Iii Polifuncional Panteón Celta
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TREBA Y TERRITORIUM GÉNESIS Y DESARROLLO DEL MOBILIARIO E INMOBILIARIO ARQUEOLÓGICO INSTITUCIONAL DE LA GALLAECIA III. POLIFUNCIONAL PANTEÓN CELTA Señalando la relación del dios de la rueda solar como psychopompos conductor de los muertos en su aspecto decadente o solsticial, “del segundo paso del sol”, estableceremos en el ámbito geográfico celtoatlantico objeto de nuestras autopsias el celebratorio piaculum de la expulsión del invierno en las bandas indoeuropeas. Pero antes tenemos que hablar de la Religión Celta. La divinidad que más veneran es Mercurio. Sus estatuas son las más numerosas, ven en él al inventor de todas las artes, considerándolo como el guía de los viajeros en los caminos y el que tiene el poder para otorgar las mayores ganancias monetarias y favorecer el comercio. CÉSAR B. G. VI. 17. Dumézil observó que los dioses del panteón indoeuropeo reflejan una estructura social trifuncional210. Haciéndose según parece el hombre sedentario en torno a actividades agrícolas y ganaderas, lo que sucede en el Neolítico, cuando por primera vez tuvo algo que guardar, grano o ganado, se hizo al parecer también ladrón y precavido. Surgirían así en las sociedades tres niveles jerárquicos verticales: los que logrando vivir sin trabajar viven del trabajo ajeno, nobles y sacerdotes enseñoreando la ciudad o el territorio; los defensores y ladrones, es decir, los soldados; y los que labrando la tierra y cuidando el ganado alimentan a todos. La religión y los mitos desde el Neolítico corresponderían a esta realidad, con un trasfondo de preocupación de supervivencia después de la muerte para disfrutar de los bienes y de la posición conseguida en vida, o para mejorar esa posición en ultratumba. Aunque a lo largo del tiempo los cambios sociales pudieran, o fueran susceptibles de provocar alteraciones en los mitos y aún en la religión, lo cierto es que las religiones no suelen reflejar –tal vez el Islam es una excepción- la realidad social de sus actuales creyentes o practicantes ni en sus contenidos ni en su praxis, remontándose estos inveterados usos a siglos, sino a miles de años de antigüedad. Contra la opinión de Blanca GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT, jactarse de encontrar o detectar cualquier problema que presenta una sociedad que nos ha endosado sueños heredados de los tatarabuelos, pretender que vetustísimos mitos, traspasados generacionalmente a lo largo de los siglos y de los milenios, puedan expresar, o reflejar, los ecos o la realidad social de los creyentes que, en un tiempo dado de esta larga vigencia, los ilustran y transmiten, es ilusorio. Se conviene en que los dioses de la primera función, a veces una pareja antitética, son ordenadores y administradores del Cosmos, correspondiéndose en el plano político y temporal, esto es el la treba con la función del rey y del sacerdote. El dios creador, “Buen Padre”, “Luminoso”, “Todopoderoso” tendría como contrapunto al dios desestabilizador, terrible y sombrío211; los Dioses de la segunda función son fuertes, animosos y violentos, invocados como Segos “Victorioso” en el combate como el Santiago Matamoros, hijo del trueno, para los cristianos de la Edad Media. Los de la 210 A diferencia del común de los escoliastas dumezilianos, solo consideraremos convencionalmente que la primera función está relacionada con el gobierno y el sacerdocio. La segunda con las actividades derivadas de la guerra y la tercera función representaría todo aquello relacionado relacionado con el más allá, la muerte y la renovación, y en consecuencia con la base del sistema, el mundo agrario. Se suele aceptar que cada una de estas funciones llevaría asociado un grupo de dioses característicos pero esto no sudede en la religión Celta. 211 Pero en el mundo céltico el papel social que desempeñan en la guerra el rey y el druida, hacen que la primera función absorba la segunda, y aún la tercera, puesto que en su entronización el rey se vincula, “se casa” con la Diosa Madre, encarnación de la treba y del pais, y esta unión garantiza, dependiendo de su recto gobierno, la lactación de las vacas y de las ovejas, la fertilidad de los campos y la abundancia de frutos en los árboles. Andrés J. Pena Graña TREBA Y TERRITORIUM GÉNESIS Y DESARROLLO DEL MOBILIARIO E INMOBILIARIO ARQUEOLÓGICO INSTITUCIONAL DE LA GALLAECIA tercera función, más complejos, vendrían a ser teóricamente, aunque esto sea inaplicable para la religión celta212, los dioses que acrecen, del amor, de la regeneración, de la naturaleza viva que se renueva y aumenta, de la salud, de la enfermedad, de la muerte y del más allá. El modelo funciona muy bien en general, permitiendo distribuir por temas o funciones, como los libros en las espaciosas estanterías de una biblioteca, dioses y divinas categorías, pero en el baúl del autoritario régimen de patronato y clientela Celta la trifuncionalidad solo encaja “a presión”, reduciéndose, al igual que en la arcaica Roma las funciones, como un fragmentario pasaje de Festo al que aludiremos al hablar del origen del sistema