LA MUSA SONÁMBULA Revista Literaria

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Edición 2 I S S N 2 5 3 9 0 6 1 - 9 Medellín, 2 5 3 9 - 0 6 1 9 julio de 2017 2 5 3 9 - 0 6 1 9 LA MUSA SONÁMBULA Revista Literaria La Musa Sonámbula-Revista Literaria ISSN: 2539-0619 Director: Contenido José Mario Sánchez 4. Una carta para Medellín, Martha Quiñónez Comité Editorial: Gustavo Zuluaga José Mario Sánchez 7. Dos poemas a Eva: Pablo Quintero Martha Quiñónez Helena Restrepo Ilustracion carátula: Eva, Alberto Durero, Museo del Prado 8. Especial vi Festival Alternativo Diseño y diagramación: de Poesía, Medellín, 2017 Wber Rúa: wber.rú[email protected]

Edición e impresión: 11. Citibundas (palabras que www.editoranuevomundo.com se divagan en el barrio) Mercadeo y Comunicaciones: Nuevo Mundo, Cultura & Medios 36. Especial Jony Albino Arenas, Tels: 315 792 29 47- 300 566 31 59 Cuando un poeta nace... Las ideas, palabras y concepto expresados en José Mario Sánchez Henao la revista son responsabilidad estricta de sus autores. 41. La poesía montaraz de Jony Albino Para sus comentarios escribanos: Arenas: Mauricio Hoyos Muñoz [email protected]

Esta publicación ha sido impresa en cartulina y papel ecológico. 43. Nadaísmo & Neonadaísmo Somos amigables con el medio Diálogo entre Gustavo Zuluaga ambiente y Víctor Bustamante

Edición 2 47. Crónica de una entrevista fallida Medellín, al poeta José Manuel Arango (I parte) julio de Juan Carlos Acebedo Restrepo 2017 Una carta para Medellín Marta Quiñonez: En buena hora, una de nuestras poetas vida que no pudimos soñar en otros lugares, nos seduces y insignes le escribe una carta a Medellín con motivo de su nos avientas de tu vientre como desechos vivos: hombres y cumpleaños. Realmente la carta es para nosotros, sus habitantes, mujeres venidos de todos los rincones de la vida o nacidos poetas y posibles lectores. Reflexionemos, pensemos y bajo tus propios rincones de blancos e inhumanos hospitales. soñemos con ella. Despertamos, alegres a veces, frente a la esperanza que nos muestras con muecas de burlas, imaginando que viviremos A Medellín cien años y uno en paz. Otros amaneceres nos despiertan sobresaltados por el ruido que producen las balas que rasgan El tiempo silenciará el clamor de los lamentos, el aire, buscando cuerpos dónde detenerse. No sientes pena y el lobo de muerte devorará esta manada. del alba que apenas se anuncia. Hinchadas de orgullo permanecen las conciencias Escabrosa y lujuriosa, Medellín. Te escribo desde este aun así, el zarpazo de la muerte los sorprenderá. búnker de la zozobra, en la comuna, de la cual desconozco esde aquí, desde esta altura del sueño y la marginalidad su número (porque a todas las tienes fichadas), pero en la te veo allá abajo, gloriosa Medellín, cercada por tus que percibo el fervor de los vecinos levantando el sueño de Denormes edificios. Una nube gris amarillenta te arropa una casa al pie de la quebrada con el temor de que ella se la generosa, ofrendándote su estela contaminada. arrebatará. Pero los sueños son promiscuos como la vida y A esta hora de la noche tu cielo truena como si antiguos aquí estamos todos reunidos, todos los malditos de la tierra, gigantes del Olimpo lucharan a muerte para protegerte. El los pobres, los sin pan, los arrendados, los parias. Aquí nos destello de sus espadas entra por las rendijas bajas de la vemos todos los días los rostros y, a veces, somos tan parecidos puerta trasera de mi casa. que ni siquiera nos miramos. Es suficiente con sabernos, con ¡Ah! Hermosa Medellín, aún con el invierno, indiferente, justificarnos unos a otros desde el silencio, o imaginándonos derrumbando el sueño de miles de desposeídos tus plantas unos más pobres que otros para estar más tranquilos. siguen floreciendo y los árboles, que no arrasa la borrasca Yo, nueva en la comuna antigua, ni siquiera soy una siguen en pie, cambiando de color del alba al cenit y de este extraña. Hago parte de tu atuendo cotidiano, salgo al rebusque al nadir. Medellín, hermosa e inmunda, ciudad de todos como todos a vender mis sueños de poeta, a ofrecerte todas los abandonos, nos complaces a todos con una aparente las miserias, que he acumulado en tu tierra por veinte años,

~4~ empastada al rústico. Amada Medellín, tal vez sea ingrata El invierno te colma de misterio; a mí, de frío hasta contigo, pero tengo que decirte —o hacerte pública desde los tuétanos. Amarga Medellín, amada Medellín. A cada una mi escritura— que tú no me las has dado. Vine con ella al de tus calles le he cantado y la he maldecido. Tú, ciudad de desierto de la tierra, fue el único pan que me echaron bajo primavera, me has arañado el vientre desde que tengo veinte la enjuta. He sido como Jesús, digna hija de un dios sin años, me he embriagado en tus bares y cantinas, he conocido dignatarios en la tierra. Soy también su iglesia: cristiana con la vista triste e iracunda tus niñas putas y mendigas y tus ciudad arrabalera. Tengo que decirte estas cosas ahora que proxenetas, malditos por siempre. Deberías avergonzarte lo piden tus escribanos y dignatarios acomodados, que con toda tu tristeza, ciudad de todos los afanes, cosmopolita escriba algo de ti en tus cumpleaños. En los míos escribo Medellín. He detenido la vista en tus viejos edificios, mientras poemas ateridos de soledad, te cuento que es mi compañera sus lozas de mármol, traído de antiguos países, se desprenden permanente. Como tú, estoy rodeada de gente y estoy sola. de cansancio para abrir y lacerar el cuerpo de tu ciudadana, Pero no estoy hablando de mí, estoy hablando de ti, querida transeúnte, desprevenida, desconocida. La indiferencia de y estimada big city. los otros ciudadanos y el miedo a que siguieran ellos, los ha Te escribo palabras para celebrarte, pero no temo obligado a abandonarla mientras se desangraba, de seguro decirte que cada noche el desasosiego —no el de Pessoa, ni murió en uno de tus hospitales de inmunda e hipócrita caridad. el de la vida— entra conmigo a la casa, él nos da tu aparente Conozco el olor de tus calles, calles que en antaño paz, que es la paz de los vencidos y de los muertos. Tus fusiles fueron la gracia y deleite de tus hijos ricos. Ahora son la en manos de adolescentes, que nacieron muertos o —como vivienda de tus hijos miserables, mendigos de todas las dijo tu ilustre cineasta cuando se daba dotes de escribano que calañas, te tratan como tú los tratas a ellos. Tus calles son el tenías— «con la lápida colgando del cuello». Esos jóvenes lugar predilecto para ellos inundarte con su podredumbre patrullan tus calles. Son los caballeros, los mensajeros de la interior: el olor a excremento y a orines es insoportable parca. A ellos temo también, ya temo a todo, qué horror vivir para cualquier transeúnte de tus adoradas calles. El olor a con temor. Pero afortunada yo, que todavía el temor cabalga mierda (no hay sinónimos en el rae) traspasa todo intento solo en mi corazón y no en mi conciencia. de comprenderte, estimada ciudad de todos los adioses. En En la jornada de un día agotamos la jornada de la vida, esas calles veo tu vientre, escucho el latido de tu corazón, que la noche anterior la prometía con calor y pan. Unos lo no sé si estás triste o alegre, con tus andenes teñidos de logramos, otros no pudieron, pero creen que mañana será sangre, con tus esquinas hechas basureros a pesar de todo posible, ellos siguen creyendo. Yo, con los años, voy perdiendo el esfuerzo de tus ee. vv. Los «chulos» bajaron del campo, la fe, voy creyendo menos, pero eso no importa, Medellín. No donde no falta uno que otro muerto que comer, pero tus te regalé ni un hijito, no alimenté tu vientre con mi vientre. barriadas los alimentan sin mucho problema. Tus esquinas Alimento tu desazón con mi desazón, de alguna manera son el temor del caminante, la noche es algo vetado para estamos a mano. Esta madrugada el estallido de «aparentes» los espíritus libres que aún posees, para los jolgorios de los seis balazos cruzaron el aire y estallaron cerca de mis oídos. noctívagos que aún persisten en tus calles. He despertado sobresaltada, son las cinco y cuarenta y dos Tengo miedo del miedo, mi querida y cantada Medellín. minutos, sé que ya muchos obreros —a los que consumes Temo a los muchos seres que he conocido por tus calles y en tus fábricas— van en tus buses hacia el desaguadero del anfiteatros del arte que andan como dijo tu poeta ilustre alma. Pero yo me rindo, Medellín. Me rindo a ofrendarme a J. M. Arango: «Gentes que todo lo consideran suyo/ que ese orangután monstruoso que cultivas con almas generosas quiebran/ arrancan/ que ni siquiera/ agradecen el aire». y menesterosas de tu pan. Quisiera cantarte mejor, como te Andan como por un cielo prometido o ya son muertos y aún cantan los poetas que invitas cada año. Y ellos, agradecidos no lo saben. Ellos se juntan en tus ferias a tomar vino pastoso, de tu generosidad, te escriben un poema en una lengua que que compran por gran vino. Nunca miran de frente, aúllan desconoces y que desconocemos tus hijos mendicantes. ante la alegría de los otros, pero si vos los vieras mostrando Nos leen el poema excelso que te han escrito, por ejemplo: los dientes, te asombrarías de cuan duro te muerden. La «Quisiera revisar la historia/ y dejarme invadir/para pensar desidia, la envidia, la rabia perruna duerme en sus labios, que Medellín/ es mi otra ciudad/ una ladera del país/ que porque ni corazón han de tener. Esto es fácil detectarlo en llevo en mi corazón» (Paul Dakeyo, Senegal); otro: «Los mil sus letras y cantares. Su mérito es prostituir a tus jóvenes ojos de Medellín/ brillan espantados en el valle/como un genios féminas, en procura de la buena literatura. Son como volcán derramado/ con una herida de luz» (J. M. Abrantes, vos, Medellín: grises, tristes y ahumados; como vos, con la Angola). Todos tus hijos, los más afortunados y que, a su certeza de que en ellos también florece la primavera. Pero decir, entienden el sagrado mensaje de la poesía, aplauden todas tus flores huelen a muerto. Cómo pudiera decir esto, hasta que las manos parecen que van a sangrarles. Tal vez bueno, no encuentro maneras sublimes de herir sus egos, ellos sí te entienden, querida Medellín. Yo no. entonces, dejémoslo así. Espero que no me pongas más

~5~ problemas, ok, para comenzar a hablar con tu bilingüismo el nacimiento del día. Sé que vas a seguir odiándome, pero muerto de hambre y falto de acento de Indiana Jones. no importa, tengo mi manera de cantarte y hasta en eso te Amada Medellín, por último, te alabo, porque todos soy sincera. Ya me imagino los panegíricos idolátricos que mis sueños juveniles murieron en tus calles. Pero esta que recibirás ese día glorioso, las suculentas cenas que se comerán soy te perdona todos los agravios recibidos y espero que tú de cuenta del erario y en tu nombre, donde solo los elegidos me perdones los que yo te he ofrendado con tanto cariño, tendrán silla. Se reirán de ti y de mí. Pero en el fondo, qué como ofrendo todo lo que doy, sea odio o sea amor. Tú me nos importa, Medellín. Qué importa nada ya. Sabes castigar has permitido conocer gente que quiero de verdad y me has muy bien tus huéspedes rebeldes, sabes mantener tranquilas permitido quererte. Recibo el odio de tus hijos racistas con las conciencias de quienes te critican, sabes bajar un globo el mismo cariño con el que les ofrendo el mío. He conocido del cielo para que no encienda el techo de paja que te cubre. almas nobles en tus barrios asesinos, almas que sueñan con Quisiera terminar esta carta diciéndote algo más la primavera estallando cada amanecer y no con la noticia del esperanzador. Pero una noche después, seis balazos rasgan el hijo muerto en el andén vecino. He acompañado parientes aire a las diez y veintisiete de la noche de domingo, el último de conocidos hasta su última morada, las que tú llamas día que inventó el creador para que descansaras —tú no te poéticamente «Campos de Paz» o «Jardines de la fe», hasta cansas, ni siquiera el día sábado, el día sagrado de los judíos—. en la muerte eres poeta, Medellín. Llamas por su nombre De todos modos, te voy a dedicar un poema, Medellín, un al último lugar donde reposarán por cuatro años los huesos puñado de palabras recogidas en tus calles: que cargaron un cuerpo de quince o más años. Mira, no más, poetiza Medellín, cómo llamas al lugar donde van los parias XVII de tus calles, los que vivieron en tu tierra de nadie como Estoy ebria «niebla y noche», los que no existieron para ti, los mandas de ver la ciudad a descansar por cuatro años «acostados» y eternamente con hambre revueltos entre ellos, como vivieron la vida, al «Cementerio hambre Universal». Eres increíblemente perversa e inimaginariamente cabeza-tronco poeta, Medellín. manos-piernas Esta manera mía tan particular de celebrarte va a dolerle con necesidades fisiológicas a los emisarios del arte y de la esperanza, a los de vientre con olor a orines viejos hinchado que te resguardan, Medellín, de los comunistas de la hambres que se fecundan vida, o como bien los llamas «anarquistas sin anarquismo» o en la estéril existencia «rebeldes sin causa». Tal vez te dé un nuevo motivo para que salgo en la mañana a vivir tus «bequitas quita hambres» no lleguen jamás a mis manos solo encuentro hambre que, dolorosamente esperanzadas y con el verbo libre, se han vestida de obrero estirado hasta ti, con la conciencia de que te reías de mí. Así, de cansancios querida Medellín, celebro tu suerte de vencida. El mal se de interrupciones ha posado en tu aire y es todo lo que respiramos. Tal vez los hambres de siglos custodios de tu suerte puedan salvarte. Ellos, los pacifistas, de pan los amansadores de tu destino, de tu «money», de tu «gold de negación luck»; los que en momentos históricos de su vida te colgaron, ¡dios, dónde nos cabe tanta hambre! literalmente, «la lápida al pecho»; ellos, que pensaron que (Para que recuerdes a los desposeídos que te habitan eras «un pelaito que no iba a durar nada»; los que en nombre en lo alto, a donde solo llega la vorágine de tus soldados tuyo llenan las manos de niñas hambrientas de rosas viejas salvadores, ellos me han dictado este poema para que te lo y de polvos escapatorios; esos que dicen conocer tu vientre, dedique en tus cumpleaños). tu alma y tus sueños desnudos en lo alto de tus montañas; La lluvia y la quebrada hacen más persistente la agonía esos que te hacen pública, que te venden, como si fueras una de este domingo. Te deseo pues un cumpleaños, como lo puta egipcia, en certámenes internacionales y, por supuesto, celebran tus comunas, con pólvora y con balas o, en su nacionales; que crean paz con festivales, que hacen eterna tu defecto, voladores y que por lo menos ese día los señores del fluorescencia con luces de neón entre cuentos y cuenteros; tal anfiteatro municipal sean invitados a tu cena de gloria. Ellos vez creas que esos son los que te aman, Medellín. Digamos son los que maquillan tu muerte cotidiana. Sé agradecida, que es así: Aquí, encaramada en las «Colinas de Enciso» Medellín, invítalos a tu fiesta, dales la noche libre. Yo te (no sé si conoces este nombre) donde la vida comienza celebraré con una cerveza y tal vez te escriba otro poema... desde las cinco y cuarenta y dos minutos de la madrugada Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti. con cuatro balazos rasgando el aire, abatiendo la calma de Happy, birthday, Medellín. los sueños, porque ni pájaros hay en este monte que canten Con afecto sincero.

~6~ Dos poemas a Eva Martha Quiñónez Eva A patricia y a su hijo Eva va y viene perdida en el gris negro color de las ciudades tiene apariciones místicas en mis sueños Eva anda errante entre los hombres ahora ninguno se parece a Adán su compañero de presidio de siglo en siglo Eva es una simple alegoría de nuestro encantamiento Eva sale triste de su cueva de invierno nadie la persigue nadie la reconoce uno que otro la ha visto pararse en lo alto de la montaña o dibujarse en las desgastadas paredes de una casa vieja Eva solitaria con todos sus fantasmas a cuestas Eva es la viuda mayor de mi pueblo ha visto morir a todos sus parientes digo su árbol genealógico ha desaparecido de la incertidumbre de los tiempos Eva silencia mi corazón como plegaria y se hace mujer muriendo en el parto de los siglos Helena Restrepo Eva Eva no necesita llenar un vacío entre sus piernas, Eva está llena de sí misma y se siente amada y reconocida en su valía puede ser que Eva abra los muslos de su paraíso interior y deje entrar a su amado a compartir su alegría

~7~ Especial vi Festival Alternativo de Poesía, Medellín, 2017 Paula Andrea Guarín Toda una revelación para la poesía, no ya de Medellín, sino de Colombia.

