Piloto Y Aerolínea Responsables De Accidente,Fiscales De Brasil Y
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Piloto y aerolínea responsables de accidente LA PAZ, Bolivia — El accidente del avión que se estrelló en Colombia y que costó la vida a 71 personas fue responsabilidad de la aerolínea LaMia y del piloto de la nave, según los resultados de una investigación del gobierno boliviano. Las conclusiones de la investigación sobre la tragedia ocurrida el 28 de noviembre las dio a conocer el ministro de Obras Públicas y Transporte de Bolivia, Milton Claros, quien informó que el estado boliviano garantizará la indemnización de $153,000 a los familiares de cada persona fallecida. “Nuestra investigación establece la responsabilidad directa es de la empresa LaMia y del piloto”, afirmó Claros. Esa es la principal conclusión de la investigación que realizó ese ministerio sobre la responsabilidad del piloto Miguel Quiroga que murió en el siniestro y de la aerolínea, una pequeña compañía de vuelos chárter, que partió desde Santa Cruz, Bolivia, y cayó cerca del aeropuerto en Medellín, Colombia. En el aparato viajaba la mayoría del equipo brasileño de fútbol Chapecoense. Hubo seis sobrevivientes. También, según la investigación, se determinó un incumplimiento de deberes del director de la Dirección General de Aeronáutica Civil, César Varela, y de Roger Gandarillas, director general de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea, por lo que el ministerio de Obras Públicas hará una denuncia penal. Entre las responsabilidades, Claros mencionó que Celia Castedo, funcionaria de la Administración de Aeropuertos, debió impedir el vuelo porque el avión llevaba el combustible justo para llegar a destino. Castedo tramita un refugio en Brasil tras denunciar presiones para cambiar su informe sobre el plan de vuelo. La empresa LaMia, que operaba desde Bolivia, obtuvo su permiso en enero de 2015 y según Claros cumplió con todos los procedimientos legales para ser habilitada, incluso con la presentación de la póliza de seguro. Sin embargo, se encontró un presunto tráfico de influencias entre el gerente general de la aerolínea, Gustavo Vargas, y su hijo, quien era director de registro aeronáutico nacional, por lo que se elevó una denuncia al Ministerio Público. Ambos están presos preventivamente en una cárcel boliviana. LaMia obtuvo su permiso de vuelo con un solo avión que era alquilado a un empresario venezolano por $35,000 al mes. Fiscales de Brasil y Colombia investigan accidente aéreo LA PAZ, Bolivia — Dos fiscales de Brasil y dos de Colombia llegarán a la región boliviana de Santa Cruz para investigar en forma coordinada el accidente del avión de la aerolínea LaMia que dejó 71 muertos, entre ellos casi todo el plantel del club de fútbol Chapecoense. El Fiscal General de Bolivia, Ramiro Guerrero informó hoy en rueda de prensa que los procuradores ayudarán en la pesquisa de las causas del siniestro ocurrido en Medellín, Colombia. Entre los fiscales está el de la ciudad brasileña de Chapecó de la cual era el club de fútbol. “Este miércoles vamos a llevar un trabajo coordinado, conjunto entre las fiscalías de Colombia y Brasil, todo esto para llegar a la verdad histórica de los hechos, los antecedentes y el hecho mismo del accidente aéreo”, dijo Guerrero. El 28 de noviembre el avión de LaMia se accidentó cerca del aeropuerto de Medellín presumiblemente por falta de combustible. Posteriormente, varios altos funcionarios de la aviación boliviana fueron suspendidos. Hoy se realizaron allanamientos en el aeropuerto de Viru Viru en Santa Cruz, desde donde había partido la aeronave, y en las oficinas de LaMia. En tanto, una mujer boliviana que señaló la existencia de irregularidades en el plan de vuelo del 146 Avro RJ85 de British Aerospace viajó a Brasil en busca de ayuda. La fiscalía brasileña dijo que la mujer, que trabajaba en la agencia de aviación boliviana que aprobó el vuelo, se presentó en la ciudad fronteriza de Corumba. El ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero dijo en conferencia de prensa que la mujer, a la que identificó como Celia Castedo, “no ha utilizado ningún puesto de control de migración, por lo tanto, ha salido de forma ilegal. Lo que ha hecho ella es gravísimo porque está escapando de un proceso judicial”. El ministro sostuvo que no existe ninguna persecución a Castedo, “no hay anda de eso” y enfatizó que “debería ser expulsada automáticamente” de Brasil. Técnico de avión accidentado nunca supo lo que pasaba Por César García BOGOTÁ, Colombia — Uno de los sobrevivientes del accidente aéreo en Colombia en el que murieron 71 personas aseguró hoy que nadie sabía lo que ocurría con la aeronave y que todos a bordo creyeron que aterrizarían sin problemas. El técnico aeronáutico boliviano Erwin Tumiri, quien se encuentra en Cochabamba recuperándose del accidente, dijo a la cadena radial colombiana Blu radio que “nadie sabía ni supo lo que estaba pasando. Todos creíamos que íbamos a aterrizar porque el