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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD IZTAPALAPA

Nombre: Nelby Wlned González Rodríguez.

Matricula: 96338704

Teléfono: 54 41 76 02

Licenciatura: Biología

División: C. B. S.

Unidad: Iztapalapa

Trimestre Lectivo:

TITULO DEL PROYECTO: “PROYECTO DE ACTIVIDADES DE PRESTADORES DE SERVICIO SOCIAL DE LA DIVISIÓN DE C. B. S. PARA LA EVALUACIÓN Y PROTECCIÓN DE TORTUGAS MARINAS MEXICANAS”. Campamento Tortuguero Isla de Pájaros con registro en SEMARNAT e INE

TITULO DEL TRABAJO: Estudio del centro de origen y distribución de las tortugas marinas que arriban a las costas de Guerrero, México.

Asesor Interno: M. en C. Francisco Javier Olvera Ramírez. Departamento de Biología. Edificio AS. Cubículo 105. U A M – Iztapalapa, Av. San Rafael Atlixco 186 Col. Vicentina México DF. Tel. 58 04 46 00.ext.2794

Lugar de Realización: Campamento Tortuguero “Isla de Pájaros”. Playa Michigan, Domicilio conocido Municipio de Tecpan de Galeana, Guerrero, México.

Clave de Registro: B.071.03

México D. F., a 23 de febrero de 2006

Dr. José Fco. Flores Pedroche Secretario Académico de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud . Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa PRESENTE:

Por este conducto me permito manifestarle que el alumno Nelby Wlned González Rodríguez con matrícula 96338704 estudiante de la carrera de Biología, inicio el servicio social a partir del 10 de noviembre del 2003 y lo concluyó en septiembre del 2004. El informe de servicio final no fue terminado hasta ahora debido a causas personales extra escolares relacionadas con actividades laborales. Después de revisar el informe titulado "Estudio del centro de origen y distribución de las Tortugas Marinas que arriban a las costas de Guerrero, México". expreso que estoy de acuerdo con el contenido del mismo.

Sin otro particular, reciba un cordial saludo.

ATENTAMENTE

Asesor Interno: M. en C. Francisco Javier Olvera Ramírez.

INTRODUCCIÓN La existencia de las tortugas marinas se remonta a 200 millones de años, a pesar de su antigüedad casi no han cambiado desde su aparición, este grupo sobrevivi ó a una de las extinciones más grandes que ocurrió hace 65 millones de años (era mesozoica); las tortugas y los cocodrilos están pre sentes desde la época de los dinosaurios con relativo éxito como se puede comprobar(Rioja, 1997).

Con base en datos paleontológicos se han establecido los centros de origen de algunos grupos de tortugas marinas fósiles, que vivieron en lo que hoy es tierra firme, como lo evidencian los registros fósiles de tortugas marinas de Kansas. Estos hallazgos pertenecen a una localidad que formó parte de la costa de un mar epicontinental del período Cretáceo, habitada por tortugas de gran talla, probablemente las más grandes que hayan existido (Rioja, 1997).

Las especies de tortugas marinas actuales difieren muy poco morfológicamente de sus ancestros, sin embargo sus hábitos parecen ser muy similares, como lo propone la información que se ha obtenido a partir de la anatomía y fisiología comparativa y la biogeografía de este grupo.

En cuanto a la distribución de las tortugas marinas se ha determinado con base en información geológica, evolutiva, y ambiental de estas especies (Martínez, 1997) que la temperatura y la profundidad son dos factores que determinan los ambientes que eligen para realizar sus actividades y a la vez propician la diversidad de estos organismos. Es difícil determinar la distribución de las tortugas en las aguas marinas por la magnitud de las profundidades, sus corrientes y la amplitud de las áreas por las que transitan. En el caso de las tortugas marinas, consideradas organismos epipelágicos de plataformas continentales presentan mayor distribución que los de profundidades abisales.

Así, las tortugas por ser ectotermos tienden hacia las corrientes superficiales de regiones cálidas para vivir (Martínez, 1997), muchos individuos prefieren el límite superior de tolerancia térmica al inferior, debido a que varios de sus procesos metabólicos son más rápidos y eficientes en este intervalo de temperatura. Esto explica la mayor concurrencia de especies de tortugas en torno al ecuador, donde las temperaturas son más favorecedoras para la existencia de animales que pasan la mayor parte de su vida dentro del agua (medio marino), (Kenneth, 1992). La información actual disponible de la tortuga Laúd (Dermochelys coriacea) es escasa a pesar de ser una de las especies con registros de arribazón más antiguos a nuestras costas. Así, la disminución de tortugas visitantes continúa en todas las costas de los mares tropicales y en la mayoría de los continentes que son frecuentados por ellas. La tortuga Golfina (Lepidochelys olivacea), es la especie más abundante en nuestro país y, a la que se le ha puesto más atención por su importancia comercial, al mismo tiempo la información proveniente de su explotación ha contribuido al conocimiento de su biología; desde 1966 hasta 1987 se habían puesto marcas en más de 34 000 hembras y poco más de 15 000 en los años siguientes (1988-1991), en varias de las más importantes playas de anidación. Es altamente gregaria, forma arribazones en las playas o grandes flotillas en el mar. Se distribuye entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, en México a lo largo del litoral del Pacífico, principalmente en las Costas de Oaxaca, Guerrero, Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y el Golfo de California.

OBJETIVOS: Reconocer el origen y evolución de las tortugas marinas.

Comparar y analizar las teorías que tratan de explicar las rutas de migración de la tortuga Laúd (Dermochelys coriacea ) y Golfina (Lepidochelys olivacea).

Describir los métodos que se utilizan para marcar y rastrear sus migraciones.

METODOLOGÍA . 1. RECOPILACIÓN Y ANÁLISIS BIBLIOGRÁFICO.

Recopilar y analizar información bibliográfica que permita explicar la radiación de los terrestres hacia el mar. Considerar los conocimientos paleontológicos más recientes de fósiles de tortugas marinas como básicos para la reconstrucción de los centros de origen de las tortugas y comparar y describir las características anatómicas que permitan señalar las modificaciones adaptativas que haya sufrido este grupo desde su aparición hasta la época actual. Analizara el fenómeno de la migración a partir de la comparación del movimi ento de continentes y mares donde se efectuó la transición de tortugas terrestres dulceacuícolas a marinas, con la distribución en los continentes y mares actuales. Entrevistar a biólogos y personal encargado de los campamentos tortugueros con el propósito de considerar sus experiencias sobre diversos métodos de marcado y manejo de las tortugas en sus ciclos reproductivos y sus migraciones. 1.2. TÉCNICAS DE MARCADO Y MÉTODOS DE SEGUIMIENTO UTILIZADO EN EL ESTUDIO DE LAS TORTUGAS MARINAS.

Para conocer los comportamientos de las poblaciones de animales terrestres y acuáticos sus movimientos y migraciones, los biólogos han diseñado diferentes métodos de marcado para su reconocimiento, manejo y seguimiento; uno de los más comunes es el marcado para estudios de captura y recapturar, esta metodología puede utilizarse cuando se tiene acceso y contacto con las poblaciones en estudio. En el caso de las tortugas, durante la anidación se pueden marcar en el caparazón para tener registros individuales que permitan dete rminar sexo, edad y las distancias y rutas recorridas. Otro método utilizado para la localización a larga distancia es sujetarles emisores de señales de radio que establecen contacto con un aparato receptor (localizador) que puede estar en un avión o una embarcación pero a una distancia cercana o también se puede asociar a un navegador (radar) para ubicarlas en el océano. En la actualidad el monitoreo de poblaciones en procesos migratorios se hace a través de: Telemetría de Alta Frecuencia (VHF), Telemetría Sónica; Registro a distancia de sonidos emitidos por los animales (vocalizaciones) y las características de los sonidos que producen los animales (vocalizaciones y fricciones, etc.) que al ser específicos también permiten hallar o seguir a ciertas especies para lo que se utilizan Grabadoras Tiempo – Profundidad. (sonar), y Telemetría satelital (chips) que siempre están asociados a otros dispositivos como el Geo- Posicionador-Satelital (GPS).

Para conocer la situación, abundancia, distribución o dinámica po blacional y sus tendencias, es fundamental contar con registros de las rutas migratorias y zonas a las que arriban los organismos, para lo que se vuelve necesario conocer y mantener los registros continuos mediante monitoreo. Una herramienta para entender la biología de las especies de tortugas es la identificación de los individuos-especies mediante el marcado que permite su identificación. La información que puede derivar del conocimiento de los desplazamientos y migraciones de las tortugas alcanza la biología reproductiva, siempre asociada a la estacionalidad, migración, lugares y tiempos de permanencia en áreas de crecimiento, índices de anidación y migración. Lo agregado de estos estudios es que facilita la estimación el número de hembras que anidan por temporada, que es el parámetro más universal para evaluar el estado y condición de las poblaciones.

Recientemente se han aplicado nuevas tecnologías utilizando marcas electrónicas internas (microchip), transmisores de satélite y marcas genéticas(acervo genético de poblaciones), que se caracterizan por la durabilidad o permanencia de las mismas. Esta técnica ha permitido incrementar el detalle de las rutas y comportamiento migratorio, así como la determinación filogenética del origen de tortugas y sus siti os de alimentación. El fomento de este tipo de actividades resulta de gran relevancia para el conocimiento de la biología de las distintas especies. Las técnicas de monitoreo por computación ahora incluyen programas( “software”), para detectar marcas con aparatos de transmisión especial para esas particularidades (cambio de rutas, de tamaño y formas de distribución de las poblaciones), funciones que realiza por ejemplo el satélite ARGOS, que permite rastrear las tortugas marinas de todo el mundo.