Verde insoportable Dejaré que mis fragancias te recriminen estas caricias, esperaré que tus ojos desciendan en cascada tras la curva de mis muslos; quiero que tu noche se parezca a la mía, que tu idioma ponga cicatrices en mis oídos… Y es que es enorme la ausencia de tus ansias, interminables las horas en que disfrazo mi deseo de sutiles abrazos. Ven miéntele de nuevo a mis ojos inocentes del mundo, aplaude este trozo dramático de mi voz que intenta plagiar su voluntad. Solo espero aturdirte con esta sonrisa demente, aguardar si espanto las luces de tus primeras palabras. No vayas, es largo el sendero donde guardo mis flores, donde mis pozos se avientan a morir de sed… Arrástrame a la forma compacta de tu piel, anuda mis respiros, mi mano estancada en un gesto sin futuro. Aprendí braille con mis labios, vete, vete, pero solo un poco, toda mi historia quiere que te quedes. Te sentaré en mis lugares, te daré nuevos dientes, te prestaré el viento que sale de mi oído Domingo y lunes y te pondrás mi ropa y te creerás amada, Y la muerte vino a mí cansada y sucia, te pintarás los labios sintiendo rigidez. diciéndome te quiero con sus manos suaves. Pórtate bien hermosa mía. Escupía pedacitos de luna y los confundía con risa, La legítima muerte volverá por ti para salvarte. yo la dejaba jugar, salir y verme desnuda, mientras se lucia con sus caderas hermosas. Suplicios Muerte, ya no sabes ser niña, Arráncame este idioma tan sesgado, te ha corrompido el deseo de sufrir a mi lado, quítalo de mí con muchas púas, y te has tomado un descanso de tus dulces asuntos. impídele mentir con látigos y sombras, Ya no me traigas más estos poemas ciegos, tortúralo con rabia hasta que pierda el sentido, se pierden cada instante y gimen lastimeros, hasta que le salgan venas, voz, malicia. sin saber cómo irse y olvidando rezar. Ninguna frase deberá salvarlo, Los recojo ofuscada de aceras malolientes, porque no hay belleza en él (que no te engañe). los creo vivos y con juego, pero están apelmazados, Aplícale suplicios que sean impronunciables, como trozos de piel que ya no uso. destruye su sintaxis, mutílale el fonema Déjame velarte en este silencio cosido con espadas, —ojalá el más protuberante—, déjame que cuando caiga la oscuridad, prométele la vida mientras lo llevas a rastras. te traeré paletas de furia y yerbabuena, Es hijo mío adorado por las cosas, te engañaré como te gusta fingiéndome feliz. sembrado en mí a la fuerza para obligarme a hablar.

~8~ Quítalo de mí con muchas púas, con el espacio inútil entre una idea y otra… con atroces silencios, hazle trampa. Yo abría la puerta y la arrojaba al mal, Porque no hay belleza en esto que repito, promovía la rebeldía durante las ausencias. porque cuando hablo se me sale el alma. El miedo crujía y la ternura esperaba, le permitía el hambre, le dejaba sufrir. Antares Ahora tomo el nudo y lo convierto en horca, en atadura, en látigo, o cualquier Quiero quitarme el recuerdo, la piel, la sangre, otro instrumento de castigo. la luz del día, el tiempo que no fuimos. Quiero poner mi voz debajo de tu lengua, Jorge Daniel Bejarano (Bogotá) y devolverla a mi boca llena de la tuya. No me despiertes, déjame así, casi perdida, Nadie percibe la mano cruel del asesino con tu mano izquierda arribando en mi cintura. Nadie percibe la mano cruel del asesino Tráeme, aunque muertos los sueños diminutos, tampoco esas extrañas formas que las caricias pausadas como fotos antiguas. en la noche nos confunden Óyeme, perviérteme, oblígame a latir, y lentamente nos entregan al olvido. llévate todo lo que está al descubierto, Tal vez si ocultamos el rostro en la palabra no sucumbas al pánico, ni a la ausencia, nos será dado vivir sin angustia en la vigilia. ni a la idea del futuro con sus dulces intenciones. Tal vez si desciframos la forma del árbol más cercano Algún día te asomaras a mis ideas, y escuchamos sin premura el basto me encontrarás allí descalza y aturdida, sonar de los tambores contagiada de libros, de historias, alcancemos esa orilla jamás nombrada en el poema. infestada sin remedio por mis torpes palabras, Y, tú, estarás ahí, anhelante atizando el y ya no seremos los de antes ni los de ahora, fuego y sus raros espejismos. ya no seremos más, no nos leeremos, Como quien espera el amor. ni nos probaremos, ni nos alumbraremos las manos. Por eso quiero que te hundas en mí como una luz, La casa que mastiquemos las horas y deleitemos los espacios. Te enseñaré a escribir con miradas el asombro, Mi padre no ha muerto. te dejaré ponerle frases largas a mi dicha… Ahí están su casa, sus hijos y el amor por siempre suyo. Ven, háblame de mundos recién descubiertos, Nunca habité sus corredores, tampoco del big bang, de los eones, de nuevas, sus ventanas señalaron mi partida. del breve silencio entre la vida y la muerte. Hoy he vuelto a saber de los geranios y a jugar con Oblígame a latir. esa enredadera que creció mientras no estuve. Todo cambia, la sonrisa de mi madre Bondage queriendo regresar el tiempo. El humo creciendo con la noche y esa espera Era un nudo tu nombre, de aquellos que presienten lo peor. por eso vino la noche y se tragó las palabras, En esta habitación de amores y conjuros las las hizo muros y así las dejo intactas, sombras se mantienen, el altar aún pervive les quito el deseo de morar en las cosas Y las imágenes de sangre coronada con espinas nos y les dio la apariencia de frívolos artículos. recuerdan que alcanzar el paraíso es un sueño doloroso. Mi nombre era un lazo que anhelaba ser horca, No quisiera el olvido en sus aleros ni el agua atadura, látigo o cualquier otro instrumento de castigo. gota a gota en medio de la noche, En esos tiempos teníamos las manos no quisiera el crujir de la madera blandas de amasar tantos golpes, ni el silencio en la alacena, los labios sesgados de rojo y amarillo, tampoco despertar en medio del tumulto sin reconocer los odios puros y en la infancia, la a los que un día fueron mi voz y mi silencio. risa ensayada, el orgullo tibio. Ahí está la casa, atrapada en el recuerdo. No fueron suficientes los insomnios que guardamos, nos faltaron silencios que pudieran usarse dos miradas después. Yo deliraba con máquinas de besos, con horrores cercanos,

~9~ Fragmento de una carta de Franz a su Milena, Aprendimos la lección del paraíso entrado el siglo xx Sin quererlo atizamos el fuego No te hablo, Milena, de la lluvia leve en la ventana, y su alivio se torna, cada vez, más vacío, tampoco de calles empedradas; mucho menos de como el olvido. Gregor, llorando su desgracia; del señor K, perdido Nada dijeron las sombras en la noche, en su castillo, tal vez agonizando o simplemente tampoco las voces elevaron sus cantos hasta el cielo, disfrutando de aquella muerte lenta, ordenada por solo el palpitar sediento del recuerdo un verdugo milenario; o del hombre que yace perdido sabrá transformar todo en silencio. entre las rejas. Ni siquiera te menciono la revolución Buscamos a dentelladas la plenitud de la palabra, de terciopelo. No, Milena, quiero hablarte de las cosas pero su crueldad, tan cercana al desvarío, bastó, siempre dichas. Por ejemplo, del amor que te acompaña para entender la realidad de la tragedia. y pone a prueba mi frágil resistencia o de tu lucha, en vano, por cambiar el color de mi vestido, de la nostalgia Tal vez las fisuras que permiten esta leve ensoñación, de un largo caminar por la historia turbulenta, del sean eso. querer partir, sin mucha prisa, y su regreso acompañado Una ensoñación sin nombre, de la más terrible incertidumbre. Milena, parece que a la deriva, estuviéramos en Praga, atrapados por la bruma del tan cercana como la muerte triste, invierno, la fila de cúpulas y torres coronadas con tan distante como nosotros, arqueros, soñando ciertas alegrías. Pero el anverso los que nunca supimos del amor. de este cielo tormentoso y el color del arco iris me Lo demás, solo cenizas. recuerdan lo corto del camino. Tú comprendes, Milena.

~10~ Sebastián López Zapata Teoría de la culpabilidad

Noción de nostalgia El aleteo de una mariposa recorre mi cráneo y siento el peso de un inmenso desastre. Es tangible nuestro tacto Soy cómplice de un caos. y las palabras En el pasillo peregrinan cuerpos literalmente son espejos que nos separan: que tiemblan por el vacío, sin vientos. te veo cuando examino mi cuerpo, De mi boca despido un humo te leo en mis ojos. con el que intento calar sus alas. Pero solo logro proyectar un espejo y ahora lo que advierto es mi cara donde el reflejo es mi pena que alimento con sus escenas de misterio interior.

••• Robinson Alexander Paniagua Serna Jhony Gallego (Mandrágora)

(Citibundas)1 (Citibundas) El desdén no es más que el grito de uno mismo, Y luego salimos en la noche, cuando esta jaula que nos adorna se expande, como los gatos, somos pájaros sin alas que ansiamos las nubes, bebiendo de los tejados donde se divisa la eternidad nos mecemos en este redoble de pesadumbres, las gotas de emoción que arrojan los humanos nos vestimos de laberinto para en los anaqueles del vicio. encontrarnos a nosotros mismos, nos calzamos las alas de mercurio Muriendo y Resucitando para huir de nosotros mismos. en la cascada de anhelos fragmentados y viviendo un mundo más irreal que la fantasía En nuestras aguas reflejamos las insolentes vanidades, con un delirio de muerte que cubre vislumbramos en el horizonte un chisporroteo de verdad, la decadencia de las auroras aunque, por supuesto, en el vestíbulo y de la noche se burle la mentira, los ocasos. solo ahí, en ese rincón apacible de la Alzando la mirada madrugada, nos entregamos. como signo de valentía ante la incertidumbre Andamos con desdén, con desconcierto, que tatuando la tierra, se viste nos coronan de aureolas cuando de de caos por sí estamos condenados, ocultando la Perfección. la perpetuidad de esta vida inacabada nos golpea con furor, Jahn Andrey Penagos andamos a tientas por los pasadizos queriendo no herir, pero herimos. (Citibundas) Andamos a tientas sin hacer ruido Lugar estéril, sordo y vacío. por estos pasillos perpetuos, Borroso y lejano, fugaz Camino. pero el silencio nos somete con sus redes tiradas. Donde no se camina, no hay tiempo, Somos de por sí el mismo Azar que no se avanza, nada se alcanza, se juega el todo por el todo. abismo absoluto, absoluta carencia de ciencia y fruto,

1 Citibundas (palabras que se divagan en el barrio). Colectivo poético de la comuna 6, 12 de octubre: gestores y organizadores del Festival de poesía de esta comuna. Este 2017 celebraremos la quinta versión.

~11~ futuro inerte, inherente y absurdo, lugar de dolor permanente, En busca de los olores místicos, sinfonía nadaísta, paraíso marxista, reino egoísta, del rastro que deja el melodía solitaria de la profundidad onírica, jazmín de noche, donde no existe un dónde y menos un cuando, el mandarino florecido y un cómo y menos un porqué, otros árboles cuando oculto y peligroso, filoso, poso escabroso, rocoso. hacen el amor. Agonía, afonía. Armonía insustancial, existencial de la apatía. En busca de un guayacán Lugar catalizador, del frío ardiente, nubes llameantes amarillo, que irrumpa y ventarrones crujientes, rugidos en la monotonía gris regidos por rígidos ruegos del paisaje de cemento agonizantes de ausentes aspirantes a ser fugaz Camino. que nos es impuesto, Donde no se camina, no hay tiempo, no se avanza, del vuelo de un gavilán, nada se alcanza, nada trasciende y por ende se acaba. o la mirada cautivante de una lechuza. Andrés Armando Calle Muñoz PaZando por diferentes caminos PaZando en busca de la serenidad en mi espíritu. Encuentro al PaZando por las montañas campesino sin tierra, sin en busca de semillas de vida, semillas de vida, desgastado. en busca de los colores perdidos, de los olores salvajes, de otras Las quebradas sangrando, voces, de otros nidos, los ríos putrefactos, agonizando, del espejo roto del arcoíris. las niñas de frío temblando, gritos de terror, lágrimas de hambre, PaZando por el río ojos sin brillo, rostros empañados, en busca del agua de vida, olor a sexo, a muerte, a odio, en busca del canto del arroyo, balas asesinas, selectas, de las suaves caricias de no están perdidas. los peces, del cántaro con el poema perdido. Pocos caminos quedan. PaZando por la ciudad Solo espero que los podamos en busca de un abrazo de vida, transitar, que más adelante en busca de encontrarme con no tengamos que empuñar las miradas perdidas, de nuevo los fusiles. con las grietas por donde surge la rebeldía. Por el momento este es mi PaZaporte. Con el cual PaZando por los mares en busca de un baño Paz ando buscando en las que cicatrice mis heridas, montañas. en busca del canto de las ballenas, de un galopar Paz ando buscando en el sobre las olas, de las sonrisas río. agrestes, de las extrañas creaturas. Paz ando buscando en la PaZando por las calles ciudad. en busca del tapete fucsia aterciopelado que nos regala Paz ando buscando en los el fruto de la poma rosa, mares. en la acera húmeda después de la lluvia.

~12~ Paz ando buscando por las Hamilton A. Suárez B. calles. Evocación Paz ando buscando por diferentes caminos. La negativa de los párpados a servir de ventanas Paz espero algún día que absorben la tenuidad en este mundo encontrar. Dos portillos que no brindan nada al alma porque ella misma Ana Lucia Valencia Bedoya ha escapado de los cuerpos en un vaho de mentira (Citibundas) Los ojos sin luz inquietos bajo sombras Pintalabios rojo, color triste el agua de lágrima que sala la mirada recuerdo del presente la vuelve blanquecina que vivo en dolor rojo, espuma de los mares arden mis venas. Qué será esa sensación Hojas marchitas, hundimiento en el tobogán del cuerpo conciencia seca, curvarse hacia uno mismo árbol caído, en el doblez de las angustias dominio del tiempo; la conciencia ambigua del estar reloj que marca la hora y no saber nombrar el sentimiento ¡la hora negra! ni siquiera señalando el punto del dolor Negra pena mi sufrir Porque el instante con sinfonía en conciencia, vuelve el tronco un cadalso corazón negro convierte la carne que uno es en armadura de hierro. en mínima expresión de vida Una braza al rojo vivo para no poder agazaparse que la piel eriza, ni volver a ser ovillo a lo lejos un perro se lamenta del dolor antes que urdimbre y trama ladra, ladra, ladra… ni feto que precede como loco ladra. a la tortura del nacer Qué es ese lastre que se suma al de la sangre que es igual al de la fuerza

~13~ se convierte en peso Miguel Ángel Uribe elimina la virtud del flujo Hoy y cualquier día Muestra de Haiku la figura se convierte en un anclaje con su sombra que reposa en el debajo Hablo con el árbol Es ella el grosor que separa por momentos la espalda de la superficie de su lecho el viento lo mueve. encadena *** más que con eslabones Pongo el sueño con empujes hacia el fondo en el jardín donde nada tiene nombre de las palabras. donde los sentidos se toman por asalto *** y la supervivencia misma En la guerra es la sinestesia que confunde el ignorante la noción sincera guía su propia muerte. con el óbito del ser *** La lucidez En medio de la guerra contraria a su hermana la tragedia florece no llega a cuentagotas el poeta. Es un látigo que astilla al viento *** exige el ver instantes Por la guerra en que las partículas del aire se perdió el naranjo viajan con la luz donde comía el azulejo. para refugiarse en los oídos *** y estrellar la señal en el cerebro La ciudad que revienta los ojos otro dolor inyectados en sorpresa y en mirada: para el ave. ¡se ha tejido una idea! *** Ella es quizá la razón de la quietud El fanatismo El motivo llamado epifanía la mejor fuente de estar liado a la inacción para el crimen. a la insatisfacción de la simpleza *** de la sed Un policía cuyo dolor se apaga mira el cartel con la sensación de su hijo muerto. insípida de un agua transparente *** Eso que a veces cementa el ojo que pesa sobre el busto Las palabras que lo empuja a aplastar su sombra espantan que no se nombra si ha llegado la hora. porque carece de noción *** y que sabe hacer aparecer Mi televisor ráfagas de ideas dice huyéndole a la incandescencia de su plomo estamos en paz. *** es quizá Soy todo, solo quizá he sido ya la evocación que inflige la ciudad un instante. al saberse despertar a nuestro lado.

~14~ Johana Piedrahita Jaramillo Triste es el misterio de la lluvia —cae sin parar— a ella daría mi vida, «¿Por qué se suicidan las hojas cuando se pero lástima… sienten amarillas?2» ya estoy muerto. Ellas se marchitan al sentir el calor del verano Sebastián López Zapata y su trayecto hacia el otoño. Existo, todavía Lloran, sufren y mueren de color ¿Es aquel mi nombre el que gritan? Desesperadas esperan No puedo ver mis manos, Caen lentamente hasta llegar al final pero, ¡oh castigo, puedo oír sus lágrimas! Para ser olvidadas, desechas y pisoteadas. Que caen y caen diciendo «te recordamos». José Daniel Segura Muñoz No reconozco ahora mi nombre, Sinfonía sin final pero sé que es aquel que gritan y no es el de un hombre, Todo lo veo con los ojos es el de un alma que fuerte se agita. de quien ya está muerto. Tal vez por morir veces repetidas, Lo poco que queda vivo sea mi silencio la voz de otras vidas: solo insisto en matarlo. que develar el significado de justicia Día y noche se van quieren, en el país de la mentira divina. entre lo que fácilmente podría ser gris. Pero he olvidado como resucitar Los árboles se han cansado de esperar ya no está mi sombra en sus velas. y han podrido su último fruto. Hubiese querido, hijo, una forzada despedida La sinergia musical así, solo en tu silencio mis palabras buscarás. golpea directamente mi apéndice. Este mordido lapicero Aunque muros, pasquines y marchas se suicida en búsqueda de la hoja. no harán que la vida de vuelta atrás, Al lado algo que sube sin bajar pero sí que en la historia existan manchas ha vuelto a caer. que los olvidados querrán limpiar.

