Índice

Presentación 5

Animando el cuerpo, taller de dibujo y animación, Uryan Lozano 7

AdentrArte a la Plástica, Rosario Monrroy 25

Técnicas fotográficas alternativas, César González 45

Construcción y desconstrucción de encuadernaciones, Wilfrido Salvador 53

Poesía siempre a deshoras, Miguel Alejandro Santos 73

Dibujo y pintura, Adrián Soto 79

Acuarela, Roberto Mendiola 97

Leer para escribir, Humberto Rivas 121

Diseño tridimensional de piezas de madera, José Antonio Pérez Luna 155

Cerámica y modelado en barro, Rosalba Vázquez 165

Cartonería, Augusto Quevedo 185

Fotografía análoga y digital, Ulises Alemán 191

Créditos 199 a primera etapa de los Cursos y Talleres del Centro Cultural de la SHCP inicia en el año de 1975, como prestación a los trabajadores de la Secretaría de Hacienda, los talleres tenían un carácter de capacitación, recreación y entre- Ltenimiento, además los familiares de los trabajadores de la SHCP tenían derecho de inscribirse en ellos. Posteriormente se llevó a cabo un convenio con la Subdirección de Acción Cultural del ISSSTE, y se integraron talleres con un perfil de acerca- miento y sensibilización a las artes, tales como guitarra, piano, danza regional, danza contemporánea y teatro. Este convenio posibilitó que los talleres abrieran sus puertas a todo público.

Después de remodelado el edificio de Guatemala 8, la entonces Unidad de Promoción Cultural de la SHCP conformó su programación de talleres integrando de manera más formal las áreas de Danza, Música, Teatro, Artes Plásticas, Literatura y Apreciación Artística. En 1992 se diluye el convenio con el ISSSTE y la SHCP conforma su programación de cursos y talleres de iniciación artística dirigidos al per- sonal de la SHCP, sus derechohabientes y al público en general. En el año de 2001 los talleres llegan a su actual sede en Av. Hidalgo 81, centro histórico.

La primera Muestra Anual de Cursos y Talleres se llevó a cabo en 1995, a partir de entonces, cada año, los alumnos del Centro Cultural tienen la oportunidad de presentar el resultado final de su taller, a través de exhibiciones de Danza, Teatro, Música y Expresión Corporal; y el montaje de una Muestra a cargo de los talleres de Artes Plásticas y los cursos de fotografía. La presentación de esta publicación forma parte de la XXI Muestra Anual de Cursos y Talleres de la SHCP.

Queda este Recaudador Literario 2015 como un testimonio del trabajo de cada alumno, la dedicación de los profesores y la colaboración, en este proceso, de los que formamos parte de la Dirección General de Promoción Cultura y Acervo Patrimonial de la SHCP.

José Ramón San Cristóbal Larrea Director General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial

RECAUDADOR • LITERARIO | 5 Animando el Cuerpo. Taller de dibujo y animación

“Toma el sueño por realidad y la realidad por sueño, constantemente. No hay pasadizos lógicos. Entre el sueño y la realidad solamente hay un ínfimo movimiento físico: el de cerrar los ojos o abrir los ojos. En el sueño despierto, ni siquiera existe ese movimiento.” Jan Švankmajer. Para ver, cierra los ojos. IV. Decálogo.

ste taller buscó fomentar un lenguaje artístico propio en cada participante a través de técnicas tradicionales de dibujo, escultura y animación. La producción Ede las obras se basó en hacer de la observación e introspección una herramienta de trabajo, mejorando la reflexión de la propia realidad al materializar ideas, sensaciones y recuerdos.

El taller contó con una población anual de 19 integrantes, entre las cuales artistas visuales, animadores, profesionales de la gráfica, músicos y periodistas, esta- ban interesados en desarrollar y enriquecer la calidad de su dibujo corporal y percep- tivo a la par de producir animaciones con técnicas analógicas.

Las sesiones contenían sensibilización y diálogo personalizado acerca del dibujo, el espacio y el cuerpo. Además de ejemplificar los intereses de los involucrados con la revisión de piezas artísticas afines.

Para consultar los resultados en línea: uryanlozano.com

Uryan Lozano

RECAUDADOR • LITERARIO | 7 Alhelí Ochoa Bernardo Estudio de rostro stop motion

8 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 9 Artemio Becerra y Uryan Lozano Artemio Becerra Caminante rotoscopía Peregrino Modelado en arcilla para animación

10 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 11 Beatríz García Hernández Recuerdo sonoro Stop motion

12 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 13 Bernardo Vez de la Garza Mario Ollinteotl, Rodrigo Suárez, Virginia Kuranille, Xhunashi y Karen Águila Árbol 2 Dibujo animado Dibujo animado

14 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 15 Bernando Vez y Artemio Becerra Anciano Stop motion

16 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 17 Felix Rosales, Vladimir, Bernardo Vez, Artemio Becerra y Beatríz García Proceso de clase Árbol 1 Dibujo y proyección Dibujo animado

18 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 19 José Luis Cuesta, Karla, Artemio y Bernardo Caminante en eje Central Rotoscopía

20 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 21 Uryan Lozano, Bernardo Vez y Artemio Becerra Mujer Stop motion

22 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 23 AdentrARTE a la Plástica

n el Taller AdentrARTE a la Plástica el alumno se involucró en el proceso del quehacer plástico trabajando las cuatro disciplinas de la Plástica; Dibujo, Pintu- Era, Escultura y Estampa, conoció conceptos básicos de cada una de . En el Dibujo el alumno trabajó la percepción del espacio, relaciones, luces-sombras y totalidad, habilitó el ojo, la mano y el lado derecho del cerebro partes importantes para aprender a dibujar y ser creativo, así mismo le dará la habilidad para trabajar cualquiera de las áreas de la plástica. Del claroscuro del dibujo pasamos a la Pintura, representación de ideas, pensamientos y sentimientos utilizando diferentes materiales, apoyados en la teoría del color elaboraron sus propias paletas. De la bidimensión nos vamos a la Escultura que es la representación tridimensional de las formas, finalizando con la Estampa disciplina que nos permite por medio de una plancha matriz obtener copias de una imagen. En cada una de las áreas el alumno experimentó, conoció diferentes materiales y herramientas. Para crear su obra el alumno elije tema, área, material, técnica.

El gusto por el quehacer plástico no tiene edad, ni posición social, el oficio se adquiere mediante el trabajo diario, parte importante de la estancia en el taller es el disfrutar el proceso de trabajo y la satisfacción de ver su obra terminada.

María del Rosario Monroy Castillo

RECAUDADOR • LITERARIO | 25 Xochitl Barba Domínguez José Ricardo Becerril Romero Mariquita Doriforo Mixta Mixta

26 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 27 Sandra Luz Cuevas Miranda Jazmín De la Cruz Radilla El Reencuentro Retrato para Denise Mixta Grafito

28 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 29 María Luisa Gamboa Bernal Grecia Mendoza Salmerón Inicio de un romance El amor no se compra Acrílico Acrílico

30 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 31 Laura Olivera Carrasco Tania Guadalupe Ramos Cruz Dioses de la vida Visita al mercado Acrílico Pastel

32 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 33 Onésimo Torrez González Ricardo Silva Gómez (finado) Yo Rodrigo Óleo Acrílico

34 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 35 Edith Adriana Arrequín Méndez Enrique Castulo Ruíz Sakura Débora Acrílico Óleo

36 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 37 Silvia Luz Cortés Franco María del Carmen Estrada Gaona Transformación La Dama elegante Acrílico Acrílico

38 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 39 Osvaldo Guerra Lanuza María de los Ángeles Melo Sánchez Imaginación Identidad Acrílico Pastel

40 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 41 Gloria Montes de Oca Bones Eduardo Ramírez Galán Bodegón Madre canguro Óleo Óleo

42 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 43 Técnicas fotográficas alternativas

a fotografía surgida en los albores del siglo XIX no nació como un arte en sí misma. Fue en sus inicios un aporte científico que varias décadas después logró Lescindirse de este dominio del conocimiento y fundar un nuevo arte. Fue la técnica de la goma bicromatada –cuyos ejemplos pueden apreciarse en la presente selección de obra— la que le dio su carácter y la que orientó en adelante su ejercicio. La téc- nica de la goma bicromatada, ensayada por los alumnos de este curso, permitió por primera vez dotar de color a las imágenes y lograr un registro más realista. Pero al mismo tiempo le permitió al creciente número de fotógrafos entusiastas de aquel lejano siglo XIX experimentar a partir del color y de todas sus posibilidades plásticas. En el presente siglo el interés general en esta y en otras técnicas de positivado de imágenes se revitaliza frente a la fotografía digital, con la que convive en igualdad de circunstancias.

César González Trinidad

RECAUDADOR • LITERARIO | 45 Horacio Guerrero Monserrat Rojas Liliam Árbol elíptico Goma bicromatada sobre papel. Policromía Goma bicromatada sobre papel. Policromía

46 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 47 Carmen Rosales Solange Siller Reposando en siglos de historia-Kom Ombo Calaveras Goma bicromatada sobre papel. Monocromía Goma bicromatada sobre papel. Policromía

48 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 49 Elda Tepepa Mujer Goma bicromatada sobre papel. Monocromía

50 | RECAUDADOR • LITERARIO Taller de Encuadernación

l oficio de la encuadernación en este espacio de trabajo, nos ayuda no solamente a tener los elementos, técnicas y metodologías apropiados para construir libros Efuncionales, de estética única y estructuralmente sólidos. Nos lleva de la mano a construir en nuestro entorno lazos afectivos y de solidaridad entre los que participa- mos en esta actividad al interior del Centro Cultural de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Así como unimos las hojas o los pliegos agrupados en cuadernillos por medio de una costura, nosotros tejemos redes de acompañamiento y trabajo en equipo que nos permiten afirmar y re afirmar amistades y afectos. Y de igual manera como otorgamos una cubierta para salvaguardar el cuerpo del libro, nuestra empatía y diálogo constante nos ayuda a proteger esta unidad que hemos construido a lo largo de estos dos cuatrimestres.

Gracias a cada uno de ustedes Mirna, Marcos, Carmen, Paty, Raquel, Héc- tor, Norma, Mariana, Margarita, Isabel, Evelyn, Patricia, Salvador, Bárbara, Janeth, Fabiola, Joel, Lourdes y Teresa por hacer las veces de hojas que forman el libro, hojas que conforme se avanza en el proceso, más unidas y fuertes quedan unas a otras. Sepan y siéntanse parte fundamental e indispensable de este espacio en donde cons- truimos libros, saberes, identidades y amistades.

Wilfrido Salvador Eugenio

RECAUDADOR • LITERARIO | 53 Bárbara Moreno Minchaca Evelyn Mena A la manera de Isabel Hojas secas Media encuadernación de hojas sueltas y lomo cuadrado Media encuadernación, tela y papel hecho a mano con lomo cuadrado

54 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 55 Héctor Monroy Isabel Méndez Calaveras y diablitos Viajero Media encuadernación, tela y papel con lomo cuadrado (reencuadernación) Encuadernación en tres piezas o tapas montadas y lomo cuadrado

56 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 57 J. Joel Becerra G. Janeth Castillo Espejo Medio muertos ¡Hora del Café! Encuadernación en tres piezas, lomo cuadrado con estuche Encuadernación en tres piezas, lomo cuadrado con estuche

58 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 59 Lourdes Marcos Valverde Aves Libro 2015 Encuadernación en tres piezas, lomo cuadrado y estuche Media encuadernación con lomo redondo

60 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 61 Margarita Ramírez Méndez Mariana Ramírez Memoria azul Primavera Álbum fotográfico en tres piezas Encuadernación entera en tela y lomo cuadrado

62 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 63 Fabiola Montiel Padrón Mirna González G. Cuadros Libro 2015 Media encuadernación tela y papel con lomo cuadrado Media encuadernación con lomo redondo, cajos y nervios falsos

64 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 65 Norma Ramírez Patricia Olguín Alvarado Magia Floral Ensoñación Mora-azul Costura japonesa Encuadernación en bandas, lomo redondo, tapas biseladas y papel hecho a mano

66 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 67 Patricia Pérez Monsalvo Salvador Recuerdos N/A Encuadernación en bandas y lomo redondo Media encuadernación, lomo cuadrado y estuche de almeja

68 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 69 Sathya Isa Santiago Ramos Teresa Eugenia Sobrino Otoño Azul Media encuadernación en piel con nervios falsos Encuadernación en bandas, lomo cuadrado y solapa

70 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 71 4 voces, del taller de Poesía “Siempre a deshoras”

scribir es enfrentarse a sí mismo, tratar de capturar la esencia de la que uno está Ehecho y compartirla a través de palabras. Escribir poesía es hurgar en las palabras para encontrar esa forma personal en la que nos comunicamos con el mundo, para encontrar el ritmo propio de nuestros latidos, que aunque pudiera parecer similar al de los otros no lo es.

Comenzar a escribir poesía es una decisión que requiere un compromiso a muerte con lo que nos rodea; hay que tener los sentidos bien dispuestos para poder entender aquello que el mundo trata de comunicarnos y a su vez, si hemos hurgado lo suficiente en nuestro interior, responderle a la altura de las circunstancias.

Aquí se presentan cuatro textos que están en la búsqueda y tratan de alcan- zar un lector que esté dispuesto a leer con los cinco sentidos, y que esté dispuesto a dejarse compartir una parte del camino recorrido por estas cuatro voces.

