Universidad de La Salle Ciencia Unisalle

Filosofía y Letras Facultad de Filosofía y Humanidades

2020

Sirena vestida de pena y Annie John: una propuesta de Bildungsroman interseccional

Luisa Lorena Camargo Ruiz Universidad de La Salle, Bogotá

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Sirena Selena vestida de pena y Annie John:

Una propuesta de Bildungsroman interseccional

Luisa Lorena Camargo Ruiz

Directora: Alejandra L. Olarte Fernández

Trabajo de grado para optar el título de Profesional en Filosofía y Letras

Facultad de Filosofía y Humanidades

Universidad de La Salle

Bogotá D.C. 2020 Índice general

Agradecimientos ...... 3

Introducción ...... 4

Capítulo 1: Bildungsroman ...... 6

Bildungsroman: Genealogías y delimitaciones ...... 7

Bildungsroman Femenino ...... 9

Falencias del subgénero para la clasificación de obras literarias específicas ...... 15

Capítulo 2: Sirena Selena vestida de pena y Annie John: desde el Bildungsroman femenino hacia la Interseccionalidad ...... 17

Sirena Selena vestida de pena y Annie John desde el Bildungsroman Femenino ...... 18

Interseccionalidad: Genealogías y delimitaciones ...... 23

Capítulo 3: La posibilidad de un nuevo sub-género: Bildugnsroman Interseccional ...... 27

Alegorías de transgresión ...... 27

Identidades Rizomáticas y Diaspóricas ...... 35

Conclusiones ...... 37

Aportes del Bildungsroman Interseccional al panorama literario del Caribe antillano ...... 37

Reflexión final ...... 40

Bibliografía ...... 40

2

Agradecimientos

A las mujeres inteligentes, amorosas, hermosas y maravillosas que me han dado luz con sus cuidados, palabras y de todas las formas posibles: Luna, Iris, Silvia, Alejandra, Paula, Hellen y

Marianna. A las mujeres que, llenas de amor y fortaleza, siguieron construyendo y reconstruyéndose cuando les arrebataron la voz, las ganas, el cuerpo y la identidad, han sido mi ejemplo de vitalidad. A las mujeres que dedicaron cada respiro para que otras, décadas después, podamos sentir, pensar, leer, escribir, cantar, decidir y ser. A todas, gracias infinitas.

A Miguel Ángel, Fernando, Kevin y Juan Esteban por tanto amor, apoyo y empatía. Hernando,

Carlos-Germán y Andrés, que hicieron de la facultad un hogar para quienes llegamos con la esperanza de encontrarnos. Y por supuesto, a las y los docentes que sembraron la curiosidad, el conocimiento y la admiración que me abrieron otras perspectivas del mundo, gracias.

Por último, nuevamente a Alejandra, amiga, docente y excelente directora, por mostrarme a cada paso el camino de la academia y la vida, para ti toda mi admiración y agradecimiento.

3

Introducción: hacia la propuesta de un Bildungroman Interseccional

Mi propuesta en el presente texto es realizar un análisis de Sirena Selena vestida de pena

(2000) de Mayra Santos-Febres y Annie John (1988) de Jamaica Kincaid, enfocado en los procesos de formación de las niñas protagonistas de cada obra, y que tenga en cuenta características interseccionales. En este sentido, planteo que las narraciones corresponden a un Bildugnsroman que amplia las perspectivas de estudio en cuanto a “novela de formación”, ya que no responde solamente a la perspectiva clásica o a la femenina del concepto, sino a una nueva que llamo Bildungsroman Interseccional.

Para llegar a la propuesta central es pertinente hacer el recorrido teórico que inicia en el

Bildungsroman clásico y nos lleva, en primer lugar, al Bildungsroman femenino. ¿Por qué hablar de Bildunsroman femenino? Los estudios psicológicos y las teorías feministas que buscan concientizar sobre el desarrollo asimétrico entre hombres y mujeres han generado reflexiónes que conciben la acepción femenina de este subgénero novelesco, al afirmar que las representaciones literarias de mujeres y hombres tienen diferencias en el proceso de formación y aportando a la clarificación de esas divergencias (Gómez, 2009, p.110). Así, se hace necesario, en medio de un análisis literario, tener en cuenta las particularidades de lo femenino y los efectos que esto genera en la narración.

Sin embargo, al tener en cuenta solamente las características de lo femenino en una historia de formación se dejan fuera cuestiones diferenciales como la raza o la condición socioeconómica, que dentro de un análisis del desarrollo físico o psicológico de un personaje tienen tanta relevancia como las características derivadas de entenderse como mujer. En este orden de ideas, estudiar las diferencias de género en las protagonistas de las novelas es sólo una parte del análisis. Las etapas y relaciones que atraviesa una mujer negra, por ejemplo, no son equivalentes a las que atraviesa 4 una mujer blanca. De esta manera, se hace indispensable examinar en la novela el conjunto de características diferenciales con las que cuenta cada protagonista, es decir, proponer una perspectiva interseccional en la lectura crítica.

En este sentido, tomaré las narrativas Sirena Selena vestida de pena de Mayra Santos-

Febres y Annie John de Jamaica Kincaid como dos casos distintivos de Novelas de formación o

Bildungsroman de la literatura del Caribe antillano, para analizarlas desde la interseccionalidad.1

Protagonistas

Annie John es mujer, antillana, específicamente de Antigua y Barbuda, negra, de clase media, descendiente de esclavos, hija y nieta de migrantes. Es brillante, según sus maestras, y con un pensamiento crítico basado en la conciencia de ser un sujeto construido por su historia y la del país en donde nació y creció. Además, es reflexiva en cuanto a dinámicas de poder como la colonización y los sistemas y los regímenes represivos.

Sirena Selena, su nombre artístico porque en la novela nunca se menciona el de nacimiento, es una cantante, puertorriqueña, negra, travesti y homosexual; fue abandonada por sus padres, es habitante de calle desde la muerte de su abuela, trabajadora sexual y aunque tampoco se hace mención específica a su edad, sí es explícito el hecho de que es menor de edad.

Escritoras

Jamaica Kincaid (1949) es una mujer, negra y escritora; nació en St. John´s, Antigua, bajo el nombre de Elaine Potter y migró a Estados Unidos a los 17 años cortando lazos con su familia y

1 Caribe Antillano: es la única denominación que coincide con el uso más antiguo y con identidades externas. Es llamado también Caribe insular, reconocido por frenar el expansionismo estadounidense. Además, tiene relación con las luchas de independencia de Cuba, Puerto Rico y República dominicana. (Gaztambide, 2006)

5 escogiendo como su nombre una isla del caribe: Jamaica. Es hija y nieta de migrantes, descendiente de esclavos, criada en la práctica simultánea de la religión metodista y el sistema de creencias

Obeah. Se autodenomina feminista y sus textos tienen un enfoque creativo, literario, poscolonial y autobiográfico. Actualmente es docente de literatura creativa en la Universidad de Harvard.

Mayra Santos-Febres (1966) es una mujer, negra, poeta, ensayista y académica; nació en

Carolina, Puerto Rico. Afirma: “Quiero rescatar cosmovisiones y filosofías y maneras de construcción del saber que vienen de otro lado” (Manrique, 2019). Se licenció en Letras en la

Universidad de Puerto Rico, en la que actualmente es catedrática, y después migró a Estados

Unidos, donde realizó una maestría y un doctorado en la Universidad de Cornell. Sirena Selena vestida de pena, su primera novela publicada, ha sido traducida al inglés, italiano y francés.

Teniendo presente la autonomía de los textos, es pertinente resaltar que las autoras han presentado en estas novelas una ficcionalización conciente de las dinámicas de poder inequitativas representadas en experiencias interseccionales como el racismo, el sexismo, la opresión de clases y la desigualdad en los territorios fronterizos. Por ello, como lo señala Hill-Collins es fundamental:

Oppressed groups are frequently placed in the situation of being listened to

only if we frame our ideas in the language that is familiar to and comfortable for a

dominant group. […] More important, my hope is that others who were formerly

and are currently silenced will find their voices (Hill-Collins, 2000, pp.7-9).2

En el ámbito ficcional que examino, puedo establecer que las voces de las escritoras construyen un tipo de Novela de formación que no encaja en el modelo clásico pero expresa,

2 Patricia Hill-Collins es una socióloga, ensayista y docente estadounidense. Representante teórica del feminismo negro. 6 además de la riqueza literaria, una intención de visibilización de contextos y cuestionamientos que se han desarrollado también en sus propias vidas.

