Plan Maestro Del Santuario Histórico De Machupicchu
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PLAN MAESTRO DEL SANTUARIO HISTÓRICO DE MACHUPICCHU 1 PRIMERA PARTE: GESTIÓN DEL PLANEAMIENTO 1. ANTECEDENTES El Patrimonio Arqueológico de Machupicchu, de gran importancia en el periodo de apogeo del Tawantisuyo, era conocido limitadamente durante la conquista española y el Virreynato, y fue objeto de saqueo y de extirpación de idolatrías1. Si bien fue en general subestimado y relegado, reducido a algunos monumentos aislados, se lo menciona en distintos documentos, con variadas denominaciones, pichu y otros, que son objeto de estudio arqueológico y científico, como veremos más adelante. Existen señalamientos sobre su existencia en diversos documentos del siglo XIX, y varios peruanos y personalidades extranjeras lo consignaban, e incluso informaban acerca de él 2. En 1911 Hiram Bingham, con el respaldo de la Universidad de Yale y el National Geographic Society, realiza lo que se ha conocido como “descubrimiento científico”, que permitió exponer al país y al mundo la importancia del patrimonio de Machupicchu, estrechándolo a una “ciudad perdida”. Esta puesta en conocimiento universal resignifica a Machupicchu en la visión sobre el Perú, y se constituye en un ícono de nuestra identidad nacional y regional. La afirmación respecto a su significado y el resguardo de este patrimonio, han ido de la mano con las vicisitudes de la nación en el siglo XX, en un complejo proceso de puesta en valor, descubrimientos, resignificaciones contrapuestas, regional y nacionalmente, relativas a la significación de este lugar asumido como sagrado3. Desde los momentos de su “puesta en conocimiento al mundo” se impuso el gestionarlo en base al predominio de sus valores turísticos. Durante esta puesta en conocimiento universal se produjo la gravísima separación entre los grandes monumentos líticos de la Ciudad Inca, el Camino Inca y sitios relacionados en este pueblo de altura y de nexo andino amazónico, y los objetos culturales de piezas arqueológicas numerosas, pese a ser reconocidos de titularidad del Perú, fueron retenidos por Bingham fuera del país, y hasta la fecha no han retornado. De esta forma, se ha limitado que sea fuente de investigaciones, y de evaluaciones. Se ha recortado una parte sustantiva del patrimonio, lo que afecta la identidad cultural nacional y regional. Adicionalmente, durante muchos años el despeje de la maleza tropical en la Ciudad Inca era tratado como un asunto de obra pública de infraestructura y no de investigación patrimonial arqueológica, lo que llevó a situaciones dramáticas como la de entierro de restos arqueológicos como si se 4 tratara de desechos, y la destrucción de muros para abrir facilidades a los visitantes turísticos. La formación del Parque Arqueológico Nacional de Machupicchu, ubicado en el ámbito del distrito del mismo nombre, de la Región Cusco, con un área de 32.592 hectáreas, ha sido una respuesta para dar predominio a la gestión cultural. Desde mediados de la década de 1930, la Ciudad Inka de Machupicchu, era atendida por el Estado peruano por personal del ex Patronato Departamental de Arqueología, prácticamente 20 años después de los trabajos iniciados por Hiram Bingham en 1911. Fue creado por Ley 9396, con un área de 10,000 hectáreas, constituyéndose en el primer área protegida por Estado y la segunda en el continente Sudamericano, administrada en ese entonces por el ex Patronato Departamental de Arqueología, posteriormente por la Casa de la Cultura Cusco. En 1952 se dispuso por Decreto Supremo su restauración. En 1962 se creó el Museo de Sitio, a la espera de sus principales piezas, que Bingham llevó a Estados Unidos, y que ofreció regresar al Perú. A partir de 1972 el Parque pasa al Instituto Nacional de Cultura. 1 Lumbreras, Luis, señala estas consideraciones en el estudio sobre Machupicchu y el Mausoleo del Emperador, 2004 2 Mould de Pease, Mariana, señala en sus diversos trabajos sobre Machupicchu que fue conocido por varios peruanos e investigadores internacionales previamente a Bingham 3 López Lenci Jazmín “ El Cusco, paqarina moderna” 2004 4 Valencia, Alfredo, Machupicchu: La Investigación y Conservación del Monumento Arqueológico después de Hiram Bingham, 1992. PLAN MAESTRO DEL SANTUARIO HISTÓRICO DE MACHUPICCHU 2 Con la formación del Parque Arqueológico, en una primera instancia se dio mayor interés a las labores de conservación y mantenimiento de la ciudad Inka de Machupicchu y Wiñaywayna. A fines de la década del 70 del siglo pasado, se inician los trabajos de mantenimiento y conservación del Camino Inka. Como se puede apreciar, en esos momentos la administración y conservación del parque estuvo a cargo del ente encargado del manejo del patrimonio cultural, lo que expresa que se buscaba superar su reducción al aprovechamiento turístico. En 1968 el Patronato Departamental de Arqueología del Cusco delimitó la zona con el nombre de “Parque Arqueológico de Machupicchu”, sobre una superficie mayor a las 50 555 ha. En 1972 se elaboró el “Estudio Económico Financiero del Plan COPESCO “a fin de impulsar el desarrollo socio-económico de la zona Cusco-Puno, en el