La TV Que No Se Ve : Relaciones, a Menudo Imperceptibles, Que Fueron Definiendo Nuestra Televisión
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Biblioteca Central "Vicerrector Ricardo A. Podestá" Repositorio Institucional La TV que no se ve relaciones que fueron definiendo nuestra televisión Año 2011 Autor Druetta, Santiago Este documento está disponible para su consulta y descarga en el portal on line de la Biblioteca Central "Vicerrector Ricardo Alberto Podestá", en el Repositorio Institucional de la Universidad Nacional de Villa María. CITA SUGERIDA Druetta, S. (2011). La TV que no se ve : relaciones que fueron definiendo nuestra televisión. 1a. ed. [ebook] Villa María : Eduvim. Disponible en: <http://doi.org/10.52550/26JAAP> Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional La TV que no se ve Relaciones que fueron definiendo nuestra televisión Santiago Druetta Druetta, Santiago La TV que no se ve : relaciones, a menudo imperceptibles, que fueron definiendo nuestra televisión . - 1a ed. - Villa María : Eduvim, 2011. 224 p. ; 20x15 cm. - (Poliedros) ISBN 978-987-1727-44-5 1. Medios de Comunicación . 2. Televisión. I. Título. CDD 302.234 5 Fecha de catalogación: 15/12/2010 Editor ©Ingrid Salinas Rovasio Diseño ©Lautaro Aguirre Corrección Lucía Pruneda Paz Obra bajo Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional CC BY-NC-ND Esta licencia permite a Ud. sólo descargar la obra y compartirlas con otros usuarios siempre y cuando se indique el crédito de autor y editorial. No puede ser cambiada de forma alguna ni utilizarse con fines comerciales. La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras colaboraciones publicadas por EDUVIM incumbe exclusivamente a los autores firmantes y su publicación no necesariamente refleja los puntos de vista ni del Director Editorial, ni del Consejo Editor u otra autoridad de la UNVM. La TV que no se ve Relaciones que fueron definiendo nuestra televisión Santiago Druetta A Fernanda, Agustín e Iván Índice INTRODUCCIÓN 15 PARTE I Los modelos fundadores 19 La televisión 21 América Latina. Un modelo complejo 27 Los ‘50. Nacionalismo y sustitución de importaciones 35 Los ‘60. Desarrollismo y modernización 47 De los ‘70 a los ‘80. La bisagra 59 Los ‘90. Una nueva era para los bienes simbólicos 79 PARTE II La televisión en Argentina 99 Antecedentes y origen 101 Los ‘60. La consolidación de la TV 109 Los años ‘70. Primer acto 123 Los ‘70. Segundo acto 131 Los ‘70. Tercer acto 137 Los ‘80. La transición 153 Los ‘90. “Final feliz” 173 Bibliografía 213 Índice INTRODUCCIÓN 15 PARTE I Los modelos fundadores 19 La televisión 21 América Latina. Un modelo complejo 27 Los ‘50. Nacionalismo y sustitución de importaciones 35 Los ‘60. Desarrollismo y modernización 47 De los ‘70 a los ‘80. La bisagra 59 Los ‘90. Una nueva era para los bienes simbólicos 79 PARTE II La televisión en Argentina 99 Antecedentes y origen 101 Los ‘60. La consolidación de la TV 109 Los años ‘70. Primer acto 123 Los ‘70. Segundo acto 131 Los ‘70. Tercer acto 137 Los ‘80. La transición 153 Los ‘90. “Final feliz” 173 Bibliografía 213 Agradecimientos Este texto es producto de más de una década de estudio e investi- gación, que jamás hubiera podido realizar al margen de la Universidad Nacional de Villa María (Córdoba) donde enseño y aprendo junto a mis colegas y alumnos. Además, es su editorial la que permitió hacer visible este trabajo. Pero, es también el resultado de muchos años de trabajo junto com- pañeros de la Universidad Nacional de Córdoba donde comparto un espacio de investigación dirigido por la Dra. Alicia Gutiérrez y su infi- nita generosidad. Con Héctor Mansilla y Pedro Klimovsky he compartido inconta- bles horas de trabajo que se reflejan en cada línea. Con Daniel Saur interminables debates y apasionadas peleas, sin las cuales habría aquí más errores todavía. Y claro, además mi compañera y mis dos hijos, porque nada se lo- gra por fuera de la vida. 13 Introducción La televisión es uno de los objetos más cautivantes que podemos imaginar, y evoca a aquellas hogueras primordiales que seguramente hipnotizaron a los primeros humanos en los espacios más cómodos y aireados de sus cavernas. No parece haber modo de sustraerse a la televisión ya sea que se la ame o se la odie. No parece posible ignorarla ya sea por vía de la su- blime entrega o la empecinada resistencia. Parece tan difícil ignorarla, como hablar de ella aspirando a alcanzar ciertos acuerdos. Las razones de tan apasionados enfrentamientos parecen tantas, que sólo enumerarlas exigiría una investigación previa y minuciosa. Pero no es difícil en cambio imaginar los principales cursos que los argumentos tomarían. Según los distintos enfoques, que nunca serían ajenos a los intereses de las épocas y espacios en que se suscitan, la televisión ha sido pre- sentada, defendida o acusada, con distintos argumentos y de distintas maneras. § Como potente herramienta para acercar a los seres huma- nos, aportando así al recíproco conocimiento y comprensión para la paz y entendimiento. § Objeto homogeneizador de todas las culturas, que estaría sumiendo a la especie humana en una monótona unidad e invisibilizando así la inasible riqueza y diversidad del mundo natural y del mundo social. § Una ventana abierta, sin límites de visibilidad y accesibili- dad que, igualando las posibilidades humanas de ver y com- prender, abriría una nueva era para la inteligencia de la espe- cie. § Fábrica de narraciones estandarizadas, para consumo ma- sivo y veloz que, por lo tanto, debe reducir toda la complejidad de la existencia a un par de fórmulas interpretativas alienadas. 