FILIPINA Vilizadc Ra Que En Todos Jos Continentes Realizan Jos Heraldos Del Evangelio
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Ll'IS P. PELLICER lkp1·,.,,,,11tai;t .. ;.· Di~•,-ihuidor Exelm•iYo Apartado ~,)H:J. :\Ianila-Td. ;,_JI-fil Sintonic'.' todo~ los LUlll'~ con la Emi~11ra DZ:F:\I Fanw~a 11oche de Xovatos-Togo, Pogo, Patsy r ~go-Xgo a la~ 8:00 p.m. 1sem«n«i DfA MIS ION AL El domingo próxmo se celebra en todo el orbe católico el Día de las Misiones, consagrado a recordar la labor ci REVISTA ILUSTRADA· HISPANO-FILIPINA vilizadc ra que en todos Jos continentes realizan Jos heraldos del Evangelio. Realmente son dignos de ser recordados, ccn el más fer PUBLICADA CADA JUEVES POR LA voroso recuerdo, esos varones justo~ que dejando la tierra en que nacieron y todo el ccnjunto de afectos que ella guarda, consumen su juventud y su virilidad en tierras extrañas, muchas veces entre gentes hostiles, sólo para descubrirle51 Ja luz que trajo al mundo el Hijo de Dios. Son los misionercs Jos verdaderos héroes del mundo, los que mejor trabajan pcr el establecimiento de la paz anhelada por todos Jos pueblos, Director: Manuel López Floreis paz que no puede fundarse sino en el concepto de la herman dad real de todos los hombres, como descendientes de una REdacción y Administración sola pareja humana. AZCARRAGA 2109 MANILA Tel. 2-91-37 A ellos queremos rendir también nuestro homenaje, de un modo E'.-"Pecial a los hijos de Espafia que continúan reali (Rr.aistrado como corre.qpondencia de segunda clase, en las zando la empresa que ha sido propia de la nación española y Oficinas de Correos de Manila, el 13 de enero de 1949) le ha dado mayor gloria despertando en Jos diversos pueblos sentimientos de gratitud. Precios de suscrición anual. Pago adelantado: Manila . P14.00 Provincias . P16.00 EL LLORADO MONS. O'DOHERTY Estados Unidos y Posesiones. Unión Pan Americana y Canadá $12 España y Posesiones 160 pesetas. Portugal y Poseisiones 160 escudos. Francia y Posesiones 1 . 600 francos. Italia 4. 500 liras. El fallecimiento del Excmo. Sr. Ar:wbispo de Manila, Inglaterra y Posesiones 2.6.0 libras, Mons. Miguel J. O'Doherty, ocurrido el pasado viernes, ha producido general sent!miento en Filipinas, el cual ha sido exteriorizado no solamente por les altos jerarcas de la Iglesia LA PRIMERA ASAMBLEA FILIPINA y el Primer Magistrado de la República, sino también por todos los órganos de la opinión pública. Y es porque verda Como ven los lectores, una buena parte de nuestra pre deramente el ilustre difunto ha dejado una serie de obras sente edición así como la cubierta están dedicadas a una fe excelentes y fecundas, realizadas durante los muchos años que cha memorable de la histeria filipina, la de la inauguración estuvo rigiendc esta importante provincia de la Iglesia Cató• de la primera Asamblea, con la que el pueblo filipino comenzó, lica; obras que forzosamente evocan su recuerdo y los benc bajo la égida de Norteamérica, a ejercitarse en el gobierno f icios que hizo y procuró hacer en el ejercic'.o de su delicada propio. y elevada dignidad. Aunque es cierto que en nuestra edición conmemorativa Con los católicos filipinos se asocian sin duda les españo del tercer aniversario de. la República filipina, recordamos les en el sincero p{lsame por la pérdida del querido y 1·espe aquel acontecimiento, con la idea de que fue la base estable tado Prelado, que se preparó, por decirlo así, para la empresa cida para la República, sin embargo, volvemos a recordarlo que habría de llevar a cabo en Filipinas, en los años que es a fin de que sirva también como un mentís para los que afir tuvo baje el cielo español como digno Rector del Colegio de No man que la Asamblea Filipina no estaba formada de analfa bles Irlandeses de Salamanca. Habiendo convivido unos años betismo. Si esto fuera verdad, no hubiese sido posible indu con los españoles, pudo más fácilmente luego congeniar con dablemente, la inauguración de aquella Asamblea. su grey filipina, que ahcra llora sinceramente su muerte, Los ilustres supervivientes de aquella corporación Jegis pues aunque no nació en estas hermosas Islas sino en Irlanda, ladcra del pueblo filipino, cuyos nombres y retratos aparecen igualmente católica cerno Filipinas, trabajó por el bienestar en este mismo número y a quienes SEMANA rinde su más moral y espiritual de los filipinos, con el natural desinterés sincero homenaje de admiración y respeto, serán sin duda de Jos Pastores católicos. Pcr esto, aunque no logró la ciuda los primeros que rechacen la calumniosa imputación y afir danía filipina como deseaba, los filipinos a.hora, recordando man que Ja Asamblea Filipina no estaba formada de analfa los cerca de cuarenta años de labor apcstólica de Mons. O'Do betos, sino de hijos de esta hermcsa patria que podrían haber herty, l<!: lloran como ~ uno de los suyos. figurado y figurar en cualquier