LAVIDA Y LA CULTURA DE LOS

Rafael Karsten

LAVIDA Y LA CULTURA DE LOS SHUAR

CAZADORES DE CABEZAS DEL AMAZONAS OCCIDENTAL LA VIDA Y LA CULTURA DE LOS JÍBAROS DEL ESTE DEL

Segunda Edición en español

Ediciones Abya-Yala 2000 LA VIDA Y LA CULTURA DE LOS SHUAR Rafael Karsten

Título original: The Head Hunters of Western Amazonas. The life and Culture of the Jívaro Indians of Eastern Ecua- dor and Perú Societas Scientiarum Fennica Commentationes Humanarum Litterarum. VII. 1. Helsingfors, 1935

1ra. edición: Ediciones Abya-Yala en Español Quito-Ecuador 1988 Banco Central del Ecuador Museo Antropológico-Guayaquil

2da. Edición: Ediciones Abya-Yala 2000 Casilla 17-12-719 Telf.: 562-633 / 504-247 Fax: 506-255 / 506-267 E-Mail: [email protected] [email protected] [email protected] wwwabyayala.org Quito-Ecuador

Autoedición: Martha Vinueza M.

ISBN: 9978-04-602-X

Impresión: Producciones digitales UPS Quito-Ecuador

Traducción: María Clara Montaño; Jenny Iglesias y Héctor Dueñas

Impreso en Quito-Ecuador, Mayo del 2000 INDICE

INTRODUCCION...... 17

Primera parte MIS VIAJES EN EL OESTE DEL AMAZONAS

Capítulo I Mi expedición al Bobonaza y Pastaza ...... 35

Capítulo II Canelos y sus habitantes...... 39

Capítulo III Mi expedición a los Achuaras ...... 43

Capítulo IV Expedición al río Upano, río Santiago y al alto río Pastaza ...... 53

Capítulo V Una fiesta india de cazadores de cabezas ...... 61

Capítulo VI Mi expedición a los Aguaruna ...... 70

Segunda parte CULTURA MATERIAL

Capítulo I Aspecto físico, vestido y ornamento ...... 85

Capítulo II La casa (hea, huasi) ...... 91

Capítulo III Artefactos ...... 97

Capítulo IV Alimentos ...... 105

Capítulo V Agricultura ...... 111

Capítulo VI La cacería ...... 123

Capítulo VII La pesca ...... 145 6 RAFAEL KARSTEN

Tercera parte VIDA SOCIAL

Capítulo I Organización social ...... 151

Capítulo II Compromiso y matrimonio ...... 153

Capítulo III La fiesta femenina del tabaco (Noa Tsangu) ...... 157

Capítulo IV Costumbres matrimoniales de los indios Canelos ...... 167

Capítulo V Vida sexual ...... 171

Capítulo VI Costumbres en el nacimiento ...... 179

Capítulo VII Educación de los niños; ceremonias de la pubertad ...... 185

Capítulo VIII La vida diaria, las visitas, el comercio ...... 191

Capítulo IX Moral social. Posición de la mujer ...... 197

Cuarta parte LAS GUERRAS Y LAS FIESTAS DE LA VICTORIA

Notas generales ...... 203

Capítulo I Medios de defensa ...... 205

Capítulo II Jefes y guerras ...... 209

Capítulo III Causas de la guerra ...... 211

Capítulo IV Cómo se llevan a cabo las venganzas y guerras ...... 217

Capítulo V La cabeza trofeo (Tsantsa) y su preparación ...... 225

Capítulo VI El lavado de la sangre (Numbuimartinyu) ...... 231

Capítulo VII La fiesta de la pintura con Genipa sua (Suamartinyu) ...... 237

Capítulo VIII La fiesta final de la victoria (Einsupani) ...... 241

Capítulo IX La danza wimchi ...... 243 LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 7

Capítulo X La preparación de la de yuca y del vino de yuca ...... 247

Capítulo XI El primer día de la fiesta. Inauguración (Utsandowai) ...... 251

Capítulo XII El segundo día de la fiesta. Beber el natema (Umartinyu) ...... 259

Capítulo XIII El tercer día de la fiesta. Lavado de la tsantsa (Nihantsa nihartinyu) ...... 261

Capítulo XIV El sacrificio de los cerdos. (Cuchi ahiktahei matinyu) ...... 269

Capítulo XV El último día de la fiesta. Conclusión (Nambera shiakma) ...... 271

Capítulo XVI Ultimas observaciones sobre la fiesta de la tsantsa ...... 275

Quinta parte RELIGION - ARTE - CIENCIA

Capítulo I Ideas religiosas de los Jívaros ...... 279

Capítulo II Las ideas religiosas de los Canelos ...... 289

Capítulo III Ideas sobre la enfermedad y la muerte ...... 293

Capítulo IV El y su iniciación ...... 297

Capítulo V El curandero como brujo ...... 301

Capítulo VI El curandero como sanador ...... 305

Capítulo VII Ceremonias y ritos religiosos ...... 311

Capítulo VIII Bebidas narcóticas. Divinación ...... 317

Capítulo IX Supersticiones varias...... 329

Capítulo X La vida futura - Costumbres funerarias y de duelo ...... 331

Capítulo XI Costumbres funerarias y de duelo entre los indios Canelos ...... 337

Capítulo XII El juego huayru de los quichuas ...... 345

Capítulo XIII Arte ...... 351 8 RAFAEL KARSTEN

Capítulo XIV Poesía y música ...... 355

Capítulo XV Ciencia ...... 359

Sexta parte MITOS

Mitos ...... 367

Séptima parte LA LENGUA JIVARA

Observaciones generales ...... 381

Capítulo I Gramática ...... 383

CONCLUSION El indio y la civilización ...... 403 PREFACIO

Al publicar este material etnológico sobre los ta el lector, se basa casi completamente en la co- Cazadores de Cabezas del Amazonas Occidental, lección del Museo de Gothenburg, que contiene reunido durante mis cuatro años de viajes en me- muchos objetos raros y, a veces, únicos, de las más dio de ellos (1916-1919 y 1928-1929), deseo ex- remotas tribus jívaro. Quiero agradecer al Director presar mis cordiales agradecimientos a las institu- del Museo, Dr. Walter Kaudern, por la amabilidad ciones y personas privadas que han hecho posibles y cortesía que me ha brindado. Estoy en deuda con dichos viajes e investigaciones y me han ayudado los dibujantes Sr. F. Hjelm de Gothenburg y Srta. K. para la publicación de mi trabajo. Entre los prime- Hildén de Helsingfors, por haber reproducido los ros quiero mencionar a la Universidad de Helsing- objetos presentados en este trabajo. Igualmente de- fors, que me otorgó una de sus becas para viajar bo mucho al dibujante Sr. Eric Wasström que -par- con fines de estudio, al Gobierno de Finlandia que tiendo de mis descripciones ha representado la im- pagó gran parte de los gastos de mi última expedi- portante danza jívaro, ejecutada después de la ción al Ecuador y Perú, y al Museo Etnográfico de gran fiesta de la victoria, como se ve en tablas XXIX Gothenburg, Suecia, por medio del cual reuní la y XXX. colección de objetos de la cultura jívaro, ahora en Finalmente, expreso un caluroso agradeci- posesión del mismo museo. El gobierno de Finlan- miento a la Srta. Agnes Dawson, B. Sc. por haber dia, finalmente, ha costeado gran parte de los con- leído el manuscrito en inglés y haberme ayudado a siderables gastos relacionados con la publicación corregir las pruebas. de esta obra. La descripción de la cultura material de los Jí- Helsingfors, Mayo 1935 varos contenida en la II Parte, como se dará cuen- Rafael Karsten

PRESENTACIÓN Rafael Karsten. Etnógrafo de los jíbaros* Marie Perruchon

En total Rafael Karsten pasó nueve años en marcado por la religión. Para Karsten la explica- Sudamérica. Durante cuatro años estuvo en la re- ción de las costumbres es importante, pero más gión occidental del Amazonas y, según sus propias importantes son las interpretaciones indígenas que palabras, vivió en contacto cercano con el pueblo él presenta, de gran valor cuando se las utiliza co- jíbaro. Visitó tres de las cuatro culturas jíbaras: los mo una fuente de investigación. Para el lector esto shuar, los y los aguaruna. Su base de ope- significa un contraste liberador con respecto a mu- raciones estaba en Macas y sus observaciones chos estudios contemporáneos tardíos. principales están fundadas en sus experiencias en- Karsten consideraba que muchas de las cos- tre los shuar que viven cerca del Río Upano. tumbres y maneras que era posible considerar en- Mientras sus primeros objetos de estudio, trañan una importancia práctica, ya que contienen los indígenas del Gran Chacho, fueron descritos un significado mágico-religioso para los jíbaros. Su como primitivos y sucios—un resultado del medio posición consistía en que tanto la cultura material ecológicamente pobre, según Karsten—los jíbaros1 como la organización social iluminan las prácticas representan un nivel mayor, llegando a ser caracte- religiosas y su significado. Karsten, también estaba rizados como inteligentes, prudentes y conscien- muy interesado en el simbolismo, pero desafortu- tes. nadamente esto generó una tendencia a “mistifi- car” la cultura jíbara. En ocasiones, Karsten veía Karsten y los jíbaros símbolos y rituales donde no había ninguno, y a veces sobrevaloraba la importancia mágico-ritual En la introducción a The Head-hunters of de las actividades cotidianas. the Western Amazonas (1935), Karsten escribió Sin embargo, con frecuencia sus observacio- una espléndida historia de los jíbaros, iniciada en nes respecto a los conceptos cosmológicos que la década de 1450 cuando el imperio inca empe- subyacen a los ritos y tabúes son relevantes y el et- zó sus intentos de colonización. nógrafo muestra la lógica que había detrás de dife- También describe los innumerables esfuer- rentes formas de tabúes dietéticos y el significado zos misioneros que han hecho diferentes órdenes ritual de varias plantas. Sus análisis de la magia religiosas en el transcurso de los años. La simpatía simpática contagiosa, de las transmisión de carac- de Karsten es indudable cuando describe cómo el terísticas de los objetos a las personas, han sido pueblo jíbaro resistió a todos los conatos de con- confirmados por Brown (1985) en su estudio sobre versión de la Iglesia “sabiendo que la introducción la magia aguaruna; Brown se refiere a las observa- de la civilización cristiana entre los indígenas sig- ciones de Karsten en varias ocasiones y las con- nifica el inicio de la esclavitud política y la dege- firma. neración cultural” (1935: 9). Su reseña histórica Karsten consideraba que los jíbaros casi no también manifiesta una ausencia de juicios etno- habían sido influidos por la cultura mestiza y que céntricos inusual para su tiempo. su sistema simbólico y sus formas de pensamiento La etnografía de Karsten puede ser conside- eran enteramente propias de su cultura; sólo en la rada con el carácter de holística con un énfasis cultura material notó cierta influencia del exterior.

* Este artículo es parte de la obra Rafael Karsten, observador y teórico, (Abya-Yala, 1997), coordinada por Jan Ake Alvarsson. 12 RAFAEL KARSTEN

A pesar de que la actividad misionera había segui- Nuevamente al considerar las normas de lo- do su curso por varios cientos de años, no tuvo éxi- calidad, Karsten fue claro: los jíbaros son matrilo- to de acuerdo a Karsten: “Y no creo que estos indí- cales. Mientras otros investigadores como Daniels- genas abracen jamás voluntariamente forma algu- son (1949) describen el típico complejo doméstico na de cristianismo” (1935: 8). Considerando las jíbaro formado por un hombre con sus hijos y al- cosas superficialmente, estaba equivocado puesto gunos hermanos, Karsten notó acertadamente que que hoy en día la mayoría de jíbaros se consideran este modelo existe pero es muy atípico y está en a sí mismos cristianos, pero si echamos un vistazo contra del ideal cultural cuya máxima se expresa debajo de la superficie podemos ver que la cosmo- en el dicho: “el hombre sigue a la mujer”. visión jíbara tiene muchos aspectos únicos que di- Claro está que Karsten también cometió fieren de la población mestiza del entorno. Así grandes equivocaciones: afirmó que los jíbaros mismo, a pesar de la desaparición de muchas cos- eran patrilineales, que la identidad social se trans- tumbres que Karsten observó (p. ej. las vendetas mitía sólo a través del padre: “los jíbaros son un bélicas [war-feuds], la reducción de cabezas, los pueblo estrictamente patrilineal: calculan la des- ritos de iniciación), la magia en gran parte todavía cendencia sólo en línea masculina, quedando las está viva, aunque en formas diferentes. mujeres absolutamente fuera del cálculo” (Karsten Casi todos los que estudian a los jíbaros se 1 935:185). Pero él mismo ofrece evidencia de lo han interesado en la caza y la reducción de cabe- contrario, al afirmar que cuando un niño tiene zas. Karsten no fue una excepción, pero en compa- aproximadamente dos años de edad se celebra una ración con otros, sus investigaciones fueron muy fiesta para él, durante la cual la persona más vieja profundas. No sólo describe ambas prácticas, sino de la familia da un nombre al niño y una planta también las coloca en un contexto socio-político y masticada y mezclada con saliva. El donante debe de género: las ceremonias de la tsantsa estimulan ser un hombre si el niño es varón, o una mujer si el poder del espíritu, decía Karsten, y otorgaba un se trata de una niña (1935:226). El poder dado al alto prestigio personal. Pero los personajes princi- niño viene en parte de la planta misma, pero tam- pales de estas ceremonias no son los guerreros que bién de la saliva del anciano o anciana (ibíd: 234). participan en la caza de cabezas, a excepción del Además, cuando un muchacho se convierte en que toma la tsantsa, sino las mujeres (esposas e hi- hombre durante la pubertad, un anciano hace de jas adultas) que tienen un parentesco cercano con tutor o maestro de ceremonias. Este hombre es un el que toma la tsantsa (Karsten 1935: 350). A pesar wea, el esposo de la hermana del padre o el her- de que la guerra y la caza de cabezas son activida- mano de la madre (ibíd.: 239), siendo ambos con- des estrictamente masculinas, Karsten nos cuenta siderados la misma persona a nivel estructural. que el resultado afecta en gran medida a las muje- Alf Hornborg, cuya disertación doctoral res; a través de ellas, la tsantsa da fertilidad e incre- (1988) aborda en parte la afiliación y la sucesión menta la producción hortícola (ibíd: 314-315). entre las culturas jíbaras, emplea los estudios de El interés de Karsten por las actividades fe- Karsten y llega a la conclusión de que los shuar tie- meninas fue muy fructífero; se percató de la exis- nen principios de transmisión cognática. Esto se tencia de los anent femeninos (“cantos mágicos”) a apoya en mis propias observaciones y análisis del los que, por ejemplo, nunca dedicó atención Har- sistema de parentesco shuar. Pero la descripción ner (1978), que se concentró en el shamanismo y la anterior, y otras de su tipo, nos llevan a la conclu- magia. Así mismo, la fascinación de Karsten con los sión de que los jíbaros también tienen una tenden- rituales y las actividades femeninas le llevó a des- cia paralela en sus principios de transmisión (véa- cribir un conjunto de rituales femeninos, entre se Perruchon 1993). Esto muestra que Karsten era otros, los ritos de iniciación. Karsten fue, el único un gran etnógrafo y un hábil recolector de informa- de sus contemporáneos que reconoció la existencia ción, pero que no siempre lograba llegar a conclu- de estos rituales. Harner (ibíd) los menciona pero siones adecuadas a partir de sus datos. Sin embar- no les da ninguna importancia en particular. Su in- go, él mismo escribe que: “mi principal objetivo en terés giró principalmente en torno a los rituales este trabajo no ha sido presentar teorías sino expo- masculinos, que de acuerdo a Karsten, tenían me- ner simplemente los hechos” (1935:18). nos importancia social y religiosa que los femeni- Como podemos ver, Karsten se adelantó a su nos, excepto la ceremonia de la tsantsa. tiempo en lo que tiene que ver con la antropología LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 13 sobre las mujeres; fue por vez primera en la déca- al no considerar estas prácticas como pruebas del da de los setenta que la antropología empezó a dominio masculino en la sociedad jíbara. centrar su atención en las relaciones de género También explica la influencia de la poliginia (con excepción de Margareth Mead y Ruth Bene- en los diferentes enfoques sobre el matrimonio en dict). Por aquel entonces el paradigma de la subor- relación con el género: de acuerdo a Karsten, el dinación universal de las mujeres estaba en boga. principio poligínico provocó una escasez de muje- No fue antes de mediados de los ochenta que la res disponibles, lo cual condujo a un desinterés en antropología empezó a percatarse de la influencia el matrimonio por parte de las mujeres; nunca tu- de las mujeres y a escribir al respecto, algo que vieron que preocuparse por conseguir marido Karsten enfatizó setenta años antes. Karsten consi- puesto que había un número relativamente menor deraba que las mujeres jíbaras ocupaban una alta de mujeres solteras en comparación con los varo- posición religiosa en su sociedad: “la verdad es nes. Para los varones, por otra parte, la situación que la esposa jíbara no es completamente inde- era diferente, tenían que trabajar duro para conse- pendiente dentro de su esfera de actividad, pero guir una mujer. Karsten proporciona un ejemplo ejerce una considerable influencia social y autori- muy pertinente de la importancia que los hombres dad aun en materias de interés principalmente dan al matrimonio. Cuando pregunta a un mucha- masculino” (1935:253). Mientras que otros consi- cho que ha acabado de pasar por un rito de inicia- deraban (y algunos piensan así en nuestros días) ción si sabía por qué se le ha dado la droga datu- que las mujeres eran objetos de intercambio en las ra, éste contesta: “sí, es para que pueda convertir- alianzas matrimoniales formadas por hombres, me en un hombre de verdad, en un guerrero bravo Karsten señaló el rol de las mujeres en el matrimo- y para que pueda casarme” (Karsten 1935:241). nio. Y mientras que otros han enfatizado la subor- Por medio de sus retratos de la vida domés- dinación de las mujeres en las sociedades jíbaras tica de los jíbaros y de sus relaciones afectuosas, (p. ej. Seymour-Smith 1991), Karsten subrayó las Karsten oblitera el mito de los hombres jíbaros co- relaciones simétricas entre marido y mujer: “consi- mo salvajes brutales e insensibles. Un ejemplo lo dero que existen pocas sociedades civilizadas don- constituye el término “captura de mujeres” que de el hombre, de manera tan infalible pide un con- usan otros autores para designar lo que de hecho sejo a su mujer, incluso en asuntos sin importan- son dos cosas completamente diferentes: el rapto cia, como entre estos salvajes” (Karsten 1935:253). intragrupal de mujeres durante la guerra y el “rap- Mientras Stirling (1938) y Up de Graff (1923) sólo to” intergrupal. Karsten usa el término “rapto” para veían cómo los hombres bárbaros y sedientos de referirse a la captura intergrupal, lo cual es una de- sangre asesinan y violan a las mujeres, indefensas signación menos engañosa. De lo que se trata en frente a ellos, Karsten enfatiza la fuerza de la mu- verdad es que una mujer y un hombre se enamo- jeres: “las mujeres adultas de una tribu desterrada ran pero no pueden casarse por varias razones, y no siempre pueden ser sometidas a un vencedor entonces huyen juntos. que mató cruelmente a sus esposos, padres o her- En todos los estudios posteriores sobre las manos, sino que guardan un odio invencible con- culturas jíbaras aparece el libro The Head-hunters tra él” (Karsten 1935:291). Si una esposa, según su (Karsten 1935) en la bibliografía, y muchos antro- familia, ha sido castigada equivocadamente o mal- pólogos “jóvenes” citan a Karsten para apoyar la tratada por su marido, sus familiares la vengarán: premisa de la alta posición y la importancia cultu- en estas circunstancias más de un jíbaro ha sido ral de las mujeres en estas culturas (ver p. ej. asesinado por su suegro o su cuñado” (ibíd., 271). Brown 1985; Descola, 1989). En lo que tiene que ver con la influencia so- Karsten tuvo en este sentido una posición cial de las mujeres, Karsten ha tenido la oposición muy diferente y peculiar al entrevistar y poner de Seymour-Smith (1991), quien asegura que las atención a las mujeres, a pesar de las advertencias mujeres jíbaras son dominadas por sus maridos, al respecto. “Ellas no saben nada” le dijo un etnó- hermanos y padres, y considera las costumbres co- logo inglés (Karsten 1935:19). Esto atestigua la in- mo el levirato y la poliginia sororal como una evi- dependencia y la creatividad de su pensamiento. dencia de la subordinación femenina. Pero creo Karsten no sólo sabía que la cultura era modelada que Karsten se ubica en un plano de gran ventaja y sostenida por las mujeres igual que por los hom- 14 RAFAEL KARSTEN bres, sino que también señala que algunas cosas en las entrevistas hechas con los miembros de sus son conocidas sólo por los hombres, y otras sólo expediciones, por lo general mestizos con conoci- por las mujeres (ibíd.). mientos rudimentarios sobre la cultura jíbara, jun- Otras fuentes contemporáneas consideraban to a observaciones de los acontecimientos que la cacería una actividad exclusivamente masculi- presenció durante estas cortas estadías. na, mientras que Karsten notó que ése no era el ca- Pero algo que debe ser tomado en cuenta es so, puesto que en ciertas circunstancias las muje- que Karsten dice que siempre revisó dos veces la res pueden cazar solas y casi siempre participan en información recogida en las entrevistas. También la cacería junto con sus esposos. Karsten explicó es consciente de la importancia del aprendizaje de esta pauta de conducta con lo siguiente: “así como la lengua nativa, algo que de acuerdo a los rumo- se cree que la mujer jíbara tiene una misteriosa in- res nunca lo hizo. También era muy exhaustivo y fluencia en los campos que cultiva, del mismo mo- paciente en el trabajo de campo, llevando a cabo do se supone que ejerce una influencia similar en estudios intensivos en áreas limitadas, algo inusual los perros de caza confiados a su cuidado. La com- para su tiempo. Uno de los investigadores más re- petencia del perro y la abundancia de caza en el nombrados de la cultura jíbara, Michael Brown, lo hogar corresponden así con la capacidad de la mu- llama un “testigo confiable” (1985:133). jer” (1935:172 ss). La información etnográfica de Karsten se El mito jíbaro más conocido y narrado se re- confirma con frecuencia y varios etnógrafos poste- fiere al “espíritu-tierra” o la “madre-tierra”, Nun- riores han retomado sus ideas (p. ej. Stirling 1938; gui. Karsten dice lo siguiente al respecto: “de he- Harner 1978). Con dos excepciones no he visto a cho, sin conocer el mito de la madre-tierra Nungui nadie hablar en contra de Karsten. Una excepción sería imposible entender la esencia de la cultura de es la ya mencionada polémica de Seymour-Smith los jíbaros” (1935:513). Gracias a este mito se sobre la posición de las mujeres y la otra la de comprende la base y los motivos de la alta posi- Brown (1985) y Descola (1989). Los sueños y las ción de las mujeres en general, y en especial la po- visiones, según Karsten (1935) (y Harner 1978) sición de las mujeres como “dueñas” de las fuerzas constituyen para los jíbaros la “verdadera realidad” productivas en la cultura. El mito también explica y la vigilia se considera una sombra de dicha rea- algo acerca de la distribución laboral entre hom- lidad. Con ello quiere decir que, para los jíbaros, bres y mujeres: como Nungui otorga el poder de la esfera de los sueños y las visiones se considera fertilidad que hace crecer y reproducir las plantas más sustancial que la vigilia. Pero Brown y Desco- y los animales, y como la mujer hizo un pacto con la consideran que los sueños no son únicamente Nungui, el hombre no tiene el poder necesario pa- un canal que conduce a otra realidad sino también ra cuidar de las plantas (Karsten 1935:123-7). De una herramienta para influir en el futuro y darle acuerdo a Karsten, Nungui es la creadora de la cul- forma. Los mismos jíbaros también dicen que los tura jíbaro. Sin embargo, él no ha podido encon- sueños constituyen la realidad cuando se les pre- trar mitos, cosmogónicos de ningún tipo (ibíd: gunta al respecto. Sólo si examinamos cómo se uti- 513), ni yo tampoco. lizan los sueños en la vida diaria, tal como lo hi- Karsten ha sido criticado, y con justicia, por cieron Brown y Descola, podemos entender la su falta de referencias: no presenta las fuentes de la compleja interacción entre los sueños, las visiones información recopilada en base a la cual establece y la “vida real”. El enfoque de Karsten con respec- sus conclusiones. No se puede saber a partir de la to a los sueños y las visiones se origina en parte, lectura de sus obras si quien le dio los datos fue un claro está, en el tiempo que vivió y en su enfoque mestizo o un jíbaro, un hombre o una mujer, o si (no) teórico, y en parte en su desinterés por el aná- se basó simplemente en observaciones. lisis onírico. Según él mismo, debido a las sospechas de Karsten conoció al etnógrafo sueco Erland sus anfitriones, no pudo pasar nunca más de a lo Nordenskiold, y la influencia del difusionismo se sumo ocho días en cada complejo que visitaba, y reflela en el interés de Karsten en las semejanzas por lo general menos tiempo (Karsten, 1935:17). culturales entre los canelos-quichuas (un pueblo Sus estudios tienen, por lo tanto, un carácter con- vecino) y los jíbaros, pese a que nunca sacó con- trario a la impresión que uno tiene al leerlos, me- clusiones sobre los patrones de difusión entre las nos fundados en la observación participante que culturas. Karsten (1935) discute el intercambio de LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 15 elementos culturales pero afirma que los jíbaros to- diferencia (ibíd.). Karsten, por el contrario, consi- maron prestado muy poco de otras culturas. Esto dera que el amor romántico está altamente desa- podría ser una explicación de por qué Karsten no rrollado entre los jíbaros y ofrece ejemplos que aplicó las ideas difusionistas a los jíbaros: simple- muestran que los jíbaros son sensibles y generosos mente no encajaban. con su(s) mujer(es) e hijos. Los relatos de Karsten Los libros de Karsten, Bland indianer I y II2 sobre estas experiencias entre los jíbaros están car- (1920b y 1921) tienen mucha semejanza con la gadas de amor a un pueblo que él describe inteli- obra de Up de Graff (1923). Mientras el subtítulo gente, bello, valiente, orgulloso e independiente. de la obra de Up de Graff es Seven years of explo- Esto a pesar de que escapó de morir varias veces y, ration and adventure, el subtítulo de la obra de según Flornoy (1954: 13), perdió un ojo durante Karsten es Tre års resor och forskningar3. Estos pri- sus viajes. ¡Un hombre verdaderamente notable! meros trabajos son meros relatos de viaje y, como Pero aun si Karsten era un “adelantado” en era costumbre en ese tiempo, Karsten, al igual que sus ideas, todavía era hijo de su época, y como tal Up de Graff, se deleitó con el exotismo y la sangre debemos evaluar su persona y sus contribuciones fría de los nativos. Karsten mismo consideraba los a la etnografía de los jíbaros. Por ejemplo, la pers- estudios de Up de Graff (1923) y Stirling (1938) co- pectiva evolucionista que compartió con muchos pias de sus propias observaciones.4 de sus contemporáneos. En la introducción a Si colocamos a Karsten dentro de un contex- Bland indianer I, escribe: “como etnólogo natural- to histórico, podemos ver ciertas correspondencias mente he dedicado parte de mi interés a las razas entre su obra y las ideas contemporáneas. Los años humanas, a los indígenas poco desarrollados” veinte, cuando Karsten escribió la parte principal (1920b:1); “apenas a unos cientos de kilómetros de de sus obras sobre los jíbaros, también fue la épo- distancia de las grandes ciudades de los altos An- ca en que estuvo de moda la escuela del relativis- des, podemos encontrar hombres primitivos de la mo cultural en los Estados Unidos y lo propio con edad de piedra que viven de una manera comple- el surrealismo en Francia y Europa. No quiero de- tamente natural aquí se ofrece un material único cir que Karsten fuera un relativista cultural o un su- para el estudio no sólo de la historia y vida espiri- rrealista, sino que al parecer estuvo influido por el tual de los indígenas sino de la humanidad en sus espíritu de apertura a diferentes formas de pensa- niveles culturales tempranos” (ibíd.: 13ss). Podría miento y a nuevas ideas. dar muchos ejemplos pero sería “arar en el mar”. Un ejemplo de la posición opuesta es la Esta posición evolucionista es visible en menor obra titulada Jivaro, de Flornoy (1954), cuyas afir- grado en su obra maestra posterior, The Head Hun- maciones matizadas por el racismo y la limpieza ters of the Western Amazonas (1935). racial con respecto a los jíbaros, los indígenas qui- Karsten fue un etnógrafo escrupuloso que chuas y los mestizos, constituyen un notable con- registraba cuidadosamente lo que oía y veía. Fue traste con los resultados más relativistas de Kars- muy empírico en su enfoque y, por lo tanto, no se ten, que en gran medida parte de las premisas de cuenta entre los que hicieron desarrollos teóricos a la cultura misma. la antropología. Sin embargo, sus trabajos son in- En los años cincuenta, Flornoy siguió los pa- valorables en cuanto al retrato que ofrecen de un sos de Karsten. Pero dos mundos diferentes se pre- modo de vida ahora desaparecido. Karsten nos dio sentaron a los ojos de estos dos autores: mientras una contribución importante a la etnografía de los que el Amazonas de Karsten es rico, abundante y jíbaros, tal vez la más significativa: la considera- bello, el paisaje de Flornoy es lluvioso, feo e inhós- ción de los aspectos femeninos de la cultura. pito. Pero no sólo el paisaje es diferente; la gente también asume características diferentes: los jíba- Notas 1 Pese a que la palabra “jíbaro” se usa todavía actual- ros de Flornoy son insensibles y no tienen lugar pa- mente como un término despectivo en la comunica- ra sentimientos tiernos entre los dos sexos. ción entre mestizos y shuaras, la uso aquí refiriéndome Flornoy escribe: “cuando el esposo siente al grupo lingüístico jíbaro. deseo sexual señala a su mujer el camino del río” 2 En inglés, “Among Indians I” y “Among Indians II”. 3 En inglés “Thtree Years of Travels and Researches”. (1954:119). Además dice que la mujer acepta los 4 Åke Hultkralltz, comunicación personal. favores y la brutalidad del marido con la misma in- 16 RAFAEL KARSTEN

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Las amplias selvas vírgenes de la provincia tribus de la misma gran raza india. Ya que algunas Oriental de la república Ecuatoriana y la provincia de las regiones habitadas por Jívaros constituyen peruana de Loreto están habitadas por varias tribus zonas geográficamente inexploradas y las diferen- indígenas, algunas de las cuales están actualmente tes tribus viven muy dispersas, es difícil estimar su medio civilizadas y son cristianas de nombre, exis- número total. Pero es muy probable que en nues- tiendo algunas completamente salvajes e indepen- tros días su número sea de 10 a 15 mil almas. Sin dientes de los blancos. Entre estas últimas, los indí- embargo, sabemos que los Jívaros antiguamente genas del Napo, que habitan en el curso medio del fueron bastante más numerosos que en la actuali- río Napo, los indios Canelos, que viven a lo largo dad y que rápidamente han disminuido debido al de los bancos del pequeño río Bobonaza, un contacto con los blancos, y aún más, debido a las afluente del Pastaza, así como los indios Cocama guerras de exterminio que las diferentes tribus en el Marañón, son los más importantes, mientras mantienen unas con otras. que entre las tribus que aún viven en un estado de Más aún, sabemos que los dominios de los Jí- naturaleza existen los poco conocidos Avishiris en varos no siempre han estado confinados en la sel- la región del río Curaray, los Záparos en el río Ti- va virgen del este de Ecuador. Hay ciertos hechos gre y las diferentes tribus de la gran nación Jívara. que nos llevan a asumir que antiguamente ellos no Los últimos en mención, que se autodetermi- solo habitaron algunas regiones de la Sierra ecua- nan Shuara, -del cual el nombre Jívaro parece una toriana, sino además regiones costeras de las pro- distorsión del español- constituyen probablemente vincias de Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Guayas, una de las más numerosas tribus en Sud América al así como el departamento peruano de Túmbez1. este de los . Habitan en un área bastante ex- Así, parece que los Paltas, población que en el si- tensa limitada aproximadamente por los Andes glo XVI vivió en las vecindades de la ciudad de Lo- ecuatorianos al oeste, el río Tigre al este, y el Ma- ja, al sur de Ecuador, fueron Jívaros. Es muy posi- rañón al sur. Creo que antiguamente el Pastaza era ble que esta poderosa nación haya ejercido cierta aproximadamente el límite este del territorio Jíva- influencia cultural sobre las tribus indígenas con ro; pero en la actualidad existe por lo menos una las cuales tuvo contacto. Así, existe evidencia ar- tribu entre este río y el río Tigre. De similar forma, queológica que parece demostrar que las reduci- al norte hay otra tribu Jívara en el río Copataza, un das cabezas-trofeo, del mismo tipo que las que aún pequeño afluente al norte del alto Pastaza. Al sur se hacen entre los Jívaros, antiguamente eran co- del Marañón, en el lado opuesto de la boca del río nocidas en las tribus costeras del Ecuador y el Pe- Santiago, actualmente existe una tribu Jívara cono- rú2. Si una de estas tribus practicó esta peculiar cida con el nombre de Aguaruna, pero parece que costumbre, me parece probable que la hayan to- originalmente estos Aguaruna formaron parte de la mado prestada de los Jívaros. gran tribu Huambiza en el Morona, al norte del al- Las diferentes tribus jívaras, generalmente to- to Marañón. De esta manera, los Aguaruna son la man sus nombres de los pequeños afluentes de ríos única tribu jívara que vive en Perú. Las regiones principales, en cuyas orillas fijan su residencia. Es- alrededor de los ríos Upano Santiago, Morona y te hecho explica el gran número de nombres in- sus afluentes, así como las primaverales selvas de dios que hemos encontrado en las regiones habita- las que se sabe geográficamente poco, entre el Mo- das por los Jívaros. Así, en las estribaciones de los rona y el Pastaza, están pobladas por numerosas Andes ecuatorianos, en las regiones circundantes 18 RAFAEL KARSTEN al río Santiago y sus tributarios, encontramos tribus to por el clima insano como por el ataque de los como los Arapicos, los Chirapas, los Upanos, los salvajes, lo que le obligó a retirarse rápidamente. Pautes, los Santiagos, los Gualaquizas. En el Moro- Así, los Incas no tuvieron éxito en subyugar a los na están los Cusulimas, los Huambiza, etc., en el Jívaros, aunque éstos nominalmente pasaron a for- Pastaza, los Copatazas, los Achuaras, los Antipas y mar parte del Reino de , fundado en otros más. lo que hoy es Ecuador. Todas estas tribus pertenecen a la raza jívara y Se menciona frecuentemente a los Jívaros en consecuentemente están relacionadas unas con relación con expediciones hechas a las regiones otras, tanto antropológicamente como por su len- desconocidas del este, después de la conquista es- guaje, costumbres y creencias. No existe un grupo pañola, que empezó en 1534. Alrededor de 1550, mayor del cual los Jíbaros formen parte. Antropo- se fundó la Gobernación de Macas, y los españo- lógica y lingüísticamente forman un grupo por sí les ganaron un sitio en el país de los Jívaros, sin mismos, y sus características físicas y mentales di- embargo, los indígenas seguían independientes. fieren en gran medida de las tribus que les rodean. Pero en 1552, cuando se libró una sangrienta gue- Su cultura es ciertamente una de las más importan- rra entre las tribus del Paute y del Morona, los es- tes e interesantes de las culturas nativas que exis- pañoles lograron ventaja para sí mismos, enviaron ten actualmente en toda Sud América. sus tropas y tomaron posesión del territorio del Aunque los Jívaros han estado en contacto Paute. Los Jívaros resistieron en vano; fueron obli- con los blancos por muchos siglos, y pese a los re- gados a rendirse a los intrusos y a permitirles fun- petidos intentos realizados para “civilizarles”, han dar la hermosa ciudad de Logroño en la orilla iz- sido capaces de mantener tanto su independencia quierda del río del mismo nombre. Para ese tiem- política como cultural, hasta nuestros días. Solo en po la Villa de Mendoza fue fundada en la orilla iz- su cultura material han sido escasamente influen- quierda del Palora y la gran Sevilla de Oro, la ca- ciados por los europeos. Su cultura intelectual y pital de toda la provincia, en la orilla izquierda del sus costumbres sociales han permanecido inaltera- Upano; al mismo tiempo otras regiones habitadas das. Así, por ejemplo, la costumbre de cazar cabe- por los Jívaros fueron exploradas. La expedición zas, que ha hecho de los Jívaros especialmente fa- más notable fue llevada a cabo por Juan de Salinas, mosos, aún es practicada en su forma original en- el Gobernador de Macas en 1557. Salió de Loja, tre la mayoría de las tribus, y está conectada con cruzó la cordillera y sucesivamente fundó las ciu- ritos y creencias de interés excepcional. De igual dades de Valladolid, Loyola, Santiago de las Mon- forma, su religión, tanto como pude ver, permane- tañas, y finalmente Santa María de Nieva. Después ce casi inalterada por las ideas cristianas, no obs- de esto navegó en el Santiago, y aguas abajo si- tante los reiterados esfuerzos de los misioneros ca- guió al Marañón, pasó el Pongo de Manseriche, la tólicos para convertirlos. boca del Morona y el Pastaza, e hizo un viaje al En cuanto a la historia de los Jívaros, se pue- Ucayali, desde donde retornó a Loja. den anotar solo unos pocos datos. Los Jívaros fue- Así, algunas grandes ciudades con población ron mencionados por primera vez en la historia en numerosa -se decía que Sevilla de Oro tuvo cerca relación con la guerra de conquista realizada por de 25.000 habitantes- habían sido fundadas en la el Inca Tupac Yupanqui contra el Reino de Quito, mitad del país Jívaro, y es natural que los indios alrededor de 1450. Al sur de Ecuador, en la actual poco a poco llegaren a estar sujetos a los blancos provincia del Azuay, el peruano ha- recién llegados, situación que pronto se volvió ca- bía combatido con los Cañaris, de quienes se dice si intolerable. Los españoles inauguraron al este de tenían como aliados a los Jívaros de Macas. Los Ecuador la misma condenable política colonial Cañaris fueron derrotados, pero los Jívaros proba- que en otras partes de Sud América; trataban a los blemente se retiraron a sus selvas, manteniendo su nativos como raza conquistada y los obligaban a libertad. El hijo de Tupac Yupanqui, Huayna Ca- trabajar en las minas de oro y plata. Como conse- pac, siguiendo el mismo esquema de su padre pa- cuencia, la población india de estas regiones co- ra conquistar el Reino de Quito, también hizo un menzó a disminuir rápidamente; algunos de los intento por vencer a los Jívaros. Descendió a la nativos murieron en las minas, otros huyeron a la provincia de Bracamoros, en la cuenca del río selva impenetrable en el interior del país. La indig- Chinchipe, pero sus tropas estaban diezmadas tan- nación general debido a los númerosos abusos de LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 19 los españoles, encontró salida en repetidas rebelio- que los anteriormente practicados por los españo- nes. La más desastrosa por sus consecuencias, fue les. Unos años más tarde, los Jesuitas habrían de la que tuvo lugar en 1599. La Coronación del Rey empezar su trabajo misionero en las partes más re- Felipe III en este año dio pretexto al Gobernador motas del Oriente Ecuatoriano, fundando la gran de Macas para extraer un gran tributo en oro de to- Misión de Maynas en 1642. Sin embargo, tanto los da la provincia. Los Jívaros, alarmados por esta in- jesuitas como los franciscanos fracasaron en sus justa demanda, se levantaron junto con el jefe Qui- intentos de “reducir” a los Jíbaros; la causa princi- ruba, quien logró reunir a todas las tribus jívaras en pal de su fracaso fue su política inadecuada e im- el Upano, Paute, Santiago y Morona, contra su co- prudente de cooperar en las expediciones enviadas mún enemigo. En el día fijado, 20.000 indios ata- por el Gobierno español, que perseguían fines pu- caron Logroño, cuya población entera fue masa- ramente militares y económicos. Las expediciones crada, excepto los niños y las mujeres jóvenes, enviadas al país de los Jívaros, de hecho, eran mi- quienes pasaron el resto de sus días como esposas tad militares, mitad religiosas. Dos de ellas mere- de sus captores. La ciudad misma fue asaltada e in- cen mención particular: una fue realizada en cendiada. Después de esto, los indios marcharon a 1656, la otra de 1692. En la primera, Martín de la Sevilla de Oro, donde se habían refugiado la ma- Riva, Gobernador de Cajamarca, deseaba tomar yoría de los habitantes de Mendoza. Los poblado- posesión de los ricos territorios al norte del Mara- res hicieron desesperada resistencia y los asaltan- ñón, enviando, al distrito habitado por los Jívaros, tes fueron obligados a retirarse; sin embargo, como un ejército de cien soldados, que fueron reforzados ya dijimos, mataron a no menos de las 3/4 partes por algunos indios armados de la provincia de de la población. Aún más, tuvieron éxito en incen- Mainas. Los jesuitas, pensando que era posible diar la ciudad, que fue totalmente destruida. En la “servir a la vez a la Majestad divina y humana”, actualidad existen muy pocas huellas de la gran enviaron al padre Raimundo Santa Cruz para que capital de la provincia de Macas. Sin embargo, en se uniera a la expedición. Empezaron en el Hualla- la orilla derecha del Upano, no muy lejos de don- ga y ascendieron hasta el Marañón, la expedición de estuvo la antigua capital Sevilla de Oro, más llegó a la boca del Santiago, en donde tomó con- tarde fue fundada la ciudad de Macas que todavía tacto con los Jívaros. Los suspicaces salvajes fue- existe, y cuyos habitantes probablemente son en ron los primeros en escuchar con cierta confianza parte descendientes de los españoles que sobrevi- las declaraciones enfáticas del padre, quien decía vieron a la destrucción de Sevilla de Oro. que él y su grupo solo los visitaban con las mejo- Los Jívaros, de esta forma, volvieron a obtener res intenciones. Los indígenas prometieron ubicar- su independencia y ninguna de las expediciones se en una población y recibir las enseñanzas de la punitivas fue efectiva. No obstante, la supuesta ri- fe cristiana. Sin embargo, desafortunadamente, los queza en metales preciosos de las regiones del es- soldados españoles empezaron a indagarles acerca te siempre atrajo la avaricia de los españoles, y en de las minas de oro y plata existentes en su país. el siglo XVII debemos anotar algunos intentos de Inmediatamente surgieron sospechas por parte de fundar nuevas colonias en el país de los Jívaros, los nativos; pensaron que las intenciones reales de para “aplacar” a los indígenas. En 1619 el corregi- los blancos eran obligarles a trabajar en las minas dor de Yahuarzongo, Diego Vaca de Vega, con un y precipitadamente huyeron al interior de la selva; grupo de 68 hombres armados y muchos indios, luego de esto anunciaron su presencia solo en for- navegó en el Santiago y, río abajo, fue hasta el Ma- ma de ataques, realizando emboscadas a los sol- rañón y fundó en la orilla izquierda de este río la dados. ciudad de San Francisco de Borja. A su retorno fue Es aún más característico el método español designado Gobernador de Macas por el Virrey del de civilizar a los indios salvajes, en la expedición Perú; su tarea particular era la pacificación de los realizada en 1692. Este año, el padre Lucero entró Jívaros. Su hijo y el sucesor en el cargo de Gober- al país de los Jívaros con una pequeña flota. Sin nador de Macas, envió en 1645 dos monjes fran- embargo, evitó una actitud directa de guerra frente ciscanos, quienes desde Cuenca penetraron en las a ellos, “pensando que con los Jívaros era posible jivarías. Esta expedición, aunque sin frutos, fue aún lograr más con bondad que con violencia abierta”. más notable por ser uno de los primeros intentos El único resultado de esta expedición fue la forma- de vencer a los Jívaros con métodos más pacíficos ción de una pequeña villa denominada Naranjo 20 RAFAEL KARSTEN que pronto dejó de existir. Pero en el mismo año se la Misión de Mainas hacia el oeste, se dirigió has- hizo un intento mayor por parte del gobierno. ta los Jívaros que habitaban las regiones entre el Los rumores acerca del oro de los Jívaros ha- Pastaza y el Morona, y sin ayuda de ningún otro bían llegado aun a la Corte de Madrid, y desde allí hombre blanco, gradualmente obtuvo éxito en ga- fue despachada una orden real a Quito para que nar la confianza y aun la amistad de los indígenas. una gran expedición fuese enviada al Oriente con Ellos declararon que deseaban recibir a los misio- el propósito de someter definitivamente a los Jíva- neros católicos y el mismo padre pudo bautizar al- ros al gobierno español. El líder de la expedición rededor de 200 niños. Pero el promisorio trabajo fue el Capitán de Maynas, Jerónimo Vacas, quien de la misión fue pronto interrumpido por la expul- estuvo acompañado por el Superintendente de las sión de los jesuitas del Oriente Ecuatoriano en Misiones, el padre Viva. Una flota regular de ca- 1767. Las misiones fundadas por ellos cayeron en noas fue fabricada en Borja para el transporte del la decadencia o fueron entregadas a los francisca- ejército, que consistía en no menos de 900 indios nos u otros sacerdotes católicos. armados, de diferentes tribus y cerca de 100 solda- Las guerras de independencia que empezaron dos españoles. La flota navegó el Santiago aguas en Ecuador en 1809, y los desórdenes políticos arriba y las tropas acamparon en un pequeño subsiguientes, no dieron tiempo ni a las autorida- afluente de ese río. Entonces comenzó una real ca- des seculares, ni a la Iglesia para pensar en la suje- cería humana. Los soldados capturaron a 21 ción o conversión de los paganos. En la primera miembros del grupo jívaro, quienes estaban parti- parte del siglo XIX, no se llevó a cabo ninguna ex- cipando en la celebración de la fiesta de la tsantsa. pedición de importancia en las regiones habitadas El resto escapó y pronto llevó noticias de la llega- por los Jívaros. Pero en 1869, cuando el presiden- da de los españoles a las tribus jívaras de la vecin- te García Moreno permitió el retorno de los jesui- dad, de tal forma que éstos tuvieron tiempo para tas a sus antiguas misiones al este del Ecuador, em- tomar precauciones. El ejército español, dividido pezó nuevamente el trabajo de evangelización, en dos pequeños grupos, recorrió la selva en todas aunque en lo concerniente a los Jívaros, su éxito las direcciones tratando de capturar a los Jívaros fue tan reducido como el de la etapa anterior. Al- donde quiera que los encontraran y tomando todo faro, presidente anticlerical, expulsó a los jesuitas lo que pudieran llevar a su centro de operaciones. en 1895 de aquellos sitios del Oriente donde aún Los indígenas huyeron antes que las tropas, confi- seguían trabajando. Otros misioneros católicos de nándose en la espesura de la selva y atacándoles las órdenes Franciscana, Dominicana y Salesiana repetidamente con emboscadas. El resultado fue permanecieron allí, sin obtener resultados visibles. que en cinco meses de expedición solamente lo- Se realizaron varios intentos de fundar estaciones graron capturar a 372 personas, entre las cuales misioneras o escuelas católicas entre las tribus que había numerosos niños. Estos últimos fueron bauti- vivían alrededor del Santiago y sus tributarios, pe- zados inmediatamente y los cautivos fueron envia- ro todas tuvieron corta duración; se puede mencio- dos a la villa de Borja y otras estaciones misione- nar, por ejemplo, la escuela establecida por los ras. Sin embargo, muchos de ellos pudieron esca- franciscanos de Lasplanes en el río Arapicos en par, refugiándose en la selva, otros se suicidaron, y 1888 y por el Dominicano Vacas Galindo en el se vieron inclusive madres estrangulando a sus be- Upano en 1889. En 1915, monjes dominicanos de bés para librarlos del destino de esclavitud que les la población de Canelos fundaron una nueva mi- esperaba. El resultado de esta expedición, tan cui- sión entre los Jívaros del río Arapicos. Aquí los in- dadosamente preparada, fue entonces práctica- dios “reducidos” eran miembros de diferentes fa- mente nulo, y se dice que el Virrey del Perú, al dar- milias que habían sido atacadas por sus enemigos se cuenta de la futilidad de tales intentos, prohibió y se habían refugiado en la misión. Ellos parecían incursiones similares en el futuro. no tener ningún interés en la cristianización y “ci- No es sino hasta los últimos años de media- vilización”, y es casi seguro que aprovecharían la dos del siguiente siglo que se produjo un nuevo in- primera oportunidad para volver a obtener su anti- tento por parte de los misioneros católicos de “re- gua vida independiente. ducir a los Jívaros”. Una vez más fueron los jesui- Además de esta misión, que aún funciona, tas quienes estuvieron a cargo de éste. En 1766, el existía otra más en el río Santiago, fundada por los padre Camacho, deseando extender los límites de misioneros de la Orden Salesiana. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 21

Los misioneros protestantes también habían y del río Tigre. Entre los Jívaros que en tiempos an- estado trabajando entre los Jívaros. En el año 1902, tiguos se movilizaron a Canelos y se sujetaron a la la Unión Evangélica Misionera de Estados Unidos, influencia de los misioneros católicos, se mencio- decidió emprender una misión en este campo, y nan particularmente tres familias o clanes impor- envió al Sr. Freeland hacia Macas, por el Upano. tantes: los Gayas, los Tanchimas y los Cuhis. Estas, Esta fue reforzada por la llegada del Sr. Olson en así como otras familias jívaras, se fusionaron con 1905, quien aún trabajaba entre los Jívaros en otras tribus, dando así origen a esta peculiar raza 1919. Pero me parece que estos misioneros protes- nativa conocida con el nombre de indios Canelos. tantes -carentes de la experiencia y aspectos psico- Su afinidad antropológica con los indios de las lógicos de sus colegas católicos-, tuvieron aún me- montañas se muestra especialmente en su cuerpo nos éxito en su trabajo que los últimos. De cual- fornido, mientras que su relación cercana con los quier forma, durante mi estadía entre los indígenas propios Jívaros, se manifiesta en toda su cultura del Upano, no había ninguno convertido a esta re- material e intelectual. Debido a este factor, los tra- ligión; tampoco creo que estos indígenas asumirán to en conexión con los Jívaros. Por otra parte, mu- algún día, voluntariamente, ninguna forma de cris- chas de sus costumbres y creencias han sido in- tiandad. Lo único que desean es mantener su inde- fluenciadas por sus parientes de la Sierra, con pendencia política y mental. quienes tienen un lenguaje común. Consecuente- Actualmente, los Jívaros mantienen con los mente es quichua, aunque algunos de ellos ade- blancos una relación amistosa y les permiten viajar más hablan o entienden jívaro. Las palabras nati- a través de su territorio, realizando intercambios vas y frases que uso en este libro cuando describo comerciales con ellos. Por otra parte, tanto los la cultura de los indios Canelos, son por lo tanto mestizos de Macas como los comerciantes de cau- quichuas; así como las que utilizo con referencia a cho que algunas veces visitan su territorio, tienen los propios Jívaros, pertenecen al lenguaje jívaro. como regla ser prudentes para no repetir los abu- El número de indios Canelos es de alrededor sos de otros tiempos. Ha habido unas pocas excep- de 2.000 individuos. Algunos de ellos viven en la ciones a esta regla, debidos, por ejemplo, a las misión de Canelos, otra parte en la población de guerras que han tenido los Huambiza, en los años Pacayacu, situada a dos días de viaje por canoa, recientes, con soldados peruanos; esto se mencio- río abajo. Además de estos, entre los indios Cane- nará más tarde. los se reconoce generalmente a los indios del Sara- Me parece necesario conocer estos hechos yacu, una población situada a tres días de camino principales de la historia de los Jívaros con el obje- hacia el sur de Pacayacu. Estos indios, sin embar- to de entender completamente su presente carác- go, como lo muestra su apariencia física, original- ter. Con el mismo heroismo desplegado al defen- mente pertenecieron a diferentes razas nativas. derse de los intentos españoles por subyugarlos Todos los así llamados indios Canelos actual- políticamente, ellos resistieron los repetidos inten- mente son cristianos de nombre y están influencia- tos de los misioneros católicos de convertirlos; co- dos por los sacerdotes católicos de la Orden Domi- mo si instintivamente supieran que la introducción nicana, pero como es usual han preservado mu- de la civilización cristiana entre los indios signifi- chas de sus antiguas costumbres y creencias. Anti- caba el comienzo de la esclavitud política y la de- guamente, cuando los indios Canelos estaban en generación cultural3. guerra con los feroces Jívaros, adoptaron de ellos Entre las tribus jívaras incluyo, como una sub- sus salvajes métodos de combate, e inclusive se di- tribu particular, a los indios Canelos; esto requiere ce que celebraban secretamente fiestas de la tsant- una explicación especial. El poblado de Canelos es sa. Pese a que la brujería ciertamente juega un rol la mayor y más importante de las misiones católi- de importancia entre los Jívaros, se cree que los he- cas que aún existen en el Oriente ecuatoriano. Los chiceros de Canelos superaban aun a sus colegas indios que viven en esta región no son Jívaros pu- paganos en este arte misterioso. ros, como fueron erróneamente descritos por Rivet, Se pueden decir unas pocas palabras respecto y no forman un grupo homogéneo. Ellos son una a las publicaciones previas sobre las costumbres raza mezclada, formada parcialmente por indíge- de los indios Jívaros. Los misioneros católicos que nas de origen jívaro, por indígenas Quichua-ha- los primeros tiempos tuvieron tratos con estos sal- blantes de la Sierra, y por Záparos del río Curaray vajes, no han dejado ninguna información acerca 22 RAFAEL KARSTEN de sus costumbres y creencias. Recién en el último mera mano efectuada por V. Hassel, aunque solo siglo tenemos alguna información de este tipo, pe- se refiere a las tribus del bajo Pastaza y a los Agua- ro debido a que los visitantes eran viajeros de pa- runa del Perú. González Suárez, el Arzobispo de so -expIoradores geográficos u hombres de nego- Quito, aunque nunca visitó a los Jívaros en su pro- cios- los datos que aportan se fundaron en obser- pia tierra, da en su trabajo histórico valiosa infor- vaciones superficiales y se refieren principalmente mación concerniente a la historia de estos indios y a la cultura material de estos salvajes. La famosa describe sus prácticas de cacería de cabezas hasta costumbre jívara de preparar trofeos con las cabe- donde eran conocidas cuando él escribió. Por otra zas de sus enemigos asesinados, por supuesto atra- parte, la novela de Vacas Galindo, Nankijukima, jo la atención de muchos viajeros, y ahora tal tro- que carece de valor como recurso etnográfico, es feo se encuentra en la mayoría de los museos etno- escrita por un monje dominicano quien vivió por gráficos de Europa y América. Pero las ideas que algunos años en la ciudad de Macas en vecindad subyacen a esta costumbre y los complicados ritos inmediata con los Jívaros y ciertamente tuvo bue- y ceremonias con los cuales se celebra la captura nas oportunidades de estudiar las costumbres de de una cabeza, nunca han sido realmente descritos los nativos. Pero es evidente que no tenía como y explicados, al menos hasta el momento en que objetivo hacer un verdadero recuento de la cultu- publiqué mi detallado registro de fiestas de guerra ra de los Jívaros; en cualquier caso, los errores en y de victoria de los Jívaros, que mencionaré a con- los detalles son suficientemente numerosos como tinuación. Esta monografía revisada y aumentada para despojarlo de cualquier valor científico. Ade- en ciertos puntos está incorporada en este trabajo. más de esto, la visión del autor acerca de la mora- Entre las publicaciones del siglo XIX y princi- lidad social y religión de los indígenas obviamente pios de este siglo, en las cuales se toca la cultura está influenciada por los prejuicios teológicos. de los indios Jívaros o se da alguna información La monografía de Rivet sobre los Indios Jíva- acerca de ellos, se pueden mencionar: Osculati, ros es solo una compilación basada en escritos no Esplorazione delle regioni equatoriali (Milán, confiables de viajeros y misioneros, quienes vivie- 1854); Villavicencio, Geografía de la República del ron en diferentes épocas entre ellos. Rivet nunca Ecuador (Nueva York 1858); Bóllaert “The Jívaro visitó a estos salvajes en su propia tierra, y nunca Indians of Ecuador”, en Transactions of the Ethno- vio más de dos indígenas de esta tribu que llegaron logical Society of London, New Series, Vol II, pp. a la ciudad de Riobamba en el centro de Ecuador 112-118 (Londres 1863), González Suárez, Estudio mientras Rivet estaba allí. Tienen escasa importan- Histórico sobre los Cañaris (Quito 1878). Reiss cia desde el punto de vista científico, las pocas ob- “Ein Busech bei den Jívaros Indianem” en Verhand- servaciones hechas por Rivet, relativas a la antro- lungen der Gesellschaft für Erdkunde, Berlín, Bd. pología física de estos dos individuos, ya que con- VI, pp. 325 337, (Berlín, 1880); Ordinaire, les sau- ciernen a toda la tribu. De manera similar, es difí- vages du Pérou (Revue d’Ethnographie T VI, París cil entender en qué se basan las demandas de Ri- 1887); E. Vacas Galindo, Nankijukima, religión, vet, por ejemplo, de ser capaz de indicar “casi usos y costumbres de los salvajes del Ecuador (Am- exactamente” los sitios de habitación de diferentes bato, 1895); F. González Suárez. Historia General tribus jívaras, o considerarse autorizado para afir- de la República del Ecuador, vol VI (Quito, 1903); mar categóricamente que entre los Jívaros se reco- Figueroa, Relación de las misiones de la Compañía nocen “no menos de 20.000 individuos”4. Si los si- de Jesús en el país de los Maynas (Madrid 1904); tios de vivienda reales y el número total de Jívaros U. Hassel “Las tribus salvajes de la región amazó- puede ser indagado con dificultad por alguien que nica del Perú” (Boletín de la Sociedad Geográfica como yo ha recorrido el territorio en todas las di- de Lima, Vol. XVII, Lima 1905); Rivet, Les indiens recciones, esto debe ser claramente imposible pa- Jívaros (L’ Antropologie, Vols XVIII y XIX; París ra alguien que no ha visitado nunca estas regiones 1907, 1908). inaccesibles. Considerado en su totalidad, el libro La información que hemos reunido de la ma- de Rivet es inútil como una fuente relativa a los Jí- yor parte de estos trabajos no solo que es muy es- varos. Esto es particularmente cierto en la parte re- casa, sino que -lo que es aún peor- en buena parte ferida a su cultura intelectual, que en gran parte se no es confiable. En términos generales, el trabajo basa en la novela de Vacas Galindo, caracterizada más importante parece ser la observación de pri- anteriormente. Peor aún, la primera parte de ella, LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 23 que trata de la cultura de estos indígenas, contiene rece dudoso si el autor vio o no con sus propios grandes inexactitudes. ojos cuanto él narra, existe un acuerdo sustancial Durante los últimos 10 años han aparecido un entre sus relatos sobre los salvajes deseos de asesi- par de trabajos relativos a los Jívaros. Así en el de nar, evidenciado por los indígenas en estas ocasio- W.C. Farabee, Indian Tribes of Eastern Perú (1922), nes, y las descripciones detalladas que he recibido se dedica un capítulo a esta importante tribu indí- de los jefes indios que han tomado parte en las ex- gena. Al principio de su artículo, Farabee dice: pediciones de guerra. “No me fue posible visitar a los Jívaros en su pro- Por mi parte no he visto cómo los indios se pio territorio para hacer observaciones personales, comportan en una batalla, pero en su lugar he te- pero fui afortunado al encontrar en Iquitos, Perú, al nido la ventaja de estar presente en sus grandes Sr. F.T. Muñiz, que vivió y viajó por algunos años fiestas de victoria5. entre esta gente, y quien me dio mucha informa- En mis investigaciones no he continuado los ción respecto a ellos”. El “Sr. Muñiz”, probable- estudios de otros viajeros, sino que he empezado mente es un comerciante del caucho del tipo bien desde el principio. En este trabajo presento los re- conocido por cualquier viajero en el interior de la sultados de estas investigaciones, que han sido América del Sur tropical. ¿Cuán confiables son ge- efectuadas entre los años 1916-1918 y 1928-1929. neralmente tales hombres como informantes de las De los cuatro años que he viajado al oeste del costumbres indias? No lo podemos imaginar fácil- Amazonas he pasado casi tres, en cercano contac- mente aun sin conocerlo por una experiencia per- to con los Jívaros. Durante repetidas visitas a dife- sonal. Mientras que el capítulo de Farabee sobre rentes tribus, traté de adquirir un conocimiento tan los Jívaros no contiene un solo hecho nuevo acer- completo como fuera posible, sobre todo en cuan- ca de estos indígenas, de otro lado está afectado to se refiere a su cultura material e intelectual, in- por algunos errores que hacen que su valor cientí- cluyendo religión, mitología y lenguaje. Para este fico sea más que dudoso. Así, cuando Farabee (p. propósito primeramente insistí en el estudio de 122) afirma que “algunas tribus conservan las ca- aquellas tribus jívaras, que habían preservado con bezas de sus amigos así como las de sus enemigos, mayor fidelidad las antiguas costumbres y creen- pero nunca las cabezas de mujeres”, esta sola fra- cias de su gente, y que además tenían un acceso se contiene dos errores graves. Primero, la transfor- comparativamente más fácil. Me parece que éstas mación de la cabeza humana en una tsantsa impli- son las tribus que viven entre los ríos Upano y Mo- ca un mortal insulto, no solo al difunto mismo sino rona, las cuales son las más numerosas en el además a toda su tribu, y los Jívaros consecuente- Oriente ecuatoriano, y, a pesar de su contacto con mente aplican este método exclusivamente a los los blancos, han resistido maravillosamente a la in- enemigos mortales de otras tribus. En segundo lu- fluencia de la civilización. Entre estas tribus, de he- gar, puede ser deplorable, pero aun así es un he- cho, pasé la mayor parte de mi tiempo, haciendo cho indisputable que los Jívaros también preparan excursiones en diferentes direcciones desde la ciu- frecuentemente trofeos de cabezas femeninas. dad de Macas en el Upano, la cual me sirvió por Respecto a los mitos jívaros, con los cuales largo tiempo como base para mis investigaciones. termina su capítulo Farabee, es conveniente seña- También visité frecuentemente las tribus jívaras del lar que no provienen del Sr. Muñiz, sino que son norte, que viven junto a pequeños ríos: Copataza, traducciones directas al inglés de mi propio trata- Arapicos y Chiguaza, afluentes del alto río Pastaza. do “Mitos de los indios Jívaros” (Boletín de la So- El principal objeto de esta expedición fue averi- ciedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Ameri- guar cuánto difiere la cultura de las tribus del Pas- canos Vol. II, Quito 1919) una fuente no mencio- taza de aquellas tribus jívaras que viven entre el nada en el capítulo de Farabee. Upano y el Morona. Se realizaron repetidas visitas El libro de F.W. Up de Graff, Bei den Kopfjä- a los Quichua hablantes de Canelos en el río Bo- gern des Amazonas (Leipzig 1924) aunque es solo bonaza, quienes están cercanamente relacionados un popular diario de viajes escrito por un comer- con los propios Jívaros. Finalmente, en 1929 hice ciante, es de interés; su autor, de acuerdo a su pro- una expedición hacia el territorio de los Aguaruna pia afirmación, tuvo la oportunidad de observar el del río Apaga, al sur del Marañón y pude estable- comportamiento de los indios cuando estaban en cer su afinidad con los Huambiza en el Morona. una expedición de guerra. A pesar de que me pa- Mi proyecto de visitar a los últimos indígenas en la 24 RAFAEL KARSTEN misma expedición no pudo realizarse. Los Huam- Ecuador, Smithsonian Institution, Bureau of Ameri- biza en esta época eran muy hostiles con los blan- can Ethnology, Boletín 79, Washington 1923. The cos y, además de esto se habían diezmado grande- Civilization of the South American Indians (Lon- mente debido a las guerras con los peruanos. En don, Kegan Paul, New York, Alfred A. Knopf, 1915, una guarnición peruana en el alto Morona, 1926); Ceremonial Games of the South American había sufrido un ataque a traición por parte de los Indians (Societas Scientiarum Fennica, Commenta- indígenas que se enfurecieron por alguna ofensa y tiones Humanarum Literarum, III, 2, 1930). masacraron a la mayoría de los soldados. En 1928, La naturaleza de las regiones exploradas y las poco tiempo después de mi última llegada a Ecua- condiciones bajo las cuales se llevaron a cabo mis dor, hubo un nuevo encuentro entre los Huambiza investigaciones entre los Jívaros, aparecerán a con- y los peruanos, en el cual muchos indios fueron tinuación en el relato que haré sobre mis viajes. Se asesinados. Se me dijo que en el alto Morona que- debe tomar en consideración que viajar al oeste daban ahora solo unas pocas familias de los del Amazonas y especialmente al este de Ecuador, Huambiza, que antiguamente fueron más numero- conlleva tremendas dificultades debido a las malas sas que las tribus jívaras. Además, los Huambiza condiciones de los caminos, por supuesto este he- han estado en guerra con sus propios parientes, los cho ocasiona que tales viajes sean físicamente mo- Aguaruna, quienes, en consecuencia, se retiraron lestos en extremo. Más aún, los Jívaros que miran del Morona a regiones del sur del Marañón. Por a los blancos como sus enemigos naturales, siem- tanto me pareció de poca utilidad visitar a los in- pre reciben a un visitante con gran desconfianza. dios Huambiza, cuya cultura, como pude estable- Desde luego, se ha dicho que su odio a los blan- cerlo antes, es la misma que la de los Jívaros del cos, su espíritu guerrero y su carácter traicionero Upano. hacen peligrosa la empresa de un blanco entre Sin embargo, durante mis tres años de viajes ellos y que por tanto éste nunca puede vivir con se- entre diferentes tribus jívaras me ha sido posible guridad en su companía. He encontrado que esta realizar un examen bastante completo de toda la opinión es exagerada; la hostilidad de los Jívaros cultura jívara de la cual se presenta aquí extensa como una regla, solo se vuelve en contra de quie- explicación. nes en la actualidad les han hecho daño. De mi Puesto que este trabajo está enteramente fun- propia experiencia, puedo testificar que un hom- dado en mis propias investigaciones y observacio- bre blanco que se aproxima a los indígenas pacífi- nes personales de la vida indígena, de vez en camente puede aun lograr su amistad. Pero, por cuando me refiero a lo escrito por otros viajeros, y otra parte, es casi natural que una raza salvaje sis- solo en casos excepcionales corregiré los errores temáticamente maltratada y abusada durante siglos encontrados en la literatura sobre los Jívaros. por aventureros europeos “civilizados”, inevitable- Parte considerable de los resultados por mí mente deba mirar con recelo a cualquier recién obtenidos han sido previamente publicados en los llegado de raza blanca, y que solo gradualmente siguientes ensayos y trabajos: “Mitos de los Indios éste podrá ganarse su confianza. Como regla, a los Jívaros (Shuara) del Oriente del Ecuador”, en Bole- Jívaros no les gusta que les visiten extraños, y tín de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históri- cuando los reciben esperan que los huéspedes se cos Americanos, Nº 6, Quito-Ecuador, 1919; Con- vayan lo más pronto posible. Invariablemente les tributions to the Sociology of the Indian Tribes of reciben con la pregunta: ¿Por qué has venido a no- Ecuador (Acta Academia Aboensis, Humaniora, sotros? ¿Cuándo te marchas? y -por último sino por 1:3) Abo, 1920; Beiträge zur Sittengenschichte der lo menos- ¿Traes enfermedades contigo? La última Sudamerikanischen Indianer (Acta Academia pregunta es característica de los Jívaros. En efecto, Aboensis, Humanoira, 1:4) Abo, 1920; “The Reli- estos salvajes a nada temen tanto como las miste- gion of Jíbaro Indians of Eastern Ecuador”, en Bo- riosas enfermedades traídas por los blancos, espe- letín de la Academia Nacional de Historia, Vol. IV, cialmente la desintería, viruela y otras enfermeda- Nos. 10 y 11, Quito, Ecuador, 1922; La lengua de des epidémicas, las cuales causaban espantosos los Indios Jíbaros (Shuara) del Oriente del Ecuador estragos entre ellos. Si sucede que un miembro de (Oversikt av Finska Vetenskaps Societetens For- la familia por cualquier motivo se enferma poco handlingar, Bd. LXIV, 1921-1922). Blood Revenge, después de la llegada de un apachi (hombre blan- War, and Victory-Feast among the Jivaro Indians of co) a su casa, seguramente se hará a este último LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 25 responsable de la calamidad. Si tiene lugar la lo puede estudiarse por alguien que conozca su muerte, la vida del visitante ciertamente está en idioma, empecé a aprender el lenguaje jívaro des- peligro, ya que los indios enfurecidos no dudarán de el principio, tal como anteriormente había en matarlo si tienen una posición que les permita aprendido la lengua quichua; y dentro de un tiem- hacerlo. po comparativamente corto, lo sabía lo suficiente- La aventura que relato a continuación, entre mente bien como para ser capaz de conversar con los Jívaros del río Chiguaza, es muy característica los indígenas de tópicos comunes. Debo decir que en cuanto a este punto. Es sugerente con respecto después de ganar la confianza de mis anfitriones a las dificultades que debe sobrellevar un etnólogo salvajes, encontré que eran excelentes informan- entre los Jívaros, el hecho de que durante los tres tes, muy deseosos de decirme casi todo aquello so- años que viajé entre estos indígenas solo dos veces bre lo que les preguntaba, y muy minuciosos en en 1917 y 1928 pude permanecer en la misma ca- pequeños detalles. sa por más de ocho días. Un etnólogo que estudie Aunque he estado presente en las fiestas más a estos salvajes está, por tanto, destinado a deam- importantes, aún existen ciertas costumbres que no bular continuamente de una casa y de una tribu a he presenciado con mis propios ojos, sino que las otra. La superstición indígena pone muchos obstá- conozco solo a través de relatos de los indígenas. culos en el camino del etnólogo. Mis intentos repe- En tales casos, traté de verificar las declaraciones tidos de fotografiar a los indígenas fueron vistos al de un informante con aquellos hechos narrados in- principio con superstición y temor, ya que estaban dependientemente por otro; el acuerdo sustancial convencidos de que con mi cámara estaba lleván- entre ellos constituía para mí una confirmación de dome sus almas, y que por consecuencia nueva- su realidad. De igual forma, siempre estuve ansio- mente sobrevendrían enfermedades y muerte. Solo so de verificar la información dada incidentalmen- gradualmente pude vencer esta particular supersti- te por los habitantes de Macas o por habitantes ción de los indígenas. blancos que vivían en el país de los Jívaros. Sin embargo, aunque mis investigaciones se Mis investigaciones entre los Jívaros -así como efectuaron en las más difíciles condiciones, por mis estudios etnológicos previos en el Chaco- se otra parte fueron facilitadas por varias circunstan- llevaron a cabo de acuerdo al principio de “estu- cias. Tanto durante mis más largas expediciones dio intensivo de áreas limitadas” y estoy convenci- como en mis paseos por las jivarías, estuve acom- do de que es el único método correcto a seguirse pañado por los indígenas Jívaros o indígenas Cane- con el propósito de obtener resultados etnológicos los. Así, aun mientras viajaba, tenía buena oportu- de valor científico. La cultura material de la gente nidad de estudiar la psicología indígena y hacer no puede ser estudiada apropiadamente durante preguntas relativas a las costumbres nativas y las una visita de pocos días o semanas; para su ade- creencias. De hecho, algunas de mis informacio- cuado entendimiento, es necesario un conoci- nes más valiosas fueron obtenidas de mis acompa- miento de toda la psicología de esa gente, lo cual, ñantes indígenas mientras estábamos sentados nuevamente, solo puede lograrse durante una pro- conversando alrededor de la hoguera durante las longada estadía entre ellos. Por consideraciones de tardes, después de que la marcha diaria había ter- espacio estoy obligado a condensar mi descripción minado. Nunca encontraba a los indígenas más de la cultura material de los Jívaros tanto como sea deseosos de contarme lo que sabían, como en es- posible. Aun siendo así, espero mostrar claramen- tas ocasiones. te al lector hasta donde esté a mi alcance, por Como ya lo he mencionado, la base para mis ejemplo, los conocimientos artesanales de los indí- estudios de los Jívaros que vivían en el Upano fue genas, sus prácticas agrícolas y de caza, sus cos- la ciudad de Macas, cuyos habitantes -mestizos tumbres de guerra y muchas otras costumbres y con origen parcialmente Jívaro- viven en contacto ocupaciones que nos parecen como puramente cercano con los indígenas. Muchos de los “Maca- prácticas o con significado social penetrado por beos” conocen bien el lenguaje jívaro, y fue una ideas mágicas y religiosas. En tal sentido, éste es el gran ayuda para mí que desde el comienzo pudie- caso de aquellas partes de mi libro que al mismo ra utilizarlos como acompañantes o intérpretes en tiempo tratan de la cultura material y la vida social mis viajes hacia los indígenas. Pero ya que para mí de los Jívaros, y aportan interesantes luces sobre su es obvio que la cultura de la gente incivilizada so- religión. 26 RAFAEL KARSTEN

Aparte de la mencionada limitación, mi inte- Cuando digo que los miembros más ancianos rés, ha sido estudiar la organización social, las cos- son capaces de asignar los motivos que subyacen tumbres y creencias de los indígenas con todo de- a los ritos y costumbres, este planteamiento requie- talle, ya que precisamente son los detalles los que re mayor explicación. Los ancianos poseen cierta- tienen valor para la etnología comparativa y socio- mente el mejor conocimiento sobre tales asuntos; logía y los únicos que nos proporcionan los signi- pero hay algunas costumbres que solo los ancianos ficados para profundizar en la psicología de la gen- conocen, y otras acerca de las cuales solo las mu- te primitiva. jeres pueden dar información. Sería importante se- Por otra parte, estudiando varios ritos y cos- ñalarlos expresamente. Cuando empecé con mi tumbres de los indios, no he estado contento con primera expedición a Sud América en 1911, uno las indagaciones de los hechos externos, sino que, de los mejores etnólogos de Inglaterra me dio el en la medida en que me ha sido posible, he trata- consejo de no tener tratos con las mujeres de los do de descubrir las ideas subyacentes a estas cos- pueblos que visitara. “Ellas no saben nada”, aña- tumbres, las razones por las que son practicadas. dió, “y solo se despiertan los celos en los hombres La importancia de descubrir los motivos que impe- cuando se establece conversación con las muje- len a los indígenas a practicar ciertas costumbres res”. Tal consejo tal vez pueda justificarse en rela- es obvia, y todo lector de mi trabajo los encontra- ción, por ejemplo, a nativos tales como los austra- rá sin conocerlos, pero muchos hechos registrados lianos o melanesios; sin embargo, aunque esto me por mí podrían permanecer ininteligibles y de la parezca dudoso, sería más desafortunado si un et- misma forma malentendidos. Así, por mencionar nólogo se adhiere a un método como éste cuando un ejemplo ¿quién podría entender las peculiares estudia indígenas. Tanto en el Chaco como al oes- reglas de ayuno observadas por los Jívaros, a me- te del Amazonas, de hecho, he obtenido parte de nos que la curiosa línea de pensamiento en la que mi mejor información de mujeres, quienes se con- se fundan fuera exactamente indicada por ellos vierten igualmente en buenas informantes de cos- mismos? Se ha dicho muchas veces que, como re- tumbres indígenas como los hombres, y a veces, gla, la gente salvaje no sabe por sí misma porqué inclusive mejores. Esto es particularmente cierto practica ciertas costumbres y que es inútil pregun- entre los Jívaros, entre los cuales las mujeres jue- tar acerca de las ideas que la llevan a hacerlas, ya gan el papel principal en ciertas importantes cere- que éstas han sido olvidadas tiempo atrás. Esta monias y, en consecuencia, pueden dar informa- anotación de ninguna forma puede considerarse ción detallada respecto a éstas. Son de este tipo, como verdadera entre los Jívaros. Por el contrario, por ejemplo, las costumbres relacionadas a la agri- lo que me impactó mucho durante mis investiga- cultura y las ceremonias llevadas a cabo en la ciones fue la minuciosidad con la que la mayor “fiesta de las mujeres”. Las canciones o plegarias parte de los miembros más ancianos de la comuni- que se dirigen en estas ocasiones a la gran Madre dad jívara eran capaces de asignar motivos subya- Tierra Nungüi, son de propiedad intelectual exclu- centes a las costumbres sociales y a los ritos reli- siva de las mujeres, a quienes debe dirigirse el et- giosos. Consecuentemente, las explicaciones ofre- nólogo si desea obtener información detallada de cidas por mí sobre costumbres y ritos, eran casi in- ellas. variablemente dadas por los mismos indios y por Por supuesto, es concebible que en algunos lo tanto pueden ser consideradas como hechos et- casos el origen real de una costumbre haya sido nológicos. Por otra parte, donde la interpretación parcial o totalmente olvidado y que se haya susti- es solo conjetura mía, se lo indica expresamente. tuido por una nueva explicación de la idea de la Mi principal objeto en este trabajo, sin embargo, cual originalmente emergió. Tengo razones para no ha sido el de presentar teorías sino el de expre- creer que solo excepcionalmente ha sido éste el sar abiertamente los hechos. Aquellos lectores que caso de los Jívaros. Una de las ventajas de estudiar estén interesados en saber cómo los factores aquí un grupo humano grande e independiente como el mencionados en relación con los Jívaros, encajan de los Jívaros es que ofrece ideas en las que se fun- en todo el sistema de ideas nativas, costumbres e dan sus costumbres y ceremonias que, como regla, instituciones que podemos delinear en América pueden ser tomadas como genuinas y en sentido del Sur; deberán referirse a mi trabajo The Civiliza- relativo, “primitivas”. Aunque esto puede darse, mi tion of the Indians6. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 27

interés solo ha sido presentar el significado de las cho de que por lo menos los rasgos principales de costumbres que he registrado. su cultura nativa se hayan preservado hasta nues- Así como los Jívaros han sido escasamente in- tros días. Sin embargo, tal estado de cosas, por su- fluenciados por la civilización cristiana, también puesto, no puede continuar por mucho tiempo. En tienen muy pocos elementos culturales que pue- los años más recientes han aparecido signos que dan obviamente ser préstamo de otra gente. parecen mostrar que la civilización está progresan- El origen de la cultura Jívara, como hemos vis- do rápidamente, aun en estas remotas partes de to, aún es obscuro -así como el origen étnico de to- Sud América; de cualquier forma, las tribus de da la raza jívara- y no tenemos hechos que demar- Upano y Morona gradualmente están perdiendo la quen su primer desarrollo. En cualquier caso, es un independencia que hasta ahora han disfrutado. Si hecho que los indígenas están muy orgullosos de esto es así, no es exageración decir que esta cultu- su propia cultura, y son extremadamente conserva- ra indígena excepcionalmente interesante, pronto dores en mantener sus antiguas costumbres “toma- será asunto del pasado, y que a última hora, estos das de sus ancestros”, como lo dicen ellos, y son estudios han arrojado resultados, los mismos que adversos a las innovaciones de cualquier tipo. Este se publican aquí. carácter conservador de los Jívaros explica el he-

Notas

1 Ver Jijón y Caamaño, en el Boletín de la Sociedad Ecua- ñía de Jesús al país de los Maynas, Madrid 1904. Gon- toriana de estudios históricos Americanos, N° 6, Mayo- zález Suárez, Estudio histórico sobre los Cañaris, Quito Junio de 1919, Quito-Ecuador, pág. 387. En apoyo de 1878. Idem. Historia General de la república del Ecua- esta teoría el señor Jijón aduce evidencias tanto parcial- dor, vol. VI, Quito, 1903. Galindo, Nankijukima, Am- mente lingüísticas, como parcialmente etnográficas. En bato, 1895. Idem. La integridad territorial de la Repúbli- el Ecuador Occidental hay varios pequeños ríos cuyos ca del Ecuador, Quito, 1905. Las afirmaciones referidas nombres terminan en sa o za, lo que parece indicar que a la historia de los Jívaros durante el presente siglo se ellos son de origen Jívaro (Labaza, Taguaza, Pastaza y fundan en mis observaciones personales y en investiga- otros) Rivet y Beuchat erróneamente explican esta ter- ciones. minación como una abreviación de la palabra Jívara 4 Rivet, Travaux Scientifiques, de P. Rivet, París 1927. intsa (río). En realidad es una abreviación de la palabra 5 Como otros libros populares G. M. Dyott en su obra On onomatopéyica sasa, que significa “agua corriente”, the trail of the Unknown (Londres, 1926) tiene dos ca- “caída de agua”. Los nombres de estos ríos parecen de- pítulos que tratan sobre la cultura de los indios Jívaros. mostrar que los Jívaros en una época vivieron en estas Sin embargo, estimo necesario señalar que los datos da- regiones. Esto, sin embargo, no es del todo cierto pues- dos por Dyott como ciertos, sobre ideas religiosas y to que la palabra onomatopéyica sasa puede estar pre- otras costumbres de los Jívaros son tomados directa- sente en muchos idiomas indígenas. De hecho, en el mente de mi Blood-Revenge, War and Victory Feast of idioma Quichua figura en la forma sas. Las otras deriva- Jivaro, sin citar la fuente mencionada. En unos pocos ciones lingüísticas aducidas por el Sr. Jijón son bastante pasos, sin embargo, Dyott trata de hacerlo a su propia arbitrarias y no prueban nada, y de la evidencia etno- manera, cometiendo errores que muestran lo poco que gráfica, solo merece atención el hecho de que los tro- sabe acerca de la cultura jívara. A un nivel más alto que feos de cabezas similares a los de los Jívaros se han co- el popular Diario de viaje, está K.G. Grubb con su Ama- nocido entre los indios de la Costa. zon and Andes (Londres 1930), donde los indios Jívaros 2 Jijón y Caamaño, obra citada pág. 388. (Aguaruna) también son tratados breve pero correcta- 3 La corta historia que he dado de los Jívaros está basada mente. en Chantre y Herrera, Historia de las misiones de la 6 Kegan Paul & Co., Londres 1926. A. Knopft, Nueva Compañía de Jesús en el Marañón español, Madrid York. 1901. Figueroa, Relación de las misiones de la Compa-

Primera parte MIS VIAJES EN EL OESTE DEL AMAZONAS

INTRODUCCIÓN

da no solo por las tribus del Chaco propiamente, sino además por los nati- vos de Tierra de Fuego. En tercer lugar, la pecu- liar cultura de las selvas vírgenes tropicales. Estu- dié la cultura del Chaco durante mi primera ex- pedición a Sud América en 1911-1913, los resul- tados fueron publicados en Indian Tribes of the Argentine and Bolivian Chaco, 1932. Durante los viajes que concier- nen al presente trabajo, mi objeto particular de estudio fue una cultura indígena característica de las selvas vírgenes del oeste del Amazonas y como ejemplo encontré a la cultura jívara. Llegué al Ecuador en agosto de 1916, pro- cedente de Panamá. Fue durante la gran guerra y tuve que experimentar obstáculos en muchos asuntos que esa guerra puso en el camino, aun para un pacífico explo- Ilustración I. El autor en la selva del Ecuador rador y viajero. Pese a lo cual el Gobierno ecua- Tanto como pude apreciar, en Sud América se toriano y las autoridades en general me demostra- pueden distinguir tres tipos de cultura indígena: ron gran cortesía y complacencia y me dieron car- primero, la cultura de montaña, representada por tas de recomendación que me facilitaron los viajes ejemplo, por los antiguos Incas en el Perú, los en el Oriente. Siempre recordaré con gratitud los Chibchas en Colombia y los Araucanos en Chile; valiosos servicios que me brindó el Ministro Chile- en segundo lugar, la cultura del Chaco, representa- no en Ecuador, Señor Víctor Castman-Cox, quien 32 RAFAEL KARSTEN

rán suficientes, con el Cónsul de Suecia en Quito, Sr. Ludovico Soderstrom. Durante todo el tiempo de mi primera estadía larga en Ecuador, “Don Lu- dovico”, me fue de gran ayuda, entre otras cosas por guardar mis colecciones etnográficas, destina- das al museo de Gotenburgo, Suecia. En mi corta estadía en Quito, fui cordialmen- te invitado a permanecer en la casa del Sr. So- derstffim. Durante mi trabajo de campo en mi se- gunda expedición al Ecuador y Perú, mi viejo ami- go ya no estaba; había muerto el año anterior, en 1927, a la edad de 87 años, de los cuales pasó ca- si 60 en Ecuador. Mi primera expedición en Ecuador no fue al Oriente, sino al oeste, donde los indios Colorados que viven en las cercanías de Santo Domingo, al- rededor de cuatro días de camino de la capital, Quito. La época del año en la que llegué al país no era propicia para viajar a las provincias del este, puesto que estas regiones aún estaban en la esta- ción lluviosa o “invierno”. En general las estacio- nes son muy peculiares al oeste del Amazonas. Ilustración II. 1. Puente San Martín Aun en el área de las montañas andinas, hay duda en las afueras del pueblo Baños sobre las estaciones de verano e invierno en el sen- tido europeo, y solo en el oeste hay una distinción real, entre la estación lluviosa y seca. La última empieza en septiembre u octubre y continúa hasta mayo, cuando el “verano”, se presenta caracteriza- do por la persistente sequía. Por otra parte en el Oriente ecuatoriano no existe propiamente esta- ción seca, llueve con mayor o menor grado todo el año. Solo existe un relativo verano en los meses de septiembre a marzo- durante el tiempo en que el oeste está en invierno-. Aun en esta época hay ra- ros intervalos de buen clima que no duran más que unos pocos días, pero luego vienen las lluvias lar- gas y violentas, y consecuentemente las destructi- vas inundaciones que conformarían el mayor obs- táculo para viajar en estas regiones. Los resultados de mis estudios entre los Colo- rados han sido publicados en pequeños tratados por separado1. Además de esto, también realicé una visita a los Cayapas en la provincia de Esme- raldas, una tribu íntimamente relacionada con los Colorados, donde tomé algunas notas sobre sus costumbres. Sin embargo, a mi regreso de la última Ilustración II. 2. El Pastaza entre montañas expedición, tuve un naufragio cerca de Bahía de Caráquez en la costa del Ecuador, perdí mis anota- entre otras cosas, me presentó a los miembros del ciones y fotografías junto con el resto de mi equi- Gobierno ecuatoriano. Además me siento muy re- po, y salvé la vida nadando solo a la playa. conocido y mis expresiones de gratitud nunca se- Usualmente escogía el tiempo de verano para LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 33

será descrita más ade- lante. Puedo añadir que ellos ya no viven en un estado de liber- tad sino más bien en una especie de servi- dumbre o esclavitud con respecto a los po- bladores blancos del Napo. Tuve la oportu- nidad de estudiar este sistema que amenaza a las tribus nativas con un rápido exterminio, pero la posición social de los indios medio- civilizados del Ecua- dor y el Perú es un tó- pico que está fuera Ilustración II. 3. La Plaza del mercado en Baños del enfoque de este mis expediciones al este del Ecuador, aunque a ve- trabajo. ces sucedía que estaba obligado a permanecer allí En el Oriente del Ecuador también hubo con- en la estación lluviosa, expuesto a todos los cam- tacto ocasional con los Avishiris, una tribu salvaje bios de clima y a todos los sufrimientos que en esa que vive en las selvas vírgenes inexploradas del época son más inevitables que en otras. Curaray medio y su afluente Villano. Conocí a al- Hay tres caminos que van desde la Sierra ecuatoriana hasta el Oriente; una vía desde Quito, la cual lleva al viajero al río Napo y a su afluente más occidental, el río Tena; otro camino viene des- de Ambato, un pueblo pequeño en la cordillera central, y llega hasta el Río Bobonaza, un afluente del Pastaza; y por último, un tercer camino que viene desde la ciudad de Riobamba hasta el río Upano el cual pertenece al sistema del río Santia- go. Estos caminos los recorrí muchas veces duran- te mis expediciones al Oriente ecuatoriano, pero conozco particularmente las regiones adyacentes al Bobonaza, Pastaza y Upano, habitadas por los Jívaros y los indios Canelos. Mi primera expedi- ción al Oriente ecuatoriano, en 1916, me llevó al Napo, donde tuve la oportunidad de estudiar a los indios medianamente civilizados que vivían en los cursos alto y medio de este río, así como también a aquellos que vivían en los pueblos de Archidona y Tena. Antiguamente, los nativos estaban bajo la influencia de las misiones jesuitas fundadas en es- tas regiones y todavía eran nominalmente cristia- nos, un hecho que no les impide mantener una buena parte de sus antiguas costumbres y supersti- ciones. La cultura de estos indios es esencialmente la misma que aquella de los indios Canelos, la cual Ilustración II. 4 La imagen de la virgen es sacada de la iglesia 34 RAFAEL KARSTEN gunos individuos de esta tribu extremadamente te del tiempo, como lo mencioné anteriormente, la primitiva en una hacienda del Napo, en donde es- pasé entre las tribus jívaras en las estribaciones al taban cautivos o esclavos, pero no tuve la oportu- este de los Andes, o en las regiones que limitan nidad de estudiarlos más a fondo. Los Avishiris to- con el Alto Upano y Morona en el sur y el Alto Pas- davía seguían siendo en ese tiempo enemigos a taza en el norte. muerte de los blancos, debido a los ataques a sus En un principio me propuse señalar un peque- poblados provocados algunos por buscadores de ño recuento de alguno de los viajes antes de pro- caucho; y por los pobladores, que mataban otros ceder a describir las costumbres de los indios. En indios o se los llevaban como prisioneros. Del mis- mi opinión, no puede entenderse completamente mo modo que otras tribus primitivas en Sud Amé- la cultura de un pueblo sin conocer el medio geo- rica, los Avishiris podrían extinguirse en un futuro gráfico en el cual se ha desarrollado, puesto que muy cercano, y probablemente su interesante cul- este último siempre ha ejercido una influencia de- tura se perderá para la ciencia etnológica. cisiva en las costumbres, instituciones y modo de He realizado dos largas expediciones al río vida. Mi narración, pintoresca en algunos puntos, Pastaza por su cauce, comenzando desde el pobla- completará el recuento científico que le seguirá, y do de Canelos en el Bobonaza. Durante la prime- contribuirá a dar un cuadro más unitario de la vi- ra expedición, llevada a cabo a finales del año da de estos indios. Debido a que las regiones por 1917, visité a los Achuaras en los bosques vírgenes donde he viajado son muy poco conocidas, se ha- geográficamente aún inexplorados entre los ríos rá una pequeña descripción, y mis observaciones y Pastaza y Morona; en la segunda expedición, rea- experiencias también serán de interés geográfico. lizada en 1928 1929, pasé del Pastaza al Marañón siguiendo este gran río en busca de la tribu Jívara Nota denominada los Aguaruna, los cuales viven en la 1 “The Colorados Indians of Western Ecuador”, en Ymer vecindad de Pongo de Manseriche opuesta a la bo- (Journal of Swedish Society of Antropology and Geo- ca del río Santiago. De todos modos, la mayor par- graphy), Estocolmo, 1924. H. 2. Capítulo I MI EXPEDICIÓN ALBOBONAZA Y PASTAZA

El río Pastaza que tiene sus afluentes en la sería la expedición, tenía que llevar conmigo no cordillera central, vecina a la ciudad de Riobamba, solo los artículos necesarios para el intercambio, está cerca del Napo, el más grande de los tributa- sino también un considerable suplemento de co- rios del gran Amazonas en el Oriente de Ecuador. mida, debido a que en el Oriente de Ecuador tales La margen derecha de este río, siguiendo su curso objetos a menudo son difíciles o imposibles de ob- desde la pequeña huella que deja al bajar de las tener a ningún precio. Linos, camisas baratas, montañas, unas pocas millas por debajo del pobla- grandes cuchillos de selva, agujas e hilos, así como do de Baños, todavía es muy poco conocida, in- cuentas de vidrios de colores vivos, eran algunos cluso es, en parte, geográficamente inexplorada. de los varios artículos más apreciados por los in- Esto se debe a que el Pastaza no es navegable en dios, de los cuales ningún europeo que viaje al in- canoa hasta su curso medio o después de que reci- terior de Sud América pueda entrar sin una buena be desde el norte a su más grande afluente, el río provisión. A los indios cargadores y guías, general- Bobonaza. Desde este punto, este río que se man- mente se les paga con ropa y con cuchillos de sel- tiene en una especie de caudal continuo, se vuel- va, debido a que el dinero se usa muy poco en el ve extremadamente rápido, formando numerosas, Oriente de Ecuador y es completamente descono- aunque pequeñas, cataratas y remolinos. Además cido por los indios independientes. Entre los Jíva- del Bobonaza, el río Pastaza recibe en su curso ros sería prácticamente imposible adquirir objetos más alto, numerosos y pequeños afluentes, entre etnográficos y provisiones, sin traer artículos de in- los cuales están el Llusino por la derecha y el Pin- tercambio. Las cuentas de vidrio transparente fue- du y el Copataza por la izquierda. A pesar de que ron llevadas con la intención de obsequiarlas a las estos ríos se localizan a pocas leguas de la cordi- mujeres, las cuales las colocan en collares. Estos llera oriental, no han sido propiamente explorados objetos los aprecian mucho, como si fueran de pla- sino hasta hace pocos años. ta o de oro. Mis únicos sirvientes “blancos” en es- A una milla del Bobonaza hay un pequeño ta expedición eran dos mestizos de Macas, un pue- poblado denominado Canelos, con una misión do- blo grande en el río Upano al este de Riobamba. minicana fundada para convertir a los indios que Uno de ellos, un hombre joven con el nombre de habitan esta región. Los denominados indios Cane- León Zaula fue el mejor sirviente que pude tener los también viven en el curso medio del río, abajo durante mis viajes por Sud América, el cual me del poblado Juanjiri, un punto desde el cual co- acompañó a todas mi subsecuentes expediciones mienzan los dominios de los salvajes indios Jíva- en Ecuador y Perú. ros. Existen además comunidades jívaras en la Mi destino más cercano era Canelos, en el Bo- margen izquierda del Pastaza, pero la mayoría de bonaza, de donde partí en canoa río abajo hasta el las tribus jívaras habitan la gran selva entre el an- Pastaza. Visité esta misión por primera vez duran- tedicho río y su tributario occidental, el Morona, te mi expedición al Napo y después por una oca- así como las regiones entre este último río y el San- sión más. Subsecuentemente pude viajar por carre- tiago. teros parcialmente conocidos con anterioridad. Comencé mi primera expedición al Pastaza a Comenzando desde el pueblo de Ambato, uno po- principios de octubre 1917, y regresé de ella a fi- día, en ese tiempo llegar a Canelos en seis o siete nes de marzo del siguiente año. Por lo larga que días, sin embargo, los primeros dos días de viaje 36 RAFAEL KARSTEN

jor que los otros nativos medio ci- vilizados de la Sierra. Por alguna razón, han man- tenido un viejo culto a sus pa- rientes difuntos, el cual tuve la oportunidad de estudiar durante mis numerosas estadías en Peli- leo. La parte más interesante de es- te culto es el jue- go ceremonial denominado Huayru, el que de una manera mo- Ilustración III. 1. El Valle de Ambato en cuyas cercanías están las fuentes del Pastaza dificada ha sido imitado por los in- eran desde Ambato al pueblo de Baños y desde Ba- dios Canelos, aspecto que será descrito más ade- ños hasta una hacienda llamada La Victoria, tra- lante. yecto que solo se lo hacía a caballo. En Baños ge- En el mismo día, con mis seis cargadores in- neralmente se contrataban a los cargadores para dios dejé Pelileo y llegué a Baños. Este pueblo es todo el resto del viaje, pero ya en Pelileo había he- el último recinto de civilización hacia el Oriente y cho lo propio con los míos. Este es un pequeño es donde durante mis expediciones usualmente me pueblo situado entre Ambato y Baños, una región quedaba algunos días. El viajero que visita el lugar habitada por indios medio-civilizados de habla puede encontrarlo interesante en muchos aspec- quichua. Generalmente, uno debe esperar al- gunos días antes de que los indios carga- dores estén listos pa- ra la marcha. Como lo hacía comúnmen- te en casos similares, ocupaba el tiempo en estudiar a los nati- vos de la región. Los indios de Pelileo es- tán relacionados muy de cerca con otros in- dios de habla qui- chua del centro de Ecuador, pero pare- cen haber conserva- do sus viejas costum- bres y creencias me- Ilustración III. 2. Un peligroso puente sobre el Pastaza cerca de Baños LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 37

fluye constantemente del volcán. El viajero atraviesa el abismo pasando por un puente comparativa- mente estrecho, cer- ca de la estatua del Patrón de Baños, San Martín, llegando en pocos minutos más tarde a la entrada del poblado. Baños, que fue fundado temprana- mente en 1553 por monjes que pertene- cían a la Orden Do- minicana para man- tener las misiones en Ilustración III. 3. Puente colgante en la selva virgen, cerca de Baños los alrededores del río Pastaza, es un lu- tos. Toda la región alrededor del pueblo de Baños gar de un buen tamaño con varios cientos de habi- llama la atención debido a su paisaje salvaje, y de- tantes. Tanto su nombre como su fama, los debe a bido a las peculiares formaciones de las montañas sus fuentes ricas en fósforo, una de agua fría y otra que lo rodean. Parecería que en algún tiempo de la de agua caliente, las cuales provienen de una coli- antigüedad remota una terrible catástrofe natural na situada en su lado sur; las aguas son considera- tuvo lugar aquí, aplacando las rocas y causando el das como productoras de efectos sobrenaturales y reventamiento de las montañas, lo cual produjo beneficiosos. La misma Virgen, de acuerdo a la tra- profundas grietas y abismos que aparecen por to- dición, antiguamente reveló milagrosamente estas das partes. En los alrededores inmediatos a Baños fuentes a un cura, y desde entonces siempre han si- el activo volcán que vomita fuego, el Tungurahua, do objeto de un verdadero culto. Incluso hoy en uno de los más activos de los numerosos volcanes del Ecuador, levanta su amplio cráter hacia el cie- lo. En marzo de 1917 las erupciones fueron tan continuas durando mu- chos días y semanas, que los habitantes de los pue- blos vecinos frecuente- mente pensaban que su última hora había llegado. Abajo, en el vertigi- noso abismo, a lo largo del borde por el que pasa el camino, corre el Pasta- za, salpicando violenta- mente a los lados sus aguas, las cuales están en- negrecidas por la lava que Ilustración III. 4. El río Pastaza dejando la cordillera 38 RAFAEL KARSTEN día, Baños es visitado continuamente por peregri- caída de agua llamada la Chorrera de Agoyán y nos, que algunas veces vienen de lugares muy dis- unas pocas horas más tarde entra en la selva virgen tantes de Ecuador, buscando remedio para toda del Topo, un pequeño afluente del río principal, clase de enfermedades por medio del baño y la llegando después de poco tiempo a la tremenda maravillosa acción del agua, respetando el culto cordillera de Abitagua. Esta colina es por lo menos que se realiza a la Virgen. La imagen de madera de de un kilómetro de alto y para escalarla se necesi- “Nuestra Señora de Aguas Santas” es sacada en es- tan como mínimo tres horas de ascensión por sus tas ocasiones desde la iglesia a la plaza y es carga- escarpadas y resbaladizas crestas. Por fin, al llegar da en una solemne procesión dentro del poblado. a la cima, el cansado viajero debe iniciar su no Esta ceremonia se realiza a las seis de la madruga- menos cansado descenso por el otro lado, lo cual da, y es auspiciada por medio de pagos de las per- toma un par de horas más para llegar. Desde Abi- sonas que buscan la ayuda del milagroso poder de tagua toma un día llegar al Puyo, un pequeño pue- la Virgen. Después de esto se continúa hasta la blo habitado por indios Quichua hablantes medio fuente sagrada, donde el agua caliente se mezcla civilizados, desde donde uno tiene que caminar con el agua fría en medidas proporcionales. La dos días más a través del denso bosque para llegar procesión y el baño se repiten durante varias ma- donde los Canelos. ñanas. Por lo menos cada vez que he estado en Ba- La miserable condición de los caminos, los ños, he tenido la oportunidad de presenciar esta cuales no son más que rutas de los primitivos in- especie de ritual católico característico de los mes- dios, y la casi continua lluvia hace que todo viaje tizos de América del Sur. en el Oriente ecuatoriano sea extremadamente di- La mayoría de la población de Baños es mes- ficultoso. En muchos casos, el viajero tiene que ca- tiza, sin embargo los alrededores están densamen- minar mojado hasta la piel desde la mañana hasta te poblados por indios Quichua e hispano hablan- la noche. Debo hacer notar que, de todos modos, tes, los cuales están relacionados muy de cerca desde mi primera expedición a los Canelos, ha ha- con los indios de Ambato y Pelileo. Una vez a la bido en esta parte del país una cierta mejoría en los semana hay un día de feria, en el que los nativos medios de comunicación. Una nueva carretera, del distrito llegan al poblado a vender los produc- adecuada para carretas grandes y para viajar a lo- tos de su pequeña industria, así como toda clase de mo de caballo, se ha construido a lo largo de la ori- comida, pan, maíz, cebada, carne, cauchos, hue- lla izquierda del Pastaza rodeando el Abitagua has- vos de aves, chancaca (una especie de pastel he- ta un lugar llamado Mera, desde donde solo se ha- cho de azúcar de caña cruda), y otras cosas. Tales ce un día de marcha hasta Puyo. Mera, que hace ferias se realizan en diferentes días de la semana unos diez años solo consistía en una casa en un ca- en todos los pueblos de la región montañosa de mino lodoso y desagradable, es ahora un pueblo Ecuador, y son de particular interés para el extran- grande con varios cientos de habitantes. De todos jero, que tiene una buena oportunidad de estudiar modos esto, como lo establecí durante mi última las costumbres de la gente y los diferentes tipos de expedición al país algunos años atrás, es más bien nativos. una prueba excepcional de las condiciones gene- Dejé Baños el 11 de octubre. El camino que rales del Oriente ecuatoriano, en donde la civiliza- baja al Oriente desde Baños sigue la orilla izquier- ción progresa a un paso extremadamente lento. da del Pastaza. El viajero pasa por la interesante Capítulo II CANELOS Y SUS HABITANTES

Canelos es la más grande e importante de las parte, de carácter estrictamente ceremonial. Lo misiones católicas que aún existen en el Oriente que es censurable de estas fiestas religiosas es que de Ecuador. Fundada en 1581, la misión ha tenido también se celebran bebiendo en exceso, una cos- en las pasadas centurias severas viscicitudes. Va- tumbre que las misiones católicas no han tenido rias veces ha sido atacada por los salvajes indios Jí- suficiente influencia y poder para frenar. varos, los que en una ocasión destruyeron comple- En otras épocas del año, estos indios prefieren tamente el pueblo. Algunas veces las epidemias de vivir en sus pequeños tambos, generalmente situa- “sarampión” han diezmado su población y han dos en las orillas del Bobonaza, en algunos casos amenazado su misma existencia. El lugar donde en un riachuelo en el interior del bosque, pero ahora está situado Canelos no es el mismo en el siempre a una distancia respetable del pueblo. Pa- que la misión fue originalmente fundada. El nom- rece ser que el momento más feliz de los indios bre Canelos fue dado al pueblo por los monjes es- Canelos es cuando pueden regresar con su familia, pañoles debido a los numerosos árboles de canela no solo por la misión y la autoridad que ésta ejer- de esta región. La corteza del canelo que se obtie- ce sobre él, sino por solidaridad con su tribu, y po- ne aquí es, sin embargo, de mediocre calidad. So- der dedicarse nuevamente a sus ocupaciones favo- lo la flor de la canela, llamada ishpingo, es valiosa ritas, la cacería y la pesca. Este rasgo anti-social, el y alguna vez podría volverse un provechoso artícu- cual ha sido mencionado como característico del lo de exportación cuando las comunicaciones con indio en general, aparece de una manera típica en- el mundo exterior sean mejores. tre los indios medio civilizados del Bobonaza. Además del imponente edificio de madera de Como lo establecí anteriormente, los indios la misión en Canelos, hay solo dos pequeñas casas de Canelos son cristianos de nombre pero, como la de bambú habitadas por gente blanca, una de las mayoría de los indios “cristianos”, en sus corazo- cuales es ocupada por el Teniente Político, el re- nes siguen siendo paganos. El rasgo más caracterís- presentante del gobierno en estas regiones. El res- tico de su mentalidad es la fuerte creencia en la to de los habitantes son todos indios, los cuales vi- brujería, una superstición que ha influido fatal- ven en Canelos solo en determinado tiempo, o ha- mente en las costumbres de los indios Canelos, así blando más estrictamente, cuando los misioneros como también en las de los Jívaros. ordenan una reunión para la celebración de algu- El Superintendente de la Misión de Canelos na fiesta religiosa, sobre todo en Navidad y en ple- era el padre Dávila, de la Orden Dominicana. En no verano. Tal “reunión” se demora unas cuantas su compañía realicé las visitas a muchas casas de semanas. En estas épocas Canelos está llena de in- indios en el vecindario de la misión. En cualquier dios que atienden los servicios necesarios en la mi- parte donde nos quedábamos, nos entreteníamos sión, van a misa, se casan, o hacen bautizar a sus con “cerveza de yuca”, la bebida nacional de los hijos. Estos indios algunas veces llevan magníficos indios de la selva, con la cual cualquier invitado ornamentos de plumas y se proveen de tambores y bienvenido es recibido. Como la cerveza fermen- sonajas de calabaza, para ejecutar sus festivales de tada del maíz, costumbre entre los indios de mon- danza afuera de la misma iglesia. Los indios no ven taña y los pueblos guaraníes, la cerveza de yuca se nada impropio en esto, puesto que sus propias ha vuelto particularmente famosa por la manera danzas originalmente han sido, y siguen siendo en poco apetecible en que es preparada; la fermenta- 40 RAFAEL KARSTEN

un cuenco grande que contenía por lo menos un litro. Tomó un poco del recipien- te y lo colocó en el banco a su lado. Po- cos momentos des- pués apareció el anfi- trión con un nuevo recipiente de cerveza de yuca, después con una tercera, y así por el estilo, de tal mane- ra que al final el pa- dre estaba sentado con tres recipientes grandes, llenos hasta el borde con la cerve- za; tenía uno enfrente Ilustración IV. 1. Edificio de las Misiones de Canelos de él y uno más en la mano, cuyo conteni- ción se lleva a cabo por medio de la masticación do trataba de disminuir con frecuentes tragos. Du- del tubérculo y de la mezcla con saliva. Por mi rante todo el tiempo que el anfitrión se paró a su parte, nunca he podido dejar de demostrar desa- lado, siempre estuvo atento en volver a llenar el re- grado por la chicha indígena -nombre por medio cipiente. Es cierto que los propios indios son capa- del cual la cerveza nativa se conoce generalmente ces de ingerir increibles cantidades de su cerveza entre los blancos- sin embargo, muchas veces he nativa, pero para un estómago humano ordinario probado un poco de chicha en los recipientes que tal obsequio resulta demasiado. Felizmente, la hos- mis “bronceados” anfitriones me han ofrecido. De pitalidad indígena no exige que toda la cantidad todos modos he conocido blancos, incluso euro- deba ser consumida, por lo menos no cuando un peos, que no han tenido ninguna objeción en be- invitado blanco interviene. También se considera ber la chicha indíge- na e incluso de llegar a encontrarla sabrosa. El padre Dávila es una de las personas que ha llegado a apreciarla. La cos- tumbre entre los Ca- nelos parece ser aquella en la que, mientras se considera con más estimación a un invitado, más cer- veza de yuca se le ofrece. En cierta oca- sión, apenas entra- mos con el padre a una casa cuando ya éste recibió de las manos del anfitrión Ilustración IV. 2. Indios Canelos trabajando en el Convento. En el centro, el viejo jefe Palati LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 41 como correcto el que el invitado traiga algún otro de cuando estalló una antigua guerra con sus ene- invitado, de menor categoría para que ayude a va- migos los indios Jívaros. Era una ambición de Pala- ciar los numerosos recipientes de chicha que se le ti la de tener un cargo de líder político entre su ofrecen. pueblo, y consiguió tener esta posición durante va- Durante el verano, pequeños insectos o mos- rias décadas. Siendo valiente, astuto e inteligente, quitos que pican son una verdadera plaga en el además de poseer una especial elocuencia, la cual Oriente de Ecuador, y especialmente en la región es muy apreciada entre los indios, continuó man- de los Canelos. Para poder proteger de esta moles- teniendo su influencia, que con el tiempo en vez tia a un invitado muy apreciado, es costumbre que de disminuir como es usual más bien se fortaleció. el dueño de la casa coloque a sus pies un nido de Si uno le preguntaba a Palati acerca de su po- termitas, que ha sido previamente dejado por un der en las prácticas de brujería, pretendía no saber tiempo en el fuego, el cual produce un humo espe- nada. “¡Jesús María! si soy cristiano”, contestaba, so y desagradable. Encontré este arreglo excelente, mientras devotamente se hacía el signo de la cruz. aunque frecuentemente tenía la desventaja de ha- Se debe entender que la brujería es una de las su- cer salir no solo a los molestos insectos sino al pro- persticiones de los indios que los padres católicos pio invitado. Cuando se viaja por el río, en donde están más ansiosos en erradicar, de tal modo que estos pequeños demonios alados son particular- los indios solo practican su arte mágico en secreto. mente molestos, los indios generalmente llevan Sin embargo, a un hombre blanco del Oriente de consigo el humeante objeto en la canoa para tener Ecuador que conocía muy bien a Palati, le había cierta protección en sus miembros desnudos. hablado muy francamente “soy tan duro que nin- La persona más interesante que conocí en el guna flecha mágica puede hacerme daño” había Bobonaza era el viejo jefe Palati, famoso en todo dicho, “y esta es la razón de porqué me estoy vol- el Oriente de Ecuador como curandero y antigua- viendo tan viejo. Por otro lado todavía no he visto mente también como guerrero. Palati era el indio al indio capaz de resistir mis propias flechas de más viejo que llegué a conocer; en 1917 cuando chunta”. lo vi por primera vez debe haber tenido por lo me- Aunque los indios Canelos sean nominalmen- nos cien años. Ningún indio es capaz de decir su te cristianos, sus relaciones con los líderes de las edad exactamente. “No podemos contar”, es la misiones no siempre han sido de naturaleza amis- respuesta que uno recibe regularmente cuando tosa. Ha habido algunas veces conflictos entre sa- pregunta a un indio cuántos años tiene. cerdotes e indios. El peor de todos fue uno que se Sin embargo, fui capaz de establecer la edad produjo cuando se iba a construir el actual edificio de Palati con una buena aproximación. Siendo, de madera de la misión, hace cuarenta años. Los como la mayoría de los indios un buen caminante, indios creían que un edificio de bambú usado co- antiguamente había visitado también los lugares múnmente, tanto por indios como por los poblado- civilizados de Ecuador, y, de acuerdo a su propia res en el Oriente de Ecuador podía ser suficiente afirmación en su juventud, había visitado también para los padres, consecuentemente se rehusaron a al Mariscal Sucre en Quito. El gran héroe ecuato- construir una casa de madera que exigiría mayor riano de la libertad vivió en Quito en los años tiempo y trabajo. Los indios hicieron una “huelga” 1826 a 1829, de lo cual infiero que Palati debió del tipo de las que se producían comúnmente en- haber nacido durante los primeros años del siglo tre los indios cristianos reducidos en las misiones. diecinueve. Esto coincide con las informaciones En el Oriente del Ecuador esta huelga se denomina que recibí de los blancos. Un hombre que había miticushca que significa “abolir” o “no dejar pa- vivido en la vecindad de Canelos durante 30 años, sar”; los indios como desafío a las órdenes de los me contó que cuando recién llegó, Palati debía te- padres, regresaron a sus distantes tambos, aleján- ner como 90 años. Añadió además que durante dose de la misión y de los deberes que se les im- largo tiempo el viejo jefe indio no había cambiado ponían. Palati, quien había encontrado la oportu- notablemente. Cuando conocí a Palati, todavía se- nidad de ejercer su influencia, era la persona que guía siendo un vigoroso hombre viejo; todavía era lideraba la organización de la huelga, agitando y capaz de soportar largas caminatas, había conser- haciendo discursos entre los indios y haciendo lo vado sus facultades mentales y se volvió muy elo- mejor para convencerlos de abolir la misión. Pero cuente en el momento en que comenzó a hablar la continuación del boicot era imposible; una fa- 42 RAFAEL KARSTEN milia tras otra regresaron a la misión y se sometie- declaración hipócrita de quien había sido el verda- ron a la autoridad de los padres. Viendo que se dero instigador de la huelga, asombró por supues- convertía en perdedor, Palati encontró más conve- to, al padre, y algunos indios quisieron levantar niente cambiar su actitud a tiempo. Un día, el pa- protestas contra una distorsión tan obvia de los he- dre tuvo éxito al llamar a un buen número de in- chos. Sin embargo, satisfecho por la finalización dios a la misión y cuando la misa terminó trató de del conflicto, el padre se dio cuenta de que era hablarles para que volvieran a la razón. Palati, que más sabio considerar asuntos de mayor importan- también estaba presente, pidió que se le permitie- cia. Palati había salvado su prestigio e incluso ha- ra decir primeramente unas palabras a los indios. bía fortalecido su influencia. Entonces comenzó a dirigirles un entusiasta discur- Palati murió en 1924, algunos años después so en el cual expresaba su fuerte desaprobación a de mi partida de Canelos y Sud América. Fue una la conducta de los indios huelguistas, reprochán- persona muy interesante para mí, no solo por su doles su ingratitud hacia el padre, y convenciéndo- avanzada edad sino por su amplia experiencia de les de regresar a su deber. El mismo, dijo, había es- la vida, así como por la importancia de su carácter, tado en contra del miticushca desde el principio, lo cual representaba el aspecto típico de un jefe in- pero su advertencia no había sido escuchada. Esta dio y de un político. Capítulo III MI EXPEDICIÓN A LOS ACHUARAS

Estaba listo para iniciar mi viaje río abajo. De usaba mi Makintosh, sin embargo, todavía con di- acuerdo a mi proyecto original, primero visitaría la ficultad pude alcanzar la orilla nadando. Uno de tribu jívara conocida con el nombre de Achuaras, mis indios salvó la canoa que había sido hundida los cuales vivían en alguna parte del curso medio por la fuerte corriente, mientras el otro trataba de del Pastaza al interior de la selva. Después de eso salvar el equipaje. Solo una parte de él se pudo re- deseaba continuar mi viaje a lo largo del Pastaza cuperar, mientras muchas cosas se fueron al fondo, hasta el Bajo Marañón con el propósito de visitar a entre otras mi rifle, mi pistola y una canasta que los indios Cocamas y ciertas otras tribus que vivían contenía mis utensilios de cocina, platos, fósforos, en este gran río. Por razones que se mencionan etc. Uno de mis indios, un nadador diestro, tuvo más adelante, no estuve en capacidad de llevar a éxito en recuperar del fondo mi rifle, pero aun así cabo la última parte del programa. me parecía imposible continuar el viaje bajo los Además de mi muchacho, León, estaba acom- planes originales hasta que no recobrara el resto de pañado en esta expedición por otro mestizo de mis propiedades perdidas. Mojado hasta la piel, no Macas de nombre Raymundo, así como por tres in- podía hacer nada más que proseguir mi camino dios Canelos, expertos en manejar el canalete y ex- hasta llegar a la próxima casa india. Me tomó un tremadamente bien familiarizados con la región par de horas llegar a ella. Al día siguiente regresa- del Bobonaza. Salí de Canelos con dos canoas re- mos al escenario del accidente en compañía de un lativamente pequeñas, una canoa grande me había indio que, siendo un buen buceador, se ofreció a sido ofrecida en Sarayacu, un poblado indio situa- recobrar las cosas perdidas. Después de largo tra- do a tres días de viaje río abajo. El mismo primer bajo, logró sacar la pistola, e incluso la canasta fue día tuve un accidente que amenazaba con volver- encontrada más tarde. Ahora estaba en condicio- se fatal para toda mi expedición. En su curso alto, nes de continuar mi interrumpido viaje, aunque en el Bobonaza está lleno de cataratas en las cuales otra peligrosa catarata, que lleva el simbólico las canoas pueden ser fácilmente volcadas. Exacta- nombre de Runa huañusca, “la catarata del hom- mente esto fue lo que me sucedió. Habíamos sali- bre muerto”, pude escapar precariamente de nau- do exitosamente, a pesar de la gran dificultad, ha- fragar de nuevo. bíamos pasado muchas cataratas, y previne a los El Bobonaza es un río hermoso pero extrema- dos indios que manejaban mi propia canoa que damente sinuoso. Muy rara vez puede uno viajar fueran cuidadosos y que al llevarnos la corriente a por más de pocos minutos en línea recta. En su los lugares más peligrosos, movieran la canoa a curso rápido, el río forma constantemente enormes mano, aunque los indios no estaban acostumbra- curvas y frecuentemente llega otra vez al lugar por dos a hacerlo en casos similares. Sin embargo, donde recién se acaba de pasar en el otro lado del confiados en su destreza, no lo hicieron. Más aún, estrecho cuello de tierra. Los indios de Canelos en una de las peores cataratas dejaron deslizar la siempre cuentan la distancia de algún lugar del Bo- canoa bajo las rocas a toda velocidad con la con- bonaza por medio de las vueltas que la canoa ha secuencia de que las olas golpeando en los lados, tomado antes de que la canoa alcance el lugar, y de repente la llenaron y se volcó. Este accidente es notable con qué exactitud siempre pueden asig- ocurrió en la parte más profunda -llamada cucha nar un número de vueltas desde cualquier punto por los indios- la que se forma usualmente debajo del río hacia cualquier casa indígena situada en las de las cataratas. Como el tiempo estaba lluvioso orillas. 44 RAFAEL KARSTEN

Llegamos a Sarayacu al cuarto día de dejar donde solo hay pocos asentamientos indígenas. Es- Canelos. Es un pueblo pequeño habitado por in- tos indios pertenecen a la pequeña tribu Shimigay, dios nominalmente cristianos como los Canelos. los cuales hablan quichua y ahora están medio ci- Una pequeña casa de bambú en el centro del po- vilizados. Por otro lado, los indios salvajes se han blado era usada como iglesia en donde se realizan retirado hacia lugares inexplorados del interior. Mi los servicios divinos una vez al año cuando el pa- destino más cercano era Andoas, la última guarni- dre de Canelos venía a ver a los indios. Además de ción ecuatoriana en el Pastaza, situada en el curso ésta había otra casa de bambú para el representan- medio de este río, cerca de diez leguas de la boca te del gobierno, quien del mismo modo visitaba a del Bobonaza. Este punto puede ser alcanzado en veces estas regiones. tres días desde el poblado Juanjiri. En Sarayacu tuve que hacer varios arreglos En Canelos, que está situado a una altura de para mi viaje hacia el bajo Bobonaza y Pastaza. cerca de los 800 mts. sobre el nivel del mar, la tem- Sobre todo quería una canoa más grande así como peratura es lo suficientemente tolerable, pero des- algunas provisiones. Conseguí alquilar una canoa de Sarayacu hasta más abajo el calor aumenta a grande para todo el viaje, pagando con 10 yardas diario, volviéndose por último extremadamente fa- de lino a su dueño. Por otra parte, obtuve una can- tigoso para alguien que viaja en canoa. De igual tidad de yuca y bananas, así como numerosas aves manera, la naturaleza cada vez se vuelve más luju- después de largas negociaciones con las mujeres. riosa. En la estación lluviosa la plaga de mosquitos Cuando llegué, los indios estaban en ese momen- es espantosa en estas regiones. Nubes de estas pe- to celebrando una fiesta con bebida, en conse- queñas pestes constantemente arremetían alrede- cuencia estaban todos reunidos, era una de aque- dor nuestro, ansiosas de chuparnos la sangre y llas que tuve la oportunidad de presenciar entre los atormentándonos de cualquier manera. En vano indios Canelos. En medio de una casa grande, nu- cubría mis manos y mi cara con una loción anti- merosos jóvenes usando magníficos ornamentos séptica; solo por un momento podía mantener ale- de plumas en sus cabezas y espaldas, caminaban jados a los torturadores. Me dí cuenta de la inutili- ceremonialmente alrededor de un círculo, e ince- dad de la teoría establecida más adelante por algu- santemente golpeaban despacio sus tambores. Al- nos viajeros de Sud América, que sostenía que era rededor de estos hombres algunos indios viejos es- costumbre indígena pintarse el cuerpo para mante- taban en grupos, tenían en sus manos grandes ner alejados a los mosquitos e insectos. Conforme cuencos llenos con cerveza de yuca, de los cuales se avanza, aumenta cada vez más la riqueza de la constantemente tomaban sorbos. Las mujeres for- vida animal y especialmente la vida de las aves. El maban un grupo aparte y algunas que hacían de gran macaú por ejemplo, que requiere de clima anfitrionas siempre estaban encargadas de llenar caliente, solo hace su aparición desde el Sarayacu las vasijas con cerveza de yuca de distribuirla en- hasta abajo. Este hermoso loro, así como los loros tre los hombres. Las mujeres con sus vestidos se más pequeños, el tucán y otras muchas especies de quedaban cortas al lado de la elegancia manifiesta pájaros, contribuyen a dar vida a la selva. Frecuen- de los hombres, pero un rasgo muy curioso era su temente, en el curso del viaje, nos parábamos pa- pintura facial. Incluso los hombres adornan sus ca- ra dispararle a un pavo grande, un macaú y algún ras con colores rojo y negro con ocasión de festi- otro pájaro que volara a un árbol, cerca de la ori- vales, pero las mujeres indias en la región de Sara- lla del río; o para pescar. De los animales grandes, yacu, tienen el hábito de ennegrecerse simplemen- el tapir o el puerco salvaje son los más comunes. te ambas mejillas y cerca de la barbilla con el jugo Incluso el jaguar es frecuentemente visto en estas de la fruta de genipa, creando el efecto de que a la pobladas regiones, aunque generalmente sale dis- distancia, parece que tuvieran barba. Esta pintura parado cuando divisa una canoa que se aproxima. facial, no se la considera como decoración, sino En el Pastaza encontré vida animal especialmente que se aplica por motivos puramente prácticos. rica, grandes manadas de pecaríes y de puercos de Abajo de Sarayacu hay algunas casas indíge- agua o capibaras eran los que comúnmente se nas e incluso un pequeño poblado habitado por veían. En el río mismo las numerosas tortugas y la- mestizos e indios, llamados Juanjiri, pero el resto gartos atraen particularmente la atención, mientras de la región está completamente desierto. Lo mis- que la gran boa de agua o anaconda, aunque es mo se puede decir del curso medio del Pastaza, en LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 45 muy común en todos los ríos del occidente amazó- dios constantemente me señalaban que difícilmen- nico, solo rara vez se la puede ver. te tendríamos suerte en escapar de ser “cogidos Mis sirvientes indígenas pescaban durante to- por la enfermedad”, así era como expresaban el do el viaje para suplir las provisiones de comida. asunto. Me contaron, de otra misteriosa enferme- De tiempo en tiempo paraban de repente y rema- dad aún más terrible que la malaria, de la que se ban mirando atentamente el río a poca distancia había dicho que había afectado como epidemia a en frente de la canoa, en donde medían y acomo- toda la región de Andoas y que de acuerdo a un ru- daban la red. En las aguas poco profundas cerca de mor corrido en Canelos, algunos hombres de la la orilla habían notado un movimiento en la super- guarnición habían caído víctimas. Desafortunada- ficie del agua, lo cual indicaba que una multitud mente para mí, estos rumores muy pronto proba- de bocachicos estaban reunidos en este pequeño ron ser ciertos. charco. Uno de los indios arregló una larga red en En el cuarto día después de que dejamos Sa- su mano, saltó al agua y cautelosamente llegó al rayacu, nos topamos con una canoa grande que lugar donde se notaba el movimiento. En seguida era empujada en contra de la corriente río arriba tiró la red como en un lazo, de tal modo que cu- por una tripulación de seis hombres. Tanto la em- briera la parte extema del charco, en el lugar don- barcación como la cabina recubiertas con hojas de de supuestamente estaban reunidos. Por supuesto palma, me hicieron pensar que un pasajero nota- que la mayoría escaparon, pero en general, mu- ble estaba viajando en ella. Cuando llegamos a la chos fueron atrapados en los nudos de la red. Al- canoa, vi a un hombre acostado, temblando y se- gunas veces los indios tienen éxito en sorprender miinconsciente en el fondo de la cabina. Lo hom- del mismo modo al gran bagre. En tales casos se bres de la tripulación nos informaron que el enfer- produce una fuerte pelea en el agua cuando el vio- mo era el jefe de Ia guarnición de Andoas, Coronel lento pescado trata de zafarse de la red y del firme Orellana, que estaba viajando a Canelos para ser alcance de los indios. Por eso, generalmente los in- curado de su enfermedad. Al mismo tiempo fuimos dios pescan el bagre arponeándolo. informados de un acontecimiento triste acerca de Es especialmente en estos viajes por el río, los demás hombres de la guarnición. Solamente que uno puede darse cuenta de la maravillosa fa- hacía dos meses el Coronel Orellana había llegado cultad de observación que está fuertemente desa- a Andoas junto con su secretario y siete soldados. rrollada entre los indios salvajes, como en general En este poco tiempo el secretario y cuatro de sus también en el hombre en su estado natural. Sus soldados habían muerto de una terrible enferme- ojos y sentidos están siempre alerta, unas veces ob- dad, llamada por los pobladores del Oriente de serva al río mismo, otras las hojas de las cabezas Ecuador “escorbuto”, la que tenía carácter de epi- de los árboles, a veces sus agudos ojos penetran la demia. El último hombre había muerto el día ante- espesura de la selva en donde es capaz de detectar rior a la partida de Andoas. Los tres soldados que formas de vida que pasan inadvertidas a la obser- quedaban todavía estaban ahí. La posibilidad de vación del hombre civilizado. El más leve sonido que el comandante llegara a Canelos vivo me pa- en seguida llama su atención y, como regla, es ca- reció difícil, incluso si solo hubiera estado pade- paz de decidir al instante qué es lo que debe ha- ciendo de malaria. Desde el punto donde estába- cer. mos, Canelos no podía ser alcanzado ni en una En el bajo Bobonaza, el clima comienza a quincena. volverse insano, aspecto que cualquier viajero ex- La noticia que recibimos acerca de la epide- perimentado nota por la presencia de numerosas mia en estas regiones, influyó desfavorablemente palmas de morete (Mauritia) y por los pantanos. Si en la moral de mis hombres. Lo peor que puede quiere escapar de la fiebre malaria, por sobre todo, experimentar un europeo cuando viaja solo en el debe protegerse por la noche con un mosquitero interior de Sud América con indios incivilizados, contra los ataques del transmisor de la fiebre, el es la creencia en sus supersticiones. Mis hombres mosquito anopheles. estaban convencidos de que viajando por el Pasta- Poco antes de llegar al Pastaza, pasamos un za estaban yendo a una muerte casi cierta. De las poblado llamado por los mestizos Santa Rosa, el conversaciones entre ellos y con mis muchachos que había sido abandonado hacía algún tiempo comprendí que estaban discutiendo la posibilidad debido a la epidemia de la fiebre malaria. Mis in- de amotinarse. Por lo menos me comunicaron que 46 RAFAEL KARSTEN

Mi nueva pro- puesta fue aceptada por los indios y continuamos nues- tro viaje. Las noti- cias que recibimos de la epidemia en Andoas me induje- ron a evitar el lugar lo más posible. De- cidimos quedarnos ahí solo por algunas horas y pasar la no- che, como de cos- tumbre, en uno de los grandes bancos de arena que exis- ten en el Pastaza. Ilustración V. 1. Jívaros del curso medio del Pastaza (Achuaras) Temprano, al día si- guiente, llegamos a no estaban dispuestos a llegar hasta el Amazonas Andoas. El lugar antiguamente había sido un po- para morir, y que si yo insistía en irme hasta allá blado habitado por los indios Shimigay medio civi- me dejarían solo en un banco de arena y que me lizados. En el siglo XVII, los jesuitas también ha- recogerían alguna noche. Esta fue una de las oca- bían tenido una misión aquí. Pero el poblado ha- siones en que me di cuenta de las desventajas de bía sufrido mucho debido a las epidemias y a los viajar solo, supeditado a las opiniones de sirvien- repetidos ataques de los salvajes indios Jívaros que tes poco confiables como son los indígenas suda- en dos ocasiones lo habían destruido completa- mericanos, sean éstos mestizos o indios puros. Co- mente. Cuando visité Andoas por primera vez, so- mo descubrí que dependía completamente de lo consistía en tres casas primitivas habitadas por ellos, decidí que sería tonto tratar de continuar de soldados de la guarnición y por una familia india. acuerdo a mi plan original. En vez de ello, les propuse un compromiso en el cual debíamos visi- tar solamente a los Achuaras en el Pas- taza medio, así co- mo a los indios Shi- migay y de ahí re- gresaríamos a Ca- nelos. La visita a los Achuaras era de he- cho mi interés prin- cipal en la expedi- ción. Mi viaje al Marañón podría fá- cilmente posponer- lo para un tiempo después. Ilustración V. 2. Interior de una casa jívara. Achuaras, Pastaza LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 47

parcido por los intestinos. En los días en que por primera vez visité Pastaza, todavía había mucha confusión en cuanto a conocer la verdadera natu- raleza de la enfermedad y los médicos del Ecuador solamente la conocían de nombre. Dejamos Andoas temprano en la tarde para poder tener tiempo de hacer nuestro campamento en un banco de arena un poco río abajo. En segui- da encontramos un lugar adecuado para acampar, pero esa noche nuestro descanso fue interrumpido por una de esas espantosas tormentas de truenos que son tan frecuentes en la región amazónica. La tormenta fue precedida, como es usual, por un vio- lento huracán que venía a lo largo del río desde el sur y que se aproximaba rápidamente al lugar don- de habíamos acampado. Cuando el huracán vino hacia nosotros, tuvimos que unir fuerzas para sos- tener la tienda, que de otra manera hubiera salido volando como una cometa. En la selva adyacente a la orilla del río, varios árboles habían sido tum- bados; fuimos muy afortunados de no acampar en la orilla, puesto que, en efecto, esto es peligroso en Ilustración V. 3. Indio jívaro con un mono chichico estas regiones, por lo menos durante la estación en su cabeza Achuaras, río Pastaza lluviosa. Al huracán le siguió un duchazo de agua El resto de los Shimigay se habían movilizado río tan fuerte, que hizo ceder los cuatro postes de la abajo, huyendo por el miedo, en parte a los salva- tienda. Mojados hasta los huesos, estuvimos obli- jes Jívaros, y en parte a las enfermedades que ha- gados a esperar por lo menos media hora, hasta bía en Andoas. que la tormenta de truenos pasara y todo volviera Fuimos recibidos por los miembros sobrevi- a la calma. vientes de la guarnición, tres hombres jóvenes, que Al siguiente día, en la noche, llegamos a un nos contaron los tristes eventos de las recientes se- asentamiento solitario en el río, del cual era pro- manas. La enfermedad comúnmente denominada pietario un joven cauchero (recolector de caucho) escorbuto por los mestizos, se caracteriza esencial- que me dio importante información acerca de los mente por la fiebre alta, mareos y la irresistible Achuaras. En la orilla opuesta del Pastaza, a medio sonnolencia. Los mestizos y los indios tienen su día de viaje río abajo, hay la boca de un pequeño propia teoría del origen de esta enfermedad. Ellos río: el Tonegrama. Para llegar al territorio de los dicen que se origina a través del ano afectado por Achuaras, tuvimos que subir el río durante algunas gusanos que proliferan rápidamente a través del horas, después de lo cual contituamos nuestro via- recto a todo el sistema intestinal consumiéndolo, je a través de la selva por un día y medio más. Al de tal manera que el paciente literalmente se pudre igual que la mayoría de los indios salvajes, los Jí- en pocos días. La mala comida y la excesiva hume- varos nunca se asientan en las orillas de los ríos dad se mencionan como las causas principales de principales, en donde están más expuestos a sus esta enfermedad. Se me dijo que esta misma enfer- enemigos, sean indios de otras tribus o blancos; medad existe en Matto Grosso en Brasil, en donde prefieren construir sus grandes casas comunales en es llamada corrupcão. Los indios de Bobonaza algún pequeño claro en el interior del bosque. afirman que puede curarse si se toman ciertas me- Consecuentemente, si quería visitar a los Achuaras didas instantáneamente. Su remedio consiste en tenía que penetrar en el bosque en donde, con to- una especie de brebaje preparado con pólvora, pi- da seguridad, ningún europeo había nunca puesto mienta india y ciertas hierbas antisépticas, las cua- su pie, y donde los indios salvajes viven en abso- les matan a los gusanos antes de que se hayan es- luta independencia. El cauchero era el único ecua- 48 RAFAEL KARSTEN

el estrecho sendero de los indios, frecuente- mente invisible, a través de la selva. En muchos lugares solo pudimos despejar el camino con la ayuda de un cuchillo de selva (machete), un implemento indispensa- ble para cualquier cami- nante en los bosques tro- picales de Sud América. Pasamos la primera no- che en un rancho cerca de un riachuelo y en la siguiente mañana, de acuerdo a nuestro guía, estábamos por llegar a la primera casa jívara. Du- rante lo que restaba de distancia, fuimos instrui- Ilustración VI. 1. La calle principal de Riobamba dos por éste en relación al modo cómo debíamos toriano o peruano que había tenido alguna cone- comportarnos a nuestra llegada. Cuando nos apro- xión con estos indios, y se ofreció a acompañarme ximamos a la primera casa, nos advirtió que no ha- a su poblado como guía. bláramos alto o que no hicieramos ningún ruido, Habiendo hecho los preparativos necesarios para no llamar la atención de los indios demasia- para el viaje, comenzamos nuestra expedición y do pronto y para que así no huyeran o tuvieran pronto llegamos al río Tonegrama. Pareció ser un río muy hermo- so, pequeño y no muy rápido, pero tenía una gran cantidad de ma- lezas y troncos que bloqueaban el paso para poder ascender- lo. Por fin, temprano por la tarde, llegamos a un estrecho paso cerca de un riachuelo en donde nuestro guía dijo a los indios que pararan. Halamos la canoa a un lugar de la selva en donde quedó bien escondida entre la lujuriosa vegeta- ción, y con nuestro guía adelante comen- zamos a caminar por Ilustración VI. 2. Choza de indios Quichuas cerca de Riobamba LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 49

pequeño discurso debe siempre ser pronunciado por el anfitrión y por la co- mitiva que llega, y uno de mis compa- ñeros indígenas, de nombre Shaua, de origen Jívaro, se to- mó a cargo este de- ber. “Hemos llegado mi hermano, dijo, como compañeros de este hombre blanco y cargando su equipaje. Veni- mos a ustedes como Ilustración VI. 3. Vista del páramo de Hatillo amigos y no como enemigos, para ver tiempo de tomar otras medidas. En el momento en cómo viven y para intercambiar cosas con ustedes. que la primera plantación de mandioca estuvo vi- No traemos con nosotros enfermedad y maldad. sible uno de mis acompañantes indios, hizo un so- Queremos quedarnos en paz con ustedes algunos nido fuerte con el cuerno de una vaca que él había días”, y demás cosas por el estilo. El anfitrión con- traído justamente para este propósito. De esta ma- testó al discurso con algunas palabras del mismo nera nuestra llegada fue anunciada y los indios pu- estilo. Shaua y sus camaradas eran los más ansio- dieron entender que se les aproximaban amigos y no enemigos. Tal precaución se considera necesaria cuando uno visita a los indios Jívaros salvajes. De este mo- do y deteniendo nuestra marcha por unos momen- tos, llegamos más tarde a la casa, cuyos habitantes nos dieron el encuentro afuera. Fuimos recibidos con su usual suspicacia y curiosidad, y por supues- to tuvimos que contestar también las usuales pre- guntas, tales como el objeto de nuestra visita, quién era ese extranjero de pelo claro, Apachi, (hombre blanco) que los indios habían traído, cuánto tiempo pensábamos quedarnos, y así por el estilo. Las mujeres y los niños en particular mani- festaron su miedo y desconfianza, pero al mismo tiempo la curiosidad los atrajo irresistiblemente al lugar donde estábamos. Se calmaron cuando abrí mis cajas y les presenté un collar de cuentas de vi- drio a cada una de las mujeres así como pequeños espejos y cosas inútiles para los niños. El dueño de la casa recibió un cuchillo de selva, de tal modo que fácilmente logramos que nos dejara quedarnos en su casa por algunos días. Más adelante, describiré detalladamente las ceremonias de bienvenida que tienen lugar cuan- Ilustración VI. 4. Primitiva choza indígena de Hatillo, do un invitado, es recibido en una casa jívara. Un a más de 3.500 m. sobre el nivel del mar 50 RAFAEL KARSTEN sos en expresar sus sentimientos de amistad a rreno que pertenezca a una tribu extraña, sería nuestros anfitriones, desconfiados con ellos por ha- prácticamente imposible para mí llevar a cabo tal berles permitido que los visiten, ya que eran anti- viaje. Así que estuve obligado a regresar del mismo guos enemigos hereditarios de los indios Canelos. modo que fui. El recolector de caucho que nos había acom- El temor y la desconfianza de nuestros anfi- pañado donde los indios era, como lo había dicho, triones hicieron difícil que nos quedásemos por lo casi el único hombre blanco con el cual estos sal- menos una semana; repetidas preguntas sobre vajes habían tenido contacto. Como era usual, él cuándo intentábamos partir apresuraron nuestra había pagado a los indios por sus servicios con partida. Debido a que a pesar de todo habíamos vi- pantalones, camisas, telas, etc., y como conse- vido en términos amistosos con los indios, era ne- cuencia de ello el traje nativo de estos indios mos- cesario una especie de discurso de despedida, éste traba las huellas de la influencia europea más de lo fue tomado a cargo por nuestro orador Shaua: que me hubiera imaginado. Sin embargo, esta in- “Ahora te dejamos mi hermano”, le dijo a nuestro fluencia estaba absolutamente limitada a su ropa. anfitrión. “Ahora regresamos a nuestro propio país. Lo que pude establecer durante esta visita a los le- Tuvimos una buena permanencia con ustedes y he- janos Achuaras, fue la gran uniformidad de la cul- mos vivido en paz juntos. Ojalá tú también, her- tura Jívara. Por supuesto que hay diferencias me- mano, pronto nos pagues una visita”. Cada una de nores, como el dialecto hablado por las tribus estas frases para guardar la seguridad, eran repeti- Upano y Huambiza. Los Achuaras rara vez tienen das un par de veces y con una voz lo más persua- cerdos y en su fiesta de la gran victoria no hay nin- siva posible. guna ceremonia correspondiente a la “matanza de Esta fue la opinión “oficial” de Shaua sobre la los cerdos”, como ocurre entre los indios Upano. visita. Su verdadera estimación acerca de los Al contrario de lo que sucede con los últimos que Achuaras parecía ser de algún modo diferente, prefieren comprar su veneno para las flechas de cuando en el viaje de regreso estábamos discutien- otras tribus, los Achuaras son expertos en preparar do nuestras impresiones de la visita. Mis indios Ca- el veneno, e incluso hacen sus propias bodoqueras nelos habían consentido acompañarme donde es- las cuales llevan a intercambiar. Como el resto de tos salvajes de mala reputación, principalmente sus compañeros de tribu, ellos tejen sus ropas, pe- porque habían combinado ciertos intereses de ne- ro el método que utilizan para elaborarlas difiere gocios con la visita. Los indios Canelos habían de- de los practicados por los Upano. Su cerámica sarrollado una verdadera industria en la elabora- muestra muchas peculiaridades importantes tanto ción de tambores, mientras que los Achuaras eran en su forma como en el modo de pintarlas, aspec- particularmente diestros en hacer bodoqueras. to que será demostrado más adelante. Pero su mo- Shaua había llevado consigo dos tambores hechos do general de vida, su organización social e inclu- por él mismo, buscando la oportunidad de poder so lo que tuve oportunidad de constatar, su cultura intercambiarlos con los Achuaras. Pero en su pro- intelectual, son exactamente los mismos que los de pia opinión, de todas maneras, había hecho un otras tribus jívaras, a pesar del relativo aislamiento mal negocio, y con vehementes gestos y maldicio- en que los Achuaras viven y probablemente han nes demostró su descontento con los anfitriones a vivido por muchas décadas, tal vez por centurias. causa de su avaricia. Aunque podía haber sido así, El interior del país de los Achuaras es geográ- supe que mi compañero indio había hecho buenos ficamente inexplorado, pero se dice que está habi- negocios de otro tipo: había aparecido entre los tado por varias tribus jívaras, quienes, como es Achuaras como hombre de medicina y había teni- usual, son hostiles entre cada una y se hacen la do algunos pacientes, y como tales servicios entre guerra entre ellas mismas. De acuerdo a la infor- los indios se pagan tan escrupulosamente como se mación que recibí, hay senderos de indios que lle- paga a un doctor en una sociedad civilizada, en- gan hasta los bosques de Morona y más lejos has- tendí que la visita fue remunerativa para él. En vez ta el Upano, y también me dijeron que la distancia de los dos tambores que había traído consigo, re- puede ser cubierta en una quincena. De todos mo- gresó con cuatro bodoqueras, aunque generalmen- dos, debido a que solo es posible penetrar en estos te se paga una bodoquera por tambor. bosques con la ayuda de guías indios y que los Habiendo regresado a Pastaza, pagué una vi- miembros de una tribu no pueden penetrar en te- sita a los medio civilizados indios Shimigay, men- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 51 cionados antes. Mis estudios entre estos indios sa- poca utilidad. Esto y el hecho de que no caí enfer- lieron del programa del presente trabajo. mo, fue explicado por los indios de una manera Mi viaje de regreso a Canelos tomó por lo me- nada favorable para mí: se suponía que poseía re- nos tres semanas y fue extremadamente agotador. medios secretos que me hicieron mantenerme en El ascenso del Bobonaza, que siempre es una tra- buena salud, mientras que dejaba que mis sirvien- vesía dura y tediosa, se volvió más difícil por las tes indios murieran. Consecuentemente, regresé fuertes lluvias que causaron el desbordamiento del con una partida de hombres muy descontentos de río. Peor aún, los indios contrajeron malaria en las esta expedición a finales de marzo. Sabía de todos insanas regiones del Pastaza y cayeron enfermos modos que experiencias como éstas son inevita- uno tras otro. Por último, mi sirviente León y yo bles para cualquiera que viaja solo en el interior de mismo éramos los únicos que estábamos bien y Sud América, acompañado solamente por sirvien- cuando llegamos a Canelos incluso León fue ata- tes nativos. Tuve que quedarme en Canelos por cado por la fiebre. Uno de mis indios estaba tan ocho días antes de que pudiera continuar mi viaje mal que era llevado en canoa en estado de semi in- con mi muchacho mestizo León. No regresé a la conciencia. Traté de curar a mis sirvientes indios civilización, pero fui al poblado de Macas, mi pro- enfermos con quinina, pero debido a que es prác- pio campamento para el estudio de los indios Jíva- ticamente imposible hacer que un indio tome me- ros. Mis excursiones en estas regiones serán descri- dicinas regularmente, mis remedios parecían tener tas en los siguientes capítulos.

Capítulo IV EXPEDICIONES AL RÍO UPANO, RÍO SANTIAGO Y EL ALTO RÍO PASTAZA

Desde el poblado de Macas, el cual era, co- indios de la región de Riobamba son extremada- mo dije, la principal base para mis estudios de los mente malas, mucho más si en muchos casos ellos indios Jívaros, hice numerosas expediciones a las están fuera de la protección de las leyes que el país tribus que viven en el sur, en el este y en el norte, debe proporcionar a todos sus habitantes... Los in- y pronto encontré que esta región era uno de los dios, que obviamente fueron los propietarios origi- centros principales de esta cultura india nativa. Por nales de la tierra, fueron inmisericordemente forza- cerca de dos años vagué sin final por las selvas vír- dos a dejar las áreas que ellos ocupaban por los ri- genes entre el Upano y el Morona en todas las di- cos dueños de haciendas, que a menudo hasta les recciones, y por supuesto que no me propongo re- impiden sacar los productos de los pequeños sola- latar todas mis experiencias durante estos viajes. res donde se levantan sus chozas primitivas y que Sin embargo, una descripción general del territorio les han dado para que ellos se ganen la vida. y de las condiciones bajo las cuales sus habitantes Desde Riobamba, el Upano puede ser alcan- viven será necesaria como introducción para el de- zado en 7 días, aunque la distancia no es mayor a tallado relato de las costumbres de los indios, lo 50 leguas (170 millas). Debe comprenderse que cual haré más adelante. No obstante, haré una des- los caminos en esta parte del Oriente son peores cripción completa de la expedición llevada a cabo que en ninguna otra de Ecuador. Todavía, casi la donde los Chirapas, una tribu jívara en el alto Río mitad del camino debe ser cubierta a caballo, aun- Pastaza, en donde por primera vez presencié una que solamente caballos o mulas, particularmente fiesta de la tsantza, la gran fiesta de la victoria de entrenados para ese propósito, pueden llevar al estos indios. viajero por los terribles senderos que conducen a Para llegar a Macas tenía que salir desde Rio- las riberas del río Upano. bamba, un pueblo grande en la cordillera central A unos cuatro días hacia el este de Riobamba, de Ecuador. Está situada a 2.800 metros sobre el hay un pequeño poblado llamado Chanalá, habita- mar, con un extenso panorama a la distancia, de do por indígenas Quichua y mestizos. Estos nativos montañas azules y de volcanes cubiertos de relie- van frecuentemente a Riobamba como arrieros ve y con un espléndido aire puro. La vida nativa es (conductores de caballos y mulas) o para vender aquí más característica que en Quito. Ningún ca- sus productos agrícolas. Además poseen caballos y mino de los Andes ecuatorianos está tan densa- mulas especialmente entrenados para viajar por los mente poblado como el de Riobamba. Cada día escabrosos caminos de las regiones montañosas uno puede ver largas procesiones de indios Qui- ecuatorianas. Durante mi primer día en Riobamba, chua hablantes, hombres y mujeres, que marchan conocí a uno de los mestizos de Chanalá y desde hacia el pueblo desde las poblaciones vecinas tra- allí en adelante le encargué a él mi montura y mu- yendo manadas de llamas y burros cargados de to- las de carga cuando yo iba hacia Chanalá. Sin em- da clase de productos agrícolas, y en un día de fe- bargo, fue necesario esperar cerca de ocho días pa- ria, las grandes plazas, lugares de encuentro de mi- ra que llegaran las bestias. les de nativos emponchados, ofrecen una visión El camino que conduce desde Riobamba ha- muy pintoresca. Desafortunadamente, las condi- cia el este, en el primer día, pasa por regiones que ciones sociales y políticas bajo las cuales viven los comparativamente están densamente pobladas por 54 RAFAEL KARSTEN indígenas Quichua hablantes y mestizos. Si se ha- los indígenas. De hecho, ésta constituye su única ce el viaje durante el tiempo de cosecha, por ejem- forma de subsistencia. De la leche de sus vacas y plo, en el mes de agosto, se podrán observar cam- cabras preparan quesos que son exportados a luga- pos de maíz y cebada, los cereales de cultivo más res distantes y por los que obtienen maíz, papas, importantes en Ecuador, ondeando por todas par- cebada y otros alimentos básicos para la vida. Sus tes. En algunos campos se pueden ver indígenas vestidos están principalmente hechos de pieles ob- cosechando, cantando en coro esas peculiares tenidas de ganado vacuno y lanar. canciones de la cosecha que han sido costumbre Salí de Hatillo al siguiente día y después de entre los Quichua desde tiempos antiguos y que haber viajado por un par de horas, llegué al lugar supuestamente promueven el trabajo. El paisaje es donde el páramo termina definitivamente: es un extremadamente pintoresco y la cabalgata por esta paso a cerca de 4.000 metros donde comienza el Sierra, con montañas nevadas visibles en todas di- descenso a la región selvática. Justo antes de que recciones, y a través de los fértiles valles Andinos, el viajero llegue a este paso, verá un hermoso lago, ofrece mucho de interés. Tarde en la noche, des- Colay, que llama la atención por las montañas ne- pués de una cabalgata de diez horas o más, el via- vadas que lo rodean y especialmente por la isla cu- jero llega a Cebadas, un poblado grande habitado bierta de árboles que se alza en su centro. Parece principalmente por mestizos, donde se tiene que curioso e inexplicable que solamente este lugar en pasar la noche. Este poblado forma el límite final muchas millas alrededor, muestre tan lujuriosa ve- entre la relativa civilización del área montañosa getación. oeste y la región desolada del páramo, característi- En la cumbre del paso al cual ascendimos, si- ca de las tierras altas del este ecuatoriano. El sen- guiendo un sendero que está en la más miserable dero va a lo largo del valle del alto Chambo, un río condición, distinguimos de pronto a la derecha padre del Pastaza, y es indescriptiblemente malo, otro lago en una enorme base natural formada por como todo el camino a Chanalá. Después de atra- las paredes altas de las rocas. Es la laguna negra, vesar el valle, el viajero llega en la tarde a un po- “sin fondo”, profunda, se nos dice, y con un agua blado llamado Hatillo, o más bien a una colección extrañamente negra. Es desde esta laguna que se de chozas con techos de hierba, esparcidas sobre originan los arroyuelos que más tarde formarán el el páramo. Rara vez he visto un lugar tan abando- río Upano. Este punto forma el fin de la altiplani- nado de Dios como este poblado, habitado por cie de Hatillo y la entrada al Oriente. El descenso unas pocas familias de infelices indios Quichua. empieza a lo largo del enorme declive, casi per- Los habitantes de Hatillo, situado a una altura de pendicular, que se llama Galgalán. La montaña es- alrededor de 3.500 metros sobre el nivel del mar, tá en este punto dividida; por obra de la naturale- han tenido que sufrir todos los inconvenientes que za, se ha formado una tremenda grieta dentro de la el rudo clima necesariamente ofrece a gente tan cual tenemos que precipitarnos. El descenso den- pobre y tan mal equipada como lo son ellos. La tro del abismo es posible para las bestias y para los temperatura generalmente permanece cerca del hombres solamente por los profundos pasos corta- punto de congelación, pero rara vez baja más allá dos en las rocas. Las mulas, acostumbradas a estos de ésta; los helados vientos y las lluvias mezcladas terribles senderos, pueden bajar esta escalera, pe- con nieve que caen sobre el páramo hacen a este ro el viajero tiene que desmontar y permitir a su sitio mucho más frío que cualquier otro lugar que bestia llegar lo mejor que pueda. Minutos más tar- tenga la misma temperatura. En inmediata vecin- de estamos en la selva donde la vegetación, extre- dad a las dispersas chozas indígenas, se levantan madamente escasa al principio, gradualmente se desnudas y desoladas rocas, algunas de las cuales transforma en más y más lujuriosa, aunque el cli- se encuentran cubiertas con nieves eternas. ma permanece completamente frío, camino abajo La vegetación bajo tales condiciones natura- hasta Chanalá. El primer lugar al que se llega des- les es la más pobre posible; no hay ni árboles ni ar- pués de dejar el páramo es un poblado llamado bustos y las únicas plantas comestibles que pueden Suñac, al que se puede llegar en cinco horas des- ser cultivadas son los repollos y las cebollas. El de Hatillo. El poblado está situado en una solitaria único recurso de los habitantes es la larga y gruesa región en la orilla alta del Upano y consiste en al- hierba llamada ichu, que cubre la tierra del pára- gunas casas incluyendo una especie de iglesia, que mo y que hace posible, la crianza de ganado entre reconocimos por las grandes campanas que colga- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 55

El ascenso de es- ta cordillera con su camino lodoso, roco- so y movedizo y sus abismos abiertos a to- dos los lados constitu- ye una empresa peli- grosa aun para las bestias entrenadas de los indígenas y, si no fuera por los pasos cortados en la roca y las superficies de te- rreno arenosas en los más peligrosos luga- res, ninguna mula o caballo llegaría al otro lado. Después de un duro esfuerzo de un par de horas, estamos en la cumbre y un momento más tarde Ilustración VII. 1. Vista de la selva virgen. Río Upano Superior cruzamos un peligro- so puente que condu- ban del techo. Sin embargo, al aproximarnos más ce al lado opuesto del Upano. El poblado de Cha- encontramos todas las casas abandonadas, sus ha- nalá está situado en la ribera izquierda de este río bitantes viven en Chanalá, a cuatro horas más de en un declive de montaña cubierto de verdor, des- viaje bajando al valle. Los indígenas de esta re- de el cual se disfruta la más hermosa vista del más gión, que están estrechamente emparentados a los salvaje escenario imaginable: el enorme abismo de Hatillo, viven en Suñac solamente durante la desde cuyo fondo se escucha el rugido eterno del estación en la que se cosechan las papas, pero prefieren vivir en Chanalá que, al poseer un clima más cálido, es más apropiado para el cultivo del maíz. Chanalá es el últi- mo punto hacia el este al cual pueden viajar las mulas, pero aunque a este poblado se pue- de llegar solo en cuatro horas desde Suñac, es la peor parte de todo el viaje. Una cordillera enormemente alta se- para el declive de Su- ñac del valle de Cha- nalá y debemos cruzar- Ilustración VII. 2. El río Upano en las montañas la. 56 RAFAEL KARSTEN

río. Después de unas pocas horas, pasa- mos por un puente de alambre al lado derecho, lado que seguiríamos hasta el final del siguiente día, o hasta llegar a un lugar llamado Huilca. Aquí hay una casa de un ferro- viario, pagado por el gobierno, cuyo de- ber es llevar y traer a los viajeros a Macas por el río. Esta casa era, en 1920, la úni- ca existente entre Ilustración VIII. 1 Vista de Macas tomada desde el techo del Convento Chanalá y Macas, y consecuentemente Upano avanzando camino abajo hasta juntarse a el viajero se veía obligado a permanecer la prime- la madre de los ríos, montañas adyacentes cubier- ra noche en la selva, en un rancho provisional he- tas de bosques alcanzando las nubes y la ilimitada cho por los cargadores. Sin embargo, cuando hice selva virgen extendiéndose más allá de lo que mi último viaje a Macas en 1929, las condiciones nuestros ojos pueden ver, se combinan para dar al habían mejorado. Había un tambo bien constitui- viajero una impresión que no olvidará fácilmente, do que había sido arreglado por el gobierno. Allí el pero el poblado mismo con su clima todavía frio- viajero podía guarecerse durante la noche. Esta fue lento y húmedo, sus casas primitivas dispersas aquí la única mejora que pude notar después de cerca y allí, y sus habitantes extremadamente pobres, no de diez años de ausencia. El sendero estaba igual- es un lugar que a uno le importe quedarse más mente lodoso y terrible, los declives igualmente tiempo que el abso- lutamente necesa- rio. Como siempre, todavía tuve que es- perar dos o tres días antes de que estu- vieran listos para empezar los cinco o seis cargadores que quería para conti- nuar mi viaje a Ma- cas. Toma tres días llegar a Macas des- de Chanalá. El ca- mino que conduce a la última guardia de la civilización, hacia el este, sigue primeramente la ri- Ilustración VIII. 2. Típica casa de bambú en Macas, habitada por el representante del Gobernador bera izquierda del LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 57

mente en compara- ción a los miserables senderos que se aca- ban de dejar atrás; pero cuando llueve copiosamente, como es más frecuente, se transforma en un pantano donde el ex- plorador tiene que pasar con dificultades y con lodo hasta los tobillos. Macas es un po- blado interesante en más de un aspecto. Está situado en el cur- so medio del Upano, en una región que, curiosamente, parece haber sido más den- samente poblada Ilustración VIII. 3. Hacienda en las cercanías de Macas unos tres años atrás que en el presente. Cer- profundos y difíciles de escalar, los puentes sobre ca del lugar donde ahora se encuentra el poblado, los numerosos pantanos y riachuelos igualmente había antiguamente un gran pueblo llamado Sevi- primitivos. Estos últimos consistían en una rueda lla de Oro, mencionado antes en relación con las de dos o tres poleas movedizas, localizada de ma- guerras que los salvajes indios Jívaros emprendie- nera aleatoria sobre el suelo en la cual uno tenía ron contra los blancos. El mismo nombre, Sevilla que balancearse, siempre a riesgo de perder el pie de Oro, nos dice que el distrito debió haber sido ri- y hundirse hasta las rodillas en huecos de lodo. co en oro y, como hemos visto, la destrucción de Desde Huilca a Macas se hace menos de un este pueblo fue causada por la codicia del oro des- día de marcha. Una gran colina llamada Yungalli, plegada por los españoles. Hoy día no se conoce que toma dos horas y media escalar, separa todavía al viajero de los llanos de Macas. Después de pasar el Yungalli, atravesamos un trecho de tierra a nivel de selva, corta- do por un amplio ca- mino que conduce di- rectamente al pobla- do. Cuando el tiempo es bueno y no ha caí- do la lluvia por algu- nos días, este camino está relativamente se- co y se puede cami- Ilustración VIII. 4. El río Upano visto desde Macas nar en él confortable- 58 RAFAEL KARSTEN nada acerca de la existencia de oro en esta parte dar las casas de los Jívaros. Hasta un gran tambor del Oriente. En el Upano, como en otros ríos del de señales, del mismo tipo que el de los indios, se este de Ecuador, se encuentra oro pero solamente encuentra como regla en las casas de Macas. Por en pequeñas cantidades; no hay tampoco ninguna ejemplo, así como los Jívaros golpean el tambor evidencia de que en el presente los indios conoz- para comunicar a los vecinos que ha habido un can algunas minas de oro en las montañas, aunque muerto en la casa, así también lo hacen los Maca- tales rumores han sido algunas veces corrientes. beos; una costumbre que causa una extraña impre- Aunque no comparable con la vieja Sevilla de sión al visitante europeo. Oro, Macas es, no obstante, un gran lugar, tenien- El vestido de los habitantes de Macas es casi do unos trescientos o cuatrocientos habitantes. To- tan primitivo como el de sus salvajes vecinos; con- dos ellos son mestizos, de un tipo especial que no siste principalmente en un taparrabo y una camisa. se encuentra en ninguna otra parte de Ecuador. Sin Rara vez usan pantalones y nunca zapatos. Duran- duda, ellos son descendientes de aquellos indios te los paseos en la selva, el Macabeo usa un tipo Jívaros que destruyeron el pueblo en 1599 y de las de sandalia hecha de cuero de vaca. En tales oca- mujeres blancas que se convirtieron en presas y es- siones lleva además esa indispensable arma e im- posas de los vencedores. Tienen todavía algunos plemento del explorador de la selva en Sud Améri- rasgos en común con sus salvajes vecinos; su mo- ca, el gran cuchillo de selva, machete, y usualmen- do de vida y sus costumbres en muchos aspectos te su escopeta ya pasada de moda, una escopeta son los mismos, así como también su carácter. Así, cargable por la boca, que prefieren a las pistolas o aunque los “Macabeos” son, por supuesto, estric- rifles de hechura moderna. Nunca tuve compañía tamente católicos en su religión, se adhieren a la más experta en abrir y traspasar la espesura de la vieja costumbre de la venganza de sangre, particu- selva virgen, en cruzar rápidos ríos en canoas y, en lar característica de los Jívaros hasta el presente general, en superar las numerosas dificultades que día. Son inteligentes, valientes, activos e industrio- el viajero encuentra en la zona salvaje de Sud sos, tal y como lo son los Jívaros. Debido a estas América. cualidades y a la extraordinaria fertilidad de la tie- El carácter del Macabeo presenta los mismos rra, la agricultura está altamente desarrollada y la rasgos generales que el del mestizo ecuatoriano, crianza de ganado es una importante ocupación. aunque con ciertas peculiaridades debido, creo yo, Cuando permanecí en Macas, durante la gran gue- su ascendencia Jívara. Él es alegre, de buen cora- rra y aun más tarde, ningún otro lugar en Ecuador zón y extremadamente hospitalario, amante del estaba tan bien aprovisionado y era tan barato co- baile, la jarana, el vino y las mujeres como todos mo Macas. mestizos. El vino es la chuya, la bebida nacional de El poblado está incluso situado en medio de los habitantes de Macas, mezcla de maíz y de ca- la selva virgen y prácticamente incrustado en la ve- ña de azúcar que se hace hervir y fermentar. La getación. Por su centro pasa un camino ancho des- chuya es sumamente intoxicante y ya que se con- de el cual salen hacia la izquierda y la derecha ca- sume en enormes cantidades en las grandes fiestas, minos sinuosos más angostos. Uno de éstos condu- éstas no rara vez terminan en querellas y peleas y ce a la alta colina, donde están situados el conven- hasta en homicidios. Generalmente las fiestas pú- to y la iglesia. El poblado se encuentra rodeado por blicas en Macas son poco edificantes. En ellas jue- todos lados por grandes colinas cubiertas de selva gan un papel importante las peleas de gallos, que y hacia el sudoeste el majestuoso volcán Sangay constituyen la forma más popular de diversión pú- eleva hacia el cielo su cráter cubierto de nieve blica, no solamente aquí sino en todo Ecuador. Fre- eterna. Es difícil imaginar un lugar más pintoresco cuentemente se observa otro juego que es el si- y mejor dotado por la naturaleza. Hasta ahora el guiente: se entierra un gallo vivo en la tierra de ma- poblado mantiene una estampa primitiva. Las ca- nera que solo la cabeza y el cuello queden afuera. sas son del mismo tipo que las grandes casas co- A uno de los participantes se le vendan los ojos y munales de los Jívaros, aunque generalmente más se le da un machete. Se le lleva al lugar donde se pequeñas y construidas con menos cuidado. El in- encuentra el gallo enterrado y comienza a golpear terior con su suelo de tierra, los catres de rajas de con el machete en todas direcciones. Su tarea con- bambú y la casi total ausencia de muebles en el es- siste en cortar la cabeza del gallo para lo cual da tricto sentido de la palabra, hacen también recor- tantos golpes como sea suficiente Si lo logra, la ca- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 59 beza cortada del gallo pasa a ser de su propiedad. el estudio de sus costumbres y lenguaje. Aunque Esto se repite con otro hombre y otro gallo y así una Don Dionysio tenía muchos amigos entre los Jíva- y otra vez. Estas rudas diversiones son muy carac- ros, algunas veces peleaba con ellos debido a su terísticas de la crueldad con los animales que fuerte temperamento. Cuando visité por última vez muestran los mestizos y los blancos en Sud Amé- Macas en 1929 mi viejo amigo estaba seriamente rica. enfermo; de acuerdo a su propia creencia había si- He mencionado antes que algunos de los na- do envenenado por un enemigo indio en el Upano. tivos de Macas conocen perfectamente el idioma Debo añadir que los Jívaros conocen ciertos vene- de los Jívaros y que durante mis viajes en las regio- nos vegetales que usan contra sus secretos enemi- nes del Upano y del Pastaza estuve siempre acom- gos, especialmente contra los blancos, ya que, de pañado por sirvientes e intérpretes de Macas. Uno acuerdo a su idea, la flecha mágica de los indios no de mis mejores acompañantes fue un hombre ma- tiene efecto en los hombres blancos. Si los temores duro de nombre Dionysio Rivadeneira, que cono- de Don Dionysio sobre el origen de su enfermedad cía bien a los indios y fue de gran ayuda para mí en eran justificados, no pude establecerlo.

