Los Jardines Del Cielo Experiencias De Una Guerrillera
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http://Rebeliones.4shared.com Los Jardines del Cielo LOS JARDINES DEL CIELO EXPERIENCIAS DE UNA GUERRILLERA Por Pola Augier exclusivo Revista Sudestada - www.revistasudestada.com.ar 1 http://www.scribd.com/users/Insurgencia/document_collections Los Jardines del Cielo para mis hijos José y Carlos para Pablo, el hijo de Yoli: a través de él, a todos los jóvenes hijos de desaparecidos y niños secuestrados en Argentina exclusivo Revista Sudestada - www.revistasudestada.com.ar 2 http://www.scribd.com/users/Insurgencia/document_collections Los Jardines del Cielo INDICE INTRODUCCION .........................................................................Error! Bookmark not defined. Bienvenida ...................................................................................................................................... 1 No le ponés la gotita de amor que yo le pongo............................................................................... 6 Las primeras escaramuzas............................................................................................................. 16 ¿Cómo está mi hijo? ¿Es normal?................................................................................................. 24 El exilio para un reencuentro ........................................................................................................ 28 Buscada......................................................................................................................................... 34 Clandestinos dentro de los clandestinos ....................................................................................... 40 ¿Qué está sucediendo? .................................................................................................................. 50 Un beso grande para Josecito........................................................................................................ 57 No es cierto ¿verdad? No es cierto ............................................................................................... 63 La policía tal vez pueda ayudarla. Lo siento señora ..................................................................... 71 Pequeño burguesa, pequeño burguesa .......................................................................................... 77 Quiero ver a José........................................................................................................................... 85 Parece que es cierto. Vas a tu provincia ....................................................................................... 95 Vamos a la calle con las mechas al vuelo.................................................................................. 100 Soy yo ......................................................................................................................................... 107 Hijita, Bussi no es tan malo ....................................................................................................... 116 Nunca conocí al Che ................................................................................................................... 122 Mete bombas............................................................................................................................... 126 ¿Este tren, llega directo a Tucumán? .......................................................................................... 131 Mové un poco el culo, che .......................................................................................................... 135 Mañana las cosas serán diferentes, niña ..................................................................................... 141 Llegamos..................................................................................................................................... 149 La culpa y el miedo..................................................................................................................... 155 El abuelo Alfredo........................................................................................................................ 158 Abuela: ¿Qué son las nubes? ...................................................................................................... 