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cómic tecla editar clásicos nota de los editores la guerra del profesor bertenev endurance una posibilidad entre mil me acuerdo lapinot y las zanahorias de la patagonia takemitsu zamurai rosalie blum (1894-1975) dándole vueltas el sueño de meteor slim última lección en gotinga el negocio de los negocios dr. slump ultimate edition nocturno gil pupila una vida errante cómics que a mi parecer quizás hayan pasado desapercibidos (y es una pena) novedades recomendadas diciembre 09/ marzo 10 artículo POR ANTONI GUIRAL

EDITAR CLÁSICOS ¿PARA QUÉ?

Hasta yo que, lejos del autoengaño, debo asumir que no soy muy listo, entiendo que la permanencia de los clásicos autóctonos es una obligación moral para la supervivencia del legado cultural. Hablo de cine, de literatura, de fotografía, de pintura, de escultura, de teatro, de historieta. ¿Por qué, entonces, si con un pequeño esfuerzo puedo detectar en el mercado la existencia de clásicos de nuestro cine, nuestra literatura, nuestra fotografía, nuestra pintura, nuestra escultura y nuestro teatro tengo tantos problemas para localizar clásicos de nuestra historieta? Esperen, empecemos por el principio: ¿qué es un clásico? Un clásico es una obra que ha sentado cátedra por sus aportaciones al medio. También es una creación muy popular en el momento en que fue concebida. Y, claro, es un producto con unos cuantos años de historia encima. Arreglado, podemos seguir.

Como hablamos de historieta, lo primero es señalar que lo de “unos cuantos años de historia encima” es relativo. El cómic es bastante más joven que la pintura o el teatro; no podemos hablar de muchos siglos atrás (dos, como máximo), pero sí de unos cuantos decenios (pongamos hasta cinco). La pregunta vuelve a ser: ¿por qué no disponemos de series, personajes o tebeos clásicos españoles debidamente catalogados, léase, con ediciones más o menos recientes localizables en el mercado de primera mano? Antes de responder, revisemos algunas cuestiones importantes.

La Ley de Propiedad Intelectual del 11 de noviembre de 1987, que ha sido objeto de una refundición y de varias modificaciones posteriores en 1996, 1998 y 2006, establece que, de forma general, los derechos de explotación de una obra no pasan al dominio público hasta pasados 70 años de la muerte del autor; en el caso de obras colectivas, con seudónimo y anónimas, los 70 años se cuentan a partir de la fecha de publicación. En literatura es, pues, más fácil encontrar obras de dominio público, por las que los editores no deben pagar derechos de autor. En historieta es algo más difícil, ya que la “juventud” del medio sólo permitiría publicar adscrito a dominio público obras de autores fallecidos en 1940 que son muy pocos en, al menos, nuestra historia de los cómics. Por tanto, cualquier editor debe, para acceder a la publicación de los clásicos, obtener bajo contrato el permiso de los autores o de sus herederos por mucho que, a causa de la actitud inmoral de algunos editores, los historietistas hubieran firmado en su momento papeles en los que renunciaran a sus derechos. Hay, claro, otro matiz: las marcas. Una cosa es el derecho de autor, el intelectual, y otra es el derecho industrial; hubo editores que tras registrar marcas de títulos de publicaciones y de series, los han ido renovando con el tiempo, por lo que la marca (el título) es suyo. O sea que, a veces, para publicar un clásico, habría que recurrir al autor o herederos para los derechos intelectuales y al editor original para los industriales. Se complica la cosa.

Y luego está el material para la reproducción. En literatura basta con disponer de un libro para escanearlo o volver a transcribirlo en ordenador. En historieta, para reeditar es necesario acceder o a los originales o a una publicación para escanear las páginas. Como durante unos 60 años los originales quedaban en manos de los editores y, hoy, o siguen en su poder o están dispersos entre cientos de coleccionistas (cuando no fueron destruidos tiempo ha), disponer de ellos es, prácticamente, una entelequia. Quedan las publicaciones impresas, relativamente más accesibles, aunque a veces muy caras y no siempre de fácil localización. Como las tintas y las imprentas de antaño utilizadas para los tebeos no eran de una calidad, digamos, suprema, nos encontramos con otra dificultad: hay que seleccionar mucho los ejemplares y realizar un trabajo de restauración a partir de los escáneres, tarea compleja y costosa. Tiempo y dinero, sencillamente.

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BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 1 artículo POR ANTONI GUIRAL [… Viene de la página anterior]

Y ahora, volvemos a la pregunta: ¿por qué no disponemos de series, personajes o tebeos clásicos españoles debidamente catalogados, léase, con ediciones más o menos recientes localizables en el mercado de primera mano? Algunas respuestas hemos aclarado, pero no todas. Es más, se me ocurre otra pregunta: ¿hay mercado para estos clásicos? Lo hubo en los decenios de los setenta y los ochenta pero, la verdad, no tengo tan claro que los haya ahora. Es cierto que algunas recuperaciones - como Esther, El Capitán Trueno, El Jabato, La familia Ulises, Joyas Literarias Juveniles o Clásicos del humor (con series de Bruguera)1 - han disfrutado de una buena acogida. Pero los citados son títulos que apenas significan un 1% de nuestros clásicos. ¿Y Roberto Alcázar y Pedrín, El guerrero del antifaz, Pumby, Cuto, El inspector Dan o Hazañas bélicas, por poner sólo cinco ejemplos muy populares en su momento? ¿Hay público para ellos? Confío en que sí, pero ni yo ni nadie puede afirmarlo con certeza. Y aquí aparece otro componente en la reedición de clásicos, reformulado en pregunta; ¿deben ser los editores privados los que se ocupen de recuperar nuestro legado historietístico? Lo harían si vieran en ello una oportunidad de negocio, por tanto, está clarísimo que no lo entienden así; entonces, ¿deberían aparecer las instituciones públicas en este segmento de la edición? Aunque algunos podrían considerarlo competencia desleal, creo que sí; es más, considero que es su obligación ante la tesitura evidente de que nadie lo está haciendo en estos momentos.

De todas formas, y ante la creciente nostalgia que nos invade, la sensación es que una buena recuperación de nuestros clásicos, al menos de algunos, tendría espacio en las librerías y respuesta positiva por parte de los consumidores. Y, por favor, lo haga quien lo haga, se impone una reedición bien formulada, respetuosa con el original, bien datada y ordenada, confeccionada con consideración tanto hacia los creadores como hacia sus lectores. Ha de quedar claro que no estamos hablando de best-sellers, sino de rescatar nuestro patrimonio cultural. ¿Se entiende la diferencia?

Hoy por hoy, al menos a mí, me resulta bochornosa la falta de ediciones catalogadas de nuestros tebeos clásicos. Si no los recobramos ahora, habremos perdido la partida; dentro de no mucho tiempo nadie se acordará de ellos y habremos perdido la oportunidad de reconocernos en nuestro pasado. Y no es sólo un tema nostálgico, por supuesto; el valor artístico y sociológico de estos tebeos habrá muerto también, empobreciendo todavía más nuestro legado.

1. En este esquema entra, por ejemplo, Mortadelo y Filemón, pero por tratarse de una serie viva que se ha mantenido con éxito, sería un claro ejemplo de caso aparte en la nómina de los clásicos. Con todo, conviene resaltar que sólo ahora se publicará un tomo con algunas historietas de la serie de Ibáñez realizadas antes de 1969, año en el que empezaron a aparecer sus álbumes. Por tanto, aquí también hay una clara deuda contraída.

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 2 nota de los editores

Aprovechamos vuestra atención, antes de que os adentréis en la sección de reseñas, para pedir disculpas a Francisco Naranjo, uno de nuestros desinteresados colaboradores, pues un cúmulo de descuidos por nuestra parte (totalmente involuntarios y, a estas alturas, todavía incomprensibles), han hecho que olvidáramos incluir sus reseñas en el anterior número del boletín.

Mirando el lado positivo, este número 31 viene con ración doble de reseñas por parte de Francisco.

Rogamos nos disculpéis el desliz. Gracias por vuestra comprensión.

David Cuadrado Silvia Fernández

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 3 reseñas

LA GUERRA DEL PROFESOR BERTENEV / Alfonso Zapico

Dolmen. 80 p. Color. Cartoné. 18,95 €

Ante el horror de la guerra y su sinrazón, el refugio romántico de la sensatez; Bertenev, profesor de escuela desubicado, prefiere entregarse al enemigo antes que enfrentar el odio que los suyos le profesan después de hacer lo único sensato que se puede hacer ante la perspectiva de una muerte segura en el campo de batalla: echar a correr. Lo demás discurre por cauces ya codificados, se ha leído y visto muchas veces en muchos contextos, pero funciona y atrapa como si fuera la primera vez: la lenta integración del protagonista, perro verde, en un entorno que no acaba de entenderlo, pero que llega a aceptarlo con todas las consecuencias; el desarrollo de una amistad teñida de admiración; la empatía del lector.

Zapico lo hace bien. Trata con cariño a sus personajes, plantea las secuencias con pulso y las resuelve con gracia. El equilibrio entre diálogo, texto de apoyo e imagen está bien conseguido. Sorprende, sobre todo, su ambición: se trata de una primera obra (aunque aquí la hayamos leído después de su siguiente aventura, Café Budapest, otra incursión en lo histórico resuelta menos en clave de superproducción y más cercana al costumbrismo) en la que se conjugan la exigencia formal propia del género (ambientación, documentación) y las necesidades narrativas de un argumento no por previsible menos exigente. Una primera obra, una primera aventura, de la que el autor sale con bien: La guerra del profesor Bertenev es una de esas historias que se leen con el placer de reencontrarse con esas formas clasicistas que nos enseñaron a todos a leer, una de esas historias que beben de una larga tradición, actualizándola con sutileza y con cariño. Confiemos en que Alfonso Zapico continúe por ese camino y nos regale más libros así de redondos.

FRANCISCO NARANJO

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 4 reseñas

ENDURANCE / Luis Bustos

Planeta-DeAgostini. 176 p. B/N. Cartoné. 12,95 €

Luis Bustos no duda en abandonar registros más cómodos para abordar un tema, un proyecto, a priori arriesgado y con poca tradición en nuestro mercado reciente: la narración de la accidentada travesía de Ernest Shackleton. Y sale bien del trance, además, confirmando que le sobran oficio y talento. Su trazo vigoroso y su puesta en página, fresca y arriesgada, casan a la perfección con un planteamiento que parte del respeto hacia las formas clásicas a la hora de abordar la peripecia y definir los personajes. Endurance es, ante todo, aventura, y en sus páginas está el aliento del viejo cine en blanco y negro que, de alguna manera, conformó los pilares del género en lo plástico. Bustos sabe jugar bien sus cartas, y el paisaje polar se convierte muy pronto en presencia constante, amenazadora; un paisaje resuelto con sencillez y mucha fuerza: el estilo anguloso y la inteligente utilización del blanco y negro son fundamentales.

Los temas, como siempre en este tipo de relatos, son la amistad y el coraje, la solidaridad entre los miembros del grupo, la confianza en las propias fuerzas. Pero también se habla del ocaso de un tiempo que se tornó imposible después de los horrores de la Gran Guerra, el tiempo de las grandes aventuras, de la exploración de tierras incógnitas. Un tiempo de héroes limpios, por así decir. Un tiempo que fue, a lo mejor, más sencillo de vivir... al menos, en la ficción.

