Piloto y aerolínea responsables de accidente

LA PAZ, Bolivia — El accidente del avión que se estrelló en Colombia y que costó la vida a 71 personas fue responsabilidad de la aerolínea LaMia y del piloto de la nave, según los resultados de una investigación del gobierno boliviano.

Las conclusiones de la investigación sobre la tragedia ocurrida el 28 de noviembre las dio a conocer el ministro de Obras Públicas y Transporte de Bolivia, Milton Claros, quien informó que el estado boliviano garantizará la indemnización de $153,000 a los familiares de cada persona fallecida.

“Nuestra investigación establece la responsabilidad directa es de la empresa LaMia y del piloto”, afirmó Claros.

Esa es la principal conclusión de la investigación que realizó ese ministerio sobre la responsabilidad del piloto Miguel Quiroga que murió en el siniestro y de la aerolínea, una pequeña compañía de vuelos chárter, que partió desde Santa Cruz, Bolivia, y cayó cerca del aeropuerto en Medellín, Colombia. En el aparato viajaba la mayoría del equipo brasileño de fútbol Chapecoense. Hubo seis sobrevivientes.

También, según la investigación, se determinó un incumplimiento de deberes del director de la Dirección General de Aeronáutica Civil, César Varela, y de Roger Gandarillas, director general de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea, por lo que el ministerio de Obras Públicas hará una denuncia penal.

Entre las responsabilidades, Claros mencionó que Celia Castedo, funcionaria de la Administración de Aeropuertos, debió impedir el vuelo porque el avión llevaba el combustible justo para llegar a destino. Castedo tramita un refugio en Brasil tras denunciar presiones para cambiar su informe sobre el plan de vuelo.

La empresa LaMia, que operaba desde Bolivia, obtuvo su permiso en enero de 2015 y según Claros cumplió con todos los procedimientos legales para ser habilitada, incluso con la presentación de la póliza de seguro.

Sin embargo, se encontró un presunto tráfico de influencias entre el gerente general de la aerolínea, Gustavo Vargas, y su hijo, quien era director de registro aeronáutico nacional, por lo que se elevó una denuncia al Ministerio Público. Ambos están presos preventivamente en una cárcel boliviana.

LaMia obtuvo su permiso de vuelo con un solo avión que era alquilado a un empresario venezolano por $35,000 al mes.

Fiscales de Brasil y Colombia investigan accidente aéreo

LA PAZ, Bolivia — Dos fiscales de Brasil y dos de Colombia llegarán a la región boliviana de Santa Cruz para investigar en forma coordinada el accidente del avión de la aerolínea LaMia que dejó 71 muertos, entre ellos casi todo el plantel del club de fútbol Chapecoense.

El Fiscal General de Bolivia, Ramiro Guerrero informó hoy en rueda de prensa que los procuradores ayudarán en la pesquisa de las causas del siniestro ocurrido en Medellín, Colombia. Entre los fiscales está el de la ciudad brasileña de Chapecó de la cual era el club de fútbol.

“Este miércoles vamos a llevar un trabajo coordinado, conjunto entre las fiscalías de Colombia y Brasil, todo esto para llegar a la verdad histórica de los hechos, los antecedentes y el hecho mismo del accidente aéreo”, dijo Guerrero.

El 28 de noviembre el avión de LaMia se accidentó cerca del aeropuerto de Medellín presumiblemente por falta de combustible. Posteriormente, varios altos funcionarios de la aviación boliviana fueron suspendidos.

Hoy se realizaron allanamientos en el aeropuerto de Viru Viru en Santa Cruz, desde donde había partido la aeronave, y en las oficinas de LaMia.

En tanto, una mujer boliviana que señaló la existencia de irregularidades en el plan de vuelo del 146 Avro RJ85 de British Aerospace viajó a Brasil en busca de ayuda. La fiscalía brasileña dijo que la mujer, que trabajaba en la agencia de aviación boliviana que aprobó el vuelo, se presentó en la ciudad fronteriza de Corumba.

El ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero dijo en conferencia de prensa que la mujer, a la que identificó como Celia Castedo, “no ha utilizado ningún puesto de control de migración, por lo tanto, ha salido de forma ilegal. Lo que ha hecho ella es gravísimo porque está escapando de un proceso judicial”.

El ministro sostuvo que no existe ninguna persecución a Castedo, “no hay anda de eso” y enfatizó que “debería ser expulsada automáticamente” de Brasil.

Técnico de avión accidentado nunca supo lo que pasaba

Por César García

BOGOTÁ, Colombia — Uno de los sobrevivientes del accidente aéreo en Colombia en el que murieron 71 personas aseguró hoy que nadie sabía lo que ocurría con la aeronave y que todos a bordo creyeron que aterrizarían sin problemas.

El técnico aeronáutico boliviano Erwin Tumiri, quien se encuentra en Cochabamba recuperándose del accidente, dijo a la cadena radial colombiana Blu radio que “nadie sabía ni supo lo que estaba pasando. Todos creíamos que íbamos a aterrizar porque el tripulante ya lo había anunciado y estábamos esperando eso”.

Señaló que ni los pilotos ni la tripulación alertaron al pasaje sobre la emergencia. “Nosotros sentimos el descenso, pero pensamos todo el tiempo que era un aterrizaje. Todo fue muy rápido, de un momento vibró el avión, se apagaron las luces y se prendieron las de emergencia”.

Tumiri relató que nadie se puso en posición fetal para recibir el impacto, como aconsejan las normas de seguridad, porque “nadie sabía que había un problema. Nosotros estábamos preparados para aterrizar, no hubo tiempo para nada… ni hubo gente gritando”.

La mayoría de los fallecidos en el accidente ocurrido el lunes 28 de noviembre en las cercanías de Medellín eran integrantes del club brasileño Chapecoense que se disponían a jugar el partido de ida de la final de la con el Atlético de Medellín. Seis personas sobrevivieron.

El técnico señaló que inicialmente la aeronave iba a parar en Cobija, Bolivia, para abastecerse de combustible “pero no pasó y nunca me dijeron por qué” y explicó que su labor como técnico era la de abastecer el combustible y revisar que todo estuviera bien “pero no calcular lo del combustible y la distancia, eso es trabajo del despachador”.

“Creo que el piloto debió comunicarse al menos conmigo sobre la situación, yo me enteré de eso por Ximena (Suárez, auxiliar de vuelo sobreviviente), que me dijo que había como poco combustible”, agregó.

Tumiri recodó en durante el vuelo todos estaban “muy alegres, unos jugaban cartas, otros escuchando música, el ambiente era de alegría, incluso que el técnico (del club de fútbol brasileño Chapecoense) me estaba enseñando a hablar portugués”.

El técnico aeronáutico, que estaba sentado en la parte trasera de la aeronave, indicó que no es empleado directo de la aerolínea LaMia sino que otra empresa lo había subcontratado.

Tumiri sólo recuerda del accidente que “me desperté boca abajo, así como entre sueños, estaba lloviendo y oscuro. Vi a Ximena que estaba atrapada y ahí la cogí, estábamos en medio de un bosque y ahí”.

La Dirección General de Aeronáutica Civil boliviana suspendió los permisos de vuelo de la aerolínea LaMia e investiga cómo había obtenido su matrícula para operar.

Hasta ahora las investigaciones apuntan a que el avión, un British Aerospace 146 que había partido de Santa Cruz, Bolivia, volaba en el límite de su autonomía cuando se estrelló.

Una grabación de los últimos minutos del vuelo reveló cómo el piloto pidió insistentemente permiso para aterrizar por “problemas de combustible” pero sin lanzar un aviso oficial de socorro. La torre de control le explicó que otro avión, desviado por problemas mecánicos, estaba acercándose a la pista y que tenía prioridad. Mientras el avión de LaMia realizaba un recorrido circular el comandante comunicó “falla eléctrica total, sin combustible” unos momentos antes de que el aparato iniciase una caída de cuatro minutos.