INVESTIGACIÓN Y CONSERVACIÓN

En el período 62-63 el gobierno federal, a través del Instituto Na cional de Investigaciones Biológico Pesqueras inició los pri meros estudios de prospección. Los biólogos Aurelio Solórzano y Dilio Fuentes, organizaron las primeras áreas de captura en la península de Yucatán, donde se desarrolló una pesquería formal, que exportaba regularmente el producto a Florida, el barco Eva, hacía visitas quincenales o mensuales para cargar varias docenas de tortugas blancas vivas (Chelonia mydas), que eran capturadas en los alrededores de las islas Holbox, Contoy, Mujeres y Cozumel y, frente a las playas del Carmen y Boca Paila. En ésta zona simultáneamente se implementaron investigaciones en las áreas de anidación de esa región caribeña y también iniciaron trabajos de muestreo para la captura con fines comerciales. El Programa Nacional de Tortugas Marinas se inició en el año 1964, por Este programa fue organizado dentro de la sección de Herpetología, a cargo de René Marques, la cual formaba parte de la división de Vertebrados Marinos, que dirigía el biólogo. Ernesto Ramírez H., del instituto de investigaciones mencionado anteriormente. A partir de entonces en todo el país se intensificaron las prospecciones para determinar las principales áreas de anidación y pesca, en 1966 se instalaron por primera vez los campamentos tortugueros móviles: Rancho Nuevo, a cargo del biólogo Humberto Chávez, en la Barra Calabazas, Tamaulipas; y los de Boca de Apiza, Michoacán y Boca de Pascuales, Colima, que fueron coordinados por René Marques y el biólogo Antonio Montoya. En 1967 surgió: La escobilla, Oaxaca Piedra del Tlalcoyunque, Guerrero, y Playón de Mismaloya, Jalisco. A medida que fueron aumentando los recursos económicos y logísticos, se establecieron más de 14 c ampamentos con apoyo de la dirección general de Pesca, después Departamento, Subsecretaría y finalmente Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. Para esto se contó con el apoyo de la Secretaría de Marina y del sector pesquero. En 1992 se instaló un número cinco veces mayor, con la intervención de otras secretarías de estado, universidades, sociedades civiles, gobiernos estatales y organismos internacionales. En los últimos años la SEMARNAP ha iniciado actividades para la instalación definitiva de centros de investigación para tortugas marinas en seis de las más importantes playas de anidación: Rancho Nuevo, Tamaulipas; Isla Aguada, Campeche; Río Lagartos, Yucatán; el Verde Camacho, Sinaloa; La Escobilla y Barra de la Cruz, Oaxaca, y con obje to de cubrir todas las variedades de tortugas mari nas se construyó el Centro Mexicano de la Tortuga en la región de Mazunte, Puerto Ángel, Oaxaca . En 1997 se implementó un programa de marcado de carácter nacional y se adquirieron las primeras 5 000 marcas de acero monel, al mismo tiempo que se iniciaron los programas de protección de las tortugas, dio comienzo un archivo de información relacionada con los sitios de anidación, se estimaron los tamaños de las poblaciones que arribaban a esas playas y se hicieron caracterizaciones morfométricas de los individuos.

TÉCNICAS DE MARCADO.

En la actualidad se han fabricado marcas de mayor duración y dureza , como las hechas con una aleación llamada inconel y también de titanio; sin embargo estas últimas son muy caras y difíciles de conseguir. El tamaño que se utilizó para las marcas en los años 90, fue de 1.625 PG (4.0 cm.), posteriormente se modificó el tamaño de la marca a 1 p (2.5 cm.). Este tamaño pequeño parece dar los mismos resultados en las tortugas adultas que el utilizado con anterioridad, siendo también adecuado para el marcaje de juveniles por encima de los 20 cm de longitud en el carapacho. Según la especie es el tipo de marca y la forma de marcar. Por lo general en las tortugas de talla pequeña la marca metálica se coloca en el primero o segundo cayo (escama) proximal del borde posterior de la aleta izquierda; en las de mayor tamaño (más de 80 cm de caparazón), la aleta es más gruesa y dura; en estos casos la marca se coloca entre las dos escamas mencionadas. Para la tortuga Laúd se han utilizado marcas de plástico del tipo “Rot-O-Tag” (diseño para orejas de ganado), las cuales se colocan en la membrana crural, que es la piel que une al borde interno de las aletas posteriores con la cola.

Diferentes tipos de marcas utilizadas en las tortugas marinas. Metálica (acero monel, inconel, titanio), plástica, “PIT-tag”, marca viva (transplante de tejidos). Para marca de radio satélite .

Otra forma de marcar, ideada por el doctor John Hendrickson de la Universidad de Arizona, para las tortugas recién nacidas, consistió en transplantar e intercambiar pequeños cortes quirúrgicos circulares de los escudos dorsales y ventrales, los que con el crecimiento del se observan como lunares claros en el dorso y oscuros en el vientre. Esta técnica ha sido probada en EUA, sobre todo con la tortuga blanca (Chelonia mydas) y lora (Lepidochelys kempii) y ha mostrado ser eficiente; Hoy se está aplicando también esta técnica en los laboratorios del Centro de Investigaciones de Chetumal, Quintana Roo (CIQRO). En este caso el marcado de crías no ha mostrado aún los resultados esperados, es decir, la posibilidad de identificar quizá después de una década, a las tortugas en las áreas de anidación y esclarecer la velocidad de crecimiento y edad de primera madurez. Esto tal vez se deba a la alta mortalidad en las primeras fases de desarrollo y, al reducido número de organismos marcados que pueden regresar a las playas, lo que dificulta su recaptura. En 1988, dentro del Programa Conjunto México-EUA se inició el uso de una nueva marca con la tortuga lora (Lepidochelys kempii); esta marca conocida como “PIT” (Pasive Integrated Transponder) fue constituido por un chip, incluido en una cápsula de vidrio de 11 x 1 mm, misma que se inyecta de manera subcutánea, con una aguja del número 12 a 45º de inclinación y cerca de tres centímetros bajo la piel, en la aleta izquierda, entre los huesos del antebrazo, cerca de la articulación con la mano. Esta marca se activa al recibir una señal electromagnética enviada con una sonda, la cual recibe de regreso la señal y la decodifica en una respuesta visual formada por diez dígitos alfanuméricos. Se dice que estas marcas tienen una duración de 20 años; para hacer óptimo su uso se recomienda: - Contar con suficiente número de sondas. - Para dar seguimiento a los PIT, éstos se deben colocar sólo a tortugas que se les conozcan sus puntos terminales de migración, es decir, dónde y cuándo se encuentran reunidas, ya sea en las áreas de reproducción y de alimentación o en ambas. - Las tortugas marcadas se podrán detectar tanto en la zona de alimentación como en la de reproducción, aunque con mayor facilidad en este último lugar. - Para detectar las marcas deben conocerse el lugar del cuerpo donde fueron colocadas, pues la sonda electromagnética sólo trabaja a unos centímetros de la superficie de la piel. - Durante el trabajo de campo sólo deberán colocar nuevos PIT, los técnicos que lleven consigo sondas, para evitar el marcado doble, (costo de cada marca esterilizada es entre 5 y 10 dólares). - Se recomienda combinar este tipo de marca con otro, como el metálico, para facilitar su reconocimiento posterior en los archivos, en caso de no contar con una sonda electromagnética. Cuando se realiza el registro y marcado se debe anota el lugar, fecha y hora, y una serie de datos básicos, necesarios para comprender el ciclo de vida de estas especies. Estos datos se registran en formas codificadas. En ellas también se anota el número de huevos que cada tortuga desova, los huevos que se pierden durante el traslado al nido, el tiempo transcurrido en los diferentes sucesos en la playa, hasta que se ponen a incubar en los corrales, el tiempo duración de la incubación, el número de crías que avivan y llegan al mar; los huevos cuyos embriones se quedan en alguna fase de desarrollo y los que resultan infértiles o que son depredados o invadidos por algún parásito.

Nacimiento y migración. Cuando hay un interés puramente conservacionista se recomienda la inmediata liberación al mar de las crías recién nacidas, el retenerlas por unos cuantos días agota la dotación de vitelo que aún tienen, el que teóricamente les permitiría desarrollar con éxito su primera migración hacia las áreas de alimentación. Generalmente las crías no inician su alimentación activa hasta dos o tres días después que llegan al mar. Durante la primera semana de vida debido a la reserva alimenticia que aún retienen, su peso específico es menor al del agua salada, de tal manera que se desplazan en o cerca de la sup erficie, lo cual las pone a merced de las corrientes marinas superficiales. Se tiene la esperanza que siguiendo el patrón de estas corrientes frente a las playas de anidación, se aclaren las rutas migratorias que desarrollan las crías recién nacidas y que hasta la fecha son casi desconocidas. Puesto que se desconocen los mecanismos de aprendizaje de las crías que les permitirán regresar al lugar donde nacieron para la posterior anidación, se sugiere reducir al mínimo la manipulación de estos pequeños animales con el fin de interferir lo menos posible en su ciclo de vida y darles la oportunidad de memorizar el sitio donde ocurrió la incubación, eclosión y primeras horas de vida activa. Por tal motivo se debe evitar retener crías recién nacidas en cubetas, tinas o cualquier tipo de recipientes con agua de mar, estancada, ya que esto de ninguna manera garantiza una óptima alimentación ni una saludable supervivencia. Cuando se decide por fin liberar las crías, éstas ya habrían agotado el vitelo y perdido la vital y característica facultad migratoria, propia de las tortugas recién eclosionadas que las lleva rápidamente del nido a las rompientes y de ahí a la zona de alimentación; además, pueden ser portadoras de infecciones virales, bacterianas o fungosas, adquiridas durante los días o semanas de cautiverio. Se desconoce hasta qué punto estas enfermedades adquiridas en las granjas pueden ser peligrosas para las poblaciones de tortugas silvestres.

FILOGENIA Y CLASIFICACIÓN DE LOS REPTILES

El conocimiento de los re ptiles está basado principalmente en los restos fósiles. La clasificación para su estudio se ha hecho de acuerdo con la morfología del cráneo, particularmente de la región temporal o región de la mejilla. Este criterio produjo cuatro grandes grupos. En los cotilosaurios los huesos de la región temporal del cráneo presentaban una superficie continua, no existían arcos o fosas temporales (ápsides) óseas en la región temporal. Estas formas se reunieron en la subclase de los Anápsidos. Los músculos temporales en este caso nacieron en la cara profunda de la pared temporal del cráneo, entre ella y el endocráneo, representan la categoría más primitiva dentro de los reptiles. Puede verse todavía aunque modificada, en los quelonios actuales, que se incluyen por lo tanto en la subclase de los anápsidos. En grupos de reptiles más avanzados aparecen en la región temporal fosas limitadas por arcos óseos que permiten a los músculos pasar a través de ellas para alcanzar la superficie externa del cráneo, disposición que aumenta su eficiencia mecánica y por lo mismo para la alimentación. En muchos reptiles aparecieron dos de estas fosas y, esta condición se denominó «diápsida». Las subclases de los lepidosaurios y arcosaurios presentan esta característica, es posible que sean los grupos de reptiles de mayor éxito ecológico. Sin embargo, en los lepidosaurios del orden de los escamosos el arco temporal inferior está siempre incompleto, no hay

ESQUEMAS DE CRÁNEOS REPTILIANOS en los que se indica la disposición de las é1berturas temporales. Anápsidos, sin fosas. Sinápsidos, con una fosa en posición inferior y los huesos escamosal y postorbitario en contacto por encima de ella. Parápsidos. con una fosa en posición superior y los huesos escamosal y postorbitario en contacto por debajo de ella. Diápsidos, con dos orificios o fosas separados por un puente óseo. es. escamosal; pa. parietal; po. postorbitario; y. yuga!. (De Romer, Vertebrate Paleontology. C~icago University

hueso cuadrato-yugal, el yugal y el escamoso están separados. En algunos saurios y en las serpientes se pierde también el arco superior. En otros grupos más recientes sólo existe una fosa y arco. Cuando la fosa tiene una posición elevada en el cráneo, se habla de cráneo «parápsido». Los cráneos parápsidos se hallan en las subclases de los ictiopterigios (ictiosauria y los sinaptosauros (plesiosauros, reptiles marinos.) al principio estas dos subclases se reunieron en un solo grupo, el de los parápsidos, pero tal clasificación se considera actualmente artificial porque los ictiosauros y los sauropterigios no tienen relación alguna; en realidad, un análisis cuidadoso revela que las relaciones de las fosas temporales con los huesos del cráneo eran diferentes en ambos grupos.