Capítulo 1

Bildungsroman

En este capítulo expongo un recorrido genealógico por el Bildungsroman, sus definiciones y la crítica que propone una acepción alterna: el Bildungsroman femenino. Presento el panorama de la novela de formación femenina, los principales postulados de sus exponentes y sus diferencias con el subgénero clásico. Para concluir, planteo las falencias de ambas ópticas para la clasificación y el análisis de obras literarias del Caribe antillano como Annie John y Sirena Selena.

Genealogías y delimitaciones del Bildungsroman

Profundicemos entonces en qué significa la categoría literaria denominada Bildungsroman y de dónde viene. Para empezar, el concepto en mención es una palabra compuesta por “Bildung” y “Roman”. Esta última traducida del alemán significa Novela y es esa la acepción más usada hasta la fecha. Por otro lado, “Bildung” tiene como definición actual la formación o el objetivo de formación de un ser humano, que se logra tanto interna como socialmente y sólo puede ser alcanzado por medio de desiciones y experiencias propias. El término tiene su origen en el siglo

XVII en el que se usaba en un contexto religioso para referirse a la transformación de un individuo hacia la cristiandad activa (Lorenzo, 2011, p.8).

Para el siglo XVIII, o siglo de las luces, en el contexto del desplazamiento de la religión de

ámbitos como la política y la ciencia, el “Bildung” tuvo una nueva acepción, referente al objetivo

7 o fin de un proceso de desarrollo de indivíduos únicos, haciendo referencia al sujeto moderno que busca principalmente un desarrollo por medio de la razón y el progreso en el contexto del capitalismo, buscando, por ejemplo, una transición en la jerarquía social: “va de vagabundo a rico”

(Arango, 2009, p.129). En este sentido, hasta la modernidad se entendía el Bildungsroman como la novela de desarrollo del sujeto moderno en el contexto mencionado, es así como Arango, citando a Morreti 1987, afirma que el Bildungsroman llega a considerarse el género paradigmático de la modernidad.

En el siglo XIX, Karl Morgenstern acuñó el término Bildungsroman en su obra Über das

Wesen des Bildungsromans brindando una caracterización para la novela de formación:3 1. No se deben aceptar tendencias fantásticas 2. No son aceptables los personajes femeninos principales 3.

No puede darse de un autor cuya vida esté aún sin evolucionar (haciendo referencia a viajes, experiencias, etc.). Así mismo, W. Dilthey definió y delimitó el Bildungsroman en su obra

LebenSchleiermachers, afirmando como novela icónica del género el Wilhelm Meister de Goethe y proponiendo los siguientes puntos básicos:4 1.La idea de formación en torno a un personaje generalmente joven. 2. Individualismo que sea representativo de una época y cultura. 3. Elemento biográfico 4. Conexión con la Psicología. 5. Ideal de realización del potencial humano como meta de la vida (Muñoz, 2013, p.138).

Sin embargo, si nos quedáramos con estas última definiciónes del Bildungsroman, que son las usadas para el estudio de las novelas de formación que cumplen con las formas clásicas, estaríamos excluyendo un amplio panorama de novelas, protagonistas y procesos de formación que no corresponden a contextos de modernidad, razón y capitalismo. De esta manera y teniendo en

3 Karl Morgenstern Filólogo y filósofo alemán 4 Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister es una novela escrita por JohannWolfgang Von Goethe publicada en 1795, en la que el protagonista recorre el camino hacia su autorealización. 8 cuenta la transformación constante de la narración literaria, tomaré como definición de

Bildungsroman la general y consensuada por diferentes estudios realizados en el siglo XXI: “hace referencia a un género novelesco que muestra el proceso de crecimiento y transformación física, psicológica y moral, que sufre un personaje desde su niñez hasta la edad adulta” (Reyes, 2018, p.1).

Dejo presente que en este texto trato el Bildungsroman como un subgénero del género Novela, y lo denomino también como Novela de formación (a esta y otras denominaciones me referiré en el transcurso de este escrito).

Para concluir el recorrido por las diferentes definiciones del Bildungsroman enuncio a continuación otros conceptos importantes en este contexto, cuya claridad nos permitirá delimitar más adelante algunas características diferenciadoras del Bildungsroman femenino:

a. Kunstleroman: “Relatos de desarrollo de un talento artístico-poeta, escritor, actor- para

quien la empresa creativa es un medio para explorar el yo e investigar cómo ese yo puede

relacionarse provechosamente con la sociedad” (Aizenberg, 1985, p.543).

b. Ausbildung: “desarrollo interior del protagonista” (Lorenzo, 2011, p.13).

c. Anbildung: instrucción hacia el protagonista por parte de la sociedad (Lorenzo, 2011, p.13).

d. Bildungserzählungo: historias o narraciones sin la categoría de novela, o simples

inserciones dentro de una de ellas pero que no constituirían el centro temático de la obra

(Muñoz, 2013, p.139).

e. Eriziehungsroman: designa novelas que comienzan su proceso de formación en un punto

medio (Muñoz, 2013, p.139).

f. Entwicklungsroman: corresponde a un desarrollo más general y podría aplicarse a

“cualquier novela en la que un personaje central experimenta cambios sobre su percepción

de la realidad” (Lorenzo, 2011, p.13)

9

Bildungsroman femenino

En el presente apartado profundizo en las siguientes preguntas: 1. ¿Qué es el bildungsroman femenino? 2. ¿cuál es la diferencia del Bildungsroman femenino con el Bildungsroman clásico?

3. ¿por qué hablar de un Bildungsroman femenino?

Teniendo presente que el Bildungsroman designa las novelas cuyo tema principal es la representación literaria de las experiencias de un joven protagonista desde su niñez o adolescencia hasta la madurez, logrando la consolidación de su personalidad y la integración con la sociedad

(Gómez, 2009, p.108). Podríamos creer que la diferencia de un Bildungsroman femenino consiste en la narración de la historia no de un joven sino de una joven, sin embargo, no es así. A pesar de que la novela de formación femenina mantiene varias características de la forma clásica, son notorias las divergencias. En primer lugar, el Bildungsroman femenino nace de la creciente necesidad de reconocer el papel de la mujer tanto escritora como protagonista, siendo concientes de las diferencias individuales y sociales intrínsecas en estas narrativas. La segunda ola feminista aportó directamente al auge de narrativas femeninas de los años 80, época considerada como

“Boom femenino” y “Boom latinoamericano”, que reflejó las influencias de teorías transgresoras que cuestionan la influencia del sistema patriarcal en la vida de las mujeres.5 De esta manera, se empiezan a resaltar los aportes y diferencias de la literatura escrita por mujeres que narra historias de mujeres, denominandose así Bildungsroman Femenino. Por consiguiente, en este subgénero encontramos historias que discrepan tanto en forma como en contenido frente a los relatos clásicos o masculinos.

5 Boom latinoamericano: Fenómeno literario en el que la obra de novelistas latinoamericanos se distribuyó en Europa y el mundo, generando visibilidad para la literatura escrita en esta región. 10

En cuanto al contenido, según Gomez(2009) existen dos características por las que los

Bildungsroman femeninos se alejan de la acepción clásica: primero, las etápas de aprendizaje y metas de socialización de las protagonistas femeninas, presentadas por escritoras mujeres, son diferentes al patrón establecido. Y segundo, estas novelas tienen un carácter transgresor que deja al descubierto los mecanismos represivos de la sociedad patriarcal. Pero, ¿por qué son diferentes las etapas de aprendizaje? y ¿en qué afectan estos mecanismos represivos que a los que se refiere

Gomez? Me pregunto aquí por los dos ámbitos de formación de un ser humano que se representan en el Bildungsroman, a saber, la individualidad y la relación con la sociedad. En este sentido, para entender el desarrollo de la individualidad o del “yo” me remito a la teoría propuesta por el pensador y psicoanalista Carl G. Jung, citada por Adriana Rosas que nos dice que quien pueda ser conciente del poder del destino interior logrará construir su personalidad, y en esto consiste la dicha suprema del ser humano (Rosas, 2017, p.26).

Al entablar una relación entre el postulado anterior y lo ya expuesto sobre la narrativa en la novela de formación, podemos discernir que el primer reto de la protagonista de un Bildungsroman femenino es encontrar su “yo”, su destino interior, construir su personalidad en armonía consigo misma, y con sus expectativas o deseos. No habría a simple vista diferencia con el personaje clásico de este subgénero, sin embargo, como se evidencia tanto en la crítica literaria al respecto, como en las novelas de formación femeninas, el camino de constitución de la personalidad inicia en un momento de vida más tardío para ellas y no constituye un proceso lineal, “El desarrollo femenino es menos directo y más conflictivo que el masculino. Asimismo, el proceso de desarrollo de la mujer, no es gradual, sino que se produce a través de momentos epifánicos, y no se limita a la etapa de la adolescencia” (Lagos, 1996, p.46). De esta manera podemos responder a la pregunta en cuanto a la diferencia en las etapas de formación: psicológicamente la temporalidad en la que se da un

11 proceso de formación es diferente en mujeres y hombres, y se representa, así, en el Bildungsroman masculino y femenino, respectivamente.

