LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

ÍNDICE

3 Editorial Diálogos 14 • Ricardo Forster: “El kirchnerismo vino a enloquecer la historia”. Por Sebastián Scolnik 50 • Christian Ferrer: “En los ritmos últimos de la experiencia popular se expresa la humillación, el dolor, la crueldad, la soledad de los vencidos”. Por Horacio González 72 • Eduardo Grüner: “La verdadera política empieza cuando las masas empiezan a preguntarse qué clase de Estado tiene que ‘retornar’”. Por Verónica Gago, Sebastián Scolnik y Mario Santucho 122 • Alejandro Kaufman: “Se ha alcanzado un techo en la posibilidad de desarticular críticamente los discursos dominantes”. Por Horacio González, María Pia López y Sebastián Scolnik

La década política 164 • Flecos de una conmoción (A diez años de diciembre de 2001). Por Eduardo Rinesi 184 • “Las tensiones creativas de nuestro proceso revolucionario”. Por Álvaro García Linera 204 • Pensar lo político: la (doble) excepción latinoamericana. Por Diego Sztulwark y Sebastián Scolnik 224 • Desfondamiento, realización y agonía. Por Gabriel D’Iorio 238 • Entre la microeconomía proletaria y la red transnacional: la feria popular como desafío a la ciudad neoliberal. Por Verónica Gago

La década cultural 258 • Poesía civil (2001). Para un diccionario crítico de la lengua (inéditos). Por Sergio Raimondi 264 • Exhibir cuerpos, transitar espacios, producir escrituras. Algunos episodios de la narrativa argentina de la última década. Por Juan Pablo Canala 292 • Tiempo de carnaval. Política del conocimiento, minería y semiopraxis de la serpiente. Por Alejandro F. Haber 310 • Fragmentos de un discurso rockero. Por Leandro Barttolotta e Ignacio Gago

Contornos y semblanzas 330 • El ademán contornista. Por David Viñas 342 • León Rozitchner: “Ser coherente significa estar empecinadamente metido en ahondar una idea”. Por Ana Da Costa y Sebastián Scolnik 350 • Un adiós a David Viñas. Por Germán García 358 • León Rozitchner, filósofo. Por Ricardo G. Abduca

Modos intelectuales 366 • Psicoanálisis, retórica y política. Por Jorge Alemán y Ernesto Laclau 374 • Escarnio y verdad: las armas de la crítica. Por Horacio González 394 • Bibliotecas en la literatura. Por José Luis de Diego 410 • Mariano Moreno, un intelectual controvertido. Por Dardo Scavino 420 • Castellani: “Estilo oral”, crítica y teoría. Por Diego Bentivegna 432 • Añoranza y revolución. Lo indio, lo negro y lo cholo en lo “santiagueño” en el norte argentino. Por José Luis Grosso

1 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

448 • Deshilvanar. Fragmentos. Representación del cuerpo en la tortura y la represión. Narrativas argentinas 1960-1990. Por Liliana Lukin

Museo del libro y de la lengua de los argentinos 458 • Un museo en construcción. Por María Pia López

Archivos, documentos y polémicas 472 • El archivo personal de César Tiempo en la Biblioteca Nacional. Por Natalia González Tomassini 480 • Querido Zeitlin: César Tiempo y la Biblioteca Nacional. Una historia de mudanzas. Por Solana Schvartzman 490 • Mastronardi, el gran lector. Por Agustín Alzari 494 • Desventuras de las estatuas porteñas. Por Mario Tesler 516 • El Libro de Donaciones de la Biblioteca Nacional argentina. Por Gustavo Míguez y Jorge Díaz 528 • En la producción de eventos centenarios. El mito de la primera historieta argentina. Por José María Gutiérrez 544 • Cuadros de vida. Por Hernán Martignone

2 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

Editorial Realidad y ficción de las bibliotecas nacionales

I

Un simple registro de las situaciones institucionales de las bibliotecas nacionales de América Latina revela la disparidad que las constituye. La Biblioteca Nacional de nuestro país depende de la Secretaría de Cultura y tiene un grado importante de autarquía. La de Bolivia actúa en conjunto con el Archivo Nacional y ambos dependen de la fundación cultural del Banco Central; la de Brasil es una Fundación, régimen habitual en ese país, dependiente del Ministerio de Cultura y tiene a su cargo las funciones integrales de una biblioteca nacional: depósito legal, planes de fomento de la lectura y bibliotecas populares. La de Chile también está incluida junto a los archivos nacionales, dentro de la misma organización, una Dirección General de Archivos y Museos. La de México forma parte de la Universidad Autónoma de México, a la que José Vasconcelos preparó bajo la consigna extrema de: “por mi raza hablará el espíritu”. Vasconcelos también fue director de esa Biblioteca Nacional. Casi todas las grandes bibliotecas nacionales –Venezuela, Colombia, Uruguay– tienen bajo su gestión a la fundamental institución del depósito legal o la atribución del ISBN. No es el caso de la Biblioteca Nacional de la Argentina. En cuanto a las bibliotecas populares, casi todas las bibliotecas nacionales de América Latina son cabeza de esa red. No lo es en la Argentina, debido no a un desarrollo frágil de los conglomerados bibliotecarios, sino por el contrario, a la plenitud de su ramificada diversificación. La trama bibliotecaria argentina es de las más nutridas del subcontinente y su tradición intelectual en materia de bibliotecas, luce como una de las más encumbradas. La Biblioteca Nacional es Moreno, Groussac, Borges. La Conabip es Sarmiento. La Biblioteca del Congreso es la Constitución de 1853, es el patrimonio de Juan María Gutiérrez. La Biblioteca Nacional de Maestros es (también) Sarmiento, es el Monitor de la Educación Común, es Lugones. Cuando decimos es, decimos se vincula, arrastra esos símbolos, rumorea los signos de esas memorias, conlleva laboriosamente esos nombres, entre otros. Nos referimos pues a que son las marcas culturales más importantes que traen estas instituciones, insignias profundas de la intervención del Estado y de las huellas genealógicas que emanan de ciertas vidas intelectuales. La bibliotecología argentina cuenta con nombres como el de Pedro de Angelis, Alberto Navarro Viola, Vicente y Ernesto Quesada, Paul Groussac, Manuel Selva, Josefa Sabor, Roberto Juarroz. Borges escribe una obra nunca ajena a las vicisitudes de la bibliotecología, ciencia a la que trata como un juego clasificatorio perteneciente a las posibilidades de construir conceptos que organizan el orden, pero bajo un sentimiento de infinitud, desolación y laberinto. El orden es sorprendido en un punto de irrisión. Estos atributos lúdicos de la literatura borgeana impiden que figure en la lista más eximia de los biblio- tecarios argentinos –como figura Leibniz entre la de los bibliotecarios alemanes–, aunque su presencia secreta tiene una fuerza que no puede evitarse. Lo mismo pasa con Juarroz. La meditada exactitud poética de sus paradojas lírico-metafísicas no parece ajena a un melancólico orden bibliotecario. Muchos libros de importancia hay en la bibliotecología argentina, pero nos gustaría referirnos, una vez más, al trabajo de Josefa Sabor sobre Pedro de Angelis. En este gran trabajo, cuyas fichas de investigación se conservan en la Biblioteca Nacional de nuestro país, se exponía el itinerario de este

3 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

fundamental archivista, que al mismo tiempo se ofreció como publicista de los gobiernos argentinos durante la primera mitad del siglo XIX. El archivista, el coleccionista, el filatelista, el devoto a escarbar en los planos arcaicos en los que habitan objetos descartados, es hijo de una extraña pasión. La había intentado describir Rimbaud en Una temporada en el infierno:

Me gustaban las pinturas idiotas, dinteles historiados, decoraciones, telas de saltimbanquis, carteles, estampas populares; la literatura anticuada, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos para niños, óperas viejas, canciones bobas, ritmos ingenuos. Soñaba con cruzadas, con viajes de descubrimientos de los que no hay relatos, con repúblicas sin historia, guerras de religión sofocadas, revoluciones de costumbres, desplazamientos de razas y de continentes: creía en todos los encantamientos.

Si desechamos el componente de ingenuidad y bobería que Rimbaud le atribuye a su propio gusto por esos objetos exóticos, evidentemente estamos ante el placer del coleccionista, que se lanza a dar vuelta atrás con una actitud aceptable de todo ciudadano –hacer cortes necesarios con el pasado para vivir su obligatorio horizonte del presente–, para rescatar lo que se arroja al olvido, al desván de los trastos viejos o al vaciadero municipal. El coleccionista es el personaje así que presenta el oficio contrapuesto al ciudadano que vive en su sincronía con la época. Es el juntador de los materiales que el tiempo ha sancionado con el decreto de obsolescencia. El enorme placer, muchas veces religioso y fetichista de ese coleccionismo es el de la pérdida de las nociones más profundas sobre el juego dramático de la cultura. El mundo cultural paga el precio de su frágil vitalidad en cuotas sigilosas de pérdidas, extravíos y hecatombes. El coleccionista, o es un ser desperado que pierde la orientación en medio de la acción desleal del tiempo, o se trans- forma en un escéptico y maduro recolector que sabe actuar entre ruinas.

II

Entonces: ¿el coleccionista es hijo de una esperanza de preservación absoluta o de la creencia de que el tiempo, los hombres y las luchas producen un deterioro ineluctable en toda materia cultural? Lo primero es ingenuo, lo segundo es fatal. Se trata de fundamentar un coleccionismo no ingenuo ni adoratriz, que sepa de la continua destrucción de los documentos de la civilización. Todos formamos parte, lógicamente, de políticas y actitudes dirigidas a impedirlo. Pero nos referimos a una actitud, una configuración ética –es decir, que piensa los valores en las tramas de una historicidad dada– que tenga una praxis preservadora a partir de una teoría de la cultura que la considere también en sus focos autodestructivos. Esta teoría realista, una ética pesimista de la cultura de la que se extrae un compro- miso protector y curador, es quizás el horizonte humanista más efectivo para formar generaciones de custodios intensos de la obra humana. Josefa Sabor, decimos, ha escrito uno de los más importantes libros de la bibliotecología argentina, Pedro de Angelis y los orígenes de la bibliografía argentina. De Angelis no es un naturalista, pero vive en el siglo de Darwin y no se cruzará con Rosas tan solo fugazmente en la inmensidad de la pampa. Será su archivista, polígrafo, coleccionista, periodista, polemista, numismático. No era un rosista, sino un hombre del siglo XIX que actuaba en cancillerías y casas dinásticas, como en un eco del humanismo

4 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

renacentista, un Pico della Mirándola de la época napoleónica y futura residencia en la “Gran Aldea”, Buenos Ayres. El carácter histórico-literario de un polígrafo cortesano es parecido al de un herbolario, un coleccionista de guijarros. Una corte parece un mundo clasificado de gestos y reglas de etiqueta, en un detallismo que se verifica en todas las actividades de interés, la arqueología, la clasificación de libros, la farmacopea, la guerra o las catalogaciones de las especies animales. Un detallismo no exento de ingeniosos movimientos y sobrecargas. Algo de eso caracteriza también al barroquismo escénico de Rosas como gobernante. De ese detallismo, de la relación Rosas-De Angelis, se conservan las notas que le envía el primero a la redacción del Archivo Americano, del cual el segundo es director, ordenán- dole minucias y bagatelas propias del hombre fuerte, del “gobernante total”, entrometido en un diario concebido con llamativos criterios modernos. El exotismo reúne como displicente causalidad un conjunto de elementos no coincidentes que luego parecen discretamente ensamblados. El exotismo es pariente próximo del coleccionismo. Se colecciona lo extraño, y se colecciona el mismo acto de coleccionar. El arte de la diplomacia y de las tertulias prolonga este éxtasis. De Angelis es perito en cuestiones militares, arqueológicas y documentales. Se interesa por la educación, el constitucionalismo, y desde luego por el periodismo. En Nápoles, De Angelis había sido preceptor del hijo de Murat. Un preceptor es un archivista del conocimiento y un archivista de conciencias juveniles, en este caso, de “la conciencia del Príncipe”. Todas ellas ocupaciones vinculadas a los descubrimientos de la filología, ciencia difusa y fantástica que practicara Vico, del que De Angelis se sentía remoto discípulo, llegando a influir sobre el joven Alberdi, que cita a Vico por la edición de Michelet, la única disponible en el mundo lector francés y rioplatense, edición para la que el historiador francés consulta a De Angelis, quien a la vez no tiene mayores contemplaciones hacia los intelectuales echeverrianos de Buenos Aires, que le parecen extraviados por doctrinas que no se corresponden a la realidad que deben estudiar, desmereciéndose así la consigna del propio Vico: verum ipsum factum, la verdad como resultado del hacer, esto es, de las prácticas sociales e históricas.

III

¿Qué deben hacer las bibliotecas nacionales frente a la existencia de acervos documentales de la historia de un país poseídos ahora por bibliotecas o archivos de terceros países? De Angelis había vendido todo su patrimonio documental a Pedro II, el emperador de Brasil, amigo de las ciencias y lector salido de una educación cuidadosa en relación a las atmósferas culturales de la época. La Biblioteca Nacional del Brasil, contemporánea de nuestra Biblioteca –aunque su formación es de raíz monárquica, constituida sobre la base de la biblioteca europea de Joâo VI–, cuida hoy con gran celo esos documentos –mapas, manuscritos, relatos de viajeros– de los que brota prácticamente la protohistoria de la Argentina. El acuerdo recientemente firmado entre ambas bibliotecas para la creación del portal Pedro de Angelis, que ya puede consultarse en las páginas web de las dos insti- tuciones, señala un modo de trabajo sobre los repositorios que aluden a historia compartidas pero que surgen de los procedimientos excepcionales por los que los retazos de historia de un país son localizables en los institutos de otro. Descartando los casos de despojo violento por saqueo militar –como ha ocurrido en años recientes con la Biblioteca y los museos de Irak o la sin duda cruel historia de los colonialismos políticos que nutrieron de joyas del mundo antiguo a la modernidad

5 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

europea– la circulación de bienes culturales muchas veces obedece a singularidades indirectamente provocadas por la política, las guerras, las peculiaridades del mercado del arte o la zigzagueante biografía de los coleccionadores. En 1936, en momentos en que comenzaba la guerra civil española, la Biblioteca Nacional de nuestro país inició los tratos –a través de la cancillería, y por impulso de Gustavo Martínez Zuviría, quien unía coleccionismo bibliotecario y esoterismo ultramontano– para la compra de la colección Foulché-Delbosc, reunida durante largos años por éste hispanista francés, y puesta a la venta en momentos en que España comenzaba su largo calvario nacional. Es así que hoy una documentación excepcional, sobretodo de la historia bibliográfica española –como uno de los ejemplares de laCelestina de 1502–, se halla en nuestra Biblioteca, a la espera de ser recogida por una experiencia semejante a la del reservorio Pedro de Angelis, lo que implicaría retomar los acuerdos con la Universidad Autónoma de Madrid a fin de proceder a la comunicación digital de esos tesoros, retomando las iniciativas que comenzaron en 1996. Lo que nos lleva de inmediato al tema que hace varias décadas es el profuso dilema de las bibliotecas del mundo: ¿cómo entrar al horizonte pleno de las bibliotecas digitales? ¿Qué digitalizar? ¿Con qué política de digitalización? Y en un límite de problematización del tema: ¿con que ética de la digitalización? En efecto, esta palabra, digitalización, es usada de modos tan diversos, desde su situación de procedimiento técnico de guarda y difusión de la cultura, hasta su condición de talismán de época, que se sitúa en un punto de tensión entre una gigantesca traducción civilizatoria y una estremecedora ansiedad de las capas dirigentes y profesionales de los países que no entraron en el primer círculo o etapa de la modernización. Desglosando los problemas, podríamos decir en primer lugar que este colosal proyecto de traspaso de una civilización a otra –la del mundo de la institución real de imágenes y textos hacia el mundo de la realidad digital–, se constituye en una aventura cultural de tanta importancia como de singular difi- cultad. Puesto que si por un lado, reviven obras y vestigios del pasado, por otro lado surgen nuevos temas en relación a la gestión, pedagogías, modos de lectura y de investigación de esos horizontes resurrectos del pasado de la cultura. Singular cuestión la ofrece el tema del dominio o autoridad de nuevo tipo que se crearía, a escala universal, de esos materiales provenientes de distintas estrías del tiempo histórico, a disposición unánime del presente. La discusión europea en torno a los acuerdos con Google, envuelve temas políticos, jurídicos, económicos en torno a la dirección que tendrían los nuevos tiempos cultu- rales. Es sabida la aversión que sienten, hacia el tratamiento que Google ejerce sobre al derecho de autor, un fuerte núcleo de editores alemanes, que de alguna manera, también monopoliza –en medida no fácil de justipreciar– la edición en idioma castellano, por la vía de la concentración y compra de editoriales españolas. No obstante, la discusión, seguida con preocupación por los ministerios de cultura europeos, está en el centro de un concepto que es la esencia misma de la estructura cultural de nuestras sociedades: el derecho de autor y su capacidad de obstáculo para la diseminación cultural o para un culturalismo de nuevo tipo inspirado por las grandes empresas del capitalismo informático.

IV

La compleja idea de soporte, de algún modo magnífica metáfora y al mismo tiempo freno a la reflexión –sí, es el concepto fundamental de la filosofía de la era digital, metáfora arquitectónica y simplificación enigmática de la historia milenaria del libro– permite escribir una historia compla-

6 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

ciente de la cultura anunciando el reinado de los “príncipes nuevos”, los lenguajes basados en la lengua de la informatización digital de las sociedades. Estos lenguajes son un entramado de metáforas obtenidas del campo de la arquitectura –soporte, la más importante–, de la marinería, la navegación y otras; de la escuela primaria –cortar y pegar–, de la carpintería –herramientas–, de la vida hogareña –ventana–, de las ciencias editoriales y documentales –archivo, edición, insertar–, de las matemáticas –contar palabras–, de los dramas existenciales –seleccionar, eliminar, borrar– y, en general, de todo tipo de lenguajes realmente hablados por millones de personas, de donde ha brotado la revolución técnica de nuestro tiempo. Pero todavía le falta a esta revolución cultural la posesión de un propio lenguaje. Menos metafórico –quizás menos comprometido con procedimientos culturales anteriores, los mismos que quiere relevar– y más sensible con las exigencias reales del paso tecnológico que la humanidad está dando –lo que lo haría a la vez más profundo y más respetuoso de la historia cultural transcurrida, que nunca podría ser una mera sucesión de “soportes”. Sin embargo, estos problemas lingüísticos no son los que están en consideración de editores, ministros y operadores informáticos. Se trata de decidir para los próximos tramos de la historia de mundo cultural humano –es decir, su universo productivo y simbólico–, cómo se rige, gestiona y comprende un legado cultural que, en su momento de pasaje, debe registrar las mismas cuestiones que le dieron nacimiento. Es decir, la lucha permanente entre la apropiación privada de los bienes culturales –ahora bajo la mayor complejidad que le da el hecho de ser las grandes empresas las desa- rrolladoras del concepto de libre accesibilidad– y el reconocimiento de la singularidad intelectual que alimenta los distintos tramos de las culturas en el tiempo–que debe mostrar que el concepto de irradiación masiva y recreación del pasado cultural bajo otras formas es capaz de reconocer los tonos, dimensiones y especificidades del sujeto cultural, que no es un ser homogéneo ni constante a lo largo del tiempo. Esto involucra la relación de los grandes agentes de la revolución técnica de la hora con las viejas instituciones públicas de la cultura, entre ellas las grandes bibliotecas mundiales que atesoran en gran medida la memoria escrita e icónica de la humanidad. En la Biblioteca Nacional de Francia, cuyos remotos fantasmas literarios rigen esta disputa –un Pascal, un Voltaire, un Sartre– se dio por superado el debate. Durante las gestiones que correspondieron a los gobiernos socialistas, no se propició el acuerdo con Google, pero sí en el nuevo período que los sucede. Sin abandonar el plan de digitalización masiva, Francia calculó que sin el auxilio de un gran emporio universal de gestión integral de la lectura global, no podía continuar su titánica empresa digitalizadora, que prosigue ahora con estos acuerdos y un grado importante de tercerización del trabajo serial –en países asiáticos–, que es necesario para la posibilidad del traspaso de los signos culturales de un soporte clásico a uno digitalizado. Por su parte, otras bibliotecas nacionales de Europa, como la de España, han realizado acuerdos similares con empresas como Google o con las telefónicas. La cuestión de las relaciones de la ciuda- danía real –sean lectores, políticos, filósofos o personas que desean involucrarse firmemente en las experiencias reticular del mercado informacional– han sido bien tratadas, a nuestro juicio, por la filó- sofa francesa Bárbara Cassin, en su libro Googléame, que además de considerar cómo se van a consti- tuir las democracias de este tiempo en medio de la sistemática confusión entre cultura e información, no propone una experiencia de retirada del sistema de conexiones automatizadas, sino un abanico posible de compromisos y acuerdos autónomos con los centros de condensación de datos. El debate

7 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

está lejos de haberse cerrado, pues se compone de un balance atinado de los actos de sustitución de la antigua ontología histórica y productiva por una nueva perspectiva filosófica –sin palabras filosóficas–, que transfiere la producción a una esfera llamada “sociedad del conocimiento”, el nombre que tienen los bancos de datos, sus interconexiones, programas y maquinarias. Allí se alojarían los horizontes productivos. En cuanto a las viejas instituciones de la memoria –museos, archivos, bibliotecas–, se fusionarían ya no institucionalmente, sino a través de ese asociacionismo cognoscitivo, convirtiéndose en organigramas digitales gestionados –“gestión del conocimiento”–, por estados y empresas, con distintos niveles de resolución de la trama jurídica necesaria para que subsista, bajo ciertas condi- ciones, la vieja y venerable figura del autor. La formidable movilización de recursos con que se están construyendo las bibliotecas digitales, donde las bibliotecas nacionales de Francia y de España tienen responsabilidades fundamentales, confluye hacia grandes alianzas como laEuropeana , red que ha concretado la articulación de millones de obras digitalizadas, libros, archivos sonoros, fílmicos, pictóricos, de casi una treintena de miembros de la Unión Europea. Son incalculables las posibilidades que se abren para configurar un archipiélago interrelacionado de obras del pasado y del presente, con un sentido ramificante y a la vez totalizador. No cabe duda que esta gran mutación cultural es un paso dramático de la civilización y no se lo puede dar sin una ética general para operar ese monumental traspaso. Ya no se trata solamente de optar por procesos masivos de digitalización –combinados o no con emprendimientos empresariales del capi- talismo informático Europeana, o por sectores escogidos de obras a ser digitalizadas– como la buena experiencia del Quijote digital de la Biblioteca Nacional de España Europeana, sino de imaginar proce- dimientos de transición cultural que eviten una neo-jerga infatuada pero inoperante, o una rutina efectiva pero sin respaldos sensibles en el gran legado cultural de las civilizaciones. Una buena experiencia de digitalización, con una base narrativa eficaz y amena, la constituye la Biblioteca Digital Mundial, impulsada por la UNESCO y otros países adelantados en la digitalización de sus patrimonios –como Brasil–, donde el resultado nos deja apreciar una selección de imágenes de la historia de la humanidad con gran criterio selectivo. Hay líneas narrativas precisas, sobre la base de mapas, memorias de viajeros, imágenes de libros excepcionales y prodigiosos, exotismos presentados sobre la base del pluralismo cultural, alfabetos arcaicos, crónicas de antiguos tribunales, dibujos del rostro de esclavos de un capitán de un navío de traficantes, etc. Nuestro país contribuirá próxima- mente con la digitalización del periódico satírico El Mosquito. ¿No son éstas las bases ancestrales de las primeras pedagogías, las que atravesamos en nuestra infancia, ahora bajo la norma digitalizada? Viajes, iluminaciones, maravillas de las tierras desconocidas, enigmas del pasado. Todo recuerda a los manuales de iniciación escolar. La revolución digital, con su terminología hecha de códigos numéricos y alfabéticos, de lógicas de transplante de textos e imágenes, vuelve desde la cumbre de sus TIF, GIF, HTML, etc., para verterse sobre los focos más primarios de la atención pedagógica, en semejanza total a nuestros libros de lectura de las escuelas primarias o secundarias, que aun subsisten, y que han cumplido un ciclo de varias centurias en la historia de la educación moderna.

V

Todas estas cuestiones vinculadas a la transfusión digitalizadora sobre el patrimonio cultural de los siglos anteriores, involucran una gran diversidad de temas, todos de naturaleza ética, es decir, qué

8 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

valor esencial se promueve en torno a una decisión que surge del punto de fusión entre tecnologías y cultura. Pero un reborde menor de este punto de intersección lo compone el debate intelectual en torno a otra encrucijada, en la que se produce la elección del pasado, a modo de elegirlo momentánea- mente bajo la figura de tal o cual canon. Descartando la fijación de un conglomerado de obras bajo un canon fijo –lo que puede hacer un particular o una sociedad literaria, pero no es recomendable que lo haga un Estado–, muchas veces las instituciones culturales públicas realizan llamados para que especialistas y críticos literarios elijan una cantidad de libros destacados o memorables de la historia de un país. Así ha ocurrido con la muestras 200 años, 200 libros que realizó la Biblioteca Nacional junto con el Centro Cultural Haroldo Conti. El llamado tiene la estructura de un juego, pues a pesar de la amplitud resultante, siempre van a haber previsibles observaciones respecto a olvidos o sobrevalora- ciones que, en este terreno tan sensible de la selección de los textos de un colectivo cultural complejo: el de la Argentina lo es, deben ser luego consideradas como parte del procedimiento. Los “vacíos” o las “redundancias” deberían ser los verdaderos motivos del juego-exposición. Convivirían así, en una querella interesante, los libros elegidos –los que lo fueron, en una gran cantidad de casos, eran grandes obras olvidadas o apreciadas de manera muy dispar en el pasado de la crítica nacional–, con los vacíos a ser parte de una observación posterior. En este caso, las hubo, pero no mostraron muchas de ellas una comprensión de lo que se ponía en discusión. El diario La Nación la juzgó desde un aparato apriorístico de suspicacias, señalando ausencias de autores o de ciertas obras de autores que sí eran mencionados, lo que era inevitable, pero no ofreció una opinión para entrelazarse constructivamente con el juego, que concluyó en una formi- dable exposición sobre la memoria literaria nacional, quizás la única que se ha realizado con estos alcances y significados abarcadores y creativos. Otro articulista del mismo diario ofreció una lista de ausentes. Esta lista tenía más pertinencia porque, efectivamente, se refería a omisiones que con ser inevitables, menoscababan ciertos autores que no acudieron a la memoria de los más de veinte seleccionadores de todas las corrientes estético-políticas de la crítica. De esa lista nos lamentamos, por ejemplo, que en la que quedó nutriendo la exposición, no hubiese figurado Juan Rodolfo Wilcock, del quien se señala El templo etrusco, una de sus últimas obras, como siempre, exquisitas y arbitrarias, de refinada y sarcástica crueldad, pues este escritor que eligió la lengua italiana podría haber sido un personaje de Marcel Schwob o del propio Borges, si no hubiese mediado su tremenda decisión literaria de extrañarse del idioma castellano. La exposición 200 años, 200 libros, bien hubiera servido para esta clase de reencuentros en un acto de selección, manifestación y olvido, como lo es todo acto cultural. Otra revista literaria, suple- mento cultual de Clarín, por medio de uno de sus columnistas, hizo saber que la muestra era irrisoria, pues además de los faltantes estaban los sobrantes, con jurados eligiéndose a sí mismos (no era el caso, los jurados o seleccionadores tienen obras consagradas y nada obstaría a que otros los eligieran) y, resumiendo el parecer del articulista, no con sus palabras, se trataba de un ejercicio inútil, chabacano o sobreactuado. Se señalaba, incluso, la existencia de un abuso supernumerario por parte de las multi- plicadas menciones a Borges. El crítico hacía un gesto de fastidio vanguardista en un suplemento que no lo es, ni quiere serlo. Por el contrario, el resultado de la muestra-juego tiene muchos despuntes vanguardistas y permite mirar de un modo renovado los linajes culturales argentinos. Pero lo realmente sorprendente fue la carta de lectores, en aquel mismo suplemento –la Revista Ñ– de Gastón Burucúa, filósofo e historiador del arte de nuestro respeto y consulta. Como

9 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

había sido una de las personas que se invitó a participar de la selección, aludiendo a la columna de Ñ en la que se daba una visión sarcástica y sobradora del ejercicio vanguardista que se había realizado por parte de dos instituciones culturales, decide pedir “disculpas públicas” por haber participado. No logramos comprender este concepto, donde un inadecuado sentimiento de intangibilidad del juicio crítico hace su tarea con absurda fertilidad, en vez de que el juicio fuera sometido –como por otra parte suele hacer la revista donde publica su pentimento– a la heterogeneidad de pensamientos, la risa amable y la diversidad jocunda en la que creemos como trato real con la cultura. Como si estuviésemos construyendo el templo etrusco de Wilcock, con la satírica calma de éste, es cierto que no exenta de elegante devaneo. ¿Por qué recordamos este mínimo episodio, grumo circunstancial de las desconfianzas cuyo subterráneo quejido no puede ser remediado por una abstracta indulgencia pública? Porque lo que está en juego es la creación de un campo social e intelectual que trate de manera lúcida y compar- tida la cuestión vital de la traducción civilizatoria, tal como se debe encarar en nuestro país. Si estos asuntos son tan relevantes, no pueden ser encarados sin el nivel de responsabilidad intelectual que exige la tarea, por lo que las cuestionúnculas que atenazan con sus querellamientos constantes, no pueden estar en primer plano si el compromiso consiste en pasar a otra etapa de los usos culturales, resguardando la inmanencia crítica de la cultura y los modos de lenguaje que habitan el ser social. Se lo hace con una diversidad sin límites, pero que solo puede ser afectada por la no siempre libre y a veces coactiva invención de lenguas artificiales; no los lenguajes analíticos que servían para las grandes carcajadas literarias de Borges, sino las que se acomodan sin problemas a los dominios robotizados y automatizados del idioma de una revolución técnica que lo tiene todo a su disposición, menos el alma del genio literario, en sus expresiones modernas o arcaicas. Es cierto que los proyectos de resguardo de esos tesoros, por parte de la porción de la humanidad alarmada –a la que representan un sector altruista de nuevos sacerdotes laicos del credo archivístico y el logos digitalizador–, están en el hori- zonte de la plena consideración pública. No obstante, hay un tramo a recorrer, aún, en torno al personal destinado a proceder con esta mutación cultural. En verdad, es un recorrido que debemos hacer en relación a cómo se vinculan los saberes técnicos con las dimensiones lingüísticas que nos dona la historia cultural. Las decisiones a ser tomadas exigen mantener tanto la identidad de las instituciones de la memoria –museos, archivos, bibliotecas, etc.–, más allá de crear organismos de coordinación, y exigen asimismo que se asuma a nivel nacional un proyecto común al respecto, de esclarecimiento, ejecución y progresión del plan de la biblioteca digital argentina, ámbito hermanado con el de la bibliografía nacional y con nuevos tejidos jurídicos en torno a las leyes de depósito legal y derechos de autor. No son discusiones que nuestro país debe encarar solitariamente, sino con las demás bibliotecas y orga- nismos afines latinoamericanos. En este punto, las conocidas deficiencias profundas del organismo que reúne a las bibliotecas iberoamericanas –Abinia, Asociación de Bibliotecas Nacionales Iberoamericana–, exigen nuevas perspectivas en común, tanto para revitalizar estas instituciones comunes como para superar los pobres horizontes de pequeñas políticas que en estos últimos años supieron adquirir la lengua informática pero sin las sensibilidades adecuadas –históricas, culturales, existenciales–, para hacerla efectiva en organizaciones porosas a las necesidades que emanan de este perentorio pasaje de época. El tesoro documental de la historia suramericana ni está en peligro ni es desconocido. Pero falta

10 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011

atravesar el tramo intelectual que signifique crear las instituciones técnicas-culturales que al par que lo preserven y den a conocer, se interroguen sobre la necesidad de imaginar nuevos caminos para la investigación, nuevos ingenios conceptuales para la escritura, nuevos aprestos utópicos para recrear la relación de los lectores con el caudal de las memorias públicas y privadas, para reinventar el aire emancipador que merecen los tiempos, no para congelarlas en una nueva versión de archivos privados que toman la vulgata globalizadora y al mismo tiempo se erigen en capellanes del orden sacramental de las escrituras. Bajo estas premisas, estos pensamientos, estas hebras de un discurso posible, hemos orientado, en estos últimos años, nuestra tarea en la Biblioteca Nacional de la República Argentina que, como institución, ha adquirido nuevos despliegues, nuevas sapiencias y el claro conocimiento de todo lo que estos tiempos inquietos le exigen como respuesta y anticipación. Una nueva ética bibliotecaria, con un discurso que no omita su voluntad modernizadora y tecnológica, pero que sepa tomar del coleccionismo su rasgo utópico y literario, y de las teorías literarias su condición histórica y su derecho de juzgar incluso a los discursos científicos en tanto son discursos también, es lo que estos “funcionarios de la humanidad” –para tomar la conocida expresión de Husserl–, deben atender como custodios de un mundo de vida cada vez más exigente, pues en él ahora están los recursos imaginarios de la humanidad que se prolongan en toda clase de artefactos mecánicos y a la vez son ellos prolongación de formas concretas del espíritu. Si la formación de los bibliotecarios no recibe y da una nueva torsión a su proyecto humanístico, las tecnologías serán ciegas, así como un nuevo humanismo puede ser fundado –y tener sede privilegiada en nuestras bibliotecas renovadas–, adquiriendo un trato profundo y ecuánime con los frutos de la revolución tecnológica. Ese trato se reflejará, entonces, en las primicias de un nuevo lenguaje que tendrá todos los niveles que sean necesarios para expresar la escucha de lo que aún le reclaman los textos del pasado y la recepción que merecen los lenguajes que tienen como referencia las insignias y sellos que florecen con las nuevas revoluciones inmateriales.

Horacio González Director de la Biblioteca Nacional

11 TítuloDiálogos Sección

El diálogo es uno de los géneros más antiguos que registra la memoria literaria. El asombro que debía provocar que varias voces, dos o más personas se entrelazaran en una conversa- ción, donde cada uno debía hacer una pausa para dar entrada a la participación del otro, debió suponer un aprendizaje milenario. En algún momento se debió aprender que esa pausa debe ser modulada, que allí encaja exactamente el otro material verbal del compañero, discípulo o antagonista, que es posible superponer voces sin resignar la forma dialógica –aunque se enrarezca, y muchas veces optamos deliberadamente por eso–, y que en ciertos monólogos subsiste calla- damente como un diálogo imaginario con quien ahora está ausente. Una plegaria o un monologador shakespeareano no fundan un diálogo, pero pueden fundar una conciencia íntima, la desespera- ción personal, la duda sobre las entidades divinas o la idea misma de humanidad. Esos monólogos son, entonces, la forma superior y a veces alucinada del diálogo. La filosofía de los primeros grandes filósofos lo comprendió muy bien. El pensar filosófico ocurría por diálogos y se pensaba que en ellos yacía un método o una forma especial de la conciencia profunda que hacía brotar el conocimiento a partir de ciertas peculiaridades del mismo diálogo, de la posición cambiante que asumían en cada momento alguno de sus practi- cantes y de los estilos intencionados con los que se dirigían preguntas al interlocutor. Ningún diálogo es igual a otro, aunque los grandes tiempos que sobrevinieron –dominados en cierta forma por los actos del periodismo contemporáneo–, transformaron al diálogo en una materia más ligada a la información sobre la que había que echar luz, por encima de la forma clásica del diálogo como conocimiento; aquel que luchaba siempre por encontrar el camino para surgir de la nada, del cándido desconocimiento o aún de la preferencia por un saber que se contentaba con convivir con la duda secreta del “maestro ignorante”. En estas entrevistas que presentamos en La Biblioteca, se ofrecen una serie de diálogos, cercanos a todo los que señalamos como método del conocimiento, pero en ellos ni está la mayéutica ni el reportaje contemporáneo de los medios de comunicación. Hay, en estos diálogos con Ricardo Forster, Christian Ferrer, Eduardo Grüner y Alejandro Kaufman, el sabor de la actualidad. Aquellos acontecimientos del 2001 en nuestro país, donde lo que parecía haber estado siempre mostraba formas originales de rajaduras y desmem- bramientos, nos revelan cómo actúa esa clase de monólogo interior que se prefiere hacer salir a la intemperie –a la que llamamos pensa- miento político–, ante los imperativos de la historia. Diálogos que ocurrieron ante la necesidad de preparar esta revista en la Argen- tina de 2011. Pero, podrá elegirse ver en ellos, tanto los ecos de un pensar de generaciones dialogantes de eras remotas, como también la reconocible pulsación de los agitados tiempos contemporáneos. 14

Entrevista Ricardo Forster: “El kirchnerismo vino a enloquecer la historia” Por Sebastián Scolnik En los últimos tiempos se ha discutido intensa- mente acerca de la relación entre los intelectuales y la política. Una querella, por momentos impe- tuosa, que ha recorrido ánimos divergentes y posi- ciones que variaban entre argumentos previsibles y problematizaciones más agudas. Pero, ¿pueden aceptarse ambos términos de esta relación tal y como aparecen? ¿Es la tantas veces enunciada “distancia crítica” una condición necesaria para la reflexión política, o, por el contrario, la incorpo- ración a los procesos políticos permite un cono- cimiento más minucioso de lo real, verdadera condición para la reflexión crítica? En la conversación que presentamos aquí, estos interrogantes operan como el fondo desde el cual Ricardo Forster piensa sus intervenciones, asumiendo “desde un claro posicionamiento de apoyo a lo que considera la ‘anomalía’ de la irrupción del gobierno de Kirchner en 2003” los dilemas y las potencialidades del presente. Con un tono pausado y reflexivo, Forster combina la apelación a las tradiciones críticas con los desafíos por venir de una época en la que, según su perspec- tiva, todo se encuentra en discusión, incluso la idea misma de discusión. Tan lejos de las estrecheces localistas como de los “universalismos abstractos”, nos ofrece una mirada que reclama conjugar una relación virtuosa entre las tradiciones filosóficas de occidente y las militancias políticas con miras a evitar toda clausura del curso de la travesía contemporánea. LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

LB: Me gustaría empezar por la queda claro cuál es su irradiación o discusión que se suscitó alrededor su potencial inmediato. Sin lugar a de los sucesos de 2001. Hubo, en dudas el 2003 no puede ser pensado aquel entonces, una serie de inter- estrictamente sin la irradiación del venciones acerca de cómo inter- 2001, sin lo que rompió el tejido polí- pretar lo que estaba ocurriendo, tico, sin lo que desgarró, en cuanto a qué tipo de subjetividades políticas las visiones, las representaciones, los había en juego en tales aconteci- lugares ocupados por los distintos mientos. Recuerdo, por ejemplo, actores sociales y políticos. Más allá de una intervención de Paolo Virno y que yo reivindico la idea de excepcio- una respuesta de Nicolás Casullo... nalidad, anomalía, en la irrupción de Néstor Kirchner, toda irrupción por Ricardo Forster: Yo creo que el 2001 más rupturista que pueda ser, o por es una suerte de caleidoscopio donde te más estructura de acontecimiento que encontrás con distintas posibilidades, pueda tener, está ligada a condiciones distintas figuras y distintas construc- previas, a condiciones materiales, ciones discursivas. Hay sin dudas, en subjetivas, etcétera. amplios sectores medios, un fondo Creo que el 2001 tiene algo de… que proviene de la lógica antipolítica ¿cómo definirlo? Es como si el 2001 –de algo que Nicolás (Casullo), expresase al mismo tiempo el proceso tomando la categoría italiana, va a que en la sociedad argentina se venía definir como cualunquismo–, que está dando desde los años de la dictadura, profundamente inserta en la cons- que está ligado al vaciamiento de lo trucción de subjetividad de los años político, pero también a la puesta en 90, en el meollo de los procesos de cuestión de la relación entre lo privado despolitización del neoliberalismo. Se y lo público. El 2001 es un suceso trata de una subjetividad que no reac- excepcional donde se mezcla todo un ciona contra la estructura, el modelo mundo social-cultural que ya se había que contribuyó a la catástrofe, sino colocado absolutamente en la dimen- que opera en defensa de sus propios sión de lo privado, de lo intimista, intereses y bajo un intenso rechazo de lo que podríamos llamar, bajo la de la política y movilizando una serie lógica más sociologizante, “indivi- de prejuicios que tienen una mayor dualismo de época”, con otro sector disponibilidad para ser absorbidos social que había sido expulsado de las por la derecha. Pero también es cierto dos dimensiones, de lo público y de que el 2001, al liberar la estructura de lo privado, y que sólo puede irrumpir una representación fallada dejando en la escena a costa de interrumpir el al descubierto un modo de organizar flujo, de inventar formas que fueron la sociedad, genera necesariamente efectivamente originales (como el formas de intervención y de participa- corte, el piquete); y que se encuentra, ción que escapan, o en algunos casos en esas jornadas insospechadas e insó- van más allá, de esa matriz cualunquista litas, con quien ha sido capturado, en o antipolítica que, quizás, haya sido la gran medida, por la ideología inti- dominante; produce un giro, un antes mista-privatizadora del sistema. Es un y un después. Hay una ruptura. Es contexto en el que, efectivamente, los un tiempo de dislocación donde no dos se miran con sorpresa, sabiendo

15 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

que esa relación dura un instante. nizador es relativa. Las asambleas Y efectivamente duró un instante y quieren funcionar, al principio, como se quebró una vez que se reinició el eso, y duran un rato, hasta que una paulatino proceso de recuperación de izquierda más o menos tradicionalista la vida económica argentina, cuando cree que puede operar sobre la asam- las clases medias volvieron a refugiarse blea bajo la lógica del soviet o de la en su lógica del prejuicio, en su retórica construcción modélica de una acción tradicional. Incluso produjeron una política de matriz popular. O hasta especie de borradura o de tachadura de que los propios “vecinos” se van reti- lo que había sido esa experiencia. rando de la escena asamblearia por el El 2001 también expresó el límite de descubrimiento de que la política, de lo que había sido, en otro contexto, la que siguen sospechando, lo invade una izquierda posible en Argentina todo. De todos modos, creo que sigue ligada a procesos de rebelión popular. siendo indispensable analizar, sin Si uno piensa, por ejemplo, en los prejuicios ni dogmatismos, lo original antecedentes históricos de puebladas, y lo descentrante de aquel giro de la el “Cordobazo”, “Viborazo”, historia argentina que redefinió, hacia “Rosariazo”, lo que habían sido las atrás y hacia adelante, el recorrido de experiencias de los 60 o 70, y piensa los imaginarios sociales y culturales. en lo que fue el 2001, las caracterís- Sin embargo y para seguir un poco más ticas son muy diferentes. Más allá de con tú pregunta, creo que allí hay un la valoración positiva o negativa. Me antes y un después y me parece que, parece que lo del 2001 está mucho en ese punto, la lectura retrospectiva más ligado a la anomia estructural a es diferente a la polémica que surgió la que lleva el modelo del liberal-capi- inmediatamente acontecido el suceso. talismo a la sociedad argentina. Está Las posiciones de Horacio (González), más ligado a la fractura social expo- de Nicolás (Casullo), o de Alejandro nencialmente desarrollada a lo largo (Kaufman); las entrevistas que hizo en de los años 90, a la fragmentación de ese momento María Moreno, o lo que múltiples subjetividades que caminan vos decías de Paolo Virno, expresaban en paralelo y sin reconocerse que a lo una manera de posicionarse frente que eran, todavía bajo la matriz de a algo que tenía un impacto muy lo político moderno, las rebeliones intenso. En algunos implicó la nece- populares de la Argentina de los 60 sidad de tomar un poco de distancia, y 70, donde el peso de lo político y de preguntarse qué estaba queriendo de lo ideológico, el enfrentamiento a decir eso en un sentido crítico, y para una lógica de poder, quedaba mucho otros fue como oxigenarse después más claro en función de la conducta de la travesía por el desierto de los de los actores que seguían recono- 90. Quizás allí hubo una sobrevalo- ciéndose en estructuras identitarias ración, en clave político-cultural, del sólidas. El 2001 opera más como acontecimiento que fue interpretado polisemia, como desestructuración, en términos de la construcción de un y se parece más a lo que podríamos nuevo sujeto colectivo capaz de unir llamar “estallidos anómicos posmo- distintas experiencias. Me parece que dernos”, cuya posibilidad de captura lo que no logra, justamente, el 2001 es por un discurso más o menos orga- lo que, en la concepción laclauniana

16 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

de la política –y de su famoso aunque LB: En ese sentido ¿vos ves que hay algo vago concepto de “significante algún tipo de presencia, compleja, vacío”–, remite a funciones de arti- paradojal del 2001 en lo que vivimos culación de demandas diversas en hoy? ¿Hay alguna huella? ¿Cómo se el interior de una misma propuesta la puede rastrear en un contexto tan transformadora de la realidad. Y diferente? eso es lo que no sucede en el 2001. Hubo inmediatamente una primera RF: En primer lugar, en la medida en estructura fantasmal que remitía a un que nos situamos en el discurso de la acuerdo posible entre sujetos sociales política, lo no dicho de la memoria absolutamente diversos, pero rápida- cotidiana, en cierto sentido, remite mente se pone de manifiesto que los al 2001; como si caminos son totalmente distintos, que fuera una marca El propio kirchnerismo no ha la gente se va por rutas que no van a de lo real en la dejado nunca de señalar los volver a encontrarse; más bien todo vida argentina. 90, el 2001 y el 2002, como lo contrario. Podríamos decir que, en Esto quiere decir ese tiempo del que emergimos, gran medida, el 2008 es la respuesta a que hay algo como ese lugar de la catástrofe esa imposibilidad, la exacerbación de allí no saldado, o del infierno del que se salió, la imposibilidad; como si los sectores persistente, que con lo que también allí hay medios se hubieran reconocido en sigue tocando una relación continua y, por el bautismo de lo popular del 2001 a los cuerpos, lo tanto, habría que pregun- y, horrorizados frente a ese mismo entendidos como tarse qué significa eso, porque bautismo, hubiesen dado el paso atrás cuerpos que la lectura que se suele hacer en necesario para arremeter contra esa sienten temor ese plano es sólo negativa. experiencia. Más allá de lo que pasó, el por la repetición, 2008 no es equivalente al 2001, porque pero también al discurso consciente o los actores ocupaban lugares diferentes. inconsciente de la política que, eso es Pero en la trama de lo que podría ser obvio, no es el mismo después de esa una especie de memoria de cada uno escisión de aguas. El propio kirchne- de esos actores, me parece que la clase rismo no ha dejado nunca de señalar media ahí quiere borrar rápidamente los 90, el 2001 y el 2002, como ese cualquier recuerdo que le retorne del tiempo del que emergimos, como ese 2001. Una manera de borrarlo fue lugar de la catástrofe o del infierno del darle rienda suelta a su identificación que se salió, con lo que también allí hay con el imaginario de “el campo” versus una relación continua y, por lo tanto, “los piqueteros”, la reivindicación de habría que preguntarse qué significa un bucolismo agrario enfrentado a las eso porque la lectura que se suele hacer turbiedades que emanan de los subur- en ese plano es sólo negativa. La lectura bios pobres de las grandes ciudades. de los años 90 está trabajada pura y El 2008, al menos en sus líneas prin- exclusivamente por la negatividad, en cipales, reintrodujo la gramática del todos los órdenes. Cosa que habría que prejuicio y del distanciamiento que, revisar, en algún momento, cuando por un instante demasiado fugaz, tomemos distancia; qué pasó en los había logrado aparentemente borrar el 90, si efectivamente más allá –o por insólito encuentro de la cacerola y el eso, justamente– de lo que podía ser piquete en diciembre de 2001. la hegemonía de un tardo-capitalismo

17 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

pospolítico y liberal, la sociedad, o las política. Había una suerte de divorcio sociedades de los 90 sólo pueden ser entre lo que podríamos llamar un pensadas desde un vacío o desde una debate crítico-cultural, que se reple- caída en el abismo o la insignificancia, gaba sobre determinadas zonas de ese como si sólo se tratara de una pobreza mundo cultural, o del campo cultural, espartana de ideas y hechos políticos. respecto a lo que podríamos llamar la Me parece que eso es una exageración; vida social y política, que parecía ir también allí hubo núcleos, no sólo de absolutamente por otro lado. Fue una resistencia, sino intentos de inven- década de escisiones, a diferencia de las ciones de otras perspectivas del pensa- décadas del 60 ó 70, que son décadas miento, de la acción, de la vida social. de entrecruzamientos, con toda la Si no, es muy fácil poner las cosas en la complejidad que implica todo entre- lógica del blanco y negro y ofrecer una cruzamiento, donde siempre hay algo visión absolutamente simplificada de que es dominante respecto a otra cosa. cualquier tiempo histórico. La Década En los 60-70, la dimensión político- Infame de los años 30 en Argentina, revolucionaria se devoraba cualquier considerada como tal y sin ningún otra instancia, y eso generó dogma- matiz, nos impide pensar la comple- tismos, estructuras cerradas, lecturas jidad y lo interesante de esa época. univalentes del mundo. Hay un discurso que suele ser arra- En algún punto, desde la crisis de los sador respecto al pasado, un discurso 80… porque los 90, en realidad, en que toma al pasado y lo reescribe pura Argentina, ya empiezan a ser gravitados y exclusivamente de acuerdo a sus desde los 80, comienzan a darse debates necesidades y a sus prejuicios. Pero filosófico-políticos de cierta envergadura eso lleva a una tachadura inmensa que daban vuelta el corpus de las tradi- que no te permite pensar mejor lo ciones políticas de las izquierdas o del que sucedió. Se trata, a veces, de una marxismo; recuperaban, a un ritmo suerte de “tierra arrasada” en la que veloz, lo que no se había podido hacer sólo es recogido aquello que sirve en la mitad de los 70 por la dictadura. para abonar el prejuicio con el que Hubo un reencuentro con los debates previamente se definió a una época de los 60-70, en el campo del poses- determinada. Hay, por supuesto, una tructuralismo, de la deconstrucción, de estructura dominante, hay un carácter las primeras lecturas críticas del legado de época, hay una percepción general, frankfurtiano, de la emergencia de los que es la que domina ese tiempo. Pero dispositivos posmodernos, del fin de la después están los núcleos de ruptura, política y de la supuesta extenuación los nudos problemáticos: se siguió de los relatos surgidos en el interior de pensando, escribiendo, resistiendo la modernidad: todo eso estaba plan- y soñando otros modos de ser que, teado desde los años 80 y en el marco, claro, no fueron los que determinaron también complejo y desafiante, de la el carácter de ese período. transición democrática y de la expe- Fue una época, la de los 90, por ejemplo riencia del alfonsinismo. Los años 90, en el campo cultural, de revistas, de materializan, en términos sistémicos, lo algún tipo de debate, pese a que los que es el agotamiento de una tradición. debates en general no podían encontrar Nicolás (Casullo) reflexiona acerca de o no se lo planteaban el camino de la “la muerte de la revolución”. Estamos

18 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

discutiendo lo que los 80 habían desple- europea para poder pensarla no sola- gado como un debate clave: el fin de los mente en su triunfo, sino en su exte- grandes relatos, la crisis de la moder- nuación y de qué modo algo había nidad, la puesta en cuestión de las tradi- golpeado nuestra propia percepción. ciones emancipatorias, el derrumbe Incluso recuerdo que al final de los 90, de las concepciones igualitaristas, y la en el caso de Confines, decidimos girar sensación de entrar en los años 90 bajo hacia “lo argentino”. Ahí preparamos la condición de ser custodios de saberes un número, que es el número del final anacrónicos. Éste me parece que es un de la década, donde planteamos, por punto central. Refugiarte en ciertos decirlo de alguna manera, una despe- ámbitos que te permitiesen pensar la dida de Europa. Europa, en sus tradi- realidad desde una distancia que tenía ciones, nos dio aquello que nos tenía que ver también con la imposibilidad que dar (en su tensión, en sus contra- de tener alguna incidencia sobre eso dicciones, en su dialéctica); ya no tiene que estaba sucediendo. Lo político, y su nada nuevo que decirnos, su deca- dimensión práctica, también fue crítica- dencia nos resultaba más que evidente mente revisado, señalando sus carencias y era patente en sus supuestos expo- y la intemperie que parecía dominar nentes progresistas que habían renun- una escena del capitalismo, fuerte- ciado a cualquier crítica seria y política mente dominada por la idea de la pos- del capitalismo fin de siglo. Eso de historia, la pospolítica y la ampliación algún modo anticipa lo que para todos exponencial de la “sociedad del espec- nosotros iba a ser el impacto del 2001 táculo” bajo predominio generalizado y ni hablar, después de la re-politiza- de los lenguajes telemáticos. Tiempo ción, el 2003. En realidad –y estaba de fragmentación social y de ruptura de pensando en esta novela que ahora las identidades, época desértica para los se publicó de Nicolás (Orificio)–, yo ideales emancipatorios. Refugiarse en la me acuerdo cuando él la estaba escri- crítica de la cultura fue, sin dudas, una biendo a principios de los 90, era la de las posibilidades en un tiempo fuer- novela del fin de un mundo. Es una temente crepuscular. novela que trata de una Buenos Aires Para algunos esto implicó ir hacia la fantasmagórica, en el 2117; Buenos genealogía de “lo argentino”, tratar Aires partida en tribus, en barrios, de pensar cómo había sido nuestra absolutamente alucinada, violenta, travesía como nación –pienso en mesiánica, desesperanzada, quebrada. Horacio (González) y El ojo mocho. Bueno, el principio de la década de los Para otros –pienso en el grupo 90, en términos de lectura de quienes que conformamos alrededor de la tenían una biografía político-intelec- revista Confines con Nicolás Casullo, tual, era la entrada a otro escenario de Alejandro Kaufman, Matías Bruera la vida, de la historia, y por lo tanto y algunos otros amigos– significó había que hacerse cargo de eso. Refu- meternos e indagar en la genealogía de giarse en saberes anacrónicos cons- la modernidad, de sus claroscuros, de tituyó, para algunos de nosotros, un sus tradiciones crítico-negativas (desde modo de resistir la asfixia dominante, la tradición romántica hasta la escuela de guarecernos de la tormenta huraca- de Frankfurt y el pensamiento benja- nada que parecía llevarse lo mejor de miniano). Meternos con la herencia aquellas tradiciones emancipatorias

19 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

convirtiéndolas en piezas de museo. Yo lo siento muchas veces en conver- Dominó una visión trágico-negativa de saciones con Horacio (González) o con la experiencia moderna y un profundo María Pia (López). No es la misma la escepticismo respecto a la continuidad, lectura que hacemos del, incluso con al menos en nuestro tiempo real e sus claroscuros, kirchnerismo, en histórico, de los ideales igualitaristas. función también de cómo leímos en La revolución, escribiría Casullo, su momento el 2001. había quedado a nuestras espaldas. Me parece que hay un tema no sólo en ¿Sigue todavía allí? ¿Se ha metamor- relación a la relevancia que se le pudo foseado en las nuevas experiencias haber dado, sino al tipo de experiencia políticas sudamericanas? Tal vez… que realmente se puso en juego ahí, La salida de los 90 tuvo primero un o contra qué se construyó supuesta- rasgo que yo diría de esperanza. Para mente esa experiencia. algunos fue como un golpe de ilusión volver a reencontrarse con moviliza- LB: En tu libro El litigio por la ción, con asambleas, con un espíritu democracia, aparece una tensión insurreccionalista o algo por el estilo. entre esta idea de que el 2003 –a En otros, digamos más precavidos o partir de la “anomalía kirchnerista”, más impactados por este tiempo de como la llamás– significa recuperar fragmentación y de deshechos que nos los legados históricos y lo que vos habían dejado los años 90, la reacción advertís como un problema ligado a frente al 2001 esto que decías recientemente sobre Estos años habilitaron o permi- fue: “a ver, de el agotamiento de ciertas tradi- tieron abrir la posibilidad de qué viene esto, ciones. ¿Cómo es esa tensión entre retomar un diálogo trunco de qué se trata, a esa recuperación y la extenuación de con tradiciones que parecían dónde va, cuáles esas tradiciones a las que se apela? agotadas, o que habían entrado son sus caren- –así parecía en aquellos días– cias, qué mentira RF: Para mí estos años me permitieron en su tiempo crepuscular casi hay acá, qué revisar una cantidad de cosas y expe- definitivo. Tradiciones nacio- ficción estamos rimentar, en la escena de la realidad nales, populares y de izquierda c o m p r a n d o ” . social-política y en el debate cultural, que se asemejaban más a espec- Entonces creo lo que antes era un discurso más teórico tros que a fuerzas vitales e inter- que ese debate, o plegado sobre un ámbito menos pelantes; otra lectura incluso se me parece, no público en el sentido de su repercu- abrió entre nosotros de lo que lo salda pero sión tanto política como mediática. podríamos llamar la época del lo resignifica el Cada época redefine su relación con el “nihilismo consumado”. kirchnerismo. pasado. Y en función de lo que cada No lo salda en el época atraviese, nos encontramos con sentido de que yo percibo que había la posibilidad o no de iluminar o hacer conversaciones absolutamente fraternas visibles escenas previas. La relación que podemos tener entre nosotros, con lo previo o con esas escenas, tiene en que efectivamente el modo en que ver decisivamente con lo que esté que leíste el 2001 hace también a las pasando en el presente, con aquello pequeñas disidencias respecto a cómo que el presente pueda hacer visible o interpretamos el presente, e incluso simplemente ignorar. La década de los cómo interpretamos el kirchnerismo. 90, de alguna manera, hacía invisible

20 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

un mundo de tradiciones anacrónicas posibilidad de construir puentes entre que marchaban a contrapelo del espí- un pasado atravesado por la metáfora ritu reinante. Invisible no en el sentido de la revolución, por la emergencia de de que no pudiera haber historiadores sujetos colectivos bajo la impronta de o filósofos de la cultura, o quienes la gramática de la igualdad y la eman- fueran que se dedicaran a indagar, a cipación, con una época fragmentada, estudiar, y a convertir en mercancía individualista, insustancial y encap- académica una época. Pero sí invisi- sulada por los lenguajes todopode- bles, en términos de lo que benjami- rosos de la industria del espectáculo nianamente podríamos definir como y la cultura que, incluso, absorbía sin interpelación, como actualidad, como dificultades al propio pensamiento insistencia del pasado en el presente, crítico. Porque y el modo como el presente se recon- esto también Muy de vez en cuando la figura a sí mismo atravesado por ese hay que seña- distancia se diluye y la actua- “salto de tigre” que se da entre épocas larlo: la época lización del pasado redefine distantes no sólo temporalmente de los 80-90 las condiciones, a la vez, del sino en su capacidad para iluminarse avanza sobre la presente y de lo acontecido. mutuamente. Muy de vez en cuando insustancialidad Creo que hoy estamos atra- la distancia se diluye y la actualización y la convierte vesando una época que nos del pasado redefine las condiciones, a en materia de permitió y nos permite leernos la vez, del presente y de lo acontecido. reflexión filosó- de otro modo reinterpretando Creo que hoy estamos atravesando una fica. El dominio ese ayer que parecía clausu- época que nos permitió y nos permite de la forma como rado. Intensas son las épocas leernos de otro modo reinterpre- única plenitud que no pueden pensarse a sí tando ese ayer que parecía clausurado. posible, una este- mismas con ausencia de los Intensas son las épocas que no pueden tización genera- hilos de la memoria. pensarse a sí mismas con ausencia de lizada de la vida, los hilos de la memoria. de los discursos, de las experiencias, Entonces, en un punto, me parece reconfiguran la relación con el pasado que estos años habilitaron o permi- y, junto con eso, una radical cultura- tieron abrir la posibilidad de retomar lización de la vida política cada vez un diálogo trunco con tradiciones más dominada por los lenguajes de la que parecían agotadas, o que habían publicidad y el marketing que trans- entrado, así parecía en aquellos días, en forman al ágora y a la multitud en su tiempo crepuscular casi definitivo. restos arqueológicos que poco y nada Tradiciones nacionales, populares y tienen que ver con la nueva escena de izquierda que se asemejaban más a capturada por la artificialidad, la esce- espectros que a fuerzas vitales e inter- nografía mediática y la ficcionalización pelantes; otra lectura incluso se abrió de la realidad. entre nosotros de lo que podríamos Diversas cristalizaciones del cinismo llamar la época del “nihilismo consu- se hicieron presentes en el campo mado”. Los 90 eran la época del cultural. Se vacía la idea de “materiali- ‘nihilismo consumado’ en términos dades sociales e históricas” para entrar políticos: época pospolítica, que al ser de lleno en un juego de candilejas en el una época nihilista, también reconfigu- que predomina la forma evanescente y raba la relación con el pasado. No había la reducción de la realidad a pura narra-

21 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

tividad. Ya no hay nada que pueda ser habían sido claves en el período domi- portador de ese nombre en el que los nado por la revolución y el anticapita- cuerpos y las biografías se inscribían lismo, por decirlo de alguna manera. Y en lo real histórico. Me parece que lo quedó el tiempo democrático, tiempo que comienza a suceder en Argentina de lo políticamente correcto, tiempo desde el 2003, y particularmente desde de la naturalización de la democracia el 2008, es que se abre un diálogo de como un valor que se volvía casi otro tipo con esas tradiciones que absoluto y al que no podíamos cues- habían sido relegadas y hasta invisibili- tionar ni interpelar sin antes afirmar zadas en los 80-90 y que nos permiten, su sacralidad. Y eso fue paralizante en una vez que las recogemos con espí- muchos aspectos, porque perdimos la ritu crítico y no litúrgico, reflexionar posibilidad de meternos adentro de un mejor y desde un lugar más denso y proceso de nuevas características, que complejo la democracia. Éste es otro terminaría produciendo una contra- tema que a mí me parece muy cauda- dicción trágica en la vida social, polí- loso y significativo. El final de la dicta- tico-cultural latinoamericana. Ya que dura y los 80 fueron los años del debate en el momento de reconstrucción de sobre lo democrático; en un contexto las democracias en nuestro continente, de deslumbramiento de una tradición en ese mismo momento histórico, es ausentada y, de repente, mitologizada en el que se va a producir la catástrofe que venía a desplazar radicalismos y social más importante de América anticapitalismos de distinto tipo que Latina desde los procesos de la Inde- se ofrecían como piezas vetustas ante pendencia en adelante: el continente el dinamismo de lo democrático. nunca fue más desigual que a partir Quedamos cegados ante el esplendor de los años 80 y 90. Entonces ahí hay y resplandor de lo democrático que un rasgo fenomenal para ser pensado habilitó una crítica furiosa, radical, que tenía como ejes una recuperación respecto a las tradiciones de la revo- democrática intensa, una vida pública lución. Y ahí avanzó fuertemente un democrática, el estado de derecho, la espíritu progresista, social-democrá- sensación de que las dictaduras se reti- tico, formalista, que al mismo tiempo raban para no volver, no sé si nunca que se expandía caudalosamente más, pero al menos por una larguísima era proporcional, en el sentido de lo época de la historia, la sorpresa en el contrario, a la retirada de la cuestión interior de un continente siempre social, de la cuestión de las materiali- atravesado por golpismos que, de dades y de los cuerpos en disputa, y repente, se democratizaba. Y en el lo que podríamos llamar “la lógica del mismo momento en que eso sucede, conflicto”. Avanzamos por el interior se constituye y se despliega con mucha de la democracia de los 80, diluyendo potencia un modelo de transformación la idea de la conflictividad, dejando sin económico-social, estructural, de la interrogar a la propia estructura del vida latinoamericana que nos lleva a lo capitalismo y abandonando la posi- que en Argentina sería el estallido del bilidad de pensar en actores o clases 2001. Pero básicamente, esto sucedía sociales en disputa; es decir, fuimos como si se hubiera producido una dejando en el camino núcleos de estructura esquizofrénica, una escisión nuestra representación del mundo que en el espacio continental a la que no

22 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

se la podía o quería pensar en su real Furet, al final de los 70, planteó la magnitud. Avanzada y progresista en crítica de la Revolución Francesa, y términos formal-democráticos, regre- lo hizo obviamente bajo un espíritu siva y brutal en términos económico- absolutamente liberal, para muchos sociales. No podíamos ver todavía lo esa fue una crítica valiosa. Pero lo que que estaba sucediendo también en el esa crítica venía a plasmar con especial interior de las democracias occiden- virulencia era el fin de toda posibilidad tales: el prolongado camino, algo más cauteloso, de la desarticulación de los estados de bienestar de las economías desarrolladas, y la responsabilidad absolutamente funcional a ese reco- rrido que tuvieron, desde comienzo de la década del ochenta, los partidos social-demócratas europeos. Me parece que ahí había una impo- sibilidad de ver ciertas cosas, porque uno puede ver efectivamente lo que el propio tiempo histórico le permite ver. Ahí podemos leer con mucha atención de nuevo a Marx. Una sociedad no se plantea problemas que no puede resolver, por decirlo en clave del autor de El capital, pero tampoco ve aquello que históricamente no está en condiciones de ver; salvo cuando se producen rupturas, fisuras, algo se rompe en la monotonía discursiva que domina la época y se abren perspec- tivas de otro tipo. Yo creo que eso es lo que, en lo personal, más me impactó de lo que se inició en el 2003. Nos posicionó, o nos reposicionó, permi- tiéndonos comenzar a ver lo que no estábamos viendo de lo social, de lo histórico argentino también, de lo lati- noamericano, del propio capitalismo. Incluso también nos permitió pensar la historia y la dialéctica de la revo- lución cuestionando no sólo el para- de pensar sujetos social-colectivos digma jacobino-leninista sino también como autores de su propia historia en el democrático liberal que buscaba términos de rebelión. Era una suerte erguirse en la resolución positiva de de tachadura brutal de la experiencia la historia. Porque hubo fascinaciones de la revolución y, sobre todo, de los que irradiaron sobre el pensamiento sujetos popular-colectivos, que eran crítico en los 80-90. Cuando François interpretados como necesarios porta-

23 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

dores del mal y como articuladores de leer a Foucault desde un lugar distinto una barbarie siempre en acecho de la a como lo leíamos en los 80. ¿Por qué democracia y las libertades públicas. a tipos como Tomás Abraham, por Si había habido un mal, una genea- ejemplo, no les interesa preguntarse logía del mal en la modernidad, esa qué fascinación le produjo a Foucault genealogía tenía, según Furet y sus la Revolución Iraní o por qué nunca se apologistas, su punto de partida en hubiera sentido interpelado y a gusto las democracias aluvionales de matriz con un progresismo lavado? Foucault rousseanianas, en el jacobinismo que queda fascinado por Jomeini, porque lleva al Comité de Salud Pública y al está viendo algo ahí. Foucault, como terror y, a partir de allí, toda la era de Sartre, como creo que también la revolución quedaba capturada por Derrida, guardaron siempre un el “mal” desplegado por esas masas rechazo al capitalismo como sistema. que a su vez quedan reducidas a masa Es decir, hay un anticapitalismo en de operaciones de los fanatismos tota- última instancia en su reflexión, en litarios que le darían su terrible fiso- su sensibilidad, que la mayor parte nomía al siglo de los intelectuales progresistas de los Hoy estamos en una situa- veinte. Demo- 80-90 perdieron. Y esto se ve hoy de ción en la que ni regresamos cracia y totalita- vuelta sobre la escena. Si vos perdés la al tiempo inmaculado de los rismo comienzan sensibilidad anticapitalista no es que grandes relatos, ni aceptamos a hacerse inter- te volvés reformista; un reformista el discurso pospolítico del cambiables, salvo puede seguir siendo un anticapitalista. progresismo intelectual de bajo la condición Es más, yo creo que hay ciertas formas los años 80-90. Volvemos a de que la demo- que asume a veces históricamente el meternos en una escena más cracia se vuelva reformismo en las que es más virulen- embarrada, más compleja, una república tamente anticapitalista, en el sentido donde hay resabios de esa liberal. Eso fue de los intereses que toca, que una otra historia, de esa otra expe- muy fuerte, fue retórica de la revolución. Pero parece riencia de lo moderno social- mucho más sutil que muchos intelectuales –como en la político y filosófico, bajo de lo que lo estoy metáfora aquella de tirar al bebé junto condiciones de épocas como planteando, se con el agua podrida–, cuando salen de esta que desafían la interpre- juntó con la crisis su matriz de izquierda, de la época de tación y que también habi- del marxismo, la revolución, la salida es con paquete litan nuevas materialidades, con la puesta completo. Es decir, el capitalismo nuevas maneras en las que se en cuestión de es inexorable, no es tan malo como presentan los cuerpos sociales la idea de poder creíamos si se puede controlar, no en en la escena histórico-política. bajo la concep- términos estatales, porque también el ción foucaultiana Estado estaba derrotado como instru- en los años 80, rasgos e interven- mento de intervención, pero sí bajo la ciones político-filosóficos muy inte- lógica de los flujos, de las diversidades, resantes que mirados desde otro lugar la multiplicidad, lo multicultural, las te permiten descubrir lo complejo y polisemias y las poligamias de todo también lo superfluo o lo problemá- tipo; bajo la impronta del politeísmo tico. Hoy podemos leer a Derrida de de época. Eso implicaba que, por una manera distinta de como segura- supuesto, ya no había posibilidad de mente lo leíamos en los 80, o podemos pensar en el otro, salvo bajo la forma

24 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

del altruismo y la filantropía. Ahí hay RF: Los 80 todavía estuvieron atrave- también un cierto “levinacianismo sados por la tensión entre el intimismo cristianófilo” que transforma al otro, al de la dictadura y el salir a lo público rostro del otro, en una visión piadosa de los primeros años democráticos. cristiana y pospolítica. Pero lo cierto es Termina ganando la batalla el inti- que ya no hay mundo popular. Salvo mismo bajo la forma de la privatiza- bajo la forma de la enajenación, bajo ción neoliberal y la enorme desilusión la forma de la sociedad homogénea que el fracaso del alfonsinismo dejó en de masas, sólo y exclusivamente. Ya un generación joven que había apos- no hay posibilidad de pensar que ahí tado fuertemente por la democracia haya rebeliones, rechazos, resistencias, como un sistema transformador de la o sólo como experiencia de lo frag- vida. El kirchnerismo abre de nuevo mentado. Los 80 fueron la época de la tensión entre ese intimismo, ese los nuevos movimientos sociales. El repliegue sobre la vida privada, un mundo de la sociología se financió cuentapropismo moral que domina la proyectando como objeto de estudio escena de época, y la lógica, un poco los nuevos movimientos sociales. Que a lo Zygmunt Bauman, del híper fueron también contemporáneos con individualismo fluido, líquido, liviano varias muertes anunciadas: la muerte y “lipovetskyano”. Pero, al mismo de la historia, del sujeto, de las ideolo- tiempo, también se abre nuevamente gías, de las clases sociales. la dimensión de lo público, aunque Hoy estamos en una situación en la que por supuesto, bajo la forma condi- ni regresamos al tiempo inmaculado cionada, limitada, o contradictoria de los grandes relatos, ni aceptamos de la repolitización, o de la visibilidad el discurso pospolítico del progre- social de quien estaba afuera de toda sismo intelectual de los años 80-90. visibilidad. Quiero decir, hoy hay una Volvemos a meternos en una escena escena en Argentina donde vos podés más embarrada, más compleja, donde ver sectores medios y sectores populares hay resabios de esa otra historia, de esa atrapados absolutamente en lo que otra experiencia de lo moderno social- podríamos llamar la “máquina consu- político y filosófico, bajo condiciones mista”, pero también ves reconstruc- de épocas como esta que desafían la ciones de nuevo tipo de experiencias interpretación y que también habilitan sociales: importantes, significativas, nuevas materialidades, nuevas maneras que incluyen también debate polí- en las que se presentan los cuerpos tico. Por ejemplo, puede pensarse una sociales en la escena histórico-política. repolitización que ocurre en una zona apartada de la selva misionera, donde LB: ¿No puede pensarse que hay una comunidad campesina se organiza una extraña paradoja, a partir del y se vincula con la Subsecretaría de surgimiento del kirchnerismo, entre Agricultura Familiar, y ahí se produce una hiperpolitización del discurso una relación entre nuevos derechos y y, a la vez, un “retorno” a esas vidas construcción política, que no deja de privadas noventistas que vos descri- ser sorprendente. Desde ahí, hasta la bías; esa intimidad del consumo y de emergencia en sectores juveniles de la vida privada, del abandono de la fenómenos de politización y de vastos escena pública, etcétera? mundos sociales que están interpe-

25 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

lados o se sienten de algún modo sobre todo yo diría, a partir del 2008. convocados como parte de un proceso Es decir, el conflicto con la Mesa de de repolitización social. Enlace, y con lo que va a ser después Entonces, yo diría que la tensión la retórica de los medios de comu- existe, porque me parece que ésta es nicación, es un antes y un después también la lógica del capitalismo en respecto a este fenómeno de reemer- su forma contemporánea. El avance gencia de lo público como lugar de del intimismo, de la privatización, conflicto en el interior de nuestra junto con el consumo, junto con la sociedad. Entonces, ahí me parece lógica especular del individuo que que hay un giro que estaba anunciado sólo ve su imagen reflejada en una previamente pero que no terminaba realidad que siempre es autorreferen- de cristalizar como discurso y como cial. Es decir, el sujeto vive en una experiencia. Porque el primer kirch- habitación forrada de espejos donde nerismo, el que va desde el discurso lo único que ve es su propia imagen, inaugural de Néstor hasta el 11 de que a su vez es equivalente a millones marzo de 2008, no logra –salvo en de imágenes de otros sujetos que son un pequeño grupo, en el que muchos iguales a la imagen que él ve, pero cree volvían a recuperar en parte su que su vida es esa vida que no es ni biografía de los 70– a nivel social una siquiera autorreflexiva, en la medida interpelación profunda. Hasta que en que el sujeto no se pregunta sobre se desata un conflicto que hecha luz su propia travesía; en realidad es una sobre la vida social argentina, tanto autorreflexión sin reflexión y, como del presente como del pasado. A partir señala Giorgio Agamben en Historia de allí, el kirchnerismo encuentra su e infancia, sin “experiencia propia”. propia gramática –de alguna manera Pero también hay un soporte de la la estaba buscando y no terminaba de vida social y material que comienza encontrarla, aunque dio algunos pasos a moverse, cuestionando y provo- como para definir por dónde se la cando que el dominio más genérico podía encontrar: derechos humanos, de lo intimista privatizador comience construcción de un proyecto latino- a resquebrajarse y se abran otras pers- americano, etcétera. Si pensamos en pectivas y otras dimensiones. En términos de la gestación de algo que algún sentido, y bajo otras caracterís- metaboliza como experiencia política ticas, es lo que está pasando también de un nuevo tipo, eso hay que ir a en muchas sociedades de otras partes buscarlo sobre todo al 2008. del mundo, tanto en las rebeliones Por eso, te decía, la pregunta que vos árabes, que tienen rasgos muy propios me hacés ha girado dramáticamente y difíciles de homologar con los nues- respecto a los 90; de la misma manera tros, como lo que puede ser el fenó- que los 90 implicaron una resolución meno de los “indignados” en Europa. de lo que estaba en tensión en los 80. Estamos llegando quizás, no lo sé, Actualmente, me parece, estamos en un sino al colapso de la época intimista momento en el que vuelve esa tensión; neoliberal, al menos, al tiempo del hay momentos en los que uno tiene la fin de su hegemonía absoluta que está expectativa o el pequeño optimismo quedando a nuestras espaldas. Y creo de que en la tensión gane una recons- que en Argentina eso es muy evidente, trucción de lo público, pero en otros

26 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

momentos aparece la oleada brutal, contrapelo, tener algo de anacrónico, nuevamente de esa suerte de intimismo salirse de lo establecido. Pienso, con agusanado o vaciado, que cada tanto la su tensión, que es precisamente lo que sociedad argentina nos recuerda que lo ha suscitado el kirchnerismo. Es decir, tiene siempre a flor de piel. ha desmontado lo que parecía ya un montaje acabado. LB: Escribiste hace poco que el Ha perturbado el El kirchnerismo, más allá de kirchnerismo volvía a reponer modo en el que los sus logros o más allá de sus la idea de “maldición cookista” actores del poder propios límites, vino a inte- sobre el peronismo restituyéndole en Argentina rrumpir una monotonía en su carácter maldito. Y en Cooke, solían presen- Argentina, una repetición. podría interpretarse, aparecía la tarse y sostener Desde el 76, y salvando alguna advertencia de que la maldición del sus hegemonías. pequeña interferencia, hay peronismo consistía en que era al Ha tocado e una repetición que es el final mismo tiempo posibilidad y obstá- incomodado, ha de toda posibilidad de trans- culo. ¿Cómo ves hoy esta tensión problematizado, formar la sociedad en un respecto al peronismo? ha reabierto las sentido más equitativo. Una retóricas de la repetición que transforma en RF: Esa es una frase que uno siempre violencia verbal, modelos arqueológicos a las tiene a mano (“El peronismo el hecho del prejuicio, tradiciones populares emanci- maldito del país burgués”). El peligro incluso del odio. patorias, produciendo la sensa- de las frases que tienen una resonancia Cuando eso se ción de una época cumplida. inmensa y una potencialidad herme- suscita de nuevo néutico-talmúdica inagotable es que es porque hay algo maldito en tu acción; podés decir cualquier cosa con esa frase. hay algo que no puede ser procesado, Esa frase de Cooke es tremenda porque pues todos los discursos o las prácticas abre y problematiza ese extraordinario políticas previas habían sido procesadas enigma que se llama “el peronismo”. por el sistema. Tanto expulsándolos Insisto, una cosa es esa frase leída en sin pena ni gloria, y lanzándolos a una los años 60, o por la generación del decadencia terminal, como el radica- 70. Otra cosa es esa frase leída en los lismo, o bien capturándolos bajo la años 90. En los años 90, uno hubiera condición de que sean funcionales a esbozado una sonrisa irónica frente las necesidades del sistema. Me parece a ella, o le hubiera dado la interpre- que allí, el kirchnerismo, más allá de sus tación de ese doblez que tenía en el logros o más allá de sus propios límites, propio Cooke. Se podría haber dicho vino a interrumpir una monotonía en en los 90: “sí, ahora el hecho maldito Argentina, una repetición. Desde el es precisamente la capacidad de invertir 76, y salvando alguna pequeña inter- todas sus premisas originarias para ferencia, hay una repetición que es el acomodarse como generador de este final de toda posibilidad de transformar giro neoliberal de la historia argentina”. la sociedad en un sentido más equita- Dicho esto, me parece que el modo en tivo. Una repetición que transforma en que yo lo quise tomar fue para pensar modelos arqueológicos a las tradiciones que la palabra “maldito” está vinculada populares emancipatorias, produciendo a la idea de “subvertir”; tocar lo que no la sensación de una época cumplida. se toca, incomodar, desacomodar, ir a Me parece que eso es lo que el kirch-

27 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

nerismo viene a perturbar. Es como estructuras sistémicas. Cuando vos abrir, así como se volvieron a abrir los introducís el concepto de proyecto, expedientes de los juicios, de nuevo el estás pensando en una apertura. Me expediente de la historia no resuelta en parece que el kirchnerismo juega en Argentina. Éste es un punto decisivo. Y esa tensión, va hacia un capitalismo, si vos lograste eso, para el contexto en el como muchas veces ha dicho Cristina, que estamos situados, eso es fenomenal, que tiende a reponer el imaginario de tanto como desafío y como potencia- la mitad del PBI para los trabajadores, lidad, independientemente de la idea restituyendo la capacidad del Estado de cada quién hacia dónde hay que ir. para intervenir allí donde el mercado El kirchnerismo tiene un plus que no puede hacerlo, una suerte de capi- opera incluso más allá de lo que el talismo “serio” de bienestar. Sabemos propio kirchnerismo imaginó que que, por su propia dinámica y su venía a hacer. Pone en movimiento propia lógica, esta concepción genera fuerzas que comienzan a hacer su tensiones, contradicciones y habilita propio trabajo. Te doy un ejemplo para demandas que no están en cuestión en que se entienda esto: la ley de tierras, el modelo neoliberal. Pero una vez que que está circunscripta al problema de esa figura del capitalismo más inclu- la extranjerización. Una vez que vos sivo las habilita, lo que venga a suceder introducís el debate público de la ley ya es de otro orden. Por eso a veces, de tierras, en el que participan distintos lo que en otro contexto llamábamos actores, estás creando una dinámica reformismo, puede habilitar aquello cuyo proceso y culminación no puede que permanece sellado. Yo creo que ser artificialmente definida por quien si el kirchnerismo tiene un mérito es inicia el debate. Sino que van a ir que rompió el sello. Y romper el sello generándose otras discusiones, desde es como abrir la caja de Pandora. No la problemática de la concentración de sabés muy bien qué es lo que va a salir, la tierra, ya no en manos extranjeras pensando que no salen sólo los males, sino en manos de argentinos de varias pueden salir muchas cosas. Ése es un generaciones, hasta la problemática poco el punto. Y ahí estaría la tensión del monocultivo o la sojización, o la y la dialéctica en el interior de la propia conservación medioambiental y la apropiación del peronismo, incluso expulsión de campesinos. Cuando se por parte del kirchnerismo. El kirchne- elabora un proyecto de esa natura- rismo viene del peronismo pero tiene leza, sus consecuencias se le escapan algo de outsider del peronismo. De la a quien delineó ese primer esbozo. misma manera que el peronismo de los Yo tiendo a ver que el kirchnerismo 70 era peronista y al mismo tiempo era es una tensión entre un modelo y un outsider del peronismo clásico, porque proyecto. La palabra modelo perte- le insuflaba al peronismo otras tradi- nece más a una época dominada por ciones y lo colocaba en una tensión la matriz economicista. Un modelo que el propio peronismo nunca había frente a otro modelo. Un modelo de tenido de esa manera. Me parece que mayor intervención estatal frente a un el kirchnerismo rescata al peronismo; modelo privatizador mercadolátrico. lo rescata de su tramo prostibulario de Pero siempre en la trama interna del los 90, y en ese rescate, por supuesto, al capitalismo. El modelo no discute las barco que viene a rescatar se sube gran

28 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

parte de los impresentables. Y también puede interpretarse la época con los vuelve a subirse, entre tanto viajero, esa criterios de Rancière para explicar el zona oscura, opaca del peronismo que carácter de reposición de las lógicas persiste en el interior de este proceso político-institucionales? histórico y que siempre ha jugado en contraste con su dimensión popular, RF: Yo creo que ahí vale la pena hacer con ese notable núcleo emancipatorio la diferencia que lo ha colocado en el lugar que entre la expe- Me parece que en estas expe- ocupa dentro de la vida de las clases riencia francesa riencias que se están dando trabajadoras. Pero a su vez, como y europea y, en en América Latina, particu- el kirchnerismo no es estrictamente este caso, la expe- larmente ahora en Argentina, ese peronismo, aunque lo incorpora, riencia argen- estamos en un momento de también está generando un núcleo tina. Lo que en reparación, de reconstrucción de crisis, en el mejor de los sentidos Europa, o en el de estructuras social-culturales del término, en el interior del imagi- capitalismo desa- profundamente dañadas. En ese nario peronista. Creo que hay algo rrollado, con esa marco, la cuestión de lo demo- distinto que todavía sigue insistiendo matriz estruc- crático-estatal opera como una en mostrarse con ropas antiguas. Tal tural de lo que potenciación de los sujetos vez todavía necesitemos tener mayor incluso Rancière sociales capaces de avanzar y distancia para comprender mejor la describe como la profundizar políticas más igua- novedad de la cual es portador el kirch- parte policial de litarias, no como un freno. nerismo. En algún lugar he escrito que la política –no la quizás nuestro 17 de octubre aconteció parte de lo político de la política–, lo ese miércoles de censo en el que murió que se ve es el límite o la resistencia; Néstor y se despertaron tantas cosas. el bloqueo que el sistema le hace a una política emancipatoria. Y esto LB: Te quería preguntar algo respecto tiene que ver con la propia estruc- al carácter reformista que se suele tura democrático-liberal, con el refor- atribuir al gobierno y en referencia a mismo estatal bienestarista (ahora, la idea de “retorno a la política”. En en medio de la crisis, habría que ver tu libro evocás a Rancière para pensar cómo se sostienen análisis como los de este retorno que supone también Rancière allí donde aceleradamente se la vuelta del Estado. Sin embargo, está desmontando el Estado de bien- Rancière plantea que toda la idea estar y la derecha neoliberal, con la sobre la que se sostiene la reaparición complicidad de la socialdemocracia, del Estado, esto es, la reactivación de está redefiniendo la vida de esas socie- la institucionalidad, con sus conte- dades). Me parece que en el caso de nidos pedagógicos y jerárquicos, América Latina, la circunstancia es muy no se corresponde con la emanci- otra. Allí, ese reformismo bienestarista, pación, sino con la profundización o esa estructura a la que Rancière hace de la lógica antigualitaria. Rancière la crítica, ha estado siempre en entre- propone la igualdad como premisa y dicho. En cierto contexto histórico, lo no como un futuro a conquistar, un que en otra época llamábamos refor- punto de llegada, tal y como aparece mismo, volviendo a lo que conversá- en el imaginario del progresismo bamos hace un rato, opera como lo y el reformismo. ¿En qué sentido imposible, como lo a contrapelo del

29 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

sistema: es aquello que le hace más como no podía ser de otro modo, la daño al sistema tal cual está estructu- cuestión del Estado y de su relación rado, mucho más que una retórica de con los sectores populares en confron- un autonomismo revolucionario que tación con la lógica desestatalizante no encuentra potencialidad de reali- del neoliberalismo. Creo que ahí hay zación, salvo en la retórica de grupos que saber pararse en la especificidad, cerrados sobre sí mismos. Me parece en lo propio de experiencias históricas que en estas experiencias que se están que no son exactamente intercambia- dando en América Latina, particular- bles. Creo que ahí está la diferencia. mente ahora en Argentina, estamos A mí me interesaba Rancière sobre en un momento de reparación, de todo allí donde plantea la cuestión del reconstrucción de estructuras social- conflicto, del litigio, de lo no resuelto, culturales profundamente dañadas. de los límites de la política transfor- En ese marco, la cuestión de lo demo- mada en administración, la dimensión crático-estatal opera como una poten- policial de la política, el gerencia- ciación de los sujetos sociales capaces miento como núcleo fundamental de de avanzar y profundizar políticas capitalismo pospolítico. Todo eso me más igualitarias, no como un freno. parece que es muy valioso para pensar Me parece que en el caso de la lectura lo que también está a la orden del día rancièriana, hay que pensarla en el en nuestra sociedad, e incluso, por qué interior de esas experiencias democrá- no, en el interior de un gobierno como tico-bienestaristas propias de Europa a este. En este gobierno hay tenden- partir de la posguerra. Entonces, en él, cias pospolíticas de gerenciamiento, hay una suerte de lógica del repudio, de gestión eficaz, de tecnologismos del rechazo, de la neodesarrollistas; por supuesto que El kirchnerismo nos exige que crítica a aquello están. Lo que pasa es que eso viene seamos bastante más eclécticos, que nosotros, acompañado por aquello otro que que sospechemos de los anda- sin perder de está permanentemente inquietando, miajes que logran establecer vista los límites sacudiendo el espinel y repolitizando lo claro y distinto de matriz de lo que es la a una sociedad ausentada de política y, cartesiana para interpretar propia función también, de Estado. Entonces, lo que la política. Hay suciedad, del Estado, la puede ser algo intrínseco a la lógica digamos. Pero suciedad en propia lógica del capitalismo contemporáneo, y de el buen sentido del término. bienestarista o el su reconstrucción, como puede ser Lo que viene mezclado con imaginario de un que esté ocurriendo en Argentina, en la viruta, lo que no es trans- capitalismo serio una sociedad como la nuestra y en el parente, lo que mezcla cosas percibimos como contexto latinoamericano, adquiere que normalmente no se lo no realizado otros rasgos, impulsa otras experien- mezclan. Y éste me parece que de una realidad cias. Ahí está, me parece, la cercanía y es el punto del kirchnerismo. fallada sin por eso la lejanía, incluso con posiciones como hacer la apología la de Virno, o las posiciones autono- de un sistema económico raigalmente mistas de muchos grupos valiosos depredador. En la coyuntura actual de que en Argentina piensan estas cues- América Latina, se ha reactualizado tiones pero que no han terminado o movilizado una dimensión política de comprender, aunque no es acer- que parecía cerrada y que incluye, tada esa imagen de que el iluminado

30 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

comprende y el otro no comprende, tenía que ver con un momento supe- pero al menos de interesarse de una rador, dado por el polo potente. Sino manera que a mí me parecería más que, en el concepto benjaminiano, compleja respecto a lo que el kirchne- los extremos iluminan la comple- rismo planteó y habilitó en Argentina. jidad de la escena, y justamente sólo En función, muchas veces, de un a partir de comprender esa tensión de purismo o de un teoricismo que tiene los extremos, podemos comprender que justificar la matriz discursivo- mejor la dinámica y la dialéctica del conceptual desde la que soportás tu acontecimiento. En parte el kirchne- interpretación de la realidad, estas rismo nos permite este tipo de pers- miradas se cierran cuando la realidad pectiva. Incluso está en el interior de la te exige que la mires desde otro lugar. pregunta que hacías sobre esa tensión, Cuando ocurre algo así, lo que tenés vamos a llamarla dialéctica, que que cuestionar también, es esa matriz. habita el peronismo y sus demonios. Y eso es un poco más difícil. Me parece Me parece que, en ese sentido, en el que hay ciertos discursos teóricos que kirchnerismo también hay demonios se han quedado atrapados en un alam- (no en el sentido de la teoría de los bicamiento autorreferencial y que dos demonios sino de esos demonios han extraviado su pasaje, posible, a que siempre te inquietan). Son como la acción política. En nuestro caso, la estructuras fantasmáticas que tienen Argentina, el kirchnerismo habilitó, la forma de lo espectral. Lo que vuelve de un modo inesperado, ese pasaje y lo que te susurra otras historias, desafiando nuestros discursos y nues- pero que a su vez te muestra que lo tros posicionamientos. que se hace en ciertos planos, termina El kirchnerismo nos exige que siendo antagónico con eso que trae seamos bastante más eclécticos, que lo espectral. Eso es el kirchnerismo sospechemos de los andamiajes que también: lo espectral no resuelto con logran establecer lo claro y distinto sus tensiones y sus contradicciones de matriz cartesiana para interpretar pero, sobre todo, una ruptura con la la política. Hay suciedad, digamos. forma maldita de la repetición que, en Pero suciedad en el buen sentido del nuestro caso, reproducía la inercia de término. Lo que viene mezclado con la catástrofe y la decadencia. El kirch- la viruta, lo que no es transparente, lo nerismo vino a enloquecer la historia. que mezcla cosas que normalmente no se mezclan. Y éste me parece que LB: Vos decías que el espectro del es el punto del kirchnerismo. Incluso, populismo de alguna manera reem- en estas imágenes benjaminianas que plaza a lo que fue el espectro del a mí me parecen valiosas para pensar comunismo de otras épocas. A partir nuestra realidad, está lo que Benjamín de allí surgen algunos puntos impor- pensaba como la dialéctica de los tantes. Por un lado, está el tema de opuestos o la lógica de los extremos Laclau que hizo una revaloración de que iluminan la verdad de una situa- la teoría del populismo, y por otro ción. No se trataba de una dialéc- lado cierta sensibilidad, que parece tica hegeliana donde dos opuestos se incomodarte incluso a vos mismo, enfrentaban y la síntesis, para decirlo del populismo como una imagen brutalmente y simplificadoramente, mistificante de lo popular y que, a

31 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

diferencia quizás del propio Cooke de verdadero eso horroroso y mons- que pensó la maldición como un truoso y demoníaco señalado por el proceso que precisaba y solicitaba poder. Qué tendrá de verdadero en el una radicalización de la experiencia sentido de una tradición igualitaria, obrera en aquel entonces, el popu- emancipatoria o popular. Desde ahí es lismo vendría como a cerrar o a bueno rescatar ese término, resignifi- clausurar toda posibilidad de pensar carlo, potenciarlo y ponerlo en discu- ese concreto histórico vivo, que vos sión, tanto histórica como en la escena llamabas hace un rato las “materia- del presente, como también discutir la lidades sociales”. lectura que ha hecho el capital-libera- lismo o el republicanismo liberal de RF: Siempre es interesante observar la tradición populista. Digo, tanto la qué hace el poder con ciertos términos. lectura efectivamente acontecida entre Cómo los carga de contenido, qué los años 30 y 50 en América Latina, matriz simbólica les otorga, cómo los como en esta suerte de reemergencia lanza al ruedo. Sobre todo para hacer supuesta del populismo en el contexto algo que Theodor Adorno toma de sudamericano actual. Me parece que Bertolt Brecht, que es el concepto de esto ya justifica la posibilidad de intere- refuncionalización, o resignificación, sarnos por ese concepto, de capturarlo esto es: tomar una categoría de la y sacárselo al enemigo para devolverlo derecha ­–decía Adorno, recuperando a como dinamita político-social. Creo Brecht– y transformarla en una crítica que en ese sentido es interesante lo del propio sistema. Me parece que con que hace Laclau, porque busca, bajo la el término populismo hoy podemos legitimación de la erudición cultural- hacer algo por el estilo. Demoni- académica, tomar un concepto bastar- zado, convertido en el gran ogro de deado, reducido casi a una miseria la época, una vez derrumbado el mito conceptual, y trata de refinarlo concep- del comunismo, el populismo aparece tualmente. A veces lo logra, a veces no, justamente como lo insoportable, pero éste es el riesgo de tomar lo que lo horroroso, lo que amenaza la vida él incluso podría definir como signifi- civilizada, lo que tacha la conducta cante vacío, y tratar de llenarlo concep- democrática, institucional y pone en tualmente. Es casi un oxímoron, llenar riesgo la república. Dicho siempre, conceptualmente un significante vacío por supuesto, por los retóricos del y explicitarlo para ponerlo allí como poder. Si esto es así, si ésta es la cons- una categoría cerrada sobre sí misma trucción que el poder ha hecho del de lo político-contemporáneo. Porque populismo, nuestra tarea es trabajar la parece que lo que hace el populismo es capacidad de ese concepto de poner en resistirse a eso, incluso por lo espectral cuestión al propio sistema. Es decir, de su propia historia. Porque efectiva- refuncionalizarlo, colocarlo en el inte- mente hay un populismo horroroso rior de una tradición popular emanci- de derecha que ha producido cosas en patoria, devolvérselo, a esa tradición, absoluto reivindicables. Esa palabra como arsenal crítico al poder, utilizar conlleva muchas cosas. Pero es posible, el populismo bajo la condición de también, capturar esa dimensión de discutir por qué el poder dice todo lo crítica, de contracorriente, de matriz que dice del populismo, qué tendrá popular justiciera que lleva dentro el

32 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

populismo, y salir a discutir la idea de con una república virtuosa que nos administración, de gestión, de raciona- ahorre la desprolijidad de las masas y lidad, de republicanismo que hoy atra- los populismos desarmando lo poco viesa desde las derechas liberales hasta que supuestamente habíamos conquis- el progresismo republicano contem- tado en casi 30 años de democracia. poráneo. Los intelectuales que apoyan Le tienen horror al “desorden” de los a Binner, por ejemplo –Beatriz Sarlo, movimientos populares. Carlos Altamirano, Hilda Sábato–, Entonces ésa es la sospecha. En tienen esta lectura que no es muy primera instancia, una cuestión que diferente a la lectura que la derecha yo la pondría en el plano, si querés, liberal ha hecho históricamente del de lo emotivo o de lo sensible. ¿Qué populismo. Es más, ellos le han incor- te produce malestar? ¿Qué te produce porado, sin poner en cuestión la visión rechazo? Si vos sentís malestar y “botaniana” de la historia argentina, rechazo frente a un sistema, frente al algún restillo de retórica progresista capitalismo, actuás de una manera (que no es fácil de encontrar, siquiera, diferente que si vos estás anestesiado porque me parece, en este sentido, frente al sistema. Y si el sistema demo- que Natalio Botana es un liberal más niza de tal manera, en este caso al consecuente). Pero en realidad tienen populismo, por supuesto ahí habrá la misma sospecha, el mismo rechazo, que preguntarse el mismo horror ante el populismo qué es lo que hay, La condición, yo diría básica que el banquero de Wall Street o las qué está dentro de cualquier reconstrucción de grandes corporaciones mediáticas que, de esa lógica de una tradición política de matriz incluso las supuestamente progre- la demoniza- popular, es no eludir lo que la sistas, definen al populismo latino- ción, por qué se historia ha hecho con ella, en americano con ese desprecio propio termina siempre términos de sus derrotas, sus de la alquimia de clasismo y racismo haciendo la errores, sus debilidades, sus tan europeo y estadounidense al que genealogía del vaciamientos y ser capaz de suelen ser muy afines nuestras clases populismo como operar lo que yo llamaría una altas ilustradas y sus intelectuales. Han fascismo, cuando lógica de la “actualización”. asumido, nuestros progresistas disque la experiencia, Eso implica construir ese republicanos, la perspectiva de clase sobre todo puente de ida y vuelta entre del capital-liberalismo y, con ello, sudamericana, ha ese pasado y este presente y a arrastran todos sus prejuicios. La sola sido muy diversa, su vez estar en condiciones de idea de “pueblo” o “multitud” agobia muy caudalosa, pensar, bajo palabras nuevas, sus días y enturbia sus reflexiones sobre muy compleja y la novedad de la época y no la hora política por la que estamos muy distinta a la simplemente bajo la condición atravesando. Prefieren, como lo hace de los fascismos del santoral o del culto. explícito Sarlo, reducir este retorno europeos. No de la multitud a un juego escénico en es equiparable a esa palabra brutal el que cada actor responde a la lógica la experiencia del cardenismo meji- de la sociedad del espectáculo. No cano, el peronismo argentino, o lo pueden, ni quieren, reconciliarse con que ha sido el aprismo de Haya de la una política que se reencuentra con Torre en Perú; o incluso, siendo que el pueblo y sus sentimientos, con la era el más contaminado por algunas política y sus conflictos. Se ilusionan retóricas fascistoides, el varguismo

33 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

en Brasil tampoco es equiparable, que tiene que ver, en el fondo, con por lo complejo, caudaloso y diverso una especie de clausura del debate. de la estructura latinoamericana. Y La idea de “clausura del debate” parte por supuesto hay que tener mucho del supuesto de que esos íconos into- cuidado con los traslados mecánicos cables, esos discursos que estaban allí de la historia en forma de conceptos desde siempre como guía y vigía, hoy o de experiencias políticas, al presente. los podemos simplemente recuperar En ese punto, me interesa pensar y para “llevar a la victoria”, digamos. salir a jugar con el hecho maldito del Me parece que eso es pobre. Hoy yo populismo. puedo leer a Scalabrini Ortiz, puedo Después está la otra parte de tu pregunta sentir que hay cosas valiosas, pero de y que también es muy problemática: ninguna manera me sentiría, leyendo a la captura dogmática de la experiencia Scalabrini Ortiz, portador del secreto de lo popular. La construcción de la para interpretar esta época del mundo. iconografía, del panteón, rendirle plei- Del mismo modo, y salvando las tesía a la verdad revelada de un texto de enormes distancias, que mi lectura de Jauretche o de Scalabrini Ortiz, sentir un clásico del siglo XIX, que es una que en realidad nosotros somos meros lectura siempre indispensable, siempre reproductores de lo ya dicho, que allí fundamental, tiene que estar hecha, y está encapsulada una verdad que cada está hecha aunque yo no lo diga, que tanto “el pueblo”, que permanece lo oculte, o que no lo sepa, de lo que puro, logra recuperar y vuelve a poner hay en el medio entre esa escritura y en la palestra de la historia. Es la idea mi propia época. de que hay algo así como una cultura Me parece que hay un peligro que es popular maravillosa, extraordinaria, el peligro dogmatizador, reduccio- que cada tanto regresa y que perma- nista y populista en el mal sentido del nece incontaminada y prístina. No me término. Esta suerte de idea de que interesan esas posiciones esencialistas. hay una cultura popular maravillosa y Me parece, por el contrario, que todo lo que no le pertenece hay que ahí hay algo significativo, porque la desecharlo. Porque, primero: ¿qué es condición, yo diría básica de cualquier la cultura popular en una sociedad reconstrucción de una tradición polí- de masas, de industria cultural, en tica de matriz popular, es no eludir lo un tiempo de homogeneización del que la historia ha hecho con ella, en gusto? Si no nos preguntamos esto, términos de sus derrotas, sus errores, reponemos el plano de las dos socie- sus debilidades, sus vaciamientos y dades simples: una mala, enferma, ser capaz de operar lo que yo llamaría oligárquica, y otra pura, buena, obrera una lógica de la “actualización”. Eso y popular, que está allí siempre en implica construir ese puente de ida y estado virtuoso y lista para conquistar vuelta entre ese pasado y este presente y la historia para los justos. Y sabemos a su vez estar en condiciones de pensar, que la historia es infinitamente más bajo palabras nuevas, la novedad de compleja. Está atravesada, sobre todo la época y no simplemente bajo la en la época exponencial de los medios condición del santoral o del culto. de comunicación, de sujetos telemá- Me parece que hay un deslizamiento ticos, de un híper consumo que se da rápido hacia el culto y el santoral, bajo la lógica de la artificialidad, la

34 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

ficción y la virtualidad. Estamos en el salir a debatir. Incluso usando íconos interior de dinámicas sociales y cultu- disímiles. rales muy complejas donde también el Se puede usar la erudición occidental desafío es poner en discusión aquello tradicional de un Marechal, o de un que definimos como cultura popular, Perón, para tomar dos íconos que o aquello que definimos como heren- están allí. Sería impensable Marechal cias y transmisiones. Entonces, en ese sin la tradición del cristianismo occi- sentido, planteo mi mirada distante… dental o de los debates franceses de porque también me siento deudor de principios del siglo XX y sin la historia una tradición que viene del otro lado de las vanguardias. Como tampoco es del atlántico. Jamás podría imaginarme pensable Perón sin Roma, sin la retó- sin todo aquello que entre comillas rica romana, sin Cicerón y compañía o es repudiado por estos cultores del sin Clausewitz. nac&pop o de una especie de arraigo Entonces, me parece que sería absolu- ancestral y purista de una cultura tamente empobrecedor quedar atra- que no sea propia. Para mi no existe pado en esa retórica bucólica de la la cultura propia, para mí existe la cultura popular virginal. Ahí hay un mezcla, la alquimia, la contaminación, riesgo de empobrecimiento político los cruces… El ejemplo arquetípico es y cultural enorme. Y sobre todo en el modo como entró Aristóteles al cris- las nuevas generaciones que tienen el tianismo medieval. Santo Tomás lee a desafío de ser herederas y, al mismo Aristóteles a través de traducciones, la tiempo, salir a construir reflexiones que primer entrada es vía Avicena, lengua le sean propias. Decía Nicolás Casullo persa que toma el griego. Pasa después que si las cosas no se piensan con pala- por el mundo sirio que se mezcla bras nuevas (que siempre arrastran, en con el árabe y llega a la España de las forma de sedimentos complejos, pala- tres culturas; Aristóteles es leído por bras antiguas) ya no se piensan más. un Averroes herético en el mismo contexto en que Maimónides va a ir LB: Ahí, en ese sentido, me parece formando su propia lectura talmúdica, que entre la crítica liberal al popu- judaica, traducida por lectores cris- lismo y el dogmatismo populista, tianos, judíos y musulmanes y leída también surgen dos nombres que en versión latina por Santo Tomás de hacen una crítica importante al Aquino. ¿De qué Aristóteles hablamos populismo desde una posición entonces? ¿De qué pureza o espíritu muy singular: León Rozitchner y puro o raza hablamos? La cultura es David Viñas. Se trata de otro tipo eso, es esa mezcla, esa irradiación, ese de crítica al populismo, distinto al enriquecimiento… Y en Argentina, si que formuló el liberalismo y que, sin tenemos algo dichoso es que somos embargo, lo ponen en tensión plan- producto de entramados, de fenó- teándolo también como una forma menos de frontera. de sujeción del mundo popular. A Entonces, me parece que hay un la vez, como complemento de esto, peligro reduccionista muy grande, una quería preguntarte si no ves en esta especie de prejuicio, que también es formulación de Laclau respecto a prejuicio antintelectualista que viene la “autonomía de lo político” que de larga data, y sobre lo que hay que distingue lo social y lo político, un

35 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

parecido demasiado grande al libe- serie de identificaciones simbólicas de ralismo al que se opone… matriz populista, y una dimensión del ejercicio real de la construcción mate- RF: Sí, ese es uno de los límites del rial y económica que es neoliberal, pensamiento posmarxista afincado en este caso. No creo, obviamente, en la prioridad del lenguaje, en parte que sea ese el objetivo de Laclau ni el de Laclau, que él mismo explicita. mucho menos (risas). Es un clásico Tiene que ver con lo que podríamos decir que el anarquismo es la forma llamar el imperio de lo discursivo por más exacerbada del liberalismo. Uno sobre lo material. Es decir, en Laclau podría encontrar, sobre todo en el y su herencia teórico-filosófica, está anarco-individualismo, esa forma esa matriz que hay que ir a rastrearla radicalizada, incluso en su metáfora al althusserismo, a los debates sobre el del individuo de raíz “stirneana” y su lacanismo, está esa suerte de, vamos a concepción del estado como el archie- llamarlo por comodidad, giro lingüís- nemigo. O también, podríamos decir, tico que en este caso sería un giro que el marxismo es hijo y heredero de discursivo por sobre lo que era la matriz la matriz productivista de la moder- material social- histórica del clasicismo nidad burguesa. Recuerdo un viejo marxista, y que en el contexto de los 60 libro de Baudrillard, El espejo de la era encarnado quizás por el Sartre de producción, en donde ése era el núcleo la Crítica de la razón dialéctica. Laclau de la crítica a Marx. es hijo de la crítica que Lèvi-Strauss le Por supuesto hay posibilidades reales hace a Sartre. En un punto, no ha ido de lecturas invertidas. Por ejemplo, mucho más allá… lo ha sofisticado, entre nosotros, es muy interesante lo complejizándolo con el debate sobre que hizo en otra época, y muy brillan- el psicoanálisis, con todo aquello que temente, Oscar del Barco descu- de alguna manera la cultura europea briendo “ese otro Marx”, aquel que era de los 70 a los 90 le ha agregado al posible sacarlo de la matriz ilustrado- debate de los 60, más lo propiamente progresista; obviamente también las gramsciano de la posición de Laclau. lecturas a contrapelo hechas bajo el Incluso hay una matriz “arendtiana” influjo de Benjamín o de las críticas de en esa lógica de separar radicalmente, la escuela de Frankfurt. Hoy, incluso, en un sentido cuasi ontológico, la y siguiendo en parte al Derrida de los dimensión social de la dimensión polí- “espectros de Marx” y como expresión tica. Me parece que Laclau, si quiere de la colosal crisis del capitalismo, “la sostener un populismo genuino, en vuelta” al autor del Manifiesto se ha un punto tiene que volver a intro- puesto a la orden del día salvando, eso ducir una suerte de contaminación sí, cualquier retorno dogmático que de lo social sobre lo político. Si no se desconozca las profundas mutaciones logra establecer esa posibilidad, efecti- de la sociedad. vamente lo que se termina generando Pero volviendo a lo que decías, yo creo es una especie de liberal-populismo. que una de las condiciones de lo que La forma menemista, incluso, puede está sucediendo hoy en Argentina es haber sido el liberal-populismo argen- que se ha vuelto a vincular la dimen- tino: una retórica, una discursividad sión de lo social y la dimensión de lo “puramente política” que apela a una político que habían quedado prolija-

36 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

mente separadas. Separadas allí donde discurso del progresismo políticamente la política, insisto, quedó transformada correcto que siempre ha trabajado la básicamente en ideología de la gestión cuestión de las minorías, etcétera… y del gerenciamiento y desplegada En este contexto, las dos cuestiones se desde una lógica de discurso vaciado iluminan mutuamente e impactan en de contenido y trabajado básicamente la sociedad de una manera interesante. como espectáculo; y lo social como Estoy convencido de que así como una ausencia de una reivindicación la Ley de Servicios Audiovisuales, el igualitaria, o de derechos, que había debate de esa Ley de medios también quedado dominado absolutamente por le permitió a una cantidad de personas el hecho de su absorción o su liquida- comenzar a leer de otra manera este ción por el mercado y su expansión. Me momento político histórico, la AUH parece que ahora se ha producido un por un lado y su encuentro interesante entre distintas correlato, su alter El kirchnerismo hace algo dimensiones de lo político y lo social, a ego, que es la Ley extraño porque tomando un lo que habría que agregarle la cuestión de matrimonio Estado débil logra que se haga relevante de lo cultural-simbólico; dos civil igualitario, cargo de aquello que no podía, ejemplos para que quede más claro: habilitaron el o no quiso, quizá porque no era la Argentina de los 90 había tachado hecho de que su misión, hacerse cargo –no prolijamente la cuestión social –en sectores medios en términos jurídicos porque el interior del discurso progresista–, c o m e n z a r a n en esos términos el Estado y había dejado una dimensión polí- también a leer sí tiene que hacerse cargo, tica asociada fundamentalmente a un de otro modo pero sí en términos de relato, “neo-republicanismo virtuoso”. El lo que estaba en términos discursivos– de kirchnerismo, sobre todo en el giro de pasando y lo que hacer visible las voces de los los últimos años, logra vincular lo que está pasando en derrotados. Y yo creo que los 90 habían separado trabajosamente la Argentina. lo hace porque aprovecha la y con mucho cuidado: Asignación Entonces, me situación de una enorme fragi- Universal por Hijo y Ley del Matri- parece que allí lidad del Estado y de la propia monio Civil Igualitario. Hasta acá dos hay una relación sociedad. Se mete en un inters- cuestiones muy distintas y que incluso interesante entre ticio, abre una posibilidad que se involucran con sectores sociales muy lo social y lo no estaba previamente escrita. diferenciados. La AUH tiene que ver político, en ese con la reparación social, sería “lo social encuentro. puesto allí”, y se mete en los sectores Por supuesto entendiendo que lo polí- más excluidos, más debilitados, mas tico no es una esencia, sino que cada empobrecidos. La ley de matrimonio época histórica define sus potenciali- igualitario, tiene que ver con la estruc- dades, sus límites, de la misma manera tura de los derechos, con la cuestión que lo democrático es infinito, en el cultural y simbólica y con la supera- sentido de que cuando quiere establecer ción del prejuicio que dominan la un límite se encuentra con su propia vida social, la vida legal; cuerpos que tensión. Con lo político pasa algo pare- no pueden encontrar la equivalencia, cido, y cada época debe encontrar un la igualdad. Es una reforma que está, modo en que ese lenguaje, que tiene una desde hace mucho tiempo, en el antigüedad y tiene una herencia, pueda corazón de lo que podríamos llamar el inscribirse en demandas de nuevo tipo

37 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

y en prácticas que también han incor- ante el vaciamiento y la escasez intelec- porado otras dimensiones. Por eso el tual del debate en torno al populismo esquema siempre hay que manejarlo planteado por los intelectuales orgá- con un poco de precaución… nicos del sistema que habían dejado de pensar la complejidad de una tradi- LB: Con respecto Viñas y Rozitchner… ción política caudalosa y determinante de nuestra propia historia nacional. RF: Tanto en el caso de León como en Un debate clave en la tradición de las el de David, se inscriben en una vene- izquierdas. Las izquierdas, en parte, rable tradición marxista, digamos, que desde sus orígenes asumen y discuten uno puede rastrear en la experiencia la cuestión del populismo y ese debate de los debates sobre el populismo siempre se ha renovado y actualizado ruso que están en la construcción del en torno a las categorías de pueblo, propio marxismo ruso: Plejanov, Vera clase social, etcétera. Zasulich y sus famosas cartas con Entonces, ahí hay una genealogía Marx, además, por supuesto, de Lenin que no hay que abandonar pero que y Trotsky. Tienen que ver también, tampoco podemos simplemente desde otra perspectiva, con la crítica instalar como si fuera una verdad rele- cultural de matriz neo marxista que se vada o un núcleo intelectual que no encuentra en la escuela de Frankfurt, ha sufrido también los deterioros de la o en la crítica de la alienación, o en lo propia historia, del paso de la propia que podríamos llamar la crítica ideoló- historia. En el debate actual del popu- gica: es una crítica “cultural-política” lismo tenés dos posibilidades; yo soy al populismo que supone que hay una “adorniano” en ese sentido: Adorno esencia a la que llamamos pueblo que decía que cuando discutía con un irra- permanece incontaminada y que logra cionalista el defendía la razón, y discu- atravesar, casi impoluta, lo que sería la tiendo con un positivista, él ponía súper estructura ideológica del sistema. en cuestión la razón. Si yo discuto Y lo que muestran, tanto León como el populismo con un liberal republi- David, bajo esa matriz de la crítica ideo- cano, mi discusión va a ser otra que lógica, que es una crítica del sistema y si discuto la cuestión del populismo de la cultura, es que, efectivamente, las con un marxista como, por ejemplo el culturas populares están atravesadas Christian “Chipi” Castillo. Lo que yo y contaminadas, y son muchas veces, diga del populismo en esos casos va a incluso, proyectadas por la lógica del ser muy distinto. Y si discuto con un sistema. El populismo, en contextos “nac & pop” de matriz peronista esen- históricos significativos, ha sido el cialista, por supuesto que mi lectura del modo a través del cual el sistema pudo populismo va a ser diferente también. capturar en el interior de su propia Las tres, sin embargo, van a tener una lógica a los sectores populares. Se trata base conceptual que, quien la lea aten- de toda una crítica que, insisto, tiene tamente, las va a encontrar solidarias una larga prosapia. Yo recuerdo un una con otra. Pero me parece que este artículo muy interesante de Nicolás es el punto; yo no podría colocarme Casullo, en donde él decía añorar la en la visión estrictamente de Viñas o crítica en torno al populismo bajo Rozitchner porque me parece que el matriz marxista de los años 60 y 70 debate también hay que atravesarlo

38 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

por el contexto político en el que dora del nazismo. Es una lectura en la se genera. Y en el contexto político que Derrida paga un precio, para mi actual insistiría mucho en la cuestión gusto, liberal-democrático en su inter- que abre el debate sobre el populismo, pretación de Benjamín. Entre noso- lo que permite el populismo, sin por tros, la lectura sin problematización o supuesto dejar a un costado la sospecha la lectura culturalista o estetizante de crítica, que creo que tiene que estar ahí, Benjamín es la que predomina en la siempre necesaria. Pero te diría que Facultad Filosofía y Letras: una lectura, en esta etapa estaría menos inclinado diría de alguna manera, “sarleana”. al fervor antipopulista de la tradición Para mi Benjamín siempre ha sido un marxista que en otro contexto… pensador a contra corriente porque lo que hace es invertir incluso la signifi- LB: Te quería hacer una pregunta en cación de las categorías que está utili- torno a una cuestión que resulta un zando. Y siempre está ese lugar de tanto compleja. Se trata de algo que, outsider, de marginalidad, de francoti- rápidamente, podríamos nombrar rador, que opera como un cuestionador como un “benjaminismo oficial”, continuo a la deglución sistemática de esto es, una especie de “benjamini- su pensamiento. Pero ahí mismo está zación” del Estado, en la medida en el problema, porque cuando vos citás que hoy es el propio estado el que a Benjamín y lo citás en el interior de hace suya la lectura –benjaminiana– una política –sea política de estado, que, en el país, elaboraron las luchas o política académica, o intento de y el pensamiento crítico respecto a la sistematizarlo y transformarlo en una historia irresuelta. ¿Qué pasa cuando teorética–, lo estás traicionando. Y es el “benjaminismo” se vuelve polí- casi inevitable, porque en Benjamín tica estatal? ¿Qué sería otro “benja- el punto es siempre el punto de fuga. minismo” que vuelva a plantear una Yo te diría que en Argentina se ha lectura a contrapelo? producido algo extraño, con respecto a lo que señalás del Estado, pues se RF: A ver, no es fácil la cuestión. trata de un Estado ruinoso, que a Benjamín ha sido capturado por una duras penas se está reconstruyendo, máquina académica, pese a que se y no del Estado laico francés, capaz resiste porque las características de su de forjar instituciones y de organizar obra, de su pensar, hacen resistencia el mundo material, simbólico e insti- al núcleo taxonómico de la academia. tucional de acuerdo a la matriz repu- Hay una apropiación, una captura, blicana, y de acuerdo a un Estado que una pasteurización de Benjamín. Sobre funciona como dador de sentido. El todo, lo que ha quedado más pasteu- Estado argentino, sobre todo el que se rizado de Benjamín es esa dimensión correspondió con la llegada del primer de crítica, de puesta en cuestión, de kirchnerismo, es un Estado deshila- radicalización, de mesianismo revolu- chado y profundamente envilecido cionario. Hay una famosa lectura de por los años menemistas sin capacidad Derrida, donde incluso establece una de constituirse en centro de una repre- relación compleja, problemática, entre sentación legítima como en Francia. un texto de Benjamín –Para una crítica El kirchnerismo hace algo extraño de la violencia– y la lógica extermina- porque tomando un Estado débil

39 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

logra que se haga cargo de aquello que cuadro de Videla. La marca del terror no podía, o no quiso, quizá porque dejado en los cuerpos por la dictadura no era su misión, hacerse cargo –no encontró allí su punto de cierre. en términos jurídicos porque en esos Entonces, ahí, opera de esa manera y las términos el Estado sí tiene que hacerse consecuencias son políticas. A partir de cargo, pero sí en términos de relato, entonces hay un gran debate, que segu- en términos discursivos– de hacer ramente no va a terminar, que es el de visible las voces de los derrotados. Y la crítica a la supuesta “cooptación” del yo creo que lo hace porque aprovecha movimiento de derechos humanos en la situación de una enorme fragilidad argentina por parte del Estado. del Estado y de la propia sociedad. Se Yo, lo que planteo, es que en las condi- mete en un intersticio, abre una posi- ciones de fragilidad de la experiencia bilidad que no estaba previamente que inauguraba el kirchnerismo, y escrita o era el resultado de una medi- en las condiciones de fragilidad de la tada estrategia política como lo quiso memoria popular, de las posibilidades leer algún sector progresista que, ciertas de justicia, verdad y memoria desde un principio, arrojó un manto en esos años, en el contexto de la crisis de sospecha sobre el extraordinario también de los propios movimientos giro que Kirchner le dio a los derechos de derechos humanos que estaban, humanos (ahí está el artículo de Beatriz digamos, en situación de repliegue, Sarlo –cuando todavía publicaba en defensiva, me parece que ese gesto es Página/12– criticando el discurso del muy interesante, un gesto habilitante presidente el 24 de marzo de 2004 en que por supuesto trae como problema la ESMA y anticipando lo que luego que los movimientos, sobre todo las sería su caracterización de la “impos- Madres, se encuentran frente a una tura kirchnerista”). Pues Kirchner no experiencia inédita respecto a lo que está haciendo política “benjaminiana” había sido toda su travesía histó- consciente cuando dice: “vengo en rica. Y eso tiene su contra, como por nombre de una generación diezmada” ejemplo, lo que vimos que sucedió con o “somos hijos de las Madres de Plaza las Madres, con la Asociación, el caso de Mayo”, o cuando descuelga ese Schoklender, la transformación de cuadro… Lo que está haciendo es la Asociación en una suerte de mega una movida interesante, compleja, de emprendimiento. Eso es, en parte, producción política-simbólica, que una esquirla de complejidad explosiva tiene como una de sus consecuencias de toda esta historia, de la dimensión inmediatas una reparación, un proceso positiva, necesaria, reconstructiva, de reparación de un pasado que había que está en el gesto de reparación, y quedado cerrado, clausurado, por un a su vez, el siempre difícil y contra- dispositivo de fin de historia. En todo dictorio vínculo entre un movimiento caso, lo que viene a producir es una civil, por llamarlo de alguna manera, sorprendente novedad que logra sortear estructurado desde la resistencia a la prohibición de reconstruir el vínculo los poderes fácticos y el momento en entre verdad, memoria y justicia. Ha el que un Estado, que por más que sido León Rozitchner el que insistió en venga a reparar abriendo una puerta el carácter profundamente reparador a las reivindicaciones de los derechos que emanó de la orden de descolgar el humanos, sigue, en ultima instancia,

40 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

actuando, aunque no lo quiera, como liberalismo que supo capturar ciertos Estado. Y en ese fenómeno “weberiano” imaginarios progresistas para ponerlos del Estado, con todas sus caracterís- a su servicio. La historia de la compli- ticas burocráticas, etc., el riesgo está cidad de la socialdemocracia europea que los movimientos civiles queden, con el despliegue y la implementación en alguna medida, capturados por la del neoliberalismo constituye un claro dinámica y la forma de reproducción ejemplo de una crítica benjaminiana en de la máquina estatal. Entonces, ahí nuestro contexto de época. También, hay un riesgo sobre el que siempre hay aunque eso exige un análisis más fino, que señalar sus potenciales problemas. nuestro progresismo vernáculo se dejó Luego hay otra dimensión, y aquí fascinar y por lo tanto capturar por la pensaría más en términos personales, corriente económica dominante, esa que es hasta dónde, para mi, hay incom- misma que terminó de desbarrancarse patibilidad entre mi propio camino en diciembre de 2001. hacia el pensamiento de Benjamín y la Es decir, desde ese lugar es válido, utilización o el traslado de algunas de valioso e interesante que se pueda estas interpretaciones “benjaminianas” pensar “benjaminianamente” el de la historia respecto al contexto contexto de la Argentina actual, la argentino. Para mi es absolutamente propia experiencia del kirchnerismo, natural o aceptable leer ciertas circuns- los momentos de ruptura que se dan tancias de la Argentina contemporánea dentro de este momento histórico. La bajo la matriz “benjaminiana”: la idea pérdida de toda garantía y la dialéctica de la excepcionalidad, la ruptura, lo de la civilización constituyen, como inesperado, son nociones del pensa- momentos trágico-negativos, una irra- miento “benjaminiano” que puedo diación de Benjamin en mí que no perfectamente sentir que me habilitan puedo ni quiero dejar a un costado. o me ayudan a pensar este momento histórico-político. La idea, también, de LB: En lo que vos llamás la “anomalía nadar a contracorriente o aquella crítica kirchnerista” hay una característica “benjaminiana” a la socialdemocracia que quizás sea bastante singular: el en las Tesis de filosofía de la historia, a la hecho de que es su fortaleza estuvo que acusa de haber caído prisionera de dada, paradójicamente por su debi- la ilusión de ir a favor de la corriente, lidad. Cuanto más débil se encon- lo que terminó habilitando el adveni- traba el Estado, el sistema político, miento del fascismo. Eso podríamos la representación política, más podía tomarlo, saltando a otra etapa y otro incorporar la crítica de su “afuera” contexto del desarrollo del capita- para convertirla en un elemento lismo, para hacer una crítica “benja- dinámico de la reconstrucción del miniana” al progresismo y señalar sistema político. Sin embargo, esa que, precisamente, el problema del lógica parece entrar en tensión, por progresismo es que se deslumbró por momentos en colisión y en otros el camino ascendente de la corriente en convivencia, con la lógica mas liberal-burguesa, y terminó devorado “neo-desarrollista”, más estructural y reducido a lo que ha sido el capita- que hoy tiene mucha fuerza. Todo lismo pos-político, no comprendiendo el tiempo se habla del “modelo” la dinámica expropiadora del capital- aunque no queda del todo defi-

41 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

nido en qué consiste. La pregunta tiendo. Me parece que el kirchnerismo es ¿cómo ves esa tensión, entre los es algo mucho más problemático y aspectos más osados de la innova- mucho más audaz y revulsivo. Sobre ción política y los más estructurales todo si tomamos estas dos dimen- de reconstrucción del capitalismo, siones: esta dimensión, primero, que de cara a lo que vendrá? va a favor de la corriente, por más que uno podría decir que incluso el RF: Me parece que esos son los dos neodesarrollismo en ciertos contextos demonios que habitan la situación. de la historia argentina es un “contra Puede haber otros, pero esos son dos la corriente” si es que el lugar hegemó- que atraviesan esta experiencia polí- nico del poder estaba más ligado a la tica y el propio kirchnerismo. Por matriz neoliberal como fue en los 90 un lado, lo que conversamos hace un o el propio proyecto de Martínez de rato en torno a la idea de modelo, que Hoz; y, segundo, el carácter evidente- tiene una matriz desarrollista, de cierta mente disruptivo y rupturista, desde fascinación por el horizonte tecnoló- un comienzo, del kirchnerismo que gico desprendido de una visión crítica vino a romper la lógica de la domi- que, a mí, me resulta indispensable. A nación introduciendo elementos veces uno pide que haya una mayor inimaginables poco tiempo antes. lectura crítica de lo que implica la Hay, entonces, un impulso que se autonomía tecnológica o la autonomía puede decir que es heredero de cierta del desarrollo económico respecto a lo matriz neo-desarrollista y, por el otro político o lo social-cultural sin que eso lado, una acción enloquecedora de la signifique movilizar argumentos anti- historia que rompe las limitaciones del tecnológicos o deslizarse hacia ciertos propio desarrollismo y que está en la principismos desconocedores de la base de lo que llamó “la anomalía”. En compleja trama de lo científico-técnico las condiciones actuales de Argentina, y de las necesidades del desarrollo con y de Sudamérica, la postulación de un inclusión social. Me parece que allí Estado regulativo y de una focaliza- hay algo que también acompaña a la ción en procesos de reindustrialización historia del peronismo en un punto, con equidad social constituye rasgos no es sólo propio del kirchnerismo, profundamente perturbadores de la y es el debate sobre las consecuen- perpetuación de un sistema atrinche- cias o la irradiación del desarrollismo rado en la ideología de mercado. en las experiencias posteriores. Y al Así como antes veíamos la crítica al mismo tiempo, digamos, si ese fuera populismo de León y David, tampoco el rasgo prevaleciente, o si ese fuera el hay que perder de vista la crítica al rasgo “verdadero” del kirchnerismo, desarrollismo por las implicancias el kirchnerismo no hubiera sido tal, que tiene en una política de matriz no hubiese generado lo que generó. popular o igualitarista, o de politi- Si nuestra definición de kirchnerismo zación real de la sociedad. Porque el sería la de considerarlo como una desarrollismo es básicamente una exte- especie de neodesarrollismo a secas, nuación de la política bajo la matriz estaríamos frente a una experiencia estructural economicista. Más allá, completamente distinta que poco entonces, de cierto coqueteo con esa tiene que ver con lo que estamos discu- ideología tan presente desde el fron-

42 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

dizismo y con marcas evidentes en el kirchnersimo ha sido más intenso, más peronismo, estoy convencido de que volcánico, más irrespetuoso, cuando el kirchnerismo es un fenómeno polí- ha tenido que salir hacia una lógica tico-cultural que rebasa ampliamente del conflicto y la confrontación, sin ese dispositivo y que allí donde lo tener que apelar a la retórica del desa- incorpora lo hace bajo la condición de rrollismo. Entonces me parece que ahí integrarlo a un cuestionamiento de sus hay una tensión. consecuencias regresivas en términos Yo diría que el kirchnersimo tiene las del proyecto popular. dos dimensiones. La primera, esa que Me parece que la otra dimensión, la llamamos neodesarrollista, y que si que no puede ser de ningún modo fuese la única no estaríamos hablando reducida a neodesarrollismo, es la del kirchnersimo. Sospecho que, en dimensión galvanizadora, la dimen- realidad, el modo en que se establecen sión desafiante del kirchnerismo, que los vínculos entre las dos dimensiones consiste en redoblar la apuesta en los y las tensiones que hay en ellas es lo momentos de debilidad, allí donde que habilita esta experiencia histórica, sorprende, radicaliza y hace girar la donde uno se sentirá más próximo situación hacia lo inesperado. Por o más lejano a ejemplo, la reestatización del sistema una u a otra. En El intelectual, entonces, es jubilatorio produce un giro interesante lo personal, me aquel que suele desenten- porque tiene consecuencias significa- siento lejano de lo derse de lo políticamente tivas respecto a varias cuestiones: lo neo-desarrollista y correcto, aquel que en económico pero también lo cultural, me siento cercano distintas ocasiones tiene que lo político, la disputa del poder. Me a esta segunda ir a contracorriente y entre- parece que, en ese sentido, el kirch- dimensión, cruzar tradiciones y mundos nerismo ha mostrado hasta ahora donde las formas de pensamiento que, por lo que su momento más kirchnerista, de definición son general, permanecen sepa- más plebeyo, ha sido cuando parecía mas complejas rados. En ese sentido, Walter languidecer, cuando parecía que los también, porque Benjamin ha sido, para mí, el poderes reales efectivamente lograban supone etapas exponente de esa conjunción capturar el timón del barco argentino. de crecimiento y de esa lógica a contrapelo de Entonces, ahí, el kirchnerismo sale a y expansión de lo dominante. Mi inclinación producir algo que relanza un proyecto un proyecto hacia el kirchnerismo la veo que está siempre a la búsqueda de pala- que todavía no en el interior de esta misma bras o acontecimientos que lo vuelvan termina de salir lógica, me he sentido atraído a cargar. Es como si se tratase de un de un momento e interpelado por su novedad, proyecto que necesita ser recargado, histórico en el su irrupción imprevista y su porque no termina de ir mas allá, en que su irrupción condición, a los ojos del poder parte, de una retórica de desarrollo, de fue una anomalía, real, de hecho maldito. crecimiento económico, de industria- y la posibilidad de lización, de recuperación del trabajo, expandirlo hacia delante todavía está en incluso del “50 y 50”; todo eso no una etapa de potencialidad. Me parece deja de ser importante, pero no define que entramos en esa etapa. Me parece por sí solo un proyecto. El proyecto que el 23 de octubre, en las elecciones, se define en esos momentos en donde se cierra una etapa en la que el kirch- hay que salir a disputar. Por eso el nerismo se encontró con un lenguaje

43 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

propio, con su potenciación y con la quita la capacidad crítica. Del otro efectiva posibilidad de hacer un giro lado se argumenta que, amparán- que perturbó, como hacía décadas que dose en la tesis de la impostura, el no sucedía, la vida argentina (de nuevo intelectual queda como desligado la idea de lo maldito de Cooke pero de cualquier posibilidad, que no trasladado a la actualidad y como expre- excluye la crítica, de apoyo y defensa sión de un fenómeno político capaz de de ciertas conquistas sociales. patear el tablero de las formalidades y Además, está el problema que la de los compromisos. En lo personal es figura del intelectual que “vuelve” esa experiencia dislocadora la que me tiene que ajustar cuentas con atrajo de lo inaugurado en mayo de situaciones muy nuevas, como la 2003). Me parece que esta etapa que se dinámica de los medios de comuni- abre ahora tiene enormes desafíos. Es cación, su propia participación en una etapa donde el juego de esconder los medios y el problema de cómo la carta es más difícil. Eso no quiere circulan los lenguajes… decir que no esté esa vieja inclina- ción de Néstor Kirchner, que Cristina RF: La figura del intelectual siempre también tiene, que es la de sorprender. ha sido controversial. No hay una En los próximos meses, tal vez, haya definición que lo capture, lo defina algunas sorpresas, lo que pasa es que las y todos estemos de acuerdo con ella. sorpresas no tienen ahora las mismas Desde Voltaire en adelante, siempre el características que en momentos, muy intelectual ha tenido un lugar contra- difíciles, como los del 2008 y 2009. dictorio, disímil. No es la misma la Una cosa es sorprender con una medida experiencia intelectual que te devuelve que nos gusta con el 54% de los votos y Jean Paul Sartre que la de Emile Zola otra cosa es sorprender cuando te están o León Trotsky; o la que te ofrece pegando de todos lados. Me parece que Gramsci en relación a Mariátegui o la etapa que viene es decisoria en ese John William Cooke. O, incluso, inte- sentido, cuál de los demonios del kirch- lectuales de la derecha que han sido nerismo se va a imponer. Este es el gran parte fundamental de las tradiciones debate que se abre en lo que viene. culturales que involucran a épocas de extraordinarios debates políticos –los LB: Se hablado mucho de que en intelectuales no son sólo de izquierda, esta época ha “retornado” la polí- por supuesto. En la revista Confines y tica, y con ella una serie de figuras en algunos libros hemos recorrido con y subjetividades que acompañan especial interés el tiempo de las dere- esta idea de la política. Sabiendo chas volcánicas europeas, nos hemos que siempre esos “retornos” plan- atrevido a indagar las escrituras de tean dificultades, como la pregunta los pensadores del riesgo que giraron de cómo “vuelve” lo que “vuelve”, en torno a lo que Thomas Mann te quería preguntar el “retorno” de denominó el “conservadurismo revo- lo intelectual y su relación con la lucionario” alemán de la época de política. Por un lado están los inte- Weimar, entendiendo que en ellas lectuales que se plantan diciendo había una hondura crítica sin la cual posicionarse en un movimiento era muy difícil revisar la dialéctica de defensivo de apoyo al gobierno te la modernidad e, incluso, los fracasos

44 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

de los proyectos de las izquierdas. El que ahí podemos estar de acuerdo en intelectual, entonces, es aquel que un sentido genérico, un tanto abstracto, suele desentenderse de lo política- de que el intelectual es el portador de mente correcto, aquel que en distintas una crítica del mundo. Pero la crítica ocasiones tiene que ir a contracorriente no es distancia, no es neutralidad en y entrecruzar tradiciones y mundos términos de participación. La crítica de pensamiento que, por lo general, puede ser y ha sido históricamente permanecen separados. En ese sentido, involucramiento, compromiso. Georgy Walter Benjamin ha sido, para mí, el Lukács, el filósofo húngaro es un buen exponente de esa conjunción y de esa ejemplo: estalla la revolución húngara lógica a contrapelo de lo dominante. en 1919 y él se convierte en comisario Mi inclinación hacia el kirchnerismo para la cultura y la educación, y sigue la veo en el interior de esta misma siendo y ha sido un intelectual; un inte- lógica, me he sentido atraído e inter- lectual que ha tenido distintas travesías pelado por su novedad, su irrupción pasando de ser un intelectual neoro- imprevista y su condición, a los ojos mántico al comienzo del siglo XX a un del poder real, de hecho maldito. intelectual orgánico, por decirlo así, del En la tradición moderna han sido los movimiento comunista internacional intelectuales de derecha quienes más aunque siempre manteniendo una fuertemente han llevado adelante el tensa distancia. ¿Cuál es el verdadero papel de la mirada negativa y destem- Lukács? ¿El que escribe El asalto a la plada (pienso en lo que se gestó en razón, en el frío polar de la Rusia estali- la Europa de entreguerras cuando nista de finales del 30, o el deHistoria y fueron intelectuales de la derecha los conciencia de clase, en el momento mas que movilizaron argumentos muy creativo de la experiencia revolucio- críticos respecto a la sociedad liberal naria emanada de la Rusia bolchevique, burguesa que, en muchos casos, fueron inspirado por la Internacional Comu- más agudos que los que provenían de nista y la filosofía de Hegel, o el que la izquierda). Con esto quiero decir escribe, en el final de su vida y bajo la que hay momentos y momentos, hay radiación de la crisis y la crítica al estali- demandas de la actualidad y contextos nismo, mientras participa de la rebelión históricos que posicionan a un mismo en el 56, abominando de sus escritos de intelectual en situaciones distintas a lo juventud? Y ese es un recorrido que se largo de su propia biografía. La dimen- puede hacer en muchos intelectuales. sión crítica no es por definición la Está el paradigma sartreano; Sartre, inmaculada distancia que el intelectual en tanto intelectual, también asumió toma respecto a los acontecimientos causas de las que después tuvo que políticos de su tiempo, y fundamen- sentirse profundamente culpable. O talmente respecto a las demandas que sea, el intelectual no ha dejado de ser puedan surgir del poder en disputa en tocado por la historia, por los aciertos ese tiempo. La crítica supone estar a la y errores, y los involucramientos; eso altura del espíritu kantiano allí donde se que llamamos el barro de la historia trata de ser capaz de interrogar crítica- tiene como característica romper la mente las propias certezas, interrogando posibilidad de la pureza. El lugar de sin complacencias la manera de pensar y la pureza no sería el lugar del inte- de actuar en la escena epocal. Me parece lectual, sería el lugar del académico

45 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

encerrado en un campus anglosajón palabra compromiso era vapuleada, que trabaja, por ejemplo, sobre las descargada, desvalorizada. No había figuras de “la crítica en la intelectua- lugar para el intelectual, en todo caso lidad argentina de los 40”, que cada el intelectual era un outsider, que seguía tanto puede virtuosamente decir algo produciendo lo suyo, o aquel partici- sobre la realidad. Yo no pienso esa pante de espacios de ciertas fraterni- figura como intelectual. Me parece dades que se organizaban en torno a que el intelectual es aquel que está una revista, o los profesionales acade- en la historia, en los conflictos, en los mizados que se habían despedido de las espacios afectivos, y esto ha ocurrido urgencias de la historia. La profesiona- en toda la historia argentina, desde lización fue un mecanismo de captura Echeverría, Sarmiento, Ingenieros, de la vida cultural argentina, y no solo y todas los que participaron en los argentina, aunque acá se desarrolló debates políticos de los años 60 y 70, con fuerza después de la dictadura e incluso los debates de los 80. Quiero –los mexicanos la conocieron mucho decir, los intelectuales tienen mayor o antes­–. Profesionalizar es capturar el menor cercanía con el poder. Nadie se mundo intelectual y cultural y por horrorizaba cuando Pancho Aricó o lo tanto desactivarlo como potencia Juan Carlos Portantiero o Emilio De interviniente, crítica. Y la profesio- Ípola, se sentían interpelados o convo- nalización es muy cómoda, porque cados por cierto alfonsinismo. Nadie te permite hacer uso de la crítica sin decía que eran intelectuales a-críticos, arriesgar nada, porque la política es un salvo la izquierda más radicalizada que riesgo. Intervenir es un riesgo: equivo- decía que se habían convertido en inte- carse, ser blanco del fuego del otro, de lectuales del sistema burgués. Lo que la sospecha, del desprestigio. Ahí hay quiero decir, es que en ese momento una decisión que supone tomar un la realidad política argentina los riesgo. Y el problema es que el mundo demandaba bajo la forma de la expe- del intelectual profesionalizado de los riencia política alfonsinista. Yo podría 90 ya no quería arriesgar mas nada; señalar que, en el contexto actual, en su juventud había arriesgado y se para algunos el kirchnerismo asumió había quemado. Y eso dejó una marca la forma de una interpelación, de una muy profunda. Entonces habíamos demanda potente, en condiciones –y entrado en la época del no-riesgo. O esto no hay que olvidarlo, me parece del riesgo que te permitía la economía que es un punto importante– en las de la academia, los riesgos propios que veníamos del desierto. Veníamos del universo bien acotado del campo de un divorcio brutal entre lo que cultural del que ya no tenías necesidad quedaba como resto del intelectual y de salir, porque ahí se jugaba tu vida, el mundo de la vida política y social. tu profesionalización, y “el riesgo” de El intelectual de los 90 era un inte- tus intervenciones intelectuales. lectual encapsulado, encerrado en Cuando la vida social y política, sin pequeños espacios, con una sensación pedirte permiso, irrumpe, las cartas de desvanecimiento de la posibilidad se dan de nuevo. Entonces, ahí está de intervención pública. La metá- el punto. No es que un grupo decidió fora nostálgica era la del intelectual un día “vamos a jugar a la política”, sartreano comprometido, cuando la porque ese grupo lo podía decir en los

46 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

90 y no tener ninguna consecuencia; lo largo de la historia argentina, una algo sucedió, para bien y para mal, todo fuerte tendencia antiintelectualista mezclado, fue un giro, una ruptura en que, en ocasiones, suele provenir de el escenario histórico argentino que mundos tan diferentes como el de los produjo una interpelación y a su vez medios de comunicación, el académico habilitó todas estas incomodidades, o el de la política. Del mismo modo en y por lo tanto reinventó, bajo condi- que también detrás de cierta apología ciones propias de estas circunstancias, de “lo popular” en contraste con “lo lo que podríamos llamar la figura del intelectual” se guarda un gran prejuicio intelectual. Hoy se habla en la argen- que suele derramarse sobre la realidad. tina de los intelectuales como prác- En una especie de lógica populachera, ticamente nunca se ha hablado ¿Eso el hombre de letras debe interpretar, ser es bueno o es malo? Depende… Vos una especie de médium, de mediador escuchas del campo de los “amigos”, de la cultura vivaz del pueblo para cómo está ese resentimiento antinte- ponerle bellas palabras. Y por otro lado lectual a flor de piel, la palabra intelec- están los otros intelectuales, llamados tual produce escozor en ciertos sectores elitistas. Yo no me siento identifi- acostumbrados al simplismo, a la falta cado con eso. Siempre hay un lugar de confrontación argumentativa y a la marcado por la diferencia. Alguien sospecha de aquellos lenguajes, prove- que atravesó su vida leyendo a Platón, nientes del campo intelectual, que a Mann, a Borges, a Marx, a Benjamin, buscaban romper la visión dogmática a Ingenieros, a Sarmiento, etc. necesa- y estrecha de ciertas prácticas. Hay, a riamente trae dentro suyo algo dife- Ricardo Forster

47 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

rente, ni mejor ni peor, al carpintero. sus opacidades, sus contradicciones, o lo Si alguien al mismo tiempo puede ser no resuelto pero sin perder la perspectiva carpintero y lector de Hegel, esplén- de qué era lo que se defendía y de la nece- dido, y si al mismo tiempo puede ser sidad de hacerlo con potencia y audacia jugador de fútbol, mejor todavía, y argumentativa. Y sus cartas siempre si también puede ser un gran poeta, buscaron, de alguna manera, establecer extraordinario… Pero estamos en el esa relación sabiendo que hay modos del interior de sociedades compartimen- decir que están vinculados a ser parte de tadas, con una nítida división del una responsabilidad colectiva, y modos trabajo, con recorridos biográficos que del decir que son solamente bajo la son lo que son, y donde el concepto de responsabilidad de tu propio Yo. igualdad no supone que somos iguales Cuando vos solamente hablas en en términos de que somos equiva- nombre propio, podés decir lo que lentes e intercambiables. El concepto quieras porque eso solo repercute en lo significa que el conjunto de los seres que el resto diga de vos. Pero cuando humanos, como diría el viejo Kant, tu palabra está asociada a un colectivo, tienen la posibilidad en su propio inte- a una experiencia política, ya tiene rior, de construir una mirada crítica una cierta responsabilidad que ya no del mundo… que lo puedas hacer o empieza y termina en vos mismo. En no es otra historia. esos casos, por supuesto que el lenguaje Si un intelectual se siente interpe- ya no es igual. Eso es así. Y no es que lado, convocado, paradójicamente está mal. Porque vos tenés que hacerte por primera vez –por lo menos es mi cargo del lugar en el que estás en un caso y el de muchos–, por el gobierno contexto determinado. Sino, esta- (y no digo el poder). Ahí, recuerdo ríamos pensando justamente en una un muy agudo texto que Horacio lógica que yo llevaría al plano de una González publicó en Página/12, creo especie de liberalismo fundacional y que en 2008, donde planteaba que fundamentalista: cada uno habla como el Gobierno no era el oficialismo, no deudor de su propia individualidad. Y era el poder, que oficialismo y poder yo creo que no es así. Efectivamente, eran los poderes económicos, y noso- uno habla por si mismo, pero cuando tros éramos los débiles… Yo sigo uno está dentro de una experiencia pensando en esos términos todavía. que lo abarca, hablan otros nombres a Esto tiene mucho de azar, de casua- través de la lengua propia. También en lidad de la historia, de provisionalidad. nuestro discurso, lo sepamos o no, están Y no siento que seamos los dueños del los otros y somos interpelados por eses poder de la historia ni mucho menos. presencias que asumen en ocasiones la Entonces, desde ese lugar se incorpo- forma de lo espectral. La experiencia rará también otra dimensión. compartida es insustituible y afectiva- La experiencia de Carta Abierta es una mente decisiva. La política, que va más experiencia compleja, diversa, intensa, allá de una intervención individual, interesante. Sus mejores momentos nace de esas prácticas colectivas. fueron cuando logró expresar con la Es la diferencia, por ejemplo, con José misma fuerza un profundo reconoci- Pablo Feinmann. Él es, por múltiples miento a este momento histórico sin motivos, un intelectual que no quiere perder de vista la necesidad de plantear o no puede participar de una enuncia-

48 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

ción política colectiva. Eso no está ni lo que hace que alguien asuma una bien ni mal, incluso le puede permitir a cosa o asuma otra… Entonces, yo alguien construir una obra que se puede lo mediría desde ese lugar. También desplegar sin asumir responsabilidades está el efecto de atracción de una respecto a un colectivo. Cuando vos experiencia compartida. tenés que construir un texto en soledad, Recuerdo un texto de Elías Canetti, y que remite a tu propia soledad, ese donde él contaba qué es lo que lo llevó texto tiene determinadas caracterís- a estar veinte años con el tema de “la ticas. Cuando ese texto ya no remite masa”, y escribe que él estaba en su a tu propia soledad sino a lo político- piso de estudiante en la Viena del 34 colectivo, ese texto va a tener otras y ve venir una enorme manifestación. características, otras resonancias. Sin darse cuenta de cómo ni por qué, Es ahí donde se cruzan las cosas, las inco- su segunda escena es estar adentro de modidades, el malestar, la tensión… Es esa masa que camina. Y ahí siente la el momento en el que más de una vez transfiguración de la masa, y lo que uno piensa: “bueno largo todo y vuelvo muestra es ese momento en donde se a esa zona en donde estaba habilitado produce algo, que no queda definido a decir lo que quería sin ningún tipo por lo racional sino por esa trama de de contención”. Me parece que hay ahí energía que mana de lo colectivo, de un difícil equilibro. la masa… es una experiencia que, por El problema es cuando hay una meta- supuesto, el intelectual debe en algún morfosis que termina devorando momento discutir, poner en tensión, tu capacidad de ver críticamente el hacer la crítica incluso de ese aconte- mundo en función de una aceptación cimiento o pasaje a lo mítico. Porque pasiva de “la Causa”. Ese es un peligro. el intelectual es aquel que no se queda Y el otro riesgo es suponer que hay un bajo la radiación fulgurante del mito, lugar perfecto desde el cual intervenir ni siquiera cuando se siente interpe- en la escena social sin pagar el precio lado y convocado por un proyecto de esa intervención, cuando la idea político al cual reivindica. Interro- misma de intervención supone tomar garlo, ponerlo en cuestión, pero al partido. Para mi se trata de la conta- mismo tiempo está la dimensión en la minación en todo caso. que se cruza la crítica intelectual con Siempre recuerdo un texto de la acción política. La acción política, Nietzsche, un texto volcánico sobre en un punto, exige una disposición la inspiración, cuando dice: “yo que a veces entra en colisión con la nunca he tenido que elegir”. De condición de la crítica intelectual… Es algún modo, hay momentos en eso; tenemos varias almas dentro del donde el acontecimiento te toca cuerpo, y no está mal. La cuestión es y el plano de la reflexión lo acom- que uno no se sienta traidor de aquello paña pero no lo determina. Porque que sustenta su mirada del mundo. se mueven otras cosas también. No solo se trata del plano de la reflexión o la racionalización, te tocan otras cosas, los afectos, los espectros, la memoria involuntaria… Todo eso es lo que hace a la potencia, y es

49 50

Entrevista Christian Ferrer: “En los ritmos últimos de la experiencia popular se expresa la humillación, el dolor, la crueldad, la soledad de los vencidos” Por Horacio González El pensamiento de Christian Ferrer es poco usual. No sólo por la singularidad de sus preocupa- ciones, sino porque no se ajusta al tipo de tona- lidad afectiva que destilan las intervenciones en el campo cultural y político argentino, al menos de un tiempo a esta parte. Si el disenso puede pensarse como un acto de sustracción que no confirma ni niega “adhiriendo u oponiéndose” los tópicos en los que aparece la discusión, sino como la capacidad de rechazar los términos mismos del debate “tal y como éstos son presentados en la escena pública, universitaria o mediática” estamos en presencia, en este diálogo, de un verdadero ejercicio de la disidencia. Ferrer realiza un desplazamiento, un tránsito que parte de una ética de la incredulidad frente al mundo “en sus distintas variantes, críticas o vindicativas” como el sitio propio de una reflexión que precisa de este gesto para desplegar la propia potencia del pensar. Así, bajo estas premisas, transcurren estas meditaciones en las que la universidad, la ciudad contemporánea, la historia de los estilos intelec- tuales argentinos y la sociedad del espectáculo obran como los folios de un examen cuidadoso, efectuado bajo la cadencia de una voz que oscila entre la amar- gura y la utopía, el desencanto y la redención. LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

Horacio González: Bueno, comen- un ejemplo, pero claro, allí los estu- cemos Christian… dios superiores son pagos y onerosos, pues dan forma a las elites profesio- Christian Ferrer: Como te escuché nales y gubernamentales. El “drama decir hace muchos años, Horacio, hay presupuestario”, que todavía nutre palabras que tienen que perderse… a las consignas de profesores y estu- diantes, fue levemente solucionado HG: Sí, exactamente. Pero no empieces en la década de 1990, al menos para a buscar pretextos… La primera los investigadores, con los dineros que pregunta que me gustaría hacerte llegaban de los organismos internacio- es en relación a todos estos años de nales de financiamiento. Cuando se universidad. Entraste a la universidad presta atención a los conflictos susci- después de la dictadura y aún estás tados en Chile con respecto a la educa- allí. ¿Qué balance, qué perspectiva ción pública se percibe de inmediato la o reflexión te sugieren los cambios diferencia con Argentina y Uruguay, o notorios de la posición del profesor, incluso con Brasil o con Cuba, donde su modo de actuar, los esquemas de existe examen de ingreso restrictivo a investigación y las escrituras? la universidad. La universidad argen- tina ha sido moldeada según los ideales CF: ¡Qué pregunta! de la “Reforma Universitaria” de hace casi cien años, pero es un enorme HG: Es una pregunta por la historia barco averiado que nunca logra dar el argentina… salto cualitativo que le gustaría a todo el mundo: crear una elite de investiga- CF: Bueno, la Universidad de Buenos ción al mismo tiempo que se atiende Aires es una institución muy antigua al principio de la masividad. Basta y como tal tiene sus tradiciones, que pensar en el departamento de Ciencias no cambian fácilmente. A mitad de Exactas, el lugar más renombrado de la década de 1980 la universidad la universidad de la época desarrollista, respondía a una épica “de la recons- donde supuestamente la formación es trucción”, un lema de alcance más de excelencia, pues bien, nunca van a general que daba color al gobierno estar a la altura del “Primer Mundo”, de Alfonsín. Eso significaba recu- nunca. Por más dinero que inyecten, perar un aparato de investigación que no existen posibilidades de alcanzar el había sido conculcado veinte años nivel de desarrollo científico tecnoló- antes por el malo de la película, el gico que hay en esos países, ni mucho general Onganía. Se pretendía volver menos conseguir esos abultadísimos a insertar la Universidad de Buenos presupuestos. Se puede hacer “segui- Aires entre las mejores del mundo, dismo” y acrecentar la lógica de la pero eso colisionaba con las magras publicación, es decir, insertar artí- partidas presupuestarias. Argentina culos en revistas del primer mundo era, y sigue siendo, uno de los países con modelos ya establecidos de refe- con más estudiantes universitarios del rato, enviar a graduados a formarse en mundo. Porcentualmente, en relación posgrados de universidades de elite, a la población, hay más estudiantes etcétera, y sin duda, de vez en cuando aquí que en Inglaterra, por poner aparece algún pequeño geniecillo que

51 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

grita ¡eureka!, y entonces los diarios del siglo XX y apenas se le pedía una se regocijan de que un compatriota mayor politización. En definitiva, formado en la UBA triunfe en el exte- ¿no ves que este problema es típico rior, pero en verdad todo eso no tiene del pasaje de los 60 a los 70, y que importancia. No decidir qué tipo de hoy se reproduce en el actual debate ciencia y tecnología necesita este país científico-técnico de la Argentina? Si es estar formando ilusoriamente la eso fuera así, ¿cuál sería el papel de imagen de una elite de investigadores las ciencias sociales? que, en definitiva, vive para sí misma, endogámicamente, de congreso en CF: Vos hablás de politización y yo congreso. Y eso se repite, también, entiendo lo que querés decir. Pero en las ciencias sociales. Pero tampoco a mi me parece que la universidad me entusiasma pensar la cuestión en cambió de signo ya en el siglo XIX. términos nacionales, porque termina- Dejó de ser una universidad, digamos, ríamos formando especialistas en soja, que tenía como ideal formar hombres en engorde de ganado o en explota- de ciencia “humanistas”, que no es lo ción minera. Es preciso interrogar el mismo que científicos. Después de significado del modelo de desarrollo todo, la palabra científico no existe nacional, porque el problema de la hasta el siglo XIX, no se la va a encon- ciencia productiva es que coadyuva a la trar en el siglo XVIII. Había químicos, producción por la producción misma. historiadores naturales, físicos, pero de ninguna manera científicos. La HG: Podríamos ubicar el origen de palabra ciencia, tal cual hoy se la usa, este tema en la universidad que se es hija dilecta de las transformaciones quiso diseñar con el desarrollismo, del mundo del siglo XIX, de la esco- hacia mediados de los 60. La fuerte larización masiva, del encastre de las reconstrucción que se pensó de las universidades con la industria y los ciencias exactas como epicentro del ministerios de guerra, con la investi- modelo de investigación, hacía refe- gación “en serie”, pues antes no había rencia a un país que pretendía tener investigación en las universidades, la ciencias básicas e investigación apli- investigación hasta el siglo XVIII era cada en un contexto social favorable. un asunto de los “gentlemen”. Por A esto se agregaron las posteriores, decirlo de otro modo, lentamente la pero no tan posteriores, y agudas universidad pasó a manos de las clases observaciones, de Oscar Varsavsky medias. Un estudiante proveniente y de otros científicos que, sin dejar de la clase media pretende devenir de estar de acuerdo con el esquema en profesional, en alguien que puede de desarrollo científico, tenían un exhibir un rango y un honor. Hay que proyecto de politización que nunca recordar que, luego de la década de logró integrarse con el simultáneo 1930, ser un “doctor” en Argentina proceso que se vivía en las ciencias no concernía simplemente al orgullo sociales en relación a su politización, del vástago del inmigrante analfa- aún con el fuerte precio de disolver beto, no, un doctor era alguien muy su base epistemológica. En las cien- importante, que se consideraba con cias exactas esa base permanecía derecho, en tanto personaje ilustre, como parte de una gran herencia a dar cátedra sobre política, sobre la

52 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

Guerra Civil Española, sobre los acon- muy poco interesante por cierto, de tecimientos del mundo. El Partido los conceptos de las ciencias sociales. Socialista se nutrió de este tipo de Cosa muy distinmta sería que se dijera personajes. El Peronismo genera una la palabra “fábula”, que todo es fábula, cierta desorganización del impulso, y no “relato”. Ahí estaríamos fuera de pero el desiderátum no desapareció. los límites del constructivismo que Así que la politización es un asunto modernizó a la filosofía de las ciencias viejo, pero emergió dentro de una sociales en contraposición a la idea universidad que ya es industrial, y no “germaniana” de un objetivismo más la conciencia espiritual de una nación tradicional. Vale recordar que cuando o de una ciencia, entendida como un murió Ezequiel Martínez Estrada, saber no inmediatamente aplicable. Cuba se declaró en duelo nacional y La universidad da forma a profesiones se bajó la bandera a media asta. En para un mundo construido como Argentina, nada por el estilo, apenas, una gran industria. Vos mencionás a ese día, en la Facultad de Filosofía y Varsavsky, y está bien, pero Varsavsky Letras, donde ahora está el Recto- hace una crítica no sólo de la ausencia rado, el profesor Carlos Alberto Erro, de raigambre nacional de los investi- que era un tipo tradicional, medio gadores o bien del estilo de investiga- gauchesco, pidió a los alumnos que ción que se hacía en ciencias exactas en se levantarán e hicieran un minuto de aquel momento, sino que llega a cues- silencio ante el absoluto desinterés del tionar el concepto mismo de ciencia. resto de los profesores, del director del Eso está muy lejos de lo que sucede en Departamento de Sociología, y de los la actualidad, sobre todo en las cien- grupos estudiantiles, todos ellos embo- cias sociales, que se aggiornaron a las rrachados de “ciencia”. epistemologías constructivistas, del estilo “narrativas”. Yo recuerdo que HG: Sí, yo fui alumno de Erro. cuando Néstor Kirchner asumió la Su posición era la de una extraña presidencia, en su discurso inaugural, gauchesca, digamos, liberal… recurrió a la palabra “paradigma”, y cuando hizo lo mismo Cristina CF: Una cruza quimérica entre libe- Fernández, hace cuatro años, recurrió ralismo y gauchesca nacionalista. En a la palabra “estudios de género”. Le todo caso, la anécdota indica que se presté atención a esas dos referencias, estaba instalando una disciplina en amplia y sospechosamente circulantes donde las ideas de Martínez Estrada, en el periodismo y en el discurso de no sólo sobre la nación, sino sobre las clases medias que han pasado por el lo que es el conocimiento, no tenían Ciclo Básico Común de la UBA. Son ningún lugar salvo para su adver- moneda de cambio del sentido común, sario ocasional, Erro, con quien pero su significado no está vivo, operan había disputado la presidencia de la como pequeños dogmas con preten- Sociedad Argentina de Escritores unos siones de solvencia. La otra palabra que pocos años antes. Erro sabía del valor aparece continuamente en el discurso de Martínez Estrada, más allá de que de la presidenta y de sus seguidores es él se ubicara en el mundo político del la palabra “relato”, es decir narración. liberalismo y Martínez Estrada hubiera Estas palabras suponen el triunfo, tenido su deriva izquierdista. Algún

53 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

54 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

despistado podría decir que ahora las una materia más aprobada. Era muy ideas de Martínez Estrada sobre el gracioso porque al que aprobaba conocimiento están presentes en la más materias de Erro se le daba la Facultad de Ciencias Sociales, pero “medalla al trabajador lírico de la no, no es así. Para Martínez Estrada el pampa” (risas). Te estoy hablando pensamiento era mito, y eso está fuera de fines de los años 60. Este modo de cuestión en las discusiones de hoy. de grosera burla que había en torno La forma en que se piensa la investi- a Erro, quién entendía muy bien gación en la universidad, salpimen- a Martínez Estrada, expresaba el tada de saberes actualizados, “update”, resquebrajamiento, en su faz menos estilo “poscolonialismo”, “estudios interesante, de la gran reflexión de género”, “constructivismo” de las mitológica frente al veredicto de identidades, y otros así, vuelven a las clases medias estudiantiles que reproducir el esquema anterior con entraban masivamente a la univer- el que se pensaba el conocimiento en sidad para protagonizar la vida del la época de Gino Germani. Y a pesar científico social. de que son saberes que se desviven por los muertos y las víctimas, poco CF: Estaban equivocados. Tanto es así y nada saben de los ritmos últimos que unos pocos años después esa elite de la experiencia popular, que son de estudiantil, que no eran tantos si te tipo orgánicos, allí donde se expresa la referís al mundo de sociología, aban- humillación, el dolor, la crueldad, la donará a Germani y al estructural- soledad de los vencidos. funcionalismo y los van a sustituir por otros ideales de cientificidad, o más HG: Un recuerdo sobre Erro. Él afrancesados o más marxistas o más había caído en un descrédito muy nacional y populares, aunque ya eso se profundo, porque ante la gran da en el extremo de una politización afluencia estudiantil que venía de que disolvía a la propia universidad. los barrios, las clases medias de los Pero me gustaría volver sobre la figura barrios de Buenos Aires, el lenguaje de Erro. Él no tenía lugar en la Carrera de Erro ­–tenía un concepto sobre el de Sociología, salvo como personaje trabajo gauchesco: el gaucho como que todavía mantenía vínculos con un trabajador lírico de la Pampa– era mundo que estaba a punto de desapa- muy repudiado en medio de la recer, que es el mundo de las elites era de Germani. El descrédito era liberales, el mundo de los militares tan grande porque evidentemente liberales que comandaron la Revolu- chocaba con los criterios de análisis ción Libertadora. de la estructura social. Un traba- jador lírico de la pampa, vinculado HG: Sí, él había sido dirigente del a la figura del gaucho y sus otros grupo Mayo-Caseros… conceptos, lo condenaban al descré- dito. Sin embargo, como sus mate- CF: Si Germani lo puso ahí es porque rias eran como cinco, sobre Alberdi, le convenía para garantizarse que el Echeverría, etcétera, eran libres, Rectorado, permeado por gente de había cientos de estudiantes que se la Revolución Libertadora, aprobara anotaban para tener simplemente la creación de la Carrera de Socio-

55 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

logía. Era un vínculo estratégico. Pero lo que hicieron los jóvenes sociólogos eso no es lo importante, en última todavía enamorados de la ciencia, no instancia Erro no tiene lugar no era interesante. Y hoy pasa lo mismo; sólo porque no era cientificista, sino pienso en cierto cansancio que hay porque el mundo al que pertenecía ya con el “setentismo”, que es un “relato” no era respetado por los estudiantes que no da para más. Pero pegarle a eso que se ilusionaban con la Revolución también es fácil. La cuestión es desde Cubana, con las ideas de la revista dónde se le pega. Perdoná que haga un Contorno, con el existencialismo. En desplazamiento, pero creo que sirve otras palabras, Erro representaba un para pensar la cuestión. Cuando uno mundo espiritual que se contradecía piensa en la polémica suscitada por la con los nuevos entusiasmos de las bien conocida carta de Oscar del Barco juventudes de las décadas del 50 y del de hace varios años atrás, ahí había una 60, sea la politización de la teoría de forma de recusación del setentismo estilo “existencialista contornista”, sea que no suponía sencillamente decre- el activismo institucional o académico- tarlo fenecido por anacrónico o porque científico que era propio del proyecto sus oficiantes hubieran conseguido de Germani. Ese desplazamiento polí- lugares de poder simbólicos o porque tico dio origen a la creación de diversas el gobierno retomara sus relatos origi- facultades, y estaba asociado, además, narios o porque ese discurso domine a los cambios de elencos profesorales ahora el aparato cultural. No, Oscar e intelectuales que trajo aparejados la del Barco les pegaba en el bajo vientre, Revolución Libertadora. Erro ya no les conminaba a volver atrás, a un tenía nada que ver con este nuevo lugar imposible, a revisar sus propios mundo, y también Martínez Estrada fundamentos supuestamente bonda- así lo comprendió y por eso se fue dosos. En fin, vos me dirás que estoy del país. ¿Acaso era mejor lo que se siendo demasiado duro con Contorno venía? Lo que los jóvenes comen- y compañía con relación al mundo zaban a promover, tanto sea la versión liberal... académico-científica de creación de una elite de sociólogos que entendiera HG: No, no te diría que seas duro, al país, o bien la elite intelectual que pero no te podés olvidar de la fuerte se eyectó del existencialismo a través presencia de Martínez Estrada en del revoltijo causado por la Revolu- Contorno. ción Cubana para caer de bruces sobre la idea de transformación social por CF: Sí, pero ambiguamente; ellos creación de hombres nuevos, no estoy apreciaban que hubiera sido un casca- muy seguro de que haya sido mejor. rrabias que no perteneciera del todo Tirar bombarda, a fines de la década a la otra runfla, la liberal-socialista, de 1950 o principios de la de 1960, pero al mismo tiempo no les gustaba sobre Victoria Ocampo y la revista que ese viejo no pudiera ver nada en Sur era fácil. Lo que hizo Contorno, el horizonte. Les incordiaba su pesi- y un montón de revistas que prospe- mismo porque era gente exaltada por raron a su vera, y lo que hicieron las la praxis, esa generación se enamoró de juventudes escindidas de los partidos eso, es decir de la política. Con Cuba de izquierda tradicionales, y también, van a encontrar una vía regia para, por

56 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

un lado, dejar atrás su viejo antipero- Jauretche que también manejaba ese nismo –que ya les había sido enros- vínculo cuando hablaba del intelec- trado por Arturo Jauretche–, y por tual en todas las tareas del hombre, otro lado para hacer olvidar su efímero el “hombre genérico”… entusiasmo por Frondizi. Es decir, dieron un salto para no pensar en lo CF: Jauretche escribió que Viñas era que habían hecho ni tampoco el lugar “petulante”. No se lo dice como adje- mítico en el cual pretendían seguir tivo descalificatorio, más bien trataba sosteniéndose: la figura del intelectual de especificar una forma de pensar y la política transformadora. En ese que le había impedido a Viñas, y a su sentido la Revolución Cubana les hizo generación, comprender que en 1945 un favor gigantesco, les proporcionó se había iniciado una transformación un mito sustitutivo y una tarea. Por social no comprendida por los hombres eso Martínez Estrada les resultaba, en de Contorno. Pero vuelvo a la cuestión definitiva, desagradable, porque él no de la polémica creada en torno a la carta habilitaba esa pirueta. Su disidencia de Oscar del Barco. La generación de no dependía sólo de las ideas, también Contorno, y la posterior, no podía leer de su propia personalidad; era un a Martínez Estrada, no ya en función personaje torturado, dostoievskiano, de lo que hubiera sido una renovada no estaba para la política, estaba para forma de interpretar la historia polí- arrojar sapos y culebras por la boca. tica de la literatura argentina, que Quizás vos lo ves distinto… eso puede tener validez o no, León [Rozitchner] pertenecía a HG: No, no. Ni distinto, ni del sino por el lugar una disidencia que ya no tiene mismo modo. Estás trazando una en que Martínez lugar en la Argentina. Hoy se línea de interpretación del conflicto Estrada se colo- vive una etapa más cínica, por intelectual argentino, que es casi caba frente a la lo tanto el juego de la disidencia obligatorio decir que es original Argentina. A ocurre dentro de un escenario porque pertenece a tu reflexión de Martínez Estrada intelectual no muy deseme- las últimas décadas. Pero sobre eso no le interesaba jante al del circo. La idea de quería hacer una observación: la transformar la intelectual crítico ha devenido interpretación que hace Jauretche de Argentina, lo en una actitud, por momentos David Viñas lo acerca a un tipo inte- que le interesaba bufonesca, que funciona de lectual que él llama “de hombre”, era apostrofarla, interior de ese juego. al no disociar la figura del hombre y por lo tanto del intelectual. Decía Jauretche era, para ellos, un autor incómodo e que Viñas “pinta para intelec- inconducente. Meditando acerca de la tual sin despintar para hombre”, polémica en torno a la carta de Oscar cuando Viñas lo ataca a propósito del Barco, y si te la menciono no es de un incidente gremial en el Banco porque la conozcas bien sino porque Provincia. Ahí había una perspec- es una de las pocas discusiones de los tiva del “contornismo”, en relación últimos diez años verdaderamente a Jauretche, finalmente no revisada. importante, cabe preguntarse por qué De todas maneras, apareció una no tuvo efectos más notorios que el idea del intelectual más vinculado de ser zarandeada sobre un pequeño a un absurdo existencialismo de escenario intelectual. Porque era

57 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

inoportuna. Al poner radicalmente HG: Por eso es un argumento para en cuestión la bondad del proyecto de los contemporáneos de la polémica, transformación social de la generación puede que para el público posterior setentista dificultaba a sus interlocu- no sea un argumento válido. tores adecuarse al relato de los derechos humanos que comenzaba a proponer CF: Exacto, y hoy, pasados seis años, Néstor Kirchner para afianzarse en la ya sabemos que no era importante el presidencia. Si se hubiera escuchado hecho de que algún editorialista del el llamado a un arrepentimiento con diario La Nación, o si querés Jorge respecto a las ideas revolucionarias de Lanata con su novela sobre los hechos, la década de 1970 no habría habido se interesara en esa carta a modo de posibilidad de acompañamiento inte- ariete para molestar. No, eso no era lectual ni universitario al relato que se lo importante. Porque lo que estaba abría con el kirchnerismo y que estaba diciendo Oscar del Barco era que sostenido no sólo en la idea de juicios no había dos demonios, había uno a los responsables de la masacre de los solo, y todos éramos ese demonio. desaparecidos, sino también en recu- No es válido disculparse en función perar esa energía política que yacía en el de que algún desagradable pudiera pasado. No quiero ser injusto, pero ese aprovecharse de un supuesto proble- es uno de los motivos que impidió que mita “interno”. Con respecto a los esa carta tuviera efectos más corrosivos. contextos de un debate, uno puede tener en cuenta lo que decís, pero HG: Había cierta tensión con la no me parece que sea lo más rele- carta que estaba dada por la atención vante. Cuando te menciono el caso con la que la miraban los sectores de Orwell es para poner un ejemplo, que habían participado del lado de bien conocido, que es el problema del la represión. La carta producía una disidente que prefiere decir la verdad profunda incomodidad más allá de aún cuando esto suponga que alguien su validez… pueda aprovecharse de esa verdad para sus propios intereses. CF: Eso me parece completamente menor y ni siquiera lo tomo en cuenta HG: Es que el problema tiene tanta como detalle. envergadura que podemos tomar el caso León Rozitchner, que es HG: Hay que ver. Entiendo que un disidente también, pero que serían efectos que podrían conside- sin embargo cuidó de ese aspecto, rarse secundarios, pero de hecho no, llamémoslo contextual. pues no parecían secundarios. CF: Es una opción, pero también un CF: Mirá, en 1945, cuando George refugio, cuando no un subterfugio. Orwell publica Rebelión en la granja, En todo caso, León pertenecía a una se le dijo, a modo de descalificación, disidencia que ya no tiene lugar en que ese libro era leído por los enemigos la Argentina. Hoy se vive una etapa de la revolución. Hoy sabemos que más cínica, por lo tanto el juego de era un argumento interesado y poco la disidencia ocurre dentro de un interesante. escenario intelectual no muy deseme-

58 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

jante al del circo. La idea de inte- HG: Sobre todo en los puntos carac- lectual crítico ha devenido en una terísticos de la historia de Cuba, actitud, por momentos bufonesca, Playa Girón por ejemplo. que funciona de interior de ese juego. Quien mejor lo comprendió fue CF: Playa Girón… ¿Por qué mencionás Fogwill, que daba vueltas en torno a Playa Girón? a ese juego todo el tiempo, con esa psicopatía vehemente, pero también HG: Uno de los grandes resultados de medida, que consistía en asustar a los esa batalla es el libro Moral burguesa escritores, cosa que, por otra parte y revolución donde hay una transfi- no requiere de mucha valentía, con guración en un problema moral. continuos juegos de florete, hosti- gamientos para multitudes acotadas CF: Siempre pensé que el lugar elegido que permiten seguir circulando en los para el desembarco, la playa Girón ámbitos de la cultura, en fin, la cues- de la Bahía de los Cochinos, era un Christian Ferrer tión es que se siga hablando del tema, mal lugar, pues Girón era el nombre Foto: Juan Pablo Canala que se siga promoviendo un tipo de figura intelectual. No es disidencia, es actuación. En cambio, la carta de Oscar del Barco, o bien cuando León tomó posición con respecto a los apoyos por izquierda a la Guerra de Malvinas, aún se está en el terreno de la disidencia en su sentido clásico: oponerse a una mayoría y arriesgarlo todo, al menos algo.

HG: Bueno, la disidencia funciona historizada. Vos estás pensando en el disidente redentor…

CF: Bueno, no, en la tradición también...

HG: …Que se incinera en el fuego de su drama moral. León tampoco quiso ser eso, era un disidente historizado.

CF: Por eso te mencionaba el caso de la Guerra de las Malvinas, donde él se arriesga.

HG: Porque nunca abandonó la perspectiva de Cuba.

CF: No sé…

59 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

de un pirata francés que fue captu- en leyenda o en ilusión espantosa, y rado y ajusticiado allí por las autori- esto lo digo porque no me agrada del dades españolas, de la misma manera todo el historicismo con que se atacó a que mil invasores murieron al querer Oscar del Barco. hacer lo mismo que Fidel Castro había hecho apenas siete años antes. Un dato HG: Es el pan de la multitud… pertinente a recordar es que en los días posteriores al intento de desembarco CF: Exacto. de Playa Girón, no recuerdo exacta- mente cuántas, pero fueron miles y HG: Estas diciendo cosas muy miles de personas las que fueron encar- elevadas, exigentes… celadas en Cuba, entre ellos todos los obispos de la isla y casi todos los sacer- CF: No, ¡qué elevadas ni ocho cuartos!, dotes. Uno de tantos se llamaba Jaime es que vos me haces hablar de cosas de Ortega, hoy es el cardenal primado las que no sé nada. de Cuba, quien se ocupa de negociar con el gobierno de Raúl Castro la libe- HG: No digo elevadas, sino que me ración de los presos políticos, mirá refiero a cosas que reclaman profundas qué ironía... Historizado, decís vos, exigencias para lo que llamamos, de acuerdo para el momento, pero comúnmente, la ciudadanía... cuando pasa el tiempo y uno observa la historia retrospectivamente todo CF: No, yo lo que te indico es que resulta ridículo, o una pesadilla… aquello que en un momento dado era motivo de celebración, la derrota de los HG: Pero la deshistorización es el invasores entrenados en Honduras por pequeño pan de consuelo de los la CIA, tenía su antecedente, el pobre historiadores, del ciudadano común, pirata francés de Playa Girón, ahí ahor- del investigador de la Universidad de cado, y también su ironía, pues aquellos Buenos Aires, a quien te referiste antes que fueron encarcelados van a terminar desde tu posición de desconfianza. siendo, quizás, los que auxilien al La interpretación que haces de la gobierno en una transición del comu- historia de Cuba sería un eterno ciclo nismo a un capitalismo administrado de repetición con figuras cambiadas centralmente, estilo Vietnam o China, de la misma situación, donde unos en Cuba. Con lo que, todas aquellas invaden a otros con el mismo presu- víctimas de aquel momento…; quizás puesto moral. De ahí que el libro la historia sea esa… de León desequilibraba ese tipo de situaciones: la estructura moral del HG: No, no es que la historia sea esa, invasor tenía una base de falsedad. estás planteando una profunda esci- sión entre una visión de la historia CF: Considerando la deriva inmedia- como liberación o emancipación, tamente posterior del régimen cubano, según el lenguaje actual de muchos no sé si podemos presuponer que Fidel políticos y de la universidad, y la Castro se apoyaba en una “base de historia como tradición. verdad”. En todo caso, a la distancia, lo que hoy llamamos Historia redunda CF: O redención

60 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

HG: Bueno, lo dijiste antes en rela- no se llamaba “nacional popular”, ción a Martínez Estrada… se llamaba simplemente peronismo. Y Erro es la última manifestación de CF: La historia no tiene sentido, es algo que no fue aceptado como debate; el historicismo el que trata de darle la figura de Echeverría a él le parecía, sentido. le pareció a Ingenieros también –y a mí me sigue pareciendo interesante–, HG: Por eso dije, es un refugio… que está en el medio de lo historizable yo personalmente lo considero y de un espacio incómodo pero lo veo en su capa- de redención. Lo que es necesario desorga- cidad de refugio. La idea del nizar, si uno pudiera colo- dogma socia- carse en ese lugar imposible, CF: Todo lo que ocurre, o bien lo lista es un cruce es la argumentación, creo. ponderamos con tristeza literaria o por el desierto, No vale la pena construir bien uno se tiene que agarrar la cabeza. las palabras son una argumentación contra No sé, el problema es que no quiero simbólicas, pero otra argumentación. Por esa enfatizar lo contrario a lo que vos al mismo tiempo vía uno ocupa un lugarcito, decís, a mí me gusta lo que vos opinás, se puede hablar que es lo que les sucedía en los no me gusta ponerme en otro lugar. del problema de noventa a los ensayistas. Todo un grupo intelec- culmina en escenario intelec- HG: No, no, yo te escucho con tual, crítico de un tual, mesas redondas, confe- enorme interés, porque está claro que gobierno como rencias, o en escenas televisivas tu pensamiento no tiene correlato con el de Rosas, que donde colisionan argumentos. políticas efectivas que se tracen en la debe decidir si Argentina. De ahí el interés que tienen, aceptar o no al invasor extranjero, por ejemplo, retrotrayéndonos un que simplemente pase sin ninguna poco, Esteban Echeverría, volviendo a oposición a una invasión extranjera Erro, que me parece una pieza suelta o si admitir que están de acuerdo en interesante. Erro daba el pensamiento el hecho de que comparten su aver- de Echeverría, eso desapareció, pero sión a Rosas. Esto plantea problemas lo daba un poco después de que en el intelectuales entre la historización y la año 51 se editarán dos grandes libros estructura moral universal, digamos. sobre Echeverría, el de Halperín Donghi, que es su primer libro y que CF: Todo depende cómo uno consi- tiene algún tinte gramsciano, increí- dere la idea de invasión, en este caso te blemente, y el de Héctor Agosti, que estás refiriendo a la idea de conquista también tiene un tinte gramsciano: es o de intromisión extranjera. el Echeverría del Partido Comunista. Ambos intentan discutir con el Pero- HG: Muy precisamente en 1838 el nismo. Hay una situación interesante bloqueo francés de Buenos Aires no en una sociedad donde su izquierda, y es igual a Playa Girón pero de algún lo que preanunciaba de su gran sector modo tiene alguna similitud. académico con Halperín Donghi, planteaba a Echeverría como un lugar CF: De acuerdo, y también la intromi- crucial de la vida intelectual, en discu- sión inglesa ahí, dando vueltas desde sión con el peronismo, que todavía la creación de Uruguay en adelante.

61 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

Bien, pero cuando uno piensa que ser mito y Rosas historia. Rosas puede unos pocos años más tarde el intro- devenir un prócer del nacionalismo, ductor del alambrado para los campos concepto inventado en Europa, pero argentinos va a ser un inglés… Facundo está todavía más cercano a las fuerzas instintivas. Vos me pregun- HG: Echeverría va a ser de los tabas antes por el tema de la univer- primeros que hace una sociología sidad, y recuerdo nuestra experiencia, del alambrado… lo que tratamos de hacer en la década del 90, lo que trataste de hacer vos. Vos CF: En la época de Echeverría casi ni querías “politizar la teoría”, es un poco existían, eran apenas zanjas. El respon- lo que El Ojo Mocho intentó y quizá sable del alambrado en el país era un reproducía, con respecto a las ciencias inglés, residente aquí, que viaja a Ingla- sociales, el modelo de Contorno. Pero terra para traerlo. Y por cierto, el intro- eso, a fin de cuentas, no era lo más ductor del teléfono fue un francés, el importante, no porque no tuviera su así llamado panteléfono, que además pertinencia y no hubiera necesidad, fundó la ciudad de Pigué, donde poco pero me parece que vos intentabas otra más tarde pasaría su infancia Martínez cosa: era desorganizar la idea de saber Estrada. Es decir, la modernización del mismo que había en la universidad. campo argentino que permite un salto Y lo hiciste. Ahora bien, lo que es cualitativo del capitalismo argentino y necesario desorganizar, si uno pudiera por otro lado el progreso de las comuni- colocarse en ese lugar imposible, es la caciones, que eran fundamentales para argumentación, creo. No vale la pena sustentar una sociedad moderna. Vos construir una argumentación contra podés derrotar barcos, pero la invasión otra argumentación. Por esa vía uno viene por otro lado. Triunfa la mundia- ocupa un lugarcito, que es lo que les lización. Que es lo que está ocurriendo sucedía en los noventa a los ensayistas. en Argentina en este momento. Así Todo culmina en escenario intelec- que, de acuerdo, podemos criticar las tual, mesas redondas, conferencias, o intromisiones extranjeras, pero igual en escenas televisivas donde colisionan avanzan por otra vía más regia, y ahí argumentos. El saber es una hesita- sin crítica posible. ción, ¿A qué se parece más? ¿Debe tender a la argumentación lógica, o HG: Bueno la extensión a ese pensa- por el contrario, es un buscar a tientas, miento puede hacerse con las reco- con palabras casi mágicas? nocibles afinidades de Rosas con respecto a una parte de la política HG: Bueno, yo agregaría que no. inglesa; su amistad con el ministro Entiendo esa preferencia por el Lord Palmerston. punto donde en vez de argumen- tación habría otra cosa, porque la CF: Sarmiento lo dice en El Facundo: argumentación, la idea que acabás Rosas es el hombre racional de la de decir, es parecida a la historiza- ciudad; Facundo, en cambio, es un ción. Entonces tendría que haber hombre salvaje de provincia. Rosas otra fuerza moral diferente a la argu- pertenecía al mundo de la lógica; mentación. Lo que más veo hoy es Facundo no. Por eso Facundo puede que en esa descripción que vos hacés

62 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

falta ver la estructura de injuria que sitario, o bien sea por el hecho de que hay permanentemente. No es tanto los periodistas retomen conceptos la confrontación de “argumentación que surgieron en la universidad, sino contra argumentación”, porque la porque se necesitan mutuamente. Al televisión es la gran rectora de los menos en los espacios que importan a debates, más que la universidad. la opinión pública, es decir al millón Y, en ese simulacro de argumenta- o a los dos millones de personas que ciones, es indispensable que haya consultan Internet, radios, leen diarios, palabras felices que están tomadas en aunque sea en pantalla. No me parece el momento único que la televisión tan evidente esa disociación. resuelve un pensamiento, de modo instantáneo, que casi nunca es argu- HG: No. Quise decir que hay posi- mentado; más bien, tiene las formas ciones argumentales, en la tele- de una injuria muy evidente… visión y en la universidad, más o menos parecidas pero con la CF: A mi no me parece... diferencia de que la televisión, en general, cree que puede autoabas- HG: De hecho, en el debate de tecerse. Pero hay un último resabio Beatriz Sarlo en “678”, pueden haber de sensatez que la hace necesitar al quedado muchas cosas según la doctor, al licenciado, por más que memoria que actúe, pero estoy escu- la televisión en sí misma cree que ya chando mucho la frase “Conmigo posee todos los lenguajes. La trans- no, Barone”… de autodefensa ferencia mutua es evidente pero personal, sobre la base de un duelo queda una pequeña burbuja última donde hay una injuria de por medio. que la televisión no termina de Soy un poco escéptico respecto a las reducir porque sabe que la univer- condiciones en que se dan las discu- sidad puede fabricar esos conceptos siones, aún cuando pensáramos que que vos señalás. Lo que quise decir, está bien la “argumentación contra en realidad, es que la televisión lo argumentación”. No es tu caso que le ofrece al debate universitario porque estás pensando que hay algo es la posibilidad de la injuria, de la más: el sello moral que uno pone en frase rápida, del slogan, es decir que cualquier argumentación. le ofrece la lógica publicitaria.

CF: No solamente el sello moral, no. CF: Sí, pero no cualquiera injuria en Es el tipo de búsqueda. ¿Cómo se televisión. Es preciso construirse uno busca? Adivinando, o con articulación mismo como personaje que puede lógica. Pero, además, no me parece tan cuajar en televisión, incluso dentro de evidente esa diferencia que vos hacés esa lógica de injurias. No todos desean entre universidad y televisión. No sólo ingresar en esa escena. Por otro lado porque es claro el transvasamiento de creo que en la universidad también lenguajes de uno a otro lugar, no sólo funcionan esas escenas de injurias. porque parte de los debates intelec- Hay que ver los panfletos estudiantiles tuales y políticos ocurran en la tele- que circulan o las declaraciones de visión, sea porque los protagonistas los profesores. La cuestión es si tiene sean universitarios o de origen univer- sentido todo eso.

63 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

HG: Bueno, vos dijiste antes que HG: Bueno, es lo que estás queriendo la historia no tiene sentido pero decir: “desarmar la sabiduría, el se podría decir que, aunque esto saber” (risas). Volviendo un poco fuera cierto, las injurias terminan a la universidad, al debate que se teniendo sentido porque son formas daba en aquellos años, recuerdo el de ubicar posiciones personales y la momento en que yo entré, donde elaboración de la propia presencia estaba muy presente una distinción en el mundo. No en vano Borges entre ciencias de la naturaleza, cien- escribió su arte de injuriar… cias sociales y ciencias del espíritu, a la manera neokantiana. Se pensaba CF: No digo que no. Digo que con que los años 60 venían a resolver esta el paso del tiempo todo eso se vuelve cuestión. Me acuerdo de un trabajo ridículo, o bien uno percibe cuán de Eliseo Verón que pensaba muy equivocadas estaban las posiciones. bien toda la influencia del estructu- Si pudiéramos pensarnos a nosotros ralismo lingüístico. En ese sentido, mismos en lo que estamos diciendo, se anunciaba un tiempo futuro en función de lo que el tiempo va donde esa distinción ya no operaría a hacer con aquello dicho, quizá en el comportamiento de la univer- nos callaríamos o seríamos mucho sidad. No habría una partición entre más cuidadosos. la lógica generalizadora de las cien- cias duras y la lógica singularista, Paisajes prediseñados, tanto HG: Eso es impo- dramática, de las ciencias sociales. Y domésticos como urbanos, de sible porque el a propósito de eso, se impuso cierto acuerdo al proceso, bien cono- h i s t o r i c i s m o criterio de “idoneidad” de las cien- cido en Argentina, de la moder- tiene su sabi- cias. Pero la separación perduró a nización acelerada, no sólo de duría. El histori- través de humoradas, por ejemplo, la estructura productiva sino cismo dice: “esto decir “ciencias duras” y “ciencias de los consumos culturales. La va a ser así pero blandas”, que más que una califica- cultura, entonces, pasa a ser no hay posibi- ción es una humorada evocativa de algo que se produce, se exhibe lidad de saberlo”, un tema que no se podía resolver y y se archiva. No me parece entonces mejor que hoy vuelve, de alguna manera, interesante todo eso como idea no callarse, pues como si volviera siempre el problema de felicidad pública. siempre va a de los distintos tipos de conoci- haber un histo- miento y de ciencia. Esta discusión, riador u otro que cometa el mismo que no toma en cuenta lo que vos error y que puede entender el que señalás respecto a la redención o la cometiste vos. Es la garantía que da autocapacidad del conocimiento de el historicismo, es poco pero es muy redimirse, hoy vuelve a plantearse importante. casi en términos de aquel debate de los 60, no resuelto, respecto al CF: De acuerdo, pero si uno atendiera papel de la ciencia. En tal sentido, a lo sucedido en el pasado, los aconte- las ciencias sociales o las llamadas cimientos anteriores a nuestro tiempo, “ciencias blandas” –me parece que eso tendría, quizás, el mismo efecto lo “blando” y lo “duro” es una clasi- que si uno tuviera el poder sabiduría ficación que opera simplemente a de ver en el futuro. No sé… los efectos de tramitar subsidios,

64 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

obtener posiciones en el Estado, dades masculinas y femeninas, con sus etcétera– siempre están necesitadas juridicidades correspondientes, que no de responder por su propia situa- respondan al machismo tradicional, ción, no así las otras ciencias que etcétera. No sé, quizás alguna utilidad tienen estructura ministerial, finan- tengan esos saberes. ciamientos, fuerte capacidad de intervenir, incluso, en la ideología HG: Bueno, pero el problema de política de la época. Entonces, en la utilidad del saber se puede tratar esta situación, la universidad pierde dentro de una filosofía de la ciencia un poco la capacidad de haber defi- de corte positivista, o una filosofía nido ese problema o nunca lo definió analítica o cualquier otra. Tratar la y aparece algún atisbo de definición utilidad del saber exige, a su vez, en las políticas del Estado. otra ciencia que empalme más con sabidurías como las que vos estás CF: Son saberes prácticos que se tratando de exponer, para darles un adecuan a la forma en que se está nombre, cercanas al papel que quiso construyendo el mundo, en este caso cumplir Martínez Estrada en el la Argentina articulada a la divi- complejo cultural argentino. ¿Quién sión mundial de la producción y el trata el problema de la ciencia o de comercio. Yo no sé si existe otra posibi- la felicidad pública? lidad; quizás lo que llamamos conoci- miento tenga solamente valor singular CF: El tema de la felicidad pública… y no universal, pero no es así como Insisto, la utilidad de la ciencia está funciona la universidad. Cada cierto asociada a la forma en que se construye tiempo cambian las teorías, las modas, el mundo. Tal como se lo ha construido, las leyes científicas. Lo que parecía es lógico que se reclame a la ciencia esa una certeza en un momento dado, se utilidad de acuerdo a la idea actual de transforma, décadas después, en una felicidad pública en Argentina. errata en la historia del conocimiento. Da lo mismo, todos los saberes tienen HG: Yo digo ¿quién trata este pretensión de universalidad y yo no problema? ¿Es tarea del filósofo sé si el valor de todo conocimiento aislado? ¿Hay algún gabinete capaz no es otra cosa que conversacional. de tratar ese problema? ¿O es el publi- Tomando esa diferencia que vos cista en la soledad de su angustia el marcás, me parece que está asociada a que lo trata? los relatos productivistas, aquellos que sostienen que para construir un país se CF: Vos hacés la pregunta por la polí- necesita de científicos y de profesio- tica, qué ideales de felicidad pública nales. Eso significa soja y veterinarios hay en los proyectos políticos y en las especializados en engorde vacuno. El propuestas intelectuales. A veces tengo lugar reservado para los científicos la sensación de que en Argentina sociales, en ese relato, es el de mejorar vivimos una especie de menemismo las formas de medición del INDEC de suavizado. Los niveles de consumo acuerdo a criterios de consumo y feli- han crecido mucho. ¿Qué es lo que se cidad que no son los tradicionales de la consume? No son “necesidades prima- ciencia económica, o proponer identi- rias”, como nos enseñaban antes en la

65 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

escuela, se procura consumir todo tipo que buscaban otros modelos de feli- de artilugios de índole tecnológica, cidad pública a través de una fuerte sobre todo artefactos comunicacio- presencia de felicidad individual: nales, automóviles, cuya producción por ejemplo, las formas de retiro y venta ha crecido inmensamente. de la ciudad. Pienso, por un lado, En fin, paisajes prediseñados, tanto en Martínez Estrada, pero por otro, domésticos como urbanos, de acuerdo en Kusch. Te sugiero este nombre al proceso, bien conocido en Argen- porque esbozó un modelo de feli- tina, de la modernización acelerada, cidad pública singular basado en un no sólo de la estructura productiva retiro de la ciudad y en la reconquista sino de los consumos culturales. La de un vivir más pleno, con inten- cultura, entonces, pasa a ser algo ción de verlo en pueblos anteriores que se produce, a la ocupación colonizadora. De ahí Los medios de comunicación se exhibe y se que el debate sobre la construcción son resolutotes de los males de archiva. No me de la Argentina, sobre los restos de la soledad y el aburrimiento, parece interesante los pueblos derrotados militarmente ofrecen a las audiencias una todo eso como que ocupaban territorios anteriores suerte de “fuga compensa- idea de felicidad es un debate, no sé si muy simplifi- toria”. Las desdichas de la vida pública. Y eso cado, pero interesante. son muy grandes y los medios es lo que ocurre. contrapesan la infelicidad Cuando se habla CF: Pero la época en que escribió Kusch media con paisajes de oropel del “modelo”, su obra es otra. Hoy, la extensión de y consuelos, incluyendo a los hoy en día, o la frontera agrícola ha llegado hasta así llamados medios “interac- de las críticas al lugares en donde Kusch no hubiera tivos”. [...] La humillación, la tal “modelo”, encontrado otra cosa más que zarzas crueldad, las bajas pasiones, yo siento que, y soledad. Argentina no es el mundo para todo eso la televisión y más allá de las andino ni el mundo amazónico, y otros espectáculos son vehí- diferencias perti- la idea de retiro de la ciudad es equi- culos, se las contiene y admi- nentes que distin- vocada, porque en verdad el cosmos nistra bajo forma circense. guen a derecha e campesino es un mundo desapare- Los medios son extensiones de izquierda, o al cido, al que ahora hay que buscarlo nuestras psicopatologías. Por populismo del en lugares medio recónditos del África lo demás, son todos parecidos. liberalismo, están o del Asia. El único cosmos real que hablando de lo existe en Argentina es el de la ciudad, y mismo. No hay un modelo distinto el de sus tentáculos comunicacionales. al propuesto por el gobierno, que es Ya nadie vive en el campo como lo el que permite la articulación con hacían los campesinos tradicionales. el mundo. ¿Acaso hay otro modelo posible de felicidad pública que no sea HG: Entonces los sistemas de felicidad simplemente el de mejorar el estándar pública deberían variar según cómo se de vida de la mayoría de acuerdo a un consuman los medios de comunica- modelo de consumo propuesto por ción. ¿Habría una posibilidad de que los países ricos? no se consumieran medios de comuni- cación? ¿El retiro de la ciudad, que se HG: Admito que es difícil. En la pensó en aquel entonces, equivaldría Argentina siempre hubo tradiciones hoy al retiro de los medios?