2 Pablo Neruda, El libro de las preguntas.

~15~ ¡Ah! Pero no lograron amordazarme el recuerdo que lo que tenga que ser sea que de ustedes habla, y me alegro y despierte los átomos de mi verdad. porque, aunque esté en la nada, puedo ver tus dedos que elaboran las palabras de nuestro reencuentro. Hannah Escobar

Y sigo sin reconocer mi nombre, Soledad pero sé que todo quien lo grita es mi familia. He llamado a la puerta Escucho «aún, mujer, vives; aún vives, madre». a alguna puerta a todas las puertas Mi consuelo es que al menos tu dolor es compañía, luego del primer suicidio prefiero eso a tener de ti figura ausente, nadie queda realmente vivo. tengo, de que no te hayas desvanecido tú, alegría. Juan David López La fiebre, Ofelia El cuerpo de Ofelia era más blanco que los otros Compensación cuerpos Estrella fugaz que flotas hondo y más inerme. en el pozo de agua diurna. Se acerca el monte a ser mecido He llamado a la puerta al pie de los cariñosos árboles, a alguna puerta los caminos que suben a la noche a todas las puertas entre casas que evaporan he llamado hasta que se me cayeron las uñas y luego destilan líquidas. incluso he llamado con los dientes. Las cosas imposibles que buscamos entre el dolor de saber que no podremos realizar Nadie respondió nada la música en todos los hogares. ahora adentro es igual que afuera. Vago sollozo donde se hallan Canción de primavera las raíces de esta fábula regresiva en la lluvia que amamos A Verónica Forrest-Thomson y que rueda del crepúsculo a la ventana Pan, carne, las margaritas de cartón florecerán siempre. sabiendo lo lejos que estamos de la vida de los otros. Hundo el pie en el sepulcro que fuera santiguado Noche, bendíceme por un pájaro negro con un beso en la frente. por la revelación de la sombra por el eco de mis visiones Premura me siento en absoluto silencio Refugio en las vísceras que gritan clavo mi hambre en el crujir de la noche atravesando la materia oscura. para ver morir la luz en cada esquina Atención de rodar instantáneo en cada redondel parentético que fuera una garganta y ecuánime mirada a las moscas del apego. una garganta repleta de miedo y de nombres Velorio en los pasillos de la tripulación de sangre y bilis y veneno liberando líquido sinovial. las llamo a todas, las invoco Entre los huesos suplicantes vienen como sacerdotisas dispuestas y las bendiciones de la tierra. con aullidos, con furia, con muerte Seres del aire señalando caminos de disolvencia salen del lago, traen sortilegios. de mi espíritu tenebroso, Toda la paz del mundo en el dolor de una sola flor, sin echarlo, en primavera. que por sí mismo se va. Mis margaritas de cartón han florecido de nuevo. Luz que me diste vida cuida de la necesidad de mi cuerpo padecido, despersonaliza mi opacidad mental. Que la paz interior se ancle en mi puerto, que mi sangre purifique en el hogar,

~16~ De los monólogos o aforismos José Mario Sánchez Henao

1. Hoy no hay sol, las flores sin sol estamos perdidas. Alucinación 2. No tengo voz porque no entiendo. Me hago Viniste a nacer afuera y me veo a mí moviendo la boca sin con mis palabras Sentido y no hay sonido, pienso en el péndulo antes ni siquiera tu nombre en su afán de péndulo, de movimiento, como tenía sentido. si fueran las fuerzas de la física las que lo hacen todo y hacen que todo se ejecute. Te di forma entre verbos y pronombres te parí en mis versos 3. Cuando únicamente se imagina entonces la como una madre da a luz por fin al hijo. imaginación no es el absurdo, sino el único absurdo posible. Ontología. El destino: Preñada de ti la máquina de imaginar. una palabra que tú misma fecundaste en mí te dio forma 4. Querido Dr. Faustroll, a la espiral infinita llegamos eres (tú y eres tú nombre) hace años, por llegamos me refiero a mí, nada tuvo eres una canción, sentido, pero fue el sentido de todo: el absoluto. pero en mis labios La espiral, queridísimo señor, no viene siendo más más allá que el punto que deja con desparpajo un lápiz. solo eres sirena una bella sirena 5. Si tuviese yo una nariz como esta y unos ojos como aquellos otros y no tuviese la lengua que sin una playa donde encantar. tengo o manos, no tendría entonces manera Donde cantar. alguna de reprochar, pero no debería poder cul- pár-se-me-me-e-me-eme-heme, heme aquí. Alarido

6. Lichtenberg no es nadie y usted y yo no existimos El hombre por naturaleza más allá del pobre reflejo de una sombra en la pared: es, no sé si, propenso o poseso a las heridas. sombra de una sombra y mucho menos que eso. Recordemos que nace de una herida 7. Me deliro, me desplumo. ¿Qué diría el mundo si y en el momento de nacer dios lo hubiera abandonado así? Pero el mundo nunca lastima otras heridas. dirá nada y dios lo ha abandonado hace mucho. Ya no hay redención, pero ya ninguno la necesita. Heridas grandes, pequeñas heridas. Que si nace sin ellas 8. Allí no hay nadie, me lo repito hasta el el tiempo o el destino cansancio y no importa porque no importo. a todo lo largo, ancho y profundo de su pobre existencia 9. Mi ventana es un cuadro gris y yo asisto a se las va marcando. desasistirme. Me voy a arrancar los ojos y los voy a poner en tus manos para ver cómo es que me miras Unas heridas duelen y no sangran. desde ese lado. No, te voy a arrancar los ojos y me los Otras heridas sangran y no duelen. voy a comer para ver cómo es que puedes verme. Y otras, las más visibles, las más profundas, 10. La mostaza es un pájaro, ya lo ha dicho la duquesa. no duelen, no sangran, pero están ahí.

Somos felices al evocar recuerdos, pero no porque amemos los recuerdos es porque los recuerdos lastiman las heridas.

Y nos morimos por morir y no morimos.

~17~ Antonio Acevedo Linares La última vez que a Cristo se le vio entre los hombres llevaba cinco heridas. La muerte Y era tal la humildad, tal el orgullo, que las iba mostrando sin reparo. La muerte no existe Se oye en verdad tan bella esta versión sino para el que que Francisco de Asís pidió a Dios como premio acaba de morir esas mismas heridas. Y le quedaron tan perfectas aunque a veces morimos que se le vio morir esbozando una dulcísima sonrisa. en un orgasmo en la escritura o en un olvido ¡Ah! Ya se me iba olvidar y nos amenaza a diario que al señor don Quijote se le secó el cerebro, pero no que si nos descuidamos las heridas. nos sorprende con su guadaña o sus cuervos Y tú, la conjuramos sin embargo desgraciado mendigo, con el amor la poesía o la memoria. tú que vas El hombre es un ser con las heridas puestas. destinado a la muerte pero a veces le hace trampa Perdóname que te haga una pregunta para eludir sus cenizas esparcidas quizá sea otra herida. al viento o en las rosas ¿Esta ansiedad de piel, o sus huesos bajo los cipreses. este eterno dolor, esta calvicie prematura 9 de abril

Un hombre que era y esta mi condición un pueblo muerto de insatisfecho, siempre humano. a disparos de revólver. Acaso ¿tendrán algo Un tranvía que arde que envidiar a tus heridas? entre el fuego. Un hombre arrastrado por las calles linchado por la muchedumbre enfurecida. Unas palomas que vuelan despavoridas en la

~18~ plaza de la catedral. si el amor me mató una vez ahora ya no tengo alma que Un hombre que creará pueda morir dos veces un mítico pueblo imaginario la noche desnuda como mi aura vuela al dolor llamado Macondo tantas veces amé que hoy ya no tengo fuerzas para su máquina de escribir llorar arde entre el fuego. renuncié al amor Un reloj que se ha detenido descubrí lo bello del dolor en una hora aciaga a mediodía. puedo contemplar mi pasado como un cofre vacío. Un hombre que años después Mátame esta noche, que tus lágrimas sean veneno en mi hará una revolución en una isla boca del Caribe camina por las clávame tus caricias, asfíxiame con la sangre que sale de calles bogotanas en ruinas. tu boca Una muchedumbre de hombres déjame sorda con tus gritos de pasión que blanden sus machetes déjame tirada en mi nada, déjame que me hunda en mi y martillos y palos precipicio y destornilladores al aire. déjame sola, déjame seguir sin el Una hilera de cadáveres dolor, déjame para siempre. que yacen frente al Cementerio Central. E imaginándome su terrible y tentador cuerpo Una lluvia que cae sobre agolpado contra el mío, ungiéndonos lentamente en la tarde sangrienta la suavidad de nuestras miradas que observan con en la larga noche atención, erotizadas, ansiosas por poseer el de un país en llamas. de la otra piel, de sus senos firmes y sus pezones pequeños, mis manos añorando juguetear en su rosa, Andrés Felipe Martínez pálida y mística vagina, permitiéndosele a los dedos entrar por la estrecha abertura tuya que conduce al Sin título paraíso. ¡Oh mujer! No juegues conmigo, hazme un mar de pasiones que muere como ola en tu abdomen. La chica se levantó de su asiento a la vez Al no tenerte mis manos bajan lentamente y comienzan que el bus se detenía en la parada. a galopar mi ansiosa existencia, me van maquinando, —Por cierto —le dije—, ¿cómo te llamas? me van arrojando más a tus brazos, a tu cuerpo, a tu —Laura, un placer… —respondió sonriendo indómita sensualidad, esa esencia perfecta donde las tímidamente mientras se alejaba. mañanas son un sinfín de festividades, mi imaginación No miró atrás ni cuando el bus reanudó su marcha. Y escapa y me veo paseando por la delineada piel que te entonces caí en cuenta de que no preguntó mi nombre. protege de la longevidad, mi lengua va dejando la marca Daphne Poe constante sobre tus poros, mis manos se pierden en el dulcísimo sabor de tu espalda, de tu grupa. Necrofilia El baby doll atrapa tú desnudez, ella desea escapar, mostrarse al otro lado, fuera de las ropas con la Me he convertido en una sombra simplicidad que apareció en el mundo: con la piel en todo mi alma es negra como el humo que sale de la boca de un su esplendor, la desnudez se convierte en un poema, demonio en palabras libidinosas, en erecciones y segregaciones la sinfonía del sin tiempo carcome mi silencio seminales, en espasmos y orgasmos femeninos, en mi nada destruye mis pensamientos gemidos, rasgaduras, salivaciones, en aferrarse a la vida he dejado marchitar las ilusiones como girasoles sin a través del otro cuerpo que se ansía, pero que no se agua toca porque las distancias nos van haciendo efímeros. he dejado mis escritos de amor al fuego he borrado tu piel de mi soledad Deja tu ventana abierta esta noche me volví tu fantasma preferido ayer deja tu ventana abierta esta noche, entraré anidé horas junto a tu nochero como Zeus cuando iba en busca de sus amantes pero ahora mudaré mi sombra al olvido, fortuitas a poseerles el alma y donarles me parezco a la luna solitaria la plenitud de sus eternos cuerpos. pálida como una momia sin alma miro la nada

~19~ Deja tu ventana abierta esta noche, entraré en porque estaba soltero y estudiaba en Lima. medio de la brisa del aire, me esconderé Después abandonó los estudios, en tus cabellos sueltos y adormilados Lima y la literatura, y jugaré a poseerte, tratando de para dedicarse a empresas entrar por esa cabeza tuya que francamente un poco posee tus más íntimos y locos difíciles en Huarmey pensamientos. (mas no imposibles) como la ¿Pensaras en mí? crianza de codornices, la venta Deja tu ventana abierta esta de pichones de gaviotas, noche, para que yo pueda pelícanos, el comercio entrar cuan ladrón el cual de alacranes y de tantas roba de tus labios, de tu otras cosas más. nariz el último suspiro que ¿Qué no hará Heber Elí por su irremediablemente será mío. pequeño Gandhy Israel y Regina? Deja tu ventana abierta esta noche, estaré esperando el Eran los años 90 y Julio Aponte momento justo de meterme a tu se paseaba por todo el país, cama y soñar contigo. En tus sueños despreocupado y a sus anchas donde soy quizás el centro o quizás la con ese parecido impresionante nada, pues por el solo hecho de dejar tu ventana a cualquier soldado extraído de las abierta estarás permitiendo que posea todo lo que huestes de Pancho Villa, las gentes no advierten porque tú lo sueñas. o a un disciplinado miliciano de Emiliano Zapata. Por ello, deja tu ventana abierta esta noche. Julio es ese morocho bigotudo que lee bien sus poemas, nacido en el inhóspito Morropón, un Carlos Alfonso Rodríguez pueblo pequeño y olvidado, perdido entre la luna de Paita y el caluroso sol de Piura. Los maravillosos años 90 Tierra caliente de campesinos recios, de hombres fuertes y bronceados, Eran los años 90 y los payasos de la bañados por las lluvias, rodeados de calle no estaban en la televisión, piajenos, mulas, algarrobos con el tiempo llegaron a la televisión, y de coposos árboles de tamarindo en donde han nacido pero ellos continuaban en la calle. los mejores escritores del Perú, y también los peores. En realidad, la calle era todo su mundo y el único Jamás pensó en llegar a ser el buen para exhibir sin misericordia y sin vendedor de libros que es hoy, impudicia sus pobrezas y miserias. pero ya había vendido primero su alma a la poesía en las mañanas Eran los años 90 y escribir fue una y por las noches al diablo en mil hechicerías verdadera bendición de Dios como todo buen brujo de la palabra. y lo mejor que me había podido ocurrir No hay, en verdad, poeta más en medio de la barbarie, enrazado y trabajador que él. de caminar dentro de apagones, túneles negros, largos sótanos Eran los años 90 y el gordo Jorge Espinosa durante las horas y los días de violencia bajo el sol Sánchez seguía en sus andanzas, y las bombas asesinas y los crímenes buscando más pleitos judiciales. Las malas escalofriantes, las torturas necrofílicas, lenguas y las buenas aseguraban los golpes y puñales del silencio, que les escribía los libretos a los cómicos los asesinatos macabros, ambulantes del Parque Universitario y las violentas desapariciones de y de la Plaza San Martín; pero ellos en las políticas del enemigo. el escenario no le hacían caso, la verdad es que ellos nunca le han hecho caso a nadie; Eran los años 90 y Heber Ocaña mostraba porque su único y verdadero sueño era sus primeros cantos y poemas. llegar un día a Trampolín a la Fama. Escribía bien, con excelente caligrafía, No se vestía como un típico bolerista de los años 60, con sus puntos y sus comas;

~20~ pero alguna vez fue el líder de la poesía Eran los años 90 y lo que más erótica como alguna vez lo definieron. deseaba era seguir leyendo, No se tiraba muchas canas al aire, pero y lo que más me hacía feliz era cantar se ganó dos años en la cana. y escribir, y pensaba y decía que lo que no se hace cuando se es joven no Eran los años 90, y Mario Vargas Llosa se vuelve hacer nunca más en la vida. perdía de modo calamitoso Y les decía a mis amigos muy en las elecciones presidenciales por su pésima junta. solemne, convencido y serio: (¡Qué perjudiciales son las malas «¡Hay que escribir como si fuese el último compañías en estos casos) día que nos queda de vida!». Y por sus asesores que no lo asesoraban Y también: «¡Hay que escribir, porque ni le recomendaban un buen curso si no servimos para escribir de relaciones humanas. Vargas Llosa tampoco servimos para vivir!». ya tenía todo en los bolsillos, pero le hicieron la gran jugada: cuervos, Así evitaremos el papelón que hacen todos alimañas y viejos lobos vestidos de cordero. aquellos que hablan de su último libro, cuando aún todavía no han escrito ni siquiera el primero. Eran los años 90 y Carlos Alfonso, por Pero, sin duda, la sentencia de mayor peso, aquellos días de vida oculta ante la cual mis condiscípulos caminaba orondo y muy fresco por las calles de Lima. asentían espontáneamente, Entonces no había muchas flores, pero se podía florear. dándome palmadas, la razón, muestras de aprecio, No había muchas piletas, pero hay quienes y el más absoluto y desinteresado respaldo, era aquel se hacían la pila en cualquier parte. ¿Si no escribimos nosotros, quién en la tierra se va a dedicar a hacer poemas? Eran los años 90, los maravillosos, los Teniendo en cuenta que los obreros no tienen tiempo. inolvidables, y Jorge Tafur, amigo, Que los obispos más se dedican a sus obispadas. promotor cultural, editor, poeta, trotamundos, Que los abogados dan incluso la vida me llevó a conocer el Norte: entera por sus tinterilladas, Chimbote, Trujillo, Huanchaco, Chiclayo, que los profesores pasan muchos Piura, Catacaos, Sullana, Tumbes. meses de vacaciones pagadas, Yo que viajaba a duras penas de Lince y más aún cuando precisamente a mí me a La Victoria, o viceversa están saliendo los versos de película en la línea 9, en la 32 y en la Cocharcas José Leal, esos omnibuses viejos, grandes Víctor Bustamante como antiguos submarinos y destartalados que se incendiaban en pleno Poema viaje, en plena pista y a toda marcha. Le mentí a todo el mundo y a mí mismo me la pasé indagando paisajes de palabras duras Yo que daba más vueltas que un pollo y de noches interminables a la brasa o una silla voladora, crucé ciego calles oscuras como laberintos alrededor de talleres de mecánica, sucios con aceras estropeadas de cartílagos con playas de estacionamiento, grifos chicas a la espera de una puta copa de nada y restaurantes con José Luis Blancas, el y allí me quise ver poeta-músico y viejo compañero. allí estaba la poesía, pero no estaba yo. Jorge Tafur se fue para siempre a Era incapaz de aprehender esos paisajes y apropiarme París y yo a todo el Sur: de esa chica que iba con su talante a otras manos ¡Cañete (San Vicente-Imperial), Chincha, o a otros personajes más creativos Pisco, Ica, Nazca, Palpa, Marcona, por eso he mentido Mollendo, Camaná, Arequipa, Moquegua, he mentido siempre en mi vida Tacna, Arica, Tarapacá! en la mañana miento ¡Qué bello y qué grande es el Sur! ¡Me y en la tarde y al caer la noche cuando el demonio me encanta el Sur! ¡El Sur de América! clava sus agujas hipodérmicas también me miento y le miento a ellos

~21~ no he sido capaz de escribir algo donde me rebele y un cuarto anónimo de hotel, revele esos demonios que me persiguen todos los días. serán apenas una resignación en qué calle se habrá perdido tu nombre También el verano espigará otros colores en que silencio se habrá ahogado tu risa

