La preparación psicológica del bombero y otros miembros de grupos de rescate. Su aceptación al estrés y los primeros auxilios psicológicos a las víctimas

DAVID ROTGER LLINÁS INTRODUCCIÓN Psicólogo. Sargento del Cuerpo de Bomberos (Palma de Mallorca) Hace años un grupo de bomberos vivimos un rescate dramático. Durante treinta horas trabajamos en el interior SUMARIO de un pozo muy inestable, con un gra- ve peligro de derrumbe, que de produ- En las academias de bomberos, policías, sanitarios, etc., se concede cirse habría acabado con todos los una gran importancia a la formación técnica del nuevo personal. En algu- que en ese momento estaban abajo. nos casos se incluyen unas pocas horas de psicología, en su mayor par- La víctima estaba enterrada bajo 13 te con contenidos teóricos, que distan mucho de preparar a los aspiran- metros de rocas y suplicaba que la sa- tes para hacer frente a determinadas situaciones de fuerte tensión o cáramos cuanto antes; finalmente mu- carga emocional. rió. Los bomberos que intervinimos no En este artículo se propone la inclusión, tanto en la formación básica estabamos preparados para algo así: como en el entrenamiento habitual de bomberos y otros colectivos de res- la presión social en el exterior del po- cate, de una verdadera preparación psicológica, que dividimos en dos zo era explosiva (familiares y amigos grandes áreas: en primer lugar, técnicas de adaptación al estrés, con la de la víctima rodeaban y penetra- finalidad de que el rescatador adquiera unas buenas estrategias de afron- ban en la zona de trabajo); algún bom- tamiento; en segundo, pero no menos importante, los primeros auxilios bero se despistó y desertó del lugar. psicológicos a las víctimas, pues no debemos olvidar que trabajamos Después del desastre, todos, de una principalmente para su protección y bienestar. forma u otra, tuvimos que sufrir un pe- ríodo de baja moral, depresión, bajada Palabras clave: Entrenamiento, preparación psicológica, adaptación al estrés. de autoestima, etc. Los que interve-

MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 23 nimos sabemos que aquella persona tado de pánico, se lanzó al vacío des- no merecía morir así. Desconocemos de el primer piso y con el equipo de cómo nos afectó, porque no se realizó respiración a la espalda. Los que es- ningún estudio de las consecuencias Los miembros de los equipos tuvieron allí piensan que lo fácil es del estrés vivido por el personal. Un de rescate tienen más que se hubiera matado al caer o, al bombero, tras varias aproximaciones posibilidades de hacer frente a menos, lesionado gravemente. Tuvo (iba sacando el tema, hasta que deci- experiencias muy suerte y sólo sufrió heridas de poca dió hablar), me confesó (por aquel en- perturbadoras que la mayoría consideración. tonces yo era estudiante de psicolo- de las personas, pero eso no Pasado el siniestro, y una vez que gía) que durante los períodos de significa que tenga más hubieron regresado al Parque, el vo- descanso, cuando otros grupos esta- predisposición para desarrollar luntario dejó la guardia. Pocos días ban trabajando en el interior, deseaba un estrés postraumático; de después, entregó su equipo personal secretamente que el techo cediera en hecho, si las cosas se hacen y se dio de baja en el Servicio. esos momentos para que no le tocara como cabe esperar, ocurre lo En el incendio de otro inmueble, en a él. Naturalmente, su autoestima es- contrario. otra ciudad y con la asistencia de otro taba por los suelos, se sentía despre- Servicio Contraincendios, se produjo ciable y quería saber si a otros les ha- una situación dramática: una niña de bía ocurrido lo mismo. El hecho es unos doce años, que intentaba esca- que en momentos así, bordeando el par del fuego, estaba sobre el tende- pánico, el instinto primario de supervi- dero de ropa a varios pisos de altura. vencia funciona intensamente, con Un bombero profesional, con años de más fuerza que la capacidad de razo- experiencia, se estaba preparando nar. Cuando el peligro ha pasado se para bajar a rescatarla, para lo cual invierte la situación; la conducta ins- había atado una cuerda por la cual tintiva desaparece y se puede analizar descendería rapelando. Con la ten- había enfrentado nunca a una situa- sión del momento no se conectó ade- la situación y lo que ha ocurrido con ción como aquella (temperatura eleva- más calma. cuadamente el descensor y se preci- da, baja visibilidad y el estrés que pitó al suelo, quedando gravemente ¿Puede un rescatador con poco en- conlleva un incendio real). Habiendo herido. La chiquilla cosiguió escapar trenamiento y poca experiencia en- accedido al primer piso, tras cruzar bajando ella sola por la cuerda que frentarse a algo así sin consecuen- varias habitaciones inundadas de hu- habían colocado los bomberos, co- cias? No. mo, el voluntario se quedó paralizado, rriendo un grave peligro. Aproximadamente en 1990, un de- le dijo al compañero que se estaba Varios meses después tuve la opor- terminado Parque con poco personal quemando y que no podía continuar ni tunidad de conocer a este bombero en (la mayoría eran bomberos voluntarios se sentía capaz de volver atrás. El un congreso. Me pareció una persona recién incorporados) tuvo que acudir a bombero profesional lo introdujo en entrañable y me explicó cómo había un incendio en el primer piso de un in- una habitación con una ventana que sucedido el accidente y que le queda- mueble. El incendio no era excesiva- daba al exterior y le dijo que no se mo- ban secuelas en un codo. En el trans- mente dificultoso, y dos bomberos, viera, que iba a colocar la autoescala curso del congreso se le rindió un ho- uno de los cuales era un voluntario, para poder evacuarlo por esa venta- menaje, con entrega de una placa. accedieron al interior para iniciar la na. Cuando éste salía del inmueble, el Espero que me perdone, y desde es- extinción. El bombero voluntario no se voluntario, que había caído en un es- tas páginas le mando un afectuoso abrazo (probablemente no me recuer- de), pero aún hoy no entiendo el por- qué del homenaje. Seguramente hay muchísimas más anécdotas como éstas. Creo que es necesario un cambio de mentalidad. Mi experiencia me indica que los erro- res en los grupos de rescate o en los Servicios Contraincendios se escon- den, no se analizan, y desconozco si en algún Servicio se evalúa o valora el rendimiento del personal, o si la for- mación se basa en un estudio serio de necesidades, pero la información que yo tengo es que en la mayoría de los casos no es así. El mejor Parque, la mejor maquinaria y los mejores vehí- culos no son nada sin un personal adecuadamente formado y entrenado, y la preparación psicológica que en la actualidad recibe el bombero dista mucho de poder llamarse así. Uno de los aspectos más importan- tes de las intervenciones en las que se genera un ambiente altamente es- El trauma que sufren determinadas víctimas, aun cuando no tengan heridas físicas, no tresante son las reacciones del propio siempre es atendido correctamente, a pesar del sufrimiento que conlleva. rescatador:

24 MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 Un bombero ha de mantenerse constantemente entrenado para que su efectividad no disminuya.