66 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

CF: Depende de cómo definas a los al tema de si hay una garantía en el medios de comunicación. Son reso- historicismo o si hay que buscar en lutotes de los males de la soledad y el estructuras morales atemporales, o aburrimiento, ofrecen a las audien- en formas de retiro. Por ejemplo, cias una suerte de “fuga compensa- el retiro hacia la conversación tiene toria”. Las desdichas de la vida son una tradición ilustre en Argentina, y muy grandes y los medios contrapesan no sé si es la de Martínez Estrada o la infelicidad media con paisajes de la de Macedonio Fernández. oropel y consuelos, incluyendo a los así llamados medios “interactivos”. Esa CF: Siempre me llamo la atención ilusión de permanente intercomunica- que uno de los pensadores más citados ción mitiga las angustias de la vida. Y lo sobre el tema de los medios, Marshall que no puede apaciguarse se lo atenúa Mac Luhan, fuera un convencido con medicamentos de tipo psicosomá- católico, de concurrir a misa todos tico aptos para personalidades que se los días, y que casi no tuvo aparato de han vuelto adictivas. Si pudiéramos televisión en toda su vida. En verdad, llevar una vida más suave, más en Mac Luhan despreciaba la televisión. paz, más cesada, quizás necesitaríamos Sin duda, en tanto creyente, su capa- menos de los medios. Por otra parte, cidad contemplativa era intensa y por cumplen una función benéfica, puesto eso pudo percibir las transformaciones que habilitan la descarga de la psico- técnicas de la sociedad contempo- patología acumulada a lo largo del día. ránea, y es irónico que se lo conozca La humillación, la crueldad, las bajas únicamente por una serie limitada de pasiones, para todo eso la televisión slogans logrados. En fin, los medios y otros espectáculos son vehículos, se son un gran consuelo, como lo eran las contiene y administra bajo forma los templos religiosos en otra época. circense. Los medios son extensiones Todos los elementos técnicos que vos de nuestras psicopatologías. Por lo mencionaste también estaban en las demás, son todos parecidos. iglesias, los vitraux contaban un relato, la iluminación venía desde arriba, era HG: Sí, los hacen parecidos las el lumen divino que se filtraba a través formas de montaje, los encuadres del vidriado, iluminando la escena, el de cámara, el modo en que hay que oropel en el altar, la larga peregrina- utilizar el tiempo, la expresión, ción hasta llegar a las catedrales. Los cualquiera que sea. Son visiones del medios cumplen esa función de ilumi- tiempo y el espacio muy rigurosas, nación, por decirlo de esta manera, en y esto es así para cualquier medio. un mundo de existencias escasamente Justamente por eso, ¿quién estable- afirmativas. Por el contrario, la tradi- cería una crítica? Vuelvo a la pregunta ción conversacional, ¿qué es? Es una de antes, ¿habría algún saber que, forma de afirmación grata y amistosa ajeno a la universidad, ajeno a los entre personas. Sobre la conversación medios, pudiera, sin embargo tener se puede erigir un cosmos, y no me la suficiente garantía de establecer refiero a un mundo espiritual, o idea- otras formas de uso de la palabra, lista, palabras con las que se lo minus- en otro tipo de espacio, en otro tipo valoraba antes, sino a un entramado de tiempo? De otro modo, volvemos afectivo donde pueda echar raíces

67 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

una sociabilidad mejor. La sociedad CF: No, a mí me parece que Internet moderna se construyó sobre la escena pertenece a la misma lógica de las de la familia burguesa, de la pareja corrientes de opinión. Lo contrario de monogámica. Hoy, la familia se está eso sería una sociedad que puede existir reconstituyendo como unidad reen- sin conformaciones de masas, pero no samblada. La procreación auxiliada sé, estamos hablando de utopías. por medios técnicos cumple roles equi- valentes a la rear- HG: Bueno se parece al falansterio No me parece que lo contrario ticulación que las que tanto criticaba Sarmiento. La de la sociedad actual sea el redes informá- sociedad de masas tiene todos los falansterio, sino la posibilidad ticas permiten inconvenientes conocidos pero un de dejar de creer… Es impre- en una sociedad punto que a lo mejor al Mac Luhan sionante lo que creemos todo el vagamente desje- que describiste vos, le interesaría: tiempo. Ciertas instituciones se rarquizada y cierta capacidad profética, cierto derrumban cuando se deja de populista. Si se destello iluminador… creer en ellas, no es un problema pudiera fomentar de acción política clásica, la otros mundos, CF: No me parece que lo contrario cuestión es dejar de creer. los habitaría una de la sociedad actual sea el falansterio, p e r s o n a l i d a d sino la posibilidad de dejar de creer… menos interesada en el consumo de Es impresionante lo que creemos todo imágenes que en fortalecer experien- el tiempo. Ciertas instituciones se cias de afectos buenos, distintos a las derrumban cuando se deja de creer en formas actuales de estilización de la ellas, no es un problema de acción polí- propia imagen, es decir al mercado tica clásica, la cuestión es dejar de creer. de personalidades muchas veces refor- zadas por cirugías estéticas. Hablo HG: Yo en eso coincido. Te diría que de personalidades menos asociadas a en los debates en los que uno está “dar imagen” y más preocupadas por metido, hay una verdadera discusión placeres tangibles, o por la posibilidad sobre qué es creer o en qué formas de animar y confortar al prójimo, creer. Y, puesto que se ve difícil aban- no mediante medicamentos o reto- donar algunas formas de creencias, ques, sino por creación de espacios sería interesante ver si hay formas de simpatía y cariño. En cambio, la superiores a otras. No por la calidad sociedad que conocemos, conformada argumental, sino por el tipo de senti- por aglomeraciones administradas, mentalidad a la que están asociadas. bueno, esa necesita de partidos polí- Una creencia más interesante sería ticos, corrientes de opinión, marchas aquella que maneja la celeridad de masivas de víctimas, lo que supone sus la sentimentalidad, quién lo expresa correspondientes políticas públicas de con más pudor, y si se aceptan otras apuntalamiento, etcétera. formas más estridentes, folletinescas. Pero no se dan así los debates en los HG: Pero no estás anunciando una que voluntaria o involuntariamente sociedad donde Internet tendría estamos inmersos. una gran capacidad organizativa sin marchas públicas, sin procesión… CF: No, así no se dan.

68 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

HG: ¿Está bien hasta acá? que conversan, es algo que funda culturas también, es la base de la CF: Hasta acá estamos bien. Pero no civilización. vamos a sacar mucho de todo esto... CF: Yo me acuerdo, cuando vos HG: Es que estamos debatiendo más dabas clases, la institución le dio un allá de las naciones. Las lógicas que nombre a tu materia, quizá esperaba nos pertenecen son lógicas nacio- de vos que cumplieras ciertos requi- nales que son parte fundamental de sitos, como mínimo que dieras algún la creencia. tipo de contenido, pero yo siempre tuve la sensación que cada una de tus CF: Hablamos por hablar… Vos clases se parecía a una conversación editás una revista, una revista libre. muy antigua que estábamos teniendo Quizá la gente que escribe allí cree desde mucho antes de que naciéramos, que tiene algo para decir, en el como si fuéramos reencarnaciones… sentido de acumulación de conoci- Y la íbamos a seguir manteniendo, ya miento sobre algo, o postular una no había institución ni había paredes, posición sobre acontecimientos y y no importaba lo que la institución políticas, o más sencillamente expli- supusiera o esperara de nosotros, ya citar su narcisismo. Yo creo que la no había ni alumnos ni profesores, revista podría ser esta conversación, era algo abierto. y esta conversación la podríamos tener en otro lugar. HG: Bueno, pero si aún uno tenía esa sensación, ese sentimiento íntimo, si HG: Sí, yo también pienso eso, no piensa en una institución sería pero hay algo que hace inevitable equivocado o, mejor dicho, injusto la necesidad de que trascienda, hacia los demás… la necesidad de trascendencia. La inmanencia absoluta de una conver- CF: ¿Y por qué no? Digo como yo sentí sación, que sólo le pertenece a dos esa experiencia en un momento dado.

Grupo Sur, 1961. Enrique Pezzoni, Eduardo González Lanusa, Silvina Ocampo, Alberto Girri, Adolfo Bioy Casares, Victoria Ocampo, Alicia Jurado, Héctor Murena, Marcia Rosa Lida, Guillermo de Torre, Carlos Alberto Erro, Jorge Luis Borges y Eduardo Mallea

69 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

HG: Ahora, tu interés por Martínez cional con rentas y seguridades. Era Estrada es evidente que no está hijo de inmigrantes pobres, el padre vinculado a una tesis, a un libro, era cochero de plaza. Tampoco se a una investigación, aunque todo sintió a gusto en los cenáculos litera- eso sea también ¿Cómo definirías rios. Siempre fue un empleado público entonces ese interés? que laburaba incluso los sábados. No le divertía el escenario cultural, veía CF: Me llega su amargura. No podría allí un teatro de marionetas, lo mismo compartir del todo esa sensación, creo con la política. Se fue entristeciendo y que vos sí podrías, de “enfermarse me da bronca que haya sido así. Por de país”, pero me conmueve. Una supuesto hizo mucho, escribió libros, persona chiquita, petisa, que al final le y no pocos, que se pueden seguir costaba caminar, débil, casi huérfano, leyendo. Quizás hubiera sido más feliz me impresiona el esfuerzo que hizo, si hubiera aceptado el juego, el juego inmenso, y todo por amor a la patria. que jugaban los demás, pero no, no Por otra parte, es uno de esos raros pudo, su deriva fue profética. personajes que no tiene lugar. No es que no lo tuvo, sino que no puede HG: Siempre recuerdo con gracia la tenerlo. Los “contornistas” vieron observación que le hace Jauretche, y claramente que con él no se podía creo que le interesaba mucho Martínez hacer nada, salvo respetarlo, pero Estrada, más de lo que consigue decir: desde afanes propositivos no había que su pensamiento provenía de su nada que se pudiera hacer. Para las condición de propietario de tierra, tradiciones políticas es muy difícil reto- pero las tierras a las que aludía, en una marlo. Martínez Estrada se formó en especie de enfoque marxista en el que soledad, de forma autodidacta, como el pensamiento proviene de la repro- Sarmiento y tantos otros, y al mismo ducción de bienes y de formas produc- tiempo también es crístico, acepta la tivas; esa tierra era la que había ganado cruz del país, pero decepciona a sus con el Premio Municipal de Literatura seguidores, da saltos cualitativos que en 1929 por Títeres de pies ligeros. De nadie puede seguir. Desde el uso de la modo que no sería tan desacertada la paradoja, su corrimiento hacia formas crítica de Jauretche, porque más que de saber que no son racionales, instin- un terrateniente de nacimiento o por tivas, intuitivas, como se les llamaba, herencia, en realidad las tierras que hasta su desplazamiento final hacia la tenía, si su pensamiento provenía de Revolución Cubana. Queda en estado la condición agrícola, provenían del de incomprensión. No hay muchos premio literario. pensadores así. ¿Qué se puede hacer con esa amargura? El hizo algo, con CF: En realidad Jauretche lo criticaba eso construyó un método de explora- porque, a diferencia de Irazusta, que ción del país, pero en última instancia fue un señor con casa muy cercana a lo que le interesaba era la hazaña de la plaza céntrica de su pueblo, por lo construir su propio destino. Eso es tanto una de las familias principales de muy difícil para una persona, mucho la ciudad, Martínez Estrada hubiera más como la que él era, alguien que debido comprender de otro modo el no provenía de la elite ilustrada tradi- problema de la tierra.

70 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

HG: De Entre Ríos ¿no? y Victoria Ocampo con Martínez Estrada es una relación que no ha sido CF: Sí, Irazusta era de Gualeguay. explorada del todo. Jauretche decía que Martínez Estrada, al no tener fortuna, debía comprender HG: Bueno, Borges y Jauretche mejor el problema de la propiedad, también. Pero Jauretche hace un porque la única que tuvo, efectiva- falso intento con Borges al decir mente, derivo de un premio literario. que era un caballo de pura sangre Pero Jauretche no fue muy interesante que intentaba correr carreras de con respecto a Martínez Estrada. Toda cuadreras. Le estaba pidiendo a esa crítica a los profetas del odio si mal Borges que hiciera declaraciones no recuerdo… políticas a la altura de su literatura, que Jauretche conocía muy bien. HG: Sí, a los profetas del odio. CF: Borges no podía condescender a CF: …está vinculada a la situación eso. Martínez Estrada sí, pero lo hacía específica en que se escribía después desde un lugar que tampoco le gustaba de la Revolución Libertadora, con a Jauretche. Bueno qué se yo, se desgra- Jauretche en Montevideo, exiliado, bará y se verá, vos me colocás en un no comprendía bien la posición de lugar que es completamente equívoco, Martínez Estrada. Todo se parecía a un crees que tengo algo para decir… malentendido más que a otra cosa, y además el texto de Jauretche es injusto, cachador, no lo comprende. También Martínez Estrada criticó a Jauretche, dijo que era un publicista barato. Pero bueno, esta conversación va a quedar entre nosotros, no es muy…

HG: Es probable, pero va a salir publicada, va a ser una fatalidad esta conversación (risas). Se podría extender mucho más, pero tengo cierta tentación de decir los nombres de personas que aludirían a las posi- ciones del espíritu, por ejemplo la relación Martínez Estrada con Canal Feijóo o Saúl Taborda. Cada vez más parece un triángulo, quizás no haya necesidad de inscribir allí a Lugones, un triángulo encantado para la Argentina…

CF: Hay varias relaciones que se pueden establecer, como vos decís, de triángulos encantados. Borges

71 72

Entrevista Eduardo Grüner: “La verdadera política empieza cuando las masas empiezan a preguntarse qué clase de Estado tiene que ‘retornar’” Por Verónica Gago, Sebastián Scolnik y Mario Santucho Los festejos en torno al Bicentenario de la Revolución de Mayo señalan un antes y un después en cuanto a espectáculos culturales masivos se refiere. Las repre- sentaciones desplegadas, primero en la zona céntrica capitalina y luego en distintos puntos del país, hasta desembocar en la feria futurista Tecnópolis, impac- taron en la consideración pública. Tanto por los dispo- sitivos performáticos utilizados como por la propuesta de relectura de la historia. En ese marco, interven- ciones especialmente filosas como el libro de Eduardo Grüner sobre la revolución haitiana, La oscuridad y las luces, resultan fundamentales para una revisión crítica de los modos en que las corrientes historiográ- ficas, las formas de recordación oficiales y los imagi- narios populares se ponen en juego en una época. En la entrevista que aquí presentamos, Grüner no sólo propone releer los festejos del Bicentenario desde una óptica poco concesiva, sino que aplica el mismo rigor crítico a ciertos enunciados que configuran la tona- lidad contemporánea: la “vuelta del Estado”, la exal- tación del peronismo como expresión de una política obrera, la idea de que vivimos un período posneoli- beral, la subsunción de lo político a la categoría de populismo y otros tópicos del pensamiento político contemporáneo que obran como núcleos funda- mentales de las discusiones cotidianas del presente. LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

LB: Suele caracterizarse esta década extrañan, claro, esas certidumbres y como aquella en la que ha tenido convicciones de hierro que el pesi- lugar: “la vuelta de la política”, mismo de la inteligencia nos enseñó aludiendo a la recuperación de a de-construir, como se dice horrible- cierta presencia estatal en las discu- mente ahora, sin que el optimismo siones económicas, en la defini- de la voluntad nos baste para una ción de algunos rumbos políticos acabada re-construcción. El problema, tendientes a reformular el esquema desde ya, es que si nos quedamos enre- de los noventa. Junto con la polí- dados exclusivamente en esa melan- tica “vuelven” los sindicatos, los colía somos fácilmente arrastrados al partidos y los intelectuales. ¿Cómo suicidio (personal, político o intelec- ves estos “retornos”? tual). Hay que conservar una parte de ella, me parece, como forma de resis- Eduardo Grüner: Esos “retornos”, tencia pasiva, pero al mismo tiempo como ustedes los llaman –la palabra articularla con las urgencias y las tiene ciertas resonancias del retorno de intemperies del presente. lo reprimido del que hablan los psicoa- Es un demasiado largo prólogo para la nalistas– son siempre bienvenidos si respuesta aparentemente sencilla que significan una recuperación “en este se me está pidiendo. Pero era necesario momento de peligro”, para hacer una para hacer entender que todo “retorno” vez más esa canónica cita de Benjamin. tiene que ser valorado por su inscripción Es decir, si implican un regreso en en las significaciones del presente. En nuevas condiciones que permitan la este marco yo me permitiría interrogar producción de una diferencia, como con un dejo de ironía ese concepto una suerte de anacronismo que salta del “retorno”. Ahora está de moda –y sobre el presente, por así decirlo. En conste que no menosprecio las modas: el llamado “pensamiento crítico” suelen ser interesantes síntomas de –algo muy difícil de definir, y que no época–, es ya un sentido común domi- consiste solamente en criticarlo todo– nante, hablar de una “vuelta” de la hay necesariamente un momento, política o del Estado (y la pregunta digamos, “conservador”, o por lo ahora agrega los sindicatos y los inte- menos nostálgico, como mecanismo lectuales). Ante lo cual uno no puede de defensa contra el bombardeo resistirse a una pequeña provocación: permanente y abrumador de nove- ¿perdón, volvieron de dónde? ¿A dónde dades efímeras y alienantes que supone se había ido todo eso? el capitalismo mundializado. Entonces Entiendo perfectamente el sentido uno desarrolla una especie de apego de la pregunta, cuando por ejemplo melancólico hacia ciertas “solideces” se alude al “retiro” del Estado y de la que conoció de joven, antes de que política en los fatídicos años 90. Pero se “disolvieran en el aire”, como decía en esos años se necesitó mucha acción Marx. Se extraña algún café de la calle del Estado para, entre otras cosas, Corrientes que no existe más (para no privatizar todo lo existente: hubo que hablar de la calle Corrientes misma, hacer leyes, decretos de necesidad y que tampoco existe más), o el tableteo urgencia, presionar o comprar volun- de la Lettera 22 con la que uno escribía tades, reprimir a los que se opusieran, lo que publicaba en las revistas. Y se etcétera. Todo eso lo hizo el Estado, y

73 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

para hacerlo se tomaron fuertes deci- peradas, los primeros movimientos siones políticas. Ahora bien, si lo que piqueteros, e incluso las nuevas formas se quiere decir es que ahora el Estado de “arte callejero”, de “intervenciones hace otras cosas, que sus políticas son urbanas”, y así siguiendo? diferentes a aquellas, discutamos eso. No, todo esto no fue en verdad un Pero no se puede hablar de el Estado “retorno”, fue una auténtica creación o de la Política como de universales político-cultural, pero en el sentido abstractos que a veces están y a veces que lo decíamos antes: una disconti- no; que a veces se ocultan y otras se nuidad operada obedeciendo a acon- des-ocultan, como el Ser de Heidegger, tecimientos contingentes, sí, pero que digamos. Los sectores populares, se montaron sobre una recuperación incluso, hicieron mucha política bajo de continuidades, de expresiones de el menemismo o el delarruismo: ¿hace la lucha popular que no necesitaban falta recordar las muchas “puebladas” “retornar”, porque siempre estu- que se llevaron a cabo en esos años, con vieron, de una u otra manera. Claro, si incendio de comisarías e intendencias uno cree que “política” es solamente lo incluídos? ¿Hace que hacen el Estado, las instituciones Si uno cree que “política” falta recordar consolidadas o la partidocracia clásica es solamente lo que hacen que en esos años (es decir lo que se ha llamado el poder el Estado, las instituciones se empezaron a constituido, por oposición al poder consolidadas o la partidocracia rearmar algunos constituyente), y se olvida de todo lo clásica (es decir lo que se ha de los sindicatos demás –y “todo lo demás” quiere llamado el poder constituido, combativos (ya decir todo lo que acabo de decir, pero por oposición al poder consti- que también también las corporaciones económicas tuyente), y se olvida de todo lo se habla de el y las distintas expresiones de las clases demás [...] entonces efectiva- Sindicalismo, dominantes que se la pasan haciendo mente hubo en los últimos años como si fuera política aunque no la llamen así: ¿o un “retorno” de la política que uno solo) que ya nos olvidamos de aquella suges- recompuso inteligentemente el lucharon heroi- tiva frase de los 90 que rezaba “los sistema político “constituido”. camente en tres mercados votan todos los días”?–, frentes, contra la si nos olvidamos de todo eso, digo, patronal, contra el gobierno, y contra entonces efectivamente hubo en los la burocracia cómplice? Para decirlo últimos años un “retorno” de la polí- todo, ¿hace falta recordar que todos tica que recompuso inteligentemente, esos movimientos más o menos frag- y aprovechando él sí las lecciones de mentarios, espasmódicos o semisub- lo otro (de diciembre del 2001, para terráneos terminaron eclosionando en concentrar en un emblema), el sistema las jornadas de diciembre de 2001 que político “constituido”. Los “K” –si se voltearon a un gobierno? Mucho se quiere llamarlos así– se dieron cuenta puede debatir sobre el significado real de dos cosas que nadie más advirtió (y de esa fecha, con todas sus confusiones por eso todos los otros intentos fraca- y contradicciones, pero caramba, ¡eso saron): que en diciembre del 2001 no sí que fue un “retorno” de la política! había habido una verdadera hipótesis Y si se quiere insistir con esa palabrita, alternativa (Que se vayan todos no es ¿no fue “retorno” de la política las una hipótesis: es una reacción), y que asambleas barriales, las fábricas recu- sin embargo había que hacer algo con

74 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

eso para que no se repitiera, con la un gobierno nacional-popular que posibilidad de que la segunda vez sí introdujo una gran cantidad de bene- hubiera una hipótesis. Se montaron ficios para la clase trabajadora, y donde sobre algunas de las demandas, las la irrupción de las masas en la “norma- escucharon, ciertamente, y las usaron lidad burguesa” de entonces provocó como insumo para tratar de volver a una especie de cataclismo cultural y una sociedad “gobernable”, como se se prolongó en algunas de las grandes dice. O, como prefiero decir yo, a la metáforas litera- “normalidad burguesa”. rias posteriores Hace unos días leí una nota Se pueden pensar muchas cosas, (desde “La fiesta en la que se afirmaba que en buenas o malas, de lo que “retornó” a del monstruo” 1946 los trabajadores habían partir del 2003; pero convengamos en de Borges y Bioy, empezado a hacer política y que parte de su “éxito” se explica por pasando por habían… ¡accedido al poder! la parcial derrota de ese otro “retorno” “Casa tomada” que se condensó en diciembre del 2001. de Cortázar, hasta Las Patas en la Atención, de ninguna manera estoy Fuente de Lamborghini, por sólo citar diciendo –sería una necedad, precisa- algunos hitos). En ese sentido debe mente, “antipolítica”– que este Estado ser reivindicado contra toda forma de y esta política sean lo mismo que los “gorilismo”; pero confundirlo con una de los 90. Pero sí estoy diciendo que revolución proletaria es desconocer si saltamos por encima, si desplazamos crasamente los más elementales datos de la vista todo lo otro para celebrar de la realidad, así como desconocer la acríticamente que hayan “vuelto” el historia argentina como tal, para no Estado y la Política, quedamos atra- hablar de la mundial. Parece que los pados por una concepción estrecha, trabajadores eran una suerte de idiotas elitista, institucionalista de lo que incapaces de iniciativa propia hasta es la praxis política. Esta ideología que vino el Estado en 1946 a darles ha capturado incluso a los sectores graciosamente su voz. No soy de los “progresistas”, al punto de que direc- que piensan que se pueden hacer trans- tamente se niega, se invisibiliza todo lo formaciones radicales de lo social sin que no responde a ese esquema. Hace el Estado (eso de “cambiar el mundo unos días leí una nota en la que Sandra sin tomar el poder” es una paparru- Russo afirmaba que en 1946 los traba- chada espontaneísta y ella sí antipolí- jadores habían empezado a hacer polí- tica además de antiteórica: dejémoselo tica y habían… ¡accedido al poder! a quienes ya, sin advertirlo, se han Es absolutamente increíble. Para ella resignado a no cambiar nada salvo no existieron la Semana Trágica ni su conciencia inquieta, ahora tran- la Patagonia Rebelde, ni los 70 u 80 quilizada). Pero la verdadera política años previos a esa fecha en la que los empieza cuando las masas que normal- sindicatos y movimientos de obreros mente no “hacen” política empiezan a y peones rurales anarquistas, anarco- preguntarse qué clase de Estado tiene sindicalistas, socialistas y comunistas que “retornar”, y para hacer cuál polí- “hicieron política”. Decir, además, que tica y cómo (por ejemplo, ¿con o sin en 1946 los trabajadores accedieron al ellas?). Si no se hacen esa pregunta, poder es un manifiesto despropósito. entonces el “retorno” es una entelequia El primer peronismo fue por supuesto retórica –en el mal sentido, porque

75 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

hay uno bueno–, y el “retorno de la ballo, o las hoy aún vigentes El Ojo militancia” se resuelve en una escuela Mocho, Confines, Conjetural? ¿Cuándo de recambio de los funcionarios. dejaron los intelectuales de agruparse En cuanto a los “intelectuales” –¡no para intervenir políticamente, ya fuera quisiera olvidarme de ellos, vade en la política “grande” o en la de su retro!–, vale la misma pregunta: ¿a propio campo? Es cierto que los acon- dónde nos habíamos ido? Yo escribí tecimientos del 2001 (no solamente cualquier cantidad de cosas en los 90; en la Argentina: “2001” es también hice varias revistas, publiqué libros y el ataque a las torres en Nueva York ensayos, participé de infinitos debates ¿no?) forzosamente provocaron algún públicos. Y no soy ninguna excepción, reacomodamiento. Para citar inmodes- sino apenas uno tamente un título propio, fue el fin de Es cierto que los aconteci- más: todos los que las pequeñas historias. No es que haya mientos de 2001 (no solamente conozco, y son regresado ningún “gran relato”: eso en Argentina: “2001” es también muchos, hicieron todavía tenemos que construirlo, si se el ataque a las torres en Nueva lo mismo o más. puede. Pero al menos esa “bienvenida York ¿no?) forzosamente provo- Y eso se hizo, por al desierto de lo real” (como célebre- caron algún reacomodamiento. definición, en los mente la llamó Zizek) ayudó a licuar las Para citar inmodestamente un espacios públicos babosidades del “pensamiento débil” o título propio, fue el fin de las que supimos mal la celebración estúpida de una falsaria pequeñas historias. No es que o bien conquistar. “globalización”. Sin perder la parte que haya regresado ningún “gran Ahora, si con habíamos ganado (la autonomía del relato”: eso todavía tenemos “retorno de los significante, el peso de lo simbólico- que construirlo, si se puede. intelectuales” cultural, etcétera) el pensamiento se se quiere decir nos materializó mucho más. En el plano que nuevamente, después de mucho nacional, fue toda una revancha (bien tiempo, se conformaron agrupa- amarga en otros aspectos) para los que mientos explícitamente pensados para nos sentíamos más cerca de la trinchera intervenir colectivamente en el debate de Viñas o de León Rozitchner que de político-cultural (como Carta Abierta la pista de patinaje de algún fabricante a partir del 2008 o recientemente la de zoquetes. Asamblea de Intelectuales en apoyo Por otra parte, los formatos actuales, sin del Frente de Izquierda), de acuerdo, duda más “masivos” (Carta Abierta o es algo para celebrar. Pero, otra vez, no la Asamblea, para volver a ellos) tienen es estrictamente un “retorno”, sino una sus riesgos –aunque por cierto no sean continuidad bajo otras formas. Menos simétricos–: de un lado, el riesgo de “solitarias”, si se quiere –aunque hacer perder distancia crítica –perder “pesi- una revista o participar en una mesa mismo de la inteligencia”, digamos–, redonda tampoco es “solitario”, como subordinándola a las (inevitables, sí lo es, siempre, escribir–. En cierto parece) necesidades instrumentales o sentido, es algo que se hizo siempre, estratégicas de la realpolitik. Del otro, y sobre todo desde 1955: ¿hay que mantener tanta distancia crítica, tanto recordar Contorno, El Escarabajo de rechazo a cualquier compromiso con Oro, Literal, Envido, Los Libros, Punto la política de “manos sucias” de la que de Vista, Sitio, La Bizca, La Ciudad hablaba Sartre, hasta que esa “pureza” Futura, El Cielo por Asalto, El Roda- abstracta se vuelva políticamente inope-

76 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

rante, o incluso un obstáculo. Y final- del “tiempo homogéneo y vacío”, mente, el riesgo más grande: hoy los lineal, evolucionista, y para decirlo medios –todos los medios, cada uno a todo, colonial / eurocéntrica. Es una su manera y con sus propias improntas filosofía de la historia que sólo pudo ideológicas– juegan un papel que no concebirse a partir del 12 de octubre tenían en los tiempos de, digamos, de 1492 –por hacer una periodización Contorno. Es constante el peligro de simbólica pero para nada arbitraria–: quedar atrapado por un “liderazgo” es decir, cuando empezó lo que Samir mediático que necesariamente aplana Amin llama la mundialización de la la reflexión crítica con sus tiempos, ley del valor del Capital. Esa mundia- sus inmediateces, sus urgencias, sus lización, que tenía Amos como los inevitables simplificaciones groseras. sigue teniendo la “globalización”, No se trata de sus contenidos ni de sus deglutió otras temporalidades histó- intenciones: ellos funcionan así, no ricas, otras lógicas de “acumulación”, son ni buenos ni malos, son incorregi- otras concepciones del tiempo y de la bles, como decía Borges (aunque no lo Palabra. En una típica operación ideo- decía de los medios, claro). Como se lógica de pars pro toto, esa deglución verá, en la dicotomía de Umberto Eco transformó en “natural” la idea de la soy un decidido apocalíptico. historia europea. Lo que triunfó es toda una metafísica de la temporalidad, LB: ¿Estarías de acuerdo con la y no solamente un sistema económico. idea de que en América latina se ha El genocidio y el etnocidio coloniales logrado a ir más allá del neolibe- fueron complementados por un crono- ralismo, a partir de la emergencia cidio, si se me permite inventar un de nuevos sujetos sociales en lucha y neologismo. Eso se terminó de consa- de la aparición de distintos gobiernos grar en el siglo XIX con el positivismo, progresistas? Muchos discuten cuál el cientificismo, el evolucionismo, el es la acepción del término posneoli- “progresismo”, todas ellas expresiones beralismo. ¿Cómo lo ves vos? de la consolidación del gran capita- lismo industrial. El “progreso” –cate- EG: La palabra “progresismo” me goría que no tiene sentido en ningún provoca cierto rechazo. Qué le vamos otro campo que en el de la raciona- a hacer, es un prejuicio que no puedo lidad técnico-instrumental– se volvió sacarme de encima. No puedo olvi- incluso un argumento legitimador de darme del Benjamin que decía que la dominación, la explotación colonial, hoy en día –y el “día” de Benjamin la esclavitud y el racismo: así como sigue siendo el nuestro– el concepto de hoy se legitiman agresiones impe- “progreso” es un arma ideológica de la riales con razones “humanitarias” (una historia de los vencedores (para quienes perversión del lenguaje posiblemente por supuesto hubo un “progreso” que inédita en la historia), en el siglo XIX los puso en ese lugar), mientras que se estaba llevando el “progreso” a los para los vencidos la historia es una pueblos y razas “inferiores”, tal como pesadillesca sucesión de regresiones. en el siglo XVI se les llevaba la verda- Dicho más “teóricamente”: aceptar dera religión –¿y cuánto se ha hablado sin interrogación crítica esa idea es de la “religión del progreso” decimo- someterse a una filosofía de la historia nónica? Pero la historia real no es así.

77

LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

La historia real es un entrechocarse que me he atrevido a llamar un nuevo permanente de tiempos diferenciales, modo de producción de efectos de Verdad. un “desarrollo desigual y combinado” Sin embargo, los tres tienen –cada uno –para decirlo con un clásico– también a su manera, de nuevo– como punto de las temporalidades históricas, cultu- de referencia histórico-cultural a ese rales, simbólicas y hasta “subjetivas”. “anacronismo”, imposible de concebir Pero además, para alguien que –como en la modernidad, que es la tragedia suele sucedernos a los intelectuales– se griega. ¿Por qué? Porque quieren hacer pre-ocupa de cosas como la literatura “retornar” ese momento fundacional y el arte, el concepto de “progreso” es en una época de agotamiento de lo que harto problemático. ¿En qué sentido aquel momento había “fundado”, con se puede decir que la literatura ha el objeto –o, si se quiere, la apuesta “progresado” desde Homero hasta “pascaliana”– de que el choque entre García Márquez, desde Sófocles o esas opuestas temporalidades produzca Séneca hasta Paul Auster o Saramago? algo nuevo. ¿Picasso pintaba mejor que Velázquez (Aprovechemos la oportunidad para o Caravaggio? Es un poco ridículo. Y hacer una especie de declaración de si a la palabra “progreso” se le da un principios. La Verdad tiene estructura sentido más “político” (en su acepción de ficción, dice en alguna parte Lacan. estrecha), ¿qué hacemos con, digamos, Es un enunciado muy complejo, Céline o Ezra Pound, escritores que en concentrémonos en uno solo de sus el siglo XX produjeron no “progresos” posibles sentidos. Ejemplo: se puede sino verdaderas revoluciones en el aprender muchísimo más sobre la estilo narrativo o poético, pero que sociedad burguesa europea del siglo eran fascistas y racistas? También aquí XIX leyendo a Balzac, a Tolstoi, a funciona la “desigualdad combinada”; Dickens, que en todos los manuales también aquí se ve cómo “civilización” de sociología o historiografía. Desde y “barbarie” son las caras de una misma ya, conviene saber sociología e historia moneda. Y también aquí opera lo para darse cuenta de por qué la litera- que decíamos a propósito del anacro- tura es superior, pero queda el hecho nismo productivo. Hay un consenso de que, como ya lo sugiere Aristóteles generalizado en que Marx, Nietzsche en la Poética, la gran literatura es supe- y Freud son los que, entre fines del rior. Y, nuevamente, esa superioridad siglo XIX y principios del XX, fundan no depende de la ideología “cons- una manera de pensar, de interpretar ciente” del autor. “Prefiero un Balzac el mundo radicalmente nueva (eso se reaccionario a cien Zolas progre- puede leer en Foucault, en Ricoeur, sistas”, afirmó cierta vez Lukács. En en Roland Barthes, en Lévi-Strauss, en efecto, el odio del monárquico Balzac Althusser). Preanuncian, de muy dife- a la mediocridad mercantil burguesa rentes modos, la crisis y el colapso del en ascenso lo hizo retratarla con un optimismo positivista-burgués deci- nivel de metafórico y revelador detalle monónico del cual todo el siglo XX, que al progresista Zola se le escapaba, con sus guerras mundiales, sus “totali- y que excede en mucho lo que puede tarismos” y sus genocidios horrendos es caber en las grillas categoriales y taxo- el más cruel y violento de los testimo- nómicas de las “ciencias sociales”. nios. Marx, Nietzsche y Freud crean lo Jacques Rancière ha visto bien una

79 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

paradoja: la ciencia social cree poder veces también con algunas personas aplicarle sus conceptos a la literatura, que se autocalifican así: esos bienpen- sin advertir que esos conceptos los ha santes de clase media –Hystericus, los extraído (o, mejor, abstraído) de ella. habíamos bautizado ya en los 80, en Como los bordes entre esas regiones la revista Sitio–, que se fascinan fácil- discursivas son muy finas, a veces mente con el discurso de la “reno- puede suceder al revés: a la etnografía vación y el cambio”, se lo creen a de Oscar Lewis, a quien desgracia- rajatablas, y después, previsiblemente, damente ya no se lee en nuestras cuando nada cambia ni se renueva universidades, le bastaba transcribir en serio, se sienten traicionados, lo textualmente el discurso de sus entre- cual no les impide fascinarse con el vistados –en Los Hijos de Sánchez o siguiente. Eso significó culturalmente en La Vida, por ejemplo– para que (no hablo de la pertinencia político- eso pudiera leerse como unas apasio- coyuntural) una parte “flotante” (no nantes novelas “realistas”. Esto es algo hablo de los militantes y los conven- que no escapó a la aguda percepción cidos auténticos) del voto a Frondizi, de Marx, Nietzsche o Freud, y de a Alfonsín, al Chacho Álvarez, y posi- allí su recurso a la tragedia griega (y blemente también a Néstor y Cristina, por supuesto a Dante, Shakespeare, o a Binner, por decir algo. ¿Cuándo se Cervantes o Dostoievsky). Segura- escuchó a un obrero o a un marginal mente que el propio fundador del o a un chipaya del altiplano boliviano psicoanálisis hubiera aceptado el decir de sí mismo que es “progresista”? quiasma de Harold Bloom: lo que Eso solo se le puede ocurrir a un se necesita no es una lectura freu- pequeño burgués de barrio Norte. diana de Hamlet, sino una lectura Dicho todo lo cual, es verdad que en “hamletiana” de Freud. También la última década, al menos en América aquí tenemos, entonces, una “combi- Latina, ha comenzado a suceder algo nación desigual” de temporalidades bien interesante: aquellas otras histo- distintas, y con frecuencia opuestas, ricidades diferenciales –la de los entre arte y sociedad, funcionando aborígenes, los afroamericanos, los como eficaz alegoría de las aporías y marginales y “vencidos” de todo tipo, límites del “progreso”.) sumándose a lo que antes se llamaba “la ¿Para qué puede servir toda esta clase obrera y los sectores populares”– tediosa perorata de puesta en cues- han empezado a hacerse escuchar por tión del sentido común “progresista”? diversas vías. Desde ya, siendo lo que es No sé si al sufrido lector le podrá la “industria cultural”, muchas de esas servir para algo. A mí me sirve para voces han sido recicladas como mercan- atemperar la tentación de un entu- cías para turistas, o como coartada de siasmo acrítico con los gobiernos, los alguna clase de “multiculturalismo”. partidos, los movimientos o los líderes Pero eso no quita que las voces están, y políticos llamados “progresistas” (es a veces los cuerpos pagan duramente el curioso que ahora esta palabra sea un precio de su propia voz, como sucedió elogio, cuando en los años 60 y 70, recientemente entre nosotros con los incluso para la izquierda peronista, asesinados qom. Sin duda el colapso era un anatema, ya que “progresista” de la hegemonía cultural –quizá más se oponía a “revolucionario”). Y a que de la económica– del denominado

80

LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

“neoliberalismo” ha contribuido a esa el mundo-“mundializado”. No están emergencia (en todos los sentidos de poniendo en cuestión los límites de lo ese término). Algunos gobiernos –por que Mészaros llama el sociometabolismo otro lado muy distintos entre sí: es del Capital. Las medidas “reparatorias” un abuso teórico y político tratarlos que puedan adoptar –y que, repito, como un conjunto homogéneo– se deben defenderse en sí mismas– nada han hecho cargo tienen que ver con una ruptura con La temporalidad histórica de de aquel colapso, la lógica de fondo del “sociometabo- esos gobiernos no es la de aque- y son calificados lismo”. No se trata de lo que “falta”, llos sectores desprotegidos y como “progre- o de lo que hay que “profundizar”, sus urgencias. Los gobiernos sistas”. No mini- como reza el discurso “progre”; en “progresistas” se manejan con mizo el hecho: verdad, no falta nada ni hay nada que los tiempos “largos” domi- si más gente profundizar: el “modelo” es así, como nantes en el mundo. No están puede comer, si se lo ve hoy. Se pueden ampliar cuan- poniendo en cuestión los límites se pueden revisar titativamente las medidas reparatorias, de lo que Mészaros llama el algunas de las quizá –aunque no es muy seguro, en sociometabolismo del Capital. políticas más medio de la tremenda crisis mundial–, retrógradas de las y eso estará muy bien; no va a signi- décadas pasadas, si se reparan cosas en ficar, sin embargo, ninguna ruptura el campo de los Derechos Humanos, si estructural de la lógica del “modelo”, se pone en cuestión el anterior sentido como no la significó el tan mentado común neoliberal, bienvenido sea. “Estado de Bienestar” keynesiano, Toda medida “progresista” que tenga cuando lo hubo. Pero además hay que efectos materiales positivos sobre los tomar en cuenta que los tiempos del sectores sociales más desprotegidos propio mundo dominante ya no son debe ser apoyada. tan lentos como quisieran el evolucio- Además, ese clima político puede nismo o el reformismo “progresista”. –puede: no es una consecuencia nece- Estamos cotidianamente viviendo las saria, depende del protagonismo de turbulencias crecientes de una crisis las masas– contribuir al crecimiento del “sociometabolismo” que muy bien de movimientos de base que apunten podría ser terminal. Por todas partes a una transformación profunda de lo –de El Cairo a Londres, de Trípoli a existente –salvo que al mismo tiempo Atenas, de Tel Aviv a Madrid– vemos esos propios movimientos sean “coop- rebeliones todavía confusas, ambiguas, tados” por los gobiernos, como suele contradictorias, pero que en algunos suceder–. Eso sí no lo van a hacer los casos ya empiezan a advertir: “El gobiernos actuales, por más “progre- problema no es sólo el liberalismo, sea sistas” que sean. Porque, permítaseme antiguo o neo: es el capitalismo ”. Se insistir: la temporalidad histórica de aceleran los tiempos en que tendremos esos gobiernos no es la de aquellos que decidir si queremos otro “modelo” sectores desprotegidos y sus urgencias. (y no una mera corrección reparadora Los gobiernos “progresistas” (o “refor- de lo existente), o si nos resignaremos mistas burgueses”, se hubiera dicho en a precipitarnos en la barbarie, que otra época, si se me disculpa la refe- como decía Rosa Luxemburgo es la rencia anacrónica) se manejan con única consecuencia posible de la crisis los tiempos “largos” dominantes en del capitalismo cuando no hay una

82 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

auténtica alternativa. Esa barbarie está redistributivos? Y así podríamos seguir a nuestras puertas: la crisis financiera preguntando indefinidamente, y la del capitalismo central está intentando respuesta sería No, y no se va a hacer, “resolverse” con más de lo mismo, lo y no se puede hacer. cual indefectiblemente llevará a más Quiero decir, los gobiernos “progre- ajuste, más desocupación, más miseria, sistas” no lo pueden hacer a fondo y por más degradación, más segregación, sí mismos. Que se me entienda bien: más xenofobia y racismo. uno puede tener que defenderlos, en En suma: ¿“posneoliberalismo”? determinada coyuntura, contra posi- Puede ser, a condición de que –como bilidades peores (que, a decir verdad, han propuesto algunos autores para hoy casi ya no existen, al menos al el vocablo “posmodernismo”– enten- interior de los países correspondientes; damos el prefijo pos como indicativo otra cosa es un potencial agravamiento de una nueva fase de la misma lógica, de la situación internacional, o incluso y no como una tajante discontinuidad regional). Pero tiene que hacerlo reco- con ella. Es como tal “fase” que se la nociendo sus límites, más allá de los puede calificar de mejor que la ante- cuales los gobiernos no irán, salvo rior, sin duda, pero sigue siendo una que sean obligados por la acción de “fase”. ¿Hemos salido realmente del las masas, y entonces ya estaríamos “liberalismo”? ¿Y qué es, exactamente, hablando de lo que tenemos a cambio en la macro- otra cosa. Estos ¿“Posneoliberalismo”? Puede estructura de la que hablan los econo- son gobiernos, ser, a condición de que –como mistas? ¿Acaso ha dejado de ser el rey en general (y han propuesto algunos autores Mercado –nacional e internacional– el estoy traicio- para el vocablo “posmoder- que orienta las políticas económicas? nando mi propia nismo”– entendamos el prefijo ¿Y cómo podría ser de otra manera advertencia de pos como indicativo de una dentro del capitalismo, aunque que no se puede nueva fase de la misma lógica, siempre conviene por supuesto una hacer una “teoría y no como una tajante discon- mayor voluntad redistributiva por general” para tinuidad con ella. parte del Estado? De la respuesta a esta ellos; pero sí se pregunta dependen muchas otras: ¿se pueden decir algunas generalidades), ha dejado de pagar la deuda externa? que combinan el clásico concepto de ¿se ha hecho una reforma tributaria “bonapartismo” creado por Marx en profunda y progresiva (que no es lo El XVIII Brumario de Luis Bonaparte mismo que “progresista”)? ¿se ha –es decir, la utilización del Estado hecho una reforma agraria que permita como árbitro social, pretendidamente diversificar los cultivos en pequeñas mediador entre las clases o fracciones unidades equitativas y salirnos del de clases contrapuestas– con formas cerrojo del comercio exterior “sojero”? tal vez un poquito más controladas, ¿se han reestatizado completamente los un poquito más “estatizadas”, de recursos energéticos? ¿tenemos “sobe- liberalismo económico y político. Y ranía alimentaria”? ¿se toman medidas en algunos casos –Chávez sería para- de fondo contra la minería contami- digmático en este sentido– logran nante y extranjerizada? ¿se ha creado establecer lo que podríamos llamar un impuesto a la riqueza que afecte a un fuerte efecto performativo (se dice: los grandes capitales y sirva a objetivos “Vamos hacia el socialismo del siglo

83 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

XXI”, y muchos pueden creer que quisiera el discurso triunfal). Desde en efecto ya estamos en ese camino), luego que en determinadas coyun- que consigue un apoyo importante turas hay tironeos y hasta conflictos de masas organizadas desde el Estado, violentos entre ellos, y sólo el “análisis lo que puede tener resultados inte- concreto de la situación concreta” nos resantemente inesperados. Pero no permitirá el posicionamiento igual- podemos confundirnos: hasta nuevo mente “concreto”. Pero en la famosa aviso, no se proponen transgredir las “última instancia”, ¿no se ve que en fronteras del “sociometabolismo”. Y la sociedad capitalista el Estado, por entonces, para el así decir, forma parte del Mercado, y Esta es una hipótesis sobre la “bonapartismo”, más aún, es el que “legisla” y organiza cual los seguidores “progres” tarde o temprano la lógica estructural de las relaciones deberían estar prevenidos. suena la hora de producción? Normalmente no lo están. de la verdad: No se me escapan dos graves obje- Comprensiblemente compran por ejemplo, si ciones que se le pueden hacer a esta facilidades dicotómicas como la como efecto de la posición “alternativa”, una histórica, de una presunta batalla cultural crisis mundial se la otra teórica. La histórica: a lo largo que en última instancia sería la tiene que volver del último siglo y medio alguna forma del Estado versus el Mercado, a ciertas polí- de bonapartismo “populista”, con y dejan escapar que ambos ticas de “ajuste”, líder “carismático” incluido, ha sido “contendientes” están atrave- y aumenta de dominante, o por lo menos ha tenido sados por la lógica de clase. modo impor- un fuerte poder “arbitral”, y no solo tante la conflic- en la Argentina (Bonaparte era final- tividad social, suele suceder que el mente francés, como lo fue otro gran “equilibrio” bonapartista se rompa modelo “peronista”, De Gaulle; y (le sucedió al mismísimo Perón en quizá incluso yo esté haciendo una 1973 /74), y entonces, ¿hacia qué lado indebida restricción temporal: ¿acaso se inclinará la balanza estatal (porque la versión gramsciana del bonapar- el Estado, no olvidemos, es ante todo tismo, que Gramsci llamaba cesa- un aparato represivo)? rismo, no proviene justamente de Esta es una hipótesis sobre la cual Julio César, hace más de dos mil los seguidores “progres” deberían años?): en la Argentina, esta historia estar prevenidos. Normalmente no lo puede relatarse a partir de Rosas y los están. Comprensiblemente –pero lo caudillos federales. comprensible y lógico no es siempre Buena parte de la relativa ineficacia lo verdadero– compran facilidades institucional de las izquierdas ha dicotómicas como la de una presunta tenido que ver con sus perplejidades, batalla cultural que en última instancia sus desconciertos y sus errores ante la sería la del Estado versus el Mercado, insistencia –otra vez: el permanente y dejan escapar que ambos “conten- “retorno de lo reprimido”– de esta dientes” están atravesados por la lógica realidad. Esta “sub-objeción”, que de clase, articulada con la de una habla de unas izquierdas que hasta dependencia del “sociometabolismo” ahora no han sabido “buscarle la mundial que no ha desaparecido por vuelta”, no es para desestimarse. Y ya arte de magia (no estamos tan “blin- que acabo de hacer una alusión psicoa- dados” ni tan “desconectados” como nalítica, vamos a la objeción teórica.

84 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

Tengo bastante bien leída, creo, La termina disolviendo buena parte de Psicología de las Masas de Freud (y su especificidad; sin embargo, hay un algunos otros textos magníficos sobre “momento de verdad” allí, si aten- la cuestión, como Masa y Poder de demos al análisis freudiano. Canetti, o ese ensayo extraordinario El problema es que esa “genera- –inexplicablemente nunca traducido al lidad” teórica (igualmente aplicable castellano– que es La Locura de Masas al führer Hitler, al duce Mussolini, al nada menos que de Hermann Broch, el caudillo Franco o al padrecito –¡qué autor de La Muerte de Virgilio), y estoy título, hablando de Freud!– Stalin, plenamente convencido de que no hay todos muy diferentes entre sí y por política de masas sin el fenómeno de la supuesto muy diferentes a los actuales identificación vertical al líder a través líderes latinoamericanos) se intersecta de la cual se genera la “hermandad” con el innegable descubrimiento de entre los miembros de la masa, y todo Marx a propósito del límite que la eso. Esa mediación –la de un líder, o lucha de clases le impone al arbitraje un partido, o un movimiento– parece bonapartista, aún cuando –otra cosa ser imprescindible para pasar de lo que innegable– por ejemplo en la Argen- Sartre llama la serialidad al grupo-en- tina esa lucha de clases, desde 1945, fusión capaz de proponerse el “asalto a tiene como escenario más visible al la Bastilla”. Repito: no se puede hacer propio peronismo. Es asimismo una política sin eso; ni los bolcheviques realidad histórica que los denomi- pudieron: ¿qué hubiera sido de la revo- nados “nacional-populismos” latinoa- lución rusa sin Lenin y Trotski, de la mericanos (nuevamente, el peronismo china sin Mao, de la cubana sin Fidel, originario es un ejemplo princeps) han de la vietnamita sin Ho Chi Minh, producido verdaderas “revoluciones” y siguen las firmas? Se me dirá –yo políticas y culturales (incorporación de mismo lo hubiera dicho hace treinta las grandes masas o cuarenta años– que de no ser ellos a la vida pública Se podría decir que ese hiato hubieran sido otros, que las “condi- aunque sea hasta ahora insalvable entre ciones objetivas” estaban maduras; y “desde arriba”, la revolución “por arriba” y que no fueron sólo Lenin y Trotski construcción del la revolución “por abajo” es sino los soviets y las organizaciones de autorrespeto de la gran tragedia, el conflicto clase, y así siguiendo. Puede ser, pero los sectores popu- aparentemente irresoluble, de no es seguro. La importancia que en lares, ruptura de la política nacional, latinoa- la historia han tenido los liderazgos y una espacialidad mericana y quizá mundial. la sugestión de masas –para decirlo con s o c i a l - u r b a n a Freud– no puede despacharse alegre- rígidamente estratificada, mejoras sala- mente, aunque suene antipático y hasta riales y organizativas, etcétera), pero un poco elitista. Y esto es algo que a lo que nunca, por sus límites de posición largo del siglo XX ha hecho fracasar de clase, alcanzaron a revolucionar sistemáticamente las ilusiones de todo radicalmente lo que el marxismo “institucionalismo” republicano- clásico llamaría la base económica: liberal. Ernesto Laclau se equivoca, el “sociometabolismo” de fondo no me parece, al hacer del “populismo” se discute. Más aún, se hace todo lo una categoría tan indiferenciadamente posible por favorecerlo: las apelaciones asimilable a la política como tal, que al “crecimiento” o al “desarrollo”, o

85 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

a que los empresarios ganen todo lo sin embargo no puede definirse que puedan, para alguien que haya como una historia “diferente”. Más leído hasta tres páginas de El Capital, bien, se trataría del inconsciente no pueden sonar a otra cosa que a político tal y cómo se manifiesta a una exhortación a aumentar la tasa de lo largo de la historia social, a través explotación de la fuerza de trabajo vía de acontecimientos que irrumpen y mayor extracción de “plusvalía rela- síntomas que ponen en tensión al tiva”, aunque sea “repartiendo” un presente. ¿Cómo evaluás, desde esta poco más para aumentar el consumo y concepción crítica de lo histórico, el por lo tanto la “productividad”. impacto que tuvieron los festejos del En cierto sentido, se podría decir que Bicentenario? ese hiato hasta ahora insalvable entre la revolución “por arriba” y la revolu- EG: Me gustaría hacer alguna ción “por abajo” es la gran tragedia, el puntualización mayor. Yo hablaba conflicto aparentemente irresoluble, de allí, un poco rápido, de “historias la política nacional, latinoamericana y diferenciales”. Pero tenés razón en quizá mundial. En todo caso –no un aspecto: desde 1492, no son en tengo por qué ocultarlo– es mi gran verdad historias diferentes. Con esto tragedia personal no quiero decir que haya una sola La revolución haitiana de 1804 en relación a la historia, en el sentido del “tiempo es la primera del ciclo inde- política. Lo cual homogéneo y vacío” de Benjamin, pendentista. Sin embargo, en no tiene por sino que la unificación de la percep- Latinoamérica no se festejó el qué importarle a ción de lo histórico (como la unifi- Bicentenario en el 2004, sino nadie más que a cación del “Yo” en Freud, ya que que se esperó hasta el 2010, mí, por supuesto, mencionaste el “inconsciente polí- como si la inauguración de pero ya que me tico”) se vuelve una ideología domi- ese ciclo hubiera sido en 1810. dan este espacio nante que tiende a “renegar” de sus ¿Por qué? Porque esa revolu- la confieso. Tal fracturas y conflictos internos, de ción es insoportable: es simbó- vez debería haber la falla que, paradójicamente, no licamente inarticulable por los leído a Freud sin permite que la “totalidad” cierre, pero discursos “oficiales” de celebra- Marx, o vice- cuya ausencia hace que esa “tota- ción, porque no fue solamente versa. Pero ya es lidad” se presente como completa, una clásica revolución de inde- demasiado tarde. autosuficiente, armónica y sin fisuras. pendencia, sino que fue además Como le pasó a El modelo aquí es, por supuesto, el una revolución anticolonial. León Rozitchner análisis del fetichismo de la mercancía –no me estoy en Marx o del fetiche erótico en Freud: comparando: hablo de cierta iden- en ambos casos hay un “detalle” que tificación que me funcionó con él– falta en el “discurso dominante” (el tengo que soportar estar parado en el de la clase dominante o el del “Yo”), vendaval de ese conflicto irresoluble. y es esa falta des-estructurante en el corazón mismo de la estructura la LB: En tu libro sobre Haití (La que organiza a la propia estructura. oscuridad y las luces) ponés el foco Entonces, como ustedes bien dicen, en otra historia que supone otra se producen lo que podríamos llamar temporalidad, en conflicto con el síntomas del “inconsciente político” relato de los vencedores, pero que de la historia.

86 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

La revolución haitiana de 1804 (la que provenían de esas mismas clases menciono porque ustedes me pregun- como Toussaint L’Ouverture, las que taron por mi libro, cosa que les tomaron el poder y fundaron un nuevo agradezco) es uno de esos síntomas Estado-nación. En todas las otras revo- históricos, y es gigantesco. Esa revolu- luciones, las clases beneficiarias de la ción, para empezar, es la primera del independencia fueron las élites blancas ciclo independentista latinoamericano/ emergentes, que en general –con todos caribeño. Sin embargo, en Latinoamé- los conflictos y guerras civiles que se rica no se festejó el Bicentenario en el quieran en el medio– terminaron 2004, sino que se esperó hasta el 2010, armando el nuevo país en beneficio como si la inauguración de ese ciclo de sus grandes negocios. Esto último hubiera sido en 1810. ¿Por qué? En sucedió a la larga también en Haití, por mi hipótesis, porque esa revolución es cierto, por muy complejas y desgra- insoportable: es simbólicamente inar- ciadas razones que no tendría tiempo ticulable por los discursos “oficiales” de desarrollar aquí. Pero, justamente, de celebración (digo los porque desde esas “razones” tuvieron que desplazar, luego hay más de uno, normalmente producir un olvido catastrófico de la en pugna, aunque en las distintas lógica de origen de esa revolución. etapas de un país o de un continente Pero sigamos con los síntomas. La sea uno o el otro el que aparezca más revolución haitiana estalló en 1791, “naturalizado”). Es inarticulable, digo, entre otras razones, porque la Decla- porque no fue solamente una clásica ración “Universal” de los Derechos revolución de independencia, sino que Humanos proclamada por la Revo- fue además una revolución anticolo- lución Francesa de 1789 no extendió nial (con lo cual estoy diciendo que esa “universalidad” a la abolición de no siempre un movimiento “indepen- la esclavitud en las colonias francesas, dentista” es consecuentemente anti- de las cuales por muy lejos Haití colonial: una cosa es independizarse (entonces llamada Saint-Domingue) jurídicamente de la antigua potencia era la más rica, proporcionándole colonial, como nosotros de España, a Francia algo así como la tercera y otra es luchar contra toda la lógica parte de sus ingresos nacionales. Ahí del colonialismo y el neocolonia- tenés la famosa “base económica”, lismo, como no lo hicimos nosotros, clarita como el agua, pero también el para a mediano plazo someternos a profundo sustrato racista que, como las nuevas potencias neocoloniales, veíamos, legitimaba la dominación de como Inglaterra en el siglo XIX). Pero las “razas inferiores”. Costó la vida de sobre todo, la revolución haitiana de doscientos mil esclavos sublevados que 1804, iniciada en verdad en 1791, Robespierre decretara la abolición de la fue la más radical de todas ellas, desde esclavitud en 1794, cinco años después un punto de vista económico, social, de la famosa Declaración. Es decir: fue étnico-cultural y hasta “filosófico- el “particularismo” de la revolución político”. Fue la única de las revolu- haitiana la que obligó a la francesa a ser ciones independentistas donde fueron consecuente con sus propias premisas las clases explotadas y dominadas “universalistas”. Nosotros –seamos por excelencia, los esclavos negros de liberales, nacionalistas, marxistas o lo origen africano, dirigidas por líderes que fuere– hemos naturalizado la idea

87 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

de que la revolución francesa fue deci- culturales: es un cachetazo sarcástico siva para nuestras independencias: el a las pretensiones “universalistas” de ideario de libertad / igualdad / frater- un eurocentrismo cuya “universa- nidad influyó sobre los impulsos de lidad” había tenido un límite parti- San Martín o de Moreno, de Bolívar o cular muy preciso, y de color negro, de Artigas, etcétera. Y claro que algo de precisamente; es una puesta en escena eso hay. Pero acá tenés un caso donde del conflicto irreductible entre el parece ser exactamente a la inversa: “particular concreto” y el “universal sin revolución haitiana no hubiera abstracto”, digna de ejemplificar la habido verdadera revolución francesa. dialéctica negativa de un Adorno; es Lo menos que puede decirse es que la una demostración palmaria de que la Historia va tanto de “Sur” a “Norte” denominación “negro” –y por lo tanto como de Norte a Sur, tanto de la “peri- también “blanco”– es una enunciación feria” al “centro” como del centro a política y no biológicamente “natural”, la periferia. Por supuesto que no son puesto que puede ser legislada consti- historias diferentes (como sí lo eran, tucionalmente; y, porque en Haití repitamos, antes de 1492) porque, durante siglos negro quiso decir simul- precisamente, sólo puede haber un táneamente esclavo, es un reconoci- “Sur” porque hay un “Norte”, y sólo miento de la “lucha de clases” y más puede haber regiones “periféricas” en general de la dialéctica del Amo –que en rigor deberían llamarse peri- y el Esclavo que Hegel va a teorizar ferizadas– porque las hay “centrales”. apenas un par de años después de esta Pero sí son historias diferenciales, no declaración –y sin duda inspirándose equivalentes: la historia de los vence- en la revolución haitiana, como lo ha dores aparece, como ya lo discutimos, mostrado Susan Buck-Morss. como una continuidad de “progreso”; Pero hay más, muchísimo más: este la de los vencidos estalla esporádica, posicionamiento desde un “particula- fragmentaria y discontinuamente, y rismo” étnico-cultural asumido (posi- solo por espasmos “sintomáticos” es cionamiento identitario, sin duda, registrada por la superficie del “relato” pero no “esencialista”, ya que como histórico. En eso, efectivamente, se hemos visto es político) da el puntapié asemeja a un síntoma que “desestabi- inicial ¡en 1805! para el debate sobre liza” –o, para decirlo con Sartre, des- la negritud, que atraviesa más o menos totaliza– a la historia “oficial”. Y en subterráneamente a una parte impor- general, lo que se hace con los síntomas tante de las literaturas y las poéticas es intentar re-negarlos. europeas del siglo XIX (hay huellas en Menciono un tercer “síntoma”. En el Victor Hugo, en Merimée, en Lamar- libro discuto largamente el famoso –al tine, en Eugéne Sue, en Rimbaud, menos, famoso para mí– artículo 14 por sólo hablar de los franceses), hasta de la primera Constitución haitiana llegar a la plena explicitación de ese de 1805: ese que dice, en esencia, que debate, por supuesto, en la reivin- a partir de ahora todos los ciudadanos dicación teórico-poético-política de haitianos, sea cual sea el color de su la negritud en el antillano (no podía piel, serán denominados “negros”. Es ser de otra manera) Aimé Césaire. El un enunciado de alcances descomu- que retomará esa posta es, cuándo no, nales, históricos, políticos y filosófico– Sartre: el locus más famoso para esto

88 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

es el prólogo de Los Condenados de la L’Ouverture? ¿Hace falta repetirlo?: Tierra de Fanon (también antillano), La Verdad tiene estructura de ficción. en relación a la violencia revolucio- En fin, todo esto es lo que hace de la naria y la rebelión argelina; pero quizá revolución haitiana un acontecimiento sea aún más importante el muy ante- estrictamente imposible y por tanto rior ensayo “Orfeo Negro” (de 1947) incomprensible (como dice el histo- que sirve de introducción a la antología riador haitiano Michel-Rolph Truillot) de poetas de la negritud compilada por para el pensamiento “oficial”. Y yo Leopold Sedar Senghor. Y el debate sigue hasta nuestros días con la intro- ducción del concepto menos “identi- tario” de créolité por parte de Edouard Glissant y de Derek Walcott (el premio Nobel de Literatura de 1993), ambos asimismo antillanos, negros, descen- dientes de esclavos. Ese origen común de la cuestión en las Antillas (el Caribe anglo-francés) no puede provenir de ningún otro antecedente que del artículo 14 de la Constitución revolu- cionaria haitiana. En alguna parte me atreví a aventurar que ese artículo fue pues, en los hechos, el primer ensayo político-cultural latinoamericano. Por supuesto, la historiografía, aún la más “progresista” e incluso marxista, pasó todo esto por alto (revísense los grandes estudios sobre las “revolu- ciones burguesas” de Eric Hobsbawm: no se encontrará ni una sola vez la palabra “Haití”): como acabamos de ver, fue la literatura y la poesía la que, en principio, tomó a su cargo el “síntoma”. Y también, desde luego, en América Latina: para no ir más lejos, allí están esas dos estupendas novelas de Alejo Carpentier, El Reino de Este Mundo y El Siglo de las Luces, que no existirían sin la revolución haitiana. agrego: insoportable, inarticulable, ¿Y qué decir del monumental poema inasimilable. Lo que llamamos “revo- épico de Derek Walcott, Omeros, que lución haitiana” es pues mucho más hace una increíble trasposición de La que un acontecimiento histórico, por Ilíada y La Odisea a la historia de la más singular que sea como tal. Se trans- esclavitud en el Caribe y la revolución forma en una metáfora analizadora haitiana, además de su maravillosa de esa imposibilidad de incorporar al trilogía dramática sobre Toussaint relato de nuestras independencias –y a

89 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

partir de allí, de nuestras consiguientes inscribió plenamente, como inversión relaciones con el mundo-mundializado especular, en la misma mito-lógica y con las “filosofías de la historia” de mitrista. Poner la estatua de Rosas ese mundo– ese núcleo fracturado y en lugar de la de Sarmiento, o la del “forcluído”, ese conflicto irresoluble, Chacho Peñaloza en lugar de la de “trágico”, que desde su mismo inte- Mitre, puede ser un gesto ideológico- rior corroe el mito armónico que está político que abra alguna polémica detrás de aquel relato. Lo digo en el interesante, pero sigue siendo intentar sentido de esa célebre definición que resolver “imaginariamente”, por una da Lévi-Strauss operación de exclusión simétrica a la María Pia López publicó en sobre el mito (el anterior, un conflicto constitutivo de Página/12 un muy sustan- mito moderno la historia nacional. Como lo explica cioso artículo donde criticaba que son las ideo- el propio Lévi-Strauss, el mito tolera la muestra sobre el “Pensa- logías políticas, perfectamente, y aún requiere, esas miento Nacional” en el Palais ya que en la anti- oposiciones binarias que representan de Glace (un subproducto de güedad, o en las contradicciones formales que justa- los festejos bicenteniales): allí culturas extraoc- mente sirven para organizar el “orden” estaban Jauretche, Hernández cidentales, el del discurso mítico: alto / bajo, cielo / Arregui, Cooke y Homero mito tiene una tierra, animales que vuelan / animales Manzi, pero no Borges, muy diferente que se arrastran, Sarmiento / Rosas, Martínez Estrada, Astrada o función) como Mitre / Peñaloza. Lo que el mito no Murena (ni hablemos de Viñas un discurso que podría tolerar es el “núcleo traumá- o Rozitchner, que tuvieron “resuelve” en el tico”, inasimilable como mera oposi- que morir para ser apresurada- plano de lo imagi- ción, que des-ordena la elegancia mente “cooptados”). nario las contra- simétrica de la estructura. dicciones que no ¿Se entiende que no estoy convocando se pueden resolver en el plano de la a la “coexistencia pacífica” de los realidad. Y bien, así han funcionado opuestos, ni a una “neutralidad valo- en general estos nuevos “relatos” cele- rativa” tributaria de alguna teoría de bratorios del Bicentenario latinoame- los dos ángeles, con perdón del humor ricano (que ya de entrada, recordemos, negro? Por supuesto que entre Mitre y empezaron por excluir a la revolución Peñaloza hay que tomar partido: son haitiana, que es donde todo comenzó), dos “proyectos nacionales” contra- incluyendo en la Argentina: en puestos que representan, en su coyun- ningún caso fueron incorporados esos tura histórico-concreta, clases sociales “núcleos traumáticos” para dar cuenta antagónicas (lo que no es tan seguro del “conflicto irresoluble”. Eso no es en el caso Rosas). Pero transformar de ahora, por otra parte. Pensemos en eso, hoy, en pares de oposiciones el “revisionismo histórico” argentino, formales que se resuelven solamente a partir ya de los años 30. ¿Fue, aún (no digo que esos símbolos no tengan dentro de su parcialidad y su impronta su acotada importancia) en cambiar las ideológica (habitualmente, aunque no estatuas y los nombres de las calles, en únicamente, asociada al nacionalismo verdad no “resuelve” nada en lo real, de derecha), una reacción saludable porque efectivamente ese “trauma” no contra el “mito mitrista”? Proba- tiene solución más allá de su expre- blemente. Pero al mismo tiempo se sión en síntomas de todo tipo. María

90 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

Pia López publicó en Página/12 un muy explícita fascinación que siente muy sustancioso artículo donde criti- Sarmiento por la “barbarie”, casi como caba la muestra sobre el “Pensamiento si lo que él quisiera fuera la “civiliza- Nacional” en el Palais de Glace (un ción” europea, sí, pero con el barro y subproducto de los festejos bicente- la sangre de la “barbarie” americana, niales): allí estaban –como debían estar– en contra del europeísmo blandengue, Jauretche, Hernández Arregui, Cooke melifluo, “urbano” y más bien kitsch y Homero Manzi, pero no Borges, de quienes retratan a Facundo o quien Martínez Estrada, Astrada o Murena fuere de levita y chistera, en lugar de (ni hablemos de Viñas o Rozitchner, con su poncho y su lanza tacuara. que tuvieron que morir para ser apre- Una identificación fascinada que salta suradamente “cooptados”). Mucho se “sintomáticamente” en muchos detalles criticó también que en los fastos del más o menos laterales de sus descrip- Bicentenario estuviera ausente la efigie ciones, aún las más aparentemente de Sarmiento. Por supuesto, las críticas circunstanciales (el modelo de una más escandalizadas provinieron de lectura semejante lo tenemos mucho la derecha liberal (el neo-mitrismo de más cerca que Althusser, por cierto: La Nación, digamos), bajo la falsaria véase por ejemplo el capítulo de Lite- argumentación de un “equilibrio” en ratura Argentina y Realidad Política en el panteón histórico, que finge creer el que Viñas lee un “síntoma” similar que la Historia no es una forma de la en las igualmente fascinadas y fasci- política –y dicho sea de paso, es para nantes descripciones de los ambientes imaginar ese “equilibrio” que sirven, rosistas en la Amalia del unitario precisamente, las oposiciones formales José Mármol). de las que hablábamos–. Pero la crítica Más aún: quisiera alguna vez tener se puede hacer también desde otra trin- el tiempo suficiente (porque para chera. Una lectura sintomática (como la hacerlo tendría que estudiar mucho) que proponía Althusser) del Facundo, de mostrar que esta manera “objetiva” por ejemplo, podría demostrar que sarmientina de plantear los conflictos –independientemente del partido detrás de las aparentes armonías de la consciente que toma Sarmiento– la historia, inaugura toda una tradición oposición Civilización / Barbarie, en ensayístico-literaria latinoamericana, efecto “sintomáticamente” articulada en la cual los pares de oposiciones por una y, no polarizada en alternativas –que por cierto abundan en dicha excluyentes por una o (¿Sarmiento tradición–, lejos de ser binarismos “benjaminiano”?), esa oposición, decía, “formales”, son emblemas de esas no es meramente formal: también historias culturales “diferenciales” ella representa proyectos políticos y cuyas confrontaciones y tensiones irre- sociales contrapuestos, “historias dife- ductibles están inscriptas en los desga- renciales”, cuyo choque irreconciliable rramientos mismos del continente. –y no su yuxtaposición como pesos Por ejemplo, para volver al Caribe, a la en la balanza del “equilibrio” formal– negritud y a lo que según mi hipótesis constituye a la historia argentina del empezó con la revolución haitiana, siglo XIX (y sus prolongaciones poste- allí están las oposiciones casa grande riores, en distintas formas). Eso, para / senzala en Gilberto Freyre, o azúcar no abundar en la por momentos / tabaco en Fernando Ortiz, o Prós-

91 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

pero / Calibán en Fernández Retamar, decir a esta altura que no es un escritor etcétera. En ninguno de estos casos se intransferiblemente argentino (aunque trata (aunque ello pueda también estar sea por fatalidad, por “destino sudame- presente en los respectivos estilos) del ricano”), precisamente por su encarna- puro placer lúdico-formalista de cons- ción de todas las antinomias nacionales truir binarismos del siglo XX? Entonces, la negación No creo que los festejos del elegantes. De determinada que significan esas exclu- Bicentenario hayan realmente distintas maneras, siones, ¿no es facilitarle el mito del roto con las ya canónicas los primeros “equilibrio”, de los binarismos forma- alternancias e inversiones del términos de esos listas, al pretendido adversario? Panteón de los Héroes, en pares representan Es decir, sinceramente no creo que búsqueda de otra lógica que a la cultura los festejos del Bicentenario hayan produzca una verdadera dife- dominante, los realmente roto con las ya canónicas rencia, haciéndose cargo de que segundos a la alternancias e inversiones del Panteón la cultura histórica nacional cultura domi- de los Héroes, en búsqueda de otra –como cualquiera, por otra nada. Y, sobre esa lógica que produzca una verdadera parte– es un campo de batalla. “base económica” diferencia, haciéndose cargo de que la La respuesta popular (masiva y sin descuidar cultura histórica nacional –como cual- y entusiasta, sin duda) a esos la “autonomía quiera, por otra parte– es un campo de festejos me parece que tuvo relativa” de batalla. La respuesta popular (masiva motivaciones más, “político- una iconografía y entusiasta, sin duda) a esos festejos coyunturales”. imaginaria que me parece que tuvo motivaciones no deja de apelar más, digamos, “político-coyuntu- a elementos fuertemente ficcionales, rales”. El gobierno venía de lo que se representan asimismo temporali- aparecía como un par de reveses cuasi dades y espacialidades “diferenciales” “terminales” (el tironeo de la 125, las y en choque: los ritmos y los espacios elecciones del 2009), y algún parcial- de la plantación esclavista de azúcar mente enigmático inconsciente político y del minifundio campesino tabaca- decidió, por así decir, equilibrar la lero, de la “casa grande” del amo y el balanza, lo cual se repitió –en un galpón de los esclavos, de la Europa de sentido diferente, claro– unos meses Próspero y la isla tropical del “caníbal” después con el velorio multitudinario / “caribe” / Calibán (aquí el origen de Néstor Kirchner. Otra vez, no estoy ficcional es explícito en la trasposición trivializando esos acontecimientos, ensayística que hace Retamar de La hasta cierto punto inesperados. Los Tempestad de Shakespeare). Y bien, si dos (pero sobre todo lo de Kirchner) el gesto escritural sarmientino puede estuvieron atravesados de una multi- dar lugar –o al menos, es “estruc- plicidad riquísima de “micro-relatos” turalmente” homologable, sólo que notables, algunos dramáticos, otros anterior– a estas potentes operaciones cómicos, siempre con algún sustrato histórico-críticas latinoamericanas, de conmoción localizada. Sólo estoy ¿cómo puede defenderse que no figure diciendo que no fueron, como algunas en una “muestra” (y nos ahorraremos voces intentaron amplificarlos, actos los posibles sarcasmos sobre tal género de re-fundación (un típico ritual de museístico) de la cultura nacional? ¿Y repetición nacional: en la Argentina Borges? ¿O alguien puede seriamente siempre se está “re-fundando” algo).

92 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

Desde ya, en los hechos se cargaron que seguir hablando. Es, a su manera, de elementos más o menos míticos. también un tema trágico, en el sentido Y no seré yo –con mi gusto pasional de que te coloca en una encrucijada por cosas como la antropología de las muy compleja, muy difícil de explicar. religiones y similares– quien caiga en Para un nacionalista “ontológico” o la ingenuidad positivista de pensar que para un cosmopolita liberal, la cues- las sociedades pueden vivir sin mitos tión es fácil: de un lado hay un “ser” y leyendas heroicas, a menudo salu- nacional (una extraña expresión: dables para conjurar lo que Ernesto viniendo de la filosofía, siempre pensé de Martino llamaría las crisis de la que un concepto tan universal como presencia social. Pero lo que suele el “ser” no podría tener nacionalidad; llamarse el “pensamiento crítico” tiene o, en todo caso, será la griega; es cierto asimismo que plantarse, qué le vamos que Aristóteles advertía que “el ser a hacer, en el centro mismo de la se dice de muchas maneras”) férreo, confrontación entre ese amor (y aún esa sólido, inconmovible: una esencia “identificación”) por lo mítico, y una de piedra. Del otro, lo nacional es cierta distancia “ironista”. No es que una ilusión, las fronteras son vapores a uno le guste o le disguste: simple- perversos emanados de las calderas mente no puede evitarlo. Como solía anacrónicas del Estado, y así. ¿Hay decir estupendamente Pasolini: todo algo en el medio, una “tercera posi- eso (el sumergirse incluso en el “esteti- ción”? La pregunta, así, está mal plan- cismo” de lo mítico-religioso, etcétera) teada, me parece. Habría que buscar está en mi naturaleza. El problema es desplazar el eje de esas oposiciones. que también está en mi naturaleza Por un lado, uno sabe que las naciones contradecir a mi naturaleza. –o, para ser precisos, los Estados- nación– en general, son “inventos” LB: En distintas entrevistas y de la modernidad europea (ni la polis escritos recientes has advertido griega, ni la Roma antigua, ni los sobre tu interés en el problema de feudos medievales pueden ser llamadas “lo nacional”. Pero, en La oscu- “naciones” en este sentido, no digamos ridad y las luces, sólo te referís a ese ya las sociedades que los antropólogos aspecto de manera tangencial, lo llamarían “de parentesco”): el capi- que bien puede ser considerado un talismo, que fue el primer modo de modo de abordarlo, sobre todo si producción tendencialmente mundial se tiene en cuenta que a la luz de la por la propia necesidad interna de revolución de los esclavos en Haití, su lógica expansiva, se organizó frag- las independencias latinoamericanas mentariamente en Estados nacionales, se perciben muy de otra manera. llamados “países”, para una adminis- ¿Qué papel juega entonces, según tu tración más eficiente de la producción parecer, “lo nacional” para el pensa- y los negocios, en última instancia. miento crítico contemporáneo? Si esto ya tiene una buena dosis de ficción, cuánto más cierto será eso para EG: Uy, lo nacional, lo nacional… Un las “naciones” periféricas, o extraeu- tema imposible. Uno de esos temas, ropeas, o del antes llamado “Tercer como hubiera dicho Beckett, sobre los Mundo”, que provienen de los avatares que ya no hay nada que decir, pero hay del reparto colonial, y que en algunos

93 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

casos (es notorio el caso africano, pero mismo y a ellos como inscriptos en un en menor medida sucedió también en paisaje, en una relación incluso física, América Latina y Asia, y mucho más bien “materialista”, con la tierra. Todo recientemente en Europa del Este) eso es poderosísimo, es el sustrato y la modificaron muchas veces su frontera, “base material” de tu propia existencia, y hasta su “nombre propio”. objetiva y subjetiva. Inevitablemente En este nivel de análisis, pues, tanto pensás y sentís desde esa posición en las naciones como las llamadas “iden- el mundo, por así decir; tal vez podés tidades” nacionales son en parte moverte con comodidad en otras ficciones jurídico-políticas muchas sociedades y culturas, pero aún así veces “inventadas” con la más extrema estás traduciendo todo el tiempo a tu violencia, en parte construcciones “lengua”, porque si bien se puede –y imaginarias o simbólicas que en gran se debe– ver lo ajeno en lo propio y medida funcionan también como viceversa, estar abierto a la “alteridad”, artefactos ideológicos racionalizadores etcétera, eso tiene un límite: el cosmo- de la dominación de clase, etcétera, politismo abstracto es una entelequia, que bajo la bandera de la “unidad todo pretendido “universalismo” entra nacional” –a veces a su vez apoyada en en algún momento en conflicto con las peores formas de racismo y xeno- algún particularismo. Vos sabés, “inte- fobia– ocultan la división desigual de lectualmente”, que todo eso, como las clases, los distintos segmentos cultu- decíamos, es altamente ficcional. Pero rales y demás. Ahora bien, el problema ese saber está en permanente tensión es que los símbolos y los imagina- –normalmente inconsciente, desde rios producen efectos materiales. Los ya– con la verdad de aquel otro sistema miembros de las “masas nacionales” de identificaciones profundamente se identifican entre ellos a través de, o arraigado incluso en los estratos más mediados por, la idea de la nación y sus “arcaicos” de la genealogía humana, símbolos; eso funciona un poco como con algunos componentes muy ante- el “líder” (simbólicamente abstracto, riores aún a la existencia de las naciones. en este caso) del que hablábamos antes. Sé que esto que estoy diciendo puede Esa “simbología” se inscribe a la larga sonar muy sospechoso: parece que fuertemente en la materialidad coti- estuviera hablando de la tierra y la diana: te reconocés en tus “connacio- sangre de los nazis. Por supuesto que nales”, te entendés –o al menos crees no es así: no existe sangre “pura” como que te entendés– con ellos en la misma no existen naciones ni culturas total- lengua, desarrollás una intrincada serie mente “puras” ni “originarias”, todo de hábitos, normas, costumbres y es un producto “mezclado”, histórico, rituales en común, hay una literatura, político, cultural; la idea de pureza es un arte, una música, un cine, una radio, siniestra, y ha conducido a algunas de una televisión y unos diarios o revistas las peores barbaries históricas. Pero al que en esa lengua –en modos particu- mismo tiempo, lo que decíamos recién lares del uso de esa lengua– conforman sobre la relación con la “madre tierra” una “cultura nacional”, buena o mala, tiene un intenso momento de verdad. que te determina incluso como pensás, Esto se puede leer, aunque parezca cómo imaginás al resto del mundo; y mentira, en el mismísimo Marx, espe- también, por supuesto, te pensás a vos cialmente en el estupendo capítulo de

94 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

los Grundrisse donde Marx analiza las una “ficción” burguesa, o capita- sociedades llamadas “precapitalistas”. lista. Hay, sin embargo, un sustrato En la Argentina creo que el pensador de lo “nacional” (en la acepción más que más hondamente analizó esta cues- amplia posible) que es muy anterior a tión fue, de nuevo, León Rozitchner, las naciones en su sentido moderno- que jugaba conceptual y afectiva- burgués, y que inconscientemente mente con las cadenas de equivalencias –por la mediación de la lengua y la entre la Mater (madre), la materia, la cultura compartidas, pero también de tierra material, y así. la materia “terrestre” en la cual estamos Y aquí emerge, entonces, una extraor- inscriptos en tanto cuerpos– produce dinaria paradoja. Las naciones, lo que se suele llamar una comunidad, Festejos del decíamos, son un “invento” moderno, o comunitas, o ekklesia, o como se Bicentenario

95 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

quiera decir. No estoy diciendo que se transforma así –como sucede con ella sea homogénea y cerrada: justa- la propia lengua para un Bajtín, por mente porque no lo es, porque está ejemplo– en un campo de batalla, en atravesada por las fracturas sociales, el escenario de una lucha por el sentido la dominación y opresión de las clases que esa palabra, “nación”, tiene para la dominantes que es la lógica misma de comunitas y para su necesidad de recu- ese propio capitalismo que ha inven- perar la “materia terrestre” expropiada tado la nación político-jurídica, hay por los Amos. momentos históricos en que la comu- Las izquierdas muchas veces, dema- nitas, no importa cuán culturalmente siadas, han tropezado con las tensiones, “plural” pueda ser internamente, con los conflictos a veces en apariencia siente que las clases dominantes le han irresolubles que crea toda esta comple- expropiado, le han enajenado por la jidad. Se han visto una y otra vez fuerza (incluida la fuerza ideológica, o desconcertadas por la insistencia de la lo que Gramsci llamaba la hegemonía cuestión de “lo nacional” aún detrás cultural) su “materia terrestre”. No de las experiencias de los denominados hace falta ser propietario económico “socialismos reales”, como en la URSS, de un pedazo de tierra para sentir eso; donde hemos visto cómo la caída del más bien al contrario, no serlo agudiza muro de Berlín significó un verdadero el sentimiento de expropiación injusta: estallido de fragmentos “nacionales” si no tengo más que mi cuerpo y mi (no siempre del todo justificados, hay fuerza de trabajo –si soy un proletario, que decirlo, y que por supuesto fueron en el sentido de Marx– soy potencial- a su vez “expropiados” por las nuevas mente más consciente (se tiene que clases dominantes, así como la habían dar todo un entramado de complejas sido antes, de otra manera, por las circunstancias históricas, claro está) de burocracias “estalinistas”). Y se vieron que la comunitas ha sido expropiada, asimismo desconcertadas, asimismo, y de que el bien común ha sido “privati- si son honestas, por el hecho de que zado” por las clases dominantes, tanto pese a las grandes “revoluciones prole- las “nacionales” como las mundiales– tarias” del siglo XX ese siglo fue más que a estos efectos son las mismas– bien el de los nacionalismos, sean los esta es la razón “antropológica”, imperialistas como los “populares”. entre paréntesis (aparte de las muchas El propio Stalin fue un líder nacional otras), por la cual se puede decir que antes que un líder de clase (esto cierta- no existe tal cosa como una “burguesía mente no lo fue), y el comportamiento nacional”; la clase dominante, por extraordinariamente heroico del definición, esajena a, está separada de, pueblo ruso frente a la invasión nazi, la comunitas, del “bien común” que por ejemplo, tuvo más que ver con la recién nombrábamos: ella sólo conoce defensa de la patria que con la defensa el bien propio, que no es “común”. de un “sistema” que a esa altura ya ¿Ese “bien común” tiene hoy el había sido totalmente degradado por nombre de nación? Y bien, habrá que la burocracia. dar la pelea en ese terreno, hasta que lo Esos tropiezos, me parece, tienen que cambiemos, y en el camino a cambiarlo, ver con que las izquierdas quizá han si fuera necesario, pero sin perder de sido demasiado “modernas”, no han vista esa “base material”. La “nación” tomado en cuenta ese sustrato mate-

96 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

rial comunitario-arcaico; han acep- midad” representa mejor que cualquier tado demasiado rápido el concepto otro a la comunitas en su conjunto. burgués abstracto de nación (y aquí Pero insisto en que a menudo no se “abstracto” quiere decir, muy preci- toma en cuenta que todo esto se está samente, el concepto que, haciendo jugando también en el concepto de pasar los intereses particulares de la “nación”. Y que por lo tanto la lucha clase dominante por el interés general por recuperar la comunitas “nacional” de toda la sociedad, se ha apropiado del (repito que con todas sus singulari- “bien común”, como decíamos) y le ha dades y pluralidades internas, como ya opuesto otra noción que parece igual- lo postulaba Spinoza en el siglo XVII) mente abstracta, la de “internaciona- se recubre y se combina “desigualmente” lismo proletario”. Ahora bien, de todas (como decía un marxista, Trotski) con maneras, esta noción es un poco menos la lucha de clases, tanto a nivel nacional abstracta que la burguesa, porque como mundial. Esto es especialmente al menos dice “proletario”, es decir, cierto para los países “dependientes”, o introduce un particular potencial- “semicoloniales” –como a pesar de lo mente universalizable: como también que se diga lo sigue siendo el nuestro–, decíamos antes, la posición del parti- en los cuales se articulan la expro- cular que está totalmente desposeído piación interna y externa del “bien de su “materia terrestre” es un caso común” por las clases dominantes. extremo (sin importar que en muchas Pero hay que tener claro –me permito sociedades sea ampliamente mayori- reiterarlo– que en el fondo ese Festejos del tario) que justamente por su “extre- “adentro” y ese “afuera” son lo mismo: Bicentenario

97 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

siempre es la clase dominante apro- mente a las “izquierdas nacionales” piándose del “bien común” que es que proliferaron en América Latina la nación. Esta es la crítica central e y que produjeron bien interesantes irrenunciable que fraternalmente hay debates político-intelectuales sobre el que hacerle a los militantes y / o inte- tema (aunque a menudo terminaron lectuales “nacional-populistas” que cayendo –no sin variables cuotas de confían demasiado en la existencia de oportunismo, a veces– en la política “burguesías nacionales” con presuntos de “colaboración de clases” bajo hege- intereses contrapuestos con las burgue- monía burguesa). Ya el último Marx sías “internacionales” y por lo tanto se tuvo ocasión de reflexionar sobre la someten a unas políticas de “colabora- cuestión, y de corregir ciertas rigideces ción de clase” que a la corta o a la larga previas de su pensamiento, a propó- terminan reproduciendo la expropia- sito de fenómenos como la cuestión ción. Porque, si se acepta todo lo que irlandesa o las comunas campesinas hemos dicho antes, la conclusión nece- rusas. Ni siquiera la II Internacional, saria es que solamente las clases despo- al menos en su sección austríaca, dejó seídas y oprimidas pueden representar de pensar el tema en, por ejemplo, la auténticamente la comunitas; sólo gran pluma de Otto Bauer y ese libro ellas pueden ser consecuentemente notable que se llama La Cuestión de las “nacionales” en el sentido de capaces Nacionalidades y la Socialdemocracia. Y de recuperar el “bien común” para el por supuesto la III Internacional, con conjunto de la comunitas. Y esto es así Lenin y Trotski a la cabeza, analizó para todas las naciones. En este sentido muy profundamente esa dialéctica bajo es que no hay que abandonar el “inter- el principio de la autodeterminación nacionalismo”: las causas nacionales de los pueblos, cuando ya empezaban y las internacionales no se excluyen a despuntar los grandes movimientos mutuamente, sino que entre ellas se nacionales contra el colonialismo y el establece una permanente dialéctica imperialismo que atravesaron a todo en movimiento. Esta es la posición de el siglo, y que perduran hasta hoy (allí izquierda ante “lo nacional” que se siguen, con todas sus diferencias, la debe sostener hoy, y mucho más frente cuestión palestina, la vasca, la irlan- a las falacias ideológicas igualmente desa, etcétera, y el “renacimiento”, en expropiadoras de la llamada “globaliza- sus propios términos, de la cuestión ción” (en verdad la mundialización de en los nuevos movimientos del Medio la Ley del Valor del Capital, como diría Oriente, en alguno de los cuales –es el Samir Amin). Se debe recuperar, por caso de Egipto– ya empieza a combi- qué no, aunque también redefinién- narse con “comités populares” de base dola una y otra vez, la clásica consigna cuasi “soviéticos” que actúan de hecho de la unidad emancipada de América la recuperación del “bien común”). Latina (y del mundo). Pero sabiendo Trotski, en su exilio mexicano, se que esa emancipación no la llevarán a preocupó por distinguir rigurosa- cabo hasta el fin las clases dominantes, mente entre el nacionalismo ofensivo incluso las más “progres”. de las potencias imperialistas, y el No siempre las izquierdas fueron defensivo de las naciones neocoloniales indiferentes o miopes ante esa dialé- y dependientes, y defendió a ultranza ctica, desde ya. Y no me refiero sola- el segundo, incluso en figuras como las

98 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

de Cárdenas o Vargas (no sabemos que quienes estaban conduciendo esa “recu- hubiera pensado de Perón, de haberlo peración”, apostando tal vez a que las conocido); pero esa distinción significa, masas movilizadas en pos de esa causa justamente, que “lo nacional” no es una continuaran su movilización también abstracción que está por encima de la contra la dictadura. Pero era una apuesta “lucha de clases”. Y no lo está tampoco difícil, sin garantías, desgarradora. al interior de las naciones depen- A todo lo largo del último siglo, pues, dientes. Este fue el tremendo dilema las izquierdas se vieron obligadas a –otra muestra del carácter trágico que pronunciarse sobre el tema “nacional”, puede adquirir la cuestión– que (para a hacer política tomándolo en cuenta. expresarlo en términos de experiencias A lo que me refería con sus “tropiezos” personales) se nos presentó en 1982, es a que demasiado frecuentemente la frente a la guerra de Malvinas; en la consideraron una cuestión que debía revista Sitio, que yo hacía entonces ser subordinada a la lucha de clases con Ramón Alcalde, Jorge Jinkis, Luis “internacionalista”, sin advertir que Gusmán y Mario Levín, dedicamos un –cuando se la considera del modo que número al conflicto, y fue un debate estamos intentarlo hacerlo aquí– es la complejísimo desde una perspectiva misma cuestión: o sea, para repetirnos, político-literaria, o político-intelec- la de la reapropiación por los oprimidos tual: fuimos muy duros con Borges, del “bien común” expropiado por las por ejemplo, que por ese entonces clases opresoras. Esta “inadvertencia”, publicó un poema donde manifestaba me temo, es en alguna medida respon- una voluntad de equilibrio que, en los sable de haber dejado un “agujero” términos tajantes en que estaba plan- que, en las naciones dependientes, teado el contexto de ese conflicto, se fue llenado por las burguesías preten- resolvía inevitablemente en una suerte didamente “nacionales” y / o por los de pacifismo “anglófilo”. Al mismo movimientos estatal-bonapartistas que tiempo, puesto que de hecho ese supieron a su vez apropiarse, y a veces poema se ponía en contra de la política con sinceridad, de la “causa nacional”, irresponsable de una dictadura militar despertando comprensibles simpatías que había aniquilado por decenas de populares pero sin ser capaces –por miles a sus propios compatriotas (y a su propia posición de clase–de llevar a la que Borges en un principio había las últimas consecuencias la cacareada apoyado) podía ser tomada como emancipación nacional. una intervención comparativamente Lo que me lleva a un pensamiento “progresista”. ¿Qué hacer entonces? final –final por ahora, como sucede Desde una posición de “izquierda siempre con el llamado “pensamiento nacional”, digamos, ¿cómo no estar crítico”–. Esa idea del “bien común” decididamente a favor de la lucha –que en otra época fue por cierto contra el colonialismo inglés ocupante levantada por la burguesía ascendente de nuestro propio territorio? Por en su lucha con el antiguo régimen otro lado, ¿significaba eso suspender feudal-absolutista, para luego apro- nuestra propia batalla “interna” contra piarse de la palabra junto con la cosa–, la dictadura? Allí, nuevamente, había esa idea, digo, es en última instancia que diferenciar entre la recuperación la que recupera la palabra comunismo, del “bien común” y las intenciones de cuya “materialidad” fue ella misma

99 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

expropiada (y entonces traicionada culares que hoy están condicionadas abyectamente) por las nuevas “clases” por “lo nacional”. Pero como tarde o dominantes en las catastróficas, desola- temprano se produce en todas partes, doras y en ciertos casos bárbaras expe- es al mismo tiempo “internacional”. riencias de los “socialismos reales”. Sea como sea, sólo los “condenados de Nada le ha hecho más daño a la causa la tierra” de cada nación son los que de la reapropiación del “bien común” pueden ser, en este sentido, verda- que esa malversación y degradación de deros comunistas al mismo tiempo que la palabra comunismo. Y es justamente verdaderos “nacionalistas”. O lo hacen por eso que hay que dar la batalla ellos, o no se hará. ¿Creo, realmente, por recuperarla también a ella, como que es posible? No lo sé. Como decía componente semántico, por así decir, un personaje de Graham Greene (en inseparable del “bien común”. Y hay El Poder y la Gloria, si no me equi- que darla en todos los terrenos; también voco) ante la pregunta por su fe en el “filosófico”. Tiendo, en este punto, Dios: toda una vida de duda no quiere a darle la razón a Alain Badiou cuando decir que haya llegado a una conclu- dice, en alguna parte, que la única idea sión. Pero insisto en que es la única alrededor de la cual se justifica, hoy, apuesta a largo plazo que vale la pena. una intervención de la filosofía en la “El resto es silencio”. política, es precisamente la idea comu- nista. Y dice Badiou, sin ironía y muy LB: En los últimos años, hubo un desa- seriamente, que esa palabra, “idea”, rrollo bastante extendido de la teoría hay que tomársela muy en serio, en poscolonial y la perspectiva decolo- su pleno sentido “platónico”, sólo que nial. ¿Cómo evalúas estos desarrollos materializándola: reconociendo en ella teóricos? ¿Por qué en Argentina estas una insistencia, una recurrencia a través perspectivas de lo subalterno no han de la Historia de una suerte de “arque- tenido mucha repercusión? tipo” emancipatorio universal que una y otra vez busca –soportando heroica- EG: Otra vez empiezo por el final, mente las violencias más extremas que aunque sea muy brevemente. La se le oponen– aquella recuperación del llamada “teoría poscolonial” fue desa- “bien común”. El comunismo no es rrollada por pensadores o pensadoras en por lo tanto un “modelo” de sociedad general provenientes de áreas de desco- futura, una utopía que podamos lonización reciente (India, Pakistán, tener prediseñada en nuestras cabezas el Medio Oriente) y formados en las (una omnipotencia “iluminista” que, academias del Primer Mundo (en también ella, ha conducido a no pocos Londres, en París o en Nueva York). desastres): es el movimiento mismo de No es la misma situación en Argentina, la recuperación del “bien común” de o en América Latina en general. Nues- las manos de quienes se lo han apro- tras “poscolonialidades” (claro que no piado históricamente. Es un deseo que las llamábamos así) tienen ya al menos en los hechos, sin duda, ha “fraca- dos siglos, y en ese largo lapso fueron sado” una y otra vez, pero que como pensadas de muchas maneras diversas, tal deseo no puede ser aniquilado. Por mientras que la teoría poscolonial ya supuesto, esa universalidad se articula nació en la época llamada “posmo- siempre en formas y expresiones parti- derna”, y en términos teóricos estuvo

100 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

desde el principio fuertemente hege- Aquí la idea de lo de –colonial (aunque monizada por el denominado “poses- como ustedes dicen, tampoco tuvo una tructuralismo” francés: en la obra de gran repercusión, pero sí existe a través la “santa trinidad” fundadora (Edward de los trabajos de Walter Mignolo en Saïd, Homi Bhabha, Gayatri Chakra- EEUU, Cathy Walsh en Ecuador, vorty Spivak) la mayoría de las referen- Edgardo Lander en Venezuela, Karina cias provienen de Foucault, Derrida, Bidaseca en la UBA, etcétera) fue más Lacan, Deleuze, etcétera. Otra vez, el bien un asunto de las ciencias sociales, prefijopost es sintomático, en tanto una la historia o la teoría política, si bien de sus posibles implicaciones –no digo por supuesto en su articulación con la única– es la de aludir a una condi- la crítica cultural (no podía ser en el ción ya “superada”; nosotros hablá- departamento de Filosofía –lo que bamos de América Latina –y en gran hubiera dado otra combinación muy medida lo seguimos haciendo– como interesante– por la hegemonía de de sociedades semi o neo coloniales: no la filosofía analítica y el positivismo dábamos ni damos por sentado que lógico, al menos en la UBA). Por otra las huellas del colonialismo haya que parte, nuestra tradición de pensar en buscarlas principalmente en las textua- estos temas es mucho más antigua: lidades culturales en sentido estricto, ya Simón Rodríguez, el maestro de sino que siguen muy presentes en Bolívar, razonaba sobre los problemas nuestras lógicas económicas, políticas, de la “decolonización”; y si quisié- sociales. Decir de-colonial, en cambio, ramos circunscribirnos al siglo XX, se acerca más a esta perspectiva, habría que remontarse por lo menos poniendo el acento en una necesidad a Marátegui en los años 20, como todavía actuante de “descolonización” momento quizá fundacional de una en todos los terrenos. También es así izquierda “nacional” y latinoamerica- en Pakistán o el Medio Oriente, desde nista que en algunas de sus inflexiones luego; pero la vinculación “ochentista/ incluyó fuertemente la cuestión “indi- noventista” de los teóricos poscolo- genista”, y que en todo caso nunca dejó niales a un posestructuralismo francés de tener entre sus principales insumos reciclado por las academias anglopar- una versión heterodoxa y “local” del lantes (un capítulo poco trabajado de la marxismo (un heredero de esta tradi- reciente historia de las ideas es el de las ción es, en las últimas décadas, Aníbal diferencias entre los Foucault o Derrida Quijano y sus concepciones sobre la en Francia y su circulación/recepción colonialidad del Poder). En la teoría norteamericanas), esa vinculación, digo, poscolonial, en cambio, la relación desplazó las “bases histórico-materiales” con el marxismo es muy ambigua, y en de la teoría hacia una casi excluyente algunos casos Marx llega a caer en la concentración en la performatividad del misma bolsa que los autores más euro- significante, o algo por el estilo. céntricos y objetivamente procolonia- Eso hizo que allá la teoría poscolonial listas. Esto me parece un error grave, (como hasta cierto punto había suce- tanto teórico como político. No niego dido ya con los un poco anteriores que ocasionalmente Marx pueda dar Cultural Studies) se acantonara más lugar a imputaciones de este tipo (sus bien en los departamentos de Litera- apresuradas crónicas sobre América tura o Artes, quizá Comunicación. Latina, por ejemplo, así como sus hipó-

101 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

tesis sobre la dominación británica en instalación de un consenso ideológico- la India, hoy son prácticamente insos- cultural neoliberal y conservador, la tenibles). Pero, justamente, la lógica teoría poscolonial –insisto, en el centro del pensamiento marxiano –su “modo mismo de las academias del “Primer de producción” de “efectos de Verdad” Mundo”– hablaba de “colonialismo” críticos– permite hacer la crítica de sus (aunque fuera después de antepo- propios “desvaríos”, y sigue siendo nerle el post) y trataba, a su manera, imprescindible para una crítica del de conjugar el posestructuralismo Capital en su conjunto, incluyendo con nombres como los de Gramsci o por supuesto su “mundialización”, Fanon. En este sentido merecían un un tema central para cualquier teoría comprensivo saludo, aunque muchos “descolonizadora”. de nosotros no pudiéramos evitar una Todo lo anterior puede servir para (condenable) autosuficiencia irónica, enmarcar la cuestión de los acuerdos y como diciéndoles: “Está todo muy diferencias con la teoría poscolonial. A bien, pero… ¡chocolate por la noticia!”, decir verdad, los primeros son bastante o bien, “Bárbaro, pero, ¿saben qué? Ya más escasos que las segundas, pero en lo sabíamos”. alguna medida existen, si bien hay que Sin duda, la TP aportaba una enor- entenderlos en un contexto “epocal”, memente mayor sofisticación teórica digamos así. El y complejidad que la que podíamos La teoría poscolonial está hoy período de emer- encontrar en nuestra propia tradición agotada y en retroceso. En el gencia, o al menos de crítica a la “colonización cultural”. propio período de su auge se de comienzo Y también aportaba –esto me resultaba veían las insuficiencias de su de una mayor particularmente atractivo por intereses “des-materialización”. Después visibilidad, de personales– un intento igualmente del 11/9 y las invasiones a la teoría posco- sofisticado deleer la “poscolonialidad” Afganistán e Irak su puro lonial (segunda en la literatura y el arte; especialmente “textualismo” empezó a reve- mitad de los 80 Saïd, que venía de la teoría y la crítica larse insostenible. Doblemente y a través de los literaria así como de la musicología, lo es hoy, ante estas deno- 90, aunque los podía descubrir con agudeza las marcas minadas “primaveras” de las primeros textos “poscoloniales” –o directamente colo- sociedades islámicas del Medio importantes de nialistas– en Conrad, en las hermanas Oriente y el norte de África. Saïd pueden Bronté o en la Aída de Verdi. Todo esto fecharse ya a era muy interesante, pero a mi juicio principios de los 70) coincide con pagaba un precio muy alto: el de la una de las etapas más reaccionarias del precipitación (particularmente fuerte régimen mundial del Capital, también en Homi Bhabha, quizá el más “post” en el ámbito de la cultura en sentido de los tres) en un textualismo excesivo, amplio. Cualquier perspectiva aún que partiendo de la muy defendible del más tímido “progresismo” –no posición de no reducir la autonomía digamos ya las posturas revoluciona- del significante y todo eso, terminaba rias o antiimperialistas / anticoloniales disolviendo lo real, la materialidad, en radicales– fue desechada, en el mejor el “nada fuera del texto” de una extre- de los casos como un anacronismo, midad post que –paradójicamente para en el peor como una perversión “tota- las presuntas intenciones de todo el litaria”. Frente a ese retroceso, y a la movimiento poscolonial– perdía la

102 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

política y la historia en el laberinto tegia, digamos, entre “bajtiniana” y de dispersiones “rizomáticas” de una “adorniana”: primero, es en el tejido suerte de metafísica de la “Letra”, o de mismo del texto, en su “trama”, en un “deconstruccionismo” que jamás su “estructura”, en su lógica, su retó- se topa con su afuera. Pero, si no rica y a veces en su propia gramática o hubiera nada “fuera del texto”, ¿cómo sintaxis, que está inscripto el conflicto sabríamos que el texto es texto? ¿Por su cultural, el dialogismo agónico, la trans- diferencia o su contraste con qué cosa? culturación catastrófica de la historia Que se me entienda bien. Por (para nuestro caso, ante todo, aunque supuesto, por un lado pueden, esas no solamente pero sí de forma domi- obras, ser tomadas como “ejemplos”, nante, la historia de la fractura latino- o como “ilustraciones”. Pero por indo-afro-americana, del sujeto fallado el otro, no son eso. Son, ante todo, de esa historia, como lo hemos deno- hechos de lenguaje, o de discurso, o minado en el primer capítulo de La de representación iconográfica, visual, Oscuridad y las Luces) o, más genérica- sonora. Son, pues, producciones mente, de la contra-modernidad latino semióticas, elaboraciones de signos, /afro / indo-americana; segundo, que trabajando con significaciones, puesto que son esos nudos del texto –su construyen su propia “realidad”, que “trama”, su “estructura”, etcétera– los viene a sobreimponerse a, a competir que producen las capas de significación con, la realidad toute courte. Y que por autónoma del mismo, su autonomía es lo tanto merecen y deben ser resguar- también una expresión de los límites dadas en su especificidad y su auto- (pero, por otro lado, los límites, por nomía, en su propia dignidad, y no ser su borde, pertenecen a lo limitado) que abusados como meros objetos de apli- lo real le impone al texto. cación de las teorías sociológicas, etno- Con Bajtin, diríamos que el texto es historiográficas, filosófico-políticas, o parte y escenario de la historia, con su lo que se quiera. propia e irreductible especificidad; con Sin embargo, la cuestión no es tan Adorno, que es esa propia e irreductible sencilla. Porque, finalmente, son especificidad –esa autonomía que no también esos “ejemplos” o “ilustra- permite la subsunción de las particu- ciones”. No es cualquier materia de laridades del texto en las generalidades la realidad la que ha dado lugar a su del Concepto– la que, precisamente, textualidad, sino esa materia, y no constituye la relación (conflictiva, pero otra, de manera que ella forma parte relación) del texto con lo real: la obra de su texto. Dándoles un estatuto es el producto antisocial de la sociedad, absolutamente exterior a la “serie” o el objeto anticultural de la cultura. Y (como hubieran dicho los forma- es exclusivamente en esa medida que listas rusos) histórica, sociológica, puede ser “ejemplo” de la sociedad o cultural o política, caeríamos en el de la cultura que la ha producido. reduccionismo inverso, y en el riesgo La teoría poscolonial está hoy, me da la del textualismo desmaterializado que impresión, agotada y en retroceso. En tantas veces hemos criticado en los el propio período de su auge se veían posestructuralismos, o en el “posmo- las insuficiencias de su “des-materiali- dernismo” en general. Parece más zación”; desde la propia área geográfica productiva, en este plano, una estra- que le había dado lugar, esas insuficien-

103 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

cias fueron analizadas ya en los 90 con remontar): ahí están las novelas de gran rigor crítico por los trabajos de Aijaz Pahmuk, o la Trilogía de El Cairo de Ahmad (véanse In Theory o Lineages of the Naghib Mahfuz, o la fabulosa penta- Present, lamentable e inexplicablemente logía del Quinteto del Islam de Tariq Ali. no traducidos al castellano). Después Incluso más cerca nuestro, ¿qué conse- del 11/9 y las invasiones a Afganistán cuencias tendría leer desde esta perspec- e Irak su puro “textualismo” empezó a tiva La Busca de Averroes de Borges? revelarse insostenible. Doblemente lo En fin: lo que me atreví a postular en es hoy, ante estas denominadas “prima- su momento es que la teoría posco- veras” de las socie- lonial sólo podía ser “rescatada” y Me atrevería a agregar a un dades islámicas del plenamente aprovechable si se recu- “grande entre los grandes”, Medio Oriente y peraba para ella una apoyatura más Pier Paolo Pasolini, ese el norte de África. firme, por un lado, en la materialidad singular, incomparable, comu- No sabemos de una sociología histórica de inspi- nista católico (desde ya, y por qué puede pasar ración heterodoxamente marxista lo tanto, un “hereje” para con este caldero (como la que me parecía percibir en ambas iglesias) que se obse- en ebullición las variantes de la llamada teoría del sionó con Pablo de Tarso, confuso, contra- sistema-mundo de Wallerstein, Samir San Pablo; obsesión precur- dictorio, “desigual Amin, Giovanni Arrighi, etcétera, o sora, por otra parte, de las más y combinado” y en nuestra propia tradición –un poco recientes obsesiones paulinas que por supuesto unilateralmente “externalista”, pero de Badiou, Zizek, Taubes, está sometido todavía usable– de la Teoría de la Agamben o Esposito, como a las presiones, Dependencia); por otro, en una teoría otra vía –“comunista”, en un intervenciones y crítica de la cultura tributaria de una sentido amplio pero estricto– aprovechamientos idea de la dialéctica negativa como la de entrarle a la teología de todo tipo que transcurre de la primera Escuela política. Y entre nosotros el por parte de las de Frankfurt hasta Fredric Jameson, llorado (por mí, al menos, y a lógicas imperiales pero también en la fenomenología “moco tendido”, como se dice) de costumbre, crítica del Sartre comprometido con León Rozitchner. máxime en el las luchas de liberación del “Tercer contexto de la Mundo” (esto último me parece un gran crisis mundializada del Capital. movimiento estratégico importante: Pero hubiera sido –veremos si todavía finalmente, también es una hipótesis la lo es– una gran oportunidad para que la de que hasta cierto punto el posestruc- teoría poscolonial ensayara una re-mate- turalismo que tanto inspiró a la teoría rialización de sus análisis, sin por ello poscolonial es una reacción contra el abandonar la sutileza y complejidad “sartrismo” del período anterior, y de su trabajo sobre las ficciones que en que cierto retorno de Sartre que viene las dos o tres últimas décadas se han percibiéndose en los últimos años –no escrito desde y sobre el Medio Oriente, casualmente desde el centenario de su y en cuyos interlineados se puede leer la nacimiento cumplido en el 2005, pero historia de los cambios que han sufrido no sin que este componente “oportu- esas extraordinarias culturas (hoy salvaje- nista” deje de tener su propio valor mente reducidas a la ecuación petróleo/ sintomático– es asimismo un signo del fundamentalismo islámico, una degra- “agotamiento” post); y finalmente, lo dación ideológica que va a costar mucho que denominé el nudo de las expe-

104 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

riencias de lo político, lo trágico y lo Sin duda, uno de esos “fundaciona- poético (“nudo” inextricable presente lismos” (aunque se podría discutir en una “originariedad” de la cultura en qué sentido lo es) que me sigue occidental, y que desde hace dos mil convocando es el marxismo. En tanto quinientos años esa cultura se empeña la crítica más rigurosa y poderosa al en desatar). Todo esto es lo que “sociometabolismo del Capital” hasta intenté decir de manera más “teórica” ahora existente, y en tanto el Capital en El Fin de las Pequeñas Historias y de siga siendo dominante, seguirá por lo manera más “aplicada”, por así decir, tanto siendo el horizonte inevitable de en La Oscuridad y las Luces. nuestro tiempo que decía Sartre. Pero Ahora, a decir verdad, ya no me parece esa “imprescindibilidad” del marxismo que estas cosas deban decirse inten- no significa que, para mí, sea suficiente. tando al mismo tiempo “rescatar” a No puedo pensar sin él, como en otro la teoría poscolonial. Finalmente, si sentido no puedo pensar sin Freud. ella cumpliera estos requisitos que yo Pero quisiera pensar con ellos más allá le demando, sería otra cosa ¿verdad? de ellos, aunque sea para volver a ellos Quizá, en ese momento, fui seducido constantemente pero siempre desde otro por una especie de “moda exótica” a lugar. También por eso cada vez vuelvo la cual, percibiendo sus aporías, me más a los trágicos griegos: en ellos está la empeñaba en salvar. Como dicen los idea de un “fundamento” cultural que jóvenes: ya fue. Pero sea como sea, lo en Occidente –¿y cómo se puede evitar que me parece importante es la tarea de pertenecer a Occidente?– ha sido sepul- reencontrar cierto tipo de paradigmas tada, pero al mismo tiempo no ha sido (lo que no significa “recetarios”, sino superada. Ese anacronismo imposible me en todo caso guías u orientaciones para resulta enormemente estimulante para la praxis del pensamiento) sustantivas, pensar “contra la corriente”, como se con carne y sangre firmes, que apuesten dice. Y en tren de “fundacionalismos”, a la existencia de al menos algunos otro síntoma que me interesa –quisiera fundamentos: un nuevo truco de la animarme a escribir un libro sobre esto, ideología dominante en sus versiones si tuviera tiempo– es el del “retorno” más recientes ha sido la noción de de lo que se llama la teología política. Es que, puesto que “fundamentalismo” una cuestión bien complicada. Posible- se ha vuelto no sin razones una mala mente –si bien un tan complejo tema palabra, tenemos que vivir sin funda- merecería un estudio largo y profundo– mentos. Y bien, ese “antifundaciona- esa “moda” no casualmente haya lismo”, filosóficamente compartido reemergido –puesto que sus orígenes por los posmodernos y los pragma- se sitúan en las primeras décadas del tistas norteamericanos, me parece una siglo XX– en los tiempos de la caca- hipocresía. Las clases dominantes reada “crisis del marxismo” luego de tienen muchos fundamentos, están la caída del Muro de Berlín, y de la bien afirmadas como clases con bases transformación del “fundamentalismo materiales, son –o se imaginan ser, y islámico” en una fuerza político-militar actúan en consecuencia– “sujetos” global, así como del peso creciente de bien sólidos, etcétera. No las vamos otro fundamentalismo, el protestante, a resistir o a enfrentar “deconstruyén- sobre las decisiones políticas imperiales donos” en una dispersión infinita. de Washington.

105 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

Como sea, la teología política que volvió Marcuse, Sartre, Merleau-Ponty, a ponerse de moda a partir de los 80s Lacan, Foucault, Lévinas, Derrida, arrastraba desde sus orígenes una inevi- y otra vez Badiou y Cacciari, para table impronta “de derechas”, puesto no mencionar que la huella heide- que su “pope” (o cabría decir más bien ggeriana es fácilmente localizable “papa”) intelectual era el gran jurista y en Althusser y, a través de la “cues- filósofo político alemán Carl Schmitt, tión de la técnica”, en la mismísima manifiesto simpatizante del régimen Escuela de Frankfurt). Hay que tratar nacional-socialista en los años 30 (lo de entender todo esto, como se dice, cual no impidió que tuviera serios “dialécticamente”. Si por un lado uno problemas con el mismo régimen, al podría sospechar que para algunos igual que le ocurrió a otro gran filó- (no todos) de estos autores la teología sofo simpatizante, Martin Heidegger: política fue una “huída hacia adelante” ambos combinaron “desigualmente” que a su manera asumía como propia su perversión ideológica con un espí- la “crisis del marxismo”, por el otro ritu de radicalidad crítica sumamente cabe señalar que no “huyeron” hacia molesto para la mediocridad cultural las blanduras babosas del “posmo- del régimen). dernismo”, el “pensamiento débil” Estoy de acuerdo con Juan Lo notable es o paparruchas similares que prolife- Ritvo en que no existe eso que que el interés raron en la época. Si hubo “huída” se llama un “sujeto social”. renovado por la –es un tema discutible, y seguramente Entiendo el uso referencial, y teología política distinto para cada uno de ellos– lo aún metafórico, que se hace de a través del redes- fue, en todo caso, hacia un para- esa expresión, quizá indispen- cubrimiento de digma “duro” y plenamente político sable para una estrategia polí- Schmitt en los como el teológico-político de Schmitt, tica. Pero en términos teóricos 80 impactó espe- que mantenía la oposición amigo / rigurosos las clases, los grupos cialmente sobre enemigo y la soberanía “decisionista”, o masas sociales no tienen un pensamiento allí donde los aires de la época –en el “subjetividad”. Eso sólo lo genéricamente mejor de los casos: hubo cosas mucho pueden tener los “individuos”. de “izquierdas”: peores– hablaban de sujetos disueltos autores contem- y conflictos “rizomáticos”, para no poráneos como Alain Badiou, Slavoj hablar de las sandeces (aunque en sí Zizek, Ernesto Laclau, Giorgio mismas también sintomáticas) del “fin Agamben, Massimo Cacciari, Jakob de la Historia”. Taubes, etcétera (en la Argentina Es cierto, también, que la apelación el introductor de una “lectura de a Schmitt suponía un forzamiento izquierda” de Schmitt fue José necesario conducente a la abstracción: “Pancho” Aricó, aunque hoy la auto- recortando esas categorías –como ridad en la materia sea Jorge Dotti, evidentemente la izquierda tenía que con una impronta más “socialdemó- hacerlo– de su contexto histórico- crata”, por así decir), algo similar, concreto (la adhesión de su autor nuevamente, a lo que había sucedido al nazismo) se producía un vacia- con el “para-nazi” Heidegger (piénsese miento que las dejaba en una suerte de en quiénes fueron los discípulos más ambigua nebulosa de sentido. Final- connotados –a veces muy críticos, sí, mente, si se trata de hacerse cargo de pero discípulos al fin– de Heidegger: la moda-síntoma del retorno de la

106 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

teología política, se podía (y se puede) raíz (que eso es lo que significa ser un también buscar por el lado de cierto pensador radical, como hubiera dicho “marxismo occidental” que exploró Carlitos Marx): no para deshacerse de en profundidad las posibles relaciones él–del rábano, digo– sino al contrario, entre el materialismo histórico y la para darle toda su dimensión, la que en teología política: allí están Ernst Bloch, su opinión (y en la mía, gracias a él) ni qué hablar de Walter Benjamin, la el pensamiento de izquierda después de extraña y fascinante Simone Weil o Marx –con las excepciones apuntadas, el último Max Horkheimer –y algo que contra las apariencias incluían, para de eso se puede sospechar incluso en León, al propio Marx, especialmente el primer Lukács–, por sólo nombrar el “joven”– no había sabido procesar, y los más obvios. Personalmente, me así perdiéndose un apasionante debate atrevería a agregar a un “grande entre “existencial” para el cual la izquierda los grandes”, Pier Paolo Pasolini, ese en general –no digamos ya la argen- singular, incomparable, comunista tina, al menos en su vertiente parti- católico (desde ya, y por lo tanto, un daria– no se armó suficientemente: el “hereje” para ambas iglesias) que se debate sobre una vaga, oscura, confusa, obsesionó con Pablo de Tarso, San incluso culpable, necesidad de trascen- Pablo, y escribió un maravilloso guión dencia. Entendámonos: no se trata de cinematográfico sobre él, que nunca lo que habitualmente se llama la fe llegó a filmar; obsesión precursora, (mala o buena, para decirlo sartrea- por otra parte, de las más recientes namente), o la creencia en alguna obsesiones paulinas de Badiou, Zizek, vida ulterior, o mucho menos de las Taubes, Agamben o Esposito, como instituciones eclesiásticas de cualquier otra vía –“comunista”, en un sentido monoteísmo organizado; se trata, más amplio pero estricto– de entrarle a la bien, de una necesidad de proyección teología política. Y entre nosotros el de la inmediatez hacia algo que –sin llorado (por mí, al menos, y a “moco “mediaciones” dialécticas, sino en el tendido”, como se dice) León Rozit- registro de ese universal-singular del chner. No estoy seguro de que a él le que hablaba Kierkegaard– pudiera gustaría mucho que lo asociara a ese llamarse, aunque hoy suene algo torpe, sintagma, teología política. Lo hago la búsqueda de un absoluto sólo para hablar rápido, sabiendo que Su manera de abordar el síntoma él lo entendería. Y para indicar, justa- teológico-político, es lo menos que se mente, que él fue el único pensador puede decir, no se pareció a nada que argentino (tal vez junto a Oscar Del yo conozca. Lo cual no quiere decir Barco, aunque de manera muy distinta, que haya salido de la nada –menos y aún opuesta) que se hizo cargo de todavía de algún “todo”–, sino que su ese retorno sin asociarse a las “modas- árbol se reprodujo desde otras raíces, síntomas” del momento, salvo para de las que tiró a su manera incompa- propinarle –a mi juicio justamente– sus rable, abrumadora. El horizonte del truenos jupiterianos al bueno, dema- absoluto –si es que era eso: yo creo siado bueno, de Lévinas. Para cuando que sí– lo buscó saliéndose de la “falsa apareció La Cosa y la Cruz, hacía ya totalidad” encerrada en el corralito mucho que León venía agarrando ese de la oposición inmanencia / trascen- rábano por las hojas para arrancarlo de dencia. O, para simplificar por falta

107 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

de espacio-tiempo: para él (y para dedicarme a escuchar jazz en un jardín, insistir con el universal-singular) no con un whisky en la mano. Hay cosas había posible “trascendencia” que no de Shakespeare, o de Faulkner, que tuviera los pies bien hundidos en el todavía no he leído, y quisiera releer barro de la inmanencia del “cuerpo mucho de la literatura latinoamericana sensible”, con su ya canónico eje del siglo XX, sobre todo Octavio Paz, “Mater  materia  materialismo Lezama Lima, Rulfo, Onetti, y, claro, histórico (porque, vamos a establecerlo Borges. Tampoco he leído completo de una vez por todas: León, entre otras a Kierkegaard. Pero ¿cómo hacer? No cosas, fue marxista, pace los medios de me refiero a que uno ya tiene poco la así dicha “Corpo” que en los días “resto” personal, sino a que quizá no siguientes a su muerte se solazaron lo tenga el mundo que hizo todo eso. en calificarlo de “kirchnerista”, con Igual, no confundamos: mi actitud no qué beneficio simbólico para ellos se es pesimista, sino, justamente, trágica: me escapa; sólo que fue un marxista hay que dar la pelea, aún con todos los difícilmente asimilable, o siquiera dioses en contra. comprensible, para los izquierdistas que nunca se preguntaron qué había LB: En los últimos tiempos pusiste querido decir Marx realmente con eso énfasis en la necesidad de mantener del “opio de los pueblos”, o con eso la distinción de clase como criterio de la “alienación respecto de la tierra”. fundamental en la discusión acerca León sí: por eso fue el más marxista de de la producción de hegemonía nuestros pensadores “marxistas”). política en la actualidad. ¿Cómo En fin, discutir todo esto hoy me elaborar un análisis clasista frente parece mucho más importante que la a la heterogeneidad del mundo del teoría poscolonial. Tengo la sensación trabajo hoy? ¿Cómo definir, por (pero quizá esté exagerando el tremen- ejemplo, la pluralización de los dismo, o quizá mi interés por estas sujetos que actúan en los levanta- cuestiones me haya imbuido de una mientos urbanos actuales? sobredosis de Apocalipsis now) de que el mundo está en una situación cuasi ­EG: Es un tema de la máxima difi- terminal. Nuevamente, si siguiera mi cultad. Vamos por partes. Ante todo naturaleza quisiera dedicarme, en esta los voy a sorprender, posiblemente, al curva declinante pero aún entusiasta decirles que estoy de acuerdo con (el de mi vida, a estudiar en efecto la filósofo y psicoanalista) Juan Ritvo tragedia griega y los presocráticos, o el en que no existe eso que se llama un arte bizantino, o la pintura de Carava- “sujeto social”. Entiendo el uso refe- ggio, o la poética del romanticismo, o rencial, y aún metafórico, que se hace la mística medieval, o las maravillosas de esa expresión, quizá indispensable mitologías bantúes del África subsaha- para una estrategia política. Pero en riana (¿cómo es que no ha sido tradu- términos teóricos rigurosos las clases, cida al castellano la extraordinaria los grupos o masas sociales no tienen trilogía de Luc de Heusch, Mythes et “subjetividad”. Eso sólo lo pueden Rites Bantous, un estudio monumental tener los “individuos”. Lo cual no al menos tan importante como las quiere decir que su subjetividad sea a Mitológicas de Lévi-Strauss?), o quizá su vez de origen “individual”: como

108 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

explica Freud en su Psicología de las devienen objetos singulares que exceden Masas, la subjetividad se conforma esa comunicación conceptual (¿de otra trans–individualmente, siempre hay manera, para qué querría uno novelas un “Otro” a través de la cual se cons- o poemas, si ya tiene los conceptos?). truye la subjetividad; pero el efecto de Pero en las llamadas “ciencias sociales”, esa operación se produce para cada o en las “humanidades”, y con más “sujeto”, no es generalizable al grupo, razón en la política, siempre habrá una es del orden de lo singular. Lo que sí distancia, un hiato irreductible entre la pueden tener los grupos, las clases, los palabra, el “nombre”, y el objeto. Esto segmentos etarios o de sexo, etcétera, supone una enorme, quizá insalvable, son conductas o comportamientos dificultad para el pensamiento crítico. similares en base a sus identificaciones Adorno basó mutuas: para medir eso sirven las toda su dialéctica La lucha de clases es pues estadísticas poblacionales o las inves- negativa preci- como una suerte de lógica tigaciones de mercado que hacen los samente en esa permanente de la historia que sociólogos “cuantitativistas”. Pero las dificultad: hay insiste a través de los acon- relaciones subjetivas con los objetos un conflicto cons- tecimientos, y produce sus del mundo son, repito, singulares. titutivo entre la “síntomas”. En cierto modo, es ¿Quién vio alguna vez una “clase “universalidad” como el Inconsciente de Freud. social” caminando por la calle? Lo que del Concepto y la Y hasta podríamos atrevernos se ven son siempre personas, indivi- singularidad del a decir que la lucha de clases, duos todos diferentes entre sí, que a Objeto (ya dimos justamente porque produce la lo sumo hablan o se visten de manera un ejemplo plena- historia está ella misma fuera similar. Las categorías bajo las cuales mente político de la historia. se puede “agrupar” a esas personas de ese conflicto (clases, etnias, grupos culturales o de a propósito de la revolución haitiana, género, “multitudes”, “la gente” o lo el artículo 14 y el “universalismo” de que fuere) no constituyen datos empí- 1789). Pretender disolver el Objeto ricos sino conceptos. en el Concepto es lo propio de lo que Los conceptos, desde ya, no son todos Adorno llama el pensamiento “identi- igualmente válidos; no se trata aquí de tario” (en el sentido de una plena iden- ningún relativismo, hay conceptos que tidad entre Concepto y Objeto), o, si probadamente son más “operativos” se quiere usar una jerga más conocida, que otros para dar cuenta de procesos es lo propio de la “ideología domi- reales. Pero no son esos “procesos nante”. ¿Cómo se hace entonces para reales”, empíricamente mucho más salvar –en todo el sentido del término– complejos, cambiantes y contradicto- esa distancia entre el Concepto y el rios de lo que ningún concepto podría Objeto? No se puede ni se debe, so transmitir. Los conceptos son, en pena de caer en “pensamiento identi- última instancia, enunciados, palabras. tario”. Por supuesto, para pensar, para Las palabras conforman por sí mismas hacer filosofía o teoría crítica, hay que una cierta realidad, por supuesto: eso usar conceptos, ¿qué remedio queda? es, por ejemplo, la literatura. Justa- Pero habría que usarlos poniéndolos mente, en la literatura –y muy espe- permanentemente contra sí mismos, cialmente en la poesía– las palabras, permitiendo que las particularidades presuntas transmisoras de conceptos, del objeto obstaculicen o resistan

109 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

a las pretensiones de dominación meramente conceptual, construida por “universal” del Concepto. La filosofía “abstracción” y relativamente vacía de (incluida la filosofía política, aunque determinaciones histórico-concretas en cierto sentido no hay filosofía que particulares. Una clase –como cual- no sea “política”) debería pues acer- quier otro conjunto social: aquí hablo carse más a la literatura –al modo de de las “clases” porque quiero insistir un Benjamin, un Bataille, un Blanchot en que son el conjunto determinante o un Jankélevitch, digamos–, si bien del modo de producción capitalista– cuidando de asumir su contaminación sólo está “completa”, por así decir, por lo real, y evitando los peligros del cuando sobre ese en-sí se levanta el “textualismo” que criticábamos antes. para-sí: es decir, cuando asume su Necesitaba decir esto para que se enten- posición “objetiva” como su condi- diera mejor el resto de mi respuesta (que ción propia, su situación de opresión debería siempre escucharse abierta a se le hace clara, y elabora un proyecto nuevas preguntas). Primero: la realidad igualmente propio, autónomo, para empírica de lo que llamamos “clases” transformarla, un proyecto “eman- no puede reducirse a la definición del cipador”. Obviamente, esto sólo vale concepto (por ejemplo, en Marx, la para la clase dominada, la dominante relación de propiedad / no-propiedad ya está “emancipada”, por así decir; en de los medios de producción), pero cierto modo, ella es ya siempre, desde eso no significa que el concepto no dé su consolidación como dominante, cuenta de una realidad general “obje- una clase para-sí. La clase dominada tiva”: en el capitalismo, en efecto, la –el “proletariado”, en el lenguaje de clase dominante tiende a coincidir con Marx–, en cambio, tiene que cons- la de los propietarios de los medios truirse su para-sí, puesto que la enaje- de producción, y la dominada con nación en las relaciones de producción la “propiedad” exclusiva de la fuerza “naturalizadas” la ha objetivado en su de trabajo; más allá de todas las otras puro en-sí. “subclases”, clases intermedias, frac- Ahora bien, ¿dónde ocurre, en qué ciones de clase, e incluso no-clases proceso, este pasaje del en-sí al para-sí? que se pueden encontrar, esa relación En la lucha de clases. En una confronta- determina la lógica misma del “socio- ción de proyectos “de clase” que si bien metabolismo del Capital”, en términos no siempre son necesariamente “cons- de explotación estructural y necesaria cientes” (no me gusta mucho hablar de la clase dominada por la dominante de “conciencia de clase”: después a través de la exacción de plusvalía de Freud, la de “conciencia” es una absoluta o relativa, etcétera, etcétera, categoría sumamente problemática) ya conocemos el razonamiento. Ahora conducen a prácticas conflictivas en bien, eso no basta en absoluto para dar el nivel de lo político en sentido cuenta de la realidad de una “clase”. estricto. Es esa lucha de “proyectos” El propio Marx lo sabe muy bien, y la que produce como efecto el para-sí, por eso recurre –a su modo, claro– a y ninguna otra cosa. Esto es capital: la famosa distinción hegeliana entre cuando se dice “lucha de clases”, es el en-sí y el para-sí. Hasta ahora, de lo porque se ha pasado del nivel de las que hemos hablado es de la clase en-sí, estructuras (del en-sí, o de lo práctico- con una existencia “objetiva” real, pero inerte de Sartre) al nivel de las prác-

110 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

ticas. Es allí donde se conforman las nial, y entonces la lucha por la abolición “clases” como entidades presentes ante se combina con la lucha por la inde- sí mismas y no solo ante la clase adver- pendencia (un caso histórico típico de saria. Entonces, no es que hay “clases” lo que en una época se llamaba “libe- que luchan –como si fueran entes ración nacional y social”, a la que en preconstituidos que por alguna razón este caso habría que agregar la “étnico- chocan– sino que es la lucha la que las cultural”), etcétera, etcétera. Como se produce como clases para-sí. La lucha, ve, no se trata de una abstracta “toma como decíamos, de proyectos: si falta de conciencia” por parte de “sujetos” eso, la inercia del en-sí es muy difícil ya “hechos” desde antes, sino de que de vencer. Hay que pasar de la hexis los círculos cada vez más expandidos a la praxis, para seguir con las catego- de la práctica de la lucha política hacen rías de la Crítica de la Razón Dialéc- a los “sujetos”. tica. Vuelvo, para ejemplificar, a la ¿Quién es, entonces, el “sujeto histó- revolución haitiana: una vez estallada, rico”, como se dice, de ese proceso de en toda una primera etapa todavía no construcción del para-sí? No es ningún está en cuestión la existencia misma, “sujeto”, es un proceso, o si se quiere “naturalizada”, de la esclavitud. Lo una acción, “impersonal” y transindi- que exigen los rebeldes es menos horas vidual, una práctica colectiva, que se de trabajo, más días de descanso, llama “lucha de clases”. Esa práctica es mejor tratamiento, etcétera. Estamos la que conforma y les asigna su lugar a en el momento de lucha meramente los “sujetos” (o a los “agentes”, o a los “económica”, como hubiera dicho “actores” sociales: esa jerga es muy fea, Lenin, donde las relaciones de produc- pero quizá sea menos productora de ción básicas no son interrogadas equívocos que la de la “subjetividad”). críticamente. No hay un modelo alter- Pensándolo así, se producen algunos nativo, y en este sentido aún se hace efectos teóricos curiosos, y bien inte- sentir aquella inercia del en-sí. Es en el resantes. Tomemos, por ejemplo, la propio curso de esa lucha que empieza famosa frase del Manifiesto Comunista a hacerse cada vez más claro que esos de Marx y Engels: “Toda la historia de objetivos parciales, esas “reformas”, no la humanidad hasta el presente es la van a poder ser satisfechas dentro de los historia de la lucha de clases”. La lucha límites de las relaciones de producción de clases es pues como una suerte de imperantes, porque implicarían un lógica permanente de la historia –de descenso en la tasa de productividad toda la historia “hasta el presente”– que que la rigidez del sistema no permite. insiste a través de los acontecimientos, Además, las acciones rebeldes suponen y produce sus “síntomas”. En cierto un grado de libertad que los esclavos modo, es como el Inconsciente de no habían conocido nunca. Los límites Freud; por eso Fredric Jameson puede “objetivos” para las demandas iniciales atreverse a hablar, y no del todo meta- transforman entonces esos márgenes fóricamente, de un inconsciente polí- todavía parciales de libertad en un tico de la historia. Y hasta podríamos proyecto integral, y se pasa a la lucha atrevernos a decir –¿por qué no ser por la abolición de la esclavitud, obje- audazmente “heterodoxos” en este tivo que a su vez no puede cumplirse campo?– que la lucha de clases, justa- dentro de los límites del sistema colo- mente porque produce la historia (es su

111 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

“motor”, como decía Marx con una de su disolución. ¡Esto es mucho más curiosa reminiscencia aristotélica) está “posestructuralista”, mucho menos ella misma fuera de la historia. Es preci- “sustancialista” y mucho más “decons- samente lo que dice Freud del Incons- tructivo”, que Foucault, Derrida y ciente: que, consistiendo en una serie Deleuze sumados! de operaciones lógicas repetitivas, no Y en cuanto al “comunismo”, en el tiene historia, aunque sus efectos sinto- sentido que ya hablamos, ¿es un “fin máticos puedan ser siempre “histo- de la historia” (no lo digo en el sentido rizables” (como es obvio, la gente no supuestamente hegelo-kojeviano de sueña con las mismas cosas ni comete Fukuyama, obviamente) predeter- los mismos lapsus que, digamos, en el minado, necesario e indefectible? siglo XIV). Y lo mismo dice Althusser De ninguna manera. Si fuera así, de la Ideología: ella no tiene historia, ¿para qué necesitaríamos construir aunque por supuesto hay una historia “sujetos”? Bastaría esperar que la de las ideologías. historia –conducida por sus leyes de Un segundo efecto sugestivo tiene que hierro inexorables– llegara a su “fin”, ver, justamente, con el carácter in-finito como en el famoso proverbio árabe: (nunca terminado, ni terminable) de esa siéntate a la puerta y verás pasar el construcción de los “sujetos”. Muchas cadáver de tu enemigo. Desde ya, veces en el pasado se ha acusado al esta fue una cierta posición dentro marxismo de ser “sustancialista” y del marxismo (y no me refiero sola- “teleológico”; es decir, por un lado de mente al positivismo a ultranza de la postular un “sujeto histórico esencial” II Internacional, sino también a ciertas (el proletariado, para el caso), por el variantes revolucionarias más o menos otro un “fin de la historia” predeter- “catastrofistas”), que condujo a verda- minado e inevitable (el “comunismo”), deros desastres. Por ejemplo, condujo que ese “sujeto” iba a realizar. Por a la identificación de la “dictadura del supuesto, ninguna de las dos cosas es proletariado” (en verdad dictadura cierta –y si lo fueran, habría que corre- del Estado-Partido stalinista, con sus girlas urgentemente–. Empecemos diversas variantes no sólo rusas) con con la cuestión del “sustancialismo del el “comunismo” como tal, lo cual fue sujeto”. Acabamos de ver que el prole- una gigantesca estafa al proletariado y a tariado, en cuanto clase para-sí, sólo la revolución. Pero la historia no tiene se constituye en el proceso de la “lucha leyes inexorables; siempre habrá en ella de clases”; ¿cuándo queda, entonces, lugar para el azar, lo imprevisible, o lo plenamente constituido? ¡Nunca! Por que ahora se llama el acontecimiento. definición, esa “lucha de clases” que A lo sumo, habrá “leyes” tendenciales, constituye al proletariado para-sí sólo y precisamente para tratar de empujar finaliza con la instauración del “comu- esas tendencias en la dirección deseada nismo”, donde –también por defini- es que se necesita la práctica de los ción– no hay más “clases” en sentido “sujetos”. Y no sólo para esto; también marxista, puesto que la sociedad en su para que, producido el acontecimiento conjunto se ha “reapropiado” del “bien inesperado, esa práctica sea capaz de común”. Es decir: el proletariado, apropiárselo (el concepto de “acon- paradójicamente, sólo puede acabar tecimiento”, tan usado por Badiou su constitución en el mismo momento por ejemplo, proviene del Ereignis de

112 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

Heidegger, que se ha convenido en traducir por acontecimiento-apropia- ción: una súbita “apertura del Ser” de la que el DaSein se adueña). Como vimos más arriba, la palabra “comunismo” es, ante todo, el nombre de un deseo de reapropiarse del “bien común”. Ese deseo puede o no ponerse en marcha, puede o no cumplirse. Ya Marx y Engels, y más explícitamente Rosa Luxemburgo, advirtieron que no era la única alternativa posible ante el desastre capitalista: hay por lo menos otra, que es la absoluta barbarie. Dado el estado del capitalismo actual –furiosa crisis económica, guerras generalizadas, desocupación y miseria creciente, alienación y violencia exacerbada, racismo y xenofobia cris- pada, destrucción casi apocalíptica de la Naturaleza, mediocridad política y deseo deja de ser una “utopía”, y se Eduardo Grüner en el vuelve lo único realista. ciclo de conferencias cultural sin precedentes, degradación Legados y porvenir, de la persona humana, etcétera– me ¿Es que el “comunismo” va a solucionar Biblioteca Nacional, 2010 parece que la hora de elegir definitiva- mágicamente todos los problemas de mente entre esas alternativas se acerca la humanidad? En absoluto. No hay a paso de marcha. Se podrá pensar que razones de peso para ser optimistas coyunturalmente en América Latina respecto de algo que pudiera llamarse estamos relativamente al margen, pero la “naturaleza humana”. ¿Por qué, en definitiva estamos en el mismo entonces, estaría alguien –y tan luego un planeta. La especie humana no tiene escéptico “intelectual crítico”– a favor muchas garantías de supervivencia, de él? Justamente, para poder visualizar y no habría por qué extrañarse. El con mayor claridad cuáles son verda- problema de la “Naturaleza” no es deramente los auténticos problemas de ella, es nuestro; el Universo existió de la humanidad una vez eliminados tranquilamente sin nosotros durante los problemas “falsos” (quiero decir, miles de millones de años, y continuará evitables) como el hambre, la miseria, adelante una vez que se haya desemba- la explotación. Y desde ya que eliminar razado de una especie que no hace más esas cosas suena como un deseable fin que joderlo. Seremos un paréntesis en sí mismo. Pero además va a permitir efímero. O sea, es posible que estemos enfrentar con mayor hondura metafí- ante lo que Jean-Marie Schaeffer llama sica, si puedo decirlo así, la Verdad de lo el fin de la excepción humana. ¿Por qué humano y del Universo. Liquidados los no intentar, entonces, como último problemas “históricos” de un sistema recurso –a la manera de una apuesta determinado, podremos –o podrán los “pascaliana”, por así decir–, la otra que estén: para mí ya va a ser tarde– alternativa? Cuando lo pensás así, ese dedicarnos ahora sí a las “esencias”.

113 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

Pero, retomemos el hilo, si podemos. de una perspectiva que no renuncia a Todo lo anterior explica, me parece, explicar los males actuales del mundo por qué sigue siendo necesaria la pers- por la existencia de dominadores y pectiva “de clase”. El mundo, que hasta dominados, explotadores y explotados, nuevo aviso está dividido en clases por la dialéctica del Amo y el Esclavo, dominantes y dominadas, tiene Amos, si se quiere recordar a ese Hegel. Que “propietarios”, que nos están llevando procura no caer en la trampa ideoló- a las puertas del Infierno. Mientras gica del Amo, que quisiera presentarle esto siga siendo así, seguirá vigente ese la realidad como reconciliada (para inconsciente político de la historia que decirlo con Adorno), o al menos como es la lucha de clases. Abandonar esa potencialmente reconciliable dentro de perspectiva es resignarse a ni siquiera los límites de la lógica del “sociometa- empezar a tratar de comprender lo bolismo” imperante. que sucede. Por supuesto que eso Sé que lo que estoy diciendo es de está “desigualmente combinado” con una enorme dificultad. Al menos, con otros registros y cruces complejísimos. toda seguridad, lo es para mí. Hoy Por supuesto que, como ustedes no tenemos, no podemos tener, ideas mencionan, hay una “pluralización de claras como las que teníamos hace tres sujetos” protagonizando las reacciones o cuatro décadas sobre cosas como el que hoy mismo estamos viendo por “socialismo” o la “revolución”. Nicolás todas partes, y que ya están llegando al Casullo solía decir –para lamentarlo, corazón del actual Imperio, en la isla si yo lo entendí bien– que algo que de Manhattan. Por supuesto que hay las últimas décadas de reacción había heterogéneas multitudes –para utilizar logrado hacer desaparecer era el imagi- esa noción que Toni Negri tomó en nario revolucionario. Eso, ¿se podrá préstamo de Spinoza, que hablaba reconstruir? ¿En qué términos, con de “unidad de singularidades”, así cuáles condiciones? ¿Con qué nuevas como luego Marx hablará de “síntesis perspectivas filosóficas y prácticas, de múltiples determinaciones”, en teóricas y metodológicas? No se trata efecto–, es decir, para volver al prin- hoy, lo admito, solamente del “mundo cipio de lo que decíamos, de “Objetos” del trabajo” en el sentido puro y duro particulares que no pueden ser redu- que ese término podía tener para cidos a la universalidad vacía del Marx en pleno reino del capitalismo Concepto. Pero cuando hablo de industrial. Ni siquiera sabemos bien “clase” hablo de una posición, no de qué es eso en la actualidad, entre una “pertenencia” estricta al en-sí. otras cosas porque las transforma- Hablo del para-sí que, no importando ciones tecnológicas, la informática, las de qué clase “estructural” provenga nuevas formas de comunicación y de cada uno de los “sujetos” singulares, producción “etérea”, la “financiariza- ubica sus luchas, su práctica política ción” y la “des-productivización” del “objetiva”, del lado de la única posición Capital, han vuelto a buena parte de que puede ser consecuente en el deseo ese “mundo” irreconocible para los de recuperar el bien común: la posi- viejos parámetros. Estoy de acuerdo ción “proletaria”, la posición del que con Slavoj Zizek cuando habla de que siente que ha sido injustamente expro- en el capitalismo actual hay cuatro piado de su porción “terrestre”. Hablo antagonismos que vienen a sumarse al

114 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

antagonismo de clase “clásico”, y que y de no engañarse con las sirenas de no tienen solución dentro de la lógica la “colaboración de clases”. Es saber sistémica: la creciente amenaza de una que, a la corta o a la larga, es con eso catástrofe ecológica; la inadecuación de la con lo que hay que terminar. En algún llamada “propiedad privada” aplicada momento hay que ponerle un límite a la propiedad intelectual; las implica- a esa “ética” de la incertidumbre típi- ciones “éticas” de los nuevos desarro- camente “posmoderna”. Una cosa llos técnico-científicos, y en especial la es interrogar críticamente todo, aún biogenética; y, quizá el más importante aquello que uno mismo piensa. Pero en lo inmediato, las nuevas formas de al final, hay que elegir: si sos honesto apartheid, es decir los “muros” de exclu- con vos mismo, siempre te llega el sión que el sistema levanta por todas momento de una decisión, que ya no partes, y que si bien se intersecta por tiene vuelta atrás. “Estamos conde- supuesto con la cuestión de clase, tiene nados a ser libres”, como dice Sartre. su propia especificidad, ya que afecta Muchos “resignados” dicen: está principalmente a los trabajadores bien, será así, pero todas las revolu- inmigrantes (“ilegales” o no) de las ex ciones del pasado, sea como fuere, colonias; con lo cual se combina con la terminaron fracasando. Los pueblos cuestión étnico-cultural, “poscolonial” que las hicieron fueron explotados y demás. de otro modo, incluso exterminados. Ahora bien, todas esas nuevas comple- O dicen –con inflexión más o menos jidades no me parecen suficientes para lacaniana–: hicieron la revolución para borrar la perspectiva de “clase”. El buscar nuevos Amos. Bien, todo eso “núcleo duro” del capitalismo sigue puede ser, pero ¿qué quiere decir exac- siendo la explotación clasista a nivel tamente? ¿Acaso el “fracaso” de esas mundial. Es verdad que estos nuevos revoluciones anula la necesidad por la antagonismos parecieran “sustituir” que fueron hechas? Vayan a explicarle al antiguo paradigma puramente eso, aquí y ahora, a los insurgentes de “clasista”, sobre todo porque a lo largo El Cairo, de Madrid, de Tel Aviv, de del último siglo y medio de capita- Atenas, o a los estudiantes chilenos. lismo el proletariado clásico –y este ha Cada vez que me hablan del “fracaso” sido el problema del “marxismo occi- de las revoluciones, saco del bolsillo dental”, que llevó incluso a la Escuela tres de mis citas favoritas. La primera de Frankfurt a hablar de un paradó- es de Rumbo a Peor de Beckett, donde jico marxismo sin proletariado – no ha uno de los personajes exhorta al otro cumplido el pasaje del en-sí al para- diciéndole: “¡Fracasa! ¡Fracasa una y sí. Pero puesto que el antagonismo otra vez, fracasa cada vez mejor!”. La clásico sigue siendo aquel “núcleo segunda es de Faulkner, que en una duro” de un sistema que sin él directa- entrevista le dice al periodista: “No vaya mente no existiría, estos otros antago- usted a creer que es fácil fracasar. A mí nismos irresolubles deben entenderse al principio me costó mucho, después como formando parte, con sus propias me resultó cada vez más sencillo…” Y particularidades, de la conformación finalmente, Orson Welles: “Yo empecé de un gran para-sí. Mantener eso a la bien desde arriba, y tuve que esfor- vista es la manera de no perderse en zarme mucho para llegar al fondo”. la maraña de impresiones inmediatas, ¿Qué quiero decir? Que –hay que

115 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

reiterarlo– el deseo insiste, no importa EG: ¿Qué es una “memoria colec- cuántas veces fracase. Tenemos que tiva” (ese concepto, si no me equi- estar a la altura de esa repetición, que, voco, lo inventó el sociólogo Maurice como postulaba Kierkegaard, cada vez Halbwachs)? Nos encontramos aquí se presenta como una novedad. Y si, con un problema similar al de la en el peor de los “subjetividad”. La memoria, estric- Que un presidente haga bajar casos, los pueblos tamente hablando, sólo puede ser el retrato de un genocida de la cada vez buscaran “individual”, aunque su origen (por pared, que se derogue la Ley en efecto nuevos definición perdido) es por supuesto de Punto Final, que se alienten Amos, otras múltiple: la memoria de cada sujeto los juicios a los jefes militares tantas veces se está hecha de un cruce de memorias responsables de atrocidades deshacen de ellos. y “voces” de los otros con los que se contra los derechos humanos, Comprometerse arma su trans –“subjetividad” desde la se puede tomar como una con esa “repeti- más tierna infancia. Pero, nuevamente, “política de la memoria” que ción” no es opti- esa memoria “individual” no es trasla- sin duda hay que festejar. mismo ingenuo. dable al conjunto, mucho menos a una Pero que el mismo gobierno, Puede incluso ser sociedad entera. Esto puede tomarse, ya que se metió en el baile, no una obcecación si se quiere, como una autocrítica; en aliente juicios, por ejemplo, trágica, como la un libro de hace unos años, La Cosa contra las empresas multi- del Caballero de Política, escribí lo siguiente: “(…) nacionales que denunciaban El Séptimo Sello Entre otras cosas porque no hay tal sindicalistas combativos y a de Bergman, que cosa como una memoria “individual”: veces tenían campos de deten- cuando la Muerte cada memoria es una encrucijada poli- ción y tortura en los predios viene a buscarlo fónica de memorias de otros”. Bien, de la fábrica, es, no otra polí- le espeta: “Está esto último puedo seguir sostenién- tica, sino la misma, enfren- bien, voy. Pero dolo; pero el efecto es, sí, “individual”. tada a los límites que impone bajo protesta”. Por otra parte, y aún para cada caso la lógica capitalista: en ella, Luchar contra “individual”, no puede producirse la las empresas son necesarias. esa “moral de memoria por mandato, ya sea propio esclavos” (como o ajeno. Uno no siempre recuerda lo la llamaba Nietzsche) que es nuestra que quiere, mucho menos lo que algún permanente tentación, es la única Otro disponga que debe recordar, sino manera de ser auténticamente libres. lo que puede: la memoria es casi siempre “involuntaria”, como se puede leer en LB: En la última página de tu los tratados de Bergson o en las novelas último libro insinuás una crítica a de Proust. Los recuerdos asaltan –el las pretensiones reparadoras de los lenguaje es sabio cuando enuncia esa discursos de la memoria; (“porque expresión tan común– como un ladrón el recuerdo, por sí sólo, no es reden- a la vuelta de la esquina; y como a él, ción”; y porque, como afirma Aimé los protege la oscuridad, la bruma o Césaire, en lo que se refiere a la una máscara: de allí que Freud hablara historia de la esclavitud moderna: de lo que llamaba recuerdos encubri- “el pasado es irreparable”). ¿Podrías dores, para calificar esas reminiscencias desarrollar esta idea, teniendo en parciales, aparentemente triviales, cuya cuenta lo sucedido en nuestro país a función “positiva” es la de desplazar partir de la dictadura militar? otros recuerdos más dolorosos o “trau-

116 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

máticos” que se conectan tangencial- pies de Los Embajadores de Holbein; mente con el recuerdo “encubridor”. o –como amante del jazz moderno– Y estas memorias están hechas de deta- el solo de saxo tenor de Coltrane en lles nimios, de fragmentos a veces muy Naima, el de trompeta de Miles Davis vívidos pero que no pueden recon- en Las Hojas Muertas, el de piano ducirse a su lugar en la “totalidad” de Keith Jarrett en Köln Concert, el de la memoria. La memoria es selec- de flauta traversa de Eric Dolphy en tiva, afortunadamente: si pudiéramos Coming Home, el de batería de Joe recordarlo todo, como el Memorioso Morello en Take Five, el de contrabajo Funes, nos volveríamos locos. Cual- de Charlie Haden en Ellen David, y quiera de nosotros puede citar innu- así sucesivamente. A veces me sucede merables “trozos” de memoria que por releer alguno de esos pasajes o volver alguna razón han quedado clavadas en a escuchar alguno de esos solos, para nuestra percepción sensible, listas para descubrir que no eran exactamente “asaltarnos” en cualquier momento como los recordaba, sin que por eso inesperado: imágenes, sonidos, frases ese “recuerdo” se borre y sea reempla- sueltas, sensaciones táctiles que vaya zado por la percepción “verdadera”. Y a saber por qué “retornan” con insis- en cuanto a las experiencias, frases o tencia. Pueden tener que ver con anécdotas que se han quedado adhe- vivencias infantiles o adolescentes: yo ridas a mi memoria, no siempre puedo “recuerdo” –creo recordar– muy clara- asegurar que sean auténticamente mente gestos de mi padre, miradas de mías, o provenientes de relatos ajenos mi madre, palabras de un profesor del de amigos, o lo que fuere. colegio secundario, frases y bromas Otra vez: ¿cómo se hace para “gene- intercambiadas con amigos o compa- ralizar” esa memoria tan singulari- ñeros, encuentros amorosos o eróticos zada? Y la cosa se vuelve doblemente con mis parejas, etcétera. O pueden problemática cuando hablamos de lo tener que ver con experiencias lite- que se podría denominar la memoria rarias o estéticas que a uno lo han política, que por definición tendría impresionado particularmente: yo que ser “compartida” por todo un recuerdo con mucha nitidez (casi “de pueblo, una nación, una sociedad. memoria”, como se dice) el pasaje de Desde luego que, dando por sobre- Doktor Faustus de Thomas Mann en entendido un uso metafórico de la el que el Demonio le explica a Adrian expresión, eso existe: dependiendo de Leverkühn que Dios es un invento la clase de sociedad de que se trate, suyo, o el final de El Proceso de Kafka, esa “memoria” está en los símbolos, cuando Josef K., a punto de ser ejecu- los objetos, los escritos, los docu- tado, murmura: “Como un perro”; o mentos, las narraciones orales, los la escena de Cenizas y Diamantes de mitos, las iconografías, los nombres Wajda en la que los guerrilleros nacio- de las calles, los anecdotarios, los nalistas polacos prenden fuego a vasos monumentos públicos, los discursos, de vodka que representan, como si todos esos fragmentos de historia que fueran cirios litúrgicos, a los compa- se transmiten de una generación a ñeros caídos; o la expresión del San otra, y que cada generación–incluso Pablo de Caravaggio mientras cae del cada grupo y hasta cada individuo caballo, y la calavera anamórfica a los de la nueva generación– recibe de

117 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

manera diferente, reinscribiéndolas por asalto, provocando una ruptura en en su propia experiencia y su propio la continuidad). Y a veces, eso puede horizonte de época, estableciendo servir para que la Ciudad se perdone cada vez una nueva dialéctica entre a sí misma, y pueda seguir viviendo. la continuidad y las dis-continuidades Ernest Renan o Nietzsche, cada uno de la “memoria colectiva”. Ahora a su manera, célebremente abogaron bien: ¿quién está en condiciones de contra la memoria histórica: decían que reunir, de articular imaginariamente nadie puede sostener el mínimo amor esos fragmentos heterogéneos, esas a su país, a su sociedad, a la cultura ruinas de memoria, en un “gran a la que pertenece, si está permanen- relato” coherente que dé su sentido temente recordando los crímenes que al pasado, a la vez explicando por ese ese país o esa sociedad ha cometidos pasado “integral” su resultado en un –y todos los países y sociedades los presente que “no podría ser de otra han cometido: su propia fundación manera”? Obviamente, en primer tiene ese carácter asesino; como dice lugar, la que puede hacer eso es lo Freud en Totem y Tabú, la sociedad que esquemáticamente se llama la es el producto de un crimen cometido ideología dominante, o la hegemonía en común. Una buena parte de los cultural (en sentido gramsciano). Ella actuales alemanes tuvieron que olvidar “interpreta” los fragmentos compo- el nazismo para poder subsistir como niéndolos en un “Todo” naturalizado nación. Otra parte –que justamente no como la Memoria Histórica, que, en podía “olvidar” en este buen sentido– verdad, está hecho para legitimar un optaron por negar sus crímenes (es el estado de cosas del presente. famoso “negacionismo”, que incluyó Si digo esto es porque, desde luego, a algunos…¡historiadores!). Lo mismo cuando se habla de “memoria colec- –salvando las distancias– sucedió tiva” se está hablando de la Historia, entre nosotros respecto de la dictadura o de lo que de ella podemos “retener”. militar (y antes respecto de la campaña La Historia también es selectiva y frag- del desierto, la semana trágica, el mentaria. Está hecha de continuidades bombardeo de Plaza de Mayo, los fusi- y discontinuidades. Cierta continuidad lados de José León Suárez, lo que sea). de la memoria histórica, admitámoslo, Siempre estarán los que dicen: “Para es necesaria para que una sociedad –aún qué revolver el pasado, hay que mirar cuando no usemos un concepto tan para adelante”, etcétera. complicado como el de “identidad”– Ahora bien, ¿esto qué significa? Que se reconozca a sí misma. Pero también la memoria, como la Historia, es un puede ser al revés: las extraordinarias campo de batalla. No se trata de una obras de Nicole Loreaux, por ejemplo, abstracción o de una bruma neutra pivotean alrededor de una indagación que habría que despejar para poder de los modos del olvido con los que “ver” por detrás los recuerdos. Toda antiguos atenienses buscaban evitar las memoria histórica es una construcción discontinuidades que atentaban contra del presente, que sirve a las batallas del la reconciliación de la polis (la idea es presente. Estoy diciendo una completa escandalosa, y por ello mismo la sospe- obviedad, pero pareciera que hay que chamos verdadera: es la memoria, y no estar repitiéndolo todo el tiempo. Para el olvido, la que, como decíamos, toma apelar una vez más a Benjamin: hacer

118 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

historia no es reconstruir los hechos fácil “alma bella” ante el problema de del pasado tal cual ocurrieron exacta- la memoria, están estupendamente mente (¿quién podría en serio hacer trabajadas en un gran libro reciente eso?) sino “recuperarlos tal como de otro de mis amigos-maestros, Jorge relampaguean hoy, en este instante Jinkis, Violencias de la Memoria. de peligro”. Entonces, la memoria es Esto no quiere decir, por supuesto, también, como la propia lengua o la que esté mal recordar, o que haya que cultura, ese escenario de una lucha abogar por la “des-memoria” –que no por el sentido que se vincula mediata es lo mismo que el simple olvido–. o inmediatamente con los conflictos Pero sí quiere decir que –puesto que de la actualidad. Todo el tiempo se no hay memoria sin olvido, y vice- nos conmina a recordar para no repetir versa– lo que llamamos “memoria” (“Los pueblos que no recuerdan su es una construcción, y tiene siempre historia están condenados a repetirla”, un sentido político: depende de y así). Bien, para empezar, esa es una quién la haga, y para qué. No hay mediocre teoría tanto de la memoria una memoria política universal, lo como de la repetición: ya decía Kierke- que hay es una política de la memoria gaard –y después lo repitieron Freud y que, consciente o inconscientemente, Lacan– que la condición de una autén- discrimina entre intereses o proyectos tica repetición es que aparezca siempre particulares. Que un presidente haga como una novedad; de manera que en bajar el retrato de un genocida de la este caso es el olvido (al menos una pared, que se derogue la Ley de Punto cierta clase de “olvido”) lo que permite Final, que se alienten los juicios a los empezar de nuevo. De lo que habla jefes militares responsables de atroci- aquel refrán no es pues estrictamente dades contra los derechos humanos, de la “repetición” sino de la reiteración, se puede tomar como una “polí- que es algo muy distinto. Pero además, tica de la memoria” que sin duda cuando una conminación como la de hay que festejar. Pero que el mismo “Recuerden para no repetir” se enuncia gobierno, ya que se metió en el baile, desde el lugar del Poder, puede perfec- no aliente juicios, por ejemplo, contra tamente constituir una amenaza, como las empresas multinacionales que cuando en un famoso discurso Menem denunciaban sindicalistas combativos dijo “No vaya a ser que tengamos de y a veces tenían campos de detención nuevo Madres de Plaza de Mayo”. Es y tortura en los predios de la fábrica, decir: recuerden lo que ya les sucedió es, no otra política, sino la misma, una vez, no nos obliguen a hacerlo de enfrentada a los límites que impone nuevo. La memoria traumática del la lógica capitalista: en ella, las Terror es pues paralizante; muchas empresas son necesarias. Lo mismo veces es usada (y no siempre necesa- –otra vez, salvando las distancias– riamente de manera intencional) para ocurrió en Nüremberg ¿no?: se juzgó desalentar las luchas del presente: para a un puñado de jerarcas nazis, pero evitar, quiero decir, esa novedad “repe- no a grandes empresas como Krupp titiva”, insistente, siempre recomen- o Thyssen, estrechas colaboradoras zado, que es el deseo de emancipación del régimen de Hitler, con el cual y justicia. Todas estas complejidades, siguieron haciendo grandes nego- que alertan contra una postura de cios, como los hicieron después con

119 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

los Aliados. Es así. Cuando no se está ellos estarán a salvo si el enemigo sigue dispuesto a transgredir los límites del triunfando como lo ha hecho hasta “sociometabolismo” del Capital, toda ahora. Se trata de una gran alegoría, “política de la memoria” es necesaria- uno de cuyas significaciones, entiendo, mente parcial. es precisamente que sólo peleando Lo importante entonces, me parece, es por la redención de los vivos se podrá retener que toda “memoria política” construir una “política de la memoria” es la construcción de una política de que haga honor a nuestros muertos la memoria que parte de las divisiones, (a los “vencidos” de la Historia). las luchas, los conflictos del presente. Hasta que no hagamos eso estará muy Ustedes citan dos frases de la última bien recordar lo que podamos. Pero página de La Oscuridad y las Luces: “El sabiendo que, a falta de eso, el pasado recuerdo, por sí solo, no es redención”, es, en efecto, irreparable. y “El pasado es irreparable”. Todo lo (Finalmente, quisiera dedicar esta que acabo de decir quizá sea, en efecto, entrevista a la memoria para mí el despliegue de esas dos frases. “Reden- aún muy vívida de Ramón Alcalde, ción” es, nuevamente, una palabra muy David Viñas, León Rozitchner, benjaminiana. Es teológica en general, Nicolás Casullo, Miguel Briante, claro, pero en Benjamin adquiere una Oscar Masotta, Carlos Correas, resonancia apocalíptica y “mesiánica” Charlie Feiling, Quique Fogwill, que se articula extrañamente con el Ricardo Zelarayán, Enrique Pezzoni, momento “revolucionario” del paso de Nicolás Rosa, Osvaldo y Leónidas la prehistoria a la verdadera historia en Lamborghini, Juan José Saer, Héctor Marx. Más precisamente, es una inte- Libertella, Miguel Guerberoff, José rrupción de la “historia” tal como hasta Sazbón, Raúl Zoppi, y en fin, a todos ahora la conocemos (esa “historia de aquellos que en mi generación –y la los vencedores”). Es sólo esta disconti- inmediatamente anterior, que por lo nuidad mesiánica la que, inaugurando tanto es también la mía– dieron, de un nuevo Tiempo, podrá redimir, muy diferentes maneras, la batalla como él mismo lo dice en las Tesis, a interminable, in-finita, en el campo de nuestros muertos, esos que ni siquiera la cultura argentina).

120

122

Entrevista Alejandro Kaufman: “Se ha alcanzado un techo en la posibilidad de desarticular críticamente los discursos dominantes” Por Horacio González, María Pia López y Sebastián Scolnik La resurrección de la subjetividad peronista cons- tituye, desde la perspectiva de Alejandro Kaufman, el acontecimiento que da sentido a la diversidad de sucesos culturales y sociales de la década que culmina. Entre el “imaginario de consumo indi- vidualista” del 2001, la “actitud destituyente y criminal de las élites argentinas”, y la “colonización del debate público por las empresas mediáticas”, el kirchnerismo emerge, en la perspectiva del autor, como un milagro reparador, recreando los circuitos del consumo de masas y restituyendo las condi- ciones para el juego democrático abierto e inclusivo. A partir de esta emergencia inesperada, en la que los “sobrevivientes” de la dictadura tienen un papel determinante, se impone una relectura de la historia moderna del país que, en sus aristas polémicas, propone la consideración del peronismo como la verdadera subjetividad modernizadora e incluso como el único proyecto efectivamente republicano. Kaufman razona con argumentos sofisticados que se encadenan, en su exposición, como espesas y controvertidas afirmaciones. Su palabra es veloz, continua. No se detiene y aún en la vacilación produce un enunciado. Así puede valorar tanto los puntos de apertura del presente como también advertir que está sembrado de dificultades y malos augurios que oscurecen el horizonte colectivo. LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

LB: Un primer tema que queríamos alguna manera, cuando renuncia a la preguntarte es sobre el problema de vicepresidencia, cuando ve algo que lo la autonomía de la palabra, ¿cómo lleva a renunciar, instala un corte en esa se puede hablar en un contexto en serie y aparece, por primera vez, creo, que toda palabra es contabilizada, el proceso en que una palabra pública porque me parece que eso afecta adquiere cierta relevancia. Después está fundamentalmente a la palabra el discurso de Néstor Kirchner, el de la de la crítica? Los que venimos del asunción de la presidencia: ese es un pensamiento crítico, quienes encon- momento de inflexión de una palabra tramos una tradición en la que pública crítica porque aparecen en su remontarse, me parece que estamos propio discurso palabras que no habían ante ese dilema: cómo se habla, sido dichas durante décadas. Palabras dónde se habla y cómo estás obli- vinculadas con el lazo social, la empatía gado a conocer dentro del campo colectiva, cuestiones ético-morales- de la propia autonomía expresiva, la políticas. Aparecen en ese discurso, presencia de los otros. sin previo aviso –no estaban así en la campaña anterior–, fueron como una AK: En esta década uno puede pensar revelación. Y ahí se abrió una serie en momentos oscilantes respecto de discursiva que llegó a un punto deter- la habilitación de una palabra crítica. minante a principios del 2008, que Algunos, por ejemplo, pensamos que parecía ser otra vez una situación de la crisis del 2001 era un momento habilitación de una palabra crítica. Lo gratuito respecto de una palabra crítica que creo es que porque no había ningún antagonismo, después volvió a En esta década uno puede de repente hubo un estado de desfon- cerrarse de nuevo, pensar en momentos oscilantes damiento y dispersión, entonces tal hasta un punto respecto de la habilitación de vez se podía decir lo que uno quisiera. en el que estamos una palabra crítica. Algunos, Sin embargo no todos lo percibían ahora, en el que, por ejemplo, pensamos que así. En ese debate que compartimos digamos, el orden la crisis del 2001 era un algunos en 2002 aparecieron expre- de una situación momento gratuito respecto de siones que advertían que “tal vez crítica pública se una palabra crítica porque no no fuera oportuno decir tales cosas neutraliza por un había ningún antagonismo, críticas”. Me quedé preguntándome campo discursivo de repente hubo un estado de en ese momento: ¿oportuno respecto esencialmente desfondamiento y dispersión, de qué? Porque el estado de disolución difamatorio. Es entonces tal vez se podía decir que predominaba había también disi- decir, no importa lo que uno quisiera. pado las referencias que podían tenerse lo que se dice, se para afirmar una cosa como esa. disipa la posibilidad de discutir argu- El período anterior también había sido mentativamente y lo que prevalece es un período de contracción, el período la adhesión y el rechazo, la disposición menemista, pero ahí por insignifi- respecto a la adhesión y el rechazo. cancia. Se trataba de un proceso de Es un juego de confrontaciones, uno insignificación, en el que se podía podría verlo hasta con mucho de decir cualquier cosa porque no tenía lúdico, en donde lo que determina el ninguna consecuencia, se neutralizaba resultado de ese juego es la localización completamente. Chacho Álvarez, de dentro del campo. Y la argumentación

123 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

se vuelve inaudible. Hay una interpe- o simbólicamente provista de algún lación inmediata que es: “vos sos K o tipo de carga, pero eso no incide en el sos anti K”. Y lo notable es cómo la contenido de los debates. mayor parte del espectro político se involucró en ese juego. LB: ¿En qué sentido decís que en Esta es una cuestión que me parece 2001 hubo desfondamiento y no muy significativa en este momento y antagonismo? Y como consecuencia en la campaña electoral actual, que de eso, ¿qué pasó con ese conjunto comenzó a partir del 2008, porque de palabras que, como decís vos, a antes no se había partir del 2003 son habilitadas a ser destacado tanto. dichas pero que habían sido proce- En el 2001 [la subjetividad Desde el 2008 sadas durante décadas en un modo colectiva] parecía haber comienza un si querés subterráneo, en un modo quedado trasegada por el proceso mediante no visible públicamente, de una menemismo y que ya había el que crecen las manera quizás marginal? quedado en la historia. El tensiones que se kirchnerismo reanuda la visi- producen con AK: Podemos presumir cuánto de bilización, la habilitación, la respecto a una marginal y de no visible públicamente realización socio-política de la identificación, es han tenido esas palabras, y sobre eso subjetividad peronista. decir el costo que podríamos especular, pero lo que es Porque el peronismo es una hay que pagar seguro es cuáles palabras fueron las que subjetividad, no es un partido, por someterse prevalecieron. Y prevalecieron palabras no es una ideología, no es a una identifi- sobre las que todavía no tenemos una una doctrina, es una subjeti- cación, el costo caracterización ajustada, porque fueron vidad colectiva, la mejor que corporal, simbó- palabras de crueldad, de opresión, de se ha producido en la historia lico, la lesión humillación, de exclusión, de enorme argentina. Es una subjetividad que se recibe por violencia simbólica que se instalaron y colectiva modernizadora, eman- situarse en un que habían sido construidas en la dicta- cipatoria, igualitaria. campo o en otro, dura para justificar el exterminio y que sobre todo en el después formaron parte de las tramas campo kirchnerista… y uno puede ver discursivas públicas, sobre todo en el algunos sujetos que intentan despren- menemismo, y se quedaron instaladas derse de esas tensiones o que juegan como prácticas sociales porque no se con ellas. Sin embargo, este asunto había producido la visualización de no se problematizó como discu- que ése es un problema socio-político sión, no se consiguió problematizar. y de derechos humanos que requiere Algunos las hemos dicho de distintas intervenciones conscientes y delibe- maneras, pero han sido expresiones radas para establecer acuerdos sobre individuales que no han sido signifi- cómo se habla públicamente. La reac- cadas, ni han sido objeto de debates. ción de Zaffaroni frente a la agresión ¿Cómo es posible que haya una que recibió, dictar una clase pública problematización o una tematización en la Universidad, con el acompaña- de la cuestión de los intelectuales y miento que tuvo y en el ámbito en que al mismo tiempo una clausura de los estuvo, supone una conciencia aguda debates? El intelectual aparece como respecto de esta cuestión, supone una figura estéticamente atractiva, adoptar una actitud política respecto

124 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

de este problema. En el kirchne- ideología, no es una doctrina, es una rismo han existido distintos niveles de subjetividad colectiva, la mejor que se conciencia y de construcción de acti- ha producido en la historia argentina. tudes respecto de esto. Es una subjetividad colectiva moder- Pero volvamos al 2001: lo que tengo nizadora, emancipatoria, igualitaria. El para decir es que en ese entonces no modo argentino de la modernización hubo emergencia de nuevas subjeti- es la subjetividad peronista y conlleva vidades. Robinson Crusoe no es una también su desconocimiento por una nueva subjetividad, es interesante gran parte de la sociedad, la persecu- retomar esa novela de Defoe para ver ción, la exclusión, la denegación, el cómo la descripción de una subjeti- odio, el rechazo. Pero sin embargo, lo vidad desprovista de su base material, que mostró el kirchnerismo es la reanu- sólo por la determinación gramsciana, dación de esa modalidad subjetiva. ¿En cultural, imaginaria. Robinson Crusoe que consiste esa modalidad subjetiva? reconstruye su mundo burgués en un En que después de los horrores del siglo lugar desprovisto de la base social, XX, de los totalitarismos fascistas y del urbana, material, la reconstituye con totalitarismo soviético, ese movimiento los restos del naufragio. Tal potencia pacifista, convivencial, socialcristiano, tiene lo imaginario. Y eso fue también es un movimiento que constituyó una lo que pasó en el 2001. Muchas de forma subjetiva de experimentar la las narraciones que se produjeron convivencia capitalista: es la idea pero- sobre nuevas subjetividades son más nista de la felicidad, el modo peronista bien residuos de modalidades subje- de habilitar un consumo distribuido, tivas previas que estuvieron vincu- industrializado. Eso es lo que por la ladas con un imaginario capitalista denegación que ha ocurrido se vuelve y consumista, respecto de las que el indiscernible y siempre misterioso. Y fracaso de todo ese modelo produjo entonces cuando reaparece hay como ciertas respuestas. Ahora, esto se puede una sorpresa, nosotros mismos somos discutir de distintas maneras, lo que sí sorprendidos por el modo como el estoy seguro es que no es congruente peronismo reapareció en esta década con el relato épico que se levantó. Si porque pensábamos que con el mene- queremos profundizar en esta cues- mismo había quedado agotado. Sin tión, y sobre esto no he escrito tanto embargo ahora podemos revisar lo todavía, si queremos hablar de subje- que significó también el menemismo, tividad colectiva en la Argentina, cómo el menemismo en un momento tenemos que hablar del peronismo, esa histórico determinado en el que ciertas es la referencia sobre la subjetividad. categorías paradigmáticas se habían En el 2001 parecía haber quedado transformado, se había perdido la trasegada por el menemismo y que ya opción socialista definitivamente, había quedado en la historia. El kirch- había caído el muro, y parecía que el nerismo reanuda la visibilización, la horizonte neoliberal era, por más en habilitación, la realización socio-polí- desacuerdo que se estuviera, un hori- tica de la subjetividad peronista. zonte ineluctable, un horizonte respecto ¿Qué es la subjetividad peronista? del que no había una opción totaliza- Porque el peronismo es una subje- dora que se le pudiera oponer, sólo se tividad, no es un partido, no es una podrían de algún modo explorar alter-

125 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

nativas de resistencia. El menemismo, sabemos en este momento tardío del entonces, es un intento de articular esa kirchnerismo, en el que reaparecen los subjetividad histórica del peronismo sobrevivientes del exterminio a realizar con el nuevo contexto capitalista. Lo el programa de los derechos humanos y hizo de un modo que no nos ha pare- a gobernar. Y son ellos los que pueden cido para nada afortunado, que ha sido dar fin a la dictadura, porque en algún catastrófico. Se tomó al pie de la letra sentido ese es el programa del kirchne- el discurso sobre la inexorabilidad del rismo, que no es un programa explí- neoliberalismo y cito necesariamente, aunque es un Porque, a la subjetividad se marchó ciega- programa efectivo que está relacionado peronista ¿qué es lo que se le mente hacia el con la recuperación de esa subjetividad opone? Se le opone esa subje- desastre. Pero modernizadora, igualitaria, cristiana de tividad que remite al 2001, tampoco debe- la historia reciente argentina. Por ahora una subjetividad individua- ríamos compartir no ha tenido tiempo, y no sé si lo va a lista, configurada alrededor una demoniza- tener, ojalá lo tenga, pero si el kirch- ción lineal de ese nerismo no establece una convivencia del fetichismo de la mercancía momento, sin por con el antagonista antiperonista, en en su manifestación micro- ello concederle el sentido de formularse turnos de política más nuclear, en el nada en absoluto gobiernos democrático-burgueses, acto del consumo. desde el punto de entonces habrá fracasado y esta opor- vista ideológico- tunidad histórica se habrá perdido. político, en tanto fue responsable de un Hoy no tenemos razones para pensar inmenso dolor e injusticia colectivos. que no va a fracasar, porque todo lo que Entonces, me parece que en el 2001 se concibe como oposición supone el hubo una tensión entre el olvido, o la rechazo al kirchnerismo, no el debate, pérdida de esa modalidad subjetiva del no la diferencia política, no la sucesión peronismo como opción, que también democrático-burguesa en términos de se había perdido en 1983. La dictadura momentos electorales alternos, que fue destructiva respecto de la subjeti- suponen un piso común. Esa es una vidad peronista, ella se propuso destruir cuestión que no se ha establecido a la subjetividad peronista. Pensemos, como acuerdo. Es decir, si yo pierdo por ejemplo, en una cuestión: no había las elecciones y viene otro y deshace ninguna posibilidad en la Argentina todo lo que hice, ¿cómo hacemos para de establecer una institucionalidad de mantener lo logrado? El único recurso los derechos humanos que no estu- objetivo que tenemos hoy para que lo viera protagonizada por la subjetividad logrado se mantenga es la continuidad peronista. Y esto es casi inaudible, del mismo proyecto político en el porque uno tiene que involucrarse en gobierno. Dar lugar a otra representa- una discusión absurda sobre cuánto ción política en la Argentina de hoy, sea hay que reconocerle al alfonsinismo en el 2011 o en el 2015, significa una lo que hizo en ese momento en que el incertidumbre insoportable respecto a peronismo no estaba en condiciones de la pérdida de la mayoría o de todos los realizar esa tarea, por múltiples razones logros. ¿Por qué? Porque tenemos una concretas. Y no estuvo mal que fuera el clase dominante cuyo proyecto socio- alfonsinismo el que hiciera lo que hizo, político es inclaudicable, y consiste en pero esa realización fue parcial. Esto lo anular o volver a foja cero los logros

126 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

de la subjetividad peronista, destruir la subjetividad peronista, abolirla. A esto lo llaman republicanismo, lo llaman de distintas maneras. Hay una izquierda que comparte ese proyecto, hay un progresismo que adopta una actitud ambigua, pero que en algunos momentos ha sido afín, eso pasó con la construcción que hizo Solanas en su espacio político. Entonces, ahora está apareciendo un tipo de enunciado que es “no somos todos los mismo”. Débil- mente aparecen, estuvieron ocho años para decirlo y recién lo están diciendo ahora, hasta ahora no lo habían dicho, lo disimulaban. Porque, a la subjetividad peronista ¿qué es lo que se le opone? Se le opone esa subjetividad que remite al 2001, una subjetividad individualista, confi- gurada alrededor del fetichismo de la ción efectiva. Y lo que se le opone, Alejandro Kaufman en el ciclo de conferencias mercancía en su manifestación micro- que es lo que representó el triunfo Legados y porvenir, política más nuclear, en el acto del macrista en la ciudad, es un modelo Biblioteca Nacional, consumo. Es un individuo que tiene privatista, un modelo insolidario. 2010 cierta disponibilidad para el consumo Entonces el modelo de felicidad no y que recibe la satisfacción de sus nece- difiere, el modelo de consumo de la sidades o de sus deseos de un modo vida capitalista no difiere. Sea con el afectivo determinado. Solemos perder Pulqui, con Tecnópolis, o con el tren de vista eso, hablamos del capitalismo de alta velocidad, o con ese desarro- como si no estuviéramos inmersos en llismo cristinista que contemplamos él, como si hubiera una situación por todos los días. No hay una discusión fuera de él desde la que lo juzgáramos, alrededor de esas modalidades. O sea, cuando estamos constituidos por esa ¿cuáles son las modalidades de la vida experiencia. Es decir, hay dos modali- práctica colectiva? Ojalá las hubiera. dades de la experiencia que se contra- Ojalá hubiera movimientos verdes, ponen, una de las que es una captura movimientos cuestionadores del desa- del consumo capitalista por una subje- rrollismo tecnologista. No los hay en tividad colectiva igualitaria, como lo ha la medida de lo necesario. Es como hecho el primer peronismo –el período si hubiera una homogeneidad y un del 73 prácticamente no cuenta en la conformismo con ese tipo de modelo. historia respectiva–, pero ahora vuelve Eso fue lo que nos llevó al escepticismo a aparecer con una cantidad de íconos en el 2001. No estábamos pensando y de modalidades que a lo mejor no en la subjetividad peronista en ese nos convence. Pero no se trata de eso, momento porque había sido olvi- porque este es el modo en que en la dada. Lo que había era una frustración Argentina se produjo la moderniza- colectiva, entre otras variables. Había

127 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

variables de resistencia, variables de parece que cuando digo que hay una autoorganización social, variables de homogénea adhesión a un modo de lucha. Por supuesto, existen siempre. vida capitalista, lo que hay ahí es un Existen cuando los Qom cortan la 9 problema y hay que reconocerlo. Es de julio, o en algunas luchas sindicales decir, hay un límite colectivo para lo antiburocráticas. La cuestión es: ¿qué que se supone como emancipatorio. tipo de crítica Lo podemos ver como escepticismo, En Argentina nadie es explícito, podemos hacer pero me parece que es necesario para salvo el peronismo, respecto de respecto de poder realizar una crítica efectiva. cuál es su deseo político efec- ciertos relatos Porque si no lo emancipatorio se tivamente constatable. Todos dominantes? O, convierte en voluntarista, en deseante, somos progresistas, democrá- ¿cómo contra- lo que es válido y legítimo, y además ticos, igualitarios, no violentos. poner el modo opera también, pero no se constituye Hay un imaginario consen- en que definimos en movimiento, en proyecto, en algo sualista que es una forma de ciertas expe- que uno pueda efectivamente ver reali- hipocresía o de encubrimiento, riencias que nos zado. El riesgo es convertir el recurso de encubrimiento criminal parecen aconte- a lo emancipatorio solo en una moral, incluso, por parte de algunos. cimientos, con susceptible de contrastar un ideal con los relatos que lo “real”, señalando imposibilidades intentan describirlas? Para mí fue esa y limitaciones, en lugar de analizar la discusión del 2002, porque la discu- históricamente la emergencia de las sión del 2001 ocurrió en el 2002. prácticas sociales efectivas, con todas sus consecuencias, tanto emancipato- LB: El problema de plantear el rias como conservadoras. asunto en términos de formas de la subjetividad es que no aparece en el LB: Estás definiendo al peronismo escenario político la pregunta por entonces como emancipatorio. aquello que puede reabrir el hori- zonte emancipatorio. Siendo que AK: Sí, emancipatorio relativo, porque por un lado tenemos la subjetividad somos utopistas. El capitalismo no del macrismo definida como una es el súmmum de nuestras creencias experiencia de consumo individual y ni muchísimo menos, pensamos en el modo de la felicidad que le corres- una vida utopista, que tenga otro ponde, y por el otro la subjetividad tipo de parámetros, pero no están peronista que la definiste como a nuestro alcance como colectivo. un modo convivencial de habitar Dentro de las condiciones en las que el capitalismo, si no llevamos la se desenvuelven los acontecimientos pregunta a otro plano me parece contemporáneos, el peronismo para que el horizonte que se define en la Argentina es, en términos relativos, términos políticos a lo sumo puede la salida más emancipatoria. ¿Por qué? ser un horizonte reparatorio. Porque la actualidad está definida por una gobernabilidad efectiva. Como AK: Considero la subjetividad pero- si eso uno pudiera menospreciarlo. nista como una subjetividad eman- Lo destituyente aparece como condi- cipatoria, en términos relativos, en ción socio-política cuando el enun- términos parciales. ¿Por qué no? Me ciatario tiene completa indiferencia

128 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

por la gobernabilidad, pero al mismo tico de la idea misma de moderniza- tiempo demanda esa gobernabilidad. ción. Eso es lo que no solemos discutir. La demanda en términos de seguridad, La modernización es lo problemático, en términos de derechos sociales, porque el desarrollo tecnológico, la urbanos, pero no se sabe quién podría ampliación del alcance de las posibi- realizarla. En el contexto de esa discur- lidades de la acción, una urbanización sividad el único que la puede realizar más desarrollada, conllevan a la vez es el mercado privado, el mercado una serie de consecuencias duras. capitalista. O sea, hay una inhibición de adherir explícitamente a ese tipo LB: Por eso, entonces, una moder- de proyecto. Porque incluso podemos nización conservadora es una forma encontrar hasta en el macrismo figuras de emancipación posible para la que tienen un discurso aparentemente Argentina. progresista. En Argentina nadie es explícito, salvo el peronismo, respecto AK: No adhiero al término de lo de cuál es su deseo político efecti- conservador porque me parece que vamente constatable. Todos somos es un término anacrónico para esta progresistas, democráticos, igualita- discusión. Les voy a decir algo que rios, no violentos. Hay un imaginario tal vez no debería decir, pero lo digo consensualista que es una forma de irónicamente y sé a quién se lo estoy hipocresía o de encubrimiento, de diciendo, lo tengo completamente encubrimiento criminal incluso, por consciente: creo que en términos de parte de algunos. Bueno, pero eso intención, y de cómo imaginaba las nos llevaría la conversación hacia otra consecuencias que podría tener una dirección. Lo emancipatorio para acción así, el tren de alta velocidad de nosotros es una cuestión que perte- Córdoba a Buenos Aires fue probable- nece al orden de la ética histórica, no mente la única medida audaz y radical al orden del discurso público. que se pensó desde la localización de la Capital en Viedma, para producir LB: Sería una emancipación conser- una modificación importante en la vadora, hedonista, habría que estructura demográfica y urbana de la cambiar un poco la acepción habi- Argentina. Lo podemos discutir, pero tual de emancipación. lo interesante es que no fue objeto de debate público, fue objeto de una AK: No pondría esos adjetivos. La acción directamente difamatoria, fue acepción habitual de emancipación ridiculizado sin que hubiera la posi- requiere un escrutinio crítico cuyos bilidad de considerarlo, no hubo debates también están pendientes, no ni siquiera un estudio que se diera a es algo que se pueda dar por sentado. conocer, así como tampoco se intro- dujo en el debate público de manera LB: Es lo que se puede interpretar de adecuada la recuperación de los ferro- cómo definís la subjetividad pero- carriles convencionales que el mene- nista. mismo había destruido de manera demencial. AK: En lo que hay que profundizar es en el carácter ambivalente y problemá- LB: Si ponés dentro de la subjeti-

129 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

vidad peronista el tren de alta velo- y someterla a las condiciones que el cidad, vuelvo a insistir, estaríamos conquistador español propinó al indio pensando en un tipo de moderniza- cuando llegó a América. Ese modelo ción conservadora que se apropia de se reproduce una y otra vez. Y cuando las tecnologías más avanzadas pero no se reproduce como discurso ideoló- no pierde su carácter conservador. gico y doctrinario en las palabras de un Biolcati, se reproduce como sentido AK: La palabra “conservador” tiene común, como odio de clase, como resonancias que no nos convienen odio social en la clase media, hasta en para esta conversación. Además, lo algunos sectores a veces marginales o que señalás puede estar ocurriendo populares, como pasó en el Indoame- ahora mismo con otras tecnologías ricano. Hay una parte de la población avanzadas, que también habría que que es enemiga de la otra. Por eso no analizar y debatir. Señalo cómo una voy a tomar la palabra conservadora, iniciativa se descarta a libro cerrado, porque el peronismo fue un gran a través de un escándalo, y por otra despliegue de imaginación colectiva, parte todo el grandioso proyecto de que tuvo a los mejores gobernantes políticas tecnológicas ni siquiera se –efectivos y reales, no ideales– de la discute. El silencio con respecto a la historia argentina. Fueron grandes segunda y enorme cuestión confirma figuras de la cultura, del discurso, cómo el rechazo a la idea del tren no de la acción política. No hay otras era por razones fundadas. figuras equivalentes en estos años, en ningún otro orden, no hay nadie que LB: No convienen, es cierto: pero se les pueda poner a la altura. Antes no es sencillo encontrar el modo de decía Frondizi, pero –en general– no decir lo que vos estas proponiendo. hay nadie más. Lo que me interesa es tratar de conocer cómo se han dado AK: Es que no lo llamaría conser- estas configuraciones que definen el vador. El futurismo fue capturado por escenario en el cual nos encontramos. el fascismo, pero tuvo un momento Un escenario en el que de nuevo en que no era conservador, era una reaparece una figura progresista, de iniciativa destructiva en el sentido una incapacidad manifiesta cada vez moderno de la palabra. En nuestros que abre la boca, que solo puede –si debates públicos, en nuestra expe- ganara o si gobernara– prometernos riencia colectiva, lo modernizador se nuevos momentos de incertidumbre constituyó como peronismo. El pero- y de descalabro, rodeado de una serie nismo es la forma de la modernización de actores notoriamente bien inten- argentina. El otro representante de cionados pero impotentes para realizar una modalidad modernizadora, que cualquier cosa, hasta una campaña no está tan distante del peronismo, fue electoral. Eso es extremadamente el frondicismo. Lo demás es producir preocupante, ojalá no fuera así. No comida para vender afuera y abolir, digamos la palabra conservadurismo, cancelar, a la mayor parte de la pobla- pero en todo caso voy a decir algo que ción argentina, enfrentarla como a cualquiera de nosotros podría haber un enemigo, como alguien que tiene dicho en cualquier momento, algo que ser destruida y desconsiderada, que siempre repite Torcuato Di Tella:

130 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

ojalá la Argentina pudiera organizarse se han realizado, que se han obtenido. en torno a un laborismo y un conser- Entonces no hay una cultura de la vadorismo, que el movimientismo convivencia mínima. El aguinaldo es pudiera organizarse de una forma un logro modernizador, por ejemplo: partidaria mas clásica –pero evidente- no se vuelve, no se anula, ni se anulan mente esto no está ocurriendo–, frente todas las conquistas laborales logradas, a los cuales emergiera una izquierda como sin embargo ocurrió. Volver a crítica exenta de cualquier semejanza un momento anterior al 45, ese es el con el antiperonismo que ha caracte- imaginario que tiene el antiperonismo, rizado a una buena parte de nuestras los productores de riqueza, como a izquierdas no peronistas. Ojalá las veces me gusta llamarlos porque uno izquierdas pudieran adoptar identi- ni siquiera sabe bien quiénes son en dades propias, sin necesidad de inje- definitiva. La clase dominante, para rirse en el movimientismo peronista. usar un lenguaje más clásico, tiene Lo digo como idea, porque no es lo ese proyecto de anular el peronismo y que históricamente ha ocurrido, y no volver a antes del 45, y utilizan todos postulo ninguna incomodidad ni revi- los recursos posibles. sión de mi propia pertenencia a una izquierda peronista en los setenta, así LB: Todavía resulta enigmática la como ahora mismo. idea de subjetividad peronista que Hay una demanda que debe instalarse tenés. ¿Cómo puede quedar la subje- en la esfera pública: hasta que no se tividad peronista exenta del racismo? consiga cierta certidumbre sobre un En los 90, incluso en los 2000, apare- mínimo que no se revise, no habrá cieron carteles de la CGT llamando democracia institucional en la Argen- al trabajo argentino, un llamado a tina. La clave de la democracia insti- la exclusión del trabajo migrante. tucional es que uno se pueda ir del La organización territorial del pero- gobierno relativamente tranquilo. nismo es parte del problema del Thatcher no volvió al siglo XIX, el racismo; pone una frontera entre los movimiento del “campo” vuelve al que están incluidos y los que no. Y así siglo XIX sin ningún problema. Y un sinnúmero de situaciones que son podemos hacer toda la casuística de también protagonizadas por cierta las situaciones discursivas, políticas, idea heredada de la subjetividad noticiosas, en que se ha verificado peronista del siglo XX. Después esa cuestión, sobre cada tema. Sobre, está el tema del consumismo, que por ejemplo, cómo un intelectual les nos lleva a la capacidad del mene- pidió hace muy poco a los dirigentes mismo para convertir al trabajador de la oposición que dado que no hay en microempresario de sí mismo y ninguna razón para suponer que van poner entre paréntesis toda la serie a sostener lo logros de los derechos de conquistas históricas que incluso humanos, porque no hay nada en su el peronismo mismo había llevado historia ni en su discurso que pueda como programa de gobierno y de sostener eso de manera convincente o transformaciones sociales. Cuesta suficiente, entonces tendría que haber imaginar un peronismo exento de un acuerdo firmado. Eso es lo que se estas culturas consumistas que defi- sugiere como opción a los logros que nías alrededor de la subjetividad del

131 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

2001, de estas conductas racistas que apareció. Pero estamos hablando que se expresan hoy cotidianamente hoy, a fines del 2011, trascurridos como base social de las derechas, ocho años de kirchnerismo. Y eso nos pero también con el formato pero- hace resignificar aquellos momentos nista. Y todo el tema de la exclusión previos del peronismo menemista, que y la subordinación de la diferencia. tenía esa característica que vos decías. Si el kirchnerismo no hubiera apare- AK: Cuando hablo de la subjetividad cido, si los sobrevivientes no hubieran peronista estoy hablando de algo que reaparecido como reaparecieron, como no es doctrinario, que no excluye las zombis, como muertos-vivos, porque divergencias y heterogeneidades que es así como reaparecieron… Esta es han sido propias de la historia de las una cuestión que también es casi inde- subjetividades peronistas. La subjeti- cible: hay sectores de la izquierda orto- vidad peronista tiene ciertas articula- doxa que ocupan el lugar que ocupan ciones dinámicas: una de ellas establece porque desaparecieron los militantes la gobernabilidad, articulada con el de la lucha armada y dejaron un lugar enunciado de lo que Perón llamaba vacío. Y eso no es objeto de ninguna “hacer lo que el pueblo quiere”, es reflexión, de ninguna problemati- decir producir un estado de confor- zación. Hay una izquierda agotada, midad colectiva en relación a esos desfondada, porque fue exterminada. principios de igualitarismo, de distri- La discusión sobre la historicidad bución. Son principios muy generales, de los acontecimientos que estamos pero han tenido eficacia. Son subjetivos tratando de describir indica por qué también porque se configuran en la ciertas líneas dinámicas de ese proceso experiencia transgeneracional, porque no son significativas. No se puede se transmiten pensar la subjetividad peronista sin La subjetividad peronista tiene generacio- su oponente. Por eso no se trata de ciertas articulaciones dinámicas: nalmente en un desarrollo ideológico que pueda una de ellas establece la goberna- forma vital. adoptarse a través de una lectura, o a bilidad, articulada con el enun- Cada vez que través de un conjunto de enunciados, ciado de lo que Perón llamaba pensamos que sino gracias a una experiencia histórica “hacer lo que el pueblo quiere”, ha desapare- implícita. Me importa esa realidad de es decir producir un estado de cido vuelve lo implícito, que explica el tercio del conformidad colectiva en rela- a aparecer, electorado fiel al peronismo. No se ción a esos principios de igualita- porque hay trata de alguien que racionalmente rismo, de distribución. una memoria adhirió a una determinada serie de generacional enunciados, sino de una memoria que se ha mantenido. Podían haber histórica alrededor de una forma de aparecido otras opciones, no estoy vida, a eso es lo que llamo subjetividad. hablando de ningún destino, de Y esa subjetividad puede ser objeto de ninguna situación ineluctable, estoy captura por proyectos antagonistas hablando de una acumulación histó- entre sí, como pasó con el menemismo rica, de una serie de acontecimientos o como pasa ahora con el duhaldismo, que se han dado de esa manera. Por eso o como pasa ahora adentro mismo del decía: no esperábamos que el kirchne- kirchnerismo con quienes tenemos rismo se diera con la modalidad con un horizonte emancipatorio, o una

132 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

exigencia utópica que no se condice Empezó como proyecto y encontró un con ese promedio que podríamos techo, una limitación. Creo que hoy llamar conservador, pero que sin las condiciones en las que sería posible embargo de hecho comparte la convi- una discusión pública crítica se han vencia con la masa social colectiva que estrechado. ¿Por qué digo esto? Porque participa de esa subjetividad. Es una una discusión argumentativa no puede cuestión pragmática, no una cuestión ocurrir en un contexto en el cual uno ideológica. Necesitamos ponernos de puede ser impunemente humillado. acuerdo sobre este aspecto para conti- Es decir, ¿qué implica la trama de los nuar la conversación, porque si no derechos humanos, de la convivencia lo ponemos como premisa de lo que social democrática? Ciertas condi- estamos conversando volvemos a una ciones de trato recíproco, que no son discusión ideológica. Si la idea es más las de una violencia simbólica que no bien sostener una discusión ideoló- se percibe como problema. No puede gica, entonces recuperemos un debate haber democracia si un grupo de inte- marxista aggiornado y ocupémonos de lectuales, entre los que podríamos estar ciertas formas ideales en que debería nosotros, son invitados a escribir en desenvolverse la vida social y política. un lugar donde muchos amigos, o ex Habrá de ser interesante como tarea amigos, o colegas escriben… y es inad- intelectual, pero le faltará el filo político. misible que escriban. Uno no puede escribir lo mejor que tiene para decir LB: La dificultad de lo que vos decís en una cloaca infame, amarilla, difa- es que no sería posible recuperar la matoria, fascista, cómplice de crímenes primera apelación que hiciste al uso de lesa humanidad en la dictadura. de una palabra libre, argumentativa He caracterizado a Horacio González y despojada de injuria, que sería una como alguien que en todo este período tradición de lucha ideológica, reñida se ha sobrepuesto en sus interacciones con la antropologización que estás mediáticas. Desde la famosa entrevista haciendo del peronismo. En esta luego del ascensor que se cayó en la muy buena caracterización, persiste Biblioteca Nacional, cuando la jauría un rasgo conservador que podría venía a devorarte y vos hiciste uso de pensarse como contradictorio con el ese estilo que forma parte de la subje- uso de la palabra emancipada. tividad peronista: “bueno, podemos conversar, podemos entendernos”. O AK: Sí, me parece oportuna tu obser- cuando hablaste con Beatriz Sarlo: “sí, vación porque efectivamente creo que esto que decís es atendible, se puede la palabra crítica mantiene una brecha considerar”. Hay algo extraordinario con la palabra pública. Esto que estamos ahí. Pero cuando te sentás con Fonte- conversando es inaudible en términos vecchia eso no sucede. Con Fontevec- públicos. Y esto nos lleva a otra conver- chia el que gana es él. Cada vez que sación: el intento que se hizo, que fue ha hecho una entrevista con alguno un intento heroico, en cuya funda- de nuestros amigos o compañeros, el ción participé, y que me parece que resultado es nefasto. Pero, ¿por qué lo va a quedar en la historia, por habi- digo como ejemplo? ¿Cuáles son los litar una palabra pública y asociar la parámetros de la convivencia que nos palabra política con la palabra crítica. representamos públicamente? ¿Que no

133 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

maten? ¿Ese es nuestro único borde? Entonces, uno se encuentra con No es suficiente. Puede llegar a ocurrir medios de comunicación kirchneristas que a alguien lo maten y sin embargo que reproducen las mismas estructuras una convivencia democrática sea efec- subjetivas que los medios hegemó- tiva. Hay un equívoco postraumático nicos. Están las mismas mujeres o “más de la dictadura, en el que tiene mucha lindas” todavía. Las chicas de nuestros responsabilidad la construcción que barrios de clase media aparecen en han hecho los medios de comuni- los canales kirchneristas, no aparece cación hegemónicos, pues a ellos les la verdadera etnicidad argentina, hay resulta noti- una pantalla con etnicidad porteña, Las chicas de nuestros barrios ciable la muerte, rubia, blanca. Eso no es peronismo, de clase media aparecen en el cadáver. Hay sino apartheid mediático, porque la los canales kirchneristas, no una cuestión del subjetividad peronista incluye la habi- aparece la verdadera etnicidad fetichismo de la litación de la etnicidad y del género. argentina, hay una pantalla mercancía noti- Incluye que si alguien quiere algo y con etnicidad porteña, rubia, ciable: el cadáver se puede hacer pues se hace, porque blanca. Eso no es peronismo, es visible, repre- así se mantiene la gobernabilidad. Se sino apartheid mediático, sentable, es trans- puede conseguir un canciller judío, el porque la subjetividad pero- misible, produce matrimonio igualitario, cantidad de nista incluye la habilitación de efectos. Ahora, cosas que otros actores no hubieran la etnicidad y del género. esto ocurre fuera hecho y al peronismo le resulta muy del orden de simple hacerlo. ¿El matrimonio igua- la racionalidad, fuera del orden del litario? Se puede hacer. Tenemos que debate argumentativo, por eso se usan discutir después lo del aborto, que es esas expresiones del habla coloquial, más complicado, pero que también “tirar un cadáver”, “agitar una camisa esta ligado a la gobernabilidad, tanto ensangrentada”. si lo conseguimos como si se difiere. El libro de Diego Rojas sobre el asesi- Entonces, la palabra pública en un nato de Mariano Ferreyra empieza marco en el que no hay garantías sufi- con un capítulo que parece el guión cientes, obliga a quien interviene a un de una jornada noticiosa de Crónica, gesto heroico. Pero el heroísmo nos sobre cómo lloraban y como sufrían, lleva a una lógica de la guerra. Ciertos sobre la sangre y el dolor de la muerte. sujetos excepcionales tienen la capa- Es decir, el progresismo –esto ocurre cidad de enfrentarse al peligro y derro- en Cromañón, ocurre en el 2001– es tarlo o morir dignamente, pero así no demolido por esa variación de la subje- hacemos una sociedad convivencial. tividad capitalista que está vinculada La palabra pública requiere un tipo de con ciertas modalidades de consumo actitud, de fuerza moral, no es colectiva, cultural y mediático. Cuando hablamos es individual. Y esto es capturado por el de consumo, no hablamos de comprar régimen simbólico como intervención objetos, hablamos de consumo simbó- estética, como consumo. Ese es un muy lico, hablamos de la economía polí- serio problema. Hay una diversidad de tica del signo. El consumo tiene que razones para discutir sobre tal limitación ver con cómo se constituyen efectiva- de la palabra pública, no es solamente mente nuestras representaciones, nues- por cómo se constituyen las subjetivi- tros estados mentales, nuestros afectos. dades colectivas alrededor de una serie

134 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

de principios, es también por el modo lidad de los argumentos. En el 2001 en que se constituyen las estéticas y fue posible cierto tipo de discusión los símbolos de consumo, y porque sólo porque había un desfondamiento nuestra sociedad tiene estándares de generalizado de las instituciones, no por extrema violencia simbólica. Todo lo un contexto apropiado para el debate. que ocurrió alrededor de Zaffaroni es El debate no es una cuestión de enun- completamente inconcebible en una ciación y de heroísmo personal, ni de sociedad democrático-burguesa, desde capacidad intelectual para formularlo. el principio hasta el final. El nivel de Requiere ciertas condiciones socio- amarillismo que tiene el conjunto de políticas y determinaciones propicias los medios de comunicación, inclu- para un intercambio argumentativo. yendo los nuevos… ¿Cómo puede ser Si la cultura hegemónica captura las que un diario como El Argentino tenga formas del debate bajo modalidades las mismas estrategias de representa- de peleas, de crispación, de difama- ción del cuerpo de la mujer que Perfil? ción, aparecen figuras políticas cuya Es inconcebible, sin embargo ocurre y virtud reside en la capacidad interpe- casi no puede ser objeto de discusión. lativa, agresiva, insultante. El para- O lo que hemos dicho sobre programas digma de la oposición es Fernando de televisión como 678 y Duro de Iglesias, que es una especie de ener- Domar, que en lugar de desespecta- gúmeno, una persona con la que no cularizarse en función de una política se puede hablar, interrumpe, agrede, de calidad capturaron a la intelectua- insulta, descalifica, denigra al interlo- lidad y la espectacularizaron. Pablo cutor. Los que somos universitarios, Marchetti, director de la revista Barce- académicos, intelectuales, pertene- lona, ha dicho que está muy bien que cientes a la cultura, tenemos nuestros se confundan completamente todos los protocolos, nuestras modalidades de géneros y que la seriedad y la comicidad convivencia corporativa, a partir de las puedan esgrimirse en cualquier lado, y que nos cuidamos de esas cosas. Pero que el poder político y la cultura carna- eso nos ha preservado solamente en valesca estén entreverados, a pesar de el menester del oficio, que en algún que él fue quien desarrolló una actitud momento temimos que fuese avasa- reparatoria con un medio satírico llado por esta modalidad. Fue en el específico, donde podía ejercer una 2008, pero hubo autopreservación. La palabra pública y crítica eficaz precisa- discusión requiere una atmósfera, un mente por lograr diferenciarla, porque ámbito, que yo esté sentado hablando si esa diferenciación no se produce, y el otro me escuche e intente rebatir si la presidenta o el presidente hacen mis argumentos. Pero si se produce bromas crueles a sus subordinados en incertidumbre o temor respecto de público, o ese tipo de crueldad desde lo que puede pasar, respecto de mi el poder hacia los subordinados o los integridad moral, de mi integridad oprimidos se reproduce como norma- espiritual, de mi nombre propio, del lidad, en ese contexto no hay palabra modo que van hablar de mí mañana pública crítica posible. por lo que dije ahora, bueno, entonces Carta Abierta fue objeto de un trata- no hay esa posibilidad. Nosotros en miento de captura difamatoria, de la Argentina eso no lo entendemos. discriminación binaria, de inaudibi- Hay argentinos que se acostumbran a

135 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

estar mucho tiempo en otros países y truo, lo encolerizó, nos tiene some- cuando vuelven se sorprenden por la tidos a su cólera y no sabemos cuando violencia simbólica naturalizada a la podrá controlarla. Ahí hay un serio que estamos habituados nosotros. problema, porque en estos últimos dos años empezó a haber una acción LB: Esa descripción que hacés vos, intersticial de los medios hegemónicos. que podemos compartir totalmente, Ahí es donde aparece el fenómeno Del pertenecería a una sociedad liberal Sel, la opacidad de las agudezas del avanzada. ¿Qué opinaría esa subje- kirchnerismo, obligado a auto prote- tividad peronista que describís gerse. Ese socavamiento cotidiano respecto del libre juego de la palabra que genera la producción industrial sin humillación? masiva de enunciados denigratorios, violentos, atemorizadores. Hay que AK: En la historia del peronismo ha discutir el periodismo en la Argen- habido grandes intelectuales como tina, plantea Zaffaroni; pero Orlando John William Cooke. Pero hay que Barone le responde en 678 que no se volver a una cuestión que no se ha puede. Bueno, si no se puede estamos constituido en demanda: ¡declinen su perdidos. Hay que discutir una ética criminalidad, clases dominantes argen- pública de la palabra colectiva. tinas, y entonces después hablamos de democracia y de república! ¡Resígnenla! LB: Todas esas discusiones que vos No es suficiente que no haya muertos. planteás, cómo radicalizar el debate Es decir, la agenda de los derechos de los derechos humanos o discutir al humanos desde el punto de vista periodismo, suponen una participa- de las tareas del estado se ha consu- ción pública crítica; y al mismo tiempo mado en términos históricos. Pero la decís que eso está impedido, que es agenda social de derechos humanos imposible en el escenario actual. tiene un largísimo camino que reco- rrer y es una tarea AK: No, es imposible en el escenario La resistencia tiene que estriar que deberíamos dominante. Esta conversación es el espacio social. Hace falta i m p o n e r n o s , posible y hay muchas otras como estas en este marco una contracul- d e b e r í a m o s que son posibles, pero esto así no se tura de la palabra crítica que asumirla colec- puede discutir con Bonelli en TN. ponga en discusión los espa- tivamente, una Creo que uno tiene que construir espa- cios, como nos parece tan tarea radical cios de contención. Admitir y dar por normal discutirlo a nosotros de derechos sentado que no hay espacios, que todos en tantos otros terrenos, en humanos respecto los espacios son lo mismo, es perder una el terreno de la ciudad, en el de cómo se cons- batalla. Es ahí donde gana el modelo terreno de la cultura. tituye una convi- hegemónico. El modelo hegemónico vencia colectiva triunfa cuando nos persuade de que hay que haga posible una espiritualidad un solo espacio homogéneo que es domi- cultural, estética, política, capaz de nado por ellos y que uno no tiene otra alojar ciertos debates. En este sentido, opción que intervenir en los términos la ley de medios, que fue un acto establecidos por ellos. No. Parte de la maravilloso y extraordinario al que lucha contracultural reside en instaurar adherí con todo fervor, hirió al mons- otros espacios, y eso nos falta.