También el verano espigará con el verano regresan los otros tempestades del rojo al violeta, colores perdidos en el azul arcoíris sangriento, y aceros de olvido en la tela del cielo, y todo aparece más claro y más fresco mientras el sol pero también quema mis pasos levantará oleadas de polvo en esta calle de esta tarde de noviembre y luego será la transparencia y el color de y apenas tu ausencia es ese mismo lugar de los silencios plata de un espejismo de paredes donde habrá otros silencios de otras cartografías allá, que son los salmos rojos con la muerte en la próxima esquina que acecha sobre mi hombro. cuando alguien cruza, calle de Chirico. Poema en el Bolero Bar No vayas ahí a esa misma calle que son los días de tu vida Este domingo me acompaña un a la espera de nada tango y una botella de licor, porque nadie vendrá mi combustible, con la terca melodía de un cuerpo tibio cuando subí caminando desde Bolero tomado Bar por la calle Colombia, asaltado Medellín en esas pocas cuadras se cobijaba saqueado solitaria en esta noche de julio una noche ante un tango que a lo mejor delibera el licor me ha calmado un poco, que algo, pero ahora en la noche regresa con un reclamo en apenas un instante, en su brevedad lo expresa todo, con una queja que no sé de dónde proviene. pero solo es la brevedad de la tarde. Este domingo tengo en este horizonte que es la pantalla del computador como una blanca mortaja ¿En qué calle te perderás? de certezas, un palimpsesto, las palabras que salen ¿En qué espejo ocultarás tu rostro? cuando los vientos del dulce fracaso me acompañan ¿Mientras las tempestades calcinan tus palabras? para saber que absolutamente nada vale la pena. Mis licores se acumulan o se volverán papel picado Pero ahí estará el verano desangrado en otros colores las palabras se amontonan como cenizas en crepúsculos como batallas que desde una acera,

~22~ y, sobre todo, cuando son palabras como Pretende tu voz en las pianolas, quejas, aniquilación, fracaso. imita tus dedos de uñas devoradas Eso no es poesía son lamentos de un hombre en los focos fundidos, que solo mira en la ventana de su pc definitivamente mujeres que nunca conocerá y se masturbará mi alma y esta ciudad amarga, con sus palabras como un desahogo. jamás darán contigo Este domingo tampoco nadie vendrá así como nunca tendrá derecho a esperar Gabriel Rendón que es la simple certeza de verse ahí frente a la pantalla blanca escribiendo palabras para él mismo Lección innecesaria de aracnología para desahogarse de este tiempo en que Mi muy estimada araña: nada es en el horizonte Bien sé que eres animal del orden de los arácnidos, de la cuando a medida que avanza la noche de domingo especie de los artrópodos, de la clase de los arácnidos. solo escucha al tableteo de sus pasos También sé que cuentas con ocho patas que llevan a la desolación. ambulatorias; que en tu cabeza posees quelíceros, Alfonso Hugo Diez glándulas venenosas y órganos reproductores. En la enciclopedia dice que mides desde menos de Poema uno hasta nueve centímetros y que tu cuerpo está compuesto por un cefalotorx anterior o prosota Cuando se tiene una hija, y un abdomen posterior u opistosoma, separados a uno se le ennoblecen las mujeres, ambos por un pedicelo que te da flexibilidad. el aire se limpia, se perfuma, Posees, además, cuatro pares de ojos y dos el mundo se fortalece y feminiza, pedipalpos que al macho sirven para copular. se armoniza, agranda y clarifica; Tienes una pariente que vive dentro del agua, portando uno quisiera recoger consigo una burbuja de aire para respirar, otra que caza de la calle las basuras, al acecho y no teje la red, otra que se desplaza a saltos. pintar todas las casas, Eres de los pocos animales que realizan quitarles a los códigos su digestión fuera del cuerpo. las frases más oscuras Admiro tu capacidad para fabricar tu propia casa, y colocar semáforos de luces con fina seda producida por ti misma, que a la intermitentes y amarillas vez es el medio para procurar tu alimento. solo para evitar que las llantas amarguen Tus posibilidades de adaptación y supervivencia son el lento trasegar de las hormigas. asombrosas, en eso podrías competir con la cucaracha Las flores duran más en el florero, que siempre se lleva los méritos en ese asunto. es más leve el trabajo y la fatiga, De hecho, habitas, literalmente, todos los rincones se justifica la torpeza del viejo, de este planeta desgraciado, no precisamente el bullicio del niño, lo urgente de la ortiga porque tú lo habites, sino porque yo lo hago. y hay que poner más copas en la mesa Queriendo interpretar tu condición te he porque hasta Dios nos cae de sorpresa. llamado, araña lobo, viuda negra, reclusa parda, tarántula, entre otros nombres que solo se te Esta ciudad y mi alma acercan, pero que de ningún modo te definen. Como esta no es una clase de aracnología, y Esta ciudad y mi alma tú eres la menos interesada en ello, te diré que te han cobrado cariño, eres un animal asombroso, que estás en la lista y ella, como una bruja tonta, de los que el hombre con su vanidad ha osado intenta repetirte. imitar, a pesar de tu mala reputación. Teje en los recónditos rincones Eres portentosa, derrochas solvencia y autonomía. cíngulos de telarañas, El poeta x-504 afirma que todo lo pensando en tus cabellos; hecho por Dios es surrealista. cuaja luz de rescate Yo creo que tú eres de lo más surrealista que existe. para copiar tus ojos Dudo que cuando Dios te concibió estaba en sus cabales. en las farolas de los nocturnos Basta con mirar tu insólita figura posada sobre y postrimeros colectivos. tan simétrica y fina red para comprobarlo.

~23~ Le diste tu nombre a un poblado en Minas La locura Gerais y a otro en Nuevo León. Tu cacofónico nombre se ha inmiscuido en mi lenguaje: Me ha visitado la locura araña, arañada, arañador, arañamiento, arañar y sus su cántiga traviesa conjugaciones, arañazo, arañuela (o prostituta), arañero, se hace cómplice de mis noches arañil, araño, arañón, arañuelo (nombre de vegetal). tumefactas. Eres la mujer araña, «La Creadora», en la mitología Quiere volverme creador de los primitivos habitantes norteamericanos. sus ojos alucinados escudriñan Eres Aracne, la hábil tejedora entre mis ámbitos. los primigenios griegos. Saltimbanqui del delirio Eres un pulpo de la tierra o un calamar. despliega su numen Merecerías que Whitman te incluyera dentro de las el voluble parloteo por el deseo obras maestras de Dios, como lo hizo con el sapo. inasible. Mi muy estimada araña: De pronto su cordura un guiño No quiero extenderme demasiado con mis de los sueños halagos de los que, además, no precisas. no me reprocha mi quietud, Solo quería decirte todo lo que te admiro y te valoro. mas discurre incitante Pero has llenado de telarañas el techo de mi casa, como provocación y aquí voy con mi escoba, y soy implacable. de la alegría. Que conste que te lo advertí. A veces me dejo seducir Medellín, 2003. y creo mundos. Carlos Delgado Diana Isabel Pizarro

Sobreviviente Scarlett O´hara Ante el edificio de seguridad, Soy la irlandesa verde oliva, pasado el ataque nuclear, ama y señora de Tara, beldad entre beldades, saltó la cucaracha. prostituta del viento Pataleaba feliz y soberana absoluta del polvo de ladrillo. y de espaldas al mundo inhabitado, Soy la última sobreviviente de los campos, oteaba el infinito. el último caballo alado que resistió el cataclismo. Soy la asesina del yanqui que menea los aretes Horror interminable al son de los cañones. Como era en el principio ahora y siempre La niña de lo hoyuelos que naufraga en su corsé la guerra interminable y tiende los brazos a hombres de papel. el horror que imponen los guerreros Soy la guerrera solitaria saqueadora de ilusiones, el odio fratricida. el espectro de ojos esmeralda Diríase voluntad de dioses que añora a su madre para claudicar de su reinado. o cosa del destino Soy la viuda rapaz, la madre de hielo, mas no hay designio irremediable la labradora del tiempo, la mujer sin edad. nadie lleva sus marcas Soy el impávido reloj de arena ni hay dioses que lo impongan. por el que pasan las horas sin dejar alguna huella. ¿Qué será entonces esta repetición Soy la mujer que le construyó al amor un trajecito infinita del horror y amó el trajecito sin desnudar el amor. si no son ciertos los dioses Yo soy Scarlett O’Hara, ni el destino? conduciendo con una sola mano el carruaje del destino Solo es el asedio natural después de sepultar mi espada, mi escudo y mi bandera. de lo animal humano Soy el ponzoñoso néctar, la oruga hecha mariposa desbordado en instinto y en odio y me he quedado sola… pero no importa, por los siglos de los siglos. ya pensaré en eso mañana, cuando pueda soportarlo.

~24~ Las dos fieras que soy Una gata sobreviviente de hogueras medievales, Es temporada de tormentas. aprendiz de hechicera Dentro de mí y encarnación del milagro femenino. habitan dos seres Una felina ágil y fecunda de naturalezas disonantes. esperando a la muerte Una de ellas es una gata de ciudad en un recodo oscuro que camina en tacones ente los edificios. para sorprenderla en un zarpazo. Una minina de pelaje cepillado A veces la gata citadina muerde planeando eruditas cacerías el mundo con cubiertos en los libros de una biblioteca mientras la gata incivil o emboscadas de papel a plena luz. se relame los bigotes Una gata políticamente silenciosa de carmesí caliente. y socialmente doméstica, La minina urbana que soy en ocasiones entrenada para no huir tiene buena ortografía de su buhardilla clase media. y escribe versos rosa. Una minina estéril La felina arisca que otros días puedo ser que no araña las paredes exorciza sus demonios que toma leche tibia en poemas descarnados. y come atún en lata. Una gata huele a Chanel; Una gata dócil que duerme la otra, a sudor de danza bajo la lluvia. en sofá de tafetán Una felina es Eros; la otra, Tánatos. a la espera de la llegada de la muerte Una está hecha de tierra, la otra de viento. en su rutina somnolienta. Una habita el hemisferio izquierdo de mis sesos. La otra creatura es una felina en celo La otra el lado derecho del musculo cardiaco. que se escabulle por los callejones A veces las dos gatas que me viven y maúlla a la luna sobre los tejados. se cruzan por accidente Una gata carnívora engullendo su presa y hacen brotar las chispas. cazada en la penumbra Cada gata deseando apoderarse con garras afiladas de los dominios de la otra. como una pluma de escribano. Cada gata territorial Una felina negra con ojos de miel y fuego queriendo ser mi único yo. que no pertenece a ningún lugar En temporada de tormentas, y, sin embargo, cuando las gatas que soy vigila insomne todas las latitudes. se hacen un ovillo

~25~ y ruedan por el frio pasadizo en esos pequeños momentos, que comunica mi alma y mi cerebro, me hicieron sentir vulnerada logro, por alquímicos instantes, y por fragmentos de sagrados lo único que deseaba por segundo inmortales, con demasiadas ansias, ser una mujer completa. era salir corriendo, gritar mi ira y mi desesperación, Poemas asesinos por volver a dejar mi armadura en casa Deseo de regreso mis poemas. y no defenderme ante aquella batalla, Los quiero de vuelta en su lugar, en la cual salí perdida. sin moretones, sin forcejeos, sin jirones de tu piel entre los versos. No sabe ella Los quiero sin tu saliva azucarada, sin tu humedad, libres de tus dedos, Es triste chocar simplemente nuestras miradas, purificados de tu sabia salada y ponzoñosa. seguir derecho como si no supiéramos una de la otra. Quiero mis poemas de regreso, Como si fuéramos unas desconocidas que se han visto, de nuevo entre mi vientre y sin gemidos, pero no han compartido nada. los quiero sin tu aliento y sin memoria, No sabe ella cómo la he echado de menos, desnudos de tu lengua y sin aroma. cómo extraño sus abrazos, su sonrisa Los quiero de nuevo con sabor a tequila, que cada vez desnudaba con el sonido mudo de mi infierno, cuando me miraba, sus palabras, y, sobre oscuros y asesinos. todo esos suspiros que trataba de esconder Los ansío danzando entre mis pulsaciones, cada vez que se le salía uno. convulsionando, rescatados de tu paz y perturbados. No sabe ella cuánto la extraño, cuánto deseo Envíamelos para que no te persigan, poder volver a tenerla como antes. redímete de mi sombra taciturna, Pero ahora es absurdo, porque, aunque las dos evitando que su borrasca te sacuda, queramos estar, nos llenamos de orgullo que te torturen con su fuego. y simplemente no admitimos que nos extrañamos Devuélvemelos por tu bien, más de lo que las dos pensábamos extrañar. no vaya a ser que te devoren, no sea que te sorban la sangre y me la ofrezcan Fernando García Cuencar para que la beba mezclada con mi llanto, la noche en que apuñale tu fantasma. Cuatro minutos de un día Katerín Valderrama 1. La vida en su trono sentada anhelando la errancia, pero enterrando sus raíces. Noche de insomnio 2. La redondez de tu carne que me sedienta la vida, Así fingí estar todo el tiempo, tu llama de juventud, mi amor al goce. porque cargaba con de lo que había hecho. En medio de la guerra te canto una canción Llorar, derramar un mar de lágrimas en frente de él, y te sonrío; hermana mariposa erótica me harían ver como la víctima que algunas veces fui, alando esta poca de risa, hoy pero que nunca quise que él supiera. en el aire.

Los dos nos causamos daño, 3. Trazo mano inútil nos hicimos sufrir, y, no revelo nada nuevo eso es realmente lamentable... me escondo de ser en los rincones Amamos de maneras totalmente diferente, erotizado de lluvia fumándome la tarde. destrozamos a nuestras emociones, y las ganas de seguir compartiendo un NOSOTROS, 4. Llama, poco a poco llaga mía, desvaneció. pócima de dolor, El dolor que era infalible refugio antiguo.

~26~ Tumulto de corazón de las miradas. que tercamente se nombra, como si apalabrar fuera ser; No estarás, como si ser, fuera apalabrar. no dirás, no habrás querido Trazo ebrio ir más allá de aquel candor Por el milagro de haber tocado tu pellejo que puebla tu sombra; dulce tosco cuerpo de una noche fuego, para la rabia de mi sed te sigo adoleciendo. no dirán las palabras todo el miedo, Para la rabia de mis años más antiguos y se irán tengo un deseo hondo látigo batalla y cuervo. deshilvanando Deshojado te digo: tus huesos, tu piel, tu aire, Estoy magullado, sombrío, paria y loco. por las hendijas de tu soledad ya milenaria; Tengo los ojos cerrados carne semejante de ciego errar, que sueña mi aliento. dictados de corazón turbiamente repetidos, Nora Rendón y una pasión contenida desbordada en belleza, Nos congratulamos con la poeta y su reconocimiento aquí y ahora, en el Concurso del Politécnico Colombiano Jaime Isaza por el milagro de haber tocado tu pellejo. Cadavid (2016). Es apenas un estímulo al excelente trabajo. No podrás, no querrás, Hoja de vida no tendrás Soy un ser para morirte luego que cree que la vida es el paso por la tierra más que el ciego corazón y la muerte un paso hacia la vida. adolescente que te enturbió Para quien la vida la amistad es un ave migrante, de tanto amar la luz que anida según le conviene.

~27~ Una luna tendiendo a separarse del planeta, Juan Rivas Carvajal pero unida a él por lazos permanentes. Para Carol Sofia Por la ventana, con cuidado, miras Soy una literatura actual, la lluvia, un alma arcaica, por si de pronto aparezco entre las gotas una filosofía de todos los tiempos, o dibujado en ese horizonte un pensamiento de siglos futuros, que forma la ausencia, una imagen creada, pero no, yo estoy en ti una protesta contra la impostura. en la otra lluvia. Esa que dibuja finamente Génesis un recuerdo en tu corazón En el principio era la nada. y tu cuaderno de niña Vino el sentimiento, que va de prisa a la escuela rural. hizo el amor: con la palabra amorosa, Canción Gatuna con la palabra violenta, Gemidos de amor con la palabra sedienta, agazapados en el techo con la palabra lacerante… de la infinita noche. y fue el poema. Una gata caliente me embruja seduce mis oídos Recuerdos en sus quejas, gime de amor Hubo un pasado y rojos demonios parecen en el que los pies de mi abuelo saltar entre las tejas. dejaron su huella sobre la tierra. Los hombres como los gatos Ayer hacemos el amor los cascos del caballo de mi padre para matar soledades. rasguñaron el camino de piedra al cabalgar sobre él. Poema de poeta joven y poema de poeta solo Hoy Toma 1 las llantas de mi automóvil Si mi poema requiere ruedan por el asfalto un sol brillante sin dejar rastro… y una chica que camine desnuda, encontraré bellas playas en Brasil Epitafio o Caracas... Aquí yacen: Si es noche y lo pertinente los rayos solares, es un horizonte de luna llena: los idílicos paisajes, La luna de «Pakistán» y la mujer los agrestes paisajes, desnuda. los sórdidos paisajes, Si la imagen es bella y la mujer los sueños de los hombres, bañada de luna moja sus cabellos los cantos de los hombres, en el mar... los cuerpos de los hombres. ¿Qué le falta al poema? Aquí yace la gran obra humana, «Un epígrafe y dedicarlo a destruida alguien famoso del sexo F». por los que ya no son humanos. Voy a mi biblioteca, busco en el tarrito de los epígrafes que cuidadosamente he guardado y clasificado por autores.