que, entre otros se consignan los sub-proyectos de Equipamiento Turístico y Restauración de Monumentos. En febrero de 1973, se firmó un convenio de elaboración de estudios del sub proyecto de Equipamiento Turístico, entre ENTUR PERÚ y COPESCO. Se concibió inicialmente la idea de desarrollar un Jardín Botánico que representara la flora de Machupicchu, como complemento al Complejo Hotelero, constituyendo ambos el Centro Turístico de Machupicchu. La oficina técnica del Plan COPESCO, al iniciar los estudios preliminares para este Jardín Botánico, detectó fuertes presiones que afectaban la flora y fauna del lugar, por lo que se cambió la concepción inicial del proyecto, reorientándolo hacia la protección del ambiente natural. En base al aspecto turístico planteado por COPESCO, se formuló la creación de un Parque Nacional (área natural protegida) pues respondía mejor a las necesidades. Esto significaba para los promotores iniciales de la idea, la presencia de un jardín botánico natural como complemento de los atractivos arqueológicos de Machupicchu. El Centro Turístico de Machupicchu, inicialmente tenía una superficie aproximada de 50,500 ha. abarcando el área delimitada por el Patronato Departamental de Arqueología del Cusco. Políticamente estaba ubicado en los distritos de Huayopata, Occobamba y Santa Teresa de la provincia de la Convención y a los distritos de Machupicchu y Ollantaytambo de la provincia de Urubamba; comprendiendo los predios de Q´ente, Santa Rita de Q´ente, Torontoy, Huadquiña, Yanama, Totora, Piscacucho, Mandor, Collpani Grande y San Pedro, estando algunos de estos en la fecha de las propuestas, en proceso de afectación y reversión al Estado. En 1981 se superponen la gestión cultural y natural. El 8 de enero de 1981, mediante Decreto Supremo se crea el Santuario Histórico de Machupicchu (SHM). Declara la intangibilidad del área, la que establece en 32,592 has., como área natural protegida, la que se superpone al parque arqueológico. Asumen ingerencia el Ministerio de Agricultura, con competencia en las áreas naturales protegidas, y el Ministerio de Educación, con competencia, a través del INC, en asuntos culturales y arqueológicos. El 9 de diciembre de 1983, el Santuario Histórico de Machupicchu es inscrito por la UNESCO en la Lista del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, con el registro número 54. Luego de esta declaratoria, se intensifican las labores de conservación y restauración, sin embargo, en mayor medida se incrementa la presión de su puesta en valor, sobre todo en función del turismo. Se agregan, entonces, los intentos de las diversas dependencias estatales ligadas al turismo, para tener ingerencia en los asuntos del SHM. Durante casi toda esa década esta superposición afectó seriamente el manejo del área. Fueron diversas las instituciones en superposición en el manejo del SHM, tales como la DRIT, Ministerio de Agricultura, Municipalidad de Machupicchu, Municipalidad de Urubamba, Gobierno Regional, Enturin, entre otras. 2. EL PLAN MAESTRO (1998-2003) Y LA UNIDAD DE GESTIÓN MACHUPICCHU Las debilidades de gestión ante el sustantivo incremento del turismo hacia Machupicchu, tanto hacia Ciudad Inca como a los Caminos Inca, y los afanes del Gobierno de ese entonces de acentuarlo aún mas, llevó a que la UNESCO empezara a alertar de los riesgos respecto a este Patrimonio de la Humanidad. El Gobierno del Ing. Fujimori impulsó entonces la elaboración del Plan Maestro del SHM (1998-2003) y en agosto de 1998 se crea la Unidad de Gestión de Machupicchu. PLAN MAESTRO DEL SANTUARIO HISTÓRICO DE MACHUPICCHU 3 El sustento del Plan Maestro era la conservación del Santuario, aunque dio un mayor impulso al incremento del uso turístico y su gestión privada. Sus columnas vertebrales eran el mayor uso turístico (ampliación del hotel, iluminación nocturna, visitas las 24 horas, etc.); el incremento de facilidades de acceso (teleférico, etc.); y la administración privada de equipamientos, incluida la concesión de Caminos Inca y el ferrocarril. Se pretendía transformar el SHM en un lugar de atracción global para el turismo mundial, con acceso sobresaturado, lo que ha ido afectando irremediablemente su carácter de lugar sagrado e ícono de identidad socio cultural, regional y nacional. Esto explica las características de dicho Plan, en su metodología, su formulación final y la unidad de gestión 5 que propuso. Las evaluaciones realizadas han señalado críticas como las señaladas por Martorell respecto a la forma apresurada, en talleres de participación restrictiva y no representativos6. Los objetivos asignados al Plan no guardan coherencia lógica con los objetivos generales y específicos y con los resultados deseados y las acciones y normas previstas. Por más que desde la declaración de la UNESCO del SHM como Patrimonio Mundial se menciona la necesidad de integrarlo a la dinámica territorial y cultural regional, que incluye Ollantaytambo, Pisac y Vilcabamba, el Plan se encierra en los límites del SHM, con un grave divorcio de la escala regional, la cuenca del río Vilcanota-Urubamba y el Valle Sagrado de Urubamba. Dicho Plan Maestro, no contiene la consideración del carácter sagrado del área.