PRIMERAS POBLACIONES REPTILIANAS: LOS ANÁPSIDOS

La organización anatómica y funcional del modelo reptiliano está bien adaptada para la vida en tierra firme, esto permitió que durante el Mesozoico se estableciesen en todos los habitas terrestres. Es probable que estas características morfo -fisiologicas existiesen de manera imperfecta en las ramas reptilianas más primitivas como los estegocéfalos ancestrales del Carbonífero y Pérmico. Se cuenta con información suficientes para bosquejar las primeras fases de la evolución reptiliana con relativa certeza. Un fósil hallado en las capas del Pérmico inferior de Texas (que se remonta a unos 250 millones de años) tiene una importancia fundamental para comprender el origen de los reptiles. Era un animal con aspecto de saurio, de unos 70 cm de longitud, que se alimentaba probablemente de insectos y quizás de algún animal mayor. Sus características son intermedias entre las de los anfibios y de los reptiles esto hace que sea imposible situarlo de manera absoluta en uno u otro grupo; muchos zoólogos lo cla sifican entre los anfibios. Esta morfología de carácter intermedia se aprecia en la mayoría de las estructuras del cuerpo de Seymouria, cuyos rasgos típicamente reptilianos se diferencian de los típicos en el tamaño o la forma.

RASGOS TÍPICAMENTE REPTILIANOS DE Seymouria.

1) los arcos neurales de las vértebras son convexos por su cara dorsal, de manera que tienen un aspecto “hinchado” que puede apreciarse también en los reptiles primitivos. 2) con un canal para el conducto lacrimal; 3) el cóndilo occipital único; 4) la cintura pectoral con un largo interclavicular; 5) la cintura pélvica unida a la columna vertebral por dos vértebras sacras; la lamina del ilion ensanchada proporciona área para la inserción de los grandes músculos utilizados para la locomoción; las extremidades anteriores con cinco dedos en lugar de cuatro como en muchos laberintodontos y en los anfibios actuales; la fórmula de las falanges era 2:3:4:5:3 ó 4, aproximándose a la de los reptiles más que a la común de los laberintodontos, en los cuales las falanges no eran tan numerosas (polifalangia). Por otra parte, muchas otras consideraciones podrían llevarnos a clasificar este fósil como un anfibio: 1) los huesos del cráneo presentaban claramente depresiones y relieves; 2) la disposición de los huesos era muy parecida a la de los primitivos anfibios; por ejemplo, existía un hueso ínter temporal; 3) Los dientes presentaban todavía una estructura laberíntica, y los palatales se disponían por pares, como en muchos laberintodontos; 4 La estructura de la escotadura ótica sobre la que se tensaba la membrana del tímpano, y algunos otros rasgos del aparato auditivo, sugieren afinidades con los anfibios más bien que con los reptiles; 5) Se conocen otros fósiles que, aunque claramente están relacionados con Seymouria presentan ciertas tendencias, como el aplanamiento del cráneo y la reducción de los huesos, que son más características de los laberintodontos que de los reptiles; 6) Quizás el detalle más importante de todos sea la presencia, en algunos ejemplares adultos, de signos de canales de la línea lateral. Como la estructura del esqueleto de Seymouria indica costumbres terrestres, la presencia de tales canales hace pensar que el animal pudo haber pasado por una fase de vida acuática y larvaria en la que los canales eran funcionales. De aquí que las razones para clasificar a Seymouria dentro como anfibios. Se debe añadir que en Seymouria pueden apreciarse otros rasgos característicos tanto de los anfibios primitivos como de los primeros reptiles. Por ejemplo, el cuello era corto, con la cintura pectoral situada muy cerca del cráneo y por detrás de él, con poca diferenciación de las vértebras, las vértebras de la región cervical también llevaban costillas. Las costillas tenían dos tubérculos en su extremo (bicipitales), carácter que se conservó en algunos de los reptiles más avanzados. Es una forma demasiado tarde para poder ser el antepasado directo de los grupos de reptiles más avanzados, puesto que algunos de ellos habían aparecido ya a comienzos del Pérmico. Su clasificación todavía es dudosa, en una obra reciente “Osteología de los Reptiles” este género y afines se colocan en un segundo grupo. Donde debe ser considerado como un eslabón de gran interés entre los laberintodontos y los reptiles primitivos iniciales (cotilosaurios), de los que pronto derivó una inmensa variedad de descendientes que llegarían a dominar no sólo la tierra sino también el mar y el aire durante la subsiguiente era.

Cráneo y cintura pectoral de Seymouría. (Según Wí/Jíston.)e. coracoides; el. clavícula; ey. cuadratoyugal; ese. escamosal; esep. escápula; lel. interclavicular; l. lacrimal; m. maxila; pf. prefrontal; pm. prem3xilar; po. postorbitario; y. yugal.

Características que separan a los anfibios de los anápsidos son las siguientes: - Huesos tarsales proximales (astrágalo y calcáneo). - Sin dientes palatinos o dientes con esmalte labyrinthino. - Tímpano detrás del hueso cuadrado. - Columnuela inclinada ventrolateral. - Orden Cotylosauria: Son los reptiles mas antiguos y son denominados "reptiles tronco", debido a que a partir de estos divergieron el resto de los demás reptiles. Los captorhinidos fueron reptiles con forma de lagarto, de tamaño medio, aunque con una cabeza proporcionalmente más grande que la de los lagartos, entre un cuarto y un tercio de longitud entre el hocico y el ano. Los dientes mostraron una diferenciación regional con grandes y puntiagudos incisivos en el frente y posteriormente a estos, dos o tres filas de dientes cortos y cónicos. Sus cuerpos fueron delgados y las extremidades moderadamente largas y verticales, lo que sugiere que estos animales fueron carnívoros ágiles. Orden Mesosauria: Estos organismos al ser anápsidos también ejemplifican el proceso de radiación de esta subclase, pues no se encuentran relacionados con las tortugas. El único fósil conocido es Mesosaurus. Los mesosaurios vivieron a principios del Pérmico y no fue un grupo exitoso ya que perduro muy poco durante ese período. Fueron reptiles pequeños (casi 1 m de longitud total), de hábitos marinos y muy parecidos a los cocodrilos gáviales.

COTILOSAURIOS AVANZADOS (anápsidos de mayor talla)

Los cotilosaurios fueron formas de mayor tamaño, como Diadectes y Bradysaurus del Pérmico y Triásico de Europa, África y América. Tenían cerca de tres metros y medio de longitud y probablemente mantenían el cuerpo bien separado del suelo; las extremidades se mantenían bajo el cuerpo y presentaban cierta reducción en los dedos, que eran especializados. Además del gran tamaño de los animales y sus dientes especializados, sugiere que pudieron constituir el primero de los muchos grupos de grandes herbívoros que aparecerían en la tierra firme. En algunos de ellos el cráneo desarrolló grandes y extrañas protuberancias protectoras. Un detalle estructural característico en ellos era la presencia de una escotadura ótica en la parte baja de los lados del cráneo. Este rasgo distingue a los pareiasaurios de las otras formas Los cotilosaurios se multiplicaron y llegaron a diversificarse mucho durante los últimos 45 millones de años del periodo Pérmico,

orden familia

captorrínidos Labidosaurus

millerétidos Milleretta

Elginia

captorrínidos pareiasáuridos Pareiasaurus

Scutosaurus

procolofónidos Hypsognathus

protorrotirrídidos Hylonomus

mesosaurios mesosáuridos Mesosaurus

Cuadro con algunos Anapsìdos fósiles de periodo Pèrmico y Triàsico

¿DE DONDE VIENEN LAS TORTUGAS?

Los paleontólogos piensan que las tortugas vienen directamente de los primeros cotilosauri os, las inferencias descansan en los análisis anatómico de sus cráneos que evidencian las formas de transición. En principio parece dudoso unir a las tortugas con los demás reptiles primitivos. Sus caparazones son estructuras muy complejas compuestas por escudos dérmicos y, sus cráneos están más especializados. la ausencia de fósiles nos lleva hasta el período triásico donde se localizan las verdaderas tortugas. Olson propuso que la línea evolutiva de las tortugas derivó del tronco de los Procolofonidos que se continuó con los Pareiasaurus conocidos desde el Pérmico tardío hasta el Triásico tardío con distribución mundial excepto en Australia, ejemplo de una rama de los parareptiles, aunque las comparaciones de las secciones seriadas de los cráneos de los Procolofonidos y Pareiasaurus no han sido estudiadas suficientemente. Olson comparó la estructura del oído medio de estos animales con el de las tortugas. Gregory W. K. fue el primero en asociar los Pareiasaurus con las tortugas; Olson propuso que el modelo esquelético generalizado de las formas de reptiles anápsidos fue el comienzo para la evolución de los quelonios. A pesar de que ninguna de estas formas da alguna pista del origen peculiar del esqueleto postcraneal de las tortugas; Los primeros cráneos de los Procolofonidos y Pareiasaurus desarrollaron la forma baja, ancha e inmóvil de los “palatos” que llegó a ser característica en quelonios. Olson propone que antes de desarrollar gran talla los Procolofonidos se produjo el ancestro armado (caparazón), de las tortugas del triásico.

El EUNOTOSAURUS.