Si es poema con ladrones encontraré a Genet o Miller,

~28~ pero este poema con mujer desnuda En suma es un trabajo para Sade o sus somos el punto secuaces, pero podríamos clave; llegar a violación… las niñas de los ojos Toma 2 (definitiva) frente a un espejo donde se contempla Regalo a ustedes este bello y el universo mismo, simple poema: y con nuestro «Una hermosa mujer desnuda rostro y mente, camina por una playa se ríe y piensa… cualquiera, bañada por la luz suicida o no. de la luna, y el viento Por esto entre las palmas le hace la multiplicación una canción». de espejos, William Eusse como si fueran peces. Parientes cercanos De la noche. Acaecía Van y vienen, el día Minuciosamente, sobre con asomo las melancólicas de crepúsculo hojas. en sus rostros. Relampagueó Segundo a segundo el cielo siguen y se escuchó el tic tac el trueno, del minutero que hendió de un tiempo en dos implacable que tortura, el corazón y una vida de la desprevenida de reflejos mariposa. que se mueven En mis bohemias y un pájaro diurno el alba y yo que nunca ven. sorprendíamos

~29~ con asombro V las trasnochadas La lluvia se detiene lagrimas, ahora debes estar dormida que al vernos con miedo de no saber quién eres simulaba ahora tienes más tiempo para dormir mi buena vieja. porque mis palabras no te hieren Nunca superó duerme que mi padre la lluvia se ha detenido en tu ventana. la cambiara, y se fuera VI de casa. Tu rostro cambia cuando lloras, Esa ausencia pero tus lágrimas eran otras le partió el corazón. cuando te encontré en la isla desesperada. Murió enamorada de mi viejo. VII Entre espinas Cambias como el atardecer. y arremolinadas corolas De nombre y de caricias. diminuto camino, Tus ojos miran más allá de mi sonrisa. pero tan ancho a la vez Camaleón que entre tus muslos duerme. ¿a dónde conducirá? Sueño de cristal desesperado. En aleteo de mariposas Se insinúa el vacío. Inflexiones Al poeta Rodrigo Ángel. La muerte solo es hermosa en el poema. Ricardo Ávila (México) La muerte solo es trágica a través de la palabra. El poema es una muerte hermosa. Poemas cortos La palabra es un poema agonizante. Mauricio Manco I Carta a mi madre Entro solitario bajo tu vientre estás dormida como primavera Hace poco me dijiste que yo había nacido aburrido. y pienso tus ojos como en lluvia nueva, Que pequeño me ponía a llorar sin motivo y tú me pero no es el verano lo que emerge preguntabas ¿por qué? y yo te contestaba simplemente eres tú mi palabra dormida que no sabía, que sencillamente estaba triste. el poema y las perversas caricias de Ese sentimiento poco ha cambiado. Sigo triste, un día en mil lenguajes peregrinos. sigo llorando. Por qué persiste ese sentimiento, te II preguntarás, querida madre, tengo salud, una vida por No encuentro mi nombre delante, humildemente, nada me falta. ritmo desgastado Sé que toda la vida has luchado, sacrificada por mí, por hora vegetal de mi bienestar, por mi comodidad. Sé que te has privado de palabra sin forma. conseguir cosas para ti, solo para dármelas, por tenerme contento y tranquilo. Sé que has dejado de comer solo III para que yo lo haga. No encuentro tu rostro Y es por ese sacrificio abnegado y ciego que considero porque está roto y tú, eres el único ser humano que amo. dormido camaleón, No eres inteligente, eres sumisa, conformista, noble, sueñas una isla. sincera, religiosa. IV Algunas de estas características las desprecio del resto Busco tu tarde gris de la humanidad. canción tan oscura Pero a ti te convierten en lo que eres. Esa persona a la que muerde y profana que amo y, ¿sabes por qué? Porque en ti son verdaderas tarde azul de tan azul. virtudes, cualidades; cualidades que me enseñan y a veces consternan por lo sólidas e inquebrantables.

~30~ busco? Busco sentirme tranquilo con mis actos, busco Para mí no eres alguien falso como todos. Es más, creo no ser un ignorante más, vacío. que si no existieras me sería imposible creer que alguien No ser un humano más: indiferente, mezquino, egoísta, puede ser así de bueno con otro. Eres una de las pocas lo contradictorio es que mis propósitos a veces me razones por las que me levanto, lucho, espero, continúo hacen ser así contigo. existiendo. Y no pienses que no me duele. Pero, por favor, no me Me das fuerza, aliento. Estás del lado de la balanza de la juzgues. No estudio por una razón, no trabajo por una esperanza, del rumbo. razón, no me mantengo en casa aplastado en la cama Sin ti estaría extraviado, quizá hasta muerto. viendo televisión como idiota por una razón. No es mala. Sin embargo, aunque tú no lo creas, yo soy un mal hijo. Me gustaría que pudieras entenderme. Y a pesar de Ahora que ya no puedes trabajar, que agotaste todas las todo sé que lo más importante, que lo más te interesa es fuerzas manteniéndome, que te humillaste trabajando que esté contigo. Con hambre, con fríos, pero contigo. para burgueses explotadores por casi nada, por una Acompañando tu soledad. limosna, solo para llenar algo de comida y tener un techo Tú también acompañas la mía. Es que, aunque suene para los dos, los papeles deberían cambiar. Yo debería extraño, los dos nos parecemos mucho. O si no mira estar convertido en un ser agradecido, abnegado, que nuestras soledades, no tenemos amigos, quizá ni familia, retribuya todo lo que tú me diste. solo nos tenemos mutuamente. Pero no. No lo soy. Soy esto. Sé que desde pequeño Ojalá tuviera la suficiente fuerza de voluntad, el te ha consternado mi manera de ser. Mis decisiones suficiente amor para brindártelo todo. Sé que te absurdas. Quizá muchas veces has rogado al cielo para conformarías con poco. que yo cambie, para que me comporte como todos. Que El puto idealismo solo me ha dado problemas. Yo mismo trabaje, estudie, que no desperdicie mi vida en lo que he desperdiciado muchas oportunidades para que hago. Y sé que no lo has hecho por egoísmo, porque nuestra vida cambie. Yo mismo he buscado, persiguiendo desgraciadamente mi forma de ser, mis actos y mis a la ruina, al sufrimiento. decisiones influyen directamente en tu vida. Perdóname, ma. Y aunque sé que piensas que no hay Sino al contrario, por mi bienestar, porque mi futuro no nada que perdonar, porque me amas demasiado como llegue a ser tan desgraciado como el tuyo. para juzgar mis errores. Créeme que quisiera rescatarte Pero no te preocupes por eso, ma. Mis decisiones y de la arena movediza y hundirme yo solo. mis actos tienen un porqué parecieran llamadas por Madre, sé que has vivido duro, que has tenido sueños un absurdo impulso. Pero, por lo general, tienen un muchos de los cuales no pudiste cumplir. Quizá tuviste propósito claro. Ma, yo no busco la fortuna, el éxito una esperanza en mi semilla y también fracasó. Pero como todos. Para mí son propósitos insignificantes, créeme que también he tenido una vida dura. Con vanos. sueños incumplidos, con esperanzas fracasadas ¿A Yo busco algo más complicado, y por ende más quién culpamos de esto, entonces? Eres una víctima tan fcomplicado de obtener que la fortuna o el olivero. ¿Qué frágil, tan inocente. Todos se aprovechan de ti. Todos te

~31~ dan la espalda. Pero yo estoy aquí. Sigo aquí. Y aunque Oscar Botero Pérez no halla qué comer, ni dónde dormir, seguro estaré. Debemos, en la necesidad, alimentarnos y calentarnos Vanidad del frío con nuestra compañía. Perdóname por todos los reclamos infames e injustos Desvanecido el vaso de las falsas ilusiones que te hago por haberme traído al mundo, que seguro la vanidad, despojada en el hastío, continuarán, perdóname por derrochar en drogas el decanta postrera gota iluminada. dinero con el que podríamos comer o pagar un arriendo. La magia de los milagros inocuos destilados Perdóname por juzgarte por tu ignorancia como lo haría nos redime del caos absurdo cualquier otro imbécil insensible. y las ambiciones en cuyo engaño Y no me perdones. Nuestros actos no importan. Nos sucumbe la malicia y el esfuerzo. esperan quizá días peores, porque sabes que nada Conminados a la nada de la vida tenemos y que difícilmente yo cambiaré. recogemos la mirada justa Pero te quiero. Me dueles y desgraciadamente solo te en el momento crucial puedo brindar mi compañía. Me tendrás que soportar si —equilibrio perfecto—. me amas. Es un amor doloroso, un amor que difícilmente Juan Restrepo se transformará en materia. Come amor. Hazte un vestido con él. Alíviate con él. No esperes nada más. Mamarracho Pero madre, te aseguro que mi poesía quizá lo único material que produciré. Eres tú, son todos. Es amor Desde esos días púrpuras sufrido, parido dolorosamente. Un hijo peor que yo. en que comencé a utilizar Perdóname por ponerlo por encima de ti, esta pésima memoria de porcelana por preferir su dolor a nuestro bienestar. Si alguna no dejo de tropezarme con mamarrachos. culpable hay de lo que nos pasa es ella. Perdóname. Vivo meando fuera del tiesto Desconozco su procedencia, desconozco porque me porque los consejos no han sido elige, me conduce, me domina. Ella es la causa. Si los mejores. quieres, maldícela. Ora porque se vaya de mí. Nos haría A veces ni han llegado a ser un gran favor al hacerlo. Porque te aseguro, madre, que aunque a quién se le ocurre dar consejos si me sigue habitando estamos perdidos. Esa egoísta sobre la vida será la única que brillará y se salvará. Tú y yo solo o los métodos para sobrevivirle somos su sombra, su mierda. Me utiliza y de paso te aunque quién sabe a quién los he pedido arrastra conmigo. Madre, la subestimé, la tomé como un juego y como Pues recuerdo cuando, precisamente, ya he escrito: «Después de descubrirla, de profanarla, alguien me dijo, no hace mucho, de que se me metiera en las entrañas. Solo me queda —supongo— arrojar un lamento inútil en un orbe sin sentido». que solo hace falta saber Estamos tú y yo y la poesía. Jamás nos dará nada, madre, a quién acudiremos con nuestra pregunta pero quiérela como a mí. para saber qué tipo de respuesta Somos inocentes, madre. Lo hice si algún día. Nos es la que estamos buscando. juzgan. Mostraré todos mis papeles y serán la prueba. Todo está más allá de nuestro entendimiento. No es Luz Helena Bedoya nuestro destino, ni deber entender el porqué de lo que nos pasa. Y ¿que es la muerte? No te preocupes por nada. Estas salvada, estoy seguro. Madre, Un comienzo de un largo viaje hacia la eternidad no evitaré sufrir. Perdóname. final y principio de un mundo pleno e infinito en la inmensidad. placidez total calma y quietud, es fundirse de nuevo en la deidad suprema, fuente de toda vida. Viaje sin retorno, ni fronteras donde ya nada de este mundo de cristal importa. es volver a ser espíritu en unidad con lo divino y dejar de ser un ser humano para ser esencia perenne.

~32~ Hermanos... Me flagelan tus besos y tus caricias, no tolero tu compañía. Hermanos y a la vez tan distantes Tus palabras me impacientan y tu aliento me envenena. eran como aceite y agua se beben la vida de un solo sorbo Tus pensamientos están entre los míos cada uno a su manera repitiendo que me amas y me deseas. el uno asimétrico, perezoso y aburrido El eco de tu recuerdo me azota en mis peores pesadillas. el otro a quien los porqués Te veo al poniente porque desde el alba estuviste allí. le dieran sentido El purgatorio de tus ruidos me aturde inmutablemente. a su inefable existencia. Tan opuestos como los mismos antónimos La existencia nuestra se detiene en toda su dimensión, eran en este mundo la extensión en una espantosa conversación sin palabras. por excelencia de Caín y Abel. No te muevas, no hables, no respires, no me toques, no me beses, Sentimiento no pongas tus manos en mi cuerpo, El día agoniza y con él se va rodando sobre la piel sangrante por tu causa. un poco de mi existencia. Pero no te vayas que este dolor tuyo Pero al amanecer, despunta de nuevo la vida. me hace revivir día tras día sin sosiego. El ciclo repetitivo que, como impronta, queda en el cerebro, La ira que me provocas es felicidad. emociones y sentimientos Eres el bocado de mal sabor que hacen la diferencia en el pensamiento. luego de días enteros sin comer. Trato de huir de ti, pero los pies no me alcanzan. José Isaac Villa Tú lo sabes, no huyo de ti, huyo de mí.

Mi memorial de agravios Qué irracionalidad la tuya, buscando amor en quien no ríe. I Qué disparate el mío, Dios no ríe y aun así ama. ¿Qué sufre usted a causa de mi desamor? Somos túnel sin escapatoria y sin ingreso. La contrariedad es que espera usted por mí, sin que tengamos una cita. Lo imaginaste, estoy seguro. Inventaste nuestra historia. Qué me amas, dices. Qué sufres y que lloras. No soy otra cosa que los renglones que escribes Me descubriste a mí. y que luego borras a tu antojo. Mi desgracia es no dejarme sorprender por ti. II Pues de seguro de ti me hubiese Soy el producto de tus maniáticas quimeras, enamorado como tú de mí. y por ello no puedo escapar. A caso, cuando me dices que te vas, ¿no he llorado? Qué sufres, dices; que me amas y que lloras. Eres tú quien imagina que yo lloré. Entonces lloro. Pues más sufro yo, a causa de tu amor y mi desamor. Eres tú quien imagina que yo ría, Sufro al querer quererte sin devoción. me desespere y te piense, y yo lo hago. Sufro al desear desearte sin deseo. Inventaste que te inventara, y que en ti creyera. Yo no soy tu infierno, tú eres el mío, y el tuyo mismo. Pero no te vayas. Eres culpable de mi condena y de la tuya. No te amo, no te deseo, te odio. Delincuente eres cuando me persigues Te odio porque que no existes. en la penumbra de mis noches. Pero no te vayas. Malhechora si ambicionas brillar Ah, fui yo quien te imaginé para que me pensaras. como un sol, en la felicidad He estado condenado a la más eterna de las soledades, de mi caverna aun sin sombras y sin ruidos. y tú al más sublime estado de saciedad. Eres exitoso con las personas, No te pienso, pero sollozo la aurora que me brindaste. por eso nunca has estado solo. Temo el fin de la historia que no empezó. Cada día gozas de la cálida compañía de personas Que, como yo suplicantes, esperan por ti.

~33~ Tal vez nunca vayas a saber lo que se siente esperar Diego Despreciado por alguien que jamás ha esperado por ti. Y por ello, jamás vas a estar solo. Beso Negro A Maldo Estas letras no son un memorial de agravios, Penetrar la noche, de quejas y reclamos. esa colmena que destila Prefiero que sean oda y apología de lo que he sentido polvo de estrellas Bernel López entre los astros gemelos. (Vía Láctea persiguiendo Verdad el nido de la Osa Mayor). I Levitar en el cinturón saturnino. En aquel tamizaje de flores amarillas, No conformarse. a diez pasos largos de distancia Y coronar la noche tuerta de donde cómodamente estoy sentada, con un beso en el crepúsculo. veo un titilar Pedro Absconditus (mientras siguen cayendo flores …) un brillo ¿son los ojos de un sapo? Sin título ¿De una rana? Moríamos con la noche Atravieso frente a mí, esos diez pasos de distancia entre el gélido abrazo del invierno, voy al paisaje quien tiritaba era el bosque para ver de cerca el brillo, brillo engañoso nosotros, agitados, a mis ojos. A mis emociones… como la feroz corriente Es un vaso plástico, vuelto tirillas, del torrencial aguacero que titila con gotas de agua y viento, que bajaba gota a gota escuchando la naturaleza y mi existencia. por nuestros cuerpos … Siguen cayendo flores no dejábamos plantearnos amarillas la excusa del mañana del guayacán incólume y ya sé, nos fugamos del instante por mi caminar hacia lo real, para ser con dios que el engaño no dura. esa pompa de jabón ¡Si lo miras de cerca! perdida para siempre II con la brisa de la tarde. Oh, faro Moríamos con la noche la tormenta ha pasado faz oscura, señera y el sueño ha terminado moribunda del ocaso Tú la sed misericorde descansas el hambre tumultuosa se apaga tu luz la mar pudriéndose ahora el amanecer en los cielos, la sangre enciende el día huyendo de los poros, yo sigo mi viaje la misa oscura uva aguas adentro celebraba, era Baco mar adentro encarnando en un insigne con la paz de tu refugio. monje que campana ¡Haberte encontrado! tras campana anuncia ¡En plena tormenta! orgiásticos festines Brillo, temor, temblor era el día de la gracia rayos: reventando ajís, manís unos me tocan chocolatosos pezones otros me pintan efervescentes de miasma uno más me embelesa. y urgidas vulvas queriendo ser helados y labios

~34~ sabios escupiéndose bailaré con la lluvia tibia, helada, hasta nunca más y jugando con unas caracolas morirse. viviré como en medio de la nada Helena Restrepo y ya nunca sabré que estoy a solas. Un paseo por las nubes Alba Sarabia Osorio Si acaso Paseo en las calles por esta ciudad, un día te detienes a la orilla de la mañana miro el árbol verde, lo gris y las flores, te asomas desde una ventana cualquiera la gente, los perros..., siento los olores; como quien ha surcado la noche como un mar la magia está en todo, como la bondad. sin faro ni remos A veces me quejo —cosas de la edad—; solo a la luz de pocas estrellas quizás, la mirada o mi mal de amores, suficientes para trazar nuevas geografías y pronto me digo: «No es cierto, no llores; más allá de todo espacio y tiempo. dentro de lo oscuro hay luz», y es verdad. Y con eso pienso en tus negros ojos Si acaso que le dieron luz a mi noche oscura, dudaras de tu orilla en ellos me vi y adoré la vida recuerda que llevas contigo tu más cercano puerto. que a través de ti me llenó de antojos, Aprende el camino me llevó a las nubes e inició mi cura para no volver a tomarlo con tu boca dulce que besó mi herida. y llega intacta ante el primer rostro del día. Una súplica al silencio Escucha entonces tu nombre pronunciado ¿De qué vale la queja de mi amor por el horizonte si está puesta en un muro de silencios? y deja que las horas se desgajen Y no digo que tú nunca me leas una por una ni que te hagas el sordo a mis lamentos en tus manos. ni te nombro, mi vida, ¿para qué?, Ven a ser quien eres. eres viento, fantasma, ojos negros, • • • dulces labios, estrella, mar azul, Simulas la sonrisa luz oscura y, a veces, mi remedio…, sostienes la mirada ante otro que te habla vagos nombres sin norte, sin destino, mientras cruzas puentes peatonales silenciosos, igual que nuestros miedos. de recuerdos. Y callando te imploro: ¡amor, regresa!... Y ahí, me deshago de ganas por tu beso; en medio de la avenida, en las noches mi cama está vacía en medio de las gentes, reclamándome el alma de tu cuerpo. te detienes a mirar He intentado —lo juro—, amar a otros, los carros que pasan y me digo con rabia que estás muerto; en sus ires y venires mas se ríe de mí este corazón, ahí él te siente por todo el universo. al borde de esa leve altura Él y yo abarcas toda la ciudad por unos segundos en tu mirada Yo nací en lo profundo de la tierra, siendo ya otra adentro cristalina es la esencia original continúas la marcha con que fluyo, y me sueño en lo abisal, bajas el puente. el lugar donde acaban lucha y guerra. Regresas entonces Por llegar hasta él en vueltas erra a la última palabra mi camino y me sale todo mal, de quien intentaba decirte algo. mas mi dulce destino está en su sal, que disuelve la pena que me encierra. Sé que un día, disuelta y entregada al vaivén poderoso de sus olas,

~35~ Especial Jony Albino Arenas

Cuando un poeta nace... No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. Miguel Hernández.