tripulante ya lo había anunciado y estábamos esperando eso”. Señaló que ni los pilotos ni la tripulación alertaron al pasaje sobre la emergencia. “Nosotros sentimos el descenso, pero pensamos todo el tiempo que era un aterrizaje. Todo fue muy rápido, de un momento vibró el avión, se apagaron las luces y se prendieron las de emergencia”. Tumiri relató que nadie se puso en posición fetal para recibir el impacto, como aconsejan las normas de seguridad, porque “nadie sabía que había un problema. Nosotros estábamos preparados para aterrizar, no hubo tiempo para nada… ni hubo gente gritando”. La mayoría de los fallecidos en el accidente ocurrido el lunes 28 de noviembre en las cercanías de Medellín eran integrantes del club brasileño Chapecoense que se disponían a jugar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana con el Atlético de Medellín. Seis personas sobrevivieron. El técnico señaló que inicialmente la aeronave iba a parar en Cobija, Bolivia, para abastecerse de combustible “pero no pasó y nunca me dijeron por qué” y explicó que su labor como técnico era la de abastecer el combustible y revisar que todo estuviera bien “pero no calcular lo del combustible y la distancia, eso es trabajo del despachador”. “Creo que el piloto debió comunicarse al menos conmigo sobre la situación, yo me enteré de eso por Ximena (Suárez, auxiliar de vuelo sobreviviente), que me dijo que había como poco combustible”, agregó. Tumiri recodó en durante el vuelo todos estaban “muy alegres, unos jugaban cartas, otros escuchando música, el ambiente era de alegría, incluso que el técnico (del club de fútbol brasileño Chapecoense) me estaba enseñando a hablar portugués”. El técnico aeronáutico, que estaba sentado en la parte trasera de la aeronave, indicó que no es empleado directo de la aerolínea LaMia sino que otra empresa lo había subcontratado. Tumiri sólo recuerda del accidente que “me desperté boca abajo, así como entre sueños, estaba lloviendo y oscuro. Vi a Ximena que estaba atrapada y ahí la cogí, estábamos en medio de un bosque y ahí”. La Dirección General de Aeronáutica Civil boliviana suspendió los permisos de vuelo de la aerolínea LaMia e investiga cómo había obtenido su matrícula para operar. Hasta ahora las investigaciones apuntan a que el avión, un British Aerospace 146 que había partido de Santa Cruz, Bolivia, volaba en el límite de su autonomía cuando se estrelló. Una grabación de los últimos minutos del vuelo reveló cómo el piloto pidió insistentemente permiso para aterrizar por “problemas de combustible” pero sin lanzar un aviso oficial de socorro. La torre de control le explicó que otro avión, desviado por problemas mecánicos, estaba acercándose a la pista y que tenía prioridad. Mientras el avión de LaMia realizaba un recorrido circular el comandante comunicó “falla eléctrica total, sin combustible” unos momentos antes de que el aparato iniciase una caída de cuatro minutos. Responsables de aviación británicos dijeron que las cajas negras del avión fueron llevadas a Gran Bretaña para su estudio. Miles rinden tributo a futbolistas víctimas de accidente aéreo Por Mauricio Savarese y Renata Brito BRASIL — En un sábado lluvioso que solo vino a acentuar el dolor, unas 20,000 personas con paraguas y ponchos de plástico llenaron un pequeño estadio de este pueblo brasileño para despedirse de los miembros del club de fútbol Chapecoense que murieron en un accidente aéreo. El accidente ocurrido el lunes en los Andes colombianos mató a la mayor parte de los jugadores y el personal del equipo mientras se dirigían a la final de uno de los torneos de clubes más importantes de América Latina. Un total de 71 de las 77 personas a bordo murieron, incluyendo 19 jugadores del equipo. Los dolientes empapados por la lluvia atascaron el modesto estadio y en el exterior había cuatro o cinco veces esa cantidad —casi la mitad de la población de este poblado brasileño de 200,000 habitantes— para rendir homenaje a un modesto club que casi alcanzó el pináculo del fútbol latinoamericano. Varios militares cargan un ataúd con los restos de uno de los miembros del equipo de fútbol Chapecoense a su llegada a Chapeco, Brasil. (Andre Penner/AP) Otros se alinearon en los caminos mientras los ataúdes eran trasladados en una procesión desde el aeropuerto hasta la ceremonia fúnebre en el estadio. “He estado aquí desde temprano en la mañana”, dijoChaiane Lorenzetti, una joven de 19 años que dijo trabajar en un supermercado local frecuentado por jugadores y funcionarios del club. “Nunca volveré a ver a algunos de mis clientes. Es un día devastador que durará para siempre”, agregó. El avión se estrelló el lunes en una ladera lodosa en los Andes, cuando el equipo se dirigía a Medellín para disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, el segundo torneo de clubes más importante de Latinoamérica, contra el Atlético Nacional. Antes de la ceremonia fúnebre masiva, los cuerpos de muchos de los fallecidos, todos en ataúdes, llegaron el sábado por la mañana a Chapeco.