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Raúl Serrano Sánchez, comp., “El cuento de Erasmo” es parte de la Rondando a J.J. novela El rincón de los justos de Jorge Velasco Mackenzie (el único con dos Tributo a Julio textos antologados) y también elabora Jaramillo Laurido, su lenguaje con la coba siempre en la Quito, Ministerio Coordinador línea del grupo Sicoseo, grupo al que del Patrimonio, Raúl Vallejo compara con una pieza de 2012, 178 pp. ajedrez: “una más del infinito número de torres de marfil que se desmoronan lue- Rondando a J.J. es más que un go de la publicación del número único homenaje al cantante guayaquileño, de su revista literaria”. es un asedio textual, un rodear al mito, El cronista de la ciudad de un rondar a una figura que es parte del Guayaquil, Jorge Martillo (también poe- imaginario no solo local sino también ta al igual que Artieda), elabora una latinoamericano. especie de biografía lírica de Míster Es evidente que no hay un solo JJ Juramento que oportunamente es res- sino varios y que todos están bajo la catada de un libro de crónicas titulado sombra de la fatalidad, signo cruel. Cada Guayaquil de mis desvaríos. El gran JJ (el trovador, el womanizer, el amigo, logro de Martillo es darle voz propia al el padre) está en Rondando a JJ, compi- cantor pues le dedica todo un bloque lación de Raúl Serrano Sánchez. narrativo en primera persona del mas- Los textos escogidos de Fernando culino singular. Artieda, Fernando Nieto, Raúl Vallejo, Otra joya de poeta incluida en esta Jorge Velasco, Jorge Martillo y Raúl antología es “Nocturno de celaje deslum- Pérez Torres son más que suficiente brante” de otro poeta, Fernando Nieto. El para conformar un canon sobre el lla- fragmento pertenece a una novela inédita mado Ruiseñor de América. titulada Bulevar manigua. Al igual que el El poema “Pueblo, fantasma y cla- relato de Pérez Torres, Nieto se centra en ve de JJ” de Fernando Artieda es acaso los asistentes al cortejo fúnebre. La gran el que más ligado está con el imagina- diferencia es que el escritor guayaquileño rio guayaquileño. Artieda fue parte de nacido en Quito se dedica a hacer una Sicoseo, grupo de escritores guayaqui- prosa poética sin puntos ni comas, escrita leños que creó un verdadero laboratorio en su totalidad de , y hasta apa- de lenguaje coloquial a mediados de los recen escritores locales como el Flaco 70 en Guayaquil. Artieda, el “manaba mardito” y el “renegri- El relato “Rondando tu esquina” en do Ulloa” entre los dolientes. el cual se ha inspirado el compilador “El alma en los labios” de Raúl para titular esta obra, recrea en un len- Vallejo tiene como voz narrativa a Rosa guaje –que parece tomado del o Amada Villegas. Al igual que Nieto, del – el multitudinario funeral de Vallejo hace desfilar a la “hermandad JJ. Este texto de Pérez Torres pertene- de sicoseadores de la palabra” pero ce al libro En la noche y en la niebla que traslada el velorio al bar El rincón de los ganó el Premio Casa de las Américas justos en el barrio de Matavilela. en 1981.