Luis Bustos demuestra aquí, por fin, de qué es capaz. A muchos sorprenderá, quizá, que lo haga con un trabajo tan pegado a la ortodoxia: los que lo conozcan únicamente en su vertiente humorística o más iconoclasta. Los demás disfrutamos de su libro y confiamos en que los resultados comerciales sean suficientemente sólidos para animarle a nuevas aventuras de calado y riesgo similares. Un libro, además, editado con buen gusto y acierto por Planeta-DeAgostini.

FRANCISCO NARANJO

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 5 reseñas

UNA POSIBILIDAD ENTRE MIL / Cristina Durán y Miguel A. Giner Bou

Sinsentido. 128 p. Bitono. Rústica. 14,25 €

Cristina Durán y Miguel A. Giner provienen del campo de la animación y la ilustración comercial. Se conocieron en torno al fanzine GRUA, y ella fue seleccionada en el certamen INJUVE en 1998, y galardonada el mismo año como mejor dibujante en MURCIA JOVEN. Para su puesta de largo como historietistas han elegido un tema duro y un formato no por flexible y maleable menos arriesgado.

Si lo consideramos con distancia, estamos ante una propuesta que podría pecar de oportunismo en un mercado que todavía guarda la huella de Arrugas y de María y yo. No obstante, ya las primeras páginas confirman que este libro tiene entidad propia. El desarrollo del guión, por ejemplo, podría parecer demasiado prolijo: muchos datos, muchas explicaciones, mucho texto... Y, sin embargo, la lectura funciona bien, es fluida y absorbente. La lectura y la empatía, claro: la empatía es fundamental en este tipo de trabajos, y el lector no tarda en sentirse cerca de los personajes. Lo ayuda una gráfica amable y expresiva, también, que en una primera mirada puede antojársenos en exceso rígida, pero que se desvela enseguida como eficaz y muy cálida. Así, la historia de la pequeña Laia se lee con creciente interés, y no pasan muchas páginas antes de que nos sintamos implicados en ella. Un logro que lo es más si tenemos en cuenta que, como hemos dicho ya, se trata del primer trabajo largo de sus autores.

“Laia nace en enero de 2003 y es especial”, se lee en una de las solapas del libro. Sin duda lo es. Percibirlo gracias a las páginas de Una posibilidad entre mil es una experiencia que merece la pena. Cuando se habla de la Historieta como medio capaz de vehicular todo tipo de argumentos, experimentos o poéticas, se habla en realidad de la posibilidad de hacer libros como éste.

FRANCISCO NARANJO

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 6 reseñas

ME ACUERDO. BEIRUT / Zeina Abirached Sinsentido. 98 p. B/N. Rústica. 11 €

Hay un momento especialmente emotivo en este libro lleno de momentos emotivos: la familia de Zeina Abirached, que es narradora y protagonista, aprovecha el final de la guerra (1991) para pasear por el centro de la ciudad después de mucho tiempo. El padre va señalando y recordando dónde estaban los diferentes comercios, los zocos, la parada del tranvía... un paseo por un pasado reducido a escombros. Es una escena desoladora, resuelta con una limpieza modélica.

Zeina regresa a su niñez en Me acuerdo para contarnos algunas cosas que estaban ya en El juego de las golondrinas, pero utiliza esta vez un recurso flexible y lleno de posibilidades que le permite articular el relato a manera de listado de recuerdos recuperados al azar, una letanía en la que lo dramático se mezcla con lo más liviano sin más solución de continuidad que el flujo libre y desordenado de la memoria. Es algo que hicieron ya Joe Brainard y Georges Perec (a quien va dedicado, en cierto modo, el libro; o, al menos, su última página), con resultados igual de evocadores.

Zeina Abirached demuestra músculo y poética en este librito editado con mimo por Sinsentido, uno de los mejores del año que se acaba. Ya su anterior título hacía gala de una sensibilidad notable en el tratamiento de un material tan delicado y peligroso como los propios recuerdos, si bien entonces había todavía alguna rigidez narrativa que en Me acuerdo ha desaparecido por completo. Cabe esperar que su siguiente trabajo continúe en la misma línea ascendente.

FRANCISCO NARANJO

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 7 reseñas

LAPINOT Y LAS ZANAHORIAS DE LA PATAGONIA /

Astiberri. 512 p. B/N. Rústica con solapas. 35 €

Durante dos décadas, Lewis Trondheim ha sido el autor que, en solitario o colaborando con otros, más ha contribuido a cambiar la historia de la bande dessinée, el cómic francófono. No es poco mérito porque, a diferencia del nuestro, el mercado francés es de los más vigorosos y fértiles, en lo industrial y también en lo artístico: no se trató de modificar el rumbo de un esquife, sino el de un barco de gran tonelaje. Y no es poco mérito, sobre todo, porque, según confiesa, Trondheim lo hizo sin saber dibujar.

Los hitos de su logro son notorios. En 1990, Trondheim fundó, con sus amigos los también dibujantes Jean-Christophe Menu, David B., Matt Konture, Killofer y Stanislas, la editorial L’Association, una especie de cooperativa de artistas que decidieron dibujar y publicar las historietas que les vinieran en gana, sin reglas comerciales ni constricciones formales. L’Association abrió la puerta a la edición independiente en el mercado galo, dominado entonces por la producción rutinaria de las grandes editoras, series de aventuras y fantasía publicadas en álbum de 48 páginas a color y encuadernado en cartoné; puro cliché editorial. Las ediciones de L’Association reinventaron el mercado de la bande dessinée, promoviendo los formatos singulares, adaptados a cada obra, la elegancia tipográfica y el cuidado del detalle, y han sido modelo para la edición independiente en otros países también. El éxito de algunos de sus autores y títulos ha removido hasta los cimientos el edificio un poco avejentado del cómic francófono.

Entre los títulos que publicó L’Association, el más vendido ha sido Persépolis de Marjane Satrapi. Pero entre todas sus firmas, la que logró un éxito más fulgurante fue la de Trondheim, que desde mediada la década de los noventa simultaneó, con una producción de abundancia apabullante, las obras más personales y las editadas en casas comerciales. Como rey Midas de las viñetas, ha convertido en un triunfo todo lo que ha salido de su fértil lápiz, hasta las ocurrencias más insólitas.

Una de las series que han forjado el renombre de Trondheim entre los lectores y críticos más exigentes es Lapinot, que suma una decena de álbumes en color, algunos de ellos ya traducidos. Pero, antes de ser una serie, fue un proyecto, uno de los primeros de Trondheim, allá por 1990, que dio lugar a un título tan insólito como característico. Lapinot y las zanahorias de la Patagonia aparece al fin en castellano y nos ofrece ocasión para descubrir en su forja a una de las firmas fundamentales del cómic contemporáneo de cualquier idioma. La obra ofrece ya lo que sería habitual del autor: humor, ingenio a raudales, amor al enredo paródico, una enorme capacidad para manipular estereotipos narrativos, y sus peculiares personajes, animales antropomorfos que viven y padecen nuestras rutinas, nuestros miedos y pasiones, todo ello mediante un dibujo informal y descarado, que hace parecer rígido el de la mayoría de sus colegas.

Según explica en una breve nota previa a la historieta, a Trondheim se le ocurrió emprenderla porque le llamó la atención una sencilla maquetación de página de su colega Stanislas, una rejilla de cuatro tiras de tres viñetas cada una. Por qué no probarla y divertirse un poco, se dijo. “Y así fue — explica— como me encontré con la primera página entre las manos. Pensé que sería divertido continuar la historia, improvisando, sin dibujar antes a lápiz. Hacer, al menos, unas... eh... 500 páginas. Y aquí están.” El único problema era que él no sabía dibujar. Por eso empezó usando un rotulador grueso, para que no se vieran los defectos. Luego, fue afinando el trazo.

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BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 8 reseñas [… Viene de la página anterior]

Así se forja una obra digna de ese nombre y, de paso, una leyenda. Trondheim, que no concede entrevistas, ha repetido en sus textos que sus dotes de dibujante son nulas. Uno de los primeros títulos que firmó, Le dormeur, ofreció una comedia de situación divertida e imaginativa fotocopiando la misma viñeta y cambiando sólo los diálogos. Las 500 páginas exactas de Lapinot y las zanahorias de la Patagonia están fundadas en un reto de similar orden: el autor se propone una obra distinta a todo lo realizado hasta el momento, fijándole de antemano unas pautas formales rígidas (el número de planchas y la estructura de página invariable) para, sobre ellas, dejar fluir la improvisación, para la que está muy dotado.

De este modo, imagina un protagonista que debe mucho a sus lecturas infantiles de Disney, un conejo de orejas tan informes como calcetines arrojados al azar sobre el papel y de bondad un tanto bobalicona, lo enfrenta a malos de película, lo hace viajar por lugares inhóspitos y deja que los nuevos tipos y las peripecias salten al acaso, se enreden y compliquen con gozosa rapidez. Poco a poco, el trazo se afina y la historia se adensa, sin quebrantar la lógica de que se ha dotado. Los diálogos ocurrentes o simplemente funcionales se alternan con las planchas mudas, en las que con cierta reiteración se adivina el placer de la pura invención visual.

El resultado es una lectura fácil y con frecuencia jubilosa, porque de las planchas de Trondheim se desprende con pertinaz consistencia el goce de simplemente dibujar una historieta porque sí, de jugar y experimentar con júbilo infantil y con determinación madura en los límites antes inexplorados del medio, y su entusiasmo resulta contagioso e iluminador. La experiencia de leer Lapinot y las zanahorias de la Patagonia corre paralela a aquella de dibujarla hace década y media. Y Trondheim, el dibujante que no sabía dibujar, cambia así las normas de su oficio y prueba que a esos sus monigotes, que podría dibujar cualquiera, en verdad sólo los podía concebir y animar sobre el papel su genio rebelde y disciplinado.

JUAN MANUEL DÍAZ DE GUEREÑU

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 9 reseñas

TAKEMITSU ZAMURAI VOL. 1 / Taiyou Matsumoto e Issei Eifuku

Glénat. 224 p. B/N. Rústica. 12 €

La eclosión del en los mercados occidentales ha supuesto una revolución que ha sacudido al mundo del cómic, dándole una vitalidad y renovación de la que ya se pueden colegir algunas reflexiones que ociosamente barrunto aquí, aprovechando que la atipicidad de Takemitsu Zamurai da pie para ello.

El manga ha sido y sigue siendo una bendición para las editoriales y para la renovación de una afición infantil huérfana de los tebeos de generaciones precedentes. La tradición se perpetúa aunque los códigos y las apariencias difieran. Generalizando, se podría decir que la afición más susceptible de estereotipar se polariza entre los entusiastas seguidores del manga (movimiento realmente novedoso hasta hace unas décadas), y los exquisitos seguidores de la novela gráfica (en cierta manera, herederos de los diletantes ochenteros); entre frikies y gafapastiles, en dos acepciones facilonas, que inciden en lo pedestre de mi apresurada y reduccionista panorámica sobre la actualidad comiquera.