Miguel Santos

RECAUDADOR • LITERARIO | 73 Tristeza Migraciones

Siempre tan cerca, Alguna vez fui un pavorreal, tan lejos. me he visto en sueños, Vestida de colores suaves, adornada y multicolor; bañada con olores fuertes. siendo admirada y sin dar tiempo a detenerme Bailarina entre la luz y la sombra, seguir mi camino hacia el sol. núbil, etérea, nívea, frágil, Pavorreal, mujer, pavorreal. grande, inclemente y posesa. Segura de mi misma la rueda sigue sin parar ¿Cómo lo haces? Que no te vas, para volver al punto original ¿de qué estás hecha? Que no estás. con firmeza, dignidad y poder. Te busco, no te encuentro. Te huyo, me capturas. Transmigraré y seré pavorreal. Tal vez en otro paralelo me mudaré, entonces, al frío María de Lourdes Calderón sin perder mi esencia presente. Volver al mundo y estar.

Juana Cruz Meza

74 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 75 Regresiones El vestido rojo

Alguna vez fui una vaca Le vi que feliz vivía en su establo reía de forma delicada y gozaba al compartir y suave. la calidez de su hogar. Me llamó, dijo que me quería, que nadie lo había tocado Iba y venía, y al posar sobre él mi mano mugía sin reparo, mis dedos se tornaron agua. con las dulces terneras, reía. A las vacas necias, embestía. Sentí en mí, una nueva mujer Se nutría del verde campo. con la que aquella prenda bailaba sincronizada, paso a paso. A su creador, agradecía Por una noche y para siempre por sus incomparables manchas, aquel recuerdo en las que se fueron apilando que aún tiembla en mis manos, persiste nubes y montañas de experiencias. como si nunca nos hubiéramos dejado.

Alguna vez fui una vaca Santa que andaba el camino del sol y hasta llegó a ser la envidia del más fiero león.

Beatriz Trejo López

76 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 77 Dibujo y pintura

l dibujo y la pintura, en todas sus múltiples técnicas, son la muestra de que el ingenio y el pensamiento creativo humano nunca se detienen. Los alumnos Eparticipantes en los talleres son el vivo ejemplo. Todos ellos tratan de convertir un ejercicio en una representación artística; todos con dedicación lo consiguen.

La práctica del dibujo y la pintura diversifica y enriquece nuestra acción so- cial y, con el tiempo y la perseverancia, nos conduce a la expresión original de nuestra visión del mundo a través del arte.

Adrián Soto

RECAUDADOR • LITERARIO | 79 Areli Damaris Montes Enciso Guadalupe Rojas Herrera Nadine Dan´s Beard Acrílico sobre tela Acuarela

80 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 81 Javier Bibiano Navarrete Judith C. Montiel Padrón Ocaso de una amistad Alegría Óleo sobre lienzo Óleo sobre tela

82 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 83 Zoe Ganesh García Franco Artemio Rojas Rodríguez Soñé un colibrí Erándini Acuarela Óleo sobre lienzo

84 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 85 Eduardo Ramírez Galán Guadalupe Amparo Vázquez Durante Calbuco en esplendor Ventarrón Óleo sobre cartulina Carboncillo

86 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 87 Jorge Cruz Martínez María Esperanza Vicario García Pescador Lindo gatito Acrílico sobre tela Óleo sobre tela

88 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 89 Arlés Méndez Susana de los Reyes Fortaleza Bailarina de flamenco Mixta Óleo sobre tela

90 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 91 Carmen Estrada Rosa María Serrano Gasca La fuerza de la vida Pensamiento de amor Mixta Óleo sobre tela

92 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 93 Isela Cordero Notario Fernando Solorio Guzmán Quietud Águila real Mixta Óleo sobre tela

94 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 95 Taller de acuarela

a acuarela es una técnica sublime y a la vez fuerte, con la cual podemos hacer la idea personal de cada uno de los alumnos del taller, estos trabajos están realiza- Ldos con diferentes técnicas de acuarela, unas con una sutileza y otras con una fuerza extraordinaria que va más allá de las fronteras del arte.

Las acuarelas tienen el don de mezclarse con diferentes técnicas o medios como son la tinta china, lápiz y crayones acuareleables y en caso extremo con acríli- cos y la variedad de temas es infinita como son bodegones, paisajes, figura humana y temas abstractos. Es interesante destacar la participación importante de un buen papel de algodón, con el cuál uno puede escoger diferentes grosores y texturas de ese papel y la complicidad con las pinturas de acuarela que puede ser una combinación infinita de colores, junto con un par de pinceles redondos para llegar a la culminación de la obra.

Roberto Mendiola

RECAUDADOR • LITERARIO | 97 Javier Bibiano Navarrete Concepción Lucero Cruz Gatica Meditación La Colina del Faro

98 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 99 Ma. Concepción Ortíz Rubio Eduardo Ramírez Galán El Mar de Xavi Tarde Invernal

100 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 101 Ma. De los Angeles Vázquez Durante Gabriela Izquierdo Barroso Fragmentos de Felicidad Inocencia

102 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 103 Araceli Rojas Gudiño Esperanza Vicario García Con el Sonido del Viento Bailando sobre el Mar

104 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 105 Ma. Esther Barragán Montoya Ma. Angélica Sánchez Herrera Faro del Fin del Mundo Matinal

106 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 107 Rosa Ma. Rocha Medina Ma. Guadalupe Vázquez González Sandía Deliciosa Niña

108 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 109 Onésimo Torrez González Yolanda Luna (Yoiss) Mediterráneo La Vid…a

110 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 111 Guadalupe Rojas Herrera Ma. Luisa Aguilar Valdés Un Deseo Zacatecas

112 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 113 Estela Alicia Sánchez Herrera Ma. De los Angeles Melo Sánchez Bouquet Libertad

114 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 115 Silvia Franco Torres José Luis Sánchez Maldonado León Caballo

116 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 117 Judith Mendoza Villa Rincón del Jardín

118 | RECAUDADOR • LITERARIO Leer para escribir

ara esta entrega del Recaudador literario 2015 se han mezclado, como en ante- riores presentaciones, textos de participantes ya avanzados con los que hacen sus Pprimeras armas en la escritura. Los más experimentados actualmente ya trabajan con técnicas de alguna manera sofisticadas y les es relativamente fácil seguir las lecturas propuestas durante el cuatrimestre e integrarlas a sus poéticas. Los que asisten al ta- ller por primera vez, en este caso, se han contagiado con el entusiasmo de las lecturas y los textos de sus compañeros, mostrando un abanico de posibilidades en cuanto a desarrollo de temas sugeridos. Por todo esto, podemos presentar esta vez 15 textos de muy buena factura que esperamos sirvan como combustible para que marche ade- lante nuestro taller y para mostrar a los lectores las posibilidades de nuestro proyecto “Leer para Escribir”

Humberto Rivas

RECAUDADOR • LITERARIO | 121 María Adriana García Bustos La niña se sobresalta al ser descubierta. conmueven ante súplicas, sollozos y mucho me- padre. Dolor, aturdimiento, vértigo, luego nada... nos ante las lágrimas que derrama. Expediente 3807 ¡”Peloncita”, bájate de ahí, te vas a caer! La niña no sabe contar los días del año Para Centli y Cuautli ¡Ándale, ven a desayunar! –es la mujer de uni- ¡Si no comes te vas a poner fea! transcurrido. Su tiempo lo mide a partir de que forme que desesperada por no recordar el nom- recuperó la conciencia en el hospital y luego el Escucha el sonido de la campana y cubre los oí- bre de la chiquilla, intenta llamar su atención. Se ¿Quieres que te piquen otra vez en el peregrinar por diferentes casas de asistencia. Para dos con las dos manos. Corre en sentido contra- acerca a la higuera y estira una mano como si con brazo, con la aguja grande? ella todo sucedió ayer. Por las noches despierta rio de donde surge el ruido insoportable; atravie- ese sencillo movimiento pudiera darle alcance. en medio de la pesadilla, sin poder controlar el sa el jardín vestida con su pijama rosa, que apenas ¡Déjame! No quiero, no quiero...–dice con su vo- ¡Van a traer la manguera para meterte chorro de orina con el que su frágil cuerpo logra le llega a los tobillos. Descalza trepa por el tronco cecita disminuida, trenzando brazos y piernas a la comida a la fuerza! liberar el miedo acumulado. retorcido de una higuera y temiendo que la atra- la rama. pen afianza los pies en la corteza lisa, ascendien- ¡Si te terminas todo, te daremos dulces! A sus seis años prefiere el silencio, sus do con dificultad se oculta en una rama en la que ¡Pues cuando bajes ya no habrá desayu- palabras son insuficientes para describir la mag- se siente a salvo. no! –exclama y dándose por vencida se aleja con ¡Cuando comas, tu familia va a venir nitud de su sufrimiento, del maltrato grabado en prisa, en su afán de servirles a los otros niños, que por ti! el cuerpo y sobre todo en el alma. Si los otros La ansiedad por escapar le genera esa inquietos se mueven en las sillas. niños le preguntan por qué no come, la tachan de molesta comezón que alivia rascando la cabeza Ninguna promesa o amenaza son sufi- mentirosa cuando impávida asegura que: “Jamás calva con apariencia de un mapa, poblada de ci- La “Peloncita” inicia su mañana sin- cientes. No le hacen falta. Su mente regresa al pa- ha sentido hambre”. catrices elevadas y hundimientos visibles, super- tiendo en el estómago ese terrible vacío, la pro- sado, al momento en que se atrevió a interrumpir ficie de piel escamosa y reseca en la que, alguna testa de las tripas que le anuncian: otro día de el sueño etílico de sus padres. El castigo injusto La pequeña se ha convertido solamente vez, creció el pelo. Además, su figura escuálida lucha, de batalla, en la que irremediablemente por su inoportuna exigencia: en un número, expediente de la infancia prescin- es la característica principal que complementa la será vencida. dible, los sin rostro, los no deseados, a los que descripción de la “recién llegada”. ¡Mamita quiero comer! -petición que nadie busca, reclama y mucho menos extraña. Pasa ante sus ojos la escena de lo in- desencadenó la explosión violenta de la madre Desde arriba observa a los niños for- evitable. El suplicio al que la someterán, una vez ebria. Expediente 3807. mados en una larga fila para entrar al comedor. más, sus protectores en turno. Imagina la cuchara Instalada en su provisional refugio, la respiración azul de peltre con la que intentan introducir un ¡Pinche escuincla ya me cansaste! Paciente femenino. Violencia intrafamiliar, antes agitada, vuelve a su ritmo normal. Cierra los poco de alimento, gelatina, sopa o carne, luego el ¿Quieres comer? ¡Pues come! -fue la respuesta y maltrato infantil. ojos intensamente negros y tristes, los abre sólo sorbo de agua. Cerrar la boca, sentir como se es- tomando los restos de la lata de chiles, la obligó a para fijar la mirada en las nubes, el cielo azul y la trecha su garganta, apretar los dientes con todas masticar uno por uno. Secuelas: Trastorno de personalidad, ansiedad, luz que se cuela entre las lobuladas hojas verdes sus fuerzas. La desesperación al taparle la nariz aislamiento, enuresis. y los frutos carnosos. Sin parpadear contempla y la necesidad de abrir la boca para obtener un La furia con que le retacaba la boca, el con curiosidad la red sedosa, delicada, brillante, poco de aire. La lengua que, como última com- olor del vinagre, la abundante saliva con la que se Incipiente Anorexia Nerviosa. que en forma geométrica extiende sus hilos de puerta, se atrinchera y resiste. El bocado que se ahogaba. El repugnante aroma del alcohol que le Pronóstico: Reservado. una rama a otra. En la trampa está el insecto que atora, que no mastica y sus esfuerzos por escupir hizo beber para tragarlos. exhausto ha renunciado a hacer algún intento por o vomitar. huir. La araña de vientre hinchado lo envuelve, El insoportable ardor en los labios, lenta, celosamente en una tela fina, blancuzca y Lo que sea, a ella le sabe igual. Sabor lumbre quemándole la garganta, el infierno con luego amorosa lo succiona. amargo, a sal, al enojo de los cuidadores, quie- todos sus demonios dentro de ella. Los puñe- nes exasperados, cumpliendo con su deber, no se tazos despiadados con los que la hizo callar el