José Mario Sánchez Henao guacharaca y vio al colibrí defender a sus hijos de pájaros depredadores. Compartió con amigos desde muy chico, porque aprendió temprano el valor de la amistad. Sufrió l día que un poeta nace, por lógica, debe ser un día necesidades como cualquier vecino, incluso más, su padre especial: el sol brilla con todo su esplendor, el mundo se los dejó, más bien temprano, Dios lo necesitaba en otro sitio. renueva. Si hay lluvia, ha de ser una lluvia refrescante, E Por ello, quizá, aprendió a trabajar, en lo que fuera, a tal punto que, muy posiblemente, nadie se percate de que con honradez, con sentido de responsabilidad y la dignidad nació un poeta. Un cantor de belleza, uno que lo ama todo, que solo la pobreza suele dar (hablo de la pobreza material que todo lo escucha y que todo lo entiende, muy posiblemente. porque en otro sentido era más rico que cualquier poeta de Esto fue, en realidad, lo que ocurrió en el año 1992 ciudad). decidió acabar con su riqueza espiritual a finales del en un hogar sencillo de agricultores, en Nechí, uno de los mes de abril, de 2017, el día treinta, para ser más exactos, municipios apartados de Antioquia, más exactamente en y, entonces, se nos adelantó a ese viaje que todos habremos Las flores, un pueblecito de pocos habitantes, sin grandes de emprender en su momento. bibliotecas y una movida cultural casi tan nula como la La suya, pues, una familia, en realidad bastante numerosa dignidad de algunos de nuestros caudillos. Dicho hogar, para nuestro tiempo: cinco hijos y una pobreza tan completa como íbamos diciendo, tuvo la presencia de un poeta, de que, de solo pensarlo, dan ganas de llorar; de llorar y volverse cuyo nombre sí puedo acordarme: Jony Albino Arenas, así poeta. lo bautizó su madre, con el consentimiento del papá. Cuando lo conocí acababa de publicar su primer Este poeta es uno que vivió, se crio y se educó libro Montaraz, de una manera casi artesanal, como suelen como uno más de los del pueblo. Jugó con tierra, cre- publicar los escritores que no cuentan con muchos recursos. ció entre pájaros y flores. Se bañó y nadó en dos grandes Trabajaba, coincidencialmente, vendiendo libros con el ríos a la vez. Escuchó, en la mañana, el canto de la

~36~ Hamaquero, y en las noches hacía de mesero. Apenas empezaba Ellas eran dos, dos guerreras, dos abismos a vivir y había escrito dos libros: Montaraz, del año 2015 y sobre un montón de huesos inútiles. Prostibulario —inédito aún—. El primero es un libro fresco, espontaneo y sin ninguna pretensión intelectual. Allí, el poeta (Día 131 del año 15, Las Flores, Nechí, Antioquia) se mueve en su entorno cotidiano, el campo, el paisaje, la naturaleza. Conoce por su nombre y características cada uno Llueve de los árboles, lugares, personas y animales de ese entorno. No pretende ir más allá, pero lo logra. Llueve De Prostibulario —ya lo habíamos anunciado en el como si fuera mayo número anterior de esta revista—, por lo pronto, diré que lejos se oye una música débil y constante en cada verso el poeta se descubre y nos deja entrever esa en la mañana las mujeres hacen café otra parte, ese mundo nocturno de una manera fina, de un conversan sobre el clima modo sutil, muy delicado. Una temática tan sórdida y que ha vuelven a ver la televisión sido tratada hasta el cansancio en nuestra musa colombiana. en los rumbones Vemos entonces como se renueva. Hay un lenguaje en él y entre la hojarasca y la lluvia una manera de tratarlo realmente distinta. Uno empieza a los niños rebuscan los mangos caídos en la noche leer acerca de su vida nocturna, que es lo que pretende, sus los aldeanos hablan con signo de muerte en sus rostros posibles amores y fortuitas aventuras. Pero le gana la fuerza toda la noche han bebido café del paisaje. Un torrente de imágenes prefiguradas en su primer han rememorado otros años libro trastoca los límites del otro poemario, y se vuelve un han vuelto al terreno seguro del pasado. canto a la naturaleza, del cual, ese mundo de juerga, es solo En la tarde una ínfima parte, un pequeño claro oscuro de la noche. llevan en hombros el ataúd con ese mal sabor de boca de que la muerte ya no es lo que solía ser. José Daniel Segura Muñoz (Día 149 del año 15 Las Flores, Nechí, Antioquia) In Memoriam Los ancianos temen morir a Jony Albino Poeta Los ancianos temen morir. hijo del agua, aire y tierra Van sujetos a la vida igual que garrapatas prendido en el fuego perdida ya la fuerza la vitalidad el ímpetu que cuelga de un árbol… no hay valor para enfrentar a la muerte. Nechí añorará tu presencia Ella los mira con asco al Alba los aparta de la vida y al atardecer. como se aparta una sanguijuela de la piel. Los ancianos en los parques son como gallinazos seniles He aquí una pequeña muestra de su libro en busca del último pedazo de carroña de la vida. (La vejez, ese acto tan ilegal). Prostibulario Mueren en sus camas cansadas incapaces de un suicidio voluntario Ellas eran dos yo era uno la vida sonríe, alegre, libre de ese montón de huesos inútiles. Ellas eran dos yo era uno Querida, tira del gatillo ahora que puedes (tirar). un hombre solo contra dos abismos qué puede un hombre solo contra dos abismos (Día 181 del año 15 Las Flores, Nechí, Antioquia) mis manos torpes toscas trémulas bajaron por la oscuridad por escabrosos terrenos Has vuelto a pasar como por dos oscuros puñales mis brazos eran dos débiles quebradizos endebles Has vuelto a pasar los suyos eran cuatro tersos fuertes blancos cuentan los niños que te vieron cuatro eran fragantes voluptuosos frágiles redondos. una mano oteante, perdida la cabeza y Ellas eran dos yo era uno otras tantas cosas de menos. un hombre solo, en una habitación solo. Los desnudos senos blancos al aire

~37~ un coro de peces a tu alrededor fue tu muerte real. oscuras alas de muerte sobre tu vientre La muerte es eso que otros nos cuentan tú avanzando hacia el mar, hacia la tarde que les ha pasado a otros. avanzando imperturbable hacia el olvido. Te ha pasado la muerte amigo. ¿Vendrán otros contigo? Quizá hoy, que no es jueves, si yo Como otrora nada supiera de tu muerte, poblaron incesantes otros tú nuestra te recordaría adusto vivaz feroz, vivo. boca, nuestra memoria. Si nada supiera de tu muerte Eres, acaso, el infausto presagio imaginaría que lees un libro de otros días vividos que abres, como yo, otra botella de vino que preparas solo y nostálgico una cena sin amigos. Entra hermano a nuestra casa Si nada supiera de tu muerte, estarías vivo. entre nuestra tierra descansa Temprano ha llegado tu muerte a coronar mi sueño. tal vez en el recodo de otro río Me duermo a la orilla de tu muerte. tu historia se repita en la piel de nuestros muertos. Despierto luego y has muerto.

(Día 148 del año 15 La Flores, Nechí, Antioquia) Poema sin título El pescador y la noche En tu nombre termina el día después de tu nombre, la noche ciega y fría. Río arriba Vamos todos los hombres de la tierra a nombrarte avanzando hacia la noche en el solo silencio de nuestra oscura boca. hacia la oscura ciénaga del desamparo rema que rema el boga Como si invocáramos un antiguo árbol olvidada la luz o las dos alas de agua del cormorán, su canoa se pierde entre el taponal decir tu nombre. tal su vida se pierde Hacer florecer la noche en la invisible red de los días. en la punta de la lanza del día Funestas pueblan las aves las ramas del manglar tender la mano tal sobre la endeble llama de una vela sus espectrales ojos para quedarnos a oscuras al final de tu nombre. carbones de sangre que arde hacen temblar el agua toda El día termina con tu nombre boga hecho de agua. hemos dicho tu nombre para que florezca la noche Si, oscura, un ave canta, tiemblas hemos dicho tu nombre para que cual si sobre la rama más endeble todos los hombres descansen la existencia se posara toda. en el solo silencio de sus oscuras bocas. Áspera mortal ansiosa mano que un pescado atrapa Es la tarde en tanto abajo, en el agua nocturna Es la tarde duermen arremolinadas las estrellas y después de una ducha rutinaria tu boca no cabe en sonrisas apenas purificada por el agua otra vez es benigna la noche ella se sienta frente al viejo caserón otra vez no eres tú quien se ahoga. estira sus largas piernas, haciendo una insinuación a la calle (Día 89 del año 16 Medellín) en la calle es quincena los hombres huyen Un amigo ha muerto ella propone un camino La muerte solo es real hasta que fugaz alguien nos dice: ha muerto H. la huida resulta torpe Antes de eso, no más que una palabra, lisa y llana. su medio —de ella— inagotable Ya habías muerto cuando lo supe, para un fin inalcanzable. pero solo al escuchar la voz amiga que me hacía partícipe de tu muerte (Día 318 del año 15 Las Flores)

~38~ Después de verte hoy, siento como si… Vamos nena, todas las puertas, ábrelas, vamos, abra las puertas. A D. de Arco Después de verte hoy, siento como En la habitación si regresara de una guerra derrotado mutilado solo En la habitación me refugio entre la música, busco un sueño ligero ella, sola, deseo escapar a la noche fría, donde se desnuda de un tirón no pudiera encontrarme él, solo, torpe tu voz de hastío, tus ojos espectrales. da patadas de ahogado Después de verte, siento que regreso de una guerra por el agua ardiente de su sangre herido mudo solo en la cama maciza burda vacía rehago en mi andar otras noches, ella imagina que llega a casa abro mis ojos a la noche abre la despensa y hace cuentas abro mis ojos al abismo oscuro del cosmos él intenta imaginar que ha huido de casa mil fogatas en la gélida noche se apagan casi lo logra un rumor de tizones a medio extinguir ruedan un ligero sollozo se lo impide. por el pozo oscuro de mi alma oscura. Después de hoy, siento que una guerra ha pasado por mí (Día 318 del año 15 Las Flores) fatigado estéril solo torpe, insisto en tu voz bravía, tu Silueta de mujer a contra luz voz de lid, tu voz de hastío Después ansío un licor que como un veneno inunde mis escasos de un orgasmo fugaz [músculos y ella se para junto al alféizar lanzar mi barca por la espesa noche a contra luz lanzar mi barca por el tempestuoso río como cualquier mujer lanzar mi barca por la espesa soledad. que espera Después de verte hoy, (sentarme en una lluvia un hijo un marido. la frontera de tu cuerpo, caminar al filo de tu boca, rondar (Día 151 del año Las Flores) por el puente de tus manos) siento como si regresara de una guerra Juan R. vacío etéreo solo. Como es sabido Abre las puertas, nena fue entre un montón de libros que hallé el suyo Abre las puertas, nena, ábrelas, todas las puertas, vamos. su poesía, gatuna nocturna prostibularia, de techos inadvertidos me perdí en ella No ves que llueve embebido en su lectura estuve horas y horas Deja que los relámpagos iluminen tu rostro blanco por un momento prófugo inasible Sal de casa, mujer de sodio luego, decepción Celebra la lluvia y la tormenta el poeta aún vivía. Los dioses paganos sí saben bailar. (Día 127 del año 15 Las Flores) Abre las puertas, nena, todas las puertas, vamos. Al alba No ves que la noche es oscura Deja que las luciérnagas guíen a la luna Al alba hasta tus manos cuando sus sudores se han secado y grita como una cierva herida queda solo la sal en sus cuerpos en mitad de la noche un vaho agridulce satura la habitación no temas a la noche un silencio pesado de peñas yo soy la noche oscura, nena, yo soy la noche. enmudece las bocas, sus actos, sus cuerpos ni el gallo rojo irrumpe con su canto en el alba

~39~ por la cuenca abscóndita de su vientre así, se caen a pedazos los árboles ella siente bajar un hilo de agua cenagoso te veo desde el recuerdo y amargo compendio de la noche inmensa mi voz es la voz del que se ha ido. afuera —él— bajo la sombra de los aleros Si ahora pusieras tu mano en mi atraviesa la aldea en penumbras pecho o tu pecho en mi mano húmedo recto brioso mano y pecho, cuánta tierra tendrían que salvar el día vuelve con su habitual algarabía. pecho y mano, extraviarían los caminos ¡qué arduo es volver del silencio! (Día 321 del año 15 Las Flores) Toma el recuerdo de mi mano Tonada para una despedida estoy lejos ahora, te veo como quien cruza un río y olvida Toma mi mano que voy de salida. voy subiendo entre los árboles Con esta mano te estoy diciendo adiós mi lengua aprende el lenguaje de la hoja. con esta mano, que tiene un dedo de silencio. (Día 100 del año 17) De retorno al árbol voy a colgar de sus ramas igual que fruto inútil Rogamos por la lluvia y las tormentas en busca de caer a sus raíces para hacerme savia ascender por su tronco hasta ser Rogamos por la lluvia y las tormentas hoja, sombra para el bosque. por un mes tempestuoso por un agosto pronto; Pon tu caricia sobre este hueso, por nubes densas y oscuras que pronto será humo, ausencia, nada, queremos que los afluentes se desborden ah, lo ignoras, pero hablas con un fantasma que nos invadan los ríos, que desaparezcan las llanuras. casi es madera la mano que tocas. Oramos por vientos fuertes que destrocen nuestras casas Me estoy yendo oramos por una lluvia he encontrado un atajo al silencio que nos haga orar por sol con pie desnudo doy ya los primeros pasos no tengas piedad de nosotros tiemblo, tengo miedo, nada sé del silencio has llover hasta nuestras cabezas. como un niño hacia los brazos de la madre. (Día 126 del año 15 Las Flores, Nechí, Antioquia) Te digo adiós con lo que aún queda de mí ••• Eventos culturales Artes plásticas Exposiciones Danza Conciertos Teatro Eventos culturales Declamación

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Calle 53 #43-36 Maracaibo con Girardot El Café Rojo, un espacio abierto a la cultura, en todas sus manifestaciones en el [email protected] centro de Medellín. Tels. (4) 2167453 (310) 8240380 Medellín-Colombia

~40~ La poesía montaraz de Jony Albino Arenas

Mauricio Hoyos Muñoz en la quebrada que pasa cerca las garzas vienen a pescar ay varias voces en la poesía de Jony Albino (Nechí, un polvillo que florece en marzo 1992-Medellín, 2017) cohabitando como heterónimos. uno que otro mosquito HTal vez con un poco más de tiempo, habría sido un serpientes amarillas solo poeta, inconfundible, o hubiera seguido multiplicándose. gurupéndolas, surtidores, maría-mulatas, gavilanes Era, por un lado, el oscuro emisario de la muerte que escribe olor a mangos de mayo el poema Me habitan cadáveres: mojarras amarillas serenatas de sapos y ranas en la noche Me habitan cadáveres tan antiguos como yo la luz lechosa de la luna en el valle Enterrados en mí tengo incontables restos solo hace falta una mujer Por largos y anchos campos oscuros capaz de soportar toda esta calma Se miran cruces oxidadas, podridas, mohosas, caídas Todo este cementerio insondable Éxtasis selvático, este Jony es independiente de los Vive en penumbra constante demás, es quizá el poeta niño, embelesado con la naturaleza, Desde árboles perpetuamente en otoño paraíso perdido. Y, a veces, cuando nadie lo observa, vuelve a Cantan pájaros agoreros. su estado salvaje. Las uñas crecen, el espinazo se encorva, los colmillos se alargan y ejerce extraños rituales en la montaña, Versos que eran síntesis de violencia, quizá por ese como ese poema titulado «II»: Le conté a un árbol sobre ti aire malsano de los pueblos mineros y cocaleros: La tierra es / sobre tu nariz, tu cicatriz/ tu mirar de esfinge./ (…) Hablo negra/ Nutrida por la azul osamenta/ De los muertos alados. O con las arañas, con las arditas./ Asesino mosquitos mientras te algunos que auguran la propia muerte: Centenares de moscas escribo./ He vuelto a dormir en el monte./ Enciendo fogatas y mariposas/ danzaran en torno a mí, huésped ya del olvido. en tu nombre. Con esa misma voz canta a los incontables navegantes Hay algo de cronista de lo cotidiano, pintando paisajes involuntarios del río, los ahogados, que a veces sin cabezas/ móviles del alma: Cuando son las tres de la tarde/ afuera a veces sin brazos/ a veces sin piernas, buscan la orilla. Pero sopla un poco de viento alisio/ desde el oeste es agosto/ los esas sombras se funden con la naturaleza y se disipan, dando retoños del bolombolo/ de un verde transparente/ brillan como paso a registros menos lúgubres. vidrios de ventanas pulcras/ dentro de las casas el calor es El otro Jony es un poeta paisajista, contando una historia casi insoportable/ bajo las sombras de los mangos/ pasan las no escrita de Nechí. Es un poeta que remite a los antiguos tardes las mujeres y los ancianos… poetas chinos que pintaban la naturaleza y al hombre con Tiene que ser extraño que este poeta llegue a la ciudad. breves pinceladas. Lo podemos confirmar con el poema Garzas Medellín no puede hacer más que precipitarlo al abismo. blancas, donde se ve la ciénaga de Granada en Nechí. Y en Estos misterios del bosque se quedan sin quien les cante. medio de la ciénaga un árbol, y en el árbol, un bosque de garzas Ese terror queda en un poema citadino: blancas, pero solo el poeta puede decir: Garza blanca divina y olímpica/ negra es la cal junto a ti. Hacía la transmutación, Adrede, aligero mis pasos al cruzar la calle el poeta es un alquimista. Es el poeta de las montañas de Tal vez una pierna en astillas las estribaciones del Nudo del Paramillo, que nacen como Duela menos, a un costado de su alma. Y de los árboles prehistóricos y de Quizá un trago de ron cianurado la ciénaga y de las quebradas que la alimentan. Decía que Queme menos la garganta endeble. escribió parte de los poemas de Montaraz en la quebrada, Camino la ciudad a oscuras a cuyos márgenes crecen esos seres de nombres misteriosos Como solo una ciudad puede caminarse que exhalan sombra. Así cantaba Jony: Me digo con más rabia que temor Que todos los árboles son negros Una fresca sombra de guaduales Tal vez rojos, al pie un arroyo Pero tampoco puedo ver el rojo, no muy lejos un guamo Ah, nada es verde ni rojo, esto no lo ven mis ojos… un zarzal frondoso un bolombolo de raíces bajo el agua Y el otro Jony es el mujeriego. Sus poemas a las mujeres, más allá pastan las vacas otra de sus obsesiones, son de gran importancia para él. papayuelas de flores amarillas Encontró el amor, pero no el amor correspondido. Era, en