Capítulo V UNA FIESTA INDIA DE CAZADORES DE CABEZAS

Hasta el comienzo de este siglo, el Upano era Aquí, solamente presentaré un corto informe comúnmente considerado como tributario del nor- de la expedición que hice al río Chiguaza, un pe- te del Morona; figura todavía como tal en la bien queño afluente del alto Pastaza y que es de parti- conocida Geografía del Ecuador de 1892 de Wolff. cular interés puesto que pude estar presente en la El Upano en realidad forma parte del sistema del más importante fiesta de los Jívaros, la gran fiesta río Santiago, del cual otro afluente principal es el de la victoria, Einsupani. Empecé esta expedición río Paute. a finales de agosto de 1917, acompañado de Don Ambos, el Morona y el Santiago, son afluen- Dyonisio, mi muchacho León y dos jóvenes de tes del gran río Amazonas o Marañón, pero el Mo- Macas que cargaban mi equipaje. Después de cru- rona tiene un curso mucho más oriental. Desde el zar el ancho y rápido río en canoa con gran difi- poblado de Macas hay un viaje de tres o cuatro cultad -el Upano no es navegable en Macas- y des- días al Morona o Cusuima, como es llamado el río pués de ascender la alta barranca en el otro lado, por los Jívaros. La distancia entre este río y el Upa- estábamos de nuevo en la selva, en una región que no debe ser de alrededor de 50 ó 60 millas, pero la los salvajes indios miran como su indiscutible pro- condición extremadamente mala de los caminos y piedad. Las regiones al norte del Upano están la tremenda cordillera Cutucúlu que el viajero tie- comparativamente más densamente pobladas, pe- ne que cruzar, la hacen parecer mucho más larga ro como en otras parte tropicales de América del de lo que en realidad es. Nunca llegué al alto Mo- Sur, las casas se encuentran muy esparcidas y no se rona, ya que tuve suficiente trabajo entre las tribus encuentran comunidades en poblados reales. No del Upano y del Pastaza. Sin embargo, fue impor- existen asentamientos indígenas cerca al río; gene- tante para mí establecer que los Huambiza del al- ralmente se tiene que caminar medio día para lle- to Morona tienen exactamente la misma cultura gar a la primera casa jívara. Sin embargo, hay mu- que las otras tribus jívaras que visité. cha comunicación entre los indios que son vecinos He vivido en Macas solamente durante los y que pertenecen a la misma subtribu. Frecuente- cortos intervalos entre mis excursiones donde los mente se encuentran en el camino pequeños gru- salvajes habitantes de la región. Algunos de los in- pos de indígenas vagando, algunos devolviendo vi- dios tenían el hábito de hacer visitas ocasionales al sitas a otras casas, otros cazando y ya que la eti- poblado con el propósito de vender sal o carne de queta indígena requiere que la conversación sea ciervo que los Jívaros no comen. Algunas veces yo larga y comprometida con cada amigo o extranje- mismo tomé indios para obtener información de ro que se encuentra en el camino, hubo algunos ellos sobre cuestiones particulares. Sin embargo, la retrasos en nuestra marcha. mayoría de mis estudios fueron llevados a cabo A más o menos tres días de viaje al norte de durante largos viajes en el territorio de los indios, Macas hay un pequeño río, Arapicos, un afluente usualmente cuando permanecía en cada casa algu- al oeste del Pastaza. En el curso superior de este río nos días. De hecho no hay regiones en Ecuador hay algunos asentamientos jívaros, y cuando yo los que no haya explorado tan a fondo como aquellas visité, los indígenas estaban todavía en su estado situadas al este de los Andes desde el Santiago en natural. Un poco más tarde, ellos consintieron en el sur hasta el alto Pastaza en el norte, y ninguna ser “reducidos” en un poblado que hoy día se lla- otra parte mis estudios han dado más abundantes ma Arapicos, y este lugar fue visitado algunas ve- resultados. 62 RAFAEL KARSTEN ces por un “padre” católico que trató de instruirlos Cuando retornamos a Chiguaza quince días en la fe cristiana. He visitado Arapicos varias veces después y volvimos a visitar la misma casa para te- pasando de Macas a Canelos o viceversa, y lo ner un corto descanso, nos sorprendimos de la fría mencionaré otra vez. Esta vez mi meta más cerca- recepción que nos dispensaron. Los anfitriones no na era una comunidad de indios jívaros que vivía nos vendían ni yuca, ni bananas, y una de las nue- en el río Chiguaza, otro pequeño afluente del Pas- ras de Andiche, la única mujer que se había que- taza, situado aproximadamente a la mitad del ca- dado en casa, no se arriesgó a venir a conversar mino entre el Upano y el Arapicos, aunque un po- con nosotros hasta que se pintó toda la cara de ro- co más hacia el este. Mientras permanecimos en jo con roucou (Bixa orellana) -la manera en que las Macas, un indígena que ocasionalmente visitaba el mujeres indias tratan usualmente de protegerse poblado me había dicho que una gran fiesta de la contra las influencias sobrenaturales malignas-. No Victoria iba a celebrarse en Chiguaza por un indí- fue sino hasta meses más tarde que Don Dionysio gena llamado Shakaëma. Estábamos pues en busca pudo decirme la razón real por la que habíamos si- de la casa de Shakaëma y puesto que él era muy do recibidos de manera tan poco amigable. Cuan- conocido entre los indígenas de la región no tuvi- do mi amigo de Macas volvió solo a vistar a Andi- mos dificultad en encontrarlo. También recibimos che, este último le contó libremente y con indigna- confirmación, por parte de otros indígenas que en- ción acerca de ese extraño apachi que visitó su ca- contramos, del rumor de que él se estaba prepa- sa y trajo con él un jaguar que tomó uno de sus rando para una fiesta de la victoria. La única cosa cerdos. “Por supuesto fue él quien envió el jaguar incierta era si nos permitirían estar allí o no. a nuestra casa” dijo el indio, “de otra manera ¿có- Caminando en estas selvas es frecuente que el mo habrían llegado al mismo tiempo?” Don viajero se vea obligado a pasar las noches en ran- Dionysio tuvo que sufrir mucho para convencer a chos primitivos hechos de hojas de palma que los Andiche de que el jaguar vaga en la selva por don- Macabeos son tan diestros en hacer como los in- de le gusta y busca presas donde puede, y que ni dios. Sin embargo, esta vez llegamos a la casa de siquiera un apachi de lejos como el que él había un indio jívaro que era conocido de Don Dionysio traído era capaz de controlarlo. Al fin Andiche pa- y donde podríamos pasar la noche. El dueño de la reció admitir el argumento racional de Don Diony- casa era un viejo indio llamado Andiche que vivía sio: “Quizás los hechos son como usted dice”, le allí con su familia, incluyendo dos hijos y sus es- dijo. posas. Fuimos recibidos muy amigablemente pero, Los indios salvajes tienen la misma idea acer- desafortunadamente, nuestro descanso nocturno ca del jaguar como acerca de la boa y de los rep- fue interrumpido por un “intermezzo” bastante de- tiles venenosos. Cuando tal animal o reptil toma sagradable para los indígenas y que afectó en cier- actitud agresiva hacia el hombre es que un brujo to grado las buenas relaciones con nuestros anfi- maligno, que ha tomado ese disfraz, trata de dañar triones. Algunas horas antes de que llegáramos a a un enemigo. Como se cree que particularmente casa, habíamos notado en el camino huellas de un los hombres blancos están dotados de poderes so- gran jaguar que había pasado recientemente en la brenaturales, no es de maravillarse que la curiosa misma dirección. Supusimos que la bestia intenta- coincidencia de la visita del jaguar y la mía a la ca- ría visitar la región habitada por los indígenas, su- sa hayan sido explicadas por los supersticiosos in- posición que pronto fue confirmada. Cerca de las dios de la manera mencionada. nueve de la noche, cuando todos estábamos dur- Al siguiente día, temprano en la tarde, llega- miendo, fuimos despertados por un terrible ruido mos a la casa donde tenía lugar la fiesta. Después en la chanchera que estaba situada a pocas yardas de que se dio a buen tiempo la señal necesaria con de la casa. Comprobamos que un jaguar había el cuerno de vaca, entramos a la casa donde se in- irrumpido en la chanchera y se había llevado un tercambiaron las usuales ceremonias de saludo. cerdo. Los indios agarraron sus armas y salieron Fue preciso que Don Dionysio explicara quién era con precipitación, aunque no pudieron hacer nada yo, el objeto de mi visita y pidiera permiso para en la obscuridad, excepto confirmar el hecho con que estuviéramos presentes y nos acercáramos a la pesadumbre. Al siguiente día fueron con sus perros gran fiesta. Por supuesto, los indios no están incli- a cazar a la bestia y realmente, como me contaron nados a recibir gente no invitada como no lo están más tarde, lograron matarla. para recibir gente civilizada, particularmente por- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 63 que siempre temen las malignas influencias sobre- traído conmigo. Como de costumbre, muchas de naturales de los extraños. El hecho de que el anfi- ellas despertaron la curiosidad y el miedo de los trión Shakaëma no solo nos recibiera amigable- indios. Mis botellas de medicinas, por ejemplo, pa- mente, sino que hasta nos permitiera quedarnos to- recían tan misteriosas, que algunas mujeres y ni- do el tiempo que la fiesta durara, fue debido, en ños, cuando yo destapaba una de ellas se aterrori- parte, a la elocuencia de mi acompañante, pero zaban creyendo que un iguánchi (espíritu maligno) quizás más aún debido a los presentes que yo les saldría de ahí. Cuando partí un pedazo de lino pa- dí a él y a los otros miembros de la familia; Shakaë- ra pagar por un objeto que había comprado, los in- ma obtuvo para sí un bonito machete (cuchillo de dios, se preguntaban si yo estaría diseminando gér- selva) y cada una de sus esposas un collar de cuen- menes de enfermedad con él. “Y miren esa extraña tas, agujas, hilos y pequeños espejos que fueron caja negra con vidrio redondo y los hierros brillan- distribuidos entre los otros miembros de la familia. tes”, exclamó una mujer, “Dicen que con esa caja Shakaëma estaba muy complacido y declaró que arrebata las almas de las personas y luego mueren. de hecho él había sabido que un grupo de extran- Tengan cuidado de no acercarse demasiado a ella; jeros llegaría, pues unos días antes había tomado quién sabe qué trae con él ¿Por qué ha venido natéma y nos había visto en un sueño. Shakaëma aquí?”. era un hombre de aproximadamente cincuenta y La misteriosa caja que “arrebata el alma de las cinco o sesenta años, un guerrero profesional y personas” era por supuesto mi cámara fotográfica. brujo, quien de hecho gozaba de una mala reputa- Es una superstición que he encontrado en todos los ción entre sus vecinos y era grandemente temido indios sudamericanos que todavía no han tenido por sus muchos enemigos entre otras tribus jívaras. contacto con la civilización. La primera idea que Con sus tres crecidos hijos, quienes también vivían aparece en la mente primitiva india parece ser la en la casa, y un grupo de otros indios parientes su- de que algo sale de la misteriosa caja cuando fun- yos, dos años antes había hecho una guerra contra ciona, con la consecuencia de que la persona ha- una tribu que vivía en el Copataza. El ataque había cia quien se dirige puede morir en el acto. Yo solía tenido éxito, tanto que hasta fue capturada una ca- lograr que los indígenas superaran el miedo a la beza, y este feliz incidente tenía que ser celebrado cámara, pero siempre tenía que ser cuidadoso. Un con una fiesta. Cuando un ataque ha sido llevado poco después de mi llegada a la casa de Shakaë- a cabo con éxito, el vencedor por excelencia es el ma, hice que mi anfitrión posara frente a la cáma- guerrero que ha cortado la cabeza del enemigo ra teniendo en su manos la tsantsa, el principal ob- asesinado. Esta suerte había caído en uno de los hi- jeto de la próxima fiesta; un bonito cuchillo de sel- jos de Shakaëma, un joven de 18 a 20 años, que va que le regalé puso fin a sus dudas. La fotografía consecuentemente era la persona principal de la se tomó pero cuando retorné a la entrada de la ca- fiesta. Como es regla en casos similares, el joven sa, encontré a uno de sus hijos parado en el um- estaba vestido de penitente, llevando solo su tapa- bral con un rifle en sus manos, listo para disparar- rrabo y sin ornamentos ni pinturas faciales y tenía me si algo malo le pasaba a su padre. su largo cabello colgando suelto en la espalda. Si- Las muchas y complicadas ceremonias ejecu- milarmente, había tenido que hacer dieta estricta. tadas por los indios Jívaros en la gran fiesta de la Mientras estábamos conversando con Shakaë- victoria serán descritas en detalle más adelante. ma y su hijo acerca de la próxima fiesta, las muje- Por el momento solo relataré unos pocos inci- res de la casa, o lo que es lo mismo las dos espo- dentes que observé durante mi visita entre los Ca- sas de Shakaëma, dos de sus hijas y una nuera es- zadores de Cabezas y ciertas experiencias que, de taban mezclando la substancia de yuca en vasijas alguna manera, han dado claridad sobre el carác- de barro que contenían una parte de agua y sir- ter de los salvajes indios Jívaros. No creo necesario viendo esta cerveza favorita de los indios, a los in- decir que no pudo haber una oportunidad más vitados que estaban en la casa. Mis acompañantes conveniente para obtener una visión clara de la vi- de Macas la apreciaron casi tanto como los mis- da social de una tribu india independiente que una mos indios, por mi parte solamente tomé un trago gran fiesta, donde se presentaron numerosos invi- de la vasija que me ofrecieron y la regresé otra vez tados y donde el peculiar traje de “etiqueta” para a mi anfitriona. Mi moderación causó disgusto a tales ocasiones fue estrictamente observado por mis anfitriones, pero desvié su atención de dicho parte de los salvajes indios. tópico mostrándoles algunas cosas que yo había 64 RAFAEL KARSTEN

Los preparativos para la fiesta de la victoria che. Ni siquiera pude notar que estaban roncas, lo son excepcionalmente grandes, comienzan por lo que me impresionó grandemente. A las seis, toda menos dos años antes de que la propia fiesta sea la fiesta, hombres y mujeres se apresuraron al río y celebrada. Sin embargo, las dos o tres semanas que se dieron un baño y con esto terminaron la cere- preceden a la fiesta los indios están particularmen- monia de esa noche para empezar otra vez al ano- te ocupados, hombres y mujeres realizan su parte checer. de tareas de acuerdo a una estricta división del tra- Desde el punto de vista de mis estudios de las bajo, prevaleciente entre los indios. Las mujeres costumbres indias, mi permanencia en la casa de sobre todo se ocupan de llevar a la casa grandes Shakaëma fue extremadamente fructífera. Durante cargas de yuca desde los campos, con el propósito las dos semanas que duró nuestra visita, llené más de mezclar las grandes cantidades de cerveza de páginas en mi cuaderno de anotaciones que lo que yuca que sean necesarias. Durante estos días los he hecho usualmente entre los Jívaros durante me- indios de la vecindad están continuamente llegan- ses. Pero aparte de esto, mi estadía entre los indios do a mirar los preparativos y para preguntar sobre comprometidos en celebrar esta salvaje fiesta fue algún particular concerniente a la próxima fiesta; a tan penosa que necesité toda mi fuerza de volun- cada uno de ellos se le debe dar conversación y tad para mantenerme firme en ello. Es verdad que debe ser entretenido por alguno de los anfitriones no observé tal exceso en la bebida, como espera- con cerveza de yuca que es ofrecida por las anfi- ba. Los mestizos de Macas me habían contado que trionas de la casa y sus hijas. El mismo vencedor en sus fiestas los indios jívaros bebían sus cervezas hace frecuentes visitas a las casas vecinas invitan- nativas excesivamente y en su borrachera se com- do a sus amigos a la fiesta y retorna continuamen- prometían en peleas con otros con el resultado de te a reportar. que hasta llegaban al homicidio algunas veces. Habiéndoseme permitido estar presente en la Hay alguna verdad en estas afirmaciones, por lo fiesta, coloqué mi cama de campo en uno de los menos en lo que se refiere al consumo de cerveza grandes pilares en el medio de la casa. Ya que, co- de yuca en enormes cantidades, lo que constituye mo lo supe más tarde, la danza del jefe durante la el principal entretenimiento en las fiestas indias. fiesta era ejecutada cada noche alrededor de los Pero, aunque las querellas y aun las peleas pueden pilares centrales de la casa, tuve que pasar mis no- sucederse ocasionalmente, tales incidentes son ra- ches en medio de los indios danzantes y en conse- ros -a menos que los indios beban brandy, que de- cuencia apenas si pude pensar en dormir. Debe safortunadamente se trae algunas veces de Ma- comprenderse que los indios comienzan a bailar cas–. Los indios mismos están conscientes del pe- tan pronto como oscurece y continúan hasta el ligro y se observan y controlan unos a otros en las amanecer o hasta cerca de las cinco de la mañana fiestas, particularmente las mujeres juegan el papel y acompañan su danza con constantes cantos y de mediadoras cuando hay una querella. Tan pron- gritos. Como la fiesta principal duró seis días y no- to como la bebida llega a la cabeza de un joven, ches, será fácil comprender que participar en una tan fuertemente que amenaza en convertirse en un fiesta de cazadores de cabezas es realmente un ac- peligro para sus compañeros, él es privado de sus to de fuerza y paciencia. La primera noche no tu- armas, de las que los guerreros en casos normales ve descanso en absoluto; la lúgubre danza satura- no se separan nunca, ni siquiera en la casa. da de misterio y ejecutada en medio de un espan- No obstante, un hombre blanco que visita a toso ruido, me impresionó mucho y, además, hubo los salvajes Jívaros en ocasiones como ésta, tiene muchas cosas interesantes que mirar y anotar. La que ser extremadamente cuidadoso en el trato con siguiente noche fue lo mismo. Pero la tercera no- los indios Esto se demuestra mejor en el siguiente che decidí dormir, puse algodón en mis oídos y les incidente que tuvo lugar al final de la fiesta y que di un poco de él a mis acompañantes. Cansado en fácilmente pudo haber tenido las más serias conse- extremo, realmente tuve suerte en dormir unas po- cuencias. Una de las ceremonias en la gran fiesta cas horas a pesar de la bulliciosa danza que se de la victoria, como lo veremos más adelante, es la efectuaba alrededor mío. A las cinco de la mañana matanza del cerdo y los pollos, que tiene lugar el cuando me desperté, algunas de las mujeres toda- día anterior al término de la fiesta. En la noche, los vía estaban bailando cantando sus monótonos óa anfitriones y anfitrionas se dedicaron a cocinar la óa - óa - á... aó, como lo habían hecho toda la no- carne en grandes ollas de barro localizadas en di- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 65 ferentes fuegos sobre el suelo de tierra. Vi a un in- por lo tanto no había podido estar presente en ella. dio moviendo una olla de barro hirviendo para co- Probablemente, el hombre blanco había traído la locarla bien, cuando de pronto cayó hacia atrás, enfermedad con él. Otro indio que se había com- dando fuertes gritos, dejando caer la olla que se prometido a llevar parte de mi equipaje para mi re- rompió y regándose parte del caliente contenido greso, después accidentalmente se había cortado sobre él, permaneciendo luego tirado en el suelo y un pie, causándose una herida profunda y así otras con convulsiones con la boca abierta. Esto levantó cosas por el estilo. un terrible alboroto y excitación. Al principio todos La situación no era nada envidiable. Yo esta- pensaron que solamente se había quemado, lo que ba casi solo, lejos en la selva virgen, en medio de también yo creí aunque los síntomas me parecie- cincuenta o sesenta indios salvajes, todos asesinos ron extraños. Mi primera intención fue tomar al in- profesionales, por así decirlo, todos más o menos dio para tratar de auxiliarlo, pero fui advertido por bebidos y excitados, todos bien armados inclusive mis compañeros más experimentados de no hacer con armas de fuego. Indios cuya brutalidad y espí- nada. Me dijeron, lo que más tarde encontré que ritu vengativo cuando está en cuestión la brujería, era verdad, que entre los Jívaros si alguien empren- yo conocía suficientemente bien. En tal situación, de la curación de un paciente a pesar de lo cual és- la principal cosa es mantenerse calmado y no mos- te muere más adelante, el médico infaliblemente trar miedo. Yo ni siquiera miré mi propia pistola y será hecho responsable por la muerte, la ley de la rifle que estaban en una esquina de la casa, y pre- venganza de sangre será aplicada a él. Tal es la ló- tendí no entender en absoluto las acusaciones de gica de estos indios. En cualquier caso, la causa los indios, aclarando el incidente y declarando que del accidente tuvo que ser aclarada, y es caracte- el indio se recobraría pronto. Fue una suerte que rística de la forma de pensar de los indios que se mis compañeros se comportaran de la misma ma- anticiparan las peores consecuencias. “Él morirá” nera y que mi intérprete se mostrara tan diestro en exclamó una de las mujeres con una voz que tras- el manejo de la “diplomacia” indígena. Compren- pasaba el corazón “¿Por qué se quemó a sí mismo, dí, sin embargo, que mi destino dependía del des- por qué debe morir?”, fueron las preguntas que se tino del indígena enfermo. Él fue llevado a una es- levantaron de todos lados, y estas extrañas pregun- quina de la casa donde por último se quedó dormi- tas estaban particularmente dirigidas hacia mí. do. Los indios parecieron calmarse gradualmente y Pronto las preguntas se volvieron directa e indirec- al fin hasta empezaron a bailar. Por lo que a mi res- tamente acusaciones. “¿Por qué debe morir?”, el pecta, pasaron muchas horas antes de que lograra anfitrión de la casa preguntó vehementemente, apaciguarme y dormir, ya que era, por supuesto, volviéndose hacia mí, “Él solamente se ha quema- incierto el giro que tomaría la enfermedad del in- do” respondí, “él no morirá sino que se recupera- dio. Sin embargo, a la mañana siguiente la condi- rá”. “No”, replicaron los indios, “él no se ha que- ción del paciente era mucho mejor; había recobra- mado solamente, fue algo más; ¿qué era eso que se do la conciencia y la facultad de hablar y pudo él encendió en él, el momento en que cayó?” Empe- mismo dar una explicación del accidente. Sus que- cé a darme cuenta del peligro de la situación y mi maduras eran insignificantes, pero evidenteme ha- intérprete, que comprendía completamente el idio- bía tenido un ataque al corazón y, en consecuen- ma de los indios, se dio cuenta aún mejor que yo. cia, se había caído. Por supuesto, inclusive este Los indios me miraban como un poderoso médico ataque, de acuerdo a la manera de razonar de los extranjero y estaba claro que creían que yo había indios, tuvo alguna causa misteriosa; pero el hecho embrujado a su camarada. Los vi congregarse en de que el hombre no muriera sino que se recupe- grupos y conversar conmocionados, señalándonos rara hizo que el incidente perdiera importancia y de vez en cuando a mi y a mis acompañantes, y es completamente probable que este feliz evento mirándome con amenazantes miradas y gestos. Por salvara mi propia vida. Imposible describir la terri- supuesto, fui la primera persona sobre la cual reca- ble excitación que una muerte ordinaria, particu- yó su indignación. Además, algunas circunstancias larmente súbita e inesperada, causa entre estos sal- que despertaron sospechas fueron mencionadas a vajes, que prácticamente miran toda muerte como mi intérprete. Así por ejemplo, el indio que había un asesinato. sido el primero en contarme acerca de la fiesta, un La causa del ataque cardíaco del que por po- poco después había caído enfermo con fiebre y co cayó víctima el indio, debe ser explicada en el 66 RAFAEL KARSTEN hecho de que los indios consumen en sus fiestas cia tuve que ascender el pequeño río Pindu, y fi- tremendas cantidades de agua de tabaco, lo que nalmente continuar a pie a través de la selva por muy probablemente afecta la salud de las personas cerca de tres días más. Por diferentes razones, mi que sufren de un corazón débil. viaje llegó a ser extremadamcnte penoso. Había Sin embargo, experiencias de este tipo me hi- llovido algunos días y la tierra por la que teníamos cieron desear huir de la casa y de la ruidosa fiesta que caminar estaba pantanosa y los ríos se habían tan pronto como fuera posible. Felizmente estaba engrosado. Había dos ríos que teníamos que cru- por concluirse al día siguiente y después de obser- zar para llegar a Arapicos, un ramal del Chiguaza var la última ceremonia, “Atavio del Vencedor” y y el propio Arapicos. El primero no es muy ancho la borrachera ceremonial final, dejé a mi anfitrión pero sí extremadamente rápido y solo puede ser y su familia para continuar mi viaje al alto Pastaza. cruzado vadeándolo. Si el agua ha crecido consi- Shakaëma estaba nuevamente amigable y se com- derablemente debido a la fuete lluvia, la corriente portaba como si hubiera olvidado completamente no puede ser cruzada sino con gran peligro. Cuan- el incidente del día anterior que le había hecho mi- do llegamos al río, los indios declararon, como ya rarme como un maligno doctor-brujo y casi como me lo temía, que era imposible cruzarlo y que de- a un enemigo. bíamos esperar en el banco hasta el siguiente día. Otros dos incidentes durante la fiesta, que Esta afirmación no me agradó en absoluto, ya que ilustran la desconfianza y carácter belicoso de los estábamos a punto de acabar nuestra comida, la indios Jívaros, pueden mencionarse. Un día, una cual no podíamos obtener en estas deshabitadas mujer india, esposa de uno de los invitados, llegó regiones. Afortunadamente parecía que el agua es- a la casa completame excitada y relató que en la taba descendiendo y a la mañana siguiente pudi- mañana había encontrado misteriosas huellas de mos cruzar el río, siempre con gran dificultad. El pasos en la vecindad de la casa de la familia. Se mismo día, en la tarde, llegamos al río Arapicos, y supuso que estas huellas eran de enemigos jívaros en poco menos de una hora habíamos pasado a la que querían conocer el estado de las cosas en la otra orilla donde estaba situado el poblado. casa, con el propósito de atacarla más tarde. Inme- En Arapicos me encontré con uno de los mi- diatamente el dueño de la casa fue con su mujer sioneros católicos en el Oriente ecuatoriano, el pa- para tomar medidas defensivas en la casa. dre Agustín de León, a quien ya había conocido Unos días más tarde, algunos indios trajeron antes en Canelos. En su compañía hice una intere- otras noticias que causaron aún más sensación. Un sante expedición a una gran cueva situada en la ri- indio jívaro del mismo distrito había sido atacado bera derecha del Pastaza, a un día de viaje desde el día anterior en su casa por uno de sus enemigos Arapicos. Entre los indios la cueva es conocida co- que quería tomar venganza de sangre con él. Se mo la cueva del Tayu, como el pájaro que la habi- había sucedido una pelea que había terminado en ta. Este es el guacharo o pájaro de aceite (Steator- la muerte de ambos indios. La cuestión era ahora nis caripensis), llamado tayu por los Jívaros. El Pa- si los parientes del indio atacado deberían tomar dre León y yo decidimos hacer una excursión a es- venganza en los parientes del indio atacante. La in- ta cueva, que ha sido escasamente visitada por los dignación de los indios era grande y se decidió que hombres blancos. Toda la región, es decir, el gran la contienda de sangre debía continuar. A mi regre- ángulo limitado por el Arapicos en el Norte y la so del viaje, oí de este incidente y la manera en la orilla derecha del Pastaza es geográficamente muy cual la nueva venganza de sangre sería llevada a poco conocida. Los únicos seres humanos que tie- cabo era el tema general de conversación en todas nen el hábito de visitar regularmente la cueva del las casas que visité. tayu son los indios Jívaros del distrito. Lo que les Después de haber terminado mis estudios de atrae allí es el pájaro tayu que ellos aprecian en ex- la fiesta de la cabeza reducida en el río Chiguaza, tremo por su carne, que comen y su aceite que no retorné inmediatamente a Macas, sino que con- igualmente lo encuentran muy útil; y especialmen- tinué mi viaje hacia el norte, siendo mi plan, pri- te por los huesos de las patas de los cuales prepa- mero visitar Canelos y luego retornar a la civiliza- ran el ornamento más costoso que llevan en sus ción vía Ambato. Para llegar a Canelos, tuve pri- fiestas, el así llamado tayukunchi, que será descri- mero que pasar por Arapicos, el pequeño poblado to más adelante. Nuestros guías fueron en parte in- Jívaro en el río del mismo nombre, en consecuen- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 67 dios de la Misión de Arapicos y en parte indios sal- mero de pájaros maduros que habíamos matado y vajes del otro lado del río. un aún más grande número de hijuelos, parte Realmente la cueva del tayu resultó de consi- muertos y parte vivos, tratamos nuevamente de en- derable interés. Hay tres cuevas en esta región a al- contrar el camino de salida. guna distancia unas de otras, y decidimos penetrar Se desconoce cuán lejos se extiende la cueva a la más grande de ellas la que, sin embargo, era la ya que nadie se ha arriesgado a explorarla comple- de más difícil acceso. Su entrada era ancha, pero tamente. El padre León y yo nos adentramos sola- su posición era tal que no se la podía fotografiar fá- mente unos treinta o cuarenta metros. El río Pasta- cilmente. La cueva parecía constar de diferentes za, que corre a corta distancia de la montaña don- compartimentos de los cuales el primero formaba de se encuentra situada la cueva y cuyas aguas al- un tipo de “vestíbulo” tan largo como un pequeño gunas veces suben de nivel, ha tomado parte en su cuarto. Aun aquí encontramos algunos de los ala- formación. La exploración completa de la cueva dos habitantes de este tenebroso lugar, los pájaros sería una riesgosa empresa debido a sus muchas guacharo que, espantados de sus nidos y chillando ramificaciones. Además de los indios salvajes, hay fuertemente, volaban sobre nuestras cabezas. Sin otra criatura que acostumbra ir allí regularmente, embargo, no fue sino hasta que habíamos penetra- el jaguar. Al ser un hábil escalador, esta bestia pue- do más adentro que fue claro para mí la enorme de fácilmente alcanzar los nidos de los pájaros cantidad de estos pájaros que se refugiaban en la guacharo, aunque estén situados en lo alto de los cueva. bajíos rocosos, dándose un banquete con los hi- Desde el “vestíbulo” mencionado, una entra- juelos. Los indios que nos siguieron en el viaje nos da estrecha a través de la cual uno tenía que pasar contaron que la última vez que visitaron la cueva en cuatro, arrastrándose, llevaba al interior de la habían oído el rugido del jaguar desde el interior y cueva, que aquí se ramificaba hacia todas direc- se habían retirado apresuradamente. ciones dentro de la montaña. El peligro de extra- El guacharo fue descubierto por Alexander V. viarse en el laberinto subterráneo era grande, pero Humbolt hace más de cien años atrás en la cueva podíamos confiar en los indios que no estaban vi- de Caripe en Venezuela, pero se conoce su exis- sitando la cueva por primera vez. Al entrar, ellos tencia en otros pocos lugares, por ejemplo en el encendieron en seguida sus antorchas de resina, noroeste de Sud América. En Ecuador, de lo que yo con cuya luz cautamente seguimos adelante, si- conozco, las cuevas del tayu en el Pastaza son los guiendo el ramal principal. Mientras más lejos nos únicos lugares donde existe, así que es un pájaro adentrábamos, más alto se escuchaban los alaridos relativamente raro. Su modo de vida -por supuesto de estos pájaros, parecidos a los búhos, que vivían el guacharo es un pájaro de noche- y los obscuros en la cueva, y cuyo número parecía crecer cons- lugares donde habita hacen que los indios lo miren tantemente. Los nidos de los pájaros estaban en lo con superstición, lo que sin embargo, no les impi- alto del bajío de arena formado por las rocas, en de comerlos. Se supone que son una encarnación huecos que semejan un embudo, los que contie- de las almas de los muertos, una superstición que nen numerosos hijuelos. Los indios a menudo su- también cuenta para la creencia en el misterioso ben y los capturan, poniéndolos rápidamente en poder que tienen su carne y sus huesos. canastas que han traído para este propósito. Yo Después de retornar a Arapicos, permanecí mismo había traído una pistola que disparé dos ve- allí unos pocos días más con el propósito de hacer ces, matando algunos de los pájaros que estaban estudios entre los indios, luego de lo cual continué volando. Sin embargo, los indios no me permitie- mi viaje al alto Pastaza, hasta el punto donde el pe- ron seguir disparando, por miedo a que las paredes queño río Pindu vacía sus aguas en él. El Pastaza de la cueva estallaran como consecuencia de la te- en esta región es un río ancho y poderoso, forman- rrible detonación y quizás también creyendo que do numerosas cascadas y, como afirmé anterior- los misteriosos espíritus de esta habitación subte- mente, no llega a ser navegable hasta que ha reci- rránea se enojarían y nos castigarían. Permaneci- bido a su afluente del Norte, el Bobonaza. Los sal- mos en la cueva cerca de una hora. No fuimos tan vajes indios Jívaros, extremadamente hábiles en el lejos como era posible ni tan lejos como algunas manejo de sus canoas, son los únicos que usan la veces habían penetrado los indios cuando van so- corriente de agua como medio de comunicación los. Después de haber cogido un considerable nú- cuando se visitan o -como ha sucedido frecuente- 68 RAFAEL KARSTEN mente- para hacer ataques hostiles a otras tribus. indios de sacar a la canoa de la cascada. Dos de Entre el Pindu y el Bobonaza hay un tercer peque- ellos se localizaron sobre ésta, halando la canoa ño afluente del Pastaza desde el norte, el río Copa- con una gran liana atada a la parte frontal de la ca- taza. Aquí vivía una tribu jívara con la que los Chi- noa, mientras que dos indios más estaban empu- rapas habían estado en guerra por un par de años jándola desde la popa, parados en la corriente con antes que yo llegara. Los Chirapas habían logrado el agua hasta la cintura. Con mucha dificultad lo- llevarse a casa una cabeza, y ésta era la cabeza graron halar la canoa, unos pocos pies hacia la ro- que había dado origen a la fiesta de la victoria en ca cuando de pronto la liana se rompió y la canoa, la que yo acababa de estar presente. que los indios de la popa no pudieron sostener, Desde Arapicos al Pastaza hay una marcha de empezó a hundirse debido a la presión de la masa un día y medio a través de la selva virgen. Esta re- de agua. En un momento estaba llena hasta la mi- gión está completamente deshabitada y como con- tad y estaba en peligro inmediato de volcarse, en secuencia es inusualmente rica en cacería. Se ven cuyo caso yo habría perdido todo mi equipaje, en- frecuentemente cerdos salvajes, ciervos, monos y tre otras cosas, todas mis valiosas notas y fotogra- todo tipo de pájaros, especialmente el pavo salva- fías. Sin embargo, mis indios salvaron la situación je y el curioso pájaro trompetero (Psophia crepi- tirándose inmediatamente en la corriente logrando tans) que pueden ser fácilmente cazados. Inclusive mantener la canoa por la quilla hasta que la hubie- el jaguar es común como se puede juzgar por las ron arrastrado a la orilla. Aquí se la vació del agua numerosas huellas encontradas. Como de costum- y una vez más se hizo un intento más exitoso para bre, la primera noche tuve que pasarla en medio pasar la cascada. La única cosa que perdí en el in- de la selva en un refugio primitivo hecho de hojas cidente fue una canasta con pollos vivos que había de palma. Por la mañana, mis indios encontraron traído de Arapicos. Cuando la popa de la canoa, que durante la noche un gran jaguar había empu- donde estaba la canasta se llenó de agua, el torren- jado con violencia nuestro campamento sin que, te se la llevó y no fue posible para los indios salvar sin embargo, se arriesgara a atacarnos. De hecho, a los pollos. el jaguar evita al hombre y por lo tanto rara vez se La cascada Guineo Sass tenía mala reputación lo ve, aunque es bastante común en el este del entre los indios y mestizos que usan esa ruta de Ecuador. agua. Algunos meses antes de hacer este viaje uno Llegamos al Pastaza, al lugar donde recibe a de los padres de la Misión de Canelos había trata- su pequeño afluente, el río Pindu desde el norte. do de descender el Pindu, camino a Arapicos. La Luego cruzamos el primero en una canoa que mis canoa se había volcado en la cascada, y el padre indios habían preparado para este propósito y em- había perdido todo su equipaje, salvando su vida pezamos a ascender el Pindu. Este río, aunque lle- solamente nadando a la orilla. va relativamente poca agua, es muy rápido y no es Después de ascender el Pindu, por cerca de navegable en el estricto sentido de la palabra. Pa- un día y medio, llegamos al punto donde hay un ra alzar la canoa en las muchas cascadas, los in- camino indio que va directamente a los poblados dios continuamente tienen que meterse al agua y de Puyu y Canelos. Así, tuve que continuar mi via- levantarla sobre las piedras; de hecho, trabajan je por tierra esperando llegar a Canelos en dos tanto en el agua como en la canoa. Cuando el río días. Sin embargo, esta vez me tomó tres días lle- está crecido, lo cual es frecuente debido a las fuer- gar allí, debido a un accidente imprevisto. Duran- tes lluvias, no puede ser ascendido de ninguna ma- te mi permanencia en la casa india de Chiguaza, nera. Durante mis viajes de Macas a Canelos, dos los mosquitos habían picado mis dedos de los pies veces he sido retrasado en la ribera del Pindu, es- y estas picaduras estaban inflamadas. Estos peque- perando que el agua baje. El peor lugar para pasar ños insectos casi invisibles para el ojo, son muy es una cascada, llamada Guineo Sass por los in- comunes en las casas de los indios y representan dios Canelos. Aquí la canoa tiene que ser levanta- una verdadera molestia para el visitante blanco y da sobre una roca, donde el agua corre de prisa aun para los propios indios. Haciendo agujeros en con extraordinaria fuerza entre otras dos grandes la piel, especialmente bajo las uñas, causan una piedras. En el viaje que estoy describiendo escapé infección que en pocos días puede llegar a ser pe- de naufragar en esta cascada. Yo había sido lleva- ligrosa, especialmente debido a la dificultad de do a la orilla desde donde miraba el intento de los mantener limpio el pequeño agujero durante la LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 69 marcha, a menos que el insecto sea de inmediato mos sorprendidos por uno de los más grandes y cuidadosamente removido con una aguja. Mi aguaceros que he observado en el este de Ecuador, hinchado y adolorido dedo me causó mucho sufri- que duró tres horas. Llegué a Canelos en una con- miento durante la marcha, sin poder atenderlo y dición extremadamente miserable, aunque por estando obligado como yo estaba, a caminar mo- otro lado, no tenía razones para estar descontento jado desde la mañana hasta la noche. Mis indios con los resultados de mi larga expedición. Tuve trataron de cargarme algunas distancias en una es- que esperar ocho días antes de que me hubiera re- pecie de litera, pero como tenían también que car- cobrado lo suficiente como para poder empezar gar mi equipaje, fue imposible mantener por mu- mi viaje final de retorno a Ambato y a la civiliza- cho tiempo esta manera de viajar. Además de esto, ción. Llegué allí a comienzos de 1918. durante nuestra caminata a través de la selva, fui-

Capítulo VI MI EXPEDICIÓN A LOS AGUARUNA

La expedición que emprendí al oeste del rampión como encontré que era el caso. Cuando Amazonas en 1928-29 tuvo como principal objeti- llegué se me dijo que el poblado estaba práctica- vo un nuevo estudio de ciertas costumbres particu- mente vacío, los indios habían huido de ahí por te- lares, un reconocimiento general de la cultura jíva- mor a la epidemia y estaban viviendo esparcidos ra en su totalidad y, por último, aunque no menos aquí y allá en sus tambos a lo largo del río. Había importante, una visita al país de los Aguaruna, la poca esperanza de persuadir a algunos de los fugi- tribu más sureña del pueblo jívaro. En este capítu- tivos para que retornaran a mi servicio. Por un mo- lo me propongo dar un corto informe de esta expe- mento me pareció que tendría que diferir mi viaje dición que cubrió casi toda la enorme área habita- al Marañón. da por los Jívaros, llevándome a lo largo del Bobo- Sin embargo, afortunadamente al fin pude nanza y el Pastaza hasta el Marañón y más lejos, a conseguir el hombre que podría ayudarme a salir uno de sus afluentes del sur, el pequeño río Apaga. de mi dificultad. Era un indio semi-civilizado lla- Después de repetidas visitas a los indios del mado Acevedo, un nativo de Canelos, pero se en- Upano donde, entre otras cosas, estuve presente contraba viviendo en un lugar llamado Intillama, en la gran “fiesta del tabaco”, procedí a visitar Ca- localizado en el alto Pindu. Acevedo no solamen- nelos, para ver a mis viejos amigos y hacer ciertas te conocía todo el este de Ecuador hacia el Mara- investigaciones. Canelos fue también el punto de ñón, sino que también había estado en la Sierra y partida para mi expedición al Marañón. Con este visitado la capital, Quito, y Ambato. Hablaba espa- propósito, tuve que hacer los arreglos necesarios ñol muy bien y conocía el valor de la moneda ca- con mis acompañantes indios, quienes eran indis- si más de lo que era deseable. Era un hombre rela- pensables en expediciones de esta naturaleza. Sin tivamente rico para ser indio, consecuentemente embargo, encontrar sirvientes nativos deseosos de gozaba de una cierta reputación entre sus compa- acompañarme en mi largo viaje fue extremada- ñeros de la tribu en la región de Canelos. Este hom- mente difícil. En general, yo había tenido mala bre me ofreció sus servicios, prometiendo, por un suerte desde el mismo momento en que puse pie pago de 100 dólares americanos, acompañarme en el país de los indios. En ese momento todo el toda la expedición hacia el Marañón y los Aguaru- este de Ecuador parecía estar sufriendo de saram- na, y conseguir la canoa y la tripulación india ne- pión, una enfermedad que entre los nativos de nin- cesaria para el propósito. Aunque el pago por él guna manera es la inocente dolencia de los niños demandado me pareció exorbitante, tenía que como lo es en Europa. Encontré que se estaba ex- aceptar su ofrecimiento si quería continuar con mi tendiendo también entre los Jívaros de Upano y plan. Realmente era una expedición larga la que como los indios concluyen directamente que tales yo estaba preparando, y para Acevedo, que tendría epidemias vienen de los blancos, había sido extre- que regresar por el mismo camino, el viaje com- madamente difícil para mí ponerme en contacto pleto le tomaría por lo menos tres meses. Por mi con los Jívaros de la región. Un hombre blanco parte me propuse después de mi visita a los Agua- que entre a un casa indígena es mirado al princi- runa, ir al pueblo Iquitos y desde ahí continuar a la pio casi como un enemigo. Sin embargo, durante sierra peruana ascendiendo el gran río Ucayali. mi estadía en el Upano, nunca pensé que la región Además de esto, mis indios tenían la idea de que de Canelos también hubiera sido visitada por el sa- la expedición sería más bien una empresa peligro- 72 RAFAEL KARSTEN

supuesto, la razón es la dificultad de obtener acompañantes blancos, adecuados para tales ex- pediciones. Pocos euro- peos pueden soportar el clima en el interior de Sud América, sin mencio- nar todos esos caminos a los cuales un viajero está sujeto durante expedicio- nes en estas regiones que duran por muchos meses o hasta años. Mi propia experiencia, sin embargo, es que un europeo ha- ciendo estos viajes sola- Ilustración IX. 1. Tortugas en la arena del río Pastaza mente con sirvientes nati- vos si no arriesga su vida sa. No solo los Aguaruna, a quienes íbamos a in- -como podría también ser el caso- de cualquier vestigar, tenían mala fama por su salvaje y belico- modo tiene que vencer muchas dificultades, que so carácter, como todos los indios Jívaros; en el ba- podría evitar si solamente estuviera acompañado jo Pastaza había otra salvaje tribu india, que por por un solo hombre blanco confiable. Durante la aquel tiempo era muy temida por los indios Cane- larga expedición que estoy describiendo, tuve una los. Estos salvajes, llamados Muratos, algunos me- buena oportunidad de confirmar esta experiencia. ses antes habían asaltado a traición y matado a un La inconstancia y la poca confiabilidad de Aceve- grupo de indios Canelos, mientras descendían por do y sus hombres pusieron más de una vez a prue- el Pastaza camino al Marañón; la razón de su hos- ba mi paciencia. tilidad era que los indios Canelos habían traído Dejé Canelos el 4 de enero de 1929. Ya que una epidemia a su país, de la cual algunos indios en mi expedición a los Achuaras, doce años antes, murato habían caído víctimas. Aunque yo tenía ra- fui por el mismo camino hacia el Pastaza medio, y zones para creer que la desconfianza de los in- dios era exagerada, tuve que admitir que sus pre- tensiones en cuanto a la compensación por un viaje que consideraban riesgoso eran en cierto modo disculpables. Tanto en Ecuador como en Perú, frecuen- temente se me ha pre- guntado por qué siem- pre viajo solo por las selvas tropicales de Sud América, excepto por la compañía de los indios y mestizos, cuya confia- bilidad generalmente debía ser dudosa. Por Ilustración IX. 2. El Marañón en la desembocadura del Pastaza LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 73

tramos unas pocas familias de ellos. Parecía que el hombre, sea este indio o blanco, no armonizaba con el Pastaza a pesar de todo lo que en estas re- giones, la naturaleza bondadosamente le daba. La civilización, ciertamente, no había progresado aquí en diez a doce años. La decadencia del co- mercio de caucho después de la gran guerra y el clima insano del curso medio del río podían ser las principales causas de este fenómeno. Viajamos río abajo por cerca de dos semanas, sin encontrar otro ser humano que los habitantes de una solitaria ca- sa india. Ni siquiera vimos a los salvajes Muratos, tan temidos por mis acompañantes indígenas. En el bajo Pastaza, cerca de su confluencia con el Mara- ñón, encontramos una comisaría peruana, el jefe de la cual, Sr. Arturo Rojas, me recibió con gran hospitalidad y me proveyó de ciertos artículos de comida de los cuales yo estaba necesitado. En Ca- nelos no había podido comprar otras provisiones para mi viaje, que algunas botellas de jarabe de ca- ña de azúcar. En vez de café, que no pude obtener en ningún lado, tomaba una preparación de las ho- jas de árbol de guayusa (Ilex) que crecía en todas partes de la selva en estas regiones y que aprendí a apreciar más que al verdadero té. Pude obtener yu- Ilustración IX. 3. Una raya arponeada (cazada) ca y plátanos en suficientes cantidades de las casas por un indio, río Apaga de los indios en el Bobonaza, pero en lo que se re- he descrito ese viaje en un capítulo previo, diré so- fiere a carne dependíamos completamente de la lamente pocas palabras acerca de la última parte caza. Ya que la extensa selva deshabitada del Pas- de mi viaje y mi visita entre los Aguaruna. Alcan- taza es muy rica en cacería, no teníamos dificultad zamos el Pastaza el octavo día después de haber en tener carne y mis indios algunas veces pudieron dejado Canelos. Unas pocas horas más tarde, es- aumentar nuestra despensa de comida, pescando. perábamos llegar a Andoas que antes había sido el El menú era más bien monótono y yo estaba feliz último puesto de guardia del Gobierno ecuatoria- al acercarme a la relativa civilización que espera- no hacia el sur. Sin embargo, para mi asombro no ba encontrar en el Marañón donde, de algún mo- encontré ni rastros del “poblado”, que en tiempos do, se encontraban grandes haciendas y donde va- de mi primer viaje consistía de dos casas solamen- pores de río hacen tours desde Iquitos. te. Evidentemente, la guarnición había sido remo- En el curso medio o sur de su confluencia con vida por el Gobierno ecuatoriano, ni siquiera pude el Bobonaza, el Pastaza es muy ancho, pero en la encontrar el lugar donde habían estado las casas. A parte poco profunda de todo el río se forman nu- un día de viaje río abajo había estado el asenta- merosas islas y grandes bancos de arena. La co- miento del comerciante de caucho que me había rriente es fuerte, pero parece no haber canales re- ayudado a ponerme en contacto eon los Achuaras. gulares para sus aguas. A menudo, cuando se está Inclusive este asentamiento, ambas casas y las viajando en medio del río y se cree estar en aguas plantaciones de yuca y bananos, habían desapare- profundas, la canoa corre contra un banco de are- cido; habían sido enteramente tragadas por la sel- na y el viajero tiene que buscar un camino para su va virgen. También noté que los indios Shimigay, embarcación. Por lo tanto, el Pastaza aquí no es los únicos que viven en la ribera del Pastaza, ha- navegable ni siquiera para pequeños vapores, y los bían disminuido o se habían retirado a las partes vapores de río peruanos habían podido ascenderlo interiores del territorio, así que solamente encon- solamente hasta la boca del Huazaga. 74 RAFAEL KARSTEN

Alcancé el Marañón, como es llamado el río nes insanas del Pastaza y estaban casi incapacita- Amazonas en su curso superior, el 21 de enero. dos para trabajar. Empezar una expedición más o Aun en la boca del Pastaza, la Madre de los ríos es menos aventurada en las rápidas corrientes del imponente en su anchura que de acuerdo a mis Marañón sin una tripulación india adecuada esta- cálculos tiene cerca de dos a tres millas. Con sus ba fuera de cuestión. Un afortunado suceso me numerosas islas grandes separadas una de otra por ayudó a salir de esta dificultad. Sobre un gran ban- angostos canales -llamados chigta por los indios- co de arena en medio del río, inesperadamente en- el río es como un enorme laberinto de agua donde contramos un grupo de indios Canelos que algu- frecuentemente es difícil para un viajero inexperto nos meses antes habían descendido el Pastaza en encontrar su camino. Aunque la vegetación en los sus canoas con el propósito de buscar y traer sal bancos del río y en las islas es lujuriosa, las selvas desde el Huallaga -expediciones que siempre estu- están en el bajío. Por lo tanto las inundaciones du- vieron a cargo de los indios de la misión-. Ellos es- rante la estación lluviosa son frecuentes, dando taban ya listos para retornar con su cargamento de origen a los numerosos pantanos y lagos por los sal, pero por temor a los salvajes Muratos que so- cuales el Amazonas es famoso. En la boca del Pas- lían frecuentar la región del Pastaza, dudaban en taza, toda la región luce tan desolada y deshabita- empezar el viaje de retorno solos. Habían vivido da como las regiones que acababa de dejar tras de algunas semanas en el banco de arena, mantenién- mí, y las haciendas con las que había contado re- dose de la pesca y de algunos trabajos en una ha- sultaron ser muchas menos de las que había ima- cienda de la vecindad. Para estos pobres indios, ginado. nuestro arribo fue muy bienvenido: como Acevedo De acuerdo al convenio con Acevedo, los in- y sus hombres tenían que regresar por el mismo ca- dios tenían que acompañarme en la expedición mino, se decidió que los indios esperarían nuestro hasta los Aguaruna que estaban viviendo en la ve- retorno desde los Aguaruna y luego harían el viaje cindad de Pongo de Manseriche, después de lo en su compañía. Además pude arreglar que los dos cual tenían que llevarme a Iquitos o permanecer indios enfermos de mi tripulación permanecieran conmigo hasta que pudiera conseguir un vapor pa- en el banco de arena y fueran reemplazados por ra la siguiente parte de mi viaje. Esto quería decir dos hombres del otro grupo, mientras durara nues- ascender al Marañón desde el Pastaza por varios tra expedición a los Aguaruna. Como consecuen- días. Los lugares de residencia exactos de los cia de esto, mi permanencia entre estos indios pro- Aguaruna eran desconocidos para mí y también bablemente sería más corta de lo que había calcu- por supuesto para mis indios, que nunca habían lado, pero para mí lo principal era poder proseguir viajado por el alto Marañón; mi intención era tra- con mi proyecto de visitarlos. tar de conseguir un guía indio en alguna hacienda, Después de arreglar las cosas de esta manera el cual podría ponerme en contacto con los salva- y dar órdenes para que los indios enfermos fueran jes. Sabía que los Aguaruna no viven en las orillas atendidos tan cuidadosamente como las circuns- del río, sino en algún lugar al interior del país. En tancias lo permitieran, comencé mi nueva expedi- el río solamente se encontraban unas pocas casas ción con una tripulación india, reforzada de la ma- habitadas por indios Cocama semi-civilizados, nera indicada. Al segundo día llegamos a una gran Quichua hablantes, pero probablemente éstos no hacienda llamada San Antonio, perteneciente a un conocían nada acerca de los Aguaruna a quienes peruano de ascendencia alemana, Sr. Guillermo V. temían grandemente. Los únicos que podían ayu- Bancels. Él pudo darme la primera información darme eran los hacendados, cuyos peones mesti- concerniente a los Aguaruna, contándome que al zos conocían muy bien el Marañón, pero la cues- presente ellos vivían en el alto río Apaga, un pe- tión era si los primeros consentirían en darme sus queño afluente del sur del alto Marañón. Sin em- peones y, si era así, qué precio demandarían por bargo, en cuanto a los guías que podrían llevarme este servicio. a donde estos indios, no me pudo dar ningún con- Además de esta dificultad, poco después de sejo. Ciertamente él me dio una carta de presenta- mi llegada al Marañón, me encontré con una des- ción para un hacendado, algunas leguas más arri- gracia que amenazaba con impedir la continua- ba del río, donde se decía que vivía un mestizo ción de mi viaje como era el plan original. Dos de que conocía acerca de los Aguaruna, pero mis sub- mis indios habían contraído la malaria en las regio- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 75 secuentes averiguaciones en esta hacienda no die- más rápidamente posible hasta que encontráramos ron ningún resultado. seres humanos otra vez. Sin embargo, dos días más tarde llegué a otra El Apaga corre dentro del Marañón desde el gran hacienda llamada La Estrella, cuyo poseedor sur, así que tuvimos que cruzar al lado derecho del era el Sr. Juan José Vásquez quien, en su calidad de río principal. Tarde en la noche del siguiente día, gobernador, ejercía la autoridad en esta remota lo encontramos después de un tiempo considera- parte del distrito del Marañón. El Sr. Vásquez me ble de búsqueda; estaba casi escondido por una mostró la misma amabilidad y cortesía que el co- gran isla. Desde la corriente pudimos concluir que misario del Pastaza y pudo darme toda la informa- realmente habíamos llegado a un afluente del río ción necesaria concerniente a los Aguaruna. Des- principal y no a uno de los numerosos canales que de La Estrella hasta la boca del Apaga eran sola- se formaban entre las islas del Marañón. En su bo- mente dos días de viaje. No hubo posibilidad de ca este río -que no figura en los mapas comunes conseguir un guía, pero en medio del río, una mi- del río Amazonas- luce completamente insignifi- sión de balateros -buscadores de caucho- enviados cante, pero pronto se ensancha considerablemente por una compañía a Iquitos, estaban trabajando y hasta por su profundidad es sin duda navegable allí y éstos me darían toda la ayuda que necesita- para vapores de río pequeños, en una gran parte de ba para ponerme en contacto con los salvajes in- su curso. dios, que vivían cerca de los orígenes del río. El Sr. Nuestro trabajo inmediato era encontrar el Vásquez me dio una carta de presentación para el campamento de los buscadores de caucho. Duran- jefe de la comisión en Apaga y me aseguró que él te tres días descendimos el río sin encontrar rastros haría todo lo que estuviera en su poder para facili- de seres humanos, pasando las noches, como de tar mis investigaciones entre los indios. costumbre, en los bancos de arena del río. La situa- Después de haber recibido esta noticia, prose- ción empezaba a causarme alguna ansiedad. guimos nuestro viaje de descubrimiento, la boca Nuestras provisiones de comida estaban casi ago- del Apaga era nuestra meta más cercana. Seguimos tadas y los indios empezaban a sentirse cansados la ribera izquierda hacia el norte del Marañón pe- del viaje que parecía no terminar nunca y en su ro, como siempre, la fuerte corriente nos compelió opinión no tenía un objetivo razonable. No había algunas veces a cruzar al lado opuesto lo que, con- caza en el Apaga por lo tanto poco podíamos ob- siderando el ancho del río, significaba un retraso tener cazando. Algunas veces Acevedo hizo excur- considerable. Al siguiente día pasamos la boca del siones al interior con mi pistola, pero cada vez re- Morona, que me pareció comparativamente estre- tornaba solamente con un tinamido, un tipo de cha. Había apenas más de 100 metros de un lado perdiz de tamaño parecido al de un pollo. Él había de la boca al otro; el Morona, en sí mismo, parece visto rastro de puercos, venados y tapir, pero nun- ser un río insignificante en comparación con el an- ca encontró estos animales; evidentemente se mo- cho y rápido Pastaza. Poco después llegamos a un vían solamente durante la noche. Mis indios ni si- lugar que resultó ser una pequeña hacienda o un quiera trataban de pescar. Los únicos peces que asentamiento indio, por una razón u otra abando- cogimos fueron mantarayas que se encontraban en nado por sus habitantes. No había casas, pero los abundancia en los bancos superficiales y cenago- cultivos habían sido abandonados y nosotros no sos del río. Un día pescaron con el harpón tres o dejamos de completar nuestras provisiones de yu- cuatro de ellas y las hervimos y comimos, en au- ca y plátano que estaban muy escasas. No tenía- sencia de mejor comida. La raya es suave e insípi- mos esperanzas de conseguir comida de este tipo da pero la encontré comestible. Sin embargo, hasta llegar donde los balateros en el Apaga. Inclu- cuando deseé probar el mismo tipo de comida al sive nuestras provisiones de comida animal -prin- siguiente día, mis indios se rehusaron a comerla. cipalmente consistente de carne de jabalí seca- es- “La raya es un espíritu maligno (supai)”, dijeron, taba cerca de ser completamente consumida. La “podríamos caer enfermos y morir si comemos mu- caza en el Marañón no es tan rica como en el Pas- cho de ella”. De hecho, la mantaraya es temida y taza; los pavos salvajes son raros y tímidos, y de los odiada por los indios por su terrible aguijón vene- cuadrúpedos apenas si había capivaras, un animal noso, que puede causar la muerte. El experimenta- cuya carne algunas veces comen los hombres do indio, cuando se ve obligado a vadear en el blancos. Consecuentemente teníamos que ir lo agua cenagosa desde su canoa hasta tierra, siem- 76 RAFAEL KARSTEN

Yana Apaga (Apaga negro) y se suponía que los Aguaruna vi- vían en el primero de los pequeños afluen- tes. El Sr. Torres me ofreció enviar dos peones con nosotros donde los indios, pero como ellos no cono- cían el lenguaje de los Aguaruna y no tenía- mos duda de encon- trar a estos indios, de- cliné su ofrecimiento. Complacido de estar por fin cerca del final de mi viaje, con- tinué mi descenso por Ilustración X. 1. Indios Aguarunas, río Apaga el Apaga al día si- guiente. Nos tomó un pre siente su camino con una vara con la cual in- día de viaje llegar al lugar donde el río se ramifica cesantemente hurga el fondo. en lo que se llama Yurac Apaga y Yana Apaga. Se- Por fin, en la tarde del tercer día, percibimos, guimos por error el último en vez del primero, pe- en una vuelta del río, el campamento de los busca- ro más tarde supimos que ambos ríos estaban ha- dores de caucho, un conjunto de chozas tempora- bitados por los Aguaruna. El río se hacía más y más les que realmente formaban un pequeño poblado. angosto, su fondo había llegado a ser pedregoso Mostré mi carta de presentación al líder de la ex- como la orilla y estaba claro que no podía perma- pedición, Sr. Rojas Torres. No me había engañado necer navegable por mucho más tiempo. En frente al contar con su ayuda. El Sr. Torres no solamente de nosotros se alzaban altas cordilleras cubiertas me proveyó de la comida que necesitaba, sino de selva; eran las últimas estribaciones de los An- que, sobre todo, me dio información positiva sobre los Aguaruna. Es- ta expedición del cau- cho no tenía tratos con los indios salvajes ya que solamente se usa- ban unos pocos trabaja- dores; pero sabían que los Aguaruna vivían a cerca de un día y medio de viaje desde el lugar donde estábamos, en la vecindad de los oríge- nes del Apaga. En su curso superior este río se divide en dos rama- les, de los cuales el uno es llamado Yurac Apaga (Apaga blanco), el otro Ilustración X. 2. Interior de una casa aguaruna LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 77

de que ellos nos detec- taran y tuvieran tiempo para huir, Acevedo fue a inspeccionar. Él no fue lejos antes de llegar a una choza temporal en la selva. No había nadie en la casa pero como evidentemente estaba ocupada por indios, se sentó a esperar. Des- pués de un rato un indio de mediana edad y su esposa aparecieron y un poco después un indio más joven. A la vista de un extraño intentaron primero alzar el vuelo, Ilustración X. 3. Muralla de una casa jívara fortificada pero cuando Acevedo les habló en lengua jí- des peruanos. En mi viaje a canoa, de un mes de vara se volvieron y le respondieron. Luego todos duración, yo había cruzado el enorme valle del cuatro bajaron al río donde yo estaba esperándolos Amazonas y estaba aproximándome a las monta- con otros indios. ñas del otro lado del gigante río. De hecho, tanto Realmente ellos eran Jívaros. El tipo y el ves- en Ecuador como en Perú los Aguaruna habitan los tido son fácilmente reconocibles, y toda la apa- declives de los Andes y generalmente evitan las lla- riencia externa era la misma que la de los indios Jí- nuras pantanosas azotadas por la malaria en el va- varos que yo había visitado recientemente en las lle del Amazonas. Pero evitan los ríos principales selvas ecuatorianas. Inclusive el idioma era, en lo aun los que son como el Apaga, prefiriendo hacer principal, el mismo, aunque pude encontrar inme- sus asentamientos en esas remotas partes del terri- diatamente considerables diferencias dialectales. torio que no son fácilmente visitadas por otros in- Algunas veces usaban palabras que no entendía in- dios o por los blancos. Consecuentemente, no había chozas indias en el Apaga y fue solamen- te por una feliz casuali- dad que las hallé. En el banco del río, mis acompañantes indios divisaron de pronto una canoa que según ellos indudablemente perte- necía a los Aucas, como son llamados los indios salvajes por los semi-ci- vilizados indios de Na- po y Canelos. Por lo tan- to, éstos se encontraban en la vecindad y ya que era importante que los sorprendiéramos antes Ilustración X. 4. Muralla de una casa jívara fortificada. Aguarunas. Río Apaga 78 RAFAEL KARSTEN

una tribu relativamente pequeña. El más joven de los indios, de nom- bre Himbikite, ofreció llevarme al día siguien- te al interior a ver a sus compañeros de tribu, siendo el pago por este servicio un bonito cu- chillo con su estuche. Partimos la si- guiente mañana tem- prano y en pocas horas llegamos a la primera casa habitada por un hermano de Himbikite. Conociendo el miedo a las “enfermedades” que es particularmente ca- Ilustración XI. 1. Mujeres jívaras del Santiago racterístico de los Jíva- ros, me sorprendí de la mediatamente, pero la conversación avanzaba desprejuiciada actitud que los Aguaruna asumie- fluidamente. Inmediatamente supimos que los ron hacia mí y hacia mis acompañantes indios. Es- Aguaruna no vivían allí, cerca al río, sino a casi to pudo haber sido porque inmediatamente se die- medio día de camino hacia el interior. Aquellos ron cuenta que veníamos de lejos y no de ningún que habíamos encontrado permanecían allí solo poblado afectado por una enfermedad o habitado temporalmente para buscar caza y pesca y con es- por blancos. En general fui afortunado durante es- te propósito habían construido una tosca choza. ta expedición. Si no hubiera encontrado a estos in- Sin embargo, parecía como si estos indios hubie- dios en el río por casualidad, hubiera sido muy di- ran intentado ausentarse por largo tiempo. Como fícil para nosotros solos encontrar el camino a la la mayoría de los indios de la selva virgen, los Jíva- región habitada por los indios. La actitud amistosa ros son un tipo de gente inconstante que de tiempo en tiempo busca nuevos lugares para vi- vir. En la mayoría de los casos, ni el miedo a sus enemigos ni las epide- mias los hacen quedarse en sus moradas, en lu- gares frescos. De la in- formación que estos in- dios me dieron, supe que los Aguaruna en años recientes habían sido diezmados grande- mente debido a alguna epidemia. De todos mo- dos, los Aguaruna vi- vían ahora en la región del Apaga y formaban Ilustración XI. 2. Jívaros de la región del río Santiago LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 79

plicado que deseaba intercambiar cosas con los in- dios y adquirir vasijas de barro, ornamentos y co- sas similares. Pronto descubrí que la cultura mate- rial de los Aguaruna era esencialmente la misma que la de los Jívaros ecuatorianos, pero todavía pu- de obtener ciertas cosas de interés. En general, una gran uniformidad caracteriza la cultura Jívara a pe- sar de las enormes áreas que cubre y de las nume- rosas subtribus en la que este pueblo se divide. Lo mismo parece ser verdad para sus costumbres y creencias religiosas, en la medida en que he podi- do estudiarlos. Hice visitas a algunas casas en la vecindad. Del más grande interés fue mi permanencia en la casa de un viejo hombre llamado Tuhuimbi, quien parecía ser de alguna manera el jefe de esta peque- ña tribu Jívara. Fue aquí que fui informado del pe- ligro de guerra que se creía amenazaba a los Agua- runa de parte de sus enemigos los Huambiza. Ade- más pude ver con mis propios ojos algunas de las medidas de defensa que los Jívaros toman en tiem- po de guerra. Entre otras cosas, se rodeaba com- Ilustración XI. 3. Jívaro del Santiago, llevando una bolsa de piel pletamente la casa de palos fuertes de chonta de de mono (uyúna) y con el brazo y hombro cubiertos aproximadamente el alto de un hombre. La pared con el adorno nupish era tan gruesa, me explicaron los indios, que difí- cilmente una bala podría penetrarla, y si el enemi- de los Aguaruna se debía a particulares razones. go trataba de seguir disparando las balas, golpea- Durante los últimos años, ellos habían emprendido rían solamente el techo. Tuhuimbi estaba bien pre- guerra contra los Huambiza que vivían entre el parado para recibir al enemigo en otros aspectos. Morona y el Santiago. En verdad estaban emparen- Encontré cuatro armas de fuego en la casa, de las tados estrechamente con estos indios, pero de nin- cuales dos eran rifles Winchester. En una guerra gún modo esto impedía el que las dos tribus fueran entre dos tribus relativamente primitivas la provi- mortales enemigos. Al contrario, es una peculiari- sión de armas era sin duda de gran importancia. dad de los jívaros que precisamente las diferentes En años recientes, en las guerras de los indios subtribus emprendan guerras sanguinarias una en se han usado más y más armas de fuego en vez de el curso contra otra. Justamente cuando los visité, las viejas lanzas de chonta, y las consecuencias de los Aguaruna estaban temiendo un ataque de los este cambio en los métodos de combate natural- Huambizas. Este temor puede haber sido exagera- mente han sido revolucionarios. Nuevos tipos de do, pero la consecuencia de él era que por el mo- medidas de defensa tienen que ser tomadas ahora. mento deseaban de cualquier modo vivir en paz La lanza y el escudo están casi fuera de uso. Cuan- con los blancos, quienes podrían inclusive ayudar- do visité por primera vez a los Jívaros -en 1916-, los en un ataque hostil de los hombres de sus pro- era fácil conseguir lanzas de madera de chonta ge- pias tribus. En lo que concierne a los indios Cane- nuinas, lo mismo que los escudos; especialmente los que estaban conmigo, no tenían miedo de estos últimos son ahora casi imposibles de obtener, ellos, pero no podría ni decir lo que hubiera pasa- y lanzas decentes son extremadamente raras. En do si los hubiera visitado en compañía de indios Jí- lugar de estas antiguas armas, los Jívaros hacen uso varos de Ecuador. de pistolas y escopetas de tipo primitivo, pero de- Me gané inmediatamente la confianza del safortunadamente también rifles Winchester han hermano de Himbikite regalándole una camisa, y sido introducidos por los comerciantes de caucho. el mismo Himbikite pudo dar una explicación sa- El comercio de este tipo de armas de fuego se ha tisfactoria del objeto de nuestra visita. Yo había ex- extendido como consecuencia del trueque por ca- 80 RAFAEL KARSTEN bezas reducidas, preparadas por los Jívaros y que entre indios y blancos a cuenta de sus incursiones son ardientemente deseadas, por ciertos blancos, hostiles. Sin embargo, los mismos Aguaruna no son especialmente norteamericanos. Por cada tsantsa mucho mejores. Acevedo y yo, en una conversa- el indio jívaro demanda un rifle, en posesión de es- ción con los indios, llegamos a la conclusión de ta arma él puede llevar a cabo con éxito una gue- que los Aguaruna del Apaga formaban parte de rra con sus enemigos y adquirir nuevas cabezas aquellos Huambiza que en 1915 asesinaron a la para trueques posteriores con aquellos viajeros guarnición peruana en el Morona, un incidente blancos, que son lo suficientemente inescrupulo- que relaté previamente. Esto lo dedujimos indirec- sos como para proseguir con este sucio comercio. tamente de lo que nuestros anfitriones nos dijeron. El comercio de cabezas reducidas está prohi- Además de los Aguaruna del Apaga, hay comuni- bido por la ley, tanto en Ecuador como en el Perú. dades de la misma tribu más lejos, subiendo el Ma- Sin embargo, es un hecho bien conocido que ha si- rañón, del poblado de Pomara en las estribaciones do fomentado hasta ahora, siendo un factor que de de los Andes, por todo el río hacia abajo, en am- cierta manera ha conducido al rebajamiento y de- bas orillas del Pongo de Manseriche, la famosa generación de la raza jívara. Desde un punto de garganta situada justo bajo la boca del Santiago. El vista etnográfico, puede ser útil señalar a este res- número total de los Aguaruna es difícil de estable- pecto que un gran número de tsantsas que han lle- cer, K.G. Grubb estima que su número varía de gado a Estados Unidos y Europa, y que inclusive 2.000 a 7.000. De cualquier modo, el primer nú- han encontrado lugar en museos etnográficos mero probablemente está ahora más acorde a la “científicos”, no son cabezas jívaras sino cabezas verdad que el último. Como otros indios salvajes, de negros y mestizos o blancos pobres, que han los Aguaruna en años recientes han disminuido no- muerto en hospitales y que han sido vendidas por tablemente en número, debido a las enfermedades. comerciantes blancos. Años atrás me contaron El Sr. Grubb menciona que por 1925 el cincuenta acerca de un hombre que vivía en Guayaquil y que por ciento de ellos, alrededor del Pongo de Man- había hecho un verdadero negocio de la prepara- seriche, habían muerto en una epidemia de in- ción de “cabezas reducidas de los Jívaros”. fluenza.1 La pared de madera de chonta que he men- Mi visita a los Aguaruna no pudo durar más cionado más arriba era una medida de defensa de allá de unos pocos días. Me vi obligado a apresu- los tiempos antiguos y por lo tanto de particular in- rarme por causa de los indios que habían consen- terés. Cómo los Jívaros fortifican sus casas en tiem- tido en servirme como tripulación en este viaje y pos de guerra, lo relataré con más detalle en la par- que deseaban retornar tan pronto como fuera posi- te de mi trabajo que trata de la guerra india. ble. Además de esto, mi provisión de artículos pa- El nombre Aguaruna, bajo el cual se conoce a ra intercambiar estaba bastante reducida. No había estos indios, es una palabra quichua. La palabra posibilidad de comprar nada en estos solitarios pa- runa significa Indio y agua parece ser el nombre de rajes y sin poseer tales artículos, es inútil visitar a cierta palma. Para los indios quichua semi-civiliza- los indios salvajes. Me había propuesto hacer una dos del Marañón, los Aguaruna eran sin duda, corta visita a los indios del Yurac Apaga también, cuando aparecieron por primera vez en esta re- pero mis acompañantes nativos de Canelos, dirigi- gión, un tipo de “gente de madera”. No hay duda dos por Acevedo, se rehusaron a seguir más lejos, de que antes vivían al norte del Marañón y forma- alegando que no se habían comprometido para ban parte de la gran tribu de los Huambiza, un he- viajes más lejanos, que sus camaradas estaban es- cho del cual parecen estar conscientes ellos mis- perando por ellos, que se hallarían cortos de comi- mos. El dialecto que hablan es el mismo que el de da y otras cosas por el estilo. Como de costumbre, los Huambiza del Morona y los indios a quienes ellos amenazaron con irse secretamente por la no- visitaba actualmente habían vivido en el Morona che y dejarme solo. Una vez más consideré lo más dos décadas antes -si permanentemente o solo prudente ceder a las demandas de los indios y re- temporalmente, no pude descubrirlo-. Habiendo tornar inmediatamente. Al siguiente día en la no- empezado a pelear con el resto de su tribu, se ha- che, cuando llegué al campo de los buscadores de bían retirado a las regiones del alto Marañón. Ellos caucho y le dije al Sr. Torres acerca del comporta- insistían firmemente en ser llamados Aguaruna y miento de mis indios, él ofreció darme algunos de no Huambiza, los cuales tienen mala reputación sus peones para un nuevo viaje a los Aguaruna del LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 81

Yurac Apaga, y de este modo hubiera sido posible boca del Pastaza, esperando el retorno de mis para mí proseguir mi plan si así lo hubiera desea- hombres. En seguida todos propusieron ascender do. Pero, ¿dónde dejaría a mis propios indios el Pastaza en conjunto. mientras tanto? Era muy probable que se fueran, Este proyecto se siguió en lo principal, pero como me amenazaron con hacerlo, y mi viaje de Acevedo y sus hombres me acompañaron sola- retorno a Iquitos sería extremadamente difícil. mente hasta la boca del Huallaga, donde tomé uno Consecuentemente, decidí sentirme satisfecho con de los vapores que hacen viajes regulares entre los resultados que había obtenido y emprender de- Iquitos y Yurimaguas, un pueblo en el Huallaga. finitivamente el último y muy largo viaje a Iquitos. Tuve que esperar cuatro días en una hacienda en la No necesito describir este viaje en detalle boca del Huallaga, perteneciente a un portugués, aquí. Yendo río abajo pudimos viajar rápidamente, antes de que llegara el vapor que podría llevarme algunas veces usando también las noches de luna, a Iquitos, la capital de la provincia peruana de Lo- como están acostumbrados a hacer los indios en reto y el único lugar de relativa civilización en el sus propios viajes por los ríos. Pronto alcanzamos alto Amazonas. Llegué a este pueblo a fines de fe- el Marañón y dos días más tarde arribamos al ban- brero. co de arena donde había dejado a los indios enfer- Mi estadía en Iquitos y mi subsecuente viaje, mos. Estaban ahora ligeramente mejor después de aguas arriba por el gran río Ucayali hacia la Sierra haber tomado la quinina que yo les había dejado peruana cae fuera del corto informe de mis viajes para su uso, pero no se encontraban completa- por el oeste del Amazonas que he juzgado necesa- mente restablecidos. Un paciente que ha contraído rio dar, en la medida en que conciernen a mis es- malaria en el Marañón no puede estar restablecido tudios de los indios Jívaros. Ahora seguirá mi des- en pocas semanas simplemente con un tratamien- cripción sistemática de la cultura jívara. to de quinina. En cualquier caso, mi tripulación te- nía que ser cambiada otra vez. Los dos indios en- Nota fermos tenían que ir conmigo a Iquitos, mientras 1 GRUBB, Amazon and Andes, pp. 135, 140. que el resto debían permanecer en el lugar, en la

Segunda parte CULTURA MATERIAL

Capítulo I ASPECTO FÍSICO, VESTIDO Y ORNAMENTOS

pequeñas. Su estatura parece variar entre 142 y 152 cmts. El color de la piel es café claro, quizás más claro de lo que es común entre los indios del territorio Amazónico. Su cabello es negro, grueso y generalmente lacio, los ojos café obscuro, la nariz regular y recta, rara vez aguileña, en algunos indi- viduos algo ancha y chata, la boca y los labios nor- males y la barbilla ligera. La forma del cráneo co- loca al indio Jívaro entre las razas bracicefálicas. La cara es redonda, ligeramente ovalada y los ras- gos, como regla general, regulares y agradables. En algunos individuos se encuentran pómulos promi- nentes, pero no es un rasgo común, y no hay prog- natismo.

Ilustración XII. 1. Mujeres jívaro del Upano vistiendo el Kungu

Las costumbres de guerra y la vida austera de los Jívaros han influido en ellos tanto física como mentalmente. Para ser gente de las selvas vírgenes tropicales, están más bien fuertemente constituidos y son musculosos. El carácter independiente y arrogante del indio Jívaro se muestra también en su porte, gestos y manera de hablar, haciéndolo pare- cer más alto de lo que en realidad es. Mirado des- de el punto de vista europeo, está más bien bajo la estatura media, pero es apenas más pequeño que otros indios del oeste del Amazonas. Sin embargo, la estatura varía considerable- mente. El indio Jívaro más alto que encontré medía 174 cms., el más pequeño -el jefe gran Nayapi en el Puyo- solamente 146 cmts. Otros cinco hombres que medí presentaron estaturas de 154, 158, 160, Ilustración XII. 2. Mujeres con sus hijos fuera 163 y 165 cmts. Por supuesto las mujeres son más de la casa. Río Upano 86 RAFAEL KARSTEN

ra vez llega hasta la cintura, estando ge- neralmente -esto es, cuando el indio no está compelido por una razón u otra, a observar abstinencia ceremonial- dividido en tres colas, una grande que cuelga a la espalda, llamada itsimgama, y dos más pequeñas, una a cada lado de las sienes, lla- madas akáhihí. Muy frecuentemente fijan un peine de manufac- tura indígena en el pelo, en la parte de Ilustración XII. 3. Mujeres jívaro llevando a la casa yuca para la comida atrás de sus cabezas. Estos peines son mi- En general, el indio Jívaro promedio es un in- dividuo bien parecido, que produce una agradable impresión. Su cuerpo, proporcionadamente consti- tuido y bien desarrollado, da testimonio de la vida móvil que lleva y la cultura física continua a la que se sujeta desde muy niño; así mismo, su vivo as- pecto irradia esa inteligencia y energía que es una de sus principales características mentales. Al mis- mo tiempo toda su personalidad y sus vehementes gestos y forma de hablar expresan esas emociones y pasiones fuertes que han hecho famosos a los in- dios Jívaros y que ellos han mostrado especialmen- te en relación a sus enemigos. La estatura promedio de los indios Canelos es casi la misma que la de los Jívaros. Ya que son una raza mezclada, ellos presentan antropológicamen- te una más grande variedad de tipos que estos últi- mos. Siendo así que algunos presentan una aproxi- mación al tipo robusto característico de los indios de montaña, otros, de acuerdo a la contextura de su cuerpo y los rasgos de su cara, se acercan más a los indios de selva. Los indios Canelos acostum- bran hacer viajes a la Sierra y están acostumbrados al clima más riguroso prevaleciente en las regiones de montaña, pero en su modo de vida en conjun- to, al igual que los Jívaros, ellos son gente típica de las selvas vírgenes tropicales. Ilustración XIII. 1. Los adornos más importantes de los jívaros; En su apariencia externa los hombres jívaros tawása: corona para la cabeza; wauo pendientes de alas de atraen la atención especialmente por su largo ca- coleóptero; arusa: orejeras; tayukúnchi: en la mitad el gran adorno bello. Este es mantenido con gran cuidado y no ra- posterior; kungu: adorno de la cintura para las mujeres LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 87

culos de vestir son teji- dos exclusivamente por los hombres. Sin embargo, las ropas de material de la- na parecen de origen relativamente moder- no. Tanto los Jívaros como los indios Cane- los saben que antigua- mente era costumbre usar camisa y taparra- bos de corteza, obteni- da del gran árbol que los Jívaros llaman ká- maka y los indios de Ilustración XIII. 2. El adorno de cintura para las mujeres, kungu Canelos llancháma. Creo que este árbol es rados como ornamentos y amuletos mágicos al idéntico al árbol de seda vegetal (Bombax ceiva). mismo tiempo. Viviendo en las estribaciones occi- Grandes piezas de la corteza eran cuidadosamen- dentales de los Andes donde el clima no es, por re- te desprendidas del enorme tronco, empapadas en gla general, particulamente caliente, los Jívaros se agua y golpeadas con garrotes para hacer que la visten mejor que muchas tribus de la zona más ba- dura corteza se suavizara y fuese más apropiada ja del valle del Amazonas. La principal prenda de para el vestido. Cuando esta corteza preparada se vestir de los hombres es un taparrabo (itipí) que lle- había secado, ciertos adornos negros y rojos se ga un poco más abajo de las rodillas y que es rete- pintaban en ella con genipa o roucou. Unos cin- nido alrededor de la cintura por un cintillo de pe- cuenta años antes, estas ropas de corteza eran usa- lo humano o por una piel de culebra (akáchu). Es- das por los indios de Ecuador occidental. Los Jíva- ta prenda de vestir es tejida por los hombres, con ros y los indios Canelos conocen y preparan el ma- algodón cultivado por los mismos Jívaros y es teñi- terial de corteza aún ahora, pero lo usan solamen- da en ciertos colores, como lo veremos más ade- lente. La parte superior del cuerpo, esto es, los hombros y el pecho, frecuentemente se mantiene desnuda, especialmente cuando el tiempo está ca- liente, pero otras veces se cubre con un pequeño pedazo cuadrado de la tela de la misma manufac- tura que el taparrabos y que se tiñe de café con achiote. En el medio de este pedazo de tela hay un hueco a través del cual se pasa la cabeza, de ma- nera que esta prenda cubra el pecho y la espalda. Esta prenda de vestir que es llamada awangéama y corresponde al poncho de los indios de montaña. Las mujeres tienen el pelo más corto y su vestido es más completo, en él la principal prenda de ves- tir es el taráchi que cubre, no solamente la cintura y los muslos sino también el busto y el hombro de- recho; el hombro izquierdo y ambos brazos se de- jan desnudos. Se retiene en la cintura por un cin- turón de lana de algodón llamado ikichi. El taráchi es tejido del mismo material que el itípi y está Ilustración XIV. 2. Collar de dientes de jaguar compuesto de dos itipí cosidos juntos. Ambos artí- usado por los guerreros 88 RAFAEL KARSTEN

los indios del territorio amazónico adoran el plu- maje brillante, pero hay pocas tribus que hayan desarrollado tanto el arte de hacer adornos de este tipo como los Jívaros y los indios Canelos. Se pre- fiere para este propósito el plumaje o plumas del tucán, de diferentes clases de papagayos, especial- mente del gran guacamayo, o del pavo salvaje (Crax paugi) y de algunos pequeños pájaros de la selva, pero el arte y gusto con el que los diferentes colores se combinan y todo el ornamento en sí ha- cen casi imposible describirlo en detalle. Este or- namento de cabeza es llamado tawása por lo Jíva- ros y tawasámba por los indios Canelos (Lám. XIV). Los mejores y más grandes ornamentos que se usan especialmente en las fiestas son valorados grandemente por los mismos indios y podemos en- tender esto fácilmente, considerando que para ha- cer uno solo de ellos el indio tiene que matar do- cenas de tucanes o guacamayos muy tímidos, con bodoqueras o flechas envenenadas. Los viejos gue- rreros y los hombres de medicina generalmente prefieren un adorno de cabeza hecho de piel de mono negro o rojo. Ilustración XV. 2 Un indígena Canelo con su tambor y con la El ornamento de cabeza Ilamado tendéarma tawasamba en la cabeza. Él además lleva el trofeo es ligeramente diferente del tawása. Consiste en un tsuceanga en la cintura número de plumas en colores vistosos engancha- te para yacer en él o para cubrirse en la noche. To- dos a una banda de algodón. Esta banda decorati- davía los indios Jívaros frecuentemente cubren a va está envuelta alrededor de una corona encarru- sus recién nacidos con el material de corteza ká- jada de una liana llamada kápi, la misma liana de maka, o preparan pequeñas hamacas que sirven la que los Jívaros hacen sus cestas más comunes. como cunas. Actualmente, los indios Canelos co- La corona encarrujada sin la banda de plumas es mo otros indios, semicivilizados de Ecuador occi- llamada tindímba. dental, solamente usan pantalones y camisas he- De los otros ornamentos de la cabeza, los pa- chos de lino cuando los han obtenido de los blan- lillos cilíndricos de bambú que los hombres llevan cos. como adornos en las orejas, son particularmente Además de estas prendas, hombres y mujeres conspicuos. Tienen a menudo considerable longi- entre los Jívaros llevan una multitud de ornamen- tud, de 15 a 25 cm. y cerca de 1 cm. de diámetro, tos a los que adjudican igualmente gran importan- pasando horizontalmente a través del lóbulo del cia. Estos ornamentos no son meramente decora- oído y prominentes enfrente. Las plumas de los pa- ciones en el estricto sentido de la palabra; por así lillos se adornan con ciertas figuras incisas del tipo decirlo ellos forman parte de la personalidad india, acostumbrado en el arte ornamental de los Jívaros y la mayoría de ellos tienen un significado pu- y frecuentemente, además de esto, plumas de tu- ramente mágico, por lo tanto retomaré estos orna- cán, rojas y amarillas se fijan en ellos. Esas oreje- mentos en los capítulos que tratan de la religión de ras son llamadas arúsa: no son meramente decora- los indios. Aquí solamente mencionaré el más im- ciones sino que tienen un significado mágico. Las portante de ellos. mujeres usan orejeras del mismo tipo, solamente Ya que los Jívaros no llevan tocado en la ca- que son mucho más pequeñas. Además de esto, las beza en el propio sentido de la palabra, tienen el mujeres tienen un palillo más pequeño insertado hábito de cubrir la corona de ésta con adornos, he- en el labio inferior, que es perforado con este pro- chos en parte de plumajes o plumas de ciertos pá- pósito. Este palillo es llamado tukúnu; es de 6 a 10 jaros de la selva y en parte de piel de mono. Todos cm. de largo y tiene alrededor de medio cm. de LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 89 diámetro y como el arúsa de los hombres, este ma manera que la tsantsa humana y la cabeza del adorno femenino tiene el final protuberante deco- perezoso, son llevados a la cintura en los grandes rado con figuras incisas. Ya que las mujeres no bailes y festivales de los indios Canelos, de hecho usan tawása para la cabeza, en ocasiones festivas, éstos son un tipo de trofeo al cual originalmente se tienen la corona de la cabeza decorada con una le atribuía un poder mágico similar al que los Jíva- simple banda circular de algodón, sin plumas, que ros le atribuyen a la tsantsa (Ver lám. XIV, 1,2, y muy pocas veces es usada por el sexo femenino. Lám XV, 1). Esta banda de algodón es llamada tiringsa. Ambos sexos llevan collares preparados con Además de las orejeras, en ocasiones festivas, semillas o cáscaras de frutas secas y son muy varia- hombres y mujeres llevan un tipo de pendiente dos. Algunos de ellos tienen el carácter de sonaje- consistente en alas de escarabajo brillantes, plu- ros y, por lo tanto, se usan en danzas y ceremonias mas de tucán rojas y amarillas y cabello humano. religiosas. Un tipo común de collar consta de un Estos pendientes se llaman wáuo, “después del es- gran número de semillas grises llamadas lágrimas carabajo’’ y están agarrados a los lóbulos perfora- de San Pedro (Coix lacrima, de la familia Grami- dos por pequeños alfileres de madera. neae) y otro igualmente común está hecho de un Una gran variedad de collares, pulseras, bra- tipo de haba de selva roja con manchas negras zaletes y otros adornos para el cuello, el busto y la (Omosia, perteneciente a la familia Leguminosae). espalda, los brazos y las piernas, los usan hombres Estos collares se llaman étsi. En las fiestas, los hom- y mujeres, especialmente los primeros. Los ador- bres frecuentemente tienen la espalda, hombros y nos femeninos son siempre más simples y menos pecho cubiertos con un gran adorno que consta de sobresalientes, debido principalmente al hecho de semillas de un árbol, parecidas a la pimienta, en- que las plumas y plumajes no son usados por las sartadas juntas en muchas hileras y muy fragantes. mujeres. Los collares son tan variados que es im- Estos adornos se llaman payáshnya y, debido a su posible describirlos todos; ellos pueden estudiarse fragancia y otras propiedades, son mirados como más de cerca en los museos etnográficos de una protección mágica para el cuerpo contra la en- Guthemburg y Helsingborg, donde se guardan mis fermedad y contra la brujería. Los indios toman colecciones de los Jívaros. Hablando muy general- una cocción de las mismas semillas como remedio mente, podemos decir que hay dos categorías prin- contra la fiebre. Otros envoltorios más pequeños cipales de collares; ellas consisten ya sea de dien- de las mismas chucherías, las vainas de la vainilla, tes o garras de animales, o de diferentes semillas o las cáscaras secas de ciertas frutas y otras cosas, cáscaras de frutas. Los collares hechos de dientes son miradas no como adornos ni decoraciones, si- de animales tienen un nombre común naí, “dien- no simplemente como amuletos, cuyo objeto es te”. Hay dos tipos de animales cuyos dientes se fi- proteger al que lo lleva contra la enfermedad. Es- jan en collares y se usan como ornamentos: monos tos adornos “médicos” se llaman mamúta; los usan y jaguares. Los collares de dientes de monos son solamente las mujeres que los fijan en sus pechos. usualmente muy largos, se usan cientos de dientes Un ornamento casi del mismo tipo y que se de diferentes monos con este propósito. Los colla- lleva así mismo en las grandes fiestas, es llamado res de dientes de jaguar son usados especialmente múpish por los indios Jívaros. Es un tipo de collar por viejos guerreros y se cree que ellos confieren al compuesto de un gran número de pequeños “boto- que lo usa algo de la fuerza y ferocidad de esta sal- nes” redondos negros con un agujero en el medio vaje bestia. Los collares de dientes de mono gene- y encordados muy cerca el uno del otro. Los “bo- ralmente son usados solamente por los hombres, tones” son hechos de las ramas pequeñas de cier- ya que se considera apropiado que un hombre se to árbol del mismo nombre que el collar, que son decore solamente con los dientes de los animales cortadas en pequeños pedazos, cada uno de cerca que él mismo ha matado. Por la misma razón, los de un milímetro de ancho. Además de esto, una o ornamentos de plumas de pájaros se limitan a los más conchas de caracol grandes son enganchadas hombres. No es inusual que en las fiestas se lleven al adorno. Ya que las ramitas tienen que cortarse pájaros enteros disecados como adornos; el más muy uniformemente y con cuidado y un solo ador- común de éstos es el gran tucán, mirado con su- no puede tener muchos cientos de “botones”, es perstición por los Jívaros y los indios Canelos. Los un gran trabajo para el indio hacer un múpish. tucanes de gran pico, secos y preparados de la mis- 90 RAFAEL KARSTEN

El más costoso ornamento de los Jívaros, que vamente los hombres quienes llevan brazaletes al- de igual manera se lleva solamente en las grandes rededor de las muñecas, hechos de la piel de la fiestas, se llama tayukúnchi. Es un ornamento an- gran iguana “lizard” y llamados súnday. Se cree cho para la espalda, compuesto únicamente de los que estos adornos también dan mucha fuerza a los huesos de las patas del tayu o pájaro del aceite brazos. (Steatornis), enganchado a la cabeza gracias a una El adorno personal de los indios también in- banda ancha sobre la frente y colgando hasta el lo- cluye la pintura del cuerpo y de la cara a la cual se mo. El borde inferior de este ornamento está ador- le da una extremada importancia. Sin embargo, ya nado con alas brillantes de escarabajo, cabello hu- que las pinturas faciales tienen casi exclusivamen- mano, plumas de tucán o pequeños pájaros dise- te un significado mágico, trataré de ellas en la par- cados de vistosos colores. Las alas de escarabajo te de mi trabajo que está dedicada a la religión y al producen un sonido grave cuando los indios saltan arte. arriba y abajo durante sus danzas, de esta manera Se debe decir que ciertas pertenencias perso- el adorno sirve como una especie de sonajero. Ya nales forman parte de su vestido, ya que los hom- que el pájaro del aceite, como lo hemos visto, es bres las llevan siempre consigo y se miran como raro y se necesitan cientos de pájaros para hacer indispensables. Ningún indio jívaro sale de su ca- un solo tayukúnchi, entendemos que los indios va- sa sin su pequeña bolsa cuadrada hecha de las fi- loren muy alto este ornamento, aparte del mágico bras de la palma de chambira y llamada wambá- poder que ellos le adjudican (Lám. XIII, 1). chi, y sin su bolsa más grande hecha de la piel del Otro adorno para la cabeza y la espalda con- mono negro o del aullador mono rojo, un tipo de siste en largas colas de alas brillantes de escaraba- bolsa llamada uyúna. En su wambáchi el indio jí- jo, cosidas juntas, y con cabello humano en las varo lleva su peinilla, tabaco y ciertas medicinas, puntas. Estas colas están enganchadas a una banda piedras mágicas y otros objetos usados para la bru- circular de algodón que en las grandes fiestas es jería, los cuales son indispensables para el hombre acomodada en la corona de la cabeza. Los Jívaros de medicina. En su uyúna lleva objetos más gran- llaman a este ornamento por el mismo nombre que des, ciertos ornamentos, calabazas conteniendo tiene el escarabajo usado para este propósito: encantos de caza o pintura roja, etc., pero en la an- wáuo (Lám. XIII). tigüedad los más importante eran los dos palos En muchos de sus collares y otros ornamentos usados para producir fuego. Estos palos eran lIa- los indios insertan pequeñas cuentas blancas, rojas mados uyúna, y de ellos viene el nombre de toda y azules obtenidas de los blancos. Estas son bas- la bolsa. Una gran bolsa de red es llamada shigra tante comunes aun entre los Jívaros salvajes, que (Lám. XIV, 1, 2, 4). las usan especialmente para el tipo de collar llama- En lo que se refiere a los ornamentos persona- do sháuka. Estos collares llaman la atención espe- les de los indios Canelos, puedo añadir que en al- cialmente por el buen gusto que demuestran en la gunos aspectos son menos característicos, debido manera de combinar las cuentas de diferentes co- al hecho de que ellos en parte han adoptado el lores, de manera que se formen ciertos adornos vestido europeo. Así, actualmente no usan ni ore- triangulares típicos de los Jívaros (Lám. XXI, 2). jeras ni tubos de labios ni pendientes. Sus collares Brazaletes y pulseras consistentes son simples están hechos principalmente de cáscaras secas de bandas de algodón aladas fuertemente alrededor fruta y conchas de caracoles, así como de dientes de los brazos y de las muñecas llamados patáki son de mono. Pero los indios Canelos son particular- vistos frecuentemente entre la mujeres jívaros. mente famosos por sus ornamentos de plumas (ta- Apenas si son vistos como adornos, más bien son wásamba), que son más variados que los de los Jí- usados simplemente porque se supone que hacen varos y están entre los más admirables de entre las los brazos más fuertes para llevar cargas. Son nue- tribus de Sud América. Capítulo II LA CASA(HEA, HUASI)

mente por los ríos principales, sino que también están mejor protegidos contra las tribus indias hos- tiles. Las casas jívaras también son comúnmente construidas con vista a impedir el acceso de hués- pedes no invitados; de hecho, cerca de cada casa hay una especie de fortaleza como se presentará con mayor detalle en la parte que trata de la gue- rra de los indios. En su construcción general, las casas de los indios Jívaros son del mismo tipo que las grandes casas comunales del territorio amazónico y del 1 Brasil, llamadas maloca. La casa es de forma elíp- tica y tienen una longitud de 15 a 20 metros y un 2 ancho de 8 a 10 metros. El techo está sostenido por dos o tres postes grandes de fuerte madera de chonta en dirección longitudinal, y a cada lado hay otras vigas más pequeñas. El techo consiste en varias capas de hojas de palma secas, trenzadas cuidadosamente en una cubierta llamada kambá- naka. Las paredes se construyen similarmente con gran cuidado y consisten en una hilera de vigas fuertes de madera de chonta, colocadas vertical- 4 mente y atadas con lianas a barras horizontales. 3 Como no hay aperturas en las paredes que sirvan como ventanas, se dejan entre las vigas angostos Ilustración XVI. 1. Bolsa pequeña de fibras de chambira (wambachi). espacios intermedios de cerca de dos centímetros, 2. Bolsa grande de chambira (shigra). 3. Peine (timashi). a través de los cuales se filtra la luz del día. Estas 4. Bolsa de piel de mono (uyun). hendiduras en las paredes también permiten a los habitantes de la casa mirar y observar a las perso- nas que se aproximan; pero por otro lado hacen posible que los enemigos espien a los ocupantes Al describir mis viajes entre los indios Jívaros, de la casa para observarlos y hasta atacarlos con tuve ocasión de mencionar repetidamente que los armas naturales o sobrenaturales. Por lo tanto, en salvajes Jívaros nunca se asientan en las riberas de tiempos de guerra las casas de los Jívaros son espe- los ríos principales, sino que prefieren hacer sus cialmente fortificadas con paredes extras y de otras casas junto a pequeños afluentes en el interior de maneras, como lo veremos más adelante (Lám. X, su territorio. La razón de esto es obvia: es debido a 3 y 4). su constante miedo a los ataques hostiles. Escon- El techo (kambánaka), consiste en hojas de diéndose en las selvas de la manera que lo hacen, palma trenzadas, y en el clima tropical está sujeto no solo evitan a los blancos, que viajan constante- a ser atacado y gradualmente destruido por los in- 92 RAFAEL KARSTEN

pedes y se llama tangamasha. El cuarto destinado para las mujeres se reconoce inmediatamente por ciertos arreglos especiales. El de- rredor de las paredes en una casa jívara tiene bancos bajos de rajas de bambú, llamados peáka, que sirven como asientos durante el día y sitios para dormir en la no- che. Estos tarimones o extensio- nes para dormir, en el departa- mento de los hombres, no tienen bordes o lados; pero en el depar- tamento de las mujeres, cada uno de ellos está cercado por rajas de bambú o en algunos casos sola- mente con hojas de plátano, así forman divisiones cerradas por tres lados, algo parecidas a los carros para transportar caballos. Para cada una de las esposas de la casa, hay una de estas cajas; aquí se mantiene a los niños pe- Ilustración XVII. 1. Casa jívara desde el lado de la puerta queños y los perros, estos últimos de la parte masculina. Río Upano siempre están atados ya que, siendo extremadamente salvajes sectos, de manera que tienen que ser renovados y furiosos, de otra manera no dudarían en atacar a después de algunos años. Por lo tanto, al construir los visitantes. Ningún huésped puede entrar a la una casa nueva, los Jívaros observan la siguiente casa excepto por la puerta que lleva al departa- costumbre. En el fuego encendido en la nueva ca- mento de los hombres, ni puede sin permiso espe- sa, no se puede cocinar ni yuca ni repollo de pal- cial, entrar al interior de la casa o departamento de ma hasta que haya sido purificado quemando ma- las mujeres. Solamente un huésped bien conocido dera de cedro (Cedrela herrerae), el humo de la por los indios, o que ha vivido algunos días en la cual penetra la cubierta y mata los insectos exis- casa, puede entrar allí o también usar ocasional- tentes en ella. De esta manera, la cubierta, de mente la puerta de atrás. Mientras los hombres ca- acuerdo a la idea de los Jívaros, no está purificada sados duermen en el ekínturu, los hijos ya crecidos solamente por el momento sino permanentemente. y otros hombres solteros pasan la noche en el tan- Si se cocina yuca o repollo de palma en la casa gámasha, donde tienen su banco para dormir y nueva antes de dicho procedimiento, ciertos gusa- donde los visitantes ocasionales pueden también nos, que fácilmente se desarrollan en la planta de tomar posesión de una peáka para la noche. Gene- yuca y las palmas, infestarán la cubierta y pronto la ralmente las mujeres están en el ekínturu, cocinan- destruirán. Hasta que la casa haya sido purificada do la comida sobre uno de los fuegos en el suelo o de la manera indicada, este tipo de comidas vege- haciendo otras tareas domésticas, y, como regla tales deben cocinarse en un pequeño refugio espe- general, ponen pie en el departamento de los hom- cial fuera de la nueva casa. bres solamente para ofrecer cerveza de yuca a sus La casa tiene siempre dos puertas, una en ca- esposos o a los huéspedes, o para llevarles comi- da tope; la una es usada por los hombres y la otra da. por las mujeres. Se debe notar que una casa jívara El piso de una casa jívara es la tierra misma. consta de dos departamentos, uno de los cuales es- No se usan esteras, sino que el suelo natural se tá destinado para las mujeres y niños y se llama mantiene cuidadosamente limpio barriéndolo dia- ekínturu, el otro para los hombres y para los hués- riamente. Esto es de lo más necesario ya que en la LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 93 casa jívara no solo hay seres humanos, sino tam- (patáki) en el cual los indios apoyan sus tobillos bién ciertos ocupantes animales. Así, los pollos, cuando duermen. El banco tiene un pequeño pla- aunque por regla general se mantienen afuera, ha- no inclinado, la punta superior de éste se encuen- tra a treinta o cuarenta centímetros, la inferior a veinte o veinticinco centímetros sobre el suelo. El indio que está durmiendo puede tener una delgada piel de ciervo bajo él, pero fre- cuentemente aun ésta falta y tampoco tiene nada que lo cubra. Sin embargo, como a menu- do las noches son frías, se mantiene fuego ar- diendo toda la noche bajo el palo cruzado que sostiene las piernas, de manera que la perso- na que está durmiendo puede mantener calien- tes sus extremidades (Lám. XXIV, 3). En nin- guna tribu Jívara se usan hamacas. Hay otras pocas cosas en una casa jívara que podrían pasar como “muebles”. Casi las úni- cas cosas que merecen este nombre son unos bancos más pequeños Ilustración XVII. 2. Casa jívara con figuras de espíritus pintados de rajas de bambú (ku- en la puerta. Alto Pastaza tánga) y unos taburetes redondos bajos (chim- cen visitas ocasionales a la casa, y además entre buí) que usan los hombres. Sin embargo, hay va- los miembros de la familia se encuentran general- rios utensilios y otras cosas que llamarían la aten- mente un paugi (Crax Paugi) domesticado, un pá- ción. Por supuesto, la mayoría de los utensilios se jaro trompetero, o un perico, los cuales se mueven encuentran en el departamento de las mujeres libremente. A pesar de esto, para un extranjero que donde se prepara la comida y la bebida. La mayo- visita una casa jívara por primera vez, la impresión ría de ellos son alfarería; casi la única excepción completa es la de limpieza y sentido del orden, son las grandes botellas de calabaza (yúmi) en las que de hecho están entre las cualidades caracterís- que se mantiene el agua. Así se pueden encontrar ticas de los indios Jívaros. estantes llenos de ollas de barro, grandes y peque- Los bancos, que también sirven a los indios Jí- ñas, algunas se usan en la cocción de los alimen- varos como sitios para dormir en la noche, son ex- tos y se llaman ichingána, mientras que en otras se tremadamente simples e incómodos. El largo es de guarda la substancia de yuca de la que las mujeres alrededor de un metro y medio, pero a veinte o jívaras preparan la bebida nativa de los indios, la treinta centímetros del banco está un palo cruzado 94 RAFAEL KARSTEN

pequeño colgando de uno de los postes. Este tambor es de tipo eu- ropeo y es original- mente obtenido de los indios Canelos. Su ori- gen europeo puede in- ferirse de su nombre tambora (del español tambor). En uno de los postes laterales se pueden ver algunos objetos: un número de lanzas de chonta (nán- ki) y bodoqueras (úmi, en Quichua pucúna), un par de aljabas he- chas de bambú silves- tre (chipyáta), en las cuales se colocan un gran número de dar- dos finos hechos de madera de palma y frecuentemente uno o Ilustración XVII. 3. Interior de una casa jívara del alto río Pastaza. Racimos de bananas prenden más escudos redondos del techo para ser consumidos en la fiesta (tandára). En otro pos- te, cerca de la lumbre, cerveza de yuca o nihamánchi. Las ollas en que se donde el dueño de la casa acostumbra sentarse guarda la cerveza de yuca son las más grandes de cuando prepara su agua de tabaco en la mañana, todas y se llaman muitsa. hay ciertos objetos que ilustran la artesanía de los Se encuentra usualmente una olla de barro de indios: una bolsa hecha de piel de mono y una bol- este tipo en el centro del ekínturu parada en el sue- sa más pequeña de fibras de chambira, un atado de lo y sostenida con palos; generalmente su apertura algodón silvestre envuelto en hojas de plátano ata- está cubierta con un plato de barro o de calabaza, do al poste y colgando desde su apertura inferior, de manera que la anfitriona de la casa está siempre un huso que consiste en un delgado alfiler recto de lista para preparar la cerveza mezclando una cier- madera de chonta, en la punta inferior del cual se ta cantidad de substancia de yuca con agua, cuan- encuentra fijada una pequeña rueda de chonta o do llega un invitado. Las ollas para cocinar se en- un disco de piedra con un hueco taladrado en la cuentran generalmente en uno de los fuegos que mitad. Alrededor del huso generalmente está en- arden fuera de “las cajas de dormir”. Las otras ollas vuelto hilo de algodón ya hilado. Cuando el padre y platos de barro serán descritos con más detalle de familia se levanta en la mañana, y mientras es- más adelante, en relación con el arte de manufac- tá cocinando su agua de tabaco en el fuego, se le turas de los indios. ve frecuentemente hilando por un momento o te- En el departamento de los hombres (tangá- jiendo en el telar que está cerca de la pared. Este masha) hay varios objetos que deben mencionarse. telar es del mismo tipo primitivo que los de mu- En uno de los postes principales de la casa cuelga chas otras tribus de Sud América y no se puede un tambor de señales (tundúi) suspendido por dos describir aquí más detalladamente; se lo presenta lianas. Este tambor gigante tiene que ser descrito en la fotografía (Lám. XXIV, 1). El hilo de algodón como el “telégrafo” de los indios Jívaros, pero esto que se usa para el tejido es primeramente teñido no agota su significado, como vamos a ver. Gene- en diferentes colores, principalmente blanco, rojo, ralmente también se encuentra otro tambor más café y negro; estos hilos de diferentes colores se LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 95

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Ilustración XVIII. 1 y 2 . Vasijas de barro para cocinar las hojas de tabaco (yukunda) de dos tipos diferentes, 3. Un pequeño plato de barro usado en las fiestas por las personas obligadas al ayuno (J. del R. Upano). 4. Pequeña vasija de barro para beber chicha de yuca, Jívaros combinan de tal manera que en el material tejido Tal es, en sus rasgos principales, el interior de se distinguen diferentes arreglos de colores que tie- una casa jívara. Está destinada a alojar a una gran nen a su vez diferentes nombres. Como hay un número de personas, no solamente el padre de fa- cierto interés en el método indígena de teñir el hi- milia, sus esposas y sus hijos sino también las hijas lo y los modelos de tejido del material, insistiré so- casadas con sus maridos e hijos y algunos parien- bre este punto cuando describa el arte y las manu- tes mayores, especialmente de la línea masculina. facturas de los indios. En las grandes fiestas una casa jívara puede alber- Se puede añadir que tanto el hilado como el gar más de cien personas. tejido son ocupaciones estrictamente limitadas al En lo que se refiere a las casas de los los in- sexo masculino. dios Canelos (huasi), difieren de las de los Jívaros El indio Jívaro guarda sus pertenencias perso- principalmente en que son mucho más pequeñas y nales más importantes -el taparrabo recientemente usualmente faltan las paredes. Estos indios no tie- tejido (itípi) que usa en las grandes fiestas, y sus or- nen el mismo interés en fortificar las casas como namentos, especialmente los ornamentos de plu- los Jívaros. En el interior de la casa, los bancos de mas que están sujetos al ataque de la polilla y otros dormir son casi el único tipo de mueble que se ve, insectos- en una gran cesta especial tejida con pero lo que atrae inmediatamente la atención de cierta liana y provista de una cubierta. Esta cesta, las casas de los indios Canelos es el gran número llamada tukúpi, se mantiene colgada del tumbado de todo tipo de vasijas de barro que son arregladas por una liana, que se baja cuando la ocasión lo re- en estantes bajo el techo, muchas de ellas hermo- quiere. samente adornadas.

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Capítulo III ARTEFACTOS

En la elaboración de artefactos de los indios, adaptable a su propósito mezclándolo con cenizas así como en su agricultura, aparece la estricta divi- de corteza quemada, obtenida de ciertos árboles; sión de trabajo que es característica de su vida so- pero en general las vasijas de barro de estos indios cial y que tiene como último fundamento sus no- son muy frágiles. Sin embargo, ciertas ideas mági- ciones animistas. De acuerdo a esta división del cas o animísticas parecen estar asociadas con el trabajo, la alfarería es la más importante de las ta- uso de este material para hacerlas. Cuando les pre- reas industriales que son obligación de las muje- gunté a los Jívaros por qué solamente las mujeres res, mientras que, por ejemplo el hilado y el tejido, hacían la cerámica, recibí la siguiente respuesta: la cestería y los diferentes tipos de trabajo en ma- “El barro es obtenido de la tierra y la tierra es una dera son ocupaciones que, de acuerdo a la idea de mujer; por eso las mujeres tienen que hacer las va- los indios, son propias solamente de los hombres. sijas de barro”. Es interesante notar en este punto Primeramente diré algunas palabras acerca de la que ‘barro’ en la lengua jívara es nui y tierra nun- alfarería y luego pondré atención a los tipos más ga, de cuya palabra también se deriva el nombre importantes de industria casera que son obligación de la madre tierra Nungüi. ‘Mujer’, a su vez, es de los hombres. nua. Puede haber poca duda de que estas palabras se deriven de la misma raíz, un hecho del cual pa- 1. Alfarería recen estar conscientes las mujeres jívaras. Ade- más, cuando consideramos, como lo haremos aho- El arte de la cerámica entre los Jívaros y espe- ra, que los dibujos ornamentales pintados en algu- cialmente entre los indios Canelos, es efectuado nas de las vasijas de barro tienen obviamente un con un notable grado de perfección. La superiori- significado mágico, nos damos cuenta de que una dad de los indios Canelos se muestra sobre todo en “filosofía” primitiva completa está conectada con su manera de pintar las vasijas de barro o, más pro- la elaboración de estos importantes utensilios. piamente hablando, en los dibujos ornamentales La técnica para hacer vasijas de barro es la con los que las decoran. Se debe añadir que sobre misma entre otras tribus primitivas de Sud Améri- este punto particular, la alfarería hasta cierto punto ca. No se usa torno. Se prepara una base de barro varía de acuerdo a las diferentes tribus jívaras. y la vasija se forma por la adición de delgados ro- Mientras las tribus del Upano y del Morona, y si- llos -obtenidos amasando barro entre las manos- a milarmente los Aguaruna, rara vez aplican dibujos la base; los espacios intermedios se llenan con ro- ornamentales a sus ollas y platos de barro, los llos de barro más pequeños y se alisa con los de- Achuaras del Pastaza ornamentan los suyos de ma- dos. Cuando está completa, la vasija se seca al sol nera peculiar, como lo veremos ahora, y hasta en y sobre ella se pinta, y por último es puesta al fue- la forma su alfarería es particulamente original, go colocándola en la tierra y apilando el combus- probablemente debido al relativo aislamiento en el tible alrededor de ella. De esta manera, los Jívaros cual viven los Achuara. hacen, por ejemplo, las grandes urnas o jarras con Para hacer su cerámica, los indios Jívaros y lados convexos, cuello angosto y boca ancha, en Canelos usan un tipo especial de barro que se en- las que guardan la substancia de yuca de la que cuentra solamente en ciertos lugares del río. Por lo preparan la cerveza de yuca. Próximos a éstos en menos algunas tribus, como por ejemplo los importancia están los platos de poca profundidad, Achuaras, tratan de hacerlo más durable y más 98 RAFAEL KARSTEN llamados pinínga, de los que los indios beben la tales o modelos. La única excepción que he nota- cerveza y que se usan como platos. Normalmente do a esta regla, por ejemplo entre las tribus ubica- tales platos contienen casi un litro, pero para las das entre el Upano y el Santiago, son ciertos orna- fiestas se hacen platos especiales más pequeños mentos triangulares muy bajos, de color café obs- para que los usen aquellas personas que tienen curo en el interior del yukúnda, después de que que ayunar. Las mujeres hacen con especial cuida- han sido pintados de negro co sekáta. Es otra cosa do los pequeños vasos de barro en los que se guar- con los Achuaras en el Pastaza, cuyas cerámicas da el jugo necesario para las fiestas, y que sola- difieren en muchos aspectos de aquellas que he mente lo toman el “sacerdote” o “sacerdotiza”, o encontrado entre otras tribus jívaras. Así los peque- los hombres de medicina. Estos vasos se llaman ños platos redondos de barro y las copas (que se nattipya. ven en la lám. XVIII, 5 y 6) no se pueden encontrar Los utensilios de cocina son especialmente de en ninguna otra tribu jívara y son, creo yo, únicas dos tipos; las ordinarias ollas negras de cocina en Sud América. Los Achuaras me contaron que (ichingána) ya mencionadas, y los vasos más pe- antiguamente ellos las usaban como platos para la queños, llamados yukúnda en los que los hombres comida; ahora ya no se usan más, pero todavía se jívaros preparan agua de tabaco, hirviendo las ho- han preservado, pues los indios guardan muchas jas. Como el acto de tomar jugo de tabaco es siem- cosas viejas que están pasadas de moda. Sobre es- pre ceremonial, estos vasos se hacen también con tos platos, las mujeres jívaras ponen diferentes ti- especial cuidado para las fiestas y son elaborados pos de comida cuando sirven a sus hombres: en en diferentes formas, siendo algunos cortos, otros uno, colocan yuca cocinada, en otro, algo de pes- altos, (como aparecen en las fotografías, lám. cado, en un tercero, algo de pimiento indio coci- XVIII, 1 y 2). do, etc. (como se ve en la foto). Las copas para co- Los Jívaros pintan el exterior de sus muitsa y mer estaban pintadas por dentro y por fuera. Sobre pininga de rojo con achiote (Bixa orellana), el inte- un fondo café, obtenido pintando la vasija con rior a su vez lo cubren con un especial y hermoso achiote, ciertos modelos se aplican en blanco. El barniz amarillo rojizo al que llaman yukáipi. Este uso de un barro blanco -un barro que, de lo que yo barniz se prepara de la siguiente manera. De la co- conozco, solamente existe en el territorio de estos pa de cierto árbol de la selva, extraen, partiéndolo indios- es una peculiaridad del arte ornamental de en fibras pequeñas y sacando el jugo, una materia los Achuaras; de cualquier modo, no lo he visto en clara, viscosa y blanca que se hierve en una pe- ninguna otra parte del este de Ecuador ni de Perú. queña olla de barro junto con las semillas rojas de Los indios pintan los platos planos de la mis- Bixa orellana y algo de agua. Así, el líquido se ha- ma manera. (Estos están representados en la Lám. ce de color rojo o amarillo rojizo y se hace el bar- XIX, 1 y 2). Sin embargo (como podemos ver), és- niz llamado yukáipi. Cuando se enfría, se forma un tos están ornamentados solamente por dentro, fino barniz sobre la superficie del plato de barro. siendo pintados los dibujos con barro blanco. Los De esta manera, los Jívaros no solamente embelle- modelos son los acostumbrados entre los Jívaros, cen las vasijas de barro, sino también ciertos obje- aunque la técnica de pintura es en parte diferente. tos de madera, especialmente la vara de un tipo es- Los dibujos que aparecen en el arte ornamental de pecial de lanzas con puntas hechas de los huesos los indios Jívaro y Canelos son de hecho siempre de las patas del jaguar o del oso. los mismos: ellos representan ya sea espíritus hu- Por otra parte, las pequeñas ollas negras de manos, ciertas peligrosas serpientes, ciertos pája- cocina, llamadas yukúnda se pintan interiormente ros, especialmente el guacamayo, o ciertos insec- con un pulimento o barniz negro llamado sekáta. tos, como por ejemplo mariposas, ciempiés y es- Es una cera negra producida por ciertas abejas sal- corpiones. En lo que se refiere a las serpientes, es- vajes que hacen sus nidos en los huecos de la tie- tas especies se representan mayormente ya que, rra. Cuando se calienta al fuego esta cera, se derri- por una razón u otra, inspiran temor a los indios. te y forma un barniz lustroso. Este es el mismo tipo La serpiente que juega el papel más importante en de pulimento negro que los Jívaros aplican a sus el arte ornamental de los indios -siendo represen- bodoqueras que serán descritas más adelante. tada especialmente en vasijas de barro y en pintu- Por otro lado, los Jívaros muy raras veces em- ras faciales, etc-, es la gran boa de agua o anacon- bellecen sus vasijas de barro con dibujos ornamen- da (Eunectus murinus). Así, las figuras anchas pare- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 99 cidas a una serpiente (que aparecen en el plato, sentado en la Lám. XX, 3,4). Copas y platos dimi- plano en la lám. XIX, 2), representan a la anacon- nutos de este tipo usan los Jívaros y los indios Ca- da (pangi), mientras que los dibujos del otro plato nelos solamente en las grandes fiestas; una espe- (lám. XIX, 1) y la figura parecida a una culebra, que cial bebida sagrada se bebe en estas pequeñas co- rodea el borde exterior de la copa de barro pinta- pas. Cómo se prepara el vino de yuca y cómo se da (en la lám. XVIII, 6), representa a la venenosa consume al final de las fiestas más importantes se serpiente equis (Lachesis, llamada yamúnga en verá en las descripciones que se harán más adelan- lengua jívara). En el pie de la misma copa, se re- te. En lo que a esto respecta solamente añadiré que presenta entre otras cosas a un espíritu humano y las ideas mágicas que están asociadas a las vasijas a un ciempiés. de barro indígenas en general se demuestran, entre Como los Achuaras, los indios Canelos casi otras cosas, en el extraordinario cuidado con que siempre aplican dibujos ornamentales a sus vasijas se hacen y adornan las pequeñas copas de barro de barro, pero su arte ornamental se distingue fá- usadas para la bebida del vino de yuca. Lo mismo cilmente del de los Achuaras e inclusive el barro puede decirse de la pequeña olla de barro en la que ellos usan es diferente. Las grandes jarras en que los Jívaros guardan el jugo de tabaco que se da las que guardan la substancia de yuca masticada ceremonialmente a las personas principales en las (asua) generalmente no tienen ornamentos y tienen grandes fiestas. Las vasijas usadas en estas ocasio- solamente el exterior pintado con achiote (Bixa nes deben hacerse especialmente y pintarse para Orellana). Sin embargo, hay excepciones a esta re- cada fiesta, y deben ser hechas por la anciana, la gla, como se ve en la bella jarra adornada, (repre- “sacerdotisa” que administra las bebidas sagradas sentada en la Lám. XX, 1). Entre los dibujos orna- en las fiestas. No solamente éstas, sino también las mentales predominan figuras de serpientes, la gran más importantes de otras vasijas de barro usadas anaconda (amarún) es el reptil representado más a en las fiestas religiosas tienen que hacerse espe- menudo. Inclusive espíritus humanos con los bra- cialmente. zos extendidos, pájaros, tortugas y ciertos insectos En lo que se refiere a la regla de que las vasi- ponzoñosos son representados casi de la misma jas de barro sean hechas por las mujeres, de lo que manera que entre los Achuaras. Generalmente son yo sé, hay únicamente una excepción: las ollas de los mismos indios quienes pueden decir qué parti- cocinar en las que se hierve el veneno para las fle- cular reptil, pájaro, etc., representa una cierta figu- chas, éstas deben ser hechas por el mismo cocine- ra. Así, las mujeres me informaron inmediatamen- ro del veneno que es en cierta manera, especialis- te que los anillos cafés que rodean la jarra grande ta en medicina. Lo mismo se aplica para las peque- (Lam. XX, 1) representan las manchas de la gran ñas ollas en las que se guarda el veneno de las fle- boa, amarún, un monstruo que ha impresionado la chas ya preparado. Como veremos más adelante, imaginación de los indios primitivos más que cual- no se permite a ninguna mujer tener ningún con- quier otro miembro del mundo animal. Los platos tacto con el veneno para las flechas o con las vasi- más pequeños con los cuales se bebe la cerveza de jas “sagradas” usadas en su preparación. yuca son casi siempre adornados con figuras de color negro o café. Los diseños blancos son desco- 2. Teñido nocidos ya que el barro blanco, usado para este propósito por los Achuaras, no existe entre los Ca- De acuerdo a la idea de los Jívaros, otro de los nelos. Generalmente el exterior es ornamentado; trabajos que debe ser hecho solamente por las mu- son menos frecuentes los modelos ornamentales jeres es el teñido. Cuando el algodón es hilado, de- de los platos y cuando éstos los tienen, son siem- be ser teñido de diferentes colores antes de que los pre más simples. En los platos más pequeños tam- hombres puedan empezar a tejer, ya que se tejen bién predominan los modelos de serpientes; ser- modelos de colores diferentes en el material. Es pientes venenosas como la Lachesis (llamada pita- digno de atención el hecho de que, aunque el hi- lála por los indios Canelos ) son las que más a me- lado y el tejido sean ocupaciones estrictamente nudo se representan. Estos platos son llamados masculinas, son las mujeres las que tienen que te- mucahua por los indios. (Ver Lám. XIX, 3, 4, 5). ñir el hilo. Si consideramos que las mujeres jívaras De particular interés es el pequeño, pero ela- usan para teñir en parte barro y ciertas hojas de la boradamente ornamentado, plato de barro (repre- selva, y que las mujeres están asociadas misterio- 100 RAFAEL KARSTEN samente tanto con el barro como con ciertas plan- y permanecerá inalterable por cualquier extensión tas, quizás podamos entender la peculiar división de tiempo. del trabajo observada por los indios en este punto. Las mujeres jívaras tiñen el hilo remojándolo 3. La artesanía de los hombres en una solución obtenida hirviendo las hojas de ciertas plantas en una olla de barro con agua; ge- Se han mencionado el hilado y el tejido como neralmente se añade también la corteza de ciertos ocupaciones que son obligaciones de los hombres árboles y otros ingredientes. El ingrediente vegetal solamente. El hilo se hace de un tipo de lana de al- que se usa más a menudo para producir el color godón llamada urúchi; ya que el árbol de algodón rojo son las semillas de Bixa orellana (llamada ip- es considerado “un hombre” consecuentemente la yáku en lengua jívara) y que son usadas también lana obtenida de él también es “un hombre”. De para pintar las vasijas de barro. Para teñir, las semi- esta peculiar noción, se desprende el que sean los llas se hierven en agua con algo de la corteza ob- hombres quienes tengan que hilar y tejer. tenida del gran árbol llamado kuaí. Cuando se su- Esta fue la explicación que recibí de los indios merge el hilo en esta solución, éste obtiene un co- cuando les pregunté las razones para la división lor rojo obscuro de gran durabilidad. Los Achuaras del trabajo que ellos observan a este respecto. obtienen el mismo color hirviendo las rojas semi- Es apenas necesario añadir algo más a lo que llas de Bixa con la corteza de un árbol que ellos ya he mencionado acerca del hilado y del tejido llaman payas. entre los indios Jívaros. Por otro lado, se pueden Se produce hilo de color café remojando el decir unas pocas palabras acerca de los modelos hilo de algodón natural en la solución que se ob- tejidos en el material. De hecho, los taparrabos de tiene hirviendo en agua las hojas de la vid cultiva- los hombres (itípi) y el taráchi de las mujeres mues- da, llamada tai. tran siempre ciertos modelos ornamentales más Una solución que se obtiene hirviendo las ho- bien estereotipados, siendo en lo principal siempre jas de una planta llamada yamakái le da al hilo un los mismos. Forman diferentes sistemas de colores bonito color café obscuro. que se distinguen unos de otros por sus nombres. Además, los colores plomo obscuro y el negro El color o colores que ocupan un lugar central se producen de varias maneras. El hilo puede ser en un sistema más grande están subrayados por mí. sumergido en una solución de genipa solamente. Estos sistemas son los siguientes: El jugo que se obtiene de la fruta del árbol de ge- El arreglo de colores que en la sección del ta- nipa (Genipa americana, llamada súa por los in- parrabo (representado en la Lám. XXI, 1) se en- dios Jívaros) es usado por los indios especialmente cuentra en el extremo izquierdo, en el medio y en en la pintura facial y corporal, pero además se usa el extremo derecho, y está marcado con letra a, a menudo como material de teñido y produce un consta de los colores negro + café rojizo + negro - color plomo o negro en el hilo. Sin embargo, la ge- blanco - negro - blanco + café rojizo + negro y es nipa generalmente no se usa sola; se la mezcla, ya llamado púitsah por los Jívaros. sea con un tipo especial de barro o lodo (nui, tsa- El arreglo de colores que consta de blanco (o kúsa), o con una solución que se obtiene hirvien- rojo claro) + café + negro + café + blanco (o rojo 1 do en agua la corteza negra de un árbol llamado claro) es llamado Yambitsa hi (el ojo de pichón ). chiángrapi. Frecuentemente todos estos tres ingre- Como se puede ver en la fotografía, estos arreglos dientes: la genipa (súa), el barro (nui) y la solución son los más comunes en los taparrabos y están de chiángrapi se mezclan para hacer el color obs- marcados aquí con la Ietra b. curo más durable. Además de la corteza chiángra- El arreglo de colores que está marcado con la pi, otra corteza obtenida de un gran árbol llamado letra c y que consta de bandas alternas de negro y ukúmcha se usa para este propósito. café rojizo se llama yauákina. Encontramos que El trabajo del teñido se tiene que hacer con muchos de los arreglos yauákina son más anchos y gran cuidado para que el hilo no se dañe o se ma- tienen siete bandas negras o cafés. Estos se llaman logre el color que se desea fijar en él. Por lo tanto, únta yauákina (“gran yaudkina”). (En la fotografía las mujeres jívaras tienen que ayunar estrictamen- están marcados con c, 1 y c, 2 respectivamente). te en el día que se han comprometido a este traba- El hilo no teñido, blanco, es llamado por los jo. Así, se cree que el teñido se fijará rápidamente Jívaros pútsuh. Algunas veces es ligeramente teñi- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 101 do con achiote de manera que más bien es rojo está provista de una cubierta del mismo material claro o amarillo en vez de blanco. de la cesta. Estos arreglos de color se encuentran en todos De forma similar, el trabajo en madera de to- los itípi originales. Al igual que el “ojo de pichón”, do tipo es una ocupación del hombre. Varios obje- el resto de dibujos sin duda han sido tomados di- tos de la ergología indígena revelan un gran cono- rectamente de la naturaleza. Así, el dibujo llamado cimiento técnico de lo más admirable, ya que los púitsah evidentemente denota una piel de serpien- implementos que los indios tienen a su disposición te, pero no he recibido información positiva sobre son muy primitivos. Antiguamente, cuando los in- este punto. Aparentemente, los mismos Jívaros les dios no conocían todavía los instrumentos de hie- adjudican gran importancia. Cuando el padre de rro como el hacha y el cuchillo que en la actuali- familia está descansando en la tarde, y mientras es- dad son comunes entre todas las tribus, sus recur- tá sentado después de que el trabajo del día ha ter- sos para hacer objetos de madera fueron todavía, minado, esperando por la comida que traen las por supuesto, más limitados. Sus principales imple- mujeres, algunas veces se le ve cantando en voz mentos en aquel tiempo eran conchas de caracol baja y en tono especial, pasando sus dedos a lo lar- cortantes, hachas o mazos de piedra de un tipo go de los diferentes dibujos tejidos en su itípi y re- que todavía se encuentra en algunas chozas indias pitiendo sus nombres, especialmente el nombre o en la tierra, en viejos asentamientos indígenas, y del “ojo de pichón” (Yambitsa hi), como si los di- un tipo de cuchillo de rajas de bambú llamado bujos fueran para él un tipo de verso. Que los di- shingyána. Con este cuchillo ellos cortaban, por bujos del itípi tienen un significado mágico o mis- ejemplo, la carne de animales para cocinarla. Con terioso, puede tomarse como cierto, considerando estos primitivos instrumentos se hacían, entre otras que la mayoría de los otro dibujos ornamentales de cosas, muchos objetos que servían como adornos los Jívaros tienen tal significado: se cree que alejan personales. Como ya se ha tratado sobre ello, sola- a los espíritus malignos, dan fuerza al cuerpo y mente incluiré aquí unas pocas palabras acerca de otras cosas parecidas. Tendré la oportunidad de un pequeño objeto que es mirado en parte como puntualizar esto otra vez en la parte que trata de la ornamento y en parte sirve para un propósito prác- religión. tico, a saber, la peinilla timáshi. La peinilla jívara Entre otras tareas artesanales que incumben a es realmente una pieza de arte que no puede ser los hombres, se debe mencionar la elaboración de descrita en detalle. Está hecha de un tipo de caña cestas. Los Jívaros usan cestas de dos tipos, ambas que crece en la ribera del río, llamada páta, la que tejidas de una enredadera que los indios llaman es tallada en delgados palillos. Estos están conec- kápi. Las cestas del tipo que se denomina changí- tados unos con otros por otros palillos transversa- na son más simples. Estas cestas las usan las muje- les paralelos, que están amarrados a los dientes res solamente cuando llevan a casa la yuca, pata- con hilo de algodón, el espacio intermedio entre tas dulces y ciertas otras frutas de los campos. Aun- éstos está bordado en varios modelos triangulares que los hombres tienen que hacerlas, no se consi- y otros del mismo tipo de aquellos que se ponen en dera propio que ellos las usen, ya que las frutas la cara y en las vasijas de barro. que se miran como “mujeres” no pueden ser lleva- La peinilla jívara es de particular interés en ra- das a la casa por los hombres. Por otro lado la en- zón del poder mágico que se le adjudica, un hecho redadera kápi es un “hombre” y por lo tanto la ces- que se debe naturalmente a su relación con el ca- ta hecha de ella, solamente puede ser elaborada bello, que de acuerdo a la noción indígena está lle- por un hombre. La otra cesta, que se llama tukúpi, no de un misterioso poder. Por lo tanto, los hom- está hecha del mismo material pero con mayor bres usan frecuentemente la peinilla en el pelo co- cuidado. Este es el tipo de cesta que se mantiene mo una especie de amuleto que los protege de las colgando del tumbado y en la que los hombres influencias malignas. El significado mágico de la guardan artículos de vestido, ornamentos, etc., que peinilla se demuestra especialmente en la manera son fácilmente atacados y destruidos por los insec- en que se usa en las grandes fiestas (lám. XVI, 3). tos. Por esta razón, es revestida interiormente con Además, los Jívaros exhiben su arte en la ma- hojas de plátano, de manera que no haya huecos a nera en que hacen sus armas. De las armas usadas través de los cuales los insectos puedan penetrar y para el ataque, la lanza (nánki) es la más importan- te, o lo era antes de que los Jívaros aprendieran a 102 RAFAEL KARSTEN

ayuda de ningún instrumento, con la mano dere- cha, mostrando con ello una notable destreza. Los arcos y flechas ordinarios, del tipo usado por la mayoría de los indios sudamericanos, son comple- tamente desconocidos por los Jívaros y los indios Canelos. La principal arma de caza de los indios es la bodoquera (úmi: en lengua quichua púcuna) que está hecha con gran cuidado. La elaboración de bodoqueras ha llegado a ser una industria especial que se desarrolla solamente entre pocas tribus jíva- ras y en éstas las hacen unos pocos individuos. Así, yo mismo encontré que solamente la tribu de Ara- picos y los Achuaras en el Pastaza central eran ela- boradores de bodoqueras, con las que se realizaba el comercio con las otras tribus. Trataré de las bo- doqueras otra vez en el capítulo de las costumbres de caza indígena. Una peculiaridad de los Jívaros, que es de un gran interés psicológico, es la idea de que cuando una persona hace un objeto que es considerado de especial importancia, debe ayunar o restringir su dieta de alguna manera para que el trabajo no se torne malo. Por ejemplo, cuando un indio jívaro hace una lanza no hace dieta porque este trabajo no necesita cuidado particular y rara vez falla, pe- ro no así cuando tiene que hacer un escudo o una bodoquera ya que estos objetos pueden dañarse fácilmente por un descuido o por falta de conoci- miento, los indios observan estrictamente ciertas reglas al hacerlos. Lo mismo es verdad para otros objetos de madera, por ejemplo el gran tambor de señales y las canoas que deben hacerse con espe- cial cuidado. Los indios son de la opinión de que su propia condición física en el momento de la ela- boración del objeto se verá afectada de alguna misteriosa manera y ejercerá influencia en la cali- Fig. 1. 1 Lanza con mango de yukaipi y punta de hueso de jaguar. dad del objeto que resultará bueno o malo de 2. Lanza ordinaria de chonta. 3. Bodoquera. 4. Pequeña bodoquera acuerdo a esto. También cuando tratemos de la usada por los niños agricultura y de las costumbres sociales de los in- dios encontraremos numerosos ejemplos que ilus- conocer las armas de fuego de los blancos. Estas tren esta peculiar noción primitiva. lanzas, al igual que la principal arma de defensa, El gran tambor de señales (tundúi) de los Jíva- el escudo (tandára) serán mencionadas de nuevo ros está entre esos objetos que llaman especial- en conexión con las guerras indígenas y por lo tan- mente la atención del visitante en una casa indíge- to no las trataré más profundamente aquí. Sola- na. Está hecho de un tipo de madera clara llamada mente añadiré que antiguamente las lanzas se tira- shimúta y varía en longitud. El que yo traje a casa, ban gracias a un propulsor especial hecho de un ti- proveniente de los Aguaruna y que ahora está en el po de caña llamada wáchi. Este objeto ya no se usa museo de Helsingfors (hoy Helsinki) medía 160 y apenas si es conocido por la mayoría de los pre- centímetros, incluyendo las asas, y tenía un díame- sentes Jívaros. Actualmente, tiran sus lanzas sin la tro de cerca de 40 centímetros; el tambor que está LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 103

una culebra y, además, las asas de las que está pro- visto representan, respectivamente, la cabeza y la cola del terrible reptil. Todo el que ve un tambor jí- varo real en un museo etnográfico, puede notar hasta qué punto una de las asas es parecida a una cabeza de serpiente. Puedo añadir que estas ideas están relaciona- Fig. 2. Tambor de señales (tundúi) de los jívaros. Largo: 1,60m. das con el tambor de señales en todas las tribus jí- varas y que por lo tanto la forma del tambor es en en el museo de Gothenburg es un poco más pe- todas partes la misma. De los tambores de los mu- queño. Las cavidades de sonido son siempre de seos de Gothemburg y Helsingfors, el uno es de los forma curva o parecida a una serpiente, y consta Jívaros del Chiguaza, un pequeño afluente del alto de cuatro cavidades conectadas unas con otras. El Pastaza y el otro de los Aguaruna del Perú, esto es, ahuecamiento del tronco es un trabajo tedioso y son de las tribus jívaras más norteñas y más sure- requiere mucho conocimiento y paciencia; se los ñas, respectivamente, pero muy parecidos en todos puede hacer solamente gracias al fuego, raspando sus detalles.2 una y otra vez las partes quemadas y carbonizadas Se golpea el tambor con un mazo hecho de de madera con una concha de caracol o un instru- un tipo de madera pesada. Se usa principalmente mento de hierro hasta que la cavidad sea suficien- en tres ocasiones y consecuentemente hay diferen- temente grande. Como siempre, hay el peligro de tes maneras esenciales de “hacer señales”. que el tambor no resulte lo suficientemente sono- Primero, el tundúi se golpea en las fiestas ro, se considera necesario que el indio que lo ha- donde se consumen ceremonialmente los narcóti- ce haga dieta por varios días y observe otras reglas cos natéma o maikoa. En este caso el tamborileo es de abstinencia. Si, por ejemplo, él bebe cerveza de en tiempo lento, de acuerdo al siguiente esquema: yuca (nihamánchi) en las cantidades que normal- mente un indio Jívaro consume cada día, el tambor no será sonoro sino sordo; su estómago debe estar vacío, como un barril vacío. Similarmente, debe abstenerse de cohabitar con su esposa durante es- Segundo, los Jívaros golpean el tundúi, en las tos días, porque de otra manera, se cree, que el fiestas (nambéra) donde se consumen ceremonial- tambor se romperá. Cuando el tambor está listo, mente la cerveza ordinaria de yuca (nihamánchi) o todos los hombres adultos de la familia se reunen la cerveza hecha de la fruta de la palma chontarú- y organizan una fiesta para la inauguración del ru, de acuerdo al siguiente esquema, donde el pri- tambor. Cada uno de los hombres da un paso ade- mer golpe débil y corto tiene carácter de una ana- lante y golpea el tambor por un momento, en el crusa: tiempo lento que se acostumbra durante la bebida de los narcóticos natéma y maikoa. El tundúi de los indios Jívaros no es meramen- te un instrumento de señales en el sentido ordina- rio de la palabra, sino que su significado más im- En ambos casos los espíritus (iguánchi), y no portante es religioso; es un medio de comunica- los seres humanos, son citados por medio del tun- ción con el mundo espiritual. Desde este punto de dúi. En tercer lugar, los indios usan el tambor de vista trataré del tambor otra vez en los capítulos señales para citar a sus amigos humanos en dos dedicados a la religión de los indios. Aquí sola- eventos, a saber: cuando ha habido una muerte en mente puntualizaré el interesante hecho de que el la casa y cuando están atacando los enemigos. Ya tambor, entre otras cosas, está cercanamente aso- que los Jívaros consideran que una muerte es pro- ciado al espíritu (iguánchi) que aparece en forma ducto de las secretas maquinaciones de algún bru- de una gran boa de agua o anaconda y el tambor jo enemigo, la situación en estos dos eventos es en sí mismo se cree que es una representación de esencialmente la misma. El golpeteo del tambor es la serpiente. Las mismas cavidades del tambor, co- un grito demandando ayuda o la notificación de mo ya lo he dicho, forman una figura parecida a que un crimen ha sido cometido. En este tercer ca- 104 RAFAEL KARSTEN so, i. e. cuando el tambor se golpea con el propó- hombres se encuentran tallando, no solamente se sito de dar a los amigos una noticia de peligro, las les prohibe tener trato con mujeres, sino que no se señales consisten en series de golpes cortos y rápi- permite que ninguna mujer se acerque al lugar dos en un tono que, en cada serie, es primero fuer- donde ellos están trabajando; si ellas se acercan la te o fortísimo y de ahí en adelante disminuye. Esto canoa se abrirá y resultará inútil. se repite varias veces. Este particular modo de se- Además de esto, los Jívaros, especialmente las ñales se llama Pakínmawae. tribus del Upano, practican la siguiente costumbre La elaboración de canoas es otra importante cuando la canoa está lista para el uso: Cuando la tarea propia de los hombres, que requiere gran pa- embarcación tiene que ser llevada al río, los indios ciencia y conocimiento; éste era especialmente el primero lo hacen solamente “en juego” esto es, caso en los primeros tiempos, cuando los indios no pretenden hacerlo y bajan al río comportándose poseían las herramientas de hierro de los blancos. todo el tiempo como si estuvieran arrastrando la Las canoas de los Jívaros son piraguas del mismo canoa. Cuando realmente se lleva la embarcación, tipo que comúnmente usan los indios en Sud Amé- las mujeres amarran una soga al tronco y arrastran rica tropical, y ellos son expertos conocedores de la canoa tirando de ella y llamándola de la misma su elaboración. Para la elaboración de la canoa se manera como llaman a sus cerdos. Esto, de acuer- pueden usar solamente ciertos árboles grandes con do a los indios, se hace “para que la canoa no se tronco recto y de éstos, el cedro es el más busca- rompa”. Al mismo tiempo los hombres caminan a do. El derribamiento del enorme árbol y la excava- cada lado de la canoa, golpeando incesantemente ción del tronco fue un tedioso trabajo antes de que en la tierra con lanzas y palos “para impedir que la el indio tuviera el hacha y el cuchillo de hierro, y anaconda (pángi) vuelque la canoa”. Este rito, por era llevado a cabo principalmente por medio de supuesto, hace referencia al futuro uso de la ca- hachas de piedra y fuego. Los indios usan, todavía, noa. Si una canoa se vuelca en las cascadas del río, comúnmente fuego para cavar en el tronco des- los indios generalmente atribuyen este accidente al pués de que éste está seco, pero es necesario un poderoso demonio que vive en el río, la gran boa gran cuidado para que los bordes no resulten de- de agua o anaconda. masiado delgados y la embarcación se abra. Por lo tanto, los Jívaros y los indios Canelos consideran Notas necesario que los hombres que toman parte en el 1 El ojo de pichón es negro y está rodeado de plumas co- trabajo restrinjan su dieta y observen abstinencia lor café y blanco. sexual. Durante los días en los que se han compro- 2 En Indian Tribes of Eastern , pág. 123 de Farabee, metido a cortar el árbol, ellos no pueden tomar na- está un “tambor Jívaro” desarmado, sin asas y con un hueco de sonido distinto descrito por mí más arriba. da más que plátanos verdes asados y agua de taba- Deseo señalar, sin embargo, que este tambor no es de co. Está prohibido consumir la cerveza de yuca, los Jívaros, sino probablemente de algunas de las tribus que en casos normales sirve a los indios tanto de del Ucayali. Puesto que Farabee nunca visitó a los Jíva- ros, su equivocación es fácil de entender. comida como de bebida; de otra manera se teme 3 En cuanto a su cantidad = uu; uu uu = u; i significa que que el tronco se romperá. Después, cuando los el tañido es fuertemente acentuado. Capítulo IV ALIMENTOS

La escasez de alimentos es algo desconocido en la tierra, uno antes de cada estera de dormir y para los indígenas del oeste del Amazonas. Tanto están formados por tres o cuatro grandes troncos para los Jívaros como para los indios Canelos, la de palma de chonta apuntando a un centro común extraordinaria fertilidad del suelo, la riqueza de los y la parte final de los troncos sirve de base de los bosques, los recursos de cacería en todos los sen- tiestos para cocinar. Para revivir el fuego en la ma- tidos y su industria, les permiten vivir con facilidad ñana, si es que éste se ha consumido, los indígenas en cuanto a alimentos se refiere. En este aspecto solo tienen que empujar y juntar la parte final de tienen mejor situación que, por ejemplo, los indios los troncos, para que se hagan pocas chispas en el del Chaco, quienes en ciertos meses del año se centro y el fuego crece suavemente. acercan al borde de la inanición. Los indígenas del Los indígenas preparan sus alimentos hacién- territorio del Amazonas aprecian los alimentos ve- dolos hervir en una vasija de barro o asándolos en getales y animales por igual. Su agricultura está el fuego. El último método es utilizado sobre todo bien desarrollada, aunque sus métodos de cultivo cuando los indígenas están en el campo, cazando, del suelo son simples y la carne está asegurada tan- pescando o trabajando y es la única forma de pre- to con animales domésticos, los puercos y las ga- parar la comida que es considerada propia de un llinas, así como con otros animales que cazan. El hombre. Hervir los alimentos en casa es trabajo ex- pescado es otro tipo importante de alimento. Sus clusivo de la mujer, los únicos alimentos cocina- alimentos vegetales y animales serán tratados en el dos por los hombres en el hogar son el agua de ta- texto en forma separada y yo entregaré entonces baco y la solución de weisa (preparada con las ho- más detalles de la práctica de su agricultura, caza jas de Ilex), el natéma, y otras medicinas mágicas y pesca. que de acuerdo a su ritual solo pueden ser prepa- El fuego es hecho -o ha sido hecho hasta tiem- radas por un hombre. pos recientes- por los Jívaros del mismo modo pri- mitivo con que lo han hecho otras tribus indígenas 1. Alimentos Vegetales salvajes, por medio de fricción; dos ramas de un árbol llamado uruchi muni son frotadas o perfora- Un considerable número de plantas comesti- das una en la otra. Uruchi nurni significa “árbol de bles son cultivadas por los Jívaros y los alimentos algodón”; este árbol, sin embargo, no es similar al vegetales, por tanto, nunca faltan en su hogar. Las árbol de algodón que ellos cultivan hoy del cual más importantes de estas plantas son la yuca y el obtienen su hilo para hilar y yo no he podido iden- plátano; pero además cultivan camote y otra clase tificarlo. Como se señaló anteriormente, las dos ra- de papa la cual es una enredadera llamada kingi, mas usadas para crear fuego se denominan uyúna maíz, una clase de zanahoria, nueces de tierra, le- y el bolso en el cual son llevadas las ramas se de- gumbres y otras plantas comestibles de menor im- nomina de la misma forma. Los Jívaros muy rara portancia. La yuca es el alimento más apreciado y vez hacen el fuego, generalmente las chispas se es difícil imaginar cómo hoy en día los indígenas encuentran en algunos de los numerosos lugares podrían vivir sin esta nutritiva raíz. Ellos preparan que existen en la casa y, como hemos visto, los la yuca, ya sea hirviéndola en agua o asándola en fuegos por regla general, se mantienen vivos du- el fuego siendo este último método el más común. rante toda la noche. Los lugares para el fuego están También utilizan las hojas de la planta de yuca, las mismas que son hervidas en agua, generalmente 106 RAFAEL KARSTEN junto con las hojas de otra planta cultivada llama- dos por la selva, los nativos frecuentemente recu- da sángu. Este tipo de platillo se denomina náma- rren a este alimento vegetal, fácil de obtener, espe- ka. A la yuca le sigue en importancia el plátano, cialmente cuando otros alimentos almacenados se del cual existen algunas variedades, una de ellas es han terminado; en ciertas ocasiones, cuando un in- el plátano dulce que se lo consume crudo. La cla- dígena debe hacer dieta y abstenerse de otro tipo se de plátano que es más apreciado por los indíge- de alimentos le está permitido comer Ihu o tingími. nas generalmente se lo come verde, siendo hervi- do en agua de la misma forma que la yuca o asa- 2. Alimento Animal do en el fuego o en cenizas. Preparado de esta úl- tima forma, el plátano es usado como pan y su sa- Los cerdos y gallinas fueron introducidos en- bor es similar a él. tre los Jívaros por los españoles en las tribus del Aparte del plátano verde, el cual es consumi- Santiago y del Upano, donde aún se los tiene co- do en la vida ordinaria, los indígenas se alimentan mo animales domésticos. Que estos animales han también del plátano maduro (tsáma, tsamákma) ya sido largamente conocidos por los Jívaros, puede sea crudo, hervido en agua o asado. El maduro es inferirse de la importancia que tiene la matanza considerado como indispensable en las grandes ceremonial de los cerdos en las grandes fiestas, en fiestas y una de las formas de prepararlos para es- donde todas las viejas costumbres son conserva- tas celebraciones es llevarlos a la casa en forma de das. Parece, sin embargo, que no todas las tribus jí- atados, que se cuelgan del techo con unas dos se- varas poseen cerdos. De todos modos, los Achua- manas de anticipación a fin de que tengan tiempo ras en la época en que yo los visité no tenían estos para madurar. animales domésticos y tampoco los ví entre los El maní es generalmente consumido crudo, Aguaruna del Perú. pero los indígenas preparan un plato de maníes Aunque la carne de cerdo y gallina es un ali- asados y triturados llamado míchaka que es muy mento muy apreciado, hay todavía muchas ocasio- apreciado. Los camotes, leguminosas y otros ali- nes en que los indígenas, de acuerdo con las estric- mentos cultivados son preparados cocinándolos de tas reglas que prevalecen en su alimentación, de- la misma manera que la yuca. ben abstenerse de comer esta clase de carne. La El único árbol que produce frutas comestibles, carne de cerdo es, en estas ocasiones, particular- cultivado por los Jívaros, es la palma de chontarú- mente considerada como peligrosa, una razón fá- ru (guilielma), llamada uí por los Jívaros. Su fruta, cilmente explicada por los negativos efectos que el extremadamente alimenticia; madura en febrero y comer cerdo puede tener para el estómago e híga- marzo, y los Jívaros y los indios Canelos la apre- do en un clima tropical. cian a tal punto que reconocen el inicio del año A más del cerdo y de las aves de corral, los Jí- cuando la fruta de la palma de chontarúru madu- varos, siendo diestros cazadores, aprecian alta- ra. Esta especie de manzana roja no puede ser co- mente diferentes clases de presas. Los más impor- mida cruda y es siempre hervida en agua, aunque tantes animales cuya carne es comida son: el puer- ciertamente la forma en que más aprecia este ali- co salvaje y el pequeño pecarí, diferentes clases de mento es en la bebida fermentada, la cerveza de monos, el agoutí (Dasyprocta agutí), la paca, (Coe- chontarúru, que preparan con este fruto. logenys paca), así como también gran variedad de La selva virgen del Amazonas occidental pro- aves. Las más importantes de estas últimas son: El duce pocos frutos comestibles y alimentos vegeta- paugi (Crax paugi), diferentes clases de pavos sal- les para ofrecer a los nativos, aparte de las plantas vajes (Penelope, etc), y una clase de perdiz, el pá- cultivadas, su aporte es insignificante. El más im- jaro trompetero (Psophia crepitans), el tucán y di- portante es el cogollo de la palma que juega un pa- ferentes clases de loros, entre los cuales el gran pel principal en la economía indígena. Se la obtie- guacamayo (Arara) es el más apreciado. Como re- ne de la parte alta de la palma de tarapoto tierna, gla general, todos los pájaros pequeños de la selva llamada tingíme por los Jívaros o de la copa de otra son comidos, se los mata con cerbatanas y flechas palma llamada Ihu. El cogollo de palma es rico en no envenenadas. aceite y, cuando es hervido en poca agua, produ- Por otro lado, se debe señalar que hay ciertos ce una sabrosa y alimenticia sopa; pero también animales, incluso desde el punto de vista europeo, puede ser consumido crudo. Durante sus recorri- agradables al paladar, los cuales son rechazados LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 107 por la religión de los Jívaros, o que solo pueden ser valoradas como alimento y de igual forma sus hue- comidos por ciertas personas. Es un hecho curioso, vos, que también son comidos. La iguana es consi- por ejemplo, que el inocente venado, cuya carne derada como un bocado exquisito. es comúnmente comida por los blancos, no sea En cuanto a las ranas, existen dos clases de las comida nunca por los Jívaros, quienes, por razones cuales una de ellas, que es manchada, se dice que de superstición, generalmente evitan incluso tocar es venenosa y por tanto no se la consume. La otra, su carne. Sobre el tapir, esta aseveración es válida llamada poáchi, es considerada como comestible. aunque el miedo a este animal no es igualmente Lo mismo puede decirse de un cangrejo de agua grande. Si los Jívaros en los alrededores de Macas dulce llamado uriki, y de las culebras, una que vi- matan un venado o un tapir, es importante que lo ve en el agua y que se llama tsúntsu, y otra que vi- intercambien en Macas. La piel de estos animales, ve en la selva llamada kúngu. Los Jívaros, más que sin embargo puede ser usada. Las razones de por todo, comen huevos de pescado, de ranas, una qué los Jívaros evitan el venado y el tapir serán gruesa larva llamada mukíndi que habita en lo al- mencionadas en los capítulos referentes a su reli- to de ciertas palmas y un tipo de hormiga volado- gión. ra llamada úku. Como en el caso del cerdo y de las aves, hay Como regla general, es posible establecer que muchos animales y pájaros de la selva que en al- los indígenas evitan alimentarse de todos aquellos gunos casos son comidos y en otros casos -esto es, animales cuya carne es directamente dañina o de cuando los indígenas por una razón u otra deben los que tienen ideas supersticiosas de cualquier ti- observar abstinencia ceremonial- nuevamente son po. Por tal razón, por ejemplo, los reptiles veneno- prohibidos como alimento. Dichos animales y pá- sos y otros tipos de culebras, bestias o pájaros de jaros son, por ejemplo, el sajino, el paca, el agutí y presa, buitres y la mayoría de los pájaros noctur- con respecto a pájaros el guacamayo, el tucán, el nos, son considerados inservibles como alimento. mango, el pájaro carpintero, el loro, la paloma y el Tendré oportunidad de regresar sobre este punto, pájaro sombrilla, etc. más adelante. Un tanto peculiar es la posición con respecto He hablado, en primer lugar, propiamente de al armadillo. Este es comido por personas comunes los Jívaros, pero debo añadir que muchas de las y corrientes y rechazado por los médicos brujos a mismas reglas respecto a los alimentos, prevalecen tal punto que incluso rechazan el mirar al animal. entre los indios Canelos. Sin embargo, debe seña- De nuevo, con respecto a los peces más co- larse que éstos últimos indios, actualmente más ci- munes y grandes, son valorados, principalmente vilizados que los salvajes hombres tribales, no va- aquellos como el pez sábana, el dorado o pez de cilan en comer venado o tapir, los cuales cazan en- oro, el paco o bocachupa (su nombre en español) tusiastamente. así como el pequeño bocachico, el pez más co- Sin embargo, se dan cuenta de que formal- mún en los ríos de Sud América. A más de éstos, mente ellos tienen la misma aversión hacia esos hay una gran variedad de pequeños peces simila- animales “demoníacos”, igual que los Jívaros. res a las sardinas atrapados con barbasco, también muy apreciados. En cuanto a estas diferentes clases 3. Sal y pimienta de los indígenas de peces, prevalecen similares reglas como las ob- servadas en los alimentos animales: en algunos ca- Los indígenas en su estado natural nunca usan sos, o a ciertas personas, son prohibidos como ali- sal como especia. Los indios Canelos, civilizados mento, en otros casos, nuevamente una persona en parte, han aprendido a usarla y se han acostum- puede ser recomendada para que coma un tipo es- brado a hacer largas jornadas aguas abajo del Hua- pecial de pez como veremos luego. llaga en el Amazonas para buscar sal. Para los in- A más de lo expuesto, las siguientes clases de dígenas que tienen mucha comunicación con los alimentos, algunas de las cuales, desde el punto de blancos, la sal es al mismo tiempo un importante vista europeo, son bastante peculiares, deben ser artículo de intercambio y lo mismo puede decirse mencionados. en parte de los propios Jívaros y de aquellos que Los indígenas comen la cola de pequeños la- habitan a lo largo del Upano y del alto Morona. gartos, la cual, cuando es hervida en agua, tiene un Aunque estos salvajes nunca ponen sal en su sabor semejante al pescado. Las tortugas son muy comida para sazonarla y hacerla más gustosa al 108 RAFAEL KARSTEN paladar, han desarrollado la preparación de la sal en la fuente, pero los ancianos deben colocarla en a modo de una industria. La sal para ellos tiene un los recipientes. El hervido comienza a las cinco de valor exclusivamente curativo, a la cual se le atri- la mañana y continúa sin interrupciones todo el buyen propiedades mágicas y es especialmente día y la siguiente noche hasta el amanecer. Para usada como emético. A más de esto, ellos llevan entonces, todos los recipientes deben estar llenos una especie de comercio con sal. Sus clientes ha- de sal y la cocción ha terminado. bituales son los mestizos de Macas, quienes obtie- Un Jívaro maduro tiene especiales razones nen toda la sal que consumen de sus vecinos sal- para evitar la sal. La sal es conocida por ellos co- vajes. mo un antídoto contra el veneno de las flechas y Los Jívaros obtienen su sal de ciertas fuentes los Jívaros consideran que si un hombre come sal, de agua salina en donde se la hierve y es dejada el veneno que ellos usan en sus flechas para las ca- para que se evapore gradualmente. En la parte del cerías, ya no será tan efectivo. Los niños, por otro Oriente ecuatoriano habitado por los Jívaros, exis- lado, tienen un gusto especial por la sal y cuando ten dos fuentes de este tipo, uno en la confluencia logran obtenerla pueden ser vistos comiéndola con del río Mayaiku con el Zamora, un afluente del agrado tanto como los niños de la civilización co- Santiago, y otro más hacia el este en la parte don- men azúcar. de el pequeño río Curi-Curi une sus aguas con el Sin embargo, nunca sucederá que los Jívaros Mangosiza que corre río abajo para transformarse pongan sal en sus comidas; ellos, por otro lado, en el Morona. La mayor parte de la sal que llega a consideran otra especia aún más indispensable Macas viene del río Curi-Curi. El manantial salino que tiene el nombre de pimienta indígena (Capsi- que existe aquí es pequeño y generalmente está cum), llamada himya en lenguaje Jívaro. Diferentes cubierto en su totalidad por agua sucia, lodosa y variedades de Capsicum son cultivadas por los Jí- cienagosa debido a las inundaciones. Lo primero varos y todas ellas son extremadamente fuertes. que debe hacerse entonces, cuando la sal es pre- Una variedad es tan fuerte que es usada solamen- parada, es limpiar la fuente. Con una pieza grande te para la preparación del veneno que colocan en de corteza se forma como una especie de tubo que las flechas. Si un hombre blanco frecuentemente se coloca dentro de la fuente en posición erecta, encuentra la comida de los indígenas incomible, con lo cual el agua sucia sale. Del agua pura y sa- especialmente sus sopas, esto se debe principal- lada que emerge por el tubo, se prepara la sal. mente a que es demasiado picante como para que La obtención de la sal es realmente una cere- el paladar y la garganta de un europeo resistan. monia. Se debe tener mucho cuidado, ya que Cuando los indígenas comen carne y pescado, ge- siempre hay el peligro de que la olla de barro en neralmente tienen un poco de pimienta indígena donde el agua de sal es hervida pueda romperse. hervida en un plato especial o en una hoja de plá- Cierto número de ollas de barro son arregladas en tano y comen un poco de esta especia de acuerdo una larga fila, colocadas sobre fuego hecho con al sabor. Más frecuentemente comen pimienta cru- madera de chonta. Otra clase de madera no servi- da, cogiendo unas cuantas semillas directamente ría; ya que la sal es producida dejando que el agua de la vaina. se evapore gradualmente, ésta debe ser hervida a Los indios Canelos, sin embargo, actualmente fuego lento y como el agua se evapora, las ollas entienden el uso de la sal (cachi), como una espe- deben ser llenadas nuevamente. Las ollas, sin em- cia y al mismo tiempo valoran la pimienta indíge- bargo, no pueden ser llenadas sino por un hombre na. La vasija que contiene la pimienta indígena especialmente calificado para el trabajo, es un an- hervida (utchu manga) juega una parte tan impor- ciano experimentado quien antes ha preparado u tante en las comidas de estos indígenas como la obtenido sal y se considera que tiene “buena ma- sal, pimienta común, encurtidos y otras clases de no”. Él debe vigilar todo el tiempo que el hervido especias en las mesas de las personas civilizadas. continúe, ya que si se descuida para alimentarse o beber cerveza de yuca, los tiestos pueden romper- 4. Bebidas se y la sal derramarse. Lo mismo puede suceder, de acuerdo a la creencia de los indígenas, si un hom- En la vida de los indígenas del Amazonas cier- bre inexperto llena los tiestos. Otros hombres de- tas bebidas juegan un papel tan importante como ben llevar el agua salada desde el tubo localizado la comida. La cerveza elaborada de la raíz de yu- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 109 ca es en efecto, la “bebida nacional” de estos nati- cacería, de pesca, o a la guerra, él nunca olvida vos, sin la cual ellos no pueden vivir. Esta es pre- llevar consigo una cantidad de yuca fermentada parada en la forma conocida por muchas otras tri- envuelta en hojas de plátano. Diluyendo parte de bus sudamericanas: las raíces son hervidas, una esta substancia en agua, puede preparar la bebida parte de ellas son cuidadosamente masticadas y durante la jornada, cuando lo desee, y mientras él mezcladas con saliva, el líquido es escupido en tenga su nihamánchi, él podrá trabajar sin ningún una vasija especial y mezclada con una cierta can- otro tipo de comida por varios días. tidad de yuca machacada pero no masticada, des- Exactamente lo mismo puede decirse de los pués de lo cual toda la mezcla es cuidadosamente indios Canelos quienes llaman a la cerveza de yu- movida con un palo y la vasija es cubierta con ho- ca fermentada asua. jas de plátano, mientras el contenido se fermenta. Ambas tribus también preparan una clase de El día siguiente la substancia generalmente está lo cerveza obtenida del hervido de frutas de la palma suficientemente fermentada para ser usada. Como de chontaruru. Los Jívaros sostienen una fiesta de se menciona anteriormente, se la mantiene en una chontaruru especial, la cual es celebrada al tiempo gran vasija especial de barro la cual es colocada en que la fruta de la palma de chontaruru madura en el sector femenino de las viviendas. febrero y marzo. La cerveza de yuca no puede ser preparada si- Igualmente ambas tribus conocen, después de no por las mujeres, una costumbre que las indíge- la cerveza de yuca común, un vino especial de yu- nas mismas explican diciendo que la yuca tiene ca llamado sangúcha shiki por los Jívaros y shu- “alma de mujer” (wakáni) y por lo tanto solo una tushca yacu por los indios Canelos. La forma cómo mujer puede influenciar apropiadamente a fin de el vino de yuca es preparado aparecerá en la des- que se realice la fermentación. Pero cuando la be- cripción que haré más tarde en las fiestas de los in- bida está lista, es particulamente apreciada por los dígenas Jívaros. En estas ocasiones, como veremos, hombres, sirviéndola tanto como comida o como la cerveza de yuca es preparada también para ce- bebida. Cuando el indígena sale de expedición, de remonias especiales.