168 exclusivo Revista Sudestada - www.revistasudestada.com.ar 3 http://www.scribd.com/users/Insurgencia/document_collections Los Jardines del Cielo . Bienvenida Llegaron a las seis de la mañana al aeropuerto internacional de San Pablo. Carlos estaba agotado, no había pegado un ojo en toda la noche a pesar de lo tranquilo que resultó, echando por tierra sus predicciones, el vuelo desde Méjico. Tenían que esperar aproximadamente tres horas para tomar la conexión a Buenos Aires. Él se tiró en una butaca, no muy cómoda, de una de las salas de espera del moderno aeródromo. Ella lo miraba con una sonrisa comprensiva en su rostro, tratando de transmitirle tranquilidad, sintiendo que el viaje se le estaba haciendo demasiado largo. Él observaba, a través de los grandes ventanales de vidrio, a la gente que pasaba para tomar un vuelo u otro. No estaba lo suficientemente ansiosa como lo requeriría la situación, teniendo en cuenta su personalidad eléctrica. En los momentos tensos y difíciles experimentaba un desdoblamiento de sí misma y lograba verse en el tiempo, en el futuro, describiendo la situación como si esos instantes se ubicaran en una dimensión que no le pertenecía. Eso le permitía conservar una calma prestada y ajena. Después de casi veinte años, como el tango, regresaba a su país. En ese instante, en ese escenario desconocido, no era ella la que estaba, aunque sí era su hijo el que intentaba acurrucarse para dormitar inquietamente. Todas sus facultades y sentidos se centraban en el deseo de que Carlos lograra descansar: eso era lo importante. Momento de no pensar, de evadirse del temor que le producía el regreso. No era únicamente el miedo a la integridad física de ellos; contaban además, el estado de ánimo de José y sus sentimientos, sus incertidumbres, esperando llegara y ver salir hacia él, desde los recovecos de la estación aérea, a su madre y hermano. Faltaban algunas horas y ninguno estaba seguro de lo que sucedería. José en Buenos Aires, ellos en San Pablo. exclusivo Revista Sudestada - www.revistasudestada.com.ar 1 http://www.scribd.com/users/Insurgencia/document_collections Los Jardines del Cielo No sabía si lloraría o reiría, si recordaría o todo le resultaría extraño, si la dejarían entrar al país sin problemas o inventarían algún intrincado trámite legal para enviarla de regreso a Brasil o para encarcelarla bajo cualquier pretexto. No sabía. Las dudas la desesperaban; anhelaba ansiosamente que fuera el día siguiente. Era un arco iris de posibilidades y desconfianzas, un insoportable arco iris sin colores. No debía pensar, no podía ser ella en ese lugar porque probablemente no tendría el valor de tomar el vuelo a Buenos Aires, especulando sobre el posible riesgo, no sólo para ella, sino también para quienes más amaba en el mundo, sus hijos. Carlos logró dormirse recostando su cabeza de adolescente en la mochila y sus pies en los patines, para que a nadie se le ocurriera robárselos. Los cargaba desde Nicaragua: eran el regalo de Navidad de su padre y el tesoro más preciado por el momento. Patines inmensos, negros, violetas y celestes, de una sola hilera de ruedas. Definitivamente llamaban la atención, no sabía si por los colores o porque las personas pensaban cómo se le ocurría hacer semejante viaje con ellos en la mano. Gran parte de la preocupación de Paula se centraba en esos botines deslizadores; no quería imaginar lo que pasaría si se los robaban o perdía. Habían viajado desde Estados Unidos a Nicaragua, de Nicaragua a Méjico, de Méjico a Brasil y, esperaba, llegarían sanos y salvos a Argentina. Los colegas de trabajo, quienes conocían del viaje y la necesidad de retornar a su país, la alentaron. Sus familiares dejaron ver sus temores. Trataron de hacerla reflexionar para que desistiera. Todos habrían respirado aliviados si eso hubiera sucedido. Cuanto más discutía con ellos sobre el propósito, cuanto más difícil se la ponían, más reafirmaba su decisión. Su madre siempre decía que no había mejor manera de lograr que Paula hiciera algo que sugerirle lo contrario. El letrero luminoso del aeropuerto indicaba el vuelo y su horario. Saldría muy puntualito. A Paula, volar, desde que nació José, le producía pánico. Si lo hacía con alguno de sus hijos, el temor se duplicaba. Intentó pensar únicamente en las dos horas que restaban. Carlos y ella estarían en el aire, dentro de un aparato infernal, en manos de un desconocido sobre cuya exclusivo Revista Sudestada - www.revistasudestada.com.ar 2 http://www.scribd.com/users/Insurgencia/document_collections Los Jardines del Cielo pericia para pilotear la nave no tenía ninguna certeza. Buenos Aires aún era una lejana nebulosa en su pensamiento. El viaje había sido pospuesto, luego de que cayera la dictadura y asumiera Alfonsín, por varias razones. Siempre hubo un motivo o un pretexto; uno de ellos, una orden de captura del Batallón 601 del I Cuerpo de Ejército, vigente en el gobierno de Alfonsín. En esta ocasión existía, para aquellos que no la conocían lo suficiente, casi todos, un motivo de mucho peso: la detención de Gorriarán poco tiempo antes de la fecha en que estaba previsto el viaje. Exclusivamente los más cercanos conocían de sus discusiones con ese hombre, las que llegaron a ser grandes peleas que necesitaron la intervención de terceros para no pasar a más. Hacía años que no tenía contacto con él. El