122 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 123 Alfonso Rojo Dueñas flor fue convirtiéndose en hembra: de los pétalos desconocida huésped a dar un paseo a solas. Ca- nacieron la cabeza, el cabello, los hombros, y los minaron lentamente y en silencio hasta llegar al Xochiquetzal pechos; el tallo y las hojas verdes se convirtieron sitio que le agradó al príncipe azteca. Se quitó la en la espalda, el vientre y las piernas esbeltas de tilma de rica tela e invitó a Xochiquetzal a que Un día, los Señores de los Cielos y de la Tierra, una princesa. Como se vio desnuda, tomó lianas reposara; él, a su vez, se quedó contemplando a Tonacatecuhtli y su esposa Tonacacihuatl, dispu- de un árbol y hojas de una ceiba, y se hizo un la hermosa mujer que removió sus sentidos. Sus sieron que bajaran al mundo, bajo formas morta- vestido para cubrirse; luego se acercó al arroyo miradas de acero derritieron la cordura y un vaho les, los jóvenes Xochipilli – príncipe de las flores en donde los guijarros le cantaron dándole la de amor rebrotó de las bocas que se juntaron. Ro- – y su hermana Xochiquetzal – diosa del amor -, bienvenida. Vio su efigie retratada en el espejo daron por el suelo, confundidos sus cuerpos con pues ya era tiempo de la encarnación. de agua: era de facciones finísimas y su cuerpo la luz cobriza del crepúsculo, ella abandonada en frágil y apiñonado; cada una de sus piernas como los brazos del hombre que la convertía en una A todos los dioses menores se les re- la delicada cola de un quetzal. De pronto, junto mujer terrenal. Los minutos pasaban como co- servaba una prueba de fuego: bajar al mundo te- a su propia imagen, la diosa vio los rasgos de un libríes asustados, mientras ellos se dejaban llevar rrenal vestidos como los hombres que lo habitan hombre joven. Al volverse apresuradamente, los frenéticos por la embriaguez del deseo. y vivir ahí el tiempo suficiente para que Tonaca- fuertes brazos adornados por brazaletes de oro y tecuhtli confirmara que eran dignos de su celes- piel de tigre la rodearon. “¿Quién eres tú, donce- Cuando aún disfrutaba extasiada el tial categoría; de lo contrario, serían expulsados lla, que haces detener el agua para retratar tu be- reposo del príncipe, ella escuchó en su concien- del Tamoanchán – lugar donde residen todos los lleza?” “¿Y quién eres tú, mancebo, para distraer cia una carcajada burlona, como sarcástica espía dioses. mi éxtasis?” del Tamoanchán; y crispada comprendió que en el instante mismo que triunfaba como mu- Xochipilli estaba jubiloso, sabía que era “Yo soy el príncipe Copilli, hijo del jer, sucumbía como diosa. Un trueno de los cie- fuerte y ágil, que en la Tierra ninguna trampa lo Emperador Axayacatl, soy discípulo de Tenoch, los retumbó en el monte y una lluvia inclemente apresaría como a los coyotes que vagan entre los protegido de Tláloc y Quetzalcóatl, Caballero cayó sobre sus cuerpos desnudos. Se separaron jacales y se comen los conejos, así que podría re- Águila y Caballero Tigre… ¿Acaso no distingues por instinto, la diosa con un movimiento brusco gresar al Tamoanchán triunfante y honrado, cu- en mi frente el emblema de la corona real?” apartó de sí lo que un minuto antes era su deleite. bierto con guirnaldas de cempazúchitl, para reci- Empapados intercambiaron una mirada distinta bir el premio a su comportamiento en el mundo Xochiquetzal escuchó en sus adentros a la que antes cruzaran. terrenal. la voz de su íntimo deseo. “¡Qué hermoso joven! Sus hombros son tan fuertes como crestas de vol- Con la agilidad de una gacela, la mujer Xochiquetzal, en cambio, conociendo canes y en su escudo se aprecian las huellas de se incorporó temblorosa. Con un movimiento de su naturaleza, gemía en silencio después de re- su bravura”. Pero recordó su deber de diosa: no tigre, el príncipe se puso de pie. No hablaron más. cibir la orden del padre dios, temblaba al pensar caer en la tentación de los mortales; a pesar de Él se echó a caminar sin saber a dónde dirigirse, que quizá no resistiría la tentación de quedarse a la voz de su conciencia; se sintió embelesada con moviendo la cabeza, desconcertado. Ella desapa- vivir entre los mortales y su pecado sería castiga- el porte y el lenguaje del doncel azteca; repasaba reció corriendo entre las matas y se fue haciendo do cruelmente por Tonacatecuhtli, cuya voluntad con sus ojos las viriles líneas del torso de Copilli, de la condena su pecado. tenía que ser acatada, nadie era capaz de apartar- imaginándose el placer de tenerlo como esposo. se de ella. Así que no se resistió cuando el príncipe le dio la A partir de entonces, Xochiquetzal se mano y la guió para llevarla a su casa de campo. convirtió en la flor que ya tiene espinas, y el hom- La diosa del amor arribó a la Tierra por bre que quiera tocarla sentirá rasgada la piel de la punta espigada de una rosa y poco a poco, la Ahí Copilli invitó a la hermosa y sus manos antes de llegar a sus sedosos pétalos.

124 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 125 Alicia González A. Holmes… por parte de madre. otro más que el que tengo; consecuencia del ca- digo prima, hermana surgida de análogo empeño. riño y empecinamiento del hombre que más me También ella tenía la piel alabastrina, sin embar- Por parte de… Una inmensa corporación de inconta- amó. De lo cansada de sortear inclementes agua- go, a consecuencia del inhumano Holocausto, hoy ble número de pisos desde cuyos ventanales se ceros, -con todo y relámpagos- vientos huracana- oculta la vergüenza bajo cárdeno lustre. – ¡Ella sí Lábaro Holmes... contempla la glorieta que embellece la avenida. dos que arrasan con cuanta flor y follaje recrea la que debió haber perdido la cabeza después de tan Mármoles italianos reflejan el caleidoscopio de vista, -amén la de los extraños- y del inclemente cruel exterminio!- No obstante, es afortunada de Lábaro… por parte de padre. Al que el patriotis- luces que se proyecta de entre palmeras enanas sol que me dora… hasta bruñirme. conducir cuadriga equina, mientras que yo per- mo sólo le renacía cada que recordaba el estribillo que ornamentan el vestíbulo. Sólidas puertas de manezco todo el santo día de pie, -empuñando, que solía entonar los lunes de cada mes cuando roble revisten de elegancia al consorcio. El enor- Lábaro escucha impertérrito sin adi- eso sí, corona triunfal en la mano- sin chistar, y la izaban la bandera en la cancha de la escuela, de me directorio con nombres de: notarios, aboga- vinar las intenciones de la inusual dama que lo vez que me atreví a protestar, ¡ay de mí!, tembló la que desertó en quinto grado, -para que apren- dos y profesionistas connotados, destaca a la en- desconcierta con el constante cruce de piernas en su epicentro la tierra lanzando por los aires la diera a cultivar el agro en la finca de su padre trada del lobby. que percibe… esbeltas. emblemática cabeza y sólo quedaron tintineando que de todas formas sería suya algún lejano día, los tres tristes… eslabones, que colgaban de mi que más bien fue cercano- y que cuando se casó, Lábaro Holmes. Despacho 304, sépti- -Señorita, ni siquiera me ha dicho cuál mano. Y le aseguro que persona no lo recomendó varias cosechas más tarde, le revivió el fervor en mo piso. es su nombre… pero por lo poco que ha expre- porque no frecuento a nadie, aunque todos me el momento en que el párroco preguntó por el sado asumo que está fastidiada de su trabajo, de conozcan. Además, a usted le gusta contemplar la nombre con el que bautizaría al primer hijo va- -¡Señorita! ¿Quién es usted, cómo en- todo. Que ya no soporta ni el compromiso ni el ciudad con el catalejo, eso influyó en la elección. rón. tró, qué hace en mi oficina si no tengo notifica- entorno. ¡Por qué no renuncia! Cambie de ciu- ción de su llegada?. dad, de país, váyase al extranjero. Totalmente aturdido, Lábaro contem- Holmes… por parte de madre. Hija de pla el monóculo en el tripié sobre el quicio del un inglés errante que cambió la costumbre del té Lábaro a punto de pulsar el botón de -Mire, señor Holmes. Podría mudarme ventanal. Mueve la cabeza de un lado al otro, y verde de las cinco, por el vicio del café negro no intercomunicación secretarial. a Francia, o a otra patria en donde vive familia. En observa la densa y traslúcida túnica que pare- sólo de las cinco, de las seis, las siete, o de la hora París tengo una prima, que digo prima, hermana, ciera caer ligera sobre las torneadas piernas. No en que le diera la gana meterse al sol, momento -¡Aguarde! Le ruego que no se inquie- si las dos surgimos de similar afán. Desterrada trae bolso que le cuelgue, ni reloj en la muñeca, en el que, alumbrado por mortecina luz y arrebu- te, que me permita hablar con usted…antes que y además, inválida, pero de piel blanca alabastri- ni aretes, alhajas, y, si la examina con atención, jado en sillón de caña con el libro de Sherlock en nada. na, de mirada extraviada, -¡nunca se ha sabido el va descalza. O es una perturbada que escapó del manos, le narraba las hazañas del astuto detec- día en que Victoria perdió la cabeza, si es que manicomio o una esnob excéntrica a la que se le tive quien siempre terminaba desentrañando el El notario, estupefacto, observa el bur- alguna vez la tuvo! –de férrea voluntad creada a perdieron los zapatos y la fiesta. Nervioso, con el misterio, y fue así como creció –esa niña de sus do y estrafalario ropaje de la dama, -seguramente base de golpes, y de una belleza tan egregia que cigarrillo en los labios, juega con el encendedor ojos- con la afición por el género. arreglada para una fiesta de disfraces- la invita a ni siquiera el exilio consiguió menoscabar. Prue- sin decidirse a fumar. No se resuelve a tocar el sentarse, -mejor en el amplio sillón frente al es- ba está que sigue cautivando a cuanto curioso la botón en demanda de auxilio, -¡cómo diantres “Sólo me caso contigo con la condición critorio donde le quepa la saya- y se dispone a contempla, resguardada entre soberbios muros sabe de su afición por el catalejo!- o, impulsarla de que cuando nazca el primer hijo, si es varón, escucharla. del palacete de calicanto. a continuar… tú elegirás el nombre que quieras, pero, -sin pero que valga- el apellido tendrá que ser Holmes. -Señor Holmes: si supiera lo harta que -Sigo sin entenderla pero, dígame… -Señor Holmes: años van, años vienen. Eso debió decir la caprichosa madre al padre, el estoy de permanecer parada, todos los días que a ¿quién la recomendó, por qué eligió éste despa- Hoy, ¡por fin!, estoy resuelta a cambiar mi nom- día en que aceptó casarse con él, previo condicio- la memoria le figuran siglos, en el mismo sitio y a cho y precisamente a mí? bre de origen. Ese es el principal motivo de la vi- nado acuerdo. Ergo…” la intemperie, mostrando siempre ante los demás sita, peripuesto a la monserga inicial. Y si bien es el mejor rostro, -ya sabemos que el amor es cie- -Espere… permítame decirle que tam- cierto que ya me cansé de estar parada todos los Lábaro… por parte de padre. go, ni qué decir del filial- pues no puedo mostrar bién en Berlín tengo parientes. Otra prima, que días, que a la memoria le figuran siglos, no voy a

126 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 127 reclamarle al padre que tanto me amó, por el in- Ana Lilia Nájera Martínez molestaba en leer algún libro, visitar un museo o sano proyecto de no sentarme en un trono a pesar ir a algún concierto de música de cámara que en de blandir corona, o por no suministrarme cua- Decisiones otros tiempos tanto disfrutaba. driga, como la de mi prima, así como tampoco, por la imprudencia de colocarme a la intemperie Aún recordaba aquellos días en los que su espo- No se arreglaba ni para salir al mer- sin de un palio, de un toldito francés… so llegaba a casa, cansado e irritado; otras veces cado, había subido de peso y casi siempre ves- cuando menos. Imagínese…¡demandar a seme- ausente sin saludar, y ella ahí esperándolo con la tía pantalones y calzado deportivos. Olía a jabón jante señorón! cena recién hecha, las niñas durmiendo, y todo en combinado con blanqueador o, en su caso, a ajo casa perfectamente ordenado, como a él le gus- y cebolla, o alguna otra especia empleada en la -A ver, señorita; ahora soy yo quien taba. cocina. solicita su atención. Si requiere de mis servicios para obtener una nueva identidad, es preciso que Sospechaba que en la vida sentimental Después supo que entre su marido y su primero me diga el nombre de pila que pretende de su hombre había alguien más, no sabía con relación temporal todo había terminado. Ahora cambiar. precisión de quién se trataba, pero lo presentía. estaba de vuelta, pero ella no olvidaba. Era su Todo era cuestión de observar de manera acucio- turno para desquitarse, en lo que sabía que más -Ángel… por parte de padre. sa sus actitudes y los detalles que no pasaban in- le molestaba a su marido: el desorden. Por eso advertidos, como el estar ansioso, a veces molesto, a diario quemaba la comida, y algunas veces sus -Independencia… también por parte con la mirada perdida en el horizonte, y por su- camisas, principalmente en el cuello, donde sa- de padre; porque madre no tuve… aunque me puesto no dejaba en ningún momento el celular, bía que la mujer clandestina había dejado huellas haya parido. que siempre lo traía consigo, hasta para dormir. de carmín, que con tanta lavada desaparecieron, pero en la mente de ella seguían vigentes. Provo- Cuando ella lo cuestionó acerca de esa caba a las niñas con su neurosis para que cuando relación, él se le quedó mirando, sin contestar llegara su papá estuvieran inquietas, y no tuviera nada, con el rostro inexpresivo y la mirada fija la acogida que siempre se le había ofrecido en los como siempre. Quizás era un poco tarde para una buenos tiempos. separación. Había notado que él quería recuperarla, Había tres niñas, que hasta ese mo- pero ahora tenía que tomar una decisión: perdo- mento habían crecido en un entorno familiar nar y olvidar, o seguir en el diván del dolor y el agradable y él era un buen proveedor. Sin embar- resentimiento, que no la llevaría a nada bueno. go, se preguntaba hasta dónde estaría dispuesta Podría pedir una reparación del daño, y tendría a tolerar las nuevas circunstancias de su relación que rehacer su plan de vida, con sus hijas y al que no le eran favorables en lo particular. que había elegido como el padre de ellas, espo- so y amante de ella; sin dejar de lado sus metas Cómo fingir que no pasaba nada, personales... cuando por dentro sentía un dolor intenso de desamor, desilusión, congoja y desesperanza. Se preguntaba por qué había aceptado el papel de tiempo completo de ama de casa, cuando ella podía ejercer una profesión. Ahora ni siquiera se