~41~ cierto modo, un derrotado por el amor. Al momento de su Yo nací en una montaña. nacimiento Plutón pasaba por Escorpión. Dice su Carta Me gustan las flores que crecen lejos Astral que los nacidos en dicho encuentro son dados a lo de las manos de los Hombres esencial: el sexo y la muerte. Patentes en Jony ambos temas. Conozco la fuerza porque he pescado blanquillos. Son notables sus poemas a Ada Luz, quien lo rechazó. Cuando llueve comprendo el idioma de los mirlos. Trató de conquistarla con poesía. Inútil esfuerzo, no siempre Hallo igual placer al besar un seno funciona. Pero quedó el poema «Consideraciones sobre este que al morder un mango amor». Decía que tardó unos tres meses en escribir este Mi lascivia es insondable, crece como la hojarasca. poema, deteniéndose en las imágenes, trabajándolo. Es un Yo nací en una montaña. poema al amor desencantado, que se pudre. Pero que, sin Soy polvo que camina, que sueña, embargo, vive en su muerte. En las noches infinitos cocuyos polvo que busca el polvo. brotan de su vientre/ igual que soles fosforescentes y/ llenan Temo a los gestos de la noche el campo con su luz parpadeante,/ desde entonces los días y un Hombre no puede nada contra la noche. las noches/ se extravían. En mi pecho anida un gallinazo En la misma mujer admiraba el silencio. Es terrible el Yo soy un poco así como un árbol de gallinazos. silencio de las mujeres. Mortal, a veces. Cuántos hombres no La muerte no me teme. habrán dejado el pellejo en esos alambrados de silencio. Pero Yo nací en una montaña. como no era tiempo de morir, escribió un poema titulado Desciendo de los lobos y de los pinos «A tu silencio», en el que, nuevamente, quiso agarrar ese el mejor lugar para morir es un abismo pedazo de nada, ese abismo que es el silencio, ese vórtice el mejor lugar para morir es una mujer en las coordenadas del misterio. Y celebrarlo, amarlo y moriré en una montaña repudiarlo. Algún día otro joven dedicará este poema a una la muerte es una exageración. muchacha silenciosa: Yo nací en una montaña.

A tu silencio de montaña dormida a tus labios cerrados que nunca he besado a tu mutismo prolongado a tu gesto de ángel mudo a la palabra blanca que guarda tu boca a la esperanza loca que me hables con tus ojos y tu silencio de escasas palabras.

Hay otro poema, se llama «Ana». Ana es, tal vez, la primera y la última mujer. Es un poema para recitar a la mujer amada. Dan ganas de comenzar, como el poema: Ana, toda la mañana he pensado en ti… Y luego viene un desgarramiento. Tantas mujeres perdidas, ninguna mujer con la que se conviva lo suficiente, mujeres que pasan, dejando un vacío: las mujeres no aman a los hombres en cuyos corazones/ siempre llueve. Y en este otro: qué más ideal que morir de noche en un prostíbulo/ acuchillado en el rojo corazón (…) Montes, sexo y poesía, no pido más./ montes y sexo, no pido más./ montes, me basta con eso.

Siempre reivindicó su condición de montañero del norte. Vale la pena recitar, por último, este poema «Canción de un montañés»:

~42~ Nadaísmo & Neonadaísmo Diálogo entre Gustavo Zuluaga y Víctor Bustamante

Callum Methven es un estudiante australiano que realiza sitúa la vida errabunda y vagabunda de Porfirio. Una parte su tesis en torno a la literatura colombiana del siglo xx. muy bella que vale la pena resaltar es Porfirio desnudo en un Como parte de su trabajo Kalum propició el presente cuarto oscuro con los poemas colgados en la pared, los está diálogo en el café libro «Este lugar de la noche». corrigiendo. Poemas que él había publicado, los corregía, buscando la perfección, eso es toda una lección de vida y de literatura. Cuenta, entre muchas otras cosas, como Barba Gustavo: Estamos aquí con Víctor Bustamante, director Jacob pertenecía a un partido político y se cambiaba a otro, del Neonadaísmo. Quisiera comenzar preguntándote por El lo que le causó problemas con revistas y periódicos de los mensajero, un libro que escribió Fernando Vallejo sobre la distintos países donde estuvo. vida de Porfirio Barba Jacob y que para nosotros es todo un ¿En qué movimiento podríamos ubicar a monumento, ¿Qué es ese libro? Gustavo: Fernando Vallejo, con ese estilo tan contestatario propio de él? Víctor: para nosotros es muy importante porque es el Es que hay una cosa que vale la pena resaltar. primer libro donde se junta toda la vida de Porfirio Barba Víctor: Antioquia es la provincia más conservadora de América Latina Jacob. Primero hubo textos de J B Jaramillo Mesa que lo y entonces resulta importante Fernando Vallejo, porque a conoció y también de Rafael Arévalo Martínez, un señor pesar de que tanta influencia de Internet, de los medios, guatemalteco, El hombre que parecía un caballo, y que da más aquí se hacen procesiones. Aquí mandan los curas y desde o menos idea sobre él. Hubo también un par de crónicas de las iglesias, al igual que los políticos, quieren controlar todo. poetas del momento, pero la ventaja de este libro es que Vallejo Quizá por eso Antioquia ha dado algunos de los contestatarios va y se encuentra con un muchacho de apellido Agudelo, más importantes de Colombia: Ricardo Rendón, Luis Tejada último amante de Barba Jacob, quien le cuenta cosas y detalles y León De Greiff; de los nuevos sigue Porfirio, que estuvo acerca de su relación con él. Vallejo lo conoció en una calle tangencialmente con ellos; luego siguieron los Nadaístas; de Nicaragua, propiamente en Managua, ya muy veterano. sigue Fernando Vallejo, el Hamaquero y yo. Vallejo por muchos años estuvo buscando los rastros Algunos críticos comparan a Barba Jacob de Porfirio en Costa Rica, en El salvador, en México donde Gustavo: con Darío Lemos, dicen que son parecidos. todavía había personas que lo conocieron. Poetas como No, yo creo que no. Tienen puntos de contacto, Velarde, como Octavio Paz. Aunque a Fernando Vallejo no Víctor: pero realmente son muy distintos. Barba Jacob era un gran le gusta mucho Octavio Paz. También estuvo en Estados lector. Lemos no, nunca fue lector. Hay una anécdota muy Unidos, ya que Porfirio estuvo allá y también aquí, entrevistó bonita de Barba cuando le dijeron: ¿Usted porqué no es a Blanca de Jaramillo Mesa. Es un libro importante porque comunista, hombre?

~43~ —No, pues como se le ocurre, como vamos a acabar Víctor: ¿Usted no es el santo de nosotros, pues? con el capital, sin yo conocerlo. Hablemos primero del Nadaísmo, comienzan endilgando Lemos tumbaba a los amigos, en eso se parecían un el sistema y terminan como parte del sistema, menos Elmo poco. Pero nunca fue capaz de salir del país. Barba Jacob, y Darío. Gonzalo, J Mario y Eduardo terminan escribiendo en cambio, vino aquí de Santa Rosa, peo tuvo que afrontar en el periódico El tiempo y en los cenáculos citadinos. Yo su homosexualidad, aquí no cabía, por toda esa idiosincrasia los quiero mucho a los tres. ¿Qué ocurre con un escritor cerrada y religiosa, por eso se tuvo que ir. cuando llega allá? La parte intelectual queda desactivada. Él siempre reconoció que le gustaban los muchachos, Gustavo: Con Eduardo Escobar, que es uribista, J en los poemas está. Lemos en cambio recordaba, por ejemplo, Mario, evangélico. la droga y ya. Creo que son poetas muy distintos, que tienen Víctor: J Mario ha sido de todo: pastranista, ha sido puntos de contacto. Ambos muy buenos, aunque hay algo que de Barco, ha sido Rojas Pinillista. Entonces el desencanto dice Paz que Barba es un modernista decadente, por eso es de nosotros con el Nadaísmo es que buscaron el poder y que Vallejo no lo quiere. Octavio Paz, todo un ensayista, tal llegaron. Como va uno a criticar el poder cuando uno está ahí. vez de los más grandes, Premio Nobel, no tiene los poemas Por ejemplo, J Mario donde hable mal del sistema lo sacan de Porfirio. Es más, en ese libro cuentan que a veces hacían de El Tiempo, lo mismo pasa con Eduardo. Los beatniks, de tertulias en el apartamento de Porfirio, asistían los más los cuales los nadaístas tienen mucho, nunca persiguieron el grandes poetas mexicanos. poder. Allen Ginsberg nunca estuvo en el poder y sobrevivió. Gustavo: ¿Cuál es más importante como poeta, Porfirio Siempre fue un crítico duro del sistema, y eso lo mantuvo Barba Jacob o Darío Lemos? vital. En cambio, aquí el Nadaísmo fue devorado por el Víctor: Porfirio, es que Porfirio tiene una poesía que sistema, porque el sistema colombiano le da una bequita a trasciende. Vea les cueto solo un dato: un día hicieron una un escritor y hasta ahí llega su independencia. encuesta y la Canción de la vida profunda es el poema que Gustavo: Pero y ¿el Neonadaísmo? más se lee en el país. Porfirio es grande y trasciende porque Víctor: En el Neonadaísmo no buscamos el poder, se propuso ser escritor, eso no está en Darío Lemos, aunque hay que hablar mal del sistema, con una frase de Gonzalo tiene unos poemas muy sentidos, muy bellos, pero él no se cuando era nadaístas: «Hay que hablar mal del sistema, cultivó. no tumbarlo, sino hablar mal de todo mundo, ensuciarlo, Gustavo: ¿Podríamos decir que este es uno de los empantanarlo, hacerlo quedar mal». Esa es la parte que libros más grandes que se han escrito en el país? me gusta de Gonzalo, no la última, cuando, al igual que J Víctor: No, no es uno de los libros más grandes, pero si Mario, terminó místico. Imagínese, uno criticar la religión es el mejor de Fernando Vallejo, antes de perderse echándole para terminar pegado a ella. cantaleta a todo mundo, echando directas, indirectas y todo. Gustavo: Un místico contestatario es Bernardo Ángel. Gustavo: Ahora realicemos un paralelo entre Nadaísmo Víctor: Bernardo Ángel se mantiene vigente, vital con y Neonadaísmo. ¿Por qué son importantes? su rebeldía y su misticismo. Víctor: Ubiquémonos en Colombia 1960, un país Gustavo: ¿Qué piensas del poeta Mauricio Manco? manejado por el periódico El colombiano y por los curas. Víctor: Es un poeta muy bueno, pero hay algo que Un dato real, una semana santa en la Metropolitana ciento no me gusta y es que es muy manilargo, además, está muy veinte mil personas haciendo fila para comulgar, hacía fila pausado con la poesía. Abusa del yo, es verdad, el yo es desde la estatua de Bolívar. Medellín es una ciudad muy muy importante en la poesía, pero él ha abusado de eso. Un cerrada. Además, ¿quién no se va a aburrir, escuchando poeta debe estar siempre creando. Le falta una parte social sermones todos los días? que no tiene. Un país y una ciudad donde en semana santa no se Gustavo: ¿Cuál es la propuesta Neonadaísta? puede escuchar música, no se puede ir a cine, no se Víctor: La propuesta neonadaísta es la siguiente: retomar puede follar. Una ciudad donde la parte activa y vital de las dos o tres preceptos del Nadaísmo, sobre todo la rebeldía; personas se constriñe, entonces lo que va a pasar, es que, en la crítica, principalmente; la religión no nos importa. Es una una ciudad como esta, aparezca un movimiento contestatario rebeldía contra la misma poesía que se está escribiendo. La de estos muchachos. Otra cosa que es el colmo, en el año de poesía, como decía el mismo Darío Lemos, no son decorados, 1960 vinieron 260 curas de España, dizque para catequizar la la poesía es pasión y corazón. Una forma de desactivar la ciudad de Medellín, dando consejos, asambleas en sindicatos, poesía es con los premios, con las becas y con los festivales reuniones a las putas, en las escuelas. Entonces estos muchachos de poesía de los comunistas, de la microempresa de Rendón. desde una esquina conquistan, no solo la calle Junín con Para uno ir allá, uno tiene que ser un poeta que hable bien Maracaibo, sino que renovaron la poesía en el país. de todo: del Estado, del Estalinismo quedarse callado y no Gustavo: ¿En qué es contestatario el Neonadaísmo? hacer preguntas. Escribir sobre pajaritos, estrellitas, florecitas, ¿Yo no sé si usted me tiene a mí en el Neonadaísmo? una poesía muy suavecita.

~44~ Nosotros tenemos la palabra para criticar, pero no en la casa. Cuando estoy bravo con él la pongo boca abajo. solo criticar por criticar, sino para que el establecimiento Por qué, porque Gustavo ha sido muy lúcido y empezó con no se vuelva conservador. Entonces ¿qué pasa?, hacemos eso, yo lo seguí. Ahora la gente como Harold Alvarado sabe el Festival Alternativo, para que la poesía no sea de dos o que la poesía no es solo para profesores o académicos, no es de cuatro personas, sino varias personas, las voces libres de un espectáculo, un decorado. No, la poesía sale, la poesía quienes estén hablando, para que la gente no dependa de se escribe, la poesía es viva y, sobre todo, cuando haya una becas, ni de establecimientos como el que tenemos aquí al persona que tenga un yo valioso y sea capaz de expresarlo, frente (La U de A), sino que la palabra tenga un espíritu libre. eso es un logro muy grande. Gustavo: ¿Qué opina de Harold Alvarado Tenorio? Gustavo: Podemos concluir diciendo que el único Víctor: Harold Alvarado Tenorio es uno de los patrones gran nadaístas que dio Colombia fue Darío Lemos. del Neonadaísmo. Es tan valiente Harold, que después de ser Víctor: Claro, Darío fue capaz de asumir algo que no un poeta conservador, fue capaz de ir más allá que cualquier es capaz ningún poeta, incluido Baudelaire, a quien la mamá nadaístas. Tiene un libro maravilloso que es Ajuste de cuentas le mandaba plata porque era muy adinerada, ni Rimbaud, y poesía en la época del narcotráfico. Critica fuertemente la porque a lo último se fue a conseguir dinero a Abisinia, prensa capitalina que enaltece poetas que son emblemáticos, incluso ni Verlaine. pero son emblemáticos para ellos. Él critica todo ese teje Gustavo: Hay una posición que yo tengo, claro, esti- maneje. Cuestiona a poetas como Roca, a Faciolince, a la Casa mando mucho a X-504. Como ser humano es muy noble, pero Silva y todos los del establecimiento. A todos y cada uno les él nunca ha sido nadaístas. Yo lo veo más de la generación ha dicho lo que tiene que decirles, porque en Colombia a beatnik, aunque los Poemas de la ofensa, en esa misma línea, los poetas les da miedo criticar a sus contemporáneos, por son otra cosa, ese es un libro muy bonito. no pelear con ellos. Víctor: Él, a pesar de que fue publicista y metido en Gustavo: Siendo así, veo interesante tu propuesta ese aparato estatal, ha sido muy discreto en su vida personal. neonadaísta. Cuando lo invitaron al festival no fue y dice: «Yo con lo Víctor: Acuérdese que usted es el santo de nosotros. mínimo, con eso tengo, yo no tengo que estar pateando a Lo que pasa es que Gustavo pelea mucho conmigo, ¿Por nadie». Pero en ese sentido se es honesto. qué?, no sé porqué. Gustavo: Mario Sánchez, ¿qué piensa usted del Gustavo: Harold Alvarado es contestatario, Bernardo Neonadaísmo? Ángel es contestatario, yo soy contestatario, y tal vez ninguno Mario: Yo, la verdad no creo en el Neonadaísmo. Sin de los tres seamos neonadaísta. Pero lo que no es seguro es embargo, podría defender un poco la posición respecto a si los otros neonadaístas serán contestatarios. Jaime y al Nadaísmo. Hubo un Nadaísmo en los años sesenta Víctor: Si usted ve a Harold Dávila, por ejemplo, tiene y hoy sobrevive el movimiento en los miembros que todavía canciones muy duras, lo que pasa es que le gusta mucho quedan. El Neonadaísmo, al igual que todo lo que venga la plata. Yo tuve que enfrentar al Municipio y le hicimos después, es solo imitación. bajar toda esa propaganda con los poetas de la revolución Víctor: Ahora que decís imitación, el Nadaísmo tiene cubana, por eso me caí con ellos. Creo que la apuesta fuerte cosas de Marinette, de los beatniks, tiene cosas de los malditos, es construir algo que no esté en las universidades ni en los los surrealistas también. Y otra cosa, no me da temor decir establecimientos literarios. Es una posición muy valiosa, que uno viene da alguna parte, porque uno tiene que tener esa sola actitud ya es valiosa de por sí, Gustavo. Porque, un origen y resulta que en la literatura uno no puede decir ¿Qué hace un gestor cultural? Un gestor cultural presenta que es original, porque el único original es la tradición. un proyecto y, si le dan plata, lo realiza. Nosotros hacemos Gustavo: Finalmente, ¿cuál era la posición política esto con las uñas. del Nadaísmo y del Neonadaísmo? Si nosotros no escribimos el libro de Darío Lemos, un Víctor: La posición política del Nadaísmo era ir en profesor no lo va a escribir. Hablar de cine como lo hicimos, contra del poder establecido, que eran los liberales y los ciertos escritores lo consideran indigno. Hay que volver conservadores, aunque terminaron siendo Rojas Pinillistas, la literatura a su estado original, hay que hablar, hay que o sea, parte de lo mismo. Del Neonadaísmo podemos decir decir. Uno no puede esconder una situación determinada que no nos interesa la política, no nos interesa la izquierda con metáforas o con ese freno personal que le llaman ética o o la derecha, pero cada que hagan las cosas mal hechas hay moral. Hay que hablar, hay que decir. ¿Quién se le enfrentó que criticarlos. Además, la política es un negocio. A los al Festival de Poesía aquí? Nosotros. Primero Gustavo y políticos ni a las instituciones les interesan los manifiestos luego nosotros. Gustavo de una manera muy lúcida lo hizo y menos la poesía. inicialmente. Por ejemplo, yo tengo una foto de Gustavo