1. Reacciones fisiológicas (taqui- en una mano, rozaduras, etc.). Por el unos objetivos: en primer lugar, hay cardia, sudoración...). contrario, el trauma que sufren deter- que dotar al bombero de estrategias 2. Motrices (inquietud, temblor, hui- minadas víctimas, aun cuando no ten- de afrontamiento para las situaciones da...). gan heridas físicas, no siempre es de crisis en las que se genere un ele- 3. Cognitivas (miedo, dificultades atendido correctamente a pesar del vado estrés; a continuación hay que de concentración...). sufrimiento que conlleva y del peligro prepararle para que atienda a las víc- Frecuentemente se confía en que de que se haga crónico. Más del 50 timas, proporcionando la atención hu- los veteranos enseñarán, con su ex- por 100 de las mujeres que han sufri- mana adecuada (los primeros auxilios periencia, a los más novatos y que és- do un ataque sexual padecen un es- psicológicos), y por último es conve- tos irán forjando su carácter en las si- trés postraumático (E. Echeburúa, niente que se mantenga constante- tuaciones en las que se verán 1990); muchas personas padecen un mente entrenado para que su efectivi- involucrados. En determinados estu- trastorno de estrés agudo, con la posi- dad no sólo no disminuya, sino que se dios efectuados sobre personal de bilidad de que se agrave y se convier- potencie con el tiempo. bomberos, sanitarios y policías se ha ta en estrés postraumático, tras haber puesto de manifiesto el efecto negati- vivido una situación inesperada (un vo del enfrentamiento a determinadas asalto, un incendio, un accidente de LA PREPARACIÓN PSICOLÓGICA situaciones de desastre, tanto si estas circulación, etc.); y la inmensa mayo- DEL RESCATADOR situaciones han sido muy intensas y ría de las personas padecen secuelas de corta duración como las menos pe- durante unos días tras estos mismos Para combatir los efectos negativos ligrosas, pero prolongadas en el tiem- sucesos (insomnia, pesadillas, depre- del estrés y del miedo, primeramente po (ver McFarlane, 1984; McCammon, sión, etc.). A pesar de ello, cuando hay que conocerlos y entenderlos, 1988; Corneil, 1989). Por ello parece una victima que es atendida por los in- analizarlos, y finalmente aprender a importante preparar al rescatador an- tegrantes de un equipo de rescate adaptarse, de la mejor forma posible, tes de que se tengan que enfrentar a (policías, bomberos, personal de Cruz en las situaciones en las que estarán hechos dramáticos, puesto que en la Roja, Protección Civil, etc.), no tiene presentes. medida en que conozca los efectos garantizada la atención humana ade- ¿Qué reacciones tenemos al enfren- que le pueden producir esas situacio- cuada, y ello no es debido a la poca tarnos a una catástrofe? Por experien- nes, menos nocivos serán para él. voluntad de ese personal, sino a la po- cia sabemos que no todos actuamos Por otra parte, nadie pone en duda ca o mula formación en ese sentido. igual en esas circunstancias, depende la necesidad de atender a una perso- Preparar psicológicamente a un de nuestras predisposiciones genéti- na que ha sufrido una herida, aunque bombero o a cualquier miembro de cas, de nuestra historia personal ésta sea de menor importancia (corte grupos de rescate obliga a marcarse (aprendizajes, entrenamiento, expe-

MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 25 riencias...) y de la situación emocional que cada uno tenga en un momento dado (problemas familiares, laborales, muerte de un ser querido...). Las res- puestas a determinados estímulos no son siempre iguales entre diferentes personas, por lo tanto, la forma de pre- pararse para hacer frente a situacio- nes difíciles, en principio, tampoco de- bería ser la misma para todos. No existen recetas generalizables para combatir el miedo: algunas personas temen a las alturas, mientras que otras perciben como un estímulos positivo esa situación; algunos pueden no ex- perimentar ninguna sensación ni emo- ción negativa en un espacio estrecho, mientras que otras experimentarán una fuerte angustia. Esta cuestión la trataré más adelante, pero, adelantán- dome un poco, podemos afirmar que existe una clara distinción en la actua- ción de los rescatadores profesionali- zados y con formación y experiencia, frente a los que improvisan. Asimismo, la facilidad que tengan los distintos Los miembros de los equipos de rescate tienen más posibilidades de hacer frente a Servicios de Emergencia para organi- experiencias muy perturbadoras que la mayoría de las personas. zarse y coordinarse entre sí, después del inevitable caos que se genera en los primeros momentos, es fundamen- nia neurocirculatoria, shock de la bom- El concepto de estrés tal para calmar a las víctimas y a los ba (en la Primera Guerra Mundial), fa- postraumático propios rescatadores. tiga de combate (en la Segunda Guerra Mundial), trastorno de estrés El EPT es un fenómeno que se pue- (en la Guerra de Corea), neurosis trau- de presentar después de una expe- Cuestiones previas mática, shock nervioso, reacciones riencia muy perturbadora, que afecte a la misma persona o que únicamente Resumiremos el concepto de estrés notorias de estrés y trastornos situa- la haya presenciado. La reacción nor- como una falta de ajuste entre las per- cionales transitorios, síndrome del su- mal después de un desastre es inmo- sonas y su entorno y que puede darse perviviente, síndrome del postviet- vilidad inmediata por aturdimiento, por una sobrecarga cualitativa, donde nam, síndrome del trauma de la la persona no posee habilidades o co- violación, síndrome de la esposa apatía y depresión, acompañada por nocimientos para hacer frente a la si- agredida y, finalmente, trastorno de irritabilidad agresiva y, frecuentemen- tuación que se le presenta, o bien por estrés postraumático (Meichenbaum, te, dolor por las pérdidas que pudiera una sobrecarga cuantitativa, donde la 1994). haber. Estas situaciones se intensifi- persona sabe cómo enfrentarse a la can con un EPT. Se caracterizan por situación, pero la cantidad de trabajo, irritabilidad, tensión, respuestas de o bien el poco tiempo de que dispone sobresalto exageradas, sentimientos la desborda. Y trataremos el concepto de culpabilidad, depresión, insomnio, de miedo como un estrés intenso en el pesadillas y recuerdos, y evitación de que la persona, en la medida en que los estímulos que recuerden el suce- Preparar psicológicamente a so. El EPT tiende a comenzar inme- el miedo sea adaptativo, tendrá una un bombero o a cualquier otro ventaja. Re- diatamente después del trauma, pero miembro de los grupos de la aparición puede tardar años y el de- cordemos que el miedo es un legado rescate obliga a dotarles de evolutivo, fundamental para la super- sarrollo puede ser crónico. Para hacer estrategias de afrontamiento el diagnóstico, los síntomas se han de vivencia, que conduce a los organis- para las situaciones de crisis, mos a evitar amenazas (probable- dar durante un determinado período prepararles para que atiendan de tiempo. Si estos síntomas desapa- mente nosotros estamos en este a las víctimas adecuadamente mundo porque nuestros antepasados recen a lo largo del tiempo y no inter- (primeros auxilios psicológicos) fieren en su vida laboral y personal, tuvieron el suficiente miedo como pa- y fomentar el entrenamiento entonces se consideran respuestas ra huir) (ver D. Rotger,1994). constante para que su normales; no obstante, hay que dife- efectividad se potencie con el renciar: si perduran entre dos días y El estrés postraumático (EPT) tiempo. un mes, se califica como trastorno de Históricamente, el EPT ha recibido estrés agudo; si la duración es supe- diversos nombres: nostalgia (en la rior al mes, entonces ya se hace el Guerra Civil), corazón de soldado, diagnóstico de EPT. trauma psíquico, fisioneurosis, neuro- Un miembro de equipos de rescate sis de ansiedad, agotamiento nervio- tiene más posibilidades de hacer fren- so, síndrome de Da Costa, corazón te a experiencias muy perturbadoras irritable, síndrome del esfuerzo, aste- que la mayoría de las personas, pero