128 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 129 Ana María González Paz y Puente todo lo demolió el tiempo y también la realidad. “Juan José, -le pareció escucharla- a la valija dando tumbos; mas murmura su apellido inversa que tú, yo siempre he creído en la felici- con la firme convicción de que va a insistir en su Número 4 Consciente de que tú no existías, fui dad, no tanto en encontrarla como en buscarla. número 4. deshonesto. Buscaba en tres personas al mismo Por su intensidad, el amor no tiene definición, se Juan José pasea por la cubierta. Su travesía por el tiempo: intimidad con Alma, comprensión y encuentra dentro de ti y sólo tienes que ofrecerlo. Caribe se acorta. Quiere disfrutar el crepúsculo apoyo con Gema y ensoñación con Nora. De esa No has reparado en sus 4 letras. Debería ser im- que, fosforescente, se bambolea entre las crestas manera no tenía espacio para que me impresio- portante para ti esta palabra en tu enumeración. de las olas. Las nubes rebullen en el horizonte, naran los defectos de ninguna. No obstante me que parece prolongación y una tonalidad más del hallé incompleto. La situación inadecuada influía ¿Quién crees que eres para que el mun- mar. Impresionado por la pluralidad de azules in- desfavorablemente en mi ánimo. do gire a tu alrededor y se acomode a tu manera? tensos, agresivos, tenues y nítidos, entorna la mi- No reparas en tus imperfecciones, no mencionas rada y así subraya sus ojeras estriadas de hombre El número 3 no podía funcionar con- siquiera una. Con el pretexto de encontrarte a ti maduro. migo porque mi destino está marcado por el 4: mismo no respetas a nadie como persona. Pre- Nací el 4 de abril de 1944, en la casa con el nú- tendes que acepte con naturalidad que conviviste Para Juan José el tiempo ya no es el mero 2704. Además de que el número de las ca- con tres mujeres al mismo tiempo y que celebre mismo de antes, cuando no reparaba en su pér- sas donde he vivido termina en 4. A los 24 años que yo pueda ser la cuarta y la definitiva. dida; ahora aquilata cada minuto y planea qué me titulé. En 1984 estuve a punto de morir en hacer con los segundos. Tiene que decidir en este un accidente. Tuve 4 hermanos y 4 hermanas y En una relación debe haber reciproci- viaje cómo vivir en adelante y con quién. Evoca a las personas con que me he involucrado tienen el dad; 6 con nosotros no existiría. Yo viviría para Belén; aún siente su aliento cálido en la mejilla. mismo número en su nombre. Y suena siniestro: descubrir cómo quererte y hacerte feliz; tú, como La brisa marina le alarga la sensación. Todavía no la urna donde depositarán mis restos está en la siempre, sin saber cómo, te dejarías querer. puede interpretar la fijeza en su mirada al despe- hilera D número 94. dirlo; le perdura el destello ambarino del iris de A propósito de números, mi primer sus ojos oblicuos y la imagen de su silueta esbelta Belén, mis sentimientos se encuentran nombre es Aiko, el mismo de mi abuela japone- disolviéndose en la distancia. en perfecta armonía contigo: amor, admiración, sa, tengo 44 años, me aumenté la edad para que ternura y pasión. Únicamente quiero desentrañar no recelaras que fuera demasiado joven para ti. Ha sido tan poderoso su bloqueo, como una duda: me preocupan tus 50 años y tu nombre Adiós, no pienso convertirme en otra desechable”. siempre antes de dar un paso definitivo, que no en los que no existen los cuatros. Espero que la tenía la seguridad de haberle enviado el mensaje ausencia de mi número no signifique una alerta La sirena del barco sobresalta a Juan que en un impulso le había escrito. Ella no le ha- para que considere si no influye, más que tú, la José, las gaviotas anuncian el puerto, para él son bía hecho ningún comentario al respecto; enton- circunstancia de mi deseo de renacer a tu lado”. girones que desgarran el firmamento, siente que ces, ya se confesaría en su oportunidad. no encaja en el bullicio del muelle. Camina pre- Cuando Juan José termina su monólo- suroso como cualquier otro pasajero. De perfil, “Belén, -le acentuaría- yo soy de los que go interior, recuerda la expresión de la mirada de sobresale su nariz recta, prominente y su mentón han pensado que la felicidad es de otro mundo y Belén y descubre que no era sólo de fijeza, sino liso que continúa sin curvatura a sus labios finos, que el amor es un espejismo. No sabes el vacío también de escrutinio y frialdad. Entonces tuvo bien dibujados. que se siente cuando para uno todas las mujeres la seguridad de que ella sí había leído el mensa- son iguales, y que si hubo una en especial, fue je. Quiso ser sincero, pero fue impulsivo y torpe. Se le acerca un maletero, que viendo la momentáneamente, porque su seducción me im- Afligido, se dispone a revisar sus mensajes. etiqueta de su equipaje, le pregunta: “¿Le ayudo, pactó o mi ilusión se extendió. En ambos casos, señor Puga?”. Juan José, entre tanto, se siente una

130 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 131 Arturo González Jiménez Crecí bajo una doble dictadura que para hacer más atractiva la carne del salmón. La unión con mi Doña Marina tuvo forjó mi carácter: la de mi madre, quien siempre un primer tropiezo serio, después de muchas Ante el espejo me trató con dureza, como si se arrepintiera cada Al no poder llegar a un conveniente desavenencias motivadas por mi continua y va- día el haberme dado el ser y, la del generalísimo, acuerdo financiero, la empresa abortó. Sin em- riada infidelidad. “De un tiempo a esta parte siento que me espían...”1 que por más de cuarenta años gobernó mi país. bargo, esta primera incursión me dio la oportu- nidad de conocer a mi Doña Marina. Con ella Nuevamente quemé mis naves. Emigré Doquiera que voy alcanzo a percibir A pesar de muchas carencias logré una aprendí a entender el nuevo medio en que me solo a la Ciudad de México, donde incursioné que alguien me sigue incansablemente. carrera universitaria aunque no hasta el doctora- desarrollaría y a manejar mis cuentas de vidrio ahora en la minería. Después de estudiar concien- do en química, título que ostento desde mi lle- para hacerlas lucir más atractivas que el oro. zudamente mi nuevo ramo, y con el apoyo de un ¡Ha llegado a tal grado mi delirio de gada al nuevo país en que he vivido los últimos viejo conocido con quien alguna vez promoviera persecución que ni dormido logro zafarme de veinte años. Con el apoyo de ella y el de mis con- invernaderos, integré una cartera de negocios que esta sensación! tactos en la Madre Patria, pude involucrarme fue creciendo y diversificándose cada día, con el Ha sido el medio hostil, tanto el de allá en nuevos negocios, algunos bastante exitosos. soporte de un par de ingenieros nacionales: uno El único momento del día en que con- como el de acá, el que me ha forzado a sobrevivir Participé en grandes plantaciones de plátano que joven, con amplia experiencia en ingeniería fi- sigo cierta calma es mientras me rasuro ante el apoyado en mi máximo talento: mentir. llegó a exportarse hasta Hungría. Cuando ella nanciera; el otro, más o menos de mi edad, con espejo. me hizo advertir que estaba en una jaula de oro, bien cimentados conocimientos técnicos. Ahora que, para hacerlo bien, he teni- abandoné la empresa exportadora, para promover Con temor verifico que nadie esté a mis do que leer mucho, sobre cualquier oportunidad hasta sistemas diseñados en mi país de origen y Con ellos trabajé incansables jornadas espaldas. que vislumbraba, para atrapar incautos y hacerlos fabricados en la India para procesar frutas tropi- de trabajo de un mínimo de doce a quince ho- caer en mis redes, en busca de quimeras tan bien cales tan escasas y apreciadas en el Viejo Conti- ras diarias, los siete días de la semana. Llegamos Aplico la espuma sobre mi cerrada bar- urdidas en las que hasta yo he llegado a creer. nente. Al mismo tiempo causé muchas envidias y a formar un grupo casi familiar donde el joven ba. Observo mis canas que, no obstante el tinte gané enemigos tanto allá como acá. cubría la ausencia de mis hijos y el viejo a los her- sobre ellas aplicado cada tercer día, persisten en Con mi primera esposa, quien alcanzó manos que nunca me aceptaron. Juntos conven- mostrar las huellas del tiempo. ¡Qué pesado es a disfrutar de los magníficos resultados de mis No obstante, logré convencer a otro cimos a muchos mineros, cuyos sueños hicimos mantener mi apariencia de forma tal que coinci- primeras incursiones en el mundo de los nego- empresario mexicano, cuyos contactos en el me- renacer. da con la edad que declaro! cios que se multiplicaron a la muerte del dicta- dio político nos dieron acceso a un apoyo finan- dor, tuve tres hijos: una mujer y dos hombres. Sin ciero a fondo perdido, con el que se construyó A todos defraudé, al no querer darme Sin poder evitarlo, hago un balance embargo, al enterarse de mis múltiples -y hasta una planta capaz de procesar frutas en volumen cuenta de que al imponer mi estilo de negocia- mental de los hechos que me han traído hasta poco convencionales- aventuras extra maritales, igual al manejado diariamente en la Central de ción yo mismo dejaba ir oportunidades que me aquí: me exigió el divorcio, conservando la custodia Abastos de la Ciudad de México. eran puestas sobre la mesa, ocasionando que la de nuestros hijos y dejándome literalmente en la cartera de negocios se haya ido esfumando. “Nací hace más de seis décadas. Soy ruina, bajo la amenaza de hacer públicas algunas La absoluta falta de planeación hizo el mayor de seis hermanos, muy diferentes a mí. de mis infidelidades. que la construcción de la planta tardase más de Desde entonces he recibido muchas re- Siempre he sido rechazado por ellos. ¡Cómo si yo cinco años. Sin embargo, durante todo ese tiem- clamaciones, insultos y hasta amenazas, tanto por fuera culpable de haber sido engendrado por un Como Cortés lo hizo hace casi cinco po viví a cuerpo de rey, con todo lo que eso impli- acuerdos o compromisos no cumplidos como por amor temprano de mi madre, antes de su unión siglos, quemé mis naves, al llegar al Nuevo Mun- ca, haciéndome perder el piso, ganar nuevos ene- promesas no satisfechas. con el padre de ellos y quien, a pesar de todo, me do. Con el único bagaje que tenía, convencí a un migos y engañar incluso a atractivos miembros dio su apellido! empresario agroindustrial, mexicano aunque ra- del séquito de mi socio cuyo tren de vida imité Ahora me encuentro irremediable e dicado la mayor del tiempo en Miami, para sem- y sobrepasé. inexorablemente solo, sufriendo el acoso de las 1Del cuento “Paranoia” del libro de cuentos La mosca de Slawomir Mrozek. brar pimiento y extraer un colorante orgánico sombras que me agobian de día y de noche, de

132 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 133 forma inmisericorde.” Beatriz G. Martínez Lutteroth. sorprendida que sabes a qué me refiero: a la par- tida de mi abuela. Tú, mañosamente has hecho Enjuago mi cara para retirar los restos Íntima amiga que sienta y crea que fue lo mejor. Por la enfer- de espuma que facilitaron mi afeite. medad, el sufrimiento, la agonía tan prolongada, Me parece justo hablar de ti pública y abierta- pero sobre todo, por la edad. Estuve un tiempo Acerco mi rostro al espejo para exami- mente, ya que has estado conmigo desde mi na- sosteniendo ese pensamiento, pero ¿qué pasa? nar de cerca mis irritados ojos. cimiento. Cuando más conforme me encuentro vuelves a embestir inmisericorde cual animal herido y cie- Alcanzo a percibir un movimiento a Has sido compañera inseparable en go a punto de morir. Haces que vuelva ese hondo mis espaldas. mis buenos y malos momentos. Comprensiva a pesar. Te encargas de mandar una y otra y otra Ahogo un grito que pugna por salir de veces, permisiva no tanto y tirana, por lo regular. vez sin discriminación la imagen de ella: suave y mi garganta. ¿Recuerdas? Cuando he querido borrar aconteci- tierna, a veces; con el enojo y jalón de cabello por mientos tristes y desagradables, como la ausencia un lado; por el otro, besos y caricias y… ¡qué sé Con el pulso acelerado me volteo para definitiva de mi padre, -por su temprana muerte, yo! Y todo se vuelve un caudaloso río desbordado comprobar que nadie está detrás de mí. por supuesto. Ese ser, que a base de fuerza y co- de emociones y sensaciones dolorosas que impi- raje me lo invento, reinvento e imagino: cariñoso, den sobremanera la calma y el sosiego y ¡hasta la Al volverme otra vez hacia el espejo, comprensivo y amoroso… pero tú, necia e inqui- respiración! contemplo los rostros de mi madre, de mis her- sidora, me lo manifiestas lejano, frío, desapega- manos, de mi primera familia, de mis múltiples do y difuso como esa bruma pesada y grisácea al Pero no todo es tan nefasto, querida socios, de mi Doña Marina, de mis parejas tem- amanecer, que opaca el bello paisaje de la llanura. amiga, a veces, muy contadas, contadísimas ve- porales, de mis subordinados, de mis clientes, Injusto ¿no crees? Porque a veces se vuelve batalla ces, eres mi aliada y cómplice: murmuramos por de... campal a ver quién gana: si tú o yo. situaciones que nadie debe saber; sonreímos al recordar por el simple hecho de recordar mo- Cansado de la persecución de que soy En otras ocasiones, eres esa tierna y de- mentos agradables; nos carcajeamos hasta las objeto, abro la navaja para cruzar mi cuello y al- licada amiga que se acerca a mí en el momento lágrimas, cuando traes a mi pantalla las cosas canzo a ver el chorro de sangre que empieza a más desesperanzador, susurrando al oído: “No te chuscas que están en el archivo para nuestro be- cubrir mi imagen expuesta ante el espejo...2 preocupes ni te agobies, esto tiene solución. Verás neplácito. Cuando escuchamos una romántica que al cabo de un tiempo, ni lo vas a recordar; es canción y me sitúas en el momento candente con más, hasta te vas a reír”. Irónico ¿Verdad? ¿Por esa persona,- tú sabes cuál- enamorada y entre- qué tiene que ser así? Ya que tú y yo cohabitamos gada, ¡qué felicidad! en el mismo lugar y espacio; aunque no quera- mos, nos necesitamos una de la otra y así estare- Otras veces, me remontas a bellos pai- mos hasta el final, - bueno, así me lo imagino yo. sajes como el mar: con el suave vaivén de sus olas ¿Por qué a veces eres tan veleidosa? Otras cruel y y encimado el azul del cielo, el anaranjado espec- dolosa, como el ácido a la llaga; te ensañas y no táculo que propicia el ocaso, cuando el sol se reti- das tregua a nada. Te comportas como la enemiga ra a descansar en complicidad con el mismo mar; al acecho disfrazada de humilde cordero y cuan- o de la espectacular e inigualable belleza de las do me tienes en tu poder, -ya confiada- asestas flores, acompañadas por el color y su inseparable la puñalada hasta el fondo, esperando morbosa- aroma. El nacimiento de mis hijos; sus diferentes 2 De la carta póstuma que no alcanzó a escribir un embaucador. mente ver sangrar la herida. Sí, no te hagas la etapas: sus fiestas; enfermedades; besos y abrazos