Capítulo V AGRICULTURA

Las prácticas agrícolas de los indios Jívaros y te como un antecesor remoto suyo. Más aún, la Canelos se fundan en una visión animística de las costumbre de dar a las mujeres nombres de plan- plantas que ellos cultivan. Todos los árboles y tas está íntimamente ligada con esta creencia. Los plantas están animadas por espíritus. Los Jívaros Jívaros van más lejos al atribuir un sexo especial a los llaman wakáni, los indios Canelos aya o su- cada clase de plantas: algunas plantas y árboles se pai1, los cuales afectan su crecimiento y la madu- suponen que son hombres, otras, y de hecho la rez de sus frutos. Estos wakáni, aya o supai, son pa- mayoría de ellas, se suponen que son mujeres. ra los indios no otra cosa que espíritus o almas de Esta creencia explica también la división de los hombres que han fijado su residencia en las las labores agrícolas que prevalece entre los Jíva- plantas y de este modo se han convertido en sus al- ros. Aquellas plantas que son “hombres” deben ser mas. La filosofía animística de estos indios no reco- sembradas y atendidas por los hombres, mientras noce ninguna clase especial de espíritus de las que aquellas que son “mujeres” deben ser cultiva- plantas en forma distinta de lo que ocurre con los das por las mujeres. De aquellos frutos que forman espíritus de los hombres, lo mismo que no recono- la base de la alimentación de los indios, la mayo- ce espíritus particulares en los animales o en los ría son considerados femeninos. De aquí que entre objetos inanimados naturales. Solo hay una clase los Jívaros, y de hecho entre todas las tribus indias, de espíritu o demonio que habita en los hombres, la agricultura es esencialmente, aunque no exclu- animales, plantas u objetos inanimados, y el cual sivamente, una obligación del sexo femenino. puede cambiar temporal u ocasionalmente una Las siguientes plantas y árboles son cultivados forma de existencia por otra. Esta visión que desde por los indios Jívaros y Canelos; los nombres en los luego, está íntimamente conectada con la doctrina idiomas jívaro y quichua se indican con Jív. y Qu. de la transmigración de las almas, forma una ca- respectivamente: racterística de la religión de los Jívaros, lo mismo Yuca (Manihot aipi, Jiv. máma o tsanímba, que, de hecho, de la religión indígena en general. Qu. Iúmu) de muchas clases diferentes; plátano De acuerdo con la mitología de los Jívaros, todos (Jív. pa’ándama, Qu. palánda); camotes (Convolvu- los animales han sido hombres alguna vez, y aun- lus batatas. Jív. ínchi, Qu. Kumái); maní o nuez de que no hay un mito similar para las plantas, su to- tierra (Jív. nussi, Qu. ínchi); fréjoles (Jív. mika, Qu. tal animismo se apoya en la creencia de que aun poroto2); zanahoria (Daucus carota. Jív. maya, Qu. las plantas son en cierto modo humanas, en cuan- zanahoria); maíz (Jív. sháya, Qu. Sára); mandi3 (Jív. to que los espíritus que las animan han habitado sángu, Qu. mandi); una especie de camote (una alguna vez cuerpos humanos y pueden una vez planta enredadera) (Jív. kingi, Qu. papa chambo); más, para un largo período o solo incidentalmen- calabaza dulce (Jív. yui, Qu. sapallu4), la palma de te, tomar forma humana. Los Jívaros hablan a las la chonta (Jív. uí, Qu. chuntarúru), y la caña de plantas como si estuvieran dotadas de pensamien- azúcar (Jív. pa’ata, Qu. huiru). to y sentimientos humanos y cuando están intoxi- Los indios también cultivan el Capsicum o pi- cados por ciertas bebidas narcóticas -hechas de ta- mienta india (Jív. himya. Qu. útchu), la naranjilla baco y otras dos plantas narcóticas- los espíritus de (Solanum quitense, llamada narangi en ambos esas plantas se les aparecen a los indios narcotiza- idiomas), y el tomate al que los Jívaros llaman ku- dos con una forma humana definida, especialmen- kúchi. 112 RAFAEL KARSTEN

El árbol del mate (Jív. tsáppa ,Qu. pilchi) tam- animadas por un wakáni o aya masculino: el plá- bién es cultivado, pero solamente a causa de los tano, el maíz, la palma de la chonta, y las plantas platos y botellas que se obtienen de sus grandes narcóticas tabaco, Banisteria caapi, y Datura Arbo- frutos, usados por los indios en su vida diaria. rea, lo mismo que el barbasco. De las numerosas plantas cultivadas que jue- Consistentemente con esta idea encontramos, gan un papel importante en la medicina mágica y de hecho, nombres de las mujeres jívaras tales co- en las costumbres religiosas de los indios, las si- mo Máma (yuca), Inchi (camote), Nussi (maní) Ip- guientes merecen ser mencionadas: yacu (achiote) y Chiki; mientras que entre los nom- En primerísimo lugar se tiene a la planta del bres de hombres jívaros figuran Pa’andama (pláta- tabaco (Nicotiana undulata, Jív. tsángu, Qu. taba- no), Uí (palma de chonta) y Maikoa. cu) usada como planta medicinal y como narcóti- Como se señaló antes, es esencial que las co. plantas femeninas sean cultivadas por mujeres y Las otras dos bebidas narcóticas principales las masculinas por los hombres. En cualquier clase para los indios Jívaros y Canelos se preparan de la de agricultura, sin embargo, el trabajo pesado co- enredadera Banisteria caapi (Jív. natéma, Qu. aya mo derribar los árboles, limpiar el suelo, cuando se huasca) y del arbusto Datura arborea (Jív. maikoa, hacen nuevos cultivos en la selva, es hecho por los Qu. huántuc). Ambos son cultivados por los indios. hombres. Por otra parte, aunque por ejemplo el La forma como el tabaco, la natéma, y la mai- plátano es siempre sembrado por los hombres, las koa son usados se verá en descripciones posterio- mujeres más tarde toman parte en cuidar el árbol y res. cantarle canciones mágicas para que crezca rápi- Barbasco es un nombre común para ciertas damente. Puesto que la diosa de la tierra es consi- plantas venenosas que juegan un papel importante derada como mujer, las mujeres se suponen que en las prácticas de pesca de los indios. Esto se tra- siempre ejercen una influencia especial y misterio- tará en detalle en el capítulo sobre la pesca indíge- sa en el crecimiento de las plantas de cosecha. na. Todas las prácticas agrícolas de los Jívaros se Tsinsímba es el nombre de una pequeña plan- centran alrededor de la deidad particular de las ta aromática, cultivada por los indios, a la cual se mujeres, la gran Madre de la Tierra, Nungüi. Ella atribuyen poderes mágicos. Las hojas de la planta no solo ha enseñado agricultura a las mujeres sino se mastican y se mezclan con la saliva (de la mis- toda clase de trabajo doméstico y las obligaciones ma manera que las hojas del tabaco) y se les da en pertinentes a la mujer jívara casada, especialmen- ciertas fiestas a las mujeres y niños para hacerlos te cómo alimentar y atender a los animales domés- fuertes y activos. ticos principales, los puercos y las gallinas, y los Hay otra planta similar, cultivada por los Jíva- perros de caza. A fin de entender plenamente las ros, a la que llaman chikí. La raíz de la planta se costumbres jívaras relacionadas con la agricultura, calienta en una olla de barro a medio llenar junto parece por lo tanto necesario conocer el mito de la con algunas hojas de tabaco y se les da como be- Madre de la Tierra, Nungüi. bida a las mujeres en su fiesta. Esta bebida tiene En los capítulos sobre los mitos de los Jívaros efectos vomitivos y se supone que purifica el estó- relataré este mito de lleno. Aquí es necesario men- mago de la mujer. cionar solo los puntos principales. Entre las plantas mágicas cultivadas por los Jí- Nungüi, la Madre de la Tierra, es el ser al cual varos y los Canelos, debe reconocerse también el los Jívaros adoran como el creador de ese impor- arbusto achiote (Bixa orellana; Jív. ipyácu, Qu. tante segmento de la cultura jívara representado mandurú), la fruta que suministra el tinte rojo que por la mujer. En tiempos muy antiguos, se nos di- los indios usan para pintarse la cara y el cuerpo. ce, los Jívaros no conocían ninguna de las plantas De las plantas mencionadas arriba, las si- y frutos que hoy cultivan y no tenían nada para co- guientes son consideradas “mujeres”, esto es, ani- mer. En esa época vivía una mujer Jívara llamada madas por un wakáni o aya femenino: la yuca, el Ungucha. Al estar recorriendo la orilla del río en camote, la zanahoria, el fréjol, el maní, la papa busca de comida se encontró con la Madre de la dulce, el mandí, la calabaza, el árbol del mate, la Tierra Nungüi y le pidió yuca. Nungüi le dio cerve- tsinbimba, el chikí, y el achitote; mientras que las za de yuca ya fabricada en una olla de barro, le dio siguientes son consideradas “hombres”, esto es sus plantaciones ya trabajadas y sembradas de yu- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 113 ca, plátano, camote, maíz, maní y todas las otras el significado general que esta fiesta tiene. Aquí, frutas que los Jívaros cultivan ahora, ella le dio to- sin embargo, tanto como sea posible, trataré de sus da clase de caza ya preparada. Todo ello le fue da- prácticas agrícolas separadamente de la fiesta del do a Ungucha gratuitamente, sin que ella tuviera tabaco, que será descrita con todo detalle más tar- que trabajar. Pero Ungucha se portó ingrata e hizo de. pedidos injustos a Nungüi, de tal manera que al fi- La más importante de las plantas domésticas nal ella le abandonó y se retiró al interior de la tie- es la yuca y cuando se hacen nuevos plantíos de rra donde ella vive hasta hoy. Ahora, los Jívaros hu- yuca para una fiesta, el trabajo se hace con cere- bieran sufrido nuevamente de hambruna después monias especiales. que la Madre de la Tierra los dejó. Pero ella ya les Para sembrar la yuca, se cortan dos pedazos había enseñado la agricultura, a hacer plantacio- de tallo del tubérculo de más o menos diez pulga- nes y sembrar semillas, y los frutos crecieron de das de largo, y se los fija en el suelo en una posi- ellos mismos a su debido tiempo. ción oblicua cerca el uno del otro. Tales estacas de Nungüi es todavía adorada como la gran Ma- yuca se siembran en todo el campo a distancias de dre de la Tierra por las mujeres jívaras; la palabra una o dos yardas entre sí. La planta produce frutos Nungüi se deriva de la misma raíz que la palabra en alrededor de seis meses. núnga, “tierra”. Cuando se hacen nuevos plantíos, El trabajo pesado, como se señaló antes, es cuando se siembran las plantas, las mujeres no de- hecho por los hombres, quienes derriban los árbo- jan de invocar, con canciones especiales, a Nungüi les, despejan y nivelan el terreno selecionado para y también a su mítico esposo Shakaéma quien an- el nuevo plantío, un trabajo extremadamente pesa- teriormente hacía el mismo trabajo agrícola que do que toma un tiempo largo. Este era especial- los hombres jívaros hacen todavía, o sea, despejar mente el caso cuando antiguamente los indios te- el terreno para hacer nuevos plantíos. Al tiempo de nían solo hachas de piedra y cuchillos de madera la fiesta de las “mujeres”, o en alguna otra ocasión, de chonta para usarlos para despejar la selva vir- las jívaras casadas beben el narcótico natéma, gen, antes de hacer los plantíos. Después de esto, Nungüi a continuación se les aparece en sueños y comienza el trabajo de las mujeres, las que prepa- les enseña cómo cuidar de los campos a fin de que ran definitivamente el terreno para sembrar. sean muy fértiles. Cuando las cosechas fallan por La joven jívara, en cuyo honor se celebra la la sequía o por cualquier causa y la hambruna fiesta, es ayudada en su trabajo por una mujer de amenaza a los Jívaros, Nungüi se aparece de nue- más edad, quien a la vez conducirá las ceremonias vo a las mujeres en sueños consolándolas: “Uste- en la fiesta que se aproxima y es llamada whuéa. des no morirán, los campos prosperarán y de nue- Más aún, su madre, hermanas y otros parientes fe- vo les darán alimentos”. meninos que vivían en la misma casa, generalmen- He mencionado que se supone que existe una te toman parte en la plantación. conexión intrínseca entre la mujer y las plantas Para comenzar la ceremonia, la anciana que cultiva, asimismo se cree que ejerce una in- (whuéa) trae una pértiga o estaca hecha trabajosa- fluencia particular sobre los animales domésticos mente de la madera de palma de chonta. Con esta confiados a su cuidado. Esto es especialmente cier- pértiga, que se llama shingi, primero se hacen hue- to tratándose de una mujer casada. Cuando un jí- cos en el terreno para fijar los tallos de la yuca. Es- varo se casa y tiene que fundar una nueva familia, tos últimos al comienzo del trabajo, son amonto- hacer nuevos plantíos y criar animales domésticos, nados en un extremo del nuevo plantío. Cerca de puercos, pollos y perros de caza, su primera acción los tallos, la pértiga de chonta es fijada bien en el es hacer una fiesta especial para su joven compa- terreno por la whuéa. A cada mujer se le suminis- ñera, mediante la cual de una manera misteriosa, tra una yuca en plena madurez sobre la que ella se poder y habilidad le son impartidas para hacer sienta al sembrar. La mujer que hace la fiesta y sus frente a sus futuras obligaciones. Esta fiesta, cerca- ayudantes también están pintadas de rojo en la ca- na en importancia a la fiesta de la cabeza reduci- ra con achiote (Bixa orellana), y tienen franjas ro- da, la fiesta más grande de los Jívaros, se llama jas en los senos y en la espalda. Noa Tsángu, o sea “la fiesta del tabaco de las mu- Antes de proceder al trabajo, las mujeres se jeres”. Para entender plenamente las ideas que los sientan alrededor del montón de tallos de yuca, Jívaros tienen de la agricultura, es necesario saber cantando primero a los tallos y después a Nungüi 114 RAFAEL KARSTEN misma, llamándola para que esté presente y les cada planta de yuca, debe ser llamada en orden ayude en el trabajo: por su nombre para asegurar una buena cosecha. Cuando los cantos se terminan, las mujeres “No toques los tallos con mano dura, proceden a sembrar los tallos. Uno de ellos, el pri- lentamente, con cuidado tú los puedes tocar. mero que la mujer que se prepara para la fiesta Aunque los hemos cortado con el hierro de los blancos plantará en el terreno, es sacado y pintado de rojo puede que ellos no lo tomen a mal; con achiote. En una olla pequeña de barro la solo para cortar los pedazos hemos usado el cuchillo. whuéa ha preparado algo de jugo de tabaco, mas- Puede ser que ello no haga daño, ojalá que ustedes crez- ticando las hojas y mezclándolas bien con la sali- can bien. va. La whuéa da de beber en primer lugar una pe- Ojalá que ustedes. den abundantes frutos”, etc. queña cantidad de esta bebida a la más joven de las mujeres. Aquella, que está reclinada para el tra- A continuación sigue el canto a Nungüi. Ade- bajo, tiene su yuca colocada en la unión entre la más del montón de tallo y el shingi, hay un tercer pierna y la pantorrilla. La whuéa ahora la toma por objeto sagrado. Este es un pedruzco redondo de la muñeca y guía su mano hacia la estaca de chon- color rojo o marrón, que claramente ha sido halla- ta, con la cual ella lenta y cautelosamente, hace un do en algún lugar del terreno. Las mujeres jívaras, hueco en la tierra. Inmediatamente después, la sin embargo, fingen haberlo conseguido de alguna whuéa guía su mano hacia el tallo de yuca, pinta- extraña manera. La misma Nungüi lo ha dado a do de rojo con achiote, que lo mantiene en la ma- una mujer en un sueño, mientras estaba intoxicada no, y lo hace colocar en el hueco con el mismo con el narcótico natéma, a fin de que tuviera suer- cuidado. Aun en la última operación, la whuéa te en la agricultura. Esta piedra maravillosa se lla- sostiene su brazo por la muñeca. ma nantára y se la considera el símbolo especial de Una vez que el primer tallo de yuca ha sido Nungüi, que contiene su alma y a la vez el alma de ceremoniosamente colocado en el terreno, la tarea la yuca (tsanimba wakáni). La piedra, por lo tanto, de sembrar es continuada en la forma común por se supone que tiene el poder para hacer compare- las mujeres, cada una de las cuales se sienta sobre cer a Nungüi para que ayude en el trabajo y, por la yuca que se le ha dado, o la sostiene entre la consiguiente, de hacer que la yuca crezca bien. La pierna y la pantorilla en la misma forma que la pri- nantára se cubre con un mate vuelto hacia arriba y mera mujer. las mujeres se sientan alrededor, cantando la can- Después que el trabajo se termina, la anciana ción de Nungüi: coloca bien en el terreno la pértiga de chonta en el extremo del campo, donde es dejado. La idea es “Siendo hijas de Nungüi, las mujeres vamos a sembrar. que así como el shingi está firmemente plantado Nungüi, ven y ayúdanos, ¡ven y ayúdanos! en el terreno, la yuca que las mujeres han sembra- ¿No eres, no eres nuestra madre? do crezca fuerte y sin molestias. Todavía les queda ¿No somos nosotras tus hijas? a las mujeres, sin embargo, el cantar a la misma ¿A quién acudiremos? shingi. Sentadas alrededor de la pértiga, cantan la Nosotras solo vemos madera y colinas. siguiente canción por la cual, al mismo tiempo, Tu eres la única que puede ayudarnos, Nungüi y su esposo Shakaëma son “despertados” a a nosotras que vamos a sembrar la fruta”. fin de que puedan tomar nota del plantío recién hecho y promuevan el crecimiento de la cosecha. En el siguiente canto, las mujeres mencionan Este canto en lenguaje Jívaro es como sigue: todas las diferentes clases de yuca que los Jívaros conocen y cultivan, es decir: la apáchi máma5, Shingi wairu tu tahei chiángrapo tsanimba, huambángtsi tsanimba, par- Sacando la tierra con el shingi hemos hecho el trabajo máchi tsanimba, wambuchára tsanimba, kapán- (de plantar) dinyu tsanimba, chachira tsanimba, nungüimera tu aweiru shindyantámryá Así hemos escavado en la tierra para despertarte tsanimba, sukimáma, sütinyu tsanimba, mukúndra tu tahei, ty tahei. tsanimba, ikiáncharna tsanimba, suamára tsanim- Así lo hemos hecho, así Io hemos hecho. ba, kanüsara tsanimba, y ayándkashi tsanimba. Ca- Nungüi, noachi assana da clase de yuca o más bien el alma (Wakáni) de Siendo hijas de Nungüi, la mujer, LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 115 huí tu tahei, tu tahei Más aún, hay un peligro especial amenazan- así aquí lo hemos hecho. do el joven plantío y que procede de las maquina- Mamankutú untsuaheitá, ciones de los brujos malignos. Si un doctor brujo Ojalá tú multipliques nuestra cosecha de yuca shindyantamryá, shindyantamryá. de una familia o de una tribu enemiga viene a ver ¡despierta, despierta! la nueva plantación, se pone celoso, la mira con Aishirú kutú, tsukahei vaityá, un ojo maligno (tuna hi issama), y lanza una mal- Querido esposo yo misma estoy con hambre dición para que todo quede echado a perder: aishirú kutú, tsukamá “He mirado el shingi que ellos han fijado en esposo mío, mi niño, también tiene hambre el extremo del campo. Ojalá que todo se eche a Shindyantamryá, Despierta, despierta, perder. Ojalá que todo el plantío se pudra. Ojalá wari kureitkurá que se torne en selva. Ojalá que nada crezca en él, rápido, aparécete”. de tal manera que ellos no tengan nada para co- mer”. Este cántico se entona con la misma melodía A fin de contrarrestar los efectos de esta mal- de las otras canciones mágicas al momento de dición y del ojo maligno del brujo, las mujeres sembrar. Un ejemplo de ella se dará más adelante. también entonan canciones mágicas mientras cul- El shingi, como se nota, se usa no solo para tivan las plantas. hacer los huecos en los cuales se plantan los tallos Próximo a la yuca, el plátano es la fruta más de la yuca, sino también con la intención de des- importante que se siembra para una fiesta del taba- pertar, por la excavación, a la misma Nungüi y su co. Los retoños de la planta se colocan dentro del esposo, quienes se supone que viven en la tierra. terreno por intermedio de los hombres, o sea, por Cuando las mujeres regresan a la casa, cada el esposo de la mujer ayudado por otros parientes una lleva en una cesta (changina) la yuca en la masculinos, sin ceremonias de ninguna clase. El cual se sentó al plantar. La yuca es enseguida coci- éxito del trabajo, sin embargo, el crecimiento rápi- nada y comida por las mujeres, quienes al comer- do y la fructificación del plantío, dependen en gran la no tocan el alimento con los dedos como gene- parte de la observancia estricta de las reglas de die- ralmente se hace, sino que usan palillos para co- ta las cuales se imponen tanto al marido como a su mer. esposa. Por algún tiempo la mujer que es la dueña de Después de que el Jívaro ha sembrado el plá- la plantación y está preparándose para la fiesta del tano, él, aún más, se cuida de no beber guayusa tabaco, además de observar las reglas dietéticas por algún tiempo o de no lavarse la boca con este mencionadas arriba, tiene cuidado de no beber el tónico, en la creencia de que si lo hace las raíces fuerte tónico guayusa (preparado de las hojas del de las plantas se pudrirán. Lo mismo pasaría si se Ilex), que los Jívaros usan como un vomitivo y pa- pintase la cara o la cabeza con genipa (sua), la cual ra lavarse la boca. Si ella toma guayusa, la tierna por lo tanto evita usar. plantación de yuca podría secarse. Lo mismo suce- Los Jívaros también tratan de promover el cre- dería si ella saborea el aguardiente de los blancos. cimiento de los plátanos mediante canciones má- Tampoco la mujer, después del trabajo de plantar, gicas, dirigidas a Shakaëma, el esposo de Nungüi. se pinta la cara con sua (genipa). La pintura negra Esto, sin embargo, no se efectúa al momento de la preparada de esta fruta es muy astringente y haría siembra, sino algunos meses después, cuando el por lo tanto que la yuca se secara. Algunas Jívaras plátano ha crecido a un buen tamaño. Tanto muje- se cuidan de soltar las bandas de algodón (llama- res como hombres cantan, sentados dentro del das patáki), que usualmente tienen atadas alrede- plantío. El cántico se refiere no solo al plátano, “el dor de sus brazos superiores. Si el brazo está atado hijo de tumba”, sino también a la yuca, por enton- con estas bandas, la yuca igualmente puede resul- ces a medio crecer; de aquí que además de Sha- tar “atada”, de tal modo que no puede crecer y de- kaëma, Nungüi es también mencionada en él. sarrollarse. El cántico que es cantado con la misma melo- Posteriomente, cuando las mujeres atienden día que el último, dice como sigue: al nuevo plantío de yuca y lo deshierban, ellas igualmente entonan canciones mágicas a Nungüi y al espíritu de la yuca. 116 RAFAEL KARSTEN

“Tumbá uchiru apuhkahei siembra de fréjoles, maní y maíz especialmente en El hijo de tumba que he sembrado lo que concierne al ayuno. Por el momento, es ne- pingera ahásahei, cesario mencionar ciertas otras costumbres conec- alegremente he puesto el retoño en el terreno tadas con la hechura de nuevos plantíos, las que se Shakaëma aismanguchi, aismangú, efectúan cuando el trabajo ha sido hecho en gran Shakaëma, hombre en la tierra, escala para una fiesta aramú ityursan tsapaicheindyá, Cuando todo el trabajo de sembrar y plantar ¡por qué no promueves mi plantío! tsapaicheindyá, tsapaicheindyá. se ha terminado, las mujeres ejecutan ciertas cere- ¿Por qué no lo haces crecer, por qué no lo haces florecer? monias en la casa, que consisten en bailar y can- Tumbäru, waiari, waiari, tar, a fin de lograr que los nuevos campos crezcan Mi plantío de tumba7 pronto hazlo crecer bien y aseguren una buena cosecha. Durante cin- Winchúra, waiari, waiari; co noches sucesivas, desde el anochecer hasta el mi plátano, pronto, pronto hazlo desarrollar amanecer, realizan una danza circular llamada pan’dmachiru, pan’dmachiru Ihiámbrama, en la casa de la mujer principal (o mi campito de plátano, sea, la mujer que hará la fiesta), vistiendo trajes de ityursán tsapaicheindyá fiesta y sonajeros alrededor de la cintura y ento- ¿Por qué no lo haces tú florecer? nando cánticos a Nungüi y su esposo Shakaëma. Nungüi noachina, noana, Estos cánticos son en gran parte los mismos usados A Nungüi también, la mujer, le cantamos: al sembrar el platío y se los canta también más tar- wambagrúra8, waiairi, waiari, nuestra siembra de yuca ¡rápido, rápido haz crecer! de, en la misma gran fiesta de la fertilidad, la Noa Shakaëma, aishmanguna, apusa, Tsangu. A Shakaëma, el esposo, también, quien sembró el pláta- El siguiente es un ejemplo de estos cánticos: no pingera, tsapaitsi, tsapaitsi, Kashi ningi ¡hazlo crecer alegremente, hazlo florecer! “En la noche cantamos, Winchura, waiari, waiari. Nungüi noa assana, ¡Mi campo de plátano, rápido hazlo crecer! siendo hijas de Nungüi, la mujer, Araki, ituyursan tsapaicheindya, Nungüi noachina: mi siembra por qué no la haces próspera. A Nungüi, la mujer le cantamos Iryarkamrus má, ityursanginú mama untsuaheita, Habiendo despejado alegremente el terreno, Multiplica la yuca, tsapaicheindya, tsapaicheindya. inchi untsuaheita, ¡Por qué no lo haces tú florecer!” multiplica el camote, nussi untsuaheita, Una mujer jívara que se está preparando para multiplica el maní, una fiesta del tabaco generalmente siembra tam- kingi untsuaheita, multiplica las patatas, bién camote (inchi), zanahoria (maya), la clase de sangu untsuaheita, patatas llamada kingí, fréjoles (mika), maní (nussi), multiplica el sangu, y el tubérculo llamado sangu. Además, el hombre ashi, ashi untsuaheita. debe sembrar maíz (shaya). De estas plantas, los ¡todo, todo, multiplícalo! fréjoles, el maní y el maíz son de especial interés a Nungüi, noa assan kutú causa de las reglas concernientes al ayuno al que siendo hijas de Nungüi, la mujer, están obligados los hombres o las mujeres después we imya untsumarahei, de la siembra y la cual debe ser observada tanto si Nosotras así, la hemos llamado la siembra es hecha para una fiesta del tabaco o Nungüi noachina, noana, no. Varios plantíos de yuca, plátano, fréjoles, ma- A Nungüi, la mujer, ní, maíz, y así en adelante, son por supuesto fre- arutama nunganuma, cuentemente hechos por los indios sin tener, espe- la anciana que vive en la tierra, Nungüi noana tu tihei: cialmente que ver con ninguna fiesta. a Nungüi, la mujer, así le hemos cantado: Expondré un relato de las prácticas que los in- yurumgachi úntsuaheita, dios Jívaros y los Canelos observan durante la Pronto multiplica tú nuestras cosechas, LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 117

mamankutú úntsuaheita, ivyar sanmunmá: multiplica nuestra cosecha de yuca, que has despejado el terreno inchikutú úntsuaheita, imya untsumárahei: multiplica nuestra cosecha de camote, así te hemos llamado nussikutú úntsuaheita, Mamankutú úntsuaheita, multiplica nuestra cosecha de maní, Multiplica nuestra cosecha de yuca, sangu, sangu, úntsuaheita, inchikutú úntsuaheita, multiplica nuestra cosecha de sangu, multiplica nuestra cosecha de camote, ashi úntsuaheita. nussikutú úntsuaheita, miltiplícalo todo multiplica nuestra cosecha de maní, Shakaëma aishmanguchi, ashí, ashí úntsuaheita. Shakaëma, el esposo, también ¡multiplícalo todo, todo! amisha húi úntsuaheita, ¡Ojalá que multipliques las cosechas! Los cánticos mencionados arriba se cantan Amisha ni, kambungisa, con la siguiente melodía la que es predominante Tú también que has derribado los árboles en todos los cánticos agrícolas de los Jívaros: 118 RAFAEL KARSTEN

Otros cánticos, entonados en la misma oca- Esta canción mágica sigue así: sión y en conexión con la danza, son dirigidos contra ciertos enemigos de los nuevos plantíos, las Katipichi, pand’machiru, ratas, los conejos y otros roedores, que se comen “Pequeña rata, mi cosecha de plátano, los retoños tiernos o desentierran las semillas pues- katipichi, inchichiru tas en los campos de fréjoles, maníes y el maíz. pequeña rata, mi cosecha de camote, Las plantas sin embargo, son infestadas más takarseipya, takarseipya. ¡no la toques, no la toques! por estos enemigos en un período posterior, o ha- mamanchiru takarseipya, blando más estrictamente, cuando las frutas están Mi pequeña cosecha de yuca, no la toques, madurando. Las ratas, entonces, dañan especial- takarseipya, takarseipya mente los campos de yuca, plátano y camote. A fin no la toques, no la toques! de alejar este peligro y proteger las cosechas, las Winya mamaru, mujeres jívaras realizan la siguiente ceremonia. Mi campo de yuca. Ellas toman la cáscara de una yuca que haya sido Winya pand’maru. comida por las ratas y ponen alguna ceniza en Mi campo de plátano. ellas. Sobre esta cáscara ellas ponen la cáscara de Winya inchiru, un plátano que haya sido roído por las ratas, junto Mi campo de camote, con algunas cenizas. Finalmente, sobre estas cás- takarseipya, takarseipya, caras ponen una tercera cáscara de camote, roída ¡no los toques, no los toques! Yapamikipya, por los mismos roedores, siendo también rociada No te comas mi cosecha en las noches, la cáscara con cenizas. Luego colocan todo en una Yapamikipa. olla de barro vieja y rota (llamada hakáchi). Las ¡no te la comas en la noche!” mujeres ahora forman un anillo alrededor de la olla de barro que contiene las cáscaras de las tres La melodía usada para la danza, es la siguien- frutas y comienzan a bailar, cantando una especie te: de conjuro o canción mágica para expulsar las ra- tas. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 119

Después que la danza termina, la olla de ba- pescados wambi (en español bocachupa) y el silu- rro rota con las cáscaras de las frutas que contine ro (nápi). es arrojada hacia la selva. Ahora se cree que las ra- Estas reglas de dieta se basan en las siguientes tas dejarán el plantío sin molestarlo más. ideas: El pelo del mono aullador y de la ardilla es Respecto a la ceremonia precisamente descri- amarillo rojizo, como si hubiese sido quemado por ta arriba, debe mencionarse que los Jívaros hacen el sol. Si las mujeres comen la carne de estos ani- uso de ollas rotas de barro (hakáchi) en ciertos ri- males después de sembrar maní, las nuevas plan- tos catárticos, cuando quieren deshacerse de algo tas pronto estarán también del mismo color amari- peligroso, impuro y detestable. Las cenizas, por su llo rojizo, esto es, que serán quemadas por el sol y parte, son consideradas como antídoto contra los muertas por la sequía. Si las mujeres comen los in- espíritus malignos. testinos de varios animales, las plantas pronto cae- Entre los indios Jívaros y Canelos, el maní, el rán divididas en pequeños pedazos y se echarán a fréjol, el maíz, son sembrados con cuidado espe- perder. Lo mismo ocurrirá si ellas comen cosas que cial, y los hombres o mujeres que hacen el trabajo fluyen, o que fácilmente se derriten y desvanecen, deben a continuación observar ciertas reglas estric- como la sangre, la grasa del chancho y el jugo dul- tas en su dieta, aun cuando la siembra no haya si- ce de la caña o las que son de una consistencia do hecha particulamente para una fiesta. Esto pa- muy suelta, de tal modo que se disuelven fácil- rece deberse al hecho de que las plantas mencio- mente, como renacuajos, ovas de pescado y la car- nadas son más delicadas que otras plantas domés- ne del cangrejo y los caracoles. Las plantas tendrán ticas, siendo las siembras fácilmente dañadas o falta de consistencia, se disolverán y se echarán a echadas a perder por varias causas. perder. Por la misma razón, las mujeres deben abs- Cuando se siembra maní, las mujeres jívaras tenerse de comer el palmito, el cual consta de fi- que toman parte en el trabajo tienen sus caras pin- bras sueltas que se despedazan con facilidad. tadas de rojo con achiote, franjas transversales ro- Que a las mujeres se les prohiba comer el pez jas también se pintan sobre y debajo del pecho y wámbi, se debe al hecho de que este pez tiene co- en la espalda. Más aún, cada semilla puesta en el la y aletas rojas, aunque el resto de él es entera- terreno es pintada de rojo con el mismo tinte. Si mente blanco. Los Jívaros se imaginan que las ho- uno pregunta la razón de esta práctica, los Jívaros jas de las tiernas plantas pronto se volverán del solo contestan que es una costumbre recibida de mismo color rojo que tienen las aletas y la cola del sus antepasados, que cuando se siembra maní tan- pez, y se secarán. to las mismas mujeres como las semillas deben ser A su vez, el grande y fuerte napi es un pez pintadas de rojo en esta forma. De otra manera la muy vigoroso, cuando se lo agarra, se agita violen- planta no florecerá. tamente y es difícil de dominar. Si la mujer come Cuando el trabajo se termina, las mujeres eje- de este pez después de haber sembrado, la semilla cutan en la casa durante cinco noches sucesivas la no tendrá reposo y no será capaz de crecer tran- danza ihiambrama, entonando canciones mágicas quilamente, sino que será continuamente perturba- a Nungüi, en igual forma que después de la siem- da por algunos enemigos (animales, vientos fuer- bra de yuca. Igualmente, se entonan cánticos para tes, etc.) y consecuentemente echada a perder.9 evitar que las ratas dañen los nuevos plantíos. Cuando las mujeres jívaras han sembrado los Por algunos meses después, o hasta que la fréjoles, ellas están sujetas a las mismas reglas de planta casi ha alcanzado su crecimiento definitivo, dieta por algunos meses después, o hasta que la las mujeres tienen que observar las siguientes re- cosecha esté bién desarrollada y comience a dar glas dietéticas. No se les permite comer la carne frutos. del mono aullador (yákuma) ni la de la ardilla (ku- Restricciones similares respecto a la alimenta- námbi); ni deben comer los intestinos (ambúhe) de ción se imponen a los hombres después que han ningún animal, ni la sangre o la grasa del chancho, sembrado el maíz. Así, ellos no comen pimienta renacuajos (wambúcha), ovas de pescado, un can- india (himya), porque de otro modo el maíz se vol- grejo que vive en agua dulce llamado uríki, cara- verá rojo y de calidad inferior. La pimienta india coles (tsúntsu), tampoco masticar azúcar. De vege- (Capsicum), como se la conoce bien, es de color tales, están prohibidas de comer palmito (ihu). En rojo. Ellos se abstienen de comer la larva mukíndi, cuanto a peces, no deben comer los dos grandes que vive en los cogollos de ciertas palmas, porque 120 RAFAEL KARSTEN si lo hacen el maíz será infestado con gusanos. yuca caerá en pedazos y se echará a perder. Por la Ellos, inclusive, se abstienen de masticar caña de misma razón, ella se abstiene durante el mismo pe- azúcar, porque en ese caso el maíz se pudrirá, y de ríodo, de afilar un cuchillo con una piedra; ni par- comer el cogollo de la palma llamada tunduáma, te la leña con un hacha, sino que usa un gran cu- porque si lo comen, las tusas del maíz se tornarán chillo (machete). Si ella tocó el hacha, la yuca no vacías (sin granos) debido a los efectos de vientos crecerá gruesa sino delgada como el cabo del ha- violentos. cha. En cuanto a la siembra del maíz, debo men- Así mismo, cuando los hombres han plantado cionar que los Jívaros anteriormente acostumbra- el plátano, por ocho días se abstienen de comer ban introducir las semillas con el mismo cuidado plátano asado, ya que de otra manera la fruta del que todavía se usa con la yuca, los árboles eran de- nuevo plantío crecerá muy delgada y pequeña. rribados en primer lugar, el terreno despejado y los Tampoco se bañan en el río durante los ocho días, plantíos hechos elaboradamente. Aún una pértiga so pena de que la nueva plantación absorva mu- de chonta se emplea para hacer los huecos en el cha agua y se pudre. terreno y se observan las mismas ceremonias que Cuando las mujeres canelos han sembrado al plantar la yuca. Este modo de plantar el maíz to- maníes (inchi) y fréjoles, se cuidan de no saborear davía prevalece entre los indios Canelos. Por otro cosas dulces, aguardiente y otros licores fuertes, la lado, los Jívaros de nuestros días simplemente arro- grasa de los chanchos, la sangre, los intestinos de jan la semilla en el pedazo de selva elegido para los animales, un caracol que vive en el agua (chú- hacer la plantación y la dejan crecer, sin despejar ru) y un gusano gordo o larva llamado túku, que vi- previamente el terreno. No es sino más tarde, ve en el cogollo de cierta palma y que generalmen- cuando la planta tiene una longitud de más o me- te comen los indios. Si la mujer viola estas reglas, nos 20 ó 30 cm, que los árboles son derribados. los maníes y los fréjoles crecerán muy pequeños, o Los troncos sin embargo, no son removidos sino la cosecha toda se echará a perder; ellas tienen dejados en el campo, puesto que ellos protegen a también cuidado de no comer cierto pescado lla- la nueva plantación de los huracanes violentos que mado náchi que tiene dientes muy agudos y come de no hacerlo así podrían destruirlos semillas duras y almendras. Si la mujer come este Cuando el maíz está maduro, la planta es fre- pez, la nueva cosecha estará infestada por ratas y cuentemente infestada por gusanos que entran a conejos. Por la misma razón no come ardillas ni la las cabezas de las mazorcas bajo las hojas y se co- guatusa (agouti), roedores que son grandes enemi- men la fruta. Los indios Jívaros y Canelos tratan en- gos de los plantíos de los indios, o las loras, que si- tonces de exterminar los gusanos de la siguiente milarmente tienen un pico agudo y comen semillas manera: Toman una mazorca que esté especial- de cualquier clase. mente infestada con gusanos, ponen algunas hojas Habiendo sembrado maníes, la mujer canelo de tabaco mascado junto con algo de Capsicum o también se abstiene de comer y tocar la carne de pimienta india a su alrededor, envuelven toda la venado, lo mismo que la del oso hocicudo (Nasua cosa con algunas otras hojas y se llevan el bulto a rufa). Si come la carne de estos animales, o al me- la casa, donde es colgado al humo del fuego. Aquí nos la toca con sus manos, una cierta hormiga que el bulto es dejado por algún tiempo, hasta que es- los indios Canelos llaman rahuai añangu, “la hor- té completamente seco y a medio consumir, des- miga sangre” infestará las siembras. El venado era pués de los cual es arrojado lejos. Por este proce- anteriormente, y el oso hocicudo lo es todavía, en dimiento los gusanos se supone que desaparecen la mente de estos indios, un animal demoniaco. de toda la plantación. Todas estas precauciones se observan por dos Las reglas de precaución observadas por los a tres meses, hasta que la nueva plantación haya indios Canelos en relación con la agricultura, difie- crecido y esté bien desarrollada. ren en algunos detalles de los que están en boga Cuando los hombres han sembrado el maíz, entre los Jívaros. Cuando en Canelos, una mujer ha ellos también están sujetos por un par de meses a sembrado yuca, se abstiene por ocho días de tocar ciertas reglas de precaución. No comen palmito una escoba para barrer la casa. Toda la suciedad y (yúyu), pues de otro modo el maíz crecerá muy pe- los desperdicios se dejan intocados hasta que ha- queño, ni la larva túku, porque entonces las nue- yan pasado los ocho días. Si ella limpió la casa, la vas plantas se pudrirán, pues el túku, pudre el co- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 121 gollo de las palmas en las que viven. Similarmente amasada sobre la planta, lo que tendrá el efecto de se abstienen de comer los roedores dañinos, el hacer más fuerte el veneno del barbasco. agouti y la ardilla. Ni tampoco comen un pez gran- Cuando los hombres jívaros tienen que sem- de llamado hándya el cual tiene dientes muy agu- brar las plantas narcóticas natéma y maikoa, se dos, porque entonces algunos roedores se comerán abstienen por algunos días antes de cohabitar con el maíz. Cuando un indio canelo ha estado ausen- sus esposas. Cuando se dedican al trabajo de sem- te cazando y retorna a su casa con algunas aves, él brar, ellos deben ser “castos como jóvenes”, de se cuida de no desplumarlas en la selva o en el ca- otro modo la planta se secará pronto. Esta costum- mino, sino que las lleva a su casa con plumas y to- bre es observada en algunos eventos por algunos do. Los hombres mismos no pueden desplumarlas; jívaros. Otros, en cambio, me han asegurado que esto lo hacen las mujeres o los niños de la casa. Si ellos no observan reglas de precaución particulares el hombre mismo despluma los pájaros, las hojas en conexión con tales siembras. del maíz se harán pedazos igual que las plumas del Cuando las mujeres indias han plantado el ár- pájaro y la plantación se echará a perder. Respec- bol del mate, ellas luego se golpean con sus manos to de una clase de pájaro carpintero, llamado chi- los senos, en la creencia de que así la fruta de este li, se considera necesario que sea desplumado en árbol crecerá grande como los senos de las muje- la misma plantación de maíz, donde se dejan en- res. Cuando el árbol se ha hecho grande, las muje- tonces las plumas. Cuando posteriormente el hom- res de Canelos tienen la costumbre de colgar las bre que ha sembrado el maíz y capturado al pája- conchas de los caracoles de la selva (llamado chú- ro va a la plantación y ve las plumas, inmediata- ru) de las ramas, a fin de que produzca frutas gran- mente toma la precaución de ennegrecer sus ma- des y abundantes. nos con carbón y, más aún, hace movimientos co- Todas las reglas concernientes al ayuno men- mo de cortar con cuchillo a todo el ruedo de ellas. cionadas arriba se originan en una idea especial Al haber visto las plumas puede parecer como si él profundamente enraizada en la mente de los in- mismo hubiera desplumado al pájaro, y la precau- dios de quienes tratamos. No solamente ellos ción mencionada contrarrestará las malignas con- creen que un hombre, al comer ciertos animales o secuencias derivadas de ello. vegetales, puede adquirir las características y cua- Aun ciertas plantas que no sirven como ali- lidades de ese animal o vegetal, aun en detalles mento, pero que se las cultiva para otros propósi- mínimos, están firmemente convencidos de que tos, requieren que la persona que las ha sembrado, existe una tan íntima relación entre un hombre y el antes o después, observe ciertas reglas respecto de trabajo que realiza o ha realizado recién que sus su modo de vida. propias cualidades, tanto las esenciales como las Cuando entre los indios Jívaros y Canelos los usuales y las temporalmente adquiridas a través de hombres plantan el barbasco, posteriormente se comer ciertos alimentos o de otras maneras, pue- abstienen de comer los intestinos y la sangre de los den literalmente ser transferidas al objeto o al re- animales. También se les prohibe comer el peque- sultado de su trabajo. Un hombre, en el sentido ño pez llamado sáchma, beber licores fuertes co- más real de la palabra, pone algo de su alma en el mo el aguardiente, la guayusa y el narcótico naté- trabajo que hace y los efectos de esta entrega se ma (aya huasca). Ellos no pueden tocar la sangre hacen sentir todavía por algún tiempo después de del agouti ni despellejar ese animal o sacarle los que el trabajo se termina. Otros numerosos ejem- intestinos. El plátano asado no lo comen; en tal ca- plos de la industria doméstica de los indios ya han so el barbasco se secará. Los intestinos de los ani- sido mencionados, los cuales ilustran esta visión y males -también partes como los pulmones, el cora- otros serán aquí mencionados. Una costumbre co- zón, el hígado- no se pueden comer porque la mo la couvade, por ejemplo, que ocurre entre los planta se pudriría. El aguardiente, la guayusa y el Jívaros en una forma interesante, se apoya en ideas natéma no los pueden beber porque estas bebidas similares. fuertes tendrían efectos dañinos sobre la planta. Estas reglas deben observarse hasta que el Notas barbasco esté a medio crecer. Después de que los 1 En el lenguaje Quichua, aya significa alma, mientras indios han puesto los retoños en la tierra, ellos es- que supai significa demonio. Todos los supai son aya, cupen tabaco mascado y esparcen pimienta india 122 RAFAEL KARSTEN

pero todos los aya no son supai. De acuerdo con las 7 Los Jívaros aquí poéticamente hablan de tumba, el an- ideas de los indios Canelos, las plantas venenosas -por cestro mítico del plátano, como si ellos cultivaran tam- ejemplo aquella con la que se prepara veneno para fle- bién esa planta. chas- y las plantas con extraordinarias y fuertes propie- 8 Wambagrúra y winchúra: expresiones poéticas para dades están animadas por supai, el resto de ellas por los campos de yuca y plátano, en lugar de mamáru aya. (mamanchiru) y pand’máru (pandmachiru). 2 Español: poroto. 9 Vale la pena mencionar que, cuando entre los Jívaros 3 Una planta que produce una fruta similar a la yuca. nace una criatura, el padre y la madre por algún tiem- 4 Español: zapallo. po posterior se abstienen de comer el pez napi por la 5 “La yuca de los blancos”. misma razón, de otra manera el delicado recién naci- 6 Es decir, Shakaëma, el esposo de Nungüí, a quien las do estaría cansado y no obtendría descanso. mujeres invocan como a su propio esposo. Capítulo VI LA CAZA

Después de la agricultura, la caza y la pesca portantes ingredientes es el alcaloide venenoso en- son el principal medio de subsistencia de los in- contrado en muchas especies de Strychnos. Los in- dios ecuatorianos. Las selvas vírgenes del Amazo- dios Macusi de la Guayana son los mejores fabri- nas occidental son en general ricas en caza, excep- cantes de veneno para flechas en Sud América y es to en aquellas partes que se ubican en las cerca- posible que este invento, uno de los más ingenio- nías de los asentamientos de los indios donde, de- sos de la gente salvaje, fuera originalmente traspa- bido a la pertinaz persecución de los cazadores, es sado a los indios del territorio amazónico. Como más escasa. Igualmente los ríos abundan en peces, quiera que esto pueda ser, debe afirmarse cuanto y de hecho podrían dar la mitad de su cantidad de antes que aun en el Oriente de Ecuador y Perú los alimento si se dedicaran a la pesca más de lo que venenos curare difieren considerablemente; puede actualmente hacen. En este capítulo solo me refie- que incluso existan venenos para flecha que no sa- ro a las prácticas de caza de los indios. bemos con certeza si se los puede llamar curare, Además de armas de fuego, las que actual- por ejemplo el usado por los salvajes Avishiris que mente son conocidas por la mayoría de las tribus, viven en la región del río Curaray y su afluente el la lanza y la cerbatana son los implementos de ca- Villano. De acuerdo con las aseveraciones de los za más importantes de los indios ecuatorianos. La recogedores de caucho que han tenido mucho lanza se usa para matar a la caza como el tapir, el contacto con esta tribu poco conocida, su veneno cerdo salvaje, y el venado, así como a las bestias para flechas es excelentemente efectivo, y sus cer- como el jaguar y el oso. Con la cerbatana y las fle- batanas, que las he visto por mí mismo, son de un chas envenenadas los indios cazan aves, monos y tipo que difiere grandemente de las usadas por otros cuadrúpedos más pequeños. otras tribus indias en el Oriente de Ecuador. En ge- Para cazar grandes piezas y animales más pe- neral, el veneno para flechas usados por los indios queños, los indios comúnmente emplean perros de de estas regiones es muy poco conocido, de modo una raza cruzada especial, los que son criados con que la información que pude obtener sobre esto en gran cuidado. Este es particularmente el caso de uso entre los indios Canelos y los Jívaros del Pasta- los Jívaros, que tienen el hábito de celebrar una za, aunque incompleta desde un punto de vista far- gran fiesta en honor de sus perros, llamada la “fies- macéutico, puede considerarse de gran interés. ta de los perros”, por la cual se supone que se les Si bien, todas las tribus indias del Amazonas imparte fuerza y habilidad para rastrear y perseguir usan veneno en las flechas, solo unas pocas de la caza. ellas lo fabrican. La mayoría de ellas lo obtienen Especial interés existe en conexión con la fle- por intermedio del comercio intertribal. Esto es en cha venenosa que usan los indios, respecto de la verdad bastante natural, si se considera que los in- cual recibí la siguiente información. gredientes vegetales necesarios para su prepara- ción no pueden ser obtenidos en todos los lugares 1. La flecha venenosa aun de la Sud América tropical. Pero también de- bería recordarse que la preparación del veneno pa- Los venenos para las flechas venenosas que ra las flechas es considerado por los indios como usan los indios del Amazonas occidental parecen un secreto que requiere gran habilidad y experien- pertenecer a la clase conocida por el nombre ge- cia y, por lo tanto, está necesariamente reservado a neral de curare, de los cuales uno de los más im- 124 RAFAEL KARSTEN

ciertas tribus, o más bien a individuos de ciertas tri- bus, que hacen de ello una profesión. Así como hay tribus particularmente habilitadas para hacer alfarería, así también hay fabricantes profesionales de veneno que guardan celosamente el secreto de su arte. Otras tribus puede que preparen el veneno, pero ellas no saben cómo hacerlo suficientemente efectivo y por lo tanto prefieren comprarlo a sus vecinos o a otras tribus que fabrican un veneno mucho más fuerte. Más aún, una tribu puede que sea particularmente famosa por su veneno, si en ella surge un fabricante de veneno que adquiere mayor habilidad en ese arte que los demás. El fa- bricante profesional de veneno es una especie de hechicero y tiene la misma posición social de un hombre que practica la medicina; los otros miem- bros de la tribu, por regla general, no conocen na- da de sus secretos. Esto me fue particularmente se- ñalado por un médico en Canelos y por los Jívaros del Pastaza. Los indios Canelos, o más bien algunos de ellos, son bastante hábiles en la preparación del veneno para flechas y lo hacen objeto de una for- Ilustración XXII. 1. Dos Jívaros jóvenes armados con lanza ma de comercio con las tribus vecinas. Sin embar- go, ellos con frecuencia compran una clase más fuerte de una tribu semicivilizada a orillas del Hua- llaga, al sur del Marañón, a la que ellos llaman Chasutas y cuyos miembros tienen renombre como hábiles fabricantes de veneno. Estos, lo mismo que los Ticunas, otra tribu del Amazonas, son -o lo fue- ron anteriormente-, los principales fabricantes de veneno en la región del Amazonas superior. Los in- dios Canelos tratan de imitar a los Chasutas, pero ellos me confesaron que no son capaces de hacer un veneno de igual fuerza porque, como dijeron, “los Chasutas mezclan ciertos otros ingredientes en su veneno que mantienen en secreto y que tal vez no todos existen en nuestro territorio”. De acuerdo con Chantre y Herrera, el fuerte veneno de los Ti- cuna se hacía de “más de 30 hierbas, frutas y raí- ces”1 y alrededor del mismo número de vegetales se usan en la preparación del veneno de los indios Canelos. Naturalmente, para ser capaces de estudiar con propiedad el veneno para flechas de los in- dios, uno necesita ser, no solo un etnólogo, sino también un botánico y farmacéutico, ya que no soy un experto en el último de estos aspectos, mi Ilustración XXII. 2. Un indio Canelo cazando con bodoquera estudio del veneno para flechas de los indios, será imperfecto. Solamente en casos excepcionales he tenido la capacidad para identificar científicamen- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 125 te las plantas que los indios usan para este propó- Los indios del Napo y algunos de los Canelos sito. Como regla, pude dar solamente sus nombres llaman a su veneno de flecha ticúna, porque ante- en el lenguaje de los indios y una corta y general riormente ellos lo obtenían de los indios Ticuna del descripción -verbi gratia si se trata de una parra, un Amazonas. arbusto, un árbol grande, y demás- lo mismo que Huasca es el nombre quichua de una enreda- la información necesaria para obtener un veneno dera o liana; rúya significa un árbol grande con un para flechas efectivo. Aun así, creo que he hecho tronco recto, mientras que cáspi es un nombre más un buen servicio a estudiantes futuros del veneno general para un arbusto o un árbol. Múyu es la fru- para flechas de los indios, puesto que un experto ta de un árbol o la semilla de una planta; cára sig- botánico, guiado por mi información y la de los in- nifica la corteza de un árbol. dios, fácilmente obtendrá el material necesario pa- Los siguientes árboles y plantas con sus nom- ra sus investigaciones. Considerando lo muy im- bres quichuas son los usados por los indios de Ca- perfecto del conocimiento que al presente tienen nelos para fabricar su veneno de flechas: los químicos y fisiólogos de los ingredientes vege- tales con los cuales, por ejemplo, el así llamado Barbáscu veneno curare, está compuesto, yo solamente pue- do esperar que algún experto botánico, apropiada- Este nombre incluye dos o tres diferentes mente entrenado, pueda alguna vez tener oportu- plantas que también se usan en la pesca, ya que los nidad de estudiar este asunto en el sitio. Sería tam- peces quedan aturdidos con el jugo venenoso ex- bién muy importante obtener y traer a casa, no so- traído de las raíces. La planta para el veneno de fle- lamente como hasta ahora, muestras del veneno chas es probablemente cracca toxicaría, un peque- preparado, sino de todos los vegetales diversos con ño arbusto leguminoso que contiene un alcaloide los que las diferentes tribus lo preparan y hacerlos llamado rotidona. A fin de obtener el jugo, la raíz examinar separadamente. Solo en esta forma pue- es molida con un mazo especial y hervida por un de establecerse, por ejemplo, qué ingredientes tie- rato en una olla destinada a este fin; cuando el ve- nen realmente efectos prácticos, y cuáles son usa- neno es extraído, las raíces se quitan dejando el lí- dos tal vez por razones de superstición. quido. Primero haré un relato del modo de preparar Hámbi lállu el veneno para flechas entre los indios Canelos. Estos indios preparan su veneno con 25 ó 30 Es una mata silvestre, sus ponzoñosas propie- ingredientes diferentes, todos los cuales se obtie- dades se obtienen como sigue: se corta un pedazo nen del mundo vegetal. De éstos anoto más abajo, del tallo, se descorteza y el tallo desnudo es moli- los más importantes. Mi informante indio, aunque do y puesto a hervir por algunas horas. él también es un fabricante de veneno, declaró que escasamente hay un indio que de memoria pueda Pála huásca enumerar todas las plantas que se requieren para preparar el veneno para las flechas. Al deambular Es una liana grande y chata, de alrededor de por la selva en busca de los materiales necesarios, 12 a 15 cm. de ancho que trepa agarrándose a los ellos recogen poco a poco, en conversaciones en- grandes árboles de la selva virgen. A causa de su tre ellos, las diferentes parras, raíces, hierbas y achatamiento se la llama la liana pála. Un pedazo otras plantas que producirán el resultado deseado. del tallo se corta, se lo muele con piedras y es her- Los indios Canelos, lo mismo que otros indios vido por más o menos dos horas en una olla espe- quichua hablantes del Oriente ecuatoriano, llaman cial . al veneno pucúna hámbi. Pucúna es el nombre de la cerbatana con la que se disparan las flechas en- Cáñu huásca venenadas; hámbi es el nombre general de una medicina mágica a la cual se atribuyen poderes so- Una liana de aproximadamente el mismo ta- brenaturales (debidos a la presencia de un espíritu maño de la pála huásca. A lo largo de la mitad de o demonio). El nombre hambi se aplica tanto a esta liana corre un canal hondo del cual toma su drogas o medicinas reales obtenidas del mundo nombre (cáñu = canal). El cáñu huásca se prepara vegetal como a los venenos de las flechas. en la misma forma que la pála huásca. 126 RAFAEL KARSTEN

Payángshi Lispúngu múyu

Es una liana grande y amarillenta que se arras- Lispúngu es el nombre de un árbol alto y tra debajo de la tierra. Un pequeño retoño que grueso de la selva, con una fruta de aproximada- emerge de la tierra denuncia su presencia. Se pre- mente el tamaño de la del árbol del mate. La fruta para en la misma forma que las lianas ya mencio- se corta, las pequeñas semillas se sacan, se las nadas, es decir, cortando un pedazo del tallo, mo- muele y se las hierve separadamente en una olla liéndolo e hirviéndolo. especial. Entonces, el líquido se filtra a través de un pedazo de tela y la esencia se exprime cuidado- llúchi samente.

Es un arbusto pequeño. Hay dos especies, que Hámbi múyu se diferencian en el tamaño. El más grande se lla- ma hátun ilúchi2 de aproximadamente 1,5 m. el De esta planta hay tres especies de las que más pequeño, llamado uchilla ilúchi, de aproxima- dos se emplean para obtener el veneno de flechas. damente 0,5 a 1m. de largo. La raíz de ambos es La una es un árbol llamado hátum hámbimüyu, el usada; la corteza no es útil, se la quita raspándola otro es un arbusto llamado uchilla hámbi múyu; de y se la bota; la substancia amarilla de debajo se sa- ambos se usa la fruta roja y comparativamente pe- ca y se la hierve por un rato. queña. Al preparar el hátun hámbi múyu, la fruta se abre cortándola, sus semillas se sacan y se las Tunishpa huásca (tunishpa = “mezclada”) muele. Una cantidad considerable de esta semilla molida, digamos un pote pequeño de madera lle- Es un arbusto que debe su nombre a su seme- no, se hierve en una olla especial, luego se la filtra janza con el arbusto ilúchi. Cuando se usa para ve- y la esencia que es blanca, se la exprime igual que neno de flechas la corteza del tallo se raspa y se la en el caso del lispúngu múyu. hierve. Al usar el uchilla hámbi múyu se abre la pe- queña fruta cortándola, las semillas se sacan y se Apa huásca (ápa = “viejo, anciano”) muelen.

Es una liana grande que se prepara en igual Tarapútu cara forma que la pala y la cañu huásca. Es una parra cuyas hojas son similares a las de Cüílin Huásca (cüílin es un pájaro de la fami- la palma tarapoto. Hay algunas variedades de esta lia de los Tucanes). parra y todas ellas se usan para preparar el veneno de flechas. La corteza negra se raspa, para des- Es una liana pequeña de alrededor de 3 a 4 prenderla de la parra, con un cuchillo hasta obte- cm. de diámetro y se la prepara en la misma forma ner la cantidad deseada, entonces se la hierve. que la ápa huásca y las otras lianas. Cicuánga caspi “el árbol del tucán” (cicuánga = tu- Hámbi huásca cán) Es una liana larga y gruesa que trepa agarrán- Es un árbol bello y alto. Una cierta cantidad dose a los árboles más grandes de la selva virgen. de la corteza se quita raspándola y se la hierve. En su parte más alta es más gruesa que en la base; las partes más gruesas del tallo son usadas espe- Hámbi cára cáspi cialmente. Una cantidad de pedazos pequeños son cortados por los indios ya que es un trabajo bastan- Un arbusto pequeño. La corteza se quita ras- te pesado. Estos pedazos se preparan en la forma pándola y se prepara exactamente en la misma for- usual, es decir, triturados con garrotes y hervidos ma que la cicuánga caspi. por un rato en una olla pequeña. Los pedazos de madera se sacan dejando el líquido. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 127

Yána hámbi cáspi la preparación del veneno para flechas. La corteza del tallo se quita, se limpia cuidadosamente y lue- Es un arbusto pequeño. Su raíz se utiliza tritu- go se hierve. rándola con un garrote e hirviéndola, igual que se hace con la corteza del hámbi cára caspi y otros Pála pánga rúya arbustos. Un arbusto pequeño del cual se usan las raí- Chilíca cáspi ces. Se toman hasta 10 raíces, se separan las fibras pequeñas y se hierven en una olla especial a fuego Un árbol grande. La corteza se saca raspándo- lento por un largo tiempo, aproximadamente dos la y se prepara en la misma forma que los anterio- días; se obtiene un líquido ponzoñoso concentra- res. do.

Chíhun cáspi Huaránga quihua

Un arbusto. La raíz se corta en pedazos pe- Una planta pequeña de la cual se hierven las queños y se los hierve por aproximadamente me- raíces. dio día en una olla especial, hasta que su jugo ve- nenoso se deposite libre en la forma de un concen- Hámbi útchu (pimienta india Capsicum) trado. Los indios cultivan diferentes clases de capsi- Ahuiríngri caspi cum. La llamada hámbi útchu es pequeña, de co- lor amarillo y tan fuerte que no puede ser usada como condimento. Se la usa exclusivamente para preparar el veneno de flechas. La fruta entera se hierve por un rato y entonces se la amasa.

Matíri útchu, otra especie de Capsicum

Este es un árbol más grande que el hámbi út- chu, de color rojo, y es también usado como con- dimento. Cuando se lo usa para fabricar el veneno de flechas, las semillas se sacan, se amasan y se hierven en poca agua. De estos líquidos y masas, casi todos, después Fig. 3. Olla de barro para conservar el veneno de hervirlos por separado, son puestos juntos en para flechas. Canelos. una olla grande para una hervida posterior. El arbusto del jenjibre (Zingiber officinale). La Las excepciones son: raíz se limpia y se la hierve por aproximadamente Hámbi huásca dos horas.

Hámbi pahuága El líquido obtenido se evapora en un fuego pequeño hasta que quede solamente un pequeño Un árbol grande. La gruesa corteza se arranca concentrado y éste se derrama en la olla grande de del tallo, se tritura con piedras y se la hierve. poco en poco.

Mándi Uchilla hámbi múyu

Hay dos especies de esta planta. La una es pe- De la cual las semillas molidas se colocan en queña con frutas y hojas comestibles y es cultiva- la olla grande sin ser hervidas primero. da por los indios Canelos por su valor alimenticio. Después de aprender así a conocer las diver- La otra, es grande y ponzoñosa y solo se la usa en sas plantas que proporcionan los ingredientes ne- 128 RAFAEL KARSTEN cesarios para el veneno de flechas, debemos exa- quienes llevan también hasta ahí las diferentes minar más de cerca cómo se prepara el veneno y plantas requeridas que ya están a medio preparar. qué ideas tienen los indios asociadas con él. La preparación requiere un período de ocho El cocinero del veneno no es un especialista días en total. Los primeros dos días son para la pre- en medicina ordinario, él es, no obstante, un he- paración del material, ya que como hemos visto, chicero, puesto que, como veremos aquí, la prepa- las numerosas plantas, raíces y lianas tienen prime- ración del veneno es una especie de ceremonia ro que ser limpiadas, descortezadas, amasadas y mágica o religiosa. Es claro que el veneno solo así sucesivamente. Este trabajo preliminar es hecho puede ser preparado por un hombre que posea los en su mayoría en el primer refugio y, como ya se necesarios conocimientos y experiencia. Entre los mencionó, aun los muchachos ayudan en él. indios Canelos, los que cocinan el veneno son ge- La cocción puede hacerse únicamente duran- neralmente dos hombres, ambos mayores en edad, te las noches y el combustible usado, solo debe quienes saben cómo influir en los particulares de- provenir de la madera dura de la palma de la chon- monios activos de las plantas venenosas. La prepa- ta; solo así se cree que el veneno será efectivo. Al ración no puede tener lugar en la casa, sino solo en anochecer del segundo día, los fuegos se encien- la selva, donde los hechiceros pueden entrar en den, el hervido comienza y continúa toda la noche comunicación directa con los espíritus de las plan- hasta el amanecer. Nada más se hace durante ese tas. Similarmente, las ollas en las que los ingre- día, pero a la siguiente noche la cocción continúa. dientes ponzoñosos se hierven deben ser especial- Después que el veneno ha hervido así por dos no- mente hechas para el propósito por los mismos co- ches consecutivas, hay un intervalo de dos días y cineros. Las ollas que han sido usadas antes con dos noches, durante el cual no se le toca. Luego la otros fines, por ejemplo para cocinar alimentos, no cocción comienza de nuevo y continúa por dos servirán. Ollas de cocina también serían inservi- noches sucesivas, a fin de lo cual el hervido está bles a causa de la sal que los indios Canelos ponen terminado y el veneno listo. en sus alimentos, porque la sal es considerada co- Durante la totalidad del hervido solo se man- mo un antídoto para el veneno y no debe hacer tiene encendido un pequeño fuego, el proceso de- contacto con él. be ser lento y gradual. Cuando se hierven juntos Los que cocinan el veneno se preparan para diversos venenos en la gran olla, el hervido es he- su trabajo ayunando el día anterior, siéndoles per- cho sobre un fuego lento, hasta que parte del líqui- mitido únicamente comer plátano verde asado sin do se evapora y se hace tan espeso como el jarabe sal. Tampoco pueden tener intercambio sexual con o la miel. El color del veneno de flechas, cuando sus esposas. está ya hervido, es café obscuro. La cocción tiene lugar en un refugio hecho Todo este tiempo los cocineros permanecen con hojas de palma en el interior de la selva, a un en la selva. Ellos tienen que ayunar estrictamente día y medio de camino desde la casa. A una corta siéndoles permitido comer solo dos plátanos al día distancia de este refugio, en dirección a la casa, sin sal; se les permite también beber cerveza de hay otro refugio. Este último puede ser visitado por yuca. Este alimento, sin embargo, debe consumir- otros hombres y aun por muchachos que ayudan se en el primer refugio, al cual es traído por un en el trabajo acarreando las ollas y el combustible, hombre; en el refugio donde se realiza la cocción especialmente trayendo la enorme carga de mate- ellos no pueden comer o beber nada. Si no ayunan rial de lianas de toda clase, raíces, frutas y cortezas estrictamente y, particularmente, si comen sal o de las cuales se prepara el veneno. Al segundo re- cosas dulces, el veneno será inefectivo. Durante la fugio, donde se efectua el cocinado, solo los dos cocción, los cocineros cantan conjuros y cancio- cocineros pueden entrar. Las mujeres a su vez es- nes mágicas por las cuales los demonios (supai) de tán estrictamente prohibidas de acercarse a cual- las plantas venenosas son requeridos e influencia- quiera de los dos refugios, y deben mantenerse le- dos favorablemente. Además de esto, ellos pueden jos del trabajo, tanto como sea posible. hablar solo cuando sea absolutamente necesario y Cuatro vasijas de barro grandes y nuevas, co- entonces deben hablar en voz baja. mo las usadas para fermentar la cerveza de yuca, Los días en que los cocineros no se dedican a son necesarias para el hervido. Estas son llevadas hervir el veneno, están ocupados fabricando las al segundo refugio por los que cocinan el veneno, flechas con las cuales se usará aquel. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 129

Ellos están estrictamente prohibidos de tener envenenada, se disuelve una pequeña cantidad de relaciones sexuales con mujeres y a estas últimas, sal en agua y se le da a beber. Los indios aseguran como se señaló antes, no se les permite ni aproxi- que en este caso los efectos dañinos del veneno no marse al lugar donde la importante ceremonia se aparecerán. efectúa. Si una mujer se acerca, el veneno será Lo mismo es cierto respecto del azúcar. Los completamente echado a perder, y si la mujer tie- verdaderos cazadores entre los Jívaros y los indios ne un bebé de brazos en su casa, él morirá. El reti- Canelos se abstienen por completo de mascar azú- ro de los cocineros a la selva se debe en parte pa- car y de comer cosas dulces, porque creen que ra estar seguros contra la curiosidad de las muje- perderán su poder para agarrar animales y pájaros res. de la selva con flechas envenenadas. Los indios creen que cada una de las plantas Solamente animales comestibles pueden ser usadas para preparar el veneno de flechas está ha- derribados con flechas envenenadas. Si algún ani- bilitada por un espíritu o demonio (supai) al que mal “demoníaco” o de algún otro tipo de reptil o deben sus propiedades ponzoñosas. Es este demo- ave sin valor -por ej. un gallinazo o una serpiente- nio quien mata a la víctima cuando la flecha vene- es disparado con ellas, el veneno perderá comple- nosa perfora su cuerpo. A esto se debe que el ve- tamente su eficacia y será imposible atrapar caza neno de flechas sea también llamado supai hámbi, alguna con él. “la medicina del demonio”. El espíritu que habita El veneno actúa solamente cuando entra en la en las plantas es influido, como si fuera “desarro- corriente sanguínea provocando una coagulación llado”, compelido a concentrar su poder, por la instantánea y una parálisis de los músculos, y los manera en que el veneno es preparado, y por los indios se dan cuenta de que -al igual que pasa con conjuros y canciones mágicas pronunciadas, del el veneno de las serpientes- se desparrama rápida- mismo modo que, por ejemplo, el espíritu de la mente alrededor de todo el cuerpo a través de la planta de la yuca es concentrado en la cerveza de circulación de la sangre. Si el veneno no penetra yuca por la fermentación. Los cocineros del vene- en la sangre no causa la muerte, por lo menos no no están firmemente convencidos de este hecho, y con tanta rapidez; aun más, es posible tragar una las precauciones que ellos observan, al igual que pequeña cantidad de él sin riesgo, a condición de el secretismo con el cual encubren sus operacio- que la persona que lo haga no tenga herida alguna nes, se deben presisamente a esta creencia. El es- de la boca o en los intestinos. Cuando el indio Ca- píritu que es conjurado y obligado está muy dis- nelo compra veneno y quiere probar si es activo y gustado y trata de dañar a los domadores. Los ga- fuerte, se pone algo de él sobre la lengua, para for- ses ponzoñosos que emanan de la olla de hervir marse una opinión de su calidad a través del sa- son una expresión del disgusto del atormentado bor3. demonio. Los cocineros tratan de evitar, tanto co- Los Jívaros que viven sobre el Pastaza medio mo sea posible, inhalar los vapores dañinos los y los que viven en el Morona Superior también me cuales, ellos aseguran, los enfermarían. Cuando re- dieron alguna información sobre su veneno para gresan al hogar desde la selva, ellos están, de he- flechas. cho, pálidos y débiles, se comportan como si estu- Las lianas y arbustos usados por ellos son los vieran más o menos enfermos a causa del contac- siguientes, que expongo con sus nombres jívaros: to que han tenido con los demonios de los vene- nos. Es probable, sin embargo, que su estado débil 1. Yarrier: una de las lianas más grandes de la se deba más al ayuno estricto que a los efectos de selva virgen (probablemente idéntica a la ta- los vapores venenosos. rapútu cara de los indios Canelos). Una cier- Tan pronto como el veneno está listo, se prue- ta cantidad de la corteza se raspa con un cu- ba su eficacia en una rana, a la cual se le dispara chillo y es hervida en una vasija junto con una flecha envenenada. Si la rana muere pronto, es otros ingredientes venenosos. una prueba de que el veneno es fuerte, ya que las 2. Yariráhua; 3. Tsaueímera; 4. Papúra; 5. Nu- ranas son tenaces para morir. páma; 6. Machápi; todas son lianas gruesas La sal y el azúcar son antídotos del veneno o, de más o menos el mismo tamaño de la Ya- de cualquier modo, son considerados así. Si un in- rrier acabada de nombrar. Todas ellas son dio ha sido accidentalmente herido con una flecha 130 RAFAEL KARSTEN

preparadas en la misma forma, una cantidad de la corteza es raspada y hervida con los in- gredientes venenosos obtenidos de las otras plantas. 3. Páingis es una liana más pequeña de alrede- dor de 2 a 3 cm. de diámetro. Se la prepara de la misma manera que las otras lianas. 4. Eímera es un arbusto silvestre pequeño. Los Jívaros usan su raíz, raspando algo de la cor- teza que lo cubre, y luego preparándola de la misma manera que las cortezas obtenidas de otras plantas. 5. Yeistseása (seása = veneno) es otro pequeño arbusto con propiedades venenosas. Una cantidad de la corteza se quita del tallo y se la golpea con piedras. El jugo es así exprimi- do de ella y luego hervido. 6. Tachira es igualmente un arbusto. La corteza se raspa del tallo y se la hierve junto con el resto de los venenos.

Estas son las diez plantas usadas por los Jíva- ros del Pastaza para preparar el veneno de flechas. Ilustración XXIII. 1. Dos jóvenes jívaros desnudos y listos No tengo dudas de que algunas de ellas son idén- para cruzar el río a nado. El de la derecha tiene el pene hacia arri- ticas a las lianas y arbustos usados por los indios ba y al lado de la cintura con un cordón

Ilustración XXIII. 2. Hombres jívaros de la región del Upano Ilustración XXIII. 3. El arbusto del achiote (Bixa Orellana), con el que se hace la más común pintura roja de los indios LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 131

Canelos para el mismo propósito y uno o más de cocinar los venenos. El demonio, al ser coerciona- ellos es probablemente de la especie Strychnos. do y contrariado por los conjuros del hombre mé- Sin embargo, es notable como están diferentemen- dico, está muy disgustado y trata de vengarse de su te compuestos los venenos curare de estas dos tri- atormentador. Este disgusto se expresa en los vapo- bus vecinas. Los indios Canelos mezclan muchos res venenosos que surgen de la olla. El ayuno al más ingredientes vegetales en su veneno de flechas que se somete el cocinero, tanto como ciertas pre- que los Achuaras y por lo demás parecen preparar- cauciones, se dirigen a protegerse del maligno de- lo con mayor cuidado. Como quiera que esto sea, monio. Así, por ejemplo, antes de que comience a el veneno de los Achuaras también tenía la fama cocinar, divide su pelo en las tres colas que se de ser fuerte y activo, y los indios Canelos no solo acostumbra entre los Jívaros y que se cree refuer- compraban cerbatanas de sus vecinos salvajes sino zan el poder de un hombre para resistir a los espí- que también apreciaban su veneno. ritus malignos. Por la misma razón, él se pinta la Es evidente que muchas de las plantas usadas cara de rojo con el achiote y se rellena los aguje- para el propósito por los indios Canelos no crecen ros de su nariz con algodón para así evitar inhalar en el país de los Achuaras y viceversa. Aun dentro los gases tóxicos. Cuando el cocinero regresa a ca- de un área comparativamente limitada, como el sa en la noche, todavía está acosado por el demo- Oriente ecuatoriano, el mundo vegetal varía en al- nio quien le chupa en los hombros, el pecho y la go, de modo que es natural que los venenos de fle- espalda, y lo atormenta en la noche con pesadillas chas varíen también. y alucinaciones, por lo tanto, aun el siguiente día, El método de preparación empleado por los él está obligado a hacer dieta y observar otras re- Achuaras difiere algo del acostumbrado entre los glas de abstinencia. Él toma agua de tabaco repeti- indios Canelos; los primeros siempre preparan el damente y come solo plátanos hervidos en agua y veneno en la selva, pero la cocción solo toma un amasados, igual que en los dos días previos. Cuan- día. Así que el líquido se evapora gradualmente, la do come, no toca el alimento con sus dedos sino parte sólida se quita y el residuo es hervido más que se provee de palillos como para no degradar aún a fuego lento, hasta que solo quede una pe- los alimentos y exponerse a peligros. También evi- queña cantidad de un concentrado espeso. En ta dormir con su mujer y pasa la primera noche en cuanto a lo demás, muchos de los detalles son los el departamento para hombres tangámasha. mismos que aprendimos con referencia a los in- Cuando el veneno está, listo se prueba su efi- dios Canelos. La olla usada para la preparación de- cacia en un tucán. Un muchacho pequeño es en- be ser absolutamente nueva y no empleada previa- viado a la selva e imita el chillido de un tucán he- mente para ningún otro propósito. El combustible rido de muerte por una flecha. En esta forma, los usado para el fuego debe ser madera de chonta. indios creen, el veneno será efectivo y suficiente- Los cocineros se preparan para el trabajo ayunan- mente fuerte para matar tucanes y otras aves de la do por un día; ellos comen solo unos pocos pláta- selva. nos hervidos en agua y amasados, toman agua de Ciertos animales y aves demoniacos, como tabaco en dosis repetidas. Ellos tienen también que serpientes, el oso hocicudo, los gallinazos, búhos observar abstinencia sexual. El día en que perma- y halcones, no son nunca disparados con flechas necen en la selva cocinando el veneno, no comen venenosas. El veneno en ese caso perdería total- absolutamente nada. A ninguna mujer se le permi- mente su eficacia y llegaría a ser imposible matar te acercarse al refugio donde se cocina el veneno. con él animales y pájaros comestibles. Los anima- Si una mujer llega ahí, se expone a sí misma a pe- les mencionados, debe entenderse, son particular- ligros sobrenaturales y el veneno se echará a per- mente detestados por los Jívaros, porque creen que der enteramente. Lo mismo sucedería si el cocine- los doctores brujos tienen el hábito de enviar sus ro come sal o cosas dulces, o si tales cosas entran flechas mágicas por intermedio de estos animales. en contacto con la olla en que se hierve el veneno. Esta superstición de los Jívaros será tratada más a Los Jívaros tienen las mismas ideas que los in- fondo en los capítulos sobre su religión. dios Canelos respecto de la naturaleza de las plan- Tampoco en nuestros días se usan las flechas tas venenosas y del veneno preparado; en cada envenenadas en las guerras de los indios. Si un ser planta hay un espíritu o alma (wakáni) que origina humano es asesinado con una flecha envenenada, su crecimiento y al que se lo influye y desarrolla al 132 RAFAEL KARSTEN ese veneno no puede ser usado más para cazar servando ciertas reglas de precaución. Él no sale animales, si comen un animal cazado con ese ve- de su casa, sino que permanece en su cama (peá- neno, tomará el mismo sabor de la carne humana ka) en el lugar asignado a los hombres, calentando y ningún jívaro se atrevería a tocarla. sus piernas cerca del fuego como acostumbran ha- Si el veneno de flechas se guarda por un largo cer los Jívaros cuando están en un estado de impu- tiempo y está expuesto a la humedad, que es más reza ceremonial. Su alimento consiste, como siem- o menos el caso en el clima tropical, fácilmente pre, en plátanos verdes amasados, y cuando come pierde su eficacia original y puede, aún más, llegar usa un palillo en vez de sus dedos. Si no hace es- a ser totalmente inservible. Los indios sin embargo, trictamente el ayuno, y si no es cauto en otros as- saben cómo mejorar tal veneno volviéndolo a her- pectos, los nuevos ingredientes no se mezclarán vir y mezclándolo con ciertos ingredientes nuevos. apropiadamente con los viejos y el veneno no será Aun los indios Jívaros -por ejemplo las tribus del mejorado. Upano- que no preparan por sí mismos su veneno Algunas palabras pueden ser añadidas con para flechas sino que lo compran de otras tribus, respecto a las flechas usadas con el veneno y la saben cómo hacer de nuevo eficaz un veneno vie- cerbatana con la que ellas se disparan. Las flechas jo e inservible. Entre los indios del Upano se usan no presentan similitud con las flechas largas ordi- los siguientes dos ingredientes para este fin: narias, conocidas en la mayoría de las tribus suda- mericanas y que se disparan con un arco, un tipo Seása kunápi. Kunápi (en quichua tzigta) de arma enteramente desconocido por los Jívaros. La flecha o dardo es un pedazo de madera largo y Un arbusto del cual hay varias especies. Algu- delgado extraído de la madera dura de la palma de nas de ellas son solo ligeramente ponzoñosas y son la chonta y algo parecida a un palillo de tejer. usadas por los indios como medicinas ordinarias. La cerbatana, llamada pucuna por los indios Una cierta cantidad de la corteza es raspada y her- Canelos quichua hablantes y úmi por los Jívaros, es vida en agua y la infusión así obtenida se usa co- de alrededor de 2,5 a 3 m. de largo y redonda co- mo un remedio para el catarro, dolor de cabeza y mo el caño de un mosquete, aunque un poco más otras enfermedades. La especie que los indios lla- grueso. Su fabricación requiere gran habilidad y, man seása kunápi es más venenosa que las otras y como lo he establecido antes, es fabricado sola- se usa exclusivamente para mejorar el veneno pa- mente por unas pocas tribus Jívaras y las restantes ra flechas. La corteza del arbusto es hervida y el lí- las obtienen por intercambio. Los indios Canelos, quido ponzoñoso se extrae igual según se acos- aunque ellos mismos hacen el veneno, no hacen tumbra con respecto a otras plantas usadas en la las cerbatanas, pero las compran de los Achuaras preparación del veneno. del Pastaza o de la tribu Jívara que vive sobre el Arapicos. La cerbatana es hecha de la madera du- Ambi ra de la chonta y usualmente de esa chonta parti- cularmente fuerte que cultivan los indios, la espe- (En quichua pucúna útchu), pimienta india cie Guilielma que también produce el chontaruru, (Capsicum) de la variedad particularmente fuerte y fruta muy apreciada. La cerbatana consiste en dos venenosa que los indios Canelos también usan co- mitades que se labran separadamente y luego se mo un ingrediente para el veneno de flechas. unen por medio de fibra de corteza. Finalmente, el El viejo y seco veneno de flechas es reducido tubo se lo recubre con una capa de cera negra (se- a polvo o triturado en pequeños pedazos y hervido káta) obtenida de abejas salvajes y cuidadosamen- con los nuevos ingredientes en una olla pequeña te pulida, con tanto arte y habilidad que sería im- por todo un día, de modo que forman un compues- posible para una persona no iniciada saber que to químico, que entonces se deja cuajar y espesar. ella consiste de dos piezas diferentes. El canal in- El cocinero del veneno tiene que ayunar y obser- terior por el cual corre el dardo es de entre 8 y 10 var las mismas reglas de precaución que cuando se mm. de diámetro. El calibre se consigue frotando prepara el veneno de flechas. Después que el ve- las dos mitades con una varilla de chonta perfecta- neno está listo debe permanecer quieto por algu- mente lisa y del mismo tamaño que el del canal nos días para que se espese más y “madure”, y du- deseado. El extremo desde el cual se sopla el dar- rante esos días, el cocinero tiene que continuar ob- do es un poco más grueso que el extremo opuesto LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 133 y tiene una boquilla de algo como 4 cm. de largo, altura del estómago mediante una banda envuelta hecho del hueso de la pierna del jaguar o del ve- al cuello. Al extremo inferior del carcaj se une un nado; el hueso de cualquier otro animal no servi- mate redondo, el que está provisto de un hueco rá. El jaguar y el venado son para los Jívaros ani- pequeño. En este mate se guarda el algodón silves- males “demoníacos” y sus huesos se supone que tre el que es halado a través del agujero cada vez tienen algunas misteriosas propiedades “veneno- que se lo necesita. sas”. En esta boquilla se coloca el dardo envenena- En el extremo superior del carcaj cuelga una do cuando el indio quiere dispararlo. A unos 20 pequeña herramienta la cual es de particular inte- cm. de la boquilla hay una protuberancia de cera rés. Entre los indios Canelos consiste en las mandí- que sirve de mira cuando el indio dispara. bulas extremadamente afiladas del pez paña (Se- Se dice que hacer una cerbatana requiere al- rras almo), entre los Jívaros en cambio, son las rededor de dos meses y el trabajo solo puede ha- igualmente afiladas tenazas del cangrejo de agua cerse gradualmente. La madera de chonta debe es- dulce uriki. Cuando el indio quiere disparar a un tar perfectamente seca antes de que el canal pue- animal o un pájaro, primero hace un corte en la da ser calibrado, de otro modo hay siempre el ries- flecha con este afilado instrumento, en el punto go de que las piezas de madera se tuerzan, en cu- donde el veneno termina, de modo que ella se yo caso el canal puede quedar torcido y toda el ar- rompa con el más mínimo esfuerzo. La experiencia ma completamente inservible, es particularmente debería conocerse, ha enseñado a los indios que necesario tener gran cuidado cuando el canal es ciertos animales, especialmente los monos, pero calibrado en el cañón, lo que toma entre ocho y también los osos, cuando son golpeados por una diez días. Se prescribe especialmente que durante flecha envenenada, enseguida la halan y sacan de esos días el fabricante de la cerbatana no debe co- su cuerpo, en cuyo caso el veneno no puede desa- habitar con su esposa en caso contrario el canal de rrollar toda su eficacia. Si, por otro lado, la peque- la cerbatana quedará torcido. ña operación ya mencionada se realiza, la flecha El dardo (tsinsáka) tiene entre 25 y 27 cm. de enseguida se rompe cuando el animal trata de ex- largo y se lo obtiene labrando la madera dura y li- traerla y la cabeza envenenada permanece en el sa de ciertas palmas. Los Jívaros me enumeraron cuerpo. cinco palmas diferentes de cuya madera se pueden Con la cerbatana los indios pueden disparar a labrar los dardos. La mejor de éstas es la palma iná- distancias de 30 ó 40 m. y en general tienen una yu. La madera de estas palmas y en especial de la gran destreza con ella. La resistencia al veneno, última, se cree que posee ciertas propiedades vene- desde luego, es diferente en cada animal, y tam- nosas y por lo tanto es el material apropiado para bién varía según la eficacia del veneno. Los pája- las flechas envenenadas. La palma lnáyu (Maximi- ros pequeños caen enseguida al suelo en estado liana regia), sin embargo, es rara en el país de los agónico, los más grandes generalmente después de propios Jívaros. Por otro lado, es bastante común varios minutos. Aun si el veneno no causa la muer- en la región de Canelos, donde los Achuaras del te inmediatamente, produce una cierta parálisis de Pastaza, por ejemplo, la obtienen por intercambio. los músculos y un adormecimiento, que hace que Cuando el indio quiere salir de cacería, pre- el pájaro se mueva con dificultad y si logra volar para algunas flechas envenenadas. La noche antes para alejarse, usualmente no llega muy lejos y el de partir, las puntas son untadas con el veneno en indio siguiendo la dirección de su vuelo, puede es- una longitud de 2 a 3 cm. y las flechas son luego tar seguro de que lo agarrará en unos pocos mo- enterradas cerca del fuego hogareño de modo que mentos. Los monos tienen poca resistencia a la fle- el veneno pueda estar parcialmente seco. De otra cha envenenada y caen al suelo en alrededor de manera, mucho de él será barrido de los dardos al cinco minutos. Los animales más grandes, como el colocarlos en el carcaj. El extremo opuesto es en- cerdo salvaje y el oso, no pueden ser matados con vuelto con algodón silvestre (ceibo) de modo que, una sola flecha, sino que requieren varias. El oso cuando la flecha sea colocada en la cerbatana ella por ejemplo, se me contó, puede solamente ser de- se ajuste al calibre y pueda ser soplada hacia afue- rribado mediante 10 ó 30 disparos de flecha, según ra con fuerza. Las flechas se guardan en un carcaj la acción del veneno. El animal es disparado des- de más o menos 25 ó 26 cm. de largo hecho de la pués de que se refugia en un árbol contra la perse- caña de bambú silvestre y que llevan colgando a la cución de los perros. A los animales salvajes más 134 RAFAEL KARSTEN

teramente su eficacia. Igualmente parece que es común a todos los indios la idea de no poder usar la cerbatana y la flecha envenenada en la guerra. El veneno de flechas con el que se ha matado a un enemigo, se cree, no puede más ser usado para ca- zar un animal comestible, como ocurre respecto al rifle y a las lanzas. Si un enemigo ha sido alguna vez asesinado con tales armas, ellas no pueden ser usadas de nuevo para cazar. Un cerdo salvaje por ejemplo, si se lo mata con una de tales lanzas o rifles, tendrá el mismo sa- bor que la carne humana y nadie lo comería. Los Jívaros, por lo tanto, cambian las lanzas que han usado en la guerra tan pronto como les sea posible. Los indios me contaron que en tiempos anteriores ellos usaban sus cerbatanas y flechas envenenadas en la guerra, pero que la misma regla era válida pa- ra ellas como para las lanzas y los rifles, o sea que podían ser usadas de nuevo solo en la guerra, y ja- más para matar piezas de caza, puesto que la mis- ma arma no puede ser usada para ambos propósi- tos. Al estudiar en detalle la cerbatana india y las ideas relacionadas con la flecha envenenada, uno es necesariamente confrontado con la cuestión de cómo los indios de Sud América tropical original- mente llegaron a inventar algo como la flecha en- venenada y a usarla en la forma que lo hacen. Una respuesta se presenta a quien tenga capacidad pa- Fig. 4. Aljaba para flechas envenenadas. A la derecha, una mandíbula de paña y un pequeño pito ra introducirse en su teoría de hechicería y magia para llamar animales y aves en general. Respecto de esto, hay tres fenómenos que es- pecialmente influyen poderosamente en la imagi- grandes, como el jaguar y el puma, en raras oca- nación de los indios: el primero, es la mordedura siones se los caza con flechas envenenadas; matar- de una serpiente, el segundo, las misteriosas fle- los requeriría un gran número de flechas y aun así, chas mágicas que los brujos dirigen contra sus víc- ellos son capaces de retirarse a sus guaridas de la timas ocasionándoles la muerte, el tercero, el ve- selva, donde morirán solo después de varias horas. neno que ellos mismos usan para cazar animales y Los indios Canelos me contaron que sus galli- pájaros. Que para la mente de los indios hay una nas y cerdos domésticos son inmunes a su veneno íntima conexión entre estos tres fenómenos es cla- de flechas. Esta aseveración ha sido confirmada ro para todo el que esté familiarizado con las ideas por medio de un examen fisiológico del veneno, mágicas o supersticiosas de los indios. Más aun, no aunque la inmunidad es solamente relativa4. Lo puede haber duda sobre cuál de los tres fue el es- mismo es probablemente cierto del veneno de fle- labón primario en la asociación de la serie: la mor- chas de los Achuaras. dedura de la serpiente venenosa. En todas partes Todos los indios parecen observar la regla de de Sud América tropical los reptiles venenosos no usar nunca flechas envenenadas contra las ser- ocupan el mismo importante lugar en el mundo pientes, gallinazos y otros animales similares, que nativo que los demonios, muy pocos de los otros consideran inservibles como alimento y respecto fenómenos naturales que los rodean han estimula- de los cuales ellos tienen ciertas ideas supersticio- do tanto la imaginación de los indios en esa direc- sas. El veneno de flechas, en ese caso, perdería en- ción como éste. La serpiente venenosa ataca a sus LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 135 víctimas silenciosamente, la herida ocasionada por cree que tiene efectos sobrenaturales demoníacos. ella es insignificante y no obstante causa la muer- Los indios, como en general todas las gentes te. En toda la acción hay algo misterioso o para la primitivas, son agudos observadores. Parece alta- mente de los indios, sobrenatural. Como un asun- mente probable que precisamente la misteriosa to indiscutible, todas las tribus indias en diferentes forma en la que las serpientes venenosas operan, partes de Sud América parecen tener la misma idea cuando por una mordedura insignificante ellas sobre las serpientes venenosas, con el veneno del traen la muerte a sus víctimas, ha sugerido a sus reptil un demonio maligno entra en el cuerpo de la mentes la idea de que ellos pueden imitarles e in- persona mordida y le ocasiona la muerte. Este de- ventar un arma que actúe en la misma forma que monio se llama supai, entre los indios quichua ha- el veneno de las serpientes. El profundo conoci- blantes, wakáni o iguánchi entre los Jívaros. Pero miento que ellos poseen de las propiedades pon- ellos llegan más lejos aún en su teoría, el supai o zoñosas de ciertas plantas les ayudó en su empre- wakáni en cuestión es en realidad nada menos que sa de construir tal arma, y es evidente que el vene- el alma de un brujo maligno, que tal vez vive aún, no de flechas tiene el significado de una imitación quien temporalmente toma la forma del reptil a fin del veneno de la serpiente. Es significativo, de de matar o hacer daño a un enemigo. La mordedu- acuerdo con la aseveración del viajero inglés Wa- ra de la serpiente es el arco mágico del hechicero, terton -el primero, creo yo, que estudió el veneno el supai o wakáni; quien mató al paciente, era real- ourali de los indios de la Guayana- que los Macu- mente su alma demoníaca, idéntica al veneno que sis para preparar su veneno para flechas no solo penetró -de acuerdo con los indios-, en todo su or- usaron ingredientes vegetales como el Strychnos ganismo. Encontré esta creencia entre todas las tri- toxifera, sino también ciertos ingredientes anima- bus indias que estudié y no tengo duda de que es les, a saber, los colmillos de las serpientes cou- común a todas las tribus de Sud América tropical. naouchi y labarri, dos de las serpientes más vene- Estas ideas primitivas serán aclaradas en forma más nosas de Sud América, los que fueron machacados amplia en la parte que trata de la religión de los in- y mezclados en el veneno. Cuando el indio Macu- dios. En esta ocasión solo deseo señalar que hay si mataba una de estas serpientes, siempre les ex- también un paralelismo interesante entre la acción traía los colmillos para usarlos en la preparación del hechicero y la del cazador indio quien, con su del veneno para flechas5. Esto, desde luego, era “natural” flecha envenenada, derriba las criaturas pura superstición, pero la asociación de ideas es de la selva. Los Jívaros por ejemplo, llaman a la fle- interesante y muestra qué papel han desempeñan- cha envenenada tsinsáka, y ellos dan el mismo do las ideas supersticiosas en general, y en espe- nombre a las misteriosas e invisibles flechas mági- cial aquellas que prevalecen respecto de las ser- cas usadas por los brujos, si bien hay a la vez otro pientes venenosas, en la invención de la flecha en- nombre para ellas: tunchi. La flecha mágica (tsin- venenada. sáka) del hechicero, en verdad, puede asumir di- A continuación relataré las costumbres obser- versas formas, pero mayormente se supone que es vadas en la cacería por los indios Jívaros y los Ca- como una flecha pequeña. El brujo dispara sus fle- nelos. chas desde su boca, soplándolas y con un movi- miento de sus dedos, igual que los indios disparan 2. Las prácticas de cacería de los indios Canelos con sus cerbatanas, arrojando sus flechas soplán- dolas hacia afuera. Entre los indios de Ecuador grandes expedi- En resumen, la serpiente venenosa que da a ciones de caza se llevan a cabo especialmente pa- su víctima una mordida mortal, no es más que un ra las grandes fiestas, a fin de asegurar una buena brujo maligno operando por intermedio de esa ser- provisión de alimentos; estas expediciones duran piente, y viceversa, el brujo indio, en sus misterio- entre ocho y quince días. Entre los indios Canelos sas manipulaciones con las invisibles flechas mági- se hacen los siguientes preparativos. cas, imita a una serpiente. Por otro lado, el caza- Temprano en la mañana del día en que la ex- dor indio, quien silenciosamente dirige sus flechas pedición debe partir, todos los cazadores se reúnen envenenadas contra un animal y lo mata sin infrin- en la casa del indio que hace la fiesta (llamado girle una herida visible, es también una especie de cháyu “festejante”). Sus esposas traen con ellos los brujo, desde que el veneno con el cual trabaja se tambores que deben tocarse en la casa del feste- 136 RAFAEL KARSTEN jante, en la pequeña reunión de tragos que prece- dan agarrar monas con hijos jóvenes. Los monos de a la partida. Los cazadores, vestidos en estilo jóvenes son muy apreciados por los indios que los festivo y cada uno sosteniendo su tambor, bailan conservan y domestican. en círculo en la mitad de la casa a ritmo lento, gol- Mientras los cazadores están lejos, en su ex- peando incesantemente sus tambores pero sin can- pedición, la esposa del festejante se cuida de no tar. Entre tanto se bebe cerveza de yuca (asua) por barrer la casa con una escoba, sino que deja toda parte de los cazadores y de las demás gentes que la suciedad y los desperdicios intocados hasta que hay en la casa, mientras las mujeres preparan la los cazadores regresen. Si barrió el suelo y quitó la bebida y la sirven a los hombres. La bebida de la basura, los cazadores estarán incapacitados para cerveza y el sonar de los tambores continúa por traer a casa alguna presa. aproximadamente una hora. Antes de salir de la Los indios en sus expediciones de cacería via- casa, los cazadores se forman en una fila. Una an- jan bastante lejos, hacia partes inhabitadas y a me- ciana tiene un mate listo que contiene algo de ma- nudo bastante inexploradas, ya que en las regiones ní o nueces de tierra. Cada grano que hay en el cercanas a la casa hay muy poca caza que encon- mate está pintado de rojo con achiote (Bixa Orella- trar. Al arribar al distrito donde ellos se proponen na). En otro pequeño mate, ella ha preparado algo cazar, construyen algunos refugios provisionales de achiote crudo con el cual deben ser pintadas las desde los cuales emprenden expediciones más caras de los cazadores. La anciana también sostie- cortas cada día en diversas direcciones. Por la tar- ne una rama de cierto árbol con largas, pero sua- de los cazadores retornan a los refugios con la ca- ves espinas a los que los indios llaman chini papa- za o la pesca lograda durante el día, y en seguida ya6. Cada cazador, en su turno, da un paso adelan- la preparan y la asan al fuego, preservándola en es- te hacia la anciana quien le pinta toda la parte in- ta forma hasta su arribo a la casa. Si los cazadores ferior de la cara de rojo con el achiote y luego le han tenido buena suerte, golpean sus tambores toca ligeramente en su cabeza, sus hombros, los también en la noche y se regocijan bebiendo cer- brazos y las piernas con la rama espinosa, al tiem- veza de yuca. po que le dice: sinchita callpángi “ojalá que corras Cuando los cazadores retornan al hogar luego rápido”. El cazador así tratado empieza a correr de su expedición, anuncian su arribo haciendo so- alejándose de la casa, mientras todas las mujeres le nar sus tambores. Tan pronto como la caza es traí- lanzan granos de maní. Luego el siguiente cazador da, algunos de los más ancianos de la tribu son ele- da un paso adelante hacia la anciana, para ser tra- gidos para contarla. Cada pedazo de came asada, tado de la misma manera, luego el siguiente y así cada pájaro, cada pescado asado, es contado por sucesivamente adelante hasta llegar al último de los ancianos, quienes integran la autoridad de los ellos. Después que los cazadores han partido, la indios y se llaman huaráyu. Cada uno de los hom- mujer toma los maníes y se los come. bres elegidos tendrá también su parte de lo caza- Los cazadores, al abandonar la casa, han co- do. El “festejante” ahora prepara un gran banque- rrido hacia el río donde sus canoas han sido alista- te, llamado camári, al cual todos son invitados. das. Posteriormente las mujeres también bajan al Cuando arriban los invitados, son recibidos de una río, cada una llevando el tambor de su marido. Los manera festiva. Una mesa cargada con caza y otras tambores deben ir con los cazadores en la expedi- clases de alimentos se levanta en la parte trasera de ción, pero las mujeres deben llevarlos a las canoas, la casa. Cerca de ella un indio bate un tambor y al igual que antes los llevaron a la casa del “feste- otro hace sonar una flauta, mientras los hombres jante”. restantes bailan lentamente de aquí para allá, fren- Se considera necesario que los cazadores ten- te a la mesa. Luego todos se sientan a comer. gan pintada la cara con achiote antes de que par- Antes de que los indios Canelos partan en una tan en la expedición, de otra manera ellos no esta- expedición de caza, se abstienen por espacio de rían capacitados para agarrar caza alguna. Igual- ocho días de comer sal y pimienta india (útchu). Si mente, cuando las mujeres les arrojan granos de ellos comen estas cosas, los perros sufrirán y serán maní pintados de rojo con achiote, esto se hace incapaces de olfatear y cazar nada. Durante estos con el mismo propósito, o hablando más estricta- días de preparación, a los perros se los mantiene mente, a fin de que los cazadores tengan buena atados a fin de que no puedan comer excrementos. suerte en general, y especialmente que ellos pue- Si ellos lo hacen, quedarán, de acuerdo con las LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 137 ideas de los indios, incapacitados para rastrear y guardan en matecitos diferentes y los lleva el caza- cazar animales. Durante los ocho días menciona- dor indio cuando sale a la selva. dos, los cazadores también se abstienen de coha- A la vez, los misha de ciertos animales gran- bitar con sus esposas. De otra manera se supone des, generalmente consisten en otros objetos pe- que quedarán incapaces para apuntar y disparar a queños. Así, en el estómago del tapir (sacha hua- los animales y aves con la escopeta o la cerbatana. gra) pequeñas bolas de pelo son encontradas con Sea que la expedición de caza se haga para frecuencia, probablemente debido al hábito de es- una fiesta o no, los indios Canelos nunca omiten tos animales de lamer el sudor de la piel de los pintar su cara de rojo con el achiote antes de par- otros y tragarse los pelos. Cuando los indios Cane- tir. La pintura roja se supone que atrae los anima- los salen a cazar el tapir, frotan el pelo de sus pe- les y las aves, así da buena suerte en la cacería. Por rros con estas bolas de pelo. Las narices de los pe- esta razón, aun los perros usados para la caza son rros se supone que adquieren por este medio una pintados antes de partir, de modo que el pelo sea particular agudeza para rastrear el tapir. prolijamente revestido con achiote crudo. El indio Por otro lado, en las entrañas del venado los Canelo dice que si no se pinta con achiote antes de indios dicen que a veces encuentran ciertas peque- salir de cacería, será incapaz de cazar pieza al- ñas espigas redondas de madera, la existencia de guna. las cuales no pueden explicar de una manera natu- Además de pintarse el cuerpo con el achiote, ral. Estas espigas constituyen los misha para atraer se usan varios otros amuletos en la cacería de los y matar el venado. En consecuencia, ellas son indios Canelos. Los amuletos más comúnmente guardadas con el mismo cuidado que otros amule- usados consisten en pequeñas piedras o guijarros tos similares, y cuando el indio quiere cazar el ve- redondos, pequeñas bolas de pelo, pedazos de nado raspa con un cuchillo un poco de polvo de madera, etc., encontrados en los estómagos de cada espiga y lo pone en el alimento que se da a ciertas aves o animales. Las piedras pequeñas se los perros antes de partir. El amuleto atraerá al ani- encuentran en los estómagos de las aves, especial- mal y los perros tendrán habilidad y fuerza para mente los tucanes, los paugi y el pavo silvestre, los rastrearlo y perseguirlo. que son muy apreciados como alimento y también El misha para atraer ciertas aves y animales por las plumas. Tan pronto como un indio encuen- puede consistir también en un pequeño parásito, la tra una piedra de esas, la lava y la seca cuidadosa- garrapata o un ácaro que vive en estos animales o mente y la pone en un pequeño mate redondo que aves. Este pequeño insecto se dice que se lo en- está cerrado con una tapa o cubierta sellada con cuentra abundantemente debajo de las alas del tu- cera. El indio solo quita este sello y tapa, cuando cán, un ave cazada abundantemente por los indios va a partir en una expedición de caza. En ese mo- a causa de su carne y de sus plumas brillantes. Se mento toma una de las piedras pequeñas, y con el dice, sin embargo, que el ácaro que vive en el tu- polvo que se ha formado a su alrededor él se pin- cán es muy difícil de agarrar. Tan pronto como el ta ciertas figuras ornamentales en su cara, figuras ave, muerta por la acción de la flecha venenosa, que por supuesto, son escasamente visibles en la cae al suelo, el parásito abandona el cuerpo de piel del Indio. Luego, la piedrita es puesta de nue- aquella y desaparece. A veces sin embargo sucede vo en el mate, la cubierta del cual es cuidadosa- que un tucán herido cuando cae desde un árbol, mente sellada con cera como antes. Este amuleto todavía tiene el pequeño insecto y el cazador indio también se lo lleva en la expedición de caza, guar- experimentado, que agarra el ave rápidamente y dado en el bolso de chambira que el indio siempre que sabe dónde buscar el ácaro, puede agarrarlo. lleva consigo al viajar. De esta manera, él puede Inmediatamente él lo encierra en un pequeño ma- renovar la pintura facial con la piedrita cuando le te en la misma forma que lo hace con otras clases guste. Los amuletos descritos, que son llamados de misha. misha por los indios Canelos y yukka por los Jíva- Cuando el cazador sale a la selva para derri- ros, se cree que tienen un admirable poder para bar un tucán, lleva este amuleto, y mientras cami- atraer las mismas aves de cuyos estómagos se sa- na en busca del ave agita el mate que contiene al caron originalmente. Así hay un misha especial pa- ácaro en la creencia de que la atraerá. El ácaro es ra el tucán, otro para el paugi, un tercero para el por lo tanto llamado aicha mama, “la madre de la pavo silvestre y así en adelante, todos los cuales se caza”. 138 RAFAEL KARSTEN

Se dice que también se encuentra el aicha Cuando los indios Jívaros y Canelos salen de mama (que es un ácaro) en el pelaje de ciertos cua- cacería hacia los cerros, especialmente hacia algu- drúpedos, como el cerdo salvaje (huangána), y se nos que no han visitado nunca antes, se cuidan de lo usa de la misma manera para cazar ese animal. no hablar en voz alta y de guardar estricto silencio. Los indios Canelos aprecian sus misha extre- Tampoco usan sus armas de fuego en esas colinas madamente, considerando que toda la suerte en la sino que simplemente soplan sus cerbatanas con cacería se conecta de alguna misteriosa manera las cuales ellos pueden matar los animales sin ha- con estos pequeños objetos. Un indio que venda o cer ruido alguno. Si hablan en voz alta o disparan regale sus misha no solo pierde el poder de matar una escopeta, el espíritu de la montaña se enojará piezas de caza con este particular amuleto, sino to- e inmediatamente enviará una fuerte lluvia, con la da su suerte en la cacería en general. No podrá cual los cazadores quedan inhabilitados para ma- matar ninguna otra ave o animal con escopeta o tar pieza alguna de caza. Los cerros y las altas con flechas envenenadas. Es por ello, muy difícil montañas, de acuerdo con las ideas de los indios convencer a un indio para que venda estos amule- Canelos y Jívaros, están habitados por espíritus tos, y debe pagarse un precio que no está en pro- particularmente malignos (supai, iguánchi), que porción razonable con su verdadero valor. son las almas de hechiceros u hombres de medici- Otro amuleto para atraer y matar el tucán es na ya fallecidos. una pequeña planta que algunos indios Canelos Un buen cazador indio se supone que es ca- llaman sicuánga ahuiringri, y otros sinsimbu. El ju- paz de transferir su habilidad para matar aves y go contenido en esta planta es exprimido con los animales con cerbatana a otros jóvenes indios, to- dedos y tomado como “medicina” por el cazador mando para ellos algo de jugo de tabaco en su bo- indio ocho días antes de iniciar la cacería. Se su- ca y escupiéndolo directamente a la nariz del otro pone que así se podrá atraer al tucán, hacerlo dó- indio. Esta costumbre es debida a la supersticiosas cil y matarlo con facilidad. Durante los siguientes ideas que los indios tienen sobre el tabaco en ge- ocho días, o hasta que el indio parta, tiene que neral, que es una de sus grandes “medicinas”. ayunar estrictamente, siéndole permitido comer Cuando un joven indio siente que su vista no solamente plátano hervido. Si no ayuna, la planta es suficientemente fuerte para apuntar a las aves y sicuánga ahuiringri o sinsimbu fallará en atraer al los animales con la cerbatana, él recurre al más an- ave. ciano de su familia, o a un curandero, le cuenta lo Hay una gallinácea cazada con frecuencia que pasa con él, y le solicita un remedio. El ancia- por los indios y llamada con su nombre español no entonces generalmente lleva la fruta del útchu “mondete” por los indios Canelos, y ayáchu por o pimienta india, abre la vaina, saca algunas de las los Jívaros. Cuando los indios han matado y comi- semillas y las pone directamente en los ojos del in- do esta ave, se cuidan de que sus perros no coman dio más joven, al mismo tiempo que silva y canta sus huesos, pues de otro modo los perros se dete- un conjuro. Esta operación debido a las fuertes riorarán y no podrán rastrear el ave. Esta general- propiedades de la pimienta, al principio casi ence- mente vive en los tupidos bancos bajos del río cer- guese al joven, pero posteriormente, se supone, él ca de la selva y, cuando los perros la acosan, vue- llegará a tener una vista excepcionalmente aguda la a la rama de un árbol adonde se le puede dispa- para apuntar y disparar con la cerbatana. rar fácilmente. Pero si los perros anteriormente han Cuando un hijo nace entre los indios Canelos, comido los huesos del ave, ésta al ser asustada por el padre tiene que ayunar por ocho días y no le es los perros vuela a una rama, luego cae al suelo, permitido salir de cacería a la selva o hacer algún luego a otra rama y así sucesivamente, de modo otro trabajo. Cuando han transcurrido los ocho que el cazador no tiene oportunidad de dispararle. días y el padre sale a cazar por primera vez, toma Esta conducta peculiar del ave se debe a que los algo de ceibo (algodón silvestre) que se usa para perros comieron antes sus huesos. Los indios Ca- ajustar la flecha dentro de la cerbatana cuando dis- nelos tienen la misma superstición con respecto al para, hace una pelota con él y la arroja hacia su hi- gran guacamayo. A los perros no se les permite co- jo recién nacido. Esto se supone que hará del chi- mer sus huesos. co un cazador muy bueno en el futuro. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 139

3. Las prácticas de caza de los Jívaros ro para la mente de los indios el método está tam- bién mezclado con superstición, en su religión se Como se mencionó arriba, los Jívaros salvajes imita del mismo modo a los espíritus cuando se también usan amuletos para cazar, que consisten quiere convocarlos. en piedras pequeñas y otros objetos que llaman Para agarrar ciertas aves y animales peque- yúkka hallados en el estómago de los animales y ños, los Jívaros usan una especie de trampa, igual aves. Los Jívaros, sin embargo, no parecen atribuir que en sus guerras hacen uso de otras trampas pa- a estos amuletos la misma importancia extraordi- ra defenderse de sus enemigos. Hay dos diferentes naria que les dan los indios Canelos. Igualmente, trampas pequeñas que juegan un papel en la cace- aunque el indio Jívaro nunca deja de pintar su ca- ría de estos indios. Una es la llamada timbya: ha- ra y su cuerpo con achiote antes de partir hacia un blando en forma general consiste de dos estacas o viaje a través de la selva o una travesía por el río, ramas de árbol, la más grande yace sobre el suelo en la creencia de que la pintura de su cuerpo le da- y a menudo está cubierta con hojas secas, la más rá fortaleza, no lo hace con la idea especial de que pequeña descansa sobre la primera cuando la ello atraerá la caza. Por otro lado, todos los indios trampa está cerrada. Cuando la trampa está abier- están imbuidos de la idea de que los huesos, y es- ta, un extremo de la más delgada está doblado ha- pecialmente los cráneos de los animales muertos cia arriba, formando un ángulo de aproximada- en la cacería tienen el poder de atraer las mismas mente 30 grados con el suelo, y está conectada especies de animales. Esta es la razón por la que en con la estaca inferior mediante ciertas cuerdas. La casi todas las cabañas jívaras uno puede encontrar trampa está constituida de modo que cuando el una cantidad de cráneos y otros huesos de anima- ave o el animal pisa la estaca que yace en el sue- les muertos en cacería durante meses y aun años lo, la superior cae con fuerza sobre aquel, triturán- recientes. Los diferentes cráneos están conectados dolo o sujetándolo. El mecanismo por el cual la es- entre sí por medio de una cuerda y todo el conjun- taca superior se mantiene doblada y se suelta es to está colgado del techo, donde los huesos son más bien complicado y no puede ser descrito con guardados así, después de ser limpiados cuidado- precisión por medio de palabras. Esta trampa se samente de toda carne y lavados. Las plumas y las coloca en la selva en el estrecho sendero frecuen- cabezas o los picos de las aves se guardan en la tado por palomas, perdices y ciertas loras o peque- misma forma y con el mismo propósito. Estos ob- ños animales como la guatusa y la ardilla. A veces jetos no solo sirven como amuletos para tener se la monta también en la casa para cazar ratas y siempre buena suerte en la caza, sino al mismo ranas que llegan en las noches. tiempo como trofeos que llenan al indio de orgullo La otra trampa es la llamada kuáka. Consiste y muestran cuán hábil como cazador es el jefe de esencialmente en una rama de árbol pequeña y fle- la familia. xible hincada en el suelo en posición vertical. En A veces, cuando el indio Jívaro está fuera de la parte superior de esta estaca se ata una liana del- casa cazando y ha matado por ejemplo un mono y gada o una cuerda de chambira (n. tsapán), el ex- se lo ha comido en la selva, posteriormente limpia tremo de la cual forma un lazo. Para alistar la tram- el cráneo del animal y lo suspende, amarrado a pa, la estaca es doblada hacia abajo contra la tie- una liana entre dos árboles cerca del sitio donde le rra y de un modo simple pero ingenioso, es ama- disparó. El cráneo se supone que atraerá otros mo- rrada con una estaca pequeña que yace en el sue- nos al mismo lugar. lo sobre la cual se coloca el extremo de la cuerda Todos los indios, al cazar, hacen amplio uso que forma el lazo. Cuando el ave pisa esta estaca del método de imitar los sonidos de las aves y los en el sitio donde está el lazo, la rama doblada con- animales que buscan a fin de atraerlos y lo hacen tra el suelo se suelta y se endereza con rapidez, el generalmente con gran habilidad. Especialmente ave inmediatamente es agarrada en el lazo colga- imitan a las crías de diferentes aves, pero también da por las piernas. Las palomas y las perdices son los sonidos de varios cuadrúpedos, el gruñido del las aves que se agarran con más frecuencia me- cerdo, el silbido del tapir, el sonido de flauta del diante esta trampa. pequeño roedor guatusa, etc. Esto, desde luego, es Sin embargo, de mayor importancia que los realmente una buena manera de atraer la caza, pe- amuletos y trampas, para los indios Jívaros en sus cacerías son sus perros, los cuales, como se indicó 140 RAFAEL KARSTEN antes, son criados con mucho cuidado. La ‘’fiesta na especie de felino más pequeña, un gallinazo, o de los perros”, Yawápani, es una de las cinco gran- una serpiente venenosa, porque estos animales es- des fiestas de los Jívaros y se efectúa cuando el en- tán poseídos por espíritus malignos, las almas de trenamiento de un perro joven ha concluido y se lo doctores brujos y si los ve, el perro languidecerá y supone capaz para rastrear y cazar. Igual que el Jí- morirá. varo, cuando está próximo a casarse, hace una Cuando el perro ha crecido y se supone que fiesta especial para su joven esposa a fin de impar- está capacitado para rastrear y cazar animales, la tirle fuerza y habilidad para la agricultura y otras fiesta Yawápani tiene lugar. Cuando se hace esta labores que incumben a una ama de casa, él tam- fiesta a gran escala, ella es casi tan grande como la bién hace una fiesta para su joven perro cuando fiesta de las cabezas o la de las mujeres. Aun la to- está completamente crecido, a fin de darle un olfa- ma ceremonial del natéma se celebraba anterior- to agudo para rastrear la caza y fuerza y resistencia mente en la Yawápani, en la misma forma ceremo- para perseguirla. nial que en algunas grandes fiestas. Es precedida Cuando un indio ha comprado un cachorro por las preparaciones acostumbradas, la siembra que se propone criar para la caza, tanto él como su de la yuca y el plátano, la fabricación de una gran esposa empiezan a ayunar, sometiéndose volunta- cantidad de cerveza de yuca, la hechura de nuevas riamente a ciertas reglas relacionadas con la dieta vasijas de barro y demás. La fiesta misma dura tres que ellos observan por un par de años, o hasta días y las ceremonias, como es el caso de todas las cuando se realice una fiesta. La clase de alimento fiestas, son dirigidas por un anciano o sacerdote que a los dueños no se les permite comer, por su- llamado whuéa. puesto está más estrictamente negada al cachorro. Tres días antes de la fiesta misma, se celebra De este modo, el Jívaro y su esposa lo mismo que una conjuración que consiste en una danza espe- el perro no deben comer pollo, puesto que de otro cial, llamada wuimchi, en la cual las aves y los ani- modo el perro se enfermará de lombrices, las que males que los Jívaros cazan comúnmente, son fácilmente crecen en las entrañas del pollo. Tam- nombrados. La danza comienza cuando llega la poco deben comer el estómago o los intestinos de obscuridad y se la continúa durante toda la noche, ningún animal, porque entonces el perro cuando hasta el amanecer. Es ejecutada por hombres jóve- crezca será pequeño, débil e inservible. Deben nes invitados a la fiesta, quienes se mueven alrede- también abstenerse de comer una clase de camote dor de las pilastras en el centro de la casa cogidos o patata dulce que cultivan los Jívaros y al que lla- de la mano. Los conjuradores, mientras así se mue- man kingi, cuyo tallo tiene la forma de una parra, ven una y otra vez, mencionan ciertas aves, apre- puesto que si lo come, el perro tendrá sus patas tor- ciadas por los Jívaros, como el tucán (tsukánga), el cidas como la parra. Tampoco debe comer otra paugi (máshu), el pavo silvestre (kúyu), y la lora raíz, parecida a la yuca, llamada sángu, porque el (kárashu), y de animales, especialmente al cerdo perro puede contraer la sarna. Tan pronto como el salvaje (pákki) y diferentes clases de monos, que perrito crece un poco más y puede comer alimen- son todos cazados por los Jívaros debido a su car- to más substancial, se le da de comer el hígado de ne, sus dientes que son ensartados en collares, y su algún animal como el del cerdo salvaje. piel, la cual se usa para hacer tambores y peque- El hígado es suficientemente suave para los ñas maletas que los indios llevan cuando viajan. tiernos dientes del perro y, además, ya que se cree El objeto de esta conjuración, la cual también que el alma de un animal está presente en su híga- se realiza en la fiesta de la victoria y de las muje- do, se supone que el perro llegará a tener una gran res, es por supuesto dar al festejante buena suerte habilidad en la caza del cerdo salvaje al comer esa al cazar con el nuevo perro. parte de su cuerpo. Al perro no se le permite ron- Durante la fiesta misma, la ceremonia princi- dar por la selva en libertad, porque puede ser da- pal consiste en dar continuamente al perro una be- ñado al encontrarse con un animal demoníaco o bida mágica. Esta bebida se prepara de una peque- con algún hechicero maligno, quien le puede dis- ña planta, especialmente cultivada por los Jívaros parar sus flechas mágicas o embrujadas de modo para este propósito, la cual es llamada kungúna. que caiga enfermo y muera. El dueño del perro, Las hojas de la planta se hierven junto con las ho- durante la época de la crianza, debe cuidarse in- jas de la guayusa (llex), un árbol que desempeña cluso de no mirar un jaguar o un ejemplar de algu- un importante papel en ciertos ritos mágicos de los LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 141 indios. Es el sacerdote whuéa quien debe dar la y así sucesivamente hasta que haga efecto y el pe- medicina al perro. Con este propósito, el primero rro recobre su poder. llena su boca con humo de tabaco y sopla sobre el La bebida preparada de la kungúna, debido a perro, luego le abre su boca y pone algo del líqui- algunas propiedades extraordinarias adscritas a es- do en ella, a la vez que entona una canción mági- ta planta, se supone que ejerce una influencia mis- ca o conjuración adaptada a la ocasión. Esta cere- teriosa favorable sobre el perro, haciéndole fuerte monia se repite varias veces en el transcurso de y vigoroso para perseguir la caza. La kungúna de uno o dos días que dura la fiesta. A la vez, cada no- este modo juega en mucho el mismo papel en la che desde las seis hasta el amanecer, se realiza una “fiesta de los perros” que el tabaco desempeña en danza general, llamada Ihiámbrama, la misma que otras grandes fiestas de los Jívaros. La idea latente tiene lugar en todas las fiestas de los Jívaros. Tanto en todas la fiestas de estos indios, es que la medi- hombres como mujeres toman parte en esta danza, cina mágica que en esa ocasión se toma llenará a llevando los ornamentos festivos acostumbrados, la persona en cuestión de poderes sobrenaturales, moviéndose en un círculo en el centro de la casa y los que son automáticamente transferidos a todas entonando cánticos mágicos. En el tercer y último las esferas de su vida. Es lo mismo en la fiesta Ya- día de la fiesta, el sacerdote lava los ojos del perro wápani. El misterioso poder que se imparte al pe- con una solución especial, preparada remojando rro, mecánicarnente se transformará en la buena en agua una hoja llamada shishíngya. Otros Jíva- suerte que en adelante tendrá su amo en la caza; ros, a su vez, hacen que cierta hormiga ponzoño- en su casa desde ese momento no faltará nunca la sa muerda los ojos del perro. Por estos procedi- caza. Por lo menos éste será infaliblemente el caso mientos se supone que el perro tendrá ojos fuertes si la ceremonia se ha celebrado en debida forma y y una buena nariz para rastrear la caza. Hecho es- el dueño del perro, lo mismo que su esposa, duran- to, el sacerdote instruye a la dueña de la casa en te el tiempo de preparación, han ayunado en la sus futuros deberes respecto del perro, puesto que forma prescrita por la costumbre. Si el resultado de ella debe tomar a su cargo el cuidado de los perros la fiesta no fuera satisfactorio y el perro demostra- de caza y alimentarlos. El sacerdote primero da de ra no ser de provecho en la caza, la explicación es beber a la mujer algo de jugo de tabaco, luego la que sus dueños han infringido las reglas de la die- agarra por la mano derecha, le hace tomar un pe- ta, o en su defecto han cometido alguna falta al ce- dazo de yuca cocinada de un mate que se ha alis- lebrar la fiesta. tado y darlo al perro, al mismo tiempo que le hace Como ya se mencionó, es deber del ama de acariciar su espalda con la mano. Finalmente, el casa alimentar y cuidar los perros. Del mismo mo- sacerdote pinta al perro con genipa, como se hace do en que la mujer ejerce una influencia positiva con hombres y mujeres en las grandes fiestas apli- en sus cultivos, se cree que la mujer jívara casada cando el tinte negro al pelambre del animal desde tiene que ejercer una influencia similar sobre los la nariz hacia abajo hasta el estómago. Esta cere- perros de caza que se confían a su cuidado. La monia pone fin a la fiesta de los perros. competencia de los perros y la abundancia de ca- Esta fiesta, sin embargo, no siempre se celebra za en el hogar corresponden a la habilidad de la en tan gran escala, ni tampoco se hace exclusiva- mujer. De aquí que cuando en la “fiesta del tabaco mente para los perros jóvenes que deben ser ini- de las mujeres” (noa tsángu) la mujer jívara recién ciados para la cacería. Cuando un perro viejo se casada es iniciada en sus nuevas obligaciones de está haciendo demasiado perezoso para perseguir ama de casa, no solamente se mencionan los cam- la caza y perdiendo el poder de rastrearla, su due- pos y las diversas plantas domésticas, las gallinas y ño puede que improvise una pequeña fiesta para los pollos, sino también los perros y se dirigen es- él, en la cual él mismo da al perro la medicina pre- peciales canciones mágicas a Nungüi, la Madre de parada con las hojas de kungúna y guayusa, acom- la Tierra, en favor de estos animales domésticos. pañando la ceremonia con los acostumbrados cán- Después de la fiesta del Yawápani, el perro es ticos y conjuraciones. Puede ser que él dé al perro sacado a la selva junto con otros perros mayores la kungúna repetidamente durante el día, luego de para que cace, en cuya ocasión la caza más busca- lo cual lleva al perro a la selva para ver si ha recu- da es el cerdo salvaje. Tan pronto como se ha ma- perado su poder. Si el resultado no es satisfactorio, tado un cerdo o algún otro animal, la espalda del puede ser que le repita la medicina el siguiente día perro recién iniciado es abundantemente rociada 142 RAFAEL KARSTEN con su sangre. Con este procedimiento se cree lo- causar su muerte o hacerles daño de cualquier otra grar en él una gran habilidad para cazar ese ani- manera. mal. Al igual que los Jívaros toman bebidas narcó- Al nuevo perro no se le permite comer los ticas cuando se preparan para la guerra, para ver si huesos del primer animal cazado con su ayuda, ya tendrán o no suerte en la empresa, también ellos que de hacerlo así se echará a perder completa- practican una clase de adivinación respecto a la mente. Tampoco estos huesos deben ser comidos caza. La bebida que se usa entonces se prepara de por ningún otro animal. Cuando la caza ha sido la guayusa, (llex sp.), cuyas hojas se hierven en comida, los Jívaros cuidadosamente recogen todos agua para el efecto. La guayusa no es realmente un los huesos para guardarlos. Esto es considerado tan narcótico sino un tónico al cual los indios atribu- importante que si alguno de los pedazos del ani- yen efectos purificadores mágicos. Los Jívaros, sin mal matado han sido distribuidos a otras casa, el embargo, parecen creer que la bebida produce dueño del perro más tarde reclama todos los hue- sueños de significado adivinatorio o, hablando sos sobrantes después de comer la carne. Los hue- más estrictamente, lo que ellos llaman “pequeños sos se lavan, cuidadosamente se acomodan en un sueños”, especialmente aquellos que se relacionan cesto que se cuelga en el techo de la casa, donde con la cacería. se los tiene hasta que el aire y el humo los sequen Cuando los Jívaros se levantan en la mañana, y los consuma. Luego son arrojados lejos en el río su primera acción es colocar una olla pequeña de para que sean llevados más lejos aún por la co- barro al fuego para preparar su guayusa (weisa), de rriente. Esto se hace para que los perros o las galli- la cual él toma entonces un pequeño sorbo, laván- nas domésticas no puedan comerlos. Si los comen, dose la boca con el resto. Si el líquido en la olla de el nuevo perro se deteriorará completamente y se la guayusa hierve bien de modo que el agua remo- hara inútil para la caza. linee rápidamente, el jívaro cree que ese día tendrá Los Jívaros generalmente no permiten a sus buena suerte en la caza. Por otra parte, si la guayu- perros de caza andar solos por la selva, porque sa no hierve bien, cree que en ese día no podrá pueden sufrir daños al comer excrementos o al en- matar caza alguna. En el sueño puede “verse” la contrarse con una serpiente o con un tigre o cual- misma cosa (wuímektingu), y éste es considerado quier otro animal demoníaco. Los perros, como más importante. Si el Jívaro sueña que su olla de hemos visto, están por regla general atados en la guayusa hierve furiosamente como si formara un habitación de las mujeres de la casa, una precau- remolino, él queda convencido de que al siguien- ción que también es necesaria a causa de su ferocidad, la que les hace atacar a cualquier visitante. Algunos Jíva- ros no guardan todos sus perros en la casa principal, sino en tam- bos distantes (peque- ñas casas para la cace- ría) en la selva. Esta medida se debe al te- mor de que algún ma- ligno hechicero que vi- site la casa embruje los animales, secretamen- te, mirándolos con el ojo perverso, o dispa- rándoles sus flechas mágicas (túnchi), para Fig. 5. La trampa llamada timbya - Jívaros LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 143 te día tendrá buena suerte para matar el cerdo sal- Eine Kurareprobe aus Ecuador” en Skandinavisches Ar- vaje, lo monos, aves y otros animales y los hom- chiv fur Physiologie, 1934. Banda LXVIII. El gran núme- ro de plantas usadas por los indios Canelos en la pre- bres jóvenes de la casa son enviados a la selva en paración del veneno para flechas, de las cuales la ma- busca de caza. yoría son venenosas en alguna medida, claramente ca- En general, los Jívaros tienen la idea de que la lifica como errónea la opinión de muchos toxicólogos de que el alcaloide que existe en la especie Strychnos guayusa hace al cuerpo fuerte y dispuesto, particu- es el único ingrediente realmente efectivo en el veneno larmente para la cacería. Esto también explica por- para flechas. Ver mis artículos “Notas sobre los Vene- que la guayusa forma parte de la medicina dada a nos para flechas Sudamericanos” en Societas Scientia- rum Fennica Comment Human Litt. VI. 4, 1933, y los perros en la fiesta Yawápani. “addenda tomy Notes on South American Arrow-poi- son” Ibid, Comment, Hum, Litt. VI. 7, 1934, este último Notas artículo siendo una réplica al artículo de Santesson “Bemerkung über südamericanisches Pfeilgft gift”, Ibid 1 Chantre y Herrera, Historia de las Misiones de la Com- VI. 5. pañía de Jesús en el Marañón Español. pág. 87. 4 Ver Santesson, Pfeilgiftstudien, pág. 213. 2 Hatum = grande, uchilla = pequeño. 5 Cotéjese con Waterton, Wanderings in South America, 3 La muestra de veneno para flechas de los indios Cane- Londres, 1828 págs. 55 y siguientes. los que traje al Museo de Gothemburg ha sido recien- 6 Los indios Canelos la llaman por su nombre debido a la temente analizada fisiológicamente por el Profesor similitud de sus hojas con las de la cultivada Carica pa- C.G. Santesson en Estocolmo. Ver su “Pfeilgiftstudien. paya.