26 MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 TÉCNICAS PARA CONTROLAR EL ESTRÉS Conocimientos técnicos y protocolos de actuación Aplicadas en la formación básica

Formación Técnicas de Desde hace años, los psicólogos básica afrontamiento aplican una serie de procedimientos Preparación al estrés para disminuir, controlar, eliminar o { psicológica adaptar a las personas o a determina- Primeros dos colectivos profesionales al estrés. auxilios En muchos casos no se trata de una psicológicos aplicación terapéutica sino de una ac- Prácticas ción preventiva. Así se ha aplicado a Nivel colectivos de maestros, policías, per- competencial Formación sonal sanitario, atletas, etc. (Meichen- del bombero de mantenimiento baum, 1987). El ámbito de aplicación { Maniobras es inagotable pero en algunos grupos debería formar parte de su formación básica. Los colectivos de bomberos, grupos de rescate, policías, personal sanitario, etc. Tendrían en estas técni- cas un poderoso aliado para aprender a adaptarse y hacer frente a los acon- { Entrenamiento físico tecimientos habituales en su profe- sión. Es cierto que el personal de co- lectivos que frecuentemente se ven envueltos en situaciones críticas, lle- gan a controlar el entorno en el que se eso no significa que tenga más pre- capacidad de tomar buenas decisio- mueven, pero ¿es la forma correcta disposición para desarrollar un EPT; nes dependen, entre otras cosas, de de formarse? Un atleta que no siga un de hecho, si las cosas se hacen como tener la seguridad de que uno es un procedimiento adecuado para su en- cabe esperar, ocurre lo contrario. Una profesional competente y, por lo tanto, trenamiento corre el riesgo de sufrir vez más la formación, el entrenamien- de que se tienen los conocimientos graves lesiones. En este sentido el to y la experiencia progresiva ayudan técnicos necesarios para trabajar co- rescatador que no se prepare psicoló- a superar situaciones muy traumáti- rrectamente, y por este motivo consi- gicamente a lo que se puede enfren- cas para las personas no habituadas. dero que un buen nivel técnico debe tar, puede tener consecuencias para Aun así, el rescatador puede tener pe- considerarse como un factor más en sí y para su entorno (familia, amigos, ríodos de «baja formaÈ (problemas la preparación psicológica, aunque trabajo). Algunas de estas consecuen- sociolaborales, familiares, etc.) que lo después lo diferenciemos a efectos cias negativas pueden ser: bajada de desestabilicen emocionalmente y pue- prácticos. la autoestima, conductas de adicción, de favorecer que se instaure un EPT enfermedades psicosomáticas, dete- tras uno o varios enfrentamiento a si- rioro en sus relaciones sociolaborales, tuaciones críticas. Para minimizar los neurosis, etc. En este artículo no se va efectos, o para impedir su cronifica- a desarrollar con detenimiento ningu- ción, existen terapias, algunas de las na de las técnicas más habituales por- cuales son las mismas que se utilizan que no es el objeto del mismo ni es para el entrenamiento, como: inocula- La resistencia a la fatiga es posible llevarlas a cabo sin la ayuda ción al estrés, exposición prolongada, fundamental no sólo para de un profesional. Únicamente pre- terapia de procesamiento cognitivo, poder llevar a cabo el esfuerzo sentaré algunas de las más útilizadas. etc. (ver Caballo, 1997, pp. 168 a 204). físico necesario en No es habitual encontrar este tipo de determinados siniestros, sino atención en los Servicios de Bombe- que también juega un papel Técnicas de relajación ros y, además, es difícil que el afecta- importante en el control de la do lo admita por orgullo profesional. situación cuando ésta es Se basan en que, al conseguir rela- En otros países se han efectuado es- peligrosa, y el cansancio, las jar voluntariamente todos los múscu- tudios sobre la incidencia de este tras- palpitaciones, la sensación de los del cuerpo, o una parte de ellos, la torno entre personal que ha interveni- ahogo, la pérdida del ritmo actividad cortical perderá activación, do en catástrofes (ver Corneil, 1989; respiratorio y el agarrotamiento disminuyendo las descargas de deter- McCammon, 1988; McFarlane, 1988, muscular pueden precipitar minadas hormonas y neurotransmiso- y otros). hacia un estado de pánico. res (principalmente adrenalina), y asi- En principio deberemos contemplar mismo una reducción de la actividad la preparación psicológica del bombe- cognitiva, en especial la más ligada a ro como un largo proceso que empie- estados y respuestas emocionales za en la formación básica, continúa (Labrador, F., 1993). Algunas de estas con su entrenamiento habitual, y se técnicas son: relajación progresiva de pone a prueba en los siniestros, y du- Jacobson, control de la respiración, ra toda la vida. Como ya destaqué, en entrenamiento autógeno, Yoga, medi- otros artículos, la motivación, la auto- tación, etc. Pueden ayudarnos a bajar estima, el control de la situación y la el nivel de activación tras un período

MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 27 de estrés; también a entrenarnos para ca visibilidad, espacios estrechos, ele- física. La resistencia a la fatiga es fun- soportar mejor dichas situaciones, vada temperatura, ruidos fuertes, altu- damental no sólo para poder llevar a manteniendo un nivel de activación ra, etc.), o siemplemente incluirlo co- cabo el esfuerzo físico necesario en adecuado para facilitar la toma de de- mo una práctica más en la que determinados siniestros, también jue- cisiones; asimismo es beneficioso pa- aquellas situaciones que provocan es- ga un papel importante en el control ra cualquier persona relajarse ocasio- trés a algún bombero se trabajen para de la situación, cuando ésta es peli- nalmente a lo largo de una jornada. que éste las controle. Recordemos grosa y el cansancio, las palpitacio- aquel refrán inglés: ÇLo que para unos nes, la sensación de ahogo, la pérdida es bueno para otros es venenoÈ. del ritmo respiratorio, el agarrotamien- Autorregulación Algunos no tendrán ningún problema to muscular... pueden precipitar hacia para trabajar en altura, mientras que un estado de pánico. Es una técnica de control por la cual otros estarán muy incómodos en esa una persona aprende a condicionar a situación, pero puede que se inviertan voluntad determinados estados menta- los papeles si se trata de trabajar en LOS PRIMEROS AUXILIOS les (relajación, euforia, felicidad, capaci- espacios estrechos, y también, cómo PSICOLÓGICOS dad de afrontamiento, etc.). Se base en no, es muy posible que la mayoría su- el fenómeno denominado «recuerdo peren todas estas situaciones sin el Ayudar a una víctima es un concepto sensorialÈ, por el cual un determinado más mínimo problema. No obstante, que va más allá de alejarla del peligro. recuerdo o una sensación se hacen pa- cuando un bombero pasa un largo pe- Su situación psicológica estará lejos tentes ante un determinado estímulo. ríodo de tiempo sin enfretarse a deter- de ser normal, entendiendo normal Por ejemplo, todos recordamos haber minados problemas, por ejemplo, a como equilibrada, y necesitará adap- sentido una determinada emoción, o in- trabajar en condiciones de elevada tarse a lo sucedido. Si normalmente cluso un olor o sabor, al reconocer una temperatura, con humo, con el engo- todos entendemos como exigible el melodía o una fotografía del pasado. El que los funcionarios y personal que estado emocional aparece porque el atiende al público sea competente y estímulo que ha disparado el recuerdo tenga como objetivo resolver el pro- (la melodía) se asoció a la sensación o blema de la persona atendida, en los a la emoción. Podemos llegar a contro- casos de crisis esta atención debe ser lar, a voluntad, la aparición de algún es- Definiremos el concepto de escrupulosa. La incompetencia en es- tado psíquico positivo (seguridad, con- estrés como una falta de ajuste tas situaciones tiene consecuencias trol de la situación, capacidad de entre la persona y su entorno, más graves para el afectado. afrontamiento, etc.). que puede darse por una sobrecarga cualitativa o bien por una sobrecarga El concepto de primeros auxilios Inoculación al estrés cuantitativa. psicológicos

Es un plan de adiestramiento que La manera en que una persona se incluye varias técnicas, como la relaja- enfrente a un percance en su vida (un ción, reestructuración cognitiva, adies- accidente, una enfermedad grave, la tramiento en resolución de problemas, muerte de un familiar o persona alle- y autoinstrucciones. El término inocu- gada, etc.) es determinante para su lación es análogo al utilizado en medi- futuro, para un desenlace lo menos cina contra ciertas enfermedades bio- traumático posible e incluso para la lógicas, en el sentido de inmunizar curación de heridas y traumas físicos. contra el estrés. Se propone suscitar Con frecuencia el estado emocional Çanticuerpos psicológicos», o habili- rroso traje de protección..., notará la del afectado le incapacita para cual- dades de afrontamiento, y reforzar la falta de destreza y todos los proble- quier acción, el aturdimiento y la de- resistencia mediante la exposición a mas que se le presenten puede verlos presión que pueden acompañar al su- estímulos que sean lo bastante fuer- con un efecto lupa (aumentados), ceso le impide actuar con los recursos tes para generar defensas, pero no mientras que cuando se ha mantenido de que dispone, y esta es la palabra tanto como para que las venzan un período con varios incendios de clave; ÇRecursos propiosÈ. El resca- (Meichenbaum, 1987). cierta importancia en un breve espa- tador tiene en sus manos facilitar la la- cio de tiempo se da cuenta que cada bor de otros profesionales, de la mis- vez trabaja más cómodo en esos am- ma manera que el socorrista inter- Aplicado como un hábito de bientes hostiles. Naturalmente, es im- viene evitando agravar las lesiones fí- trabajo diario, en las prácticas y prescindible una cierta infraestructura sicas y facilitando la intervención pos- las maniobras en el Parque para poder llevar a cabo terior del personal sanitario. El res- el entrenamiento (torre de maniobras, catador puede paliar el sufrimiento En los Parques en los que la forma- sótano, pozo...). psicológico de la persona, ayudarla a ción de mantenimiento y reciclaje (re- Durante los entrenamientos, el encontrar sus propios recursos y me- cordemos que es la que permite rete- bombero puede poner en práctica las jorar su estado emocional y, por lo tan- ner y potenciar la formación básica) técnicas para controlar el estrés to, para que otros profesionales (psi- se desarrolla como un hábito más de aprendidas en la formación básica. cólogos, trabajadores sociales, mé- trabajo diario (ver Rotger, D., 1997), dicos) si lo requiere, lo encuentren en algunas de las prácticas o maniobras mejores condiciones para su recupe- pueden dedicarse a trabajar el control El entrenamiento físico ración. El rescatador no va a ejercer del estrés mediante la simulación de de psicólogo, va a proporcionar los siniestros en los que esté presente es- No es posible tratar el control del primeros auxilios psicológicos en el te concepto (rescates difíciles, con po- estrés sin hacer referencia a la forma mismo sentido en que un socorrista

28 MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 quema, accidente de tráfico, inunda- ciones, terremoto...

Crisis de desarrollo

Son crisis universales, previbles e inevitables. Se dan en cada etapa cru- cial de la vida: escolaridad, pubertad, independización, formación de una fa- milia, envejecimiento... Algunos de es- tos cambios están determinados por etapas biológicas, y otros, condiciona- dos por reglas sociales.

Crisis estructurales

Son crisis de la estructura familiar o social de la persona y se desencade- nan de manera regular (alcohólico, drogodependiente, miembro de la fa- milia con un carácter violento, adúlte- ro, etc.).