134 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 135 y los constantes viajes en familia. Eduardo Rueda Aguirre se ganó el corazón de la gente. Dijo que llegaba para crear paz y así fue. Nadie sabe cómo, pero También cuando me encuentro abati- Dorada con la llegada del comandante Larios el pueblo da por la soledad e incomprensión y hasta por la se sosegó. traición de quien consideraba amistades bellas y El año de 1957 sucedió. Fueron seis disparos que duraderas. De inmediato te haces presente y te rompieron el siseo adormecedor de aquella tar- ¿Era soltero? Nadie lo supo, vivía solo ensañas más con esas nefastas experiencias que de de julio. Las seis con diez minutos. Peregrino al otro lado de la casa de Peregrino, otro solitario. con imágenes de personas con las que he expe- Santoscoy miró su reloj. Los balazos se escucha- De Peregrino todos sabían su historia: fue hijo rimentado emociones, sensaciones cálidas y ¿por ron secos, sordos, sin eco, sin reverberación. Pen- único, sus padres habían fallecido unos diez años qué no? ardientes, apasionadas y también mara- só: “dieron en el blanco” antes con diferencia de tres meses. Ahora Pere- villosas como el cariño, el amor y la pasión. grino tenía cincuenta años y nunca se casó. Su Fue cerca, muy cerca de su casa. Pe- novia con la que 20 años atrás estaba comprome- ¿Cierto que cuando quieres regodear- regrino se asomó por la ventana que daba hacia tido, cierto día desapareció, sin dejar rastro; unos te y ser buena conmigo, todo es mejor? Y más, un pequeño valle lleno de sembradíos de maíz, decían que se ahogó en el Río de la Pasión, el río cuando reconoces que somos una y lo seremos alcanzó a divisar a unos 40 metros a una mujer que rodeaba el poblado; otros afirmaban que se hasta el fin de nuestra existencia. que sólo apareció unos segundos ante sus ojos la robaron dos forasteros un sábado al atardecer. escudriñadores. Lo cierto es que la buscaron sin descanso y nada, Sólo me resta hacerte una súplica: no jamás se supo algo de ella. te alejes de tu hábitat ni me provoques enferme- Aunque fue una ráfaga femenina, Pere- dades cuando me llevas al extremo. No te dejes grino grabó un rostro de facciones muy bellas, la Peregrino se metió al mundo del silen- asaltar por situaciones negativas y nefastas que cara le pareció un rayo dorado del sol vespertino. cio durante 8 años; después emergió un nuevo también te puedan dañar y nos perdamos la una Ella lo miró unos dos parpadeos y sembró en la Peregrino atento, social, pero misterioso. a la otra y no nos podamos recuperar. ¿Queda memoria emocional de Peregrino un estreme- claro? ¡Defiéndete! ¡Cuídate! Defiéndeme, cuí- cimiento; realmente la mirada de aquella apari- Peregrino: estatura 1,85; ojos profun- dame… ción conmocionó la tranquilidad habitual de este damente negros y grandes como dos soles oscu- hombre. Peregrino alcanzó a gritar ¡Señora! No ros, pero a la vez destellantes cuando su mirada hubo respuesta. Su grito se fue rodando por el alcanzaba algo que atrapaba su interés; nariz recta campo y se perdió entre las mazorcas que inmó- y fuerte; boca de líneas equilibradas y bigote ne- viles esperaban ser desprendidas un día después, gro e impecable en su arreglo; 85 kilos; fuerza de Santa María de los Tules, el poblado de unos personaje mitológico. Todas las mujeres del pue- 3 mil habitantes, dedicado a sembrar planta de blo, literalmente todas, desde ancianas, abuelas, tabaco, con excepción de la propiedad de Pere- casadas, solteras, hasta adolescentes despertando grino (él siempre sembró maíz), quedó primero a la vida, imaginaban toda clase de arrebatos con impávido y después se desbordó en lágrimas de él; era un singular enamoramiento colectivo y a la verdad. Todos, hombres y mujeres lloraban sin vez un sueño imposible. consuelo. Mataron al comandante Larios, un hombre paradójicamente muy querido. Larios Peregrino vivía seis meses en la casa llevaba 12 años al frente de la comandancia de paterna, que ahora era suya y seis meses despare- la policía municipal. Un día llegó contratado por cía en el misterio. Ahora, Peregrino estaba en el el munícipe de aquel entonces y desde esa fecha velorio del comandante Larios.

136 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 137 Matías uno de los dos amigos que te- diríase cautivante, dijo: “Era mi hermano, un Elsa Rodríguez Osorio. mucho. Al crecer Cecilia y José María se hicie- nía en su cerrado círculo, se acercó y le dijo en hombre sagrado para mi, un tesoro en vida y ron novios. En los Altos de Jalisco la gente tiene voz baja. “Peregrino, tú debes haber visto algo, al ahora ya no está, se fue, alguien lo mató”. Luego ¿Asesinato o suicidio? fama de guapa y bien plantada y Cecilia desta- criminal en fuga o a los asesinos; dime a mí, sólo elevó un poco la fuerza de su voz y dijo: “¿saben caba por su belleza. Cuando el Ayuntamiento le a mí, ¿qué pasó?” “Matías, ya lo declaré, escuché algo?...” Peregrino la contemplaba extasiado y al -El culpable de toda nuestra desgracia fue el tío pidió a la joven ser la reina en las fiestas del pue- los disparos y rápido me asomé por la ventana de escuchar la pregunta de , creyó que Rodrigo -repetía sin cesar Severa, cuyo nombre blo, José María se opuso, “Cómo su novia iba a atrás, percibí un ruido como si alguien corriera, la mirada de ella se detuvo en él y en Matías, unas le venía muy bien-. Él fue quien le calentó la ca- andar luciéndose ante todos”. Luego su disgusto pero nada pude apreciar. Después salí, fui a casa fracciones de segundo más que en el resto de los beza a mi padre de que mi mamá lo engañaba. fue mayor al enterarse de que Pablo Ricardez, un de Larios y lo demás todos lo saben. Un hombre asistentes. Pobre, ella tan sumisa y abnegada, incapaz de fal- estudiante de medicina que había ido al pueblo a bueno, muerto por seis certeros disparos, tres a la tarle, pero mi padre siempre fue débil de carácter hacer sus prácticas cortejaba a Cecilia. Su herma- cabeza y tres al corazón, que más te puedo decir, Nadie habló, sólo unas mujeres se acer- y el tío lo manejaba a su antojo y le creyó. no Rodrigo le aconsejó que apresurara la boda. aunque Larios y yo, nunca hicimos amistad, lo caron a ella y la rodearon de palabras tristes y de Antes del mes se casaron. que se dice amistad como la tuya y la mía, de to- expresiones indignadas. -No digas eso -le reconvenía Purifica- dos modos nos hablábamos bien y nos teníamos ción, algo tímida y apocada, lo opuesto a su her- La pareja se fue a vivir a la ciudad de respeto y como que algo de afecto inexplicable La mujer pasó unos minutos en ese lu- mana-. Dios sabe por qué sucedieron las cosas. México, igual que toda , por idea del tío nos unía, tal vez por nuestras mutuas soledades.” gar, no se sabe cómo, pero mientras se produjo un Rodrigo que decía que allá tendrían un porvenir Peregrino se reservó, no dijo que el comandante inesperado apagón de unos 15 segundos, la mujer Las hermanas vivían en una vieja casa mejor. Larios, una noche antes, le había comentado que desapareció. Pasaron muchos días, toda clase de por el rumbo de la Villa. Estantes con polvosos estaba muy cerca de resolver el misterio de su no- versiones corrían y se mezclaban entre la gente, libros cubrían las paredes de adobe. Sentadas en Pasaron algunos años, no habían vuelto via desaparecida El misterio era casi patológico, nacieron decenas los sillones de mimbre de la pequeña sala, se pre- a saber de Pablo Ricardez, cuando un nefasto día, de versiones, el mundo de las suposiciones entro- guntaban qué hacer ante el telegrama que acaba- al ir Cecilia al mercado, se lo encontró y plati- De súbito ingresó a la sala la mujer do- nizó su reino en aquel lugar. ban de recibir: caron sólo un momento. El ahora doctor había rada, la que había permanecido oculta en la de- ido al barrio a hacer una visita domiciliaria, pero claración de Peregrino. La gente calló, cientos de Peregrino se extinguió, así como si fue- “Rodrigo murió anoche. Es necesario el tío Rodrigo los vio y se lo dijo a José María. ojos se posaron en ella. Era realmente imponente ra un fuego en terminación. Al siguiente día ya que vengan”. Cuando ella regresó del mercado, el hombre le su belleza, diríase que hasta los ciegos la percibi- nada se supo de él, ni Matías se enteró cómo y hizo una escena de celos. Discutieron hasta el rían como una personalidad radiante. El llanto porqué se fue. -¿Qué vamos a hacer, Severa?–pregun- amanecer. cesó y en seguida nació un murmullo bajo que se taba Purificación. fue intensificando hasta convertirse en un ruido Cinco años después, una mañana Ma- Al día siguiente sus pequeños hijos: volcánico listo para entrar en erupción. tías recibió dentro de un sobre una fotografía. -Ni modo, Pura, hay que ir a sepultarlo. Aniceto, Purificación y Severa, entonces de 8, 6 y Peregrino y la mujer dorada juntos, sentados ante 4 años, al ver que su mamá no despertaba entra- una mesa en un café. Los dos le decían en el an- Matías percibió un sobresalto en Pere- Purificación y Severa esa noche toma- ron a su cuarto: el impacto fue aterrador: Cecilia verso de la foto: “Sólo tú conocerás la verdad.” grino y le pregunto: “¿La conoces? Toda la vida… ron el tren a Guadalajara. Conforme el tren co- estaba colgada de una viga del techo. Llegó la Matías, parado en la puerta a la casa de Peregri- he soñado con esa mujer, mas nunca la había vis- no, a donde se había mudado, encendió un ciga- rría por las vías, los recuerdos se apersonaron en policía. ¿Qué había pasado? Empezaron a inves- to.” Una señora conocida en el pueblo por ser ha- rrillo, aspiró el humo a total profundidad y con sus mentes. tigar y hasta los niños tuvieron que ir a declarar blantina le dijo decidida: “¿Quién es usted?” La ansiedad se dispuso a leer. Desde las primeras a la Delegación. El primer sospechoso fue José mujer dorada, vertió su mirar en los ojos de todos líneas se estremeció y luego se escucharon seis Sus padres, Cecilia y José María, se co- María, pero nunca se pudo probar si fue suicidio los que estaban en desconcierto y habló. disparos. Matías se desplomó. Unas manos feme- nocían desde niños allá en San Miguel el Alto, u homicidio. El tío Rodrigo le dijo a su hermano ninas recogieron la fotografía y hasta la fecha el donde los Muñoz -los padres y 5 hermanos- que lo mejor sería que desapareciera por un tiem- Una voz clara, transparente, segura, pueblo sigue diciendo: ¿qué sucedió? poseían un pequeño rancho que no daba para po. José María se fue y no regresó sino muchos

