Diario Íntimo
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DIARIO ÍNTIMO SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER DIARIO ÍNTIMO SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER Catalogación en la publicación — Biblioteca Nacional de Colombia Acosta de Samper, Soledad, 1833-1913, autor Diario íntimo / Soledad Acosta de Samper [presentación, Melba Escobar]. — Bogo- tá : Ministerio de Cultura : Biblioteca Nacional de Colombia, 2016. 1 recurso en línea : archivo de texto PDF (668 páginas). — (Biblioteca Básica de Cultura Colombiana. Autobiografía / Biblioteca Nacional de Colombia) ISBN 978-958-8959-38-2 1. Acosta de Samper, Soledad, 1833-1913 - Biografías 2. Mujeres en la literatura — Colombia - Siglo XX 3. Libro digital I. Escobar, Melba II. Título III. Serie CDD: 928.61 ed. 23 CO-BoBN— a994001 Mariana Garcés Córdoba MINISTRA DE CULTURA Zulia Mena García VICEMINISTRA DE CULTURA Enzo Rafael Ariza Ayala SECRETARIO GENERAL Consuelo Gaitán DIRECTORA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL Javier Beltrán José Antonio Carbonell COORDINADOR GENERAL Mario Jursich Julio Paredes Isabel Pradilla COMITÉ EDITORIAL GESTORA EDITORIAL Taller de Edición • Rocca® Jesús Goyeneche REVISIÓN Y CORRECCIÓN DE TEXTOS, ASISTENTE EDITORIAL Y DE INVESTIGACIÓN DISEÑO EDITORIAL Y DIAGRAMACIÓN Sandra Angulo eLibros COORDINADORA GRUPO DE CONSERVACIÓN CONVERSIÓN DIGITAL Paola Caballero Adán Farías RESPONSABLE DE ALIANZAS CONCEPTO Y DISEÑO GRÁFICO Talia Méndez Con el apoyo de: PROYECTOS DIGITALES BibloAmigos Camilo Páez ISBN: 978-958-8959-38-2 COORDINADOR GRUPO DE COLECCIONES Y SERVICIOS Bogotá D. C., diciembre de 2016 Patricia Rodríguez © 2015, Ediciones Uniandes, Instituto Caro y COORDINADORA DE PROCESOS ORGANIZACIONALES Cuervo © 2016, De esta edición: Ministerio de Cultura — Fabio Tuso Biblioteca Nacional de Colombia COORDINADOR DE PROCESOS TÉCNICOS © Notas: Carolina Alzate © Presentación: Melba Escobar Sergio Zapata ACTIVIDAD CULTURAL Y DIVULGACIÓN Material digital de acceso y descarga gratuitos con fines didácticos y culturales, principalmente dirigido a los usuarios de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas de Colombia. Esta publicación no puede ser reproducida, total o parcialmente con ánimo de lucro, en ninguna forma ni por ningún medio, sin la autorización expresa para ello. índice §§Presentación 7 Diario íntimo 1853-1855 17 § Presentación § Diario íntimo de Soledad Acosta: un pasado presente «La barca pasa, pero el río queda», dice un pro- verbio malayo refiriéndose al tiempo. Al leer elDiario íntimo de Soledad Acosta de Samper, pienso en esa bar- ca pasajera del ritmo holgado de sus días donde ella, una mujer provinciana y cosmopolita a la vez, privilegiada por nacimiento, con una aguda conciencia social, nos acerca a la intimidad de su cotidianeidad, a la, a menudo, tediosa monotonía de sus horas, a la banalidad de un mundo de fiestas, reuniones y chismes de pueblo y ciudad, a los acon- tecimientos en la política nacional vistos desde el balcón donde recibe las serenatas de sus pretendientes. De su actualidad, sus perpetuas, etéreas y tan concre- tas tensiones, sus divertimentos e infamias, también pasa a encarnar el pensamiento romántico de la época. La melan- colía que la invade y la hace sentirse distante de su propio entorno social y cultural es un sentimiento constante. El 7 Presentación medio de expresión que encuentra en la escritura diaria le permite una forma de desahogo por la opresión que a menudo le produce una vida encorsetada en unos ritos y costumbres que encuentra estrechos, superfluos y ago- biantes. Soledad Acosta nos permite asomarnos, con pala- bras honestas, a su paso de joven a mujer. En esas primeras palabras vemos nacer a la escritora ansiosa por aprender, por descollar en un oficio que aún no sabe si será la escri- tura, por pensar, entender, conocer el mundo, la poesía, la narrativa, el pensamiento histórico, la política y la eco- nomía, desde su lugar como mujer. Pero más allá de permitirnos una visión de un con- texto social, un retrato de época y el nacimiento de una de las voces más contundentes de la literatura hispanoameri- cana de su tiempo, el Diario íntimo nos permite una lec- tura comparada de la Colombia de hace un siglo y medio con la de ahora. La frustración con una clase política centrada en seña- lar la paja en el ojo ajeno e incapaz de verla en el propio viene a mostrarnos que el ayer está más cerca de la actua- lidad de lo que podríamos suponer: Todo el mundo es de mala fe. ¿Cuándo encontraré un ser, una conciencia pura? Pero en política ¿adónde está la buena fe? Se fue, dejó este mundo, huyó apresurada. ¿Pero adónde? ¿Tal vez en algún corazón, se habrá, la triste, refugiado? ¡Pero cómo encontrarla, adónde buscarla! ¡Se fue, se desapareció de esta tierra! ¡Intrigas! ¡Hacer trampas! ¡Engañar, esto es lo que llaman ser astutos, 8 Presentación tener talento! Estas cosas las cuentan como gracia y las llaman servir a la patria: ¡pobre país, donde los engaños son borrados, y los