Y al plantear esta falsa pero útil dicotomía, se asume que al referirse al manga mayoritario, me refiero al más industrial y seriado, no a un Taniguchi, un Tatsumi o un Maruo que tendrían más puntos de contacto con la novela gráfica que con el manga que genera esa impenitente legión de otakus que abarrotan salones y comercios especializados. La cuestión es si esa cultura juvenil japonizada desembocará en una afición de largo recorrido hacia el cómic en general, más allá del folklore hormonalmente alterado del momento. La invasión gráfica nipona, cada vez más, parece una simple excusa para el merchandising que le acompaña y genera el auténtico negocio. El porcentaje de lectores de manga que, una vez superada la pubertad; evolucionen hacia lectores de novela gráfica, u obras ajenas a los esclerotizados patrones del manga mainstream, mucho me temo que no será muy grande. Se puede aventurar (y con ello lo más seguro equivocarse) que al igual que la mayoría de la población, para ellos el cómic quedará como un recuerdo de la infancia que no les acompañe en la vida adulta: una divertida y lúdica manera de socialización mientras tanteaban en busca de una identidad propia. Nada nuevo bajo el sol, desde que en la década de los 50 del pasado siglo los jóvenes comenzaran a distanciarse cada vez más de los adultos, hasta consagrar a la juventud como un valor en sí misma. Pero no más alardes sociológicos baratos por mi parte, simplemente constatar lo poco que todo esto ayuda a ahuyentar las sombras de lo pueril y lo marginal, que desde siempre planean sobre el cómic. Curiosamente en un momento en el que conceptos (puramente comerciales o no) como el de novela gráfica, tanto están haciendo avanzar en la reconsideración del cómic como medio artístico y narrativo adulto.

Y una vez dicho esto, remarcaré que bendito sea el manga que, al menos, hace que los tebeos vuelvan a incluirse entre las aficiones de las nuevas generaciones (tan necesitadas de estímulos lectores), y que nos permite abrirnos al influjo de otras culturas más allá de la abusiva colonización cultural norteamericana. Y bendito sea por la creatividad desatada, la renovación de las formas, y lo estimulante de muchas de sus fórmulas narrativas, que han enriquecido el lenguaje secuencial en un momento en el que, desde otros frentes, autores como Chris Ware, Dash Shaw, Bastien Vivès, David Mazzucchelli, Joann Sfar, Christophe Blain o Samuel Stento, adentran al noveno arte por caminos de lo más estimulante. Y en estas estamos, cuando se publica en castellano un título como Takemitsu Zamurai.

Taiyou Matsumoto ya dio muestras de que lo suyo no discurría por los cauces habituales del manga con su inquietantemente bello Tekkon Kinkreet; ni tampoco se adscribía al cálido academicismo narrativo y gráfico de un Taniguchi o un Tatsumi. Curiosamente, el desembarco de Matsumoto en nuestro país parece haber abierto la veda para que otros autores con un discurso discordante del manga más estereotipado empiecen a publicarse en castellano. Ahí está con obras tan atípicas como la biografía de Hitler, o la emotiva NonNonba. Títulos que recuperan la extrañeza hacia la cultura nipona, esquiva en sus códigos y arcanos que se nos escapan a la vez que fascinan a los occidentales. Una fascinación que corría el riesgo de malograrse por culpa de la masificación y estandarización de los códigos propios del manga.

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BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 10 reseñas

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¡Por fin unos ojos rasgados en un manga actual! Y unas referencias culturales y estéticas que retoman la tradición artística nipona como fuente de inspiración. Los ukiyo-e, las llamadas pinturas del mundo flotante precursoras del manga desde los siglos XVII al XX, son las fuentes de las que bebe el dibujo de Eifuku para narrarnos la historia del samurai que perdió su sombra; no con la épica de la genial El lobo solitario y su cachorro, sino invocando ese realismo mágico al que dieran cuño los escritores latinoamericanos allá por los 60, pero que desde siempre había existido en la milenaria cultura oriental.

La producción en cadena, la comercialización salvaje de lo oriental, ha hecho que el embrujo del arte japonés que fue filtrándose en Occidente a partir la restauración Meiji, se sacrificase en aras del simplismo cultural inherente a cualquier colonización cultural. Si bien el cine ha encontrado sucesores a Kurosawa, Ozú, u Oshima, y la literatura otro tanto con Murakami, Ishiguro o Yoshimoto, el manga que nos llega perpetúa la herencia de hasta la extenuación. Que el propio Matsumoto reconozca como influencias confesas a Miguelanxo Prado resulta emocionante al constatar que el trasvase cultural entre Occidente y Oriente es reversible también desde el manga más personal. Precisamente, los ukiyo-e evolucionaron para despegarse de la producción más seriada y comercial hasta movimientos como el shin hanga, en el que se advertían influencias del impresionismo europeo, tal y como a su vez los ukiyo-e influenciaron corrientes pictóricas europeas a principios del XX.

La disposición de las viñetas también acusa influencias foráneas: apaisándose, comprimiéndose, sesgándose o pasando de planos generales a planos de detalle, tanto por necesidades narrativas como también por un puro placer estético que retrotrae, en algunos detalles, al dinamismo sesentero de un Neal Adams dibujando superhéroes inequívocamente pop. Si bien esta permeabilidad estilística se corta de raíz al llegar a la trama: puede que historia, ambientación y estética invoquen a la tradición, pero la singular personalidad de los protagonistas remite directamente a Tekkon Kinkreet, lo que nos hace intuir que más allá de esos códigos que se nos escapan a los occidentales para descifrar el espíritu oriental, Taiyou Matsumoto, como todo auténtico creador, dicta sus propias leyes para gobernar un universo creativo del que caben esperar próximas buenas noticias para el cómic, el manga, la novela gráfica, o como sea que quieran llamarlo.

VICENTE FUNES

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 11 reseñas

ROSALIE BLUM VOL. 1: UNA SENSACIÓN CONOCIDA / Camille Jourdy

La Cúpula. 128 p. Color. Rústica con solapas. 18 €

Sin duda estamos ante una de las sorpresas del año otra vez más fruto de la apuesta de los compañeros de La Cúpula, empeñados en escarbar en todos los rincones posibles para descubrir nuevos o desconocidos talentos que probablemente en pocos años nos sonarán a todos con inusitada frecuencia. Buena labor la de esta pequeña editorial que lleva años navegando con rumbo definido en las movidas aguas del mundo editorial, a la sombra de los grandes buques desde el principio y, con una dignidad pasmosa, haciendo historia. Berenguer y su equipo pueden mirar a los ojos y con la cabeza bien alta hacia el horizonte.

Leídos dos de los tres volúmenes de la serie (el tercero aparecerá durante el primer trimestre del 2010) se me hace difícil comentarlos sin desvelar parte de la trama, así que me centraré en el primero para no generar desagradables spoilers; siempre es mejor descubrir las cosas por uno mismo.

Vincent es un tímido peluquero de provincias que se encuentra umbilicalmente atado a su madre, una mujer absolutamente desequilibrada y que no está dispuesta a concederle la autonomía necesaria para encontrar una nueva pareja, lo cual sería una auténtica amenaza para su modus vivendi. Vincent, que acaba de cortar con una relación (aunque él se empeñe en negar la evidencia), tan solo cuenta con la compañía de su primo Laurent, una antítesis suya. Los días en el pueblo se suceden como hojas de calendario, con insípida rutina, hasta que nos encontramos con un azaroso hecho que desencadenará todo un seguido de situaciones cual efecto dominó. Vincent tendrá una sensación conocida (título del primer álbum) con la cajera de un supermercado, algo en ella llamará su atención, parece que no la ha visto nunca pero le suena de algo. Rosalie Blum acaba de entrar en la cabeza de Vincent y se acaba de convertir en una obsesión enfermiza. Vincent se verá con coraje para hacer cosas inimaginables para él, como seguir a Rosalie hasta su casa o abrir su basura. Estos actos se acabarán convirtiendo en rutina y efectivamente podremos observar en Vincent un comportamiento cercano a un trastorno compulsivo obsesivo que no sabemos hasta donde le llevará.

El segundo número de la serie nos deparará sorpresas y giros argumentales muy agradecidos para el lector que a estas alturas ya estará totalmente entregado a la serie y deseando participar en ella. Y con el tercero la autora ganó el prestigioso premio de la crítica RTL en nuestro país vecino.

Camille Jourdy es una joven autora francesa nacida el 1979 en Chenôve. Dotada de un trazo claro y diáfano, descubriremos que una de sus mayores cualidades es la diversidad de recursos para articular diferentes composiciones de página sumamente originales, en ocasiones con abundantes fondos blancos, que ayudan a componer espacios y situaciones idóneos, simplificando actos narrativos y describiéndonos los silencios. También curiosas son las escenas a toda página que apuntalan momentos no necesariamente fundamentales, pero que forman parte de ese clímax que nos imbuye.

Su narración es deliciosa, con unos personajes muy perfilados y de una profundidad muy ambigua (les emplazo al final del segundo volumen para comentarlo) y con un sentido del humor refinado y sutil a la vez. Todo el libro está cargado de un fuerte dramatismo que salpica la exposición de las situaciones más rocambolescas, y que con el devenir de los acontecimientos se acentúa aún más.

Una curiosidad, la autora leyendo su obra: http://www.youtube.com/watch?v=iCEZcMxD5ok

Así pues no queda más que esperar a ver si Vincent se decide a dar el primer paso antes que… antes que… mejor lo leen.

JAUME VILARRUBÍ

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 12 reseñas

GEORGE SPROTT (1894-1975) /

Random House Mondadori. 64 p. Bitono. Rústica con solapas. 18 €

Ilustrador, diseñador gráfico e historietista de prestigio, Gregory Gallant, que firma Seth, es mucho más que uno de los pocos autores de cómics canadienses internacionalmente conocidos y apreciados. Ha creado un mundo personal, jalonado por títulos de sosegada belleza, y lo ha edificado mediante un estilo singular y un manejo sabio de los formatos de edición. Seth forma con sus paisanos y una agrupación de creadores pintoresca y fértil, que ha renovado de raíz el cómic en su país y contribuido al panorama independiente norteamericano. Su último título es George Sprott (1894-1975), que publicó por entregas semanales en The New York Times Magazine entre 2006 y 2007 y que ahora recoge en forma de libro.

Como otras obras precedentes de Seth, George Sprott también organiza la ficción como un retorno al pasado, en busca de informaciones biográficas que permitan retratar al personaje que da título a la obra, un explorador polar de comienzos de siglo, convertido luego en conferenciante y presentador de un programa en una emisora de televisión local. Pero hay novedades sustanciales en el tratamiento formal de la historia. La primera, el gran tamaño de página —26 por 30 centímetros—, la debe a su publicación seriada original en el diario neoyorkino. Seth ha completado las 25 planchas originales del periódicos con otras adicionales, ilustraciones intercaladas y fotografías de estilizadas maquetas en cartón de edificios de la época. Compone con todo ello una biografía fragmentada, en la que ofician de piezas de un rompecabezas los testimonios contradictorios del protagonista o de personas que lo conocieron y los momentos dispersos de su larga vida que describen, cada uno a su guisa.