Capítulo VII LA PESCA

Las costumbres de los indios Jívaros y Canelos El extremo de una cuerda larga o sedal es atado a con respecto a la pesca pueden ser descritas en for- esta cabeza, el otro extremo lo está al eje. La lucha ma muy breve. Hablando en forma general, hay del pez cuando es golpeado por el arpón, hace que cinco maneras de pescar que son practicadas por inmediatamente la cabeza se desate del eje y éste todas las tribus; agarrando los peces directamente flote en el agua, pero permanece conectado con el sumergiéndose en el agua; con cuerda y anzuelo pez por medio del sedal, sirviendo así como una con arpones, con redes y con veneno. boya indicadora de la posición del pescado. El En los pequeños afluentes de los ríos más pescado entonces se cansa gradualmente y se lo grandes con fondo rocoso, vive un pez pequeño el hala hasta cerca del arponero quien puede así ma- que los indios tienen la costumbre de agarrar sim- tarlo. Este es el método especialmente usado para plemente con las manos. Moviéndose de un lado capturar el paichi (Arapaima gigas), un enorme pez al otro con su canoa y observando el fondo a tra- que vive en los grandes ríos y lagunas de la Ama- vés del agua clara, el indio, con su vista aguda y su zonia, lo mismo que el siluro, un pez un poco más experiencia, puede percibir al pez escondiendo la pequeño, al que los indios quichua hablantes lla- mayor parte de su cuerpo debajo de una piedra. In- man sungarápu y los Jívaros, tungá. La gran boa mediatamente se arroja al agua, quita la piedra y acuática, cuando los indios se atreven en realidad agarra al pez, al que mata mediante un mordisco a atacarla es agarrada y matada del mismo modo. en el cuello. Los indios Canelos y los Jívaros usual- La lanza debe ser necesariamente de madera mente hacen uso de este método de pesca cuando de chonta, no solo porque ella es extraordinaria- viajan o cuando necesitan un pez con urgencia. mente dura, sino también porque la palma de la Esta clase de pescado que es llamado shachma por chonta es para los indios, debido a sus grandes los Jívaros, la comen en ocasiones en que están púas, un árbol demoníaco. Un arpón hecho de es- obligados a celebrar un ayuno ceremonial. ta madera se supone por ello capaz de herir y ma- La mayoría de las tribus actuales del Oriente tar al pez mejor que uno hecho de cualquier otra ecuatoriano practican la pesca con caña, usando madera. anzuelos que reciben de los blancos. Antes de que Antes de que se introdujera el arpón de acero los anzuelos de acero fueran introducidos, se usa- entre los indios, ellos usaban arpones o lanzas he- ban con este fin huesos torcidos. Pedazos de carne chas totalmente de chonta; el extremo de la lanza y ciertas semillas se usaban como cebos. Cuando era puntiagudo y dotado de púas. Arpones más pe- el indio arroja el anzuelo, silba un cántico a fin de queños de este tipo todavía son usados al menos atraer el pez. por los indios Canelos y Jívaros, quienes los hacen El arponeo es un antiguo y muy común méto- de una clase de caña silvestre o bambú llamada do de obtener peces grandes. Los indios Canelos y shingyána. El cuchillo original de los indios, que del Napo usan para este propósito lanzas de apro- todavía es usado en ciertas ocasiones ceremonia- ximadamente cuatro metros de largo, hechas de la les, se hacía de la misma caña. madera dura de palma de chonta. El arpón mismo Antes de que el indio Canelo salga a arponear consiste en la cabeza de una púa de acero fijada a al paichi o al sungarápu, él se ata alrededor de la una pieza de madera, agujereada de un modo tal muñeca de su mano derecha la corteza de cierto que el eje puede ser insertado flojamente en ella. árbol, al cual estos indios llaman nina cara cáspi 146 RAFAEL KARSTEN

(árbol de la corteza de fuego). Esta corteza se cree indio entonces se acerca con cautela en su canoa que hace muy fuerte al brazo y muy firme para o vadeando el agua, y arroja su red en forma tal apuntar y arrojar el arpón contra el pez. que ella, o cae directamente encima de los peces La pesca con red es también comúnmente si el terreno es bajo, o permanece flotando encima practicada por los indios del Oriente de Ecuador. de ellos si el agua es algo más profunda, de modo Las redes son siempre tejidas con las fuertes fibras que queda cerrado el camino de escape para los de la palma de chambira. Hay dos maneras de usar peces y los agarra. estas fibras: a veces se las usa en su estado natural, Frecuentemente cuando los indios, viajando directamente tomadas de las hojas de chambira en una canoa, llegan a un sitio del río donde mu- disecadas. De estas fibras crudas, los indios tam- chos peces es evidente que se han reunido y en el bién hacen los bolsos con los que los indios llevan cual el agua no es tan profunda que requiera na- sus ropas cuando viajan. Para hacer las redes, en dar, usan sus redes en el sistema de pesca por cambio, la cuerda es preparada de una manera es- arrastre. Los indios saltan al agua extendiendo la pecial. Las hojas de chambira se hierven primera- red a través de la corriente. Tres hombres la sostie- mente por muchas horas, de modo que las fibras se nen, uno a cada extremo y uno en la mitad. Enton- disuelvan y, haladas con los dedos, formen una ces pasan la red lentamente hacia abajo del río tra- pulpa blanda con apariencia de lino, que se hila de tando de agarrar el pez que va contra corriente. la manera ordinaria para obtener un hilo fino pero Tan pronto como los indios sienten que un pez ha excesivamente fuerte. Es de este hilo que se hace sido atrapado en la red, enseguida lo sueltan, lo la red. Las redes tienen en mucho el aspecto de las matan de un mordisco en el pescuezo y lo arrojan usadas por los blancos, pero generalmente son a la canoa que los va siguiendo. más pequeñas, por lo menos entre los Jívaros. Es- El último y más interesante método usado por tos indios que viven en las orillas de pequeños ria- los indios para pescar es el de envenenar el agua chuelos o afluentes de los ríos más grandes, ma- del río. El veneno más comúnmente usado es el yormente agarran con sus redes (llamadas nekka) conocido con el nombre español barbasco, un solo peces del tamaño de sardinas. Los indios ca- nombre también usado por los indios quichua ha- nelos que usan sus redes (lica) en los grandes ríos blantes del Oriente de Ecuador. Bajo este nombre, Bobonaza y Pastaza, las hacen algo más grandes, sin embargo, están comprendidas varias plantas de algunos metros de longitud. A lo largo del bor- ponzoñosas. La planta más comúnmente usada es de inferior se atan pequeñas piedras para mante- la Cracca toxicaria, que es cultivada tanto por los nerlas sumergidas en el agua. Al borde superior se salvajes Jívaros como por los indios Canelos. La atan pedazos de una clase de madera liviana lla- misma planta, como hemos visto, se usa en la pre- mada balsa, que sirven como flotadores. paración del veneno para flechas. La raíz del ar- El indio usa sus redes en diversas formas. A busto es la parte usada. Varias raíces son primero veces cierra la boca de un río pequeño o afluente trituradas con un garrote, en un hueco hecho en el con ella, dejándola suspendida ahí por toda la no- suelo con este propósito, para liberar el jugo vene- che, a fin de agarrar el pez que quiere entrar al río noso que contienen. Luego se las pone en uno o principal. Su método favorito de usar la red, es sin varios cestos tejidos con lianas de la selva de la embargo, arrojándola. El indio que sostiene la red clase usada por todos los indios . doblada con su mano, puede arrojarla sobre el Hay también una planta silvestre de barbasco agua como haciendo un lazo, de tal manera que que tiene el aspecto de una parra. Para el fin de ex- por un solo movimiento ella quede extendida casi traer el veneno, la parra misma es triturada y el ju- en toda su longitud. De este modo, sorprende y go es exprimido hacia afuera, igual que se hace captura los peces reunidos en un determinado si- con las raíces de la planta cultivada de barbasco. tio, que él reconoce por ciertos movimientos visi- No se conoce el nombre científico de esta parra. bles en la superficie del agua. El bocachico (llama- Los salvajes Jívaros, sin embargo, tienen otros do challua en quichua) es el pez más frecuente- dos venenos para pescar; uno es llamado massu mente agarrado con ese sistema. Este pez tiene el (probablemente de las especies Paulinia o Sejania, hábito de reunirse en gran número, especialmente de la familia de las Sapindaceae). Las hojas y el ta- en el sitio en que un río pequeño se vierte en uno llo de esta planta son las partes que se usan, se las mayor, o cerca de los cauces bajos de los ríos. El tritura con garrotes en un hueco en el suelo, la ma- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 147

dos en estado de estupor. Alrededor de una hora después que el veneno ha sido puesto, toda clase de pescados se ven flotando en la superficie del agua, todos ellos siendo llevados por la corriente hacia la barbacoa. Los indios en seguida empiezan a agarrarlos, algunos moviéndose en sus canoas de un lado al otro, otros vadeando el agua y atrapan- do algunos de los pescados con las manos; mien- tras los más grandes son lanzados, los restantes son atrapados en la barbacoa. A veces los indios no consideran necesario construir una barbacoa, sino que simplemente arrojan el barbasco venenoso al río, pemitiéndole fluir aguas abajo con la corriente. Después de un rato ellos bajan por el río en sus canoas, atrapando el pescado que aturdido y medio muerto es visto flotar en la superficie. Los indios me contaron que el gran siluro es casi el único pez que no puede ser atrapado con el veneno barbasco. Él parece sentir Fig. 6. Pescando con barbasco en el Bobonaza instintivamente que el agua ha sido envenenada y rápidamente se aleja aguas abajo para escapar de sa se la sumerge en algo de agua y el jugo veneno- los efectos del veneno. so es usado en la misma forma que el veneno bar- Por este método enormes cantidades de peces basco ordinario. El otro veneno usado para pescar, se atrapan en una pocas horas. Los indios recurren los Jívaros lo llaman payashi (Paulinia Pinnata), cu- a él cuando necesitan grandes suministros de pes- ya raíz es usada de la misma manera que la del cado para una fiesta. barbasco. El barbasco es también venenoso para el El río pequeño o riachuelo donde los indios se hombre, pero de ninguna manera afecta a la carne proponen pescar, ha sido previamente bloqueado del pescado atrapada con él. con piedras y estacas dispuestas de tal manera que La pesca con barbasco es un método genuina- forman una especie de valla, toda la estructura for- mente indio para pescar en gran escala. El descu- ma un ángulo cuyo vértice se encuentra en medio brimiento de este veneno y el uso que se le da, re- del río. En este punto hay una como plataforma pe- vela de este modo el admirable conocimiento far- queña hecha con bambú desplegado, colocada en macológico de los indios, el cual también y aún posición oblicua con la parte superior hacia afue- más asombrosamente, aparece en la preparación ra. Sobre esta plataforma, que se la llama barba- del veneno para las flechas. coa, el pescado envenenado aparece y es atrapa- Los indios, especialmente los Jívaros, escogen do, al ser traído ahí por la corriente. de preferencia las noches de luna para pescar, al A poca distancia aguas arriba, el veneno es haberles enseñado la experiencia que en ellas los puesto en el río sumergiendo en el agua repetida- peces son agarrados más fácilmente. mente los cestos con las raíces de barbasco, las Al igual que los indios Canelos usan misha que después de cada sumergida son apaleadas de para la caza, ellos también usan amuletos para la nuevo, luego sumergidas y así sucesivamente, has- pesca, que consisten en piedras de formas peculia- ta que la parte principal del veneno sea transferida res y otros objetos duros que se hallan en el estó- al río, al deslizarse a través de los huecos de los mago de los pescados. Un indio Canelo me mostró cestos. El veneno se propaga con rapidez sobre el una de tales misha, que el mismo había comprado agua en virtud de la corriente y a la vez cae al fon- en un precio alto a un indio del Napo. Era una pe- do, envenenando así el río en este sitio particular. queña piedra redonda y coloreada, en la que el Los peces de cualquier especie que sean tienen po- agua había labrado ciertas líneas espirales que le ca resistencia contra el veneno del barbasco, aun- daban una apariencia de caracol. La piedra había que ellos generalmente no mueren, solo son deja- sido tragada por un bagre y se la halló en su estó- 148 RAFAEL KARSTEN mago por los indios que lo atraparon. El indio Ca- Amuletos consistentes en espinas y cabezas nelo no me la vendería por ningún precio, creyen- de pescados grandes también se encuentran con do que le daría una suerte extraordinaria para pes- frecuencia en las cabañas de los indios junto a los car el bagre. El modo de usar un amuleto de esta cráneos y huesos de los animales atrapados en la clase es sobando con él el anzuelo antes de lanzar- caza. Las espinas se cree que tienen el mismo efec- lo al agua. Este tratamiento se cree que atrae el pez to, o sea, atraer al pez y dar buena suerte en la pes- al anzuelo. ca. Tercera parte VIDA SOCIAL

Capítulo I ORGANIZACIÓN SOCIAL

De las aseveraciones que hemos hecho pre- enemigo común. Este ha sido el hombre blanco, viamente respecto de la distribución de las tribus que ha amenazado tan frecuentemente la libertad jívaras, se desprende que su organización social es de las gentes, pero las alianzas, tal como la de dispersa. De hecho, el total de las gentes se divide 1599, han sido excepcionales y totalmente debidas en un gran número de tribus que a su turno se sub- a la influencia de una sola eminente personalidad. dividen en clanes más pequeños que comprenden Estrechamente conectada con este antagonis- unas pocas familias estrechamente emparentadas mo entre las diversas tribus jívaras, está su marca- entre ellas por la sangre. Estas subtribus no forman da endogamia. Los matrimonios, como regla, son comunidades asentadas en poblados; cada familia contraídos únicamente entre personas que perte- habita su propia casa comunal grande (héa), pero necen a familias emparentadas entre ellas y social- éstas no se ubican cerca unas de otras sino que es- mente unidas. La idea de que ellas, igual que otros tán desparramadas en la selva virgen. Generalmen- indios, hacen la guerra contra otras tribus con el fin te uno tiene que caminar una o varias horas para de procurarse mujeres1 y que regularmente las es- llegar a la casa más cercana. Cada casa jívara for- posas de los enemigos vencidos se convierten en ma -de hecho- una unidad social, política y econó- las esposas de los vencedores, es ciertamente una mica independiente y separada, con su propio exageración. Los Jívaros temen y detestan a las tri- conjunto de familias, sus propias plantaciones en bus extrañas, especialmente de su propia nación y la vecindad de la casa, y su propio gobernante o no ponen pie en sus dominios excepto con inten- jefe, el mayor de los jefes de familia, quien de ma- ciones hostiles. La manera como los Jívaros consi- nera alguna es controlado por nadie en tiempo de deran los matrimonios exógamos, o las relaciones paz. Es en mucho la misma característica que en- sexuales con miembros de tribus extrañas en gene- contramos en otras partes de Sud América tropical, ral, puede inferirse del hecho de que si una viuda donde las selvas vírgenes impenetrables necesaria- o alguna otra mujer ha sido preñada por un hom- mente, conducen a la desintegración social, que se bre que pertenece a otra tribu, la mujer es obliga- incrementa aún más por las tendencias antisociales da a matar a la criatura si es un niño, tan pronto que son comunes entre los indios. El estado de las nazca, “a fin de que el hombre extraño no deje cosas entre los Jívaros, sin embargo, es único en descendientes dentro de la tribu...”. Las relaciones muchos aspectos. con tribus extrañas serán tratadas de nuevo en co- Su sociedad se basa de esta manera en el la- nexión con las guerras de los indios. Por el mo- zo de sangre. Solamente las tribus que reconocen mento es importante señalar que no es probable alguna clase de consanguinidad, presentan un sen- que los Jívaros tomen sus esposas de tribus que timiento de solidaridad, el resto, aunque hablan el ellos consideran enemigos mortales, tales casos mismo idioma son mirados no solamente como ex- más bien son excepciones que confirma la regla. traños, sino como verdaderos enemigos naturales, Esto nos conduce a examinar las costumbres matri- una característica que será ilustrada más prolija- moniales de los indios. mente en la parte que trata de sus guerras. Es casi una regla general, que ocurran las guerras de exter- Nota minio entre las distintas subtribus. Sin embargo, como aparece en su historia, ha 1 Rivet. “Les Indiens Jívaros”, en L’ Anthropologie; XVIII habido ocasiones en las que han podido vencer la 605-615. natural antipatía que los separa y unirse contra un

Capítulo II COMPROMISO Y MATRIMONIO

Una consecuencia de las reglas endogámicas, siguiéndolos y ellos me aseguraron que si los hu- es que las personas que se casan entre los Jívaros biesen capturado, los hubieran matado. Los indios son generalmente parientes. Como un hecho cier- me declararon que esto era una “cosa muy mala”. to, se consideraba un deber del hombre jívaro ca- Por una investigación posterior, supe que de acuer- sar a su hija con un joven que la reclame en virtud do con sus creencias una criatura monstruosa (pa- de este parentesco. La costumbre establece que un súna) era probable que naciera de tales relaciones pariente cercano será preferido a otro más lejano. ilícitas, y esto a su vez sería un infortunio para to- Un padre de familia por supuesto está ansioso de da la familia. Las ideas peculiares que los indios casar a su hija con el joven que más le guste y de tienen sobre niños monstruosos y deformes se cuyas cualidades él tiene una alta opinión, y es na- mencionarán más tarde. tural que por esta razón él no siempre tiene incli- Podría añadir en relación al tema que la cap- nación por darla a sus parientes más cercanos. En tura de mujeres en general, dentro de las subtribus, tales casos, puede que haya quejas de parte del de ningún modo es rara en las comunidades jíva- hombre así desechado. “Yo soy tu pariente más ras. Lo mismo puede decirse de fugas con la espo- cercano”, puede que él diga, “y sin embargo, tú sa de otro hombre, una ilegal forma de matrimonio das tu hija a fulano que es un pariente más lejano”. que puede originar venganzas dilatadas y sangui- A pesar de esto, hay grados de consanguinidad narias entre las familias. dentro de los cuales los matrimonios son prohibi- Los Jívaros son polígamos. Las primeras espo- dos. Primos por la parte masculina no pueden ca- sas son sin embargo en muchos casos, hermanas sarse. Ellos son vistos como hermano y hermana y entre sí, puesto que un jívaro, siempre da sus de- el matrimonio entre ellos sería considerado como más hijas a un yerno de su gusto. Sin embargo, es un incesto. Por otra parte, no hay prohibición de muy raro que un hombre jívaro tenga más de dos matrimonio entre los hijos de un hermano y una o tres mujeres. Solo los ancianos jefes que han to- hermana o de dos hermanas. Al contrario, tales mado parte en muchas guerras en las cuales han matrimonios son mirados como cosa perfectamen- capturado jóvenes muchachas y las han traído a su te natural. Igualmente, aunque un tío paterno no hogar, pueden tener cuatro o aun más esposas. puede nunca casarse con su sobrina, para él no es- Puede así suceder que estos ancianos jefes tengan tá prohibido casarse con la hija de una hermana. esposas que son decenas de años menores que él. Los Jívaros, debería anotarse, son gente estricta- En cuanto a las razones para mantener muchas es- mente paternal, ellos reconocen descendientes so- posas, en una ocasión recibí la siguiente respuesta lo por la línea masculina, mientras las mujeres de un jívaro cuando le pregunté acerca de ello: quedan fuera de esto. “Tengo una casa grande y necesito muchas muje- El incesto y toda relación sexual ilícita son mi- res para cuidarla. Una de mis esposas tiene que sa- rados con el horror más grande y se los castiga se- lir a los campos donde ella trabaja casi todo el día. veramente con un tratamiento cruel, a veces aun Entretanto necesito otra mujer para cuidar la casa, con la muerte para ambas partes. Un caso de estos los niños y los animales domésticos, y para servir vino a mi conocimiento cuando un joven jívaro se cerveza de yuca a los visitantes que lleguen. A ve- escapó con la hermana de su padre. Todos los ces alguna de mis esposas se enferma o está con miembros masculinos de la familia estuvieron per- los niños y entonces necesito una más para que ha- 154 RAFAEL KARSTEN ga su trabajo. Es diferente entre nosotros que entre tiene ya dos o más esposas. Para eludir su obliga- los blancos”. Esta respuesta nos hace entender que ción, puede acusarla de haber quitado la vida a su es puramente por razones prácticas que los indios esposo anterior por medios secretos. “Tú has asesi- tienen muchas esposas, ellas en cierta forma reem- nado a tu marido con veneno”, puede decir él. Si plazan a las sirvientas femeninas que no tienen. tiene éxito en afirmar la sospecha de que ella ha Pero no puede negarse que otro motivo para la po- cometido tal crimen, lo cual no es del todo desco- ligamia está latente entre los Jívaros, esto es el gus- nocido en la comunidad Jívara, la viuda puede ser to de los hombres por la variedad. Tanto entre los muerta. indios jívaros como entre los Canelos, quienes sin Es costumbre entre los Jívaros de que después embargo son principalmente monógamos, más de de casarse, un hombre resida en la casa de los pa- un hombre me explicó que él deseaba una nueva dres de la esposa. El trabajo que él hace para sus y joven esposa porque la primera había envejecido suegros es mirado como compensación por su es- y estaba cansado de ella. Todavía más, el indio jí- posa, puesto que entre los Jívaros no se acostum- varo quiere una gran descendencia y cuando él se bra nunca pagar un precio por la esposa. El yerno, casa con muchas mujeres jóvenes lo hace, por su- como regla, continúa viviendo con los padres de puesto, con la esperanza de tener muchos niños. su esposa hasta que nazcan uno o dos hijos. Cuan- Respecto a las mujeres que son esposas de un do la familia aumenta, y especialmente si el hom- solo hombre, nunca advertí celos y hostilidad en- bre quiere tomar una esposa más, él se separa de tre ellas, parecen considerar como una cosa per- sus suegros y funda con su familia una nueva casa fectamente natural que un hombre tenga varias es- en el vecindario de ellos. Sin embargo, como he posas, cada una de las cuales tiene su parte en el dicho, frecuentemente sucede que la segunda es- trabajo común. Las mujeres jívaras se llaman entre posa es una hermana más joven de la primera, en sí co-esposa, mediante el nombre kai, el que pare- cuyo caso el hombre continúa viviendo con sus ce denotar una clase especial de parentesco. En suegros. cuanto a la fidelidad de las esposas jívaras, tendré El joven jívaro selecciona su futura esposa oportunidad de hablar de esto en el capítulo dedi- desde que ella es una criatura de 5 a 10 años de cado a la moral sexual. edad. Los compromisos entre niños aun a edades El levirato prevalece entre los Jívaros, costum- menores, o poco después del nacimiento, ocurren bre que manda que un hombre debe casarse con la y el arreglo se hace entre los padres de la niña y el viuda de su hermano. Solamente si el esposo no ha pretendiente o entre los padres de los dos niños. dejado hermano alguno, se permite a la mujer ca- Esta costumbre evidentemente se ha originado en sarse con el hombre de otra familia. Si la viuda ile- el deseo del joven o de sus padres de asegurar una galmente se casa o tiene relaciones sexuales con esposa para él a su debido tiempo, puesto que en otro hombre, la consecuencia de acuerdo con la la tribu Jívara hay una gran demanda de mujeres. creencia de los indios, puede ser el nacimiento de Tal arreglo de matrimonio es, por supuesto, facili- un niño sordo mudo o monstruoso (nétsi, pasúna) tado por el hecho de que ambas familias como re- y probablemente el hombre que se casó con la mu- gla están cercanamente emparentadas y que el pre- jer muera pronto. Esto se debe a la creencia de que tendiente tiene cierto derecho a reclamar la mu- el espíritu del difunto esposo, que está celoso de la chacha por razón de este parentesco. El padre del mujer que dejó atrás, no la cederá a ningún otro joven puede que asegure una esposa para su hijo hombre que no sea su hermano, quien forma con mediante negociaciones con sus padres, o el hijo él una sola persona y lo representa en el sentido por sí mismo aparece como un pretendiente. más real de la palabra. La costumbre del levirato Cuando asistí a una fiesta de la victoria en río Chi- entre los Jívaros, de este modo, se debe parcial- guaza, el cabeza de familia, un jívaro de nombre mente a razones supersticiosas y parcialmente a la Shakaëma, me dijo que acababa de asegurar una estrecha relación que debe existir entre dos herma- esposa para su joven hijo, el vencedor y personaje nos. principal de la fiesta. Como veremos, se considera Un hombre puede, desde luego, en muchos necesario que el vencedor sea casado, en razón casos sentirse poco inclinado a casarse con la viu- del importante papel que su esposa desempeña en da del hermano, especialmente si es anciana y el la fiesta. Shakaëma me contó que había tomado LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 155 natéma para este propósito y visto, en el sueño al fin Angoasha parecía vencido. Además parece producido por el narcótico, la muchacha que sería ser un punto de protocolo que al hablar con el pre- la mejor esposa para su hijo. Es más común sin em- tendiente, los padres no cedan enseguida o no pa- bargo, que el propio joven aparezca como preten- rezcan ansiosos de hacer casar a su hija y su pri- diente. Al visitar a un indio llamado Angoasha en mera negativa puede que haya sido más aparente el río Upano, tuve la oportunidad de atestiguar una que real. solicitud de matrimonio. Angoasha estaba prepa- Como quiera que esto haya sido, aun la ma- rando una “fiesta del tabaco” para una de sus hijas dre se rindió y terminó dando a su futuro yerno al- casadas y algunos de los invitados ya habían llega- gunos consejos maternales y bien intencionados. do. Entre éstos estaba un sobrino de Angoasha, un “Trata a tu mujer bien”, dijo ella, “y cuídala y joven, llamado Huanga. Más tarde se supo que no la abandones por causa de alguna otra mujer. . Huanga había ido a casa de Angoasha con la in- Ojalá la ayudes en sus tareas, ojalá que dispares tención de cortejar a su hija, una jovencita de 9 ó aves de la selva para ella con tu cerbatana y atra- 10 años. La solicitud de matrimonio se hizo tem- pes pescado en el río para ella”. prano en la mañana cuando Angoasha estaba sen- La persona que parecía tener la última palabra tado cerca del fuego, preparando su agua de taba- en este arreglo era la joven novia, lo cual era natu- co como se acostumbra. Una tercera persona que ral ya que se trataba de una criatura. Sin embargo, se sentaba cerca del fuego y participaba en la con- a la vez en éste y otros casos que vinieron a mi co- versación era el yerno de Angoasha, Mucuimbi. La nocimiento las muchachas comprometidas pare- primera contestación de Angoasha parece que fue cían estar contentas con su suerte. Temprano en la una negativa rotunda. En la mañana, cuando des- mañana la joven pareja salió al banco de arena del perté, lo oí repitiendo enfáticamente una y otra vez río y permaneció lejos durante todo el día. Esta es la palabra tsa, tsa, tsa (¡No!, ¡no!, ¡no!), mientras una costumbre general entre los Jívaros en casos si- que los dos jóvenes se hablaban con vehemencia, milares. El novio ahora tiene que demostrar la ca- contradiciendo al anciano. Mucuimbi incesante- pacidad práctica que sus deseados suegros habían mente y con igual énfasis exclamaba: soásta, soás- objetado. Él tiene que atrapar pescados con el ve- ta, soásta, (deséala, deséala, deséala). Pronto com- neno barbasco en el riachuelo, recoger cogollos de prendí que el viejo Angoasha no estaba inclinado palma, derribando jóvenes palmas tarapoto con a casar su hija con Huanga quien, por otra parte, cogollos comestibles y demostrar su destreza con tenía como aliado al yerno de Angoasha. la cerbatana. A la tarde, los jóvenes regresaron a “Tu eres todavía demasiado joven para casar- casa y ahora la novia a su vez tenía que demostrar te” continuó Angoasha. “¿Cómo sé yo si eres capaz su habilidad para desempeñar los deberes de una de trabajar y alimentar a tu esposa? Y tal vez tú no futura madre de familia. En un fuego especial den- permanezcas en mi casa sino que dejarás a tu es- tro de la casa, ella preparó los alimentos traídos a posa con nosotros y te irás a construir otra casa pa- ella, el pescado, la caza y los cogollos de palma, ra tu familia. Yo estoy viejo y lo mismo mi esposa. que luego comieron juntos. Ella preparó cerveza Queremos un yerno que trabaje para nosotros. de yuca en un plato y se la trajo e igualmente de- ¿Puedes tú despejar el suelo y hacer plantíos? sempeñando las funciones de una ama de casa, ¿Puedes tú cazar aves y monos con tu cerbatana? ella la ofreció a los invitados que llegaban, como ¿Puedes tú pescar con el veneno barbasco?”. las otras mujeres de la casa lo hacían. Ahora una voz femenina se mezcló en la con- Habiéndose celebrado el compromiso, la versación. Era la madre de la chica que desde sus educación de la joven muchacha para enfrentar habitaciones había oído la discusión de los hom- sus futuras obligaciones puede propiamente empe- bres y quería hacer conocer su opinión en el asun- zar y fue supervisada por su futuro marido quien to. Parece que se puso de parte de su esposo. continuó viviendo en la casa como un miembro de “Tu eres todavía un niño” dijo ella, “No eres la familia, trabajando al igual que los otros hijos y capaz de trabajar y alimentar una esposa. Y tal vez yernos. Cuando la muchacha tiene su primera la trates mal y la golpees, o la abandones a causa menstruación, una nueva e importante época de su de otra mujer”. vida comienza. Ciertas ceremonias menores, que La conversación que podría llamársela típica, se describirán más tarde, tienen lugar. La cuestión continuó de esta manera por dos horas, hasta que más importante, sin embargo, es que desde ahora 156 RAFAEL KARSTEN empieza la preparación de la gran fiesta que los Jí- Tenemos ahora que examinar en detalle esta varos llaman “fiesta del tabaco” (Noa tsangu) y que fiesta para establecer su significado general. tiene el carácter de una fiesta nupcial. Capítulo III LAFIESTAFEMENINADELTABACO (NOATSANGU’)

La preparación para la “fiesta del tabaco” re- Los cerdos y gallinas son los principales ani- quiere como regla dos o tres años. Esto se debe al males domésticos sobre los que el espíritu del ta- hecho de que ella consiste principalmente en criar baco, conjurado durante la futura fiesta, ejercerá animales domésticos, cerdos y gallinas y en hacer su influencia favorable, haciéndolos numerosos y plantíos nuevos de yuca, plátano y otras frutas. Los gordos. Precisamente porque el poder del tabaco cerdos pequeños deben hacerse grandes y los es de manera misteriosa activo con los cerdos y las campos completamente desarrollados, fructíferos y gallinas, la mujer debe, durante el período crítico, en estado de florecimiento antes de que la fiesta abstenerse de comer la carne de estos animales, so comience. pena de que el tabaco se muestre perjudicial con Durante los dos años de preparación, la chica ella. Al infringir estas reglas de dieta, por lo tanto, tiene que hacer dieta, estando sujeta a ciertas res- se expondrá ella misma al peligro y el tabaco po- tricciones respecto del alimento. Las reglas de la dría mostrarse inútil o aun perjudicial, al igual que dieta son las siguientes: ella no debe beber cerve- con los animales, de tal modo que en lugar de au- za de yuca (nihamánchi), está prohibida de comer mentar, ellos languidecerían y morirían. La carne puerco y pollo, o sea la carne de los animales do- del cerdo salvaje es prohibida de comer a la mujer mésticos más importantes, igualmente debe abste- debido a su gran parecido con el cerdo doméstico. nerse de comer la carne del cerdo salvaje (unta Ya que durante el período en cuestión se supone pakki), de cualquier clase de mono y de las gran- que ella está en una condición delicada, debe evi- des aves de la selva que los indios cazan de prefe- tar totalmente comer todos los animales en los rencia. Por otra parte, se le permite comer el peca- cuales, de acuerdo con las ideas de los indios, pue- rí pequeño (yankípi), el roedor agouti (kayuka) y de que estén encarnados espíritus malignos, tales bastantes aves pequeñas que los Jívaros cazan con como monos y muchas aves de la selva. Por otra cerbatana y flechas sin veneno. De los pescados parte, puede comer todos los animales sobre los grandes ella puede comer solo el llamado por los que no se tienen ideas supersticiosas, tales como el Jívaros “wámbi”, un pescado blanco con cola y pecari y el agouti y entre los pescados, la sardina. aletas rojas, pero se le prohibe comer el pez blan- La prohibición del pescado kangá para la mu- co más pequeño kánga (en español: bocachico), el jer se debe a causas relacionadas con las ideas mi- pez más común en los ríos sudamericanos. Tam- tológicas de los Jívaros. De acuerdo con sus tradi- bién se le permite comer sardinas (chumakaí) y ciones, todos los animales, aves, reptiles y pesca- ciertos otros pescados llamados sáchma. Respecto dos han sido en tiempos antiguos hombres, esto es de alimentos vegetales, su comida principalmente Jívaros. En esa remota antigüedad también acos- consiste en yuca cocinada y amasada, llamada tumbraban guerrear entre ellos, hacer trofeos de nauma, de fréjoles y maíz y de un plato preparado las cabezas reducidas de sus enemigos muertos y con las hojas de una planta silvestre a la que los Jí- mantener fiestas de la victoria igual que los Jívaros varos llaman épo. todavía lo hacen. Entonces, en una pelea el pesca- No solamente la joven, sino también su futu- do kánga fue muerto por uno de sus enemigos, ro marido debe observar las reglas de dieta de arri- quien más tarde fue convertido en un ave, el pája- ba, a causa de las íntimas relaciones que existen ro paraguas, ungúmí, y quien hizo de su cabeza un entre esposo y esposa. trofeo. Desde entonces, la boca del pez kánga es 158 RAFAEL KARSTEN todavía muy parecida a la boca de una cabeza hu- de yuca que se necesita para este fin. Cuando las mana reducida (tsantsa), y ésta es la razón para que mujeres han llegado a los sembríos, la joven novia una mujer que se prepara para la fiesta del tabaco recibe algo de jugo de tabaco de una mujer mayor. deba abstenerse de comer ese pez. De otra mane- La primera raíz de yuca es sacada del suelo y co- ra entraría en íntimo contacto con el espíritu dis- locada en el cesto por la muchacha, mientras la gustado de un indio asesinado. anciana sostiene su mano. De ahí en adelante, to- En primer lugar, sin embargo, el espíritu del das las mujeres proceden a llenar sus cestos con tabaco ejercerá una influencia favorable en las co- raíces de yuca y a llevarlos al hogar. sechas, haciendo que los plantíos crezcan rápida- Aquí tiene lugar la ceremonia que es llamada mente y fructifiquen abundantemente (áha pam- por los Jívaros Nauma, es decir la ceremonia de boártinyu). Las reglas de dieta mencionadas arriba masticación de la yuca, a la que son invitadas las tienen también especial referencia con las prepara- mujeres de diferentes casas del vecindario para ciones agrícolas para la fiesta. Si la mujer infringe que tomen parte. En primer lugar, la yuca es pela- estas reglas, si no ayuna cuidadosamente, toda la da y hervida en grandes ollas de barro colocadas fiesta del tabaco será un fracaso; el espíritu de la en varios fuegos dentro de la casa. Cuando la yuca planta no propiciará el crecimiento de los campos está suave, las ollas son quitadas del fuego y la yu- ni los hará fructíferos, sino que traerá a ellos el re- ca amasada como se hace con las papas. Las ollas sultado opuesto. Toda mujer jívara que se prepara se colocan sobre el suelo formando un círculo con para una fiesta está por ello ansiosa de observar, algunas vacías hacia el medio. Las mujeres ahora tan estrictamente como sea posible, las reglas so- se sientan sobre el suelo, cada una al frente de una bre el ayuno que la costumbre le prescribe. olla de barro con yuca, y la masticación de la fru- La fiesta del tabaco dura cuatro días. Está pre- ta comienza. Cada mujer llena su boca con la fru- cedida por ciertas ceremonias que tienen el carác- ta amasada y la mastica por un rato largo con gran ter de preliminares pero que son consideradas co- cuidado, una y otra vez, más o menos como una mo esenciales. Entre estos preliminares la danza vaca rumiando. Ella no se detiene hasta que la Wimchi es la más importante. Es una danza circu- substancia masticada está en estado líquido, en- lar en la que toman parte los hombres más jóvenes tonces se inclina hacia la olla vacía frente a ella y y niños, los cuales se mueven alrededor de una pi- escupe el líquido blanco dentro de la misma. lastra de la casa, a veces hacia la derecha a veces Cuando las ollas están más o menos llenas hasta la a la izquierda, mencionando incesantemente por mitad con este fluido, se aumenta yuca amasada sus nombres todos los animales y aves que los Jíva- pero no masticada hasta llenar las vasijas y toda la ros cazan mayormente, al igual que las artes indus- masa es batida. Las bocas de las vasijas de barro se triales que incumben a los hombres. Esta danza se tapan cuidadosamente con hojas de plátano y lue- efectúa todas las noches por varias horas y por al- go se las coloca en determinado lugar en el depar- rededor de ocho días antes del comienzo de la tamento de las mujeres de la casa cerca de uno de fiesta y se supone que ejerce una infiuencia favo- los pilares que la soportan. Aquí se producirá la rable en todo el conjunto de familias involucrado fermentación, ese admirable proceso que para la y en el arte industrial de los indios. Se la conside- mente de los indios es sobrenatural y sagrado, y ra como un preliminar necesario de todas las gran- atribuido al alma que anima a la yuca. A fin de que des fiestas de los indios y la describiré con más de- la fermentación proceda con rapidez y sin influen- talles más tarde, en conexión con la fiesta de la cias perturbadoras, las mujeres finalmente se sien- victoria de los Jívaros. tan alrededor de las ollas de barro y cantan una es- Otro acto preliminar es la cermonia lamada pecie de oración o canción mágica dirigida al es- Nauma, la masticación de la raíz de la yuca con el píritu de la yuca. objeto de fabricar la cerveza de yuca, una ceremo- No solamente se prepara cerveza de yuca or- nia que tiene lugar tres días antes de que la fiesta dinaria para una fiesta, sino también una cerveza comience. Temprano en la mañana, todas las mu- especial de yuca y otro vino de yuca, ambos pre- jeres de la casa, encabezadas por la muchacha en parados de yuca asada. Mientras las ollas de barro cuyo honor se celebra la fiesta, salen hacia los hervían en la casa, los hombres habían estado campos de yuca de la vecindad con sus cestos asando raíces de yuca fuera de la casa, colocando (changina) para recoger la gran cantidad de raíces las raíces para ello, sobre un gran fuego hecho so- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 159 bre una estructura fabricada con tres ramas y que ta, hay un anciano quien tiene que asistir en cier- se llaman pingána. Una cantidad de los más gran- tas ceremonias y así actuar como un sacerdote. La des tubérculos de yuca han sido seleccionados al jovencita en cuyo honor se celebra la fiesta es lla- efecto y de éstos a su vez han sido escogidos dos mada tsángrama. Una hermana suya y otra joven bien desarrollados, para que sean colocados sobre pariente, también toman parte en las ceremonias la estructura por la jovencita con la ayuda de la sa- principales y la tsángrama, su hermana y la tercera cerdotisa. De ahí en adelante se añaden otros tu- joven, son mencionadas a menudo en conexión bérculos sin ceremonia. Tan pronto como están su- entre ellas. ficientemente asados, se los coloca en hojas gran- El primer día de una gran fiesta se llama siem- des de plátano y se los lleva a la casa. Aquí la mu- pre Utsándowai, es decir “la apertura de la fiesta”. chacha llena ceremoniosamente dos cestos (chan- Comienza temprano en la mañana con el solemne gina), con raíces de yuca asadas. Los dos primeros ingreso de los invitados en la casa. Todos los hués- tubérculos de yuca, sin embargo, se preparan de pedes invitados han llegado el día anterior, pero se una manera especial antes de ser colocados en los han alojado por la noche en refugios provisionales cestos. La novia, cuyas manos están sostenidas por fuera de la casa. Habiendo arreglado sus vestidos y la sacerdotisa corta con un cuchillo y pone en él adornos y renovado las pinturas de sus caras, en- un poquito de sal, que ella ha tomado mordiendo tran a la casa encabezados por el anciano que ac- un terrón más grande y lo pone en la yuca con un túa como sacerdote en la fiesta. Una vez adentro, poco de saliva; un pedazo de corteza de tallo de se ordenan en dos filas desde la puerta hasta el una planta de yuca y un poco de tierra vegetal que centro y se sientan en pequeñas sillas (kutánga) co- se ha formado sobre algunos pedazos viejos de yu- locadas ahí para este propósito. Ellos reciben la ca asada son envueltos en hojas y guardados para bienvenida de la manera acostumbrada con cerve- el particular propósito de preparar vino de yuca. za de yuca (nihamánchi), que les es ofrecida cere- Algunos otros tubérculos de yuca asados son trata- monialmente por las mujeres. En el centro de la dos en la misma forma, los restantes son colocados habitación, cerca del primer pilar central, algunas en el cesto como están. Cuando los cestos están ollas grandes de barro (muitsa) han sido colocadas; llenos, se los cubre con ciertas hojas grandes y se ellas contienen alimentos, cerdo y pollos. Al frente cuelgan de los mismos pilares junto a los cuales es- de éstas, cuatro mujeres permanecen de pie, la pri- tán las vasijas con la cerveza de yuca ordinaria. Se mera de ellas es la principal persona de la fiesta, la los deja ahí por tres días, a fin de que puedan “ma- joven novia, la segunda su hermana y el resto pa- durar” e impregnarse de la sal y de las otras cosas rientes cercanos. Cada una tiene un plato de barro puestas en la raíz de yuca. Pude establecer por mí (pininga) en sus manos, lleno de cerveza de yuca. mismo que esta manera de prepararlas de ningún Los hombres entonces tienen que avanzar y beber modo era una ceremonia vacía o que se debía a la un sorbo del plato de barro de cada mujer. El futu- superstición. Cuando algunos días más tarde sabo- ro esposo de la muchacha los conduce en su turno reé uno de los tubérculos de yuca asada, hallé que hasta el sitio, comenzando con los invitados de tenía un sabor dulce peculiar y los indios me ase- mayor edad y terminando con los más jóvenes, fi- guraron que el vino, al ser preparado con ello, se- nalmente él mismo bebe. Cuando esto está hecho, ría particularmente fuerte. los hombres comienzan a comer. Algunas hojas de La preparación, tanto de la cerveza de yuca plátano se tienden sobre el suelo frente a las ollas como la del vino, se continúa en el primer día de de barro que contienen la comida y sobre ellas se la fiesta, tres días más tarde, y será aquí brevemen- colocan algunos platos de barro. Los platos están te descrita. llenos con carne y yuca hervida y a continuación Ahora describiré las ceremonias que tienen son distribuidos entre los hombres, que al mismo lugar en cada uno de los cuatro días dedicados a tiempo participan de la cerveza de yuca que es lle- la fiesta. vada constantemente alrededor de la habitación Como lo veremos, la joven novia, en las cere- por las mujeres. Mientras la comida y la bebida monias principales de la fiesta, está regularmente prosigue, algunos indios golpean los tambores in- asistida por una mujer de edad y experimentada, cesantemente, como es costumbre en las fiestas in- que actúa, por así decirlo, como una sacerdotisa y dias. en esta función es llamada whuéa. Además de és- 160 RAFAEL KARSTEN

La bebida continúa durante toda la mañana tas partes de la casa. Este baile se continúa duran- reteniendo los hombres sus asientos. En el espacio te toda la noche y hasta el amanecer. entre ellos, varios conjuntos de mujeres aparecen El segundo día de la fiesta se asigna a la cere- bailando. El baile que se llama Ihiámbrana, es ini- monia llamada “la toma de la medicina chiki” (chi- ciado por la novia, su hermana y la sacerdotisa a ki umártinyu). Chiki es la raíz del árbol del mismo las que se le han unido otras tres mujeres. Las mu- nombre, especialmente cultivado por los Jívaros y jeres están de pie, tres en cada fila, mirándose y al cual se atribuyen propiedades mágicas. Tempra- moviéndose alternativamente hacia y desde cada no en la mañana, tres platos de barro (pininga) se fila contraria a un paso lento y haciendo movi- colocan en una fila en el suelo, uno para la novia, mientos que no pueden ser exactamente descritos otro para su hermana y el tercero para otra parien- con palabras. Los indios, que también se mueven te de la novia. En las más importantes ceremonias de un lado al otro sobre el suelo, acompañan su que tienen lugar en éste y los siguientes días de la baile sonando sus tambores o tocando la flauta. fiesta, estas tres mujeres aparecen juntas y son ayu- Cuando el grupo de mujeres ha bailado por un ra- dadas por la sacerdotisa (whuéa). Una olla de co- to, son relevadas por otro conjunto, pero el núme- cinar se llena hasta la mitad con agua, es colocada ro de mujeres varía en cada uno. Más tarde sola- en el fuego por la novia cuyas manos, como siem- mente cuatro, tres o dos aparecen al mismo tiem- pre, las sostiene la sacerdotisa. En esta olla se po- po y a veces una sola mujer es vista bailando un nen las siguientes cosas: 1) un pedazo pequeño de solo, siempre acompañada por algunos hombres yuca; 2) un pedazo pequeño de camote o patata golpeando sus tambores. El baile y el resonar de dulce; 3) un pedazo de la raíz del chikí y 4) dos ho- tambores continúa por varias horas. jas de tabaco. Al agua de la olla no se la hierve si- En la tarde, la preparación de la cerveza y del no que solamente se la calienta. Cuando está tibia vino de yuca continúa, a cuyo efecto las raíces asa- se sacan las hojas de tabaco y el líquido es vertido das, colgadas en dos cestos, son masticadas, es de- en las tres piningas por la novia, con sus manos cir, que tiene lugar una nueva ceremonia Nauma. sostenidas como siempre por la sacerdotisa. A con- De la fruta masticada, una parte se separa del res- tinuación, la última pasa una de las piningas a la to con el fin de preparar la cerveza especial de yu- novia, quien bebe todo su contenido y corre hacia ca de que se habló más arriba, mientras que del afuera para arrojarlo, la medicina chiki, deberá en- resto de la fruta masticada se prepara el vino de yu- tenderse, tiene el efecto de un vomitivo el cual se ca por medio de la destilación de la esencia de la supone que purifica el estómago de la mujer y la substancia masticada. Ya que el procedimiento a prepara favorablemente para sus sueños. A conti- partir de ahí será descrito minuciosamente en co- nuación, la sacerdotisa de la misma manera permi- nexión con la gran fiesta de la victoria, no insistiré te que las otras dos mujeres vacíen el contenido de aquí en este detalle; lo mismo puede decirse de la sus piningas y ellas igualmente enseguida salen cerveza de yuca que es madurada por medio de un afuera para arrojarlas. Las mujeres son ahora con- fermento especial de yuca masticada preparado sideradas propiamente preparadas para la toma ce- anteriormente. La cerveza especial de raíces de yu- remonial de la medicina de tabaco denominada ca asada se bebe en el tercero y cuarto día de la savinya. Durante éste y el siguiente día o hasta que fiesta después de las ceremonias principales, mien- la fiesta termine, la novia y las otras dos mujeres tras que el vino de yuca, sangucha shikki, se bebe tiene que ayunar más estrictamente que antes, de- al final de la fiesta antes de la partida de los invita- biendo solo comer yuca cocinada y amasada en dos. pequeñas cantidades. Cuando comen se cuidan de Temprano en la noche, los indios de nuevo no tocar los alimentos con sus dedos, sino que comienzan el baile. Primero se efectúa la danza usan palillos de madera para comer. Wuimchi alrededor de uno de los pilares centrales, Después que la toma del chiki ha terminado, tanto hombres como mujeres y aun niños toman los invitados son agasajados con cerveza de yuca. parte en ella; luego algunas de las mujeres bailan Un gran número de piningas se colocan en dos fi- Ihiámbrama como antes, acompañadas por uno o las paralelas y se llenan con cerveza de yuca pre- más hombres sonando sus tambores. A veces am- parada con las raíces de la yuca asada la que es bas danzas se realizan al mismo tiempo en distin- ofrecida a los invitados por las mujeres. Con esta LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 161 ronda de bebida se terminan las ceremonias de la de él a las otras dos mujeres. Luego de esto, las mañana. canciones a la Madre de la Tierra, Nungüi, co- Temprano en la tarde, la sacerdotisa prepara mienzan, las que son dirigidas por la sacerdotisa, a la medicina de tabaco llamada savinya. De un ata- veces ayudada por otra anciana. Estas canciones se do de tabaco que ha sido guardado en un sitio es- continúan, con pequeños intervalos, por varias ho- pecial de la casa, ella toma algunas hojas, las mas- ras, siendo conducidas por la sacerdotisa quien tica cuidadosamente, mezclando la masa mastica- primero las recita sin cantarlas, de modo que las da con bastante saliva y finalmente la escupe en jóvenes puedan aprenderlas, después de lo cual to- una pequeña olla de barro (nattipya), hecha espe- das las mujeres las cantan. En los intervalos entre cialmente para este fin. Cuando ha obtenido una canciones, las tres mujeres repetidamente reciben cantidad suficiente de esta medicina fuerte, que es jugo de tabaco de las manos de la anciana. Ella a espesa como jarabe, ella cubre la olla con una ta- veces embarra sus dedos con el jugo y sopla hacia pa hecha de barro, que al mismo tiempo sirve de ellas, entonces las canciones continúan. copa de la cual las mujeres tienen que tomar la Las canciones que se entonan son en mucho medicina que le es ofrecida por la sacerdotisa. La iguales a las que se cantan en la siembra y más pequeña olla de barro con su cubierta se coloca arriba he dado algunos ejemplos de ellas1. Todas primero en un cesto (changina), el que es colgado las frutas cultivadas por las mujeres jívaras se men- de uno de los pilares de la casa hasta cuando se cionan en estas canciones mágicas, pero especial- necesite la medicina de tabaco. mente la más importante de ellas, la yuca. En sus Más avanzada la noche, la novia y las otras canciones las mujeres, entre otras cosas, repasan dos mujeres van a unos como refugios construidos todo el proceso de este cultivo: cuando los árboles con hojas de palma para ellas en el exterior, cerca son derribados en la selva para hacer los plantíos, de los sembríos de yuca, donde ellas pasarán la cuando las estacas se ponen en la tierra, cuando noche, cada una en un refugio. La sacerdotisa las ellas comienzan a golpear las raíces, cuando las ha seguido ahí y les da la medicina savinya, des- raíces se hinchan y la pequeña planta comienza a pués de lo cual las deja solas. La fuerte medicina, crecer, cuando las mujeres arrancan las hierbas no- tomada con un estómago vacio, no puede fallar en civas y las atienden hasta que finalmente se con- tener efecto y producir los sueños a los cuales los vierten en arbustos altos y la raíz de la yuca está Jívaros atribuyen tan grande importancia. Si los “grande como el sikímuro” y lista para ser cose- sueños son “buenos”, Nungüi misma y los otros es- chada por las mujeres. Sobre todo se apela a la píritus se aparecerán a las mujeres y les hablarán. Madre de la Tierra misma y a su “esposo” Shakaë- Verán los cerdos y gallinas gordos y numerosos, ma para que ojalá ayuden en el trabajo pesado de verán la casa rodeada de florecientes plantaciones derribar los árboles y despejar los troncos, y a de yuca, plátano y otras frutas. Sueños de esta cla- aquella para que ojalá ayude a las mujeres a cui- se se producirán más fácilmente cuando duermen dar la planta y hacer que crezca bien y produzca solas en los sembríos. Por la mañana temprano, la abundante fruta. anciana va a los refugios para observar a las muje- Los siguientes son otros ejemplos de estas res y de nuevo les da jugo de tabaco, después de canciones: lo cual todas regresan a la casa. “Shakaëma, hombre en la tierra. Ahora comienzan las ceremonias del tercer ¡Ven y ayúdanos en nuestro trabajo! día, las cuales consisten esencialmente en la toma Ojalá tú cortes los árboles, de savinya por parte de las mujeres, en dosis repe- envíes lejos los espíritus de la tallos, tidas y en la entonación de canciones para la Ma- ¡quites los troncos de los campos! dre de la Tierra. La novia se sienta en un asiento ¡Madre Nungüi, ayúdanos en nuestro trabajo! opuesto al de la sacerdotisa, mientras las otras dos ¡Haz que mi siembra florezca, mujeres se sientan junto a la primera. El pelo de la quita las malas hierbas de mi campo, haz fuertes las hojas de mi planta, novia ha sido atado alto por su prometido por me- haz las raíces grandes como el sikímuro2 dio de una banda, y su cabeza y hombros están hú- fertiliza mi campo, medos con agua “porque más temprano en la plan- multiplica mi cosecha de yuca, tación, ella había estado vomitando”. La sacerdoti- multiplica mi cosecha de camote sa ahora le da jugo de tabaco y porciones similares multiplica mi cosecha de maní!” 162 RAFAEL KARSTEN

Estos son los principales temas de las invoca- rre la importante ceremonia que se llama “el de- ciones que varían un poco en las diferentes can- guello del cerdo” (cuchi matinyu), la cual forma ciones, pero esencialmente son las mismas. parte de todas las grandes fiestas. El degüello cere- Similarmente, las melodías con las cuales se monial del cerdo se describirá en detalle en rela- las canta son las mismas mencionadas anterior- ción con la gran fiesta de la victoria. mente. Las canciones se interrumpen principal- Hasta que el degüello del cerdo tiene lugar, se mente con el fin de dar a las mujeres repetidas do- pasa la noche bailando las danzas Wuimchi e sis de savinya. A las mujeres no se les permite to- Ihiámbrama, en forma igual que en la noche ante- mar nada que no sea esta medicina durante todo el rior. día, de este modo, se cree, serán favorablemente En el cuarto día de la fiesta, el jugo de tabaco preparadas para los sueños de la siguiente noche. es tomado en la misma forma que en los días pre- Temprano en la noche, la sacerdotisa, como es vios. Las tres mujeres permanecen sentadas en sus usual, lleva las tres mujeres a los refugios en los asientos ante la sacerdotisa, quien les recita las pa- sembríos fuera de la casa, a donde las acompañan labras y dirige las canciones, dándoles de vez en otros hombres y mujeres. La sacerdotisa, antes de cuando jugo de tabaco. La melodía de Ias cancio- dejarlas solas, les da de nuevo jugo de tabaco. Las nes es al principio la misma que se ha aprendido mujeres ahora duermen en el refugio hasta más o en conexión con las canciones mágicas a Nungüi menos las tres de la madrugada, cuando la sacer- y su “esposo”, como aparece más arriba (pág. dotisa las lleva de nuevo a la casa. A esta hora ocu- 151):

Habiendo entonado algunas canciones con la anciana que vive en la tierra, esta melodía, las mujeres repentinamente cambian Nungüi noachina y comienzan a cantar con otra melodía diferente. a Nungüi, la mujer (rogamos) Su manera de pronunciar las palabras puede decir- Mamankutú yamárma, se que es una especie de hablar cantando antes Nuestra siembra de yuca está joven, inchikutú yamárma, que una canción propiamente. Cánticos de esta nuestro campo de camote está joven, clase se dirigen a la Madre de la Tierra como an- nussikutú yamárma, tes, algunas de ellas haciendo referencia a la agri- nuestra siembra de maní está joven cultura mientras que otras se cantan en favor de los nu pingera tsapaitsi, pollos y de los perros de caza. Las siguientes can- hazlos crecer suavemente, ciones pueden mencionarse como ejemplos: yurúnga untsuaheita, rápido multiplica las cosechas”, etc. ¡Nungüi noa wachi! “A Nungüi, la mujer Esta canción mágica se entona con la siguien- arúta núnganuma, te melodía: LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 163

El cántico a la Madre de la Tierra es seguido ¡Multiplica, multiplica los pollos! por otro que hace referencia a los pollos: (atáshi Ukúnchmandá atáshi, Katámsarma). ¡Haz sus espuelas grandes! Niheímanda atáshi, Tangúmata atáshi ¡Llena sus buches! “Haz a los pollos mansos, Nímya, nímya atáshi, La melodía es la misma, o sea:

Un cántico similar se entona en favor de los los perros, te haga hábil para rastrear al cerdo y perros de caza (yawá kantánsama) y con la misma cuide de ti y te guarde de modo que no puedas melodía. El cántico va como sigue: oler el orín del tigre y se te tuerzan las piernas”3. Tales cánticos se entonan por espacio de un Tóata yawána, par de horas, con cortos intervalos. sátama atchminéa, En la tarde la novia y las otras mujeres se vis- Soachuruchímya, ten ceremoniosamente con ayuda de la sacerdoti- Huambiktechímya, sa y se les hace romper su ayuno. Estas ceremonias Amushrunachímya, Chuinchiruchímya. se celebran con el mayor de los cuidados ya que Sátama runa, se considera muy riesgoso para la joven, quien ha Yeita másanatimi, permanecido por tanto tiempo en un estado de de- Káshiki piútnungmateiti, saseo y observado una dieta de lo más rigurosa, káyúka itérmangein, usar los trajes y adornos comúnmente acostumbra- pákki itérmangeid. dos y comer el alimento que come la gente ordina- ria. La traducción Sobre una gran hoja de plátano varias cosas son colocadas por la sacerdotisa, una olla peque- “Cría al perro que todavía es joven, el hijo de Soachi, ña con pintura genipa negra (sua), todos los ador- el hijo de Huambitke, nos usados generalmente por una mujer, un collar el hijo de Amushru, de chaquiras (shauka), el tubo para el labio (tukú- el hijo de Chuinchi! nu), una banda de algodón para amarrársela alre- Ojalá que él se familiarice con su amo, dedor de la cabeza (tiringsa), un peine (timashi), lo quien cautelosamente va a la selva temprano en la ma- ñana mismo que un par de tijeras (anteriormente una a cazar la guatusa, a cazar el cerdo salvaje”. concha de caracol afilada) para cortarse el pelo. La sacerdotisa peina el pelo de la novia y de las otras Otra canción mágica dirigida a la Madre de mujeres y a continuación corta un poco de pelo de la Tierra en favor de los perros, en traducción libre, la frente de cada una de ellas. Una de las mujeres sigue así: desempeña el mismo servicio para la sacerdotisa, cortando un poco de pelo de su cabeza. Todos es- “¡Tú, mi querido perrito, que andas rondando tos manojos de pelo se colocan sobre la hoja de por la selva y trepas los cerros en busca de la ca- banana al lado de los adornos. Ahora el prometido za! Ojalá Nungüi, quien por sí misma ha criado a empieza a peinar a la novia y a continuación cor- 164 RAFAEL KARSTEN ta algo más del pelo de su frente, de los costados y do en dieta, son permitidas de tomar su primera aun de atrás. Similarmente las otras mujeres son comida. Antes de que ellas puedan tocar su ali- peinadas por sus maridos y también les cortan un mento, sin embargo, deben lavar su boca con una poco de cabello, y rizos que así mismo se colocan solución de guayusa. Tanto la preparación de la sobre la hoja de plátano. guayusa como la toma del tónico, tienen el mismo A continuación sigue la pintura con genipa carácter cremonial de otros importantes actos de la (sua). La sacerdotisa pone algo del tinte negro que fiesta. Una olla pequeña de barro (yukúnda) es co- hay en el mate sobre las palmas de su mano y es- locada en el suelo por las mujeres ayudadas por la parce un poco en él con sus dedos sobre la cara de sacerdotisa. Esta primero hace que la novia ponga la novia y de las otras dos mujeres. Las mujeres a una ramita con una hoja atada a ella sobre una ho- su vez hacen lo mismo con la sacerdotisa. Enton- ja de banana, después de lo cual las otras dos mu- ces ésta, metiendo sus dedos en la solución de ge- jeres repiten el mismo acto. Entonces la sacerdoti- nipa, dibuja una raya ancha a lo largo del brazo de sa hace que la novia arranque la hoja de la ramita la novia y dos rayas verticales en su pecho. La no- y que la ponga en la yukúnda. La misma maniobra via hace los mismo a la sacerdotisa. se repite con la segunda y la tercera mujer. La no- Ahora la novia tiene que romper su ayuno y via, asistida por la sacerdotisa, toma una pequeña ser vestida. Dos platos de barro (pininga) se traen; rama de guayusa, la rompe y la coloca en la olla al el uno contiene algo de yuca cocinada y mastica- través con las hojas previamente colocadas; lo da así como varios pedazos de plátano cocinado, mismo es repetido por la segunda y tercera mujer. el otro solo agua pura. La sacerdotisa hace que ca- Entonces la novia, asistida por la sacerdotisa, vier- da mujer beba de la pininga con agua, pasándola te un poco de agua, primero en un mate y ensegui- dos veces a cada una de ellas. Entonces ella da un da en la olla que contiene las hojas de guayusa. pedazo de plátano sumergido en la substancia de Las tres mujeres, asistidas por la sacerdotisa, llevan yuca masticada a las tres mujeres, y a continuación la olla cautelosamente al fuego donde se la deja toma todos los adornos y hace un ademán de po- hasta que hierva. nérselos a las mujeres. Ella sin embargo, los colo- Tan pronto como la bebida ha hervido sufi- ca de nuevo sobre la hoja de banana. Luego la no- cientemente, la sacerdotisa pone un poco de ella via toma estos ornamentos y se los pone sin la ayu- en un mate y la da a la novia para que lave su bo- da de la sacerdotisa. Antes de que la joven se pon- ca. La última, habiendo lavado su boca, escupe la ga un adorno, levanta hasta su boca cada uno de solución sin beberla. Lo mismo es repetido por las ellos. otras mujeres. Una vez que estas ceremonias se han celebra- Ahora las mujeres están listas para comer. do, la comida común tiene lugar y en conexión Una pequeña olla con puerco y hojas de yuca co- con ella a las mujeres en ayuno se les permite tam- cinadas (námaha) es traída y sobre una hoja de plá- bién definitivamente romperlo. Varias ollas (ichin- tano se ha colocado algo de yuca cocinada, pláta- gána), llenas con la carne del cerdo degollado du- no y palmito, y algo de pimienta india. La sacerdo- rante la noche, han sido colocadas cerca de uno tisa da a la novia algo de yuca, un poco de puerco de los pilares centrales de la casa, lo mismo que y algo de pimienta india. Lo mismo se le da a la se- otras ollas grandes de barro que contienen yuca gunda y a la tercera mujer. Además de esto ellas to- cocinada, plátano, y palmito (ihu). Un gran núme- man algo de cerveza de yuca (nihamánchi). Una ro de piningas llenas con carne y los vegetales co- grande de kachini. Una hoja de tabaco enrrollada cinados se colocan en dos filas largas y de ahí en como un cigarro se le entrega a la sacerdotisa adelante se las sirve a los invitados. La joven novia quien lo enciende y sopla el humo sobre la pinin- da a la sacerdotisa una de las piernas de uno de los ga que contiene la cerveza de yuca. A continua- cerdos degollados, lo mismo que un hígado, los ción, les ofrece a las tres mujeres quienes beben un cuales de acuerdo con una vieja costumbre obser- poco de ella. Ahora las tres mujeres pueden comer vada en las grandes fiestas, le son presentados ce- libremente toda clase de alimentos. remonialmente. En la noche, las danzas usuales tienen lugar Después de que los invitados han comido, las pero se las continúa solo hasta media noche. Más tres mujeres que han desempeñado el más impor- temprano en la noche, durante un intervalo, el vi- tante papel en la fiesta, y que hasta aquí han esta- no de cerveza destilado, al que nos hemos referido LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 165 más arriba, está definitivamente listo. En el fondo ticos que incumben a una mujer jívara casada. El de la olla de barro, donde las raíces de yuca asada espíritu del tabaco tomará posesión total de ella y y masticada han sido colocadas el primer día de la la llenará de un misterioso poder, no solamente por fiesta, se puede ver una esencia color café obscu- el momento sino por muchos años futuros y este ro que es el vino. La sacerdotisa lo vierte en una poder será automáticamente transferido a todas sus vasija de barro nueva la cual es cuidadosamente esferas de actividad; tendrá energía y visión para la guardada en un lugar especial hasta el siguiente atención de los animales domésticos y para el cui- día. dado de los plantíos de yuca, plátano, camote, fré- Temprano en la mañana del quinto día, des- joles, etc., de modo que los primeros engordarán y pués de que los invitados han comido, hacen sus aumentará en número y los últimos se desarrolla- preparativos de viaje. Una ceremonia especial de rán, florecerán y fructificarán abundantemente. Los despedida queda aún por celebrarse: la bebida del Jívaros emplean para esto la expresión: kuchi, atás- vino de yuca recién mencionado. La joven novia hi, áha pamboártinyu, “para incrementar los cer- permanece en el centro de la casa sosteniendo una dos, los pollos y las plantaciones”. La mujer podrá pininga llena con el vino de yuca (sangúcha shikí), también servir bien a su marido y criar a sus niños lo mismo que un mate en la otra mano. Su prome- convenientemente. Todo esto es producto del taba- tido lleva, uno a continuación de otro, a todos los co o, hablando con propiedad, por el espíritu (wa- invitados ante la joven y les hace tomar un sorbo kani) del tabaco, sobre el que se ha ejercido una del pequeño mate que ella les ofrece, luego de lo misteriosa influencia a través de las ceremonias de cual cada uno regresa a su asiento. Como siempre, la fiesta. los mayores toman primero, siguiéndole más tarde Un punto puede que necesite una explicación los más jóvenes en estricto orden de edad. Pero so- especial. Podríamos preguntarnos por qué no sola- lo los más ancianos beben algo del mate mientras mente el personaje principal de la fiesta, la misma que los jóvenes hacen un ademán de beber al pre- joven novia, sino también su hermana y las otras sentarse ante la novia y regresan a sus asientos. Fi- parientes, que son mencionadas regularmente, en nalmente las mujeres también avanzan hacia la relación con ella, tienen que tomar parte en las ce- novia, pero no beben nada en realidad. Esta es la remonias principales. Cuando pedí a los indios característica de la bebida del vino de yuca en to- una explicación, recibí como respuesta que esto es das las grandes fiestas. Lo que sobra del vino es necesario “a fin de que los campos puedan crecer guardado por la madre de la novia. bien y los cerdos y gallinas aumenten”. La respues- Los invitados se despiden de sus anfitriones de ta a primera vista parece obscura, pero el curso del la manera ceremonial acostumbrada. Cada hom- pensamiento de los indios es, no obstante a su ma- bre tiene que dirigir un pequeño discurso en el que nera, lógico. El poder del espíritu del tabaco, como expresa su satisfacción por la recepción y entrete- hemos visto, se reflejará automáticamente, a través nimientos cordiales, los preparativos agradables, el de la mujer en cuyo honor se celebró la fiesta, so- tiempo placentero pasado con los anfitriones. A bre todas las esferas de actividad de una mujer ca- continuación los hombres parten seguidos por las sada. Los efectos serán multiplicados si tres muje- mujeres. res, que están cercanamente emparentadas entre He descrito la “fiesta femenina del tabaco”, y ellas por lazos de sangre, son al mismo tiempo ob- ahora añadiré unas pocas palabras sobre su signifi- jeto de su benigna influencia. Las tres mujeres en cado general. realidad forman una sola personalidad, al igual Para comprender completamente la “fiesta que los hermanos forman una unidad social y tie- del tabaco” de los indios Jívaros, es necesario co- nen deberes y responsabilidades comunes. Encon- nocer los poderes admirables que se atribuyen a traremos la misma idea en relación con la gran esta planta narcótica. Las ideas que los indios man- fiesta de la victoria, en la que la esposa del vence- tienen en este punto se explicarán con más detalle dor y su hija regularmente toman parte en las cere- en conexión con su religión. En cuanto a la fiesta monias principales. en sí, su finalidad general, como ya se señaló, es el Es claro, sin embargo, que puesto que la “fies- impartir a la futura ama de casa fortaleza y habili- ta del tabaco” se organiza solo en honor de mu- dad para las varias ocupaciones y deberes domés- chachas próximas a casarse y completamente hace 166 RAFAEL KARSTEN referencia a sus deberes y ocupaciones en la vida Notas de casada, tenemos derecho a considerar esta fies- ta como una fiesta nupcial en el propio sentido de 1 Supra 2 Sikimuro es una raíz grande, parecida a la yuca, a la la palabra. cual se atribuyen propiedades mágicas y es utilizada en Ahora debemos prestar atención a las cere- una de las más importantes ceremonias de la gran fies- monias de matrimonio de los indios Canelos. ta de la victoria. 3 Esta creencia se debe a la idea mantenida por los Jíva- ros de que el jaguar es un espíritu maligno, la reencar- nación del alma de un hechicero. Capítulo IV COSTUMBRES MATRIMONIALES DE LOS INDIOS CANELOS

Las costumbres observadas en el matrimonio vio morirá pronto. Esta creencia se debe a la idea por los indios Canelos difieren en esencia de las de enraizada profundamente en las mentes de los in- los Jívaros propiamente dichos. Los primeros han dios, de que el momento de contraer matrimonio sido influidos en este punto por los indios de la se- es una ocasión crítica porque los espíritus malig- rranía, como es también el caso de los indios del nos están entonces alerta para echar a perder la fe- Napo, mientras que los últimos han conservado licidad y el bienestar humanos. costumbres que han sido seguidas por la nación Jí- Las fiestas nupciales se celebran comiendo y vara desde tiempos inmemoriales. En cuanto a los bebiendo, y haciendo música y bailando. La “mú- indios de Canelos, debemos recordar que son en la sica” se ejecuta parcialmente con tambores y par- actualidad nominalmente cristianos y que sus ma- cialmente con un instrumento primitivo hecho de trimonios, como regla, tarde o temprano reciben madera y llamado sigi-sigi. Este último consiste en una confirmación eclesiástica. Las prácticas descri- una pequeña mesa de madera de chonta de unos tas más abajo son, sin embargo, genuinamente in- 30 cm. de largo por 5 cm de ancho, con incisiones dias y de considerable interés. hechas en un costado a intervalos regulares, de En Canelos son los padres del joven candida- modo que, al ser maniobrado con una estaca de to a casarse los que tienen que solicitar a los pa- chonta que es pasada rápidamente de un extremo dres de la muchacha su mano en favor de su hijo. al otro, se produce un sonido de cascabeles. La Por la mañana temprano, cuando está todavía obs- danza a su vez, es de esa clase ceremonial que se curo, ellos concurren a la casa de los padres de la acostumbra entre los indios en tales ocasiones: un novia a fin de negociar la cuestión. Como es fre- hombre y una mujer aparecen al mismo tiempo cuente entre los indios, la madre de la chica tiene bailando solos, dirigidos por el indio que conduce que decir tanto como el padre cuándo la hija es las ceremonias. El baile, generalmente hablando, concedida en matrimonio, y a veces aun más. Si- consiste en un movimiento alternativo de los dos, milarmente los hermanos y las hermanas de la chi- que ora se acercan y ora se alejan entre ellos en un ca deben dar su consentimiento antes de que se ritmo lento y solemne, marcado por el sonar de los llegue a un arreglo. Si todos han dado su consenti- tambores y el instrumento sigi-sigi. Este baile de miento, se le informa al joven; él se presenta ante solo y la ronda de tragos continúan todo el día y se sus futuros suegros, y les besa las manos y los pies supone que tiene el efecto de mantener alejadas y se celebra el compromiso con una fiesta en la influencias sobrenaturales y de procurar la felici- que se beben licores. Las preparaciones para las dad de la joven pareja. nupcias comienzan enseguida, y ésta tiene lugar Las ceremonias en las fiestas nupciales son di- ocho días más tarde después de que se ha reunido rigidas por un “padrino”, elegido por los padres del una considerable cantidad de provisiones median- novio y su prometido, y por su esposa. El director, te la caza y la pesca, grandes cantidades de cerve- que por regla general es mayor de edad y frecuen- za de yuca se ha fabricado y las mujeres han he- temente un curandero, se mueve por el local todo cho vasijas nuevas de barro. La fiesta nupcial mis- el día tocando el instrumento sigi-sigi e instando a ma es considerada absolutamente indispensable, los invitados a bailar el solo en sus turnos. Su es- puesto que, si las ceremonias tradicionales del ma- posa está sentada entre las mujeres al otro extremo trimonio no se celebran, se cree que el joven no- del local con un pedazo de tela de cerca de una 168 RAFAEL KARSTEN yarda de largo. Cuando el director desea que algu- bre se adelanta y se ofrece como comparu (padri- no de los hombres baile él pone su sombrero en su no del recién nacido). Él recibe al plátano que es cabeza; esto es para su esposa la señal de que de- cuidadosamente envuelto en una tela, y se le da un be poner el pedazo de tela sobre los hombros de la nombre. El “bebé plátano” es colocado posterior- esposa de ese invitado. Ambos se levantan ahora y mente en el techo de la casa, donde se conserva danzan el solo por un rato, acompañados por el di- hasta que el primogénito realmente llega. Entonces rector tocando el sigi-sigi. Entonces el invitado re- el mismo indio se presenta para ser el padrino de pone el sombrero al director quien lo pone en la la criatura, y se da a ésta el mismo nombre que se cabeza de otro invitado, y éste en su turno tiene dio al plátano. que bailar el solo por un rato con su esposa, que A fin de poder entender la curiosa costumbre, ha sido invitada a bailar también por la esposa del antes de todo debemos tomar en consideración director con el pedazo de tela, y así sucesivamen- que los indios de Canelos tienen un temor supers- te. De este modo se pasa todo el día, parte de la ticioso de los gemelos, debido a razones que serán noche, lo mismo que el siguiente día bailando, co- aquí explicadas más detalladamente. Representan- miendo y bebiendo. do de este modo dramático la cosa que temen que Las ceremonias practicadas en la misma no- suceda, a saber que la novia dé a luz primero ge- che de boda son de particular interés. Entre los in- melos, en donde el demonio o supai es el padre dios Canelos, la costumbre prohibe al novio pasar del segundo niño, los indios tienen la esperanza de la primera noche con su novia. Esa noche la pasa, evitar tan ominosa eventualidad. El incidente ha si- no solo en otra pieza sino aun en otra casa. La do anticipado en forma de mímica mediante el ac- práctica se debe al temor a poderes malignos, so- to de los dos plátanos y por lo tanto no podrá su- brenaturales. Si el novio pasa la noche con su jo- ceder en la realidad. El hecho de que el primer ven novia, se cree que morirá pronto, y su esposa abrazo nupcial es público en la forma que hemos también está expuesta a peligros sobrenaturales. visto, es debido a la idea de que el espíritu malig- Los indios Canelos tienen una especie de “jus pri- no pueda ser impedido de dañar a la pareja. ma noctis”, pero el “derecho” en cuestión no es re- La ceremonia de la noche de bodas no es clamado por el curandero o jefe, sino por el demo- siempre como la descrita, en la que se usan dos nio maligno, llamado supai, y el novio, por temor plátanos para representar a los gemelos. En algu- a la revancha del demonio, voluntariamente le ce- nos casos los indios Canelos, por la ceremonia en de el derecho. Sin embargo, la siguiente noche es cuestión, solo aspiran a neutralizar los posibles también crítica, ya que se cree que el demonio efectos perjudiciales procedentes del demonio, y quiere continuar teniendo a la mujer y está celoso asegurar un feliz primer parto. En vez de usar dos de su esposo. El primer abrazo nupcial, que se rea- plátanos, ellos usan una sola raíz de yuca envuel- liza en presencia de toda la asamblea invitada a la ta en un pedazo de tela y que colocan en el seno fiesta es por lo tanto, de cualquier manera, progra- de la novia, al igual que se hace en otros casos con mado en la siguiente forma. La novia es colocada los dos plátanos. El resto de la ceremonia es igual, sobre la cama que está hecha de bambú desplega- con un muchacho escondido debajo de la cama, el do; en su seno se colocan dos plátanos de tal ma- que tiene que agarrar la yuca y presentarla como el nera que caigan fácilmente con sus movimientos. “primer bebé nacido”, y lo demás. Estos plátanos representan los dos primeros niños No solamente las primeras noches son críticas que la mujer dará a luz y los cuales, se teme, pue- para la nueva pareja según las creencias. Se supo- den ser probablemente gemelos debido al interés ne que el demonio generalmente continúa moles- surgido en el supai por la mujer. Las bananas son tando a la joven por algún tiempo, visitándola en por eso llamadas palánda huahua, es decir los “be- las noches en sueños, tratando de tener intercam- bés plátanos”. Un pequeño muchacho es colocado bio sexual con ella, aunque ésta esté soñando con debajo de la cama. Cuando la joven pareja se su esposo. En la mañana la mujer dice a su esposo abraza los plátanos caen al suelo, y el muchacho que el supai la ha molestado en sus sueños. El es- escondido debajo de la cama enseguida los agarra, poso apela a un curandero, quien primero bebe el gritando, “¡Ahora los bebés han llegado!” Entonces narcótico aya huasca para descubrir la verdadera avanza y presenta a la asamblea la primera bana- naturaleza y el origen de tan inoportuno demonio. na, mientras que la otra es arrojada lejos. Un hom- A continuación, prepara una medicina triturando y LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 169 cocinando el tallo de una enredadera llamada sitio mismo en que ha tenido intercambio sexual shigshi huasca, o la corteza de un arbusto llamado con su esposa, y se cree que éste es particularmen- pétun cára, y da la porción a la mujer para que la te el caso si la mujer es joven y bonita. A veces, se- tome. Esta medicina se supone que matará al de- gún la creencia, el peligro no habrá desaparecido monio y librará a la mujer de sus visitas nocturnas. hasta que hayan nacido dos o tres niños del matri- La poción de la enredadera shigshi huasca o monio. la corteza pétun cara es comúnmente usada por las Como lo he establecido antes, los indios de mujeres de Canelos como un abortivo en general. Canelos, quienes están bajo la influencia de la mi- Pero el aborto con mayor frecuencia parece produ- sión católica, son actualmente monógamos. cirse justamente en los casos en los que la preñez Anteriormente, sin embargo, practicaban la de la mujer se cree que ha sido causada por un de- poligamia virtualmente en la misma forma que lo monio y consecuentemente se debe a la supersti- hacen los Jívaros, y aún ahora se encuentran fuer- ción. tes tendencias a la poligamia entre ellos. Para el esposo mismo, debido a los celos del demonio, hay el permanente peligro de morir en el

Capítulo V VIDA SEXUAL

Ni entre los Jívaros ni entre los indios Canelos tándola para casarse. Si la mujer se casa antes de he conocido personas que hayan sido obligadas a que el año haya transcurrido, o no pasa por la ce- permanecer toda su vida sin casarse. Respecto de remonia de purificación ya mencionada, la conse- las mujeres, un estado de cosas como éste, está ca- cuencia puede ser que el nuevo marido muera si fuera de discusión por la sencilla razón de que pronto y que el niño que dé a luz sea un monstruo. los Jívaros son polígamos y que en general hay una El demonio que hace todo esto es de nuevo el es- escasez de mujeres en sus comunidades. Pero aún, píritu o alma del difunto esposo, quien celosamen- los solteros son prácticamente desconocidos, y un te vigila a su anterior esposa. Entre los Jívaros, por hombre que nunca haya conseguido una mujer se- lo tanto, los matrimonios a destiempo de las viudas rá ridiculizado por los demás. Los Jívaros, como son tan estrictamente prohibidos como los matri- hemos visto, en primer lugar quieren casarse con monios entre parientes cercanos. muchachas de su misma subtribu, pero en caso ne- Entre los indios Canelos, que ahora están ba- cesario se procuran mujeres jóvenes de otras tribus jo la influencia del Cristianismo, no hay estableci- jívaras, y aun se las roban de tribus enemigas ven- do un límite de tiempo para que la viuda pueda ca- cidas en la guerra llevándolas a sus hogares. sarse de nuevo. Sin embargo, prevalecen las mis- Si una mujer enviuda, no puede casarse de mas ideas respecto a los celos del esposo difunto nuevo por propia decisión, sino que está sujeta a como entre los Jívaros, a pesar del hecho de que la ciertas restricciones. Primero y más importante, de- mayoría de los matrimonios reciben la bendición bido al estrecho parentesco que existe entre her- de la Iglesia, y siempre se considera más o menos manos varones, se cree que ella pertenece al her- riesgoso para un hombre casarse con una viuda; él mano mayor de su difunto esposo, quien está obli- puede que muera pronto en lo posterior. Un ejem- gado a casarse con ella. Si él no tenía hermanos, plo muy curioso de esto vino a mi conocimiento, ella puede casarse con otro hombre, generalmente el cual es a la vez muy interesante al mostrar con emparentado en algún grado con su primer espo- cuanta fuerza la autosugestión trabaja entre los in- so, pero no enseguida. La prohibición de un nuevo dios. En Sarayacu, un poblado pequeño situado a matrimonio en cuanto a la ocasión y a la persona tres días de viaje hacia el sur de Canelos, vivía una que ella quiera se deben a las ideas supersticiosas mujer de quien se rumoreaba que todos los hom- mencionadas en el último capítulo. Generalmente bres que se habían casado con ella morían ense- la viuda tiene que esperar un año antes de que guida. No era peligroso vivir en una relación se- pueda casarse, o hasta que el pelo de su cabeza, xual libre con ella, pero contraer un matrimonio cortado después de la muerte de su esposo, haya legal a través de la Iglesia se consideraba fatal. crecido de nuevo. Además de esto, ella tiene que Cuatro hombres que se habían casado anterior- pasar por cierta ceremonia purificatoria con fuego. mente con ella habían muerto prematuramente. En La mujer tiene que sentarse sobre un asiento, su marzo de 1917, cuando el Padre vino de Canelos cabeza está cubierta con un paño, y un nido de ter- en su visita de inspección anual acostumbrada, le mitas es puesto al fuego, cuyo humo tiene que re- contaron que la mujer vivía con un quinto hombre. cibir en su cara hasta que esté casi sofocada. Esta El Padre trató de inducir al hombre para que lega- ceremonia con humo se cree que la purificará del lice su relación con la mujer mediante una cere- tabú que recibió a la muerte de su esposo habili- monia por la Iglesia, pero el indio objetó la idea 172 RAFAEL KARSTEN mencionando los rumores que corrían sobre la so para excitar las pasiones sexuales del sexo mujer. Finalmente sin embargo, se rindió al poder opuesto, cuando se lo pone en contacto con el persuasivo del cura, y dijo, con la característica re- cuerpo de él o de ella. Es suficiente tomar una de signación de los indios: “Puesto que Ud. desea que las hojas pequeñas, doblarla y sobar con ella el me case con ella, así lo haré pero estoy seguro de brazo de una chica: ésta instantáneamente se lle- que moriré”. Pocos días después de que el matri- nará de amor por el joven que lo hace. monio tuvo lugar sucedió que llegué a Sarayacu, Más comúnmente, sin embargo el amuleto se justo a tiempo para atestiguar la catástrofe final. lo prepara del siguiente modo. La planta entera se Por la mañana temprano, un amigo del indio re- seca al sol, y a continuación se la pulveriza, se la cién casado llegó a la misión informando: “Manuel mezcla con las semillas rojas del achiote (Bixa (éste era el nombre cristiano del indio) está enfer- Orellana). Cuando preparan este amuleto los in- mo, probablemente morirá”. El Padre no prestó dios tienen que ayunar por un día; de otra manera atención a este mensaje, tomando la cosa como si el amuleto será del todo inefectivo. El polvo rojo se se tratara de una de las supersticiones usuales de pone en un mate pequeño y redondo y se lo lleva los indios. Alrededor de las 2 de la tarde, sin em- en el bolso (uyúna) en el que los Jívaros guardan bargo, otro indio llegó diciendo: “Manuel está otros amuletos, los palillos para encender el fuego, peor, ciertamente morirá”. Entonces el Padre fue a etc. Esta clase de pintura roja es llamada muspa en ver al indio enfermo que vivía a alguna distancia el lenguaje jívaro. El indio, cuando está próximo a de la Misión. Cuando regresó me contó que había ir a una visita en una casa desconocida, pinta su encontrado el estómago del indio algo hinchado. cara con ella de una manera especial, particular- “Probablemente sufre de cólicos” añadió, “pero no mente alrededor de los ojos, y se cree que la pin- puedo entender porqué su vida está en peligro”. tura ejerce una atracción irresistible en la mujer. Sin embargo, tarde en la noche, llegó un tercer Esta “se vuelve loca”, empieza a bailar y a cantar, mensaje diciendo: “Manuel está muerto”. Al si- y seguirá con facilidad al hombre. El indio jívaro guiente día el indio fue sepultado. hace uso de este amuleto, no tanto para atraer a La misteriosa influencia que la imaginación y una chica a quien quiere desposar, sino con mayor la firme creencia en la hechicería ejercen sobre el frecuencia -para seducir mujeres casadas en la ca- indio, aun físicamente, es un capítulo aparte. Ten- sa que visita-. La muspa, u hojas de la simaika, son dré oportunidad de referirme a este hecho de nue- usadas no solo por los hombres, sino también por vo más adelante. las mujeres que quieren atraer a un hombre, sien- Varios amuletos de amor son empleados por do así un medio por el cual ambos sexos excitan los indios Canelos y naturalmente más frecuente- mutuamente pasiones eróticas. Es imposible decir mente por los hombres que por las mujeres. Estos por qué razón la aparentemente inofensiva planta amuletos de amor se obtienen parcialmente del en cuestión, es considerada tan universalmente co- mundo vegetal y parcialmente del reino animal. mo un amuleto de amor tanto por indios como por Entre aquellos juega un importante papel una pe- mestizos. Los indios Canelos, que la usan mucho queña planta que entre los indios ecuatorianos es en la misma forma que los Jívaros, me explicaron muy conocida y tiene el nombre de simayuca, el que el mero toque de la planta con las manos ins- cual es una corrupción del nombre jívaro simaika. tantáneamente despertará en ellos el deseo por Bajo este nombre por lo menos dos variedades se una mujer. incluyen: la una es pequeña y especialmente culti- Hay otras plantas de las que se dice tienen los vada por los indios, la otra crece en forma silves- mismos efectos eróticos. Así, entre las numerosas tre, pero ambas, especialmente la primera, se usan plantas conocidas con el nombre común de piripi- como amuletos de amor. La más pequeña es pro- ri, y todas las cuales se usan para propósitos mági- bablemente de la especie Peperomia; se la en- cos especiales, hay una llamada noa piripiri (piri- cuentra también en las selvas del Occidente ecua- piri de las mujeres) que se usa como amuleto de toriano y los indios Colorados y Cayapas la usan amor de la misma manera que la simaika. Una ho- exactamente de la misma manera que los indios ja de la planta se mezcla con algún alimento -por del Oriente ecuatoriano. La planta es usada de di- ejemplo un plato de yuca majada- que la mujer tie- ferentes modos como amuleto de amor; cualquier ne que comer, y tendrá el efecto de despertar su parte de ella se cree que tiene un poder maravillo- amor por el hombre. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 173

Otros amuletos de amor se obtienen del reino Ha sido generalmente asumido que entre la animal y algunos de éstos tienen aun el carácter de mayoría de las razas salvajes el instinto sexual es- afrodisiacos. Animales tales como el oso hocicudo, tá muy desarrollado, y la vida sexual se lleva muy el delfín (apúpa), el caimán (kanyátsa), y la boa de intensamente1 y se entiende que esta aseveración agua (pangi), en esta materia juegan un papel im- generalizante se aplica también a los salvajes del portante en las supersticiones de los indios. Así, Nuevo Mundo. Mi propia impresión es que este por ejemplo, del pene del oso hocicudo que es aserto de ninguna manera es válido con respecto a óseo raspándolo sacan un poco de polvo y lo mez- los indios de la América del Sur, y particularmente clan con una bebida o comida que la mujer tiene no con las tribus de las que trato aquí. Cuando un que beber o comer; esto se cree que excita en ella indio se ha enamorado de una mujer de la cual sentimientos eróticos de modo que es fácil para un gusta mucho, es natural que al principio de rienda hombre seducirla. De la misma forma, los indios suelta a su pasión y entonces puede que tenga in- canelos usan el pene del caimán; ellos mezclan un tercambio con ella, aun varias veces en una noche. poco de polvo raspado de él, en un mate de aguar- Pero excesos de esta clase de ninguna manera son diente y lo beben con el fin de aumentar su poten- la regla general entre los Jívaros, quienes en gene- cia sexual. La boa de agua, a su vez, de la cual se ral no se entregan a las relaciones sexuales como tienen tantas ideas supersticiosas, también es una la gente blanca hace, y tal vez menos. De hecho, clase de amuleto de amor. Cuando los indios han hay en este punto una notable diferencia entre los matado una anaconda le sacan los ojos y los secan blancos y los mestizos por un lado y los indios por al sol, luego de lo cual los pulverizan y los mez- el otro. La capacidad de los indios jívaros para clan con achiote, igual que lo que se hace con las controlarse en el terreno sexual se demuestra por hojas de la planta simaika. La pintura roja así obte- su disposición de someterse a la prohibición de te- nida, cuando se la aplica a la cara y especialmen- ner relaciones sexuales durante períodos más o te alrededor de los ojos, se cree que tiene una irre- menos prolongados. Hemos ya visto cómo los in- sistible influencia sobre las mujeres. En cuanto al dios observan abstinencia sexual en muchas oca- delfín, los indios canelos tienen el hábito de despe- siones, y otros ejemplos similares serán menciona- llejar el pene del animal y usar la piel como un dos aquí. Para los blancos o mestizos ecuatorianos brazalete. Cuando un hombre abraza a una mujer tal control de sí mismos sería ciertamente imposi- con esta arma, ella se enamorará de él. Puesto que ble. el brazalete está también pintado con achiote, no Entre los Jívaros están prohibidas las relacio- puede ser distinguido fácilmente del color natural nes sexuales prematuras a los jóvenes hasta que de la piel de su brazo. Estos mismos indios usan hayan pasado a través de la iniciación y se con- también la grasa del delfín como un afrodisiaco. viertan en lo que se llama un tsémbrana. Si un mu- Adipe delphini penem ante coitum ungent, sic in chacho tiene relaciones sexuales con una mujer muliere voluptatem maxime augeri putant. antes de ese tiempo, se cree que morirá pronto. De lo que he asegurado sobre los amuletos de Generalmente un joven jívaro se casa cuando tie- amor, deducimos que el amor libre, la seducción ne entre 18 y 20 años de edad. de las mujeres, etc., no son desconocidos en la so- Un jívaro casado no solo se abstiene de coha- ciedad Jívara. Pero de esto no debe inferirse en ma- bitar con su mujer, por ejemplo, cuando prepara su nera alguna que la sexualidad licenciosa en gene- veneno para flechas o está haciendo un escudo o ral, sea característica de nuestros indios. Todo lo una cerbatana, después de que ha sembrado los contrario. Los Jívaros especialmente, son muy de- narcóticos natéma o maikoa, y cuando se prepara centes en asuntos sexuales. Ellos no consideran para una gran fiesta, sino en algunas otras ocasio- apropiado discutir estos asuntos públicamente, y nes. Así, por ejemplo, en un estado avanzado de gestos o lenguaje obsceno, que no son cosa rara preñez él generalmente se abstiene de cohabitar por ejemplo entre los indios del Chaco, uno no con su esposa, so pena de que el nonato pueda su- puede testificar entre los Jívaros. De cualquier ma- frir daño. Cuando la criatura ha nacido, también el nera ésta es la impresión que he recibido durante hombre se abstiene de dormir con la madre por al- los años que he vivido en contacto estrecho con gún tiempo, en la mayoría de los casos, creo yo, los indios en sus propias casas. hasta que la criatura es amamantada. Tampoco puede tener relaciones sexuales con otra mujer. Es- 174 RAFAEL KARSTEN to tendría efectos perjudiciales sobre el recién na- asuntos a los que la gente común de la sociedad jí- cido a tal punto que podría morir. La continencia vara presta poca atención. del padre en este caso está estrechamente conecta- Sus ideas sobre la concepción y la preñez son da con las reglas de la dieta que debe observar por más definidas. La concepción, de acuerdo con sus algún tiempo después de nacida la criatura, y que ideas, se produce por acción combinada de la lu- se describirán en el próximo capítulo. Igualmente, na nueva y el intercambio sexual natural. La luna como veremos más adelante, un jívaro tiene que nueva también se cree que origina la menstruación observar abstinencia sexual por un tiempo largo de las mujeres, de cuyo proceso fisiológico los in- después que ha matado un enemigo, y por algunos dios usan la expresión nantu weíkama, “la luna la días después de ocurrida una muerte. Un indio Ca- ha visto”. El tiempo más propicio para la cohabita- nelo igualmente tiene que observar abstinencia se- ción y la concepción es el comprendido entre la xual en muchas ocasiones, entre otras durante la luna “menguante” y la luna nueva siguiente. Du- noche de bodas, como acabamos de ver. rante este tiempo el Jívaro usualmente tiene inter- Vicios antinaturales son raros o totalmente cambio con sus mujeres con vista a obtener niños. desconocidos entre los Jívaros salvajes y los indios El está, sin embargo, convencido de que como re- Canelos. De este modo, nunca he oído sea de cos- gla una mujer no puede salir encinta por un solo tumbres homosexuales o de sodomía. En cuanto a acto de intercambio sexual. Varios son necesarios; enfermedades venéreas, hasta donde sé, son des- el nuevo ser tiene que ser creado, por así decirlo conocidas también para la mayoría de las tribus jí- por etapas; con la luna siempre en el papel de pro- varas. Entre los semicivilizados indios Canelos, motora del proceso creador. Cuando el Jívaro ha quienes han estado más en contacto con los blan- cohabitado con su esposa en el período entre dos cos, aquellas parecen prevalecer más, pero aun lunas, la siguiente luna nueva de algún modo mis- entre ellos al presente son raras. terioso traerá el primer desarrollo del feto. Cada lu- Las ideas que los indios alimentan acerca del na nueva siguiente, en conexión con repetidos ac- significado filosófico del acto sexual son de un in- tos sexuales, añade un poco a él hasta que en el terés particular y dignas de mencionárselas aquí. transcurso de nueve meses sucesivos el feto está Los indios ciertamente se dan cuenta de una mane- completamente crecido y se produce el alumbra- ra general de la conexión entre el intercambio se- miento. xual y la preñez, pero acerca de la generación y la Esta aseveración de los Jívaros debe ser enten- concepción tienen su propia y peculiar teoría en la dida en el sentido de que el germen del nuevo ser que entre otras cosas, aparece su creencia en un humano proviene del hombre, que en el acto se- nacimiento “sobrenatural”. Sus ideas sobre los es- xual simplemente lo pone en la mujer, de la misma píritus de las plantas y animales que participan de manera que la semilla se siembra en la tierra, y la la naturaleza de las almas humanas y son aun con- luna nueva a consecuencia de esto, ayuda al desa- sideradas las almas de sus antecesores, al igual que rrollo del feto. Esta perspectiva primitiva, la cual de su costumbre de dar a los recién nacidos nombres ninguna manera está limitada en Sud América a los de animales y plantas al mismo tiempo de antece- Jívaros2, es importante en cuanto explica una cos- sores, parecen apuntar a una creencia general, tumbre que entre estos indios también ocurre en ahora tal vez un tanto olvidada, sobre el regreso de una forma modificada, la costumbre del couvade. las almas que han partido a través de un nacimien- Si la criatura al menos fisiológicamente, tiene el to nuevo. De hecho, rasgos de la existencia de una propio origen en su padre, podemos entender la creencia en tal renacimiento todavía se encuen- conexión estrecha entre el padre y su bebé recién tran. “Después de un largo tiempo las almas de los nacido, que se manifiesta en que por ejemplo el muertos se reencarnan en algunos de sus descen- alimento que toma aquel afectará al segundo para dientes; ésta es la razón por la que damos a los re- bien o para mal. Estas ideas las consideraremos de cién nacidos los nombres de uno de sus antepasa- nuevo en el capítulo sobre las costumbres en el na- dos”. Tal fue la explicación que me dio un curan- cimiento. dero con quien discutí estas custiones. Otros Jíva- El indio de nuestros días está de este modo ros, a su vez, aseguraron no saber nada del retorno convencido de que una mujer no puede concebir de los desaparecidos. Evidentemente estos son sin tener contacto sexual con un hombre. Pero el intermediario del proceso de concepción no nece- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 175 sariamente será un hombre vivo, puede ser tam- un tiempo después morirá o dará a luz un supai bién uno muerto, esto es un espíritu o un demonio. huahua. Desde este punto de vista podemos hablar de un Los indios Canelos me contaron de una joven nacimiento sobrenatural con respecto a los Jívaros, india que había vivido sola con el supai en una re- o sea, en tanto que ellos creen que un espíritu o gión deshabitada sobre el río Rutúmu, un tributario demonio puede tener intercambio sexual con una pequeño del Bobonaza. El supai tenía el aspecto mujer y engendrar un niño. Esta creencia es bas- de un bello indio con la cara pintada de rojo y bien tante común entre los Jívaros y los indios Canelos, vestido. Él permaneció con la mujer una semana así como entre otras tribus de Ecuador, y ha influi- como su esposo, y todos los días le traía toda cla- do las costumbres que ellos observan en el naci- se de caza lo mismo que pescado de la selva. La miento de una criatura y aun sus costumbres de mujer anteriormente había sido bella y bien con- matrimonio, como hemos visto en el caso de los formada, pero desde entonces comenzó a enfla- indios Canelos. quecer y desfallecer y finalmente murió. Esto se La concepción por un demonio, que da como debió a que tuvo intercambio sexual con el supai. resultado un nacimiento maligno y una criatura Uno de los más formidables demonios cono- monstruosa, puede tener lugar bajo diferentes cir- cidos por los indios es la enorme boa acuática, lla- cunstancias. mada amárun por los indios quichua-hablantes. Entre los indios Canelos, cuando una mujer Ella es la fuente original de la hechicería y se cree está menstruando se la obliga a hacer dieta y a no que especialmente las almas de los hechiceros to- salir de la casa sino por las más urgentes necesida- man su residencia, temporal o permanentemente, des. Si va sola por la selva puede que encuentre al en este monstruo. Ahora bien, en la imaginación demonio, supai, en la forma de un hombre blanco de los indios el arco iris (cuichi) no es sino una gi- vestido de negro, quien la toma por la mano, la gantesca boa en el aire, o como generalmente lo conduce lejos, y la seduce. Se dice que las muje- expresan, el arco iris es “la sombra de la boa”. Una res tienen una especial inclinación a encontrar al superstición que se tiene sobre este fenómeno es supai en esa apariencia y a rendirse rápidamente a que pone encinta a las mujeres. Cuando el arco iris la tentación. Por consiguiente, ellas son cuidadas aparece, por lo tanto, las mujeres que menstruan por los esposos cuando menstrúan. no deben salir, so pena de que les ocurra un acci- La consecuencia de una relación con el de- dente de esta clase. Especialmente si están viajan- monio será que la mujer caiga enferma y muera o do y pernoctan solas en un refugio de hojas de pal- que dé a luz una criatura monstruosa con garras, ma en la selva ellas están propensas a ser visitadas con pelos sobre todo su cuerpo, sin orejas, o bien por el cuichi supai (el demonio Arco Iris) quien tie- deformada o defectuosa de alguna otra manera. ne intercambio sexual con ellas y las embaraza, re- Un monstruo así es llamado supai, “el hijo del de- sultando como siempre un supai huahua3. monio”, y los indios invariablemente le quitarán la Más aún los indios Canelos creen que el de- vida, siendo para ellos un incidente particularmen- monio, cuando desea visitar a una mujer, puede te infortunado y ominoso: tienen al demonio en que tome la forma de un ave nocturna que ellos forma material viviendo con ellos. Entre los indios llaman tulúlu. El tulúlu supai entra por las noches Canelos, el supai huahua es enterrado vivo en me- en la casa y asume la forma humana y tiene inter- dio de la selva. El padre de la criatura, el supai cambio sexual con la mujer mientras ella duerme. vendrá a llevárselo, dicen, y por lo tanto no debe Poco después, la mujer cae enferma y algún tiem- ser matado directamente sino enterrado vivo. po más tarde dará a luz algo maligno. Generalmente, sin embargo, el demonio se A veces, el demonio toma la forma de un hal- aparece a la mujer en la forma de un bello indio, cón (anga) y entonces intercambio con una mujer pintado de rojo con achiote en la cara y llevando por la noche durante su sueño. Posteriormente, una corona de plumas en la cabeza (tawasámba). ella da a luz un supai huahua el cual es de color La mayoría de las veces encuentra a la mujer en un gris, tiene la cabeza y los ojos de un halcón y pier- sueño, mientras ella duerme, y trata de seducirla. nas deformes. Tal monstruo, como ya se mencio- Si él ha tenido relación con ella dos noches suce- nó, es enterrado vivo o se le quita la vida de cual- sivas, ella pronto sentirá molestias en la matriz, y quier manera. 176 RAFAEL KARSTEN

A fin de poder cohabitar con un hombre sin acción demoníaca. Una criatura de esas es llama- salir encinta, las mujeres Canelos tienen la costum- da nétsi, pasúna, “deforme”, “monstruoso”, o bre de tomar una medicina preparada de la planta iguanchi uchi, “el hijo del demonio”. Hablando piripiri pequeña. Los nudos de la raíz de la planta apropiadamente, nétsi significa “sordomudo” pero se trituran y se los sumerge en agua, y la mujer to- también “deforme” en general, y de este modo es ma un poco de esta bebida. Enseguida tiene que usado en el mismo sentido de iguanchi uchi. Los Jí- comer solamente plátano asado sin sal y pájaros varos siempre matan una criatura “demoníaca”, pequeños de la selva. Si infringe estas reglas de deforme, aplastándole con los pies, y lo sepultan dieta, se cree que está particularmente expuesta al en la selva. mismo peligro contra el que la bebida del piripiri Como la concepción tiene lugar a través de debía protejerla. Cuando va al río por un baño -co- un demonio (iguanchi), los Jívaros no pueden ex- sa que las indias Canelos hacen como regla todos plicárselo con los mismos detalles realísticos que los días- el supai puede que entre en ella mientras usan los indios Canelos, pero en cuanto al hecho está en el agua en la forma de un pez pequeño o en sí mismo no tienen duda alguna. Más general- de un insecto acuático, siendo la consecuencia mente, el nacimiento de un nétsi, pasúna o iguan- que ella enferme y muera, o quede encinta y de a chi sigue como consecuencia de un matrimonio luz un monstruo. ilegal, especialmente un matrimonio dentro de los Sin embargo, no son solo los niños monstruo- grados de parentesco en los que se prohibe casar- sos y defectuosos los que se consideran como el se, cuando se casan entre hermanos o entre primos resultado directo de una acción demoníaca. La hijos de hermanos varones, o entre tío y sobrina o misma superstición se mantiene sobre los gemelos, entre tía y sobrino. Tales matrimonios son por lo aún si no hay nada anormal en su apariencia exte- tanto mirados con horror y estrictamente prohibi- rior. Los indios primitivos son incapaces de enten- dos por la costumbre jívara. El nacimiento de un der la idea de que un hombre pueda ser el padre demonio (una criatura monstruosa) se considera de dos criaturas nacidas al mismo tiempo. De aquí como una desgracia y como un desafortunado in- que cuando nacen gemelos en una familia, sola- cidente, no solo para los padres sino para toda la mente el que llega en primer lugar puede haber si- familia y la tribu. do engendrado por el esposo; el otro debe haber He establecido antes que los celos no son una sido bien por otro hombre o, más generalmente, característica propia de las jívaras que son coespo- por un demonio y por lo tanto es muerto. Esta sas del mismo hombre, lo que parcialmente puede creencia se encuentra entre los indios de diferentes deberse al hecho de que en muchos casos ellas son partes del continente sudamericano y suministra la hermanas o parientes muy cercanas. Desafortuna- verdadera razón de la práctica muy común de in- damente, lo mismo no puede decirse de los jívaros fanticidios en el caso de gemelos. En Ecuador pa- varones, quienes generalmente son muy celosos de rece prevalecer entre todas las tribus con excep- sus esposas. Los celos de los jívaros varones for- ción de los Jívaros4. En cuanto a los indios Canelos man parte de su carácter general suspicaz y traicio- ella es el origen de la interesante costumbre dentro nero. No pueden nunca confiar en un huésped vi- de la ceremonia nupcial que ya hemos relatado. sitante quien, aunque aparentemente viene como Respecto del temor a los gemelos, puedo añadir amigo, puede que alimente designios malévolos, que en Canelos un hombre casado nunca come tratando de embrujar a las mujeres con el mal ojo dos plátanos que hayan crecido en el mismo raci- o de seducirlas con sus amuletos de amor. Si el in- mo, en la creencia de que si lo hacen su esposa da- dio jívaro ha encontrado, o cree que ha encontra- rá a luz gemelos. do, confirmadas sus sospechas, es terrible en su Por otra parte los salvajes Jívaros no parecen venganza, y su venganza no solo se dirige contra compartir esta superstición. Al contrario, ellos di- el seductor sino que fácilmente va contra su propia cen que se sienten complacidos cuando nacen ge- esposa. melos, porque ellos quieren tener tantos hijos co- Si el Jívaro trata bien a su esposa y no descui- mo les sea posible. da sus deberes hacia ella, esta le será fiel y un mo- Pero aún los Jívaros están firmemente conven- delo de ama de casa. No sucede lo mismo cuando cidos de que las criaturas que nacen deformes y se siente descuidada por su esposo, lo cual no es defectuosas de algún modo son el producto de una raro que suceda. Los Jívaros no solamente viven en LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 177 poligamia, sino que puede suceder que un hombre cir, aun en asuntos que no conciernen directamen- mayor de edad, especialmente un anciano jefe, se te a su propia esfera, dentro de la casa familiar. Pe- consiga varias esposas jóvenes, aun chicas bastan- ro en el caso de adulterio, solo valen la fuerza bru- te jóvenes capturadas en tribus enemigas, hacia las ta y la ley del desierto. El indio jívaro trata a su in- cuales no puede ejercer debidamente sus deberes fiel esposa simplemente de la misma manera que maritales. No es poco común que tales jóvenes es- trata a su enemigo para quien no muestra ninguna posas descuidadas se entreguen a relaciones se- compasión. xuales con otros hombres, a pesar del riesgo que corren como consecuencia de ello. Inteligente co- Notas mo es la mujer jívara, ella puede emplear una as- tucia extraordinaria para engañar a su esposo. 1 Westermarek, The History of Human Marriage, I. 495 (citando a Malinowsky). El doctor Malinowsky llama a Cualquiera que pueda ser la causa si el marido su propio libro, en el que se trata de una sola tribu de prueba el adulterio de su mujer, él inmisericorde- melanesios, The sexual life of Savages. mente desencadena su venganza sobre ella. Res- 2 Ver mi Civilization of the South American Indians, pág pecto de los Jívaros, podemos apenas hablar de 445 y ss. “divorcio”, porque en un caso de infidelidad el 3 Esta superstición prevalece a la vez entre los indios del Napo y de Canelos, pero es mantenida particularmente hombre rara vez se contenta simplemente con re- por los indios de la serranía, quienes tal vez la han pro- pudiar a su esposa; un tratamiento cruel o la muer- pagado a las tribus primitivas de las selvas vírgenes del te son los castigos comunes para tal crimen. Gene- Oriente. En Pelileo, una población situada en las regio- ralmente el colérico esposo da rienda suelta a su nes altas del Ecuador central, se me contó de una mu- enojo golpeando a la mujer o perforando con su jer india que había dado a luz un monstruo horroroso, lanza o con su cuchillo las piernas, las pantorrillas mitad puerco espín y mitad ser humano. Los indios ex- plicaban este fenónemo como debido a que la mujer se y los senos, de tal modo que ella generalmente había expuesto a los abrazos del demonio del Arco Iris. muere desangrada. Las esposas que son maltrata- Las mujeres quichua-hablantes de la serranía también das en algunos casos ponen fin a sus vidas toman- creen que pueden ser embarazadas por lagartos y otros do el veneno barbasco, una manera de suicidarse “seres animales similares” que entren en ellas. Cuando que a veces también usan las mujeres jívaras infe- una india ve un lagarto, por lo tanto salta lejos por te- mor de entrar en contacto con él. lices, igual que en otras tribus del Oriente de Ecua- 4 La superstición en cuestión existe por ejemplo entre los dor. indios del Napo y los Záparos. Los últimos no solo que Es notable esta crueldad con la que el Jívaro matan al segundo niño, sino que tienen el hábito de engañado trata a su infiel mujer, puesto que en cantar y golpear sus tambores todas las noches durante otras circunstancias la posición de la esposa jívara un mes completo después del nacimiento de los geme- no es en absoluto la de una esclava oprimida, co- los a fin de contrarrestar las consecuencias malignas que pueden surgir del hecho de que la casa haya sido mo se demostrará aquí. Ella tiene mucho que de- contaminada por el demonio.

Capítulo VI COSTUMBRES EN EL NACIMIENTO

Después de la “fiesta del tabaco” comieza la ros del Santiago, y las observa también el padre de vida conyugal de la pareja jívara; en algunos casos la futura criatura. -es decir, cuando la muchacha no es muy joven- Cuando la madre comienza a sentir los dolo- esto ocurre inmediatamente después del compro- res del parto, enseguida se la saca de la casa y se miso. Como regla, sin embargo, la mujer jívara no la lleva a un refugio hecho con hojas de palma llega a ser madre hasta que tiene entre 16 ó 17 construido en la vecindad de aquella, en los plan- años; de cualquier modo no he visto entre estos in- tíos de yuca o de plátano, donde es atendida por dios madres más jóvenes. Las mujeres de Canelos una anciana que actúa de partera. La casa no debe generalmente se casan a edades más maduras. ser contaminada por el nacimiento, ni se permite Cuando un nuevo miembro es esperado en que estén presentes otras personas de la familia, y una familia, éste es un importante incidente que mucho menos extraños a ella. Las embrujadoras está conectado con muchas ceremonias interesan- flechas de los hechiceros y su “ojo maligno” son tes y muchos tabúes que merecen especial interés, especialmente temidos en tales ocasiones. Gene- como ilustración típica de la idea general de los in- ralmente la mujer india da a luz con facilidad, y en dios acerca de que existe una estrecha relación en- caso de que el nacimiento se torne difícil esto será tre los padres, especialmente entre el padre y la una señal segura de que espíritus malignos o in- criatura recién nacida. Tanto los Jívaros como los fluencias misteriosas han estado actuando. indios Canelos, ayunan y observan otras reglas de A fin de facilitar el parto, tanto los indios Jíva- abstinencia después de que han plantado y sem- ros como los Canelos tienen el hábito de raspar brado sus campos o mientras están criando a sus con un cuchillo la púa de la raya y mezclar el pol- perros, así mismo se someten a restricciones simi- vo obtenido con la bebida o comida de la mujer. lares respecto de su modo de vivir después que les Esto tendrá como resultado el facilitar el éxito del nace un niño, y naturalmente con mayor rigor aún. feto. Estas restricciones tienen especial referencia Los Jívaros también practican la siguiente cos- con la dieta. Entre los Jívaros, la mujer comienza tumbre para el mismo propósito. Se llama a un cu- su dieta aún antes de que la criatura nazca, y de randero; él toma un huevo de gallina, lo sopla y su- cualquier modo en algunas tribus su esposo se le surra una conjuración, manteniéndolo cerca de su une enseguida. Tan pronto como la mujer siente boca; luego rompe el huevo permitiendo que su que está encinta, se abstiene de comer sal y cosas contenido se vierta en la boca de la parturienta, dulces como la fruta de la papaya (Carica papaya), quien sentada en un banco tiene que tragarlo cru- caña de azúcar, y una especie de uva silvestre lla- do sin tocarlo con sus manos. La idea es que aho- mada shuya. La razón que los indios dan para esta ra la mujer echará fuera el feto con la misma faci- abstinencia es que si la mujer come sal o cosas lidad con que la gallina pone el huevo. dulces “el feto crecerá muy grande” y el parto se Hay una clase especial de plátano que los in- hará difícil. La mujer también tiene que abstenerse dios llaman palanda noa, “el plátano femenino”. de comer el repollo de la palma y los intestinos de Generalmente el plátano pertenece a esas plantas los animales, especialmente los de la paca y el cer- a las que los indios atribuyen el sexo masculino, do salvaje, porque si lo hace, la criatura tendrá dia- pero la palanda noa constituye una excepción, de- rrea. Estas reglas por lo menos son las de los Jíva- bido a la tendencia de su cáscara a abrirse con 180 RAFAEL KARSTEN fuerza cuando se hierve su fruta. En Canelos los y las plantas están animadas por almas humanas hombres evitan comer esta banana, pues al hacer- (wakáni), algunas de las cuales son del sexo mas- lo, dicen que sus esposas tendrán solo hijas muje- culino y otras del sexo opuesto. Las criaturas hu- res. Por el contrario, ellos fomentan que sus muje- manas, varones o mujeres, son entonces nombra- res la coman porque se cree que así se facilitará el das como corresponde. parto. Como ejemplos de nombres jívaros se men- Cuando la criatura llega, la mujer es bañada cionan los siguientes. Para los hombres: Jawára (Ti- con agua caliente y el flujo de sangre se detiene gre), Pangí (la gran Anaconda, Eurectes merinus), con piedras de lava previamente calentadas. El Tsungiz (un animal acuático mitológico, del cual se cordón umbilical se lo corta, no con un cuchillo, dice ser el hermano varón de la Anaconda), Yakú- sino con un pedazo afilado de bambú silvestre ma (mono aullador rojo) , Kunámbi (Ardilla), Am- (shingyána). El hierro de los blancos es tabú para busha (Búho), Ungúmi (Pajáro Paraguas), Máshu los indios y por ello no se lo emplea en ciertas ce- (Pauji, Crax elector), Etsa (Sol), Yagáami (Estrella remonias importantes. “Con el cuchillo cortamos grande), Cuishi (Oreja), Nauicha (Pie), Maikoa (la la carne en pedazos”, me explicaba un jívaro, “por planta narcótica Datura arborea). Para las mujeres: lo tanto no tocamos con él a nuestras delicadas Mama (Yuca), Inchi (Camote), Mika (Fréjol), Nussi criaturas”. Si se usara un cuchillo o alguna otra he- (Maní), Ipyáku (Achiote), Sua (Genipa), Chiki (una rramienta de acero para cortar el cordón, sería lo raíz con poder mágico), Nungai (Tierra), Nungüi mismo que cortar la vida de la criatura: el peque- (Madre de la Tierra), Yánua (Estrella), Intsa (Río). ño moriría. El pedazo de ombligo que queda con En la ocasión en que se da un nombre a la el bebé es atendido con gran cuidado, y cuando criatura, su pelo, que al nacer es casi rubio, es te- cae después de unos pocos días, al igual que la ñido con una solución preparada de la fruta de la placenta después del nacimiento, es enterrado “a genipa (Genipa Americana), llamada sua por los Jí- fin de que los perros u otros animales no los pue- varos, y la raíz de una planta llamada piripiri, de dan comer”, una eventualidad que probablemente modo que el pelo se hace completamnete negro. implicaría peligro para la vida del niño. La fruta de la genipa da el tinte negro con el cual Antes de que el recién nacido sea amamanta- los indios pintan su cuerpo en ciertas ocasiones ce- do por la madre, se le da una medicina preparada remoniales y, mezclado con la solución preparada con una planta pequeña fragante, cultivada por los con la raíz del piripiri se supone que fortalece el Jívaros, a la que llaman tsinsimba. Las hojas de es- pelo. En el caso de un recién nacido se cree co- ta planta son cuidadosamente mascadas y mezcla- múnmente, que fortalece su constitución y lo pro- das con saliva, y un poco de esta medicina es tege contra influencias malignas. En la misma oca- puesta en la boca de la criatura por la persona de sión, el anciano o la anciana perfora los lóbulos de más edad de la familia, la que debe ser un ancia- las orejas de la criatura con una espina e inserta un no si la criatura es del sexo masculino, y una an- palillo en el hueco para evitar que la herida se cie- ciana si es del sexo opuesto. La tsinsimba, a la cual rre. Más tarde, los huecos son agrandados más y los Jívaros atribuyen propiedades maravillosas, se más para permitir la inserción de los tubos de las cree que fortalecerá al recién nacido. La misma orejas, con los que el muchacho o la muchacha medicina se da más tarde a niños de diferentes deben presentarse ante personas adultas. A las chi- edades en la “fiesta de los niños”. cas se les perfora además el labio inferior pero es- Después de que el parto ha tenido lugar sin to no se hace hasta que tenga seis u ocho años de complicaciones, y la mujer se está recobrando, es edad. llevada a la casa donde permanece en completa Las tribus jívaras del Pastaza (los Achuaras) inactividad y sin salir. Al tercer día después del par- tienen la siguiente costumbre (iweri) al nacimiento to, la persona de más edad en la familia, hombre o del primer hijo. La mujer, como es usual, es saca- mujer, según el sexo de la criatura, da a ésta un da de la casa y llevada para dar a luz a los plantíos nombre que previamente ha llevado algún miem- de yuca, donde permanece por tres días. En el bro de la misma familia y el cual generalmente es cuarto día ella regresa a la casa y el recién nacido el de un animal, ave, o planta, siendo más comu- también es llevado allí, sin embargo no debe pasar nes para los hombres los de animales o aves, y las por la puerta, sino a través de un hueco hecho a plantas para las mujeres. Se cree que los animales propósito en el techo de la casa. El mismo padre LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 181 pasa a su primogénito a través del hueco, siendo estuvieran con diarrea. Si los padres comen esas recibido en el interior de la casa por su abuelo o el aves, sus hijos tendrán probablemente diarrea, una miembro de más edad de la familia. El anciano, enfermedad con la que los niños pequeños si están sosteniendo al pequeño en sus brazos, se pone a la particularmente expuestos, tal vez mueran. Simi- cabeza de los miembros reunidos ahí, y todos em- larmente, la criatura estaría propensa a contraer piezan a caminar alrededor de la casa cantando, diarrea si los padres comieran los intestinos de ani- batiendo los tambores, y tocando flautas. Entonces males o huevos de gallina. En cuanto a éstos, los Jí- el anciano da a la criatura un nombre que ha lle- varos tienen la misma superstición que los indios vado antes algún miembro importante de la fami- de Canelos: las heces de la criatura se harán del lia. Cuando la madre va por primera vez a la plan- mismo color de la yema de los huevos, lo cual se- tación de yuca a recoger la fruta, llevando a su hi- ría síntoma de alguna enfermedad del estómago. A jo en la espalda, es seguida hasta ahí por todos los la vez, si comen ovas de pescado, la criatura con- hombres, los cuales llevan lanzas y otras armas. Es- traerá la escrófula (kancha) de la cabeza, una en- to se hace con el fin de proteger al recién nacido y fermedad bastante común entre los niños indios. a su madre contra los demonios (iguánchi) y hechi- La razón por la cual los padres no deben co- ceros malignos que podrían hacerles daño en el mer el pez wambi está conectada con las ideas mi- camino. Esto solo se realiza la primera vez que sa- tológicas de los Jívaros. En tiempos remotos, cuan- le de casa ya que éste es considerado un momen- do todos los animales tenían forma humana, el to crítico, especialmente para el niño1. wambi fue atacado y herido por algunos de sus Las otras tribus jívaras del Oriente de Ecuador enemigos mientras trataba de escapar de la laguna y Perú, aunque no practican el couvade en el sen- donde vivía. Él fue malamente golpeado con una tido de que el padre debe permanecer en cama lanza, pero pudo sacársela del cuerpo y escapó. después del nacimiento del niño, todavía conside- Sin embargo perdió mucha sangre y, debido a la ran absolutamente necesario que ambos padres herida recibida, tiene todavía la cola y las aletas observen ciertas reglas respecto de sus dietas y a su rojas, aunque el resto de él es muy blanco. Ahora modo de vida. En cuanto a la dieta, las reglas son bien, si los padres comen el pez wambi, su delica- las siguientes: en cuanto a aves, el padre y la ma- da criatura perderá igualmente sangre, se hará ané- dre de la criatura deben abstenerse de comer el tu- mico, y morirá. A su vez, que ellos se abstengan de cán (tsukánga), el mango (chui), el pájaro carpinte- comer el pez siluro, tungá, se debe a las mismas ro (tatáshama), el pájaro paraguas (ungúmi), el ga- consideraciones que hacen al Jívaro evitar este ali- llo de las rocas (sumga), el pavo silvestre (kuyu, mento después que ha sembrado los campos de áwacha), y el pichón (yámbitsa); tampoco deben maíz. Puesto que este gran pez es extremadamen- comer los intestinos de ningún animal, huevos de te inquieto y violento, la consecuencia si los pa- gallina, u ovas de pescado; en cuanto a peces, dos dres lo comen sería que el bebé estaría “agotado” pescados comunes son nombrados especialmente y no tendría el descanso necesario para un recién como alimento prohibido: el gran wambi y el silu- nacido. ro (napi o tungá). La clase de alimento que se acaba de mencio- Las prescripciones dietéticas acabadas de nar es particularmente considerada como peligro- mencionar se deben a las siguientes ideas. El tu- sa, pero en su dieta general los padres son extre- cán, el mango, el pájaro carpintero, el pájaro para- madamente cuidadosos durante todo el tiempo guas y el gallo de las rocas pertenecen a esas aves que la criatura es amamantada. Ellos, generalmen- que aunque normalmente se las come, son sin em- te, rehusan comer cualquier clase de carne, parti- bargo, miradas con superstición, porque se cree cularmente, los alimentos preparados en una casa que ellas pueden servir de habitación o vehículo extraña, siempre son mirados con sospecha. Fre- para las flechas mágicas (túnchi) que los hechice- cuentemente, cuando viajaba en la compañía de ros envían a las personas a quienes quieren hacer indios Jívaros, notaba su renuencia a comer ciertas daño. Si los padres comen estas aves, las criaturas clases de animales o aves, ciertas clases de frutas, pueden ser embrujadas, desfallecer, y morir. Los Jí- etc., y cuando les inquiría sobre las razones para varos usan para esto la expresión tapíkyinyu. A su esto, siempre recibía la contestación: “No puedo vez, el pavo silvestre y el pichón producen heces comerlo porque tengo en casa un hijo que mama”. muy sueltas y las excretan constantemente como si 182 RAFAEL KARSTEN

El padre jívaro tiene también que observar va- en su modo de vida natural, semejantes a las que rias otras reglas de precaución dentro de su modo observan cuando nace la criatura. Igualmente, él de vida. Aunque no es necesario que él permanez- ayuna después de que ha sembrado maíz y ciertas ca en la cama, debe mantenerse quieto, no debe ir otras plantas, mientras hace un tambor, una cerba- a cazar en la selva, ni manipular veneno, ni tocar tana y así sucesivamente. un cuchillo o cualquier otro instrumento de hierro La misma perspectiva peculiar aparece tal vez para hacer un trabajo. No debe matar una serpien- con mayor claridad en algunas de las costumbres te venenosa o un jaguar, ni aun arriesgarse a en- de los indios de Canelos al nacer una criatura. Por contrarse con ninguno de esos animales, ya que de la noche del día del parto, lo mismo que en la ma- otra manera el delicado hijo que tiene en su casa ñana siguiente, varias medicinas son tomadas a la se asustaría y moriría. vez por la madre y por su esposo, el objeto de las Las últimas precauciones se observan por un cuales es en parte curar a la primera de su debili- período más corto, pero las que se relacionan con dad, y en parte procurar el fortalecimiento y desa- el ayuno deben ser observadas por el padre no so- rrollo de la criatura. De esta manera, la mujer en el lamente por unos pocos días, como entre la mayo- día del parto tiene que tomar una bebida prepara- ría de los demás indios, sino por dos y a veces tres da de la corteza de un arbusto llamado tzigta. De años, o más estrictamente hablando, durante el este arbusto hay varias clases, algunas de las cua- tiempo que la criatura esté siendo amamantada. La les son venenosas y los indios las usan para la pre- mujer india amamanta a sus hijos por un tiempo paración del veneno de flechas. La que se da a una bastante mayor que lo acostumbrado entre gentes mujer en el nacimiento de su hijo es comúnmente civilizadas, a menudo por dos o tres años y aun usada como remedio para dolores de cabeza y más. Si los padres ayunan bien durante estos años, otras enfermedades. La corteza del arbusto es ras- guardando estrictamente las reglas prescritas por la pada con un cuchillo y hervida en agua, y la mu- costumbre, la criatura se desarrollará rápidamente, jer tiene que beber una mucahua (plato de barro será saludable, vigorosa y robusta. Cuando el ayu- que contiene cerca de un litro) de esta infusión. El no termina, los padres hacen una fiesta especial remedio se supone que tiene efectos fortificantes para el pequeño, la “fiesta de los niños”, en la cual tanto sobre la mujer como sobre el recién nacido. una medicina mágica le es dada por un anciano o En la mañana siguiente temprano se le da otra una anciana. Con esta fiesta termina el primer pe- medicina similar. La corteza de un arbusto llama- ríodo en la educación de la criatura. Si los padres do petun cara es machacada con un garrote y su- descuidan alguna de estas reglas, si no ayunan mergida en agua y una cantidad de esta solución bien y no hacen la fiesta, el resultado será que la se le da a beber a la mujer. Inmediatamente des- criatura no crecerá ni se desarrollará bien, sino que pués de eso tiene que tomar una cantidad similar desfallecerá y morirá. de otro remedio preparado de la corteza del árbol De acuerdo con la idea de estos indios, los llamado pacai cara, hervido en agua. Usualmente padres, y especialmente el padre, forman con el re- la solución de petún cara y la infusión de pecai ca- cién nacido, por así decirlo, una sola personalidad. ra se mezclan y la mujer tiene que tomar una mu- El alma de este último está íntimamente asociada cahua de esta medicina. Esta tiene el efecto de un con la del padre y todo lo que pase al padre duran- vomitivo que quitará el mal del estómago de la te los días críticos se supone que afectará directa- mujer. mente a su tierno hijo. A su vez, el padre del recién nacido tiene que Esta perspectiva es mucho más fácil de enten- tomar otras bebidas mágicas, que se cree ejercen der cuando se toma en consideración que el indio una influencia favorable sobre él. La corteza de un no solo asume una íntima conexión o simpatía en- árbol llamado tsinsála se raspa con un cuchillo y se tre él y su hijo recién nacido, sino que la misma lo sumerge en agua, y la bebida la toma el padre simpatía misteriosa se cree que lo une más o me- en la tarde posterior al nacimiento de la criatura. nos estrechamente con casi todo objeto que es re- Esta medicina tendrá el efecto de fortalecer al niño. sultado de su trabajo. Así, hemos visto que cuando En la misma noche, el padre toma algunas ho- un indio ha comprado un cachorro que se propo- jas de un árbol o arbusto llamado sinchi cáspi (“el ne criar para la caza, ambos, él y su esposa, em- árbol de la fuerza”), que él masca y traga crudo. Fi- piezan a ayunar y se someten a ciertas otras reglas nalmente, en la mañana siguiente, la raíz del mis- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 183 mo arbusto se la toma, se la machaca, y se la hier- llevando a su bebé a la espalda. El padre, a su vez, ve en agua, y la infusión es bebida por el padre. El debe restringir su modo de vida por ocho días. No sinchi cáspi se supone que tiene el efecto de dar sale a cazar en la selva, porque si dispara a un ani- mucha fuerza al bebé recién nacido. mal o un ave con una escopeta o con la cerbatana, Durante los siguientes ocho días, o hasta que puede que al mismo tiempo dispare a la criatura, el ombligo de la criatura esté curado perfectamen- de modo que muera. Tampoco debe emprender te, los padres tienen que hacer dieta, y la madre es trabajo alguno en la selva con su machete, porque obligada a observar ciertas otras reglas de absti- si lo hace él podría matar a su propio hijo con el nencia. Así ellos se abstienen de comer el tucán cuchillo. De ninguna manera él debe matar una (sicuanga), normalmente tan apreciado por los in- serpiente venenosa o el animal demoniaco paca dios, porque esta ave puede servir a veces como (Iwnucha), porque entonces su pequeña criatura, habitación de un demonio o como el asiento de la aunque esté segura en la casa, se asustaría y mori- espina de la chonta (chunta), que los hechiceros ría. usan para embrujar a las gentes; por lo tanto, si los Cuando ha transcurrido el lapso de los ocho padres comen el tucán, esto puede tener el efecto días, el padre va a trabajar a la selva por primera de que el recién nacido sea embrujado, desfallez- vez después del parto y agarra su machete, hacien- ca y muera. Por la misma razón no comen el man- do con él movimientos como de cortar en el aire go, otra bella ave de la selva usada como alimen- encima de su hijo antes de salir de la casa. El pe- to. También se abstienen de comer el pavo silves- queño es de este modo “endurecido” contra el cu- tre al igual que una clase especial de pato que des- chillo, de modo que él no será herido por su padre pide un olor desagradable, ya que de otra manera al usarlo. el bebé tendrá diarrea y morirá. De los cuadrúpe- El número de niños en una familia jívara es dos, no comen el tapir o la lumucha (Coelogenys generalmente grande en parte, por supuesto, debi- paca), animales que también se los considera con do a la existencia de la poligamia. El Jívaro quiere superstición por parte de los indios, aunque se los tener tantos hijos como sea posible y puede suce- come generalmente. De otras cosas prohibidas a der -aunque por supuesto solo en casos excepcio- ellos, los huevos de gallina son mencionados espe- nales- que él tenga diez hijos de la misma mujer. El cialmente. Si comen huevos, las heces de la criatu- es, con derecho, de la opinión de que la riqueza en ra se harán del mismo color de la yema, o sea que esposas y en hijos significa riqueza en general, y la criatura tendrá diarrea y morirá. Igualmente los que ello incrementa el poder de la familia y de la padres no deben beber el aguardiente de los blan- tribu. Él aprecia a las hijas tanto como a los hijos; cos, porque este licor fuerte hará daño a su delica- ambos son a su manera igualmente útiles, y por la do hijo. En cuanto a la cerveza de yuca nativa misma razón no tiene, como hemos visto, objecio- (asua), pueden beberla, pero no debe ser muy fuer- nes contra el nacimiento de gemelos al no poseer te. Después de que la mujer ha dado a luz, se le da los mismos prejuicios que otros indios del Amazo- asua caliente. nas occidental. Si a pesar de todo las tribus jívaras En cuanto a pescados, a los padres se les per- han disminuido constantemente, esto se debe a ra- mite comer el bocachico (challua) lo mismo que zones particulares, en parte a la gran mortalidad de cierto pez parecido a la sardina (llamado umbúni, los niños indios durante los primeros años de su vi- chúti, túgshi y shigli en el lenguaje quichua). Aves da, en parte a las guerras de exterminio llevadas a pequeñas de la selva, de la clase que los Jívaros cabo entre las diferentes tribus jívaras. El contacto acostumbran cazar con la cerbatana y flechas sin con la raza blanca no solo produce indirectamen- veneno, también se las considera alimentos no da- te una disminución de los indios, sino que parece ñinos. Un gusano o larva que vive en el cogollo de tener una influencia directa desfavorable sobre la cierta palma, llamada túku, se les recomienda co- natalidad. Esto podemos inferir del hecho de que mer a los padres. La larva es muy gorda, y por lo en las familias de los indios Canelos los niños, co- tanto si los padres la comen provocará que la cria- mo regla, son inferiores en número que entre sus tura sea también gorda. vecinos salvajes, un estado de cosas que puede ob- Durante los primeros tres días después del servarse casi en todas partes de Sud América. parto, la mujer no sale de casa y no trabaja. Des- Aparentemente, de acuerdo a mis aseveracio- pués ella está capacitada para ir a la plantación, nes previas, el aborto no es desconocido para los 184 RAFAEL KARSTEN indios, pero es más comúnmente practicado por gas venenosas no se usan para este propósito entre las solteras. Un Jívaro normalmente no permitirá los Jívaros, pero por otra parte éste parece ser el ca- que su mujer practique el aborto. Este tiene lugar so entre los indios Canelos. Preparan una medici- solo en casos excepcionales, por ejemplo cuando na triturando e hirviendo el tallo de una enredade- una mujer ha sido embarazada por un hombre de ra llamada singshi huasca, o la corteza de un ar- una tribu enemiga, o cuando el matrimonio ha si- busto llamado petun cara, y dan de beber esta in- do de alguna manera ilegal, de modo que hay el fusión a una mujer que quiere deshacerse de la peligro de que la futura criatura sea un monstruo consecuencia de relaciones sexuales fuera del ma- (pasúna, nétsi). trimonio. El aborto es efectuado entre los Jívaros por tra- tamiento mecánico en un estado comparativamen- Nota te avanzado (probablemente en el tercero o cuarto 1 Entre los Kandoashis, una tribu que vive sobre el Pasta- mes de embarazo). Una anciana desde atrás abra- za inferior y parientes cercanos de los Jívaros, la mujer, za a la mujer alrededor de la cintura y gradualmen- después de haber dado a luz en las plantaciones de plá- te presiona hasta que salga el feto. La operación se tano o de yuca, es llevada inmediatamente de regreso dice que es muy dolorosa y se me contó que a ve- a la casa. En ella están listas en el fuego tres grandes ollas de barro llenas con agua caliente. La mujer se ces la mujer muere a consecuencia de este trata- sienta y lava todo su cuerpo con el agua de las ollas. miento radical. Además de esto, los Jívaros recu- Permanece sentada ante el fuego sin hacer ninguna la- rren en tales casos a la misma operación no dañi- bor por tres días. Después de tres días ella puede ir a las plantaciones y también comienza a mirar a su espo- na hecha con el huevo de la gallina por la cual so que pasa el tiempo bajo un mosquitero en completa ellos tratan de facilitar el parto: un curandero hace inactividad y solo cantando una canción mágica en fa- tragar a la mujer el contenido crudo de un huevo vor de su recién nacido y ayunando estrictamente. Este modo de vida es continuado por él a lo largo de un el cual se vierte directamente en su boca. Las dro- mes. Una couvade real existe así entre los Kandoashis. Capítulo VII EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS CEREMONIAS DE LA PUBERTAD

Es evidente, como se desprende de lo estable- mediatamente después de nacer, también juega el cido en los capítulos previos, que en relación con más importante papel en la “fiesta de los niños”. los Jívaros, podemos hablar de una educación real Como ya hemos visto, las hojas de la planta se de los niños. Desde el mismo momento del naci- mascan y se mezclan con saliva, lo cual hace el o miento de la criatura -no, aun antes de ser dado a la anciana que actúa como sacerdote o sacerdoti- luz-, su bienestar físico y su desarrollo normal es sa; la medicina tiene un nombre especial, ambára. preocupación permanente de los padres, y más tar- Es vertida ceremonialmente en la boca de la cria- de una sistemática instrucción comienza, cuya me- tura dos veces durante los dos días que la fiesta du- ta general es hacer al joven o a la joven capaz de ra, temprano en la mañana y a medio día. La bebi- cumplir apropiadamente con los deberes inheren- da de la cerveza de yuca y la comida forman par- tes a un hombre o a una mujer adultos en la socie- te de la “fiesta de los niños”. Su significado gene- dad. ral es el mismo de las otras grandes fiestas: con ella El primer período en la educación del niño, se cree que se imparten misteriosos poderes -sobre como he dicho, es el que va del nacimiento a la todo para resistir los espíritus malignos- a la joven “fiesta de los niños”, la cual se celebra cuando el criatura, no solo para el presente sino especial- o la pequeña tiene entre dos o tres años de edad. mente para el futuro. Este poder se debe principal- Hasta que la fiesta ha tenido lugar, ambos padres mente a las propiedades mágicas atribuidas a la tienen que someterse a la más rigurosa dieta de misma planta tsinsimba, pero también a la saliva acuerdo con las reglas mencionadas en el capítulo del anciano o de la anciana, a las canciones mági- anterior. El hacer dieta, debe entenderse, forma cas, etc. Después de que termina, el padre ya no parte de los preparativos necesarios para la fiesta. está obligado a hacer dieta, por lo menos no tan ri- El resto de los preparativos son similares a los de gurosamente como hasta ese momento, y a la cria- otras fiestas: como de costumbre, tienen que ha- tura se le permite comer cualquier clase de alimen- cerse nuevas plantaciones, y los animales domésti- to. Definitivamente termina de ser un amamantado cos, cerdos y gallinas, tienen que ser criados antes y se lo reconoce a partir de ese momento entre los de que se pueda celebrar la fiesta, lo cual por su- chicos mayores. puesto toma un largo tiempo. Ya que los chicos son siempre delicados y El mismo chico o chica tiene que hacer dieta; propensos a caer enfermos, los indios tratan de sobre todo no se le permite comer puerco y la car- proteger a sus hijos lactantes entre otras cosas, por ne de la gallina, ni tampoco debe comer plátano medio de diferentes amuletos que consisten en maduro o mascar caña de azúcar como usualmen- dientes y garras de animales, collares “médicos” te hacen los niños indios. hechos con semillas olorosas, conchas, etc. Toda- La “fiesta de los niños” es llamada Uchiáura- vía más común es la pintura profiláctica del cuer- tai o Uchiauka. Uchiauratai significa literalmente: po, hecha con achiote mezclado con ciertos otros “Daré (a la criatura) gotas de tsinsimba”. El mismo ingredientes, y según éstos llamada karawira, áran- nombre indica que la medicina preparada de la tiyu, etc. Puesto que los pequeños son muy pro- planta tsinsimba, que le fue dada a la criatura in- pensos a caer enfermos a través de la hechicería, 186 RAFAEL KARSTEN los padres generalmente tienen cuidado de no lo que pasa con su hija, la lleva al río y la lava con mostrar sus hijos a extraños visitantes de la casa, so una hoja grande llamada yambáki. Ella tiene aho- pena de que sean perjudicados por el “mal ojo” o ra que someterse a ciertos tabúes por cuatro días. por algún otro modo misterioso. Como regla, la in- No se le permite pasar las noches en la casa, sino dia nunca deja a su hijo lactante solo en la casa que duerme en un pequeño refugio hecho espe- cuando sale, sino que lo lleva consigo a donde va- cialmente para ella en la plantación vecina a la ca- ya, llevándolo en su seno si es muy pequeño o a su sa, donde ella es acompañada en las noches por espalda cuando es un poco más grande. De esta otras mujeres. Mientras está en el refugio, no pue- manera cuando va al plantío de yuca a recoger la de comer ni beber nada excepto agua de tabaco, fruta, casi todo el tiempo tiene a su bebé con ella, que le da en repetidas dosis una anciana. La mu- llevando a la casa el pesado cesto con la yuca y a chacha, sin embargo, no está obligada a permane- la vez a su niño. cer ahí durante el día. Tan pronto como aparece el Cuando el primer diente de la criatura se suel- sol, ella puede salir del refugio y regresar a la casa ta, no es arrojado lejos sino cuidadosamente guar- donde pasa el día, pero es obligada a una dieta es- dado en el techo de la casa “a fin de que las ratas tricta. Al mismo tiempo, se organiza una pequeña u otros animales no se lo coman”. Esta costumbre fiesta con bebidas. Varias piningas con cerveza de se debe a la creencia en una misteriosa conexión yuca se colocan en una fila; entre éstas hay una pe- entre la criatura y el diente caído. queña que contiene solo la crema de la cerveza y Durante los primeros años de vida, los mu- un pedazo de yuca. Esta pininga es para la tsángra- chachos y las muchachas reciben casi la misma ma, como se llama a la muchacha. A ella no se le educación, pero después de un tiempo tiene lugar permite comer nada durante los cuatro días, ex- una diferenciación. Las muchachas comienzan a cepto esta pequeña cantidad de yuca, se la consi- acompañar a sus madres y son instruidas por ellas dera tanto como un tabú que no puede tocar nin- en el trabajo y las ocupaciones de las mujeres las gún objeto de la casa con sus manos. Al atardecer, que aprenden imitándolas. Cuando la muchacha como es usual, ella tiene que regresar al refugio tiene entre 5 y 7 años de edad, su madre perfora su donde de nuevo recibe agua de tabaco de las ma- labio inferior con una espina insertando en el hue- nos de la anciana y así sucesivamente. Se supone co al principio una hoja de hierba, para impedir que la medicina del tabaco la llena de poder y la que la herida se cierre, y después una barra peque- protege contra espíritus del mal que la están ata- ña de madera. El hueco del labio es así gradual- cando, pero también tiene el poder de producirle mente agrandado de modo que cuando la mucha- sueños, ya que la fiesta Numbuén tiene referencia cha alcanza la edad madura pueda llevar el tubo al mismo tiempo con las futuras obligaciones de la del labio, tukúnu, al igual que todas las mujeres in- muchacha como ama de casa. dias. Mientras que la perforación del labio inferior Si la muchacha no es solicitada en matrimo- tiene lugar antes de la pubertad, el tubo del labio nio, ninguna otra fiesta se organiza para ella. Por es llevado solo por mujeres adultas y es una señal otra parte, si tiene un prometido, la aparición de de que la muchacha es casadera. las primeras reglas es para este último y para los Cuando los primeros síntomas de la pubertad padres de la muchacha, una señal para empezar a aparecen, comienza una importante época en la preparar la gran fiesta Noa Tsangu que ha sido ya vida de la muchacha india. Como entre todos los descrita. Como he establecido, es en esta época indios, la menstruación es mirada por los Jívaros que su educación propiamente comienza, estando como un proceso misterioso, y cuando aparece ésta supervisada por el futuro esposo y llevada a por primera vez en una muchacha se consideran cabo muy metódicamente. La muchacha acompa- necesarias varias precauciones. He mencionado ña a su madre y a otras mujeres mayores a todas antes que los indios atribuyen la menstruación a la partes, especialmente a las plantaciones, y está re- luna (natu weínikama, “la luna la ha visto”), la cual cibiendo constantemente instrucciones de ellas se cree tiene también una misteriosa influencia so- respecto a las maneras como serán plantadas y bre la concepción. La primera menstruación es lla- atendidas la yuca, el camote, los fréjoles, los ma- mada también numbuén (de numba “sangre”) y ge- níes y otras raíces y plantas. En la casa, ella toma neralmente aparece cuando la muchacha tiene en- parte en todas las ocupaciones que son inherentes tre 8 y 10 años. Cuando la madre se da cuenta de a una jívara casada, y cuando llegan invitados y las LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 187 mujeres de la casa se adelantan a servirles niha- rales de sus gentes, pero pueden haber excepcio- mánchi, la joven muchacha es siempre una de nes a esta regla. El tratamiento de muchachos tra- ellas. viesos que desafían abiertamente a sus padres, mo- Hablando de la primera menstruación de las lestan a sus hermanos y hermanas menores, rom- muchachas, debemos añadir que en las siguientes pen vasijas de barro, suben a los techos de las ca- menstruaciones una mujer jívara es hasta cierto sas dañando las bardas, tuercen el pescuezo de las punto siempre tabú. Ella tiene que hacer dieta, abs- aves domésticas, etc., es a veces muy severo. Es tenerse de comer carne, y sostenerse durante los bastante común para un Jívaro agarrar a su hijo por días de menstruación principalmente con yuca y el cuello y meter agua de tabaco en su nariz o sus plátano amasados (nauma). Ella es igualmente tabú ojos. El tabaco, ese remedio universal de los in- sexual, y su esposo la evita durante esos días críti- dios, es de este modo usado como medio de casti- cos. Muchas de esta mismas normas son observa- go, y es bastante probable que en este caso tam- das por los indios Canelos. bién se suponga que tiene algunos efectos purifica- Ahora tenemos que decir unas pocas palabras torios mágicos. En casos más serios, se recurre a la respecto a la educación de los muchachos, a la siguiente forma de castigo. Un pequeño refugio de cual los Jívaros dedican aún más atención que a la hojas de palmas se construye para el joven delin- de las muchachas. Si uno pregunta a un Jívaro cuál cuente en la orilla del río. Aquí es obligado a per- es la meta de la educación de su muchacho, con- manecer por dos días con sus noches solo y sin co- testará en la mayoría de los casos: “Que él pueda mer nada; se le permite solamente beber agua del llegar a ser un real hombre y un guerrero hábil y río. De este modo, habiéndolo hecho más dócil es- valiente”. Esto se les recuerda a los muchachos jó- te estricto ayuno, él debe finalmente tomar una do- venes constantemente en los discursos que su pa- sis de maikoa, el fuerte narcótico de los indios Jí- dre en ciertos momentos les dirige cada día, los varos. La intención detrás de esta cura radical, por cuales ponen énfasis en la venganza que ellos de- supuesto, es que el joven tendrá los sueños y visio- ben tener contra los enemigos de la familia. nes usuales, verá el arútama, los espíritus de los El arte de la guerra, y todos los ejercicios mas- antepasados, quienes lo sermonearán y lo instrui- culinos en general, la habilidad para arrojar la lan- rán en lo que las costumbres de ellos le requieren za, para abatir los animales y las aves de la selva como miembro de la tribu. con cerbatana y flechas envenenadas, etc., el mu- Ambos, la maikoa y otra medicina narcótica, chacho jívaro los adquiere asociándose con su pa- el tabaco, se toman sin embargo principalmente en dre y otros hombres mayores, siendo su empeño otra ocasión en la vida del jóven jívaro, a saber, constante imitar a los adultos y hacer lo que les ve cuando al alcanzar la pubertad, es iniciado en la hacer. Cuando el muchacho tiene entre seis o sie- virilidad a una edad de entre 15 ó 16 años. En es- te años de edad, su padre hace o compra para él ta ocasión se organiza una de las más grandes fies- una pequeña cerbatana con la cual practica asi- tas de los Jívaros, la conocida bajo el nombre de duamente, usando flechas sin veneno. Con tales Kusúpani y que se corresponde con la Noa tsangu flechas el muchacho fácilmente caza pequeñas de las mujeres. Los preparativos para esta fiesta son aves que inmediatamente prepara para comerlas. los usuales: deben hacerse nuevas plantaciones, Solamente cuando ha pasado a través de la inicia- deben criarse nuevos animales domésticos, cerdos ción y es recibido entre los hombres adultos se le y gallinas, etc. Es natural, por lo tanto, que estos permite usar las flechas con veneno. preparativos requieran un largo tiempo, y de he- Frecuentemente se ha dicho que las gentes cho, la fiesta no tiene lugar hasta después del lap- salvajes, criando sus niños en completa libertad, so de dos o tres años. Durante estos años, el joven nunca los castigan por desobediencias u otras fal- muchacho tiene que hacer dieta estricta, siendo las tas cometidas. Esto puede que sea verdad en mu- reglas sobre la clase de alimentos que le están pro- chas tribus de Sud América también, pero sería hibidos, muy parecidas a las de otros casos simila- ciertamente una equivocación mantener tal opi- res. De este modo la carne de los principales ani- nión de los Jívaros. Es verdad que, como regla, los males domésticos, el cerdo y las gallinas, está pro- muchachos parecen comprender notablemente hibida para él, precisamente porque el objeto de la bien lo que las costumbres tribales demandan de fiesta es en parte aumentar el número de estos ani- ellos y fácilmente se ajustan a las perspectivas mo- males. Otros animales que son tabúes como ali- 188 RAFAEL KARSTEN mentos son el cerdo salvaje, la paca, sobre los que da al novato tabaco en una forma líquida. Para se mantienen ciertas ideas supersticiosas, el arma- ello, masca las hojas cuidadosamente, las escupe dillo y la mayoría de las aves de la selva. Tampoco hacia afuera, junto con mucha saliva, en una hoja se le permite comer los peces grandes como el si- de maíz, sopla algo más de humo de tabaco sobre luro y el llamado wambi; él tiene que contentarse ello, y bate toda la masa cuidadosamente con su con pequeños peces parecidos a la sardina de la dedo, luego de lo cual la da a beber al novato. Es- clase que los indios comen cuando hacen dieta. Si ta ceremonia se repite seis u ocho veces en cada uno pregunta a los indios qué sucede si se infrin- uno de los dos días propios de la fiesta y la fuerte gen estas reglas, la contestación invariable es que medicina del tabaco no puede por supuesto fallar el objeto de la fiesta no se logrará, las cosechas no en producir muy poderosos efectos en el joven que crecerán bien, los cerdos y las gallinas no aumen- los recibe con el estómago vacío. En el sueño nar- tarán, el joven muchacho mismo no llegará a ser cótico que sigue, y en las visiones provocadas por un hombre sino que morirá pronto, etc. Siendo ta- la bebida de la maikoa, con la cual terminará la les las consecuencias al ignorar las reglas de la die- fiesta, el novato verá a la vez al arútama y a otros ta, es natural que el muchacho en cuyo honor se espíritus, que le dan consejo e información con- organiza la fiesta deberá someterse consciente- cerniente a su futuro. mente a ellas y hacer todo lo que la costumbre le Entre algunas tribus jívaras el anciano, al so- demande. Cuando además consideramos que por plar el humo, no usa ningún tubo de bambú; colo- algunos meses antes de la fiesta él tiene que portar- ca el extremo encendido del cigarro en su propia se como un penitente, que no puede siquiera man- boca y el otro extremo en la boca del novato, so- tener su cabello largo desatado o llevar las ropas y plando vigorosamente, y el novato tiene que tra- los adornos de los hombres adultos, que está pro- garse el humo. hibido de salir de cacería y de usar la lanza y la La Kusúpani termina como todas las fiestas, cerbatana y las flechas con veneno, podemos en- con el degüello de un cerdo; el novicio es vestido tender que los mismos preparativos de la fiesta ceremoniosamente y pintado con genipa, y final- constituyen para el joven indio un notable ejerci- mente llega el momento de la solemne bebida del cio para la austeridad y el control de sí mismo. vino de yuca, luego de lo cual los huéspedes par- El primer día de la Kusúpani tiene el mismo ten. Después que la fiesta termina de este modo, el nombre que el primer día de todas las fiestas: Ut- novicio todavía tiene que soportar una ceremonia sándowai, “la apertura de la fiesta”. Por la mañana final que es de carácter privado: la bebida de la temprano, los huéspedes invitados entran en la ca- maikoa. Esta, de cualquier manera es la costumbre sa en procesión solemne, luego de lo cual una ron- entre las tribus del Upano y del Santiago, que ce- da de bebidas tiene lugar, seguida por una comida lebran la fiesta Kusúpani. La bebida del narcótico ordinaria. Las principales ceremonias se celebran tiene lugar generalmente en la casa, pero si el jo- en el segundo y tercer día, y consisten principal- ven lo desea puede ir a la selva. En el primer caso mente en dar al novato tabaco en diversas formas todas las armas, cuchillos, y objetos peligrosos de- y en dosis repetidas; el anciano que actúa como saparecen de modo que el joven en condición nar- sacerdote (whuéa) le hace tomar jugo de tabaco, y cótica no pueda hacer daño alguno. El más ancia- él debe inhalar el humo del tabaco. El sacerdote ha no de la familia prepara la bebida en una pininga hecho una cantidad de grandes cigarros y los ha y la da a beber al muchacho, después de murmu- atado con una cuerda a intervalos regulares entre rar una canción mágica sobre ella. El anciano tam- sí, estando la cuerda suspendida de uno de los pi- bién cuida de él después de que ha sido intoxica- lares de la casa. Cada vez que quiere dar tabaco al do. Los efectos pronto son visibles: el anciano aga- novato, toma uno de los cigarros de la cuerda, lo rra al narcotizado muchacho desde atrás con am- pone en un tubo largo de bambú, y lo enciende, bos brazos y lo sostiene en esta forma hasta que usando el tubo como una boquilla. Primero él ab- cae dormido. El muchacho incesantemente grita: sorbe el humo en su propia boca y luego sopla di- tuh, tuh, tuh, tiga, tiga, tiga, como si estuviera in- rectamente en la boca del novato, quien tiene que vocando a los demonios. El anciano, a su vez, tra- tragar el humo y está cerca de sofocarse. Esto se re- ta de apresurar la llegada de las visiones favorables pite varias veces hasta que todos los cigarros se repitiendo frecuentemente las siguientes palabras: consumen. Inmediatamente después el sacerdote Tu puhústa, kanárta, wuimekta, aha ítsa, mama LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 189 pa’andama ísta, kuchi ísta, atáshi ísta, muitsa ísta, Cuando el joven ha terminado de beber, el nihamanchi ista, y así, en adelante, esto es: “acues- hombre más anciano le dice: “¿Sabes ahora por tate, duérmete, mira (en visiones), mira los cam- qué has tomado la maikoa?” “Sí”, contesta el jo- pos, mira la yuca, mira los plátanos, mira los cer- ven, “es con el fin de que yo pueda llegar a ser un dos, mira las gallinas, mira las ollas con yuca, mi- hombre de verdad y un valiente guerrero y que ra la cerveza de yuca”, etc. De este modo, ambos, pueda casarme”. el anciano sosteniendo por atrás con sus brazos al Cuando los efectos del narcótico comienzan a muchacho, caminan de un lado al otro por la ca- manifestarse en el joven jívaro y comienza a por- sa, hasta que al fin el narcotizado joven pierde tarse de una manera tonta o amenaza volverse vio- completamente la conciencia. Pero aun durante el lento, el anciano lo agarra por el brazo, lo sujeta, sueño él tiene que ser vigilado atentamente porque y le dice: “¿No recuerdas que has tomado maikoa? las supuestas visiones a menudo lo despiertan y ¿Qué intentas hacer, a dónde vas?” Entonces el jo- frecuentemente se pone violento. ven trata de controlarse y se sienta. Si el novicio sale a la selva, el anciano lo Después del lapso de algunas semanas o me- acompaña, le da agua de tabaco, le hace tomar un ses, el novicio debe tomar de nuevo la maikoa en baño en un salto de agua, y luego prepara la mai- la misma forma de antes, algún tiempo después de- koa en el refugio, observándolo cuando sus efectos be hacerlo por tercera vez, y después de un lapso comienzan a aparecer. Ellos permanecen en la sel- similar por cuarta vez. No es sino entonces que el va por tres días y sus noches. novicio termina y se le permite casarse. Gran atención, desde luego, se presta a los He relatado las ceremonias de la pubertad de sueños del joven jívaro porque en cierto modo los Jívaros, y tengo ahora que añadir algunas pala- ellos deciden su futuro en general. Es la tarea del bras en cuanto a la significación de la fiesta de Ku- más anciano de la familia interpretarlos y estable- súpani en especial en cuanto concierne a los ritos cer si ellos han sido buenos o malos. La cuestión con el tabaco. La significación de estos ritos es la sobre cuáles clases de sueños son considerados misma que la de las ceremonias con el tabaco en “buenos” y cuáles “malos” y la clase de visiones la fiesta de Noa Sangu. El espíritu del tabaco es tenidas se discutirán en el capítulo sobre adivina- conjurado y su maravilloso poder es transferido al ción. muchacho, que se llenará de él, no solo por el mo- Entre los Achuaras del Pastaza la iniciación a mento o durante muchos años por venir sino por la virilidad consiste solo en beber maikoa. Cuando toda su vida. Este poder lo mostrará automática- los muchachos llegan a la edad de la pubertad, lo mente en todos los trabajos y ocupaciones que le cual significa que son recibidos por los hombres y son inherentes como miembro varón de la socie- los guerreros, se les permite casarse, y además tie- dad. Será un guerrero valiente y de éxito y podrá ne lugar la siguiente ceremonia de bebida. Los matar muchos enemigos; será hábil para manejar hombres más ancianos de la familia se organizan la lanza y la cerbatana y abatir mucha caza; será en dos filas paralelas mirándose los unos a los diestro en arponear el pez grande y en agarrar los otros. Cada hombre sostiene una pininga, que con- peces pequeños con el veneno barbasco. Pero es- tiene una pequeña cantidad de maikoa. El novicio to no es todo. Los espíritus que se le aparecen en entonces tiene que ir de uno a otro hombre y to- el sueño narcótico se cree que le enseñan también mar un sorbo de cada pininga empezando con la materias que normalmente conciernen directa- del más anciano de la familia. Generalmente esto mente solo a las mujeres, sobre todo aquellas que es fácil de hacer con los primeros, pero con fre- se relacionan con la cría de animales domésticos y cuencia le es imposible beber de las vasijas de ba- el cultivo de los campos. Esto también explica el rro de los últimos hombres de las filas. El conteni- hecho de que el recién iniciado joven jívaro es por do de ellas le es entonces dado en forma de lava- algún tiempo el consejero de las mujeres en el tra- tibo, siendo la cantidad de maikoa inyectada en su bajo y las ocupaciones que propiamente pertene- recto mediante un tubo (nangú) hecho del tallo cen por entero al dominio femenino. Al igual que hueco de la planta de zanahoria (Daucus). Se con- la fiesta Noa Sangu y -como veremos aquí- la fies- sidera absolutamente necesario, debe entenderse, ta de la gran victoria, la Kusúpani, entre otras co- que el novicio debe recibir algo de la vasija de ca- sas, se cree que tiene el efecto de “aumentar los da uno de los hombres. cerdos y las gallinas” (kuchi, atáshi pamboártinyu) 190 RAFAEL KARSTEN e influir favorablemente en el crecimiento de los ra los muchachos; siendo como son, por lo menos sembríos. nominalmente, niños de la misión, sus sistemas de Hasta ahora he relatado solamente las cere- educación propios hace tiempo que se han dege- monias de la pubertad de los indios Jívaros. De los nerado. Esto es particularmente cierto de la in- indios de Canelos en este punto poco hay que de- fluencia moral en su educación nativa. Por otra cir. No hay duda de que anteriormente ellos obser- parte, los indios Canelos también dan a sus niños varon en mucho las mismas costumbres de los Jí- instrucción sobre ciertas ocupaciones que de varos salvajes, pero con la disolución de su organi- acuerdo con su división del trabajo, son inherentes zación tribal, y debido a la influencia de la civili- a hombres y mujeres, como en ciertas tareas arte- zación cristiana, estas costumbres ya pertenecen al sanales -por ejemplo, la fabricación de veneno pa- pasado. De este modo aunque, como veremos, los ra flechas, tambores, etc., la elaboración de obje- narcóticos juegan un importante papel entre ellos, tos de alfarería- las que todavía están en un com- no tienen ceremonias de la pubertad en el propio parativamente, alto nivel entre estos indios semici- sentido de la palabra ni para las muchachas ni pa- vilizados. Capítulo VIII LAVIDADIARIA, LAS VISITAS, EL COMERCIO

Hasta aquí he tratado principalmente de los baco y la guayusa hierven, el padre de la casa es- ritos y costumbres que los Jívaros practican en cier- tá haciendo algo. Puede que se siente ante la hilan- tas ocasiones particularmente importantes, en las dería y se dedique a hilar por un corto rato, o ante fiestas y así sucesivamente; del relato que he he- el telar para tejer, o hace flechas, etc. cho sobre mis viajes entre diferentes tribus jívaras Entretanto considera que es hora para que la el lector tiene una idea general acerca de su vida gente de la casa se levante también. Grita en alta diaria, su manera de recibir a los huéspedes, etc. voz tsarawi, tsarawi, tsarawi, nandakta, nandakta Sin embargo, alguna información más avanzada y (es decir: “amanece, amanece, amanece, levánten- sistemática en este punto es necesaria, más aún si se, levántense”). Estas palabras están dirigidas par- los hábitos de los Jívaros pueden considerarse co- ticularmente a las esposas que duermen en el de- mo típicos de los indios salvajes de Sud América. partamento de las mujeres, pero al principio no pa- Los Jívaros comienzan su día muy temprano, recen prestarle atención. Después de un rato, por alrededor de las tres ó cuatro en punto de la maña- lo tanto, el esposo repite de nuevo su tsarawi, tsa- na, cuando el canto de los gallos anuncia que un rawi, nandakta, y más tarde una tecera vez. Gra- nuevo día amanece. El padre de la casa es el pri- dualmente las mujeres se despiertan, se levantan y mero en levantarse y despertar a la demás gente, comienzan a trabajar, siendo su primera tarea traer especialmente a la mujeres. Arregla los troncos al padre de la casa su habitual nihamánchi (cerve- que forman el hogar, y sopla sobre los rescoldos za de yuca). Entretanto los hombres más jóvenes para avivar el fuego. La primera cosa que hace es de la casa, los hijos solteros y los yernos, se han preparar su agua de tabaco. Para este propósito co- reunido junto al fuego y todos beben la cerveza de loca una pequeña olla de barro (yukúnda) a medio yuca que traen las mujeres. Para entonces, son las llenar con agua sobre el fuego y pone algunas ho- seis en punto de la mañana. jas de tabaco en ella. Después que el agua ha her- En ciertas ocasiones, especialmente si la fami- vido por un rato, le permite enfriarse un poco y en- lia está amenazada por enemigos, el padre de la tonces vierte un poco de su contenido en la palma casa, mientras cocina su agua de tabaco y su gua- de la mano y la absorbe a través de su nariz permi- yusa, no solamente despierta a la gente de su ho- tiéndole que fluya por su boca. Esto se repite tres o gar sino que les dirige una especie de discurso en cuatro veces. La medicina de tabaco, tomada en el cual recuerda a sus hijos y yernos los ultrajes re- esta forma, se supone que tiene el poder maravillo- cibidos de tal o cual enemigo contra la familia en so de aclarar la mente y de proteger contra las en- tiempos pasados y los exhorta a prepararse para la fermedades y la hechicería. Entonces sigue un pro- venganza. La esencia de este discurso, que es repe- cedimiento similar con la solución de guayusa. Las tido por días y semanas prácticamente en la misma hojas de guayusa, este importante árbol que crece forma, será relatada en la parte que trata de las en forma silvestre por todas partes de las selvas guerras de los indios. ecuatorianas, son igualmente hervidas en agua, y Alrededor de las ocho en punto, se trae la pri- la infusión es apreciada como un tónico y una me- mera comida del día. Como regla, consiste en yu- dicina purificatoria. El indio lava su boca con ella ca hervida y plátano cocinado o asado, carne o y a veces bebe una cantidad pequeña, arrojándola pescado. Esta comida es preparada por las mujeres después hacia arriba. Generalmente mientras el ta- en la cocina (ekinturu) y es llevada por ellas al de- 192 RAFAEL KARSTEN

partamento de los hombres, estando cada clase de alimento en una hoja grande de plátano. Las hojas se colocan en el suelo y los hombres se sientan so- bre pequeños bancos a comer. Los hombres y las mujeres generalmente comen separados, los pri- meros en la gran antecámara (tangamásha), las mu- jeres y los niños en el departamento de las muje- res. Después del desayuno, comienza el día de trabajo. Si el tiempo está bueno, los hombres to- man sus machetes, lanzas y cerbatanas y salen, al- gunos a cazar, otros a trabajar en la selva o en los campos sembrados; la mayoría de las mujeres van a las plantaciones llevando sus cestos y sus peque- ños bebés en sus espaldas. Por lo tanto, en el trans- curso del día la casa de un Jívaro está generalmen- te casi vacía y sus únicos ocupantes son algunos ancianos y ancianas y los niños más grandes. Sin embargo, si un hombre tiene varias esposas, una de ellas como regla permanece en la casa para cui- darla. Todos permanecen afuera hasta alrededor de las tres ó cuatro de la tarde, cuando regresan uno por uno; usualmente los hombres traen consigo al- Ilustración XXIV. 1. Un indio jívaro vistiendo un itipi gún animal o ave que han abatido con sus cerba- tanas, o pescado atrapado en el río; las mujeres vienen cargando cestos pesados llenos de yucas, camotes y otras cosas. No es sino hasta las cuatro ó cinco que se toma la segunda comida del día. Mientras están afuera, los Jívaros solo beben la cer- veza de yuca que llevaron en la forma de substan- cia de yuca fermentada envuelta en hojas de pláta- no. Si llueve en la mañana, el indio solo sale de casa si es absolutamente necesario, por ejemplo, para pagar una visita a otra casa. Él generalmente pasa los días lluviosos haciendo algunos trabajos en su hogar, cortando flechas, haciendo pequeños peines, haciendo cestos, tejiendo, etc. Aunque en- tre los Jívaros, como en la mayoría de las tribus in- dias, las mujeres parecen trabajar más que los hombres, éstos de ninguna manera pueden ser ca- lificados como ociosos; de hecho el indio jívaro es raramente visto inactivo. Hablando en forma gene- ral, en ninguna parte de Sud América he visto gen- te más industriosa que los Jívaros. Los Jívaros generalmente pasan el atardecer conversando, bebiendo cerveza de yuca, y hacien- do algún trabajo de poca importancia en la casa a Ilustración XXIV. 2. El autor es agasajado con cerveza de yuca la luz del fuego. Después de que obscurece, los in- por la esposa del anfitrión dios evitan salir de casa, puesto que es peligroso andar de noche por la selva por causa de las ser- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 193 pientes venenosas, etc. Los indios también temen a se dirige a ellos. El que habla explica el objeto de los fantasmas y a los espíritus malignos que rondan su visita, añadiendo que además de esto él desea- en las noches. Considerando que se levantan tan ba ver a sus amigos, la manera en que viven, si es- temprano en la mañana, ellos terminan el día com- tán saludables y sin novedad, y así por el estilo. parativamente tarde. Generalmente no es sino has- Mientras el huésped habla no se considera apro- ta las nueve en punto que el silencio reina en la ca- piado que el anfitrión lo interrumpa, excepto por sa. Comparados con los blancos, los indios pare- ciertos gruñidos de asentimiento o aprobación, y cen necesitar muy poco sueño. con palabras afirmativas como ita (sí), ah-um-turá- Difícilmente habrá un día en que los indios ma (“así lo has hecho”), ah-nikas-nein (“es cierto”), no reciban huéspedes de alguna clase. De hecho, máketi (“bastante así”), etc. Después de que el la recepción y el entretenimiento de los huéspedes huésped ha terminado, es el turno del anfitrión pa- llena una buena parte de su tiempo y forma una fa- ra contestarle, mientras el huésped solo escucha y ceta de su vida social que atrae especialmente la le interrumpe como el anfitrión lo hizo, con los atención de un visitante blanco. Hay una cierta di- usuales gruñidos de asentimiento. Esta conversa- ferencia en la recepción si los visitantes son cono- ción dura entre cinco y diez minutos y debe llevar- cidos de los habitantes de la casa o son completa- se separadamente con cada huésped. Solamente mente extraños, pero en uno u otro caso se consi- cuando el último de ellos ha sido saludado de esta deran absolutamente necesarias ciertas ceremo- manera y ha tenido una oportunidad de hablar, nias. Los extraños deben anunciar su llegada me- pueden todos ellos dejar la puerta y moverse libre- diante una señal ruidosa cuando se acercan a la mente por el departamento de los hombres. casa, en la forma en que yo mismo tenía que ha- Sin embargo, la cosa más curiosa en esta ce- cerlo cuando visitaba a los Achuaras. remonia de saludos es el tono en el cual hablan los Si los visitantes son amigos del dueño de casa hombres y la forma en que toda la conversación es o por lo menos conocidos de él, pueden entrar sin llevada. No es el tono de conversación ordinario; mayor aviso. Generalmente tres o más vienen jun- el indio que habla grita en alta voz, y las palabras tos, muy rara vez un indio paga una visita solo. Los siguen una a otra en forma tan rápida que a una huéspedes siempre vienen armados con lanzas, re- persona que no está bien familiarizada con el len- vólveres o rifles y las armas siempre son introduci- guaje jívaro le es extremadamente difícil entender das en la casa. Cuando permanece en una casa ex- lo que dicen. Durante la conversación, el anfitrión traña, un indio jívaro no se separa nunca de sus ar- y el huésped se cruzan miradas serias, como si es- mas. Esto es considerado perfectamente natural tuvieran disgustados o excitados; mientras hablan por los anfitriones y no llama la atención1. mantienen la mano en la boca, y después de cada Tan pronto como los visitantes entran, cada cuarta o quinta palabra escupen al suelo, a veces a uno de ellos pronuncia la palabra winyahei, “he la derecha y a veces a la izquierda. Un oyente no llegado”, después de lo cual permanecen en fila e familiarizado con las costumbres de los indios po- inmóviles a la entrada. Entonces, algunos de los dría creer que conversan dos locos. Sería, sin em- hombres más jóvenes se adelantan y les ofrecen bargo, más cercano a la verdad compararlos con asientos pequeños (chimbuí) a cada uno. Luego dos leones, haciendo su mejor esfuerzo para des- ellos se sientan en la puerta con sus lanzas sin em- pertar respeto mutuo. Los huéspedes beben cerve- puñar, pero no pronuncian palabra alguna. Al prin- za de yuca durante todo el tiempo que conversan, cipio el anfitrión de la casa presta poca atención a la que les es ofrecida por dos o tres mujeres que se los huéspedes, pero ordena a las mujeres traerles mueven continuamente entre la antecámara de los cerveza de yuca y comienza a arreglar sus ropas. hombres y la cocina con sus piningas. Trenza sus largos cabellos en las acostumbradas Es fácil ver que detrás de la estricta “etiqueta” tres colas, se pone sus tubos para las orejas, pinta de los indios y la aparente cortesía hay una buena su cara y se pone un itípi nuevo. Entonces coge su dosis de la suspicacia y desconfianza que estos sal- lanza, camina hacia los huéspedes, toma un asien- vajes se tienen entre sí. Un indio, que aparente- to y se sienta frente a ellos, diciendo la palabra wi- mente viene como un amigo, puede ser en reali- niti, es decir “pueden ustedes entrar”. Esta es para dad un enemigo haciendo planes malévolos; sobre los huéspedes la “palabra de alivio”. Entonces em- todo temen a sus “flechas” secretas embrujadoras. piezan a hablar, uno cada vez, cuando el anfitrión Él puede mirar hacia mujeres y niños con su “mal 194 RAFAEL KARSTEN

familia, y a otras personas que estén en la casa, con una palabra equivalente a nuestro “adiós”. Es- ta palabra es weáhei ,”me voy”, a la cual general- mente se añade la palabra puhústa, “puede Ud. sentarse”, “puede Ud. permanecer aquí en paz”. Las mujeres no tienen ceremonias propias pa- ra saludar cuando vienen o se van. Sin embargo en las grandes fiestas noté que las mujeres que partían se despedían de su anfitriona abanicándola suave- mente en los brazos y en los hombros con una ho- ja grande, al mismo tiempo que soplaban y escu- pían las mismas partes de su cuerpo. La anfitriona devolvía estas expresiones de afecto, las que, se me dijo, son acostumbradas al despedirse entre las jívaras. Saludos ceremoniales también tienen lugar cuando dos partidas de indios se encuentran en la senda de la selva virgen, aun cuando sean bien co- nocidos entre ellos. Por otra parte, si los indios son totalmente desconocidos entre sí la ceremonia de saludo asume la forma llamada Enéma. La Enéma es propiamente una danza y es especialmente un Ilustración XXIV. 3. Indígenas jívaros duermen en la noche preparativo para la guerra, de modo que esta cere- monia peculiar será descrita en relación con las ojo” y así hacerlos caer enfermos y morir. Ya he guerras de los indios. La ceremonia de saludo Ené- mencionado que la hechicería es llevada a cabo a ma difiere de la danza de guerra Enéma especial- veces a través de la pintura facial que los indios mente por las palabras emitidas, aunque en el pri- siempre se aplican antes de entrar a una casa ex- mer caso también hay siempre una amenaza detrás traña. La pintura facial puede servir a diversos fi- de las palabras y movimientos. Para cada grupo nes. Puesto que se piensa que ella da fuerza al existe la posibilidad de que el otro viaje con inten- cuerpo, se considera como indispensable para ca- ciones hostiles y el verdadero objeto del saludo es da indio que camina por la selva o se entrega a al- averiguar si esto es así. Asumiendo una actitud tan guna labor, y se mira como perfectamente natural altiva y arrogante como sea posible y mirándose que un indio visitante tenga su cara pintada. Pero unos a otros con fiereza. Los indios, en su turno y nadie puede saber qué clase de pintura facial es; con voz tonante, se dirigen ciertas preguntas, puede ser, por ejemplo, de la clase particular que acompañándolas con movimientos amenazadores actúa como un amuleto de amor, en cuyo caso el de las lanzas. La conversación se lleva a cabo en visitante puede tener su vista fija en la seducción forma muy parecida a la siguiente: de las mujeres; la costumbre india, por lo tanto, re- quiere que cuando la anfitriona ofrece el vaso de ¿Amuesha ya?, “¿Quién eres tú?”. barro con cerveza de yuca al huésped, ella vuelva Wétei (Andicheiti), “Soy (mi nombres es) Andiche”. su espalda a él inmediatamente. De cualquier ma- Amínyu wikáhei, “Vengo a verte”. nera ella lo hace cuando su esposo está presente, Chamurstai-chamurti, etc. (movimientos con la lanza). Waritkunái-Waritkuni, etc. (movimientos con la lanza). ya que el Jívaro mira celosamente a sus esposas en Uruka irúndra wikéima, “¿Por qué van reunidos (en un tales ocasiones. grupo)?”. Cuando los huéspedes parten, cada uno tiene Mésechasi, “¿Es con el fin de hacer la guerra?”. que dirigir un discurso corto al anfitrión, cuya Tsa, tsa, méseta wikáchahei, “No, no vamos en son de esencia es la misma de siempre y ha sido relatada guerra”. antes en relación con las fiestas indias. General- Pingichicháma wikáhei, “Venimos a hablar agradable- mente se dirigen también a otros miembros de la mente con Uds”. Wari sumáktinyu, “A comprar algo”. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 195

Mésetaka nakitahei, “No nos gusta hacer la guerra”. mercio que los Jívaros del Upano, del Santiago, y Wáriki, wáriki, wikáhei, “Vamos solamente tras cosas del Morona han llevado a cabo con los mestizos (para traficar)”. de Macas, quienes reciben toda su sal de los Jíva- Winya eíntsu ístinyu, “A ver a nuestras propias gentes”. ros, al igual que carne de venado, resina (copal), Seása itáhei, “Traemos veneno de flechas (para vender)”. cerbatanas, etc. Los Jívaros de estas regiones reci- Nanki itáhei, “Traemos lanzas (para vender)”. ben en cambio cerdos y aves de corral, revólveres, Seása, akáru sumáktinyu, “A comprar veneno de flechas, pólvora, machetes, hachas y telas, principalmente revólveres, etc.”. Maketi, “Está bien”. de Macas. Entre ellas las diferentes subtribus inter- cambian principalmente cerbatanas, veneno de Después que la conversación va en estos tér- flechas, y flechas (las cuales, como hemos visto, minos por un rato y que las intenciones pacíficas deben ser hechas de una clase especial de chonta de los extraños se han puesto de manifiesto, los in- que no se obtiene en todas partes), al igual que pe- dios pueden entrar en la casa y sentarse para beber rros de caza y sal. Entre los indios de la Misión de cerveza de yuca, o, si se encontraron en la selva, Canelos y los salvajes Jívaros un comercio amisto- ambas partidas siguen su camino. so se lleva a efecto, lo cual contrasta con la hosti- Como es aparente a través de la conversación lidad que generalmente prevalecía entre ellos en Enéma, los indios a veces se visitan entre sí con el tiempos anteriores. Sobre todo los Jívaros reciben propósito de traficar, y esta clase de comunicación de los indios Canelos sus pequeños tambores amistosa entre las subtribus puede ser contrastada (uchichi tambora), algo de su veneno de flechas, y con las aún más frecuentes guerras y venganzas flechas de la palma inayu. Los indios Canelos ob- sangrientas. Puesto que las tribus que no recono- tienen a cambio cerbatanas y perros de caza. Es cen parentesco de sangre viven en continua hosti- principalmente en esta forma que, a pesar de todas lidad entre ellas, es solamente en casos excepcio- las hostilidades que separan a las diferentes tribus, nales que tales tribus se asocian de la manera una amistosa comunicación se mantiene entre amistosa que el comercio requiere. Las condicio- ellos, y algunos elementos culturales se transfieren nes económicas diferentes en que las diversas tri- hacia estas partes del Amazonas occidental. bus viven, sin embargo puede que las impulse a Nota entrar en relaciones temporales entre sí. De este modo, aun su natural odio hacia los 1 Es sorprendente encontrar, en el libro de G.M. Dyott, blancos no ha impedido que los Jívaros tengan re- On the Trail of the Unknown (pág. 180), el siguiente laciones comerciales con ellos con el propósito de pasaje: “En una de mis expediciones, un compañero in- sistía en llevar su rifle dentro de las casas indias que vi- obtener cosas que les son en extremo útiles o ab- sitábamos. La costumbre local establecía que todas las solutamente necesarias, como hachas, machetes, armas debían ser dejadas afuera durante la llamada, y revólveres y rifles, lo mismo que pólvora. He alu- la falla de este hombre en cumplir con una práctica dido antes al sucio comercio de cabezas humanas aparentemente sin importancia condujo a nuestra par- tida a un estado de guerra”. Todo el que haya viajado (tsantsas) entre los Jívaros y los “mercachifles” entre los Jívaros conoce que esta aseveración es con- blancos, del cual podemos decir que ha incremen- traria a la verdad. De acuerdo con la costumbre local tado las guerras entre tribus y de este modo ha con- es perfectamente natural que todas las armas sean lle- vadas adentro, y yo mismo y mis compañeros siempre tribuido a la disminución de la raza jívara. De una entramos a las casas jívaras que visitamos con nuestros naturaleza no dañina, por otra parte, ha sido el co- rifles y revólveres.