otro parlamento del mundo A las plegarias que ante sus restos se Yienen elevando al civilizado. Cielo, sumamos Ja nuestra fervcrosa y sentida. [31 lnauguracion de la 1.a A~amblea Filipina (Del Diario ele Sesiones de la Primera .4smnblea Filipina) En cumplimiento de la proclama del Gobernador Gene co, .el JHuy Reverend::: Jorge B·arlin, los Representantes oficia ral de focha 14 de Septiembre de 1907, según fue reformacla les de Ls rrob:erncs extranjeros en las Islas Filipinas, y los por la p1 e clama del mismo de fecha 11 de Octubre de 1907, distintos gol:>ernadores provinciales. hecha ele conformidad ccn las disposic:o_nes de la Ley del Acto seguido el Gobernador General dirigió un extenso Congreso aprnbada el primero de Julio de mil noveci·ent-::s dos. d;¡,;curso expon ·endo todo el proceso legislativo preliminar has los miembros de la Comisión de Filipinas y los d:pntados ta la celebración de una elección general para ek~gir di electos de la Asamblea Filipina se reunieron en el Gran Ope putados a una Asamblea popular que tuvo lugar el 30 de Julio ra House, calle de Cervantes, Ciudad de Manila, a las nueve de 1907. y veinticinco minutos de la mañana. A la terminación del discurso y por orden del Secretario Los Diputados electos de la Asamblea Filipina entraron ele Guerra, el Secretario Ejecutivo leyó la lista de los diputa en la sala en corporación a las nueve de la mañana, y pon dos electos con arreglo a los registros de su oficina, rogando despu'.s de las 1rneve llegaron el Honorable William H. Ta.ft, que. cada diputado se levantara al ser. mencionado su ncmbre. Secretar: o de Guerra de los Estados Unidos,. el Hcnorable La kctura de la lista resultó como sigue: ¡ f 1 ·A' ...,, .-·;,, .. Hon. Sergio Osmeña Hon. Leopoldo Rovira Pre.~idente de ln Primera As!Lmblea Hon. Jaime C. de Veyra Diputado por el J .er Distrito de Ne gros Filipina Diputado por el 4.0 Distrito de Leyte. Oriental James F. Smith, Gobernador General de las Islas Filipinas, Presentes; el Honorable Dean C. Wcrcester, el Honorable T. H. Pardo de Macario Adriático, Mindoro. Tavera, el Honorable Benito Legarda, el Honorable José Felipe Agoncillo, Batangas. R. Luzuriaga, el Honorable W. Cam.eron Forbes y el Honcra Marcelino Aguas, Pampanga. ble W. Morgan Shuster, miembros de la Comisión de Filipi Quiremón Alkuino, Leyte. nas, acompañados del Comandante General Leonard W ood que Tomás AJmonte, Albay. manda la División de Filipinas del Ej'ército de los Estados José Altavás, Cápiz. Unidos, el Contraalmirante Hemphill, oficial en jefe de la Juan Alvear, Pangasinán. escuadra asiática de los Estados Unidos en este Apostadero, Tomás Aréjola, Ambos Camarines. Brigadier General Clarence R. Edwards, Jefe de la Oficina Andrés Asprer, La Unión. de Asuntos Insulares, y el Honorable Arthur W. Fergusson, Amando A vanceña, Iloílo. Secretario Ejecutivo de las Islas Filipinas, y ocuparon los Alberto Barretto, Zambales. asientos dispuestcs para ellos en el escenario. Eutiquio Boyles, Bohol. También estaban presentes allí los miembros de la CorV~ Candelario Borja, Bohol. Strnrema, Monseñor A. Ambrosio Agius, Delegado Apcstór- Casiano Causing, Cebú. [4] NUESTRO TRIBUTO Por FRANCISCO c. PALISOC La revista "SEMANA" dedica su número ele hoy a la Primera Asamblea Filipina con ocasión del 43.o aniversarü... Aquella 1.a Asamblea cuyos miembros eran cultos y educados y de máximo criterio conservan al través de los añcs la admi ración y lealtad de, los hombres que ccn ellos colaboraron y depositaron su confianza en los días dificiles en que trataban de encauzar al país por los derroteros seguros de su err,anci~ pación. Cuando el juicio futuro de la Historia, nó el de ahora, juzgue serenamente de la conducta de cada miembro de aque lla 1.a Asamblea Fil"pina, la muestra más alta de su carácler que podrá pres·entarse como un ejemplo a la3 futuras genera ciones de ciudadanos filipin:s, será el espíritu de inquebran table disciplina y lealtad en que colaboraron con el Speaker Osmeña en quien el puebl: depositaba su confianza para con tinuar la obra constrtÍctiva de m:cstra nacionalidad bajo loe auspicios de la paz, y llevar la nave del Estado filipino po1• mares tranquilos con un hor;zonte a la vista libre de rivalid~ des internas. La demc~racia, en su esencia, ne es más que la expresión de una elevada dudadarr'.a, el respeto a la voluntad popular, Hon. Filomón Sottu el dominio de sí m'smo, el saber compenetrarse con más ínti• Diµutadu pur ,¡ J.er Distritu de Cebú mo convencimiento de este principio a saber: que la democracia no vincula su poder de un modo permanente en ningún caudillo, que cada época tiene sus hombres que la dirigen, que saben ncs de sus propios ciudadanos porque e~.caban asentadas s:~ interpretar las necesidades de las masas y sus nuevas ansias, bre bases deleznables de un grupo o partido que jamás snp > y dar :mpulso a los mismos ideales.