La Masacre De Agua Fría, Oaxaca
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FORROS-Aguafria Oaxaca 2016.pdf 1 07/11/16 2:13 p.m. La masacre de Agua Fría, Oaxaca ¿Etnocidio y genocidio estatal ogenocidio comunitario? t o autogenocidio comunitario? tal o au a Moisés Jaime Bailón Corres ¿Etnocidio y genocidio est a c axa O ría, F gua A e de r a masac L Comisión Nacional de los Derechos Humanos LA MASACRE DE AGUA FRÍA, OAXACA. ¿ETNOCIDIO Y GENOCIDIO ESTATAL O AUTOGENOCIDIO COMUNITARIO? Moisés Jaime Bailón Corres 2016 Primera edición: septiembre, 2004 Segunda edición: noviembre, 2016 ISBN: 978-607-729-316-3 D. R. Comisión Nacional de los Derechos Humanos Periférico Sur 3469, esquina Luis Cabrera, colonia San Jerónimo Lídice, Delegación Magdalena Contreras, C. P. 10200, Ciudad de México Ilustración de portada: “Plano topográfico de los terrenos del pueblo de San An- drés Yatuni, levantado por órdenes del cuerpo municipal y formado por el ciuda- dano ingeniero Enrique Schleyer, marzo de 1871”, tomado de Memorial de linde- ros: gráfica agraria de Oaxaca. Documentos de la Secretaría de la Reforma Agraria en Oaxaca, México, Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, 2007, p. 39. Diseño de portada: Flavio López Alcocer Diseño y formación de interiores: Carlos Acevedo R. Impreso en México CONTENIDO Presentación 7 Introducción 11 ▄ PRIMERA PARTE ▄ Capítulo primero. Instituciones de administración regional, poder político y tenencia de la tierra 21 I. Los distritos rentísticos y judiciales 21 II. Municipios, agencias municipales, agencias de policía 23 III. Los municipios hoy 30 IV. Propiedad de la tierra y división municipal 33 Capítulo segundo. Antecedentes historicos regionales 35 I. La Colonia 35 II. La Independencia 36 III. La Revolución 38 Capítulo tercero. Pueblos indígenas y tenencia de la tierra 47 I. Reproducción poblacional y política 47 II. Comparaciones agrarias entre México y Oaxaca 56 III. Conflictos por límites 61 IV. Evolución del reparto agrario 64 ▄ SEGUNDA PARTE ▄ Capítulo cuarto. La región, los pueblos y antecedentes coloniales 69 [5] 6 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS I. La región del conflicto 69 II. Los pueblos del conflicto 71 Capítulo quinto. La disputa agraria teojomulco-xochiltepec 77 I. Primera etapa del conflicto 77 II. La posición de Teojomulco 78 III. La respuesta de Santiago el Menor 81 IV. Responde Teojomulco 82 V. Segunda etapa del conflicto 89 VI. Los años cuarenta 94 Capítulo sexto. La disputa agraria teojomulco-texmelucan 99 I. Primera parte del conflicto 99 II. Segunda etapa del conflicto 103 Capítulo séptimo. Las resoluciones presidenciales 107 Capítulo octavo. Derechos sociales y culturales y guerras campesinas intercomunitarias 113 I. Derecho social a la tierra 113 II. Violación al derecho a disfrutar el paz la tierra 115 III. La guerra campesina intercomunitaria 116 IV. Visión Local De La Guerra Campesina Intercomunitaria 117 V. El escenario luego de la matanza 119 Capítulo noveno. POSTFACTUM: la solución de los conflicos 121 El convenio de Teojomulco y Xochiltepec 122 El convenio de Teojomulco y Texmelucan 123 Conclusiones 127 I. Los saldos rojos de la Revolución 129 II. Etnocidio, genocidio, autogenocidio 130 III. Politicas de Estado 135 Anexo 137 Bibliografia 145 Mapas 153 PRESENTACIÓN En 2017 se conmemora el primer centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. A más de un siglo de que iniciara ese gran movimiento social que los arqueólogos del siglo XX llamaron Re- volución Mexicana, cuyas fuerzas triunfadoras, reunidas en Querétaro en el Congreso Constituyente 1916-1917, incorporarían por primera oca- sión en el mundo de la época los llamados derechos de segunda genera- ción, es decir los derechos económicos y sociales, en nuestra Carta fun- damental. A cien años de distancia, la cuestión agraria sigue siendo un tema central en la estabilidad política en el México rural, sobre todo en el que predomina la población indígena. Lo es no sólo porque la demanda por un pedazo de tierra sigue sien- do aspiración de grupos importantes de productores rurales, aunque no siempre acceder a ella signifique resolver los problemas económicos. Tam- bién es cuestión importante porque sobreviven conflictos por disputas agrarias entre comunidades, entre comunidades y ejidos, entre ejidos, entre estas dos formas de organización y productores privados y también al interior de las mismas, que generan violencia en varias regiones del país. La tierra para el campesinado, sobre todo el indígena, no sólo es un medio de producción fundamental. Es también el hábitat, el territorio en el que se reproducen como grupos sociales, el ámbito de identidad y vida en que, en muchos casos, han podido llegar desde centenarios tiem- pos a nuestros días. Por eso su aferramiento a pedazos de tierra impro- ductivos desde el punto de vista económico, pero llenos de significación para la cultura de los pueblos. Uno de los pivotes que desataron la rebelión encabezada por el EZLN en Chiapas, en enero de 1994, fue precisamente el rechazo de la reforma al artículo 27 constitucional de dos años antes que declarara de facto terminado el reparto agrario. En el contexto de la fase más violen- [7] 8 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS ta del conflicto, varios ranchos y haciendas fueron invadidos por los cam- pesinos indígenas chiapanecos, dentro de ellas la del exgobernador Ab- salón Castellanos. De ahí que una de las estrategias del Estado mexicano para distender el conflicto fue atender esos reclamos. 