Capítulo IX MORAL SOCIAL, POSICIÓN DE LA MUJER

La moral social de los Jívaros ha sido ya ilus- les tienen pleno control. El robo es desconocido en trada por ciertas costumbres relatadas en los capí- la vida social de los Jívaros, al menos entre las tri- tulos previos. Algunas de éstas, por ejemplo el bru- bus no afectadas por la civilización cristiana. Ro- tal tratamiento para las mujeres infieles, no los pre- bar a una persona que nunca lo ha ofendido está senta bajo una luz favorable. Para hacer el cuadro claramente en desacuerdo con ese fuerte sentido más completo, en este capítulo expongo algunos de justicia que es una de las características mora- hechos relacionados con el intercambio social, la les del Jívaro. Desgraciadamente esto es diferente costumbre del infanticidio, el tratamiento a los an- con los medios civilizados indios Canelos de quie- cianos, y la posición de las mujeres. nes oí varios casos graves de robo. La compasión social y el sentimiento de soli- Conectada estrechamente con la característi- daridad es bastante fuerte dentro de la familia y la ca honestidad del indio Jívaro en su estado natu- subtribu, los miembros de las cuales están unidos ral, está la fidelidad a su palabra. Cuando contra- por lazos de sangre. Por ejemplo el parentesco cer- taba a los indios para cargar mi equipaje, usual- cano entre dos hermanos varones, y los deberes mente les pagaba por adelantado, a razón de tan- que surgen de ello, ya han sido señalados cuando tas yardas de tela por un viaje de tantos días. describí la costumbre del levirato, y será ilustrado Cuando los indios habían recibido el pago de ello más aún en relación con la institución de la ven- equivalía a un compromiso, y yo, como regla, po- ganza de sangre. Sin embargo, aun dentro de la fa- día estar seguro que ellos lo mantendrían y que es- milia, a veces surgen conflictos; puede que sea por tarían listos para partir en el día señalado para el causa de las mujeres, de la amenaza de hechicería, viaje. Si por alguna razón, por ejemplo debido a y en algunos casos pueden conducir a tragedias enfermedad, el indio no podía partir, él devolvía la sangrientas. Pueden también surgir peleas en las tela que se le había pagado por adelantado. En es- reuniones de tragos. En general, la compasión so- te aspecto los salvajes Jívaros eran mucho más cial no ha desarrollado entre ellos esas formas ex- confiables que los “cristianos” indios Canelos. Los tremas que se dan entre los más primitivos indios primeros nunca faltaron a sus promesas, mientras del Chaco, que los ha llevado a una especie de co- que los últimos, por otra parte, me engañaron al munismo práctico o socialismo, al menos en lo menos en un caso, y se me contó que otros viaje- que concierne al alimento; pero los Jívaros, con ros habían tenido experiencias similares. La ho- una vida fácil apoyada en su propio trabajo, no de- nestidad y la buena fe están entre las costumbres penden entre sí a tal extremo. Hemos visto, por naturales que los indios pierden fácilmente por el ejemplo, que los extraños a los que se los conside- contacto con la civilización. ra amigos se les demuestra gran hospitalidad; pero De cualquier manera, tal es la moral india en esta hospitalidad no es, por así decirlo, una virtud relación con una persona que se gana su confian- natural, sino un asunto de etiqueta, o más estricta- za. No creo que la sinceridad sea generalmente mente hablando, una costumbre que forma parte y una virtud social que él presente en su trato con es un segmento de la diplomacia india. La propie- sus compañeros de tribu. Las continuas guerras lle- dad es estrictamente respetada: todas las personas vadas a cabo entre las tribus a través de los siglos, de la casa, no solamente el padre de la familia ex- y la necesidad que tiene el indio jívaro de estar traña, sino también las mujeres y los niños, tienen alerta en contra de los designios malignos de ene- sus propias cosas privadas -en la mayoría com- migos secretos o declarados, lo ha hecho natural- puestas de adornos de alguna clase- sobre las cua- mente más o menos traicionero e inclinado al disi- 198 RAFAEL KARSTEN mulo. El indio jívaro puede ser franco y sincero favor de su hijo recién nacido. Las costumbres con la persona en quien confía; pero con las per- practicadas por los indios Canelos en relación al sonas que él no conoce es suspicaz, y a las perso- nacimiento de una criatura demuestran que estos nas que él considera sus enemigos las engañará de indios también se preocupan del futuro bienestar la manera más deliberada. de sus hijos jóvenes. Puesto que, aparte de la familia, no existe una La posición de la gente anciana, y más parti- sociedad en el estricto sentido de la palabra, es na- cularmente de los ancianos varones, es de especial tural que las clases sociales, la distinción entre ri- interés. La manera como el poder de los ancianos cos y pobres etc., sean también inexistentes, al aumenta con los años en ninguna parte aparece igual que la distinción entre gobernantes y gober- tan claramente como en la sociedad Jívara. Noso- nados. Si podemos hablar de un “Gobierno”, él es tros hemos notado frecuentemente que en las gran- puramente patriarcal, siendo el cabeza de la fami- des fiestas las ceremonias siempre son dirigidas lia y el propietario de la casa al mismo tiempo el por algún anciano o anciana (generalmente llama- “jefe” de esta pequeña comunidad, y quien, teóri- dos whuéa y oháha) quien por ejemplo tiene que camente, tiene el poder absoluto. Es de particular administrar el jugo de tabaco y otras medicinas interés cómo ellos en la práctica ejercen este po- que se toman en esas ocasiones. La gran fiesta de der. la victoria, descrita en la siguiente parte de este tra- De acuerdo con el criterio primitivo prevale- bajo, nos dará ejemplos tradicionales de ello. Es ciente entre la mayoría de las tribus sudamerica- difícil definir más exactamente la verdadera natu- nas, los infantes recién nacidos son de la exclusiva raleza de los poderes, que, de acuerdo con la propiedad de sus padres, quienes de este modo tie- creencia india, aumentan en el hombre al incre- nen el derecho a matarlos si así lo deciden. Este in- mentarse su edad, y lo cual explica el respeto ob- fanticidio existe también entre los indios Jívaros y servado hacia la gente anciana y especialmente a los Canelos, aunque está constreñido a los más o los ancianos varones. Es natural que, debido a su menos excepcionales casos que he mencionado experiencia en la vida, ellos representan la sabidu- antes. Los primeros frecuentemente matan a sus ni- ría de la tribu, igual que ellos son las únicas auto- ños cuando la mujer ha sido embarazada por un ridades en religión lo mismo que en las costum- hombre perteneciente a una tribu extraña; a criatu- bres. Pero “experiencia” para los indios significa ras deformes que los Jívaros llaman pasúna, se les algo más que para el hombre civilizado: ella signi- elimina inmediatamente después del matrimonio. fica poder misterioso mágico o sobrenatural. Cada Hemos visto que a menudo se cree que tales cria- acción de una persona anciana, experimentado en turas son nacidas como consecuencia de matrimo- una particular esfera de actividad tiene por lo tan- nios ilegales y que se les atribuye una influencia to especial énfasis, y cada rito o ceremonia impor- demoníaca misteriosa. Consecuentemente, en es- tante en una fiesta debe ser realizada por tales per- tos casos el infanticidio se debe, no a la falta de sonas de edad, especialmente elegidas para el pro- sentimientos paternales, sino a pura superstición. pósito. Aun si un anciano no es un profesional co- Tal criatura, de acuerdo a su opinión, no es de he- mo hombre de medicina, él es, de acuerdo con los cho un ser humano, sino un demonio cuya apari- criterios indios, siempre más o menos versado en ción en la tribu es extremadamente desafortunada. magia. Esto para él significa influencia social y au- El nacimiento de un pasúna es uno de los casos en toridad, o de cualquier manera le asegura un trata- que no solo la familia individual sino la subtribu miento respetuoso, aunque él puede que sea física- toda tiene que ver, epidemias y mala suerte gene- mente decrépito e incapaz para el trabajo. Así, tan- ral pueden ser la consecuencia de ello. Entre los to los indios Jívaros como los Canelos creen que indios Canelos pasa lo mismo con los gemelos, de los ancianos, después de la muerte o aun dentro de los cuales, como lo he establecido, el segundo es su vida, aparecen en la forma de jaguares, anacon- siempre muerto por ser un supai huahua, “el hijo das, u otros formidables o peligrosos animales y del demonio”. con este disfraz castigan a sus parientes por descui- Es evidente que el infanticidio no se debe a la dar su deber. El criterio peculiar que los Jíbaros tie- falta de sentimientos paternales; inclusive el Jívaro nen sobre los ancianos será nuevamente analizado salvaje está muy encariñado con sus hijos y los en relación con sus jefes de guerra. cuida de todas las maneras posibles, sujetándose a Algunas palabras pueden añadirse en cuanto privaciones considerables por un largo tiempo, en a la posición de las mujeres. Aquellos pocos escri- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 199 tores que han abordado la posición de la mujer jí- fuera, debía ser negociado, las mujeres siempre vara la han descrito en esa forma parcializada y querían tener una palabra en el asunto y su deci- errónea que ha sido norma especialmente entre los sión era generalmente final. Lo natural sería que misioneros cuando han tratado de la posición de la los hombres solamente tuvieran el derecho a deci- mujer en la sociedades salvajes: ella no es sino una dir, por ejemplo, respecto a los adornos de plumas esclava oprimida sin derechos, y apenas conside- y otros que ellos mismos hacen y que son de su rada como una persona1. La verdad es que la mu- uso individual, cosas que de hecho son siempre jer casada jívara no solo es completamente inde- consideradas como propiedad personal. Sin em- pendiente dentro de su propia esfera de actividad, bargo, al tratar de negociar tales ornamentos fre- sino que ejerce una notable influencia social y au- cuentemente recibí la contestación usual: “Debo toridad aun en materias que principalmente con- primero pedir consejo a mi esposa”. ciernen a su esposo. Es interesante dejar sentado Tales ejemplos sin discusión muestran la “au- en este respecto que un padre de familia nunca tocracia” teórica del esposo indio bajo un aspecto vende fruta u otros artículos de alimentación sin el muy curioso. consentimiento de su esposa. Hay, creo yo, pocas Sería por lo tanto una gran equivocación infe- sociedades civilizadas en las que el hombre solici- rir, de la crueldad con la que el adulterio es a me- te con tanta asiduidad consejo a su esposa, inclu- nudo castigado, que las mujeres jívaras son gene- so en asuntos de poca importancia, como entre es- ralmente maltratadas por sus esposos; lo contrario tos salvajes. Ocurrió con mucha frecuencia, duran- es la norma. De las relaciones entre marido y espo- te mis viajes por la selva, que yo visité casas de jí- sa en la familia Jívara, puede que sea apropiado varos para comprar yuca o plátanos, y recibí la decir que están reguladas de acuerdo con el prin- contestación del “autócrata” de la casa: “Tengo cipio: “El hombre gobierna”. Que la mujer jívara que consultar primero con mi esposa”. de ningún modo es una esclava de su marido sino Frecuentemente sucede que la esposa está au- que puede, cuando la situación lo requiere, man- sente por el momento y entonces la contestación tener su independencia, aparece por ejemplo en el era: “Espere a que llegue mi esposa”. Pude ver que siguiente incidente del que fui testigo en mi último tenían almacenados yuca y plátanos en la casa, y viaje entre los indios. La esposa de mi viejo amigo hubiese sido cuestión fácil para el hombre darme Angoasha, de nombre Yanua, había salido a los inmediatamente lo que necesitaba comprar; sin campos a recoger fruta con las mujeres más jóve- embargo él me compelía a esperar por un rato lar- nes. Cuando regresaron tarde en la noche, fueron go, tal vez por horas, solo para poder pedir permi- recibidas con reproches por Angoasha porque él y so a su esposa para hacer la insignificante transac- los otros hombres estaban sin cerveza de yuca y las ción. Parecería natural que ello suceda cuando la mujeres no habían regresado a tiempo para elabo- cuestión se refiere a alimentos. Puesto que la espo- rarla. Pero Yanua que había estado trabajando con sa es la cuidadora de los alimentos y la responsa- fuerza todo el día, no estaba dispuesta a aceptar ble de la existencia de un almacenamiento sufi- culpa alguna, que en su opinión era completamen- ciente para las necesidades de la familia, es natu- te injustificada. ral que a ella deba permitírsele decidir respecto a “Hazte tu propia cerveza” exclamó ella con qué cantidad de ellos puede ser dada a extraños. indignación. “¿Quién limpiará los campos y quién Pero su influencia parece ser la misma en otras ma- traerá a la casa la yuca, el camote, el maní, si las terias. Tanto entre los indios Jívaros como entre los mujeres no lo hacemos?”. Canelos, cuando traté de encontrar a un indio que “¿Por qué las mujeres tienen siempre que ha- fuera conmigo a cierto viaje, frecuentemente reci- cer la cerveza de yuca?”, preguntó una de las mu- bí la misma contestación: “Primero tengo que pe- jeres más jóvenes. “Los hombres por sí mismos de- dir consejo a mi mujer”. En una ocasión, un indio berían hacerla; entonces ellos no dependerían de Canelo de mediana edad me había ya dado una nosotras”. promesa condicional de acompañarme en un largo Angoasha no contestó nada probablemente a viaje por canoa. El convenio definitivo dependía causa de que comprendió que la objeción era jus- del consentimiento de su esposa. Cuando más tar- tificada. de él se lo solicitó, ella hizo objeciones, resultan- Que el amor conyugal y el afecto también do finalmente que el indio declinó entrar en mi existen entre los salvajes Jívaros, con frecuencia servicio. Cuando un objeto, por insignificante que pude confirmarlo por mí mismo. Así, aun las mu- 200 RAFAEL KARSTEN chachas jóvenes de entre ocho y diez años pare- que he aseverado anteriormente, las mujeres son cían más tiernamente atadas a sus esposos o pro- árbitros naturales en la familia, y cuando en las metidos, que eran algunos años mayores que ellas. fiestas los hombres se emborrachan y se muestran Cuando viajaba en la compañía de indios Jívaros, díscolos, las mujeres los apartan y les quitan sus ar- ellos a veces llevaban a sus esposas con ellos, es- mas, probablemente evitando así calamidades ma- pecialmente para cargar la masa fermentada de la yores. Por otra parte debe añadirse que esta actitud cerveza de yuca, indispensable en todos sus viajes. pacífica no se mantiene hacia los enemigos de la En estas ocasiones tuve oportunidad de atestiguar familia y de la tribu. Cuando el castigo a delitos de la forma en que mis portadores indios cuidaban de sangre- por ejemplo el asesinato de un hijo o de un sus esposas en el camino, ayudándolas a vadear esposo- está en mientes, ellas parecen tan vengati- las rápidas corrientes y a trepar por las inclinadas vas como los hombres y, aún más, los excitan a to- laderas. mar venganza. Puede que todavía tal vez se objete que la di- La alta estima de que goza la mujer jívara, sin visión del trabajo es desfavorable para la mujer jí- embargo, no puede ser entendida apropiadamente vara, correspondiéndole a ella el trabajo más pesa- a menos que nos demos cuenta de que ella tiene, do. Precisamente esta aseveración debe ser califi- por así decirlo, su fundamento en el criterio de los cada de errónea, como debe estar suficientemente indios sobre el mundo. Al describir la “fiesta de las claro con mis declaraciones previas. De este modo mujeres” mencioné la misteriosa influencia que el trabajo más pesado en la agricultura es sin duda una madre de familia se cree que ejerce sobre to- el arduo trabajo inicial, tumbar los árboles gigan- das las esferas de la vida en las que ella participa, tescos, y despejar los troncos, lo mismo que lim- una influencia que es incrementada por medios ar- piar el terreno. Este trabajo, que requiere gran for- tificiales. Solamente una mujer puede actuar sobre taleza corporal, es siempre -entre los Jívaros al el espíritu femenino de la planta de la yuca como igual que entre otros indios del Amazonas occi- para hacer que produzca una abundante cosecha; dental- desempeñado por los hombres. La agricul- cultivada por un hombre no rendiría más que una tura en el propio sentido de la palabra, la siembra magra recolección. Solamente bajo el cuidado de y la implantación, la limpieza de la tierra, etc., es una mujer los cerdos y las aves de corral aumentan el trabajo que debe ser realizado por las mujeres. y engordan, y los perros de caza llegan a ser capa- Estas tienen también que llevar a casa las frutas ces para rastrear la caza. Sin la educación que im- que cultivan -aunque no el plátano que es cultiva- parte una madre prudente y hábil, los hijos y las hi- do por los hombres- y debe admitirse que los ces- jas apenas crecerían para ser hombres valientes y tos que contienen la yuca son frecuentemente muy madres de familia inteligentes. El hombre que no pesados. Los grandes troncos y otras clase de ma- cuenta con una esposa, iniciada apropiadamente teriales requeridos para la construcción de las ca- durante la “fiesta de la mujer”, se encontrará pron- sas, por otra parte, son siempre traídos por los to privado de las cosas necesarias y verá todo su hombres, al igual que los pesados troncos de chon- grupo familiar en ruina, sin importar lo bien que él ta usados como combustible en las casas. Como se haya provisto al principio de campos y animales una regla general, puede establecerse que el traba- domésticos. De aquí la extraordinaria importancia jo más pesado en la sociedad india es hecho por y la gran influencia social de la mujer jívara. los hombres, mientras que ocupaciones que re- quieren menos fuerza física o que mejor se adap- Nota tan al sexo más débil son inherentes a las mujeres. Pero cualquiera que sea la división del trabajo no 1 Es difícil dar una idea más incorrecta de la posición de la mujer jívara que la que da Rivet en el siguiente pá- tiene nada que ver con el “egoísmo” de los hom- rrafo: “Méprisées par leus mari elles ne soní que des es- bres o su deseo de oprimir a los miembros más dé- claves destinées a le servir, a préparer le chicha et les biles de la comunidad. aliments, a filer et a tisser le coton, a cultiver le chacra qui entoure le maison” (Les Indiens Jíbaros, pág. 59). La La mujer jívara, debido a su característica in- ignorancia de las costumbres de los Jívaros en la que se dustriosidad e inteligencia, bien merece la posi- basa esta aseveración puede inferirse del hecho de que ción influyente que ella tiene en el grupo. Siendo la hilatura y el tejido (“filer et tisser”) son ocupaciones de una disposición calmada y tranquila, ella hace exclusivamente inherentes a los hombres. Un similar y erróneo relato es dado por Vacas Galindo en Nankiju- un contraste beneficioso con su esposo, impulsivo, kima, pág. 121 y siguientes, quien fue probablemente apasionado y vengativo. Así, como aparece de lo la autoridad de consulta de Rivet. Cuarta parte LAS GUERRAS Y LAS FIESTAS DE LA VICTORIA

NOTAS GENERALES

Sin duda los Jívaros son actualmente la tribu odio contra ellos en sus jóvenes hijos mediante más aficionada a la guerra de todas las tribus in- discursos que les dirige todos los días. “El shuara dias de Sud América. Las venganzas sangrientas aquel mató a mi padre, a mi abuelo, a mi herma- dentro de las tribus y las guerras de exterminio en- no cuando yo era una criatura; se llevó a mi ma- tre las diferentes tribus son continuas, al ser esti- dre, a mis hermanas, y quemó nuestra casa. Este muladas por sus creencias supersticiosas en la bru- delito sangriento no ha sido todavía lavado. Es el jería. Estas guerras son el mayor azote de los Jíva- deber de ustedes, hijos míos, vengar este crimen y ros y ellos mismos lo creen, al menos en lo que matar al enemigo o a sus hijos, que todavía ame- concierne a las enemistades dentro de las tribus. nazan a nuestra familia. Si ustedes lo hacen, la Por otra parte, las guerras están a tal grado identi- bendición y la buena suerte los seguirán en todo lo ficadas con su vida entera y su esencia, que sola- que emprendan; ustedes tendrán una larga vida y mente una poderosa presión desde afuera o un serán capaces de matar muchos otros enemigos; cambio radical de su carácter o de sus criterios sus plantíos darán frutos abundantes, sus animales morales los podría obligar a que se abstengan de domésticos, cerdos y pollos, prosperarán y se ha- ellas. Esto puede ser juzgado aun por el hecho que rán numerosos; nunca hará falta el alimento en su de una victoria sobre el enemigo, el guerrero indio casa”, etc. Este discurso es a veces, repetido todas no solo espera honor y fama -en el sentido ordina- las mañanas cuando el padre de la casa se levan- rio de la palabra-, sino también ciertos beneficios ta, prácticamente con las mismas palabras y, des- materiales. El trofeo de la cabeza que él toma de de luego, no puede fallar en impresionar las men- su enemigo muerto no es meramente una señal de tes de los jóvenes. victoria, se convierte en un fetiche cargado de po- Cuando un jefe Jívaro va a una expedición de der sobrenatural, y -de hecho- la gran fiesta de la guerra, él a menudo lleva consigo a sus jóvenes hi- victoria con sus ceremonias misteriosas forma par- jos, a fin de que ellos puedan fácilmente aprender te de la religión o cultos prácticos de los Jivaros. el arte de la guerra y se acostumbren a las escenas La educación de los muchachos entre los Jí- sangrientas que tienen lugar. varos, como hemos visto, ante todo se dirige a Aun los guerreros más ancianos, cuando de- convertirlos en guerreros valientes y hábiles. Este sean saber quiénes son sus enemigos y si en una es el principal objetivo de la fiesta Kusúpani, des- guerra ellos serán los vencedores, tienen el hábito crita antes, la cual consiste principalmente en ce- de beber sea la maikoa o alguna otra bebida nar- remonias con el tabaco, y la bebida ceremonial de cótica, preparada del tallo de la Banisteria caapi y la maikoa. Solamente el joven jívaro que en los llamada natéma. La maikoa, cuyos efectos son sueños producidos por este narcótico ha visto los más fuertes es, sin embargo, el narcótico particular espíritus ancestrales, los arútama, y de que éstos le de los guerreros. Si uno pregunta a un Jívaro por han hablado, puede aspirar a ser valiente y exito- qué él bebe la maikoa, él contestará: “Lo hago pa- so guerrero, para matar muchos enemigos y él mis- ra matar a mis enemigos” (Shuãra mãtinyu). El gue- mo asegurarse una larga vida. Cuando un jívaro rrero indio recibe generalmente las revelaciones tiene enemigos de quienes quiere vengarse por de los espíritus cuando duerme solo en la selva vir- ofensas y ultrajes (tal vez cometidos hace mucho gen, en un refugio pequeño hecho con hojas de tiempo, pero que él está impaciente por hacerlo) palma, usualmente situado a muchas millas de sus sistemáticamente trata de despertar y mantener el habitaciones.

Capítulo I MEDIOS DE DEFENSA

Que los Jívaros son guerreros profesionales pared de más afuera tiene una puerta especial que también se deduce de la forma en que ellos cons- consiste en troncos similares que pueden cerrarse truyen sus casas y de las medidas defensivas a las desde adentro. que han recurrido cuando han sido particularmen- No solamente las casas, sino también las te amenazados por sus enemigos. Las casas mis- plantaciones de yuca y plátano situadas cerca de mas se construyen con gran cuidado y, como he- ellas están protegidas en una forma similar, por al- mos visto, aun en tiempos de paz están provistas tas cercas de troncos de chonta. El objetivo de es- de paredes hechas con fuertes piezas de chonta. tos arreglos es evitar que los enemigos se acerquen Cuando una familia es particularmente amenaza- a la casa a través de las plantaciones. da por sus enemigos, la casa es fortificada de una Anteriormente, antes de que el uso de armas manera especial. En el exterior de la pared ordina- de fuego fuera tan general entre los Jívaros como ria se hace otra, la que consiste de grandes tallos lo es ahora, especialmente los jefes tenían el hábi- de chonta de modo que la casa tiene dos paredes, to de construir una especie de torre en un extremo una junto a la otra. (PL.X. 3.4). Dentro de las casas, de sus casas. Estas torres eran de forma cuadrada y a todo lo largo de las paredes, una cantidad de pe- a veces de 20 ó 30 m. de altura. En la parte supe- queños cuartos o divisiones de alrededor de un rior de ellas había un pequeño cuarto cuadrado de metro de altura, son hechos igualmente con tron- unos cuatro metros, con paredes de alrededor de cos de chonta, cada uno de los cuales tiene un un metro de altura, hecho con fuertes troncos de hueco pequeño en el exterior a través del cual el chonta, los que protegían al defensor contra las guerrero puede disparar al enemigo atacante. Hay lanzas del enemigo. Toda la estructura se apoyaba uno de esos pequeños cuartos para cada uno de en pilares hechos de tallos de la palma de la chon- los que defienden la casa. Las divisiones propor- ta, y el guerrero subía a lo largo de una escalera cionan protección al guerrero para el caso de que que consistía en troncos de madera con incisiones los enemigos puedan entrar en la casa. En cuanto donde apoyar el pie. Estas torres de guerra se lla- a las puertas, hay dos en cada casa jívara, una en maban kumbinta. Después que los Jívaros comen- cada extremo de ella, una para los hombres, la zaron a usar armas de fuego en sus guerras, estas otra para las mujeres. Estas puertas generalmente medidas de defensa se mostraron menos adecua- consisten en seis troncos de chonta, cuyos extre- das para el propósito, y por lo mismo no se usaron mos superiores están unidos por medio de fuertes más. lianas, mientras que los extremos inferiores están Todavía es común entre los indios montar una libres y pueden ser separados uno del otro, tres ha- especie de trampa en el camino que conduce a la cia cada lado, formando una abertura triangular. casa y por donde uno esperaría que el enemigo se Todo el hueco es tan pequeño, sin embargo, que acercara a ella. Una de esas trampas consiste en solo un hombre a la vez puede entrar en la casa, un hueco redondo en el piso de alrededor de 1 1/2 no sin alguna dificultad. Durante la noche, los m. de profundidad y lo suficientemente grande pa- troncos que forman la entrada están cuidadosa- ra que un hombre adulto pueda caer en él. En el mente cerrados y sujetos mediante un tronco trans- fondo del hueco, tres estacas puntiagudas de versal aplicado en el lado interior, de modo que la chonta, semejantes a puntas de lanza, se disponen entrada de gente indeseable es imposible. Aun la en posición erecta. Estas estacas puntiagudas se 206 RAFAEL KARSTEN

xión especial que cuan- do el pie del enemigo to- ca a la primera, el arco se suelta, y el peine con las estacas de chonta puntiagudas lo golpeará con una fuerza tremenda en la cara o en el pecho. La liana atravesada en el sendero a veces es cu- bierta con hojas a fin de que el enemigo no la pueda notar, pero ade- más, esta arma está cal- culada para operar prin- cipalmente en la obscu- ridad, puesto que los ata- ques casi siempre son Fig. 7. Una trampa en la selva virgen. Normalmente la parte que golpea por la noche. La trampa se cubre completamente con hojas y es visible descrita es llamada tam- bünchi por los Jívaros y llaman ãshi. Las estacas sobresalen del fondo me- singbrãru por los indios quichua hablantes de Ca- dio metro. En la superficie del terreno, el hueco se nelos (figura 7). cubre con pequeñas estacas y hojas que hacen di- Mientras que la tambünchi ha sido usada por fícil o imposible para el enemigo, que se desliza los Jívaros desde tiempos remotos, la siguiente me- en la obscuridad, descubrir su presencia antes de dida defensiva es de origen moderno. A través de caer en el hueco. Cuando cae, sus pies son traspa- la trocha por la que se espera llegue el enemigo, sados por las estacas puntiagudas y es incapaz de una cuerda ennegrecida es estirada a la altura del salir fuera. Además los defensores de la casa man- nivel del pecho de un hombre. tienen a menudo vigilancia sobre estos huecos, lis- Al árbol al cual está atado un extremo de la tos para despachar a sus enemigos tan pronto caen cuerda se sujeta un rifle cargado y sin el seguro, en ellos. Los Jívaros llaman a estas trampas mesér- con el cañón en la dirección de la cuerda. El extre- tinyu whuá, “un hueco mortal”. mo de ésta se une, mediante una conexión espe- Otra trampa mortal que así mismo es armada cial, al gatillo del rifle que cuando el enemigo, que en el estrecho sendero que conduce a la casa, es viene en la obscuridad, le da un pequeño empu- la siguiente: consiste de un pequeño árbol, que jón, el disparo se descarga y con toda probabilidad crece junto al sendero, el cual se dobla hacia aba- le dará en el pecho. Aun si escapa, el disparo aler- jo, o de una rama grande de un árbol, uno de cu- tará a los habitantes de la casa de la proximidad yos extremos se fija en el suelo de modo de formar del enemigo. con este un ángulo de 30°. Al extremo superior de Todas estas precauciones, a su manera, ilus- esta rama, se atan ocho estacas puntiagudas de tran la suspicacia casi maniática y el temor de los chonta, de tal manera que ellas forman como un enemigos que domina a los Jívaros. El simple des- peine. La rama se dobla hacia atrás como si fuera cubrimiento de huellas de pisadas misteriosas en un arco, hacia una pareja de troncos fijados al te- la vecindad de la casa, dejadas por indios desco- rreno y a los cuales se ata mediante una fuerte lia- nocidos que aparentemente han estado merodean- na en una forma ingeniosa que no puede ser des- do durante la noche, puede que cause una excita- crita completamente con palabras. A través del ción indescriptible en los habitantes. Las huellas sendero, unas pocas pulgadas encima del suelo, son examinadas cuidadosamente con el objeto de otra liana es estirada y atada a uno de los troncos deducir miembros de qué tribus las originaron, se que se acaban de mencionar. Entre esta liana y la envían mensajes a las casas de la vecindad, donde liana que mantiene la rama doblada hay una cone- se hacen investigaciones adicionales. “Hemos en- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 207

Ilustración XXV. Dos escudos ornamentados de los indios Jívaros, también usados generalmente por los Indios Canelos. contrado tales y cuales huellas de pisadas cerca de principio son fuertes o fortísimos y de ahí en ade- nuestra casa, ellas no se parecen a los pies de na- lante van disminuyendo. Cuando los amigos de las die de nuestra propia tribu, nadie de nuestros pa- otras casas oyen estos ruidos, dicen: Pakinmawae, rientes camina en esa dirección, ellas deben ser “Ellos están atacando”. De aquí que este conjunto originadas por “extraños”, puede que sean de tal o total de señales sea llamado Pakinmawae. Tan cual tribu. ¿Han notado ustedes alguna cosa que pronto como los habitantes de una casa conocen o excite sospechas en la vecindad de su casa o han sospechan la presencia de enemigos, y también visto algunos indios extraños?”, y así en adelante. durante el ataque, si hay tiempo, tratan de tocar el Suponiendo que las huellas de pisadas misteriosas tundúi para conminar a sus amigos al rescate, y las pueda que hayan sido dejadas por espías enemi- señales puede que a veces hagan que el enemigo, gos que planean un ataque contra la casa, los ha- temiendo la llegada de ayuda, abandone sus ma- bitantes continúan sus averiguaciones con la ener- lignas intenciones y huya. gía que los Jívaros generalmente despliegan cuan- Las armas de guerra principales de los Jívaros do una importante empresa está en mientes, y to- son la lanza, nánki, y el escudo, tandára; la prime- man medidas de defensa. ra se la usa para atacar, la segunda para defender- El gran tambor de señales de los Jívaros, lla- se. Actualmente los Jívaros, además de estas ar- mado tundúi, también juega un papel en las gue- mas, también usan comúnmente armas de fuego, rras, aunque originalmente parece haber sido un ákáru, que reciben de los blancos, generalmente a instrumento puramente religioso. A veces, cuando cambio de una cabeza humana (tsántsa). La lanza hay el temor de un ataque de los enemigos, aquel debe ser hecha de la madera dura de la palma de es colocado fuera de la casa en la cima de la coli- chonta, si es posible de la especie cultivada por los na y entonces los sonidos pueden escucharse a va- Jívaros llamada uí. La cabeza es de forma prismá- rias millas de distancia. El tambor tundui es gol- tica y hace una sola pieza con el eje. Anteriormen- peado cuando los Jivaros beben los narcóticos te los Jívaros también usaban cabezas de lanza he- maikoa y natéma -en cuya ocasión el objeto es chas con los huesos de la pierna del jaguar o del conjurar a los espíritus que habitan en estas bebi- oso, los cuales eran acoplados a ejes de chonta, o das sagradas- después de una muerte y finalmente a ejes hechos de cualquier otra madera y pintadas para avisar a los amigos de un ataque de los ene- de rojo con la pintura llamada yukáipi. Estas lan- migos. En el último caso, la señal consiste de una zas también eran frecuentemente adornadas con serie de cortos y rápidos golpes al unísono, que al pintorescas plumas de loro. Las lanzas adornadas 208 RAFAEL KARSTEN en esta forma no se encuentran ya en ninguna par- guardaba un estricto silencio. Tampoco podía, du- te, pero las provistas de cabezas de hierro y ejes de rante los cuatro días y noches, cohabitar con su es- yukáipi se ven raramente. Un poder especial se posa. Si él infringía estas reglas, el escudo se torce- atribuye a las lanzas de chonta, debido a la creen- ría y se rompería, o sería atacado por los hongos. cia de que la espinosa palma de chonta es un ár- Tan pronto como el escudo se termina, a me- bol demoníaco, el asiento de un espíritu, wakani o nudo es pintado en el exterior con el tinte negro iguanchí. La lanza de chonta, por lo tanto, inspira obtenido de la fruta genipa, llamada sua por los Jí- temor no sólo a los hombres sino también a los es- varos. Las figuras pintadas representan espíritus, píritus y a los demonios. De aquí que en la fiesta wakani, supai; serpientes enormes, pangi, amárun, de la Tsántsa el trofeo de la cabeza se lo mantenga mariposas, wambíshku, y otros animales. Estas fi- siempre atado a la lanza de chonta, en los momen- guras se supone que inspiran temor en el enemigo tos en que no se lo necesita para las ceremonias. y le dan fuerza y coraje al propio guerrero. Actual- El escudo (tandára) se hace de las enormes mente tales escudos adornados no se hacen ya y raíces aéreas del árbol gigantesco que es llamado rara vez se los encuentra en las casas indias. El kámark por los Jívaros y llancháma por los indios único escudo de esta clase que pude conseguir de de Canelos (Bombax ceiva), una clase de madera los Jívaros está ahora en el museo etnográfico de que tiene la ventaja de ser resistente y a la vez li- Gotemburgo. viana. El escudo es siempre redondo en su forma y Los Jívaros usan escudos de dos clases. Algu- hecho en una sola pieza, aunque los escudos a ve- nos son muy grandes y algo pesados y se los em- ces son muy grandes, 80 a 90 cm. de diámetro. Al plea sólo para defenderse dentro de la casa. El es- igual que en el caso de la fabricación de otros ob- cudo descansa sobre el suelo o contra un asiento jetos importantes, el jívaro tiene que observar cier- redondo de la clase que los Jívaros acostumbran, y tas reglas de abstinencia, mientras hace el escudo, el guerrero con su lanza trata de defenderse del labor que desde luego demanda un largo tiempo. enemigo que entra en la casa. Otras clases de es- Durante los días en que hace trabajo rústico, él cudos son más pequeños y livianos y los llevan los parcialmente ayuna, absteniéndose especialmente indios en sus expediciones de guerra. de comer camotes (convólvulos batatas), que los El escudo de los indios Jívaros no es solo un Jívaros llaman inchi. Si él come esta fruta, el escu- arma de defensa, sino también un instrumento re- do criará moho, se pudrirá y se echará a perder. Es- ligioso, un hecho que todo el que participe en su ta superstición se debe al hecho de que el camote fiesta de la victoria puede establecer. El tandára es- tiene la misma apariencia que la madera mohosa tá lleno de poder mágico y cuando es golpeado y podrida. Durante estos días, el fabricante, de con la lanza en una forma particular, esto es de he- igual manera, se abstiene de cohabitar con sus es- cho una especie de ceremonia mágica o religiosa posas, porque, si tiene relaciones sexuales con una que se cree inspira temor en los espíritus -princi- mujer el escudo se torcerá o se romperá, y conse- palmente al del enemigo muerto-. La ceremonia a cuentemente se echará a perder. la que me refiero es llamada Yáktinyu. Los indios Canelos, al hacer el escudo ante- Los Jívaros nunca usan cerbatanas y flechas riormente, observaban las siguientes reglas. El tra- envenenadas en sus guerras, sino solo en la cace- bajo rústico se llevaba a cabo en cuatro días. El in- ría. Ellos creen que si matan a un hombre con una dio trabajaba todos los días desde temprano en la flecha envenenada, ese veneno no servirá más pa- mañana hasta medio día. ra matar un animal o ave de la selva. Además, pa- Durante toda la mañana, hasta que el trabajo rece que a las flechas envenenadas no se las con- de ese día estaba terminado, ayunaba y no comía sidera como armas suficientemente efectivas para ni bebía nada. Tan pronto como la labor se termi- pelear contra hombres. El indio al matar, desea naba al medio día, tomaba la chicha (cerveza de causar heridas tan grandes que derramen tanta yuca), y a la tarde podía también comer otras cla- sangre como sea posible, un hecho que explica su ses de alimentos. Mientras estaba trabajando en el predilección por la lanza como un arma de guerra. escudo, observaba la regla de no hablar a nadie, y Capítulo II JEFES Y GUERRAS

hombres viejos y experimentados que han matado muchos enemigos y capturado muchas cabezas. Por otra parte, las pequeñas riñas sangrientas den- tro de la tribu tienen un carácter más privado y co- mo regla no se pelean bajo el comando de un jefe común. La dignidad de un caudillo es hereditaria en un sentido relativo, en cuanto un hijo es general- mente elegido jefe en tiempo de guerra después que su padre haya muerto o se haya vuelto decré- pito. Sin embargo, esto solamente puede tener lu- gar si ha demostrado ser un valiente y hábil guerre- ro y ha matado enemigos. Ningún jívaro es selec- cionado como jefe si no ha matado por lo menos un enemigo. Los Jívaros tienen fe absoluta en la transmisión por herencia de las cualidades promi- nentes, y atribuyen importancia extraordinaria a la educación y al poder del ejemplo. El hijo de un

Ilustración XXVI. 1. Guerrero jívaro armado con lanza y escudo

Entre los Jívaros, como hemos visto, cada pa- dre de familia es teóricamente un gobernante ab- soluto sobre todos los que habitan en su casa, y en tiempos de paz no hay un jefe común reconocido, aun dentro de la tribu, y todavía menos una auto- ridad en ejercicio sobre varias tribus. Los Jívaros ni siquiera tienen un nombre propio para un jefe. La palabra capitu, que a veces se usa, es prestada del castellano y se la emplea principalmente para de- signar a un hombre blanco de importancia. Es so- lo en tiempos de guerra que existe una jefatura; es decir, durante esas grandes guerras de exterminio que se llevan a cabo contra otras tribus jívaras. Tal jefe temporal de la guerra es llamado solamente únta “el viejo”, porque los jefes son casi siempre Ilustración XXVI. 2. Curandero Jívaro 210 RAFAEL KARSTEN gran Jefe, dicen ellos, debe necesariamente llegar momento y la manera de atacar, y los guerreros a ser un guerrero capaz porque él es, digamos, una más jóvenes se obligan a obedecerlo en todo. Pe- continuación directa de su padre, ha recibido una ro tan pronto como una guerra ha sido llevada a educación cuidadosa para las hazañas de la gue- un final exitoso, el poder del jefe cesa y él, a pesar rra, y ha tenido siempre el gran ejemplo de su gran de la gran reputación de que continúa gozando, padre ante sus ojos. no tiene más autoridad o derecho a decidir sobre La autoridad, del jefe elegido para una guerra lo que hacen los hombres de su tribu, que cual- es muy grande. Él solo es quien organiza todo pa- quier otro padre de familia jívaro. ra la expedición planeada, quien decide sobre el Capítulo III CAUSAS DE LA GUERRA

Antes de describir los modos de hacer la gue- Puesto que la supuesta hechicería es casi rra entre los indios Jívaros, es necesario establecer siempre la causa de asesinatos dentro de la tribu, cuáles son generalmente las causas de la guerra. está claro que los hechiceros profesionales u hom- Los Jívaros son por naturaleza impulsivos y bres de la medicina son los miembros de la socie- coléricos, cualidades que con frecuencia originan dad jívara que están más frecuentemente expues- entre ellos disputas y riñas que pueden degenerar tos a los ataques vengadores de sus enemigos. De en peleas sangrientas. Su indomable sentido de li- hecho, en las grandes sociedades indias, los hechi- bertad y su deseo de ser independientes, no solo ceros son asesinados muy a menudo, o cuando de los blancos sino también unos de otros, es una menos amenazados de muerte por sus enemigos. de las razones por las que ellos no viven en pobla- Cuando un shamán ha tomado a cargo la curación dos sino cada familia por separado, pues de esta de una persona enferma y ésta muere a pesar del manera los conflictos son más evitables. Puede tratamiento, el “doctor” es generalmente responsa- que, por ejemplo, los cerdos, los más importantes bilizado de esa muerte con el razonamiento de entre los animales domésticos, a los que durante el que el shamán, en vez de curar al paciente, hizo día se les permite rondar libremente por la selva, uso de su arte para matarlo. El curandero sin éxito penetren en la plantación de una familia vecina y es por lo tanto asesinado, a menos de que escape, arrasen sus sembríos. El propietario se enoja y re- huyendo. Puesto que los Jívaros, en general no clama compensación por los daños hechos. De aceptan lo que nosotros llamamos muerte natural, esa manera las rencillas surgen fácilmente, las que sino que siempre atribuyen un deceso a causas so- pueden degenerar en peleas sangrientas; de cual- brenaturales, cualquier muerte entre ellos tiende a quier modo ahí se inicia la discordia y la descon- originar un asesinato, pues los parientes del muer- fianza entre las dos familias. Algún tiempo después to consideran que es su deber vengarse del supues- puede suceder que uno o más miembros de una de to autor del accidente. las familias caiga enfermo con uno de esos males Debe, sin embargo, hacerse notar que entre que los indios atribuyen a la hechicería. Al tratar los Jívaros los shamanes profesionales no son las de descubrir al autor del mal, el jefe de esa familia únicas personas que saben de hechicería y bruje- muy probablemente lo atribuirá al arte malicioso ría. La mayoría de los ancianos, y especialmente del vecino con quien sostuvo esa pelea. Si el pa- los jefes, estan más o menos iniciados en el arte. ciente muere, aquel recurre a la adivinación me- Los indios hacen una diferenciación entre el diante el narcótico natéma, la cual generalmente mal causado por la brujería, túnchi y por la enfer- conduce a que sus sospechas del vecino sean con- medad, súngura. La enfermedad de un paciente se firmadas. El sentido de justicia de la familia, al atribuye generalmente a brujería cuando se mani- igual que sus deberes con el difunto, requieren fiesta con dolores violentos en alguna parte del ahora que se tome la revancha, y el supuesto bru- cuerpo, especialmente cuando el dolor es acom- jo es asesinado. Este asesinato obviamente des- pañado por hinchazón de esa parte. Así, por ejem- pierta el deseo de un desquite sangriento por par- plo, los dolores de cabeza, dolores reumáticos y te de la familia que ha sido ultrajada, y así comien- cólicos se atribuyen a brujería. Por otra parte, en la za una lucha sangrienta, la cual, como se entiende categoría de enfermedad los Jívaros incluyen todos fácilmente, tiene tendencia a hacerse permanente. los males que les fueron traídos originalmente por 212 RAFAEL KARSTEN los blancos y que no son acompañados particular- los Jívaros, también dan origen a venganzas san- mente por dolores, como la disentería, la viruela, grientas. Un Jívaro se roba la esposa de otro o la y la mayoría de otras fiebres. Ahora bien, si alguien toma con su consentimiento. El esposo ofendido ha “traído enfermedad”, es decir contagio, a la ca- convoca a sus amigos y empieza a perseguir al se- sa de otro Jívaro de modo que algún miembro de ductor para matarlo. Si bajo tales circunstancias se la familia cae enfermo y muere, esa persona tam- comete un asesinato, éste usualmente causa una bién está expuesta a la venganza de los parientes. nueva muerte por la parte ofendida, y siguen así, Ellos quizás estén inclinados a reconocer que no sea hasta que todos los miembros adultos de una han causado el mal intencionalmente, pero esta familia hayan sido exterminados, o, lo que sucede circunstancia no los libera de responsabilidad y de más generalmente, las dos partes se cansan de la la obligación de pagar una compensación material lucha y deciden quedar en paz. A veces el asunto por la positiva pérdida a la familia, la que por su se arregla con un acuerdo formal. causa ha sido privada de un miembro útil. En un El indio jívaro está totalmente compenetrado caso como éste, por lo tanto, puede que tenga lu- de la idea de la retaliación; su deseo de venganza gar la compensación y no la venganza sangrienta. es una expresión de su sentido de justicia. Su gran De la misma manera, el indio se inclina a recono- principio es ojo por ojo, diente por diente, una vi- cer circunstancias atenuantes también en otros ca- da por otra. Si uno reprende a un Jívaro por matar sos, en los que el mal no ha sido causado volunta- a un enemigo, su contestación es generalmente: riamente -por ejemplo, cuando alguien, en estado “Él se mató a sí mismo”. Pero la venganza san- de embriaguez o bajo la influencia de una bebida grienta entre estos indios no solamente se debe a narcótica, ha sido la causa de la muerte de otra razones morales o éticas, sino también a razones persona-. Si, por el contrario, el hechor se rehusa religiosas. El alma del indio asesinado requiere a pagar la compensación, la venganza sangrienta que sus parientes venguen su muerte. El espíritu probablemente será llevada a cabo en su contra. errante que no obtiene descanso, visita a sus hijos, A su vez, en los casos en que la intención ma- a sus hermanos, a su padre, en sueños y sollozan- lévola es evidente, la indignación moral que le- te los conjura a que no dejen escapar al asesino y vanta en los deudos es muy grande y -particular- a que descarguen su venganza sobre él, por la vi- mente- la brujería es considerada como culpable da que él le quitó. Si ellos omiten cumplir con es- de un crimen tan imperdonable, que solo puede te, deber el desagrado del espíritu vengativo pue- ser reparado con sangre. de volverse contra ellos. Vengar la muerte de un No pocas veces las venganzas sangrientas padre, un hermano, o un hijo asesinado, es por lo surgen entre los Jívaros por causa de las mujeres. tanto mirado como uno de los más sagrados debe- Los Jívaros tienen a sus esposas en gran estima; pe- res de un indio jívaro. La expresión que los Jívaros ro, como hemos visto, son en extremo celosos y el usan para ello es ayambruamáktinyu, (en quichua adulterio es castigado con severidad, al maltratar randipáshca ) lo que significa “vengar la sangre de el esposo a su esposa infiel con la lanza o el ma- un pariente asesinado”. Puede suceder que un in- chete, llega a veces a causarle la muerte. En tales dio guarde el pensamiento de vengarse por años, casos, sin embargo, los parientes de la mujer fre- aun por décadas, esperando la oportunidad de lle- cuentemente intervienen, alegando su inocencia. varlo a cabo, pero él nunca lo abandona. Un hom- Si en su opinión ella ha sido castigada errónea- bre quizás ha sido asesinado cuando sus hijos eran mente o con indebida severidad, ellos tratan de to- todavía muy pequeños, y quizás a él le han falta- mar la venganza correspondiente contra el esposo. do hermanos u otros parientes masculinos que fue- Bajo tales circunstancias más de un Jívaro ha sido ran capaces de vengar su muerte. Tan pronto como asesinado por su suegro o sus cuñados. Así, en el los hijos llegan a ser adultos, saben lo que su de- río Upano, un joven jívaro había una vez quitado ber para con su asesinado padre requiere de ellos. la vida a su esposa por causa de infidelidad de su A veces en estos casos ocurre, sin embargo, que el parte, real o supuesta. Algún tiempo después, el asunto se arregla de una manera pacífica. Los hijos cuerpo del indio, cruelmente mutilado, fue halla- del indio asesinado envian el siguiente mensaje al do en la selva. Había sido asesinado por los pa- asesino, o si este está muerto, a sus hijos: “Ustedes rientes de su anterior esposa. Las capturas ordina- (o su padre) asesinaron a nuestro padre cuando rias de mujeres, que suceden con frecuencia entre éramos todavía criaturas. Es nuestro deber vengar LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 213 su sangre y quitarles la vida en retaliación. Pero si de una familia es tan íntimo que de ellos puede de- ustedes prometen pagar tal o cual precio -un rifle, cirse que forman un todo orgánico. Entre los indios un hacha, un buen sabueso, etc.- consideraremos Jívaros y los de Canelos, cuando un miembro de la el delito de sangre reparado y los perdonaremos”. familia está enfermo, el resto tiene que hacer dieta Si el indio así tratado conviene con esto, el asunto del mismo modo que la hace el paciente, ya que si queda arreglado definitivamente. Los Jívaros no ellos comen alimentos inadecuados sería como si encuentran nada de repugnante en estimar de este el paciente los comiera, y su condición se haría modo la vida de un pariente con un equivalente peor. Con el mismo punto de vista, tenemos que material, y un acuerdo como éste es especialmen- explicar la costumbre prevaleciente entre los Jíva- te posible en los casos en que el crimen por casti- ros de que cuando muere un hombre, su hermano gar ha sido cometido mucho tiempo atrás. En caso debe casarse con su viuda. El difunto esposo que de un asesinato recién cometido, la indignación de todavía está celoso de la esposa que ha dejado la familia ofendida es generalmente tan grande atrás, no la cede a nadie más que a su hermano, que cualquier compensación material está fuera quien con él forma una sola personalidad y lo re- de toda consideración, y se requiere una repara- presenta en el sentido más real de la palabra. ción con sangre. Cuando un Jívaro más joven es asesinado por Entre los Jívaros la venganza de sangre no es sus enemigos, el deber de vengar su muerte in- estrictamente individualizada en el sentido de que cumbe en primer lugar a todos sus hermanos varo- ella siempre se dirige exclusivamente hacia el ase- nes. sino. Los Jívaros, ciertamente, en primer lugar de- El Jívaro no puede aun distinguir su propia sean vengarse en la persona que cometió el cri- personalidad de sus bienes materiales, al menos men, pero si ésta no puede ser atrapada, la ven- no de cosas que él ha hecho por sí mismo. Cuan- ganza puede ser dirigida contra uno de sus parien- do hace un escudo, un tambor, una cerbatana, o tes -su hermano, su padre y aun su madre o herma- algún otro objeto delicado, tiene que hacer dieta y na-. Para comprender esto tenemos que considerar observar otras clases de abstinencia, ya que, de que la concepción de la personalidad individual y, acuerdo con sus creencias, él efectivamente pone por consiguiente, de la responsabilidad no existe algo de su personalidad, algo de su alma en el ob- entre los indios primitivos en el mismo sentido que jeto que está haciendo. Sus cualidades, tanto las entre las gentes civilizadas. El individuo forma una esenciales como las habituales y las adquiridas parte inseparable del todo, a saber de la familia o ocasionalmente por comer ciertos alimentos, etc., tribu a la que pertenece. Especialmente a los serán por lo tanto transferidas a ese objeto. La di- miembros de la misma familia se los considera, visión del trabajo existente entre los indios respon- por así decirlo, orgánicamente coherentes entre de al mismo peculiar criterio. De este modo, por ellos, de modo que una parte representa a todos y ejemplo, la india tiene que hacer las vasijas de ba- a uno. Lo que pasa con un miembro de esa unidad rro y emplear estos utensilios, porque la arcilla de social pasa con todos, y por los hechos de un la que están hechas, como la tierra misma, es fe- miembro el resto es considerado igualmente res- menina -ésto es, tiene un alma femenina-. Ella tie- ponsable. Cómo los Jívaros conciben esta relación, ne que ver con el fuego y tiene que cocinar el ali- se demuestra en ciertas costumbres sociales. Por mento porque el fuego tiene un alma femenina, ejemplo, la costumbre requiere que después del etc. nacimiento de una criatura los padres deben ayu- Con tal criterio prevaleciente entre los indios, nar y observar otras reglas de abstinencia por un es fácil de entender que un Jívaro, con respecto al par de años, o hasta que la criatura sea destetada. asesinato de uno de sus parientes, averigüe no tan- Esto se debe a la idea de que algo de las almas o to cuál individuo ha cometido la fechoría, sino esencia de los padres está innato en la criatura, de más bien razone en los siguientes términos: “Un modo que los tres en cierta manera forman una so- miembro de esa familia ha asesinado a mi parien- la personalidad. Pero esta conexión mística entre te; en consecuencia, en venganza, un miembro de los padres y la criatura también subsiste después esa familia debe morir”. de que la criatura se ha hecho adulta, aunque tal Cuando un asesinato cometido por un hom- vez con menos intimidad. Similarmente el lazo bre de una tribu debe ser vengado, la moral social que une a los hermanos con las hermanas dentro de los Jívaros requiere que el castigo sea impartido 214 RAFAEL KARSTEN con justicia, en cuanto a que por una vida que ha ganzas de sangre que tienen lugar dentro de la tri- sido quitada, solamente una vida debe ser quitada bu, del de las guerras de exterminio emprendidas en retaliación. Por lo tanto el delito de sangre es contra tribus extrañas, también se evidencia con el reparado, tumáshi akérkama, y la familia ofendida hecho de que solo en este caso y no en el otro, el queda satisfecha. Consecuentemente, si un indio vencedor hace trofeos, Tsántsas, con las cabezas jívaro desea vengar el asesinato de su hermano, de sus enemigos muertos. Tales trofeos se preparan puede suceder que él, si el propio asesino no pue- solo con las cabezas de enemigos que pertenecen de ser capturado y castigado, asesinará al herma- a una tribu totalmente diferente, con quienes el no o a su padre en su lugar, pero no quitará la vi- vencedor no reconoce parentesco sanguíneo. da más que a un miembro de la familia, aun si tie- Consecuentemente, cuando un jívaro mata a un ne la oportunidad de matar a alguien más. Si él por hechicero o algún otro enemigo de su misma tribu, ejemplo matara, no solo al asesino, sino también a deja el cuerpo yaciendo donde cayó, pero no cor- uno de sus hermanos, esto despertaría la indigna- ta su cabeza para hacer una tsántsa con ella, di- ción en toda la tribu, y se consideraría justo que la ciendo “él era de mi propia gente, mi propia tri- familia así ofendida a su turno tomase la revancha. bu”, winya entsu. Tampoco hay una fiesta de la El delito de sangre en tal caso ha pasado al venga- victoria en este caso. Este principio es tan estricta- dor original. Este principio, que requiere que haya mente observado que si entre una tribu hostil, con- justicia en la retaliación de modo que la vida, es tra la que se efectúa la guerra, sucede que hay una sopesada con la vida, en sí mismo por supuesto, persona que originalmente pertenecía a la tribu de tiende a limitar las venganzas sangrientas. Sucede los asaltantes -que haya por ejemplo sido captura- sin embargo, en muchos casos, y especialmente do de estos últimos en una anterior guerra- o uno cuando una supuesta hechicería está involucrada, que descienda de tal persona, los asaltantes si re- que la persona acusada del crimen no admite el sultan victoriosos, se abstienen de tomar la cabeza delito, y asegura que él y su familia están siendo de tal persona, al reconocer que él está emparen- inocentemente perseguidas por la familia del tado con algún hombre de su propia tribu. “Él era muerto. Si entonces un miembro de su familia es de nuestra propia tribu” dicen ellos. Los vencedo- asesinado, sus parientes tratan, a su vez, de tomar res pueden matarlo si son capaces de hacerlo, pe- venganza y así sucesivamente, en cuyo caso la ro no harán un trofeo con su cabeza. Un guerrero venganza de sangre tiende a prolongarse indefini- jívaro que haga esto correría el riesgo de ser muer- damente. to por hombres de su propia tribu, o hablando más Aunque, como hemos visto, entre los Jívaros estrictamente, por los que reconocen el parentes- la venganza de sangre tiene lugar con respecto a co sanguíneo con la víctima. En tales casos, de he- miembros de la misma subtribu, esto no es así cho, surgen a veces disputas entre los mismos ven- cuando un crimen se comete dentro de la familia. cedores, porque algunos quieren tomar la cabeza Entre estos indios ocurre a veces que un hombre del enemigo muerto, mientras que otros, los que mata a su hermano si éste, por ejemplo, ha sedu- dicen tener lazos de sangre con él, se oponen a cido a su esposa o embrujado a uno de sus hijos. ello. El hacer una tsántsa con la cabeza de un ene- Pero en este caso la venganza de sangre no es ge- migo, y especialmente la fiesta que sigue a la ad- neralmente tomada, en tanto los vengadores natu- quisición de tal trofeo, implica el peor insulto, no rales -esto es el padre y los restantes hermanos- se solo para la misma persona muerta y su familia, si- abstienen de llevarla a cabo. “Es suficiente que un no para toda su tribu. Además, la gran fiesta de la miembro de nuestra familia haya muerto” dicen victoria, que requiere grandes preparativos por ellos, “¿por qué nos privaremos nosotros mismos años, puede tener lugar solamente cuando el ven- de uno más?”. El asesino es en consecuencia per- cedor vive lejos de los vengativos hombres de la donado. La ausencia de una venganza de sangre tribu de su enemigo vencido y está a salvo de sus en un caso como éste se debe a la natural compa- maquinaciones. sión que los vengadores sienten por el asesino, al Entre las diferentes tribus de las regiones ha- igual que a la consideración de que matándolo bitadas por los Jívaros, existe una enemistad casi ellos solamente se harán daño a sí mismos, al de- perpetua, y guerras destructivas se llevan a cabo a bilitar el poder y la influencia de su familia. menudo, especialmente entre tribus vecinas. Las El carácter enteramente distinto de las ven- tribus del río Paute, de este modo, son hostiles ge- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 215 neralmente a las que viven sobre los ríos Upano y ejemplo, el jefe jívaro Nayapi sobre el Pastaza, y el Santiago y estas últimas, a su turno, a las tribus que anciano jefe de los Canelos, Palati, sobre el Bobo- habitan las vastas regiones alrededor del Morona y naza habían sido enemigos por muchos años y se del Pastaza. Las tribus del río Chiguaza, un peque- habían enviado uno al otro mensajes amenazan- ño afluente del Pastaza superior, son enemigas tes. En la familia de Nayapi dentro de un relativa- mortales de los jívaros que viven sobre el río Co- mente corto tiempo, varias muertes tuvieron lugar pataza entre el Pastaza superior y el Bobonaza. To- -dos de sus hijos, una hija, y su yerno murieron de dos los salvajes Jívaros del Pastaza han emprendi- enfermedades misteriosas o en accidentes-. Naya- do por muchos años verdaderas guerras de exter- pi dijo que su enemigo Palati era la causa de todas minio contra los semicivilizados indios Canelos las muertes al dirigir sistemáticamente sus flechas del Bobonaza, y así sucesivamente. Es característi- mágicas contra Nayapi y su familia. Palati, a su co de los Jívaros que sus guerras las emprendan es- vez, de ninguna manera negó que esto fuera así, pecialmente contra tribus de su misma raza y que sino que al contrario lo confirmó, anunciando hablan su mismo lenguaje. A tal extremo ha sido amenazadoramente que él gradualmente extermi- ésta la regla por siglos, que la palabra shuara, in- naría a toda la familia de Nayapi. Este se llenó de dios Jivaros, se ha convertido en sinónimo con la ira y de deseos de venganza, y ciertamente hubie- palabra “enemigo”. “Mi enemigo” en lenguaje Ji- ra descargado una terrible venganza sobre su ene- varo es winya shuãra. No es fácil establecer cuál migo si la consideración para los monjes católicos, ha sido la causa original de esta enemistad. Ha- bajo cuya protección vivía Palati, no lo hubiera blando de manera general, uno podría decir que se hecho abstenerse de llevarla a cabo. Puede añadir- ha originado en los celos y la rivalidad que existe se que los indios Canelos, aunque son cristianos entre las distintas tribus, una rivalidad personaliza- de nombre, son conocidos como magos muy inte- da en los orgullosos y ambiciosos jefes que enca- ligentes, y aun los salvajes Jívaros reconocen su su- bezan las diferentes tribus. Un jefe trata de sobre- perioridad en este arte. pasar a otro en hazañas de tipo guerrero y no pue- A menudo la hostilidad entre dos tribus es so- de soportar ver a su rival aumentar en riqueza, po- lamente latente, haciéndose súbitamente activa a der e influencia. A la vez, la enemistad de los mon- través de algún accidente casual, en cuyo momen- taraces Jívaros contra los indios Canelos parece to surge una guerra. De este modo, como ya men- haberse debido principalmente a que los últimos cioné, una serie de muertes, las cuales se atribuyan se han sometido a la influencia cristiana y se han al arte maligno del enemigo traicionero, pueden hecho dependientes de los blancos. Pero además ocasionar una guerra. También ocurre que un in- de esto, aun con relación a la enemistad que reina dio, viajando a través del territorio de una tribu ex- entre las diferentes tribus, la superstición -la creen- tranjera con la cual la suya no mantiene relaciones cia en la brujería- juega su papel fatal, al ser la amistosas, es asesinado por los enemigos secretos causa principal de las guerras. Los jefes rivales pe- de su propia gente, quienes no pueden abstenerse lean no solo con medios naturales, sino también de aprovechar la oportunidad. Tal asesinato puede con las armas sobrenaturales a las que llaman tún- ser la señal para el estallido de una guerra general chi (en quichua chunta), puesto que un gran jefe jí- de exterminio entre las dos tribus. Esta fue, por varo es tan hábil en brujería como los hechiceros ejemplo, la causa original de la guerra que, duran- profesionales. te mi permanencia en el río Upano se llevó a cabo Para embrujar a una persona, de acuerdo con entre algunas tribus del Upano y el Santiago de un la idea de los indios, no es absolutamente necesa- lado, y los indios Huambiza del Morona en el otro. rio que uno esté bastante cerca de la víctima. Los El hijo de un indio influyente del río Santiago, por hechiceros y los jefes que están experimentados en causa de alguna riña antigua, había sido asesinado el arte pueden enviar las armas fatales a distancias mientras viajaba a través de la tierra de los indios largas a menudo a muchas millas. Si en una tribu, Huambiza. Los hombres de la tribu del indio ase- y especialmente dentro de la familia del jefe, en sinado solicitaron ayuda a los Jívaros del Upano. poco tiempo ocurren enfermedades, muertes u La ayuda les fue dada, y unos cuarenta indios del otros accidentes de diversa índole, éstos son carga- Upano, yendo río abajo, se unieron con sus ami- dos generalmente a las maquinaciones malignas gos del río Santiago y marcharon con ellos contra de los hechiceros de una tribu vecina. Así, por los Huambiza. 216 RAFAEL KARSTEN

Mientras que las venganzas de sangre dentro de venganza, y nunca se dirigen hacia conquistas de las subtribus tienen el carácter de peleas san- territoriales. Los Jívaros en realidad temen y detes- grientas privadas y se basan en el principio de la tan el territorio de sus enemigos, en el cual peli- justa retaliación, las guerras entre las diferentes tri- gros secretos sobrenaturales pueden amenazarlos bus son en principio guerras de exterminio. En és- aun después de haber conquistado a sus enemigos tas no hay cabida para sopesar una vida por otra, naturales. Los hechiceros de la tribu hostil puede siendo el objetivo aniquilar la tribu enemiga, cu- que hayan dejado sus embrujantes flechas en to- yos miembros forman un todo orgánico y están das partes, en el camino, en la selva, en las casas, animados de los mismos sentimientos y modo de con el resultado de que los invasores enemigos pensar. El grupo victorioso está de lo más ansioso puedan ser heridos por ellas el rato menos pensa- por no dejar viva persona alguna del enemigo, ni do. Así pues, la tierra del enemigo es abandonada aun las pequeñas criaturas, puesto que temen que tan pronto como sea posible. Además, los Jívaros si dejan algunas, éstas aparezcan más tarde como que habitan selvas vírgenes interminables, en las vengadoras contra los vencedores. Como ya se se- cuales ellos pueden asentarse casi donde quieran, ñaló, solamente en estas guerras contra tribus ex- no tienen necesidad de conquistar el territorio de tranjeras es que se toman como trofeos las cabezas otras tribus. de los enemigos exterminados. Las guerras de las tribus jívaras son, de este modo, por su naturaleza, no otra cosa que guerras Capítulo IV CÓMO SE LLEVAN A CABO LAS VENGANZAS Y LAS GUERRAS

Habiendo visto cómo se originan las guerras sente. A la vez si la respuesta es favorable, él y sus entre los Jívaros, examinaremos ahora en detalle seguidores ultiman sus preparativos para el ataque. cómo estas guerras se llevan a cabo. Tal ataque es a veces planeado y ejecutado Cuando entre los Jívaros un padre de familia, con gran secretismo. Otras veces, con mayor fre- especialmente un jefe o un gran guerrero, muere, cuencia, la víctima es amenazada de antemano, y un shamán, al tomar natéma, ha establecido no puesto que el vengador le hace conocer el destino solo que la muerte ha sido ocasionada por brujería que le espera. Puede ser que entonces él se salve sino también el brujo que la provocó, toca a sus huyendo rápidamente a otra parte del país. Pero parientes varones más cercanos, y primero que to- puede suceder que él envíe a sus enemigos el si- dos a sus hijos, el tomar venganza contra el su- guiente mensaje de desafío: “Se me ha contado puesto asesino. Ante el lecho de muerte de su pa- que ustedes intentan asaltarme y matarme. Está dre, ellos hacen una solemne promesa de cumplir bien; pueden venir si tienen valor. No les temo, y con este deber. A menudo los hijos llevan a cabo estoy listo para recibirlos”. Tal actitud resuelta pue- esta sanguinaria acción. Si el hechicero tiene mu- de hacer que el enemigo desista de sus planes de chos que lo apoyan, ellos se unen con los herma- ataque o los posponga para alguna otra ocasión nos u otros parientes varones del muerto. A veces más favorable. Entre los Jívaros existe también la los conspiradores también piden el consejo del je- siguiente costumbre, por medio de la cual los in- fe de la tribu, pero éste no toma parte en un asun- dios tratan de inspirar temor en el enemigo que in- to tan privado a menos que tenga un interés perso- tentan matar. De un pedazo de yuca hacen una nal en él. miniatura en forma de una cabeza humana, la cual Los que se preparan para la venganza, nunca se supone que representa al enemigo amenazado. omiten consultar a los espíritus, los que les harán Esta cabeza se pone en la punta de una estaca, y saber si en el ataque planeado ellos tendrán éxito esta se fija en el suelo, en la vecindad de la casa o no. Esta adivinación, como hemos mencionado, del enemigo. Este procedimiento se supone que se lleva a cabo mediante la bebida del narcótico tiene poder para promover los planes del venga- natéma. El indio con este propósito se retira a la dor. selva donde permanece por tres días y tres noches, Los conspiradores se preparan para el asalto ayunando estrictamente y durmiendo en un pe- realizando en primer lugar esa danza de guerra o queño “rancho dormitorio”, ayámdai. Si los sue- ejercicio con la lanza llamada Enéma o Anékma ños son buenos, entre otros espíritus los demonios (en quichua Tungúni), y que será descrita en cone- conocidos como rútama se aparecen al guerrero, xión con las guerras verdaderas. La Enéma tiene hablándole y contándole si podrá matar al enemi- lugar todas las noches durante la última semana go o si él tal vez resultará muerto. “A ese hechice- antes de efectuar el ataque. Los guerreros toman ro que ha embrujado a tu padre lo conquistarás y mucha cerveza de yuca para ganar fuerza y toman matarás”. O ellos dicen: “Si tú guerreas contra ese mucho tabaco, en parte para adquirir fuerza y re- hechicero ahora, no tendrás éxito en matarlo, sino sistencia, y en parte para alejar malignas influen- que tú serás matado”. En el segundo caso, el ven- cias sobrenaturales. La víspera del día del ataque, gador desistirá de sus planes, al menos por el pre- pintan su cara, pecho, brazos, y piernas de negro 218 RAFAEL KARSTEN con genipa llamada en jívaro sua y en quichua Luego de realizar su venganza, los vengado- huituc. res tienen que observar por algún tiempo ciertas El ataque se lleva a cabo en formas diversas, reglas de precaución respecto de su modo de vida. dependiendo de las circunstancias. A veces la víc- Las restricciones impuestas a él son, sin embargo, tima es atacada en su casa por la noche, otras ve- mucho más suaves de las que el Jívaro tiene que ces mientras trabaja fuera de casa o está viajando. observar después de haber matado a un enemigo En el primer caso el ataque se realiza un poco an- de una tribu extranjera, y esencialmente consisten tes de la madrugada a eso de las cuatro ó cinco de en ayuno y abstinencia sexual. Durante los dos pri- la mañana. Los Jívaros comienzan su día muy tem- meros días, el o los asesinos deben abstenerse de prano, y el padre de familia es el primero en levan- beber cerveza de yuca, nihamánchi, el licor nacio- tarse. Puesto que es difícil o imposible forzar la en- nal de los Jívaros. Su alimento consiste de yuca co- trada, los enemigos generalmente se aprovechan cinada y amasada, un plato llamado nauma, o de de la oportunidad que se presenta cuando él abre otra clase de tubérculo parecido a la yuca llamado la puerta para realizar sus necesidades. En este sangu por los Jívaros y mandi en el lenguaje qui- momento ellos corren hacia él y lo matan con sus chua. Del mismo modo, come un plato preparado lanzas. Si están armados con escopetas o rifles y la con la yuca y las hojas de la planta sangu, llama- casa no está especialmente fortificada, se arrastran do ambi. Está prohibido de comer puerco y pollos, hasta la pared y a través de una abertura en ella al igual que la carne del gran cerdo salvaje, unta tratan de dar al hechicero el tiro de gracia, mien- pakki, y de toda clase de monos. Por otra parte, se tras está sentado ante el fuego preparando su agua permite comer el pecarí pequeño, yankipi, y el de tabaco o su guayusa. Habiendo cumplido la ac- roedor pequeño agouti, kayúka. Come solo las ción, los asesinos rápidamente se alejan dejando aves pequeñas de la selva que se matan con la cer- al resto de los habitantes de la casa sin molestar- batana y flechas sin veneno. Y las más pequeñas los. clases de pescado que viven en los ríos, una espe- Es, sin embargo, más fácil matar al enemigo cie de sardina y pequeños mariscos, chumacai, mientras está fuera de la casa trabajando u ocasio- záchma. Esta dieta continúa por dos o tres meses. nalmente rondando por la selva. Los conspiradores Durante el primer mes posterior a haber matado al de antemano averiguan con cuidado los movi- hechicero, al Jívaro le está igualmente prohibido mientos de la posible víctima, y lo emboscan en dormir en su casa, y pasa las noches en pequeñas un sitio de la senda por el que él debe pasar. Este chozas hechas sobre el banco del río. Después de lugar es siempre uno en que algún obstáculo natu- un mes, él va a una caída de agua natural, paccha ral aparece, sea este un pequeño riachuelo que el o sasa y toma un baño frío, dejando que el agua hechicero tiene que vadear, o un pantano en el caiga en su cuerpo desnudo. Después de esta pu- que se ve obligado a caminar lentamente. A veces rificación regresa a su hogar, no con su esposa, si- también ellos ponen a lo largo de la senda algunas no a la zona o departamento de los hombres (lla- de las señales secretas que los Jívaros usan para in- mado tangámasha). Esta abstinencia sexual se ob- dicar el camino, o para dar a los amigos la direc- serva tanto tiempo como el ayuno, a saber, por ción que deben seguir. Cuando el hechicero llega dos, o, entre algunos Jívaros, tres meses. Si las re- al sitio, se detiene a examinar el significado de las glas mencionadas son infringidas por el asesino, el marcas. En este momento los enemigos acuden rá- alma del enemigo muerto, quien constantemente pidamente a él y lo atraviesan con sus lanzas o lo lo sigue con sed de venganza, le quitará la vida. matan con un disparo. El cuerpo del muerto se lo Mientras que la venganza de sangre dentro de deja yaciendo en la senda o se lo arroja a la selva. la tribu es a menudo llevada a cabo simplemente Naturalmente también sucede que el hechi- a través del asesinato, las riñas por venganzas sos- cero puede defenderse exitosamente, no solamen- tenidas al exterior entre las diversas tribus tienen te eso, aun matar a sus asaltantes. Los hechiceros, naturalmente una escala mayor y con más razón son, casi siempre, también guerreros -un hecho merecen el nombre de “guerras”. En todas sus ven- bastante natural dado lo peligroso de su oficio- y ganzas, sin embargo, los indios evitan si es posible siempre van armados, especialmente el que ha si- la pelea abierta, recurriendo a la traición, al asesi- do amenazado por sus enemigos, y que está por nato, y a súbitos ataques generalmente nocturnos. ello, en alerta. Pero si se presenta un combate verdadero y una LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 219 pelea mano a mano, el guerrero jívaro a menudo da noche en la casa del jefe, quien desarrolla los despliega a la vez valor y desprecio a la muerte, un planes de guerra, les da a sus hombres las necesa- hecho que ha sido plenamente probado por la his- rias instrucciones, los exhorta a tener coraje, a no toria de los indios. No huir, no abandonar a sus ca- temer al enemigo, no abandonar a sus camaradas, maradas en tal situación sino enfrentar con gallar- etc. Parte de estas instrucciones se dan durante la día al enemigo, con la lanza y el escudo, es la am- danza guerrera o los ejercicios con la lanza, que se bición de todo guerrero jívaro verdadero, y, como llama Enéma o Anékma (el verbo correspondiente hemos visto, la educación de los muchachos, des- es enemártingu o anekmártinyu). La Enéma es un de su comienzo, tiende a impartirles las cualidades diálogo entre dos guerreros, quienes a través de necesarias para tal conducta. ciertos movimientos del cuerpo, y especialmente La expresión general de los Jívaros para una de sus lanzas, dan énfasis a sus palabras. La Ené- guerra, y más particularmente para la que es pelea- ma con la lanza (o con un rifle) tiene lugar no so- da contra una tribu extranjera, es meséta, y para lo como preparativo para la guerra, sino también, hacer la guerra es nanki hukitinyu, literalmente: por ejemplo, cuando dos indios que no se cono- “llevar la lanza al combate”. cen entre sí, se encuentran de repente mientras Cuando una tribu entera, o tal vez varias tri- viajan por la selva (Pl. XXV,) o cuando huéspedes bus unidas, preparan la guerra contra una o más desconocidos llegan a una casa. Entonces la una tribus distintas, lo primero que se hace es elegir un partida tiene que averiguar quién es el recién lle- jefe común. Él debe ser un hombre maduro y con gado, si viene como enemigo o como amigo, de experiencia, que haya tomado parte en varias gue- dónde viene, a dónde va, en qué negocios anda, rras, matado a muchos enemigos, y celebrado por etc. Toda la conversación tiene un carácter cere- lo menos una fiesta de la victoria. El resto de los monial, y movimientos amenazantes con la lanza guerreros que generalmente son hombres más jó- acompañan cada palabra o frase. venes, le juran obediencia ilimitada. Durante el El diálogo de la Enéma es estereotipado, sien- tiempo en que la expedición es planificada y se do las palabras casi siempre las mismas y siendo hacen los preparativos, los guerreros y especial- repetidas varias veces. La siguiente es la conversa- mente el jefe, toman repetidamente maikoa y na- ción Enéma entre las tribus del Upano, del Moro- téma para consultar a los espíritus. Ellos prestan na y del Pastaza: gran atención a sus sueños, aun a los que no son producto directo de las bebidas narcóticas, los Enemártahei, “Hablemos en voz alta”. cuentan a todos, y discuten sus posibles significa- Chichama hustai, “Hablemos palabras”. Waríta kunai, “¿Qué vamos a decir?”. dos. Solamente si ellos creen que han recibido Waru irúrtai, “Reunámonos con rapidez”. contestaciones favorables y que los augurios son Tumáshi akérkatai “Venguemos el delito de sangre”. buenos se toman medidas para llevar a cabo los Kashini kanártai, “Mañana dormiremos lejos”. planes de guerra concebidos. Entre tanto, ellos tra- Waru nikápsatai, “Tomemos rápido a nuestro enemigo”. tan mediante espías, de adquirir un conocimiento Waru, chichamahúomo, “Rápido antes de que le cuen- tan exacto como sea posible sobre todo lo que ten”. Unta nu, “Así dice el Anciano (El jefe)”. concierne al enemigo: cuántas casas hay en el ca- Waru wakitketai, uchitai, “Vámonos, para regresar rápi- mino, cuántos hombres luchadores hay en cada do, jóvenes”. casa, si las casas son fortificadas, si los hombres Húomokki, húomokki, “Rápido, rápido”. están bien armados, y especialmente si tienen ar- Manyáhei, “Hemos estado peleando”. mas de fuego. Todos estos y otros detalles similares Mahei, “Hemos matado”. Tumáshi ayambruamákahei, “Hemos vengado la san- averiguan los espías haciendo viajes al territorio gre”. enemigo y rondando por las noches en sus casas. Muka tsupiktai, “Cortemos la cabeza (del enemigo)”. Todo es preparado con el mayor secretismo posi- Hukitai, “Llevémosla con nosotros”. ble, de modo que el enemigo sea cogido por sor- presa, ya que de otra manera tendrá tiempo para Enemártinyu, enemártahei, significa “hablar tomar medidas defensivas que podrían arruinar to- con voz alta”, lo que se relaciona con el hecho de da la empresa. que los indios no hablan en voz ordinaria sino que Alrededor de una semana antes de que los gritan al realizar la conversación Enéma. Cada fra- guerreros partan para la expedición, se reúnen ca- se es fuertemente contraída en su pronunciación, 220 RAFAEL KARSTEN

mente levanta el brazo derecho con la lanza y la deja caer vibrante sobre el hombro; inmediata- mente después, él regresa a la posición original, al mismo tiempo que de nuevo balancea la lanza so- bre su hombro. Esta serie completa de movimien- tos es realizada con rapidez y a su tiempo, acom- pañando la frase pronunciada; chamurstai, cha- mursti, etc. Uno de los indios que conversa des- pués de realizar estos movimientos varias veces con sus frases correspondientes, se detiene y per- manece inmóvil, mientras el otro comienza a ha- blar. Toda la conversación Enéma dura alrededor de quince minutos. Cuando se prepara una expedición de guerra en la cual muchos indios toman parte, la Enéma es representada en gran escala. Los guerreros se orga- nizan en dos filas, cada una opuesta a la otra, de modo que en la ceremonia conversan por parejas. Si su número es, por ejemplo, 40, 20 integran ca-

Ilustración XXVII. 1. Guerreros jívaros realizando el saludo ceremonial Enéma de modo que consiste solo de dos o cuatro sílabas, lo que naturalmente hace que la conversación sea completamente ininteligible al que no conoce las palabras. En compensación la frase emitida de ese modo es repetida dos veces, en correspondencia con los movimientos del cuerpo. Así, por ejemplo, el comienzo de la conversación:

Chichama hustai warita kunai Waru irurtai, etc. asume la forma: Chamurstai, chamursti, Waritkunai, waritkuni, Warurtai, Warurti, y así sucesivamente.

Al comienzo de la conversación, los dos gue- rreros se encaran entre sí, con la lanza sobre el hombro derecho cada uno. Hablan por turnos. El indio que habla pronuncia la frase en voz alta, sos- teniendo su mano sobre su boca con el brazo de- recho, sobre el cual descansa la lanza; hace simul- táneamente un movimiento como para dar énfasis a las palabras, pero al comienzo él no balancea la lanza y no se mueve de su sitio. A la vez, en la se- gunda repetición o en la última parte de la conver- sación el siguiente movimiento tiene lugar. El indio que tiene que hablar da un paso hacia su oponen- te, empezando con el pie izquierdo, simultánea- Ilustración XXVII. 2. Indio jívaro armado con un rifle Winchester LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 221 da fila. La Enéma es entonces representada simul- Winyaka mastinyu, “¡A mí no me matarán!”. táneamente por todos los guerreros de una fila, Wika misérchatinyu, “¡No moriré!”. mientras que los de la otra fila permanecen inmó- Shuara makatahei, “¡Yo mismo mataré a mi enemigo!”. Kúnarahei, kúnárahei, “He soñado y mis sueños son viles con las lanzas sobre sus hombros, acompa- buenos”. ñando los movimientos y palabras de la otra parte Arútama weinikama, “¡He visto a los ancianos!”.1 con gestos ligeros de los brazos. Habiendo ejecu- Shuara achiktahei, “¡Capturaré a mi enemigo!”. tado la Enéma por algunos minutos, los hombres Yamai achik ahei, “¡Lo tengo ya!”. de la primera fila guardan silencio y los de la se- Mányasa puhústahei, “¡Enseguida entraré en pelea!”. Watski, shuarasha winiti, winiti, “Muy bien, gunda fila hablan, etc. ¡Ojalá mi enemigo venga, ojalá él venga!”. La conversación Enéma, como hemos visto, Winyasha mandoati, “¡Y ojalá él tome mi vida si pue- implica una exhortación mutua hacia la guerra y el de!”. futuro curso de combate a seguirse, al cual se de- Winya mandoáma assa, “Si me mata,” sea un resultado exitoso. Es claro que no estamos Uchi weinikati, “Mis hijos ciertamente verán (que sea tratando aquí con un ejercicio de armas ordinario. vengado)”. Chikichika mati, “¡Ojalá él mate a alguien más!”. Toda la cuestión es una ceremonia mágica por la cual los Jívaros creen que pueden asegurar la vic- La Anéndrata tiene mucho del significado toria sobre el enemigo. Por la representación de la mágico de la danza de guerra Enéma, puesto que Enéma el guerrero jívaro se supone que gana forta- se cree que da la victoria sobre el enemigo. leza, valor y confianza para la pelea que se aveci- Los guerreros se preparan también para la ex- na. La danza de guerra, además, se cree que lo ca- pedición bebiendo mucha cerveza de yuca, niha- pacitará para escapar de las lanzas y balas del ene- mánchi, como lo hacen para todos los grandes via- migo en el combate. Además, como consecuencia, jes, sin embargo de lo cual no se emborrachan mu- el enemigo está confiado en su seguridad de modo cho. Ellos igualmente consumen mucho tabaco, que no se dará cuenta del peligro que lo amenaza, en parte como agua de tabaco que aspiran a través y será sorprendido por los asaltantes. Sin la Enéma de la nariz, en parte en forma de cigarros que fu- entre los preparativos se cree que ninguna expedi- man. ción de guerra resulta favorable. De aquí que tam- Los preparativos de los hombres tienen lugar bién, cuando una casa es asaltada por los enemi- en la gran antecámara de la casa, tangámaha. Las gos durante la noche, sus defensores se apresuran mujeres permanecen todo el tiempo en el departa- a representar la Enéma con cada uno de los otros mento interior (departamento de las mujeres, ekin- antes de ir al encuentro del enemigo intruso. tutu), y no se mezclan en las actividades de los Alrededor de la una de la noche, cuando el hombres. Los Jívaros del Upano me contaron que nuevo día se supone que comienza, los guerreros ellos ni siquiera se despedían de sus esposas antes reunidos en la casa del jefe comienzan a ejecutar de partir para la expedición. Si el jefe tiene una es- la Enéma que continuan hasta la llegada del día. posa que está particularmente unida a él, ella pue- Esto se repite todas las noches a lo largo de una se- de que salga y abrace a su esposo, y entre sollozos mana. le diga: “Tal vez el enemigo te mate, y no regreses Además de esta danza de guerra, los Jívaros más”. El jefe entonces la consuela, diciendo: “He tratan de asegurar la victoria sobre el enemigo por tenido buenos sueños; no me matarán, sino que re- medio de una canción de guerra. Esta canción de gresaré con las cabezas de mis enemigos. Mientras guerra, llamada Anéndrata, es cantada por los gue- tanto quédate aquí tranquilamente haciendo las rreros en la casa antes de partir en la expedición. vasijas de barro”2. El jefe jívaro Nayapi, del río Pastaza, me con- La Anéndrata sigue así: tó que entre su gente, el guerrero que se disponía Yachuta, yachuta, “Mi hermano, mi hermano”. a partir a una expedición se despedía tiernamente Méseta himersatai. “Hagamos la guerra juntos”. de su esposa, abrazándola y consolándola, pero al Winya úchiruna chíchahei, “A mi hijo también le he di- mismo tiempo la preparaba para la eventualidad cho:” de que tal vez no regresara nunca y no la volviera Uchita, uchita, “Mi hijo, mi hijo”, a ver de nuevo. kákarum hasti, kákarum hasti, “Hazte fuerte, hazte va- liente”. 222 RAFAEL KARSTEN

Entre los Jívaros de Pastaza hay también la una especie de gorra hecha de piel de mono, que costumbre de que las mujeres durante todo el él prefiere al ornamento ordinario hecho con plu- tiempo en que los hombres están ausentes en la mas de loro o de tucán para la cabeza, tawása. Los guerra, se reunen en una casa y ejecutan una dan- tubos para las orejas deben ser tan grandes como za especial con cascabeles hechos con conchas de sea posible de modo que lleguen casi a la altura de caracol atados alrededor de la cintura a la vez que los hombros. Alrededor del cuello el guerrero lle- cantan conjuros. Esta danza de guerra de las muje- va un collar hecho con dientes de jaguar y alrede- res, que se llama Ihiámbrama, se supone que tiene dor de la cintura el usual cinturón hecho con ca- el poder de proteger a sus padres, esposos e hijos bello humano, akáchu. Los viejos guerreros, sin contra las lanzas y balas del enemigo, de adorme- embargo, prefieren ceñirse la cintura con una ban- cer a este último en su sentimiento de seguridad de da ancha hecha con la piel de la gran boa. La par- modo que no aprecie el peligro antes de que sea te del cuerpo no cubierta, la cara, el pecho, la es- demasiado tarde, finalmente evita que el enemigo palda, los brazos y las piernas, finalmente son pin- tome venganza, ayambruamáktinyu, por la derrota tadas de negro con genipa, sua. sufrida. La danza Ihiámbrama de esta manera tie- El cabello se divide en las acostumbradas tres ne mucho del significado mágico de la danza gue- colas, y ellas se atan con bandas anchas adornadas rrera Enéma y de la canción de guerra Anéndrata. con plumas de tucán y cabellos humanos a su al- Los guerreros se marchan de la casa del jefe rededor o con tiras de algodón que se las tiñe de en una sola fila, uno tras otro, y observando estric- rojo con achiote. Para una batalla tanto los Jívaros to silencio. El jefe sale al último y cierra la puerta. del Pastaza como los indios Canelos tienen el há- Durante todo el viaje a la escena de la guerra, un bito de atarse alrededor de las colas del cabello viaje que toma varios días, incluso semanas, a los anchas tiras de líber obtenidas de una planta que guerreros se les permite hablar solo cuando es ne- los primeros llaman chipyáta, y los últimos chili- cesario, y aun entonces no en voz alta sino con su- panga. Estas tiras de liber, que son de color brillan- surros. Solamente el jefe tiene el derecho a hablar te, se usan parcialmente como señales con las cua- en voz alta cuando, en los sitios de acampar, les da les los guerreros en la obscuridad de la noche y al a sus hombres las instrucciones necesarias. Tan calor de la batalla, puedan distinguir amigos de pronto como los guerreros llegan al sitio donde se enemigos, y también se las lleva a causa de un po- proponen acampar durante la noche, se colocan der algo misterioso que se les atribuye a ellas o la en dos filas, guardando silencio. El jefe camina a planta de la cual se hacen. lo largo de las filas y da sus instrucciones, expone Con respecto a los arreglos de los vestidos pa- los detalles del ataque planeado y sobre todo, tra- ra la guerra, hay tres objetivos que se persiguen. ta de alejar el miedo de los guerreros jóvenes y de Generalmente, los Jivaros tratan de hacer su apa- llenarlos de valor. Aunque en la marcha hacia la riencia tan terrible como sea posible a fin de im- guerra el jefe no bebe ya maikoa o natéma, él to- presionar al enemigo; ciertas piezas del vestido y davía presta gran atención a sus sueños y de ellos los adornos que se ponen, debido a algunas miste- trata de deducir presagios favorables. De este mo- riosas propiedades inherentes, se supone que les do, puede que con las siguientes palabras él trate dan fuerza y valor, finalmente, algunos de ellos sir- de infundir en su gente valor y confianza: “Tengan ven como marcas de reconocimiento para que los valor y no teman, porgue yo soñé esta noche que guerreros puedan distinguir en la batalla amigos de veía la gran águila, unta pinchu, y el tucán, Tsu- enemigos. La pintura negra del cuerpo, por ejem- kánga. Me dijeron que vamos a tomar una wakáni plo, sirve para los tres objetivos. Más que ninguna (un alma). Ustedes no van a morir ustedes van a otra cosa, ayuda a dar al guerrero indio una apa- ser los vencedores y matar al enemigo”. riencia salvaje y temible. Los jívaros dicen que pa- En la víspera del día fijado para el ataque, los ra un combate ellos se pintan de negro a fin de pa- guerreros arreglan sus vestidos. El jívaro siempre recerse a los iguánchi (demonios), lo cual implica presta gran atención a sus vestidos y adornos, los que la pintura del cuerpo se cree que les imparte cuales forman parte de su personalidad, y en las algo de la ferocidad salvaje y fortaleza de estos se- fiestas la vestimenta tiene un carácter ceremonial. res sobrenaturales. Además aun en la semiobscuri- Cuando el guerrero jívaro se prepara para un dad es posible distinguir un indio pintado de negro ataque contra un enemigo, se pone en la cabeza de otro que no lleva esta marca de reconocimien- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 223 to. Igualmente las tiras de líber atadas alrededor de otro medio, se percaten de la presencia del enemi- las colas, como ya se indicó capacitan en parte a go, quien para su sorpresa puede que súbitamente los guerreros para reconocer a sus camaradas en oiga los sonidos del gran tambor de señales en rit- batalla. Supuestamente se cree que aumentan ese mo acelerado, lo cual es con seguridad una señal poder natural que los indios siempre atribuyen a su para los amigos de los ocupantes de la casa que cabello y a sus colas. Impartir fuerza y valor gue- están en peligro. Los asaltantes entonces tienen rrero es también el objetivo de los tubos para las que escoger entre retirarse rápidamente, o prose- orejas, los collares, dientes de jaguar. y el cinturón guir con el ataque y dedicarse a una pelea cuyo re- de la serpiente boa. “Llevando nuestros tubos para sultado, debido a la posibilidad de que llegue ayu- las orejas, arúsa, no le tememos a nada” dicen los da, es incierto. Sin embargo, si el enemigo ya ha Jívaros habitualmente. Los dientes del jaguar y el rodeado la casa, hay poca esperanza para los que cinturón de la piel de la boa naturalmente dan al están encerrados en ella de ser salvados con la in- que la lleva algo de la fuerza demoníaca de estos tervención de los amigos. Su posibilidad de salva- animales. A la vez, el poder que los jívaros atribu- ción entonces consiste casi exclusivamente en yen al cinturón de cabello humano se debe a las romper el sitio cerrado y rápidamente escapar ha- propiedades sobrenaturales adscritas al cabello, cia una casa vecina o hacia la selva. No obstante, que se lo considera como la morada del alma o la antes de hacer este esfuerzo desesperado, todos energía vital. los habitantes de la casa, hombres, mujeres y ni- Habiendo llegado a la comarca habitada por ños, se reúnen para ejecutar de prisa, cierta danza. una hostil tribu de guerreros, si les es posible, tra- Sosteniéndose todos cogidos de las manos se mue- tan de sorprender y matar a personas particulares ven en un círculo dentro de la casa en la forma que pertenezcan a la tribu, quienes, inadvertidas acostumbrada en la mayoría de las danzas indias, del peligro suelen estar fuera de sus casas, traba- cantando o haciendo bulla y tocando un juego de jando en las plantaciones o caminando por la sel- flautas hechas con los huesos de la pierna del ja- va. Los ataques propiamente dichos son, sin em- guar, llamadas tungüi. Las palabras pronunciadas o bargo, de acuerdo a las costumbres generales de más bien gritadas, son las siguientes: los indios, en la noche o muy temprano en la ma- ñana, justo antes del alba conservando un estricto Mãsteitimi, “¡Ellos no nos matarán!”. silencio, los enemigos rodean la casa y caen en Mandoástatami, “¡Ellos no tomarán nuestras vidas!”. emboscada junto a las paredes de afuera, esperan Wítatai, “¡Ellos se retirarán!” Hinikitai, “¡Podremos escapar!” que alguien abra la puerta; entonces a esa persona se la mata con una lanza o un disparo, luego los El objeto de esta ceremonia es “cansar al ene- enemigos entran rápidamente y masacran al resto migo”, shuãra pimbiktinyu, de modo que él aban- de habitantes. Si en cambio resulta imposible en- done sus planes de atacar la casa y se retire. A ve- trar a la casa por traición, los enemigos la incen- ces también sucede que los enemigos que hacen el dian con antorchas y flechas encendidas, obligan- sitio quienes, desde luego, entienden lo que signi- do a los habitantes a salir y matándolos en medio fican la danza y el bullicio en la casa, pierden el de la confusión que se produce. Si de esta manera valor, abandonan el plan de ataque y se retiran. los asaltantes han logrado matar a todos los habi- Inmediatamente después de que la danza tantes de una casa y no hay temor de que otros in- mencionada ha sido ejecutada, los habitantes de la dios vengan al rescate, ellos seguirán a la siguien- casa tratan de huir a través de una o de ambas te casa a continuar la masacre, pues en la guerra puertas. Tan pronto como los emboscados enemi- contra tribus extrañas, si es posible, tratan de exter- gos lo notan, se incitan unos a otros gritando: minar al enemigo. Sin embargo, el enemigo no siempre puede Shuara hiniwai, “¡El enemigo deja la casa!”. ser así sorprendido sin preparación y no es siem- Awimaipa, “¡No los dejen escapar!”. pre aniquilarlo sin resistencia. Así, las medidas de Ihúta, ihúta, ihúta, “¡Lancéenlos, lancéenlos!”. defensa arriba descritas pueden por último y acer- tadamente frustrar los planes de los atacantes. Durante la subsiguiente pelea puede suceder No es raro que los habitantes de la casa, por que algunos o la mayoría de la gente de la casa se causa de los perros o de las gallinas o por algún salven en la obscuridad y en la confusión. Gene- 224 RAFAEL KARSTEN ralmente, sin embargo, algunos ancianos o algunas esposas de enemigos vencidos que han sido traí- mujeres, quienes no pueden correr con rapidez su- das a su hogar por los vencedores solamente para ficiente, caen en manos del enemigo, siendo ser brutalmente masacradas. muertos o capturados. Si los vencedores quedan Las niñas más fácilmente pueden ser llevadas satisfechos con este botín, o si por alguna otra ra- para ser esposas fieles y miembros de la tribu vic- zón no se aventuran a continuar en el ataque, se toriosa. Los niños, en cambio, son matados al ins- retiran rápidamente, llevando con ellos una o más tante. Los indios comprenden que un muchacho de las cabezas que han cortado y algunas mujeres no se dejará fácilmente asimilar a una tribu extra- capturadas, y dando gritos triunfales de guerra: ña y que al crecer querrá probablemente tomar venganza de quienes han vencido su tribu y su fa- Hetéktatai, “¡Ojalá ellos ahora nos persigan!”. milia. Aimiyáhey, “¡Ahora nos llevamos a su camarada!”. Algunas veces un vencedor puede llevarse a ¡Yúhi, Uyúhi, uyúhi! la casa muchachos de una tribu vencida solo para Tuo, tuo, tuo, (gritos de guerra). que sean matados por sus hijos jóvenes, que de es- ta manera comienzan a ser iniciados en los san- Sin embargo, es tan solo si las gentes atacadas grientos actos de la guerra. han sido sorprendidas completamente y saben que Puede afirmarse y con justicia que en sus gue- ellos son absolutamente inferiores al enemigo que rras los Jívaros no conocen la piedad. Por otro la- tratan de esta manera de salvarse huyendo. En do el Jívaro no practica la acciones de tortura so- otros casos sucede que el enemigo atacante es re- bre el enemigo vencido capturado en la guerra, cibido por una cantidad de guerreros bien prepa- pero tampoco se contenta con quitarle simplemen- rados y armados quienes, después de haber ejecu- te la vida. El quiere derramar toda la sangre que tado de prisa la Enéma, gallardamente salen al en- sea posible y se complace en mutilar el cuerpo del cuentro de los asaltantes. Una feroz pelea mano a enemigo muerto, siendo particularmente ansioso mano se produce, en la cual amigos y enemigos se de asegurarse su cabeza. La escena de una batalla mezclan entre sí en la obscuridad, y el ruido de las entre Jívaros generalmente ofrece un espectáculo armas es ahogado por los gritos de guerra incitan- espeluznante de deseo de destrucción y sed de tes de los hombres, los gritos de las criaturas y las sangre. mujeres y el ladrido de los perros. La lanza, una terrible arma de los Jívaros ins- El victorioso enemigo descarga su venganza pira terror no solo a los hombres vivientes, sino salvaje, no solamente sobre los hombres que pe- hasta a los espíritus y a los demonios. El alma de lean, sino también sobre los ancianos, las mujeres un indígena muerto con la lanza sale aterrada del y los niños pequeños, y más aún sobre los anima- cuerpo mutilado y no se queda por algún tiempo les domésticos. Aunque hay muchos testimonios - en la vecindad, como creen que sucede en caso de desde la misma época de los españoles- al efecto una muerte ordinaria. Los mismos parientes que- de que las mujeres más jóvenes, y especialmente dan tan espantados frente al cuerpo muerto, que le las muchachas, son perdonadas en las guerras de sepultan apresuradamente en el mismo lugar don- los Jívaros, no debemos tomar esto como regla ge- de lo encuentran y enseguida corren del lugar a to- neral. Es verdad que hay escasez de mujeres en la da velocidad. El devoto culto que los Jívaros gene- sociedad Jívara y que en general se las tiene en ralmente prestan a sus deudos, falta por completo gran estima a causa del trabajo que hacen. Pero respecto de aquellos muertos en la guerra, y nun- debe recordarse que los Jívaros son esencialmente ca se ponen alimentos en sus tumbas. endógamos, y los miembros de tribus extranjeras son detestados y se les mira como enemigos natu- Notas rales. Además, la experiencia ha enseñado a los in- dios que las mujeres adultas de una tribu vencida 1 “Los ancianos”, arútama, los espíritus de los anteceso- res, que se aparecen al guerrero durante el sueño nar- no pueden siempre ser sometidas a un vencedor, cótico y le dicen que él podrá matar a sus enemigos. que tal vez mató cruelmente a su esposo, padres, 2 Dándole a entender que debe empezar los preparativos o hermanos, sino que conservan un odio invenci- de la próxima fiesta de la victoria, La fabricación de va- ble hacia él. Hay, en consecuencia, ejemplos de sijas de barro es la principal tarea de las mujeres en los preparativos de todas las fiestas. Capítulo V LA CABEZA TROFEO Y SU PREPARACIÓN TSANTSA

Como se señaló antes, los Jívaros nunca ha- debe celebrar una fiesta. La fiesta de la cabeza cen trofeos de las cabezas de los enemigos que abre, para el jívaro, el camino hacia el honor, la fa- pertenecen a su propia tribu, esto, es de aquellos ma, la riqueza material hacia nuevas victorias so- con quienes reconocen parentesco de sangre. Un bre el enemigo, y hacia una larga vida. Es la gran indio que hiciera esto, correría el riesgo de que lo fiesta del misterio de los indios jivaros; como se maten sus compañeros de tribu, aun aquellos que verá aquí, tiene en parte un significado puramente eran neutrales antes. Por otra parte, es la regla que religioso, en cuanto que el Jívaro a través de las ce- cuando se ha obtenido una victoria sobre una tri- remonias celebradas cree que adquiere los mismos bu extranjera, se tomen las cabezas de los enemi- beneficios que la mayoría de otras gentes salvajes gos muertos. La mayoría de los guerreros jívaros por medio de diversas clases de culto. consideraría una victoria incompleta, y la expedi- Tan pronto como un guerrero jívaro ha mata- ción de guerra entera más o menos un fracaso, si- do a un enemigo de otra tribu, él trata enseguida no regresan con una o más cabezas como trofeos. de asegurar su cabeza, la cual corta tan cerca del Desde luego, frecuentemente sucede que el jívaro tronco como sea posible. El guerrero que ha corta- puede matar un enemigo pero no toma su cabeza, do la cabeza, muka supikma, es el “señor de la ca- porque sus camaradas son hábiles para obtener el beza”, muka héindinyu, y el primero que tiene de- cadáver y tal vez derrotar a sus asesinos. En tal ca- recho a celebrar una fiesta por ella. Cuando varios so no puede haber una real fiesta de la victoria. Su- indios han matado juntos a un enemigo es la cos- cede sin embargo, a veces, que un guerrero jívaro tumbre que cada uno de ellos celebre a su turno entusiasta invita a sus amigos y celebra una fiesta una fiesta de la victoria por el trofeo, el que en es- pequeña, que consiste en rondas de bebida y bai- te caso es llevado a las distintas casas. le, aunque no haya podido capturar un trofeo, si- Durante el veloz retorno, que generalmente no solamente matar al enemigo. sigue a un ataque exitoso, no hay siempre tiempo Por el contrario, puede suceder en casos ex- para que los vencedores inicien enseguida Ia pre- cepcionales, que un jívaro aunque haya adquirido paración de su trofeo. Ellos primero tienen que po- un trofeo, no se preocupe de celebrar una fiesta nerse a salvo de la persecución de sus enemigos. por él, sea porque se considere a sí mismo dema- De esta manera puede suceder que ellos lleven siado pobre para obtener la gran cantidad de ali- consigo la sangrante cabeza por un par de días an- mento necesaria para los muchos invitados a esa tes de que tengan oportunidad de despellejarla, fiesta, sea porque no tiene en su casa suficiente muka sukúrtinyu. gente para prepararla o amigos a quienes invitar. En esta tarea solo intervienen los guerreros De este modo, el gran jefe jívaro Nayapi, del Pas- que hayan tomado parte en la matanza del enemi- taza, había matado cerca de veinte enemigos, pe- go. Si los vencedores son muchos, y ellos han po- ro no había celebrado una sola fiesta de la victo- dido conseguir una sola cabeza, algunos de aque- ria, evidentemente en parte porque sus muchos llos puede que se separen del resto, diciendo: “sa- enemigos no lo habían dejado en la paz y tranqui- limos a matar otros enemigos y a capturar nuestras lidad necesarias para preparar tal fiesta. propias cabezas”. Sin embargo, entre los Jívaros la regla es que Los que quedan comienzan ahora a quitar el un guerrero que ha capturado una cabeza, tsantsa, cuero cabelludo. Pero antes, tiene lugar la siguien- 226 RAFAEL KARSTEN te pequeña ceremonia. La cabeza es colocada so- dras calentadas se saca del fuego y se la pone en bre una gran hoja en el suelo. Sobre la cabeza se la cabeza a través del hueco del cuello. Esto lo ha- coloca otra hoja de la selva a la cual los Jívaros lla- ce el primer victimario (el que cortó la cabeza del man pingi nuka, y a la cual se le otorgan ciertas enemigo), cuya mano es sostenida por el jefe o por virtudes mágicas1. El guerrero que cortó la cabeza algún guerrero viejo. La cabeza se la mantiene en se sienta ahora en esta “silla” y recibe jugo de ta- movimiento de modo que la piedra ruede de un la- baco mezclado con saliva del jefe, que lo sopla a do al otro dentro de ella, quemando a la vez cual- través de la nariz. Entonces otro de los victimarios quier residuo de carne que permanece adherido al toma asiento sobre la cabeza y recibe jugo de ta- cuero. La piedra a continuación es retirada y pues- baco a través de la nariz, etc., hasta que todos ha- ta de nuevo al fuego. El mismo procedimiento se yan participado. Esta es la primera de una serie de repite con la segunda piedra, y finalmente con la ceremonias que tienen por objeto la protección de tercera. Las piedras que se usan se las deja después los victimarios contra el vengativo espíritu del ene- en el fuego. migo asesinado. Puesto que posteriormente se efectúa un pro- La tsantsa es ahora preparada de la siguiente cedimiento similar con arena calentada, el uso de manera. A lo largo de la parte de atrás de la cabe- las tres pequeñas piedras parece ser algo super- za desde su punto más alto hacia abajo, se hace un fluo. Probablemente el objeto de este tratamiento corte largo con un cuchillo, luego de lo cual el es mortificar el alma del enemigo muerto adherida cuero cabelludo y la piel de la cara es lenta y cui- al cuero y mantenerla a raya. Esta explicación se dadosamente retirada del cráneo, en forma muy hace más plausible por el hecho de que la ceremo- parecida a como se despellejan los animales para nia con las tres piedras repite en la gran fiesta y ob- rellenarlos. viamente sin ningún fin práctico. Despellejar la cara es la parte más difícil de la La verdadera reducción del trofeo se consigue operación, porque aquí la piel no sale simplemen- por medio de arena caliente. Algo de arena fina se te halándola sino que hay que ir separándola de la toma de la orilla del río y se la calienta al fuego en carne mediante un afilado cuchillo. El cráneo y la un pedazo de olla de barro rota, hakáchi. Cuando carne a él adherida se botan lejos y el cuero obte- la arena está suficientemente caliente se la vierte nido se somete a tratamiento más avanzado. Se lo dentro de la cabeza hasta que esté llena algo más ata a una parra y se lo sumerge en una olla con de la mitad. La cabeza se la mantiene en movi- agua hirviendo, donde se lo deja por un rato. Me- miento de modo que la arena actúe uniformemen- diante el hervido, el cuero es liberado de micro- te sobre todas sus partes. El objeto de este procedi- bios, se contrae un poco y es engrosado. Se lo sa- miento es el de remover la carne todavía adherida ca entonces de la olla y se lo coloca en la punta de a la piel, para hacer el cuero más delgado, y para una estaca fijada al suelo, donde se lo deja por un reducir todo el trofeo. Esto se consigue repitiendo rato hasta que haya enfriado. muchas veces el procedimiento de la arena calien- Con la liana llamada por los Jívaros kapi, se te. Tan pronto como la arena se ha enfriado se la hace un anillo del mismo tamaño de la circunfe- saca de la cabeza, se la recalienta al fuego en el rencia de la tsantsa terminada en la abertura del pedazo de olla de barro rota, y de nuevo se la vier- cuello, y este anillo se ata al trofeo, primero tem- te dentro de la cabeza. Cada vez que se saca la poralmente y más tarde cuando éste llega a tener arena de la cabeza, el cuero es raspado por dentro su tamaño final por la reducción, con mayor firme- con un cuchillo a fin de quitar lo que la arena ha za. Por medio de una aguja y un hilo que consiste quemado. Así que el trofeo se seca y se encoge por en una fibra de chambira, la parte del cuero que medio de este tratamiento, la cabeza y especial- fue cortado para el despellejamiento de la cabeza mente la cara, es inteligentemente moldeada con se cose para unir los dos bordes del corte. los dedos de modo que retenga rasgos humanos, La reducción del trofeo debe comenzar aho- adquiriendo la forma de la cabeza de un enano. ra. Lo que primero se hace con él, sin embargo, Este trabajo se repite mientras regresan de la gue- tiene más bien un carácter de ceremonia mágica. rra, a veces también en el hogar sucesivamente por En el banco del río se buscan tres pequeñas pie- varios días y a veces semanas, usando siempre la dras redondas, las mismas que se calientan al fue- misma arena y el mismo pedazo de olla de barro go. Por medio de una estaca rajada una de las pie- rota. Estos objetos son siempre guardados y lleva- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 227 dos en la marcha por el primer victimario, cuyo las tres varillas de chonta pintadas de rojo, con las deber es, tan pronto como llegan a un sitio de cuales se perforan los labios, y la cuerda fina de al- acampar, colocar la olla de barro al fuego y calen- godón envuelta a su alrededor, al igual que el en- tar arena para moldear el trofeo. negrecimiento del trofeo, no sirven para ningún Se considera necesario que la arena sea ca- propósito práctico; más bien se deben puramente lentada en una olla de barro vieja. Una vasija a la superstición. Puesto que los indios otorgan un completa o un pedazo de una vasija nueva no ser- poder misterioso y especial a la madera dura de la virían. palma de chonta - un poder que es aumentado por Por este tratamiento, los Jívaros pueden redu- la pintura roja- y ya que las cuerdas de algodón cir gradualmente la cabeza a tal punto que no sea pintadas de rojo igualmente juegan un papel en mayor en tamaño que una naranja, o alrededor de sus prácticas supersticiosas, es más que probable un cuarto de su tamaño normal, haciéndose al que el verdadero objetivo del ornamento mencio- mismo tiempo completamente dura y seca. A tra- nado sea el mantener el alma del enemigo victima- vés de ambos labios, encogidos en proporción con do bajo una compulsión mágica constante; tal vez el resto de la cabeza, tres pequeñas varillas de sirva también para paralizar las maldiciones que chonta de aproximadamente 5 cm.de largo y pin- salen de su boca. Con el mismo criterio, durante la tadas de rojo con achiote, son pasadas en forma fiesta generalmente se sostiene la tsantsa atada a paralela entre sí, y alrededor de ellas se envuelve una lanza de chonta. una tira fina de algodón la que también está pinta- La preparación de la cabeza-trofeo requiere da de rojo. Finalmente todo el trofeo, incluyendo gran habilidad y cuidado porque a causa de algún la cara, es pintado de negro con carbón. ligero descuido, por ejemplo, al quitar el cuero de Durante todo el trabajo se ha prestado parti- la cabeza, o al quemarla, todo el objeto puede cular atención al cabello, que es la parte más esen- echarse a perder enteramente; por ello el joven jí- cial del trofeo. Entre los Jívaros los hombres tienen varo que ha matado un enemigo por primera vez como regla llevar el cabello más largo que las mu- es instuido en su preparación por un guerrero de jeres, y por lo tanto no es raro encontrar tsantsas más edad. Tampoco puede preparar la cabeza so- con pelo de hasta un metro o más de largo. El pe- lo. De aquí que, cuando un guerrero jivaro ha ma- lo, de acuerdo con la idea de los indios, es la mo- tado un enemigo él solo y tomado su cabeza, ne- rada del alma o del poder vital. cesita la ayuda de otro hombre, al menos para el Los Jívaros de hoy, para cortar la cabeza del depellejamiento de la cabeza. Este ayudante debe enemigo y despellejarla, se proveen de cuchillos ser necesariamente el guerrero que haya matado que obtienen de los blancos; pero anteriormente, antes un enemigo. Otro indio no tendría “una bue- –de hecho, apenas unas pocas décadas atrás- los na mano” para el trabajo y no serviría. instrumentos nativos tenían que usarse para este Mientras más fuerte haya sido el enemigo vic- propósito. La cabeza era seccionada del tronco timado en vida, más valientemente haya peleado y con un hacha de piedra y un gran cuchillo de ma- más difícil haya sido matarlo, mayor es el honor dera dura de chonta. A la vez, al quitar la piel del que el vencedor gana por su hazaña, y mayor es el cráneo y de la cara usaban conchas de caracol afi- poder del trofeo hecho con su cabeza. Sin impor- ladas con una piedra, y pedazos planos de bambú tar esto, a veces ocurre entre los Jívaros que se pre- desplegado (guadúa), semejando hojas de cuchillo paran tsantsas aun con cabezas de mujeres. extremadamente afiladas. Este cuchillo nativo to- Pero el indio jívaro no hace trofeos solamen- davía es usado ceremonialmente por lo menos en te de las cabezas de sus enemigos humanos sino una ocasión, a saber, cuando se corta el cordón también de las cabezas de ciertos animales. Hay umbilical de una criatura recién nacida. un animal que especialmente desempeña en este Puesto que la tsantsa misma es un objeto car- respecto un papel curioso en la superstición de los gado con poder sobrenatural, es comprensible que Jívaros, a saber, el perezoso, llamado uyúshi por muchos de los arreglos para su preparación sean ellos Las fiestas con trofeos hechos del perezoso de naturaleza mágica o se deban a supersticiones son entre los Jívaros tan comunes como las fiestas de una clase u otra. Esto se demuestra, por ejem- con las tsantsas humanas. Este hecho tiene una ex- plo, en la ceremonia de las tres piedras calientes plicación en la mitología de estos indios. En tiem- descrita antes. En forma semejante, el arreglo con pos primitivos, dicen los Jívaros, todos los anima- 228 RAFAEL KARSTEN

se encuentran un perezoso, lo matan con una lan- za, al igual que ellos matan a sus enemigos huma- nos, y hacen un trofeo con su cabeza. Este trofeo se lo prepara de la misma manera que una tsantsa humana, pero solo se lo reduce un poco, ya que la cabeza del perezoso es más pequeña comparativa- mente. No hay duda de que en parte la maravillo- sa similitud de la cabeza del perezoso con la de una tsantsa humana es lo que ha dado origen a la superstición que los indios mantienen sobre él. En el trofeo hecho de un perezoso el pelaje del pes- cuezo corresponde al cabello de la tsantsa. El pe- laje de esa parte es por ello preservado y prepara- do con mucho cuidado. El indio que ha matado el animal tiene después que pasar por las mismas ce- remonias purificadoras que el que mata un enemi- go humano, e inclusive se celebra la gran fiesta de la victoria a su debido tiempo con exactamente los grandes preparativos y con las mismas ceremonias cuidadosamente celebradas. Hay también ejemplos de trofeos que han si- do hechos por los Jívaros con la cabeza del jaguar. Hace muchos años una mujer fue muerta por un Fig. 8. Cabeza trofeo (tsantsa) jaguar en las cercanías del río Zamora. Los Jívaros consideran a un jaguar como éste, que ataca y ma- les -cuadrúpedos, aves, pescados, reptiles, y suce- ta a la gente, como la encarnación del alma de un sivamente- eran hombres, es decir Jívaros. Ellos te- maligno hechicero que ha entrado en esa bestia nían forma humana, hábitos humanos, pensamien- salvaje con la intención de hacer daño o de matar tos y pasiones humanos, y lenguaje humano. Tam- a sus enemigos. Los indios, en consecuencia, deci- bién se hacían la guerra entre ellos, y hacían tro- dieron tomar venganza, organizaron una cacería feos de las cabezas de sus enemigos muertos, al del animal y lograron matarlo. A continuación hi- igual que todavía lo hacen los actuales Jívaros. cieron un trofeo con su cabeza, y se celebró una Más tarde, esta clase de gentes fueron cambiadas fiesta de la victoria de la manera ordinaria3. por animales, los animales todavía existen. Los Jí- Con respecto a la dieta de los guerreros jíva- varos tienen todavía una vívida conciencia del su- ros, no hay ninguna prescripción para el período puesto parentesco con el mundo animal, un deta- en que están preparándose para marchar hacia la lle que especialmente aparece en su religión y su guerra. Ellos entonces pueden comer lo que les poesía. Pero en especial ellos proclaman que han gusta. Pero tan pronto como un Jívaro ha matado descubierto las cualidades humanas ancestrales en un enemigo, el ayuno comienza. A todos los que el perezoso. Este indefenso animal, de acuerdo toman parte en la matanza del enemigo, durante el con su idea, es un directo sobreviviente del remo- regreso a casa, se les permite comer solamente yu- to período mencionado. Es todavía un Jívaro en la ca cocinada y amasada, un plato que se llama forma de un animal, pero un Jívaro de una tribu nauma. Este alimento tiene que ser preparado ex- extranjera y por lo tanto un enemigo. Es un hom- clusivamente por los mismos victimarios. Ningún bre muy anciano, como se puede juzgar por sus otro hombre y menos aún una mujer, puede prepa- movimientos lentos y por el hecho de que su pelo rarlo. Cuando los guerreros comen, nunca tocan la es parcialmente gris2 Los Jívaros aún pretenden co- yuca con sus dedos como hacen generalmente, si- nocer el nombre que tenía en esos remotos días en no que usan palillos para comer. Al haber sido sus que era un hombre. Se le llamaba entonces Unú- manos contaminadas con la sangre de sus enemi- pi, el nombre de su esposa era Unuchi, y el de su gos, el alimento se haría impuro si lo tocaran, y se hermano Uyúngra. Por lo tanto, cuando los Jívaros expondrían a morir. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 229

Más aún, a los guerreros no se les permite ba- Notas ñarse o lavarse de ninguna manera hasta que lle- 1 Pingi en idioma jívaro significa bueno, noble, fino. gan a su hogar. Ellos deben llegar a su casa sucios 2 La superstición mantenida con respecto al perezoso se y manchados de sangre, tal como terminaron la debe parcialmente al hecho de que el animal es extre- batalla. Esto por supuesto también es válido para madamente aferrado a la vida. El Jívaro supone que és- te es el caso de la gente anciana en general. Cuando el sus ropas, sus faldas, itipi y otras ropas, al igual guerrero jívaro ha tenido éxito en matar un enemigo que sus armas, la lanza ensangrentada con la cual anciano a quien era muy difícil privar de la vida, con- mataron a su enemigo y el cuchillo con el que cor- sidera esta victoria como un triunfo especial. taron la cabeza. Solo después de la ceremonia de 3 Merece enfatizarse en conexión con esto, que los tro- feos mencionados arriba son los únicos acostumbrados la purificación en su hogar, el guerrero y sus armas entre los Jívaros. Se ha hablado de que estos indios tie- pueden ser lavados nen el hábito no sólo de encoger las cabezas de sus Desde el momento en que el guerrero mató a enemigos, sino que a veces preparan todo su cuerpo a manera de una momia como otros trofeos, yo mismo su enemigo hasta la fiesta llamada Suamártinyu, he visto fotografías de trofeos como esos, los cuales se que se celebra algunos meses más tarde, no se le dice que existen en museos etnográficos de América. permite tener relaciones sexuales con una mujer, Ruego tomar nota de que trofeos de está clase son pu- ras falsificaciones, totalmente desprovistas de valor et- ni dormir en la misma habitación con ellas. nográfico.

Capítulo VI EL LAVADO DE LA SANGRE NUMBUIMÁRTINYU

Inmediatamente después de que el vencedor tro todas las mujeres vienen a su encuentro, orga- o los vencedores regresan, tienen que pasar por el nizadas en una fila y tomadas de la mano; todas procedimiento de purificación, el cual tiene que ellas con vestimenta de fiesta y con cascabeles de ver con una pequeña fiesta a la que los Jívaros lla- conchas de caracol alrededor de sus cinturas. A man Numbuimártinyu (de numba, sangre, y már- cada lado de las mujeres los hombres se ordenan tinyu, pintar, revestir), y cuya ceremonia principal en dos filas dentro de la casa. La danza de intro- consiste en pintarles las piernas con sangre de ga- ducción con el trofeo que llamada Ihiámbrama, y llina. Si los vencedores son muchos, esta ceremo- que la ejecuta el vencedor junto con las mujeres nia se celebra en primer lugar para el que cortó la tiene ahora lugar. De entre las mujeres, las dos que cabeza del enemigo y, de ahí en adelante, en su estaban a la cabeza de las filas se adelantan. Ellas turno, para todos los que tomaron parte en la ma- son la esposa y la hija del vencedor. Para la si- tanza. Antes de que los vencedores lleguen a su guiente danza, la hija lo agarra de la cintura por hogar, puesto que ellos caminan lentamente y se detrás con ambas manos; la mujer le da su mano, detienen en varias casas en su camino, se ha en- mientras permanece a la cabeza de las otras muje- viado un mensaje indicando que los guerreros es- res. El victimario a su vez coge la tsantsa con la tán llegando, que una cabeza ha sido capturada, y mano derecha, manteniéndola levantada con el que los preparativos para la fiesta Numbuimártin- brazo estirado, mientras que con la otra mano to- yu deben comenzar de inmediato. Esta fiesta, por ma la de su esposa. Ahora todos, bailando o sal- lo tanto, siempre tiene un carácter más o menos tando en un pie lateralmente, pasan al interior de improvisado. la casa, con el acompañamiento de tambores los El primer victimario se detiene en la casa de hombres y cascabeles las mujeres, e inmediata- algunos parientes, en la vecindad de su hogar, has- mente regresan a la entrada. La misma maniobra ta que el trofeo sea definitivamente preparado. No se repite dos veces. En cada vez el victimario, con- es sino entonces que la solemne entrada a su casa ducido por las mujeres, regresa a la entrada de su puede tener lugar. Viste como un penitente, tiene casa. El objeto de esta danza es neutralizar el peli- suelto su pelo, y no lleva pinturas ni otros adornos. gro que amenaza y que procede del espíritu del A su lado se ubica el jefe o algún otro guerrero de enemigo victimado en el momento de su primera mayor edad, quien conducirá las ceremonias de entrada a la casa que es considerado particular- las fiestas y que en tal capacidad es llamado mente crítico (lámina XXVIII). whuéa. Detrás de estos dos hombres, el resto de El victimario ahora lleva afuera la tsantsa y la los guerreros se organiza en una sola fila. El whuéa ata a una lanza de chonta que es afianzada en el primero da al victimario jugo de tabaco a través de suelo cerca de la puerta en el lado interior. La lan- la nariz. Luego este último retira la tela con que ha za debe estar hecha de la madera dura de la pal- sido envuelto el trofeo y con la ayuda del whuéa ma de chonta, a la que se otorga un poder sobre- lo cuelga de su cuello, sobre su pecho. Seguido natural. Otra clase de lanza, por ejemplo una que por el resto de los hombres, él ahora, lenta y cere- tenga punta de acero, no serviría. La tsantsa se la moniosamente, alisando continuamente el cabello mantiene de esta manera durante las fiestas que del trofeo con la mano, avanza hacia la casa, de- prosiguen, puesto que no es necesaria para las ce- teniéndose en el exterior de la puerta. Desde aden- remonias de las mismas. Manteniendo el trofeo 232 RAFAEL KARSTEN

Ilustración XXVIII. Guerrero victorioso, llevando la tsantsa en el pecho, haciendo su primera entrada en la casa atado a la lanza, se somete y se acorrala al espíri- El “lavado de la sangre” tiene ahora lugar. El tu del enemigo. victimario toma asiento en un banco pequeño re- El whuea pone su mano sobre el hombro del dondo cerca de la vasija con la sangre de la galli- victimario y lo conduce alrededor de la casa, co- na y el whuéa se coloca a su lado. A su alrededor, mo para poner de manifiesto que ahora él puede las mujeres forman un semicírculo con los casca- moverse sin peligro. beles rodeándoles las cinturas como antes. Son di- Entre tanto, cerca de la lanza que tiene la rigidas por una anciana llamada oháha, quien, en tsantsa atada a ella se han colocado dos pequeñas las fiestas, dirige todas las ceremonias en las que vasijas. La una es un pedazo de una vasija de ba- las mujeres tienen el papel principal. El whuéa pri- rro vieja y rota, nakáchi, que contiene un poco de mero da al victimario jugo de tabaco a través de la sangre de gallina, la otra es una olla ordinaria y pe- nariz. Entonces lo agarra de la mano, lo lleva ha- queña que contiene una solución de genipa, sua cia abajo hasta la vasija que contiene la sangre de Estos tres objetos, la lanza con el trofeo atado gallina, le hace que sumerja su dedo índice en a ella, el pedazo de olla de barro que contiene la ella, y enseguida con la sangre dibuja una línea sangre de gallina, y la olla pequeña con genipa, ancha de 2 ó 3 cm. de largo, a lo largo de la parte parecen ser sagrados; ninguna persona no autori- frontal de su pierna, de abajo hacia arriba. A con- zada puede tocarlos, ni aun acercarse a ellos. tinuación, el victimario con la ayuda del whuéa, Si entre los guerreros que tomaron parte en la aplica un brochazo similar con la sangre de la otra matanza del enemigo dos o más son de la misma pierna. Mientras hace esto, las mujeres conducidas casa, por ejemplo dos hermanos o un padre con por la oháha, danzan en un círculo a su alrededor, sus hijos, una olla de barro vieja y rota con sangre cantando una especie de conjuro que principal- de gallina y una olla pequeña con genipa deben mente consiste en la siguiente frase: colocarse especialmente para cada uno de ellos Whéa heingi ikaski numbímarmai ihambra- cerca de la lanza con la tsantsa. La ceremonia tinyu; esto es: “El whuéa junto con la ohána (ikas- Numbuimártinyu debe ahora celebrarse separada- ki), te pintan con la sangre para empezar el ayu- mente para cada victimario de la misma casa. no”. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 233

Como veremos, la ceremonia Numuimártinyu llaman weisa, un árbol cuyas hojas se usan para la inicia un período de ayuno muy estricto para el preparación de una bebida aromática y tónica, victimario. con la cual los Jívaros lavan su boca todas las ma- Ahora, el matador hace el mismo servicio al ñanas. Esta bebida tiene ahora que ser preparada. whuéa, dibujando con el dedo índice, dos rayas El matador, al igual que su esposa y su hija, juntos con la sangre de la gallina sobre sus dos piernas. agarran una pequeña olla de barro, llamada yu- Habiendo terminado la ceremonia de la pin- kúnda, vierten agua en ella de una vasija más tura con sangre, el pedazo de la olla de barro rota, grande, y juntos la ponen al fuego. Tan pronto co- junto con la sangre sobrante, son arrojados lejos, mo la bebida ha hervido, el whuéa toma un poco en la selva. Es una substancia impura y dañina que de ella en un mate pequeño, murmura una conju- no necesita ser ya guardada. ración sobre ella, y se la pasa al victimario quien El whuéa pide agua a la esposa del matador, lava su boca con ella sin tragar mucho de la mis- quien la trae en una vasija de barro, pininga. El an- ma. A continuación, el whuéa da la bebida a la es- ciano toma un poco del agua de la vasija con su posa y a la hija quienes igualmente lavan su boca mano y la pone sobre la cabeza del victimario. A con ella. La pequeña olla de barro es entonces re- continuación, hace lo mismo con la esposa y la hi- tirada a un costado del fuego. Las tres personas es- ja, poniendo con sus manos un poco de agua so- tán ahora purificadas apropiadamente para romper bre sus cabezas. Luego de eso, los tres son envia- el ayuno. dos al río a que se bañen. La esposa del victimario recoge el cogollo co- El hecho de que también la esposa y la hija mestible de una pequeña palma que los Jívaros lla- tengan que pasar por este procedimiento de purifi- man tingími, el cual es puesto al fuego para que se cación y más tarde tengan que intervenir en varias ase, exactamente en el mismo lugar donde estuvo otras ceremonias, se debe en parte al estrecho pa- la olla de barro con la guayusa. En otro fuego den- rentesco que existe entre ellas y el matador, pero tro de la casa se han cocinado antes fréjoles, y en especialmente al papel que desempeñaron en la un tercero, yuca que después se amasa para un danza Ihiámbrama. Al tocar las manos y las ropas, plato llamado nauma. Tan pronto como el cogollo todavía manchadas con sangre del victimario, de la palma está suficientemente asado, las muje- ellas han sido igualmente contaminadas por la res se mueven hacia este fuego, toman un plato sangre del enemigo muerto, y consecuentemente con fréjoles y otro plato con la yuca cocinada están expuestas al peligro procedente del espíritu (nauma). vengativo, y tienen que ser purificadas de la sangre Las tres personas principales, el matador, su y tomar otras medidas precautelatorias. Desde es- esposa y su hija, ahora tienen que romper el ayu- te momento hasta el de la celebración de la gran no posterior al “lavado de la sangre”. Primero el fiesta de la victoria, ellas deben ayunar de la mis- whuéa da jugo de tabaco al matador a través de la ma manera que el victimario, asistiendo en la fies- nariz. Entonces, con dos dedos, toma un poco del ta indicada a la danza Ihiámbrama, que entonces cogollo de la palma (tingími), escupe hacia el sue- tiene que ser repetida. lo, susurra una canción mágica sobre aquel y lo Si el matador tiene dos esposas, ellas general- pone directamente en la boca del victimario, mente asisten a la danza mencionada. Si es un quien lo traga. Entonces con dos dedos toma unos hombre bastante joven y por lo mismo soltero, se pocos fréjoles, y finalmente un trozo de yuca coci- considera obligatorio que busque una novia para nada junto con un poco de sal de ají, y los da al la fiesta. El papel de la otra mujer es desempeñado victimario con la misma ceremonia. Exactamente en este caso por alguna pariente cercana de él. la misma ceremonia se repite con su esposa y su En el río, el victimario lava todo su cuerpo hija, cada una de las cuales recibe igualmente un cuidadosamente, lo mismo que sus ropas mancha- poco de los platos mencionados. Las vasijas con das en la batalla con sangre, y finalmente sus ar- los alimentos son subsiguientemente llevadas lejos mas, lanza y el cuchillo todavía ensangrentados. por las otras mujeres. Junto con su esposa y su hija, quienes también se Mientras tanto se han preparado alimentos han lavado, regresa a la casa. para el resto de los invitados en el departamento En el camino a casa ellos rompen algunas ra- de las mujeres. Estos alimentos consisten esencial- mas pequeñas de guayusa (Ilex sp.), que los Jívaros mente de pollo cocinado. Si hay cerdos en casa, 234 RAFAEL KARSTEN uno de ellos es degollado y preparado, pero de to, o por qué esta sangre debe permanecer en una acuerdo con la tradición el pollo cocinado es el olla vieja y rota. “Nuestros antecesores desde tiem- plato principal en la fiesta de Numbuimártinyu. pos inmemoriales han procedido de esta manera”, Un banquete general comienza ahora, en el me contestó un anciano jívaro al preguntarle sobre cual los invitados comen pollo y yuca, mientras la costumbre, “y tenemos que mantener y seguir que el victimario, su esposa e hija comen el cogo- sus costumbres”. Es claro, sin embargo, que un po- llo de la palma, los fréjoles y la yuca. der mágico y efectos de purificación sobrenatura- Después del banquete tiene lugar la última les se atribuyen a la sangre de gallina. Los mismos ceremonia, la cual consiste en que el victimario es efectos purificadores, en un sentido mágico o reli- pintado con genipa, sua. El victimario se sienta en gioso de la palabra, se otorgan al baño en el río y un banco al frente de la olla que contiene el tinte al lavado de la boca con la guayusa, cuyo objeto negro, y el whuéa se coloca a su lado, empuña su especial es el de preparar favorablemente al victi- mano, y hace que sumerja su dedo indice en la so- mario para romper el ayuno. A la vez, la pintura lución y que se pinte con ella sobre los labios, en- con la genipa es una protección directa contra el negreciéndolos. A continuación, el anciano se pin- espíritu del enemigo. La pintura del cuerpo entre ta similarmente sus labios de negro. Las mujeres si- los indios casi siempre sirve a fines mágicos, sien- multáneamente danzan a su alrededor, entonando do considerada como una protección contra la en- una canción mágica. La olla que contiene la geni- fermedad y la hechicería, y este es el caso especial pa es llevada lejos y guardada. de la pintura negra. De acuerdo con las creencias El whuéa finalmente se dirige al matador en de los Jívaros y de los indios Canelos, hay un de- una especie de discurso dentro del cual señala que monio, wakani, supai, en la pintura negra de geni- ha cumplido su misión de lavar la sangre que tenía pa, y cuando un jívaro pinta su cuerpo o su cara el victimario, pero que éste tiene que prepararse de negro es una señal de que va a matar a un ene- para la celebración de la gran fiesta de la victoria migo o ya ha matado uno. Como veremos, tam- final. Él tiene que criar cerdos y aves de corral pa- bién se pintan con genipa en la fiesta Suamártinyu ra ser degollados en la fiesta; debe sembrar cam- y en la gran fiesta de la victoria final. pos con yuca y plátano, debe, en su vida, ver cui- Respecto de la cuestión de por qué la sangre dadosamente de abstenerse de comer ciertas cla- de gallina debe ser guardada en una olla vieja y ro- ses de alimentos, etc. ta, kakáchi, puede mencionarse que los jívaros Cuando la obscuridad llega, o sea alrededor usan ollas de barro viejas y rotas en ciertos ritos de las seis en punto de la tarde, un baile general catárticos, cuando tratan de deshacerse de algo comienza, el mismo que es característico de esta que es impuro, horrible y peligroso. Ya que la san- fiesta y se llama Hantsemáta. Esta danza se descri- gre de gallina que ha purificado al victimario es birá más tarde en conexión con la fiesta de la tsant- después de eso materia impura y dañina, es bota- sa propiamente. El victimario mismo toma parte en da lejos enseguida. El que ella sea contenida en la danza con la tsantsa colgando en su espalda. El una vasija en desuso, digna de ser botada, como es baile debe continuar por toda la noche hasta el el caso del pedazo de una vieja olla de barro, esta amanecer. Esa noche no se permite que nadie de la en consonancia con los principios rituales. Parece casa duerma, especialmente el matador. que se debe a consideraciones similares el que los El objetivo de la fiesta Numbuimártinyu, co- Jívaros usen una kakáchi para calentar la arena mo ya se indicó, es purificar al victimario de la con la cual el trofeo es reducido de tamaño al ser sangre que está adherida a él después de matar al preparado. enemigo, y protegerlo contra el espíritu de este úl- A la vez, si uno pregunta qué ideas funda- timo que está sediento de venganza. Particular- mentan la selección del alimento del victimario - mente se supone que el alma del enemigo está en cogollo de palma, fréjoles, yuca amasada, etc.- los la sangre. El cómo esta purificación puede produ- indios dan como explicación que él debe comer cirse con los dos brochazos de sangre aplicados en tales alimentos ligeros que permanecen en el estó- las piernas del victimario, es algo que los Jívaros mago y con los cuales no corre el riesgo de vomi- no pueden explicar con precisión. Tampoco pue- tar, lo que evidentemente sería peligroso para él. den explicar por qué necesariamente tiene que Su idea es, sin duda, que un alimento pasado o usarse la sangre de gallina para este procedimien- irritante podría convertirse en un medio para que LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 235

el enemigo sobrenatural e invisible del victimario uno tras otro2. -el espiritu del enemigo muerto- pueda aprovechar Sus animales domésticos, en lugar de crecer y la oportunidad de hacerle daño, y quizas causarle prosperar desfallecerán y morirán. La yuca, el plá- la muerte. Que los invitados coman principalmen- tano y otras plantas domésticas se secarán y no te pollo en la fiesta, se debe probablemente al he- producirán frutos. En todas sus iniciativas él será cho de que la Numbuimártinyu es una fiesta im- desafortunado. En una palabra, los efectos del tro- provisada, y que, por lo tanto, se les dan tales ali- feo serían directamente contrarios de los que gene- mentos por ser los más fáciles de obtener. ralmente se esperan de sus poderes sobrenaturales. Las prescripciones concernientes a la dieta y Todo esto es causado por el espíritu del ene- al modo de vida que el victimario tiene que obser- migo matado (wakani). El espíritu lleno del deseo var durante la época siguiente al “lavado de la san- de venganza, que no tiene descanso, sigue por to- gre”, o hasta la fiesta llamada Suamártinyu que se das partes a su matador buscando siempre una celebra algunos meses después, son muy severas y oportunidad para eliminarlo o perjudicarlo, y ese estrictas. No se le permite siquiera vestirse com- último cree que él lo encuentra especialmente en pletamente, sino que solo usa la manta para las ca- el sueño. Generalmente el wakani le aparece en la deras (itipi) sostenida con un cinturón, teniendo apariencia de un indígena armado de lanza, en la desnuda la parte superior del cuerpo. El cabello lo que intenta continuamente matarlo. Pero el espíri- mantiene generalmente suelto y no arreglado en la tu se le aparece también en otras formas, especial- forma de las tres colas acostumbradas por los Jíva- mente con el aspecto de un mono negro, un vena- ros. Solamente se ata el cabello sobre el cuello. Él do, un oso, o algún otro animal peludo de la sel- no debe usar tubos para las orejas, pintura facial, va3. Esta es una de las razones por las que el ma- collares u otros adornos de cualquier clase. No tador, durante el período crítico, no debe dar vuel- puede llevar una lanza u otra arma, ni manipular tas por el bosque. El wakani puede asechar su vi- veneno1 u otras substancias peligrosas, ni salir de da de muchas maneras. Si, eventualmente, él ca- caza o de pesca o en nuevas expediciones, ni to- mina en el borde de un precipicio en la orilla de mar parte en fiestas. Cuando el victimario está ron- un río, el demonio vengativo puede aprovechar la dando afuera, en vez de la lanza -sin la cual nin- oportunidad para empujarlo en el precipicio. Y gún jívaro sale de casa- solo lleva una vara corta. puede también que un árbol o una rama caigan so- También está prohibido de tener relaciones sexua- bre él en el monte y lo aplasten. Si él utiliza una les con su esposa o aun de dormir en el departa- lanza o un cuchillo, el espíritu puede causar su mento de las mujeres de la casa ekínturu, sino que muerte con estas armas. Si él intenta disparar a un pasa la noche en la antecámara del departamento pájaro o a un animal con la bodoquera y las fle- de los hombres, tangámasha. Su dieta es la más li- chas envenenadas, el enemigo puede hacer que el gera posible y consiste solo de cogollo de palma, veneno le perjudique a él mismo. Por el mismo tingími, que lo come asado, de yuca cocinada y motivo debe ser extremadamente cuidadoso en amasada, nauma, y de las clases más pequeñas de otros aspectos. Si por casualidad tiene relaciones pescados atrapados en los ríos una especie de sar- con su esposa o con alguna otra mujer, puede su- dina, chumakai, y otra clase de pescado pequeño, ceder que el wakani que está constantemente es- sachma. Estos pueden ser cocinados o asados, pe- condido a su lado, lo mate y así muera en el acto. ro deben comerse sin la adición de otra clase de Por otro lado, como se supone que existe una co- alimentos. nexión íntima entre la mujer y las plantas que ella La esposa y la hija del victimario deben tam- cultiva, la consecuencia de esta relación sexual bién ayunar. Su alimento, durante el período en con la esposa, puede ser que la yuca y otros frutos, cuestión, consiste principalmente de fréjoles y de recientemente sembrados para la fiesta, no crez- las hojas de una planta selvática que los Jívaros lla- can y se sequen. Si el matador come alguna comi- man epo. da indebida y prohibida, el espíritu puede también Si el victimario infringe estas reglas, las con- actuar en su contra a través de la comida, causan- secuencias para él serán fatales. Él morirá pronto; do una indigestión y la muerte. El matador debe él no podrá matar ningún otro enemigo o celebrar absolutamente observar el principio de vivir retira- otras fiestas de la victoria. Aun sus parientes más do y separado lo más posible de la mujer porque próximos morirán por enfermedades o accidentes, 236 RAFAEL KARSTEN de esta manera puede más fácilmente escapar de lanza con la cual ha matado un ememigo. El rifle su enemigo sobrenatural. generalmente lo guarda, pero ya no lo usa para ca- Esta es también la razón por la cual no puede zar sino solamente en las guerras. tomar parte en las fiestas religiosas, o llevar pintu- Inmediatamente después de la fiesta de Num- ras corporales, palitos en las orejas, collares y otros buimártinyu, el victimario busca una caída de adornos mágicos usados por quienes entran en re- agua natural en la selva, paccha o sasa, que esté si- lación con los espíritus. tuada a alguna distancia de su hogar, y toma algu- Bajo tales circunstancias es fácil entender que nos baños en ella para una purificación adicional. el guerrero jívaro se someta conscientemente a las El permanece aquí, solo, por tres días, ayunando y severas reglas que le son impuestas por la socie- tomando agua de tabaco; durmiendo por las no- dad, y que la fiesta misma se prepare y se celebre ches en un pequeño refugio y prestando particular con todo el cuidado que la costumbre y la tradi- atención a sus sueños. ción requieren. Después de tres días, él regresa a su casa; pe- Puede observarse que las prácticas y los ritos ro las dos primeras noches no duerme en ella sino de la fiesta Numbuimártinyu y las reglas observa- en un pequeño refugio hecho en la orilla del río. das posteriormente pueden variar ciertos detalles Luego sí puede dormir en su casa, pero no con su entre las distintas tribus. Así, entre los Jívaros del esposa sino en la antecámara del departamento de Pastaza y los indios Canelos la dieta del victimario los hombres de la casa. después del “lavado de sangre” consiste principal- mente en la fruta y las hojas de la planta mandi Notas (llamada sangu por los Jivaros). Por un año com- 1 Esta prohibición especialmente concierne a la flecha pleto el victimario tiene que abstenerse de cohabi- envenenada (seasa), y al veneno barbasco (timo) usado tar con su esposa. La lanza entre estos indios no se en la pesca. 2 Toda muerte que sucede en la familia del victimario du- lava durante el baño ceremonial en el río, sino que rante el tiempo que sigue a la matanza del enemigo es la punta de ella es asada al fuego para que la san- atribuida a la certera actividad, vengativa del espíritu gre se seque o se queme. wakáni. En la fiesta en la que yo estuve presente, el ma- tador me dijo que en su familia habían muerto siete La lanza o el rifle con el cual ha sido victima- personas de enfermedades misteriosas o por accidentes do un enemigo son siempre mirados con miedo durante los dos años que habían pasado desde que él supersticioso por los indios, y no son nunca usados había matado a su enemigo. Este wakáni, por esta ra- para cazar. Si por ejemplo, un cerdo salvaje es ca- zón, es considerado particularmente malo. 3 El venado, de acuerdo a las ideas de los Jívaros, es la zado con tal lanza o rifle, la carne del animal se encarnación de un demonio (iguánchi), uno de los ani- supone que tomará el mismo sabor de la carne hu- males- demonios más peligrosos que conocen. Los jíva- mana, y por consiguiente nadie la comerá. El gue- ros, por esto, nunca comen la carne del venado, ni la tocan con sus manos. rrero jívaro está por ello ansioso de intercambiar la Capítulo VII LAFIESTADELAPINTURACONGENIPA(SUA) SUAMÁRTINYU

