LA GRATITUD DEL EXILIADO: REFLEXIONES ANTROPOLÓGICAS Y ESTÉTICAS SOBRE LA FILMOGRAFÍA DE HENRY KOSTER EN SUS PRIMEROS AÑOS EN HOLLYWOOD José Alfredo Peris Cancio Facultad de Derecho/Facultad de Filosofía, Antropología y Trabajo Social. Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” Fechas de recepción y aceptación: 30 de julio de 2012, 27 de agosto de 2012 Correspondencia: Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”. Calle Quevedo, 2. 46001 Valencia. España. E-mail:
[email protected] Resumen: Henry Koster comenzó su carrera como cineasta en su Alemania natal. Como judío tuvo que huir del nazismo, exiliarse y recorrer el eje Berlín-París-Hollywood, trayecto frecuentado por otros directores, actrices y actores germanos. Como director de cine no venía precedido por una gran fama, por lo que tuvo que abrirse camino en Hollywood con mucho esfuerzo. El éxito de su primera película con la joven soprano Deanna Durbin consolidó su posición y le permitió definir un estilo que le acompañaría a lo largo de toda su producción americana: su preferencia por un “cine blanco” –en con- traste con sus compatriotas, que optaron por el “cine negro”–, es decir, un cine en el que los protagonistas encuentran diversos aliados que les ayudan a perseverar en el bien. Sus primeras etapas en Hollywood permiten analizar filosóficamente su cine, concediéndole un cierto estatuto de autor, descubriendo rasgos propios, como la introducción de la música clásica como signo de elevación moral o la explicitación de la dimensión religiosa y sobrenatural en la búsqueda del bien de algunos de sus personajes. Escarmentado del materialismo antihumano del nazismo, propuso un estilo en el que los resortes hacia el bien humano adquiriesen plasticidad expresiva.