Para ejemplificar lo anterior, Edna Aizenberg propone el caso de Don Segundo Sombra,6 que relata la historia de formación de Fabio Cáceres, un adolescente que iniciando como un hijo ilegítimo atraviesa un proceso de formación que lo lleva a convertirse en un legítimo terrateniente y gaucho, representante de las virtudes sociales e individuales argentinas (Aizenberg, 1985, p.540).

En este Bildungsroman, el protagonista supera sus dificultades de manera directa y gradual, logrando al final de la historia llegar a su autorealización exitosa. Y, aunque no en todas las novelas de formación masculinas el protagonista logra una resolución final exitosa, esta novela representa un modelo que resalta los puntos de comparación ya mencionados respecto al Bildungsroman femenino.

Además, existe la cuestión de la relación con la sociedad que marca un punto de divergencia entre la protagonista del Bildungsroman femenino y el protagonista del subgénero masculino.

Según Rosas estas son las cinco particularidades de la novela de formación femenina que se oponen a los procesos sociales presentados en los protagonistas masculinos: 1. Las prohibiciones son el paso para rebelarse más e ir en contra de la norma. 2. El momento generalmente tardío de la vida en la que la protagonista decide enfrentarse a la figura maternal, o al antagonista que refleja las directrices sociales 3. La resistencia de la protagonista a una fácil acomodación en la sociedad. 4.

La felicidad o superación se da por fuera del matrimonio. 5. Además de encontrarse a sí misma, debe encontrar su lugar en el mundo (Rosas, 2017, pp.26-27).

6 Novela fundacional argentina escrita por Ricardo Güiraldes y publicada en 1926. 12

Por otro lado, existe una diferencia formal que es pertinente mencionar: el Bildungsroman femenino se presenta generalmente como una narración intertextual que hace constantes referencias a textos canónicos del feminismo y la literatura escrita por mujeres, por ejemplo, a

Virginia Woolf, o en otros casos a expresiones escritas y orales del contexto específico de la protagonista o la autora. También, encontramos en este subgénero constantes flujos de conciencia, en una mayor medida que en la novela de formación tradicional o clásica. En tercer lugar, estructuralmente las narraciones femeninas del Bildungsroman tienen una temporalidad que no sigue una línea cronológica constante (Rosas, 2017, p.25), y tienen como herramienta principal el uso de analepsis para relatar recuerdos, pero sin la necesidad de llevar un hilo conductor hacia el futuro. Para enfatizar en la importancia de esta diferencia, la represento gráficamente a continuación, ya que nos permitirá establecer la primera característica de la propuesta de este escrito monográfico: un Bildungsroman interseccional.

Como he mostrado hasta aquí, el Bildungsroman Femenino conforma un subgénero que, si bien comparte las raíces del Bildungsroman clásico tiene grandes diferencias con este. En esa medida, Alice Edwards nos brinda las características que debe tener una novela de formación femenina escrita por una mujer para ser categorizada como Bildungsroman: Aumento del cambio y crecimiento con las experiencias, reflexión sobre la vida y uso de la memoria como herramienta para ello, dificultades de la protagonista para encajar en la sociedad, el proceso de formación de

13 identidad y personalidad se da en colectividad con otras mujeres, repetición de temáticas dependiendo del tiempo y espacio geográfico y generación del efecto Bildung en el/la lectora

(Edwards, 1998, p.8).

Para concluir, con base en los párrafos precedentes, daré una respuesta sintetizada a los tres interrogantes que dieron paso a la exposición sobre la novela de formación femenina:

1. ¿Qué es el bildungsroman femenino? Es la categoría usada para designar las novelas de formación sobre mujeres, escritas por mujeres, en las que se relata la formación de una protagonista joven que atraviesa experiencias y reflexiones, buscando desarrollar su personalidad y, al mismo tiempo, armonizar en su relación con la sociedad.

2. ¿Cuál es la diferencia del Bildungsroman femenino con el Bildungsroman clásico? En primer lugar, tanto la protagonista como las escritoras son mujeres, esto implica un proceso de formación y una narración con temporalidades diferentes al subgénero clásico. Además, las relaciones sociales de la protagonista tienen la carga de los condicionamientos generados por el sistema patriarcal. Así mismo, y a razón de las diferencias hasta aquí mencionadas, el final de la

“heroína” no es necesariamente llegar a una armonía y desarrollar su personalidad completamente, esto no implica que el Bildungsroman se frustre, sólo es una consecuencia del contexto y una particularidad de este subgénero femenino. Por último, resalto la memoria como herramienta, y la narración en clave de fluir de conciencia que, aunque se da en el Bildungsroman clásico, se presenta en el femenino en mayor medida.

3. ¿Por qué hablar de un Bildungsroman femenino? Concluyo de esta revisión bibliográfica y posterior análisis que así como las mujeres hemos llevado diferentes procesos de reivindicación de nuestra humanidad, derechos, psique, cuerpos, espacios y voces por medio de la política, la

14 filosofía, la ciencia y otros ámbitos de estudio, es necesario continuar abriendo espacios en la literatura, que nos permitan relatar, analizar y teorizar las experiencias y representaciones de otras mujeres y así aportar a nuestro Bildung en comunidad.

Falencias del sub-género para clasificar obras literarias contemporáneas específicas

Con el fin de esclarecer el objetivo de este apartado, propongo un ejemplo por medio del siguiente ejercicio: Supongamos que vamos a realizar un análisis de una novela, pero lo haremos desde la teoría y el material bibliográfico del cuento corto, ¿es posible? Lo es. Sin embargo, inmediantamente veremos que la categorización tiene algo erróneo, muchas de las características del cuento no corresponden a la novela y, teniendo tantas diferencias, la investigación hipotética que haríamos arrojaría resultados que nos indiquen que la obra es un cuento fracasado, malogrado o sencillamente no cumple con las propiedades necesarias para ser denominada cuento. En el mejor de los casos, podríamos realizar un examen general de la novela tensando las herramientas que nos brinde la bibliografía, empero, tendríamos un análisis escueto, que deje fuera particularidades valiosas de la obra. En este sentido, podemos ver la importancia de categorizar correctamente una obra previamente a estudiarla desde la teoría y la crítica literaria. Entonces, ¿Qué ocurre cuando una obra categorizada como Bildungsroman femenino es analizada con las herramientas del

Bildungsroman clásico? Teniendo claras las categorías de Bildungsroman y Bildungsroman femenino analizaré esta cuestión proponiendo cuatro resultados derivados de este tipo análisis.

En primer lugar, tendremos un Bildungsroman con estructuras lingüísticas subvertidas, es decir, una narración que estructuralmente no cumple con el orden establecido y puede calificarse como desordenada o redactada incorrectamente. Segundo, veremos una protagonista cuyo

15 desarrollo ha sido obstaculizado en gran medida, causando generalmente que los procesos de formación no lleguen a un punto avanzado, se retrasen o se frustren completamente, esto, dependiendo de las posibilidades contextuales de constituir su personalidad. De igual manera, desde la perspectiva del Bildungsroman clásico, podemos encontrar en novelas de formación femeninas una adaptación fallida a la sociedad si la protagonista logra encaminar sus proyectos de vida según sus propios interéses y deseos, que generalmente son opuestos a las expectativas que socialmente se tienen de ella. Recordemos que en los apartados precedentes se hacía énfasis en la opresión del sistema patriarcal hacia las mujeres de estos universos literarios, quienes adoptan conductas de resistencia y escape como evitar el matrimonio o terminarlo, dedicarse a la creación de formas de arte o escritura prohibidas, dándoles un uso catártico, y desafiar figuras paternales o maternales que reflejan los condicionamientos de la sociedad, que en conjunto constituyen una acomodación malograda a la sociedad. De la misma manera, observaremos finales que pueden ser considerados inconclusos teniendo en cuenta que la acepción clásica del sub-género se define por tener historias de formación en su mayoría exitosas, de héroes que si bien no llegan a morir al final de la narración necesariamente, sí concluyen procesos para encontrarse a sí mismos y construir una personalidad evidente al final del relato, mientras que, las heroínas o protagonistas generalmente no logran el mismo objetivo.