Algunos autores han dudado que Eunotosaurus, de mediados del período Pérmico encontrado en el sur de África, fue un eslabón entre los primeros amniotas y los ancestros de las tortugas. Debido a que presentaron en el esqueleto postcraneal 10 vértebras, de las cuales partía una proyección alargada y ancha hasta la parte central de las costillas igual que en las tortugas actuales. En la cintura pélvica el ilion es muy alto y está sujetado mediante sólo una costilla sacra. Eunotosaurus permaneció sin cambios en otras características del esqueleto postcraneal. Estos organismos no tenían una armadura dérmica, y la lamina de la escápula es externa a las costillas. Las extremidades son muy parecidas a las de los captothi nomorphos. Muy poco es lo que sea ha logrado saber de sus cráneos.

Keyser y Gow (1981) demostraron que Eunotosaurus no compartió características importantes con el cráneo de las tortugas. La presencia de una placa parecida al occipital), que se formó por unos postparietales muy largos que alcanzan al opistótico, esta condición parecería evitar el desarrollo del patrón de la musculatura aductora de la mandíbula que es característica de todos los Chelonia. En las tortugas, la musculatura se extiende hacia atrás a través del occipucio vía de la fosa postemporal. La mejilla de Eunotosaurus se margina profundamente en posición ventral, con el cuadrado y cudratojugal siendo separados del jugal, donde hay una dentición marginal normal. El Eunotosaurus se clasifica en un suborden distinto del Captorhinida aunque no presenta afinidades obvias con otros miembros del grupo. En la parte ventral del esqueleto faltaban los típicos huesos dérmicos que dan origen al plastrón de las tortugas (Carr,1952); además, conserva la cintura pectoral con clavículas e interclavículas, ignorándose las características morfológicas de sus extremidades.

LAS AUTENTICAS TORTUGAS

En los sedimentos de mediados y finales del período Triásico, hace aproximadamente 200 millones de años, se tiene registradas ya las verdaderas tortugas, particularmente las del suborden Amphichelydia, que incluye a la mayoría de las tortugas, como son las del grupo Proganochelydae, el cual toma ese nombre del género principal, Proganochelys, tortugas que fueron posiblemente semiacuáticas de la era Mesozoica. En este fósil se observa el caparazón de forma moderna, pero con elementos óseos de placas supramarginales; este carácter primitivo aún se presenta en algunas tortugas actuales. El plastrón tiene elementos óseos extras o mesoplastrón, que todavía poseen las tortugas del suborden , familia , del África y la tortuga golfina (Lepidochelys olivacea), en la que algunos autores, como Pritchard, (1966) le dan a este rasgo un carácter atávico. También tenían dientes, pero sólo en el paladar; la cintura escapular poseía interclavículas, clavículas y quizá cleitros. La cabeza, la cola y las patas no podían retraerse dentro del caparazón y estaban protegidos por espinas. En la evolución posterior de los quelonios la retracción de la cabeza se hizo posible por dos métodos: en el suborden de los pleurodiros (tortugas que guardan el cuello en posición lateral) el cuello llega en el plano horizontal. Este grupo se conoce desde el Cretácico y perdura en el África tropical (Chelys), Sudamérica y Australia. El grupo que más dispersión muestra es el suborden de los criptodiros, en donde el cuello se pliega en un plano dorsoventral. Este grupo se conoce también desde el Cretácico y comprende la mayoría de tipos actuales.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS TORTUGAS. SU ÉXITO

Las estrategias desarrolladas durante la evolución de los reptiles estuvieron orientadas principalmente a solucionar problemas de alimentación, protección (desecación), respiración y reproducción. A continuación se ejemplifican las opciones experimentadas por este grupo: * Huevo con cáscara: Cubierta protectora del embrión que permite su postura en tierra y asegura la humedad requerida para su mantenimiento y desarrollo; contiene todos los nutrientes necesarios, además de los poros a través de los que se realiza el intercambio gaseoso. * Paladar secundario: Ésta estructura cubre la parte superior de la cavidad bucal y sirve para separar la cavidad digestiva del respiratorio. Por lo tanto el animal puede mantener ocupada la cavidad bucal con la presa o el alimento y ventilarse al mismo tiempo. * Los reptiles presentan piel gruesa, resistente e impermeable que los protege de la deshidratación, con lo que pierden la capacidad de intercambiar gases a través de ella, a diferencia de lo que ocurre en los anfibios.

Encerradas en sus caparazones, las tortugas han conservado algunos de los caracteres de los reptiles anápsidos más primitivos. Incluso actualmente constituyen un grupo variado que ha alcanzado un cierto éxito ecológico, con más de 200 especies. Los quelonios marinos alcanzan con frecuencia gran tamaño (Dermochelys coriacea), la tortuga Laúd, que carece de caparazón córneo, llega a medir más de dos metros de largo y a pesar media tonelada. La característica esencial de la organización de las tortugas es el acortamiento del cuerpo y su crecimiento a lo ancho, así como el desarrollo de placas óseas que forman una especie de caja dentro de la cual pueden retraer la cabeza y las patas. El número total de vértebras es sólo de ocho en el cuello, diez en el tronco y una serie caudal de vértebras mas reducidas por lo tanto, el cuerpo es morfológicamente más corto que en cualquier otro vertebrado. Probablemente este acortamiento y ensanchamiento es el resultado de un cambio muy simple en la morfogénesis. Suele considerarse que el caparazón consta de una parte dorsal el caparazón y otra ventral (plastrón). Cada una de estas partes está constituida por placas óseas internas cubiertas por placas córneas externas comparables a las escamas de los reptiles. El caparazón está formado por cinco hileras de placas óseas: las neurales. en posición media. y las costales y marginales, que son pares. El caparazón está cubierto por filas de placas epidérmicas lisas que cubren el caparazón. Cada año se añade a estas placas una capa nueva y queda la capa vieja sobre ella y va formando así, un número de anillos de crecimiento que indican la edad de la tortuga. Si bien las placas externas se desprenden a menudo por frotamiento. Para sostener este caparazón las cinturas se han modificado de manera notable y se hallan por dentro de las costillas, que las rodean. La cintura escapular tiene tres proyecciones, una escápula que se fusiona en su parte dorsal con el caparazón y que lleva una larga apófisis acromial y un coracoides dirigido hacia atrás. El acromion y el coracoides se unen al plastrón mediante ligamentos. En la cintura pélvica los íliones están unidos a dos vértebras sacras, y los ísquiones y pubis son amplios. Los miembros son robustos pero por lo demás típicamente reptilianos, con cinco dedos cada uno.

POCOS CAMBIOS EN 200 MILLONES DE AÑOS

Una peculiaridad de los quelonios actuales es la completa falta de dientes tanto en formas herbívoras como en las carnívoras. Los bordes de las mandíbulas forman crestas recubiertas de un eficiente pico córneo. El corazón posee un ventrículo parcialmente dividido y presentan dos arcos aórticos iguales. La ventilación se modifica a causa de la rigidez de la pared del cuerpo: los pulmones son órganos esponjosos unidos a la parte dorsal del caparazón y encerrados a veces en una fina cavidad pleural separada. La respiración se realiza principalmente mediante la contracción de los músculos abdominales modificados, que funcionan de modo comparable al diafragma de los mamíferos y por medio de movimientos de bombeo de la faringe. Algunas formas acuáticas () respiran también llenando de agua unos sacos vascularizados especiales que son divertículos del urodeo. El metabolismo de las tortugas es lento y pueden permanecer sin respirar durante largos períodos. El riñón es metanéfrico y, los productos nitrogenados que excretan contienen principalmente ácido úrico (uricotélicos) presentan una típica subdivisión de la cloaca en la que se reabsorbe el agua hasta formar un producto de excreción blanquecino y semisólido. Tienen un órgano copulador único y, los huevos poseen clara y, cáscaras blandas. Las tortugas marinas desovan en la costa.

CLASIFICACIÓN

En las clasificaciones modernas las tortugas pertenecen al orden Testudinata, siendo común reconocer tres subórdenes: Amphichelydia el grupo más primitivo y del cual se originaron los dos grupos posteriores; a continuación presentamos las características según Romer (1956): - Amphichelydia. Tortugas con cuello poco o nada retráctil. En la mayoría de los casos está completamente osificado, es decir, sin fontanelas; los huesos del plastrón usualmente incluyen uno o dos pares de placas intermedias o mesoplastrón. Todas poseían dientes en el paladar. Este grupo taxonómico con gran variabilidad morfológica, fue organizado para incluir tortugas primitivas, que carecían de varios factores distintivos presentes en y Pleurodira los otros dos grupos. En algunos casos se observan características de transición con estos dos grupos. Muchas de ellas sólo vivieron en el periodo Mesozoico, unas pocas llegan hasta el Plioceno y Pleistoceno. No está aún muy clara su taxonomía, pero se puede decir que han sido divididas en 9 familias, incluyendo por lo menos 47 géneros, todos extintos. - Pleurodira: tortugas con cuello retráctil en el plano horizontal. Caparazón generalmente sin fontanelas. En la familia Pelomedusidae los huesos del plastrón incluyen un par de mesoplastrón, que están ausentes en la familia . Poseen escudos córneos que cubren dorsal y ventralmente el caparazón. Se conoce desde el Cretácico. En el presente, sólo hay especies dulceacuícolas, confinadas al hemisferio sur, pero hubo terrestres y posiblemente marinas, por supuesto con más amplia distribución geográfica que en la actualidad. Las de hoy están agrupadas en las dos familias mencionadas, con 13 géneros y por lo menos 50 especies. Como representantes en Sudamérica puede ser citada la tortuga Arrau, del género Podocnemys, que habita principalmente en los ríos Amazonas y Orinoco, ésta es una de las mayores tortugas dulceacuícolas que existen en la actualidad, pues llega a medir 60 ó 70 cm de longitud del caparazón y pesa más de 40 kilogramos, sus dimensiones son similares a las de las tortugas marinas del género Lepidochelys. - Cryptodira. Tortugas con cuello retráctil en el plano vertical. El caparazón puede presentar fontanelas, particularmente los individuos jóvenes. Normalmente los huesos del plastrón no incluyen mesoplastrón, generalmente presentan escudos córneos que cubren dorsal y ventralmente al caparazón. En este grupo se encuentra la mayoría de los géneros vi vientes, e incluye también a todas las especies de tortugas marinas. Los primeros representantes del grupo aparecieron en el Jurásico y Cretácico y la morfología básica se ha conservado hasta nuestros días, con escasas variaciones.

Orden suborden familia

meiolánidos Meiolania

protostégidos

criptodiros

testudínidos

quelonios

trioníquidos Palaeotrionyx

pleurodiros pelomedúsidos

proganoquelidios proganoquélidos Proganochelys

Cuadro que muestra algunas familias de los tres principales subórdenes En la actualidad se reconocen 10 familias con 62 géneros y por lo menos 173 especies, distribuidas en los climas tropicales y subtropicales de todo el mundo.