136 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

LB: Pero nuestros espacios no están espacios mediáticos generales. No a salvo del mismo tipo de captura hubo un buen análisis de lo que pasó que produce mecanismos difamato- con esa circunstancia, no hubo una rios. No es que nuestras palabras en advertencia, no porque podría haberse este grabador estén más protegidas evitado o porque se pueda estar exento que en TN. de la difamación, pero no ha habido una problematización de las relaciones AK: Una cosa es que yo esté en una diferenciales entre espacios diversos. catacumba imaginando cómo evitar Hay que problematizar lo que implica que me trasladen, y otra cosa es ese espacio liso continuo y homogéneo, pretender que, ya arrojado a los leones, las consecuencias que tiene estar deter- voy a sostener una discusión. En las minado por ese espacio liso. Ocurre catacumbas mantengo todavía una con las redes sociales, ocurre con el autonomía, una relativa protección. adolescente que pone sus fotos perso- Sé que me van a venir a buscar para nales con el título de propiedad de los llevarme a que me coman los leones, padres en Facebook. Todo se mezcla pero estoy en la catacumba, estoy y se produce una suerte de captura de escondido, estoy en otro lado. Hay un la subjetividad. Eso pasa con las redes desdoblamiento, una distinción. Ellos sociales, pasa con los medios de comu- ganan cuando instauran la indistin- nicación, incide radicalmente en el ción, cuando el espacio social se vuelve orden de la política, porque produce liso, como diría Deleuze, en lugar de una hegemonía de la lógica del entre- ser estriado. La resistencia tiene que tenimiento. Hay un tipo de afectividad estriar el espacio social. Hace falta en que se establece, una forma de relación este marco una contracultura de la con el otro que no encuentra salida. palabra crítica que ponga en discu- sión los espacios, como nos parece LB: Durante los últimos años se ha tan normal discutirlo a nosotros en discutido bastante sobre la polariza- tantos otros terrenos, en el terreno de ción como tecnología de gobierno, que la ciudad, en el terreno de la cultura. codifica el espacio social en dos bandos. Sabemos que no hay un espacio único, no iríamos a Tinelli a hablar de crítica AK: Como una manera de criticar al de arte. Sin embargo, ¿por qué cuándo kirchnerismo, pero la polarización es se trata de la palabra crítica admi- el resultado de la hegemonía por parte timos esa generalización homogénea? de los segmentos dominantes. Desde Me podrás decir: ha sido inevitable, su perspectiva la forma de superar la hay razones por las que vale la pena polarización es mediante la rendición sostenerse dentro de esa homoge- incondicional del gobierno. neidad. Y puede ser. Pero lo que pido en esta conversación es reconocer el LB: Como una teoría que sustenta problema. Ese problema no es indigno el kirchnerismo, a partir de las tesis de ser considerado en función de alter- de Chantal Mouffe, por ejemplo. La nativas, como ocurre en otros órdenes. pregunta es si todo lo que vos le atri- Fíjense lo que pasó con los videos de buís a la clase dominante no es también Youtube de Carta Abierta, cuando el producto de la forma de gobierno ciertas críticas fueron propaladas en que se afianza en la polarización.

137 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

AK: Muy buena pregunta. Vamos rismo dice que no, para mantenerse en hablar de lo siguiente: el totalitarismo una actitud de problematizar las dife- se fundamenta en un consensualismo rencias, que es lo que ha hecho históri- imaginario, una homogenización de camente el peronismo. Pero de nuevo, la sociedad garantizada por la exclu- para pensar el peronismo hay que sión del dife- pensar en lo que se le opone. Y lo que Hay una expulsión sacrifi- rente. Eso ha se le opone es una instancia criminal, cial de una diferencia que sido el fascismo, desde la conquista del desierto, la permite imaginar la confor- y entre nosotros historia genocida argentina, la historia midad homogeneizante en un fue la dictadura masacradora, criminal, frente a la que colectivo. Eso que construyó la que instaló el peronismo fue el modo moderni- la dictadura y que ha sido olvi- una modalidad zador capitalista en el que se pudo dado, y que hay que reiterar homogeneizante, instaurar una convivencia viable, una y otra vez: Videla que decía consensualista, hasta el límite que le puso la contra, “todos somos lo mismo, somos que después fue que fue el bombardeo de la Plaza de todos argentinos, derechos y continuada por Mayo, todos lo sabemos. Aquel fue un humanos, menos los corruptos la ideología de crimen de lesa humanidad que deberá y los subversivos, a quienes Clarín. Y que ser reconocido, tarde o temprano, no vamos a desaparecer”. ahora, increíble- un “daño colateral” en el empeño por mente, algunas “apuntar al tirano”. formas culturales del kirchnerismo asumen también. Es decir, cuando ­LB: Es muy parecido a lo que piensa hay un debate lo que se descubre Daniel Santoro. después del debate es que estamos todos de acuerdo. Todos pensamos lo AK: Sí, siento mucha empatía con mismo, pero cuando todos pensamos Daniel Santoro en este sentido. lo mismo esto ocurre sobre la base de algo que quedó afuera. Hay una LB: Él tiene una visión antropoló- expulsión sacrificial de una diferencia gica de un peronismo reconciliador que permite imaginar la conformidad y feliz. homogeneizante en un colectivo. Eso que construyó la dictadura y que ha AK: Creo que es muy inspirador. En sido olvidado, y que hay que reiterar su ironismo lúdico hay una distancia una y otra vez: Videla que decía “todos crítica. No es apologético sino empá- somos lo mismo, somos todos argen- tico, pero a la vez asume las limita- tinos, derechos y humanos, menos ciones. los corruptos y los subversivos, a quienes vamos a desaparecer”. En LB: Una felicidad si no jacobina, estos períodos posteriores la derecha por lo menos una felicidad pública. mantiene esa misma lógica y la cultura La de Perón puede considerarse más pública hegemónica también. Lo que jacobina que la tuya... aparece como discrepancia, lo que aparece como antagonismo, como AK: Creo que no, porque la famosa conflicto, debe ser excluido y una vez decisión que lo lleva a eludir una guerra que sea excluido nos mantendremos en civil queda subordinada al discurso democracia. Y frente a eso el kirchne- difamatorio. Hay que resumirlo de

138 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

esta manera: cada metáfora que ha vador. Es decir, es el capitalismo el que utilizado, en toda la historia peronista, se ha modernizado y se ha convertido o cada enunciado meramente discur- en un sistema relativamente emanci- sivo, fue traducido en los términos de patorio. Eso me desagrada profunda- todo aquello que se desprende de su mente, pero hay que reconocer cómo potencialidad. O sea, si Perón decía cambia el capitalismo. El capitalismo cinco por uno, ya habían sido masa- es distributivo, es igualitario. cradas miles de personas; si Cristina Y el peronismo es una forma de capi- dijo tal o cual cosa, ya introdujo una talismo, es el capitalismo no criminal. dominación totalitaria. Pero cada vez Inclusive es liberal en muchos aspectos. que del otro lado hay una efectiva Hay aspectos pragmáticamente libe- masacre o un crimen, se los pretenden rales, que están en la experiencia de como metáforas. Entonces el mayor Perón: el pacifismo, el democratismo, atentado de toda la historia Argen- la tolerancia hacia las diferencias. Una tina, que todavía no fue declarado de las principales provocaciones que crimen de lesa humanidad, es una ha hecho este gobierno, porque uno metáfora. Se lo llama “bombardeo”, se olvida de las cosas: en otra época no “masacre”, no es un crimen colec- hubiera sido inconcebible un canciller tivo donde murieron 350 personas, judío en un gobierno argentino. Esa que debería ser juzgado en términos es una provocación tan notable como internacionales porque fue hecho por una ministra de defensa mujer. Ese las fuerzas armadas deliberadamente. tipo de cosas las hace un movimiento Y esto nos lleva a otro tema que es que es liberal, abierto a las diferencias, complejo, porque la trama de los a las singularidades, en tanto haya derechos humanos está ligada con el gobernabilidad. La condición es la capitalismo y tiene un sentido conser- gobernabilidad. ¿La gobernabilidad en

Bombardeos en Plaza de Mayo

139 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

qué sentido? En el sentido de dismi- también limitan la posibilidad de una nuir la violencia social, eso es el pero- palabra crítica pública, porque en nismo. Disminuir la violencia social una sociedad dónde hubo treinta mil hace posible una serie de acciones que desaparecidos, ¿hasta dónde se puede de otro modo no podrían ocurrir y tener un debate polémico, abierto, que tienen una tendencialidad iguali- incisivo? ¿Hasta dónde uno puede taria. Hay una paradoja ahí: Menem decir ciertas cosas de cómo ha sido la hizo viable el neoliberalismo porque lo campaña electoral? Quienes las han soldó con el igualitarismo peronista en dicho lo hicieron de modo horrible, el momento en que ninguno de noso- como José Pablo Feinmann hablando tros pensaba que había otra opción. de Mariano Ferreyra de una manera Porque no me gustaba lo que ocurría, confusa, con menoscabo, con ofensa. pero no aparecía otra alternativa viable Pero sería importante tener una discu- en la sociedad argentina. No lo voté sión política sobre cómo se ha interpre- a Menen ni en la primera vez ni en la tado y se ha capitalizado lo ocurrido en segunda, pero tampoco tengo “asco” diversos acontecimientos conflictivos, por quienes lo reeligieron. Me parece represivos o de judicialización. Porque, que hay una mirada que se nos requiere, ¿cuál es la discusión que uno necesita de empatía con la sensibilidad popular, dar, tanto en el mundo sindical, en el algo que el marxismo como subjeti- mundo del trabajo, como en el mundo vidad no tiene –o ha olvidado– y sin de la delincuencia, que son mundos embargo adoptó una actitud negli- que tienen bastante en común desde gente. Porque a diferencia de la tradi- el punto de vista de una crítica social ción anarquista, el marxismo ortodoxo radical? Que finalmente son los mismos no adopta nunca mundos, porque son los mundos del Las zonas grises, las zonas una mirada crítica lucro capitalista, legal o ilegal, sólo oscuras del mundo delincuen- sobre el colec- que con actores completamente dife- cial o del mundo del trabajo tivo. El colectivo rentes. Por un lado tenemos los delin- son importantes de definir siempre es tribu- cuentes, por otro a los trabajadores, por contraste con el modo en tario de las incita- pero ambos tienen que establecer que se describe idealmente ciones que se les negociaciones e intercambios simbó- un espacio que finalmente dirija, nunca hay licos con el oponente. Pensamos de un concluye en el no reconoci- problemas éticos modo radicalmente crítico respecto a miento de los problemas efec- morales o polí- la burocracia sindical, pero hay que tivos que tiene la clase obrera. ticos con respecto comprender cómo se produce la buro- El problema efectivo que tiene al colectivo. Pero, cracia sindical, como se produce la la clase obrera es que todos al mismo tiempo, negociación gremial, la lucha, el sabo- los días hay que ir a trabajar d e s c o n o c e taje, la confrontación entre los trabaja- por el salario, y que fuera de completamente dores y los propietarios. No se puede ese mundo del trabajo existe el modo en que tener apenas un discurso denigratorio. la sociedad del espectáculo. se desenvuelve de Nada de esto es ni siquiera decible para manera efectiva. nosotros, ni siquiera representable. Estos debates son muy difíciles de tener entre nosotros y con los amigos LB: Es muy interesante tu puesta nuestros, porque está el problema entre paréntesis de ese mundo ideo- del macartismo. Son dificultades que lógico más explícito y confortable

140 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

donde en general nos movemos con vanguardia en el sentido de aquello que comodidad, a partir de una descrip- es problemático, no de las que se nos ción del nivel pulsional de las luchas pueden presentar como certidumbres. oscuras, impulsadas por voluntades Las zonas grises, las zonas oscuras del que llamás “subjetividad peronista” mundo delincuencial o del mundo del y que destruyen la posibilidad ideo- trabajo son importantes de definir por lógica. Esta descripción mira con contraste con el modo en que se describe mayor recelo al mundo argumental idealmente un espacio que finalmente del que venimos los intelectuales concluye en el no reconocimiento de y demuestra complacencia y hasta los problemas efectivos que tiene la clase admiración por esta lucha entre obrera. El problema efectivo que tiene flujos oscuros en la sociedad. la clase obrera es que todos los días hay que ir a trabajar porque por el salario, AK: ¿Complacencia? y que fuera de ese mundo del trabajo existe la sociedad del espectáculo. La LB: Sí, porque de ahí se extrae la experiencia efectiva de los trabajadores posibilidad de ver la política como respecto de las negociaciones salariales o el mundo estriado que vos decís, y se gremiales y de las condiciones de trabajo cuestiona el acto de levantar tan fácil- no es representable por un orden trans- mente las membranas que separan lo parente, público, tal como los medios público de lo privado. El discurso de pretenden hacer. Es decir, hay una la presidenta, por ejemplo, aunque operación en la que hemos quedado tiene muchas membranas levantadas entrampados: un periodista obtiene de cuando habla hacia el auditorio y alguna manera una conversación entre recuerda la vida familiar, también Tomada y Pedraza y hay algo ahí que a posee proyectos explicitados en mí me produce una profunda rebelión. términos de doctrinas políticas Yo no maté a Mariano Ferreyra y no anteriores. Pero si ves los diarios y tengo ninguna responsabilidad con la el programa de Tinelli (que es un muerte de Mariano Ferreyra, ni con la acto sexual generalizado a toda la de los Qom, ni con la de los muertos sociedad, en un tono procaz sin de Jujuy, ni con ninguna muerte que lirismo, que altera la historia del se pueda producir por la acción repre- circo que es procacidad con lirismo) siva del estado en este momento. aparecen estos desmontes perma- Entonces, ¿por qué hay una atmósfera nentes de las estrías, que afectan toda que procede como si tuviéramos cierta clase de subjetividad, incluyendo responsabilidad? Eso es lo que instala a la peronista. En cambio, si uno una demanda analítica. mantiene cierta diferencia a favor de los estilos gubernamentales, en LB: No tenemos una responsabi- especial de la presidenta, es porque lidad, efectivamente, pero tampoco esas estrías siguen funcionando ahí, podemos apelar a una teoría que a pesar de que están muy invadidas, nos exima de tener responsabilidad pero siguen funcionando... respecto a eso.

AK: Lo que estamos tratando es de ver AK: Claro, porque al mismo tiempo los bordes, tener una conversación de tenemos toda la responsabilidad, pero

141 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

no en el sentido en que se lo plantea. Se Entonces, ¿cuál es el discurso que plantea una responsabilidad criminal. prevalece y al que el kirchnerismo Yo creo que se ha alcanzado un techo, tiene que sujetarse de alguna manera? que parecía tan prometedor en el 2008, Bueno, que la producción de riqueza en la posibilidad de desarticular críti- en términos capitalistas privados es una camente los discursos dominantes. cuestión que no pertenece al orden de Ese es el trabajo que hay que hacer, un lo visible, y eso no es objeto ni siquiera trabajo de desarticulación crítica en de advertencia. Es interesante cómo este punto que estamos conversando. toda una sociedad admite que se puede Podemos no estar de acuerdo en cómo espiar lo que ocurre en un departa- interpretamos la historia reciente, pero mento que alquila un juez, pero todo sí estar de acuerdo en cómo desarti- lo que haga el capital empresarial no cular lo que nos domina. es objeto de ningún tipo de conside- Es decir, este silencio al que uno se ve ración en ningún orden. Es decir, la reducido cuando se habla de corrup- corrupción se ve solamente desde un ción, o de violencia letal en el orden del lado, el del funcionario público que estado y de la sociedad, es una impo- obtiene una porción ínfima de una tencia nuestra y da cuenta de lo que es masa de capital gigantesca que es la hegemónico, de lo que prevalece en el determinante de todo lo que ocurre. sentido de cómo se producen los enun- Eso no es objeto de discusión, pero ni ciados. Y es una de las condiciones siquiera por la izquierda. El hecho de de posibilidad de esta prensa difama- que la izquierda y la centro-izquierda toria, reaccionaria, fascista, sin que se se hayan entregado a esa lógica es advierta su carácter. Ese trabajo no se una derrota cultural extrema. Es por hace desmintiendo –solamente– todos eso que resulta totalmente inocuo los días a Clarín, ni siquiera definiendo apoyar al Frente de Izquierda para las a Clarín como el problema. Porque elecciones, porque sólo reafirma este fíjense que hay otra cuestión: se ha tipo de discursividad dominante. Esa llegado al punto en el cual lo que es izquierda repite el discurso de Fonte- libidinal, subjetivo, visceral, corporal, vecchia, o de Clarín, o de la televisión, respecto de los intercambios simbó- o coincide con ellos. Es un discurso licos, se traduce en una representación según el cual todo lo que es privado epistemológica o meditativa. O sea, tiene una legitimidad ni siquiera cues- quién dice la verdad y quién miente; tionable, de hecho. pero el problema es que no hay verdad Hay una pregunta que suelo hacer a ni mentira en el orden del discurso los estudiantes universitarios que son simbólico, hay otro tipo de valores que de primer o segundo año. Imaginemos se desenvuelven ahí, que no tienen que esta situación: si un capitalista, por ver con la verdad, tienen que ver con ejemplo Coto o Carrefour o cualquiera la performatividad de los enunciados, que disponga de enormes cantidades con el modo en que se establecen repre- de comida, un día se levanta y por sentaciones simbólicas, con el modo en va a los depósitos donde hay que se desenvuelven la violencia o la toneladas y toneladas de comidas y paz simbólica. Y ese tipo de cuestiones decide destruirlas. ¿Lo puede hacer? quedan obturadas porque la lógica ¿Es legítimo? ¿Es válido? “Sí, dicen, difamatoria prevalece. porque es de su propiedad”. Ese es

142 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

el estado de conciencia corriente en del heroísmo visto desde el lado de los que nos encontramos, frente al cual la que tiraron bombas. Sería una captura subjetividad peronista es la única de la inversa a la que vos decís, porque que surge el enunciado contrario. ¡No! Walsh pasa a tener luego otras noto- ¿Cómo se va admitir una cosa como rias actividades de denuncia. Pero eso esa? Hay un interés social, un interés debilita un poco tu esquema, teniendo colectivo, que tiene que ver con las en cuenta la necesidades del pueblo. Es el único importancia que Podían haber aceptado, podían lugar donde puede emerger ese enun- tiene Walsh en la haber capturado, podían haber ciado de una manera políticamente memoria argen- elaborado otro tipo de proyecto. eficaz, que determine gobernabilidad. tina, porque En general han aparecido dos Cuando digo que determine goberna- ejerce otra clase tipos de proyectos: uno de bilidad me refiero a que el peronismo de subjetividad, captura y otro de destrucción, se basa en la eficacia. Esa es otra carac- la del perse- pero en general el de captura terística problemática del peronismo, guido. Y a pesar ha sido tan torpe que nunca fue y la mayoría de las características que de estar en el 55 tomado en serio (ese proyecto enuncio positivamente del peronismo de una forma pseudo político que tuvieron son también negativas, porque son equívoca, le es Massera, Manrique, una plétora incompatibles con lo democrático dado reconstruir de energúmenos). burgués en el sentido liberal. Pero para su posición ética. entender ese rasgo hay que recordar la presencia de esa clase dominante AK: Mi esquema si atribuyéramos a criminal, ése es el problema originario los sujetos integridad y coherencia que se definió en el 1955. Podrían no como individuos sin historia. haber hecho lo que hicieron, podrían haber actuado de otra manera. Habría LB: Lo de Walsh es muy interesante, que proponer una ucronía, ¿qué precisamente, porque permite que hubiera pasado si no actuaban como después los hijos de los comandos actuaron en ese momento? Ese es un civiles hagan algo. Hubo una épica momento completamente decisivo de lonardista. Durante el período de la historia argentina, estoy conven- Lonardi hubo un tipo de actitud de cido. Podían haber aceptado, podían la CGT que cambia con Aramburu, haber capturado, podían haber elabo- y los fusilamientos se producen con rado otro tipo de proyecto. En general Aramburu y no con Lonardi. Los han aparecido dos tipos de proyectos: bombardeos son de la Marina y no uno de captura y otro de destrucción, del conjunto de las fuerzas antipe- pero en general el de captura ha sido ronistas. La densidad del mundo del tan torpe que nunca fue tomado en conspirador del 55 es una densidad serio (ese proyecto seudo político que también pulsional. tuvieron Massera, Manrique, una plétora de energúmenos). AK: Pero cuando uno habla de una subjetividad colectiva habla de un LB: Ahí tenés el ejemplo de Walsh, que paradigma. Hay anomalías, excep- en el 55 tiene un parentesco con un ciones, contraejemplos, pero hay que aviador que cae en el Río de la Plata y ver qué consistencia tiene el núcleo escribe un pequeño texto apologético duro del paradigma. Cuando hablo

143 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

de subjetividad peronista hablo de un complaciente con lo que vos llamás núcleo duro paradigmático que se ha consumo de la felicidad simbólica, mantenido como experiencia colec- no tiene la visión heroica. Muchos tiva a lo largo del tiempo, pero que que sí la tuvieron formaron parte de está circundado por toda una serie de ambos lados, aunque más del lado heterogeneidades y anomalías. No es peronista, sobre todo en los años de normativo, es social-histórico, expe- la resistencia. riencial, pragmático, se auto reproduce en ciertas condi- AK: El componente heroico también Hay ahí un problema que atra- ciones, no es un se da en esa subjetividad que vos viesa la historia, la confron- destino, no es una llamás conservadora, en el sentido de tación política mantiene una regla, no es una cómo se producen los relatos épicos contrariedad con una vida ley. Hay trayecto- acerca del movimientismo, el papel reglada por una serie de normas rias vitales múlti- que desempeñan los líderes, los relatos convivenciales. Pero las socie- ples, el de Walsh acerca de las persecuciones. En fin, dades liberales que han cons- quizás sea un apareció en esta conversación un truido la gobernabilidad sobre ejemplo bastante punto de mucha complejidad y no sé el dominio de la subjetividad, extremo pero hay si la pudimos desarrollar bien, pero han producido profundas muchos otros. tiene que ver con cómo la trama de transformaciones en las lógicas Hemos tenido los derechos humanos es constitutiva de la guerra y de la confronta- por lo menos dos del capitalismo tardío, es condición ción violenta, y por lo tanto de momentos histó- de posibilidad del capitalismo tardío, la épica y el heroísmo. ricos, los setenta y contiene elementos antagónicos y ahora, los dos con las lógicas más tradicionales, más que nosotros hemos vivido, en los que históricas respecto de la ética política. se produce una afluencia masiva hacia Justamente el peronismo fue reacio el peronismo, de gente que viene del a reivindicar como un crimen los otro lado, de los que no estaban. bombardeos del 55, por las mismas razones que la izquierda también ha LB: Sí, por el ejemplo de Walsh, para sido reacia, o los protagonistas de la ver si no hay una posibilidad también lucha armada fueron reacios durante de pensar el tema del heroísmo, o del mucho tiempo al planteo de los dere- coraje, o de la patriada como decía chos humanos en el sentido de la Borges, como una categoría de la contraposición entre el sobreviviente, historia argentina por encima de las la víctima y el héroe. Hay ahí un demás. Entonces, si esto fuera así, problema que atraviesa la historia, la debilita un poco el contraste entre confrontación política mantiene una subjetividad peronista y oposición contrariedad con una vida reglada por criminal, ya que por encima aparece una serie de normas convivenciales. algo del estilo Lugones. Pero las sociedades liberales que han construido la gobernabilidad sobre el AK: Sí, lo puede debilitar o le puede dominio de la subjetividad, han produ- aportar un matriz contrastante. cido profundas transformaciones en las lógicas de la guerra y de la confronta- LB: Porque el pensamiento está ción violenta, y por lo tanto de la épica en los dos lados. Y el peronismo, y el heroísmo. O sea, toda esta discu-

144 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

sión requiere también una considera- LB: Retomando un poco la cues- ción sobre el devenir que ha tenido la tión del heroísmo y del consumo, violencia física, la violencia bélica, la hoy podríamos decir que tenemos violencia represiva, las distintas formas una lógica de gobernabilidad que se de violencias, a lo largo del siglo XX. A asienta tanto en la épica como en el partir de la Segunda Guerra Mundial, consumo. Está el tema, entonces, de sobre la base de una aceptación de la variación en los modos de dominio varios acontecimientos sustantivos que o de gobierno de la subjetividad. ocurrieron, el orden de la violencia bélica y de la violencia política sufre AK: No lo veo así, porque los relatos una mutación. La subjetividad capi- épicos hoy son post, es decir están talista requiere un tipo de paz social formulados con posterioridad a las no exenta de control, de vigilancia y condiciones de posibilidad de la épica de cierta forma de violencia marginal, o del heroísmo. Son bienes simbó- pero no admite formas históricas de licos, uno puede encontrar ciertos la violencia más brutal. Hoy en día relatos micropolíticos o subjetivos que es inconcebible el bombardeo de una se conforman con esos megarrelatos, población civil… pero no constituyen colectivo. Hay una ministra de defensa que hace un LB: Irak, Libia… sigue siendo desfile sin cañones y sin tanques en un posible, bajo una forma menor de marco en el que no hay hipótesis bélica. los derechos humanos que habla de El tema de la violencia requeriría toda evitar efectos colaterales. una conversación: puede haber épica donde se desenvuelve cierta forma AK: A veces no percibimos que la de la violencia. El aguante es una magnitud en la que pueden ser viables forma menor de la épica, una forma ha cambiado radicalmente. O sea, hoy con posterioridad. Así como hay una es inconcebible la Segunda Guerra pospolítica, una Mundial, un bombardeo donde posmodernidad, Pero en todo caso lo que hay mueran decenas y miles de personas, un posindustria- que reconocer es que la configu- que en ese momento era algo dado lismo, hay un ración de la subjetividad colec- como natural. La emergencia de la relato épico con tiva está articulada a través del denominación de “efectos colaterales”, posterioridad, en control de la vida. La palabra que nos parece cínica, es un intento de una era donde que nos faltó mencionar, que dar respuesta a la completa ilegitimidad lo que se desen- la usamos muy poco colectiva- que se le asignan a las muertes civiles. vuelve es una mente es biopolítica. El orden Esa ilegitimidad es una conquista experiencia de de la biopolítica es el orden social de posguerra, no formó parte de la supervivencia, constitutivo de la subjetividad los discursos colectivos de los primeros del control social capitalista tardía. dos tercios del siglo XX. Basta reco- de la vida. Pero rrer las narraciones audiovisuales para en todo caso lo que hay que reconocer ver cómo cambiaron los relatos de es que la configuración de la subjeti- muertes civiles masivas. Ahora quienes vidad colectiva está articulada a través practican bombardeos aéreos se ven del control de la vida. La palabra que obligados a dar razones, aunque no se nos faltó mencionar, que la usamos las concedamos. muy poco colectivamente es biopo-

145 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

lítica. El orden de la biopolítica es el ese tipo de bonhomía, de bondad, no orden constitutivo de la subjetividad la soportan. Hasta se les podría aceptar capitalista tardía. mejor esas perspectivas si limitaran –en general– las terribles consecuen- LB: ¿Y cuál es la relación entre el cias políticas y represivas de esas posi- peronismo y la biopolítica, entre el ciones, algo respecto de lo cual con imaginario simbólico del igualita- demasiada frecuencia han exhibido la rismo social peronista y las formas mayor de las indiferencias. de gobierno biopolíticas? LB: podríamos introducir términos AK: Congruentes: la constitución estrictamente coyunturales. En el experiencial del sujeto peronista como caso del 55, tenemos un bombardeo sujeto saludable, que goza de derechos y una negación absoluta de la exis- laborales y civiles, que forma parte de tencia real del peronismo (si uno una sociedad pacífica. El peronismo ve la revista Sur, específicamente el ha sido una gran creación. Pero lo número de la reconstrucción, percibe interesante del peronismo, que no un empeño en negar realidad a todo se hizo en otros lados, es cómo pudo lo que pasó). Podría decirse que el leer la biopolítica posmoderna con equivalente de ese bombardeo en la ojos cristianos, desde el cristianismo actualidad es su reemplazo por la práctico de empatía, de solidaridad, difamación, y la tesis de la impostura de amor, que son cosas que a nuestro tomaría, en esta hipótesis, el lugar espectro literario y cultural le repelen, de la negación de realidad. Pero en producen una reactividad estética ambos casos, la postura de los inte- negativa y contribuyen a la difamación lectuales que podemos definir como de la subjetividad peronista. “Porque antiperonistas o antikirchneristas, es es kitsch”, “es populismo”, toda esa que llevan esa reacción estética a una reactividad que hay de la cultura culta denegación de cierta objetividad. hacia el peronismo tiene que ver con este tema. Ser bueno, ser solidario, ser AK: En ello residen las consecuencias afectuoso, un pueblo feliz que es respe- ético políticas nefastas de posturas que tado. Nosotros podemos someterlo a en el terreno estético podrían estar más una crítica estética, por eso, claro que circunscriptas. me gustan Santoro o Leonardo Favio, que es un gran poeta cristiano. La LB: Y una condena de toda esa Sinfonía de un sentimiento tiene una realidad al campo de lo ilusorio. Eso inspiración evangélica. Esas cosas uno que en el peronismo del 55 estuvo puede no compartirlas cabalmente, bloqueado como alternativa de pero sí comprenderlas. Y yo simpatizo continuidad, ha sido reabierto en profundamente con esas expresiones. el escenario del kirchnerismo, pero Lo que no quiere decir que uno se precisamente a condición de depurar limite a ese discurso, evidentemente, lo que son sus vertientes más arries- pero sí hay que reconocerlos y ver gadas, constituyendo una posición cómo las reactividades se producen. evangelista cristiana y una felicidad Hay sectores de la cultura que son anti- conseguida a partir del vaciamiento peronistas estéticos porque no toleran del conflicto y de la idea de política

146 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

como transformación. Esa posición ciados y la organización de una moda- tiene varios nombres en la política lidad reflexiva que admite la paradoja, argentina. De ahí que la crítica a el paralogismo. Cuando Lyotard, en un ese mundo evangélico cristiano, libro malentendido, inaudible e ilegible que tiene tanta fuerza en el pero- entre nosotros, que es La condición nismo, no es tan sólo una reacción posmoderna, opone a la biopolítica –que estética; no se trata simplemente de en ese momento llama racionalidad que sea kitsch, sino que arrastra un científica– el paralogismo, el juego, la problema político. arbitrariedad de la contradicción, está hablando de lo emancipatorio tal como AK: Uso la palabra cristianismo la uso puede desenvolverse en esta época. con un matiz que quizá sea diferente Cuando trato de hacer una descripción al que creo escucharte, en el sentido del peronismo lo hago en ese sentido, de que es un cristianismo primitivo y eso que se nos aparece como debi- crítico, emancipatorio, que tiene muy litamientos o escasa tolerancia por la injusticia, y contradicciones La descripción es problemá- la desigualdad. Porque, de nuevo, el son también legi- tica, la descripción histórica, peronismo requiere siempre afinar el bles en términos la puesta en acontecimiento, análisis del problema de la gobernabi- de discrepancias, el modo en que se hace un lidad. Por eso mencioné al principio de heterogenei- balance de lo sucedido, de lo de la conversación la cuestión del tren. dades. Es decir, acontecido, admite una poliva- Cómo el que uno se pueda mover cuando hemos lencia. Entonces, esto también en la Argentina y a qué velocidad es abandonado la implica una dificultad para la una cuestión fundamental. La idea de expectativa de palabra pública, indudable- que entre Córdoba, Rosario y Buenos la viabilidad de mente, pero por otras razones a Aires –el núcleo poblacional denso de una organización las que oponen el paralogismo la Argentina– se modifiquen interrela- conceptual edifi- a la racionalidad homogénea, ciones físicas y temporales no es una cante, como dice por la simplificación que tiene cuestión menor. Rorty. En ese la esfera pública, por la banali- sentido sostengo zación, por la velocidad con que LB: Claro, pero eso no se logra una posición se desenvuelven los intercam- sólo a través de la introducción de filosófica prag- bios simbólicos, “explíqueme una tecnología modernísima. Hay matista, más bien en un minuto tal cosa”. una serie de medidas políticas, kantiana, que económicas, administrativas. Lo hegeliana, ni siquiera marxista en sus que pasa es que para vos tecno- lados más hegelianos. Cuando uno logía es biopolítica; y cristianismo hace crítica cultural lo que construye es biopolítica también. es un mosaico, no en el sentido frívolo, ni en el sentido carnavalesco, ni en el AK: Sí, por la dificultad que tenemos sentido de menoscabo de los valores para pensar el mundo contemporáneo. o de los problemas, sino en el sentido Para mí una de las cuestiones más de la admisión y el reconocimiento importantes del momento estético o de la heterogeneidad, de la multipli- político posmoderno es haber aban- cidad. Y la multiplicidad es conflic- donado la idea de la coherencia, de la tiva, contradictoria, es efectivamente congruencia inferencial entre enun- heterogénea, polivalente, polisémica.

147 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

Ahora, esto se ha leído mal, se lo ha LB: Hay un problema con la palabra leído como frivolidad, como descuido, crítica, porque el sujeto social de la como negligencia, como si se pudiera biopolítica está teñido por el cinismo decir cualquier cosa. No, requiere y el cálculo, que son las derivaciones también un rigor argumentativo, una de la sociedad consumista neoliberal. problematización de las discrepancias, de las divergencias y no es ajeno al AK: No comparto, porque ese es un sostenimiento de determinados valores aspecto estético contingente, no es éticos radicales, que tienen que ver inherente. Vamos de nuevo a la cues- con los valores ilustrados, emancipato- tión de la gobernabilidad: hay una rios de la racionalidad crítica, y no se cosa que Horacio dijo en el debate convierte automáticamente en descrip- en Sociales con la izquierda, en rela- ción. La descripción es problemática, ción al problema de jugar al caos. la descripción histórica, la puesta en No lo podría reproducir ahora, pero acontecimiento, el modo en que se dijiste que había una discrepancia en hace un balance de lo sucedido, de lo la apuesta que se hace con respecto acontecido, admite una polivalencia. a lo que yo traduciría como biopo- Entonces, esto también implica una lítica. Es decir, si tomás el Palacio de dificultad para la palabra pública, indu- Invierno y se corta la luz en la ciudad, dablemente, pero por otras razones mueren miles de personas. Eso nadie a las que oponen el paralogismo a la quiere que ocurra, nosotros lo hemos racionalidad homogénea, por la simpli- vivido. Un momento histórico contin- ficación que tiene la esfera pública, por gente, anecdótico, en que algo de esto la banalización, por la velocidad con se desenvolvió en nuestra sociedad, con que se desenvuelven los intercambios beneficios hacia la derecha y declina- simbólicos, “explíqueme en un minuto ción del progresismo, fue Cromañón. tal cosa”. Una contracultura de la En la muerte de Mariano Ferreyra hay palabra crítica pública requiere una algo que opera, y frente a lo cual los intervención sobre la temporalidad. dirigentes del Partido Obrero actuaron con discreción: en el contexto biopolí- LB: Sería lo contrario a la biopolítica. tico contemporáneo, si vos sos traba- jador está todo el tema del seguro, la AK: No necesariamente. ergonomía, el plan de salud, la vida regulada en términos biopolíticos. Eso LB: Tal como vos exponés la biopo- forma parte de lo que hay que discutir. lítica, es una manera de romper las Cuando peleás el salario discutís todo estrías. O sea, romper los tabiques eso. Ese tipo de debates son ineludibles de una sociedad. y forman parte del orden de la biopo- lítica, aunque no estén en el discurso AK: No lo pondría de esa manera. público. “No a la pastera”, “no a la La biopolítica no es unívoca, lo que minería a cielo abierto”. Y aparece ha hecho la biopolítica es capturar el vinculado con un debate de tipo difa- deseo. Y el deseo es inherentemente matorio en el que unilateralmente inasible, entonces no se puede dotar u se toma una cuestión aislada de su otorgar a la dimensión de lo biopolí- contexto y se la reviste de negatividad. tico un signo unívoco. Así es inviable ese tipo de discusión.

148 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

Entonces, un trabajador que en su Como no pensamos eso, apostamos a vida gremial y sindical lucha por una otra problematización. Insisto, nuestra reivindicación que es biopolítica, sociedad tiene enfrente una clase ¿cómo es regimentado en términos de dominante criminal y nos provee de la lucha callejera, en cuanto se trata tareas inmediatas que no forman parte de un riesgo? Porque el heroísmo no de esa caracteri- regula nuestra vida. La regula como zación. Digamos El heroísmo no regula nuestra espectáculo, como deporte, como algo todavía vida. La regula como espec- narración, pero no como experiencia más dramático: táculo, como deporte, como efectiva. Parte de nuestros derechos otras sociedades narración, pero no como expe- como sujetos emancipatorios no resuelven esto riencia efectiva. Parte de nues- tienen otro registro que el de la biopo- ejerciendo la tros derechos como sujetos lítica. Si yo como dirigente político criminalidad con emancipatorios no tienen otro dirijo o conduzco un movimiento que los inmigrantes, registro que el de la biopolítica. lleva a la muerte de un chico, desde con la posco- el punto de vista del orden biopolítico lonia, con los ajenos. El problema me convierto en responsable, como específico de nuestra sociedad es que ocurrió en Cromañon. No sé si se la ejercemos contra nosotros mismos. entiende o si lo estoy diciendo mal, Nuestro colectivo social no mata a pero hay un problema ahí que entra otros, nos mata a nosotros mismos. en contradicción con ciertas modali- Eso nos hace adoptar una posición dades de la lucha política. Por eso la con respecto al problema de lo polí- vigencia de los derechos humanos, tico que tiene diferencias con la que la convivencialidad no difamatoria, tendría en Alemania, en los Estados son modalidades que en el mundo Unidos, donde la criminalidad se capitalista avanzado han producido ejerce sobre otros, a través de las armas las sociedades que fueron modelo del nucleares, de las armas de exterminio peronismo. ¿Qué es lo que discutimos masivo, de la economía financiera. En cuando hablamos de modalidades nuestra discursividad política hay una democrático-burguesas? Discutimos autodestrucción, porque nuestra clase una resolución de la experiencia biopo- dominante no tiene interés en lo demo- lítica que nos resulte más apropiada en crático-burgués. No les interesa, por ciertos valores. Lo que no vemos noso- eso no tienen representantes políticos, tros es que no hay un “afuera” de eso. tienen idiotas, mediocres. El virtuo- sismo de los líderes del peronismo, LB: Pero eso es también un y la falta de calidad en todo sentido, problema para la crítica, porque en intelectual, político y hasta humano de un sistema donde todo puede ser las dirigencias opositoras tiene que ver dicho sin efectos prácticos de modi- con un desinterés de quienes son tribu- ficación, es difícil pensar que una tarios del poder efectivo para adoptar palabra crítica regule la propia vida una representación política eficaz en de quienes la formulan. un contexto que implicaría una regi- mentación biopolítica más armónica, AK: Por eso tenemos un Deleuze que aceptar una forma institucional más suprimió la palabra crítica y la convirtió convencional. Porque es paradójico en estética, si somos rápidos para citar. que sea un movimiento populista el

149 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

que se ha hecho cargo de las tareas ha hecho eso, ha asimilado toda esa modernizadoras, eso es anómalo. La insatisfacción, tomó nota de ella, no modernización es virtud de las clases intentó desconocerla, ni anularla, ni dominantes, no del pueblo. regimentarla, sino que intentó supe- rarla en términos de derecho. Y lo LB: También sucedió en México. En logró en una medida inesperada. América Latina esa fuerza moderni- zadora siempre estuvo más ligada a LB: El sujeto de la insurrección, lo popular. que los relatos más pobres tienden a identificar con el ahorrista, se vio AK: Interesa subrayar la singularidad tramado por diferentes lógicas que del peronismo, pero claro que no luego hicieron parte de la narra- es exclusivo, aunque es extremo en tiva discursiva del futuro gobierno. muchas cosas. Reconozco que es difícil Hoy, cuando uno analiza los planes contraponer evoluciones efectivas, ministeriales, los planes de educa- pragmáticas, históricas a enunciados ción, de ayuda social, de coopera- doctrinarios, ideológicos, éticos. Es tivas, hay una cantidad de elementos difícil, porque requiere una especie que fueron forjados por fuera de la de neutralidad, de desprendimiento, subjetividad histórica peronista, aparente, metodológico, porque incluyendo por supuesto a los dere- siempre hay adhesión a ciertos valores, chos humanos. uno está claramente de un lado: del lado de la lucha AK: Que estaban completamente Digo que hay diversos actores social, ya que toda forjados por la subjetividad peronista. cuyo odio al kirchnerismo se i n s u r r e c c i ó n , Lo que pasó en el 2001 fue que Argen- explica justamente porque de todo reclamo, tina volvió a ser un país como había alguna forma oscura, incon- toda lucha por la sido antes del 45; de pronto toda una fesable, se habían allanado a justicia tiene un parte de la población quedó reducida la “latinoamericanización” valor asignable a la indigencia. No sabemos lo que de la Argentina, a la “para- i n e q u í v o c o , hubiera ocurrido, pero lo cierto es guayización” de la Argentina, incondicional, que fue el kirchnerismo, fueron los a una Argentina con ricos y aún cuando entre sobrevivientes de la lucha armada y pobres, con ricos muy ricos, en contradicción del movimiento revolucionario de los con pobres muy pobres y con con todo lo que setenta, quienes adscribían a deter- algunos que se salvaban. digamos. Cuando minada subjetividad política, los que es el sujeto el que repararon esa situación. Digo que hay acontece efectivamente como insu- diversos actores cuyo odio al kirchne- rrecto, como revolucionario, como rismo se explica justamente porque de disconforme, entonces queda a salvo alguna forma oscura, inconfesable, se de la discusión que tenemos. Aún en habían allanado a la “latinoamerica- el 2001, porque quienes reclamaban nización” de la Argentina, a la “para- por sus ahorros tenían razón, una guayización” de la Argentina, a una vez que despejamos esa épica que veo Argentina con ricos y pobres, con ricos como relato obtuso, o de clausura, una muy ricos, con pobres muy pobres y vez que despejamos eso y volvemos con algunos que se salvaban. Hay a la micropolítica. El kirchnerismo un componente de miseria, de oscu-

150 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

ridad, en esa crisis del 2001, que sin características de una institución. En desconocer esas experiencias sociales cambio las clases dominantes crimi- que vos decís, sobre las que no pongo nales argentinas son destituyentes, su énfasis porque están en el centro del conveniencia reside en que una buena relato: pero los relatos épicos tal como parte de la población se encuentre en se desenvolvieron a su vez desconocen condiciones de indigencia, destruc- esas oscuridades, ese goce que hubo ción, exclusión. Y cada vez que tienen en una parte de la población de que la posibilidad reproducen ese estado “por fin éramos un país latinoameri- de cosas. Por supuesto que no es sola- cano, sin tantos problemas”. O sea, mente un gesto de destitución de esas esto de que “somos todos iguales” y clases dominantes, sino que imprimen que tenemos acceso a la educación al conjunto del colectivo social una no es así. ¿Y cómo es un país latino- condición de inestabilidad e incerti- americano normal? Es como Brasil, la dumbre, que en el peronismo incide Argentina se había convertido en algún en términos de fluidez, de imprevisi- momento en Brasil y esto no ocurrió bilidad también, porque mientras se porque cayó un aerolito, lo produjo mantienen constantes ciertos núcleos esta sociedad. duros del peronismo como subjeti- vidad, alrededor de esos núcleos duros LB: Esta discusión nos lleva a la circunda un estado de variación y de palabra destituyente. ¿Qué es lo que incertidumbre muy grande, que hace se destituye en 2001? posible apariencias tan dispares como la del primer peronismo, el mene- AK: La conceptualización que después mismo, el kirchnerismo, siendo que me llevó a usar esa palabra surgió todas tienen algo en común respecto con el problema de la memoria, en de eso que decíamos antes. la elaboración anamnética de lo que Trato de describir: un núcleo duro pasó en la dictadura. Sobre eso escribí, que tienen en común y un entorno diciendo que la dictadura era autodes- heterogéneo, fluido y divergente, en tituyente. A diferencia de otras que un marco más general de una sociedad instalaron configuraciones sociopo- donde las clases dominantes cons- líticas estables y sostenidas a lo largo piran, sostienen en estado de vacancia del tiempo, la dictadura argentina a la institución política. Sé que es algo ha sido tan horrorosa pero desde el arriesgado decirlo así, pero hay que punto de vista de la configuración entender que no es por incapacidad sociopolítica fue completamente que las clases dominantes tienen las frágil. Hay en las clases dominantes figuras que tienen, no es por falta de argentinas una ausencia, una vacancia talento o por alguna cosa subjetiva: es respecto de las configuraciones insti- desinterés objetivo, material, porque la tucionales y eso determina las condi- materialidad de la reproducción de la ciones de posibilidad del peronismo. riqueza en la Argentina no depende de Porque la verdadera institucionalidad la institucionalidad política. Entonces argentina es el peronismo. Es lo que no la necesita, sólo es un instrumento permite continuidad, consistencia, utilizado contra el pueblo, hasta forma lazo social, perspectivas de confianza, parte del relato épico convencional: ¿la horizontes de expectativas, que son las oligarquía contra el pueblo? ¡Sí, es así!

151 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

Es una criminalidad dirigida contra la términos tanáticos, de destructividad, mayoría del propio país, a quien no se de deseo de abismo, de deseo abismal. entiende como masa biopolítica. Por Eso para mí es una premisa, porque si eso en la Argentina la reivindicación no, no se entiende la incongruencia de la normalidad que hay entre una dictadura tan brutal Por eso en la Argentina la biopolítica tiene y su completa incapacidad de consti- reivindicación de la norma- un componente tuir significaciones políticas consis- lidad biopolítica tiene un emancipatorio, tentes, como la hizo Pinochet. Qué componente emancipatorio, porque hay un consistencia construyó Pinochet, que porque hay un anacronismo a n a c r o n i s m o persiste todavía, intacta prácticamente. en nuestro país desde el punto en nuestro país Entre nosotros, las Madres de Plaza de de vista sociocultural, porque desde el punto Mayo empezaron al año a demoler las clases dominantes son de vista sociocul- el gobierno horroroso. No conozco profundamente reaccionarias. tural, porque las ningún caso en la historia, en que una Hay países donde las clases clases dominantes dictadura atroz, horrorosa, capaz de dominantes son muy reaccio- son profunda- semejante nivel de violencia, sea cues- narias: España, Polonia, Sudá- mente reacciona- tionada por unas madres inermes que frica. Y hay países que son rias. Hay países dieron vueltas a la plaza, que perdieron liberal-progresistas, moderni- donde las clases por supuesto a tres, pero que siguieron zadores: Suecia, muchas cosas dominantes son actuando y llamaron a todos los de Estados Unidos, Inglaterra. muy reaccio- medios de comunicación mundiales y Son configuraciones cultu- narias: España, fueron debilitando a ese gobierno en rales, sistemas interpretativos, Polonia, Sudá- el mismo momento en que estaban regímenes de signos. frica. Y hay países cometiendo el exterminio. que son liberal- Ese es uno de los acontecimientos que progresistas, modernizadores: Suecia, nos hacen pensar en la condición de lo muchas cosas de Estados Unidos, destituyente, que no había aparecido Inglaterra. Son configuraciones cultu- como palabra en ese momento. Se rales, sistemas interpretativos, regí- había usado mucho el término ruptura menes de signos. El tema del aborto es del lazo social. El término destituyente uno de los indicios: somos una de las como sabemos aparece entre nosotros sociedades más atrasadas del mundo usado por el Colectivo Situaciones, con respecto a la cuestión del aborto. pero con un sentido positivo: hay un Entonces aparece lo destituyente con la sujeto destituyente, emancipatorio, dictadura. No hay seriedad consistente que pone en cuestión el régimen domi- desde el punto de vista de la institu- nante, destituye al régimen dominante. cionalidad cuando el estado le falsi- En el 2004 o 2005 se me aparece el uso fica la identidad a quinientos pibes; de esa palabra en este otro sentido, un cuando destruye el control catastral, sentido autodestitutivo de la organiza- demográfico y social del estado sobre ción sociopolítica por parte de las clases la población, con el argumento de que dominantes cuya consistencia reside en va a excluir a un sector negativo, pero el rentismo, en la especulación finan- destruye el aparato mismo, lo que se ciera, en la extracción de riqueza con está haciendo es una operación auto- poca mano de obra, en la negligencia y destructiva. Hay un componente que la desconsideración del territorio y de habría que pensarlo libidinalmente en la población, ese desinterés que hay en

152 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

las clases dominantes argentinas por los La lectura que se hizo en la Argentina símbolos nacionales, por el territorio, de lo neoliberal, inducida por la nega- un desinterés completo, en términos ción menemista, es una mala lectura. generales. Por supuesto que había Porque, ¿qué cosa hay más biopolítica núcleos nacionalistas que no lo han y más neoliberal compartido, pero no han prevalecido. que el mercado El concepto del intelecto Para ellos la modernización es algo que interno? ¿Cómo general está vinculado con los se compra hecho como una mercancía regimentás el pensadores de la biopolítica y y que se instrumenta sin ninguna control social de posee un carácter ambivalente. mediación social. Porque para tener los cuerpos en un Es decir, el mismo intelecto una mediación social con los desarro- sentido progre- general que permite al obrero llos modernizadores hay que tener una sivo moderni- trabajar como explotado es el población políticamente regimentada zador? A través que lo lleva a emanciparse, es y un intelecto general, que es lo que del consumo y bien dialéctico digamos así si la Argentina disponía históricamente a del trabajo. Todo queremos, en términos hege- través del yrigogenismo y después del lo que hace el lianos o marxistas. Pero nues- peronismo. Pero fueron estos movi- peronismo. ¡No tras clases dominantes no han mientismos en la Argentina quienes hay otra manera! tenido interés en preservar el constituyeron los intelectos generales, Todos hablan intelecto general y adoptan una que las clases dominantes destruyeron de la inversión: actitud de acoso, de denigra- cada vez que pudieron. El intelecto ¿inversión para ción, de desgaste permanente. general es el saber espontáneo de las qué? ¡Si no hay masas que implica conocimiento consumidores! ¡Si no hay trabaja- técnico, social, formas solidarias, cómo dores! Todo lo que argumenta el desenvolverse. Y que no se aprende peronismo es la condición mínima en las escuelas, se aprende en la vida de posibilidad para vivir en el mundo pública, en la vida familiar. Eso fue, contemporáneo, sin eso no se puede sobre todo en las dictaduras, destituido vivir, la vida se convierte en un y se traduce en el lenguaje sociológico infierno, en indigencia, en enfer- laboral como pérdida de destreza. Pero medad, en destrucción, en violencia. es más complejo que eso, no alcanza ¡Pero las clases dominantes quieren el lenguaje de la sociología laboral, eso! Es decir, hay una astucia en el es destrucción del intelecto general. peronismo: no discutamos tanto El concepto del intelecto general algunas cosas pero hagámoslas y está vinculado con los pensadores entonces va a prevalecer una deter- de la biopolítica y posee un carácter minada práctica. Eso ha sido salví- ambivalente. Es decir, el mismo inte- fico por un lado, pero por otra parte lecto general que permite al obrero clausura. Sin embargo insisto en esto: trabajar como explotado es el que lo es el componente liberal del pero- lleva a emanciparse, es bien dialéctico nismo, por lo que uno puede pensar digamos así si queremos, en términos lo que quiera siempre que no discuta hegelianos o marxistas. Pero nues- poder territorial, o sindical, con ese tras clases dominantes no han tenido tipo de enunciados que afectan a otro interés en preservar el intelecto general y eso provoca violencia. La libertad y adoptan una actitud de acoso, de de pensamiento del peronismo ha denigración, de desgaste permanente. sido siempre profundamente irres-

153 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

tricta, lo que no se permite discutir LB: Para vos el peronismo sería la es la gobernabilidad, el poder. Pero fuerza instituyente… esa es la condición de posibilidad de la cultura en todos lados, ¿adónde el AK: ¡Claro! El peronismo es una fuerza intelectual ha gobernado? En ningún instituyente en un contexto destitu- lado. Chomsky puede decir lo que yente. Y operó en ese momento. No era quiera, pero no en la Casa Blanca ni el relato de la izquierda, de la revolu- en el Congreso, nadie lo va a votar; ción, del anarquismo. En ese momento lo dice en la Universidad, escribe no lo tenía tan claro, no lo sabía decir sus libros y a nadie le importa. En como ahora, porque el kirchnerismo la Argentina eso se ha podido hacer nos permite reinterpretar los inicios de durante el peronismo siempre, sin la década. No sabíamos que eso estaba ningún problema, eso es lo extraor- ahí. Porque el kirchnerismo nos ha dinario del peronismo, que ha conse- enseñado qué cosa era el peronismo guido ese tipo de articulaciones. de verdad, no lo sabíamos. Las genera- Entonces lo destituyente creo que ciones contemporáneas no vivieron el apareció en el 2001, cuando durante primer peronismo y en el 73 no hubo el tres años, todos los días, en todos los peronismo que hay ahora, porque todo diarios se decía: “esto va terminar mal, el mundo se había hecho peronista. esto va terminar pésimamente con una El 90% de la población estaba con catástrofe”. ¿Qué hizo la sociedad? el FREJULI y no hubo el fenómeno Nada, a diferencia de otras. Porque difamatorio. El fenómeno difamatorio la profundidad de la crisis que hubo del 55 creo que lo podemos entender en la Argentina no ocurrió en ningún recién ahora que lo hemos vivido en otro lado del mundo. En Albania el 2008. El 2008 permite entender el hubo una crisis que se asemejó un período post 55, porque es una réplica. poco a la Argentina. O sea, de pronto Me encontraba leyendo los textos difa- la población se disolvió, porque matorios del 55 y son exactamente toda la población tenía plazos fijos iguales a los de ahora, inventan cosas y se perdieron los valores de todos al completamente absurdas y fantasiosas, mismo tiempo. Ese tipo de desfon- sin ninguna base, y son tomados como damiento completo que ocurrió en documentos históricos por algunos. la Argentina con la moneda, con los Algunos usan el Libro negro de la bancos, con la sociedad, con las insti- segunda tiranía como una referencia. tuciones y a la cual sobrevivieron muy Vos leés el libro negro y es como Clarín pocas experiencias… en ese momento o Perfil, es una enorme cloaca desbor- era identificable que la educación dante de falsedades sin ninguna prueba, pública había sobrevivido. Subterrá- de sobreentendidos, es un libelo difa- neamente había sobrevivido el pero- matorio de la peor calaña. nismo, esto lo sabemos ahora, malgré todos nuestros amigos de izquierda LB: En esta reinterpretación, no que hacen los relatos que hacen. Los sólo de la década sino de la historia residuos del intelecto general que reciente del país, la narración permitieron hacer todo lo que se hizo que vos hacés supone unas clases después provenían del peronismo. dominantes destituyentes inca- paces de reconocer al pueblo y la

154 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

nación de la cual son parte, y un otro tipo de discusión que no incide peronismo como forma conviven- tanto en el debate político. Porque cial instituyente. A esa narración uno puede decir, por un lado, que podríamos hacerle una pregunta el proyecto de los setenta fue tardío, en disidencia: para vos, ¿las luchas porque fue el último gran proyecto insurgentes de los 70 pueden ser revolucionario violento de la historia reabsorbidas sin más en el hori- moderna, masivo, en el cono sur. zonte convivencial capitalista del Fue la última vez que un pueblo, o la peronismo, o más bien ellas intro- parte importante de un pueblo, en la ducían otro tipo de valores, y es la estela de Cuba, pero con más singula- derrota de esas fuerzas insurgentes ridades, más complejo, muy diverso, la que hoy nos hacen reinterpretar porque una de las cosas que ha esa historia? quedado olvidada es el enorme plura- lismo y diversidad que tuvo la lucha AK: Justamente, el problema es armada. Hubo diez, quince o veinte cuando se discute esa historia reciente movimientos diversos con posiciones en términos doctrinarios, conven- muy complejas, muy diversas, con cionales, ideológicos, a pesar de que mucho estudio. Es decir, hay una Cooke y Perón, intersticialmente se ha difundido riqueza cultural en el movimiento por Santoro

155 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

de la lucha armada que ha quedado minio. Porque las clases dominantes subsumida bajo la represión geno- argentinas, y hay que volver a eso, en cida, la difamación democratista su criminalidad, no vieron ninguna que reduce todo aquel movimiento otra opción que el exterminio para a cuatro o cinco experiencias. Ese confrontar con el movimiento revo- movimiento no llegó a gobernar, lucionario, cosa que no fue así en me parece que eso es una diferencia otros lados. Pocos países fueron tan importante con lo que pasó en Nica- brutales y tan exterminadores con sus ragua, me parece que el movimiento movimientos revolucionarios como de Nicaragua fue mucho más homo- la Argentina. Para encontrar un caso géneo, mucho menos utopista. Este comparable de brutalidad extermina- último momento, concomitante con dora uno tiene que irse a Guatemala. muchos otros, era tardío, era anacró- No es el caso de Uruguay y de Chile. nico, había una apuesta ahí inviable. Uno podría interpretar el exterminio Creo que si uno estudia ese momento argentino como determinante de las histórico tiene que encontrar una condiciones en las cuales la violencia conciencia oscura del movimiento política hoy en Argentina es inconce- de la lucha armada sobre su inviabi- bible. El tema de Rozitchner: el horror lidad, sobre su heroísmo romántico se ha interiorizado en la sociedad utopista, martirológico e inviable. argentina, porque esta naturalidad con Testimonialmente puedo decir que la que hemos asumido que no pueden tenía conciencia de esa inviabilidad haber muertos en el contexto social y eso personalmente me llevó a tiene singularidades nuestras postrau- opciones menos violentas, o sea de máticas. Cuando en Inglaterra mueren lucha armada pero más estratégica, varios en la represión, no pasa nada, más de largo plazo, refractaria a los como en casi en todos los lugares del atentados o las ejecuciones y más de mundo. En todos lados pueden morir organización de largo plazo, que era personas en distintas circunstancias, en como una disposición a la espera, pero represiones o situaciones conflictivas con una cierta conciencia de la invia- y la sociedad no se cae, ni se destruye, bilidad. Porque la historia del siglo ni cae el gobierno, no pasa nada, XX mostraba que la gubernamen- forman parte de la historia. No está tabilidad socialista había fracasado bien, no queremos que ocurra, pero completamente y en ese momento ya forman parte de la historia. Nosotros estaba clarísimo, se sabía desde hacía hemos desarrollado una actitud y una bastante tiempo, aunque no todos se modalidad subjetiva reactiva frente habían enterado. a la muerte, que se ha exteriorizado Entonces cuando hablo de la cues- respecto del devenir socio histórico, tión de la sobrevivencia no lo digo en como si fuera un evento circunscrito, términos de las tradiciones políticas tal como algo que no pudiera remitirse a como se enuncian doctrinariamente, una historia social y por lo tanto ser sino como condiciones existenciales de objeto de una discusión, de una nego- haber transitado por el horror. Y esto ciación, o de la política. Son pospo- nos lleva a otro tipo de problematiza- líticas, son extra políticas, son ultra ción, cuando digo sobreviviente me políticas, no son políticas, las muertes refiero al sobreviviente de un exter- nuestras no son políticas.

156 LA BIBLIOTECA Diálogos N° 11 | Primavera 2011

La muerte de Mariano Ferreyra no es un patrón no actúa como un demó- consecuencia trágica de un conflicto, crata que expresa su libre palabra en es un acontecimiento, hay una víctima el parlamento públicamente, actúa sacrificial. Quiero decir, hay una forma de una forma que tiene que ver con de elaborar el horror en ese modo modalidades de violencia sociopolítica de entender la muerte, regimentada legítima, válida, como parte de la lucha por los medios hegemónicos como de la resistencia de los oprimidos. espectáculo. Y eso nos da una trama Hemos perdido también esta posi- biopolítica: un modo de narrarnos a bilidad de decir que el movimiento nosotros mismos los acontecimientos obrero no es un interlocutor trans- de una forma que es incompatible con parente en una conversación iguali- la acción política en el sentido que nos taria en términos de opiniones con el interesa, cuando discutimos habitual- capitalismo, es un confrontador, hay mente sobre la acción política como violencia, la explotación es violenta. voluntad colectiva de emancipación a Pero es una violencia que no se mani- través de una acción efectiva. Me parece fiesta en términos noticiables o cadavé- que ese es un problema que ocurre con ricos, sino en términos que requieren el modo de entender la problemática una narración, una significación: hoy de los derechos humanos, en el modo dicha posibilidad está clausurada entre de entender contemporáneamente nosotros. Cuando hay una huelga se en la Argentina la violencia, que es entrevista a los automovilistas que solidaria de la clausura que hay con no pueden pasar y que lo único que respecto a la violencia simbólica. La quieren es que maten, o que repriman violencia simbólica es invisible, sólo es o que supriman el conflicto. No hay visible la muerte como acontecimiento una narratividad sobre lo laboral, aún no histórico y no político que se feti- habiendo emergido una cantidad de chiza. Hay un fetichismo del óbito, del narraciones en el kirchnerismo, la cadáver, un fetichismo en el sentido condición del trabajo, del conflicto... de que queda sustraído al contexto en claro, tampoco es propio del pero- el que se desenvolvieron las acciones. nismo exaltar demasiado ese relato, A eso me refería cuando hablaba del sino volverlo feliz. Es toda una zona mundo gris de la vida sindical. Es gris, bastante complicada. podemos tratar de mejorarlo, pero no es que hay un ideal que se le puede LB: Podríamos decir que todo imponer al estado de cosas autorita- movimiento político, y fundamen- rias o corruptas como si lo hiciéramos talmente el peronismo, es un lugar a través de la revolución. Sí, se podría de gestión de la ambigüedad pero hacer la revolución en el sentido de que no puede tomar el relato de esa demoler el capitalismo, pero no en el ambigüedad y de esa ambivalencia. marco del capitalismo. En el marco del capitalismo el conflicto está dado AK: Esto que vos decís se refiere a por la relación entre capital y trabajo, los núcleos de la gobernabilidad, relación que es oscura, es opresiva y las pero quienes formamos parte del negociaciones comparten las caracte- movimiento social sí podríamos o rísticas de lo opresivo y la oscuridad. deberíamos interesarnos por ese tipo Un militante gremial enfrentado a de relatos, antes que quedar clausu-

157 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Diálogos

rados. Porque vos fijate que el caso del asesinato no puedo hablar, nece- Mariano Ferreyra es muy paradig- sito un abogado y me tienen que mático, porque uno queda clausu- juzgar para ver si soy culpable. Esa rado en la posición de cómplice con no es una discusión argumentativa, el nazismo. Eso es algo insostenible como sujeto no soy interlocutor argumentativamente, teóricamente, argumentativo cuando soy acusado políticamente. No es verdad. No es de un crimen. Y cuando la acusación eso lo que ocurre. Hay otro relato del crimen se convierte en modalidad necesario ahí. Pero, ¿con qué se convencional de los intercambios no enfrenta uno? Con una actitud difa- hay conversación política posible, matoria: “vos sos un cómplice del hablan los abogados y los medios de asesinato”. Bueno, si soy un cómplice la sociedad del espectáculo.

158

La confección de los calendarios suele ser arbitraria; no respeta ninguna ley, ni siquiera la continuidad cronológica. Lo sabemos: hay sucesos que modi- fican completamente el modo de percibir el tiempo. La década que pasó, que en los pronósticos La década previos debería haber comen- zado con el nuevo milenio, Títulopolítica Sección tiene una fecha de inicio no sólo para la recordación, sino para la experiencia y el pensa- miento. 2001 es el año en que el derrumbamiento de las Torres Gemelas en Estados Unidos impuso un nuevo modo de concebir las relaciones globales que, bajo el paradigma de la seguridad y la guerra –como un conjunto de técnicas, de control social y territorial– se desplegaron durante este período. Pero aquello que era percibido como catástrofe y devastación tuvo en el Cono Sur, y más específicamente en nuestro país, connotaciones que no se ajus- taron a estos criterios. Sudamérica vivió profundas conmociones; tembló la tierra y también las instituciones y los gobiernos. Aquella forma de gestión de los asuntos públicos, completamente subordinada al imperio de la lógica financiera (a la que hemos conocido con el nombre de neoli- beralismo) comenzó a verse cuestionada en sus manifestaciones más obvias, pero también en sus efectos menos explícitos. Luchas que tuvieron que elaborar sus propias nociones sobre qué significaba revertir los efectos del terror de las dictaduras y el despojo del patrimonio social y colectivo de la década del noventa. Un dinamismo social de nuevo tipo desbordó las estructuras tradicionales de la representación política, el modo en que el mercado organizó el trabajo y las relaciones de poder, y el trata- miento expulsivo que establecieron las agencias estatales. A los estallidos sociales les siguieron gobiernos que, en mayor o menor medida, expre- saron estas revueltas. No puede decirse que sean una continuidad de la revuelta por otros medios; la relación entre gobiernos y movimientos no es sencilla ni lineal, pero dieron cuenta, a su modo, de las modificaciones operadas en el campo social, en la sensibilidad pública y en el lenguaje colectivo que ya no toleraba que el vocabulario de la década precedente siguiera estando dominado por la jerga de las tecnocracias mundiales en sus versiones locales. La década que se va estuvo signada por el vértigo de la crisis, mezcla de despojos y creatividad social para atravesar sus desig- nios fatalistas o sus determinaciones catastróficas. La sección que presentamos aquí ofrece discusiones relevantes para la época. Se trata de un conjunto de ensayos que problematizan, con enfo- ques diferentes, distintos aspectos de los cambios en la región. Eduardo Rinesi examina los rostros, múltiples y contradictorios, del esta- llido producido en las jornadas de diciembre de 2001. Para ello, traza una genealogía que parte del análisis sobre los modos en que el liberalismo, en su forma “institucionalista”, dominó la escena de la “transición democrática” proclamando la autonomía de lo político respecto a toda determinación social, económica y productiva. Entre este “politicismo” y la “anti-política” que dominó el paisaje subjetivo de la década del noventa, se encuentran los antecedentes del “Que se vayan todos” que se manifestó esos días. Álvaro García Linera, en una conferencia brindada en la Biblioteca Nacional, traza un mapa de las principales tensiones que atraviesa el proceso boliviano en la compleja articulación entre las nuevas formas de gobierno y los movimientos sociales, a partir de los conflictos más recientes que pusieron en juego esta relación. Diego Sztulwark y Sebastián Scolnik proponen repasar las principales discusiones teóricas y políticas que se dieron al calor de los aconteci- mientos de la década en Sudamérica, partiendo de la premisa de que la región vive un proceso de “doble excepcionalidad”: geopolítica respecto al occidente globalizado y su tratamiento “securitista” de la crisis, y sociopo- lítica como producto de la presencia de renovados protagonismos sociales que empujaron la crisis posibilitando, incluso, la emergencia de nuevos gobiernos capaces de ensayar innovaciones al nivel institucional. Gabriel D’Iorio propone repensar el proceso kirchnerista, derivado complejo e inesperado de la crisis de 2001, recorriendo los dilemas que atraviesa este movimiento político cuyo itinerario gubernamental se produce sobre los restos del desfondamiento de las instituciones y las formas de convivencia precedentes. Verónica Gago, a partir de un análisis de la feria La Salada, pone de relieve las características de una nueva economía popular que funciona en los márgenes de la legalidad, en los bordes donde se recrean las condi- ciones de vida de grandes segmentos poblacionales que combinan el saber migrante, las tradiciones comunitarias y formas de explotación, comercio e intercambio que modificaron el paisaje social de las periferias urbanas. 164

Flecos de una conmoción (A diez años de diciembre de 2001) Por Eduardo Rinesi

Los acontecimientos de 2001 obraron como una conmoción que transformó de modo radical el curso de la historia argentina. Resulta, por tanto, una dificultosa tarea la de preguntarse por el significado de tales sucesos, en la medida en que estos emergen de la propia concurrencia de líneas diferentes, incluso, en ocasiones, antagónicas. Los múltiples rostros de 2001 y sus interpretaciones, coexisten de manera simultánea y todos ellos pueden verificarse en el rastreo de los efectos, en las escenas postreras a aquellas tumultuosas jornadas, que dan cuenta de las motivaciones y necesidades que se dieron cita en aquel diciembre. Eduardo Rinesi no sólo repasa estos “flecos”, sino que se remonta a los hilos mismos que cons- tituyen el 2001, como si se tratara de una exca- vación genealógica: el institucionalismo liberal de los años 80; la antipolítica de “derechas”, vociferada en los 90, como intento de despejar el camino de las dinámicas mercantiles y las finanzas; y la crítica a la representación política por su modo de procesamiento de lo social y su incapacidad para revertir la crisis. Para hacerlo, no sólo examina hacia adelante los gobiernos que emergieron luego de 2001 (Duhalde, Kirchner y Macri), sino que se remonta al modo en cómo se operó, en los años precedentes, una división de tareas en las ciencias sociales, cuya especiali- zación anticipaba las consecuencias políticas y sociales que sólo se conocieron más tarde. LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

El décimo aniversario de los aconteci- que animaba las discusiones de aque- mientos que tuvieron lugar en el país a llos años de lo que se dio en llamar la fines del año 2001 nos invita a pensar “transición a la democracia” no era un cuánto han cambiado las cosas –y qué tono meramente descriptivo, sino uno cosas, exactamente, son las que han normativo, programático y militante: cambiado– al cabo de esta década tan se trataba de forjar en el país, un tipo interesante y tan vertiginosa. Nunca de sistema político y al mismo tiempo es fácil pensar las ocurrencias de la un tipo de comprensión de la vida historia en el momento mismo en que política que en el mismo movimiento éstas se presentan. Eso es así siempre por el cual elevaba y dignificaba esa o casi siempre, porque los hechos vida política, esa “dimensión” política que se trata de pensar sólo adquieren –digamos– de la vida de los hombres y su sentido pleno, para nosotros que de la sociedad, distinguía y separaba esa tratamos de pensarlos, después de dimensión o esa esfera de la actividad haberse producido. Pero sobre todo social del resto de los andariveles por es así en los casos en los que, como los que transcurría la existencia de las manifiestamente ocurrió en 2001, los personas y el proceso de constitución hechos que se trata de pensar tienen de sus identidades, particularmente la capacidad de conmover al mismo –claro– los de la actividad productiva y tiempo la superficie de la historia la agregación corporativa de intereses. en la que se inscriben y las propias Contra una larga tradición de asocia- categorías con las que pensamos esa ción o vinculación entre esas distintas historia. Si en medio del fragor de los dimensiones de la vida social (que combates callejeros, las piedras, los encontraba por supuesto en el “corpo- gases y los muertos de aquellos días rativismo” peronista su expresión más de diciembre de ese vertiginoso 2001 emblemática), el pensamiento liberal todos podíamos tener la sensación dominante en los ochentas argentinos de que una época se estaba cerrando hizo de la separación entre “política” en la Argentina, tal vez no podíamos y “sociedad” el point d’honneur de su entender cabalmente todavía que si comprensión del mundo. eso era así era porque lo que estaba Lo que llevó a ese pensamiento (que tocando a su fin eran el significado, presidió tanto nuestras discusiones la utilidad y aun la pertinencia de las públicas, partidarias y periodísticas propias categorías con las que durante como las posiciones que dominaban esa época que se clausuraba habíamos en el campo académico) a una repre- estado pensando el mundo, la política sentación muy limitada de la política, y la historia. a una asociación muy directa, muy ¿Cuáles eran esas categorías? Bási- inmediata, muy poco imaginativa, camente, las que provenían de la entre vida política y vida institucional: matriz de pensamiento liberal con la la política se separaba de la sociedad en que desde los años de la salida de la el mismo movimiento por el que se iden- dictadura militar veníamos tramando tificaba con las instituciones. El anticor- nuestra comprensión de lo que pasaba porativismo liberal de los 80 se expresó y de lo que debía pasar en el país. De así, no en la búsqueda de nuevos hori- lo que pasaba y de lo que debía pasar, zontes para la vida colectiva a partir de digo, porque es evidente que el tono la ampliación de las posibilidades de

165 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

una politicidad más extendida y rica, tuciones académicas, al calor de los sino en la limitación de los márgenes requerimientos de saber “experto” que de la actividad política a los precisos el movimiento mismo de la “transi- contornos de las instituciones repre- ción” iba produciendo. La politología sentativas. El politicismo de aquellos de esos años fue así una transitología, años argentinos, la reivindicación de y una transitología liberal, y si es la dignidad y de la centralidad de la importante hoy, más de un cuarto política que se levantaba tanto contra de siglo después, señalar esta circuns- la clausura de esa dimensión de la tancia, es porque la misma no dejó de vida colectiva como contra su subor- marcar muy fuertemente el espíritu, dinación a alguna otra dimensión o las categorías y los modos mismos de esfera que pudiera supeditarla o deter- la reflexión que los practicantes de esa minarla (por cierto, la eficaz metáfora disciplina pudieron producir, incluso del “pacto militar-sindical”, que había mucho tiempo después (por ejemplo: circulado con éxito durante el tramo durante el 2001; por ejemplo: final de la campaña electoral del 83, hoy mismo), sobre las diversas y lograba reunir, en un solo manojo de cambiantes circunstancias de la vida “peligros”, ambos escollos), no fue un política nacional. El mainstream de politicismo redentorista, sino un poli- la politología académica argentina de ticismo institucional. las últimas tres décadas está forjado Lo que, por cierto –y como antici- en la fragua del liberalismo político paba–, tuvo una rápida expresión en que dominaba la discusión política el campo de los nacional en la primera mitad de los 80. El signo del “politicismo” saberes y de los Por el otro lado, en el mismo movi- de aquellos, nuestros años discursos univer- miento por el cual la ciencia política ochentas, no fue el de una sitarios. Por un se afirmaba como discurso y como politización de lo social y una lado, la ciencia disciplina científica, académica, sociologización de lo político, política conoció universitaria, se iba también sepa- sino el de una separación entre en esos años su rando (y en esa separación le iba algo las esferas de “la sociedad” y de hora de gloria: se fundamental de su propia definición “la política” y el de la afirma- trataba de pensar como campo propio y autónomo de ción de una clara división del la “esfera” polí- saber) de la vieja sociología, disciplina trabajo académico en relación tica (es decir, universitaria que en la Argentina con una y otra. dijimos: institu- tenía una larga historia, a esa altura Pero esa separación y esa divi- cional) de la vida de las cosas de casi un siglo (del cual sión del trabajo sobrevivieron, de la sociedad, y las últimas tres décadas habían sido como un legado perdurable, a la political science particularmente vigorosas), de impor- esos años de la “transición”, y aparecía como la tantes discusiones sobre la sociedad, se prolongaron después. disciplina prepa- las clases, la política, el peronismo rada para afrontar y el Estado. Pero que en el nuevo el desafío de ese pensamiento. Por movimiento que adquirirían las cosas cierto, ésos son los años de la crea- iba a quedar también crecientemente ción de la carrera de Ciencia Política reducida, en sus alcances y en sus en la mayor universidad del país, y “incumbencias” (esta horrible pala- también los del fuerte desarrollo de breja empezó a usarse, al calor de la esa disciplina, en esa y otras insti- discusión sobre el devenir profesional

166 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

de las disciplinas universitarias, en cantidad de pobres que los que había estos mismos años que ahora recor- tenido la que Tulio Halperín Donghi damos), al estudio de aquellas esferas llamaría “la Argentina peronista”, de la vida colectiva diferentes, acaso sino sobre todo con un nuevo tipo (o “anteriores”, a aquellas otras de las con varios “nuevos tipos”) de pobres: que debería en adelante ocuparse la con una pobreza no sólo más exten- vigorosa ciencia política que asomaba: dida sino también –y sobre todo– más los cambios en la estructura social, las heterogénea, más fragmentada, menos nuevas formas de la riqueza y de la articulada. El estudio de estas nuevas pobreza, los “movimientos sociales”... formas de la pobreza sería un tópico El signo del “politicismo” de aque- fundamental de la sociología argentina llos, nuestros años ochentas, no fue el de los años que acá estamos repasando, de una politización de lo social y una y si fuera ése el tema de estas notas (no sociologización de lo político, sino el lo es) no deberíamos dejar de comentar de una separación entre las esferas de acá ciertos importantes aportes –sin “la sociedad” y de “la política” y el duda que entre otros– de Juan Villa- de la afirmación de una clara división rreal, de José Nun, de Miguel Murmis del trabajo académico en relación con y de Silvio Feldman. una y otra. Pero si aquí estoy comentando, dema- Pero esa separación y esa división del siado rápidamente, esta cuestión, esta trabajo sobrevivieron, como un legado orientación de los estudios de la socio- perdurable, a esos años de la “tran- logía argentina de los 80 y los 90, es sición”, y se prolongaron después, sólo para subrayar la fuerza con la que terminado ese ciclo, cundo la voca- operaba esa “división del trabajo acadé- ción política refundadora que lo había mico” a la que me refería más arriba: caracterizado cedió su lugar a la fuerza mientras la vigorosa ciencia política que con la que, sobre todo después de la había acompañado con sus categorías asunción de Carlos Menem, adquiriría y con sus representaciones el ciclo de el programa económico de moderni- la “transición” pensaba los problemas zación conservadora del país, sobre la de las instituciones y de la ciudadanía, base de una tan ortodoxa como viru- la sociología se empezaba a ocupar casi lenta política de ajuste, privatización y solamente de la estructura social y de la achicamiento de las funciones protec- pobreza. Lo que aquí querría destacar, tivas del Estado que no es el caso de todos modos (y para no cargar todas volver a comentar acá, pero de la que las tintas sobre las torpezas conceptuales sí importa decir que produjo, entre de nuestras ciencias sociales universita- otros muchos resultados, una profun- rias) es que esta separación de tareas y dización del tipo de transformación de de enfoques no fue un capricho debido la estructura social argentina que había solamente a los azares de la organización empezado a operarse desde mediados burocrática o disciplinar de nuestras de los años 70 y que, para decirlo universidades, sino que expresaba en el rápido, nos había dejado ya al fin de plano de esa organización de los saberes la dictadura militar, y nos dejaría con académicos una separación de las cosas más fuerza todavía a medida que avan- que estaba inscripta en el propio modo en zaba la última década del siglo, una que la política se concebía a sí misma y sociedad no sólo con mucha mayor pensaba su relación con las otras esferas

167 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

de la vida social. En efecto, durante los escena: los economistas ganaban pres- 80 la política se pensó como idealmente tigio en la misma medida en que “los separada de las fuerzas de la produc- políticos” lo perdían. La economía, ción, de los intereses materiales, de las entendida como una zona o una esfera clases sociales y sus luchas, y cuando autónoma de la vida de la sociedad, éstas aparecían en el centro de la escena iba apareciendo con cada vez más (no es difícil recordar el fuerte protago- fuerza como una zona o una esfera no nismo que tuvo sólo independiente y separada –ella Durante la larga década mene- la CGT liderada también– del ámbito de la vida, la mista que empieza en el 89 por Saúl Ubaldini retórica y la voluntad políticas, sino y termina en 2001, a estos en esos años) esa también como una zona o una esfera dos discursos y saberes de los aparición solía más decisiva e importante que esta que hasta acá hemos venido ser recibida con otra para el destino de la sociedad. De hablando (el de los “actores recelo y hasta con la mano de ese movimiento, la polito- políticos” y la politología por hostilidad tanto logía se terminaba de afirmar como un un lado, el de los “actores por el discurso saber –no por inocuo y conservador sociales” y la sociología por político como por menos orgulloso de su cientificidad y el otro) vino a agregarse, con el pensamiento de sus propios límites– sobre la cues- un protagonismo decisivo, un teórico sobre tión “institucional” de la ciudadanía, tercer tipo de discurso y de la política que la sociología iba expandiendo su saber, que era el discurso del dominaba nues- campo de acción en la misma medida ajuste estructural y el saber de tras discusiones. en que el éxito de los programas guber- los economistas ortodoxos. Durante los 90, namentales iba arrojando a la miseria a durante la larga una cantidad creciente de familias, y la década menemista que empieza en economía se alzaba presuntuosa como el 89 y termina en 2001 (y dentro el saber que contenía el secreto del de la cual, visto todo a la distancia, bienestar futuro de la patria. la penosa inflexión aliancista de los No pasaba algo tan distinto en la últimos dos años no pasa de ser un propia organización de los espacios de capítulo menor), a estos dos discursos las discusiones públicas en general, y y saberes de los que hasta acá hemos de las que tenían lugar en los medios venido hablando (el de los “actores masivos de comunicación en parti- políticos” y la politología por un lado, cular. Recordemos el exitoso programa el de los “actores sociales” y la socio- televisivo del inefable doctor Gron- logía por el otro) vino a agregarse, con dona, nítidamente dividido en tres un protagonismo decisivo, un tercer “bloques” de temática marcadamente tipo de discurso y de saber, que era diferente. Uno, el bloque “serio”, el discurso del ajuste estructural y el el bloque en el que Grondona y las saber de los economistas ortodoxos. empresas a las que les interesaba el Este saber y este discurso empezaron a país le decían a la masiva audiencia ganar terreno, ayudados por la visible que uno y otras habían conseguido impotencia de “los políticos” para hacia dónde debía marchar ese país atender la emergencia económica y al que le hablaban, era el bloque de social, por sobre el discurso político- la economía, y de los economistas. institucional que durante la década Domingo Cavallo, Roberto Alemann anterior había ocupado el centro de la o algún otro miembro del staff más

168 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

o menos permanente de prohombres altos para que una sociedad tan pobre del pensamiento que suele calificarse, tuviera que soportar su peso. Se empe- de manera general, como “neoliberal” zaba a hablar, en efecto, del gasto polí- explicaban por qué era necesario tico y de los tiempos políticos. Las dietas profundizar el camino del ajuste, de de los legisladores y los salarios de los la privatización de las empresas del miembros de sus equipos empezaban a Estado y del desmantelamiento de considerarse un dispendio casi escan- todas las formas de regulación pública daloso; el tiempo que esos legisla- sobre el mercado. Otro, el bloque de dores se tomaban para discutir alguna los políticos, y de la política, era el de iniciativa promovida por los grupos las discusiones más o menos acalo- de poder y de presión más concen- radas, el de las denuncias de corrup- trados comenzaba a percibirse como telas o arreglos detrás de bambalinas, una dilación inadmisible en un país el de las ideologías y la visibilización cuyas urgencias exigían “hablar menos del modo en que las mismas ence- y hacer más”. Empezaban a añorarse guecían a sus portadores y les impe- y a veces hasta a sugerirse formas de dían advertir con sensatez y serenidad gestión de los asuntos públicos menos (con la sensatez y la serenidad de la gravosas. Y lo que es peor: los propios que en cambio habían dado muestras políticos empezaron a comprar el rece- en el bloque anterior los economistas tario completo de esas sugerencias: del establishment) cuál era el único a hablar menos y de modos menos rumbo adecuado que debían seguir las “ideológicos”, a hablar (como vino cosas. Por último, cerca de la media- a sugerirles a varios de ellos un pres- noche, el conductor solía anunciar lo tigioso politólogo mexicano) “con que llamaba “el bloque social”, donde frases cortas”, a decir que los desvelaba por regla general algún curita de ojos el riesgo país, a condenar la protesta más o menos lacrimosos se lamentaba social, a enojarse cuando a los pobres por el sufrimiento de las más despro- que hacían llorar a los curitas se les tegidas criaturas del Señor, sin que ocurría quemar dos o tres gomas en le pasara por la cabeza preguntarse si alguna ruta, a tomar distancia de sus algo de la desprotección de esas cria- viejos amigos de los sindicatos, a exigir turas no estaría acaso vinculado con –no siempre de buen modo– que sus las decisiones macroeconómicas que seguidores la acabaran con esa manía el gobierno nacional tomaba a diario de la militancia, a arrepentirse de en el sentido en que se lo sugerían los haber pensado, alguna vez, distinto a economistas neoliberales del bloque los economistas del bloque de la gente de la gente seria. seria, a ir al bloque de la gente seria, a Quiero decir: que en el mismo movi- no desentonar en el bloque de la gente miento por el que la economía iba seria. Y a no entender ya nada de nada ganando prestigio y respetabilidad, de lo que estaba pasando en el país. la política (la actividad política y ¿Y qué estaba pasando en el país? La el discurso político, o al menos el catástrofe social más seria, más dramá- discurso de los políticos) los perdía. tica, que hubiera tenido lugar en Política empezaba a ser sinónimo de décadas y décadas, si no acaso en toda corrupción, de ineficiencia, de tiempos la historia nacional. En efecto: mien- largos y penosos, de costos demasiados tras los economistas se ponían serios

169 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

en el programa de Grondona, mien- no piensa en los sujetos como pobres tras los politólogos preferían prestar ni como ricos, sino como ciudadanos, atención a los desvíos de los modales y por lo tanto no puede entender gran oficiales respecto a los cánones de cosa, no sólo sobre su pobreza ni sobre quién sabe qué normalidad presunta- su riqueza, sino tampoco sobre su ciuda- mente republicana, mientras los diarios danía. Mario Wainfeld se suele reír de progresistas se reían de los peinados esta y otras incapacidades de nuestra del presidente de la nación o de sus orgullosa ciencia política con su figura, referencias a la obras completas de tan graciosa, del siempre perplejo poli- Sócrates y los un poco menos progre- tólogo sueco. Que no es sueco, desde sistas ponían los ojos en blanco por sus ya: es de nosotros, de los politólogos liberalidades eróticas y de diverso tipo, argentinos, de quienes Mario se ríe mientras los políticos opositores se con justa razón. En efecto, igual que preparaban para suceder a los equipos Montesquieu inventó un sultán persa menemistas prometiendo a su elec- para condenar, en su país, los abusos torado ser iguales a ellos, no cambiar de poder de Luis XIV, así también nada, la estructura social de la Argen- Wainfeld inventó un politólogo sueco tina se precipitaba vertiginosamente para hacernos ver todo lo que la poli- por el abismo de injusticia, pobreza y tología argentina no vio y tendría que desintegración en el que se terminaría haber visto. Por ejemplo: la pobreza. derrumbando. La viejas clases medias Que sí ocupo en cambio (ya lo dije sufrieron de manera particular este también) a la sociología, tal como golpe tremendo, desprendiendo de su estaba escrito en la division du travail seno unas pocas “astillas” (la palabra que se había establecido entre ambas se usaría en esos mismos años en un disciplinas, e incluso con más origina- libro del que diremos dos palabras lidad y audacia conceptual y metodo- enseguida) que se remontaron grácil- lógica que la que hasta entonces había mente “hacia arriba” de la escala social, venido exhibiendo en sus análisis sobre hasta identificar sus intereses, valores la cuestión. y hábitos residenciales con los de las Es que lo que empezó a resultar viejas clases altas argentinas, y dejando evidente para muchos sociólogos argen- caer con bastante menos gracia, “hacia tinos de esos años a los que ahora nos abajo”, a vastísimos contingentes de estamos refiriendo fue que no bastaba personas que pasaron a engrosar las con dirigir sobre los viejos y los nuevos capas de lo que se llamó “los nuevos pobres del país una mirada de sobre- pobres” del país. vuelo, de observarlos como “desde De esos nuevos pobres argentinos se arriba” de algún esquema conceptual había ocupado poco, y no se ocuparía que permitiera señalarlos, “explicar” mucho más en el futuro, la ciencia la causa de su bancarrota y pronosticar política dominante en nuestras univer- este o aquel destino para ellos, sino que sidades: ya dijimos que esta disciplina, se trataba ahora de intentar comprender en la precisa inflexión instituciona- los significados que esos mismos sujetos lista que adoptó en los años de la que se quería estudiar daban a su propio “transición” y consolidó en los que le derrumbe, de intentar comprender siguieron, no piensa en los pobres ni en el modo en que esos sujetos compren- los ricos, sino en los ciudadanos. Mejor: dían su caída en la escala social de la

170 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

riqueza, el bienestar y los prestigios. Y como sujetos políticos, como sujetos lo correlativo: los cambios en las iden- de acciones políticas, como respon- tidades individuales y colectivas que se sables de comportamientos polí- desprendían de estas transformaciones. ticos. Comportamientos políticos que Ése es el tema de un excelente libro esos pobres argentinos, viejos y nuevos, colectivo coordinado por Maristella estaban sosteniendo, sí, y de maneras Svampa y titulado, sugestivamente, sumamente originales e importantes, en Desde abajo, que constituye sin duda ese mismo momento, y también desde un hito en la historia de la sociología bastante tiempo antes, a pesar de que argentina de las últimas décadas y los diarios, los informativos y también nos ofrece un conjunto de elementos las ciencias sociales del país no pudieran decisivos para comprender las nuevas entonces decodificar esos comporta- formas de las identidades sociales en mientos como comportamientos polí- la Argentina de la descomposición de ticos, y solieran optar en cambio por los lazos sociales, laborales, sindicales y mandarlos a las páginas de las noticias culturales que la vieja sociología de los policiales, o de las 60, los 70 y los 80 había podido dar rarezas que deco- El gran estallido de fin del por más o menos descontados, y que raban de tanto en 2001 fue también un gran ahora eran reemplazados por nuevas tanto la sección espoleador de la adormecida formas de constitución de la subjeti- “Sociedad”, y no conciencia de nuestras ciencias vidad y de organización de la sociabi- darles el estatuto sociales, que no habían previsto lidad de las personas y de los grupos de las acciones nada parecido a lo que se más desamparados. políticas que efec- estaba incubando en la Argen- Con todo, es hoy muy visible (no lo era tivamente eran. tina y explotaría tan visible y entonces, cuando leímos ese libro por Y que se profun- dramáticamente en esos días primera vez) que, excepto por un par dizarían y exten- de furia, y que frente a esos de artículos especialmente notables, el derían hasta hechos consumados compren- grueso de los autores que intervinieron converger, junto dieron que lo que había habido en esa compilación no se preocuparon a muchas otras ahí preparando esa rebelión por intentar desentrañar las nuevas causas concu- habían sido un conjunto de formas de comprensión, de acción o de rrentes, en el prácticas políticas cuyo propio vinculaciones políticas de esos “nuevos gran estallido carácter de tales, de políticas, pobres” cuya representación de su de fin del 2001 no habíamos sabido advertir propia caída en la pobreza se buscaba que aquí estamos adecuadamente. comprender. Contra las miradas más recordando y “estructurales” o más “desde arriba”, sobre el que aquí estamos tratando los artículos que integran Desde abajo de pensar. En cierto sentido, ese esta- quieren y logran recuperar a los pobres llido fue también un gran espoleador no como meros objetos de los procesos de la adormecida conciencia de nues- que los llevaron a esa pobreza, sino tras ciencias sociales, que no habían como sujetos de pensamiento, de previsto nada parecido a lo que se comprensión de esos procesos y de estaba incubando en la Argentina construcción de diversas estrategias y explotaría tan visible y dramáti- identitarias en la nueva situación. Pero camente en esos días de furia, y que (salvo por un par de excepciones) no frente a esos hechos consumados piensan a esos pobres que investigan comprendieron (ya dijimos que como

171 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

siempre se comprende: tarde) que lo o ideológica que territorial–, entre que había habido ahí preparando esa las que Merklen destacaba los asenta- rebelión habían sido un conjunto mientos, los piquetes, los saqueos y los de prácticas políticas cuyo propio “estallidos”. Todas estas expresiones de carácter de tales, de políticas, no descontento, de protesta y de reclamo habíamos sabido advertir adecuada- habían ido creciendo y multiplicándose mente. Que los pobres argentinos no a lo largo de estos años 90 que ahora eran solamente pobres, sino ciudadanos recordamos, y de hecho no serían otras pobres, y que los ciudadanos argen- muy distintas de éstas las que caracte- tinos no eran solamente ciudadanos, rizarían las formas de manifestación sino pobres ciudadanos. Esta expre- colectiva que se expresarían durante sión, “pobres ciudadanos”, que juega la gran crisis política de diciembre de con la doble valencia que le otorga el 2001 que acá nos interesa. De manera hecho de que, en ella, cualquiera de que el 2001 se venía incubando, sí, bajo las dos palabras puede actuar como la forma de numerosas manifestaciones sustantivo o como adjetivo de la otra, de la organización y el descontento da título a un excelente libro de Denis popular, desde hacía por lo menos Merklen que, publicado después de los unos cuantos años. Que los –usemos acontecimientos de 2001, constituye esta fórmula– científicos sociales argen- una aguda caracterización del nuevo tinos no hayamos sabido verlo sólo “repertorio” (como lo llama) de revela la precariedad e insuficiencia de acciones políticas que los ciudadanos los instrumentos conceptuales con los más empobrecidos del país, impul- que estábamos pensando. sados a ello por su propia pobreza, Pero me gustaría agregar ahora que venían en realidad llevando a cabo casi junto con esta lenta y trabajosa incu- desde el comienzo mismo de la década bación de lo que después se presentaría del desguace del Estado, el remate del bajo la forma de una gran explosión patrimonio colectivo y la destrucción colectiva en las formas más cotidianas de las redes fundamentales de la soli- de organización, de trabajo, de cons- daridad social en el país. trucción de nuevas identidades y de Ese “nuevo repertorio” de acciones nuevas formas expresivas de los paupe- políticas de los ciudadanos pobres rizados miembros de las clases popu- argentinos incluía por cierto varias de lares argentinas, algunas otras cosas las formas que los sectores más empo- estaban pasando también en el país que brecidos de la sociedad habían encon- progresivamente irían convergiendo trado para paliar problemas urgentes con estas manifestaciones y que tal vez y gravísimos como el de la tierra y ayuden a explicar la rara situación de la vivienda, para organizarse, cobrar coincidencia de sectores tan distintos visibilidad en el espacio público y –y tan poco habituados a encontrarse: peticionar ante las autoridades, para era con una especie de alegría y sobre defenderse de los abusos de poder y todo de sorpresa que se cantaría aquello reclamar cambios en las situaciones de “Piquete y cacerola / La lucha es una políticas locales o a veces provinciales. sola”– en las dramáticas jornadas de Se trataba de un conjunto de nuevas diciembre de 2001 y en algunas (pocas, formas organizativas y expresivas –de cada vez menos) formas organizativas base, ahora, menos clasista, partidista que los sectores más movilizados de la

172 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Asunción de Raúl Alfonsín

173 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

ciudadanía encontraron después, en de la riqueza colectiva, privilegios los meses siguientes. Quiero decir: que adquiridos o prebendas inaceptables. el creciente malestar de los sectores La actividad política fue puesta bajo más castigados por las políticas de sospecha en esos años, y sus practi- desregulación y privatización imple- cantes fueron con cada vez mayor mentadas durante todos los 90 tenía frecuencia identificados como los como contraparte y complemento una miembros de una “clase” cuyos ilegí- también creciente incomodidad de timos intereses particulares se alejaban otros sectores sociales –incluso y sobre cada vez más de los justos intereses todo de aquellos de la comunidad a la que pretendían La ciencia política argentina, que en aque- representar. La propia idea de repre- que no adivinó el 2001 porque, llos años habían sentación, que está en el corazón del como decíamos al principio, visto mejorar su modo en que se piensa como adecuado estaba mirando la política situación y sus y como justo el sistema liberal-demo- con los lentes equivocados, ingresos– frente a crático de organización de la vida polí- tampoco fue capaz, ni durante las formas en que tica de un pueblo, comenzó entonces los acontecimientos ni después se organizaban a ser puesta en cuestión. Se empezó a de ellos, de decir nada de espe- los lazos políticos hablar con cada vez mayor frecuencia, cialmente interesante que nos y se reclamaba la tanto en el lenguaje de las discusiones permitiera entenderlos un legitimidad de las públicas –fuertemente colonizadas, ya poco mejor. En el mejor de los acciones de los lo dijimos, por los medios masivos de casos, se limitó a condenar el gobernantes. comunicación– como en el de las cien- “espontaneísmo” de las mani- Ya habíamos cias sociales universitarias, de crisis de festaciones populares y de las anunciado algo la representación. formas de discusión asambleís- sobre esto: No era la primera vez. Ya en los 80 la tica que florecieron por todas habíamos dicho lógica “liberal” de la representación partes. En el peor, se dedicó a un poco más política había sido con frecuencia diagnosticar la crisis de la polí- arriba que los impugnada y criticada. Pero si en tica justo en el momento en 90 fueron –por aquellos años, en los que se estaban que, después de muchos años, oposición a los definiendo en la Argentina las carac- algo parecido a una forma 80 de la “tran- terísticas que habría de tener la demo- fuerte de política parecía surgir sición”– años cracia que se buscaba instituir, las en la Argentina más acá –por de descrédito de críticas a esa lógica liberal de la repre- así decir– de unas instituciones la política y de sentación (“los ciudadanos no deli- que hacía tiempo que no los políticos, de beran ni gobiernan sino por medio de conseguían albergar las nove- generalización sus representantes”) solía levantarse en dades que estaban inventando de la idea según nombre de un reclamo de una mayor la cual estos politicidad, de una mayor participa- últimos eran una inservible colec- ción popular en los asuntos públicos, si ción de incompetentes, cuando no en aquellos años las críticas al principio de corruptos, empeñados en obstacu- de representación eran críticas que le lizar el glorioso avance de la sociedad pedían más (más que solamente eso, hacia la realización de las bondades del más que solamente representación) a libre mercado, o en amparar indebida- la democracia, ahora, en los 90 econo- mente, en beneficio de tales o cuales micistas y neoliberales, las críticas al grupos particulares de aprovechadores principio liberal de la representación

174 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

se levantaba en nombre de un reclamo años no funcionó de esa manera ni de menos (y no de más) política, de se articuló con esa entonación: fue menos (y no de más) participación, de una consigna levantada por la derecha menos (y no de más) democracia. Si televisiva más previsible y más conven- en los 80 las críticas a la representa- cional para expresar más o menos lo ción eran críticas, por decirlo tonta- de siempre: su sempiterno deseo de mente, “por izquierda”, en los 90 que “todos” los políticos se fueran de las críticas a la representación eran una vez por todas a sus casas y dejaran críticas “por derecha”: críticas que no que al país lo gobernaran personas más aspiraban a que “los políticos” fueran decentes y menos sospechosas. limitados en sus atribuciones y en su Por supuesto, podríamos quedarnos señorío por la reposición en el centro un rato largo conversando sobre todo de la vida pública del pueblo activo lo que ayudó a la verosimilitud de esta y soberano, sino que pretendían que pretensión la ineficiencia, la torpeza, esos políticos salieran de una vez por la falta de imaginación, y también, todos de la escena para que junto con por cierto, la indecencia, de una parte ellos lo hiciera la propia vida política importante de los políticos argentinos del pueblo y en su lugar empezaran a del período que consideramos. Y por reinar sin ninguna restricción el saber supuesto también que no me refiero experto de los economistas o intereses solamente –ya lo dije– al período en el de los grandes grupos empresarios. que gobernó este país el Dr. Menem. Quiero decir: que desde bastante antes Pero más que volver sobre este asunto de que el país estallara a fin de 2001 me interesaba destacar aquí el modo veníamos escuchando una cantidad de en el que a medida que progresaba este muy distintas voces que exigían que se proceso de deterioro social, político y fueran todos. Que se fueran todos, que moral de la Argentina se iban desple- eran unos inútiles o unos corruptos gando simultáneamente, y preparando o unos defensores de intereses parti- su futura superposición y conver- culares que se levantaban, disfrazados gencia, estos dos movimientos de los de derechos adquiridos, para impedir que aquí hemos hablado: el de estruc- la modernización de la sociedad y de turación de un conjunto de grupos, de la economía, o unos anticuados que identidades sociales y políticas muy seguían pensando las cosas con cate- fuertes, que levantaban con cada vez gorías estadocéntricas o populistas o mayor potencia su voz de protesta demagógicas que no se habían ente- frente a las formas tremendas de exclu- rado que había que superar, y que sión a las que los iba conduciendo la además cobraban sueldos altísimos que aplicación inclemente y brutal de un constituían un gasto inaceptable para “modelo” escandaloso, y el de crítica un país en crisis. “Que se vayan todos” de las formas y las instituciones liberales era algo que, en efecto, se venía diciendo con las que la democracia argentina de distintos modos, en la Argentina, había asomado del ciclo de la “tran- desde varios años antes de que se volviera sición”. Ambos movimientos, ambas una consigna que algunos pudieron tendencias, se encontraron, como pretender después, en una cierta coyun- digo, en los meses finales de aquel año tura, avanzada o emancipatoria o aun 2001 que aquí estamos recordando: de izquierda. Y durante todos esos esas dos entonaciones fueron las que

175 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

dominaron las voces que se levantaron ciencia política universitaria, donde muchas veces a lo largo de ese año, y primó una sensación de escándalo y de sobre todo, y con particular fuerza, en miedo ante la evidencia de una forma aquellos días 19 y 20 que cambiarían de participación popular en los asuntos la historia del país. que desbordaba ostensiblemente todos Y que si no tuvieron, ni mientras trans- los canales formales previstos para ella currían ni inmediatamente después y ponía a las instituciones al borde del de haberlo hecho, una interpretación abismo. La ciencia política argentina, unívoca, fue entre otras cosas porque que no adivinó el 2001 porque, como tampoco expresaron la voz monolítica decíamos al principio, estaba mirando de un único sujeto, ni una sola voluntad la política con los lentes equivocados, de cambiar las cosas en una cierta y tampoco fue capaz, ni durante los segura dirección. Diría más: diría que acontecimientos ni después de ellos, si es posible afirmar que el 19 y el 20 de decir nada de especialmente intere- de diciembre de 2001 no son una cosa, sante que nos permitiera entenderlos sino muchas, no es sólo en el sentido un poco mejor. En el mejor de los más general de que nunca un hecho es casos, se limitó a condenar el “espon- uno solo, sino muchos (de que –para taneísmo” de las manifestaciones decirlo con la conocida fórmula nietzs- populares y de las formas de discu- cheana– nunca hay meramente hechos, sión asambleística que florecieron por sino, siempre, interpretaciones), sino todas partes después de los hechos de en el sentido más estricto de que esta diciembre. En el peor, se dedicó a diag- vez esas múltiples interpretaciones, nosticar la crisis de la política justo en el esos múltiples sentidos atribuidos a los momento en que, después de muchos hechos que ocurrían, formaban parte años, algo parecido a una forma fuerte fundamental del hecho mismo. Que lo de política parecía surgir en la Argen- que el 19 y el 20 de diciembre ocurrió tina más acá –por así decir– de unas en la Argentina fue la convergencia de instituciones que hacía tiempo que no un conjunto de impulsos que venían conseguían albergar las novedades que desplegándose, animados por distintas estaban inventando (lejos de ellas y a motivaciones, valores, intereses y veces frente a ellas) importantes y muy también representaciones sobre las cosas, activos sujetos sociales y políticos de sobre la política, y sobre el Estado, sobre la empobrecida sociedad que emergía el trabajo y sobre la propiedad, y que de un cuarto de siglo de políticas de en su encuentro (no diré fortuito ni ajuste y destrucción. casual, pero sí sin duda contingente, En las antípodas de esta interpreta- como lo es todo en el mundo de los ción “politicológica” o “instituciona- hombres) se reforzaron y potenciaron lista”, una interpretación diferente de mutuamente hasta convertir a ese los hechos es la que los consideraba el suceso en el parteaguas histórico como virtuoso y seguro camino a la realiza- el que hoy lo recordamos. ción autónoma de la comunidad, que Entre las distintas interpretaciones por la vía de este movimiento habría que tuvieron los acontecimientos que buscado sacarse de encima el ominoso aquí estamos comentando, una sobre peso de unas instituciones políticas que la que vale la pena decir dos palabras la desnaturalizaban o la corrompían es la que dominó en el campo de la y asumir, contra esas instituciones,

176 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

contra el Estado y los miembros de la se expresan estas cosas en la historia, denostada “clase política”, su propio su deseo de contar con más garantías destino. Pecando por exceso allí donde y respaldos para el ejercicio efectivo la interpretación anterior lo hacía por de esos derechos, con más (y no con defecto, demasiado optimista allí menos) instituciones que les ofrecieran donde la otra era demasiado alarmista, esas garantías y respaldos, con más (y esta manera de pensar las cosas recogía no con menos) Estado. Cuando al año su obvia inspiración de algunas tradi- siguiente de los acontecimientos que ciones del pensamiento anti-institucio- estamos recordando muchos de sus nalista más o menos sofisticadas, entre protagonistas estaban haciendo cola las que se destacaba el neo-spinozismo para recibir las distintas formas de que alimentaba y alimenta la obra ayuda del Estado de autores como Toni Negri o Paolo que el gobierno Todas estas interpretaciones Virno, pero corría el obvio riesgo de p r o v i s i o n a l discordantes dicen algo funda- no resultar fiel a la comprensión que de Eduardo mental sobre esos hechos de sobre los hechos que se buscaba inter- Duhalde, con diciembre de 2001 que estamos pretar tenían los propios actores que buen criterio, recordando, porque esos los protagonizaban. Quiero decir: que puso a disposición hechos, protagonizados por parecía y parece por lo menos abusivo de las víctimas sujetos heterogéneos que no pretender que los sujetos que prota- más desampa- estaban ahí representando de gonizaron los hechos colectivos que radas de la crisis, consuno un libreto acordado estamos recordando –y que habían algunos intré- previamente, sino trayendo al forjado su propia comprensión de pidos portavoces corazón de la alborotada escena los procesos históricos en distintas y de esta inter- nacional diferentes expecta- variadas tradiciones del pensamiento pretación que tivas, pretensiones y necesi- político argentino– hayan constituido ahora comento dades, no pueden tampoco una variante criolla de alguna forma se apuraron a pretender tener una sola inter- de esa multitudo imaginariamente hablar de no sé pretación posible y verdadera. impulsada por alguna misteriosa qué “traición” pulsión antiestatalista y en busca de de esos pobres ciudadanos argentinos una autonomía que no formaba parte al presunto espíritu antiestatal que del discurso de mucho más que un habría animado sus acciones de unos bastante reducido número de ellos. meses antes. Tal vez todo eso estaba Al contrario, mucho más razonable mal: tal vez estaba tan mal hablar de parece suponer que por lo menos una esa presunta traición que ahora se parte importante de los integrantes de condenaba como haber diagnosticado esas multitudes argentinas movilizadas ese espíritu de condena del Estado en diciembre del 2001, lo mismo que que parecía formar parte más de los antes y después que eso, en busca de prejuicios teóricos de los intérpretes la satisfacción de algunas necesidades que de las convicciones profundas de y derechos fundamentales de los que la mayoría de los interpretados. tenían sobrados motivos para sentirse Pero debemos, lo digo una vez más, no despojados, estaban expresando con apurarnos tampoco a suponer que esos esta forma de manifestación, del protagonistas de los hechos que estas modo siempre equívoco y nunca distintas interpretaciones buscaban transparente ni autoevidente con que explicar eran más homogéneos de lo

177 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

que en efecto eran. Veníamos desta- Ni tanto ni tan poco, podríamos cando que durante los años que prece- decir, si quisiéramos buscar algún juste dieron a la crisis no sólo asistimos en milieu entre estas interpretaciones tan el país a la organización de diferentes ostensiblemente discordantes. Pero grupos de sujetos de distintas necesi- no queremos. Porque lo que, por el dades, a veces muy apremiantes, sino contrario, estamos tratando de decir también a la generalización de un es que todas estas interpretaciones clima anti-político, de una serie de discordantes dicen algo fundamental ideas anti-políticas, de fuerte predica- sobre esos hechos de diciembre de mento en numerosos sectores medios y 2001 que estamos recordando, porque altos cuyas demandas y exigencias sólo esos hechos, protagonizados por muy casualmente vinieron –en una sujetos heterogéneos que no estaban coyuntura, por lo demás, muy preci- ahí representando de consuno un samente circunscripta en el tiempo– a libreto acordado previamente, sino converger con las de aquellos sectores trayendo al corazón de la alborotada más necesitados, pero no podrían en escena nacional diferentes expecta- ningún caso confundirse con ellas. Y tivas, pretensiones y necesidades, no habría ahora que decir que ese clima pueden tampoco pretender tener una anti-político –digamos– “de derecha” sola interpretación posible y verdadera. estuvo lejos de ser un componente En efecto: hay diversas y muy opuestas menor o marginal dentro del conjunto interpretaciones posibles de los hechos de las representaciones que dominaron de diciembre de ese año 2001, por lo la escena de la crisis de diciembre de mismo que hay contenidas en el corazón aquel año 2001. Me viene ahora a embrollado de esos hechos distintas y la memoria, en ese sentido, el muy también muy contrapuestas líneas de provocador libro fuerza o posibilidades, algunas de las Si hubiera que resumir en que bajo el título cuales (y uso con toda intención este trazos muy gruesos en qué de Notas sobre plural) vinieron después, de acuerdo consistió la novedad del kirch- la barbarie y la al devenir que tuvieron las cosas que nerismo, sería posible sostener esperanza publicó siguieron, a realizarse en la historia que esa novedad puede encon- sobre el asunto, efectiva del país. Así, por ejemplo, trarse en el modo novedoso en no mucho cuando se decía que Néstor Kirchner que el kichnerismo articuló tiempo después, era un hijo del 2001, sin duda se decía estos tres principios: la reivin- Ricardo Forster, algo verdadero: Kirchner había sabido dicación de la política, de la quien con mucha recoger más de un elemento (me idea de derechos y del Estado. convicción ponía tienta escribir: los mejores elementos) a todo aquel esta- del enmarañado espíritu que había llido de diciembre bajo el signo de animado a aquellas jornadas tan un espíritu cuasi-golpista que habría dramáticas. ¿Pero cómo no reconocer tenido, para él, menos vínculos con que también resuenan ecos de algunos ninguna tradición emancipatoria otros elementos (los peores, diría yo: más o menos recuperable que con la los más pobres, los menos altruistas) proverbial hostilidad hacia la demo- de los que habitaron el clima de esos cracia, la política y los políticos, de días en el discurso (tosco, simplón, las fácilmente indignables derechas chatamente anti-político, tan parecido argentinas. al que Forster reconocía dominando

178 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

el espíritu de aquel fin de 2001) del secuelas, frutos. Como decía David hoy triunfante, en la misma ciudad que Viñas: flecos. El kirchnerismo es sin hace diez años fue escenario de aque- duda uno de ellos; el macrismo, otro. llas jornadas, equipo de campaña y de Antes un final terrible que un terror sin gobierno de Mauricio Macri? fin. También esta pulsión, esta voca- No nos apuremos pues a decretar ción sorda pero no por ello menos aquí una ruptura, cuando puede ser difundida, esta preocupación por el que lo que haya sea una continuidad orden después de la anarquía, fue un profunda. Hay continuidad, en efecto, componente importante del clima y no ruptura, entre el clima anti-polí- espiritual de la Argentina en las horas tico de diciembre de 2001 y el clima y los días que siguieron al momento anti-político del macrismo gobernante mismo del estallido de diciembre. y triunfante y nuevamente gobernante En efecto, de diciembre la Argentina en Buenos Aires en este 2011 en que emergió –me parece posible sostener– escribimos: este último es un hijo legí- con una doble ansiedad, con una doble timo (no el único, pero ciertamente preocupación: la preocupación por uno de los hijos legítimos) de esas cómo podían atenderse las demandas jornadas tan poco homogéneas y tan más urgentes de los sectores que difíciles, por eso mismo, de pensar. habían expresado su descontento y su Pero también hay continuidad, y no furia en esos días, y la preocupación ruptura, entre los elementos más recu- por cómo podía volverse a poner sobre perables, más democráticos, del clima sus carriles, sin mayores conmociones, de ideas de esos días argentinos de hace la vida colectiva. El Dr. Edualdo una década y muchos de los que habitan Duhalde, viejo conservador popular hoy las mejores y más renovadas formas curtido en las destrezas del manejo Diciembre 2001 de pensar la política, los derechos y la ciudadanía. Y si ambas cosas son posibles, y si varias otras más lo son también, es porque el 2011, como todos los momentos de la historia, no es un episodio cerrado y que contenga en sí mismo, como una cápsula, un solo sentido y una sola posibilidad, sino un nudo hecho de muchos hilos diferentes y lleno por lo tanto de también muy diferentes posibili- dades. La historia argentina posterior a 2001 es la historia que se construyó jalando de uno u otro, de unos u otros, de esos muchos hilos confundidos y anudados. La historia, más en general, es la que se construye jalando siempre de unos u otros de los diferentes hilos que se anudan en los distintos puntos del pasado. El 2001 pudo haber tenido, y tuvo, distintas derivas,

179 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

asistencial del aparato del Estado, misma coyuntura, es en cambio un leyó bien esa coyuntura tan difícil, y poco diferente. Porque el mérito no fue uno de los méritos menores indudable del modo en que Kirchner de su gobierno el haber logrado –a leyó la difícil encrucijada histórica través de un conjunto de medidas no en la que le tocó operar consiste en por elementales y meramente lenitivas la sagacidad con que el ex gober- menos necesarias ni menos reclamadas– nador de Santa Cruz percibió que atender al mismo tiempo las demandas no se trataba apenas de hacerse eco de satisfacción de del reclamo “antipolítico” y de la A diez años de aquella conmo- algunas de las demanda de orden que aparecía en la ción de 2001 que acá hemos necesidades más superficie agitada de esos días, sino de estado recordando, parece urgentes de los invertir, incluso actuando contra las conveniente insistir en la nece- sectores que se formas más triviales de ese reclamo sidad de seguir discutiendo habían movili- antipolítico y contra las expresiones contra las dimensiones más zado a fin de 2001 más conservadoras de esa demanda ostensibles, más mezquinas y y la demanda de orden, un conjunto de represen- también más perdurables de de orden que taciones que la ideología dominante ese movimiento, y también en surgía con fuerza durante el largo ciclo político ante- la necesidad de seguir soste- del seno de esa rior había instalado en el corazón niendo que no es sólo en el misma sociedad del sentido común de los argentinos. plano de los beneficios mate- convulsionada. Que no se trataba apenas de tratar riales inmediatos, sino en el de En ese sentido, es de atender, de manera paliativa, la dignificación de la vida indi- posible decir que un conjunto de necesidades, sino de vidual y colectiva, que tiene Duhalde repre- instalar la idea de que los ciudadanos sentido abrazar una alternativa senta también, tenían derechos que debían ser garanti- diferente a la de ese qualun- a su manera, zados. Que no se trataba de alimentar quismo que no ha dejado de uno de los rostros las formas más banales de la ideología asediarnos y que cada tanto posibles de lo que antiestatalista de los 80 liberales y nos da un susto: la de perse- se expresaba en los 90 neo-liberales, sino de volver verar, contra tanta frivolidad las jornadas de a poner en el centro de la escena, y tanta tontería, en el tipo de diciembre, no el como expresión de la voluntad de imaginación, de actividad y de más interesante ni las mayorías y como garante de esos conversación que hace vein- el más renovador, derechos que se trataba de garantizar, ticinco siglos empezó a desig- por cierto, pero sí al Estado. Y que no se trataba, desde narse, en Occidente, con el quizás uno de los luego, de difamar la actividad política nombre de política. más ostensibles o como sinónimo de corrupción, de evidentes: el que banalidad o de pérdida de tiempo o surgía de tirar, de esa maraña confusa de recursos o de lo que fuera, sino, de pulsiones que habían sido –si se me al contrario, de reivindicar esa acti- permite insistir con la metáfora– esas vidad como el ineludible motor de jornadas, los hilos que aparecían de las transformaciones que era nece- manera más visible en la superficie. sario producir. Quizás, si hubiera que El modo en que el gobierno poste- resumir en trazos muy gruesos en qué rior de Néstor Kirchner, en cambio, consistió la novedad del kirchnerismo, fue también –como se dijo y como sería posible sostener que esa novedad ya dijimos– hijo o tributario de esa puede encontrarse en el modo nove-

180 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

doso en que el kichnerismo articuló que tengamos ocasión de conocer qué estos tres principios: la reivindicación piensan de ellos (de esos derechos y de de la política, de la idea de derechos esos ciudadanos) unos cuantos miles y del Estado. de automovilistas argentinos; basta Así, el kirchnerismo expresa también, a con que el gobierno intente cobrar un su manera (una manera más elaborada, poco más de impuestos a los ricos más menos evidente, más original), otro de ricos del país para que no sólo ellos, los rostros, otro de los varios rostros que sino también vastos sectores de las tuvo el movimiento de fin de 2001 que clases medias, incontables periodistas hoy recordamos, otra de las posibili- de la televisión y de los diarios y una dades que estaban alojadas en su seno cantidad de ciudadanos insospecha- y que la imaginación y la audacia con bles de compartir con esos ricos más las que Kirchner se atrevió a operar ricos del país ningún interés material en medio de la crisis tan aguda en la objetivo empiecen a batir el parche que comenzó su acción de gobierno una vez más con el cuento de la vora- supo hacer emerger en medio de otras cidad fiscalista del Estado. posibilidades más evidentes y menos En segundo lugar, porque no debe- osadas, a las que no les habían faltado, ríamos sobrevalorar la capacidad que por cierto, en el año y medio poste- pueda tener la ostensible recuperación rior a los acontecimientos, voceros de la economía para dar por tierra con particularmente entusiastas. Diez años los núcleos ideológicos más duros del después, el escenario es sin duda dife- tipo de pensamiento antipolítico que rente. Es evidente que la Argentina se trata, hoy como hace diez años, de no sólo ha dejado atrás la situación de discutir y de combatir. Y que si hace tremenda crisis económica y social de diez años se expresó, en una coyuntura aquellos meses, sino que exhibe hoy económica tan difícil que llegó a afectar los resultados de algunos de esos otros los intereses de sectores bastante acomo- cambios –digamos: “culturales”– a dados de la sociedad, bajo la forma de los que me refería: la generalización una expresión colectiva de indignación de la idea de que existe un conjunto y furia, hoy elige cada tanto volver a expre- de derechos fundamentales de los sarse, en una coyuntura económica que, ciudadanos que es inaceptable que no por lo menos para esos mismos sectores, sean respetados, la valoración menos es de indudable prosperidad e incluso de condenatoria de la actividad política abundancia, bajo la forma de una expre- y de la acción de las instituciones del sión colectiva de alegría banal, de pura Estado. Pero no deberíamos dejar de celebración del presente, de satisfacción estar alertas, y esto –ya para terminar– porque –como decía el eslogan publici- por al menos dos motivos. En primer tario de la campaña reeleccionista del lugar, porque estos cambios están lejos jefe de gobierno porteño– “vamos bien”, de ser definitivos, y más lejos aún de de pum para arriba y de globos amari- ser universales: basta con que un grupo llos. Las ideologías existen, y al pensa- de ciudadanos corte un día una calle miento de las clases medias consumistas en demanda de alguno de esos dere- de los grandes centros urbanos del país chos que hoy tendemos a pensar que le resulta perfectamente indiferente lo gozan de mayor consideración que la que cualquier análisis sereno de lo que que tenían cierto tiempo atrás para pasó en este país en la última década

181 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

no puede dejar de percibir, a saber, que Justo por eso es que es tan impor- si esas mismas clases medias están hoy tante que el gobierno nacional, al consumiendo como nunca es exacta- mismo tiempo que va recogiendo los mente porque el programa económico resultados de una política económica del gobierno que lo ha permitido, y que que ya nadie con dos dedos de frente ellas deploran, está en las antípodas del deja de reconocer como acertada, se pensamiento contrario a la política, al empeñe en construir (como notoria Estado y al reconocimiento de cualquier y exitosamente viene haciendo) lo derecho diferente de los propios que que la presidenta de la nación suele sigue siendo, y que posiblemente siga llamar un relato, una narración de siendo por mucho tiempo más, el de esta historia que estamos recorriendo estas clases medias, y el de varios otros que dé a esos resultados un sentido sectores sociales hoy claramente benefi- diferente al de su pura y desnuda ciados por la acción de un gobierno al verificación empírica. Porque en esta que desprecian y a cuya mejor compren- sociedad existe todavía una cantidad sión de las cosas deben, sin embargo, nada despreciable de sujetos (una estar hoy tan lejos de la situación en cantidad de sujetos que en la ciudad que se encontraban, haciendo sonar sus que hizo “el 19/20”, sin ir más lejos, Diciembre 2001 cacerolas, diez años atrás. sigue siendo mayoría) que es fuerte-

182 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

mente resistente a la idea de admitir en la necesidad de seguir sosteniendo que los beneficios de su posición que no es sólo en el plano de los bene- deban algo a la acción de ningún ficios materiales inmediatos, sino en equipo de gobierno, porque a los el de la dignificación de la vida indi- miembros de cualquier equipo de vidual y colectiva, que tiene sentido gobierno los considera una manga abrazar una alternativa diferente a la de parásitos que viven del trabajo de de ese qualunquismo que no ha dejado los otros, y porque a esos beneficios de asediarnos y que cada tanto nos de su posición los juzga tan eternos da un susto: la de perseverar, contra como al agua y el aire. Por eso, a diez tanta frivolidad y tanta tontería, en el años de aquella conmoción de 2001 tipo de imaginación, de actividad y que acá hemos estado recordando, de conversación que hace veinticinco parece conveniente insistir en la nece- siglos empezó a designarse, en Occi- sidad de seguir discutiendo contra las dente, con el nombre de política, y que dimensiones más ostensibles, más hoy parece tener, como constatamos mezquinas y también más perdura- con alegría y con entusiasmo, una bles de ese movimiento, y también nueva oportunidad entre nosotros.

183 184

“Las tensiones creativas de nuestro proceso revolucionario”(*) Por Álvaro García Linera

La experiencia política boliviana es muy singular. No sólo por sus características históricas, sino por las profundas marcas que produjo en esta década. Originalidad que puede rastrearse en el proceso que va de la asunción del primer presidente indí- gena, hasta el ensayo de nuevas formas jurídico- institucionales que reconocieron los diversos modos de vida (las lenguas, las formas organiza- tivas de justicia, de producción comunitaria y la relación con la naturaleza) como la base misma del Estado Plurinacional. Bolivia está en el corazón de los proyectos populares del continente, tanto por las dificultades que tuvo que enfrentar, como por la hendidura que produjeron sus luchas y por el espesor de los problemas que plantea. Álvaro García Linera ofreció una conferencia en la Biblioteca Nacional en mayo de 2011. En su hablar pausado y metódico, historiza el proceso boliviano y plantea los puntos centrales de la relación, por momentos virtuosa, por momentos tensa y también contradictoria, con los movi- mientos sociales, artífices de las luchas que dieron origen al Estado Plurinacional, y protagonistas centrales de la escena actual boliviana. No es frecuente escuchar a un político, formado en diversas tradiciones insurgentes y con las biblio- grafías de una destacada biografía académica, exponer con tanto rigor y claridad, más allá de las controversias que sus apreciaciones puedan generar, los desafíos y dilemas por venir. LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Muy buenas noches a todos ustedes. llegando del avión nos fuimos a unas Quiero agradecer enormemente la entrevistas con los medios y la principal paciencia que han tenido al esperarme. pregunta o preocupación que me tras- Estábamos en una reunión con la lucían los periodistas –algunos amigos, presidenta Cristina y lamentablemente otros no tanto– era “¿Qué está pasando tuvimos que atrasarnos un poco, pero en Bolivia? Nos hemos enterado que espero que entiendan que fue un día hubo una huelga de la COB, que muy agitado. No hemos almorzado hubo un paro en diciembre, ¿qué está todavía, en un rato tendremos la cena sucediendo?”. Pues quisiera brindar pero será ya en el avión. Ha sido un elementos para explicar lo que está viaje muy intenso y yo me siento pasando hoy en Bolivia, lo que estamos muy agradecido. En general no viajo haciendo, lo queremos hacer. Para ello mucho, me quedo más en el país. voy a intentar hacer una muy breve Ahora estamos cumpliendo con el recapitulación de lo que ha sucedido en compromiso de dialogar y conversar los últimos diez con ustedes sobre Bolivia. años. Y luego voy En 1825, la primera constitu- Les cuento algo: estábamos esperando a concentrarme ción, propuesta por el liber- a la Presidenta y le pregunté a la emba- en este año y tador Bolívar, diferenciaba jadora qué hacía ella cuando murió medio, donde se entre “bolivianos” y “ciuda- el Che. Yo recuerdo que mi madre han develado otro danos”. Bolivianos eran todos, nos mostró a los niños –tenía en ese tipo de tensiones y pero ciudadanos con derecho a entonces cuatro o cinco años– el perió- contradicciones. votar o ser votados, eran sólo las dico Presencia. No sabíamos leer pero Ustedes saben que personas que tenían propiedad, nos mostró la fotografía del rostro del Bolivia es el país sabían hablar castellano y Che. Y yo quedé impactado, porque con mayor diver- tenían un ingreso económico. era un rostro muy sufrido. Aquí la sidad cultural embajadora había estado ya en esos que tiene el continente. Hoy por hoy, tiempos conspirando (risas y aplausos). Bolivia y Guatemala son los países que Ella ya estaba metida con la gente del tienen la mayor presencia de pueblos ELN y de los que luego formarían indígenas en la composición de su la otra guerrilla, la de Ñancahuazú. sociedad. Según el último Censo, los Tenía diecisiete o dieciocho años y yo pueblos indígenas conforman el 66% viendo la foto del Che con mi madre, del total de los bolivianos. Tanto en el mientras ella preparaba la siguiente campo como en la ciudad. Menciono oleada. Eso me enteré ahora, no ese primer dato porque nos permite conocía esa historia embajadora, me ubicar, no sólo la fuerza que expresa siento muy honrado de acompañarla a el presidente Evo, el movimiento de usted. Como también me siento muy organizaciones campesinas e indígenas, honrado con la presencia aquí de las sino también la problemática, la temá- Madres de Plaza de Mayo, que son la tica, la fisura y la deuda fundamental conciencia moral del mundo y nues- de nuestra sociedad boliviana. tros angelitos que nos cuidan. Muchas Desde que Bolivia “nació” a la vida gracias por acompañarnos y por darnos republicana siempre fue un país de esta fuerza. (Aplausos) mayorías indígenas, pero estas mayo- Quiero platicarles a ustedes lo que rías nunca fueron reconocidas como viene sucediendo en Bolivia. Hoy día, sujetos ciudadanos. En 1825, cuando

185 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

se funda la república, la primera cons- ción social de las comunidades indí- titución –propuesta por el libertador genas. Aymaras, quechuas, guaraníes y Bolívar y luego modificada al año otras 36 naciones indígenas, naciones- siguiente– diferenciaba entre “boli- pueblo que hay en mi país. vianos” y “ciudadanos”. Bolivianos eran Esta esquizofrenia estatal de un todos, pero ciudadanos con derecho a Estado que se cree moderno, blanco, votar o ser votado y ser autoridad, eran mestizo, castellano-parlante y propie- sólo las personas que tenían propiedad tario, chocaba –desde 1825 hasta personal, sabían hablar castellano y hace 5 años– con una sociedad plural, tenían un ingreso económica y culturalmente. Pueblos Este régimen de desconoci- económico. Es indígenas, comunidades indígenas, miento de la mayoría indí- decir, los “ciuda- propiedad comunitaria del agua, de la gena en Bolivia no se modificó danos” eran el tierra, de los bosques; hábitos, cultura, con la revolución de 1952 5% de los boli- tradiciones, héroes, memoria, historia. cuando los obreros insurrectos vianos. El 95% Nada era reconocido por la narrativa llegaron al gobierno y lo obli- restante eran estatal, por el orden simbólico e insti- garon a impulsar una serie indios, campe- tucional del Estado y su distribución de reformas. Fueron grandes sinos, indígenas; de recursos. Un Estado aparente que transformaciones, pero conti- ellos no eran reco- agrupaba las ideas, las visiones, los nuaron con este proceso de nocidos como proyectos y la civilización de unos desconocimiento de las identi- ciudadanos. Igual pocos; y una sociedad real, compuesta dades nacionales indígenas. situación con las por una pluralidad de grupos y pueblos mujeres, fueran indígenas desconocida, maltratada y indígenas o mestizas: ellas tampoco discriminada social y estatalmente. tenían derechos. Estaban bajo la Este es el primer eje que explica la patria potestad del varón al momento emergencia del presidente Evo, un de heredar tierras, tener casas o ser campesino aymara, un indígena propietarias de algo. nacido en choza con techo de paja, que Este régimen de desconocimiento de aprendió a leer aquí en la Argentina, la mayoría indígena en Bolivia no se como emigrante temporal. Fue a una modificó sustancialmente con la revo- escuelita donde le enseñaban en caste- lución de 1952 cuando los obreros, llano y al ser él aymara no entendía lo insurrectos, llegaron al gobierno (del que le decían. En su comunidad sola- MNR) y lo obligaron a impulsar una mente se hablaba aymara. Esta historia serie de reformas: distribución de del presidente es también la historia tierras, nacionalización de las minas de miles o de millones de indígenas y reforma educativa. Fueron grandes del país. Fueron los que sustentaron transformaciones, pero continuaron esta lucha permanente, este asedio con este proceso de desconocimiento de la sociedad al Estado. Un Estado de las identidades nacionales indí- aparente, enfrentado a un mundo genas. Se reconocía el derecho a la social al que desconocía, aborrecía y educación, pero en idioma castellano. despreciaba; y una sociedad peleando Se reconocía el derecho a la propiedad con un Estado del que no recibía nada, de la tierra al pequeño productor, pero pero que le exigía todo: tributo, trabajo no a la propiedad comunitaria, que era personal. Hasta hace poco nos acordá- la fuente de la vida y de la organiza- bamos con el presidente Evo que en

186 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

mi país las comunidades campesinas, 1823 serán elites mestizas, que ante la como una especie de herencia del presencia de los ejércitos libertadores, mitanaje colonial, tenían que trabajar se darán la vuelta, se cambiarán de gratuitamente para hacer caminos chaqueta y asumirán la conducción de vecinales. Se llamaba “prestación la nueva república. vial” y eran entregados certificados de La segunda oleada de emergencia e trabajo gratuitos. Los campesinos eran insurgencia indígena será a fines del objetos de extorsión por parte de los siglo XIX encabezada por un caudillo policías, jueces, o cualquier persona. aymara llamado Willca Zárate que Y eso era solamente para indios. No también propondrá un tipo de federa- estoy hablando del siglo XIX, estoy lismo entre indígenas y mestizos. Será hablando de 1985, año en el que aún traicionado por sus amigos mestizos, estaba vigente esta llamada “presta- encarcelado y asesinado. ción vial” que era una especie de eco La tercera oleada de emergencia del mitanaje y el pongueaje del siglo del movimiento indígena es la que XVI o XVII. vivimos en los años setenta, con la Esta es una de las primeras fisuras que aparición de las corrientes indianistas ha caracterizado a la sociedad boli- y kataristas, que se plantean nueva- viana. Un estado monocultural; un mente la temática de la identidad de solo idioma, una sola cultura, una los pueblos indígenas. Dicen: “está sola identidad. Y en esta tensión, esta bien, tenemos tierras, nos llaman fisura, este abismo, buena parte de la campesinos, pero en primer lugar energía de los bolivianos se ha desgas- somos aymaras, quechuas, guaraníes. tado a lo largo de los siglos. A partir Tenemos historia, idioma, tradición. de ello es que recurrentemente Bolivia Y lo que queremos no es que se vayan ha vivido oleadas de ascenso social. los mestizos, sino que nos reconozcan Tupak Katari representa una primera como ciudadanos de primera cate- oleada de ese ascenso indígena. El suyo goría. Que como indios podamos ser fue el primer grito libertario de indí- autoridades, que podamos ir al colegio genas que se proponen construir una y a la universidad, que seamos partí- patria de indios. Primero la alianza cipes de esta sociedad pluricultural”. con los mestizos contra los españoles, El presidente Evo es el momento luego los mestizos se dan la vuelta y cumbre de esta oleada que se inicia quedaron solamente los indígenas en los años setenta, en un ámbito esperando que los españoles se vayan a político, discursivo, literario, artís- su país. Los indígenas llegaron a plan- tico, musical, religioso y luego polí- tear un tipo de federalismo, hablaron tico sindical. Acaso él sea heredero de una “comunidad de blancos”, en de estas tres oleadas de insurgencia un intento de construir una convi- indígena que le reclaman al Estado vencia entre indígenas y mestizos en igualdad. Igualdad sin perder iden- una sociedad descolonizada en 1871. tidad. Somos todos bolivianos, pero Cuando se da la formación del Estado soy aymara-boliviano, quechua-boli- boliviano las elites, la inteligencia indí- viano, guaraní-boliviano. Identidad gena había sido asesinada, ahorcada, cultural, identidad nacional. degollada, desterrada. Y entonces, El presidente Evo y nuestro proceso quienes asumieron el liderazgo en político de los últimos diez años, recoge

187 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

toda esta deuda y esta fisura histórica los recursos y llevaba consigo los de desencuentro entre sociedad y regalos y el bienestar, letrado o no Estado. Estado monocultural, sociedad letrado, militar o civil, y el resto de las pluricultural. En el fondo, lo que el regiones del país quedaban al margen presidente condujo fue la búsqueda de la presencia de ese Estado. para suturar este abismo. El concepto De modo que la demanda de descon- de estado plurinacional es la salida, centrar el poder es una demanda construida desde los sectores sociales democrática, es una demanda de subalternos. El reencuentro del Estado mayor participación de la sociedad con la sociedad. en la toma de decisiones, en el uso Un segundo eje de conflicti- Bolivia: un solo de recursos, en el nombramiento de vidad antagónica que se dio Estado, muchas autoridades. Se debatió en 1860 en el en el país es la desconcentra- naciones-pueblo. Congreso Nacional y por un voto no ción territorial del poder del Éste es un primer nos volvimos estado federal. Volvió a Estado. El debate sobre federa- eje de tensión, renacer en el debate por la capitalía y lismo y autonomía se remonta de conflicto, de la emergencia de la insurgencia indí- a los años sesenta del siglo XIX, demanda histó- gena aymara: Zárate Willca propuso porque hasta entonces el Estado rica que explica un tipo de cuasi-federalismo, pero de era el gobierno y el gobierno era la emergencia del base étnica cultural. Volvió a renacer el caudillo en su caballo. presidente y de en los años cincuenta, después de la las rebeliones de revolución del 52, en torno a cómo la última década. La reivindicación de se usan las regalías y los impuestos la igualdad de los más discriminados, al petróleo. Y volvió a nacer una los olvidados, de los considerados vez más en los últimos veinte años, primero como no-humanos, luego después de la reconquista de la como semi-humanos, y finalmente democracia, las demandas regionales menores de edad. de mayor participación, mejor distri- Un segundo eje de conflictividad bución del presupuesto y elección antagónica que se dio en el país –no de autoridades a nivel región. Ésta recientemente, sino que viene siendo segunda temática compleja, compli- arrastrado desde hace 150 años– es la cada, no fácilmente resuelta por los desconcentración territorial del poder países, la arrastramos desde hace 170 del Estado. En Argentina le han dado años atrás y también converge en la la forma de estado federal, lo cual es conflictividad del siglo XXI. una forma de desconcentrar terri- Por una parte tenemos entonces torialmente el poder. En Bolivia, el la temática indígena, el tema de la debate sobre el federalismo y la auto- igualdad y la plurinacionalidad de la nomía es una vieja discusión que se sociedad en el Estado; converge con remonta a los años sesenta del siglo ella la temática de la demanda auto- XIX, cuando también se debatió la nómica de distribución territorial del idea de articular un estado federal. poder; y por si fuera poco, conver- Porque hasta entonces el Estado era el gerá en el mismo momento histórico gobierno y el gobierno era el caudillo otra temática, que es la demanda en su caballo. Por eso el gobierno de industrialización. Bolivia es un existía allí donde se desplazara el país que desde 1555, cuando llega el caudillo y su corte, que concentraba Virrey Toledo, se convierte en un país

188 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

primario-exportador, es decir expor- hemos expulsado de Bolivia por entro- tador de materia prima. La plata del metidos… Él me preguntaba “¿Por Cerro Rico –que ya se está por caer qué son un país tan conflictivo”. Y yo y sigue todavía dando plata, es una le decía: “Ustedes hace 150 años han cascarita nomás pero creo que seguirá tenido el mismo problema, cuando se dando plata unos 100 años más–, luego daba el debate sobre el federalismo, el el guano antes de la guerra con Chile, unionismo y la confederación. Hubo luego la quina y la goma en el Oriente, una guerra civil donde murieron luego el estaño, luego el zinc, ahora el más de 300.000 norteamericanos, se gas, mañana el litio. Somos un país agarraron a balas pero abordaron el que ha forjado su economía maltrecha mismo tema: si era una confederación en torno a la exportación de materias o una federación. Y optaron por el primas. La exigencia de industrializa- federalismo. En Bolivia ahora estamos ción es una demanda popular, parte queriendo debatir los mismos temas, del sentido común y la identidad del pero sin matarnos. Ustedes, aún pueblo. La conversión de la materia sin tomar en cuenta que en Bolivia prima en materia laborada, en su fase los indígenas son mayoría, tuvieron primaria y secundaria. No en vano en también el mismo problema con el 2003, cuando los alteños pedían que se tema de los derechos civiles: hasta los fuera Sánchez de Lozada y eran asesi- años sesenta las personas de color negro nados, su consigna era “industrializar no podían entrar a los mismos locales el gas”. La demanda industrialista de que las personas de tez blanca, ni a una economía no meramente produc- los mismos colegios, ni a los mismos tora de materia prima, que sea capaz cines, ni a los mismos buses o univer- de articular en torno a ella otras estruc- sidades. Han matado a Martin Luther turas productivas artesanales, agrarias, King, han masacrado a tantas personas, campesinas, de pequeños industriales, ha habido una guerrilla urbana (los es otra de las grandes deudas históricas Panteras Negras). Aquí estamos inten- que arrastraba nuestro país. tando construir la misma igualdad, El siglo XXI se abre para Bolivia como pero teniendo en cuenta a una mayoría el momento en que convergen en el negada, no a una minoría. Y queremos tiempo, en el espacio, en el debate hacerlo democráticamente, sin matar político y en la demanda de la gente, a líderes indígenas, sin magnicidios. Y tres temáticas centenarias: la igualdad lo mismo su Estado de Bienestar, que de pueblos, la desconcentración del han construido en los Estados Unidos poder y la industrialización de las desde los años treinta a los sesenta, materias primas, que es en el fondo el pasó previamente por grandes huelgas, modo de desarrollo de la economía. movilizaciones que dieron lugar a la En algunos países estas temáticas han fuerza de los sindicados y a la distri- podido ser resueltas democráticamente bución del excedente económico. Pues y en otros violentamente. Alguna vez en Estados Unidos los tres temas se comenté, estando aquí en Argentina, han dado en una distancia de 150 años cuando me invitaron a la Universidad, y los han podido resolver: primero la que hablamos de esto con el emba- desconcentración, estado de bienestar, jador norteamericano antes de que lo y luego derechos civiles. En Bolivia los expulsáramos de Bolivia, porque los tres temas se han concentrado en un

189 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

mismo instante y hay que buscar resol- del empate catastrófico; la tercera verlos de una vez. Entonces el presi- etapa, el momento de la sustitución de dente Evo, y el movimiento que está las élites de gobierno; la cuarta etapa detrás de él, tienen el valor histórico de sería el punto de bifurcación; y la asumir en sus espaldas esas tres grandes quinta etapa, actual, sería la de contra- fisuras estructurales de la sociedad dicciones al seno del pueblo, para usar boliviana, estos tres grandes abismos una terminología maoísta. de la conforma- La primera etapa es cuando todas No ha sido fácil cabalgar seme- ción del Estado estas tensiones comienzan a generar jante potro. No ha sido fácil boliviano. La al interior de lo popular, de lo indí- asumir semejante confluencia idea del Estado gena, una voluntad de cohesión. Las de conflictividad antagónica, plurinacional, del clases dominantes dominan porque las en un momento dado, en un Estado autonó- clases subalternas y mayoritarias están instante concentrado. mico, del Estado divididas y fraccionadas. Cuando las comunitario, es clases subalternas, por algún motivo… la respuesta construida desde las clases no hay determinismos acá, no siempre subalternas, desde los movimientos la mayor carencia económica genera sociales a estas tres grandes deudas que mayor cohesión, a veces la mayor arrastramos desde hace más de 180 carencia económica genera mayor frag- años. No ha sido fácil cabalgar seme- mentación y subordinación. Es una jante potro. No ha sido fácil asumir combinación de circunstancias muy semejante confluencia de conflicti- especiales, de personas, estructuras, vidad antagónica en un momento oportunidades, debilidades y fisuras dado, en un instante concentrado. al interior del bloque dominante, que Porque al concentrarse tal conflicti- permiten que emerja, por esas rendijas vidad se han dado tendencias centrí- abiertas, fuerzas cohesionadoras de la fugas, muy intensas y muy diversas. sociedad. Y eso es lo que comenzó a Pues esto es lo que antecede a estos suceder en el 2000, después de casi 20 diez años. Estos últimos diez años son años de predominio neoliberal, élites el momento de la confluencia histó- neoliberales que habían difundido en la rica, territorial y social de tres temá- sociedad boliviana una ideología triun- ticas complicadísimas e irresueltas fante: la globalización es imparable, la en nuestra vida política, que ahora la privatización es necesaria, el Estado es sociedad se plantea como debate y se inepto e inservible, todos tenemos que propone resolver. convertirnos en empresarios, blancos ¿Qué es lo que ha pasado en estos y rubios que hablamos inglés. Ese últimos diez años? Voy a hablarles será el ideologema dominante en la desde el año 2000 hasta el 2011. sociedad boliviana, en las altas clases Podemos proponer una periodización medias y en parte de las clases popu- de esta época revolucionaria en cinco lares. Pero llega un momento en que, etapas, siendo la última la actual. alrededor de una temática muy espe- Algunas veces hemos escrito sobre cial y muy boliviana, la privatización estas etapas, ahora yo quiero recapi- de los recursos públicos no estatales, tular brevemente. La primera etapa va a haber un giro histórico. Entre sería el develamiento de la crisis de los años 1985 y 2000, los gobiernos Estado; la segunda etapa, el momento neoliberales habían implementado

190 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

una política sistemática e imparable de para que llegue absolutamente a cada privatización de recursos públicos esta- una de las parcelas, de las zonas. Eso es tales: se privatizan las minas, el gas, el lo que quieren privatizar y ese va a ser petróleo, la electricidad, la línea aérea, el mecanismo que hará una especie de las telecomunicaciones, los hornos de llamado general. Sartre hablaba de un fundición, se privatiza absolutamente peligro de muerte como el momento todo, hasta la leche, la cerveza y faltó decisivo que puede dar lugar a que el aire. Pero en el año 2000 los sectores se fusionen las voluntades. La priva- dominantes toman una decisión que tización del recurso del agua para las les va a costar su existencia histórica: comunidades indígenas va a ser ese se lanzan a privatizar el recurso del peligro de muerte, que va a permitir agua. ¿Y qué tiene el recurso del agua? que se articule primero en las zonas El agua es fundamentalmente hoy en agrarias indígenas una voluntad de Bolivia un recurso público no estatal, resistencia, que tendrá su réplica en las un recurso público comunitario. ciudades con los vecinos, los regantes, Cuando se lanzan a privatizar el agua los trabajadores. Ellos querrán defender están afectando un régimen de gestión la empresa pública que estaba siendo y administración que se remonta a los entregada a una compañía francesa, tiempos del inca Atahualpa, es decir y en una extraordinaria alianza entre 700 años atrás por lo menos. Régimen campo y ciudad a nivel local se va a muy complicado que tiene que ver con lograr la primera victoria luego de 18 tamaños de las acequias, usos, tiempos, años de neoliberalismo. Se subleva el medidas y varas de los recursos hídricos pueblo de Cochabamba, es la llamada Álvaro García Linera

191 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

“Guerra del agua”, que no sólo es el que nacionalizar las empresas públicas; momento en que se hace retroceder hay que construir igualdad entre todos a los neoliberales, sino que además a través de una asamblea constituyente; el pueblo encuentra una ruta exitosa hay que desconcentrar el poder. Estos para lograr introducir sus necesidades. tres temas estructurales que se habían Alianza popular campo-ciudad en venido acumulando se condensan y torno a necesidades vitales: el agua. se convierten en proyecto de sociedad Se da esta primera victoria y, a partir que será enarbolado por las sociedades de ella, se desen- campesinas indígenas –luego obreras– En una sociedad que había cadenarán otras de Bolivia. Se visibiliza entonces un formado esa lógica de la distri- sublevaciones y bloque de poder dominante portador bución de los oficios, de las levantamientos, de un proyecto conservador de decisiones y los poderes, que que a lo largo sociedad, y emerge crecientemente un indio llegara a presidente del 2000 al 2004 un nuevo proyecto de sociedad con va a significar todo un cata- podemos deno- presencia territorial, capacidad de clismo mental y simbólico en el minar como el movilización, capacidad de parálisis de “orden natural de las cosas”. momento de la determinados espacios del accionar del v i s i b i l i z a c i ó n Estado, con un programa de gobierno de la crisis de Estado. No será una y un creciente liderazgo articulador. simple crisis política cualquiera, será Es el momento de la visibilización de una crisis estatal, porque va a afectar la crisis de Estado, 2000 a 2003, la los pilares mismos del orden estatal: la primera etapa de esa oleada de ascenso estructura institucional, el sistema de social en Bolivia. valores y el bloque de alianzas sociales. La segunda etapa va a venir en lo que, A la cabeza de los indígenas y campe- utilizando al profesor Gramsci, hemos sinos afectados por el tema agua, por denominado el “empate catastrófico”. el tema tierra, va a emerger un bloque Es el momento en el que el proyecto popular no sólo con capacidad de de poder dominante está presente, resistir, sino además con la capacidad pero ya no es dirigente en la sociedad, de proponer. Y en esos tres años se tiene espacios de influencia y espacios va a gestar una especie de –usando la oscuros donde ya no puede influir. terminología leninista– doble poder Y el proyecto de poder emergente de en ciernes. El movimiento indígena lo popular, inicialmente disperso, se campesino tendrá poder y control cohesiona en torno a un programa, territorial de amplios espacios geográ- un líder y una estructura organizativa ficos de nuestro país, a través del uso con capacidad de dominio territorial. del bloqueo de caminos. En amplios Momento del “empate catastrófico”. espacios del territorio boliviano el La estructura de movilización serán las gobierno no podrá entrar a ejercer su organizaciones agrarias, campesinas y autoridad, pero además este bloque sindicales. El programa de gobierno indígena campesino (que va creciendo surge de cada una de las luchas: primero y articulando a otros sectores urbanos, el tema del agua, luego la tierra, luego populares, laborales), va construyendo la igualdad y luego los recursos natu- sobre la marcha un proyecto alter- rales, luchas que irán surgiendo, no nativo de sociedad, un programa de en reuniones de partido, sino en gobierno, un programa de poder. Hay sublevaciones que se irán dando en

192 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Bolivia entre el 2000 y el 2006. Es de clase media, intelectuales, para que un momento de confrontación de dos contribuyan a la construcción de un proyectos de poder, dos voluntades de proyecto de gobierno. poder territorialmente asentadas y con Este ya es el tercer momento, en el que fuerza de movilización. En el marco se sustituyen las élites de gobierno-no de esta conflictividad se va a dar una del poder-por una nueva élite emer- rebelión por otros medios: la victoria gente de las dirigencias sindicales, electoral de Evo Morales en diciembre gremiales, comunitarias, campesinas de 2005. ¿Por qué “rebelión por otros de la sociedad en movimiento, de la medios”? Porque nunca, jamás en sociedad subalterna sublevada. Pero la historia de Bolivia, un indio, un aún no se ha resuelto el tema del campesino había obtenido una vota- poder: continúa en debate. ción tan grande en una sociedad en la El cuarto momento va a ser lo que que las clases altas, las clases medias y las hemos denominado “el punto de clases populares habían sido educadas bifurcación”, usando una figura de en que un indígena sólo podía aspirar la física del profesor Ilya Prigogine, a ser campesino, o ser cargador, o ser que explicado de una forma rápida albañil, o ser comerciante. En una es la creación de orden a partir del sociedad que había formado esa lógica desorden, la creación de un sistema de la distribución de los oficios, de las ordenado a partir de un caos orga- decisiones y los poderes, que un indio nizativo. Para usar una terminología llegara a presidente va a significar todo más política, lo podríamos denominar un cataclismo mental y simbólico en el momento “jacobino” o “robespe- el “orden natural de las cosas”. Ese riano” de cualquier revolución. Es el “orden natural de las cosas” establecía momento donde se tiene que dirimir que los indios son para el trabajo, si el viejo poder para la carga, para el cuidado de las retoma–por la Es el momento donde se tiene casas. Los mestizos se encargan del buena o por la que dirimir si el viejo poder gobierno, el poder, las decisiones, la mala– el control retoma el control de la sociedad inteligencia, el mando. Y que el 54% de la sociedad y el Estado, o si el nuevo bloque de la gente vote por un indio significa y el Estado, o si emergente social se logra conso- que el orden simbólico se volcó, se dio el nuevo bloque lidar. Ese ya no es un tema de la vuelta. Ya sólo ese hecho coloca a emergente social discurso, es un tema de fuerza. la victoria del presidente Evo como se logra conso- Toda revolución, pequeñita o la revolución más importante de los lidar. Ese ya no grande, tiene un momento de subalternos indígenas y campesinos es un tema de fuerza, el momento jacobino en Bolivia desde la llegada de los espa- discurso, es un de la revolución. ñoles. Se va a dar la victoria electoral, tema de fuerza. se conformará un gobierno con una Toda revolución, pequeñita o grande, composición muy curiosa de líderes de tiene un momento de fuerza, el movimientos sociales. La mayor parte momento jacobino de la revolución. de los candidatos del MAS emergerán En pocas semanas se tiene que dirimir de asambleas, sindicatos, de gremios por medio de la fuerza quién es el de campesinos y de gremios urbanos que tiene el poder, quién concentra el vecinales. Y para la otra parte el presi- monopolio coercitivo de la sociedad, dente hará una convocatoria a gente las ideas-fuerza y el control de las insti-

193 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

tuciones. El momento “jacobino” del asesinato masivo de dirigentes campe- proceso boliviano es entre agosto y sinos, muertos a palazos y balazos en el octubre del 2008. Son momentos en río y en las calles, y el gobierno toma que la derecha conservadora se lanza una decisión fuerte que es iniciar la primero a un intento de revocatoria retoma de control en el eslabón más del presidente, lo intentan revocar a débil de toda esta cadena golpista, ese presidente que ganó con el 54% que es justamente en Pando después (ellos habían ganado con el 21% y eran de la masacre. Se declara el estado de presidentes, pero sitio, se toma militarmente el depar- Hay un reconocimiento cons- al indio había que tamento de Pando y en el resto de la titucional de la democracia revocarlo aunque ciudades es el movimiento indígena comunitaria. Casi la mitad de tuviera el 54%). y campesino el que prepara una gran los asambleístas de las nueve Lo intentan movilización de recuperación de esas asambleas departamentales pero pierden, el ciudades. Y es en ese despliegue de han sido elegidos por usos y presidente Evo apoyo internacional de UNASUR, costumbres bajo forma comu- obtiene el 67% de los latinoamericanos, de movili- nitaria, en un ensamble de de la población zación de campesinos y vecinos hacia lógicas representativas y comu- boliviana y al las ciudades tomadas por los golpistas, nitarias de democracia. día siguiente del de fidelidad de militares y policías al revocatorio se mando constitucional, que se va a lanza una intentona golpista, en la dirimir en una especie de exhibición que ni el presidente Evo, ni el vice- desnuda de fuerzas: “¿cuántos regi- presidente, ni ningún ministro podía mientos y divisiones tienes? ¿Cuántos caminar por las calles o visitar institu- tengo yo? Mejor se dan la vuelta”. Y ciones en cinco de las nueve ciudades retroceden. Son en esos tres meses, es más importantes de nuestro país. un punto muy preciso el “punto de Incluso la presidenta Cristina no pudo bifurcación”, puntual, delimitado, en viajar, a pesar de que el presidente Evo, el que se va a dirimir el tema del poder le había hecho una invitación a visitar en Bolivia. Inmediatamente después Tarija. No pudo aterrizar porque no se aprobará la constitución y el presi- controlábamos Tarija, ni Santa Cruz, dente Evo será reelecto con el 64% del ni Beni, ni Pando, y en parte Cocha- electorado. O sea, esta cuarta etapa es bamba. Cinco ciudades ejes, cinco la más complicada, la más difícil, la capitales que no controlábamos. Y más heroica también, puesto que tu cuatro en el altiplano que sí las contro- adversario está al frente, cara a cara, ha lábamos. Se da este golpe de Estado, sacado todo lo que tiene para echártelo asumen el control de las instituciones y el luchador ha esperado ese momento y las destruyen, atacan a la policía, para probar hasta dónde puede llegar comienzan a intentar dividir las fuerzas en el momento de definición. Las armadas, toman aeropuertos y medios élites tradicionales, conservadoras, de comunicación, toman el control retroceden, se consolida este bloque de las ciudades. Es el momento de la de poder popular con los indígenas fuerza. El momento de “bifurcación”. a la cabeza, se ganan las elecciones, El gobierno en su momento de mayor se obtienen dos tercios del Senado y peligro y riesgo, asume una posición dos tercios de la Cámara de Dipu- firme. En el norte del país hay un tados, se obtienen dos tercios de las

194 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

gobernaciones departamentales (antes con potenciamiento de lo comuni- llamadas prefecturas, ahora goberna- tario y en torno a la autonomía. Hay, ciones), se obtienen más de dos tercios digamos, un trípode de organización de los municipios, se consolida este socio-política de nuestra sociedad, bloque de poder indígena-campesino, y hoy el debate en Bolivia –sea de y por primera vez, nuestra Asamblea izquierda, de derecha o de centro, o va a contar con una diversidad plural más o menos radical– se mueve en de todos los pueblos. Hay en nuestra torno a este trípode: plurinaciona- Asamblea o Parlamento candidatos lidad, autonomía y modelo econó- que han sido electos con 300 mil votos, mico de industrialización. Algunos pero habrá de otro pueblo indígena quieren darle más énfasis a lo pluri- pequeño un candidato electo con 500 nacional (¡hay que descolonizar más votos. Se trata de un tipo de pluralidad rápido!); otros quieren acelerar el tema de representaciones de los pueblos de la industrialización; otros quieren indígenas, aun de los muy pequeños priorizar el tema de la autonomía. –algunos al borde la extinción– pero Pero este es el horizonte de época que que agrupados permiten una represen- se ha construido, a partir de los movi- tación en la Asamblea Legislativa, en mientos sociales, y que rige el debate las Asambleas Departamentales que político, las iniciativas, las fricciones de se crearon. En algunos lugares se los la sociedad boli- va a elegir por usos y costumbres, es viana en estos Algunos quieren darle más decir algunos de nuestros represen- años. Y segura- énfasis a lo plurinacional (¡hay tantes de nuestra Asamblea Depar- mente será así que descolonizar más rápido!); tamental son por el voto universal y por unos buenos otros quieren acelerar el tema otros son electos en asamblea. Es un años más hacia de la industrialización; otros reconocimiento constitucional de delante. quieren priorizar el tema de la democracia comunitaria. Casi la Pero, ¿qué es lo la autonomía. Pero este es el mitad de los asambleístas de las nueve novedoso de esta horizonte de época que se ha asambleas departamentales han sido quinta etapa de la construido a partir de los movi- elegidos por usos y costumbres bajo oleada revolucio- mientos sociales y que rige el forma comunitaria, en un ensamble de naria boliviana? debate político, las iniciativas, lógicas representativas y comunitarias Que las contra- las fricciones de la sociedad de democracia, que es lo que somos, lo dicciones ahora, boliviana en estos años. que es Bolivia hoy por hoy. las tensiones, ya Se cierra esta cuarta fase y entramos no son entre el bloque popular y el a la quinta, que es la específica de bloque dominante desplazado, opositor ahora, la que suscita mayor interés, o neoliberal, sino que las tensiones son mayor preocupación, porque es una al interior del pueblo. Hablamos de fase nueva. Ya no es el momento del contradicciones al seno del pueblo, ascenso, ni el momento del empate recogiendo la precisa terminología catastrófico entre dos procesos, ni el maoísta. Y no ha surgido reciente- momento de la confrontación bélica mente con la huelga de la COB, que y desnuda de los proyectos. Es ya la voy a llegar en breve ahí. Esto ya se ha consolidación del proyecto. Hay un empezado a visibilizar el año pasado, proyecto de sociedad en torno a la cuando se dio una primera marcha de plurinacionalidad, la industrialización, pueblos indígenas de tierras bajas. Y

195 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

que fue muy difundida por la TV, que indígena, y no en el resto de los indí- decía “indígenas marchan contra Evo genas. Surgió la marcha, y los medios Morales”. ¿Qué es lo que estaba suce- de comunicación a cada rato diciendo diendo? En Bolivia hay tres pueblos “indígenas marchan contra Evo indígenas en tierras altas: aymaras y Morales”. Y no es que el presidente quechuas, que son el 95% de los indí- Evo no quisiera tomar en cuenta esa genas bolivianos; y los urus, que son necesidad, sino que no lo podía hacer. más pequeños, también de tierras altas. Hacerlo significaría caer en una lógica Y tenemos otras 33 naciones–pueblo en corporativista localista, cuando se está tierras bajas, que representan el 3% de buscando que el Estado defienda inte- la población indígena. La más grande reses generales de todos. Fue el primer es la guaraní, y otras más pequeñas síntoma de esta nueva etapa, una llegan a 200 mil personas, otras 10 mil, tensión entre lo particular y lo general. 5 mil, 3 mil personas. Lo que sucedió Entre un corporativismo –que es ya fue que los compañeros de tierras bajas el momento de institucionalización le reclamaron al Estado que todas las de la movilización– y el momento tierras fiscales que habíamos recupe- cumbre de la movilización, que es rado de las haciendas de los terrate- una mirada universal. Nacionalizar, nientes –el Estado recuperó en estos Asamblea Constituyente, igualdad de 4 años unos 20 millones de hectáreas pueblos, desconcentrar el poder, son de tierras improductivas en la zona de demandas universales. De allí surgió el la Amazonía– fueran entregadas a los gobierno del presidente Evo, ese fue el pueblos indígenas de tierras bajas y programa que impuso el movimiento no a los pueblos indígenas de tierras social. Pues ahora surgían, al interior altas, que son la mayoría y quienes de este movimiento, tendencias que más tierras necesitan. En el altiplano apuntaban más a lo local. una extensión de media hectárea ya es Un segundo momento de esta tensión grande, una hectárea es un montón; se dio cuando otros pueblos indígenas en tierras bajas una hectárea no es plantearon que el gas que estaba en las nada, un campesino puede llegar a tierras comunitarias que son de ellos, tener 10, 20, 30 o hasta 40 hectáreas. todo el gas, sea solamente usufructuado Surgió esta tensión al seno del pueblo luego de su venta por ellos mismos, y del movimiento indígena: una dejando de lado al resto de Bolivia. corriente que quería un uso corpo- Eso hubiera sido catastrófico, porque rativo de los recursos comunes, y los el 50% de los ingresos de Bolivia viene compañeros de tierras altas que decían del gas. En este momento, Bolivia “un momento, nosotros también exporta 6.500 millones de dólares y esto somos bolivianos, también tenemos hubiera significado que 3 mil millones derecho a las tierras del Estado”. Una de dólares quedaran en manos de 20 fricción entre lo general y lo parti- mil, o 30 mil, o 50 mil personas. Ahí cular. ¿Y qué podía hacer el Estado? surgió el debate: el gas, ¿de quién es? El gobierno había nacido como una Evidentemente se encuentra en tierras voluntad general nacional de intereses del pueblo guaraní, pero el gas es un colectivos, pero un grupo de nuestros patrimonio de todos los bolivianos no compañeros decía que ahora había que sólo del pueblo que está ahí. Es más, pensar en un pedazo de la población se discutió al interior de las organiza-

196 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

ciones, que cuando fue la guerra contra estatales privatizadas, básicamente el Paraguay, aquella lamentable guerra, se ha reducido a articular maestros, todos salieron a defender esas tierras tanto de la ciudad como del campo, donde estaban el petróleo y el gas. y a trabajadores de la salud estatales. No solamente murieron de un pueblo También participan otros sectores sino que salieron todos los bolivianos. pero su núcleo movilizador, su núcleo Hubo 50 mil muertos, en una sociedad vital, no son los que tenía para ese entonces 2 millones mineros, no es El Estado hoy maneja cinco de personas, una tragedia nacional. Se el mundo fabril, veces más dinero que hace dio este debate: la riqueza nacional, sino el mundo cinco años, por el control de ¿pertenece solamente a la comunidad de la clase media estas fuentes de excedente en donde se encuentra o pertenece a estatal: maestros económico: gas, petróleo, elec- todos? Pues a todos, aunque hay que y sector de salud. tricidad, una parte de las tele- lograr que los recursos fluyan también Los compa- comunicaciones, línea aérea a esa pequeña comunidad abando- ñeros de la COB y la fundición de minerales. nada donde esté el gas, o el mineral, le plantearon Esos ahorros, más las reservas o el agua. Fueron estas fricciones, a mi al gobierno internacionales acumuladas en juicio creativas, por eso yo he deno- qué hacer con estos últimos cinco años, cons- minado “tensiones creativas” al inte- los recursos tituyen un fondo colectivo de rior del pueblo, porque es el mismo ahorrados por recursos, y el debate es qué pueblo quien debate: unos diciendo el país. Ustedes hacemos con él. “queremos que se nos entregue toda saben que en la plata del gas”; otros responden los últimos cinco años la economía “oiga, yo también soy pueblo y tengo de nuestro país ha tenido un repunte derecho a usufructuar el beneficio importante. La nacionalización del gas, del gas, yo también he peleado y mi del petróleo, de la electricidad, de las padre ha muerto, mi hermano ha sido telecomunicaciones, de la fundición, herido, yo también soy propietario, yo ha logrado un excedente económico también soy boliviano”. Es “creativo” importante para Bolivia. Gracias a eso porque las salidas no son burocráti- hoy en día hemos multiplicado por camente definidas, sino que resultan cinco la inversión pública. Es decir, de un debate franco, abierto, intenso, el Estado hoy maneja cinco veces más crítico, de organizaciones sociales. dinero que hace cinco años, funda- Y el tercer momento de esta contra- mentalmente por el control de estas dicción secundaria al seno del pueblo fuentes de excedente económico: gas, se dio recientemente con la Central petróleo, electricidad, una parte de las Obrera Boliviana (COB), que ya no telecomunicaciones, línea aérea y la es la gloriosa central obrera de hace fundición de minerales. Esos ahorros, 20 años, que agrupaba el núcleo del más las reservas internacionales acumu- sector popular. De hecho, este ciclo ladas en estos últimos cinco años, que de movilizaciones desde el año 2000 pasaron de 1700 a 10 mil millones, ha tenido como líder o vanguardia al constituyen un fondo colectivo de movimiento indígena campesino. Y la recursos, y el debate es qué hacemos Central Obrera, diezmada en su vida con él. La COB salió con la propuesta interna, golpeada por el neoliberalismo, de que lo usemos en salarios: aumentar con las fábricas cerradas, las minas los salarios en un 150% inicialmente.

197 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

Y la respuesta que dio el gobierno, en con el dinero fue una decisión pública. acuerdo con los sectores sociales, es ¿Lo usamos en salarios? Muy bien, que ese dinero debía ser utilizado de pero ¿cuánto tiempo nos dura esto? manera productiva, pasando a la fase ¿Cuánto aguanta gastar en salarios las de semiindustrialización de las materias reservas internacionales? ¿Con qué las primas. Y que una vez que pasáramos vamos a devolver, si en verdad esas esa fase de semiindustrialización, en reservas son simplemente la presencia los siguientes 3 ó 4 años, se genera- nominal de recursos que ya tienen rían mayores otros propietarios pero que están en Que se haya derrotado al e x c e d e n t e s este momento en el Banco Central? partido conservador no signi- económicos que “Hay que industrializar el litio, el gas fica que haya desaparecido podían reforzar y el petróleo, y mejorar la agricul- el adversario de derecha en los bonos a los tura” decían algunos. Un debate entre Bolivia. No aparece como niños y ancianos, dirigentes, pobladores, ciudadanos, partido político pero está las rentas a los sobre cómo usar el excedente. Pero, presente como voluntad, nece- jubilados y los claro, externamente se ve que el presi- sidad, interés. Y muchas veces salarios de los dente Evo sufre una huelga de la gran pueden aprovecharse de los empleados. Ese Central Obrera Boliviana. En realidad, sectores populares para mani- fue el debate, son contradicciones al seno del pueblo pular sus movilizaciones. y seguramente muy útiles, necesarias, porque la deci- va a empezar sión de qué hacer con lo público no una “querella” por el uso del exce- puede ser burocrática, ni siquiera dente económico: uso productivo o parlamentaria, tiene que ser una deci- uso improductivo de ese excedente. sión social. Y a eso hemos apostado. Entonces un 30% de los maestros se Unos proponían que lo usemos en movilizaron y pararon, se paralizaron salarios, otros que lo usemos en casas, 15 días los hospitales públicos, se usó otros que lo usemos en industrias, o dinamita en las marchas contra el en agricultura. Y el bloque mayoritario gobierno. Y el gobierno, en acuerdo es el que no paralizó sus actividades. con los sectores campesinos, indígenas, Incluso los mineros de la COB conti- mineros, fabriles y petroleros, quienes nuaron sus actividades, para que estos en el mes de huelga de los maestros y recursos sean utilizados en lo que la salubristas prosiguieron con sus activi- misma COB ha denominado la reacti- dades productivas, mantuvo la idea de vación del aparato productivo. Esto es que había que darle un uso productivo lo sucedido recientemente: tensiones a ese excedente económico. Tensión al al interior del pueblo, que yo llamaría seno del pueblo, porque los maestros y “tensiones secundarias”. Ahora, salubristas son parte el bloque popular, evidentemente, que se haya derrotado tienen otra idea de cómo utilizar el al adversario conservador, partidario, excedente y sometieron a las organiza- no significa que haya desaparecido el ciones a un intenso debate sobre qué adversario de derecha en Bolivia. No hacer con la plata, que no pertenece aparece como partido político pero está ni al presidente ni al Congreso sino presente como voluntad, necesidad, a todos, el dinero de todos. Yo he interés. Y muchas veces pueden apro- llamado a eso una “tensión creativa”, vecharse de estos sectores populares porque la deliberación de qué hacer para manipular esas movilizaciones.