En esta medida, encontraremos que las novelas de formación femenina son consideradas un Bildungsroman fracasado si se analizan desde esta óptica, como afirma Edna Aizenberg en El

Bildungsroman fracasado en Latinoamérica: El caso de Ifigenia de Teresa de la Parra.7 El texto es considerado uno de los principales y primeros representantes de las novelas de formación

7 Ifigenia. Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba escrito por la venezolana Teresa de la parra y publicado en 1924. 16 femeninas en Latinoamérica y Aizenberg encuentra en él varias características principales del

Bildungsroman: la juventud, la sociedad circundante y la búsqueda de una vocación; le atribuye, también, la denominación de Kunstleroman que como vimos se refiere una actividad artística o creativa que contribuye a la formación del protagonista. Sin embargo, Aizenberg concluye:

Ifigenia puede ser descrita como un Bildungsroman fracasado y un Kunstleroman frustrado: su historia del desarrollo de un talento artístico no concluye con la exitosa consagración de una escritora, sino con el acallamiento de lo que el patriarcado despectivamente llama la mujer bachillera (Aizenberg, 1985, p.546).

En consecuencia, la crítica muestra de qué manera Ifigenia no encaja en la delimitación clásica, calificandola como una novela de formación fracasada. Sin embargo, como en el ejemplo que abrió este apartado, el hecho de que la novela no se acople al subgénero puede deberse a que la categorización no se ajusta a la narración, dejando a un lado características de la novela visibles desde otras perspectivas, para este caso, la de un Bildungsroman clásico femenino.

Capítulo 2

Sirena selena vestida de pena y Annie john: desde el bildungsroman femenino hacia

la interseccionalidad

En el presente capítulo realizo un análisis de las obras Sirena Selena vestida de pena (2000) de Mayra Santos-Febres y Annie John (1985) de Jamaica Kincaid, desde la perspectiva que nos brinda el Bildungsroman femenino, exponiendo cómo se presentan en ambas obras las características mencionadas en el capítulo anterior. Además, presento la genealogía del concepto de interseccionalidad y sus delimitaciones, que nos permitirán ampliar la perspectiva que brinda el

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Bildungsroman femenino identificando características y situaciones que conforman la interseccionalidad en ambas obras.

Sirena Selena vestida de pena y Annie John desde el Bildungsroman femenino

Sirena Selena, “que parecía pero no era exactamente un chamaquito más; que en las uñas demasiado cuidadas, en las cejas arqueadísimas, en el ademán de la cintura perfilaba otra cosa”

(Santos-Febres, 2000, p.13), pasa su niñez con su abuela, su única familiar, quien al fallecer le dejó como opciones ir a un hogar de Servicios Sociales o habitar la calle; por miedo a las violencias de todo tipo que encontraría en un lugar de crianza, Sirena prefiere vivir en la calle. Su historia de formación se desarrolla desde la niñez hasta la juventud. Sin embargo, no es una formación progresiva sino un conjunto de experiencias difíciles que generan decisiones y cambios en su vida, teniendo como temas transversales una identidad de género conflictiva, tanto para ella como para la sociedad, y una historia de desarrollo artístico o Kunstleroman.

Por otro lado, Annie John nace en una familia conformada por su madre y su padre con quienes pasa la niñez y la juventud hasta los 17 años; es educada en un colegio femenino en el que destaca por su buen desempeño académico y su pensamiento crítico que le permite cuestionar constantemente el conocimiento que recibe y las normas que le inculcan. Annie está acompañada en toda su niñez, de manera muy cercana, por su madre y esta relación se convierte en un factor fundamental en su historia de formación y genera las experiencias conflictivas que la acompañan en la travesía de las etapas de desarrollo individual y social.

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A pesar de la distancia temática, espacial y narrativa de sus historias, ambas protagonistas tienen una conciencia clara de la influencia de lo que entienden por feminidad en su formación personal y su relación con la sociedad. Selena se esfuerza por ocultar en los escenarios artísticos lo que queda de niño en ella, con la voz, el maquillaje y el vestuario, pero puede salir tranquilamente a pasear sin travestirse, abrazando su feminidad que está en constante disputa con la concepción de lo que debe ser una niña o una mujer, rivalizando así con los cánones establecidos. Por su parte,

Annie cuestiona las normas de conducta que le impone su madre y celebra o admira los actos de resistencia de otras niñas como, por ejemplo, a la que llama “niña de fuego” que no se peina y se baña una vez a la semana. De esa manera, estos personajes femeninos subvierten los valores socialmente establecidos en cuanto al deber ser de las niñas en camino de ser mujeres.

Así mismo, tanto Annie como Selena se enfrentan en un punto de su historia con una figura mentora femenina que impone reglas y las pretende guiar para que encajen en su contexto social.

En el caso de la primera, la disputa es con su madre, a quien admira y sigue durante toda la niñez, pero con la llegada de la adolescencia y el paulatino distanciamiento del lazo filial, Annie empieza a ver de una manera crítica a su madre y se llena de desconcierto y resentimiento hasta entablar una relación difícil que termina con la separación definitiva. Por su lado, Sirena tiene tres mentoras femeninas en su historia, a saber, su abuela durante la niñez, Valentina, su amiga y protectora hasta que las inseguridades de su trabajo en prostitución y su adicción a las drogas desencadenan su asesinato, y Martha Divine, quien toma el papel de madre durante la mayoría de la historia. Es con la última con quien Selena entra en disputa, no por imposiciones que reflejan los estándares sociales, como en el caso de Annie, sino por la búsqueda de la libertad y la autonomía que se ven coartadas en su compañía, por esta razón Selena escapa de su supervisión. En este sentido, los conflictos familiares (si es posible llamarlos así en el caso de Selena) en ambas historias dejan al

19 descubierto la escasa libertad para actuar y decidir que genera en ellas una primera meta, no del todo conciente, en su formación: buscar autonomía e independencia.

De igual manera, las dos narraciones de formación femenina tienen como característica común el énfasis en la corporalidad. Los cambios corporales comúnmente descritos por las protagonistas y el encuentro con su sexualidad constituyen una etapa en la que se busca aceptación, re-conocimiento y reconciliación personal. Por su lado, Annie tiene dos etapas de reconocimiento de su cuerpo, la primera de ellas en su niñez, cuando el lazo con su madre es tan fuerte que se siente como una copia de ella, una extensión del cuerpo de su madre. Con el paso de los años y los cambios en su relación empieza a notar los límites que la diferencian y distancian de su madre. Sin embargo, es tiempo después, al cumplir 15 años, cuando se encuentra abruptamente con la segunda etapa de reconocimiento corporal, mirando su reflejo en el cristal de un centro comercial y describiéndose así: “Me veía entre todas aquellas cosas, pero no sabía que era yo, me encontraba completamente extraña. Mi cabeza era enorme, y mis ojos, que también eran grandes, aparecían desorbitados, como si acabara de pegarme un gran susto” (Kincaid, 1988, p.95).

De esta manera, Annie se reconoce a sí misma, inicialmente extraña dentro de ese cuerpo para comenzar a reconciliarse y re-conocerse con los cambios que genera en ella la adolescencia.

En contraste con lo anterior, la corporalidad en Selena es muy diferente, las etapas de conocimiento de su cuerpo no son parte de un proceso de autoaceptación sino constituyen reacciones a situaciones que la obligan a adueñarse de cada parte de ese cuerpo de niño. Un primer momento está marcado por el dolor generado por una violación de la que es víctima mientras vive en la calle y trabaja ejerciendo la prostitución, complaciendo con sus manos o su boca, porque la relación con su cuerpo y sus creencias no le permiten ejercer la prostitución con sus genitales. Una segunda situación refleja el aspecto corporal que es prioridad para Selena, su voz:

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Así que se dejó besar. […] Pero a mitad del beso, Sirena notó que aquella boca

buscaba algo más de lo que normalmente se busca en los besos. Aquella boca quería tragarse

una melodía. Era un beso que buscaba devorarle la voz (Santos-Febres, 2000, p.12).

Además de las precauciones con sus clientes, Selena genera diferentes rutinas para el cuidado de su cuerpo y su voz, como baños especiales con pétalos y sales o paños de hierbas sobre su garganta, y todo esto construye la relación con su cuerpo. Sin embargo, un tercer momento consiste en la negación de una parte de ella ya que, Selena se cubre con gasas y esparadrapos la pelvis para presionar y esconder sus genitales masculinos, lo que permite ver claramente el conflicto constante entre su cuerpo y su identidad.