TORTUGAS COMO REPTILES MARINOS

La distribución de los reptiles marinos es muy especial, siendo organismos de origen terrestre han llegado al mar, Estos vertebrados tetrápodos con el cuerpo cubierto por placas dérmicas de origen óseo y que respiran por pulmones. Son animales poiquilotermos, es decir que la temperatura de su cuerpo varía junto con la del medio ambiente, Según las adaptaciones que han sufrido para poder acomodarse a los distintos tipos de vida su estructura externa cambia mucho. Los reptiles tienen cuatro extremidades bien desarrolladas, sin embargo estas extremidades se transformaron en aletas que le sirven como remos para la natación. Como consecuencia de tipo de vida, el caparazón óseo se reduce posiblemente a favor de un mejor desplazamiento (hidrodinamismo).Si bien es cierto, que la disponibilidad de recursos es uno de los factores que orienta el proceso evolutivo el otro componente inseparable que aparece simultáneamente es la competencia por el mismo. Posterior a la extinción en masa que ocurrió en el Pérmico, en el Triásico los dinosaurios dominarían la tierra por los siguientes 150 millones de años y, en los mares otro grupo de reptiles dispondrían de los recursos existentes. entre estos las tortugas marinas

Aspecto esquelético de una tortuga marina Corp. carpo (se aprecia el quinto metacarpiano de forma ganchuda); con. centro vertebral; cor- coracoides; cos. Costilla, fusionada en parte con las placas costales del caparazón; escp escápula (acortada por su parte anterior); fern. Fémur; fib. fíbula; h. húmero; II. ilion; is. Isquion; man: mandibular; mar. placa marginal; p. nuc. placa nucal; pr. acromion o apófisis preescapular; pub. pubis; rad. radio; tib. tibia; uln. ulna. (Según Shlpley y McBrWc y Reynolds.).

vista lateral de una una craneo de tortuga marina Cráneos de Chelonia c. cuadrado; cy; cuadratoyugal!; eo. exooccipital; fr. frontal; esc. escamoso; mx. maxila; n. nasal; pa. parietal; pm. premaxilar; pot. proótico; prf. prefrontal; ptf. postfrontal; so. supraoccipital; y. yugal. (Según Goodrich, de Parker y Haswell y de Zittel.)

LAS TORTUGAS MARINAS EXTINTAS, LAS MODERNAS Y SUS RADIACIONES.

Las tortugas evidencian una de las más grandes historias evolutivas entre los reptiles marinos, son reptiles vivientes adaptados a la vida marina que sólo regresan a la tierra para depositar sus huevos. Las tortugas marinas del mastrichiano del cretácico (países bajos), fueron mencionadas por Camper en (1786), y caracterizadas por Cuvier en 1812, subsecuentemente Cuvier estudió un cráneo del Jurásico de una tortuga marina, que fue identificada después como etallonni quien es uno de los primeros fósiles de cráneos de tortugas, (Gaffney,1975) De esta manera se inician los primeros trabajos de estudio e identificación de tortugas fósiles marinas a partir de géneros vivientes. Owen (1842- 1851) colocó los fósiles de las tortugas marinas en el genero Chelonia, familia Chelonidae. (Rutimeyer 1875). Reconoció las diferencias de algunas de las formas jurasicas, colocándolas en el genero Plesiochelys y Talasemys. El se refirió a plesiochelys como pleurodira y thalasemys a criptodyra. Sin embargo, con el descubrimiento de los enormes protostegidos del cretácico de Norte América (Wielend,1896, Cope, 1871), estos fueron uno de los descubrimientos que aparentemente evidenciaron los linajes extintos de tortugas marinas. Lydekker (1889), colocó a “thalassemy” y Amphychelydia tortugas extintas del Jurásico en un nuevo orden, intermedio entre Pleurodiras y Criptodiras. Estos conceptos se complementaron con el trabajo de Romer (1956), Williston (1914), y Hay(1908). Aunque Romer propone un ensamblaje diverso configurado solo por caracteres primitivos. La condición parafilética de Anphiquelida fue claramente demostrado por Gaffney (1969). quien volvió a clasificar a Criptodira y Pleurodira con base en características craneales, a partir de que las formas primitivas del jurasico fueron reconocidas como Criptodiras. Estos descubrimientos dieron tres radiaciones separadas de tortugas marinas, La primera radiación marina se vio con Plesiochelys del jurásico de Europa. Estos grupos primitivos de Criptodiras carecieron de articulaciones ventrales, (Gaffney y Meylan (1988); Riepel 1980). sus extremidades anteriores y posteriores fueron desarrollándose por igual. Y estos pronto se modificaron uniéndose como en Chelonioidea. (Miyasaki 1976; Zangerl,1953). Estas tortugas probablemente se quedaban en mares poco profundos muy cercanos a las costas. Una segunda radiación se vio en la familia pleurodira (pelomedusidae), todos los miembros de esta familia habitaron en agua dulce, pero durante el cretácico y terciario, algunos géneros invadieron los mares. Estos fueron reportados para el cretácico tardío y también en depósitos del terciario de norte y sur de América, Europa y África (Moody 1993, De Broin 1977; Gafney 1975; Gafney y Zanger, 1968; Wood 1972). Aunque faltan evidencias de adaptaciones marinas de chelonidae como el caparazón y plastrón reducidos, se han encontrado en formaciones marinas (Gafney,1975:Wood,1972,1976) y asociadas obviamente con animales marinos. En un inicio estas empezaron a ocupar los mares poco profundos y áreas cercanas a las costas en ambos lados de los continentes, que en ese entonces se encontraban en la apertura del océano atlántico y en lo que hoy es el mar mediterráneo, que se conformaba por el antiguo mar de Tetis. Stupedemys , del plioceno de Venezuela, pudo ser marina (Woods 1976). Esta es una de las especies más grandes, con un caparazón de 230 cm. El máximo suceso de las tortugas marinas es chelonioidae, cuyo registro fósil aparece a principio del cretácico (Hirayama Charper). Este taxón incluye ambas familias de tortugas marinas vivientes, las Dermochelidae y Chelonidae, tan bien como lo s protostegidos que fueron las tortugas del cretácico. Esto s grupos se distinguen de otras tortugas marinas por la elongación y modificación de las extremidades delanteras en forma de aletas para nadar (Zangerl, & Sloan,1960 Zanger,1953), y por poseer articulaciones procélicas centrales (Gafney y Meylan,1988). La familia Dermochelydae del intervalo del Santoniano al reciente (Hirayama) está representada por Dermochelys coriacea, (única especie sobreviviente) es la tortuga mas grande. Los elementos usuales en el caparazón se perdieron y fueron reemplazados por mosaicos pequeños, placas óseas epiteliales embebidas en la piel (cuero). Fueron consideradas muy primitivas, y ser los ancestros de todas las tortugas. Al parecer las tortugas marinas habían alcanzando la cima de la diversidad hacia el final del era mesozoica Los fueron restringidos al periodo cretácico, apareciendo en el Aptiano y se extinguieron al final del Mastrichiano. de finales del Cretácico .

Posible dis tribución del Archelon ischyros Mapa de océanos y continentes de América del Norte (Kansas y Dakota del Sur). durante el cretácico tardío

Estas tortuga gigantes con un largo : 3,7 metros. no se distinguieron por el pesado caparazón de placas múltiples, característico de sus parientes terrestres y de agua dulce. en su lugar, como en caso del caparazón del Archelon ischyros. estaba compuesto por una estructura de puntales transversales, constituidos por las costillas óseas que se proyectaban a partir de la columna vertebral. Estas tortugas Tendieron a reducción de los

Restos fosilizados del Archelon ischyros la tortuga mas grande que halla existido

Hace 80 millones de años, tortuga marina, de 1.80 m, , fosilizada en la creta de Niobrara, en Kanzas. elementos óseos del caparazón y plastrón, El Archelon ischyros , daba un aspecto muy parecido al actual Dermochelys, se tiene registro, que habitaban mares poco profundos, como el mar de Niobrara que se encontraba donde hoy es la parte central de estados unidos. esta tortuga compartió los mares junto con otros reptiles inmensos de la época como el platosaurio, y el musasauiro.

Toxochelys Poethochelys Thinochelys Ctenochelys Prionochelys Peritresius Erquelinnesi "Calapleura" arcansaw Glyptochelone Advanced chelonids Santana protostegidos Chelosphargis Calcarichelys Desmatochelys " Protostega" anglica "Protostega" copei Protostega gigas Archelon is chyros Corsochelys Japanese dermochelyid Dermochelyid

cladograma que muestra la interrelación y distribución geológica del cretácico (Aptiano al mastrichtiano).y paleoceno Chelonios donde se muestra las posibles relaciones de tortugas marinas extintas vivientes

A finales del jurásico y principios del Cretácico inician su aparición y diversificación las tortugas que ya poseen la mayoría de las características de las especies actuales, La familia incluye a las tortugas marinas de nuestro tiempo. Los primeros representantes del grupo aparecieron a finales del Mesozoico, en el Cretácico Superior, hace por lo menos 100 millones de años, con un gran número de géneros, proliferaron en todos los mares tropicales de la época pero que también en su mayoría se fueron extinguiendo antes de terminar el Cenozoico, quedando en la actualidad sólo cinco géneros con siete especies. Por otra parte, el origen de la familia no es claro, sin embargo desde el Cenozoico, a partir del Eoceno, se han encontrado representantes de cuatro géneros, pero sólo una especie del género Dermochelys, sobrevive hasta nuestros días, que se originó en el Mioceno hace 25 millones de años. Aunque no hay evidencia fósil de Dermochelys corácea, hay otros tipos de tortugas fósiles con el caparazón similar que se descubrieron en los estratos del eoceno de África de Europa y norte América.(, ): y Dermochelys, Pseudostracion se encontró en el Mioceno de Francia. (Romer 1956, Pritchard 1980) En la actualidad los cinco géneros vivientes son encontrados a través de los océanos tropicales y subtropicales del mundo, las tortugas Dermochelys y la tortuga Verde C helonia se encuentran en las zonas templadas (Ernest y Barbour, 1989 Goff Lein, 1988), se sabe que Quelonia y Careta, viajan a aguas tropicales. La tortuga verde Quelonia mydas es herbívora come principalmente algas marinas aunque se sabe que las poblaciones de Hawai y Galápagos también comen algas. Otros géneros son más omnívoros, principalmente se alimentan de invertebrados y algunas veces crustáceos, Lepidochelys come moluscos Caretta medusas, Dermochelys. la tortuga laúd, tiene un caparazón notable que consiste sólo en un mosaico de pequeñas placas óseas incluidas en su piel cariácea