138 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 139 años después, hecho un guiñapo, atrapado por el Juana Cruz Meza terminar con esas conversaciones, pero cuando alcoholismo del que nunca pudo salir. me asalta el pensamiento de acabar con ellos gui- Murmullos llotinando todas esas cabezas que me asedian, me Los niños fueron criados bajo la severi- aterra el solo pensarlo y estoy seguro de que sería dad del tío Rodrigo, quien desde chicos los hizo No puedo dormir. Tanto ruido y conversaciones incapaz de hacerlo. Allí está mi esposa que me trabajar en sus poco prósperos negocios. Primero me aturden. Siento una gran zozobra. Quiero ce- habla, dándome múltiples órdenes como siempre, fue apicultor y obligaba a Aniceto a sacar la miel rrar los ojos y descansar un poco, pero entre más que aspire las alfombras de las habitaciones de la de las colmenas y las niñas debían ir a vender lo intento brotan cabezas de las paredes de mi re- casa, que cambie los focos fundidos, que vaya a la miel en el barrio. Después tuvo vacas y en la cámara como retratos en tercera dimensión, son tirar la basura, que tire las cosas que están en el madrugada levantaba a los sobrinos para que or- bustos de personas que empotradas en los muros cuarto de los trebejos porque dice que son inser- deñaran a los animales y luego fueran a repartir empiezan a platicar al mismo tiempo. Intento vibles y no entiende que algún día podrían ser de la leche. También fue comerciante en loza y los acallar sus conversaciones tratando de intervenir utilidad. El problema es que cuando realmente chicos tenían que ayudarle en el transporte y la en sus diálogos, alzando la voz, pero no logro si- se necesitan nunca las encuentro y tengo que ir venta. Aniceto, al crecer, huyó de la tutela del tío. quiera que me tomen en cuenta, por lo menos a comprarlas. También me pide que coloque las Las mujeres también se independizaron: Severa mínimamente. litografías pendientes que se encuentran arrum- se convirtió en una magnifica costurera y Purifi- badas en los clósets…¿o se dirá clósetes?, yo creo cación en enfermera. En medio de murmullos y pláticas en que sí, por aquello de que los extranjerismos tie- las que trato de adentrarme, no logro meterme en nen que pluralizarse como en el español;… to- El tío Rodrigo, ya viejo, decidió irse a ninguna; en primera porque no me lo permiten tal, al final de cuentas cada quien escribe o habla vivir a Guadalajara y allá llegaron Severa y Pura. y, en segunda, porque hacen caso omiso de mi como le da la gana, o si no, díganlo todos esos Lo sepultaron y al recoger sus pertenencias, al presencia y hasta siento que se mofan de mí. Es locutorcillos que sólo por tener un micrófono en fondo del viejo baúl encontraron una carta que muy desesperante. Yo estoy ávido de compañía, la mano se sienten con el derecho de decir todas iba dirigida a ellas. de tener amigos con quienes platicar, pero no lo- las sandeces que se les ocurren. El problema que gro siquiera que estas personas me hagan caso. tiene esa gente es el que muchos tienen: cambian -Léela, Pura, a la mejor nos dejó una Las paredes de mi recámara semejan una cara de el orden de los factores, primero hablan y luego herencia- le dijo con sorna Severa extendiéndole adolescente, son como un rostro lleno de impu- piensan o, peor aún, solamente hablan. Todo lo el papel. -¿Recuerdas que decían que poseía una rezas en el que surgen más barros y espinillas en que mi esposa no me puede decir en el día me bolsa llena de centenarios?- la medida que quiero conciliar el sueño y cuando lo dice en la noche, como si quisiera que a través empiezo a cabecear, las conversaciones cobran de los sueños irreconciliables con las sombras y Pura se caló las gafas y leyó: más fuerza. aliada con las personas calladas, sus palabras en- contraran su vuelo a través de las paredes y lle- “Hijas, perdónenme, pero yo no podía Una de las cosas que menos tolero en garan a mis oídos. A veces me parece que todas permitir que Cecilia se fuera con otro”… la vida es que no me hagan caso o que no me las personas empotradas en la pared yo las hago pongan atención y mucho menos que no pueda aparecer a través de mis párpados o que ellas los interactuar con las personas, porque mucha de la emplearán para encontrar en esos lapsos de tiem- gente que emerge de la pared es totalmente des- po sus instantes de libertad. conocida para mí, o al menos eso es lo que me parece. -Vamos a pactar.- les digo con la mayor tranquilidad de la que soy capaz. - Reconozco a He pensado en la posibilidad de muchos de ustedes; sé que viven en esta calle, al

140 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 141 menos los he visto alguna vez, les puedo decir qué Ma. De Los Ángeles Melo Sánchez que poco a poco me envolvía. De pronto sentí automóvil tienen; a las señoras las he visto salir a un enorme impulso de salir. Fue entonces cuan- tirar la basura o llevando a sus hijos a la escuela Luna Roja do miré al cielo, allí estaba la luna, enorme con o caminando de regreso cuando salen de ella, o un color púrpura que hacía parecer que sangraba. en el súper o en otros lugares en los que hemos En la historia de mi vida, la influencia de la luna Surgiendo una sensación de atracción que no me coincidido. Lo que no me explico es por qué se fue determinante. Al llegar la noche, su presencia permitía apartar la mirada. Sentí como se apo- meten a mi casa y se adueñan de las paredes de se filtraba por la ventana, su conducta nocturna y deraba de mi voluntad, y una helada sensación mi recámara y no me dejan dormir. - Si ustedes enigmática me abstraía. Me quedaba observán- de miedo me iba venciendo; traté de mover las duermen de día no es justo que yo sea depositario dola largo tiempo, la acompañaba simplemente piernas, no me respondían, las sentía como unas de la energía que les queda y vengan a mi casa a en cada movimiento. Me fascinaban sus facetas: enormes anclas. contarse sus frustraciones o a compensar esa falta podía verse brillante y majestuosa, misteriosa, tí- de comunicación en las suyas. mida, gigantesca o apenas asomarse. La luna lentamente fue perdiendo su color rojo negruzco y retomó la luz propia que En sus conversaciones he advertido La luna como un imán en su fase obs- la caracterizaba. Fue justamente en ese momen- sólo quejas, reclamos, gimoteos, por eso no nos cura atrapaba mis sueños. Mi comportamiento to que sentí la violencia de un viento frío, que podemos entender. No tienen por qué venir a en muchas ocasiones fue cuestionado por mis pa- sacudía de forma brusca los árboles y emitía un mi casa a decir lo que pueden hablar en la suya. dres, de ahí el sobrenombre de ``Gato``, que mi sonido parecido a un lamento. Eso es lo que no me explico. Yo trabajo y no sé hermano me adjudicó. Mi comportamiento ob- por qué les gusté para venir aquí a lamentarse y sesivo e ideático por la luna fue distintivo en mi Una densa niebla se hizo presente. De conversar entre ustedes de todas sus frustraciones vida, volviéndome una persona aislada y retraída, ella fue emergiendo una sombra, que a medida y desesperanzas. - Ésta no es la casa de los la- con una vida nocturna. Muchas veces quise en- que avanzaba, se hacía más visible. El espectro de mentos.- les digo. Pero hacen caso omiso de mis contrar explicación a la imprescindible alianza una mujer vestida de seda y terciopelo rojo pare- reclamos y continúan con sus cuchicheos. que surgió con esta figura legendaria. cía flotar. Su mirada profunda, sus ojos dilatados, rojizos, se fijaron en los míos y sin mediar una ¡¡¡Guarden silencio!!! - les grito con El reloj marcaba las diez de la noche, palabra me tomó de la mano; su piel era tan del- todo la potencia de mi voz y con la esperanza que una gran emoción me invadía; quería observar gada y trasparente, que podía sentir cada falange. callen todas esas voces que no me permiten con- el eclipse de luna roja o luna de sangre; prepa- Me separé bruscamente, esto sólo fue un refle- ciliar el sueño; afortunadamente por esta ocasión ré todo para un evento tan significativo para mi jo de la voluntad que se extinguía. Un temblor si funcionó y por fin se hizo el silencio y al fin vida. El día había estado muy nublado, lo que no indescriptible sacudió mi cuerpo, un cuerpo que pude dormir. O…tal vez… ¿al fin pude despertar? permitió que observara este fenómeno. Una nue- sentía que ya no era mío. va oportunidad tardaría 18 años en volver a pre- sentarse; quedé decepcionado, ya que sentía que Ella me condujo por un sitio desco- había perdido el momento de estar más cerca de nocido, lúgubre, tenebroso. No mostró ninguna ella, en su fase más cercana a la tierra. emoción, no emitía ningún sonido; podíamos comunicarnos, no hacían falta las palabras, yo Poco después se produjo un apagón podía percibir sus deseos como un eco en mi ca- que me dejó en penumbras. Traté de encontrar beza. Me atrajo hacia su cuerpo; estaba tan cerca algo para iluminar la habitación, fue inútil. No que podía sentir cómo su aliento antes helado, se sé cuánto tiempo pasó. Pero la obscuridad me trasformaba en un calor suave que iba en ascenso, parecía absoluta, lograba escuchar el silencio contrario al calor de mi cuerpo que se desvanecía.

142 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 143 Su control me asfixiaba, la respiración se hacía Mariana Olivos Muñiz Al menos ya tengo una idea del por qué lenta, tan lenta que sentía cómo mi corazón de- pudo aparecer este sueño. tenía su marcha. El retorno de Narices de cuero Esta noche pienso atender cada detalle Desperté agitado, sudoroso, me incor- Cuando era pequeña, recuerdo que mi abuela que emerja del sueño: la misma escena de cuan- poré bruscamente del sillón donde me había que- me contaba una historia: “ahí arriba en el cielo do era pequeña,” ¡abuelita, me está escupiendo dado dormido. Una sensación de vacío me inva- hay un agujero en donde se esconde Narices de Narices de cuero!”. El cuarto es como estaba en dió, experimentaba una ausencia que no lograba cuero”; mientras narraba esa anécdota señalaba el aquel tiempo, las paredes gastadas por la tristeza comprender. techo de su casa. de los años, de las ventanas escapa el olor de la esperanza difuminada. Las gotas de lluvia que se Las imágenes de lo sucedido se presen- La casa en la que vivía mi abuela tenía asoman parecen lágrimas que describen el humor taban confusas. No sé si fue real o no. Descu- goteras, así que en época de lluvia, cuando está- de la ciudad; recuerdo que en época de austeridad brí una herida en mi cuello rodeada por un gran bamos acostadas, yo le decía: “¡Abuelita, Narices sabían a sal, y cuando llegaba a existir una bue- círculo rojo. Mi cuerpo comenzó a deteriorarse, de cuero me está escupiendo!”. Mi abuela me mi- na temporada sabían a miel. Mi abuela señala el surgiendo una palidez que me hacía parecer tras- raba como tratando de abrazar y sostener ese re- techo, mientras yo sigo diciendo que Narices de parente; el frío se presentaba muy intenso, al gra- cuerdo en su memoria; y, ¡vaya que lo logró!, pues cuero me escupe. ¡No puede ser!, justo en este do de que mover cada articulación representaba durante toda mi juventud ese fue el recuerdo que momento despierto; agitada, confundida, y con un acto heróico. más me platicó. unas ganas inmensas de volver a abrazar a mi tita; hace tanto que no recordaba que así le decía de Con cada noche descubría una nueva Desde hace tres meses despierto en la cariño. mancha rojiza. Los médicos diagnosticaron una madrugada por estar soñando con mi abuela y enfermedad de origen desconocido y no sabían Narices de cuero. No logro entender por qué es- Me da la impresión de que mi abuela qué lo causaba y por lo tanto no hallaban una toy teniendo ese sueño; sin embargo, tengo que me quiere dar un mensaje; ahora me arrepien- curación. encontrar una respuesta, ya que la falta de des- to de no haberla visitado los últimos años de su canso comienza a afectar mis labores cotidianas. vida. Crecí y juré que jamás volvería a sentir frío En todos mis sueños ella, la Luna Roja, Me recomendaron muchas actividades deporti- en el verano. Me volví una mujer muy ocupada estaba presente, podía sentir cómo me extinguía, vas para cansarme y poder dormir por varias ho- con una vida estable y estructurada. me sentía exhausto. Sin embargo, cada noche re- ras, desafortunadamente no funcionó; también nacía el encanto y el deseo de volver a estar con me dieron diferentes tipos de remedios caseros, Pasaron varias semanas; y tuve el mis- ella. Una atracción complaciente que consumía tampoco se logró el objetivo; asistí a consulta de mo sueño, sin hallar una respuesta, pero con la cada célula de mi cuerpo. hipnosis, y sí logré dormir, pero en las sesiones; misma sensación de que había un mensaje para sin embargo, en las noches regresaba el mismo mí. Después de varios días se me ocurrió con un sueño que me despertaba. martillo golpear en el techo del cuarto que era de mi abuela. Al principio no encontré nada, sólo No encuentro otro remedio que ser de- pedazos de yeso cayendo en mi cara. Después de tective del sueño que se manifiesta en las noches varias horas de martillar descubrí una pequeña y me genera insomnio. Necesito recapitular: des- caja que estaba en medio del techo. Al abrirla de hace tres meses comencé a vivir en casa de encontré varias joyas de oro; no me sorprende mi abuela; ya no hay goteras y tampoco está mi que mi abuela las escondiera ahí, ya que sus hi- abuela. jos discutían por todo; la carencia no les permitió