La fiesta Suamártinyu, que se celebra tres o do payanga, todavía se lo conoce, pero ya no se lo cuatro meses después de la Numbuimártinyu, to- hace de barro sino de una madera especial. ma su nombre de la principal ceremonia en que se El objetivo de la fiesta Suamártinyu es, en par- realiza la pintura del victimario con genipa, sua. te, el de dar al victimario protección renovada También en la Nambuimártinyu, como hemos vis- contra el espíritu del enemigo muerto, en parte pa- to, la pintura con sua tuvo lugar, pero el procedi- ra preparar favorablemente el trofeo para lo que es miento ahora usado es más prolijo y asume una su verdadera meta, a saber, promover la riqueza importancia mayor que en la fiesta mencionada en material del victimario, especialmente en el perío- primer lugar. do inmediatamente posterior a la fiesta Suamártin- Una descripción detallada de la fiesta Sua- yu. En el primer aspecto, la fiesta significa para él mártinyu no es necesaria, puesto que las ceremo- que ya no necesita observar la misma cautela y la nias que tienen lugar son exactamente las mismas ansiosa y estricta abstinencia en su modo de vida que las celebradas en la gran fiesta de la victoria. que eran necesarias hasta entonces. De este modo La Suamártinyu, de hecho, es solamente una anti- él puede vestirse completamente, peinar su cabe- cipación de la última. La única diferencia es que llo con las tres colas, llevar pintura facial y ador- los preparativos para la fiesta Suamártinyu son me- nos, usar lanzas y otras armas, ir de caza y pesca, nos grandiosos, se matan menos cerdos y pollos, y tomar parte en fiestas, dormir con su mujer, etc. En se invita a menos personas. La principal ceremonia una palabra, él puede en lo principal regresar a su en esta fiesta es el lavado del trofeo con una solu- anterior vida normal, con la excepción de que de- ción mágica, a través del cual se supone que el es- be seguir haciendo dieta. Aun en este aspecto, él píritu del enemigo victimado se convierte en el es- tiene, sin embargo, mucha más libertad que antes. clavo y el instrumento incondicional del vencedor. Con respecto al alimento, debe seguir las siguien- Luego sigue el degüello ceremonial del cerdo, y la tes reglas. El victimario debe abstenerse en absolu- ceremonia final en la que el whuéa o sacerdote to de comer puerco y aves de corral. Se le permite ayuda al victimario a vestirse, cortar su cabello, le comer todos los frutos cultivados por los Jívaros; hace romper el ayuno, y finalmente pinta su cara, sin embargo la yuca solo debe comerla cocinada pecho, estómago, brazos y piernas con sua. La pero no asada. No debe comer la carne del tapir, fiesta Suamártinyu dura tres o cuatro días. pamá, del gran cerdo salvaje, unta pakki, de la pa- Para la pintura del cuerpo del victimario con ca, Caelogenys paca, llamada kashai por los jíva- genipa, los Jívaros anteriormente usaban un instru- ros, o de ninguna clase de monos. De las aves, él mento especial consistente en un objeto cilíndrico, no debe comer el tucán, el pavo silvestre, el pauji, hecho de una clase de arcilla especialmente dura, u otras aves grandes comúnmente cazadas por los en la cual se grababan ciertos adornos circulares. Jívaros, sino solamente los pequeños pájaros de la El instrumento se lo sumergía en la solución de ge- selva que se matan con la cerbatana y flechas sin nipa y se lo rodaba a lo largo de las mejillas, bra- veneno. Por otra parte se le recomienda comer el zos, piernas y cuerpo del victimario, por lo cual pequeño pecarí (yankipi) y el roedor guatusa o los adornos grabados en el instrumento quedaban agouti (Rasyprocta agouti). De pescados, se le re- estampados en su cuerpo. Este instrumento, llama- comienda comer el gran siluro, tungá, el wambi 238 RAFAEL KARSTEN

procesos digestivos. Con los indios tales enferme- dades a menudo terminan fatalmente. El peligro de una dieta descuidada en este aspecto debe por su- puesto ser mayor para un hombre que, por muchos meses, ha observado esa estricta abstinencia en cuanto a la alimentación como se ha descrito arri- ba. El tapir es un animal al cual los Jívaros, en ge- neral, miran con superstición, y por lo tanto co- men su carne en muy raras ocasiones. Anterior- mente ellos tenían una fuerte aversión por este ani- mal igual a la que todavía tienen por el venado, del cual creen que es encarnación de un demonio, iguánchi; esta creencia todavía la mantienen los Jí- varos del Pastaza sobre el tapir. La carne del cerdo Fig. 9. El instrumento payanga, usado anteriormente para pintarse salvaje es tabú para el matador, en vista de la gran con genipa en la fiesta Suamártinyu. Hallazgo arqueológico similitud de ese animal con el cerdo doméstico, en Macas, 2/3 de su tamaño natural. Cuando el instrumento cuya carne le es estrictamente prohibida. La paca, se lo rodaba a lo largo del cuerpo, los adornos grabados kashai, aunque normalmente la comen los Jívaros, en él formaban figuras con forma de serpientes a las que se les otorgaba un gran poder mágico. es mirada como un animal demoníaco y su carne es por lo tanto prohibida para personas sometidas a dieta por una u otra razón. (en español bocachupa), pero se le prohibe comer La prohibición de que el victimario coma car- el kánga (español, bocachico), el pez más común ne de mono se debe a la gran semejanza de estos en los ríos sudamericanos. Puede también comer animales con el hombre. El espíritu del enemigo el pequeño pez chumakai. Si infringe estas reglas, puede ocultarse en el animal y causar la muerte de corre el riesgo de caer enfermo y morir, y el obje- su victimario, si él trata de disparar a éste en la sel- tivo total de la fiesta se perdería. va o si come su carne. Las prescripciones dietéticas recién mencio- Similarmente, el alma del enemigo puede re- nadas dependen de las siguientes ideas. El victima- sidir temporalmente en un tucán, en un pauji, o en rio debe, como regla general, evitar comer la car- alguna otra ave grande de la selva, y con esta for- ne de cualquier animal a través del cual el espíritu ma amenazar la vida del victimario. Su carne es del enemigo muerto pueda tener una oportunidad por lo tanto igualmente tabú para él. de hacerle daño. La más importante misión de la La regla de que el victimario puede comer la tsantsa es la de promover el aumento de los ani- yuca cocinada, pero no asada, se debe al hecho de males domésticos principales, el cerdo y los pollos que en las grandes fiestas los Jívaros preparan con (kúchi, atáshi pamboártinyu) y más particularmen- la yuca asada, una especie de vino (shiki), una be- te para la gran fiesta final. Por la misma razón que bida mágica que se toma ceremonialmente el últi- el poder de la tsantsa es de un modo misterioso mo día de la fiesta. Ya que el consumo de esta be- efectivo con los animales domésticos menciona- bida forma parte importante de las conjuraciones dos, se considera peligroso para el victimario co- que se hacen en la fiesta, se considera cargado de mer la carne de puerco y de las aves de corral du- peligro para el victimario ponerse en contacto pre- rante este crítico período, porque ese poder puede maturamente con la yuca asada de la cual el vino tornarse entonces destructivo para él. La prohibi- se hace. ción especialmente se refiere a la carne de cerdo. Por otra parte, las reglas respecto a la dieta Si el victimario la come, puede que caiga enfermo del guerrero jívaro se fundan en la idea de que, co- y muera, y ese es el trabajo del wakani. Esta su- miendo la carne de ciertos otros animales, adqui- perstición es aparentemente apoyada por el hecho rirá las cualidades características de esos animales, de que la carne, y especialmente la grasa del cer- lo cual hace más fácil para él escapar de su invisi- do, en las regiones tropicales causa fácilmente ble enemigo sobrenatural, lo mismo que de sus pa- afecciones del hígado y otras alteraciones de los rientes vivos. Desde este punto de vista tenemos LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 239 que explicar, por ejemplo, la recomendación de Los Jívaros no hallan ninguna contradicción que el victimario coma la carne del agouti. Este en el hecho de que el espíritu de un enemigo pequeño roedor es tímido y huye rápidamente, muerto tenga por un lado propósitos de odio y re- siendo muy difícil de atrapar. Comiendo su carne vancha contra su asesino y aguarde siempre la el victimario adquirirá las mismas cualidades, que oportunidad de atacarlo y por otro, juegue al mis- por esta época le son muy útiles. Similarmente, el mo tiempo el rol de consejero. Lo último se puede pez wambi es conocido como muy tímido y rápi- entender que ha llegado a suceder bajo la influen- do, necesitándose gran habilidad para atraparlo. El cia de conjuros mágicos, a través de las ceremo- gran siluro también se oculta astutamente en las nias realizadas en la fiesta Suamártinyu. Por esto es profundidades de los grandes ríos y lagunas, esca- de gran importancia que estas ceremonias se lle- pando así fácilmente de sus perseguidores. Tam- ven adelante de manera apropiada y con el cuida- bién este pez posee cualidades que son muy útiles do debido, así como es importante que el matador para el guerrero jívaro que está tratando de evadir mismo siga observando estrictamente las reglas del a sus enemigos. ayuno. Después de la fiesta Suamartinyu el mata- La prohibición al victimario de comer el pez dor emprende un corto viaje, exactamente des- kánga se explica con las ideas mitológicas de los pués de que ha sido “lavado de la sangre”. Antes Jívaros. De acuerdo con éstas, como ya se mencio- de que pueda hacer uso de una mayor libertad con nó, todos los seres animales, aun los peces, han si- respecto a los modos de vida que le son concedi- do en alguna ocasión hombres, es decir, Jívaros. En dos después de dicha fiesta, se considera necesa- los tiempos primitivos acostumbraban hacerse la rio que haya desaparecido completamente la pin- guerra y matarse entre ellos, hacer trofeos con las tura negra aplicada a su cuerpo durante la fiesta; la cabezas de los otros y celebrar la fiesta de la vic- pintura negra preparada con el fruto de la Genipa toria. El pez kánga, entonces fue matado en una Americana debido a ser rica en tanino, es muy as- pelea por uno de sus enemigos, el cual más tarde tringente y, a pesar de ser llevada varias veces, se fue transformado en un ave, el pájaro paraguas lla- queda por cuatro o cinco días. Generalmente el mado ungúmi por los jívaros. El ungúmi hizo tam- matador se retira a la selva en las cercanías de una bién un trofeo con la cabeza del pez kánga. Por lo sasa, donde se baña repetidas veces y duerme por tanto, la boca del kánga tiene todavía gran simili- la noche en un pequeño refugio construido allí tud con la boca reducida de una tsantsa humana, cerca. y esta es la razón por la cual el guerrero jívaro, du- Después de unos pocos días, cuando ya no rante el período de ayuno, se abstiene de comer quedan huellas de pintura en su cuerpo, él regresa ese pescado. a la casa, donde en casi todo, retoma la vida ante- Se dijo que el objetivo de la fiesta Suamártin- rior, con la sola excepción que debe todavía seguir yu, por otra parte, era el de promover la riqueza las reglas de ayuno. material del victimario, especialmente durante el Por algún tiempo después, el victimario con- período comprendido entre ella y la fiesta final de tinuamente tiene relaciones con el espíritu del la victoria. Para esta última tienen que hacer pre- enemigo que ha matado, con quien él se encuen- parativos muy grandes y, por así decirlo, iniciar su tra y conversa en sus sueños. A través de las cere- vida económica desde el principio. Aparte del tra- monias de conjuración celebradas, el wakáni aho- bajo ordinario de preparación, tienen primero que ra se ha convertido en su esclavo obediente, y nada que criar una cantidad de cerdos y aves de obligado a poner a su disposición sus poderes so- corral para ser degollados en la fiesta, y hacer nue- brenaturales y conocimientos. El espíritu da al ven- vos plantíos de yuca, de plátano y de otros frutos, cedor instrucciones y consejos en cuanto a la ma- que los invitados deberán comer. Todos estos pre- nera en que los cerdos y los pollos deben ser cria- parativos, y en especial la cría de los cerdos que dos y cuidados, a fin de que puedan crecer rápida- para la fiesta deberán ser ya adultos, requieren mente, engorden y aumenten, o cómo las planta- aproximadamente dos años. Ahora, de acuerdo ciones deben ser atendidas, limpiadas e irrigadas, con la idea de los Jívaros, es precisamente la tsant- a fin de que puedan florecer y producir abundante sa la que hará que los animales domésticos y los fruto. En el sueño, el espíritu muestra al victimario campos crezcan y se desarrollen no solo como es los caminos que acostumbrarán los numerosos normal, sino con una extraordinaria abundancia. cerdos que resulten de esos cuidados, y le deja oir 240 RAFAEL KARSTEN el sonido de sus gruñidos. Él también cree que ve vencedor. Si él, por ejemplo, es negligente en ob- su casa rodeada de grandes y florecientes planta- servar las reglas del ayuno, puede suceder que el ciones de yuca, plátanos, camote, y otros frutos, resultado de todo el asunto sea contrario al espe- que también son el resultado futuro del poder so- rado. A través de tal negligencia, él no solo se ex- brenatural de la tsantsa. El hecho de que el victi- pone personalmente al peligro, sino que también mario, a través de sus relaciones con el wakani, puede suceder que los cerdos, en lugar de crecer y llegue a tener una gran comprensión de todos los aumentar en número, mueran, a causa del wakáni, trabajos domésticos, explica también por qué du- que en forma de una serpiente venenosa, los mor- rante este tiempo él se convierte en el consejero de derá mortalmente, o los matará de alguna otra ma- las mujeres, respecto a la atención de los animales nera, Las plantaciones, similarmente, en vez de domésticos y al cultivo de los campos, ocupacio- florecer y dar fruto, puede que se sequen. Todas nes que nolmalmente, de acuerdo con la división estas calamidades son operaciones del espíritu del trabajo prevaleciente entre los Jívaros, incum- vengativo, contra el cual no se tomaron suficientes ben solamente a las mujeres. Con la tsantsa col- precauciones. gándole del cuello, él va una y otra vez al corral Si, no obstante, todo ha salido bien, si los cer- de los cerdos y da a las mujeres instrucciones so- dos se han hecho adultos y gordos, si los campos bre detalles en el cuidado de los animales, o va a han dado fruto abundante de modo que haya una los plantíos de yuca donde les da las correspon- buena provisión de yuca, bananas, y camotes, el dientes instrucciones sobre la agricultura. guerrero comienza a dar pasos hacia la celebra- Durante toda esta etapa, sin embargo, todavía ción de la verdadera fiesta de la victoria, la así lla- es necesaria gran cautela y cuidado por parte del mada Einsupani. Capítulo VIII LA FIESTA FINAL DE LA VICTORIA EINSUPANI

EI nombre general para una fiesta entre los Jí- mitido llevar otras ropas que su falda, mantiene su varos es Nambéra, palabra que, sin embargo, sig- pelo desatado, renuncia a toda pintura facial y a nifica particularmente una fiesta de tragos. La fies- todos los adornos; no esgrime una lanza, no sale ta de la victoria es, por lo tanto, a veces llamada de caza o de pesca, se abstiene de dormir con su Nambéra tsantsa1. El nombre técnico para esta mujer, etc. Su dieta también es muy similar a la de fiesta es Einsupani, que viene de eint(t)su, “pue- entonces. Desde ahora hasta la fiesta solo come blo”, “gentes”, y la palabra pani, que también pa- frutas como la yuca, el plátano, el camote, etc., rece significar “fiesta”, pero que solamente se la pero cocinadas y no asadas. usa en ésta y en un par de otras palabras2. “Cele- Todos los preparativos para la fiesta, son he- brar una fiesta” significa Ihiámbrana, mientras que chos por el mismo victimario, quien también actúa el sustantivo verbal Ihiámbratinyu significa la per- como un anfitrión en ella. En calidad de tal tiene sona que hace la fiesta, o aquella en cuyo honor se que atender varios deberes representativos. celebra. La persona principal en la fiesta de la vic- Uno y medio o dos meses antes de la fiesta las toria -esto es el victimario- también es llamada mujeres comienzan a hacer la cantidad de vasijas mangértoma (“el que ha matado”). Como un anfi- de barro que se necesitan, trabajo que continúan trión en la fiesta es llamado heindinyu. por varias semanas. Entre estas vasijas de barro hay La fiesta de la victoria también se la llama a ollas grandes, muitsa, en las que se guarda para veces tsantsa yuoma o sea “la comida de la tsant- que madure la gran cantidad de cerveza de yuca sa”, cuya expresión hace especial referencia a la para la fiesta y vasijas más pequeñas, pininga, usa- serie de conjuraciones a través de las cuales el es- das para el alimento y la bebida. píritu del enemigo victimado es sujeto bajo el pie, Algunas piningas se las hace muy pequeñas, mortificado y esclavizado. Cuando el Jívaro habla alrededor de un tercio o un cuarto del tamaño nor- de un enemigo al cual odia particularmente y mal. Estas se destinan para ciertas personas que en quiere matarlo, dice de él: “Yuotahei”, “Me lo co- la fiesta toman parte en importantes conjuraciones meré”. Esta expresión puede ser una supervivencia y por ello tienen que ayunar posteriormente, están- de la época en que los Jivaros eran caníbales, y co- doles permitido beber solo pequeñas cantidades mo cuestión de hecho en la fiesta de la cabeza, co- de cerveza de yuca. mo lo veremos, anteriormente tenía lugar una ce- Una olla bastante pequeña se hace con cui- remonia que puede ser considerada como una dado especial. En esta olla, que está al cuidado del muestra de canibalismo. whuéa o sacerdote, se guarda el jugo de tabaco La fiesta final de la victoria generalmente se que se le da al victimario y a algunas otras perso- realiza de uno y medio a dos años, a veces hasta nas en la fiesta, antes y durante ciertas ceremonias tres o más años después de la Suamártinyu, según importantes. La olla se llama nattípya y está provis- sea la prolijidad con la que el vencedor quiera pre- ta de una tapa pequeña; de ella, las mujeres que pararse para la misma. Uno o dos meses antes de intervienen en las ceremonias, tienen que tomar el que comiencen realmente los preparativos, el vic- jugo de tabaco. La olla y la tapa están igualmente timario retorna a esa vida de penitente que le fue pintadas de rojo con ocre. prescrita para el período entre Numbuimártinyu y Más variadas son las tareas preparatorias que Suamártinyu. De esta manera, a él no le está per- incumben a los hombres. Primero hacen una can- 242 RAFAEL KARSTEN tidad de bancos de caña guadúa desplegada, de íntimos, para que ayuden en el trabajo. Los jóve- forma casi cuadrada, -cada lado alrededor de 1 1/2 nes van primero a la selva en busca de lianas usa- metros de largo- los cuales son colocados a lo lar- das para el tejido de los cestos, los que llaman ká- go de las paredes de la casa y también en el cen- pi, y a continuación se reúnen en la casa del feste- tro cerca de los pilares de la antecámara, tangá- jante donde se hace el trabajo. Este dura entre dos masha. Estos bancos a los que se llama peáca, sir- y tres días. Cuando se lo termina, el victimario ex- ven de asiento durante el día y como camas duran- presa sus agradecimientos a los jóvenes por su te la noche. Para las fiestas deben hacerse algunos ayuda, dirigiendo a cada uno unas pocas palabras, de estos bancos nuevos para los invitados que tie- y a la vez invitándolos a la fiesta. nen que pasar las noches en la casa. También se Durante estos días, el vencedor ha estado hacen algunos pequeños asientos redondos, chim- ocupado en invitar a otras gentes también a la fies- buí, para una sola persona. Uno de éstos se hace ta, yendo de casa en casa. La invitación se hace con especial esmero. Sobre este taburete se senta- siempre en una forma ceremonial dirigiéndose el rá, durante las ceremonias, el principal personaje victimario a la persona en cuestión en una especie de la fiesta: el victimario. de discurso y hablando en voz alta. Cuando va de La recolección de un gran número de troncos casa en casa, el victimario no lleva su lanza, sino de chonta en la selva también pertenece a los pri- solo una vara, en obediencia a las reglas prescritas meros preparativos para la fiesta. Servirán como a él en lo que respecta al uso de armas. leña en la misma, y deben ser tratados con antici- Unos pocos días antes de la llegada de otros pación, de modo que puedan estar secos. invitados, dos personas de edad arriban a la casa; Dos semanas antes del comienzo, los hom- ellas desempeñan importantes papeles en la fiesta. bres más jóvenes son enviados a cazar en la selva Una es un anciano guerrero, quien por sí mismo y a pescar en los ríos. Estas expediciones de caza ha matado algunos enemigos y celebrado por lo y pesca antes de una fiesta se las considera muy menos una fiesta de la victoria. Este hombre es lla- importantes, puesto que se necesita un buen sumi- mado whuéa, y puede decirse que actúa como sa- nistro de animales de caza y de pescado para los cerdote en los festejos, siendo todas las ceremo- invitados. Generalmente estas expediciones duran nias llevadas a cabo con su ayuda. En la mayoría unos quince días. La caza y el pescado general- de los casos, es la misma persona que dirigió las mente se traen a la casa secados al fuego. ceremonias en las fiestas Numbimártinyu y Sua- La pesca se efectúa con el veneno barbasco, mártinyu. llamado timo por los Jívaros o con otro veneno lla- La otra persona es una anciana, llamada ohá- mado masu. Este veneno se derrama en un sector ha, que en la fiesta conducirá las ceremonias de- de un río o riachuelo, habiendo previamente tapo- sempeñadas por las mujeres, especialmente los nado la corriente con palos y piedras. cánticos y las conjuraciones actuando así, como si Simultáneamente, dos semanas antes aIgunas fuera una sacerdotisa. Ella ha dirigido también ta- cabezas de plátanos se cuelgan del tumbado de la les ceremonias en las anteriores fiestas de menor casa a fin de que puedan estar amarillas y madu- importancia. A ambos, el whuéa y la oháha, se les ras. Las plátanos maduros son uno de los platos paga por sus servicios; el primero recibe del victi- que se ofrecen a los invitados en la fiesta. mario un itipi (falda), y la segunda un adorno pa- El último trabajo que tienen que desempeñar ra mujeres (llamado tarachi). También reciben algo los hombres consiste en tejer una docena de gran- de la carne del cerdo degollado en la fiesta. des cestos (changina) usados por las mujeres para llevar a casa la gran cantidad de yuca, camote y Notas otras frutas necesarias para el banquete común 1 La palabra hista, que es ahora más frecuentemente usa- diario. El trabajo lo hacen los hombres más jóve- da para una fiesta (tsantsa hista, etc.) es prestada del es- nes de la familia, así como también los amigos de pañol (fiesta). otras casas. El mismo victimario va de casa en ca- 2 Kusúpani, “la fiesta de los hombres” y Yawápami, “la fiesta de los perros”. sa invitando a los más jóvenes de sus amigos más Capítulo IX LADANZA WUIMCHI

Inmediatamente después de finalizada la la- mer lugar, se mencionan diferentes clases de mo- bor de cestería, tiene lugar una danza, o mejor di- nos, los cuales son muy apreciados por los indíge- cho una serie de conjuros, los cuales, debido a la nas debido a su carne, su piel y sus dientes. La palabra wuinuna (“¡marcharse!”) muchas veces tsantsa, por virtud del poder sobrenatural que po- pronunciada ahí, es llamada Wuimchi. Esta danza see sobre otras cosas, promueve la suerte en la ca- que puede ser considerada como una introducción cería del vencedor. Además, a partir del último en- a la propia fiesta, es realizada durante las últimas cantamiento, parece que también ejerce una favo- cuatro noches, antes de los preparativos siguien- rable influencia sobre la industria casera de los in- tes; hacerlo parece que por una parte paraliza el dígenas, tejidos, elaboración de canastas, etc. peligro que se supone procede de la tsantsa y, por El wuimchi comienza con agudos silbidos. otra, incrementa la fuerza mágica del trofeo y ha- Más tarde los bailarines proceden a enunciar los ce efectiva para diferentes aspectos la vida social y nombres respectivos, moviéndose alrededor del económica de los indígenas. Con el baile wuim- pilar, siguiendo cada palabra de un sonoro “¡hej!”. chi, entonces, puede decirse que la fiesta de la vic- El conjuro es como sigue: toria ha comenzado. Este baile y los correspondientes conjuros son ¡Hej, hej, hej! ejecutados por hombres y mujeres jóvenes, espe- ¡Yákuma a, hej! “ahí está el mono gritón” Yakuma. cialmente por los hombres, amigos cercanos del ¡Kapándinyu a, hej! “ahí hay uno rojo” el mono gritón es rojo. vencedor. En primer lugar, esos jóvenes toman par- ¡Chuo a, hej! “ahí está el mono café” chuo. te en ella y son quienes hacen las cestas. El resto ¡Washi a, hej! “ahí está el mono negro” washi. de vecinos no llega sino algunos días más tarde, ¡Sepuro a, hej!! “ahí está el mono de pelo largo” sepu- cuando la fiesta propiamente comienza. ro. Como en el caso de la mayoría de bailes indí- ¡Tsiri a hej! “ahí está el mono capuchino” tsiri. ¡Tsema a, hej! “ahí está el mono gris” tséma. genas, el wuimchi comienza cuando oscurece, ha- ¡Pakkia a, hej! “ahí está el cerdo salvaje” pakki. cia las 6h00. El vencedor, en su calidad de anfi- ¡Kávashu a, hej! “ahí está la lora verde” kavashu. trión, va por toda la casa e invita a sus amigos a ¡Púsurshu a, hej! “ahí está el cola larga” macaw. participar en la danza. ¡Máshu a, hej! “ahí está el paugi” mashu. Los hombres no lucen trajes festivos para este ¡Kuchi a, hej! “ahí está el cerdo doméstico” kuchi. baile; las mujeres, como siempre, visten cascabe- ¡Kúturama a, hej! “ahí está la manteca de cerdo”. ¡Ayandasta a hej! “ahí está la ropa de las mujeres”. les de serpientes alrededor de la cintura. ¡Ikichi a hej! “ahí está el cinturón para sostener la ro- Wuimchi es una danza en círculo. Todos los pa”. hombres y mujeres se ordenan en círculo alrede- ¡Changina a hej! “ahí está la canasta tejida, etc.”. dor del pilar central de la casa y se mueven a su al- rededor en forma lenta, tomados unos a otros de Este conjuro continúa por espacio de una ho- las manos. ra; los bailarines de tiempo en tiempo se mueven La danza es acompañada por conjuros. El pri- alternadamente a la derecha y a la izquierda. Ca- mer conjuro se refiere especialmente a la cacería; da vez que ellos paran para moverse en dirección los bailarines enumeran todos aquellos cuadrúpe- opuesta, lanzan gritos agudos y ruidos de “chi, chi, dos y pájaros más cazados por los Jívaros. En pri- chi, chi” como si con estos sonidos continuaran con el conjuro. 244 RAFAEL KARSTEN

Otro conjuro es en favor de las mujeres y su ¡Pingerati, hej! fertilidad. La fertilidad de la mujer, consecuente- ¡Maketi, hej! mente, será uno más de los efectos beneficiosos de la tsantsa. La palabra noa significa “mujer”. Kanutpia, Este conjuro es como sigue: kahetpia, numbintinya, nihiseisaka, son diferentes expresiones para el acto sexual. Nihántsi surúchu ¡Hej!hej!hej! = dejar a la tsantsa permitirlo; nikasneiti = dejarla ¡Noa, hej! ser verdad; etgamue = para que así usted lo haga; ¡Noa, hej! pingerati = dejen que sea bello; maketi = eso es to- ¡Kanutia, hej! do. ¡Kanutpia, hej! De todo el conjunto de los diferentes tipos de ¡Nihantsi suruchu kanutpia, hej! conjuros, el que ahora comienza es una misterio- ¡Kanutpani hitia, hej! sa canción al pájaro kungúpi, una palabra repeti- ¡Numbitinya, hej! damente pronunciada. La suave melodía parece ¡Nihirseisaka, kahetpia, hej! ¡Noa, hej! indicar que la música de kungúpi es en parte una ¡Noa, hej! oración, en parte un conjuro. Los jóvenes, mien- ¡Kahetpia, hej! tras cantan, danzan en círculo alrededor de un pi- ¡Nikasneiti, hej! lar como antes. ¡Eitgamue, hej! La melodía es la siguiente:

Kungúpi es un misterioso pájaro nocturno Repitiendo simplemente la palabra kungúpi que los Jívaros veneran con supersticioso temor, en cierta melodía, los bailarines continúan con las creyendo que el alma de los enemigos asesinados frases mana, michaki, kungúpi, kungúpi y wúimi- podría tomar la forma de ese pájaro y luego enviar- na, michaki, kungúpi, kungúpi, que es una fórmu- les a ellos enfermedad y muerte. Si estamos aquí la para conjurar al fatal pájaro (wúimina = ándate; tratando de un pájaro puramente mítico o uno ver- michaki = déjate enfriar, déjate endurecer una ex- dadero, yo no puedo precisarlo. Para la mente de presión frecuentemente utilizada en conjuros simi- los Jívaros, por supuesto, es un pájaro verdadero, lares). pero ninguno de los indígenas ha podido mostrar- Otro conjuro del mismo tipo es el siguiente: me el pájaro kungúpi o describírmelo más detalla- damente. Mucho antes, los Jívaros me contaron Yawá nu ikyáma, Umanámichakia, que uno de sus ancestros repentinamente murió en Yawá nu ikyáma, Wúimina michaki, una fiesta, y su muerte fue culpa del pájaro kungú- Yawártaki takarseipya, Umaná chiangá, pi, y que ésta fue la forma en la que el enemigo Wúimina chianga, Umaná chiasua, asesinado lo tomó. Desde aquella ocasión, en Himya, himya, Umaná chianga, Wúimina chianga, Umaná chianga, cualquier fiesta de victoria, ellos cantan un conju- Wúimina chianga, Núruna chásamana, ro especial al mismo pájaro con el fin de prevenir Táhita chiangana, etc. la repetición de dicho incidente. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 245

En este canto, el objeto particular del conjuro Suvu, sivu, sivahamba. es “el tigre en el bosque yawánu ikyáma; yawarta- Sirumbachi wahe, etc. ki tákarseipya = tigre, ¡no nos toques! wúimina,, michakia ¡vete, enfríate!”, de forma que él no pue- Los bailarines, por ejemplo, por media hora da venir y matar a los indígenas. Evidentemente es pueden incesantemente repetir la fórmula mainia sabido que el tigre (jaguar) es otra forma que el al- mainiatekana, mainia mainiatekana, continuando ma del enemigo muerto puede asumir cuando tra- luego con otra fórmula. ta de tomar venganza sobre el vencedor. Otras fórmulas de conjuros son más inteligi- Ahora sigue una serie de otros conjuros, cuyo bles, como por ejemplo la siguiente: objetivo general parece ser incrementar el poder mágico de la tsantsa. Se repiten un número de cor- Amue sinchimaka, chikichitantani, aya, aya, tas fórmulas, cuyo significado exacto parece ser Amue sinchimaka, himeritantani, aya, aya: desconocido incluso para los mismos indígenas danzantes. Nosotros estamos aquí tratando con un “Hazle fuerte, hazle poderoso, mi única tsant- lenguaje arcaico o ceremonial que es entendido sa”. solo por algunos, la mayoría indígenas ancianos. En el lenguaje ceremonial, los Jívaros hacen Los bailarines jóvenes repiten la misma frase du- uso de ciertas palabras quichuas, que son muy ra- rante casi una hora. Entonces algunos indígenas ras en su lenguaje. La palabra sinchi es quichua y ancianos recitan algunas otras fórmulas de conju- significa “fuerte” y también la palabra aya, que sig- raciones en una melodía especial y esto, en su nifica “alma”, “hombre muerto”. En la fórmula oportunidad, se repite de la misma forma. Cada mencionada al alma del enemigo, materializada fórmula se termina con agudos sonidos y gritos de en la tsantsa, se le habla directamente. chi, chi, chi, y exclamaciones de ese tipo también Las frases son, en la mayoría de los casos, re- acompañan la interrupción que tiene lugar cuando citadas monótonamente o al menos como cuando los bailarines cambian de derecha a izquierda y vi- uno habla. En otros casos son cantadas en melo- ceversa. Ejemplos de dichas fórmulas ininteligi- días especiales como en el siguiente canto dirigido bles, por no conocerse su exacto significado, son a la maikoa, la más importante bebida narcótica las siguientes: de los Jívaros:

Mainia miniatekama “Maikoa hace sinchi; maikoa hace sinchi”. kukuyukunta, kuuyukunta. “Haga la maikoa fuerte; haga la maikoa muy fuerte”. 246 RAFAEL KARSTEN

Durante los días que el baile wuimchi tiene mente hecha para él, simplemente mira la acción, lugar, la tsantsa, envuelta en un trapo, es sostenida y de vez en vez da a los jóvenes una señal para colgando sobre uno de los fogones de la casa en que paren de bailar o vuelvan a comenzar. Fuera tal forma que siempre esté rodeada por el humo del círculo, algunos ancianos toman su sitio, ofre- del fuego. El objetivo de mantener el trofeo de es- ciendo chicha de yuca para los bailarines y muje- ta forma es en parte para matar los microbios que res, quienes por turno salen del círculo para tomar podrían destruirla y, en parte, como parece, para una “pininga” de la bebida. Como regla, las muje- mortificar al espíritu del enemigo muerto. El espí- res solo toman parte en el comienzo de la danza; ritu (wakáni), de acuerdo a las ideas de los indíge- los hombres, al contrario, deben continuar en ella nas, siempre se mantiene cerca de la tsantsa; una hasta el final. A las 6h00 en punto, un indígena an- y otra vez se acerca a la cabeza, en forma de un ciano llega y da tres golpes con un palo en el pilar hombre fantasmal o invisible. Durante la danza y de chonta alrededor del cual los bailarines se mue- los conjuros, los indígenas a momentos se mueven ven. Esta es una señal para que ellos terminen con desde el pilar de chonta alrededor del cual ellos la danza por esa noche. Todos los hombres jóve- danzan y de cuando en cuando pasean por la ca- nes y mujeres corren hacia el río, donde se bañan. sa cuando se acercan al trofeo colgado sobre el Todas las danzas de los Jívaros terminan con un fuego y le cantan. baño general en el río. El vencedor no toma parte en la danza, pero La danza Wuimchi continúa durante las tres no le está permitido dormir durante la noche. Sen- noches siguientes. tado en una especie de silla de honor especial- Capítulo X LA PREPARACIÓN DE LA CHICHA DE YUCA Y DEL VINO DE YUCA(SANGÚCHA SHIKI)

Al día siguiente, esto es, tres días después de El vino de yuca, shiki, se prepara de otra for- que la fiesta propiamente comenzara, se prepara la ma. Para este propósito, la yuca primero es asada, chicha de yuca a ser servida a muchos huéspedes, no hervida, un trabajo realizado por el sacerdote, y también el vino de yuca que se beberá al final de whuéa, en un gran fuego fuera de la casa, con la la fiesta. La preparación de estas dos bebidas, y en asistencia de algunos otros indígenas. Enseguida especial del vino de yuca, es de carácter ceremo- que se ha asado una cantidad suficiente del fruto, nial. Lo principal es hacerlos lo más fuertes posi- éste se lleva a la casa y se deja en largas hojas de bles, lo cual será esencial para el éxito de la fiesta. plátano. A su lado se ponen tres canastos, changi- El vencedor, entonces, debe asistir personalmente na, los cuales se llenan con el fruto asado. Se po- al trabajo para transmitir su propio poder en las ne un montón de largas hojas del bosque, llama- bebidas. El principio de toda la fiesta de la tsantsa, das kachini por los Jívaros, y otro montón de una como ya se ha mencionado, es que el asesino, por clase de hojas pequeñas llamadas wambá. En una virtud de la cercana relación establecida entre él y hoja especial de plátano hay un poco de sal y un el espíritu de su víctima, se ha investido de poder pedazo de tallo de la planta de yuca con corteza, sobrenatural y conocimiento que está tratando de que ha sido previamente asada. usar para sus propios fines y para hacerlo efectivo Ahora el fruto asado debe ser dejado en tres en diferentes momentos de su vida económica. canastos, y en esto el vencedor y su esposa e hija Temprano en la mañana, todas las mujeres, deben ser asistidos por el sacerdote (whuéa) que dirigidas por la esposa del vencedor y de la sacer- conduce la ceremonia. dotisa, ohaha, van a los sembríos para cosechar la Posteriormente, el sacerdote que preparó pre- yuca para la preparación de las bebidas menciona- viamente algo de agua de tabaco en sus nattipya, das. Cada una de las mujeres lleva una de las ca- da un poco de esta medicina, primero al vencedor nastas, changina, recién hechas, y las acompaña- y luego a su esposa e hija; el vencedor, como es ban hombres armados de lanzas. La yuca traída a usual, recibe la medicina primero por la nariz y casa por la esposa del vencedor, y con la cual se luego por la boca. El sacerdote, acto seguido, toma preparará el importante vino de yuca, se recoge al vencedor por la muñeca y al rato lo suelta y to- con especial cuidado. Cuando la mujer empuja ma una de las largas hojas de kachini y la deja cui- hacia arriba el primer tallo de yuca -que debe ser dadosamente sobre el fondo de una de las tres ca- particularmente largo y bien cultivado- la sacerdo- nastas. Luego, él con la ayuda del sacerdote, toma tisa sostiene su muñeca y a la vez la ayuda a de- una de las pequeñas hojas de wambá y la deja en jarlo en la canasta. Entonces ella llena la canasta la canasta sobre la primera hoja. Entonces el ven- con otras raíces de yuca con la ayuda de la sacer- cedor, cuya mano es aún sostenida por el sacerdo- dotisa. Las mujeres regresan a casa con sus canas- te, toma una de las yucas asadas y la abre con sus tos en dos horas y enseguida comienza la prepara- dedos. Un indígena anciano sostiene la hoja con la ción. El fruto es lavado y la mayor parte se pela, se sal y la corteza de yuca asada, que ha sido previa- parte y se hierve en varias vasijas largas. De esta mente raspada con un cuchillo, para obtener una yuca, por masticación y mezcla del fruto, se pre- pequeña cantidad de polvo café. El vencedor toma para posteriormente una substancia fermentada. con dos dedos una parte de este polvo y lo pone 248 RAFAEL KARSTEN en la yuca partida. Entonces él toma un pedazo de tación; incluso las tres canastas que contienen la sal, muerde un poco de ésta y lo pone en el fruto. yuca asada se traen aquí. Estas no se dejan en el Luego cierra el fruto con sus manos y lo deja cui- piso sino que se cuelgan del tejado. El vencedor dadosamente en la canasta sobre las hojas previa- por sí mismo lleva los canastos de aquí al sitio mente puestas ahí. Exactamente lo mismo se repi- donde fueron llenados con el fruto, mientras el sa- te con otra yuca. El vencedor abre el fruto con sus cerdote sostiene sus manos. El vencedor toma la dedos, pone un poco de polvo café así como un estaca y la fija en el suelo cerca de una de las cua- pedazo de sal en él, y luego deja el fruto en el ca- tro estacas sobre las cuales descansa el resguardo. nasto, a un lado de la yuca colocada previamente. Otros hombres completan el trabajo, fijando la es- Entre tanto, toma una larga hoja de kachini, así co- taca más firmemente en el piso y atándola a las mo una hoja de wambá, y las deja en el canasto otras estacas. El vencedor, cuyas manos son soste- sobre el fruto. Mientras se realizan estas operacio- nidas por el sacerdote, levanta uno de los tres ca- nes, el puño del vencedor es sostenido por el sa- nastos y lo cuelga de una de las estacas. Más tar- cerdote. Ahora lo mismo se repite con la esposa de, con la ayuda del sacerdote, cuelga los otros del vencedor, cuya mano derecha es sostenida por dos canastos de la estaca. un anciano. Ella toma una yuca, la abre, espolvo- Los canastos permanecen aquí por tres días rea un poco de polvo café y un poco de sal, de hasta el comienzo de la fiesta; el vino de yuca se- nuevo la cierra, luego la pone en el canasto sobre ra preparado con ellos en la forma que se describi- las últimas hojas dejadas ahí. Por último, ella cu- rá luego. Durante estos días, el fruto “madurará” bre el fruto con una hoja de kachini y de wambá, apropiadamente; el polvo y la sal puestos en la yu- tal como hiciera el vencedor. Finalmente, la hija ca impregnarán el fruto y ejercerán alguna influen- del vencedor realiza la misma acción, poniendo cia misteriosa para lograr que el vino preparado se dos yucas en el canasto y cubriéndolas con hojas; vuelva en exceso fuerte. A las hojas de kachini y la niña comienza de la misma forma asistida por el de wambá, puestas en los canastos, también se sacerdote. En total, seis frutos de yuca han sido de- atribuye alguna misteriosa influencia. positados en forma ceremonial en los canastos. Mientras que el vencedor realiza este trabajo, Un anciano ahora continúa el trabajo de lle- su mujer e hija, otros hombres y el resto de muje- nar la canasta con yuca asada hasta que esté casi res, dirigidas por el sacerdote, se han encargado de llena, pero lo hace sin ceremonia y no está asisti- la preparación de la chicha de yuca, nihamánchi, do por el sacerdote. Tampoco el polvo café o la sal Después de que la raíz ha sido hervida, debe ser son puestos en el fruto. Sin embargo, las últimas masticada, un trabajo que toma unas dos horas en yucas con las cuales el canasto es llenado deben ser realizado. La masticación de la yuca para la ser dejadas por el vencedor, su esposa e hija con fiesta es realmente una ceremonia y es llamada la misma ceremonia que antes. Cada uno de ellos, Nauma. Generalmente solo las mujeres toman con la participación del sacerdote, de nuevo pone parte en ella, desde que la preparación de la yuca dos yucas en el canasto, espolvoreando algo del es un trabajo que incumbe particularmente a las polvo café y un poco de sal en ellas y cubriéndo- mujeres. Del fruto, sin embargo, solo una parte, o las con las hojas. Al estar lleno el canasto, el ven- a lo sumo la mitad, es masticada. El resto se ma- cedor, asistido por el sacerdote, cuidadosamente chaca. La yuca masticada se mezcla con saliva y lo cubre con hojas y lo ata con bejucos. luego se escupe en anchas vasijas de barro, muit- Con ceremonias idénticas el vencedor, su es- sa. Luego de esto, se aumenta algo de yuca ma- posa y su hija llenan los otros dos canastos, dejan- chacada y toda la substancia se mezcla cuidadosa- do siempre la primera y la última de las yucas y mente. cubriéndolas con hojas. Generalmente las ollas están ahora cubiertas En el otro extremo de la casa, en el cuarto de con hojas de plátano y la substancia se deja para las mujeres, ha sido construido con bambú, una que fermente. Para la gran fiesta, sin embargo, se especie de resguardo o amplio anaquel que se aumenta un fermento especial, que consiste en yu- apoya sobre cuatro estacas de más o menos 1 1/2 ca previamente masticada y fermentada, para que ó 2 metros de altura. Debajo de este resguardo, se la chicha se haga más fuerte. Una pequeña vasija colocan en el piso las largas vasijas de barro, en las de barro está lista con este fermento. Las siguien- cuales se dejó la substancia de yuca para fermen- tes operaciones son generalmente realizadas solo LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 249 por mujeres, primero que todo por la mujer del pezar. Para apurar o dar una favorable influencia vencedor que está asistida por la sacerdotisa, ohá- al proceso de fermentación, todas las mujeres se ha. Sin embargo, hasta el vencedor debe asistir a sientan en el suelo alrededor de las vasijas que alguna acción, para transferir su poder a la bebida. contienen la masa de yuca y, ayudadas por la sa- La esposa del vencedor, cuyas manos son sosteni- cerdotisa, entonan varios cantos o conjuros. Con das por la sacerdotisa, lleva cada una de las vasi- esta ceremonia, que dura una hora y media, la pre- jas que contienen la substancia de yuca al anaquel paración de la chicha de yuca ha terminado. antes mencionado, donde se lleva a cabo la fer- La teoría de que solo las mujeres deben mo- mentación. Seis u ocho grandes vasijas son así ubi- ver la chicha de yuca -lo cual es una regla entre to- cadas debajo del anaquel en huecos previamente dos los indígenas- es paralela al motivo por el cual hechos en el suelo para el propósito. Con el fin de los cultivos de yuca son un trabajo que incumbe que las vasijas puedan estar seguras, se les ha exclusivamente al sexo femenino. La yuca, como puesto debajo un soporte de pedazos del fruto de otras plantas domésticas, tiene alma de mujer. La genipa. Los pone debajo de las vasijas el vencedor mujer debe cultivar sus plantas con el fin de llegar en forma ceremonial; sus manos al tiempo son sos- a la preparación de la chicha de yuca; para la tenidas por el sacerdote. La esposa del vencedor, mente indígena el proceso natural de fermentación asistida por la oháha, ahora pone un poco de yu- es ininteligible y considerado como producto de ca fermentada en cada una de las vasijas, pero an- un poder especial y misterioso. tes de que el vencedor ponga el fermento en ellas Después de que el vencedor ha asistido en la debe probar un poco de éste. Las vasijas entonces forma descrita a la preparación de la chicha y del las cubre cuidadosamente con largas hojas la es- vino de yuca, el papel que debía desempeñar en posa del vencedor, cuyas manos son sostenidas cuanto a la preparación para la fiesta ha termina- por la oháha y las vasijas son finalmente atadas do. Los siguientes días y noches él debe permane- con jagüey. cer fuera de su casa, hasta el tercer día; cuando la Algunas de las vasijas altas son atadas en la fiesta comience hará una entrada solemne en su parte de afuera con tiras de líber de tal manera que casa. Las primeras dos de las tres noches que él se forman figuras ornamentales o moldes como los permanecerá fuera, las pasará en otra casa a corta del tejido de los canastos. El significado real de es- distancia de la suya propia; la tercera noche la pa- te arreglo no es muy claro. Es posible que su obje- sará nuevamente en un rancho hecho a corta dis- tivo sea solamente el de darle poder a las vasijas, tancia de la casa donde se hará la fiesta. El sacer- para que no estallen con la substancia de fermen- dote (whuéa), quien siempre debe permanecer tación de la yuca. Pero también es posible que se cerca del vencedor y cuidar de él, lo acompañará atribuya un poder misterioso a los ornamentos for- en esta excursión. mados por éstos, un poder que permitiría la fer- Todas las tres noches que el vencedor está au- mentación y contribuiría para hacer el brebaje más sente, en la casa de la fiesta estarán sus amigos, y fuerte. Esto, de todas formas, es el objeto de la ge- particularmente los hombres jóvenes ejecutarán la nipa ubicada debajo de las vasijas. La genipa de la danza wuimchi al igual que en la primera noche, cual se prepara la mágica pintura negra para el desde la caída de la tarde hasta el amanecer. cuerpo, comunicará su poder a las vasijas y a la sa- En la tarde del día previo al comienzo de la grada substancia contenida en ellas; más tarde es- fiesta, cuando el vencedor ha estado ausente por te poder se incrementará al ser el vencedor mismo tres noches, tiene lugar la siguiente ceremonia en quien coloque ahí el fruto. un rancho hecho a corta distancia de la casa de la Se supone de esencial importancia que las va- fiesta. Algunos de los indígenas ancianos toman el sijas de barro sean colocadas firmemente en el trofeo el cual, como es usual, se sostiene colgando suelo, para que entonces la fermentación pueda sobre el fuego, puesto sobre un escudo y llevado ser buena y que no haya influencias negativas que al rancho mencionado. En este rancho están el hagan que la fermentación fracase. vencedor y el sacerdote y pasarán la tercera y últi- Todas estas preparaciones han tomado buena ma noche ahí. Fuera de él se prende un fuego. Se parte del día en ejecutarse y no terminan hasta la fija un palo de chonta en el suelo cerca del fuego. tarde. La fermentación, que en cierta forma es el El sacerdote da al vencedor zumo de tabaco por la detalle más importante de todo, todavía debe em- nariz, entonces coge sus manos y hace que él sos- 250 RAFAEL KARSTEN tenga la tsantsa en la parte superior del palo de del comienzo del trabajo de preparación. El proce- chonta. Con la ayuda del sacerdote, él pone sobre dimiento con las pequeñas piedras calentadas pa- el fuego tres pequeñas piedras redondas, recogidas rece servir para mortificar el alma del enemigo, al efecto, para calentarlas. Cuando están lo sufi- prendida a la cabeza, para proteger al vencedor de cientemente calientes, el vencedor, cuya mano es la revancha del espíritu y para prepararle para el sostenida por el sacerdote, toma una de ellas por importante acontecimiento que tendrá lugar al día medio de una rama en cuyo final tiene una abertu- siguiente: la entrada de victoria a la casa de la fies- ra y la introduce en la cabeza y el cuello soste- ta. niendo el trofeo con la mano izquierda. La peque- Que el objeto de la ceremonia descrita sea ña piedra después de un momento se deja rodar esencialmente paralizar el peligro que amenaza al hacia atrás; entonces el vencedor la toma y la po- vencedor por la muerte del enemigo, puede con- ne sobre el fuego. El sacerdote entonces le da nue- cluirse también por las últimas palabras dichas a él vamente zumo de tabaco, y se repite la misma ac- por el sacerdote cuando le advierte que no tenga ción con la segunda piedra y más tarde con la ter- temor ante la “gran serpiente”. La gran serpiente cera. Cada vez que el matador pone una piedra en boa pangi, es el más formidable de todos los de- la cabeza, el sacerdote está sosteniendo su mano, monios que la gente teme en el mundo espiritual y cada piedra, luego de ser usada en la forma des- de los Jívaros. Es el padre original de la brujería; es crita, se pone nuevamente en el fuego, donde por de su cuerpo que los brujos reciben el veneno con último se la deja. El trofeo es nuevamente colgado el que su organismo es impregnado y el aro invisi- en la parte superior del palo de chonta. El sacerdo- ble, túnchi, que ellos descargan sobre sus víctimas. te coge al vencedor por el puño y hace que toque Después de morir se cree que el alma de los bru- el cabello de la tsantsa con sus manos diciendo al jos entra en la boa. Los Jívaros, como otros indíge- mismo tiempo: Kakáruma, pangi ishamakaipa,-ten nas, temen particularmente a ese monstruo; y coraje, no temas a la gran serpiente. El trofeo es cuando matan una boa piensan que matan a un subsecuentemente llevado a la casa por otros poderoso brujo. De esta última aseveración parece hombres, pero el vencedor y el sacerdote perma- que la serpiente gigante es también una de esas necen en el rancho. sombras en las cuales el espíritu del enemigo ase- Como vemos, aquí se repite la misma cere- sinado se presenta al vencedor. monia que se ejecutó temprano con el trofeo antes Capítulo XI EL PRIMER DIA DE LA FIESTA: UNTSANDOWAI “A PERTURA ”

Aquellos invitados que han venido de lejos pecie de bolsa de malla, shigra, llevada en la es- llegan a la casa de la fiesta la víspera del día fija- palda, los hombres han traído con ellos sus mejo- do para la misma. Ellos, sin embargo, no entran en res ropas y ornamentos: primero que todo un nue- la casa, sino que pasan la noche en ranchos provi- vo taparrabo, itipi. En otra pequeña bolsa ellos lle- sionales construidos fuera de ésta. No es sino has- van un peine, un pequeño espejo, una pequeña ta el siguiente día a las cinco en punto que las calabaza redonda que contiene tintura roja para puertas se abren y los invitados pueden entrar. pintarse el cuerpo, llamada mushpa ó aratinyu, así Gradualmente, los invitados que viven cerca van como otras pequeñas cosas. En un riachuelo los in- llegando. Antes de entrar en la casa todos arreglan dígenas hacen su baño; desatan su largo cabello, sus vestidos, cosa que los Jívaros siempre hacen lo lavan, lo cepillan y lo vuelven a atar en las usua- antes de realizar una visita a otra casa. En una es- les tres coletas. La banda con la que se ata la cole-

Ilustración XXIX. Primera entrada de los vencedores en la casa 252 RAFAEL KARSTEN ta más grande está adornada con plumas de tucán allá, sostienen una pequeña silla redonda (kután- y cabello humano. En su cabeza colocan algunos ga) para cada uno de los invitados, quienes ahora ornamentos de plumas, una corona hecha de plu- toman asiento pero continúan sin decir una pala- mas rojas y amarillas de tucán, llamada tawása, u bra, y sosteniendo sus lanzas entre sus rodillas. Los otro ornamento de plumas amarillas de guacama- anfitriones, luego de arreglar sus vestidos y pintar yo, que se ata alrededor de la cabeza, y se llama sus caras, toman sus respectivos asientos, cada tendéarma. Se ven viejos guerreros que visten un uno de ellos sentado frente al invitado con el cual gorro de piel de mono o un adorno hecho de co- va a conversar, y solo mencionan la palabra winí- las de ardilla kunámbi. La cara, y en especial la re- ti, “puedes venir”. Esta es la señal para que el invi- gión alrededor de los ojos, es pintada de rojo en tado pueda comenzar a hablar. Él menciona que diferentes formas; algunos indígenas simplemente ha sido invitado a la fiesta, que ha aceptado la in- cubren la piel con la pintura, otros dibujan formas vitación y que ha llegado para honrar la victoria, geométricas en su rostro. Antes de entrar en la ca- etc. La mayor parte de la conversación versa sobre sa se usa siempre una falda, itipi, nueva y se utili- la fiesta, los preparativos hechos para ésta, el nú- za, un cinturón de cabello humano es para soste- mero de cerdos criados para la misma, el número nerla, akáchu. Algunos otros adornos son usados de invitados, etc. El anfitrión y los huéspedes ha- más tarde para la noche del baile. blan por turnos, no en el tono ordinario de conver- Las mujeres siempre ponen menos atención a sación, sino gritando. Cada conversación dura su ropa y visten menos ornamentos que los hom- unos diez minutos, y cada huésped debe conver- bres. El principal vestido de la mujer se llama tará- sar por separado con uno de los anfitriones. Du- chi, y es una regla el hacer uno nuevo para la fies- rante la conversación, las mujeres de la casa sirven ta. Ya que la textilelería es una industria que in- varias veces chicha de yuca a los huéspedes. Cada cumbe exclusivamente al hombre, ellos siempre huésped debe beber por lo menos tres tazones pi- hacen la ropa para sus esposas. Alrededor de la ca- ninga, de esta bebida. Después de esta recepción beza, las mujeres en ocasiones festivas, general- ceremonial los huéspedes deben permanecer de mente usan una banda de algodón pintada de ro- pie cerca de la puerta y moverse luego con liber- jo, llamada tiringsa. En los lóbulos de las orejas tad por toda la casa; los otros huéspedes que van usan adornos similares, arusa, a los de los hom- llegando son recibidos en la misma forma. bres, pero más pequeños, y en el labio inferior, un Solamente los hombres son recibidos en esta pequeño palito de madera llamado tukúnu. Am- forma ceremoniosa. Las mujeres, siguiendo a sus bos, el arusa y tukúnu, son adornados con figuras maridos, esposos, o hermanos, entran a la casa sin talladas. forma especial de saludo y no conversan con na- Para los bailes, las mujeres también pintan die en particular. sus rostros, aunque no tanto como los hombres. Una vez que todos los invitados han llegado Alrededor de sus cuellos las mujeres usan un co- y han sido debidamente recibidos por los anfitrio- llar de cuentas llamado shaúka, y alrededor de los nes se hacen inmediatamente ciertos preparativos hombros atan unos cordeles de algodón llamados para recibir al vencedor, cuya solemne entrada shaúka. Para los bailes siempre usan un cinturón tendrá lugar ahora. ancho o un cascabel de serpiente, kúngu, pero es- Algunos de los guerreros más viejos toman el tos cascabeles son ornamentales excepto si sirven trofeo, al cual se le ha mantenido colgando en el para un conjuro. humo sobre el fuego, colocado sobre un escudo y Cuando los invitados entran a la casa son re- llevado a un rancho fuera de la casa, donde el ven- cibidos por los anfitriones el padre, hermanos e hi- cedor y el sacerdote han pasado la tercera noche. jos del matador con un saludo ceremonial. Gene- Aquí se ejecuta la misma ceremonia realizada el ralmente los hombres entran en grupos de tres o día anterior. Se coloca la tsantsa en un palo de cuatro al tiempo. Cada uno de ellos exclama un chonta fijado en el suelo. El sacerdote da al vence- grito: “Winyáhei”, “Yo vengo”, luego todos se for- dor jugo de tabaco y lo ayuda a sostener el trofeo man en columna cerca de la puerta, con sus lan- cerca de él sobre el pecho. El sacerdote toma su si- zas extendidas hacia afuera y permanecen de pie, tio inmediatamente detrás del vencedor, y detrás inmóviles, hasta que los anfitriones les hablan. Al- de ellos se forman otros guerreros en fila, armados gunos de los niños de la casa que caminan más con lanzas, escudos y armas de fuego. Todo proce- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 253 de lenta y ceremoniosamente cerca de la casa, mano derecha, con su brazo extendido hacia afue- mientras el sacerdote sostiene su mano sobre el ra, mientras avanzan con las mujeres hacia el inte- hombro del vencedor. Delante de este último va rior de la casa. La danza ihiámbrama es así repeti- otro indígena anciano, llevando el palo de chonta da tres veces, tal como en otras fiestas menores. en su mano. Él fija el palo en el suelo a pocos pa- La tsantsa es atada nuevamente a la lanza de sos del vencedor. Tan pronto como este último, ca- chonta y esta última se fija en el suelo, cerca de la minando despacio, ha encontrado el palo de puerta, la forma usual de mantener el trofeo cuan- chonta, el anciano lo mueve fijándolo nuevamen- do no se lo necesita para las ceremonias. te en el piso a pocos pasos, frente al vencedor y Todas las ceremonias descritas tienen un mis- así, hasta encontrar la puerta de la casa. Durante la mo y único significado, es decir, proteger al vence- marcha, el vencedor recibe repetidamente jugo de dor del espíritu de su enemigo. Dentro de la casa tabaco por la nariz, administrado por el sacerdote; tendrán lugar esos conjuros donde el wakáni es pi- en la puerta se detiene la procesión. El vencedor se soteado, mortificado y completamente hecho es- saca su vieja falda y se pone una nueva. Entonces, clavo de su conquistador. Se cree que la primera con la ayuda del sacerdote, saca el trofeo, que es- entrada a la casa es particularmente crítica para es- tá atado a una lanza de chonta. El sacerdote toma te último. Cuando el vencedor se acerca a la casa, la lanza, con el trofeo atado a ella, la pasa rápida- se cree que el espíritu se encuentra con él en la mente a través de la puerta, la saca y nuevamente sombra de un hombre, tratando de matarlo. Para la coloca dentro, fijándola finalmente en el suelo, incrementar el poder de resistencia contra las ma- cerca de la puerta. quinaciones del enemigo invisible se le da varias Mientras tanto, los otros hombres y mujeres veces jugo de tabaco. El palo de chonta fijado en se arreglan para recibir al vencedor, cuya entrada el suelo frente al vencedor, cuando él se acerca a a la casa tiene lugar bajo las mismas condiciones la casa, tiene por objeto prevenir que el wakáni le ceremoniales como en la fiesta numbuimártinyu. dé encuentro. Los tres guerreros, que antes de la Ahora, tal como en esa ocasión, se ejecuta la dan- danza ihiámbrama entran en la casa moviendo sus za ihiámbrama, jugando la esposa y la hija del armas y disparando, están de igual forma tratando vencedor el papel principal frente a las mujeres. de mantener al enemigo lejos y de asustarle con Las mujeres aparecen desde el interior de la casa, terror, con la lanza y el escudo y disparando con formadas en fila, tomadas unas a otras de las ma- armas de fuego, que son temidas incluso por los nos, con cascabeles de serpientes alrededor de la espíritus. Por último, el objeto de toda la danza cintura. Delante de las mujeres van la mujer y la ihiámbrama, como hemos visto antes, es asegurar hija del vencedor. A cada lado permanecen los la primera entrada victoriosa del vencedor a la hombres en dos filas. casa. Antes de que la danza ihiámbrama tenga lu- La ceremonia de la “entrada” del vencedor gar, dos guerreros entran rápidamente a la casa pa- varía en ciertos detalles. Así en otra fiesta de victo- sando entre las filas, moviendo lanzas y escudos y ria el procedimiento será como sigue. Algunos lanzando gritos de guerra como si estuvieran de- guerreros ancianos cogen la tsantsa, la ponen en trás de un enemigo. Son seguidos por un tercer un escudo y la llevan con cuidado al rancho fuera guerrero que sostiene un rifle, con el cual él lanza de la casa, donde el vencedor y el sacerdote han un tiro al aire. Estos guerreros están preparando el pasado la tercera noche. El escudo, en la tsantsa, camino para el vencedor. El último recibe ahora se pone en el suelo, y todos los guerreros comien- jugo de tabaco del sacerdote a través de la nariz y zan a bailar alrededor de él, haciendo gestos ame- su esposa e hija lo reciben por la boca. La hija en- nazantes con sus lanzas. Más tarde, el vencedor, tonces toma al vencedor por detrás de la cintura seguido de otros guerreros, comienza a moverse con ambas manos, mientras que su esposa, enca- lentamente hacia la casa. El sacerdote coloca el es- bezando al resto de mujeres, le da a él su mano cudo, con la tsantsa, en el suelo a unos pocos pa- derecha. Todos ahora bailan en el interior de la ca- sos del vencedor. Tan pronto como el último ha sa acompañados de ruidos, tambores y flautas, e encontrado el escudo, el sacerdote nuevamente lo inmediatamente regresan a la puerta. La misma mueve a corta distancia del vencedor, y así, hasta maniobra se repite dos veces más, pero la segunda llegar a la puerta de la casa. y tercera vez el matador sostiene la tsantsa en su 254 RAFAEL KARSTEN

Aquí el vencedor cambia su vieja falda por para convencerse ellos mismos de que ha adquiri- una nueva. El sacerdote le hace tocar la tsantsa do la suficiente virtud para la preparación del vi- con su boca y lo ayuda a sostenerla alrededor de no. Las mujeres comienzan a masticar la fruta asa- su cuello. Entonces tiene lugar la danza ihiámbra- da en la misma forma en que la yuca hervida es ma en la forma descrita anteriormente . masticada para la mezcla de la chicha de yuca or- Con estas ceremonias introductorias, la parte dinaria. Una parte de la fruta masticada se separa oficial del programa matutino ha terminado. Los del resto con el propósito de preparar una substan- turnos de bebida para todos comienzan ahora, las cia especial de yuca para fines de fermentación. mujeres sirven chicha de yuca en grandes piningas De esta substancia se obtendrá una especie de chi- a cada uno de los huéspedes. También se les ofre- cha de yuca, para ser bebida después de la más ce comida, que consiste en yuca hervida y plátano importante ceremonia de la fiesta, el lavado de la maduro hervido, así como carne, cacería y pesca- tsantsa, dos días después. Nuevamente, con el res- do. Aquellas personas que han desempeñado al- to de la fruta masticada, se prepara el propio vino gún papel importante en las ceremonias son, sin de yuca, sangúcha shiki, para ser consumido el úl- embargo, obligadas a ayunar. Esto, por supuesto, timo día de la fiesta, de la siguiente manera. primeramente se aplica al vencedor, su esposa y su Se coloca una vasija de barro en el suelo, y el hija, quienes, como se mencionó anteriormente, vencedor, su esposa y su hija, así como el sacerdo- deben abstenerse de todo tipo de carne y solo se te, toman su puesto frente a ésta. En una hoja de les permite comer ciertas frutas. El, whuéa, sacer- plátano se pone cierto número de clavos de made- dote, quien les asiste, debe abstenerse de comer ra, hechos de las ramas de un árbol silvestre que carne de cerdo. Su más importante labor es prepa- los Jívaros llaman shuya y que produce una fruta rar jugo de tabaco, mezclado con saliva, que debe dulce negra similar a las moras. En otra hoja de darse de beber al vencedor, así como a su esposa plátano se han dejado algunas hojas de otro árbol e hija. Si él toca carne de cerdo, que está estricta- del bosque llamado apaí. El vencedor, cuya mano mente prohibido comer, el tabaco que les dé se en- es sostenida por el sacerdote, toma uno de los cla- suciará y será inefectivo. Así mismo, a la sacerdo- vos de shuya y lenta y cuidadosamente la coloca tisa, oháha, quien conduce la ceremonia de las dentro de la vasija -en la mitad de ésta en posición mujeres, le está prohibido probar el cerdo. Como horizontal-. Su esposa e hija, cuyas manos están el sacerdote, durante la fiesta ella come principal- igualmente sostenidas por el sacerdote, también mente pollo, con yuca y frutas. Los dos guerreros ponen un clavo cada una en la vasija junto al pri- quienes, antes de la danza ihiámbrama, entraron mero. Otro hombre completa el trabajo, poniendo en la casa con lanzas y escudos y el tercer guerre- sin ninguna ceremonia algunos otros clavos en la ro, quien les siguió disparando al aire, están tam- vasija, hasta que se haya llenado todo el ancho bién obligados a ayunar en ese día debido a que con una distancia de más o menos pulgada y me- también forman parte de tan importante ceremo- dia entre cada uno. Ahora el vencedor, con la ayu- nia de conjuro. Así, ellos solamente pueden tomar da del sacerdote, coje una hoja de apaí y cuidado- pequeñas cantidades de chicha de yuca, la cual se samente la coloca a través de los clavos de shuya. les sirve en unos platos de arcilla hechos especial- La esposa y la hija hacen lo mismo, dejando, cada mente para el propósito. una, una hoja de apaí en la vasija junto a la prime- Tarde en la mañana se continúa la prepara- ra. Se dejan algunas otras hojas de apaí, hasta que ción del vino de yuca, que comenzó tres días los clavos de shuya quedan completamente tapa- atrás. La yuca asada que es luego colgada en los dos con ellas. Por último, las hojas se perforan con tres canastos, llenados y arreglados con mucho un clavo de madera, para que todo quede como cuidado, se supone que está lo suficientemente un cedazo. madura. El vencedor, acompañado por el sacerdo- La substancia de yuca masticada se deja aho- te y otros hombres, va al rancho donde han sido ra en un recipiente sobre las hojas. El vencedor y colgados los canastos. Con la ayuda del sacerdote, su esposa e hija comienzan nuevamente el traba- baja los canastos uno detrás de otro y comienza a jo, cada uno de ellos dejando, con la ayuda del sa- abrirlos, procediendo con el mayor cuidado y asis- cerdote, una pequeña cantidad de la substancia. tido siempre por un anciano. El vencedor y el sa- La vasija está totalmente llena, y la boca del reci- cerdote juntos prueban la fruta de cada canasto piente se cubre primero con algunas hojas de apaí LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 255 y luego con algunas hojas largas de kachini (Alo- danza en círculo. Los bailarines se toman unos a casia macrorrhiza), por último todo se ata cuida- otros de las manos y bailan alrededor de los tres dosamente con lianas. El vencedor, con la ayuda pilares principales de la casa, formando un círculo del sacerdote, ahora pone la vasija sobre la repisa grande o una figura elíptica, y moviéndose alterna- mencionada anteriormente, donde se deja por dos damente hacia la derecha y hacia la izquierda. Las días y dos noches. Durante este tiempo la esencia mujeres se colocan para el baile y delante de ellas de la substancia de yuca masticada se destila y go- están la esposa e hija del vencedor. Después si- tea a la parte vacía de la vasija. Esta esencia es el guen los hombres, y delante de ellos el vencedor, vino de yuca. quien así durante la danza permanece cerca de su En la tarde, a eso de las cuatro en punto, se mujer e hija. Él lleva la tsantsa colgada de su espal- matan dos cerdos y dos gallinas para proveer de da durante todo el tiempo. Junto a él toman su lu- comida a los huéspedes durante los dos días si- gar los otros hombres. En el baile, los indígenas se guientes. La propia ceremonia de matanza no tie- mueven de la misma forma que en la danza ihiám- ne lugar sino hasta el penúltimo día de la fiesta La brama, brincando de un lado a otro, moviendo pri- carne de cerdo, sin embargo, no puede ser cocina- mero un pie y luego el otro en forma rápida. Las da sino hasta media noche, o a eso de la una de la mujeres se sostienen unas a otras por debajo de mañana del siguiente día, y será comida temprano. sus brazos, saltando con ambos pies a la vez, de Cuando amanece, o a eso de las 6h00, co- tal forma que sus cascabeles suenen más fuerte. mienza la fiesta general del baile, llamada Hantse- Habiéndose movido hacia la derecha por un tiem- máta. Todos toman parte en ella, juntos anfitriones po, los indígenas cambian y bailan hacia la iz- y huéspedes, hombres y mujeres; primero que to- quierda por otro tiempo y viceversa. La danza es do, sin embargo, estas últimas. El vencedor mismo acompañada por un canto de conjuro y esto, tam- camina e invita a los huéspedes a tomar parte en bién, es primeramente ejecutado por las mujeres. la danza hablando separadamente con cada uno Este canto consta principalmente de un monótono de ellos. La danza la conduce un indígena ancia- refrán, “oá, oá, oá, á-áo,” etc., cantado por las mu- no quien previamente da agua de tabaco a las mu- jeres en honda y fuerte voz gutural, de forma que jeres. Todo el que va a tomar parte en la danza es- toda la canción tiene un desagradable, triste y la- tá apropiadamente vestido. Las mujeres, como es mentable efecto. Cuando la danza llega a su clí- usual, usan los cinturones con cascabeles de ser- max, los hombres también cantan o gritan, y a ve- pientes alrededor de la cintura. Algunos de los ces parece que los bailarines llegaran a un estado hombres se colocan adornos adicionales para la de éxtasis. Cuando un hombre encuentra durante danza, sobre todo ornamentos para la espalda he- la danza una de las puertas de la casa, para por un chos de huesos del pájaro tayu (steatomis), llama- momento, brinca arriba y abajo, pateando en el do tayakúnchi, que es adornado con cabello hu- suelo y gritando en voz alta: “¡Hysti, hysti, hysti, mano, plumas de tucán, o pequeños pájaros del hysti”! Al mismo tiempo las mujeres brincan en el bosque, con brillantes plumas. sitio, haciendo sonar sus cascabeles, mientras que La parte desnuda del cuerpo es cuidadosa- se tocan los tambores y las flautas. Este procedi- mente pintada de rojo ocre (Bixa orellana); las for- miento es repetido por largo tiempo. Los bailari- mas más comunes son figuras animales y figuras nes, mediante esta acción, están tratando de man- de culebras así como ornamentos geométricos. Los tener lejos el espíritu del enemigo asesinado, ancianos prefieren pintarse ellos mismos sus ros- quien, se cree, está tratando de entrar por una de tros de negro con genipa. Se ven algunos jóvenes las puertas para matar al vencedor. pintándose ellos mismos, antes de la danza, con Durante la danza también se pronuncian cier- jugo de tabaco, haciéndose con sus dedos ciertas tas palabras y frases, adaptadas para la ocasión. líneas ornamentales sobre la cara y el pecho; orna- Así, el nombre del enemigo asesinado se repite mentos que, sin embargo, son difícilmente visibles una y otra vez, como también lo son los nombres sobre la morena piel de los indígenas. Se supone de sus parientes y de su lugar natal. De igual for- que la pintura del cuerpo hecha con jugo de taba- ma se mencionan detalles de la guerra y de la ba- co es un buen profiláctico contra la brujería. talla, la lanza con la cual el enemigo fue asesina- La hantsemáta, que literalmente significa: “La do, o el cuchillo con el que su cabeza fue cortada matanza del alma del enemigo (hantsa)” es una e, incluso, la canoa en la cual el vencedor volvió, 256 RAFAEL KARSTEN

Ilustración XXX. El gran baile nocturno en la fiesta de la victoria. Hantsemáta etc. Este baile, con cortos intervalos, continúa has- La danza hantsemáta continúa sin interrup- ta el amanecer. Los hombres, sin embargo, no par- ción hasta la una de la mañana cuando hay un ticipan en el baile todo el tiempo, y algunas veces corto intervalo. La carne del cerdo muerto la tarde dejan a las mujeres solas. Más tarde, las que están del día anterior se cocina ahora. De acuerdo con guiadas por la sacerdotisa deben participar en el el ritual de la fiesta, como ya se ha mencionado, la baile, la esposa e hija del vencedor son las más ac- carne del cerdo muerto en la fiesta, puede ser co- tivas. El vencedor también baila casi todo el tiem- cinada solamente a media noche. En algunos gran- po, con la tsantsa colgada a su espalda. No le está des fogones, hechos en diferentes partes de la ca- permitido dormir durante toda la noche. sa, se colocan largas vasijas de barro, que se llenan Mientras que las niñas de ocho ó diez años de con la carne cortada en trozos. Durante la prepa- edad participan en la danza en general, los niños ración para cocinar, y mientras que la carne hier- parecen ser excluidos de ésta. A ellos se les confia ve, la danza hantsemáta continúa con más vigor otra tarea. Cuando los ancianos y mujeres se colo- que antes; todos los hombres y mujeres que no es- can para la danza, los niños se colocan dentro del tán atendiendo el fuego vuelven a ella. Así mismo, círculo y, cuando el baile comienza, ellos optan se matan algunas gallinas y se las hierve. El indíge- por un salvaje juego: continuamente se tiran uno na que conduce la danza baila por un tiempo con al otro al suelo, se vuelven a levantar, se vuelven a dos a tres gallinas apenas muertas atadas alrededor tirar, etc. Esta acción violenta continúa por una ho- de su cintura. Se supone que la danza acelera el ra en la misma manera, pero no se la repite más cocido del cerdo, y probablemente también ejerza tarde en la noche. Como significado de este acto, una favorable influencia sobre el incremento de los indígenas solo dan la explicación de que es animales domésticos en el futuro. Tan pronto co- “parte de la fiesta”. Los niños, como algo real, han mo la carne está lo suficientemente cocida, se sa- sido previamente instruidos por indígenas mayo- can las vasijas del fuego y se dejan en las repisas res. El combate es así de naturaleza ceremonial y donde se preservarán hasta la mañana siguiente. forma parte del conjuro general. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 257

No es sino hasta ese momento en que se puede co- ticipar en el baile tal como en el comienzo. Ha- mer la carne. biéndose movido varias veces alrededor de los pi- La danza continúa sin interrupciones hasta la lares centrales de la casa, todos salen de ésta, to- mañana, siendo ejecutada principalmente por las mados unos a otros de las manos y bajan al río mujeres. A eso de las 5h30, o un poco antes del donde toman su baño. Con este baño terminan las amanecer, todos los hombres y mujeres deben par- ceremonias de esa noche.

Capítulo XII EL SEGUNDO DIA DE LA FIESTA: UMARTINYU BEBER EL NATEMA

A eso de las ocho en punto tiene lugar la prin- En otro fogón cercano se hierve simultánea- cipal ceremonia del segundo día, el beber la sagra- mente tabaco, para mezclarlo con natéma. Una da natéma. Cuando la bebida es preparada para la pequeña vasija de arcilla se coloca en el fuego, y fiesta, el vencedor por sí mismo debe asistir con el se ponen algunas hojas de tabaco en una hoja de fin de transferirle el poder sobrenatural con el cual plátano, a un lado de ésta. El vencedor, cuya ma- se cree que está investido. no sigue estando sostenida por el sacerdote, toma Para la preparación del natéma, se cortan al- una hoja de tabaco y cuidadosamente la pone, pri- gunos pedazos del tallo de la enredadera, se los mero en el filo de la olla y luego dentro de ella. La muele con un palo, y se los parte en delgadas fi- mujer del vencedor repite el proceso con otra ho- bras, las cuales son hervidas en agua por un par de ja, dejándola primero en el filo y luego dentro de horas. Las fibras se ponen a un lado y la bebida es- la olla. Por último coloca la hija del vencedor una tá lista. La bebida del natéma, la cual tiene el efec- tercera hoja de tabaco en la misma forma dentro to de producir en quien la bebe visiones peculiares de la olla. Luego el vencedor, asistido por el sacer- y alucinaciones que son atribuidas por los indíge- dote, riega un poco de agua en la olla y la coloca nas a ciertos espíritus, generalmente se mezcla con en el fuego. algo de agua de tabaco, por medio de la cual los En el sitio donde se cocina el natéma, tam- efectos narcóticos se incrementan. En la fiesta de la bién se ha puesto un pedazo de tallo de la planta tsantsa, el segundo día es regularmente dedicado a de yuca y dos delgadas tiras de corteza de un ár- la bebida del natéma, y se prepara y se bebe con bol que los jívaros llaman samiki. El vencedor to- ciertas ceremonias que ahora voy a describir. ma una de las tiras, la enrolla alrededor de su de- Algunos trozos del tallo de la planta de naté- do índice, y la ata a un anillo del mismo tamaño ma son colocados en el suelo en una hoja de plá- que su dedo. Por medio del final de la tira que des- tano. Encima se deja otra hoja de plátano y un pe- pués de atar el anillo ha sido dejada suelta, pone queño palo de madera, con el que serán partidos el anillo en un pedazo del tallo de yuca. Entonces los tallos de natéma Junto hay una olla en la que en la misma forma hace otro anillo de otra tira, del se cocinará la bebida. El sacerdote, como es usual, tamaño de su dedo índice, y lo pone en el tallo de da al vencedor jugo de tabaco a través de la nariz. yuca, a un lado del primer anillo. Por último, con Entonces él lo coge por el puño y hace que tome la ayuda del sacerdote, coloca el tallo de yuca, el palo con su mano derecha y el tallo de natéma con los dos anillos atados a éste, sobre la olla de con la izquierda y triture el tallo. El vencedor divi- tabaco que está hirviendo en el fuego, de tal forma de el tallo en tres o cuatro fibras y las pone en la que quede sobre los filos de la olla. olla, mientras el sacerdote sostiene su mano. Otro El objeto de esta ceremonia es establecer una indígena, sin ceremonia alguna, tritura otros peda- misteriosa conexión entre el vencedor, quien, co- zos del tallo de natéma y los coloca en círculo mo hemos visto, se supone está lleno de poder so- dentro de la olla. El vencedor, cuya mano perma- brenatural, el agua de tabaco para ser mezclada nece sostenida por el sacerdote, ahora vierte en la con la bebida de natéma y la planta de yuca que olla un poco de agua de un recipiente que la con- las personas que beban el narcótico verán en el tiene y coloca la olla en el fuego; otros hombres sueño. Los dos anillos formados con la corteza del atienden la olla mientras ésta hierve. árbol de samiki en esta conexión servirán como 260 RAFAEL KARSTEN mediums para la transferencia del poder. Los Jíva- cótico abandonan la casa y van a dormir en ran- ros atribuyen virtudes mágicas al árbol de samiki y chos de hojas de palma hechos en el bosque a cor- generalmente se mezcla un poco de su corteza ta distancia de la casa. La mayoría de ellos son con natéma, con el fin de incrementar la eficacia hombres, pero al menos una debe ser mujer, una de la bebida. Se cree que las tiras de corteza del mujer pariente del vencedor. El vencedor y su es- árbol del cual se han hecho los anillos del mismo posa e hija, quienes también han tomado natéma, tamaño del dedo del vencedor, toman su poder, y no abandonan la casa pero sus sueños se dan afue- así lo transfieren a la yuca y a la olla donde hierve ra. Los soñadores permanecen en el bosque, dur- el tabaco. Las personas que toman parte en la be- miendo hasta la tarde. Entonces ellos toman un ba- bida verán durante el sueño narcótico, entre otras ño en el río y regresan a la casa, donde cuentan a cosas, los sembríos de yuca del vencedor en un es- los indígenas ancianos la clase de sueños y visio- tado próspero y para obtener una rica cosecha de nes que han tenido. Ahora se les permite romper este fruto. su ayuno. Su comida consiste solamente de un pla- En la fiesta de la tsantsa, el natéma se hierve to de yuca hervida y aplastada y de plátano madu- solo por una hora, entonces la olla se saca del fue- ro hervido. El soñador debe recibir el plato que go. Similarmente se retira la olla donde el tabaco contiene esta comida de manos del mismo ancia- ha sido cocinado; la yuca con los anillos de corte- no que en la mañana le dio a beber natéma. za se retira primero. La yuca se cuelga en la pared El objeto de beber natéma en la fiesta de la cerca de la puerta, donde se la deja hasta que se se- victoria es asegurar que todo se volverá favorable que y sea consumida a medias para luego botarla. para el vencedor en el futuro, es decir, para que El vencedor, cuyas manos son sostenidas por tenga una larga vida, procure una prosperidad ma- el sacerdote, toma la pequeña olla de tabaco y po- terial y tenga suerte en las empresas que empren- ne su contenido en la olla de natéma. La bebida da. El matador, así como sus parientes cercanos está ahora lista para ser consumida. que han bebido natéma, verá en sueños su casa ro- En la fiesta de la victoria hombres y mujeres, deada de grandes y florecientes plantaciones de incluso los niños, participan de la bebida de naté- yuca y plátano; verá sus animales domésticos, sus ma; “quienes deseen soñar” pueden beber el nar- cerdos y sus gallinas, numerosos y gordos, etc. Pe- cótico. Incluso el vencedor, así como su esposa e ro al mismo tiempo las personas que bebieron la hija, toman natéma. Toda la bebida tiene carácter sagrada bebida se beneficiarán, al ser purificadas ceremonial. Se coloca en el suelo, en dos filas un de posibles accidentes, y obtendrán fuerza y habi- número de hermosos platos de barro adornados. El lidad para sus respectivos trabajos y ocupaciones. sacerdote y dos o tres ancianos los llenan con na- La bebida del natéma en la mañana usual- téma y se los dan a las personas que van a beber. mente es seguida por la bebida general en turnos - Después de entregar el plato a hombres o mujeres, en la cual, sin embargo, aquellas personas que han ellos cantan un largo conjuro sobre éstos, invocan- bebido natéma no participan- y por un banquete do al espíritu del natéma. Las personas que reciben general, en el cual se consume la carne de cerdo y los platos, toman rápidamente su contenido, que pollo cocinada durante la noche. Con este banque- es de medio litro. Inmediatamente después, él o te la parte oficial del programa de la mañana ha ter- ella salen y botan la cantidad tomada de la bebida minado y anfitriones y huéspedes pasarán el resto (en principio el natéma tiene el efecto de un emé- del día, hasta que obscurezca, como ellos deseen. tico). Entonces las personas entran nuevamente en A eso de las seis de la tarde comienzan los la casa, toman otra vez una porción de natéma, preparativos para el baile de la noche. Los huéspe- que le es dada por un anciano con la misma cere- des van otra vez alrededor de la casa y son invita- monia de antes, e inmediatamente la vomitan. El dos a participar por los anfitriones. Todos están mismo proceso se repite por tercera vez. Cada per- apropiadamente vestidos con los ornamentos co- sona que tome natéma en la fiesta de la tsantsa tie- locados y las caras pintadas. La Hantsemáta co- ne que tomar tres platos del brebaje sagrado. mienza y continúa durante toda la noche exacta- Las personas que toman natéma no han comi- mente como las anteriores. Incluso el acto salvaje do, ni tenido nada previamente y luego deben ayu- de los niños se repite por un tiempo. La danza con- nar en forma estricta hasta que hayan dormido y tinúa hasta las 5h30 de la mañana, terminando en soñado. La mayoría de quienes han bebido el nar- la forma usual, con un baño general en el río. Capítulo XIII EL TERCER DIA DE LA FIESTA: LAVADO DE LA TSANTSA NIHANTSA NIHARTINYU

Como todas las ceremonias de la fiesta de la cionadas, el vencedor, su esposa e hija, así como victoria, el “lavado de la “tsantsa” comienza a eso al sacerdote y al chamán. La esposa del vencedor de las ocho de la mañana, o más o menos dos ho- toma a su esposo con una mano y el sacerdote con ras después de que el baile de la noche anterior la otra mano por detrás de la cintura, y los tres van haya terminado. El sacerdote, whuéa, previamente y buscan el asiento del vencedor, el cual ha sido se ha ocupado de preparar jugo de tabaco mezcla- colocado junto a la pared a pocos pasos de donde do con saliva, masticando cuidadosamente las ho- tendrá lugar la ceremonia. El vencedor, cuyas dos jas y escupiendo el jugo en una pequeña vasija de manos están sostenidas por el sacerdote, se aga- barro, nattipya, de la que él repartirá a las perso- cha, coge el asiento, pasa sus manos por los filos, nas que tienen labores principales en las ceremo- lo levanta un poco, inmediatamente se sienta otra nias. Con tiras de corteza se ha atado a uno de los vez, lo levanta una segunda vez y, acompañado pilares de chonta en el centro de la casa, una pe- por el sacerdote, quien continuamente sostiene sus queña olla de barro llena de agua. De esta olla el manos, y por su esposa quien sostiene a ambos sacerdote, de vez en vez, coge un poco de agua en hombres por detrás de la cintura, llevan el asiento su boca mientras mastica hojas de tabaco. Cuando al lugar donde comenzaron. Aquí el asiento se de- el sacerdote tiene una cantidad suficiente de jugo ja en el suelo en forma ceremonial. El vencedor, de tabaco en su nattipya, se inician los preparati- con la ayuda del sacerdote, lo deja, lo levanta nue- vos para la ceremonia de “lavado de la tsantsa”. vamente y por segunda vez lo vuelve a dejar. Aho- Las principales personas de la fiesta, el vence- ra el asiento ha sido firmemente colocado y no de- dor, su esposa e hija, el sacerdote, y un shamán, se be ser tocado por nadie hasta que el vencedor se reúnen en un sitio en el centro de la casa. Las mu- siente en él. Durante estas operaciones, tanto jeres se colocan alrededor de ellos, formando un cuando el asiento es levantado como cuando es círculo o semicírculo, llevando todas los cinturo- colocado en el sitio donde la ceremonia tendrá lu- nes alrededor de sus cinturas y guiadas por la sa- gar, las mujeres han estado bailando alrededor del cerdotisa, oháha. Esta última en esta ocasión viste vencedor. Su esposa y el sacerdote han repetido un adorno de plumas en su cabeza, el cual nor- incesantemente, en forma lenta y hasta monótona, malmente no es usado por las mujeres, y también el refrán Chimbuyirumbá- yamáyumba, chimbuyi- una especie de collar negro hecho de las ramas de rumbá- yamáyumbá..., etc. “Levanta el asiento, cierto árbol al que los Jívaros llaman núpish. Este baja el asiento... “, etc. Por lo tanto el vencedor, su collar, al cual los Jívaros atribuyen cierto poder esposa, y el sacerdote van y buscan otro asiento mágico, lo cuelga alrededor del cuello de la sacer- sobre el cual el sacerdote se sentará durante la ce- dotisa el sacerdote antes de que la ceremonia co- remonia; esto se realiza en la misma forma que la mience. primera vez, mientras las mujeres bailan y cantan Fuera del círculo de las mujeres, también to- su Chimbuyirumbá-yamáyumbá cuando el asiento man su lugar cuatro guerreros, armados con lanzas es levantado y colocado nuevamente en el sitio y escudos. El rol que deberán desempeñar será donde el sacerdote se sentará. Los asientos del descrito ahora. Lo primero que se hace es proveer vencedor y del sacerdote son colocados uno ceremonialmente de asientos a las personas men- 262 RAFAEL KARSTEN

ne ahora sentados a su derecha al shamán y a la iz- quierda a su mujer e hija. El sacerdote le da jugo de tabaco al vencedor a través de la nariz y a su esposa e hija a través de la boca, luego al shamán por la nariz y finalmente él también toma un poco. Ahora el shamán es la fi- gura principal. Cogiendo la tsantsa y el cuchillo, toma un poco de jugo de tabaco con la punta del cuchillo y cubre la tsantsa con esto en la abertura del cuello. Hace un corte alrededor del cuello co- mo si estuviera cortándola del todo. Entonces cui- dadosamente afloja el cordel prendido a los tres clavos de chonta, que han sido clavados atrave- sando los labios de la cabeza, y por último remue- ve los clavos de chonta, uno después del otro, po- niéndolos en el escudo. Finalmente da jugo de ta- baco al vencedor y cuelga el trofeo alrededor de su cuello. Mientras que el médico se ha ocupado en es- ta actividad, las mujeres, guiadas por la sacerdoti- sa, han estado bailando a su alrededor, y las otras Ilustración XXXI. 1. Preparativos para el lavado de la tsantsa personas sentadas alrededor del escudo, cantan en cada momento importante de esta operación, en la opuesto del otro; se traen tres asientos más para el misma forma lenta y solemne como antes, ciertos shamán y para la esposa e hija del vencedor. refranes que dan más énfasis a la acción. Ya que el El vencedor y el sacerdote, acompañados por la esposa del vencedor, quien sostiene a ambos hombres por detrás de la cintura como antes, aho- ra van y buscan un escudo que ha sido previamen- te colocado en la puerta y que servirá de mesa en la ceremonia. El escudo se coloca en el suelo en- tre los asientos. Por último, las mismas personas van y cogen la tsantsa, que como, es usual, ha si- do atada a una lanza enterrada en el suelo cerca de la puerta. La tsantsa es cuidadosamente puesta sobre el escudo. Más tarde también se pone la pe- queña olla que contiene el jugo de tabaco y un cu- chillo. El vencedor y el sacerdote se preparan ahora para sentarse cada uno en el asiento asignado a cada uno de ellos. El sacerdote pone sus manos so- bre los hombros del vencedor y lo hace sentar. In- mediatamente éste se levanta y después se vuelve a sentar definitivamente. Luego repite lo mismo con el sacerdote, poniendo sus manos sobre los hombros, haciéndolo sentar rápidamente, levan- tándose inmediatamente y sentándose otra vez. Ambos hombres ahora pemanecen sentados uno frente al otro. Las otras tres personas también to- Ilustración XXXI. 2. El jefe de ceremonias, asistido por otros hombres, cocina la yuca para la fiesta man asiento, pero sin ceremonias. El vencedor tie- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 263 tabaco juega un papel tan importante en la fiesta, jer y la hija del vencedor, como es usual, al frente podemos entender por qué esta medicina mágica de ellas. El vencedor se coloca delante, tomando a es particularmente mencionada. Entre los refranes su esposa con la mano izquierda y la tsantsa con cantados en el lavado de la tsantsa he anotado el la derecha y llevando su arma extendida. A ambos siguiente por creerlo de más importancia: lados de ellos los hombres se colocan en dos co- lumnas. A una señal determinada, el vencedor, se- Chimbuyirumbá - yamáyumbá guido de las mujeres, sigue bailando hasta la puer- “¡Levante el asiento! ¡baje el asiento!”. ta de la casa, donde se para. Después sale, con la Shimbágasmé, “¡Déjenlo moverse!” (“¡Déjenlo asenta- ayuda del sacerdote cuelga el trofeo alrededor de do!”). su cuello, y continúa unos pocos pasos hasta el lu- Styugáhosé, “¡Ponga el tabaco cuidadosamente en el pi- gar escogido para la ceremonia del lavado. so!”. El vencedor ahora se coloca en el asiento, Wakéketá, “¡Desdoble las hojas!”. ubicado en el suelo para su uso. En otro asiento se Umbunatá, “¡Sople el tabaco, fume!”. sienta su esposa, y en un tercero su hija. El sacer- Uráratá, “¡Abra el atado!”. dote y el médico toman su lugar cerca de ellos. Al- Chichutamá, “¡Tire saliva sobre él!”. rededor de estas personas, las mujeres forman un Shimbanákachá “¡No permita que se lastime!”. círculo, tomadas unas a otras de las manos. Los Yamámishá, “¡Recién envueltas están las hojas de taba- cuatro guerreros, quienes han ejecutado la cere- co!”. monia Yáktinyu dentro de la casa, también toman Mishákatei, “¡Recién hecha está la cabeza del enemigo posición, listos para la acción. El sacerdote da ju- la cual ahora vamos a lavar!”. go de tabaco al vencedor y a las mujeres, un pro- Yamanhiri, “¡Recién hemos pasado los hilos a través de cedimiento que se repite tres o cuatro veces duran- su boca!”. te la ceremonia, de tal forma que dichas personas Misháhosé, “¡Levante la tsantsa!”. a la final quedan narcotizadas, se ponen pálidas, y Mishatákunä, “¡Sosténgala arriba para la danza!” comienzan a temblar. Se considera necesario que oa-á-aó. ellas sean llevadas a ese estado, ya que se supone Así, cuando el shamán toma el trofeo, cuan- que deben ganar poder para resistir al furioso espí- do hace el corte alrededor del cuello con su cuchi- ritu durante tan importante acción que ahora ten- llo, cuando remueve el cordel de algodón y los drá lugar: el lavado de la tsantsa. clavos de chonta, y por último, cuando cuelga el El shamán fija un palo de chonta en el suelo trofeo alrededor del cuello del vencedor, las muje- frente al vencedor. Este último toma la tsantsa de su res acompañan todas estas acciones bailando, cuello y con la ayuda del sacerdote la coloca en la cantando los refranes mencionados, y moviendo parte superior del palo. Cerca del palo una vasija sus cinturones. De nuevo, los cuatro guerreros ar- de barro, una calabaza redonda que contiene agua, mados con lanzas y escudos al mismo tiempo y un pedazo de raíz de la liana llamada sikímuro se acompañan la operación del chamán en otra for- ponen sobre una hoja de plátano. El shamán, quien ma. En cada momento crítico que hemos mencio- conducirá la ceremonia de lavado, recibe la raíz de nado ellos levantan el escudo, lo extienden en po- sikímuro de la esposa del vencedor, quien la había sición horizontal, con la mano izquierda, y con sus guardado en su pecho debajo de su taráchi. Cuan- lanzas por debajo dan tres o cuatro fuertes golpes. do la raíz es cortada en trozos y frotada en agua, se Esta es la ceremonia llamada Yáktinyu. produce una especie de sopa blanquecina Es con El remover los ornamentos exteriores -el cor- esta agua que la tsantsa será lavada. del de algodón y los clavos de chonta - ha sido ne- El shamán corta el sikímuro en pedazos pe- cesario para el lavado de la tsantsa una ceremonia queños. Entonces el sacerdote da jugo de tabaco al que tendrá lugar fuera de la casa. El vencedor de- vencedor, lo toma por el puño, y hace que ponga be salir al sitio destinado para ello, ejecutando agua en la olla de barro de la botella de agua. A conjuntamente con las mujeres la misma danza, continuación hace que el vencedor tome algunos ihiämbrama, la cual conocemos como una de las trozos de la raíz de sikímuro y los ponga en la olla. principales que se realizan el primer día de la fies- Ahora el trofeo debe ser puesto en esta solución. El ta. Las mujeres se colocan en una larga fila, la mu- sacerdote nuevamente toma al vencedor por su mano derecha y hace que coja un poco de agua de 264 RAFAEL KARSTEN

Mientras se ejecutan todas estas operaciones, las mujeres, guiadas por la sacerdotisa, han forma- do nuevamente un círculo alrededor de los princi- pales personajes, acompañando cada uno de los actos más importantes, cuando la tsantsa fue toca- da por primera vez con la solución de sikímuro, cuando fue dejada en la olla, cuando fue lavada y peinada, etc., con su danza, cantos y moviendo sus cascabeles. Los refranes, cantados despacio y monótonamente por las mujeres, son similares a los que se cantaron antes de la casa. Las operaciones realizadas por el shamán han sido también acompañadas por los cuatro guerre- ros armados con escudos y lanzas, quienes en los momentos críticos han estado moviendo sus lan- zas, ejecutando la danza yáktinyu. Luego de que el lavado de la tsantsa ha sido ejecutado, la solución de sikímuro se la dispone de la siguiente manera. El chamán coge la olla con sus dos manos y riega en el suelo la mayor parte de su contenido, así como la espuma producida Ilustración XXXII. 1. Lavado de la tsantsa por la raíz. El resto de guerreros comienza a atacar furiosamente con sus lanzas al agua que corre con la olla, con la cual humedece la tsantsa. Lo mismo la espuma. El resto de la solución, así como la va- se repite inmediatamente; pero ahora el vencedor sija de barro, la van abandonado en el bosque. toma también un pequeño trozo de sikímuro de la olla y toca con éste el cabello del trofeo. Final- mente el vencedor pone cuidadosamente el trofeo en la olla, su mano derecha es sostenida entonces por el sacerdote y la izquierda por el shamán. El trofeo se ha dejado en la solución de sikí- muro con esta ceremonia; el lavado en sí mismo ha sido ejecutado por el shamán. Él refriega el pe- lo con trozos de sikímuro y lo lava con la solución de éste. Después de ser remojado el trofeo en la solución, lo saca de la olla, lo pone en la parte al- ta del palo de chonta y continúa lavándo. Enton- ces él comienza a hacerlo secar, sacudiéndole el agua, golpeando sus brazos con el cabello, y se- cándolo con sus ropas. Finalmente peina la tsant- sa; recibe un peine especial de la hija del vence- dor, quien lo ha tenido en su pecho, en la misma forma que la esposa del vencedor había guardado la raíz de sikímuro. Luego de que el pelo ha sido arreglado y cepillado con propiedad, el trofeo vie- ne colgado nuevamente en la parte superior del palo de chonta, donde se lo deja por un tiempo, hasta que se seque perfectamente. El shamán toma la mano del vencedor y hace que toque el pelo de la tsantsa; luego de la misma forma toma las ma- nos de su esposa e hija y hace que toquen suave- Ilustración XXXII. 2. Las mujeres danzan alrededor del hombre que lava la tsantsa mente el trofeo. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 265

Los hombres están listos ahora para entrar en tada por los cuatro guerreros, es en parte mantener la casa. El vencedor recibe jugo de tabaco del sa- alejado al espíritu malvado, el cual ha sido morti- cerdote. Entonces, con la ayuda de este último, to- ficado y definitivamente esclavizado por medio de ma el trofeo que cuelga del palo de chonta y se lo la ceremonia del lavado y, en parte, dar más énfa- cuelga sobre su pecho. Detrás del vencedor, como sis a la ceremonia en sí. Los refranes chimbuyírum- es usual, se colocan otros hombres en columna, ba-yamáyumbá, etc., pertenecen a un lenguaje ce- todos armados con sus lanzas y rifles. El sacerdote remonial antiguo y su exacto significado es proba- toma su lugar detrás del vencedor, poniendo la blemente desconocido para muchos de los mis- mano sobre su pecho. Algunos otros guerreros an- mos indígenas. Los diferentes refranes se refieren a cianos también se colocan a un lado o frente al distintos detalles de la ceremonia que se está dan- vencedor, uno de ellos lleva la pequeña olla que do dentro del círculo de danza de las mujeres - contiene el jugo de tabaco, del cual se dan otras cuando el vencedor pone la tsantsa en la parte su- dosis al vencedor. Las mujeres han regresado pre- perior del palo de chonta, cuando la humedece viamente a la casa y se han alistado para recibir al con la solución mágica, cuando la pone en la so- vencedor. lución, cuando el chamán la lava, cuando la seca, La procesión ahora empieza a moverse; el etc., y se supone que darán más énfasis a la acción vencedor camina lenta y solemnemente, seguido en esos momentos. Que la eficacia de una acción de otros guerreros, que continuamente golpean el aumente cuando se describe con palabras, es una pelo del trofeo con sus manos. Un viejo guerrero idea profundamente enraizada en la mente de los va frente a él llevando el peine, con el cual se pei- Jívaros. nó el trofeo, después del lavado. El peine, por ha- Después de que la danza introductoria Ihíam- ber tenido contacto con el pelo de la víctima, está brama ha tenido lugar, y mientras todos permane- cargado de energía espiritual, y es así que se supo- cen de pie en columnas en las que se han coloca- ne posee el poder para mantener alejado el espíri- do para ejecutar este baile, la chicha de yuca, ni- tu del enemigo que, de acuerdo a la creencia de hamánchi, debe ser bebida en forma ceremonial. los indígenas, está viniendo para encontrarse con Esta no es una chicha de yuca de tipo corriente, si- el vencedor cuando entre en la casa y trata de ma- no una especial, obtenida de yuca asada, que se tarlo. supone tendrá un efecto también especial. Frente a El vencedor se detiene en la puerta de la ca- los hombres, colocados en dos columnas toman su sa. El sacerdote le ayuda a sacarse el trofeo, lo ata sitio cinco mujeres, cada una de ellas llevando una a una lanza que él rápidamente pasa a través de la pininga llena de chicha de yuca. La primera y se- puerta, nuevamente lo saca, y vuelve a entrarlo gunda de estas mujeres son la esposa e hija del otra vez; entonces fija la lanza en el suelo por den- vencedor. El vencedor es el primero en tomar la tro, junto a la puerta. Dentro de la casa, entretan- chicha, pasándola a las mujeres y dándoles un sor- to, las mujeres se han alistado para la danza ihíam- bo a cada una de ellas. Luego él se dirige hacia los brama, que el vencedor debe ejecutar nuevamen- otros hombres, toma al sacerdote por el brazo, lo te con las mujeres en la forma descrita anterior- deja cerca de las mujeres, le hace beber en la mis- mente. ma forma de cada una de las tazas que llevan las Después de la danza, el sacerdote lleva al mujeres, y luego vuelve al sitio donde estaba ante- vencedor adentro, alrededor de la casa, para de- riormente. Lo mismo se repite con cada uno de los mostrar que él puede moverse en ella sin peligro. otros guerreros, quienes deben permanecer cerca y El objeto de esta ceremonia, -el “lavado de la beber por turnos, de acuerdo a la edad y cargo. Los tsantsa”- es “lavarla” de la maldad que aún puede guerreros ancianos que han matado muchos ene- estar retenida por el espíritu del enemigo y para migos y celebrado muchas fiestas de tsantsa van hacerle definitivamente esclavo del vencedor. Este primero y los jóvenes después. Solo los ancianos efecto se supone se dará por la solución de sikímu- van primero que las mujeres; siguen los hombres ro, debido a las propiedades mágicas que se atri- jóvenes que, después de una señal, vuelven al or- buyen a la raíz de esta planta. den en que ellos estaban formados. Nuevamente, el objetivo de las danzas y can- Con la bebida de nihamánchi el día oficial de tos de las mujeres mientras tiene lugar el lavado la ceremonia ha terminado. Lo sigue la bebida ge- del trofeo, así como la ceremonia yáktinyu ejecu- neral por turnos y un banquete comunitario. Los 266 RAFAEL KARSTEN

colgada en su espalda, cantando una canción, que en el fondo es una invitación a los jóvenes hom- bres y mujeres para que comiencen a bailar. La canción es como sigue: Ohahaheitimi, “¡Déjennos cantar y bailar!”

Himyata máma Untuhára sinseri oháhaheita, ivyéramáma, sinseri nátsamáma wakímsihára Himyata máma, oháhaheita, sinseri oháhaheita, oa-á - aó oa-á - aó Tsingúmimáma, shirimbi nóastaimi oháhaheita, narángoá untuhára oháhaheita oháhaheita, nayápiumau oa-á-ao oháhaheita oa-á-aó

Traducción:

“¡Déjennos cantar y bailar! ¡Dejen que todos vengan! ¡Colóquense en fila y vengan a bailar! ¡Colóquense en fila y vengan sin sentir vergüenza! Ilustración XXXIII. 1. Hombre y mujer jívaro danzantes ¡Bien vestidos, personajes principales de la fiesta y otros hombres ajusten su tarachi; y mujeres que han participado en importantes con- arreglen sus ornamentos, juros, sin embargo, deben ayunar como antes, abs- canten y bailen! teniéndose particularmente de comer cerdo. A los cuatro guerreros que han ejecutado la ceremonia yaktinyu con sus escudos y lanzas no les está per- mitido tomar la misma cantidad de chicha de yu- ca que a otros hombres. La bebida se les sirve a ellos pero no en la forma usual en grandes pinin- gas, sino en pequeños platos de barro menciona- dos anteriormente. Estos platos son colocados en columnas y llenados con chicha y los cuatro gue- rreros toman su lugar frente a ellos, formados en columna. A una señal dada, de pronto se mueven todos al mismo tiempo, cogen sus piningas y to- man rápidamente su contenido. Los hombres así toman rápida y simultáneamente la chicha para que el espíritu vengativo tenga más dificultad en hacerle daño a cualquiera de ellos. La bebida general continúa durante todo el día, hasta que todos, tanto hombres como mujeres, estén más o menos embriagados. En el mismo gra- do en que la bebida muestra sus efectos intoxican- tes, los indígenas comienzan a bailar solos, y esta danza continúa durante toda la mañana. Al princi- Ilustración XXXIII. 2. Indios jívaros con indumentaria de danza pio la sacerdotisa, oháha, baila sola con la tsantsa LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 267

¡Cójanse unos a otros de las manos bor, simultáneamente las mujeres cantan una can- vengan a bailar! ción. Al mismo tiempo, otros hombres acompañan ¡Como la golondrina que (sentada en una rama) mueve la danza tocando tambores o la flauta. De esta for- su cuerpo (como si estuviera bailando). ma una pareja después de otra aparecen en el cur- ¡Como el halcón, que está haciendo sus círculos en el so del día. Detrás de la sacerdotisa, también otras aire, vengan a cantar y bailar!”. mujeres aparecen solas, acompañándose de can- tos o coros. Estas canciones generalmente no ha- En obediencia a las exhortaciones de la sacer- cen referencia a la fiesta, sino que las mujeres can- dotisa, los indígenas jóvenes comienzan a bailar tan lo que se les ocurre en su estado de alucina- en parejas, un hombre y una mujer. La esposa e hi- ción. Es común que en una gran fiesta las mujeres ja del vencedor son las más activas entre las muje- dirijan sus cantos a ciertos bellos pájaros del bos- res. La danza en parejas requiere del vestido usual que, a los que luego se les personifica y se les ha- de fiesta: las mujeres llevan los cascabeles de ser- bla. Sobre estos pájaros el tucán, “tsukánga” el ga- piente alrededor de la cintura, y los hombres sus llo silvestre, súmga, el paugi mashu, y el pavo sil- tambores, que tocan a veces durante la danza. La vestre, kúyu, juegan los roles más importantes y las danza, generalmente hablando, consiste en que mujeres danzantes los nombran, dándoles toda hombres y mujeres, alternadamente, se mueven clase de nombres dulces, alabando su hermoso acercándose y alejándose uno del otro, en lenta y plumaje, su caminado, etc. solemne forma, indicada por los golpes del tam-

Capítulo XIV ELSACRIFICIODELOSCERDOS CUCHI ACHIKTAHEI MATINYU

Aproximadamente a las cuatro de la tarde de deben ser sacrificados en la fiesta no se establece ese mismo día de importante actividad, se desarro- al comienzo. Generalmente se obtienen algunos lla lo que los Jívaros llaman Cuchi achiktahei mã- cerdos más y se crían los que supuestamente son tinyu: “el sacrificio de los cerdos”. necesarios para el propósito. Por otra parte, para la De acuerdo al ritual de la festividad o, ha- conservación de la raza, es necesario que al me- blando más estrictamente, poco después de la me- nos un par se dejan vivos. Cuando el tiempo para dianoche “cuando los gallos cantan por primera la gran fiesta se aproxima, el triunfador mismo de- vez” y el nuevo día está por comenzar. Esta hora cide cuáles de los cerdos deben ser sacrificados y es generalmente la una de la mañana. Sin embar- en qué orden se lo debe hacer. Incluso respecto a go, como es difícil matar un número de cerdos y estos detalles, recibe consejo directo del wakáni cocinar su carne en un período de tiempo corto, el cuando, con la tsantsa colgada alrededor del cue- asunto se arregla en forma práctica, para que la llo, entra en el corral de los cerdos y selecciona a matanza de los animales se realice en la tarde del los animales (kuchi anéikama). Estos cerdos que día anterior, mientras que la cocción de la carne se son sacrificados y cuya carne es consumida en la realiza a la medianoche. Es absolutamente necesa- festividad, incrementarán el número de cerdos que rio que la carne se cocine a la medianoche, pues restan. Esta es la idea principal que los Jívaros aso- solamente en este caso se obtendrá el propósito de cian con la ceremonia de sacrificio de animales la ceremonia de sacrificio: el incremento abun- domésticos en sus fiestas. dante de cerdos para el futuro. Cuando la carne de Para una fiesta en la que estuve presente ha- los animales muertos se cocina temprano en la bían sido criados once o doce cerdos, de los cua- mañana, al comienzo del nuevo día, tendrá como les nueve fueron sacrificados, dos durante el pri- consecuencia que de ahí en adelante habrá carne mer día de la fiesta y siete en el día propio de la de cerdo en abundancia en la casa del matador. Lo ceremonia de sacrificio. mismo se aplica a las gallinas, que de la misma De acuerdo al ritual, el sacrificio deben reali- forma son sacrificadas y cocinadas durante las pri- zarlo algunos de los huéspedes invitados, seleccio- meras horas del nuevo día, pero naturalmente, son nados para este propósito. El anfitrión o los miem- de menos importancia que los cerdos. bros de su casa no deben tocarlos bajo ningún pre- Como se ha mencionado anteriormente, los texto, pues el propósito de toda la ceremonia se cerdos que deben ser sacrificados en la festividad perdería en cuanto que los cerdos restantes no se se han conseguido mucho antes, al empezar los incrementarían en número. El sacrificio se realiza primeros preparativos para la fiesta y han sido cria- fuera de la casa, pero los animales no son muertos dos y alimentados con cuidado especial. El vence- todos en el mismo sitio, sino uno aquí y otro allá, dor mismo ha supervisado la cría de estos anima- cerca de las diferentes paredes de la casa. De esta les, dando a las mujeres apropiadas instrucciones forma se da la impresión de que los cerdos muer- que él mismo ha recibido directamente del waká- tos y comidos en la fiesta son muy numerosos y el ni, el espíritu del enemigo muerto, materializado efecto será que éstos, a su vez, serán en realidad, en la tsantsa, sobre quien él ha adquirido domina- muy numerosos en el futuro. ción completa. El número exacto de cerdos que 270 RAFAEL KARSTEN

Los animales, de acuerdo a una vieja costum- esencia café-oscura que ha permanecido en el fon- bre jívara, se matan por estrangulación, sin derra- do de la olla es el vino de yuca (sangúcha shiki). El mamiento de sangre. Atan una soga de bejucos al- sacerdote pide una olla de barro más pequeña y rededor del cuello del cerdo y colocan debajo un una calabaza, que le entregan las mujeres. Luego, palo fuerte: la estrangulación se realiza al torcer el vierte toda la cantidad de vino en la nueva vasija palo. A medida que los animales son muertos, son de barro y también un poco dentro de la calabaza. llevados dentro de la casa donde están listas algu- La calabaza se coloca sobre la boca de la olla de nas ollas con agua caliente. Calientan la piel con barro para que la cubra, y la calabaza es cubierta el agua y raspan el pelo, después de lo cual abren con hojas. Todo esto se guarda después en un lu- el estómago y cortan la carne en forma ordinaria. gar especial hasta la mañana siguiente, cuando la De la carne, el sacerdote y la sacerdotisa re- bebida será consumida. ciben cada uno una pierna como parte del pago Cuando se termina este trabajo, la danza por sus servicios en la festividad. El resto se guar- hantsemáta continúa hasta aproximadamente la da en estanques especiales, hasta la medianoche, una de la mañana, cuando se escucha a los gallos cuando se lo cocina. Las cabezas y los huesos son cantar y el anfitrión declara que es el momento asados y guardados hasta el día de la partida de los apropiado para cocinar la carne de los cerdos sa- invitados y repartidos entre ellos. crificados. Varios fuegos han sido previamente en- Cuando oscurece comienza la danza hantse- cendidos en diferentes lugares de la casa, grandes máta, como es usual, y continúa, con dos interva- ollas de barro se colocan sobre ellos y la carne se los, hasta el amanecer. El primero de los intervalos divide entre las ollas. Al mismo tiempo, cierto nú- ocurre aproximadamente a las diez de la noche. mero de gallinas son muertas retorciéndoles el Cuando la chicha de yuca destilada está definitiva- cuello; se despluman y se preparan en ese momen- mente lista, se pone delante y se coloca en el sue- to y su carne se cocina en ollas especiales. Mien- lo la olla de barro que contiene la substancia de tras la cocción avanza, los indios bailan la hantse- yuca asada y masticada, que durante el primer día máta con más vigor que el usual y todos, hombres de la fiesta fue arreglada para la destilación. El sa- y mujeres, toman parte en ella. Después de que la cerdote, procediendo con sumo cuidado, remueve carne ha sido hervida, se remueven las ollas del las hojas de kachíni y apaí con las cuales ha sido fuego y se las coloca a un lado hasta la mañana. cubierta la substancia masticada. Luego remueve No es sino hasta ese momento en que la carne co- con el mismo cuidado la substancia de yuca mis- cinada puede ser comida, especialmente en el ma colocándola en otra vasija. Finalmente, en la banquete común que sigue a la última ceremonia misma forma, remueve las hojas de apaí coloca- de la festividad: el engalamiento del triunfador. das sobre los palos shuya reunidos en la olla, así La danza, como es usual, continúa hasta el los palos shuya mismos que, junto con las hojas, amanecer. cuando termina con el acostumbrado son colocados en una hoja especial, grande. La baño en el río. Capítulo XV EL ÚLTIMO DÍA DE LA FIESTA, LA FIESTA SE HA TERMINADO NAMBERA SHIAKMA

Aproximadamente a las ocho de la mañana, que las mujeres llevan en su labio inferior, tukúnu; la última gran ceremonia se realiza con el mata- un collar de abalorios usado alrededor del cuello, dor, en ella el sacerdote le viste con un traje festi- sháuka y unas fajas anchas de algodón amarradas vo, rompe su ayuno y, por último, le corta el pelo alrededor de la parte superior del brazo, patáki. y le pinta el cuerpo de negro con genipa. Sobre el escudo, además, se colocan peque- El comienzo de la ceremonia, el cargar los ñas ollas que contienen zumo de tabaco, una ca- asientos, el traer tsantsa colocada en un escudo, labaza pequeña, que contiene achiote rojo, ipyá- etc., es exactamente igual al día anterior cuando el ku, tres hilos de algodón entrelazados, pintados de trofeo debía ser lavado. El matador y el sacerdote, rojo con el achiote que deben ser atados a los la- acompañados por la esposa del primero, deben ir bios de la tsantsa y un cuchillo. en busca especial de cada uno de los asientos en Cuando todos se han sentado, el sacerdote le los cuales se sentarán durante la ceremonia, un da zumo de tabaco al matador, a su esposa y a su asiento especial de la misma forma, se trae para el hija, al igual que al shamán y por último, lo toma curandero. El sacerdote ayuda al matador a sentar- él. El shamán toma el cuchillo con la mano dere- se, y el matador luego ayuda al sacerdote. Entre los cha y la tsantsa con la izquierda. Toma un poco de asientos ha sido colocada la tsantsa sobre un escu- jugo de tabaco con la punta del cuchillo y cubre la do. Sobre el escudo, se colocan todos los artículos tsantsa con él en la abertura del cuello. Después de ropaje y ornamentos con los cuales el matador de esto, corta una franja de piel del trofeo, quitan- y también su esposa e hija serán engalanados. Es- do casi toda la parte que formaba el cuello. Esta tos artículos, en cuanto al matador incumbe, son franja se coloca sobre el escudo. En los agujeros los siguientes: Una nueva falda, itipi, con un cin- en los labios, donde antes habían sido colocados turón de pelo humano, akachu, una faja ancha, los prendedores de chonta, coloca los tres hilos de cuyas puntas están adornadas con plumas de tu- algodón que de este modo quedan pegados a los cán y pelo humano, llamada itsimgama, para ama- labios. Mientras el chamán está ocupado en estas rrar alrededor de la gran cola en el cuello; y dos hi- operaciones, las mujeres bailan alrededor de él y los de algodón rojo con los cuales se amarran las las otras personas se sientan junto al escudo, can- pequeñas trenzas en las sienes; una peinilla, timas- tando sus encantaciones acostumbradas: chimbu- hi; orejeras de palo, arúsa; pendientes de alas bri- yirumbá-yamáyumbá, etc.. De la misma manera, llantes de escarabajo para pegarse en los lóbulos los cuatro guerreros golpean sus escudos con las de las orejas, llamados wauo; una corona de plu- lanzas en los momentos críticos, ejecutando la ce- mas de tucán para la cabeza, tatwasa; un adorno remonia Yáktinyu. para la espalda, hecho de huesos de la pata de un El trofeo está ya listo. Ahora el sacerdote em- pájaro tayu, llamado tayukunchi. De los adornos pieza su parte siendo su primera tarea la de vestir usados para las mujeres, los siguientes son coloca- al matador. El sacerdote, como es usual, le da zu- dos sobre el escudo: un hilo de algodón que las mo de tabaco por la nariz y le ayuda a colgarse la mujeres utilizan para amarrarse alrededor del pelo tsantsa. Antiguamente, era costumbre entre los Jí- para las fiestas, tiringsa; pequeños aretes de palo varos que el triunfador, antes de tomar el trofeo, de las mujeres, arúsa; un prendedor de la madera tragara un pequeño pedazo de la piel que el cu- 272 RAFAEL KARSTEN randero había cortado del cuello del trofeo para secuentemente, recibe de la mano del viejo un pe- manifestar que él se “comía a su enemigo”. Muy queño pedazo de pescado, un poco de yuca, así raramente se sigue esta costumbre y el pedazo de como una pizca de sal y de ají. Luego el sacerdo- piel generalmente se lo tira. El sacerdote luego te, con las mismas ceremonias, da un poco de los agarra al triunfador por la muñeca, le hace coger platos ya mencionados a la esposa e hija del triun- la falda y cinturón, sopla sobre estas prendas y le fador. ayuda a vestirse. El pelo del triunfador viene arre- En cambio, el triunfador le da al sacerdote el glado. El sacerdote le ayuda a peinarse y divide el hígado de cerdo colocado en la otra hoja de pláta- pelo en tres colas -una grande atrás y dos más pe- no “como un tributo de gratitud por lo que el sa- queñas en las sienes- como es costumbre entre los cerdote ha hecho por él en la fiesta”. Maneja el hí- Jívaros. Las colas se amarran con las fajas que ya- gado de la forma más cuidadosa posible, tocándo- cen sobre el escudo para este propósito. Después lo solamente con las puntas de sus dedos y se lo da él recibe de la misma manera el resto de ornamen- al sacerdote, quien masca un bocado de él. El res- tos, la corona de plumas, las orejeras de palo, etc., to del hígado es guardado por el sacerdote, quien de manos del sacerdote, quien sopla sobre cada masca un bocado de éste y se lo lleva a la casa. artículo antes de dárselo. De la misma forma, el Mientras estas ceremonias se desarrollan, las triunfador se pinta la cara con el achiote rojo con mujeres, encabezadas por la secerdotisa, han esta- la asistencia del viejo. do bailando y cantando alrededor de las personas Hasta la esposa del triunfador viene ceremo- principales en la forma ya descrita. niosamente vestida por el sacerdote, recibiendo de El triunfador, una vez engalanado y habiendo sus manos los ornamentos de mujer colocados so- roto su ayuno, bebe el vino de yuca preparada con bre el escudo. tanto cuidado. Esta ceremonia se ejecuta de la mis- Durante toda esta ceremonia de engalana- ma manera como la bebida de la chicha de yuca miento, las mujeres, dirigidas por la sacerdotisa, después del lavado del trofeo, el día anterior. Los han estado bailando y cantando alrededor de las hombres se ponen en dos filas desde la puerta ha- principales personas que actúan. cia adentro, parados de acuerdo a su edad y digni- La siguiente cosa que el triunfador, su esposa dad, los más viejos más cerca a la puerta. La espo- y su hija deben hacer es romper el ayuno. En los sa del triunfador toma su posición delante de ellos cuartos de las mujeres, diferentes comidas han si- en la mitad de la casa, sosteniendo la olla que con- do preparadas anteriormente. En un fogón espe- tiene el vino en la una mano y una calabaza pe- cial, se han cocinado hojas del Ilex, weisa, en una queña en la otra. El triunfador primero se acerca a olla pequeña. Tan pronto como la bebida está lis- la mujer y toma un trago de la calabaza cedida por ta, el sacerdote vierte un poco de una calabaza, ella. Luego regresa y trae al sacerdote, le hace be- murmura un conjuro sobre ella y se la da al triun- ber la misma forma de la calabaza que la mujer, fador, quien lava su boca con la infusión, escu- mientras tanto, ha llenado con vino. Lo mismo se piéndola después. El sacerdote hace que la esposa repite con cada uno de los viejos guerreros, que se e hija se laven la boca con weisa de la misma for- acercan por turno. Después de ellos siguen los más ma. Los tres están ahora apropiadamente purifica- jóvenes. Sin embargo, de acuerdo al ceremonial, dos para recibir la comida. solo a los guerreros viejos que han matado algunos Diferentes clases de comidas son traídas en enemigos y celebrando una fiesta de victoria, se grandes hojas de plátano: en una hoja hay un po- les permite tomar el vino. Los hombres más jóve- co de carne de cerdo, pescado y yuca, como tam- nes ciertamente se acercan a la mujer pero solo bién un poco de sal y himya o ají. En otra hoja de aparentan tomar de la calabaza que ella les acerca plátano, ha sido colocado un hígado hervido ente- y en realidad no la tocan con sus labios. Ellos no ro de uno de los cerdos sacrificados. El sacerdote son considerados todavía como guerreros verda- le da zumo de tabaco al triunfador por la nariz y a deros, porque no han matado a un enemigo. Asi- su esposa e hija por la boca. Luego toma cautelo- mismo, ni una de las mujeres toma el licor. Lo que samente, con dos dedos, un pequeño pedazo de la sobre del vino de yuca el sacerdote lo guarda para carne de cerdo, murmura un conjuro sobre él, es- ser consumido después de la comida que ahora cupe en el suelo y le da el pedazo al triunfador, empieza. quien lo traga sin tocarlo con sus dedos. Este, sub- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 273

Luego de la ceremonia de bebida recién des- de él con las siguientes palabras: “He completado crita, se desarrolla el banquete general durante el mi tarea como un whuéa en esta fiesta. Lo que he cual se consume la carne de los cerdos y gallinas hecho yo ahora también lo podrán hacer ustedes sacrificados durante la noche. Este banquete tiene cuando sean viejos”. el mismo carácter de la comida que se da cada El resto del día lo pasan de la misma manera mañana después de la ceremonia principal de día. que los días anteriores a la fiesta: mantienen turnos Sin embargo, es considerado esencial que los invi- de bebida y ejecutan danzas solas en las cuales tados y anfitriones coman mucho para que toda la hombres y mujeres, como es usual, actúan en pa- cantidad de carne que existe sea consumida. Los rejas. Ahora, como antes, las mujeres acompañan mejores pedazos de los cerdos y gallinas son selec- generalmente su danza con una especie de encan- cionados para el triunfador. La comida es conside- tación. rada de buen augurio para el futuro. Así como el Al caer la última noche, la danza comienza y triunfador come ahora mucha carne de cerdos y continúa hasta el amanecer, cuando se termina gallinas, así no habrá en el futuro -gracias a la mis- con el acostrumbrado baño en el río. teriosa influencia favorable-, ninguna falta de es- Temprano en la mañana, se celebra una pe- tos alimentos en su casa. queña sesión de bebida luego de la cual los invita- Después del banquete, el sacerdote distribuye dos se alistan para salir y despedirse de los anfitrio- el sobrante de vino de yuca entre los hombres; nes. La despedida tienen el mismo carácter cere- también los más jóvenes pueden tomar hasta que monial que el saludo de la llegada: cada uno de la provisión se agote. los hombres invitados se dirige al triunfador y sus Queda todavía por ejecutarse de parte del familiares con una especie de discurso. Las pala- triunfador, la ceremonia final, durante la cual le bras habladas, por supuesto, hacen referencia a la cortan el pelo y le pintan el cuerpo con genipa ne- fiesta recién terminada: se elogian los arreglos es- gra. el sacerdote en esto actúa como antes. De la pléndidos, el entretenimiento, la armonía reinante gran cola que el triunfador tiene atrás, solo corta etc. y los invitados, a su vez, invitan a los anfitrio- las puntas, pero las trenzas más pequeñas de las nes a una visita. Después de esta ceremonia de sienes desaparecen completamente. El pelo corta- despedida, que dura un tiempo largo, los hombres do en ocasiones ceremoniales es utilizado por los se marchan acompañados de sus esposas e hijos. jívaros para la preparación de los cinturones de Después de la gran fiesta de la la victoria, el pelo humano que son usados por los hombres. guerrero jívaro generalmente realiza un pequeño Luego sigue la pintura con genipa, sua. Se co- viaje que dura algunos días, así como lo hizo en loca sobre el escudo una pequeña olla que contie- las pequeñas fiestas previas. En esta ocasión se re- ne la solución de genipa. El sacerdote mete sus de- tira hacia el bosque donde permanece solo, to- dos en la solución y cubre la cara del triunfador, mando agua de tabaco, bañándose todos los días dibujando grandes rayas a lo largo de su pecho y en la cascada y durmiendo durante la noche en estómago, su espalda, brazos y piernas. A esta ce- una pequeña “cabaña de los sueños”. En cuanto la remonia también asiste el coro de las mujeres diri- pintura negra ha desaparecido en su cuerpo, regre- gidas por la sacerdotisa. sa a su casa donde, finalmente, toma la maikoa pa- Habiendo terminado estas operaciones, el sa- ra ver dónde quedan aún enemigos amenazándo- cerdote se dirige a los hombres parados al rededor le y si todo saldrá felizmente para él en el futuro.

Capítulo XVI ÚLTIMAS OBSERVACIONES SOBRE LA FIESTA DE LA TSANTSA

La descripción hecha anteriormente de la pueblos inferiores del mundo y da una explicación gran festividad de la victoria está basada en mis no solo del número de costumbres peculiares so- propias observaciones hechas durante mi visita a bre el pelo, sino especialmente de prácticas exis- la casa del jívaro Shakaëma en Chiguaza, en el al- tentes entre algunas tribus salvajes, como la de to- to Pastaza, visita que describí antes. En total he es- mar el cuero cabelludo de enemigos asesinados o tado presente en tres fiestas de victoria de los in- preparar con sus cabezas “trofeos”. De todos mo- dios Jívaros, pero la segunda y tercera vez no me dos, el uso que los Jívaros hacen de las cabezas de quedé más que dos días, debido a que encontré sus enemigos y las ceremonias que ejecutan con que las ceremonias ejecutadas eran exactamente ellas están del todo basados en esta idea. lo mismo que las ejecutadas en la primera fiesta. Asimismo, la idea de que el espíritu de un Como he establecido, estas ceremonias pue- hombre asesinado está lleno de deseos de vengan- den variar en ciertos detalles entre las diferentes za y que esta venganza está en primer lugar dirigi- tribus de Jívaros, pero las diferencias son insignifi- da hacia el asesino, es también bastante natural y cantes y no esenciales. De investigaciones que he se halla universalmente en culturas inferiores. Res- realizado, me aventuro a asegurar que el ritual de pecto a los jívaros, el interés está especialmente li- la fiesta es totalmente uniforme por todo el territo- gado a los medios infantiles e ingenuos por los rio jívaro. Tal vez es necesario señalar que las des- cuales los indios imaginan que ellos pueden man- cripciones cortas hasta ahora aparecidas en la lite- tener al temido espíritu acorralado y que son los ratura (por ejemplo, el libro de Rivet sobre los Jíva- mismos medios a los cuales se recurre para mante- ros) evidentemente no coinciden con los hechos ner alejado a un enemigo viviente. De este modo, reales, siendo probablemente fundamentadas en la medida de mantener el trofeo atado al arma ase- informaciones de poca confianza, dadas por los sina, la “demoníaca” lanza de chonta, el cascabe- mestizos de Macas y otros visitantes ocasionales. leo con los escudos en las ceremonias más impor- Pueden añadirse algunas observaciones gene- tantes, los intentos de inspirar miedo por medio rales sobre el significado de la festividad. del ruido, de movimientos y danzas amenazantes Si analizamos las numerosas ceremonias des- y “lavar” su maldad y deseo de venganza al lavar critas arriba, encontramos que todas ellas se basan la cabeza en una solución mágica, todas demues- en ciertas ideas fundamentales. Primero, que en el tran, de distintas maneras, el concepto primitivo trofeo (tsantsa) se encuentra el espíritu o alma del que los Jívaros tienen acerca de seres sobrenatura- enemigo muerto; segundo, que ese espíritu, co- les y de la posibilidad de influenciarlos. nectado con la cabeza, está sediento de venganza Parece algo más difícil a primera vista, enten- y está tratando de hacer daño a su asesino en toda der la idea fundamental mencionada antes como forma posible; y, tercero, que sí este peligro es pa- tercera, que el trofeo, si todos los ritos son apropia- ralizado por medio de los diferentes ritos de la fies- damente ejecutados en la fiesta, es transformado en ta, el trofeo se cambia en un “fetiche”, una cosa un verdadero fetiche y se convierte en una fuente cargada de poder sobrenatural que el triunfador de bendición para el asesino y toda su familia. El puede utilizar de diferentes maneras y en distintos poder que supuestamente tiene el trofeo, por su- momentos de la vida. puesto, se debe al espíritu atado a él, así como el La idea de que el alma, o el poder vital de una poder mágico natural del cuerpo del ser humano persona, está concentrado en su cabeza, y particu- viviente depende del alma o vitalidad inherente a larmente en su pelo, parece ser común a todos los él. Las almas, o espíritus de hombres muertos, están 276 RAFAEL KARSTEN dotados de una energía especial y potencia, y entre cerdote” o conductor de las ceremonias de la fes- los Jívaros, como entre otros indígenas sudamerica- tividad, como he dicho puede oficiar solo un vie- nos, todos los dioses, espíritus y demonios, parecen jo guerrero, habiendo él mismo matado al menos almas humanas muertas. Desde este punto de vis- a un enemigo y celebrado una fiesta de la victoria. ta, no hay nada extraño en la idea de que el espíri- Su conocimiento, experiencia, valor y otras cuali- tu del enemigo asesinado, sobre el cual el triunfa- dades militares prominentes adquiridas a lo largo dor ha adquirido un dominio completo, sea capaz de su larga vida y especialmente el poder mágico de conferirle todas esas bendiciones materiales que adquirido al asesinar a sus enemigos, parecen for- se mencionan como los efectos más importantes de mar una idea casi de una realidad física y su poder la tsantsa. Entre muchas tribus indígenas de Ecua- puede, como el del triunfador, en cierta medida dor y de otras partes, prevalece la costumbre de transferido a otras personas. Es por esta razón que que los familiares sobrevivientes ofrecen un culto él siempre sostiene las manos del triunfador en las especial al padre de familia muerto, durante el cual ceremonias más importantes, con la idea de la ac- se colocan sobre su tumba diferentes tipos de comi- ción en cuestión tendrá más énfasis e importancia. das, bebidas etc. Si el espíritu del muerto está satis- Lo mismo se cree de la sacerdotisa: por medio de fecho con ese culto, se cree que recompensa a sus su cooperación todas las acciones ejecutadas por famillares cariñosos haciendo que sus campos flo- las mujeres, y particulalmente por la esposa e hija rezcan y den frutos, e incrementando sus animales del triunfador, aseguran el tono y la fuerza necesa- domésticos, es decir, concediendo exactamente los rias. mismos beneficios que se esperan de la cabeza tro- El importante papel que en general juegan las feo. La diferencia entre este acto religioso y el mo- mujeres en esta fiesta de los guerreros, se debe al do de tratar al espíritu de un enemigo asesinado hecho que el objetivo principal de la tsantsa es adoptado por los Jívaros, consiste en que, en el pri- promocionar esas fases de la vida económica de mer caso, estamos tratando con un culto de ofren- los indios con las cuales las mujeres están más in- das real, mientras que en el segundo estamos tra- volucradas: la agricultura y el incremento de los tando con un conjuro puramente mágico que se su- animales domésticos. El poder misterioso que ha pone debe ejercer una fuerza irresistible sobre el sido conferido al triunfador mismo automática- beneficiario. Que los Jívaros consideren los últimos mente se extenderá a las personas con las cuales él medios los más efectivos aparece de la extraordina- está íntimamente relacionado, y cuando hay dos ria importancia dada a la fiesta llamada Einsupani. familiares mujeres que asisten a la ceremonia -en Algunas de las ceremonias en esta fiesta, como he- este caso su esposa y su hija- sus efectos serán mu- mos visto, tienen también como objetivo el incre- cho más fuertes. La misma idea aparece en rela- mentar por medios artificiales los poderes naturales ción con la “fiesta del tabaco” donde dos familia- del trofeo, así como una batería eléctrica se carga res mujeres del personaje principal de la fiesta te- con fuerza eléctrica. nían asimismo que ayunar. Hay una idea curiosa en la fiesta de la victo- La tsantsa de los Jívaros, por lo tanto, no es ria: al triunfador mismo, por un lado, se lo cree en un trofeo en el sentido común de la palabra, ni ex- peligro por parte del espíritu del enemigo muerto, clusivamente una marca de distinción o una prue- pero por el otro, a cuenta de haber ganado domi- ba visible de que un enemigo ha sido muerto. El nio sobre la cabeza del enemigo, está investido de guerrero jívaro no solo trata de tomar la vida de su un misterioso poder especial. Además, él es capaz enemigo; sino que, sobre todo, quiere asegurar el de transferir este poder, por contacto con otras per- control de su espíritu. De acuerdo con esto, la lla- sonas y cosas. Esto explica por qué el triunfador, mada Einsupani no es una fiesta de victoria en el debe ayudar, por ejemplo, en la elaboración del sentido familiar para nosotros, sino al mismo tiem- vino de yuca para la fiesta y en la preparación de po, y en primer lugar, un tipo de fiesta misteriosa la bebida sagrada natéma. De igual forma, algo de que, cuando somos capaces de penetrar en su sig- su poder se transfiere a su esposa e hija y puede, a nificado real, brinda interesante luz no solo sobre través de ellas, hacerse activo en la agricultura y la vida social de estos indios y las ideas que ellos en ciertos otros momentos de la vida. conectan no solo con sus guerras, sino también, Se reconoce un poder misterioso similar al sa- con algunos aspectos de sus trascendentes visiones cerdote (whéa) y a la sacerdotisa (oháha). De “sa- religiosas. Quinta parte RELIGIÓN-ARTE-CIENCIA

Capítulo I IDEAS RELIGIOSAS DE LOS JÍVAROS

En las secciones anteriores de este trabajo, las La bondadosa Tierra-madre de los Jívaros y su ideas religiosas y mágicas de los indígenas, y has- leal marido Shakaëma a pesar de que ninguno de ta elementos de su culto, han sido tan frecuente- ellos es considerado como creador del mundo co- mente tratados que puede parecer casi inapropia- mo ser normal en sentido estricto, no obstante es do el introducir una nueva sección bajo el título de un interés singular, siendo un caso genuino de general de “Religión”. Es necesario, sin embargo, creación de la imaginación primitiva indígena. sistematizar estas ideas y ritos para el propósito de En cuanto al culto rendido a la Tierra-madre y obtener un estudio de su religión como conjunto. a su cónyuge, no hay casi nada que añadir a lo que Aun tratando de evitar, en la medida que sea posi- he relatado. Pero a más de éstas, las ideas religio- ble, repetir afirmaciones hechas antes, me propon- sas y prácticas de los Jívaros tienen referencia con go en los siguientes capítulos relatar todo lo que es seres sobrenaturales de un orden menor, almas, es- concerniente a las creencias religiosas y prácticas píritus y demonios, de los cuales hay muchos dife- de los Jívaros y Canelos, de los cuales los primeros rentes tipos. Los indígenas tienen dos palabras pa- me parecen especialmente típicos de una gran tri- ra denotar un espíritu o demonio: wakáni e igúan- bu independiente no afectada por ideas cristianas. chi. Los Jívaros, en su estado pagano, no tienen La palabra wakani puede ser traducida con noción de un ser supremo y un creador del mun- “alma” o “sombra”. Almas humanas separadas del do. Algunos indios del Upano mencionan al Dios cuerpo temporalmente, por ejemplo, en sueños, o cristiano bajo el nombre de Yusam (una corrup- permanentemente en la muerte, son llamadas wa- ción de Dios en español), pero no saben práctica- kani como también es la sombra reflejada en el mente nada más sobre la religión de los apachi (su agua, o en el suelo o en un espejo. Cualquier ima- nombre para los blancos), religión que en su men- gen o semejanza de un hombre, por ejemplo una te tiene poco o nada que ver con los seres sobre- fotografía, es llamada su wakani o alma, pero los naturales en los cuales ellos creen. Sin embargo, la indios aplicar este nombre especialmente a la par- religión de los Jívaros no puede ser llamada de te espiritual de un hombre separado de su cuerpo ninguna manera pura demonología, ni tampoco se en la muerte. Hay una cierta diferencia entre el reducen sus prácticas religiosas a pura magia co- wakáni de un hombre muerto o por ejemplo, la mo se han dicho frecuentemente de las tribus pri- “sombra” de una persona viva, que explicaré más mitivas al este de los Andes. En relación con los ri- adelante. Ya dije antes que los Jívaros, cuando pri- tos de agricultura y la “fiesta del tabaco de las mu- mero los conocí, se oponían fuertemente a ser fo- jeres” ya tenemos familiaridad con las ideas reli- tografiados. Ellos creían que con mi cámara yo giosas que pueden llamarse elevadas, y con un “sacaba sus almas” (wakáni), a consecuencia de lo culto donde el elemento mágico casi no puede re- cual podía haber enfermedad o muerte, o sea co- conocerse. Hemos visto que los Jívaros creen en mo si el ser fotografiados tuviera una influencia in- dos deidades más altas, la Tierra-madre Nungüi y debida sobre la persona. La palabra wakani, sin su esposo Shakaëma, venerados como la madre y embargo, se utiliza en un sentido más amplio, pa- el padre de toda la cultura jívara; pero estas deida- ra significar un ser sobrenatural en general. Hay des tienen poco en común los seres supremos que wakáni o almas no solo en los hombres sino tam- se han encontrado entre otras razas inferiores, di- bién en los animales, en las plantas, en los cuerpos ferentes partes del mundo. celestes y en otros objetos de la naturaleza. 280 RAFAEL KARSTEN

Todo el aire bulle con estos seres espirituales considera a los animales como totems de indivi- que aparecen en distintas formas, especialmente duos o de grupos; el totemismo es un sistema reli- como animales; pero, como regla, solo pueden ser gioso o social enteramente desconocido por los Jí- vistos por quien ha tomado natéma u otras bebidas varos y los Canelos. alucinógenas. Teóricamente, todos los animales, así como Aparentemente no hay diferencias esenciales las plantas, tienen un alma como los hombres, pe- entre almas humanas y almas que habitan anima- ro el papel que los animales juegan en la religión les, plantas y objetos inanimados: los últimos tam- de los indígenas depende enteramente de la im- bién parecen ser concebidos simplemente como portancia que ellos tienen en su vida práctica. Ani- almas humanas separadas del cuerpo, o hablando males que se distinguen por su fuerza y ferocidad, más estrictamente, los Jíbaros saben solo de un ti- su apariencia peculiar o hábitos de vida, o sus po principal de espíritu o alma que habita hom- efectos dañinos, por supuesto, son los primeros en bres, animales y objetos de la naturaleza inanima- convertirse en objetos de creencias supersticiosas. dos, o llevan una existencia enteramente indepen- Abajo consideraré los espíritus y demonios más diente como demonios malignos y que pueden importantes de los Jívaros, comenzando por aque- ocasionalmente cambiar una forma de existencia llos que aparecen en forma de animales. por otra. Los Jívaros, de este modo, como otros in- Algunos de los más formidables iguánchi apa- dígenas sudamericanos, están familiarizados con recen en la forma de ciertos animales peludos del la idea de la transmigración y reencarnación de las bosque, principalmente el mono negro, washi, el almas, pero esta doctrina no está trabajada en un oso, cheiva, y el venado hápa. El mono negro or- sistema regular de pensamiento y es todavía me- dinario (Ateles niger) es muy apreciado por los in- nos asociada con ideas morales de algún tipo. dios por su carne comestible, su piel y sus dientes Aunque todos los wakáni, especialmente los y, por lo tanto, es muy cazado. El animal que ellos wakáni de personas muertas, despiertan senti- temen como demonio, no obstante, no es exacta- mientos misteriosos en los indígenas y por lo tanto mente idéntico al mono negro “natural”. El washi son siempre más o menos temidos, algunos de iguánchi es del hecho un ser puramente mítico; es ellos se consideran más malignamente dispuestos mucho más grande que el mono negro real, no su- hacia la humanidad que los demás. Los peores y be a los árboles pero camina en el suelo sobre dos más poderosos de los espíritus son llamados iguán- patas como un ser humano y se dice que se mue- chi. Todos los iguánchi son wakani pero no todos ve por entre los caminos del bosque, especialmen- los wakani son necesariamente iguánchi. Las al- te en la noche. El encontrarse con el demonio sig- mas de personas que han sido particularmente te- nifica muerte casi segura para el indio. El iguánchi midas en vida, especialmente las almas de curan- lo toma y lo mata o se lo lleva a su misteriosa mo- deros y brujos, se cree que se cambian a iguánchi rada. Hombres muertos y almas de enemigos después de la muerte. Las almas de enemigos muertos en batalla en su mayor parte aparecen en muertos en guerra también figuran entre esta clase esta forma. peligrosa de demonios. Los iguánchi de cualquier Exactamente lo mismo puede decirse del oso modo aparecen de muchas formas distintas. Algu- demonio, cheiva iguánchi. El oso sudamericano nas veces ellos se manifiestan en formas que se pa- (Ursus albifrons) es comparativamente pequeño y recen a las humanas o como indios vivientes, no es particularmente temido por los nativos. Co- usando preciosos ornamentos de plumas y con la mo el demoníaco mono negro, el oso demonio es cara pintada de rojo. En su mayor parte, sin embar- un ser mítico que es mucho más grande y más for- go, los demonios asumen la figura de diferentes se- midable que el animal “natural”. Los indígenas por res animales, de cuadrúpedos, pájaros, reptiles y lo tanto temen extremadamente el encontrárselo hasta insectos. El “culto animal” entre los Jívaros, en la oscuridad, creyendo que morirán. Solo cuan- si podemos hablar de tal cosa, parece referirse en do se lo encuentra en un sueño producido por alu- la mayoría de casos a almas humanas reencarna- cinógenos es, como otros iguánchi, supuestamen- das en animales. Generalmente éstas son almas de te inofensivo y hasta amigable con el hombre. shamanes o brujos quienes toman temporalmente Por otro lado, el tímido e inocente venado es la forma de diferentes seres animales para causar temido y siempre visto como un formidable iguán- daño o matar a otras personas. En ningún caso se chi. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 281

Aquí nos encontramos con una curiosa su- dan enfermedades. Por lo tanto, cuado un shamán perstición que los Jívaros parecen compartir con está curando a un paciente, entre los diferentes casi todas las tribus primitivas de Indios en Suda- animales demoníacos que tal vez enviaron el mal, mérica. Los Jiívaros nunca comen carne de vena- también menciona el jaguar, y los tigrillos. Por otro do, creyendo que si lo hacen morirán de seguro, y lado, esas bestias también figuran entre los anima- si matan al animal, es solo para vender su carne a les-demonios que se aparecen ante los indígenas los blancos. Las almas de las personas particular- en los sueños causados por maikoa o natéma y mente temidas en vida toman la forma de venado que son llamados arútama, “Los viejos”. Los de- después de muertas, pero parece existir la creencia monios jaguar que se aparecen ante el indio en el de que las almas de mujeres también prefieren sueño por alucinógeno son considerados por ellos reencarnarse en este animal. La úItima idea es na- como ancestros muertos. Tendré ocasión de men- turalmente asociada con la timidez del venado, así cionar éstos otra vez, al igual que otros arútama en como su movimiento sin ruido y la misteriosa rapi- conexión con otras bebidas alucinógenas. dez con la cual desaparece en el bosque fácilmen- Otros animales que, al menos ocasionalmen- te sugiere a la mente primitiva del indio la idea de te, aparecen como iguánchi o demonios, son la un fantasma. gran nutria (wangánimi), el Nasua rufá, llamado Algo parecido se cree del tapir pamá, que es kúshi por los Jívaros, el oso hormiguero (wishríshi) asimismo mirado como un iguánchi, a pesar de y la paca (coelogenys paca, llamada kashai). El pri- que no es tan temido como el venado. Los Jívaros mero, la gran nutria, hasta figura entre los arútama, por eso evitan la carne del tapir casi tan cuidado- “los viejos”. El kushi y el oso hormiguero supues- samente como la del venado. Con su hocico pun- tamente son capaces de hechizar personas con sus tiagudo y el silbido que produce, el animal es su- largos y puntiagudos hocicos. El primero también puestamente capaz de hechizar personas: el alma es considerado con superstición por su olor desa- de un brujo puede temporalmente tomar morada gradable y su carne, por lo tanto, no es consumi- en él. Una superstición similar en relación al tapir da. La nutria y la paca hechizan a las personas con es conocida entre algunas otras tribus sudamerica- sus largas barbas. Estos bigotes son utilizados por nas. los shamanes para el mismo propósito. Naturalmente entre los iguánchi o demonios Entre los demonios de agua está el bufeo o figuran también los más grandes y peligrosos ani- delfín, llamado apupa en el idioma jívaro, un ani- males carnívoros de Sur América, por ejemplo, el mal bastante común en los ríos de la Amazonia. jaguar y otras especies más pequeñas de la familia Este animal tiene el hábito de seguir a las canoas de los felinos. Entre esta clase de animales demo- que pasan en los ríos, y sale frecuentemente a la níacos, se mencionan los siguientes: sacha o gran superficie para tomar aire. Los indios creen que jaguar negro, el más grande de todos los felinos en puede hechizar personas, pues produce el mismo América del Sur; además, los shia-shia, yambinga, sonido que los brujos cuando, soplando y silban- yawára, diferentes tipos de jaguares manchados; el do, mandan su flecha mágica contra sus enemigos. hapayawára, es el puma o león sudamericano, y, El apupa, que en la realidad es un animal inofen- por último, los amicha, yantána y undúchama, di- sivo, es temido por los Jívaros como un peligroso ferentes tipos de pequeños tigrillos. Todos estos wishínyo o brujo. animales son particularmente temidos porque se Mucho más temido, sin embargo, es otro cree que las almas de los se reencar- monstruo del agua que vive principalmente en los nan en ellos para matar a sus enemigos. Inclusive ríos y lagos de la Amazonia, la gran boa de agua o durante su vida, un brujo es supuestamente capaz, anaconda (Eunectas murinus). Los Jívaros la lla- ocasionalmente, de transformarse en un jaguar pa- man pangí. A veces en su encantación mágica le ra hechizar a personas. Si un jaguar ataca y mata a dan también el nombre quicha de amárun. La ana- un indígena o toma uno de sus cerdos o perros, es conda es, de hecho, el peor de los demonios que inmediatamente evidente al resto que un brujo habitan el mundo espiritual de los indígenas. Los enemigo ha estado operando, tomando la forma Jívaros solo comparten una creencia con respecto de la bestia salvaje para llevar a cabo sus designios a este monstruo que parece ser común a todos los malvados. De la misma forma, se considera que indígenas de Sud América tropical. La gran boa es shamanes en la forma de jaguares o tigrillos man- el padre de la hechicería, es de su cuerpo que los 282 RAFAEL KARSTEN curanderos toman el veneno con el cual ellos mis- siendo éstas las culebras en las que el alma de un mos están impregnados y la flecha mágica (tunchi) brujo ha tomado morada temporalmente. Los Jíva- que lanzan en contra de aquellos a quienes quie- ros llaman a dicha culebra tunchima, que quiere ren hacer daño. Tanto después de muertos como decir “hechizada”. Si una culebra no venenosa durante su vida, las almas de los curanderos se su- muerde o si la mordedura de una venenosa no ha pone que son capaces de transmigrar en anacon- causado en la persona mordida ningún daño en das, y cuando los indígenas matan tal monstruo di- particular, fue solo la mordedura de una culebra cen que es un brujo malo que han matado. Los es- “natural”. Si, por otro lado, la persona murió, la pecímenes más grandes de anaconda no son ni to- culebra era tunchima. Personas mordidas por cule- cados por los Jíváros con sus manos después de bras “hechizadas”, por consecuencia, generalmen- matarlos, por miedo de los efectos malignos que te mueren o solo pueden ser curadas por el arte surgen por estar en contacto con el demonio, pero mágico de otros brujos. Cómo proceden los sha- la piel de boas más pequeñas es frecuentemente manes cuando curan a estos pacientes lo veremos utilizada para hacer grandes cintos, a los cuales se más adelante. les atribuye gran poder mágico. Debido a que la Pocos fenómenos del mundo animal han im- anaconda es vista como el padre de la hechicería, presionado la mente indígena tan fuertemente co- es natural que también se la considere como el au- mo los de las culebras venenosas. tor de todas las enfermedades atribuidas a la bru- Por su apariencia peculiar, sus movimientos jería. De esta forma, el pangui junto con su “her- silenciosos, y especialmente por su misteriosa pi- mano”, el tsungi, son regularmente mencionados cadura que conduce a la muerte, son, de hecho, en los conjuros mágicos por medio de los cuales las más indicadas para crear creencias supersticio- los curanderos tratan de curar enfermedades. sas. Por eso los reptiles venenosos parecen sugerir Respecto al último demonio, el tsungi, no he a los brujos indígenas ideas en las cuales se basa podido acertar si es solo un monstruo de agua mí- su arte mágico. Además, como he señalado ante- tico o un animal viviente real. El tsungi es descrito riormente, la flecha con veneno no es probable- como un ser parecido a la mujer con pelo largo y mente sino una imitación del veneno de las cule- grandes pechos, que vive en cuevas, en hondona- bras, siendo las mismas supersticiones conectadas das y lagunas así como lo hace su “hermano” el tanto con la una como con la otra. pangi. Los dos demonios tienen la misma impor- Los espíritus y demonios también aparecen tancia como autores de hechicería, y el tsungi apa- frecuentemente en forma de pájaros. Las ideas sos- rece junto al pangi en los conjuros de los curande- tenidas sobre algunos pájaros son exactamente las ros. mismas que sostienen sobre ciertos animales y rep- No solo la gran serpiente boa, sino también tiles. Generalmente los pájaros diabólicos están otros tipos de reptiles juegan un papel importante asociados con curanderos y brujos que los usan en la religión de los Jívaros. Así, el gran caimán o como sus agentes para que lleven sus designios cocodrilo, kanyátsa, que ataca a las personas na- perversos contra otras personas. Como un jaguar o dando en los ríos, es un iguánchi y hasta es reco- una culebra, un pájaro puede ser tunchima o “he- nocido entre los arútama. Mucho más temidos, sin chizado”. Esto significa que un brujo ha escondido embargo, son los demonios que aparecen en for- su propia alma o su flecha mágica que trae la ma de culebras venenosas. Sobre tales reptiles to- muerte, tunchi, en el pájaro con intención de dis- dos los indígenas ecuatorianos parecen tener la pararla a la persona que quiere hacer daño. Los es- misma idea: con la mordedura de la culebra vene- píritus o almas personas muertas, de hombres y nosa un espíritu malo entra en el cuerpo del pa- mujeres, pueden también reencarnarse en pájaros, ciente. Pero los Jívaros van más lejos en su teoría: que luego son vistos como mágicos. el wakáni o iguánchi que entró en la persona, mor- En relación a los pájaros de los cuales se sos- diéndola y causándole la muerte, era de hecho na- tienen creencias supersticiosas, es de anotar que da más que el alma demoníaca de un brujo que todas ellas se distinguen por alguna peculiaridad había tomado la forma de un reptil para matar a su en su apariencia o hábitos de vida, o por sus soni- enemigo. dos. No todas las especies individuales son nece- Los indígenas hacen una distinción entre “na- sariamente iguánchi pero pueden ocasionalmente tural” y “sobrenatural” o culebras demoníacas, aparecer como tales. Estos son pájaros “naturales” LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 283 y “sobrenaturales”, así como hay culebras y jagua- bíshku) es vista por los Jívaros como un wakani o res “naturales” y “sobrenaturales”. Por lo tanto, los alma, una creencia que también se encuentra en- pájaros de rapiña más grandes de Sudamérica: el tre otras tribus de América del Sur. cóndor (yápu), la gran águila (unta pinchu), el hal- Los espíritus de las plantas tienen menor im- cón (pinchu) y el búho o lechuza (ambúsha), son, portancia en la religión de los Jívaros que los espí- con frecuencia, vistos como demonios, especial- ritus de animales. Es una creencia dentro de la fi- mente si atacan a hombres o animales domésticos losofía animística de los indígenas, que todos los o si se aparecen en circunstancias inusuales. El bú- árboles y plantas están animados por espíritus y al- ho, siendo un pájaro nocturno, es considerado por mas, así como lo están hombres y animales. Tam- todos los indígenas como un mensajero del mun- poco se diferencian un wuakáni de una planta en do espiritual. Los Jívaros creen que las almas de esencia de un wakáni de un hombre o un animal. mujeres muertas se reencarnan particularmente en De acuerdo a la mitología de los Jívaros, todos los el búho. Otros pájaros demoníacos son el buitre animales fueron alguna vez hombres y lo mismo negro (chúnga), el tucán (tsukánga), el gran guaca- las plantas. Todo su animismo reside en la creen- mayo o loro arara, ambos, el rojo (takúmbi) y el cia de que hasta las plantas son, en cierta forma, amarillo (yambúna), con un nombre común llama- humanas, especialmente, en cuanto que los espíri- dos yusa, así como el loro verde ordinario (kávas- tus que las animan temporalmente pueden, por un hu). Todos estos pájaros, junto con el pelícano período corto o largo, tomar una forma humana. (kauá) y el gallo de la piedra llamado sunga por los Los Jívaros hablan de las plantas como si estuvie- Jívaros (Rupicola crocea), también son menciona- sen dotadas de pensamiento o sentimientos huma- dos entre los arútama y se aparecen ante los indí- nos, y cuando están en trance a causa de bebidas genas en sueño de alucinógenos. Temidos como narcóticas preparadas con ciertas plantas, los espí- cargadores de la flecha mágica también son el ritus de estas plantas se aparecen al indio en tran- mango (chui), el pájaro-paraguas (ephalopterus or- ce en una forma humana definida, especialmente, natus, llamado ungúmi en el lenguaje Jívaro) y la como algún ancestro remoto de él. Además, la mayoría de pájaros nocturnos. Entre los últimos, costumbre de nombrar mujeres con nombres de además del búho, dos merecen ser mencionados; plantas está íntimamente ligada a esta visión. Los el kuikui, un pájaro pequeño que se mueve duran- Jívaros van tan lejos hasta atribuir un sexo especial te la noche silbando, hechizando personas, y el vi- a cada tipo de planta: algunos árboles y plantas se chúchu, otro pájaro pequeño con una cola larga y suponen que son “hombres”, es decir, tienen el al- casi todo verde, que deja su nido entre las piedras ma de un hombre, otras -de hecho, la mayoría de en la noche y se acerca a las habitaciones de los ellas- se dicen que son “mujeres”, es decir, tienen hombres, produciendo el grito de donde saca su el alma de una mujer. nombre. Los indígenas dicen que el vichúchu, El crecimiento de árboles y plantas y la madu- cuando es enviado por un brujo, lleva la flecha ración de sus frutos se debe al wakáni o alma que mágica a lugares lejanos, trayendo enfermedades y habita en ellos. Pero, por supuesto, solo éstos ár- muerte a las personas de ahí. El pequeño pájaro boles y plantas tienen un lugar en la religión y su- nocturno es, por lo tanto, muy temido y se lo men- perstición de los indígenas como aquellos que son ciona con frecuencia en los conjuros de los curan- particularmente útiles y distinguidos por alguna deros. propiedad notable. Por lo tanto, un verdadero cul- Algunos animales, peces e insectos más pe- to se da a plantas de las huertas: la yuca, el pláta- queños, juegan una parte en la superstición de los no, el maíz, el fréjol, el maní etc., en conexión con Jívaros por sus púas, espinas o picaduras que la na- el culto de Nungüi, llamada antes Nungüí moa , la turaleza les ha otorgado. Los curanderos y brujos, mítica mujer Jívara, que creó todos los frutos en el en su arte mágico, usan con frecuencia púas y es- comienzo y todavía reina sobre ellos. En los dife- pinas similares. Tales animales son, por ejemplo, el rentes espíritus de plantas aquellas que, como la erizo (kúru) y una especie de armadillo que los Jí- yuca, el fréjol y el maní, son de sexo femenino hay varos llaman tuicha. Ya mencioné algunas circuns- un algo de su propio espíritu; ella sola, por lo tan- tancias ilustrando las creencias indígenas respecto to, es capaz de dar una abundante cosecha a las a peces e insectos cuando hablé de los curanderos. mujeres que la cultivan. Por otro lado, para las Aquí solamente añadiré que la mariposa (wam- plantas de la huerta que supuestamente son de se- 284 RAFAEL KARSTEN xo masculino como por ejemplo, el plátano y el nas obtienen la tintura negra (sua), con la cual se maíz, los varones Jívaros que cultivan estas plan- pintan el cuerpo y la cara para la guerra y para tas, apelan al marido mítico de Nungüi, Shakaë- ciertas ocasiones ceremoniales a ella se atribuye ma, quien domina sobre ellas e influencia su cre- un poder mágico. cimiento y su fertilidad. Lo que la religión de los Jí- Los Jívaros dicen que se pintan de negro para varos tiene de culto verdadero está principalmente la guerra, “para parecerse al iguánchi”. La genipa ilustrado en los rezos y encantamientos dirigidos a es, por lo tanto, una pintura “diabólica”. Virtudes Nungüi y Shakaëma en la agricultura. sobrenaturales similares se atribuyen a la infusión De los árboles que tienen gran valor para los de hojas de árbol de guayusa (weisa), que tiene Jívaros desde un punto de vista alimenticio, la pal- gran importancia como un tonificador y como me- ma chontaduro (Guilielma) es la de más importan- dio de purificación. cia. Su excelente fruto es la comida más apreciada La pintura mágica más popular de los indíge- por los indígenas durante un par de meses del año, nas se prepara con las semillas rojas del arbusto Bi- y tal vez la cerveza fermentada que hacen de él, es xa Orellana, que es uno de los árboles sagrados de la más apreciada. La palma chontaduru tiene un los Jívaros. Con esta tintura roja (llamada ipyáku) alma o wakáni de hombre y por lo tanto es planta- los Jívaros se pintan la cara con muchos fines, por da y atendida por los hombres. Durante el período ejemplo, como protección contra las enfermeda- del año cuando el fruto madura, se realizan gran- des y hechicería o en general para adquirir fuerza des celebraciones y en conexión con la prepara- y poder de resistencia, para ganar el amor de una ción de la chicha y la bebida de ésta, tienen lugar mujer. Las magníficas propiedades de la pintura se danzas y se entonan cantos para “acelerar” la ma- deben al espíritu que anima el árbol. duración y el incremento del fruto, y la fermenta- Plantas venenosas y plantas con propiedades ción de la chicha. extraordinariamente fuertes son las que utilizan Por otro lado, la palma de chonta, cultivada para la preparación del veneno de las flechas y las con el propósito de obtener su útil fruto y la espe- que juegan un papel en la medicina de los indíge- cie silvestre, shingi, también considerada como ár- nas, se considera que están animadas por espíritus bol “demoníaco” a causa de sus grandes espinas, o demonios peligrosos, a quienes se deben estas juegan un papel importante en la hechicería indí- propiedades extraordinarias Esto explica las pre- gena. Entre los Jívaros, así como entre los Canelos, cauciones tomadas, por ejemplo, en la prepara- los curanderos hacen frecuentes usos de los espi- ción del veneno, cuando el shaman está supuesta- nos de chonta cuando quieren hechizar a sus ene- mente peleando con un demonio que él subyuga y migos, como veremos más adelante. Desde este cuyo poder utiliza para sus propios fines. La idea punto de vista, el espíritu de la chonta es un demo- es exactamente la misma que se sostiene respecto nio malo o iguánchi, una creencia que en parte se a la preparación de bebidas fermentadas a base de debe también a la madera dura como el hierro, yuca, chontaduru, etc., donde la fuerza también se que tiene el árbol. No solo las espinas son utiliza- debe a los espíritus que habitan las plantas. das con propósitos mágicos, sino también, con fre- Otras plantas que juegan un rol importante en cuencia, otras partes de la palma de chonta. Por la religión y medicina mágicas de los indígenas eso, la lanza hecha con madera de chonta tiene son, por ejemplo, aquellas aparecen bajo el nom- supuestamente poderes mágicos e inspira terror, bre general de barbasco y son usadas en parte pa- no solo a hombres vivientes sino también a espíri- ra la pesca, en parte para la preparación del vene- tus o demonios. De aquí que en la gran fiesta de la no de las flechas, así como las plantas narcóticas victoria de los Jívaros esté el trofeo-cabeza (tsant- del tabaco, natéma y maíkoa. Las primeras ya han sa) siempre atado a una lanza de chonta cuando se sido mencionadas en relación con las costumbres lo necesita para las ceremonias. El espíritu del ene- indígenas de pesca y de las últimas se tratará en migo muerto es por ello mantenido bajo restric- detalle a continuación. Todas estas plantas ilus- ción y control. tran, de una forma muy característica, las creen- Otros árboles relacionados con la religión o cias indígenas sobre los espíritus de las plantas. superstición de los Jívaros son, por ejemplo, el ár- Los Jívaros además extienden sus ideas ani- bol de genipa (Genipa americana) y el árbol de místicas a los cuerpos celestes, a fenómenos y a guayusa (Ilex). De la fruta de la genipa los indíge- objetos inanimados de la naturaleza. Un mito Jíva- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 285 ro nos dice que el sol, la Luna y las estrellas fueron dentes extraordinarios que están habitados por es- una vez hombres en la tierra, y conservan ciertas píritus, wakáni o iguánchi. De estos espíritus de la ideas mágicas, comunes a la mayoría de indígenas naturaleza, los de las colinas y las montañas sudamericanos, sobre la Luna. Por otro lado, no (neindya) son los más importantes. Las colinas son queda rastro de una verdadera creencia sobre un vistas como moradas de brujos muertos, cuyas al- espíritu del sol o de la luna y menos todavía sobre mas han transmigrado hacia estas localidades. otros cuerpos celestes. Los indígenas parecen con- Cuando recorren colinas y montañas, especial- siderar que ellos están muy lejos y no tienen nin- mente aquellas que no han visitado antes, los indí- guna influencia sobre los humanos, como para ser genas se mantienen en silencio y no disparan con adorados. Por otro lado, ciertos fenómenos sor- sus armas, temiendo que el demonio de la colina prendentes de la naturaleza que a veces amenazan se enoje. su bienestar, como el trueno y el rayo, los terremo- Cuando el interior de una montaña se mueve tos y las erupciones volcánicas los atribuyen siem- repentinamente o hace un fuerte ruido al pasar pre a causas sobrenaturales. El trueno, dicen los Jí- junto a ella, dicen que es el iguánchi quien está varos, es causado por un gran número de Shuaras golpeando su gran tambor o que está expresando (enemigos) -por ejemplo, los espíritus de guerreros su contrariedad por ser molestado. El gran tambor Jívaros muertos- que ruidosamente atacan a los in- de los Jívaros, llamado tunduí, es visto como una dígenas. Durante fuertes tormentas de truenos, por imitación del tunduí del iguánchi que vive en las lo tanto, los varones agitan las lanzas contra las colinas y el sonido apagado que produce el gran nubes, saltando, gritando y retando a sus invisibles tambor tiene como objeto el imitar el sonido pro- asaltantes sobrenaturales con las mismas palabras ducido por el iguánchi en la montaña. Los demo- que gritan contra sus enemigos naturales winiti, nios de las colinas y montañas, siendo espíritus de winiti, páhei, “¡que puedas venir, yo estoy listo!”. curanderos y brujos, también se considera que Los Jívaros llaman el trueno shuara manyamai o mandan enfermedades. Por eso, la neindya iguán- shuãra ipyamwai, es decir” los enemigos están pe- chi es frecuentemente invocada por los curanderos leando”. El rayo (chareimbo) es también un viejo cuando tratan a sus pacientes. Más temidas son las guerrero jívaro, uno de esos ancestros de la raza jí- montañas cubiertas de nieve y los volcanes. vara que se llaman arútama y que se aparece al in- Cuando los Jívaros atribuyen fiebres o malas dio cuando está bajo el efecto del tabaco, el naté- enfermedades a tales montañas, sostienen una ma o la maikoa. Entre estos mismos poderosos de- idea que se extiende en todas partes entre los Qui- monios figuran algunos otros fenómenos celestia- chuas y otros indígenas de la selva de Ecuador y les sorprendentes, principalmente, el arco-iris Perú. (tundyáka) los meteoritos y cometas o estrellas fu- El Sangay, uno de los volcanes más formida- gaces, llamadas con el nombre común payára bles de Ecuador, ha sido considerado con miedo (“una cosa que cae”). supersticioso como iguánchi hea, “la casa del Los terremotos (urkai) son causados por pode- iguanchi”, donde el demonio atormenta hasta la rosos iguánchi que están sacudiendo sus cuerpos muerte a aquellas personas que ha capturado y lle- en la tierra. vado. Los misioneros católicos, cuando tratan de Entre los fenómenos estupendos de la natura- impartir a los indígenas la idea de infierno y de re- leza que han atraído particularmente la atención tribución moral después de la muerte, se han apro- de los Jívaros se debe mencionar uno más: el vio- vechado de las ideas sobre el Sangay como el lu- lento huracán (nássi) que frecuentemente aparece gar donde el iguánchi está torturando a las perso- en los bosques vírgenes de América del Sur, pasan- nas por sus pecados. do sobre una zona relativamente limitada y deja a Chorreras y cataratas en los ríos, así como su paso terrible destrucción entre árboles y arbus- cascadas en las cordilleras (sása o paccha), tam- tos. bién se consideran como frecuentadas o habitadas Los jívaros atribuyen el huracán a uno de sus por espíritus. El Jívaro, antes de tomar natéma o peores iguánchi que también figura entre los arú- maikoa en el bosque, siempre toma un baño en tama. una sása con la creencia de que de esta manera él Los lugares o las localidades que tienen algo es llevado, a un contacto más íntimo con los espí- sorprendente en su aspecto se relacionan con inci- ritus con los cuales se comunica durante el sueño 286 RAFAEL KARSTEN provocado por alucinógenos Los indígenas, en ta- De lo establecido anteriormente, parece que les ocasiones generalmente se retiran hacia el bos- los seres sobrenaturales se aparecen ante los indí- que, solos, porque los espíritus ancestrales que es- genas de diferentes formas, los demonios con figu- peran encontrar en el sueño usualmente residen en ra humana o de animales siendo, sin embargo, el bosque. Estos espíritus son temidos en la vida quizás los más temidos. Estos demonios se mueven ordinaria pero en sueños, por el contrario, apare- especialmente por la noche y su lugar favorito es cen como amigos y consejeros del hombre, como el bosque. Los indígenas, por lo tanto, temen la os- lo veremos más adelante. curidad y la entrada al bosque, donde el iguánchi Entre los Jívaros existe hasta una especie de los puede encontrar en la forma de un jaguar, una adoración a las piedras. A ciertas piedras insignifi- culebra venenosa u otras formas miedosas. El cantes, de forma o color peculiar o conectadas con iguánchi vive en las zonas más densas del bosque incidentes sorprendentes, con frecuencia se les virgen o se sienta en las copas de árboles gigantes. atribuye un poder misterioso y se las eleva al ran- Si el árbol es golpeado con un palo grueso, se su- go de verdaderos fetiches. Entre éstas hay las “pie- pone que el demonio se asusta y luego toda la tie- dras de rayo” que para los Jívaros son pequeñas rra tiembla. A veces el iguánchi hace que algo pa- piedras redondas negras que, se dice, fueron arro- recido a resina encendida caiga de los árboles, pe- jadas desde el cielo por un relámpago o, hablando ro antes que tope el suelo, desaparece. Cualquier más estrictamente, por aquellos guerreros jívaros accidente que le sucede al indígena mientras ca- cuyos espíritus se creen activos en el rayo y el true- mina en el bosque se atribuye a los designios mal- no. Los poderes sobrenaturales con los cuales han vados de un iguánchi o un brujo maléfico que ac- sido dotados se deben a su conexión con estos es- túa a través de tal demonio. Cuando se desmaya o píritus. Como provienen de guerreros, se las consi- le cae una enfermedad en el bosque virgen -tales dera especialmente útiles para el éxito en la gue- casos parecen ocurrir con frecuencia - esto tam- rra. Aparte de esto, cuando se las mantiene por bién lo atribuye al iguánchi. El indio atacado por mucho tiempo, tendrán el efecto de favorecer el el demonio pega un grito. Si está suficientemente crecimiento de los cerdos y aves domésticas. Esta cerca a la casa para ser escuchado, inicia un tre- creencia particular está relacionada de cerca con mendo alboroto. Todas las personas de la casa se el culto de antepasados muertos característico de apresuran afuera, seguidas de perros que ladran, los Jívaros. Los indígenas aprecian muchísimo sus gritan y hacen ruido con tambores y golpean ra- “piedras de rayo” y todos los fetiches similares y de mas de árboles con palos y raíces. Esto se hace pa- ninguna manera se separarían de ellos. ra espantar al demonio. Una vez me contó un Jíva- Hasta un elemento como el fuego se supone ro que un pariente suyo había sido atacado por los que tiene alma “El fuego es una mujer”, es decir, iguánchi en el bosque y llevado a casa en estado tiene un alma femenina o wakáni. Por esto las mu- inconsciente. Estos iguánchi, añadió, eran dos Jí- jeres tienen que atender el fuego y cuidar el traba- varos de una familia conocida que habían muerto jo más importante que se realiza con la ayuda del hacía algún tiempo. fuego, en especial, cocinar la comida. Sin embar- Se cree también que los demonios, se llevan go, el fuego no es endiosado por los Jívaros y no a personas, especialmente niños pequeños, a sus hay un culto al fuego. propias moradas en las partes más densas del bos- La filosofía animística de los Jívaros va tan le- que virgen, donde permanecen para siempre. jos como para asignar un wakáni o espíritu a los El iguánchi ataca hasta a personas enfermas objetos hechos por la mano humana. Así los uten- mientras yacen en sus camas en la casa. El demo- silios y las armas, las ollas de barro y los platos, el nio se aparece al enfermo especialmente en un tejido y la rueca, las agujas, los cuchillos, las lan- sueño, hablándole y cantándole en una forma se- zas, las cerbatanas, los escudos, etc., están dota- ductora para inducir a su alma a seguirle en su dos de un principio animado. Cuando los indíge- misteriosa habitación en el bosque “Sígueme”, le nas están en trance por natéma o maíkoa, los espí- dice, “tengo una linda casa, mujeres y perros y ritus de tales implementos y armas aparecen ante mucha comida y ¡nihamánchi (cerveza de yuca)!”. ellos entre otros demonios en la forma de hombres También trata de atraerlo con las siguientes pala- jóvenes. Estas ideas animísticas tienen una influen- bras: cia en la división de trabajo entre los Jívaros. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 287

Tússimie nu, yungangá, tino está sellado y retornará a su casa y a su cama Núkuchie nu, yungangá, solo para morir. Todos los que escuchan las invita- Tússumie nu, núkuchie nu, ciones del iguánchi deben morir. yungangá! Los iguánchi, como hemos visto, pueden ser espantados por medios naturales con gritos y rui- Esto significa más o menos: dos. Todos los demonios, de la misma manera, te- men el arma asesina de los Jívaros, la lanza de “¡Mi pequeño padre, ven! chonta, como también el ruido de sus escudos. Ac- ¡Mi pequeña madre, ven! ¡Mi pequeño padre, mi pequeña madre, ciones como ésta suceden como en una ceremo- vengan!”. nia mágica en las fiestas de victoria. Sobre todo, se dice que los demonios temen los disparos de rifle. Si la persona enferma en los sueños escucha En el capítulo sobre la religión práctica, pro- estos halagos del iguánchi, su alma le seguirá ha- pongo examinar más las diferentes maneras con cia el bosque, donde verá la casa del iguánchi co- que los Jívaros tratan de influenciar a los seres so- mo la describió el demonio. Pero con esto su des- brenaturales.