LOS MARES TROPICALES SU HÁBITAT En los mares del jurasico y del cretácico las temperaturas eran mucho mas estables que las actuales pues no existían los casquetes polares. La mayor parte de los continentes solo presentaban dos estaciones la seca y la lluviosa, la proliferación de la flora y fauna era de gran variabilidad tanto en tierra como en el agua, mucho más que en la actualidad, las tortugas junto con los otros reptiles marinos dominaban los mares. Sin embargo hacia el final del período cretácico se extinguieron todos los reptiles marinos, los continentes seguirían su proceso de deriva, así, cuando el estrecho de Drake (Sudamérica y Antártica) se fue haciendo más grande se formo la corriente circumpolar, propiciando que la antártica se comenzara a congelar, provocara un enfriamiento en la parte sur del globo. Posteriormente el primitivo Mar de Tetis, que hace 70 millones de años cubría gran porte del este de Europa y el oeste de Asia, se separó del Mediterráneo formó la zona conocida como región sarmática a la cual pertenecen las áreas de los actuales Mar Negro y Mar Caspio. Durante un tiempo el Mar Caspio estuvo conectado con el Lago Aral y, África empezó a dirigirse más al norte, promoviendo que las corrientes circunecuatoriales desaparecieran y, provocó que el polo norte se empezara a congelar llevando a la tierra a un enfriamiento global, estos cambios climáticos sucedieron hacia el final del paleoceno provocaron una extinción importante de especies terrestres y marinas, quedaron solo las temperaturas más altas cercanas al Ecuador.

PATRONES MIGRATORIOS DE NAVEGACIÓN DE LAS TORTUGAS MARINAS

Teorías sobre la orientación ¿Cómo se orientan y qué las impulsa a emprender el viaje? Desde luego, su ruta podría estar determinada por las corrientes oc eánicas, pero se hace difícil creer que sea ésta la única causa. En primer lugar, las corrientes oceánicas no son constantes y, se interrumpen con frecuencia a causa del viento o de otras corrientes; en segundo lugar, seguir las rutas indirectas de las corrientes tomaría mucho tiempo, y las aguas de las corrientes oceánicas llegan a ser muy frías, cuya temperatura puede bajar hasta 4.5 grados C, una temperatura letal para las tortugas. Las tortugas se rigen por los procesos de alimentación, anidación e hibernación, los cuales varían de acuerdo a la especie y la región geográfica donde se encuentre la población. El o los sistemas de navegación empleados por las tortugas se desconocen. No se a podido comprobar pero se cree que poseen algún sistema que les permite navegar siguiendo las estrellas. Otra hipótesis, con más posibilidad, sugiere que tienen un sentido de orientación que les permite determinar la altura del sol a mediodía, y de este modo precisar la latitud a la que se encuentran. Las tortugas se desplazan hacia el norte o hacia el sur, guiadas por su sentido del olfato o del gusto, hasta que llegan al punto donde tocaron tierra por primera vez cuando eran jóvenes, Pero esto no explica cómo corrigen su ruta para rectificar las desviaciones provocadas por el viento ó las fluctuaciones de las corrientes marinas. Para verificar estas teorías, habría que seguir toda la trayectoria de una tortuga adulta. Para seguirlas en recorridos cortos, la Universidad de Florida ha utilizado boyas con un globo de helio remolcadas por las propias tortugas, que indica la s posiciones; para recorridos más largos, se han empleado transmisores sujetados al caparazón de las tortugas. (Metodología de marcado visto con anterioridad). Otro factor que interviene en la migración de estos organismos sería el etológico relacionado con la impronta de los recién avivados. La evolución de este grupo se habría encargado de que las crías conservaran impresa una información que les permitiera regresar a su lugar de nacimiento al hacerse adultas y reproducirse allí. Los campos magnéticos de la tierra y la fisicoquímica del medio marino podrían ser herramientas empleadas para este propósito.

Estableciéndose en áreas Tal vez no sea tan sencillo establecer las rutas migratorias de especies de tortugas marinas mexicanas. Ya que como todas las tortugas marinas al desplazarse en los mares buscan casi siempre las mismas condiciones. de temperatura disponibilidad de alimento y profundidad. Así, una tortuga puede acabar en lugares no predestinados. Algunas investigaciones han referido hallazgos de tortugas que se encuentran muy lejos de sus localidades correspondientes. La distribución de organismos está determinada por la interacción de las propiedades morfológicas y fisiológicas de ellos, la calidad o características de las condiciones ambientales y la historia evolutiva de ambos componentes en el ecosistema. A través del tiempo, flora y fauna han estado en continuo cambio como resultado de interacciones infinitamente complejas, entre las propiedades de los organismos y las condiciones del medio. Las características de la distribución de los seres vivos en la tierra que han emergido en cualquier tiempo en particular, son el resultado de todo lo que ha ocurrido con anterioridad. Dos hipótesis se han propuesto para explicar como se orientan las tortugas. Una de ellas sugiere señales químicas como estrategia de orientación. Poca evidencia se tiene respecto a esta proposición. Experimentos han demostrado que las tortugas marinas, como muchos organismos acuáticos, son capaces de detectar compuestos químicos disueltos en el agua (Manton 1972). Sin embargo se debe considerar que durante su largo viaje las to rtugas marinas atraviesan corrientes marinas que desviarían cualquier señal química que las orientase . Además el movimiento del oleaje interrumpiría cualquier rastro químico. Por otra parte observaciones realizadas en Costa Rica en la tortuga verde Chelonia mydas, indican que estas arriban a su costa de natal donde se reproducirán desde orígenes que vienen de corriente arriba o corriente abajo, mostrando una independencia de la orientación de las corrientes para alcanzar el destino elegido (Carr 1984). Todas estas evidencias descartan la utilización de señales químicas durante las largas travesías realizadas por las tortugas. Aunque no se puede negar la posibilidad que una vez cerca de su destino, las tortugas reconozcan olores o sabores familiares, que finalmente las llevan directamente a la isla de sus costas natales. Otra hipótesis que se menciona en relación con la navegación es la que considera la acción magnética en tortugas recién eclosionadas o juveniles, En adultos se ha observado que son capaces de retornar a su costa natal después de haber sido desplazadas a lugares desconocidos para ellas. Se descarta una orientación mediada por la inclinación del sol, porque no explica como se orientan las tortugas mientras viajan de noche. A su vez las tortugas son miopes fuera del agua por lo que no podrían orientarse con las estrellas (Papi & Luschi 1996). Esto evidencia que las tortugas utilizan un mapa bicoordenado. En crías de la especie Caretta caretta se ha observado que al mantenerlas en un alberca con agua, rodeada de bobinas que generan un campo magnético de intensidad similar al terrestre, estas responden a la inclinación de las líneas de campo magnético. Por ejemplo si se exponía n a una inclinación como se observa en el límite norte del área de alimentación, las tortugas nadaban en dirección Sud-Oeste. En contraste si se les aplicaba un campo con inclinación similar al limite sur del área de alimentación, las tortugas nadaban en dirección Nor-Este. Cuando la inclinación del campo magnético no se asemeja a ninguna de las observadas en el área de alimentación, las tortugas no presentan una dirección específica de nado (Lohmann & Lohmann 1994b). Esto demuestra que estas tortugas son capaces de responder a diferencias de inclinación del campo magnético. Es importante resaltar que estos experimentos se han realizado en laboratorios, con el objetivo de aislar la variable magnética para su estudio . Esto no descarta que además de una variable magnética las tortugas utilicen otros factores como dirección del viento, o corrientes marinas en distintas etapas de su viaje simultáneamente.

Pelágicos. Cuando llegan al mar los neonatos buscan protección y alimento en diferentes tipos de material que flota y viaja a la deriva en el océano. Forrajeo, desechos vegetales Superada la etapa de neonato, se establecen en ecosistemas de aguas someras como arrecifes de coral, de pastos marinos, algas, invertebrados o a zonas donde confluyen diferentes elementos empleados en sus dietas (hileros, tunicados, etc.) Hibernación. Una vez maduran, algunas especies como la tortuga verde, alternan a las áreas de alimentación y migración a regiones fangosas donde hibernan. Cambios térmicos en las áreas de residencia, las obliga a recurrir a estos sitios. El metabolismo disminuye, por lo cual la ingesta de alimento se ve reducida.