Responsables de aviación británicos dijeron que las cajas negras del avión fueron llevadas a Gran Bretaña para su estudio.

Miles rinden tributo a futbolistas víctimas de accidente aéreo

Por Mauricio Savarese y Renata Brito

BRASIL — En un sábado lluvioso que solo vino a acentuar el dolor, unas 20,000 personas con paraguas y ponchos de plástico llenaron un pequeño estadio de este pueblo brasileño para despedirse de los miembros del club de fútbol Chapecoense que murieron en un accidente aéreo.

El accidente ocurrido el lunes en los Andes colombianos mató a la mayor parte de los jugadores y el personal del equipo mientras se dirigían a la final de uno de los torneos de clubes más importantes de América Latina. Un total de 71 de las 77 personas a bordo murieron, incluyendo 19 jugadores del equipo.

Los dolientes empapados por la lluvia atascaron el modesto estadio y en el exterior había cuatro o cinco veces esa cantidad —casi la mitad de la población de este poblado brasileño de 200,000 habitantes— para rendir homenaje a un modesto club que casi alcanzó el pináculo del fútbol latinoamericano.

Varios militares cargan un ataúd con los restos de uno de los miembros del equipo de fútbol Chapecoense a su llegada a Chapeco, Brasil. (Andre Penner/AP)

Otros se alinearon en los caminos mientras los ataúdes eran trasladados en una procesión desde el aeropuerto hasta la ceremonia fúnebre en el estadio.

“He estado aquí desde temprano en la mañana”, dijoChaiane Lorenzetti, una joven de 19 años que dijo trabajar en un supermercado local frecuentado por jugadores y funcionarios del club. “Nunca volveré a ver a algunos de mis clientes. Es un día devastador que durará para siempre”, agregó.

El avión se estrelló el lunes en una ladera lodosa en los Andes, cuando el equipo se dirigía a Medellín para disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, el segundo torneo de clubes más importante de Latinoamérica, contra el Atlético Nacional. Antes de la ceremonia fúnebre masiva, los cuerpos de muchos de los fallecidos, todos en ataúdes, llegaron el sábado por la mañana a Chapeco. Varios aviones de carga volaron durante la noche desde Colombia.

Los ataúdes fueron recibidos por soldados en la pista. Bajo una lluvia fuerte, sacaron un ataúd a la vez, hacia los vehículos que los transportarán al estadio.

El personal del cementerio Jardim do Eden (Jardín del Edén), donde recibirán sepultura algunas de las víctimas, dijeron el viernes que están acostumbrados a la muerte, pero no a este tipo de tragedias.

“Enterramos a dos personas al día. Llevo mucho tiempo haciendo este trabajo, pero esto diferente”, señalóDirceu Correa, enterrador del camposanto. “Es una tragedia para las familias, para el club y también para nosotros porque somos parte de la ciudad”.

Los sepultureros prepararon tumbas para 13 personas asociadas con el club en dos cementerios de la ciudad. El resto, incluyendo los 19 jugadores, serán trasladados luego a otras ciudades del país para su entierro. Los ataúdes con los restos de los miembros del equipo de fútbol Chapecoense. (Andre Penner/AP)

En una emotiva conferencia de prensa el viernes, la madre de una de las víctimas hizo una pausa en sus respuestas a un reportero para hacer una pregunta.

“¿Cómo está la prensa tras haber perdido a tantos compañeros?”, preguntó Ilaides Padilha, madre del arquero Danilo, refiriéndose a los 20 periodistas que murieron en el accidente.

El reportero sorprendido, Guido Nunes de Sportv, comenzó a llorar y Padilha lo abrazó. “Estamos juntos en esto”, dijo.