La estructura de la ficción se ajusta al formato de publicación y extrae de éste, con sabiduría de diseñador experimentado, sus mejores posibilidades expresivas. Seth crea páginas a modo de mosaico o de meticulosa cuadrícula, pobladas de viñetas de tamaño reducido, que figuran fotografías viejas, vistas de edificios significativos o bustos parlantes de los testigos a que acude el narrador. La yuxtaposición de esas planchas, como si se tratase de una selección de testimonios, recuerdos o confesiones íntimas, configura un retrato complejo y hasta desconcertante de un viejecillo bonachón e inofensivo, admirado por algunos y hazmerreír para otros, que fue también un perfecto egoísta, un arribista implacable, un oportunista sin escrúpulos.

Así, Seth saca provecho narrativo a las limitaciones que le impusieron las entregas semanales de una sola página de la publicación original de la obra. El suyo es un retrato compuesto e incompleto, que abunda en perspectivas contrapuestas, en desacuerdos y en puntos oscuros. De este modo, las constricciones formales de un formato de edición contribuyen a definir la complejidad del asunto: la vida de George Sprott y su personalidad, por mucho que parezcan por momentos las de un tipo banal y sin mayor importancia, no se dejan resumir fácilmente en un relato acabado y claro. Su experiencia vital, como la de cualquiera, viene a señalar Seth, es tan diversa e inabarcable como todo un universo.

El tono del conjunto lo define el dibujo elegante y estilizado de Seth. Como es habitual en sus libros, el artista canadiense opta por matizar sus viñetas mediante el bitono. La policromía real de sus planchas se distribuye de modo tal que en cada ilustración juegan sombras trazadas sólo mediante un segundo color. Esta opción técnica y estética contribuye vigorosamente a crear un aire de época que se ajusta a la cronología que atribuye a su biografía ficticia. En el mismo sentido militan también las ilustraciones y rotulados que imitan los de aquella primera mitad del siglo XX.

Seth opta, en efecto, por un dibujo decididamente anacrónico, fiel a cánones estéticos caídos en desuso, los de la ilustración de las grandes revistas de hace más de medio siglo. Por lo mismo, todo en su historia adquiere tintes nostálgicos. Sin embargo, no elude la crudeza o las incongruencias y nada en ella la reduce a una visión complaciente o benévola. George Sprott es, en definitiva, demasiado humano y sólo el personal estilo de su biógrafo podía retratarlo sin reducirlo a esquemas mezquinos y a formas chatas.

JUAN MANUEL DÍAZ DE GUEREÑU

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 13 reseñas

DÁNDOLE VUELTAS / Frederik Peeters

Astiberri. 184 p. B/N y color. Rústica con solapas. 19 €

“Dándole vueltas recoge un total de veintiséis historias, algunas coloreadas para la ocasión, que Frederik Peeters ha gestado a lo largo de una década en diferentes publicaciones, principalmente Bile Noire. A lo largo de sus páginas reconocemos al creador que, a fuerza de experimentar, no ha dejado de crecer. Juega con los códigos gráficos, cambia los puntos de vista, sus personajes pueden sufrir tanto de incontinencia verbal como mostrarse totalmente mudos… Se las ve con un macabro artista de las cavernas, con un asesino a sueldo filósofo, con sus compatriotas suizos, tan queridos como despellejados…, e incluso con Orson Welles.

Peeters cultiva el eclecticismo. Y lo hace con sus armas favoritas: el cinismo, el humor negro y un punto de vista bastante hedonista al retratar esos instantes que iluminan el día con un cierto placer. El candor y la inocencia para enfrentarse a la implacable realidad de la vida”.

De esta manera tan iluminadora Astiberri nos presenta Dándole vueltas, un volumen recopilatorio de historias cortas creadas entre 1998 y 2005 por Frederik Peeters.

Las narraciones de este volumen nos permiten recrear, a través de una sensibilidad única, su honestidad conmovedora y no por eso exenta de humor negro. Son relatos en los que conviven las miserias humanas en todo su esplendor con la mirada lúcida de los niños y los perros. Un universo construido a base de sutiles detalles en el que, definitivamente, tener corazón es una putada.

La explicación de porqué las narraciones no han sido retocadas nos la ofrece el propio Peeters con la autenticidad característica de su voz.

“Seamos francos. Hubiera podido retocar algunas historias que me parecen anticuadas o hacer una selección más drástica. Pero me acordé de mi abuelo, que siempre me decía que cuando se hace algo, o se hace hasta el final o mejor no se hace. Por cierto, como ejemplo de ello, mi abuelo terminó suicidándose. A lo que íbamos, es como la historia de la silla coja. Se empieza por serrar un poco un pie, luego otro poco de otro y al final, nos encontramos con el culo en el suelo. Así que decidí dejaros mi silla tal cual era, un poco descuajaringada, es verdad, pero con las patas originales. Siempre hará feliz a algún que otro anticuario escrupuloso. Sin olvidar que aun así, se han restaurado algunos colores en cuatricromía. Las bicromías originales ya no estaban técnicamente presentables.”

En Dándole vueltas encontramos relatos de personajes desubicados en diferentes épocas de la historia. La evocación del pasado como evasión. Seres en los márgenes de la existencia, perdidos en islas, recorriendo ciudades, recordando guerras. Miradas que nos abren el corazón y nos obligan a abrazarlas sin reservas, como ocurre con la del perro protagonista de “El país de la felicidad”, la historieta que más me ha gustado de este volumen.

Tenemos en las manos un cómic que funciona en dos sentidos, ya que tanto puede leerse como un viaje a los inicios creativos del autor, como una avanzadilla de lo que, tal vez, nos reserve en un futuro. Porque desde los trazos más duros en blanco y negro del principio hasta las piezas finales a color, en estas historietas encontramos las semillas que anticipan sus futuras creaciones. Éste es un recorrido en el que Frederik Peeters se revela como un autor que juega con todo haciendo disfrutar de lo lindo a sus lectores.

En fin, un cómic para ser leído del derecho y del revés, así como descubrir a un auténtico creador sin límites de ningún tipo.

PATRÍCIA MUÑIZ

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 14 reseñas

EL SUEÑO DE METEOR SLIM / Frantz Duchazeau

Ponent Mon. 160 p. B/N. Rústica con solapas. 15 €

En su primera obra en solitario, Frantz Duchazeau nos blusea un cómic que es una delicia para los sentidos. Al leerlo aún se pueden oír los ecos de los acordes de la música; escondida entre sus páginas oímos una letanía teñida de tristeza y lirismo: es el blues, es la condición humana. Realmente el autor ha conseguido dibujar la música con un estilo del todo personal que resulta un disfrute para nuestros ojos. A mí la tinta ya me huele a Mississippi, a sudor y a licor. No es la primera aproximación con buen tino y mejores resultados que en los últimos años nos hemos encontrado sobre el tema, recordemos aquellos magníficos tres volúmenes del Bluesman de Rob Vollmar y Pablo Garcia Callejo (Edicions de Ponent), pero Meteor Slim significa una nueva subida de listón.

Nos encontramos, como no, con una historia de perdedores. Perdedores que se saben perdedores y perdedores felices e inconscientes, que viven al día disfrutando al segundo pues nadie les puede garantizar que haya un mañana. Son numerosas las leyendas que se erigen alrededor del Delta del Mississippi, y no me cabe duda que en los cruces de caminos hay multitud de aspirantes a pactar con el diablo. Quizás el diablo no exista, o lo que es peor, quizás ya no tenga necesidad de ser. Recordemos que multitud de esclavos negros fueron expoliados de África para ser explotados en las tierras del sur de los EEUU en grandes latifundios llenos de plantaciones. Diversas generaciones sufrieron las duras condiciones de vida a las que se veían sometidos junto con crueldades de todo tipo. De esta convergencia de deseos, pasiones y lamentos, mezclada con la riqueza de religiones importadas por los ancestros surgió una música ajena al hombre blanco. Más que una religión era un lamento para hacer más llevadera la vida impuesta. Nos encontramos en un momento determinante del punto de inflexión más importante, creo yo, de la gestación de la música contemporánea. De aquí surgió el blues y el jazz… el resto ya es historia.

En las páginas del libro encontraremos la figura legendaria de Robert Jonson, el guitarrista maldito, que servirá para vehicular el camino meteórico de Edward Ray Cochran, alias Meteor Slim. Edward abandonará casa, mujer e hijo para lanzarse a la aventura de tocar blues sin nada más que una vieja guitarra y la aspiración de convertirse en alguien famoso para grabar un disco. Evidentemente, en su camino encontrará todo tipo de adversidades que darán al tras con sus planes. Su ímpetu, su tozudez y su pertinaz inconsciencia harán que mude de ciudad continuamente alentado por las noticias de su admirado Robert Jonson. Del fondo de la tristeza y del alcohol saldrá lo mejor de su música. Sus sueños se harán realidad y se romperán con la misma pasmosa facilidad. Un blues es un blues, y los finales felices son para los cuentos. A pesar de todo Edward acabará al final del libro prácticamente donde estaba al principio, se cierra el círculo y se acaba la canción.

Como he dicho antes, el autor luce de un estilo personal, cercano en ocasiones al del maravilloso Blutch de la genial Total Jazz: histories musicales (2004 ed. Le Seuil). En un blanco y negro expresionista de contrastes entre pinceladas gruesas y finas, y con abundantes manchas consigue sugerir más que enseñar seduciéndonos completamente con su pluma. Los trazos en ocasiones parecen casuales, parece que hayan caído aquí o allá sin querer, que esto no vaya con ellos, pero en su apreciación global todo tiene sentido. El dibujo encaja con la historia como un guante, con facilidad pasmosa para fluir con naturalidad como cuando se tararea una canción.

Duchazeau ve con esta su segunda obra publicada en España después de Los cinco narradores de Bagdad (Factoria K de libros), con guiones de Fabien Vehlmann, y a buen seguro que tendrá ocasión de repetir con este inicio tan brillante.

mmmmmmmmmmm….I’need my little sweet woman, I need my little sweet woman, play the blues, I play the blues for you….every time I sing, everytime you cry, in my dream can hear lover come back to me… gracias!

JAUME VILARRUBÍ

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 15 reseñas

ÚLTIMA LECCIÓN EN GOTINGA / Davide Osenda

001 Ediciones. 80 p. Color. Rústica con solapas. 13 €

EL NEGOCIO DE LOS NEGOCIOS VOL. 1 / Robert, Lindingre, Astier

Astiberri. 216 p. B/N. Cartoné. 19 €

DOS BUENAS OBRAS EN BUSCA DE SU PÚBLICO

Última lección en Gotinga y El negocio de los negocios son dos obras que tienen poco en común. En realidad una nos habla de la vida en su abstracción y la otra de una de sus concreciones. Sin embargo, les une el hecho de que su propuesta temática no deja de ser un verso libre dentro de un mercado que, a pesar de vivir una progresiva apertura, aún se rige por aficiones y filias limitadas y en gran parte excluyentes. Es decir, son obras que se dirigen a, y se han de mover por, circuitos de lectores no habituales de historieta.

Última lección en Gotinga es una de las tres obras con las que 001 Ediciones ha iniciado su desembarco en nuestro mercado; es la menos comercial y también la más rara e interesante. Rara porque no es que sea muy frecuente, ni siquiera en el ámbito de las novelas gráficas, una historieta que trate sobre las matemáticas. E interesante porque lo que nos quiere transmitir es el misterio de cosas como el continuo dentro del infinito, o la paradoja de las funciones que se niegan a si mismas.