Por otra parte, en cuanto a la narración en un sentido estructural, el Bildungsroman femenino permite analizar cuatro características de las obras: La diversidad temática, el fluir de conciencia, la intertextualidad con textos clásicos o feministas y la temporalidad de la historia. Con respecto a la primera, ambas novelas presentan una amplia variedad temática proveniente tanto de la reflexión de las protagonistas como del relato de historias alternas por parte de las escritoras. Un primer ejemplo es el tema descrito en Annie John, que es la muerte; el asunto es presentado desde la perspectiva de Annie en su niñez. El primero de Sirena Selena, es la enunciación de una de las historias alternas de la obra, la vida de Martha Divine. Aunque los dos textos son historias de formación femenina, en los anteriores ejemplos podemos encontrar una diferencia narrativa que se repite durante los relatos: Annie John hace descripciones de temas que se desprenden de la historia principal por medio de la reflexión de la protagonista, mientras que Sirena Selena expone historias alternas, a partir de un narrador omniciente que está fuera del pensamiento y la vida de Selena, que se conectan con ella en algún punto, pero no son narradas por ella misma.

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Empero, existen en las dos novelas temas en común, uno de ellos es el viaje, que es una característica principal del Bildungsroman, tanto del clásico como del femenino, y que tiene el mismo significado para las dos jóvenes: Annie y Selena buscan viajar con el fin de ser otra, y coinciden en que esto sólo se logra al estar en otro lugar. Annie viaja de Antigua hacia Inglaterra, con el propósito de estudiar, y Selena viaja de Puerto Rico a República Dominicana con el fin de cantar y encontrar fama y éxito. En este sentido, ambas viajan siguiendo sus deseos de vida, para encontrarse o reconstruirse, llegar a ser otras y convertirse en las que ellas desean . Pero, ¿de qué manera sabe la lectora o el lector de estos deseos profundos de ambas protagonistas? Gracias a la segunda característica narrativa de las historias: el fluir de conciencia. Esta herramienta narrativa es usada constantemente en las novelas, y es la manera en la que las escritoras nos permiten conocer los detalles de la formación de personalidad y la búsqueda de identidad de los personajes. Aunque en Annie John es más evidente esta característica, en Sirena Selena conocemos sus recuerdos, rezos, miedos y razonamientos de la misma manera; se genera así, una mayor conexión con el personaje y con su Bildung.

Con respecto a la intertextualidad, las narraciones no introducen referencias específicamente a textos y obras literarias por el contexto de cada protagonista. Sirena Selena no es un personaje que tenga acceso a educación formal ni a literatura; sin embargo, podemos decir que el texto presenta referencias intratextuales enfocadas en los saberes y creencias locales, como las oraciones y rezos provenientes de la religión que practicaba su abuela y le fue heredada como tradición. Además, Martha Divine hace referencia constante a su conocimiento en el ambiente artístico mencionando las canciones y los nombres de los cantantes reconocidos en su entorno. En contraparte, Annie John enuncia y toma para sus reflexiones textos académicos y de tipo histórico

22 a los que accede en su educación formal, un ejemplo es Historia de las indias occidentales al que se refiere de forma explícita relatando una de sus clases .

Por último, la temporalidad de las narraciones no se presenta de manera lineal, las anacronías, particularmente de tipo de la analepsis, son una constante, lo que resalta por un lado la importancia de la memoria y los recuerdos en las voces de las protagonistas; por el otro, los juegos con la cronología y la narración que son comunes en las historias de formación femenina. De esta manera, vemos que Annie John relata su formación, adueñada de la voz narrativa, volviendo a su niñez y a sus experiencias en el colegio y, concluye con su partida de Antigua a los 17 años.

Mientras que la voz narrativa en Sirena Selena se distancia de la protagonista, que inicia la historia en un avión hacia República dominicana; pero en el transcurso de su viaje se separa de la narración que nos lleva de una historia a la otra, de un espacio a otro, en diferentes épocas, y finaliza la novela con un show de Martha Divine, en una discoteca, sin ubicación ni fecha manifiestas.

Para concluir, es imperativo resaltar que en ambas narrativas el final es abierto y no es armonioso, no se llega a un punto conluyente del proceso de formación de las protagonistas ni ellas logran encajar en la sociedad, definir certeramente su identidad ni formar su personalidad completamente. No conocemos el resultado del viaje de Annie ni de Selena, porque, entre otras razones, sus respectivos viajes aún no acaban. Sin embargo, esto no implica que las novelas no correspondan al género Bildungsroman, por el contrario, generan nuevas posibilidades de análisis, crítica y teoría de las Novelas de formación.

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Interseccionalidad: genealogía y delimitaciones

La interseccionalidad puede ser entendida como una perspectiva de análisis de categorías de diferencia, generalmente enmacarcadas en la triada género, raza y clase, aunque en la discusión actual se habla de varias más. Este concepto empezó a construirse desde el siglo XIX en diferentes textos que discutían los derechos de las mujeres y realizaban analogías entre sexismo y racismo, sexismo y esclavitud u otros factores de marginación y dominación. Un ejemplo de ello es el famoso discurso del Black feminism:8 ¿Acaso no soy una mujer? de Sojourner Truth, en el que se abre el debate de la diferencia de las experiencias femeninas al ser una mujer negra, contrariando al feminismo homogeneizante planteado hasta ese momento. En esta misma línea, se empieza a entablar un enfoque feminista que hace visible la diversidad de mujeres y de niveles de opresión que viven; estos son los actualmente denominados Feminismos críticos, planteados por feministas negras, lesbianas, chicanas, indígenas, trans, pobres o provenientes de fronteras o periferias;9 todas con percepciones diferentes de los efectos de las relaciones de poder generadas por intersecciones de estas características (Truth, 1851).

No obstante, el concepto de interseccionalidad sólo fue acuñado hasta 1989 por Kimberlé

Crenshaw, abogada afroestadounidense, con el fin de conceptualizar las múltiples dimensiones de opresión en medio de una disertación jurídica particular sobre mujeres trabajadoras violentadas y discriminadas por razones de raza y género (Viveros Vigoya, 2016, p.5). Así mismo, Patricia Hill

Collins denominó la interseccionalidad como un paradigma en el año 2000, en su obra Black feminist thought, iniciando el debate respecto a la definición, usos, límites y objetos de estudio de

8 Black feminism: corriente de pensamiento enmarcada en el feminismo que sostiene que las dinámicas de dominación que se dan en el sexismo, la opresión de clases y el racismo están estrechamente relacionados, dando nacimiento a la percepción de Interseccionalidad. 9 Chicanas: mujeres de origen mexicano que habitan en Estados Unidos 24 la teoría interseccional. En consecuencia, se genera la necesidad de que la teoría de la interseccionalidad tenga delimitaciones, para no generar relativismos frente a dos cosas: Lo que es o no una característica de diferencia que genere dinámicas de dominación. Y, lo que se puede leer desde la óptica interseccional y de qué manera hacerlo (Hill-Collins, 2000). Para esto mostraré a continuación las tipologías de análisis interseccional que identifican varias autoras.

En primer lugar, la filósofa Elsa Dorlin en el apartado ¿Cómo pensar la dominación? de su libro Sexo género y sexualidades, propone que existen aproximaciones analíticas a la dominación y aproximaciones fenomenológicas a la dominación.10 En la primera nos indica que no es posible disociar coherentemente los factores de dominación, por tanto toda dominación es interseccional.

En la segunda aproximación nos propone que no son interseccionales los factores sino la experiencia de dominación. Así pues, resaltando el acercamiento fenomenológico, muestra la importacia de evitar el análisis de la dominación de manera acumulativa, es decir, hablar de raza + género + clase genera una simplificación del objeto de estudio, ya que no se trata de que la identidad de la mujer esté compuesta por ciertas categorías, sino de sus experiencias en medio de estas intersecciones. En efecto, para Dorlin, es posible que una mujer negra genere discriminación sobre una mujer blanca de clase baja; en este sentido, la interseccionalidad analiza las experiencias de marginación dadas a razón de la imbricación de ciertas características, mas no al individuo, en sí, que las tenga (Dorlin, 2009, p.70).

Por potro lado, Patricia Hill Collins enuncia que hay cuestiones Microsociológicas y

Macrosociológicas que se deben abordar a la hora de hacer un estudio interseccional. Estas corresponden al enfoque de análisis de los efectos de la opresión, a saber, los efectos en las vidas

10 Elsa Dorlin es una filósofa francesa, feminista y docente universitaria que estudia la Interseccionalidad y los sistemas de dominación. 25 individuales son microsociológicos y les llama Interseccionality. En cambio, la macrosociológica se refiere a los efectos de la opresión que se analizan en los sistemas de poder en la producción, organización y en el mantenimiento de las desigualdades, y le llama Interlocking Systems of oppression (Hill-Collins, 2000).

Por último, Mara Viveros destaca que la dominación es una formación histórica que se da en relaciones sociales imbricadas en experiencias concretas, por lo que la interseccionalidad que analiza estas formas de dominación no debe limitarse a los sectores de intervención social porque puede dejar a un lado otras fuentes de desigualdad no evidenciadas hasta ese momento, asegurando así el constante crecimiento teórico y empírico de esta teoría.11 Para concluir, Viveros propone enfocarse en el objeto de estudio, más que en los límites volátiles de la interseccionalidad. (Viveros

Vigoya, 2016).