144 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 145 aprender a vivir sino a sobrevivir. Martha Bravo. voz. Me acercaron a la caja. El interior del ataúd era de raso blanco, todo fruncido y plisado como No sé cómo es que mi abuela obtuvo El Misterio de la muerte y de la vida. el más hermoso de los vestidos de la abuela. La esas joyas, no cabe duda de que todos tenemos parte inferior del cuerpo estaba cubierta por una secretos. Después de que saqué las joyas, vi que Crecer fue tormentoso. Avanzar callado hacia un tapa pulida, de los hombros a la cintura quedaba había una hoja vieja doblada en cuatro partes, al mundo que temía. La fragilidad del ser hacia lo oculto por los lirios. Los párpados le caían de- abrirla y leer lo que había escrito se me hizo un incierto. Dolencias verticales en la niñez; el re- masiado ligeros sobre los ojos y los surcos y las nudo en la garganta y comenzaron a fluir lágri- ciclado dolor por la separación de mis padres era arrugas de su cara se habían vuelto demasiado mas en mi rostro; era una lista de cosas que yo devastador. El espíritu hambriento de certezas, superficiales sobre su almohada de raso. En con- quería hacer cuando fuera grande: tener un perro, buscaba descansar la mente y el corazón doliente traste con tanto blanco, su rostro semejaba una viajar a ríos, montañas y mares, brincar la cuerda, en las escenas de misterio y terror que aparecían delicada máscara de piel cobriza y colocada sobre andar en bicicleta, jugar siempre con mi abuela y en el oscuro vidrio demoniaco en blanco y ne- la cara de carne y hueso, lista para partirse si se le tener una gotera. gro, bien llamado tele-visión. Los muertos y no clavaba un dedo. Pude contemplarlo un momen- muertos provocaban pánico a sus víctimas con las to antes de que se lo llevaran. Me pregunté para qué había escrito marcas en el cuello. Los hombres lobo cometían tener una gotera; y de pronto el sueño comen- indignidades escalofriantes con las víctimas que Mi vida interior se convirtió muy zó a tener sentido; recordé que mi abuela decía se cruzaban a su paso. Los hechiceros que do- pronto en un perpetuo festín de horrores de lo que cuando ella ya no estuviera en la tierra, se minan los trucos para aparecer y desaparecer los desconocido; lo siniestro con crueldad se apo- comunicaría conmigo cuando Narices de cuero objetos y a la gente. Los profanadores de tumbas deró de mi mente. Deseaba vivir la experiencia me escupiera. entregaban su pasión a los cadáveres en el ce- de los terrores que despiertan las tumbas, sentir menterio. Yo, muerto de miedo, encorvado en el la dulce caricia de una podrida mortaja sobre mi sofá, con la almohada dentro de la boca para que cuerpo. Las pesadillas en mis sueños del padre nadie me oyera gritar, experimentaba una tensa de mi madre eran tormentosas. Sumergido en las excitación al sentir el horror y la oscuridad del profundidades de la tierra lo veía. La fauna cada- enigma de la muerte, que no entendía. Series que vérica era infernal. Las larvas blandas y alargadas recogían el terror de todos los tiempos, pasaban se deslizaban lentamente sobre el cadáver, le sa- cada semana a la medianoche; eran mi fascina- lían por los ojos ya vacíos y le recorrían la lengua. ción. Las moscas azules, moradas y negras eran atraí- das por los restos de sangre que habían queda- Con mi madre nos mudamos a la casa do adheridos al cuerpo o por la putrefacción del del abuelo. Pasado el tiempo, un día escuchaba cadáver, no lo sé, pero en mi mente forcejeaban palabras vanas y sin sentido, gritos, alaridos y pensamientos de huida. Me quedaba paralizado plegarias. Abrí poco la puerta sin que nadie re- con ese tono que aparece en el rostro tranquiliza- parara en mí. La habitación estaba mal ventila- dor de la locura. da y lúgubre, atravesada por unas pocas varas de luz, olía a lirios, lirios de un blanco puro; me vi Preso de la angustia infernal, una sali- avanzar con las demás personas hasta un extremo da urgente quería encontrar; pensé en rezar, pero del ataúd que estaba colocado frente a la chime- supe que no serviría de mucho o tal vez de nada; nea que nunca se utilizaba. Has llegado a tiempo había que enfrentar con razones los misterios de para echarle una mirada a tu abuelo, me dijo una la vida y la muerte. Trabajé, trabajé preguntándome

146 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 147 ¿Qué es la persona? Un gran porcentaje de agua. Piedad Vieyra asistíamos a fiestas, a reuniones bohemias o íba- Agua corriente. No hay nada más extraordinario mos a bailar, pero no intentábamos una relación en una persona que el carbono. Los elementos Despedida de soltera seria con ellos. más simples. Lo extraordinario es cómo se juntan. Por el modo en que se juntan tenemos el corazón A Celia la conocí al iniciar estudios en la secun- Ya trabajábamos y en unas vacaciones y los pulmones. Tenemos el hígado. El páncreas. daria. Entonces yo tenía 12 y ella 13 años de edad acordamos ir en avión a Acapulco. Lo decidi- El estómago. El cerebro. Todas esas partes ¿qué y la amistad que nació allí, se fue fortaleciendo mos en el último momento y sabíamos que era son? Combinaciones de elementos. Combina las hasta llegar a considerarnos como hermanas. En aventurado viajar sin haber hecho reservaciones combinaciones, y tendrás una persona, que tarde esa época ella era una chava alta, flacucha, tez de hotel. Al llegar al aeropuerto empezamos a o temprano se integrará a la naturaleza; reapa- blanca y ojos verdes, su simpatía y voz de líder la indagar en dónde podríamos alojarnos, ya que recerán los gusanos para continuar con la vida y hacían resaltar entre las compañeras. en temporada alta los hoteles están reservados al con la muerte, aprenderé para siempre el misterio cien por ciento y habría que esperar alguna can- de los gusanos. Con dos destacadas condiscípulas, celación. Ya estábamos preocupadas, cuando se Martha y Ana, formamos un grupo muy com- nos acercó un hombre cuarentón, moreno, me- pacto y afín y cualquier pretexto era bueno para diana estatura y rostro agradable, nos dijo que al divertirnos. Aprendimos a bailar tap tap y otros estar allí para despedir a un amigo había escu- bailes de ese tiempo, y presentábamos nuestros chado sobre nuestro problema de alojamiento- numeritos en las fiestas que se hacían los días de Se presentó diciendo: “Me llamo Genaro. Tengo las madres y del maestro. Esto, porque éramos una casa muy grande y espero que no se ofendan fans de Ginger Rogers y Fred Astaire, cuyas pelí- si las invito a quedarse en una de las cinco re- culas veíamos, regularmente en el cine Ópera, en cámaras.” Celia contestó: “Muchas gracias, pero la colonia San Rafael. A veces por falta de dinero aceptaríamos sólo que fuera en renta la recámara teníamos que ir a gayola y subir una escalera al- que nos ofrece”. tísima; pero hasta esto era una oportunidad para gozar de nuestras bromas. Después de hablar sobre la cantidad a pagar, aceptó gustoso y ayudó a cargar las maletas Al terminar la secundaria fue poca la hasta llegar a su coche último modelo. Acomodó frecuencia con la que veíamos a Martha y Ana, las maletas y nos llevó a su residencia; nos sor- pero Celia y yo continuamos nuestra recia amis- prendió ver una lujosa mansión, decorada con los tad, no obstante que ella fue a estudiar a la prepa- más finos detalles, de buen gusto y de moderni- ratoria y yo al Politécnico. Pasó el tiempo, Celia dad. Nos acomodó en una amplia alcoba con dos embarneció, su personalidad y simpatía crecieron camas, diciéndonos que después de descansar y y su cuerpo adquirió bonita figura, por lo que en guardar nuestras cosas, nos invitaba a almorzar la Facultad de Filosofía y Letras la nombraron la y a la playa. Yo aproveché el momento para pa- Reina de la Simpatía, coronada por el licenciado garle por adelantado la semana, según lo pacta- Adolfo López Mateos, entonces Secretario del do. Efectivamente, nos llevó a un bonito restau- Trabajo. rante con salida a la playa. Desde un principio noté cómo Genaro miraba a Celia y se desvivía Los fines de semana solíamos salir en atenciones con ella. Así es que, una vez que con nuestros novios o con dos amigos. A veces terminamos de almorzar y salimos a la playa, me

148 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 149 disculpé, dije que quería caminar y los dejé en dirección de Celia para verla en el D.F. y hacer Silvia Hernández Valdivia. ba a la gente. Vivía sola después de haber sido las sillas bajo la sombra, para no estorbar. Al re- los planes matrimoniales. Por supuesto, Celia le traicionada y abandonada por su esposo, así que gresar, estaban muy alegres conversando con una dio un número telefónico y domicilo falsos. En El día que Gómez se hizo cortar la cabeza. aceptó el trato con el gobierno y partió a Alman- copa en la mano; por cierto Genaro también me la sala de espera estuve cantándole a mi amiga za con el anhelo de una vida diferente. Al llegar al ofreció una bebida. Jalé una silla para asolearme el tango: “Portero, suba y dígale a esa ingrata…” Eran los días de la cosecha de naranja. Siendo pueblo se estableció en una vieja finca; más tarde y así nuevamente los dejé que continuaran con su muy temprano y cuando aún el sol no resplande- se hizo construir una buena casa, la mejor de las amena charla. Durante dos meses, por diversas razo- cía, los peones de Almanza, como muchos otros casas de ese lugar. Ahí, le recomendaron a Aure- nes no nos vimos. Luego un día, Celia me llamó días a esas horas, se dirigían al campo a llenar lio Gómez, de aproximadamente 30 años, como La semana pasó tan rápido que en rea- por teléfono para invitarme un sábado a cenar en los montones de costales que Aurelio Gómez les un hombre honesto y trabajador, quien además lidad no queríamos dejar Acapulco. Celia me su casa, pues era en ocasión de su despedida de había asignado, cuando de pronto, se escuchó un era exigente, con don de mando y muy hábil en contó que su relación con Genaro se había ace- soltera, luego te cuento y colgó. Llegué puntual grito desgarrador que provenía del huerto. Todos cuestiones del campo. De inmediato aconsejó a lerado de manera sorprendente, había madurado a las seis de la tarde y me dio mucho gusto ver a corrieron hacia el lugar y ahí, entre los aromáticos Doña Emilia, como le empezaron a llamar en el y que él quería casarse. Incluso alegremente, en Martha, Ana, otras compañeras de la secundaria y coloridos naranjales, sobre la tierra húmeda y pueblo, que invirtiera en sembradíos de café, caña broma, me dijo: “Creo que ya la hice y cuenta y a nuevas amigas de Celia. Éramos diez con ella llena de sangre, se encontraba el cuerpo sin vida y naranja. Se encargó de contratar a los hombres con venir seguido a disfrutar de todo esto”. Nos y estábamos sorprendidas y con la curiosidad de de Gómez, con el cuello partido en dos y con para la siembra, el cuidado y la cosecha en los reímos y Ramona, la señora que diariamente iba saber con quién iba a casarse. Una vez sentadas una mueca de terror en los ojos. La escena era terrenos de Doña Emilia, quien durante algunos a asear la casa, preguntó si nos podía ayudar en en el comedor, le preguntamos quien era el afor- horrible. Jamás se había visto algo semejante en años también trabajó en las labores del campo y algo. Celia aprovechó el momento en que Ge- tunado, pero nos manifestó que no comiéramos ese lugar. No había rastro de nadie más. Ningún supervisaba todo lo relacionado con sus terrenos, naro había salido a hacer algo en el centro, para ansias y que al terminar la cena nos lo diría. Al sospechoso. No se encontró a nadie en los alrede- pero con el tiempo fue dejándolo a cargo de Gó- preguntarle sobre su patrón. Ella contestó que finalizar la cena se levantó Celia, nos sirvió una dores o en los sembradíos aledaños. mez, que se convirtió en su capataz, podría de- trabajaba para los dueños de la residencia, que copa de sidra para brindar y nos dijo: “Amigas, cirse que en su mano derecha. Sus servicios eran era un matrimonio alemán que había viajado a las he invitado porque hace un mes cumplí vein- Gómez, como le llamaban todos en muy bien pagados, así que le interesaba cumplir su tierra natal, para estar durante el mes de di- ticinco años de edad y después del fracaso suce- el pueblo, había sido el mejor de los peones de sus órdenes y dejarla satisfecha con la venta de ciembre con sus familiares y amigos. Ellos son dido con mi último enamorado, el que de millo- la señora Emilia López, el más leal y servicial. las cosechas; no le importaban las arduas horas muy ricos y precisamente Genaro es el portero nario pasó a portero, decidí ofrecer mi despedida Siempre atento a sus órdenes, encargándose de de trabajo, ni el maltrato y pago injusto a los que de un edificio en la zona hotelera y cada vez que de soltera, porque desde ahorita paso a ser una todo, dirigiendo a los campesinos y peones en las sometía a los peones, para mantener en las me- salen fuera de Acapulco le pagan para que cuide solterona”. Sólo se oyó una sonora carcajada. siembras, en las cosechas y en la venta, y sobre jores condiciones los sembradíos y huertos de su y administre la casa. Nos pidió Ramona que por todo, entregándole buenas cuentas. Ella lo había patrona y, algunos años después, los propios. favor no la descubriéramos. contratado desde que llegó a vivir a Almanza, le- jano pueblo al sur de Martínez de la Torre, Vera- Gómez se convirtió en un hombre Después de conocer tal noticia, no nos cruz, lugar en el que se estableció en los años 50, malvado, rudo e intransigente. Los peones y quedó otra cosa más que hacer una mueca bur- cuando al iniciarse la ampliación de la Calzada campesinos se revelaban, se quejaban, los agre- lona. de Tlalpan, el gobierno expropió casas y terrenos día constantemente, a veces, los golpeaba, y al en esa zona, ofreciéndoles a sus propietarios di- ser amenazados por su violencia, su machete y Llegó Genaro muy contento con un nero y además algunas hectáreas de tierras férti- su prepotencia, algunos abandonaban el trabajo, regalo para Celia, era un buen perfume que de les en aquella población. pero otros llegaban y la historia se repetía; en Al- seguro compró con el dinero con el que pagamos manza no había mucho que hacer, era un pueblo el alojamiento. Celia le agradeció su atención y Emilia López era una mujer de 50 años, muy pobre, el campo era la única fuente de tra- Genaro nos llevó al aeropuerto en el lujoso auto; de carácter fuerte, activa, trabajadora. Con su voz bajo y de sustento. hubo despedida de beso y él pidió el teléfono y enérgica y mirada penetrante, a veces, intimida-

150 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 151 Doña Emilia se enteró de lo que estaba suce- diendo, pero no creyó en todo lo que le decían, confiaba mucho en su capataz y la terrible situa- ción parecía no importarle. Cuando las ganancias bajaron Gómez culpó a los trabajadores, pero llegó el día en que Doña Emilia se dio cuenta que muchos de sus terrenos estaban descuidados y abandonados, parecían no haber sido sembra- dos durante algún tiempo y ese año ya no habría cosecha de caña. También descubrió que Gó- mez tenía ya varias hectáreas de café sembradas en otro poblado, una camioneta y una gran casa nueva. La desconfianza y la ira se posesionaron de ella; de inmediato pidió a uno de los peones que fuera a buscarlo, que le dijera que quería ver- lo, que lo estaría esperando.