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¿Cuál es el sentido de reunir a to- buena parte de los tipos, arquetipos y dos estos textos en un solo libro más estereotipos que rondan sobre él. allá del evidente homenaje? Dos ausencias son notorias en este En esta antología Raúl Serrano libro: la de los fragmentos de Nunca sale tras las pistas de cada JJ, buscán- más el mar que Miguel Donoso Pareja dolas no solo en las letras de las can- le dedica a JJ y la de la biografía El ciones sino también en la textualidad ruiseñor de América que Edgar Allan generada por su mito. No es un acto de García escribiera en forma de reporta- exhumación, tampoco una apología. Es je novelado y que, aunque forma parte la creación de un monumento textual en de la bibliografía de Raúl Serrano, de- el que está presente la voz y el cuerpo bió haberse reproducido un fragmento. del zorzal, su dimensión paralela, a la Tanto la de Donoso como la de García vez íntima y exhibicionista, privada y son dos obras valiosas, en su aspec- teatral donde se movía a sus anchas un to tanto testimonial como literario, que JJ con un ADN que contiene música y seguramente serán convocadas en la literatura al mismo tiempo. segunda edición de esta compilación. Esta compilación explora la zona Un párrafo aparte merece la sesu- inestable donde los secretos íntimos se da introducción del compilador. Raúl dejan contaminar por los axiomas de Serrano hace un ensayo donde se cru- lo público y la soportable levedad del zan los discursos de la antropología, la mundo social por la letra insuficiente de sociología de masas y los estudios cul- la literatura. Insuficiente porque JJ ape- turales. Es un texto de 37 páginas y 32 nas es motivo de un poema o un cuen- fuentes bibliográficas que resulta casi to. No es todavía personaje de novela. una monografía sobre la recepción de Ya lo ha sido de películas o teleseries JJ como fenómeno de masas. Huyendo pero no de una obra literaria de largo de la dicotomía de alta y baja cultura aliento. y del lenguaje academicista, Serrano Quizá el texto antologado que más pone en su sitio al mito del cantor po- se acerca a lo novelesco es curiosa- pular dándole un contexto histórico, un mente un ensayo de Jorge Velasco marco social y político que acaso antes Mackenzie, titulado “El que la pone se no tuvo. la lleva: Encores de Julio Jaramillo. 10 Valedera la iniciativa del Ministerio pistas para leer la vida de un ídolo po- de Patrimonio Cultural que ha publica- pular”. El novelista guayaquileño, que do este libro como un rescate de un también fue parte de la hermandad de patrimonio simbólico como lo es JJ. En Sicoseo, indaga sobre el mito de mane- el prefacio, la poeta María Fernanda ra lúcida con fragmentos de entrevistas Espinosa inscribe esta antología como y armando viñetas narrativas dentro de parte de un proceso para la declaratoria sus reflexiones. del pasillo como Patrimonio Cultural del Tal vez aparezca, y quién sabe si junto al Instituto Nacional de firmada por Jorge Velasco, la gran no- Patrimonio Cultural. La música de Julio vela con JJ´s inesperados, capaces de Jaramillo Laurido, como dice la poeta poner a distancia, ironizar o aún refutar Espinosa, está sonando en este mo- mento “en la sala de alguna casa o en

Kipus / 153 Kipus 34, II semestre 2013 la esquina de algún barrio. Y también José Joaquín Olmedo, en las páginas de este libro”. La victoria de Junín.

Marcelo Báez Meza Canto a Bolívar (1825), Escuela Politécnica del Litoral, Estudio introductorio: Guayaquil Raúl Vallejo; Prólogo: Fernando Iwasaki, Quito, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador/ Ediciones Doce Calles, S.L., 2012, 114 pp.

¿Quién lee hoy el largo poema épi- co de Olmedo que no sea estudiante de la carrera de Literatura? Tal vez algún maestro de secundaria sigue exigiendo la memorización de aquellos versos ini- ciales “El trueno horrendo que en fragor revienta / y sordo retumbando se dila- ta…” por el efecto sonoro y porque son ejemplo de figuras retóricas llamativas. Lo cierto es que el texto que nos hizo sentir orgullosos de contar con un poeta continental reposa como pieza venera- ble en el museo de la memoria literaria nacional. Y esa memoria requiere de com- bustión que la encienda y caliente, al menos para las fiestas patrias. Para ello contamos con libros nuevos que refres- can nociones viejas. O que las iluminan con renovadas perspectivas. Esto me acaba de ocurrir con la edición empren- dida por iniciativas ecuatorianas (Uni- versidad Andina Simón Bolívar) y espa- ñolas, dado que el magno poema había carecido de publicación en el país de nuestros ancestros colonizadores. El libro de escasas 114 páginas resulta un excepcional instrumento de estudio porque contiene muchos ele- mentos para que el lector aprecie que se trata de un puntal literario. Los 906 versos con las mismas notas con que

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