En conclusión, la perspectiva interseccional ha sido examinada y usada en contextos sociológicos, jurídicos y filosóficos para mostrar la opresión, la violencia y la discriminación generadas por razones específicas (raza, género, etc) que históricamente han estado relacionadas con la marginación. Sin embargo, en la literatura no ha sido común el uso del término a pesar del aporte que este puede significar para el análisis de personajes que viven experiencias de racismo, sexismo, homofobia, etc., y sus historias, en este caso en sub-géneros como las novelas de formación femeninas.

Teniendo presente que la categorización de una narrativa tiene influencia en la perspectiva de análisis de los relatos, consideremos ahora la cuestion: ¿la historia de formación de una mujer negra, pobre, caribeña y travesti puede ser categorizada y analizada de igual manera a la de una

11 Mara viveros: doctora en Antropología colombiana, fue directora del departamento de Antropología y la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia. 26 mujer europea, blanca y acaudalada? con diferencias explícitas tan grandes es manifiesto que no.

Empero, surgen otras dudas: ¿Sería pertinente proponer un Bildungsroman femenino y latinoamericano?, ¿un Bildungsroman travesti y caribeño o uno negro y antillano, para evitar que se tilden de Bildungsroman clásico fracasado todas estas narrativas? Planteo en el tercer capítulo de qué manera puede relacionarse el enfoque interseccional con las narraciones hasta ahora denominadas Bildungsroman femenino o latinoamericano.

Capítulo 3

La posibilidad de un nuevo sub-género: Bildugnsroman interseccional

Al realizar un análisis de una obra literaria tenemos diferentes opciones de enfoques con el fin de examinar a profundidad la riqueza de las narraciones y, a la hora de elegir la perspectiva de estudio, aspiramos a hacerlo de manera tal que no se dejen a un lado temáticas ni detalles relevantes del relato. En el capítulo anterior presenté las novelas Annie John y Sirena Selena vestida de pena desde la óptica del Bildungsroman femenino, sin embargo, quedaron varios aspectos relevantes sin mencionar, referentes a las particularidades del Caribe antillano, cuestiones de raza y situaciones socioecnómicas. Por esta razón, en el presente capítulo propondré una visión de ambas novelas desde las bases del Bildungsroman con un enfoque interseccional, es decir, las presentaré como exponentes de un Bildungsroman interseccional.

Alegorías de transgresión

Los procesos de formación de Annie y Selena no se dan de manera individual y aislada, el desarrollo relatado en las novelas está marcado por las condiciones culturales, sociales, políticas y

27 económicas de ambas. Así, en las novelas de formación, como en las narraciones autobiográficas, el contexto de las escritoras define gran parte de las particularidades de las protagonistas, y resulta, en muchos casos, relatos con características alegóricas. Autores como Lidia Santos (2001) o

Frederic Jameson (1986) proponen que en los textos literarios, tercermundistas según Jameson,12 existen numerosas referencias a la cultura en masa que generan alegorías a la actualidad política o social de quienes escriben los textos. Es decir, proponen que los textos no solamente son redactados en un contexto y muchas veces basados en él, sino que tienen diversas referencias que remiten a ese contexto y denuncian diferentes situaciones en él. En este sentido, podemos analizar ambas obras, Annie John y Sirena Selena vestida de pena, con un enfoque que nos permita buscar los trazos alegóricos respecto a la realidad del Caribe antillano.

En primer lugar, encontramos en las dos novelas una analogía de la madre a la colonia o el imperio; es decir, por medio de la figura mentora femenina se simboliza el imperialismo o la colonia de la que tanto Annie como Selena quieren alejarse. Las reglas de la madre que las protagonistas rompen o transgreden son en este caso las normas coloniales con las que sus territorios se han visto coaccionados.

Con respecto a Annie John podemos ver claramente la relación de Annie con la madre como conexión con el mundo y pertenencia a la isla. En sus años de infancia Annie desarrolla una relación mimética con su madre, está tan unida a ella que es casi una parte más del cuerpo de su madre, las descripciones que realiza de ella son tan cercanas como las que realiza de la isla o la tierra, los paisajes, las flores, los olores y los climas con los que está completamente conectada, como se

12 Para Frederic Jameson es un común denominador que los textos de países tercermundistas (política económica subdesarrollada) sean alegorías a las situaciones políticas y sociales de estas regiones (Jameson, 1986). No tomo al pie de la letra su propuesta porque considero que es una perspectiva que generaliza la literatura latinoamericana, caribeña, antillana, entre otras. Y, porque aceptar esa afirmación implica que los y las escritoras tienen limitaciones al generar obras literarias, lo que tampoco es correcto. 28 muestra aquí: “El ruido de la lluvia golpeando el techo me apabullaba, me aplastaba en la cama, y no habría podido siquiera levantar la cabeza aunque mi vida hubiese dependido de ello” (Kincaid,

1988, p.109). En esta parte de la narración su cuerpo atraviesa una enfermedad sincronizada con la tormenta de la atmósfera antillana, y cuando empieza a suavizarse la tormenta ella va sanando. Así, el vínculo con la madre se presenta simultaneamente con el de la tierra.

Sin embargo, en la adolescencia de Annie la unión con su madre se fractura y nace en ella el deseo de salir de la isla, así su nexo con la isla también empieza a quebrarse. El surgimiento de esta ruptura con el discurso socialmente aceptado e inculcado en su educación se muestra en el cuestionamiento que realiza Annie en una de sus clases refiriéndose al desarrollo de la Colonia:

Pero nosotros, los descendientes de los esclavos, sabíamos perfectamente lo que había ocurrido en realidad, y yo estoy segura de que si los papeles hubieran estado invertidos, nosotros habríamos actuado de forma diferente; estaba segura de que si nuestros antepasados hubieran ido de África a Europa y se hubieran encontrado con gente que vivía allí, se hubieran interesado como corresponde en los europeos que viesen, habrían comentado <>, y a continuación se habrían vuelto a casa a contárselo todo a los amigos (Kincaid, 1988, p.79).

Desde esta interpretación la crítica de una niña ante la historia de su región no se muestra de manera inocente, esta cita nos muestra un proceso de concienciación de la historia de sus antepasados que le da a ella un lugar en el mundo y un sentido de pertenencia; no solo a un territorio o una familia sino a una lucha contra un tipo específico de dominación, que si bien se dio en el pasado, sigue estando latente en su actualidad, en este caso por medio de la educación. Annie transgrede el discurso que le es enseñado en el que se le debe respeto a Cristobal Colón como símbolo del “acto de descubrir” su región. La estudiante se refiere así a una imagen de él encadenado, en uno de sus libros escolares: “El gran hombre ya no puede levantarse e irse cuando 29 le da la gana” (Kincaid, 1988, p.81). Esta aseveración la lleva a ser amonestada por su profesora.

Empero, esta frase, que usada en este contexto reprueba la colonización, surge de una situación en la que la madre de Annie realiza una crítica hacia su padre, el abuelo de Annie. Él representó en la vida de la madre de la protagonista las normas y límites de la dominación patriarcal, que años después ella inculca en Annie.

Asimismo, podemos ver que en la adolescencia de Annie se hace cada vez más fuerte el deseo de salir de la isla y tomar distancia de su familia. Aunque este es un deseo personal, también representa un deseo común de los habitantes de las Antillas: migrar de la frontera al centro, buscando dinámicas diferentes; en el caso de Annie, libertad y aprendizaje, en las metrópolis de otros paises. Annie lo logra, y al final de la historia se embarca en un viaje hacia Inglaterra sin intención de regresar:

Todo lo que hiciera aquella mañana hasta que subiera al barco que me llevaría a

Inglaterra lo estaría haciendo por última vez, pues había decidido que, pasara lo que pasase,

desde ahora el camino tenía para mi una sola dirección: la que me alejaba de mi casa, de mi

madre, de aquel inmutable cielo azul, de aquel eterno sol caliente, de la gente que me decía

<> (Kincaid, 1988, p.132).

Annie se aleja de su madre-tierra dejando atrás el “deber ser” que le inculcaban, para encontrarse a sí misma lejos del territorio y la familia a los que ya no quiere pertenecer. Además, deja claro con la última frase que su deseo es cortar el vínculo que la define desde el nacimiento.

Con respecto a Sirena Selena vestida de pena mencioné que Sirena tiene tres figuras femeninas mentoras que encarnan el papel de madre para Selena en diferentes etapas de su vida.