Está previsto que el presidente de Brasil,Michel Temer, reciba a los aviones en el aeropuerto el sábado, pero no que acuda al acto. Tras los abucheos recibidos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en agosto, decidió evitar una humillación similar en el funeral.

“Debería venir al estadio. Nadie lo abucheará”, dijoOsmar Machado, padre del fallecido zaguero Felipe. Evo Morales dice que no conocía a aerolínea accidentada

Por Carlos Valdez

LA PAZ, Bolivia — El presidente boliviano Evo Morales dijo hoy que no conocía a la aerolínea cuyo avión se accidentó en Colombia y dejó 71 muertos y anticipó se investigará al director de la compañía.

“No sabíamos de la existencia de LaMia, no sabía que tenía autorización, no sabía que era una empresa con matrícula boliviana, por eso hemos ordenado una profunda investigación”, dijo el mandatario en rueda de prensa.

Agregó que el general jubilado Gustavo Vargas, director de LaMia, fue su piloto personal en 2006.“Tiene que ser investigado y la forma cómo (LaMia) obtuvo licencia”, acotó.

El hijo de Vargas era hasta la víspera director del Registro Aeronáutico y aprobaba las matrículas de las aerolíneas. “Gustavo Vargas (hijo) ha sido destituido y estamos investigando si hubo favoritismo del hijo al padre para otorgar la licencia”, dijo por su parte el ministro de Obras Públicas y Transporte, Milton Claros.

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LaMia operaba un sólo avión BAE 146 y su negocio eran los vuelos chárter para transportar equipos de fútbol. El lunes se precipitó a tierra en cercanías de Medellín con el equipo y técnicos del modesto club brasileño Chapecoense que viajaba a disputar la final de la Copa Sudamericana. También murieron 22 periodistas y hubo seis sobrevivientes.

La aeronave había partido de Santa Cruz, en Bolivia, y volaba en el límite de su autonomía. “Ninguna de las versiones de prensa tiene certeza del plan de vuelo, nosotros estamos recopilando esa información y la daremos a conocer al final de la investigación”, dijo Claros a la televisora Red Uno.

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Hoy son esperados en Santa Cruz los restos de cinco bolivianos que integraban la tripulación. Dos sobrevivieron.

Piloto del avión accidentado en Colombia se declaró sin combustible

Por Fernando Vergara, Alba Tobella y Joshua Goodman

MEDELLÍN, Colombia — El piloto del avión que se estrelló en Colombia con 77 personas a bordo pidió auxilio a la torre de control del aeropuerto de Medellín por “falla eléctrica total, sin combustible”, según grabaciones filtradas.

En un diálogo difundido hoy se escucha cómo el piloto pide indicaciones desesperadamente y de manera repetida a la controladora, que le da instrucciones mientras el avión que transportaba al equipo brasileño Chapecoense perdía altura y velocidad. Cuando se le autorizó aterrizaje preferencial, el avión estaba a 18,000 pies y en su último mensaje, unos cuatro minutos después, el piloto indicó que había llegado 9,000 pies de altitud. Estaba ya fuera de la visión de los radares de la torre de control y se encontraba a 8.2 millas de su destino, según la controladora del aeropuerto José María Córdova, donde estaba previsto el aterrizaje.

Después sólo se escucha ruido.

Los audios difundidos por radios locales confirman el testimonio filtrado Juan Sebastián Upegui, copiloto de un vuelo comercial de Avianca que sobrevolaba la zona en ese momento y que aseguró que los conductores de LaMia se habían declarado con problemas de combustible momentos antes de accidentarse, aunque le sorprendió su demora en declararse en emergencia. Según las grabaciones, pasaron cuatro minutos entre el momento en que se expresó problemas y el instante en que se declaró en emergencia.

Aunque no es la única hipótesis detrás del accidente, estos testimonios ayudan a los investigadores a confirmar si el avión de LaMia que se estrelló poco antes de las diez de la noche del lunes en los Andes colombianos se quedó efectivamente sin combustible, como ya sospechaban.