Crisis de desvalimiento La preparación psicológica del bombero es un largo proceso que dura toda la vida. Ocurre en las familias en las que uno o más de sus miembros es disca- no va a ejercer de médico, sino a evi- por aturdimiento, apatía y depresión, pacitado o dependiente. El miembro tar el agravamiento de lesiones. Se acompañada por irritabilidad agresiva funcionalmente dependiente mantiene sobreentiende que ambas funciones, y, frecuentemente, dolor por las pérdi- amarrada a la familia, con las inevita- las propias del socorrista y los prime- das que puediera haber. El peligro bles exigencias de cuidado y atención ros auxilios psicológicos, pueden y principal radica en que la persona no (enfermos crónicos físicos o mentales, deben concurrir en una misma figura, supere esta situación, no se adapte, ancianos y niños). la del rescatador ya sea éste policía, no regrese a un estado emocional bombero, socorrista, miembro de pro- adecuado para su supervivencia (EPT, Las víctimas y su probable estado tección civil, etc. depresión, ansiedad, etc.). Toda crisis emocional implica aprendizaje, y todo aprendiza- je tiene algo positivo. La forma en que A partir de este punto haremos refe- El concepto de crisis se resuelva la crisis puede incremen- rencia, exclusivamente, a las víctimas tar el repertorio de experiencias de la de desgracias inesperadas por ser el Los cambios bruscos en los hábitos persona y, por lo tanto, enriquecerla, objetivo de este artículo. En este sen- de cualquier persona representan la aunque sea un forma dura de hacerlo. tido habrá que dejar claro que, como necesidad de una adaptación. Este todo lo referido a las ciencias sociales, cambio no será necesariamente perci- no podemos esperar fórmulas mate- bido como algo negativo (un premio Diferentes clases de Crisis máticas y universales para determinar de lotería, promoción en el trabajo, el comportamiento de una persona, etc.), pero sí implicará la necesidad de Dividir el concepto de crisis en cate- pero, no obstante, se dan unas pautas adaptarse a la nueva realidad con gorías tiene una función facilitadora de conducta y unas necesidades co- más o menos esfuerzo. Ahora bien, si para la comprensión y el tratamiento munes sobre las que deberemos tra- el cambio se produce por un suceso posterior del problema. Podemos en- bajar. Básicamente estableceremos grave e inesperado (accidente, robo, tender que cada crisis tendrá peculia- dos tipos de víctimas de una desgra- incendio, enfermedad grave...) que ex- ridades que la convierten en única, cia inesperada: en primer lugar, aque- ceda las capacidades adaptativas de pero la mayoría contendrá caracterís- llas que ven peligrar su integridad per- la persona, entonces nos estamos re- ticas de las cuatro categorías que se sonal: víctima con heridas y fracturas firiendo a una crisis; es decir, una cri- presentan a continuación (J. F. Cam- múltiples en accidente de tráfico, mon- sis ocurre cuando una persona se en- pos, 1998). taña, etc.; víctimas con percepción de frenta a una situación excepcional que peligro vital en accidentes vasculares, le causa un perjuicio y para la cual no infartos, hemorragias, etc.; situacio- dispone de recursos propios para dar- Desgracias inesperadas nes en las que existe un peligro inmi- le una respuesta adecuada. Es una nente como en personas a punto de reacción normal a una situación anor- Es la más simple y menos común. despeñarse, caídas en un pozo, cue- mal. El suceso precipitante es, en este ca- vas, aisladas por riadas, etc., y en se- Como ya vimos anteriormente, la so, manifiesto, aislado, real, específi- gundo lugar aquellas en las que el pe- respuesta más habitual después de co y extrínseco. Por ejemplo, muerte ligro vital ya ha pasado, o en las que un desastre es inmovilidad inmediata repentina de un allegado, la casa se la víctima es un familiar o un amigo, o

MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 29 aquellas situaciones en las que se dimiento no puede desplegar. La vícti- han perdido bienes materiales con im- ma tiene derecho a opinar, y hay que portancia en la seguridad y bienestar escucharla; nos puede ofrecer infor- de la persona. Es fundamental para mejorar el mación relevante para el buen desa- Existe una diferencia fundamental estado de ánimo de la víctima rrollo del rescate. Para alcanzar un ni- en las intervenciones del rescatador o víctimas la sensación de vel de competencia suficiente es sobre personas de un grupo o de otro: control y organización, de que imprescindible un buen entrenamien- intervención dirigida, o contención los que trabajan son to, que incluye simulaciones con una emocional. La persona que ve peligrar profesionales competentes que persona en el papel de víctima, y su vida seriamente (por ejemplo, un saben lo que hacen y dominan otras, en el de rescatador, y nunca se atrapado en accidente de circulación), la situación. obtendrá seguridad completa hasta el en general, se da cuenta (posiblemen- afrontamiento progresivo de colabora- te por primera vez) de que su seguri- ción total e incondicional, y el éxito de dad personal y la inmunidad que creía los primeros auxilios psicológicos se poseer ante los peligros de la vida se verá comprometido y, por lo tanto, sus ha venido abajo; por primera vez con- posibilidades de recuperación dismi- templa la muerte de cerca y, aun en el nuidas. Los pronósticos de recupera- caso de sobrevivir, puede que se en- ción son más favorables si el estado frente a una discapacidad; los proyec- emocional de la víctima es bueno. tos laborales y personales están com- Una vez más recordemos el proceso prometidos. La situación emocional correcto para conseguir manejarnos puede resumirse en cuatro puntos: con seguridad y tomar buenas deci- siones: 1. Pérdida de seguridad. Se en- En estos casos, y como punto dia- cuentra en un ambiente extraño, de- que será necesario restablecer lo an- metralmente opuesto a otro tipo de in- samparado, lejos del ambiente familiar tes posible, o un período de adapta- tervenciones, el rescatador es quien y de los amigos, indefenso, con actitu- ción a una nueva situación que la víc- dirige el proceso durante la interven- des propias de la infancia (no es ex- tima deberá asumir con el menor ción. Recordemos que se trata de ale- traño que la víctima llame a su ma- riesgo para su equilibrio personal. jar pensamientos negativos de la vícti- dre). ma, y para ello se deberá focalizar la 2. Limitado por el hecho de la crisis atención, y, por lo tanto, es el rescata- (los proyectos y sueños pueden no lle- La actuación con víctimas dor quien lleva la voz cantante, diri- gar a realizarse). en situaciones comprometidas giendo la interacción entre la comuni- 3. Al tomar conciencia de la posibi- o en los momentos de mayor cación de ambos. Veamos los puntos lidad de perder la vida, la víctima su- principales de la intervención: fre una gran angustia y tensión. 4. Sensación de frustación y depre- Es ésta la situación más habitual sión. para el rescatador, puesto que, en la Formación Las víctimas del segundo grupo se mayoría de los casos, cuando los ➨➨ enfrentarán, sobre todo, a una incapa- bomberos y grupos de rescate simila- Entrenamiento cidad para asumir el suceso, y la per- res necesitan actuar, la situación es sona necesitará inevitablemente un muy comprometida para las víctimas y período de adaptación. para los mismos rescatadores. Cuan- Afrontamiento progresivo do el momento de mayor impacto ya ha pasado, es frecuente que otros La actuación del rescatador profesionales se hagan cargo de la 1. Empatía. Hay que establecer persona afectada (sanitarios, trabaja- una buena comunicación con la vícti- Existen unos puntos comunes inde- dores sociales, etc.). ma. Preguntarle su nombre y llamarla pendientemente del suceso precipi- El rescatador deberá ofrecer la por el mismo; después hay que hacer- tante y de la persona afectada. En pri- atención humana adecuada, y su ob- le comprender que sabemos cómo se mer lugar, hay una necesidad de jetivo principal será centralizar la aten- siente y por lo que está pasando. control. Con frecuencia, el caos que ción de la víctima, y desviarla de los 2. Seguridad. La víctima necesitará se genera ante un suceso crítico, en pensamientos más negativos que se aumentar sus expectativas de salir con los primeros momentos, es difícil de suelen dar (voy a morir, qué será de éxito del percance. Para ello, el resca- controlar (algunos gritan, corren; ruido mí ahora, voy a perder el trabajo...). La tador tiene que darle confianza, pero de sirenas, etc.). Es fundamental para pérdida de seguridad y el desamparo no mentir con afirmaciones absurdas mejorar el estado de ánimo de la vícti- hacen que el rescatador adopte el rol del estilo de Çno pasa nadaÈ. Las per- ma o víctimas la sensación de control de padre y de madre; el tópico de pa- sonas en peligro están muy atentas a y organización, de que los que traba- dre, como persona que todo lo sabe, y lo que ocurre, y mentir o dar falsas es- jan son profesionales competentes el de madre, como persona que lo cui- peranzas es contraproducente. Es me- que saben lo que hacen y que domi- dará. Deberá ofrecer seguridad y jor, si la situación es muy grave, no dar nan la situación. En segundo lugar, afecto, pero hay que evitar caer en ac- detalles de su estado, pero informar de necesitan información veraz de lo que titudes paternalistas y no fijar a la víc- lo que se va a hacer o de lo que se es- está pasando y seguridad personal. tima en un rol infantil, es decir, no so- tá haciendo. Por ejemplo, a una víctima En unas situaciones será para proce- mos los Çposeedores de la verdad con varias fracturas, tras un importante der a efectuar algunos trámites urgen- que le guiará por la senda correcta», traumatismo por accidente, caída, etc., tes o inevitables, o para disminuir su sino que, con nuestra ayuda, intenta- se le puede decir: ÇAhora te vamos a sensación de miedo. En todos los ca- remos reforzar las estrategias que la colocar un collarín cervical como pre- sos se ha producido un desequilibrio persona ya posee, pero que por atur- vención. Eso no significa que tengas