198 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

El programa que encarnamos, la camente, ya no es este un gobierno de composición social del gobierno, de movimientos sociales. Pero, a la vez, si los ministerios y Asambleas, es una optamos por la total democratización presencia plebeya fundamental. La de las decisiones, es un Estado y un forma de toma de decisiones en lo gobierno que se paraliza, porque hasta estructural es a partir de las consultas para comprar los cuadernos hay que con las asambleas, incluso en los temas tomar decisiones de asamblea, para que retrocedimos (como el incremento definir el salario hay que tomar la deci- a la gasolina). Pero está claro que, si sión en asamblea, para construir una bien es un gobierno de movimientos acequia aquí hay que tomar la deci- sociales, el Estado por definición sión en asamblea. Y la gente le reclama significa “monopolio de decisiones”; al gobierno las obras, los resultados. y movimiento social, por definición, Si queremos más eficiencia hay que significa democratización de deci- condensar la burocracia; si queremos siones. Es una contradicción: Estado más democracia hay que potenciar la = concentración de decisiones, movi- deliberación. No se puede optar ni por miento social = dispersión y democrati- uno ni por otro, porque ambos por zación de decisiones. Es una tensión. Si sí solo serían la derrota de la revolu- optamos por la creciente cristalización ción. La primera por la burocratiza- Vista panorámica de del Estado, que se consolida burocráti- ción alejada de la masa, la otra por la El Alto, La Paz, Bolivia

199 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

ineficiencia que no dar resultados ante grandes decisiones total democratiza- gente que los reclama: ¿dónde está mi ción y debate social (si vamos a nacio- escuela?, ¿dónde mi carretera?, ¿qué nalizar tal o cual empresa; si vamos a has hecho con mis impuestos?, ¿dónde invertir en el campo tal cantidad de está mi industria?, ¿y mi ingreso? dinero); y para temas más de detalle y Esto es una tensión fantástica, y la ejecución, total centralización de deci- salida que tenemos nosotros es vivir siones, pero ya no como coerción sino en la contradicción. La contradicción como administración de decisiones debe vivirse, porque no tiene solu- generales. Vivimos esa contradicción, ción. Quizás de aquí a siglos la tenga. es parte de este proceso y considero Hay que vivir la contradicción entre que es insuperable esa tensión, hay democratización permanente y cierta que vivir con ella, hay que aprender concentración de decisiones. Este es el a dormir, despertarse, vivir y trabajar modelo de un esquema gramsciano del con esa contradicción. Que es la misma Estado integral, que lo manejo perso- que en su momento enfrentó Lenin, nalmente como horizonte. Gramsci en torno al debate de la NEP (cómo llamaba Estado integral al momento garantizas alimentos para la gente que en el que el Estado sigue existiendo, se está muriendo de hambre, pero pero ya no como cómo hacerlo sin disolver los soviets). Cuatro hermosas y revolu- monopolio de En menor magnitud, es la misma cionarias tensiones creativas. la coerción, sino temática de reflexión de cualquier Lo particular con lo general, como administra- proceso revolucionario. Democracia y el Estado con el movimiento ción. Es cuando ejecución. Eficiencia en la respuesta a social, industrialización y natu- la sociedad civil las demandas, pero deliberación de la raleza, hegemonía expansiva y absorbe al propio sociedad para cumplirlas. debilitamiento del núcleo duro Estado. En el Una tercera tensión que se da en de la revolución. fondo, ese es el nuestro proceso revolucionario es la ideal comunista tensión entre amplitud del bloque que imaginó Gramsci. En peque- social y riesgo de disolución del lide- ñito, en diminuto, sin tanta preten- razgo indígena campesino. El movi- sión, en esta tensión entre Estado y miento indígena campesino ha tenido movimiento social, está el debate de que convencer, acercarse e incorporar cómo se construye el poscapitalismo. a otros sectores sociales. Los campe- Más allá del decreto, de la ley, en los sinos en Bolivia representan el 35% de hechos, en la gestión de lo común, la población, pero el presidente Evo, ¿cómo se construye? La tentación a como campesino indígena, ha obte- la burocratización y a que todo sea nido el 64% de los votos: el doble de lo burocráticamente eficiente es fuerte, que representa el movimiento campe- pero en ese momento el movimiento sino. Significa que hemos tenido que social ya no es tu base, ya no está como hablar, articular, construir un liderazgo poder. Y si “sobredemocratizas” todas moral, intelectual, orgánico y práctico las decisiones, aún las más particu- de otros sectores no campesinos: clases lares, tu gestión se vuelve ineficiente, medias, intelectuales, obreros, vecinos, porque no puedes hacer nada. Noso- comerciantes, transportistas, empresa- tros hemos optado por una combina- rios bolivianos. Esa amplitud es nece- ción y un equilibrio diario: para las saria para consolidar la hegemonía,

200 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

en el sentido gramsciano del término, como liderazgo intelectual, moral y organizativo de un bloque social sobre el resto de las clases populares. Necesitas siempre expandir, quien no lo hace pone en duda su liderazgo histórico y su hegemonía se derrumba. Pero a la vez –y esto Gramsci no lo vio porque no lo vivió prácticamente– cuando vas construyendo hegemonía, cuando articulas, cuando ensamblas otras clases sociales, también tienes que ceder e incorporar intereses de los otros. Tomar en cuenta el interés del otro y ceder un tanto. Y ellos se posible. La gente lo ha pedido, es una Álvaro García Linera incorporan y se convierten también en demanda centenaria, dejar de ser un y Evo Morales funcionarios influyentes en la toma de país exportador de materias primas. decisiones, y pueden afectar el núcleo Pero a la vez, esto tiene sus efectos en la duro del liderazgo plebeyo o popular. naturaleza, afecta al medio ambiente: Tienes que expandirte, obligatoria- un pozo petrolero, una represa, una mente, pero tienes que hacerlo de tal planta industrial, afectan el entorno del manera que no pierdas la densidad ambiente. Y nosotros propugnamos el del núcleo. Por preservar el núcleo vivir bien como una lógica en la que corres el riesgo de no expandirte y por como sociedad nos preocupamos por el lo tanto de caerte; pero si te expandes bienestar de la gente, pero también por demasiado y sin cuidado, corres el el vínculo dialogado y hasta amoroso riesgo de ablandarte internamente. con la naturaleza, de la que somos Contradicción revolucionaria. No parte. Esta es la idea del vivir bien: hay solución para eso, hay que vivir la no sólo preocuparse por el bienestar contradicción cada día, y equilibrar y material de los seres humanos, sino dar golpes de timón y retroceder tres también por el bienestar de la natu- pasos para volver a dar dos. Esta es la raleza, de la que también somos parte referencia que hacía Marx en 1850 de orgánica. Lo que Marx decía en 1844: una oleada revolucionaria: avanza, se “el comunismo es la humanización de detiene, se cae, se ríe de lo avanzado y la naturaleza y la naturalización del retrocede para volver a avanzar. ser humano”. En esta idea de la natu- Una cuarta tensión que vivimos es la raleza y el ser humano no había una necesidad de industrialización básica visión anti-industrialista a priori, veía de las materias primas. Tenemos litio, en la industrialización un despliegue hay que industrializarlo, para que no se de la capacidad humana, pero ponía lo lleven como salmuera, que vale un el límite de no devorar y destruir a centavo la tonelada sino para vender la naturaleza, por eso también tiene cien dólares la libra. Hay que indus- que naturalizarse el ser humano. El trializar el hierro, el gas, y generar humano debe sentirse un componente recursos energéticos para dar energía a orgánico de la propia naturaleza, y vivir la población boliviana, y vender si es así. Esa es otra contradicción: hay que

201 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

industrializar, pero respetar a la natu- suceder. Pero mientras sea un debate raleza, no hay que afectar drástica, ni de las clases subalternas, mientras brutalmente el medio ambiente. Y esta quienes deliberen qué se hace en este es una tensión permanente con nues- proceso sean las comunidades y las tros compañeros de tierras donde hay asambleas, estamos seguros de que no pozos petroleros, donde está el litio, el nos estamos equivocando porque de gas, los minerales. ahí venimos. La garantía de nuestro Cuatro hermosas y revolucionarias proceso es esa deliberación de los tensiones creativas. Lo particular con sectores sociales, y no la definición lo general, el Estado con el movi- burocrática de lo que se debe consi- miento social, industrialización y derar como lo mejor para la gente. naturaleza, hegemonía expansiva y Somos fieles a ese principio organiza- debilitamiento del núcleo duro de la tivo de la deliberación de la sociedad, revolución. No había manual al que no hay hoja de ruta crítica ni modelo a apelar para encontrar qué se hace en imitar. Y lo que quería compartir con esas circunstancias. Ni en el tomo ustedes es lo que estamos viviendo 44 ó 45 de Lenin, ni Gramsci en hoy: tensiones creativas de un proceso los Cuadernos de la Cárcel, ni Mao revolucionario. Muchas gracias. durante la Revolución Cultural. (Aplausos) Cada país tuvo su propia forma de asumir los retos. Yo quiero decirles que vivimos estos retos con mucha (*) Conferencia ofrecida en la Biblioteca vitalidad, sabíamos que algo así podía Nacional el jueves 26 de mayo de 2011.

202

204

Pensar lo político: la (doble) excepción latinoamericana Por Diego Sztulwark y Sebastián Scolnik

¿Cómo pensar el tiempo de excepcionalidad que se abrió a comienzos de la década en Sudamérica? ¿Es posible hablar de posneoliberalismo para caracte- rizar lo que ocurre en estas latitudes? Y si así fuera, ¿en qué consiste este cambio respecto a las décadas precedentes? ¿Qué relación guarda esta anomalía con los modos en que se tramitó el orden global luego de la voladura de las Torres Gemelas, también cuando despuntaba el nuevo milenio? Entre uno y otro suceso, este artículo reflexiona sobre la singu- laridad de los procesos políticos de la región, abor- dados a partir de las sucesivas discusiones que se dieron en el campo de las teorías políticas y filosó- ficas, pero también en la elaboración de los movi- mientos sociales y la reflexión crítica que acompañó esta década de transformaciones. Entre la expectativa y la cautela, entre la valoración de las posibilidades y la advertencia acerca de los bloqueos de la imaginación, entre el desborde y la normalización, aparece la necesidad de liberar los impulsos innovadores respecto a los anacronismos y las retóricas de orden que subordinan la vitalidad social a nuevas jerarquías económicas. La época reclama audacia, en la formulación de los problemas y también en la experimentación de nuevas formas político-institucionales, para no impedir el despliegue de las potencialidades sociales que aún persisten como fondo de todo lo que ocurre. LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Es para mí motivo de profundo esta (doble) excepcionalidad utiliza- optimismo que después de tantos remos conceptos provenientes, sí, años de frustración política nuestros de la “tradición” (teórica y política) pueblos latinoamericanos estén en llamada “moderna”;4 pero, aclaramos, proceso de afirmar con éxito la lucha su uso no será inocente. Como quiere emancipatoria. Nietzsche, sólo comenzamos a pensar Ernesto Laclau ni bien desconfiamos, ni bien empe- zamos a adiestrarnos en la actividad de ¿Hay motivos para tal optimismo? modificar y de crear nuevas relaciones ¿Cuáles son? ¿Dónde y cómo situamos conceptuales a partir de los problemas el paso de la “frustración política” a que nos “obligan a pensar ahora” la la “afirmación emancipatoria”? Nada situaciones concretas en que vivimos. peor que no saber definir con precisión Durante décadas, una posición parti- los peligros que nos acosan y los desa- cularista-estrecha (que defendía de fíos que debemos enfrentar. En lo que modo excluyente lo local, lo nacional sigue intentamos organizar algunas o bien lo “propio”, confinando el terri- impresiones propias sobre estas cues- torio de lo pensable) se enfrentó a una tiones repasando algunas lecturas polí- posición universalista-abstracta (que ticas de la década que se cierra. asumía un cosmopolitismo ingenuo y claudicante, ocultando el trasfondo 1. América Latina, y fundamental- colonizador, el verdadero gestor de tal mente buena parte de Sudamérica, vive universalidad). Más allá de las diferen- desde hace una década lo que podemos cias, cada una de ellas desproblema- llamar un estado de “doble excepción”. tizaba, a su manera, una dimensión De un lado, una excepción geopolí- esencial del pensar. Los “particula- tica1: después del 11 de septiembre de ristas”, tanto respecto a la inevitable 2001, occidente ha ingresado mayo- (e imprescindible) relación de coexis- ritariamente en un paradigma secu- tencia que toda situación posee con ritista, cuyas premisas consisten en las demás “particularidades”, como identificar toda heterogeneidad social también el modo en que los efectos como potencial de criminalidad y de “de universalidad”, surgidos del inter- terrorismo.2 Del otro, una excepción juego de los particulares, afectan nota- socio-política: la activación de una blemente a cada particularidad; y los miríada de prácticas colectivas que se “universalistas”, el carácter jerárquico proyectan como una anomalía sobre y colonial que se daba entre particu- el escenario global.3 Ambas excep- laridades dispuestas según evidentes ciones están (o deberían estar) en el relaciones de poder. corazón mismo del pensamiento polí- En una palabra, ambas posiciones tico contemporáneo; y constituyen la tomaban un inadvertido supuesto premisa común de cualquier hipótesis común: la parte y el todo se presentan emancipativa. ya-constituidos y sus diferencias se Lo que sigue son algunas intuiciones y sitúan en la posición específica que referencias para avanzar en ese recorrido. cada quien adopte en su interjuego: o bien, la particularidad se reactiva con 2. En primera instancia, se impone la totalidad; o bien, la particularidad una cuestión de método: para trabajar se subordina a lo universal.

205 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

Podemos decir: la polémica entre lo del pensamiento no occidental, para particular y lo universal abstracto sacri- reorientarla a los términos de la propia fica una noción situacional: el universal escena pensante; una traducción- concreto. El todo no está hecho y, por lo elaboración (cuando es posible) del tanto, la parte tampoco puede estarlo. sistema de relaciones conceptuales La totalidad en movimiento supone al según el mundo de sentido que provee mismo tiempo la imposibilidad de parti- la experiencia que se trata de pensar. cularismos cerrados. Así, aparece un pensamiento en el 3. Giorgio Agamben expone cómo la Más que un “pensar argen- que no hay acceso historia y las implicancias del estado tino”, “latinoamericano”, a la totalidad de excepción5 son el fundamento de las “originario”, creemos en un –siempre abierta– instituciones de gobierno del occidente pensamiento que se hace de si no es por moderno. El punto de partida de sus situaciones concretas (las efec- medio de situa- investigaciones es la reflexión política y tivas condiciones materiales ciones concretas. jurídica de Carl Schmitt6, para quien el –es decir: objetivas y subje- Los conceptos estado de excepción muestra el corazón tivas– argentinas, latinoame- dominantes de la mismo del poder político, el cual es ricanas, originarias, etc.), que modernidad occi- capaz de suspender la vigencia de las conquistan una universalidad dental –y no sólo normas constitucionales y de actuar en capaz de poner en movimiento ellos– pueden ser el espacio constituido por esa suspen- la totalidad de lo que puede retrabajados a sión normativa como fuerza soberana pensarse. Se trata, entonces de partir de un leer ordenadora y creadora de orden jurí- una labor de apropiación de situado que rompe dico en un determinado territorio. la producción occidental, así con aquella vieja En su texto, Agamben traza una conti- como de las fuentes del pensa- polaridad y que nuidad que va desde la primera guerra miento no occidental, para asume la tarea mundial al nazismo, y luego al decreto reorientarla a los términos de explicitar su del gobierno norteamericano de George de la propia escena pensante; operación de Bush que autoriza, con la voladura una traducción-elaboración lectura, de pensa- de las torres gemelas, la captura y el (cuando es posible) del sistema miento, su propia encierro –ilegal, de acuerdo al derecho de relaciones conceptuales pragmática. internacional– de cualquier persona del según el mundo de sentido Más que un mundo considerada peligrosa para la que provee la experiencia que “pensar argen- seguridad norteamericana. se trata de pensar. tino”, “latino- La tesis del libro puede ser formu- a m e r i c a n o ” , lada del siguiente modo: la verdad del “originario”, creemos en un pensa- poder soberano –el de aquel entonces y miento que se hace de situaciones el de ahora– consiste en una capacidad concretas (las efectivas condiciones muy específica de dar “fuerza de ley” a materiales –es decir: objetivas y subje- aquello que se da como pura fuerza de tivas– argentinas, latinoamericanas, hecho, excluyendo la norma y creando originarias, etc.), que conquistan una –al mismo tiempo– derecho. “La universalidad capaz de poner en movi- máquina” liga incesantemente fuerza y miento la totalidad de lo que puede ley por fuera de las normas instituidas, pensarse. Se trata, entonces de una anexando la fuerza al derecho y el labor de apropiación de la producción derecho a la fuerza soberana. occidental, así como de las fuentes Para hablar de la coyuntura mundial

206 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

a partir de 2001, Agamben utiliza el “excepción”) en la que no se distingue concepto de estado de excepción perma- a priori fuerza y norma, praxis y ley, nente. El decurso de los hechos no hecho y derecho. hace sino mostrar la extensión de esta La excepción schmittiana constituye la formación biopolítica.7 Prácticamente verdad de la soberanía y del orden jurí- la totalidad del occidente globali- dico: promueve la operatoria que liga la zado por la generalización de la crisis política y el derecho. En pocas palabras, económico-financiera vigente ha dado su función es abrir una y otra vez esa lugar a una vergonzosa legislación para “zona gris” en la que la vida misma (que la criminalización de la migración en excede la norma) se deja reorganizar por la Unión Europea, restaurando así las la fuerza pura, pero bajo la máscara del antiguas retóricas nacionales “fuertes”. derecho. Y eso es biopoder. Rusia y algunas potencias de oriente y Si esto es así, la soberanía es una fuerza medio-oriente son algunos ejemplos.8 vuelta contra la vida; y el derecho es la escritura que formaliza la obligación, 4. ¿Cómo funciona el poder soberano los fines y procedimientos que, de ahí en nuestros días? Agamben muestra en más, la administran. que la política occidental9 ha genera- Ante semejante cuadro, una excepción lizado el tratamiento schmittiano de la geopolítica en Sudamérica respecto de la excepción: la soberanía se hace de la máquina soberana global parece no poca capacidad de decidir el momento en el cosa. Retengamos, por el momento, la que las normas dejan de ser aplicables profundidad del asunto en juego. a una determinada situación, con el Para que la formulación no parezca único objetivo de ejercer la fuerza para descabellada, algunos hechos: en el normalizarla, ordenando aquello que mismo año que volaban las torres y la alteraba y la tornaba inaplicable. Agamben reflexionaba sobre el estado Como en los Lager de la Alemania de excepción, en la Argentina estallaba nazi, el poder soberano actúa por un movimiento de insubordinación medio de una exclusión-incluyente: las contra el estado de sitio impuesto por el personas –en este caso judíos, gitanos, gobierno de la Alianza, se gritaba “que etcétera– son delimitadas y definidas se vayan todos”, lo cual amalgamaba como un conjunto al que deja de apli- situaciones tan heterogéneas como la cársele las disposiciones legales (así se de los ahorristas expropiados, el desa- las excluye) para quedar expuestas a un rrollo de los movimientos piqueteros, tratamiento directo del poder (inclu- y fábricas recuperadas. Y la lista sigue. sión diferenciada).10 O un poco más adelante, el 2003 boli- No hace falta tener imaginación viano, que destituyó inapelablemente para comprender la gravedad de este la arquitectura del Estado neocolonial diagnóstico. Ni tampoco es este el y abrió las puertas al actual proceso de momento para analizar las críticas reforma constituyente. formuladas a los influyentes argu- El contraste entre la situación global de mentos de Agamben.11 las potencias occidentales y el proceso Quisiéramos detenernos, eso sí, en un sudamericano resulta así evidente. Éste punto específico de su razonamiento: se caracterizó, fundamentalmente, por la descripción de la operación soberana una capacidad de impugnación-destitu- que trabaja creando una zona “gris” (la ción (total o parcial) de los mecanismos

207 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

biopolíticos que, bajo la legitimidad del sistema normativo. Es la impo- del discurso neoliberal, operaron en sibilidad de aplicar la norma la que casi todo el continente luego de las olas informa de la magnitud del desafío y revolucionarias de los años setentas, de origina el procedimiento excepcional las dictaduras, y de la fase de “transi- que suspende la normativa para aplicar ción democrática” (o democracias la fuerza, creando al mismo tiempo limitadas). De uno u otro modo, estas nuevas realidades jurídicas a partir de formas de gobierno fueron cuestionadas anexar ese uso de la fuerza al orden por un nuevo jurídico mismo. En otras palabras: si durante protagonismo Lo que queremos comprender es esto: el estado de excepción perma- social en Argen- ¿qué ocurre cuando, como entre noso- nente “la zona gris” es produ- tina y en Bolivia, tros, y a diferencia de lo ocurrido en cida una y otra vez al servicio pero también en nuestro continente en los años setentas, de la soberanía, pero entre Venezuela (del la situación de resistencia y desafío nosotros ese trabajo ha “Caracazo” a la se desarrolla de manera tal que, sin quedado relativamente impe- respuesta multi- que haya revolución de por medio, dido en la medida en que las tudinaria que se alcanza a neutralizar, al menos fuerzas reaccionarias intere- revirtió el golpe parcialmente, este tipo de tratamiento sadas en reactivar procesos de contra el presi- “schmittiano”13, dando lugar a una zona normalización se encuentran dente Chávez), de indefinición entre la representación (a pesar de su agresividad) y en Ecuador de la decisión soberana y el drama de parcialmente desarticuladas, (a partir de la una compleja articulación de fuerzas ¿por qué las fuerzas anómalas movilización de sociales –siempre provisoria y siempre (el corazón de la excepción masas del movi- inacabada– que condiciona la vigencia sudamericana) no alcanzan aún miento originario efectiva de cualquier normativa?14 a formular con contundencia y de la mano de la ¿No constituye esta excepcionalidad claridad las coordenadas para CONAIE).12 –pensada desde abajo– una oportu- generalizar nuevos disposi- nidad inédita para imaginar otro tipo de tivos políticos, en ruptura 5. Asumiendo tratamiento a los procesos que suceden con los biopoderes globales? que el pensa- en la “zona gris”, invirtiendo el curso miento crítico es de los hechos, es decir, desanudando la aquel que recompone la totalidad desde maquinaria que convierte el juego de abajo, desanudando la operatoria de la praxis y la norma en “monopolio de los poderes y la producción de cierto la decisión política”? tipo de verdades (visibilidades, deci- En otras palabras: si durante el estado dibilidades, pensabilidades), podemos de excepción permanente “la zona gris” interrogar esta excepción geopolítica es producida una y otra vez al servicio a partir de lo que hemos llamado la de la soberanía, pero entre nosotros “anomalía” sudamericana. ese trabajo ha quedado relativamente Hemos referido a una “zona gris” impedido en la medida en que las mediante la cual el poder soberano fuerzas reaccionarias interesadas en crea espacios subordinados al orden reactivar procesos de normalización se jurídico. El tratamiento “schmit- encuentran (a pesar de su agresividad) tiano” consiste en esta iniciativa o parcialmente desarticuladas, ¿por qué decisión soberana ante un desafío que las fuerzas anómalas (el corazón de la no puede ser procesado por medio excepción sudamericana) no alcanzan

208 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

aún a formular con contundencia y tica (es la cooperación de las mentes claridad las coordenadas para genera- la que produce valor16), deviene, por lizar nuevos dispositivos políticos, en eso mismo, inmediatamente política, ruptura con los biopoderes globales? es decir, capaz de poner a prueba por su cuenta (creando, revisando, desti- 6. Paolo Virno es uno de los pensa- tuyendo, calculando) la norma. Es dores que mejor ha desarrollado así como la obligación de obediencia la perspectiva de la zona gris vista como condición de toda soberanía (el desde abajo. El estado de excepción soberano es quien detenta el mono- permanente15 (en el que la praxis y la polio de la decisión y quien declara forma-ley se encuentran cara a cara) la excepción, es decir, el único que no puede explicarse sin considerar se coloca más allá de la norma como las transformaciones del capitalismo condición absoluta), queda, en los de las últimas décadas. La excepción hechos, cuestionada en su fundamento. (que en Schmitt posee fundamentos Desde hace décadas que el Estado (el teológicos) se da, para Virno, por la propio Schmitt lo admite en el año presencia de una fuerza de trabajo que, 1962)17 ha dejado de ser tal monopolio en la fase posfordista del capital, se ha incuestionado de la decisión política. transformado en multitud lingüística. El estado de excepción, en la medida Virno despliega, es claro, la intuición en que deviene permanente pierde, marxista del “intelecto general”. por lo tanto, su cualidad de fundar una

Pasemos al argumento: en la medida en comunidad homogénea en su interior. Movimientos sociales. que la fuerza de trabajo deviene lingüís- Atravesado por desafíos de clase y de Bolivia

209 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

modos de vida incompatibles con la por completo la máquina soberana y, obediencia a priori, la vieja soberanía sin embargo, la excepción da lugar a se ve obligada, cada vez más, a inventar tratamientos “no-schmittianos”? mecanismos para producir obediencia. Hasta acá podemos enumerar algunas Sin garantía de obediencia a priori, cuestiones: a) que en el subcontinente se la estabilidad del orden se instituye a estabilizó una realidad social irreductible partir de una serie de dispositivos de al tratamiento “schmittiano” (excep- infantilización18 que procuran secues- ción geopolítica); b) que existe una trar la potencia política de la multitud anomalía socio-política (nuevos prota- (estableciendo un mando a poste- gonismos, capacidades destituyentes); riori). La multitud de la metrópoli, c) que hay una posibilidad de leer este dice Virno, no manda ni obedece. escenario como particularmente apto Su tonalidad emotiva es el cinismo (el para ensayar un “más allá” del poder cálculo de la regla) y el oportunismo soberano; y d) nos topamos con una (la preeminencia dificultad para imaginar un más allá de El Estado ni perdura ni se del cálculo de la las instituciones estatal nacionales, para extingue, sino, más bien, se oportunidad). cobijar y potenciar la productividad transforma en una institución La capacidad singular de la anomalía.20 de nuevas características que de la fuerza de En pocas palabras: la insistente retó- da cuenta de la coexistencia trabajo para crear rica de la soberanía se trama con el de niveles (flujos económicos, i n s t i t u c i o n e s tratamiento “no-schmittiano” de la dinámicas territoriales, insti- posestatales y excepción en una dinámica compleja tuciones supranacionales, etc.) autogobernarse de negociaciones permanentes que que demandan nuevas formas deviene así, inhabilitan una idea estable de orden, de articulación y gobierno. según el autor, el y reclaman una fatigosa práctica del principal requeri- gobierno de lo concreto en torno al miento político del momento. desenvolvimiento de novedosas formas ¿Qué cosa es (o sería) una institución de gubernamentalidad.21 ¿Las ambigüe- posestatal? Virno dice que no es mucho dades de los gobiernos sudamericanos lo que podemos anticipar, porque en llamados progresistas, emergidos en este terreno la teoría sigue a la expe- esta década, no responden, de algún rimentación política. Sin embargo, modo, a las tensiones derivadas de esta hay un criterio que sí arriesga: se realidad que estamos analizando? trata del conjunto de dispositivos que permiten articular praxis y regla (hecho 8. El actual vicepresidente de Bolivia, y derecho) haciendo de esta última un Álvaro García Linera, es uno de los que objeto constante de revisión y creación. más ha reflexionado sobre la condición Paolo Virno esboza así una versión “positiva” de la excepción sudameri- decididamente positiva del tratamiento cana. Esta excepcionalidad suele verse “no-schmittiano” de la excepción.19 como “diferencia” respecto del espacio político global. Sin embargo, para 7. ¿Hay en estos pasajes de la obra pensar su especificidad, es necesario de Virno una aplicación posible para tomar en cuenta la singularidad de los nuestra “coyuntura latinoamericana”? procesos de la región. ¿Cabe plantear la hipótesis según la que García Linera discute22 con lo que entre nosotros no se ha resquebrajado considera las dos corrientes, opuestas

210 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

y espejadas entre sí, que se han explici- y el modo en que esa intervención tado en las últimas décadas a la hora de depende, a la vez, de los vaivenes del discutir el rol de los Estados: el extin- mercado mundial y las oscilaciones de cionismo, que postula la desaparición la cotización de esas materias primas. de los Estados y su sustitución por el Para Linera, no se trata de pensar el mercado, y el estatismo soberanista, que Estado como el punto de realización plantea la forma-Estado en su clásica de los movimientos insurreccionales acepción sin dar cuenta de las modifi- de América Latina ni como el único caciones en curso. actor o dinámica. Se trata, pues, de Frente a estas alternativas, García concebirlo como un momento de Linera propone pensar otras formas en “materialización y objetivación de las las que, efectivamente, se reconstruye relaciones de fuerza sociales” (esto se una institución estatal, advirtiendo la expresa bien en la construcción de complejización de los mecanismos de nuevas instituciones, nuevas legalidades cohesión social y legitimidad política. y nuevos derechos). En este sentido, El Estado ni perdura ni se extingue, su propuesta tiene particular interés sino, más bien, se transforma en una en el contexto de la experiencia desde institución de nuevas características la que la formula. Tanto por la capa- que da cuenta de la coexistencia de cidad destituyente de los movimientos niveles (flujos económicos, dinámicas sociales y la experimentación de formas territoriales, instituciones suprana- colectivas comunitarias, como por la cionales, etc.) que demandan nuevas compleja experimentación en torno a formas de articulación y gobierno. Un las instituciones y la creación de dere- ejemplo de esto: la forma en la que chos, Bolivia es, hasta hoy, el escenario los Estados intervienen capturando la más radical de la experiencia política de renta extraordinaria de la economía la región. Quizá el punto más nítido de Movimientos sociales. extractiva (con fines redistributivos) esta relación fue la propia asunción del Bolivia

211 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

presidente Evo Morales, cuya consigna estas discusiones aparecen argumentos para caracterizar el período de gobierno críticos de acuerdo al carácter neode- fue la de “mandar obedeciendo”, enun- sarrollista del gobierno boliviano; al ciada una década antes por el neozapa- extractivismo “depredador”; a la lógica tismo en México. “redistributiva” que opera bloqueando Linera se mueve dentro de un esquema la dinámica de la “reapropiación de que, retomando la clásica orientación los bienes comunes”; a la tendencia leninista, plantea la configuración estatal de organizar lo social con los de un “bloque parámetros clásicos occidentales en Un sistema que trabaja “tradu- social popular” detrimento de una descolonización ciendo” las reivindicaciones que llega al poder efectiva; a la forma patriarcal-estatal como la base de una nueva hege- a r t i c u l a n d o que persiste aun con el proceso de monía conquistada a partir de demandas y reformas políticas y constitucionales una identidad común, hecha luchas en torno a en curso; al “indigenismo puro” de símbolos y narraciones (lo la “defensa de los como retórica identitaria que inhibe que en estas latitudes se ha bienes comunes y el despliegue de perspectivas críticas llamado “relato”). las formas de vida al fijar y codificar de manera rígida las agredidas durante demandas propias de los movimientos el período neoliberal”. La coexistencia sociales, etcétera.23 Todas estas discu- de un poder dual y el reemplazo de siones expresan las tensiones propias las élites tradicionales en el gobierno de un proceso abierto, caracterizado son parte de un proceso de “descolo- por el desborde del dinamismo social,24 nización” del Estado boliviano que por las formas económicas globales se encuentra, según el vicepresidente, y el tipo de estructura productiva en vigencia actualmente, y que reco- que requiere para Bolivia, y por los noce, además, resonancias en buena ensayos institucionales que, de manera parte de la región. Esas nuevas élites, ambigua y contradictoria, buscan dar que ocupan los gobiernos, expresan un cuenta de esta realidad. atravesamiento del Estado por las nuevas relaciones de fuerza, dando lugar, en 9. Los planteos de Ernesto Laclau y este caso, al Estado Plurinacional cuyos Chantal Mouffe han resultado muy rasgos más innovadores se caracterizan estimulantes, especialmente en Argen- por una economía social comunitaria tina, para quienes se identifican con el y por un proceso de descentralización signo de los gobiernos progresistas de del poder. La tensión entre el carácter la región. Ambos teóricos, apoyados monopólico del Estado y la tendencia en literaturas tan disímiles como Carl a la democratización está siendo reco- Schmitt y Antonio Gramsci, funda- rrida en Bolivia por lo que se considera mentan positivamente la emergencia de el gobierno de los movimientos sociales, lo que consideran la “ruptura populista” cuyo horizonte, en palabras de Linera, de la última década en Sudamérica. está dado por el tránsito a un socialismo Según esta perspectiva, “lo político” es comunitario de nuevo tipo. retomado en clave de un nuevo popu- No han sido pocos los cuestionamientos lismo tan distante de la racionalidad que surgieron en Bolivia respecto a las liberal como de los proyectos socia- concepciones gubernamentales y a su listas del siglo XX. Laclau y Mouffe forma de ejercicio del poder. En todas caracterizan al populismo latinoame-

212 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

ricano como la forma política capaz de abajo” para construir “desde arriba” de hacerse cargo de la herencia dejada al pueblo que se nombra. Esta opera- por las dictaduras militares y por la ción implica un “cambio de régimen” destrucción económica neoliberal. que reorganiza el espacio público en Herencia que ha llevado a una crisis un antagonismo político de naturaleza que presenta un doble aspecto: de un diferente a la forma consensual, propia lado, una institucionalidad incapaz de de la política liberal. La “ruptura popu- hacer frente y tramitar las demandas lista”, de la que emergen los liderazgos, sociales; del otro, la proliferación de se produce preci- movimientos “horizontales” que al no samente en el El Estado menos como coor- integrarse “verticalmente” se limitan a punto en que dinador metainstitucional, multiplicar las demandas sin producir falla la institución productor de sentido para el efectos de cambio en el sistema. Así, en la administra- conjunto de las situaciones entre instituciones maniatadas por el ción y el manejo nacionales, y cada vez más esquema neoliberal y las exigencias de las demandas. como un factor, una fuerza, sociales que no podían ser reconocidas La lucha política una presencia que procura por esa institucionalidad en crisis, surge se da, entonces, influir, concentrar, afectar, sin el espacio para la “ruptura populista”. entre estas dos contar con el poder de deter- El esquema, “importado” de la lógica lógicas sin que minar a priori. lingüística, consiste en pensar “lo ninguna triunfe político” como una instancia capaz de manera total y definitiva. La hege- de poner en equivalencia el conjunto monía conquistada es, en la perspectiva de demandas, cristalizándolas en un de Laclau y Mouffe, precaria, parcial, liderazgo. Un sistema que trabaja contingente y agónica.25 “traduciendo” las reivindicaciones El desafío para América Latina consiste, como la base de una nueva hegemonía en la apuesta laclauiana, en crear Estados conquistada a partir de una identidad viables que den lugar a un equilibrio común, hecha de símbolos y narra- que logre la integración del momento ciones (lo que en estas latitudes se ha vertical y horizontal de la política. llamado “relato”). Laclau distingue la Laclau propone la noción de hege- “lógica de la diferencia” de la “lógica monía como característica funda- equivalencial”. Si la primera consiste mental de la política. Así, retoma en demandas gestionadas aisladamente la categoría de Antonio Gramsci a y, por esta vía, reabsorbidas por el quien, sin embargo, abandona en sus sistema institucional –lo que implica la formulaciones clasistas. En efecto, si “muerte” de la política bajo el imperio para el italiano la hegemonía estaba de la dinámica administrativa–, la estrechamente ligada a la lucha obrera segunda “politiza” aquellas demandas por imponer su dominio a lo social (la integrándolas en un liderazgo que hegemonía como fuerza y no como reparte el espacio social a partir de simple representación de las relaciones su dicotomización. El populismo es de fuerzas existente), Laclau disuelve tratado aquí en una lógica formal, la hegemonía obrera (en función de como un mecanismo que nada nos las modificaciones operadas en el dice a priori acerca de sus contenidos capitalismo contemporáneo) en un ideológicos. Procede configurando un juego de equivalencias entre términos nuevo bloque histórico que apela a “los no determinados por la estructura.

213 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

Por esta vía, la hegemonía se convierte 10. En las recientes discusiones en un procedimiento de articulación acerca del Estado hay un antecedente formal de demandas varias, más que argentino. Nos referimos a la innova- en una problematización efectiva dora lectura del historiador Ignacio acerca de la compleja relación entre Lewcowicz sobre la experiencia de la la constitución material de lo social década del noventa en relación con las (el trabajo vivo) y sus formas jurídicas mutaciones económico-subjetivas de (de propiedad, formas de gobierno, aquel período, y al efecto de anacro- etc.), disolviendo las terminaciones nismo del Estado Nacional respecto sociales del antagonismo en la formu- a las transformaciones en curso26. Su lación de un binarismo político en el formula central, pensar sin Estado, que opone el institucionalismo (en anunciaba un cambio de las funciones sus diferentes variantes) y el popu- históricas del Estado. No declaraba la lismo. En este pasaje, creemos, se extinción de las instituciones estatales, produce una pérdida de la perspectiva sino su desfondamiento como práctica emancipatoria del trabajo, de su hete- dominante en relación al resto de las rogeneidad y de la asimetría respecto prácticas sociales. Refería menos a la al poder “biopolítico”. existencia del aparato estatal como tal, El pueblo que se nombra, en el popu- y más a un avatar de las subjetividades lismo de Laclau (que confía excesiva- que lo pensaban. El Estado menos mente en el poder performativo del como coordinador metainstitucional, discurso), aparece, así, abstraído de productor de sentido para el conjunto sus condiciones de las situaciones nacionales, y cada Se trata, en suma, de una materiales de vez más como un factor, una fuerza, compleja articulación entre producción y una presencia que procura influir, elementos heterogéneos. La de sus experien- concentrar, afectar, sin contar con el inestabilidad propia de la insti- cias subjetivas, poder de determinar a priori. tución estatal actual depende subordinando Incluso, visto desde hoy, el trabajo de de su eficacia para traducir y a las diferen- Lewcowicz no posee una connotación compatibilizar estas exigencias cias al juego de antiestatal. Puede discutirse si el valor tan dispares entre el gobierno demandas equi- del texto se limita a su coyuntura o si de lo social y su acoplamiento a valenciales. propone cuestiones más duraderas. la dinámica financiera global. Se trata de una Como sea, la perspectiva de aquel pensar reconstrucción sin Estado se separaba bien de toda del Estado a partir del reconoci- apología de un Estado deseado, o de miento de que él mismo ya no es el toda nostalgia por un Estado perdido. El productor de lo social. Sin embargo, Estado puede aparecer como problema esta perspectiva teórica que nace en o bien como recurso. En ambos casos, confrontación con las tesis liberales, al la verificación de la pérdida del mono- reponer la distinción entre lo “social” polio de la decisión política no consti- (considerado como lo “prepolítico”) y tuye una refutación, sino más bien una lo “político” (como esfera autónoma) condición para el pensamiento, incluso encuentra, por esta vía, más reso- para aquel preocupado por la construc- nancias con el liberalismo que busca ción estatal misma. combatir que lo que supone su inten- Frente a esta presentación de los argu- cionalidad manifiesta. mentos de Lewcowicz han surgido

214 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Atentado a las Torres Gemelas, septiembre 2001

215 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

dos tipos de objeciones. Una de ellas, lo hemos conocido en la modernidad, y que podemos llamar “soberanista” de las dinámicas sociales y económicas consiste subrayar, en la actual coyun- que surgieron de tal agotamiento. Este tura regional, la recuperación de la reconocimiento, revela también una soberanía de los Estados en los viejos alteración del lazo social que impone términos. En lo esencial, esta perspec- nuevos lenguajes, nuevas técnicas de tiva descree de la irreversibilidad de las modulación subjetiva, a partir de las mutaciones históricas de las últimas formas de producción de modos de décadas y apuesta vida e instituciones y procedimientos “Que se vayan todos”, la a la recupera- con los que se gobierna el nuevo ser anónima, bélica y extendida ción-restitución social colectivo. consigna que se vociferó en de lenguajes, Es preciso, entonces, reubicar la forma- aquellos días, no sólo estaba subjetividades e Estado que aparece en esta década dirigida al conjunto llamado instituciones del como efecto inmediato de la crisis “clase política”, como afirman Estado-nación de legitimación del neoliberalismo y sus lecturas más literales, sino moderno. de las antiguas potencias del Estado que proponía un llamado La otra objeción Nacional. Nos referimos a una institu- inmediato a una elaboración insiste más en las cionalidad que se hace cargo del modo activa de la crisis, de los modos mutaciones del en que la escena socio-política la condi- en los que había mutado la orden global y ciona, a partir de una lectura fina de los sociedad y acerca de cómo considera que la núcleos planteados por las luchas que revertir los efectos del terror pérdida general empujaron la crisis y que precedieron heredado de la posdictadura y de la soberanía su emergencia, asumiendo la imposi- la experiencia traumática de la de los Estados bilidad de retornar al mismo esquema restitución democrática. Nacionales no se de gobierno anterior en un contexto comprende sino de intervención marcado por la diná- como parte de un movimiento integral mica mercantil del capitalismo actual. de reconfiguración del mapa de los Se trata, en suma, de una compleja poderes del capitalismo mundial, en articulación entre elementos hetero- donde el verdadero problema en juego géneos. La inestabilidad propia de la es qué tipo de instituciones pueden institución estatal actual depende de su regular los flujos monetarios, informá- eficacia para traducir y compatibilizar ticos, migratorios, etcétera. Lo funda- estas exigencias tan dispares entre el mental, en esta perspectiva, es una gobierno de lo social y su acoplamiento idea amplia y conectada del espacio a la dinámica financiera global. transnacional, y la concepción de que la reconfiguración de los Estados 11. Los acontecimientos de 2001 Nacionales resulta incomprensible sin pueden considerarse el punto más prestar atención a este juego. contundente y salvaje de la deslegi- Las tesis de Ignacio Lewcowicz tienen timación neoliberal. La radicalidad el valor del reconocimiento y la cons- de esa experiencia, precedida por tatación: la producción de una nueva distintas iniciativas político-sociales presencia estatal no surge sino preci- que supieron leer de manera lúcida samente como evidencia suficiente del la época y proponer, a la vez, formas quiebre de las formas anteriores, del colectivas de acción directa, de produc- agotamiento del Estado-nación como ción e intercambio, de organización y

216 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

reflexión política, es una condición aquellos días, no sólo estaba dirigida ineludible para pensar la situación al conjunto llamado “clase política”, actual. Creemos que no es posible como afirman sus lecturas más lite- emprender esta tarea sin encontrar rales, sino que proponía un llamado en aquel período las claves para los inmediato a una elaboración activa de sucesos posteriores. Es más, contra la crisis, de los modos en los que había el sentido común más difundido en mutado la sociedad y acerca de cómo estos tiempos, consideramos que el revertir los efectos del terror heredado 2001, y el conjunto de preguntas que de la posdictadura y la experiencia trajo consigo (alrededor del trabajo, traumática de la restitución democrá- el consumo, la justicia, las formas tica. “Que se vayan todos” abarcaba de lucha, las potencias colectivas, los a los políticos, eso está claro, pero su modos de ser políticos, la educación, objetivo era el orden representativo la salud, el arte, la representación polí- mismo, abriendo así las puertas a un tica y las instituciones) aún persiste nuevo período posneoliberal. como fondo de todo lo que ocurre El posneolibera- en la escena contemporánea. No se lismo también Este es, quizá, el dilema mayor trata de predicar la inmutabilidad del se caracteriza que afecta la época sudame- comienzo de la década –como los que por el tipo de ricana: en el pasaje del dina- auguran un “nuevo argentinazo” al institucionalidad mismo de movimientos estilo de las izquierdas más banales– que sobrevino sociales a la estabilización sin advertir las modificaciones, sino de a la crisis. Los institucional que guarda como situar el punto de vista en la forma en enunciados que fondo la excepcionalidad que aquellas transformaciones subje- surgieron en provocada por esos mismos tivas operan, de manera paradójica, en aquel momento movimientos, se disgrega la todo el período posterior a su explo- funcionan como capacidad de invención social. sión. Se trata, en definitiva, de una fondo de una pregunta acerca de los modos de dura- incesante reinterpretación a partir ción del acontecimiento que abrió la del proceso político que, desde 2003, década produciendo un corte con las reconstruyó la legitimidad del Estado. formas sociales y políticas pretéritas. Esta recomposición de la política Duración que sólo puede aprehen- estatal, con todas las consideraciones derse a través de sus sucesivas modifi- que se puedan hacer acerca de sus caciones y del modo complejo en que limitaciones, se hizo sobre la base de fue tratado el conjunto de problemá- un discurso que, apoyado en la narra- ticas que planteó esta conmoción. ción de las luchas de los años setenta Aquella insurrección destituyente27 y de los derechos humanos, leyó las puso en escena un nuevo protagonismo marcas del 2001 a partir de ciertos social extendido que logró problema- procedimientos que determinaron su tizar las formas de convivencia colec- singularidad respecto a los gobiernos tiva. Se trató de una redistribución de que hasta entonces habíamos cono- lo sensible capaz de producir umbrales cido. A partir de allí, se desarrollaron acerca de lo tolerable y lo inaceptable dos axiomas centrales de gobierno: 1) en el campo social y político. “Que no reprimir las protestas sociales (el se vayan todos”, la anónima, bélica y alcance de esta medida siempre está extendida consigna que se vociferó en en revisión permanente, con arreglo a

217 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

las nuevas tensiones sociales derivadas de control, de gobierno territorial y de las formas productivas y de control producción de derechos, y 3) la articu- social), y 2) la exclusión de la retórica lación al mercado global y financiero. oficial de ciertas nociones referentes al Esta capacidad se despliega paradóji- ajuste, la subordinación a las finanzas camente: para existir e imponerse, el globales y la privatización. Sin embargo, Estado debe reinventarse de manera aún es posible pensar la persistencia continua en una trama compleja del neoliberalismo en lo concerniente hecha de aperturas y cierres, de estabi- a la explotación lidades y desbordes, y cuya efectividad Las constituciones pluri- de los recursos se verifica en la aptitud que demuestre nacionales no se proponen naturales, y la en reorientar la energía social, iden- simplemente reemplazar las expropiación de tificando la dimensión micropolítica injusticias del mercado por un las formas de vida (el nivel de las subjetividades y la estatalismo incluyente, sino y de cooperación producción de formas de vida) con el que reabren la forma misma social ocluidas conjunto macropolítico (la recombi- de la propiedad, reconociendo en el relato de la nación de segmentos heterogéneos al tanto la propiedad privada, inclusión social nivel estatal) bajo la legitimidad del como la propiedad estatal y redistributiva. lenguaje reparatorio. En esta forta- la propiedad comunitaria, a Así, junto con leza, radica también su debilidad. Pues partir del establecimiento de un la aparición de mientras logra alinear la expectativa nuevo concepto de ciudadanía nuevos derechos social, al investirse como artífice de universal latinoamericana y limitaciones la etapa posneoliberal, concentrando que comprende los distintos para la acción en sí mismo el poder de decisión e modos de vida, trabajo, estatal, persisten interpretación de los grados de aper- producción y migración. ciertas formas de tura posible, se diluye la capacidad gestión social (en de innovación del movimiento social, torno al gobierno del miedo y las fron- reduciéndose, por esta vía, las opciones teras sociales) y económica (alrededor de gobierno. Este es, quizá, el dilema de la explotación de la tierra, la espe- mayor que afecta la época sudameri- culación inmobiliaria, la financieriza- cana: en el pasaje del dinamismo de ción de las prácticas productivas) que movimientos sociales a la estabilización ponen en permanente cuestión el juego institucional que guarda como fondo de reconocimientos parciales de las la excepcionalidad provocada por esos demandas planteadas al comienzo de mismos movimientos, se disgrega la la década y la recusación del lenguaje capacidad de invención social, despla- neoliberal como la base de sustenta- zando la agenda de problemas (aque- ción del nuevo gobierno. llos que persisten en las nuevas formas La eficacia de la nueva gobernabi- en que aparecen), y con ello la pers- lidad abierta con el surgimiento del pectiva más radical de reapropiación kirchnerismo es tributaria del frágil de los bienes comunes.28 equilibrio al que está sometida su capacidad de articulación entre 1) las 12. Decíamos al comienzo que la demandas sociales, reconocidas y rein- década en el cono sur está signada por terpretadas de manera ambivalente, una doble excepcionalidad: aquella 2) sus formas de gestión de lo social, que emerge del orden global pos hecha simultáneamente de prácticas 2001, y la anomalía singular de la

218 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

región, originada por la aparición de kawsay), expresión recuperada de las un nuevo protagonismo social, más tradiciones indígenas que plantea una difuso o explícito (según el caso) que mirada crítica respecto a la noción rehace las hipótesis de lucha y creación de desarrollo, característica de los respecto a las experiencias populares procesos económicos de la región. Las de las décadas de los sesenta y setenta. constituciones plurinacionales no se Esta doble condición ha dado lugar, proponen simplemente reemplazar las en los países donde más radical ha sido injusticias del mercado por un esta- la capacidad destituyente respecto a las talismo incluyente, sino que reabren condiciones de existencia neoliberales, la forma misma de la propiedad, a un ensayo institucional inédito que reconociendo tanto la propiedad significa una ruptura profunda –cuyos privada, como la propiedad estatal y alcances están aún en proceso de elabo- la propiedad comunitaria, a partir del ración– con las formas previas. establecimiento de un nuevo concepto El sociólogo portugués Boaventura de de ciudadanía universal latinoame- Sousa Santos habla, en este sentido, de ricana que comprende los distintos la existencia de un experiementalismo modos de vida, trabajo, producción constitucional o un constitucionalismo y migración que, en este caso, se dan experimental, para dar cuenta de estas en el Ecuador. También, la nueva iniciativas que intentan, a su modo y Ley ecuatoriana promueve una insti- con resultados dispares, “refundar el tucionalidad que contempla la demo- Estado moderno”. Se trata, tanto en cratización de las decisiones sobre el Bolivia, Ecuador o Venezuela, de la modelo productivo incluyendo proce- constitución de un Estado Plurina- dimientos revocatorios del mandato cional, cuya geometría variable puede para quien no respete estas decisiones producir procesos de “unificación sin colectivas. La rareza del texto consti- uniformidad” a partir del reconoci- tucional es que, mientras propone una miento recíproco de los diversos modos democratización en la participación de de vida, permitiendo así la continuidad la riqueza social, considera a la Natu- de la convivencia común. Se trata de raleza (en su acepción comunitaria) una tentativa que procura producir como “sujeto de derechos”, en una un régimen de permanente reversibi- cosmovisión que fusiona lo social con lidad de la regla jurídica, sometién- la naturaleza. Así, el Buen vivir aparece dola, cada vez, a una variabilidad que como lo otro del extractivismo econó- pueda dar cuenta de las innovaciones mico y del esquema neodesarrollista en el campo de la experiencia social; como concepción.30 un nuevo constitucionalismo capaz de No son pocas las discusiones que ir más allá de la crisis, irreversible, del han surgido respecto a la deriva de Estado moderno.29 la región, a las formas de desarrollo, En este mismo sentido, el economista las demandas de los movimientos ecuatoriano Alberto Acosta, ex presi- sociales y su estatuto constitucional, dente de la Asamblea Constituyente y y las dinámicas institucionales y jurí- ex Ministro de Energía del Ecuador, dicas que se corresponden con estas formula los núcleos fundamentales realidades.31 En definitiva, se trata de de la experiencia constitucional bajo pensar si el neodesarrollismo es una la perspectiva del Buen vivir (sumak respuesta posneoliberal a la altura

219 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

de las exigencias sociales, o si las tensiones derivadas de este modelo de acumulación exigen replantear las formas económicas en nuestros países. El investigador uruguayo Eduardo Gudynas ha definido el extractivismo, característico del territorio sudameri- cano, como el modo en que persiste la dependencia, ya que la apropiación de los recursos naturales aparece como el vector fundamental del crecimiento. Entre sus rasgos característicos se encuentra la redefinición territorial con arreglo a variables externas (como por ejemplo las oscilaciones financieras de los precios de las materias primas), la depredación del medio ambiente, el arrasamiento de formas de vida comu- nitarias y la falta de innovación en el diseño de estilos de desarrollo propios ración social no parecen ser simple- hacia los cuáles transitar para ir redu- mente estrategias de “contención”. Y ciendo las consecuencias depredato- no hablamos, solamente, de sus efectos rias del extractivismo como patrón de en términos de ampliación de la capa- acumulación.32 cidad de consumo de la población y de la recreación de un mercado interno 13. Estas discusiones continentales son (con toda la ambivalencia que presenta profundas y expresan en gran medida el hecho de proponer el aumento de el carácter anómalo de la situación. consumo como índice fundamental 33 Mientras se estabiliza un modelo de democratización, pues para que neodesarrollista, centrado en lo que esta democratización en el acceso a la algunos llaman acumulación por riqueza común sea duradera y efectiva desposesión, se asiste a un esquema precisa, más temprano que tarde, un de extenso reconocimiento de dere- replanteo de las relaciones de poder chos de carácter reparatorio, inédito y de propiedad). Podría pensarse, en comparación con las décadas prece- incluso, que en el centro de la crisis dentes. Como si ambas esferas, el actual del capitalismo se encuentra extractivismo y las políticas sociales, la exigencia de financiar la reproduc- no pudieran concebirse la una sin la ción social, de reconocer su condición otra. La primera posibilita el financia- inmediatamente productiva, en los 34 miento de las segundas, mientras que tiempos de capitalismo “biopolítico”, estas últimas habilitan y sostienen una y del colapso de los dispositivos finan- perspectiva de mejoramientos sociales cieros que aspiraban a coordinar, por requiriendo para ello cierta apropia- si mismos, la entera esfera de la repro- ción de los excedentes derivados de ducción social. la economía extractiva. Sin embargo, Un nuevo tipo de presencia de los las llamadas políticas públicas de repa- Estados, entre nosotros, nos habla

220 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

de una nueva conciencia y de nuevas tica: de una gobernabilidad “nacional- posibilidades en un contexto en el popular” de la crisis. Este cuadro de que el problema de la reproducción situación, como decíamos al inicio, de las redes sociales y productivas se supone quizás la creación de un nuevo coloca en el centro de lo político. En sistema de traducción institucional, este contexto se ubica la polémica cada vez más abierta, fundado en una con las retoricas neodesarrollistas de capacidad de cuestionamientos mas la región, y el riesgo de una gestión abarcativa, de la activación de reono- estabilizadora de la imaginación polí- vados lenguajes críticos.

NOTAS

1. El carácter precario o frágil, aunque cierto y en marcha de esta excepción geopolítica sudamericana cobró evidencia pública con la fundación de la UNASUR y, luego, con la transmisión televisada y radial de una discusión entre presidentes de la región a propósito de la agresión colombiana en territorio ecuatoriano, en el contexto de una frontera tensa entre Colombia y Venezuela. El antecedente inmediato de este suceso fue la tramitación “regional” de la crisis de Bolivia, cuando se produjeron los levantamientos de las élites cruceñas contra el Estado y la reforma autonómica que proponía el gobierno de Evo Morales (buscando imprimirle un carácter secesionista a las auto- nomías regionales). La intervención de la UNASUR resultó fundamental para destrabar el conflicto a favor de la vigencia tanto de la institucionalidad democrática como del proyecto del bloque de gobierno boliviano. A la vez, habría que señalar la influencia limitada de UNASUR fuera de la región, como mostró el caso del golpe de Estado en Honduras. En la década que ahora se abre, nuevos signos de actividad política autónoma (de la primavera árabe a los movimientos de los llamado “indignados” en Europa) permiten, tal vez, replantear este esquema global. 2. En torno a la constitución de una forma Estado securitista (el Estado guerra) en buena parte de occidente y su articulación con la era global ver Breve tratado para atacar la realidad, del filósofo catalán Santiago López Petit (Tinta Limón Ediciones; 2008). 3. Lo a-nomal carece de norma exterior de referencia, a diferencia de lo a-normal que es siempre un desvío ante un modelo normativo. 4. Va de suyo que esta tradición es compleja y contradictoria, y que por ello mismo resultan completamente insuficientes las posiciones de quienes deciden abandonar de modo total y radical lo moderno en bloque, como la de quienes persisten en su defensa presentando sus rasgos dominantes como excluyentes. Antes bien, la crítica necesaria de la modernidad implica una reorganización de aquello que aún nos provee de elementos para el trabajo del pensar político. De allí que hablemos de “modernidad” en un sentido bien amplio, incluyendo en ella los capítulos enteros del pensamiento llamado posmoderno. 5. Giorgio Agamben, Estado de Excepción (Adriana Hidalgo; 2004). 6. El texto fundamental de Schmitt para esta crítica del derecho en la democracia liberal, a partir de la noción de excepción, está en su “Teología Política” de 1922. 7. Todo el debate contemporáneo en torno a la biopolítica tiene origen en Foucault. Por el momento interesa destacar la distinción que hace Toni Negri entre biopolítica y biopoder como fuente de un antagonismo entre un biopoder que se aplica de modo directo al campo de lo vivo, y una capacidad de resistencia e institución biopolítica que sobrepasa esos poderes asumiendo el territorio de lo vivo como instancia de constitución de la vida misma. Esta distinción está explicitada en un reciente libro de Toni Negri llamado La fábrica de porcelana (Paidós; 2008). La discusión sobre la biopolítica es amplia y fue recogida parcialmente en una reciente compi- lación de trabajos de Deleuze, Foucault, Negri, Zizek y Agamben bajo el título Ensayos sobre biopolítica, Gabriel Giorgi y Fermín Rodríguez compiladores (Paidós; 2007). 8. Ver entrevista a Sandro Mezzadra, “Gubernamentalidad: fronteras, código y retóricas de orden”, en el libro Conversaciones en el Impasse, Colectivo Situaciones (Tinta Limón Ediciones; 2009). 9. El argumento de Agamben se sintetiza entonces del siguiente modo: el sistema jurídico de occidente está conformado por un elemento jurídico normativo y por un elemento fáctico extra, o meta-jurídico. Ambos elementos confluyen y quedan ligados a partir del funcionamiento de la máquina biopolítica del estado, que prepara las condiciones para que el poder aplique su fuerza sobre la vida (“el imperio planetario actual es puro estado de excepción”). 10. Agamben trabaja extensamente estas operaciones en: Homo sacer I: El poder soberano y la nuda vida (Pre-textos; 2003). El caso del Lager es analizado al detalle en Lo que queda de Auschwitz (Pre-textos; 2002).

221 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

11. La fase “constructiva” o, más bien “activa” del pensamiento de Agamben se verifica en una referencia a Walter Benjamin y su idea de desligar fuerza (praxis) y derecho. Para un rastreo crítico de la argumenta- ción política de Agamben pueden recorrerse algunos textos claves de Paolo Virno: Gramática de la multitud (Colihue; 2003); la entrevista a Antonio Negri, en Contrapoder una introducción, Colectivo Situaciones (De mano en mano; 2001); y también el artículo de Ernesto Laclau “Vida nuda o indeterminación social”, en su libro Debates y combates, (Fondo de Cultura; 2008). 12. Situaciones menos contundentes pero igualmente interesantes se perciben en Brasil, donde el gobierno del PT resulta impensable fuera de décadas de maduración del movimiento sin tierra y sindical, y, de modo negativo, en México, donde la derrota del PRI coincide con movimientos sociales extensos, de los cuales el más interesante fue, seguramente, el neozapatismo. Es cierto que México hoy se encuentra completamente ocupado por una dinámica securitisa (como Colombia), y en estado de cuasidesintegración soberana. Pero, en los hechos, para no perder el control del estado, la élite mexicana combinó el fraude electoral sistemático con el uso abierto del terror militar. 13. Chantal Mouffe ha argumentado una suerte de “schmittianismo” moderado como reposición deuna política del conflicto a partir de la óptica de la democracia radical. Se trata de una argumentación inspirada explícitamente en la realidad actual sudamericana y cuya influencia en la retórica del actual gobierno argentino ha sido señalada reiteradamente. Ver En torno a lo política, (Fondo de Cultura Económica; 2007). 14. Antonio Negri denomina governance a estas formas negociadas de gobierno de lo concreto; La fábrica de porcelana, una nueva gramática de la política (Op. cit.). 15. En su libro, Ambivalencia de la multitud (Tinta Limón ediciones; 2006). El argumento es retomado en un encuentro realizado en la escuela “Creciendo Juntos” –Moreno, Buenos Aires– en el marco de un taller sobre “infancia”, publicado en el libro Un elefante en la escuela (Ed. Tinta Limón ediciones; 2008). 16. Ver la polémica al respecto entre la perspectiva de Virno y Mauricio Lazzarato. Ambos sostienen que la cooperación intelectual y cognitiva es fuente del valor. Pero mientras que Virno atribuye esta situación a la fuerza de trabajo del capitalismo posfordista, Lazzarato niega toda compatibilidad posible entre dicha coope- ración y la figura –anacrónica– del trabajo. Los argumentos de Lazzarato (para quien cooperación y creación se contraponen a toda forma de trabajo) se encuentran en su libro Política del acontecimiento, (Tinta Limón ediciones; 2006). 17. Carl Schmitt, “Prólogo” a la reedición de El concepto de lo político (Alianza; 1999). 18. Esta referencia a la “infantilización” como modo esencial de gobierno de las subjetividades es un tópico fundamental de Félix Guattari. El gobierno de la subjetividad por medio de dispositivos ad hoc es también propio de la lectura que Agamben realiza de Foucault, lo que se puede rastrear en su conferencia “¿Qué es un dispositivo?”, realizada el 2005 en la ciudad de La Plata, Argentina. 19. Agamben, aunque mucho más abstracto y sin reflexionar sobre la fuerza de trabajo y las luchas sociales recientes, piensa en un sentido similar. Ambos autores parecen querer desarrollar la intuición benjaminiana fundamental de una violencia pura capaz de salirse de su relación habitual con el derecho, hacia nuevos “usos” del derecho. Mientras que en Virno se trata de una posibilidad de desarticularse de los dispositivos estatales que unifican el comando del trabajo bajo la forma del valor, en Agamben se trata de una substracción del derecho hasta volverlo inoperante. 20. ¿Cómo interpretar sino el hecho que los gobiernos más representativos de la región –los llamados “progre- sistas”– tengan tantas dificultades para articular dispositivos políticos capaces de viabilizar demandas y saberes de los movimientos que les dieron origen y más bien se inclinen a un tipo de neodesarrollismo que se justifica siempre en relación de polaridad con el bloque reaccionario de poder y que da lugar variable (según sitios y momentos) a experimentaciones de nuevas instituciones/dispositivos? Si bien aún carecemos de una idea de la experimentación llevada a cabo por los movimientos en el interior de estos gobiernos, sería grave constatar que la defensa de dichos gobiernos lleva a los movimientos a un empobrecimiento general de su imaginación y disposición creativa. 21. En sus últimos trabajos Foucault se refirió a la gubernamentalidad como algo diferente a la soberanía. Esta última remite al modo imperial del control del estado sobre un territorio. La gubernamentalidad o paradigma de la “gobernanza” remite a las sociedades en donde la mediación del mercado ha dado lugar a formas de saber-poder complejas irreductibles al dispositivo estatal. Agamben y Negri, entre otros, han hecho esfuerzos por desarrollar las consecuencias de este planteo. Ver del primero El reino y la gloria. Una genealogía teológica de la economía y del gobierno (Adriana Hidalgo; 2008), y del segundo la entrevista “Luchas contra la renta e insti- tución de lo común” publicada en el libro Conversaciones en el impasse (op. cit.). En el mismo libro, lo hemos citado más arriba, hay un extenso y sugerente análisis de la máquina gubernamental del occidente actual, a partir de la crisis financiera del 2009, por parte de Sandro Mezzadra. 22. Álvaro García Linera, “La construcción del Estado”. Conferencia Magistral en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, 9 de abril de 2010. 23. Consideramos fundamentales las discusiones planteadas por Raquel Gutiérrez Aguilar, “América Latina: de la revuelta a la estabilización” en Conversaciones en el impasse (op. cit.); las observaciones críticas de Silvia

222 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Rivera Cusicanqui, Ch’ixinakax Utxiwa (Tinta limón ediciones y editorial Retazos; 2010); los cuestiona- mientos agudos del colectivo feminista Mujeres Creando (http://www.mujerescreando.org/) y del dirigente de la “Guerra del Agua”, Oscar Olivera (http://desinformemonos.org/2010/08/oscar-olivera-la-oposicion-en-tiempos- de-evo/). También pueden consultarse los análisis de Luis Tapia, “Bolivia: la pluralidad, la diversidad y la autonomía como reconocimiento” (revista Pampa N° 6; septiembre 2010) y su reciente trabajo “El estado de derecho como tiranía” (Cides-Umsa, 2011). 24. Como se ha podido corroborar, primero, en la medida conocida como “gasolinazo” –que proponía una quita de los subsidios a los combustibles–, y después, en los recientes episodios de las movilizaciones indígenas y la represión originados por el intento de construcción de una carretera financiada por capitales brasileros en Tipinis –que iba a atravesar una reserva natural indígena. En ambos casos, el gobierno tuvo que retroceder en las medidas por el masivo rechazo que provocaban en la población. 25. Para un examen de estas discusiones, ver los trabajos de Ernesto Laclau, La razón populista (Fondo de Cultura Económica; 2005) y las polémicas desarrolladas por el autor en Debates y combates (Fondo de Cultura Económica; 2008). También pueden consultarse los minuciosos análisis críticos sobre sus planteos, compilados por Simón Critchley y Oliver Marchart en Laclau. Aproximaciones críticas a su obra (Fondo de Cultura Econó- mica; 2008) y Chantal Mouffe En torno a lo político (Op. cit). 26. Ignacio Lewcowicz, Pensar sin estado. La subjetividad en la era de la fluidez (Paidós; 2004). 27. La categoría destituyente fue utilizada de manera distinta en el conflicto planteado, en 2008, en torno a las pretensiones gubernamentales de aumentar la presión tributaria sobre las ganancias extraordinarias del sector agroexportador, clave en el proceso productivo que permitió la reactivación económica, y un complejo bloque opositor reunido en torno a la Mesa de Enlace, que nucleaba a las distintas cámaras patronales agra- rias, los grandes conglomerados mediáticos y distintos partidos de la oposición. En la guerra de la resolución 125, como se nombró la disposición del gobierno de aumentar los aranceles tributarios, el colectivo político- intelectual Carta Abierta, que reúne un abanico de intelectuales convocado para la defensa de los aspectos más democráticos ocurridos a partir del gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, propuso el concepto como modo de explicar la situación desatada en esta puja. Se trataba, para Carta Abierta, de un “ánimo destituyente” que provenía de las usinas de una “nueva derecha” agro-mediática que buscaba revertir los logros de un gobierno democrático. La destitución, en este caso, está más relacionada a la idea de ruptura de la continuidad gubernamental y menos a la impugnación del orden representativo en su conjunto, tal como se había planteado con el “Que se vayan Todos” en 2001. Ver Colectivo Situaciones, 19 y 20. Apuntes para un nuevo protagonismo social (De mano en mano: 2002). También pueden consultarse las cartas del colectivo Carta Abierta: www.cartaabierta.org.ar. 28. Para un análisis acerca del modo en que la concepción distributiva, sobre la base de la intervención estatal en la captura y reparto de las rentas excepcionales, desplaza como problema la reapropiación y la gestión colec- tiva de los bienes comunes, ver Raquel Gutiérrez Aguilar (op. cit). 29. Boaventura Dos Santos, “Las paradojas de nuestro tiempo y la Plurinacionalidad”, en Plurinacionalidad. Democracia en la diversidad, Alberto Acosta y Esperanza Martínez (comps.) (Abya Yala: 2009). 30. Alberto Acosta, “Siempre más democracia, nunca menos”, en Plurinacionalidad. Democracia en la diversidad, (op. cit.). 31. Para una muestra interesante de estas tensiones ver: Alberto Acosta, “El golpe fue contra la izquierda, a la que veo confundida y fragmentada”, entrevista realizada por Verónica Gago y Diego Sztulwark en el diario Página 12, 10 de enero de 2011; y Rafael Correa, “Vamos hacia una globalización descontrolada”, entrevista realizada por Santiago O´donell en el diario Página 12, 4 de diciembre de 2010. También puede consultarse la exposición de Álvaro García Linera en la sala Jorge L. Borges de la Biblioteca Nacional. Conferencia ofrecida el día 26 de mayo de 2011 y publicada en esta misma revista. 32. Eduardo Gudynas, “Seis puntos clave en ambiente y desarrollo”, en Plurinacionalidad. Democracia en la diversidad, (po. Cit.). 33. El historiador Pablo Hupert, propone pensar la situación actual como el pasaje del “ciudadano moderno” al “consumidor subsidiado”, figura que emerge en la dinámica posrepresentacional contemporánea. Ver Pablo Hupert, El estado posnacional. Más allá del kirchnerismo y el antikirchnerismo, (edición de autor). 34. Para una mirada global acerca de la crisis y sus consecuencias, ver AAVV, La gran crisis de la economía global. Mercados financieros, luchas sociales y nuevos escenarios políticos(Traficantes de sueños: 2009).

223 224

Desfondamiento, realización y agonía Por Gabriel D’Iorio

Las relaciones entre el kirchnerismo y el 2001 son tan evidentes como paradójicas. Entre el reconocimiento y la negación, entre el temor y la conjura. Insospechada deriva de la crisis y el grito colectivo: “Que se vayan todos”, la intré- pida aventura de un trayecto gubernamental que se erige sobre el desfondamiento de las institu- ciones nacionales, ha inaugurado un tiempo vertiginoso, plagado de querellas e interpreta- ciones acerca de la veracidad y los alcances de este fenómeno político que resuena en las agitadas aguas de la Argentina. Gabriel D´Iorio analiza este tramo y sus sombras: la crisis social, el desborde y el peronismo, eco secreto que dialoga, en términos conflictivos y cómplices a la vez, con la constitución misma de un ciclo que depara incertidumbres. El kirchne- rismo no tiene textos fundantes, dice el autor, pero es capaz de producir imágenes identifi- catorias a partir de su apego a lo real, materia prima de la que extrae su inteligencia. Entre los deseos de estabilización y la agonía –retomando las epopeyas del peronismo pero sobre el tumul- tuoso fondo de la situación actual– se reabren expedientes de la historia que se consideraban archivados, entre la sorpresa, el encanto, la conje- tura y la vacilación. LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

... A mis compañeros de mental que va desde el levantamiento El río sin orillas, por estos años agromediático contra la 125 a la última festividad macrista en la Ciudad Autó- noma de Buenos Aires. En este sentido, 1. el cotillón antipolítico que pintó de amarillo las mismas comunas que hace El kirchnerismo es algo más que la una década algunos soñaron rojas, y novedad política de nuestro tiempo. Es otros, celestes y blancas, no puede ser el nombre de una intensa pasión polí- soslayado. Lejos de ser un dato circuns- tica. Es el efecto menos imaginado pero tancial, es la advertencia política más quizás secretamente más deseado de los seria al carácter progresivo que impuso acontecimientos de diciembre de 2001. el kirchnerismo a la vida nacional, al Es el retorno de la necesaria controversia negarse a sostener su gobierno bajo sobre las tradiciones emancipatorias, premisas del todo impuestas por las sobre sus textos, sus intelectuales, sus corporaciones hegemónicas para militancias. Es la puesta en discusión de hacerlo en otras más afines a movi- la herencia setentista y la reinvención mientos sociales, sindicales y políticos sobre los restos de la patria industrial de tradición popular, aun cuando éstas de un neodesarrollismo heterodoxo, pudieran estar en abierta contradicción nacional y popular. Es la expresión de con los continuos reclamos de orden las acciones públicas con mayor sentido represivo dirigidos por la trama comu- de justicia social que tuvo nuestro país nicacional y parte de la sociedad civil a luego del terrorismo estatal. Es el sitio quienes detentan el poder del Estado. de una encrucijada: luego del nunca Es cierto que el kirchnerismo no ha más, el nunca menos señala el nuevo cesado de reinventarse sobre el tembla- suelo de convivencia democrática, pero deral de un sistema de representación también indica las limitaciones de todo desfondado cuyo corolario es el 2001, proyecto –incluido el kirchnerista– que pero cuya debacle hay que datar incluso no se anime a plantear vías de resolu- antes del crimen dictatorial. Y de inte- ción concretas al problema material de rrogar su excepcionalidad sin ceder en la tierra y la vivienda, y no logre arti- su deseo de fundación, ese que aparece cular, sobre estas nuevas bases, una idea una y otra vez cuando se menciona el 25 plural y autónoma de nación.1 de mayo de 2003 como momento cero de la historia reciente. Pero su único enemigo temible, esta derecha liviana 2. que hace política desde el discurso antipolítico con dineros públicos y que No podemos aventurar qué será de interviene en los barrios sin desconocer este nombre bajo horizontes aun la necesidad de regularlos, no dejará de más hostiles que los conocidos en los acechar los deseos del mundo popular. últimos años. El impresionante triunfo Para intentar el zarpazo mayoritario electoral de Cristina Kirchner en las sólo necesita ampliar esa influencia Primarias Abiertas no puede ocultar el territorial, mejorar el sentido de la obra hecho de que una parte muy impor- pública y sacarse el lastre del pasado que tante de esta sociedad acompañó el persigue a muchos de sus jefes y aliados arco de resistencia a la política guberna- (más del pasado de la dictadura que de

225 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

los años noventa, años todavía no del y políticas del 2008 y 2009 le devol- todo pensados ni elaborados social- vieron, paradójicamente, mucha de mente, incluso en aquellos aspectos que, la vitalidad perdida. Los festejos del según destacan los críticos del kirchne- Bicentenario y la inesperada muerte rismo de izquierda a derecha, perduran de Néstor Kirchner lo pusieron en intocados en el modelo actual). Esa estado de movilización. Y no sin difi- derecha PRO tiene tres posibilidades: cultades empezó a modular su fuerza parir un partido de alcance nacional, para enfrentar a la nueva derecha: colonizar culturalmente a un sector descubrió que puede alivianar la carga amplio del PJ realmente existente, o del pasado sin ceder en la lucha por la hacer ambas cosas memoria, para producir las imágenes Con todo, un problema se a la vez. Estas de futuro que necesita todo proyecto advierte en esta modulación: p o s i b i l i d a d e s político. Con todo, un problema se la invención del porvenir exige están abiertas y advierte en esta modulación: la inven- acuñar, además de consumo una razón onto- ción del porvenir exige acuñar, además gozoso, interpretaciones y actos lógica las asiste: el de consumo gozoso, interpretaciones y de amplia convocatoria pública. vaciamiento nihi- actos de amplia convocatoria pública. Por eso mismo, es preciso inte- lista de la política Por eso mismo, es preciso interrogarse rrogarse si no resulta riesgoso en las agencias si no resulta riesgoso en el mediano en el mediano plazo delegar de publicidad se plazo delegar este porvenir en un este porvenir en un funciona- lleva muy bien funcionariado medio hoy demasiado riado medio hoy demasiado con la disolu- acostumbrado a usar recursos públicos acostumbrado a usar recursos ción de la politi- sin la imaginación que exige la tarea de públicos sin la imaginación que cidad bajo ciertas producir política en los bordes de las exige la tarea de producir polí- m o d a l i d a d e s grandes utopías nacionales.3 tica en los bordes de las grandes consensuales de utopías nacionales. gestión.2 El kirchnerismo 3. supo resistir a fuerza de obrar, con mucha inteligencia práctica, sobre sus Es posible sostener que el kirchnerismo líneas de fragilidad. Es que el kirch- produjo más símbolos que textos, más nerismo nunca fue un cuerpo homo- justos pronunciamientos afincados en géneo carente de fisuras. Habría que la ocasión que elaboradas reflexiones decir lo contrario: tan deudor de la sobre los grandes temas nacionales.4 Y heterogeneidad política resultante del también afirmar que en el profundo 2001 como de la historia siempre escin- silencio que precedió a las más impor- dida del peronismo, fue capaz de arti- tantes decisiones políticas que tomaron, cular política con gestión de un modo los Kirchner demostraron ser sagaces poderoso. En efecto, un singular espí- lectores. En primer lugar, de la derrota ritu vitalista lo comprometió desde del campo popular en los años 70 (de el primer día en el poder del Estado la que no es ajena su amplia política de con una febril acción reparadora reparación jurídica y social del trauma de vastos efectos. Y cuando parecía colectivo heredado); en segundo lugar, encerrado en los límites del modelo de las transformaciones operadas en el cuyas bases había colocado Roberto mundo de la producción y en el Estado Lavagna, las sonoras derrotas sociales durante los años 90 (lo cual explica su

226 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

opción por una heterodoxia económica a la señora de Perón la solidaridad que reorientó aspectos modernizantes argentina en los duros momentos de de aquel período y atacó otros más posguerra; luego observamos al pueblo lesivos, sobre todo en el campo social y argentino movilizado en torno de “la laboral); en tercer lugar, de la profunda más gigantesca obra de amor”: la crisis de legitimidad que abrió el ciclo Fundación Eva Perón, cuyo inmenso de movilizaciones que terminó primero trabajo social, además de dejar atrás con el gobierno de la Alianza y, luego de la miserable beneficencia de los ricos los asesinatos de los militantes sociales para satisfacer infinidad de pedidos Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, personales, se materializa también en con el gobierno de Eduardo Duhalde. Y monumentales supieron, ya más cerca en el tiempo, leer escuelas, policlí- El kirchnerismo no tiene las razones de las propias derrotas, de nicos, hogares y textos fundacionales pero en su las que extrajeron no pocas enseñanzas barrios enteros obstinada relación con lo real para avanzar en una nueva etapa de para los más político se reveló buen lector democratización de lo social. Es decir, necesitados. A de acontecimientos de difícil el kirchnerismo no tiene textos funda- las imágenes interpretación, aun cuando cionales pero en su obstinada relación de archivo que todavía esté por verse si su con lo real político se reveló buen lector nos aproximan lectura del peronismo resulta de acontecimientos de difícil interpre- a la obra de la ser adecuada a su deseo de tación, aun cuando todavía esté por Fundación, Favio convertirse en el proyecto que, verse si su lectura del peronismo resulta suma otras: las incorporándolo, responda con ser adecuada a su deseo de convertirse que componen vocación de futuro a los desa- en el proyecto que, incorporándolo, la escena del fíos del presente. responda con vocación de futuro a los Cabildo Abierto desafíos del presente. del 22 de agosto del 51. En ellas, Evita se dirige al pueblo ya no como la señora embajadora lo hacía en la gira europea 4. sino como la militante que ha llegado demasiado lejos, con la mujer que De las intervenciones sobre la memoria empieza a dialogar con la eternidad colectiva que propone Leonardo Favio del mito. Finalmente, otras imágenes en Perón sinfonía del sentimiento, las más: la enfermedad que avanza, las que realiza con Evita son reveladoras elecciones, el último discurso en de ciertos núcleos de significación de Plaza de Mayo ante su pueblo, el rezo la vida nacional y de los rasgos más colectivo, los funerales interminables, perdurables del peronismo que habitan también multitudinarios. en el kirchnerismo. Favio elige mostrar No se trata de escenas que puedan a Eva casi siempre acompañada por colocarse en los anaqueles de la historia multitudes: como si ella fuera un como si fueran estampitas escolares. cuerpo y una voz –sobre todo una voz– Hay en ellas una contemporaneidad necesitados de esa compañía para reali- que Favio logra expresar, a pesar de zarse. Las imágenes que se jalonan son su filiación partidaria, sin sacrificar la conocidas: en la gira por Europa del objetividad del pasado. Incluso nos año 47 observamos al pueblo español animaríamos a decir que le otorga lanzado a las calles para agradecer un justo sentido a ciertos hechos.

227 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

Nos detenemos en una secuencia sucede esto? ¿Por qué justo ahora, cuando que resulta central para advertir este el anhelo parecía ponerse otra vez en movimiento: la que empieza con los marcha? Menos monumento mudo que campeonatos Evita, cuyas imágenes testimonio vívido de la perplejidad que de alegría colectiva acompañan la da que pensar, el tiempo de la agonía no enumeración de las tareas de la Funda- deja de ser por ello consustancial al de la ción y sus logros. Esa secuencia sigue realización. hasta que otra voz interrumpe la del Favio logra poner de relieve en los diez locutor del documental para desviar minutos dedicados a Eva, los rasgos la atención hacia otro tema. Esa voz, que definen al peronismo. Porque el aproximadamente cada dos minutos, peronismo ha sido esa conjunción. interrumpe el crescendo realizador con Tanto que todavía en los años noventa los partes oficiales de la angustia para Halperín Donghi hablaba de la larga el pueblo trabajador: la enfermedad de agonía de esa Argentina que nació en el Evita avanza y Favio congela la escena fulgor de la bonanza económica de la para que nos demoremos en la escucha posguerra europea y según su particular de esa voz. Es un recurso muy sencillo mirada languideció las cuatro décadas y sin embargo decisivo para hacernos siguientes. Es cierto que hay otras hipó- vivir un instante de ese sentimiento tesis de Halperín sobre el peronismo tan controvertido que se abría en el que son más interesantes, pero ésta corazón de los años felices. Porque de roza lo esencial aun cuando no llega a eso se trata la idea que nos propone advertir la fuerza de su solapamiento: Favio: los años de soberanía política, hay agonía porque hubo realización, independencia económica y justicia pero sobre todo hay agonía cuando social, fueron también, años agridulces, hay realización. El carácter agónico de en nada ajenos a la angustia popular. la política que puso de manifiesto el Es posible observar en esta secuencia el peronismo es inescindible de la fuerza encuentro de dos temporalidades. El realizadora en tiempo presente. Si esa tiempo de la realización es el de la obra fuerza se transforma en pasado no es ya práctica de gobierno que plasma un la agonía lo que se pone en juego sino proyecto estatal. Mejor que decir es hacer la pura nostalgia de lo sido. es el lema que resume la impronta reali- Y no es que desconozcamos otros zadora del peronismo, la ocasión de la rasgos del peronismo histórico: la primacía del monumento sobre el docu- fiesta, el poder, el amor, el castigo. Pero mento, del edifico sobre el proyecto, de las todos ellos, tal es nuestra conjetura, cosas sobre las palabras, del hecho sobre se inscriben en esta tensión trágica. El el derecho. El tiempo de la agonía es, en kirchnerismo encontró en ella la clave cambio, el de la disposición al combate de su autocomprensión, que terminó y la inminencia de la muerte, tiempo en consumándose en los multitudinarios el cual los discursos, las interpretaciones, funerales del propio Néstor Kirchner los ademanes y los gestos públicos tienen luego de un gran crescendo realizador: una importancia fundamental. Las voces el que concluyó en la fiesta popular del y los cuerpos, las razones y pasiones de Bicentenario. Hay, sin embargo, una unas vidas en litigio (o comunión) discontinuidad histórica que lo hace son aquí lo decisivo, tanto como las singular (y un presente que lo obliga a preguntas que retornan: ¿por qué nos realizar, combatir e interpretar con ideas

228 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

de emancipación, de estatalidad y de el 2002 al describir a Néstor Kirchner nación bien distintas a las existentes en como parte del fantasma de la tendencia los años cincuenta). El peronismo fue la que retornaba, era difícil conjeturar identidad política resultante de la movi- entonces que del margen sureño y justi- lización popular de una patria indus- cialista iba a salir esa última narración. trial en crecimiento, que trascendió La agonía social poco tenía que ver con con mucho la dimensión de la mera realizaciones: era más bien la contra- reivindicación económica.5 El kirchne- cara previsible de la desrealización del rismo es, por el contrario, el emergente mito estatal en los flujos del mercado. fundador de una historia que empezó a La reestructuración de la sociedad y las escribirse sobre las ruinas de los grandes potestades del Estado operada desde la ideales argentinos.6 Una fuerza política dictadura se enfrentaba a su propio que realiza y agoniza a sabiendas de que delirio destructivo. Las multitudes en todavía hay, como tan bien profetizó las calles señalaban el fin del proceso Nicolás Casullo, “una última narración pero no necesariamente el comienzo en los mares del sur”.7 de algo prometedor. Y aun cuando muchos de nosotros no dejábamos de estar fascinados con las posibilidades 5. abiertas de un pueblo lanzado a las calles, estábamos bailando con los ecos ¿Estábamos muy lejos de estas de un país quebrado.8 reflexiones hace una década? Salvo ¿Exageramos? El año pasado Canal Leonardo Favio en la por la profecía que lanzó Casullo en 7 (la TV Pública) dedicó dos de los Biblioteca Nacional

229 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

veinticinco documentales de Huellas apellidos en la primera línea de la de un siglo al 19 y 20 de diciembre de sucesión presidencial, incluso hasta la 2001. En estos envíos dirigidos por actual elección: Raúl Alfonsín a través Carlos Echeverría hay unas imágenes de su hijo Ricardo; Adolfo Rodríguez poco recordadas de aquellas jornadas, Saá, a través de su hermano Alberto; y que patentizaban el hundimiento del Eduardo Duhalde, por suerte esta vez, sistema de repre- a través de sí mismo. Todos siguen La rebelión popular que sinte- sentación: las intentándolo como si no tuvieran tizó el “que se vayan todos...” de la Asamblea registro del paso del tiempo. Y también –cantito de guerra destituyente Legislativa del estaba allí la hoy presidenciable Elisa que todavía este año atro- 21 de diciembre. Carrió, entonces estrella del progre- naba unánime en el estadio de Luego de la caída sismo cuya solvencia retórica contras- River el día de su descenso al de De La Rúa el taba con la de sus temerosos pares. Esta nacional B– fue directamente poder político presencia actual (e inactual) también proporcional al descalabro i n s t i t u c i o n a l es indicativa de la profundidad que público y privado acumulado estaba en manos tuvo la crisis del 2001 y de las dificul- durante décadas. Mucho se ha del Congreso tades posteriores que tuvo la oposición discutido sobre esta consigna. Nacional, pero (y parte del oficialismo) para articular Como ha señalado María en éste se obser- nuevas representaciones ante el agota- Moreno recientemente, se trató vaba a una clase miento de las viejas dirigencias de los de “un haiku, no una zoncera política abatida partidos tradicionales. corta sino una condensación y temerosa que, La rebelión popular que sintetizó el extrema de sentidos múltiples lamentándose “que se vayan todos... –cantito de guerra y de fecunda resonancia”. por la situación, destituyente que todavía este año atro- sesionaba rodeada naba unánime en el estadio de River el de fuerzas policiales. Una de las voces día de su descenso al nacional B– fue más importantes de los años 80 y 90, la directamente proporcional al desca- del ex presidente Raúl Alfonsín, volvía labro público y privado acumulado a señalar otra vez la inmensa debilidad durante décadas. Mucho se ha discu- de los gobiernos democráticos ante tido sobre esta consigna. Como ha las presiones económicas internas y señalado María Moreno recientemente, externas. Lo hacía con una franqueza se trató de “un haiku, no una zoncera escolar que era compartida por casi corta sino una condensación extrema todos los políticos como si no fueran de sentidos múltiples y de fecunda responsables de la catástrofe social en resonancia”.9 ¿Qué cantar después de la que nos sabíamos todos hundidos. años de recesión económica? ¿Qué Eduardo Duhalde miraba y callaba; cantar después de gestiones guberna- agazapado, esperaba la hora para hacer mentales vergonzantes, cómplices de caer a quien días después se consagraría la confiscación de ahorros, la sanción como el presidente del default, el por de la obediencia debida, los indultos a entonces gobernador puntano Adolfo genocidas, la destrucción del empleo Rodríguez Saá. y la entrega del patrimonio nacional? La imagen resulta reveladora no sólo de No se trataba de una consigna literal y la irresponsable lectura de la realidad sin embargo en su literalidad tocaba el de mucha de nuestra dirigencia polí- hueso mismo del sistema de represen- tica sino de la persistencia de ciertos tación. Los saqueos y las movilizaciones

230 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

que la acompañaron venían a desti- las dos elecciones en las que participó tuir, de un modo aun más profundo directamente: primero como candi- que en el 89, el lazo social heredado dato a presidente en el 2003, luego de la dictadura. Todavía hoy está en como candidato a diputado nacional discusión el sentido del nuevo lazo y en la elección del 2009. Cristina, en las posibilidades reales de un proyecto cambio, ganó las legislativas de 2005, la de nación. Por eso, cuando se critican primera presidencial y ahora va camino las ilusiones libertarias de aquellos de la segunda. Es cierto que Kirchner días, se pierde de vista la importancia podría haber ganado claramente en vital que tuvieron esas movilizaciones el 2007, y, por qué no, también en para entender parte del destino de esta el 2011. Pero la inédita decisión de década, y muchas otras movilizaciones proponer a Cristina Kirchner luego del protagonizadas durante los años 90 por primer mandato y su temprana muerte los movimientos sociales y estudiantiles nos han privado de esas imágenes, y autónomos, la CTA y el MTA, etc. nos ha dejado otras, menos ligadas a lo No puede decirse que el kirchnerismo festivo y más a lo gubernamental, a lo haya sido fiel heredero del espíritu sacrificial y, también, por qué no, a lo destituyente del que se vayan todos, pero testimonial: las candidaturas del 2009 es incomprensible sin su acechanza, llevaron ese nombre en la extraña como bien lo demostró, con un signo tómbola de un destino de derrota. bien distinto, el movimiento agrome- Había que defender al proyecto en la diático del 2008. La discontinuidad mala y jugar a todo o nada. Y ahí fue que propuso el 2001 respecto del ciclo nomás Néstor Kirchner a perder una anterior fue decisiva aunque exterior elección de medio término con esa a la deriva pública de los Kirchner. derecha liviana que mencionábamos al Su forma de proceder reconoce otras comienzo del texto, entonces unida a raíces, más clásicas, menos creyentes un opaco peronismo opositor. de las asambleas deliberativas y más Lo que funda al kirchnerismo no es deudora de la voluntad política del una victoria electoral contundente, grupo, o, para decirlo claramente: de que tampoco le ha faltado: es, más la vieja idea de vanguardia que impone bien, un conjunto de actos de gobierno sus convicciones desde el gobierno deseados e inesperados, un puñado de estatal al colectivo social. En ese sentido ideas y gestos claros, el estado de movi- puede decirse que el kirchnerismo es el lización en su defensa en los últimos nombre de una política sin más acon- años y la muerte temprana de su líder.10 tecimiento de origen que la invención Entre estas medidas se ha destacado de un trayecto gubernamental en una la política de derechos humanos y su situación sociopolítica desfondada. momento inaugural: bajar el cuadro de Videla y Bignone en el Colegio Militar y transformar la ESMA en un 6. espacio de la memoria el 24 de Marzo de 2004. Estos actos, los gestos que Como si fuera heredero de una maldi- los acompañaron y los discursos de ción generacional, el vitalismo kirch- Kirchner, no sólo determinaron la nerista es también hijo de la derrota estrecha relación del gobierno con los y la muerte. Néstor Kirchner perdió organismos de DDHH; le dieron, a

231 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

Néstor C. Kircner su vez, parte de su identidad ideoló- inscripto en ese campo magnético, gica. Con ellos, dice Beatriz Sarlo, el que no había visitado antes”.11 Para kirchnerismo hizo suya la agenda no esta ensayista el acto de la ESMA es realizada del progresismo: “Buscó en tanto objetiva como subjetivamente el pasado una identidad que le sirviera un acto fundador. Lo cual explicaría la no para ganar a los intendentes del decisión de Kirchner de pedir perdón Gran Buenos Aires (que no se fijan en nombre del Estado nacional como en esas cosas), sino para definir quién si se tratase de la primera vez desde el ocupaba un espacio que estaba vacío retorno de la democracia que se abor- o, mejor, para crearlo. El progresismo daba con firmeza la cuestión de los estaba vacante, ya que los partidos de crímenes dictatoriales. Había llegado izquierda han tenido dificultades para el momento de llamar a las cosas por ocuparlo de manera duradera, excepto su nombre, pues los que perpetraron frente a sus seguidores escasos y deci- los campos, decía Kirchner en aquel didos. Kirchner sabía que nadie, en momento, “son asesinos repudiados la historia reciente del justicialismo, por toda la sociedad”. El hecho es había sentido el impulso de estar ahí, que para Sarlo esta intervención en la en la franja progresista.” Dado que ESMA se trató menos de un arrebato uno de los ejes del progresismo fue emocional en el que Kirchner se olvi- definido en la historia reciente por los daba de la CONADEP y el Juicio a organismos de DDHH, al “declararse las Juntas (como ha sugerido la propia hijo de las Madres y las Abuelas quedó Cristina recientemente), que del gesto

232 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

necesario para partir en dos la historia extorsivo) a la Plaza Congreso para y afirmar que el fin de la impunidad pedir seguridad y para “terminar con en Argentina tenía ahora otra fecha: la los derechos humanos para los delin- del 25 de mayo de 2003. Es decir, para cuentes”. Poco se recuerda la conti- presentar al acto como inaugural, dice güidad no sólo temporal sino política de Sarlo, Kirchner necesitaba cancelar estos hechos. Luego de ellos Kirchner el pasado.12 tuvo una de sus primeras interna- Con todo, es preciso detenerse aquí ciones serias. Su fragilidad física nunca y preguntar: ¿se cancelaba el pasado dejó de acechar a un proyecto que con estos actos, se lo cancelaba con no careció de valentía para enfrentar las palabras y gestos que circularon en incluso sus propias carencias políticas. ellos? ¿O, por el contrario, con estos actos realizados con el apoyo público de unos pocos miles y contra el propio 7. aparato del PJ que no los acompañó, se volvía a resignificar la importancia Walter Benjamin afirma que existe del Juicio a las Juntas? Si el Juicio una cita secreta entre las generaciones había sido un momento central en la que nos precedieron y la nuestra según refundación democrática, podía otra la cual se nos otorga “una débil fuerza vez decirse con claridad a pesar de la mesiánica, de la cual el pasado exige omisión del propio Néstor Kirchner. sus derechos”.14 Pero, ¿qué se nos Es quizás por ello que la singularidad otorga cuando la cita se hace pública de aquel momento histórico remite a y la interpelación la dimensión de lo incalculable, como tiene lugar desde Lo notable de estos vertiginosos lo es toda fundación que transforma el el mismo centro años es que la generación que se mapa de lecturas del pasado. Y aun así, gubernamental? sumó a la política después del la invención política del kirchnerismo La presidenta conflicto agromediático, la ley en esos actos fue leída por muchos Cristina Kirchner de servicios audiovisuales, la periodistas e intelectuales como un dijo hace unos ley de matrimonio igualitario y signo de temeridad.13 Es más, no meses que ella es la muerte de Néstor Kirchner, fueron pocos los que creyeron que ese un puente entre sí puede pronunciar algo que camino hacía más hondo el riesgo de generaciones –la muchos de los formados entre gobernabilidad heredado del exiguo suya, setentista, y destituciones no podíamos veintidós por ciento con el que subió la de los nuevos, hacerlo con claridad: la lengua Néstor Kirchner al poder: en lugar de herederos de este de la institución. pensar en el perdurable efecto de repa- tiempo kirch- ración social esas voces empezaron a nerista–. Dijo, además, que su sueño profetizar sobre los peligros políticos es dejar un país mejor del que ellos de abrir la caja de pandora del pasado. vivieron a los que vienen, lo cual cons- Empezaba a decirse entonces que el tituye una más que interesante desmi- gobierno de Néstor Kirchner era un tificación de ese pasado que dio origen “gobierno montonero”. a la actual dirigencia política y social. Una semana después de aquel 24 de La posibilidad de que en nuestra marzo, más de cien mil personas se cultura, que tanto sabe de clandestini- movilizaron (junto a un padre al que le dades, opere un diálogo intergenera- habían matado a su hijo en un secuestro cional público, litigioso pero fraterno,

233 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

es tal vez una de las más extraordina- de bambalinas y mucho más en la rias cuestiones del presente, que toca superficie, movilizando ciudades del a todas las tradiciones políticas de raíz interior, cortando rutas, insultando al emancipatoria y popular en la cual gobierno por TV a toda hora. No nos los herederos no lo son por obra de la sentíamos cómodos con la lengua del propiedad sino por la historia común siglo y ánimo destituyente plenificaba de lucha contra la desapropiación. ese vacío porque permitía leer bastante Leemos en Kirchnerismo: una contro- mejor lo que acontecía. versia cultural la breve genealogía que Lo interesante es que no era la primera traza Horacio González del espacio vez que las memorias del 89 y del 2001 Carta Abierta, en la cual observamos resultaban más adecuadas que otras cuestiones que hacen a la forma de este para ayudarnos a pensar lo que obser- diálogo. Nos interesa su relato sobre vábamos, pero era la primera vez que el origen de una idea que “mostró el actuaban juntas en la composición de poder del concepto actuando en los una significación pública de magnitud. vacíos de significación que produce Tal vez no sea casual que haya sido toda sociedad en crisis”. Se trata de María Pia y no algún otro intelectual “ánimo destituyente”, que González de mayor experiencia quien propusiera atribuye a la ensayista María Pia además de ese concepto, “los momentos López.15 Recordamos todavía hoy las más incisivos de las Cartas”. En más de dificultades que muchos teníamos una de sus intervenciones se expresa, para nombrar lo que estaba jugán- al menos en parte, una de las genera- dose durante esos meses de 2008. Lo ciones más absorbente, pragmática, primero que escuchamos decir en ese balbuceante y equívoca que puedan espacio remitía a la lengua política del recordarse: la nacida a la política entre siglo veinte: oímos entonces que estaba mediados de los ochenta y los primeros en marcha un “golpe de Estado”. Pero, noventa. Se trata de una generación ¿cómo hablar de golpe sin la presencia que hizo su experiencia no entre golpes del partido militar? Desde luego: de estado cívico militares promovidos estaban los mismos actores de siempre, en la nocturnidad sino entre destitu- pero eran también otros y operando de ciones constitucionales alentadas a plena Diciembre de 2001 una manera novedosa, menos detrás luz del día, con televisación directa de saqueos, manifestaciones y represión. Es decir, una generación que se vinculó al hecho político como heredera de la derrota setentista, que asomó al mundo adulto a través del museo de novedades socialistas que dejó la caída del muro, y que se convirtió en testigo perplejo de una democracia claudicante y de un peronismo neoliberal que recusaba los restos de su propio mito. Podría admitirse que su existencia como generación es materia controversial, y, sin embargo, no deja de ser cierto que la desconfianza irónica es una

234 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

marca común que permitió observar historia. Porque si la década está atra- con distancia el temor al golpe que vesada por un ánimo destituyente, avivaron las generaciones anteriores. Y también es cierto que un fuerte deseo entender con mayor precisión el nervio de institución comenzó a recortarse en de la época. el horizonte de los últimos años. De El 2008 abrió, además, otra memoria, ahí que una nueva sensibilidad insti- que no fue del todo cómoda al kirch- tuyente todavía a la espera de más y nerismo de los primeros años: la del profundas reflexiones se superponga al primer peronismo y su posterior y ánimo destituyente y discuta con ella. mítica resistencia. Esa épica previa ¿Es la dialéctica destitución-institución a la setentista fue tomada con fuerza equivalente a la de realización-agonía? por los más jóvenes y empezó a tejer La destitución es la fuerza de desfon- el paisaje del presente: el nestornauta damiento de lo que hay. La agonía es, fue su símbolo y su síntesis. Lo notable en cambio, una disposición a pensar, de estos vertiginosos años es que la decir y combatir sobre el pliegue de lo generación que se sumó a la política que efectivamente se realiza. La insti- después del conflicto agromediático, la tución tal como se produce hoy es más ley de servicios audiovisuales, la ley de frágil todavía que la vieja dinámica matrimonio igualitario y la muerte de realizadora que se efectuaba sobre Néstor Kirchner, sí puede pronunciar la fuerza estatal que la precedía. Por algo que muchos de los formados entre eso, menos equivalentes que comple- destituciones no podíamos hacerlo mentarias, estas dialécticas enseñan la con claridad: la lengua de la institu- conciencia pública de unas memorias ción. Le escuchamos decir a una mili- que se superponen con intensidad tante de veinte años hace unos meses en el presente. El kirchnerismo es en una discusión política: “nosotros también un diálogo conflictivo con queremos producir institución”. Y en esas memorias, sobre las cuales se está ese deseo genuino de muchos recien- trazando hace ya diez años, el mapa de venidos aparece el otro arco de esta la nación venidera.

NOTAS

1. De la toma del Parque Indoamericano en la Capital Federal a fines del 2010 a la de los terrenos ahora expropiados del Ingenio Ledesma en Jujuy en 2011, de las luchas de las comunidades indígenas en Río Negro, Salta, Formosa, Chaco y Santiago del Estero, a las decenas de nuevos asentamientos del conurbano bonaerense y el crecimiento de las villas miserias en los centros urbanos, la cuestión de la lucha por la tierra y la vivienda se empieza a recortar en el horizonte de los desafíos políticos venideros porque toca el núcleo de la nueva socia- bilidad democrática en su dimensión material efectiva. La cuestión de la tierra resulta así decisiva, en primer lugar, porque remite a la discusión sobre su propiedad en un país cuya acumulación originaria y redistribu- ción territorial estuvo ligada al crimen fundacional del Estado en los años setenta del siglo XIX. En segundo lugar, porque mantiene abierta la discusión por el uso de los recursos naturales, la explotación del suelo, la profundización de la lógica extractiva y las posibilidades de miles de vidas de encarar la existencia bajo otros presupuestos. Por eso mismo, la resolución policial de hechos cuya raíz es económico social es tan inadmisible como la derivación de su solución fáctica a los gobiernos provinciales por parte del gobierno nacional. Pues, finalmente es éste último el más afectado en su legitimidad toda vez que no logra imponer el criterio de no represión policial del conflicto social en la totalidad del territorio. Y, además, es la parte más desprotegida de la sociedad la que pone, otra vez, las víctimas.

235 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

2. Luego del notable triunfo de Macri en la CABA y la muy buena elección de Miguel Del Sel en Santa Fé durante el reciente mes de julio (y la nada despreciable performance en Salta del sojero Alfredo Olmedo), es preciso recordar que la derecha en nuestro país no había logrado durante la segunda mitad del siglo XX construir una fuerza política propia con raigambre popular. La UCeDe fue el intento más articulado de la posdictadura pero, sin apoyo popular, jugó su destino en la colonización ideológica del PJ durante la década menemista. El PRO parece tener otras pretensiones y cuenta con un líder –también ingeniero– más aceptado socialmente que el viejo Alsogaray. La gestión en la CABA, si bien mediocre en general, supo montarse en ciertas aristas de la política intervencionista del Estado que propuso el gobierno nacional y hacer suya la feli- cidad consumista. Por lo demás, parece claro que su influencia se hace sentir en el naranja sciolista (tal como deja entrever la presencia del publicista Ernesto Savaglio, que elaboró varios de los últimos spots de Scioli luego de colaborar hace unos años con la invención de la estética macrista) y en los deseos de más de un gobernador del PJ de superar las exigencias litigiosas que les propone el kirchnerismo. Como ha observado recientemente Beatriz Sarlo, esta derecha que diseña sus candidatos con equipos de marketing para que funcionen eficaz- mente en un set de televisión, reemplaza la discusión del proyecto político por el casting y repite los lugares comunes más conservadores de la sociedad. Así, “De Narváez y Macri son políticos de la mimesis: reflejan lo que creen percibir; perciben lo que les construyen como real; se atienen a esa construcción y devuelven el reflejo. El círculo hermenéutico del infierno”. Para esta ensayista también los Kirchner fueron incorporando, por conveniencia y cálculo, ciertos rasgos determinantes de Celebrityland, como sumar famosos sin atributos políticos a las listas de diputados. Ver SARLO B., La audacia y el cálculo. Kirchner 2003-2010, Buenos Aires, Sudamericana, 2011. Volveremos sobre otra hipótesis de este libro. 3. Uno de los debates que abrió el tiempo kirchnerista remite a los hábitos y responsabilidades del funciona- riado estatal. Luego de décadas de fuga de todo pensamiento estatal, emerge la necesidad de reflexionar sobre los modos de producir lazo estatal en tiempos posleviatánicos. Esa reflexión está en ciernes, tal como demuestra el reciente trabajo de CANTARELLI M., ABAD S., Habitar el Estado, Buenos Aires, Hydra, 2010. El texto pone especial énfasis en las condiciones inmanentes y subjetivas para la ocupación del Estado actual. Enten- demos que este valioso análisis exige ser complementado con otros que remitan a las relaciones entre matriz estatal y orientación política gubernamental, como condición necesaria para producir un nuevo funcionariado que pueda comprender que en su trabajo cotidiano también se pone de relieve una idea de lo que significa vivir en nación. 4. “Cuando decimos entonces que el kirchnerismo no añora ni promueve textos, nos referimos a su evidente desapego a la presencia de los escritos fijados de antemano, subyacentes al acto de dar una palabra pública… Sin embargo, es fuerte productor de símbolos, fabricados con la materia visual emanada de la era comuni- cacional y de la industria cultural.” GONZÁLEZ H., Kirchnerismo: una controversia cultural, Buenos Aires, Colihue, 2011, pp. 10-11. El argumento de González no desconoce la capacidad de Néstor Kirchner para acuñar algunas breves pero contundentes frases. Pero la imposibilidad de establecer un punto de referencia textual obliga al diálogo desnudo sobre los hechos y los símbolos, no menos interesante, aunque sí distinto para su elaboración intelectual. 5. Tal como dijera alguna vez el militante revolucionario de las FAR (muy en línea con ciertas lecturas de Oscar Masotta y Juan José Sebreli) Carlos Olmedo: “El peronismo no es una experiencia centrada en lo material, en lo económico. Nuestro pueblo no es tanto un pueblo hambreado, como un pueblo ofendido.”. Las decla- raciones son de diciembre de 1970 y salieron publicadas en el N° 28 de Cristianismo y Revolución en abril de 1971. También en “Polémica FAR-ERP” en Revista Militancia Peronista para la liberación, N° 3, Buenos Aires. 28 de junio de 1973. 6. Entre los que hay que incluir, en primera línea, a los dos ideales dominantes del siglo XX: el de la Argentina del Centenario y el de la Argentina Peronista. Porque ninguno fue lo suficientemente poderoso para que este país escape al derrotero que nos llevó al 2001. No es del todo descabellado conjeturar que dentro del kirchnerismo existen deseos de conjunción de ambos ideales en sus restos materiales activos. Dicho muy rudimentariamente: lógica extractiva con la soja como motor de ingreso de divisas, lógica sustitutiva con la industria protegida como promotora de empleo. La conjunción tendría lugar bajo la guía de un pujante desarrollo tecnocientífico que permitiría ligar lo que no puede la sola discursividad política. 7. La atenta lectura de Casullo sobre la figura de Kirchner es contemporánea de su total desconfianza respecto del movimiento que llevó al estallido del 2001. Lo cual puede querer decir que para ver con cierto entusiasmo a Néstor Kirchner en el 2002 había que tomar distancia de las efusiones asamblearias. Una conclusión tal es plausible pero incorrecta, porque no fueron pocos los que salieron a la calle en aquellas jornadas esperando el advenimiento de dirigentes que estuviera a la altura de las circunstancias. CASULLO N., Peronismo. Militancia y crítica (1973-2008), Buenos Aires, Colihue, 2008, p.253. 8. Cuando estamos terminando de escribir estas notas nos enteramos del fallecimiento de León Rozitchner. La tristeza se mezcla con un recuerdo entrañable: en los meses que van de diciembre de 2001 a marzo de 2002, con muchos otros compañeros participamos de un sueño: que León Rozitchner fuera Rector de la UBA. El

236 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

solo hecho de que esa candidatura movilizara una corriente interna minoritaria pero no menor dentro de la Universidad hizo más significativo lo ocurrido en aquellos días, en los cuáles el entusiasmo intelectual de León era aun más vivaz por la politicidad en ciernes. Su filosofía, que es tan nuestra como universal, y tan profunda en su capacidad de ir a las cosas mismas, es todavía un universo por descubrir. 9. MORENO M., La comuna de Buenos Aires. Relatos al pie del 2001, Buenos Aires, Capital Intelectual, 2011. 10. Cabe enumerar brevemente algunas orientaciones del gobierno: la inscripción de la política de derechos humanos en la matriz estatal (que incluye la renovación de la Corte y la decisión de avanzar en los juicios por la verdad, no reprimir la protesta social, dar batalla por la democratización de las fuerzas de seguridad y la justicia, etc.); la decisión de autonomizar la política económica de la influencia del FMI y de los centros financieros internacionales (que supuso una reducción drástica del peso de la deuda a la hora de pensar y ejecutar políticas públicas, y nos colocó a resguardo de ciertos cimbronazos); la universalización de las políticas sociales con la asignación por hijo (combinadas con una vastísima serie de intervenciones parcializadas que mejoran las pers- pectivas de los más trabajadores, de las cuales las cooperativas de trabajo resaltan por su versatilidad); la notable recomposición del presupuesto educativo (y medidas de inclusión directa como las netbooks para los jóvenes estudiantes de la secundaria); la promulgación de la ley de servicios audiovisuales para democratizar el acceso a la información y la creación de contenidos; la ampliación de derechos con la ley de matrimonio igualitario; la recuperación del vínculo estratégico con América Latina y la trascendente participación en la UNASUR, herramienta geopolítica central en la política exterior; la determinación de colocar en el centro de la matriz económica la relación entre conocimiento, producción y consumo, para lo cual ha sido decisivo en los últimos años recuperar los fondos jubilatorios para el Estado, robustecer el mercado interno, sostener la discusión en convenios colectivos y promover la producción de valor en origen, tal como permiten entrever los planes de gestión agroindustrial recientemente lanzados. 11. SARLO B., La audacia y el cálculo. Kirchner 2003-2010, Buenos Aires, Sudamericana, 2011. 12. En el reciente libro de Sandra Russo sobre la vida de la presidenta no son pocas las anécdotas en las que Cristina Kirchner narra las contingencias previas a los momentos cruciales de estos años. En el caso del discurso en la ESMA afirma que el olvido tuvo lugar por la emoción intensa con que Néstor Kirchner vivió esa jornada: “mucha más que yo”, dice Cristina, que resalta la discusión que tuvieron luego porque Nestor no mencionó el Juicio a las Juntas. Ver RUSSO S., La presidenta, Bs As, Sudamericana, 2011. 13. José Pablo Feinmann afirma que el 23 de Marzo de 2004 el propio Kirchner le contó lo que iba a hacer. Feinmann le preguntó si estaban dadas las condiciones ante lo cual Kirchner sostuvo que si las analizaba no lo hacía. Más allá del tono que elije Feinmann para narrar los momentos previos a ciertas decisiones, lo interesante es observar la perplejidad (y el miedo, o el entusiasmo) que generaba este tipo de decisiones en los intelectuales o personas que se consideraban a sí mismas de izquierda. Ver FEINMANN J.P., El flaco, Buenos Aires, Planeta, 2011. Por lo demás, nunca fue lo suficientemente subrayado el hecho de que los Kirchner reconocieran en la Casa Rosada, antes de su muerte, el papel de Raúl Alfonsín como refundador del ethos democrático. 14. BENJAMIN W., “Sobre el concepto de historia” en Estética y política, Buenos Aires, Las cuarenta, 2009. 15. GONZÁLEZ H., Kirchnerismo: una controversia cultural, Buenos Aires, Colihue, 2011, pp. 87-89. Kirchner hizo suya la idea de destitución, pero la matizaba con otra, más clásica, que nombraba al enemigo. Como dijo entonces, ahora los generales están en los medios y usan otros fierros, los “fierritos mediáticos”.

237 238

Entre la microeconomía proletaria y la red transnacional: la feria popular como desafío a la ciudad neoliberal (*) Por Verónica Gago

Las transformaciones en el campo social de la última década han sido tratadas de diversos modos, sea por los medios de comunicación, sea por las llamadas “políticas públicas” o por las formas del intervención en los discursos académicos. Pero leer el mundo popular y sus mutaciones, con una sensibilidad capaz de valorar sus múltiples deter- minaciones, pero también la ambivalencia que hay en el modo en que se reproduce esta experiencia, no es una tarea sencilla cuyo resultado esté garan- tizado de antemano por el solo hecho de tener una voluntad en este sentido. Verónica Gago emprende esta tarea compleja para analizar la Feria de la Salada, una nueva forma de producción e inter- cambio que recombina elementos heterogéneos: la tradición feriante, la emergencia de una nueva microeconomía proletaria, las migraciones, la valorización de elementos domésticos y comuni- tarios, la explotación de esas formas de vida y sus efectos en la constitución de una red transnacional de comercio y producción que liga las tradiciones con las marcas. Un análisis que intenta sortear las formas en que lo popular es teorizado, mistifi- cado, estetizado o espectacularizado en modos de tratamiento que a menudo se ahorran la elabora- ción de esta complejidad; un fenómeno hecho de diversas capas, cuyos aspectos, los más visibles y más misteriosos, son esquivos para la inteligibi- lidad estatal, mediática o de las ciencias sociales. LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Una feria de ferias se ha consolidado rastrearse entre quienes pretenden en los últimos años en los bordes de erradicarlas y quienes proponen su la ciudad de Buenos Aires. A partir de reconocimiento como parte de las su dinamismo y magnitud, nos propo- dinámicas urbanas actuales. Al mismo nemos preguntar: ¿son estos espacios tiempo su visibilidad está cargada de lugares privilegiados de disputa en dilemas que toman la forma de este- la medida que en ellos los idearios e reotipos y prejuicios, pero también imaginarios de modernidad fracasan y por la dificultad de nombrar prácticas se reinventan? ¿Visibilizan, entonces, que mixturan circuitos mercantiles, la derrota de una modernidad inclu- modalidades de sobrevivencia familiar, siva y normativa al tiempo que experi- emprendimientos que se apropian de mentan formas de inclusión fuera de la saberes autogestivos, y una informa- norma? ¿Puede decirse que hay mucho lidad que hace de la independencia un más que una cartografía de la exclu- valor. La pregunta nos lleva, hipoteti- sión para pensar, más bien, la proli- zamos, al régimen de visibilidad que la feración de otras formas de consumo, ciudad neoliberal suscita y al modo en de producción de imágenes, de nego- que este es subvertido y reconfigurado ciación de reglas y de construcción de por ciertas prácticas populares. una visibilidad determinada? ¿Hay un Para desarrollar este problema nos sabotaje de la hegemonía de lo visual basaremos en una investigación en desde el interior mismo de lo visual? curso sobre la feria La Salada, carac- terizada por organismos internacio- nales como la feria ilegal más grande Introducción de América latina. Crecida al calor de la crisis de 2001 en Buenos Aires, Es habitual en las ciencias sociales Argentina, llevada adelante sobre todo asociar economía informal con por migrantes, constituye un polo de economía invisible y marginal. Incluso consumo masivo y transnacional. su mote de ser una economía que Ha sido objeto de un film reciente, funciona “en negro” (es decir, fuera titulado Hacerme feriante (de Julián de los parámetros legales y tributa- D’Angiolillo, 2010), que también rios de la economía formal) revela nos proponemos reseñar a propósito esa supuesto carácter de economía del tipo de régimen de visibilidad que oculta, en las sombras. Proponemos, propone la feria y cómo este problema en cambio, pensar estas economías puede ser pensado desde este material como no marginales, capaces de un fílmico. Estas referencias funcionarán trato íntimo con la heterogeneidad en el texto en un nivel paralelo (simul- metropolitana (modalidades que van táneamente interno y externo, en letra del autoempleo al comercio ilegal) itálica), abriendo una línea, zigza- y especialmente centrales en tanto gueante, de interrogación. despliegan un dilema en torno a su visibilización. Al ser cada vez más masivas y callejeras, estas economías Un mercado en expansión informales oscilan entre la hipervisibi- lización y la invisibilidad. El interro- La Salada fue caracterizada por orga- gante, dicho de modo sucinto, puede nismos internacionales como la feria

239 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

ilegal más grande de América latina. semana casi treinta mil puestos, según Está dividida en tres sectores-galpones, estimaciones de sus organizadores, bautizados Urkupiña –en honor a la que son visitados por un millón de virgen cochabambina–, Punta Mogotes personas cada vez. –doble falso del tradicional balneario Fue fundada a principios de los 90 marplatense– y Ocean –también como por migrantes bolivianos que hoy referencia balnearia, actualizada por siguen siendo mayoría. Es un polo el sentimiento de inmensidad oceá- de venta y distribución, mayorista y nica que despierta ver la feria en todo minorista, a negocios y a otras ferias su despliegue–. Además tiene todo un (se calculan unas 300 en todo el país), sector de ventas a cielo abierto, de mayor ahora denominadas “Saladitas” que precariedad, que se llama La Ribera. se multiplican por distintos lugares, Ubicada a la vera del Riachuelo, en replicando en otros barrios y ciudades Lomas de Zamora, partido de La la mercadería y la forma-feria de La Matanza, bordea con la ciudad de Salada.1 Además, es lugar de acopio Buenos Aires. Son 20 hectáreas de para la reventa ambulante. terrenos rellenados con basura, cercanos La Salada también recibe contin- a la laguna La gentes de compradores de Perú, La clásica mudez con que se Salada, que Chile, Uruguay y Bolivia, que luego representa al subalterno –con extiende su comercializan la mercadería en sus su contraparte de invisibiliza- nombre a la propios países. En este sentido, tiene ción– deja lugar en las últimas “feria de ferias”. una concentración territorial deter- décadas, según hipotetiza Ese mismo minada en ese predio pero, al mismo Beatriz Jaguaribe (2007), a espacio funcionó tiempo, se expande a través de múlti- una hipervisibilidad fundada a mediados de ples relocalizaciones. en nuevas “estéticas del los 50, durante Su carácter transnacional entonces es realismo”. Éstas surgen para el primer pero- doble: 1) por la composición mayo- narrar la experiencia metropo- nismo, como ritariamente migrante de sus hace- litana, las vidas anónimas, en complejo recrea- dores (feriantes) y 2) por la circulación un mundo global saturado de tivo. Hoy tiene, regional de lo que allí se vende. Hay imágenes mediáticas. aun si completa- un tercer punto fundamental que mente transfor- desarrollaremos más adelante: su arti- mado, algo de aquel espíritu: lo “visitan” culación con las grandes marcas de clases pobres y medias bajas de todo el ropa, muchas de ellas exportadoras. país y también de países vecinos y no El film Hacerme feriante, de Julián se puede excluir una dimensión recrea- D’Angiolillo (2010), muestra las escenas tiva de ese inmenso paseo de compras de aquel balneario en su época de nocturno, donde se surte un consumo esplendor, a mediados del siglo pasado. popular en expansión. Familias robustas en piscinas multitu- En La Salada se encuentra de todo: dinarias, el fin de semana como espacio fundamentalmente ropa y calzado pero de ocio merecido. Sobre esas imágenes también electrodomésticos y celulares, de felicidad en blanco y negro se monta juguetes, CDs de música y películas, luego la reconversión de ese espacio en la útiles escolares, bolsos y carteras. Atra- última década como ámbito multitudi- vesada por la vía del ferrocarril, allí se nario de otro tipo. La arquitectura que arman y se desarman dos veces por despliega La Salada es retratada aquí por

240 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

una serie de planos que muestran cómo adolecen de cierto anacronismo a la se encastran fierros, luces, lonas y, como hora de pensar los mundos subalternos si se tratase de un campamento de diseño en las ciudades latinoamericanas? perfecto, se enciende en plena noche una Jaguaribe sostiene que la moda de los comunidad inmensa de transacciones. favela tours por ejemplo se debe a que, en el capitalismo contemporáneo, la pobreza, la exclusión y la violencia ¿De la invisibilidad del subalterno a local son también resimbolizados la hipervisibilidad de los excluidos? como parte de “comunidades autén- ticas”. Hay un punto que la socióloga La clásica mudez con que se repre- brasileña señala para las favelas que nos senta al subalterno –con su contra- interesa poner a prueba para La Salada: parte de invisibilización– deja lugar en ¿son estos espacios lugares privile- las últimas décadas, según hipotetiza giados de disputa en la medida que Beatriz Jaguaribe (2007), a una hiper- en ellos los idearios e imaginarios de visibilidad fundada en nuevas “esté- modernidad fracasan y se reinventan? ticas del realismo”. Éstas surgen para ¿Visibilizan, entonces, la derrota de narrar la experiencia metropolitana, las una modernidad inclusiva y normativa vidas anónimas, en un mundo global al tiempo que experimentan formas de saturado de imágenes mediáticas. Para inclusión fuera de la norma? ¿Puede el caso de Brasil que analiza Jaguaribe, decirse que hay mucho más que una coexisten con prácticas mágicas y con cartografía de la exclusión para pensar, un imaginario carnavalesco. Pero estos más bien, la proliferación de otras códigos del realismo, “como forma formas de consumo, de producción narrativa de lo cotidiano”, tienen de imágenes, de negociación de reglas características no tradicionales: no son y de construcción de una visibilidad utópicas, no son avaladas por culturas determinada? ¿Hay un sabotaje de la letradas y “son representaciones de hegemonía de lo visual desde el inte- intensidad dramática que fortalecen rior mismo de lo visual? una pedagogía de la realidad para Hacerme feriante muestra un continuo lectores-espectadores alejados de los movimiento, desplazamientos de miles códigos letrados”. de personas, una infinidad de articula- A diferencia del realismo de otras ciones políticas, mercantiles y vinculares décadas, no hay un experimentalismo que hacen posible ese funcionamiento estético, sostiene la autora, aunque sí complejo. “Hacerme feriante” son pala- la voluntad de desmontar clichés. La bras que delatan ese frenesí, esa economía proliferación visual tiene un costado, en movimiento, ese hacerse en estado de en la sugerente argumentación de transitoriedad y, a la vez, de consuma- Jaguaribe, de “inclusión visual”: de ción permanente. Lo que el film narra visibilizar sujetos y experiencias que, es un inmenso paisaje de ocupación y apoyándose en la legitimidad del testi- apropiación de un espacio que se suponía monio y en la presunción de su auten- abandonado, que ha sido repoblado de ticidad, explotan una nueva capacidad un modo inesperado y que, por detrás y a de producir imágenes. un ritmo más lento, las instancias guber- ¿Puede decirse, entonces, que las namentales intentan comprender. Y, en nociones de invisibilización y mudez ese ajetreo, se despliega la construcción de

241 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

una ciudad que no se opone a la ciudad folklore o la cumbia que ayudan, entre neoliberal. Pero sí que la desafía. Que la otras cosas, a combatir el sueño cuando duplica pero también la sabotea. Que se cae la madrugada y empieza a hacerse superpone con ella a la vez que abre el paso el cansancio. horizonte de un tiempo-espacio distinto. En esas dos jornadas llegan, de manera permanente durante toda la noche, combis, colectivos (de larga distancia) Salada Tour y autos particulares que se estacionan al borde del Riachuelo. Muchos se han El interior de las ferias que funcionan convertido en especialistas en trasladar en los galpones se ha ido acondi- a quien quiera hacer su Salada-Tour. cionando progresivamente. Hoy los Todo un ejército de personas se ocupa puestos y los pasillos están enume- del estacionamiento y la seguridad, otros rados y señalizados con carteles. A tantas/os proveen comidas y bebidas pesar de ser estructuras móviles, los para feriantes y consumidores. Estos puestos son metálicos, tienen techo son emprendimientos a la intemperie, fijo y están iluminados. Lo que no pero que operan como logística básica, quita la sorpresa de ver cómo, en un de comodidad y seguridad, para los mismo día, se puebla y se desmantela miles de puestos y visitantes y, a la vez, un espacio tan densamente cargado funcionan como otra cantera de puestos de objetos, sonidos, personas, tran- de trabajo u oportunidades de negocio. sacciones, colores, olores y dinero. Lo La organización interna de la feria, mismo pasa afuera, con los puestos al con asambleas periódicas y dirigentes aire libre, más desprovistos frente a los por sectores, es compleja y está a cargo avatares del clima. de las negociaciones con el municipio. Las cifras de La Salada son enormes También se ocupa del entramado y complejizan las asociaciones más organizativo que requiere el minucioso convencionales entre informalidad armado-desarmado de la feria: desde el y pobreza. Durante 2009 sus ventas cobro y control de los puesteros hasta recaudaron cerca del doble que los la organización de los carreros que shoppings: casi 15 mil millones llevan la mercadería de los puesteros a contra 8.500 millones de los centros sus lugares, así como la coordinación comerciales (según datos oficiales del horaria con los ómnibus que vienen de Indec).2 Hay que tener en cuenta que, ciudades lejanas, etc. a diferencia de los shoppings, abre La magnitud de La Salada desacredita sólo dos veces a la semana y funciona también las clásicas asociaciones entre por la noche hasta el mediodía del economía informal y microescala. Aun día siguiente (miércoles-jueves y así, La Salada no puede hacerse visible domingo-lunes). Y, a diferencia del sin, al mismo tiempo, cuestionar cierto ambiente aséptico y uniforme de los régimen de lo visible en la ciudad neoli- centros comerciales clásicos, La Salada beral. A eso se debe, creemos, el debate destila toda clase de aromas culinarios, por su nominación: ¿feria clandestina? porque abundan los platos típicos del ¿Ilegal? ¿De microemprendedores? ¿Para altiplano, aunque también los verná- ciertas clases sociales? La primera forma culos choripanes. Además, todo sucede en que esa visibilidad logra imagen- al ritmo altisonante del reggaetton, el palabra es a través del cliché de los

242 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

medios masivos. Sobre ella recaen todos se mixturan con el cuentapropismo los prejuicios asociados a la migración, urbano. En este sentido, la mayoría la pobreza y la marginalidad. Modos boliviana en La Salada arrastra y conta- de visibilizar que descalifican, modos de mina a Buenos Aires con una larga y mostrar que condenan. ¿Qué significa profunda tradición feriante. producir imágenes que den cuenta de un Una hipótesis para pensar la novedad de modo de hacer ciudad que desacata la La Salada es analizarla como instancia idea unilateral del mercado de la ciudad que logra combinar una microeco- neoliberal? En Hacerme feriante se nomía proletaria de pequeñas transac- muestra una ciudad hecha de múlti- ciones y, al mismo tiempo, ser base de ples escalas, capaz de articular de modo una red transnacional de producción y no convencional las relaciones entre la comercio (mayoritariamente textil). Y unidad doméstica y el barrio, entre los esto porque en ella tiene lugar la venta centros urbanos y los pueblos del interior, al por menor, el menudeo comercial, entre la escala nacional y su creciente que posibilita diversas estrategias de desnacionalización, entre la dimensión sobrevivencia para revendedores pero festiva y la comercial, entre la autoorga- también suculentos negocios para nización y la producción de nuevas auto- pequeños importadores, fabricantes ridades que rearman territorios hasta y feriantes, además de dar espacio a hace poco considerados desiertos. un consumo masivo. A la vez, se trata de una economía que se articula con marcas de primera línea, que centran Lo que la crisis hace visible su producción en el llamado circuito de talleres textiles de trabajo esclavo.4 La feria, cuya figura estelar y paradig- Si en los 90 la industria textil fue mática es La Salada, es una modalidad desmantelada por las importaciones de comercio informal que crece a partir favorecidas por la convertibilidad de la crisis de 2001 y que debe enmar- peso-dólar, tras la crisis, el fin de la carse en los efectos del neoliberalismo paridad cambiaria y la devaluación del en el país. La desocupación masiva de peso argentino, la industria se revita- la década del 90 y el empobrecimiento lizó pero ya sobre nuevas bases: terce- progresivo que tuvo su pico durante la rizando su producción en los llamados crisis difundió los emprendimientos talleres textiles clandestinos, poblados informales, las formas de intercambio en su mayoría de trabajadoras y traba- al estilo del trueque,3 y diversas moda- jadores bolivianos. lidades impulsadas por un heteróclito La cuestión de las marcas va al centro del ejercicio de la empresarialidad popular sabotaje de lo visible: la mercadería que y autogestiva. Se consolidaron así insti- se vende en La Salada hace del prototipo tuciones económicas de nuevo tipo, de la distinción, un símbolo que se multi- que combinan la iniciativa empresarial plica y, en esa proliferación, se vacía y se con condiciones de alta informalidad resignifica. Hacerme feriante pone en –e ilegalidad en varios casos–. Un dato escena distintos dispositivos y momentos decisivo y de relieve en La Salada es de la copia (de DVDs, por ejemplo). Ella el protagonismo migrante que aporta misma será luego presentada, copiada y saberes y modalidades de hacer, prove- vendida en la feria La Salada, como niente de formas comunitarias que copia de la copia de la copia, ponién-

243 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

dose a la par del modo de producción La Salada llegan por distintas vías: “salado”. Las condiciones de circulación 1) porque provienen de un lote de del film se inscriben al interior de lo que producción que pertenece a los talleres muestra, logrando una interioridad con que perdieron en la competencia a la lo que visibiliza y con el modo en que que los impulsa la marca que entrega prolifera esa forma de visibilizar. la tela, los cortes y las etiquetas, y que después de repartir el trabajo entre varios establecimientos sólo compra a La polémica de lo falso y los escra- aquel que lo hace más rápido, dejando ches a las marcas vacante un lote “verdadero; 2) porque algunas fábricas textiles pagan horas Bautizada como “la Ciudad del Este “extras” a sus empleados o premios del conurbano”, La Salada suma acusa- por productividad con prendas para ciones y polémicas por el origen de lo que éstos puedan luego revenderlas; que en ella se vende. Por un lado, por 3) porque los dueños de talleres hacen el modo de fabricación de la merca- más producción que la que les encarga dería textil, que proviene de los talleres una marca para luego comercializarla clandestinos. Por otro, por la falsifica- de modo independiente. Todas estas ción de marcas que ostentan muchas son formas de desdoblamiento de los de las prendas y calzados. Sobre las circuitos de circulación y venta de la prendas y calzados de marca, a su vez, producción “original”. hay una doble acusación: o son falsas Además, están las “falsificaciones” (truchas) o son robadas. Esto segundo de etiquetas y marcas propiamente supone que son “verdaderas” pero dichas. Todo esto provee una imagen robadas y comercializadas de manera compleja del significado variable de las ilegal. De todas maneras, ambos esta- nociones de original y copia, de falso y tutos se vuelven difusos en el recinto verdadero, de muchas de las mercan- de La Salada. cías que hoy luchan por su “exclusi- Y es que este punto es paradójico vidad” y por conservar sus signos de porque son los mismos talleres y distinción. costureros los que realizan las prendas Una tercer situación, son los talleristas verdaderas y las falsas, revelando el que crean marcas propias para vender núcleo de la producción de diferencia sus prendas en La Salada. De hecho, una inmaterial que caracteriza al capita- opción no es excluyente de la otra. Un lismo posmoderno (Lazzarato, 2006). mismo puesto puede combinar distintas Esto se debe a que las grandes marcas prendas, de distintas procedencias. tercerizan su producción y contratan, “Está mal falsificar –se sincera siempre a través de intermediarios que Castillo–, pero también está mal que las desresponsabiliza legalmente, a los te vendan una imagen que la gente talleres clandestinos para la confección no puede comprar. La gente quisiera de buena parte de su producción.5 comprarse una remera de $ 80, pero Es un modo de abaratar costos y una si lo hace no come. Va y compra la forma más de flexibilización a través de ocho pesos con el logo trucho”. de la descentralización productiva. Sin embargo, asegura que la feria “no A su vez, las mercancías consideradas perjudica a la cadena comercial” con “verdaderas” que se comercializan en las imitaciones” (Perfil, ídem).

244 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Las condiciones de explotación en la en Bolivia a mediados de los 80; sobre industria textil y su estrecho vínculo todo, a la clase trabajadora minera. con la moda, “muy cercana a la fábrica Esta deslocalización tuvo una política de la opinión y donde se elaboran complementaria de relocalización, las marcas de la diferencia social”,6 que tuvo por efecto no sólo desestruc- confiere a los costureros la posibilidad turar tales comunidades, sino también también de boicotear, paralelizar y difundir elementos comunitarios y de denunciar las tácticas de las marcas. organización popular en los espacios Los escraches (denuncias públicas y urbanos de Bolivia por la migración callejeras) a las marcas fueron parte de esas poblaciones a las principales de ese tipo de campaña, a través de la ciudades y, de un modo más lejano, cual se buscaba visibilizar un circuito a la propia ciudad de Buenos Aires. económico que ensambla economía Un proceso similar de deslocaliza- legal y clandestina pero que exigen ción sufrieron varias poblaciones en su invisibilización para realizar eficaz- Argentina ante el cierre de la industria mente el consumo. Estos escraches se extractiva de petróleo estatal. Fueron proponían a la vez ridiculizar las dife- los trabajadores renciaciones entre negocios caros y desocupados de Una empresarialidad especí- ferias cuando la mercadería, al fin y al esas ciudades los fica surge de la informaliza- cabo, es la misma.7 que iniciaron ción que explotan los talleres En el film Hacerme feriante casi no el movimiento textiles y que se prolonga en hay voces. Muy pocas. Se evita, sobre piquetero que La Salada, la cual valoriza todo, la voz en off explicativa. No es luego se difundió elementos doméstico-comu- que la imagen la reemplace. Se exhibe en todo el país. nitarios, pone en juego diná- un funcionamiento. Se describe el movi- Los efectos de tales micas de auto-organización y miento de un montaje, como si quien desplazamientos nutre redes políticas concretas. hace un film y quien hace una feria (deslocalización- Tal empresarialidad combina compartieran, finalmente, algo muy relocalización competencia y cooperación similar: una destreza de montaje, un como procesos de dando un estatuto fundamen- ejercicio de componer materiales con desterritorializa- talmente ambivalente a sus capacidad de exhibición, y un desafío a ción-reterritoria- modalidades operativas. la imagen-marca como estereotipo, como lización) revierten imagen ya hecha. su costado de descomposición de la trama social a través de la dispersión de elementos organizativos que se recom- Deslocalizaciones y ponen como fuerzas decisivas de una reterritorializaciones nueva economía popular y de innova- doras formas de organización social. “Desplazamiento territorial” (Rojas, En el caso particular de la migración Fernández et al., en prensa) es un boliviana, también migra y se refor- nombre alternativo con el que algunos mula un “capital comunitario”, carac- migrantes bolivianos llaman a su reco- terizado por su ambigüedad: capaz de rrido al interior de América latina. Ese funcionar como recurso de autoges- desplazamiento tiene origen, muchas tión, movilización e insubordinación y veces, en la deslocalización que el neoli- también como recurso de servidumbre, beralismo impuso a las comunidades sometimiento y explotación.

245 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

Una empresarialidad específica surge por una suerte de poder de gueto: en la de la informalización que explotan los medida que confinan la red en la que talleres textiles y que se prolonga en el taller textil funciona a la “economía La Salada, la cual valoriza elementos boliviana”, se erigen como defensores doméstico-comunitarios, pone en y garantes de esa economía. Pero, a la juego dinámicas de auto-organiza- vez, como esa economía se presenta ción y nutre redes políticas concretas. como indisociable respecto de un ethos Tal empresarialidad combina compe- cultural, también validan su represen- tencia y cooperación dando un estatuto tatividad como legítimos intérpretes fundamentalmente ambivalente a sus de esas culturas y tradiciones.9 No es modalidades operativas. Competencia: casual que la mayoría de las organiza- intrínseca a la lógica de proliferación ciones que reúnen a talleristas tengan y fragmentación de los talleres que nombres de asociaciones culturales proveen de prendas, por medio de inter- más que empresarias. mediarios, a las grandes marcas. Coope- Esta empresarialidad explota la perte- ración: la representación unificada como nencia comunitaria en un doble aspecto. economía boliviana frente a las denun- Uno, más literal: van directamente a cias (mediáticas y de determinadas las comunidades en Bolivia a reclutar organizaciones) por trabajo abusivo trabajadores. Dos, más ampliamente: abroquelan a las entidades que reúnen una vez en el taller textil, las cualifica- a los dueños de talleres. Estas entidades, ciones del trabajo refieren a un saber- sin embargo, no se exhiben como hacer comunitario: la implicación de laborales o empresariales, sino como la familia entera, la relación con el representantes comunales/comunitarias. empleador basada muchas veces en una Debido a esta misma formulación confianza también familiar [se le llama comunal de su estructura asociativa, tío y no jefe o patrón], la interpelación se conforma un empresariado polí- de saberes y modalidades ancestrales tico-social que asume una gestión cuasi de esfuerzo y labor colectiva, dan lugar integral de la mano de obra: traslado, a una cualificación flexible, capaz de vivienda, comida, salud, empleo, ocio, enormes sacrificios y privaciones, que etc. La figura del trabajador asalariado funciona como sustento material y libre es puesta en cuestión por la misma espiritual de un tipo de explotación de lógica de funcionamiento –es decir, de la fuerza de trabajo que la vuelve extre- rentabilidad– a favor de una moda- madamente rentable como eslabón lidad que en el lenguaje mediático fue primero de la fabricación textil. difundida como “trabajo esclavo”.8 Si tales deslocalizaciones y desplaza- Por su intermedio se viabiliza la ayuda mientos están en la base de la hetero- a los recién llegados, se consiguen geneidad metropolitana actual, ¿qué viviendas, se comunican contactos, modos encuentran de hacerse visible en funcionan como bolsa de trabajo y el sentido de hacer valer su capacidad como agencia de sepelios, pero también productiva en la ciudad y su capacidad interviene a la hora de hacer reclamos al constructiva de ciudad? Estas dinámicas gobierno local y se constituyen corpo- requieren de una capacidad nueva de rativamente frente a organizaciones ver, capaz de superposiciones y lógicas políticas, mediáticas y empresariales contradictorias. ¿Cómo afectan estas argentinas. Su efectividad está dada dinámicas el paisaje mismo de lo urbano?

246 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

Lo que presenta Hacerme feriante es la sobrevivencia con nuevas formas del centralidad de lo que clásicamente se empresariado popular y formas brutales denomina periferia. Trastoca el imagi- de explotación. La reactivación econó- nario del suburbio como espacio de un mica de los últimos años no las hizo consumo restringido para dar lugar a desaparecer. Por el contrario, son pieza un despliegue de objetos, ceremonias, clave de nuevas articulaciones político- flujos de personas, dinámicas políticas, económicas. El conglomerado que territoriales y comerciales que conectan funciona entre La Salada y los talleres ese punto alejado del centro de la ciudad textiles clandestinos es una de ellas.11 con una infinidad de otras localizaciones Proponemos algunas hipótesis para geográficas, nacionales y transnacionales, pensar la expansión de esta economía en una red que desborda claramente la informal que combina la pequeña geografía del barrio bonaerense. escala de negocios familiares, con La informalización de la fábricas y talleres economía es, sobre todo, Neoliberalismo y economía informal chicos y medianos una fuerza de desempleados (que no aspiran y mujeres que puede leerse En Argentina no hubo un desarrollo a cambiar de como una respuesta “desde del sistema microfinanciero como en escala), y circuitos abajo” a los efectos despo- Bolivia, donde el impulso al microcré- comerciales para sesivos del neoliberalismo. dito fue parte de las políticas neolibe- la importación Podemos sintetizar un pasaje: rales y logró capturar y capitalizar una y exportación. del padre proveedor (la figura extensa red de microprácticas populares Esta economía, del trabajador asalariado, jefe vinculadas al comercio, los servicios y como señalamos de familia, y su contraparte: la producción comunal (Toro 2010). más arriba, tensa el Estado proveedor) a figuras Como parte del programa de ajuste la lógica de lo feminizadas (desocupados, estructural y privatizador, Bolivia visible/lo invi- mujeres, jóvenes y migrantes) promovió el auto-empleo y la economía sible y permite que salen a investigar y ocupar informal desde sus políticas públicas de ser pensada como la calle como espacio de sobre- un modo impensable para Argentina, alteración misma vivencia. donde la cultura del trabajo (clave del del régimen de lo peronismo) retrasó y obstaculizó tal visible. valoración positiva de esas dinámicas a 1) La informalización de la economía pesar de que, también aquí, el neolibe- es, sobre todo, una fuerza de ralismo desmanteló los grandes núcleos desempleados y mujeres que puede de trabajo asalariado formal y dio lugar leerse como una respuesta “desde a cifras récord de desempleo. abajo” a los efectos desposesivos En Argentina esa economía informal del neoliberalismo. Podemos se hizo visible, y adquirió la escala de sintetizar un pasaje: del padre fenómeno de masas por efecto de la proveedor (la figura del trabajador crisis, a partir de la fuerte desmone- asalariado, jefe de familia, y su tización que vivió el país.10 Se difun- contraparte: el Estado proveedor) a dieron desde entonces una serie de figuras feminizadas (desocupados, instituciones económicas novedosas mujeres, jóvenes y migrantes) que (de ahorro, intercambio, préstamo y salen a investigar y ocupar la consumo), que mixturan estrategias de calle como espacio de sobrevi-

247 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

vencia. En ese pasaje, a su vez, se las ciudades, desafían la ciudad y, produce una nueva politización: muchas veces, luchan por producir son actores que toman la calle situaciones de “justicia urbana”, como espacio público cotidiano conquistando un nuevo “derecho y doméstico al mismo tiempo, a la ciudad” y, en ese sentido, rompiendo con la clásica escisión redefiniéndola. topográfica de lo privado como privado de calle, de público. Su Una mirada como la de Hacerme presencia callejera hace mutar el feriante es capaz de descubrir institu- paisaje urbano. ciones populares (económicas y políticas) 2) Las ciudades se ven transformadas que alteran definitivamente el paisaje por esta nueva marea informal, de lo que entendemos por hacer social. predominantemente femenina, que En este punto, la “inclusión visual” que con su trajín y sus transacciones explicita la película es la de un “hacerse”, redefinen el espacio metropolitano, una institucionalidad experimental y en la familia y el lugar movimiento. El neoliberalismo explota y de las mujeres. aprovecha esa nueva (micro) Es inescindible escala de la economía pero la presencia Emprendedores, empresarios y también las clases populares, migrante que ciudadanos o los pobres de las ciudades, también tiñe las desafían la ciudad y, muchas dinámicas de “La Salada, ¡es argentina!” dice la tapa veces, luchan por producir estas economías. del primer número (octubre de 2010) situaciones de “justicia Las iniciativas de la revista orgánica de La Salada. urbana”, conquistando un de la economía Esa frase sintetiza un conflicto de nuevo “derecho a la ciudad” y, informal consti- muchas aristas. Por un lado, la queja en ese sentido, redefiniéndola. tuyen una trama de varias agrupaciones empresariales que abarata y argentinas, agrupadas en la Confe- posibilita la vida popular en las deración de la Mediana Empresa ciudades (Galindo, 2010). (CAME) que denuncian la imposibi- 3) Por tratarse de economías de lidad de competir con las condiciones mucho dinamismo, la cuestión de fabricación, venta y distribución de la temporalidad es decisiva. de La Salada. La acusación hacia los La estrategia económica de un/a trabajadores extranjeros (talleristas, trabajador/a puede ser informal costureros y feriantes) como respon- por temporadas (vinculado a calen- sables de esa competencia es explícita, darios de eventos, acontecimientos, aun cuando la mayoría de ese entra- estaciones, etc.) sin resignar aspira- mado migrante trabaja, aunque no ciones de formalización, también sólo, para marcas “argentinas”. parciales y temporales. En este Una segunda posición es la represen- sentido, la discontinuidad es uno tada por cierta retórica del liberalismo de sus signos característicos. político que no condena a priori la 4) El neoliberalismo explota y apro- informalidad ya que la considera una vecha esa nueva (micro)escala suerte de zona de contención para los de la economía pero también las sectores pobres. Alfonso Prat Gay, ex clases populares, o los pobres de candidato a legislador por la Coali-

248 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

ción Cívica y Social, ex presidente Osvaldo Cornide, titular de esa del Banco Central y funcionario de entidad, señala: “Todos los empresa- la banca JP Morgan durante la crisis rios, emprendedores y ciudadanos que del 2001, es quien ha asumido perso- estábamos preocupados por la compe- nalmente tal defensa de La Salada. tencia desleal que genera la venta clan- Su argumento central es considerar destina en el comercio organizado, “emprendedores” a quienes parti- quedamos más preocupados luego de cipan de la mega feria. Agrega que leer el artículo del doctor Alfonso Prat si no estuvieran allí serían potencial- Gay, “En defensa de La Salada y de sus mente delincuentes: “Si seguimos emprendedores” (Cornide, O., Clarín. desalentando La Salada, estaremos 1-4-09). El título del artículo sintetiza fomentando el paco y la violencia el nudo del combate: “La venta clan- en las villas”. Señala que se trata de destina no es un “emprendimiento”. la “informalidad de los excluidos”: La enumeración que hace Cornide traza “Definir como ilegalidad la infor- un estatuto de igualdad entre “empresa- malidad de los vulnerables (…) es rios, emprendedores y ciudadanos” que decirles que como ser pobre es ilegal, excluye y traza frontera con aquellos delinquen de facto”. Su pedido es de que pueblan La Salada y que Cornide estricta coherencia neoliberal: “Es considera que se dedican a actividades imposible –sostiene– estar a favor clandestinas, ilegales. Sólo que en la de la microempresa y en contra de CAME se sienten traicionados por La Salada” (Prat Gay, A., Clarín, quien diluye esa frontera: “Sorprende 31-03-09: En defensa de La Salada y que sea el expresidente de una insti- de sus emprendedores). tución como el Banco Central quien Por el contrario, los comerciantes minimice el sentido ético de lo que argentinos argumentan que el gobierno significa la cultura de ‘pagar impuestos’, debería defenderlos a ellos por ser los de ‘respetar los derechos’, de ‘combatir representantes de la industria nacional. la piratería’, y de encontrar salidas labo- La CAME emitió una solicitada para rales dignas a los emprendedores que refutar a Prat Gay12 Su texto, sucinto están en esos predios”. y claro, dice:

Rechazamos enérgicamente las afirmaciones del Dr. Prat Gay, publicacadas en el diario Clarín el 31 de marzo de 2009, que justifican el contrabando, la evasión tributaria, la falsificación y la informalidad extrema que se practican en La Salada. El comercio y la industria organizados consideran que a los grupos sociales excluidos –hoy usados por fuertes intereses clandestinos– se les deben ofrecer opciones productivas para integrarse. La propia Comunidad Económica Europea calificó a La Salada como la feria ilegal más grande del mundo.

249 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

El pedido de fiscalización del empre- referimos expresa el carácter abiga- sario impugna a La Salada como orga- rrado del espacio de la feria. Efecto de la nización productiva. La ubica como indistinción que surge de la recombina- un mero efecto del subdesarrollo, ción continua de circuitos mercantiles, emplea un lenguaje de pobreza (habla modalidades de sobrevivencia familiar, de los feriantes como excluidos, caren- emprendimientos que se apropian de ciados, vulnerables) para borrar el saberes autogestivos, y una informa- carácter “emprendedor” de sus hace- lidad que hace de la independencia un dores y rechaza la feria como alterna- valor. La informalidad es sobre todo tiva económica, sobre todo señalando heterogeneidad: autoempleo, microem- su “indignidad”. presas, contrabando, actividades clan- “La Salada es consecuencia de una destinas. Sin embargo, la informalidad debilidad social profunda que persiste no puede pensarse como lo otro radical- en la Argentina. Pero hay que fiscalizar mente distinto de la formalidad. Son lo que se vende, regularla y buscar la modalidades que hoy se contaminan manera de desnudar a quienes regen- mutuamente y, sobre todo, se articulan tean esas ferias, que son grandes y complementan. Por tanto, más que y poderosas mafias económicas. opciones contrapuestas, conviene anali- Debemos buscar opciones para los zarlas en sus ensamblajes concretos. En grupos sociales excluidos. Pero quienes este punto se diluye también el binomio creemos en un país productivo, en un clásico entre economías visibles y econo- país donde la dignidad sea un derecho mías sumergidas, a favor de una articu- para todos, nos resistimos a pensar lación de visibilidades más compleja que en La Salada como alternativa. El la ciudad neoliberal explota y, al mismo subdesarrollo no se supera con más tiempo, la excede. subdesarrollo y la vulnerabilidad no se combate con más vulnerabilidad. Las familias carenciadas merecen oportu- Espacio y valor nidades. No los conformemos con las opciones disponibles, dispongamos ¿Puede decirse que este tipo de econo- para ellos opciones mejores”. mías funciona como agente de rees- Jorge Castillo, administrador de uno tructuración del capital y del espacio de los sectores de La Salada, respondió urbano (Samaddar, 2009)? la invectiva empresaria diciendo que en Las tarifas de los puestos varían por los comercios del centro de la ciudad sector. Un informe de 2007, realizado también hay una elevada informa- por Renacer (edición 128, marzo de lidad. De este modo, pone de relieve 2007, nota de Melina Valencia Achá), la condición informal como intrín- el periódico más grande de la comu- seca a toda la economía y a todas las nidad boliviana en Argentina, sirve zonas de la ciudad y no como cualidad para proyectar esos valores, aun si hoy exclusiva de sectores marginales y/o de hay que multiplicar los números en barrios periféricos. pesos debido a la inflación: La feria se revela como zona promiscua. “La Salada consta de cuatro ferias, tres Y, al mismo tiempo, revela esa condición legales y una ilegal. Las legales son de la ciudad como tal. La promiscuidad Punta Mogote, Ocean y Urkupiña, –sin connotación moral– a la que nos que están reconocidas por la Municipa-

250 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

lidad y pagan impuestos. Estos espacios Punta Mogote, una de las tres princi- reúnen 6.000 puestos que se alquilan pales ferias del predio, ubicado a pocas por entre $ 100 y $ 150. La feria ilegal, cuadras del puente La Noria, acaba de en cambio, no paga impuestos. Sus inaugurar una nueva nave que reúne 4.000 puestos, que están en terrenos 216 locales comerciales. Antes de fina- provinciales en la ribera del Riachuelo, lizar la obra, los puestos por estrenarse se alquilan por entre $ 25 y $ 60. Entre fueron ofrecidos a los más de 300 los feriantes hay dos niveles: el que tiene socios que integran la sociedad por varios puestos o unos puestos grandes y comandita que es la dueña de la feria. empleados, y el feriante que alquila un Los socios –en su gran mayoría son pequeño espacio”. los propios comerciantes que atienden

Horarios de Atención Alquiler de Puestos Venta de Puestos

Feria “Ocean” Lunes y Jueves de 02:00 $150 y $200 por jornada Supera 50.000 dólares a.m. hasta las 12:00 y Según la ubicación

Feria “Punta Lunes y Jueves 02:00 a.m. $150 y $200 por jornada Supera los 50.000 dólares Mogote” hasta las 12:00 y Según la ubicación

Feria Urqupiña Domingos y Miércoles $50 y $100 por jornada Supera los 25.000 dólares hasta el medio día del según la ubicación Jueves y Domingos

Puestos Ambu- Domingos y Miércoles $25 y $40 No están en venta lantes la rivera

Estas cifras, que fueron elevándose sin los negocios– terminaron suscribiendo pausa, llevan a una comparación que íntegramente la ampliación del capital el diario La Nación titular así: “En La accionario, y el precio de venta “desde Salada, el metro cuadrado es más caro el pozo” fue de 20.000 dólares por que en Puerto Madero”: puesto, a razón de 5000 dólares el “En las zonas mejor ubicadas de La metro cuadrado. En La Salada, igual- Salada, el complejo que se levanta a mente destacan que en la actualidad los orillas del Riachuelo y que fue defi- valores de reventa se cuadruplicaron y nido por la Unión Europea como que para acceder a la titularidad de los un emblema mundial del comercio locales más buscados hay que desem- ilegal, el metro cuadrado ya es más bolsar US$ 80.000, lo que implica caro que en Puerto Madero. Llegan que el metro cuadrado en una de las a pedir hasta 80.000 dólares por un zonas más pobres del partido de Lomas puesto muy básico de apenas cuatro de Zamora cotiza a 20.000 dólares”. metros cuadrados (…) (Alfredo Sainz, La Nación, 6-12-09).

251 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

El cálculo es que el metro cuadrado de mente pobres son objeto de nuevos edificios de oficinas en Puerto Madero conglomerados comerciales que las no llega a los US$ 5000, por lo que La valorizan al interior de una economía Salada lo cuadriplicaría. popular expansiva y transnacional. Sus La Salada y Puerto Madero simbolizan organizadores estiman que en los ocho dos polaridades urbanas, paradigmá- días promedio de feria que se realizan ticas de los desarrollos simultáneos por mes se facturan unos 1.200 y antagónicos que caracterizan a las millones de pesos. metrópolis globales. Como lo señaló A su vez, desde 2009 La Salada abrió Saskia Sassen en un artículo reciente: la posibilidad de venta por Internet. Según el portal Fortunaweb (Editorial “Esta combinación de tendencias Perfil), los dos sitios web de la feria tiene lugar, con niveles variables de facturan “alrededor de U$S 9 millones intensidad, en todas las ciudades del semanales en ventas”. Y agrega: mundo que se volvieron “globales”. Ví el reverso de este proceso a inicios “Los portales Mercadolasalada.com de los 80 como la realización de las y Ferialasalada.com concentraron “periferias en el centro” del sistema ahora la atención de inversores que económico internacional; intenté buscan comprar alguno de estos sitios. enfatizar que las mismas tenden- Jorge Castillo, representante de la cias estructurales que producen Cámara de Comercio de La Salada, esos edificios espectaculares en las admitió a El Cronista que negocia ciudades globales también producen la venta de Mercadolasalada.com. esa pobreza creciente. Buenos Aires Según el ejecutivo la proyección de hizo todo esto mucho más visible que crecimiento de estos portales supera a Londres, Nueva York o Tokio, en las de otros sitios de compra similares simultáneo. En Buenos Aires los dos como Mercadolibre.com o MasOpor- extremos tienen lugares de alta visibi- tunidades.com. En seis meses supe- lidad: Puerto Madero para los ricos y raron los dos millones de visitas”. La Salada para los más pobres. La (29-04-10) multiplicación menos visible de las comunidades cerradas es en realidad En esta línea, La Salada está planifi- mucho más nociva de lo que es cando la emisión propia de tarjetas de Puerto Madero (una rehabilitación crédito. Es necesario resaltar el complejo arquitectónica de gran prestigio de sistema de conexiones y desconexiones un viejo puerto muerto en un espacio respecto de la economía formal. Esto de alta calidad para oficinas y comer- es: no se trata de dos sistemas rígida- cios). (Sassen, 2011; trad. VG). mente diferenciados y autónomos, sino que se recombinan pragmática- Sin embargo, la valorización de los mente. Lo hacen de forma inestable puestos en La Salada, como expre- (variable en el tiempo) pero sistemá- sión numérica de las posibilidades de tica (es decir, no de modo casual). De negocios que ofrecen, muestran una allí la utilidad de la noción de ensam- paradójica desmesura respecto a la blaje (Sassen, 2009) para analizar estas valorización del espacio urbano: las economías-territorios. La relación con zonas más depreciadas y tradicional- las grandes marcas de la industria textil

252 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

es un caso claro de esa recombinación. Pensar esta economía como un ensam- A su vez, la ambigua situación tribu- blaje permite dar cuenta de los cambios taria de la feria La Salada es un emer- de escala y de ritmo (o cambios espacio- gente de esa mixtura, un síntoma de temporales), de la reorganización de ese carácter recombinado. los modos de decir, hacer y ver que Una imagen de la polaridad centro- es siempre una reorganización de los periferia se desvanece. Una imagen del marcos sensibles que definen la inter- espacio abierto desreglado cede a una pretación de los bienes comunes. coordinación compleja de una infinidad En este sentido, partimos de la idea de de flujos. Una festividad y una mística que un territorio se construye más allá que acompaña (vírgenes, santos, mila- de un espacio definido y circunscripto gros, ekekos) la bonanza. Finalmente, de antemano, sobre el cual se aterriza- un modo del progreso urbano que escapa rían luego una serie de componentes de los planes y de los planos. materiales e inmateriales. Definimos territorio como lo que emerge de una combinación de discursos, tecnologías, Preguntas finales alianzas, y modos de hacer que organizan de manera original, no preexistente, Nos proponemos dejar abiertas algunas un plano de ensamblaje de elementos preguntas abiertas sobre un territorio- heterogéneos que se vinculan entre sí ensamblaje. La feria La Salada no puede constituyendo una trama contingente, pensarse por fuera de otras situaciones, de recorridos, usos, conflictos y afectos que constituyen un mismo territorio, (Deleuze-Guattari/DeLanda). En este una misma economía: nos referimos sentido, un territorio es también efecto al taller textil clandestino y a la villa. de una producción de jurisprudencia: En la villa se localiza una política de es decir, una relación determinada autogestión y de negociación perma- entre producción de derecho y situa- nente con la autoridad estatal (en sus ciones concretas. diversas escalas: nacional, municipal, A partir de este territorio, se abren una barrial) que ha logrado formas inéditas serie de preguntas a investigar: ¿Cómo de autogobierno. La importancia se gobiernan estos procesos? ¿Qué económica del taller textil clandestino formas de autoridad rigen sobre estos como núcleo de la economía migrante territorios? ¿Qué tipo de norma polí- se entreteje (directa o indirectamente) tica los organiza? ¿Qué informan sobre en y con toda la economía habita- las dinámicas actuales de producción cional, espacial, informal y migratoria de valor? ¿Qué circuitos monetarios y que se asienta en la villa. La feria a su no monetarios se entrecruzan? ¿Hay vez es el espacio donde se realiza parte una producción de nuevos derechos? de la mercancía que se produce en los ¿Mutan las formas de propiedad? ¿Qué talleres, pero también la prolonga- tácticas y estrategias de construcción ción de una tradición comercial que de poder ponen en juego? ha cruzado las fronteras y que incluye A su vez, nos permite conjeturar que técnicas de sabotaje de las formas en la feria se despliega un modo de mercantiles o, por lo menos, usos visibilidad de las economías clási- múltiples de las cosas (del contrabando camente nominadas como ocultas, a lo trucho). clandestinas, que obliga a complejizar

253 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década política

el modo de cartografiar/visibilizar los lación. La película, le han confesado los espacios de la ciudad neoliberal. En dirigentes de La Salada a su director, especial, teniendo en cuenta los modos es actualmente usada como “carta de en que esas economías constituyen, en presentación” por los feriantes, además sí mismas, ambiguas modalidades de de que se copia y se vende en sus puestos. conexión y sabotaje, proliferación y Como dispositivo de visibilización, el alteración de los circuitos de produc- realizador queda incluido en la primer ción, circulación y consumo de las persona del título. Producir una mirada ciudades atravesadas por las políticas es producir un lugar de enunciación que neoliberales que transformaron nuestro se deja atravesar por un proceso, por un continente en las últimas décadas. devenir. Finalmente, él también, narra ¿Qué sería una mirada inmanente a cómo se hizo feriante. estos procesos capaz de valorar lo que en ellos hay de ciudad futura aquí y ahora? Hacerme feriante hace visible desde un (*) Una versión más extensa de este lugar no exterior, incorporándose a la artículo ha sido publicada originaria- dinámica feriante, entendiendo sus mente en la revista Nómadas N° 35, pliegues, participando y confundiéndose Universidad Central de Colombia, con su modo de producción y de circu- noviembre de 2011.

Feria La Salada, prov. de Buenos Aires

254 LA BIBLIOTECA La década política N° 11 | Primavera 2011

NOTAS

1. “Saladitas”, ferias polémicas que se multiplican en Capital” (artículo de Nora Sánchez, Clarín, 25.3.2010). Allí señala: “El fenómeno de La Salada se abre paso en Capital, impulsado por la pérdida del valor adquisitivo de los salarios. Las “saladitas” porteñas no son tan económicas como la de Ingeniero Budge, pero ofrecen sus productos sin cruzar el Riachuelo (...) Una de las precursoras fue el Paseo Trocadero, en Lavalle al 900. O la de Constitución, en Santiago del Estero al 1700, con pedido de habilitación en trámite a nombre de “Centro Comercial La Alborada” pero conocida como “La Saladita”. Los feriantes pagan de $ 800 a $ 1.500 por mes para alquilar un puesto, donde ofrecen malas copias de marcas conocidas de ropa. Unos botines para chicos con el logo de Nike 90 cuestan $ 80, una campera etiquetada No Fear $ 40 y un jogging “Adidas” $ 20”. 2. “La Salada vende más que los shoppings” (nota de Patricia Barral, Perfil, 9-5-10). 3. Hay que tener en cuenta que durante la crisis argentina cinco millones de personas vivieron gracias a las redes del trueque. Por entonces también se multiplicaron las ferias de usados, las compras comunitarias y los comedores y merenderos populares. 4. Algunas referencias para situar el uso de “trabajo esclavo”: esta modalidad refiere a un complejo circuito por medio del cual los migrantes bolivianas y bolivianas llegan a Argentina para trabajar en los talleres textiles clandestinos. Las ofertas de trabajo circulan por radios, contactos familiares y/o “agencias de empleo”. Pero las condiciones son sumamente irregulares: quienes “contratan” a estos trabajadores retienen sus documentos, pagan su viaje y como viven donde trabajan, también les descuentan la comida y el alquiler. De modo que de los primeros salarios (a veces hasta el primer año) se “descuentan” esos gastos, con cuentas sumamente discre- cionales a cargo de los patrones. Los trabajadores viven “endeudados” toda la primer parte de su estadía. Otra característica del trabajo que motiva el debate alrededor de la “esclavitud” es que se trabaja a “cama caliente”: es decir, con turnos rotativos durante las 24 horas. Además, cada trabajador cumple jornadas de trabajo que llegan hasta las 14 e incluso 16 horas. La arbitrariedad de los horarios, las amenazas de deportación si se fugan, así como las malas condiciones alimentarias y sanitarias son parte de la economía del taller. El mote trabajo esclavo fue impulsado por los medios de comunicación pero también retomado por organizaciones que denuncian estas modalidades laborales, incluso algunas como trata de personas. 5. En la web de la organización La Alameda (http://laalameda.wordpress.com) puede consultarse la lista de primeras marcas que fueron denunciadas por esta organización y la UTC (Unión de Trabajadores Costureros) por usar “trabajo esclavo” en la producción de sus prendas. 6. Esto lo nota Rancière a propósito de los sastres y la singularidad de sus reclamos en el siglo XIX en Francia (2010: 61). 7. Se cantaba entonces: “¡Qué cagada, qué cagada, compras caro en Santa Fe lo mismo que se vende en La Salada!”. 8. Para discutir esta noción ver especialmente (2011) De chuequistas y overlockas. Una discusión en torno a los talleres textiles, Colectivo Simbiosis/Colectivo Situaciones, Buenos Aires: Tinta Limón/Retazos. 9. Otros temas clave de la población migrante que son leídos y resueltos al interior de esta lógica comu- nitaria son las denuncias por trata, el aborto (y cuestiones de salud en general: de la tuberculosis a las emergencias odontológicas) y el envío de remesas. 10. Hay que recordar que en plena crisis, y tras el corralito bancario, funcionaron diversas monedas locales, algunas provenientes de las experiencias de trueque, con reconocimiento municipal; otras fueron los bonos emitidos por diversos gobiernos provinciales para pagar a sus empleados. 11. Sin embargo, esta modalidad de trabajo se extiende a otros rubros. Especialmente, en el sector agrícola. En el verano de 2011, salieron a la luz por diversas denuncias las condiciones de “trabajo esclavo” en que se desem- peñan cientos de trabajadores rurales contratados por multinacionales como Du Pont y Nidera. Ver el informe publicado por Página/12: “Campo fértil para la explotación laboral”, nota de Darío Aranda, 14-02-11. 12. http://www.redcame.org.ar/images/noticias/volante_lasalada2009.jpg

255 Es común considerar a las expresiones culturales bajo nomenclaturas temporales. El hombre, en diferentes períodos históricos y latitudes, ha intentado otorgarle un orden al desborde de los aconteci- mientos de la vida cotidiana. La década El eje temporal se fija como un sistema de coordenadas Títulocultural Sección de referencia que se posiciona para acompañar diferentes hechos históricos en un sentido amplio. Desde cuestiones polí- ticas hasta manifestaciones culturales, el factor temporal se constituye como un sujeto de esa manifestación: “La década infame” o “El Siglo de las luces”, o bien, como complementos sintácticos que apoyan la ficción de una demarcación temporal para fenómenos complejos: “Una cultura milenaria”; “Fin de siglo”. Esta insistencia en otorgarle una temporalidad fija, concluyente a un hecho histórico se constituye como la reverberación de la linealidad del significante. Todo hecho o suceso cultural e histórico se encuentra inevitablemente atravesado por el decurso temporal, por el límite que le impone el carácter lingüístico, la materialidad indispensable del relato. La última década, que a primera vista puede referir el final de una época, en lo que a la cultura nacional supone, marca un inevi- table inicio: los primeros diez años de un nuevo siglo. Una década juvenil, párvula, fundante de un orden nuevo, un orden otro, un desfile de nuevas manifestaciones producto de una transformación que operó en varios niveles, también en el campo de la cultura. Las revoluciones culturales acontecidas en los últimos diez años han llevado a profundas transformaciones en los modos y en las defini- ciones de lo que las disciplinas tradicionales han considerado como expresiones de “la cultura” o de “lo cultural”. El desembarco defi- nitivo de los medios de comunicación, de los lenguajes tecnológicos, del espacio virtual, ha impactado sobre la producción literaria, sobre las manifestaciones musicales, sobre los principios que rigen las investigaciones arqueológicas. La década cultural no es más que una invocación eufemística, un intento de cristalizar léxicamente, un conjunto de complejidades que obligan a revisar los convencio- nalismos y reposicionar la concepción de la cultura misma. Las intervenciones de Sergio Raimondi y Juan Pablo Canala se inscriben como modos de repensar la concepción de la literatura como esfera autónoma. Raimondi, desde la publicación en 2001 de su libro Poesía civil hasta los poemas aquí presentados como adelanto de su libro en prensa Para un diccionario crítico de la lengua, interpela, a partir de la lengua poética, del tono, de la dispersión del verso sobre el blanco de la hoja, los vínculos entre poesía y política. La experiencia de la repolitización de la palabra literaria a través de su experiencia en el Museo del Puerto de Inge- niero White se trasunta en su producción literaria. Por su parte, Canala repone una serie de tópicos tradicionales de la literatura argentina: el cuerpo, el viaje y la escritura que se reconfiguran en un contexto de trasformaciones del soporte literario. La irrupción del blog, la aparición de Internet como nuevo espacio de producción, circulación y recepción de materiales literarios, como así también la disolución de las fronteras entre la ficción y la realidad supone una redefinición de las categorías tradicionales de obra y de autor. Alejandro Haber pone de manifiesto las problemáticas que rela- cionan el financiamiento de la investigación universitaria y los intereses empresariales cuando entran en interdicción con la acción de los movimientos sociales. Leandro Barttolotta e Ignacio Gago analizan las nuevas expresiones populares del rock en relación con diversas experiencias vitales emer- gentes de los estratos juveniles. El espacio ganado por la cultura del rock en las esquinas, como “espacio glotopolítico” donde se intersectan experiencias vitales dispares y manifestaciones musicales que trocaron el fenómeno de los “sin laburo” resignificando la crisis económica y abriendo un nuevo campo de expresiones culturales. La década cultural en los albores del siglo replantea, en los cuatro textos que se congregan en esta sección, las instancias de escritura, investigación y producción de sentidos frente a un nuevo contexto de reflexión intelectual. 258

Poesía civil (2001). Para un diccionario crítico de la lengua (inéditos) Por Sergio Raimondi

El autor de los versos que aquí presentamos publicó un libro clave en el año 2001. Poesía civil. Es una de las principales expresiones de la generación de poetas que emergió en la década del noventa, resistiendo la despoliti- zación del arte y explorando nuevos derro- teros para la escritura, fiel a la intuición de que la lengua es una zona de conflicto perma- nente, un recurso común estratégico sujeto a sucesivas y antagónicas apropiaciones. Como parte del grupo “Los mateístas”, en diálogo con los poetas de Rosario y los hace- dores porteños del Diario de Poesía, quiso replantear el modo de circulación de la obra poética, experimentando diversos formatos, dispositivos y ensambles. Pero, si algo resulta determinante en la producción de Raimondi, es su experiencia en el Museo del Puerto de Ingeniero White, localidad convertida en una imponente boca de expendio cerealera y petroquímica. Entre aquel texto de 2001 y su nuevo libro que está en proceso de edición (Para un diccio- nario crítico de la lengua), es posible palpar ciertos derroteros simbólicos y sociales de una década signada por la evocación del peronismo, en un tono tan anacrónico como posmoderno. LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

La tesis de que la poesía apela fundamentalmente circuito a una verdad ahistórica es una tesis histórica. El de canales de acero inoxidable por donde el problema en todo caso consiste en distinguir del pescado cae, modo más eficaz la articulación entre los versos y abadejo, hubbsi, transferencias de permiso cada coyuntura. En principio porque una aproxi- amparadas mación crítica a un poema también supone porla Secretaría de Agricultura, Ganadería y considerar por ejemplo su vínculo con la historia Pesca; ahí: y la política del género, una cuestión que puede atraviesa el fresquero la línea imaginaria del ser tan urgente como cualquier fenómeno econó- paralelo, va mico, político o social de una coyuntura parti- tras una mancha en la pantalla del equipo de cular. Dicho esto, podría plantearse que buena detección, parte de la poesía publicada durante la década ignorante el cardumen de la noción de millas o del 90, a la par de los gobiernos de Carlos Saúl charteo, Menem y el predominio de la convertibilidad, de las estadísticas irreales del INIDEP o el está escrita en una trama más o menos explícita desfasaje con las numerosas leyes y decretos que legalizaron entre jornal y costo de vida desde el año mil el retraimiento del Estado y modificaron por novecientos tanto las cualidades de la dinámica de la sociedad noventa y dos, filet de merluza de cola, SOMU argentina. Si esa hipótesis pudiera comprobarse, y pez rata, cabría también la pregunta de qué ha sucedido cartas de crédito adulteradas, lámparas y asiático en la poesía argentina escrita de entonces a esta pabellón, parte teniendo en cuenta la recuperación del irrupción de brotes de aftosa en rodeos Estado como institución política privilegiada. británicos, hoki, Supongo que esta perspectiva puede ser útil para retorno a lo más hondo de toneladas de pota releer los tres poemas de Poesía civil, publicados muerta en octubre de 2001, y para leer tres entradas de ante la aparición de langostino (valor cinco Para un diccionario crítico de la lengua, proyecto veces mayor), aún inédito y en elaboración. infraestructura de almacenamiento y frío, SR / Bahía Blanca, julio de 2011. caladero, eso.

Qué es el mar Cracker 2 o MonimentaMinistri

El barrido de una red de arrastre a lo largo del Lo que hay allá, entre las figuras de humo lecho, que se disuelven contra el fondo más oscuro mallas de apertura máxima, en el tanque y la oscilación de las llamas en el horizonte, setecientos mil es la ley catorce siete ochenta de Inversiones litros de gas-oil, en la bodega bolsas de papa y y Radicaciones de Capitales Extranjeros cebolla, promulgada por el gobierno de A. Frondizi jornada de treinta y cinco horas, sueño de a fines de los sesenta y evidencia innegable cuatro, café, de que nada surge cualquier día de la nada. acuerdos pactados en oficinas de Bruselas, Y aunque los ojos vean sólo el espectáculo crecimiento de millares de luces cayendo sobre el metal del calamar illex en relación a la temperatura del o, si se tiene la estrecha conciencia del día, agua el carácter perjudicial de vapores que suben, y las firmas de aprobación de la Corte Suprema, lo que se habrá de percibir en el Cracker 2

259 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

es el monumento levantado a la victoria si se tiene en cuenta que en la cotización en de las medidas tomadas por Martínez de Hoz destino durante sus primeros tres años de gobierno: el flete marítimo constituye elemento reducción de los aranceles de importación, determinante. ley de transferencia de tecnología, liberación La pregunta es, entonces, una: ¿cómo abaratar generalizada de los mercados, subvaluación costos? del dólar, aumento de la jornada de trabajo, La respuesta son dos enormes cabezales de tres racionalización de los procesos productivos, metros elevada manipulación de las tasas de interés. de ancho que succionan y vuelven a succionar, Ya llega por el gasoducto el etano. Ya ingresa previa al horno tras atravesar bajo tierra la ciudad: inyección de chorros de agua a presión para temperatura máxima para el fraccionamiento remover de las moléculas y sus mutaciones en el valor. los sedimentos apostados miles y miles de años atrás en el lecho en sucesivas capas, el canal de acceso La draga de la ría de Bahía Blanca hasta lograr la profundidad Uno de los problemas del país es y seguirá de cuarenta y cinco pies, calado usual de los siendo buques la posesión inevitable de una de las cinco de mayor tonelaje de porte bruto o capacidad de praderas carga más fértiles del mundo y el empeño menos que equivalen a una merma considerable en el natural flete. en hacer de ella la esencia económica de su ser La desregulación de servicios de remolque y de acuerdo a prerrogativas largamente históricas practicaje, confundidas con un destino de rigor frente al la supresión de leyes y organismos de control cual estatales, nada es dado modificar. Así como a fines del el despido de personal y la eliminación de siglo convenios diecinueve, más del setenta por ciento de las laborales han contribuido también a llevar al divisas puerto que ingresan al país a causa de lo que el país a un nivel de competitividad internacional exporta pensado se deben a productos agropecuarios, porcentaje según simples criterios tendientes a que el igual dinero, al correspondiente a manufacturas en los países con la cantidad menor de trabas, tarifas y más industrializados, centros de consumo y riesgos, poder fluya y retorne, con creces, al mismo lugar de tal como Estados Unidos y Canadá, Europa, partida China mientrasla Geopotes 15 aspira barro día y noche o Japón, ubicados todos lamentablemente en y dos o tres holandeses, desde la cabina de torno mando, al paralelo cuarenta o cincuenta del hemisferio testean lo que sucede en lo más hondo por norte, monitores lo que hace del traslado del cereal asunto que traducen la agitación en simulación primario matemática.

260 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

Carem (lo que favorecería la exportación de réplicas oportunas En el caso inverosímil de que el Ministro de para recuperar el gasto inicial e iniciar proyectos Planificación nuevos), leyera estos versos con el afán de combinar la sino también el precio de sentar las bases de una pragmática poesía de la gestión y la emoción sublime del ritmo y la capaz de aproximarse a problemas de variada metáfora índole quisiera que considere, a la hora de evaluar la tal como el uso complejo de uranio enriquecido inversión al tres de los más de doscientos cincuenta millones de más allá de los circuitos de extracción de calor dólares residual destinados a la construcción de esta central de y las consabidas válvulas de alivio y supresión de potencia presión de diseño simplificado, sistemas integrados y presentados precavidamente en este modelo apropiada argentino. para generar electricidad con reactores de agua Si alcanzado este razonamiento juzgara esto presurizada presuntuoso, en poblaciones distantes de las torres de alta se entiende. Será un desafío. Pero admita la tensión posibilidad: y hasta para separar una a una las sales del mar doscientos cincuenta millones también pagan general versos. potabilizarla para uso corriente o industrial y transformar desiertos costeros en nuevos emplazamientos Keynes urbanos, no sólo el costo de poner en valor los últimos El incendio de sacas de algodón en alta estiba, avances la matanza por millares de lechones intocados, del desarrollo tecnológico nacional en ingeniería el sueño frío del minero contra la pila de carbón básica deben haber estado en la base de su reflexión y de detalle realizado durante décadas y más sobre la relación entre inversiones y demanda, décadas pleno empleo, mayor consumo y regularización con porcentajes semejantes de esfuerzo en los porque en cada una de esas imágenes críticas técnicos lo que distinguía era la crisis efectiva de una idea y de indiferencia en los funcionarios ocasionales o, mejor, las fallas clásicas de su constitución. de turno, Eso no era una hilandería quebrada más. Eso tampoco el hecho de que un prototipo sería era una idea que había dejado de ser efectiva. ejemplar Eso era una concepción equívoca del ahorro. para visibilizar el producto y ocupar un, como Un obrero desesperado también era el fracaso se dice, de una idea. Pero además era la ocasión propicia nicho de mercado aún sin competencia a nivel para que ese mismo obrero tuviera alguna otra. mundial Una revuelta teórica que desarmase una revuelta en unidades energéticas asequibles a los práctica estaba en la urgencia de pensar la presupuestos fórmula acotados de los países de desarrollo emergente y Y = C + I, Ingreso Nacional = Consumo + eterno Inversión.

261 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

Finalmente el Estado, que también es una idea, tras explicar y convencer que los altos costos expandió funciones. Se inició el período de de una producción exigua, de la extracción, ensueño del carbón de los miles de eucaliptos plantados de cambiar el sistema sin cambiarlo totalmente y sobre todo de la ignorancia y de las fallas es decir, sin alcanzar ese otro Estado presente eran irrisorios comparados con la experiencia que adolecía de la libertad individual, esto es: a obtener entre mineros, ingenieros, fundidores. que adolecía de lo que suele ser solo otra idea. Se trataba de un aprendizaje que no tenía Pero el sindicato en todo sentido de la Ford precio. se sentó a la mesa para negociar desde entonces Dicho de otro modo: a ser pagado por el la idea moderada de moderar las ganancias Estado. con la convicción de que un empresario atento Un cable obtenido en trozos soldados entre sí al interés general es un engendro de la sostuvo el cable-carril hasta ayer arrumbado naturaleza. que bajaba de las sierras con la piedra roja. De última esa fue la obra pública fundamental. Dos calderas se compraron como chatarra. Los suecos inevitables a cargo de la dirección pidieron ladrillos refractarios para revestir Zapla, Altos Hornos el horno en su interior. No había. ¿Si se prueba con unos hechos de sílice? Así, así y así La vida puede ser una suma de contingencias fue la colada inaugural de arrabio argentino, también diluirse como una contingencia más acompañada por un discurso apropiadamente de faltar el propósito que vea en la casualidad encendido acerca del chorro férreo y brillante una ocasión precisa y exacta para realizarse. capaz de iluminar el camino ancho que, eh… Por eso el hallazgo afortunado de la hematita en un paraje menos desértico que pobrísimo de una provincia de un norte casi fuera del país no fue ni puede ser ningún punto de partida. Con el apremio real de una guerra permanente traducida en el hecho de que cualquier riel viejo ante el corte estratégico de las importaciones se convertía de pronto en un objeto suntuoso fue la convicción de que los aprestos militares se iniciaban con el conocimiento de la mecánica la organización fabril y el estudio de la química: ¿o acaso era posible fabricar balas con maíz? Cobre, zinc, wolfram, molibdeno, berilo, azufre. La hipertensión de intentar señalar más abajo de los campos soberanos de ondeo del cereal que recubrían la línea de todos los horizontes; la sagacidad técnica y general para calibrar del modo más irreprochable, racional y perfecto la imposibilidad local de levantar de inmediato una fábrica irreprochable, racional y perfecta; la voluntad de hacer de la obstinación lógica de hacer la chance única para un aprendizaje propio. Saber que hay que hacer para saber, esa fue la primera unidad siderúrgica del plan,

262

264

Exhibir cuerpos, transitar espa- cios, producir escrituras. Algunos episodios de la narrativa argentina de la última década Por Juan Pablo Canala (*) En el artículo que aquí presentamos, un conjunto “episódico” de obras y autores, elementos funda- cionales de los modos narrativos, encuentran un espacio de re-creación. La indagación del presente literario impone riesgos de canoniza- ción y tentaciones; incurrir en arbitrariedades es, con todo, un impulso menos significativo que el de intentar eludir supuestos olvidos. Juan Pablo Canala, en un primer ramal de su camino, apela con destreza a la ficción para discernir la trama de la narrativa contemporánea; se asoma a ella con la perplejidad de un anciano sesentista contorneado por el peronismo resistente (y quizá) irresistible, un lector obsesivo y estoico que se topa, en su encuentro con el presente, con la materialidad (pre) textual que debe asumir. El anciano revierte en un joven, desclasado de su comunidad, al que una muerte ficticia le enrostra la inmensidad de su extranjería en el exilio, demandado por los deseos burgueses de prosperidad material. Los textos son cuerpos que se marcan indeleble- mente por destierros, humillaciones y placeres tangibles o psíquicos. Cuerpos desnudos de todo intento de crítica social. Descubiertos del ropaje ideológico de moda. No es posible acceder, es lo que trasunta la escritura de Canala, al cuerpo de la literatura sin traspasar fronteras “como ancianos decadentes o jóvenes virginales munidos del miedo, agobiados por el escarnio, a veces, reivin- dicados por el placer”, sin ser atravesados en todo el recorrido por el amor y la muerte. LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

Para Esteban Bitesnik, por tantas cosas condensa inauguralmente la tradición literaria argentina. En consonancia Que muchas de las escenas inau- con la tesis de Piglia, del conjunto de gurales de las literaturas nacionales relatos que intentan narrar de alguna sean un artificio de la crítica no es forma el sentido de este origen, acaso ninguna novedad. Cada crítico elige sea el escrito por Sarmiento uno de de la galería de textos que conforman los que mejor condensa los ejes y su tradición literaria aquel episodio problemas que atraviesan la literatura o secuencia narrativa que condense, argentina en su conjunto. Dice un a su criterio, el modo en el que una Sarmiento narrador: cultura literaria comienza. De esta manera, es la distancia entre principio A fines del año 1840, salía yo de mi y origen la operación que se constituye patria desterrado por lástima, estro- como punto esencial en los discursos peado, lleno de cardenales, puntazos fundacionales acerca de la literatura y golpes recibidos el día anterior en de determinada región o país. El prin- una de esas bacanales sangrientas de cipio es el momento a partir del que soldadesca y mazorqueros. Al pasar se forma esa tradición literaria acorde por los baños de Zonda, bajo las a los hechos fácticos. En cambio, el Armas de la Patria que en días más origen es un relato, es una apuesta alegres había pintado en una sala, por el sentido que le otorga un otro, escribí con carbón estas palabras: On un narrador que, trasgrediendo la ne tue point les idées. cronología y violentando las periodi- El Gobierno, a quien se comunicó el zaciones, decide plantear un momento hecho, mandó una comisión encar- en donde una cultura se presenta como gada de descifrar el jeroglífico, que distinta, singular y diferenciada. De se decía contener desahogos inno- modo que la evidencia indica que hay bles, insultos y amenazas. Oída tantos orígenes de la literatura argen- la traducción, “¡Y bien!”, dijeron, tina como críticos preocupados por “¿qué significa esto?”. ensayarlos. Ya para Leopoldo Lugones Significaba, simplemente, que venía a y Ricardo Rojas1 el origen de la nacio- Chile, donde la libertad brillaba aún, nalidad era la literatura gauchesca, y y que me proponía hacer proyectar los particularmente, ese carácter épico rayos de las luces de su prensa hasta y fundacional que para ellos tenía el el otro lado de los Andes. Los que Martín Fierro de José Hernández; conocen mi conducta en Chile saben pasando a lecturas más contempo- si he cumplido aquella protesta.5 ráneas, David Viñas ubica el origen en la eludida violación del unitario El carácter proteico de esta escena en El Matadero2 de Esteban Echeve- inaugural permite pensar una tríada rría. Para otros críticos, como Doris que reúne tres aspectos recurrentes en Sommer,3 la nación funda su iden- la historia de la literatura argentina: la tidad a partir del establecimiento de la violencia ejercida sobre el cuerpo, que ficción familiar, de la que ella destaca exhibe las marcas dejadas sobre él; la el caso de Amalia de José Mármol; escritura como práctica y por último, para Ricardo Piglia,4 en cambio, es la el desplazamiento hacia otro espacio. escena inicial de Facundo aquella que El triunvirato que se expresa a partir

265 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

del trinomio cuerpo-escritura-espacio obras y autores que quedarían como se constituirá a lo largo de toda la una constelación anecdótica. tradición literaria posterior. Así, esta Es por eso que el presente trabajo selec- narración introducida por Sarmiento cionará un conjunto de seis novelas adquiere un tinte profético, en tanto producidas en diferentes momentos de que anuncia el material indispensable la última década. La elección e insis- que los autores de la literatura argen- tencia desde el título del artículo del tina tomarán como basamento, desde término “episodios” no es aleatoria, donde habrán de erigir un conjunto de puesto que el corpus aquí seleccionado obras que edifiquen la efigie de la lite- se propone una exploración de ciertos ratura nacional. momentos de la producción narrativa La elección e insistencia ¿Qué valor tiene del arco diacrónico enunciado. La desde el título del artículo entonces volver denominación “episódica” refiere al del término “episodios” no es a esta escena para carácter autónomo que tienen estos aleatoria, puesto que el corpus pensar la narra- textos narrativos dentro de un marco aquí seleccionado se propone tiva de la última más amplio de publicaciones coexis- una exploración de ciertos década? Tiene tentes. Obras narrativas todas estas que momentos de la producción el valor de recu- pueden ser pensadas como apuestas narrativa del arco diacrónico perar el eco de estéticas de diverso origen, con proce- enunciado. La denominación las problemáticas dimientos de escritura por momentos “episódica” refiere al carácter enunciadas hace disímiles y pensados en soportes y autónomo que tienen estos más de un siglo modos de circulación también particu- textos narrativos dentro de un por Sarmiento lares y diferenciados. Los textos narra- marco más amplio de publica- para pensarlas en tivos aquí analizados reúnen desde ciones coexistentes. perspectiva, en autores debutantes como Alejandro tanto continúan López, La asesina de Lady Di (2001); vigentes como tópicos desde donde la Gonzalo Beladrich, Bolivia (2008) y narrativa más contemporánea piensa Hugo Salas, Los restos mortales (2010), los modos de narrar. otros menos conocidos aunque ya con Naturalmente que la expansión de producción publicada como Mariano la industria editorial que se vino Dorr, Musulmanes (2009), o bien de gestando desde los años noventa,6 autores con una célebre trayectoria en junto a la prolífica emergencia de el campo de las letras como Daniel editoriales independientes, la multi- Link, Montserrat (2006) o Eduardo plicación de medios masivos y las Muslip, Phoenix (2009). Como todo facilidades para que los autores recorte ínfimo de un caudal de produc- accedan a la difusión y publicación ciones mucho más vasto, el corpus de sus obras, hace imposible, al seleccionado resulta decididamente menos en el marco de este trabajo arbitrario. No obstante, la unidad de acotado, que se ofrezca un panorama estas ficciones, no sólo viene dada por exhaustivo del gran caudal de textos un retorno a esos elementos fundacio- publicados entre 2000 y 2010. Cual- nales que aparecen en la escena inicial quier intento de un detallado estado de Facundo, sino que también ponen actual de la totalidad de la narrativa de manifiesto la vinculación de la lite- producida en la década en cuestión, ratura impresa con los nuevos soportes redundaría en un mero catálogo de virtuales como el blog, el e-book y el

266 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

audio book. A su vez, la emergencia cientarse y decidir acabar unilateral- de editoriales nuevas que impulsan mente con el relato de la vida. Caminó prioritariamente la publicación de como errante por entre las calles de La colecciones destinadas a difundir Recoleta mirando a su alrededor como nuevos textos de narrativa argentina, un extranjero, mirando a los hermosos frente a la habitual usanza de publicar jóvenes que ya no podía poseer y, que clásicos de la literatura universal que de seguro, no verían en él más que a garantizan un caudal de ventas más un padre anciano o a un abuelo. Sin prolífico, también se constituye como amigos, sin ciudad, sin sexo, él era un factor decisivo para el impulso casi un muerto. Caminó largo rato de estas ficciones. De esta forma, el y, al pasar por el pórtico de una casa, presente trabajo indagará los modos se sorprendió al ver a un mendigo en los que la narrativa argentina de la sentado entre trapos y cartones con un última década reformula los tópicos libro en la mano. Intentó adivinar de tradicionales de la representación del qué libro se trataba pero le fue impo- cuerpo, el viaje y la escritura en nuevos sible, el texto estaba tan dañado como contextos de producción literaria. el resto de las pertenencias de ese pobre desgraciado, que a pesar de no tener más que un libro, dos mantas raídas I. Leer, mirar, escuchar y escribir y un par de cartones húmedos, no podía apartar la mirada de las páginas, “Es fantástico el poder de una no podía dejar de seguir la historia de palabra… Si alguien me invitaba a otro con decidida atención. La escena tomar la leche a la casa, yo no iba, me le provocó al anciano ganas de reco- imaginaba una mesa sin mantel y unos rrer librerías; cuando la propia vida es jarros cachados con pedazos de pan un tanto deprimente, se intenta buscar flotando en la leche… hervida y vuelta consuelo espiando la de alguien más. a hervir, con una nata horrible”. Recorrió las calles cercanas al Museo Manuel Puig, Pubis Angelical (1979) Roca y salió a una plazoleta de la calle Pueyrredón, caminó hasta la avenida Al salir de su casa se sintió aturdido Las Heras y entró a la mítica librería por varias razones. A los ochenta años de la zona. Adoraba esa librería perte- se encontraba más solo que nunca. neciente a uno de los más conocidos Había despedido a su último amigo libreros y poetas de la ciudad. Pero la semana anterior y aunque estaba lejos del amplio catálogo disponible, devastado con la noticia, el día del lejos de la historia y de la cantidad de entierro no lloró. A sus ochenta años fotos que adornaban las paredes, lo de edad, profesor universitario, jubi- único que siempre le llamó la aten- lado, no se reconocía en el reflejo de ción era el joven librero que lo atendía las vidrieras, no tenía ya amigos vivos, habitualmente. Sus ojos claros, su no se hallaba en la ciudad que cada mirada esquiva, su actitud oscilante vez le parecía menos conocida y más entre días taciturnos y habladores eran amenazadora. Cuando se es viejo, motivo de sosiego para la triste vida del demasiado viejo, se teme a todo, desde anciano. Antes de perderse en los ojos un pozo mal tapado en una vereda, del joven, el profesor miró a lo largo hasta un punguista que puede impa- de las mesas atiborradas de libros,

267 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

de nombres y de editoriales que no fico. La vida escrita por un joven vivo conocía. Se había quedado en los años es completamente intrascendente. Y sesenta, y su mente era muy reacia a las a la vez se preguntaba por qué la lite- nuevas generaciones, era un carcamán ratura argentina actual volvía valiosa intelectual que no había podido dejar y recurrente la exposición de la vida de pensar la literatura y la cultura privada como material para la poesía argentina después de Viñas, Cortázar y la narrativa. “Es un viejo pelotudo”, y el posperonismo. “Este es un libro le decía el librero Adonis a su compa- nuevo muy interesante”, le decía el ñero. “No entiende que hoy la litera- joven adonis señalándole una nove- tura argentina es otra cosa”. lita que había surgido de un blog. El La figura del anciano concentra en sí anciano miró con cierto aire de desdén una forma tradicional de concebir a y continuó lo literario desde una óptica distinta, Si algo se problematiza con buceando entre el que parecería ser un tanto tradicional mayor insistencia en el corpus resto de los libros y anacrónica. La narrativa de la última de novelas seleccionadas es recientemente década escenifica nuevos modos de el fenómeno de los nuevos publicados. Para pensar los materiales con los que las soportes y de cómo la literatura él, una novela narrativas despliegan instancias de argentina comienza a hacerse se escribía a representación de la lectura y también cargo, desde el marco de la mano, con lápiz del fenómeno de la escritura. Si algo se ficción, de los nuevos modos y papel, no en la problematiza con mayor insistencia en en los que se piensa la mate- computadora, no el corpus de novelas seleccionadas es el rialidad del texto, los nuevos en Internet. Le fenómeno de los nuevos soportes y de lenguajes que amplifican el costaba mucho cómo la literatura argentina comienza campo cultural y las referen- entender además a hacerse cargo, desde el marco de la cias a una biblioteca que tras- por qué los ficción, de los nuevos modos en los ciende el lugar tradicional del jóvenes escritores que se piensa la materialidad del texto, libro al incorporar los usos de hacían de la lite- los nuevos lenguajes que amplifican la cultura audiovisual masiva. ratura y de la vida el campo cultural y las referencias a un espectáculo una biblioteca que trasciende el lugar a la vista de todos. Mientras seguía tradicional del libro al incorporar los mirando entre los anaqueles, escuchó usos de la cultura audiovisual masiva. a una madre, una de las tantas estú- De este modo, la narrativa de la última pidas madres que compran literatura década concentra nuevos modos de estúpida en las librerías de Recoleta: pensar la relación entre materiales “No, Micaela, no voy a comprarte la culturales y estrategias narrativas. La biografía de Miley Cyrus. Tiene dieci- incorporación del cine, la televisión y la nueve años y además no está muerta”. música se combinan con las alusiones La declaración de la madre fue contun- a la escritura y a un conjunto de textos dente. El anciano pensó que ninguno que diseñan una biblioteca personal. de los extensos libros que había leído Si bien es cierto que este gesto no es acerca de las populares teorías que del todo original –el empleo de mate- habitaban en un oasis de la crítica riales provenientes de otros campos literaria denominado “escrituras del a la escritura de ficción–, sí resultan yo”, habían definido tan contunden- novedosos los medios en los que las temente qué era el género autobiográ- novelas se difunden.