En la grabación, que parece un mensaje de audio para un amigo, Upegui describe cómo el piloto del avión accidentado reconoce a los controladores aéreos que tiene problemas de combustible y pide prioridad para aterrizar. Una vez denegado el acceso, se desespera y empieza a gritar“¡vectores, vectores, vectores!”. Luego empezó a perder altitud y velocidad.

“Vimos incluso las luces del avión cuando pasó bajando… él sí se declaró en emergencia… yo estaba recostado en la mesa, haciendo fuerza, ‘hágale, hágale, lleguen, lleguen’”, decía nervioso el copiloto en el audio, cuya autenticidad fue confirmada por Avianca. Estas pruebas se suman a las declaraciones de un auxiliar de vuelo que sobrevivió al accidente y a la sospechosa inexistencia de una explosión en el momento de la colisión contra el suelo, que apuntaban a la falta de combustible como principal hipótesis del siniestro del British Aerospace Avro RJ85.

Por ahora las autoridades han evitado descartar otras causas del accidente en el que murieron 71 personas y otras seis quedaron heridas, entre ellas los jugadores del equipo de fútbol Chapecoense que viajaba a la final de la Copa Sudamericana.

Una investigación exhaustiva tardará, previsiblemente, meses para revisar todos los aspectos del vuelo del avión de 17 años y la información que contienen sus cajas negras. Éstas fueron retiradas el martes del lugar del accidente en un punto escarpado y fangoso.

De acuerdo con la página de internet ahora desactivada de LaMia —la empresa de chárters con sede en Bolivia contratada por el equipo de fútbol— la distancia máxima que puede recorrer el Avro RJ85 es de 1,600 millas náuticas, un poco menos de la distancia que separa Medellín de Santa Cruz, en Bolivia, de donde había partido el vuelo accidentado.

Alfredo Bocanegra, jefe de la Aeronáutica Civil de Colombia, dijo que aunque los primeros indicios apuntaban a un problema eléctrico, la posibilidad de que el avión se quedara sin combustible no está descartada. Agregó que un avión necesita tener suficiente combustible para volar al menos 30 o 45 minutos hasta otro aeropuerto en caso de emergencia.

“Son reflexiones muy dolorosas si parten del punto de vista de la negligencia y eso logra confirmarse por los investigadores”, aseguró el miércoles a Caracol Radio.

Un día antes, Bocanegra había afirmado que no se había encontrado evidencia de combustible en la aeronave accidentada.

Una pieza clave para solucionar el misterio puede venir de Ximena Sánchez, una asistente de vuelo boliviana que estaba sentada en la parte de atrás del avión y sobrevivió al accidente. Los investigadores tienen previsto entrevistarla hoy en una clínica cercana a Medellín, donde se está recuperando.

“Nos quedamos sin combustible. (El avión) se apagó sin combustible”, fue todo lo que la aeromoza le dijo a Arquímedes Mejía, uno de los rescatistas entrevistado por The Associated Press.

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También el lugar del accidente, donde no se encontraron rastros de gasolina, será clave para la investigación. A menudo los aviones explotan por el impacto, pero una de las razonas por las cuales seis personas sobrevivieron es porque en este caso no estalló.

Los heridos se recuperan en clínicas cercanas, tres de ellos en estado crítico, informaron los hospitales. La salud del jugador Hélio Hermito Zampier es la más preocupante, tras haber recibido cinco transfusiones de sangre en las últimas horas y peligro de infección. Alan Luciano Ruschel, por quien más se temía ayer, se estabilizó después de ser intervenido. Ambos se encuentran en terapia intensiva.