Transcurrió toda la tarde, Doña Emi- lia estaba desesperada, no sabía qué pensar, qué hacer. Salió de la casa, se le vio caminar por el pueblo, sin rumbo fijo; volvió a la casa pero ni Gómez ni el peón al que había enviado en su búsqueda estaban ahí; siguió esperando, y nada; llegó la noche que cambiaría el curso de su vida.

Al día siguiente, en todo el pueblo se supo que el cuerpo de Gómez había sido encon- trado en los naranjales, de la manera más horrible que la gente de Almanza podía imaginar. Aún ahora se dice que fue su propia e infeliz alma la que gritó en tan escalofriante forma y que desde en- tonces, en esas tierras, nada se ha podido cosechar.

152 | RECAUDADOR • LITERARIO Diseño Tridimensional de Piezas de Madera

l taller es una invitación a talladores y escultores, aprendices y practicantes de un arte que consiste en desbastar y pulverizar bloques burdos de madera, esculpir- Elos, hasta convertirlos en objetos estéticos y /o utilitarios. Convertimos un trozo de la naturaleza en una emoción, en un pensamiento que transita por nuestras manos al labrar la pieza. Para lograr el objeto deseado es indispensable seguir un proceso, un paso a paso que le brinda seguridad y precisión al alumno en la transformación de la madera a una escultura.

Cuando un alumno imagina su pieza, a partir de ese momento la escultura ya está dentro del bloque de madera, sólo basta irla descubriendo desbastando el material.

José Antonio Pérez Luna

RECAUDADOR • LITERARIO | 155 María de Jesús Santiago Paz Carlos Vilchis Ríos Flores Arquitectura Prehistórica Talla en madera de Pino Talla en madera de Caoba

156 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 157 José Manuel Ruíz Galindo Josefina González Meneses Rey de Ajedrez Luna Escultura en madera de Ayacahuite Escultura en madera de Ayacahuite

158 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 159 Georgina Téllez Salgado Jorge Ramos Mercado Cocodrilo Diosa Talla en madera de Ayacahuite / barniz poliéster Escultura en madera de caoba

160 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 161 Salvador Palacios Ada Gerardo Ruiz Huerta Estudio Sobre el Espacio Marco para Virgen Escultura en madera de Cedro Blanco Talla en madera de caoba

162 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 163 Cerámica y Modelado en Barro

a cerámica y las arcillas son materiales que permiten manifestar las expresiones más tangibles de la evolución de la humanidad, nos cuenta la historia de cada Lsociedad y al mismo tiempo nos permite crear nuestra realidad,

Es una expresión del alma que se materializa a través del fuego y las manos permitiendo que cada alma se exprese y sea feliz.

Rosalba Vázquez García

RECAUDADOR • LITERARIO | 165 Josefina Patricia Martínez Mortero Artificial con amor Esmalte baja temperatura y forja Esmalte baja temperatura y modelado en pasta blanca

166 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 167 Guadalupe Vázquez Petra Salazar Neri Mujer Suspiros Modelado directo en pasta blanca y esmaltado Placas en pasta blanca

168 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 169 Emanuel Vázquez Gil Villegas Maria Eugenia Delgado Tetera de sustancia Ángel Cuerdas en barro de oaxaca Modelado directo en pasta blanca, patinado y óleo

170 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 171 Yolanda Luna Levario Esther Unzu Gnomo Vasija Modelado directo en faenza y esmaltado Modelado en barro de oaxaca y esmaltado

172 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 173 Ingrid Nakagawa Mendoza Erika Vargas Ocampo Ukulhuitz Maceta Cuerdas en barro de oaxaca y engobe Placas en barro de oaxaca

174 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 175 Maria del Carmen Correa Georgina Tellez Salgado Azul Magia Modelado directo en barro de oaxaca y arcilla de zacatecas. Con pátina azul Modelado directo en faenza y esmaltado

176 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 177 Maria Eugenia Castro Fuentes Pomoca Elena Carreón Luz de Luna Mascaradas Cuerdas en barro de oaxaca Modelado directo en faenza y esmaltado

178 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 179 Isela Cordero Notario Erika Santiago Clemente Noche de luciérnagas Unicornio Placas en barro de oaxaca y esmaltes con pigmentos Modelado directo y esmaltado

180 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 181 Isabel Méndez Sueños Infantiles Forja y calado

182 | RECAUDADOR • LITERARIO Cartonería

l Taller de Cartonería, como su nombre lo indica, está enfocado a la elaboración de piezas tridimensionales hechas en papel y cartón, una forma de creación oní- Erica que se manifiesta tanto de forma tradicional en piezas ligadas al arte popular, como en piezas ligadas a la escena, tales como máscaras, títeres y utilería teatral, además de esculturas de mayor complejidad.

La cartonería posee numerosas técnicas y es posible a partir de éstas gene- rar piezas únicas de gran valor artístico, aunque también de forma seriada a partir de moldes que permiten su reproductibilidad.

Entre algunas de las piezas que encontramos hechas a partir de la carto- nería podemos destacar múltiples calaveras y al personaje de la “Catrina”, basadas en los grabados de José Guadalupe Posada, aunque a ésta última el pintor Diego Rivera le diera un nombre más digno, retomando a “la calavera garbanzuda” en su célebre mural “sueño de una tarde dominical en la alameda central” para darle la personalidad que merece una de las efigies más conocidas de este país.

Sin duda, también los alebrijes forman parte de la tradición cartonera, los cuales habitaron los delirios del artesano Pedro Linares, volviéndose inmortales y desplegando sus múltiples colores a través de sus fantásticas formas, que en últimos años también han crecido de manera monumental tomando una vez al año algunas de las avenidas más importantes de la ciudad de México. Augusto Quevedo

RECAUDADOR • LITERARIO | 185 Araceli Cuautle Bartolo Cecilia Leandro López Balam Furia Nocturna Cartonería Cartonería

186 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 187 Augusto Emiliano Quevedo Lara Gorbag Cartonería

188 | RECAUDADOR • LITERARIO Fotografía análoga y digital

Calle Francisco I. Madero - Corredor peatonal Madero

na de las calles con más historia en la Ciudad de México, testigo de hechos que marcaron al país y que en tiempos recientes ha adquirido un nuevo auge Ucomercial y turístico.

La calle de Madero comunica la zona del Palacio de Bellas Artes con el Zócalo, es en la actualidad punto de reunión de hasta 500,000 personas en un fin de semana.

Tomando como referencia el espacio, construcciones y dinámicas de la calle de Madero se presenta el siguiente trabajo fotográfico de los integrantes del taller de fotografía del Centro Cultural de la Secretaría de Hacienda.

Ulises Alemán

RECAUDADOR • LITERARIO | 191 Arroyo Zambrano Imelda Franco García Elizabeth Sin título, 2015 Sin título, 2015 fotografía b/n digital fotografía b/n digital

192 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 193 Martínez García José Alfredo Ramírez Santiago Mariana Sin título, 2015 Sin título, 2015 fotografía b/n digital fotografía b/n digital

194 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 195 Rosas González Lourdes Santiago Paz María de Jesús Sin título, 2015 Sin título, 2015 fotografía b/n digital fotografía b/n digital

196 | RECAUDADOR • LITERARIO RECAUDADOR • LITERARIO | 197 Secretaría de Hacienda y Crédito Público

Luis Videgaray Caso Secretario de Hacienda y Crédito Público

María Fernanda Casanueva de Diego Oficial Mayor

José Ramón San Cristóbal Larrea Director General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial

José Félix Ayala de la Torre Director de Acervo Patrimonial

Martha López Castillo Directora de Colecciones y Promoción Cultural

Edgar Eduardo Espejel Pérez Subdirector de Promoción Cultural

Laura González Bobadilla Jefa del Departamento de Cursos y Talleres

RECAUDADOR • LITERARIO | 199 CURSOS Y TALLERES 2016 Centro Cultural de la SHCP

PRIMER CUATRIMESTRE Inscripciones: 22 de febrero al 4 de marzo Clases: 7 de marzo al 2 de julio

SEGUNDO CUATRIMESTRE Inscripciones: 25 de julio al 5 de agosto Clases: 8 de agosto al 26 de noviembre

REQUISITOS: Promoción Cultural SHCP - CURP Estela Munguía Caballero - Una fotografía tamaño infantil Jefa del Departamento de Difusión - Certificado médico, para los talleres que requieran actividad física - En caso de ser empleado de la SHCP: fotocopia del último talón de pago María de la Luz Gómez Arias - Cumplir con las habilidades, vestuario y materiales requeridos en cada curso o taller. Coordinadora de Información COSTOS: Rodolfo Salazar Gallaga $ 515 público en general Diseño Editorial $ 258 talleres para adultos mayores e infantiles 30% de descuento para personal de la SHCP y sus derechohabientes Rosa Cervantes Hernández El pago se realiza únicamente en el banco a través del formato e5cinco. Carolina Sedano Martínez Martha González García * Cupo limitado Silvia Margarita Fernández Ramírez * Todos los cursos y talleres son de iniciación artística Apoyo Logístico * Cada taller requiere de un mínimo de participantes para poder realizarse, de lo contrario se cancelará

CURSOS Fotografía contemporánea Arturo Betancourt Rosales Lunes 16:00 a 18:00 hrs. Creación Audiovisual Alejandro Casales Navarrete Jueves 17:00 a 19:00 hrs. Leer para escribir Humberto Lázaro Rivas Pérez Jueves 11:00 a 13:00 hrs. Apreciación estética y arte Candy Marcela Cervantes Medellín Martes 11:00 a 13:00 hrs.

200 | RECAUDADOR • LITERARIO TALLERES TEATRO Y EXPRESIÓN CORPORAL ARTES PLÁSTICAS Expresión corporal. Comunicación no verbal Extracción de pigmentos naturales Irene Repeto Rodríguez Rosalinda Pineda Ibarrola Jueves 19:00 a 21:00 hrs. Jueves 17:00 a 19:00 hrs. Comedia musical Joyería Abraham García Fuentes Pilar Ruiz Angulo Lunes 19:30 a 21:30 hrs. Miércoles 10:00 a 12:00 hrs. Kundalini yoga Arte con materiales reciclados Sandra Luz Cuevas Miranda María Elena Reverte Silva Sábado 9:00 a 11:00 hrs. Martes 16:00 a 18:00 hrs. Cartonería MÚSICA Augusto Quevedo Lara Coro Martes 10:00 a 12:00 hrs. Víctor Valentín Cruz Díaz Cerámica y modelado en barro Martes 19:00 a 21:00 hrs. Rosalba Vázquez García Conceptos de batería Viernes 15:00 a 17:00 hrs. Erick Ortega Campos Dibujo y pintura Lunes princ: 17:00 a 18:00 hrs., av: 18:00 a 19:00 hrs. Eliseo Adrián Soto Villafaña Guitarra principiantes Martes 17:00 a 19:00 hrs. Jonathan Molina Hernández AdentrARTE a la plástica Viernes nvo ingreso 17:00 a 18:00 hrs. reinscritos 18:00 a 19:00 hrs. Rosario Monroy Castillo Miércoles 16:00 a 18:00 hrs. TALLERES PARA ADULTOS MAYORES Diseño tridimensional de piezas de madera Acuarela. Luz y color José Antonio Pérez Luna Roberto Mendiola Cruz Viernes 18:00 a 20:00 hrs. Lunes 10:00 a 12:00 hrs. Impresión-ando libros Tai chi Wilfrido Salvador Eugenio Martín Hernández y Ponzanelli Sábados 10:00 a 12:00 hrs. Lunes 10:00 a 12:00 hrs.

DANZA Y BAILE TALLERES INFANTILES Danzón Ajedrez y literatura para niños Alberto Ubaldo Martínez Carranza David Baltazar Villavicencio Sábado 11:00 a 13:00 hrs. Sábado 9:00 a 11:00 hrs. Danza española estilizada y flamenco Elaboración de instrumentos, hagamos ritmo Adriana López Mariscal Irene Rochin García Martes 10:30 a 12:30 hrs. Viernes 16:00 a 18:00 hrs. Danza contemporánea “Cuerpo dinámico” Artes plásticas infantil Sandra Milena Gómez Cabarcas Fabiola García Guerrero Miércoles 11:00 a 13:00 hrs. Sábados 11:00 a 13:00 hrs. Danza jazz Jorge Luis Hernández INFORMES E INSCRIPCIONES Lunes 15:00 a 17:00 hrs. CENTRO CULTURAL DE LA SHCP Danza folklórica Av. Hidalgo 81, Centro Histórico Bruno Carbajal Armendáriz Lunes a viernes 9:00 a 15:00 hrs. Lunes 18:00 a 20:00 hrs. Tel. 5148 7794 [email protected] Se terminó de imprimir en enero de 2016 en los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores (TIEV) de la SHCP en la Ciudad de México. Forros impresos en cartulina couché brillante de 250 gr. Interiores impresos en papel bond blanco de 150 gr. El tiraje fue de 300 ejemplares.