268 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

La irrupción del blog como ámbito previamente en Linkillo (cosas mías) de circulación de materiales literarios (www.linkillo.blogspot.com) en las a partir del cual se difunden muchas fechas que se indican en cada caso”.8 de las ficciones que luego integran La novela de Link toma su espacio de en formato libro el campo editorial, difusión en su blog personal, constitu- presupone un nuevo modo de pensar yéndose como una suerte de “folletín las efectivas instancias de escritura de hipertextual”9 donde cada entrega la literatura actual. Como ha señalado recupera un fragmento de esos textos Hugo Pardo Kuklinski,7 la difusión de en forma serializada. Los fragmentos la literatura a partir de los blogs se cons- de Montserrat como pre-textos difun- tituye como una instancia de borrador, didos sin aparente unidad, también se de exhibición de una suerte de “clínica establecen como nexos con diferentes de escritura” de los autores. Por lo soportes virtuales a partir de la inclu- tanto, el blog es el ámbito de prepa- sión de hipertextos que conectan frag- ración de un texto del que se desco- mentos de la novela con otras páginas. noce su futuro, puesto que la escritura Esto permite la emergencia de un texto difundida por medios virtuales tiene virtual infinito, de infinitas vincula- un carácter “pre-textual”, en el sentido ciones y links que se complementan en que trasmite una porción de la y hacen dialogar a cada entrega, con narración que puede o no integrar la entregas anteriores o con otros textos redacción definitiva de un texto. La de la web. La novela a su vez, explora literatura argentina tiene una amplia alusiones literarias, confesiones auto- tradición en la difusión de fragmentos biográficas, artículos críticos, anéc- o de pre-textos de obras literarias en dotas que establecen un espacio de el marco de periódicos o revistas. Sin negociación entre la realidad y la embargo, el blog desarticula la media- ficción, pero también entre la vida y la ción que existe entre ese fragmento y crítica literaria, como señala el propio el editor. Así, la ausencia del editor y Link: “Mi método es muy simple: yo la facilidad que implica para el propio escribo. Y después los libros se irán escritor el “subir” un texto a Internet, armando solos (o no). Tampoco tengo hace que la vinculación entre el texto muy en claro si lo que estoy escri- y su receptor sea aún más directa. biendo en determinado momento Investigar la distancia que existe entre va a parar a un libro de ficción o de pre-textos dados a conocer en soportes ensayo”.10 De modo que la multipli- virtuales y las novelas efectivamente cidad de tipos textuales que aparecen editadas presupone un campo rico para reunidos en la novela se vincula con desentrañar procesos de escritura. esta modalidad de la escritura, que De modo que el blog es el ámbito donde encuentra su espacio privilegiado en muchas de las ficciones que integran el el blog, y que en su pasaje al ámbito presente corpus encuentran su primer del libro debe redefinir sus particula- espacio de difusión. Esto queda claro en ridades de escritura, borrar esos nexos la “Advertencia” de Montserrat, donde o esas marcas textuales pensadas en un Daniel Link da cuenta del espacio de espacio virtual. circulación primigenio de su texto: El ámbito de Internet también sirvió “La mayoría de las entregas que inte- como espacio de difusión de adelantos gran esta novelita fueron publicadas y versiones preliminares de otros dos

269 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

libros del corpus, tal es el caso de fanzine Burbuja editado por Gonzalo Bolivia de Gonzalo Beladrich, novela Beladrich e Ignacio Tijeras. En el caso publicada por su propio autor, cuya de Musulmanes de Mariano Dorr, edición en formato libro trae un CD una versión en forma de adelanto se de audio con la banda sonora del viaje publicó en el blog personal del autor, a Bolivia que narra el texto, como así A la sombra de los costicismos en flor, también una versión en audio book de bajo el título: “Caramelos de menta la novela, narrada por su propio autor. (fragmento de Musulmanes)”,13 donde Pero a la vez que el texto de Bela- se recupera el “prólogo” que inicia la drich reúne estos novela. Lo mismo ocurre con el blog No obstante, la inestabilidad dos soportes en compartido entre Dorr y Eduardo genérica presentada en las su publicación, Muslip: La vida preguntale14 que facturas de las novelas también también ofrece presenta por primera vez la versión permite desarrollar una serie una alternativa del relato “Diciembre” que posterior- de reflexiones que compro- de su texto en mente integró la serie de textos que meten a todos los textos selec- formato virtual, componen Phoenix. cionados en los que se advierte gracias a la página Exceptuando Los restos mortales de una fuerte ficcionalización web oficial de la Hugo Salas y La asesina de Lady Di de los actos de lectura y de novela, donde se de Alejandro López, que no publi- escritura, como así también afirma: “La idea caron versiones previas ni adelantos la incorporación de lenguajes es que el conte- en ningún medio ni soporte, ciertas audiovisuales y la insistencia de nido del libro zonas de la escritura narrativa que las nuevas ficciones de incor- esté a tu dispo- componen el resto de las novelas porar la cuestión autoreferen- sición en varios del presente corpus, fueron dadas a cial o autobiográfica a partir de formatos para que conocer como adelantos o bien como voces narrativas que cuentan te vincules con textos autónomos. En su momento de el testimonio de su existencia. él de la manera emergencia estas piezas textuales posi- que te resulte blemente no hubieran sido pensadas más conveniente. Acá podés descargar para constituir, el menos en primera de manera gratuita la novela en cual- instancia, partes de textos narrativos quiera de sus versiones, tanto en pdf más extensos. Reseñas, artículos, (texto) como en MP3 (audio libro). cuentos sueltos, fragmentos y entradas También podés descargar el soundtrack autobiográficas son los espacios de de la novela”.11 Ciertos fragmentos de experimentación fragmentaria, a esta novela, aquellos que resultan más partir de los que se articulan las bases autónomos dentro de la narración, de la narrativa. fueron dados a conocer como anti- No obstante, la inestabilidad gené- cipos. Las dos reseñas cinematográ- rica presentada en las facturas de las ficas intercaladas por el narrador: “El novelas también permite desarrollar lobo estepario” y “Mi nombre es todo una serie de reflexiones que compro- lo que tengo” fueron dadas a conocer meten a todos los textos seleccionados en la revista virtual Velvet Rockmine en los que se advierte una fuerte ficcio- en 2004 y 2006 respectivamente.12 nalización de los actos de lectura y de Del mismo modo, la reseña “Terri- escritura, como así también la incor- torio peruano” sobre la banda Yicos poración de lenguajes audiovisuales y fue publicado en el número dos del la insistencia de las nuevas ficciones

270 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

de incorporar la cuestión autoreferen- De modo que las biografías de estos cial o autobiográfica a partir de voces presos se asientan sobre una mixtura que narrativas que cuentan el testimonio reúne la escritura que no puede, o que de su existencia. espera no ser decodificada por el poder En los relatos de Phoenix de Eduardo de la autoridad y lo que efectivamente Muslip, la lectura, el saber libresco y le llega al narrador a partir del relato los soportes textuales se encuentran en oral de Maribel. Como la frase anotada el centro de la narración. Tal es el caso por Sarmiento en los baños del Zonda, de “Cartas de Maribel” donde todo el texto tiene que volverse ilegible el texto evoca la escritura y la circula- para la autoridad del poder estatal. La ción de las cartas como reposición de garantía de la recepción de esa biografía un conjunto de personajes del pasado, por parte del narrador tiene ese doble que son evocados entre la escritura y el carácter de autoría conjunta entre los recuerdo. El narrador y Maribel toman presos en el discurso escrito y Maribel contacto con las cartas: “La abrí: había en el plano de la oralidad. Del mismo cartas. Muchas eran manuscritas, modo, en la escritura de las cartas reali- había unas pocas tipiadas. Eran largas, zadas por el padre de Maribel, también de dos a cuatro páginas promedio. preso por tráfico de drogas y deportado Estaban escritas en inglés. Son de a Colombia, se advierte esa recreación amigos que estaban en la cárcel, me de la mente de joven, esa narración explicó. Estaban presos por venta de de cómo el padre usaba esas cartas drogas, uno cerca de Chicago, otro en para contar aventuras y vivencias de la Florida, otros en Nueva York”.15 Colombia natal. Si aquellas epístolas no A partir de la lectura de esos textos existen o al menos están desaparecidas, íntimos se produce la narración de son esas otras cartas que Maribel atesora aquello que el texto no muestra pero que la materia textual que entra en alteridad efectivamente permite hacer presente. con ellas. Son los “cuerpos textuales” La carta es el dispositivo textual por que permiten establecer el vínculo entre medio del cual se diseñan las biografías esos espacios contrapuestos, el desierto particulares de los amigos presos y del de Phoenix y la cárcel, entre la inmen- padre ausente y es Maribel la autora sidad y el espacio cerrado. que completa y suple los hiatos de los Las cartas se constituyen como “el textos escritos con los relatos orales: tráfico de secretos” entre el narrador y Maribel, también entre ellos se libra Yo seguía hojeando las cartas, y una pugna por el capital cultural. Ella, percibía las voces de esos chicos pero joven perteneciente a una de las múlti- también había una insuficiencia. No ples etnias que residen en los Estados estaban las anécdotas que contaba Unidos, se posiciona siempre en un Maribel, y no había muchas otras lugar de superioridad frente al lugar de (…) De golpe se me ocurrió que latino que ostenta el narrador. La estra- mucho de lo que faltaba no estaba tegia de superación de esa desigualdad sólo determinado por la imagen que en el caso de este último se compensa querían dar a Maribel sino por la a partir de una trampa fundada en el censura; tal vez les leyeran las cartas. conocimiento, a partir de cierta cons- ‘Sí, se las leen’, me confirmó con tatación del saber. Es el capital simbó- contundencia Maribel.16 lico, es la biblioteca, el saber sobre

271 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

los libros o sobre el cine (o acerca de garantiza un auténtico conocimiento cualquier eventual material cultural) del mundo. Los retratos o biografías aquello que le permite al narrador de los alumnos desarrollados por el posicionarse por encima de Maribel. narrador dan cuenta de una suerte Con pobreza, con cárceles desorgani- de ausencia en presencia. La clase se zadas, el narrador es más inteligente y vuelve un gesto mecánico, sin sentido culto que su interlocutora: y sin consistencia. Esta posición de subalternidad del “saber español” que Comentaba con displicencia acerca ostenta el narrador se cifra en los mate- de un libro o una película que sabía riales textuales, en la vacuidad de los que Maribel no conocería, como personajes presentes en los manuales diciendo yo vengo de un lugar menos escolares de la lengua en cuestión: importante y de una ciudad un poco menos magnífica y las cárceles norte- “Mientras ellos miran unos dibujos americanas son fantásticas y mis en el libro: Claudia es más alta que padres son más pobres que los tuyos Mariela, Javier es más bajo que pero sé más que vos y mi educación Sebastián. Los dibujos del manual fue desde siempre en serio y no como son funcionales, sin ninguna gracia. la educación que te dio tu ciudad La tal Claudia, la que es más alta, es magnífica.17 tan sosa; la única cualidad que le dio derecho a esa mísera y efímera exis- Pero lo que obtura esa superación es el tencia de personaje de manual es la mal inglés del narrador. El problema de ser un poco más alta que Mariela. entonces de la traducibilidad de las Y después de aparecer y ser un poco culturas se funda en su inglés defi- más alta que Mariela, vuelve a ciente. Ella, menos inteligente, menos hundirse en la nada”.19 lectora, menos culta, tiene aprendida la lengua del espacio y eso le da un lugar Los vacuos personajes de los libros, no privilegiado. El narrador en cambio no interesan a los alumnos, de la misma puede concluir el gesto de apropiarse forma en la que tampoco conocen de ese capital simbólico, como si el la ubicación de las regiones del sur. hecho de no conocer la lengua lo colo- Buenos Aires o Paraguay no existen en cara en un acercamiento de la cultura el horizonte de expectativas y sólo son desde un lugar subalterno, a un tipo una narración que se inscribe entre de cultura de “segunda mano”: “Vi “mapas con pocos detalles y hechos más películas, leí más libros y conozco sin ninguna atención”20 y los relatos cine y literatura norteamericana más del narrador-profesor que les indica que ella, pero ella es bilingüe y mi dónde quedan las ciudades y cómo inglés da lástima”.18 El contrapunto Paraguay y Argentina entablaron una de esta instancia es la clase de español guerra en el siglo XIX. De la misma protagonizada por el mismo narrador forma, al describir los diccionarios de en “Paraguay” donde los ejercicios español de sus alumnos, el narrador en español y el desinterés mostrado hace hincapié en lo pequeños e insig- por los alumnos revelan nuevamente nificantes que son. ese lugar subalterno de la cultura Hay numerosas alusiones en Musul- en habla hispana. Saber español no manes de Mariano Dorr a diferentes

272 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

contactos con materiales librescos y de agua es una idea, un texto no con reflexiones acerca de la escritura. concretado, perdido entre los archivos La biblioteca y la librería/puesto de virtuales del escritor y existente a partir diarios son los dos ámbitos que atra- de su lacónico recuerdo. Pero no es viesan el contacto que la narración sólo la literatura lo que impulsa el desa- tiene con los libros. Desde el inicio, rrollo de la narración de Musulmanes, el texto plantea una biblioteca de sino que también es el diálogo con el escritor, pero el personaje principal y cine masivo desde donde el narrador narrador de la novela, no sólo es un reflexiona acerca de los sucesos del escritor y un periodista, sino también mundo cotidiano: “Cuando Virginia un escritor académico. El canon de decidió lo que quería hacer, habló lecturas que ostenta recupera desde los con su mami. –Encontré algo que me grandes clásicos de la poesía universal, hace feliz: el caño. Su mami casi se la narrativa ficcional, la filosofía y la infarta. El infierno debe estar tapizado psicología: de hijos”.22 Esta alusión recupera un

Entre mis primeros libros había poesía de Góngora, Lope de Vega, Alfonsina Storni, Bretón, Baude- laire. Había textos religiosos y polí- ticos. Estudios sobre el peronismo y la resistencia peronista. Walsh, Orwell, Diarios del Che, La locura de Jesús, de Bidet Sanglé, un psiquiatra demente. Nietzsche fue uno de los primeros que me animé sacar a la calle. Y cuando podía leía a Freud en Olleros, casa de mis abuelos, donde estaban las Obras completas.21

Del conjunto de textos mostrados como capital simbólico de forma- ción, son los escritos de Freud los que condensan de modo definitivo el núcleo de la narración. Freud combina escritura, cocaína y sexualidad, las tres vías que el texto de Dorr problematiza y los aspectos que recurrentemente se vuelven espacios desde donde el narrador despliega su relato. Pero también en esta novela la escritura implica una zona de la imposibilidad. El escritor que tiene pendiente para su editora, Soledad Hugo, la finaliza- ción del relato policial sobre Milton y Patricia. Besos detrás de una cortina

273 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

fragmento del capital cultural que se carnicería se relaciona con el imagi- encuentra en la voz del habla popular. nario de Tita Merello, frente a la soña- La reacción de la madre de Virginia se dora enamorada que, como Libertad refuerza con la inclusión de una línea Lamarque, recita las canciones en de la película Esperando la carroza de medio de una función de cine: Alejandro Doria. Pero la inclusión de alusiones al mundo del cine masivo no Era mamá que estaba cantando, las sólo opera en la novela al nivel de la cita canciones porque las conocía de la directa. La narración también ofrece radio, y aunque alguno le gritó que otros modos de vincular el mundo de se callara, ella ni hizo caso y siguió. los mass media con la biblioteca canó- –…dame tu boca esa furia loca que nica del lector culto. La fusión entre la mi amor provoca… –coreaba mamá historia de Ennis del Mar y Jack Twist, con la voz finita como Libertad protagonistas de la película Brokeback Lamarque, y las nenas se rieron, Mountain, con la historia de Orfeo y contentas, y la acompañaron y las Eurídice son en la voz del narrador la tres cantaron juntas: amalgama entre diversos materiales –Si algo ha de morir, moriré yo por que tienen como finalidad explicar, ti, moriré yo por ti… desde la hibridez de los segmentos Fueron meses de gloria. Casi todas las narrativos, una misma historia. El semanas, en día de escuela, iban a ver relato griego, como la historia fílmica la película nueva, y si no había una basada en un cuento de Annie Proulx, nueva veían la misma repetida.24 replican del mismo modo el inicio de la relación de Mariano y Martina, Alma es la mujer que codifica en su replican una forma de relación que se existencia las dos posiciones que se instituye como una reprobatio amoris despliegan a partir de ese mundo que los dos personajes deben tener en ficcional que se expresa en la tensa y cuenta para no dudar: “En el amor no conflictiva relación de la mujer con la hay que dudar”.23 sucesión de hombres. Ella es una Tita El universo representado magistral- Merello con Domínguez, un hombre mente por Hugo Salas en Los restos que aparece subsumido a su figura mortales recupera la vinculación de lo de autoridad, a quien ella maltrata femenino en clave de cita textual. Ese y sólo considera en función de una repertorio de lo femenino que recu- mejora económica, “una ‘arribista’, pera zonas del melodrama y del cine, como decían en la novelas”.25 Pero pero también la clara vinculación con la irrupción del matarife, del último la . Es Alma, la madre de hombre en su vida, la reposiciona de pueblo, quien mejor combina espa- otra manera. Alma deja de ocupar ese cios de alusión a los discursos crista- lugar de mujer fuerte, deja ese espacio lizados de los géneros populares. De de dominación, para ocupar un lugar esta forma, encarna, como las heroínas subalterno frente a la fuerza de otro femeninas en las novelas de Puig, una hombre. De esta forma, como la Raba permanente tensión entre la mujer de Boquitas Pintadas, el personaje vacila fuerte y la mujer sufriente. La madre entre estos dos modelos femeninos que puede mantener sin ayuda de nadie del cine argentino. Deja de ser Tita a su familia al frente de una pequeña Merello para convertirse en la sufriente

274 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

Libertad Lamarque. El diálogo con la pelaba esas líneas de Caridad Canelón zona del folletín, con los elementos del copiadas en mi cuaderno Éxito”.27 Por melodrama se asocian con el universo otro lado, es la actualización oral de audiovisual: “De noche veíamos series esa ficción, la que recrea Esperanza a y películas por TV, o la telenovela de partir del habla: “‘Esa frase es de Mari- la tarde, cuando aprendió a programar quita Valenzuela’, me dijo la bicha”.28 la video. Seguían gustándole los melo- Pero el referente de la protagonista, dramas, los relatos apasionados, pero no sólo en términos de escritura y el cansancio le ganaba de mano”.26 La oralidad, es la ficción de la telenovela, grabación, la copia, el acercarse a ese la cual le permite recrear también una mundo compensatorio de la ficción, estética fundada en los modelos feme- como complemento al hastío de una ninos de las heroínas televisivas: “En vida de pueblo, como complemento esa época lo llevaba [el pelo] largo y a esa realidad de opresión donde la alisado porque quería estar igual a mujer es víctima de la atrocidad del Catherine Fullop en “Abigail”.29 No hombre, se resuelve por medio del obstante, la narración autobiográfica consumo de la ficción popular. No de esta asesina asesinada, pone de hay una biblioteca en la vida de Alma, manifiesto en repetidas oportunidades sino que su mundo está poblado de los atributos físicos de Esperanza. las heroínas del cine, de los diálogos Con una piel horrible, morocha de trillados de la telenovela y del melo- pueblo, gorda y con nariz de gancho, drama, de la copia recursiva que se las autodescripciones acerca de ella, al contempla a partir de una cinta a la igual que la prédica constante de otros que cada noche se regresa en busca de personajes, entra en contradicción una especular identidad, en busca de con ese imaginario que la protago- la confirmación de su ser femenino a nista sermonea continuamente sobre través de la ficción. sí misma, fundada en la imaginación De igual forma, aunque con una clave de las ficciones televisivas. Esperanza humorística, La asesina de Lady Di es una copia desvirtuada y empobre- funda su espacio de narración a partir cida de todos los referentes de los que del consumo y el diálogo que mantiene intenta abrevar para construir su esté- su protagonista y narradora, Esperanza tica y su identidad. Hóberal, con las y con las Tanto en Bolivia de Gonzalo Bela- publicaciones masivas del corazón. drich, como en Montserrat de Daniel Esperanza es, a diferencia de Alma, un Link, la escritura se vincula con la tarea personaje que deliberadamente recrea profesional. El narrador de Bolivia en su mundo una realidad alimentada emprende un viaje solitario desde exclusivamente por la ficción televisiva donde entregará dos textos o reseñas y por la “traducción” de esa ficción sobre películas a su editor. Tanto “El televisiva en torno a dos prácticas. Por lobo estepario” (reseña sobre la película un lado, la ficción televisiva se recrea Roma de Adolfo Aristarain) como “Mi en el plano de escritura, ya que Espe- nombre es todo lo que tengo” (sobre ranza lleva consigo un cuaderno de la película Se arrienda de Marcelo frases donde anota los segmentos más Fuguet) son los textos que aparecen memorables de diferentes telenovelas en la novela intercalados, demarcados de la época: “Me encantaba cuando tipográficamente como indicando una

275 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

distancia para el lector. La escritura el discman. Elijo una buena combi- profesional del narrador del texto de nación de estados de ánimo: Beladrich marca no sólo un momento —Bombo Clap!, de Yicos parentético en el decurso narrativo, —Niño rojo, de Devendra Banhart en tanto el viaje por el norte hacia —Louder than bombs, de The Bolivia se interrumpe para dar paso Smiths a la reseña cinematográfica, sino que —Peng!, de Stereolab además funcionan como marcadores —Clandestino, de Manu Chao de la vinculación entre el narrador y el —Horrible, de Suárez mundo del trabajo. De esta manera la —La tranquilidad después de la literatura y el cine entran en interdic- paliza, de Francisco Bochatón ción, puesto que la novela plantea una —The blue notebooks, de Max oposición entre el trabajo en la librería, Richter que hastía al narrador, y la pasantía en —Perfecto, de Dani Umpi la revista sobre cine: —No es pecado, de Alaska y Dinarama —Escribo para una revista. Antes —Summer Sun, de Yo la tengo trabajaba en una librería. —Once more with feeling, de —Qué bueno. Yo trabajaba en Placebo una también, así me pagaba los —Ambient works vol. II, de Aphex apuntes de la facultad. Además tenía Twin (el CD 2) descuento para comprar libros, eso Los libros son tanto o más impor- estaba bueno. tantes que los discos. Decido llevar —Sí, yo lo tenía. Y los que no podía tres. Bullet Park, de John Cheever, comprar los afanaba. Hospital de ranas, de Lorrie Moore, —¡Igual que yo! –dice, y se ríe. y Las películas de mi vida, de Alberto Sandra tiene una risa grave.30 Fuguet. El de Fuguet va a ser el que lea primero.31 La librería como espacio de comer- cialización de la literatura, supone Música y libros arman un canon de un acercamiento a partir de la lectura materiales para el viaje que el narrador fundado en el robo. Para leer es nece- porta a lo largo de su desplazamiento sario robar, con lo que la condición a tierras lejanas. En Montserrat la de posibilidad de la existencia de una escritura también aparece vinculada biblioteca se efectúa a partir del robo. al mundo del trabajo. Manuel Spitz, El narrador de Bolivia, al igual que profesor, periodista y crítico literario Silvio Astier, roba libros para poder aparece representado en plena escena leerlos, para procurarse de un capital de escritura en el inicio de la novela: simbólico. Sin embargo, los libros “Ayer, después de trabajar toda la adecuadamente seleccionados también tarde frente a la máquina (terminé aparecen en la novela como elementos con una reseña, terminé la evaluación fundamentales para el viaje. de un proyecto de investigación), bajé a comprar cigarrillos”.32 La escritura Como es lo que más me gusta lo dejo profesional del periodismo, a partir para el final. El porta CD tiene lugar de las reseñas, y la escritura académica para 12 discos, más uno que llevo en como evaluador de un proyecto, se

276 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

contraponen con ciertos momentos contacto con los autores que refieren a de la narración, donde se prima un ese espacio; es entonces la espacialidad, carácter más literario. La novela de la localización urbana la que despliega Link es un palimpsesto textual donde se una serie de lecturas asociadas a ese fusionan textos de diversas naturalezas espacio. Por último, el carácter folleti- que aparecen intercalados y que son nesco antes aludido, también deja sus funcionales al desarrollo de los acon- marcas de inscripción genérica en la tecimientos. La inclusión de comu- escritura ficcional; de esta forma entre nicados oficiales de la Universidad, una entrega y otra, el narrador afirma: de encuestas por e-mail de amigos, “Ahora me caigo de sueño, así que como así también artículos periodís- seguiré con el relato mañana”.33 Link ticos desarrollan el misterio que asola incorpora a la narración la estrategia del al barrio de Montserrat y que tendrá a suspense propio del roman feullieton, los túneles de una ciudad subterránea segmentando la narración y creando como espacio de acción privilegiado. expectativa en el público lector hasta la Pero al igual que en el caso de la entrega siguiente. novela de Beladrich, el texto de Link se presenta como una narración atra- vesada por momentos de diálogo con II. Vivir Afuera, estar adentro las condiciones de escritura. Montserrat es una novela de folletín por entregas, “Los porteños tienen una ciudad en tanto texto seriado del blog; del profundamente aburridora durante mismo modo en que opera el caso del las noches, ha tomado en ella la vida folletín tradicional, intenta acercarse de café el vuelo que se le conoce. Los y construir un espacio de la verosimi- extranjeros que no tienen novia a quien litud fundado en el pedal testimonial. visitar, se van a los cafés, muchos crio- De modo que toda documentación llos los siguen y algunos pocos se consa- referida o testimonios que refrenden lo grarán a los clubs que parecen hoteles publicado se constituyen desde la idea sin pasajeros”. de que la presencia de un testimonio Benigno B. Lugones, escrito aporta un mayor grado de La vida porteña (1881) veracidad. Pero a la vez que la ficción sustenta su legitimidad a partir de la Hace un par de años, mientras un joven incorporación de notas periodísticas esperaba con cierta impaciencia una de Guillermo Schavelzon o de Jorge cita en un bar del centro metropolitano, Barroca sobre los túneles coloniales, la luego de mirar seiscientas veces por la escritura de la novela también intro- ventana que daba a la calle, luego de duce alusiones literarias a figuras ilustres pensar que siete de los quince hombres del barrio porteño. Las citas a Héctor que pasaban delante de sus ojos podrían Pedro Blomberg, la alusión al canto ser aquel potencial amor desconocido, popular de la “Pulpera de Santa Lucía” llegó a una conclusión. Era posible que o la contestación de Álvaro Yunke a el hombre jamás llegara, era posible un poeta de Florida, diseñan un mapa que hubiera desistido, era posible que espacial que expresa una biblioteca de en verdad le hubiera parecido una lector. Spitz y su compañero Sebas- locura encontrarse con él, con alguien tián, habitantes de Montserrat, toman tan poco interesante y tan poco atrac-

277 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

tivo. La estrategia que decidió el joven, juela madrileña típica. Pedía un café al menos para no pensar y sumirse en con dos galletas de avena y leía El País una extrema melancolía, fue la de fingir o la revista Hola fingiendo entender de que nada pasaba. Tomó la carta del la vida cotidiana, de la economía y de bar y la examinó con cuidado, llamó las figuras de la realeza local. El bar era al mozo y le pidió el tercer café de la atendido por dos mujeres: una joven tarde. Mientras más se llenaba el salón, de unos treinta años y otra más vieja más solo se sentía, cada vez más solo y corpulenta que no dejaba de fumar. en medio de esa ciudad monstruosa, Las semanas pasaron y el argentino en de esa ciudad conocida, de esa ciudad Madrid seguía frecuentando el local, que era suya y que en ese momento como intentando armar una pequeña sintió como completamente ajena. La comunidad allí, como tratando de abrumadora cadena de pensamientos sentirse parte de algo. Con el tiempo hostiles y de broncas disimuladas bajo las dueñas del bar (la joven y la vieja) se un rostro inexpresivo y un cuerpo aprendieron el inamovible menú que inmóvil buscaron, el amigo del joven plantado en el café Estas sensaciones de extran- en su para- porteño pedía mañana tras mañana. Un jería y de desplazamiento a digma mental, martes de junio, como ya era costumbre partir del viaje, pero también una estrategia desde hacía casi seis meses, el amigo de extranjería en la propia para acallar el se dirigió al bar y para su sorpresa se ciudad de origen donde se es cúmulo de pensa- encontró solo a la chica joven con un nativo, es recurrente dentro mientos bélicos rostro muy desmejorado. Ni rastro de las ficciones narrativas de que asaltaba su había de la señora vieja y corpulenta. la última década. El corpus de imaginación. En Todos los clientes más habituales y textos aquí reunidos proble- ese momento viejos conocidos se despedían de la matizan en varios niveles recordó la anéc- joven dándole el pésame. Era evidente, la idea del espacio y de la dota de un viejo o al menos eso pensó el amigo del extranjería. Sea a partir del amigo suyo que joven plantado, que la otra mujer había viaje, de los desplazamientos años antes había muerto. Para sentirse menos extranjero entre las afueras y la ciudad decidido partir en una ciudad de la que era práctica- cosmopolita, hacia regiones hacia España mente un recién llegado, el amigo se distantes como otros países, en búsqueda de acercó a la joven mujer del bar y, exten- o bien el descubrimiento de un futuro más diéndole la mano, le dijo: “lo siento una cara oculta, de un tejido p r o m i s o r i o . mucho”. La joven contuvo su llanto urbano que subyace miste- Cuando se vive y le agradeció sin emitir palabra pero riosamente a la ciudad vista en otra nación, acompañando el gesto con su cabeza y aparecen continuamente como sentenciaba el con los ojos inyectados en lágrimas. Al problemas de las ficciones. amigo, es nece- salir de allí el amigo del joven pensa- sario encontrar tivo no pudo sino reparar en el hecho modos de atemperarse a los nuevos de que ya era parte de esa comunidad, lugares, de conocer a las personas y de esa ciudad que no era la suya, pero de entablar un vínculo posible con los de alguna forma lo era a partir de ese representantes de ese nuevo espacio en momento. Tenía ya a un muerto, y el que uno es un invitado, un extran- era la muerte lo que lo había unido a jero. Todas las mañanas, el amigo iba ese nuevo espacio sintiéndose ya parte al mismo café ubicado en una calle- del conjunto social, de ese barrio parti-

278 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

cular del país al que había ido a probar …una cápsula en el desierto de suerte. Al día siguiente, como todas Phoenix; nuestra amistad era una las mañanas, el amigo del joven plan- nave espacial en medio del vacío tado fue al bar pero para su sorpresa del cosmos. Las personas y cosas que al entrar encontró en el mostrador a Maribel expulsaba de su universo la mujer vieja y corpulenta fumando de sentido quedaban reducidas a la como todos los días. La sorpresa fue nada; cuando insistían en reclamar inmensa, él la creía muerta y no salía de derecho a la existencia, tratando su asombro. ¿Por qué lloraría la joven? de abrir la puerta de la nave espa- El amigo, aturdido se sentó en la mesa cial para sumarse a nosotros, ella de siempre y entendió que lleva tiempo se encargaba de cortar su conexión integrarse a una comunidad cuando se con la nave y arrojarlas sin piedad es extranjero y aún más, siempre se es alguna al espacio exterior.34 extranjero, aunque uno intente inmis- cuirse en la vida de los otros, la trama del relato ya está encendida y el extran- jero, el recién llegado, siempre cuenta con menos herramientas de lectura, siempre está en desventaja. El relato recordado por el joven homo- sexual, abrumado por sentirse extran- jero en su propia ciudad, contrasta con el del amigo extranjero en otra ciudad. Estas sensaciones de extran- jería y de desplazamiento a partir del viaje, pero también de extranjería en la propia ciudad de origen donde se es nativo, es recurrente dentro de las ficciones narrativas de la última década. El corpus de textos aquí reunidos problematizan en varios niveles la idea del espacio y de la extranjería. Sea a partir del viaje, de los desplazamientos entre las afueras y la ciudad cosmopolita, hacia regiones distantes como otros países, o bien el descubrimiento de una cara oculta, de un tejido urbano que subyace miste- riosamente a la ciudad vista aparecen continuamente como problemas de las ficciones. En los relatos que componen Phoenix se plantea como problemática central Así, tanto Maribel como el narrador la cuestión del viaje y de la extranjería. plantean la formulación de una comu- En “Cartas de Maribel” se describe al nidad que los mantiene aislados de ese espacio en medio del desierto como: lugar que no les es propio. Él un joven

279 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

profesor homosexual, ella hija de inmi- De alguna forma el exhibicionismo grantes colombianos en Nueva York, de Maribel de su propia vida, atrave- ambos producto de la migración como sada por el relato unilateral, a partir mano de obra científica en medio de de las conversaciones con el celular la inmensidad del espacio del desierto. que media con aquello que está fuera Pero Maribel es también una especie de de Phoenix, se convierte en un texto arquitecta que diseña un espacio fuera común, en una historia por todos del espacio, ajeno a la totalidad del conocidas, pero que a la vez se cons- territorio en donde ambos son extran- tituye como una necesidad del perte- jeros. Así, a la vez que se plantea esta necer. Los extraños, las personas que coincidencia en la extranjería de ambos conforman ese coro de seres cotidianos personajes, Maribel y el narrador se vuelven lectores/auditores de la vida tienen dentro del sistema de interio- de Maribel y ella se incorpora a las ridad de la casa compartida un nuevo vidas de aquellos que son residentes nivel de interioridad y de separación. locales. Se establece así un vínculo Ella se abstrae en la cotidianeidad, comunitario con los otros. De igual elige mantenerse también en su propio modo, la ropa y el espacio de esas rela- mundo, elige preservar algo de esa indi- ciones marcan su oposición entre lo vidualidad que el espacio y el carácter que ropa predica y lo que el espacio de visitante intentan borrar. Maribel habilita para usar, son esos detalles los se crea otra instancia de aislamiento que dan cuenta de esa discontinuidad dentro de la comunidad de aislamiento entre la concepción de los extranjeros, ya planteada con el narrador: “Ence- de aquellos que se instalan en Phoenix rrada en una segunda cápsula dentro como espacio de tránsito y lo que ese de la cápsula espacial, un pavoroso espacio determina como lo propio. extraterrestre podía reclamar su aten- Del mismo modo la foto del padre de ción desde la ventana sin que ella se Maribel, que evoca ese lugar ilustre inmutara”.35 y próspero del hacendado colom- Pero a la vez que ella se refugia en biano se contrapone con la mirada una comunidad cerrada también se del narrador, que ve allí al hombre entra en tensión con las estrategias de a caballo típico de la Argentina. Se pertenencia. Cómo sumarse, como diluyen entonces esas corresponden- formar parte de la comunidad en la cias, esos anclajes a los personajes y sus que se está inscripto: adscripciones a lugares concretos de la nacionalidad. Si Phoenix es un espacio Todo el mundo estaba al tanto de la desértico que deja de ser Phoenix, y a relación de Maribel con Larry: sus la vez si la ropa de Maribel marca esa compañeros, profesores, empleados discontinuidad, también la foto del administrativos o de limpieza de hombre a caballo podría inscribirse en la universidad, clientes o cajeros de cualquier contexto. Es el lector, el que los supermercados. Yo a veces era ve esos objetos, el que determina un abordado por desconocidos que me modo de pensar un anclaje espacial y preguntaban por ella, interesados por cultural que es fútil y falible. La alusión saber si había vuelto a Nueva York, de una suerte de ciudad mundial en cómo estaba su novio, si había termi- donde Argentina es un suburbio del nado la maestría.36 mundo. Ese carácter periférico, ese

280 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

lugar al margen de los centros en tanto llos dispositivos textuales a través de metáfora del espacio es lo que organiza los que se mantiene el nexo entre el diversos relatos de Phoenix, donde es espacio del viaje y el lugar de origen. posible pensar la nimiedad de lo que Pero si algunos narradores se implica esa periferia. Algo que se repite desplazan de la ciudad a otras ciudades en “Paraguay” a partir de la escenifica- o a regiones distantes y desérticas, en ción de la clase de español. Ese espacio otros casos, ciertas novelas como Los de la comunidad que no parece ejercer restos mortales problematizan la oposi- un lugar por fuera de las biografías de ción entre el pueblo y la ciudad urba- los alumnos y a la vez la insistencia en nizada, entre la región del interior y el maltrecho diccionario, en los mapas la urbe cosmopolita: “Era un pueblo imprecisos. Ni el español, ni Lati- de mierda, ese, y la verdad que arras- noamérica parecen valer la pena, el trarse hasta el culo del mundo por acercamiento de los alumnos universi- la misma guita de siempre, no tenía tarios de Phoenix se da en el marco de sentido”.38 Frente a la percepción del un hiato entre la realidad (que desco- pueblo, se encuentra el espacio de la nocen) y los mapas que efectivamente ciudad, espacio a partir del cual se ellos tienen en sus manos. Latino- articula la iniciación sexual del joven américa, Buenos Aires, Paraguay son Hugo, aspecto sobre el que se profun- copias imprecisas, imperfectas que a dizará más adelante. La ciudad es la nadie le importan. ciudad del pecado, es el espacio de la De igual manera, el viaje que prota- muerte del padre y del fin de la virgi- goniza el narrador de Bolivia plantea nidad. También es la ida del pueblo el una clara oposición entre la ciudad de lugar del conocerse y crear sobre sí un Buenos Aires, que si bien se consti- mito construido, como en el caso de tuye como una muestra de lo urbano, la protagonista de La asesina de Lady aparece construida como un espacio Di, donde la idea del pueblo, al igual desértico: “Estoy sentado en el pasto. que en las telenovelas consumidas por Es día de semana, a la tarde, víspera la protagonista, implica la posibilidad de feriado. Los subtes no funcionan. de ser otro, de asumir un nuevo rol a El ruido de autos y colectivos queda partir del artificio de mutar de imagen tapado por las ruedas de los skates que y de personalidad: “Es verdad que bordean el monumento a Artigas”.37 daba más de 18 con ese tono de base, Esa ciudad suspendida, ese espacio de pero igual me sentía otra. Aunque la nada y del silencio es lo que impulsa llevara la mochila de cuero negro de al viaje, al recorrido por diversas zonas, toda la vida, se me notaba diferente, en las que el narrador de la novela de como si los músculos se me hubieran Beladrich comienza a encontrarse con ubicado en otro lugar”.39 muchos personajes pertenecientes a la Por su parte, en la novela de Link, ciudad de origen, al barrio próximo se plantea la idea de que Montserrat, o a alguna otra región de la ciudad como ubicación espacial, como topo- desierta. Por lo tanto es la diáspora de grafía barrial constituye su propia los habitantes urbanos con los que el “comunidad”: “‘Nuestro Montse- narrador toma contacto permanente, rrat’, entonces, encuentra sus límites al igual que con los correos electró- en la avenida San Juan hacia el sur, nicos del jefe, de Julia y de Fer, aque- la avenida Rivadavia hacia el norte, la

281 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

avenida 9 de Julio hacia el este”.40 Una las novelas de Link y Dorr, también suerte de localización en torno a la cual construyen una legitimidad a partir de se despliegan una serie de personajes, la tradición: Montserrat es el barrio de lugares, ritos, catástrofes e historias Blomberg y de Yunque, pero también tradicionales o míticas, reales o imagi- es el barrio del Pasaje Barolo y de los narias que configuran un determinado túneles de la Buenos Aires subterránea. folklore barrial, una comunidad que se Hay en el relato oral de los habitantes expresa a partir de la ficción íntima del del barrio una tradición literaria. Por diario personal de Manuel y que es un su parte los barrios que atraviesan los collage de situaciones cotidianas sobre personajes de la novela de Dorr, tran- las que irrumpe un universo extranjero sitan por zonas del hampa, por códigos a partir de los textos, a partir de la convi- existentes para comprender el inter- vencia con Sebastián con los diferentes cambio del dinero por las sustancias. actores de estos barrios. Montserrat es Trocar el activo líquido por el polvo, un lugar en el que advienen hechos supone una actividad de trasmutación sobrenaturales gestados por la mano que trae aparejada una serie de ritos de Álvaro. Si Montserrat es el lugar de de contacto y de vinculación, como una comunidad que emerge a partir queda expresado a partir del rígido de los intercambios que mantienen sistema de venta ejercido por Mostafá. Manuel Spitz y Sebastián, donde la Así los espacios urbanos configuran y cultura del barrio diseña una topo- determinan los modos en los que los grafía tradicional, en Musulmanes, el personajes se definen a partir de su viaje aparece como rasgo fundante desplazamiento y a partir de las rela- de la narración: “Todos los miércoles ciones y cambios que operan entre viajo a Moreno, en la línea Sarmiento. espacio y sujeto. Trabajo un par de horas, dando clases, hablando de filosofía, estética y lite- ratura. Cuando vuelvo, en el tren, el III. El lenguaje de los cuerpos: sol se pone en Moreno. Yo, en cambio ficción y sexualidad viajo hacia la noche de Once”.41 Son los múltiples lugares que atraviesa “Nada, y no tanto nada: el revés. Se dio Mariano y sus compañeros, los lugares otra cosa. Mi osamenta y la suya encon- por los que se desarrolla una geografía traron pronto, encontraron juntas, una de la adicción, una circulación por especie de compás: música porque sí, los barrios y regiones habitados por música vana. Y entonces, entonces. Era los diferentes dealers que comercia- una canción sentimental, deportiva. lizan el “xp” o cocaína que consumen Empecé a abrazarme a él, entonces. los personajes. La ciudad de la droga: Como si fuera lo único que podía yo “el loro y el loco de la vida”, como se obtener, ya en la vida”. refiere el narrador, se plantea como un Osvaldo Lamborghini, conjunto de barrios en los que habitan Sebregondi retrocede (1973) los inmigrantes, aquellos que consi- guen la materia del relato, la materia de La noche estaba estrellada y el joven las adicciones. De modo que Montse- caminaba temeroso por las calles de rrat, o San Cristóbal, u Once, las zonas un suburbio de la Provincia de Buenos por las que atraviesan los personajes de Aires. Días atrás había escuchado, de

282 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

boca de unas tías de su madre, que al macho cabrío que presidía la familia. costado de la estación de El Palomar El joven quería un amor, quería un había un lugar donde solían encon- compañero. Bordeó el andén por lo trarse los invertidos a “practicar sus bajo y esquivando hojas secas y bolsas actos impúdicos”. Escandalizadas, las de basura llegó al callejón que había solteronas católicas de la familia, repe- entre la vías del tren y el comienzo de tían una y otra vez los rumores que un la ciudad. En ese “no lugar” encontró maquinista del tren San Martín, había a tres hombres de pie. Uno de ellos lo contado en la última kermese benéfica miró con fuerza y levantó una ceja en de la parroquia al padre Ignacio. Mien- señal de aprobación. Era rubio y de ojos tras repetían insistentemente el relato, azules, tan azules que parecían llamas plagado de detalles, casi como entrando de gas natural encendidas. El joven en éxtasis entre el deseo reprimido y se acercó y le preguntó su nombre, el el placer de señalar la condena eterna rubio no le contestó. Caminaron por a tales ofensas al Altísimo, hacían la el estrecho pasillo que bordeaba las señal de la cruz, se persignaban una y vías hasta un hueco donde había un otra vez mirando con dirección al cielo, árbol maltrecho por la inclemencia de como esperando que Dios las recom- las lluvias. El olor a savia era nausea- pense por ser sus vicarias defensoras de bundo, pero al joven le pareció que la moral y de las buenas costumbres. era el mismísimo jardín del edén. Se El joven había escuchado todo y una sentaron sobre un colchón de hojas y noche luego de meditar mucho con la barro, el rubio encendió un cigarro y luz apagada, mirando el techo de su dijo: “Hermosa luna”. El joven no dijo habitación, tomó la decisión de aven- nada, solo asintió con la cabeza, tenía turarse a cumplir su deseo. Caminaba miedo, pero tenía ganas de estar allí. El por aquellos suburbios inhóspitos, rubio estuvo largo rato contemplando un poco temeroso, un poco dichoso. el cielo, y sin que el joven se diera Llegó al andén de la estación. Estaba cuenta giró su cabeza y lo besó con oscuro y el frío de la madrugada le fuerza. El rubio tenía un olor fuerte, cortaba la cara. Bajó por una maltrecha tan fuerte que al joven le tomó varios escalerita hecha de cemento y maderas días quitárselo de la nariz, durante casi podridas, casi como haciendo equili- dos semanas el mundo olía al rubio del brio para no tropezar y dar la cabeza andén. El beso profundo que se dieron contra el piso. Se sentía el Conde de dejó al joven casi sin respiración, pero Montecristo, dispuesto a todo, prepa- pensó que no le importaba quedarse rado para afrontar su destino. Pero en sin aire, pensó que si moría ahí mismo, el fondo quería ser Mercedes, quería que si acaso lo llegaran a encontrar que un hombre lo amara, lo esperara muerto, el color violáceo que osten- y diera la vida por su persona al igual taría su cadáver a causa de la asfixia, que Edmundo Dantés. Tenía dieci- contrastaría con la mueca de felicidad nueve años y pretendía un gran amor, que tendría su semblante. Se abra- de esos que sólo había leído en las zaron y se tocaron, el rubio no dudó novelas, que nunca había experimen- un momento y sin que se diera cuenta tado en su propio hogar, con un padre el joven, ya estaba dispuesto a poseerlo. violento y mujeriego, y con una madre Mientras aquel extraño penetraba el sumisa y oprimida por la tiranía del cuerpo virgen del joven, éste repasaba

283 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

284 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

todas las escenas de las películas que sujetos permiten vincular los modos de había visto con su madre, recordaba la escritura ligada a la representación de cada una de las escenas en las que final- la sexualidad como materia narrativa. mente el amor triunfa y los enamo- Las novelas seleccionadas desarrollan rados se quedan juntos para siempre. una suerte de “gramática del cuerpo” El rubio era atlético y mantenía un un espacio donde ficción narrativa y la ritmo firme, haciendo doler al pobre representación de la experiencia sexual cuerpo esmirriado del joven. Le susu- entran en diálogo con el imaginario rraba palabras al oído, palabras que el textual y audiovisual. Las novelas recu- joven conocía y que lo hacían sonrojar peran el espacio que tiene por finalidad con gran facilidad. Mientras escuchaba el uso de la pornografía como medio de su respiración en la nuca, el joven experimentación sexual. Así se advierte pensaba en las salidas de los domingos, en Musulmanes de Mariano Dorr: “Vos pensaba en las reuniones con amigos pastel te convertías en Betty Page. Me en las Barrancas de Belgrano bajo una hacías sentarme en la leche desnuda. Me glorieta de antaño que los protegía del pedías que buscara chicas para mastur- sol. Se miraban y el rubio le sonreía barme y bañarte en la espuma creadora y sintiéndose poderoso e inmortal el de hombres”.42 La sexualidad se vincula joven lo besaría en público, gritaría con la percepción de Martina como a los cuatro vientos que lo amaba, la gran diva pornográfica de los años enfrentaría a su familia, callaría a las cincuenta, a tías prejuiciosas de su madre y cuidaría la vez que la Como la violencia inaugural del de él hasta el día final. Anhelaba ser estimulación Facundo o la violación sugerida como esas amas de casa de clase media sexual, el deseo en El matadero, los hombres que esperan a su hombre todos los de poseer a castigan a los hombres a partir del días con los pisos relucientes y con la la partener monopolio de la violencia sexual. cena lista. El rubio era un animal en erótica, se Pero frente a estas dos represen- celo, no cesaba de violentar el pobre reviste de la taciones de una sexualidad conce- cuerpo del joven, de marcar sobre ese imaginación bida entre hombres, en ambas texto humano su inscripción, su firma. masturbatoria novelas, el coito homosexual se Cuando encendió el cigarrillo, el rubio del video. halla en alteridad con una figura se secó el sudor de la frente, limpió su El sexo mass de autoridad femenina. mano en unos arbustos y abrochó su mediático pantalón. El joven estaba recostado reemplaza y mediatiza el vínculo de sobre el suelo barroso y mientras lo los amantes. Pero si bien en un caso contemplaba erguido y alumbrado la pornografía establece vinculaciones por la luz de la luna, como una estatua entre los miembros de una pareja, de plata brillante, esperó un beso pero también aparece ligado a la soledad y el rubio no se lo dio. Se perdió con al acto de la intimidad: “Apago la tele. sus ojos de gas azul entre las sombras Trato de dormir. No puedo. Prendo la de un sendero y el joven comprendió computadora. Busco mi video porno finalmente que estaba solo. favorito y me hago una paja. Me acuesto La escena sexual con el rubio, la exhi- de nuevo, desnudo. Pongo la cabeza bición del cuerpo y las marcas que deja debajo de la almohada. Me relajo”.43 El el acto sexual sobre el soporte de carne narrador de Bolivia, atravesado por la y hueso; sobre las conciencias de los soledad que domina el espacio urbano,

285 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

se vuelve un antólogo, que se relaja a total confusión, furia salvaje de partir de la selección de la pornografía querer desesperadamente lo mismo que tranquiliza su ansiedad. que me daba pánico, de abrazar la Pero si en algunos casos la sexualidad amenaza, tragar una pija esperando se constituye como un bien de inter- ahogarme, morirme, querer que el cambio entre los integrantes de una abrazo duela, que me castiguen, pareja o el paliativo para la angustia, pegarle y que me coja, cogérmelo y en otros casos el sexo se encuentra que se vaya. Era como si nada de ligado a la violencia, a la profanación eso estuviese ocurriendo, como si no del cuerpo que expresa la tensión entre fuese más que una fantasía mía y él el deseo y el deber. La escena que un correcto botones que, tras haber mejor ejemplifica esta representación llenado la bañadera, hubiese aban- de la sexualidad es la de la iniciación donado el cuarto. del joven homosexual en Los restos A decir verdad, tampoco fue para mortales: tanto. Me chupó la pija, casi muerta, acabó y se fue sin decir nada.44 Su rostro, enorme, bajó lentamente hacia el mío y cuando entendí, le El acoso perpetrado por el botones corrí la cara. No pareció importarle; del hotel porteño al joven narrador me besó el cuello, me agarró de la se asienta sobre la base de una duda: cintura y me apretó contra él. la tensión entre el deseo de tener un —¿Qué hacés? encuentro sexual homosexual y la —Cortála, me estás cansando, dale culpa que eso genera. De modo que a ¿O me vas a decir que no te gusta? partir de la descripción del encuentro No. Sí. No sabía. Pasado el tiempo, entre ambos personajes, se clausura he vuelto a esta escena; ha sido, alter- la posibilidad de delimitar de forma nativamente, pesadilla y argumento clara si se trata o no de un abuso. El de masturbación, pero lo cierto es que imaginario del relato producido por aquel momento, mientras ese chico el joven narrador recupera la escena que me parecía lindo me besaba, sexual en el baño del hotel a partir de no hubiese podido decir qué estaba una dubitación. El sexo es una pesa- ocurriendo. Algo estaba mal y algo dilla, pero también es una evocación estaba bien al mismo tiempo y sentir que produce placer, es una evocación sus manos recorriéndome el cuerpo que dispara de forma seriada y repe- me calentaba y me daba asco y que tida el coito, puesto que es esa misma me chupara la pija era hermoso y escena repetida en el dominio del horrible y tenía pánico, miedo, de recuerdo lo que posibilita la ilusión que apareciera mamá y nos encon- masturbatoria. Las acciones mante- trara así, de que cualquiera llegara a nidas entre el narrador y su partener se saber lo que estaba ocurriendo dentro encuentran entonces atravesadas por el del cuarto, de ser puto. miedo y por el prejuicio, pero también Debió suponerlo; si no, no me explico por el gozo y la belleza. Esa misma que dijera: violencia que produce la profanación —Quedáte quieto o les cuento todo del cuerpo a partir de la penetración, a tus viejos. se experimenta en el relato de Álvaro Nunca volví a sentir lo mismo, esa presente en Montserrat, donde el sexo

286 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

en el monte también aparece ligado al “Esperaba que fuese por drogas”,46 ultraje pero con similares dualidades mientras que la Difunta Correa desata que condensan la vacilación entre un terremoto que produce una gran placer y culpa: tragedia. Las figuras del poder feme- nino, aquellas representaciones del No importa sobre qué hablaron (y universo maternal, no pueden concebir tampoco lo sé). Lo cierto es que Álvaro el sexo entre iguales, el sexo no desti- se encontró a sí mismo aullando de nado a la procreación. placer, ensartado por el culo por su Pero si y el castigo atraviesan la amigo, dueño de una verga gruesa sexualidad de estas novelas, en el caso hasta el escándalo y una pericia para de Esperanza Hóberal en La asesina de la penetración anal que era exac- Lady Di, se plantea un uso diferente tamente lo que Álvaro, el pequeño de la representación de los cuerpos y uranista, necesitaba para liberar la de los encuentros sexuales. Esperanza mala energía acumulada durante el fantasea entre dos tipos de hombres, día previo. Después de las primeras aquellos reales y burdos como Benito aproximaciones, hacia la media- y Ramón con quienes tiene encuen- noche, el albañil empezó a darle con tros sexuales reales, y el gran hombre todo y no parecía que fuera a parar ficticio e ideal que es Ricky Martin. en mucho tiempo (…) En ese preciso Pero es el deseo efectivo de consumar instante (las 6 y 26 minutos con 23 su amor con el cantante lo que la segundos), que coincidió con la deto- lleva, por celos, a asesinar a la actriz nación de la verga de su amigo, que Angélica Durán y a la princesa Diana. gritaba que le iba a llenar, por puto, El enamoramiento y el imaginario el culo de leche, la tierra empezó a sexual aparecen ligados en primera temblar y la cólera de la Difunta instancia al contacto con el mundo de Correa se abatió, por segunda vez, la farándula, con la imagen pública del sobre los Bustos.45 hombre al que se ama:

Como la violencia inaugural del La foto estuvo enmarcada mucho Facundo o la violación sugerida en El tiempo en la pared de mi pieza cuando matadero, los hombres castigan a los vivía en Gualeguaychú. Y al lado, hombres a partir del monopolio de infaltable, un póster de Ricky Martin la violencia sexual. Pero frente a estas en la época de Menudo, tamaño fami- dos representaciones de una sexualidad liar. ¡Cómo me gusta Ricky Martin! concebida entre hombres, en ambas Él abre la boca y es como si me tala- novelas, el coito homosexual se halla en draran la cabeza. Tiemblo. Se me alteridad con una figura de autoridad cierran las piernas y me tengo que femenina. El joven Hugo al igual que obligar a pensar en otra cosa o me Álvaro desatan la furia de la madre y de desestabilizo. Se me cae el sistema. la Difunta Correa respectivamente. La Me nublo y me descompenso. No autoridad femenina no puede metabo- puedo hacer otra cosa que pensar en él lizar ese placer mantenido a través del y me pongo a imaginarlo centímetro deseo por el igual. La madre del narrador a centímetro y automáticamente lo de la novela de Salas se lamenta porque desvisto y lo pienso adentro y lo repro- su hijo es homosexual sentenciado: duzco entero intuyéndolo con todo el

287 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

cuerpo, hasta sentir que voy a estallar, IV. Coda y es ahí cuando pierdo el control de las manos. Desde chica, mamá me Los tres aspectos aquí desarrollados remarcaba la conveniencia de sere- intentaron ofrecer un panorama, narse. ‘Sobre todo vos’, me decía, ‘que acotado, de los modos en los que la sos muy calentona’. Y me explicó que narrativa de la última década cons- era normal que, cuando una melliza truyó formas de producir ficciones se moría, a la otra se le doblaran los a partir de la revisita de viejos sentimientos, en todo”.47 tópicos que atraviesan la tradición literaria nacional. No es la origina- El apetito sexual de la protagonista lidad de los tópicos, sino el modo se relaciona con la pérdida y con la en que cada narración, el modo en ganancia, puesto que ella posee una cada escrito se apropia de la tríada: sexualidad propia a la que se le suma la desplazamiento-cuerpo-escritura para de la melliza muerta. De modo que ese producir nuevas ficciones que operan, deseo desbocado es el que condensa en diversos planos como espacios de ese imaginario televisivo y mediático problematización, no sólo de la acti- de la sexualidad. Esperanza se vincula vidad de la escritura, sino también con Ricky Martin a través de mate- de los modos en los que los autores riales que entran en alteridad con la plantean sus estéticas particulares, persona física. Pósters, videos, reci- abordando tópicos recurrentes que tales masivos son los elementos que en cada propuesta narrativa se mues- diseñan una erótica pública a partir tran de forma distinta y diferenciada. del contacto con la fantasía sexual, La escritura de tinte autobiográfico con el gesto masturbatorio de la enmascarada por las voces narrativas ilusión. No obstante, hacia el final de en primera persona, las alusiones al la novela, Esperanza consigue propi- conjunto de textos que diseñan una ciar un encuentro con la estrella, y al biblioteca con la que la escritura momento de describir la escena erótica, ficcional dialoga, y a la que debe la narración recupera los mismos sumársele la incorporación de nuevos mecanismos con los que se describe lenguajes y de nuevos soportes. En el encuentro sexual con el padrastro suma, el acercamiento a la litera- al iniciar la novela. Ricky Martin no tura nacional de la última década no es distinto al resto de los hombres con sólo presupone estar receptivo a los los que la asesina ha tomado contacto. nuevos modos de la escritura, sino Sin embargo, al momento de narrar el que también requiere un sólido cono- encuentro sexual, Esperanza despliega cimiento de un campo cultural que una demorada performance donde, excede lo eminentemente literario, a partir de la emulación del video, a trascendiendo fronteras y entablando partir de la inclusión de la música, el intercambios con otros géneros de coito se estiliza: “Pero entonces… no, igual tradición, imbricados de forma me contestó, pobrecito, mirándose novedosa e inesperada. la pija y levantándose los hombros. Estaba para comérselo. Y se iluminó acordándose que estaba en el mismo (*) Sala del Tesoro-Biblioteca Nacional compacto”.48 / Universidad de Buenos Aires.

288 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

NOTAS

1. Rojas, Ricardo, Historia de la literatura argentina. Los gauchescos, Buenos Aires, 1948, Losada; y Lugones, Leopoldo, El Payador, Buenos Aires, Ediciones Biblioteca Nacional, 2010. 2. Viñas, David, Literatura argentina y realidad política, Buenos Aires, Santiago Arcos, 2003. 3. Sommer, Doris, Foundational Fictions: The National Romances of Latin America, Los Angeles, California University Press, 1991. 4. Piglia, Ricardo, “Notas sobre Facundo”, en Punto de Vista, 8 (Mayo-Junio), 1980, pp. 15-18, y “Sarmiento, escritor”, en Filología, 31, 1998, pp. 19-34. 5. Sarmiento, Domingo Faustino, Facundo. Civilización y barbarie, edición crítica de Roberto Yahni, Madrid, Cátedra, 2005, pp. 35-36. 6. Para un análisis detallado de este período: Botto, Malena, “1990-2000. La concentración y polarización de la industria editorial”, en José Luis de Diego, dir., Editores y políticas editoriales en la Argentina (1880-2000), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006, pp. 209-248. 7. Pardo Kuklinski, Hugo, “El fin de los blogs. La evolución de la escritura colaborativa y las modasen Internet”, en Mario Carlón y Carlos A. Scolari, eds., El fin de los medios masivos. El comienzo de un debate, Buenos Aires, La crujía, 2009. 8. Link, Daniel, Montserrat, Buenos Aires, Mansalva, 2006, p. 8. 9. Este aspecto de la novela de Link lo analizo en un trabajo titulado: “Montserrat: folletín hipertextual” en Una escritura de la máquina: la narrativa de Daniel Link, de próxima aparición. 10. Link, Daniel, “Entrevista con Hernán Arias”, en Perfil, domingo 10 de agosto de 2008. 11. http://www.bolivia-lanovela.com.ar/ 12. Consultamos con Gonzalo Beladrich acerca de esta revista virtual y nos informó que ya no se encuentra disponible en la web. No obstante, la reseña titulada “Mi nombre es todo lo que tengo” fue reproducida en el blog de Alberto Fuguet Las películas de mi vida el 6 de octubre de 2006: http://laspeliculasdemivida.blogspot. com/2006_10_01_archive.html 13. Dorr, Mariano, “Caramelos de menta”, en A la sombra de los costicismos en flor, jueves 27 de septiembre de 2007 (URL: http://enbuscadelcosticismoperdido.blogspot.com/2007/09/caramelos-de-menta.html). 14. Mariano Dorr anunció la apertura de La vida preguntale (http://lavidapreguntale.blogspot.com/) a partir de una intervención en su propio blog titulada: “Muslip - Dorr (nueva dirección)” en donde afirmaba: “Eduardo me pidió que cambiemos la dirección del blog. Hoy estuve en su casa. Leímos un poco algunos de los textos que estaría publicando, inminentemente, en LA VIDA PREGUNTALE. En principio, iría Diciembre, que es un relato genial. Probablemente vaya en dos entregas, ya que es bastante largo (por lo menos, teniendo en cuenta que leer en la compu, muchas veces, es un empalague mortal)”, jueves 27 de julio de 2006. Si bien es cierto que el relato se publicó en el citado blog, junto a otro texto de de Dorr titulado “Marilyn”, tiempo después el relato de Muslip salio de circulación. 15. Muslip, Eduardo, “Cartas de Maribel”, en Phoenix, Buenos Aires, 2009, p. 17. 16. Muslip, op. cit., p. 25. 17. Muslip, op. cit., p. 27. 18. Muslip, op. cit., pp. 27-28. 19. Muslip, Eduardo, “Paraguay”, en Phoenix, Buenos Aires, 2009, p. 128. 20. Muslipp. op. cit., p. 128. 21. Dorr, Mariano, Musulmanes, Buenos Aires, Casa Nova Editores, 2009, p. 32. 22. Dorr, op. cit., p. 31. 23. Dorr, op. cit., p. 38. 24. Salas, Hugo, Los restos mortales, Buenos Aires, Norma, 2010, p. 80. 25. Salas, Hugo, op. cit., p. 49. 26. Salas, Hugo, op. cit., p. 146. 27. López, Alejandro, La asesina de Lady Di, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2001, p. 101. 28. López, op. cit., p. 142. 29. López, op. cit., p. 63. 30. Beladrich, Gonzalo, Bolivia, Buenos Aires, Edición del Autor, 2008, p. 72. 31. Beladrich, op. cit., p. 34. 32. Link, Daniel, Montserrat, Buenos Aires, Mansalva, 2006, p. 9. 33. Link, op. cit., p. 120. 34. Muslip, Eduardo, “Cartas de Maribel”, en Phoenix, Buenos Aires, 2009, p. 11. 35. Muslip, op. cit., p. 12. 36. Muslip, op. cit., p. 13. 37. Beladrich, Gonzalo, Bolivia, Buenos Aires, Edición del Autor, 2008, p. 23.

289 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

38. Salas, Hugo, Los restos mortales, Buenos Aires, Norma, 2010, p. 14. 39. López, Alejandro, La asesina de Lady Di, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2001, p. 8. 40. Link, Daniel, Montserrat, Buenos Aires, Mansalva, 2006, p. 26. 41. Dorr, Mariano, Musulmanes, Buenos Aires, Casa Nova Editores, 2009, p. I. 42. Dorr, op. cit., p. 49. 43. Beladrich, Gonzalo, Bolivia, Buenos Aires, Edición del Autor, 2008, p. 35. 44. Salas, Hugo, Los restos mortales, Buenos Aires, Norma, 2010, pp. 123-124. 45. Link, Daniel, Montserrat, Buenos Aires, Mansalva, 2006, pp. 60-61. 46. Salas, Hugo, Los restos mortales, Buenos Aires, Norma, 2010, p. 127. 47. López, Alejandro, La asesina de Lady Di, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2001, pp. 28-29. 48. López, op. cit., p. 151.

290

292

Tiempo de carnaval. Política del conocimiento, minería y semiopraxis de la serpiente Por Alejandro F. Haber (*)

Uno de los debates más difíciles en el plano inte- lectual durante esta década estuvo referido a la cuestión de cómo se financia la investigación en la universidad. Esta discusión atravesó arduas estaciones que, de alguna manera, ponían de relieve un dilema crucial respecto a la autonomía del conocimiento respecto de las dinámicas e intereses empresariales. Más aún, cuando la acti- vidad de explotación de los recursos sociales es objeto de variadas impugnaciones por parte de movimientos sociales. Alejandro Haber sigue de cerca el problema, debido a su desempeño como arqueólogo en la Universidad de Catamarca. Pero en su escrito sugiere que la discusión no sólo debe limitarse al financiamiento, e involucra dimensiones episte- mológicas o incluso convivenciales. Mientras el conocimiento producido en la universidad siga rigiéndose por parámetros cientificistas, sostiene Haber, su alianza con la actividad extractiva será inevitable y natural. El tan mencionado, en los últimos tiempos, poscolonialismo no significa ir más allá de la condición colonial sino rearticular sus conexiones para desentrañar sus enlaces actuales en los modelos económicos y sociales, ahora bajo el signo del neodesarrollismo imperante. LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

Escribir en/sobre carnaval de la escuela, nos estaría esperando allí con una taza de té, alguna buena En retrospectiva, incluso parece que conversación, y un par de tragos de esta historia ha sido guiada por una whisky o aguardiente antes de entrar mano invisible. Lo cual es una difi- en la zona seca del campamento de cultad para escribirla: escribir en la minera transnacional. Esa tarde el orden ‘correcto’ de los aconteci- nos demoramos en llegar a la escuela mientos imprimiría la sensación de ya que, partiendo de Ingaguassi, un que los acontecimientos simplemente hombre se acercaba a las ruinas de sucedieron a lo largo de una línea. una casa junto al camino de tierra, Y me parece a mí que esa imagen con una mula y un burro cargados arruinaría todo. Los acontecimientos de alforjas. Percibí sus dudas y suceden ondulantes, aparecen debajo sospechas cuando me bajé del vehí- del suelo, desde el lado interno de las culo y me le acerqué. La tartamudez cosas. Pero para de una vez comenzar, contribuyó inicialmente a esa impre- lo haré cerca del comienzo (pero tal sión primera, hasta que aprendí que vez no propiamente en el inicio); al su poderosa elocuencia precisaba menos este texto tiene un comienzo, tiempos más largos de enunciación. y tal vez la lectora crea que este texto Andrés iba a lavar oro del sedimento comienza, después de todo, en el de descarte de la mina abandonada comienzo. Estoy en Cuenca, Ecuador, en la década de 1960 llamada Mina y es Carnaval. La gente del pueblo está Incahuasi, junto a, y ladera abajo de, de fiesta, y yo estoy en un oscuro cyber la más antigua ruina de Ingaguassi. intentando responder a la convoca- Él sospechaba –sospeché– que yo toria de ponencias sobre la diferencia pudiera informar a la policía: el estado ontológica que hizo Ben.1 Escribir reconoce la propiedad de las minas, es un desproporcionado esfuerzo si como de otros aspectos del terri- pensamos en el mundo de relaciones torio, de quien pagó por un título, que siempre quedará fuera de la escri- no de quien las cuida. Comprometí tura. La gente está feliz y bebiendo mi complicidad pidiéndole que me fuera de este texto. enseñara a lavar oro, y trayéndole cada mañana agua casi dulce desde la escuela; comenzamos así una larga, Minería y bebida en la frontera profunda y amistosa conversación, parte de la cual está hilvanada en Al finalizar la jornada de trabajo la historia que aquí traigo. Andrés conduje al grupo de estudiantes con estaba muy interesado en el hecho de quienes realizaba un relevamiento que yo fuera arqueólogo y profesor en Ingaguassi, un sitio arqueológico universitario. Preguntándome cosas minero, hacia Fénix, el campamento simples y profundas, al principio de una mina de litio en donde nos acerca de mi conocimiento acerca de alojábamos, no sin antes efectuar la ciertos fenómenos y luego sobre mi esperada parada en la escuela primaria relación con el conocimiento acerca de La Aguadita,2 una de las dos que de ciertos fenómenos, me llevó, lenta hay en la costa del salar del Hombre pero insistentemente, a los límites de Muerto. José María,3 el único maestro mi conocimiento.

293 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

En busca de la agencia indígena, supone la existencia de ciertos rasgos contra los imperios (caminos, poblados planificados, estilos arquitectónicos, estilos artesanales) Ocupé varias temporadas en Ingaguassi como integrados en un sistema de domi- en busca de los Incas en el área. Pero nación, de modo que la observación de mientras los arqueólogos anteriores a mí alguno de estos rasgos es generalmente habían asegurado que Ingaguassi era el leída como parte de un ‘todo integrado’ principal sitio Inca en el altiplano meri- o sistema que, va de suyo, confirma el dional,4 mi investigación, en conjunto modelo del ‘imperio incaico’. Tratán- y en detalle, mostró que cada pieza de dose de una mina de oro, la presencia de evidencia de agencia estatal Inca era tan rasgos arquitectónicos y objetos muebles evanescente como el delgado aire de los de tipo incaico fue rápidamente anotada Andes. Los arqueólogos acostumbraban, por los que visitaron el lugar antes que y aún lo hacen, a hablar de ‘imperio’ yo. Tras una sistemática investigación para referirse a los incas, quienes –según en Ingaguassi y otros dos sitios contem- ellos– conquistaron el Kollau (es decir, poráneos, nada de ello pude comprobar: las tierras del sur que incluyen el alti- o los rasgos diagnósticos no existían o plano) en busca de metales preciosos. bien no eran diagnósticos. Lo único que Una operación estratégica a gran escala quedaba en pie, era la asociación imagi- que habría incluido la construcción de naria de minería metálica, imperio y caminos y centros administrativos, y la tiempo pre-colonial que formaba la dispersión de rasgos arquitectónicos y base del modelo del ‘imperio incaico’. objetos estandarizados, son leídos a tono El carácter puramente imaginario de esa con la narrativa del imperio. Es decir, el asociación fue el primer descubrimiento Fig. 1 modelo interpretativo del ‘imperio inca’ en Ingaguassi.

294 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

Incluso los historiadores que estudian cautivó entonces la concordancia del documentos escritos e investigaron significado de los nombres militantes el sitio, aunque no supieron dónde de los líderes8 con el único motivo de está realmente ubicado,5 resultaban decoración figurativa que hallé en la refutados por mi investigación. No cerámica indígena en el sitio (y en otros encontré huella alguna de los Incas dos sitios relacionados, Agua Salada y en el sitio pero tampoco del estado San Antonito): una pequeña serpiente colonial español en los inicios del modelada reptando hacia la boca de asentamiento. De acuerdo a mi inves- la jarra, aplicada en las asas adheridas tigación, la historia del asentamiento al labio (Figura 2). La interpretación comenzó con el emplazamiento de de los historiadores sobre la rebelión varias casas rectangulares de un único iba desde una creciente resistencia a cuarto, alineadas al norte directamente los ‘repartimientos’ (una distribución sobre las blancas vetas cuarcíferas ricas compulsiva de bienes europeos a ser en oro, con su único vano de entrada pagada por sobre el precio de mercado hacia el este, cada una con una boca- por las comunidades indígenas)9 hasta mina, un molino de piedra, maray o la inversión de roles en tiempos de quimbalete y un horno.6 Estas casas Carnaval (la rebelión de Ingaguassi (Figura 1), construidas por familias estalló durante Carnestolendas de indígenas locales a fines del siglo XVII 1775).10 Mi propia interpretación de o comienzos del XVIII, formaron una la rebelión se relacionaba a la secuencia aldea minera indígena al cabo de la arquitectónica del sitio.11 Una primera derrota armada de la larga resistencia fase consistió calchaquí, palabra que, significando de ocupaciones Involucrarme con esta onto- ‘guerrero’, acabó por resultar un campesinas indí- logía local no era meramente topónimo para la frontera occidental genas, en las acerca de conocer, tal como del Tucumán y un etnónimo para su cuales las familias habría asumido su rol clásico población, en el sur del Perú español. indígenas agen- un etnógrafo. Al mismo ciaban su propio tiempo, otros procesos interre- acceso a la extrac- lacionados, es decir, que sólo Revolución y carnaval; la serpiente ción y proce- aparentemente eran otros, samiento del se estaban desarrollando en Mi búsqueda de agencia indígena, en mineral (conser- el área. Y estos procesos no lugar de las agencias imperiales Inca vando su acceso sólo me involucraban como o Española privilegiadas por las lite- directo a los conocedor, es decir, en mis raturas arqueológica e historiográfica, piques de mina, e relaciones con la verdad, sino fue incluso más allá del asentamiento implementos de sobre todo como habitante, es inicial en el sitio. De hecho, uno de mis molienda y reduc- decir, en mis relaciones con el intereses centrales fue su abandono. ción ubicando mundo, incluyendo en ellas a En 1775 Ingaguassi fue el escenario sus casas directa- mis relaciones con la verdad. de uno de los primeros levantamientos mente sobre las anticoloniales, lo que eventualmente vetas). Las siguientes fases arquitectó- desembocó en 1781 en la gran rebelión nicas mostraban una historia de trans- del altiplano contra el colonialismo formación sucesiva de las antiguas casas europeo, liderada por Tupac Amaru, campesinas en compuestos complejos Tomás Katari y Tupac Katari.7 Me de casas y espacios internos amura-

295 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

llados, incluyendo una iglesia orien- me hizo Andrés al año de conocerlo. tada hacia el oeste y varios compuestos Nos encontramos por casualidad orientados hacia la iglesia en una en la escuela de La Aguadita, donde disposición de plaza y calles (Figura retomamos nuestra conversación de 3 y 4). La rebelión, entonces, sucedió pocas y difíciles palabras: ¿qué cree, para resistir la pérdida de control de usted que es arqueólogo y profesor, la mina por la población indígena, tal es verdad o no que la veta crece de como lo evidencia la amenaza que los noche? Esta pregunta me llevó varios europeos proferían: harían de Inga- años de reflexión, acerca del hecho guassi otro Potosí, significando que concreto de que la veta creciera, acerca obtendrían control sobre la mina y del significado de la noche como un sobre la fuerza de trabajo tal como era tiempo para la agencia de la veta, sobre el caso en Potosí mediante el esquema la correcta y esperada relación con la de trabajo forzado, llamado mita.12 veta, acerca del concepto de verdad, sobre mi relación con la verdad y los dioses, y sobre las consecuencias de ser Pregunta por la veta parte yo de esa conversación. Con el tiempo comprendí que la veta no era En este momento (en el argumento si simplemente un objeto a ser explotado Fig. 2a no en el tiempo) viene la pregunta que sino un ser potente con el cual había que relacionarse apropiadamente, y que la ubicación de las casas alineadas sobre la veta tenía tanto que ver con un acto de apropiación social domés- tica de los recursos minerales como con un acto de crianza de la veta y, así, de crianza de la familia que allí vivía. También comprendí por qué las casas indígenas en primer lugar fueron orientadas hacia el este, es decir hacia el sol naciente, mientras que la relación con el dios de la mina era practicada en la oscuridad subterránea. Pero el involucrarme con esta ontología local no era meramente acerca de conocer, tal como habría asumido su rol clásico un etnógrafo. Al mismo tiempo, otros procesos interrelacionados, es decir, que sólo aparentemente eran otros, se estaban desarrollando en el área. Y estos procesos no sólo me involucraban como conocedor, es decir, en mis rela- ciones con la verdad, sino sobre todo como habitante, es decir, en mis rela- ciones con el mundo, incluyendo en ellas a mis relaciones con la verdad.

296 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

Cuidando los antiguos gena y así reclamar el reconocimiento a su propiedad de la tierra y recursos. Los meses de verano transcurrieron La población local vive en asenta- en nuestra tercer temporada de mientos dispersos alrededor del salar campo excavando una de las casas que del Hombre Muerto, criando llamas y consideré podrían ser iniciales en la ovejas, y realizando varias actividades secuencia del asentamiento. El grupo productivas tradicionales, muchas de dormía en la escuela de La Aguadita ellas clasificadas por el estado como y caminaba los 40 minutos hasta el ilegales (por ejemplo, la minería, la sitio cada mañana y de regreso a la cacería, etc.). El área del Salar –como tarde, siempre con la compañía de gran parte de la provincia de Cata- Ubalda, que cuidaba de su nieta fuera marca– está completamente repartida del horario de clase. Ella aprendió a en propiedades mineras, varias de ellas leer los números del instrumento de explotadas por grandes compañías, medición, y nos enseñó, entre otras entre ellas RTZ y FMC. Las mineras cosas, a recoger una piedra blanca al ocupan el territorio de la gente, cortan comenzar a caminar y apilarla junto sus caminos,13 explotan sus recursos, a la excavación. El cansancio de la y mantienen una sostenida hosti- caminata quedaría con la piedra y no lidad hacia los locales, incluyendo Fig. 2b con los caminantes, y la apacheta –así el nombre de la pila de piedras– que se formó día tras día, era asimismo el lugar para dar hojas de coca y alcohol antes de comenzar las tareas cada mañana. Estábamos allí para realizar una excavación arqueológica; pero resultó, gracias a Ubalda, en una rela- ción diferente con los antiguos (el sitio/ objeto/ser/lo arqueológico). Ser parte de esa inesperada conversación fue el acontecimiento más importante de ese verano, y la apacheta fue su resultado más visible (Figura 5). Las palabras no fueron necesarias.

Otra vez la minería. Movimientos indígenas y sociales

Al año de iniciar mi investigación en el área del salar del Hombre Muerto, un grupo de pobladores me visitó en mi casa en San Fernando del Valle de Catamarca, pidiendo consejo en rela- ción a sus intenciones de presentarse al estado como una comunidad indí-

297 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

el reclamo de despoblamiento del ción por el uso del edificio escolar, mi área porque “no hay nada que hacer denuncia en los medios de comunica- allí” salvo, claro, su propia actividad ción de la conversión de una escuela minera. Esta hostilidad se extendió primaria en un campamento minero incluso a la escuela local, en donde el fue acompañada por otros profe- maestro mantenía el único control de sores universitarios y, en conjunto producción de la mina de litio. Con con otras luchas locales, acompañó marcas de lápiz del mismo tipo que al movimiento social por la vida y en yo estaba acostumbrado a usar para contra de la megaminería en Cata- contar los puntos del truco, sobre la marca.15 Fue esa una de las últimas pared junto a la pequeña ventana de veces que los diarios locales nos la cocina, representaba cada camión publicaron algún texto denunciando cargado de mineral que desde allí los atropellos de las mineras y la podía verse al atravesar el Salar desde genuflexión del estado, en la medida la mina hacia los centros de concen- en que el cerco mediático se hizo ya tración previos a la salida del país. abiertamente impermeable a toda Así, contabilizaba la duplicación de letra crítica con la nueva conquista la producción de mineral en el lapso colonial. Al menos, alcanzó para de un año, aumento que permanecía que lo levantara Mona Moncalvillo sin ser declarado a las autoridades desde Radio Nacional, que me entre- argentinas, manteniendo regalías e vistó por teléfono, mientras conver- impuestos en el saba paralelamente con la Directora La relación entre minería y mínimo posible. de Educación de la provincia quien universidad no se agota en un Eventualmente, aducía que los niños que yo había mero planteo de corrección la escuela fue visto durmiendo junto a sus madres ética, ni tampoco en la supues- alquilada por el bajo unas chapas y maderas detrás tamente necesaria protección estado provincial del edificio de la escuela-albergue no de una esfera independiente a otra compañía eran tales o, en sus palabras, ‘no había de pensamiento crítico. Son minera para matrícula’. Aproveché para narrarle a los contextos poscoloniales ser utilizada Mona la omnipresencia de las mineras posmodernos los que arrojan a como campa- en el oeste de Catamarca, que contro- la ciencia y a la universidad a mento para una laban la asistencia a escuelas, hospi- los entramados de la frontera campaña de tales, servicios comunitarios básicos, colonial, donde los sentidos exploración.14 poniendo dentro de los esquemas de políticos les vienen dados por El proceso de “responsabilidad social empresaria” su historia relacional y por su o r g a n i z a c i ó n aquello que son compromisos ineludi- lugar discursivo. comunitaria fue bles del estado, cuya retirada cómplice eventualmente sumerge a las poblaciones en una desactivado unos meses más adelante, trampa de complacencia de la cual y los líderes locales emigraron tempo- es extremadamente riesgoso escapar. ralmente a otras provincias. Mientras Me dio la impresión que Mona no las autoridades educativas provin- me escuchaba muy convencida de la ciales adujeron que los pocos estu- veracidad de mis palabras, que estas diantes que permanecían allí al menos sonaban exageradas en los parlantes eran alimentados por el servicio de del estudio en Buenos Aires; tal vez catering de la minera en contrapresta- así se lean también en estas páginas.

298 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

Conocer y vivir en la frontera En tal escenario poscolonial, incluso el comprender una cosa en particular Relacionarse con otra ontología no es como un objeto arqueológico, y conse- sólo una cuestión que ataña al conocer. cuentemente nombrarlo como tal y apli- Ni siquiera es meramente involucrarse carle la legislación pertinente, es ya una con la diferencia cultural radical. posición orientada a la renovación del Debido a que la diferencia cultural es colonialismo. La relación entre minería en primer lugar diferencia colonial, y universidad no se agota en un mero involucrarse con una ontología no planteo de corrección ética, ni tampoco Occidental puede implicar el habitar la en la supuestamente necesaria protec- frontera (colonial). Desde la frontera, el ción de una esfera independiente de Occidente es desafiado como proyecto pensamiento crítico. Son los contextos de conocimiento, pero también como poscoloniales posmodernos los que proyecto de intervención. En este arrojan a la ciencia y a la universidad sentido, habitar la frontera no es una a los entramados de la frontera colo- simple estrategia para obtener control nial, donde los sobre una sección del mundo (ni, al sentidos políticos Hay una ontología viva del menos, obtener control mediante el les vienen dados lado de adentro del mundo. conocimiento). Habitar la frontera por su historia Dicha ontología, como una implica ser transformado como cono- relacional y por serpiente, sale a la superficie cedor pero también como habitante o, su lugar discur- en ciertas circunstancias. Se dicho de otro modo, ser transformado sivo. Pretender hace visible en la temporada de como conocedor debido a que uno es una autonomía Carnaval en que se renuevan transformado como habitante.16 En este de esos contextos, las relaciones de cuidado de historia que traigo aquí, el colonialismo encubrirse en la los dioses de la mina. En este –y particularmente la minería– está mera voluntad sentido, el carnaval no es tan implicado tanto en la historia-objeto a c o g n o s c i t i v a , sólo una inversión de la vida conocer como en las relaciones sociales modular la rela- normal, sino la apertura a la en las cuales se pretende conocer esa ción de acuerdo luz del día de una red viviente historia. En ambos contextos, histórico a supuestos están- de relaciones. (conocido) y presente (conocedor), las dares éticos, son relaciones coloniales son sólo una cara todas maneras de eludir el terrible de la moneda; la otra cara es la colo- hecho de encontrarse en el frente de nialidad del conocimiento, es decir, la fricción ya agenciado epistémicamente asumida superioridad de un conoci- por los dispositivos disciplinarios. Uno miento (cristianismo, ciencia, arqueo- puede dedicarse ‘a lo suyo’ y esgrimir logía, universidad) sobre otro (ontología una u otra coartada, o bien agradecer local).17 Esta colonialidad de conoci- la enorme oportunidad que la inter- miento crea las condiciones epistémicas pelación puede ocasionar en el propio para la continuación del colonialismo: domicilio. La ciencia o la serpiente. es considerada ilegal la práctica local, Hay otro lado que permanece invi- son ignorados los conceptos locales de sible desde fuera, un lado interno que derechos a las tierras. Mientras tanto, vive en una red completamente dife- y como parte de la misma colonialidad rente de relaciones.18 Cabe advertir epistémica, los expertos alimentan los que por la palabra diferente no quiero proyectos del estado y las empresas. decir que esa red sea independiente o

299 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

Fig. 3 (a, b, c y d)

300 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

aislada. Aunque a veces se mantiene mora otra relacionalidad, oscura y con independencia y en aislamiento, resistente, ocupada en reproducir las siempre está relacionada a la cultura relaciones que son, ante todo, rela- hegemónica, es decir, lo hace a través ciones de crianza.20 de relaciones de hegemonía/subalter- nidad. La diferensia19 está construida sobre relaciones interculturales. Tiempo de Carnaval y la semiopraxis Desde el discurso hegemónico, la de la serpiente ontología local es reducida como diver- sidad cultural, objetivada en proyectos Hay una ontología viva del lado de de conocimiento y administrada por adentro del mundo. Dicha onto- la política multicultural. Los seres en logía, como una serpiente, sale a la relación son disectados unos de otros y superficie en ciertas circunstancias. puestos a disposición de los proyectos Se hace visible en la temporada de de expansión colonial: tierra, agua, Carnaval en que se renuevan las rela- minerales, animales, fuerza de trabajo ciones de cuidado de los dioses de la humana, paisajes, artesanías, costum- mina. En este sentido, el carnaval no bres, son enunciados por la ciencia, es tan sólo una inversión de la vida disponibilizados por el estado y explo- normal, sino la apertura a la luz del tados por el capital. La arqueología día de una red viviente de relaciones. tiene una contribución central en estos En esta red poblada de seres sagrados procesos de expansión de la frontera. están incluidos los antiguos, no como Pero allí, lejos de la luz de la razón, objetos de conocimiento del pasado, Fig. 4

301 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

sino como seres potentes que viven estoy trazando aquí, queda tanto fuera y se crían bajo tierra, demandan del texto como dentro de este. Aban- obligaciones y protegen a los vivos. donar a Occidente implica, en primer Ello tiene implicancias muy fuertes lugar, partir de su lugar de normalidad para una arqueología: el tiempo y la y desplazarse hacia la frontera. materia, constitutivos de la metafí- sica disciplinaria, tienen otros signi- ficados. El tiempo no es lineal en Beber con los dioses alguna forma posible, a pesar de poder ser narrado secuencialmente; Volví a Ingaguassi junto a unas 60 el pasado vive heterogéneamente en personas de Antofagasta de la Sierra,22 el presente. La cultura material no es el pueblo más cercano, en cuyo museo meramente material, y no puede ser estaba realizando algunas activi- manipulada como materia inerte sin dades con estudiantes y maestros de ofender su sensibilidad y potencia. la escuela y público en general. No Estas comprensiones de la materia era esa la primera vez que me habían como animada y del tiempo como no invitado a realizar actividades comu- lineal conllevan una partida respecto nitarias sobre la cultura y la historia de los principios nucleares de Occi- locales. De hecho, un año antes había dente, entendido este como una dado un curso sobre esa temática a teoría de la historia. Estos principios, casi 50 personas interesadas. Fue mi consolidados por la historiografía continuo cuestionamiento acerca occidental, son guardados y reprodu- de las implicancias epistémicamente cidos por la arqueología disciplinaria, violentas del explicar la historia local a en su rol de expandir la teoría occi- la gente local lo que me llevó a desarro- dental de la historia más allá de sus llar otras metodologías en la siguiente propios confines, es decir, Occidente oportunidad, esta vez más dialógicas. como civilización y la escritura como En aquel curso23 había presentado, su registro. entre otros resultados de varios años Acercarse al lado interno de las cosas de investigación, lo que había hecho implica comunicarse, como habitante en Ingaguassi. Mi ortografía de Inga- y como conocedor, con relaciones guassi como distinto a Incahuasi, que que sólo se ven durante el Carnaval, yo había tomado respectivamente de usualmente con la ayuda de la ingesta la ortografía documental del período de alcohol, que alimenta a los dioses colonial español y de la ortografía de subterráneos y libera la memoria Mina Incahuasi en el siglo XX, fue histórica dando lugar a los brindis confrontada por algunos participantes (ch’alla).21 Pero en tiempo de carnaval en el curso. Fueron observadas con las cosas no son meramente dichas, interés mis fotografías de las ruinas de enunciadas de una manera literaria. la capilla de Nuestra Señora de Loreto, La danza, el movimiento, los gestos, la primera iglesia cristiana en el área y la música, e incluso la materialidad de sitio original de la imagen de la Virgen las enunciaciones proferidas son hasta de Loreto, que es actualmente la más elocuentes que la comunicación patrona de Antofagasta (Figura 6). De lingüística implicada. En este sentido, hecho, mi primera sorpresa al retornar y continuando con el paralelo que aquella vez a Ingaguassi fueron las

302 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

hileras de piedras blanqueadas a la misma historia, este fragmento resalta cal que marcaban el camino desde la el aspecto no lingüístico de la comuni- entrada de las ruinas del poblado hasta cación intercultural. Nuestro estar allí la puerta de la iglesia en ruinas. Se me como arqueólogos comunicándonos explicó que la Virgen de Loreto había con los dioses resultó ser más eficiente sido llevada unos meses atrás en visita en su materialidad, que cualquier a su primer hogar en Ingaguassi. cosa medianamente interesante que Durante la visita que estoy narrando, habríamos podido hallar o decir acerca tuve una segunda oportunidad para de las excavaciones. sorprenderme cuando la gente, queriendo compartir con la tierra su almuerzo, eligió el lugar de nuestra Otro brindis pequeña apacheta junto a la excava- ción arqueológica en el verano ante- Este texto explota la historia ontológi- rior, para cavar el pozo para la boca camente intrincada de mi vinculación de la Pachamama. Uno por uno, cada con un sitio arqueológico minero, el uno de los presentes dio hojas de coca mismo sitio donde estalló uno de los y alcohol a la Pachamama a través de primeros levantamientos anticolo- ese hoyo junto a la excavación arqueo- niales durante el carnaval de 1775. lógica (Figura 7). Como parte de la Comenzando con la vinculación Fig. 5

303 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

usual de un arqueólogo con la inves- praxis interrelacionada en el curso de tigación antecedente, e identificando la historia –en su doble sentido de lo y expandiendo la inclusión de diversas sucedido y lo que se dice acerca de lo agencias en la historia, se diversifica sucedido– que aquí narro. Ello sólo a rápidamente para incluir no sólo mi veces incluye la escritura, y sólo a veces consideración intelectual de la agen- mi autoría, ya que devienen actores cialidad, sino también mi ser agente centrales en la conversación la actua- político y criatura viviente. Ello signi- ción y la oralidad así como las subjeti- fica que el mismo lugar desde el que se vidades colectivas y heterogéneas. Tal realiza arqueología se muda cuando sus como ocurre en tiempo de carnaval, lo propios cimientos se ponen en conver- que se dice, con o sin palabras, se dice sación, y la arqueología se transforma en conversaciones a través de ontolo- de empresa de busca de conocimiento gías, en donde los lugares y los perso- en un escenario interculturalmente najes pueden verse sorprendentemente relacionado. Pero aún aceptando el invertidos. En este texto está impli- impacto en mí mismo de ser habitante cado el lugar de la teoría dentro de una en los escenarios en los cuales soy conversación más amplia, acerca de su conocedor, este último rol no queda propia mudanza y desde un lugar en excluido sino transformado. En este mudanza. Lo diré seguidamente de Fig. 6 sentido, este texto explora la semio- otra manera.

304 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

La minería y el colonialismo están rales y de poder. Pero algo sucede diversamente relacionados en este –o puede acontecer– cuando uno es texto; una de las maneras en que se tocado por la diferencia ontológica relacionan es usualmente invisible, como diferencia colonial; cuando inesperada, no lineal, carnavalesca. uno decide abandonar las inten- Implica una poética que es la expre- ciones hegemónicas de normalidad sión de un conjunto de relaciones de la posición dominante (Occidente en el mundo distintas a las rela- / ciencia / disciplina / expresión ciones coloniales y capitalistas. Dicha lingüística / estado / universidad / poética es actuada (‘escrita’) desde desarrollo / etc.). Esas conversaciones un lugar ontológicamente diferente, devienen constitutivas, y el lugar de pero que vive subalternamente a las la escritura (de la arqueología), libre relaciones hegemónicas, corporizadas de su previa atadura con la posición por el estado, la ciencia y el capital. El de normalidad, se muda a diferentes tiempo de carnaval no está delimitado estancias en la frontera. No es que por un particular par de fechas, sino sea descubierta una diferente onto- por la relación con la cultura hegemó- logía y uno se mude a ella. La dife- nica. La arqueología y la universidad rencia ontológica, construida en la ya están ubicadas dentro del conjunto diferencia colonial, ya estaba en rela- hegemónico de disposiciones cultu- ción. Las diferentes ontologías están Fig. 7

305 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

construidas en sus mutuas relaciones producen la reactivación fronteriza es, de diferencia. Pero estas relaciones al fin y al cabo, la misma teoría de la de diferencia (nuevamente, dife- historia que la investigación arqueo- rencia colonial) no son simplemente lógica lee en el mundo como si fuese una cuestión de diversidad. La dife- una parte constituyente de ese mundo rencia colonial implica relaciones objetivo. Otras teorías de la relacio- asimétricas de hegemonía, en donde nalidad viven al otro lado de las cosas, una es la posición hegemónica, el en la contracara del mundo normal. lugar de enunciación, el lugar de la Su potencia es precisamente la de la normalidad, y la otra es el lugar de la interpelación táctica de los propios anormalidad, de la abyección. Ambas supuestos moderno coloniales. posiciones siempre fueron intercul- ¿Cuáles son las consecuencias para el turales en su relación. Así, no es que conocimiento cuando uno es movido lleguemos desde un lado a descubrir como habitante y como conocedor? el otro. Pero puede ser el caso que, Una de las consecuencias es que el interpelados y tocados por otro espa- conocimiento deviene entretejido ciotiempo, descubramos el supuesto en complejas maneras con relacio- de normalidad que nos fija en el nalidades para las cuales los cánones lugar hegemónico y, entonces, nos de validación están completamente mudemos de allí. Dicho movimiento desprovistos de preparación. Es esa una implica una mudanza de la escritura, de las razones de la posible despropor- y una escritura de la mudanza. ción de este texto: la escritura no puede No es que la universidad se deba una pretender representar enteramente lo profunda reflexión acerca de su lugar que sucede en la investigación cuando en la colonialidad debido a que es un el conocimiento se muda a la frontera. lugar privilegiado de conocimiento Puede presentar algunos vislumbres, crítico que se deba preservar; se lo ciertas imágenes parciales, y no pocas debe en la misma medida en que es evocaciones. Al menos puede trans- también un modo de habitar en los mitir la idea de que hay otra realidad mismos contextos de frontera, los en otro tiempo, construida por rela- cuales comportan unas necesarias ciones entre el lado interno de las mudanzas que cuestionen, desplacen cosas; y que dicha realidad, como la y aparten su lugar en la colonialidad. serpiente, resiste la dominación y, tal La denuncia y oposición a los lazos como sucede en tiempo de carnaval, financieros, políticos y culturales retorna y cautiva. con la trasnacionales mineras que la universidad ha ya tolerado ya acti- vamente promovido, no son algo (*) Escuela de Arqueología, Universidad distinto del necesario trabajo teórico Nacional de Catamarca, y Consejo de desprendimiento de las categorías Nacional de Investigaciones Científicas y supuestos que recapitulan la colo- y Técnicas. San Fernando del Valle de nialidad del conocimiento creando Catamarca. las condiciones de posibilidad de la expansión de la frontera. La teoría de la historia que opera como supuesto de las movilizaciones discursivas que

306 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

LEYENDAS DE LAS FIGURAS

Figura 1. Vista de las ruinas de Loreto de Ingaguassi, Antofagasta de la Sierra, Catamarca, Argentina. Figura 2 (a y b). Ejemplos de decoración aplicada sobre asas cintas adheridas al labio de jarras, característica de la cerámica indígena del área de Ingaguassi en el siglo XVIII. Figura 3. Fases sucesivas de instalación arquitectónica en el área alta (poblado) de Loreto de Ingaguassi. Se observa una primera fase (s. XVII o principios del S. XVIII) de ocupaciones sobre las vetas pero sin orientación sistemática, una segunda fase (mediados del s. XVIII) de proliferación de casas orientadas sobre las vetas, una tercera fase (tercer cuarto del siglo XVIII) de realineación de casas en torno a la iglesia y una cuarta fase (s. XIX) de reconstrucción y reocupación. Figura 4. Fases sucesivas de instalación de casas indígenas orientadas norte-sur con puerta al este, construcción de la capilla de Nuestra Señora de Loreto de Ingaguassi, y reorientación de las casas en torno a la capilla y reestructuración de las mismas como solares coloniales. Figura 5. Apacheta de piedras blancas formada junto al recinto a lo largo de la temporada de excavación en Ingaguassi. Figura 6. Restos de la capilla de Nuestra Señora de Loreto de Ingaguassi, edificada en el siglo XVIII. Figura 7. Ch’alla (ofrenda, brindis) a la Pachamama junto a la apacheta formada en la anterior temporada de excavación arqueológica.

NOTAS

1. Una primera versión de este texto fue presentada en la Sesión “Worlds Otherwise”: Archaeology, Theory, and Ontological Difference, coordinada por Ben Alberti e Yvonne Marshall, en el Theoretical Archaeological Group 2010, reunido en Providence, EEUU, en el mes de mayo. Remito en la alusión al contexto material (y social y cultural) de la escritura sobre la diferencia ontológica incluso en la escritura académica dirigida a una calificada audiencia, a la diferencia ontológica implicada en el propio contexto, lo cual en definitiva constituye uno de los ejes de este texto: la diferencia ontológica no puede ser mero objeto de la escritura sin devenir asimismo su lugar, a menos que optemos por una domesticación multicultural de la diferencia. Mantengo esa original referencia, a pesar de que esta versión es una extensiva re-escritura de aquella. 2. Hechos ocurridos durante la primera temporada de campo en Ingaguassi, en noviembre de 2003. La inves- tigación estaba entonces financiada por la Fundación Antorchas (Proyecto 14116/167 “Paisajes de enclave en el área de Antofalla. Segunda mitad del segundo milenio d. C.”). 3. Este y los siguientes nombres son ficticios con el objeto de preservar la identidad de los interlocutores locales. 4. D. E. Olivera, “La ocupación inka en la puna meridional argentina: Departamento Antofagasta de la Sierra, Catamarca”. Comechingonia. Revista de Antropología e Historia 9(2): 31-72, 1991. R. A. Raffino, “Los inkas del Kollasuyu. Origen, naturaleza y transfiguraciones de la ocupación inka en los Andes meridionales”. Ramos Americana, La Plata, 1981. 5. J. Hidalgo Lehuedé y N. Castro, “Rebelión y Carnaval en Inguaguasi (San Pedro de Atacama) 1775-1777. Estudios atacameños 17:61-90, 1999. 6. A. F. Haber, “Paisajes de enclave en el área de Antofalla, Puna de Atacama. Segunda mitad del segundo milenio d. C. Informe”. Fundación Antorchas, Buenos Aires, 2004; “Reframing social equality within an intercultural archaeology”. World Archaeology 39(2) 281-297, 2007; “Arqueología de uywaña: un ensayo rizomático”, en Producción y circulación prehispánicas de bienes en el sur andino (A. E. Nielsen, M. C. Rivolta, V. Seldes, M. M. Vázquez y P. H. Mercolli, eds.), Brujas, Córdoba, 13-34, 2007. 7. J. Hidalgo Lehuedé, “Rebeliones andinas en Arica, Tarapacá y Atacama, 1770-1781”, en Entre la retórica y la insurgencia: las ideas y los movimientos sociales en los Andes, siglo XVIII, (C. Walker, ed.). Centro de Estudios Bartolomé de Las Casas, Cusco, 1996. 8. Katari es serpiente en lengua Aymara y amaru en lengua Quechua. 9. J. Hidalgo Lehuedé, J. “Tierras, exacciones fiscales y mercado en las sociedades andinas de Arica, Tarapacá y Atacama, 1750-1790”, La participación indígena en los mercados surandinos. Estrategias y reproducción social, siglos XVI a XX (O. Harris y otros, eds.), CERES, La Paz, 193-231, 1987. 10. Hidalgo y Castro, op. cit. 11. Haber, “Paisajes de…”, “Reframing…” y “Arqueología de …”. 12. Establecido en 1570 por el Virrey Toledo. 13. Incluso obligando a los pobladores locales a pedir permiso de paso en los portones de las propiedades mineras cada vez que necesitan dirigirse a algún otro lugar o transitar por el territorio. 14. El programa de exploración incluía perforaciones en el sitio arqueológico Ingaguassi, supuestamente

307 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

protegido por el estado argentino a partir de su declaración como Monumento Histórico Nacional en 1943. 15. Para un contexto más amplio y tal vez necesario acerca de la megaminería y las resistencias a la misma en la Argentina, remito a M. Svampa y M. A. Antonelli, (eds.) “Minería trasnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales”, Biblos, Buenos Aires, 2009, y para el particular contexto catamarqueño al texto de H. Machado Aráoz, “Minería trasnacional, conflictos socioambientales y nuevas dinámicas expropiatorias. El caso de Minera Alumbrera”, Minería trasnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales, 205-228, en el mismo volumen. 16. A. F. Haber, “¿Adónde están los 99 tíficos? Notas de campo de arqueología subjuntiva” Sed Non Satiata II. Acercamientos sociales en la Arqueología Latinoamericana, editado por F. A. Acuto y A. Zarankin, Univer- sidad Nacional de Catamarca, Encuentro, Universidade Federal de Minas Gerais y Universidad de Los Andes, Córdoba, 103-120, 2008. 17. Op. cit. 18. A. F. Haber, “Animism, Relatedness, Life: Post-Western Perspectives”, Cambridge Archaeological Journal 19: 418-430, 2009. 19. De acuerdo a la ortografía propuesta por J. L. Grosso, “Constitutivo, construido. Símbolo, espacio-tiempo y praxis crítica”, en J.L. Grosso y M.E. Boito (comps.) Cuerpos y Emociones desde América Latina, Centro de Estudios Avanzados CEA, Programa de Acción Colectiva, Universidad Nacional de Córdoba – Doctorado en Ciencias Humanas, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Catamarca, Córdoba, 2010. 20. Haber, “Arqueología de…”. 21. T. A. Abercrombie, T. A., “Pathways of Memory and Power. Ethnography and History Among an Andean People”, University of Wisconsin, Madison, 1998; D. Y. Arnold, y J. de D. Yapita “El rincón de las cabezas. Luchas textuales, ecuación y tierras en los Andes”, Universidad Mayor de San Andrés e ILCA, La Paz, 2005. 22. En ocasión de la Semana del Museo, en abril de 2006. 23. En octubre de 2005.

308

310

Fragmentos de un discurso rockero Por Leandro Barttolotta e Ignacio Gago

Todo lo que existe es, inevitablemente, objeto de una vasta red de captura. Bajo el imperio de esta evidencia, las transformaciones operadas en el mundo del rock en la última década fueron y son objeto de diversos mecanismos de interpretación: la tematización, la victimización, las narrativas de un insistente discurso culturalista de carácter etnográfico, la estetización, las clasificaciones del mundo sociológico y, también, la espectaculari- zación y el esponsoreo. Todas estas formas de tratar con un fenómeno vivo, en permanente desborde y mutación, producen, según la mirada de Leandro Barttolotta e Ignacio Gago, una despolitización de la expe- riencia de los jóvenes, en la medida en que la productividad social y cultural es negada en la consideración de los discursos y dispositivos de visibilidad pública. La fusión del rock con la experiencia juvenil en los barrios, produjo una imaginación que amalgamó diversas capas existenciales: proyectos de vida, ficciones colectivas e imágenes que les permitieron a “los sin laburo” atravesar la crisis y elaborar sentidos en la crisis. Así, el rock hasta los trágicos sucesos de Cromañón, se transformó en un “congreso de esquinas” en el que se alumbró una territorialidad capaz de inscribir los deseos genera- cionales, ocupar la calle y habitar la intemperie del desfondamiento de principios de siglo. LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

“La juventud, aunque esté aplastada en diciembre de 2001 su punto de mayor las relaciones económicas dominantes visibilidad y transversalidad. Los nombres que le confieren un lugar cada vez más de los barrios y lugares se pegaban a los precario y manipulada mentalmente nombres de las bandas y tribus rockeras por la producción de subjetividad colec- en las banderas y pintadas; años después tiva de los medios de comunicación, no la misma secuencia se verá, en todo su por ello deja de desarrollar sus propias esplendor, en las pintadas y banderas de distancias de singularización respecto los movimientos de trabajadores desocu- a la subjetividad normalizada. A este pados, por ejemplo. respecto, el carácter trasnacional de la El encuentro entre el rock y el barrio cultura rock es totalmente significativo, (más adelante veremos las implican- al desempeñar el papel de una especie de cias de etiquetar como “rock barrial” culto iniciático que confiere una pseu- a este cruce) permitió la creación y el doidentidad cultural a masas considera- despliegue de un pensamiento colec- bles de jóvenes y les permite crearse un tivo que supo leer, registrar, dar tona- mínimo de Territorios existenciales”. lidad a las experiencias, formas de vida, Félix Guattari, Las tres ecologías estéticas y nuevos modos de relacio- narse de amplios sectores de nuestra sociedad, esbozándose un modo de Un fantasma recorre los barrios expresión generacional, colectivo y barrial mediante el que se pensó la Una alquimia marca el comienzo de vida y se crearon imágenes propias de esta historia reciente: la del rock y los la época; es decir, este movimiento barrios. A partir de la segunda mitad de es indistinguible de la precariedad, la década del noventa tiene lugar una de los modos que hay de atravesarla, composición entre el denominado rock vivirla, conjurarla, de los saberes (y nacional y los pibes y pibas de los subur- vicios) que habilita... Decimos rock, bios de la ciudad y –sobre todo– del entonces, y decimos invención de una conurbano bonaerense, en su mayoría territorialidad en la que gran parte de jóvenes de sectores sociales medios y los jóvenes (aunque no sólo…) inscri- bajos. Este choque y su efectuación en bieron formas de vida, deseos, maneras una movida capilar de gran magnitud de ocupar la calle y la ciudad, de fue narrado de diferentes modos, encontrarse y armar lazo con otros.2 muchos de los que hacen hincapié De la constatación de esta densa trama en explicaciones necesarias, o en la es que sostenemos que las experiencias búsqueda de causas. Preferimos plan- del rock de los barrios –su itinerario, tear –y resguardar– ese rasgo accidental sus producciones, sus marcas– cargan y azaroso que se encuentra como tras- con una politicidad que no puede fondo de la movida y que la funda.1 dejarse de lado a la hora de elaborar el La clave de ese encuentro fue lo “barrial” registro de una época. como nodo o lazo entre la música y las experiencias (anhelos, saberes, prácticas) de miles de pibes y pibas, en tiempos en Una definición los que la crisis y el desfondamiento de lo social de a poco veía emerger formas Podemos hablar de rock como de politicidad que encontraron en máquina expresiva, siguiendo un

311 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

concepto de Gilles Deleuze. El (ligándose con la ciudad toda), contor- filósofo, haciendo referencia a los neando una noción de “barrio” como libros, sostiene: “…Nunca hay que una forma de nombrar ese común preguntar qué quiere decir un libro, juvenil creado en torno a la música. significado o significante; en un libro Teniendo en cuenta la complejidad de no hay nada que comprender, tan solo esta composición entre el rock y los hay que preguntarse con qué funciona, barrios, proponemos una inversión. en conexión con qué hace pasar o no En lugar de “rock barrial”, hablamos intensidades, en que multiplicidades de lo barrial del rock. Nombrar la introduce y metamorfosea la suya…”. movida como rock barrial implica Evadiendo las preguntas por el signi- aceptar la etiqueta creada y difun- ficado o los sentidos que tuvo el rock dida por los periodistas de los suple- en la última década, partimos de mentos juveniles de los grandes la premisa de que el rock funcionó diarios; rock barrial como un target en y funciona. Lo que proponemos el mercado de la música juvenil. Claro entonces son algunas imágenes de que también se podría resignificar ese ese funcionamiento. ¿Con qué se ha nombre, pero con las precauciones no conectado esa máquina expresiva? aceptar la dimensión supra-histórica e ¿Cuáles fueron sus composiciones y identitaria que la etiqueta conlleva. límites? ¿Qué recorridos y trazos –en ¿Qué implica partir de lo barrial del muchas ocasiones intermitentes o rock? En una primera instancia intenta errantes– se pueden rastrear en él? conjurar cualquier tipo de procedi- Una máquina expresiva, dice Deleuze, miento de captura; como vimos, el efectúa conexiones entre una lengua rock barrial puede ser codificado en y “contenidos semánticos y pragmáticos clave estética, mercantil, sociológica, de enunciados, agenciamientos colectivos identitaria. Lo barrial del rock reafirma, de enunciación, toda una micropolítica en cambio las aperturas, las grietas, los del campo social…”. El rock entonces devenires de una composición.3 como expresión de una red barrial y Partimos de una lectura a contra- territorial: de allí surgen los temas de pelo; pensar lo barrial –sus compo- canciones, los nombres de discos y nentes, sus signos, sus presencias, sus de bandas, las banderas, las canciones cuerpos, sus saberes– en el rock. Perci- de aliento, las imágenes, las premisas biendo sus marcas sutiles singulares,4 éticas y estéticas y las formas organiza- pensando desde la multiplicidad y la tivas de las bandas. A la vez, la red se heteregoneidad de una composición retroalimenta de estos relatos y prác- no-reducible. ticas que la expresan. Las categorías espaciales del “arriba” y “abajo” del escenario se inquietan Imágenes paganas y desestabilizan; también las de “inte- grantes de la banda” y “público”. La Proponemos, para dejar esbozado máquina expresiva prolifera, se mueve, este registro, algunas imágenes que funciona, opera conectando sensibi- expresan singularidades del recorrido lidades sociales, estados de ánimos y las andanzas de la máquina expre- (barriales, juveniles). Incluso la propia siva del rock en los últimos poco más categoría de barrio se reformulará de diez años. Dando cuenta de sus

312 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

continuidades y sus redefiniciones, nombres en paredes de la ciudad, en marcando algunas de sus conexiones mochilas y remeras de pibes y pibas o con campos sociales diferentes. en banderas de hinchadas de fútbol. En esos años que señalamos como de Un comienzo emergencia y consolidación de lo barrial del rock, y en diálogo con ese auge El momento de la emergencia para (montado sobre, leyéndolo y también, la composición rock-barrios, emer- en parte, contribuyendo su creci- gencia como la entrada en escena de miento), se afianza el nuevo mercado las fuerzas; su irrupción5 acontece a o target de ese rock en ascenso: suple- mediados de la década del 90, y su mentos jóvenes, radios –en especial La apogeo ocurre entre los años 97/98 Mega–, presencia en canales de TV, etc. y 2004. Puede parecer arbitrario el El mercado leyó desde sus comienzos recorte temporal del apogeo, pero se estos cambios en el ambiente musical basa en que es el momento de mayor “juvenil”. Tal es así que bandas como visibilización y exposición social La Renga o Los piojos llegan a la masi- del fenómeno. Durante esos años, vidad con hits bandas claves de esta movida como que replican El encuentro entre el barrio, La Renga6 o Los piojos organizan reci- permanente- la calle y el rock tiene lugar en tales en grandes estadios,7 incluyendo mente en las un contexto de agite social, de sus “consagraciones” en el estadio de radios y en “crisis”, de desfondamiento, y River en el año 2002 y 2003 respecti- los canales también de ensayos de nuevas vamente. También es un punto clave de música de formas de presencia en las calles en esta historia el festival que orga- entonces. y en el espacio público de organi- nizan en 1997 las Madres de Plaza Las lógicas zaciones sociales, políticas, asam- de Mayo en el estadio de Ferro, con de mercado bleas, manifestaciones. En ese motivo de sus 20 años, ya que allí se acompa- contexto de movilización social, leen y se ponen en escena muchos ñaron sigilo- las esquinas de los barrios rebalsan elementos que hacen a la intensidad samente –y de pibes y pibas. Y aquí, esquina de lo barrial del rock y a su relación no tanto– los no sólo es un sitio más del barrio: con la política.8 movimientos, definimos la esquina como el Con recitales como los de River, de r e c o r r i d o s lugar de enunciación y de inven- mayor visibilidad y envergadura, y desplaza- ción política de lo barrial del rock queremos resaltar la “llegada” de mientos que las bandas barriales al centro de la esta máquina expresiva del rock estaba ciudad.9 Las bandas rompen las fron- desplegando; es que es impensable una teras del barrio, no sólo mediante los iniciativa artística, política, barrial, congresos de esquinas, sino también por más o menos masiva, que en algún otros medios. Por un lado, a través sentido no tenga como problema, de la rotación de los temas de estas como sombra, como campo de juego, bandas en radios y la exposición de sus la lógica de mercado, esto es: roce videoclips en los canales de música, y con el cálculo económico, máquinas por el otro, al mismo tiempo –en otro de captura mediática, modos empre- registro expresivo, más interesante sariales de organización, etc.… Toda y significativo, por cierto– a través esa batería –a través de productoras, de la presencia masiva de sus logos y distribuidoras, medios de comuni-

313 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

cación– ofreció un plano en donde de ciertas dinámicas de mercado se moverse y desplegarse a todo ese rock ha hecho desde una naturaleza propia que germinaba en los barrios. Pero la –desde una apuesta ética–, desde un clave de la movida estuvo en que al sistema ya con reglas propias consis- menos hasta Cromañón –tomándolo tentes, desplegando una estrategia como acontecimiento clave que reor- que no se medía con los mismos dena el escenario– la potencia de la parámetros o términos que los del apuesta colectiva habilitó espacios y cálculo mercantil (ganancias, inver- consolidó una capacidad de maniobra siones, proyecciones, etc.). De vuelta para, de entrada, ir en contra de ese el contraplano: cuando ese mismo mismo plano, mellándolo, agrietán- espacio “subjetivo” (colectivo, polí- dolo, abriendo permanentes líneas de tico) pierde consistencia, esos “usos” fuga, evitando que lo mercantil no y esas presencias mercantiles o espec- sea “el” plano dador de consistencia, taculares comienzan a poder plantear sino que sean otras instancias, lógicas sus propios horizontes y parámetros y recorridos los que inflijan fuerza al valorativos, organizativos, estéticos. movimiento. Pensemos en bandas “jodiendo” al sello discográfico y Tierra nueva: lo barrial del rock, el fundando sus propias productoras o contexto social y la invención de la esquivando los circuitos de difusión esquina mercantiles, no dando entrevistas, potenciando el boca-en-boca, orga- El encuentro entre el barrio, la calle y el nizando de improvisto los recitales, rock tiene lugar en un contexto de agite miles de bandas de música autoges- social, de “crisis”, de desfondamiento, tionándose. La clave de lectura es en y también de ensayos de nuevas formas términos de relaciones de fuerza, cues- de presencia en las calles y en el espacio tión que se evidencia claramente en los público de organizaciones sociales, efectos de la tragedia de Cromañón.10 políticas, asambleas, manifestaciones. Hablamos de lo barrial del rock y En ese contexto de movilización social, mercado, pero no “mercado” como las esquinas de los barrios rebalsan de un ente abstracto, sustancial u inten- pibes y pibas. Y aquí, esquina no sólo cional.11 Nos interesa pensar qué es un sitio más del barrio: definimos la lógicas se intentaban poner en juego, esquina como el lugar de enunciación qué espacios de autonomía se conquis- y de invención política de lo barrial taban aun en terrenos mercantiles. del rock; esquina como experimento La hipótesis es que lo barrial del rock, y búsqueda de una “institución” en como todo movimiento que en su medio del paisaje de desfondamiento búsqueda de autonomía y creatividad generalizado (de las familias, el trabajo, asuma las complejidades y desafíos de las escuelas, etc.); una institución su época, ha necesitado reinventar la “experimental” que intenta sobre- idea de “independencia” o de estar poner un común propio –no exento “afuera del mercado”, ha tenido de precariedad, provisoriedad y ambi- que navegar los grises que se abrían valencias– en medio del paisaje de lo y proponer dinámicas organizativas común instituido estallado. La esquina propias –asumiendo el riesgo–. En como refugio, trinchera y a la vez este plano, el “uso” de los medios y terreno propio, invención... Eso que

314 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

a primera vista es una mera intersec- algo había que hacer en ellas. Pero no ción de calles, dos simples líneas que se sólo la pobreza o ausencia de recursos cruzan en un trazado urbano, devino o la falta de trabajo empujaban a masas un lugar: perdió su único sentido de pibes y pibas a las calles: la falta de catastral cuando pibes y pibas de sentidos sociales era una de las verdades barrios de la ciudad de Buenos Aires de la época que la esquina se propuso y –sobre todo– del conurbano bonae- conjurar, habilitando unas coordenadas rense, la habitaron, la volvieron sitio de en donde se entrelazaron –en muchos reunión y de procesamiento colectivo casos, hasta confundirse– biografías de malestares o alegrías. Configurán- de diferentes pibes que intentaban un dose como un espacio para el “noso- procesamiento colectivo, en banda, de tros”, en la esquina se desarrolló una esos malestares y de la condición de poderosa imaginería generacional: allí desocupados y desocupadas. nacían y expiraban proyectos existen- Biografías diferentes: esquinas habi- ciales, imágenes y ficciones para pensar tadas por los sin laburo, pero también y habitar la época. Es que la desocu- por quienes aún eran mantenidos por pación creciente a partir de la segunda los padres, o los que vivían con lo justo mitad de la década del noventa, y sobre para los gastos “indispensables”, o los todo en los años 2000-2002, no paraba que robaban. La esquina como terri- de escupir pibes y pibas a las calles… y torio de mezcla, en donde la condición

315 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

de estar por fuera del mercado laboral ción de discursos ligados a la dignidad no era necesariamente vivida como del trabajo, con el resucitamiento del trauma o angustia. En las esquinas consumo como vector social, con la se concibió de otra forma al “tiempo pérdida de eficacia subjetiva de los libre”, politizando esa condición a discursos de rechazo al trabajo.12 Si la primera vista estigmatizante. Expe- presencia en la esquina como modo rimentaciones similares–con otras de estar construyendo una “institu- escalas o en otros planos– a los que cionalidad” en la intemperie requería otras movidas estaban desplegando una creación constante (de sentido, de en esos años (movimientos de desocu- códigos, de sostén), ¿qué pasa cuando pados, algunos grupos políticos, etc.), esas fuerzas son reorientadas (más o también en las calles, también en menos concientemente) a una escena medio del paisaje de desierto (econó- laboral que se recompone (a los empu- mico, simbólico, de sentido…). jones), a una dinámica de consumo En las esquinas no sólo entonces fortalecida, a una retórica y un sentido había desocupación, sino también un social “repuesto” (desde discursos esta- activo rechazo al trabajo, por lo que el tales pero también desde los medios posterior desfondamiento de la esquina de comunicación)? ¿Estamos frente a Santuario por las (tema sobre el que volveremos), debe la disolución de esa experiencia y de víctimas de Cromañón leerse en sintonía con el auge o restitu- esa perspectiva creada o, afinemos la

316 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

mirada, los efectos de esas experiencias, fuerzas y energías sociales que tenía el la ética allí desplegada, los saberes y fenómeno. Se separó la banda, pero las prácticas que iluminaron las esquinas, bandas seguían y siguen activas. Algo de las marcas casi borradas están hoy en esto se puede observar en los recitales los cuerpos y desplazamientos de actuales del Indio Solari, verdaderos miles de jóvenes trabajadores, consu- acontecimientos multitudinarios en midores, militantes, “ciudadanos”? Si los que muchos ricoteros actualizan –no es así, ¿cómo es esa presencia, cómo sin complejidades y ambigüedades– se llevan esos “tatuajes”, qué fuerza una memoria ligada a la experiencia tienen, dónde los reconocemos? ¿Qué de los recitales de Los Redondos, una marcas en la ciudad y en los barrios lealtad a la banda y a sus rituales. De periféricos han dejado las esquinas? manera compleja y ambigua, decimos, ya que los límites entre reactualizar El gigante sin cabeza: la separación de de manera potente el ritual ricotero y Patricio Rey y sus redonditos de ricota rememorar o intentar restituir la fiesta perdida (“sólo te pido que se vuelvan a En noviembre del 2001 tiene lugar la juntar”) se vuelven difusos, grises. Los separación de Patricio Rey y sus redon- riesgos de una suerte de restitución de ditos de Ricota –suceso que se pliega la fiesta ricotera son que ésta suceda en el periodo temporal mencionado sin reelaborar o encarar las mutaciones en el punto anterior–. Una cosa es la de las preguntas que se desplegaban en disolución de una banda de rock –o si las “misas ricoteras” (de las preguntas se quiere de un movimiento o colec- y también de las condiciones –subje- tivo político y social– por agotamiento, tivas, sociales, políticas– desde dónde y otra muy diferente es debido a una éstas emergían): qué hay del auto- interrupción o parálisis. La hipótesis cuidado hoy en día, qué salud tienen de la interrupción en lugar del agota- esas “zonas autónomas”, cómo es la miento plantea un escenario más relación con el consumo, la ciudad, complejo para la historia de este grupo la policía, etc., qué noción de la fiesta que dispuso el umbral, el caldo de es posible elaborar, qué imagen de cultivo, las marcas en el terreno para lo popular se pone en juego en esos la emergencia de las bandas y de todo recitales… Todos interrogantes y lo que aquí llamamos lo barrial del problemas que los recitales de Los rock. Banda clave, desde su “pasaje a la Redondos plantearon durante sus casi masividad” y a los estadios –principios diez años de masividad. Problemas y de los 90–, en cuanto a la disposición tensiones que, por otro lado, influ- de un espacio de experimentación en yeron –y mucho– en la “separación” torno a las formas de ocupar el espacio de la banda (la imposibilidad o el público, al antagonismo con las fuerzas agotamiento a la hora de gestionar esos de seguridad, la relación con lo mediá- encuentros masivos en medio del clima tico, etc. todas cuestiones claves en social espeso de los años 2000-2001). esta historia de lo barrial del rock. Problemas, apuestas y preguntas que Con la separación de Los Redondos, son el sino de esta historia de encuen- se interrumpe algo; más allá de que tros entre el rock y lo barrial, lo puesto dicha disolución no tuvo como corre- en juego, lo reelaborado y re-actuali- lato la pérdida o la evaporación de las zado cada vez.

317 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

Pero, no obstante estas fuertes tensiones, muestra la fractura de lo que hemos no dejamos de percibir la potencia denominado congreso de esquinas. Los de estos recitales-acontecimientos recitales-acontecimientos actuales no actuales. Muchas de esas preguntas son necesariamente la expresión colec- o problemas aparecen, de hecho, tiva –y la efectuación– de desplaza- cuando una ciudad es tomada por los mientos y recorridos de pibes y pibas que viajan al “recital” y organizan una en los barrios, en los intersticios de la fiesta que va más ciudad, en sus esquinas o garajes. No Cromañón es una imagen allá de las dos desconocemos la potencia de estas generacional que desborda horas del show. manifestaciones colectivas, pero en su los contornos de un discurso Y al señalar esa mismo despliegue leemos los fuertes rockero. Entre otras cuestiones, potencia –y aquí síntomas de agotamiento político de la reconocemos en este aconteci- queremos llegar–, composición rock-barrios. miento trágico ocurrido en el no podemos En estos recitales multitudinarios año 2004 un posible final de obviar una para- actuales y en la paradoja que seña- época. A partir de este suceso, doja. Eventos lamos, se expresan las mutaciones como hemos dicho, las fron- como los del subjetivas, el agotamiento de determi- teras y relaciones entre lo Indio Solari o La nadas escenas y ficciones sociales, y por barrial del rock y el mercado Renga, que son supuesto, nuevos modos de gobierno se redefinen –y con ellas su probablemente de lo social específicos de la época. universo de rituales, signos y los de mayor Nos interesa dejar planteado lo para- prácticas– y las condiciones envergadura de dojal: el desfasaje entre aconteci- para el desarrollo de un “plan” la historia del mientos rockeros históricos y un under o estrategia autónoma cambian “rock nacional” habitado por una incesante prolifera- radicalmente. (sobre todo por ción de bandas que tienen como hori- la convocatoria y zonte de posibilidad quedar atrapadas las condiciones en las que se realizan: en una red de festivales esponsoreados, recitales que superan los 100 mil asis- en las que se les ofrece tocar en algún tentes en lugares por fuera del circuito lugar lejano de la grilla multicolorida y establecido de espectáculos, sin difu- extensa de nuevas bandas. ¿Cómo leer sión o esponsoreo de empresas ni esta situación? Adquiere así una nueva publicidades en medios), se dan en una vitalidad la pregunta ¿y cuánto vale ser situación de agotamiento del plano de la banda nueva? consistencia que incubó y materializó la composición del rock y los barrios. Cromañón y la redefinición de las Se abre un abismo inconmensurable; reglas de juego por un lado los recitales (mini-Woods- tock) del Indio Solari o La Renga y Cromañón es una imagen genera- por otro, miles de banditas de rock cional que desborda los contornos que proliferan en los márgenes y en de un discurso rockero. Entre otras el centro de la ciudad con dificultades cuestiones, reconocemos en este para conseguir espacios para tocar,13 acontecimiento trágico ocurrido en el o peor aún, brindando recitales para año 2004 un posible final de época. muy pocos asistentes, que se vuelven A partir de este suceso, como hemos casi insostenibles –no sólo económica- dicho, las fronteras y relaciones entre mente– para las bandas. Esta paradoja lo barrial del rock y el mercado se

318 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

redefinen –y con ellas su universo vitales y gestiones realizadas por los de rituales, signos y prácticas– y las jóvenes que se asumían el rock como condiciones para el desarrollo de un estrategia vital. La inscripción activa “plan” o estrategia autónoma cambian en el armado, difusión y desarrollo radicalmente. Las casi doscientas de una banda de música muestra una muertes jóvenes, las huellas dolorosas lógica diferente a la del espectador de del acontecimiento en los sobrevi- consumos culturales. Con el Colectivo vientes y en el resto del mundo de Juguetes Perdidos definimos a esta rock, las lecturas que se hicieron (y se participación como plan barrial.15 Es hacen) del acontecimiento, nos dejan posible que esta planificación barrial frente a un panorama que –junto a no haya sabido cambiar o “reaccionar” otras cuestiones que veremos más frente a los reconfiguraciones del esce- adelante– pone en jaque –cuando no nario rockero con el paso de los años. Es disuelve a lo barrial del rock.14 que, al igual que a un militante “polí- Yendo específicamente al campo del tico”, al militante-rockero lo soporta rock, Cromañón ha funcionado como una red de micro-prácticas cotidianas y un parte-aguas, provocó una redistribu- barriales; y es probable que esa red se ción de lo sensible, habilitando una fuga haya desarticulado. En esa desarticula- o agotamiento de energías y de flujos ción no podemos omitir los efectos del sociales creativos y “relativamente autó- acontecimiento Cromañón. nomos” de la máquina de expresión del Por una cuestión de espacio no nos rock. Por ejemplo, dos elementos claves extenderemos en este punto, pero son el agotamiento de la figura activa dejamos planteada la cuestión. Los del rockero-militante y de la indistin- efectos de Cromañón en la reorgani- ción entre banda y público. ¿A qué nos zación del escenario rockero son nota- referimos con esto? bles. Pero tampoco queremos dejar de Un rasgo central del encuentro entre mencionar las mutaciones sensibles y rock-barrios es que en lugar de espec- subjetivas que estaban teniendo lugar tadores o públicos hay militantes. La antes del suceso. Es decir, antes del intención de traer la figura del mili- acontecimiento Cromañón estaban tante al interior del rock (y su contra- teniendo lugar modificaciones sociales posición con la figura del espectador –en muchos casos silenciosas, imper- pasivo, o el “consumidor” de música ceptibles– que transformaron –o, si se rock), es dar cuenta de cómo en ese quiere– prepararon el terreno para que proceso de composición/apropiación las transformaciones post-Cromañón del rock por parte de los pibes y pibas, tuvieran efectos subjetivos tan rotundos; se pusieron en juego un conjunto de claro que la eficacia, cierta “legiti- saberes que habilitaban una partici- midad” y sensación de no-retorno de pación activa y concreta en el devenir estas transformaciones responden a la de una banda de música –y todo lo ligazón de esas transformaciones con el que eso, insistimos, implica. No se dolor y el golpe que significó la noche trata de una distinción tajante entre del 30 de diciembre de 2004. militantes y espectadores-consumidores Realizar este pequeño desplazamiento (hay mezclas y ambivalencias en esas temporal nos corre de las posturas figuras) pero la imagen nos sirve para victimizantes de muchos protago- mostrar un conjunto de estrategias nistas de la escena rockera que ven en

319 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

Cromañón una especie de virus exterior que bien podía cuajar con los recitales que arruinó la movida rockera. Nuestra ricoteros o los congresos de esquina a los postura es que determinadas lógicas que nos referíamos?16 ¿Las despliegan, a empresariales –como los festivales de estas “zonas”, los múltiples encuentros rock esponsoreados por las grandes de rock de menor escala –bandas de marcas y los consecuentes discursos amigos, lugares de encuentro, etcétera? securitistas, publicitarios, espectacu- Decíamos que ese despliegue de lares– que emergieron con mucha las zonas autónomas, el rock como fuerza social en el post-Cromañón, ya terreno de experimentación y crea- existían antes del suceso, en convivencia ción, respondía a una trama (colec- con las lógicas tiva, común). La pregunta entonces La sensación de extrañeza nos más creativas y es por la salud de ese entramado, sus invade a muchos; extrañeza “autónomas”. mutaciones, sus reconfiguraciones, ante la traducción del rock a Cromañón fue y, por ende, lo que es hoy realmente la lógica política más institu- el golpe que capaz de sostener. cionalizada, una traducción a reconfiguró el En los recitales-acontecimientos un idioma muy diferente. Si terreno, lleván- masivos actuales hay componentes bien, como dijimos, en el post- dolas al centro autogestivos en la organización Cromañón dominó el terreno de la escena y del viaje y la previa de la fiesta, el la festivalización del rock –con o t o r g á n d o l e s despliegue de un cierto auto-cuidado toda la maquinaria de spon- una visibilidad o auto-regulación de los conflictos sors– y junto a este nuevo esce- social inédita. que pueden acarrear cien mil personas nario se desplegó una narrativa Cambiando radi- reunidas, la ausencia “situacional” mercantil y publicitaria del calmente las rela- de un espacio estriado por marcas rock de los barrios, en la actua- ciones de fuerza, publicitarias y cámaras de televisión, lidad se suma una captura por en definitiva. en definitiva, espacios no prefabri- parte de la maquinaria políti- cados ni organizados por grandes co-mediática. La más mara- empresas de entretenimiento. En esos villosa música: recitales la potencia se debe más a la capturas, resonancias y redefini- espontaneidad de los vínculos que se ciones de lo barrial del rock establecen entre los asistentes, que al éxito y la eficacia del ceremonial de ¿Cuál es la situación del rock que se mercado. Decíamos todo esto y a la abre espacio entre el umbral ganado vez lo poníamos en duda: junto a una por los festivales esponsoreados y los memoria viva de lo barrial del rock que esporádicos recitales-acontecimientos significan estos elementos, no dejan de de bandas masivas como La Renga o el aparecer lógicas, presencias, procedi- Indio Solari? ¿Qué puede hoy el rock? mientos, que nos hablan también del ¿De qué alianzas es capaz, con qué agotamiento de un imaginario y un fuerzas cuenta? ¿Presentan y despliegan criterio alternativo (la centralidad del los grandes recitales “independientes” consumo y la vivencia como “minitu- (a contramano del rock espectáculo) rismo” de la movida recitalera; el debi- del Indio Solari o de La Renga, en litamiento de la capacidad de poner estos últimos tres o cuatro años, lo en cuestión o en suspenso discursos que Hackim Bey ha llamado “zonas sociales reactivos como la indiferencia temporalmente autónomas” –imagen –pocas veces se escucharon cantitos

320 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

que hagan referencia a Cromañón muchas bandas actuales militan y se en los recitales del Indio Solari, por difunden en foros, redes sociales, o a ejemplo– o retórica del orden y la través de mensajes de textos. seguridad; la lectura de la experiencia Otro punto central de la hipótesis del en clave de acontecimiento mediático “agotamiento” es el desfondamiento de por parte de los que van…, etc.). la esquina18 como lugar de enuncia- Pero, sobre todo, la hipótesis de agota- ción y de invención política del rock. miento de lo barrial del rock repara en Así como el apogeo de la máquina la presencia de las lógicas empresariales expresiva del rock estuvo ligada al y publicitarias en la gestión y resolución encuadre político y social de 2001, de los problemas que se les presentan a también lo está a las bandas de rock que están en gesta- los nuevos modos Decíamos que ese despliegue ción (el más que precario under actual de gobierno de lo de las zonas autónomas, el rock asiste a la presencia de concursos de social. El desfon- como terreno de experimenta- empresas, programas de radio y TV o damiento de la ción y creación, respondía a gestiones gubernamentales que ofrecen esquina no sólo una trama (colectiva, común) como promesas la grabación de un CD, es explicado por subjetiva, política, material. la difusión en los medios de comuni- factores socio- La pregunta entonces es por cación del palo, espacios para tocar en e c o n ó m i c o s , la salud de ese entramado, sus vivo, etc.).17 Mejor dicho: el agota- sino también por mutaciones, sus reconfigura- miento repara no tanto en la presencia aquellos cambios ciones, y, por ende, lo que es hoy de esas lógicas y técnicas (no son culturales y realmente capaz de sostener. nuevas…) sino en que son, esas lógicas, simbólicos: deter- encarnadas por las bandas mismas… minadas ficciones barriales, comu- no discutidas, no profanadas al menos nitarias han dejado de tener efectos (o sólo en muy pocos casos). ¿Desde subjetivos sobre los cuerpos y vidas de qué lugar se vive, aprovecha o critica los jóvenes de las periferias y barrios… toda esa maquinaria mercantil-mediá- Nuevos relatos, prácticas y estéticas tica? ¿Sobre qué entramado “caen” esas han copado el centro de la escena; lógicas y técnicas? ¿Cómo es que se las la reposición de retóricas y valores desea, o se las busca, o, simplemente, ligados al mundo del trabajo; el afian- se convive con ellas sin más, sin fuerzas zamiento del consumo como dador de de oposición o de cuestionamiento? consistencia de las vidas; el dispositivo Por supuesto que cuando decimos mediático (como caja de resonancia, under actual incluimos en esta noción promotor de imágenes, máquina este- al papel jugado por Internet, central- reotipadora) que se ha vuelto más mente por las redes sociales y Youtube, eficaz en su plan de conectar/capturar/ en la acción de difundir la existencia de leer/convocar la sensibilidad social. El una banda nueva. Sabemos que en la entramado barrial y comunitario que actualidad el muro de las redes sociales se compuso con el rock tiene hoy otra y la presencia en buscadores ha “reem- consistencia, otras formas y lógicas. plazado” la antiguamente insustituible presencia de la pintada con el logo y el nombre de la banda en las paredes del Epílogo: Rock para todos barrio y de la ciudad. Mientras que la esquina como nodo ha perdido peso, A lo largo del texto esbozamos algunas

321 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

imágenes sobre eso que denomi- forman parte de dispositivos políticos nados lo barrial del rock. Dijimos al representativos. comienzo que las experiencias del rock La sensación de extrañeza nos invade a de los barrios –sus marcas subjetivas, muchos; extrañeza ante la traducción sus itinerarios, sus memorias– nos del rock a la lógica política más insti- parecen ineludibles al momento de tucionalizada, una traducción a un intentar un registro de la época (sus idioma muy diferente. Si bien, como tensiones, sus politicidades). Para fina- dijimos, en el post-Cromañón dominó lizar dejamos algunas preguntas sobre la el terreno la festivalización del rock actualidad: ¿se pueden rastrear huellas –con toda la maquinaria de sponsors– y de la composición rock-barrios en las junto a este nuevo escenario se desplegó escenas políticas de estos años (escenas una narrativa mercantil y publicitaria políticas en el sentido más amplio)? del rock de los barrios, en la actualidad Y en otro nivel: ¿en qué sentido hoy se suma una captura por parte de la las narraciones sociales y políticas más maquinaria político-mediática. Como institucionalizadas toman elementos ejemplos podemos citar la presencia de del rock de los barrios? imágenes y de lenguajes de lo barrial Es indudable que el rock es parte de del rock en afiches de La Cámpora20 o la música-ambiente de la actualidad.19 en los spots de la campaña presidencial Algunos elementos de lo barrial del de Cristina (la frase “Avanti Morocha” rock –ahora sí: rock barrial– (posturas, de los Caballeros de la Quema rituales, escenografías, lenguajes, esté- impresa en banderas y carteles), los Indio Solari ticas, hasta bandas mismas de rock) actos de campaña del Ministro de

322 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

Economía Amado Boudou tocando racional. En este sentido podemos junto a la banda de Rock La mancha decir que los dispositivos políticos y de Rolando.21 También se puede mediáticos incorporan elementos de lo mencionar la presencia constante de barrial del rock que quedaron sueltos, temas de Los Redondos o La Renga en girando en el vacío. programas de televisión como 678, en También, como dijimos, la recon- los de debate político de TN o en un figuración del escenario rockero en programa de ficción “política” como el post-Cromañón juega un papel El puntero.22 determinante. La captura por arriba Ahora bien, ¿cómo es posible esta también es impensable sin una captura “por arriba” (mediática y polí- captura capilar (por abajo) de los tica)? La hipótesis es que la captura discursos de la seguridad, del miedo, (pensada en sentido amplio, es decir, del espectáculo y también de nuevos captura como lectura, resignificación, deseos sociales que buscan vivir la codificación, puesta en serie con otras fiesta ordenada, segura y confortable. elementos, etc.) es posible sólo porque Una imagen expresa el cambio de antes tuvieron lugar los desfonda- época. Mientras que en recitales mientos de los nodos como la esquina, como el de las Madres de Plaza de cierta experiencia barrial (experiencia Mayo en Ferro o en los recitales de de lo común), modos de transitar las La Renga junto a organizaciones calles y la ciudad… Toda una trama sociales, en cierto sentido el rock legi- que desbordaba cualquier tipo de timaba a la política (sobre todo de apropiación. Las traducciones a una cara a la mirada de los jóvenes), en lógica puramente mediática, o insti- la actualidad, parecería que sucede lo tucional, o política-representativa, son opuesto: la política legitima al rock. el síntoma de la crisis de lo barrial del ¡Este clip me pone tieso! rock como modo de lo común gene- ¡Yo me bajo acá!

NOTAS

1. Una clave de lectura del movimiento del rock en los barrios ha sido su inscripción sociológica o antro- pológica al universo de la “cultura juvenil”. Despotenciando o esterilizando la movida, este tipo de lectura intenta registrar a través del rock las prácticas culturales de jóvenes de sectores subalternos para armar el mapa del “mundo popular” pos-estallido de lo común, congelando, así, el movimiento rockero en una práctica “cultural”, un “hábitus”, ciertos códigos estéticos, etcétera. Otra clave de lectura es la que opera por medio de la estetización de sus prácticas, imágenes, textos, presen- cias… Un peligro que también congela y despontecia la experiencia, la museifica, la tiñe con vinagres de nostal- gias... A tono con las ondas de estetización del “mundo popular” (y de la simbología e imaginario peronistas), esta operación en torno al rock barrial, quizás con un espíritu o intención contraria a la lectura anteriormente criticada, creemos, sin embargo, desproblematiza la movida, le quita filo y realidad. ¿Cuánto queda afuera en esas lecturas? ¿En qué sentido esas lecturas despolitizan esta movida, inscribiéndola en el marco de “lo social” o “lo cultural” y relegando así su capacidad productiva en términos éticos, políticos y subjetivos? ¿Cuánto de la innovación del rock de los barrios queda subordinado a estéticas, formas, parámetros y estrategias externas? ¿Y qué hay de los problemas, ambivalencias, desafíos que se pierden al inscribir o analizar esta movida desde esas ópticas? 2. Realizar una historia sobre el rock de los barrios es también hacer una historia de sus muertos. Mencionemos el asesinato de Walter Bulacio a manos de la policía en el año 91, horas más tarde de ser detenido en la puerta del club Obras Sanitarias en un recital de Los Redondos; el incendio de República Cromañón, con la muerte de más de 194 jóvenes; el asesinato a manos de la policía de la Comisaría 44 de Rubén Carballo en el año 2008 –aún impune– en el recital de Viejas Locas en el estadio de Vélez; y la reciente muerte de Miguel Ramírez en el recital de La Renga en el autódromo de La Plata, a manos de una bengala náutica arrojada por un asistente

323 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

3. Además, con este desplazamiento nos corremos de un plano de discusiones estériles –muchas veces alimen- tadas por los periodistas expertos de los suplementos juveniles– entre un rock barrial o rock chabón marginal, masivo, “estéticamente feo” y cuadrado y un rock elaborado y virtuoso perteneciente a sectores medios. Existe mucha bibliografía sobre este antagonismo en donde se estudian los prejuicios de clase y cierto racismo presente en las capillas consagradas del campo del rock nacional que etiquetaron a las nuevas bandas procedentes de puntos geográficos marginales de la ciudad de manera peyorativa. Por otro lado, hablar de lo barrial del rock nos permite complejizar un fenómeno que –como venimos planteando– no estuvo exento de otras lógicas. En el discurso del rock que proponemos hay elementos barriales –sumamente potentes y creativos–, pero también hay componentes mercantiles, publicitarios, políticos, lógicas propias de la precariedad, etc. Si se quiere, lo que narramos es la historia de una cadena de equivalencias; cómo diferentes elementos se ordenaron –y se reorganizaron– en el transcurso de más de una década. En resumen: rock barrial es la etiqueta que surge post-encuentro de todos estos elementos rockeros y barriales, y opera vía reduccionismo. Lo barrial del rock es la diferencia que evade capturas y apropiaciones, una memoria viva posible de ser convocada y actualizada en otros contextos y dispositivos. 4. Foucault, M. Nietzsche, la genealogía, la historia. 5. Foucault, M. Nietzsche, la genealogía, la historia. Dice Foucault, “Nadie es pues responsable de una emer- gencia, nadie puede vanagloriarse; ésta se produce siempre en el intersticio”. 6. No podemos dejar de mencionar la serie de recitales que La Renga brindó en los años 2002/2003 en campa- mentos piqueteros en Plaza de Mayo, la organización de recitales con organizaciones políticas y estudiantiles, su presencia mediante recitales en fábricas recuperadas o en el acto en el obelisco contra la guerra de Irak. Recitales claves, ya que muestran un fuerte enlazamiento entre lo barrial del rock y la política (en su versión de acto, movilización, manifestación). Situaciones en las que las típicas escenografías políticas de actos o manifes- taciones se veían desbordadas por montones de pibes y pibas seguidores del rock de los barrios. Desborde –en convocatoria, en el tipo de gente que participaba de la movida– que en muchos casos complicaba la misma organización del acto político o bien, “desviaba” su sentido originario. ¿Cómo se componían los elementos en la escena? ¿En qué sentido se lograban disolver en algunos de esos casos, las fronteras entre el “acto político” y el “recital de rock”? ¿En qué sentido se daba un encuentro entre la politicidad propia del rock de los barrios y las organizaciones o movimientos que convocaban a las bandas para los actos? En muchos de estos recitales, las bandas les hablaban a sus seguidores para aclararles –en reiteradas oportunidades– que estaban ahí por una causa o demanda política, y no para asistir a un recital más de la banda. Esto significaba que se acepte la lista de temas que se iban a tocar, lo reducido del show, etc. Vale aclara que La Renga ha participado de recitales y movidas “solidarias” antes de las fechas mencionadas y también en la actualidad, en donde sigue promoviendo y estando presente en diferentes actividades políticas. 7. Mencionamos a La Renga o Los piojos por ser bandas de una gran magnitud. Pero –aunque en menor escala– no podemos dejar de mencionar a Los Caballeros de la Quema o Viejas Locas. 8. Encontramos en ese festival (además de la presencia de casi todas las bandas claves del momento) muchos componentes de lo barrial del rock: la cancha de fútbol como escenario rockero, la multitud de jóvenes; pero, sobre todo, vemos en esas jornadas el reconocimiento y la interpelación de Hebe, en su discurso durante el festival, de las “juventudes rockeras” como actores políticos. En su discurso Hebe apeló al Che Guevara, símbolo presente en la imaginería del rock de los barrios, y a una retórica de la rebeldía, libertaria, potente, que bien conectaba con las energías del “plan barrial” que estaba naciendo. La convocatoria y la interpelación a los jóvenes es rica y compleja, en tanto que al reconocer la potencia de una movida barrial y juvenil, abre un diálogo y una relación con “los pibes” muchas veces catalogados de “a-políticos” por el discurso militante o político más tradicional… 9. Desde el Colectivo Juguetes Perdidos hemos definido esos eventos en el centro de la ciudad como congreso de esquinas. 10. Más adelante veremos cómo luego de ese doloroso acontecimiento, los espacios para esas líneas y búsquedas de consistencia propia se cierran, y las lógicas empresariales, mediáticas y espectaculares vuelven a dominar la escena rockera, incluso retomando o recuperando –cambiando perversamente de signo– las propias técnicas, modos e iniciativas que se le habían opuesto. 11. “Mercado” hubo cuando comprábamos entradas, remeras o mochilas, cuando prendíamos la radio o la TV y sonaba nuestra banda favorita o cuando La Renga o Los Redondos terciarizaban recitales en una empresa organizadora de eventos o contrataban a una empresa para la distribución de los discos… 12. Una aclaración más con respecto a la esquina: si bien no fue el único espacio discursivo desde el cual se creó y se pensó lo barrial en el rock, sí es indudable que fue su epicentro. La importancia simbólica de la esquina lo demuestra el hecho de que proviniendo o no de una esquina o de un barrio, muchísimas bandas hablaban de ellas en sus letras, necesitaban hacerlo (en muchos casos, no sabemos si con conocimiento de causa o no…). Ver, entre muchos otros temas, “Soy de la esquina” (Hermética), “Esquina libertad” (Los piojos), “Los chicos de la esquina” (Los Gardelitos), “Buenos Aires esquina Vietnam” (Los Caballeros de la Quema), o el disco “La

324 LA BIBLIOTECA La década cultural N° 11 | Primavera 2011

esquina del infinito” (La Renga). 13. No porque no los haya. Sino –sobre todo– debido a los obstáculos económicos que se le presentan a una banda de rock que recién comienza. 14. Véase la declaración del Colectivo Juguetes Perdidos “No escondamos nuestras bengalas” en torno al acon- tecimiento Cromañón, sus lecturas y efectos. www.colectivojuguetesperdidos.blogspot.com 15. “...Inserto en estas condiciones, el rock como expresión de una movida cultural suburbana, se concebía como un plan barrial, es decir, una forma (entre tantas) en las que un grupo de amigos intentan organizarse y dibujar un futuro posible. Este plan barrial consta de varios puntos: crear una banda de rock, encontrarse a componer temas, salir a escrachar paredes del barrio para instalar la banda, buscar espacios para tocar, armar fechas, etc. Pero el plan barrial, no se reduce a la militancia que realizan las bandas de rock que pueblan cada barrio, sólo constituyen una singularidad de esta movida cultural. El grupo de rock es el significante para convocar a los pibes de los barrios, que también participan de la planificación, organizando el aguante para la banda: pintar las banderas, preparar los viajes para que cada fecha en que la banda sale a tocar se sienta apoyada “desde abajo”, es decir, encargarse de la mística del grupo (las banderas, los papelitos, las bengalas). Por eso, ellos también se saben parte de la banda, y sienten como propios sus ascensos. Que una banda de rock del barrio llegue a ser escuchada en otras ciudades y calles es un motivo de gratificación personal, es sentir que el plan barrial está bien encaminado”. 16. “La TAZ (Zona temporalmente autónoma) es una forma de sublevación que no atenta directamente contra el Estado, una operación guerrillera que libera un área –de tierra, de tiempo, de imaginación– y entonces se autodisuelve para reconstruirse en cualquier otro lugar o tiempo, antes de que el Estado pueda aplastarla (…). La TAZ puede “ocupar” estas áreas clandestinamente y llevar adelante sus propósitos subversivos por un tiempo con relativa tranquilidad (…). Ponerla en marcha puede requerir tácticas de violencia y defensa, pero su mayor fuerza reside en su invisibilidad (…). Tan pronto como una TAZ es nombrada -representada y mediatizada- debe desaparecer, desaparece de hecho, dejando tras de sí un vacío, resurgiendo de nuevo en otro lugar, e invisible de nuevo en tanto indefinible para los términos del Espectáculo”. 17. Como ejemplo podemos mencionar el concurso del programa “La Viola” del canal TN. Una de las condi- ciones del concurso es que “ni la banda ni los participantes de las bandas de rock hayan editado previamente un disco con una discográfica. No es impedimento para participar que hayan editado un disco previamente en forma independiente.” Excelente lectura del escenario actual: si fracasaron en sus devaneos “independientes”, los recibimos con las puertas abiertas. Otro ejemplo es el concurso de bandas nacionales “YPF Destino Rock”; o la plataforma política del Pro para las últimas elecciones a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que ofrecía a las bandas lugares para tocar en vivo y la posibilidad de grabar “gratis” un CD. 18. Aclaremos (no hace falta a esta altura…) que hablamos aquí del mundo del rock (y de cierta “parte” de ese mundo): claro que hay en la actualidad esquinas u otras zonas barriales, o callejeras, habitadas por pibes y pibas que experimentan y buscan modos de estar juntos, de armar lazo, de experimentar con sus vidas… Experimen- taciones con nuevos desafíos y estrategias, atravesadas de manera más compleja aún por la tecnología, los mp3s, las redes sociales, los celulares, las cámaras digitales… Lugares e instancias donde se cuecen nuevas estrategias existenciales, nuevos modos de ser y de habitar la ciudad, de surfear sus olas criminalizadoras, la indiferencia, los patrullajes, los bombardeos mediáticos… 19. Además del rock, también otros géneros y sonidos conforman la música funcional de la época, como por ejemplo, el reggae. En los últimos años –probablemente desde el 2003 a esta parte– han proliferado en los barrios las bandas de reggae. Muchas con un mensaje de buena onda que se conectan con los relatos sociales de la época. Una alianza musical engloba el clima social de la época: rock para los vientos de cambio, reggae para los vientos de pacificación… Música para pastillas. 20. Sobre todo luego de la Plaza de la muerte de Kirchner, donde las imágenes eran de una presencia de pibes y pibas “como en un recital”, en la despedida dolorosa/festiva/colectiva del líder muerto, con cantitos en donde se traslucía una mística recitalera y futbolera entre la multitud. Una precisa imagen de las jornadas la dio la revista Barcelona en su tapa de esa semana: una foto de Néstor Kirchner lookeado a lo Jim Morrinson y el título “Néstor not dead”, con reminiscencias a Luca Prodan. El presidente de “la vuelta (o el ingreso) a la política” de los jóvenes era despedido como un rockstar. 21. Tras el triunfo del PRO en las elecciones de la ciudad de Buenos Aires, la banda de sonido de los festejos estaba integrada por Gilda, Intoxicados y por La Mancha de Rolando. Estos últimos se negaron a que el PRO utilice la canción de su autoría, “Arde la ciudad”, la cual terminó transformándose en un hit de campaña de Amado Boudou. 22. En este contexto se vuelve aun más interesante la operación que ha realizado Diego Capusotto en televisión con el rock, anticipándose a estas escenas. Un doble gesto; por un lado, la utilización del humor ácido y de la parodia nos obliga a repensar no sólo las representaciones sobre la militancia política y las lecturas y memo- rias codificadas del pasado cercano –en personajes como “Bombita Rodríguez” o “Violencia Rivas”–, sino también las imágenes de la militancia del rock de los barrios. Personajes y sketchs que parodian y desarman los

325 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 La década cultural

esteoreotipos y clichés que se crearon en estos años. Entre otras creaciones se puede nombrar al pibe que imita el lenguaje ricotero; ese personaje que “agita” la mística del recital en todas las escenas de su vida cotidiana; “Jesús de Laferrere”, en donde aparecen parodiados muchos de los signos característicos del rock de los barrios: la presencia callejera de pibes y pibas del conurbano bonaerense, las vestimentas y gestos corporales, los enfren- tamientos con la policía, las imagen de la fiesta y de la noche, el contexto social y económico de esos pibes, etc. Doble gesto porque si bien Capusotto lee los síntomas de la captura “mediática” (el modo de estereotipar de la TV, su capacidad de captura, aquello que es capturable y lo que no, etc.), en esa misma operación también quedan ya codificados signos y elementos vitales de esa movida… ¿Es posible, una vez parodiados, no soltarlos? A su vez, ¿si son “pariodiables” es porque ya no daban para otra cosa? ¿Cómo pensar al rock de los barrios después de personajes como “Jesús de Laferrere”?

326

Contornos Títuloy semblanzas Sección Es legítimo fastidiarse de lo que uno ha hecho si se lo menciona a menudo en presencia de los interesados, si se convierte en sambenito de manifestantes y predicadores que aluden una y otra vez a lo que alguna vez se ha evidenciado como un mojón, como un marco de época. Viñas parecía no querer escuchar los demasiados restos de palabras segregadas a menudo en relación a Contorno, León Rozitchner también podía haber hecho algún mohín de incomodidad ante la reiteración del tópico contornista por parte de cimentados críticos literarios y estudiantes bisiestos de Letras. Pero no es cierto que haya derecho en molestarse con el examen que las generaciones subsiguientes le dedican a las generaciones pasadas. Cuando ese escrutinio existe es que las gene- raciones no han pasado, o que el propio concepto de generación no es válido. Viñas y Rozitchner, de todas maneras, en sus últimos tiempos –aunque, verdaderamente, todos los tiempos son últimos–, retornaron a la experiencia de Contorno para discurrirla, balan- cearla, reinterpretarla. Finalmente, lo actuado por Contorno merecía reflexiones a cada momento, era necesario repensarla junto a cada época que tiene la gracia de considerar que puede inquirir a los hechos como si fuera la primera vez que se hablara de ellos. Viñas habló de Contorno en sus días vesperales, cuando sin saberlo, ni sabiéndolo nadie, hacía sus últimas consideraciones. Rozitchner siempre pareció más templado y apacible para referirse a la revista que había marcado sus vidas, aunque ninguna vida es finalmente ni una revista, ni nada de lo que se haya hecho con notoriedad especial. En esta sección aparecen algunos vestigios de lo que el nombre Contorno ha suscitado. Viñas presentó en la Biblioteca Nacional la edición facsimilar de la revista y apare- cieron las evidencias de un espíritu descansado, queriendo saber lo que pasó, dispuesto a pensar las cosas con un espíritu cercano a lo reconciliante, si no fuera que Viñas no podía vivir quieto en el mundo, no podía adherir, por vergüenza, a la fusión pacificada de su conciencia con el ambiente. No en vano le había puesto el nombre de Contorno a la revista, queriendo significar no una plácida situación marginal o de sobrevuelo, sino una ambiciosa y áspera condición periférica. León, por su parte, siempre fue un buscador herético de la forma extrema de la identidad, que tras recorrer las instancias últimas de la vida como materia sensual y a la vez metafísica, precisaba declarar no cancelada ninguna alternativa, pues la conciencia resistía, con su negativa existen- cial, a ser conocida en sus resortes definitivos. Una entrevista a León en el programa radial de la Biblioteca Nacional, aquí trans- cripta, es uno de los tantos ecos que deja su obra y sus inquisi- ciones filosóficas. Una justipreciación de León escrita por Ricardo Abduca acompaña esta sección de la revista, del mismo modo que el discurso leído por Germán García en la inauguración de la Feria del Libro de Buenos Aires del año 2010, donde se exponen en trazos convincentes y originales, las significaciones de la nove- lística viñesca, sobre todo, el impresionante grito agónico que es Tartabul, contracara, hilacha trágica y complemento de Contorno. 330

El ademán contornista Por David Viñas (*)

La crítica cultural, ávida de analizar “casos”, no suele reparar en los hilos que tejen el cuerpo de textos sobre el que establece sus juicios. El estilo de la obra de David Viñas es inseparable de su propia trama biográfica. Sus modos de decir, la experimentación con el lenguaje que destilan sus textos y su voz, nos conducen al vértigo de una vida surcada por la tragedia personal que es, a la vez, la tragedia política argentina. La palabra de David, fusionada con su gestualidad corporal, se nos aparece como una tempestad, una lengua entrecortada que se derrama a borbotones, produ- ciendo contorsiones y “ademanes” que desafían la estructura misma del discurso. Palabra impla- cable, gesto irreverente, literatura asociada al honor y a la acción. En aquella noche de julio de 2008, quizá su última intervención pública, presentó la edición facsimilar de la revista Contorno, de la que fue fundador y animador destacado. Su presencia, en las antípodas del rictus burocrático propio del profesional de las mesas redondas, no fue un hecho más. Hizo un examen del grupo, de sus miembros, de los artículos de la revista, de los temas que se propuso indagar y del clima cultural y político que se respiraba en aquellos años. Fue una noche en la que sus afirmaciones, que debían repasar dolorosos episodios y quere- llas no saldadas, no cejaron en su perseverante ética de la beligerancia. LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

Tengo que recuperar, de ser posible, el significaciones del doctor Ivanissevich. comienzo de un trabajo que hicimos Eran lo que se llamaba dos figurones, este año en la Facultad de Filosofía y análogos en su andadura –la ciudad era Letras, allá en la calle Puán, metién- mucho más restringida–, en su anda- donos con los problemas de América dura por la calle Florida, ¿no? Como si Latina. En ese momento ineludible se superpusieran dos figuras distantes después del pasilleo, que es entrarle en un momento dado; prácticamente al toro, recordé a los actores del Noh, eran una sola imagen. Mallea, Sur y La el teatro japonés, que antes de subir Nación, y el doctor Ivanissevich que era al escenario, rezan. Previsiblemente, nada menos que ministro de Cultura y diría, esa zona me está vedada. Pero que inauguraba los Salones Nacionales de cualquier manera intenté enun- de Pintura. ciar, aludir, a una especie de plegaria Digo, puede sonar a rencor –que lo laica. La situación es análoga de ese es– (risas). Quizás suene anecdótico momento, tratando de ir ordenando, –también lo es, sí–. Lo que pasa es inevitablemente –tarea o provocación que, a cierto nivel de poder, las anéc- que me cuesta notorios esfuerzos– dotas ya definen un momento histó- algunas cosas motivadas por lo de rico ¿sí? De la nariz de Cleopatra para Contorno, que se han repetido y que aquí podemos apelar a esa secuencia. no me terminan de conformar. Quiero Mallea e Ivanissevich. Esos dos figu- decir con esto que podría apelar a lo rones que recorrían la calle Florida grupal: desde ya, toda una serie de de entonces, año cincuenta y tantos... coincidencias, de comunes denomina- Entendámonos: era una calle en donde dores en esos años 50... Pero prefiero no se podía andar con la novia con el correrme por el güín: digo, ¿qué cosas brazo sobre los hombros; esa era la calle había, por lo menos en mi perspectiva Florida. Tengamos en cuenta que no –desde ya que esto abre polémica, salu- era esta especie de feria centro-oriental dablemente– al comienzo, al arranque, que es actual- de esta revista? mente, más o Había dos bestias negras en Había dos bestias negras en una franja menos tanguera, una franja que aludía, o una que aludía, o una serie de coincidencias y eventualmente serie de coincidencias que que favorecían, sino el diálogo inobje- amena. ¡Iban favorecían, sino el diálogo table, quizá los rencores y otros males- con sobretodo! inobjetable, quizá los rencores tares: la denuncia de Mallea, que era ¡inolvidable! Con y otros malestares: la denuncia una especie de blasón de La Nación y el sobretodo de de Mallea, que era una especie enfrentamiento al que era ministro de piel de camello de blasón de La Nación y el Cultura en esa época, el doctor Ivanisse- y los guantes enfrentamiento al que era vich. Es decir que, desde mi perspectiva, como si fuera un ministro de Cultura en esa insisto, pero creo que es considerable- ramo, guantes época, el doctor Ivanissevich. mente compartido, el cuestionamiento de patito (risas). de dos típicos figurones de la literatura Estos eran los figurones, los emblemas, argentina, tanto por el lado de la tradi- como se dice ahora en la reiteración ción liberal, como por lo que era, en ese de los periodistas, “lo emblemático” momento, la etapa clásica del peronismo de todo un sector del poder, de la entre el año 46 y el 55, teniendo muy presencia cotidiana, del manejo más o en cuenta, además, la reaparición y las menos precario, si ustedes quieren, de

331 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

los grandes medios. Sobretodo de piel novela, fascinante: hablaba del cuerpo. de camello y guantes de patito: eran Arlt ¡Hablaba de un puto! ¿Qué es caricaturas... caricaturas de la cultura esto, cómo? Y, ¡aparecía un puto en la argentina oficial. Por el lado liberal literatura argentina! Es decir, alguien y por el lado del peronismo clásico, execrado, marginado, marginación de la repito, de los años 46 al 55. Enfrente que él también participaba. De pronto de eso, desde Contorno, aparecen dos aparecía en la literatura un muchacho, propuestas, blasones también, que se ahí, muy dramatizado, muy humi- materializan en dos números espe- llado, etc. Había una ruptura con toda ciales: uno dedicado a Roberto Arlt y una literatura que no tiene sexo, que otro al viejo Martínez Estrada –lo de no tenía sexo, que no tenía lenguaje: “viejo” ya es un chiste, ¿no?–. Porque, en Mallea, los personajes nunca usan en perspectiva histórica, el mundo el vos y se tienen que convertir, para sigue andando, mal. tener una cierta movilidad literaria, Es decir, Roberto Arlt y Martínez digamos así, narrativa, en silencio; se Estrada, frente a la paparruchada signi- inventaba el silencio: ¡el argentino era ficativa, encarnada en Eduardo Mallea silencioso! (risas). Pues bien, eso nada y el doctor Ivanissevich. ¿Por qué? No menos que en la primera presidencia había mucho para elegir, ¿no?, desde del general Perón. ya; pero eran –siguen siendo; en ese Roberto Arlt. Era entrañable –sigue momento lo sentíamos probablemente siéndolo, desde ya. Alguien había de manera mucho intentado rescatarlo y se había ocupado El excelente trabajo de León más encarnizada, de él. No es que lo descubriéramos: Rozitchner sobre Mallea. Desci- diría– todo lo un hombre de quien nadie habla ya, frando toda la serie de astucias, contrario como incluso por el sambenito de haber de estrategias literarias, intelec- propuesta, como sido comunista, de haber sido estali- tuales y culturales que utilizaba resolución, como nista, de haber estado con Codovilla. Mallea para justificarse frente a lenguaje, desde ya. ¡Monseñor De Andrea y la señora un presunto público. Hay que pensar Victoria Ocampo hablaban de Stalin que, todavía, la diciendo “el tío Pepe”! Quiero decir, llamada “literatura argentina” oscilaba cómo funcionaban ciertos grandes permanentemente en el uso del tuteo, símbolos en ese entonces y las vueltas del voseo o de lo que fuere. Digo, para que han dado, ¿no? Pues bien, Larra aclarar esto, tenemos que tener presente había escrito, podría decir, anecdó- –otra anécdota– que la primera edición ticamente, no nos convencía pero se de El túnel de Sábato está escrita en tú: había ocupado levantando la figura de es decir, las vacilaciones de ese tipo, y Roberto Arlt, diciendo: “señores, acá todo lo que implican esas vacilaciones. tenemos un novelista del que nadie En los colegios –problema de edad, se ocupa”. ¡El novelista argentino de tiempo– se nos enseñaba algo tan era Mallea, señores! De esto estamos obsceno como el “tú amas” o el “voso- hablando, ¿sí? El representante de la tros amáis”: ¿quiénes amaban, en la cultura peronista, en ese momento, era Argentina, en tú o en vosotros? De ahí el doctor Ivanissevich que reaparecerá que los argentinos llegamos a amar de posteriormente con la señora Isabelita: manera muy deficiente. (risas) el mundo y sus vueltas... No se trata Pues bien, Arlt por el lado de la de purismo. De “todos somos puros”,

332 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

nada; yo podría empezar a hablar de una serie, estos grandes figurones del mis torpezas, no sólo con mis hijos, liberalismo tradicional, una serie de sino con algunos de mis amigos, ¿sí? conferencias en la vieja Facultad de Aquí no estamos postulando una Filosofía, en la calle Viamonte. El especie de Olimpo inobjetable. amigo –digamos– Eduardo Mallea, Mallea-Ivanissevich: ahí había que durante quince minutos, habló ¡en escupir, por lo menos, insultar. Llegar latín! (risas) Eso era “la cultura”, ¿no? a insultar: el uso del agravio en la Como aquel personaje de la comedia Argentina. Es decir: “esto es muy del siglo XVIII: “para entendernos malo, señores, esto es lamentable desde mejor, vamos a hablar en griego”... todo punto de vista”. Es un género (risas) que aparece muy de vez en cuando... León. Noé: recién yo, por tradición reaparece, sí, en algunos casos de sarmientina, no escucho muy bien, manera muy saludable, desde ya, pero no oigo muy bien; me pareció que te generalmente... Argentinos, es todo un encarnizabas con tu Marechal. Quiero emblema: yo, argentino. reivindicar tu trabajo sobre Marechal. David Viñas Las personas más íntimamente vincu- ladas a Contorno: León Rozitchner, Noé Jitrik, Ramón Alcalde y mi hermano Ismael. Digo –es un decir, ¿no?–, el excelente trabajo de León Rozitchner sobre Mallea. Descifrando toda la serie de astucias, de estrategias literarias, intelectuales y culturales que utilizaba Mallea para justificarse frente a un presunto público. Incluso cuestiona, cuestionó en ese momento nada menos –sí, ahora ya es historia antigua, pero que tiene una vigencia impresionante– al doctor Francisco Romero que escribió un artículo sobre La pasión argentina diciendo que era “la presencia renovada de Descartes”. Pues bien: León Rozit- chner lo denuncia sistemáticamente al doctor Francisco Romero y, desde ya a Eduardo Mallea. Excelente trabajo. Como se hace en clase, allá en la calle Puán, convendría releerlo. Porque Mallea reaparece, natural- mente, sostenido por todo el aparataje de La Nación, que sobrevive cada vez más miserable. ¡Hay que escucharlo a Eduardo Mallea: era tan imbécil, este hombre! (risas) que después de la caída de Perón, en el año 55, dieron

333 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

Sobre todo, me parece muy consi- Pues bien, prescindible Ramón derable en un momento en que el Alcalde, a quién quiero recordar con sistema, el aparato liberal de entonces, precisión en un trabajo excelente: “La La Nación y Sur, lo denostaba. Incluso, iglesia argentina, cuestiones para su con el andar del tiempo, nunca se cita. uso”, como si fuera un remedio. Exce- Se cita un trabajo lente. Y una polémica sagacísima que Toda esa jungla de pseudó- de Cortázar en ese momento tenía una conside- nimos –porque utilizamos, por donde efectiva- rable actualidad, por muchas razones, razones tácticas, algunos, una mente lo reivindi- polemizando con el llamado “colo- cantidad de pseudónimos–. caba a Marechal rado” Ramos. Decía: “señor, usted de Se trataba de hacer creer que y al Adán Bueno- problemas de imperios, bartolea más teníamos más gente de los que sayres. Pues bien: o menos de manera sistemática, no se éramos (risas); éramos muy quiero decir, y confunda”. (risas)... Ramón Alcalde. pocos. Esa cantidad de pseu- subrayar públi- Y mi hermano Ismael. Que, creo, dónimos... (que a veces releo, camente, que era en toda esa jungla de pseudónimos ahora con este motivo de la todo un desafío... –porque utilizamos, por razones reedición), ya francamente no Digo, porque tácticas, digamos, una cantidad de sé quiénes fueron los autores creo que además pseudónimos. Se trataba de hacer de uno u otro artículo. es el núcleo creer que teníamos más gente de fundamental de los que éramos (risas); éramos muy Contorno, el ademán contornista, porque pocos. Cantidad de pseudónimos que implicaba reivindicar a un tipo que a veces los releo, ahora con este como Marechal que estaba condenado, motivo de la reedición, y francamente en ese momento, por sus vinculaciones ya no sé quiénes fueron los autores políticas anteriores. de uno u otro artículo. Pero bien, lo Alcalde: memorable. ¡Alcalde! “¡De ponemos en el capítulo, en el rubro... qué barrio sos que Castillo no te como decía una película que vimos en canta!”. Alcalde, Ramón Alcalde, el el cine Trocadero: “estoy en el rubro que tenía mejor formación humanís- de la construcción”, decía un perso- tica de todos nosotros, porque había naje (risas). Pues bien, estábamos en estado años en la formación jesuítica, el mismo rubro. Ismael... (silencio) rigurosa, y después años psicoanalizán- escribía de política, y lo hacía muy bien. dose. Él decía: “lo que yo he pagado a El otro día alguien me comentó –esas los psicoanalistas no te lo podés llegar anécdotas que también ocurren, con a imaginar”, años... Desde ya, compo- mayor o menor rugosidad, con mayor nentes marxistas, etc.; era, para decirlo o menor densidad–, que Ismael era el sintéticamente, repito, la persona con hombre joven que tenía más condi- mayor nivel intelectual, con mayor ciones para ser líder político en la formación clásica. Incluso, los buenos Argentina. Apostó a una mano de la muchachos de la facultad, no sé cuál de que yo no participo pero, en fin, es ellos, de la calle Puán, lo despacharon otra historia. porque daba Griego, e iban cinco Dando otro paso adelante... ¿No se alumnos a sus clases. Como iba poca puede fumar, acá? gente, entonces hay que prescindir de (Horacio González responde: “Sólo Ramón Alcalde, ¡que leía griego de aclarando que estamos transgrediendo corrido, a libro abierto, griego clásico! todas las normas...”).

334 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

Y desde ya, para eso estamos (risas)... que iba a unas clases que provenían ¿Alguien me da un cigarro? Gracias, de un hombre considerable, Puiggrós. compañera, ahí está... ¿Tenés Iba él, iba Masotta e iba Correas; era fueguito? (risas). el ala “peronistoide” de Contorno. Bueno, ahora sí... Los laterales de Pues bien, esos episodios hoy los niega Contorno. Ahí hay tres figuras consi- sistemáticamente. derables, desde todo punto de vista, Sebreli, Masotta: eran brillantes, sobre porque, en algunos casos, su trayec- todo Oscar Masotta y Carlos Correas, toria se la ve con el andar del tiempo... realmente. En el caso de Oscar, una En el caso de Sebreli, diría que no especie de fascinación permanente me asombra, casi podría haber estado por el vient de paraître: tener el último esperando eso. No lo voy a injuriar, librito con la faja que decía –debe simplemente voy a descubrir, describir seguir diciéndolo– “acaba de aparecer”. su trayectoria. En una mesa redonda Pero, lo comentaba entonces y ahora televisiva, en la que participamos con lo rescato, de una lucidez considerable Horacio González, él estaba. Se reivin- desde todo punto de vista. Podría decir, dica, actualmente como en prolon- “considerable” me parece palabra casi gación del primer Sartre. Habría que maliciosa, excepcional. Es que lo estoy decirle, yo no lo dije, lo digo ahora, viendo desde aquí al viejo compa- lamento que no esté, que no puede ñero Lafforgue, que recordaba, en un proclamarse de ese modo y apoyar la libro que acaba candidatura de López Rega... ¡López de salir y que yo Sebreli, Masotta: eran Rega, valga el lapsus! ¿Cómo se llama leí atentamente, brillantes, sobre todo Oscar este otro caballero? López Murphy, un examen que Masotta y Carlos Correas, tanto vale (risas y aplausos). Apoya le tomaron a realmente. En el caso de Oscar, la candidatura de este señor ¡reivin- Masotta delante una especie de fascinación dicando a Sartre! Yo pregunto: ¿qué de un profesor, permanente por el vient de tiene que ver Sartre, al nivel que sea un señor que paraître: tener el último librito del análisis crítico, con este caballero se llamaba con la faja que decía –debe que es un pelafustán como otros Victorica, que seguir diciéndolo– “acaba de tantos pelafustanes, que nos han ido era un malen- aparecer”. Pero, lo comentaba segregando y distribuyendo los diarios tendido, lógica- entonces y ahora lo rescato, de del sistema, especialmente La Nación? mente, en el que una lucidez considerable desde López Murphy... Es decir, mi querido tuvo la sensación todo punto de vista. Juan José, tampoco se lo dije, es que de que Masotta a veces me tienta fingirme educado y sabía mucho más que el profesor. Y no tener buenas costumbres; usted elude me cabe la menor duda. Si tuviera que concretamente su fascinación, legí- tratar de ser ecuánime, digo, en este tima desde ya, por el peronismo de caso, le objetaría eso: la fascinación y entonces, de la época de Contorno. el reemplazo permanente por las cosas Usted acusó a otras personas, subra- que tenían prestigio, ya fuera Sartre, yadamente, de haber sido peronistas Merleau-Ponty, eventualmente, o pero tendría que haber dicho: “yo Juan de los Palotes, hasta terminar también fui peronista”. Incluso, su en Lacan... Pienso, en este momento, peronismo, creo que se puede corro- si no tenía derecho a hacerlo, se borar con dos inflexiones: la primera, divertía... Allá él: fue el hombre que

335 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

divulgó, aquí y en España desde ya, de Contorno, Adolfo era la derecha. toda la cosa lacaniana. Era parte de su Decía, escribió un libro considerable, avidez de estar al día, tener la última desde todo punto de vista que habrá cita posible, posible e intimidatoria. que recuperar: La literatura autobio- Y el caso de Correas, y ya entramos gráfica argentina. en una zona... inquietante ¿no? ¿Sí? Las mujeres... (silencio). Un poco Cuando, ¿cómo era?: “Cuando oigas de mujeres hace al amor más puro... sonar las campanas, no preguntes por (silencio). quiénes son, por Tengo aquí anotado, con iniciales, a [Correas] es el único, de las quién tocan, están Adelaida Gigli. Suenan las campanas, personas de Contorno que se tocando por tí”. ¿sí?, desde ya. He leído un trabajo, suicidó. Creo que abriría un ¿Sí? Podría decir, también, excelente; León, mi querido capítulo más que considerable más que mali- León... En Cuba, alguien me corrigió la presencia del suicidio en la ciosamente, casi porque yo digo “Lión” y no “León”, literatura argentina, en lo que malignamente: hay que decir “León” (los leones en rodea a la literatura, ¿no? es el único, de Cuba son con “e”, en Argentina, en las personas de Buenos Aires, con “i”: “¡es un lión!”, Contorno que se suicidó. Creo que ¿sí? Y no come verduras)... Un artículo abriría un capítulo más que conside- sobre Adelaida... No te duermas, rable la presencia del suicidio en la León, por favor (risas), ánimo, ánimo, literatura argentina, en lo que rodea a vamos a ser breves, y te vamos a la literatura, ¿no? mimar. Adelaida. Otra mujer que no Sebreli, Masotta, Correas. Quiero aparece nunca nombrada: el nombre, rescatar, por muchas razones, a otro confieso, me sigue intimidando un amigo. Entre otras, por su condición poco: Regina, que en realidad era de provinciano obstinado: Adolfo Perla, Perla Gibaja. Aquí, en Contorno, Prieto. Probablemente él, no sé si de hay un trabajo de ella sobre la versión una forma muy evidente, se flagelaría. del feminismo que da Ernesto Sábato: Pero así es como ha elaborado Adolfo excelente. Perla Gibaja, que no sé qué su primer libro que se llama, nada ha sido de ella, no lo sé. menos, Borges y la nueva generación. En el orden genérico, del género –a Yo creo que ese libro, de cualquier mí confieso que lo de género todavía manera, correspondería rescatarlo me hace pensar en la tienda “Las porque he leído críticas donde dicen Filipinas”, pero en fin, son mis limi- que la gente de Contorno no había leído taciones–, Susana Fiorito, que en el a Borges. Yo creo que lo había leído, momento en que Contorno empieza a en ese momento, con una perspectiva politizarse explícitamente es, cada vez muy crítica. Adolfo Prieto, que en ese más, decisiva. Susana Fiorito que vive momento publica varios libros consi- en Córdoba.. derables, desde ya, publica uno que Y después, otra mujer, León: Diana me parece rescatable, No aparece en la Guerrero. Tiene un libro que se llama foto, en el número que han editado, Arlt, el habitante solitario. El nombre en la lista de gente responsable de la se lo puso una amiga de ella, que yo revista; lo fue lateralmente. Podríamos he perdido, como tantas allá, pelirroja. decir que si Masotta, Correas y Dijo: “salió el habitante” y ella dijo, Sebreli presuponían ser la izquierda “el habitante solitario”. Se han hecho

336 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

dos ediciones de ese libro, excelente, hombre de Contorno. Y, desde ya que yo creo que es el mejor libro sobre aparece la muerte y cómo. Digo, que Roberto Arlt. Diana Guerrero. es un tema que está ahí, permanente- En ese rubro femenino, una compa- mente, un problema, es algo que, creo, ñera que trabaja con nosotros en el corroe prácticamente toda la colección equipo, allá en la calle Puán, está de Contorno. trabajando sobre Boedo y Florida, Lugones y Walsh, sobre todo teniendo señala algo que me parece considerable en cuenta algo que hace a noso- para establecer sincronías y diacronías tros mismos: el recorrido lugoniano –así se llaman a los árboles genealó- contrapuesto al recorrido de Walsh. gicos–, la presencia decisiva del juve- Esto, lo hemos planteado en alguna nilismo en Boedo y Florida: un libro oportunidad, creo que habría que de un norteamericano que, hablando considerarlo. En el caso de Lugones, de Boedo y Florida, titula: Los últimos desde la izquierda hacia la derecha, el hombres felices. Incluso, esta compa- desplazamiento; en el caso de Walsh, ñera que está haciendo su tesis sobre a la inversa: desde la derecha hacia la Boedo y Florida, señala algo que izquierda. Y en el caso de Lugones, me parece muy sagaz, digo, por los propongo, a partir elementos contradictorios y políticos, del discurso de Algo que intentamos ver, está ahí la política: el enfrentamiento, Ayacucho, en el el centro, el eje, el carozo dentro de Florida, entre la gente que 24, cómo en ese de Contorno, al cual yo le simpatiza con Alvear –don Marcelo, discurso, releído adscribo, me parece, desde modelo de presidente liberal– y la en numerosas ya, el rasgo polémico, que es gente que apuesta a la mano de Hipó- oportunidades, el ademán contornista: Hay lito Yrigoyen. Una interna ¿sí? Alvea- está el carozo un ademán que es la confron- ristas, “pelados y peludos” se decía –con inflexiones, tación de Lugones y Rodolfo entonces, y la presencia de Borges: de acuerdo a Walsh. Porque Rodolfo está Borges yrigoyenista. Digo, las vueltas cada coyuntura vinculado, lateralmente, a del mundo, ¿no? Borges payador: histórica, desde Contorno. Podría decir, si me “Radicales, los que me oyen/del audi- ya, con matices– pusiera enfático, es el mejor torio presente, /el único presidente/ hasta llegar a hombre de Contorno. Y, desde es el doctor Yrigoyen./Son turros los Galtieri. Año ya que aparece la muerte y que desoyen/este llamado al laburo/y 30, Uriburu; 43, cómo. Digo, que es un tema que desde esta noche juro/encontrar un jornada reden- está ahí, permanentemente, un argumento/para joderlo a Uriburu”. tora de la patria; problema, es algo que, creo, Jorge Luis Borges (aplausos)1. 4 de junio, el corroe prácticamente toda la Dando otro paso adelante. Algo que 55; 66 que, de colección de Contorno. intentamos ver, el centro, el eje, el pronto recuerdo carozo de Contorno, al cual yo le –digo, uno ya recuerda cosas invero- adscribo, me parece, desde ya, el rasgo símiles–, el primer personaje que en polémico, que es el ademán contornista: la Argentina tiene carisma. La palabra Hay un ademán que es la confronta- “carisma” era una palabra académica, ción de Lugones y Rodolfo Walsh. técnica; y de pronto, previsiblemente ya Porque Rodolfo está vinculado, late- visto en perspectiva, el señor Mariano ralmente, a Contorno. Podría decir, Grondona le adjudica a este personaje si me pusiera enfático, es el mejor la cateogría de carisma. El otro día

337 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

escuché que “este señor de Gualegua- un símbolo, sino corroborándolo, ychú tiene carisma” (por Alfredo de valorándolo, con la guerra. Y ahí fue, Angeli). Pues bien, el primer caris- entonces, la dictadura del 76 al 83: mático en la Argentina, por el empe- ¡quieren ir a la guerra! Es decir, desde ñoso trabajo del Dr. Grondona, fue el el elogio del sable, el elogio del sable inefable general Onganía. está in nuce, se decía, ¿no?, en potencia, Decía, a partir del 24 –y voy termi- para ir a la guerra, eventualmente con nando, porque me canso, entre otras Chile o con la “gloriosa” Guerra de cosas–, el carozo de cómo se llega a Malvinas. Desde el año 24 hasta el 82: David Viñas exaltar al sable, no simplemente como itinerario interno, ¿no? Recorrido del pensamiento militar en la Argentina. En orden de cortes y continui- dades, hablando de Contorno. César Fernández Moreno organiza en París un número especial, que es la conti- nuación y culminación de Contorno, en la revista de Sartre. Creo que, en alguna oportunidad, Horacio González me dijo de la posibilidad de publicar ese número, enorme, dedicado a la Argentina en diciembre del año 81: un número íntegro dedicado a nuestro país2. Digo, continuidades, ¿no? El saludo a César que era un hombre que venía de otra franja pero que en un momento dado reivindica nuestra tarea –creo que en ese número–, dice: “César Fernández Moreno. Dedicado a la gente de Contorno”. Digo, es en el 81; continuidades. Prolongaciones, flecos de eso que, sugiero que se llame, se titule, se designe ademán de Contorno. Hay algunos tomos de literatura argentina que vale la pena mencionar. Dos, quizás, para no abundar: el tomo de María Pia López y el de Guillermo Korn, que también creo, pueden considerarse involucrados en esta continuidad. Sí, la pedantería, mirá, dale que va... Sincronías y diacronías. Pues bien, y voy llegando al final. ¿Qué es hoy el ademán de Contorno? Frente a La Nación, creo que La Nación, lo hablaba con una compañera cuyo apellido lamento no recordar, es la

338 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

estructura política-cultural más densa Solá. La Nación es un típico ejemplo en la Argentina de este momento. de doble discurso; esto lo he dicho allá, Tengo que aclarar, intercalo, que yo en la calle Puán y lo retomó acá, preci- no soy del grupo K. Con la K, creo, samente, incluso esperando provoca- mi relación se limita a Kafka y a un tivamente, que haya algún vigilante personaje kafkiano. Quiero aclararlo vinculado a La Nación, desde ya (risas). con precisión, porque se me repite el Cotidianamente, La Nación saca el enfrentamiento, digo: yo estoy, perso- santoral. Y se describe a sí mismo, nalmente, en polémica tanto con La se evalúa a sí mismo posicionándose Nación como con el gobierno de K. En como diario católico. Desde ya que La Nación me voy a encarnizar, desde eso apareció en la audición en la que ya; en lo que respecta al gobierno K, estuvimos con Horacio González, que podría abundar en otro momento, estaba Sebreli y un joven voluntarioso desde ya que sí. llamado Fernando Iglesias. Porque yo En una época se decía que las estruc- le recordé el itinerario, los períodos turas más serias en la Argentina eran de La Nación al señor Morales Solá, el ejército y el partido comunista. que facionaba, digamos, esta reunión Hoy creo que la estructura global, el en la que teníamos que hablar sobre paquete totalizador, está radicado en los intelectuales argentinos. Desde ya, La Nación. Hay un señor que se llama en 1900 estaba la tradición liberal; Morales Solá. Y tiene una audición escribía Unamuno y otra gente por el de la televisión que se llama “Desde estilo. Incluso algunos anarcos como el llano”. Yo, oportunamente, le dije: Pío Baroja, Azorín, etc. Y sobre los “perdón, Morales Solá, usted no habla años 20 hay una mutación muy consi- desde el llano; usted habla desde el derable porque expulsan de La Nación poder, y el poder que está detrás de a un hombre casi imperceptible que usted que es La Nación; usted es un era Carlos Alberto Leumann, por hombre de La Nación”. Es una posibi- escribir un cuento sobre la virgen de lidad que ya se ha institucionalizado y acuerdo a la tradición evangélica, es en muchos, muchísimos casos de inte- decir la virgen con otros hijos, etc. lectuales, se produce hoy, no tanto ya Lo expulsan de La Nación. Hay una por el ninguneo como por la coopta- carta obscena –hay dos, son dos–. ción. El caso de Sebreli es un ejemplo Una es del Arzobispo de Buenos Aires típico de cooptación de un hombre exigiéndole al director de La Nación que viene de la izquierda y se instala en que lo expulse al señor Carlos Alberto La Nación, y es recibido amablemente, Leumann; y la otra carta es abyecta, probablemente con más amabilidad es del director de La Nación, año de lo que se suele utilizar con la gente veintitantos, 27, creo, Jorge Mitre, presunta de la izquierda. pidiéndole disculpas al Arzobispo Morales Solá. ¡Morales Solá no tiene por el cuento que se ha publicado, y vergüenza! (aplausos). Porque, perma- diciendo que es una vergüenza terrible. nentemente, incluso, en sus artículos, Es la obsecuencia más abyecta que yo habla denunciando “el doble discurso” he leído en muchos años: años, vein- del gobierno actual. ¡El doble discurso, titantos, en La Nación. Pues bien, de denunciado desde La Nación, por ahí al doble discurso: todos los días el intermedio de este caballero! Morales santoral, por un lado, Santa Genoveva

339 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

de Bravante, San Ignacio Pocatierra Nación, en este momento, creo que Abad y Crisantemo... todos los días. es nuestro adversario más... decisivo. Pero, en la sección de artículos subra- Entre otras cosas porque es un diario yados, profesionales, aparece la lista proxeneta (risas y aplausos). de las chicas: culitos, lolitas, universi- tarias, preferentemente de Filosofía y Letras, chicos rugbiers –es un festival, (*) Presentación de la edición facsimilar leerlo (risas)– desde ya. Santoral, y de la revista Contorno (Ediciones Biblio- esto: doble discurso. Es decir, que La teca Nacional), 31 de julio de 2008.