El periodista Rafael Valmorbida también está grave, con fracturas en las costillas que afectan al funcionamiento pulmonar, según sus médicos. Jakson Follmann, portero del equipo, perdió una pierna tras una amputación y permanece estable en terapia intensiva. Los tripulantes bolivianos Ximena Suárez y Erwin Tumiri están fuera de peligro, según los médicos. Hasta primera hora de la mañana de hoy, 47 cuerpos habían sido identificados, según el Instituto de Medicina Legal.

Colombia indaga caída de avión que llevaba al Chapecoense

Por Fernando Vergara y Joshua Goodman

LA UNIÓN, Colombia — Las autoridades colombianas investigan hoy las causas de la caída del avión en que murieron todas menos seis de las 77 personas a bordo, incluso casi todos los integrantes del equipo de fútbol Chapecoense de Brasil.

Los expertos estaban además identificando los cuerpos de las víctimas para poder repatriarlas a Brasil. Fuentes allegadas al proceso indicaron que el proceso avanza con rapidez ya que no hubo fuego en el siniestro.

La agencia de aviación colombiana informó ayer que se halló la grabadora de voz y la caja registradora de vuelo del avión, fabricado por British Aerospace. Los expertos están estudiando los dispositivos para tratar de dilucidar qué pasó con la aeronave.

Inicialmente las autoridades colombianas dijeron que el avión sufrió un desperfecto eléctrico, pero además caía una intensa lluvia cuando la tripulación declaró una emergencia y la nave desapareció de los radares justo antes de las 10:00 p.m. del lunes.

Las autoridades no descartan la posibilidad de que el avión se quedó sin combustible minutos antes de cuando debía aterrizar en el aeropuerto José María Córdova en las afueras de Medellín, la versión que les dio una de las asistentes de vuelo que sobrevivió. Funcionarios dijeron que la entrevistarían el miércoles.

La región se declaró en luto por la pérdida de la mayor parte del Chapecoense, un equipo del sur de Brasil que había logrado participar en uno de los torneos más prestigiosos de Sudamérica apenas dos años después de ascender a la liga mayor brasileña por primera vez en décadas.

El papa Francisco oró por las víctimas, y miles de personas asistieron ayer a servicios de recordación enBogotá y en Chapeco, el poblado de Brasil de donde viene el equipo.

Los cuerpos de rescate se llevan los cuerpos de víctimas en las afueras de Medellín, Colombia (Luis Benavides/AP)

La nave, que había despegado de Santa Cruz, Bolivia, llevaba al equipo al primer partido de la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional de Medellín. Veintiún periodistas brasileños viajaban con el equipo. La federación sudamericana de fútbol canceló todos los partidos pendientes en señal de luto, y los clubes Real Madrid y Barcelona en España sostuvieron un minuto de silencio en medio de sus sesiones de entrenamiento, en honor a las víctimas. Los máximos equipos de Brasil ofrecieron prestar jugadores al pequeño club para la próxima temporada hasta que pueda recuperarse, afirmando: “Es el menor gesto de solidaridad que podemos hacer”.

En un gesto conmovedor, el Atlético Nacional pidió que el título sea otorgado al Chapecoense, cuya lucha a pesar de los obstáculos en el campeonato asombró al mundo futbolista brasileño.

Avión con equipo de fútbol de Brasil se estrella en Colombia

Por Luis Benavides y Joshua Goodman

MEDELLIN, Colombia — Un avión chárter con 81 personas, entre las que había jugadores de un equipo brasileño de primera división que viajaba a Colombia para la final de la Copa Sudamericana, se estrelló cerca de Medellín y dejó 75 muertos, dijeron hoy funcionarios colombianos.Seis personas sobrevivieron, según el último reporte.

El avión, un British Aerospace 146 para trayectos cortos operado por la aerolínea boliviana LaMia se declaró en emergencia a las 10:00 p.m. del lunes por un fallo eléctrico, dijeron autoridades de aviación. “Lo que iba ser una fiesta terminó siendo una tragedia”, dijo el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. (Luis Benavides/AP)

La aeronave, que había partido desde Santa Cruz, en Bolivia, trasladaba al Chapecoense al aeropuerto internacional José María Córdova, en Medellín, y se accidentó en el municipio de La Unión, ubicado en una zona montañosa cercana a la ciudad.