15 § Vehículo ideal para la educación y la cultura que, alcanzan- do hasta el último rincón del planeta, realizará por fin el sue- ño de la educación universal para el desarrollo y la libertad. Ágora infinita. Centro de adoctrinamiento. Máquina de industria- lizar la cultura. Instrumento de generación de plusvalor. Modo de ex- tracción de renta entre fracciones del capital. Aula virtual. Espacio de denuncia. Instrumento de control de los gobiernos. Instrumento para controlar a los gobiernos. Instrumento para la dominación. Instrumen- to para la liberación… Y en medio de tan colosal debate alguien prende la televisión y los discursos se entrecortan, se hacen más lentos, las miradas hacia la pan- talla se vuelven más frecuentes. Hasta que los interlocutores quedan en silencio y con la respiración suspendida frente a las curvas de una modelo demencial, frente al esfuerzo del héroe que pende de una rama sobre el abismo, frente a las intimidades de una quirúrgica conductora, o frente a las más increíbles imágenes de la superficie de Júpiter, de un pez desovando, o de una danza tribal. Sin embargo y como bien puede intuirse, incluso a partir de esta casi irónica enumeración, hay demasiadas variables en juego cuando se pretende dar cuenta de la televisión, como para esperar una conclusión sencilla. Con eso se relaciona uno de los objetivos de estas páginas. Lejos de intentar explicar las cosas sencilla y claramente al lector, las líneas que siguen tratan de complejizar todo eso que el sentido común reduce bajo el rótulo “televisión”. Rótulo bajo el cual convive un entra- mado de relaciones sociales difíciles de enunciar. Políticos, funciona- rios, empresarios, artistas, comerciantes, gente de la farándula, gremia- listas, asociaciones profesionales, organizaciones no gubernamentales, trabajadores, pedagogos, científicos, intelectuales, sacerdotes… No todos aparecen en la pantalla. No todas sus acciones u omi- siones están “a la vista” aunque estén en la televisión. Y sin embargo, probablemente haya muy pocas relaciones sociales –si las hay- que pueden sustraerse de la TV como negocio, como recurso persuasivo, como espacio de legitimación o como lugar de posible deslegitimación de contendientes. La televisión atraviesa y es atravesada por todas las luchas sociales que son luchas en torno al poder y de manera especial por el monopo- lio de la de la expresión legítima de la verdad del mundo social. En ella se juega la (…)capacidad de dar existencia explícita, de publicar, de hacer pú- blico, es decir objetivado, visible, decible (…) [lo que] representa un 16 formidable poder social, el poder de hacer los grupos haciendo el sentido común, el consenso explícito de todo el grupo1 A ese fabuloso poder político, en el sentido más amplio de lo políti- co como poder por su capacidad de legitimar diversos atributos de los agentes sociales y transformarlos en reconocimiento, la televisión suma un inconmensurable poder económico que se moviliza por vía de la producción y programación audiovisuales, la publicidad, las sinergias con el cine y otras industrias culturales, con el deporte y todo tipo de espectáculos, por vía de la compra-venta de derechos de transmisión. De modo que basta una rápida enumeración para comprender la multidimensionalidad de las prácticas ligadas a lo televisivo, haciendo de la TV un espacio heterónomo cuya sola descripción supone todo un desafío. No hay manera de comprender el fenómeno televisivo mediante la sumatoria de recortes analíticos. Por eso el desafío es tratar de aproxi- marnos, cada vez más, a una mirada relacional e histórica, tendiente a integrar sus dimensiones política, económica, cultural y simbólica. Tal es el propósito específico de las páginas siguientes que, sin du- das condenadas de antemano a no alcanzar semejante objetivo, pueden cuando menos avanzar un paso más en la producción y sistematización de este conocimiento indispensable. Indispensable por la creciente participación de la televisión en las disputas del campo político, frente al cual sus especialistas en la temá- tica, fungen como ayudantes y oponentes de quienes disputan por el voto de la ciudadanía. Indispensable por la particular importancia económico cultural que tiene el hecho de haber transformado (junto a otras industrias cul- turales) gran parte de los sentidos sociales circulantes, en mercancía industrial capitalista. Indispensable por su creciente participación en los procesos de so- cialización de los agentes, donde a menudo deviene parte de la inter- vención familiar y supera a menudo lo actuado por la escuela.