30 MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 el afectado dice ÇTengo que ayudar a mi familia a superar este tranceÈ. El rescatador puede responder: «Estás demostrando una gran entereza.È Ð Reducir las emociones negativas que impidan la adaptación de la per- sona. ¿Cuáles son y cómo identificar las emociones que dificultan las estrate- gias de adaptación de la persona? La ansiedad y la depresión son iden- tificables con determinadas expresio- nes y actitudes que nos dan pistas so- bre el estado de ánimo. La persona que padece ansiedad incrementa la veloci- dad al hablar y puede hacer comenta- rios sobre la muerte, sobre su futuro y, asimismo, manifestar rigidez en sus movimientos y gestos. Las personas deprimidas hablan menos y más bajo, tienen Çpereza de hablarÈ y sus postu- ras y gestos concuerdan con su estado (mirada baja, brazos caídos, etc.). Hay prácticas que están destinadas a trabajar el control del estrés, simulando siniestros Después de un desastre, las vícti- en lugares difíciles. mas pueden pasar de un estado a otro rápidamente. Para atender a estas per- sonas es preciso dejar que se expre- una fractura en las vértebras, pero es cia con la comunicación no verbal, se- sen emocionalmente (dejar , mejor prevenir. Ayúdanos y dinos si rán determinantes para conseguir ese que hablen), comunicación empática, sientes alguna cosa.È objetivo (ver al respecto capítulo 3 de nunca dar falsas esperanzas ni mentir, 3. Afecto. La persona se sentirá Martorell, 1997). interesarse por las necesidades de la desamparada. El contacto humano es víctima, sugerir distracción (no intentar muy importante y puede ofrecerse imponerla) para evitar fijar la atención simplemente con ponerle afectuosa- Las necesidades de las víctimas sobre el dolor (por ejemplo, ofrecer una mente una mano en el hombro o cui- cuando el peligro ya ha pasado taza de caldo, una tila, etc.) (Martorell, dando el tono de voz. M.a C.; González, R., 1997, capítulo 4 4. Nunca hacer juicios de valor. A pesar de ser menos frecuente, counseilling). Otro de los momentos La responsabilidad de lo que haya pa- podemos vernos en la necesidad de más dramáticos es la necesidad de co- sado no nos corresponde juzgarla a atender a personas cuyos familiares o municar una mala noticia o la muerte nosotros. Nuestro campo de actuación amigos han sufrido un accidente o de un familiar o amigo, y en estos ca- se limita al rescate, y no deberemos han muerto, o personas que lo han sos cuidaremos especialmente el con- hacer determinadas preguntas y, mu- perdido todo en una catástrofe, o que tacto humano. Retrasar la noticia no es cho menos, recriminar. han visto la muerte de cerca y están una buena estrategia, a no ser en ca- 5. Evitar el humor. No sabremos muy aturdidas. En estos casos, la ayu- sos muy concretos, en los que se es- con certeza la situación emocional de da del rescatador se enfocará a pre- pera la llegada de alguien que hará la víctima, y hacerse el gracioso pue- venir posibles trastornos psicológicos, una buena labor de contención (de so- de frustarla y disparar su agresividad. actuando al inicio del problema. Re- porte emocional), éste puede ser un fa- 6. Evitar comentarios y gesticu- cordemos que cualquier persona que miliar o un amigo. Es necesario que la lar acerca del horror de la situación. haya sufrido una crisis o una catástro- persona permanezca acompañada, Una anécdota al respecto lo ilustra fe se verá seriamente perturbada du- que se sienta arropada humanamente muy bien: en un accidente de tráfico, rante unos días, existiendo el peligro y dejar que se exprese emocionalmen- la víctima parecía no moverse ni res- de cronificación de algún trastorno o te, que llore, que abrace, etc. Nunca pirar y alguien comentó que ya estaba de falta de adaptación a la nueva si- hay que tener prisa por abandonar la muerta. Meses más tarde, cuando es- tuación. En estas situaciones, lo más situación; para el rescatador también ta persona estuvo restablecida com- adecuado es ayudar a la persona a es duro permanecer en el lugar y pue- pletamente de sus heridas, visitó a los enfrentarse a la situación, estimulán- de querer desaparecer cuanto antes, bomberos que la habían rescatado y dola a que ponga en marcha sus pro- pero sólo nos iremos cuando dejemos les comentó que el momento más dra- pias estrategias, sus propios recursos, a esta persona con alguien que pueda mático, el más angustioso, fue el es- pero esta vez, a diferencia del caso continuar con el soporte emocional cuchar ese comentario y no poder ha- anterior, mediante un proceso de es- (familiar, amigo, trabajador social, psi- cer nada. cucha activa, durante el cual la empa- cólogo...). tía del rescatador, su solidaridad con Los errores más comunes en estas Por último, y como complemento im- el sufrimiento y su capacidad de co- intervenciones son: portante de su formación, el rescata- municación deben buscar: dor necesita poseer buenas aptitudes para la comunicación. Es fundamental Ð Reforzar las actitudes positivas Hablar demasiado para establecer una buena relación de de la víctima, apoyando activamente empatía, y la forma en que se utilicen todos los cambios que se vayan pro- Lo primordial es la contención, y un las palabras, junto con la concordan- duciendo en ese sentido. Por ejemplo, aspecto de la intervención es la escu-

MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 31 cha activa, respetando silencios. La trar en detalles conozcamos algunos averiguamos que padece una esqui- persona afectada puede tener necesi- aspectos que acompañan a la con- zofrenia, las posibilidades de que el dad de silencio y nosotros no tenemos ducta suicida: acercamiento tenga éxito son meno- la obligación de decir algo siempre. Ð La mayoría de las personas que res: puede que esté muy ensimisma- Hay un refrán que lo expresa muy bien: han consumado un suicidio habían da en su realidad como para atender ÇSi lo que vas a decir no puede mejo- hablado antes de sus intenciones, razonamientos de otra persona, en- rar tu silencio, mejor cierra la boca.È aunque fuera de forma oculta: ÇMe tonces deberemos priorizar las accio- gustaría no despertar...È ÇSi no fuera nes directas para evitar el suicidio. por mis creencias religiosas...È (Valle- La intervención irá encaminada a: Actitudes paternalistas jo, J., 1989). en primer lugar disuadir a la persona; Ð La mayor parte de los suicidas en segundo lugar, evitar activamente Decir lo que debería hacer, lo co- están indecisos sobre vivir o morir, jue- la consecución. Lo más probable es rrecto, cómo debe comportarse, etc. gan a matarse, dejando para otros el que se requiera la intervención de un que logren salvarlos (Fernández, R., equipo de rescate en las tentativas de 1987). salto al vacío. Para ello tomaremos las Falsas esperanzas Ð Muchas personas desean vivir siguientes precauciones: después del intento de suicidio (Fer- 1. Nunca se pondrá en duda la in- En ocasiones, el rescatador puede nández, R., 1987). tención de la persona. tener la tentación de soltar una menti- Ð En suicidios consumados se ha 2. Se intentará acceder al lugar, es- ra piadosa. Casi siempre son increí- podido establecer una enfermedad tando perfectamente asegurados y bles y pueden irritar al afectado o ha- mental en el 94 por 100 de los casos; hasta donde el afectado nos dé per- cerle desconfiar. en las tentativas, la proporción no pa- sa del 75 por 100 (Abellá, D., 1981). miso. La enfermedades y trastornos son, 3. El rescatador, inicialmente, le preguntará su nombre, y desde ese Interrogar por orden de importancia: depresión mayor, siguiendo a mucha distancia momento lo llamará por el mismo. Intentará ganarse la confianza del Intentar averiguar el porqué de lo afectado y crear un clima de empatía, sucedido puede poner a la defensiva a comprensión. la persona e incrementar su sensa- 4. El afectado quiere morir porque ción de culpabilidad, frustar e irritar. no ve otra salida a su situación, pero Nadie nace sabiendo hacer algo Para alcanzar un nivel de mantiene la esperanza de que alguién así. En todo caso puede tener una competencia suficiente es le muestre una alternativa. El rescata- buena predisposición genética, pero imprescindible un buen dor mantendrá una conversación, ex- lo más importante para actuar como entrenamiento, que incluye plorando las motivaciones que le han un bombero o un rescatador compe- simulaciones con una persona conducido a esa situación y a la bús- tente es la formación y el entrena- en el papel de víctima, y otras, queda de alternativas. miento. Si nuestra misión es paliar el en el de rescatador, y nunca 5. El rescatador cuidará especial- sufrimiento de los demás, no pode- se obtendrá seguridad mente de no cometer los errores más mos bajar la guardia. Aprender por en- completa hasta el comunes en las intervenciones, apun- sayo/error, es decir, sobre la marcha y afrontamiento progresivo de tados anteriormente. aprendiendo de los fallos, es desas- situaciones reales. 6. Paralelamente a esta interven- troso para las víctimas. Necesitamos ción y en coordinación con el rescata- un programa de entrenamiento conti- dor, otro grupo habrá preparado una nuo que garantice nuestras acciones, intervención in extremis por si no se toma de decisiones llegado el mo- ve otra salida, o si hay indicios de que mento. el acercamiento está fracasando. En este tipo de intervención, sin duda muy arriesgada, en la mayoría de los La actuación ante una tentativa de casos algún otro rescatador, o varios, suicidio y de forma oculta y perfectamente esquizofrenia, alcoholismo crónico, asegurados, intentan acercarse para, Sin duda, ante una situación tan psicosis orgánicas, reacciones depre- en un momento de distracción del dramática como la que se puede pre- sivas a enfermedades graves. afectado, abalanzarse sobre él, impi- sentar cuando una persona está in- Al evaluar el riesgo de que una per- diendo el salto. tentando quitarse la vida, la interven- sona consuma el acto suicida hay que 7. Si la primera intervención está ción debe ser llevada a cabo por tener en cuenta como factores que in- teniendo un éxito aparente, hay que especialistas (psicólogos, psiquía- crementan el peligro los siguientes: tener especial cuidado con lo que se tras...), pero sucede que no siempre ser hombre, mayor de cuarenta y cin- denomina Çrapto suicidaÈ (Goiricela- tendremos un profesional especialista co años, en paro, viudo, separado o ya, E., 1998). Es similar a lo que su- a tiempo de intervenir, o que, por la divorciado, con una enfermedad cróni- cede con los afectados de una depre- propia situación en la que se habrá ca diagnosticada, con una conducta sión mayor cuando se suicidan a los colocado la persona en tentativa de en los días previos de preparación o dos meses de haber iniciado un trata- suicidio, no puedan hacerlo (espacio arreglo de asuntos pendientes, con in- miento. En ese momento tienen la elevado o de difícil acceso). En oca- tentos anteriores, y sin apoyo familiar. energía suficiente para llevarlo a cabo siones podemos vernos obligados a Los datos que podamos obtener nos (cosa que no sucede en los momento intervenir, y, como siempre, debere- ayudarán a tomar decisiones en base más profundos de la depresión). La mos poner especial cuidado en lo que a la mayor o menor probabilidad de persona en tentativa de suicidio se no debemos hacer. Pero antes de en- que finalmente consuma el acto. Si mantiene en una situación muy per-

32 MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 turbada que le impide llevar a cabo su amenaza. Cuando empiece a mejorar puede recobrar lucidez y el impulso necesario para acabar dando el salto.