Capítulo II LAS IDEAS RELIGIOSAS DE LOS CANELOS

Las ideas animísticas de los Canelos no difie- pai es el jaguar manchado más pequeño, todavía ren esencialmente de las de los Jívaros. Así, los de- común en los bosques del oriente ecuatoriano; monios, las plantas, los animales y otros espíritus huituc puma supai (huituc=Genipa americana, naturales son, en su mayoría, los mismos en las dos que expIica de la tintura negra utilizada para pin- tribus. Para espíritu y demonio, los Canelos usan tarse el cuerpo), un pequeño tigrillo con puntos los nombres aya y supai, correspondiente al waká- negros en la piel “como si estuviese pintado con ni y al iguánchi de los Jívaros Aya, por lo tanto sig- huituc”. Este causa considerables pérdidas a los in- nifica “alma” o “fantasma”, y supai “demonio” en dios, porque mata y come sus aves. el sentido propio de la palabra. Pero no hay dife- Siendo estos espíritus encarnados en todos es- rencias esenciales entre los dos tipos de espíritus. tos animales, -generalmente almas de curanderos Hasta lo que yo pude ver, el animismo de los Ca- o brujos-, también se cree que causan daño en una nelos está también basado en el principio de trans- forma sobrenatural, especialmente al enviar enfer- migración de los muertos todos los supai son en medades. Por esto, cuando los shamanes curan a verdad los espíritus de personas muertas, especial- personas hechizadas, entre otros demonios evocan mente espíritus de curanderos y brujos muertos. los diferentes tipos de pumas. Los espíritus y demonios se aparecen ante los No solo shamanes profesionales sino también Canelos en parte en formas humanas, en parte en personas ancianas en general, a las que en su ma- forma de seres animales y también se cree que ha- yoría se les atribuye el arte de la brujería, se cree bitan plantas y objetos naturales inanimados. Re- que con frecuencia se transforman en jaguares, velan su existencia especialmente por medio de después de la muerte y hasta durante su vida. Así, incidentes inesperados y por accidentes que afec- en Sarayacu, en el Bobonaza, me hablaron de un tan a las personas. Los siguientes son los supai o hombre viejo que podía ocasionalmente cambiar- demonios más importantes de estos indígenas: se en un jaguar, y luego retomar la figura humana. Unos de los demonios más formidables es el Fue hacia el bosque en forma de hombre y reapa- del demonio jaguar, puma supai, que puede apa- reció como un tigre. Sus pisadas fueron vistas co- recer en la forma de cualquier bestia de la familia mo las de un hombre, pero más adentro en el bos- de los felinos, conocida entre los indígenas. Exis- que se cambiaron en las de una bestia. Aparecien- ten los jaguares “naturales” y los jaguares demo- do en esta forma, amenazó hasta a sus familiares y níacos, estos últimos atacan al hombre y le hacen por lo tanto, era muy temido. Esta historia es carac- daño. La idea general que prevalece entre los Ca- terística de la creencia indígena en hombres-tigres, nelos es que las almas de los brujos se han reen- como se encuentra en diferentes partes de Améri- carnado temporalmente en tales animales, una ca del Sur. creencia que parece ser común a todos los indíge- El venado (taruga) y el tapir (sacha huagra) nas de Sud América. Hay diferentes tipos de gatos– eran vistos antes como animales diabólicos por los demonios de acuerdo a a los diferentes tipos de fe- Canelos y su carne no se comía. En estos días, los linos. Yana huagra puma supai es el gato-demonio indígenas han desistido de esta superstición y co- que aparece en la forma del gran jaguar negro, el men la carne de ambos animales. Hasta tienen un más grande de los felinos en América del Sur, y gusto especial por la carne de venado, porque que antes era común en las regiones de los Cane- ellos dicen que, al comerla, se convertirán en se- los y muy temido por los nativos, inchic puma su- res de paso ligero como el animal. 290 RAFAEL KARSTEN

Huaira supai, “el demonio del viento”, es un Entre los demonios que aparecen en la forma ser sobrenatural que se asemeja al mono, y se lo ve de reptiles la gran boa de agua o anaconda, amá- volando por el aire. Es considerado como el demo- rum supai, es el más importante. Los Canelos tie- nio particular del viento que trae enfermedad y es nen exactamente las mismas ideas de los Jívaros muy temido por los indígenas. respecto a este monstruo. El es el padre de la he- Yana rumi supai, “el demonio de las piedras chicería y el jefe de los demonios, y los tiene a to- negras”, se aparece a las personas alucinadas con dos reunidos en el río. El amárun supai se dice que como un indígena sentado sobre gran- frecuenta especialmente las cataratas y otros luga- des piedras negras en las lagunas. Un ser puramen- res peligrosos en los ríos donde accidentes fácil- te mítico. mente ocurren cuando los indígenas navegan en Huas runa supai, una forma parecida a una canoas. También es llamado yacu supai, “demonio mujer blanca que se ve elevarse del agua de las la- del agua”. Una serpiente loca vista en la vecindad gunas hacia el aire y se cree que envía la enferme- de una casa es considerada como la encarnación dad. Este demonio, también conocido con el nom- de un brujo maligno que está tratando de llevar a bre de yucusupai, “el demonio de agua” es, por lo cabo sus designios perversos contra los habitantes. tanto, evocado por los shamanes. Los viejos y los brujos también se reencarnan en Cucha pillan supai, un ser parecido al ser hu- boas después de la muerte, así como pueden trans- mano se dice que se asemeja a un monje con plu- formarse en tigres. Los indígenas nunca tocan una mas en la cabeza. Se lo ve cerca de las lagunas, boa muerta con sus manos por miedo de que su pero se cree que es un ser inofensivo. cuerpo se pueda volver escamoso como el de la Urí-urí supai, un ser descrito como mitad in- serpiente; si le disparan con una escopeta, el ca- dio, mitad mono. Se ve cerca de lagunas, en el ñón de acuerdo a su idea, explotará o ocurrirá al- bosque donde anda disparando con una cerbata- gún accidente. Si le disparan con una flecha enve- na. Envía enfermedades y por lo tanto, es invoca- nenada, ésta perderá su eficacia por completo. Ge- do por los brujos. neralmente los indígenas atacan a la anaconda Amasánga supai, un demonio que aparece en con largos arpones de chonta. la forma de un indígena, que se mueve en el bos- Una serpiente venenosa que aparece ocasio- que durante la noche, hechizando las personas; es nalmente -es decir, cuando ataca y hace daño al también conocido bajo el nombre de sacha runa, hombre o animales domésticos- se cree que es un “el hombre del bosque”. Se dice que es un ser muy supai o el agente de un brujo malvado. Entre estos maligno y es de la misma forma, invocado por los demonios están, por ejemplo, la culebra de casca- brujos. bel, mutúlu supai, y la equis (Lachesis), llamada pi- Huangana supai, el oso hormiguero. Se dice talála, la más peligrosa de las culebras venenosas que anda “soplando una cometa” hechizando per- en los bosques ecuatorianos. Respecto a los pája- sonas; un demonio que es invocado por los brujos. ros-demonios, hay las mismas creencias que entre Atacápi o curaga supai, un animal que se ase- los Jívaros. Varios pájaros pueden aparecer como meja al macho cabrío y se ve en las cercanías de agentes de los brujos llevando sus flechas hechiza- lagunas y ríos. Es maligno, invocado en los conju- das (chunta). Tal pájaro es, por ejemplo, el tucán ros por los brujos. de cuya familia se mencionan dos especies sicuán- Cahun supai un demonio animal del tamaño ga supai, el gran tucán ordinario (llamado también de un perro, enteramente negro y con una cola lar- predicador o diostedé en español), que tiene como ga. No estoy seguro si es un animal o es puramen- color predominante el blanco; y el yautiri supai, de te mítico. Generalmente se ven dos juntos, “uno predominante color marrón. Los dos tipos de tucán guiando al otro por medio de una liana”. El animal se consideran demonios que hechizan a las perso- es un supai. Cuando un indígena va solo al bos- nas con sus largos picos. que, le ataca, agarra su pierna con su larga cola y Cuando un Jívaro o un Canelo tienen que toma su alma. Se cree que el demonio le dice al in- ayunar por el nacimiento de un hijo, se abstienen dígena “Ahora me llevo tu alma por tus pecados”. de comer el tucán entre otras cosas, creyendo que, Por lo tanto, indio atrapado, morirá. Los indígenas si no lo hacen, su recién nacido va a ser brujeado. por esto nunca matan este animal y huyen cuando Normalmente, para los indígenas el tucán común, lo ven en el bosque. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 291 y sus brillantes plumas, a las cuales se atribuye un Hay dos hermosos colibríes que son especialmen- poder mágico, son particularmente apreciados. te mencionados como supai: en particular, el rayu El Mucutúlu, un tipo de pájaro común que en kinde supai y el curi kinde supai, que se cree que español se llama mango, de color marrón, se lo ve brujean a las personas con sus largos picos y, por con la misma superstición que al tucán. Se cree lo tanto, figuran entre los demonios que los shama- que es enviado por los brujos y trae enfermedades, nes invocan. por lo tanto lo invocan los curanderos en los con- Hay insectos venenosos que son también juros. considerados como demonios. Entre éstos los Ca- Yahi mangu supai es otro tipo de mango, de nelos ponen atención particular en la avispa negra, color negro. Este pájaro demonio también es invo- el escorpión o uputíndi supai, y en la gran hormi- cado por los curanderos. ga negra (tucandera) llamada yutúri supai. Las pi- Shili-shili supai es un pequeño pájaro que vi- caduras venenosas de estos insectos se asemejan a ve en las cercanías de las cascadas en el bosque y las invisibles flechas de los brujos que también, se cree que envía enfermedades, produciendo el como veremos, se aprovechan de tales criaturas sonido del cual se deriva su nombre. cuando hechizan las personas. Bullu-cúcu es el nombre onomatopéyico de Todavía debemos considerar los demonios de otro pájaro, grande como un pollo, que se mueve las plantas que son bastante similares a aquellas de durante la noche, hechizando a las personas. los Jívaros. Entre los árboles “sagrados” o demo- Supai pishcu, “el pájaro del demonio”, es otro níacos las palmas son las más importantes. Hay pájaro nocturno que vive cerca de lagunas y pro- tres tipos de palmas diabólicas: la cucha chunta duce un silbido que llena a los indígenas de mie- (Mauritia) que crece al margen de lagunas o en tie- do supersticioso. rra pantanosa; la huiriria chunta (Bactris) otro tipo Cuando se mueve alrededor de las casas en la de palma de chonta silvestre; y la tarpu chunta o noche silbando, se cree que hechiza a las personas palma chontaduru cultivada (Guilielma). A todas que viven allí. Los indígenas, cuando escuchan el éstas se las denomina supai por sus largas espinas lloro del supai pishcu, tienen el hábito de disparar que juegan el rol más importante en el arte mági- al aire, para espantarlo. co de los curanderos y los brujos de los Canelos. Chunta pishcu es un hermoso pájaro pequeño que es de la misma forma considerado con supers- Las ideas animísticas con respecto a las plan- tición por su canto nocturno. Como otros pájaros tas del huerto son en su mayoría las mismas que diabólicos, se cree que envía enfermedades. entre los Jívaros. Los Canelos que ahora son cris- El halcón (anga) puede ser encarnación de un tianos de nombre, no creen en la Tierra-madre y, a supai. Este demonio se dice especialmente que tie- pesar de que muchas prácticas curiosas se obser- ne relaciones sexuales con mujeres por la noche van en la siembra y plantación, su agricultura hoy mientras duermen. Una mujer visitada por el anga en día no está relacionada con un culto a los espí- supai es probable que dé a luz un supai huahua, ritus de las plantas, como entre los Jívaros. un niño diabólico, que es de color gris, tiene la ca- Las plantas venenosas están animadas por su- beza y los ojos de un halcón y las piernas deforma- pai y la eficacia del veneno para las flechas, como das. Tal monstruo generalmente se entierra vivo. hemos visto, se debe a los demonios que habitan De un pájaro negro nocturno, llamado tutúlu la planta de la cual se prepara el veneno. se dice también que embaraza sobrenaturalmente Lo mismo se sostiene sobre las plantas aluci- a las mujeres: entra en la casa asumiendo una for- nógenas aya huasca (“natéma” entre los Jívaros), ma humana y tiene relaciones sexuales con ellas. huántuc (“maíkoa”) y tabaco, que juegan el mismo Titipúru supai es un pájaro negro nocturno rol importante en la divinación de los Canelos y de que se asemeja a una garza y vive en las orillas de los Jívaros. El demonio de la planta de huántuc, los ríos. Se cree que hechiza a las personas con el huántuc supai, se dice que se aparece a los shama- silbido que produce y las enferma. nes Canelos, alucinados por la bebida, como un Acángu supai es el pájaro que en español se hombre blanco con ropa negra que llega a curar llama cacavero y se dice que ocasionalmente los daños que ha creado, “fumando un gran ciga- manda enfermedades. rro”. Pájaros tan insignificantes como el colibrí Algunos lugares y localidades son habitadas pueden actuar como agentes de brujos maléficos. por supai. Los más importantes y más temidos de 292 RAFAEL KARSTEN

éstos son los urcu-supai, los demonios de las coli- supai, “demonios de los bosques”. En tales paccha nas, especialmente los razu urcu supai, los demo- los indígenas toman baños ceremoniales. nios de las montañas cubiertas de nieve. Todas es- De los fenómenos del cielo, el arco -iris (cui- tán habitadas por los espíritus de brujos muertos chi) parece haber atraído en particular la atención que han transmigrado hacia las colinas y monta- de los Canelos. El arco-iris, fantasean ellos, no es ñas. Ellos supuestamente envían enfermedades y, más que una gigantesca anaconda (amárun) en el por lo tanto, son invocados por los curanderos, aire o como ellos lo expresan generalmente, el ar- cuando curan a sus pacientes. co-iris es una “sombra de la anaconda”. Una Cuando en sus caminatas los Canelos pasan creencia referente a este fenómeno es que hace por colinas, se cuidan de no hacer ruido y mantie- embarazar a las mujeres. Por tanto, cuando el ar- nen silencio; de otro modo, el demonio de la coli- co-iris aparece, las mujeres que están en su perío- na se pondría enojado y enviaría fuertes lluvias. El do de menstruación no deben salir, por miedo que ruido que se asemeja al del trueno que a veces se les pueda suceder algún accidente de este tipo. Es- escucha entre las montañas se atribuye de la mis- pecialmente si están viajando y duermen solas en ma manera a uno de los principales pájaros-demo- una choza en el bosque, están expuestas al peligro nios, el gran guacamayo. Cuando cazan en colinas del cuichi supai que mantiene relaciones sexuales donde no han estado antes, se abstienen de dispa- con ellas y las deja embarazadas. El resultado de rar con sus armas y solo usan las cerbatanas. De esta unión es un supai huahua, un “niño diabóli- otro modo no podrán matar del todo. co”. Esta superstición en relación al arco-iris pre- También hay espíritus en los ríos; las catara- valece entre los indígenas del Napo y es particular- tas, en particular, son habitadas por ellos. Algunos mente extendida entre los indígenas de la monta- de éstos aparecen en forma de animales, como el ña que hablan quichua. amárun supai, y otros en variadas formas. En las Las ideas animísticas anteriormente descritas pequeñas cascadas (paccha) de las cuales la cordi- son las más importantes de los Canelos. llera oriental es tan rica, hay paccha supai o sacha- Capítulo III IDEAS SOBRE LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE

Antes de empezar a examinar los diferentes decrépitos de casi cien años, cuando finalmente se medios por los cuales los Jívaros tratan de influen- enferman y mueren, casi siempre entra en función ciar a los seres sobrenaturales en los que ellos la teoría usual de brujería como causa inmediata creen, debemos considerar a aquellos hombres cu- de la catástrofe, especialmente cuando los sínto- yo rol particular en la sociedad jívara es el de tra- mas responden a las ideas sostenidas con este tipo tar con el mundo sobrenatural, o sea los chamanes de daño. y brujos. De nuevo, para entender completamente Una muerte entre los Jívaros acarrea, por lo la extraordinaria autoridad ejercida por esta clase tanto, la misma idea que un asesinato, a pesar de de hombres y todo su arte, es necesario conocer la que el asesino no sea necesariamente un hombre teoría peculiar sostenida por los indígenas sobre la viviente, sino que también puede ser un ser sobre- muerte y la enfermedad en general. natural, un demonio. Decirle a un Jívaro que antes En este punto debemos notar un rasgo sor- o después él debe morir, es en su mente extrema- prendente en la psicología de estos indígenas: damente indiscreto y falto de tacto; es casi lo mis- ellos no conocen lo que es la muerte natural. El Jí- mo que decirle que un día u otro va a ser asesina- varo en su estado natural ciertamente se da cuen- do. Siendo éste el caso, podemos entender cuán ta de que la muerte se debe a la destrucción del fácilmente un caso de enfermedad o de muerte lle- cuerpo y a la separación definitiva entre el cuerpo va a un asesinato y a disputas interminables, des- y el principio animado, el wakáni o espíritu, pero de que los parientes del muerto consideran una ta- sobre las causas de este cambio radical no es ca- rea sagrada el tomar venganza del supuesto cau- paz de formular una teoría exacta. La muerte para sante del mal. él es siempre algo ininteligible, no natural, ni acci- El Jívaro, sin embargo, hace una neta división dental. Debe tener en cada caso una causa espe- entre lo que él llama “brujería” (tunchi) y “enfer- cial o, hablando más estrictamente, solo puede su- medad” (Súngura). Tunchi, hablando estrictamen- ceder debido a las maquinaciones malvadas de un te, significa la “flecha” o pequeño objeto material hombre o de un ser sobrenatural. La joven y fuer- que los brujos lanzan a sus enemigos. La enferme- te palma de chonta no cae al suelo sino es porque dad causada por él es exclusivamente un daño in- un hacha corta sus raíces o un huracán violento dígena; sobre un hombre blanco nunca tendría rompe su tronco, o alguna otra fuerza causa su efecto. Los Jívaros inclusive declaran que la gente destrucción. Asimismo un hombre fuerte, sano, en blanca no comprende del todo aquello que los in- sus mejores años no morirá, a no ser por una insti- dígenas llaman hechicería. Los síntomas de este gación directa o indirecta de un enemigo abierto o misterioso mal son, sin embargo, muy característi- secreto. Los indígenas, por lo tanto, por lo menos cos. Cuando todo el cuerpo del indio duele o sien- en teoría, parecen reconocer la muerte natural so- te un dolor intenso en algún lugar en particular, y lo para personas muy viejas cuyas funciones cor- especialmente si el dolor está acompañado por porales caen en la degeneración por causa de las hinchazón en la zona particular del cuerpo y el mismas leyes naturales que afectan al gran árbol mal le afecta repentinamente, está convencido que del bosque virgen, descompuesto por la edad. En ha sido brujeado. Dolores de cabeza y dolores reu- la práctica, sin embargo, ellos reconocen tales ca- máticos, heridas con pus, cólicos acompañados de sos muy pocas veces o nunca. Es interesante ano- hinchazón del estómago, dolorosas enfermedades tar el hecho de que, hasta con respecto a hombres del corazón e hígado, son situaciones típicas en 294 RAFAEL KARSTEN que los daños fueron causados por hechicería. En- cunstancias es fácil entender la ansiedad con que fermedades con fiebre, a pesar de no ir unidas al los indígenas siempre preguntan a un blanco extra- dolor, se atribuyen frecuentemente a la hechicería. ño que llega si “trae enfermedad” consigo (¿súngu- Cuando ocurre un caso de malaria entre los Jívaros ra itáches?). Un viajero que se enferma seriamente del río Upano, cuyas tierras son comparativamen- mientras permanece en una casa indígena incurre te ricas, los indígenas declaran que ese mal ha si- en gran peligro. Si los indígenas sienten una razón do enviado por los brujos de sus enemigos, los suficientemente fuerte al respecto, pueden matar- Achuaras en el Río Pastaza, que viven en un terri- lo; si no, al menos se irán y le abandonarán en la torio azotado por la malaria. casa. La primera visita de blancos entre indígenas A pesar de que el tunchi, cuando es enviado que viven en zonas inexploradas del país es, por la contra una persona por un brujo, o extraído del misma razón, particularmente crítica, los indíge- cuerpo de un paciente por un curandero, siempre nas piensan que los extraños recién llegados infec- aparece en la forma de un objeto material, tam- tan sus casas y aldeas con su mera presencia. Por bién es considerado, al mismo tiempo, como un su contacto personal así como por su vestimenta, ser demoníaco. Si la muerte resulta como conse- su medicina, y las muchas otras cosas misteriosas cuencia de brujería, este demonio es tomado por que traen, se cree que ellos diseminan gérmenes un iguánchi real, que al mismo tiempo se identifi- de enfermedades que traen la muerte. ca vagamente con el alma del brujo del cual pro- Así como el mal de la hechicería es causado cede. El demonio del tunchi empieza en seguida por un ser demoníaco, tal vez el iguánchi que trae su trabajo de destrucción en el cuerpo y si se le la muerte, también la “enfermedad”, súngura, es permite completarlo, es decir, si ningún otro cu- causada por un espíritu, principalmente, el espíri- randero es capaz de ahuyentarlo y extraer el tun- tu del hombre blanco. Los Jívaros, sin embargo, no chi, el paciente está condenado a morir. Después pueden decir nada más en particular sobre este es- de la muerte, el demonio permanece en el cuerpo píritu de enfermedad y muerte, y no conocen otra y trata de tomar posesión también de su alma, forma de protegerse de sus visitas sino tratando de identificándose esto con el demonio que causó la evitarlo. muerte. Esta es la razón por la cual los muertos son A pesar de que la categoría “enfermedad” hoy tan frecuentemente temidos como espíritus venga- en día comprende en especial enfermedades que tivos, hasta cuando hayan sido, tal vez, respetados han sido introducidas por los blancos, también hay y queridos en vida es el espíritu de enfermedad y un tipo de súngura que es una epidemia entre los muerte el que los indígenas temen, siendo que el indígenas y que ellos por lo tanto han conocido demonio debe supuestamente buscar víctimas desde antes le llegaba del blanco. Este tipo de sún- frescas entre los parientes que sobreviven. gura nace directamente de su propio iguánchi mal- Por otro lado, en la categoría “enfermedad” vado. Tal caso de “enfermedad” me llamó la aten- (súngur) la mayoría de las enfermedades se consi- ción entre los indios de Arapicos donde varias per- deran tales sin ir unidas en particular a dolores, o sonas jóvenes y niños habían sido atacadas por sea las que los indígenas han contraído a través de una fiebre insidiosa, aparentemente epidémica, los blancos como son todas las fiebres y enferme- que los desgastaba lentamente. Los demonios dades infecciosas como la viruela, escarlatina, di- siempre vencen a los vivientes, hasta a los curan- sentería y enfermedades venéreas. Considerando deros más experimentados, enviando males sobre- que los shamanes indígenas con frecuencia son naturales. Los curanderos, por lo tanto, general- capaces de curar la hechicería enviada por otros mente confiesan su imposibilidad de curar el sún- curanderos, son totalmente impotentes frente a la gura enviado por el iguánchi. “enfermedad” importada de los blancos. Por lo A pesar de que la “enfermedad” (súngura) no tanto, cuando una epidemia de viruela -una enfer- nace directamente de los brujos, ellos supuesta- medad que en ciertos tiempos ha causado terribles mente tienen una cierta influencia también sobre estragos entre los nativos de Sud América-brota en este mal. Se cree, por ejemplo, que son capaces, medio de un pueblo indígena, los habitantes gene- por medio de sus flechas mágicas y sus impreca- ralmente no ven otra salida para quitarse el mal ciones, de causar que una epidemia brotada en un que quemar y abandonar el pueblo entero o, por pueblo no cese o abandone el lugar, sino que se lo menos, dejarlo por algún tiempo. En tales cir- mantenga estacionaria allí, exterminando gradual- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 295

tiempos han sufrido te- rribles epidemias, tie- nen ideas mucho más reales que los Jívaros. “Enfermedad”, dicen ellos, entra a sus pue- blos en la forma de “un hombre blanco, que lleva un bolso sobre sus hombros”. Puede ser un hombre real o solo un espíritu, en to- do caso se cree que él trae la enfermedad. “Enfermedad” toca a la puerta de una choza indígena y cuando al- guien va a abrirle, el espíritu lo “agarra”, Ilustración XXXIV. 1. Jívaro curandero tratando al paciente con el ramo shingi-shingu ungüi hápin. Cuando hay un indígena atra- mente a sus habitantes. Así, cuando el pueblo de pado, el implacable extraño demonio buscará a Puyo, situado sobre un pequeño afluyente del Alto más víctimas entre los otros. Por lo tanto, cuando Pastaza, fue visitado por un brote de epidemia de de una u otra forma los indígenas tienen la idea de disentería en 1918, los indígenas declararon que la que la “Enfermedad” está acercándose a su pueblo enfermedad era ciertamente traída a su pueblo por -por ejemplo cuando llega un grupo de blancos-, los blancos, pero que su inusual carácter obstina- las mujeres empiezan a llorar ruidosamente y a la- do se debía al arte mágico del famoso brujo Palati mentarse como lo hacen cuando se lamentan por de los Canelos, quien quería eliminar a sus reco- los muertos. De esta manera, ellos creen que la nocidos enemigos los indios Puyos. No hay, por lo “Enfermedad” puede ser espantada o de alguna tanto, prácticamente ningún mal o tipo de enfer- manera inducida a retroceder y dejar a los habitan- medad de los que los indígenas no pueden echar la culpa, de una u otra manera a sus enemigos, los brujos de otras familias o tri- bus Los Canelos ha- cen exactamente la misma distinción entre lo que ellos Llaman chunta (flechamágica), nanai (“dolor”, “mal”, causado por la chunta) u ungui, “enferme- dad”, originalmente in- troducida por los blan- cos. Con respecto a es- tos últimos, los Cane- los, que en ciertos Ilustración XXXIV. 2. Jívaro curandero practicando la “succión curativa” 296 RAFAEL KARSTEN tes en paz. Esta idea explica la extraña bienvenida, tano hervido. Cuando el paciente se está recupe- que consiste en lloros y lamentos ceremoniales, rando, se le permite comer pequeños pájaros caza- que viajeros blancos reciben cuando llegan a los dos con flechas sin veneno y de ahí en adelante pueblos indígenas. De nuevo, cuando brota en un otros tipos de carne. El gran pez siluro (sangarápu), lugar una enfermedad contagiosa, por ejemplo, está estrictamente prohibido a una persona enfer- una epidemia de viruela, los habitantes general- ma, porque los bigotes de este pez son usados con mente no ven otra forma de librarse del desagrada- frecuencia por los brujos cuando hechizan a las ble huésped que dejando el sitio y migrando a otra personas. parte del país. En tales casos tienen el hábito de Solo los parientes más cercanos del paciente bloquear el camino que toman con palos y ramas están obligados a observar estas reglas por la cone- de árboles, “para que el espíritu de la enfermedad xión misteriosa que se supone une a todos los no pueda seguirles las pisadas”. miembros de una familia. Si éstos comen alguna La enfermedad, y especialmente la muerte se- comida inapropiada, ésta, de acuerdo a la creen- rán relatadas más adelante. Aquí puede ser oportu- cia de los indígenas, causará necesariamente una no añadir que la enfermedad de cualquier tipo su- reacción en el paciente, cuya condición empeora- puestamente contamina una casa a tal punto que rá. Otros parientes o personas extrañas, que estu- los Canelos juzgan necesario el ayuno para los pa- vieran casualmente en la misma casa, no están rientes más cercanos del paciente. Después de que obligadas a ayunar. Las reglas descritas arriba, co- el curandero ha tomado natéma para descubrir el mo he dicho, son observadas por los Canelos. Los origen de la enfermedad, generalmente instruye a Jívaros, por otro lado, por lo menos aquellos que los familiares a este respecto. Al padre, la madre, viven en el Upano y Santiago, no consideran nece- los hermanos y hermanas del paciente no se les sario el guardar dieta en caso de una enfermedad, permite comer sal o ají durante los dos primeros sino solamente después de la muerte. Sin embar- días después de que el miembro de la familia ha go, tanto los Jívaros como los Canelos, creen que caido enfermo. Al paciente mismo se le permite una persona mordida por una culebra venenosa comer solo plátano hervido y hecho puré y ciertos debe evitar los condimentos excitantes como el ají pescados pequeños llamados umbúni, tugshi, chu- y las bebidas fuertes. En este último caso debe ti, shigli, y challúa en idioma quichua. Cuando la también abstenerse de comer sal y yuca, que de persona enferma está cerca de la muerte, los pa- acuerdo a sus creencias causarían más dificultad rientes pueden también comer solo el puré de plá- en la recuperación del paciente. Capítulo IV EL CURANDERO Y SU INICIACIÓN

De lo que ya se ha relatado sobre los curan- curandero profesional. Así, viejos guerreros y jefes deros en las páginas anteriores, por ejemplo su re- están generalmente iniciados en el arte mágico, de lación con los demonios que aparecen en la forma hecho, ellos pelean contra sus enemigos no solo de animales salvajes, pájaros y reptiles, podemos con sus armas naturales sino también con sus “fle- concluir que ellos forman una clase de extraordi- chas” mágicas de la hechicería; profesionalmente naria importancia en la comunidad jívara. Entre y raramente se los ve curando, tunchí. Sin embar- los Jívaros, como entre los Canelos, el curandero go, ellos no ejercen el arte a personas hechizadas es el médico de la comunidad, no un sacerdote. Su por otros brujos. Tomando esto en cuenta, utiliza- asunto principal es matar o hacer daño a otras per- ré como regla las palabras “brujo” o “hechicero” sonas -sus enemigos personales o los de la comu- con referencia a la magia negra o dañina, mientras nidad- con brujería, y el curar males enviados por que “curandero” es un nombre general para una sus brujos enemigos. No es particularmente un persona que practica el arte mágico. Los Jívaros “doctor del clima”, es decir, un hombre que profe- tienen una sola palabra para nombrar al curande- tice o influencie en el clima para bien o para mal. ro o brujo: wishinyu. A pesar de que este tipo de prácticas mágicas ocu- Convertirse en un curandero entre los Jívaros rren entre los Jívaros, pueden ser desarrolladas por o Canelos no es una cosa tan fácil: se requieren es- cualquier miembro de la comunidad y no forman tudios ascéticos y reales para el hombre que desea parte de las funciones especiales de los curande- este título y rango. Entre los Jívaros, un hombre ros. Tampoco se ocupan de ceremonias como las próximo a ser curandero es iniciado de la siguien- de tendencia religiosa, como por ejemplo, los ritos te manera. Se acerca a algún viejo curandero que y encantamientos realizados en honor de Nungui le va a entregar el tunchi y la instrucción necesa- y su marido Shakaëma para la agricultura. La divi- ria para el ejercicio de su profesión. El curandero nación consistente en la bebida de los narcóticos hace chorrear en la boca del aprendiz, directa- natéma o maikoa es continuamente practicada por mente de su propia boca, una pequeña espina de los curanderos, pero principalmente en conexión chonta con un poco de saliva y un poco de jugo con su tratamiento médico. de tabaco, murmurado un encantamiento. El novi- Por otro lado, sacerdotes en el sentido estric- cio ha recibido ahora el “veneno” que en su debi- to de la palabra no existen, a menos que -como yo do tiempo le permitirá actuar como brujo. La mis- mismo lo he hecho- escojamos dar este nombre al teriosa materia hechizadora se disemina por todo hombre viejo, whuéa, que dirige las ceremonias su cuerpo por medio de la sangre, permeabilizan- en las fiestas religiosas más importantes. En este do todo su ser y siempre habrá algo de ella en su sentido inclusive se puede decir que existe una sa- boca para ser utilizado cuando él quiera. Para cerdotisa entre los Jívaros, debido a que mujeres crear una efectiva posesión del nuevo curandero, mayores desempeñan deberes similares en ciertas el veneno debe “madurar” apropiadamente. Esto fiestas. entre los Jívaros generalmente parece darse en un He utilizado frecuentemente la expresión período de seis meses, pero puede a veces reque- “curandero y brujo”, indicando de tal modo que rir un período de dos años. El veneno está maduro estos conceptos no son exactamente sinónimos. cuando el nuevo curandero comprueba su capaci- Un curandero es ciertamente siempre un brujo, dad de hechizar a una persona con su tunchi. El pero un brujo no necesita ser necesariamente un tiempo de preparación es extremadamente crítico 298 RAFAEL KARSTEN para él. El “veneno” impermeabilizando su cuer- dero se encuentra por coincidencia, con un arma- po, en vez de madurar y convertirse en un arma dillo, cierra una de sus ventanas nasales con los efectiva contra sus enemigos, puede, bajo circuns- dedos o con un trapo, para no inhalar el olor ran- tancias desfavorables, causar su propia destruc- cio que este animal emite, y además toma agua de ción. Esto sucederá a menos que, durante el tiem- tabaco para paralizar las malas influencias que po crítico, mantenga un ayuno estricto y observe surgen de él. El núnchi que tiene adentro y que se cuidadosamente otras reglas que se le imponen. concibe como un ser demoníaco viviente, puede Durante los primeros cinco días después de que ha “asustarse” y retirarse” con el resultado que el cu- recibido el tunchi del viejo curandero, solo come randero pueda morir. Lo mismo puede suceder si puré de plátano verde en agua, absteniéndose es- el novato come la carne de cerdo o alguna otra co- trictamente de beber inclusive la chicha de yuca mida inadecuada. Respecto a los pescados, solo (nihamánchi), la bebida diaria de los indígenas. En puede comer sardinas, chumakai, y otros pescados su lugar toma jugo de tabaco en grandes cantida- más pequeños que no son pescados con barbasco, des por la boca y por la nariz. También bebe el sino con anzuelo. El entrar en contacto con pesca- narcótico natéma cada noche, para ver a los de- dos muertos con barbasco podría tener las mismas monios que le van a ayudar a convertirse en un cu- consecuencias dañinas como comer armadillo: el randero. En un sueño alucinado va a la orilla del tunchi pude “retirarse” y causar la muerte del cu- río y convoca al demonio de la anaconda, pangi y randero. Con respecto a los pescados más grandes a su “hermano”, tsúngi; ellos se levantan del río, le que le es permitido comer, toma cuidado de no hablan como amigos y le dan el tunchi. Como he cortarles la cabeza, por el miedo de que le hagan anotado antes, es en estos monstruos que la hechi- algún daño. Además observa algunas otras reglas cería tiene su origen; también son los primeros de- dietéticas curiosas. Así, se recomienda comer la monios invocados por los curanderos cuando tie- carne de paca (Coelogenys paca, llamado káshai), nen que ser curadas enfermedades, causadas por porque los curanderos frecuentemente utilizan los hechicería. bigotes de este animal diabólico cuando hechizan Cuando han pasado cinco días, el novato se personas. De los monos solamente come dos tipos, corta el pelo corto y toma un baño ceremonial en principalmente el mono común de la noche, whú- la cascada del bosque. Durante los meses siguien- kuma, “porque el curandero tiene que operar en la tes, o hasta que el veneno ha “madurado” apropia- obscuridad, como lo hace el mono de noche”; y el damente, observa estrictamente las siguientes re- mono capuchino tsiri, “porque es muy hábil y rá- glas con respecto a su forma de vida. Su comida pido en sus movimientos”, como debería serlo consiste principalmente en plátanos verdes hervi- también un curandero. De los pescados, además dos, hechos puré en agua. Cuando come, toma de aquellos mencionados antes, come un tipo de cuidado de no tocar la comida con sus dedos sino pequeño siluro, llamado nukúmbi, por su puntia- que come con la ayuda de pequeños palos de ma- guda espina dorsal que se asemeja a las pequeñas dera o astillas. El futuro curandero bebe chicha de espinas que los brujos usan cuando hechizan a las plátano y una raíz llamada sangu, pero no la ordi- personas, así como otro tipo de pescado llamado naria chicha de yuca. Cuidadosamente se abstiene yutui que está asimismo provisto de pequeñas es- de comer carne de cerdo o gallina, es decir, la car- pinas afiladas. Come avispas, por sus aguijones ve- ne de los animales domésticos más importantes. nenosos y pequeñas espinas de chonta que crecen Particularmente se cree que el cerdo tiene una in- en la diabólica palma de chonta. Ambos, el agui- fluencia dañina sobre la salud del curandero y su jón de la avispa y la espina de la chonta los utili- poder como brujo. La rechaza a tal punto que si es zan los brujos como “flechas” mágicas. Además hervida en la misma casa donde vive, trata de evi- come un tipo de pescado rémora, llamado nayúm- tar inhalar los vapores que salen de la olla hirvien- bi, que se encuentra en los lechos de piedra de los do. También se abstiene de comer la carne de ja- ríos. Allí se acomoda a las piedras con su boca: de balí, por su semejanza con el cerdo doméstico. Un esta manera, se piensa, el curandero debe actuar animal siempre evitado religiosamente por los cu- en “chupar” el mal del cuerpo de un paciente. En- randeros, inclusive por aquellos apropiadamente tre los pájaros, se le recomienda comer el pájaro iniciados, es el armadillo (shushúi). No solo evitan carpintero, tatáshama, que perfora los troncos de comer su carne, sino también el verlo. Si un curan- los árboles y escucha atentamente a las lombrices LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 299 dentro de ellos: exactamente de la misma manera tima, causando dolores misteriosos y una rápida en que el curandero tiene que proceder cuando muerte. El prototipo de ambas, como ya se ha ano- trata de averiguar dónde está el mal en el cuerpo tado, es posiblemente la picadura de muerte de las del paciente y sacarlo. culebras venenosas. De hecho, el hechicero en su A más de estas reglas de dieta, el futuro cu- operación se comporta como una culebra veneno- randero debe observar estrictamente la abstinencia sa, lista para la acción. Debe llevar el veneno en sexual. No solo le está prohibido mantener rela- su boca como la culebra; cuando dispara su “fle- ciones sexuales con una mujer, ninguna pareja ca- cha” silba y sisea, tal como lo hace la culebra eno- sada puede vivir en la misma casa con él, y su co- jada antes de dirigir su colmillo de muerte a su víc- mida solo puede ser preparada y dada por una mu- tima. jer o un hombre soltero. Una persona que va a ser La “flecha” hechizadora (tunchi o tsinsáka) de curandero, no puede casarse hasta que su novicia- un curandero puede, sin embargo, asumir diferen- do termine. tes formas: no solo puede ser una flecha pequeña Si el novato rompe las reglas mencionadas, ordinaria del tipo que se usa en las cerbatanas, si- las consecuencias son fatales para él. El veneno no que también, y con más frecuencia, aparece en hechizador que ha tomado en su cuerpo no madu- la forma de un espino de chonta, una pequeña pie- rará y no hará de él un curandero, por el contrario dra, un pelo o diente de algún animal diabólico, el puede causar su muerte. aguijón de la avispa, una lombriz, etcétera, que el Durante todo el tiempo de preparación, el no- curandero, de alguna manera que solo él conoce, vato recibe todo tipo de instrucciones de su maes- saca de su propio cuerpo y tira a su víctima. tro, el viejo brujo que le dio el tunchi. Estas ins- Entre los Canelos, la iniciación del curandero trucciones atañen detalles del arte de la hechice- es muy parecida a la de los Jívaros, a pesar de que ría: cómo adquirir el poder sobre espíritus y demo- las reglas con respecto a la forma de vida que el nios necesarios para hechizar personas, cómo cu- novato debe observar son menos detalladas. Como rar a personas hechizadas por otros brujos, qué ti- ahora los Canelos son cristianos de nombre, los po de conjuros se deben cantar en diferentes oca- brujos no tienen tanta importancia como entre los siones, qué remedios se deben usar y así sucesiva- Jívaros; de hecho, ejercen su profesión solo en se- mente. El conocimiento de estas cosas pertenece a creto. El que va a ser curandero recibe su “flecha” la ciencia oculta de los curanderos que los hace de la misma forma como entre los Jívaros, de la una clase profesional de “personas sabias”, pero es boca del viejo curandero. Como en la mayoría de mantenido alejado de las personas comunes. Un casos consiste en un pequeño espino de chonta, curandero o brujo es llamado wishínyu, una pala- que se llama simplemente chunta. El hechizar a bra cuya raíz es probablemente wi “Yo”, “Yo mis- otra persona por medio de un espino de chonta es mo”, correspondiente al hecho de que un curan- llamado chuntáta shitana, “el tirar la chonta”, dero siempre empieza sus conjuros repitiendo la mientras que el brujo es llamado chunta shitac ru- palabra wi (“Yo, yo mismo te conjuro a tí, demo- na, “un hombre que tira la chonta”. Después el ve- nio”). neno que el novato ha recibido debe “madurar” El curandero recién iniciado paga al maestro para que haga efecto, y esto entre los Canelos, se por sus servicios con algún objeto de valor, una dice que toma de dos a cuatro años. Mientras tan- cerbatana y veneno para flechas, un buen perro to, el novato debe ayunar estrictamente, y su comi- cazador, un itipi o falda, etc. da se compone principalmente de plátano verde La misteriosa flecha mágica que el curandero hervido, hecho puré en agua. Le es prohibido be- apunta contra sus enemigos, como hemos visto, es ber cualquier tipo de chicha o asua (cerveza hecha llamada túnchi. Otro nombre para la misma cosa, de yuca u otra fruta). De los pescados, solo puede utilizado, casi tan comúnmente es tsinsáka, que comer uno pequeño llamado ichuti, pero no su ca- significa “flecha” -el palo fino de madera de palma beza sino solamente la parte posterior. Toma agua utilizado para las cerbatana-. Hay, de hecho, un de tabaco en grandes cantidades por la boca y la paralelismo cercano entre la flecha envenenada nariz, y cada noche toma aya huasca (natéma pa- del cazador indígena, que mata la presa inflingien- ra los Jívaros). Esta dieta restringida, y especial- do una herida insignificante, y la flecha mágica in- mente la bebida de aya huasca y el agua de taba- visible del brujo que repentinamente pega a la víc- co, le ayudarán a entrar en contacto íntimo con los 300 RAFAEL KARSTEN demonios -especialmente con el amárun supai, la como hemos visto, atribuyen propiedades sobre- anaconda- quien le iniciará en el arte mágico. El naturales a piedras de forma y color peculiares. En- novato paga a su maestro por la chunta y las ins- tre las namúra hay piedras negras, rojas y blancas, trucciones recibidas con una cerbatana, una costo- pero estas últimas, las kaya wincha, “piedras bri- sa corona de plumas, tahuasámba, un perro, una llantes” o cristales, son las más importantes, debi- camisa, u otro objeto de valor. do al poder mágico que se supone poseen. Tales A pesar de que los curanderos no se distin- piedras blancas se encuentran con todo curandero guen de otros miembros de la comunidad por una y se las considera absolutamente indispensables. vestimenta particular, forman una clase de perso- Pero si uno le pregunta a uno de ellos cómo con- nas fácilmente reconocidas, inclusive en su apa- siguió estas piedras, o dónde se las puede encon- riencia externa. Un curandero Jívaro o Canelo es trar, no obtendrá respuesta satisfactoria. Los curan- reservado y taciturno, sus ojos son apagados, co- deros siempre dicen haber visto y tomado pose- mo cubiertos; una consecuencia natural, sin duda, sión de ellas en un sueño, alucinados por el narcó- de su hábito permanente de beber natéma (aya tico natéma: los demonios mismos las han descu- huasca) y otros narcóticos. Sus miradas sombrías bierto. Si no las posee, el “doctor” cuando está a se vuelven inclusive más lóbregas por la pintura punto de curar un paciente, no entra en trance, negra de su cara, siendo sus mejillas y las regiones nambikma, después de tomar natéma y conse- de los ojos generalmente manchadas con sua (ge- cuentemente no tiene “buenos sueños” y no pue- nipa). La pequeña bolsa, wambáchi, usualmente de ver el origen del mal; es decir, al brujo malva- usada por los Jíbaros, tiene una importancia espe- do que envió el tunchi. Cómo los curanderos usan cial en lo que concierne a los curanderos: contie- su namúra cuando curan una persona enferma, lo ne su namúra, u otros objetos mágicos. Los Jívaros, veremos más adelante. Capítulo V EL CURANDERO COMO BRUJO

Como hemos visto, la función del curandero Es decir: incluye, por un lado, el envío de males a otras per- sonas por medio de hechicería, y por otro lado, el “¡Tú, flecha, curar a personas hechizadas por otros brujos. que puedas beber la sangre de Andiche Primero examinaremos cómo procede el cu- y comer su carne, para que pueda morir rápido!”. randero cuando hechiza a sus enemigos. El tirar la flecha mágica o hechizar a otra per- El hechicero subsecuentemente dispara su fle- sona se llama entre los Jívaros waweátinyu (el ver- cha con movimientos de soplo. Puede estar bas- bo en forma informal, tercera persona singular wa- tante cerca de su víctima, o puede pegarle a una wéama). distancia considerable. Así, una persona puede ser Cuando un wiskinyu o curandero quiere he- hechizada mientras está sentada tranquilamente chizar a otro indígena, se prepara para la opera- en su casa en la noche, conversando con otras per- ción ayunando cinco días. Durante ellos se con- sonas. El brujo hostil se introduce en la casa, cu- tenta con escasa comida como le fue prescrita en bierto por la obscuridad, y dispara su flecha invisi- el momento de la iniciación, comiendo solo pláta- ble por una rajadura en la pared. Al mismo tiem- nos verdes hervidos, hechos puré en agua. Se abs- po, la víctima dentro de la casa, sentirá un fuerte tiene de beber chicha de yuca, pero repetidamen- dolor en el pecho, tendrá un sobresalto y dirá a sus te toma agua de tabaco por la nariz, las hojas de la compañeros: “Me siento enfermo, algo me ha pa- planta son hervidas en una vasija de barro peque- sado, debo haber sido hechizado”. El hechicero, ña, parcialmente llena de agua. Cada noche bebe habiendo realizado su hazaña, se escabulle. el narcótico natéma para ver los espíritus y ser ins- Entre los Canelos, cuando un brujo quiere truido por ellos con respecto al tipo de “flecha” descargar su “chonta” sobre un enemigo, ayuna que debe usar y otros particulares. El acto siempre previamente durante dos días, comiendo solo plá- se lleva a cabo en la oscuridad, cuando los demo- tanos verdes tomando agua de tabaco en dosis re- nios se mueven. Cuando está listo para disparar su petidas. Cada noche toma aya huasca para comu- tunchi, el brujo toma agua de tabaco, tose y garga- nicarse con los demonios. La hechicería se practi- jea algo que agarra con sus dedos, murmura una ca de noche. El hechicero agarra una avispa negra especie de conjuro, dirige su flecha, silba y hace con un aguijón venenoso, acomoda tres espinos un movimiento peculiar con sus dedos. El nombre de chonta pequeños en su abdomen y la envía con del indígena que va a ser hechizado también debe la siguiente fórmula: “Chai runáta yaicugri; cutin mencionarse durante el conjuro. tigramúngi; chapashámi chishí; allita mikúshca Suponiendo que ese nombre es Andiche, el shamúngi, nyúca nishcáta pactachispa”. Es decir, curandero se dirige al tunchi con las siguientes pa- “Que puedas entrar en ese hombre (se menciona labras: el nombre del indígena), que puedas entrar más Amuesha, tsinsaká adelante; yo te esperaré de noche; habiendo comi- Andiche numba umárta, do su carne para que puedas volver, después de namánkisha yuota ejecutar mi orden”. kuránta matinyu. La flecha invisible del brujo se supone que entra en la víctima por su garganta o su pecho, tal 302 RAFAEL KARSTEN como si hubiera sido lanzada por una flecha real. til, con la que Shakaëma había hecho la guerra, Si el curandero no es capaz de extraer la flecha, hacía algún tiempo. Todos los intentos de curar a empeorará y morirá dentro de unos días. El demo- la mujer fueron inútiles. Su condición se empeoró nio, habiendo dejado la “flecha” en el cuerpo del y algunos días más tarde ella murió. paciente, regresa a su maestro. La autosugestión juega una parte importante Frecuentemente, sin embargo, el brujo pega a en el indígena y debe tomarse en consideración si su víctima mientras ésta se encuentra lejos en otro queremos entender la psicología de la hechicería. pueblo y otra parte del país. En tales casos, él no Apenas uno, por una razón u otra, cree que ha si- dispara su flecha directamente sino por medio de do hechizado de una forma que supera la posibili- algún animal, pájaro, reptil o insecto diabólico. dad de curación, y que su última hora ha llegado, Los últimos, entre los Jívaros, son llamados tuchi- generalmente se muere a pesar de cualquier trata- ma o “hechizados”. Un curandero, por lo tanto, miento. puede esconder su tunchi o su alma diabólica en De cualquier modo, el brujo muy pocas veces un jaguar, un pájaro nocturno, una culebra vene- se contenta con disparar una sola “flecha” a un nosa, o un insecto venenoso como una avispa o enemigo que quiere matar. Apenas una víctima ha escorpión. Estas criaturas las envía con la fórmula sido herida una vez, sus parientes generalmente de conjuro usual a lugares distantes, donde encon- llaman a un curandero que pueda ser capaz de ex- trarán la víctima propuesta. Se cree que los pája- traer el tunchi a tiempo y así salvar la vida del pa- ros, por su vuelo, son especialmente capaces de ciente. El brujo hostil, por lo tanto, está ansioso llevar el tunchi lejos, pero el éxito con que el cu- por repetir su operación varias veces, disparando randero es capaz de usar tales agentes del mundo una “flecha” tras otra para asegurarse el resultado animal naturalmente depende de su propia habili- deseado. Su objetivo es el de llenar el cuerpo del dad y experiencia. El mismo hecho de que, por enemigo con tantas tsinsakas que el curandero no ejemplo, un jaguar o una culebra venenosa asu- sea capaz de extraerlas todas, en cuyo caso el pa- man una actitud agresiva hacia el hombre, matán- ciente está destinado a morir. dolo o haciéndole daño, es considerado como Los métodos descritos anteriormente son, tal prueba suficiente de que el animal o reptil es tun- vez, los más comúnmente practicados por los cu- chima, es decir, que ha sido enviado por un hechi- randeros. Pero también hay muchos otros. Mien- cero enemigo. tras más experimentado es un brujo, más astuto es La siguiente situación puede ilustrar la idea en buscar nuevas e ingeniosas maneras de llevar a indígena de “hechizado” o de animales diabóli- cabo sus designios malvados en contra de los cos. La esposa del brujo jívaro Shakaëma en el río miembros de la tribu. Así, un brujo frecuentemen- Upano salía un día a cosechar yuca en las planta- te hechiza a sus enemigos secretos mientras se es- ciones. Mientras estaba ocupada en el trabajo, no- tá quedando en su casa de visita, o mientras los re- tó un buitre negro que vino volando hacia ella, cibe como huéspedes, durante una conversación desde el norte, en una manera que atrajo su aten- aparentemente tranquila. El tunchi debe ser envia- ción. El buitre descendió sobre el suelo a poca dis- do secretamente, sin gesticulaciones e invocacio- tancia de la mujer, mirándola. Al mismo tiempo, nes que llamen la atención. Un brujo astuto es, por ella sintió un dolor agudo en el pecho, como si hu- ejemplo, supuestamente capaz de hechizar a per- biera sido herida por una flecha invisible. Se asus- sonas a través de un toque aparentemente acci- tó y sospechó en seguida haber sido hechizada. dental e involuntario con la mano o al esconder el Trató de espantar al pájaro fatal con su machete, tunchi en algún lugar de la casa, o en la comida o pero éste solo voló a corta distancia y aterrizó otra bebida ofrecida al huésped. También puede escon- vez, mirándola fijamente. El dolor en el pecho au- derlo en el bosque, en el follaje de un árbol o ar- mentó. La mujer rápidamente volvió a su casa y busto. La “flecha” está envuelta en hojas, posible- contó a su gente lo que le había pasado. Un curan- mente también con algunas “medicinas” mágicas, dero bebió natéma para averiguar la naturaleza y y el pequeño atado es colgado por el camino en el origen del mal. Declaró que la mujer había sido que la deseada víctima debe pasar. A veces los in- hechizada por el buitre, que era tunchima. El pája- dígenas, cuando caminan por el bosque, creen ro había sido enviado por un brujo de los Jívaros descubrir por el olor la presencia de las atados he- que vivían al norte del río Copataza, una tribu hos- chizados, escondidos por brujos enemigos. Por la LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 303 misma razón, cuando meten pie en terrenos extra- chan de heridas aparentemente insignificantes y ños o pasan por casas habitadas por enemigos de- envían su flecha a la víctima simplemente mirán- clarados, caminan con mucho cuidado por miedo dola. Una pequeña herida accidentalmente causa- de ser heridos por tales “flechas” escondidas. da por un cuchillo, por ejemplo, puede verse en Cuando llegan a un lugar en el bosque donde tie- principio solo como una herida “natural”. Pero si nen la intención de pasar la noche, y donde viaje- la herida no se cura dentro de unos pocos días en ros indígenas anteriores han levantado chozas de una forma normal, por el contrario, más bien se in- hojas de palma provisionales, nunca duermen en fecta empezando a doler y causando hinchazón de tales chozas sin antes cambiar el techo, removien- todo el miembro, los curanderos declararán en la do las hojas de palma viejas y poniendo nuevas. mayoría de casos que estas complicaciones inex- La choza puede haber sido ocupada anteriormen- plicables han sido traídas por el mal de ojo de un te por un brujo que tal vez dejó su tunchi escondi- brujo. El siguiente caso puede ilustrar las ideas in- do entre las hojas para causar daño a los indígenas dígenas sobre este punto. Un hijo del gran jefe Jí- que durmieran allí después. Tales trucos frecuente- varo Nayapi en Puyo fue traido una vez para ser mente los usan los brujos jívaros, inclusive sin di- curado de una misteriosa enfermedad. Mostraba rigirse a enemigos reconocidos. Algunos de ellos en la ingle una herida pequeña, cuyo origen los in- simplemente toman gusto en hacer daño a otras dígenas no podían explicar y, a pesar de un trata- personas, sean enemigos declarados o no. miento prolongado de parte de diferentes curande- Muy comúnmente la hechicería se desarrolla ros, no se curaba. Por el contrario, el paciente se por medio de los ojos. Los Jívaros creen en el “mal empeoró; se estableció alguna enfermedad inter- de ojo” (tuna hi), desde que un brujo experimenta- na, acompañada de hinchazón del estómago, y, do puede enviar el tunchi no solo con la boca si- luego de algunos días de sufrimiento, el joven mu- no también con los ojos. El ojo para los indígenas rió. Un curandero, después de beber el natéma, es el “espejo del alma” en el sentido más real de la declaró lo siguiente sobre la naturaleza de la enfer- palabral. Como es del alma del curandero que sa- medad: “La pequeña herida en la ingle no podía le este veneno mágico, podemos entender cómo por sí misma causar la muerte; pero algún brujo se cree que él es capaz de enviar su tunchi simple- enemigo la había visto con mal ojo y había envia- mente con una mirada penetrante. La efectividad do su tunchi hacia ella”. La “flecha” había tomado del ojo maligno se incrementa pintándose la cara la forma de una pequeña serpiente boa que había de rojo. El Jívaro raramente entra a una casa extra- penetrado desde la ingle al vientre donde había ña sin tener la cara pintada de rojo, siendo ésta crecido, causando la hinchazón del estómago y fi- una protección para sí mismo de la “flecha” traido- nalmente la muerte del paciente. En casos de mor- ra de su anfitrión y un medio de efectividad de sus deduras de culebras se acepta frecuentemente la propios poderes ocultos. Una tintura roja usada misma explicación. Hay, como hemos visto, cule- frecuentemente en casos similares es la llamada bras “naturales” y culebras que son tunchima, “he- múspa compuesta de semillas rojas del Bixa orella- chizadas”. La mordedura de las primeras no causa na y las hojas secadas y golpeadas de la planta si- daño particular a la persona mordida, mientras maika. Las mejillas y especialmente las partes alre- que la de la última con frecuencia termina fatal- dedor de los ojos se pintan con esta brillante tintu- mente. Ahora, en muchos casos, cuando la morde- ra roja antes de entrar, con la perspectiva de incre- dura de culebra tiene resultados fatales, condu- mentar el poder mágico de la mirada del visitante. ciendo a la muerte del paciente o a serias compli- Este tipo de pintura de la cara se dice que actúa caciones, los indígenas razonan de la siguiente particularmente como un hechizo de amor, de tal manera: la mordedura en sí misma no causaría la manera que el indígena visitante es capaz de atraer muerte; pero alguna persona malvada debe haber y seducir a las mujeres cuando se acercan y ofre- mirado la herida con mal ojo y así ha causado la cen chicha de yuca al huésped. Generalmente, sin catástrofe. En consecuencia, cuando entre los Jíva- embargo, el mal de ojo del brujo significa enfer- ros alguien es mordido por una culebra, se toman medad y muerte para la persona sobre quien re- precauciones para que ninguna persona sospecho- cae. sa tenga la oportunidad de mirar al paciente. De El “mal de ojo” funciona de diferentes mane- hecho, es inmediatamente llevado al monte donde ras. Así los brujos jívaros comúnmente se aprove- el curandero se queda con él, mientras lo cura. 304 RAFAEL KARSTEN

Un brujo puede operar solo o puede cooperar da con el hecho de que las gallinas fueron introdu- con un iguánchi. Estos demonios no solo envían cidas originalmente entre los indígenas por los enfermedades en la manera descrita antes, sino blancos. que también disparan las flechas mágicas como Mujeres y niños están más expuestos a la he- brujos humanos y lo hacen de una forma más dies- chicería, y un hechicero cuando quiere hacer da- tra que los mencionados. Cuando un brujo coope- ño a una familia enemiga o a una tribu, prefiere ra con iguánchi, por lo tanto, no hay remedio pa- atacar a los miembros más débiles de la comuni- ra la víctima. El demonio deliberadamente le dis- dad. Los niños pequeños, a causa de su delicade- para flecha tras flecha, tan rápido que ningún cu- za, están especialmente expuestos al mal de hechi- randero es capaz de extraerlas y el paciente de se- cería de los brujos indios y a la “enfermedad”. Los guro morirá. Jívaros, consecuentemente, de mala voluntad De los diferentes tipos de “flechas” mágicas muestran sus bebés a extraños y nunca los llevan utilizadas por los brujos, algunas son consideradas con ellos a las casas de indígenas que no conocen más efectivas que otras. El tunchi más peligroso muy bien o con quienes no tienen una relación consiste de cristales y piedras brillantes, conocidas perfectamente amigable. Puede suceder que en bajo el nombre de kaya wincha, y de las cuales los una casa extraña algún brujo maléfico mire al ni- brujos hacen uso frecuente cuando hechizan a ño con mal ojo a consecuencia de lo cual se enfer- personas. Si tal piedra pega en la cabeza de la víc- mará y morirá. Un hombre siempre tiene más po- tima está supuestamente condenada a muerte se- der de resistencia que una mujer o un niño, y gura; pocos curanderos son capaces de curar a di- mientras más viejo más “duro” se hace contra los chos pacientes. De acuerdo con esta idea, tales malos espíritus y hechicerías. Los brujos viejos y piedras brillantes se encuentran casi siempre entre los jefes -a pesar de estar físicamente decrépitos- los mamúra u objetos mágicos del curandero. entre los jívaros, como entre otros indígenas son Cuando se utiliza contra blanco, el tunchi co- más temidos a causa de su supuesta habilidad en mo regla no tiene efecto alguno. La gente blanca manejar su formidable arma sobrenatural, el tun- es inmune a la hechicería de los indígenas. Hay, chi. dicen los Jívaros, solo una forma de hechizar a un apáchi u hombre blanco, principalmente, dispa- Nota rando una “flecha” hecha de un hueso de gallina 1 En el idioma Jívaro la palabra para “ojo” (hi) es la (atáshi kúnchi). Esta idea está, sin duda, relaciona- misma palabra que se utiliza para “fuego”. Capítulo VI EL CURANDERO COMO SANADOR

Ahora veamos cómo procede el curandero tomar posesión del curandero y ayudarle a encon- cuando tiene que curar un paciente que sufre de trar el origen y naturaleza del mal que aqueja al un mal enviado por otros brujos. paciente. Cuando se acaba la invocación, toma un Para ser capaz de operar con éxito, el curan- poco de agua de tabaco sin vaciar el plato. Luego dero tiene que prepararse de cierta manera. Esta llena una pequeña taza con natéma y tira su con- preparación, como es usual, consiste principal- tenido al aire. Luego el curandero se apoya sobre mente en ayunar. El tratamiento de la persona en- el paciente que ha sido recostado sobre una banca ferma tiene lugar en la noche, después de la pues- en la mitad de la casa y empieza a cantar sus con- ta del sol. Solo en la mañana del mismo día, el cu- juros. Después de un rato, durante sus cantos y randero puede ingerir algún alimento y tomar chi- otras acciones con el paciente, toma una segunda cha de yuca. Después del mediodía no come na- dosis de natéma algunas veces con un poco de da, pero en lugar de la comida toma por la naríz agua de tabaco. Esto se repite una tercera, y a ve- grandes cantidades de agua de tabaco. El cerdo se ces una cuarta vez, de acuerdo a como sea nece- supone que es particularmente dañino, así que evi- sario. La cosa principal es que el curandero entre ta, con cuidado no solo comerlo sino hasta olerlo. en trance (nambikma), pues de otro modo no pue- Si come cerdo antes de la operación se despertará de seguir conjurado a los demonios y todo su tra- enfermo la siguiente mañana. En la noche, el cu- tamiento resulta inútil. Este estado mental, sin em- randero debe tomar natéma, que mientras tanto ha bargo, no debe ser provocado repentinamente y sido preparada en la casa del paciente. Todo el día todo de golpe sino gradualmente, para evitar vio- ha estado hirviendo a fuego lento una olla que lentas explosiones de éxtasis espiritual; ésta es la contiene pedazos del tallo aplastado del bejuco razón por la cual las medicinas solo se toman en Banisteria caapi y de otro bejuco llamado iáhi. La pequeñas dosis. parte principal del agua tiene que evaporarse, de- En su conjuro el curandero invoca a todos los jando solo una cantidad pequeña, pero extrema- demonios que se sospecha que han enviado el damente concentrada. Este es el natéma. mal. Debido a que los brujos, cuando hechizan Tan rápido como oscurece, el curandero va a personas, preferiblemente se aprovechan de cier- casa del paciente llevando consigo la bolsa mági- tos agentes diabólicos del mundo animal, los cua- ca, que contiene su namúra, así como un atado de les esconden su enfermedad y del tunchi que trae ciertas hojas mágicas llamado shingi-shingu, del la muerte, entendemos por qué la mayoría de de- cual hace uso cuando trata a un paciente. Su cara monios invocados son animales, pájaros, reptiles y está generalmente pintada de negro con genipa. hasta insectos. Es un principio primordial en los Previamente se ha preparado en la olla, agua de conjuros indígenas que el remedio debe buscarse tabaco, hirviendo las hojas, y se ha llenado con es- donde el mal tiene su origen, en otras palabras, los ta cocción una gran pininga (plato de barro). mismos espíritus que han causado la enfermedad Cuando todo está listo, todas las luces y fuegos de están también apremiados a curarla. las casas de apagan porque el curandero debe El conjurar enfermedades por medio de la operar en completa oscuridad. Él empieza su trata- brujería se llama tsinságrinyu kantámsama, o kan- miento tomando la pininga con el agua de tabaco tamára umbuartinyu, “el curar enfermedad por y cantando sobre ella un largo conjuro. El espíritu medio del canto”. La palabra raíz de tsinságrinyu del tabaco (tsanga maso mari) viene, convocado, a 306 RAFAEL KARSTEN es tsinsáka, “flecha”. Kantámsama (kantamára), de husa, husa, husaru, nuevo, significa “el conjurar por medio del canto”. ¡(qué puedas venir) para sacar la flecha! El curandero envía las palabras de conjuro apu, apupa, con su mano cerrada, sosteniéndola exactamente el delffn, el delfín, sobre la parte del cuerpo del paciente, donde se tsinsagri, tsinsagri enviando flechas, enviando flechas, asienta el mal. El siguiente conjuro es típico: Kaspa tsinsagri la ligula, enviando flechas, We, we, we, wa, wa, husa, husa, husaru “Yo, yo mismo (les conjuro demonios), ¡(qué puedas venir) para sacar la flecha! ámaru, tunchiru, tsangu, tsangu, tsangudu. la amarun (boa de agua), que posee la flecha, tabaco, tabaco tsungiru, tsungiru, muku, muku, mukuma. y el tsungi, el tsungi, ¡estoy soplando, estoy soplando! aeintsuka, Avanketná, avanketná. ustedes que una vez fueron hombres, yo, sacaré la flecha (fijada en tu cuerpo como un gan- tsinserére natimieru cho), y cuyas flechas he visto cuando alucinado ayámsatná, ayamsatná tukki tsinságrinyu ¡para que puedas sentir alivio!” y así en adelante. ustedes que están llenos de flechas; yawara tsinsagri el tigre, enviando la flecha, El conjuro es cantado en la siguiente melodía monótona:

El curandero siempre empieza sus conjura- del Oriente ecuatoriano. La boa de agua, como he- ciones, de cualquier tipo que ellas sean, repitien- mos visto antes, es vista como el padre de la hechi- do la palabra, we, we, “yo, yo mismo”, enfatizan- cería, y es, por lo tanto, invocada primero. Otros do así su propia personalidad y la fuerza de volun- demonios del mundo animal que frecuentemente tad por la cual maneja el mundo espiritual. Amá- mandan su “flecha” fatal, son el tigre (yawára), el run es la palabra quichua para la gran boa de agua delfín de río (apúpa), que supuestamente hechiza (Eunectes marinus), llamada pangi en el idioma jí- personas cuando emerge a la superficie para respi- varo. En sus conjuros y encantaciones, los Jívaros rar, y la ligula (kaspa) que emite una “flecha” con a veces hacen uso de palabras quichua que son, su picadura de muerte. Que el espíritu del tabaco por decirlo así, internacionales entre los indígenas (tsangu) se invoque es fácil de entender, ya que es LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 307 en gran medida gracias a su ayuda que el curande- Aparte del ro tiene éxito en vencer al mal que agobia al pa- conjuro en sí mis- ciente. De nuevo, avanketná es lo mismo que mo, hay ciertas avankatukáhei, “el soltar al pescado del anzuelo”, operaciones inte- con el cual ha sido capturado. De la misma mane- resantes con el pa- ra, el conjurador soltará al paciente de la flecha ciente a las cuales que ha sido fijada en su cuerpo. Ayamsatná es lo debemos dirigir mismo que ayámsatahei, “el descansar”, “tener ali- nuestra atención. vio”. Ya he mencionado Los espíritus recién mencionados por supues- el atado de hojas, to no son los únicos invocados por el curandero jí- llamado shíngi- varo. Un número de otros demonios también figu- shingu, que forma ran en sus conjuros, la mayoría de estos seres sien- parte del equipo do animales, pájaros e insectos, algunos inclusive mágico del curan- espíritus locales de la naturaleza. Con respecto a dero, y que se uti- las bestias carnívoras, no solo el común jaguar (Fe- liza como una es- lix onca) sino todos los animales de la familia de pecie de matraca. los felinos -por ejemplo, el gran jaguar negro (soa- Las hojas son de cha), el puma (Felix concolor), y diferentes tipos de una planta espe- Fig. 10. El atado de hojas mágico, tigrillos- pueden servir como agentes de brujos y cial a la que se shingi-shingú, mostrando las lenguas de serpiente (inéi) son, por lo tanto, invocados por los curanderos. El atribuyen propie- tsingu- tsangu yawá, es probablemente solo una dades misteriosas y terminan en una punta larga. bestia mítica, “un animal parecido al tigre que vi- Estas puntas forman la parte más esencial de toda ve en los árboles”. De los monstruos de agua, ade- la cosa, en cuanto que en ellas se concentra el al- más de aquellos ya mencionados, el caimán (kan- ma de la planta (wakáni) y su poder mágico. Las yátsa) y la gran nutria de agua (Wangánimi) son de puntas se llaman inéi, es decir, “lenguas” y se su- especial importancia. Hay pájaros que, como sa- ponen que son idénticas a la lengua del brujo, de bemos, frecuentemente llevan la “flecha” y por lo quien se dice que les da esa forma puntiaguda pe- tanto son invocados. Entre éstos el tucán (tsukánga culiar -más o menos como la lengua de la culebra- o kuánga), el guacamayo verde y el rojo (yambú- en el momento de disparar su “flecha” contra su na, takímbi), el mango (chui), y el gallo de la pie- enemigo. Las puntas de las hojas, por lo tanto, son dra (sunga) son los más importantes. Es un hecho al mismo tiempo idénticas el tunchi mismo, el mis- curioso que la mayoría de los demonios animales terioso objeto que es tarea del curandero extraer y pájaros que, se cree, envían enfermedad y son del cuerpo del paciente. Estas ideas explican com- invocados por los curanderos también figuren en- pletamente la importancia atribuida al shingi-shin- tre los arútam, que originalmente fueron espíritus gu. Durante sus operaciones, el curandero de ancestrales. Los insectos que poseen “flechas” na- cuando en cuando, alza y sacude el atado sobre el turales -aguijones, etc.-, también pueden ser invo- paciente y en particular sobre la parte del cuerpo cados por los curanderos. Entre éstos hay una gran donde se encuentra el mal, tal como si le estuvie- larva peluda, llamada wambángu que cuando se ra abanicando con un abanico. Este procedimien- toma entre los dedos, es capaz de inflingir un do- to se repite varias veces, alternando con otras ope- lor punzante y es, por lo tanto, algunas veces utili- raciones. Algunas veces el curandero interrumpe zada por los curanderos con el propósito de hechi- sus conjuros para empezar otro tratamiento. De su zar. Una vez más, entre los espíritus de la natura- bolsa mágica saca una de las piedras blancas (ka- leza, los demonios de las colinas son especialmen- ya wincha), y, después de llenar la boca con agua te invocados (neindyu, neindyu, winiti “demonios de tabaco, pone la piedra en la boca y frota con de las colinas, qué puedan venir” (¡para sacar las ella el lugar afectado. Por medio de este tratamien- flechas que han enviado!) Las montañas altas y las to, supuestamente está preparando favorablemen- cordilleras, como sabemos, se considera que son te el lugar para extraer el tunchi. Luego se inclina habitadas por los espíritus de brujos muertos. sobre él, sopla y escupe y, finalmente, habiéndose llenado otra vez la boca con agua de tabaco, em- 308 RAFAEL KARSTEN pieza a chuparlo vigorosamente. Después de unos curanderos Canelos son hasta cierto punto diferen- momentos pretende extraer algo del cuerpo y sos- tes de aquellos de los Jívaros, de acuerdo a las tiene un pequeño objeto que, en la obscuridad, no ideas particulares que tienen los Canelos en cuan- puede ser claramente percibido. “He encontrado to a los espíritus que envían la enfermedad. Estos la flecha”, dice a los ciscunstantes “es un espino espíritus han sido mencionados antes en relación de chonta”, (o una piedra, una lombriz, el pelo de con las creencias religiosas de los Canelos. Solo la una paca, etc.). “Pero esto”, añade generalmente, gran serpiente de agua, amárun supai, y el tigre, “no es la única flecha que hay en su cuerpo. Hay puma supai, guardan posiciones iguales en la su- algunas de ellas, pero gradualmente las sacaré to- perstición de ambos pueblos, cada uno de ellos das”. siendo considerado por los Canelos como una en- De esta forma el curandero continúa sus ope- carnación del alma de un hechicero y consecuen- raciones por un largo rato, con frecuencia varias temente como un autor de hechicería. El curande- horas, alternando el canto de sus conjuros e invo- ro además, como el wishinyu de los Jívaros, hace cando a los demonios, sacudiendo el atado de ho- uso de las piedras blancas y otros objetos mágicos jas shingi-shingu, escupiendo y soplando, frotando para curar al paciente, así como el atado de hojas, el lugar adolorido con su namúra, etc. Frecuente- que entre los Canelos se llama ilupánga. mente toma agua de tabaco y también repetida- A más de los casos ordinarios de hechicería, mente bebe una pequeña cantidad de natéma, así que solo pueden ser curados por un curandero, se encamina gradualmente hacia el trance para fi- hay un mal cuyo tratamiento es de particular inte- nalmente empezar a bailar alrededor del paciente, rés: la mordedura de culebra. Como he menciona- golpeando el piso y cantando con voz fuerte. Este do antes, las culebras venenosas que atacan y ha- es el grado más alto de la posesión, el estado en el cen daño a las personas son generalmente vistas cual el curandero “ve” la enfermedad y descubre como tuchima, es decir, como reencarnaciones sus causas. Alrededor de la medianoche interrum- temporales de las almas de brujos malvados. Con pe sus operaciones por esa noche, pero, como ge- el veneno de culebra la “flecha” penetra el cuerpo neralmente hay más de una flecha por extraer el del indígena mordido por ella. Donde tal idea pre- cuerpo del paciente, el tratamiento en la mayoría valece, es claro que solo un hombre iniciado en el de casos continúa por varias noches sucesivas. arte mágico puede tratar apropiadamente a la per- En el sueño producido por el natéma y el sona mordida. Sin embargo, entre los Jívaros la agua de tabaco, el curandero encontrará después persona más competente para curar la mordedura el origen último de la enfermedad, el malvado bru- de culebra no es el curandero ordinario, sino un jo que ha enviado el tunchi. Habiendo sido descu- hombre que haya sido alguna vez mordido por bierto el autor del problema, el curandero puede una culebra venenosa y haya sobrevivido. Tal indí- tratar de enviar el tunchi de vuelta y los parientes gena se considera que se ha “endurecido” en con- del paciente pueden decidir el tomar venganza de tra de las culebras y, por lo tanto, posee cualidades él. Generalmente, sin embargo, no se decide la especiales para curar a otros hombres atacados por venganza hasta que no han sucedido en la familia los reptiles diabólicos. una o varias muertes por hechicería. Tan pronto como un indígena ha sido mordi- Entre los Canelos, un curandero que cura per- do por una culebra, se convoca a un hombre que, sonas hechizadas por los brujos que tiran la chun- si es posible, alguna vez ha sido curado de las con- ta es llamado hámbic runa o simplemente hámbic, secuencias de la mordedura de culebra. En tales “un hombre que cura con las medicinas”, la pala- ocasiones se toman precauciones especiales. A bra hámbic deriva de hambi, medicina. Cuando se ninguna persona extraña, ni siquiera a alguno de prepara para sus operaciones, que se realizan por los parientes más cercanos del paciente, se le per- la noche, el curandero tiene que ayunar el mismo mite ver la pequeña herida. Un enemigo secreto día, tomando solamente agua de tabaco por la bo- puede mirarla con mal de ojo y mandar su “flecha” ca y la nariz, tal como es costumbre entre los Jíva- dentro de ella, con la consecuencia de que pueden ros. En la noche toma aya huasca en repetidas do- sobrevenir todo tipo de complicaciones peligrosas. sis antes y durante sus operaciones. Estas últimas Los Jívaros generalmente recurren a esta explica- son muy parecidas a las de los Jívaros. Sin embar- ción cuando una mordedura de culebra que, tal go, los demonios invocados en los conjuros de los vez, en el comienzo parecía leve, repentinamente LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 309 da origen a una enfermedad seria y causa la muer- Los indígenas frecuentemente se pintan el te del paciente. Por lo tanto a nadie, sino al curan- cuerpo a manera de profilaxis. El siguiente relato dero, le es permitido tratar al paciente, y la cura- muestra que inclusive la mordedura de culebra es ción toma lugar no en la casa, sino afuera, en el a veces curada con la magia de la pintura del cuer- bosque, donde el “doctor” cuidadosamente lleva a po. Un indígena del Upano fue mordido por una la persona mordida por la culebra. En el bosque ha culebra relativamente inocua. Se recuperó pronto, sido atacado por el demonio, en el bosque, por lo pero por varios días estaba con anillos negros, pa- tanto, el mismo demonio debe ser conjurado y los recido a los de la culebra, pintados con genipa al- efectos de su ataque neutralizados. Levantan una rededor de los muslos y el cuerpo. Estos anillos, de choza provisional y el curandero se queda allí, so- acuerdo a su propia explicación, representaban la lo con el paciente durante todo el tiempo que lo culebra que lo había mordido: él creía que neutra- está tratando. El tratamiento consiste en conjuros y lizaban los efectos dañinos de la mordedura. operaciones de tipo muy parecido a las practica- Entre los Canelos una persona es curada de das por curanderos ordinarios. La medicina más las consecuencias de la mordedura de serpiente en frecuentemente usada es el jugo de tabaco. El doc- forma muy parecida. El curandero toma agua de tor repetidamente toma la medicina en su boca y tabaco en su boca y chupa la herida con ella, can- luego chupa vigorosamente la herida causada por tando conjuros. De cuando en cuando interrumpe la culebra. Canta ciertas encantaciones, invocan- estas operaciones para abanicar al paciente con la do al demonio que actúa en la culebra venenosa. rama de un árbol llamado chini papaya o ahuirint- A más del jugo de tabaco, que en sí mismo súma. Este árbol es muy parecido a la ordinaria puede tener efectos benéficos, se utilizan ciertas Carica papaya pero sus ramas están provistas de otras medicinas naturales en contra de la morde- largas espinas suaves a las cuales los indígenas les dura de culebra. La más común de éstas es la que atribuyen propiedades mágicas. Cuando el pacien- se prepara con la planta llamada piripiri. De esta te es abanicado o suavemente golpeado con esta gramínea existen cinco tipos, que difieren entre sí rama mágica, el tratamiento supuestamente disper- por el tamaño de las hojas. El tipo utilizado contra sa al mal y lo expulsa de su cuerpo. el veneno de culebras se llama napi piripiri (piripi- En el quinto día, independientemente de si el ri de la culebra). Los tubérculos de la planta se paciente se ha recuperado o está a punto de morir, aplastan en cierta cantidad de agua fría, y se lava se realiza la siguiente ceremonia. Le buscan en la cuidadosamente la pequeña herida con la solu- orilla del río cinco piedras redondas o algo ovala- ción. El paciente debe también beber la misma das las disponen en fila, de la casa hacia afuera, a medicina. Otro tipo de remedio se prepara con el una distancia de un pie entre cada piedra. Ahora el ají indio (Caspicum) que es extremadamente fuer- curandero, solo o con la asistencia de otro hom- te. Se disuelve en el agua una cantidad de ají y la bre, hace caminar al paciente lentamente entre las solución viene introducida en el recto con el tallo piedras, desde la casa hacia afuera y de regreso. hueco de una planta de zanahoria (Daucus caro- Este procedimiento se cree que aliviará las conse- ta). Un tercer remedio utilizado en tales casos se cuencias de la mordedura de culebra. La curación obtiene del reino animal. Hay una especie de can- se debe a las virtudes mágicas que se atribuyen a grejo, que vive en agua dulce, que los Jívaros lla- las piedras. man uriki. Todo el animal es aplastado con un ma- Cuando un Canelo ha sido mordido por una zo y hervido en agua, y el paciente toma la coc- serpiente y el reptil escapa antes de que los indíge- ción como medicina. También es provechoso para nas sean capaces de matarlo, se desarrolla la si- él comer el animal en sí. guiente ceremonia. Toman un palo de balsa A pesar de que todas estas medicinas pueden (Ochoroma piscatoria) y lo pintan con manchas y tener efectos benéficos, son utilizadas por los indí- anillos rojos en todo su alrededor, para que se pa- genas principalmente por las propiedades mágicas rezca más o menos a la culebra. Para pintura usan o sobrenaturales que supuestamente poseen. Ellos las semillas rojas crudas (Bixa orellana), tomadas creen que al usarlas son capaces de sacar al mal directamente del árbol. Ajustan una cuerda al pa- demonio del cuerpo del paciente. lo pintado, después de lo cual un hombre lo alrras- tra del paciente a una distancia corta en el bosque. Allí el palo viene roto en pedazos y tirado. Por me- 310 RAFAEL KARSTEN dio de este procedimiento los indígenas creen que tado a otro indígena por hechicería, corre el riesgo matan el alma de la culebra y consecuentemente de ser muerto por los parientes enojados de la víc- el paciente se recuperará. tima, también un curandero, que fracasa en curar Los curanderos indígenas no son impostores un paciente confiado a él, puede ser castigado por conscientes sino que ejercen su poder en buena fe. su falta de habilidad. Si el paciente muere en vez Esto resulta de un estudio cercano de su psicología de recuperarse, los parientes argumentan que el y su modo de operar. Ellos simplemente compar- chamán ha utilizado su habilidad para la destruc- ten las creencias de su pueblo, solo que las encar- ción y no para su salud, y posiblemente busquen nan de una manera especial. venganza. Que a pesar de este peligro haya perso- Los curanderos mismos son en gran medida nas que voluntariamente se dediquen al arte de la víctimas de su propio engaño y propia sugestión. curación y a la hechicería, se debe al poder e in- Entre los Jívaros salvajes, como hemos visto, hay fluencia que van siempre conectados con esta pro- un considerable peligro unido con esta profesión. fesión. Tal como un brujo, a quien se sospecha haber ma- Capítulo VII CEREMONIAS Y RITOS RELIGIOSOS

Las prácticas religiosas de los Jívaros son tan nufactura como todo un arte. El tambor viene ela- diversas y en parte, de tan peculiares característi- borado con gran habilidad y tiene piel en los dos cas, que es casi imposible clasificarlas bajo cate- extremos: un tipo de piel se obtiene de un mono gorías comúnmente reconocidas. De este modo no nocturno común, el otro de un pequeño mono ca- hay ningún rito que pueda ser calificado de “sacri- puchino. Solo se utiliza un palo. Los Canelos usan ficio”, excepto la comida ofrecida a los muertos, y el tambor en sus fiestas de bebida, de matrimonio, los “rezos” dirigidos a la Tierra-madre Nungüi que etc. Dos o tres indígenas caminan constantemente también son peculiares, por tener forma poética y en la mitad de la casa acompañando con sus tam- ser siempre cantados. Todas las otras prácticas son bores a las parejas que bailan. Los indígenas creen de índole mágica y entre éstas, también se pueden que el tamborilear y bailar puede, entre otras co- distinguir varias categorías. El objetivo del que ora sas, mantener alejados a los malos espíritus, pero puede ser, por ejemplo, defenderse de los espíritus es evidente que entre estos indios semi-civilizados u obtener su favor o alianza. También hay prácti- tales ceremonias están perdiendo su significado re- cas mágicas que no tienen referencia a espíritus ligioso y mágico y degenerándo en simple entrena- del todo personales. En las páginas siguientes exa- miento. Los Jívaros también utilizan el pequeño minaré estas diferentes prácticas por separado. Pri- tambor, y con él acompañan las danzas en sus mero, sin embargo, algunas palabras pueden ser grandes fiestas: la “música” tiene el mismo signifi- pronunciadas sobre los instrumentos religiosos y cado que entre los Canelos. otros objetos sagrados utilizados por los Jívaros y Lo mismo se puede decir de las flautas, espe- los Canelos y sobre las formas con que se preparan cialmente de aquellas conocidas bajo el nombre personalmente para entrar en relación con los es- de piuma y pingúi. Ambas están hechas de un pe- píritus. dazo de caña, pero el piuma es más grande y tie- ne cinco huecos, mientras que la más pequeña so- 1. Instrumentos religiosos y objetos sagrados lo tiene dos. Son utilizadas en las grandes fiestas y se añaden al ruido y alboroto general. Su significa- El más importante de los instrumentos religio- do religioso aparece claramente, por ejemplo, de sos de los Jívaros es el gran tambor tundúi. Ya he- una costumbre como la mencionada antes con re- mos visto cómo es utilizado este tambor y las inte- ferencia a los Achuaras del Pastaza. Cuando un resantes ideas religiosas asociadas con él. La aso- bebé recién nacido es llevado dentro de la casa ciación curiosa de ideas que ha inducido a los Jí- por primera vez, el más viejo de la familia camina varos a conciliar el “demonio de la montaña” con alrededor con el pequeño acompañado por otros el instrumento que se supone es una imitación de hombres que golpean tambores y tocan flautas, su visible representante, la gran serpiente, pangi, una ceremonia que tiene declaradamente como nos hace entender que estamos tratando con una objetivo el espantar los malos espíritus que amena- vieja y genuina costumbre religiosa indígena. Casi zan al niño. Una tercera flauta es llamada por los no se puede decir lo mismo de otro tambor más Jívaros tungúi y se hace con el hueso de la pata del pequeño, llamado por los Jívaros uchichi tambora jaguar. Esta flauta se toca, entre otras cosas, cuan- que sin duda es de origen europeo. Los Jívaros lo do los habitantes de una casa, atacados por un han obtenido de los más civilizados miembros de enemigo, están tratando de escapar adentrándose la tribu Canelos, quienes han desarrollado su ma- 312 RAFAEL KARSTEN en el bosque. Se acompaña el toque de la flauta son excluidos hasta que hayan pasado por las ini- con el baile y se cree que “cansa al enemigo”. Se ciaciones; las mujeres adultas, por otro lado, como piensa que una flauta hecha del hueso de un ja- hemos visto, toman parte en muchas de ellas, y guar tiene un poder mágico especial. existen inclusive ritos religiosos que solo pueden Los indígenas, en general, tienen relativamen- realizar las mujeres porque solo ellas poseen las te pocos objetos que se relacionan directamente calificaciones “interiores” necesarias para el éxito. con sus creencias religiosas. No elaboran efigies o Pero cuando se trata de conjuros ordinarios de es- imágenes de espíritus o demonios, estos últimos píritus malos, los hombres y en particular los hom- vienen representados solo en pinturas ornamenta- bres viejos, están física y mentalmente más capa- les, y desconocen las máscaras. Los Jívaros tienen citados que las mujeres. un objeto material de significado religioso supe- El motivo visible fundamental por el que el Jí- rior, el trofeo cabeza o tsantsa, que, como hemos varo arregla su vestimenta y sus ornamentos perso- visto, por medio de las ceremonias de la gran fies- nales es el deseo de hacerse “duro” en contra de ta de la victoria, se transforma en un verdadero fe- espíritus malos; de hecho, muchos de éstos tienen tiche. Las ideas fundamentales de la costumbre de la forma de amuletos o talismanes mágicos. Mu- cazar cabezas y las ceremonias desarrolladas con chos datos mencionados anteriormente ponen de el trofeo, han sido suficientemente tratadas en la relieve que el mismo vestido tiene como objetivo, primera parte de este trabajo. no solo ofrecer una protección natural contra los Hay varios otros fetiches o amuletos de me- cambios del clima, sino también realzar el poder nor importancia, la mayoría de los cuales consis- natural de quien lo usa para resistir influencias ten en pequeñas piedras de forma o color peculiar. misteriosas. En estado de desnudez el indígena se Atribuyen gran poder mágico a los cristales y pie- siente indefenso y tiene poca resistencia contra las dras brillantes, llamadas kaya wincha y namúra, influencias sobrenaturales. Esta es la razón por la utilizadas por los brujos. Estas también han sido cual siempre hace su vestimenta con tanto cuida- mencionadas más arriba. Añado solamente que do, para las fiestas religiosas, para un viaje, para usan las kaya wincha también como profilácticos, una guerra o una expedición de cacería, para visi- especialmente contra los escalofríos. Colocan la tar una casa extraña, o para recibir visitas en su piedra que hace el milagro en una pequeña cala- propia casa. Su primera tarea en todas estas oca- baza que contiene jugo de tabaco, murmuran un siones es arreglar su largo pelo, y dividirlo en las conjuro sobre ella y toman la medicina. Supuesta- tres colas acostumbradas entre los Jívaros, todas mente debe tener el poder de calentar internamen- ellas amarradas con tiras de colores o pedazos de te al paciente y de protegerlo contra los escalo- piola a las que se atribuye un gran poder mágico. fríos. De nuevo, la piedra sagrada de la Tierra-ma- El pelo para el Jívaro está lleno de poder mágico y dre Nungüi juega una parte importante en la agri- esto es evidente en el caso del pelo arreglado en cultura. Es una pequeña piedra redonda de color trenzas. Amarrado con el pedazo de piola se con- rojo o marrón que no tiene nada de particular en vierte en una cosa mágica que imparte fuerza y co- su apariencia externa. Las mujeres jívaro que la raje al indígena y mantiene a las malas influencias usan en las huertas de yuca, sin embargo, le asig- alejadas de él. El Jívaro, por lo tanto, nunca omite, nan un origen sobrenatural. La reciben cuando es- antes de salir de su casa, arreglarse el pelo de esta tán en trance por natéma, en la forma que descri- forma; sin sus trenzas él no es un verdadero hom- biré en el capítulo sobre divinación. bre. Un Jívaro que mantiene su pelo suelto se ve enfermizo y débil y es propenso a ser hechizado 2. El realce del poder mágico del cuerpo por los ojos malvados de sus enemigos secretos. Hay, como sabemos, ocasiones en las que tiene Bajo este título general parece conveniente que observar abstinencia ceremonial -por ejemplo tratar sobre ciertas costumbres de los indígenas después de matar a un enemigo- y no puede arre- que son claramente de tipo religioso o mágico y glar su pelo en trenzas sino que debe llevarlo suel- que se practican regularmente cuando los indíge- to. En estas ocasiones está sujeto, por decirlo así, a nas deben entrar en relaciones con el mundo espi- comportarse como un “penitente” y no debe retar ritual. No todos están preparados para tomar parte a los espíritus vengativos con su arreglo del pelo, en ceremonias religiosas; los niños, por ejemplo, LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 313 así como tampoco con sus otros ornamentos o ar- Aparte de la vestimenta y todos aquellos or- mas. namentos fijos o móviles a los cuales los indígenas Entre los elementos de vestir que supuesta- ponen tanta atención, hay otro arreglo ornamental mente dan al cuerpo fuerza, está también la faja de que asimismo es de importante valor mágico o re- cabello humano con la cual el indígena se amarra ligioso: la pintura corporal y facial. Es solo en ca- la cintura y que se llama akáchu. Este cinturón no sos excepcionales que la pintura del cuerpo tiene lo hacen con el pelo obtenido de un enemigo -desde nuestro punto de vista- un objetivo prácti- muerto, como ha sido sugerido1, sino que lo ha- co. Mis cargadores indios frecuentemente acos- cen con su propio pelo, ceremoniosamente corta- tumbraban, antes de empezar un viaje, pintarse la do en ciertas ocasiones. El pelo cortado en las parte inferior de la espalda con genipa para dar a grandes fiestas se guarda siempre y cuando hay su- la piel más resistencia. El jugo obtenido del árbol ficiente cantidad se hacen cinturones. de genipa (Genipa americana) es muy astringente Exactamente lo mismo puede decirse de mu- y causa que la piel se contraiga como si estuviera chos otros ornamentos de los indígenas, por ejem- curtida. Por la misma razón, los indígenas también plo, de las grandes orejeras, arúsa, los brazaletes tienen el hábito de pintarse la cara con genipa, an- de piel de iguana, súnday, y otros adornos usados tes de navegar en canoa ya que ofrece alguna pro- en el pecho, alrededor del cuello, los brazos, o las tección contra los rayos del sol. Pero en todos los piernas. El guerrero jívaro es de la opinión que las otros casos, tanto la pintura negra con genipa co- orejeras lo hacen fuerte y valiente y por lo tanto, mo la roja con roucou tiene un significado pura- las usa tan grandes como puede. Para sus grandes mente mágico. fiestas, los indígenas se adornan especialmente en Hay cuatro tipos de pintura roja, pero el in- distintas formas, ya que en las danzas y otras cere- grediente principal es siempre el achiote (Bixa ore- monias allí desarrolladas entran en contacto con llana). Muy frecuentemente, el indio se pinta sola- los espíritus. De tal forma, los ornamentos de plu- mente con las semillas directamente tomadas del mas, tawása, el magnífico ornamento de la espal- arbusto y aplastadas, ipyáku. Otro tipo de pintura da llamado tayúkunchi, y los grandes collares de roja es la muspa mencionada antes en relación semillas fragantes llamados payáshnya, utilizados con la planta mágica simaika que forma sus ele- por los Jívaros y los Canelos, son de hecho un tipo mentos principales. Un tercer tipo de pintura se de amuletos mágicos y se cree que dan a los que llama karawira y es preparada de la siguiente ma- los usan poder de resistencia contra los espíritus. nera: las hojas de cierta planta llamada tai se se- Para ilustrar este hecho, puedo mencionar que en can, se pulverizan y se mezclan con las semillas. una de las ceremonias más importantes de la fies- La masa se pasa por un cedazo de tela, el jugo o ta de la victoria, el “ lavado de la tsantsa”, la sacer- esencia se recolectan en una pequeña vasija de dotisa cuando tiene que oficiar, usa la corona de barro y ésta se coloca sobre el fuego, donde se es- plumas y el collar llamado núpish, que le son co- pera que el líquido se seque lentamente. El polvo locados por el sacerdote antes del inicio de la ce- que permanece en el recipiente es secado al sol y remonia. Normalmente las mujeres no utilizan co- luego colocado en una pequeña calabaza, que los ronas de plumas, ni tampoco el collar núpish. Los indígenas generalmente guardan en la bolsa, lla- pequeños manojos de cáscaras de fruta seca, dien- mada uyúna. La cuarta y última clase de pintura tes de animal y uñas, semillas fragantes y hierbas roja se llama áratinyu y consiste en semillas aplas- que las mujeres jívaro usan en el pecho y llaman tadas, mezcladas con el aceite que se obtiene del mamúta, tienen un significado exclusivamente pájaro aceitero tayu (Steatornis). medicinal y mágico: se cree que protegen a la Los indígenas parecen utilizar estos cuatro ti- usuaria de catarros y otras enfermedades. Tales pos de pintura roja indiscriminadamente, a pesar amuletos se colocan con frecuencia alrededor del de que las semillas puras, ipyáku, son preferidas. cuello o del pecho de los niños con el mismo pro- La idea fundamental, debajo de la costumbre pósito. Collares de dientes de jaguar, especialmen- de pintarse la cara y el cuerpo, es la misma que es- te usados por guerreros y curanderos son -como tá debajo de la mayoría de otros ornamentos: prin- las orejeras, las colas, etc.,- capaces de impartir cipalmente porque da al cuerpo fuerza y le ofrece fuerza y coraje al que los usa. una protección eficaz contra la enfermedad, la he- chicería y las influencias maléficas en general. En- 314 RAFAEL KARSTEN tre los Canelos, la pintura facial, que casi siempre porque los demonios también aparecen igualmen- tiene un significado mágico o misterioso, se aplica te negros. también por varias razones particulares. Se cree Cuando el guerrero regresa de una batalla, que protege al indígena contra enfermedades, por después de matar a un enemigo, se pinta nueva- ejemplo contra el “viento malo”, huaira ungüi, es mente de negro, esta vez como protección contra decir, la enfermedad que, de acuerdo a los indíge- el enemigo asesinado. nas, es llevada por ciertos vientos. Se considera como un amuleto poderoso contra la hechicería 3. Ritos para influir mágicamente en general y especialmente contra el mal de ojo, en la naturaleza tal como, por otro lado, puede actuar como un amuleto de amor, que hace al indígena capaz de Esta categoría comprende un gran número de seducir a las mujeres. Además, como hemos visto, ritos y ceremonias que se desarrollan en las gran- los Canelos consideran la pintura roja como un des festividades y cuyo objetivo parece ser el ejer- amuleto de cacería; atrae a la presa y la buena cer una misteriosa influencia sobre la naturaleza suerte durante ésta. Por lo tanto, antes de que los misma, aparentemente sin intervención de ningún hombres empiecen una expedición de cacería, sus agente espiritual personal. Las cinco grandes fies- esposas siempre les pintan de rojo la cara, de otro tas de los Jívaros, como he ido describiendo son la modo, se cree, no podrán matar ningún animal. “fiesta de los niños” (Uchiáuka), la “fiesta de los Hasta los perros de caza son profusamente hombres jóvenes” (Kusupani), la “fiesta de las mu- cubiertos con semillas crudas en la espalda antes jeres” (Noa tsangu), la “fiesta de la victoria” (Einsu- de empezar. Los Jívaros, a pesar de que no consi- pani), y la “fiesta de los perros” (Yawápani). La deran la pintura facial particularmente como un idea particular que quiero señalar aquí aparece amuleto de cacería, tienen las mismas ideas bási- claramente en todas estas fiestas, excepto la “fies- cas sobre su maravilloso poder para reforzar el ta de los niños”, el principal objetivo de la cual pa- cuerpo. Cuando el indígena está en estado de tabú rece ser el impartir fuerza al niño. Por otro lado, en y, consecuentemente, prohibido de usar vestimen- la fiesta Kusúpani el objeto de las ceremonias en ta ordinaria y ornamentos, de amarrarse el pelo, las que se fuma el tabaco no es solo para dar fuer- etc., también le está prohibido el pintarse la cara y za al joven a que resista a espíritus malos, sino que se ve pálido y enfermo. Por otro lado, para las dan- además de esto, hay la idea de que el poder del ta- zas religiosas y las fiestas, los indígenas nunca baco -hablando más estrictamente, el poder del es- omiten el pintarse la cara con cuidado, realzando píritu del tabaco- será directamente transferido a de tal forma el poder mágico de su cuerpo. Los cu- aquellos sectores de la naturaleza en los cuales el randeros y brujos, especialmente cuando ejercen hombre adulto desarrollará su acción. Esta idea su arte, siempre están, pintados de negro o rojo en aparece inclusive más claramente en relación con la cara por la misma razón. Algunas veces las me- la “fiesta del tabaco” y la gran “fiesta de la victo- jillas y otras partes de la cara son simplemente cu- ria”: la fertilidad de los campos y una rica cosecha, biertas de rojo o de negro, pero con más frecuen- el incremento de los animales domésticos, la cia se colocan ornamentos especiales. Lo ultimo se abundancia de cacería, el éxito en la guerra, la ca- tratará en el capítulo de arte indígena. cería, la pesca y toda actividad doméstica serán la Puedo añadir en este asunto que los Jívaros consecuencia inmediata de estas fiestas, si los ritos también tienen el hábito de negrear sus dientes prescritos por la costumbre se desarrollan en la for- usando las hojas de dos plantas. La una se llama ma adecuada. De igual manera en la fiesta Yawá- piu y crece silvestre, la otra, que es cultivada, se pani el poder de la planta kungúna y otras “medi- llama nashúmbi. No he recibido información es- cinas”, será, a través del perro y su dueño, refleja- pecial sobre las ideas que están detrás de esta cos- do automáticamente en el correspondiente sector tumbre. de la naturaleza, dando como resultado una abun- Hemos visto que la pintura negra aplicada dancia de presas y suerte en la cacería con genipa para la guerra asimismo tiene un signi- Es difícil establecer exactamente dónde recae ficado mágico. Los indígenas imaginan que ellos la perspectiva primitiva indígena con respecto a adquieren la fuerza y la ferocidad de los demonios todos estos ritos. La única cosa que puede decirse (iguanchi) al pintarse de negro el cuerpo y la cara es que ellos presumen una esencia similar o una LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 315 conexión misteriosa entre el hombre y la naturale- bajo doméstico, agricultura, etc. Sin embargo, es- za inanimada, que al mismo tiempo está basada en pecialmente los curanderos y los brujos, ilustran la la creencia de que en ambos, en el fondo, actúa la forma con que el hombre puede hacer de los de- misma vida espiritual y, por lo tanto, puede ser monios sus aliados y cooperar con ellos. El tunchi transferida del mundo humano a los objetos natu- o tsinsáka no es solo la encarnación de un ser de- rales. Es la misma visión que encontramos en la moníaco que lleva a cabo las órdenes del hechice- poesía de los indígenas, de la que enseguida voy a ro cuando quiere hacer daño a sus enemigos, apar- hablar. te de esto, puede cooperar directamente con los demonios llamados iguanchi para lograr éxito se- 4. Ritos para protegerse de malos espíritus guro. En el siguiente capítulo encontraré la oportu- nidad de referirme a estas prácticas. Ellas implican De las afirmaciones anteriores se deduce que que el curandero trate de convocar e influir favo- los Jívaros tienen bastantes prácticas religiosas cu- rablemente en los espíritus, imitándolos en su apa- yo objeto es protegerse de los malos espíritus (el riencia externa y tocando el tipo de instrumento de iguánchi y wakáni), espantarlos e intimidarlos. Así, cuerdas llamado turúmba en quichua y tsayandú- tratan de expulsar a los demonios que causan rayo ru en el idioma jívaro. Este último es un simple ar- y trueno y a quienes son considerados espíritus de co de una clase de madera especial con una cuer- enemigos muertos al agitar sus lanzas en el aire y da de fibra de chambira retorcida. El indígena, al retarlos2. La gran fiesta de la victoria está llena cuando lo toca, toma la cuerda con su boca en un de ritos. El espíritu del enemigo asesinado que es- extremo del arco, sosteniéndolo en posición hori- tá tratando de hacer daño al triunfador en toda for- zontal, y cuando toca la cuerda, es capaz de pro- ma posible, es mantenido acorralado cuando se ducir diferentes tonos con ciertos movimientos de golpean los escudos (la ceremonia Yáktinyu), se los labios. Los tonos son muy suaves y perceptibles dispara al aire, se grita, se golpean tambores y se solamente a una corta distancia, pero, sin embar- tocan flautas y, por último, se baila. La danza hant- go, se cree que ejercen una influencia misteriosa semáta especialmente es interesante en este punto, sobre los espíritus a los cuales el brujo se dirige, al ya que es un conjuro típico, su gran objetivo es el tocar el instrumento. mortificar el alma del enemigo muerto y controlar- De la misma forma como los indígenas creen la. Pero otras danzas jívaras también tienen un ca- que pueden convocar a los espíritus y hacerlos sus rácter ceremonial, a pesar de que hay diferentes amigos al tocar el “arco musical”, creen que una razones detrás de ellas. misteriosa influencia puede ser ejercida sobre ellos 5. Ritos propiciatorios al golpear el gran tambor tundúi. La condición en ambos casos es que el indígena debe estar alucina- No hay una clara demarcación entre los espí- do con natéma y algún otro narcótico, porque de ritus buenos y los malos. La mayoría de los iguán- otra manera los demonios apenas aparecerán. Con chi son ciertamente considerados como malos o respecto al gran tambor de señales, he indicado las perversos, pero un hombre que conoce cómo ma- diferentes formas con las cuales debe ser golpean- nejarlos e influenciarlos en forma apropiada -en do en diferentes ocasiones, con el propósito de primer lugar, por supuesto el curandero- puede ser convocar a los espíritus. Estas ocasiones son la capaz no solo de resistirlos y vencerlos, sino inclu- fiesta de la chonta y la fiesta del natéma. La prime- sive hacerlos sus “amigos” y aliados. Con frecuen- ra será descrita en detalle más adelante. La fiesta cia encontramos esta idea en la religión práctica del natéma no puede ser entendida apropiada- de los Jívaros. Así, una de las ideas más sobrecoge- mente a menos que conozcamos las interesantes doras de la gran fiesta de la victoria era que el al- ideas que están asociadas con la bebida de los nar- ma (wakáni) del enemigo asesinado, encarnado en cóticos en general. Las ideas y prácticas las expli- la tsantsa, a pesar de su perversidad y odio al triun- caré en el siguiente capítulo. fador, es, por medio de las ceremonias de la fiesta, transformada en una especie de espíritu guardián, Notas que está obligado a poner su poder sobrehumano 1 Rivet, Les Indiens Jívaro, p. 249 y su conocimiento a la disposición del triunfador, 2 Ver arriba. le da instrucciones y consejos con respecto al tra-

Capítulo VIII BEBIDAS NARCÓTICAS , DIVINACIÓN

En los capítulos anteriores he mencionado a hay algunas diferencias en los detalles, dependien- menudo ciertas bebidas narcóticas de los Jívaros. do de las diferentes ocasiones en las cuales se uti- Así, hemos visto cuán importante es el zumo de ta- liza el narcótico. El natéma, debe notarse, se pre- baco, por ejemplo, en la “fiesta de las mujeres”, para de dos maneras principales, de acuerdo a si cuando se debe comunicar a las mujeres casadas es usado por personas ordinarias para ciertas fies- un maravilloso poder y habilidad para diversas tas, o si lo usan los curanderos y brujos para ejer- ocupaciones domésticas. He anunciado frecuente- cer su arte. mente también los dos narcóticos conocidos bajo Los Jívaros, como los Canelos, siempre prepa- el nombre de natéma y maikoa relacionados con ran la bebida natéma al hervir la planta. Algunos la divinación indígena. Ahora debo describir estas pedazos de la parte gruesa inferior son cortados, bebidas sagradas más detalladamente y explicar lavados cuidadosamente y aplastados con mazos, las ideas religiosas detrás de su uso. para que puedan ser separados en fibras más finas. El más importante de estos narcóticos es sin Estas se cocinan en una olla con agua, en casos or- duda el que los Jívaros llaman natéma y que los dinarios solo por una o dos horas. Luego se sacan Quichua llaman aya huasca. Es una enredadera las fibras y la bebida está lista. Tiene un color café venenosa que contiene un alcaloide, como la mai- verdoso y un sabor muy amargo. Usualmente se koa, cuyo nombre científico, de acuerdo al botáni- añade un poco de agua de tabaco y, en algunos ca- co inglés R. Spruce, es Banisteria caapi1, de la fa- sos, se colocan pedazos de la corteza de algunos milia Malpighiaceae. El mismo viajero afirmó que árboles mágicos en la olla de agua hirviendo, para la planta también crece en el río Icana, en el Ua- realzar la eficacia de la bebida. pés y sus afluyentes en el nordeste de Brasil, así En las grandes fiestas, el natéma se toma en como en las cataratas del Orinoco, siendo utiliza- dosis repetidas y en cantidades comparativamente da en todas partes de la misma forma por los indí- grandes. Los efectos aparecen lentamente y son genas, para propósitos mágicos y de divinación2. muy violentos. El primer efecto de la bebida es el En Ecuador la liana es más conocida con el nom- de un vomitivo; pocos minutos después de que la bre quichua aya huasca (“la enredadera de las al- persona ha vaciado la pininga ofrecida por el guía mas”)3; es así llamada por los indígenas de Napo, de las ceremonias, sale y vomita la cantidad con- Curaray, Bobonaza y Pastaza. Los Jívaros llaman a sumida. En general, los vomitivos juegan un papel la enredadera y al narcótico preparado de ella na- importante en las prácticas médicas de los Jívaros téma. Los del río Aguarico y los salvajes y se supone que tienen efectos muy beneficiosos. Avishiris entre el Napo y Curaray también conocen Después de un rato, y habiendo tomado la medici- el uso de la planta. De igual forma, los primitivos na en dosis repetidas, el paciente empieza a tem- Colorados y Cayapas, en el occidente de Ecuador, blar y se siente atolondrado; el pulso se vuelve len- cultivan la aya huasca, utilizándola como una me- to y débil, las pupilas se dilatan. Finalmente se dicina mágica y para divinación. queda dormido. Tanto antes como durante el sue- Cómo se prepara ceremoniosamente la bebi- ño, el indígena tiene percepciones extrañas y alu- da natéma ya ha sido descrito antes. Ya que la be- cinaciones reales: ve paisajes maravillosos, dife- bida se usa exclusivamente para propósitos religio- rentes tipos de animales, así como personas, todos sos o mágicos, su preparación es, por supuesto, según las apariencias en las cuales los espíritus, siempre más o menos ceremonial. De todas formas 318 RAFAEL KARSTEN con los cuales quiere entrar en comunicación, se tos de la enredadera son demasiado sagrados co- le presentarán. mo para ser arrojados. Con respecto a las diferentes ocasiones en las Si uno pregunta a los indígenas por qué be- cuales los Jívaros beben natéma, ya he menciona- ben natéma de forma tan excesiva, su respuesta do la bebida ceremonial de natéma en la “fiesta de usualmente es: “Para que la gente no pueda seguir los perros” y la gran fiesta de la victoria. En estas muriendo”. Por medio de este tipo de divinación fiestas, sin embargo, se toma relativamente poco tratan de averiguar cuáles peligros amenazan a la natéma. Tienen también fiestas especiales de naté- familia, si los enemigos están planteando un ata- ma que duran varios días; entre las tribus del Pas- que en su contra, si los brujos malos están operan- taza hasta ocho días. Todos los habitantes de la ca- do, si van a tener éxito en sus propias actividades, sa, inclusive los niños pequeños, toman parte en etc. La bebida mágica, que como hemos visto tie- ellas. El hervor empieza temprano en la mañana y ne un efecto vomitivo, purifica el estómago de se prolonga hasta el mediodía. Generalmente se substancias dañinas y de las flechas mágicas de añaden a las fibras de natéma pedazos de corteza hechiceros. Por esta razón los indígenas siempre del árbol chingiáta y samiki. La bebida al comien- ponen mucha atención en lo que vomitan después zo se hierve en varias vasijas pequeñas, en diferen- de tomar esta medicina. Al mismo tiempo, hom- tes lugares en la casa. Después, cuando el líquido bres y mujeres, al tomar el natéma, se hacen fuer- se ha evaporado, las diferentes cantidades se colo- tes y astutos en sus diferentes ocupaciones y obli- can en una sola olla de barro. Como el consumo, gaciones: los hombres en la cacería, la pesca, la la preparación de la bebida es también ceremo- guerra, etc., las mujeres en la agricultura, la edu- nial. Mientras el hervor continúa y luego cuando cación de los hijos, el cuidado de los animales de se toma, el gran tambor de los Jívaros, llamado la casa, y otros trabajos domésticos que les son tundúi, se golpea en una forma lenta y regular co- asignados. mo es costumbre en las fiestas del natéma. Los Jí- Aparte de estas sesiones generales de bebida, varos aseguran que al golpear el tambor están imi- los miembros adultos de la comunidad jívaro, no tando al demonio (iguánchi), quien según su solo los hombres, sino también las mujeres, fre- creencia habita las colinas y está golpeando su cuentemente toman natéma en ciertas ocasiones propio tundúi. El toque del tambor se supone que particulares. Esta ceremonia de bebida usualmen- complace al demonio, quien vendrá al lugar y lle- te se lleva a cabo en la casa. Una olla de barro (pi- nará con su espíritu la bebida y a los indígenas que ninga) con la bebida sagrada, se coloca sobre el la toman. suelo; el indígena que tiene que beber toma posi- La bebida se toma aproximadamente con las ción frente a la pininga, y luego se empieza a mo- mismas ceremonias que en la fiesta de la victoria. ver para atrás y para adelante, en una especie de La persona que debe tomar, vacía una pininga que danza, murmurando una encantación sin palabras. le es ofrecida por uno de los indios más viejos; in- Repentinamente toma la pininga y la vacía de una mediatamente vomita la cantidad bebida, toma sola. En seguida vomita toda la cantidad bebida. otra vez, y de nuevo vomita. De esta manera se Mientras tanto, la taza ha sido llenada otra vez con consumen cantidades considerables durante las natéma. El indígena se acerca nuevamente a la ta- días del natéma. Los participantes en la fiesta de- za, baila y murmura una encantación tal como lo ben ayunar estrictamente y se les permite comer hizo la primera vez y vacía otra vez la pininga. Los solo después de dormir y soñar, su comida consis- efectos de la bebida empiezan a hacer efecto. El te luego en yuca hervida y aplastada o plátano ma- indígena toma un palo para apoyarse en él cuando duro hervido. Esto se repite todos los días, mientras entre en trance. Se tambalea sobre el suelo, mur- dure la fiesta. mura algunas palabras ininteligibles para invocar a Las fibras de natéma que permanecen des- los espíritus, se arrima al palo y vuelve a vomitar pués que han hervido, se guardan cuidadosamen- el natéma bebido. La misma cosa la repite por ter- te en un lugar especial en la casa y se las conser- cera, cuarta y quinta vez, y así hasta que el hom- va por un período largo. Los Jívaros dicen que ha- bre está totalmente vencido por el narcótico y se cen esto solo para “saber cuánto natéma han teni- queda profundamente dormido, lleno de visiones do durante el año”. Evidentemente hasta estos res- y alucinaciones. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 319

El Jívaro consulta a los espíritus al beber el na- luz del día, se descubrió en ellas una maravillosa téma en todos los asuntos que le son de particular piedra roja, nantára. La piedra, llamada nantára, es importancia. Ya que un hombre viejo, y en espe- consecuentemente vista por las mujeres jívaro co- cial un guerrero, casi siempre cree estar amenaza- mo un fetiche que no solo da larga vida y éxito en do por los enemigos, trata sobre todo por medio de todas las tareas domésticas, sino que especialmen- este tipo de divinación, de averiguar si tiene ene- te promociona el crecimiento de los cultivos. Es, migos, quiénes son, y si al sufrir un ataque en su por lo tanto, utilizada por las mujeres en la agricul- contra, saldrá victorioso, estropeado, etc. De igual tura de la manera como hemos visto anteriormen- manera, consulta a los espíritus del natéma para te. saber si un viaje que planea hacer va a salir bien, Cuando los curanderos beben natéma para si sus esposas le son fieles, si va a tener suerte con curar a los pacientes y para averiguar la causa de una nueva mujer con quien quiere casarse, si le vi- la enfermedad, la bebida se prepara de una mane- sitarán extraños, etc. ra algo diferente. En este caso los bejucos se coci- Como hemos visto, entre los Jívaros a las mu- nan un día entero sobre un fuego lento y el líqui- jeres se les permite beber natéma. Por lo tanto, en do se evapora gradualmente hasta que finalmente la fiesta de la victoria, tomar natéma en el segun- solo queda una cantidad pequeña pero extremada- do día de la fiesta parece ser inclusive obligatorio mente concentrada. Algunas fibras del tallo parti- para las mujeres parientes más cercanas del triun- do así, como algunas hojas de otro tipo de bejuco fador. También se considera muy importante que que los Jívaros llaman iáhi (posiblemente Haema- las mujeres casadas más jóvenes tomen parte en la dictyon amazonicum) se colocan en la olla con las fiesta general del natéma para que, de esta forma, fibras de natéma y se las deja hervir. Las hojas se adquieran fuerza, habilidad y los conocimientos manipulan con una pequeña ceremonia. El curan- necesarios para sus ocupaciones domésticas. Du- dero, o el indio que prepara la bebida, primero to- rante sus sueños reciben instrucciones de los espí- ma cuatro hojas de iáhi y las coloca entre los de- ritus en estas diferentes materias. En estas ocasio- dos de la mano izquierda, las arregla de tal forma nes, entre otros espíritus, el ancestro mítico de la que formen una cruz y las coloca en la olla entre cultura Jívaro, la Tierra-madre Nungüi, se aparece las fibras de natéma y de iáhi con la cara hacia a la mujer, dándole consuelo en los tiempos de fra- abajo. Luego toma otras cuatro hojas de iáhi, las caso en la cosecha y en los de hambre. En otras arregla entre los dedos de la mano derecha y las materias que interesan a las mujeres, también reci- coloca de la misma manera entre las hojas en la be consejos de los espíritus del natéma. Así, por olla. Así, en total ocho hojas de iáhi se añaden a ejemplo, una viuda que está buscando un nuevo las fibras de natéma e iáhi y se cocinan juntas. El marido, tiene la costumbre de beber natéma para bejuco iáhi, que es especialmente cultivado por escoger adecuadamente. los Jívaros, es también un narcótico y se supone El siguiente ejemplo que nos habla de cómo que realza la eficacia de la bebida. una mujer recibió la sagrada piedra nantára, nos Mientras el líquido va reduciéndose gradual- da una idea de las revelaciones que las mujeres jí- mente, se sacan cuidadosamente las fibras de na- varo creen tener cuando están alucinadas con na- téma e iáhi. La pequeña cantidad que queda, una téma. Una vez, me dijo, mientras ella era todavía infusión muy fuerte de un color amarillo-marrón y una niña, le dieron natéma a beber. Cuando esta- de sabor extremadamente amargo, es natéma ya ba muy alucinada, la abuela vino, tomó sus dos preparado. manos, sopló sobre ellas y sobre sus brazos, regan- Durante el tratamiento del paciente, el curan- do zumo de tabaco de su propia boca, y le dijo a dero toma natéma en dosis pequeñas pero repeti- la niña: “Tú no morirás pronto, tendrás una vida das, como he explicado antes. Como hemos visto, larga y mucho para comer. La piedra que usas en además del natéma se toma también agua de taba- la mano te traerá esto”. En ese mismo momento vi- co. El efecto de las dos medicinas es un trance pro- no, como un rayo del cielo y la niña escuchó la gresivo del curandero que alcanza un estado de voz del espíritu que le dijo: “Yo soy tu madre an- éxtasis durante el cual entra en comunicación con cestral (apachiru), yo te daré esta piedra para que los demonios que han causado la enfermedad. tengas una larga vida”. Luego la visión pasó, y Los curanderos de los Jívaros y de los Canelos cuando las manos de la niña fueran abiertas a la no solo beben natéma (aya huasca) cuando están 320 RAFAEL KARSTEN curando a personas enfermas, sino también cuan- indígenas semi-civilizados de la Sierra, cuando do quieren hechizar a sus propios enemigos. En es- quieren hacer daño a sus enemigos, practican la tas ocasiones tienen el hábito de pintarse la cara, y magia negra por medio de las flores del Oriente especialmente las regiones alrededor de los ojos, ecuatoriano. El hermoso arbusto se cultiva cuida- con las semillas rojas del arbusto Bixa orellana. En dosamente en todas partes y se encuentra usual- la cabeza usan un ornamento hecho con las plu- mente entre otras plantas de los huertos, fuera de mas rojas y amarillas del tucán (llamado tawása, las casas. tawasámba). Tratan de imitar a los demonios Para preparar la bebida de maikoa, el Jívaro (iguánchi, supai) en toda su apariencia, creyendo raspa un poco de la verde corteza del tallo, y que así podrán convocar a los espíritus. La pintura aplasta el jugo con la mano en una calabaza has- roja en la cara se supone que también los protege ta que consigue la cantidad deseada, más o menos del mal de ojo y de la contra-hechicería de brujos un pequeño vaso lleno (aprox. 200 gms.) Esa es la enemigos. Al mismo tiempo tocan un instrumento dosis que toma la persona una sola vez, y parece de cuerdas peculiar, llamado tsayandúru y turúm- ser suficiente para producir los efectos deseados. ba, cuyos suaves tonos se cree que agradan a los Así, la maikoa no se prepara cocinándola co- demonios. Cuando el indígena ha tomado la bebi- mo el natéma, sino que se saca simplemente el ju- da sagrada, se sienta a tocar su instrumento y el es- go de la corteza. Es de un color verde claro y no es píritu del natéma se apresura. Los indígenas me ex- amargo como el natéma, sino más bien insípido. plicaron el significado de estos arreglos con las si- Sus efectos, como ya se ha mencionado, son mu- guientes palabras: “Los demonios se adornan de la cho más fuertes y se demuestran más rápidamente misma manera con pinturas faciales y coronas de que los del otro narcótico. Los jóvenes, cuando to- plumas, y cuando nos ven usando los mismos or- man maikoa por primera vez, con frecuencia se namentos que ellos usan y cuando escuchan el so- vuelven dementes y atacan con armas, palos, y nido del instrumento, ellos se complacen y se apa- cualquier cosa que tengan a mano, y pueden con- recen como nuestros amigos”. Entre los Canelos, vertirse en seres peligrosos para los que están a su los brujos también tocan este instrumento cuando alrededor. Por lo tanto, cuando un joven Jívaro be- toman huántuc, el segundo gran narcótico de los be maikoa, algunos hombres viejos, siempre están indígenas. presentes para ver sus movimientos y, algunas ve- Las ideas religiosas que están conectadas con ces, para amarrarlo. El hombre drogado empieza a el natéma o aya huasca las explico ahora. Primero hablar confusa e incoherentemente sobre todo tipo debo mencionar otras dos bebidas narcóticas cuyo de visiones que se imagina tener, sobre espíritus uso se basa en ideas muy similares. con quienes imagina encuentros, y por último, cae Igual en importancia al natéma (aya huasca) e en un profundo y letárgico sueño, “tal como si es- inclusive más fuerte en sus efectos es el narcótico tuviese muerto” (hakáma). que se llama maikoa (maikiva) para los Jívaros y La maikoa entre los Jívaros se bebe en casi las huárauc para los Canelos. Se prepara de un arbus- mismas ocasiones que el natéma, y las revelacio- to, cuyo nombre científico es Datura arborea de la nes que se imaginan también son similares; sin familia Solanaceae. Sus propiedades venenosas embargo, en un grado más alto que el natema, la pueden ser comparadas con las de la belladona u maikoa es la bebida particular de los guerreros. Si opium, e inclusive parece sobrepasarlas. Insensibi- uno pregunta a un Jívaro por qué bebe maikoa, su lidad, alucinaciones, y hasta demencia temporal respuesta es generalmente: “Es para ver si debo parecen ser los efectos regulares producidos por matar a mis enemigos” (shuara matinyu). El guerre- esta droga narcótica. La especie Datura en Ecua- ro jívaro, por lo tanto, nunca empieza una expedi- dor crece en bosque tropicales vírgenes y en regio- ción de guerra sin previamente consultar a los es- nes montañosas subtropicales, pero hay por lo me- píritus, bebiendo maikoa. El mismo espíritu le dice nos dos sub-especies de ella, D. arborea y D. stra- si él está amenazado por sus enemigos, si va a te- monium. Las hermosas flores que se parecen en su ner una larga vida, etc. Similarmente en otras ma- forma a una campana, son más grandes en la pri- terias importantes, a pesar de que no tengan nin- mera sub-especie y casi completamente blancas, guna referencia especial hacia la guerra, el Jívaro las de la última son más pequeñas y de color ama- consulta a los espíritus, bebiendo maikoa. rillo-rojas. Ambas son igualmente venenosas. Los LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 321

La ceremonia de bebida tiene lugar en la ca- por el agua de tabaco y el ayuno, se producirán en sa, pero el indígena se prepara bebiendo agua de él efectos psíquicos y físicos inusuales y extraños. tabaco en dosis repetidas, y para esto se retira al La bebida de agua de tabaco en el bosque en bosque. En un sitio remoto, alejado de los hom- estas ocasiones parece jugar un papel casi tan im- bres, construye un refugio de hojas de palma; es la portante como la bebida de maikoa que sucede en “choza de los sueños”, llamada ayámdai. Es mu- la casa. De hecho, los Jívaros generalmente real- cho más grande y hecha con más cuidado que el zan, por medio del tabaco, la eficacia natural de refugio común, afuera hay un espacio que se lim- otras bebidas narcóticas. Así, el agua de tabaco pia y se nivela. En este espacio abierto los espíritus usualmente se toma en consideración a la inges- aparecen bailando en todo tipo de figuras terribles, tión de natéma. y en primer lugar, vienen esos demonios podero- Ya que entre los Jívaros la educación de los sos que los Jívaros llaman arútama, los “Viejos”, niños es principalmente orientada a hacerles bue- quienes dan al indígena dormido información y nos guerreros, el beber maikoa también se da co- consejos sobre los asuntos que le interesan. mo una ceremonia de pubertad. Cuando, entre las La “choza de los sueños” se hace general- tribus del Upano y Santiago, los niños alcanzan la mente cerca de una cascada donde el agua cae del edad de la pubertad se lleva a cabo la fiesta llama- acantilado de la montaña en el bosque, formando da kusúpani y su característica principal es la be- abajo una pequeña hondonada. En esta hondona- bida del tabaco. En el quinto y último día, el niño da el indígena toma un baño antes y después de debe tomar maikoa. Los detalles de la fiesta ya han dormir. sido descritos antes. Entre las tribus del Pastaza, los Los Jívaros tienen la costumbre de retirarse al niños son iniciados en la virilidad por medio de la bosque en estas ocasiones porque los arútama se bebida de maikoa sin ceremonia de tabaco previa. supone que se les aparecen más fácilmente allí. La maikoa se toma además en las siguientes Generalmente el indígena que quiere soñar per- ocasiones, como he expuesto en mis descripciones manece lejos tres o cuatro días. Puede ir solo, o anteriores: acompañado de otros hombres. Durante el camino Después de terminada la gran fiesta de la vic- debe ayunar estrictamente, pero en vez de comi- toria, el triunfador generalmente se retira al bosque da, toma agua de tabaco en dosis repetidas, por la donde permanece algunos días tomando maikoa. nariz. Tan pronto como llega al refugio, primero La elaboración del gran tambor de signos, toma un baño parado en la laguna y permitiendo tundúi, también se celebra tomando maikoa en la que el agua llegue sobre sus hombros desnudos. El forma que ya hemos visto. baño le prepara favorablemente para el sueño y las El Jívaro toma maikoa después de que ha cas- revelaciones de los espíritus. Estos espíritus, debe tigado a su esposa por infidelidad. Así los niños entenderse, son demonios del bosque, pero tam- que se han portado mal y han sido desobedientes bién están presentes en las aguas de las cascadas. a sus padres deben tomar maikoa como castigo, en Después del baño, el indígena se va a la choza, la forma ya descrita. donde durante la noche se prepara otra vez para A pesar de que la maikoa es la bebida parti- tomar agua de tabaco, hirviendo hojas en una pe- cular de los guerreros, puede también ser tomada queña vasija de barro que ha traido consigo para por las mujeres, tal como el natéma. Esto, sin em- este propósito. Habiendo tomado un poco de la bargo, parece ocurrir relativamente menos. En es- porción, se duerme en un sueño profundo. La si- tas ocasiones se supone que aparecen los espíritus guiente mañana toma otro. Durante todo el día se ancestrales, los arútatna, y especialmente la Tierra- queda en el refugio, ayunando estrictamente sien- madre Nungüi. Cuando aparecen a las mujeres es- do su único alimento un plátano asado. Por otro tos espíritus no las instruyen, por supuesto, sobre lado, sigue tomando agua de tabaco. Viviendo de la guerra, sino sobre el trabajo doméstico y las esta manera se queda un par de días en el bosque. ocupaciones que conciernen a las mujeres, de la El cuarto día, habiendo tomado su último baño en misma manera como cuando beben natéma. la cascada, regresa a la casa donde cuenta sus sue- La descripción anterior se refiere particular- ños a los demás indígenas. Es solo en este momen- mente a las prácticas de los Jívaros, que son de in- to que toma maikoa, de una sola dosis. Después terés especial. Los Canelos, que un día fueron tan de que su sensibilidad nerviosa ha sido realzada belicosos como sus parientes y vecinos los Jívaros, 322 RAFAEL KARSTEN tomaban anteriormente el huantuc en ocasiones bres en estas ocasiones siempre reciben el jugo de parecidas. Hoy en día no hacen la guerra contra tabaco por la nariz, las mujeres por la boca. sus enemigos. Inclusive ahora el beber huántuc Después de dos o tres dosis ya se notan los juega un papel bastante importante en la práctica efectos de la medicina. El indígena se pone pálido religiosa de los Canelos, pero principalmente está y todo el cuerpo empieza a temblar. Después de ligado a su magia y hechicería. El huántuc, como repetidas dosis ocurren con frecuencia aturdimien- la aya huasca, lo toman en especial los curanderos tos y ataques de desmayo, especialmente en las y brujos, tanto cuando curan enfermedades como mujeres. Al final, la persona en cuestión se queda cuando quieren hacer daño a sus enemigos, por bastante drogada y cae en un sueño largo, lleno de medio de magia negra. En estas ocasiones el brujo sueños peculiares. se adorna en la forma descrita antes, usando pin- El tabaco se toma en las siguientes ocasiones: tura facial roja y una corona de plumas en la cabe- primero, como un remedio universal contra las en- za. Antes de que vacíe la mucahua (plato de barro) fermedades y males de cualquier tipo; segundo, que contiene la bebida sagrada, canta un largo como un medio profiláctico para realzar el poder conjuro sobre él, invocado a ciertos demonios, y mágico del cuerpo, particularmente para resistir a particularmente el paccha supai, el demonio de las los espíritus del mal; y, por último, como un nar- cascadas, invitándolo a aparecer y a llenar la bebi- cótico real para producir sueños. En los tres casos da y al brujo con su poder. Esta encantación se lla- la planta tiene un significado puramente mágico o ma taquishca. Después, mientras espera la inspira- religioso. ción divina o demoníaca, también toca el instru- Cuando el Jívaro se levanta en la mañana, no mento turumba para “apresurar” a los espíritus. solo se lava la boca con guayusa, sino que gene- Con respecto al tercer narcótico, el tabaco, lo ralmente también toma un poco de agua de taba- he mencionado con frecuencia en relación a las co, especialmente si por alguna razón no se siente otras bebidas mágicas, el natéma (aya huasca) y la muy bien. Habiendo hervido las hojas en un pe- maikoa (huántuc). La importancia que los Jívaros queño recipiente de barro con agua, pone un po- dan al tabaco es enorme; de esta planta ellos pre- co de la infusión en su mano, la inhala por la na- paran su más poderosa e indispensable medicina. riz y le permite salir por la boca. Este procedimien- Algunos Jívaros de nuestros días también pueden to se repite varias veces. La fuerte medicina limpia usar el tabaco para disfrutar pero, sin duda, esto lo la cabeza y se cree que tiene efectos beneficiosos aprendieron de los blancos. Es notable que los in- en todo el cuerpo. En todos los casos de indisposi- dígenas solo usen el tabaco que han recibido de ción general, de dolor de cabeza, de catarro, y los blancos de esta forma, pero nunca el propio. El otras enfermedades livianas, el Jívaro hace uso de tabaco que los Jívaros mismos cultivan se utiliza este remedio maravilloso para remover cualquier solo para estrictos propósitos ceremoniales. Por mal. Además, el tabaco es considerado como un otro lado, los indígenas nunca utilizarían el tabaco excelente profiláctico contra la hechicería. Para comprado de los blancos para sus ceremonias re- protegerse de las malas influencias, los Jívaros no ligiosas; ellos desconfían de éste como de otros ar- solo toman jugo de tabaco como medicina, sino tículos recibidos de sus enemigos hereditarios. El que tienen la costumbre de pintarse el cuerpo con tabaco indígena, mal cultivado como es, no es par- él. Así, en la fiesta de la victoria noté que algunos ticularmente fuerte; pero como se consume en hombres se pintaban todo tipo de figuras “geomé- grandes cantidades, sus efectos son suficientemen- tricas” en la cara y el pecho con jugo de tabaco, te poderosos. una decoraci6n que, por supuesto, era poco visi- Los Jívaros usualmente toman tabaco en for- ble sobre la piel marrón de los indígenas, pero que ma líquida, pero en algunos casos lo fuman, ha- se supone poseía poder profiláctico. ciendo grandes cigarros de las hojas. En el primer De mis afirmaciones anteriores, parece que el caso, las hojas son hervidas en agua, o masticadas tabaco es ceremoniosamente utilizado en diversas en la boca y cuidadosamente mezcladas con sali- ocasiones. Es la medicina particular de los curan- va, que se supone realza sus efectos sobrenatura- deros y brujos. Es indispensable en las grandes les. Esta medicina la prepara un hombre viejo que fiestas, la fiesta de las mujeres, llamada Noa tsan- conduce las ceremonias. También se le da a las gu (literalmente: “la fiesta de tabaco de las muje- personas en cuyo honor se hace la fiesta. Los hom- res”); y en la Einsupani, la gran fiesta de victoria de LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 323 los Jívaros. En estas ocasiones el tabaco se utiliza vida larga, etc. Informaciones sobre estas materias en primer lugar como un profiláctico contra los se las dan esos misteriosos espíritus que se llaman malos espíritus y como un medio para realzar el arútama y que siempre se aparecen al indígena poder natural de resistencia del cuerpo; pero en narcotizado, ya sea que la medicina que causa es- segundo lugar también sirve para producir sueño te estado sobrenatural sea tabaco, natéma o mai- artificial. Por otro lado, existen casos en que la me- koa. dicina se toma exclusivamente como narcótico so- Ahora ya conocemos los tres poderosos nar- lo para producir sueño. Tal como los indígenas to- cóticos de los Jívaros y las formas en los que los man natérma y maikoa “para tener sueños”, tam- utilizan. Debemos analizar más detalladamente bién beben agua de tabaco con el mismo propósi- las ideas religiosas que están conectadas con estas to. bebidas narcóticas. La primera pregunta a la que El procedimiento ya ha sido descrito en rela- debemos responder es qué ideas tienen los indíge- ción con la costumbre de beber maikoa, para la nas sobre los sueños en general. cual, como hemos visto, el indígena generalmente Se ha dicho con frecuencia que la “creencia se prepara bebiendo agua de tabaco. Como es en sueños”, es decir, la creencia de que las expe- usual, los indígenas en estas ocasiones se retiran al riencias de un hombre durante sus sueños son tan bosque donde, durmiendo en la “choza de los sue- reales como las experiencias que tiene mientras ños” (ayámdai), pueden entrar fácilmente en co- está despierto, es una característica de la mentali- municación con los espíritus. Entre las tribus del dad de pueblos primitivos en general. Esta opi- Pastaza, los hombres permanecen en el bosque nión, sin embargo, no es tan adecuada en relación por un período de hasta ocho días. Se trata nor- a las creencias de los indios que estamos analizan- malmente de gente joven y, como regla, algunos do; muy poco se expresa con ello. Los Jívaros, de de ellos salen juntos. Durante el camino ayunan hecho, tienen la opinión de que solo en los sueños estrictamente, tomando en vez de comida agua de se revela la verdadera realidad al hombre. La vida tabaco en dosis repetidas. Para este propósito, fro- consciente, normal es algo en que no podemos te- tan las hojas entre sus manos y las mastican, luego ner ninguna confianza; está llena de ilusiones, fal- lo escupen en una hoja de maíz, mezclan un poco sedades y mentiras. Solo el sueño nos revela la más de saliva y un poco de agua, lo remueven con verdadera esencia de las cosas, “la cosa en sí mis- el dedo e inmediatamente toman la medicina. Es- ma”. En los sueños todos los hombres que conoce- ta dieta de tabaco se continúa hasta llegar a la cho- mos, inclusive nuestros enemigos, sin duda nos di- za de los sueños. Este lugar, como ya se ha dicho, cen la verdad, y todos saben más que cuando es- está situado cerca de una cascada natural, donde tán despiertos, ya que aquí son las almas (wákan, los indígenas pueden tomar un baño, antes y des- aya) las que se encuentran, libres de los lazos de la pués de dormir. Inclusive allí, cuando reciben existencia corporal. Hasta los muertos, quienes en agua fría sobre sus hombros desnudos, toman ta- pocos casos se presentan ante los vivientes, se le baco, mezclando la masa de tabaco mascado con aparecen al indígena en los sueños, instruyéndolos agua de la cascada y tragándosela. Luego van a la y avisándolos por el conocimiento sobrenatural choza donde pasan la noche. La siguiente mañana que poseen. Lo mismo vale para otros espíritus y se cuentan sus sueños y visiones y discuten su po- demonios, los iguánchi y supai, de otra manera tan sible significado. Durante todo el día, como es temidos por los indígenas: estando bajo control usual, solo comen un plátano verde asado. Esta mágico, no le hacen daño al indígena que duerme manera de vida continúa todos los días que perma- sino, por el contrario, actúan como sus amigos y necen en la choza. Cuando han pasado ocho días, consejeros. Por lo tanto, quienquiera que desee sa- regresan a sus casas muy contentos si es que han ber la verdad con respecto al presente, y especial- tenido sueños favorables. mente con respecto al futuro, debe dormir y tener El objetivo de beber el tabaco es el mismo sueños, y ya que el sueño que la naturaleza da al que el de beber natema y maikoa. Al someterse a hombre no es suficiente, es necesario producirlo este duro esfuerzo, los jóvenes jívaros tratan en por medios artificiales. primer lugar de hacerse guerreros valientes y exi- Inclusive los sueños normales tienen un signi- tosos. Quieren “ver a sus enemigos” y saber si los ficado premonitorio para los indígenas. Si, por van a poder matar, si ellos mismos van a tener una ejemplo, el Jívaro sueña que ve a sus enemigos, 324 RAFAEL KARSTEN pelea con ellos y tiene éxito en matarlos, cree que serpiente (amárun). Todos éstos son animales dia- en hacerles la guerra será victorioso. Si sueña que bólicos, o formas en las cuales se aparecen los de- mata a muchos cerdos salvajes, monos y pájaros monios (supai) ante los indígenas. Ya que los Ca- con su lanza o sus flechas venenosas, está conven- nelos atribuyen enfermedades a muchos de estos cido que al día siguiente tendrá suerte en la cace- demonios, y particularmente a los demonios de las ría. Si en el sueño se encuentra con indios miste- montañas (úrcu supai), a los jaguares (puma supai) riosos u hombres blancos, está seguro que tales y a las culebras venenosas, éstos se aparecen en huéspedes pronto llegarán a su casa. De igual ma- especial a los curanderos que han bebido aya nera, si sueña que le sucede algún desastre en el huasca con el propósito de curar enfermedades y bosque o en el río interpreta esto como un mal están obligados a extraer la flecha hechizadora presagio y al día siguiente no sale de su casa. Un (chunta), que ellos mismos han mandado, del indígena del río Upano me dijo una vez que du- cuerpo del paciente. Los espíritus también hablan rante la noche había soñado en una culebra vene- al indígena dormido, dándole consejos e informa- nosa que le había picado en el bosque. Tenía la in- ciones. tención de salir a cazar ese día, pero, a cuenta del El recibir las revelaciones de los espíritus en desagradable sueño, lo dejó y no salió de la casa estado de alucinación es llamado por los Jívaros por tres días. Si hubiera salido al bosque, dijo, de wuimektinyu, que simplemente significa “el ver”. seguro hubiese sido picado por una culebra vene- Las cosas que “ven” son casi siempre iguales en nosa. los sueños producidos por natéma, maikoa, y taba- Sin embargo, los sueños proféticos son pro- co, solo con una pequeña diferencia que ahora in- piamente aquellos producidos por beber natéma, dicaré. Así, para el Jívaro también se aparecen pri- maikoa y tabaco, ya que en tales casos los espíri- mero maravillosos paisajes, montañas, ríos y bos- tus mismos están, por conjuro, obligados a apare- ques, ya que los demonios que habitan en estas lo- cer, y son capaces de dar información sobre even- calidades (wakáni, iguánchi) están obligados a ve- tos futuros. Estos espíritus son esencialmente los nir. Particularmente poderosos, a pesar de ser ge- ancestros (apáchiru) del indígena que duerme que neralmente malignos, son los demonios que habi- le dan consejos e instrucciones a su descendiente. tan las montañas y cordilleras (neindya iguánchi), Pero, por otro lado, estos espíritus también son las que son las almas de brujos muertos. Estos demo- almas (wakáni) de las plantas narcóticas mismas, nios, por lo tanto, se aparecen ante los curanderos con quienes el indígena entra en comunión íntima cuando curan alguna enfermedad. Cuando un Jí- al consumir las bebidas. Puede, además, añadirse varo, por ejemplo, bebe algún narcótico durante que los espíritus que animan el natéma, la maikoa, una de las grandes fiestas, sus visiones tienen una y el tabaco son las almas de hombres; por lo tan- referencia especial a sus vida doméstica y econó- to, estas bebidas solo pueden ser preparadas por mica: ve a sus cerdos y gallinas numerosas y gor- hombres, así como las correspondientes plantas das, ve su casa rodeada de yuca y plátanos, etc. solo pueden ser plantadas por los hombres. Más adelante ven todo tipo de caza, pavos salva- Las visiones y otras expresiones que los indí- jes, tucanes, loros, cerdos silvestres, agutíes, etc. genas creen que tienen en el estado de intoxica- Cuando el indígena que duerme tiene tales visio- ción producida por natéma (aya huasca) y maikoa nes, puede suceder que repentinamente se levante (huántuc) son en detalle descritas separadamente excitado, señale con el dedo a los pájaros y anima- para los Jívaro y los Canelos4. Los Canelos narco- les que imagina ver y exclame: wuimekta, wui- tizados por aya huasca, en primer lugar ven paisa- mekta, úmi surústa, úmi wakérahei, eása wakéra- jes maravillosos, bosques, lomas, volcanes cubier- hei, kúndinyaka túkusa yuahei, kuchi yuohei, atás- tos de nieve, lagos ríos o, hablando más estricta- hi youhei, pákki yuohei, káyuka yuohei, etc. es de- mente, a los espíritus (supai) que habitan estas lo- cir, “¡Mirad! mirad! Denme una cerbatana, quiero calidades; en segundo lugar a los muertos (aya) en una cerbatana, quiero una flecha con veneno, es- la forma de esqueletos; más adelante, a personas toy disparando a la presa para comerla, estoy co- vivientes -indígenas y hombres blancos, hombres y miendo carne de cerdo, estoy comiendo carne de mujeres-; finalmente, a todo tipo de animales, tu- gallina, estoy comiendo carne del puerco, carne canes y otros pájaros mágicos, jaguares, pumas, de conejo”, etc. En tales momentos debe ser suje- osos, culebras venenosas y, especialmente, la gran tado a la cama por sus compañeros pero el hecho LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 325 de que tenga experiencias de este tipo se ve como tribu, que ha hechizado a uno de sus familiares un buen presagio por ellos: “Tiene buenas visio- con arte mágico, los espíritus le dicen si tendrá éxi- nes, ciertamente ha visto a los espíritus”. to o no. Por otro lado, algunos Jívaros por lo menos, La palabra arútama significa “los Viejos”. Es- dicen que cuando han tomado natéma o tabaco no tos espíritus, debe entenderse, son los primeros an- ven a seres humanos, que solo se les aparecen des- cestros de los Jívaros, y eran grandes guerreros. En- pués de haber bebida maikoa. Entre otros espíritus tre los espíritus hay, en primer lugar, dos aparicio- que se les aparecen hay hombres, tanto indígenas nes humanas. La primera se llama ikyáhinamchi. (Jívaros) como hombres blancos “vestidos con ro- Él es Jívaro, “una forma roja envuelta en llamas” y, pa negra”. Todas estas apariciones humanas son por lo tanto, no claramente visible. Su voz, por los ancestros (apachiru) del indígena que duerme otro lado, se escucha claramente. Llama al indíge- (pues de acuerdo a la tradición de los Jívaros, has- na que duerme con su mano cerrada, algunas pa- ta los blancos fueron alguna vez Jívaros), quienes labras en particular y con el tono incisivo que se dan consejos e instrucciones a sus descendientes. acostumbra entre los Jívaros cuando, al efectuar el Los Jívaros los llaman maikoa eintseri, “la gente de saludo Enéma, ceremoniosamente se saludan: wi - la maikoa”. wikáhei - shuara- nikápsatahei - andúcta, es decir: Con la gente de la maikoa vienen otros espí- “Yo me voy (a la guerra), me llevaré (las cabezas ritus. Entre éstos no están solo los espíritus de la de mis enemigos), ¡escuchen!”. La otra forma hu- naturaleza y demonios animales mencionados an- mana se llama mayéi, y también es un Jívaro. Su tes; inclusive objetos inanimados como artículos nombre se deriva de la costumbre de llamar repe- de vestir, implementos, armas, agujas, etc. se le tidamente al que duerme con voz fuerte: mayéita, aparecen al durmiente como animados y asumen mayéita, mayéita, es decir: “¡mata, mata!”. El ver o la forma de jóvenes indígenas. escuchar al ikyáhinamchi o al mayéi en el sueño Sin embargo, los más importantes de todos los alucinado es considerado como un buen presagio, espíritus son los misteriosos demonios que ya han por cuanto el guerrero será capaz de matar a los sido descritos bajo el nombre de arutama, y quie- enemigos con seguridad. nes hacen sus apariciones tanto en forma animal La mayoría de los arútama, sin embargo, son como a manera de sorprendentes fenómenos de la demonios animales. Entre éstos están en primer lu- naturaleza, o en otras figuras. En todo caso, éstos gar las más grandes y peligrosas bestias de rapiña son demonios que siempre se les aparecen cuan- que los indígenas conocen, primero de todas las do, desde el punto de vista indígena, el sueño es especies de la familia de los felinos: soacha, el favorable o “bueno”. gran jaguar negro, yambinya, shis-shia, yantsa, di- Cuando estos espíritus, y especialmente los ferentes especies de jaguares manchados, el león o maikoa eíntseri y los arútama, se aparecen al joven puma, hapayawára, diferentes tipos de tigrillos, jívaro, que ha tomado la bebida narcótica por pri- llamados amincha, yantána, undúchama. mera vez, le dicen: “Tú has bebido nuestra sangre, Un poderoso arútama es la serpiente gigante. tú eres un buen hombre, vivirás largo y matarás a Boa constrictor, y especialmente la boa de agua, tus enemigos en la guerra. Tus animales domésti- llamada pangi o cuichi por los Jívaros. Además del cos, los cerdos y las gallinas, se multiplicarán, tus pangi, su “hermano” tsungi, es otro probable campos florecerán y darán frutos abundantes. Tu monstruo mítico de agua, también considerado un changina (canasta de bejuco tejido) siempre estará arútama. Otros demonios de agua del mismo tipo llena, tú no te volverás pobre sino que llevarás una son el gran caimán o cocodrilo, kanyátda, y la vida llena”. En asuntos privados los espíritus le dan gran nutria, wangánimi, que es llamada por los información verdadera y dirección. Si, por ejem- quichua-parlantes yacu puma, “el tigre de agua”. plo, pretende hacer la guerra contra una tribu ex- Los pájaros demonios son particularmente traña, los espíritus le dejan saber de antemano si numerosos entre los arútama. Entre éstos primero será existosa o no. “Este o aquel enemigo”, le di- están las aves de rapiña más grandes, la gran águi- cen, “vas a vencer y traerás su cabeza a la casa”; o: la, unta pinchu, el cóndor, yápu, y el búho, ambus- “Si haces la guerra en contra de aquel y aquel ene- ha; más adelante, el demoníaco tucán, tsukánga, y migo no tendrás éxito, sino que resultarás muerto”. otro pájaro más pequeño de la familia del tucán Igualmente, si quiere matar a un brujo de su propia llamado pininchi. Los grandes guacamayos, el ro- 326 RAFAEL KARSTEN jo, takúmbi, y el amarillo, yambúna, también son Una consecuencia práctica de los “buenos” arútama; además, el loro verde común, kávashu, el sueños es que si en la vida real el guerrero jívaro gallo de la peña (Rupicola), llamado súmga por los se encuentra con un jaguar, una serpiente gigante, Jívaros, el pelícano, kauá, y otros pájaros del bos- un cocodrilo, o un águila, no les teme y no esca- que que no he podido identificar y de los cuales el pa, sino por el contrario es capaz de desafiar al primero se llama sicha en el lenguaje jívaro, el otro animal. Agita su lanza, haciendo movimientos chacu. amenazantes en contra de él, en la forma acostum- El indígena que sueña solo distingue borrosa- brada entre los Jívaros cuando retan a un enemigo, mente a los monstruos que se le aparecen en el y llamándolo: “A ti te conozco muy bien, pues te sueño como arútama, pero escucha sus voces he visto en el sueño. ¡Ven, no te temo, te mataré cuando, cada uno a su propia manera, le hablan. con mi lanza!”. Esto es al mismo tiempo una prue- Escucha el rugido del jaguar, el poderoso murmu- ba para sus compañeros de que ha tenido sueños llo del aleteo de la gran águila, el terrible siseo de verdaderamente “buenos”, ha visto al arútama, y la culebra gigante, etc. Los animales y pájaros más es un guerrero valiente. Pero si, por el contrario, pequeños también aparecen en sueños alucinados un Jívaro cuando se encuentra con un jaguar, una en formas algo diferentes que en la vida real: sus gran culebra, un cocodrilo, un águila, demuestra dimensiones son mucho más grandes, pero el vi- miedo y se escapa, esto para sus compañeros es sionario solo los percibe en parte -de los pájaros, una prueba de que ha tenido malos sueños y no por ejemplo, solo ve su cabeza y cuello, pero no será un buen guerrero, y que pronto caerá víctima las alas- y todos tienen facilidad de palabra ya que, de sus enemigos. como hemos visto, las almas de los ancestros están De la misma forma, un Jívaro que ha visto los encarnadas en ellos. arútama no temerá al rayo, el arco-iris, un meteo- Otros arútama tienen la forma de sorprenden- rito que cae o un huracán. Por el contrario, hasta tes fenómenos de la naturaleza. Entre éstos está el a estos enemigos los reta con su lanza y con pala- poderoso huracán (nassi) que frecuentemente y re- bras. En los sueños que tiene, de una vez, conoce pentinamente se alza en Sud América tropical, pa- a estos fenómenos normalmente tan terribles para sa por una zona limitada y causa gran destrucción los indígenas; él conoce su verdadera naturaleza y en el bosque virgen. Tales huracanes siempre son se ha endurecido en contra de ellos. consecuencia, según los indígenas, de ciertos de- Entre los arútama hay algunas otras aparicio- monios poderosos (iguánchi), y el hecho de que nes sorprendentes. Una se llama uhúmuka: es una estos demonios figuren entre los arútama hace evi- cabeza humana cortada, que se ve rodar por el dente que también participan de almas ancestra- suelo. El espíritu le dice al indígena en sueños: “Tú les. Otros fenómenos de la naturaleza que se expli- te convertirás en un guerrero valiente, tú irás lejos can de la misma manera, por la acción de ciertos en el camino de la guerra y matarás a tus enemi- espíritus poderosos, son el rayo, cháreimbi, los gos”. De igual manera, si un Jívaro quiere matar a meteoritos y estrellas fugaces, payára, y el arco iris, un brujo de su propia tribu, el demonio uhúmuka tundyáka. Estos, de igual manera, se le aparecen al le dice si va a tener éxito o no. Otro arútama apa- Jívaro en sueño narcótico y figuran entre los arúta- rece como un brazo humano cortado que se ve ma. flotar en el aire. Si solo se ve el antebrazo con la A pesar de que en la vida natural estos demo- mano, la aparición se llama wehánga; si el soña- nios, o por lo menos algunos de ellos, son consi- dor solo ve la parte superior del brazo, se llama derados como muy malignos, no hacen general- kunduána. Si en el sueño el indígena trata de aga- mente ningún daño al indígena que duerme ya que rrar este brazo, desaparece en el aire. El wehánga están bajo control o influencia mágicas; por el o kunduána le dice al soñador: “Toma este brazo; contrario, como regla, aparecen como sus amigos soy tu antepasado, el brazo de tus ancestros (apá- y consejeros. Igual puede suceder algunas veces - chiru). No temas, con este brazo serás fuerte y ma- como me dijo un Jívaro- que un arútama totalmen- tarás a tus enemigos”. Una tercera aparición del te subyuga al soñador y lo mata ahí mismo. Esta mismo tipo es la makuána, una pierna cortada. Es- idea parece indicar que en casos excepcionales, te arútama, también le habla al soñador de la mis- los indígenas pueden morir de una intoxicación ma forma que los otros espíritus y le da buenas no- demasiado fuerte. ticias. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 327

Todos estos son los que llamamos “buenos” animal o espíritus de la naturaleza. Lo único que sueños. Podemos preguntar, por otro lado, de qué se les aparece es un hombre blanco vestido de ro- tipo son los “malos” sueños. Si el joven indígena, pa negra. Este ser se llama pasúca entre los Cane- durante un sueño alucinado no tiene sueños del los, y es el verdadero demonio huántuc (huántuc todo, se considera como un mal presagio. “No es supai). Le lleva al indígena que duerme por los ai- un hombre verdadero”, es en este caso el juicio de res a un lugar lejano, donde le da las advertencias los hombres mayores de la tribu, “no se convertirá e instrucciones que él busca. en guerrero, y no podrá matar a sus enemigos”. Si el indígena no solo duerme durante toda la noche, Notas sino continúa haciéndolo durante el día siguiente 1 En el Oriente de Ecuador parecen darse diferen- hasta el anochecer, también es visto como un pre- tes especies de Banisteria. En todo caso los Cane- sagio muy serio. “No vivirá mucho tiempo, pronto los me dijeron que ellos utilizan tres tipos de aya se hundirá en la tierra como el Sol”. Si los arútama huasca que distinguen como puma aya huasca, no se aparecen del todo, si el joven indígena tiene ahuiringri aya huasca y tunchi aya huasca. Esta última es particularmente utilizada por los curan- otro tipo de visiones o sueños insignificantes, esto deros (tunchi = la flecha mágica). se considera igualmente fatal. “El joven no vivirá 2 E. Spruce, Notes of a Botanist on the Amazon mucho, no matará ningún enemigo, pronto caerá and the Andes. Londres, 1908. II, 414 sqq., 423. víctima de ellos”. Tales son los juicios que dan so- 3 En el Napo me aseguraron que los nativos llaman bre los “malos” sueños los viejos intérpretes. a la enredadera en cuestión haya huasca (“la en- redadera amarga”), que responde al hecho de Aparte de esto, es natural que a veces los arú- que la bebida preparada con ella es extremada- tama y los maikoa eitseri den anuncios negativos. mente amarga en sabor. Por otro lado, entre los Si, por ejemplo, el guerrero jívaro pronto caerá Canelos la forma aya huasca parece ser la más víctima de los ataques de sus enemigos, los espíri- común, y este nombre (“la enredadera de las al- tus pueden decírselo francamente. “Tú no vivirás mas”) va de acuerdo con las ideas que los indí- largo, pronto serás muerto por tus enemigos”. Si va genas tienen sobre su poder de convocar a las al- mas y los espíritus de los muertos. a morir por causa de la flecha mágica, los espíritus 4 Con respecto a los efectos que las bebidas prepa- pueden anunciárselo de antemano. Es característi- radas de la Banisteria caapi y Datura arborea co de los demonios que se aparecen bajo la in- producen en el hombre blanco, solo puedo de- fluencia de bebidas narcóticas que siempre hablen cir, habiendo vivido casi solo entre los indios que la pura verdad, tal como si poseyeran tal conoci- no me he arriesgado a consumirlas en grandes cantidades para el propósito de establecer sus miento. efectos mentales y fisiológicos. De todas mane- También puede suceder que el joven jívaro de ras he probado ambas encontrando la primera hecho vea a los arútama, pero en el mismo sueño extremadamente amarga, como la quinina, y la se asusta al verlos y se escapa de ellos, de tal ma- segunda, algo insípida y nauseabunda. Colonos nera que no puede ser instruido por ellos o endu- blancos en Canelos y Macas que han probado la recido en contra de ellos. Este, por supuesto, es un aya huasca (natéma) me han dicho que en el es- tado de alucinación en parte han tenido las mis- “mal” sueño. mas experiencias que los indígenas, viendo ma- Hasta aquí he hablado propiamente de las ravillosos paisajes, lomas y ríos, hermosos pája- ideas de los Jívaros. Sobre las visiones de los Cane- ros, etc. Esos “espíritus” particulares, por otro la- los cuando beben huántuc, debo todavía añadir do, que los indios aseguran ver, por supuesto no que en estas ocasiones no ven ningún demonio se presentan a las personas que no comparten sus ideas religiosas y supersticiones.