CONSIDERACIONES EN TORNO A LAS MIGRACIONES

Las migraciones forman parte importante del ciclo de vida de muchos organismos y la finalidad primordial es aumentar la supervivencia. Se presentan en casi todos los grupos de vertebrados, y aunque no son exclusi vas de este grupo, sí son las más espectaculares del reino animal. Algunos de los ejemplos más representativos encuentran en los peces (salmones, anguilas), las aves (patos, cachalotes, caribúes, murciélagos) y por supuesto en los reptiles, con las tortugas marinas. Para que la conducta migratoria se cumpla deben existir ciertas condiciones ambientales y biológicas que las estimulen y que resulten ventajosas para los organismos, las poblaciones o las especies que realizan la migración (que en ocasiones son muy largas) particularmente durante el crecimiento y en la reproducción. E s común que los organismos las inicien generalmente donde nacieron y, que se dirijan a uno o varios destinos en un tiempo normalmente predecible y posteriormente retornen al lugar de origen. De otra manera, cuando los organismos o su progenie no regresan, estos movimientos se consideran solamente de dispersión, lo que origina una expansión geográfica del área de distribución, que puede ser temporal o definitiva. En general, las migraciones ocurren por razones relacionadas con la edad, el alimento, la reproducción, la densidad de la población, la estación del año, los factores ambientales como el fotoperío do (duración del día), la época de lluvia, etc., y todos estos factores, en mayor o menor grado afectan la conducta migratoria de los individuos. El estado fisiológico es primordial en algunos organismos, aunque no se presenten las condiciones para las migraciones, éstas obedecen a ritmos endocrinos que en los vertebrados están gobernados por la hipófisis. Sin cambios climáticos, las migraciones se desarrollan de manera normal y previsible, pero cuando ocurren fenómenos extraordinarios como "El Niño", pueden causar cambios dramáticos como sucede en el Océano pacífico oriental tropical, que produce el desplazamiento enérgico y con permanencia extraordinaria de una corriente cálida, que se desplaza cerca de la costa y de sur a norte, desde el norte de Chile, modificando el clima de toda esta área del Pacífico. Con la prolongada presencia de aguas cálidas se presentan cambios climáticos temporales que afectan en un inicio a los abundantes organismos planctónicos y de madera encadenada repercuten en el ciclo biológico de todos los demás organismos del ecosistema. Por lo que respecta a las tortugas marinas, se ha observado que durante "El Niño" se retrasa su arribo a las zonas de reproducción y anidación y la temporada se acorta, disminuyendo también el total de nidos producidos por cada especie. Este fenómeno parece afectar en menor grado a la tortuga laúd (Dermochelys coriacea schlegelii), pues, por el contrario, la anidación de esta especie en el litoral del Pacífico mexicano se ha presentado en dichas ocasiones con mayor abundancia. Normalmente, las tortugas marinas efectúan migraciones y cada población tiene sus áreas, rutas y temporadas bien definidas. No está claro que los machos y las hembras emigran juntos desde el área de alimentación a la de reproducción y viceversa, o si existen diferencias en la salida y el arribo y cuáles son. En la tortuga prieta (Chenolia agassizi ) del Pacífico oriental, las hembras y los machos arriban simultáneamente a las zonas de reproducción, pero con cierta anticipación a la temporada de desove, lo que hace suponer que por lo menos parte del viaje lo realizan juntos. Existen indicios que en ésta y otras especies el apareamiento puede ocurrir en la ruta hacia la zona de reproducción y durante la parte inicial de la estancia de las hembras frente a las playas, antes de iniciarse la temporada de anidación. Observaciones efectuadas por el doctor Jim Wood, en la granja de la isla Gran Caimán, el apareamiento entre las tortugas blancas (Chelonia. mydas) ocurre por lo menos un mes antes de que la hembra anide, aunque esto no quiere decir que las montas se suspendan, ya que éstas continúan por lo menos dos o tres meses más, hasta casi el final de la temporada de anidación. Si bien esta conducta no es generalizada, sí da una idea de cómo se comportan estos animales en el medio silvestre, antes y al momento de la llegada a las zonas de anidación.

REPRODUCCIÓN Y MIGRACIÓN

En general, son animales longevos, si bien la madurez sexual se alcanza sobre los 8 y los 15 años. La cópula tiene lugar en el mar, en zonas costeras próximas a la playa, y durante la misma los machos sujetan a las hembras con las uñas de las extremidades anteriores mientras introducen el pene en la cloaca. Un hecho curioso es que acuden, con un intervalo de dos a tres años, a las mismas playas donde nacieron para realizar la puesta La primera migración que efectúan las tortugas marinas y sobre la cual se conoce muy poco, es la que realizan las tortuguitas recién nacidas. Desde que salen del nido, que puede estar desde unos cuantos hasta varias decenas de metros alejado del mar, sortean una serie de obstáculos para llegar a él. En ese momento las crías realizan instintivamente una carrera y las tortugas más fuertes y veloces son las que tienen mayor posibilidad de llegar a salvo al mar, al exponerse menor tiempo a la gran depredación que ocurre en la playa. Al llegar al mar las crías cruzan las olas en línea recta, efectuando cortas inmersiones para evitar que el oleaje las regrese a la playa. Una vez que han cruzado las olas rompientes, continúan en línea recta nadando con energía y alejándose rápidamente de la zona costera, donde existe también una gran cantidad de depredadores, tanto aves como peces. Durante los primeros días de esta fase migratoria las tortuguitas casi no se alimentan y sin embargo muestran gran energía y tenacidad en su desplazamiento, pues usan el resto del vitelo que aún les queda en el estómago. Se desconoce cuál es el destino final durante esta primera migración, pero obviamente deben llegar a zonas con gran abundancia de alimentos, particularmente pequeños crustáceos, medusas, moluscos, pterópodos, tunicados, huevos y larvas de diverso origen, etc., que forman parte del plancton superficial, el cual se concentra donde convergen corrientes marinas o se forman giros y surgencias. En estos lugares las pequeñas tortugas pueden encontrar mantos de algas flotantes que les sirven para ocultarse, eludir algunos depredadores y también para descansar encima de ellas y elevar su temperatura corporal. De esta manera transcurre la primera fase de su vida, periodo en el que desaparecen de nuestra vista, y al cual el doctor Archie Carr, llamó el año perdido, que en realidad no corresponde exactamente a un año. Después de este lapso, que varía con cada especie, las tortugas juveniles, de 15 a 25 cm de longitud en el carapacho, inician su acercamiento a las zonas costeras, donde transcurrirá el resto de sus vidas. A partir de entonces se vuelve cada vez más frecuente encontrarlas. las tortugas marinas permanecen orientadas hasta las costas. Únicamente Dermochelys es verdaderamente pelágica estos hábitats de mares abiertos donde pueden sumergirse a una profundidad de 100 metros.

LA TORTUGA GOLFINA (Lepidochelys olivacea)

La tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) es la especie más abundante en la actualidad. En el Océano Pacífico oriental se encuentra desde el norte de California y el Golfo de California hasta Chile, con áreas de concentración en México, Centroamérica, más al sur, hasta la zona entre Panamá y Colombia, donde convergen gran parte de estas colonias para su alimentación. La época de reproducción en la costa americana se inicia con la llegada de las golfinas a partir del mes de abril o mayo, y empiezan a anidar en junio o julio, incrementándose su número hasta alcanzar el máximo en septiembre u octubre. Para diciembre el número de tortugas ya se ha reducido notoriamente y en enero o febrero puede decirse que la temporada de anidación ha terminado. Aparentemente, la llegada y la salida de las tortugas de la zona de reproducción es casi continua y a medidos de la temporada es cuando se observa la mayor abundancia, iniciándose el éxodo de aquellas que ya han anidado dos o más veces.

Mapa de todos los continentes y aceonos actulaes Distribución en los mares de la tortuga golfina ( Lepidochelys olivacea)

En México, esta especie, por ser la más abundante, es la que ha tenido mayor atención y cuenta con más información proveniente de la explotación comercial, de 1966 hasta 1987 se habían puesto marcas en más de 34 000 hembras y poco más de 15 000 en los años siguientes (1988-1991), en varias de las más importantes playas de anidación. Hasta 1982 se recuperaron 1945 tortugas marcadas principalmente de lugares cercanos a las playas donde se les había colocado las marcas, pero una buena cantidad procedían de localidades más alejadas. Los desplazamientos de las tortugas varían en cuanto a las distancias y orientaciones recorridas, por ejemplo a 2 780 km al norte de La Escobilla, Oaxaca (lugar de marcado y registro) se encontró un ejemplar en San Diego California, que había realizado ese recorrido en 356 días; al sur de la misma localidad a 2 790 km en Ecuador, se hayan los registros de recapturas más alejados de México que han variado entre 144 y 4073 días (de 5 meses a 11 años). Estos registros permiten estimar las distancias que recorren por día, de tal suerte se calculó que un individuo que había sido recapturado a los 144 días, debió recorrer diariamente un mínimo de 26 km. Obviamente existen numerosas recapturas en lugares intermedios, entre Colombia y Guatemala. Sin embargo, por alguna razón son más numerosas las recapturas que provienen de las costas ecuatorianas (25) y enseguida las colombianas (9). La tortuga que más ha tardado en ser recapturada y que mayor longevidad ha mostrado, según informa el biólogo Peñaflores, del Instituto Nacional de la pesca, fue una tortuga golfina que se marcó el 19 de octubre de 1970, con el número A-2607, la cual volvió a observarse en el mismo lugar anidando el 24 de septiembre de 1984, es decir, 5 090 días después de haber sido registrada por primera vez (13.9 años). Existen numerosas recapturas de fechas intermedias, con las mismas características, es decir, marcadas y vueltas a observar en playa de La Escobilla, como por ejemplo la tortuga número A-1656 que fue marcada el 15 de septiembre de 1970 y se volvió a observar el 25 de agosto de 1982, es decir, 4 035 días después del primer avistamiento (11.1 años).

LA TORTUGA LAÚD (Dermochelys coriacea) La tortuga laúd (Dermochelys coriacea) está adaptada para soportar aguas con temperaturas de 10ºC, más frías que las aguas donde viven las demás especies, por lo que se distribuye más ampliamente en aguas tropicales y templadas. La variedad del Pacífico oriental mexicano (Dermochelys coriacea. schlegelii), en temporadas cálidas, puede penetrar al norte hasta Alaska (Mar de Bering) y Chile en el sur. Se reúne particularmente en las zonas de reproducción y de alimentación situadas entre México y Colombia. El golfo que se forma entre Panamá y Colombia resulta importante para la alimentación de la especie, lo mismo que las costas del norte de Perú, donde fue objeto de explotación comercial intensiva hasta hace poco. El tamaño de las arribazones se va incrementando al final de cada cuarto menguante, llegando a reunir varios cientos de individuos en una sola noche y, la anidación sigue las mismas características de las de Mexiquillo, Michoacán; Tierra Colorada, Guerrero, y Chacahua y Barra de la Cruz, Oaxaca; en playa Naranjo, Costa Rica, y Terenganú, Malasia. En las costas del Atlántico es menos abundante, las playas más importantes por la magnitud de las arribazones son las de río Marowijne, Guiana y Bigi Santi, Surinam. En el Golfo de México casi no anida y en el Caribe, aunque es más frecuente, sólo anida apreciablemente en Isla Mona, Puerto Rico, y en la playa de la laguna Jalova, al sureste de Tortuguero, Costa Rica. En altamar la tortuga laúd también forma flotillas; aunque no tan numerosas como las de la golfina (L. olivacea), llegan a tener algunas decenas de individuos, que nadan dentro de las zonas de giros, a lo largo de frentes marinos, en las surgencias o siguiendo las corrientes marinas; particularmente porque en estos lugares se congregan los organismos que les sirven de alimento. En estudios recientes, efectuados por los doctores Karen y Scott Eckert de la instituto Scripps de la joya, California; se ha comprobado que también efectúan inmersiones a grandes profundidades, aparentemente con la finalidad de alimentarse de organismos bentónicos. El marcado de esta especie presentó algunas dificultades, para asegurar su durabilidad en ésta tortuga, se ha preferido colocarla en la membrana del pliegue crural que se forma entre la cola y las aletas posteriores y, no en el borde posterior proximal de cualquiera de las dos aletas anteriores, como se ha hecho con las demás tortugas. De las marcas (metálicas, de plástico y chips) disponibles actualmente para tortugas marinas,

Mapa de todos los continentes y océanos actuales Distribución de la tortuga laúd (Dermochelys coriacea).en los mares aparentemente las de plástico son las que mejores resultados han dado; aunque no ha sido comprobada la efectividad de los chips todavía. En el programa de marcado implementado en México entre 1979 y 1989, se marcaron 3 838 hembras durante la ovoposición. En 1982 en las aguas terri toriales mexicanas se habían recapturado 15 tortugas, la recaptura más alejada se hizo a 300 Km. del lugar de marcado; sólo dos individuos fueron recapturados en aguas internacionales: una en la isla Mocha (30º 30' S y 75º 45'O) el 14 de abril de 1988 la E-4364; la otra A-5462 procedente de San Antonio (30º 30'S y 71º 30' O) capturada el 15 de junio de 1992, ambas procedentes de Chile y capturadas en embarcaciones con redes de "cerco"; desafortunadamente no se cuenta con los registros de las marcas, que debieron ser colocadas a las tortugas en las playas de Mexiquillo, Michoacán, Tierra Colorada, Guerrero, o Chacahua, Oaxaca, por lo que estas tortugas debieron haber efectuado recorridos de alrededor de 9 000 Km. en un solo sentido.