1) Además de incrementar las inversiones para obras de infraestructura social que pasó de representar el 26 por ciento del Producto Interno bruto de Chiapas en 1989 al 42 por ciento en 1994. 2) De la misma manera, el gasto en el sector agropecua- rio del gobierno federal en Chiapas pasó de representar el 1.4 por cien- to en 1991 al el 2.3 por ciento en promedio entre 1993 y 1996. 3) Fueron repartidas o vendidas algunas a precios accesibles a campesinos zapatistas y no zapatistas 300 mil hectáreas, de las que 240 mil habían sido compra- das a los propietarios por el gobierno; esto representó 10 mil hectáreas más que las que se redistribuyeron en la entidad durante el periodo cardenista.1 Si bien los gobiernos construidos a partir de la Revolución Mexicana dotaron de tierras a muchos campesinos que no la disponían, también lo es que este acceso estuvo condicionado a la construcción de lealtades clientelares que permitieron la eliminación de la clase terrateniente. Pero en el caso de las disputas que existieron entre pueblos indígenas por el control del recurso, los gobiernos poco hicieron para resolverlas. En este libro, a partir del análisis de dos conflictos agrarios entre tres pueblos indígenas de la sierra oaxaqueña, se pretende apuntalar la tesis de que el Estado mexicano, al no atender esos reclamos de solución, en el largo plazo realizó acciones y omisiones en contra de comunidades y pueblos indígenas que pueden circunscribirse en lo que los antropólogos llaman el etnocidio y en prácticas que el derecho internacional califica de genocidio, violando así sus derechos humanos más elementales. El caso de la masacre de 26 campesinos indígenas en el paraje de Agua Fría, Oaxaca, ocurrido el 31 de mayo de 2002, es un ejemplo para- digmático de estas conductas históricas estatales. Hoy que se han sentado mejores bases para la convivencia democrática, en el que en los niveles federal, estatal y municipal existe la alternancia política, es un requisito para el tránsito estable en las primeras décadas del nuevo milenio, la definición de políticas de Estado, que se encaminen a resolver los recla- 1 Todd A. Eisenstadt, Politics, Identity and Mexico´s Indigenous Rights Movements, New York, Cambridge University Press, 2011, pp. 32-36. LA MASACRE DE AGUA FRÍA, OAXACA 9 mos por el derecho a disfrutar de la tierra en paz y a evitar que los pue- blos sigan enfrentándose entre ellos mismos como la única salida a sus litigios. Presentamos en esta ocasión la segunda edición del esta trabajo, en el que se analizan las causas históricas y contemporáneas que llevaron al asesinato de esos campesinos indígenas en la sierra oaxaqueña. Su lectu- ra sin duda alguna nos avergonzará y nos hará ver la necesidad de tomar medidas definitivas a fin de resolver esa gran deuda del Estado mexicano con ese importante sector de mexicanos. Hemos actualizado muchas cifras e incluido un nuevo capítulo en el que se aborda la solución final a los conflictos agrarios reseñados en el libro. Carlos Moreno Derbez, que durante muchos años ha trabajado en el sector agrario oaxaqueño me proporcionó valiosa información y comen- tarios para actualizar esta segunda edición, al igual que Mauricio Gijón Cernas, Presidente de la Junta de Conciliación Agraria del estado de Oaxaca y Elpidio Concha Arellano, Delegado estatal de la SEDATU. Quie- ro dar las gracias a Lérida Moya, quien me apoyó en una parte del trabajo de archivos en el Archivo General del Estado de Oaxaca y en el del Re- gistro Agrario Nacional en la misma ciudad y a Karina Olivares que me respaldó en búsqueda de materiales, bibliografía y la elaboración de los mapas presentados al final del texto. Las omisiones y desviaciones, norma- les en el trabajo de reflexión social, son completa responsabilidad mía. El Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, y a Julieta Morales Sánchez, Directora General del CENADEH, me dieron el apoyo para publicar la segunda edición revisada y actualizada de esta investigación sobre mi terruño natal, en un tema tan candente como el derecho humano a la tierra, que forma par- te sustancial de los derechos económicos, sociales, culturales y ambien- tales (DESCA). Dedico este libro a mi familia: a mis padres Sara y Jaime (QEPD), a mi esposa Irma y a mis hijos Guadalupe y Moisés. También para mi cuñado Jorge Jiménez Luis; espero que salga pronto de la pena por la pérdida de su hijo del mismo nombre en los días que escribía esta presentación.