Es un desafío tremendo el de representar mediante el dibujo lo incorpóreo, un reto que pocos autores han asumido; citaría a Breccia en Los mitos de Cthulhu o Baudoin en El viaje. En este caso se trata de dar forma a las incertidumbres que generan la representación del universo, de los números. En palabras del prólogo de Piergiorgio Odifreddi, “lograr hacer que se entrevea con los ojos del cuerpo lo que se puede ver de manera completa sólo con los ojos de la mente”. Para conseguirlo, por un lado las viñetas se convierten en pizarras o la pizarra en viñetas, y por otro se recurre a las metáforas o sea al poder ejemplificador de las imágenes. Ojalá las matemáticas me hubiesen sido explicadas con métodos como los de este libro, que debería llegar a todos nuestros institutos.

El autor instala la narración en pleno nazismo, con lo que contrapone la fuerza de la duda, del cuestionamiento de las certidumbres, del impulso del interrogante y la aceptación de la falta de respuestas frente a la actuación de la maquinaria represiva nazi y a su vulgar simplificación tergiversadora de los valores. El dibujo sencillo es muy funcional y facilita la aproximación mientras que la acuarela transmite calidez. Por lo que nos informan en la solapa, Davide Osenda, el autor, no es habitual profesional de la historieta, o del fumetto, lo que nos confirma una de las paradojas más atractivas del medio en la actualidad: la de que el cuerpo tradicional narrativo se va adelgazando progresivamente mientras se produce un cierto crecimiento desde el exterior en territorios fronterizos.

En ese territorio se mueve también El negocio de los negocios, del que aquí se ha publicado el primer tomo, El dinero invisible, una traducción al lenguaje historietístico de las investigaciones periodísticas de Denis Robert.

Se trata de una obra autobiográfica, en tanto que el protagonista es el autor. También es cierto que lo que se nos narra esencialmente es la parte de su vida que tiene relación con sus investigaciones. El resto es un contrapunto que resalta hasta qué extremo se ha visto absorbido por aquéllas; el papel de la mujer es paradigmático en este sentido.

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BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 16 reseñas

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En los primeros capítulos conocemos al personaje como periodista, trabajo que no deja de tener un cierto paralelismo con la figura del detective privado, por sus funciones de buscar y comunicar la verdad, incluso obsesivamente. Y como muchos personajes arquetípicos del género negro, nuestro hombre también se independiza, en este caso del periódico Liberation, para dedicarse a escribir por libre. A partir de este momento, el parecido con el género se incrementa aún más, ya que el objeto de sus investigaciones son los mecanismos de corrupción socio-política, los entramados de comisiones ilegales, la financiación ilegal e ilegítima de partidos políticos, la evasión fiscal, los paraísos fiscales…

A medida que el libro avanza, apoyándose en las revelaciones de diversos puntos débiles de la trama corrupta, la investigación se hace más ambiciosa y sobrepasa el ámbito francés. De manera que se nos describe como la impunidad con que se mueven los capitales en el incontrolado mercado de la globalización, la misma que originó la actual crisis, genera una alianza entre crimen y especulación muy peligrosa por su supremacía sobre los poderes políticos.

La vida de Denis Robert aporta al argumento mucho material de interés, mientras que la planificación y montaje de Yan Lindingre consigue que la narración sea muy fluida sin perder intensidad ni capacidad de encontrar para cada situación un tratamiento diferenciado de la secuencia y la página. El dibujo de Laurent Astier, por su parte, sintetiza caricatura y realismo con un ligero predominio de la primera en el tratamiento de los rostros; transmite tensión y describe con eficacia.

Por último señalar que la gran diferencia de este libro con la mayoría de las obras del género negro es que en este caso el descubrimiento de los culpables no implica su inmediato castigo; aunque también es cierto que, sin este conocimiento, sin su divulgación, ese castigo nunca sería posible.

PEPE GÁLVEZ

Última lección en Gotinga El negocio de los negocios

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 17 reseñas

DR. SLUMP: ULTIMATE EDITION / Akira Toriyama

Planeta-DeAgostini. 248 p. B/N. Rústica. 9,95 €

Planeta-DeAgostini reedita la serie más divertida y extravagante de Akira Toriyama (Nagoya, 1955), Dr. Slump, en formato edición definitiva.

Esta nueva edición constará de 15 tomos, en los que se ha restaurado el dibujo, y las portadas son las que dibujó el mismo Akira Toriyama para la reedición del manga en Japón en el año 2006.

Planeta ya editó la colección completa a finales de los años ‘90 en fascículos de 88 páginas.

Dr. Slump se publicó por primera vez en Japón entre 1980 y 1984 en las páginas de la famosa revista Shonen Jump y eso llevó a que enseguida se hiciera una serie de animación que en España se pudo ver en distintos canales autonómicos hace ya más de 20 años, incluso antes que se emitiera Dragon Ball, también reeditada por Planeta en este formato.

Incluso pudimos ver un particular crossover entre Dr.Slump y Dragon Ball, con la aparición del ejército de la Red Ribbon por la población con la mayor concentración de habitantes excéntricos por metro cuadrado.

La historia empieza cuando el inventor Sembei Norimaki construye el robot más perfecto hecho jamás, una niña de unos 10 años que resulta que tiene una fuerza increíble y es miope, lo que la obliga a llevar unas ernomes gafas.

Arale y Sembei se hacen pasar por hermanos delante de los habitantes de Villa Pingüino, y poco a poco su particular familia se va haciendo más y más grande con la incorporación de personajes como Gatchán, un bebé extraterrestre con alas y el pelo verde; la señorita Yamabuki, el amor platónico de Sembei; los compañeros de clase de Arale: Taro, Pisuke y la rebelde Akane; Suppaman, el superhéroe del pueblo... y muchos más.

Es una lástima que Planeta, al igual que hizo con la edición definitiva de Dragon Ball, no haya editado el manga tanto en catalán como en castellano. A aquellos que conocimos los personajes en esta lengua nos resulta raro llamar Suppaman a Superprunaman o Villa Pingüino a la Vila del Pingüí.

Dr. Slump es un manga que con casi treinta años de edad no ha pasado de moda ni ha perdido ni pizca de su frescura. Una historia llena de imaginación, humor absurdo y un poco gamberro, personajes extravagantes y aventuras increíbles.

Ho-yo-yo!

BEATRIZ GARCÉS

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10)) 18 reseñas

NOCTURNO (2 VOLS.) / Tony Sandoval

La Cúpula. 114 p. Color. Rústica. 17,50 €

Tony Sandoval (El cadáver y el sofá, Johnny Caronte) es un autor que no deja indiferente: su estilo personalísimo, su predilección por los ambientes oscuros y pesadillescos, la fuerza -o la fragilidad- de los personajes que crea, la conexión de los temas que toca en sus obras más personales con el heavy metal... constituyen un conjunto asombrosamente compacto. La obra que ha publicado La Cúpula en dos tomos es Nocturno, El que camina con los muertos y El espíritu del viento, pero es una obra con la que Sandoval ha tenido una larga relación, puesto que una de sus primeras versiones fue su primer cómic, publicado cuando el autor contaba sólo con 24 años.

En la primera entrega, El que camina con los muertos, conocíamos a Seck, un chico misterioso al que se le aparece su difunto padre, y a Karen, la chica de la que está enamorado. En este primer volumen, un inicio que en principio nos lleva a una historia de amor algo sui generis y a un argumento más personal, con el telón de fondo de una banda de metal y los enemigos que se crea Seck, evoluciona cada vez de forma más espectacular hasta desembocar en el segundo tomo, donde todo lo que no se explicó en el primer volumen cobra sentido: entendemos que Nocturno, en realidad, es un ser fruto de la conjunción del alma de Seck con la del héroe Deón. Con esta revelación, Seck puede volver del limbo al que fue condenado al final del primer tomo.

Tony Sandoval está pletórico en esta historia de amor crepuscular: ya sólo por el espectacular, increíble dibujo y color vale la pena (las páginas a lápiz, los aguados, las espectaculares ilustraciones a toda página), y mucho, leer esta obra. Pero Sandoval es mucho más que su impresionante dibujo. Su cómic es como el heavy metal que ama: duro, oscuro, repleto de una imaginería fantástica y macabra; un cómic salvaje, pero a la vez apasionado y lleno de sentimiento. Características que le conectan directamente con los temas del romanticismo más puro: la soledad del individuo frente a la sociedad, el amor desesperado, la muerte. Se trata, en definitiva, de una historia llena de fuerza y muy recomendable.

JOSEP OLIVER

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 19 reseñas

GIL PUPILA: EL INTEGRAL VOL. 2 / Maurice Tillieux

Planeta-DeAgostini. 240 p. Color. Cartoné. 23 €

Las aventuras de Gil Pupila (Gil Jourdan, en el original francés) son consideradas, desde su aparición en 1956 en las páginas del semanario belga Spirou hasta el fallecimiento en 1978 de su creador, el guionista y dibujante Maurice Tillieux, como una de las series estrella de dicho semanario y una de las obras maestras del cómic policíaco europeo. Sin embargo, y como ha sucedido con otras obras clásicas de la historieta francófona, no ha tenido tanta fortuna en el mercado español, aunque sí en Catalunya - acaso porque los gustos del lector catalán son más próximos a los del lector del otro lado de los Pirineos -, apareciendo casi todas sus aventuras en dicho idioma en la revista Cavall Fort a partir de 1966, además de tener tres de ellas publicadas en sendos álbumes en la colección Anxaneta. En castellano, en cambio, sería publicado de manera dispersa y sin continuidad: la revista Strong, que durante su breve existencia en 1969-71 fue un auténtico escaparate de los grandes éxitos de Dupuis, la editorial de Spirou, apenas dedicó al personaje una escueta historia - de tres páginas - en su nº 73, rebautizado como Gil Sagaz; tras el cese de Strong, la editorial de este último, Argos, le dedicó un único álbum, El infierno de Xique-Xique... y eso fue todo, hasta que la editorial Casals rescató la serie en la seguna mitad de los 80, llegando a publicar sus 10 primeros álbumes en catalán (9 de ellos también en castellano). Finalmente, Ediciones B presentó, a principios de los 90, el álbum colectivo Gil Pupila: las investigaciones de sus amigos, a base de homenajes al personaje y su creador por varios autores (una de las raras ocasiones en que fue retomado por otras manos, ya que los herederos de Tillieux han rehusado que Gil Pupila le sobreviviese tras su desaparición).

Tras casi dos décadas de ausencia de nuestros quioscos y librerías, Planeta-DeAgostini nos ha devuelto al juvenil investigador privado con la colección Gil Pupila: El integral, a imitación de la edición original en francés actualmente publicada por Dupuis, y que constará de cuatro volúmenes, del cual analizamos ahora el segundo. Este contiene los álbumes 5 a 8 de la colección original: El infierno de Xique-Xique, Festival sobre cuatro ruedas, El secreto de la cripta (¿por qué no haberlo titulado Los monjes rojos, que vendría a ser traducción literal del título original Les moines rouges, en vez de utilizar el título de la versión catalana?), Las tres manchas y una aventura corta protagonizada en solitario por Corrusco y Libélula, todo ello complementado, al igual que el tomo anterior, con una detallada y amena presentación, profusamente acompañada de ilustraciones poco conocidas en su mayoría.