~45~ II Espero llegar a cero ceremoniosamente. Abultada la espalda como (un enano camello, Las uñas afiladas de masticar mucha hostia. He visitado los lugares que en el mundo yo creí transparentes. Abundancia de mierda gelatina en los cerebros Y muchos cristos robando mi comida. Ensuciaré los altares, porque mis ceremonias son negras Como gafas de detective polaco, Sacaré los ojos de mis fieras, amarillas en el recuerdo, Y hundiré mis dedos en esos huequecitos tristes Donde ningún explorador había llegado. ¡Alabanza¡ Grito de paz a las niñas que me amaron Y dejaron sus úlceras lacradas en mi santo semen. Me reconcilio con la vida para merecer la muerte, Y ¡festejo!, ¡festejo siempre! Cuando vestía de blanco era yo un hombre oscuro? La luz me rodeará de luz como una culebra subiendo hacia el valle de la permanencia y permaneceré y veré. III ¿Acaso es esto mi segunda infancia? ADQUIÉRALO EN LAS PRINCIPALES LIBRERÍAS DEL PAÍS: ¿He matado los demonios albinos que no pudieron ver? Pedidos: [email protected] Rodeado de pájaros y árboles van creciendo mi barba y mi hijo, Tels. 315 7922947 / 300 5663159 Solemnes y fuertes. Sólo esta vida vivir quiero. Otra fuera fornicaria o blanda. Es el momento de la meditación cuando no se medita, sólo se (ausenta. Este es mi templo, hecho de fuego y fuego. Aries en el padre, Escorpio en el hijo. Y todo ese fuego alumbrando esta El valle de la permanencia montaña, este lugar de la tierra I Nombrado Monte Frío. Qué difícil es contener un caballo Están secas las carnes de los muertos allá en las ciudades. galopero cuando se dirige hacia Sólo aquí se vive. ¡Oh zombis, permaneced Dios por pastizales verdes y calientes. dormidos trabajando en Así mi espíritu es un caballo que mi padre importó de Chile y los rascacielos! Necesita herraduras grandes. Ya vendrá la serpiente amarilla y su luz desintegrará vuestros Soy un Caballo porque algo pesa en mis Cálculos. espaldas, algo transparente ¡Dejadme escuchar ese canto de naranja! Y con ala de pájaro amarillo. Que he pasado las pruebas suficientes, el arco y la flecha del Es “El” que brota en mi presencia para Pontífice, las cárceles de neblina y cereales, los sanatorios llevarme a la «totalidad». Iluminados y felices donde he sufrido las mejores horas, Estas cadenas pesados testimonios son las mujeres que acariciaron mis manos de que mi hijo me enferma y destruí con mi cucharita de (hasta el olvido. labio, Yo soy su barco, su flecha, mis niñas olorosas a plumas de pasados dioses. Su verdugo, su amor, su problema, su conciencia exacta. El hueco está abierto para que mis alas salgan. Y seré su muerto. Las hierbas aromáticas me llenan de agua la boca, Hoy hablamos y el teléfono recuerda las palabras. Y otra hierba de humo ¡Oh fiesta, algarabía en el cosmos! ¡Su voz es un alud atómico¡ Este es mi hijo subiendo el camino con ¡Y su idea Dios¡ el cabello hasta el polvo. Y con un lazo. Darío Lemus Crónica de una entrevista fallida al poeta José Manuel Arango (I parte)

Juan Carlos Acebedo Restrepo (Medellín, 1960), periodista, historiador y ensayista. Publicó en 2008 el libro de historia: El Apetito de la Injuria: libelo, censura eclesiástica y argumentación en la prensa del Huila (1905-1922) y la recopilación de artículos y ensayos sobre el periodismo colombiano y del Huila titulada: Entre el vértigo y la memoria (2005), así como varios reportajes con autores antioqueños contemporáneos y reseñas críticas en revistas y suplementos culturales. En la actualidad se desempeña como docente de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Surcolombiana (Neiva).

uisiera contarles a los lectores de este segundo número de las aulas. Helena me llevó una mañana a conocer el de La Musa Sonámbula el modo como conocí al poeta laboratorio de televisión del programa de Comunicación Qantioqueño José Manuel Arango en 1994, gracias Social y Periodismo, donde me relacionó con Gustavo a la mediación de su entrañable amigo Gustavo Zuluaga, Zuluaga, El Hamaquero, quien estaba allí participando en El Hamaquero; y, las maneras sutiles como fuimos tejiendo la edición de un programa de televisión sobre E. Ciorán, complicidades y cercanías con el poeta y con un grupo de con el apoyo técnico del cineasta Carlos César Arbeláez, escritores y de amantes de las letras, tanto en Medellín como quien todavía no era el reconocido director de Los Colores en Copacabana, en la primera mitad de los años noventa. de la Montaña, sino un inquieto estudiante de periodismo y También, quisiera narrarles la breve historia de cómo monitor en ese laboratorio. busqué, en varias oportunidades, hacerle una entrevista al Un tiempo después me topé con El Hamaquero en la poeta Arango, y de qué manera fracasé en cada intento. Un puerta de ingreso a la Biblioteca Central de la Universidad, y año antes de su muerte, el 5 de abril de 2002, hice mi último nos sentamos a conversar en uno de los muros de piedra del intento fallido de entrevistarlo en Neiva. Hoy he llegado a la corredor. Él llevaba una docena de afiches que anunciaban certeza de que esa entrevista no era indispensable, y de que la presentación del libro Luis Tejada: una crónica para el José Manuel me había dicho todo lo que tenía que decirme cronista, del escritor antioqueño Víctor Bustamante, que, a través de su ejemplo, de sus gestos cotidianos y de sus según me contó, se haría una o dos semanas después en poemas, así como en algunos breves diálogos que sostuvimos algún auditorio de la sede central de la Universidad. El informalmente mientras participábamos de la presentación afiche reproducía una bella fotografía de Tejada, en plano de un libro o en alguna tertulia literaria, o tomándonos un medio, con su abundante pelo negro y los labios gruesos y café en Copacabana. sensuales, los cuales sostenían una pipa encendida en un gesto Luego de vivir unos años en Bogotá, en la década de desafiante. Era la misma imagen que ilustraba la portada del los ochenta, y de participar en el cubrimiento periodístico de nuevo libro, y por esos artilugios de la impresión moderna, la Asamblea Nacional Constituyente en 1991 para algunos donde en la fotografía original había blancos y grises, ahora medios alternativos y de provincia, regresé a Medellín y a se apreciaban tonos pasteles que le daban una rara vitalidad la Universidad de Antioquia con el propósito de finalizar al rostro del cronista antioqueño. la carrera de periodismo que había abandonado en 1984, Le confesé a Gustavo mi honda admiración por Luis cuando una oleada de luchas políticas y sociales en ascenso, Tejada como cronista y escritor que había surgido varios que reclamaban paz y apertura democrática, me llevó en su años atrás cuando un amigo mío, dirigente estudiantil de cresta hasta la capital del país. la Facultad de Ingeniería, me dejó como una suerte de Helena Correa, profesora de fotografía, a quien había herencia fraterna —antes de abandonar su carrera para irse conocido a finales de los setenta cuando ella dirigía la revista a las montañas a luchar por la revolución— una antología literaria Gaceta de la Universidad de Antioquia, y yo era un de crónicas de Tejada, publicada por Colcultura. Desde estudiante con apenas 19 años que intentaba hacer el duelo entonces, ese libro y su autor se habían convertido para mí por la prematura muerte de mi padre a causa de un infarto, en compañías permanentes. me brindó su apoyo eficaz para conseguir el reintegro a la Gustavo me preguntó si estaría dispuesto a colaborar Universidad en 1992, tras varios años de haberme retirado con la organización del acto de presentación del nuevo

~47~ libro de Bustamante, que había sido editado por el propio con algunos de los organizadores y de los asistentes. Allí Hamaquero. Yo acepté entusiasmado y enseguida le pregunté tertuliamos un rato Víctor Bustamante, autor del libro; Juan cómo podía vincularme. Me dijo que sacara papel y lápiz José Hoyos; el poeta y ensayista, Jaime Alberto Vélez; José para anotar algunas tareas que iba a encargarme, las cuales Manuel Arango, El Hamaquero y otras personas. incluían desde ayudar a pegar los afiches en las paredes de Observé de cerca al poeta José Manuel por primera la Universidad, hasta contribuir con la moderación del acto, vez, y me llamó la atención su obstinado silencio, solo hacer el libreto, enviar invitaciones a periodistas y medios, etc. interrumpido por breves frases pronunciadas con una voz Recuerdo que era una decena de tareas prácticas que debía grave y en un tono casi confidencial. También aprecié el modo realizar en pocos días, sin recibir por ello ningún estímulo como aspiraba el humo de un cigarrillo Pielroja, sus grandes económico. Nos despedimos esa tarde y yo me fui contento orejas que sostenían unos lentes también grandes, detrás de poderme unir a esta iniciativa y de acercarme también de los cuales se adivinaba una mirada intensa, algo irónica, a la intensa y estimulante movida cultural que lideraba El como juguetona y al mismo tiempo dulce, sin amargura. Hamaquero con un grupo de escritores y de jóvenes voluntarios. Allí tomamos un café, quizá algunos tomaron una copa de Una de las cosas que más me motivaba, además de mi amor aguardiente, y se conversó relajadamente. Yo no recuerdo por Tejada, era que mi profesor de periodismo narrativo, haber aportado mayor cosa al diálogo, emocionado como Juan José Hoyos, a quien admiraba mucho, iba a hacer la estaba por la oportunidad de compartir ese momento con presentación del libro. personas a quienes admiraba como escritores. El acto de presentación del libro de Bustamante se realizó sin contratiempos y con buena concurrencia de público, Copacabana en uno de los amplios salones del bloque 12, dispuestos en Luego de participar en el acto de presentación del forma de anfiteatro, con sillas que se iban descolgando en libro sobre Tejada, El Hamaquero me propuso acompañarlo escalera desde la puerta de acceso al auditorio hasta la parte en varios proyectos culturales que venía adelantando en baja donde estaban las pizarras y se situaban los profesores. Copacabana, el municipio donde residía desde años atrás. Entre los asistentes, confundidos con el resto del público, Durante varios meses en 1994 y 1995, tomé cada viernes estaban la profesora de periodismo Maryluz Vallejo, quien en la tarde un bus intermunicipal para desplazarme a este hacía poco se había vinculado como docente de planta del municipio situado al norte del Valle de Aburrá, pasaba la Programa de Comunicación Social y Periodismo, tras un noche en la modesta casa de un sobrino de Gustavo —quien periodo de estudios de Doctorado en la Universidad de vivía con sus hermanos y algunos sobrinos en la misma Navarra, y el poeta José Manuel Arango, a quien esa tarde cuadra—, y en la mañana del sábado coordinaba un taller conocí por primera vez. sobre periodismo juvenil con cerca de quince jóvenes de Cuando finalizó el acto de presentación, alguien propuso ambos sexos, residentes en Copacabana. El propósito de los que nos desplazáramos a la Cafetería Villamil, situada en la talleres era realizar una inducción al periodismo y escribir calle Barranquilla frente a la puerta de ingreso principal a y editar con ellos un periódico que se denominó Media la Universidad, para tomarnos algo y seguir conversando Humanidad, y del cual salieron dos ejemplares, así como apoyar la realización de un programa semanal de radio en la Emisora Cultural de Copacabana. También, Gustavo me pidió que hiciera las veces de gerente de la Revista Imago, buscando el modo de recolectar fondos para garantizar la publicación de la revista literaria que había fundado y dirigido, con el auspicio de la Casa de la Cultura del Municipio, y en la que José Manuel actuaba como una suerte de asesor y colaboraba en la labor de selección y edición de los textos. Se estaba preparando en esos días la edición número 14 de Imago, que resultó ser la última que se publicó, una prueba elocuente del fracaso de mi labor como flamante gerente de la revista. Unos años atrás, el poeta Arango había adquirido un lote en una zona campestre de Copacabana y había construido allí una hermosa casa, con amplios jardines y un pequeño cultivo de maíz. Esta circunstancia y en especial su complicidad de varios años con El Hamaquero, a quien a menudo lo presentaba como su «asesor espiritual», explican el interés y la relación del poeta con las actividades literarias en el municipio de Copacabana y con la revista Imago.

~48~ El reportaje sobre Equis le sobraban. Me alegró mucho y me sentí honrado de que Entre tanto, yo había escrito un reportaje con el escritor José Manuel hubiera leído el texto y lo hubiera aprobado antioqueño Luis Fernando Macías, y por sugerencia de este lo para ser publicado en Imago. Y, por supuesto, acepté todas envié al director del Suplemento literario de El Colombiano, sus correcciones y ajustes (que mejoraron el texto, en especial quien lo publicó un domingo de 1994. Me animé entonces a por la vía de la supresión de algunos apartes). escribir otros reportajes con escritores antioqueños contem- Un tiempo después José Manuel me narró, emocionado, poráneos, y escogí a Jaime Jaramillo Escobar, conocido como que con el poeta Elkin Restrepo habían hecho una visita a X -504, para el siguiente reportaje. Le pregunté a Macías, Equis en su apartamento de Belén, que este se había ausentado quien lo conocía, cuál sería la mejor manera de acercarme a un momento y luego había regresado en calzoncillos, con Equis, teniendo en cuenta que era proverbial su renuencia a un arco, una flecha y un tocado de plumas en su cabeza, conceder entrevistas, al punto de que le había negado una a y les había narrado de nuevo la historia de la curación de su amigo Gonzalo Arango, fundador del Nadaísmo, cuando los trastornos mentales de Angelita por parte de Gonzalo este escribía para la revista Cromos en los años setenta. Arango, para lo cual el fundador del Nadaísmo solo le había Macías me aconsejó inscribirme en el taller de poesía que el aplicado dosis suficientes de amor y ningún medicamento. poeta Jaramillo Escobar coordinaba los jueves y sábados en Ese relato lo había conocido por primera vez José Manuel la Biblioteca Público Piloto de Medellín, como un asistente cuando leyó y editó mi reportaje sobre Equis. más y sin mencionarle mi propósito de escribir el reportaje. (Continuará). Su consejo me pareció sensato y procedí a matricularme en el taller de los jueves en la tarde, provisto de un cuaderno especial y de un lapicero para tomar notas de los avatares del taller y de mis observaciones, con el fin de alimentar lo que iba a ser mi futuro reportaje. Así nutrí durante varios meses una suerte de diario del taller de poesía, que se enriqueció con algunas visitas al apartamento del poeta en el barrio Belén, por el sector de La Mota, las cuales se dieron en forma más o menos espontánea cuando Rodrigo, un pequeño empresario que asistía al Taller de poesía y que al finalizar transportaba al poeta hasta su residencia en un jeep blanco, me ofreció que los acompañara en esos itinerarios, pues yo vivía en el sector de Belén La Palma y mi casa quedaba en la ruta que seguía Rodrigo por la carrera ochenta, después de dejar a Equis en su vivienda. El poeta a menudo nos invitaba a seguir a su apartamento para tomar un café y conversar un rato. Cuando le conté a El Hamaquero que yo estaba pre- parando ese reportaje con Jaramillo Escobar, se empeñó en que debía salir publicado en la edición de Imago que estaba preparando. Como yo me demoraba en escribirlo, me dijo que fuéramos a su modesta casita campesina arrendada en Guarne, un municipio del oriente antioqueño, muy cercano a Medellín, y que me quedara allí los días que fueran necesarios para terminar de escribir ese reportaje. Mis notas digitadas en computador durante el taller de poesía de Equis sumaban unas sesenta páginas, y yo debía darle forma al reportaje sin exceder las veinte páginas. Al cabo de tres días le entregué al Hamaquero el reportaje titulado, como es obvio: Diario de un taller de poesía con Jaime Jaramillo Escobar. Me sorprendió cuando una semana después Gustavo me lo devolvió con algunas correcciones de José Manuel Arango. El Hamaquero me dijo que a José Manuel le había gustado el texto, que se había reído mucho con algunas anécdotas que allí recupero de lo dicho por Equis en el taller, y que me sugería suprimir unas partes que

~49~ Autores invitados al Festival Alternativo de Poesía de Medellín,2017, incluidos en esta revista

Martha Quiñónez Helena Restrepo Paula Andrea Guarín Jorge Daniel Bejarano (Bogotá) Sebastián López Zapata Robinson Alexander Paniagua Serna Jhony Gallego (Mandrágora) Jahn Andrey Penagos Andrés Armando Calle Muñoz Ana Lucia Valencia Bedoya Hamilton A. Suárez B. Miguel Ángel Uribe Johana Piedrahita Jaramillo José Daniel Segura Muñoz Sebastián López Zapata Juan David López Hannah Escobar José Mario Sánchez Henao Antonio Acevedo Linares Andrés Felipe Martínez Daphne Poe Carlos Alfonso Rodríguez Víctor Bustamante Alfonso Hugo Diez Gabriel Rendón Carlos Delgado Diana Isabel Pizarro Katerín Valderrama Fernando García Cuencar Nora Rendón Juan Rivas Carvajal William Eusse Ricardo Ávila (México) Mauricio Manco Oscar Botero Pérez Juan Restrepo Luz Helena Bedoya José Isaac Villa Bernel López Diego Despreciado Pedro Absconditus Alba Sarabia Osorio