NOTAS 1. “...y desde esta noche juro/no descansar un momento/en buscar un argumento/pa joderlo a Uriburu”, según consta en los comienzos de la novela del propio Viñas Hombres de a caballo. 2. Tiempos Modernos. Entre el populismo y el militarismo, Ediciones Biblioteca Nacional, 2011.

340

342

Entrevista León Rozitchner: “Ser coherente significa estar empecinadamente metido en ahondar una idea” Por Ana Da Costa y Sebastián Scolnik Pensar una idea, cotejarla, desplegarla. Volver a ella una y otra vez, al punto de la obsesión. Retomarla para encontrarle nuevas posibili- dades, nuevas relaciones. A esa persistencia, León Rozitchner la llamó coherencia. Y esta coherencia era fundamental, pues se ponía en juego todo el tiempo al confrontarse con sus adversarios. Discutir con otros –y León lo hizo con la izquierda, con el peronismo, con el cris- tianismo, con el liberalismo y, finalmente, con el judaísmo– era confrontarse a sí mismo en el núcleo más íntimo de la propia subjetividad. En julio de 2008 lo entrevistamos para el programa de radio de la Biblioteca. Lo invitamos para conversar sobre Contorno, que acababa de ser reedi- tada. Ese día estaba de muy buen humor, aunque se mostraba escéptico respecto al interés que nos generaba aquella experiencia editorial colectiva; un espacio en el que encontró “los orígenes” que había ido a buscar a Europa, y en el que los cruces entre variadas perspectivas “disciplinarias” no eran una decisión de estilo sino el fruto de la concurrencia entre trayectos dispares. Contorno les había permitido hablar, en un contexto domi- nado por el liberalismo abstracto y un naciona- lismo con vetas autoritarias, pero no para decir cosas sobre lo que ocurría sino para no caer en la indignidad de “callar las propias vergüenzas”. LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

LB: Antes de comenzar la entre- noción del intelectual, podía tener vista, preguntabas con sorpresa: “¿se un lugar como una invitación a siguen tomando en serio todavía a pensar la actualidad. Contorno?” LR: Claro, pero cuando vos hablás León Rozitchner: Es cierto, no de lo fundador, por ejemplo, cuando entiendo por qué, después de tanto comenzaron a construirse las grandes tiempo, se sigue tomando en serio ciudades, la gente vivía simplemente. a Contorno. Para nosotros fue una No se daba cuenta que estaba cons- aventura juvenil, digamos, aunque truyendo los cimientos de lo que en realidad no éramos tan pendejos luego serían las grandes ciudades, tampoco; tenía treinta y tantos años. ¿no? Y respecto de los cruces, noso- Pero, de todas maneras, cuando uno tros mismos estábamos cruzados. No se metía en esto, y nos reuníamos para es que nosotros decíamos: “vamos a escribir, tomábamos muy en serio la hacer cruces entre la sociología y la lite- realidad. Aunque no nos creíamos que ratura, y la sociología con la política, después de tanto tiempo se nos siguiera para elaborar un tejido nuevo sobre el tomando en serio a nosotros. Y bueno, fondo del que todavía no existía. No. parece que fue así, ¿no? Hacíamos lo que nos salía, estábamos más bien cruzados, esa era nuestra LB: Lo que pasa es que cuando deci- experiencia personal, y de ese cruce dimos reeditar Contorno, tuvimos la salía el hecho de que mezclábamos intención de hacerlo para despejar las cosas y las referíamos unas a otras. su connotación mística. Para noso- Pero hay que tener presente, también, tros se trata de una revista de la que que de alguna manera, todavía estaba siempre se habla en el campo cultural presente el fondo de la guerra, y no pero pocas veces se puede acceder solamente en Argentina, que la había a los volúmenes, a los materiales vivido de reojo, sino sobre el fondo de que esa experiencia produjo. Pero todo lo que se produjo después de la nos interesaba también, no porque Segunda Guerra en Europa. Y noso- quisiéramos volver a aquella expe- tros estábamos orientados o incluidos riencia por alguna clase de pasión dentro del universo de la cultura fran- fetichista, sino porque Contorno cesa, recordá a Sartre y los personajes lograba cruzar política, historia que surgieron de allí. cultural argentina y literatura, redefiniendo un poco los términos LB: ¿Pensás que Contorno surge del campo cultural, diríamos, con como necesidad de expresión de una una vocación fundadora. Hoy, en generación? épocas en que el mercado ha banali- zado tanto la crítica cultural, donde LR: Mirá, no es que fuera una nece- todo pasa por los suplementos de los sidad. Volvemos a esa idea de los espa- grandes medios de comunicación, cios fundadores. Algo faltaba, porque nos parecía que una experiencia si no nos hubiéramos incluido en ello. original, con cierta pretensión En Sur no se podía: Murena estaba fundadora y con un compromiso en Sur y de alguna manera pertenecía liado a la idea de reelaborar la allí. Nosotros todavía estábamos en

343 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

el margen, éramos recién llegados a que no era muy democrática. Pero no la cultura y, casi, si vos querés, ines- creo que fuera comparable al fascismo perados porque no salíamos de aque- como algunos sí lo comparan. llos lugares bien constituidos, de buena familia. No éramos cultos en LB: Vos dijiste alguna vez, en el sentido estricto de la palabra, que una entrevista que te hicimos en refiere a la cultura arraigada, francesa, La Biblioteca, que viajaste a Francia en la literatura, con buenos modales. a buscar tus orígenes. Pero te diste Y sobre todo aliados, evidentemente, cuenta que ese origen lo encontraste, con Estados Unidos y Gran Bretaña, de alguna manera, en la experiencia como estaban ellos. Lo que no quiere de Contorno. decir que no estábamos del lado de los Aliados. Justamente, lo que faltaba LR: Sí, yo estaba en la Argentina, viví allí, era el lado que estuviera con los en Argentina, me desarrollé en Argen- Aliados, pero que no asumiera su tina. Era un judío de la calle, cuando perspectiva ideológica. Del otro lado vivir en la calle no tenía el sentido que estaba el nazismo, estaba el reguero que tiene ahora. Qué se yo, era andar en había dejado como marca el nazismo la esquina de la casa, salir en grupo en Argentina, el nazismo nacionalista. con los muchachos del barrio. Bueno, Del que también Perón fue un adepto yo sentía la Argentina, y al mismo en su momento, dejó hacer, venía tiempo sentía con ella una distancia, impregnado de ideas que tenían que puesto que había algo con lo que yo ver con no tanto no coincidía. Por supuesto que mi El origen está en todas partes. Y con el nazismo origen judío tenía que ver con eso. por lo tanto, también allí donde sino con la escena Yo venía de una experiencia que no uno nace, donde uno tuvo las italiana. Él había era personal pero que venía trasmitida lastimaduras y las marcas más ido a observar, por mis padres, una lengua distinta, profundas, sea cual fuera el enviado por el un origen distinto, una rememora- lugar donde habitaras. Por lo Ejército Argen- ción sobre todo referida a lo que fue tanto, allí sentí que mis marcas tino, la guerra en la persecución de los judíos. Tenía mi estaban aquí, en Argentina, y Europa. De modo abuelo que era rabino y venía huyendo no en algún lugar de afuera, tal que él, como de Europa, de Besarabia, de Lituania. donde las había ido a buscar. observador, veía Y todo eso pesaba, aunque no fuera ni Allí estaba el origen de estas con cierto interés religioso, ni tuviera una cultura judía marcas que tenían, a su vez, esa perspectiva. muy amplia. De alguna manera, yo otro origen. Y que son las mías, Tanto es así sentía que tenía una distancia con el las marcas propias. Fue una que, al llegar acá modo en que se vivía la realidad. Era especie de duelo y melancolía. Perón, accede al como si a la gente con la que uno parti- poder a través de cipaba de la vida cotidiana le faltara la vía militar para ponerle un límite al esa dimensión, esa tercera dimensión, surgimiento del comunismo. Y tiene, que hace que Freud pueda decir que el por lo tanto, que imponer el Estado judío tiene una arquitectura psíquica de Bienestar en Argentina de un modo distinta, ¿no es cierto? Y esto no es muy particular, con las características para hablar ni bien ni mal de ella, es de severidad sobre el ejercicio del simplemente distinta. Y uno veía, en poder, la población y los opositores, última instancia, a los inmigrantes y

344 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

comparaba: los inmigrantes judíos y alguna manera sentía que yo también los inmigrantes italianos, el tipo que estaba en un viaje de retorno a lo que tenía el almacén en la esquina, el que ellos habían dejado, pero en mi caso, a vendía verduras con el carrito en la lo que mis padres habían dejado atrás. esquina. Y uno veía que sí, que eran tipos que también venían de algo LB: ¿Y la experiencia en Contorno, a distinto, pero no venían necesaria- tu regreso? mente de la persecución; venían de la pobreza extrema, de ser campesinos. LR: Bueno, yo me había dado cuenta Y, justamente, yo fui a Europa porque de que el origen está en todas partes. Y quería volver al origen, que no era el por lo tanto, también allí donde uno origen específico de mi familia sino el nace, donde uno tuvo las lastimaduras origen de la cultura. y las marcas más profundas, sea cual Cuando yo viajé, iba con los inmi- fuera el lugar donde habitaras. Por lo grantes, ahora me acuerdo: eran treinta tanto, allí sentí que mis marcas estaban días de viaje en un barco, el Filipat, que aquí, en Argentina, y no en algún lugar todavía funcionaba a carbón. Fue el de afuera, donde las había ido a buscar. primero que había cruzado, según me Allí estaba el origen de estas marcas que dijeron, el Canal de Panamá cuando tenían, a su vez, otro origen. Y que son se abrió. Un enorme barco negro. Lo las mías, las marcas propias. Fue una más melancólico que escuché, cuando especie de duelo y melancolía. entraba al barco, fue algo que dijeron por los parlantes: “atención, atención, LB: Es muy renombrado el modo il que no e pasaggero a terra”, que en que el crítico uruguayo, Emir quiere decir: “el que no es pasajero Rodríguez Moregal, se refirió a la que se baje”. Ese momento marcó ya experiencia de Contorno, como una el corte, yo me quedo en el barco y generación parricida, que mató a toda mi familia, toda la Argentina se sus propios padres. Si esta afirma- queda atrás. Ese il que no e pasaggero a ción, tan difundida, fuera acertada, terra me quedó marcado. Y bueno, yo ¿quiénes serían esos padres? volvía con aquellos que habían venido a buscar sino el origen, quizás un LR: Sí, bueno, era un gesto... de lugar que Argentina no podía darles, a Monegal (risas). Él escribió un libro, El pesar de que hubieran venido a buscar juicio de los parricidas, y debo confesar solamente holgura. Venían en cama- que allí yo ocupaba un lugar destacado rotes de tercera, del mismo modo que en este acto del parricidio, lo que me estaba viajando yo en ese momento. A asombró un poco, porque yo, el parri- la mañana salías porque no se podía cidio de mi viejo lo había hecho en su estar en el camarote, la ventilación se momento, pero ya había pasado, me cortaba. A la noche llegabas, sacudías había reconciliado, por decirlo así ínti- las sábanas para que las cucarachas del mamente, con él, para siempre. Pero barco se fueran, o rociabas con DDT, no sé, era entrar en una especie de “ser que en esa época era lo que había, y te visto desde afuera”, que es un poco lo acostabas sin moverte mucho para no que pasa aquí, ahora, con ustedes; me lidiar con los bichos. Y bueno, otra vez estoy viendo desde afuera, desde lo que veías esos campesinos que volvían, y de advino, aquello que uno hizo con un

345 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

grupo de compañeros, y que ahora es laridad tramada por el cruce entre visto desde afuera como algo que tiene esos temas y las propias biografías y una relativa importancia intelectual, no que daban inicio a una forma en el sé. De alguna manera, también cuando tratamiento de los lenguajes y estilos Rodríguez Monegal dice eso, a noso- intelectuales. Quizá, visto desde tros un poco nos extrañó. Nunca nos hoy, lo más llamativo de Contorno sentimos parricidas, por otro lado. Más fue la constitución de un colectivo bien era la visión de una generación que que se abrió un lugar para decir lo estaba por encima de la nuestra y que que ustedes sentían que era nece- veía, quizás, que nosotros hacíamos lo sario decir, en un contexto, entre que ellos no. el liberalismo y el peronismo, en el que ciertas sensibilidades no tenían LB: Hay algo que puede ser muy lugar público. importante poner de relieve respecto a Contorno: la tarea de un grupo de LR: Si uno tuviera que resumirlo, gente que, motivados por ciertas pensando en esa época, diría que, de razones políticas, intelectuales y, pronto, lo que apareció es la lucha fundamentalmente, existenciales, contra la hipocresía. El artículo que decide emprender una experiencia yo escribí sobre Mallea, que cuando lo cuya característica fundamental volví a leer me dio un poco de vergüenza consiste en fundar sus propias por lo que le debe haber producido a reglas, en los temas que trataban, él cuando lo leyó, se llamaba “Mallea en el modo de escritura, en la expe- y nuestras vergüenzas”. Y ese artículo rimentación con el lenguaje. En ese lo escribí porque creía que lo que los sentido, hay como un corte dado escritores y la sociedad toda, escondía por la singularidad de poder decir sus propias vergüenzas. Eso que, justa- las cosas que sentía esa generación, mente, hay que habilitar para poder o si no esa generación al menos decir algo. Sino escribís desde allí, ustedes, las cosas que consideraban evidentemente, sos un tipo que se está León Rozitchner que era necesario decir. Una singu- tapando. Y creo que Mallea era el proto- tipo de aquel que ocultaba sus propias vergüenzas, sus propios cimientos. Por lo tanto, lo verdaderamente funda- cional de lo que estamos hablando, tiene que ver con fundar una forma de concebir la persona, el ser un sujeto dentro de una sociedad. Recuperar ese lugar que quedó soslayado, y eso podés encontrarlo en la literatura de la época, yo no soy ducho en esto, pero Borges mismo oculta; mostrará algo en algunos poemas, pero en su puta vida habla de sus propias vergüenzas. Y pienso que el hecho de haber acce- dido a poder hablar desde allí, desde las propias vergüenzas, y mostrarse sin

346 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

reparos –lo que no quiere decir que se bien canonizadas, vergüenzas más bien lograra completamente, no se trataba “importantes”, que son las que elegía de ponerse al desnudo, pero de alguna Mallea. El libro ese era impresionante, manera era vestirse con un ropaje más cuando yo lo leí me quería caer de culo traslúcido para ser visto– es lo que, de porque no podía algún modo, logramos. O algunos lo entender por logramos; otros eran más duritos y qué estos seño- Al entrar Contorno en un no mostraban todas sus vergüenzas. ritos vivían de contexto académico, fue desna- Algunos lo hicieron ya posteriormente, esa manera. ¡Ay!, turalizándose aquello que, pero fueron unos desvergonzados de se golpeaban el justamente, al querer poner mierda, como puede ser alguno que pecho por cosas de relieve como caracterís- colaboró al principio en Contorno. que eran tonterías, tica original, se encubre. Es pequeños pecados, increíble, ¿no? Es la trituración LB: Hablando de Mallea, en tu intrascendentes, y la corrosión de toda apertura, artículo de 1955, “Comunicación y los presen- que cuando entra la academia se y servidumbre: Mallea”, escribís: taban inflán- destruye. Cuando leo las cosas “Desde San Agustín hacia acá, y dolos, dándole que se escriben sobre Contorno, un poco antes, todos somos misera- una dimensión aunque es muy poco lo que bles por definición, gente perdida extraordinaria, he leído, la verdad, aunque a y difícilmente rescatable. Pero al metafísica; y eran veces alguien me cuenta, de reconocer esta miseria general, que tonterías, real- lo que hicimos no quedó real- siendo de todos no es de nadie, o al mente, que noso- mente ese empuje primero que, presentarnos con los caracteres que tros cometíamos de alguna manera, te lleva a la generalidad adora señalar como sin necesidad de escribir de otro modo. miserables, hemos así cumplimentado decir nada de ellas, nuestra conciencia y pagado nuestro porque no valían la pena. En cambio, tributo a la realidad. Estamos lejos las verdaderas vergüenzas, el verdadero de pensar que los pecados de San soporte de estos sujetos del pensamiento, Agustín puedan, hoy en día, con mentirosos, ocultadores, eso era lo impor- almas menos ingenuas y más sumer- tante de poner de relieve y eso fue lo que gidas en el mal y la responsabilidad, tratamos de hacer algunos. tornar a nadie pecaminoso, –a no ser frente a un dios falto de importancia LB: Es como si estas palabras reso- para nosotros”. ¿Cómo ves esta frase naran en la actualidad, como si leída desde hoy? ninguno pudiera escaparse del contenido y de su sentido... LR: Mirá vos, en el comienzo hablo de San Agustín y luego termino escribiendo LR: Bueno, es como si lo hubiera todo un libro sobre San Agustín; no sobre acabado de escribir ahora, es increíble. él directamente, sino peleándome y discu- Porque esto, al mismo tiempo, sirve tiendo contra él. Está bien, me complace para reconocer que no he cambiado escucharme, escucharte. Porque muestra mucho, que la vida no ha servido para que hay una coherencia. Tampoco se nada... Pero realmente siento que sería trata de las “falsas” vergüenzas, porque casi el mismo lenguaje que podría hay vergüenzas que se disfrazan de utilizar ahora para decir un poco lo vergüenzas, que son vergüenzas más mismo, con la experiencia que te da el

347 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

tiempo. Pero lo que más me toca de LR: Sí, en eso estaba Murena y había todo esto, no es el que yo siga siendo toda una lucha ahí. A mí me sorprendió el que fui, sino que la realidad se haya porque, de pronto, uno trataba de vos a ido degradando y que no hayamos todo el mundo, pero en ciertos lugares podido incidir en nada sobre ella para tenías que tratarlos de tú. Era una reivin- que eso que dije hace 40 años no se dicación mínima, te diría. Pero bueno, pudiera decir más. eso con el tiempo se hubiera desecho. Pero fue un enfrentamiento, real- LB: Cuando Contorno sale es porque mente. Fijate vos la sutileza del enfren- había algo, del orden de aquellas tamiento: el tú o el vos. En esa época se vergüenzas calladas, que no tenía el usaba el sombrero, yo lo odiaba, pero espacio para ser dicho. Y hoy, parece hasta lo veintitantos años lo usaba. E que hubiese una situación diferente, iba al secundario con el sombrero, ¿te una suerte de incitación permanente das cuenta? ¡Ridículo! (risas). a decirlo todo sin decir nada, o sin que lo que se dice tenga implican- LB: ¿Qué te pareció la idea de hacer cias prácticas... una edición facsimilar?

LR: Claro, porque, en última LR: Es como si estuviera de cuerpo instancia, nosotros no hacíamos strip- presente. Porque una cosa es la edición tease; teníamos original que el tipo tuvo en sus manos, Una revista como Contorno nuestro recato. cuando luego de haberla escrito la veía se puede sacar ahora, de una Pero había un impresa, y otra cosa son las reediciones manera mucho más fácil que nivel en el que, a donde me parece que los libros pierden en una época como la nuestra. través del recato la referencia al libro originario, al mito Ahora podés hacer cine de una de la palabra o fundador. Por eso me gustó el hecho manera mucho más fácil de de la expresión, que se reprodujera tal cual, como un lo que se hacía en esa época, se trasuntaba lo modo de decir: “bueno, la cosa no ahora se puede hacer radio que estaba abajo: fue como ustedes están pensando, mucho más fácil, y hasta te erudición. Mien- Contorno era esta cosa hecha con un podés dar el lujo de hacer tras que lo que papel de cuarta, con errores tipográ- televisión. Si tenés ganas y te ocurre hoy es ficos, en una medida que no servía para montás una pequeña empresa diferente, está nada porque no la podías ni guardar”. podés hacer una televisión de mostrando es Por otra parte, al entrar Contorno en barrio. Y sin embargo no, es que no hay nada un contexto académico, fue desnatu- como si se fueran disolviendo, abajo, es como si ralizándose aquello que, justamente, diluyendo, las cualidades o las no existiera nada al querer poner de relieve como conquistas que la tecnología más de lo que se característica original, se encubre. aproximaría a la transforma- muestra al nivel Es increíble, ¿no? Es la trituración ción de la realidad. de la superficie. y la corrosión de toda apertura, que cuando entra la academia se destruye. LB: En relación al lenguaje que Cuando leo las cosas que se escriben utilizaba Contorno, aparecía con sobre Contorno, aunque es muy poco una fuerte impronta no académica, lo que he leído, la verdad, aunque por ejemplo, en el uso del lenguaje a veces alguien me cuenta, de lo cotidiano, la utilización del voceo... que hicimos no quedó realmente

348 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

ese empuje primero que, de alguna dades o las conquistas que la tecno- manera, te lleva a escribir de otro logía aproximaría a la transformación modo. Entonces, es convertido otra de la realidad. vez en un modus vivendi del tipo que se aprovecha de lo que otros hicieron, LB: A la distancia, ¿hay algo de lo una vez más. Somos el trabajo asala- que hayas dicho que hoy revisarías? riado de este nuevo capitalismo que ¿Algo te parece que quedó pendiente aparece en la Universidad, que tritura de esa experiencia? y utiliza como medio de producción la materia prima de los que tuvimos LR: No lo sé, porque no volví a leer que laburarla. Un poco como estos Contorno. Y lo dicho, dicho está. No me nuevos campesinos que tenemos arrepiento de haberlo dicho. Lo funda- ahora, que los hacen trabajar en mental, lo que estoy tratando de decir negro. Esas historias son utilizadas ahora sobre el sujeto, está dicho en los para encubrir lo que en su momento años sesenta. Pero se modificó la capa- tuvieron la capacidad de revelar. La cidad de pensarlo, el discernimiento de universidad, a mi me parece un lugar aquello que constituye una experiencia semejante a esas máquinas que se de pensamiento, y en ese sentido sí creo utilizan en las oficinas para destruir el que ha habido un progreso. Entre lo original, las picadoras de papel. Sobre que escribía ahí de San Agustín y poder todo en las materias que tienen que después demostrar, como pretendo ver con la escritura, lo que se hace hacer ahora, cómo el capitalismo es eso: van triturando las ideas ante- destruye o desplaza lo materno, que en riores para que no quede otra cosa el cuerpo del judío está presente como que el residuo, el magma originario algo fundamental, hay una diferencia. convertido en insignificante, a pesar Se desplaza lo materno de ese Dios de que se escriben tesis, se publican exterior judío, porque Jehová siempre cosas y demás. Es una trituradora la hablaba desde afuera, no hablaba desde Universidad. Yo estoy allí también, adentro, y pone al Dios externo, al Dios pero uno trata de romper eso. Y uno patriarcal, en el corazón del hombre, cuando escribía en Contorno era como en el lugar que ocupaba lo materno. ustedes, ¿y qué mierda están haciendo Y más todavía, inviste la figura de ese ahora? Porque tienen todas las posi- Dios con las cualidades abstractas sensi- bilidades, una revista como Contorno bles de la madre desplazada. Ahora me se puede sacar ahora, de una manera di cuenta de todo eso, después de un mucho más fácil que en una época largo transitar. Así que, creo, esta es como la nuestra. Ahora podés hacer una pregunta sobre qué significa ser cine de una manera mucho más fácil coherente. Ser coherente significa estar de lo que se hacía en esa época, ahora tozuda y empecinadamente metido en se puede hacer radio mucho más ahondar una idea hasta que, de alguna fácil, y hasta te podés dar el lujo de manera, le hacés salir una cosa inespe- hacer televisión. Si tenés ganas y te rada, porque esto me salió inesperada- montás una pequeña empresa podés mente hace ocho años atrás. hacer una televisión de barrio. Y sin embargo no, es como si se fueran disolviendo, diluyendo, las cuali-

349 350

Un adiós a David Viñas Por Germán García (*)

La clausura de la obra literaria sólo es posible una vez que el autor ha dejado de producir, ha dejado de engrosar la lista de obras publicadas que suelen listarse al final de un comentario o reseña biográ- fica. La desaparición de un escritor supone el final de una trayectoria pública, aunque no clausura la elucubración que los que quedan ejercen sobre ese magma expectante a ser interpretado. En el presente artículo, cuyo origen fue una lectura pública de aper- tura en la última Feria del Libro de Buenos Aires, Germán García explora y revisita una serie de temas que son neurálgicos en la literatura de David Viñas. Polémico, irónico y comprometido, Viñas ha sabido explorar insistentemente, a partir del realismo y de la crítica literaria, los modos en los que arte y política se han imbricado de forma indisoluble. Pero el gesto de beligerancia de su palabra escrita, como señala García, no se agota en el plano de la crítica, sino que también puede registrarse en su literatura –dos obse- siones que nutren la narrativa viñesca de los últimos años–, los textos de ficción en los que examina una instancia de reescritura de los clásicos literarios abor- dados por él en sus reflexiones. La aguda lectura de García propone a Cuerpo a cuerpo (1979) y a Tartabul (2006) como la contracara de dos textos que explicitan la crisis social, política y económica en la tradición literaria: Los siete locos de Roberto Arlt y La bolsa de Julián Martel. De modo que Viñas refor- mula y reescribe la tradición literaria, la incorpora en su propia materia ficcional. Pero la vitalidad, la conjunción de la escritura y la acción política no quedan ajenas. Como señala García, las novelas también son el espacio material, la memoria viva, un homenaje a quienes la violencia se ha llevado. LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

Ha escrito mucho. Durante varias exilio, los encuentros que impone, y décadas, desde Cayó sobre su rostro las palabras que se cruzan como el (novela publicada en 1955). No arrullo del territorio ausente podría cuento los artículos anteriores en decirse de otra manera que en la para- algunas revistas. Ha escrito libros de doja y lo carnavalesco? ensayos, cuentos, obras dramáticas, De la épica queda el fracaso, del expre- guiones cinematográficos. Y, por sionismo algunos rasgos. supuesto, catorce novelas –alguna Tartabul, el título de la novela, remite a llevada al cine con éxito (recuerdo las “Tartabul”, el bufón que aparece en La primeras imágenes de Dar la cara). No bolsa de Julián Martel recitando discursos le faltaron reiterados premios, tampoco de Nicolás Avellaneda para diversión de una diversidad de amores. quienes hacen de la especulación finan- Y eso terminó con los años, la dicta- ciera el medio de acceder al lujo y la dura militar, el asesinato de su hija riqueza. En efecto, La bolsa describe la primero, y después de su hijo. fiesta financiera No quiero hablar de su amistad a del gobierno de Este David Viñas, más inquie- distancia, sino de sus últimas novelas. Juárez Celman, tante que el ensayista polé- Marcela Croce, en su libro sobre que termina en el mico –que el león que dice “yo David Viñas titulado Crítica de la derrumbe econó- quiero”– exige de los lectores razón polémica1, analiza la conti- mico y en un algo que no se resuelve en el nuidad que existe entre los diferentes aumento de la asentimiento y/o el rechazo. géneros que practicó. Su libro es deci- deuda externa, que Se trata de “flashes” –es decir, dido, convincente. precipita la revo- relámpagos, resplandores, Por mi parte, quiero subrayar dife- lución de 1890 y llamaradas y fogonazos– dedi- rencias en sus ficciones, sin ignorar marca el fin de la cados a la memoria de su el leitmotiv temático compuesto por hegemonía de una hija María Adelaida y de su militares y religiosos, ni el ritmo de un clase social. hijo Lorenzo. fraseo reconocible que se acentúa en Tartabul, la “Flashes”, esta palabra en plural las últimas novelas. Me refiero a lo que novela, tiene un dice algo de la manera en que subrayó el crítico Nöel Salomón en subtítulo: o los está escrita Tartabul, así como una secuencia pertinente: “De la épica últimos argentinos la palabra “furcios” advierte de pasó al expresionismo; y del cuestiona- del siglo XX. Esa los límites que aparecen cuando miento del poder se fue desplazando a “o”, que remite se habla de algo que sólo se la paradoja y a lo carnavalesco”. al género de la puede mostrar. fábula advierte que los “últimos argentinos” y el fin Estilo tardío del siglo XX son dos cosas diferentes. Esos “últimos argentinos” son tales La estructura carnavalesca se orga- porque algo de lo que designa el niza de una manera coral, notable en término “argentino” ha caducado, esa Cuerpo a cuerpo (1979) y más aún en identidad parece disolverse: “–Soy un Tartabul (2006). dromedario, damas y caballeros”. Es Antonio Marimón saluda a Cuerpo a la última frase de Tartabul. Es decir, cuerpo como “el mayor producto lite- soy ese rumiante que se distingue del rario e intelectual del exilio argentino camello por tener una sola giba. Quizás desde 1976”. ¿Acaso la dispersión del hay que recordar que el camello es la

351 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

primera transformación que propone que se opone y que, en términos de Nietzsche en una célebre alegoría de Hegel, se convierte en un alma bella Así habló Zaratustra. que está sola porque no puede reco- Al mandato “Tú debes” el camello nocer el lugar que ocupa en el mundo responde arrodillándose en el desierto al que se cree enfrentado. “Zaratustra”, para ser cargado y soportar esa carga. entonces, propone su tercera transfor- Es el hombre del deber que, como mación inesperada: “Pero decidme, se sabe, no podrá cumplir. Algo le hermanos míos, ¿qué es capaz de dicta lo contrario, lo escinde en una hacer el niño que ni siquiera el león ha obediencia desobediente que lo hace podido hacer?. ¿Por qué el león rapaz oscilar entre la rebelión y la culpa. Esa tiene que convertirse todavía en niño?. rebelión da paso al león que responde Inocencia es el niño, y olvido, un “Yo quiero”. Sin embargo a esta trans- nuevo comienzo, un juego, una rueda formación le falta algo, esclaviza en un que se mueve por sí misma, un primer rechazo sin descanso. Es el hombre movimiento, un santo decir sí”2. No me pasó esto, yo lo quise así. Entonces digo sí y dejó de ser uno de los “últimos argentinos”: un olvido, un nuevo comienzo, un juego, me saca del conjunto. En Tartabul el león ha retornado al camello, el niño ha sido asesinado. Los “últimos argentinos” recién dejan atrás otra fiesta que cien años después de la de Juárez Celman volvió a derrumbar la economía. Estos “últimos argentinos” acaban también de sobrevivir al final de la fiesta de la revolución que condujo a la desolación, el exilio y la muerte. Los “últimos argentinos” de Tartabul son el coro de espectros que se entregan al ritual de la memoria. Este David Viñas, más inquietante que el ensayista polémico –que el león que dice “yo quiero”– exige de los lectores algo que no se resuelve en el asentimiento y/o el rechazo. Se trata de “flashes” –es decir, relámpagos, resplandores, llamaradas y fogonazos– dedicados a la memoria de su hija María Adelaida y de su hijo Lorenzo. “Flashes”, esta palabra en plural dice algo de la manera en que está escrita Tartabul, así como la palabra “furcios” advierte de los límites que aparecen cuando se habla de algo que sólo se puede mostrar.

352 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

Leo en La bolsa: “...una silla de tres En Cuerpo a cuerpo, la dedicatoria de patas, sobre la cual se mantenía en Viñas agrega Paco, Haroldo y Rodolfo equilibrio un loco popular muy cono- –es decir, Urondo, Conti y Walsh. cido con el apodo de Tartabul (...) Tres escritores que parecen decirle que recitaba con forzado entusiasmo un sigue con vida, que debe escribir. Y discurso de Avellaneda. Lo gracioso Viñas responde en un estilo telegráfico, era que cada vez que se equivocaba, cortante y cifrado: en cada línea hay el mocetón de los bigotazos levantaba alusiones y referencias que localizan su garrote, y era de ver los grotescos y deslocalizan el tiempo y el espacio. movimientos con que el desdichado Eso se acentúa en Tartabul, donde los Tartabul trataba de mantenerse firme personajes cruzan lenguas y territorios cuando veía cerca de sí la temible con ciudades extrañas, que configuran férula. No apartaba de ella los ojos ni una topología digna de la “pesadilla de en los párrafos más elocuentes de su la historia”. arenga...” (pág.197).3 En esta perspectiva; el nombre de Este bufón del siglo XIX se transforma Robert Musil no es decorativo. Leo en cien años después en narrador de los Musil: “Y todo constituía de alguna “últimos argentinos”. manera un complejo único; las carre- teras, las ciudades, los gendarmes y los pájaros, los muertos y su muerte”.4 Derrumbe El narrador de Cuerpo a cuerpo vuelve a su departamento En Cuerpo a cuerpo Tartabul es y encuentra En Cuerpo a cuerpo, la dedi- Coquito, un personaje que era leyenda destrozos, desde la catoria de Viñas agrega Paco, del Hospital Borda, reconocible por puerta ve la cerra- Haroldo y Rodolfo –es decir, el pedido de cigarrillos y la reitera- dura colgando de Urondo, Conti y Walsh. Tres ción de algo que parece el resto de una tres clavos “La escritores que parecen decirle llamada: “Pa-pá”. De una a otra novela sala: el relleno de que sigue con vida, que debe el narrador linda con el fool, el idiota. los cuatro sillones escribir. Y Viñas responde en Anuda así algo que llega hasta Beckett: despanzurrado un estilo telegráfico, cortante sin leyes, la historia es el sonido y la y en las paredes y cifrado: en cada línea hay furia que posee a un fool que lleva sobre del techo grandes alusiones y referencias que loca- sus espaldas la carga de esa historia. letreros de aerosol. lizan y deslocalizan el tiempo Coquito es un idiota, los médicos Todavía chorrean. y el espacio. Eso se acentúa en esperan su muerte para estudiar su En ninguno me Tartabul, donde los personajes cerebro. Los personajes de David insultan”. cruzan lenguas y territorios con Viñas visitan el hospital como los Levanta un libro ciudades extrañas, que confi- de Musil en El hombre sin atributos. de Las Casas: guran una topología digna de Robert Musil también pone en escena “Qué pena. Una la “pesadilla de la historia”. la historia de un “enfermo mental” que linda edición ha cometido crímenes horrendos y que hecha en México. Montale, Trilce. fascina a una mujer, personaje clave de John Donne... no místicos, Pope, Poe, su novela. Este loco criminal se llama Petrarca...Papini, Palma, Paparrucha, Mossbrugger y aparece de manera Pompeya y Ponce (...) Los ordeno: recurrente en diferentes lugares de los Trilce, Thomas Mann, Familia tres tomos del libro de Musil. hanseática, Maquiavelo, Marinetti...”.

353 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

Y continúa el destrozo de los libros y del que nombra Plexus. Alrededor de la del narrador. “Ganaron”. Y Galileo y jaula, sin Haroldo Conti. ¿Qué decir Marechal y Hopkins y Absalon. Trilce, de esos nombres elididos? ¿Anticipan el Galileo, Absalon. Tres títulos que nombre que será borrado y que tendrá eliden sucesivamente a César Vallejo, que desaparecer de la escena cultural a Brecht, a Faulkner. que animó durante más de cincuenta Y Huidobro, Mariátegui, Larra, El años? Es posible. O bien un silencio muro, Guinsberg, Los oficios terrestres. piadoso sobre autores que, por alguna No se nombra a Sartre, tampoco a razón, tienen un valor particular. Walsh. Ni a Lezama Lima que figura Un último llamado telefónico con con Paradiso, ni a Quevedo del que se amenazas, insultos: “¡Hoy mismo! Sacá nombra El buscón. Ni a Henry Miller, pasaje. El boleto. Y adiós”. Y los insultos siguen. El último: “Escriba a sueldo”. “Gracias –y ya hago una reverencia. Muchas gracias”. Las respuestas esce- nifican al bufón que David Viñas define en una entrevista: “La figura contradictoria al verdugo es la de payaso, la del bufón. Yo me conver- tiría en un bufón. El verdugo es el que mata, pero el bufón es el que dice lo que nadie se anima a decir (...) El bufón es el que se hace el idiota, que le dice todo al poder, el rey” (La Jiribilla. 16/2/2007). Ignoro si David Viñas sabía que Jacques Lacan usaba la figura del bufón para definir a la izquierda y la del canalla para caracterizar a la derecha. Es posible que no le hubiese gustado, aunque lo confirma. “La muerte del sujeto, mi viejo”, le dijo a Guillermo Saccomanno. Sin explicación. Quizá un eco de las diatribas de León Rozitchner, que iban de Foucault en adelante y al que era difícil hacerle entender que Jacques Lacan había introducido al sujeto en la acefalía “estructuralista”.

9 de julio de 2006

Radar, el suplemento de Pagina/12, publica opiniones sobre David Viñas. Sólo Guillermo Saccomanno acom- paña una semblanza con la lectura de

354 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

la narrativa, a la vez que afirma que Esa mueca con epifanía incluida en el personaje y el polémico ensayista Hombres de a caballo, así como su parecen eclipsar al novelista. Estoy dedicatoria, ya no es posible cuando de acuerdo con eso, pero difiero en la se publica Cuerpo a cuerpo en 1979 y manera de proponer un período final tampoco, cuando Tartabul agrega al que empezaría con Hombres de a caballo asesinato de su hija, la de su hijo ocurrida (1968) y llegaría hasta Tartabul (2006). poco después. Y Por mi parte propongo que el “estilo los amigos mili- El último Viñas tampoco tardío” de David Viñas se define en tares no están, ni tenía un ‘yo’, sabía que podía Cuerpo a cuerpo (1979), cuando se hace Vargas Llosa que hacer cualquier cosa. Lo dice. evidente que algo irreversible ocurrió desde el “caso De pronto ha cambiado sus con la instalación en el gobierno de la Padilla” milita coordenadas sin saberlo. Su última dictadura militar (1976). Ya ha contra Cuba y última novela puede juntarse perdido a su hija cuando, en esa novela, las propuestas con Museo de la novela de la inserta la siguiente cita: “Primero revolucionarias. eterna, tan ajena a los gustos vamos a matar a todos los subversivos; Lo menos que del lector que no fue editada después, a sus colaboradores, después a se puede decir es en vida del autor. Ahora perte- los simpatizantes; después, a los indi- que las cosas han nece a esa corriente extima que ferentes. Y, por último, a los tímidos”. cambiado, por no se inicia en 1948 con la publi- Y pone el nombre: General Manuel decir que se trata cación de Adán Buenosayres. Saint-Jean, 1976. de una historia La cita abre el capítulo llamado “Una de sobrevivientes: “Somos sobrevi- mueca: con epifanía”. vientes. No nos mataron, asesinaron Para nada se trata del clima “cultural” a muchos otros”, responde David que acompañó la publicación de Viñas a Elizabeth Mirabal Llorens Hombres de a caballo en 1968, cuando (La Jiribilla, 16/2/2007). todavía se podía esperar algo de Cuba y No discuto con Guillermo Sacco- también de la efervescencia argentina. manno, quién hace una semblanza y Basta leer la dedicatoria de este libro: una lectura valiosa de la ficción escrita “A Carlos del Peral, Mario Vargas por David Viñas; trato de marcar una Llosa y Rodolfo Walsh, creadores. A diferencia que me permite resaltar los Mayores J. C., W. O. S, y L.O, mis mi apreciación del “estilo tardío” amigos”. Por un lado los compañeros (1979/2006) que se precipita y define de los viajes a esa Cuba que fue plata- cuando la muerte y el exilio ponen al forma del boom de la literatura latinoa- autor frente a lo irreversible, tanto de mericana, por el otro los “amigos” de su vida como de su obra, que despliega sus años de Colegio Militar. su lógica como una alegoría de esas Como dice Héctor Olivera: “Recuerdo muertes (según Adorno) que el autor a David (Viñas) comentándonos lo transcribe. que habían dicho sus compañeros del PC. Cuando Onganía prohibió el proyecto Los caudillos: ‘Solamente Del crack up a la salida con la ingenuidad burguesa de Ayala y Olivera se puede pedir apoyo al Scott Fitzgerald acuñó el crack up Ejército Argentino para un guión de cuando, después de una caída personal, David Viñas’” (Radar, 9/7/2006). bajo este título comienza un texto

355 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

breve con esta hacer lo que se le antoje pero descubre frase: “Toda vida que no tiene ganas de nada”. es un proceso de El último Viñas tampoco tenía un demolición”.5 ‘yo’, sabía que podía hacer cualquier Como bien aclara cosa. Lo dice. De pronto ha cambiado Alan Pauls, en el sus coordenadas sin saberlo. Su excelente prólogo última novela puede juntarse con de esta edición, Museo de la novela de la eterna, tan no se trata de un ajena a los gustos del lector que no colapso nervioso fue editada en vida del autor. Ahora o de un derrumbe pertenece a esa corriente extima que emocional. Según se inicia en 1948 con la publicación las palabras de Adán Buenosayres. de Fitzgerald, Recordemos que Macedonio Fernández se trata de un tiene una novela que se llama Adriana mal del tiempo: Buenos Aires (sin la conjunción ni la “... me rajé “y” griega de Marechal). Los Sorias, como un plato publicada en 1998 en una edición viejo”, escribe. facilitada por suscripciones previa y Y concluye: “Lo avalada por un prólogo de Ricardo David Viñas que podía hacer era irme, sostenién- Piglia, es la novela de Alberto Laiseca dome con cuidado como una vajilla que puede incorporarse a esta serie. En cuarteada, e internarme en el mundo el 2006, el mismo año que se publica de la amargura, donde me estaba Tartabul, aparece Donde yo no estaba, haciendo una casa con los materiales de Marcelo Cohen (otro salto singular que suelen encontrarse. Y al cerrar la fuera de la “corriente principal”). puerta me dije: Vosotros sois la sal de la Podría agregar varios libros de Héctor tierra. Pero si la sal perdiera su sabor, Libertella, La ciudad ausente de Ricardo ¿con qué será salada?. Mateo 5:13”. Piglia, “tramada” a partir del espectro Tartabul, en el laberinto del exilio, de Macedonio Fernández. Por la nega- busca el sabor perdido con el sueño tiva, podemos decir que ninguno de de la revolución. La salida, para David los libros nombrados podría incluirse Viñas, consiste –según dice– en “actua- en esa serie que comienza con el “Yo, lizar los personajes de Los siete locos en Juan” de el Apocalipsis y llega hasta la generación del Che” (citado por la paráfrasis humorística del llamado Guillemermo Saccomanno). Esos son “giro autobiográfico”, donde se agrega los personajes de Tartabul (el Chuengo, un “yo” al giro lingüístico que tanto Moira, el Griego, Pity, etcétera). dio que hablar hace ya bastante tiempo. El crack up experimentado durante el Y también mucho que hablara la serie exilio lo transita con la redacción de de libros que dicen somos iguales, Cuerpo a cuerpo, con la experiencia del sentimos y pensamos lo mismo. retorno: “De modo que ya no había En los libros nombrados no hay ningún ‘Yo’ –escribe Fitzgerald–... auto(bio)grafía, puesto que el “yo” es Era extraño no tener un sí mismo; ser una función gramatical y la primera como un chico que, solo de pronto persona un recurso de la ficción. en un caserón, sabe que ahora puede El estilo tardío, así llamado por T. W.

356 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

Adorno al estudiar cierto músico y David Viñas en tanto escritor, ya que cierta música, habla de la ausencia del se encontrará en Tartabul –nombrados autor, de una muerte que sólo puede y/o aludidos– una exhaustiva constela- aparecer en la obra como alegoría. ción de libros y de autores argentinos. Cuando subrayé la muerte de Elena en El niño que dice sí en Nietzsche, el niño la “vida” de Macedonio Fernández era en el caserón de Fitzgerald, se ha trans- para encontrar un punto de capitonado figurado en el loco de Cuerpo a cuerpo, –según la metáfora de Jacques Lacan– en el bufón de Tartabul, novela que que induce a Macedonio Fernández adopta el coro del carnaval porque ya a frecuentar una constelación lírica no hay épica, ni voluntad expresionista: donde la Dama del llamado amor el bufón dice la verdad, sin demasiado cortés es clave. ¿Qué puede decirse énfasis, porque sabe de los límites de la de la transformación del nombre verdad. Y de la literatura. Elena al ser anudado a Bellamuerte, como apellido?. En fin, Macedonio Fernández ha basado su “metafísica” (*) Escrito a partir de lo expuesto en la en la disolución del yo. inauguración de la Feria Internacional del No me salgo del propósito de hablar de Libro 2011, en memoria de David Viñas.

NOTAS

1. Marcela Croce: David Viñas. Crítica de la razón polémica. Ed. Suricata, Buenos Aires, 2005. 2. Friederich Nietzsche: Así habló Zaratustra, p. 32. Ed. Globus, Madrid, 2010. 3. Julián Martel: La bolsa. Ed. Losada, Buenos Aires, 2007. 4. Robert Musil: El hombre sin atributos. Ed Seix Barral, Barcelona, 1986. 5. F. Scott Fitzgerald: El crack up. Traducción de Marcelo Cohen, prólogo de Alana Pauls, Ed. Crackup, Buenos Aires, 2011.

DAVID VIÑAS - NOVELAS Cayó su rostro (Buenos Aires, Doble P, 1955) Los años despiadados (Buenos Aires, Letras Universitarias, 1956) Un dios cotidiano (Buenos Aires, Guillermo Kraft, 1957) Los dueños de la tierra (Buenos Aires, Losada, 1958) Dar la cara (Buenos Aires, Jamcana, 1962) En la Semana Trágica (Buenos Aires, Jorge Álvarez, 1966) Hombres de a caballo (Buenos Aires, La Habana: Casa de las Américas, 1967) Cosas concretas (Buenos Aires, Tiempo Contemporáneo, 1969) Jauría (Buenos Aires, Granica, 1974) Cuerpo a cuerpo (Madrid, Siglo XXI, 1979) Ultramar (Madrid, Edialsa, 1980) Prontuario (Buenos Aires, Planeta, 1992) Claudia conversa (Buenos Aires, Planeta, 1995) Tartabul (Buenos Aires, Sudamericana, 2006)

357 358

León Rozitchner, filósofo Por Ricardo G. Abduca (*)

León Rozitchner produjo una obra compleja y singular. Sus libros no hablan de “cosas que pasan” sino de los dilemas que la propia experiencia exige pensar para evitar los atajos; “las trampas de la subjetividad”. Si la izquierda quería pensar la transformación social, no podía ahorrarse el trabajo de elaborar las tensiones propias del sujeto, marcado por un terror originario que opera como el fundamento de la dominación. No puede haber emancipación que no parta de ese momento, la afectividad materna, en el que la Ley patriarcal, fondo de la expropiación capitalista, se impone en el espacio de aquella “ensoñación” primaria. Es por ello que la escritura de León combinaba elementos tan heterogéneos conformando un corpus filosófico cuya vitalidad se manifiesta en su capacidad de ir más allá de cualquier distinción disciplinaria. Una filosofía –como señala esta aguda semblanza, gesto amistoso y delicado de Ricardo Abduca– que precisa nutrirse de saberes que la desbordan. León Rozitchner era un polemista, y sus contro- versias eran tan implacables como cuidadosas: meterse en los pliegues del otro para compren- derlo, para extraer de él sus argumentos y pensarlos en su propia racionalidad. Así, se hizo un poco agustiniano para antagonizar con la lógica cris- tiana, un poco peronista para descubrir la eficacia de su imaginario. En este meterse en el corazón mismo de su rival para desgranar sus argumentos, León extraía las fuerzas que le permitían, aún en las circunstancias más angustiantes, replantear las posibilidades para un materialismo afectivo que despliegue su potencia imaginaria. LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

“Nunca hay que poner la boludez en el casi todo el programa de León. Buscar otro”, solía decir. Era un principio de entender cómo cada uno de nosotros lectura: leer tratando de ver al otro en carga la historia del mundo a cuestas, su propia lógica, entender al otro en sus cómo se verifica “la opresión de las propios términos. Y quizás una forma generaciones muertas sobre el cerebro de moderar sus ímpetus ácidos, colé- de los vivos”, cómo nuestros cerebros ricos, que podía lanzar como argumen- son más viejos que nosotros, cómo en tadas diatribas escritas o como breves la psiquis persiste lo arcaico. exaltaciones en una conversación. Describió al individuo como portador Es por eso que podía conjugar, sin de dos relaciones tensas y difíciles. oportunismos, el arraigo en distintos Los vínculos entre sujeto y sociedad, linajes. A la vez que podía y solía ser que llamó “distancia exterior”, y las fieramente crítico de cada uno de contradicciones del aparato psíquico ellos. Criticar formando parte del –“distancia interior”. Llamaba “grieta” linaje marxista y el del psicoanálisis, a la Spaltung y del campo intelectual crítico argen- “Edipo” a la serie León era un filósofo, no un tino, de la izquierda latinoamericana de dispositivos profesor académico de filosofía. y por cierto del judaísmo. León no que convierten Un filósofo es alguien que se preguntaba, al querer saber de otro, en a un bebé en un ocupa de la verdad. Replan- qué capilla política estaba o qué título sujeto del orden teando la cuestión de modo o “nivel” tenía. Siempre preguntaba: social capitalista. personal. En el caso de León, el “¿Cómo es, es buen tipo?”. Era su Dijo alguna vez marco del problema a considerar norma de convivencia cotidiana, pero que ese planteo siempre era el del “sujeto como no era: “de izquierda pero tolerante”. suyo de la cues- núcleo de verdad histórica”. Debatía con intransigencia. Esa era tión del sujeto una de sus virtudes. como “absoluto-relativo” estaba origi- León era un filósofo, no un profesor nado en una pregunta más general, académico de filosofía. Un filósofo (de esas que todo niño de tres años, es es alguien que se ocupa de la verdad. decir, todo filósofo en ciernes, se hace): Replanteando la cuestión de modo “¿Por qué soy yo, y no otro?”. Como personal. En el caso de León, el marco lector de filosofía, podía llegar a plan- del problema a considerar siempre era teos impensados: “Marx y la infancia”, el del “sujeto como núcleo de verdad se llama un texto que varias veces rees- histórica”. Un planteamiento que toma cribió. Buscaba un “Marx con proceso sus términos de un breve manifiesto primario”, es decir un pensamiento filosófico de Marx, compuesto por que tuviera en cuenta la producción once tesis (diez de ellas poco leídas). inconsciente del sujeto. En una de esas tesis, Marx afirma que Por eso les recordó a los marxistas que el no alcanza con resolver la esencia reli- individuo no es abstracto, y que además giosa en la esencia humana, como hace de sujeto colectivo, hay sujeto indi- Feuerbach, y que esa “esencia humana” vidual con ilusiones y alucinaciones. no está en un individuo abstracto, sino Se mantuvo amigo de John William en el conjunto de relaciones sociales Cooke, a la vez que criticaba el abordaje que se verifican en cada individuo. de Cooke a los manuscritos de Marx, al En esa y otras tesis, (de la cuarta a la escribir “La izquierda sin sujeto”. A los séptima, digamos), está contenido psicoanalistas les recordó que el sujeto

359 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

está atravesado por tránsitos histó- echaron de ninguna fiesta por judío”. ricos. “Edipo” era para él la historia, Moisés León en el documento, laico y la historia era la sociedad capitalista, hasta la médula, se definía como pero entendida no sólo como modo “judío incrédulo”. Incrédulo y judío, de producción, sino como una forma la persona que despedimos estos días simbólica de produc- también se llamaba del modo en que La filosofía es un oficio que ción de sujetos. lo nombró el jazan que cantó el qadish requiere conocer saberes no Siempre sostuvo que en el cementerio de La Tablada este filosóficos. Un desarrollo había que prestarle lunes: Moshe Leib ben Shlomo. filosófico original se cons- atención crítica a la La filosofía es un oficio que requiere tituye en la tensión entre religión como forma conocer saberes no filosóficos. Un la reflexión filosófica y el elemental y eficaz de desarrollo filosófico original se consti- conocimiento de esos otros opresión social, pero tuye en la tensión entre la reflexión filo- saberes. Hay filósofos que sabía también que sófica y el conocimiento de esos otros han sido profundos conoce- los dispositivos reli- saberes. Hay filósofos que han sido dores de las matemáticas o giosos están tenaz- profundos conocedores de las mate- de la lógica, de la economía mente inscriptos en máticas o de la lógica, de la economía política o de la filología, del el sujeto. política o de la filología, del derecho o derecho o la psicología. En el En 1967 defendió al la psicología. En el caso de León Rozit- caso de León Rozitchner ese estado de Israel, en chner ese saber era el psicoanálisis, que saber era el psicoanálisis, que contra de la opinión no sólo conocía como estudioso, sino no sólo conocía como estu- de la mayoría de la como analista. dioso, sino como analista. izquierda argentina. No deja un castillo académico para En el 2009 defendió heredar, ni una escuela de exégetas o a la población civil de Gaza frente a la epígonos. En ese sentido, León muere práctica efectiva del estado de Israel. sin discípulos. En otro sentido, quienes Sabía que el judaísmo es más grande aprendimos algunas cosas de su ense- que lo que haga o deje de hacer Israel. ñanza somos decenas de personas. Estos Sabía que son los judíos quienes actua- días, en el patio de una clínica, en conver- lizan, con su existencia, al momento saciones atravesadas por la serie intermi- constitutivo del cristianismo origi- nable de informes médicos, sus amigos, nario: para el cristiano el judío es más muchos de los cuales no nos conocíamos molesto porque, sin ser paganos, no hasta entonces, podíamos reconocernos aceptaron hacerse cristianos. León en algún tipo de lenguaje común. sabía que para un judío es más bravo Durante más de medio siglo, en despotricar en voz alta contra el cris- Buenos Aires ante todo, pero también tianismo. (Que se pueda despotricar en Caracas, La Habana y París, leyó, en voz alta contra la religión, sea la de enseñó y escribió filosofía. Enseñó los ancestros, sea la de los ancestros también en Rosario, México y de los otros, es el mínimo necesario Venado Tuerto. Su escritura siempre de cualquier sociedad democrática). tenía momentos claros y taxativos, Muchos, que tenemos ancestros cris- mostrando facetas que querían reflejar tianos, podemos hacer nuestras las los grandes problemas políticos y palabras con las que César Fernández sociales de la época, incluyendo a los Moreno se pronunció en el poema acontecimientos del momento. Es que que le escribió a León; a mí “no me siempre era sobre la circunstancia como

360 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

iba elaborando su filosofía. Nunca y a Bernal Díaz del Castillo. Era desde pasteurizó su producción escrita para el punto de vista de su programa atenuar sus vínculos con las grandes personal como medía su distancia o su cuestiones políticas y sociales, pero por aprobación de lo que leía –admiraba a sobre todo tampoco dejó de plantear Deleuze y a Lévi-Strauss–, pero conge- sus intervenciones en el debate político niaba poco con Foucault, y nada con y cultural sin intentar mostrar cómo Lacan. Leyó críticamente a Althusser, el acontecimiento concreto expresa a Derrida y a Levinas. el drama histórico general, y cómo Tenía bastante experiencia en esas ambos se verifican en la experiencia. mixturas críticas cuando la emprendió En ese hablar desde la propia expe- contra San Agustín. Esos estudios riencia buscaba desarrollar el núcleo llegaron como resultado de cierto clivaje de un programa general que fue elabo- que hay en sus preocupaciones, que rando toda su vida. Desde los años 50 quizás empieza en un viaje europeo que se ocupó de conocer a Hegel, a Marx hizo con su hijo a mediados de 1991, y a Freud. Al usar ese bagaje para cuando la URSS se desflecaba. Estuvo en tomar como objeto crítico de tesis a la Berlín recién reunificada y en Polonia, Max Scheler, prolongaba las confron- que acababa de elegir presidente a un taciones que recorrían a la sociedad obrero católico. En Varsovia, León buscó argentina desde su adolescencia en huellas de lo que había sido el ghetto y una Buenos Aires que iba recibiendo su alzamiento; no las encontró. Visitó ecos y náufragos de la guerra de Auschwitz. A su España y de las que siguieron: eligió regreso, vuelve confrontar con alguien admirado por con una hipótesis, la derecha católica argentina. Después que fue ampliando de sus textos cubanos, su primer gran y reviendo suce- tratado, Freud y los límites del indi- sivamente. Que vidualismo burgués fue publicado en el socialismo se 1972, el mismo año que el Antiedipo había derrum- de Deleuze y Guattari. bado por no haber La obra de León de los veinte años podido tocar el siguientes se constituye en tres grandes núcleo subjetivo acontecimientos históricos. La crisis cristiano, los dispositivos más arraigados León Rozitchner general anudada en el retorno de del ‘modo de producción’ de subjeti- Perón, el terror de estado y Malvinas. vidad. Poco después, en su casa, dejó A cada una de esas cuestiones le dedicó perplejo a nuestro grupo de estudio escritos, algunos de largo alcance, con un “¿Quieren leer la biblia?”. como el libro de Perón. No es común Creíamos que esa lectura discordaba que doctores versados en Maquiavelo con lo que estábamos leyendo (Freud, o Spinoza se pongan a leer con lupa Marx, Rozitchner). No era así. Estaba textos de Perón, ni es común que el empezando a formular lo que serían sus texto de un profesor de la escuela de últimas preocupaciones, que son a su vez guerra sea escudriñado desde Freud, una consecuencia de las búsquedas que ni tampoco lo es el leer a Clausewitz ocuparon toda su vida. (Era un pasaje desde Freud. Con el mismo ojo tomó de Isaías. Al leerlo, contraponía la trans- por tema de trabajo a Simón Rodríguez parencia de la amenaza aterrorizante

361 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Contornos y semblanzas

del dios judío a la engañosa bonhomía de los dos principales fundamentos de del dios cristiano). Hacia 1996 empezó sus posiciones políticas en esta etapa. a redactar La cosa y la cruz, su segunda Pues a partir de la premisa de la tierra gran obra que publicó al año siguiente. le merecía fuertes reparos cualquier Sus escritos sobre religión son también política económica que no ratificara escritos sobre género. Aprobaba una un uso colectivo y prudente de los observación de Marx de 1844: consi- recursos naturales: de ahí su distancia derar al índice de humanización de la con respecto a la forma en que se viene especie de acuerdo al tipo de relación explotando el oro y el petróleo en este entre varón país. La de antes, y también la de estos Sus escritos sobre religión son y mujer. Se ocho últimos años. Pero este mismo también escritos sobre género. metía de modo principio lo hizo sumarse a las movi- Aprobaba una observación de original en un lizaciones a Plaza de Mayo, hace tres Marx de 1844: considerar al índice tema en donde años, para oponerse a los dueños de la de humanización de la especie de la reflexión tierra, que acaudillaban los bloqueos acuerdo al tipo de relación entre crítica se carac- de las rutas pampeanas. Creo que su varón y mujer. Se metía de modo teriza por el posición política no varió en estos ocho original en un tema en donde la dominio de la años: ciertos reparos, cierta distancia, reflexión crítica se caracteriza por voz feminista que era también cercanía. el dominio de la voz feminista y y el silencio Cercanía, pues siempre consideró que el el silencio masculino. m a s c u l i n o . espacio democrático argentino, parido Buscaba después de la dictadura y de Malvinas, poner de manifiesto un núcleo sensual estaba dentro de un perímetro de terror y que creía borrado por el patriarcalismo es éste el otro fundamento de su postura secular, en particular el expuesto en el política reciente. Era de los que pensaba mito cristiano de la concepción macu- que a pesar de los primeros avances, lada. Esta etapa coincide con su vida anteriores a las pascuas del 87, la etapa junto a Claudia de Gyldenfeldt, y con posterior (una nueva acumulación origi- el nacimiento de Lara y de Nathi. naria de capital, podemos decir) había La producción siguiente siguió revertido lo poco logrado. Siempre ampliando y elaborando las mismas insistió que el gobierno de los años 90 preocupaciones. Para esta etapa, su prolongaba el terror anterior; que era programa de investigación podía un proceso de reorganización nacional nombrarse en tres términos: La lengua, que actualizaba en la economía lo que el la tierra y, ante todo, la madre. “La terror a secas había grabado, durante los madre”, en la obra tardía de León, es años de la dictadura, en la subjetividad un concepto que está expuesto y desa- colectiva. Es por eso que manifestaba que rrollado en el campo de dispersión de la construcción política de estos últimos textos posteriores a La cosa y la cruz, años podía pensarse en buena medida a que habrá que leer y conocer mejor partir del gesto fundamental del 24 de y recién se están editando ahora. La marzo de 2004. Cuando un presidente “mater del materialismo histórico”, electo por el voto popular pudo real- mater como tierra, era entendida como mente ser comandante en jefe y dar una fundamento afectivo de lo político: orden a un general (“proceda”), y hacerlo territorio, posibilidad de naturaleza cara a cara, exigiéndole descolgar de una compartida. Ese suelo era también uno pared los retratos de dos dictadores.

362 LA BIBLIOTECA Contornos y semblanzas N° 11 | Primavera 2011

Se verificó allí hasta qué punto dicho Martínez Estrada era un punto de refe- perímetro, aun marcado por terrores rencia, aun siendo muy críticos con ella. antiguos y actuales, se había ampliado, Encuentro una síntesis de toda su obra aunque más no sea en términos simbó- en un texto que escribió en julio de licos. Y esa ampliación simbólica tiene 2007: “Y cuando digo poesía o filosofía efectos reales. sólo pienso en esa experiencia personal En sus últimas reflexiones aparece el de crear sentido, que une el llamado vínculo entre mater y “lengua materna”. ‘espíritu’ a la llamada ‘materia’ y pone Aquí también, su pensamiento de estos en juego al sujeto que piensa, sea con últimos tiempos prolonga un antiguo imágenes o con trabajo sobre el lenguaje, sobre los meros conceptos”. Podía y solía conmover al idiomas. Se movía a sus anchas en E inmediatamente lector, pero muchas veces castellano y en francés. No hablaba el agregaba: “Siento, para leerlo hay que exigirse. idioma de sus padres, de griego, latín imagino, pienso, Al escribir pensaba, es decir y alemán tenía conocimiento léxico y por lo tanto que arriesgaba. A menudo propio de su oficio, leía italiano, era existo”. Con esta los pasos de su argumenta- llamativamente impermeable al inglés. fórmula culminó ción, sus puntos de partida, Últimamente leía a Olender y consul- medio siglo de sus conclusiones, dejaban taba a Daniel Colodenco, conocedor reflexión filosó- perplejo. Por momentos era del hebreo. (Va a ser provechoso, en fica argentina, difícil compartir lo que decía, la tarea que tenemos por delante, la de mostrando que pero también hubo veces en entender y asumir el legado de León, desde el castellano que, pasado un tiempo, podía el conocer sus tareas como traductor: de estas tierras entenderse mejor por qué las decisiones que tomó al traducir a podía actualizarse había dado en la tecla. François Mauriac o a Merleau-Ponty). uno de los grandes Puede decirse que era un gran lector en momentos de la filosofía universal. Reco- francés y un gran escritor en castellano, nociendo el tránsito que había investi- aunque no siempre es fácil leerlo. Podía gado en Hegel y en Freud: el que va de y solía conmover al lector, pero muchas las sensaciones materiales y los reflejos veces para leerlo hay que exigirse. Al imaginarios (que entibiaban la reflexión escribir pensaba, es decir que arries- invernal de René Descartes en su habita- gaba. A menudo los pasos de su argu- ción caldeada) hasta el concepto pensado. mentación, sus puntos de partida, sus Buscaba que el pensamiento no cortara conclusiones, dejaban perplejo. Por con el suelo sensible e imaginario que lo momentos era difícil compartir lo que había producido. Ese tránsito, de repre- decía, pero también hubo veces en que, sentación a concepto, y de concepto a pasado un tiempo, podía entenderse secas a un concepto cargado de afecti- mejor por qué había dado en la tecla. vidad, es lo que hace posible sus últimos Aunque con etapas y clivajes, el conjunto textos, que hablan del cuerpo, la madre, de su obra tiene fuerte coherencia. Uno la infancia. De esa su infancia mencionó de sus últimos escritos breves, Mi Buenos alguna vez recuerdos muy tempranos Aires querida, publicado a dueto con de Chivilcoy (la avenida Villarino, la otro texto de Ricardo Piglia, es una plaza principal), donde había nacido miniatura de La cabeza de Goliat: actua- en 1924. Murió en Buenos Aires, el 4 liza las preocupaciones de esos jóvenes de septiembre, media hora después del de Contorno para quienes la obra de último minuto del sábado.

363 La producción cultural suele ser pensada por fuera de la dimensión colectiva de la que surge; una vasta red de saberes y experiencias de las que emerge un diagrama de intercambios culturales en el que es difícil descifrar y reconocer el origen Modos de la creación. Lo dado en la cultura, en su forma más atávica (si la intuimos primigeniamente Títulointelectuales Sección en los términos propuestos por Ezequiel Martínez Estrada: “la naturaleza habitada por el hombre”), se combina con expe- riencias, formaciones, relecturas, críticas, incidentes, coyunturas temporales y nuevas sensibilidades que abren laberintos expresivos, signos de renovación capaces de reorganizar las tradiciones. De ese magma común e histórico, preindividual, surgen nombres, y en ellos, modos del quehacer intelectual y artístico que producen una torsión en el curso de los acontecimientos. Los nombres son estilos, trazos personales que, en su ambigüedad, elaboran una diferencia respecto a lo existente, pero también capturan una porción de lo común como marca propia. Y en esta tensión se juega la deriva civilizatoria. La invención de estilos, individuales o colectivos, que siempre estuvo ligada a la búsqueda de formas expresivas para dar cuenta situaciones inéditas hoy, paradójicamente, es el requisito para la valorización en el mercado de las variedades. Por ello, cuando pensamos en los modos intelectuales singulares no podemos caer en la tentación de recortar la trama de problemas en la que éstas se realizan. Pues haciendo esa desvinculación, perderíamos de vista su espesor y su historicidad. Las amistades intelectuales son parte esencial de la propagación y el intercambio de ideas, un diálogo que se sostiene sobre la premisa de una igualdad, de un reconocimiento de los argumentos del otro. Jorge Aleman –lector reconocido de Heidegger y Lacan–, y Ernesto Laclau, forjaron una amistad que allana el camino para explorar el vasto itine- rario de éste último, desde los primeros análisis, en la vieja Facultad de Filosofía y Letras de la calle Viamonte, acerca de la constitución de las identidades populares, apoyándose en Gramsci, y más tarde en el descubrimiento de Derrida hasta llegar a su reconocida obra sobre el populismo que propicia buena parte de las discusiones en Sudamérica. La experiencia intelectual admite una necesidad de reafirmación indi- vidual, subjetiva, que no puede estar exenta de luchas internas, de duelos terminales, y de combates perpetuos. Horacio González recorre una historia del duelismo en Argentina, en el que se juega la propia individualidad agredida, la humillación y el honor, en combates que deambulan entre el escarnio y la verdad. José Luis de Diego interpela a diversos autores (Borges, Artl, Piglia, Saer, Puig) acerca de la relación de lectura con los personajes literarios, o mejor dicho, con las escenas de ficcionalización de la lectura. Los inte- rroga acerca de cómo el acceso a las propias bibliotecas se recrea en la vida textual, dando lugar a una extensión de sus indagaciones y curiosi- dades literarias en las historias narradas. Dardo Scavino recupera la figura de Mariano Moreno, cuyos escritos (que han desatado las polémicas más intensas en el campo de la historio- grafía) dan cuenta de las tensiones doctrinarias que recorrían la conste- lación de posiciones de los grupos independentistas de Mayo de 1810. Diego Bentivegna retoma las intuiciones de Marcel Jousse y de Leonardo Caste- llani, quienes desarrollaron deslumbrantes estudios acerca del lenguaje gestual como el antecedente del lenguaje abstracto, como el gesto inicial que denota la voluntad comunicativa y que no puede reducirse a un simple complemento de la lengua hablada. Su antropología del gesto es una original intervención para repensar las formas expresivas que desbordan la oralidad. Las investigaciones de José Luis Grosso en la región mesopotámica de Santiago del Estero le han permitido –a partir de la formulación del concepto de “añoranza” como una forma de rememoración cargada de posibilidades– reformular la identidad indígena y negra de la región, en oposición a las élites intelectuales santiagueñas que han negado esa historia hecha de migraciones y deseos de volver al cobijo “ensoñado” de la madre tierra. La historia del indigenismo en Santiago del Estero es recobrada en la figura de Francisco René Santucho, retomando un capí- tulo fundamental de esta perspectiva, nunca del todo reconocida. Liliana Lukin presenta unos fragmentos sobre la compleja relación entre literatura y recuerdo, pensados desde la imposibilidad de representar los cuerpos sometidos a la tortura y los vejámenes practicados por los regímenes del terror. Diversos nombres de la literatura, la filosofía y la poesía, son convocados para rescatar las formas en que la escritura pudo hacerse cargo del trauma social por el que atraviesa la memoria. 366

Psicoanálisis, retórica y política(*) Por Jorge Alemán y Ernesto Laclau

Esta conversación que ofrecemos aquí, entre Jorge Alemán y Ernesto Laclau, que tuvo lugar en la Biblioteca Nacional, releva el estado de un futuro proyecto académico. En las exposiciones de ambos autores no sólo se encuentran los fundamentos de la iniciativa, sino los recorridos teóricos y biográficos que marcan la confluencia entre ambos. Una amistad intelectual tramada por trayectos y lecturas, por afinidades, hechas de distancias y proximidades. Alemán lee a Laclau y lo vincula con los nombres de Heiddeger y Lacan, autores que, en su consi- deración, intentaron develar los puntos ciegos de la acción colectiva, aquellos que no tenían lugar en las retóricas emancipatorias y se alojaban como un pliegue interno de estas gestas que, en su vocación radical, no podían ser pensadas. Laclau vuelve sobre sus pasos. Revisa los ante- cedentes, repasa las continuidades y los despla- zamientos. Desde las primeras discusiones en la vieja Facultad de Filosofía y Letras acerca de la constitución de las identidades nacional-po- pulares –tema ineludible en el surgimiento del peronismo– a los modos en los que ha leído a autores tan disímiles como Gramsci y Derrida; estaciones previas a su reciente y reconocida obra sobre el populismo. LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

Jorge Alemán: Permítanme presen- revolucionarios, a los proyectos utópicos. tarles a ustedes una suerte de narra- Son célebres sus comentarios en aquel ción teórica que me parece puede seminario que transcurre durante Mayo conducir a los problemas que nos del 68: “si ustedes tienen un amo, lo interesa discutir en esta oportunidad. van a volver a tener”; “la revolución es En primer lugar, me voy a remitir a volver al mismo punto”, sus ironías con mi propia historia intelectual, simple- respecto a los domingos de las mañanas mente para enmarcar el problema. que cantan. Toda la enseñanza de Lacan Comencé hace muchos años atrás, en está tejida con el la década del ochenta, una lectura de estilo de la ironía A diferencia de otros colegas Heidegger a través de las puntualiza- con respecto que se valieron de Lacan para ciones de Jacques Lacan. Esa lectura, a los procesos cultivar una suerte de escep- me permitió descubrir que había colectivos. Sin ticismo en materia política, o una intención por parte de Lacan de embargo, a mi una suerte de cinismo sabio, transformar la realidad por fuera de la me pareció, que o una suerte de laicismo dialéctica, de establecer, con respecto ese podía ser el descreído [...] en esta vía de a la realidad una brecha estructural gran laboratorio lecturas entre Lacan y Heide- incurable, no superable, no cance- para pensar las gger, fui pensando en las lable históricamente (los conocedores transformaciones distintas posibilidades de de la enseñanza de Lacan saben que colectivas. Pues retomar los impasses que esa brecha toma el nombre particular también había en Lacan señalaba con respecto a de “lo real” y “la realidad”). Me inte- Lacan distintas estos procesos emancipatorios resó conjugar la subversión del sujeto puntuaciones del como un verdadero campo de que propone el texto El ser y el tiempo texto de Marx, trabajo que habilita el pensa- de Martín Heidegger, con la teoría distintas puntua- miento desde otro lugar. del sujeto dividido en la enseñanza ciones de lo que de Lacan. Y por último, después de es un proceso de temporal de trans- muchas vueltas, terminé decidiendo, formación, en este caso extraído de con el legado de izquierda sobre mis la propia experiencia analítica, que espaldas, por la herencia simbólica a podían valernos como un verdadero la que uno pertenece, que la verda- laboratorio de experiencias para pensar dera salida de la metafísica de la que qué es lo colectivo y de qué es capaz lo hablaba Heidegger, el verdadero “otro colectivo con respecto a un proceso de inicio” que Heidegger se empeñó transformación histórica. tanto en glosar, el verdadero aconteci- Es decir que, a diferencia de otros miento, era de naturaleza política. Es colegas que se valieron de Lacan para decir, que la superación de la metafí- cultivar una suerte de escepticismo sica, la transformación de la historia en materia política, o una suerte de la metafísica en otro comienzo, que de cinismo sabio, o una suerte de Heidegger buscó en los poetas y en laicismo descreído (el psicoanálisis es los pre-socráticos, en mi caso personal algo que sólo interesa para el “uno tomó la forma de la cuestión política. por uno”, o para el “caso por caso”, A su vez, en Lacan había muchísimas ya que los colectivos están siempre ironías (Lacan no era de izquierda, tomados por la psicología de las masas era más bien un pensador radical pero descripta por Freud o por los procesos conservador) dedicadas a los proyectos de alienación e identificación); por el

367 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

contrario, en esta vía de lecturas entre Derrida era todavía muy importante, Lacan y Heidegger, fui pensando en pero en el encuentro (que después fue las distintas posibilidades de retomar desgrabado y circuló en un librito) los impasses que Lacan señalaba con empecé a percibir que había un gran respecto a estos procesos emancipa- problema, en la relación Lacan-Laclau. torios como un verdadero campo de Un problema extraordinario, pues hay trabajo que habilita el pensamiento un aire de familia en un conjunto desde otro lugar. Y sobre todo, me vasto de términos, pero a la vez hay interesaba algo que había en común que ser muy minucioso y estar muy entre Lacan y Heidegger: la brecha atento para poder, verdaderamente, entre lo real y la realidad, la subver- situar diferencias que son muy deter- sión del sujeto y, por lo tanto, la invi- minantes en el modo de concebir la tación a pensar la emancipación por cosa que queremos pensar. Entonces, fuera de la semántica que la dominaba. para empezar, lo primero que advertí Esta semántica consistía en el siguiente en la enseñanza y en el texto del doctor razonamiento: hay una fuerza exte- Laclau fue que, en efecto, había una rior que nos oprime e impide, por vocación de construir una teoría de distintos procedimientos y a través de las significaciones. Pero no una teoría distintos dispositivos, realizar nuestro de la significación política, sino una propio ser. En cambio esa fuerza no teoría política de la significación, que es exterior, si consideramos el dato es distinto. Es decir, no es el politólogo de la servidumbre voluntaria como quién va a explicar cómo se produce algo originario del propio sujeto, si el sentido político, sino alguien que consideramos las inercias a las que piensa después de la metafísica, pers- el propio sujeto se debe y en las que pectiva que le daría un acento heide- está atrapado, las relaciones del sujeto ggeriano también al texto de Laclau, con ciertas relaciones que lo fijan en cómo es el sentido desde el punto de determinadas posiciones. Y, a pesar de vista de lo político. todo, no renunciamos a la emancipa- Esto tiene muchísimos problemas ción, aún admitiendo que esa emanci- que por razones de tiempo puedo sólo pación no va a ser ni total (porque no enumerar. Y además, no voy a explicár- hay sociedad que vaya a reconciliarse selos a Ernesto Laclau, cuando tenemos consigo misma), ni revolucionaria la suerte de tenerlo aquí. En primer (porque no hay un retorno al punto lugar, en esta vocación de construir fundante de la sociedad), ni progresista una teoría de la significación, surge en (porque finalmente la temporalidad Laclau la premisa de que la realidad que el propio Lacan dilucida es la del está construida discursivamente. Su futuro anterior: lo que habré sido para ontología, podríamos decir, es una lo que estoy llegando a ser, donde se ontología discursiva o retórica, a dife- reúnen dos conjeturas). rencia de otros filósofos que tomaron En este contexto, en el año 2000, me inspiración en Lacan, como Badiou, encontré con el profesor Laclau en que se apoyan en las matemáticas o en una mesa que se realizó en la Escuela la teoría de los conjuntos. Esta realidad de Orientación Lacaniana. Yo había está construida discursivamente, pero leído simplemente Emancipación esta construcción discursiva no se puede y diferencia, donde la presencia de saturar discursivamente, no es un cons-

368 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

truccionismo discursivo, porque la al campo discursivo un campo que no se brecha está operando. Y allí, surgen en puede cerrar. Y la dislocación, la hetero- Laclau los distintos temas que empiezan geneidad, el antagonismo, podrían ser la a guardar un aire de familia sumamente manera de llamar, en el texto de Ernesto peligroso entre Lacan y su propio texto. Laclau, los encuentros con lo real. Por ejemplo, la realidad está construida Pero junto con eso, aquí viene el otro de manera discursiva pero siempre hay, gran problema, hay una enorme medi- precisamente porque la totalidad es tación sobre cómo se cierra lo que no se imposible, elementos que emergen en puede cerrar. Es decir, que la totalidad el discurso y que lo atraviesan, producen sea imposible no quiere decir, como rupturas, irrupciones. Y hay distintas lo asegura el propio Ernesto, que no maneras, por parte de Ernesto Laclau, sea necesaria. Por lo tanto, empieza a de nombrar estas irrupciones, estos funcionar todo un aparato lógico en el puntos de rupturas que son sumamente texto de Laclau que podríamos consi- complejos, y que yo, de una manera un derar como una meditación acerca de poco brutal, por sólo nombrarlas aquí, cómo la sociedad, que por un lado es las llamaría la dislocación, la heteroge- imposible y no la podemos pensar neidad y el antagonismo. Que vendrían nunca como una totalidad, se separa del a ser los modos que tiene Ernesto Laclau proyecto marxista, de creer que la trans- de mostrar que no puede haber un formación va a estar en su lógica interna universo de discurso constituido en su a partir del movimiento de sus propias límite desde el discurso mismo, sino que contradicciones y por la mera concu- Jorge Alemán y Ernesto Laclau, hay todo el tiempo brechas que vuelven rrencia de la acción política. ¿Cómo por Marcelo Huici

369 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

puede una sociedad transformarse si no Laclau a una revalorización de lo que lo hace dialécticamente? Esa es la cues- podrían llamarse las transformaciones tión, para mi clave, de lo político en parciales; no como mero gradualismo Laclau: pensar la transformación desde o como transformaciones que dimiten un horizonte distinto al horizonte dialé- frente a la transformación total, sino ctico. Esta es su diferencia y, de nuevo, que la transformación parcial es ella su vecindad (lejana si ustedes quieren) misma totalidad. Como también, en con el propio Lacan. la lógica lacaniana, el “objeto a” no Estos procesos de transformación es la parte de la totalidad sino que el exigen, como dije antes, una medi- “objeto a” es lo que hace el semblante tación sobre el cierre. Y por eso está de la totalidad imposible. la teoría del Bien, esto exige un programa de trabajo Es verdad que en Lacan hay significante vacío que yo espero que en este seminario se muchos pensamientos referidos como uno de los pueda llevar a cabo. La relación entre a las inercias sociales: el racismo modos en que lo que Lacan llama el significante amo como el odio al goce del otro, una diferencia y Laclau llama el significante vacío; la la fijeza de un sujeto a deter- particular puede relación del “objeto a” como la posi- minados modos de goce que le asumir eventual- bilidad de que lo parcial encarne la impiden transformar su propia mente la repre- totalidad imposible o la función del identidad y lo obligan a una sentación de la “objeto a” en relación al goce. Hay sujeción consentida, a lo que totalidad incon- muchos autores que, leyendo a Laclau, sería una suerte de servidumbre mensurable. Está dicen que la función del goce no es voluntaria… En fin, las temá- también un uso suficientemente explícita en su texto. ticas de la inercia, las que hacen particular, por Yo pienso que sí, porque cuando él obstáculo a la transformación, parte de Laclau, piensa las sedimentaciones sociales y la están siempre en Lacan del lado del “objeto manera en que queda investido el signi- de lo que se llama el goce. Y, sin pequeño a”, sobre ficante vacío para articular un proceso embargo, es interesante contra- todo del destino hegemónico, ahí vuelve a cumplir un ponerlas con los procesos de que le da Lacan papel importante lo que en el psicoa- articulación hegemónica que en el Seminario nálisis se llama función libidinal. Pero, propone Ernesto. 7 cuando, preci- en cualquier caso, es verdad que en samente anali- Lacan hay muchos pensamientos refe- zando la sublimación, habla de “elevar ridos a las inercias sociales: el racismo el objeto a la dignidad de la cosa”. como el odio al goce del otro (¿quién De esta manera, a la vez, sostiene una duda que hay una metamorfosis polí- polémica con aquellos que aún ven los tica de Europa en relación a la xeno- procesos sociales de modo hegeliano, fobia, y que este odio al goce del otro donde sería posible saturar concep- profetizado por Lacan, en el año 64, tualmente la realidad y acceder por fin se iba a cumplir, cuando dijo que el a la cosa. En parte, ciertos debates, con porvenir del mercado común europeo alguien que también está inspirado en nos iba a traer formas de racismo Lacan pero que podemos decir que no desconocidas?), la fijeza de un sujeto ha construido una teoría propia, me a determinados modos de goce que refiero a Slavoj Zizek, están muy vincu- le impiden transformar su propia lados a esta concepción del “objeto a” identidad y lo obligan a una sujeción que lleva, además, al pensamiento de consentida, a lo que sería una suerte

370 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

de servidumbre voluntaria… En fin, Ernesto Laclau: Quisiera simple- las temáticas de la inercia, las que mente explicarles un poco la génesis hacen obstáculo a la transformación, de lo que hemos tratado de hacer en están siempre en Lacan del lado de lo la estructuración de este seminario, y que se llama el goce. Y, sin embargo, al mismo tiempo referirme al espacio es interesante contraponerlas con los intelectual que estamos intentando procesos de articulación hegemónica construir, que esperamos, sirva como que propone Ernesto. un espacio de reconceptualización del Queda también, por último, repensar campo social. la relación hegemonía y emancipa- ¿Cómo se gestó el proyecto que está ción. Esas fueron preguntas que le detrás de este Seminario y que incluirá hice, también en aquel debate del a varios investigadores de renombre, año 2000, porque la construcción tanto a nivel nacional como interna- de la hegemonía no lleva necesaria- cional? mente a la emancipación, pero gracias En mi mente, este proyecto consistió a Ernesto ya sabemos también que la en varias etapas. El momento en que emancipación no puede ser pensada yo comencé a pensar en estos temas es de una manera objetiva y abstracta, bastante distante. tiene que estar siempre anclada en Tengo que remi- La historia intelectual del una coyuntura concreta. A la vez, esta tirme a los años siglo XX había dependido de emancipación no puede ser nunca una setenta, a un tres transformaciones funda- emancipación del poder, porque no triángulo que iba mentales: la primera fue la hay forma de establecer un proceso de Viamonte 430, perspectiva fenomenológica, de transformación que no sea a su la Facultad de que culmina en el replanteo vez una nueva instauración de deter- Filosofía y Letras, de la fenomenología husser- minado orden. En fin, hay todo un al Bar Florida y liana y heideggeriana, esto campo que también es apasionante el Bar American, es, la analítica existencial; recorrer, en esta tensión irreductible que quedaban la segunda fue la tradición y problemática entre la enseñanza de todos en un analítica, cuando el segundo Lacan y los escritos de Ernesto Laclau. circuito suma- Wittgenstein comienza a Por supuesto, no he nombrado el mente cerrado, en cuestionar el esencialismo problema de la retórica, que hace a el cuál teníamos de la perspectiva de Russell, la esencia de la relación entre el texto d i s c u s i o n e s Frege y la filosofía analítica de Laclau y la enseñanza de Lacan. La apasionadas y a tradicional; y la tercera fue apelación de Ernesto a las figuras retó- través de las que el posestructuralismo, que se ricas de la catacresis, del sinécdoque, lentamente se fue liga a la reconceptualización los problemas que conllevaría hacer un configurando, en de la lingüística saussuriana. análisis comparativo de la metáfora y la mi mente, una metonimia. Todo esto es simplemente, cierta perspectiva intelectual que origi- y lamento no poder hacerlo de manera nariamente fue de carácter político. más exhaustiva frente a ustedes, una Estábamos en los años setenta, con el brisa, un perfume, apenas un pequeño proceso de constitución de la centra- signo de lo que se podría poner en juego lidad de las identidades nacional-po- si se hace un trabajo serio en la relación pulares, con un peronismo que estaba entre la las enseñanzas de Lacan y los resurgiendo. Y cada vez resultó más textos de Laclau. Muchísimas gracias. evidente, para un grupo de nosotros,

371 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

que el estricto clasismo del marxista no segundo Wittgenstein comienza a podía dar cuenta de ese proceso. Que cuestionar el esencialismo de la pers- había que pasar a hacer un análisis de pectiva de Russell, Frege y la filosofía las identidades colectivas de carácter analítica tradicional; y la tercera fue más amplio. En ese momento, en el posestructuralismo, que se liga a esa primera etapa, hubo dos autores la reconceptualización de la lingüís- que para mi fueron fundamentales. tica saussuriana. Estas tres grandes El primero fue Althusser que, con su tradiciones intelectuales, de alguna noción de contradicción sobre-determi- manera, están detrás de todo lo que nada permitía ir más allá del estricto hemos estado haciendo durante estos clasismo del marxismo clásico. De años. En mi caso personal, primero otro lado, mucho más importante creé un programa de doctorado en todavía, fue Gramsci con la noción de Inglaterra, en la Universidad de la centralidad de lo nacional-popular Essex, el Programa de Ideología y que reemplazaba la categoría de clase Análisis de Discurso, en el que se por la noción de voluntades colectivas, elaboraron más de 50 tesis, tratando de bloque histórico, de guerra de posición, de desarrollar tanto estudios empí- que dieron un comienzo a la posibi- ricos parciales, como perspectivas lidad de pensar las identidades colec- teóricas sobre estos temas. Algunos tivas desde una perspectiva distinta a la de estos libros han sido traducidos al forma en que la izquierda argentina las español, especialmente por el Fondo había encarado. de Cultura Económica, pero también En una segunda etapa, ubico el por otras editoriales, y yo creo que encuentro con el pensamiento poses- hacen una contribución importante tructuralista. Y también con el pensa- al pensamiento contemporáneo. miento poswittgensteiniano, que fue En una segunda etapa traté de cons- sumamente importante en la elabora- tituir en la Universidad Buffalo, ción de una nueva perspectiva intelec- en Estados Unidos, donde enseñé tual. Porque se trataba de pensar cómo algunos años, un seminario doctoral ciertos particularismos podían asumir con mi colega Joan Copjec acerca de la representación de una identidad “Psicoanálisis, retórica y política”. Y global más amplia. Yo recuerdo que, tratamos allí de ir fijando, esto fue un cuando fundamos el Cedis (Centro punto muy importante en la estructu- de Estudios del Discurso y las Identi- ración de todo el proyecto, las homo- dades Sociopolíticas de la Escuela de logías que se planteaban entre distintos Posgrado de la Universidad Nacional campos. Allí llegamos a determinar de San Martín), hace algunos años, que lo que Saussure llamaba “rela- en mi presentación inicial dije que la ciones de sustitución” y “relaciones historia intelectual del siglo XX había de combinación” es algo que se repro- dependido de tres transformaciones duce a todos los niveles del análisis de fundamentales: la primera fue la pers- la realidad humana. En el caso de la pectiva fenomenológica, que culmina lingüística, se trata de la relación entre en el replanteo de la fenomenología sintagmas y paradigmas. En el caso de husserliana y heideggeriana, esto es, la retórica, la relación entre metonimia la analítica existencial; la segunda y metáfora. En el caso del psicoaná- fue la tradición analítica, cuando el lisis, el vínculo entre condensación

372 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

y desplazamiento. Y en el caso de la este proyecto. Jorge Alemán ha seña- política, especialmente si la conside- lado la importancia de la deconstruc- ramos desde una perspectiva grams- ción. Yo creo que la deconstrucción ciana, es la relación entre lo que hemos fue muy importante en el sentido de llamado “lógicas de equivalencia” y lo mostrar el carácter contingente de que hemos considerado como “lógicas lo que antes había sido considerado de diferencia”. Hay una homología como “lógicas necesarias”. Y la obra real entre todos estos planos. Junto de Derrida, desde este punto de vista, con Copjec, cuando colaboramos en ha sido fundamental. Pero hay, en nuestro programa en la Universidad segundo lugar, toda otra dimensión de Buffalo, tratamos de estudiar las reconstructiva. Una vez que uno ha posibles homologías estructurales deconstruído el carácter lógico de entre el objeto “petit a” de Lacan y la una serie de relaciones, sin embargo lógica hegemónica. Y lo estudiamos ellas siguen existiendo. Y ese tipo desde distintos ángulos, tratando de de relaciones requiere otro tipo de no caer en conclusiones fáciles. Pero enfoque que aquel que la deconstruc- las conclusiones se impusieron. La ción puede aportar. Es ahí donde, yo conclusión básica es que la lógica de la creo, la teoría lacaniana representa hegemonía y la lógica del objeto “petit una ayuda fundamental. Esto es lo a” no son simplemente homólogas, que estamos tratando de hacer y lo son idénticas. Es la misma lógica, que que queremos es que, entre psicoa- en un caso ha sido descubierta desde nalistas, estudiantes de la retórica un punto de vista del análisis político, y la lingüística, y estudiantes de la en el otro caso desde el punto de vista política, se vaya estableciendo como psicoanalítico. una perspectiva teórica, cada vez más Lo que estamos tratando de hacer unificada. Y creo que podemos tener ahora, aquí en la Universidad de éxito en esta tarea. San Martín, es crear un programa de doctorado, con un grupo de investigadores de primer nivel, en (*) Presentación del Seminario de el cuál una serie de tesis empiecen a Posgrado sobre “Psicoanálisis, retórica explorar, tanto a nivel de los estudios y política”, 9 de junio de 2011, Biblio- concretos como a nivel de la perspec- teca Nacional. tiva teórica, todas las dimensiones de

373 374

Escarnio y verdad: las armas de la crítica(*)

Por Horacio González

El pensamiento crítico tiene como condición inhe- rente, una dimensión duelística propia de la polé- mica. Horacio González invoca antiguos textos, que siempre rondan desafiantes, en los que debate (con el lector) acerca de la naturaleza, hegeliana, de la verdad argumental y la verdad honorífica. La palabra, forjada como injuria, es una gran fisura interna en la construcción del sujeto. En todo duelo el propio yo está en cuestionamiento, disparó desde “El Sur” Borges, que tenía no pocas ofensas hacia sus textos, es decir hacia sí mismo; la espada, expresada como retaliación, pone inevitablemente en entre dicho, el discurso de quien la empuña. Esos estiletes borgeanos, implícitamente cruzados por los estilos punzantes de un Viñas o un Rozitchner, se trasladan al controvertido presente en el que las escaramuzas argumentales aparecen formateadas por la virulencia que les confiere la disponibilidad de las tecnologías, a menudo al servicio de combates personales vacuos, verdaderas maquinarias del escarnio público, que se disuelven ante una confrontación renovada, ante una nueva escena de lucha, como una verdad naciente que convoca a su esgrimista. En este artículo se libra un combate vasto y nómade: los duelistas de la historia liberal, del socialismo, de la izquierda; se retrotraen hacia el caballero feudal, cuyo duelo era una reafirmación ante la gleba, un discurso de dominación expresado en tonos circenses. La escri- tura hecha con sangre que postulaba Nietzsche, reapa- rece en la consideración del autor, derramada por una estocada reincidente: el pensamiento crítico no se satisface a sí mismo en cada conclusión a la que llega. LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

La polémica en tanto duelo de tener un gesto injuriante, pone de relieve un aspecto a ser pensado. Hace tiempo que no leemos buenas El agravio puede ser el comienzo de una polémicas escritas. Polémicas con reflexión profunda o motivo de duelo, varios envíos de parte a parte, razo- que es la otra forma de la reflexión, pero nable argumentación –que no alcanza, más dramática y mínima, regida por desde luego– , y la serena alegría de una milenaria obcecación, la ceremonia desnudar por la vía de elegantes escar- de la muerte entendida como forma nios los puntos flojos del adversario. de la reparación (o sea, de la verdad), Puntos flojos: porque la gran polémica, aunque la confrontación sea a primera el pólemos en su sentido estricto, ocurre sangre. El duelo es un evento probabi- no porque un lado tenga razón sobre el lístico, sumamente reglado. Con pautas otro, sino porque se poseen las mismas y rituales de una secreta caballería, el zonas débiles, las mismas fibras invisi- duelo se hace para resguardar la vida blemente precarias de la existencia que como algo superior a la razón, el honor podrían merecer el intercambio de como una pócima ultrajes que son la secreta sabiduría del más estimable El duelo no tendría su oscuro polemista. “Poner el dedo en la llaga”, que las convic- prestigio si en una ínfima “revolver en la herida”, son figuras ciones bien soste- cuota suplementaria, no del habla popular que expresan esta nidas. Pero no pudiera provocar estricta- tendencia de ver los debates como un tendría su oscuro mente, alguna vez, la muerte de proyecto humano para medir lo inso- prestigio si en algunos de los contendientes. portable, para saber cuál es el punto de una ínfima cuota Alguno tiene que morir en agravio que puede tolerarse sin agrietar suplementaria, no duelo para que esta burocrá- la prosecución general de la vida. Si por pudiera provocar tica institución permanezca. un régimen de formulismos absurdos estrictamente, apeláramos a divertimentos alge- alguna vez, la muerte de algunos de los braicos, las buenas confrontaciones se contendientes. Alguno tiene que morir establecerían cuando reina la ecuación: en duelo para que esta burocrática insti- A + E + PE = GP. Es decir, argumento tución permanezca. Así ocurrió ante más escarnio más precariedad existen- una Buenos Aires atónita por la muerte cial, igual a grandes polémicas. ¿No es del joven Lucio Vicente López, espe- graciosa una matemática social donde ranza literaria del país y nieto del autor ella ni es necesaria, ni nunca dejaría de del Himno, ante un oscuro coronel del ser descabellada? ejército. Allá lejos y hace tiempo, en la Es cierto que se escribe mucho en Gran Aldea. nuestra esfera pública y no se ahorra Precisamente, el duelo es un pensa- la injuria, no pocas veces destituida miento escéptico pero no inadecuado totalmente de elegancia y el sabor sobre la justificación de las acciones. No penetrante de un aguijón con la es que el duelista piense que interrumpe dosis exacta de ponzoña, que hiere con un llamado a demostrar, por la pero obliga a pensar. No, de eso no suerte de las armas, lo que no puede tenemos demasiado. No obstante, los decir por los artilugios del pensamiento. buenos polemistas abundan. Un buen Es que hay algo más: el duelista existe polemista sabe el momento exacto en porque es un incómodo expediente que se aplica un estilete que, a pesar de la cultura para mostrar que ningún

375 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

argumento tiene visto bueno conclu- talista lo que la inmanencia de la razón yente en la carrera por su certificación por sí sola no puede sostener. Por eso como verdad definitiva. Una civiliza- hay divinidades, por eso hay duelos. ción lúcida ante sus conflictos, precisa El periodismo contemporáneo tiene de esa guerra otra respuesta, pues sabe que no hay La cultura contemporánea abreviada entre ninguna obra acabada cuando se trata inventó la noción de posicio- arboledas llenas del procedimiento para entender namiento para escapar de las de rocío, cuando una “realidad”, y logra exacerbar los dificultades del argumento apenas amanece, debates casi siempre desde su vertiente entendido como un bache o para mostrarse injuriante. Pero allí los dioses han una herida en nuestro sistema sabiendo que abandonado definitivamente el placer de convicciones; serían nues- no hay verdades de las argumentaciones y su ironía tras verdades obtenidas por últimas. Quizás efectiva sobre sí mismas, ese escarnio juegos de fuerza y no nuestras ese botón final que que todo argumentador se destina a sí “verdades de a puño” a dispo- nunca se cierra en mismo para seguir su tarea polemís- sición de la historia. la historia de cada tica, remendando con su autocrítica Me posiciono entonces sin presente, precisa –que quizás sea hipócrita– la fragilidad necesidad de argumentos, pues de la figura de un de sus posiciones. Solo que la cultura apenas tengo que enfundarme dios arbitrario, contemporánea inventó la noción de en las máscaras preexistentes, de la no menor posicionamiento para escapar de las en esa concavidad que me ha a r b i t r a r i e d a d dificultades del argumento enten- tocado. Con posicionamiento, del duelo o de la dido como un bache o una herida en no hay injuria, ni duelo, ni supresión legal nuestro sistema de convicciones; serían polémica. Mañana podré de ese combate nuestras verdades obtenidas por juegos pensar lo mismo que el que entre narcisistas, de fuerza y no nuestras “verdades de ahora injurio y él lo mismo que para que quede a puño” a disposición de la historia. yo, que ya me ha injuriado. abierta por fin la Si hay posicionamiento, no debemos cuestión última esperar mucho de lo que decimos que de la razón: ¿cómo se produce el debate emanará de los intereses de la “posi- entre presuntos poseedores de las reglas ción”, no del sujeto. Como si fuera una conquistadas de una verdad? deriva menor de las miles de páginas La imposibilidad de un acuerdo entre foucaultianas, el posicionamiento es lo argumentos diversos surge de que que hacemos cuando las demás cartas ninguno llega nunca a poseer la última están echadas y queda un “nicho”, un razón de un lenguaje que le ofrezca el lugar en el cuadrante ya ocupado de don de estar en el mundo como un ideas, para ejercer nuestra baza. Se ser autoabastecido. Siempre son nece- piensa por deducción o sustracción; de sarios dioses menores o majestuosos, la masa de posibilidades argumentales, creencias esotéricas o variantes proble- deduzco aquella que correspondería a máticas del carácter privado, misterios mi actual estado de pertenencia en el del inconciente o lenguajes que no mundo de las prácticas, en el hueco procedan de una “fenomenología del que me ha correspondido. espíritu” personal, que con sospechosa Me posiciono entonces sin necesidad certeza, nos lleve al conocimiento de argumentos, pues apenas tengo que pleno de las cosas. Todas estas rarezas enfundarme en las máscaras preexis- remachan de una manera trascenden- tentes, en esa concavidad que me ha

376 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

tocado. Con posicionamiento, no Llamo tiempos honoríficos a aquellos hay injuria, ni duelo, ni polémica. en que la demostración de una verdad Mañana podré pensar lo mismo que el era disputada tanto por la ciencia que ahora injurio y él lo mismo que como por la sangre, por la tecnología yo, que ya me ha injuriado. ¿Por qué y la espingarda; por los digestos que habría duelo, si posicionarse es estar en d e m o s t r a b a n algún punto previsible de la cadena del la existencia de Esta confusión entre veri- “poder-saber”? Soy allí un punto más Dios como por ficación y justificación –lo de resistencia pasiva de la estructura, la ordalía; esto es, primero es por vía científica, lo que ella precisa para funcionar, la por la articulación lo segundo es por vía heroica-, celdilla que me han distribuido como de pensamientos es lo que vino a reparar o “plazas y funciones” que emanan de concientes de resolver lo que entendemos un “modo de producción”. sus capacidades por modernización, esté bien El socialismo histórico, el que fue la de verificación o mal elegida esta palabra. sombra del marxismo –a veces desde de sus supuestos el positivismo o el biologismo, a veces o por la exhibición de las galas del desde tímidos reformismos y vica- coraje como justificación postrera de rias consideraciones sobre las fuerzas las tareas de la existencia. Esta confu- productivas– , también tuvo actitudes sión entre verificación y justificación radicales contra el duelo, pues amena- –lo primero es por vía científica, lo zaba la verdad surgida de una episte- segundo es por vía heroica– , es lo que mología laica y del trato interactivo vino a reparar o resolver lo que enten- entre las “múltiples contradicciones” demos por modernización, esté bien o sociales. No tenía otro remedio que mal elegida esta palabra. El duelo fue ser uno de los tantos pensamientos un problema para los socialistas preci- organizados alrededor de la superación samente porque los hijos eminentes de de los tiempos y los fondos honorí- la modernidad, que cargaban consigo ficos de ladramatis personae de la vida el descubrimiento de que se podía ser social. Pero en general no son así los científico pensando sobre algo tan tiempos que vivimos, habitados por el fluctuante como la sociedad, debían fetichismo de la mercancía, concepto proscribir lo que en el fondo parecía que quiere decir que ha caído la pelí- como la gran amenaza. cula virgen del honor –las “venerables El duelo era el recuerdo de la sociedad creencias” como decía el Manifiesto feudal, su forma de justicia básica que comunista– reemplazando las culturas ilustraba todos los aspectos de la vida que construyeron acueductos social, derramando los valores de la romanos o pirámides misteriosas por aristocracia terrateniente y sus éticas la máquina a vapor. Léase: la máquina de dominio sobre el mundo plebeyo. de producir significantes y simbo- El duelo era el pensamiento mismo de lismos en la esfera de la imaginación, las armas para paralizar a los estratos a la que la filosofía contemporánea plebeyos; eran las armas pensando a dotó de una materialidad nueva, un los caballeros y no a la inversa. Este “materialismo discursivo” de donde tema perdura en Shakespeare, el puñal salen las contingencias del sujeto de Macbeth aparece como una fantas- interpretado como sede de “pulsiones magoría, conduce los hechos como subterráneas” y “consumo cultural”. una daga sonámbula. Aún tratándose

377 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

de asesinatos, las armas muestran su ción de ideas. La televisión, en verdad, superioridad moral sobre los hombres terminó por hacer ridículo el duelo. que las empuñan, no siendo meros Todo el mundo debería desenfundar instrumentos de muerte, sino objetos sus armas en la esquina de Lima y pensantes que ponen a prueba a Constitución, si fuera por lo que se quienes los empuñan. dice en los programas llamados de Este tema del puñal pensante, tiene polémica, o de competencias varias muchas otras variaciones en la historia con jurados fantochescos que se dan de la literatura y de la crítica polí- bofetones, es cierto que acatando aquí tica. Borges retoma muchas veces este la gran herencia del circo. tópico, la daga como “el metal que El ideal socialista de triunfar por presiente en cada contacto al homicida el “mejor argumento” –concepto para quien lo crearon los hombres”, central de la teoría comunicacional de y en el célebre cuento La fiesta del Habermas– tiene que mantenerse en monstruo, las armas saben suponer su un tiempo desfavorable en que reinan predominio por sobre los hombres ya no los “proletarios, sepultureros rasos, despreciables, que las empuñan. dialécticos de la burguesía” sino las El narrador dice: “un bufoso recibía a sepulturas proletarias en el apacigua- cada uno de nosotros”. miento de una dialéctica que nunca Pese al prestigio que tiene este tema dejó de ser burguesa. Por eso se hace antropomórfico de las armas consi- liberal, republicana, igualitarista, nada deradas como mentes sombrías que mal; y cada uno de estos aspectos son conducen la lógica del duelo –armas en considerados aptos para ser “profundi- tanto fuerza subterránea de la historia, zados”. Nada mal, repetimos, porque plano colec- no estamos para abominar de las El ideal socialista de triunfar tivo de la vida metáforas temblorosas que se sitúan por el “mejor argumento” subconsciente de allí donde el pensamiento real de la –concepto central de la teoría los hombres–, es historia omitió colocar pensamientos comunicacional de Habermas- fácil comprender concretos con real fuerza persuasiva, tiene que mantenerse en un porque el duelo y no solo derivaciones, ampliaciones, tiempo desfavorable en que debe dejar paso agregados, o nuestra bien conocida reinan ya no los “proletarios, a sus grandes profundización, metáfora abismal, hija sepultureros dialécticos de la sucedáneos, la de cierta linealidad voluntarista… burguesía” sino las sepulturas literatura épica, pero, ¿hay otra cosa? proletarias en el apacigua- el periodismo Para Marx, el duelo no debía ser la miento de una dialéctica que de denuncia, la regla de verdad pues no podía ser consi- nunca dejó de ser burguesa. ironía del pole- derado una fuerza productiva, pues mista como conocía bien a través de sus lecturas modesto héroe civil de su verdades. de Shakespeare hasta que punto la Suprimido el acto material del duelo, dialéctica entre lo trágico y lo cómico hay que preguntar ahora si el mismo debía ser superada por una denuncia oscuro dramatismo está presente en general de los velos, fetiches y blasones los grandes torneos que la sociedad pintarrajeados que sustituyan la obra contemporánea –a través de sus humana por pseudo-acciones basadas medios de comunicación– reserva para en ensueños y fantasías. Excepto –para contener los vaivenes de la confronta- Marx– en lo que hace al gusto por el

378 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

arte griego y también por la propia militancia fortalecía, antes bien debili- lectura de Shakespeare. Pero había un taba, la programática socialista. Pala- duelista en las filas del incipiente socia- cios, en cambio, creía que en sí mismo lismo, ligado de alguna manera a Marx, reposaba el coraje de la historia, repre- que en cambio leía a Schiller, y era un sentado por la convicción socialista, en raro jefe socialista: Ferdinand Lasalle. El el fondo menos hija de las máquinas a constitucionalista que supo hacer oídos vapor que de los cuerpos en posición a las irradiaciones bismarckianas y que de tiro, apadrinados por reglas de la el peronismo leería con interés–, que valentía tal como se estipulaba en las muere en duelo en 1864 por un caso cortes medievales. José Carlos Maria- de amor con una condesa. Marx, desde tegui, al escribir la estremecedora Londres, reprueba el hecho, queda consigna sobre el socialismo como pasmado por un hombre sobre el cual “creación heroica”, llevó a un punto reposaba una responsabilidad social tan sorprendente una inédita presencia grande, envuelto en una situación así, del pensamiento de la caballería gótica el honor que emanaba de una rivalidad –pasada por el cubismo y el expresio- amorosa, amores cortesanos en la vida nismo–, en la “emoción revolucionaria de un dirigente del proletariado que de nuestro tiempo”. pone en juego todo por un idilio. Arturo Jauretche era duelista, lo fueron Sin embargo, la tradición duelística se Arturo Frondizi y John William Cooke. superpuso mucho tiempo, y en muchos La tradición del enfrentamiento caba- casos, con el socialismo. En la Argen- lleresco abarcó buena parte de la tina es muy conocido el caso de Alfredo formación de nuestros partidos polí- Palacios, que hacía coincidir un socia- ticos. Yrigoyen se batió con Lisandro lismo personalista, una indumentaria de de la Torre en unos galpones aban- barón de la plebe, mostachos que eran donados junto al Río de la Plata. No floretes, una oratoria que heredaba los había terminado aún el siglo XIX, y el aires republicanos sociales de la revolu- que luego fuera presidente debió tomar ción francesa y una vocación duelística clases de esgrima, pues no conocía ese que suponía que las verdades socia- arte, que sí dominaba su contendiente. listas, en un parlamento donde estaba En 1950 Frondizi y Cooke, ambos en absoluta minoría, debían reforzarse diputados, se enfrentaron a pistola, con la honra del tribuno… a pistola o a pero parece que con el compromiso de espada. No pocas veces mandó padrinos disparar a las piernas, cosa que hacen y otras tantas les fueron mandados; con puntería desganada. El motivo pero otros diputados socialistas que del duelo fue una opinión despectiva fueron siendo electos posteriormente, de Frondizi llamándolo “converso” a sobre todo Juan B. Justo, declaraban al Cooke. Éste respondió: “creo que el entrar a la cámara que no aceptarían la diputado ha excedido los límites de la proposición del duelo. convivencia parlamentaria, ha usado El debate parlamentario no podía una expresión que me agravia y me dirimirse por un sistema de ofensas, ofende”. El duelo es la continuación injurias y denuestos, pues ni éstos del debate parlamentario en las madru- eran superiores al orden objetivo de la gadas fúnebres y en ese sentido, sería la verdad –inherente a la historia– ni el forma en que éste prosigue cuando hay coraje personal como ultima ratio de la una ofensa de por medio.

379 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

Pero ¿cómo identificar una ofensa? estuvo dispuesto a que pasara de su Hegel, en frase muy conocida, afirma condición metafórica a la realidad del que la honra es la quintaesencia de duelo a doce pasos (como el penal). la vulnerabilidad. ¿Son diferentes las Cuestionar el duelo, al fin, era el capí- fuentes de la verdad argumental y la tulo final de la lucha entre las armaduras verdad honorífica? ¿Qué le hubiera morales del socialismo y el feudalismo. costado a Cooke Y en nombre de esa importancia, bien El honor, en Borges, es un demostrar que no se podía correr el riesgo sublime, que componente esencial de la era un converso y algún diputado conservador les gritase lengua, es la pócima que asocia despojar a esa “cobardes”, sin saberse si él no lo era hechos mínimos con inten- palabra de su valor realmente, por lo menos en torno al cionalidades oscuras, que de vulnerabilidad heroísmo paciente de las ideas. revelan que siempre está en –afectadora de Borges trató el tema en toda su obra, juego la estabilidad del yo. Es la honra–, expli- aunque el método lo expuso en un tan grave mencionar un título cando las razones breve escrito titulado El arte de injuriar. como adorno prestigioso de la concretas por las Es un breve tratado sobre el honor. Lo personalidad, como mencio- cuales provenía expuso a propósito de las cuestiones narlo como imputación implí- del radicalismo que formarían parte general de una cita. Una pobre palabra que y ahora abrazaba retórica marginal y malévola. “Un puede tener un trato insignifi- la causa del pero- alfabeto convencional del oprobio define cante en el idioma, de repente nismo? No lo también a los polemistas. El título ‘señor’, se enreda con significados hizo así porque de omisión imprudente o irregular en el que emanan de un contraste en la injuria el comercio oral de los hombres, es denigra- imprevisible, provocado por argumento había tivo cuando los estampan. ‘Doctor’ es otra insignificancias del idioma, atravesado un aniquilación. Mencionando los sonetos deshechos del hablar común, límite impreciso ‘cometidos’ por el doctor Lugones (…) que sin embargo introducen pero recono- muere el semidiós y queda un vano caba- el escarnio y la tragedia. cible. Se dirige llero argentino que usa cuellos postizos hacia lo personal, de papel (…) queda la central e incu- lo íntimo, la convicción de que hay rable futilidad de todo ser humano”. El una presencia en el mundo de un yo honor, en Borges, es un componente que sostiene todo lo demás con su esencial de la lengua, es la pócima que vergüenza, que es gatillo del honor asocia hechos mínimos con intencio- siempre montado, con el halo atem- nalidades oscuras, que revelan que poral de su vulnerabilidad bien defen- siempre está en juego la estabilidad del dida y percibida como un don esencial yo. Es tan grave mencionar un título que soporta a toda palabra dada. como adorno prestigioso de la persona- Pareciera incluso que la palabra es lidad, como mencionarlo como impu- apenas un momento de demora o tación implícita. Una pobre palabra postergación para lo que realmente que puede tener un trato insignificante importa, para que aparezca la injuria, en el idioma, de repente se enreda esto es, otra palabra, pero ya conver- con significados que emanan de un tida en estilete, en sangre derramada. contraste imprevisible, provocado por El socialismo de Juan B. Justo, el que insignificancias del idioma, deshechos ganara al fin el “duelo” con Palacios, del hablar común, que sin embargo hizo de la injuria otra palabra que no introducen el escarnio y la tragedia.

380 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

2. Duelos escritos como clasicismo tías al caudillo, respetad al gaucho, si polémico queréis garantías para todos”), lo que lo lleva a su crítica trascendental a la No obstante, las polémicas conocidas, prensa de guerra antes antirrosista y bien escritas y duraderas, fácilmente ahora antiurquicista. La “venenosa ubicables por el crucial tema que prensa” que cuestiona que se haya tratan, no parecen estar sometidas a triunfado contra Rosas con su mismo esta inconmensurable fragilidad del color rojo. Alberdi responde: pero con yo. Veamos dos de las más famosas el color azul se trabaja para reestable- polémicas argentinas, la que enfrenta cerlo. ¿Quién es la continuidad de a Sarmiento con Alberdi en 1852 quién? Esta fórmula gobierna la gran y a Bartolomé Mitre con Vicente polémica: o Sarmiento es el conti- Fidel López en 1882. En cuanto a la nuador de Rosas, o Alberdi lo es del primera, nos situamos ante los formi- mismo modo. Cada uno acusa al otro dables documentos que se llaman Las de ser el heredero de aquello que se quillotanas de Alberdi y Las ciento y combatía. Modelo polémico perdu- una de Sarmiento. Se debatía aquí rable hasta hoy en el largo historial de sobre la condición intelectual que las polémicas argentinas. Para Alberdi, se delinearía en los horizontes insti- fue atacado Urquiza, el que acababa de tucionales que le sigan al estado de dar libertad a la República Argentina: guerra –la batalla de Caseros– pero “con las mismas armas con que antes también sobre las formas de violencia se combatía al que la ensangrentó y que podrían admitir las escrituras encadenó por veinte años”. Ve a un públicas y la autenticidad de quienes Sarmiento que no vacilará en emplear las redactaban. contra el propio triunfador de Caseros Alberdi no es especialmente inju- las mismas palabras que se usaron a riante, pero una fuerte personaliza- propósito de Cuitiño y la mazorca: ción del argumento lo lleva al clásico “matadores insignes”. Para Alberdi retórico de volver contra el adversario se trata de escritores que asemejan sus propias armas. “Usted escribió el a “caudillos de la pluma, producto ‘Facundo’ contra Rosas y viene a servir natural de la América despoblada”. Le contra usted por haberse puesto en oposi- espeta a Sarmiento: “si Rosas hubiera ción con su propio libro”. Sarmiento triunfado de Urquiza, su Campaña había dedicado a Alberdi el libro que estaría inserta en el ‘Archivo Ameri- antecede a la polémica, la Campaña del cano’”, con lo cual lo equipara al prin- Ejército Grande, en un gesto de impru- cipal publicista de Rosas. dencia y desatino pues su autor practi- Alberdi es sensato, ubicuo frente a caba demasiadas estocadas insultantes las realidades de fuerza. Un ejército en un género habitualmente destinado era el definidor de la situación, no los a la lisonja. Luego, Alberdi será el periodistas y folletineros de la vocin- truchimán, el cobarde, el doctorcito o glería antirrosista.“¿Qué iba Usted a simplemente el abogado, mención que hacer al ejército? ¿Qué llevaba Usted? se hace con desprecio. Su pluma; usted no era soldado. La Pero Alberdi está en su verdadera forma pluma en el ejército no es una arma”, elevada para defender una fórmula propone Alberdi, ya habiendo encon- activa y social de libertad (“Dad garan- trado su tino en el debate. Quiere

381 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

ridiculizar a un Sarmiento que atro- ponen remiendos en la edad madura, pella realidades en nombre del arte ante el aguijón de la necesidad, a las poético del periodista conspirador y carreras que las veleidades del piano del genial boletinero. y de la Moda dejaron truncas. No le “Usted era en el ejército un simple quito a usted nada como abogado. teniente coronel, no tenía intimidad con Lo es usted habilísimo, y si tuviera Urquiza…” Podemos ver que Alberdi pleitos malos, abominables, yo también inaugura un largo reproche. conozco el manipulador que sabría “cuando a la mañana siguiente veía adobarlos como un lechoncito y pasar usted gauchos y no soldados europeos gato por liebre a un juez bisoño”. exclamaba ‘barbarie, atraso, rudeza’”. A su vez Sarmiento, en la Carta de Precisamente, invocar a La moda Yungay a Urquiza, que es parte de la –y al piano: Alberdi en 1837 había polémica, le imputará a éste: “Siga, intentado hablar de política a través General, dejando el campo cubierto de de finos folletines de costumbre, de los cadáveres insepultos de sus propios aspectos mundanos de la educación soldados, como estuvieron los de los nues- sentimental–, Sarmiento se empeña tros, los de los soldados de Rosas hasta que en llegar a la cúspide del agravio. yo salí, esto es, dieciséis días después de la “Escritor de periodiquines, compositor batalla. ¿Se enterraron después? Lo ignoro. de minuetes y templador de pianos”, ¿Se enterró el cadáver de Chilavert y de los le dice a Alberdi, discutiendo sobre ciento de la división Aquino, degollados o los títulos de cada uno en cuanto a sus fusilados en Palermo, a pasos de la puerta respectivas trayectorias intelectuales de su habitación y cuya putrefacción apes- –dadoras de habilitaciones especiales taba el aire…? Usted es desde Artigas, para la nueva etapa que se abre en el Quiroga y Rosas el que más prisioneros ha país. Alberdi es el verdaderamente degollado”. Grave, letal es Sarmiento. agraviado en su persona y el que se ve “Cadáveres insepultos”. Quiere echarle obligado a exhibir sus legítimos certi- en cara los muertos a Urquiza y Alberdi, ficados. Siempre pasa así cuando un mientras éste se contenta con refutar a nuevo capítulo nacional borra ante- sarmiento “estudiando sus escritos”. riores patentes y obliga a pasarlas por ¿Y Sarmiento? Ataca por todos lados. un nuevo cedazo crítico. Criticará la letra de Alberdi, de natu- Alberdi termina entonces sus Quillo- raleza enmarañada. “El egoísmo y la tanas escribiendo su currículum, que mala crianza suelen tener por espejo una menta la hasta allí su abundante obra. letra ininteligible”. La mordacidad de Sus raíces se hallan en las voces de Sarmiento es la del detallista sublime aquella generación que había actuado en su maledicencia; ese es el aliento más de una década y media atrás. íntimo de sus cartas, destinada a afectar Pone en juego la mención de todos a Alberdi en su honor, al que también los escritos de su pluma, donde reco- acusa de cobarde en ocasión de los noce influencias y revalida su línea sucesos referidos al sitio de Montevideo. de trabajo. Y luego el plato fuerte. Y no deja de retorcer el escarnio: Primero, afirma que no tendría porque haber rechazado a Urquiza, si “¿Fue usted primero periodista que este jefe era lector de los documentos abogado? ¿Sí o no?” Yo sé cómo se que emanaban de la generación y de él

382 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

mismo. “Es el general Urquiza el que ha de este hombre, sus facultades mentales, venido a nuestras creencias, no nosotros su juicio, su conciencia quedaban a las suyas”. Pero el toque profundo de ¡PERINDE AC CADAVER! paralizados la campanilla de la memoria y la legi- por aquella catalepsia a que sujetaba su timidad de palabra, lo reserva para el conciencia: y este hombre se llama Juan final, que es el examen de ese nosotros. Bautista Alberdi”. Sarmiento repite “Digo nosotros, porque los tres redac- la fórmula alquímica más de media tores de esa creencia –el Credo de la docena de veces, sambenito cuyo Asociación de Mayo–, se hallan en el poder denigrante es extremo. Perinde campo que usted combate. Echeverría ac cadáver –“disciplinado como un no vive, pero su espíritu está con noso- cadáver”– es el canon de comporta- tros, no con Usted, y tengo de ellos miento que se exige en las instituciones pruebas póstumas”. La mención del jerárquicas. Sarmiento lo escribe en espíritu de Echeverría hace al modo cursiva y también en mayúsculas. Ha en que este debate aún nos sobresalta, encontrado su ungüento mortífero. Y

Dedicatoria de Sarmiento a Alberdi porque nada más es una polémica que se burla, antes o después de matarlo: la lucha por cierta ánima que debe “Siempre que Alberdi medita en una seguir encarnándose en algún presente cosa baja usa la palabra alta”. desde su etéreo pasado. El tercero era ¿Estos epítetos del profundo ingenio Juan María Gutiérrez. polémico –Alberdi con ponzoña sutil; Sarmiento no se inmuta. Apelando a no la es menor la de Sarmiento, pero una estocada riesgosa, hija de algún explícitamente hiere al hombre en ejercicio retórico bien aprendido, su cuerpo, allí donde se localizan los como si estrujara una esponja sangui- síntomas señeros del honor–, están nolienta, lanza un denuesto infinito. a la altura de los temas específicos “Hay un hombre en la tierra que, a en debate? Está la guerra en el tras- merced de un pacto, se obliga a enmu- fondo. Ciertamente, Alberdi defiende decer, a no ver, a no oír, cuando un al partido de Urquiza, que sostiene el gobierno le hiciese ¡chitón! Los sentidos sitio a Buenos Aires, y Sarmiento a

383 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

los porteños rodeados por el general la pluma: allá la pólvora, aquí la tinta. Lagos. El placer irrisorio que siente ¡Combatamos como argentinos! ¡Usted Sarmiento al desgranar una variedad lealmente comme toujours! Quítese de desprecios contra Alberdi –“músico, la máscara. ¡No sea zonzo! Y gloríese periodista, abogado, magnetizador, de haber sido desde muchacho perio- para seguir el orden natural de estas dista, haber logrado después, a fuerza adquisiciones”–, a veces cede un poco de estudio, ser abogado-periodista y aunque nunca puede reprimir del mediante sus “Bases”, que yo llamo todo su ojeriza contra el contendiente. hipotéticamente el pacto, ser el perio- “¿Comprende usted –le dice– que allá dista-diplomático. Diplomático para (en Buenos Aires) mueren destrozados escribir, escribir, escribir contra mí”. por la metralla sus amigos, los de los Parece Sarmiento aceptar la posición campos, y lanceados mis amigos, los de Alberdi en las Quillotanas, una cosa de frac? Allá el cañón, Alberdi, aquí es la guerra y otra la polémica escrita.

384 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

Se preocupa de que ellos estén discu- destrezas para afrontar el riesgo. De tiendo en otras tierras –Chile–, mien- profesión, ni periodista ni militar tras los amigos de ambos mueren. –aunque en estos casos luzcan sus Pequeño síntoma de acercamiento, elogiados escritos–, para afirmán- enseguida desbaratado por el retorno dose realmente maestro, ya no una al tema absorbente, la imposibilidad profesión sino una elección moral, de Alberdi de dejar de escribir ácida- un destino, un acto de pureza ajeno a mente sobre Sarmiento. ¿Y Sarmiento? toda mundanidad o deseo de certifi- Lo mismo, sólo que no se toma del caciones. Lo demás es “periodismo de pretexto –que Alberdi cumple a rega- alquiler” o prácticas de abogado, de los ñadientes pero con agudeza analítica–, que abundan en América, en número de decir que hablará de “los escritos de tres mil. Sobran. Alberdi, insultado de Alberdi”. Sarmiento escribe contra en su ser y en su profesión, fue cuida- Alberdi, masacrando su bibliografía, doso en la polémica, está tomado por porque también cree que Alberdi “sólo un profundo enojo –desliza compa- escribe contra mí”. raciones con Robespierre o Marat, Por eso, Sarmiento concluye la polé- pero sin perder de vista lo que había mica con la referencia a lo que real- llamado “el estudio” de los escritos de mente le parece ser su montura Sarmiento. Éste, devuelve epítetos de profunda. El tema de las biografías infinito desdén, lo coteja con los perso- paralelas, la suya y la de Alberdi. Es najes de Crímenes célebres de Alejandro decir, el derecho a la voz. ¿Quién Dumas –remate artístico de su obra de puede hablar con autorización irre- aniquilación sobre Alberdi–, y muestra vocable, con qué conocimientos y que habiendo sido modestamente fundamentados en qué acciones que ofendido, puso las cosas de tal manera se sostengan en existencia justa, y en que la cuestión de las relaciones entre este caso, en coraje manifiesto? Si el la escritura y la guerra le sirvió para tema mayor de la polémica es sobre el fundar el arte de una escritura, cuyos conocimiento de la guerra en relación sarcasmos equivalían a insaciables a las profesiones (periodista, abogado), disparos de una metralla de la que no Sarmiento dice excluirse de la condi- supiera bien si era el teniente coronel, ción del Estratega, “que nace y Dios lo el inspiradísimo escritos o el maestro cría”, pero no la del conocimiento del vocacional el que las expedía. arte militar, pues él ha leído a Jeno- La relación entre sangre metafórica y fonte, Filipo, los romanos, prusianos y escritura real es de menor cuantía en franceses, incluyendo las maniobras de la otra gran polémica del siglo, la de César, Federico y Napoleón, además Vicente Fidel López con Mitre. Estaba de haber practicado a la guerra en en cuestión el uso de los documentos terreno, como teniente coronel, pues y archivos tanto como la designación ha mandado escuadrones por lo que del valor de verdad en los hechos de al no haber podido mandar ejércitos, la historia. Para Mitre, se trataba de aún ignora si está dotado que “fluya de los mismos documentos, ¿Quién es Sarmiento pues? Es lo que sin propósito concebido, la unidad de debe probarle a Alberdi que es, pues la acción, la verdad de los caracteres, es ésta una polémica de duelistas por el interés dramático, el movimiento, el el honor de sus actos, profesiones y colorido de los cuadros y se desprenda de

385 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

su masa concreta el espíritu filosófico o Precisamente, alguien como Ricardo moral del libro mismo…” Tomamos Levene, tan poco proclive a apartarse esta cita de la reseña que hace Ricardo del legado de Mitre, recuerda la célebre Rojas de la polémica, en un escrito que polémica de los dos patricios a partir contribuyó decisivamente a ponerle del modo en que el autor de Historia un punto final, con conclusiones de Belgrano resuelve el problema de favorables a la “historia científica” de filosofía de la historia planteado por Mitre, mientras que suponía que no López. Mitre reclamaba que no podía dejaría descendencia López. Quienes haber historia filosófica si todavía “no deseaban parecérsele, en realidad, había historia en concreto y la docu- debían “ir a la novela”. mentación aún se estaba coleccio- En cuanto a López, también citado por nando”. Al decirse documentación se Rojas, así podría resumirse su postura: estaba invocando un estilo de poner en “No sé si esta manera de hacer la historia juego la verdad, para luego desplegar el por medio del colorido local y de la resu- arte de la recreación del pasado. La rrección dramática de los tiempos sobre seguridad del documento en relación los que se escribe, parecerá todavía entre a la probanza científica habilita al nosotros aventurada y extraña por lo ramillete de potencialidades del relato mucho que se desvía del método y de histórico, pero éstas no son simultá- las formas que otros han seguido”. Si neas al documento ni eventualmente éstos eran los anuncios de cada forma lo sustituyen. Mitre, como bien lo de trabajo historiográfico, se podría señala Rojas, “no rechazaba la tradi- afirmar que se trataba de un debate ción oral como podría suponerse de sorbe el lugar del documento en el arte los términos de esta polémica”. de la escritura, Es que al postular López un privilegio La idea nietzscheana de escribir la explicación y para la memoria atesorada a través de con la sangre, si no es la metá- la recreación de ciertos poseedores del halo de la voz fora maestra de una literatura lo vivido. Para primigenia o genealógica, parecía que quiere asistir a su propio Mitre hay un ponerse en situación superior. Era el estallido convirtiéndose en prioridad docu- hijo del autor del himno, pero tendría organismo vivo, sin más, sería mental pero no que lidiar con el triunfo cultural del la muestra más acabada de la niega la recons- militar historiador al proyectarse en un imposibilidad de que aun la lite- trucción dramá- ostensible linaje intelectual y periodís- ratura más “sanguínea” y “vital” tica ni deja de tico. López era en aquel momento el sea el incesante intento de crear recoger el auxilio oído que de niño había escuchado a los formas extremas de contacto de la oralidad. conmilitones de su padre en el hogar con su otro existencial. Para López, el familiar, parte de la escogida fragua esfuerzo recons- del discurso de la revolución. Mitre, tructivo partía de una visión “filo- en cambio, poseía fuentes familiares sófica” que dejaba lugar tanto a una rústicas, que en ese momento opone materia narrativa obtenida en las con ufano penacho ciudadano a la aris- potencias de la historia oral como a la tocracia porteñista de López. El padre posibilidad de referir los hechos “ucró- de Bartolomé, Ambrosio Mitre, había nicamente”, esto es, como hubieran sido soldado raso de la revolución, podido ocurrir y no cómo “efectiva- aunque interesado en las doctrinas de mente” ocurrieron. Monteagudo; sin embargo, el padre

386 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

de su esposa era el general Nicolás Sin duda, sería impropio ligar el de Vedia. Ahí sí hereda Mitre –él lo debate a una historia despojada del señala– la memoria de los hechos libe- archivo –con memoria viva y escritura racionistas. Era vía indirecta. Pero la dramática– o a una historia documen- acompaña con la noticia de que posee tada que sin embargo no se priva del el sable de Las Heras y el bastón de asalto auxiliador de la memoria. López Rondeau, respectivamente legados por era un filólogo menos positivista que sus propios dueños. romántico, erudito de la memoria de López desea en cambio trascender los su clase y enemigo de las versiones archivos en el punto que le interesa: ve populares de la revolución. Su revo- que éstos carecen de la fuerza que posee lucionarismo, sin embargo, se vincula una memoria personal, anunciando con la profunda novedad de su estilo con ello cual es el tono biográfico que capaz de recrear ahora las funciones le quiere dar a su historia, o bien de reveladoras del archivo. Quizás la esfuerzos autobiográficos que solicitaban, manera épica de Mitre poseía una con cierta sacralidad laica, el poder de cercanía mayor a las necesidades del un relato que confiaba de expandir hacia Estado y de su Archivo –creador inhe- un enjambre nacional más amplio una rente de clasificaciones analíticas por historia básicamente familiar. el solo hecho de existir– y la de López Por lo tanto, no se trataba en López de se exponía muy fácilmente a quedar desmerecer el documento o el archivo. presa de la cultura de un “porteño de Como no parecía ser Mitre el candidato la burguesía colonial, demasiado cerca ideal para la acusación de cientificista del odio a Montevideo y a los caudi- del papelerío mohoso. La polémica llos federales”. Así lo expone Ricardo tenía en verdad aspectos que lindaban Rojas, quién agrega: “su exceso de faci- con la filosofía de la escritura –¿cuántos lidad fue su enemigo”. grados de imaginación ficcional Pero hoy podríamos modificar este deberían permitirse para despertar juicio, si aceptamos pasar por alto el al archivo?–, y con el auxilio de la pellejo clasista y linajudo que reviste imaginación trágica –¿cuánto se puede la historia de López. Estaba munido apartar el historiador del dictamen de de un arte mayor de archivo, que en archivo cuando es necesario dar dimen- su límite, no precisaba de papeles sino sión vital a los acontecimientos? de un punto de partida inexcusable en La actualidad de la polémica, así, no puede la imaginación histórica. La asombrosa disimularse. A los meros archivistas, el antigüedad de este atributo no puede discípulo más trascendente de López –J. estar ausente, precisamente porque M. Ramos Mejía– los llamó “ropavejeros de faltar, el archivo no revelaría sus de la historia” para alertar que era nece- secretos, sus propios olvidos y la inevi- sario una apelación casi shakespeareana table pérdida por secula seculorum de para darle animación a los legajos empa- algún documento fundamental. La quetados por la rústica memoria de las imaginación crítica y lo que resta del instituciones. Se debía entrar al archivo archivo –hay que mirar el archivo por como a un templo impúdico, a un salón lo que falta– es el enlace que busca el de contorsionistas lujuriosos que flecha- alma historiadora. López, el cajetilla, rían al investigador con su ojo de alegres el padre del duelista muerto, el hijo de patólogos de las vidas. unos versos del himno sobre las tumbas

387 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

del incario que el mismo Rojas resal- consiente el análisis de la relación entre taría, tenía en sus manos una materia duelo y escritura, entre sangre, honor revulsiva que siempre sería periférica en y literatura. el oficio del historiador. Pero el docu- Es sabido que la literatura es una esfera mento que se halla en el centro, siempre que se considera autónoma aunque exige interpretaciones periféricas, y en siempre se expone (le gusta exponerse) el extremo de las cosas, una derivación a una refutación de su lógica interna hacia la tragedia del existir histórico. . autonomista en el mero decir de que siempre estamos ante estilos sociales, ambientaciones de valoraciones colec- 3. Honor, sangre y escritura tivas que incluso influyen en la poesía intimista y pueden rastrearse con la Desde luego, hubo muchas más polé- única condición de que el analista micas en el siglo diecinueve y en el que sea respetuoso de las dimensiones de le sigue. Por lo menos con ambiciosa libertad que tiene toda experiencia argumentación, por lo menos hasta la humana, sobre todo la escritura. Sin polémica de Lisandro de la Torre con embargo, por más que intente probarse monseñor Franceschi, o si queremos que lo literario es esencialmente un extendernos un poco más hacia inter- vínculo con otras dimensiones de la cambios fuertes pero no mortíferos –el imaginación (ideas sobre la sociedad, de Lucien Abeille con Miguel Cané, el autopercepciones del yo, sea sibarita o de Borges con Américo Castro, el de anacoreta) siempre queda la imposibi- Roberto Arlt con Monner Sans, el de lidad de transponer un límite, el de la Oscar Masotta con Vocos Lescano, escritura fusionada con la vida misma, todos ellos sobre el “idioma nacional”–, como si ella fuera un cuerpo vivo que o el de Lugones con Deodoro Roca, y no tiene distancia con las pulsaciones más allá –ya en el del corazón o el flujo de la sangre. Los medios de comunicación área de lo político La idea nietzscheana de escribir con contemporáneos viven de la sin más–, el de la sangre, si no es la metáfora maestra polémica y al mismo tiempo la Jorge Abelardo de una literatura que quiere asistir a su producen de manera efímera. Ramos con propio estallido convirtiéndose en orga- La teatralidad intrínseca que Milcíades Peña, nismo vivo, sin más, sería la muestra yace en los medios ha descu- que mostraron más acabada de la imposibilidad de bierto desde hace mucho que el en todos los casos que aun la literatura más “sanguínea” y contacto ideal con sus públicos que el polemismo “vital” sea el incesante intento de crear consiste en una transfiguración es uno de los formas extremas de contacto con su del sesgo polémico del existir, orígenes posibles otro existencial. Sólo que solo se llega a de la persistente y juguetona de la memoria explorar un límite que podrá tener, a lo querella como indicio forma pública, vista sumo, la forma expresiva de una metá- de la vida diaria. por el lado de fora salvaje: escritura igual a sangre, a su versátil inde- flujo puro de la acción. Identificaciones finición antes que el de su coherencia dificultosas. O se llega por esta vía a un interna. Buscar en una raíz de desprecio realismo plano, a un simbolismo arre- el sentido mismo de las luchas sociales, batador o al suicidio. con todo lo que éstas tienen de manifes- Para ejemplificar este último evento tación de intereses históricos concretos, –sabidamente provocador de

388 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

reflexiones muy entendidas de Scho- parecería se otra cosa que una entidad penhauer, Macedonio Fernández, divina secularizada en el interior de las Goethe o Durkheim–, podría prácticas de interpelación común de la presentarse el caso de Lugones, cuyo lengua. Es un “no saberse qué” en rela- anarquismo jerárquico o su logos esper- ción a la enigmática importancia de las matikós ponía a la literatura en su cosas. Por una insignificancia puede extremo de imposibilidades. ¿Se podría declararse una guerra. Cualquier inci- ejercer con la intensidad máxima de dente menor puede ser tomado como una poética del yo inflamada de razón signo de una ofensa. El honor parte seminal, la disolución de la literatura de la fuerza de lo ininterpretable, el en una conciencia mística fusionada aura incierta que rodea la autopercep- con una totalizadora obediencia al ción del límite que superado –si no lo mundo, al orden sublime, a la herencia defendemos, si no lo contemplamos, de los muertos, a la revolución de las si lo abandonamos aun sabiendo su almas superiores? Esto llevaba a una significación–, implicaría un aconte- consigna de honor, que es el modo cimiento de vulnerabilidad, amena- de reemplazo de Dios por parte del zador del apego con que debemos pensamiento pagano, mitologizante, estar en el mundo. Límite impalpable por lo menos por parte del helenismo y etéreo que se compone de todos los combatiente lugoniano. implícitos que constituyen nuestros Todo lenguaje, a nuestro parecer, pensamientos secretos sobre logros, reclama un momento único y nombradías y reputaciones. El duelo eminente de soporte de una verdad. se compone precisamente de ese senti- Las religiones mundiales no solo han miento de que “ya estamos muertos” puesto esa noción al frente del acto y que la tarea que nos resta es la de más profundo de las conciencias, cual impedir que se haga realidad lo que de es el de validarse con una instancia por sí ya somos. Por eso, la prueba de de creencias que sostiene el sentido verdad del duelo, la sangre, la posibi- general de la existencia, sino que esa lidad de muerte, no sería nada más que misma situación se vive mucho más el amparo de esa frágil línea que separa crudamente en la realidad de los nuestra voluntad de vivir de la espera lenguajes. La expresión “Dios” u otras de muerte que finalmente somos. equivalentes, funcionan en la lengua Esa frontera de fragilidad, movible, como contrafuertes, pilares últimos de secreta, con códigos explícitos pero autodefensa que garantizan la subsis- que son indefinibles para cada uno, es tencia de todo un sistema lingüístico. la identidad de lo que es amenazable Ya sea elevando preces o a través de la por excelencia, el yo que intenta ser blasfemia –y su opuesto, la eufemia, tal más que el mundo o que, precavido, se como las estudió Émile Benveniste–, proyecta tímidamente en sus propios y validan todo lo actuado desde la ropajes de humildad o ciudadanía lengua. Creer en Dios, en este sentido plebeya. Sin necesidad de honra explí- –en este estricto sentido lingüístico– cita o duelismo latente, la vida real va es una necesidad de los usos del habla deglutiendo silenciosamente las humi- antes que al revés, el lenguaje garanti- llaciones diarias y suele decirse, ante zado por un ente creacionista previo. un grave inconveniente que entraña Con el honor pasa lo mismo, pues no menoscabo, “me lo tuve que comer”.

389 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

Los medios de comunicación contem- ya el contenido de lo que pudo haber poráneos viven de la polémica y al provocado el conflicto. mismo tiempo la producen de manera Algo parecido ocurre en algunos –o efímera. La teatralidad intrínseca que en muchos– programas de televisión yace en los medios ha descubierto que estimulan el método escénico de desde hace mucho que el contacto ideal la querella interpersonal, lo que es con sus públicos característica principal en la mayoría Muchas frases nuestras, coti- consiste en una de los llamados programas de “entrete- dianas, formulan un aserto transfiguración nimiento” pero es un modelo también específico ante alguna situa- del sesgo polé- de muchos “programas políticos”. ción que nos ofrece contento: mico del existir, Incluso hay personajes especializados “es un honor”, “tuve el honor”, de la persistente en técnicas clonescas de azuzamiento “me honraron con un recono- y juguetona de oscuras confrontaciones cuyo cimiento”, etc. Aquí la expre- querella como resorte final es la disputa conspirativa sión honor explica en términos indicio forma de artificialmente tensionada, como en coloquiales hasta qué punto la vida diaria. Se las así denominadas series del Gran subsiste en el lenguaje la noción sabe que no inte- Hermano. Otros programas que de la fragilidad de la persona resa del mismo cuentan con instancias de jurados para en su actuación pública. modo una expo- evaluar desempeños artísticos, que se sición que se basan indudablemente en la deforma- extiende en una cuerda lineal, que una ción de nobles tradiciones circenses, manifestación posicional y contraposi- procuran una escena primordial, que cional de argumentos. En su extremo, es la del combate entre los mismos el choque de opiniones se transforma jurados, sobre la base de una comi- en un choque que se desprende de su cidad básica que consiste en la comedia materia argumental para obtener vida de celos, venganza y oscuros capri- propia. Interesa menos el motivo de chos. Mal ensambladas, estas escenas la discusión que el acto de protagoni- folletinescas pierden demasiadas veces zarla, con sus recursos característicos, la esencia de lo cómico (que es la de y su batallón de injurias, chascadillos permitir el descubrimiento piadoso y réplicas ingeniosas. De una opor- de la fragilidad humana en los puntos tunidad servida para la esgrima polé- aparentemente firmes de la vida coti- mica sustentable, solo pueden quedar diana), revelando hasta que punto el un par de momentos afortunados, espectáculo de masas contemporáneo aunque sin conexión con otra cosa implica la decadencia y ausencia de que no sea la posición autodefensita la institución del duelo. Si ésta exis- del yo polemizante: “conmigo no, tiera, todo el día las personas estarían Barone”, y otras frases que expresan, enviándose padrinos y disparando no el sentido de la polémica, sino que pistoletones en las calles adyacentes a se está polemizando en el contexto de los canales de televisión. un duelo. Un duelo no en la empirie La supresión duelística era una de las armas, sino en el filo de las pala- conquista indispensable de los medios bras. Pero, si el duelo es por las armas, masivos de comunicación, pues de lo queda más claro que el procedimiento, contrario no podría ejercerse el modo la ceremonia del combate de individuo de debate basado en el escarnio perma- contra individuo es lo que importa, y no nente pero volátil, como una pieza de

390 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

la lengua que adquiere de inmediato de existir dentro de un acuerdo implícito consistencia etérea y paso de comedia y espectral, en una “sociedad de respe- insustancial. El duelismo congenia tables”, variante débil de la intocabi- menos con el espectáculo televisivo lidad, el aura que sacramenta a personas que con el socialismo (aunque del y postula una ilusión de inmortalidad entendido por algunos de sus sectores que se pasea por el mundo ante múlti- como “creación heroica”). Se dirá ples riesgos de blasfemia y vejaciones. que en la historia del mundo cómico Una vida “lugoniana”. nunca hubo obstáculos para que se Precisamente Lugones encaró su vida desarrollara la lucha por el honor de en el interior pleno de una literatura las sociedades estamentales. Porque heroica, en simbolismo paralelo con su precisamente son aspectos reversibles figura de esgrimista o espadachín. No y complementarios de una misma era un Marinetti ni un D’Annunzio, situación: la bofetada del payaso en la pero como ellos llegó a considerar la contracara del desafío en duelo; el bufón forma duelística de la caballería un del rey representa en forma invertida arte poético, un la angustia honorífica del soberano. umbral nece- La metáfora del duelo en la Siempre es necesario, en el horizonte sario para la literatura es una tranqui- inminente del duelo que encarna un literatura que lidad burguesa; la televisión momento histórico-social, que se fusionaba corte- es esa misma tranquilidad, produzcan salidas cómicas que ofrecen sanía amorosa y pero sin lustre ni maravilla. como modo inverso una versión de la bandos épicos, De ambos modos, se trata de situación grave que exigiría el duelo, transmigración evitar que una ofensa lleve a que visto desde su revés, a la manera de las almas como la guerra, por lo que tanto la de la batrocomiomaquia, (la batalla de manera de fundar literatura en su imposibilidad las ranas), resulta risible y prueba de linajes nacio- de cumplir la predestinación una naturaleza humana que sucumbe nales, desde los nietzscheana de la escritura en vuelta en su tonta gravedad. proceratos litera- con sangre, como los medios Muchas frases nuestras, cotidianas, rios de la Grecia de comunicación modernos formulan un aserto específico ante antigua hasta el al librar su actividad a la libre alguna situación que nos ofrece alma gauchesca injuria son señales evidentes contento: “es un honor”, “tuve el extinguida que hacia la voluntad de vivir en honor”, “me honraron con un reco- migra hacia los una sociedad sin duelos. nocimiento”, etc. Aquí la expresión actos señoriales honor explica en términos coloquiales de dominio del paisaje, la economía hasta qué punto subsiste en el lenguaje y la poesía. La postulación de un yo la noción de la fragilidad de la persona indivisible, tenso, incapaz de pasar en su actuación pública. Cuando se nos por alto las fallas de la intimidad, señala con una mención, una consi- lo llevó a dirigir la saeta de la honra deración prestigiante o una prueba de personal contra sí mismo. El suicidio respeto específica, no es un mero acto es una forma, aquí, de la honra. de cortesía exclamar que todo ello es un Forma invertida del duelo, lo lleva a su “honor”. Se nos distingue por la hones- máxima consumación ensimismada. tidad –una de las madres etimológicas Llega entonces a la abominación del del honor–, pero también al emplear el nombre, el despojamiento del ego, concepto declaramos nuestra voluntad para que místicamente quede plas-

391 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

mada en excelsitud la materia etérea de Con la palabra honor ocurre otro lo mismo que su persona nombraba, tanto. Se trate del honorable congreso fusionado con la naturaleza viva y la como del honor “de haberla cono- historia naturalizada. cido”, siempre hay un régimen de Intentó, como tantos, la escritura con excepción o de enaltecimiento que en sangre, esto es, llegar a la imposible general se autoadjudica una institu- consumación de la metáfora zara- ción o una persona, para indicar su thustreana: “De todo lo escrito yo amo instituida respetabilidad o el modo sólo aquello que alguien escribe con su en que otra persona es juzgada como sangre. Escribe tú con sangre: y te darás capaz de imantar a quien la conoce. cuenta de que la sangre es espíritu”. En ambos casos estamos ante el aura Nunca será fácil esta equiparación de intocabilidad que se presupone entre sangre y espíritu. Si lo fuera, el en las relaciones sociales o políticas, mundo vería unir sus extremos solo que tanto sirve para tutelar presun- por la obra de suicidas y grandes locos. ciones de decoro como para reac- La cuestión del honor parte de creer cionar drásticamente –con el pretexto que sería posible disolver la escritura de que todo lo honorable es por la en la sangre y que ésta sea el interior misma razón vulnerable–, si se afec- mismo de la letra. tara la supuesta nobleza adjudicada Dijimos que la palabra “Dios” opera a sí mismos por los propios intere- en el lenguaje como una suerte de sados. En última instancia, el honor taponamiento –si se quiere, un divino es una pócima que los propios aspi- obturador, un beatífico tarugo–, para rantes tienden a fabricar para sí evitar que toda lengua escape por las mismos. Hay que revisar la literatura cañerías infinitas del metalenguaje. Es de Borges para percibir, casi de inme- decir, se sea creyente o no, el uso de la diato, que trata en sus partes sustan- palabra “Dios” en la práctica lingüís- ciales de la cuestión del honor y su tica y conversacional general, significa necesario complemento, la injuria. un objeto genérico y cargado de eximi- En Borges, la extrema vulnerabi- ciones que no estén más allá que cual- lidad de las figuras planas con las que quier otra palabra. Sin embargo, deberá trabaja –el traidor y el héroe, meras también ser una palabra especial, una planchas reversibles– en realidad es suerte de excedente inexplicable, que el resultado de que tanto el honor cumple con el papel de poder ubicarse como la injuria son formas comple- en todos lados como una exclamación mentarias, y como en Maquiavelo la oportuna (“mi Dios”, “Dios mío”, “por virtú y la fortuna, se acoplan en un Dios”) que a la manera de juramento, juego del destino. Lógicamente, en el blasfemia, devoción o comodín lingüís- sabio florentino el destino pierde la tico, le da al lenguaje la normalidad partida frente a la voluntad humana, de su uso real y concreto y al mismo no así en Borges, que logra equiparar tiempo le provee de una necesaria voluntad, conocimiento y muerte. excepcionalidad. Asegura el lugar de la Formas del duelo, pero abrumadas creencia y del flujo, de lo que brota en por dentro por el hecho de que el el acontecer común de una lengua y de duelo es desigual para los hombres la norma inalcanzable, de lo inefable –El sur, El muerto, Los teólogos– pero que sin embargo puede ser dicho. en la justicia literaria –Emma Zunz,

392 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

por ejemplo–, cualquier acto u objeto insulto elegante y la pulla bien dirigida, irrisorio, la misma naturaleza –“a lo sublimación civilizatoria de la lucha a lejos cantó un chajá”– tiene el valor muerte. El tema fue ya muy estudiado. de un preanuncio que equilibra y lo Aquí solo quisimos agregar una obser- fusiona todo en el cosmos. vaciones apenas laterales respecto a La metáfora del duelo en la literatura como ciertos antecedentes borgeanos es una tranquilidad burguesa; la televi- pueden establecerse no solo en lo que sión es esa misma tranquilidad, pero sin el mismo interesado señaló, aquí y lustre ni maravilla. De ambos modos, allá, sobre las actuaciones injuriantes se trata de evitar que una ofensa lleve de Groussac. Puede encontrárselas a la guerra, por lo que tanto la litera- también en las grandes polémicas que tura en su imposibilidad de cumplir forman una nación –y en la tradición la predestinación nietzscheana de la ilustrada, la idea de nación implica escritura con sangre, como los medios “postergación del duelo por las armas”, de comunicación modernos al librar no así en la tradición romántica–, como su actividad a la libre injuria (como las que este escrito mencionamos, a función del mercado de pasiones del fin de que el improbable lector, si por espectador o el lector) son señales ventura acudiera a las propias fuentes evidentes hacia la voluntad de vivir en para leerlas sin intermediarios y comen- una sociedad sin duelos. Ya lo intuía taristas, perciba en su propia quisqui- Hobbes, en sus magníficas reflexiones llosidad lectora algo parecido a lo que del Leviathan, cuando al examinar sería el asunto que tratamos. ¿Vibra las causas de la guerra, alude a una nuestro cuerpo, aunque sea remota- de ellas, la ansiedad de gloria, la cali- mente, cuando en un ocasional escrito fica como “un motivo insignificante”. alguien es sometido por otro –y a la Y describe las insignificancias: “… vez éste le responde–, a un ramillete una palabra, una sonrisa, una opinión de imperecederos escarnios? Si es así, distinta, como cualquier otro signo de hay allí una verdad que desciende de subestimación, ya sea en sus personas o remotas ordalías y que apaciguada por de modo indirecto en su descendencia, en tranquilas armonizaciones de la crítica sus amigos, en su nación, en su profesión literaria, parecen subsistir en ellas la o en su apellido”. ansiedad ancestral de los combates Esta nimiedad como base del duelo, pasados, mucho más cuando por un nos define plenamente el tema. Es la desliz del lenguaje se llama a todo ello fruslería que toma el lugar de lo más armas de la crítica. importante. El escarnio personal es lo que aparece como una bagatela y sin embargo puede provocar tempes- (*) Para escribir este artículo utilicé tades, que surgen de una subjetividad ciertos tramos reelaborados de antiguos vulnerada. De la nadería a la guerra escritos que tuvieron en su momento hay un paso, solo que en el medio se diversos destinos. En esta oportunidad interponen las metáforas y la intuición vuelvo a invocarlos, aunque transfor- humana respecto a que un sector de la mados, con la única justificación de sabiduría consiste en retener el duelo que se trata de un tema de reflexión que o en derivarlo hacia formas literarias fácilmente ingresa en el orden laborioso en las que cunde el ingenio para el de las obsesiones personales (HG).

393 394

Bibliotecas en la literatura Por José Luis de Diego (*)

Libros que provocan locura, lecturas que inspiran delitos, bibliotecas infinitas o alusiones libra- rias veladas, son algunas de las manifestaciones reconocibles en las literaturas nacionales. De los múltiples senderos transitables de la litera- tura argentina, la ficcionalización de la escena de lectura y del conjunto de libros que conforman una biblioteca, han sido abordados por diversos autores que hacen de la explicitación de la materia textual un modo reconocible de establecer la exhibición de una poética de la escritura lite- raria. El escritor funde su experiencia vital con el ejercicio de contacto y de reunión con los libros en el plano de la ficción escrita. En el presente artículo, José Luis de Diego ofrece un recorrido por diversos autores de la literatura nacional (Borges, Payró, Arlt, Piglia, Puig, Saer) indagando los modos en los que cada proyecto lite- rario particular escenifica el vínculo de los perso- najes de ficción con las bibliotecas. Cada autor despliega un trayecto, un haz de lecturas, cuya composición siempre es un enigma hecho de múlti- ples motivos que concurren, formando pequeños “cánones” personales, tramados por ocurrencias biográficas y desvíos accidentales, que sóloa poste- riori pueden ser considerados como la “tradición” en la que se inscribe. Un leer para escribir y escribir, finalmente, para poner en evidencia el gesto inau- gural de la escritura misma. LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

Como el tema de esta conferencia que “por su estilo es éste el mejor libro amenaza con ser inagotable, procu- del mundo: aquí comen los caballeros, raré centrarme en casos de la litera- y duermen y mueren en sus camas, y tura argentina, aunque para empezar, hacen testamento antes de su muerte, como es fácil de presumir, la cita obli- con estas cosas de que todos los demás gada es el Quijote. Me refiero al célebre libros carecen” (Cervantes, 2004: 66)1; capítulo VI de la Primera Parte, el o sea, elogia el carácter más realista conocido como del “escrutinio”: “Del de los libros que fundan el género donoso y grande escrutinio que el cura en contra de los excesos de fantasía y el barbero hicieron en la librería de de sus sucesores y, en cierto sentido, nuestro ingenioso hidalgo”. Quijano preanuncia el final mismo de su propia ya ha tenido su primera salida de tres novela. Con las novelas pastoriles, los días y quienes lo rodean han advertido “escrutiñadores” son más benévolos, su delirio, de modo que deciden buscar aunque la sobrina de Quijano advierte en su biblioteca la causa de su locura. que “bien los puede vuestra merced Aunque en el capítulo XXIV se nos mandar a quemar como los demás, dice que tiene trescientos libros, aquí porque no sería mucho que, habiendo sólo habla de cien, lo que no es poca sanado mi señor tío de la enfermedad cosa para aquellos años; y en el “escru- caballeresca, leyendo éstos se le anto- tinio” se mencionan poco menos de jase de hacerse pastor y andarse por los treinta divididos en tres grupos: libros bosques y prados cantando y tañendo, de caballerías, novelas pastoriles y y, lo que sería peor, hacerse poeta, que poesía heroica, que abarcan un período según dicen es enfermedad incurable que va de 1508 a 1591, el año en que y pegadiza” (66). Llamativamente, probablemente Cervantes comenzó Cervantes incluye en el repertorio de a escribir el Quijote. Pero más allá de novelas pastoriles a su Galatea, publi- los datos más o menos eruditos, lo cada en Alcalá de Henares en 1585, que me interesa destacar es la riqueza y que también formaba parte de la del episodio, lleno de seductoras biblioteca de Quijano; de modo que reflexiones y de flagrantes ironías. Para en el Quijote, Cervantes nos dice que el cura Pero Pérez, el barbero maese su personaje había leído a Cervantes, Nicolás y el ama son los libros de caba- y no sólo esto. Dice el cura: “Muchos llería los que han enloquecido al pobre años ha que es grande amigo mío ese hidalgo y por eso merecen la hoguera. Cervantes, y sé que es más versado en Sin embargo, algunos se salvan, como desdichas que en versos. Su libro tiene el Amadís de Gaula, de Garci Rodrí- algo de buena invención: propone algo, guez de Montalvo, de 1508, y la y no concluye nada; es menester esperar Historia del famoso caballero Tirante el la segunda parte que promete…” (68); Blanco, el clásico de Joanot Martorell, o sea, critica su propia novela, promete del que circulaba una edición tradu- enmendarla y, como buen vendedor, cida anónima de 1511. En boca de sus anuncia la segunda parte, la que, final- personajes, Cervantes se da el gusto de mente, nunca llegó a escribir. Por homenajear a sus libros más admirados último, los comentarios abundan en e incluso de exponer las razones de esas elogios cuando se refieren a los libros de excepciones, como cuando, en palabras poesía heroica; allí se advierte el pres- del cura, dice de la novela de Martorell tigio que aún rodeaba a la literatura en

395 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

verso (poesía o teatro) en desmedro de todo antes de tener problemas. No los géneros en prosa, que eran consi- hay que olvidar que se llamaba “brazo derados de mero entretenimiento y seglar” a la justicia civil, que ejecu- aun dañinos para los lectores. Ya en taba las sentencias de la Inquisición, el capítulo V, el cura se refería a ese de manera que entregar los libros al carácter nocivo: “Encomendados sean “brazo seglar del ama” significa que a Satanás y a Barrabás tales libros, que todos, incluso una criada, podían así han echado a perder el más deli- transformarse en improvisados inquisi- cado entendimiento que había en toda dores. Pero lo verdaderamente curioso la Mancha” (58); y la sobrina agrega, es que ninguno de los libros escru- arrepentida: “Mas yo me tengo la tados eran considerados heréticos y no culpa de todo, que no avisé a vuestras figuraban en el célebreIndex Librorum mercedes de los disparates de mi señor Prohibitorum, creado en 1558 por el tío, para que los remediaran antes de Santo Oficio, de donde la condena llegar a lo que ha llegado, y quemaran a la hoguera por resultar dañinos y todos esos descomulgados libros, que perjudiciales sólo puede leerse en un tiene muchos que bien merecen ser sentido irónico, como si los aldeanos abrasados, como si fuesen de herejes” biblioclastas resultaran, como suele (59). Ya en pleno “escrutinio”, el decirse, más papistas que el Papa. cura, agotado de Ya en el capítulo VII, nos enteramos La técnica de un narrador evaluar libro por que el ama quemó en el corral todos apócrifo, los libros dentro libro, protesta: los libros, incluso los que, según el de los libros, la autobio- “Pues no hay “escrutinio”, deberían salvarse, “y así grafía del autor dentro de más que hacer, se cumplió el refrán en ellos de que una narración enmarcada, los sino entregarlos pagan a las veces justos por pecadores” lectores del libro dentro de la al brazo seglar (70). Para que Quijano no se enterase novela que estamos leyendo, del ama, y no se de la quema de sus libros, el cura y el las técnicas de impresión del me pregunte el barbero decidieron “que le murasen y libro dentro de un episodio porqué, que sería tapiasen el aposento de los libros (…) secundario…; como afirma nunca acabar” y que dijesen que un encantador se los Mario Vargas Llosa: “Aunque (67). He recu- había llevado, y el aposento y todo” no lo sepan, los novelistas perado estas (70). Otra vez la ironía: queman los contemporáneos que juegan citas porque es libros para evitar su locura y, a la vez, con la forma, distorsionan evidente que inventan explicaciones que la poten- el tiempo, barajan y enredan la fina ironía cian. ¿Quiénes son, entonces, los los puntos de vista y experi- de Cervantes locos? Más adelante nos referiremos a mentan con el lenguaje, son apunta aquí a la aquellos libros amurados que todavía todos deudores de Cervantes”. Inquisición. Las siguen apareciendo. menciones de Pero antes de dejar al Quijote, quisiera “Satanás”, “libros descomulgados”, referirme a un capítulo de la segunda “herejes” y “brazo seglar” tienen una parte, el LXII, mucho menos tran- referencia común y se procura poner sitado por la crítica: “Que trata de la de relieve el alcance disparatado de la aventura de la cabeza encantada, con mano del Santo Oficio y su poderosa otras niñerías que no pueden dejar penetración en la mente de humildes de contarse”. Quijote y Sancho están aldeanos, quienes prefieren quemar en Barcelona y, después del cono-

396 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

cido episodio de la cabeza “parlante”, los personajes conocen a Don Quijote deciden ir a pasear por la ciudad: porque han leído la primera parte, y “Sucedió, pues que yendo por una otros, incautos, han caído en la trampa calle alzó los ojos don Quijote y vio de leer el Quijote apócrifo, publicado escrito sobre una puerta, con letras sólo un año antes que la segunda parte, muy grandes: ‘Aquí se imprimen lo que motiva la ira de Cervantes a libros’, de lo que se contentó mucho, través de la boca de sus personajes. porque hasta entonces no había visto La técnica de un narrador apócrifo, imprenta alguna y deseaba saber cómo los libros dentro de los libros, la auto- fuese” (1030-1031). La descripción de biografía del autor dentro de una la imprenta nos puede dar una idea de narración enmarcada, los lectores del cómo se trabajaba entonces, de cómo libro dentro de la novela que estamos sería el taller de Juan de la Cuesta, en leyendo, las técnicas de impresión del Madrid, en donde se imprimieron las libro dentro de un episodio secun- dos partes del Quijote. El breve episodio dario…; como afirma Mario Vargas le basta a Cervantes para incluir, por Llosa: “Aunque no lo sepan, los nove- un lado, una discusión acerca de la listas contemporáneos que juegan traducción de un libro escrito en con la forma, distorsionan el tiempo, toscano. Por otro, una conversación barajan y enredan los puntos de vista con “el autor” sobre cuánto piensa y experimentan con el lenguaje, son ganar con la impresión de su libro; el todos deudores de Cervantes” (Vargas Quijote le advierte: “… le prometo Llosa, 2004: XXIII). que cuando se vea cargado de dos mil cuerpos de libros vea tan molido su Vayamos, ahora sí, después de este cuerpo, que se espante, y más si el libro introito cervantino, a la literatura es un poco avieso y nonada picante” argentina, aunque por un momento (1033). Es notable la conciencia que deba seguir hablando del Quijote. Pot- Cervantes tenía de la necesidad de pourri, la primera novela de Eugenio vender sus libros y de cómo venderlos, Cambaceres, se publicó en Buenos es decir, componiendo libros que no Aires en 1882. No sabemos si es cierto sean aviesos y sí un poco picantes. que Cambaceres se sorprendió, desde Por último, el Quijote husmea los París, por el escándalo que generó la libros que se están corrigiendo en la novela o si ese escándalo fue buscado imprenta y da nada menos que con por el autor; sea como fuera, como el Quijote de Avellaneda, que fuera toda novela escandalosa, fue un éxito impreso en los talleres de Sebastián de venta, con tres ediciones consecu- de Cormellas, en Barcelona, hacia tivas. En el capítulo XXIV se narra 1514. Indignado, el Quijote admite un episodio del pasado, hacia 1863, que conoce ese libro apócrifo sobre cuando el narrador tenía poco menos sus andanzas y se consuela con que ya que veinte años. Obligado por su le llegará a ese puerco su San Martín. madre, debe visitar la casa de Don Pepe, Como se ve, la conciencia de autor de Misia Pepa y sus numerosas hijas. Allí, la que hablábamos es aun más aguda: pone de manifiesto la mirada distan- no sólo Quijano tiene en su biblioteca ciada y cínica de un patricio, impla- libros de Cervantes, sino que en la cable con los inmigrantes gallegos, segunda parte de la novela muchos de pero también contra su propia clase y

397 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

contra sí mismo: “Figúrense Uds. por La burla del dandy afrancesado hacia otra parte, el papel fuerte que repre- los gallegos inmigrantes que ostentan sentaría un zanguango de mi edad, una cultura fingida, falsa, un simu- masa neutra, ni chicha, ni limonada, lacro de biblioteca que representa ni hombre, ni muchacho, chapetón, libros no leídos. El contraste entre las corto de genio y zurdo de maneras, dos culturas puesto de manifiesto en el sobre todo en punto a roce de mujeres” rechazo de Victor Hugo, el franchute (Cambaceres, 2001: 131). La torpeza “farsante y charlatán”, y los clásicos de y la incomodidad lo hacen tropezar a la literatura española, contraste que se la entrada de la casa, y luego derramar arrastra desde los hombres del roman- la taza de chocolate encima de Misia ticismo argentino, desde su franco- Pepa; para salir del mal trance, con filia y su hispanofobia. La biblioteca acusaciones de “bruto” e “infeliz”, falsa como un modo de aparentar y viendo que el español resultaba el una cultura que no se tiene, como el menos agresivo para con él, inicia una complejo de lo que hoy llamaríamos charla sobre libros. “Nada, nada,”, un nuevo rico que busca paliar su falta opinó Don Pepe, “no me venga Ud. de formación, en tanto requisito nece- con esos librejos que se escriben en sario para el ascenso y la aceptación el día de hoy en que cualquier petate sociales. Por último, el ataque a dos se mete a literato. Herejías –agregó puntas, no sólo a los gallegos simula- con un gesto de profundo desprecio– dores sino a la tilinguería del narrador como La Vida de Jesús o paporretas y que busca acrecentar su prestigio social necedades como Los Miserables o cosa, a través de las formas más banales y del franchute ese farsante y charlatán. superficiales de la comedie humaine. ¡Hábleme Ud. de autores viejos, de un Lope de Vega, un Calderón de Ya entrado el siglo XX, Roberto Payró la Barca, un Cervantes, ésos sí, eran representa la contracara del patriciado verdaderos talentazos!” (132). Como de los ochenta. Ligado, junto a Juan el narrador conocía el Quijote, y en B. Justo, a los inicios del socialismo tren de agraciarse con el español, cita argentino, fue, en varios frentes, un un fragmento de la novela. Y agrega: trabajador de la cultura. Escritor, perio- “Voy a mostrárselo, pues veo desde dista, dramaturgo y editor, se interesó aquí que ese monumento de la inte- tempranamente no sólo por la profe- ligencia humana ocupa un puesto de sionalización de los escritores, sino honor en su biblioteca” (133). Don también por organizar asociaciones que Pepe quiere evitarlo pero no alcanza a los nucleasen. En septiembre de 1907, hacerlo, de modo que el joven toma Payró da a conocer, en el teatro Odeón, el libro, tironea para extraerlo de la su comedia en tres actos El triunfo de biblioteca y se cae al suelo de espaldas. los otros, representada por la compañía La biblioteca no era tal, sino madera Borrás. En la obra, Julián Gómez vive pintada que figuraba la existencia de con su mujer, Inés, ha trabajado quince libros inexistentes. El episodio resulta años como periodista anónimo, como tan bochornoso que el joven narrador “jornalero de la pluma” y “mi trabajo”, aprovecha esa ocasión para irse por afirma, “redundó siempre en honra y fin de la casa. Muchos elementos de provecho, no míos, sino del propie- interés encierra este breve episodio. tario del periódico” (Payró, 1957:

398 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

193). En la actualidad, es un escritor política de las camarillas ignorantes negro, según se llama en la jerga a quien y ambiciosas?...” (193-194). Ernesto, escribe para otros, no tiene dinero su amigo, promete ayudarlo pero, y enfrenta la pobreza y el riesgo de pobre como él, y vividor, termina desalojo de su casa. La mujer lo alienta pidiéndole plata: “Ni para el tranvía, a seguir, porque confía en su talento, Julián. ¿No te queda nada?... Dame y Julián contesta: “Fácil es decirlo… entonces algunas novelas francesas ¿Cómo?... ¿Con el diario que mata? que no te sirvan” (200). La biblioteca ¿Con el libro que no encuentra editor comienza a convertirse en moneda o debe regalarse? ¿Con la mezquina de cambio. Ya en el segundo acto, el

“Escrutinio de la biblioteca”. Edición francesa del Quijote.

399 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

usurero viene por el cobro del alquiler, intelectuales, bohemios, vagos, locos y amenazante, e Inés le dice que puede suicidas. Julián es un escritor brillante, cobrarse con… la biblioteca. Levy, a cuyo talento ha sido exprimido por quien en la obra se compara con el las condiciones de trabajo a que son célebre Shylock, examina los libros: sometidos los escritores negros. Y la “¡Yo soy un pobre… ignorante, eh!... pérdida de su biblioteca es antesala y ¡Obras científicas, eh!… ¡Libros viejos, síntoma de su propia destrucción. eh!... ¡Ni una novela, eh!”. Inés insiste: “Julián la ha reunido en largos, muy Noé Jitrik ha calificado a 1926 como largos años y le cuesta mucho dinero, un “año clave de la literatura argen- muchas privaciones”. Y el usurero: tina”; en ese año se publican Don “Yo no digo que no… Pero una cosa Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes, es ‘costar’… otra y El juguete rabioso, de Roberto Arlt. La naturalización del apren- cosa es ‘valer’… Por supuesto, las novelas tienen más dizaje requiere de un objeto Y estos libros no elementos en común que el año de pasivo: la abundancia de valen nada… edición, y la crítica se ha visto tentada metáforas en la novela que ¡En plaza no hay muchas veces al estudio comparativo naturalizan lo humano y, a la quien te dé nada de ambas. Entre las semejanzas, la más inversa, humanizan la natura- por ellos!” (239). obvia se detiene en el género, aquel leza, refuerza con insistencia Entre las indica- que los alemanes bautizaron como este efecto. El guía, por lo ciones escénicas Bildungsroman y que los franceses tanto, es quien enseña a leer del comienzo del tradujeron como roman d’apprentissage: los mensajes de la naturaleza. tercer acto, se dos historias de adolescentes de catorce dice: “Ha desapa- años que se inician a la vida adulta, recido la biblioteca”. Aquí no estamos modelan sus conductas, maduran. ante una biblioteca peligrosa ni ante Entre las diferencias, no menos obvio una biblioteca simulada, aquí ni se resulta el contraste entre el ámbito mencionan los libros que la integran, rural y la escenografía urbana. Lo porque la eficacia de su desaparición que aquí me interesa destacar es que, adopta la forma de la denuncia: la desde sus orígenes, los grandes narra- biblioteca expoliada deviene un predi- dores del género se han enfrentado con cado de la explotación del escritor. La un problema: cómo tornar verosímil obra que al final lo consagrará a Julián se que el pobre niño desdichado, que se llama, significativamente, “Anónimo”, formó a los tumbos, se ha ido trans- pero esa consagración llegará tarde, formando en el narrador culto que nos porque Julián ha enloquecido y el cuenta la historia; cómo Fabio Cáceres, triunfo será, como siempre, de “los el gauchito casi analfabeto que prota- otros”. La locura de Julián se anuncia goniza la novela, ha podido llegar a por su propia boca: “¡… el calificativo ser el exquisito escritor que estamos de bohemio no me cuadra sino por la leyendo. Una solución, de las más pobreza! (…) pienso que puedo acabar repetidas, es el guía; en las novelas de como tantos neurópatas: loco o idiota, aprendizaje suele existir un guía que va suicida o megalómano…” (230). El modelando la formación del joven. A mensaje de Payró es claro: Julián no es veces, la importancia del guía es tal que ninguno de los tipos sociales que pulu- va desplazando, incluso en el título, al laban por entonces entre los círculos protagonista mismo, como ocurre en

400 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

Demian, de Hermann Hesse o, como Galván; Sivio Astier; todos explicitan es bien sabido, en Don Segundo Sombra. ese rechazo por las lecturas escolares de Sin embargo, la educación que Fabio manera terminante. En todos los casos, recibe de Don Segundo dista mucho la oposición escuela/lecturas se repite: de ser libresca. Don Segundo Sombra la forma de escapar al tedio de las aulas parece decir que la verdadera educa- es mediante las novelas de aventuras. Si ción no está ni en la escuela ni en los la oposición aparente es educación en libros, sino en la naturaleza: la cultura el aula versus escuela de la vida, queda implica problematización; la naturaleza claro que las lecturas forman parte de sólo admite axiomas. La naturalización la segunda y no de la primera. del aprendizaje requiere de un objeto Ese rechazo se torna evidente en El pasivo: la abundancia de metáforas en juguete rabioso. Como en la historia la novela que naturalizan lo humano y, de Fabio Cáceres, la novela de Silvio a la inversa, humanizan la naturaleza, Astier comienza cuando deja la escuela refuerza con insistencia este efecto. y debe ir a trabajar. Si en la novela de El guía, por lo tanto, es quien enseña Güiraldes los libros llegan al final, de a leer los mensajes de la naturaleza. la mano de Raucho, aquí la forma- ¿Cómo resuelve, entonces, Güiraldes, ción libresca está presente en el inicio el problema del narrador? Sobre el mismo de la novela, casi como si fuera final de la novela, Fabio descubre que una petición de principio: “Cuando es heredero de una estancia y conoce a tenía catorce años me inició en los Raucho Galván; las lecturas provienen deleites y afanes de la literatura bando- de este segundo guía que le ofrece su leresca un viejo zapatero andaluz...” biblioteca, en una virtual segunda (Arlt, 1973: 7). Como se ve, la presen- etapa de su formación que la novela no tación del género de iniciación, con narra. Como se ha dicho, la sentencia un primer guía que es nada menos que tan citada que Raucho transmite a un inmigrante, va de la mano de los Fabio (“Yo soy un cajetilla agauchao libros. La oposición educación en la y vos, dentro’e poco, vah’a ser una escuela versus educación en la vida/ gaucho acajetillao” [Güiraldes, 1973: en la calle no sólo resulta un principio 180]), pone de manifiesto el pacto estructurante de El juguete rabioso, que propugnaba Lugones: la reconci- sino que vuelve a aparecer como un liación de la oligarquía con el gaucho. Leitmotiv en las Aguafuertes. La educa- Pero, además, explicita la función de ción en la escuela, como se puede los libros en ese proceso de transfor- leer en otros autores de la época, es mación, ya que son los libros los que, sinónimo de inutilidad, represión y según Raucho, deben acompañar al tedio. En el aguafuerte “Los chicos dinero y las propiedades para que el que nacieron viejos” se puede leer el gaucho pueda convertirse finalmente efecto de la escuela en la educación: en cajetilla. Alguna vez habrá que “Chicos pavorosos y tétricos. Chicos escribir sobre la imagen de la escuela que no leyeron nunca El corsario negro, en nuestra literatura; el narrador de ni Sandokan. Chicos que jamás se Juvenilia, de Miguel Cané; Gómez enamoraron de la maestra (...); chicos Herrera, el muchacho en formación de que tienen una prematura gravedad de Divertidas aventuras del nieto de Juan escribano mayor; chicos que no dicen Moreira, la novela de Payró; Raucho malas palabras (...); chicos que en la

401 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

fiesta de fin de año son el orgullo de las la antología que el propio Arlt fabrica maestras (...); chicos de buenas califi- a voluntad. La lectura de El juguete caciones; chicos que del Nacional van rabioso nos permite ir más allá y afirmar a la Universidad, y de la Universidad que los libros de los tontos los vemos al Estudio, y del Estudio a los Tribu- en la escuela; los de los poetas hay que nales, y de los Tribunales a un hogar conseguirlos en otro lado. Al menos, congelado con esposa honesta (...) es lo que parece decirnos uno de los ¿Para qué habrán nacido estos menores episodios más famosos de la novela graves, estos colegiales adustos?” (Arlt, del ’26: el del robo a la biblioteca de la 2001: 8-9). Y escuela. En ese episodio, resultan bien Las marcas de la picaresca en otra agua- explícitas las elecciones de lo ladrones: ponen de manifiesto una de fuerte, “El placer Las montañas del oro, de Lugones, sólo las mayores paradojas en la de vagabun- tiene un valor de cambio (“Es un libro narrativa de Arlt: la novela del dear”, se diseña agotado. Diez pesos te lo dan en cual- aprendizaje en la calle, del que el otro polo: la quier parte”); el libro sobre Baudelaire, se hace desde abajo, del que no escuela de la en cambio, es “hermosísimo” (“Me lo tiene acceso a la cultura está, en calle: “Recuerdo llevo para casa” [32]). No hace falta su estructura, arraigada firme- perfectamente agregar, creo, que Leopoldo Lugones mente en uno de los modelos que los manuales ocupaba un lugar absolutamente más célebres de la literatura escolares pintan central en el campo literario argen- española, y está mucho más a los señores o tino de los veinte. Con esta referencia atravesada por referencias lite- caballeritos que despectiva deslizada en su primera rarias y científicas que cual- callejean como novela, resulta evidente que aquel quier otra novela de su época. futuros perdula- Arlt de veintipico de años entraba a rios, pero yo he ese campo literario sin pedir permiso aprendido que la escuela más útil para el y pateando la puerta. En cualquier entendimiento es la escuela de la calle, caso, queda claro, como lo demostró escuela agria, que deja en el paladar Ricardo Piglia, que el acceso a los un placer agridulce y que enseña todo libros para quien opta por la escuela de aquello que los libros no dicen jamás. la calle está asociado al delito. Delito a Porque, desgraciadamente, los libros dos puntas, porque hay que cometer los escriben los poetas y los tontos” un robo para acceder a los libros, y (94). Ahora bien, en los dos textos porque en Arlt, dice Piglia, “la lectura citados aparece el equívoco lugar que tiene siempre un efecto perturbador y ocupan los libros en el proceso de delictivo” (Piglia, 1986: 33). Los libros, aprendizaje. En un lugar se acusa a los entonces, no son el modelo de la ejem- niños modelo de no haber leído nunca plaridad social, sino una puerta que se a Salgari; en otro dice que los libros abre a bandidos, poetas y aventureros, resultan inútiles para la educación en para acceder al reconocimiento social la vida, idea reforzada en una de las “desde abajo”. Aquí radica la extrema más citadas aguafuertes, “La inutilidad originalidad de la narrativa arltiana. de los libros”. ¿Es que hay dos tipos Sus fuentes, más que en los clásicos del de libros? Se podría decir, con las pala- género germanos y sajones, habría que bras de Arlt, que hay libros de poetas rastrearlas en otras tradiciones, como y libros de tontos, y que la línea divi- la picaresca española. Contrastar El soria entre unos y otros sólo existe en juguete... con, por ejemplo, el Laza-

402 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

rillo de Tormes no parece disparatado de Babel”, datado en Mar del Plata, en si tenemos en cuenta que median 1941, Borges imagina un universo en entre uno y otro cuatro siglos: estruc- la forma de una biblioteca. Ese sentido tura análoga; similar progresión de las metafórico se acentúa, con un matiz etapas del aprendizaje; similar carac- autobiográfico, en su renombrado terización negativa de los “guías” del “Poema de los dones”: “Leer en las aprendizaje; similar concepción de la bibliotecas de los sueños / Los insen- aceptación social a través del delito satos párrafos que ceden / Las albas y el engaño. Las marcas de la pica- a su afán”; y más adelante, el “yo” se resca ponen de manifiesto una de las ratifica en la acertada hipálage: “Yo mayores paradojas en la narrativa de fatigo sin rumbo Arlt: la novela del aprendizaje en la los confines / De Alguna vez se ha dicho que calle, del que se hace desde abajo, del esta alta y honda Ricardo Piglia ocupa hoy el que no tiene acceso a la cultura está, en biblioteca ciega”. lugar, en el campo literario su estructura, arraigada firmemente en Por último: “Yo, argentino, que ocupaba Borges. uno de los modelos más célebres de la que me figuraba Por supuesto existen muchas literatura española, y está mucho más el Paraíso / Bajo evidencias que los distancian, atravesada por referencias literarias y la especie de una empezando por las ideológicas. científicas que cualquier otra novela biblioteca”. El Pero es verdad que esa conjun- de su época. sentido metafó- ción entre sólida erudición y rico de biblioteca proyecto narrativo transgresor, Ahora bien, si nuestro tema son las como mundo o sumado a su capacidad de bibliotecas y los libros en nuestra lite- universo ha sido postular geniales intuiciones ratura, es necesario hacer una escala largamente desta- que luego todo el mundo cita, en Borges, aunque, con relación a este cado por la crítica parece otorgarle ese lugar en tema, podría, si se me permite la expre- borgeana, y no el que no creo que Piglia se sión, quedarme a vivir en Borges. Pero voy a redundar encuentre muy cómodo. me detendré, por razones de tiempo, sobre ello. Me sólo en algunos pocos casos. Borges interesa más insistir en una perspec- suele presumir de falta de imagina- tiva narratológica: el libro y la biblio- ción; muchos de sus argumentos se teca como generadores de relatos. los contó alguien o se enteró por azar; En el “Prólogo” a Ficciones, Borges muchos otros los encontró en libros. afirma: “Más razonable, más inepto, Cuando el libro se busca, el resultado más haragán, he preferido la escritura es un fracaso; el libro, por lo general, de notas sobre libros imaginarios”, irrumpe, sorprende, aparece donde no y menciona a “Tlön, Uqbar, Orbis debe estar. En lo que podemos llamar el Tertius”, un ejemplo diáfano de lo que sistema literario de Borges, el libro y la venimos diciendo. Bioy Casares, perso- biblioteca constituyen un antes del desa- naje del relato, cita una frase, y agrega rrollo argumental; no son sólo temas de que cree haberla leído en The Anglo- sus relatos, sino que por lo general están American Cyclopaedia, en la entrada en la génesis misma del relato, son su sobre “Uqbar”. Registran un ejemplar móvil y su justificación, son el motor de de esa enciclopedia y fracasan: “En las su máquina narrativa; en suma, ocupan últimas páginas del volumen XLVI el centro de ese sistema. Es sabido que dimos con un artículo sobre Upsala; en en su muy citado relato “La biblioteca las primeras del XLVII, con uno sobre

403 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

Ural-Altaic Languages, pero ni una Es decir, movilizan un enigma que el palabra sobre Uqbar” (Borges, 2000: relato se encargará, o no, de descifrar. 14). Sin embargo, Bioy encuentra el Volvemos a su “Prólogo” a Ficciones: ejemplar que contenía la referencia a “Desvarío laborioso y empobrecedor “Uqbar”: “En la falsa carátula y en el el de componer vastos libros; el de lomo, la indicación alfabética (Tor- explayar en quinientas páginas una idea Ups) era la de nuestro ejemplar, pero cuya perfecta exposición oral cabe en en vez de 917 páginas constaba de pocos minutos. Mejor procedimiento 921. Esas cuatro es simular que esos libros ya existen y Las secuelas de Borges son páginas adicio- ofrecer un resumen, un comentario” infinitas y, por supuesto, no se nales compren- (10). Borges cita autores conocidos limitan a la literatura argentina. dían al artículo (como Bioy Casares) y los mezcla con Baste pensar en la secuela más sobre Uqbar; no autores apócrifos, mezcla libros exis- difundida y de mayor alcance, previsto (como tentes y libros inventados, atribuye la novela El nombre de la rosa, habrá advertido el libros inventados a autores existentes y del italiano Umberto Eco, lector) por la indi- toda otra forma de intersección imagi- publicada en 1981; un texto cación alfabética” nable; quien quiera tomarse el trabajo de trama policial, hipercodifi- (15). Allí, en esas de ir a la enciclopedia toda vez que cado, que plantea un enigma cuatro páginas, Borges cita, se sentirá, una y otra vez, cuya clave de resolución está, se menciona la burlado. En esta compleja operación, una vez más, en la biblioteca. región imaginaria se advierte la extrema originalidad de de Tlön, pero ni el la apuesta borgeana, que en el mismo narrador ni Bioy pueden encontrar más gesto involucra la inagotable erudición datos que completen el sorprendente que la respalda, hacia el pasado y, hacia hallazgo. Más adelante, sin embargo, el futuro, la ruptura y radicalidad del el narrador da azarosamente, entre las escritor vanguardista. pertenencias de un amigo inglés de su padre que había fallecido, con el Alguna vez se ha dicho que Ricardo tomo XI de la enciclopedia de Tlön, Piglia ocupa hoy el lugar, en el campo y descubre que se trata de la construc- literario argentino, que ocupaba ción imaginaria y colectiva de lo que Borges. Por supuesto existen muchas hoy llamaríamos un mundo virtual, evidencias que los distancian, empe- paralelo al mundo real, con sus propias zando por las ideológicas. Pero es leyes. No me voy a referir, claro está, a verdad que esa conjunción entre ese mundo; sólo quería comentar cómo sólida erudición y proyecto narrativo funciona el motor narrativo de Borges transgresor, sumado a su capacidad de a partir de un libro; se genera un relato postular geniales intuiciones que luego que adopta la forma de una investi- todo el mundo cita, parece otorgarle gación bibliográfica y es evidente que ese lugar en el que no creo que Piglia las inexistentes páginas sobre Uqbar se encuentre muy cómodo. Las narra- ocupan el lugar que en un relato poli- tivas de Piglia y del santafesino Juan cial pueden ocupar una puerta o un José Saer y una tardía e intensa lectura sótano escondidos, la presencia inad- de la obra de Manuel Puig fueron vertida de un personaje secundario, los objetos que la crítica privilegió el hallazgo de un diario personal o en nuestro país durante los ochenta una libreta con anotaciones en clave. y los noventa. Tempranamente, en

404 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

algunos relatos de Piglia se puso de rencista de la biblioteca del British manifiesto la impronta borgeana, en Museum y que también me sobresaltó especial en su estupendo “Homenaje y me conmovió a mí, pero durante a Roberto Arlt”. Pero esa impronta años” (Piglia, 1980: 240). Otra vez: se consolida en su primera novela, la biblioteca, los libros, el equívoco, el Respiración artificial, publicada en azar. Si una enciclopedia del mundo 1980, en plena dictadura militar. No puede esconderse en las cuatro páginas sólo porque Borges es citado y su obra sobre “Uqbar”, si una imagen de ese comentada en el cuerpo de la novela, mundo puede entreverse en una esfera sino precisamente con relación al tema de un centímetro de diámetro oculta que nos ocupa: libros reales y libros en un sótano de la calle Garay, si ese apócrifos, citas de primera, segunda y mundo puede representarse también tercera mano, versiones de versiones, en la memoria inabarcable de Ireneo episodios ficcionales y episodios histó- Funes; resulta verosímil entonces que ricos. Quizás la parte de la novela toda la literatura y toda la filosofía que mejor ejemplifica lo dicho sea la puedan ser debatidas desde el Club historia de Valdimir Tardewski, un Social de Concordia, mientras un polaco exiliado que vive en Concordia, grupo de personajes excéntricos beben Entre Ríos, y cuya biografía recupera ginebra. El descentramiento de las fragmentos de la del escritor polaco jerarquías que provoca la lítote: otra Witold Gombrowicz. En el relato de lección borgeana. la vida de Tardewski aparecen sus dos “descubrimientos” (así los llama él): Las secuelas de Borges son infinitas la lectura de Mein Kampf de Adolf y, por supuesto, no se limitan a la Hitler como la consecuencia lógica del literatura argentina. Baste pensar en racionalismo cartesiano, y el supuesto la secuela más difundida y de mayor encuentro entre Hitler y Franz Kafka alcance, la novela El nombre de la rosa, en el Café Arcos de Praga en 1909. Lo del italiano Umberto Eco, publicada interesante (y lo borgeano) del caso es en 1981; un texto de trama poli- que los descubrimientos provienen de cial, hipercodificado, que plantea un un error, de un equívoco: “Yo había enigma cuya clave de resolución está, ido como todos los días a la biblioteca una vez más, en la biblioteca. En una para revisar unos libros que necesitaba abadía benedictina, en la primera usar en mi tesis. Tenía que consulta mitad del siglo XIV, una serie de un volumen de los escritos del sofista crímenes desafía la pericia de un fran- griego Hippias y, al pedir el ejem- ciscano inglés, Guillermo de Basker- plar, por un error en la clasificación ville y de su adláter, Adso de Melk. de las fichas, en lugar del volumen Desde su nombre mismo, Guillermo del filósofo griego me entregaron una evoca a Occam, a quien se cita y alude edición anotada del libro de Adolf en el texto, y Baskerville, obviamente, Hitler Mein Kampf. Debo confesar, al ícono de las novelas policiales, prosiguió Tardewski, que jamás había Sherlock Holmes; mientras que Adso leído yo ese libro, nunca se me hubiera evoca, fonéticamente, a Mr. Watson, ocurrido, por otra parte, leerlo, de no el ayudante de Holmes. La motiva- haber sido por ese error que conmovió ción de la novela ha sido largamente y sobresaltó a la eficiente y pálida refe- citada: “Tenía ganas de envenenar a

405 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

un monje” (Eco, 1987: 19), ha dicho y biblioteca más ciego sólo puede dar Eco. Sobre El nombre de la rosa se ha Borges. También porque las deudas escrito y debatido mucho; a los fines se pagan” (32). Esa biblioteca tiene, de nuestro tema, sólo repetiremos lo según Eco, la forma de un laberinto afirmado por su autor: “Todos me manierista, “una estructura con raíces preguntan por qué mi Jorge evoca, por y muchos callejones sin salida” (60). el nombre, a Borges, y por qué Borges Allí, el malvado Jorge de Burgos, el es tan malvado. No lo sé. Quería un bibliotecario ciego, esconde un tesoro ciego que custodiase una biblioteca muy preciado y asesina a todos aquellos (me parecía una buena idea narrativa), que se acercan a descubrir su secreto.