Previamente a Gil Pupila, Tillieux había creado a Félix, otro joven detective, para otro semanario, Heroïc Albums, hasta que el cierre de este último lo mueve a mudarse a Spirou y crear el personaje que ahora nos ocupa. Por entonces, Tillieux es ya un profesional consolidado con cerca de una década de carrera en los tebeos de su país, por lo que contrariamente a no pocas obras clásicas del cómic que presentan unos debuts titubeantes a nivel de guión y/o de dibujo, ya desde la primera aventura de la serie, La fuga de Libélula, Tillieux exhibe una madurez tanto argumental como gráfica - integrándose perfectamente en el espíritu dinámico y algo rebelde de la “escuela de Marcinelle” (en alusión a la población belga donde Dupuis tenía su sede), pero con un estilo plenamente personal que, tras asimilar influencias primitivas de Hergé y Franquin, ya no debe nada a nadie - con los personajes principales ya definidos: Gil Pupila como el héroe astuto y audaz - aunque no perfecto al 100%, lo cual lo hace algo más “humano” al lector -, el desenfadado ex-delincuente Libélula (Libellule) como el contrapunto cómico del anterior, y el severo inspector Corrusco (Croûton) como “voz de la conciencia” de los dos primeros... sin olvidar la dinámica secretaria Cerecita (Queue-de-Cerise), un ejemplo temprano de “heroína emancipada” en el cómic francófono, en una época en que los papeles femeninos en los tebeos europeos todavía estaban relegados a poco más que la clásica “damisela en apuros”. Tillieux destaca igualmente por su talento al crear personajes secundarios tan memorables como los principales, tal como Aldo y Skip, la pareja de ladrones de pacotilla en Las tres manchas, quienes en dicho álbum roban incluso el protagonismo al héroe titular y sus compañeros.

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BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 20 reseñas [… Viene de la página anterior]

Tillieux sabía plasmar a la perfección el ambiente de cada aventura, ya fuera urbano (los barrios populares parisinos - en especial los bistrots - en Las tres manchas y otros episodios) como rural (la Camarga de Festival sobre cuatro ruedas o la Bretaña de El secreto de la cripta) o exótico (la república ficticia latinoamericana de Massacara en El infierno de Xique-Xique), sabiendo introducir al lector en la trama de principio a fin - apelando a la inteligencia de este para seguir atentamente la misma - y sazonando la acción de acertados gags (en especial los calembours o juegos de palabras de Libélula, que lamentablemente se pierden en su mayoría en las traducciones) y de situaciones ricas en suspense (demostrando una maestría particular en las persecuciones automovilísticas), sin nunca vacilar a la hora de exhibir abiertamente asesinatos o cualquier otro tipo de delitos en sus guiones, todo lo cual hace de Gil Pupila una de las obras más adultas de la “escuela de Marcinelle”, aun pese a publicarse en un semanario juvenil; no en vano Tillieux tuvo problemas con la censura francesa respecto a los dos primeros álbumes de la serie, el citado La fuga de Libélula y Arte y Popaina, que fueron retirados de la venta durante varios años.

La presente edición de Planeta es correcta y fiel a la original, a la que se le pueden apenas poner “peros” - acaso, en parte, la traducción - pero que permite devolver merecidamente al lector de habla castellana a un clásico injustamente ninguneado por la mayoría de nuestros editores, esperando que el éxito que pudiera tener este integral logre permitir la recuperación de otras obras de Tillieux como César, publicada inicialmente en la primera mitad de los 60 en el semanario familiar Le Moustique - y recuperada una década después en Spirou - donde el autor demostró su perfecto dominio del gag autoconclusivo en una página, al igual que ya lo hiciera con Gil Pupila en las aventuras de continuará. Y efectivamente... continuará en los dos siguientes volúmenes, en los que podremos seguir apreciando la evolución del personaje estrella de Tillieux.

ALFONS MOLINÉ

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 21 reseñas

UNA VIDA ERRANTE (2 VOL.) /

Astiberri. 432 y 416 p. B/N. Rústica. 24 € c/u

“Si bien es cierto que dentro del hay cierto tipo de obras que se podrían considerar famosas en Japón, lo que nosotros hacemos es visto como algo minoritario. ¿Acaso los lectores occidentales tendrán interés por obras que ni siquiera son populares en Japón? Sinceramente, esto es algo que siempre me ha preocupado. Me parece difícil que allá fuera puedan entender un mundo tan minúsculo como el del manga kashibon”. Yoshihiro Tatsumi

La llegada del manga a España está (estuvo) llena de contrastes. Para una amplia mayoría de personas, alejadas no ya del manga, sino de la historieta, aquella palabra sólo estaba (está) relacionada con algunas series de animación japonesas y con ciertas noticias que relacionaban (relacionan) el manga con situaciones kafkianas fruto de la locura de ciertos elementos parejos al freakismo, entendido éste como acepción negativa y, por tanto, desfigurada, del concepto real. Como mucho, el manga era (es) aquello que en papel imprime las historias de series como Dragon Ball o Naruto. Y punto.

Para más inri, al interesar a lectores y lectoras de entre 10 a 16 años - en edad escolar, por tanto - el manga se convertía para algunos pedagogos y progenitores en un enemigo a batir. Era adversario de la lectura de izquierda a derecha de la tradición occidental, de una cierta ética moral, transgredida por oscuras invocaciones eróticas y pretendidas apologías de la violencia, y poseía una estética estandarizada en ojos muy grandes y personajes de los que fluyen muchas líneas cinéticas. El problema de la ignorancia no conoce de oficios ni limitaciones y, lo que es peor, genera el ejercicio de la soberbia. Es, hasta cierto punto, comprensible el mar de dudas de unos adultos preocupados por sus protegidos, pero con voluntad de conocimiento hoy es relativamente fácil despejar desconfianza y vacilación. Tampoco hablamos de nada nuevo. La historieta, entendida exclusivamente como ejercicio para mentes en formación, siempre ha estado en el centro de la atención de mentes bien pensantes con cierta tendencia a la intolerancia, que es fruto, no lo olvidemos, de la estulticia.

Tampoco se trata de devorar libros, webs y blogs de manga para convertirse en un versado en la materia; es suficiente con un poco de información y un mucho de sentido común para comprender que, más allá de ser el nombre que la historieta recibe en Japón, el manga contiene buenos y malos productos, como cualquier otro medio de comunicación, y que algunos están dirigidos a infantes o a adolescentes, y otros a adultos, y comprender que la cultura japonesa es, además, muy distinta de la tradición occidental. Fíjense si será distinta, que en manga hay una escuela que rompe con el hábito de las larguísimas sagas de fantasía y aventura juveniles, concentrada en historias más cortas y para mentes maduras, narraciones dramáticas que perforan el alma y exponen o buscan preguntas y respuestas.

Uno de los máximos responsables de este tipo de argumentos es Yoshihiro Tatsumi, creador del concepto gekiga, que se contrapone al de manga precisamente por dirigirse a lectores adultos y por el tratamiento más dramático de sus testimonios. Precedido por un encargo de Mitsuhiko Askawa, editor de la empresa japonesa Mandarake (líder en el negocio de manga de segunda mano), Tatsumi asume narrar la historia del gekiga, y lo hace de la forma que mejor conoce: exponiendo públicamente su autobiografía. Utilizando como alter ego a Hiroshi, Tatsumi va mucho más allá. Con voluntad hasta cierto punto pedagógica, sabedor de que el entorno es vital para comprender, expone la dura transición social, económica y política de su país desde la inmediata postguerra, cuando Japón, país derrotado y herido en su orgullo, debe reinventarse para sobrevivir. Utilizando a su propia familia como referente genérico, Tatsumi nos introduce en la cotidianeidad de una sociedad castigada por la arrogancia de sus políticos, que se adapta a un día a día miserable con vocación de resistencia y de supervivencia. El autor japonés relata con naturalidad esa compleja y frustrante convivencia, concentrado en un alter ego que comparte espacio con una familia quebrada, entre la que su ambición por convertirse en dibujante de manga se erige en objetivo existencial. A Hiroshi le va la vida en lo que hace y eso, creo, hasta en occidente puede comprenderse.

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BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 22 reseñas

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Tatsumi retrata el devenir de Hiroshi con alto grado de complicidad, como no podía ser de otra forma, mezclando la experiencia vital con su creciente pericia profesional, deteniéndose tanto en sus familiares, vecinos y amigos como en cuantos editores y autores se cruzan en su camino, un retrato no exento de cariño pero en ocasiones certero e inmisericorde. Como la historia de Tatsumi es, en buena parte, la historia del manga, estos dos libros recogidos en el título Una vida errante sirven, también, para conocer los entresijos de esta industria, sus movimientos editoriales, sus formatos, la relación de las historietas con sus lectores y, sobre todo, las esperanzas y objetivos de sus creadores, inmersos en un mundo real, perfectamente localizado y enmarcado con detalles y anécdotas referidas a todos los aspectos de la vida diaria. Sin renunciar a una cierta simbología ni, por supuesto, a la fecunda tradición narrativa japonesa, Tatsumi apuesta por una estampa realista, expuesta sin ambages, que muestra lo que hay detrás de unas relaciones sociales que aparecen extrañas a un lector occidental pero que, con su lectura, nos ayuda a comprender.

En Una vida errante Tatsumi, además, no renuncia a ninguno de sus principios, estilo gráfico incluido. Al detallismo de los ambientes, contrapone un estilismo sintético en el tratamiento de sus personajes, capaces de transmitir sensaciones con apenas dos trazos, dibujando sólo aquello que él considera imprescindible para su objetivo. Hay sí, ojos grandes y líneas cinéticas, pero no posturas imposibles ni grandes onomatopeyas descriptivas; Tatsumi parte de su tradición para buscar una síntesis expresiva que sirve a la narración, al relato, convertido aquí en la esencia de su propuesta.

Los dos volúmenes de Una vida errante, publicados con el habitual esmero en la producción de Astiberri, deberían ser leídos también por esos maestros, padres y demás adultos preocupados por el manga. Son una lectura que te sumerge en los avatares de esta industria, pero también en los sinsabores de una vida de principios, errores y alegrías. En la vida misma.

ANTONI GUIRAL

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 23 microreseñas POR JAUME VILARRUBÍ

CÓMICS QUE A MI PARECER QUIZÁS HAYAN PASADO DESAPERCIBIDOS (Y ES UNA PENA)

CHARLIE MOON / Horacio Altuna y Carlos Trillo

Planeta-DeAgostini. 72 p. B/N. Cartoné. 9,95 €

Reedición por parte de Planeta dentro de su colección “Horacio Altuna” de esta obra publicada originalmente en nuestro país por Toutain en 1979. Obvia decir que nos encontramos con un título largamente descatalogado y muy añorado. Con Trillo a los guiones y Altuna a los lápices es muy difícil que algo salga mal, ni que sea sin querer. Por si fuera poco, este título genial se sitúa en una época de plena efervescencia creativa y de fecunda producción. Charlie Moon es un adolescente que vive a principios de siglo en el sur de los EE.UU., donde el segregacionismo todavía campa a sus anchas y los días son calurosos y pesados. Entre el jazz, la amistad, el racismo, y la iniciación al sexo, nos encontraremos con cinco historias de final amargo y remate triste. Ya lo deben saber a estas alturas, pero Altuna y Trillo son delicatessen.