El equipo, originario del sur de Brasil y que había iniciado su viaje en Sao Paulo, iba a jugar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional el miércoles en la ciudad colombiana.

No estuvo claro de inmediato si el plantel cambió de avión en Bolivia o hizo una escala en la misma aeronave.

“Lo que iba ser una fiesta terminó siendo una tragedia“, dijo el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, desde el centro de mando de la operación de búsqueda y rescate.

En un breve comunicado publicado en su página de Facebook, el club dijo: “Que Dios esté con nuestros atletas, dirigentes, periodistas y demás invitados que están con la delegación”. La Conmebol, la confederación sudamericana de fútbol, ofreció sus condolencias a toda la comunidad de Chapeco y dijo que su presidente, Alejandro Domínguez, estaba viajando a Medellín. Todas las actividades relacionadas con el deporte fueron suspendidas hasta nuevo aviso, agregó.

Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo en un comunicado que “éste es un día muy, muy triste para el fútbol. En este momento difícil pensamos en las víctimas, sus familias y amigos”.

“FIFA hace llegar sus más sentidas condolencias a los seguidores de Chapecoense, la comunidad futbolística y las organizaciones de prensa en Brasil”, añadió el titular del organismo rector del fútbol mundial.

Docenas de rescatistas que trabajaban en la zona del siniestro se animaron al principio de la noche tras hallar a tres pasajeros con vida entre los escombros. Pero a medida que pasaban las horas, las fuertes lluvias y la escasa visibilidad dejaba helicópteros en tierra y complicaban los esfuerzos para llegar a la zona, el ambiente se enfrió hasta el punto de que las autoridades suspendieron los trabajos hasta el amanecer, reconociendo que se trata ya solo de una operación para recuperar cuerpos.

La televisora local emitió imágenes de ambulancias que trasladaron a tres hombres a un hospital en camillas, cubiertos con mantas y con un gotero intravenoso. Entre los sobrevivientes está el defensa del Chapecoense , quien según los doctores sufre lesiones medulares. El arquero Jackson Follmann, el jugador Helio Hermito Zampier, un miembro de la delegación del equipo y una azafata boliviana también sobrevivieron al accidente, según los rescatistas.

A bordo de la aeronave viajaban72 pasajeros y nueve tripulantes. La radio local dijo que el mismo avión trasladó a la selección de Argentina a Brasil para un juego antes este mes y antes llevó a la de Venezuela.

British Aerospace, que ahora opera con el nombre BAE Systems, dijo que el primer 146 despegó en 1981. Según la empresa, hasta noviembre de 2013 se construyeron menos de 400 ejemplares -incluyendo su predecesor Avro RJ- en Gran Bretaña. Alrededor de 220 siguen activos con diversas funciones, incluyendo lucha contra incendios y servicios nocturnos de transporte de mercancías, agregó.

Alfredo Bocanegra, jefe de la agencia de aviación civil de Colombia, explicó que los reportes iniciales sugieren que el avión sufría problemas eléctricos, aunque los investigadores tendrán que estudiar el testimonio de uno de los sobrevivientes que dijo que se quedaron sin combustible a unos cinco minutos de aterrizar en el aeropuerto José María Córdova, en las afueras de Medellín.

La aerolínea LaMia tenía su sede en la ciudad venezolana de Mérida hasta que se trasladó a Santa Cruz, agregó el vocero explicando que en el pasado la empresa trasladó a varios equipos bolivianos y al Atlético Nacional de Medellín a partidos en toda Sudamérica.

Autoridades de aviación brasileñas dijeron que negaron la petición de LaMia para realizar el vuelo chárter directamente desde Sao Paulo, alegando que sólo una empresa brasileña o colombiana tiene permiso para realizar esa ruta.