“Alonso Quijano, lector de libros de caballerías”. Edición francesa del Quijote.

406 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

Entre sus muchos méritos, la novela derivan hacia el gótico clásico y con exhibe dos que me parecen particu- infinidad de citas bibliográficas y larmente seductores. El primero es datos eruditos. Novela sobre libros, que Jorge mata a través de un veneno bibliotecas y “bibliópatas”, cuya trama con el que impregna las hojas de los sería arduo, e innecesario, reseñar códices; ya no se trata de libros peli- aquí. También fue llevada al cine grosos por su contenido nocivo; son, –por Roman Polanski en 1999, con directamente, libros que matan. La el título The Ninth Gate– y también segunda es el libro secreto que Jorge en este caso se evitan, en la adapta- oculta. Como se sabe, la Poética de ción cinematográfica, los aspectos Aristóteles o, mejor dicho, lo que más ricos de su trama, para acentuar conservamos de ella, constituye un los aspectos góticos que siempre han tratado sobre la tragedia y, en menor seducido al director polaco. Sólo me medida, sobre la epopeya; poco y nada detendré en algunos datos laterales en dice sobre la comedia, salvo en el capí- la novela. Uno de los “bibliópatas”, tulo quinto, en el que se refiere a sus Varo Borja, vive en Toledo, “Crisol oscuros orígenes asociados a los ritos de cultos subterráneos, de misterios fálicos. Desde entonces, se supone iniciáticos, de falsos conversos. Y de que existe un fragmento perdido de herejes” (Pérez-Reverte, 1999: 104), la Poética referido a la comedia. Pues y allí guarda su selecta biblioteca satá- bien, es ese fragmento el que Jorge nica: “Hay quien colecciona de caba- de Burgos oculta, ya que, dice, no llerías, o novelas galantes. Quien busca es bueno que el hombre ría. Por un Quijotes o intonsos… Todos los que lado, libros que matan; por otro, una ve tienen un protagonista: el diablo” biblioteca-laberinto que esconde en su (88). Otro de los “bibliópatas”, Víctor centro un libro prohibido y que, como Fargas, vive en una quinta derruida en el Minotauro de Creta, espera ansioso Sintra, cerca de Lisboa, y está econó- por su próxima víctima. Estas cues- micamente arruinado. Solo, mientras tiones, como los debates entre realistas ejecuta el violín por los pasillos vacíos, y nominalistas, los “fraticelli” y la escoge periódicamente el libro que pobreza, las conjeturas finales sobre deberá vender para seguir comiendo; Jesús y la risa, estuvieron ausentes en en sus palabras: “El que debe morir la película de Jean-Jacques Annaud para que los otros sigan juntos (…) de 1986, pero la verdad es que no sé El sacrificado debe poner a salvo a como podrían haber estado presentes. los otros por seis meses más… Es mi Secuelas de secuelas: si El nombre de tributo al Minotauro –se tocó una la rosa puede leerse como una secuela- sien–. Todos tenemos uno en el centro homenaje de geniales intuiciones del laberinto… ” (218-225). Una vez borgeanas, otra exitosísima novela más, como en la novela de Eco, la parece ser una secuela de la de Eco. Me biblioteca como laberinto. Y, además, refiero aEl Club Dumas, del murciano puestos a encontrar relaciones, la Arturo Pérez-Reverte, publicada en novela rinde un curioso homenaje 1993. Y digo una secuela porque se a Auguste Maquet, el oscuro cola- trata de una especie de thriller culto, borador de Alejandro Dumas; aquél sostenido por una trama policial con que fue, según se cree, autor de buena varios muertos, con enigmas que parte de sus famosísimas novelas,

407 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

pero nunca pudo consagrarse con sus crito fechados entre 1525 y 1554, la propios libros: “Hoy se le considera ahora célebre “biblioteca de Barca- un escritor mediocre, que aprovechó rrota”. Entre los diez tomos, había la fama del otro para ganar dinero. un ejemplar de la Lingua de Erasmo, Aunque no falta quien lo ve como en la edición latina de 1538; dos de una víctima explotada: el negro del origen italiano sobre quiromancia; un gigante…” (304), o sea, una especie texto breve, La Cazzaria, editado en de Julián, aquel desdichado personaje Siena, caracterizado como “una fábula de Payró al que nos hemos referido. Y alegórico-sexual”; un Alborayque (el una última relación: Víctor Fargas, el dañado por el pico del albañil), un “bibliópata” de Sintra, menciona a su libelo contra conversos; un pequeño padre, otro “bibliópata” que tuvo como libro, la Oración por la emparedada, objetivo, en su manía coleccionista, del cual se tenía conocimiento pero conseguir las ediciones originales de no se conservaba ninguna edición todos los libros que el cura y el barbero impresa (curiosamente, la Oración por mandaron a quemar en el “escrutinio” la emparedada se encontró empare- con el que comenzamos este itinerario. dada); y, quizá el más sorpresivo, una De modo que anunciamos un reco- edición (probablemente la segunda) rrido por la literatura argentina, pero de Lazarillo de Tormes, impresa en empezamos por España, y terminamos Medina del Campo, Valladolid, en en España. 1554. A partir del hallazgo, comenzó una batalla legal: ¿a quién pertenece la Y ya que estamos en España, me biblioteca encontrada? Y la batalla la permito una reflexión final sobre un ganó Doña Antonia, que vendió aquel episodio que no es literario, pero bien tesoro a la Junta de Extremadura en podría serlo. Seguramente, ustedes más de quince millones de pesetas. conocen a Umberto Eco y a Arturo Todos conocemos la tesis de Walter Pérez-Reverte, pero es probable que no Benjamin sobre el “aura” que rodea a conozcan a Doña Antonia Saavedra. los originales; lo que no dijo el genial Doña Antonia compró una propiedad pensador alemán es que el “aura”, en Barcarrota, un pueblito de la además, vale mucha plata. En 1996, la Provincia de Badajoz, en Extrema- Junta presentó el material en público dura, para irse a vivir con su marido, y desde entonces se han publicado y decidieron reformarla. Podemos ediciones facsimilares de los libros conjeturar las discusiones previas a encontrados. En esa oportunidad, el cualquier reforma edilicia: ampliar Presidente de la Junta conjeturó que este salón, hacer un dormitorio más, la biblioteca podría haber pertenecido etc. Lo cierto es que llegaron los alba- a un clérigo perseguido por la Inquisi- ñiles, en agosto de 1992, y empezaron ción que ideó esa manera para legar los a tirar abajo una pared, hasta que uno libros prohibidos a la posteridad. de ellos, inadvertidamente, sacó el pico Ahora, con la venia de ustedes, una y lo miró sorprendido: en la punta breve reseña personal. Durante la de la herramienta había ensartado última dictadura, un conocido, que un libro. Detrás de la pared, encon- militaba en política conmigo, me traron una biblioteca clandestina del ofreció la quinta de un conocido de siglo XVI con diez libros y un manus- él que vivía por el barrio Aeropuerto

408 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

de La Plata, para enterrar los libros Conté este par de historias porque que considerase peligrosos. Los libros bien podríamos imaginar un mapa ocuparon dos cajas y estaban prolija- que contuviera todos aquellos lugares mente envueltos en celofán para preser- secretos adonde han ido a parar los varlos de la humedad. Allí fuimos, casi libros perseguidos por los biblio- al anochecer, a través de calles de tierra clastas de turno. Si ese mapa exis- desconocidas y, pala mediante, ente- tiera, tengo para mí que el ama, en rramos las dos cajas. Y allí quedaron, el corral, finalmente decidió desoír entre otros, los tres tomos de El capital, los consejos del cura y el barbero, ya no recuerdo si en la edición de Siglo no quemar los libros y esconderlos XXI o del Fondo de Cultura Econó- por algún lugar. El mapa nos dirá, mica. Pasados los años, nunca pude entonces, que en un lugar de la dar con aquella quinta y no sé qué Mancha existe otra Barcarrota, un habrá sido de mis libros. Sólo espero maravilloso tesoro que habremos que un día, alguna Antonia Saavedra logrado salvar de la intolerancia, de decida hacer una pileta de natación o los inquisidores y del olvido. una chacra, excave por allí y dé con mis libros. Será mi humilde Barca- rrota, cedida a la posteridad. (*) IdIHCS (UNLP-CONICET)

NOTAS

1. Respecto de los libros comentados, se cita la edición utilizada y, a continuación, en las referencias siguientes, sólo el número de página/s.

BIBLIOGRAFÍA

Arlt, Roberto (1926) El juguete rabioso. Buenos Aires, Losada, 1973. Arlt, Roberto. Aguafuertes porteñas. Buenos Aires, Losada, 2001. Borges, Jorge Luis (1944) Ficciones. Barcelona, Planeta-De Agostini / Biblioteca “La Nación”, 2000. Camabaceres, Eugenio (1882) Pot-pourri. Silbidos de un vago. Barcelona, AGEA / Biblioteca “Clarín”, 2001. Cervantes, Miguel de (1605-1615) Don Quijote de la Mancha. Madrid, Edición del IV Centenario, Asociación de Academias de la Lengua Española / Alfaguara, 2004. Eco, Umberto (1987) Apostillas a El nombre de la rosa. Buenos Aires, Lumen / De la Flor. Güiraldes, Ricardo (1926) Don Segundo Sombra. Buenos Aires, Losada, 1973. Payró, Roberto J. (1907) Teatro completo. Buenos Aires, Hachette, 1957. Pérez-Reverte, Arturo (1993) El Club Dumas. Madrid, Grupo Santillana Editores, “Punto de Lectura”, 1999. Piglia, Ricardo (1980) Respiración artificial. Buenos Aires, Pomaire. Piglia, Ricardo (1986) Crítica y ficción. Santa Fe, Universidad del Litoral. Vargas Llosa, Mario (2004) “Una novela para el siglo XXI”, en: Cervantes, Miguel de. Don Quijote de la Mancha. Madrid, Edición del IV Centenario, Asociación de Academias de la Lengua Española / Alfaguara, pp. XIII-XXVIII.

409 410

Mariano Moreno, un intelectual controvertido Por Dardo Scavino

Que la gesta independentista argentina de 1810 no fue una insurrección popular sino un acon- tecimiento protagonizado por las élites criollas, menos preocupadas en modificar la situación de las mayorías que en recomponer su vínculo con las metrópolis europeas, es una idea discutida por diversas corrientes de la historiografía crítica, entre ellas el revisionismo. Dardo Scavino retoma la hipótesis pero de un modo original, posición que le permite eludir tanto los estereotipos ideo- lógicos como las rutinas disciplinarias. Los escritos de Mariano Moreno, publicados en el año de la Revolución de Mayo, constituyen un muestrario de las tensiones doctrinarias que animaban a los independentistas, quienes por momentos se autopercibían como “españoles americanos” (priorizando el lazo sanguíneo con sus progenitores europeos) y en ocasiones hacían suya la perspectiva de los “americanos” (poniendo en primer plano la “hermandad de suelo”). Hay quienes señalan tales desplazamientos como meras mascaradas oportunistas, pero Scavino sugiere una interpretación menos resolutiva en la que el pensamiento constituyente de aquellos agitadores periféricos incluía esta contradicción como elemento irresoluble. Quizá sea la difi- cultad para estructurar el conflicto político, en torno a un antagonismo claramente definido, el sustrato material que obliga a una imaginación teórica esencialmente controvertida. LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

El 4 de marzo de este año se conme- de Monteagudo: “¿Debe seguirse la moraron los dos siglos del falleci- suerte de España o resistir en América?”, miento de Mariano Moreno a bordo se había preguntado el estudiante tucu- de la goleta “Fame”, en pleno océano mano tras difundirse la noticia sobre el y mientras se dirigía a Europa por cautiverio de Fernando. “Las Indias son mandato de la Junta de gobierno. un dominio personal del rey de España; Pero no vamos a tratar de zanjar aquí el rey está impedido de reinar; luego las la controversia histórica acerca de la Indias deben gobernarse a sí mismas.2” causa de su muerte ni de los verda- Glosando este razonamiento, Moreno deros motivos de su viaje. Nos inte- asegura que “la autoridad del monarca resa más bien otra controversia, menos retrovertió a los pueblos por el cautiverio” estrepitosa, es cierto, pero tal vez más (p. 286), de modo que cada uno de éstos decisiva, esa que Mariano Moreno debió “reasumir la autoridad que de mantuvo consigo mismo, y de la que consuno habían conferido al monarca” dejó algunos testimonios escritos, (p. 279), nombrando a un represen- como lo hicieron, de manera discreta tante “que por falta de su monarca han pero palpable, otros revolucionarios colocado en el lugar que aquél ocupaba criollos de ese entonces. por derivación de los mismos pueblos” (p. 285). Moreno no nos aclara en qué momento los pueblos americanos habían Los argumentos suscripto “de consuno” ese contrato que les confería la autoridad a los prín- Durante el mes de noviembre de 1810, cipes castellanos, pero insinúa que ese Moreno fue publicando en varios momento existió y que no se trata de números de la Gaceta su ensayo “Sobre una mera ficción legal. la misión del congreso convocado en Ahora bien, cuando el ensayo parecía virtud de la resolución plebiscitaria del haber cumplido ya su cometido de 25 de Mayo”1. Con esta disertación acumular los argumentos en favor de trataba de defender la legitimidad de la junta provisoria y de su derecho a la nueva junta provisoria, no sólo para redactar una nueva norma constitu- sustituir al virrey durante el cautiverio cional, Moreno invoca otro principio, de Fernando sino también, y sobre diferente e incluso contradictorio todo, para dictar un nuevo código cons- con el que venía defendiendo. “Las titucional que suplantara las normas Américas”, explica, “no se ven unidas virreinales. Retomando un argumento a los monarcas españoles por el expuesto por Castelli el 22 de mayo, pacto social” ya que, a diferencia de y basado en el principio escolástico de los pueblos de España, ellas no han “retroversión de soberanía”, Moreno concurrido jamás a la celebración de argumentaba que América se encon- ese contrato que les confirió a los reyes traba en una situación de vacatio regis españoles el poder sobre esas tierras. et legis, de modo que el pueblo debía “La fuerza y la violencia”, prosigue el recobrar, tras la ausencia del monarca, traductor del Contrato social: su poder constituyente. Tanto Moreno como Castelli se inspiraban en un silo- Son la única base de la conquista, que gismo expuesto en Chuquisaca dos años agregó estas regiones al trono español; antes por un amigo común, Bernardo conquista que en trescientos años no

411 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

ha podido borrar de la memoria de abono título alguno al primitivo los hombres las atrocidades y horrores de la fuerza y la violencia que la con que fue ejecutada, y que no produjeron. Ahora pues, la fuerza no habiéndose ratificado jamás por el induce el derecho, ni puede nacer de consentimiento libre y unánime de ella una legítima obligación que nos estos pueblos, no ha añadido en su impida resistirla, apenas podamos

412 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

hacerlo impunemente; pues, como Indias, según las cuales los territorios dice Juan Jacobo Rousseau, una vez americanos no son colonias españolas que recupera el pueblo su libertad, sino dominios de la familia real con por el mismo derecho que hubo para un estatuto semejante a los reinos despojarle de ella, o tiene razón metropolitanos. Y cuando el director para recobrarla, o no la había para de la Gaceta asegura que “un tributo quitársela. (pp. 284-285) forzado a la decencia hizo decir que los pueblos de América eran iguales a los Como lo habían hecho ya varios de España” (p. 281), está refiriéndose doctores de la Iglesia, Moreno está a una declaración de la Junta de Sevilla atacando de manera tácita la legitimidad de enero de 1809. Recordando la bula de la famosa bula papal Inter caetera alejandrina, esta asamblea había rati- que le había concedido a los reyes de ficado el principio según el cual los Castilla los territorios descubiertos por americanos eran “parte esencial e inte- Colón, suprimiendo así los obstáculos grante de la monarquía española” y, legales para emprender su conquista. como consecuencia, “vasallos del Rey Muchos revolucionarios hispanoame- de Castilla”, “pero no súbditos del ricanos comulgaban con ese razona- estado español” (p. 275). El propio miento: la conquista había sido un acto Moreno se limitaba a reproducir de violencia inaudito y la violencia es estas declaraciones en otro pasaje de lo contrario del derecho, de donde se su ensayo cuando argumentaba que infiere que el rey no puede invocar un América: “como parte integrante de la inexistente derecho de conquista para monarquía, tiene respecto de sí misma justificar su soberanía sobre las tierras iguales derechos que los primeros de Indias. Razón de más, entonces, pueblos de España” (p. 276), lo que para defender la independencia. significa que los españoles americanos no eran menos que los europeos, ya que las capitulaciones habían honrado La contradicción a los conquistadores y a sus descen- dientes con las mismas prelaciones de Pero aquella razón de más se convertía, que gozaban los hidalgos castellanos. si prestamos atención, en una razón de Pero cuando los americanos, se menos. Porque la bula de Alejandro lamenta el abogado, “quisieron VI aportaba la premisa mayor del silo- pruebas reales de la igualdad que se les gismo de Chuquisaca que Moreno ofrecía, apenas quisieron ejecutar los estaba defendiendo en el susodicho principios por donde los pueblos de ensayo. Este silogismo partía de la idea España se conducían, el cadalso y todo de que los habitantes de esos territorios género de persecuciones se empeñaron eran vasallos de los reyes castellanos en sofocar la injusta pretensión de los y no súbditos del Estado español. rebeldes” (p. 281). La Junta Central, Cuando Moreno, de hecho, recuerda en efecto, nunca aceptó que los ameri- que “los pueblos de América tienen canos tuvieran la misma representa- iguales derechos que los de Europa”, ción proporcional que los españoles en no se está fundando en los derechos las bancas del Congreso. Y por eso en universales del hombre sino, como él un artículo contra el virrey de Lima, lo reconoce, en las propias Leyes de José Fernando de Abascal, Moreno

413 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

llegó a imaginar que los españoles predicaban la unidad nacional repu- europeos les gritaban a sus “hermanos” blicana, el tratamiento que las Cortes de ultramar: “Americanos, alejaos de de Cádiz les infligían a los repre- nosotros, resistimos vuestra igualdad, sentantes americanos probaba, para nos degradaríamos con ella ” (p. 239). Moreno, y para muchos de sus cote- Elías Palti señalaba con acierto que el rráneos, que la fraternidad nacional principio de retroversión de la sobe- entre españoles de ambas costas era, ranía introducía una ruptura entre los por aquel entonces, quimérica. revolucionarios criollos y los liberales Pero más que los desacuerdos entre españoles3. Estos últimos defendían, Moreno con sus pares metropoli- en efecto, el principio de una unidad tanos, nos interesan aquí las discre- nacional moderna que no dependiera pancias de Moreno consigo mismo. del sublime cuerpo del monarca. Los Porque cuando invalida la bula papal, primeros, por el las capitulaciones y, más en general, Como sucedía ya en la anti- contrario, asegu- el derecho indiano, no sólo está recu- güedad romana, las autoridades raban que esa sando la ley que permitía reclamarles ibéricas invocaban muchas veces unidad no tenía esa igualdad a los “hermanos” espa- la acclamatio como un signo realidad fuera ñoles, sino también, como decíamos, legítimo del consentimiento del cuerpo real, el principio de retroversión que se popular durante la coronación de modo que se proponía defender, como si el escrupu- de un rey. Moreno argumenta encontraba en loso director de la Gaceta hubiese deci- que esta algarabía multitudi- suspenso mien- dido serruchar de pronto la rama sobre naria no puede sustituir al voto tras se prolon- la que se había sentado. ¿Por qué? y que el presunto aplauso de los gase el cautiverio. Digamos por el momento que tanto pueblos americanos cuando se Esto explicaría Moreno como los revolucionarios anunció oficialmente la coro- por qué Moreno hispanoamericanos aluden a dos prin- nación de Fernando VII había emplea en su cipios muy distintos cuando hablan de sido estimulado por las autori- ensayo el plural la independencia. Se trata de la inde- dades con monedas y bastones. “los pueblos” en pendencia, por un lado, con respecto lugar del singular de España y, por el otro, con respecto al “el pueblo”. En ausencia del rey, no rey. En el primer caso, se afirma senci- existía ninguna entidad que uniese a llamente que América siempre había los americanos y los españoles. Los sido independiente de España porque jacobinos americanos habían termi- sólo dependía, en términos legales, de nado urdiendo así una alianza paradó- la familia real. El principio de retro- jica y circunstancial con los realistas versión de la soberanía se limitaba más conservadores. Paradójica, a confirmar esta independencia que porque los revolucionarios asociaban había sido pisoteada, a su entender, la monarquía con la igualdad entre durante años, sobre todo después de los vasallos. Circunstancial, porque que los criollos se vieran privados de ambos declaraban, es cierto, su amor los privilegios previstos por las capi- al rey, pero unos lo amaban en el tulaciones. La propia Junta de Sevilla, trono y los otros más bien fuera de como ya vimos, la reconoció inmedia- él. Aunque algunos liberales ibéricos tamente, de modo que si los ameri- lamentaran esta escisión entre espa- canos concurrían a este fuero, lo hacían ñoles americanos y peninsulares, y con plena libertad. En el segundo caso,

414 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

en cambio, América había perdido nacidos allí, por el otro. Aun quienes su independencia con la bula alejan- les reconocían el estatuto de humanos drina y la consecuente conquista, de a los indios y los afroamericanos, no modo que las revoluciones venían a se privaban de recurrir a esa abusiva restablecer una situación anterior a la sinécdoque: sólo una parte, los crio- llegada de los europeos, cuando, como llos, representaban a la totalidad de diría Monteagudo, “América gozaba los americanos. Lo que significaba en paz de sus derechos, porque sus que los indo- y los afroamericanos se filántropos legisladores aún no estaban encontraban en una situación cívica inficionados con las máximas de esa de minoría comparable con la condi- política parcial, ni habían olvidado ción de las esposas y los hijos de los que el derecho se distingue de la fuerza mencionados criollos. La hegemonía como la obediencia de la esclavitud...4” política de este grupo explicaría, a mi Independencia significaba ahora eman- entender, por qué el nombre de una cipación con respecto a los monarcas y parte de las sociedades virreinales, recusación de cualquier pacto con los los hispanoamericanos o criollos, se reyes castellanos. convirtió, tras la independencia, en Había, aun así, un inconveniente: los una denominación del todo5. Y traté revolucionarios no podían reclamar de demostrar en un ensayo reciente6 ambas independencias sin incurrir en que la ambivalencia de este genti- contradicciones. licio atravesó las revoluciones desde México hasta el Río de la Plata, como consecuencia de una contradicción Los americanos entre dos grandes relatos: la “epopeya popular americana” y la “novela fami- Estas contradicciones nos revelan hasta liar del criollo”. qué punto Moreno se manejaba con Tendríamos que observar más dete- dos extensiones diferentes del genti- nidamente, en efecto, el silogismo de licio americano. Cuando invocaba el Moreno a propósito de la conquista, principio de retroversión de la sobe- pero esta vez concentrándonos en la ranía, se estaba refiriendo a los “espa- perspectiva de su enunciación: “La ñoles americanos” o, como en artículo fuerza no induce el derecho”, expli- contra Abascal, escrito unos pocos días caba el abogado, “ni puede nacer de antes, a esos “colonos de España” cuyos ella una legítima obligación que nos privilegios, como las capitulaciones lo impida resistirla, apenas podamos estipulaban, eran equivalentes a los hacerlo impunemente”7. Esta primera gozados por los “españoles europeos”. persona del plural involucra, supuesta- Cuando invoca, en cambio, la nulidad mente, a todos los americanos. Pero las del derecho de conquista, está identi- víctimas de la conquista, los pueblos ficando a todos los americanos con los originarios, no se confunden con esos conquistados, es decir, con los indios, españoles americanos cuyos derechos por oposición, esta vez, a los españoles Moreno está defendiendo. De modo a secas. El gentilicio americano alude a que cuando el abogado reivindica, dos conjuntos que se superponen solo citando a Rousseau, el derecho de parcialmente: los humanos nacidos en un pueblo a rebelarse contra la opre- América, por un lado, y los españoles sión, está proponiendo una identidad

415 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

problemática entre los conquistados y canos en ese mismo momento. Si nos los revolucionarios. fiamos en las estadísticas del barón Alguien podría objetarnos, desde von Humboldt, ésta rondaba los 17 luego, que este pueblo está compuesto millones a principios del siglo XIX. La precisamente por esa nueva hermandad suma de dos millones correspondería entre indios y criollos en lucha contra aproximadamente a la cantidad de el opresor español. Y es verdad que así habitantes en los pueblos de españoles se presenta esta fraternidad americana si se descuentan a los peninsulares y, en la epopeya popular homónima. por supuesto, a las mujeres y los niños. Para retomar una fórmula muy precisa De modo que cuando Moreno invoca de Alberdi, los criollos privilegiaron el derecho del pueblo americano a en ese momento la “hermandad de rebelarse contra una dominación cuyo suelo” con los indios en detrimento origen se remonta a una conquista de “la hermandad de sangre” con los sangrienta, no está tomando en cuenta españoles8. Pero observemos más en a las principales víctimas de esas detalle lo que dice Moreno a continua- conquistas sino sólo, y exclusivamente, ción a propósito de la inexistencia de a quienes se consideraban herederos una delegación pactada de la autoridad de los propios conquistadores y recla- por parte de los pueblos americanos. maban con vigor los privilegios que les Como sucedía ya en la antigüedad correspondían como tales. romana, las autoridades ibéricas invo- caban muchas veces la acclamatio como un signo legítimo del consentimiento Los contemporáneos popular durante la coronación de un rey. Moreno argumenta que esta alga- Moreno no es el único revolucionario rabía multitudinaria no puede sustituir criollo que incurrió en esta contradic- al voto y que el presunto aplauso de los ción. Cinco años después del ensayo pueblos americanos cuando se anunció “Sobre la misión del congreso”, Simón oficialmente la coronación de Fernando Bolívar haría algo similar en su “Carta VII había sido estimulado por las auto- de Jamaica”. El general inicia esta ridades con monedas y bastones. El misiva presentando a los revoluciona- abogado se pregunta entonces “quién rios como vengadores de los pueblos autorizó al Alférez Real para otorgar conquistados y la concluye convirtién- un juramento que ligue a dos millones dolos en los herederos de los conquis- de habitantes”. Porque éstos nunca tadores españoles. Y si el venezolano fueron consultados de manera directa recuerda, por un lado, la Relación y expresa. Y es lo que Moreno quería Las Casas, suscribiendo con vigor a demostrar: los americanos nunca reco- sus denuncias de la barbarie espa- nocieron deliberadamente la autoridad ñola, invoca también, por el otro, ese de Fernando. “contrato original” americano que los Pero lo importante en la objeción conquistadores firmaron con los reyes presentada por el abogado porteño españoles y que éstos nunca respetaron. es la cifra que está trayendo a cola- Es más, cuando Bolívar habla de un ción: dos millones de habitantes. Esa “contrato original”, está citando a Fray cantidad no corresponde a la pobla- Servando Teresa de Mier, quien, bajo ción de los virreinatos hispanoameri- el seudónimo de Juan Guerra, había

416 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

Mariano Moreno llamado así a las mencionadas capi- tratamiento que los conquistadores les tulaciones. Estos reclamos de cumpli- infligieran a los indios). miento de esos pactos subsistentes no le Algo semejante ocurría, sin ir más impidieron al fraile mexicano conver- lejos, con un admirador cordobés de tirse en un propagandista obstinado Las Casas, el Deán Gregorio Funes. de la obra lascasiana, lo que no tendría En su Ensayo de la historia civil del nada de extraño si no fuese porque el Paraguay, Buenos-Ayres y Tucumán, obispo de Chiapas –y Teresa de Mier cuya primera edición data de 1816, no lo ignoraba– había contribuido al el prelado denunciaba la “cadena” incumplimiento de esas mismas capi- que sujetaba a los americanos desde tulaciones por parte de la monarquía la época de la conquista, sin dejar (la promulgación de las Leyes Nuevas de recordar, en otros pasajes, que de 1542, en efecto, estaba estrecha- los conquistadores eran “nuestros mente relacionada con su denuncia del mayores” y que “nos adquirieron la

417 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

herencia que gozamos”9. Cuando pendentistas, la “Carta de los españoles Funes denuncia a los “empleados americanos” de Viscardo y Guzmán, opulentos y voluptuosos” de la admi- escrita a fines del siglo XVIII, cuando nistración colonial, no deja de recordar nadie podía imaginar siquiera la inva- que “raro o ninguno era americano”10, sión napoleónica de España. Y vamos lo que nos podría llevar a suponer a seguir encontrándola más tarde en que el sacerdote lamenta la ausencia los textos de Bolívar, Roscio o Sánchez de criollos e indios en los puestos Carrión, cuando la guerra a Fernando oficiales. A continuación añade, no VII ya estaba abiertamente declarada. obstante, que se trataba de empleos ¿De dónde proviene, entonces? que “los conquistadores creían haber comprado con su sangre”11, de modo que el prelado estaba empleando aquí La conclusión el gentilicio americano en su acepción más estrecha: españoles americanos o Los reclamos insatisfechos que descendientes de los conquistadores. movieron a los criollos a rebelarse masi- Pero cuando estos mismos conquis- vamente contra el poder de la metró- tadores, o sus descendientes, sofocan poli estaban relacionados, por sobre ciertas rebeliones indígenas, el propio todo, con la discriminación adminis- Funes comenta: “En el concepto de los trativa y el monopolio comercial. Y se tiranos, los pasos hacia la libertad son trataba de dos injusticias, a sus ojos, una rebelión.12” Estas discrepancias porque introducían una desigualdad explicarían por qué este cura celebra entre españoles americanos y euro- más de una vez las expediciones mili- peos. Como lo plantea Moreno en este tares tendientes a conquistar a los y otros ensayos: los españoles tratan a indígenas, al tiempo que convierte la los virreinatos americanos como si resistencia de estos mismos pueblos en fuesen colonias o factorías, a tal punto una figura premonitoria de las guerras que los “hijos del país” (esta expre- de la independencia, como cuando sión regresa muy a menudo en sus recuerda que los Quilmes “se resol- escritos) se ven impedidos de acceder a vieron a no abandonar su libertad al la administración de sus propios terri- arbitrio de unas gentes que pretendían torios. Poco importa, entonces, quién prostituir su existencia al yugo de una profiriese este reclamo: su posición de obediencia servil”13. enunciación era una posición de clase. Alguien podría respondernos que estas Y esa clase era la criolla. contradicciones tienen lugar cuando Ahora bien, la sordera ante estas Moreno estaba redactando su ensayo demandas no bastaba para convertir porque los revolucionarios se empe- a la monarquía en una tiranía. Para cinaron en sostener la “máscara de eso, hacía falta que los reyes espa- Fernando” aunque no tuvieran las ñoles hubiesen usurpado el poder en más mínima intención de restituirles los territorios de ultramar. Y es lo que la soberanía a los Borbones en el caso hicieron. Pero las víctimas de estas de un regreso al trono. Y estamos injusticias no habían sido los conquis- completamente de acuerdo. Pero estas tadores y sus descendientes, está claro, contradicciones se encontraba ya en sino los indios conquistados. Un criollo uno de los primeros manifiestos inde- sólo podía proferir el enunciado “los

418 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

españoles nos conquistaron”, a condi- inobservancia del contrato original ción de asumir como suya la situa- que la corona de Castilla firmó con ción de los pueblos incautados. Poco los conquistadores. importa, una vez más, quién profiriese No hacía falta que el tiempo pasara el reclamo: su posición de enuncia- para que las revoluciones de la inde- ción, como suele suceder, también era pendencia dieran lugar a grandes de clase. Y esa clase era la indígena. controversias históricas. Sus propios Esto explica en buena medida el indi- protagonistas, después de todo, discre- genismo de Castelli o Monteagudo, paban entre sí a la hora de narrar, o los proyectos de monarquía incaica interpretar, los hechos que estaban de Belgrano y San Martín e incluso ocurriendo, y tanto la historiografía la conmoción de la tumba del Inca liberal como la revisionista nos acos- cuando sus hijos renuevan, en el tumbraron a comprender la historia himno de López y Planes, el antiguo argentina a través de esas grandes esplendor de la Patria. Esto explica oposiciones políticas que suelen también la frecuente ambigüedad de iniciarse, precisamente, con la consa- la expresión “desde hace trescientos bida disputa entre Saavedra y Moreno. años” a la hora de denunciar la domina- Pero lo interesante es que los prota- ción española: esos tres siglos pueden gonistas discrepaban a veces también remontarse al inicio de la conquista consigo mismos, y estas contradic- o al incumplimiento temprano de las ciones tal vez nos permitan echarle capitulaciones. Y Moreno no cons- una luz nueva a los acontecimientos tituye una excepción: por un lado, políticos del pasado y el presente. denuncia la conquista; por el otro, la

NOTAS

1. Mariano Moreno, Escritos políticos y económicos (ed. de Norberto Piñero), Buenos Aires, La Cultura Argen- tina, 1915, pp. 269-300 (todas las citas de este ensayo provienen de esta edición). 2. Bernardo de Monteagudo, Escritos políticos (ed. de Mariano Pelliza), Buenos Aires, La Cultura Argentina, 1916, p. 72. 3. Elias Palti, El tiempo de la política. El siglo XIX reconsiderado, Buenos Aires, Siglo XXI, 2007, p. 56. 4. Monteagudo, op. cit., p. 112. 5. Aludimos al concepto de hegemonía tal como lo expuso Ernesto Laclau en La razón populista (Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2005). 6. Dardo Scavino, Narraciones de la independencia. Arqueología de un fervor contradictorio, Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2010. 7. Loc. cit., p. 285. 8. Juan Bautista Alberdi, “La Revolución de Sud-América” in Del gobierno en Sud-América según las miras de su Revolución fundamenta (Escritos póstumos, Tomo 4), Buenos Aires, Imprenta Europea M.A. Rosas, 1896, p. 55. 9. Deán Gregorio Funes, Ensayo de la historia civil del Paraguay, Buenos-Ayres y Tucumán, Volumen II, Buenos Aires, Imprenta de M.J. Grandarillas, 1816, p. 306. 10. Ibid., p. 296. 11. Ibid. 12. Ibid., p. 157. 13. Ibid., p. 151.

419 420

Castellani: “Estilo oral”, crítica y teoría por Diego Bentivegna (*)

A menudo, las formas del análisis lingüístico, praxis eminentemente textual, no logra atenuar las tradiciones orales adquiridas en el tiempo de la infancia, circunstacia que representa la confluencia biográfica de los jesuitas Marcel Jousse y, su discípulo, Leonardo Castellani; en esa convergencia, donde se confunden la cultura toba del Chaco sudamericano y los modos rurales de la campiña francesa, adquiere corporalidad el estudio de la antropología del gesto. La dimensión vital del gesto y su trascendencia cultural, que las formas del pensar ilustrado menoscaban, constituyen la “explosión energé- tica” de todo lo viviente. El gesto es un “estilo oral” que precede al lenguaje, del que no es un objeto auxiliar sino un antecedente determi- nante, una anticipación corporal, de las formas filológicas más elaboradas. Grandes autores: Borges, Martínez Estrada, Groussac, Lugones y Yunque, han encontrado similitudes en las formas de expresión de quienes poblaban geografías tan disímiles como aquellas naciones imaginadas por Herder o Keyserling. Castellani procesa esas semejanzas a través del dispositivo teórico positivista, muy influído por Jousse, y logra que la ciencia los aloje en su templo a partir de una razón fuertemente permeada por los modos de decir atávicos de los orígenes. LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

I pesar de la rehabilitación por parte del papa Juan XXIII, a vivir como una El 8 de julio de 1932 Leonardo Caste- suerte, empleando sus propias pala- llani deja Roma donde ha pasado bras, de “eremita urbano”. cuatro años para trasladarse a Francia. En las conferencias que Castellani En la Universidad Gregoriana de la pronuncia en El Teatro del Pueblo en ciudad de Roma el joven semina- el año 1953, reinstalado en Buenos rista argentino ha efectuado estudios Aires luego de un período en Salta doctorales en Teología y, en 1931, ha y transcriptas póstumamente en el sido ordenado sacerdote en la iglesia volumen Psicología humana, vuelve jesuita de San Ignacio en un período sobre su período formativo en París y en que, como consecuencia de la firma traza un retrato de Jousse: del Concordato por las que el Estado El P. Jousse fue un hombre de un italiano reconoce la autonomía vati- medio oral, un pastorcito de cabras cana (1929), las relaciones de amistad en un valle perdido de la cordillera entre el papado y el régimen de Musso- del Jura; que los jesuitas trasladaron lini son profusas. de golpe a un medio de estilo escrito En Francia, por su parte, Castellani superrefinado y mistificado, un novi- permanecerá tres años y realizará estu- ciado jesuítico y después a la univer- dios de Filosofía y de Psicología en la sidad de París. Se encontró diferente Universidad de París. En su período de los demás; chocó con su medio: no parisino, el joven sacerdote frecuenta se daba, no concordaba, no pensaba además algunos cursos que se dictan como los otros; y sin embargo hablaba fuera de las aulas universitarias, entre francés; pero hablaba el francés de la los que más tarde, cuando reconstruya Chanson de Roland. Andaba triste y esta etapa sustancial en su biografía mortificado, sin entendimiento ni intelectual, rescatará los de Jacques amistad con sus compañeros, como el Maritain, principal protagonista del corso Bonaparte en la escuela militar renacimiento de la filosofía tomista, y de Saint-Cyr; era un hombre gestual los de Marcel Jousse. Pocos años antes, en un medio palabrero. Hasta que de en 1928, Jousse –como Castellani, repente, estudiando teología, hubo también miembro de la Compañía de como una explosión de luz en su Jesús– ha sido aclamado por el papa cabeza; descubrió el estilo oral (Caste- Pío XI en Roma como el autor de una llani, 1995: 84), “revolución, pero en el buen sentido En la semblanza de Jousse, el estilo de la palabra” que afectaba el ámbito oral aparece como una consecuencia, de las disciplinas exegéticas y huma- casi como un resultado inscripto en su nísticas. Las suyas serán lecciones que experiencia vital y de la tensión entre el jesuita argentino no olvidará en sus su origen campesino e iletrado y el años de madurez, cuando emprenda medio escrito de su formación pastoral aventuras político-intelectuales ries- y académica, como ha insistido Yves gosas que lo llevarán al confina- Beauperin (2002). Es este choque miento en España, a la expulsión de entre tradiciones campesinas orales y la Compañía de Jesús (1949), al exilio tradición letrada el ámbito cultural e interno en varias localidades del inte- ideológico en el que Jousse elabora su rior de la Argentina y, finalmente, a concepción de estilo oral. Es allí, en

421 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

la infancia campesina en los montes ciones militares contra las tribus de Jura, cuando el niño repite las canti- mocovíes y abipones– se agregaban nelas que entonaban su abuela analfa- a las tradiciones orales traídas por la beta y su madre, apenas alfabetizada, inmigración europea,2 reconociera en en las largas noches de invierno.1 Su los trazos principales de la biografía de abuela, además, su cofrade francés rasgos de su expe- En 1931, cuando Jousse solía recitar frag- riencia vital.3 Hay en esas infancias de iniciaba su ciclo de conferen- mentos del Evan- recitados, dialectos, lenguas menores y cias en la Sorbona, se publica gelio, aprendidos patois algo claramente irreductible al en Buenos Aires el primer libro de memoria orden de lo escrito, un resto que no de Castellani, un volumen de durante las misas se deja pensar desde el ordo testualis relatos titulado Camperas, d o m i n i c a l e s . que caracteriza al mundo contempo- en donde la presencia de los La memoria de ráneo (Petrucci, 2002) y que Jousse, temas y de los modismos los campesinos, “un hombre gestual en un medio pala- orales de la región chaqueña como dirá más brero”, como enfatiza Castellani, lejos ocupan un rol fundamental. A tarde Jousse de anular, convertirá en algo así como este volumen seguirán otros en recordando esas el motor biográfico de sus aportes a la los que continúa explorando cantinelas feme- elaboración de un nuevo campo disci- la oralidad regional, como los ninas, era eficaz, plinar: la Antropología del gesto. relatos de Historias del norte extensa y fiel. A la experiencia infantil campesina se bravo y, más tarde, la celebé- En 1931, cuando suma, en Jousse, el contacto directo rrima saga de cuentos poli- Jousse iniciaba su con grupos humanos sin escritura, ciales del padre Metri. ciclo de confe- como ciertas tribus de Madagascar y rencias en la de América del Norte (Jousse trascurre Sorbona, se publica en Buenos Aires en 1918 y 1919 un período entre los el primer libro de Castellani, un hopi, cuya lengua sería estudiada más volumen de relatos titulado Camperas, tarde por Sapir y Whorf) y su obsesión en donde la presencia de los temas y en la figura histórica de Jesús. Este de los modismos orales de la región último interés lo lleva, por un lado, chaqueña ocupan un rol fundamental. a estudiar el hebreo y el arameo y a A este volumen seguirán otros en los viajar a Palestina para realizar estudios que continúa explorando la oralidad arqueológicos y lingüísticos. regional, como los relatos de Historias En este punto, Marcel Jousse es uno del norte bravo y, más tarde, la cele- de los iniciadores de un énfasis en el bérrima saga de cuentos policiales del carácter histórico de la figura de Jesús, padre Metri. Es probable pues que el del rabí Yeshúa de Israel, que, más allá propio Castellani, nacido en el seno de de la versión que emerge de la tradi- una familia italiana en el año 1899 en ción letrada, de las versiones griega y la ciudad de Reconquista, situada en el latina de los Evangelios, debe ser reco- linde del Chaco santafecino, y criado locado en un medio eminentemente en un medio con fuerte presencia de oral como el arameo, que, según su la cultura campesina en el que a las planteo, subyace al texto evangélico tradiciones orales criollas e indígenas griego y aflora en algunas zonas de éste.4 –se trata, recordemos, de un territorio Así, por ejemplo, en el “Magnificat”, el incorporado al Estado nacional tardía- canto que entona María en su visita a mente como resultado de las expedi- Isabel, narrado en el evangelio de Lucas,

422 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

la presencia de una compleja red de siglo, como la Obra de los pasajes de referencias que hoy llamaríamos inter- Walter Benjamin, que manifiesta en textuales a diferentes fragmentos de la textos como “Problemas de sociología escritura se explica, como lo recuerda del lenguaje”, de 1935 su deuda teórica Castellani en más de una oportunidad, con Jousse y que en su monumental no por la construcción artificial de una obra inconclusa incluye fragmentos de María letrada (la María Anunciada de escritos del jesuita francés. Se anticipa, los maestros renacentistas, sorprendida también, a la reconsideración teórica por el ángel Gabriel en el momento en del gesto que podemos encontrar, por que está leyendo un libro), sino por su ejemplo, en algunos artículos de Giorgio pertenencia a un medio oral en el que Agamben (2002 y 2005), donde se la poesía, que aun no puede ser dicha retoman las concepciones del propio por supuesta en su autonomía respecto Walter Benjamin y del menos notorio de la prosa, es concebida como un Max Kumerell (Agamben, 2005), pero zurcido de frases hechas, de lugares donde se ignora por completo la sustan- comunes transmitidos de boca y boca cial aproximación de Jousse.7 y recordados gestualmente por aquel que lo entona.6 En el período en que Castellani asistía II a las lecciones de Jousse, éste era reco- nocido pues como el fundador de un En los años en que Castellani se modo novedoso de entender las rela- perfecciona en París, Jousse efectúa ciones entre oralidad y escritura, a algunos pasos académicos de singular partir de la noción de “estilo oral”; que importancia para la formación de la despliega con fuerza en una memoria Antropología del gesto, un campo universitaria de 1925, El estilo oral- disciplinar en el que confluyen años de rítmico y los verbo-motores, un estudio investigación en el campo de los estu- que no sólo plantea una concepción dios de la lenguas antiguas del Medio novedosa de la oralidad y de la escritura, Oriente, de la exégesis bíblica, de la sino que también exhibe una forma que psicología general, de la antropología y no se adecúa a los rígidos cánones del de la lingüística.8 En efecto, en 1931 universo discursivo universitario. En el jesuita francés inicia sus conferen- efecto, la “memoria” de Jousse consiste cias en la Sorbona. Al año siguiente en un amplio conjunto de extractos emprende, además, sus cursos libres de obra de antropología, lingüística, en el Anfiteatro Turgot de la univer- psicología y filosofía en el que las inter- sidad parisina, que se mantendrán venciones autorales se restringen a hasta 1957. Además, también en 1932, un escueto prefacio explicativo, a los Jousse comienza con sus actividades en títulos de las diferentes secciones, a el Instituto Internacional de Antropo- breves aclaraciones conceptuales encor- logía, donde tiene lugar su curso intro- chetadas y, por supuesto, al efecto de ductorio a la Etnopsicología del gesto. sentido que produce el montaje de Si, en la concepción historicista de Vico fragmentos. Jousse se anticipa, de este y Herder, la poesía es la lengua natal modo, a algunas de las operaciones del género humano, en los planteos de estético-teóricas más potentes del siglo Jousse el punto de partida está en el XX, alojadas en el corazón mismo del gesto, de donde deriva su caracteriza-

423 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

ción del estilo oral como un concepto serie en principio muy heterogénea de irreductible a los de verso o prosa, que lo que él denomina “laboratorios de surgen justamente como consecuencia experiencia”, que van desde la recons- de la hegemonía de la cultura letrada. trucción de la infancia campesina hasta En su teoría, Jousse retoma una expre- el estudio de lo indios hopi, el “labora- sión de la Poética de Aristóteles que torio de la infancia”, el de los hospitales califica como enigmática: el hombre es psiquiátricos o el de la cultura palestina definido en la obra del Estagirita como en la que persistirían las huellas del un animal “mimético” y, en última medio arameo en el que se produjo la instancia, es, todo él, gesto. predicación de Jesús. El estilo oral es, Las exploraciones de Jousse tienen, pues, producto de un trabajo empí- en su momento, un elemento provo- rico amplio. Es, al mismo tiempo, cativo. Giorgio Agamben afirma que un concepto que permite pensar lo “a finales del siglo XIX la burguesía humano en términos eminentemente occidental había ya perdido definiti- holísticos, en la medida en que, al vamente los gestos” (Agamben, 2001: combinar poesía, música, canto, danza, 39). La cultura letrada tiende a ocul- involucra al hombre en su conjunto, no tarlo, considerándolo como infantil escindido entre alma y espíritu, cuerpo o vulgar; sin embargo, el gesto no y palabra, sino concebido como un puede ser suprimido de una vez y para todo. Supone, además, que el cuerpo siempre. Los gestos están íntimamente no está separado de la expresión, que ligados con lo mimético en la medida el discurso es ritmado a partir del en que es por imitación o mimismo canto, pero también de un conjunto que el hombre comienza a dar forma al de movimientos corporales, en especial conocimiento del mundo exterior. Por manuales, y a partir de la danza. imitación, afirma Jousse, el hombre El estilo oral, que no autonomiza lo tiende a devenir el objeto que imita corporal-manual es lo larinjo-bucal, en con todo su cuerpo. el que la voz se entiende como inextri- El “ritmo-mimismo” designa, preci- cablemente inscripta en un cuerpo, es samente, esa capacidad humana para pensado por Jousse, siguiendo la lógica devenir el objeto imitado. Al mismo ternaria de su teoría energética del tiempo, en la concepción de Jousse, universo, a partir de tres grandes prin- el gesto es producto de una suerte de cipios que le dan forma y que, dentro “explosión energética” que involucra de la hipótesis de Jousse, atraviesan al cuerpo, no sólo del hombre, sino de todas las prácticas expresivas orales. todo lo viviente. “Todo en el universo Se trata de principios enraizados en es energía y la energía es esencialmente lo corporal, que permitirán explicar un mecanismo acumulativo y explo- la eficacia de lo oral para almacenar, sivo”. La energía, siempre, se acumula, conservar y transmitir informaciones. explota y se recupera..9 En primer lugar, Jousse sostiene el El gesto vital del hombre es explosión principio del ritmo-mimismo, por el energética, significación, imitación. cual el hombre, mímico por natura- El concepto de “estilo oral” es plan- leza, recibe, registra, juega y “re-juega” teado por Jousse para dar cuenta de sus experiencias con todo su cuerpo; los rasgos que caracterizan la gestua- el mimetismo, en este sentido, está lidad, la expresión y la memoria en una necesariamente imbricado con el

424 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

movimiento y, en consecuencia, con sobre Leopoldo Lugones (incluido en un determinado desarrollo temporal. Castellani, 1976), Castellani repone la En segundo lugar, Jousse fija un prin- teoría rítmica de Jousse como alterna- cipio de bilateralismo, según el cual el tiva a la concepción lugoniana que ve hombre se expresa siguiendo lo que en la rima el elemento definitorio de la su propia estructura física determina poesía castellana. de manera dual, determinado por En la introducción al poemario El grandes oposiciones binarias (derecha/ grillo, de Conrado Nalé Roxlo, publi- izquierda; arriba/abajo, adelante/ cado en 1925, atrás); a partir de este principio Jousse Lugones sostiene La rima, para Castellani, no es el observa la insistencia en las sociedades con claridad su elemento clave de la poesía, en en las que predomina el estilo oral de teoría de la rima, la medida en que es el producto acompañar el recitado con el balanceo que contrasta de una evolución lenta, un corporal, que subsiste en algunas prác- f u e r t e m e n t e producto tardío un “recurso ticas de las sociedades letradas (el rezo con las opera- natural de la humana expre- de los fieles judíos ante el muro de los ciones literarias sión”, que se sintetiza en un lamentos, el movimiento de las campe- de la escueta concepto que Castellani traduce sinas frente al hogar en las noches de v a n g u a r d i a de Jousse como “voz-charnela” invierno, el niño que debe memorizar porteña nucleada para referirse a la palabra que, la lección; etc.). El tercer principio del en torno a las en su reiteración, funciona de estilo oral, finalmente, es el del formu- revistas Martín manera análoga a una bisagra lismo, que explica la importancia que Fierro y Proa. “De entre las diferentes frases que tiene en las sociedades orales el uso los elementos componen un poema de formas estereotipadas, de clichés y musicales del formas fijas, que se adaptan de manera verso –sostiene allí Lugones–, cantidad flexible a situaciones concretas. silábica, acento y rima, la tercera, consonante o asonante, es esencial: pues sin ella el verso deja de existir o se III vuelve prosa”.10 Frente a esta postura, y a partir de las teorías de Jousse, Junto con el mexicano Alfonso Reyes, Castellani plantea una concepción del Castellani es uno de los introduc- obrar poético que es refractaria tanto tores de las concepciones de Jousse a la tradición rimada sostenida por en ámbito hispanoamericano. En Lugones (que, recordemos, ya en su principio, elementos de las teorías de primer poemario, Las montañas de oro, Jousse operan en las lecturas críticas había trabajado con diversas formas que Castellani lleva adelante en algunas métricas, pero conservando en todos de sus primeras aproximaciones a la los casos la rima) como a la ruptura de poesía argentina de los años 20 y 30, todo espacio métrico propiciada por con la que contribuye modestamente la vanguardia ultraísta. La rima, para a través de algunos extensos poemas Castellani, no es el elemento clave de de respiración claudeliana, como los la poesía, en la medida en que es el publicados en Criterio, la revista cató- producto de una evolución lenta, un lica más influyente del siglo XX. Así, producto tardío un “recurso natural de en un artículo publicado en esa revista la humana expresión”, que se sintetiza en 1935, que confluirá en su libro en un concepto que Castellani traduce

425 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

de Jousse como “voz-charnela” para métrica la cuaderna vía utilizada en la referirse a la palabra que, en su reite- mayor parte de sus composiciones por ración, funciona de manera análoga a Gonzalo de Berceo, a quien Ponfe- una bisagra entre las diferentes frases rrada remeda y en el que encuentra que componen un poema: un camino de trabajo sobre la palabra El son-charnela, bisabuelo aldeano de poética alejado tanto del regiona- nuestra refinada rima, superexiste aún lismo como de la herencia lugoniana, hoy día en los ambientes en que la escri- modernista y simbolista, que el poeta tura no ha matado el antiguo estilo oral, catamarqueño había explorado en padre de nuestro verso y tío de nuestra poemarios anteriores, como Flor mito- prosa (Castellani, 1976: 21). lógica (1938) al que Castellani dedica El estilo oral supone, pues, ubicarse en el artículo “Ponferrada simbolista”. un plano en el que una de las distin- En contraste con estos poemas, en los ciones centrales del ordo textualis lite- que Castellani percibe un ronroneo rario es puesta en entredicho: me refiero simbolista, por sobre la palabra a la distinción entre prosa y poesía, “humana” prevalece una palabra que, como sabemos, se naturaliza en “restringida, refinada y espiritua- Molière, en uno de los parlamentos lizada”, Ponferrada explora en sus más famosos de la comedia burguesa. cuadernas sobre la Virgen del Valle Leída desde la institución literaria, una forma que busca, en su humildad, como lo hace Castellani en sus ensayos lo humano: “Pero hoy que el pensa- críticos sobre poetas contemporáneos, miento volvemos a lo llano / Y amamos la relativización de la dicotomía prosa/ la palabra de modo más humano, / poesía implica, también, objetar en Quiero dejar que cante mi corazón algún momento el funcionamiento cristiano / Con emoción de niño y autonómico de lo poético y, en última acento de paisano”, entona Ponferrada instancia, de la literatura. en la invocación a Gonzalo con la que inicia los loores.12 En el comienzo del artículo sobre Loor IV de Nuestra Señora Castellani plantea una serie de invectivas breves e insi- En este aspecto, es especialmente claro diosas contra la tradición modernista, una de las primeras intervenciones heredera del simbolismo y del deca- críticas de Castellani en las se que dentismo, y, al mismo tiempo, contra manifiesta el uso de la teoría de Jousse. diferentes formas del vanguardismo Me refiero a un artículo incluido en artístico, ejemplificadas en el arte de el volumen Crítica literaria (1945) Picasso, entendido como un punto dedicado a Loor de Nuestra Señora, de culminación de una concepción un extenso poema en alejandrinos de autónoma de lo plástico: un arte sin Juan Oscar Ponferrada.11 El poema, imágenes análogo a las romanzas sin publicado en 1941 en Buenos Aires palabras de Verlaine.13 Son, en todo por la editorial La Mazorca, está caso poéticas en las que Castellani, dedicado a una de las advocaciones a pesar de su repulsa, reconoce una marianas más difundidas de la Argen- forma específica de verdad, opuesta al tina: la de la Virgen del Valle de arte dulzón y conciliador propuesto, Catamarca, que adopta como forma entre otras instituciones, por la propia

426 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

Iglesia. Se trata, pues, de pensar no carles religión católica con la magia tanto el hiato entre modernismo y fonética del ritmo oral (Castellani, vanguardias sino más bien las conti- 1945: 331). nuidades formales y poéticas entre En los años que preceden a su muerte, ambas actitudes artísticas. ocurrida en 1929, Aby Warburg, En su lectura de la poesía de Ponfe- que en 1896 pasó como Jousse. un rrada, que parte de una estrofa que momento fundamental de su forma- despliega toda una poética (“dejar que ción entre los indios norteamericanos la poesía nazca de buena gana / –Como (Gombrich, 1992: 96), comienza a si fuera un poco de luz de la mañana– realizar su proyecto de un archivo / Al compás de la holgada respiración de la memoria gestual plasmada en humana”), la noción de “estilo oral” le un acervo de imágenes, que deno- sirve a Castellani para pensar un modo mina Mnemosyne. En el proyecto de de entender el hacer poético en el que Warburg, el gesto, la danza, el canto, no sólo la voz, el decir, el cuerpo, se son entendidos como partes consti- inscriben en la obra como gesto, sino tutivas de las formas en que se confi- también en la que contenidos (filosó- gura históricamente la memoria.14 De ficos, teológicos, culturales) y forma manera análoga, en Jousse, la palabra no se presentan como espacios escin- opera en el ámbito de la memoria, del didos en conflicto. recuerdo, hecha, ella misma, gesto. La gran poesía se distingue de la Más arriba, aludimos al Magnificat Leonardo Castellani pequeña poesía por dos caracteres infalibles: el conocimiento y la fe. En sus comienzos los poemas (o mejor dicho los recitados de estilo oral) no fueron propiamente una diversión ni un lujo sino una necesaria transmi- sión de cosas en algún grado sacras. El aedo, el rapsoda, el nebim, el juglar, lo mismo que el payador, no entendían hacer gozar a sus oyentes sino impar- tirles en forma lúcida y memorable la historia, la religión, la filosofía de la colectividad, viniendo luego la belleza a dárseles por imbuscada y emboscada añadidura y en adecuado encaje, como una rosa en la verdinegra ramazón de su mata espinosa (…). En suma, la poesía era noticia y enseñanza antes que todo, y enseñanza eminente de las cosas más importantes y por tanto más no-útiles o imprácticas de puro altas. Así el Maestro de Teología Gonzalo de Berceo, rimó sus vidas de Santos y su sermón sobre el último juicio, no para divertir a los villanelos sino para incul-

427 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

reproducido en el Evangelio de Lucas, reseña– parece reconocer el programa que le sirve a Castellani para pensar estético-político que Carrizo desple- un texto no construido por la inven- gará en sus contribuciones en medios ción original, ni sobre la preeminencia nacionalistas de los años 30 y 40 como autoral, sino sobre una memoria que los diarios Crisol y, sobre todo, Cabildo. se encarna en un conjunto de gestos, La poesía popular “demuestra nuestro de clichés, de comprovincialismo, así como hallar La concepción de estilo oral frases hechas: un tantas coplas españolas demuestra que Castellani retoma de los recitado que no nuestro hispanismo” (Castellani, planteos de Marcel Jousse puede ser atri- 1945: 397). tendrá consecuencias no sólo buido sin más Es en la crítica al poema sobre la en sus escritos críticos, sino a la niña que lo Virgen del Valle de Ponferrada, sin también en sus aproximaciones entona, sino que embargo, donde el jesuita exhibe tal a problemas pedagógicos y se dice como un vez por primera vez su conocimiento exegéticos. En principio, Caste- entramado de de las doctrinas de Jousse,16 y no en llani introduce las concepciones voces sin sujeto, la reseña de un volumen como el de Marcel Jousse sobre el estilo anónimas y Cancionero de Catamarca de Carrizo, oral a partir de la lectura de sociales: voces que dedicado a un objeto que esa teoría textos concretos, como los de se ritman sobre un pareciera reclamar legítimamente Lugones o de Ponferrada, y de fondo étnico, un pero que, cuando fue escrita, Caste- los problemas específicos en pueblo, un sujeto llani desconocía. En este sentido, la torno a cuestiones técnicas de la colectivo que no lectura castellaniana de un producto poesía que esos textos plantean. ha cortado la voz letrado como el poema de Ponferrada de la garganta, la es el sitio teórico desde el que puede palabra del gesto de la boca y de las pensar una poesía de elaboración manos, y que es en definitiva quien culta no desterrada de lo corporal y habla. Es posible ver en ella, pues, los de lo orgánico, de lo respiracional (“el rasgos de las literaturas menores que español respira hepta y octosilábica- Deleuze y Guattari desarrollan en su mente”, dice Castellani). Desde allí, Kafka (Deleuze y Guattari, 1992). además, es posible postular una poesía En la medida en que es irreductible al “imperial y católica” (difícil no pensar orden de géneros y al panteón autoral en Claudel o en Eliot) de la que es que articula la institución literaria, la eyectada toda autonomía en el plano poesía rítmico-oral es, en su propia de los contenidos, toda música porque condición ontológica, eminentemente sí, música vana, como la que inicia el política.15 poemario de Nalé Roxlo prologado En ese mismo volumen de Crítica por Lugones. Es posible, entonces, literaria, Castellani recoge un artí- sustentar teóricamente una de las culo temprano, de 1928, dedicado a más potentes afirmaciones de Caste- otro catamarqueño: el filólogo Juan llani sobre las relaciones entre saber y Alfonso Carrizo, uno de los fundadores poesía: “No hay ningún conocimiento de los estudios folklóricos argentinos, por abstracto que sea que no pueda responsable de una monumental serie ser asumido por la inspiración de un de cancioneros que preservan la poesía poeta dotado de la necesaria radioacti- popular de las provincias andinas. Para vidad” (Castellani, 1945: 332). Castellani, que en 1926 –fecha de la

428 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

En síntesis uso crítico de las concepciones jous- sianas permite legitimar un planteo La concepción de estilo oral que Caste- más amplio sobre la literatura y el llani retoma de los planteos de Marcel arte, que presta particular atención a Jousse tendrá consecuencias no sólo la persistencia de rasgos orales en la en sus escritos críticos, sino también propia cultura letrada y que permite en sus aproximaciones a problemas pensar zonas refractarias a las dife- pedagógicos y exegéticos. En prin- rentes posturas que, a lo largo del siglo cipio, Castellani introduce las concep- XX, desde el modernismo a la abstrac- ciones de Marcel Jousse sobre el estilo ción, han enfatizado en algún sentido oral a partir de la lectura de textos la autonomía del objeto estético. concretos, como los de Lugones o de Ponferrada, y de los problemas especí- ficos en torno a cuestiones técnicas de (*) Universidad de Buenos Aires/ la poesía que esos textos plantean. Este CONICET.

NOTAS

1. Para las referencias biográficas de Jousse, cfr., Y, Bouperin (2002). En lo que respecta a Castellani, cfr. la documentada biografía de S. Randle (2003). 2. “Para mí al nacer la tradición estaba representada por una familia bien constituida, unos abuelos italianos con la cabeza llena de leyendas europeas –mi abuela me contaba el Concilio de Trento en una forma entera- mente legendaria–, llenos de costumbres tenaces y hasta de manías sanas –la tenacidad en no cambiar es una de las divisas de la tradición– el Quijote y los libros de Alejandro Manzoni –¡y de Montesquieu!– que estaban en la biblioteca de mi abuelo; el párroco Olessio y su iglesita; la leyenda del padre Metri conservada en la cabeza del tío Félix; y el gobierno de Rosas conservado en la misma cabeza (…), los valses de Viena de la orquesta de aficionados, el teatro de la Societá Unione e Benevolenza, donde vi representar El místico de Rusiñol y Tierra Baja de Guimerá, el Colegio Secundario que estaba más a mano, la geometría de Casariego, la Historia de Grosso y los “estilos y milongas” del payador Higinio H. Cazón” (Castellani, 2007: 94-5). 3. “Yo –ironiza Castellani al comienzo de su exposición sobre Jousse en el Teatro del Pueblo– soy un gentleman inglés, como José Luis Borges [sic] y como Scalabrini Ortiz, impasible impertérrito, aristocrático; yo no soy napolitano ni judío para andar gesticulando” (Castellani, 1995. 71). 4. “Frente al escepticismo de los exégetas acerca de la capacidad de la memoria de los apóstoles y de los evan- gelistas para retener las palabras exactas de Jesús, dada una composición escrita escrita de los evangelistas en la que la datación es cada vez más tardía y frente a la duda que se plantea acerca de la autenticidad de las palabras de Jesús e incluso acerca de su existencia, Marcel Jousse se remite a la memoria de sus paisanos del Sarthe y a su fidelidad recitacional” (Beauperin, 2002: 23; trad. mía).

429 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

6. “Un gran sabio alemán, von Harnack, se levanta y dice: Eso es mentira: una niña hebrea de 15 años, embarazada, una madre soltera o quizá (si eso es posible) casada pero virgen va a visitar a una vieja también embarazada, hay un breve diálogo entre ella y la niña grita de golpe: Magnificat anima mea Dominum… No es posible: este himno es una pura maravilla: hay en él 14 citaciones de la Escritura, del cántico de Ana y del cántico de Habacuc –hay una composición maravillosa, digna de un gran poeta, de acuerdo a una métrica que no conocemos bien todavía pero que es sutil y maravillosa. Esta niña no ha estudiado en ninguna Universidad alemana y no sabemos siquiera si sabe leer. ¡Esto lo ha inventado Lucas, el meturgemán de Pablo de Tarso! Y si ha inventado eso pudo haber inventado todo el Evangelio. ¡Necio! Cualquier mujer malgache improvisa hoy día hermosos himnos guerreros, religiosos o amorosos, combinando los clichés o frases que atesora su riquísima memoria (…). Oh, Harnack, si el himno de la Niña Myriam (traducido Virgen María) es genial, es que puede ser que esa niña haya sido genial; y sobre todo es una niña de estilo oral; no es una civilizada, es una primitiva como dices tú; no es una universitaria alemana con anteojos, es un producto puro y fresco de una cultura más fresca y de una natura menos mutilada que la nuestra” (Castellani, 1995: 84). 7. En Ninfas, Agamben retoma su reflexión sobre el proyecto warburguiano y, entre otro, lo pone en relación con las concepciones de Milman Parry acerca de las leyes del mecanismo formular de los textos homéricos, “publicados en Paris en los mismos años en que Warburg estaba trabajando en su atlas Mnemosyne” (Agamben 2010: 18). Es importante recordad que Parry escribió su tesis sobre el problema del ritmo bajo la dirección de Marcel Jousse, a quien, con todo, Agamben no alude tampoco en ese texto. Por otro lado, la reflexión sobre el gesto ocupa un lugar destacado en otro de los más conocidos filósofos italianos de los últimos años, Paolo Virno, que la desarrolla fundamentalmente a partir de los planteos del Wittgenstein de las Investigaciones filosóficas. No se alude tampoco en Virno a los planteos de Jousse. Cfr. P. Virno (2003). 8. Entre los oyentes de los cursos de Jousse se encontraba el filólogo norteamericano Milman Parry, que ya había comenzado a plantear cuestiones similares a las del jesuita, de manera autónoma, en sus primeras aproxi- maciones a la poesía homérica. Bajo la supervisión del célebre lingüista Antoine Millet y del propio Jousse, Parry dará forma a los aspectos más contundentes de su concepción de tradición oral en su tesis presentada en 1928 en la Universidad de París titulada El epíteto tradicional en Homero. 9. Hay, pues, una base energética de lo rítmico pensado sustancialmente como un movimiento ternario, que se manifiesta para Jousse en la forma rítmica de la frase. En todas las lenguas hay un ritmo de intensidad compar- tido, que remite a la forma energética misma del hombre. La frase es, visto desde lo energético, ternaria, y una frase es, en general, la combinación de un grupo sujeto, un grupo verbal y un grupo complemento. En cada frase hay un lugar de intensidad rítmica, una sílaba energética, que coincide con el momento explosivo. En el plano del discurso, este planteo ternario se manifiesta en la necesidad que tiene aquel que recita o que improvisa de emitir una segunda preposición, que siga a una primera, y una tercera preposición –sinonímica, antitética o sintética– que siga a la segunda. 10. Cit. en Castellani, 1976: 21. La posición de Lugones en torno a la centralidad de la rima fue objeto de polémica por parte de algunos jóvenes críticos enrolados en el nacionalismo católico, como Ernesto Palacio y Tomás de Lara, que publicaron sendos artículos sobre el tema en la revista Criterio, artículos que Castellani retoma a su vez en su estudio sobre el poeta cordobés. En el texto de Palacio (1929) –una reseña de Poemas solariegos– se anticipan algunas de las cuestiones que desarrolla Castellani, entre otras, la cuestión de la rima. Para Palacio, en este sentido, la polémica entre la afirmación lugoniana de la rima y la afirmación ultraísta de la metáfora como elementos constitutivos del verso debe ser revisada en función de la “consideración de poema concretos”. Concluye al respecto Palacio que la supresión de la rima propugnada por los ultraístas sería impensable en una porción considerable de la poesía de Lugones, del mismo modo que la imposición de formas métricas regulares no sería pensable para los jóvenes vanguardistas, como Borges, que publica precisamente en Criterio algunos de sus poemas juveniles más logrados, como “La noche que en el sur lo velaron”. 11. Nacido en Catamarca en 1908, Ponferrada formaba parte del mundo intelectual del nacionalismo católico y sería más tarde un colaborador estrecho de Eva Perón y director del Conservatorio de Arte Escénico de la Universidad de Cuyo y del Teatro Regional Argentino (Chávez, 2005). 12. Dos años después de la publicación, Leopoldo Marechal publica en Ortodoxia, el órgano de los Cursos de Cultura Católica, un texto sobre Gonzalo de Berceo en el que la poesía del monje español se piensa en función de una búsqueda poética alternativa tanto al clasicismo (que, podemos pensar, Marechal relaciona con Lugones y con la herencia modernista) como del romanticisimo (que, conjeturamos, Marechal piensa en relación con las poéticas vanguardistas), entendidos ambos como dos formas de desmesura.: “Es así como, mientras Jean de Meun tejía en París el novedoso simbolismo de su Roman de la Rose, Berceo en la plena Edad Media de su convento español, dibujaba el perfil de sus santos o ardía en la pura devoción de Nuestra Señora; y así cómo, al flamante despliegue de vestiduras poéticas, de colores nuevos y de asombrosas audacias, el maestro Gonzalo oponía, sin saberlo, el rigor medieval de sus estrofas, como si al mortificar la carne de sus versos intentara clási-

430 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

camente abrirles todas las posibilidades del espíritu” (Marechal, 1998: 194). La poesía de Gonzalo de Berceo señala un camino posible a la poesía marechaliana, que se plasmará en poemarios como Laberinto de amor o El centauro. 13. La raíz de la poética decadente, simbolista y de vanguardia parece estar, en la concepción de Castellani, en un regreso al “hablar materno”, que nombra Dante en la Commedia y que ha sido retomado en algunos escritos de Agamben (cfr. 2001 y 2002). En este sentido, según Castellani, “Hay ensambles de sílabas que son agradables, o chuscos, o extraños o melódicos, puesto aparte el significado: los bebés balbucientes lo saben, cuando se divierten jugando con los fonemas” (artículo “Ponferrada simbolista”, fechado en 1938, en Caste- llani, 1946: 313). Es significativo que a esta observación de Castellani suceda un fragmento dedicado a Dante y a la idea de poesía presente en el Convivio. La conexión entre balbuceo y palabra divina, que recientemente ha sido replanteada en el marco de una reflexión general sobre las condiciones lingüísticas de lo humano por Paolo Virno (2003), aparece, también, como tema en uno de los poemas tempranos de Castellani (de 1927, recogido en Castellani, 1951: 41), dedicado a la Eucaristía, donde las palabras que consagren el pan y el vino son “ese leve rumor del altar”, palabras más humildes que las palabras proféticas y apocalípticas de la Escritura, pero al mismo tiempo más efectivas. El “rumor” del que habla Castellani condensa, pues, la potencia de la palabra religiosa que, en palabras de Virno, “comunica unicamente ció che essa stessa fa nel momento in cui viene pronunciata” (Virno, 2003: 38). 14. Remitimos en este punto a la lectura propuesta por Agamben, para quien, en el proyecto de Mnemosyne supone entender “que la palabra que canta también recuerda y la que recuerda, también canta” (Agamben, 2005: 183). 15. En la crítica de Castellani a la poesía de Ponferrada se hace una explícita reivindicación política de los sectores criollos postergados, cuya desidia “es más efecto que causa de decadencia racial; efecto del desamparo y desánimo que cayó sobre la población nativa por efecto de la miope política logrera de los gobiernos liberales (la “deforestación espiritual de la Argentina”, como la bautizó Monseñor de La Rioja), que al abrir sin corta- pistas el país “a todos los hombres de buena voluntad”, pospuso en su furia la extranjerización interesada a los hombres de mejor voluntad, que eran los que estaban adentro, con derechos adquiridos por herencia, y con vocación divina de ser fermento y forma de todo el resto”. (Castellani, 1945: 321-322). 16. Es justo con todo señalar que en el artículo sobre el poemario simbolista de Ponferrada Castellani alude, sin nombrarlo, a las concepciones de Jousse; eso al menos indican fragmentos como el siguiente:“la palabra es primero que todo un ruido, un ruido sustituto de un gesto, un gesto que es el resumen, en un momento dado, de un ánima” (Castellani, 1945: 313).

BIBLIOGRAFÍA

Agamben, Giorgio (2002), Medios sin fin. Madrid, Editora Nacional. Agamben, Giorgio (2005), La potencia del pensamiento. Buenos Aires, Adriana Hidalgo. Beauperin, Yves (2002), Anthropologie du geste symbolique, París, L’Harmattan. Chávez, Fermín (2005). Diez hijos de Evita. Buenos Aires, Nueva Generación. Castellani, Leonardo (1945). Crítica literaria. Buenos Aires, Penca. Castellani, Leonardo (1976). Lugones. Esencia del liberalismo. Nueva crítica literaria. Buenos Aires, Biblioteca del Pensamiento Nacionalista. Castellani, Leonardo (1995). Psicología humana. Mendoza, Jauja. Castellani, Leonardo (2007), San Agustín y nosotros. Mendoza, Jauja. Deleuze, Gilles y Fèlix Guattari (1992). Kafka. Por una literatura menor. México, Era. Gombrich, Ernst (1992), “La ambivalencia de la tradición clásica. La psicología cultural de Aby Warburg”, en José E. Burucúa (comp.), Historia de las imágenes e historia de las ideas. La escuela de Aby Warburg, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina. Jousse, Marcel (1925). Etude de psychologie linguistique: le style oral rythmique et menémotechnique chez les verbes-moteurs, París, Beauchesne. Jousse, Marcel (1975). Le Parlant, la Parole et le Souffle, París, Gallimard. Marechal, Leopoldo (1998), “Recuerdo y meditación de Berceo”, en Obras completas. Vol. V: Los cuentos y otros escritos, comp. de P. L. Barcia, Buenos Aires, Perfil Libros. Ong, Walter (2003). Oralidad y escritura. México, Fondo de Cultura Económica. Palacio, Ernesto (1929), “Poemas solariegos de Leopoldo Lugones”, en Criterio, n. 50, Buenos Aires, febrero. Petrucci, Armando (2002). Prima lezione di paleografia. Bari-Roma, Laterza. Randle, Sebastián (2003). Leonardo Castellani. Buenos Aires, Vórtice. Reyes, Alfonso (1962), La experiencia literaria, México, Fondo de Cultura Económica. Virno, Paolo (2003). Il verbo si fa carne. Turín, Bollati Boringhieri.

431 432

Añoranza y revolución. Lo indio, lo negro y lo cholo en lo “santiagueño” en el norte argentino(*) Por José Luis Grosso (**) En su libro Indios Muertos, Negros Invisibles, José Luis Grosso desarrolla una crítica a la identidad construida por las élites políticas e intelectuales santiagueñas que encuentra en el borramiento de la población negra y en la destrucción de la cultura indígena su asidero material. El del concepto de añoranza, como imagen de un exceso de posibili- dades siempre pendientes, permite pensar el tipo de rememoración del migrante santiagueño por su tierra y su lengua materna (el quichua), “enso- ñamiento febril del volver”, similar al portugués banzo; herida mortal que los negros reviven cada vez que evocan su lejana África. En el texto que presentamos a continuación el autor despliega las mismas intuiciones, pero con el objetivo de revivir al pensador y militante santiagueño Francisco René Santucho, fundador de una corriente indigenista que nunca llegó a desplegarse. Grosso se pregunta por qué Francisco René, desaparecido en 1975 durante el Operativo Independencia, fue olvidado por el medio cultural santiagueño. Y encuentra en esa omisión otra huella de la forja identitaria que aquella élite provincial no ha cesado de imponer, con su panteón de inte- lectuales ilustres. Este escrito anticipa, de alguna manera, la edición fascimilar de la revista Dimen- sión, animada por el propio Santucho entre los años 1956 y 1962, que la Biblioteca Nacional está preparando junto a la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santiago del Estero. LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

A Gilda Roldán, con cariño y gratitud. 1) En cuanto apropiación territorial, señala: Me propongo en este texto establecer un diálogo con un pensador, escritor La “propiedad” española colonial y militante santiagueño poco cono- se monta sobre el sentido territo- cido y mucho menos reconocido en rial indígena local y regional. En los ámbitos académicos e intelectuales un doble sentido: la fundación y dominantes: Francisco René Santucho. la “propiedad” españolas suponen Su relación con las gentes, movimientos (ponen debajo, silenciosamente), y comunidades, que cuestiona el lugar junto con la tierra, la población indí- determinado como propio del “inte- gena que sustenta con su trabajo a la lectual” (lo que a veces suele conside- población colonizadora (Santucho, rarse claro qué es lo que quiere decir), 1962). Retomaremos más adelantr hace que sus pensamientos deambulen esta doble apropiación colonial, del entre el conocimiento, la socialidad territorio y del trabajo. de pertenencia y la política, donde “caer” en el anonimato es derivar en el 2) Y en cuanto rediseño territorial: pensamiento colectivo. Este diálogo, a destiempo, como suelen ser los El “Cabildo de Santiago del Estero” diálogos con recuerdos, tradiciones recorta los territorios indígenas, se orales y discursos escritos (condición impone fragmentando, tapando las tal vez general de todos los diálogos redes de interrelaciones y centrando que, lo sepan o no, están preñados de en un nuevo orden. Y este re-trazado tiempos), acompaña mi pensamiento sobre lo prehispánico se reedita sobre (y el de todos aquellos que leemos este la jurisdicción capitular cuando texto ahora y entramos en el diálogo) el espacio nacional redefine la en torno a cuestiones que nos reúnen “Provincia de Santiago del Estero”. junto con Francisco René en la rueda La “Provincia”, en su velada impo- compartida. Encuentro aquí aportes sición performativa, se puede ver en que no dejo de agradecer sobre la rela- acción, incluso y sin crítica mediante, ción entre cuerpos, emociones, esté- en el texto mismo de Francisco René: ticas, saberes y política en la que vengo El indio en la Provincia de Santiago trabajando. del Estero (Santucho 1954); el cual nos ubica, desde el mismo título, en un mapa nacional como recorte Creencias territoriales en pugna territorial y epistémico a reproducir y confrontar. Porque este enunciado Los textos de Francisco René Santucho produce la apariencia de que en todo leen e inscriben en su escritura, en los caso lo “indio” debiera ser siempre contextos santiagueños, pero también pensado encapsulado/reprimido en el del Norte de Argentina y de América mapa provincial. Latina en general, superposiciones territoriales bajo la territorialidad En ambos aspectos, en cuanto apro- dominante que impone un “sentido piación y en cuanto rediseño, lo de realidad” único: territorial dominante trae consigo una imposición de espacio-tiempo:

433 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

el espacio-tiempo lineal y excluyente Una pasividad en contraataque” cristiano-feudal colonial, y luego el (Santucho, 1961). “espacio-tiempo vacío y homogéneo del Estado-Nación”, el del “progreso” Coincide en esto, como es claramente y el “desarrollo” (Benjamin, 2010; reconocible, con Bernardo Canal Chatterjee, 2008; Guha, 2002). Feijóo, quien en la misma época piensa y escribe sobre la configuración político-cultural santiagueña casi en Sometimiento de las artes indígenas los mismos términos (Canal Feijóo, 1950). Pero asimismo podemos pensar Francisco René señala que en la que aquella “resistencia solapada” no economía colonial se produce un pudiere deberse a un déficit social, sometimiento de las artes indígenas: el jurídico y político, sino que se trate de hilado y el tejido, otra teoría relacional: una “teoría local “La estratificación en castas de la agricultura y de la relacionalidad” (Haber, 2009; la sociedad colonial creaba dos la recolección, 2010), ritualmente agenciada, la que mundos en abierta oposición”. el conocimiento anima a “indios”, “negros”, “cholos”, Una “abierta oposición” que del terreno y la “campesinos” y sectores “populares” podemos malcomprender si construcción. La en la interacción socio-política. consideramos la formación población local Donde la “pasividad” abre entonces social descriptivamente, es sigue haciendo la otro juego, corroe por debajo y contra- decir, desde el culturalismo obra transfiriendo ataca desplazando el escenario: es una idealista que habita la mirada las pericias a “pasividad” en la escena oficial pero objetiva de las ciencias sociales otros materiales, una actividad en otra “lengua”. y humanas y que señala o bien sometida a una Dice Francisco René: culturas “redondas” o bien relación de doble “mestizajes”, es decir, desde el explotación: la “La sátira popular, las coplas bilin- punto de vista dominante de la de los cuerpos gües quichua castellano (escondiendo supremacía española. con sus artes de en el quichua la intención grosera hacer (Santucho, o agresiva), los cuentos campesinos, 1954). Hay allí un hacer sometido y un todo ello forma un complejo de lite- hacer resistente trenzados: un habitus ratura folklórica de neta intención en los bordes (Bourdieu, 1999: Capí- corrosiva y revolucionaria, endere- tulo 4. El conocimiento por cuerpos), zada contra el español y su sistema de una semiopraxis en silenciosa lucha valores” (Santucho, 1961). simbólica (Grosso, 2007a; 2009). “La pasividad indígena es así una pasi- Y esto era posible porque “la estratifi- vidad agresiva y fuerte”, señala Fran- cación en castas de la sociedad colonial cisco René Santucho en Juan Balumba, creaba dos mundos en abierta oposi- un proceso colonial: ción”. Una “abierta oposición” que podemos malcomprender si conside- “La resistencia solapada del indígena ramos la formación social descriptiva- es constante y corrosiva. Como era mente, es decir, desde el culturalismo imposible una oposición franca, ya idealista que habita la mirada objetiva que carecía de derechos suficientes, de de las ciencias sociales y humanas y ahí las formas sutiles de su pasividad. que señala o bien culturas “redondas”

434 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

o bien “mestizajes”, es decir, desde el tiempo hegemónico; es otra cosa que punto de vista dominante de la supre- meramente devolverse al “pasado” en macía española, que es el de la ilus- lo liso. Es la diferencia entre pensar a tración criolla. Pero, desde abajo y distancia el “objeto” y dejarse llevar en la estructura de acción, Francisco afectado por una relación que implica René acaba de señalar más bien una una “teoría de la relación” otra (Haber, resistencia pasiva “en contraataque” 2010). en esa “sociedad barroca”, estamental ¿Qué economía crítica hay aquí entre (Romero, 1978). “pasividad en contraataque”, artes Francisco René reconoce en la media- populares, corrosión revolucionaria y ción lingüística una materia simbólica añoranza? Se trata de hallar la “dimen- que se tiende subrepticiamente bajo el sión”, dirá Francisco René, por la que dominio colonial y nacional: se abre camino el desajuste, la fuerza de lo posible. “De simple o compleja contextura, existió una integración cultural (indí- gena), cuyos vestigios nos llegan por Genealogía de la añoranza conducto verbal del pueblo, en mani- festaciones que encuadramos como La añoranza santiagueña como “estruc- folklóricas (la quichua, mitos, relatos, tura del sentir” (Williams, 1997), coplas), pervivencias mitológicas de “existenciario” (Heidegger, 1980: ; herencia aborigen que particula- Grosso, 2009: 44), “modulación de la rizan el inconfundible tipismo de lo existencia” (Merleau-Ponty, 1997), santiagueño” (Santucho, 1954). “manera-de-estar” (Kusch, 1976; 1978), constituye un “dolor-de-estar” Este texto, que podría quedar en la y opera emotivamente como poder-de- mera descripción folklorizante, tan ausencia. Como digo en Indios muertos, común en las políticas culturales locales negros invisibles. Identidad, hegemonía y en el connubio aristocratizante de las y añoranza, es ciencias sociales y humanas con las dirigencias locales, se orienta en otra “la pena por algo entrañable que toca dirección desde aquella “intención y reaviva el dolor por su ausencia, lo corrosiva y revolucionaria”. Así, estos cual es una complicación del tiempo: “vestigios” (Haber, 2011a; 2011b) son algo pasado que llega y alienta la las huellas por donde la “estructura del esperanza de reencuentro” (Grosso, sentir” (Williams, 1997) santiagueña 2008: 169). de la “añoranza” se filtra y abraza relaciones negadas (Grosso, 2008). Lo Aquí la palabra corre en el filo que que en/para el espacio-tiempo único y hiere la línea del espacio-tiempo hege- homogéneo dominante aparece como mónico y sangran desde el repliegue regreso y devuelta al “pasado”, en el espacio-tiempos otros: la lengua sabe más volver como gesto relacional de pliegue de lo que dice, parece decir “pasado” de la “añoranza” se abre una fisura por donde sabe una esperanza de reen- donde se cae en, y por donde emergen, cuentro, una esperanza que hunde sus espacio-tiempos otros. El pliegue hace pies en lo que llega, toca y revoluciona una vuelta, pisa y quiebra el espacio- (Benjamin, 2010). La añoranza rompe

435 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

436 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

abruptamente todos los caminos trazados ciones, estamentos y jerarquías bajo el en el mapa nacional de las identidades, dominio colonial; 3. a la que se incor- afectada desde la relación negada que poró el dolor del desarraigo forzado de irrumpe en un dolor al que se le pone los esclavos traídos de África, dolor el cuerpo. Así, el desencuentro resulta por su tierra, su comunidad, sus más poderoso que el encuentro, lo que dioses distantes2; y 4. que toma una no ha llegado a la “identidad” es la configuración específica desde el siglo fuerza negativa de lo “santiagueño” que XIX (añoranza de los “santiagueños”, hunde y gesta un materialismo histórico por tanto) por el borramiento étnico- (donde escucho y sigo a Benjamin, territorial bajo el modelo único de Bataille, Bajtin) en que otros espacio- ciudadanía nacional que desaparece tiempos irrumpen abruptamente en las lo “indio”, lo “negro”, lo “cholo”, en contra-narrativas que hacen “la más sus diversas configuraciones, y sobre inaparente de las transformaciones” el que se opera el retruécano local de (Benjamin, 2010: 21), problemati- su re-curso negado, sentido, íntimo, zando toda positividad. colectiva e individualmente drama- Son el “indio” en cuanto “muerto”, tizado, musicalizado, ritualizado el “negro” en cuanto “invisible”, el (Grosso, 2008). “cholo” (en su mayoría zambo) en Veamos, siguiendo la documenta- cuanto “borrado”, que en la semiopraxis ción existente y la escritura de los de una primaria y última “modula- ríos, algunos ejemplos tomados de ción de la existencia” (Merleau-Ponty, los siglos pasados. Las condiciones de 1997) brotan de lo oscuro de la tierra vida en el área mesopotámica santia- y deambulan clandestinamente en gueña, entre los ríos Dulce y Salado, salamancas; son esos, negados, desco- supusieron, desde los tiempos prehis- nocidos e íntimos, que llegan, sufren, pánicos y hasta la actualidad, una gran lloran, rasgan, cantan, danzan y fiestean movilidad poblacional por detrás de en la añoranza del “santiagueño”. La los cauces cambiantes de ambos ríos, manera como los espectros, los muertos, de las sequías e inundaciones, de las los desaparecidos, los expropiados de pestes, de los ciclos y las circulaciones tumba y vampirizados en glorias ajenas territoriales de subsistencia y, más exceden los límites fundacionales del tarde, de las alternativas laborales en Estado es restando: se hacen menos-que- otras regiones. Los cambios de cauce de nada, suciedad, claroscuro, evanescencia los Ríos Salado y Dulce han dejado sus barrosa (Arteaga, 2011), resonancia del marcas en toda el área mesopotámica, grito, hueco de silencio, temor, temblor, atravesada por hondonadas y lechos abismo cóncavo de olvido, pendencia de secos y arenosos, más recientes y más justicia (Derrida, ; 2003). Son fuerza- antiguos, espectrales, ya que los diques de-negación (Grosso, 2008). y canalizaciones construidos desde La añoranza tiene una larga genealogía finales del siglo XIX en los tramos emotiva: 1. en las obligadas migra- medio-superiores de ambos ríos han ciones y desplazamientos prehispá- reducido al mínimo el caudal de agua nicos por inundaciones, por sequías, que ambos arrastran; sobre todo el Río por cambios de curso de los ríos, por Salado; aunque con las copiosas lluvias invasiones; 2. en la re-estructuración siguen desbordando, retomando piramidal urbano-rural de pobla- cauces viejos o abriendo nuevos hasta

437 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

438 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

hoy, al punto que cuentan lugareños Indios”, que quedaron sin agua para que ahora, en estos tiempos, con las sus tierras cultivables). El nuevo curso crecientes, han vuelto a ver a la Mayup alcanzó las salinas al este de Salavina y Maman, que se había retirado desde se salinizó (e inutilizó) todo el curso hace algunas décadas. inferior (Palomeque, 1992). En 1897, Por detrás del azar de los ríos, se tras- se abría un canal desde Tuama a Loreto ladaban las poblaciones. Por ejemplo, (viejo), que se desbordaría con la desde pasada la mitad del siglo XVIII creciente de 1901 y el Dulce volvería a hasta 1785, el Río Salado se unía con su curso anterior (Palomeque, 1992). el Dulce, desembocando ambos en Con cada creciente, el Salado desbor- la Laguna de los Porongos (cuenca daba creando brazos de unión con el mediterránea donde hoy sólo desem- Dulce, que, al secarse, volvían muy boca el Río Dulce). En 1785 el Salado fértil toda el área mesopotámica (Palo- vuelve a su curso anterior y desem- meque, 1992, 12-13). boca en el Río Paraná, afluente del Las frecuentes inundaciones alter- Río de la Plata (Palomeque, 1992). naban con grandes sequías y pestes. Un En 1807 el Párroco de Matará, Don ejemplo de los muchos que abundan Juan Antonio Paz, testimonia que el en la documentación: en 1789, Don Pueblo de Indios de Mopa se agregó al Nicolás de Villacorta y Ocaña informa de Matará, porque el Salado se desvió que la inundación hace imposible el (otra vez), y los Indios tomaron el cobro de los tributos de los Pueblos de rumbo que les pareció; luego volvió a Indios, por el estado de los caminos, desviarse de Matará hacia el Este, con pero que, además, la seca de ocho lo cual se fueron muchos Indios y este meses que la precedió impidió que Pueblo se mudó unas 80 leguas hacia se cosechara grana, algarroba (la sufi- el norte. 3 También los Indios del ciente para el tributo total), maíz ni Pueblo de Guañagasta, en el Salado, se trigo. Y se desencadenó una peste y una hallaban dispersos por Paso Grande, epidemia de “grano” o “carbunco” que Gramilla y Bracho, al sur, por el acabó con los animales de los troperos desvío del Salado. 4 En el caso del Río de carretas y hacendados y con los Dulce, en 1799, Manuel de Palacio, habitantes de la campaña (nombrados Diputado en Santiago del Estero del como indios, negros, mulatos y mestizos, Consulado de Comercio, informaba al y algunos españoles)6. Tampoco éstos Real Consulado de Buenos Aires que habían podido colectar cera ni miel, los vecinos de la ciudad de Santiago y habían quedado sin vestido y sin no habían podido continuar con la comida. Por esto, la mayor parte siembra de algodón y de trigo que de los Indios se ausentaron a otras había comenzado en 1795 por causa partes, incluso a otras Jurisdicciones. de que el cauce se había desviado de Los que quedaron vivían de la caza7. curso y no llegaba ahora a la acequia.5 Según certificación del Cura y Vicario En 1825, el Dulce se desplazaba hacia Interino del Curato de Salavina, Don el Oeste desde el sur de la ciudad de Miguel Ibañez, los Indios Tributarios Santiago, abandonando Manogasta, se habían ido, algunos a Santa Fe y Tuama, Sumamao, Loreto (viejo), otros a Buenos Aires, y habían muerto Villa Atamisqui, Soconcho y Salavina 70 ese año.8 También habían muerto (varios de ellos antiguos “Pueblos de o se habían ido los de los Pueblos de

439 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

Indios del Curato de Tuama: Manu- última fue una larga seca con una gran gasta, Tuamá, Sumamao y Tilingo, peste) (Palomeque, 1992: 51 nota 36). según informa el Cura y Vicario, También las epidemias: a las grandes Don Luis Trejo.9 Igualmente los de pestes y epidemias de 1579, 1590, los Pueblos de Indios del Curato de 1609 y 1618, le sucedieron, por citar Soconcho: Umamac, Soconcho, Saba- sólo algunas, la epidemia de viruela de gasta y el Passado, según certificación 1718 (que produce gran mortandad), de su Cura y Vicario, Doctor Don las epidemias de cólera de 1868, de Josef Juan Corbalán y Castilla 10; lo 1874 y de 1887, y la epidemia de mismo notifica el Cura y Vicario del paludismo de 1902 (Oddo, 1973). Curato de Matará Las migraciones “santiagueñas” y La añoranza “santiagueña” (a orillas del su deambular que va y vuelve, por popular a la vez cuestiona y Salado), Don José tanto, parecen tener una genealogía problematiza la tan mentada Antonio Paz: que que se hunde en lo arcaico. Una larga necesariedad de una minoría habían muerto o conversación ecológico-ambiental ha políticamente esclarecida que se habían ido los configurado una estructura del sentir conduzca el proceso supe- Indios Tributa- como dolor-de-estar, dolor-por-volver, rando la demanda económica rios de los tres “añoranza”. Una trama de espectrali- de las “bases”, y un concepto Pueblos de Indios dades se tiende sobre la planicie meso- de la “revolución” conce- de su Curato potámica. Un dolor-de-volver agencia bido en términos de una base (los más nume- territorio. Lo que en su positividad económica que universaliza rosos de todos): podría llamarse y verse como memoria el “desarrollo” y que por eso Matará, Inqui- colectiva toma la forma de un dolor-de- piensa como protagonista de liguala y Mopa. ausencia que, frente a la puesta-en-visi- la misma al “proletariado” o al 11 El Sargento bilidad y la espacialización del presente “trabajador” (urbano o rural) Mayor de la Fron- indefinido operada por el espacio- en calidad de tal, sin hacer tera de Salavina y tiempo único del Estado-Nación, la crítica de la propia cons- de las Compa- se vuelve lucha simbólica, que en su trucción de estas categorías ñías de Milicias, fuerza-de-alteración espacio-temporal productivas y, por tanto, sin Don Manuel y fricción intercorporal es violentación que el colectivo gane un relieve Lopes Caballero, simbólica y semiopraxis crítica (Grosso, primario simbólico-material con fecha 16 de 2010; 2011a): un sentimiento que hace popular-intercultural. Septiembre de sentido, choca y revoluciona en la inti- 1789, certificaba midad de las maneras de hacer. Porque que el Alcalde de Primer Voto de la pone el cuerpo a una pertenencia comu- Ciudad de Santiago, Don Nicolás de nitaria sostenida que se expande como Villacorta y Ocaña, había visitado rizoma y amenaza universalizarse en los Pueblos de Indios de Tilingo, cada fiesta. En el cotidiano deambula Soconcho, Umama, Sabagasta y el por debajo, como salamanca una y Pasao, cobrando tributo, y en los diversa que se sabe aquí y allá. En esta cinco Pueblos encontró sólo 30 indios, genealogía, Francisco René piensa en siendo que muchos se habían ido para la lechuza llorona de la escenografía Buenos Aires y otras partes. 12 Las mesopotámica de la muerte, arcaica sequías sucedían con frecuencia: en 60 y actual (Grosso, 2008), diseñada en años, 9 secas: 1790, 1794, 1799, 1802, las urnas, vasijas y figuras levantadas 1803, 1817, 1818, 1820 y 1846 (esta en el campo tras cada lluvia, cada

440 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

desborde o cambio de curso de los tral, donde cría sus animales, cultiva ríos, lo que, en diálogo con Alejandro vecindades, alumbra a los santos, los Haber, llamo una arqueología social dioses y los muertos, y toma del monte indisciplinada (Haber, 2011b; Grosso, sus frutos. Este cultural-material tener- 2007b; 2008). Francisco René piensa tierra, este recuperar-tierra para estar y también en el grito de lamento de la volver cada vez para el reencuentro, es mujer-hermana-kakuy, que, tal como agredido hoy una vez más, pero de un lo cuenta el relato mítico y se meta- modo inédito, por el poder absoluto morfosea en la creencia, se vuelve ese de la expulsión-expropiación-extrac- mismo pájaro nocturno (kakuy) en ción de la arremetida capitalista que las alturas del árbol, llamando a su expande la frontera agrícola para el hermano (Santucho, 1954): la lechuza monocultivo. Añoranza es resistencia llorona y la mujer-hermana-kakuy que vuelve-a-la-tierra a vivir-morir. tienden un texto arcaico en la genea- El fragor de los bombos –que hasta logía de la añoranza. hace algunos años tomaba la Iglesia de San Francisco, en el centro de Santiago del Estero, acompañando a La añoranza como violentación San Gil, acto invasivo de una “pasi- simbólica. vidad que contraataca” que convertía a la iglesia gótica en una caja de reso- Esta estructura local del sentir hace a nancia, en un inmenso bombo, el más la ligadura (en cuanto fortaleza sacri- grande que el luthier anónimo popular ficial del vínculo, que es una forma haya podido hacer (Grosso, 2008); del re-ligare) revolucionaria: no habrá desplazado ahora a una iglesia perifé- revolución sino (em)pujando desde rica, cercana al cruce del Río Mishqui esta creencia re-currente de la añoranza, Mayu (Río Dulce) viniendo de la desatada en su des-obramiento (Nancy, ciudad de La Banda, por donde llega 2001) de justicia, que es lo que hace- los últimos años la atronadora, arisca fuerza en aquella “pasividad en contra- y alzada marcha del Santo–, el fragor ataque”; pero así hay y habrá revolución, y retumbo de la Marcha de los Bombos y, como no puede ser de otra manera, desde hace una década atraviesa por el está-siendo abrupta, rompe el bloque medio la ciudad de Santiago, de sur espacio-temporal dominante desde a norte, siguiendo la antigua Ruta 9: otro suelo (Kusch, 1976; 1978). La un volver audible los indios muertos, entrega, el riesgo, la lucha, el don sacri- los negros borrados, los cholos espec- ficial, la épica ritual, el dar-la-vida en trales, ausentes-con-poder que vuelven la muerte, la caída emotiva en la tierra, presionando en lo cotidiano de las la solidaridad colectiva, así lo exigen: es artes populares, presión que puede verse lo que se insinúa en cada vuelta, lo que no obstante como “pasividad” de las asoma abruptamente en cada fiesta, en costumbres desde la óptica ilustrada, y cada revuelta. se procura entonces ponerla-en-repre- Volver a la tierra, estar-ausente para sentación como “tradición y folklore” renovar una y otra vez el reencuentro, es para el turismo invernal, pero que el sentido-de-tierra, la estructura terri- amenaza y asola a la vez la inquieta torial del sentir santiagueña, que lo ata tranquilidad dominante como un como “campesino” a su querencia ances- malón encajonado en las calles que

441 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

golpea en el pecho, una montonera que “El carácter, la tipología colectiva de galopa volviendo polvareda la obscena nuestro pueblo, nuestro ser colectivo visibilidad urbana, una salamanca considerado como ente histórico, vive salida de abajo endiablando los pasos, de algún modo también en pasado, un retumbo ancestral magnificado que digámoslo así en términos aparente- destroza el cristal de la visión cotidiana mente contradictorios, balanceándose a puro golpe de parche. Llegan espacio- entre pasado y devenir”, “atraído por tiempos otros en su ancestro” (Santucho, 1956). Se renueva la denigración que se desandan desarrollista del “campesino” caminos y se Este anacronismo es un exceso exterior (extendida a lo largo y a lo ancho desatan olvidos replegado en la prescripción espacio- del siglo XX y que campea que guardan, temporal de la Modernidad que añora estos inicios del siglo XXI), movimientos en la ligazón corporal-emotiva. Esto, lindo para consumir en los de interpreta- en todo caso, es lo “indio”, diríamos fugaces circuitos del turismo ción velada que junto con Francisco René, mucho en sus costumbres y sus obras, anuncian, insi- más acá de la investigación histórico- pero horroroso y aterrador en núan y sostienen antropológica en términos de “objeto su tenebrosidad-de-tierra del otras historias de estudio” y de las nuevas políticas estar-nomás. r a d i c a l m e n t e de reetnización y visibilización del antagónicas. Un Estado-Nación, a nivel nacional y anacronismo revolucionario (Colec- provincial. tivo Situaciones, 2008). Revolución Los investigadores pasan al lado de la que llega a cada paso en falso sobre el añoranza pero no la sienten; temen “espacio-tiempo único y homogéneo su roce, creen que todo el cuerpo y del Estado-Nación” y que, con sus la emotividad que en ella se agitan ritmos y cadencias (Gutiérrez Aguilar, han caído en manos de los ingenieros 2008; Grosso, 2011a), irrumpe colec- culturales de antes o de hoy, que todo tivamente cuando la añoranza cobra- es presa de las políticas culturales cuerpo-entero, de los pies a la cabeza, en del folklorismo esencialista, y así se montonera dolida, imantada y alzada. vuelven cómplices complementarios El tradicionalismo que pretende de las mismas políticas: por temor y apresar, definir, representar y frenar por negación del con-tacto. Porque esta este anacronismo es la política cultural añoranza es hermenéuticamente intra- oficial de los sectores dominantes ducible, incapturable como origen y (Grosso y Larcher, 2010). Pero en esta fundamento, y es imposible de integrar añoranza popular hay un agudo senti- como “demanda”: más que al derecho miento de pertenencia, una fe, que no apunta a la justicia. Por eso alcanza la es posible traer a la luz y espectacula- “dimensión” revolucionaria. Sólo en rizar. Más que memoria, es poder-de- el dolor y la lucha se abre camino. Es ausencia que se levanta en el olvido y revolucionaria porque forcejea y hace que brota en entereza de espacio-tiempo, chirriar este orden impuesto. Es violen- sin traducciones, como olvido mismo tación simbólica y semiopraxis crítica: que ha guardado lo que en este orden del no se la percibe sino dejándose tocar mundo no tiene lugar. Francisco René por ella; no busca ser comprendida dice en 1956: ni explicada, sino sentida y partici- pada; no se procura intelectuales, sino

442 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

compañeros. Francisco René está allí, (Benjamin, 2010: 20) opera a través de es allí que nos encontramos con él. ellos; “débil” porque no es la persona, Éstas son las “búsquedas de la dimen- cuya biografía se pierde y gana la sión” revolucionaria “santiagueña” extensión del olvido, ensanchándose “entre la realidad y lo posible”, que en el gran tiempo de sus genealogías y fue, y aún es, porque aún buscamos reapariciones; los espectros alzados de los juntos, un motivo largamente reco- vencidos son menos-que-un-“sujeto”, rrido y enunciado por Francisco René pero perentorios como una maldición; Santucho (Santucho, 1956). En este la solidaridad los une por adherencias sentido, la añoranza “santiagueña” rotundas, masivas y arrolladoras como popular a la vez cuestiona y problema- furias de fuego; juntándose, se reúnen tiza la tan mentada necesariedad de con los antepasados que conforman la una minoría políticamente esclarecida discursividad cósmica local de seres, y que conduzca el proceso superando la que son las relaciones más poderosas demanda económica de las “bases”, en la materialidad de un mundo que y un concepto de la “revolución” se sufre y se toca otro. Vínculo solidario concebido en términos de una base que opera desde creencias territoriales económica que universaliza el “desa- en espacio-tiempos otros, exteriores, y rrollo” y que por eso piensa como que corroen y combaten el espacio- protagonista de la misma al “prole- tiempo moderno-nacional-capitalista. tariado” o al “trabajador” (urbano o Esto creo es difícil de aceptar desde rural) en calidad de tal, sin hacer la los preceptos y creencias “modernos” crítica de la propia construcción de de “ciudadanía ilustrada” de nues- estas categorías productivas y, por tras izquierdas y por las prácticas del tanto, sin que el colectivo gane un “tradicionalismo” de la derecha. Y es relieve primario simbólico-material cierto que tenemos en el poder desde popular-intercultural. hace muchos años en el gobierno Respecto de esta tesis de una praxis de la Provincia de Santiago del crítica, la añoranza “santiagueña” Estero, y en general en el Norte del popular renueva una estructura de país, como sustitución reductiva y vínculo orientado a una autoridad re-li- represiva de aquellas fuerzas y soli- gante que viene de atrás del olvido, que daridades religantes y anacrónicas, la en el siglo XIX fue “federal popular”, figura latinoamericana conservadora “montonera”, y que hace del “caudillo”, del “caudillo” en cuanto “dictador”, del “santo” o la “virgen”, de sus wak’as del cual dice García Márquez en El o dioses, la efigie de un molde que junta olor de la guayaba: “el dictador es el lo negado. “Pueblos en movimiento” único personaje mitológico que ha llamaba Domingo Faustino Sarmiento producido la América Latina, y su a las montoneras (Sarmiento, 1900: ciclo histórico está lejos de haber Tomo XXXVIII, 130). Su “caudillo”, concluido” (García Márquez, 1993: o sus imágenes santas, o sus muertos 75). Este “caudillo” es una autoridad o dioses poderosos, son en cada caso tradicional re-ligante cómplice con el el cuerpo colectivo que imanta las espacio-tiempo moderno-nacional- comunidades que han sido dispersadas capitalista, que en lo “tradicional” y las esperanzas postergadas de los de su imperio congela la verticalidad vencidos: “una débil fuerza mesiánica” estamental de la formación de poder

443 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

colonial y aplana en el único espacio- rural y urbano: son “cholos”. Eso es lo tiempo todo antagonismo, catalizando revolucionario en ciernes ya operante y las “diferensias” como síntomas del lo revolucionario que anhelamos. “pasado”, el “atraso” y la “barbarie”, No hay visibilización que ahorre, en asignándole a la política, so pretexto Santiago del Estero (y en el Norte de “cultura”, el mantenimiento de en general), bajo la presión de la esa condición bajo el gesto paterna- omnímoda y reluciente hegemonía lista de condescendencia. Como si la “argentina”, la fuerza-de-ausencia política, de derecha o de izquierda, de la añoranza que pone el cuerpo y ante la poderosa presión cultural de retuerce en sus retruécanos emotivos la nuestras socialidades anacrónicas y inversión de este orden. No hay qué mesiánicas, venidas abruptamente desde la sustituya o la acelere en la mate- comunidades de olvido, resignara sus rialidad simbólica de su praxis. Más ímpetus de “modernidad” y conjurara bien, la visibilización promovida por los desbordes que ponen en riesgo su el Estado-Nación y por las políticas formación de poder reificando la auto- culturales provinciales, regionales, ridad tradicional religante en el contu- nacionales, busca reprimirla en una bernio entre “familias principales” integración depotenciadora de toda extrayendo de entre ellas el caudillo fuerza revolucionaria, y es la manera que mande en su nombre. Aunque como se renueva la denigración desa- también es cierto que ha habido movi- rrollista del “campesino” (extendida mientos interrumpidos o cooptados y a lo largo y a lo ancho del siglo XX oscuras revueltas contra esa autoridad y que campea estos inicios del siglo tradicional, que han trepado desde el XXI), lindo para consumir en los olvido y han sido sometidas por repre- fugaces circuitos del turismo en sus soras contenciones. costumbres y sus obras, pero horro- El espacio-tiempo revolucionario de roso y aterrador en su tenebrosidad- la añoranza parece ser más largo, de-tierra del estar-nomás (Kusch, s/f; más ancho y más demorado que el 1975). Comunidades “campesinas” de nuestras urgencias intelectuales. que, tras la extenuación centenaria de Mas, cuando llega, todo lo da y todo su sobrevivencia, deben hacer frente lo consume… des-obra, como el fuego. al avance de la frontera agrícola y de Por eso el sacrificio es el “método” la explotación minera a gran escala destructivo y celebratorio de una como nuevo trazado y reapropiación manera popular no-acumulativa de del mapa colonial del capitalismo. Esta estar juntos: todo se va en volver-a-la- nueva arremetida expropiadora es un tierra. Las fuerzas populares celebran el nuevo surco por donde la añoranza consumo temprano y magnífico, festivo sigue espectralmente su huella. Tarda, y espectrógeno, del sacrificio. El sacri- pero llega; ningún experto o analista ficio sustenta una manera-de-estar, una sabe dónde ni cuándo. manera-de-vivir-y-morir. Esos espacio- tiempos otros (no sólo para Santiago, sino para la región del Norte del país, San Fernando del Valle de Catamarca, tal vez para Sudamérica, o Nuestra Octubre de 2011. América) son “indios”, “negros”, por aproximación en cada caso regional,

444 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

(**) Grupo de Investigación PIRKA - Políticas, Culturas y Artes de Hacer Doctorado en Ciencias Humanas Línea de Investigación Semiopraxis y Discurso de los Cuerpos Facultad de Humanidades Universidad Nacional de Catamarca, Argentina Instituto de Estudos de Literatura Tradicional - IELT Faculdade de Ciências Sociais e Humanas Universidade Nova de Lisboa, Portugal CORPUS - International Group for the Cultural Studies of the Body [email protected]

NOTAS 1. Este texto es resultado de investigación de la Línea Semiopraxis y Discurso de los Cuerpos en contextos intercul- turales poscoloniales, coordinada por el autor, en el Doctorado en Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Catamarca, Argentina; específicamente del Proyecto de Investigación Mapas y mapeo de las configuraciones de la acción colectiva en sus luchas simbólicas, Grupo de Investigación PIRKA – Políticas, Culturas y Artes de Hacer, Estudio de Caso 1: Un estudio comparativo entre la Minga de Resistencia Indígena y Popular en Colombia y movi- mientos sociales y políticos en Catamarca y Santiago del Estero, Argentina: música, socialidad y movilización, en ejecución, 2009-2012; del Proyecto de Investigación Gestión Ambiental en Comunidades Indígenas de la Provincia de Catamarca, PICT2005 35295, FONCyT, UNCA, en ejecución, 2008-2012; y del Proyecto de Investigación Restos, Instituto de Estudos de Literatura Tradicional – IELT, Universidade Nova de Lisboa, Portugal. 2. Sentimiento de los negros esclavos en Brasil que en portugués dio lugar al término “banzo”. 3. Archivo General de la Nación Argentina - AGN, Documentos Diversos, Sección Colonia, Serie XV Revisitas y Padrones, Intendencia de Salta, Años 1786-1806, Legajo 33, Folios 145b y 146. 4. Ibidem, Folios 296 a 299. 5. AGN, Sala IX, Años 1794-1810, Consulado, Salta, Catamarca, Santiago del Estero, 4.6.7, Folio 185. 6. AGN, Sala IX, Año 1789, Justicia, Legajo 25, Expdte.731, Folios 10a y b. 7. Ibidem, Folios 3a y b. 8. Ibidem, Folio 19b. 9. Ibidem, Folio 21b. 10. Ibidem, Folio 22b. 11. Ibidem, Folio 24b. 12. Ibidem, Folio 29.

BIBLIOGRAFÍA

Arteaga, Javier, 2011 Poéticas del espectro. Proyecto de tesis doctoral, Doctorado en Antropología, Universidad del Cauca, Popayán. Benjamin, Walter, 2010 Sobre el concepto de historia. (1939-1940) Bogotá: Desde Abajo. Bourdieu, Pierre, 1999 Meditaciones pascalianas. Barcelona: Anagrama (1997). Canal Feijóo, Bernardo, 1950 Burla, credo, culpa en la creación anónima. Sociología, Etnología y Psicología en el Folklore. Nova, Buenos Aires.

445 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

Colectivo Situaciones, 2008 “Palabras previas.” En R. Gutiérrez Aguilar. Los ritmos del Pachakuti. Movilización y levantamiento indígena-popular en Bolivia. Buenos Aires: Tinta Limón. Chatterjee, Partha, 2008 La nación en tiempo heterogéneo y otros estudios subalternos. Buenos Aires: Siglo XXI. Derrida, Jacques, 1997 Fuerza de ley. El ‘fundamento místico de la autoridad’. Madrid: Tecnos (1994). ––, 2003 Espectros de Marx. El estado de la deuda, el trabajo del duelo y la Nueva Internacional. Madrid: Trotta (1995). García Márquez, Gabriel, 1993 El olor de la guayaba. Conversaciones con Plinio Apuleyo Mendoza. Buenos Aires: Sudamericana. Grosso, José Luis, 2007a “El revés de la trama. Cuerpos, praxis e interculturalidad en contextos poscoloniales.” Arqueología Suramericana, Vol. 3 N° 2: 184-212, Universidad Nacional de Catamarca – Universidad del Cauca, Colombia, Catamarca y Popayán. ––, 2007b Semiopraxis de una arqueología social. Ponencia presentada a la IV Reunión Internacional de Teoría Arqueológica en América del Sur – TAAS, Universidad Nacional de Catamarca, San Fernando del Valle de Catamarca, julio 3 al 7 de 2007. Publicado en la Página del Grupo de Investigación Interinstitucional PIRKA ––, Políticas, Culturas y Artes de Hacer http://www.grupodeinvestigacionpirka.org ––, 2008 Indios Muertos, Negros Invisibles. Hegemonía, identidad y añoranza. Córdoba: Encuentro Grupo Editor – Doctorado en Ciencias Humanas, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Cata- marca UNCa. ––, 2009 “Cuerpos del discurso y discurso de los cuerpos. Nietzsche y Bajtin en nuestras relaciones intercultu- rales.” Ponencia al XXVI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología – ALAS 2007, Grupo de Trabajo Sociología del Cuerpo y de las Emociones, Guadalajara Agosto 13 al 18 de 2007. RELACES - Revista Latinoamericana de Estudios Sociales de los Cuerpos y de las Emociones, Año 1 N° 1: 44-77, Grupo de Trabajo Latinoamericano de Estudios Sociales de los Cuerpos y de las Emociones, Córdoba. http://www.relaces.com.ar ––, 2010 “Gestar la gesta popular. Del sueño ilustrado de la sociedad del conocimiento a la economía crítica del conocimiento formalizada en las matrices epistémico-prácticas de nuestros vicios y deformidades subalternos.” Cuadernos de Ciudad, N° 11: 8-33, Cátedra Nueva Ciudad, Alcaldía de Santiago de Cali, Santiago de Cali. ––, 2011a ”Lo abrupto del sentido. La semiopraxis popular más acá del civismo de la Modernidad: movi- mientos, ritmos, cadencias.” En M.E. Boito, E. Toro y J.L. Grosso (coords.) Transformación social, memoria colectiva y cultura(s) popular(es). Córdoba: Centro de Investigaciones y Estudios Sociológicos, CIES – Grupo de Investigación PIRKA – Programa Acción Colectiva y Conflicto Social, CEA-UNC. ––, 2011b “Música, Socialidad y Movilización.“ En D. Díaz Benavídez (ed.) Cuerpos y folklore(s). Herencias, construcciones y Performancias. III Simposio Internacional CORPUS, Lima, Perú, 21 – 23 de Octubre de 2010. Lima: Red CORPUS Grupo Internacional de Estudios Culturales del Cuerpo – Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas. (en imprenta) Publicado también con el título: “’Quem dança tem seus ouvidos nos seus pés.’ Música, socialidade y movilização.” Colección “A mão de respigar”. Lisboa: Apenas Livros. (en imprenta). Grosso, José Luis y Nadia Larcher, 2010 “Las memorias del bicentenario de mayo de 1810 en los festejos argentinos oficiales.” Arena – Revista de Ciencias Sociales y Humanas, Año 1 N° 1, Doctorado en Ciencias Humanas, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Catamarca, San Fernando del Valle de Cata- marca. http://www.huma.unca.edu.ar/revistarena Guha, Ranahit, 2002 “Las voces de la historia.” (1993) En R. GUHA. Las voces de la historia y otros estudios subalternos. Barcelona: Crítica. Gutiérrez Aguilar, Raquel, 2008 Los ritmos del Pachakuti. Movilización y levantamiento indígena-popular en Bolivia. Buenos Aires: Tinta Limón. Haber, Alejandro, 2009 “Animism, Relatedness, Life: Post-Western Perspectives.” Cambridge Archaeological Journal, 19: 3, 418–30, McDonald Institute for Archaeological Research. ––, 2010 “Disciplina, plasticidad y alteridad. Un epílogo para el arte indígena.” En M.A. Bovisio y M. Penhos (coords.) Arte Indígena. Categorías, Prácticas, Objetos. Encuentro Grupo Editor – Doctorado en Ciencias Humanas, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Catamarca, Córdoba. ––, 2011a “Epílogo. Vestigio y represión en la arqueología de la violencia.” En A. Zarankin, M. Salerno y M.C. Perosino (coords.) Historias Desaparecidas. Arqueología, Memoria y Violencia Política. Doctorado en Ciencias Humanas, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Catamarca & Grupo Editor Encuentro: Cata- marca & Córdoba. ––, 2011b “Nometodología payanesa. Notas de metodología indisciplinada.” Revista Chilena de Antropología, en imprenta. Heidegger, Martin, 1980 El ser y el tiempo. México: FCE (1927). Kusch, Rodolfo, s/f “Anotaciones para una estética de lo americano.” (1955) Identidad, N° 1, segunda época, Rosario: Fundación Ross. ––, 1975 La negación en el pensamiento popular. Buenos Aires: Cimarrón. ––, 1976 Geocultura del hombre americano. Buenos Aires: García Cambeiro.

446 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

––, 1978 Esbozo de una antropología filosófica americana. San Antonio de Padua (Argentina): Castañeda. Merleau-Ponty, Maurice, 1997 Fenomenología de la percepción. Península, Barcelona (1945). Nancy, Jean-Luc, 2001 La comunidad desobrada. Madrid: Arena Libros. Oddo, Vicente, 1973 “Panorama General de la Ciencia en Santiago del Estero. Desde mediados del siglo XVI hasta comienzos del siglo XX.” Suplemento Especial de El Liberal 75° Aniversario, Santiago del Estero. Palomeque, Silvia, 1992 “Los esteros de Santiago. Acceso a los recursos y participación mercantil. Santiago del Estero en la primera mitad del siglo XIX.” Data, N° 2: 9-61, Instituto de Estudios Andinos y Amazónicos, Lima. Romero, José Luis, 1978 Latinoamérica: las ciudades y las ideas. México: Siglo XXI. Santucho, Francisco René, 1954 El indio en la Provincia de Santiago del Estero. Santiago del Estero: Librería Aymará. ––, 1956 “La búsqueda de una exacta dimensión.” Revista Dimensión, N° 1, Librería Dimensión, Santiago del Estero. ––, 1961 “Juan Balumba. Un proceso colonial.” Revista Dimensión, N° 5, Librería Dimensión, Santiago del Estero. ––, 1962 Datos sobre la propiedad colonial. Santiago del Estero: Librería Dimensión. Sarmiento, Domingo Faustino, 1900, “Conflicto y armonías de las razas en América.” (1883, primer tomo; 1888, segundo tomo) En D.F. Sarmiento. Obras completas, Tomos XXXVII y XXXVIII. Buenos Aires: A. Belín Sarmiento. Williams, Raymond, 1997 Marxismo y Literatura. Barcelona: Península (1977).

447 448

Deshilvanar. Fragmentos. Representación del cuerpo en la tortura y la represión. Narrativas argentinas 1960-1990(*) Por Liliana Lukin

Estos apuntes señalan una dificultad: la relación entre la literatura y el recuerdo, el dolor y la evocación. A partir de la potencia del fragmento, Liliana Lukin compone un rompecabezas con materiales heterogéneos: estilos de escritura, nombres propios y poemas, puestos en una serie que, a partir de la discontinuidad de sus elementos, ilumina los perseverantes intentos de rememorar las escenas más dolorosas del siglo XX. Las más variadas plumas, desde un Spinoza hasta Oscar del Barco, desde Esteban Echeverría a Ricardo Piglia, configuran intentos por pensar lo imposible: el exter- minio y el horror, tratando de dar cuenta de los esfuerzos por representar aquellos cuerpos, objeto de la tortura y la humi- llación. Reflexiones que se encadenan, en estas notas, como un desgarrador impulso por imaginar lo oculto, lo perimido que subyace en el fondo de nuestra existencia y que reclama no ser alojado en el oscuro territorio del olvido. LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

“Pensar, escribir, es según nuestro - Vuelvo a ver un documental que parecer, prestar testimonio por el registra una entrevista entre Jorge timbre secreto. Es inevitable que este Semprún y Elie Wiesel, donde este testimonio haga obra y que esta obra, último dice: “Callar está prohibido, en algunos casos, al precio del peor error hablar es imposible”. Durante todas (méprise), del peor desprecio (mépris), las dictaduras se produce la operación pueda incorporarse a los circuitos de la ¿inversa?: “Hablar está prohibido, pero megalópolis mediática; pero también callar es imposible.” lo es que la obra así promovida sea deshecha de nuevo, deconstruida, - Pensar la literatura como camino desobrada, desterritorializada, por el oblicuo que permite el pasaje del trabajo de pensar más y por el encuentro cuerpo por el enrejado de la prohi- desconcertante con una materia (con bición. El triunfo de la letra o el la ayuda, no de dios o el diablo sino fracaso del sentido. del azar). Demos testimonio al menos, y una vez más y para nadie, del - Cito: “Lo que no puede producirse pensamiento como desastre, nomadismo, en lo real (en lo real político, en la diferencia y desobramiento. A falta de real-polítik), vuelve en el plano de lo grabar, hagamos nuestros graffiti. Esto imaginario”2. parece de una verdadera gravedad. Yo La literatura argentina hace hablar me digo, sin embargo: aun quien sigue a los cuerpos desde sus orígenes prestando testimonio, y testimonio de −en El matadero, de Esteban Eche- lo que es condenado, lo hace porque verría−, aunque para ello invente no está condenado y sobrevive al formas de enmudecimiento. Ese exterminio del sufrimiento”. silencio habla. Entre el silencio y lo Jean-Francois Lyotard, que habla en el silencio, se intenta Lo inhumano una escritura. ¿Qué es lo que haría que un tema se - Pensar la literatura como forma de convierta en una matriz productiva de inventar lo sucedido para que suceda hechos estéticos-éticos más que la rela- en una historia de lecturas. ción con la experiencia?

- Borrar la imposibilidad del lenguaje - El cuerpo que escribe, como un de transmitir una experiencia: algo que cuerpo testigo: ser testigo, prestar o no reproduzca, en su decir, la materialidad testimonio o ser sobreviviente, aquel de aquello sobre lo que se ha trabajado. que ya no puede hablar. Lo fragmentario de esta escritura como parte de esa materialidad: se da - Pensar la relación entre los textos y la a leer partes, pensar el pensamiento en experiencia: como transmisión, pero de esquirlas, restos, rémoras, rezagos. una experiencia de lecturas. Ninguna de estas ideas está producida por otra - Pensar, con Darnton1, si los libros cosa que la lectura, todo proviene de la producen acontecimientos, si los libros lectura, entendiendo que se superpone, producen revoluciones, la manera en se trama, actúa sobre, otras experien- que las ideas se mezclan con los acon- cias. Se trata de lo que las lecturas le tecimientos. hacen a mi cuerpo.

449 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

- Crear un teatro de ideas para modos David Viñas, Ultima conquista del ángel, de representación de los cuerpos en Elvira Orphée, “Cambio de armas”, de sus construcciones lingüísticas y Luisa Valenzuela, para una primera represivas. trama ejemplar, de procedimientos de ficcionalización, sus juegos y varia- - La literatura argentina no se estaría ciones: el trabajo metafórico y referen- escribiendo en lo que estamos por cial sobre tortura, represión, recuerdo, convención acostumbrados a llamar saberes médicos, policiales, Historia del novelas, cuentos, no-ficción, sino en Arte, Cultura Nacional, lo que vendrá. textos que bordean el ensayo filosófico, psicoanalítico, sociológico, más allá de - La Historia argentina, sin embargo, cuestiones de géneros: una indagación inventó figuras, tropos, recursos de la sobre su función como elaboradores imaginación del Poder: los Desapa- del habla del testigo. recidos y su correlato corporal, las Madres (cuyo poder destituyente3 ha - Pensar la relación entre cuerpo y sido el resultado inédito de una política política en la literatura argentina una que se podría sintetizar en ‘no llorar, no vez más: abandonar el espacio público, persistir’ La relación entre la literatura argentina y con la que abrieron una ‘falla’ en el escrita durante y sobre la Dictadura sistema represivo) y los Niños apro- Militar de 1976 y la literatura escrita piados: perfeccionamiento de los proce- después y sobre el Holocausto o Shoah. dimientos de manipulación sobre los cuerpos, que la literatura ha pronun- - El Holocausto en el horizonte de ciado y pre-anunciado: “Matar a un las interpretaciones de toda lectura niño proletario es un hecho perfecto”4. y escritura posterior a él: parte de la cultura, de las lecturas, con que la lite- - Cito:“(...)¿Que hacer con estos textos: ratura argentina fue inventando formas encerrarlos, esconderlos, quemarlos? de un hacer hablar a la Historia. Hablan sin detenerse, construyen y recons- Dar a ver como un dar a sa-ber. truyen lo que, desde otros lugares de la sociedad argentina, se pretende cegar. Para “Paraíso perdido lograrlo, habría que suprimir buena parte de la literatura argentina de estos últimos Estamos condenados, no supimos diez años. Y sería una empresa inútil o crear el olvido.” una impensable operación que destruya por completo lo que ya es materia de la ( en Descomposición.1980-82) memoria. Si el discurso oficial, bajo el reclamo militar, establece la reunificación - El saber sobre la Historia: siempre en por el olvido, otros discursos son portadores términos de memoria y olvido. del pasado. Leo en “Pandora huele”:

- Inscribir la letra en el cuerpo: la una palabra Historia como la historia de un cuerpo. si se guarda mucho tiempo larga heces - Elijo El niño proletario y Los Tadeys, materias hirientes Osvaldo Lamborghini, Cuerpo a cuerpo, al ojo y al oído

450 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

humedades y escribir otra que la contradiga, sería hace preciso que olvidáramos dos veces: lo que sangre por varias de sus partes sucedió con cada uno de nosotros y lo que con este material colectivo, identificable no se pudre o anónimo, trabajó la literatura.(...)”5 dada su condición de testigo de cargo - Escribir “sufro” no produce sufri- miento ni da a leer sufrimiento, es pero apesta preciso una escritura que sufra.

(en Descomposición, 1986, Ediciones “el cuerpo más cuerpo es el cuerpo muerto” de la Flor) (en Descomposición.1980-82) Pandora, la literatura, insiste en tener abierta la caja que otros quieren cerrar. - Se trata de pensar lo que las lecturas La pretensión de los militares, dar vuelta le hacen a un cuerpo. Yo soy mi la hoja ya escrita de la historia, podrá cuerpo. Se trata de pensar, no ya con acatarse en algunas instancias. Pero no Spinoza, que “nadie sabe lo que puede en otras: las palabras, efectivamente, un cuerpo”, sino lo que una historia de son testigos de cargo. Ya se probó, en la lecturas puede hacerle a un cuerpo. Argentina, que su circulación puede ser ¿Qué le hacen a mi cuerpo? ¿Qué le interrumpida, pero también que, tenaz- hacen a un cuerpo social? ¿Qué le mente, vuelven a hacerse oír. Apestan hacen al cuerpo de una sociedad que pero no se pudren, no se desintegran. no lee esos textos? Las palabras, contra toda evidencia del sentido común, son más pertinaces que “las aguas que los muertos los cuerpos. Estos pueden desaparecer, dejaron de beber ser tirados al mar (“un náufrago acaba corren más lentas” de nacer”, también en el libro Descom- posición, de Lukin, escrito entre 1980- (en Descomposición.1980-82) 82), pero los textos que recuerdan esa desaparición,(esos poemas donde hay -Cito: “Este es un presente donde la dedos que “parecen cuervos... agitándose revisión de lo que pasó se hace desde la sobre el agua”), ídem, regresan, abierta idea de que el poder de la verdad como la caja de Pandora, a decir precisamente ficción (en lo que coinciden las grandes lo que están diciendo. teorías de las ciencias humanas) tiene un Leímos la literatura de estos últimos efecto tal, que es muy difícil saber dónde años, poniendo un orden, el de las pala- ponemos hoy escritos como los de Walsh, bras, en contacto con el orden de una los de Osvaldo Lamborghini. Aunque se biografía colectiva. Para olvidar, sería diferencian, me parece que están hechos preciso no sólo destruir nuestro recuerdo, casi con similar intención o con una sino también cerrar esa caja de Pandora, diferente idea sobre la historia. Digamos, la literatura. Habría que borrar el rastro desafían el presente. En este sentido, la material de las escrituras, su huella verdadera literatura, lo que uno supone impresa, y el rastro de la memoria de que es la literatura, sería una forma de las lecturas. Para dar vuelta la página desarmar la historia del presente”.6

451 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

- Creo en una vuelta a la ‘verdad’ del que presta testimonio, de cómo él vio, testimonio. Devolverle la historicidad en el campo, la constante llegada de a la narración sobre los cuerpos, con camiones que traían cuerpos y la cavada una relectura de lo que está en el borde de los pozos y cómo los pozos eran de los géneros. tapados con cal, por lo que creaban un - Elijo Gutural y otros sonidos de Estela mapa, una cartografía de puntos blancos dos Santos, Diario íntimo de Odolinda en la noche, porque la helada producía Correa de Roma Mahieu, En estado de una reverberación en los lugares donde memoria de Tununa Mercado y La estaban los pozos, que él, el testigo, había traducción de Sonia Catela, para una contabilizado como más de 700..... segunda trama ejemplar. Formas - Un riesgo: ‘el texto como osario de extremadamente singulares de la signos’8. representación del cuerpo femenino La escritura como el hueso pelado, en situaciones límites, en escrituras lo que después de la cal y el paso del también limítrofes, aún en su adscrip- tiempo ha quedado de los cadáveres. ción a géneros o fórmulas. Exponen como objeto del relato a mujeres que, - Si los textos son memoria, si los textos víctimas de miseria e ignorancia, repre- son la memoria social, están conde- sión escolar, violación sexual, exilio, nados al fracaso porque la memoria, enfermedad, prisión o secuestro, como operación, como reinvidicación tortura, intervención en nombre de del pasado, construye osarios: la salud mental, física o reproductiva Lugares de conservación de la casi y otras discriminaciones, “hablan” en nada, restos, el espejo de la nuda vida. una 1º persona: diario íntimo, confe- sión, crónica, documento, memorias, - Entonces otra operación posible: cuaderno de bitácora. Indecidible. trabajar con el olvido y poner en - Instalado su registro en ese límite de escena el olvido. las formas de ficcionalización, la subje- Lo que no debe ser olvidado es que tividad así expuesta pone al relato en hubo un olvido. el dilema de recepción que establece toda escritura trabajada entre la “obesidades de la memoria ficción del testimonio y el testimonio secretan de la ficción. De aquí, un programa. jugos que a nadie dan paz - Esta no casualidad, esta primera úlceras en lo liso persona que me interpela desnuda- apetitos: soñar más mente en cada texto, es lo que esta- la misma secreción: blece el corpus: ellos, ellas, me han comprometido, no en la lectura sola- allí se vive mente, sino en sus efectos. Deberé drenando pues, responder. una condena que a nadie - Estos textos reescriben aquello que dará de comer” nunca cesa de necesitarse decir. - Un fragmento de La ciudad ausente7, (en Carne de tesoro. 1983-1989) que se llama “Grabación”: la desgraba- - Gerard Wajcman 9, concluye en que el ción del testimonio de un hombre que verdadero objeto del arte del siglo XXI no fue testigo, un testigo que da testimonio, es, como podría suponerse por la insis-

452 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

tencia de la palabra en las sociedades de exterminio en cuanto revelación” y Occidente, la Memoria, sino el Olvido. cita a su vez a Robert Antelme cuando Describe los antimonumentos del en La especie humana, de 1947, dice artista Jöchen Gerz. Una ciudad “nuestro horror era nuestra lucidez”. alemana lo convoca para una obra sobre el Holocausto. Toma la calle - Trabajar el lenguaje para provocar empedrada más importante del centro algo que sea inolvidable. Inolvidable, cívico, levanta todos sus adoquines ese debería ser uno de los objetivos y separa 2146, la cifra exacta de la de la literatura, ser inolvidable. cantidad de cementerios judíos exis- tentes en Alemania en 1939, destruidos - Cito:“Se podría decir que un texto, en por los nazis. En la parte de abajo de el sentido de una invención de pensa- cada adoquín escribe el nombre de un miento (y sea lo que sea eso que uno cali- cementerio y se vuelven a colocar los fica como género, poema o novela, texto adoquines en su lugar, con la inscrip- llamado filosófico) es eso que un cuerpo ción hacia abajo. Los ciudadanos de hace al lenguaje. esa ciudad y del mundo que transiten Y si un texto, en este sentido, es eso que un esa calle, desde el momento en que la cuerpo hace al lenguaje, entonces obliga obra ha sido realizada, pisarán con sus a pensar, repensar eso que se llama sujeto pies sin saber cual adoquín es el que (...) Entonces, la poética es ella misma está escrito y cuál no, aleatoriamente una ética en acto del lenguaje (...) ella es caminarán y pisarán por siempre lo que en un mismo movimiento, política. Una queda, el vacío, la falta, de los miles de política del sujeto. De los sujetos.”11 cementerios judíos aniquilados. - La literatura sería aquello que - Arrasar cementerios: la aniquilación de puede un cuerpo en el lenguaje. La la aniquilación, en la escena pública, no literatura como una acción. a la vista, sino a los pies del Mundo... - La producción literaria (ficción, no - Similar operación se lee en La ciudad ficción), sabemos, dialoga con la tradi- ausente, porque esa cal que reverbera ción literaria y no solo con “lo real”. en la noche es como el adoquín dado La literatura ‘se hace cargo’ de vuelta. Esos campos donde se pueden encontrar un lugar, que es lo mismo contar hasta 700 luminosidades bajo que encontrar un estilo, porque el la escarcha, son la versión de la calle lugar que la literatura busca es un de los adoquines intervenidos, pozos lugar en el estilo. negros que irradian la luz de un conocimiento, excedidos por la - Pensar algunos temas que la litera- potencia de lo que allí yace. tura argentina no pudo tomar, trabajar todavía: la desaparición de las manos - Olvidar o recordar son actos de la del cadáver de Perón. En cambio, hay voluntad. un tema como el del robo del cadáver Aunque Oscar del Barco 10 dirá: de Evita y la relación establecida entre “más que oponerse al olvido (lo que el secuestrador del cuerpo y ese cuerpo no puede darse), habría que tratar embalsamado, que fue matriz de muchos de acceder a la verdad del campo de textos. Una operación, la del oculta-

453 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Modos intelectuales

miento de ese cadáver, que está pre- “víctimas anunciando lo que la dictadura militar así como arden pavesas en mi memoria posterior va a hacer con los cuerpos. en mi también memoria arden los días por venir - Como si la Historia le estuviera ah música de la palabra avisando a la literatura: como si hiciera pena tras pena en los ojos del niño arden los juegos en mí los argumentos para la repetición en la Historia, pero también le diera los yo veré crecer las parvas del amor argumentos a la literatura. en total abandono yo veo crecer las carnecitas del amor - Los textos dados a leer como metá- como un testigo inútil fora que regresa. Preguntarse no cómo ocurrió, ni siquiera (he venido viajando: equipajes por qué ocurrió, sino: cómo es posible la memoria que habiendo ocurrido y sabiéndose, una sociedad entera pueda negarlo por ¿y acaso en el camino no habla omisión, olvido o voluntad. Y cuál es el un dibujo no escribe un trazo destino (la marca ética que eso deja en él) de tiza la línea de cierto saber?) del cuerpo social que ha elegido eso o que así como crecen las del amor en mí ha dejado hacer, sin sentirse responsable. crecen y caen crecen y arden sus carnes de dulzura - La historia argentina no abandona sin que yo pueda lavar sus motivos ni literarios ni históricos y de los días la indiferente los reinstala a nivel de lo real o de lo en los ojos del niño ficcional, infinitamente. 2001, 2002: todo estalla, otra vez hemos perdido así como arden en mí memorias todo. Incluso las metáforas. ¿Qué yo testigo –yo inútil- arderá” narrativas darán cuenta de esto? Es una de las preguntas que se hace Martyniuk (en Carne de tesoro. 1983-1989) , desde la asunción de una enorme tris- teza, qué clase de narrativas convocan - Un cuerpo de ideas que viene con hoy a la sociedad, que no sean las del todo su peso sobre mis espaldas, me fútbol. La sensación, escribe, que tiene atraviesa, sigue pasando a través de una sociedad, de que la desaparición mí en este momento. Un cuerpo de es algo que continúa continuamente. ideas que desea ser inacabable, proli- Estar atento, dice, ¿qué nos queda ferar en otros textos. por hacer? Insistir, llamar la atención, escribir, levantarse, hacer fuerza para levantarse, aunque no queden más (*) Elaboración fragmentaria sobre el fuerzas, seguir, escuchar. “Escribir Seminario “El cuerpo en la letra. Repre- como golpear el ser, despertando aten- sentación del cuerpo en la tortura y la ción, desembotando sentidos, la lectura y represión. Narrativa argentina 1960- escritura contra la indiferencia”.12 2000”, dictado en 2009 en la Univer- sidad Hebrea de Jerusalem, Israel, y en - De la enorme tristeza. Nadie olvida 2010 en la Universidad Autónoma de nada. Barcelona. Programa al final del texto.

454 LA BIBLIOTECA Modos intelectuales N° 11 | Primavera 2011

BIBLIOGRAFÍA

1 Robert Darnton, Los best sellers prohibidos en Francia antes de la Revolución, Buenos Aires, FCE., 2007. 2 Nicolás Rosa, Cuaderno de Narrativa Argentina, Noveno Encuentro de Escritores R. Noble, “La Historia en la literatura”, Buenos Aires, 1996. 3 Alejandro Kaufman en las Jornadas “Cuerpos Argentinos”, IUNA, Bs. As., 2008. 4 Osvaldo Lamborghini, “El niño proletario” en Sebregondi retrocede, 1973, reeditado en Novelas y cuentos, Osvaldo Lamborghini, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1988 y en Novelas y cuentos I, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2003. 5 Beatriz Sarlo, “Los militares y la historia: contra los perros del olvido”, Revista Punto de Vista Nº 30, Buenos Aires, 1987. 6 Horacio González, Cuaderno de Narrativa Argentina, Noveno Encuentro de Escritores R.Noble, “La Historia en la literatura”, Buenos Aires, 1996. 7 Ricardo Piglia, La ciudad ausente, Editorial Sudamericana, Buenos Aires,1987. 8 Jean Baudrillard, El intercambio simbólico y la muerte, Monte Avila, Caracas, 1981. 9 Gerard Wajcman, El objeto del siglo, Buenos Aires, Ediciones Amorrortu, , 2002. 10 Oscar del Barco, de “Algo sobre los campos de exterminio”, en Revista Nombres Nº 10, U.N.C., Córdoba, Argentina,1997. 11Henri Meschonnic, La Poética como crítica del sentido, Buenos Aires-Madrid, Ediciones Mármol- Izquierdo, 2008. 12 Claudio Martyniuk, Esma: fenomenología de la desaparición, Buenos Aires, Editorial Prometeo, 2004. -Poemas citados: Liliana Lukin, Descomposición, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1986 y Carne de tesoro, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1990.

(*)Programa del Seminario:. Sobre tortura y represión: problemas de la representación del cuerpo. -Osvaldo Lamborghini, “El niño proletario”, en Sebregondi retrocede, 1973, reeditado en Novelas y cuentos, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1988, y en Novelas y cuentos I, Editorial Sudamericana, Bs.As., 2003 - Elvira Orphée, La última conquista del ángel,1975, Caracas, Venezuela, Ediciones Monte Avila, 1977; Buenos Aires, Editorial Vergara, 1984. - Germán L. García, Perdido, Barcelona, Editorial Montesinos, 1987* - David Viñas, Cuerpo a cuerpo, México, Ediciones Siglo XXI, 1979* - Luisa Valenzuela, “Cambio de armas”, en Cuentos Completos y uno más, México, Editorial Alfaguara, 2004. Editado en 1982 en México y Nueva York y no reeditado en Argentina hasta 1999* - Ricardo Piglia, La ciudad ausente, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1987* - Marcelo Percia, “No todos somos cualquiera (la cuestión política como vacío disciplinario)”, en Revista de Psicoanálisis, Buenos Aires, 1998* - Claudio Martyniuk, Al olor de Argentina, Buenos Aires, Ediciones Tantalia-Crawl, 2003* - Osvaldo Lamborghini, Los Tadeys (1984), Barcelona, Ediciones del Serbal, 1994. No reeditado en Argentina* - Manuel Puig, Maldición eterna a quien lea estas páginas (1980), Buenos Aires, Editorial Seix Barral, 1993* - Rodolfo Fogwill, Los Pichyciegos, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1983* - Ricardo Zelarayán, “Bolsas”, publicado en Revista Sitio Nº 2, Buenos Aires, 1982, bajo el seudónimo de Odracir Nayaralez* - Héctor Schmucler, “Los relatos de la traición”, en Revista El ojo mocho, Nº 9/10, Buenos Aires, 1997*

Fronteras del cuerpo, fronteras del género. - Estela dos Santos, “Gutural”, en Gutural y otros sonidos, Buenos Aires,Editorial Sudamericana, 1965; Córdoba, Argentina, Alción Editora, 2005. - Sonia Catela, La traducción, novela inédita* - Liliana Lukin, “El cuerpo en la letra”, en Gutural y otros relatos de Estela dos Santos, Córdoba, Argentina, Alción Editora, 2005. También en www.lilianalukin.com.ar, Otras publicaciones, Ensayos. - Roma Mahieu, Diario íntimo de Odolinda Correa, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1984 (escrito en 1976, la autora se exilia en 1978). - Claudio Martyniuk, Esma. Fenomenología de la desaparición, Buenos Aires, Editorial Prometeo, 2004. - Tununa Mercado, “Cuerpo de pobre” en En estado de memoria, Buenos Aires, Ada Korn Editora, 1990; Córdoba, Alción Editora1998. - Beatriz Sarlo, “Los militares y la historia:contra los perros del olvido”, en Revista Punto de Vista Nº 30, Buenos Aires, 1987*

Los textos con *, más otros textos que podrían estar en este programa, se pueden encontrar completos o en importantes fragmentos en la curaduría de Literatura “1976-2006. 30 años 30 fragmentos sobre tortura y represión”, entrando por www.lilianalukin.com.ar, Otras publicaciones, ARTEUNA. O bien en: http:// www.arteuna.com/convocatoria_2005/Textos/Liliana-Lukin.htm

455 Museo del libro Desde mediados del siglo XX, y de la lengua la producción de textos que indagan sobre la función del deTítulo los argentinos Sección museo en la sociedad ha sido muy notoria. Esta prolifera- ción, producto de un revisio- nismo crítico extendido, no fue exclusiva de la esfera del arte; disciplinas como la sociología, la antropología, la economía, la psicología y la política pensaron sobre lo propiamente museís- tico, entendido como un ámbito que supera los límites de su propia arquitectura, para expandirse, pero también para permitir que lo exterior lo contamine, difuminando las fronteras que usual- mente demarcan una topología que indica qué es lo que está adentro y aquello que le es ajeno. La creación del Museo del libro y de la lengua sirve como una excusa perfecta para seguir analizando estos espacios que, a decir de muchos, reemplazan a las viejas catedrales. ¿Qué misterios encierra este nuevo ámbito? El espacio creado por la Biblioteca Nacional propone recorrer ciertos tramos fundamen- tales de la cultura argentina, mediante una serie de dispositivos explicativos, lúdicos, artísticos y tecnológicos. Su objeto central es la lengua hablada por los argentinos, en su heterogeneidad regional y en sus transformaciones producidas por la coexistencia con otras lenguas –tanto las de las poblaciones originarias como las de las colectividades inmigrantes– y por la recreación que realizan los hablantes. La lengua es un tesoro común y a la vez una condensación de las diversas expresiones singulares. El Museo intenta que el visitante se reconozca, como experto y creador frente a la lengua. Si se acepta el “viaje” propuesto, el paseante puede aventurarse en una experiencia que abarca todos sus sentidos. La lengua argentina y su historia, en este museo, se ve, se oye, se toca y se gesticula. La lengua aquí no está quieta, está en movimiento. Y no sólo eso, la ocasión invita a reflexionar sobre el carácter cultural de aquello que solemos considerar como natural. ¿Acaso el ademán de agitar las manos para decir “rápido” no es una forma del lenguaje sin palabras? ¿Es algo que entiende también un japonés o un alemán? ¿O un mozo en Tailandia nos traería un café si lo mirásemos y juntáramos el índice y el pulgar? También podemos descubrir que aquello que pensábamos tan nuestro y que nos diferenciaba de la lengua de la “madre patria” es algo que tenemos en común con otras zonas de América Latina: el vos que sólo creíamos compartir con Uruguay también se usa en Paraguay, Colombia, Centroamérica y algunas regiones rurales de México. Estas son tan sólo algunas escenas que plantean ciertas zonas del museo y que se entrelazan en un diálogo imaginario. A comienzos del siglo pasado, las vanguardias históricas cuestio- naron duramente la idea de museo. En su visión de futuro, estos movimientos decretaron la muerte del pasado y la destrucción de todas las formas tradicionales de representación. El museo parecía encarnar todos aquellos males y valores burgueses hegemónicos contra los que emprendían sus diatribas los modernos. A pesar de esta lucha, los productos artísticos de las vanguardias fueron pron- tamente incluidos en todas las galerías, mostrando, con este gesto dilemático, que la discusión no podría haberse resuelto en una simple exclusión entre ambos términos. Con estos antecedentes, con estos problemas a cuestas, que cada época debe replantear de nuevo modo, el nuevo Museo del libro y de la lengua esboza los dilemas e invita a recorrerlos conjugando en presente el viejo juego del “cadáver exquisito”. 458

Un museo en construcción Por María Pia López

Todo museo propone un desplazamiento espacial o físico, el paseante casi siempre entrará por la planta baja, luego ascen- derá al primer piso y más adelante a los siguientes. Otro recorrido es el que atraviesa el orden de lo simbólico, responsabilidad de la política curatorial de la institución que diseña los contenidos de las muestras permanentes o transitorias. La directora del Museo del libro y de la lengua, María Pia López, se viste de “extranjera” y tran- sita los distintos niveles del nuevo edificio recientemente inaugurado por la Biblioteca Nacional para preguntarse: ¿cómo pensar el pasado? ¿Cómo narrarlo en su dialéctica con las necesidades del presente? ¿Cómo rastrear los instantes de fundición de una lengua? ¿Cómo hacer un uso narrativo y reflexivo de la tecnología? Son sólo algunas de las múltiples interrogantes que lanza en hipotéticos momentos de obligada deten- ción para reflexionar sobre un nuevo arte- facto cultural que irrumpe en una manzana con tradición histórica y que se asocia a la extensa lista de museos que componen el entramado urbano de la ciudad. LA BIBLIOTECA Museo del libro y de la lengua de los argentinos N° 11 | Primavera 2011

Tiene la desgracia de no tener a su dispo- Tal situación tiene un interés no sición más que el lenguaje de las palabras desligado de la propia empresa del escritas para poner en escena los grandes pensamiento crítico: desmontar mitos de la escritura más que escrita, por un conjunto de naturalizaciones y todos lados inscrita en la carne de las mostrar los procesos constructivos por cosas. Esta desgracia la fuerza a la dicha los cuales se produce. Pero la época escéptica de las palabras que hacen creer tecnológica en la que eso transcurre que son más que palabras y que son las modifica también los senderos de que critican esta pretensión. salida de la crisis o de la complejiza- Jaques Rancière, La palabra muda. ción del sentido. Esta época es la de un conjunto de invenciones y disposi- tivos que en su despliegue producen la 1. Museos atención maravillada del espectador. Un momento singular de la industria La palabra museo es de las que inco- del espectáculo, en la que el espectá- modan. Por lo que arrastra de solemne culo a admirar es la tecnología en su preservación, de pedagogías estrictas y esplendor antes que una obra desple- de memorias establecidas. No han sido gada por ella o un relato sostenido. poco enjuiciadas las formas museo- A la descubierta inconsistencia de los lógicas en paralelo a la crítica que relatos nacionales se le opone la consis- surgieron respecto de las tradiciones tencia indudable de la tecnología. La nacionales, al ser pensadas como arte- revisión de los festejos de los bicente- factos o invenciones. Es decir, fue narios en América Latina muestra esa juzgado críticamente lo que tenían de unidad tecno- ingenua presentación de aquello que lógica entre los Los museos no están exentos de narraban como consistencia indis- distintos países, esa tentación por el esplendor de cutible. Las deconstrucciones varias aunque los una tecnología asombrosa que respecto de toda contundencia, ya relatos expuestos puede procurarles la contun- ahora tan evidentes que ni siquiera es por esos disposi- dencia y también la atracción necesario recorrerlas, no podían menos tivos fueron bien al visitante. El uso reflexivo que hacer foco en la lógica expositiva distintos. Pero, y y narrativo de la tecnología y y en los relatos propuestos. De allí que esto no es parcia- la consideración de que en su no resultara posible pensar museos sin lidad naciona- materialidad se encierra un que estuvieran habitados, en su inte- lista, en el único pensamiento y puede convocar rior, por una suerte de sospecha, de caso que se ligó a al visitante a un encuentro un intersticio anti-museo: una altera- un relato explíci- productivo son fundamentales ción de la memoria, una lacunaridad tamente político para la experiencia contempo- propiciada, una parcialidad asumida. –en el sentido ránea de los museos. Del mismo modo que las obras de de recorrer los arte no serían las mismas después de conflictos que rasgaron la sociedad, la deconstrucción operada por las evitando presentarla como una unidad vanguardias, en el caso de las exhi- feliz y reconciliada–, fue en el de la biciones actuales surgen habitadas Argentina. En los otros funcionó por esa tensión interna o con ese la lógica de la belleza articulada al saber respecto de la imposibilidad de esplendor tecnológico. A la hora del presentarse como plenitud. festejo de las naciones, primaron

459 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Museo del libro y de la lengua de los argentinos

modos antipolíticos de pensarlas, facultades del presente, que no cesan como si se tratara del despliegue de de constituir las tramas vitales de una un destino común cuasi natural o lo sociedad. suficientemente estetizado para que lo parezca. Los museos no están exentos de esa 2. Libros tentación por el esplendor de una tecnología asombrosa que puede En ese sentido, un Museo del libro de procurarles la la Biblioteca Nacional debe compren- Un Museo del libro de la Biblio- contundencia y derse como una invitación al lector, o teca Nacional debe compren- también la atrac- más bien como una interpelación al derse como una invitación al ción al visitante. visitante a que se constituya en lector, lector, o más bien como una El uso reflexivo que atraviese la plaza que divide los interpelación al visitante a que y narrativo de edificios para encontrarse, de modo se constituya en lector, que la tecnología renovado, con ese objeto no por atraviese la plaza que divide y la considera- antiguo escasamente sorprendente. Un los edificios para encontrarse, ción de que en Museo umbral, entonces. No autosu- de modo renovado, con ese su materialidad ficiente, no separado. Allí: a la vera de objeto no por antiguo esca- se encierra un una Biblioteca que atesora una parte samente sorprendente. Un pensamiento y fundamental del patrimonio cultural Museo umbral, entonces. No puede convocar del país y que no cesa de reclamar autosuficiente, no separado. al visitante a que sus anaqueles sean removidos por un encuentro nuevas camadas de lectores. productivo son fundamentales para El libro es un objeto de muchas la experiencia contemporánea de dimensiones, una suerte de botón de los museos. Que permitan, que se pluma –como escribía José Hernández permitan, llevar al visitante a un lugar a propósito de su poema más cono- que no es el de la estupefacción del cido– difícil de desenredar: tiene una que recorre las góndolas del último historia material y tecnológica (tipos bazar tecnológico. de papel, de impresión, de tipogra- En el caso que nos ocupa, que es la fías), una secuencia comercial (hubo creación de un Museo del libro y de la editores, libreros, cantidad de ejem- lengua dependiente de la Biblioteca plares, inscripción en el mercado de Nacional, estos temas son fundamen- reseñas y de prestigios), pero también tales. Porque el Museo no debe ser es un hecho cultural en sí mismo espacio de la nostalgia del anticuario –al que puede leerse en secuencia que recorre con la vista un objeto que con otros libros–; una situación en teme en extinción, aunque sabemos la trama simbólica nacional y una que toda visita a una exposición de producción de autor. A partir de cada libros supone ese temor por su fragi- libro se pueden enredar o desenredar lidad y el amor por lo que para noso- esas historias, sabiéndolas parciales y tros significan. Pero no debe ser la escuetas. Y es también una experiencia nostalgia la emoción predominante singular y difícil de aprehender: la del ni el impulso para realizarlo porque el encuentro con el lector, encuentro libro y la lengua son fuerzas vivientes. afectivo, amoroso, potente. Si los libros No meros testimonios ni huellas. Sino son peligrosos –y así los pensaron las

460 LA BIBLIOTECA Museo del libro y de la lengua de los argentinos N° 11 | Primavera 2011

dictaduras que persiguieron, destru- después el sobresalto de tenerlo. Horas yeron y quemaron libros y autores– es después lo abrí, leí unas líneas, lo cerré porque lo suyo no es sólo una super- de nuevo, me fui a pasear por la casa, ficie escrita a decodificar, sino una lo postergué más comiendo pan con fuerza que a veces atraviesa el cuerpo, manteca, fingí que no sabía dónde despierta la sensibilidad, organiza la había guardado el libro, lo encon- pasión o la conciencia. traba, lo abría por algunos instantes. ¿Cómo no atender esas fuerzas que Creaba las más falsas dificultades tienen las páginas de un libro? ¿Cómo para aquello clandestino que era la no saber que no merecen que los felicidad. ¡Cuánto me demoré! Vivía tratemos como objetos pretéritos a ser en el aire… Había orgullo y pudor en explicados, sino que toda explicación mí. Yo era una reina delicada. debe estar al servicio de ese reconoci- A veces me sentaba en la hamaca, miento del lector como tal? El Museo me balanceaba con el libro abierto que soñamos es aquel en que el arte en el regazo, sin tocarlo, en purísimo pueda ser parte de una exhibición, éxtasis. No era ya una niña con un porque en su precisa alusión y en su libro: era una mujer con su amante. fuerza imaginativa puede rozar la expe- riencia de la lectura. Clarice Lispector Este escrito, que he citado largamente, escribió un relato en el que una niña fue publicado bajo el título “Tortura y privada de libros –modo usual y a gloria”, en el Jornal do Brasil del 2 de la vez escasamente reconocido de septiembre de 1967. Décadas después, la desposesión y la pobreza– desea, la presidenta argentina prologó una intensamente, el préstamo de un ejem- compilación de cuentos de Monteiro plar de As reinaçoes de Narizinho, de Lobato y escribió: Monteiro Lobato. Otra niña, dueña de ese libro, se lo niega día tras días, …mi memoria registra con absoluta cuando la penitente desesperada llega a nitidez la llegada a casa de la colec- su casa a buscarlo. Hasta que la madre ción completa de lo que recuerdo como de la malévola poseedora descubre la Las travesuras de Naricita y Perucho, escena reiterada y le entrega el libro. de Monteiro Lobato. Su formato de Clarice escribe: tapas duras, coloradas, con las líneas de los rostros de Naricita y Perucho, ¿Cómo contar lo que siguió? Yo estaba en dorado, constituyen un registro atontada, y así recibí el libro en mis visual imborrable. manos. Creo que no dije nada. Lo Más que leerlos, literalmente devoré tomé. No, no me fui saltando como esos textos que iban desde las fanta- siempre. Me retiré caminando muy sías más alocadas a la enseñanza de lentamente. Sé que sostenía el libro historia, geografía, geología y todo con ambas manos, que lo apretaba tipo de conocimientos. contra el pecho. Cuánto tiempo me llevó llegar a casa, poco importa. Pero esos libros, destinados a la apasio- Mi pecho ardía, mi corazón estaba nada voracidad de la pequeña lectora, desmayado, pensativo. servirían tiempo después para cubrir Al llegar a casa, no empecé a leer. lecturas peligrosas políticamente: Fingía que no lo tenía, sólo para sentir

461 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Museo del libro y de la lengua de los argentinos

Una tarde de febrero de 1976, irres- que desconocía. Tal situación tiene pirable no sólo por el calor, sino por una temporalidad que le es propia y lo que sucedía –que presagiaba trage- disruptiva, por eso no puede disolverse dias mayores–, llegué a casa de mamá. en el juego de las cronologías. (…) La encontré a mi hermana forrando las tapas de los libros cuya sola tenencia, en casos de allana- 3. Tiempos mientos –muy frecuentes en aque- llos días– eran el pasaporte directo Lo que hay que perseguir es una noción a la cárcel, en el mejor de los casos. del tiempo, que no resulte reducida Giselle al mismo a una cronología ni a la sucesión de Cuando la letra se inscribe, tiempo cortaba las episodios. Toda historia que se narre algo en la sangre bulle. ¿Cómo primeras páginas de ese modo tiende a desconsiderar hace un Museo para narrar de los libros de la presencia de distintas temporali- esto, para decir que no hay Naricita y Perucho dades en cada presente, pero también a inocencia en el acto de leer ni y los pegaba en los desconocer los rasgos no cronológicos dispositivo pedagógico o insti- libros de Puiggrós, del tiempo. Paolo Virno, retomando tucional que pueda capturar de Fanon, Walsh la noción de memoria de Bergson, la íntegramente su sentido? o Cooke. piensa como una facultad que es, funda- Quizás pueda, apenas, plan- mentalmente, productiva. Memoria tear alusiones que permitan En estas dos escri- sería aquello que proviene del pasado una memoria de las experien- turas, la del relato –y está sedimentado en las experiencias cias transitadas, una memoria de Lispector y el subjetivas– y puede ser actualizado y de esos momentos en los que el recuerdo de Cris- puesto en acción: por ejemplo, la capa- visitante-lector se vio arrasado tina Fernández, cidad de trabajo o la lengua. La lengua por una fuerza que desconocía. se delinean dos es algo que recordamos, usamos, modos de la poseemos –y podríamos seguir agre- experiencia corporal, afectiva, de la gando verbos a sabiendas que ninguno lectura. En ambas, se roza lo clan- da cuenta de lo que hacemos con rela- destino. El libro es, en estos escritos, ción a la lengua–, y que actualizamos fuerza que atraviesa la pasión amorosa en cada acto de habla o escritura o y la voluntad política. Extrañamente comunicación. Es algo tan pasado un mismo libro es intersección entre como presente, tan anterior a nosotros dos historias, que hacen del leer una como actual. A eso refiere Virno con experiencia singular. Cuando la letra la idea de potencia o facultad. Es claro se inscribe, algo en la sangre bulle. que esa temporalidad no se reduce a ¿Cómo hace un Museo para narrar una cronología, aunque la sucesión esto, para decir que no hay inocencia esté dentro de sus atributos. en el acto de leer ni dispositivo pedagó- La memoria, para Bergson, es entonces gico o institucional que pueda capturar facultad necesaria para la acción, en íntegramente su sentido? Quizás tanto es todo aquello que macerado pueda, apenas, plantear alusiones que como pasado es convocado, seleccio- permitan una memoria de las expe- nado y actualizado en las realizaciones riencias transitadas, una memoria de del presente. Toda acción se despliega esos momentos en los que el visitante- sobre una virtualidad a la que recorta y lector se vio arrasado por una fuerza define a la hora de presentar su rostro

462 LA BIBLIOTECA Museo del libro y de la lengua de los argentinos N° 11 | Primavera 2011

actual. En cada uso de la lengua, en endiosa sin discriminación lo prove- cada movimiento del cuerpo, en cada niente del pasado y la historia crítica creación de lo nuevo, se puede percibir cuando se presenta despojada de la una distancia con la mera respuesta o necesaria piedad con lo pretérito. reacción. Por eso, la memoria es condi- Las estrategias de constitución de la ción de la libertad, de la sustracción memoria social, y entre ellas, las políticas respecto de los condicionamientos y de museológicas, corren todos esos riesgos. la repetición. Hay innovación actual Y no pueden desplegarse sino armadas porque hay memoria, pero también con estas advertencias críticas, con porque hay olvido de los aspectos, las alertas respecto de cómo pensar el dimensiones, cualidades que no inte- pasado, de cómo narrarlo en su atravesa- resan a esa actualidad. El hombre miento con las necesidades del presente. situado ante su presente, ante los desa- En muchos momentos, los museos se fíos de su contemporaneidad, camina han presentado como plenitud de un en ese hilo delgado entre olvido y recordatorio frente a un vacío deter- memoria, como lo hace entre generali- minado. Es decir, como sustitución de zación o abstracción y reconocimiento algo que se ha extinguido. de la singularidad. Hay acción sólo ¿Cuántas fábricas cerradas en Argen- cuando algo no es convocado en la tina se convirtieron en museos, totalidad de sus detalles. centros culturales, universidades? ¿Cómo situarse frente a la historicidad ¿Cuántas estaciones de un ferrocarril pasada sin que se invoque un cerrojo desguazado se destinaron a actividades de las libertades vitales? Ese es el tema museológicas? Espacios que ampa- del conocido escrito de Friedrich raban vínculos productivos, relaciones Nietzsche sobre la historia. En Consi- laborales, se convierten en lugares deraciones intempestivas postulaba una de memoria. No es difícil ver allí el idea de la libertad frente al tiempo y intento de colocar un signo supletorio la necesaria ruptura con los cercos en las zonas devastadas, una nueva Museo del libro y de la que supone una época determinada. existencia para los edificios vaciados, lengua de los argentinos. Fotografía: Juan Pablo Lo intempestivo es lo inactual. Pero las fábricas cerradas o las estaciones Canala dentro de esa actualidad conjurada, a la que pone en discusión, se encuentra la pasión por la historia. Nietzsche cuestiona el modo en que esa disci- plina, hipertrofiada, resulta dañina para la vida. Distingue entre tipos de historia –la monumental, la coleccio- nista y la crítica–, señalando cómo la absolutización de cualquiera de ellos termina perjudicando la relación de los hombres con el presente y, por tanto, también impide una profunda comprensión de lo sucedido. La historia monumental porque se aboca a los efectos notorios olvidando las causas; la historia coleccionista porque

463 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Museo del libro y de la lengua de los argentinos

enmudecidas. Acciones tímidamente Hay discusiones relevantes sobre el reparatorias, volcadas a preservarlos problema de la representación de como ámbitos de reunión, instancias hechos ominosos. Los edificios vacíos de sociabilidad y construcción de una servirían, frente a ese problema, como memoria común. solicitud al recogimiento ante el Los museos conllevan algo de repara- horror y situación irredimiblemente ción, en tanto se nos presentan como espectral. Una idea bien distinta a esta recordatorio de aquello que ha fenecido es la que postula que los sitios edilicios y que una sociedad intenta preservar pueden redimirse o, al menos, conver- al menos como imagen de su pasado tirse en otra cosa, si son habitados por común, de lo que no merece el olvido o aquello que en sus salas clandestinas se el silencio. En algunos casos, porque ese intentó destruir. Y así, un ex-campo pasado anidaba una voluntad común de detención puede transfigurarse en luego astillada. Vale pensar así museos un centro cultural, una universidad, como el del Puerto en Ingeniero White, un teatro. Ninguna de estas hipótesis en el que las culturas populares, en sus se basta a sí misma, porque se elija el distintos afluentes inmigratorios, son camino que se elija, no deja de conju- revisitadas. O su vecino Museo Ferro- garse un destino nuevo con una inelu- viario, capaz de conjugar lúdicamente dible espectralidad. En todo caso, se talleres, máquinas y vías pretéritas, con hace evidente que la cronología no es la actualidad de una imaginación esté- el tiempo que le corresponde al trato tica y cultural. con el pasado, sino el reconocimiento En otros, porque esos lugares son de su presencia activa y fantasmal. materia doliente de una tragedia, restos Cuando Walter Benjamin trata la obra a los que se trata de custodiar para que y el oficio de Eduard Fuchs –es decir funcionen como recordatorio, piedra sus escritos de historiador y su exper- de toque para la reflexión común. ticia de coleccionista- parte de oponer Ocurre así con materialismo histórico a historicismo. Nuestra pregunta fundamental los espacios de Mientras el primero procura una expe- –pregunta práctica– es si se memoria consti- riencia en relación con el pasado; el puede construir un museo con tuidos allí donde segundo lo trata como un momento esa prudencia enfática del hubo campos de cosificado dentro de una continuidad, materialismo, que nos obliga concentración como una etapa en un desarrollo. La a intentar la experiencia por clandestinos en cronología suele ser un instrumento sobre la contemplación y la Argentina. El historicista, que produce la ilusión vivencia de la temporalidad más debate sobre de un corte y una acumulación, que que su reducción cronológica. cómo se reme- permitirían considerar obras y acon- mora en ellos tecimientos aislados. El museo, en este es vasto y en él se cruzan distintas y escrito de Benjamin, es opuesto a la contradictorias posiciones. Los edifi- colección, capaz de explorar la materia cios no pueden ser purgados de ese viviente y a la vez pasada de las produc- pasado. Al contrario, están como ciones. Nuestra pregunta fundamental restos testimoniales y, a la vez, como –pregunta práctica– es si se puede piezas judiciales. Pero también como construir un museo con esa prudencia ámbitos de una recreación de encuen- enfática del materialismo, que nos tros sociales y actividad pública. obliga a intentar la experiencia por

464 LA BIBLIOTECA Museo del libro y de la lengua de los argentinos N° 11 | Primavera 2011

sobre la contemplación y la vivencia combinatorias posibles en el español. de la temporalidad más que su reduc- No son todas. ¿Cómo es que somos ción cronológica. capaces de usar de un modo tan sutil la lengua que habitamos? Dicho así, sería la lengua que nos pertenece. Pero 4. Lengua sólo jugamos en sus rincones, vivimos sus esplendores o transitamos sus veri- Benjamin termina ese escrito con la cuetos porque a ella le pertenecemos. idea de que el anonimato y la conser- ¿Quién enseña a hablar?, ¿qué es la vación de las huellas manuales contri- lengua materna? En sociedades en las buyen más a la “humanización de que las clases implican una diferencia la humanidad” de lo que lo hace el idiomática, pero culto al caudillo. En ese sentido, el también en aque- ¿Se podrán rastrear esos materialismo conduce a la fuerza de llas en las que la instantes de fundición de las lo anónimo mientras el historicismo diferencia social lenguas?, ¿esas masticaciones, al culto épico. ¿Qué facultad es más se inscribe como esos contactos, esos encuentros, anónima y corporal, más colectiva y tono de enuncia- antes de su negación posterior? manual que la de la lengua? ción, se pueden Rastrearlos no como catalo- La lengua tiene mayores compleji- rastrear conflictos gación o léxico, sino como dades –y quizás el único adjetivo que o modificaciones momentos políticos: posibles le corresponda es el de maravillosa populares de la experiencias de una circula- complejidad– que cualquier otro lengua estanda- ción otra, de una afectividad hecho humano. Objeto de lingüistas, rizada. Gilberto que excede al orden jerárquico. artistas, psicoanalistas, sociólogos, Freyre pensó poetas, escritores. La lengua: posesión que el portugués hablado en el Brasil gozosa de lo común, inscripción en había surgido de la modificación del los tonos de toda diferencia social, y habla de las amas de leche negras, a la vez superficie del juego individual que habían macerado esa lengua del estilo. La lengua: fundante de toda generando una sonoridad musical y afectividad como lengua materna y despojándola de rispideces y aristas. arrojo hacia las coerciones sociales en José María Arguedas, hijo de crio- su decurso institucional. llos, se crió en las cocinas en las que Como pocas facultades, la lengua es los sirvientes hablaban quechua. Su el territorio de la experiencia que se lengua materna, escribió en su adultez, resiste a su formalización. Expertos fue la escuchada entre los indios que jugadores y creadores, si nos movemos amaba. No el español. Se pensó como en ella como pez en el agua, al mismo traductor entre uno y otro mundo y tiempo, nos resiste su explicación –se su literatura entera es el desgarro y la nos escurre, líquida entre los dedos. fiesta de la traducción entre culturas O cuando se explica parece ser otra adversas. Lengua de las cocinas y de cosa, no aquella que nos constituye. los patios. Silvia Rivera Cusicanqui Descubrirnos como hablantes y escri- llama a la fractura social racista que tores, de eso se trata. La gramática es aún atraviesa a Bolivia, el “complejo el saber que viene a revelar aquello que del aguayo”: el que deriva de la orden el hablante hace, sin saberlo. Ignacio clasista de repudiar a la mujer que ha Bosque investigó y detalló miles de enseñado a hablar.

465 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Museo del libro y de la lengua de los argentinos

Imágenes contrapuestas, ocultas, veladas, superpuestas. En la cultura argentina es menos visible esa dispo- sición barroca del enmarañamiento. Más bien, sus imágenes provienen de la forma dual de la tragedia. Ya sea desde la perspectiva de las reflexiones conflictivistas de Sarmiento (aunque siempre amparadas en una idea de elevación futura que haría de esos conflictos un momento superado); o desde la conversión de las confronta- ciones en materia de un duelo indivi- dual que no cesa de reiterarse, como Museo del libro y de la ¿Se podrán rastrear esos instantes de lengua de los argentinos. fundición de las lenguas?, ¿esas masti- pensaba Borges; o como se desprende Fotografía: Juan de los ensayos de Martínez Estrada, Pablo Canala caciones, esos contactos, esos encuen- tros, antes de su negación posterior? la idea de una nación signada por un Rastrearlos no como catalogación o disidencia irreductible, porque está léxico, sino como momentos políticos: basada en crímenes indecibles y trau- posibles experiencias de una circulación máticamente silenciados. otra, de una afectividad que excede al De este tipo de ideas surgen las orden jerárquico. Pensar el océano de imágenes más propias de la cultura la lengua es el intento de despertar, argentina. Para percibir su singularidad lúdica y emocionalmente, esa afecti- podrían compararse con la tradición vidad. Porque si es política la trágica brasileña que va de la antropofagia al confrontación entre grupos étnicos tropicalismo, en la que la imagen del y sociales o la instancia de la radical canibalismo permite la idea de una sumisión de unos a otros –como fue deglución que no por violenta deja en el orden colonial o en las sociedades de impregnar un horizonte de recon- esclavistas y todas las consecuencias ciliación y mixtura. El modo en que de ambos en el presente–, también lo Brasil piensa la lengua no es ajeno a es la porosidad de sus intersecciones. estas imágenes, tampoco a su singular Aquello que fundan. posición respecto del antiguo poder Lo que fundan, a pesar suyo: una colonial. cultura nacional. Que nunca es, estric- Desde mediados del siglo XIX se tamente, la que habían imaginado despliega en Argentina la discusión los sectores dominantes. Si no la que acerca de si la independencia política se despliega en la recreación, en el requiere una correlativa autonomía ocultamiento, en la transculturación. cultural y lingüística. Sarmiento Lezama Lima pensó que la expresión disputó con Andrés Bello la necesidad americana –esto es, la evidencia de una de crear una ortografía fiel a la oralidad cultura singular y propia– recorría un rioplatense. Bello ejercía sus pruden- arduo camino con una estación privi- cias respecto de una atomización legiada en las barrocas construcciones dialectal de las recientes naciones y por de Condorcanqui y del Alejaidinho. eso termina escribiendo una Gramá- tica destinada a evitarla. El argentino

466 LA BIBLIOTECA Museo del libro y de la lengua de los argentinos N° 11 | Primavera 2011

quería, con sus modos hiperbólicos, fundamental –Josefina Ludmer, entre fundar a cada paso las instancias de la otros, viene señalando hasta qué punto independencia y emancipar lo creado en el mercado mundial contempo- de sus deudas con un poder colo- ráneo son las industrias ligadas a la nial al que percibía como fuerza de lengua las que tienen una primacía atraso y de limitación. Más tarde Juan fundamental: las telefónicas, las edito- María Gutiérrez, en nombre de esa riales, las industrias culturales, la ense- autonomía, se negaría a ser vocal de ñanza de idiomas. Pero a la vez decir la Real Academia de la Lengua. Y en lengua en singular –como nombre de 1900 Lucien Abeille escribiría Idioma la potencia y la maravilla– no implica nacional de los argentinos para afirmar desconocer que existe como conjunto que el habla rioplatense portaba fuerzas de lenguas específicas y diferenciadas. y características distintivas. Y que entre ellas Alrededor del Centenario fue cuando hay relaciones Un museo como el que inten- más ímpetus tuvieron las versiones de de dominio y tamos construir debe poder una defensa de la lengua castellana y confrontación. recordar la redención irreali- sus deudas con la anterior metrópoli. En un país como zada. Como también insistir Tanto que a los festejos vino la Infanta la Argentina, en sobre los modos en que la Isabel y en los entretelones de las cere- el que la colonia lengua de los argentinos fue monias reunió a quienes irían a inte- española impuso alimentada, tensionada y grar la primera Academia Argentina su idioma frente conjugada por un coro poli- de la Lengua. No fueron poco discu- a los de los fónico de migraciones. En la tidas esas posiciones y las polémicas se pueblos preexis- superficie de nuestro idioma dieron con fuerza por lo menos hasta el tentes, es nece- están esos migrantes anti- cierre de la década del veinte. Los había sario recordar guos –con sus tonos y sus puristas e hispanófilos, pero también que esas lenguas ademanes– pero también la americanistas y apegados a la defensa aún viven, arrin- modificación que los recién del voseo. Un Vicente Rossi, entre conadas como las llegados van produciendo. estos últimos, enarbolaba sus Folletos poblaciones que lenguaraces. Y si sobre 1930 se puede las hablan, a la espera de una reden- señalar un fin de ciclo es porque en los ción de los vencidos. años finales de la década Borges y Arlt, cada uno por su lado, discuten la idea de un idioma de los argentinos. Que 5. Construcción quizás no encontraría mejores formu- laciones que sus propias literaturas. Hace unos meses un músico dijo: “me Porque finalmente, es en la tensión gusta la lengua de los desposeídos, entre grandes escrituras y una oralidad cómo se las arregla la gente que no potente donde se sitúa la esperanza de tiene nada para tener una lengua y un una singularidad nacional. relato”. Apuntaba hacia la ruptura entre La lengua: amalgama nacional –y de las condiciones materiales y las posibi- hecho, no podemos pensarla sin aludir lidades de construcción simbólica: la a las discusiones sobre su vínculo con la pobreza de cosas no tendría correlato en autonomía de un país que fue colonia una cultura escuálida, expresada como y cuyo idioma proviene de los que lo empobrecimiento lingüístico. La idea es colonizaron–, y también mercancía interesante y debe contemplarse en su

467 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Museo del libro y de la lengua de los argentinos

fuerza democrática: en lo que invita a ver También para buscar los núcleos de resis- y buscar. Que son esos relatos múltiples tencia al despojo y encontrar los ámbitos de lo popular y esas lenguas de la vida en que la palabra pueda ser recreada. plebeya. Esa vida, como la de todas las Buscar eso que Dárgelos menciona: el capas sociales, ha sido afectada por una relato y la lengua de los que no tienen profunda maquinaria de significación nada pero sin embargo preservan ese y de desposesión. La palabra ha sido tesoro y esa creación. Quizás haya que expropiada –y esta idea que le hemos hurgar mucho para encontrarlo eso escuchado a León Rozitchner hay que –porque en el primer plano nos vamos a tomarla literalmente–: gran parte de encontrar con la estolidez del dominio–, la población ha sido desposeída de la pero si lo hallamos hay que expandirlo. lengua, se ha quedado con un idioma Se ven sus destellos en ciertos tonos, en macerado por una aplanadora indus- algunas situaciones lúdicas, en la rapeada tria cultural, que somete el decir a un poesía adolescente, en el chiste. régimen que clausura toda posibilidad Un museo como el que intentamos expresiva. Un sistema de la obscenidad y construir debe poder recordar la reden- del despojo es dominante. Y se encarna ción irrealizada. Como también insistir en muchos modos sociales del habla: en sobre los modos en que la lengua de los la violencia contenida, en el desconoci- argentinos fue alimentada, tensionada miento de lo amoroso como condición y conjugada por un coro polifónico de de la lengua, en el racismo de ciertos migraciones. En la superficie de nuestro enunciados, en la ofuscación de toda idioma están esos migrantes antiguos situación poética de la palabra. –con sus tonos y sus ademanes– pero Es necesario pensar esa expropiación para también la modificación que los recién defender a sus víctimas, que somos todos. llegados van produciendo. Una lengua

468 LA BIBLIOTECA Museo del libro y de la lengua de los argentinos N° 11 | Primavera 2011

viva no debe escurrirse de las transfor- nacional que no cesamos de interrogar maciones en nombre de un purismo y por una vida popular que no podemos que, finalmente, suele no ser más que la dejar de pensar en necesaria libertad. defensa de las instituciones que tienen Muchos mojones hay en el pasado: el poder de regular la estandarización desde los hombres de Mayo que tradu- de la lengua y que sustentan su poder cían libros para una pedagogía política en ese ejercicio restrictivo. del ciudadano –como hizo Mariano Conjugar el saber de la tragedia y el Moreno con el Contrato social de Jean tamaño de nuestras esperanzas en una Jacques Rousseau– a las polémicas Cartas lengua emancipada, de eso se trata. Invi- de un porteño; desde el reconocimiento tando al visitante a que despliegue sus que el Plan quinquenal del peronismo experiencias de hablante, de conocedor, hizo de las lenguas indígenas hasta las de lector, en una serie de intervenciones experiencias poéticas de escritores como lúdicas y estéticas. Quizás el bello edificio Juan Gelman. Diversos hitos, saltarines proyectado por Clorindo Testa, con indicios de una historia de abundan- sus aires de juego infantil y sus precisos cias, que es necesario reponer en nuestro vínculos con el espacio que lo rodea presente. Por lo que significaron y por lo ampare estas travesías por una cultura que dejaron pendiente.

469 Exhumar. Un verbo simple que describe la tarea que subyace a la propia inten- sidad del hecho de investigar. Si el campo de la escritura y del arte muchas veces ha sido Archivos, pensado como una arena de combates desiguales, como documentos una contienda de polé- micas sin cuartel, lo que queda, el resto, es aquello Títuloy polémicas Sección de lo que parten los críticos para reponer la merma de sentido. Explorar los resabios, las marcas de ese campo de batalla e intentar construir un relato que se instituya a partir de los meandros, de las alusiones, de las superpo- siciones. Son entonces los críticos, los historiadores y los archiveros aquellos sujetos encargados de revolver los escombros, de remover piezas sueltas y derruidas para poder ejercer una interpretación, para construir una narrativa que otorgue sentido a esa imagen del pasado frente a la que se encuentran y de aquella de la que no pueden sustraerse. Libros, papeles, cartas, notas, estatuas todos ellos, objetos que esperan ser interpelados por el ojo entrenado del rastreador. Dice Walter Benjamin: “Cuántas cosas surgen de la memoria una vez que uno se zambulló en la montaña de cajones para empezar a sacar los libros como de una mina a cielo abierto o, mejor dicho, de la noche cerrada. La forma más contundente de demostrar la fascinación de esta tarea de desembalar es la difi- cultad por abandonarla” Indagar es la tentación que atraviesan las cinco intervenciones de la presente sección. Gustavo Míguez y Jorge Díaz analizan en su trabajo los proce- dimientos de registro llevados adelante en el Libro de donaciones, primer testimonio documental conservado de los libros que confor- maron el fondo inicial de la Biblioteca Pública de Buenos Aires. Un análisis detallado de los asientos y de algunas de las donaciones más sobresalientes, permite dilucidar a una biblioteca constituida por capas de fondos y colecciones particulares que expresaron la voluntad de fundar una institución desde dónde pensar y reflexionar sobre el destino de la naciente Argentina. Pero también es el acto de encontrar los papeles que un escritor escondido tras un pseudónimo ha acumulado de un modo poco sistemático, tal como lo dejan en claro los trabajos de AgustínAlzari, Solana Schvartzman y Natalia González Tomassini, que leídos en tándem, expresan dos sincronías en el ciclo vital de las pertenencias materiales de César Tiempo. Por un lado, el momento de reunión, el espacio autobiográfico que edifica una biblioteca personal y un conjunto de papeles privados y de borradores literarios que desarro- llan una cartografía de la lectura, de la escritura y de las amistades. Por el otro, la mirada del archivero que, con la paciencia del botá- nico y la precisión del naturalista, intenta organizar y clasificar el magma de materiales dejados por el escritor fallecido y jalonado por las sucesivas peregrinaciones institucionales. El trabajo de Mario Tesler parte de las referencias librescas, de los documentos y de las anécdotas para hacer emerger las trayectorias de estatuas y monumentos porteños. Tesler selecciona un conjunto de artefactos estéticos que han sido atravesados por las coyunturas políticas, por la polémica intelectual, por la leyenda histórica y como un ventrílocuo los hace dialogar, los hace debatir con la prédica que otros hacen de ellos. La historieta argentina ha reconocido, a lo largo de la historia, momentos memorables. Sea como el modo irónico con el que se retrata una época, sea como la forma en que ciertas épicas y biogra- fías trágicas aparecen retratadas en las viñetas, la historieta es una estación insoslayable en la cultura popular del país. Dos trabajos examinan sus derroteros: José María Gutierrez recurre a los docu- mentos y las fuentes primarias para desmitificar los supuestos más consolidados del canon de la historieta. Hernán Martignone recorre los circuitos de intercambio, los reenvíos y personajes de lo que, con el paso inexorable del tiempo, se ha convertido en una tradición. De modo que la insistencia y la necesidad por exhumar se traducen en la falacia ontológica que sentencia a los objetos a su inanidad, a su inacción, a su condena semántica instrumental. Pero, en ella se concentra, en verdad, una inusitada conspiración: los objetos que portan la verdad de sus poseedores, los objetos que custodian y testimonian el pasado de la política y exhiben, paradójicamente escondiendo ante los ojos de los críticos exhumadores, las claves que cifran los avatares de la historia. 472

El archivo personal de César Tiempo en la Biblioteca Nacional Por Natalia González Tomassini (*)

Otorgar sentido a la dispersión de mate- riales esa es la labor del archivero sensato, maxime cuando el archivo es una cons- trucción que se asienta sobre la mera suposición, sobre la falta y sobre la pura elucubración. En el presente artículo Natalia González Tomassini ofrece una primera mirada acerca de las labores llevadas adelante en el área Archivo y colecciones particulares de la Biblioteca Nacional que custodia los papeles que pertenecieron a César Tiempo, que si bien no constituyen un “archivo” stricto sensu, opera sobre ese conjunto de materiales caóticos la necesidad de imponer un orden clasificatorio que construya un relato. LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

En el tercer piso de la Biblioteca Libro para la pausa del sábado (1930), Nacional, allí donde se encuentran Sabatión argentino (1933), Sábado y las salas de consulta de materiales poesía (1935), Sabadomingo (1937), especiales, es posible acercase a los Sábado pleno (1955), El becerro de documentos que integran el archivo oro (1973) y Poesías completas (1979) personal de César Tiempo. entre otras. También escribió libros en Israel Zeitlin, más conocido como prosa reuniendo lo que antes haba sido César Tiempo, nació en Ekateri- publicado en forma de artículos perio- noslaw (actualmente Dnieprope- dísticos en distintos medios gráficos trowsk), Ucrania el 3 de marzo de como por ejemplo, La vida román- 1906. En diciembre de ese mismo tica y pintoresca de Berta Singerman año llegó junto a su familia a la (1941), Yo hablé con Toscanini (1941), Argentina, instalándose en la Ciudad Máscaras y caras (1943), Cartas inéd- de Buenos Aires. Su infancia transcu- itas y evocación de Quiroga (1970), rrió entre los barrios Villa Crespo y Florencio Parravicini (1971). San Cristóbal y desde muy temprana Los libros Protagonistas (1954) y edad comenzó a interesarse por el Capturas recomendadas (1978) son ámbito artístico. En 1926 aparece recopilaciones de entrevistas hechas a su primer libro de poemas llamado distintas personalidades de la cultura Versos de una.... cuya autoría esconde por César Tiempo como periodista detrás de la personalidad literaria de y luego convertidas en biografías. “Clara Beter”, joven poeta y pros- Además, tenía una columna en la tituta rusa. El seudónimo César revista Atlántida, donde se publicaban Tempo, que adoptó durante toda su los reportajes hechos utilizando el vida, tiene relación con los orígenes seudónimo “Full Time”. de su apellido en alemán zeit significa Es posible resaltar la participación de tiempo y lin es el verbo cesar. César Tiempo en diferentes publica- ciones periódicas argentinos como: En este artículo me propongo brindar La Nación, El Hogar, Argentina una aproximación al archivo de Libre, La Prensa y Mundo Argen- César Tiempo: los materiales que lo tino. Del mismo modo, colaboró conforman, su valor e interés para la con periódicos de América Latina: investigación literaria y cultural y las Crítica, La Vanguardia, El Sol, El tareas de organización que realizo, Radical, Amanecer y América Libre. como parte del equipo de trabajo del A los diecisiete años dirigió la revista área de Archivos y Colecciones Parti- Sancho Panza (1923) y en 1937 fundó culares de la Biblioteca Nacional. la revista literaria Columna, desempe- César Tiempo recorrió todos los ñándose como director durante los rincones del ambiente artístico, desde seis años en que se editó. sus notas periodísticas publicadas Además de dedicarse a su trabajo en la prensa gráfica hasta adaptar como escritor y a su labor como guiones o libretos para la televisión, editor, participaba activamente en pasando también por la radio, el cine distintas organizaciones culturales y el teatro. del país. Fue socio honorario de la Entre las obras literarias de Tiempo Sociedad Hebraica Argentina, fue se encuentran libros de poemas como Secretario de la Sociedad Argentina

473 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

de Escritores (SADE), miembro del Señora de Pérez se divorcia” (1945), Círculo de la Prensa, de la Sociedad “El ángel desnudo” (1946), “Los verdes General de Autores de la Argentina paraísos” (1947), “Con el diablo en el (ARGENTORES) y de la Sociedad de cuerpo” (1947) y “Los Pulpos” (1948). Autores y Compositores de Música. Además participó en la realización Además, fue director de la revista de otros guiones como “Se rematan Mundo Argentino para todo el mundo y ilusiones” (1944), para el director de la revista de la Sociedad General de Mario Lugones, “El hombre que amé” autores de la Argentina. (1947) para Alberto de Zavalía, “Al En la década del `30 comenzó a escribir marido hay que seguirlo” (1948) para sus primeros libretos: “El teatro soy Augusto César Vatteone, “Pasaporte yo” (1933) estrenada por Mario Sofici a Río” (1948) para Daniel Tinayre, en el Teatro Smart, “Alfarda” (1935) “Paraíso robado” (1952) para José en el Teatro Argentino y “Pan criollo” Arturo Pimentel y “Donde comienzan (1938) representada en el Nacional. los pantanos” (1952) para Antonio Ber Estas obras tuvieron el mismo éxito Ciani, entre otros. que sus primeros libros de poemas, Durante la década del `50 escribió logrando el interés de distintas para las radios Belgrano, Prieto y productoras en asociarse con él para Provincia de Buenos Aires audiciones nuevos proyectos. y radionovelas, sólo o en coautoría Asimismo, podemos destacar otros con Arturo Cerretani. libretos teatrales como por ejemplo: En ese mismo período, César Tiempo “Quiero vivir” (1941) estrenado por tuvo un receso en sus escritos cine- Camila Quiroga en el Teatro Argen- matográficos debido a la gran crisis en tino, “Zazá porteña” (1945) en el la que se encontraba el cine argentino; Teatro Casino, “La dama de las come- uno de cuyos motivos era la imposi- dias” (1951) por Iris Marga en el bilidad de conseguir celuloide para Teatro San Martín, “El lustrador de filmar. Retoma en 1961 con el guión manzanas” (1957) por Luis Arata e “Amorina” –escrito junto a Hugo “Irigoyen” (1973). del Carril- para el director Eduardo Luego de haberse consolidado en el Borrás. Por los mismos años realizó campo de la literatura, Tiempo incur- una pequeña actuación en “Esta tierra sionó en nuevos horizontes como la es mía”, película de Hugo del Carril. radio y el cine. Sus actividades relacio- En esa época se radica en Bruselas, nadas a la cinematografía abarcaron Bélgica, donde vive hasta 1966. Una desde la escritura de guiones propios vez de regreso en la Argentina escribió hasta la adaptación y traducción de el guión cinematográfico “Deliciosa- obras de diversos autores nacionales mente Amoral” (1969) para su primo y extranjeros. y amigo Julio Porter. En 1975 junto Se desempeñó como guionista en con Ulises Petit de Murat realizó la veinticinco películas, de las cuales adaptación del libro “Las procesadas” once fueron para el director de cine y también escribió el guión “No hay Carlos Hugo Christensen, como “Safo, que aflojarle a la vida”, ambas películas historia de una pasión” (1943), “La dirigidas por Enrique Carreras. pequeña Señora de Pérez” (1944), “Las César Tiempo falleció en Buenos Aires seis suegras del Barba Azul” (1945), “La el 24 de octubre de 1980.