feudal atlántico lo muestra, esencialmente a dos, descansando el sistema en tiempos de paz y en tiempos de guerra en la vertical relación mutua de derechos y obligaciones establecida entre los señores o propietarios y los granjeros o dependientes. Careciendo este sistema de una clase o casta exclusiva de la segunda función la relación horizontal inter pares, entre iguales, se deriva del ethos caballeresco en el caso de los señores y de de una consuetam rationem de usos y costumbres en los no señores. Llegado el caso ante una alarma, en tiempo de guerra, toda la sociedad, el Grád Túaithe, los grados de la sociedad laica de una treba, los habitantes, las gentes, “gentes” “población” sin más, los que se encuentran en edad militar, los reservistas, y las mujeres y los niños, si hacen falta comparten y sobrellevan el común destino de la treba: ardidos caudillos e intrépidos capitanes sobre sus caballos los señores propietarios; empuñando las espadas o tomando las lanzas con virtud, arrojo, y heroísmo de soldados sobre sus firmes pies los colonos granjeros, tras todos jaleando las esposas y los hijos. Manteniéndose inalterado este modelo durante cientos sino miles de años, en los mitos celtas los dioses sí parecen reflejar esta aparentemente ambigua ordenación. Los dioses celtas han sido transmitidos, como en Cabeço das Fraguas, Lamas de Moledo, etc.213 por la no siempre precisa interpretatio epigráfica celtorromana, y a menudo interpretados por la no menos aturdida interpretatio lingüística214. En las fuentes, a través de la mirada e interpretatio romana nos han llegado fragmentariamente descritos los dioses celtas: Iuppiter/Taranus, Essus y Vulcano en los textos de los Comentarii de Cesar215 definidos con lo que DOTTIN denomina “physonomie incompléte, sinon inexacte” 216 o en unos versos de Lucano de los Commenta Bernensia. Taranus, Júpiter/Taranis el viejo dios indoeuropeo del rayo y del fulgor217 aparece en la interpretatio celto-romana como Iuppiter Taraunucus mencionado según Jan DE VRIES, entre otras, en una inscripción de Scardona en 212 Pues también aquí esencialmente muchos aspectos de la tercera función son asumidos por la primera p. e, Mars Coso, Cos/Iovi, 213 Inscripciones nunca anteriores a la segunda mitad del siglo II d. C. 214 Es el caso de la invención en inscripciones con teónimos celto-romanos expresados en textos epigráficos celto- latinos de una lengua llamada “Lusitano”, como demostré en 1995 (Pena 1995), y confirma ahora el cuadro epigráfico evolutivo de Monteagudo García, con datación absoluta en base a los miliarios de las letras epigrafiadas en las inscripciones latinas [a excepción claro está de la letra “p” que en los epígráficos fragmenta , “pedacitos” de la perdida inscripción Arroyo del Puerco que, misteriosamente, precedería en cuatro siglos a resto de las demás letras, como lo ha establecido sin ningún género de dudas un erudito, preciso y minucioso estudio UILLAR. 215 G. WISSOWA Archiv für Religionwissenschaft, XIX, 1916-1919, pp.1-49 216 G. DOTTIN Manuel pour servir à l´etude de l´antiquité celtique, 1906, p. 224 217 PENA 1991:156-162 Andrés J. Pena Graña TREBA Y TERRITORIUM GÉNESIS Y DESARROLLO DEL MOBILIARIO E INMOBILIARIO ARQUEOLÓGICO INSTITUCIONAL DE LA GALLAECIA Dalmacia218, como I.O.M.Tanaro219 en una inscripción del 168 d. C. proveniente de Chester, y como Taraunucus en dos inscripciones de Godranstein220, cerca de Landau, y de Böckingen221, junto a Heilbronn, ambas en Alemania, por citar solo algunas. Mucho mas compleja que la cristiana, sino similar, intentaremos demostrar que existe una Trinidad celta incluyendo a un Dios Padre indoeuropeo, montaraz y tempestuoso, dios del trueno, del rayo del fulgor y de la tormenta al que conoceríamos por sus epítetos temáticos Oll Atair, Dagda, y por topónimos relativos a los montes que le sirven de morada o donde se le han dedicado santuarios, como Larouco, Ládicus, Candamo, etc. en España. Es el Poeninus, en los altos pasos alpinos de la Galia y el Uxellinus en Austria"222 1. POLIFUNCIONAL SOBERANÍA La llamada función soberana, verticalmente de arriba abajo, se deja sentir como una fina lluvia empapando en el sistema piramidal celta a todas las demás funciones sin que este tipo de estructura social celta permita un adaptable panteón, específico para cada una de las tres funciones clásicas dumezilianas. Aún existiendo etnias que se pudiesen considerar celtas, lenguas celtas y una arqueología institucional específicamente celta, el mundo céltico, no está necesariamente restringido a aspectos “étnicos”, “lingüísticos” o “arqueológicos”. Este término, concebido ampliamente como un concepto cultural (MEGAW & MEGAW), responde a una forma de vida, a un muy equilibrado modelo organizativo territorial, a “Territorios Políticos Autónomos” muy estructurados internamente sobre un entramado clientelar de mutuas obligaciones, de señores y campesinos, bajo un mando cierto solo limitado por el compromiso solemne del noble rey en el momento de su entronización de ejercer con justicia, rectitud y respeto a las leyes divinas y humanas el gobierno y la dirección de la tribu.