Sin embargo, es Martha Divine quien encarna la alegoría madre-colonia. Divine es un personaje

30 representativo del capitalismo: es la empresaria y la visionaria que encuentra los diamantes en bruto, los pule y los ofrece al mejor postor, es decir, encuentra niños con talento y belleza que están atravesando momentos de vida penosos y los acoje, les enseña para exhibirlos como su obra y beneficiarse económicamente. Así lleva a Selena a República Dominicana para ofrecer sus shows y lucrarse con su talento, es la mano del imperialismo en la vida de la cantante, es el capitalismo entrando a una tierra virgen y virtuosa para colonizarla. No obstante, la posición de Selena frente a Divine o al capitalismo no es abierta y reflexivamente crítica durante la novela, por el contrario, toma provecho de las herramientas y conexiones de Divine para empezar a explorar el mundo y dar el primer paso en su objetivo de ir a Nueva York a presentar sus shows y ganarse la vida de esa manera, y solo hasta el final de la novela podemos ver que Divine no entra en sus planes. Guiada por los aprendizajes que le dejó la colonización del capitalismo representada en Divine, Sirena la abandona, a ella como su madre, y también a su tierra, para seguir sus deseos de ir a la metrópolis por la libertad, la autonomía y el sustento que no podía obtener al lado de su madre ni habitando su país de origen. Al igual que Annie John, Sirena Selena apenas inicia el viaje de su vida al finalizar la novela, y aunque no está explícito que tome rumbo inmediato a Nueva York, como

Annie embarca a Inglaterra, críticos como José Delgado proponen que el primer capítulo de la historia narra el presente neoyorquino de Selena (Santos-Febres, 2000, p.73).

Ahora bien, en las dos novelas encontramos referencias directas a tradiciones religiosas y principalmente a la religión católica. En Annie John se describe una imagen religiosa:

Poco tiempo antes, había visto un cuadro titulado El joven Lucifer. […] Todo lo que

había en derredor suyo estaba chamuscado y ennegrecido, como si acabara de producirse

un gran incendio. Su piel era tosca, lo mismo que todos sus rasgos. Su cabellera consistía

en serpientes vivas, prestas a atacar. Satán mostraba una sonrisa […] En el fondo, te dabas

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cuenta, se sentía solo y desgraciado por el giro que habían tomado las cosas. Yo permanecía

allí, sorprendida de aquel cambio en mi persona, cuando me vino a la mente todo aquello,

y de pronto sentí tanta lástima de mi misma que estuve a punto de sentarme en el bordillo

de la acera y ponerme a llorar (Kincaid, 1988, p.96).

Esta cita no sólo hace mención a creencias religiosas, sino que desenmascara el racismo de la religión católica y sus imágenes. Vemos aquí a una adolescente negra buscando conocerse y sentirse a ella misma con los cambios físicos recientes, a quien se le presenta la personificación de la desgracia en un cuadro, un hombre con la piel negra como la de ella, con el cabello y las facciones toscas parecidas a las suyas, que se siente sólo y sonríe de manera falsa, y que representa socialmente “lo que está mal”. ¿qué influencia puede tener una imagen, de abierta tradición racista, en el proceso de formación de una adolescente negra como Annie John? son amplias y variadas las relaciones de la tradición católica con el racismo, sin embargo, con respecto a Annie, su reacción fue la intención de sentarse a llorar.

Igualmente, en Sirena Selena vestida de pena hay diversas referencias a tradiciones y oraciones religiosas, por ejemplo, todo el tercer capítulo de la novela es una oración de Selena, modificación de una oración afrocubana que evidencia la hibridación en las creencias:

Tú, María Piedra de Imán encantadora y mineral que con las siete Samaritanas

anduviste, hermosura y nombre les diste, suerte y fortuna me traeras para cantar, Piedra

Imán. Fuiste Imán: serás para mi resguardo, conmigo estarás. Te pido que la voz me salga

preñada de agujitas, densa, que la voz se meta por los pechos de quienes me escuchan y les

retuerza la melancolía y los aplausos (Santos-Febres, 2000, p.15).

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De la misma manera en diferentes partes de la novela se hace referencia a María Piedra de

Imán a quien Selena encomienda lo más importante para ella, su voz. Pero esta oración no es solamente una muestra elementos de la tradición puertorriqueña, sino que aporta a una lectura

Panantillana de la novela: Efraín Barradas en su artículo Sirena Selena vestida de pena o el Caribe como travesti propone una lectura Panantillana de la obra, encontrando que la novela hace una alegoría a la relación de Cuba, República Dominicana y Puerto Rico, sin embargo, resalta la ausencia de menciones a Cuba en la mayoría de la obra, exceptuando un personaje, la draga cubana que vestía de niña. En este sentido, podemos aportar a la óptica de su investigación el origen afrocubano de las oraciones de Selena que, al igual que el personaje proveniente de este país, reflejan tradiciones del pasado acopladas de alguna manera al presente de Selena y la relación entre los tres paises (Barradas, 2003).

Por otra parte, existe una dicotomía entre lo privado y lo público principalmente expresada a través de la corporalidad y la sexualidad de las protagonistas, y aunque se ve en ambas obras, quiero hacer énfasis en Sirena Selena, porque es más notoria la dualidad. La novela nos presenta a

Hugo Graubel como un personaje aparentemente secundario, un empresario al que Selena hipnotiza con su voz y su misterio. Empero, él personifica la ruptura entre lo privado, la sexualidad y lo público, la economía. Graubel realiza una transacción que transgrede estos límites al pagarle a

Selena no solo por sus shows sino por el acceso a ver su cuerpo travesti y por la posibilidad de un encuentro sexual con ella, porque no solo es conciente de sus transformaciones, sino que le atrae la oscilación constante de su cuerpo y su identidad. En este sentido, la transacción sexual que ofrece

Selena, común en el círculo caribeño en el que creció, implica llevar lo privado a una esfera pública, generando una ruptura en la barrera que separa la sexualidad de los modelos económicos del empresario extranjero, y de muchos otros empresarios, que como nos muestra la narración, buscan

33 en el Caribe un turismo que les permita hacer, conocer, probar y disfrutar lo que no pueden hacer en sus paises. En efecto, la particularidad del Caribe en cuanto al turismo sexual, en este contexto, es el travestismo.

No obstante, al hablar de travestismo en la obra de Santos-Febres es necesario tomar las cuestiones de género solo como una parte, por eso retomaré a continuación la propuesta de Efraín

Barradas sobre el Caribe como travesti: “Este archipiélago, que se transforma y que para sobrevivir ante las exigencias de los poderes económicos se disfraza y engaña a los dominantes, queda perfectamente representado por el travesti principal de la novela” (Barradas, 2003, p.61).

En este sentido, el travestismo va más allá que un discurso del género, implica performatividad, una máscara, un disfraz que seduce, atrae y permite la oscilación constante de binarismos e indentidades tanto individuales como colectivas. Y esto está representado en la novela por medio de Selena, la sirena que se disfraza para atraer, en medio de una región que se alimenta de esas mismas dinámicas.

Para concluir esta lectura en clave alegórica de las obras y teniendo presente que ambas novelas nos remiten a territorios, historias, luchas, y cuestionamientos sobre identidades tanto individuales como políticas, reafirmo la perspectiva alegórica al Caribe en Sirena Selena con palabras de Santos-Febres:

En el principio fue un montículo de materia, un cuerpo quizás, deslizándose entre

las aguas del mar. Alguien gritó “Isla” y nació el Caribe, alguien deseó aquella carne y la

convirtió en monstruo, en Sirena. La Sirena aceptó su fantasía, y la convirtió en su disfraz.

Lúdica, seductora y amarga educó su voz para que cantara la pena de todos los naufragios

que le habían imputado (Santos-Febres, 2004, p.16).

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Así, la autora de Sirena Selena relata la historia de formación del Caribe representado por un cuerpo de sirena, que se disfraza y canta para seducir y atraer naúfragos que simbolizan colonizadores de cuerpos y que mantienen a flote las dinámicas que hacen parte de la identidad caribeña. En efecto, el relato de formación del caribe es también una historia interseccional.