CONSIDERACIONES FINALES Como bombero tengo derecho a que mi compañero sea un buen profe- sional, necesito saber que si las cosas se ponen feas él sabrá lo que hacer. Pero también tengo el deber de ofre- cer lo que demando en los demás, que los otros sepan que pueden con- tar conmigo. Llevarse bien en un Parque no es suficiente para formar compañeros de trabajo; la incompetencia crea sole- dad a la larga; los demás se pueden cansar de que alguien no dé más de sí, y al final siempre nos encontramos con gente a la que todos prefieren que esté en otro turno. Todos los profesio- nales conocemos algún caso de estas características y no siempre es impu- Durante los entrenamientos, el bombero puede poner en práctica las técnicas para controlar el estrés aprendidas en la formación básica. table al bombero, que por una desmo- tivación profesional puede verse abo- cado a esta situación. Nuestro deber BIBLIOGRAFêA MARKS, I. (1991): Miedos, Fobias y es intentar (siempre) animar a partici- Rituales. Tomo 1. Barcelona, Martínez par en el entrenamiento a todo el ABELLA, D. (1981): Psiquiatría fonamental. Roca. mundo, algunos con más implicación Barcelona, Edicions 62. MCCAMMON, S.; DURHAM, T. E.; JACKSON que otros, pero todos hasta donde ASTIN, M., y RESICK, P. (1997): Tratamiento ALLISON, JR., y WILLIAMSON, J. (1988): puedan, y con el tiempo puede que se Cognitivo-Conductual del Trastorno por ÇEmergency Workers’ Cognitive vayan creando hábitos de trabajo sa- Estrés Postraumático. En Vicente E. Appraisal and Coping with Traumatic ludables que elevarán el nivel profe- Caballo. Manual para el tratamiento cog- EventsÈ, Journal of Traumatic Stress, sional y personal de todos. Hay que nitivo-conductual de los trastornos psi- Vol. I, n.¡ 3. tener en cuenta que el hecho de que cológicos, Vol. 1, Madrid, Siglo XXI. MCFARLANE, y RAPHAEL, B. (1984): ÇAsh determinados asuntos en el Servicio o CABALLO, V. (1997): Manual para el trata- Wednesday: the effects of a fireÈ, miento cognitivo-conductual de los tras- en la organización, Consorcio, Ayun- Australian and New Zealand Journal of tornos psicológicos, Vol. 1, Madrid, Siglo Psychiatry, n.¡ 19, pp. 341-351. tamiento, etc., no funcionen como es veintiuno. MEICHENBAUM, D. (1994): ÇTratamiento de debido no es excusa para no funcio- CORNEIL, W. (1989 junio/julio): ÇLos bombe- clientes con trastornos de estrés post- nar como bomberos. Nuestro compro- ros y el estrés como secuelas de las ca- miso con las personas es mucho ma- tástrofesÈ. Emergencia, n.¡ 4. traumático: un enfoque Cognitivo-con- ductualÈ, Revista de Psicoterapia, Vol. V, CAMPOS, J. F. (1998): ÇIntervención psico- yor que el que tenemos con la er social en situaciones de crisisÈ, Apuntes n.¡ 17, 1. trimestre. organización, es decir, debemos fun- Ð (1987): Manual de inoculación al estrés. cionar cueste lo que cueste, ya que de curso, Palma. CSI CSIF. DRISKELL , J. y SALAS, E. (1991): Overco- Barcelona, Martínez Roca. que quien puede pagar nuestra inepti- ming the Effects of Stress on Military PÁEZ ROVIRA, D.; ARROYO GARCêA, E., y tud es la gente, nuestras propias fami- Performance: Human Factors, Training, FERNÁNDEZ SEDANO, I. (1995): «Catástro- lias, amigos, compañeros, y nunca and Selection Strategies, En R. Gal and fes, situaciones de riesgo y factores psi- perdernos de vista a nosotros mismos A. D. Mangelsdorff, (1991). Handbook of cosocialesÈ, MAPFRE Seguridad, n.¡ (bajada en la autoestima, sentimien- Military Psycology. Chichester, John 57, Primer trimestre. tos de culpabilidad, etc.). Wiley & Sons. ROTGER, D. (1994): «El estrés de los Cuando participo en la formación ECHEBURÚA, E.; DE CORRAL, P.;SARASUA, B., BomberosÈ, MAPFRE Seguridad, n.¡ básica de los nuevos bomberos suelo y ZUBIZARRETA, I. (1990): ÇTratamiento 55, Tercer trimestre, pp. 11-21. comentar que el deber de los mandos psicológico del estrés postraumático en Ð (1997): ÇLa formación de mantenimiento víctimas de agresiones sexuales: una re- en un servicio de bomberosÈ, MAPFRE intermedios es contribuir a la felicidad visión», Análisis y Modificación de del personal bajo su mando, cuestión Seguridad, n.¡ 68, Cuarto trimestre, pp. Conducta, Vol. 16, n.¡ 49. 21-31. que pasa ineludiblemente por conse- FERNÁNDEZ, R., y CARRAROBLES (1987): Ð (1998): ÇMejorando la toma de decisiones guir que se conviertan en buenos pro- Evaluación conductual. Madrid, Pirámide. en situaciones de emergencia. El entre- fesionales. Cada día creo más en esta GOIRICELAYA, E. (1998): ÇIntervención en namiento de los bomberosÈ, MAPFRE afirmación, a la que añadiría que el suicidiosÈ, Emergencia, 112, junio 98, Seguridad, n.¡ 67, Tercer trimestre, pp. deber de los jefes y técnicos de los n.¡ 23, pp. 22 a 25. LABRADOR, J. A.; CRUZADO, M., y MUÑOZ 25-31. Servicios Contraincendios, segura- SILVADON, P., y AMIEL, R. (1972): mente pasa por contribuir a la felici- (1993): Manual de técnicas de modifica- ción y terapia de conducta. Madrid, Psicopatología del trabajo. Madrid, Reus dad de sus mandos intermedios, do- Pirámide. s. a. tándonos de los medios necesarios MARTORELL, M.a C., y GONZÁLEZ, R. (1997): VALLEJO, J. (1989): Introducción a la psico- para poder llevar a cabo nuestra mi- Entrevista y consejo psicológico. Madrid, patología y la psiquiatría. Barcelona, sión con eficiencia. Síntesis. Salvat.

MAPFRE SEGURIDAD. N.o 74 - SEGUNDO TRIMESTRE 1999 33