Un video publicado en la página de Facebook del Chapecoense mostraba al equipo preparándose para tomar el vuelo el lunes en el aeropuerto internacional Guarulhos de Sao Paulo.

El club de la pequeña ciudad brasileña de Chapeco ascendió a la primera división del futbol brasileño en 2014 por primera vez desde la década de 1970. La semana pasada se clasificó para la final de la Copa Sudamericana -el equivalente a la Liga Europa de la UEFA- tras derrotar en el camino a San Lorenzo y a Independiente, ambos argentinos, y a Junior de Barranquilla de Colombia.

“Esta mañana me despedí de ellos y me dijeron que íbamos por el sueño, a convertir ese sueño en realidad”, dijo un miembro de la directiva del Chapecoense a la televisora brasileña TV Globo. “El sueño se terminó a primera hora de la madrugada”.

El equipo es tan humilde que su estadio, con capacidad para 22,000 personas, fue descartado por los organizadores del torneo por ser demasiado pequeño para la final, que se trasladó a 480 kilómetros al norte a la ciudad de Curitiba.

“Esto es increíble, estoy caminando sobre el pasto del estadio y siento que estoy flotando”, dijo Andrei Copetti, vocero del equipo, a The Associated Press. “Nadie entiende cómo una historia que eran tan increíble pudo sufrir un revés tan devastador. Para mucha gente aquí todavía no es una realidad”.

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Joshua Goodman informó desde Bogotá. Los periodistas de The Associated Press Mauricio Savarese, Renata Brito y Steve Wade contribuyeron a este despacho desde Río de Janeiro.

Socorristas buscan en el mar ocupantes de avión accidentando

SANTO DOMINGO, República Dominicana — Socorristas de la Armada y la Fuerza Aérea dominicana continuaron hoy la búsqueda en el mar de los dos estadounidenses y un canadiense que viajaban en una avioneta que se estrelló frente a la costa norte del país. “Estamos viendo algunos restos (del avión) que nos hacen pensar que estamos en el lado correcto”, dijo a The Associated Press, Enmanuel Souffront, director de la comisión de evaluación de accidentes de aviación.

Detalló que los socorristas habían recuperado en el mar varios trozos del fuselaje y dos asientos de la avioneta, así como una mochila, cuyo contenido era analizado por especialistas. Sin embargo, ninguno de los pasajeros había sido encontrado.

La avioneta Lake La-250, matrícula N724ST, se estrelló la noche del lunes en el mar frente a la localidad turística de Puerto Plata, 140 millas al norte de Santo Domingo, cuando volvía de la capital de Haití. Esa noche se registraba en la zona una tormenta eléctrica.

Héctor Olivo, vocero del instituto de Aviación Civil, dijo a la AP que según la información que ha obtenido esa entidad, en la aeronave viajaban los estadounidensesCharles y Candy Ritzen y el fotógrafo canadiense Benjamin Cole Brown.

Los Ritzen, originarios de Nashville, Tennessee, vivían desde hacía unos diez años en la zona turística de Sosúa, en Puerto Plata, donde en 2009 fundaron una pequeña clínica dental en una zona remota para ofrecer con ayuda de donaciones y trabajo de voluntarios servicios gratuitos a personas de escasos recursos de esa localidad.

De forma original, Charles Ritzen y el odontólogo de Nashville David Snodgrass comenzaron a ofrecer servicio básicos dentales en una camioneta en Sosúa, un pueblo turístico de playa en la provincia Puerto Plata.

El canadiense Brown es un fotógrafo originario de Ontario que se estableció en la zona turística de Cabarete, contigua a Sosúa.

Brown encabeza la fundación “Cambio Goods” que emplea a artesanos de Puerto Plata en el diseño de productos de piel y colabora con organizaciones humanitarias que construyen casas a personas de escasos recursos en Haití y República Dominicana.