FRANKENSTEIN / Sergio A. Sierra y Meritxell Ribas

Parramón. 96 p. B/N. Rústica. 15 € No es nada fácil adaptar un clásico de este empaque, que tantísimas adaptaciones ha tenido y tendrá, al cómic. Sergio A. Sierra y Meritxell Ribas, dos jóvenes pero sobradamente preparados autores barceloneses, nos imbuyen de lleno en este clásico imperecedero. La adaptación al guión es ejemplar, sintetizando hábilmente ese tono romántico y culto de la obra original de Mary Shelley para que conjugue perfectamente con los dibujos contundentes de Meritxell Ribas. La técnica utilizada, que ya antes pudimos disfrutar en Pincel de Zorro / Pinzell de Guineu (Ediciones Ondina) es el grattage, una complicada y artesanal técnica en la que Meri es una maestra pionera. El resultado, absolutamente espectacular, dota a la obra de un tono personal y elocuente que la contrapone y singulariza respecto a otras adaptaciones.

NAMOR EN LAS PROFUNDIDADES / Peter Milligan y Esad Ribic

Panini. 120 p. Color. Cartoné. 14 € Me apetecía bastante encontrar una buena nueva lectura de superhéroes y la verdad (lo siento) me ha costado bastante hasta que me he cruzado con este título. La obra se podría encajar como un capítulo más del Marvels de Alex Ross y Kurt Busiek, bien por situar la obra en medio de la edad de plata clásica o bien por condimentarla con los ingredientes básicos de aventuras y misterio, pero desarrollada con veraz realismo. Ribic luce su dibujo hiperrealista con maestría mientras que Milligan juega al gato y al ratón con Namor, enseñándolo y escondiéndolo con sutil elegancia. Igualmente recomendables de Esad Ribic son Loki (Robert Rodi) y Silver surfer Réquiem (Michael Straczynski), ambas editadas también por Panini.

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BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 24 microreseñas POR JAUME VILARRUBÍ [… Viene de la página anterior]

PLENILUNIO / Chabouté

Kraken. 120 p. B/N. Rústica. 12,50 €

Pues yo qué quieren que les diga: desde que leí Algunos de días de verano y Zoe, ambos publicados por La Factoria de ideas en el 2001, quedé prendado por este autor. Christophe Chabouté ha publicado con cuentagotas, desde que lo hizo con Purgatorio para Glénat (2004, serie aún inconclusa) hasta por fin este 2009 con tres títulos más: Plenilunio y La Bestia para Kraken, y Encender una hoguera para Norma. Cabe decir que todas son obras entre muy recomendables e imprescindibles en las que con un dibujo muy personal que sigue la estela del admirado Didier Comés, nos presentan historias con guiones muy trabajados, sorprendentes y adictivos. En Plenilunio nos encontramos con un inmigrante sometido al peso de la burocracia y un burócrata sometido al peso del azar… o eso parece. Una auténtica lección de vida. ¿He dicho ya que me gusta Chabouté?

UN ZOO EN INVIERNO /

Ponent Mon. 232 p. B/N. Rústica con solapas. 16 € No sé si desapercibida puede pasar ya una obra de Taniguchi, pero siempre está bién recordarlo. Casualmente han coincidido en el mercado tres biografías francamente remarcables de tres de prestigio: la que nos ocupa de Jiro Taniguchi; La vida errante de Yoshihiro Tatsumi (Astiberri); y Nonnonba, de Shigeru Mizuki (Astiberri). Todas ellas además enfocadas desde ópticas muy diferentes. Taniguchi, como es usual en él, nos teje en realidad una historia de amor narrada con sensibilidad y dulzura, a partir de los años en los que estuvo de joven trabajando para un estudio de manga en Tokio. Con su pausa habitual, Taniguchi nos vuelve a prendar con sus personajes tiernos y delicados. Una garantía.

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 25 novedades recomendadas POR DAVID CUADRADO Autores españoles y sudamericanos

Abadía, Ximo. Cartulinas de colores. Diábolo. 102 p. Color. Cartoné. 15,95 € Alba, Tyto; Torrecillas, Mario. El hijo. Glénat. 160 p. Color. Cartoné. 24 € Altuna, Horacio; Trillo, Carlos. Charlie Moon. Planeta-DeAgostini. 72 p. B/N. Cartoné. 9,95 € Altuna, Horacio; Trillo, Carlos. Merdichesky. Planeta-DeAgostini. 72 p. B/N. Cartoné. 9,95 € Bribián, Carlos. Pinocho blues. Glénat. 350 p. B/N. Rústica. 19,95 € Campos, Purita; Douglas, Philip. Esther y su mundo vol. 10. Glénat. 112 p. Color. Cartoné. 17,95 € INFANTIL Calpurnio. El bueno de Cuttlas integral vol. 1. Glénat. 158 p. B/N. Rústica. 24 € Fernández Ripoll, Edmond. Jan Europa vol. 1. Glénat. 192 p. B/N. Cartoné. 17,95 € Giménez, Carlos. Gringo vol. 1 y 2. Glénat. 256 p. B/N. Cartoné. 24 € Hernández Cava, Felipe; Seguí, Bartolomé. Les serps cegues. Bd Banda. 72 p. Color. Cartoné. 16 € (en català) Iribertegui, Idoia. Lolita Butterfly: confesiones de una fashion victim de 8 años. Glénat. 72 p. Color. Cartoné. 15 € Jaraba, Fran. De sangre y ron mi Cuba (integral). Glénat. 150 p. Color. Cartoné. 19,95 € Max. Las aventuras de Gustavo (integral). La Cúpula. 162 p. B/N, bitono y color. Cartoné. 24 € Naranjo, Gaspar. Sexo. De Ponent. 104 p. Color. Rústica. 14 € Pérez, Pepo; García, Santiago. El vecino (1+2). Astiberri. 130 p. B/N. Cartoné. 19 € Picanyol. Ot, el bruixot vol. 2. Norma. 188 p. B/N. Cartoné. 19,95 € Pinya, Tomeu. La marea de San Pedro. Astiberri. 92 p. B/N. Rústica con solapas. 10 € Raule; Ibáñez, Roger. Jazz Maynard vol. 4: sin esperanza. Diábolo. 48 p. Color. Cartoné. 15,95 € Resano, Joaquín; Osés, Pedro. Perro. Ariadna. 62 p. B/N. Rústica. 12 € Roldán, Gustavo. Un hombre con sombrero. Dibbuks. 176 p. Color. Cartoné. 19,90 € INFANTIL Sáez, Juanjo. Yo: otro libro egocéntrico de Juanjo Sáez. Reservoir Books. 240 p. Color. Cartoné. 20,90 € Sánchez, David. Tú me has matado. Astiberri. 78 p. Color. Cartoné. 15 € Sanz, Salvador. Migrador nocturno. La Cúpula. 144 p. B/N. Rústica con solapas. 15 € Solano López, Francisco. Diario de guerra: Solano López vol. 1. Panini. 272 p. B/N. Cartoné. 18 € Valenzuela, Santiago; Ortega, David. Nietos del rock’n’roll. De Ponent. 86 p. Bitono. Rústica. 19 € Vizuete, Juaco. El experimento. Glénat. 88 p. Color. Cartoné. 19,95 €

Autores europeos

B, David. Por los caminos oscuros vol. 2: los fantasmas. Norma. 62 p. Color. Cartoné. 16 € Bilal, Enki. Animal’z. Norma. 100 p. Color. Cartoné. 18 € Blain; Jadel; Sfar. Sócrates el semi-perro vol. 3: Edipo en Corinto. Sins Entido. 48 p. Color. Cartoné. 13 € Bourgeon. Pasajeros del viento vol. 6: la niña Bois-Caiman 2. 12bis. 84 p. Color. Cartoné. 15 € Buchet, Philippe; Morvan, Jen-David. Estela: mundo flotante vol. 11. Norma. 48 p. Color. Rústica. 10 € Chauvel, David; Collette, Xavier. Alicia en el país de las maravillas. Glénat. 72 p. Color. Cartoné. 15 € Davodeau, Étienne. Lulú, mujer desnuda, vol. 1. La Cúpula. 82 p. Color. Cartoné. 20 € Derib; Job. Yakari vol. 1 y 2. Norma. 94 p. Color. Cartoné. 9,95 € INFANTIL (també disponible en català) Dupuy, Philippe; Berberian, Charles. Bienvenidos a Bobolandia. Dibbuks. 112 p. Color. Cartoné. 16 € Fournier. Las aventuras de Spirou y Fantasio de Fournier vol. 2. Planeta-DeAgostini. 184 p. Color. Cartoné. 19,95 € INFANTIL Gaet’s. The Beatles: su historia. Rossell. 258 p. Color. Cartoné. 27,95 € Gillon, Paul; Forest, Jean-Claude. Los náufragos del tiempo vol. 4. Glénat. 144 p. Color. Cartoné. 19,95 € Giraud, Jean. Blueberry vol. 50: el sendero de las lágrimas. Norma. 48 p. Color. Cartoné. 12 € Giroud; Germaine; Pellejero. En carne viva. Astiberri. 134 p. Color. Cartoné. 19 € Goblet, Dominique. Parecer es mentir. Norma. 146 p. Bitono. Cartoné. 18 € Hermann; Yves H. Bois-Maury vol. 14: Vassya. Norma. 48 p. Color. Rústica. 10 € ; Riverton, Stein. El carro de hierro. Astiberri. 70 p. B/N. Rústica con solapas. 13 €

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 26 novedades recomendadas POR DAVID CUADRADO

Jodorowski, Alejandro; Boucq. Bouncer vol. 7: corazón desgarrado. Norma. 64 p. Color. Cartoné. 16 € Jourdy, Camille. Rosalie Blum vol. 2: ¡arriba las manos! La Cúpula. 128 p. Color. Rústica. 18 € Jourdy, Camille. Rosalie Blum vol. 3: ¡al azar, Baltzar! La Cúpula. 132 p. Color. Rústica. 18 € König, Ralf. Arquetipo. La Cúpula. 142 p. Color. Cartoné. 20 € Lindingre; Asiter; Robert. El negocio de los negocios vol. 1: el dinero invisible. Astiberri. 216 p. B/N. Cartoné. 19 € Loisel, Régis. La búsqueda del pájaro del tiempo vol. 6: el libro mágico de los dioses. Norma. 66 p. Color. Rústica. 11 € Mainka, Matz. Retorno a Novogorod vol. 2. De Ponent. 122 p. B/N. Rústica. 17 € Midam. Kid paddle vol. 7: waterminator. Norma. 48 p. Color. Cartoné. 10 € INFANTIL Morvan; Taniguchi, Jiro. Mi año vol. 1: primavera. 64 p. Color. Cartoné. 16 € Osenda, Davide. Última lección en Gotinga. 001 Ediciones. 80 p. Color. Rústica con solapas. 13 € Peeters, Frederik. Paquidermo. Astiberri. 86 p. Color. Cartoné. 19 € Picault, Aude. Travesía. Sins Entido. 176 p. B/N. Rústica con solapas. 17 € Pratt, Hugo; Holding, V.A.L. Diario de guerra vol. 3. Panini. 272 p. B/N. Cartoné. 15 € Pratt, Hugo. Corto Maltés: Las célticas vol. 2. Norma. 96 p. Color. Cartoné. 20 € (també disponible en català) Sattouf, Riad. Manual del pajillero. La Cúpula. 80 p. Color. Rústica. 15 € Tillieux, M. Gil Pupila integral vol. 1 y 2. Planeta-DeAgostini. 240 p. Color. Cartoné. 23 € INFANTIL Tome; Janry. El pequeño Spirou presenta: mi profe de gimnasia. Kraken. 32 p. Color. Cartoné. 13 € INFANTIL Trondheim; Sfar; Kerascoët. La mazmorra crepúsculo: los nuevos centuriones vol. 105. 48 p. Color. Rústica. 10 € Trondheim; Sfar; Gaultier. La mazmorra amanecer: sin el menor ruido vol. 83. Norma. 48 p. Color. Rústica 10 € VV.AA. Pato Donald: antología. Planeta-DeAgostini. 276 p. Color. Cartoné. 25 € INFANTIL VV.AA. Patomas vol. 10. Planeta-DeAgostini. 192 p. Color. Rústica. 9,95 € INFANTIL Vanistendael, Judith. Sofía y el negro. Norma. 149 p. B/N. Rústica. 17 € Vivès, Bastien; Merwan. Por el imperio vol. 1: honor. Diábolo. 54 p. Color. Cartoné. 15,95 € Winshluss. . La Cúpula. 189 p. Color. Cartoné. 32 €