intrigantes ensalzados! Cuando ven trampas en un partido opuesto dicen que es un horror, que no se debían permitir tales cosas, todo porque no pueden ganar, porque encuentran que son más astutos que ellos; pero cuando suceden las mismas cosas, o tal vez peores, en el partido al que pertenecen, entonces se callan (pág. 51). Entre 1853 y 1855, Soledad Acosta se sumergió en el fluido de sus pensamientos a través de setecientas páginas en las que traduce poemas, cita a filósofos, reflexiona sobre historia, género, política y economía, mientras vuelve una y otra vez sobre el ser amado a quien apenas conoce cuando empieza su diario, el que termina cuando se convierte en la amantísima esposa de José María Samper. En el transcurrir del día a día, donde vemos aparecer a otras damas de alcurnia en el municipio de Guaduas como las Orrantia, las Gallardo, las Castello o las Price, desde un retrato pintoresco de territorio, de sociedad, de persona- jes y costumbres, vemos a la población cundinamarquesa cuando aún conservaba a flor de piel la memoria de ser el sitio de veraneo de los virreyes. El honor de haber visto nacer a la heroína Policarpa Salavarrieta y de haber sido un escenario protagónico en la época de la Independencia le da una alcurnia al munici- pio que hoy podría ganarse un premio por ser uno de los más ruidosos de la región, en donde abundan las motos y los puestos de comida callejera. No sobra recordar que 9 Presentación el Camino Real entre Honda y Santa Fe fue por donde Europa entró al país. Entonces la ruta más importante de Colombia tenía comunicación directa con el río Mag- dalena y desde ahí, a través del Atlántico, con el resto del mundo. Virreyes y visitantes ilustres de toda clase, como el barón Alexander von Humboldt o el botánico José Celestino Mutis, lo recorrieron. Por Guaduas pasó Nariño rumbo a su destierro en 1814 y cabalgó Bolívar en 1815. También la población vio huyendo al virrey Sámano en 1819, quien dejaba al Nuevo Reino de Granada para no volver. Así mismo, en Guaduas habría hecho una escala el general Santander antes de embarcarse a Europa, y en 1830 por Guaduas habría de pasar Bolívar ya en su último viaje con destino final Santa Marta, donde murió. La cultísima Soledad Acosta hace parte de esa estirpe. Su padre, Joa- quín Acosta, fue nombrado por el mismo Simón Bolívar como Subteniente del Batallón de Cazadores del Nueva Granada. Es así como las palabras de Soledad, sinceras, cultas, por momentos ingenuas, son también testimonio vivo de la vida diaria en una nación que apenas comenzaba a echar raíces golpe a golpe y entre revuelta y revuelta. § El nacimiento de una gran escritora Entre los años 1864 y 1878, Soledad tiene un periodo muy prolífico en el que su novelística se basa sobre todo en 10 Presentación mujeres de origen burgués, quienes problematizan sus raíces así como el lugar que ocupan en la sociedad. Ya en 1878, la escritora abre el periódico La Mujer (1878-1881). Pero a pesar de haber sido una autora inagotable, de haber fundado su propio periódico y de haber colaborado con múltiples medios iberoamericanos, su obra permaneció casi en el anonimato. Sólo hasta que el trabajo dedicado de algunas académicas como Monserrat Ordóñez y Ca- rolina Alzate desempolvan su legado, la voz de Soledad Acosta vuelve a tener eco. Antes de convertirse en un personaje público, antes de ser quien fue, de tener resonancia no sólo en Colom- bia sino en toda Iberoamérica por sus novelas, relatos de viaje, textos de género, política, religión e historia, antes incluso de llevar el apellido de Samper, Soledad escribió este diario, el diamante en bruto de su futuro quehacer como autora, intelectual y activa feminista. § Una romántica desobediente «Yo nací para sufrir y nunca, ni en mis sueños más hechice- ros, puedo creer que seré feliz enteramente ni por algunos días. ¡El sol de la alegría no presidió mi nacimiento!… Y por eso soy desgraciada en mi alma desde que me conoz- co». Así se expresa Soledad dando muestras de ser un es- píritu de la época. No en vano su novela Dolores apareció el mismo año que María de Jorge Isaacs (1867), cuando la enfermedad, el dolor, la naturaleza, lo etéreo e inasible 11 Presentación en lo bello, el infructuoso afán humano por huir de la so- ledad, eran una constante en la literatura (pág. 231). Más adelante, Soledad dice: «sus cabellos que parece que un rayo de sol los iluminó con luz dorada y los envolvió con tanta gracia. Siempre el héroe es pálido y con rasgos llenos de expresión. Con su perfil de estatua griega parece que la poesía la trae pintada sobre su frente…». Cautiva la valentía de una mujer que habla de un hombre con la misma ternura, el mismo romanticismo y poesía con que lo haría él al referirse a ella. Y es que más allá del discurso a favor de la igualdad de género, de un feminismo ilustrado, analítico y acti- vista que la acompañaría a lo largo de su carrera, es evidente que ya en estas primeras letras hay una pulsión de quien retrata, expone, observa, analiza, admira y sabe expresarse en palabras.