DISTRIBUCIÓN DE LAS TORTUGAS la distribución de los organismos en los mares es complicada debido a que se tiene que considerar la profundidad, largo y ancho de las áreas donde se localizan las tortugas. Para los organismos marinos la temperatura de las aguas superficiales es, el factor físico, más importante que influye en su distribución. Muchos individuos se acercan más a los límites superiores de su tolerancia térmica que a los inferiores, ya que varios de sus procesos metabólicos son más rápidos y eficientes dentro de este ra ngo de temperatura. Esto ocasiona que las regiones tropicales con aguas calientes y templadas estén relativamente libres de las incursiones de los organismos de aguas más frías, provenientes del norte o del sur del continente. Remigraciones El término "remigración", se refiere a la migración de retorno de la zona de alimentación a la zona de anidación, ciclo que cumple un individuo que ya anidó con anterioridad. El tiempo que tarda en efectuarse una remigración es de dos años aproximadamente, de tal suerte que por lo menos las hembras adultas regresan, es decir migran de las zonas de alimentación a las de anidación y si se considera que la hembra promedio procede así, al menos cuatro veces, desarrollará cuatro viajes de ida y vuelta como mínimo, sin contar los realizados antes de alcanzar la madurez.

ACTIVIDADES REALIZADAS

Se participó directamente en la observación de la conducta de anidación, en la construcción de nidos y la zona de granja; también en el registro de las características correspondientes a cada uno de las puestas: número de huevos y traslado a las zonas de protección y también. Se recabó información paleontológica reciente de las especies fósiles de tortugas marinas, con el propósito de contrastar las diferentes propuestas relacionadas con el origen de las tortugas; así como, la revisión y comparación anatómica de los fósiles para señalar los cambios anatómicos y fisiológicos (evolutivos) que mostraron desde su aparición. Demostrando como las tortugas sufrieron adaptaciones posteriores que las condujeron de la tierra al mar. Se constato las migraciones después de considerar las disposiciones de los continentes y mares actuales y de épocas anteriores (deriva continental) para comparar su distribución en el pasado y compararlo con la distri bución actual.

OBJETIVOS Y METAS ALCANZADAS

Se reviso el origen y evolución de las tortugas marinas, se comparo y analizó las teorías que tratan de explicar el desarrollo de las rutas de migración de la tortuga Laúd (Dermochelys coriacea) y Golfina (Le pidochelys olivacea). Por ser las especies de mayor importancia biológico pesquera del país y algunos métodos con tecnologías recientes que se utilizan para rastrear sus migraciones.

RESULTADOS Y CONCLUSIONES

El origen de las tortugas está muy próximo al origen de los reptiles, debido a que se ha considerado que las tortugas formaron parte de un grupo de reptiles cotilosaurios que vivieron en el Carbonífero, y que dominaron la tierra hace 300 millones de años. Para algunos autores este grupo se extinguió y otros opinan que originó a organismos más evolucionados, lo que hace necesario conocer los centros de origen y primeros grupos de reptiles que aparecieron. A pesar de los escasos fósiles hasta el momento que permitieran llegar al origen de las tortugas , se puede señalar al Eunotosaurus reptil del pérmico con cráneo anápsido, como representante de los primeros quelonios, debido a que muestra la tendencia a la formación de l caparazón, a partir de un escaso número de vértebras, con costillas anchas y aplanadas que muestra semejanza con las de las tortugas actuales Las primeras tortugas consideradas como tales aparecen en el triásico del mesozoico Proganochelys, es una tortuga probablemente dulceacuícola con cráneo de tipo anápsido (sin fosas temporales) con caparazón parecido al de las formas recientes, pero todavía con dientes palatales; la cabeza, cola y patas no podían retraerse al interior del caparazón (como ocurre en las tortugas actuales) y estaban protegidas por espinas. La primera radiación de las tortugas dulceacuícolas comprendida en el intervalo Triásico-Jurásico produjo las primeras tortugas marinas como Plesiochelys etallonni. En el Jurásico tardío los representantes de la familia P elomedusidae, de origen terrestre y dulceacuícola originó otro grupo de tortugas marinas sin relación con la familia antes mencionada. La trasformación de las tortugas dulceacuícola a marinas probablemente se debió a que se encontraban en aguas someras costeras, esto aunado a la expansión de las aguas marinas produjero n mares epicontinentales que ofrecieron ambientes nuevos para ser colonizados como lo evidencia el registro fósil. Así, los mares como el de Niobrara o el de Tetis en el período más cálido de la tierra fueron invadido por las emergentes tortugas marinas (Jurásico y Cretácico) Los quelonios acuáticos presentaron diversas modificaciones estructurales, como consecuencia de su adaptación a la vida marina, Los tortugas transformaron sus extremidades en aletas o remos para la natación, el caparazón óseo se redujo a favor de una mayor movilidad e hidrodinamismo; el riñón se transformó en metanéfrico y, los productos que excretan contienen principalmente ácido úrico. El movimiento o migración de grupos de organismos de la misma especie en rutas y épocas determinadas del ciclo de vida, cumplen con el propósito primordial de asegurar las condiciones ambientales y biológicas adecuadas para la supervivencia. Los factores bióticos y abióticos de los que depende el inicio de la conducta migratoria están relacionados con el estado hormonal el fotoperíodo la temperatura y la disponibilidad de alimento. Las localidades que seleccionan para su reproducción y crecimiento están determinadas por sucesos conductuales, ambientales y genéticos, lo que hace que las migraciones se efectúen sobre corrientes determinadas y hacia las mismas playas. La reproducción, se inicia con la cópula que tiene lugar en el mar frente a las playas donde ovopositarán. La periodicidad con la que regresan a las playas donde nacieron para realizar la puesta, es de dos a tres años y desovan de dos a cinco veces por temporada; después de diez o veinte años que tardan en alcanzar la madurez sexual. En general, las rutas migratorias, siguen las corrientes marinas con temperaturas calidas y templadas orientadas ha cia las costas y litorales. Aunque no están claramente delineadas estas rutas debido a que son el resultado de convergencia de corrientes oceánicas, por ejemplo la corriente de Brasil (calida) y la corriente de las Malvinas (fría) que chocan frente a las costas uruguayas. Otro fenómeno que afecta la migración es la corriente del "Niño" que retrasa el arribo a las zonas de reproducción y anidación y reduce el total de nidos producidos por cada especie. En el caso de las tortugas que llegan a las costas mexicanas. este fenómeno parece afectar en menor grado a la tortuga laúd (Dermochelys coriácea schlegelii) por el contrario, la anidación de esta especie en las costas del pacífico mexicano se ha presentado con mayor abundancia en dichas ocasiones. La tortuga Golfina (Lepidochelys olivacea) se encuentra en los trópicos del pacifico, sólo la laúd (Dermochelys coriácea ) es pelágica y se encuentra en mares abiertos donde pueden sumergirse a una profundidad de 100 m. Las áreas de anidación más grandes del continente americano están en Florida, Carolina del Sur (Estados Unidos), Michoacán , Oaxaca y Yucatán en México, Cuba y Brasil La investigación en las tortugas marinas ha hecho necesario el desarrollo o adaptación de marcas y técnicas de marcado para su estudio, identificación y seguimiento, durante sus ciclos de vida, migraciones y todo lo que se deriva de las arribazones. Los métodos de marcado se han implementado según el propósito de los usuarios y, pueden ser grapas, anillos, radio telemetría e imágenes y señales de satélite. que son las mas actualizadas, la colocación, el tipo y la forma de estos pequeños instrumentos es según la especie, En México se han utilizado con éxito los “PIT” (Pasive Integrated Transponder) constituido por un chip, incluido en una cápsula de vidrio de 11 x 1 mm, misma que se inyectan subcutáneamente a los animales, sin embargo aun hay campamentos tortugueros que carecen de esta tecnología.

RECOMENDACIONES

Considerar los centros de origen de las tortugas marinas para comprender la evolución del grupo y derivar de este conocimiento factores que han ido integrando la historia genética de estos organismos y, que posteriormente se expresan en su biología (centros de reproducción , alimentación dieta, migración etc.)

Para el estudio de las tortugas marinas es conveniente diseñar proyectos que consideren los factores relacionados con la biología de las especies acotadas a tiempo y espacio. Promover estudios que incluyan la selección de hábitat y nido. Realizar experimentos que permitan relacionar factores climáticos con los máximos de arribazones, puestas y eclosiones.

Implementar programas de identificación y seguimiento de especies con técnicas modernas de marcado. para disponer de información relacionada con el comportamiento de las poblaciones.

Abordar el manejo reproductivo asistido para profundizar en la comprensión de la conducta reproductiva de las tortugas.

Diseñar campamentos exprofeso para el estudio de las tortugas marinas con programas calendarizados de cuida do y vigilancia de los ejemplares en ciclos anuales.

Duración y etapas: Tiempo de dedicación: 480 hrs. Comenzando a partir del 10 de Noviembre del 2003 concluyendo el 10 de mayo del 2004

En la siguiente tabla se muestran las actividades que se realizarán durante los seis meses del servicio social en el campamento tortuguero.

novie diciemb enero febre mar abril may mbre re ro zo o Búsqueda y adquisición x de literatura

Elaboración de x anteproyecto

Capacitación x x y asesorías

Trabajo de x x campo

Análisis estadístico x de resultados

Elaboración y entrega de x x reporte

Evaluación del reporte x

M. en C. Francisco Javier Olvera Ramírez Asesor Interno

BIBLIOGRAFÍA.

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