Identidades rizomáticas y diaspóricas

Tanto Annie como Selena tienen dos rasgos identitarios marcados: La identidad Diaspórica y la identidad Rizomática. Con respecto a la primera, entiendo aquí la palabra diáspora desde la acepción que refiere la dispersión de una comunidad en diferentes países y, si bien las novelas narran las historias de las protagonistas como individuos y no como comunidad, ellas son parte innegable de la historia de un pueblo. En este sentido, la diáspora es una parte definitoria de sus vidas que sale a la luz en dos momentos: en su nacimiento y en su adolescencia, especificamente al iniciar el viaje hacia otras tierras. Annie es descendiente de migrantes que, por razones económicas, sociales, culturales o políticas, decidieron abandonar su territorio y establecerce en diferentes sitios. Pero ¿qué influencia tiene esto en la identidad de Annie? El sentido de pertenencia a un lugar o a un grupo social es biológicamente una base para el desarrollo de la personalidad o la identidad, esto implica que Annie se construye sobre una base oscilante de pertenecer a varios sitios y a varias comunidades a la vez, lo que genera una hibridación cultural, una mezcla de costumbres y tradiciones que se mantienen en conflicto y aportan a la formación de la protagonista. Podemos ver en la obra un ejemplo de la hibridación causada por la diáspora en cuanto a las creencias sobre medicina y religión, la familia de Annie, por parte de su madre, practica el Obeah y en un momento

35 de enfermedad de la adolescente, sus padres recurren tanto a la medicina occidental como a los consejos y rituales de Ma Chess, conocedora de las tradiciones Obeah (Kincaid, 1988, p.122).13

Por otro lado, Sirena es una representación de la diáspora Caribeña, y siendo puertorriqueña es inevitable su relación con la pertenencia oscilante a un espacio o comunidad. La pregunta por la identidad encarnada en Selena proviene de la situación histórica y política de Puerto Rico, que deja de ser provincia española en 1897, se convierte en colonia estadounidense y en la actualidad es y no es parte de Estados Unidos.14 En efecto, Selena contiene y además representa esta característica diaspórica, que se hace evidente en su deseo de cumplir el llamado “sueño americano” de salir de la periferia metafórica a encontrar más oportunidades de éxito en un contexto capitalista.

Así mismo, en la adolescencia de ambas protagonistas podemos ver nuevamente un proceso diaspórico interno, resultado del viaje que inician hacia otra región, dejando sus territorios de nacimiento, las tradiciones de su educación, sus familiares o conocidos: “Mi madre y mi padre… los abandonaba para siempre. Mi hogar en la isla… lo abandonaba para siempre” (Kincaid, 1988, p.142), para ser otras, en un nuevo espacio, en palabras de Selena “Todas queríamos ser otra cosa, estar en otro lugar” (Santos-Febres, 2000, p.31).

En cuanto al segundo rasgo identitario, entiendo el concepto Rizoma como un tubérculo, una conjunción de multiplicidades que no se suman para llegar a un resultado unitario, como la raíz de un arbol, sino que coexisten, se entrecruzan y van en direcciones variadas e inesperadas.

De esta manera podemos entender las identidades rizomáticas de las protagonistas como un fluir

13 Obeah: sistema de prácticas de sanación y espiritualidad provenientes de africanos esclavizados en las indias occidentales. No es considerado una religión porque no se relaciona con dioses o deidades, pero ha sido practicada desde el siglo XVII en diferentes países del Caribe transformándose y logrando sincretismos con religiones como la católica. 14 Aunque legalmente está denominado con las siglas ELA -Estado Libre Autónomo- el país carece de libertad y autonomía, porque está sujeto a la autoridad estadounidense, y así, la identidad nacional se debate constantemente entre la cultura, economía, política y tradición autóctona y foránea. 36 de hibridaciones y diversas experiencias de interseccionalidad, que mantienen el movimiento de lo que fueron, son y quieren ser. El Bildungsroman Interseccional como Annie John o Sirena Selena vestida de pena, está formado por características rizomáticas, son novelas que contienen una conjunción de multiplicidades, sin un objetivo unitario, con relatos entrelazados que pueden cruzarse o no en algún punto, con personajes desenraizados y formas narrativas híbridas. “Una es más auténtica cuando más se parece a lo que ha soñado de sí misma” (Almodovar, 2000). Concluyo con estas palabras, parte del guión cinematográfico de la película todo sobre mi madre, pronunciadas por un personaje travesti, que ilustran la cuestión de las identidades en los personajes de la literatura del Caribe antillano, cuya construcción deja al descubierto los rezagos de la colonización y la falacia de identidades universales e inamovibles.

Conclusiones

Aportes del Bildungsroman Interseccional al panorama literario del Caribe antillano

Para finalizar, presentaré a continuación una síntesis de las características que diferencian la propuesta de esta monografía, la perspectiva del Bildungsroman interseccional, con las acepciones de la novela de formación femenina y clásica. Esto, con el propósito de profundizar en el análisis de los relatos y en el proceso de Bildung que experimenta el lector de este género de la mano del personaje.

En primer lugar, el contexto socio-político es una de las bases de la narración de formación y se tienen en cuenta discursos, implícitos y explícitos, contra-imperialistas y de decolonización dentro de la formación del personaje. En esta medida, se construyen alegorías nacionales o continentales (Antillas, Caribe, Latinoamérica o el país específico), teniendo en cuenta la propuesta

37 del feminismo negro que refiere “lo personal es político” y “lo personal también es cultural”, desarticulando las barreras que enmascaran diferentes experiencias de dominación. Así, si la dimensión política más profunda proviene de la propia identidad, el construir o deconstruir la identidad es una acción política (Eudine-Barriteau, 2011).

Además, las protagonistas tienen escasa libertad y autonomía, y la conciencia de esto es lo que genera el proceso de formación. Este desarrollo inicia generalmente con un rechazo de las figuras familiares (que representan la sociedad y el estado) que coartan sus libertades e imponen normas de conducta y expectativas de vida contrarias a su desición autónoma. Igualmente, por medio de la memoria individual y colectiva se marca el conflicto con la figura de poder, la madre, que es posiblemente una metáfora de la tierra, identificando y subviertiendo las dinámicas: topo- poder, colonia-madre, generalmente en sincronía con el reconocimiento de su corporalidad y sexualidad.

En consecuencia, el desarrollo de las protagonistas inicia muchas veces al final de la historia porque su formación requiere una etapa previa que conlleva un proceso de autoaceptación y de concienciación de la realidad tanto personal como histórica, para poder iniciar el viaje real en el que más que armonizar con la sociedad buscan construir y entender la identidad propia y colectiva, con sus mutaciones constantes. Así, ambicionan encontrar una identidad con base en las raíces históricas de lucha contra la dominación, de migración o esclavismo presentes en el proceso de formación. Lo anterior refiere a dos características importantes de las protagonistas de la novela de formación del Caribe antillano: identidades Rizomáticas e identidades Diaspóricas (híbridas).

En efecto, los finales no son armoniosos. La protagonista no logra culminar un proceso que la lleve a la construcción de su identidad; sin embargo, se revelan y generalmente se finalizan los conflictos que no le permiten tener un proceso de formación armónico. En un Bildungsroman 38 interseccional, como lo vimos en el apartado anterior, puede suceder que al final de la novela apenas esté iniciando el proceso de formación de la protagonista, al haber logrado encontrar libertad y autonomía que le permitan empezar la búsqueda de su identidad y deseos.

Por otro lado, la narración no es lineal, tiene un ritmo propio que depende del momento de vida y del espacio en el que se encuentra la protagonista, se podría decir que son narraciones más cercanas a la oralidad que describen el fluir de conciencia de la protagonista usando constantemente herramientas narratológicas como las anacronías. También, debido a la diversidad temática es posible que la voz narrativa use la focalización para contar una o más historias de formación dentro de la novela. Así mismo, puede marcar una distancia temporal frente a los relatos de la niñez y diluir estas distancias en la juventud o en la última etapa de la narración. Por último, el lector también experimenta un Bildung de la mano del personaje. Así, la novela de formación puede llegar a “educar a los lectores” al dejar al descubierto mecanismos de opresión y cuestionando la historia. En algunos casos se genera empatía en el lector, así este tenga o no cercanía o experiencias con características de dominación.

Reflexión final

Realizar el análisis de las dos novelas desde el Bildungsroman Interseccional me permitió profundizar en Annie y Selena, en sus contextos y todo su universo ficcional. Sin embargo, también me generó preguntas sobre Kincaid y Santos-Febres, sobre el Caribe antillano y sobre las relaciones de poder que se dan fuera de la ficción. Leer estos relatos teniendo en cuenta sus particularidades interseccionales me llevó sin duda a recorrer, al ritmo de las novelas, mi propio Bildung al cuestionarme por mi identidad, mi ascendencia diaspórica, mi autonomía y las dinámicas interseccionales que presencio a diario.

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En este sentido, la interseccionalidad es una óptica que enriquece la labor analítica y narrativa al dar luz a las particularidades de la literatura del Caribe antillano y, permite revelar aspectos básicos para la construcción de identidades individuales y colectivas. Asimismo, la perspectiva del Bildungsroman Interseccional erige una invitación a re-pensar el que-hacer literario y crítico con base en la visibilización y concientización de dinámicas de opresión representadas en las narraciones, pero latentes también en nuestros contextos.

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