474 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

Los documentos de César Tiempo en Amaro Villanueva y Luis Emilio Soto. el Archivo de la Biblioteca Nacional Asimismo, estuvo ligado a escritores del interior como Violeta Arrighi, En el año 1996, la Biblioteca Nacional Bernardo Canal Feijoo, Arturo Capde- recibió el archivo de César Tiempo vila, Juan Pablo Echagüe, Juan Filloy, como parte de la donación de la Deodoro Roca, Rodolfo C. Malmierca Fundación Centro de Estudios Nacio- Arigós, Alfredo Martínez Howard, nales (CEN). En su libro “Buenos Carlos Mastronardi, Rafael Mauleón Aires esquina sábado. Antología de Castillo o Juan L. Ortiz. También César Tiempo” Eliahu Toker cuenta mantuvo intercambios en el exterior del que, debido a la necesidad de mudar país, con figuras como Rafael Cansinos su domicilio, la biblioteca César Assens, Ramón Sender; Ramón Gómez Tiempo estuvo largo tiempo en un de la Serna, Alfredo Mario Ferreiro, depósito para luego pasar a integrar, Mario Cabré, Darío Dossier, Pedro al menos parcialmente, la biblioteca Leandro Ipuche, del CEN. Actualmente sus libros se Alfredo Cahn, En el área de Archivos y encuentran inventariados y sus más de Enrique Labrador Colecciones Particulares está 2.600 ejemplares están disponibles a la Ruiz, Mauricio la correspondencia vinculada consulta pública a través de la Sala de Magdaleno, a la labor del escritor en la Lectura Mariano Moreno de la Biblio- Alfonso Reyes. Se Sociedad de Amigos del Libro teca Nacional. conserva también Rioplatense y en la revista El archivo César Tiempo está confor- copias de las Columna; a través de ésta mado por una cantidad de documentos cartas de Horacio podemos conocer el trabajo que permiten conocer la labor del Quiroga, que de las dos editoriales, las escritor a lo largo de más de cincuenta fueron editadas publicaciones que realizaban, años: es posible encontrar documentos por la Biblioteca como así también los suscrip- producidos y reunidos por Tiempo en Nacional de tores a las mismas. sus diferentes actividades, como en el Uruguay. campo literario, editorial, cinemato- Del mismo modo, en el área de gráfico, teatral, radial y televisivo. Archivos y Colecciones Particulares Al mismo tiempo, el archivo contiene la está la correspondencia vinculada a correspondencia del autor; conformada la labor del escritor en la Sociedad de por más de siete mil cartas recibidas por Amigos del Libro Rioplatense y en él entre los años 1920 y 1977, que, en la revista Columna; a través de ésta su mayoría, están escritas en español y podemos conocer el trabajo de las dos en menor grado en francés, inglés, idish, editoriales, las publicaciones que reali- italiano, portugués y hebreo. Algunas zaban, como así también los suscrip- de las personalidades con las que César tores a las mismas. Tiempo entabla relación epistolar son Es factible encontrar también originales Enrique Amorín, Vicente Barbieri, los de otros autores, como colaboraciones hermanos González Tuñón, Rodolfo que le enviaban para publicar, guiones Puiggrós, Leónidas Barletta, Elías y libretos, una colección de recortes de Castelnuovo, Macedonio Fernández, prensa y cientos de fotografías. Samuel Eichelbaum, Alberto Gerchu- En el archivo se pueden hallar borra- noff, Samuel Glusberg, Liborio Justo, dores y originales mecanografiados Eduardo Mallea, Roberto Mariani, de libros y folletos de César Tiempo,

475 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

César Tiempo

entre ellos Protagonistas, El último de Buey” y “Verbigracia”, entre otras. romance de Gardel y Florencio Parra- Se guardan asimismo originales de vicini. Así como también originales entrevistas que César Tiempo realizó de artículos publicados en revistas a distintas personalidades de la como Nosotros y La estafeta Literaria. cultura con el fin de ser publicadas Buena parte de estos artículos corres- en diferentes diarios y revistas en las ponden a secciones fijas del autor cuales él trabajaba, como Atlántida y en diferentes publicaciones perió- Revista Dominical. dicas, como por ejemplo “Bombas de Tiempo”, “Papel pintado”, “Ojo

476 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

Valor e interés de los materiales del la problemática que vivía en aquel Archivo momento la comunidad judía en Argentina y en el mundo. Los escritos de César Tiempo permiten De igual manera, es importante el estudio de la trayectoria personal del destacar que la relevancia adquirida escritor y a la vez del contexto cultural por la publicación literaria Columna, en el que se encuentra enmarcada la revista en donde Tiempo se desem- producción cinematográfica, teatral peñó como director durante los seis y radiofónica de la época. Cientos de años en que se editó, radica en el originales de sus artículos periodísticos espacio brindado a la difusión del y un epistolario de más de siete mil pensamiento de distintos hombres de cartas permiten al investigador descu- la cultura allegados al escritor, como brir aspectos menos conocidos de su Alberto Gerchunoff, Stefan Zweig, labor y de su obra. Arturo Capdevila y Liborio Justo, La lectura de la correspondencia de entre otros. César Tiempo posee un enorme valor Por otra parte, tanto la documentación cultural, a través de ella es posible personal como muchos de los artículos reconstruir los intercambios del escritor de César Tiempo pueden considerarse con instituciones de la comunidad relevantes, principalmente, para la judía, asociaciones de escritores, biblio- investigación sobre la profesionali- tecas populares de todo el país, centros zación del escritor: problemática que culturales y organizaciones antifascistas, vivían en ese momento. así como sus relaciones con diferentes Del mismo modo, existen documentos revistas literarias y medios de prensa. que dan cuenta de las finanzas del De la lectura de las cartas vinculadas a escritor. Éstos forman parte, en efecto, la labor del escritor en la Sociedad de de una memoria personal y cultural; Amigos del Libro Rioplatense y en la se convierten en materiales de gran revista Columna podemos conocer el interés para los investigadores y dan trabajo de las dos editoriales, las publi- a conocer parte de la situación econó- caciones que realizaban, los suscrip- mica y financiera del autor. tores a las mismas y los vínculos que Es apreciable distinguir la documenta- poseía con diferentes instituciones y ción personal puesto que nos acerca a organizaciones de ese período. los escritos laborales, administrativos, Al mismo tiempo, acercándonos al legales y financieros de César Tiempo; archivo podemos explorar diversos así como a su currículum vitae, tarjetas aspectos del hacer literario y cultural personales, contratos laborales e hipo- de la época; logramos conocer las tecarios, recibos de haberes, recibos actividades de César Tiempo en bancarios y facturas de compras. instituciones del campo intelectual. Los documentos del archivo del Del mismo modo, la participación escritor, también, atesoran gran del escritor en publicaciones y orga- interés para aquellos investigadores nizaciones de orientación antifas- interesados en el estudio tanto del cine cista otorga a los documentos cierto como el teatro argentino. interés para quienes investigan esta Es posible encontrar guiones, argu- temática. A través de estos materiales mentos y síntesis argumentales de es posible también aproximarse a películas escritas por César Tiempo

477 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

y/o por otros autores, como Ulyses Luego de una etapa de identificación, Petit de Murat, Julio Porter, Eduardo limpieza, almacenamiento y reloca- de Filippo y Gino Capriolo. lización de la documentación, nos Del mismo modo, se conservan abocamos a elaborar las herramientas libretos, argumentos o síntesis argu- necesarias para posibilitar el acceso al mentales de diferentes obras teatrales archivo del escritor. escritas por César Tiempo y/o otros El primer elemento que les brindamos autores como Pedro Bloch, Guil- a los usuarios para tener una aproxima- herme Figueriredo, Arturo Cerretani ción a los materiales reunidos y produ- y Enrique Pavón cidos por el escritor a lo largo de su Un archivo personal constituye Pereyra. vida es una guía que confeccionamos un artefacto cultural complejo, En algunos casos, con la descripción general del archivo producto de determinadas se han conservado por unidad de conservación; a través de prácticas y representaciones borradores de ella damos cuenta de los distintos tipos sociales, al que es posible reco- trabajo, así como de documentos que integran el archivo, nocer no como un todo cerrado otros documentos las series y secciones que lo conforman, sino como proceso de guarda vinculados al el volumen, los productores y las fechas siempre inconcluso. desarrollo de los extremas de los mismos. Así como proyectos como también una pequeña reseña biográ- presupuestos, modelos de contratos fica, la historia archivística y un cuadro de coproducción, correspondencia y de clasificación. recortes de prensa, listas de ganadores de El archivo dispone actualmente de un distintos concursos, nómina de jurados inventario analítico de la serie Corres- y reglamentaciones de premios a la pondencia, disponible en la sala de producción teatral y cinematográfica. consulta y en la web de la Biblioteca Nacional y una descripción a nivel de documento de las series Documenta- Tareas de rescate y organización ción personal, Actividades y Colecciones. del archivo Todos estos materiales se encuentran actualmente a disposición del público Desde el área de Archivos y Colec- en la sala de consulta.1 ciones Particulares venimos realizando Paralelamente a las tareas de organi- una serie de acciones reconociendo la zación y descripción, nos dedicamos necesidad de colaborar en el rescate, la a reconstruir la historia institucional conservación y la difusión de los docu- y la historia archivística del archivo; mentos del archivo de César Tiempo información imprescindible tanto para ya que son parte del patrimonio archi- nosotros como para el usuario, dado vístico de la cultura de nuestro país. que permite ubicar los documentos de El archivo de César Tiempo debió ser archivo en su contexto. clasificado dado que al momento de ser En este momento el archivo de César recibido no conservaba un orden original Tiempo se halla en proceso de descrip- otorgado por el propio escritor. Es difícil ción; nos encontramos confeccio- afirmar si el archivo conserva toda la nando un inventario a nivel de cada documentación producida y recibida por documento de lo escritos del ensayista, César Tiempo, principalmente teniendo en donde intentamos dar cuenta del en cuenta sus sucesivas mudanzas. título de cada escrito así como de fecha

478 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

en que fue realizado y la cantidad de persona produce y recopila a lo largo folios que contiene. de su vida y pueden encontrarse tantos Al mismo tiempo, desde el área de tipos de documentos diferentes como Archivos y Colecciones Particulares diversas sean las actividades a las que aspiramos a realizar un proyecto de cada uno se dedicó. digitalización del archivo de César Un archivo personal entonces, puede Tiempo dado el valor total de sus dar cuenta, por un lado, del tipo de documentos y, en particular, de su vida de una persona, sus actividades e correspondencia. intereses; pero, al mismo tiempo, es una Del mismo modo, creemos que es puerta de entrada para conocer aspectos importante realizar la difusión de los del mundo social en el que desarrolla documentos que integran este archivo esa vida, nos habla de su época, de su y entablar nuevos vínculos con dife- lugar y de las relaciones sociales en las rentes instituciones vinculadas a la que se encuentra inmersa. difusión de la cultura argentina para El trabajo que realizamos en el archivo así poder referenciar a todas aquellas tiene como fin custodiar, acrecentar, personas que se acerquen al área y preservar, conservar y difundir la realicen consultas. memoria impresa de la cultura. Los Un archivo personal constituye un materiales reunidos en este archivo artefacto cultural complejo, producto brindan, sin duda, un enorme valor de determinadas prácticas y repre- para la investigación. 2 sentaciones sociales, al que es posible reconocer no como un todo cerrado sino como proceso de guarda siempre (*) Licenciada en Ciencia Política. Área inconcluso. Los archivos están confor- de Archivos y Colecciones Particulares, mados por todo aquello que una Biblioteca Nacional

NOTAS

1. Véase descripción del archivo César Tiempo en http://www.bn.gov.ar/archivo-cesar-tiempo 2. Se puede obtener información detallada sobre los fondos disponibles en el árera de Archivos y Colecciones Particulares en http://www.bn.gov.ar/archivos-y-colecciones-particulares

BIBLIOGRAFÍA

Toker, Eliahu, “César Tiempo, poeta bendito”, Buenos Aires esquina sábatdo. Antología de César Tiempo, Buenos Aires, Archivo General de la Nación, 1997.

479 480

Querido Zeitlin: César Tiempo y la Biblioteca Nacional Una historia de mudanzas (*) Por Solana Schvartzman (**)

Mudar el país, mudar la lengua, mudar el nombre y mudar la biblioteca. Es el cambio permanente, son los desplazamientos cultu- rales y materiales los que atraviesan la cons- trucción de la figura de escritor de César Tiempo. Desde su natal Ucrania a los barrios populares porteños de inmigrantes, Tiempo se apropia de una lengua nueva y adop- tará diversas identidades (prostituta en la poesía, polemista frente la campaña antise- mita) El nombre se adapta a las coyunturas y se inscribe con fuerza entre la diáspora de papeles y libros que conformaron su biblio- teca. En este trabajo, Solana Schvartzman analiza las diversas mudanzas que atraviesan la biografía de Tiempo. Los cambios onomás- ticos, pero también el intrincado itinerario de sus libros y de sus manuscritos. LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

Recorridos: de Ucrania a la Argentina Y es también en 1926 cuando se produce su tercera mudanza: la crea- ción de Clara Beter. César Tiempo publica en este año su primer libro Israel Zeitlin, César Tiempo y Clara de poemas llamado Versos de una..., Beter: las mudanzas firmando como una tal “Clara Beter”, joven prostituta rusa. Con este libro, (…) y a pesar de que me hiciste una Tiempo involucró a todo un grupo de tratada con Versos de una…, nunca escritores y se colocó en el centro de la dejé de quererte y de admirarte. (…) escena cultural, configurándose como Siempre pensé que te aguardaba un un astuto estratega de aquellos años. porvenir brillante en nuestra lite- Como señala David Viñas, Versos de ratura y ahora que se ha cumplido una… puede entenderse como una mi pensamiento pienso que te lo has obra atribuida por una máscara a otra ganado y te lo has merecido amplia- máscara: por César Tiempo, seudó- mente, porque además de talento, nimo de Israel Zeitlin, a Clara Beter, tenés muy buenos sentimientos. heterónimo de César Tiempo. Los otros días hablando con Roberto El autor, disfrazando su nombre Arlt le decía lo mismo. con el seudónimo “Beter” (por biter Un abrazo fraterno, –“amargo” en ídish– jugando con Elías Castelnuovo el contrario de César, tomado como (Elías Castelnuovo, carta a César sinónimo de ziser, “dulce” en ídish), Tiempo. 4 de junio de 1942) deslizó estos versos entre los originales de la revista Claridad, revista y editorial del grupo Boedo, donde Elías Castel- Israel Zeitlin ha venido desde muy nuovo y los otros colaboradores se lejos, sufriendo desde muy temprano entusiasmaron con la nueva poetisa. una primera mudanza: nació en Ucrania en 1906 y en diciembre de este mismo año llegó junto a su familia a la La broma, el prologuista Argentina, instalándose en la Ciudad y el prostituto de Buenos Aires. Veinte años después eligió mudarse César Tiempo asignó como domicilio el nombre: “En esa época yo usaba legal de su creación una pensión de la muchos seudónimos porque no calle Estanislao Zeballos en Rosario, tomaba en serio la literatura y no enviando desde allí distintos poemas esperaba nada de ella. Como me llamo que iban formando el futuro libro, pero Zeitlin –zeit quiere decir “tiempo” cometió la imprudencia de escribir a en alemán y lin es del verbo “cesar”– máquina algunos de los textos, lo cual decidí llamarme César Tiempo. Eso hizo entrar en dudas a Castelnuovo, fue en el año 1926. Yo publicaba quien envió a dos amigos suyos resi- desde los años veinte años en La dentes allí a que verificaran el presunto Nación poemas de temas judaicos, domicilio y la existencia de la invi- una cosa bastante novedosa aquí, así sible Clara Beter. Desanimados al no que a esa edad empecé a firmar como dar con ella en la dirección indicada, César Tiempo”.1 Abel Rodríguez, uno de los enviados,

481 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

ve en un café cercano a una mujer de Finalmente cuenta César Tiempo: aspecto similar al que suponía de la “Un compañero (…) cometió la lige- poeta y tomándola por los hombros e reza de inscribir el libro en el Concurso intentando besarla le grita: “¡Vos sos Municipal. En la nómina publicada en Clara Beter!” Y después: “¡Hermana! La Prensa apareció mi nombre entre ¡Hermana! ¡Venimos a salvarte!”. paréntesis. Enterado el enorme Caste- Aún sin conocerse la identidad de lnuovo, que había prologado el libro, la escritora, el libro Versos de una… publicó un artículo en una revista fue publicado popular señalando que todos habían A su vez creemos que el éxito de en la colección sido defraudados, si bien el libro tenía Versos de una… puede relacio- “Los Nuevos” sus valores. Lástima que tal prostituta narse con el hecho de que esta de la Editorial hubiera resultado un prostituto…” Y obra muestra un sentimiento Claridad. César agrega Tiempo: “El prostituto era yo”.3 que era propio del momento Tiempo señala histórico de aquellos años: mil que la venta Como puede observarse, la obra, la novecientos treinta marcaba alcanzó cifras broma, la creación de César Tiempo la culminación del fracaso increíbles para involucró a no pocos escritores: Caste- político del proyecto liberal. la época, provo- lnuovo se conmovió hasta tal punto Tal sensación de fracaso se cando elogiosos que llegó a buscarle trabajo a la invi- observa en diferentes obras comentarios en sible poetisa. Como señala el propio literarias donde el inmigrante la Argentina y el Tiempo es posible que tal grado de poetiza su derrota, embelle- extranjero. involucramiento por parte de la gene- ciendo una frustración social, D o b l e m e n t e ración de Boedo se debiese a que Clara económica y cultural. curioso resulta Beter venía a ser “la única poetisa de el hecho de que la barra”. Pero además, el libro atrae el prólogo del libro sea también “una y tiene un enorme valor más allá de ficción sincera”: según cuenta Tiempo, la broma: tanto Exposición de la actual el novelista Elías Castelnuovo, quien poesía argentina (1922-27) como Versos se había comprometido a escribir el de una… fueron obras pioneras en la prólogo, entró en sospechas y decidió tarea de observar alrededor y revalo- usar un seudónimo al firmarlo: rizar la propia calle y el propio medio, Ronald Chaves. En este sentido parece frente a “esa tortícolis a que se habían irónica la preocupación que expresa condenado los escritores argentinos de el prologuista por la sinceridad y la tanto mirar a Europa”.4 autenticidad en la literatura argen- A su vez creemos que el éxito de tina. Chaves lamenta la falta de una Versos de una… puede relacionarse literatura auténticamente argentina, con el hecho de que esta obra muestra debido a que los escritores prestan un sentimiento que era propio del más atención a la cultura libresca que momento histórico de aquellos años: a la que adquieren viviendo y expresa mil novecientos treinta marcaba la la necesidad de “(…) un afán sincero culminación del fracaso político del de reflejar la vida de nuestro pueblo. proyecto liberal. Tal sensación de Particularmente la vida del pueblo que fracaso se observa en diferentes obras sufre y trabaja”. Y agrega por último: literarias donde el inmigrante poetiza “recién ahora, se empieza a cultivar la su derrota, embelleciendo una frus- sinceridad entre nosotros”.2 tración social, económica y cultural,

482 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

a través de aquello que Viñas ha como en su correspondencia puede llamado “el mito del fracaso”.5 Clara observarse esta faceta del escritor. Beter, inmigrante, mujer y prostituta, La correspondencia de César Tiempo también expresa esta frustración en que se encuentra en el Área de Archivos todas sus variantes, al tiempo que la y Colecciones Particulares de la Biblio- embellece con sus versos. teca Nacional está conformada por más de siete mil cartas recibidas por el escritor entre los años 1920 y 1977. Algunas de La correspondencia: el mediador y las personalidades sus intercambios con las que César La lectura de la correspon- Tiempo entabla dencia permite reconstruir la Me has dado una gran alegría abrién- relación epistolar figura de César Tiempo como dome la vieja puerta de un recuerdo son los hermanos gestor y mediador cultural y que se hacía cada vez más borrosa. González Tuñón, conocer las distintas preocu- Yo, que vivo como espectador del pasado Rodolfo Puiggrós, paciones del escritor en aquel felíz que es infancia y adolescencia, casi Leónidas Barletta, período, así como las proble- me había olvidado de la época en que Juan L. Ortiz, máticas propias del inmigrante. frecuentaba la salita con libros de Luis Elías Castelnuovo, Emilio Soto (…). Macedonio Fernández, Samuel Eiche- He sufrido mucho, querido y claro está, lbaum y Alberto Gerchunoff, entre las pesadillas no me dejaban recordar. muchos otros. Tus palabras hicieron el milagro. La lectura de la correspondencia permite Comprendo la utilidad espiritual del reconstruir la figura de César Tiempo recuerdo. como gestor y mediador cultural y Escríbeme. Saluda a los muchachos (…) conocer las distintas preocupaciones Te abraza, del escritor en aquel período, así como Enrique. las problemáticas propias del inmi- (Enrique González Tuñón, carta a grante, y en particular del inmigrante César Tiempo. 17 de julio de 1932) judío que busca integrarse a la comu- nidad porteña y sus múltiples combates contra el fascismo y el nazismo. Eliahu Toker describe a César Tiempo César Tiempo en su libro Mi tío como “el hombre del diálogo”, y Scholem Aleijem y otros parientes dice el propio Tiempo: “Creo que observa acerca de la “manía epistolar” soy periodista por haber vivido en del escritor y humorista: “Un hombre Buenos Aires. En Nueva York segu- bueno, un hombre con ideas y con ramente hubiera sido cualquier otra ideas intensamente vividas, necesita cosa. Acá sentí la necesidad de hablar comunicarse con el prójimo. Una feli- con la gente (…)”.6 cidad no compartida no es una verda- César Tiempo no sólo logró hablar con dera felicidad. La prueba de toque de la gente sino que ha logrado incluso una conducta, de un temperamento, conectar y hacer que distintos escritores de una condición humana se encuentra dialoguen entre sí. Tanto en Exposición en la correspondencia (…)”.7 de la actual poesía argentina, antología El género epistolar es, ante todo que incluye a los principales poetas un género comunicacional: cartas de vanguardia de la década del veinte, íntimas, cartas de viajeros, participa-

483 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

ciones, saludos, cartas de lectores y de ñaba en estimular. Dice Tuñón en otra escritores se desplazan en el tiempo epístola: “Y si hay una calamidad entre y el espacio para hacer oír al mundo nosotros es el universitario. Porque da una “buena nueva”, para formular una la casualidad que los buenos escritores, petición o para expresar una declara- los hombres que animan con su espí- ción de principios.8 ritu, su talento y su voz el panorama Las cartas han servido en muchos casos americano no son universitarios. No como molde a través del cual esta- salieron de la universidad; no conocen blecer una contienda sobre representa- más que las puertas, el frente de la ciones y auto representaciones dentro Universidad. Tampoco les interesa de la institución literaria y por el cual la Universidad (…)” (carta a César hacer circular materiales, contenidos Tiempo, s. d.; el subrayado es mío). y procedimientos que dan cuenta de De esta manera, de la mano de Tiempo y los modos de escribir y de las preocu- a través de un recorrido por los diálogos paciones de cada que presenta este epistolario, tenemos la Las cartas han servido en época. oportunidad de acercarnos y reconstruir muchos casos como molde a A través de una la atmósfera literaria de aquellos años. través del cual establecer una carta de Enrique contienda sobre representa- González Tuñón ciones y auto representaciones nos enteramos Recorridos: de Martínez Zuviría a dentro de la institución lite- por ejemplo de César Tiempo raria y por el cual hacer circular discusiones en materiales, contenidos y proce- torno a la entrega dimientos que dan cuenta de de premios litera- los modos de escribir y de las rios: “El premio César Tiempo, Martínez Zuviría y preocupaciones de cada época. Jockey Club Hugo Wast: polémicas creo que no se le debe otorgar a Martínez Estrada. Escuchame: lo que me decís de tus impedi- Sería, simplemente, una enormidad mentos de orden económico no abonan en (…) ya le dieron treinta mil pesos absoluto tu originalidad. (…) Yo, personal- moneda nacional. (…) Me parece una mente, estoy agarrado por el pescuezo por mis injusticia, sencillamente. En cuanto a obligaciones materiales –el alquiler, la luz, Eichelbaum, me parecería justo que se el gas, el almacenero, el lechero, el verdulero le diera. Justo, por sus méritos y justo (…) A eso trato de llegar ahora: a decirte por su pobreza, por la digna pobreza que antes que tu pan o que tu estómago en que vive y trabaja fervorosamente está tu espíritu. Vos no sos un soldado de la en este país donde el trabajo intelec- economía. Sos un soldado de las letras. (…) tual, la creación artística, no merecen Un abrazo fraterno y… coraje la menor atención” (carta a César Elías Castelnuovo Tiempo, 18 de mayo de 1934). Mien- (Elías Castelnuovo, carta a César Tiempo.14 tras que otras cartas nos permiten de junio de 1942; el subrayado es mío) conocer las distintas posiciones que los autores presentan en torno de la rela- ción entre los escritores y la Univer- Si bien en las distintas obras de César sidad y el sentimiento de grupo que Tiempo puede observarse un fuerte compartían y que Tiempo se empe- compromiso político y religioso y

484 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

una clara posición antifascista, quizás de la intolerancia es atentar contra lo donde mejor pueda verse esta posición propiamente argentino.10 sea en su libro La campaña antisemita Pero además Tiempo señala allí los y el Director de la Biblioteca Nacional, malos servicios de la Biblioteca, la escrito en 1935 y editado por la Dele- sorprendente ausencia de lo que ésta gación de Asociaciones Israelitas de la debería poseer. Sin embargo, como Argentina (D.A.I.A). Tiempo denuncia señala Horacio González “su intención las novelas antisemitas de Hugo Wast, no es eficientista sino producir una seudónimo de quien en ese momento crítica que duela al director. Y para se encontraba al frente de la Biblioteca un hombre puntilloso como Martínez Nacional, Gustavo Martínez Zuviría Zuviría, nada (entre los años 1931 y 1955). peor que hacer La polémica entre Tiempo y Zuviría ocupó, durante la década del notar la falta de Zuviría parece haber alcan- veinte y el treinta, diversos cargos de algunos libros zado los diferentes espacios enorme jerarquía, convirtiéndose en fundamentales. de la Biblioteca Nacional. un personaje de gran relevancia para Dice González: Cada sala, cada espacio en la la época y resultando a su vez enor- “Todo el panfleto Biblioteca lleva un nombre memente representativo del contexto de Tiempo destila y también éstos han sufrido de aquellos años.9 En 1935, bajo su una teatralidad múltiples cambios y mudanzas seudónimo Hugo Wast, publica El de gran pole- que resultan a su vez represen- Kahal y Oro, donde se describen ciertas mista (…) pero tativas del contexto político y actas de un plan judío para dominar al al mismo tiempo cultural de cada momento. mundo. Allí se dice: “la judería, ved, arroja una luz quiere dominar al mundo” y también: impresionante sobre la realidad de la “¡Católicos del mundo! ¡Uníos! Cuidad Biblioteca Nacional y el modo en que vuestras naciones. La Sinagoga no ésta revisaba las interpretaciones de la parará hasta verlas destruidas y avan- historia nacional a partir de un archi- zará como una serpiente que traga todo vismo de vastos alcances”.11 a su paso y que sólo se detendrá cuando ya haya ceñido con su cuerpo al globo y se reencuentre con su propia cola”. La Biblioteca, los espacios El libro de Wast tuvo una altísima recep- y los nombres ción entre el público lector porteño y puede pensarse que sus ficciones y las La polémica entre Tiempo y Zuviría novelas El Kahal y Oro en particular, parece haber alcanzado los diferentes fueron literalmente verosímiles porque espacios de la Biblioteca Nacional. eran culturalmente aceptables. Cada sala, cada espacio en la Biblio- César Tiempo dice en su libro sobre teca lleva un nombre y también antisemitismo de Zuviría: “los escri- éstos han sufrido múltiples cambios tores argentinos asistimos con sorpresa y mudanzas que resultan a su vez al silencio del Parlamento Nacional representativas del contexto político ante la conducta de un funcionario y cultural de cada momento: entre los público que no trepida en conver- años 1979 y 1984, durante la direc- tirse en agente provocador al servicio ción de Horacio Hernán Hernández, virtual de la barbarie nazista”. Y agrega designado director por la última dicta- que defender lo argentino sobre la base dura militar, se dio a la Hemeroteca de

485 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

486 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

la Biblioteca Nacional el nombre de Si en 1935, Tiempo denunciaba la “Martínez Zuviría”. Y varios años más campaña antisemita del director de tarde, entre 1997 y 2000 y durante la la Biblioteca Nacional, en 1996, dirección de Oscar Sbarra Mitre, se llegaban a nuestra Biblioteca todos eligió una de las salas de Dirección del los documentos del escritor que hoy primer piso de la Biblioteca Nacional se conservan en el Archivo, formando para que llevara el nombre “César parte de esta institución con la cual el Tiempo”.12 De esta manera hasta hace poeta en su momento se enfrentó. muy poco teníamos a ambos contrin- A través de la lectura de los manus- cantes nombrando diferentes espacios critos de Tiempo podemos observar de nuestra Biblioteca. Sin embargo los múltiples combates de este escritor esto fue modificado un año atrás: en contra el fascismo y el nazismo así mayo del año 2010, y bajo la gestión como también su lucha por integrarse de Horacio González, se reemplazó el a la comunidad porteña. Y los mismos nombre “Gustavo Martínez Zuviría” manuscritos de este escritor parecerían por el de “Ezequiel Martínez Estrada”. haber continuado la misma lucha: La sala de Dirección aún conserva el víctimas de diversas mudanzas, dete- nombre “César Tiempo”. nidos en un depósito, deambulando por diversos espacios, a la espera de encontrar su lugar. Los manuscritos: nuevas y viejas mudanzas Tres escenas de mudanzas entonces. La historia de las mudanzas, del La primera: nuestro escritor, como propio Tiempo, de sus nombres y de muchos otros inmigrantes llegados al los espacios no parece haber termi- país en aquellos tiempos, debe mudarse nado. Y el itinerario del escritor pare- con menos de un año, desde Ucrania cería haber sido continuado por sus a la Argentina. Más tarde, él mismo manuscritos en un recorrido repleto elige “mudarse” el nombre, produ- de ironías: Tiempo no reunía sus ciendo así un nuevo comienzo: nace papeles de trabajo y su correspon- César Tiempo y más tarde Clara Beter. dencia en un archivo, sino que solía Algunas mudanzas son traumáticas, guardar las cartas que recibía entre pero otras enormemente estratégicas y los libros de su biblioteca. En un seductoras. Años después, Tiempo se momento dado, debido a la necesidad enfrenta a otro personaje que también del escritor de mudar su domicilio y ha optado por “mudarse”, muy estra- careciendo de un lugar para guardar tégicamente, el nombre: Martínez su enorme biblioteca, sus manuscritos Zuviría, o Hugo Wast, y el antisemi- debieron pasar largo tiempo en un tismo que desarrollaba desde la direc- depósito hasta llegar a formar parte ción de la Biblioteca Nacional. del Centro de Estudios Nacionales Segunda escena: Zuviría y Tiempo (CEN). Finalmente, en 1996, los nombrando diversos espacios de documentos fueron recibidos, como nuestra Biblioteca. Las características parte de una donación del CEN, a la políticas y culturales de cada contexto Biblioteca Nacional, constituyendo el quedan reflejadas en las elecciones Archivo César Tiempo. de cada nombre para cada espacio.

487 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

Se cambian, se mudan los nombres a quienes estamos interesados, recorrer dando cuenta de los cambios políticos de la mano de este poeta, estratega y y culturales: la Biblioteca, sus espacios “soldado de las letras” el itinerario de y sus nombres, resultan así represen- aquellos años. Nos da la oportunidad tativos de la tendencia política domi- de desentrañar los avatares y las luchas, nante en cada período. las bromas y los pensamientos de este Tercera y última escena: los manus- escritor y todo un grupo de intelec- critos del escritor, como el propio tuales, acercándonos al clima político Tiempo, se enfrentan también a y cultural de aquella época. un recorrido repleto de mudanzas: pasando de su biblioteca a un depósito y desde el Centro de Estudios Nacio- (*) El artículo es parte de una inves- nales a nuestra Biblioteca. Una vez tigación más amplia sobre la corres- más: las mudanzas a veces son traumá- pondencia de César Tiempo, que se ticas (imaginemos: nuestros papeles se desarrolla en el marco del Área de Inves- pierden, se ensucian, se lastiman), pero tigaciones de la Biblioteca Nacional también pueden abrir un abanico de posibilidades: el archivo César Tiempo (**) Licenciada en Letras. Área de Inves- en la Biblioteca Nacional nos permite, tigaciones, Biblioteca Nacional.

NOTAS

1. César Tiempo,“Paseo alrededor de los demás”, “Suplemento Literario” de La Opinión, Buenos Aires, 10, XII, 1972, pp. 6-7. 2. Ronald Chaves [Elías Castelnuovo], “Prólogo a la primera edición”, en: Beter, Clara [César Tiempo o Isarel Zeitlin], Versos de una…, Buenos Aires, Rescate, 1977, p.11. Seguimos las apreciaciones de Estelle Irrizarry en su artículo “El argentino César Tiempo y sus Versos de una…”, en: Beter, Clara [César Tiempo o Isarel Zeitlin], Versos de una…, Buenos Aires, Rescate, 1977. 3. César Tiempo [Israel Zeitlin], “La historia de este libro contada por César Tiempo”, en: Beter, Clara [César Tiempo o Isarel Zeitlin], Versos de una…, Buenos Aires, Rescate, 1977, p.80. 4. Eliahu Toker, 1997, “César Tiempo, poeta bendito”, Buenos Aires esquina sábado. Antología de César Tiempo, Buenos Aires, Archivo General de la Nación, 1977, p.12. 5. David Viñas, Grotesco, inmigración y fracaso, Buenos Aires, Corregidor, 1971, p. 47. Puede verse sobre este aspecto el trabajo del profesor Leonardo Senkman “César Tiempo: la integración judeo- argentina”, La identidad judía en la literatura argentina, Buenos Aires, Pardes, 1983. 6. César Tiempo, “Salimos”, Buenos Aires, 1980, p. 7; el subrayado es mío. 7. César Tiempo, Mi tío Scholem Aleijem y otros parientes, Buenos Aires, Corregidor, 1978, p. 36; el subra- yado es mío. 8. Seguimos el trabajo de Paula Croci “Correspondencias literarias”, en: Claudia Kozak (comp), Deslindes, Buenos Aires, Beatriz Viterbo, 2006, p. 91. 9. Zuviría fue Diputado Nacional de la Provincia de Santa Fe entre los años 1916 y 1920 y recibió, en 1925, el Premio Nacional de Literatura por su novela Desierto de Piedra. En 1937 ocupó la presidencia de la Comisión Nacional de Cultura, en 1945 fue nombrado interventor Federal en Catamarca y en 1943 desempeñó el cargo de Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación. Zuviría manifestó en todo momento su convicción católica con objeto de “cristianizar el país y extirpar las doctrinas del odio y el ateísmo”: fue Presidente de la Comisión de la Prensa del Congreso Eucarístico Internacional realizado en Buenos Aires en 1934. El masivo apoyo a este evento da cuenta de la enorme influencia de la Iglesia Católica y de la adopción del catolicismo como “ideología nacional”. Sobre Gustavo Martínez Zuviría, su polémica con Tiempo y el contexto de aque- llos años puede leerse el artículo de Darío Capelli “La polémica Tiempo/ Wast”, a quien seguimos en este trabajo. (Darío Capelli,“La polémica Tiempo/ Wast”, en: Viñas, David (dir.), López, María Pía (comp.), La década Infame y Los Escritores Suicidas - 1930 -1943, Buenos Aires, Paradiso, 2007, p.203.

488 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

10. César Tiempo [Israel Zeitlin], La campaña antisemita y el Director de la Biblioteca Nacional, Buenos Aires, D.A.I.A, 1935, p.45. 11. Horacio González, “Bibliotecología y antisemitismo: la época de Hugo Wast”, Historia de la Biblioteca Nacional. Estado de una polémica, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2010, p. 136; el subrayado es mío. 12. Datos gentilmente aportados por Mario Tesler, responsable del Archivo Institucional Histórico de la Biblioteca Nacional.

BIBLIOGRAFÍA

Capelli, Darío, “La polémica Tiempo/ Wast”, en: Viñas, David (dir.), López, María Pía (comp.), La década Infame y Los Escritores Suicidas - 1930 -1943, Buenos Aires, Paradiso, 2007. Croci, Paula, “Correspondencias literarias”, en: Claudia Kozak (comp), Deslindes, Buenos Aires, Beatriz Viterbo, 2006. Chaves, Ronald [Elías Castelnuovo], “Prólogo a la primera edición”, en: Beter, Clara [César Tiempo o Isarel Zeitlin], Versos de una…, Buenos Aires, Rescate, 1977. González, Horacio, “Bibliotecología y antisemitismo: la época de Hugo Wast”, Historia de la Biblioteca Nacional. Estado de una polémica, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2010. Irrizarry, Estelle, “El argentino César Tiempo y sus Versos de una…”, en: Tiempo, César [Israel Zeitlin], Versos de una…, Buenos Aires, Editorial Rescate, 1977. Senkman, Leonardo, “César Tiempo: la integración judeo-argentina”, La identidad judía en la literatura argen- tina, Buenos Aires, Pardes, 1983 Tiempo, César [Israel Zeitlin], La campaña antisemita y el Director de la Biblioteca Nacional, Buenos Aires, D.A.I.A, 1935 —, Mi tío Scholem Aleijem y otros parientes, Buenos Aires, Corregidor, 1978. —, “Paseo alrededor de los demás”, “Suplemento Literario” de La Opinión, Buenos Aires, 10, XII, 1972. —, “Salimos”, Buenos Aires, 1980. Toker, Eliahu, “César Tiempo, poeta bendito”, Buenos Aires esquina sábado. Antología de César Tiempo, Buenos Aires, Archivo General de la Nación, 1997. Viñas, David, “El escritor vanguardista”, Literatura argentina y realidad política. De Sarmiento a Cortázar, Buenos Aires, Jorge Álvarez, 1964. —, Grotesco, inmigración y fracaso, Buenos Aires, Corregidor, 1971. Wast, Hugo [Gustavo Martínez Zuviría], El Kahal y Oro, Buenos Aires, Thau Editores, 1944.

489 490

Mastronardi, el gran lector Por Agustín Alzari (*)

Inesperada, antojadiza e ingrata ha resultado siempre la anonimia de los papeles. Muchas veces la lectura cuidadosa de un texto literario se esconde de forma silenciosa, sepultada bajo los escombros del tiempo y los avatares de la vida privada. Ese desconoci- miento, esa lectura latente que no será actualizada jamás, porque nadie sabe a ciencia cierta de la exis- tencia de esa primera interpretación. Si algo signa la curiosa epístola exhumada por Agustín Alzari en el presente artículo es la capacidad que tiene la crítica como discurso de la anticipación. La anticipación, casi profética en los años treinta, de la impresión de lectura que cuenta, anecdóticamente, el poeta y crítico Carlos Mastronardi a su amigo César Tiempo acerca de Los siete locos de Roberto Arlt. La suspi- cacia de la lectura, la valoración de la escritura arltiana, que no tendrá interlocutores fiables hasta la operación emprendida por Contorno décadas después. En el presente artículo, Alzari contextualiza y exhuma la escritura íntima como escenario en el que se filtran las impresiones críticas de un lector. Mastronardi comparte una experiencia de lectura, que queda sepultada en la esfera de lo privado, en la carta enviada al amigo, para luego ser recuperada en el contexto de debates en torno a la escritura arltiana. Impresiones del contexto de publicación de la novela de Arlt, que entran en tensión: desde la escritura inti- mista de los años treinta, al libro publicado como intervención en el debate crítico de los sesentas. La carta de Mastronardi a Tiempo, leída a la luz de su ensayo sobre Arlt publicado en sus Formas de la realidad nacional (1961) plantea las indisolubles relaciones entre crítica y vida. LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

La figura del escritor entrerriano arrancar a Mastronardi de su letargo, Carlos Mastronardi suele aparecer obligarlo precipitarse en esa crítica junto a una acotada y exquisita cons- febril, intuitiva, lo es sólo a medias. telación de pares, que a la vez son sus Primero, porque la correspondencia amigos: Jorge Luis Borges, a quien impone otro valor a la escritura, que lo unieron largas caminatas por la no es el de la prosa, menos aún el de Buenos Aires de los años veinte; Juan la poesía, pero sobre todo porque no L. Ortiz, de su mismo pueblo, Guale- debe confundirse una decisión estética, guay, con el que conformó un extraor- de escritor, en definitiva, un método dinario polo poético en aquel paraje de trabajo, con un temperamento. durante la década del treinta y Witold Deducir una cosa de la otra es una Gombrowicz, el escritor polaco exiliado tarea por demás azarosa. Esta carta, en Buenos Aires, al que conoció y escrita en 1930 por un Mastronardi frecuentó desde los cuarenta, y a quien, de 29 años de edad, a los pocos meses según Emma Barrandeguy, Mastro- de editada la novela Los siete locos, lo nardi dedica su poema “El Forastero”. revela menos como escritor que como Sin embargo, contrariamente a como lector. Lo cual no es un dato menor. cabría suponer, los campos gravitacio- “A veces creo, escribió Borges, que los nales de estos enormes astros literarios buenos lectores son cisnes aun más no lograron sacarlo de su centro. La tenebrosos y singulares que los buenos mansa persistencia de Mastronardi autores”. en el trabajo sobre la materia de sus En menos de una página, con la poemas, ese método riguroso, obse- llaneza de una charla apasionada, sivo, le ha bridando un lugar particular Carlos Mastronardi realiza un sumario en la historia de la poesía argentina. Su de los argumentos que a lo largo de Obra Completa, editada este año por casi noventa años han mantenido a la Universidad Nacional del Litoral, Arlt siendo lo que es, el novelista más no solo repone sus tan indispensa- original, fascinante, enigmático e influ- bles como inhallables poemarios, sino yente de nuestra literatura. Sumergido que revela, en algunos de sus varios en la pura contemporaneidad, el gran “inéditos”, como el caso del poema lector entrerriano anticipa los posibles “La libreta de bolsillo”, la asombrosa avatares de la obra. En su afirmación de actualidad de su estilo. lo irreductible del mensaje de la novela Trabajo, método, rigor, obsesión, (“sus personajes no son símbolos netos tales son las coordenadas que cifran el y pulcros, no representan el Bien total universo de Mastronardi. Resultaría ni el Mal entero. Tienen de todo.”) se sencillo, desde este punto de vista, cifra la imposible –y por ello mismo contraponerles las primeras líneas que siempre deseada– apropiación de le escribe a su amigo César Tiempo la novelística arltiana por parte del sobre Los siete locos: “Ahora le escribo Partido Comunista Argentino. Por bajo un signo de influjo demencial. otro lado, “lo sucio que puede leerse” Acabo de leer –lectura frenética– la en la novela no molesta a Mastro- novela desconcertante de Arlt. Me nardi. Se emociona al ligarla, con sus parece un libro asombroso...”. Pero peculiaridades, a la tradición del gran lo que a primera vista pareciera un realismo, a la obra de ese campeón de mérito propio de Roberto Arlt, esto de la novela que es Balzac. Quedando de

491 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

este modo a un paso de la lectura que Barrandeguy y Amaro Villanueva. El veinticuatro años más tarde harían, rol que César Tiempo junto a Carlos quizás para siempre, los denuncialistas Mastronardi tuvieron como primeros en el segundo número de Contorno. editores e impulsores de Juan L. Ortiz “No se queda en lo anecdótico, escribe aparece en innumerables momentos a su amigo César Tiempo, casi conclu- de su correspondencia (incluso algo yendo el tema Arlt, sino que traza se menciona en esta carta que presen- planes de hombres, categorías. Él tamos). En tren de reconstruir esa mismo –visible en Erdosain– busca “sociabilidad comunista”, ese tránsito intensamente una total justificación de ideas y de literatura –tarea para de su ser. A cada rato se desdobla, se la cual el Archivo Tiempo tiene un analiza urgentemente”. Esa conciencia valor inmenso–, apareció esta carta desdoblada que retorna continua- que, como todo desvío que se precie, mente sobre sí misma es lo que David contiene y restituye algo inimagi- Viñas, y muy posteriormente César nable: que Carlos Mastronardi cayó, Aira –partiendo, claro, de diferentes en 1930, bajó el influjo demencial planos y con otras derivas–, coincidi- de Arlt, intuyó su novedad, y tuvo a rían en llamar el “Monstruo” arltiano. mano un papel y un amigo a quien El efecto anticipatorio de todas estas contárselo. afirmaciones –aunque no pareciera ser una voluntad prospectiva la que guía sus reflexiones–, la novedad que repre- (*) Universidad Nacional de Rosario - senta esta instantánea de lectura sufre CONICET la desaceleración del método Mastro- nardi, a la que se suma el paso del tiempo, para terminar conformando, casi desdibujada, el ensayo “Roberto Arlt”, incluido Formas de la realidad nacional, editado recién en 1961. Es decir, cuando ya la discusión sobre Arlt ya está formalizada. Mastronardi compensa allí ese destiempo con el relato de un precioso recuerdo que lo sitúa junto a Arlt en una lechería, una madrugada de 1926, aguardando a que salieran, de la misma imprenta, en el mismo día, los ejemplares de El juguete rabioso y de Tierra amanecida. Son, como es sabido, los primeros libros de Roberto Arlt y de Carlos Mastronardi. La carta, por último, funciona dentro del vasto conjunto de correspondencia que mantuvo César Tiempo con esa suerte de “internacional entrerriana” que componen Juan L. Ortiz, Emma

492

494

Desventuras de las estatuas porteñas Por Mario Tesler

Desde la Grecia antigua hasta el barroco europeo, desde la estatuaria ceremonial del culto religioso hasta el recurrente “convidado de piedra” que anuncia la tragedia y muerte del héroe, el rol de las estatuas y de los monu- mentos ha resultado definitorio en la cultura occidental. A veces como instrumentos de celebración o alabanza, a veces como recor- datorios de la finitud del hombre, el culto a las estatuas ha tenido una notable relevancia en la formación de la identidad las comuni- dades nacionales. Mario Tesler despliega en el presente trabajo, un recorrido a través del mapa urbano de la Ciudad de Buenos Aires, indagando acerca de las múltiples interac- ciones entre diversos monumentos y esta- tuas con coyunturas políticas de la historia nacional. La investigación de Tesler apunta a reconstruir cómo las voluntades intempes- tivas y los escándalos obligan a estos objetos mudos e inamovibles a expresarse a partir de su incansable peregrinación por el paisaje urbano. A partir del cruce entre las huellas dejadas en la ciudad y las alteraciones mate- riales, entre los discursos, los chismes y la miscelánea anecdótica, Tesler ofrece una aproximación estética y arquitectónica del “bosque de ladrillos” LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

Nuestro primer monumento en Segundo de Agüero, se propuso el 18 Buenos Aires fue construido en 1811 de mayo al Congreso General Cons- y ubicado en la Plaza de la Victoria, tituyente de las Provincias Unidas del parte de la actual Plaza de Mayo. Río de la Plata construir una fuente La obra fue realizada por el alarife de bronce en la Plaza 25 de Mayo. Francisco Cañete. En sus memo- La iniciativa quería homenajear a los rias o diario, Juan Manuel Beruti la hombres autores y no a los hechos. recuerda como la Gran Pirámide que La idea de Rivadavia no prosperó, decora la plaza Mayor. pero entre idas y vueltas el Congreso Reunido el Cabildo en su Sala Capi- procuró una alternativa y terminó tular el 5 de abril de 1811 decidieron sancionando insólitamente lo opuesto, levantar en media plaza una Pirámide. la ley dispuso que: Al día siguiente comenzó la excavación para echar los cimientos y las tareas En la Plaza de la Victoria se levan- finalizaron en vísperas de la primera tará a costa del tesoro nacional un conmemoración del 25 de mayo. monumento, que subrogando al que A este monumento primero se lo hoy existe, perpetúe la memoria del llamó Columna de Mayo, después glorioso día 25 de Mayo de 1810, y Columna del 25 de Mayo, Altar de la la de los ciudadanos beneméritos… Patria y también Altar de la Libertad, pero sólo perduró el último de éstos: Cumplido el año de dicha disposi- Pirámide de Mayo. ción, Rivadavia renunció a su cargo de De acuerdo con las condiciones presidente y la ley no se efectivizó, la económicas de la época, la Pirámide Pirámide no fue demolida. de Mayo fue una obra construida con El primer director de la Biblioteca austeridad, sin embargo simbolizó el Nacional, José Antonio Wilde, sumó acontecimiento que celebraba mejor su adhesión al propósito de cambiar que en las etapas posteriores cuando la Pirámide por otro monumento, en fue sometida al paladar del rastacue- su libro Buenos Aires desde setenta años rismo de los funcionarios. atrás editado en 1881 dijo: Del rastacuerismo porteño también habla el edificio del Cabildo de Buenos La plaza de la Victoria, como es de Aires, de cuya construcción original suponer, no tenía en aquellos años queda muy poco: sufrió estoicamente ni un solo árbol; más tarde en el amputaciones y pomposos agregados, centro de ese inmenso cuadro, que para satisfacer el exhibicionismo de parecía tanto mayor por su completa negación de lo hispano colonial. Luego desnudez, se elevaba la pirámide vino el arrepentimiento y para expiar que simboliza nuestras glorias, pero culpas antepasadas hasta se le adosaron que hoy ya forma contraste por su construcciones similares en su estilo pobre estructura con las construc- que nunca habían existido. ciones que la rodean. Ya en 1826 la Pirámide estuvo a El 10 de junio de 1826 el Congreso punto de ser reemplazada. Por inicia- Nacional sancionó la construcción, en tiva del presidente Bernardino Riva- vez de la actual pirámide de ladrillo, davia y refrendado por su ministro de un monumento de bronce en el de Gobierno, el presbítero Julián centro de la plaza, con esta inscrip-

495 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

ción: “La República Argentina a los consideraron, con algunas diferencias, autores de la revolución en el memo- que la Pirámide original había sido rable 25 de Mayo de 1810”. profanada; uno de éstos enfatizó agre- Esperemos que el buen gusto y nuestros gando que el feísimo revestido actual no legisladores realicen pronto la obra. pertenece a la historia ni a la nación. Contribuye a explicarse lo de feísimo El deseo de transformar la Pirámide revestido si se sabe que, gracias a de Mayo quedó latente y lo inter- la noticia publicada por diario La pretó El Orden, en su edición del 16 Tribuna del 20 de abril de 1872, se de abril de 1856. Por entonces los iniciaron el día anterior los trabajos de edificios que rodeaban la Pirámide refacción en la Pirámide de la Plaza de ostentaban -dice la publicación- una la Victoria. arquitectura hermosa y atrevida lo que hacía necesario: “embellecer nuestra Toda la parte de la Pirámide que pirámide, para de esta manera evitar está blanqueada actualmente va a ser su humildad que contrasta con la gran- pintada al óleo imitando el mármol deza del acontecimiento que recuerda, es blanco. decir procurar una transformación más La estatua de la Libertad que se digna de su origen” halla colocada en la cúspide será Este comentario periodístico no fue toda ella dorada. espontáneo sino lanzado para avalar Las guirnaldas o coronas de laureles al Concejo Municipal, en su decisión que están modeladas de relieve en los de autorizar a la Municipalidad y al cuatro lados de la Pirámide serán Jefe de Policía a efectuar las preten- pintadas [de verde] también al óleo, didas mejoras. imitando laurel. Concluidas las obras, la primitiva Pirá- Los rayos que representan el sol mide quedó totalmente oculta dentro naciente y que se hallan igualmente de la nueva construcción, coronada en modelados en los lados de la Pirá- la cúspide con una estatua colosal de la mide, van a ser dorados. libertad, el escudo de las armas de la Las cuatro estatuas que descansan patria y cadenas rotas a sus pies; de las sobre las cuatro esquinas de la base, cuatro caras a la que mira al naciente serán pintadas imitando el bronce. le colocaron un sol y a cada una de las Los escudos argentinos colocados otras una guirnalda de laureles. actualmente de vuelo en los cuatro El escultor Joseph Dubourdieu fue el costados de la Pirámide, van a ser encargado de realizar la estatua central, pintados [de colores] e incrustados en que debía simbolizar a la Libertad, y la Pirámide misma. modelar en cemento las otras cuatro, representativas de las Artes, las Cien- Las cuatro estatuas de cemento hechas cias, el Comercio y la Agricultura que por Joseph Dubourdieu que a partir de en la Pirámide fueron colocadas en los 1872 aparecieron pintadas, imitando ángulos de su base. ser de bronce, fueron sustituidas en En 1883 Bartolomé Mitre, Domingo 1875 por otras de mármol sacadas del Faustino Sarmiento, Vicente Fidel Banco de la Provincia de Buenos Aires, López, José Manuel Estrada, Nicolás ubicadas en la parte superior del frente Avellaneda y Ángel Justiniano Carranza de su edificio. Estas estatuas, cuya

496 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

autoría se desconoce, fueron adqui- mente por la actual; su levantamiento al ridas en un taller italiano y representan nivel del terreno de la plaza, la restitución la Geografía, la Astronomía, la Navega- de los peldaños y las rejas antiguas y el ción y la Industria. cambio de los tres escudos argentinos La tentativa de demolición total de la de los laterales, conforme a lo sancio- Pirámide sugerida por el intendente nado por la Asamblea de 1813. Torcuato de Alvear el 18 de septiembre Las propuestas fueron canalizadas por de 1883 a los presidentes de ambas la Municipalidad. Los expedientes con cámaras del Congreso Nacional, llevó la iniciativa pormenorizada fueron el debate a un primer plano de la sometidos a consideración de la Comi- opinión pública. sión Nacional de Museos, Monu- El proyecto fue discutido y se votó mentos y Lugares favorablemente, tanto en la Cámara de Históricos, y ésta A fin de poder ubicar el Diputados como en la Cámara de Sena- los derivó, para su monumento conmemorativo dores, la erección, en el centro de la unión dictamen, a una proyectado, cuya ejecución de las plazas 25 de Mayo y Victoria, de subcomisión inte- fue aprobada por decreto una columna de bronce que conmemore grada por Rómulo presidencial del 19 de marzo los sucesos, que elevaron a la República Zavala, Guillermo de 1907, en 1912 la Munici- Argentina al rango de Nación Soberana. Furlong, Ramón palidad llamó a concurso para Entre las opciones de algunas persona- J. Cárcano y el traslado de la Pirámide lidades consultadas predominó la de Ricardo Levene. de Mayo. La tarea consistía consentir la demolición ya que con sus En lo referente en llevarla sobre carriles a revestimientos y agregados, de la que fue al traslado de la su nueva ubicación, distante objeto la primera Pirámide, se desnatu- Pirámide y su 63,17 metros de la anterior, ralizó en su origen y significado. restitución a su el recorrido se efectuó en Pero la columna de bronce votada no estado primitivo, noviembre y comenzó a las se levantó y esta desacreditada Pirá- en el dictamen 11:15 horas del día 12 y fina- mide permaneció incólume, hasta producido el 14 lizó a las 14:30 horas del día después de la celebración del Cente- de mayo de 1945, 20 del mismo mes. nario de la Revolución de Mayo. dijeron: A fin de poder ubicar el monumento conmemorativo proyectado, cuya Estiman los suscriptos que estas dos ejecución fue aprobada por decreto últimas innovaciones serían de todo presidencial del 19 de marzo de 1907, punto inconvenientes y que corres- en 1912 la Municipalidad llamó a ponde a la Comisión Nacional concurso para el traslado de la Pirámide dejar constancia de su oposición por de Mayo. La tarea consistía en llevarla tratarse de un asunto que excede los sobre carriles a su nueva ubicación, límites de una simple restauración y distante 63,17 metros de la anterior, provocar críticas muy justificadas. La el recorrido se efectuó en noviembre y Pirámide primitiva fue cubierta con comenzó a las 11:15 horas del día 12 el material que forma la pirámide y finalizó a las 14:30 horas del día 20 actual hace ya muchos años, con su del mismo mes. forma actual ha sido ya conocida por Otras mudanzas de la Pirámide se inten- varias generaciones y sería difícil y taron en la década del 1940: dejar al delicado despojarla exactamente de descubierto la primitiva, cubierta total- su revestimiento para devolverle su

497 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

aspecto primitivo. En cuanto a su tras- con los arquitectos Rafael De Luca y lado cabe observar que la colocación Héctor G. Peña primitiva de la Pirámide en la parte Además, los informantes cuanto oeste de la plaza, está muy justificada aseveran pudieron comprobarlo gracias porque esa mitad de la plaza actual a las tomas fotográficas que de la fachada formaba antiguamente la Plaza de del Banco de la Provincia de Buenos la Victoria separada por el antiguo Aires habían efectuado Antonio Pozzo edificio de la Recova, de la parte Este y Christiano Junior, antes del retiro de que correspondía a la Plaza de Mayo. las estatuas; de sus ubicaciones en los Desaparecida la Recova, el centro de cuatro ángulos de la Pirámide de Mayo la plaza formado con ambos terrenos, contaron con iguales documentos foto- corresponde al lugar que ahora ocupa gráficos de Christiano Junior y Samuel la Pirámide y no existe razón para Pablo Rimathé. trasladarla a otro sitio. La Pirámide Estévez y Huergo propusieron a la fue trasladada al centro de la plaza Intendencia Municipal que las estatuas (el sitio que hoy ocupa), para que el fueran ubicadas en el Museo Histórico monumento conmemorativo de la Nacional, teniendo en cuenta el sufi- Revolución de Mayo fuera construido ciente valor histórico que las acreditaba. sobre aquélla. Una versión aun no comprobada indica que por el año 1920, estas fueron vistas La suerte de las estatuas corrió por en un museo municipal de escasa dura- otros andariveles. Existe un informe ción instalado en la calle Corrientes. que data del año 1938, producido por En 1964 José María Peña las registró José Estévez y Luis A. Huergo, respon- en un depósito municipal, en tanto se diendo a un pedido de la Intendencia encontraba abocado a una tarea de rele- Municipal sobre dónde se encuentra la vamiento. Esta circunstancia favoreció reja que circundaba a la Pirámide de la suerte de las piezas, que en 1968, Mayo y las cuatro estatuas, en el que engalanaron la entrada de carruajes respecto a éstas dicen: del Palacio del Consejo Deliberante con motivo de una exposición. Que existen en el Parque Saavedra Peña siguió ocupándose especialmente cuatro estatuas de mármol que repre- de estas estatuas y por su gestión, sentan la Navegación, la Industria, durante la intendencia de Saturnino la Geografía y la Astronomía, que Montero Ruiz, hoy se las ve en línea son las mismas que fueron retiradas frente a la Basílica de San Francisco, de la parte superior de la fachada en la plazoleta homónima ubicada del Banco de la Provincia de Buenos en una esquina de las calles Alsina y Aires para ser colocadas en 1875 en Defensa. A estas piezas se les inter- la Pirámide de Mayo. caló árboles de tilo, de manera tal que lucen plenamente tan sólo cuando en Para averiguar el paradero de éstas, la época invernal éstos pierden sus el recorrido por plazas y parques de grandes hojas acorazonadas. Buenos Aires y las consultas al personal El monumento que se erige o la estatua que por el año 1910 prestaba servicios que se coloca representan el momento en la Municipalidad, es decir la tarea genuino en el cual se decidió la glorifi- de campo, Huergo y Estévez contaron cación o una reparación póstuma. Por

498 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

humilde que esta sea su conservación Carrizo. …una verja… no admiten revestimientos o amplia- Borges. …sí una verja de hierro, sí. Y ciones, cuando esto ocurre los agre- luego, no sé por qué elevaron la estatua, gados carecen de valor. Esto ocurrió agregaron alegorías… Era mucho más con la estatua a José de San Martín. lindo antes. Y estaba San Martín, con el Realizada por Louis Joseph Daumas brazo extendido. Porque enfrente estaba ésta estatua fue colocada sobre una la estatua de Falucho, y la gente decía base de mampostería revestida de que San Martín pedía:“Sáquenme mármol blanco e inaugurada el 13 de este negro de enfrente”. Efectivamente, julio de 1862, en la remodelada Plaza sacaron la estatua de Falucho, y está de Marte (rebautizada a partir de 1878 ahora… creo que cerca del Pacífico, con el nombre de Plaza San Martín). en Palermo, ¿No? Y entonces Lugones En una conversación con Antonio dijo: “El negro, justamente relegado al Carrizo, durante los meses de julio y suburbio congéner”. Muy de Lugones. agosto de 1979 por Radio Rivadavia, Esos epítetos un poco rebuscados de Borges se refirió a aquella estatua Lugones. Sí. ecuestre de José de San Martín que los paseantes dejaron de poder contem- Cuando los preparativos para festejar el plar a partir del 27 de mayo de 1910. centenario de la Revolución de Mayo, la Ley 6.286 indicaba que entre los Carrizo. Jorge Luis Borges publica en monumentos a erigirse en la Plaza San 1929 Cuaderno San Martín. Martín uno de estos se debía levantar Borges. Sí. a los Ejércitos Carrizo. Curiosamente, hace muy de la Indepen- El monumento que se erige o poco tiempo, una editorial ha publi- dencia. Pero la estatua que se coloca repre- cado un tiraje especial de aquellos como rondaba en sentan el momento genuino cuadernos que le dieron el nombre algunas mentes en el cual se decidió la glori- a su libro. Con un texto de Mujica la idea que todo ficación o una reparación Láinez. debía ser enjae- póstuma. Por humilde que esta Borges. Sí. Había cuadernos San zado al paladar sea su conservación no admiten Martín, el cuaderno Belgrano y de la moda revestimientos o ampliaciones, el cuaderno Laprida. Que tenían europea vigente, cuando esto ocurre los agre- estampas distintas. No. Laprida no. se decidió apro- gados carecen de valor. Carrizo. Sí, había cuadernos vechar el monu- Laprida. Había carpetas, con hojas mento a San Martín y adosarle escenas para poner. con alegorías en bronce, no de mármol Borges. Sí, yo recuerdo, sí. Podían ser como dice Borges, y dar por cumplido azules o rojos. Y en el cuaderno San con lo establecido por ley. Martín, estaba la imagen de la vieja Así a la estatua que lucía de él su estatua de San Martín. Que era actitud de conductor en batalla, se le mucho más linda. Porque no había antepuso una figura mitológica y a la todas esas alegorías de mármol… base se la encerró con once relieves y Carrizo. Claro, que fueron agregadas cuatro grupos alegóricos referidos a los después. ejércitos patrios. Borges. Estaba la estatua. Y luego La estatua al cabo segundo Antonio había una… Ruiz, conocida por su apodo como

499 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

la Estatua a Falucho o La del negro lleva su nombre; en cambio se procedió Falucho fue originalmente ubicada a modificar su posición en 1937. en la Plaza San Martín, en el trián- En diciembre de 1965 Carlos Alberto gulo formados por las calles Florida, Erro, presidente de la Asociación Charcas y la Avenida Santa Fe. Cultural Argentina para la defensa Esta obra de Lucio Correa Morales y superación de Mayo, solicitó al fue trasladada de su primer emplaza- Gobierno un nuevo traslado. Según miento, no porque la gente decía que el presidente de ASCUA casi nadie San Martín pedía: “Sáquenme este negro sabía dónde estaba la estatua y por esta de enfrente”, como le fabuló Borges a razón pedía su reubicación en un lugar Antonio Carrizo. Tiene más asidero céntrico, donde esté a la vista del pueblo. pensar que a los de la zona molestaba Como lo vio Arturo Jauretche, en este la estatua del negro Falucho. Ahora se pedido de Erro no aparece la verda- encuentra en una plazoleta, ubicada dera intención. entre la Avenida Santa Fe, la calle Fitz Para inaugurar la reubicación se orga- Roy y el nacimiento de la calle Luís nizó una sencilla ceremonia llevada María Campos. a cabo el 24 de abril de 1958. A la Aunque muchos años hubo de esperar, estatua se le cambio el basamento San Martín no quedó definitivamente original, diseñado por el propio solo en su plaza. Producido el derroca- Torcuato Tasso, por otro encargado a miento del gobierno constitucional de José Fioravanti, y se la emplazó sobre Juan Domingo Perón en septiembre la plazoleta Juvenilia, lindante con la de 1955, el gobierno de facto entre Plaza San Martín. otros aspectos de renovación esta- En la oportunidad Erro señaló tuaria, afines al nuevo proyecto polí- respecto al nuevo lugar que se le asig- tico cultural, encaró el traslado de naba como gesto lógico en el Gobierno la estatua de Esteban Echeverría y el de una revolución que reclamó el retorno levantamiento del monumento a Justo a la línea de Mayo-Caseros como obje- José de Urquiza. tivo fundamental. Por iniciativa de Enrique de Vedia se A su libro Los profetas del odio y la yapa había instalado en la comunidad educa- Arturo Jauretche le agrega en 1967 un tiva del entonces Colegio Nacional estudio sobre la colonización pedagógica, Central (hoy Colegio Nacional de donde se ocupa del último traslado de Buenos Aires) la idea de brindar una la estatua a Echeverría diciendo: estatua a algún poeta argentino. El elegido fue Echeverría y en 1895 Bajo el gobierno de Aramburu se Torcuato Tasso se ofreció a realizar trasladó la estatua de Echeverría, gratuitamente la obra. Una comisión conforme a las exigencias de la línea se encargó de procurar los fondos y de Mayo-Caseros a su actual emplaza- suplir al Estado que se mostró mezquino miento en la esquina de Charcas y a la hora de hacer frente a los gastos. Florida. […] Usted puede constatarlo La obra se inauguró el 27 de octubre de fácilmente ya que el emplazamiento 1907 y a pedido fue emplazada en los céntrico fue deliberadamente buscado, jardines de Palermo. Por reclamos en y lo pueden constatar especialmente contra se desistió en 1923 de trasladarla los jefes y oficiales del ejército o de la al barrio de Caballito, donde una plaza marina, porque está a menos de cien

500 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

metros de sus círculos respectivos, tal Stefens Soler, que comentando esa vez para aleccionarlos. monstruosidad escultórica con que Urquiza ha entrado a Buenos Aires, Desde Filo, contrafilo y punta, opina dijo el otro día el mejor juicio que Jauretche que no es casualidad que se puede hacer sobre el Gran Entre- ahora lo hayan traído a Echeverría a una rriano: Urquiza tiene la estatua que esquina tan bien como Florida y Charcas se merece. y agregó con ironía: está en el lugar que se merece, cosa que había explicado en Es que tanto el monumento a Urquiza agosto de 1960, desde el periódico como el de Juan Manuel de Rosas y Nuestro Pueblo. Para Jauretche, Eche- el de Domingo Faustino Sarmiento verría desempeñó un rol igual al de fueron ubicados aquellos jóvenes universitarios, por él en lo que fueran Es que tanto el monumento apodados fubistas, que hacen de la cues- los alrededores a Urquiza como el de Juan tión de ser o no ser del país un problema del Caserón de Manuel de Rosas y el de de coquetería intelectual. Rosas dejando Domingo Faustino Sarmiento Bordeando la Plaza San Martín y entrever, en cada fueron ubicados en lo que frente al Círculo Militar, se encuentra caso, una delibe- fueran los alrededores del otra plazoleta que lleva el nombre de rada significación Caserón de Rosas dejando Cándido de Lasala. En este pequeño triunfalista contra entrever, en cada caso, una espacio se encontraban tres bronces, el enemigo. deliberada significación triun- uno de Nicolás Gulli, El chico y la De estos tres falista contra el enemigo. gallina, y los otro dos, Grupo infantil y monumentos el L´acquaiolo, de Vicente Gemito. primero en ser puesto en el Parque 3 de A decir verdad El chico y la gallina es el Febrero o jardines de Palermo fue el de apodo que recibió la escultura de Gulli Sarmiento en el año 1900, a partir de lo colocada en 1911, su autor la había cual sufrió todo tipo de críticas y aten- llamado Bromas que matan. En cuanto tados, comenzando por sus acérrimos a las de Gemito, L´acquaiolo fue admiradores y siguiendo por aquellos realizada en 1881 y el Grupo infantil elementos irracionales, convencidos probablemente en fecha próxima. que le ganaban la batalla al hombre Las tres obras recibieron por años el público dañando su monumento. beneficio de la admiración pública sin Carlos Pellegrini y Paul Groussac distinción de edades, hasta que desapa- en 1898 fueron al taller de Augusto recieron del lugar; una de ellas se sabe Rodin para ver la estatua de Sarmiento. fehacientemente que fue robada. Groussac le formuló a éste no sus reparos Y aprovechando Jauretche que debió sobre la obra, sino que le expuso su idea hablar del traslado de la estatua de de que tratándose de una estatua icónica Echeverría dejó una referencia irónica o de retrato debía ser la biografía plástica y punzante, en el artículo publicado y condensada del personaje. Sin atender en Nuestro Pueblo, a la calidad artística estas opiniones Rodin dejó de lado las del monumento más irritante a los observaciones y plasmó su interpreta- ojos de los revisionistas rosistas: ción del personaje. La obra de Rodin llegó de Francia a Esto del lugar que Echeverría se Buenos Aires en el año 1900 y la inau- merece se lo he robado a Carlos guración del monumento tuvo lugar el

501 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

25 de mayo de ese año. Ni bien cayó el lienzo que lo cubría comenzaron las protestas de aquellos que pretendían ver en la estatua a un doble del perso- naje. Las manifestaciones se tornaron virulentas y la obra hubo de perma- necer custodiada por la fuerza pública. Groussac aprovechó el clima de disconformidad y dijo cuanto quiso de la obra y su autor desde las páginas del diario El País. En su columna Notas Semanales, el domingo 27 de mayo del 1900 contó su encuentro con Rodin y de cómo hubiera sido correcto realizar la estatua. En tono mayor le refutó el artista Eduardo Schiaffino desde El Diario, pero esto lejos de amilanar a Groussac le confirió mayor agresividad a su réplica y le salió al cruce llamando a Schiaffino pintamonas harto de rechi- flas y del Sarmiento de Rodin juzgó que es un monigote de bronce, al que considera sentenciado por la opinión unánime y sólo mantenido en su sitio por la fuerza armada, juzgando imprescin- dible reemplazarlo por un Sarmiento satisfactorio y artístico. En años posteriores y cuando se reme- moraba algún hecho protagonizado por Sarmiento, o cada 11 de septiembre, aniversario de su fallecimiento, se reite- raban los cuestionamiento a esta obra artística. A partir de 1955 cambian los protagonistas y la forma de agredir a este monumento, ya no son los discon- formes con la interpretación artística del personaje sino los enemigos del hombre público que, vuelta a vuelta, pintarrajeaban el monumento con leyendas y dibujos ofensivos, o de su figura destruían cuantas partes les era posible. Tantas fueron las restaura- ciones necesarias que ya nada queda de Fuente Catalana, fotografía de la cabeza original de Rodin. Duilio Belli También se encuentra en el Parque 3 de Febrero la escultura en mármol blanco

502 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

llamada Ofrenda floral a Sarmiento, Cuando este dirigente de la juventud ubicada no muy lejos de la anterior. Fue peronista y fundador de las Fuerzas hecha por el escultor Emilio Edmundo Armadas Peronistas se enfrenta, Peynot en 1915. En el diario porteño durante el gobierno constitucional de Última Hora del 21 de abril de 1920, Arturo Illia, con los líderes gremiales que bajo el epígrafe Notas del arte de la esta- no se avienen a la compra de armas y tuaria, se hizo saber a los lectores que hacen sentir su gran poder de moviliza- esta obra por una lamentable incuria, ha ción como poder político dentro del movi- permanecido hasta ahora encajonada y miento peronista, opta por una singular olvidada en el local que en Palermo tiene acción directa: organiza una serie de la dirección de paseos públicos, anun- “atentados” simultáneos contra las esta- ciando que dentro de breve plazo ador- tuas de Sarmiento en el aniversario de la naría uno de nuestros paseos. muerte de uno de los últimos caudillos No hay registros de cuándo este bajo federales, el “Chacho” Peñalosa. relieve fue ubicado inicialmente en el A diferencia de los militantes socialistas Parque Chacabuco, pero esta obra de y comunistas, en nuestro medio los Peynot recién se inauguró oficialmente anarquistas inauguraron esta práctica el 9 de septiembre de 1938, o sea 18 años de atentar violentamente contra esta- después de lo informado por Última tuas y monumentos para expresar sus Hora y a 23 de realizada. Ese mismo día protestas; el mítico Miguel Arcángel La Nación anunciaba el acto y su reali- Roscigno fue uno de ellos. zación frente a la pérgola del Rosedal. Metalúrgico y herrero calificado, En otra parte de la misma edición indi- Roisgno fue uno de los anarquistas caba como punto de reunión para los expropiadores, reputado como El as entre alumnos y estudiantes el Monumento ellos, de los cuales se ocupó Osvaldo de los Españoles (en realidad La Carta Bayer. De sus aventuras, tal vez entre Magna y Las Cuatro Regiones Argen- las que le propor- tinas de Agustín Querol). El matutino cionaron menos A diferencia de los militantes fundado por Mitre al día siguiente dio fama, se cuenta socialistas y comunistas, en cuenta que en el acto además de las que, sumado a la nuestro medio los anarquistas autoridades fueron llevados alrededor campaña de agita- inauguraron esta práctica de de 50.000 estudiantes. ción internacional atentar violentamente contra Pero no todos fueron homenajes, por la condena a estatuas y monumentos para en forma conjunta con los ataques muerte de Sacco expresar sus protestas; el mítico al monumento a Sarmiento, el bajo y Vanzetti, en la Miguel Arcángel Roscigno fue relieve Ofrenda floral a Sarmiento fue noche del 22 de uno de ellos. muchas veces blanco de bombas con julio de 1927 hizo alquitrán disparadas por chauvinistas, estallar dos bombas, una de estas contra clericales o guerrilleros sin armas. el monumento a George Washington En la extensa nota biográfica que en el Parque 3 de Febrero. Laura Ehrlich dedicó a Envar Cacho El Por el estallido de estas dos bombas Kadri, para su inclusión en el Diccio- fueron allanadas las viviendas de nario biográfico de la Izquierda Argen- los anarquistas, de igual tendencia, tina, aparece un párrafo que lo vincula Severino Di Giovanni y la de los con algunas de las agresiones a las esta- hermanos Scarfó. Por entonces Di tuas de Sarmiento. Giovanni escribía e imprimía el perió-

503 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

dico Culmine, donde Paulino Scarfó Lisandro de la Torre; así este gobierno redactó la crónica de cómo se hicieron dictatorial podría enrostrarle a la civi- estallar estas dos bombas. lidad el haber cancelado la deuda que También en la ya citada edición del ella mantenía con el caudillo radical y diario porteño Última Hora del 21 el líder demócrata progresista. de abril de 1920 se daba cuenta que Cabe recordar, ya se verá la razón; que ocho estatuas habían llegado de París, Yrigoyen fue un hombre alto y corpu- entre ellas -según Última Hora- la de lento. En las caminatas desde la Casa Caperucita Roja y el Lobo. Esta estatua Rosada a la Catedral Metropolitana cándida de mármol blanco es obra de para asistir a la celebración del perió- José María Carlus y su nombre original dico tedéum, las fotos lo registraron es Le petit chaperon. rouge. sobresaliendo entre los demás por su Confirma Enrique Mario Mayocchi dimensión. Una de sus alumnas en la que la rebautizada Caperucita Roja Escuela Normal de la Avenida Córdoba y el Lobo lució primero en Barrancas al 1900, donde él era profesor, me de Belgrano y que no es leyenda el refiero a Alicia Moreau, en conversa- hecho luctuoso por el cual fue trasla- ción con Blas Alberti lo recordó así: dado. Ubicada en el descenso de las barrancas -recuerda este historiador del Hipólito Yrigoyen era un hombre Barrio de Belgrano- una niña jugando imponente, alto, erguido, muy buen se subió a ella, cayó y se mató. El 1º de mozo, no de cara linda pero impo- septiembre de 1937 fue reinstalada en nente, un hombre que se imponía. Le la Plaza Lavalle. acompañaban todos sus gestos. Porque Para dar lugar a una maqueta trasfor- hay hombres altos y buenos mozos que mada en mezquina estatua a Hipólito no tienen el gesto lleno de energía y de Yrigoyen, en 1972 Caperucita Roja y el convicción que él tenía… Lobo fue trasladada y reubicada en la Plaza Sicilia, del Parque 3 de Febrero, Ahora volvamos a las vicisitudes por mirando hacia la Avenida Sarmiento. las que pasó la intensión de levan- Desde 1971 hasta 1973 por imposi- tarle un monumento a Irigoyen y en ción de las Fuerzas Armadas estuvo a qué terminó. cargo del gobierno nacional el general La ley que ordenaba la erección del Alejandro Agustín Lanusse. Desde su monumento a Yrigoyen fue sancio- función Lanusse buscaba conformar nada y promulgada el 6 de septiembre un acuerdo nacional para la apertura de 1946 y en ésta se indicaba expre- política que permitiera a las Fuerza samente que consistiría en la figura del Armadas restañar viejas heridas con prócer en escala cíclope y debiendo ser algunos sectores de la ciudadanía. emplazado en el cruce de las avenidas Para lograr este objetivo conciliador de Mayo y 9 de Julio. Se llamó a los hombres de Lanusse procu- concurso y de acuerdo a los trabajos raron realizar actos que favorecieran presentados se lo declaró desierto, su proyecto político y en materia convocándose a uno nuevo. de monumentos su delegado en el En este segundo concurso hubo diez gobierno municipal de Buenos Aires, maquetas finalistas, entre ellas estaba Saturnino Montero Ruiz, se ocupó de la del escultor Pedro Ferrari. Las erigir uno a Hipólito Yrigoyen y otro a maquetas estaban confeccionadas en

504 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

escala 1:10. Cumplida la etapa de una pequeña maqueta se transformara selección se desistió de realizar la elec- en monumento. ción y se vuelve a declararlo desierto, La inauguración se llevó a cabo el 12 de llamándose a un tercer concurso; octubre de 1972, oportunidad en la cual especificando en esta oportunidad se escucharon voces de protesta sobre su que ya su emplazamiento quedaba a tamaño. Más que la figura de Hipólito convenir según se juzgue conveniente, Irigoyen la estatua parece mostrar a uno pues en el cruce de las avenidas de de los enanitos Mayo y 9 de Julio se levantaría el de Blanca Nieves El mausoleo con los restos monumento al descamisado. reemplazando a de Bernardino Rivadavia La idea de un monumento a Yrigoyen Caperucita Roja y fue originalmente proyec- vuelve a ser impulsada por los radicales el Lobo, tema de la tado para su instalación no al en 1956 y, curiosamente, dicen que estatua anterior. ras del suelo sino sobre una honrarlo es un deber ineludible de la También el 19 de buena elevación, pero el 3 de Revolución Libertadora. En 1960 por mayo de 1973 fue septiembre de 1932 se lo ubicó decreto se dispone la integración de inaugurado, en la en la Plaza Miserere o Plaza una nueva comisión para lo que sería intersección de la Once. Ahí está el mausoleo y el cuarto llamado a concurso, pero la Avenida Roque sus dos grandiosas estatuas, designación de los miembros recién Saenz Peña con el Moisés mirando al sur y al es autorizada en 1965. Nuevamente las calles Esme- norte el joven representando una ley de 1972 autoriza a la Muni- ralda y Perón, el La Acción. Este mausoleo cipalidad a erigir el monumento y la bronce represen- viene sirviendo de soporte para facultó para designar una nueva comi- tando una actitud escribir todo tipo de leyendas sión encargada del nuevo concurso. de Lisandro de la de carácter político partidista Enterada la viuda de Pedro Ferrari de Torre. Esta obra y ahora también como carte- esta nueva instancia, ofreció donar de Carlos de la lera de ofertas sexuales arance- aquella maqueta escogida entre las Cárcova está ladas y venta de drogas. diez mejores del segundo concurso. cerca de donde El intendente Montero Ruiz aceptó la De la Torre se suicidó el 5 de enero de propuesta de Amelia B. de Ferrari, dejó 1939: Esmeralda 22. sin efecto el nuevo llamado a concurso Abelardo Arias en Intensión de Buenos y designó para su ubicación un cantero Aires opina de Rogelio Yrurtia que es de la Plaza Lavalle, sobre la Avenida el más grande de los escultores argen- Córdoba entre las calles Libertad y tinos. Tres son las obras importantes Talcahuano, donde estaba la estatua de Yrurtia sobre las que se muestra la de Caperucita Roja y el Lobo. incomprensión de quienes tienen la La pequeña maqueta de aproxima- facultad de decidir sobre su instala- damente 1.50 metro de altura no ción, conservación y lucimiento. fue llevada a escala ciclópea, como se El mausoleo con los restos de Bernar- disponía en la ley de marras, en cambio dino Rivadavia fue originalmente se conservó su reducida medida al efec- proyectado para su instalación no al ras tuarse el vaciado a la cera perdida. No del suelo sino sobre una buena eleva- debe haber muchos antecedentes en la ción, pero el 3 de septiembre de 1932 historia de la estatuaria, que después se lo ubicó en la Plaza Miserere o Plaza de tantos llamados a concurso un Once. Ahí está el mausoleo y sus dos intendente hubiera decidido per se que grandiosas estatuas, el Moisés mirando

505 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

al sur y al norte el joven represen- lo denominaron Plaza Suipacha. A tando La Acción. Este mausoleo viene muy corta distancia lo cercaron con sirviendo de soporte para escribir todo árboles de jacarandá, cuyas copas tipo de leyendas de carácter político terminaron por impedir la vista de partidista y ahora también como carte- buena parte de la obra. lera de ofertas sexuales aranceladas y A pesar de tener un basamento de casi venta de drogas. nueve metros de altura, las alegorías a la Hay en las esquinas de Suipacha y Fatalidad, con su serpiente simbólica, Viamonte y Defensa y Humberto 1º y a la Historia, colocadas en los flancos dos espacios libres, que no responden del monumento, permanecen oscure- a caprichos edilicios sino a necesidades cidas y cuando se las divisa aparecen de la época. Estos dos espacios fueron abrazadas por las ramas de los árboles. escogidos para lucimiento de otras Que el grupo escultórico Canto al dos obras de Yrurtia: el monumento Trabajo en la Plaza Dorrego, de a Manuel Dorrego y el grupo escultó- Defensa y Humberto 1º, desde el año rico Canto al Trabajo. 1927 vivió allí cansado buscando espacio Yrurtia realizó sus obras de grandes abierto que le diera aire y perspectiva dimensiones para ser exhibidas en las corre por cuenta del poeta Víctor Luis llamadas plazas Molinari, su queja formulada desde la Quienes los domingos por secas, procurando revista Lyra fue recogida por Ricardo la mañana concurrían a las así mejor luci- Llanes en Antiguas plazas de la ciudad reuniones informales de fila- miento desde la de Buenos Aires. telistas y numismáticos bajo el perspectiva. Pero En la Plaza Dorrego, antigua San famoso ombú del Parque Riva- cuando les llegó Telmo o Alto de San Telmo donde se davia, al ingresar por la avenida el momento del detenían las carretas, lució por años el homónima encontraban a un ¡que me importa! Canto al Trabajo. Es innegable que su costado una hermosa mujer no hubo contem- traslado, a una de las pequeñas plazo- desnuda e inclinada, tomando plación con ellas. letas de las avenidas Paseo Colón e agua de un pequeño surtidor. El monumento a Independencia, le brindó una perspec- La figura de mármol blanco Manuel Dorrego tiva envidiable, solamente superada y de tamaño algo superior que mereció entre por el entorno paisajístico que acom- al natural, se encontraba ahí otros halagos un paña al monumento de Bourdelle en desde 19 de julio de 1931. particular estudio homenaje a Carlos María de Alvear, Pero un domingo de abril de de Antonio erigido en la Plaza Intendente Alvear 1970 ingresando al parque los Dellepiane sobre en octubre de 1926. concurrentes notaron que el su significación Pero pronto al grupo escultórico entorno había sido alterado, la artística, histórica Canto al Trabajo se le sustrajo en estatua ya no estaba. y filosófica, publi- parte el beneficio del traslado: lo cado en 1925, rodearon con enormes tipas de amplia fue totalmente desarmado en 1992. copa, que proyectan sombra sobre él Durante la gestión del intendente y se interponen a su plena aprecia- Carlos Grosso, en 1992 se proyectó ción desde cualquiera de las alejadas construir en el lugar una playa de esta- veredas circundantes. En esto también cionamiento subterránea que no pros- mostraron carencia de idoneidad los peró. Con el tiempo el monumento a funcionarios municipales encargados Dorrego fue reinstalado y a ese recodo de los espacios públicos.

506 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

Quienes los domingos por la mañana de La Fuente de la Doncella. Pero a concurrían a las reuniones informales poco de colocado el templete a la de filatelistas y numismáticos bajo el Virgen de Luján, el 5 de noviembre de famoso ombú del Parque Rivadavia, 1969 remitieron al Intendente Muni- al ingresar por la avenida homónima cipal un pedido de traslado firmado encontraban a un costado una hermosa por la Junta Coordinadora de la Parro- mujer desnuda e inclinada, tomando quia Santa María, la Liga de Padres de agua de un pequeño surtidor. La Familia, y la Comisión Pro-monu- figura de mármol blanco y de tamaño mento a la Virgen de Luján. algo superior al natural, se encontraba Desconociendo la preexistencia en el ahí desde 19 de julio de 1931. Pero un parque de La Fuente de la Doncella, domingo de abril de 1970 ingresando argumentaban los peticionantes que al parque los concurrentes notaron este desnudo femenino ha sido y es que el entorno había sido alterado, la objeto de frecuentes vejaciones y que hoy estatua ya no estaba. choca encontrar una figura que por las El monumento a Washington antes y Esta obra ha sido donada por los bajas inclinaciones humanas, suscita las después del estallido residentes catalanes en Buenos Aires. Llamada por su autor Joseph Llimona Brughera La Fuente de la Doncella, habitualmente se la conoce como la Fuente Catalana. La Comisión de Homenaje a la Argentina y el escultor pensaron en el Rosedal de Palermo para su ubicación, pero se cambio de parecer prefiriendo como lugar el nuevo Parque Rivadavia (antes conocido como Parque Lezica) por carecer de adornos y las autori- dades municipales lo aceptaron. Varias décadas después en este parque y en la misma línea de La Fuente de la Doncella, pero en su extremo lindante con el Colegio Normal Estanislao S. Zeballos, se colocó una estatua que simboliza a la Madre, donada por el Club de Leones de Caballito. Al poco tiempo en el otro extremo del parque, lindante con la calle Doblas, se levantó un templete a la Virgen de Luján. Vade retro que se esperaba la oportu- nidad entre quienes no podían aceptar en una misma línea a la Madre Celes- tial y a la madre terrena y en medio de ellas, aunque a mucha distancia, a otra que se trata de un desnudo. Los leones no cuestionaron la cercanía

507 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

actitudes poco decorosas ya mencionadas. davia cierta estatua, famosa por su Llama la atención que esta situación “realismo” su “autenticidad”, como no haya sido advertida meses atrás se dice ahora. La escultura representa cuando se instaló a la Madre Celestial una mujer junto a una fuente. Estaba y a la madre terrena, antes de ubicarlas demasiado al alcance de la mano. en la misma línea del desnudo. Los pintores aficionados, escultores La nota da como alternativa un tras- de ocasión, improvisados escritores y lado de dicha estatua, o bien a un paraje otros incultos ciudadanos abusaban menos notable del mismo Parques Riva- de su confiada proximidad. El señor davia, o mejor, a otra zona de la ciudad Intendente accedió a mis deseos dado como podrían ser los bosques de Palermo, caso de que dicha figura, abundante donde entre obras de arte del mismo en rasgos anatómicos, desdecía de la género hallaría ubicación. alegoría a la Madre y al Templete Por entonces el delegado del gobierno dedicado a Nuestra Señora de Luján, dictatorial a cargo monumentos ambos situados en los Concebida su obra en términos de la Intendencia alrededores. Queriendo practicar la realistas e incursionando con cuidadoso de la cortesía, fuimos a visitar dicha estatua brevedad en la psicología salud moral del al Parque 3 de Febrero. Efectiva- de los personajes, los peores pueblo -concepto mente la encontramos [en el depósito juicios hacia su producción que pertenece a municipal] y nos asaltó una duda de conjunto no provienen de los peticionantes- ¿cómo pasará aquí el invierno, sin que aquellos enrolados en el arte mandó la obra a la más leve túnica proteja su cuerpo? abstracto, que menosprecian los depósitos de Miramos alrededor y nos tranquili- todo cuanto no es una repre- su jurisdicción zamos. Cerca dos ninfas cubiertas de sentación simbólica, sino del en el Parque 3 de ausentismo sostenían una vieja fuente lado político partidista, parti- Febrero. y no parecían pasarlo mal, dada cularmente del nacionalismo María del la sonrisa dibujada en sus rostros. popular. Esto debido a la Carmen Magaz Hacia la derecha, un señor mayor, estrecha vinculación de Perlotti y María Beatriz de mármol, indiferente. Auguramos con círculos liberales y laicistas Arévalo buscaron a nuestra visitada un merecido y afines a la llamada Revolución en el Boletín descanso… un invierno templadito y Libertadora, con el Club de Parroquial de la amistad de los nuevos vecinos. Leones, el Rotary Club y con la Santa María la corriente historiográfica deno- noticia del logro Los reclamos por el retiro de la obra minada línea Mayo-Caseros obtenido con el no se hicieron esperar y prosperaron. donde anidaban los antipero- retiro de la escul- A los funcionarios municipales de la nistas y antirosistas. tura incitadora dictadura que dispuso el traslado de a los pecados La Fuente de la Doncella les sucedieron carnales. A poco de producirse el hecho aquellos otros que ahora respondían a estas investigadoras encontraron un la nueva orientación componedora y número con la siguiente información, de tinte liberal. sustanciosamente comentada, bajo el A cargo del ministerio de Interior título Traslado: había sido designado Arturo Mor Roig, quien para evitar mayores protestas de Habíamos pedido al señor Intendente la colectividad catalana convino con el Municipal retirase del Parque Riva- Intendente de llevar la estatua a uno

508 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

de los canteros verdes de la Plaza San menosprecian todo cuanto no es una Martín frente a la calle Florida. Esto representación simbólica, sino del lado ocurrió el 13 de noviembre de 1971 político partidista, particularmente del pero el transito de La Fuente de la nacionalismo popular. Esto debido a Doncella no terminó ahí, años después la estrecha vinculación de Perlotti con fue repuesta en el Parque Rivadavia, en círculos liberales y laicistas y afines a la un paraje menos notable del mismo, con llamada Revolución Libertadora, con el lo cual terminó por imponerse una de Club de Leones, el Rotary Club y con las alternativas propuestas por la Junta la corriente historiográfica denominada Coordinadora de la Parroquia Santa línea Mayo-Caseros donde anidaban María, la Liga de Padres de Familia, los antiperonistas y antirosistas. y la Comisión Pro-monumento a la En un breve ensayo sobre Política Virgen de Luján. Nacional y Revisionismo Histórico de En cuanto a Luis Perlotti, autor de la Arturo Jauretche se encuentra una estatua que simboliza a la Madre o a nota a pie de página cuya reproducción la madre terrena, como le llamaron los viene a cuento por aludir a Perlotti, censores católicos a la colocada en le aunque con sorna. Parque Rivadavia, lindante con uno de los muros laterales del Colegio Normal Hay un escultor conocido que todas Estanislao S. Zeballos, ha sido y es las mañanas, al llegar a su taller, y blanco de devaluación entre algunos después de abrir la correspondencia, críticos de arte por haber desparra- le dice a su hermana, que está al pié mado en lugares de Buenos Aires y del de una estantería con la escalera: interior copias o similares. -“Isabel. Bajá dos Sarmientos, tres Hay también estatuas en homenaje a Rivadavias, un Mitre y dos San la Madre en otros lugares públicos de Martines”. Buenos Aires. Sí, es cierto, todas ellas Y en seguida los embala y despacha a son madres gordas, son matronas de las las localidades correspondientes, para sin recursos o de las despreocupadas el también correspondiente homenaje de toda coquetería, respondiendo a la escolar, municipal… o rotariano o imagen en absoluto predominante en leonístico. su época, pero no es cierto que ellas sean todas iguales. Cabe aclarar. Esta alusión aparece en Después de su etapa indo americanista el tratamiento del tema Modificación inspirada en dos libros de Ricardo de la toponimia argentina emprendida Rojas, Eurindia y Silabario de la deco- oficialmente -según él- por decreto y ración americana, Perlotti y sus discí- contra los pasados locales; con razón pulos abordaron modelar y esculpir dice que la repetición constante de los figuras consagradas por la historio- mismos nombres de próceres y lugares grafía liberal y académica. en la arbitraria designación termina Concebida su obra en términos por despersonalizar todas las ciudades, realistas e incursionando con brevedad pueblos y caminos porque nunca la en la psicología de los personajes, los designación es propia, y exclusiva y por peores juicios hacia su producción de consecuencia identificante. conjunto no provienen de aquellos Pero la industria del homenaje se da enrolados en el arte abstracto, que entre los unos y los otros y criticando

509 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

la reiteración en todos los lugares de los tuaba dicho instituto para costear los mismos próceres, que han terminado por gastos. La comisión de homenaje fue hacerlos invisibles, cuenta que: presidida por José Evaristo Uriburu. Designado por la Comisión de Legis- Es algo parecido a lo que John Cooke lación General se refirió al tema el le dijo una vez al general Perón, diputado Carlos Alberto Pueyrredón, hablándole de los excesos de la propa- aunque también lo hizo en nombre ganda personal. “Su retrato general de -son sus palabra- el bloque de la no se ve porque ya forma parte del derecha, para recordar la existencia de paisaje”. Perón lo entendió y lo llamó una deuda de gratitud hacia el eminente a Apold para que oyera… pero como estadista británico, deuda sagrada y de si oyera llover. honor que la tienen también todos los países hispanoamericanos. Los hechos prueban que esto no ha Pueyrredón pidió a los demás legisla- sido exactamente así, pero de cual- dores tener el gesto simpático de echar una quier manera la observación de Cooke mirada retrospectiva y recordar a quienes fue acertada. nos tendieron su mano amiga para faci- Una estatua que lucía en uno de los litarnos nuestra evolución y nuestro lugares más transitados de Buenos Aires progreso. Sin observación, el proyecto fue erigida con la adhesión unánime se aprobó en general y en particular de todos los sectores políticos que en y quedó convertido en ley. En esa el Congreso Nacional tenían repre- ocasión, el diputado Pueyrredón, que sentación parlamentaria; me refiero a llegó a presidir la Academia Nacional al de George Canning. La excepción de la Historia, obvió la documenta- fue un acto de repudio organizado por ción por entonces conocida sobre las un grupo inicialmente escindido del segundas intenciones que impulsaron radicalismo. El mal fin de esta estatua a Canning a apoyar la independencia sobrevino muchas décadas después, al de los países hispanoamericanos. concluir una manifestación de protesta: La Comisión de Homenaje a Canning fue derribada y arrastrada por la calle. encomendó la obra a Alberto Lagos. El Senado de la Nación sancionó el El proyecto aprobado disponía una 28 de agosto de 1934 un proyecto fuente con base alargada y de propor- de ley por el cual se autorizó al Insti- ciones, a realizarse en granito pulido y tuto Argentino de Cultura Británica a tonalidad rojiza obscura. erigir un monumento a la memoria de El centro en forma de cuerpo sobresa- Jorge Canning, en el sitio de la plaza liente y con molduras elegantes pero Británica que determine el intendente sencillas, éste sería elevado para servir municipal. El proyecto fue girado en de pedestal a la estatua de bronce revisión a la Cámara de Diputados y que representaría a Canning. Los tratado en la sesión celebrada los días escudos, de nuestro país a la derecha 29 y 30 de septiembre. y del imperio a la izquierda, irían en Pero el proyecto no solamente contem- bloques laterales y en medio de ambos plaba la autorización, también la apro- la leyenda consagratoria: La Nación bación para que el Poder Ejecutivo se Argentina a Jorge Canning. A uno y suscribiera con la suma de cincuenta otro lado de este epígrafe, las varias mil nacionales a la colecta que efec- ranuras dejarían fluir el agua.

510 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

Estaba contemplado que el conjunto Se trata de lo manifestado en carta del cuerpo reposara sobre una a lord Granville y citado por H. pequeña piscina destinada a recoger Temperley en The later America Policy el agua que emanaría por los verte- of George Canning, seguramente dores del pedestal. olvidado por el diputado Carlos La piedra que se utilizó fue granito, Alberto Pueyrredón en la sesión de la extraído en las canteras de la localidad Cámara de Diputados del 29 y 30 de bonaerense de Sierra Chica. septiembre de 1934, cuando pidió del El monumento fue colocado en la cuerpo legislativo votar el proyecto de Plaza Británica, frente a la Avenida ley para erigirle el monumento. del Libertador, entre Ramos Mejía Impuesto este objetivo de Canning y Madero, teniendo a poca distancia en la política exterior inglesa, sus de su cara posterior la conocida como primeros logros Torre de los Ingleses. en las Provincias El lugar estaba a oscuras. En la tarde del 4 de diciembre de 1937 Unidas del Río Previo a su desconcentración se realizó la ceremonia para develar al de la Plata fueron se efectuó una toma simbólica monumento, con los discursaos y los la segregación de de la Torre de los Ingleses, la honores militares de práctica a cargo la Banda Oriental plataforma de acceso fue seve- del Ejército y la Marina. José Evaristo del Uruguay y ramente dañada, sus vidrios Uriburu habló por la Comisión de el Alto Perú. Los rotos y se prendió fuego en el Homenaje, además del intendente financieros ingleses interior. En ese momento –dice municipal Mariano de Vedia y Mitre, Baring Brothers la crónica de Clarín, publicada el ministro de Relaciones Exteriores, -dice el impreso- al día siguiente se desplegó la Carlos Saavedra Lamas, y el Emba- nos endeudaron bandera del peronismo monto- jador de Inglaterra. sin arriesgar capi- nero y recrudecieron los enfren- La tripulación de la nave de guerra tales, y los comer- tamientos políticos. Exeter representó en la ceremonia a ciantes ingleses se la marina del Reino Unido, para lo apoderaron del manejo de la moneda, de cual por decreto del Poder Ejecutivo la tierra y del comercio exterior. nacional se autorizó el desembarcos Este documento pertenece al grupo de sus 140 tripulantes con bandera Fuerza de Orientación Radical de y armas. la Joven Argentina, o F.O.R.J.A., Por esos días comenzó a ser distribuida en el cual se denunciaba que, cien una hoja impresa titulada Réplica al años después de lo manifestado por Monumento, uno de cuyos ejemplares Canning a Granville, eran ingleses los custodian con celo Natalia González medios de comunicación y transporte, Tomassini y Nicolás del Zotto en el que inglesas son las empresas monopoli- área de Archivos y Colecciones Parti- zadoras del comercio exterior, la mayoría culares de la Biblioteca Nacional, en de las empresas de servicios públicos, las cuyo primer párrafo recuerda que más grandes estancias de la República, Jorge Canning señalaba en 1824 que: las mejores tierras de la Patagonia, todas las grandes tiendas también todas La América Española es libre y si la empresas que rinden dinero y están nosotros los ingleses manejamos protegidas por el Gobierno Argentino, nuestros negocios con habilidad, ella las voluntades que manejan la moneda será inglesa. y el crédito desde el Banco Central, son

511 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

las directivas a que obedece nuestra polí- dadas de la derrota y por ese motivo tica exterior e interior, e inglesa “son” organizaron esta marcha que partió las Islas Malvinas y las Orcadas. desde el Obelisco hacia la Plaza Incorporados los designios de Canning Fuerza Aérea Argentina (como a la política exterior inglesa y obtenido entonces ya se le llamaba a la Plaza sus buenos resultados dice FORJA, en Britania). Los manifestantes distribu- este impreso, que ¡Por eso Canning tiene yeron a la prensa una proclama que una estatua en Buenos Aires!, en razón de en ningún momento pudieron leer a ser el fundador de nuevo coloniaje. raíz del desorden imperante durante Este grupo político, expresión autén- la concentración y la marcha. . tica de la Unión Cívica Radical, Inicialmente la columna estaba inte- al mismo tiempo señaló que para grada por un número que unos diarios lograra imponer esta política inglesa estimaron en 15.000 participantes, en Argentina sólo ha sido posible por la para otros fue de 10.000. Precedida permanente y traidora entrega del país, por ex combatientes, muchos de ellos realizada por nuestra oligarquía. vestidos con los uniformes usados en Al repudiar la erección del monu- la guerra, al llegar a la zona frente a mento a Canning, FORJA llamó a la estación terminal de Retiro comen- luchar contra el enemigo extranjero que zaron a quemar banderas inglesas y invade y contra el enemigo de adentro norteamericanas. que entrega y convocó para el 9 de El lugar estaba a oscuras. Previo a su diciembre a la realización de un acto desconcentración se efectuó una toma en su local de la calle Lavalle 1725, en simbólica de la Torre de los Ingleses, la el que hablarían Raúl Scalabrini Ortiz plataforma de acceso fue severamente y Arturo Jauretche. dañada, sus vidrios rotos y se prendió Bajo el título Incendios y disturbios fuego en el interior. En ese momento durante el acto en la zona de Retiro el –dice la crónica de Clarín, publicada al matutino La Nación publicó el 3 de día siguiente se desplegó la bandera del abril de 1984 una detallada crónica de peronismo montonero y recrudecieron los lo ocurrido en la noche del día ante- enfrentamientos políticos. rior, al finalizar un acto organizado Además, en medio de la llovizna, un por los ex combatientes de Malvinas grupo de manifestante destruyó la y apoyados por juventudes pertene- piscina y el cuerpo sobresaliente sobre cientes a los partidos Justicialista, el que reposaba la estatua de George Intransigente y sectores independientes Canning y a esta se la vio pasar arras- del radicalismo, el Frente de Izquierda trada por la plaza en dirección al Popular, el Movimiento al Socialismo Puerto y con destino desconocido. y el Partido de la Liberación. Desde su Rescatada por elementos de seguridad inició esta diversidad no fue aceptada esta fue trasladada al Departamento de por algunos grupos y se mantuvieron Monumentos y Obras de Artes de la en permanente enfrentamiento. Ciudad de Buenos Aires. Los ex combatientes en la Guerra de Diez años después fue repuesta, el 15 Malvinas, a dos años de haber sido de noviembre de 1994 apareció en la convocados, manifestaron sentirse Plaza Mitre, Avenida Del Libertador y traicionados al no haber recibido Luis Agote, a extramuros de la parte explicación sobre las causas profun- posterior de la embajada inglesa.

512

516

El Libro de Donaciones de la Biblioteca Nacional argentina Por Jorge Díaz y Gustavo Míguez

¿Cómo se puede narrar un origen? Es el interrogante que subyace a la factura del trabajo de Gustavo Míguez y Jorge Díaz, donde a partir del Libro de donaciones de la Biblioteca Pública de Buenos Aires, intentan recorrer los diversos registros y asientos, los nombres propios que contribuyeron mate- rial y espiritualmente en la conformación del fondo inaugural de la biblioteca. Pero a la vez que Míguez y Díaz echan luz sobre las identidades de los donantes, también registran, causal y casualmente, el camino inverso: el pasaje de la biblioteca personal, privada, de lectura individual, al espacio de la Biblioteca pública, común y de lectura colectiva. De modo que el Libro de dona- ciones consigna una radiografía del campo intelectual de la época, de las preferencias librescas de los prohombres de la nación, pero también del canon de lecturas que signaron el temperamento nacional. LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

1 instancia en la “capacidad de imagi- narla que el futuro le devuelve”. Partiremos de una premisa remarcada Uno de los que ha asumido con por Horacio González en su Historia seriedad dichos riesgos es Alejandro de la Biblioteca Nacional: “la consis- Parada. En su libro Los orígenes de la tencia de la fugaz papelería poseída es Biblioteca Pública de Buenos Aires se casi equivalente a la vaguedad esen- indica que los fondos bibliográficos cial de todo documento histórico”. fundacionales se reunieron tanto a Las huellas documentales son, al igual partir de la “incautación perentoria que las marcas en la arena mojada, y coercitiva” como también de las maleables y finalmente efímeras. La múltiples y diversas donaciones reci- tarea del historiador es, en definitiva, bidas por suscripción, publicadas en la reconstructiva. Así establecido, el Gazeta, y que abarcaron tanto bienes investigador se embarca en una hazaña impresos como pecuniarios. Debemos signada por la posibilidad de “recrear reparar en la cuenta de que el acervo los momentos en que un documento recibido se diversificó en tantas direc- fue escrito y percibir el trazo indeleble ciones que ocasionó, concluye Parada, que podría rescatarse de los ojos que una natural “confusión e improvi- originariamente lo han leído.1 sación” al momento de organizar y De acuerdo a lo citado, nuestra llevar registro de aquello con lo que se intención será rastrear esos distintos contaba y aquello que iba ingresando. trazos legados por los hombres de Sin embargo, y por suerte, tenemos a Mayo y proponer una lectura sobre disposición en la Sala del Tesoro de los orígenes de la Biblioteca Pública la Biblioteca Nacional un documento desde la perspectiva de uno de sus testimonial de la época –el Libro de documentos fundacionales: el primer donaciones–, que, en sus limitaciones Libro de donaciones. Ambicionamos, y con sus peculiaridades (las cuales por tanto, rescatar las huellas impresas describiremos más adelante), consti- dejadas por los primeros aportantes de tuye un “una ocasión inmejorable para los fondos bibliográficos para obtener abordar la historia de las prácticas de a partir de las mismas un retrato de lectura en las postrimerías de la domi- la sociedad revolucionada-revolu- nación hispánica”.3 cionaria que dio origen a la Biblio- Sin dudas, los libros donados y teca. Compromiso baqueano harto registrados en el Libro de donaciones difícil si consideramos las vicisitudes conforman a la Biblioteca en sus y peculiaridades de nuestro objeto de inicios. ¿Sería la misma la Biblioteca estudio y su contexto de producción, si se hubiese conformado con otros pues como acota el mismo González libros? Afirmaremos que no, pues al remitirse a la figura icónica de la las donaciones, más allá de revelar fundación: “con las huellas que deja el material de lectura que circulaba Moreno nunca es fácil afirmar que por la Buenos Aires de comienzos de esos rescates y discernimientos [sean] siglo XIX, respondieron a un ideal posibles”.2 Pero el autor mencionado implantado en pos de una emanci- también nos impele a tomar los riesgos pación cultural. El gesto fundacional que nuestro trabajo implica, pues la devela los esfuerzos por plantar en verdad histórica descansa en última estas tierras una nueva patria, y los

517 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

libros donados fueron la arcilla sobre Orellana, la famosa biblioteca jesuita la que el establecimiento pudo ser. El de Córdoba, que desde 1778 dependía Libro de donaciones, por tanto, se erige de la Universidad.6 como un documento testimonial en el Como indicara Hugo Acevedo,7 cual quedaron registrados los azarosos Moreno se venía ocupando de la movimientos que se efectivizaron en fundación de la Biblioteca Pública aquellos tiempos tan convulsionados; desde el mes de agosto de 1810. Efec- de allí que su estudio sea una instancia tivamente, el 22 de agosto esta fechada ineludible para todo aquel quiera la orden de la Junta al Gobernador de rastrear los pormenores de los orígenes Córdoba, Juan Martín de Pueyrredón, de la Biblioteca Nacional. para que encajonara “toda la librería del Obispo Orellana y todos los libros que hubieses de los demás reos, remi- 2 tiéndolos en primera oportunidad, por ser así conveniente al servicio del La Revolución de Mayo manifestó una público, bajo el benéfico objeto a que verdadera dialéctica entre la espada y el esta Junta los ha destinado”.8 libro. Como un claro espejo que refle- Sin embargo, las donaciones volunta- jaba en tierras rioplatenses a la Francia rias existieron y fueron numerosas e de 1789 en toda su magnitud, la importantes. Hayan sido por verda- Biblioteca “nace de la desesperación y dera voluntad patriota o por el mero su contrario, la absurda fe en la ilusión “goce de tomar una actitud altruista”,9 del conocimiento y la ilustración que las donaciones recibidas impresionan brota de las fisuras del tiempo histórico por su diversidad y valor, y propician real”.4 Crearla expresaba de tal forma el una oportunidad sin igual para estu- ideario ilustrado que había movilizado diar qué se leía en el protopaís y, espe- a los hombres de Mayo que Juan Luis cialmente, cuáles eran los libros que, de Aguirre y Tejeda llegó a escribir que dada la censura eclesiástica, se consul- la fundación de la Biblioteca había sido taban de forma marginal. “un acto de mayor trascendencia revo- lucionaria que la propia Revolución”.5 Probablemente producto de los 3 tiempos acelerados que corrían, no todas las donaciones iniciales apare- El Libro de donaciones, que según cieron registradas en el Libro de Groussac estaba “forrado en tafilete donaciones. Existen colecciones que y grabado en ambas caras con guar- formaron parte de la dotación inicial de niciones en oro”, había sido rega- la Biblioteca Pública pero que fueron lado por el vocal de la Primera Junta, detalladas en “textos borradores de don Juan Larrea.10 En sus entradas se notas oficiales, escritos por el Secretario deja constancia del donante y de las de la Primera junta”. Estas colecciones colecciones donadas nombrando al son la Biblioteca del Obispo Azamor autor de cada obra por apellido –en y Ramírez, “quién había donado su ocasiones, nombre y apellido–, título biblioteca a la Curia eclesiástica con el de la obra y cantidad de piezas adqui- objeto de crear una biblioteca pública ridas. También especifica la unidad catedralicia” y la Colección del Obispo de composición del libro, es decir,

518 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

el pliego del papel (folio, en 4to, 4to rollo nº 1650. Cabe mencionar que Real o marquilla, 8vo) y la unidad de dicha transcripción presenta altera- estructura del formato de la obra (tafi- ciones respecto del Libro de donaciones lete, pergamino, pasta, vitela). manuscrito en vistas a realizar una Alejandro Parada escribe que ordenación cronológica correcta. El primero de estos folios, con número (…) al recorrer las páginas del de inventario 032605, comienza con Registro de Donaciones [sic] se la inscripción: “Libros extraídos de observa la riqueza de los libros la librería del colegio de San Carlos, donados. Todas las materias se pertenecientes en parte al mismo encuentran allí presentes: Filo- colegio y en parte al Sr. Chorroarín”. sofía, Religión, Derecho, Economía, Como indica Groussac, debemos a la Pedagogía, Política, Ciencia y Arte amistad de Chorroarín con Don José Militar, Matemáticas y Geometría, A. Miralla la magnífica colección de Astronomía, Botánica, Zoología, clásicos griegos, latinos y franceses Medicina y otras Ciencias Aplicadas, de Bodoni; ediciones que son admi- Arte, Arquitectura, Literatura y rables por la ejecución tipográfica, Teatro, Historia, Viajes, Geografía y aunque carezcan de importancia filo- Biografía.11 lógica, agrega el Director francés13. Signo de ser un folio agregado ad hoc Remarca, inmediatamente a continua- al conjunto del libro, el detallado de ción, la diversidad de donantes, dado la donación de Chorroarín es inte- que están incluidos en el Libro funcio- rrumpido al terminar el primer folio narios, religiosos, militares, abogados, para dar paso al informe de las obras médicos, hacendados, e incluso está faltantes. El título que acompaña a este consignada una donación de “algunos segundo folio es “Obras incompletas comerciantes ingleses”, siendo ésta, por haberse llevado algunos tomos o la acota oportunamente el autor, “la mayor parte”. Las razones de tales faltas primera comunidad extranjera resi- son descritas sólo en algunos casos. dente en Buenos Aires que donó un Podemos citar como ejemplos que: conjunto de volúmenes”.12 • De las obras de Roberto Boyle En lo que respecta a la constitu- en 3 vol. 4to menor, en vitela, ción material de este primer Libro de han llevado los tomos 1 y 2. Donaciones, que llega hasta 1876, los • De la Ciudad de Dios, de primeros siete folios son de un menor San Agustín traducida y con tamaño que el resto y se hallan adhe- notas por Díaz de Bienal en ridos con goma al comienzo del libro. 10 vol. en 8vo, han llevado Si bien dicha nómina, a excepción del 9 vol. dejando solamente por séptimo folio, con fecha de 1812, carece descuido el tomo 9. de datación, se trata en su mayoría de • Del Viaje a la América meri- donaciones realizadas en los primeros dional de Don Jorge Juan y D. meses. Así consta en la trascripción Antonio Ulloa, con las obser- del Libro de Donaciones que apareció vaciones astronómicas, en 5 en la revista La Biblioteca Nacional, tomos, se han llevado 4 tomos, en los años 1944-1945, disponible dejando sólo el tomo 4 por también en versión microfilmada, estar en poder del Rector.

519 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

Como dato curioso, gracias al Libro y adornados de algunos dibujos de cargo y data, control de gastos e copiados de un antiguo palacio de los ingresos llevado a cabo entre 1812 y Motezumas.15 1818 por Chorroarín (documento que lo muestra como administrador Asimismo, en una nota agregada en puntilloso, según señala Luis Pesta- el asiento correspondiente, se hizo rini,14 sabemos hoy que gran parte constar un interés particular por parte del presupuesto inicial de la Bibloteca del Arzobispo; las siguientes palabras Pública (cuyo empuje inicial por parte así lo expresan: de la Junta sufrió un retraimiento tras la desaparición de Moreno) era obte- Y si el Supremo Gobierno se dignase nido gracias a las ventas de los ejem- mandar, que para el mayor adelan- plares repetidos de las donaciones que tamiento del importantísimo estudio se recibían. No es del todo desati- de la mineralogía, se añadiese a nado conjeturar que una razón de los dicha biblioteca un museo de historia “faltantes” consignados en las notas natural; en este caso ofrece el Arzo- del Libro de donaciones sea justamente bispo remitir una copiosa colección este afluente de movimientos mercan- de cristalizaciones de la otra América tiles en tiempos donde los registros y algunas piedras poco comunes.16 eran –por lo menos– desprolijos. En el folio quinto de las páginas Síntoma de desprolijidad, en el folio adheridas, con sello de inventario sexto aparece la donación de Santiago 032602, aparece la “Nota del dona- Wilde, Administrador de la Lotería tivo que el Arzobispo de Charcas Dr. Nacional, fechada en 1812 y firmada Don Benito María Moxo ofrece a la de puño y letra por el mismo donante. Biblioteca pública nuevamente erigida Desprolijidad porque folios más en la Capital de Buenos Ayres”. En adelante aparecerá duplicada la misma el mismo destaca una considerable entrada, con los respectivos asientos. cantidad de obras de historia natural Recordamos a su vez que estas páginas ilustradas, varios volúmenes dedicados fueron adheridas al comienzo del Libro a describir la flora de Perú y Chile y y generan un desfasaje cronológico numerosas obras de teología y filo- entre 1810 y 1812, pues es con el folio sofía. Citamos como ejemplo La vida que le sigue a esta donación de 1812, de los ilustres Filósofos, de Diógenes que lleva por título “Donativos de Laercio, con los comentarios de Isaac libros hasta fines del año 1810”, con Casaubon y otros sabios, Amsterdam el que se abre propiamente el Libro de 1708, 1 tomo en 4to, en griego y latín donaciones. “con los retratos de los mismos filó- El primer asiento retoma los volú- sofos, y otros personajes de la anti- menes cedidos por Chorroarín, quien güedad”. El Arzobispo donó también “hizo donación de todos sus libros una importante dotación de entregando desde luego todos aquellos de que carecía la Biblioteca”. Destacan […] 20 medallas de plata gravadas en entre las obras donadas: México por el célebre Don Jerónimo - Tito Livio, sus obras de la magnifica Gil en un hermoso cajón embutido edición de Drakembork, 7 tomos en de varias maderas de Nueva España 4to. Menor.

520 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

- Virgilio, Juvenal, Lucrecia y Clau- resultado de dicha generosidad queda diano ad usum delphini, 4 tomos en plasmado en el simple hecho de que 4to menor. “las listas de libros donados por estas - El famoso Viaje al Estrecho de personas son las más interesantes (pues Magallanes, escrito por Gamboa, 4to fueron seleccionadas ad hoc)”.18 menor. La biblioteca de Vicente Echeverría Finaliza la donación de Chorroarín es paradigmática no sólo en cuanto a con la inscripción la cantidad de obras entregadas sino por el increíble valor de las mismas. El resto numeroso de sus libros (a Nacido en Rosario en 1768 y de desta- excepción de unos pocos que reservó cada actuación durante la década que para su uso) los unió con los sobrantes siguió a la Revolución de Mayo, por de la biblioteca [del Colegio San consejo de Belgrano fue nombrado Carlos], y han servido para los ministro de la Real Audiencia para cambios que se han hecho con las reemplazar a los oidores realistas que librerías de los regulares y con otros fueron expulsados. Propietario de una particulares.17 de las mayores bibliotecas del Río de la Plata, entre su valiosa donación de Se apreciará que, si bien a priori es obras constan: natural considerar que lo que se dona • Grocio, El derecho de la guerra es lo que sobra o ya no se quiere en y de la paz, traducido por nuestra casa, algo de lo cual “nos libe- Barbeirac. 2 tomos 4to meor, ramos”, el caudal enorme y valioso de en francés. donaciones registradas en el Libro de • Platón, Sus obras traducidas donaciones prueba que a la regla siempre por Dardi Bembo. 3 tomos 4to la atraviesan y trascienden distintas menor en italiano. excepciones. Tal es el caso ejemplar • Pico Della Mirandola, Opera de Belgrano, Chorroarín, Echeverría Omnia. En folio. y O’Gorman, quienes “ofrecieron sus libros para que la Biblioteca Pública Finalmente, encontramos en esta se quedase con lo que necesitaba”. El donación la anotación del incunable

521 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

De historiis aetatum mundi (1493), Asúa, era un “«autor testigo» de cierto de Hartmann Schedel. Ciertamente tipo de cultura científica, ilustrada, este es un dato de altísimo valor, dado literaria y típica de los salones o las los pocos registros que en general hay tertulias”.19 Y así lo evidencia el que sobre la adquisición de los incunables. encontremos entre los libros corres- pondientes a la donación Chorroarín y del Colegio de San Carlos 13 volú- 4 menes de la Historia natural general y particular (Madrid, 1791-1805, Suma importancia para la realiza- traducción de Clavijo y Fajard). Por ción de nuestra investigación cobró el otra parte, es sabido que Chorroarín libro de Miguel de Asúa La ciencia de le pidió dos mil quinientos pesos al Mayo, publicado en 2010, por dar una Triunvirato en marzo de 1812 para extensa descripción de las dotaciones que Manuel Aguirre comprara libros iniciales que nutrieron los fondos en Londres. En la lista pensada para bibliográficos de la Biblioteca Pública el encargo figuraban, nos cuenta Asúa, en lo que refiere a los libros científicos “todas las obras de Buffon, además que circulaban durante la Revolución de las de René-Antoine de Réaumur, de Mayo. De modo que ha sido funda- Stephen Hales, Jean Baptiste Biot y mental el libro de Asúa para ayudarnos Joseph-Louis de Lagrange”.20 a identificar y clasificar algunos de los Otro “autor testigo” del despliegue volúmenes que integran los asientos y cultural de los inicios patrios fue registros del Libro de donaciones. Linneo, fundador de la moderna taxo- En primer lugar, resalta la Historia nomía, que tuvo una recepción similar natural de Georges Louis Leclerc, a la de Buffon. Las obras donadas Conde de Buffon, obra monumental consistieron en: Philosophia botanica, que englobaba el conocimiento del annotationibus, explanationibus, supple- mundo natural hasta la fecha de su mentis aucta cura et opera Casimiri publicación. La misma tuvo gran Gomez Ortega (Madrid, 1792), Sistema influencia y recepción en el Río de vegetabilium21 y, también, la traducción la Plata, dado que Buffon, defiende al español del Sistema plantarum por

522 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

Antonio Palau y Verdera, titulada Parte subterraneus de Athanasius Kircher, práctica de botánica que comprende las cuya primera edición data de 1664. clases, órdenes, géneros, especies y varie- Esta importante obra fue donada por dades de las plantas (Madrid, 1784- Don Manuel Alvarez, del Sagrario de 1788), de nueve volúmenes. la Santa Iglesia Catedral. En dicha Sobresalen dentro de los libros de obra, Kircher estudió las erupciones química donados dos ejemplares de de distintos volcanes. Se cuenta como Traité élémentaire de Chimie, la famosa anécdota que Kircher descendió con obra de Antoine Lavoisier, uno de una cuerda al cráter del Vesubio para ellos perteneciente a Belgrano y el otro determinar las dimensiones exactas del al padre Bartolomé D. Muñoz, sobre mismo y su estructura interna. La obra, cuyas donaciones nos detendremos cuyas ilustraciones son por demás bellí- más adelante. Rastreamos, a su vez, simas e impresionantes, una tradición otros tres libros de química, también de en lo que se refiere al legado de Kircher, autores franceses, presencia esperable fue fundamental para la comprensión dada la “enorme influencia de Lavoi- del fenómeno volcánico. sier y de los químicos franceses que lo Junto a la magnánima obra de Kircher precedieron y siguieron”. Los mismos encontramos también el Espectáculo de son las Leçons élémentaires de chimie la naturaleza (Madrid, 1771-1773), à l’usage des Lycées (París, 1804), de de 16 volúmenes, del Abate Pluche; Pierre-Auguste Adet, los Elementos de gran enciclopedia, muy usada por los química (Madrid, 1793, traducción de jesuitas, a pesar de no haber sido escrita Hyginio A. Lorente), de Jean Chaptal, por un miembro de la Compañía. y la Chymie expérimentale et raisonnée Además del Espectáculo, que aparece (París, 1773), de Antoine Baurmé, las mencionado en dos oportunidades, últimas en tres volúmenes cada una. fue donada también Historia del cielo, De la mayor relevancia son los libros o nuevo aspecto de la Mitología (Madrid, jesuitas donados.22 Entre ellos resca- 1773), en dos volúmenes, del mismo tamos, siguiendo la selección reali- autor. Ahora bien, es interesante señalar zada por Asúa, los siguientes títulos que El espectáculo fue cedido por la Sa de renombre: la Historia natural y Da Martina de Labarden, única mujer moral de las indias (Madrid, 1792), anotada como donante en el Libro de en dos volúmenes, de José de Acosta, donaciones. Entre otras, cedió la obra de la Descripción chorographica del gran Musschembroek, Curso de fisica experi- Chaco Gualamba (Córdoba, 1733), de mental y de matematica, traducida por Pedro Lozano, A Description of Pata- Sigaud de la Fond, que también tenía gonia (Hereford, 1774), de Thomas en posesión el Presbítero Juan Manuel Falkner, y el Compendio de la historia Fernández de Agüero, y un valioso geográfica, natural y civil del reyno de ejemplar en francés de El comercio y el Chile (Madrid, 1788-1795), en dos gobierno considerados en relación mutua, volúmenes, de Juan Ignacio Molina. en 8va., de Condillac. Pero de las obras jesuitas donadas Por su parte, el abogado Manuel (obras de la “ciencia jesuita”, entre Warnes legó los 76 volúmenes de la comillas, acota Asúa, dado que se trata Historia eclesiástica, de Claude Fleury, en realidad de una proto-ciencia)23 algo que nos habla, y mucho, sobre la conviene detenernos en el Mundus literatura que circulaba por las ciudades

523 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

rioplatenses, dado que como señala resto de su librería sin reserva, para Acevedo, la Historia tenía la particula- que extrajera todos los libros de que ridad de ser una obra prohibida por el careciese aquélla.25 Tribunal del Santo Oficio por ser dado su carácter herético.24 Desde ya, alejada Otra donación de renombre es la de está esta obra de ser la única prohibida Antonio José de Escalada, quien legó a que se encontraba entre las bibliotecas la Biblioteca Pública, no sólo la valiosa y obras donadas al fondo fundacional. traducción de Belgrano de las Máximas Varios ejemplares de los Pensamientos generales del gobierno económico de un de Pascal, por dar un ejemplo, conva- Reyno agricultor, como figura en el lidan la tesis de que el poder censor de folio 12 de Libro, sino también, entre la Iglesia no ejercía el control que le 1813 y 1815 (la fecha exacta no figura hubiera gustado inflingir. en el Libro de donaciones) una colec- Se mencionó al pasar a Manuel ción de 23 tomos de El Mercurio. Belgrano. Símbolos de generosidad y De la “mayor trascendencia” fue, según compromiso político, tanto él como refiere el artículo de Acevedo, la dona- su hermano, el canónico Domingo ción en 1814 de Bartolomé Muñoz, Belgrano, ofrecieron la totalidad de “Vicario genl castrense del exercito de sus bibliotecas particulares para que la Banda Oriental”. Señalaremos breve- de ellas “se extrajeran todas las obras mente que la misma incluyó varios que se considerasen útiles”. De hecho, diccionarios (entre ellos, el Diccionario Manuel Belgrano tuvo ocasión de de física de Brisson), el Tratado elemental realizar sucesivas donaciones. Efec- de química de Lavoisier, a cuya influencia tivamente, en el folio 7 del Libro de en las tierras rioplatenses ya nos hemos donaciones figura el siguiente texto: referido, y finalmente una colección de Planos y estampas (uno “geométrico de El Sor Coronel Vocal de la Junta de Madrid viejo y estropeado, forrado en Gobierno Dn Manuel Belgrano, en lienzo”, uno “icnográfico de Cordova virtud dela oferta con que acom- del Tucuman”, uno “de Montevideo pañó el donativo del año anterior, visto pr la par-/te del Este: y una vista ha donado en dos ocasiones las obras de la plaza, ciudadela y cerro de Monte- siguientes… video”,26 entre otros), que junto a una serie de grabados y pinturas “trazados A continuación, se detalla lo enviado por el donante”, conformaron el mate- en las dos tandas que complemen- rial originario de lo que luego serían taron el donativo inicial. Por su parte, las secciones de mapoteca y láminas la Gazeta del 24 de enero de 1812, al de la Biblioteca. comentar los donativos realizados a la Añadiremos que la donación de Muñoz Biblioteca Pública sostenía: no se limitó a diversos volúmenes valiosos, sino que también incluyó El coronel Manuel Belgrano después algunas particularidades. Ejemplo de de los cuantiosos anteriores donativos una “donación en especies”, Muñoz anunciados, se ha despojado aún de cedió a la Biblioteca “un retrato de los libros que había reservado para cuerpo entero del Papa Pio VIo”, un su uso, poniendo a disposición del microscopio “completo, con su caxa director de la biblioteca el último de caoba”, un termómetro capilar y

524 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

hasta un prisma. Pero más importante Llegados al folio correspondientes al aún son las notas que acompañan a año 1815, encontramos que el Libro de esta colección, recibida por el biblio- Donaciones da un salto temporal hasta tecario de turno, Damaso Larrañaga. el año 1822, donde retoma el registro Una primera nota nos dice que: […] de las obras donadas; consecuencia este donativo, acomodado en un baul, esta omisión de los tumultuosos acon- fue recibido en el fuerte, donde estubo tecimientos independentistas que se mas de 20 días, sin haberse tenido sucedieron en esos siete años. Con noticias de él en la biblioteca hasta qe este nuevo folio comienza una nueva se remitio al director de ella la llave etapa de vida institucional, que no nos por el secreto de gobierno.27 corresponde analizar aquí. Claro indicio de las distancias tempo- rales que se manejaban y un síntoma de las azarosas condiciones que se 5 sucedían al momento de la recopi- lación de las donaciones. Dato no En ocasión de la descripción de la menor y alarmante es que una: […] donación Muñoz se mencionó al otro relación impresa de este donativo se documento donde se rindió cuentas de hizo en la Gazeta Ministerial de 11 de las donaciones a la Biblioteca Pública: junio de 1814, no segun lo qe se recivio, la Gazeta de Buenos Aires, que salía en sino conforme á la Nota qe remitió el forma periódica. A medida que se acre- donante, con la qe no concuerdan los centaban las arcas se fueron engrande- articulos recibidos.28 Esto, porque se ciendo también los orgullosos Padres echan de menos algunos artículos. Y de la Revolución, quienes, ciertamente, continúa la nota: Todo lo qual dice el no hacían oídos sordos al prestigio que mismo donante en oficio al gobierno, significaba cobrar visibilidad en la conqe acompaña el donativo, qe no lo Gazeta y presentarse al pueblo como remite, aunque lo incluye en la rela- aquellos que habían posibilitado erigir cion qe se ha impreso.29 el faro cultural que sería la Biblioteca.

525 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

Esto ayudó a que no se donara única- vamiento comparativo entre ambas mente material bibliográfico: hubo fuentes documentales. aportes en dinero y diversas donaciones Se dijo al comienzo de este texto que en especies. Sin embargo, a la cuantiosa nos embarcábamos en el seguimiento generosidad de unos se añaden también de unas huellas, y tras ellas nos encon- los recaudos tomados por otros, dado tramos todavía al finalizar nuestro que, se comprenderá perfectamente, recorrido, imposibilitados de asir una no todos los patriotas donaron todos presencia efectiva. Habida cuentas de la sus libros para “la causa”. importancia de estos dos documentos Por otra parte, cabe destacar que (el primero, en tanto Registro Oficial30 en la Gazeta se remitía en no pocas de la época, el segundo, en tanto texto oportunidades una donación mayor fundacional de la institución), surge el de la que efectivamente se realizaba y compromiso de extender el presente registraba en el Libro de donaciones. trabajo en un proyecto que presente Hemos explicitado a lo largo de estas una visión integral y global de las páginas varias falencias administra- donaciones iniciales de la Biblioteca tivo-bibliotecológicas de la Biblioteca Pública. No habrá de rehusar, dicho que hacen entendible, o por lo menos trabajo, el inmiscuirse en la problemá- aminoran, el exabrupto planteado a tica de la fundación de la Biblioteca raíz de la discordancia entre la inten- Pública, ya largamente tratada por cionalidad expresada públicamente los especialistas. Cae de maduro, este en la Gazeta de Buenos Aires y lo que requisito, debido a que el abordaje de luego era efectivamente donado a la los textos fundacionales, en el marco institución, según ha quedado asen- del estudio de los orígenes de una insti- tado en el Libro de donaciones. Añadi- tución, abre un interrogante sobre la remos ahora que es precisamente esta esencia de la misma y sobre la función discordancia lo que justifica y hace y los roles adoptados por los distintos imperioso realizar un trabajo de rele- protagonistas del acontecimiento.

FUENTES

Primer Libro de donaciones, 1810-1876, Buenos Aires, Sala del Tesoro de la Biblioteca Nacional, 1810-1876. Libro de donaciones, microfilmación, rollo nro. 6150. “Libro de donaciones”, transcripción, en La Biblioteca Nacional, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 1944-1945.

BIBLIOGRAFÍA

Acevedo, Hugo, “Biblioteca Nacional de Argentina”, en Boletín de Anabad, 1992, tomo 42, nro. 3-4, pp. 13-37. Disponible en http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=210. Arcella, Elvira; Bizzotto, Mabel y Zeballos, Ignacio, “Biblioteca Nacional: los procesos técnicos en el Cente- nario”, en La Biblioteca, Buenos Aires, Biblioteca Nacional de la República Argentina, nro. 9-10, 2010, pp. 444-459.

526 Asúa, Miguel de, La ciencia de Mayo, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina, 2010. Cabrera, Pablo, “La Antigua Biblioteca Jesuítica de Córdoba”, en Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, año XVII, nros. 1-2, 1930. Caillet-Bois, Ricardo, “Mariano Moreno y la fundación de la Biblioteca”, en Mayo: Revista del Museo de la Casa del Gobierno, tomo 1, nro. 3, 1963, pp. 85-87. Casazza, Roberto, La colección de la Antigua Librería Jesuítica de la Compañía de Jesús de Córdoba actualmente en la Biblioteca Nacional de la República Argentina, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2000. Disponible en: http:// www.bn.gov.ar/descargas/pnbc/estudios/pnbc_estudio2_libreriaj.pdf. Carman, Carolina, “El clero independentista del Río de la Plata ante el proceso revolucionario. Los casos de Pedro Ignacio de Castro Barros y de Julián Segundo de Agüero”, en Bibliographica americana, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, nro. 4, setiembre de 2007. Disponible en: http://200.69.147.117/revistavirtual/docu- mentos/2007/Carolina%20Carman.pdf. Chiaramonte, José Carlos, Ciudades, provincias, Estados: orígenes de la Nación Argentina (1800-1846), Buenos Aires, Emecé, 2007 [1997], 261 pp. + 1 CD. Fraschini, Alberto, Index Librorum Bibliothecae Colegii Maximi Cordobensis Societati Jesu. Edición crítica, filológica y bibliográfica, Córdoba, Publicaciones de la Universidad Nacional de Córdoba, 2005. González, Horacio, Historia de la Biblioteca Nacional. Estado de una polémica, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2010. Groussac, Paul, Historia de la Biblioteca Nacional, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 1967. Levene, Ricardo, El fundador de la Biblioteca Pública de Buesno Aires: estudio histórico sobre la fundación y forma- ción de la Biblioteca Pública en 1810 hasta su apertura en marzo de 1812, Buenos Aires, Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, 1938. Parada, Alejandro E., De la biblioteca particular a la biblioteca pública: libros, lectores y pensamiento bibliotecario en los orígenes de la Biblioteca Pública de Buenos Aires, 1779-1812, Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas, Facultad de Filosofía y Letras, UBA; Errejotapé; Roberto J. Plaza, 2002. Parada, Alejandro E., Los orígenes de la Biblioteca Pública de Buenos Aires: antecedentes, prácticas, gestión y pensa- miento bibliotecario durante la Revolución de Mayo (1810-1826), Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 2009. Pestarini, Luis, “Las prácticas bibliotecarias en tiempos de la Revolución. Sobre Los orígenes de la Biblioteca Pública de Buenos Aires de Alejandro Parada”, en La Biblioteca, Buenos Aires, Biblioteca Nacional de la Repú- blica Argentina, nros. 9-10, 2010, pp. 378-383. Salas, Horacio, Biblioteca Nacional Argentina, Buenos Aires, Manrique Zago, 1997. Sierra, Vicente D., El fundador de la Biblioteca Pública de Buenos Aires. Estudio crítico del libro del mismo título del Dr. Ricardo Levene, presidente de la Academia Nacional de Historia, Buenos Aires, s.n., 1939. Moreno, Manuel, Vida y memorias de Mariano Moreno, Buenos Aires, Edición Universitaria de Buenos Aires, 1968. 528

En la producción de eventos centenarios. El mito de la primera historieta argentina Por José María Gutiérrez

Una adquisición realizada por la Biblioteca para ampliar su fondo hemerográfico condujo a José María Gutiérrez a cuestionar los mitos más habi- tuales acerca del derrotero de la historieta argen- tina. Mitos que, el mismo autor realizando un examen crítico, declara haber difundido en el pasado. Para esta investigación, Gutiérrez recu- rrió a los documentos como sólidos soportes refe- renciales, consultando los medios de la época, lo que le permitió trazar un diagrama de lo aconte- cido, reconsiderando una serie de publicaciones, de secuencias, que determinaron una cierta tradi- ción en la historieta. La reconstrucción y corrección del camino nos transmite la idea de que ya en los años 60, con mucho esfuerzo debido a la falta o dispersión de fuentes, los estudios acerca de la historieta emer- gían con datos recuperados por una memoria intermitente. Desterrado por las academias, el estudio de la historieta persevera en su ser por la voluntad de recuperación de piezas hemerográficas, emblema de la época en la que surgieron a la luz, con una impronta singular diseminada en los cánones clásicos, levantando un hito historiográfico. La historieta se recrea en el presente de diferentes formas, en los grandes medios y en los sugerentes modos artesanales de la edición popular. LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

En la serie de aniversarios que lidera el ¡Viruta & Chicharrón go home! Bicentenario y en un período de empleo intensivo de símbolos entre los que Leemos: “1912. A partir de este año también aporta lo suyo1, ya se dispone comienzan a aparecer en Caras y Caretas a la historieta argentina en artículos y las primeras series con personajes fijos. notas de tapa para la celebración de sus La inicial es Viruta y Chicharrón. [que] 100 años, en un marco cultural que le Se publicó durante 20 años”. es propicio y en una realidad econó- Esto dice el catálogo La historieta mica y productiva que paradójicamente mundial, que se distribuyó en la I Bienal no termina de reinstalarla. Mundial de la Historieta, celebrada en Una reciente adquisición de la Biblio- Buenos Aires en 1968, dirigida por teca nos llevó a revisitar los semana- David Lipszyc y Oscar Masotta. rios de comienzos del siglo XX y a Y casi invariablemente lo mismo encontrarnos con algún artículo de repetirán (y hemos repetido) todos reducida difusión que invita a poner los autores que, a través de artículos, en cuestión ciertas aseveraciones sobre notas y libros, abordamos el tema. Y esos primeros años de la historieta en aún se hace, pese a que ya hace más de Argentina que se repiten como un dos décadas un par de investigadores, rosario. Prestigiosa y con varias décadas Hernán Ostuni y Fernando García, encima como objeto de estudio, su apuntaron que “Las aventuras de historización, iniciada 60 años luego Viruta y Chicharrón” era en realidad de sus comienzos, suele aparecer un comic norteamericano2. como fundada en datos recuperados Y aunque es habitual advertir que de memoria, con escaso acceso y aten- “Viruta y Chicharrón” no parecía en ción a las fuentes documentales y una nada la creación de un dibujante local, flagrante ausencia de referencias y citas que las planchas no mostraban firma de fuentes de información. Así, antes alguna en sus primeros años3, que de haber consolidado un cuerpo de se emparentaba perfectamente con datos históricos confiables, la historieta los modernos comics que los yanquis argentina ya era abordada con estudios venían publicando en su prensa críticos en los sesentas, y su esporádica diaria desde hacía ya una década, y y esforzada bibliografía, hecha mayor- que se sospechaba copiada, plagiada mente de compilaciones de artículos o recreativa de historietas de Frede- periodísticos o de catálogos, se nutrió rick Burr Opper o George McManus, de conceptos que fueron consagrando y también se afirma rotundamente que omitiendo valores. Hoy, habituada a las Manuel Redondo, notorio dibujante agendas académicas –que suelen recor- permanente de Caras y Caretas, había tarla para hacerla entrar en el marco incidido en su creación, o que direc- teórico adoptado–, y estimulada por tamente fue su autor original. Sobre nuevas redes de información y lectura, su autoría, entonces, hay dos versiones se multiplica la cita de datos erróneos, que dominan los discursos: una, que que intentaremos responder desde la eran copiadas por dibujantes del hemerografía, cuyo aporte se presenta plantel de Caras y Caretas; la otra, que paradójicamente escaso y al que adver- las planchas venían de Estados Unidos, timos imprescindible para abordar una que a veces esos envíos sufrían retrasos mejor revisión histórica del género. y que entonces los dibujantes locales

529 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

debían inventar algunos episodios Por último, la historieta en sí: al menos para no discontinuar su publicación, las primeras 40 planchas o episodios y que, finalmente, por algún motivo de “Las aventuras de Viruta y Chicha- (aquí hay también varias versiones: la rrón”, no fueron “una versión” sino cancelación de los envíos por parte del directamente la historieta de George autor, el descubrimiento de la publi- McManus, “Spareribs and Gravy”, que cación desautorizada por parte de se publicó en los suplementos domini- los propietarios de los derechos, y de cales de varios periódicos norteameri- menor consistencia, la Primera Guerra canos desde el 28 de enero de 1912, y Mundial) se interrumpieron. Final si bien la colección del periódico que y acertadamente todas las versiones pudimos revisar llega hasta diciembre coinciden en que esta interrupción de 1913, hay fuentes que indican que obligó al o a los dibujantes de Caras la serie continuó sólo dos meses más, y Caretas a hacerse cargo de la serie y hasta el 8 de febrero de 1914, en el a darle continuidad, ya que ésta había New York World.5 logrado una gran repercusión. La comparación entre la edición que Pero también se coincide en el periodo hallamos publicada en The San Fran- de publicación extendido que hubo cisco Call (TSFC)6, y la de Caras y tenido esta serie: no dimos con un solo Caretas (CyC) nos aporta algunos artículo que le otorgue menos de 15 datos interesantes: años de publicación continuada. En Las planchas originales eran readap- general, se afirma que se publicó hasta tadas al formato del magazine la década del 30. argentino. Para ello, se acortaban y De este conjunto de datos el último ampliaban las viñetas por los lados es el más sencillo de verificar: se trata para meter la plancha en la “caja” de de revisar alguna de las colecciones de CyC. Las planchas que originalmente Caras y Caretas disponibles. Repasando McManus dibujaba a 45 x 45 cm7 y sus páginas o consultando sus prolijos que en los periódicos norteameri- índices, veremos que “Las aventuras canos aparecían reproducidas prácti- de Viruta y Chicharrón” apareció por camente a ese tamaño, debían acotarse primera vez el 27 de abril de 1912 al formato de Caras y Caretas (27 x 18 (Nº708), y por última el 24 de enero de cm). Tal como se dijo, las historietas 1920 (Nº1112), es decir, que se publicó eran redibujadas, los fondos aparecen durante poco menos que ocho años. claramente simplificados, y los globos Sobre la autoría de Redondo, que de diálogo, redimensionados a los dife- tanto se menciona sin citar fuentes rentes calibres de texto que ameritaba ni aportar elemento alguno que la la versión en español. Respecto a los sostenga, consultamos ahora a un meti- cambios en el dibujo que observamos culoso historiador del humor gráfico, de episodio en episodio, desde el inicio Siulnas, y nos contestó que Viruta y de la serie hay indicios de que en ésta Chicharrón aparecen en “un aviso de intervino otro dibujante además de vermouth Carpano de aquellos años McManus: Albert Carmichael, dibu- (…) realizado por Manuel Redondo, y jante bocetista que colaboró también ésa ha sido la relación de este dibujante con otros importantes historie- con los personajes que probablemente tistas de la época y cuya propia tira, originó la confusión”4. “Everybody’s doing it” (1912) exhibe

530 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

un notable parecido con “Spareribs & Gravy”8. A partir de agosto de 1913, la edición norteamericana de la serie se publicó sin firma. George McManus exploró varias de las líneas temáticas de aquellos albores del comic, y él mismo fundó una larga corriente. Creó una serie onírica contemporánea de la prosurrealista “Little Nemo” de McCay; fue pionero en indagar al interior del hogar burgués con “The newlyweds’ baby”, y culminó con la tira modélica de las comedias matrimoniales “Bringing up father” (“Pequeñas delicias de la vida Primer episodio de conyugal” en la edición argentina). Spareribs and Gravy, En el camino probó con retomar lo en su edición original, enero de 1912 que ya había trabajado brevemente en una serie llamada “Panhandle Pete”, disputa colonialista por África. En un que copiaba al célebre vagabundo del episodio, la reina de una tribu desdeña “Happy hooligan” de Burr Opper: el un gran diamante al tratarlo como a slapstick. Slapstick significa bufonada, una piedra ordinaria, exponiendo al y refiere a la gracia que causa el exage- nativo como incapaz de valorar las rado efecto violento de una bofetada riquezas de su propia tierra. Sobre un o una caída como acto cómico. En esquema de incomprensiones y malen- la historieta, el slapstick desarrollará tendidos culturales similares a ése, con el tiempo clichés propios de gran McManus desarrolla prácticamente efecto (por ejemplo, los personajes todos sus gags, culminando a partir que, asombrados, “se caen de culo”), de la segunda entrega con un pedido pero sin dudas fue en la cinemato- de auxilio al seguro universo urbano: grafía pantomímica de la época donde “Call a Taxi!” reclamará Spareribs expuso sus mejores logros. como remate en todos los finales de Con “Spareribs & Gravy”, McManus la serie, lo que aquí se tradujo como parodiaba a los exploradores geográ- el famoso “¡Llamá a un automóvil!” ficos que por ese entonces –en plena de Chicharrón, cuya cita populari- carrera por alcanzar los polos del zada contribuyó a la celebridad de la planeta– eran personajes con regular edición argentina. presencia mediática. Éstos aparecen Durante los dos años que CyC publicó ya en su presentación, pedaleando por la serie yanqui, los diálogos care- el mar para llegar a las exóticas tierras cieron de una gran recreación, por lo del África. McManus retoma allí ideas que se perdía con ello algunos gags y practicadas en algunos episodios de la contundencia de las réplicas. Esto su anterior “Panhandle Pete”, recu- lo podemos ver, por ejemplo, en el rriendo a estereotipos raciales de neta segundo episodio, donde mientras propaganda imperialista –esto sucede los personajes huyen perseguidos por también durante los álgidos años de la

531 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

más conocido, Jiggs (Trifón), se hizo fama de inconstante y de tener serios problemas para cumplir con los plazos de entrega de sus trabajos.9 Así que cuando Caras y Caretas dejó de publicar los originales de McManus, en 1914, la serie fue abandonando el esquema de sucesión de aventuras ambientadas en paisajes exóticos. En episodios autoconclusivos, los perso- najes, estáticos, pasaron a sostenerse en un esquema de réplicas que culmi- El clásico remate naban siempre con el remate que los al final del hizo famosos. En una entrega visita- segundo episodio en su edición de rían una Academia de Tango, en la The San Francisco Call siguiente, el Congreso de la Nación, (04/02/12) y de Caras y Caretas y reclamarían su ciudadanía porteña (04/05/12) discutiendo política y alternando plan- chas de anodinas bufonadas con otras un león luego de haber escapado de de comentarios de actualidad. la marmita humeante de unos caní- A mediados de 1914 Viruta y Chicha- bales, el diálogo “–I don’t care much rrón ya son enteramente dibujados en for this place. / –The place is all right, la Argentina. Hasta 1915 no hallamos but I don’t like the neighbors!”, se limita ninguna firma que indique la autoría. en su publicación de Caras y Caretas En varias planchas, a partir de ese a “¡No me gusta este sitio!” / “–¡Vaya año, comienza a aparecer la inicial unos habitantes!”. De todos modos, “S.” de Juan Sanuy. Como dijimos, en la aventura africana inicial, de unos las versiones que señalan a Redondo 40 episodios, hay situaciones efectiva- como posible autor no indican fuente, mente cómicas y diálogos disparatados y Caras y Caretas no reconoce su que habrán incidido en el inmediato autoría, como sí lo hace al informar éxito de la serie. Hacia el final de ese en su edición del 2 de noviembre de tramo, la serie perdió impulso y ya no 1918 el fallecimiento de Sanuy, quien, se publicó a página entera en la primera afirman, fue el dibujante durante plana del suplemento, sino que pasó a “largo tiempo” de la serie. A partir de compartir una página interior con otra, ese mismo número en que se publica con lo que sus 8 cuadritos iniciales se la necrológica de Sanuy, las entregas, convirtieron en 6; en la historia, los que siempre habían sido presentadas personajes se embarcaban hacia el en colores, se harán en blanco y negro polo ártico, y luego a una larguísima hasta el último episodio, en el cual, correría entre piratas, donde las situa- también aparece la firma “R.” (¿Ahora ciones cómicas comenzaban a repe- sí Redondo?), en reemplazo de la habi- tirse. Dejó de publicarse pocos meses tual “S.”. En los dos siguientes aparece después, hacia inicios de 1914, y hay una “B.” y luego hasta la última varios números en los que no aparece: plancha ya no ostentará más firmas. McManus, al igual que su personaje Hacia el momento en que comienza

532 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

a publicarse “Viruta y Chicharrón”, del carnaval” que publicaba fotogra- la tirada de Caras y Caretas era, según fías de mascaritas, chicos disfrazados, sus editores, de 110.500 ejemplares era común hallar hermanitos perso- por número. Era indiscutiblemente nificados como Viruta y Chicharrón, el semanario argentino más impor- fotos que siguieron apareciendo hasta tante, reconocido, imitado y de mayor 1920. Los personajes a veces eran utili- difusión de las primeras dos décadas zados por los lectores para pergeñar del siglo XX, y por supuesto, el más sus propios chistes en una sección recordado. Esto tiene directa respon- dedicada a publicar colaboraciones, y sabilidad en el éxito y en el recuerdo hasta hallamos en noviembre de 1918 que la serie dejó, junto con las confu- una nota gráfica donde se presentaba siones que exponemos aquí. Como a dos pintorescos personajes de Villa veremos, han existido otras series Ballester a los que el barrio renombró de comics que se publicaron durante como “Viruta y Chicharrón” porque largo tiempo, varios años antes que “se trata de dos verduleros que siempre ésta, y que sin embargo no han sido van juntos y chupan juntos, por lo consideradas hasta ahora. Sin duda cual en casos extremos no es raro que el impacto de “Viruta y Chicharrón” tengan que llamar un automóvil”. fue grande, ya que se trató del primer También hubo tangos dedicados comic publicado por Caras y Caretas, explícitamente a la historieta. En la y su novedad gráfica y temática era Audioteca de la Biblioteca Nacional Portada de una de las sorprendente para los lectores del hay dos partituras para piano: “Don partituras de tangos dedicados a Viruta y semanario, que hasta ese momento Viruta y Chicharrón – Tango muy Chicharrón, c.1913 no había tenido una sección fija de humor gráfico “para los niños”, y que orientaba todas sus historietas y cari- caturas al lector adulto. A muy poco de haber comenzado la publicación de la serie de McManus, los personajes ya aparecían en la portada del semanario, satirizando a Victorino de la Plaza y a Roque Sáenz Peña (CyC Nº740, diciembre de 1912). Allí, el presi- dente exclama: “¡Las provincias siguen revueltas! ¡Piden intervenciones! ¿Qué hacemos?” y el vicepresidente responde: “¡Llamá a un automóvil!”. Si para este número la fórmula que remata cada episodio todavía no era popular, esta carátula de Manuel Mayol lo había logrado. En pocos meses, volvería a ser tapa: en CyC Nº778, de agosto de 1913, vitorean en la multitud el paso del presidente provisional Victorino de la Plaza, quien “va en automóvil”. A partir de 1913 en la sección “Ecos

533 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

Automovible”, de Leopoldo Corretier no fue creada, diseñada, y sus dos (Ed. Roque Gaudiosi); y “Viruta y primeros años tampoco dibujada en Chicharrón”, de Juan Carlos Basavil- Argentina, ¿da inicio a la historieta en baso (Ed. Luis Filardi). Esta última fue la argentina sólo por la trascendencia seguramente editada en 1913.10 que tuvo, o deberíamos considerarla Observamos que la serie se popularizó así porque introdujo la historieta en su de inmediato, y su mayor repercusión forma moderna –serialidad, personajes se concentró en los primeros años, fijos, globos de oralidad, dibujo sinté- aquellos en que era ideada por Geo tico en línea clara y monos humorís- McManus en Estados Unidos. De ticos– en los medios gráficos locales? hecho, luego de 1920, cuando deja de publicarse, ya no aparecen menciones en Caras y Caretas, e incluso dejan Los primeros comics norteameri- de aparecer los habituales Virutas y canos en Argentina Chicharrones entre las fotografías de mascaritas del carnaval. Hace varios años vimos que el sema- Última plancha publicada de Entonces “Las Aventuras de Viruta y nario La vida moderna, que dirigían Viruta y Chicharrón. Chicharrón”, que definitivamente no Arturo y Aurelio Giménez –este Caras y Caretas N° 1112 (24/01/1920) es una historieta argentina, por cuanto último también dibujante de Caras y Caretas– y Pedro de Rojas en el arte, ya publicaba en 1907 planchas domi- nicales de comics norteamericanos en forma regular, anunciándolos desde sus portadas. Comenzó con el factotum del slapstick historietístico “And Her Name Was Maud” (“La mula Maud”), de Burr Hopper, y con los hiperkinéticos “The Katzenjammer Kids” (“Los sobrinos del Capitán”, aquí llamados “Los niños terribles”), de Rudolph Dirks; y en 1908, este maga- zine presentó un personaje llamado Cocoliche, que se publicó allí sin interrupción, y que luego seguiría su propia carrera en otras publicaciones. Cocoliche era “Happy Hooligan”, el vagabundo creado por Burr Opper que McManus había tomado de modelo para “Panhandle Pete”, y que era uno de los primeros personajes fijos del comic mundial que aportó la incorporación del globo como recurso habitual para los diálogos. El personaje de la versión local, que ya introducía modismos de habla porteña en los diálogos y relocalizaba situaciones para

534 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

ambientarlas en nuestro país, tenía de recuerdo y ser considerada por quienes “cocoliche” –el inmigrante napolitano comenzaron a escribir la historia de la que hablaba esa jerga híbrida– sólo la historieta, y que por ello se aceptó al forma de coco de su cabeza. popular dúo de Caras y Caretas como Así que los dibujantes que traba- los introductores del comic en Argen- jaban en Caras y Caretas y en PBT (la tina, hasta que una adquisición de anti- mayoría de ellos, de Málaga Grenet a guas revistas por parte de la Biblioteca Redondo, acabaron colaborando con Nacional en 2009 reabrió la cuestión. La vida moderna) estaban familiari- La revista Tit-Bits, dirigida por el zados con aquellos primeros comics periodista Rodofo De Puga, y con yanquis y en ese semanario tuvieron el ya ubicuo Pedro de Rojas como oportunidad de practicar con ellos, director de arte, publicó su primer dos o tres años antes que CyC empe- número en julio de 1909, y desde el zara a publicar la versión argentina de principio llenó sus páginas con histo- “Spareribs & Gravy”, ya que no sólo rietas norteamericanas.11 A partir de había readaptación de las viñetas para su tercer número publicó “El Nene que las planchas originales encajaran de los Pérez”, aquella exitosa serie Cocoliche (Happy en el formato de la revista, sino que, de McManus que originalmente se Hooligan) pasa de publicarse en La Vida desde el comienzo, se les orlaron enca- llamó “The Newlyweds”, luego “The Moderna a Tit-Bits bezados y redibujaron fondos. Clara- Newlyweds’Baby” y más tarde “Their en 1913 mente hacia 1912, cuando la revista publica trabajos historietísticos de Redondo, Rojas y otros sin firma, las dos series norteamericanas que aún se publican regularmente, “Los niños terribles” y “Cocoliche” no son las dibujadas por Dirks y Opper. En un episodio de junio de ese año, Coco- liche parece dibujada por Outcault, y salvo por el título resulta impo- sible asociarla con ella. Los globos de diálogo siempre habían sido reto- cados, pero en las de este periodo su dibujo adopta formas desproporcio- nadas en relación a los textos, como en general todo el dibujo, que no consigue emular a sus modelos. La práctica de dibujar o fraguar comics ante la ausencia de los origi- nales, comenzó, entonces, al menos dos años antes que la que se atribuye a “Viruta y Chicharrón”. Otorgamos entonces que La vida moderna, que se editó durante siete años, quizás no tuvo la suficiente difusión como para quedar en el

535 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

una Tit-Bits reapareció el más famoso personaje de aquella: “Desde este número / nueva serie de aventuras de / COCOLICHE”. Sólo la escasez de colecciones completas de Tit-Bits pudo haber contribuido a que esto pasara desapercibido para la historia. La revista se publicó inin- terrumpidamente durante cuatro décadas, al igual que Caras y Caretas, y en sus páginas, Cocoliche apareció hasta comienzos de la década del 30; su publicación puede ayudarnos a reconocer la inicial presencia de los Syndicates y la administración de dere- chos de las historietas norteamericanas 12 Una de las últimas Only Child”. Esta serie se publicó en nuestro país . publicaciones de De este modo llegamos a la conclu- Sarrasqueta, en aquí durante muchos años y fue tapa Caras y Caretas de 1927 de la revista en varias oportunidades; sión de que “Las aventuras de Viruta existen incluso avisos de oferta de y Chicharrón” no fue ni siquiera la un muñeco con la figura del Nene, primera historieta serial norteame- temprano merchandising basado en ricana en publicarse periódicamente una historieta. Publicada original- en Argentina. La serialidad en la mente en 1904, fue la primera de producción y la continuidad de los larga publicación en introducirse en personajes son dos de las condiciones la intimidad de un hogar, en este caso ampliamente aceptadas para definir a para seguir los cotidianos eventos de la historieta como fenómeno. un joven matrimonio obsesionado Ahora que “Viruta y Chicharrón” van con su pequeño bebe. perdiendo preeminencia, es “Don En sus primeras décadas, Tit-Bits dio Goyo de Sarrasqueta” (Caras y Caretas, singular importancia a las historietas 1913-1928) quien va quedando al que publicaba, anunciándolas desde la frente entre las series de historieta portada. Debe reconocerse que la selec- argentina, aunque veremos que su ción de las series en esos años es exce- condición de “historieta” es discutida, lente. Entre 1909 y 1913 publicó la y por si acaso se dice que es el primer fantástica y suntuosa “El Señor Tuidil y personaje fijo del humor gráfico argen- su amiguito Dick” (“Mr. Twee Leedle”, tino. Nos intriga el largo periodo que de Johnny Gruelle), “Sherlocko el gran demoraron nuestros historietistas en detective” (“Hawkshaw the Detec- incorporar las novedades formales tive”, de Gus Mage), y “Danielito el que traían las series yanquis, como soñador” (“Danny Dreamer”, de Clare vimos, difundidas en nuestros medios Briggs), entre otras. Pero lo que nos desde 1907. No faltaban talentos en interesa particularmente es que muy la pléyade de dibujantes de la época, y pronto, luego de que cesara su publica- ya vimos que todos colaboraron en los ción en La vida moderna, en la tapa de semanarios que publicaban profusa- mente esas series. Si el estilo de dibujo

536 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

y la formulación temática resultaban demasiado exógenos para el costum- brismo que se trabajaba, y con la larga y rica escuela del caricaturismo satírico aún vigente, aún en esas tradiciones, nos preguntamos cómo es que no se animaron a explorar otras formas, por ejemplo la del personaje fijo en una aventura publicada en varios episodios con continuidad,

Series argentinas que se postulan (a ser releídas)

“Pues Señor…”, se llama una curiosa historieta de Pedro de Rojas con didas- calias (textos al pie), desarrollada a dos páginas por episodio con el más tarde clásico “continuará” al final de cada entrega que PBT publicó a lo largo de 23 números, desde septiembre de 1907 hasta febrero del año siguiente. estilo de dibujo académico y afrance- Fragmento de uno de En ella, de Rojas sigue las peripecias de los 23 episodios de la Juan Tilinguez desde que abandona la sado, sirvieron de apuntes para que serie de Pedro de Rojas, casa paterna hasta que muere. La gracia otros creadores más jóvenes –por en PBT 1907 que sostiene el derrotero de este perso- ejemplo, Oscar Soldati– evolucionaran naje está en la exposición de la inter- dúctilmente sus ideas hacia formas más pretación gráfica literal del relato que eficazmente cómicas. llevan los textos al pie, jugando con Tampoco puede obviarse que, además la cualidad metafórica del lenguaje, de ser jefe de arte de La vida moderna cuadro a cuadro, con una calidad de y Tit-Bits, también lo fue de Crítica, dibujo y un vuelo que el propio de durante el largo periodo en que este Rojas no volvería a exhibir en su abun- diario difundió historietas –práctica- dante producción posterior. mente desde su primera plana–, editó De Rojas, tal como señala Jorge B. el Suplemento Infantil de la revista y Rivera13, es una figura superlativa en albergó allí la aparición de “Patoruzú”. el primer desarrollo de las historietas De manera que, con “Pues Señor…”, en Argentina, a comienzos del siglo hacia fines de 1907 tenemos enPBT XX. Además de su ya mencionada una historieta dibujada y ambientada incidencia en el tránsito temático en Argentina que sigue las peripecias desde lo político hacia las observa- de un único personaje y que se publica ciones costumbristas y cotidianas, hay con continuidad durante 23 episodios. que agregar el carácter precursor de Es en verdad curioso que habiendo muchos de sus trabajos, que si bien dibujado tantas series, tantos relatos siempre estuvieron acotados por su gráficos, y habiendo publicado en las

537 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

Primer episodio de la extraordinaria serie sin firma que atribuimos a Oscar Soldati, en PBT, marzo de 1916

538 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

revistas en que fue jefe tantas histo- su especie, que como vimos, todavía rietas modernas, de Rojas nunca se se acotaba a la recreación de rutinas avino a dibujar alguna escribiendo los circenses y chistes verbales y, sobre diálogos en globos. Muy económica- todo, de motivos cinematográficos. mente dispuso alguno cuando ya no Si puede el contenido, además del lugar tuvo más remedio –con muy buen donde se creó, otorgar ciudadanía, efecto– en los últimos cuadros de cada “Sarrasqueta” tiene toda la entidad entrega de “Aniceto Cascarrabias” para ser considerada la primera histo- (PBT, 1915). rieta argentina; porque si bien de Rojas Para aquellos que han establecido los en “Pues Señor…” explicita sujetos requisitos necesarios para que una y recursos locales (tal como hicieron secuencia de narración gráfica cuali- las reescrituras de los primeros comics fique de historieta, a “Pues Señor…” yanquis como “Cocoliche”), sólo en le faltaría algo básico: globos. Al “Sarrasqueta” éstos son tema y condi- igual que al famoso “Sarrasqueta”, el cionan el desarrollo del episodio. de la mueca tétrica, que se publicó Este genuino personaje de historieta durante 15 años. local se emparenta con los otros primi- La serie de Manuel Redondo, iniciada tivos en su aspecto y carácter desagra- con la presentación de otro dibu- dable. Al igual que en Estados Unidos, jante del Caras y Caretas, Juan Carlos los primeros comics involucraban a Alonso, y que tuvo versiones de varios personajes rudos o despreciables, en otros colegas del semanario14, puede ámbitos ásperos u hostiles16; proto- reclamarnos para sí una condición delincuentes (como los sobrinos del pionera en la historieta argentina por Capitán), casi todos los personajes son varias razones. Si bien no fue plena oportunistas inescrupulosos y esta- tapa del semanario hasta 192115, no fadores, o energúmenos y brutales o tuvo aparentemente tangos que lo directamente imbéciles, o claramente homenajearan, y difícilmente alguien fugados de la realidad (en las profusas hubiera disfrazado a sus hijos de tan series oníricas protagonizadas inva- repelente personaje, éste opera como riablemente por niños). La historieta nexo entre la tradición de aleluyas aparece, tanto en Estados Unidos decimonónicos y cuentos vivos neose- como en Argentina, en las décadas culares, los comentarios gráficos de de mayor afluencia inmigratoria, por costumbres y la predisposición satírica lo tanto en un ambiente cargado de heredera de la precedente caricatura desconfianza, incomprensión y potes- política –en la cual Redondo trabajó tades en conflicto. inicialmente junto a Eduardo Sojo–, Pero el modo de articular la acción de que era casi la totalidad de la produc- “Sarrasqueta” y el relato que se apoya ción gráfica en la primera década del principalmente en los textos al pie la magazine, y los nuevos medios expre- descalifican como la historieta que se sivos de los que la historieta moderna estandarizó luego, la norteamericana, también provenía: producción seriada, y esto se repite en casi todos los títulos protagonismo fijo, regularidad de de la segunda década del siglo: “Smith formas y contenidos. Temáticamente y Churrasco”, “El Negro Raúl”, fue una efectiva serie de actualidad, lo “Tijereta”, “Timoteo y Doroteo”... que le otorga cierta distinción entre ¿Debemos recorrer mucha cronología

539 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

para encontrar una historieta moderna, joven dibujante rosarino, que luego con globos, seriada y con continuidad de esta revolucionaria serie habría de episódica, dibujada y publicada aquí, publicar otra maravilla llamada “Las para poder fijar fecha de nacimiento y aventuras policiales de Máscara-Dura”, aniversario de la historieta argentina, y hacia el fin de la primera fértil época si aceptamos el modelo norteameri- de PBT, “Aventuras de Juancito el cano como regidor del canon? Conquistador”, y más tarde, la breve De ser así, si queremos dar con una “Las hijas de Pastasciutta”, en Don historieta argentina que plena y orgullo- Goyo hacia fines de la década del 20, samente pueda resistir cualquier obser- para luego abandonar aparentemente vación, y que aún sea capaz de asombrar la historieta y dedicarse a la pintura, a por la novedad formal que supo aportar, la docencia y a la crítica de arte. deberemos esperar unos años más para No repetiremos aquí los argumentos su aniversario y trabajar en su difusión, de la excelencia de lo que hizo en las para celebrar unos simbólicos 100 años PBT de 1916, pero sí es preciso afirmar de la historieta argentina el mismo año que la serie cumple a la perfección con de la Declaración de la Independencia. cada uno de los requisitos que según Varios son los significados que entraña las diferentes fórmulas se pueden exigir esta propuesta. para calificar a una historieta moderna Quizás hayamos contribuido en destacar como tal. Es una avis tan rara, que el una serie que apareció en PBT sin propio Soldati ya no volvió a recurrir firma, y que sin duda contenía aportes a los globos –que había incorporado radicales en el panorama de la histo- perfectamente en la serie–, en sus inme- rieta argentina, que nada le envidiaba diatas series “Máscara-Dura” y “Juan- a títulos muy atrevidos del comic norte- cito el Conquistador”, y las trabajó con americano que se publicaba entonces, y los habituales textos al pie. que aún hoy día nos resulta admirable por la plasticidad de sus planteos, su impecable y moderna línea clara, y el La consagración de “ser la primera” alegre desparpajo de sus argumentos. O sea, de todas las ventajas con que La tarea de revisar viejos impresos en contaba un dibujante en ese tiempo procura de un comienzo de las cosas –en el que aún no se habían estanda- –probablemente vana pretensión en rizado las formas y contenidos para su tanto que el comienzo sólo puede mejor producción industrial, que se darse de acuerdo a muy claros pará- inicia en los años 30–, aprovechadas y metros y requisitos, y también a una extremadas a la vez. indagación en fuentes que siempre La lectura de los episodios publi- se van revelando como caudalosas–, cados durante siete meses en PBT, de parece no culminar nunca. marzo a agosto de 1916, primero bajo Sin embargo, el camino hacia lograr el nombre de “Un matrimonio aún la convención de ser “la primera”, sin bautizar”, y luego del concurso con toda su provisionalidad, nos trae bautismal que organizó la revista, a cuestionar el modo en que hemos “Aventuras de Don Tallarín y Doña aceptado erróneas consignaciones Tortuga”, nos llevó a identificar a su consagradas, por el mero hecho de estar anónimo autor con Oscar Soldati: un escritas e impresas, tal vez firmadas, y

540 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

a reproducirlas o adaptarlas a nuestras a demostrar que periodos enteros propias observaciones para no cues- de nuestra historieta son repasados tionar tradiciones ni autoridades. Por sumariamente, especialmente en los otra parte, nos exige revisar las pautas estudios críticos, que los tienen como y cláusulas presentadas por honestos mero relato de antecedentes y como estudios que evidentemente no fueron si no merecieran nuestras lecturas y tomadas como provisorias. relecturas, ni pudieran aportar ya nada ¿Quién puede hoy en día negar su más a la producción de nuevas ideas. condición de historieta a una serie Esto es aún más curioso cuando adver- porque se desarrolle sin globos, porque timos que hay corrientes de estudio su verbalidad se exprese únicamente que vienen trabajando en revisar en textos al pie, o porque sea muda, las historias que se han elegido para o porque encuentre su mejor diseño a contar, con su aparato de validaciones un cuadro por página entera? e impugnaciones, pero que sólo se Y si, como vemos en tantos escritos, interesan en discutir temas de estricta son historietas sólo aquellas que contemporaneidad, y que abandonan mantienen serialidad y continuidad progresivamente la indagación crítica episódica, ¿cómo considerar la enorme cuanto más retroceden en el tiempo. producción de historietas unitarias? En tanto la refutación –en este caso Así, si seguimos cualquiera de los desde la rasa hemerografía–, de preceptos que regulan y definen la creencias consolidadas es siempre historieta, podemos enseguida aportar estímulo para el debate, pensamos ejemplos de indiscutidas historietas que la circunstancia de cuestionar que quedarían afuera. un inexacto centenario y la búsqueda Revisar si “Viruta y Chicharrón” de objetos más genuinos incitará a merecía la condición de “primera histo- ampliar los márgenes históricos y aún rieta argentina” nos habilitó también el campo de revisión.

NOTAS

1. Pensamos en los grafittis de stencil que en las calles de Buenos Aires reproducen la famosa figura del Eternauta en marcha con el rostro del ex-Presidente Kirchner en lugar del original Juan Salvo. También corresponde a este momento la invocación a fuertes íconos populares (que se inicia a partir del 2002), la vuelta al ruedo de otra figura canónica de la historieta argentina, el cacique Patoruzú, ya en un plano comercial, pero que da cuenta de perennes vigencias. 2. En el fanzine AKFAK Nº8 (Buenos Aires, 8-6-1989, p.2), Ostuni y García, en el artículo “Viruta y Chicharrón, Aclaración”, identifican que la serie es en realidad Spareribs and Gravy. La pista les había sido dada por Antonio Salomón, curador de las bienales de Córdoba. (Hernán Ostuni, en correspondencia privada). 3. Tanto en Caras y Caretas como en PBT, casi todas las caricaturas, viñetas y secuencias historietís- ticas o “cuentos vivos” de autor local aparecieron firmadas y sus autorías reconocidas en los índices que se publicaban regularmente. En cambio las historietas de autores norteamericanos aparecieron sin firma durante casi dos décadas.

541 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

4. Correspondencia privada con Oscar Vázquez Lucio (Siulnas). 5. Walker, Brian: The Comics Before 1945, NYC: Abrams Harry N. Inc, 2004. p. 54. 6. Megan Halsband, referencista de la División de Publicaciones Periódicas de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, refiere que también fue publicada en The St. Louis Post-Dispatch y en The Idaho Statesman, aportando algunas otras obras donde aparece mencionada la serie: The world encyclopedia of cartoons, de Maurice Horn, Philadelphia, 1999; 100 years of american news- paper comics: an illustrated encyclopedia, de Maurice Horn, New York, 1996; y The encyclopedia of American comics, de Ron Goulart, New York, 1990. (Megan Halsband, en correspondencia privada). 7. Basamos estos datos en la descripción de algunas piezas originales que han salido a subasta en Heritage Auctions. 8. Hay al menos una plancha original reproducida en catálogo de las subastas mencionadas prece- dentemente que lleva al pie del último cuadrito la firma de Carmichael. Este sector de la firma aparece recortado en la edición impresa de la historieta. 9. Paralelamente a esta serie, McManus continuó con la exitosa “The Newlyweds’Baby”, y hacia 1913 ya comenzaba los esbozos de “Bringing Up Father”, lo que explica también la asistencia que recibió de Carmichael. 10. En su artículo “Tangos de historietas” (Tango Reporter, Nº132, julio de 2007), Ostuni y García mencionan el de Corretier, no el de Basavilbaso, y agregan otro “Viruta y Chicharrón”, de Juan Francisco Gallo, editado por Ortelli Hnos. Sobre la data de edición, en la página 84 de Caras y Caretas del 8 de noviembre de 1913 se acusa haber recibido dicha partitura. 11. Recordemos que lo habitual hasta comienzos de la década del 30, era la reproducción de historietas europeas, mayormente inglesas, cuya característica principal era el uso excluyente de textos al pie, ya que en Gran Bretaña se resistió hasta casi la II Guerra Mundial la incorporación generalizada de recursos del comic norteamericano. 12. Al igual que “Viruta y Chicharrón”, las series de comics no aparecían firmadas en Argentina. Tampoco constaba el copyright, en general en poder de los Syndicates, empresas que administraban sus derechos y comercializaban productos periodísticos. “Cocoliche” (“Happy Hooligan”), que venía publicándose regularmente desde 1908, se interrumpió abruptamente hacia 1923. En ese periodo, Tit-Bits sólo publicó antiguas series inglesas didascálicas, que nunca habían sido parte de su contenido. Pensamos que hubo algún tipo de reclamo y prohibición, porque hacia 1925 “Coco- liche” y otras series norteamericanas reaparecen nuevamente en la revista, pero ya incorporando el copyright y la correspondiente firma del autor. 13. En su artículo “¡Sonaste Maneco!”, de Crisis (Nº34, febrero de 1976), Rivera dedica un agudo párrafo a destacar el aporte de Rojas desde PBT. 14. “En Caras y Caretas se cultivaba la creación colectiva, muchas veces por razones de tiempo; hasta se había creado una firma para los trabajos compartidos: Polimani”. Vázquez Lucio (Siulnas) en correspondencia privada. 15. En Caras y Caretas Nº1207 aparece la plancha habitual en la tapa, aunque previamente, en 1915 (CyC Nº855) la tapa fue ilustrada por Redondo con un cuadro satírico que expone el campo de batalla de la guerra europea como parte del carnaval, y entre los espectadores del sangriento corso asoma la inconfundible máscara de Sarrasqueta. 16. De ahí la novedad y la inflexión de “The Newlyweds”, que no sólo alberga a los personajes en el confort hogareño, sino que introduce una curiosa forma y que aquí será imitada por las series familiares y de picaresca de los años 20: todos los personajes son “monos” caricaturescos, excepto la damita joven (en “The Newlymeds”, la esposa y en “Bringing Up Father”, la hija) que para ello es dibujada en un estilo diferenciado, de intención realista.

542

544

Cuadros de vida por Hernán Martignone (*)

Prima, hermana mayor o madre del género autobiográfico, la biografía recorre la historia de la literatura desde antiguo y siempre entre el dato certero y la más pura invención, entre la narración de una vida y la búsqueda de un orden o de una justifi- cación de esa vida. La historieta, que supo siempre adaptar y adaptarse a diferentes géneros, ha robado algunos personajes al devenir histórico para incorporarlos a su mundo de viñetas, aportando su particular forma de contar. En este trabajo, Hernán Martignone ofrece un recorrido por diversas tradiciones, circuitos e intercambios que recorren las historietas argentinas a partir del acto de “narrar vidas”. LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

La tradición antigua nos ha legado conceptos de imaginación, recons- un amplio muestrario de lo que la trucción e información. El biógrafo biografía puede llegar a valer, a través debe, como si fuera poco, elegir un de las obras de Plutarco (con su mara- estilo, una perspectiva, un tono y, lo villosas Vidas paralelas en las que el más importante, un orden en el que sentido de una vida se completaba, en contar esa vida (el orden cronológico espejo, con la de otro personaje, como no es, necesariamente, el mejor o por ejemplo Teseo y Rómulo) o de el más natural). Por eso no es casual Diógenes Laercio (con sus increíbles que Ricardo Piglia diga que, cuando biografías de filósofos) o de Salustio está escribiendo (con su visión de Catilina complemen- una novela, lee La cuestión básica consiste, taria a la de Cicerón) o de Suetonio biografías: hay a entonces, en preguntarse si (con Los doce césares). Singulares son, la vez una lejanía resulta posible escribir una vida también, las vidas de Esopo o Sófo- respecto de la (y encima ajena), abarcar una cles, con su recuento de datos impro- ficción propia- vida en los términos relativa- bables e inolvidables. Tienen su lugar mente dicha y mente acotados de un texto o, importante, además, las hagiografías o una cercanía en incluso, representar con pala- vidas de santos (contrarias a las terato- la idea de que eso bras algo que es primeramente grafías, vidas de monstruos, como las que se cuenta en acción. Se presentan otros biografías de Hitler o del Diablo), y una novela debe problemas secundarios o no obviamente los evangelios (apócrifos o tener, al final, un tanto, como la relación entre no, pero sobre todo los apócrifos), que sentido oculto o literatura e historia y la investi- revelan la vida de vidas. evidente. Otro gación y la recolección de datos escritor que ha sobre la vida abordada. desarrollado un Leída y escri(vida) buen grado de reflexión en torno del género biográfico es Martín Caparrós, Derivada del griego, bio-grafía signi- quien ha volcado sus dudas en forma fica o quiere significar “escritura de de retóricas preguntas por medio de una vida”, así como auto-bio-grafía pequeños apartados que cortan (o es “escritura de la propia vida”. La entretejen) la reconstrucción de la cuestión básica consiste, entonces, en joven vida de la militante argentina en preguntarse si resulta posible escribir Amor y anarquía. La vida urgente de una vida (y encima ajena), abarcar una Soledad Rosas. Y no conviene olvidar vida en los términos relativamente tampoco al gran Rodrigo Fresán, que acotados de un texto o, incluso, repre- da cátedra de vida en su significativo sentar con palabras algo que es prime- libro Vidas de santos. ramente acción. Se presentan otros problemas secundarios o no tanto, como la relación entre literatura e De la cuna a la tumba historia y la investigación y la recolec- ción de datos sobre la vida abordada, Muchas novelas o relatos comparables no siempre fácilmente asequibles. a una novela pueden pensarse como Hay una delgada línea que separa una biografías ficticias porque cuentan biografía de una novela histórica, y en vidas inventadas como si se tratara de ese espacio mínimo se apretujan los experiencias vivenciadas por personas

545 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

reales. De la Odisea a Edipo rey, del el final. De ahí que, en general, las Martín Fierro al Facundo, del Cid al biografías abunden en anécdotas o Quijote, nos encontramos con ejem- cuadros de la infancia que sostienen plos de escritos que representan una que el biografiado se ha movido vida más o menos real o legendaria siempre guiado por una misma obse- sirviéndose de los recursos que brindan sión (un aviador que, de chico, se la la historia y la literatura y tratando de pasaba tirando avioncitos de papel en encontrar siempre ese algo particular y clase). Y la muerte, cuando le acaezca, esencial que permita dar una explica- deberá refrendar lo pasado: la biografía ción o justificación de una vida, gene- como tanatografía. Leer el capítulo ralmente resumida en un momento dedicado al Che Guevara por Piglia en epifánico (como El último lector es la forma más fácil Un proverbio griego clamaba tanto le gustaba de entender cómo puede leerse una que no es posible decir de un a Borges, quizás vida a través de un hilo conductor que hombre que ha sido feliz o porque veía ahí explique todo lo demás. infeliz hasta que haya muerto: una verdad). Un recién ahí puede uno mirar hacia proverbio griego atrás y ver y tratar de entender clamaba que no Vidas de papel (ilustración) cómo ha sido esa vida. ¿Cómo es posible decir escribir lo vivido, vívidamente, de un hombre A vuelo de pájaro, no es fácil pensar si todavía no ha terminado? que ha sido feliz en historietas biográficas que hayan Esa sería una pregunta válida o infeliz hasta calado hondo en la imaginación para los biógrafos. Los padres que haya muerto: popular. Quizás Maus de Art Spie- escriben a París para tener un recién ahí puede gelman, paradigma de la tan de moda hijo, pero ¿quién redacta el uno mirar hacia historieta autobiográfica (e indepen- epitafio? El médico firma la atrás y ver y tratar diente), tenga que ser vista en realidad partida de nacimiento, pero de entender como una biografía en cuadritos, ¿quién extiende el certificado cómo ha sido porque lo que importa allí es la recons- de defunción? ¿Quién escribe, esa vida. ¿Cómo trucción de la vida del padre a través al fin y al cabo, lo vivido? escribir lo vivido, de la mirada del hijo (si bien es cierto vívidamente, si que el hijo entrevista al padre para todavía no ha terminado? Esa sería una enterarse de lo que pasó en el campo pregunta válida para los biógrafos. Los de concentración en el que estuvo). En padres escriben a París para tener un el ámbito del cómic americano mains- hijo, pero ¿quién redacta el epitafio? tream, pasó sin demasiada gloria aquel El médico firma la partida de naci- unitario titulado Biografía no auto- miento, pero ¿quién extiende el certi- rizada de Lex Luthor, sobre el villano ficado de defunción? ¿Quién escribe, de Superman, personaje totalmente al fin y al cabo, lo vivido? ¿El que tiene ficcional. Más alto se elevó Lovecraft, la primera o la última palabra? Para la novela gráfica de Rodionoff, Giffen los griegos, según vimos, lo escribe el y el argentino Enrique Breccia, que que está en el final del camino, el que jugó con la biografía del genial escritor puede ver el final y desde allí volver mezclando su realidad y su ficción en la vista al principio, pero no hay que la construcción narrativa de su vida. olvidar tampoco que en el principio También se destacan los voluminosos debe adivinarse o al menos entreverse volúmenes de la “Big Book Series”

546 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

(Paradox/DC), como The Big Book of argentina se filtra por los resquicios de the Weird Wild West, que rescata las estas invenciones, dándoles un anclaje perdidas vidas de los conquistadores dulce o amargo (según se tome el mate) del “desierto” del Norte. en nuestro devenir nacional, y establece Cercano a este emprendimiento, pero relaciones entre esas viditas, en otro anclado en la más pura imaginación con recurso humorístico muy bien aprove- algunos toques de realismo para generar chado. Desbordante de ironía, Artistas verosimilitud, se encuentra el libro irrelevantes nos sumerge así en micro- –objeto de arte– Artistas irrelevantes biografías como la de Lucho Gallardo, (Ediciones Del Antiguo), del argentino guitarrista punk que “tocó en diversas Rodolfo Fucile. Siguiendo sin duda bandas como Sacrilegio Profano, Inhu-

la línea comenzada por las pequeñas mación Negra, Almas Sacrílegas, Gritos biografías de Marcel Schwob (Vidas Paganos, Infierno Divino, Paraíso imaginarias), continuada por Borges Infernal, hasta que su tío Eduardo lo (Historia universal de la infamia) y hasta hizo entrar en Rentas”, o la del actor cierto punto clausurada por Roberto de cine Rubén Villalonga, de quien se Bolaño (La literatura nazi en América), destacan “la sutileza a la hora de pitar Fucile se lanza a inventar las vidas de el cigarrillo, o al pasar caminando de imaginarios amigos del arte, reducidas a manera inadvertida por detrás de los una o dos páginas de ilustración y texto protagonistas”. La magia del arte, o (y una historieta) plagados de talento e cómo una vida puede compendiarse en imaginación, con un dibujo que tiene una suerte de acto heroico que es, casi mucho de la escuela historietística siempre, un acto ridículo. Algo similar, francófona y del maestro Luis Scafati. aunque menos pictórico, está desa- Para que tal derroche de imaginación rrollando Esteban Podeti en la revista no resulte tedioso, el artista (relevante) Fierro, cuya sección “El cartoonero” va alternando estilos pictóricos y tipos se dedica a contar desordenadas vidas textuales y a la vez mecha, en las tres de historietistas en una página de texto partes del libro (“Expedientes secretos”, con alguna pequeña ilustración. “Documentos periodísticos” y “Entre- vistas célebres”), publicidades o cuadros de honor de mecenas igual de descono- Yo soy la cantante cidos que los artistas que el libro apunta a rescatar del olvido (o de la falta de El cine de Hollywood, carente hace ya imaginación reinante). La historia tiempo de (buenas) ideas, recurre a lo

547 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

548 LA BIBLIOTECA Archivos, documentos y polémicas N° 11 | Primavera 2011

que sea que tenga forma de relato para Muñoz desgarra una sociedad dividida poder poner en pantalla algo que se por profundas contradicciones, que es sostenga mínimamente como narra- hablada por Sampayo con esa multipli- ción. Remakes, adaptaciones de series de cidad de voces a la que nos tiene tan culto, versiones de cómics, novelas poli- bien acostumbrados. Una lección de ciales con buenos argumentos y diálogos maestros para pintar este retrato de una interesantes han sufrido el interés y la artista arborescente. desesperación de la industria del pop- corn, ya a esta altura casi una industria del bodrio (como género cinemato- De la imaginación al poder gráfico). Sin embargo, donde menos agua parece hacer el cine americano Dos figuras insoslayables de la argen- es en la biografía, que ha dado algunas tinidad tuvieron también su represen- grandes películas en los últimos años tación en historieta: Evita y el Che, (Man on the Moon, El cantante, Blow, nada más y nada menos que a manos Milk, Who the Hell is Bobby Roos?) y ha de Oesterheld y Alberto Breccia. inspirado una forma de contar, junto Vida y obra de Eva Perón. Historia con el documental, en otras películas gráfica contó con de ficción (Gracias por fumar, Lord of el guion del La excelsa historieta Billie War, El luchador). Una excelente pelí- periodista Luis Holiday (ojodepez!), de los cula biográfica sobre Edith Piaf, La Alberto Murray argentinos Muñoz y Sampayo, môme, tiene muchos puntos en común sobre argumento que es un verdadero modelo con la excelsa historieta Billie Holiday del comprome- de cómo encarar el relato y (ojodepez!), de los argentinos Muñoz y tido guionista el retrato de una vida con los Sampayo, que es un verdadero modelo del Eternauta, recursos propios del noveno de cómo encarar el relato y el retrato y rescata en el arte. A través de dos perso- de una vida con los recursos propios del peligroso año de najes de diferente estirpe, noveno arte. A través de dos personajes 1970 a la mítica Alack Sinner y un periodista, de diferente estirpe, Alack Sinner y un mujer de Perón, los historietistas nos llevan en periodista, los historietistas nos llevan en algo que es un más que interesante reco- en un más que interesante recorrido más una biografía rrido por la sufrida vida de la por la sufrida vida de la cantante negra, ilustrada a todo cantante negra, partiendo desde partiendo desde su muerte (Billie en color que una su muerte (Billie en el Cielo) el Cielo) y transitando las diferentes verdadera histo- y transitando las diferentes etapas de su paso por la tierra de opor- rieta. Che, con etapas de su paso por la tierra tunidades hecha con el barro del suelo la colaboración de oportunidades hecha con el americano. La reconstrucción va y en dibujos de barro del suelo americano. viene en el tiempo, como si se tratara Enrique Breccia de un rompecabezas (toda vida lo es) allá por 1968, muestra una elabora- que debe ser armado y que puede ser ción mucho mayor tanto en lo que diversamente armado. Las anécdotas a guion se refiere como en la parte ficticias de Alack en relación con Billie gráfica, en un emprendimiento que se entremezclan con las informaciones formaría parte de una colección de que el periodista logra recopilar para biografías en cuadritos de personali- armar una nota de homenaje a treinta dades latinoamericanas. Aparecen aquí años de su muerte. El blanco y negro de diálogos en los globos característicos

549 LA BIBLIOTECA N° 11 | Primavera 2011 Archivos, documentos y polémicas

y las palabras del Che están mucho parten del reconocimiento consagrado mejor adaptadas al formato que lo que de esas figuras para indagar en los ocurría con los pasajes de La razón motivos que los llevaron a ser lo que de mi vida incluidos en Vida y obra... fueron, símbolos pero también seres Breves capítulos que comienzan con de carne y hueso que trascendieron las “Bolivia” ofrecen una visión panorá- fronteras de la Argentina. mica y obviamente sesgada de la vida La historieta, se sabe, ha dado mucho de Ernesto Guevara. (Hay, de hecho, y tiene mucho para dar. En este otras dos biografías en historieta del sencillo recorrido se ha querido llamar Che, una del coreano Kim Yong-Hwe la atención sobre las posibilidades y la otra del neoyorquino Spain Rodrí- que la historieta ofrece como fuente guez). Y cabría también hacer una de recursos y como medio per se en el comparación con la buena y reciente ámbito de la narración de vidas que película de Benicio del Toro para ver merecen ser mostradas. En la época del lo que significa exponer una vida en el auge de las bio-pics y de los biodramas, corto espacio de 75 páginas, lo que se esperamos aún el boom del biocómic. gana en intensidad frente a la acumu- lación. Ambas biografías, al tomar a personajes históricos de renombre, (*) Universidad de Buenos Aires

550