Autores norteamericanos e ingleses

Aaron, Jason; Guéra, R.M. Scalped vol. 5: triste y solo. Planeta-DeAgostini. 144 p. Color. Rústica. 14,95 € Barr, Mike W. Clásicos DC: Batman y los outsiders (1983-1986) vol. 1. Planeta-DeAgostini. 336 p. Color. Rústica. 18,95 € Bendis, Brian Michael; Finch, David. Los nuevos vengadores vol. 3: secretos y mentiras. Panini. 160 p. Color. Cartoné. 15 € Bendis, Brian Michael; Oeming, Michael Avon. Powers vol. 9: psicópata. Panini. 176 p. Color. Rústica con solapas. 19,95 € Bendis, Brian Michael; Bagley, Mark. The pulse vol. 1: desde el cielo. Panini. 144 p. Color. Cartoné. 15 € Bendis, Brian Michael; VVAA. The pulse vol. 2: secret war. Panini. 144 p. Color. Cartoné. 15 € Brubaker, Ed; Epting, Steve. Capitán América vol. 3: amenaza roja. Panini. 176 p. Color. Cartoné. 19,95 € Busiek, Kurt; Anderson, Brent. Astro City vol. 2: confesión. Norma. 208 p. Color. Cartoné. 19,95 € Crumb, Robert; Mairowitz, David Zane. Kafka. La Cúpula. 178 p. B/N. Cartoné. 20 € DeMatteis, J.M; Barr, Glenn. Booklyn Dreams. Norma. 392 p. B/N. Cartoné. 25 € Gaiman, Neil; Kubert, Andy. Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado? Planeta-DeAgostini. 176 p. Color. Cartoné. 9,95 € Johns, Geoff; Perez, George. Crisis final: la legión de 3 mundos. Planeta-DeAgostini. 176 p. Color. Cartoné. 15,95 € Kirkman, Robert; Adlard, Charlie. Los muertos vivientes vol. 9: aquí permanecemos. Planeta-DeAgostini. 136 p. B/N. Rústica. 7,50 € McCay, Winsor. Little Nemo in Slumberland vol. 2: ¡Esos espléndidos domingos! Norma. 120 p. Color. Cartoné. 120 € Miller, Frank; Janson, Klaus. Daredevil de Frank Miller vol. 6: acabado. Panini. 128 p. Color. Cartoné. 19,95 € Morrison, Grant. Fregedo, Duncan. Kid Eternity. Planeta-DeAgostini. 144 p. Color. Cartoné. 13,95 € Morrison, Grant. Los invisibles vol. 3: entropía en el Reino Unido. Planeta-DeAgostini. 224 p. Color. Rústica. 16,95 € Naifeh, Ted. Las monstruosas vacaciones de Courtney Crumrin vol. 4. Norma. 128 p. B/N. Rústica. 9,50 € INFANTIL O’Malley, Brian Lee. Scott Pilgrim vol. 3: y la tristeza infinita. De Bolsillo. 168 p. B/N. Rústica. 8,50 € O’Malley, Brian Lee. Scott Pilgrim vol. 4: se lo monta. De Bolsillo. 168 p. B/N. Rústica. 8,50 € Riley, Andy. Cerdos egoístas. Astiberri. 96 p. B/N. Cartoné. 10 €

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 27 novedades recomendadas POR DAVID CUADRADO

Russell; Moorcock; Kindzierski. Elric: portadora de tormentas. Planeta-DeAgostini. 225 p. Color. Cartoné. 17,95 € Sacco, Joe. Notas al pie de Gaza. Random House Mondadori. 418 p. B/N. Cartoné. 22,90 € Sally, Zack. Reincidente. Apa Apa Comics. 112 p. B/N. Rústica con solapas. 14 € Schulz, Charles M. Snoopy y Carlitos vol. 8: 1965-1966. Planeta-DeAgostini. 352 p. B/N. Cartoné. 16,95 € Small, David. Stitches: una infancia muda. Reservoir Books. 338 p. B/N. Cartoné. 19,90 € Stark, Richard; Cooke, Darwyn. Parker vol. 1: el cazador. Astiberri. 140 p. B/N. Cartoné. 18 € Starlin, Jim. Dreadstar vol. 1. Planeta-DeAgostini. 384 p. Color. Cartoné. 30 € Straczynski, J.M.; McKonne, Mike. Los 4 fantásticos: una vida fantástica. Panini. 224 p. Color. Cartoné. 20,95 € Straczynski, J.M.; Deodato, Mike. Spiderman – Nuevos vengadores. Panini. 144 p. Color. Cartoné. 15 € Talbot, Brian. Alicia en Sunderland. Random House Mondadori. 328 p. Color. Cartoné. 24,90 € Vaughan, Brian K; Harris, Tony. Ex Machina vol. 8: juego sucio. Norma. 152 p. Color. Rústica. 13 € VVAA. Creepy vol. 1. Planeta-DeAgostini. 248 p. Color. Cartoné. 30 € VVAA. Superman: la muerte de Clark Kent. Planeta-DeAgostini. 664 p. Color. Cartoné. 40 € VVAA. Ultimate Fantastic Four vol. 1: lo fantástico. Panini. 304 p. Color. Cartoné. 29,95 € Waller, Reed; Worley, Kate. Omaha vol. 2. Astiberri. 250 p. B/N. Cartoné. 22 € Whedon, Joss; Cassaday, John. Astonishing x-men vol. 3: desgarrada. Panini. 160 p. Color. Cartoné. 16 € Willingham, Bill. Fábulas vol. 11: las edades oscuras. Planeta-DeAgostini. 192 p. Color. Rústica. 14,95 € Wrightson, Bernie. Clásicos DC: The house of mistery vol. 1. Planeta-DeAgostini. 104 p. B/N. Cartoné. 9,95 €

Autores japoneses

Amano, Shiro. Hearts II vol. 2. Planeta-DeAgostini. 208 p. B/N. Rústica. 6,95 € INFANTIL Full, Kang. El idiota vol. 4. Planeta-DeAgostini. 187 p. Color. Rústica. 9,95 € Hata, Kenjirô. Hayate mayordomo de combate vol. 15 y 16. Glénat. 192 p. B/N. Rústica. 7,50 € Hirata, Hiroshi. Relatos insólitos de samurais. Glénat. 230 p. B/N. Rústica. 12 € Ikeda, Ryoko. La ventana de Orfeo vol. 11 a 13 (de 13). Glénat. 272 p. B/N. Rústica. 9,95 € Inoue, Takehiko. Slam dunk kanzenban vol. 1 y 2. Ivrea. 240 p. B/N. Rústica. 12 € Kanata, Konami. El dulce hogar de Chi vol. 4 y 5. Glénat. 162 p. Color. Rústica. 12 € INFANTIL Kubo, Tite. Bleach vol. 27 y 28. Glénat. 192 p. B/N. Rústica. 6,50 € (en català) Kubo, Tite. Bleach vol. 34 y 35. Glénat. 192 p. B/N. Rústica. 7,50 € Mase, Motorô. Ikigami vol. 6. Panini. 216 p. B/N. Rústica. 9,95 € Mashima, Hiro. Fairy Tail vol. 8 y 9. Norma. 192 p. B/N. Rústica. 7,50 € Matsumoto, Taiyou; Eifuku, Issei. Takemitsu Zamurái: el samurái que vendió su alma vol. 2. Glénat. 224 p. B/N. Rústica. 12 € Mizuki, Shigeru. NonNonBa. Astiberri. 412 p. B/N. Rústica con solapas. 25 € Ninomiya, Tomoko. Nodame Cantabile vol. 13 y 14. Norma. 200 p. B/N. Rústica. 7,50 € Okazaki, Takashi. Afro Samurai vol. 1. Panini. 172 p. B/N. Rústica. 9,95 € Otomo, Katsuhiro; Nagayasu, Takumi. La leyenda de madre Sarah vol. 7. Norma. 254 p. B/N. Rústica. 14 € Taniguchi, Jiro. Un zoo en invierno. Ponent Mon. 232 p. B/N. Rústica con solapas. 16 € Toriyama, Akira. Dr. Slump ultimate edition vol. 2 y 3. Planeta-DeAgostini. 248 p. B/N. Rústica. 9,95 € INFANTIL Urasawa, Naoki. Kanzenban vol. 5 y 6. Planeta-DeAgostini . 424 p. B/N. Rústica. 14,95 € Urasawa, Naoki. vol. 5 y 6. Planeta-DeAgostini. 208 p. B/N. Rústica. 7,95 € Watsuki, Nobuhiro. Rurouni Kenshin: Edición integral vol. 10 y 11 (de 22). Glénat. 248 p. B/N y 32 p. color. Rústica. 10 € Yazawa, Ai. Nana vol. 20. Planeta-DeAgostini. 192 p. B/N. 6,95 € Yokoyama, Yuichi. Viaje. Apa Apa. 200 p. B/N. Cartoné. 19 €

BIBLIOTECA CENTRAL TECLA SALA CÓMIC TECLA 31 (DICIEMBRE 09 / MARZO 10) 28 novedades recomendadas POR DAVID CUADRADO

Teoría y práctica del cómic

Azpizarte, Koldo; Roca, Paco. Senderos: una retrospectiva de la obra de Paco Roca. Laukatu. 272 p. B/N. Cartoné. 22 € Crumb, Robert. Tus ganas de vivir me horrorizan. Dolmen. 274 p. B/N. Rústica. 19,95 € García, Santiago. La novela gráfica. Astiberri. 304 p. B/N y color. Cartoné. 25 € Michaelis, David. Schulz, Carlitos y Snoopy: una biografía. Es Pop Ediciones. 608 p. B/N. Cartoné. 26 € Pratt, Hugo. Hugo Pratt: viaje secreto. Norma. 456 p. Color. Rústica con solapas. 60 € Pulido, Sonia. Sonia Pulido: separar por colores. Sins Entido. 168 p. Color. Rústica. 18 € VVAA. Interfaces vol. 1. Dibbuks. 152 p. Color. Rústica con solapas. 19,90 € (revista)

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