Capítulo IX SUPERSTICIONES VARIAS

Los Jívaros y Canelos en su vida diaria siguen luego de lo cual sopló la raíz masticada y el agua un número casi infinito de costumbres supersticio- contra el cielo con tanta fuerza como podía, ase- sas para diferentes fines, y muchas de ellas han si- gurándose que la lluvia empezara pronto. El clima do mencionadas en capítulos anteriores de este estuvo muy bien ese día, pero al siguiente día la trabajo. En las siguientes páginas relataré algunas lluvia cayó otra vez en torrentes. más de ellas que no tienen relación directa con los Para causar el clima seco con la esáta piripi- ritos religiosos y mágicos que ya han sido tratados. ri, los Jívaros de igual manera usan la raíz, pero en Los Jívaros saben cómo hacer para que llueva una forma algo diferente que en el primer caso: la o para que pare de llover por medios mágicos. queman en el fuego. La planta con la raíz se da a Hay una especie de planta, llamada piripiri por los un niño quien la sostiene en el fuego hasta que se Jívaros, que es utilizada para diferentes propósitos consuma. Un hombre adulto o una mujer no lo mágicos. Bajo este nombre, sin embargo, parecen pueden hacer. “Nosotros, los adultos” me explicó incluirse diferentes especies. Dos de ellas, aquellas un indígena, “bebemos tanta chicha de yuca que que se llaman yúmi pirípiri (“la piripiri de la llu- nuestro estómago está siempre lleno de agua; no via”) y esáta piripiri (“la piripiri de clima seco”) son podemos, por lo tanto, causar el clima seco en la utilizadas para hacer llover o, por el contrario, pa- forma mencionada, pero un niño que no bebe chi- ra causar sequía. Ambas plantas tienen largas ho- cha de yuca puede hacerlo”. jas delgadas, pero las de “clima seco” son más cor- Las hojas de la indéshi piripiri (“piripiri del tas. En los dos casos se utilizan las raíces redondas. pelo”) son extremadamente largas y delgadas co- En una región como el Oriente ecuatoriano y Pe- mo los pelos humanos. Son utilizadas para promo- ruano, donde llueve casi continuamente, hay esca- ver el crecimiento del cabello. Igualmente se usa sas razones para que los indígenas produzcan llu- la raíz, se muele y se mezcla en agua, y el pelo se via artificialmente: la sequía en esas zonas es una lava con esta solución, con el efecto que crecerá cosa muy rara. Cuando los indígenas tratan de pro- “largo como la hierba piripiri”. ducir la lluvia por medios mágicos casi siempre lo La noa piripiri (“piripiri de la mujer”) se usa hacen simplemente por maldad, esto es, para cau- de la misma manera que la semaika, para el pro- sar a sus compañeros de tribu daño o molestia, es- pósito de ganar el amor de las mujeres como ha si- pecialmente cuando viajan por el río. Cuando en do mencionado antes. 1917 yo llegué de mi larga expedición en el río De igual manera el napi piripiri (“piripiri de la Achuares en el medio de Pastaza, estuve sorpren- culebra”) ha sido mencionado antes con relación a dido por las fuertes lluvias que duraron por sema- la curación de la mordedura de culebra. nas, causando el desbordamiento del Bobonaza y Otras plantas medicinales se mencionarán haciendo subir el río extremadamente, causando más adelante, cuando hablemos de la medicina de problemas para mi tripulación indígena. Cuando los indígenas. por fin nos acercamos a Canelos, uno de mis indí- Cuando los indígenas están viajando, siempre genas me dijo que él haría que las lluvias conti- llevan consigo algunos atados de masa de yuca nuaran “para que otros viajeros tuvieran las mis- fermentada envuelta en hojas de plátano, para que mas dificultades que nosotros”. Consiguió un es- puedan preparar la chicha en el camino donde en- pécimen de la yúmi piripiri masticó la raíz en la cuentren agua. Cuando diluyen cierta cantidad de boca, saltó al río y tomó una bocanada de agua, masa de yuca en el agua, nunca tiran lo restante, 330 RAFAEL KARSTEN sino que lo envuelven en una hoja de plátano va- El ventosear es visto por los Canelos con su- cía y colocan una piedra en el atado, dejándolo así perstición y se piensa que pone en peligro a la per- en el lugar de descanso. De esta forma, la chicha sona en cuestión; “el alma (aya) se sale así”. Cuan- de yuca que han bebido se mantendrá “fija” en el do, por lo tanto, en una fiesta de indígenas alguien estómago, y no tendrán hambre en seguida. Esta es repentinamente ventosea, es costumbre que al- la idea tanto de los Jívaros como de los Canelos. guien del resto -el que es más rápido en hacerlo- Los Jívaros, cuando están a punto de cruzar a llame la atención aplaudiendo tres veces en la es- nado un río ancho, tienen la costumbre de tragar- palda diciendo: ¡uianza, uianza!. El significado de se un pescado antes de entrar al agua. De esta ma- esta palabra es desconocido, pero la ceremonia en nera, creen, serán capaces de flotar en el agua y cuestión se considera como un acto de amistad e nadar tan fácilmente como un pez. implica que la persona que fue objeto de esto pre- De igual forma toman cuidado, antes de en- pare una fiesta. Esta fiesta se llama Uianza. Los dos trar al agua a nadar, de atarse el prepucio del pene indígenas, el que ventoseó y el que le palmeó en y de ajustarlo a la cintura por medio de una cuer- los hombros, se agarran de las manos y un tercero da que siempre llevan con ellos para este propósi- los separa como haciendo una apuesta. Esto signi- tol. Si el agua entra en contacto con el glande, se fica que el primero se ha comprometido a hacer cree, impedirá la erección en el momento adecua- una fiesta para el resto. Tiene que de una vez pre- do y causará dificultad durante el coito. parar una expedición de cacería y hacer los prepa- Los Jívaros, como los Canelos, no creen apro- rativos se lleva a cabo después de ocho días. piado el defecar en la cercanía inmediata a la ca- Otra forma de arreglar el asunto es que la per- sa y nunca dejan sus excrementos al aire, sino que sona que ventoseó está obligada a ofrecer a la otra cada vez hacen un hoyo en la tierra y luego lo lle- persona que lo aplaudió tres grandes mucahuas nan cuidadosamente. Un hechicero malvado, di- (vasijas de barro) con chicha de yuca por su “ama- cen ellos, puede tirar su “flecha” (tunchi) en el ex- bilidad”. Frecuentemente, se me dijo, de las dos cremento al mirarlo con el mal de ojo, con la con- personas en cuestión, uno es un hombre, otra una secuencia de que la persona que ha dejado sus ex- mujer. crementos expuestos se enferme y muera. Otra for- ma de deshacerse de ellos, es defecando directa- Nota mente en el río y permitiendo que los excrementos sean llevados por la corriente. Cuando viajaba con 1 Ver el Indígena desnudo en la ilustración XXIII,I. los indígenas en canoa siempre procedían de esta última forma. Capítulo X LAVIDAFUTURA, COSTUMBRES FUNERARIAS Y DE DUELO

Ni los Jívaros ni los Canelos en su estado na- tros. Un aspecto peculiar de esto último lo encon- tural conocen algún sitio especial de descanso pa- traremos en conexión con los juegos ceremoniales ra las almas sin cuerpo después de la muerte, aun- que se desarrollan entre los Canelos después de la que las dos tribus ciertamente tienen una creencia muerte del padre de familia. Primero se pueden firme en que la existencia del alma continúa des- decir algunas palabras sobre las costumbres fune- pués de su separación del cuerpo. Durante los pri- rarias en uso entre los indígenas. meros días y semanas después de la separación, el Como he dicho antes, los Jívaros nunca con- alma permanece en las cercanías de su antigua po- sideran la muerte como natural. La muerte para sada material; por lo tanto se coloca comida y be- ellos siempre suena “fuera de la naturaleza” es de- bida sobre la tumba durante algún tiempo. Pero cir, siempre se explica como el resultado directo o pronto el alma deja definitivamente toda conexión indirecto de una acción malvada, como un asesi- con el cuerpo y mantiene una existencia indepen- nato cometido por un enemigo abierto o secreto. diente: puede transmigrar a objetos terrenales, ani- Es por eso que los Jívaros anuncian una muerte de males, plantas, lomas y montañas, ríos, lagunas, la misma manera que anuncian la proximidad de etc. El denso y oscuro bosque es el lugar favorito sus enemigos, golpeando el gran tambor (tundúi) de muchos espíritus; otros se remontan hacia el en esa forma particular que anuncia a sus enemi- cielo y se convierten en activos agentes de fenó- gos que están en peligro. Esta es la ceremonia Pa- menos naturales sorprendentes, mientras que ron- kinmanawe, mencionada antes. La experiencia ha dan en el cielo y en la tierra como demonios del enseñado a los indígenas que una muerte es fre- mal. A estos demonios los indígenas les atribuyen cuentemente seguida de otra, y esto se explica por la mayoría de accidentes imprevistos, desgracias y la teoría de que los espíritus malos que causaron la pérdidas que experimentan y la mayoría de ellos muerte del paciente se están moviendo, buscando son espíritus de hombres que inclusive durante su víctimas frescas entre sus familiares. Los niños pe- vida fueron enemigos, espíritus de brujos muertos, queños están especialmente expuestos a ser “aga- etc. Es, por lo tanto, obvio que los demonios que rrados por el demonio de la enfermedad”. Así, habitan el mundo espiritual de estos indígenas ten- cuando en las otras casas se escuchan los golpes gan algo de la naturaleza de las almas humanas. del tundúi, el padre de familia de una toma un po- Algunas de las almas, llamadas wakáni por los Jí- co de agua en una calabaza y moja con ella la co- varos y aya por los Canelos, se cambian a espíritus ronilla de cada niño. Este “bautizo” se supone que del mal o demonios llamados iguánchi y supai res- protege a los niños contra el demonio de la enfer- pectivamente, y son tratados de las distintas mane- medad, es decir, del contagio. ras que hemos visto en capítulos anteriores. Por Los primeros sentimientos que la muerte des- otro lado, la clase importante de seres sobrenatu- pierta en los familiares del difunto son, por lo tan- rales que conocemos bajo el nombre de arútama to, de ira y desesperación. Las mujeres -especial- demuestran como se cree en los espíritus ancestra- mente la viuda o viudas, si el muerto era políga- les toman interés en el destino de sus descendien- mo-, empiezan a lamentarse y a llorar, gritando tes y se convierten en objetos de verdadero culto. fuertemente y arrancándose el pelo, mientras que La religión de estos indígenas en conjunto puede los hombres sacuden los puños y pronuncian mal- decirse que se origina en la deificación y adora- diciones sobre el hacedor del mal, y mencionan tal ción de los muertos, especialmente de sus ances- enemigo brujo como el autor probable de la muer- 332 RAFAEL KARSTEN te. Estas imprecaciones y estallidos violentos de ces ahí mudo y sin vida. Tu boca ha parado de ha- pena duran por un largo rato y, por supuesto, asu- blar, tu brazo está paralizado para siempre. ¡Ay de men distintas formas, de acuerdo al sexo, edad, y mí, qué será de mí!”. posición del muerto. De igual manera, el tipo de En medio de todos estos recuerdos amargos funeral varía, de acuerdo a si es un niño, una mu- otro sentimiento de pronto llega a ella. Se acuerda jer, o el patriarca quien ha muerto. de quién es verdaderamente el responsable de es- El lamentarse en el sentido propio de la pala- ta mala suerte, ya que desde el principio ha sido bra es tarea de las mujeres, es decir, de las parien- claro que la enfermedad y la muerte no han sido tes mujeres más cercanas a la persona muerta. Si el debidas a alguna ley inmutable de la naturaleza si- patriarca muere, es obligación de su viuda o viu- no al arte secreto de algún brujo malvado. Así con- das el lamentarse, y este lamento, al menos en par- tinuará de la siguiente manera: te, tiene un carácter ceremonial. Con todo, la ma- “¡Y ahí está sentado en paz, el maldito brujo nera patética con que la viuda se lamenta sobre su que se llevó la vida de mi marido con su flecha marido muerto, hablándole y diciéndole todo tipo traicionera, y se regocija por su acto, mientras que de apodos, elogiando sus buenas cualidades, re- yo, a quien ha hecho viuda, estoy aquí en agonía cordándole episodios de su vida juntos, y critican- de dolor! ¡Ay de ustedes, mis hijos, si no castigan do su propio olvido, crea una impresión poderosa la culpa de sangre y toman venganza del que hizo en cualquier extraño que escucha. Estos monólo- el mal! ¿Por qué los he traido, por qué los he cria- gos tristes de las viudas de hecho forman parte de do y educado si se olvidan de su más sagrado de- la poesía lírica de los indígenas y siempre son con- ber para con su padre y permiten que el criminal tados y acompañados con llanto. Sus contenidos escape de su merecido castigo?”. parecen ser en su parte más importante siempre los Este lamento se oye especialmente después mismos. El siguiente es un ejemplo típico de estos de la muerte y en el entierro, pero es ocasional- monólogos fúnebres. mente repetido durante largo tiempo después, El cuerpo es extendido sobre una banca en la cuando, de una u otra manera, la mujer se acuer- mitad de la casa y la viuda se mueve alrededor to- da del difunto. Temprano en la mañana siguiente da la noche, incesantemente dirigiéndose a su ma- se entierra el cuerpo. El modo de entierro, como rido muerto en más o menos las siguientes pala- he dicho, puede variar. Los Jívaros practican todo bras: tipo de funeral excepto la cremación, pero el en- “¡Oh! Mi querido marido, ¿por qué me has tierro por inhumación y de plataforma es el más dejado sola, por qué me has abandonado? ¡Qué común. Un patriarca, antes de morir, frecuente- felices hemos pasado los años juntos en armonía, mente da instrucciones a su gente sobre cómo hasta que el destino cruel y el tunchi del enemigo quiere que lo entierren, y éstas son cuidadosamen- traidor nos separó! ¡Ya nunca me despertarás en la te respetadas ya que los espíritus de los muertos mañana con tu voz, cuando estabas cocinando tu son generalmente temidos y pueden reaparecer agua de tabaco y guayusa en el fuego! Ya nunca te como fantasmas vengativos si sus órdenes y la entregaré la pininga con chicha de yuca y traeré tu atención prestada a ellos son descuidadas. Los res- comida. ¡Nunca me mandarás a los campos por la tos del patriarca, por lo tanto, son tratados de dife- mañana para traer yuca y camote, o me harás rente manera que otros, pero un principio funda- acuerdo de cuidar a los cerdos y las gallinas y los mental es que, como patriarca y dueño de la casa, perros de caza! Y cuando los amigos venían a visi- debe permanecer allí hasta después de muerto, lo tarnos, ¿quién era el que siempre me llamaba para que significa que la casa debe ser abandonada por recibirlos con fresca nihamánchi? ¿Quién, de aho- la familia. Una costumbre practicada comúnmen- ra en adelante, quitará los árboles y limpiará el te es que se coloque al muerto sentado sobre una suelo para hacer plantaciones de plátano y yuca, o kutánga, una pequeña silla utilizada por los Jíva- me ayudará a limpiar y cuidar los campos? ros, y atado a uno de los pilares centrales de la ca- ¿Quién, de ahora en adelante, me hará un tarachi sa con la cabeza apoyada en sus manos. No se de- de líneas rojas para las fiestas, quién me traerá ca- ja, sin embargo, en esta posición sobre la tierra, si- za del monte o los pájaros de colores alegres que no debajo de ella, haciendo un hueco suficiente- tú solías matar con tu cerbatana y tus flechas vene- mente grande junto al pilar, para dejar al cuerpo nosas? Todo esto has hecho por mí, pero ahora ya- sentado en esta posición. Luego se llena el hueco LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 333 y se nivela el suelo, para que puedan colocarse allí mente entierran los restos en la tierra, sin ninguna la comida y la chicha de yuca, la lanza, una canas- ceremonia particular. ta, y algunas otras cosas que se supone que el También he escuchado de otras maneras de muerto necesita en el otro mundo. La comida se disponer del cuerpo de un patriarca muerto. Así, cambia todos los días durante una semana; des- en el río Zamora, me dijeron, un Jívaro muerto ha- pués de eso no se pone ninguna atención, y la ca- bía sido simplemente envuelto en una estera y sa debe ser abandonada. amarrado al poste de la puerta de su casa en posi- De las pertenencias del muerto se dispone de ción parada, con la cara mirando hacia el interior distintas maneras. Algunas deben desaparecer con de la casa, como si estuviese entrando de todas el muerto, porque son tabú; éstas son naturalmen- formas. Tal forma primitiva y repugnante de tratar te aquellas que estuvieron en contacto con él, es- un cuerpo pienso que es, sin embargo, rara. pecialmente durante su última enfermedad, por La forma ordinaria de entierro por inhuma- ejemplo, la ropa que utilizó mientras estaba enfer- ción es frecuentemente utilizada cuando mueren mo y con la cual murió. Lo mismo vale con res- mujeres y niños. El sitio del entierro puede ser la pecto a la pininga de la cual comió y la calabaza casa o fuera de ella, y es curioso que en el primer que utilizó como taza para tomar. Todos estos artí- caso los miembros de familia continúan viviendo culos, a los cuales se les atribuye el tabú de la en- allí. Una tumba, por ejemplo, se cava simplemen- fermedad y muerte, son enterrados con el cuerpo, te en una esquina de la casa, o cerca a una de las o destruidos de alguna otra forma. De igual mane- paredes, y el cuerpo es colocado ahí en posición ra, su peinilla, dejando de lado si la usó o no du- recostada, luego la tumba se rellena y nivela para rante su enfermedad, es destruida, evidentemente que se parezca al resto del suelo de tierra. Fre- porque su peinilla que ha estado en contacto con cuentemente he visitado casas indígenas donde el pelo del hombre muerto es eminentemente ta- mujeres y niños han sido enterrados en esta forma, bú. Algunas otras y más valiosas pertenencias son, y he podido confirmar que el resto de habitantes por otro lado, guardadas si no han estado en con- encuentran este asunto como totalmente natural. tacto reciente con él, por ejemplo, su mejor itipi o Parece ser que en este caso no hay temor de los falda utilizada para fiestas y visitas, su cerbatana, y fantasmas de los muertos, probablemente porque sus lanzas (con la excepción de una que se deja los espíritus de mujeres y niños nunca son temidos sobre la tumba). Estos objetos los heredan sus hijos en el mismo grado, como los espíritus de hombres, y los dividen entre ellos. Cuando una mujer se y especialmente de hombres viejos y de curande- muere, sus pertenencias -con excepción de aque- ros. Tampoco se colocaba comida o bebida sobre llas destruidas o enterradas con el cuerpo- son he- las tumbas de las mujeres enterradas en la casa en redadas por sus hijas. ninguno de los casos que observé. Inclusive más común entre los Jívaros es el fu- En otros casos las mujeres muertas son ente- neral de plataforma. En este caso, el cuerpo es ge- rradas afuera, a una corta distancia de la casa. Se neralmente colocado en una especie de ataúd que levanta un refugio primitivo de paja que descansa consiste en un tronco hueco, que luego se cierra sobre cuatro palos y el cuerpo es enterrado deba- con pedazos de corteza y bejucos. El ataúd es lue- jo él. go colocado sobre un marco de palos altos en la Por último, se da también entre los Jívaros un mitad de la casa. Naturalmente la casa se abando- tipo de funeral de urna, pero solo para niños pe- na como en el primer caso. Cuando uno de los queños. Las urnas utilizadas para este propósito otros miembros de la familia se muere, por ejem- son las grandes vasijas de barro en las cuales se plo una esposa o un hijo o hija, su cuerpo se colo- conserva la chicha de yuca. El cuerpo del niño se ca de la misma manera: se pone en el tronco hue- coloca en la urna en cuclillas, como un feto en el co de un árbol, y este nuevo “ataúd’ es colocado vientre de su madre, luego se cierra con otro plato junto al primero en la misma plataforma. Así sur- más pequeño de barro. Donde las dos vasijas se gen verdaderas “tumbas familiares” entre los Jíva- tocan, se sella con arcilla, para que la urna esté ros que, por supuesto, solo existen por un tiempo herméticamente cerrada. Se coloca sobre un trípo- limitado, ya que ambos, casa y ataúdes, están ex- de cerca de uno de los pilares de la casa en la mis- puestos a podrirse en algunos años. Cuando esto ma forma como las vasijas que contienen chicha ha pasado, los parientes que sobreviven simple- de yuca, y así se mantienen los restos del niño por 334 RAFAEL KARSTEN

que ponga en peligro a otros parientes: pueden enfermarse y morir ellos mismos, ya que el mal espíritu que se llevó la vi- da de su pariente puede también llevarse su pro- pia vida. El temor al tabú de la muerte ha dado lugar entre los indígenas a cier- tas otras precauciones, algunas de las cuales son muy peculiares en su na- turaleza. Primero, las pa- rientes mujeres del difun- to, y especialmente la viuda o viudas, tienen Fig. 11. Una “tumba familiar” de los jívaros. Los féretros son colocados que cortarse el pelo cor- en los andamios de la casa, la cual es abandonada por sus habitantes to, inmediatamente des- pués de la muerte y asi- largo tiempo y luego se los entierra. Si estos entie- mismo se abstienen de utilizar ornamentos. Una rros de urna tienen alguna conexión con alguna viuda no puede volverse a casar hasta que su pelo idea especial de renacimiento, etc., no lo puedo haya crecido largo otra vez o en aproximadamen- asegurar. te un año. También se la purifica con el humo de No hay entierro en los casos de personas que un nido de termitas que viene quemado como ya han muerto en la guerra y cuyas cabezas han sido se ha dicho. Otros miembros de la familia también llevadas por sus enemigos. Un cuerpo muerto se tienen que pasar por medio de una ceremonia de entierra sobre todo por el alma, pero el alma de un purificación, que fundamentalmente consistente familiar muerto en la guerra fue llevada junto con en agua de tabaco o ají fuerte tirado en los ojos. su cabeza, por lo tanto, sería inútil dar un entierro Entre los Jívaros que viven en Yaupi, un pequeño a su cuerpo. tributario del alto Morona, esta purificación está Que una muerte dé lugar a muchos tabúes es conectada con un curioso juego de la gallinita cie- natural. Ya hemos visto cómo la vestimenta y cier- ga y se desarrolla de la siguiente manera. El cuer- tos otros artículos que han estado en contacto con po es enterrado al segundo día después de la el muerto se destruyen y se hacen desaparecer. Lo muerte. En el mismo día, los parientes sobrevivien- mismo puede decirse de las mismas personas en tes deben abandonar la casa, una regla siempre duelo, quienes están cercanas a la fuente de esta observada entre los Jíbaros cuando el patriarca misteriosa contaminación. Por lo tanto, los parien- muere. Todo se empaca en bolsas, listo para salir. tes más cercanos deben restringir sus dietas por al- Antes de que los indígenas dejen la casa, tiene lu- gunos días: se les prohibe comer maní, cerdo y gar la siguiente ceremonia. Una mujer vieja ha carne de gallina, así como sal y ají. No pueden preparado en una pequeña calabaza una mezcla masticar caña de azúcar, ni tampoco comer un de ají (himya) y agua, y los miembros sobrevivien- plato de yuca hervida llamado sumbi. Pueden, en tes de la familia serán “preparados” con esta medi- cambio, beber chicha de yuca. En vez de comer la cina. Todos ellos se disponen en círculo en la mi- carne de animales domésticos pueden comer cual- tad de la casa y la mujer vieja les cuelga alrededor quier tipo de cacería. Cuando han pasado cuatro del cuello un collar peculiar que consiste en un hi- días, pueden comer carne de gallina, y después de lo de algodón al cual está amarrada una pequeña seis días, pueden comer todo. Durante seis días espina de chonta. Esta ceremonia particular se lla- también deben abstenerse de las relaciones sexua- ma yupingrama y es conocida entre todas las tribus les. Cualquier violación de estas reglas es posible jívaro. Luego, la mujer vieja va alrededor, inyec- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 335 tando un poco de agua de ají en los ojos de cada una solución de ají o de agua de tabaco. Al mismo miembro de la familia, inclusive de los niños. El lí- tiempo, se desarrolla la ceremonia peculiar que re- quido fuerte vuelve a las personas temporalmente cién he descrito bajo el nombre de Yupingrama. El ciegas, asi que no pueden abrir los ojos. La vieja se hombre o la mujer más viejos, habiendo colgado esconde en una esquina de la casa, o detrás de el hilo de algodón con la espina de chonta alrede- uno de los postes de chonta que sostiene la caza. dor del cuello de una persona, le aventean ligera- El resto de gente empieza a buscarla a tientas. Si mente la cara con un atado mágico de hojas que alguien se golpea con la mujer, ésta le explica: “Tú los Jívaros llaman shingi-shingu, para espantar las seguramente hubieras sido el primero en morir de malas influencias. Luego de lo cual, todos ellos en la misma enfermedad”. Si luego de una larga bús- una fila ordenada, abandonan la casa para siem- queda nadie la encuentra, ella declara: “Está bien, pre. nadie más de la familia morirá de esta enfermedad. Entre los Achuaras del medio Pastaza, es cos- Ahora vamos, que la enfermedad (iguanchi, el de- tumbre que las personas en duelo, después de que monio) no nos pueda alcanzar”. Se ponen en una el muerto ha sido enterrado, se pinchen ligeramen- fila, toman sus bolsas en los hombros y se alejan te el cuerpo entero, en los brazos, las piernas, los de la casa. La vieja sale al final de todos, espar- hombros, el pecho y el estómago con una flecha ciendo cenizas sobre las pisadas de los indígenas puntiaguda como la que los Jívaros utilizan para que caminan. las cerbatanas. Esto se cree que los protege del al- Con respecto a la ceremonia llamada yupin- ma del muerto. En un sueño los parientes más cer- grama,1 donde una espina de chonta viene colga- canos pueden encontrarse con el alma que les di- da alrededor del cuello de las personas en duelo, ce: “Ven, bailemos juntos”. Luego el espíritu de la el significado es claramente indicado por los indí- persona aludida contestará: “No, no puedo, por- genas mismos. El patriarca ha muerto a conse- que tengo el cuerpo lleno de heridas”. Si no se ha cuencia de una espina de chonta enviada por un pinchado en la manera descrita, obedecerá al lla- brujo hostil; consecuentemente, cuando tal espina mado del alma del pariente muerto para bailar con es colgada alrededor del cuello de las personas en él, y como consecuencia morirá pronto. Los duelo, actúa como un amuleto que los protegerá Achuaras, por lo tanto, dicen que se han pinchado contra la flecha mágica del mismo tipo. Igualmen- de la manera descrita “para no morir”. te, por supuesto, el juego de la gallinita ciega es Como he dicho, el lamentarse no se limita a por su naturaleza una defensa, como algunos otros los días inmediatos después de la muerte, sino que juegos de este tipo que ahora mencionaré. se repite de vez en cuando por un largo período Aparte de este último detalle, los Jívaros siem- después, cuando de una u otra forma la mujer se pre consideran necesario desarrollar una ceremo- acuerda de su pérdida Ella puede repentinamente nia de purificación con los sobrevivientes, después interrumpir su trabajo para abandonarse a momen- de la muerte, especialmente la del patriarca. Cuan- tos de lamentación llorando ruidosamente y repi- do el ataúd ha sido colocado sobre la plataforma, tiendo algunas de las frases ya descritas. Parece ser se cree que el demonio de la muerte (iguanchi) to- que la llegada de un extraño a la casa es un hecho ma su asiento sobre él, en forma de pájaro, listo particular que la induce a repetir su lamento y el para caer sobre cualquier persona que entra en visitante frecuentemente tiene la impresión de que contacto con los cuerpos colocados allí; ésta es la el lloro es una manera de bienvenida. Uno de los explicación dada por los indígenas mismos. Este huéspedes -como me han explicado los mujeres jí- demonio es el espíritu del mal que ha causado la varo- puede recordarle de alguna manera a su ma- muerte del paciente, pero también se identifica, en rido muerto y así despertar en ella la pena y extra- una forma misteriosa, con el alma sin cuerpo del ñamiento por su marido. O se acuerda de cómo su patriarca muerto, que se supone está celoso de sus marido recibía a tales huéspedes. “Si él viviera parientes sobrevivientes. Entre los Jíbaros del Upa- ahora, su primer acto hubiera sido el llamarme pa- no y alto Pastaza, no tiene lugar ningún juego de ra traerles chicha de yuca”. Tales asociaciones de la gallinita ciega pero antes de que la familia deje ideas son características en las mujeres indígenas. la casa, cada uno de sus miembros tiene que ser Su lamento después de la muerte de un pariente tratado en la forma descrita antes; el hombre o la querido no puede explicarse simplemente como mujer más viejos de la familia le ponen en los ojos una ceremonia vacía; es, sin duda, parte de una 336 RAFAEL KARSTEN expresión de lamento genuino que muestra la mis- pasos en la casa y desapareciendo otra vez. Fre- ma capacidad de sentimientos tiernos como apare- cuentemente el espíritu está hambriento y viene a cen en la poesía lírica de los indígenas, por ejem- buscar comida. Abre las grandes vasijas de barro plo, en canciones dirigidas a los pájaros, en rela- donde se fermenta la masa de yuca para la chicha. ción con ciertas festividades. Luego aparece como si la mano de un niño hubie- Como aparece de las afirmaciones anteriores, ra estado dentro de la vasija tomando la yuca. “Los hay un gran temor al demonio de la enfermedad y espíritus”, los indígenas explican, “necesitan solo de la muerte, el cual se identifica más o menos con un poco; ellos solo consumen la esencia de la co- el espíritu de los muertos. Los espíritus de los vie- mida y la bebida”. jos, especialmente los de los patriarcas y curande- Para mantener a los espíritus de personas re- ros, son particularmente temidos, y la comida y cientemente muertas alejados de la casa, los Jíva- bebida que se coloca sobre sus tumbas es ofrecida ros tienen la costumbre de pintar sobre las puertas principalmente con la intención de hacerles partí- pequeñas figuras humanas con las manos extendi- cipes y ganar sus favores. Los patriarcas muertos das, figuras de culebras, pájaros, etc. Los Jívaros, necesitan ser venerados, y si no se les otorga el como hemos visto, no solo usan puertas primitivas culto bebido, ellos pueden cobrar venganza. Que que consisten de unos cuantos palos con que cie- el culto de los muertos sea en primer lugar inspira- rran la entrada, sino también puertas que se ase- do por temor, aparece en las palabras que se diri- mejan más a las de las personas civilizadas. Las fi- gen al espíritu cuando los parientes están a punto guras en cuestión, como se me informó, represen- de abandonar la casa, después de dejar los ofreci- tan las almas de los muertos (wakáni) y no son de mientos sobre la tumba: “¡Toma esta comida, espí- ninguna manera decoraciones. “A los muertos”, se ritu, y no nos hagas daño! ¡Si quieres causar ma- me dijo, “les gusta visitar a sus parientes y pueden les, anda donde los Shuaras de otras familias o tri- enviarnos enfermedad y muerte o algún otro infor- bus, nuestros enemigos, y hazles daño, pero déja- tunio. Pero cuando encuentran sus propias imáge- nos en paz!”. nes pintadas sobre la puerta, no nos hacen ningún Se piensa que a los espíritus de los muertos daño”. Esta es otra expresión del hecho de que los (wakáni) les gusta visitar a sus parientes sobrevi- espíritus de los muertos son simplemente conjura- vientes, inclusive cuando se han mudado a otra dos o de alguna manera controlados y mantenidos casa, y en caso de que su culto haya sido descui- alejados por medio de las figuras que los represen- dado pueden castigarlos, enviándoles enfermeda- tan. des, matando a los cerdos, gallinas o perros, o ro- A pesar de que los muertos, como regla, están bando a los niños pequeños. Un wakáni de esta resentidos, también pueden recompensar a tales naturaleza es visto como un iguánchi malo. Puede, parientes por cumplir sus deberes hacia ellos, otor- durante su sueño, tentar hasta a las almas de per- gándoles todo tipo de bendiciones materiales. A sonas adultas a seguirlas al bosque, donde les da este punto se puede ver mi descripción más deta- de comer cierto escarabajo, llamado shúndu, con llada de los juegos ceremoniales realizados por los la consecuencia que la persona en cuestión se vol- Canelos durante los funerales. verá demente. Cuando el wakáni visita la casa, en- tra en una especie de sombra y es por regla invisi- Nota ble. Sin embargo, alguien de la casa puede verle 1 Yupingrama literalmente significa: “El hacerse por un momento mientras entra, dando algunos conocedor”, “el tomar precauciones”. Capítulo XI LAS COSTUMBRES FUNERARIAS Y DE DUELO ENTRE LOS CANELOS

Las costumbres observadas por los Canelos El lamento entre los Canelos es parecido al de después de una muerte, en algunos aspectos difie- los Jívaros. De igual manera es costumbre que los ren considerablemente de aquellas de los Jívaros, visitantes que llegan a la casa donde ha sucedido y son en parte de gran interés. Como hemos visto, recientemente una muerte sean recibidos con la- comparten la creencia de sus parientes salvajes mentos. La mujer canelo siempre se lamenta can- con respecto a las causas de la muerte, a pesar de tando, pero como canta llorando violentamente, que las consecuencias prácticas de esta creencia es algo difícil escuchar la melodía. Es característi- no son definidas. Siendo cristianos de nombre, co de esta canción que siempre empiece en false- ahora practican solo una forma de disponer de los te en tono alto y fuerte; después la voz gradual- restos de los muertos, principalmente el entierro, mente disminuye y los últimos tonos solo se escu- pero antes era común también el funeral de plata- chan como un murmullo bajo y lejano. La siguien- forma. Entre algunos Canelos, por ejemplo, los que te es la canción usual de la mujer canelo: viven en Sarayacu, que son grandes canoeros, el ataúd consiste simplemente de una canoa de dos Nyuca curilla, partes donde se coloca el cuerpo y se lo entierra. Nyuca cusalla, Imantat saquishcani, “En su vida”, explican los indios, “el difunto había Imantat hichuscani, viajado frecuentemente en canoa, por lo tanto de- imata tucushcani? be hacer su último viaje en una canoa”. Los Cane- los no están aún influenciados de las ideas cristia- “Mi querido,1 nas de cielo e infierno y no han desarrollado nin- mi querido maridito, guna teoría sobre el lugar de descanso final de los ¿por qué me has dejado?, muertos. ¿por qué me has abandonado? ¿Qué será de mi?”

Lo que hace particularmente singulares las estos indígenas la costumbre prescribe que duran- costumbres funerarias de los Canelos, son los jue- te la primera noche después de la muerte del jefe gos ceremoniales que se desarrollan la primera no- de la familia o del ama de casa, los parientes so- che después de la muerte, durante el velorio. Entre brevivientes deben realizar un velorio en el que se 338 RAFAEL KARSTEN

entretienen entre otras ta la base de la canoa, sale para arriba, llambui, el cosas con un juego de jugador ha perdido su tiro. Si el lado hueco de la dados. El objetivo de este canoa sale para arriba también se reconoce como juego es parcialmente el “nada”, pero no hay ningún nombre específico pa- distribuir la propiedad de ra esto. Si alguno de los lados que están provistos los muertos entre los so- de 3 ó 10 huecos sale para arriba, el jugador reci- brevivientes, ya que de be 3 ó 10 granos de maíz respectivamente, y éstos otra manera es tabú y no los coloca a un lado. puede ser tocada por na- Cuando el patriarca o la matriarca mueren, es die, parcialmente para obligación de los parientes sobrevivientes pasar la protegerlos del contagio primera noche velando “para acompañar el alma de la muerte, es decir, (aya) en su último paseo”. Durante la primera no- del demonio de la enfer- che, el alma permanece en casa, cerca del cuerpo, medad y de la muerte. pero luego se va al cielo a las montañas o los bos- Este juego tiene su origen ques. Ya que el muerto ha viajado frecuentemente en las culturas andinas durante su vida en canoa, empieza su último viaje de Ecuador y Perú, don- también en canoa. Esta es la razón por la cual los Fig. 12. El dado huairitu de todavía se juega en indígenas de Sarayacu le dan esa forma al lado. de los Indios Canelos una forma algo diferente Entre estos indígenas, así como entre los Qui- entre los Quichuas. chuas de la Sierra, solamente los hombres toman El juego entre los Canelo se llama Huairitu - parte en el juego, nunca mujeres y niños. Asimis- un diminutivo de Huayru, de los indígenas serra- mo, solo los invitados especiales pueden jugar, nos- y el dado consiste de un pedazo de yuca, más nunca los parientes más cercanos del muerto. Si o menos de 10 ó 12 centímetros de largo, con cua- alguno de los parientes juega huairitu, el muerto lo tro lados, cada uno de aproximadamente 3 ó 4 llevará con él al otro mundo, es decir, morirá pron- centímetros de ancho. Ambas puntas son planas to. De igual manera, entre los Canelos se conside- para que pueda pararse. Si se juega en honor de ra una gran ofensa contra el padre muerto que al- una mujer muerta, el dado es algo más pequeño guien se duerma esa noche. El alma misma del que si el muerto es un hombre. De los cuatro lados muerto no deja en paz a tal indígena, sino que lo uno está provisto de tres huecos pequeños: se lla- jala de los pies para que no pueda dormir. Si en ma singu, tal como se llama todo el dado. El lado verdad se duerme, su sueño será muy inquieto. Por opuesto está vacío y por lo tanto se llama llambui la mañana, cuando se despierte, se sentirá cansa- (cero, nada). De los dos lados que restan, uno nor- do y enfermo y después de poco morirá. malmente tiene cuatro huecos, chuscu en qui- Tan pronto como el enfermo ha expirado, se chua, y el otro diez, chunca. invita a personas de todas las casas de la vecindad Entre los indígenas de Sarayacu, uno de los para que tomen parte en el velorio y jueguen huai- cuatro lados es hueco para que toda la pieza se pa- ritu. Los invitados llegan después de la puesta del rezca a una canoa; ambas puntas también son pla- sol y son, como es costumbre entre estos indíge- nas. El lado opuesto, que forma la base de la ca- nas, generosamente entretenidos con cerveza de noa, está vacía, llambui; de los otros dos lados uno yuca (asua). El muerto es vestido con su mejor ro- tiene tres huecos pequeños (singu), el otro diez pa y colocado en el féretro en una de las paredes (chunca). de la casa. A su alrededor se coloca comida de to- Aparte de esto, el juego huairitu se juega de la do tipo: yuca, plátano, gallina, huevos, chicha, misma manera entre los Canelos que entre los de etc., todo dirigido al difunto. Los jugadores se aco- Sarayacu. La siguiente es la manera en que se de- modan en dos filas, opuestos unos a otros, para sarrolla el juego en Sarayacu con el dado en forma que cada jugador tenga un oponente. Si alguien ti- de canoa. ra singu, recibe, como ya se ha mencionado, tres Si el dado, cuando es tirado, permanece erec- granos de maíz, que se guardan hasta la mañana; to, el jugador ha ganado la apuesta y además tiene uno que tire chunca recibe diez, y así por el estilo. el derecho u obligación de “castigar” a sus opo- El jugador que se gana la apuesta tiene el de- nentes. Si, en cambio el lado vacío, que represen- recho de castigar a su oponente: generalmente lo LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 339

Es una obligación de los sobrevivientes el honrar al muerto con un juego de huairitu. Si no hay velorio y el juego no tiene lugar, el muerto se siente ofendido y puede suceder que tome vengan- za sobre sus parientes, al enviarles enfermedad y muerte, fracaso en las cosechas y hambruna, o al- gún otro infortunio. Por otro lado, recompensará a aquellos parientes que le ofrecen el honor debido. Sus animales domésticos se incrementarán en nú- mero y sus campos florecerán; en su casa nunca faltará comida, habrá suficiente yuca, plátano, ca- za, etc. Inclusive hará que aquellos que ahora le rinden este servicio de amor tengan ellos mismos, cuando mueran, gente que los honre de la misma manera. Los Canelos conocen otro juego de dados que se juega después de una muerte, pero éste ahora ha caido casi en desuso. Se llama singu o huairitu como el juego antes descrito, pero el dado que se usa es de otro tipo. Este dado, que más apropiada- mente puede llamarse una tabla de juego, consis- Fig. 13. Otro dado huairitu te de un disco de madera casi circular, de casi 15 centímetros de largo y 2 ó 3 de grueso. El anverso es algo convexo, para que el disco pueda ser fácil- hace pegándole en la parte posterior de la mano mente puesto en movimiento haciéndolo girar. En con su propia mano o dándole un capirotazo en la el lado derecho del disco se graba una pequeña fi- frente. gura humana. Esta figura representa el alma del Temprano en la mañana las gallinas, ganadas muerto (aya) y se llama huahua huairitu, “el bebé- por los jugadores durante la noche de juego, son huairitu”. Sobre los dos lados de esta figura se apli- sacrificadas, cocinadas y comidas entre todos con can tres pequeños huecos y uno más entre sus yuca y plátano. Cada jugador asimismo cuenta los piernas, de la forma como aparecen en el gráfico granos que han ganado, manteniendo una cuenta (Fig. 13). Así hay en total siete huecos sobre el dis- especial de cuántas veces tiró singu y cuántas co. chunca. Estos granos generalmente no tienen una El cuerpo se coloca en un féretro en la mitad importancia práctica; solo indican el favor relativo de la casa. Sobre su vientre se coloca una tabla o otorgado a él por el muerto. algo plano similar y sobre esto se ajusta una tela. Para la mente indígena, el huaritu no es sim- Sobre esta tabla se coloca el dado singu. plemente un juego de azar. Se cree que el alma Los jugadores se acomodan a los dos lados ronda sobre el cuerpo toda la noche, interfiriendo del féretro. Como es usual, todos son invitados a la en él. El jugador solo tira el dado al suelo; es la fiesta y todos son hombres. Cada jugador al llegar mano del muerto que lo coloca en una u otra po- a la casa ha traido consigo una pequeña calabaza sición, de acuerdo a si quiere favorecer o no al ju- conteniendo carbón y un poco de agua. Con esta gador. materia colorante los invitados se pintan ciertas Así como aquellos que no ganan nada pero ti- marcas ornamentales en la cara antes de que em- ran repetidamente llambui, son considerados más piece el juego. o menos antipáticos al muerto y por lo tanto, cas- Alrededor del féretro y de cada jugador, la tigados, por el contrario, aquel que gana más es viuda del muerto coloca un número igual de cala- considerado como su amigo favorito y particular. bazas que contienen diferentes tipos de comida Él es por consiguiente honrado por los parientes y que pertenecieron al muerto cuando vivía: yuca, por la mañana sale de la casa enriquecido con los plátano, nueces, huevos, chicha, así como gallinas regalos de yuca, plátano, huevos, chicha, etc. vivas amarradas por las patas. La comida y las ga- 340 RAFAEL KARSTEN llinas se apuestan durante el juego. Todo en reali- nente tiene adelante de sí. Si éste, por ejemplo, tie- dad está dirigido al muerto, pero ya que un alma ne dos gallinas y cuatro huevos, el ganador recibe necesita solo un poco de comida, el muerto distri- una gallina y dos huevos; también recibe la mitad buye la mayor parte entre los jugadores, de acuer- de su chicha y así en adelante. do a cómo los aprecie. Si, después de dos rondas, solo un grano ha Cada uno de los jugadores tiene un oponen- entrado en un hueco, el jugador tiene derecho so- te, quien se sienta frente al que está al otro lado del lamente a una cuarta parte de la cantidad de comi- féretro. Si un jugador es victorioso en el juego, ga- da que posee su oponente. Por otro lado, si los na la porción de la comida de su oponente. Si pier- cuatro granos han entrado en los huecos y, por me- de, pierde su propia porción a favor de su oponen- dio del examen de control, al dar vuelta a la tabla, te que además tiene el derecho de castigarle. ninguno ha caído, entonces el jugador gana todo En el juego se utilizan cinco granos que son lo de su oponente, y esto debe ser entregado de in- tirados sobre la tabla del singu. Los jugadores tiran mediato. Al mismo tiempo, el que ha perdido está los granos por turnos: primero uno de la fila A, lue- fuera del juego ya que no tiene nada más para ju- go su oponente A de la otra fila; luego B de la pri- gar y el ganador tiene el derecho de castigarle, mera fila, y B de la otra, y así adelante. dándole un capirotazo en la frente. De los cinco granos, uno se coloca en el hue- Si, por otro lado, después de tirar dos veces, co que está situado entre las piernas de la peque- ningún grano ha entrado en un hueco, el jugador ña figura. Este grano indica la participación del ha perdido su parte de la comida a favor de su muerto en los platos disponibles y, por lo tanto, no oponente; es castigado y sale del juego. deberá ser tocado o removido por los jugadores. Si con los dos tiros el jugador no gana nada, Los cuatro granos que sobran son tomados por el se llama llambui (nada, cero). Si todos los granos jugador a quien le toca el turno de tirarlos, y toma entran en un hueco, todos los jugadores llaman: posición a la cabeza del cuerpo. La tabla usual- llámbui gánan, “él ha ganado todo”. El juego con- mente se coloca para que la pequeña figura esté tinua hasta que queda un solo jugador. orientada en la misma dirección del cuerpo, su ca- Como he mencionado, los jugadores nunca beza siendo colocada hacia la cabeza del cuerpo. tocan el grano colocado entre las piernas de la fi- El jugador lanza todos los granos de una sola vez gura intencionalmente, porque indica la parte de sobre la tabla, con la intención de que entren en algunos de los seis huecos vacíos. Podemos supo- ner que un grano entre en uno de los huecos, mientras que los otros se caen. En ese caso, el ju- gador tiene derecho a repetir la jugada con los tres granos y, si prefiere, puede tirarlos desde el lado de los pies del cuerpo. Podemos suponer que un gra- no más entre en un hueco. Ahora el jugador toma la tabla con los dedos, de la manera como enseña el dibujo (fig. 14) y le da vuelta cuidadosamente. Esto debe hacerse para que los tres granos que ya- cen en los huecos, es decir, los que ya habían sido colocados entre las piernas de la figura al ser lan- zados en los huecos, no se salgan. La maniobra de dar vuelta a la tabla se repite una vez más. La idea es confirmar que el resultado no fue accidental, si- no que el muerto verdaderamente está dispuesto a dar mucho de su parte al jugador, como lo indica el resultado. En otras palabras, se le da una opor- tunidad para confirmar el resultado, y posiblemen- te alterarlo. Si dos granos han caído en sus huecos, significa que el jugador ha ganado 4-2, es decir, una mitad de la cantidad de comida que su opo- Fig. 14. Haciendo girar la tabla huairitu LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 341 la comida del muerto. A veces sucede, sin embar- muerto se pone una bola de algodón y se la pren- go, que un jugador, cuando tira los granos sobre la de. Los hombres que juegan se colocan a los dos tabla, accidentalmente toca el grano de entre las lados del cuerpo y soplan sobre el algodón que se piernas de la figura, de tal manera que éste se cae. quema de acá para allá, y mantienen a la pequeña Esto es visto como algo muy desafortunado ya que bola en constante movimiento. a consecuencia de este tiro el muerto pierde su Cada jugador que se encuentra con la bola parte. La viuda y los otros parientes, quienes no to- exactamente delante suyo la sopla al otro lado, de man parte en el juego pero lo siguen con mucho donde otro jugador la sopla hacia otra dirección. interés, empiezan a llorar y lamentarse, exclaman- El objetivo del juego es el de anular todo tipo de do: “¡Él ha tomado su parte!” Puede también suce- contagio que provenga del cuerpo, ya que se teme der que durante el examen de control, llevado a que el demonio de la enfermedad pueda despren- cabo cuando se da vuelta a la tabla, un jugador derse hacia otras personas entre los parientes so- por descuido o por maldad da vuelta tan rápido brevivientes2. que, no solo sus propios granos, sino los del muer- Todos los indígenas me han declarado expre- to se salen de sus huecos. samente que el juego no se juega por placer o co- Se me dijo que no le es permitido a nadie dor- mo pasatiempo, sino que es un deber absoluto ha- mirse durante toda la noche. Si alguien parece que cia el muerto. Aparte de los detalles del juego, lo va a hacer, se le acerca a los ojos un algodón en aparece claro que si se omite este deber -es decir, llamas. el velorio y el juego de los dados- se supone que Todo el juego es un tributo de honor que se sobrevienen graves consecuencias. Los Canelos ni da al padre muerto. Este se supone que se siente siquiera querían enseñar cómo se jugaba el huau- adulado y recompensará a sus queridos parientes ritu, sino que me lo explicaron verbalmente. Si el por ello. Él mismo toma parte en el juego, dando dado es jugado sin necesidad, según el informante buena suerte a uno, mala suerte a otro. Su alma es- alguien de la casa puede morir. tá presente en la pequeña tabla, y cuando se le da Los Canelos que están relacionados con los vuelta, en el examen, los indígenas se imaginan indios del Napo practican otros tipos de juegos du- que el alma se da vueltas. Cuando los granos se ti- rante el velorio, Estos juegos, sin embargo, no son ran sobre el cuerpo, se cree que esto apresura el como los de dados, sino de otro tipo. A pesar de deterioro del cuerpo, después de lo cual, el alma, que estos juegos están más de moda entre los in- será liberada de los lazos materiales y podrá em- dios del Napo que entre los Canelos, los describi- pezar sus viajes al cielo. ré aquí. Si, como resultado de una jugada, dos de los Pude observar cuatro juegos de este tipo: granos caen en huecos que están opuestos a los 1. El juego de la gallinita ciega. A uno de los dos lados de la figura, forman, con el grano colo- indígenas que representa al muerto se le vendan cado entre las piernas de la figura, una cruz. Esta los ojos. Su tarea es la de agarrar a alguien de los jugada es considerada un buen presagio: el alma presentes. Estos corren a su alrededor, tocan sus del difunto pronto entrará en el cielo. manos y le juegan todo tipo de trucos para atraer Cada jugador en la mañana puede llevarse la su atención, tratando al mismo tiempo de evitarlo. comida que ha ganado durante la noche y comér- Si el jugador que está vendado tiene éxito en aga- sela. O, si los ganadores lo prefieren así, se prepa- rrar otro hombre, éste debe hacer de vendado has- ra comida comunitaria con toda la cantidad de co- ta que haya agarrado a alguien más, y así, hasta mida por la mañana, temprano. En ella toman par- que los indígenas quieran seguir jugando. te todos, invitados y anfitriones, ganadores y per- 2. Jugar con algodón prendido. Los hombres dedores. que juegan se sientan en el suelo en círculo, alre- El juego huairitu, tanto el mencionado ante- dedor de una gran tela o manta que es agarrada riormente como el descrito arriba, generalmente por todos firmemente y levantada algo del suelo. no se juega toda la noche, porque la comida que Una o dos bolas de algodón se prenden y se echan se coloca se distribuye como regla antes de la ma- sobre la tela; la bola de fuego viene soplada de acá ñana. El resto de la noche se pasa jugando otro ti- para allá sobre la tela por los hombres que la sos- po de juego, con bolas de algodón prendido. So- tienen. El indígena que se encuentra con la bola bre la tabla que se coloca en el estómago del delante de sí, la sopla al lado opuesto donde otro 342 RAFAEL KARSTEN la sopla en otra dirección y así adelante. Al mante- toma parte activa en ellos. Así, por ejemplo, en el ner la bolita en constante movimiento es posible primer juego, es el mismo indígena muerto, o ha- continuar el juego con el algodón prendido varios blando más propiamente, el espíritu de la enferme- segundos, sin que la tela se queme. Cuando una dad y la muerte, quien está buscando nuevas víc- bola es consumida por el fuego, se prende otra y timas entre los sobrevivientes, quien hace la parte se tira sobre la tela, o tal vez dos al mismo tiempo. del hombre venado. De igual manera, en el cuar- El juego continúa hasta que los jugadores se can- to juego el indígena, que llama sirasu catuaini y san. Como se puede ver, el juego es muy parecido trata de agarrar al último hombre en la fila, repre- al ya descrito que se desarrolla en relación con el senta el dominio de la enfermedad. Los indígenas juego de los dados. tienen la idea de que al representar dramáticamen- 3. El juego del alfiler oculto. El cuerpo del te la manera como el demonio agarra a los sobre- muerto, vestido en su mejor ropa, yace en el fére- vivientes, tienen la capacidad de prevenirse de ser tro en un lado del cuarto. El juego en sí consiste en llevados en la realidad -un principio que sirve de ocultar un alfiler o una aguja en algún lugar entre base para núnerosos juegos, danzas, y otras cere- las ropas del difunto: algunas veces inclusive en el monias de los indígenas de Sud América-. Así, por cuerpo, por ejemplo en sus pies. Uno de los juga- ejemplo, las danzas de máscaras están basadas dores se arrodilla frente al féretro y otro, parado completamente en esta idea. El juego con el algo- atrás de él, coloca sus manos sobre los ojos del dón prendido es una ceremonia de purificación. que va a buscar, para que no pueda ver. Ahora le Los indígenas otorgan virtudes mágicas al algodón toca al indígena encontrar el alfiler oculto, tocan- en sí, y el algodón prendido se cree que destruye do con sus manos entre la ropa del difunto. Tan el contagio de la enfermedad (usualmente personi- pronto como ha encontrado el alfiler, debe vaciar ficada en un demonio) y a los sobrevivientes con- él solo una calabaza llena de aguardiente. Luego, tra la infección. La misma idea se manifiesta igual- él mismo esconde el alfiler entre las ropas del di- mente en el juego con el alfiler oculto. Instrumen- funto, permitiendo que otro indígena se arrodille tos puntiagudos, como alfileres y agujas, son con de la misma manera frente al cuerpo para buscar- frecuencia utilizados como amuletos en contra de lo. Tan pronto como éste ha encontrado el alfiler, malos espíritus. El alfiler se oculta en la fuente mis- toma aguardiente de la misma forma y oculta el al- ma de la enfermedad, en el cuerpo en sí. Cuando filer para alguien más. los indígenas lo buscan y lo encuentran dicen es- 4. Sirasu catuaini huasháma es el nombre que tar inmunizados contra la enfermedad. El aguar- los indios del Napo le dan al cuarto juego que, co- diente que los indígenas beben después es un pro- mo veremos, se juega de manera muy similar en filáctico contra el temido espíritu. Los indígenas Europa. Los jugadores se colocan en una fila, uno son bastante conscientes del significado de estas detrás de otro. Un indígena que representa al ceremonias cuando dicen que juegan en la forma muerto, se coloca frente al primer hombre de la fi- descrita “para no morirse”. la y le dice en voz baja: sirasu catuaini huasháma, Parece, en principio, algo más difícil el expli- o generalmente solo: sirasu catuiani, que significa: car la otra costumbre, antes descrita, cuando los “dame el último hombre de atrás”, o “dame el úl- hombres, imitando a los perros, gatean y matan las timo”. El hombre que ha dicho esto trata de agarrar gallinas. Los indígenas no me la han descrito en al indígena parado al final de la fila, quien, por su ningún detalle, pero puedo señalar algunas ideas parte, trata de escaparse corriendo hacia la dere- que posiblemente la sustentan. Primero, es claro cha o la izquierda. Su tarea es alcanzar el lugar de- que los hombres que actúan de esta forma repre- lante del primer hombre antes de ser agarrado por sentan al mismo indígena muerto. El difunto mis- el “Hombre Muerto”. Si tiene éxito en hacerlo, el mo debe agarrar y matar a las gallinas para dárse- Hombre Muerto debe repetir lo mismo con el si- las a los que lo honran y los indígenas parecen guiente indígena en la fila, quien es ahora el últi- creer que en esta ocasión él toma la forma de pe- mo. Si el último hombre (sirasu) es agarrado antes rro. En este punto, puede parecer apropiado men- de que llegue al primer lugar en la fila, le toca ha- cionar la idea que prevalece entre los Jívaros, de cer la parte del Hombre Muerto: el anterior “Hom- acuerdo a la cual, si un padre muerto no es honra- bre Muerto”. Esto concuerda con la idea que apa- do con ofrendas de comida, tomará venganza, en- rece en la mayoría de estos juegos, que el muerto tre otras formas, reapareciendo a manera de perro LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 343 que muerde las gallinas en la casa del muerto. después de muertas como demonios del mal que Que las almas de los muertos pueden transmigrar- tratan de causar daño a los parientes que sobrevi- se a perros es una idea común que se comparte en- ven. Esto se debe supuestamente al hecho de que tre los indios del Napo y los Canelos también. el difunto, es decir, su alma, ha caído víctima de Consecuentemente, si, como puede suceder a ve- un demonio extraño que trae muerte y que trata de ces, los perros hambrientos muerden a las gallinas cambiar el alma misma en un demonio. Mientras hasta matarlas y se las comen, los indígenas atribu- más poder espiritual poseyó una persona cuando yen esto al alma del pariente muerto que ha toma- vivía, más temida será después de muerta, porque do la forma de perro. Me parece que probable- el demonio se apodera de este poder. Esta es la ra- mente esta extraña costumbre funeraria antes des- zón por la cual las personas viejas y los curande- crita puede ser explicada de esta manera. ros como regla son los más temidos después de Examinando más cuidadosamente las cos- muertos como seres vengativos. Es solo teniendo tumbres descritas anteriormente, encontramos que en cuenta esta idea, que podemos explicar satis- todas ellas están fundadas en ciertas ideas definiti- factoriamente un sinnúmero de costumbres funera- vamente religiosas. Por un lado, los sobrevivientes rias y ritos de los indígenas que aparentemente se quieren honrar al difunto por medio de juegos, asi- contradicen3. mismo lo acompañan en su último viaje y le per- A pesar de que los indígenas creen que el de- miten disponer de su propiedad más valiosa: sus monio de la enfermedad y la muerte trata de iden- animales domésticos. Usualmente tienen la expec- tificarse con el alma de la persona muerta, hacen tativa, expresada directamente, que recompense a una distinción clara entre los espíritus en muchas los sobrevivientes con el poder sobrenatural que de las ceremonias y ritos. Así, de las costumbres de posee. Por otro lado, los juegos tienen como obje- duelo descritas anteriormente, algunas en particu- tivo proteger a los parientes sobrevivientes contra lar tienen referencia al alma de los muertos, otras el demonio de la enfermedad y la muerte, quien se al demonio que trae la muerte. Por ejemplo, cuan- ha llevado un miembro de la familia y se cree que do se coloca comida delante del cuerpo y cuando busca más víctimas entre los vivos. Esta es una se juega el juego de los dados, los indígenas solo idea que debe ser explicada más detalladamente. están pensando en el pariente muerto que era que- Para entender las costumbres funerarias de los rido en vida y a quien se está pagando un culto. pueblos primitivos es necesario distinguir, en un Cuando se introduce agua de ají o de tabaco en los plano teórico, entre dos tipos de espíritus a los ojos de los parientes que sobreviven, cuando se cuales las ceremonias hacen referencia: el alma juega a la gallinita ciega, cuando se juega con al- del difunto, y el demonio que ha causado la muer- fileres ocultos, con algodón prendido o pedazos te del pariente y es considerado también como una de madera, estos ritos tienen una referencia más fuente de peligro para los sobrevivientes. Es un he- clara al demonio de la enfermedad y de la muerte cho conocido que, de acuerdo a los indígenas, la que se cree que todavía deambula por la casa y enfermedad que trae la muerte depende del espíri- amenaza las vidas de los sobrevivientes. Su objeti- tu del mal que ha penetrado en el cuerpo del pa- vo es el de proteger a estos últimos contra este de- ciente. Si el demonio tiene éxito en completar su monio peligroso o, como diríamos, contra el con- trabajo de destrucción en el cuerpo, el paciente tagio de la muerte, con el cual el alma del difunto muere. Pero el demonio-enfermedad, habiendo ha sido involuntariamente asociada. obtenido posesión de una persona y causado su muerte, también puede tomar poder de su alma y Notas la cambia en una demonio del mal, cualquiera que 1 Curilla (un diminutivo de curi, “oro”) literalmen- haya sido su personalidad durante la vida; así que te significa: “Mi pequeño oro”. en muchos casos no hay diferencia entre el demo- 2 Vale la pena mencionar que un juego ceremonial nio que trae la muerte y el espíritu del muerto. Es- similar también se da entre los indios Shimigay ta idea explica un hecho que frecuentemente ha si- del Pastaza medio. El juego aquí se llama singu, pero el dado es de forma cónica (ver Karsten, Ce- do comentado entre los estudiosos de la religión remonial Games of the South American Indians, primitiva pero nunca ha sido satisfactoriamente p. 26). explicado: por qué personas, que durante su vida 3 En este aspecto ver más completo mi Civilization han sido tal vez, honradas y amadas, son temidas of the South American Indians, pp- 477 ss.

Capítulo XII EL JUEGO HUAYRUDELOS QUICHUAS

He mencionado que el juego huairitu, como con un juego de dados, entre otras cosas. Este jue- se da entre los Canelos, es un préstamo cultural de go se llama huayru, un nombre que también se da los indígenas quichua hablantes de la Sierra. Esto al dado en sí. se evidenció cuando me propuse investigar esta El dado está hecho de un hueso de llama, es materia en la primera oportunidad. Así descubrí el de forma piramidal y de 6 a 8 cm. de largo. Tiene juego Huayru, que todavía se practica como un cuatro lados, algo desiguales, para que cuando se ceremonial funerario, por lo menos entre los indí- tire el dado algunos lados caigan para arriba más genas de las cordilleras centrales. Durante mi esta- fácilmente que otros. La base es plana para permi- día en el pequeño pueblo de Pelileo, cerca de Am- tir que el dado caiga parado bato, me fue posible estudiar el juego en gran de- si el jugador tiene suerte o es talle entre los indígenas semi-civilizados que viven muy hábil. El que tira el dado en esa región, quienes, en cuanto yo conozco, son que permanece en esta posi- los únicos que todavía lo practican en su forma ción, ha ganado la apuesta. original. Esto se demuestra, entre otras cosas, por Esto se llama dirichi (dere- el hecho de que hay un acuerdo esencial en la for- cho) o gananchi (“él ha gana- ma cómo se juega el juego entre los indios de Pe- do”). De los cuatro lados, tres lileo y cómo lo practican los indios quichua de Pe- estan provistos de un número rú, quienes lo conocen con el nombre de taba. En desigual de huecos o peque- otras provincias de Ecuador el juego huayru solo ñas marcas circulares, por existe en un estilo bastante degenerado. ejemplo, 4, 5, y 10, o alguna Ya que los dos juegos, el huayru y el taba has- otra combinación de núme- ta ahora han sido casi desconocidos, o solo cono- ros. El cuarto lado tiene una cidos de nombre, y es interesante el comparar con marca que significa cero y es- ellos el juego huáyru como lo juegan los Canelos, to se llama yuchu o yátan (ce- Fig. 15. El dado huayru no considero totalmente fuera de lugar una des- ro, nada). Dirichi y yuchu pa- cripción del juego que se hace en la Sierra. recen ser los tiros más difíciles, de acuerdo a la Lo que las antiguas crónicas de los españoles idea de que el jugador que gana la apuesta (es de- nos dicen sobre el juego huayru es extremadamen- cir, el tiro sale parado) y el que no gana nada son, te poco y puede ser mencionado en pocas pala- respectivamente, simpáticos o antipáticos al muer- bras. Con respecto a sus afirmaciones, pueden ver to, en cuyo honor se está jugando. Desde el punto mi Ceremonial Games of the South American In- de vista indígena, como lo veremos ahora, el jue- dians, p.4 sq. go huayru no es un juego peligroso. El padre muer- Ahora haré una descripción del juego como to (aya) se cree que toma parte personalmente en lo vi jugado en Pelileo y en la región de Riobamba. él, permitiendo que el dado caiga en una u otra Entre los indígenas andinos de Ecuador ha posición, de acuerdo a su disposición hacia el ju- prevalecido, desde tiempos inmemoriables, la cos- gador. tumbre que durante la primera noche después de Antes de que proceda a describir el juego con la muerte del jefe de familia o de la madre, los pa- más detalles, debo mencionar algunas palabras so- rientes que sobreviven deben tener un velorio jun- bre las costumbres funerarias de los indígenas qui- to a su cuerpo, siendo ahí donde se entretienen chua en general. 346 RAFAEL KARSTEN

Antes de que la persona enferma haya expira- bres o mujeres, pueden jugar. Si juegan ellos, de do su último aliento y mientras está todavía en acuerdo a la creencia de los indígenas, pronto le agonía, las mujeres de la casa empiezan a prepa- seguirán al muerto hacia el otro mundo. Esta idea rar la comida de muerte. Se pela y se muele maíz con respecto al juego huayru es característica de duro, en parte para harina. De esta harina de maíz los indígenas serranos como de los de la selva. Al- se prepara mazamorra. Del maíz que no está mo- gunos indígenas extraños y personas blancas que lido, se prepara otro plato, muy común entre los estén presentes son invitados a participar en el jue- indígenas de la sierra, conocido con el nombre de go huayru. mote; se prepara hirviendo el maíz por mucho ra- Todos los hombres que participan en el juego to. En una tercera olla se cocinan arvejas de cierto usan especiales gorras negras o sombreros que es- tipo. Tan pronto como la persona enferma ha tán doblados para abajo hacia el frente como para muerto, se mata una oveja. Las partes más carno- cubrir parte de la cara. Si el muerto era el padre de sas del animal se cocinan, ya que serán comidas familia, la viuda utiliza un sombrero negro pareci- por los invitados en la noche, antes de que el jue- do y, además, un chal negro que en la parte supe- go empiece; los huesos y la cabeza se guardan rior está cerrado ajustadamente alrededor de su hasta el día siguiente, cuando se prepara una sopa cuello, para que ninguna parte de él esté a la vis- con ellos. ta. El chal no está cerrado por el gran alfiler de pla- Ya que en la fiesta de la muerte el beber toma ta (tupu), generalmente usado por las mujeres qui- un lugar importante, se prepara una gran cantidad chua, sino por un simple alfiler de madera ya que de chicha (cerveza de maíz, llamada asua en la la viuda no puede usar ningún ornamento. lengua quichua). Además se compran algunos ba- Antes de que el juego empiece, los indígenas rriles de aguardiente de los blancos. no solo beben sino que también comen la carne El cuerpo se coloca en el féretro, y cuatro in- de la oveja muerta. Además, durante la noche los dígenas lo llevan a un riachuelo o a un lago, don- animales domésticos ganados por los jugadores se de lo lavan cuidadosamente. En vez de jabón, los comen comunitariamente entre todos, invitados y indígenas utilizan un atado de fibras de cabuya anfitriones. El juego empieza más o menos a las (obtenidas del Agave Americana), fregando el siete. El cuerpo, que yace sobre su cama, se colo- cuerpo con ellas. Luego se lleva otra vez el cuerpo ca en la mitad del cuarto. Se colocan a su alrede- a su casa y se lo viste con sus mejores ropas, Se dor, platos de todo tipo carne de cerdo y gallinas, prenden también algunas velas junto al féretro. cuyes, huevos de gallina, chicha, mazamorra de Los cuatro hombres que cargaron el cuerpo maíz, mote, arvejas; es decir, todo lo que al difun- deben ser remunerados por sus servicios con una to más le gustaba comer durante su vida se coloca botella de aguardiente o con una pierna de la en el piso, en distintas ollas de arcilla o calabazas. oveja. A los dos lados del cuerpo los jugadores se acomo- Aproximadamente a las seis de la tarde, los dan en dos filas, por ejemplo, ocho o diez en ca- invitados empiezan a llegar y se les ofrece chicha da fila para que cada uno tenga un oponente. El primero de la fila tira el dado sobre el cuerpo al y aguardiente en cantidad. Esta fiesta de bebida se primer hombre de la segunda fila, y así. Si un juga- llama mindu. dor tira 4, 6 ó 10, su oponente debe -como el jue- Ahora se trae un dado huayru para el velorio go se juega en ciertas partes- pagarle 4, 5 ó 10 cen- y el juego empieza. Todos deben pasar la noche tavos o reales, así como se haya acordado. En mirando, tanto huéspedes como anfitriones, hom- otros pueblos, los indígenas no juegan por dinero, bres y mujeres, inclusive los niños más grandes. sino que cada jugador mantiene la cuenta de Solo se permite que duerman los niños más peque- cuantas veces ha tirado 4, 5 ó l0, hasta que alcan- ños. Debe entenderse que la velación es una señal ce 20. Esto se considera como un juego completo, de honor demostrada al muerto: los parientes que es decir, es lo mismo que si hubiera tirado el dado sobreviven y los amigos deben acompañar al alma derecho. La apuesta generalmente consiste en al- del muerto en su viaje al otro mundo. Por otro la- gún animal doméstico cuyo dueño es el muerto. do, en el juego huayru toman parte solo los invita- Debe recordarse que lo que se juega en el huayru dos, es decir, los hombres y los niños que son ma- es propiedad del padre de familia muerto y prime- yores de diez años, pero no las mujeres. Tampoco ro sus animales; sus ovejas y cerdos, gallinas y cu- los parientes más cercanos del muerto, sean hom- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 347 yes, si poseía todos estos animales, son distribui- mer tiro, o que durante la noche gane la apuesta dos entre los jugadores de esta forma peculiar. Pri- en varias ocasiones. Este hombre es visto como un mero se juegan las ovejas y los cerdos, luego, las amigo particular del difunto, inclusive si nunca lo gallinas y, por último, los cuyes. Cada vez una vio vivo. oveja o un cerdo o una gallina, pero dos cuyes, El dinero que los indígenas han reunido du- hasta que todo haya sido apostado. Los únicos ani- rante la noche se guarda hasta la mañana, con un males que se dejan son aquellos necesarios para la hombre particularmente seleccionado para este reproducción, una oveja o un pequeño cerdo, un propósito. Con el dinero se compra aguardiente de par de gallinas jóvenes y cuyes. Si el dado ha per- los blancos, que se beberá después del entierro del manecido derecho, todos gritan: ¡dirichi!, o: ga- cuerpo. nanchi!, y el animal en cuestión es separado del Entre algunos indígenas de la Sierra, los ani- resto, muerto, preparado por las mujeres y consu- males que se ganan en el juego no son muertos y mido ese mismo instante con mote, arvejas y otros comidos hasta la mañana. Durante la noche, antes platos preparados previamente. De esta forma los de que empiece el juego, se consume solo la car- indígenas pasan la noche jugando y comiendo. ne de la oveja sacrificada cuando la muerte suce- Aquellos que no han ganado nada, pero solo han dió. Tan pronto como alguien gana un animal, se tirado yuchu, tienen su parte de la comida tal co- lo separa del resto y se lo guarda hasta la mañana. mo aquellos que han tenido suerte en el juego. Pa- Temprano en la mañana, cuando se termina el jue- rece ser esencial a esta fiesta mortuoria que los go, todos los animales se matan al mismo tiempo participantes deban comer mucho, ya que el ban- y las mujeres los preparan y arreglan un gran ban- quete es, podríamos decir, importante para el futu- quete en el cual todos toman parte; o también ca- ro. Así como los indígenas ahora comen mucho, da ganador se lleva su parte a su casa y come allí. así tendrán mucha comida, carne, mazamorra, Las mujeres, como ya se ha mencionado, mote y demás, y nunca sufrirán hambre. Inclusive nunca toman parte en el juego, sino que permane- el padre muerto que los indígenas creen que ron- cen observando a los jugadores hombres, si no es- da en el cuarto junto a los vivos, come de los pla- tán ocupadas preparando la comida. La viuda y tos colocados para él. De hecho, el acto se consi- dera un banquete en el cual los vivos comen jun- otras parientes mujeres lloran y se lamentan duran- to al muerto, honrándolo de esta manera así como te todo el tiempo, recordando las acciones buenas en el velorio y el juego. del marido o padre muerto. Es natural que la apuesta se gane raramente, El hombre que ha ganado más durante la no- ya que el dado no permanece derecho con facili- che es nombrado por todos, siendo considerado dad. Puede, por ejemplo, suceder que todos los ju- como un amigo particular del muerto. Es por él gadores tiren por un largo rato solo yuchu. Esto se que el indígena ha demostrado bendiciones para considera como un signo malo. Los indígenas pa- todos. ra esto usan la expresión chiki (mala suerte), o di- Es visto como una obligación estricta de los cen: aya mana ayudachi, “el muerto no nos ayuda- familiares más cercanos el mantenerse despiertos rá”. Tal mala suerte se explica imaginando que en- durante toda la noche y se considera altamente pe- tre los jugadores no hay ninguno que tenga la sim- ligroso el quedarse dormido. Aquel que lo hace, patía del muerto, o que de entre el grupo hay al- corre el riesgo de morir dentro de poco, ya que el guien particularmente antipático para el muerto, difunto ha sido ofendido. Algunos de los hombres, así que por su culpa no favorece a nadie. Luego el por lo tanto, continuamente caminan alrededor en jefe (alcalde) se para, se envuelve el poncho sobre la casa, buscando a posibles dormilones. Si en- la cabeza y pronuncia un rezo cristiano (es decir, cuentran a uno, los hombres colocan sebo, tabaco lo que más conozca de él), que es repetido por el o alguna otra cosa desagradable en su boca para resto. Al mismo tiempo ruega al muerto que no es- volverle a despertar. Otro truco es que un atado de té enojado y que se disponga amablemente hacia fibras de cabuya se coloca cerca de su cuello y se los jugadores para permitirles ganar. Por este servi- le prende fuego, para que el dormilón se queme y cio, el alcalde debe ser pagado por la viuda con se despierte rápidamente. una botella de aguardiente. Temprano en la mañana, el cuerpo se saca Por otro lado, puede suceder que el jugador fuera de la casa y se entierra. Después del entierro que es afortunado tire el dado derecho con el pri- se prepara una sopa de los huesos y cabeza de la 348 RAFAEL KARSTEN oveja muerta el día anterior, que es consumida por “alma”. Los indígenas expresan claramente que el todos en común, junto con lo que sobra de los pla- alma del muerto se esconde en el dado huayru. tos servidos en la noche durante el banquete. Esta Creen que el alma en la forma de un viento frío, comida se llama mondongo (que quiere decir, “lo ronda el cuarto alrededor del cuerpo y los jugado- que sobra”, “lo último”). Además se bebe mucha res, y toma parte activa en el juego. Antes de que chicha y aguardiente, y se considera apropiado el indígena tire el dado sobre el suelo hace un mo- que todos los invitados y anfitriones, pero espe- vimiento con su brazo en el aire, como si quisiera cialmente la viuda, deban enborracharse. Este ata- agarrar al alma con el dado. En todo caso, el resul- que de bebida continúa durante ocho días. En el tado del tiro es determinado por el muerto mismo: quinto día, la viuda toma un baño ceremonial en es su mano invisible la que, de acuerdo a la idea el riachuelo, donde se lava cuidadosamente el indígena, coloca el dado derecho si desea que el cuerpo y sus ropas para purificarse de la enferme- jugador gane, pero le hace tirar yuchu si está dis- dad (es decir, del espíritu de la enfermedad). Inclu- puesto desfavorablemente hacia él. En el juego es- sive las ropas del muerto se lavan en esta ocasión to se ilustra al tirar el dado siempre sobre el cuer- para que se purifiquen del contagio. po. El animal joven que permanece con la viuda Cuando aquellos que no ganan son castiga- con el propósito de criar un nuevo grupo de ani- dos por los ganadores en la forma ya descrita, este males domésticos es cuidado tiernamente por ella. castigo de igual forma viene del muerto, cuyo de- Por la noche mantiene a la pequeña oveja o cerdo seo es que el ganador ejecute a quien no le simpa- en su cama, lo abraza y dice que, haciendo esto, tiza. está abrazando a su marido muerto. De igual manera, el hecho de que el dado es- Como ya he indicado, el huayru se juega té hecho de un hueso de la pata de la llama, no es cuando el padre de la casa o madre mueren, pero accidental. Para la mente de los antiguos indígenas no después de la muerte de ninguno de los hijos1. de montaña, la llama era un animal sagrado, y es- Si alguno de los hijos ha criado una familia, posee to se debía al hecho de que de acuerdo a su creen- una casa y animales domésticos por su cuenta, su cia, las almas de los muertos transmigraban en es- esposa debe, si muere, arreglar un juego de huay- te animal. A ciertas partes del cuerpo de la llama ru en su honor. Si el muerto es tan pobre que no por lo tanto se les atribuían virtudes mágicas espe- posee animales domésticos, ninguna fiesta o juego ciales. Si éste era el caso, podemos entender por se desarrolla después de su muerte. También se qué se creía que el hueso de este animal poseía el considera necesario que el muerto deje algo de di- poder de atraer al alma del pariente muerto. nero para que la viuda pueda comprar aguardien- Esta explicación se confirma prácticamente te para los invitados. Si no hay aguardiente, toda la por lo que he aprendido posteriormente sobre las fiesta se considera un fracaso. A veces, en tales ca- nociones de los indígenas de la Sierra peruana en sos, los invitados mismos traen aguardiente para relación al dado taba. beber antes de que el juego empiece. También Como hemos visto, el juego huayru forma puede suceder entonces que empiecen a insultar parte de un culto que se paga a los ancestros y pa- al muerto diciéndole: “¡Vago, sinvergüenza, que rientes muertos. Los parientes honran al difunto, lo no le importó trabajar y no dejó dinero!” Por su- acompañan en su último viaje, le ofrecen comida, puesto debemos suponer que la costumbre de ju- averiguan su deseo en el huayru con la esperanza gar por dinero es de un origen más tardío, y de he- de que los recompense con el poder sobrenatural cho, la mayoría de indígenas andinos no la cono- atribuido a los muertos. Los indígenas que honran cen. Así, los indígenas de la región de Riobamba a su padre muerto nunca carecerán de comida, sus solo juegan con los animales del muerto. El juga- animales domésticos se multiplicarán y prospera- dor gana si el dado cae derecho; todo lo demás es rán, el maíz y la cebada florecerán y darán una co- yuchu. secha abundante. Por otro lado, si el muerto no es Si la palabra huayru es etimológicamente re- honrado en la forma dicha, la economía domésti- lacionada con la palabra quichua huayra, “vien- ca de los indígenas no se desarrollará exitosamen- to”, es difícil de decir, sin embargo, el significado te, habrá fracasos en los campos y la hambruna de ambas palabras es el mismo. Huayru significa- amenazará a sus parientes por olvidar su deber. ”viento”, “aliento”, secundariamente simplemente LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 349

haber caído en desuso, al menos en los Centros del antiguo imperio in- caico. Así, durante mi último viaje a Perú en 1928-1929, encontré que el juego que preva- lece entre los Quichua de la región del Cuzco tiene el nombre de taba. Muy poco se sabe sobre el juego taba en Argen- tina y Bolivia. El hecho de que es todavía un juego ceremonial en Pe- rú y en Bolivia ha sido ignorado por esos pocos escritores que lo han mencionado. Fig. 16. Quichua-hablantes ecuatorianos ofrecen comida a los muertos en el “día de los difuntos” El nombre taba se deriva de la palabra Desde este punto de vista, el juego huayru quichua tahua que significa cuatro. Como los indí- después de una muerte tiene, entre los indígenas genas de Cuzco me dijeron, esto se debe a la for- quichua-parlantes de Ecuador, un significado muy ma del dado. Taba, debe recordarse, es el nombre parecido al culto de los muertos que se acostum- del dado y el nombre del juego en el cual es utili- bra anualmente en la fiesta de los difuntos (fina- zado, como es el caso con el ecuatoriano huayru. dos) cuando platos de todo tipo, carne de cerdo y El dado taba consiste en el talón de una llama y gallina, pan, huevos, chicha, aguardiente, así co- tiene cuatro lados, pero solo dos de ellos, el de mo velas son llevados al cementerio y ofrecidos arriba y el de abajo, cuentan. El lado de arriba es como regalos a aquellos que han muerto durante algo cóncavo, debido a la forma natural del hueso, el último año. Esta fiesta de los muertos actual- y si este lado permanece para arriba cuando se ti- mente se lleva a cabo el 2 de Noviembre, “el día ra el dado, el jugador ha ganado. El lado opuesto, de las almas”, pero su carácter es puramente paga- que forma la base del dado, es plano y cuenta co- no y ha sido practicada por los nativos desde tiem- mo cero. Si el jugador tira este lado para arriba, ha pos inmemoriales. Ahora, como en tiempos anti- perdido el tiro, y el dado pasa al siguiente indíge- guos, la celebración tiene en parte un objetivo na para que lo eche. Los dos otros lados no cuen- práctico, y especialmente debe tener un efecto tan; es decir, si el dado permanece con alguno de propiciatorio para una cosecha abundante de maíz estos lados para arriba, no es ni un mal ni un buen y cebada. De acuerdo a lo que yo conozco, sin tiro y el jugador debe repetirlo. El dado se tira im- embargo, el juego huayru nunca se realiza en esta pulsándolo al aire con el pulgar y el índice, man- ocasión. teniéndose para arriba la parte de atrás de la ma- Los indígenas quichua-parlantes de Ecuador no. no están relacionados con los verdaderos Qui- Aparte del dado que se utiliza, los detalles del chuas de Perú, a pesar de que hablan el mismo juego son los mis- idioma. El juego huayru es uno de los numerosos mos que los del jue- elementos culturales que los indígenas de la Sierra go huayru. El juego ecuatoriana han tomado prestado de sus vecinos taba se juega prime- del Sur. Pero a pesar de que el juego había sido ro en funerales. ciertamente -como aparece de las afirmaciones del Cuando un padre padre Cobo- practicado antes en Perú con el mis- de familia ha muer- mo nombre de huayru, esta designación parece to, la costumbre Fig. 17. El dado taba 350 RAFAEL KARSTEN prescribe, como entre los indígenas ecuatorianos, animal raro, es difícil conseguir un dado de su que los sobrevivientes deben honrarlo permane- hueso, y en la ausencia de huesos de zorro, se ha- ciendo despiertos toda la noche (velaico, una co- cen dados a veces de huesos de otros animales. rrupción nativa de la palabra velada) y jugando ta- Pero éstos no son tan buenos para este propósito. ba. Los parientes y amigos deben acompañar al al- Como me fue posible observar, el juego taba ma en su último viaje: el juego le ayudará a sepa- se practica más o menos en la forma original entre rarse del cuerpo para ir al cielo. Toda la fiesta y es- los Quichuas de Bolivia también, probablemente pecialmente el juego, por lo tanto, es una señal de en toda el área andina de la frontera con Argenti- amistad hacia el difunto. El juego se realiza al la- na. Sus características principales son iguales a las do del cuerpo, que permanece en su cama en la de Perú. Forma parte de las costumbres funerarias mitad del cuarto. Se colocan a su alrededor comi- y culto de los muertos. Se juega durante todo el ve- das de distintos tipos, así como chicha. Los hom- lorio, que en Bolivia es una obligación estricta que bres, sentados en un círculo sobre el suelo, tiran el recae sobre los parientes del difunto. El que gana dado por turnos y cuando alguien tiene éxito al se lleva una gallina, un cuy, o algo más que perte- lanzarlo, para que el lado cóncavo permanezca neció al muerto. Por otro lado, en Argentina el jue- para arriba, es considerado como un buen presa- go taba parece haber perdido su significado cere- gio: con su tiro el jugador se supone que ayuda a monial, excepto, puede ser, en ciertos pueblos re- que el alma llegue al cielo. En pago recibe algo motos de Puno, donde los indígenas todavía han que pertenecía al muerto, generalmente algún ani- conservado aspectos de su vida nativa. mal doméstico; una oveja, una gallinita, un cuy, Como aparece de las descripciones antes he- etc. El velorio es una obligación estricta de los pa- chas, hay una similitud esencial entre los juegos rientes. Si alguien se queda dormido se considera- huyru y taba de las zonas andinas ecuatorianas y rá esto como algo nefasto; tal persona pronto cae- peruanas y el juego huairitu como lo juegan los se- rá enferma y le tocará algún accidente. mi-salvajes Canelos, remontados en la selva virgen El viejo indígena que me habló de este juego del río Bobonaza. expresamente declaró que el dado taba debe ser hecho del hueso de la llama, porque el hueso de Notas este animal tiene un “poder” especial y por lo tan- 1 Entre los indígenas serranos del Ecuador, cuando to es bueno para propósitos divinatorios. El hueso un niño muere, en vez del juego huayru, tiene de otro animal no satisface. Estas son las mismas lugar una danza especial, llamada isirichi. Los ideas que han sido expresados con respecto al da- deudos, manteniendo vigilia, se entretienen con do huayru en Ecuador2. esta danza toda la noche, y es particular deber del padre o la madre del niño muerto el danzar Independientemente de las ceremonias fune- isirichi, ya que, haciéndolo, facilitan que su al- rarias, el dado taba también se usa para la adivina- ma llegue al cielo. Cuando los parientes más cer- ción entre los Quichuas peruanos. El adivino es canos llevan al cuerpo al panteón, son seguidos generalmente un hombre viejo, experto en arte por hombres que tocan violines y golpean tam- mágico. Al tirar el dado logra saber, por ejemplo, bores. Esta música se supone que tiene el mismo efecto que la danza isirichi, principalmente, el el origen de alguna enfermedad, el nombre del la- hacer más fácil que el alma encuentre su cami- drón, cuándo algo ha sido robado, y cualquier otra no al cielo. Los indígenas solo tocan violines y cosa que se le pregunte. Cuando se lo utiliza para golpean tambores cuando se entierran niños. propósitos de divinación, sin embargo, el dado no 2 Ahora, sin embargo, el dado huayru, como el debe ser de hueso de llama, sino de zorro (átoh tu- que utilizan los indígenas en Pelileo, se hace fre- llo), “porque el zorro es un animal muy sagaz” y cuentemente de hueso de vaca o buey, ya que estos indígenas no poseen más llamas. por lo tanto su hueso posee mucho poder. Tales huesos son muy apreciados ya que el zorro es un Capítulo XIII ARTE

Los Jívaros tienen un sentido estético natural; con los brazos extendidos. Los pequeños círculos, todos los que han visto una colección etnográfica con un punto en la mitad son también muy comu- de estos indígenas pueden convencerse de esto. nes. Me tomó mucho tiempo averiguar el significa- Sus vasijas de barro atraen la atención por la armo- do real de este diseño, inclusive después de que se nía casi clásica de las líneas y de igual manera la me informó que mantenía alejados a los malos es- forma con que combinan los colores en sus ador- píritus. Al averiguar, se me decía simplemente que nos de plumas, etc., revela un sentido natural del los pequeños círculos representaban yusa. Por el color. En este capítulo, sin embargo, apuntaré par- nombre yusa los indígenas se refieren al gran gua- ticularmente a la estrecha conexión que existe en- camayo (Arara hyacinthinus) que es uno de sus tre su arte y su religión, o hablando correctamen- principales pájaros demonio, pero hay poca seme- te, su magia. janza entre tal pequeño círculo y el hermoso loro. El nivel en que el arte de los indígenas está in- Tendremos la solución a esta adivinanza al mirar fluenciado por las ideas religiosas o mágicas, ya ha un dibujo indígena del guacamayo (Fig. 20, b). Los aparecido en algunas instancias mencionadas an- indígenas pintan los ojos del pájaro separadamen- teriormente. Así se ve con respecto al gran tambor te, y los pequeños círculos son precisamente idén- tundúi: según hemos visto, no es sino una imita- ticos a los ojos de guacamayo. La mente indígena ción de una serpiente gigante. Las agarraderas del pone especial atención en ellos, porque en los ojos instrumento sagrado representan la cabeza y la co- está concentrado el poder del pájaro diabólico. la del reptil respectivamente, y los huecos de soni- Por lo tanto, los ojos funcionan como adornos má- do nos hacen acuerdo de las manchas característi- gicos independientes en el arte de los indígenas. cas de la piel de los reptiles. De igual manera, el El patrón en círculo, sin embargo, ocurre en sonido que produce el tambor se supone que es dos formas y tiene dos significados: no solo repre- una imitación del sonido de la serpiente y del de- senta el ojo del guacamayo, sino también las man- monio que tiene su base en las montañas. chas redondas en la piel de la anaconda. Frecuen- La idea de que los espíritus pueden ser con- temente el diseño tiene dos círculos concéntricos trolados al imitarlos en su apariencia exterior, es con un punto negro en la mitad (Fig. 20, c). Los también visible en los diseños ornamentales apli- ojos del guacamayo, de hecho, están rodeados por cados al cuerpo y a ciertos objetos, por ejemplo, anillos concéntricos; pero el diseño puede repre- las puertas de las casas, los escudos, y las vasijas sentar también las manchas de la anaconda. Cómo de barro. Todos estos diseños son tomados del son estas manchas en la realidad, y cuán fiel las re- mundo animal, y es interesante anotar que invaria- presentan los indígenas en su arte, resulta claro al blemente representan animales peligrosos, o ani- comparar el cinturón hecho de piel de anaconda males en los cuales se piensa que aparecen los es- en la lámina XXI,3 con los diseños grabados en el píritus del mal. Cómo los indígenas tratan de man- instrumento payánga. Generalmente los indígenas, tener alejados a los espíritus de los muertos u otros en cada caso particular, son capaces de explicar si espíritus de sus casas al pintar figuras en las puer- el diseño en cuestión representa al pájaro mágico tas, ha sido demostrado antes. Las figuras que apa- o al inmenso reptil. Con respecto a los diseños gra- recen en las puertas son características del arte or- bados en la payánga, por ejemplo, expresamente namental de los Jívaros. Los más visibles son los declaran que representan las manchas de la ana- espíritus humanos, representados generalmente 352 RAFAEL KARSTEN

cando sus figuras inclusive a vasijas de comida y bebida, es un hecho significativo que sugiere que ciertas ideas misteriosas están relacionadas tanto con las vasijas como con los ornamentos. Como he señalado antes, hay una conexión interesante entre una mujer, que tiene la tarea exclusiva de ha- cer las vasijas, y la tierra y la arcilla con las cuales se hacen. La vasija de barro, de acuerdo a la idea de los indígenas, “es una mujer”. Cuando conside- ramos más allá el carácter ceremonial que la bebi- da fermentada y las bebidas narcóticas tienen en las grandes fiestas, entendemos que toda una “filo- sofía” primitiva está en la base de la fabricación de las vasijas y de su uso. Evitando aquí adentrarnos en teorías con respecto a la magia de la vasija or- namentada, me refiero únicamente a estas acota- ciones y pido que el lector que vea las afirmacio- nes que he hecho sobre este punto en mi Civiliza- tions of the South American indians (Capítulo VII. “The origin of ornamental Art”. pp. 240 ss). Quisiera atraer la atención sobre los escudos Fig. 18: Diseños ornamentales aplicados a la cara y que significan indígenas que se señalan en las láminas XXV,1 y 2. diferentes culebras, a. Representa la gran anaconda, El primero, cubierto por fuera con todo tipo de or- b. es el mismo diseño que se da en las peinillas; namentos, es una pieza única de arte, siendo un ti- d. representa la culebra venenosa yamúnga po de escudo que se utilizaba antes y ahora no se lo encuentra. Además de los grandes anillos que se asemejan a una culebra, hay particularmente dos conda (pangi); los pintan también en la cara, y en diseños que dominan: el diseño que representa al los escudos para ornamentarlos. espíritu humano (Fig. 20,f ), y los círculos concén- La serpiente gigante, especialmente la boa de tricos pequeños con un punto en el medio antes agua o anaconda (Eunectes marinus), es uno de los descritos, que en este caso representan a las ser- animales más frecuentemente representados en el pientes gigantes (pangi). En general, puede decirse arte ornamental de los Jívaros y es natural relacio- que el pangi es un “símbolo” especial del guerrero nar este hecho con el de que es uno de los demo- jívaro. Cuando él sale a una expedición de guerra, nios más temidos que conocen los indígenas. Así, también se pinta en la cara las manchas negras ca- los diseños pintados en la hermosa gran vasija de racterísticas del reptil, y en la gran fiesta de victoria Canelos de la lámina XX. 1, representan a la cule- el mismo diseño lo graba en todo el cuerpo y los bra gigante, pero no la boa de agua o anaconda, brazos con el instrumento payánga. Armado con el sino a la boa constrictor, un reptil relativamente escudo que está arreglado de la manera descrita, el extraño en el oeste del Amazonas y mucho más ra- guerrero jíbaro cree tener un poder terrible tanto ramente representado que la boa de agua. Los Ca- que su sola presencia inspirará terror al enemigo. nelos llaman a este reptil amárun y usan ese nom- La pintura ornamental de la cara y del cuerpo bre para el adorno. Otra culebra-demonio, casi tan tiene igualmente un significado mágico, como de- frecuentemente representada, es la Lachesis, una be haber quedado claro de afirmaciones anterio- de las culebras más comunes y más venenosas en res. En la Fig. 18, a-d y en la Fig. 19, a-e, vemos to- toda Sud América. Se presenta como ornamento do tipo de ornamentos “geométricos” con que los por ejemplo, en platos de arcilla en las láminas Jívaros tienen la costumbre de pintarse la cara. To- XVIII, 6, XIX, 1, y XX, 2 y también se aplica a la ca- dos ellos, de acuerdo a los indígenas, expresan ser- ra (Fig. 18, d). pientes. Igualmente en la Fig. 20 todos, excepto la Que los indígenas representen a los animales- figura del jaguar (a), se presentan en el arte orna- demonios más temidos en su arte ornamental, apli- mental. Con respecto a las figuras de espíritus hu- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 353

Fig. 19: Diseños ornamentales aplicados a la cara y a vasijas de barro, todos simbolizan distintos tipos de culebra

Los únicos grabados en pie- dra que observé durante mis viajes en el oeste del Ama- zonas fueron cinco figuras de espíritus humanos graba- das en una alta barranca en medio del río Bobonaza. Habían sido hechas por in- dígenas Canelos poco antes de que yo viajara río abajo en 1917, y mis indios fueron también capaces de contar- me su historia. Unos pocos años antes, dos grupos hosti- les de recolectores de cau- cho se habían encontrado en este mismo sitio en el río y se habían enfrentado en una batalla por el caucho y por sus peones, y en esa ba- talla habían muerto cinco hombres. El incidente había Fig. 20: Dibujos nativos ornamentales a. un jaguar con las manchas negras de la piel dejado una fuerte impresión pintadas fuera del cuerpo; b. el guacamayo rojo (yusa), uno de los pájaros “mágicos” sobre los indígenas que de los indígenas. La línea vertical para abajo significa la cola y los círculos en los dos lados imaginaban que los espíri- del cuerpo son los ojos del pájaro que se dan como diseños mágicos independientes; tus de los recolectores de c. los círculos concéntricos; c. significan las manchas en la piel de la anaconda o los ojos caucho muertos rondaban del guacamayo; d, e, y f son espíritus humanos. por el lugar. Esta es la razón por la que habían grabado las figuras de sus espíritus manos (d, e, y f), los indígenas no solo se los apli- en la alta barranca rocosa. Evidentemente tenían la can en la cara, a las vasijas de barro y otras perte- idea de que en esta forma los temidos fantasmas nencias, sino también a objetos de la naturaleza. podían ser mantenidos alejados.

Capítulo XIV POESÍA Y MÚSICA

De los ejemplos de canciones indígenas que comprensible, pero al mismo tiempo nos permite he dado en los capítulos anteriores y que se can- entender cuán esencialmente diferente es la poe- tan, por ejemplo, en conexión con la agricultura, sía, precisamente de acuerdo a su objetivo prácti- en la fiesta de las mujeres y en otras ocasiones, se co, de la poesía de los civilizados. deduce que verdaderamente podemos hablar de Muchos de los rezos y conjuros jívaros, como una poesía lírica de los indígenas. Algunas de las he señalado antes, son de propiedad intelectual canciones son puramente rezos, otras conjuros exclusiva de las mujeres, siendo cantados particu- mágicos, otras simplemente expresiones espontá- larmente en relación con la agricultura o en otras neas de lamento o felicidad, etc. Me encontré con grandes fiestas. Las canciones más importantes di- una de las tareas más difíciles cuando traté de ano- rigidas a la Tierra-madre ya han sido citadas, pero tar estas canciones. De las que cantan en la fiesta hay una poesía lírica de tipo especial sobre la cual de las mujeres, los Jívaros evidentemente poseen todavía quisiera llamar la atención. En las grandes una cantidad mucho más grande de lo que apare- fiestas, como he mencionado antes, es costumbre ce en mi descripción de la fiesta, pero las citadas que, después del día de las ceremonias más impor- son, en todo caso, las más importantes y, en gene- tantes, las mujeres aparezcan bailando solas du- ral, son representativas de la poesía lírica de los in- rante los tiempos de bebida, acompañándose con dígenas. Para anotar canciones de este tipo, lo pri- cantos y súplicas dirigidas a ciertos animales, es- mero y más necesario es saber perfectamente el pecialmente ciertos pájaros hermosos del bosque. lenguaje de los indígenas. Pero a más de esto, las Tales conjuros se cantan también en los períodos mujeres jívaro, en su poesía, frecuentemente con- de bebida en otras fiestas. Los pájaros aludidos de traen palabras y frases, hasta hacerlas casi ininteli- esta forma son, por ejemplo, el tucán (Rhamphas- gibles, especialmente porque recitan los versos so- tus), llamado tsukánga, el gallo de la piedra (Rupi- lo cantando, lo que hace la pronunciación de las cola crocea), llamado sumga, el gran pavo salvaje palabras inclusive más confusa. Si después yo (Crax elector), llamado máshu y el faisán (Penélo- mencionaba varias palabras de las que no había pe), llamado kúyu por los Jívaros. Las mujeres dan- podido captar el significado, la mujer, en la mayo- zantes personifican a los pájaros y les hablan co- ría de los casos, no me podía explicar, a pesar de mo si fueran seres humanos. Ellas les ponen todo que las pronunciara correctamente. tipo de apodos, llamándose a ellas mismas espo- Las palabras y la melodía que las acompaña sas, madres o hermanas del pájaro al cual se están son para el indígena una misma cosa. Ambas pro- dirigiendo y alabando su brillante plumaje, su for- ceden espontáneamente del mismo sentimiento y ma orgullosa de caminar etc. Canciones de esta no pueden ser separadas. Tanto en rezos como en categoría son relativamente numerosas, pero son conjuros esta relación es tan íntima que toda la muy simples y más o menos todas del mismo tipo. canción fracasaría en su efecto si no fuera recitada Daré algunos ejemplos. en el tono correcto. El ritmo mismo, se supone, de- Al sumga, uno de los pájaros más hermosos be poseer algún efecto misterioso que se conside- de los bosques del oeste del Amazonas, la mujer se ra casi tan importante como el poder inherente a dirige de la siguiente manera: las palabras. El peso que los indígenas dan al lado musical de su poesía desde este punto de vista es 356 RAFAEL KARSTEN

Sumga noa assana, Apu, apu, kuyu sumga noachina, indéshipi kuyu, tunakurahéi mite, mite hamei, Sumga aishmangshiru, winya kuyu uchirka, kapáka paháwue, chapursa nambikahei. wisha hahúchi, Wisha kuyu tukúsmahey, sumga noa assa, uhuchíruk hapik amue, tu nakúrahei. indéshipi kuyu - tu nakúrahei. En traducción: En traducción: “Siendo la esposa del gallo de la piedra, siendo la mujercita del sumga, “¡Gran faisán, gran faisán, ¡Gallo de la piedra, mi maridito, faisán con el largo pelo y la gran cola, usando tus plumas multicolores, mi pequeño hijo, a quien he inebriado con chicha! gracioso en tus movimientos! Me he hecho como el faisán, Sé que soy inútil, poniéndome tu larga cola pero igual me alegro, y vistiéndome con tus plumas brillantes- porque soy la esposa del sumga Así graciosamente canto”. ¡Así que graciosamente canto!” La melodía a estas canciones es la siguiente: Al faisán (kuyu) la mujer le canta:

Hablando de la poesía lírica de los indígenas ven en grandes vasijas de barro de la misma mane- todavía se deben mencionar las súplicas cantadas ra que hacen con la yuca y luego la mastican y la en una de las fiestas menores, la fiesta del chonta- mezclan bien con saliva, y dejando que la substan- duru. La fruta de la importante palma chontaduru cia fermente. El proceso de fermentación, que se (Guilielma), llamada ui en el lenguaje Jívaro ma- desarrolla durante la noche, lo “aceleran” bailan- dura en febrero y marzo y es particularmente apre- do, cantando y golpeando el gran tambor tundúi. ciada por la chicha que con ella se produce. Apar- Algunas grandes vasijas de barro (muitsa), cuya te de esto, la fruta ofrece a los indígenas un ali- abertura está cubierta por hojas de plátano, se co- mento nutritivo, por aproximadamente dos meses locan sobre el suelo, en la mitad del cuarto. Cuan- del año. do oscurece, aproximadamente a las seis de la tar- La fiesta se prepara tan pronto como parte de de, todos los hombres y las mujeres se sitúan en un la fruta tan impacientemente esperada ha madura- gran círculo, alrededor de las vasijas y empiezan a do y se puede hacer chicha con ella. La fruta es re- bailar y cantar. En sus cantos revisan toda la “his- cogida y llevada a la casa por los hombres, la hier- toria” de la chonta, desde el momento en que la LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 357 pequeña semilla es plantada en la tierra por los La encantación dice así: hombres hasta el momento, que ahora ha llegado, en que el árbol está grande y ha dado sus frutos. El Seiru kiruánchama, baile y el canto continúan hasta después de la me- amue ui nikápsata, ¡ui nikápsata! dianoche. Temprano, en la mañana siguiente, co- Ui nereáwue, ui nereáwuue, mienza la fiesta de la bebida. Mientras los hom- ui nereáwe! bres beben y se emborrachan con la chicha cantan ui natinyu, ui natinyu. incesantemente la siguiente estrofa con la cual se Ityursanki, nerecheindya, dirigen a los cuadrúpedos y pájaros del reino ani- ¿nerecheindya, nerecheindya? mal que más aprecian la fruta de la chonta, espe- En traducción; cialmente el loro llamado tuishi y otro pájaro del bosque llamado kiruanchama, así como el cerdo “Loro, mi cuñado, ven ahora y toma la chonta, salvaje (pakki) que también come ansiosamente la ¡ven y toma la chonta! fruta, cuando cae de las palmas de chonta. Ellos ¡La fruta de chonta está madurando! llaman a estos animales y pájaros poéticamente ¡A hacer cerveza de chonta, hacer cerveza de chonta! sus “hermanos” y “cuñados”, invitándolos a tomar ¿Por qué no madura pronto la fruta? la fruta que ahora ha madurado y a preparar la cer- ¿Por qué no madura?” veza chontaduru. Así, los indígenas imaginan que la fruta seguirá madurando y será abundante. El tono de esta encantación es el siguiente:

Los hombres no solo celebran la fiesta de la dientes vivos. Estos espíritus, a pesar de ser más te- chonta cantando esta súplica, sino también gol- midos que queridos en casos normales, ahora apa- peando el gran tambor tundúi con el ritmo particu- recen como amigos y aliados de los indígenas, es- lar que se acostumbra en las fiestas de bebida de tando bajo el mismo control mágico como en el los Jívaros a las que ya me he referido. Antes, al sueño producido por el naténma o la maikoa. Des- golpear el tambor de esta manera, los indígenas in- de este punto de vista, las grandes fiestas de bebi- vitan a sus espíritus ancestrales, que fueron gran- da de los Jívaros asumen claramente un carácter des guerreros y curanderos y que ahora se cree que religioso. viven en las montañas, para tomar parte en la fies- ta de bebida y para regocijarse con sus descen- 358 RAFAEL KARSTEN

El indígena es un romántico de nacimiento, mente sean fáciles de entender y de anotar sus me- pero el simbolismo natural característico de su vi- lodías. Los indígenas solo parecen conocer nuestra sión romántica tiene una importancia mucho más escala mayor, nunca les escuché cantar en una real que para el poeta civilizado. Toda la naturale- clave menor. Su oído musical aparece bien desa- za, no solo los animales, sino también los árboles rrollado. Tanto los hombres como las mujeres y las plantas, inclusive la materia inanimada, refle- mantienen muy bien su tono. jan en su mente la vida humana, pensamientos y Las melodías de los Jívaros, así como de los sentimientos humanos, no simplemente de mane- indígenas sudamericanos en general, son simples ra análoga debido a la creencia de que almas hu- y, podríamos decir, fragmentarias: la repetición manas habitan estos objetos naturales y han toma- constante del mismo motivo musical corto forma do posada temporal en ellos. Muy frecuentemente toda la canción. El profesor E.M. V. Hornbostel ha los espíritus de ancestros especiales o parientes, indicado como característica de los indígenas conocidos por nombre, son reconocidos en tal o americanos la coordinación de muchas unidades cual piedra o montaña, en tal o cual laguna o cas- musicales similares unidas “de la misma forma que cada, en determinados cuadrúpedos o en pájaros. perlas ensartadas en un collar”. También hace otra Intimamente ligado a esta visión está lo “sagrado” observación interesante: que el mismo rasgo apa- que se atribuye a animales domésticos. He visto a rece en su arte ornamental, donde series similares mujeres indígenas lamentándose por perros muer- de ornamentos “geométricos” frecuentemente apa- tos, tal como si hubieran sido parientes queridos, y recen uno junto al otro. Él toma esto como una ca- a estos animales u otros del bosque así como a pá- racterística de toda la raza indígena1. Las dos ob- jaros que son comúnmente domesticados los indí- servaciones son justas con respecto a los Jívaros. genas no les dan muerte, a pesar de estar viejos y Para convencernos de este hecho solo necesita- decrépitos. En el mismo sentido, es decir, como mos considerar las melodías antes citadas, o los di- asientos de almas humanas, las plantas cultivadas seños ornamentales aplicados a vasijas de barro son consideradas sagradas y, como hemos visto, que ilustran este trabajo. Yo añadiría, con respecto les dirigen rezos y conjuros tal como si fueran per- a esto, que la peculiaridad de repetir constante- sonas. En una palabra, la idea de que toda la natu- mente el mismo motivo simple, tal vez con unas raleza es animada, que ha sido compartida inclu- pocas variaciones, también aparece en los discur- sive por filósofos entre las personas civilizadas, do- sos ceremoniales, hechos en las grandes fiestas y mina todo el pensamiento primitivo de los indíge- en otras ocasiones. nas. Ya nos dieron a conocer esta filosofía primiti- Los indígenas son extremadamente apegados va los capítulos sobre religión, pero es interesante a las canciones y la música y es fácil entender que anotar que también es la base de la poesía lírica en esta esfera han tomado prestado mucho de los primitiva, que de hecho no podría ser entendida blancos. Así, entre los indios Chaco encontré to- sin tomar en consideración este principio. nos que eran evidentemente prestados. Entre los Jí- Se puede decir relativamente poco sobre la varos, por otro lado, la influencia foránea en este música que acompaña la poesía de los Jívaros. aspecto ha sido insignificante, debido naturalmen- El ritmo general es bien marcado, siendo en- te al carácter conservador de toda la cultura jíba- fatizado por los instrumentos que lo acompañan, ro. Hasta lo que yo pude observar, todas las melo- por el movimiento de los danzantes, las armas días que he anotado aquí son genuinamente indí- cimbrantes, tal como en el baile de guerra enéma, genas. los golpes en el suelo con los pies, etc. El sistema melódico se basa evidentemente en la escala de Nota siete intervalos, así como nuestra música. Este he- 1 Koch Grunberg, Vom Roraima zum Orinoco. Bd. cho, así como el tiempo lento y ceremonial en el III Ethnographie, p. 416. cual se cantan las canciones, hace que general- Capítulo XV CIENCIA

Puede parecer inapropiado hablar de ciencia ros, originalmente vivieron en la tierra, pero en con respecto a gente primitiva como los Jívaros. cierta época fueron al cielo, donde han permane- De hecho, sus ideas sobre la Naturaleza y el hom- cido desde entonces. Las estrellas, tal como lo veo bre, por supuesto que en la mayoría de casos se yo, no han atraído particularmente la atención de quedan cortas respecto a una verdadera concep- los Jívaros, y no parecen tomar parte en su calen- ción científica, siendo influenciadas por sus fanta- dario. Casi la única estrella que aparece en su mi- sías mitológicas y “supersticiones”. Sus ideas de tología es el planeta Venus, llamado Yanguáin. El los fenómenos naturales revelan particularmente nombre general para “estrella” en el idioma jívaro la falta de una teoría científica de la causalidad y es ya. una noción de las leyes naturales. Sin embargo, El tiempo se determina principalmente por ese sentido natural “empírico”, característico del medio del sol y la luna. Gran atención se da a la hombre primitivo y las exigencias de la vida prác- luna nueva, que se supone tiene una influencia tica, han llevado a los Jívaros a lo que podría ser misteriosa en promover procesos naturales y ac- llamado una ciencia rudimentaria y que ahora ciones humanas. Así, vemos que la luna nueva se aparece entre los indígenas como herencia de ge- cree causa la menstruación en las mujeres e influ- neraciones pasadas. Algunas afirmaciones, por lo ye en el desarrollo del feto en el útero de la madre. tanto, pueden hacerse con respecto a este lado La luna menguante, por otro lado, tiene el efecto particular de su cultura. de hacer que todo decaiga y se muera. La pregunta que concierne el origen del mun- Con respecto a períodos más largos, tanto los do no parece haber preocupado mucho la mente Jívaros como los Canelos, hablan de “años”, pero del Jívaro. En su mitología nunca han buscado una su división no está basada en cálculos astronómi- respuesta a estas preguntas: “¿Quién creó el cielo cos, sino en otros tipos de observación. Un “año” y la tierra?”, o “¿Cómo se han originado?”. Para los en el idioma quichua es chunta. Este es el nombre Jívaros es bastante natural que el mundo siempre de la importante palma chontaduro (Guilielma), haya existido, así como la raza humana, que ellos cuyo fruto empieza a madurar en febrero. Este es llaman shuara. La única cosa que les ha interesado para los indígenas un hecho tan importante que lo es el origen mismo de la cultura jívaro en sus as- consideran como el comienzo del año. De igual pectos más importantes, y estas preguntas son tra- manera, los Jívaros han adaptado la misma palabra tadas especialmente en algunos de los mitos. De quichua chunta, para referirse al año. éstos, y de sus ideas religiosas antes afirmadas, Las ideas que los indígenas sostienen sobre también conocemos las ideas que tienen sobre el fenómenos metereológicos tales como rayo y true- mundo celestial y algunos fenómenos naturales. no, cometas y estrellas fugaces, huracanes, etc., se El cielo es para ellos una inmensa bóveda só- han mencionado antes, al hablar de su religión. lida que descansa sobre la tierra. Un mito jívaro También hemos visto que se atribuye un origen so- nos dice que antes había mucha comunicación en- brenatural a ciertos minerales, por ejemplo, las tre el cielo y la tierra, con gente que ascendía al “piedras de rayo” que se cree hayan sido enviadas cielo por medio de un gran bejuco colgado de la del cielo por espíritus ancestrales, piedras de lava bóveda y luego descendía a la tierra. Inclusive los botadas de volcanes, y especialmente cristales de cuerpos celestes, el sol, la luna, las estrellas, que montaña que son vistos como procedentes de al- son consideradas “personas” (eintsu) por los Jíva- mas malignas de hechiceros muertos que sobrevi- 360 RAFAEL KARSTEN ven en las montañas. Los cristales, por lo tanto, las propiedades de las plantas. Toda la naturaleza son considerados como las “flechas” más potentes ha sido cuidadosamente analizada, con el propó- utilizadas por brujos vivientes. sito de saber qué le puede ofrecer al hombre en La astronomía, la metereología y la minerolo- términos de comida. Han probado todo y pueden gía de los Jívaros están mezcladas en gran medida decir sin fallar si un cierto animal o pájaro puede con la superstición; su conocimiento geográfico es ser comido, y cómo afecta a la salud. Tampoco también muy limitado. Prácticamente solo cono- hay ser animal alguno que no tenga algún nombre cen el territorio habitado por las tribus jívaro y tie- nativo; cualquier niño puede hablar de tal o cual nen ideas muy confusas sobre otras partes del con- insecto que se arrastra por la tierra. Sus ideas con tinente Sudamericano y todavía más sobre el mun- respecto a los animales comestibles, sin embargo, do entero. Saben que hay otras tribus indígenas, son peculiares muchas veces debido a sus supers- con lenguaje y costumbres distintas de las de los Jí- ticiones. Así, aunque la carne de venado nunca se varos, pero les interesan menos, inclusive como come por ser considerado un demonio, es difícil enemigos. También distinguen la raza indígena de encontrar un fundamento real para tal aberración. la raza blanca, pero ni siquiera esta distinción es En la mayoría de casos, sin embargo, las supersti- muy radical. De acuerdo a su idea, inclusive los ciones de los indígenas tienen una base de reali- blancos fueron alguna vez Jívaros; son por lo tan- dad. Las ideas “supersticiosas”, como regla, se ba- to, llamados apachi, es decir, antepasados. Hay san en los seres animales que de alguna manera propiamente solo una raza humana, sobre todo la son dañinos. Así, la carne del tapir es tabú como raza jívaro. Es típico a este respecto que los Jívaros comida, tal como lo es la del venado, pero este me preguntaran si en mi país también había “indí- prejuicio no es totalmente infundado, se considera genas” (shuara). También me preguntaron si en mi que el comer la carne del tapir puede tener en al- país había bosques grandes y ríos y los mismos gunos casos efectos dañinos. Inclusive los blancos animales que los de ellos. Me fue imposible darles del oriente de Ecuador afirman que el comerlo sin un concepto correcto sobre un océano y la enor- cautela puede causar una especie de fiebre. Lo me distancia que separa a Europa del Nuevo Mun- mismo sostienen de la carne de muchos otros ani- do. males y de ciertos pescados. Que la grasa del cer- A pesar de que los indígenas tienen algunas do doméstico y de ciertos otros animales pueda tradiciones, estas tradiciones no parecen remontar- causar indigestión y otros tipos de enfermedad, es se muy lejos en la historia. Lo que conocen del pa- un hecho muy conocido que no ha sido pasado sado, tiene un carácter mítico muy fuerte. Los ac- por alto entre los indígenas. Podemos fácilmente tuales Jívaros del Upano y del Santiago no cono- entender de esta forma, por qué la carne de cerdo cen, por ejemplo, de los grandes pueblos Sevilla es regularmente tabú como comida para el hom- de Oro, Logroño y Mendoza, que unos trescientos bre o mujer indígena que está, o cree estar, en si- años atrás estaban situados en sus propias tierras y tuación crítica. Tomando en cuenta las costumbres que ellos mismos destruyeron. Saben que en años nativas en su totalidad, puedo decir que lo que lla- pasados tuvieron muchas guerras con los blancos mamos “superstición” ha sido en gran medida y que estos últimos son, se podría decir, sus enemi- maestra de los indígenas y, estando fundamentada gos hereditarios, pero sus verdaderas tradiciones en la experiencia, les ha dado una guía valiosa en históricas, se remontan casi solo a tres o cuatro ge- su vida práctica, a pesar de que son obvias las exa- neraciones pasadas. geraciones a las que ha sido llevada. Lo mismo se Con más razón podemos hablar de una cien- puede decir de sus medicamentos. cia indígena, cuando entramos en el plano de su El conocimiento farmacológico de los indíge- conocimiento sobre animales y plantas. Este es un nas es maravilloso. He tenido la oportunidad de sector de la naturaleza donde el maravilloso poder señalar esto con respecto a su flecha envenenada, de observación demuestra mejor las características pero es igualmente visible con respecto a su arte mentales del hombre que vive en su estado natu- médico, en el cual las plantas tienen un papel do- ral. La vida aquí ha sido la muestra de los indíge- minante. Podría escribirse todo un libro sobre las nas, es la lucha por existir que les ha obligado a plantas medicinales indígenas, pero desafortuna- adquirir un conocimiento profundo sobre los hábi- damente sobre este tema se debe decir lo mismo tos y cualidades de los diferentes seres animales y de lo ya afirmado sobre las plantas con las cuales LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 361 se prepara la flecha envenenada: el material nece- uno o dos huevos batidos, así como con un poco sario para tratar este tema puede ser apropiada- de sal de la montaña (catchi). mente recolectado solo por un botánico. La cien- La corteza de quinina, cascarilla, que se ob- cia médica europea les debe varias plantas a los tiene de los bosques en el Oriente ecuatoriano, la indígenas sudamericanos, pero éstas hasta ahora usan los Canelos como otro remedio contra la ma- son solo una fracción de las que existen. Yo, por lo laria. Un extracto se obtiene de ciertos pedazos de tanto, quiero enfatizar una vez más la importancia corteza, que se mezclan con aguardiente. Tanto de este tema que debería ser estudiado en detalle los indígenas como los colonos aseguran que la por los expertos en farmacología y botánica. cascarilla, tomada con aguardiente, es mucho más Expediciones enviadas al alto Amazonas con eficaz. este propósito obtendrán resultados de gran valor. La corteza de canela y la flor de la canela De las numerosas plantas medicinales de los (ishpingu) entre Canelos es usada como remedio Jívaros y de los Canelos algunas ya han sido men- para la diarrea y dolores estomacales. Se hace una cionadas en capítulos anteriores. Quiero solamen- decocción con ciertos pedazos de corteza o algu- te llamar la atención, por ejemplo, sobre las varias nas flores y se toma la medicina. medicinas, que entre los Canelos, el padre y la ma- El arbusto llamado tzigta en quichua se men- dre de un recién nacido deben tomar, tanto para ciona como una planta que tiene ingredientes ve- purificarse como para fortificar al bebé. Para evitar nenosos por medio de los cuales una flecha fuera la repetición de las afirmaciones hechas antes, so- de uso puede volverse eficaz otra vez. De esta lo mencionaré algunas medicinas que son común- planta, que yo no he podido identificar botánica- mente utilizadas y que indican algo sobre el arte mente, parecen, sin embargo, existir varias espe- medicinal de los indígenas. Yo considero que estas cies, de las cuales, algunas son solo levemente ve- medicinas, la mayoría de las cuales se obtienen nenosas y utilizadas como medicinas extraordina- del mundo vegetal, son un commune bonum para rias. Una cantidad de la cáscara se saca y se hier- todas las tribus indígenas del alto Amazonas. Los ve en agua y la decocción la toman los Canelos nombres de las plantas están en parte en jívaro, en como remedio, especialmente para el catarro y pa- parte en quichua. Para algunas plantas o medici- ra el dolor de cabeza. Es de hecho una de las me- nas los Canelos usan palabras en español. dicinas más utilizadas por ellos. Algunas plantas medicinales se usan como re- Otra planta medicinal de los mismos indios es medios contra las fiebres. Una de éstas es la aya una llamada patacunyúyu. Las hojas de la planta huasca (natéma), que ya conocemos como un im- se hierven en agua y la infusión, mezclada con un portante narcótico que produce visiones y alucina- poco de sal, se toma como un vomitivo. ciones. Aparte de esto, los Canelos afirman que la La pequeña planta llamada “hierba luisa” la medicina es un remedio eficaz contra la malaria, usan los colonos blancos y los Canelos como re- especialmente cuando se mezcla con un poco de medio para los escalofríos. Se hace una infusión agua de tabaco. Este dato se ve confirmado por los con las hojas y se toma tan caliente como sea po- colonos blancos del Oriente ecuatoriano, que la sible. La medicina también es buena para dolores usan frecuentemente en tales casos. de estómago, especialmente mezcladas con soda. Otro remedio para la fiebre se prepara con la Ambára es el nombre de una pequeña planta verbena, llamada yapáu por los Jívaros. Las hojas que la usan los Jívaros para curar la disentería. Las de la planta se hierven en agua y la decocción se raíces se hierven como medicina, tiene efectos toma como medicina. Exactamente de la misma purgativos. También actúa como vomitivo. manera, los indígenas usan otra planta, una espe- La ictericia, los Jívaros la curan con una me- cie de la Cyathula, de la familia de las Amarantha- dicina preparada con la corteza del cedro (Cedre- ceael. Algunas veces se mezclan decocciones de la herrerae). Durante una hora se hierve para el ambas especies, con lo cual se realza la eficacia. propósito y la infusión consta una parte de la cor- También se dice que es un remedio contra la tenia. teza con dos de agua. Una cantidad de esta infu- La especie Cyathula los Canelos la llaman iskant- sión, más o menos un vaso, se toma todas las ma- seli y los Jíbaros kántsea. Estos últimos, cuando ñanas con el estómago vacío y en pocos días el pa- usan las hojas de kántsea, también tienen la cos- ciente se curará tumbre de mezclar la decocción con la clara de 362 RAFAEL KARSTEN

Los vomitivos en general juegan un papel im- jengibre, y la raíz de una tercera planta fuerte, lla- portante en el arte medicinal de los indígenas, co- mada botoncillo. Un pedazo de algodón se sumer- mo aparece de las descripciones de las ceremonias ge en estas fuertes medicinas y se introduce en el desarrolladas en fiestas, etc. Así, la aya huasca, la ano del paciente por un período corto; no lo po- solución de guayusa, y la medicina preparada con dría soportar por mucho rato. De acuerdo a la idea la raíz chiki en la fiesta de las mujeres, tienen el de los indígenas, esta enfermedad se debe a que el efecto de vomitivos por medio de los cuales el or- ano del paciente ha sido atacado por ciertos gusa- ganismo se purifica de substancias malignas. Un nos que van subiendo y subiendo hasta entrar en importante emético para los Jívaros es su sal nati- el canal intestinal y causan rápidamente que el pa- va (whui), que nunca se usa como una especie, si- ciente se vaya pudriendo. Si el remedio se aplica no que es más apreciada como medicina. Estos in- con tiempo, los gusanos mueren por las fuertes dígenas hacen una distinción entre la sal que ellos medicinas y el paciente se salva. Yo escuché de mismos preparan hirviendo y la sal que consiguen varios casos en Pastaza en que indígenas y colonos a manera de trueque de los Canelos, que en qui- blancos habían sido curados en esta forma de este chua se llama puyu. Esta sal también se usa exclu- terrible mal, que generalmente lleva a la muerte en sivamente con propósitos medicinales, pero no co- dos o tres días. Que un enema hecho con ají ten- mo un vomitivo. ga verdaderamente efectos de desinfección y puri- Tal como los indígenas aprecian los eméticos, ficación está más allá de la duda. aprecian las medicinas con efectos purgativos. Tal También hay, por supuesto, plantas medicina- medicina es, por ejemplo, el ambára, mencionado les que se supone tienen el efecto de curar heridas. antes, por el cual los indígenas curan la disentería. De este tipo es, por ejemplo, la resina o bálsamo, Otras medicinas fuertes de este tipo se usan para llamado copaiba que se obtiene del árbol Copaife- curar la tenia. ra. La herida se lava y el bálsamo se coloca enci- El estómago y los canales intestinales de los ma. El copaiba también se utiliza como un reme- niños se purifican con una infusión de helechos, dio de la gonorrea. que se toman como medicinas ordinarias. En otros Estas son solo algunas de las más importantes casos los indígenas preparan un enema para los plantas medicinales que los indígenas utilizan. Sin mismos propósitos. Un enema que noté entre los embargo, a pesar de haber hecho importantes des- Jívaros consistía de una infusión de cuatro diferen- cubrimientos en este terreno y poseer conocimien- tes plantas cultivadas por los indígenas: la primera tos sobre remedios valiosos, yo no tengo una muy de las plantas se llama kántsea, mencionada antes; buena opinión sobre su habilidad para usar estos la segunda, las hojas de la planta llamada mapash; remedios. Su práctica terapéutica deja mucho que la tercera un tipo de hierba llamada chirichiri; y la desear. Las muchas historias entre los colonos cuarta una planta pequeña llamada puyu. Esta blancos sobre curaciones milagrosas de los curan- fuerte medicina se inyectaba en el recto del niño, deros indígenas, en mi opinión, deben ser capta- por medio de una jeringa para el enema, hecha de das con escepticismo, aunque no niego que en al- la vejiga de la gallina con un pedazo del tallo de gunos casos hayan tenido resultados asombrosos. zanahoria (Daucus) que es hueco. La disentería y El desarrollo del arte médico de los indígenas ha la diarrea en niños se curan generalmente de esta sido muy estorbado por sus supersticiones y otras manera. peculiaridades, características de su mente primiti- La gente adulta en ciertos casos se cura con va. Pueden existir curanderos verdaderamente há- otro tipo de enema que consiste simplemente en biles entre los indígenas, pero son muy escasos. El una solución de ají (Capsicum). Con tal enema los indígena promedio puede solamente con dificul- indígenas tratan de curar a los pacientes de las tad ser persuadido para que se haga un tratamien- consecuencias de la picadura de la serpiente. Los to largo y sistemático. Una medicina debe curar de indígenas de Pastaza han recurrido a este remedio una sola vez, de otra forma no será requerida. Muy especialmente contra el escorbuto, que a veces frecuentemente, como encontré en mis viajes, los aparece en esa poco saludable región, asumiendo indígenas no podían, o simplemente no sabían có- un carácter epidémico. Los Canelos no usan un mo usarla. Mis propios remedios: polvos, píldoras, enema en el sentido propio de la palabra, sino que etc., los indígenas los consideraban “medicinas” mezclan ingredientes fuertes, pólvora, ají, raíz de poderosas y venenos, y cuando yo se las enseña- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 363 ba, generalmente me las pedían pero era imposi- los Canelos, como todos los indígenas de la selva ble hacer que se tomaran una tableta o una píldo- en la región Amazónica, son limpios. Así, tanto ra; podían morir ahí mismo. En cambio las guarda- hombres como mujeres y niños, toman un baño to- ban cuidadosamente en sus casas, creyendo evi- dos los días en el pequeño río en cuyas orillas es- dentemente que con su sola presencia tendrían su- tá situada su casa; frecuentemente se bañan dos ficiente efecto para curar. veces al día. Toda la mugre y los desperdicios son La apatía natural y el fatalismo de los indíge- cuidadosamente removidos de la casa que es ba- nas también se convierten en un obstáculo para la rrida diariamente. Tampoco se toleran basuras en terapia racional. Si los curanderos declaran que no los alrededores de la casa. La superstición misma pueden curar a un paciente, o si él mismo o sus ha creado en algunos casos el desarrollo del senti- parientes se hacen de la idea que llegó la última do higiénico de los indígenas. Con respecto a este hora, abandonan cualquier cuidado y solo aguar- punto, hay que tener en cuenta que después de dan la muerte, a pesar de que quizá no haya nin- una muerte todas las ropas, los platos de comida, gún peligro real para su vida. etc., que han estado en contacto íntimo con el di- De igual manera, por ejemplo, atendiendo las funto son destruidos y quemados y que, en caso de heridas, la higiene indígena es muy deficiente, a una epidemia, todo el pueblo es destruido y aban- pesar de que es evidente que estos niños de la na- donado por sus habitantes. turaleza generalmente tienen mucha más resisten- cia contra los microbios infecciosos que un blan- Nota co. En ciertos casos, por otro lado, dan evidencia 1 Debo al Dr. H. Lindberg, de Helsinki, la clasifi- de una higiene natural que inclusive puede servir cación botánica de las especies Verbería y a la gente civilizada como ejemplo. Los Jívaros y Cyanthula.

Sexta parte MITOS

Capítulo I MITOS

Los mitos que relataré en esta parte del libro 1. El mito de la Tierra-madre Nungüi los anoté entre los indígenas del Upano, Santiago y alto Pastaza. Investigaciones posteriores me han En tiempos antiguos los Jívaros no conocían convencido que también son vigentes -aunque en ninguna de las plantas o frutas que cultivan hoy en versiones algo diferentes- entre los Achuaras del día, ni tampoco poseían el arte de cazar a los ani- medio Pastaza y entre los Aguarunas, y por lo tan- males y pájaros del bosque con lanzas y cerbata- to, puede decirse que son propiedad intelectual nas. común a todas las tribus jívaro, de Ecuador y Perú. En aquellos días vivía una mujer jívaro, cuyo Casi todos ellos son mitos culturales, es decir, tra- nombre era Ungucha. Solo tenía un campo de tan de explicar el origen de la cultura de la raza jí- tumbal, pero ningún otro tipo de plantación. varo en algunos de sus aspectos. No pienso que Y Ungucha le dijo a la tumba: “¿Por qué de- existan otros mitos de esta categoría; por otro lado, bo plantarte y cuidarte, árbol inútil, que no me das estos relatos son reconocidos por la mayoría de los ni una fruta? ¿Dónde puedo conseguir yuca, pláta- miembros viejos de todas las tribus. Ni tampoco, a no y otras frutas para comer?” pesar de averiguaciones repetidas, he encontrado Un día Ungucha encontró unas cáscaras de otros tipos de mitos. Si existen, en todo caso, no yuca en la orilla del río. Bajó por el río buscando son comúnmente conocidos: solo algunos de los la yuca y por fin llegó hasta un lugar donde había hombres viejos pueden, quizás, tener conocimien- un sinnúmero de áha (plantaciones). Aquí Ungu- to de ellos. Los mitos que aquí relato son de impor- cha encontró a la mujer jívaro Nungüi y le dijo: tancia especial por el interesante conocimiento “Dame yuca y plátano para comer”. Nungui con- que ofrecen de muchas costumbres e ideas religio- testó: “Eso no te lo puedo dar pero en vez de co- sas de los indígenas. De hecho, sin conocer por mida llévate a esta pequeña niña, que es mi hija”. ejemplo, el mito de la Tierra-madre, Nungüi, sería Ungucha se llevó a la niña y construyó un refugio imposible entender un lado esencial de la cultura en donde colocó a la niña. Luego le dijo: “Repite de los Jívaros. De igual manera, el mito que con- estas palabras: wari múitsa a, ¿Qué vasija de barro cierne la primera fiesta de la Tsantsa de los Jívaros (para la chicha de yuca) hay?” La niña repitió: wa- -en el momento cuando todavía tenían forma ani- ri miusta a, y en un instante apareció una gran va- mal- nos dará una buena idea de la forma con que sija de barro del tipo que los Jívaros utilizan para son llevadas sus guerras y celebradas sus fiestas de la chicha de yuca. Ungucha de nuevo le dijo a la la victoria. niña: wari nihamánchi a, ¿”Que chicha de yuca Los mitos me fueron relatados por diferentes hay?”. La niña repitió wari núhamánchi a, e instan- Jívaros en su propio lenguaje y luego yo, con la táneamente la vasija se llenó de substancia de yu- ayuda de intérpretes, los traduje al español prime- ca para hacer chicha. Ungucha otra vez le dijo: ro y luego al inglés. Para dar al lector una idea del “Repite estas palabras: wari michaka a, ¿Qué ama- lenguaje prosaico de los Jívaros, relato dos de los sijo de maní hay?”. Y la niña repitió: wari michaka mitos en versión original. a, e instantáneamente había una vasija llena de amasijo de maní. Ungucha entonces llevó a la hija de Nungüi fuera de la choza hacia el bosque y le dijo a la ni- 368 RAFAEL KARSTEN

ña: “Repite estas palabras: wari áha a, “Qué cam- Ungucha tenía un hijo que estaba sentado pos hay?”. La niña repitió: wari áha a, y en segui- junto al fuego en la casa. Este joven era malo, y se da aparecieron grandes plantaciones de plátano, enojó porque la hija de Nungüi había llegado a la yuca, camote, maíz, zanahoria, fréjol, maní, etc., casa. Le dijo a la niña; “Repite esto: wari iguánchi es decir, todos los diferentes tipos de frutas y raíces a, ¿Qué demonios hay? Veamos si a ellos también que los Jívaros cultivan hoy. los puedes llamar”. La hija de Nungüi repitió: wa- Ungucha otra vez le dijo a la niña: “Repite es- ri iguánchi a, e instantáneamente aparecieron los tas palabras: wari kúndinyaka a, ¿Qué cacería demonios que atormentan a la humanidad. El hijo hay?”. La niña repitió: wan kúndiyaka a, y en ese de Ungucha le dijo otra vez a la niña: “Repite es- mismo momento apareció ante ellas una gran can- to: wari kaunchi a, ¿Qué cosas podridas hay? tidad de carne de diferentes animales y pájaros Quiero ver si puedes llamar a tales cosas también”. que los Jívaros hoy en día cazan, carne del cerdo La niña repitió wari kaunchi a, y de inmediato un salvaje, de la paca, de aguti, de todo tipo de mo- olor desagradable a podrido llenó la casa. no, del tucán, del pavo salvaje, del loro, etc. Y Un- Entonces el hijo de Ungucha dijo “Tenemos gucha empezó a nombrar a estos animales y pája- en esta casa a una niña mala que convocó a todo ros que así fueron hacia ella, y cuando quería un tipo de malas cosas. ¿Por qué debemos mantener- animal o pájaro en especial le pedía a la niña que la aquí? Debemos mandarla de esta casa”. Y tomó mencionara el nombre de tal o cual animal o pá- cenizas del fogón y las tiró sobre la niña. La hija de jaro. Nungüi empezó a llorar y dijo: “¿Por qué he de Decía, por ejemplo: quedarme aquí? Regresaré con mi madre bajo la tierra”. Y la niña salió a la plantación, fuera de la Wari pakki a, “¿Dónde está el saíno?” casa, y desapareció hacia la tierra envuelta en hu- Wari kayúka a, “¿Dónde está el aguti (un roedor)?” mo. Wari washi a, “¿Dónde está el mono negro?” Los Jívaros podrían haber sufrido hambruna Wari kávashu a, “¿Dónde está el loro verde?” otra vez, después de la partida de la hija de Nun- Wari máshu a, “¿Dónde está el paugi?” güi. Pero los campos ya estaban hechos, la yuca Wari kúyu a, “¿Dónde está el pavo salvaje?”, estaba plantada, las semillas habían sido sembra- y así. das. Así las frutas crecieron por sí solas con el tiempo. La carne de todos estos animales y pájaros, NOTA: En este mito encontramos un tema sin embargo, siempre llegaba hasta Ungucha en que frecuentemente aparece en mitos culturales forma preparada y seca y sus cabezas nunca le lle- primitivos, en especial, la bondad divina y la in- gaban. Y Ungucha le dijo a la niña; “Por qué no gratitud humana. Las mujeres jívaro todavía tienen me das las cabezas? También quiero las cabezas!” una conciencia viva de su gratitud hacia la gran Pero la niña no podía darle las cabezas. Ungucha Tierra-madre, la donante invisible de todas las co- se enojó, tomó algunas cenizas del fogón, las fro- sas buenas. Hablan de Nungüi como de un ser di- tó en los ojos de la niña y le dijo: “¡Dame una ca- vino que todavía existe, y ya sabemos de la devo- beza, quiero una cabeza!”. En ese mismo instante ción que le rinden en ciertas ocasiones, especial- la niña se envolvió en un humo denso y desapare- mente cuando se siembran los campos y en la ció al interior de la tierra. Ahí ha permanecido la “Fiesta de las mujeres”. hija de Nungüi con su madre desde entonces. Pe- ro desde esos tiempos los Jívaros han conocido to- 2. Cómo los Jívaros obtuvieron el fuego das esas frutas y plantas que hoy cultivan, a pesar de que las obtienen solo por medio de un arduo Explico este mito en lenguaje jívaro con tra- trabajo. Desde el tiempo de Nungüi también han ducción interlineal. conocido esos animales y pájaros del bosque que todavía cazan. Yountsu unta hi atsúmasa whétta shuara eini De acuerdo a otra versión, el final del mito, tsukáppi que nos habla de cómo desapareció la hija de En los tiempos antiguos, fuego no existente, Nungüi, dice así: antiguos jívaros bajo las armas. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 369 tsuira hásma nu yúoma. Tákkea hi rintinyu. Ni Takkea Por último, el colibrí, himbui, les dijo al res- noa to; “Bueno, yo robaré el fuego de la casa de Tak- (la comida) hecha tierna, la comían. Takkea solo poseía kea”. El colibrí se mojó las alas y se colocó en la el fuego. La esposa de Takkea mitad del camino, como si fuera incapaz de volar y temblando como si sintiera frío. La esposa de áhana wui, wakitka himbu weinikama. Tura, Takkea, volviendo del campo, vio al colibrí y lo yendo a la plantación y en su regreso un colibrí vio. Lue- llevó a su casa con la intención de secarlo y do- go mesticarlo. Después de un rato, el colibrí, habién- hukima, tánguchi naháma, hina anáru huhúrtitsa. dose secado parcialmente, sacudió sus alas y trató lo llevó (a casa), para domarlo, en el fogón lo colocó pa- de alzar vuelo pero no podía. La esposa de Takkea ra secarlo. de nuevo lo tomó y lo colocó junto al fuego. Pron- to el colibrí estuvo perfectamente seco y se prepa- Huhúrma siri hina huáka ákasa ró para robar un poco de fuego. Ya que no podía Habiéndolo secado, él sacudió sus alas, tomó el fuego llevarse todo el fuego, tomó un poco con su cola, habiéndolo agarrado permitiendo que sus plumas se prendieran y salió volando fuera de la casa. Voló hasta un árbol alto whúki. Tura numa áka ikyúkma. Noa con corteza muy seca, que los Jívaros llaman ma- con su cola. Luego en el árbol, que tomó fuego, lo dejó. kúna. La corteza también se prendió y el colibrí se Una mujer, llevó un poco de esta corteza, llevándola a la ca- áha wini tu weinika hukima. Hi ikyámsata, sa. “Aquí tienen el fuego”, gritó al resto, “encien- regresando de la plantación, viendo esto, se lo llevó con dan su fuego con éste, pueden llevárselo todo, ella. “Enciende el fuego”, ahora podrán cocinar su comida muy bien. Ya no necesitan hacer que su comida madure, mante- timya, yamai hi wéinikahei. Yurúma wita painikatárum niéndola bajo los brazos”. dijo, “ahora fuego he encontrado. Coloca las ollas (so- Cuando Takkea vio que el colibrí había esca- bre el fuego) para cocinar comida, pado con el fuego, se puso muy enojado y empe- zó a reprochar a su gente. “¿Por qué han permiti- pingera yúotinyu. do que el pájaro entre a la casa y robe el fuego? De para que podamos comer bien”. ahora en adelante todos tendrán fuego y eso será culpa de ustedes”. Otro indígena Jívaro me relató el mismo mito Desde ese tiempo los Jívaros poseen el fuego. con más detalles, de la siguiente manera: También han aprendido a hacer fuego frotando dos En tiempos antiguos los Jívaros no sabían del pedazos de madera del “árbol de algodón” (uruchi uso del fuego. En esos tiempos, al preparar la co- numi). mida, tenían la costumbre de calentar la carne y NOTA: Como he señalado antes, este árbol hacerla suave manteniéndola bajo los brazos, y la de algodón no es idéntico al árbol de algodón que yuca la maduraban manteniéndola bajo la quija- los Jívaros cultivan hoy. El uruchi numi que, de da. Los huevos se hervían enterrándolos en la are- acuerdo al mito, fue utilizado antes para producir na y exponiéndolos al sol. fuego es otro árbol, ahora solo conocido de nom- El único que poseía fuego era un Jívaro de bre. Antes los Jívaros usaban la madera de otro ár- nombre Takkea. Había aprendido a hacer fuego al bol llamado ipyáknumi para este propósito. frotar dos pedazos de madera. Pero era un enemi- go de los otros Jívaros y no quería darles el fuego 3. Cómo los Jívaros obtuvieron la sal o enseñarles cómo hacerlo. Muchos Jívaros (que en esa época tenían la forma de animales o pája- La sal era, en tiempos antiguos, un hombre ros) fueron volando y trataron de robar el fuego de llamado Whui. Whui salió en busca de un lugar la casa de Takkea, pero no tuvieron éxito, Takkea donde pudiera asentarse y vivir, cantando: tui pu- mantenía la puerta de su casa un poco abierta, y hústai, tui puhústai, “¿Dónde deberé asentarme cuando venían los pájaros los mataba, apretándo- dónde?”. Por último llegó a la región donde el río los entre la puerta y el poste y luego se los comía. Curi-Curi une sus aguas con las del río Nangosiza. Este era el lugar donde Whui quería quedarse y 370 RAFAEL KARSTEN cantó: Mangosiza. Curi-Curi, pangia, pangia pu- hombres y mujeres que conversaban y reían, de hústai, es decir, “En Mangosiza, en Curi-Curi, ahi perros que ladraban y de gallinas que cacareaban. me quedaré, (volando como una mariposa) agitan- Más tarde, sin embargo, este lugar subterráneo fue do mis alas”. Desde ese tiempo, Whui ha vivido en destruido por personas que buscaban sal, y hoy en Mangosiza donde todavía hay un brote de sal. día nadie escucha esas voces del interior de la tie- Cuando Whui orina, un poco de sal también se es- rra. Pero la sal que los Jívaros todavía obtienen del parce por ciertas otras partes fuera de Mangoiza. manantial de sal y preparan al hervir agua salada, La sal es la orina de Whui2. es la orina de Whui, quien se enterró a sí mismo De acuerdo a otro mito, los Jívaros descubrie- con todos los otros Jívaros. ron la sal de la siguiente manera: Whui apreciaba mucho a su esposa y le traía 4. Cómo los Jívaros obtuvieron la arcilla (Nui) todos los días caza. de la cual las mujeres hacen vasijas de barro Hace mucho tiempo, cuando los Jívaros lle- vaban ya algún tiempo existiendo sobre la tierra, El sol, etsa, y la luna, nántu, fueron en tiem- un Jívaro llamado Whui se casó con una niña y vi- pos antiguos personas (Jívaros) y vivían aquí en la vía con ella en una casa. Un día vino del bosque tierra en la misma casa y tenían la misma esposa. con una pequeña vasija de barro (yukúnda) llena Esta última era un pájaro (Caprimulgus) llamado de sal, que entregó a su esposa. Le trajo sal duran- Aoho por los Jívaros. A veces el sol estaba con Ao- te varios días y de igual manera empezó a dar sal ho, algunas veces la luna estaba con ella. Cuando a los parientes, pero ellos no sabían de dónde la el sol abrazaba a Aoho, como era tan cálido, a la traía y cómo la preparaba. La única cosa que co- mujer le gustaba. Por otro lado, cuando la luna nocían era que siempre tomaba su camino hacia el abrazaba a Aoho siendo muy fría a Aoho no le gus- bosque y regresaba tarde con sal. taba. “Eres muy fría”, le dijo a la luna, “no me gus- Una mujer jívaro que estaba curiosa por saber tas”. El sol se burló de la luna y le dijo: “¿Por qué de dónde sacaba sal, se dijo a sí misma: “Lo segui- eres tan fría? Yo soy muy caliente y por lo tanto le ré secretamente, para averiguar de dónde saca la gusto a la mujer”. La luna se enojó mucho y se fue sal”. Un día, cuando Whui salió al bosque, ella le al cielo (nayéimbi), subiéndose por un bejuco. Al siguió sin que él se diera cuenta. Le vio llegar a un mismo tiempo le sopló al viento, para que sucedie- refugio donde empezó a orinar en una vasija de ra un eclipse así que el sol no fuera visible por un barro que luego colocó sobre el fuego, mientras su momento. La mujer, que pensó que había sido de- mujer estaba parada cerca, riendo. La mujer quiso jada sola, dijo: “¿Por qué he de permanecer aquí sorprenderle y repentinamente se adelantó y ex- sola? Yo también me iré al cielo”. La mujer conse- clamó: “¿Por qué haces esto secretamente y no nos cuentemente empezó a trepar, siguiéndole a la lu- dejas ver cómo preparas la sal?”. Whui se sintió na por el mismo bejuco. Llevaba consigo una ca- avergonzado, porque se había dejado sorprender y nasta llena de arcilla (núi) del tipo que utilizan las porque una mujer le había visto orinar. Ayu, Ayu, mujeres jívaro para hacer sus vasijas de barro. Ao- máketi, máketi, dijo él “está bien, está bien”. Pero ho estaba muy cerca del cielo cuando la luna no- pensando para sí: “Acabaré con todos los miem- tó que ella le seguía. “¿Por qué me sigues?” pre- bros de mi tribu que ahora ya sabrán cómo obten- guntó a la mujer, “Ya no te quiero tener”. La luna go la sal”. Luego Whui preparó una gran fiesta e sacudió el bejuco para que se rompiera y la mujer invitó a todos sus vecinos. Cuando todos estaban cayó al suelo con la canasta que llevaba. La arci- juntos, Whui cerró las puertas de la casa para que lla se esparció y por donde cayó algo de ella, toda- nadie pudiese escapar. Luego, repentinamente, la vía se encuentra arcilla hoy en día. tierra se abrió y todos los que estaban en la casa, Aoho, por lo tanto, permaneció en la tierra y los huéspedes, Whui mismo y su esposa y los ni- se convirtió en el pájaro que lleva ese nombre. Su ños, sus cerdos, gallinas y perros, se hundieron en voz dolida todavía se escucha cada luna nueva, ella. Ahí viven todos ellos, desde entonces. cuando ella llama a su esposo que la abandonó. Pero aquellos que, durante otros tiempos, fue- Más adelante, el sol también trepó al cielo, ron allí en busca de sal y cavaron la tierra podían pero inclusive ahí, la luna está obligada a escapar escuchar, desde el interior, las voces de todas esas continuamente del sol, corriendo sobre montañas personas que Whui había hecho caer, las voces de y bosques. Nunca pueden marchar juntos y nunca LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 371 pueden reconcilarse. Por eso el sol es visible du- vía se lamenta por la pérdida de su marido. En to- rante el día y la luna solo aparece durante la no- da luna nueva le llama, cantando canciones con che. una voz de lamento: aishiru, aíshiru, úruku winya Si el sol y la luna, en vez de pelear por la po- hapána, “Marido mío, Marido mío, ¿por qué me sesión de la mujer, hubieran sido capaces de acep- has abandonado?”. tar el tenerla en común, entonces entre los Jívaros NOTA: El pájaro (Caprimulgus), en cuestión, también dos hombres podrían tener a una mujer es uno de los que atraen particularmente la aten- en común. Pero ya que el sol y la luna fueron ce- ción de los viajeros de los bosques del oeste del losos uno del otro y sostuvieron una pelea por la Amazonas por su peculiar y triste canto que se es- mujer, los Jívaros son celosos entre ellos y pelean cucha especialmente en la noche cuando aparece por poseer a las mujeres. la luna. Es natural que este canto sorprenda a la Pero la arcilla, de la cual las mujeres hacen imaginación de gentes primitivas. vasijas de barro para las fiestas tiene su origen de la mujer Aoho, habiendo emanado en su alma; y 6. El mito Aoho es corriente también entre los la arcilla que se encuentra hoy en día, ha sido es- Canelos parcida por Aoho, que luego fue transformada en el pájaro del mismo nombre. El pájaro (sacha anga) en tiempos antiguos vi- vía en la tierra como mujer y la luna, que en esos 5. Cómo los Jívaros obtuvieron el zapallo (Yui) tiempos también vivía en la tierra como un hom- bre, era su amante. La luna iba de visita a ver a An- Otra versión del mito de Aoho ga todas las noches y dormía con ella. Para reco- nocerle, Anga una noche ennegreció las mejillas En tiempos antiguos la luna vivía en la tierra, de la luna con huituc (Genipa americana). La luna teniendo al pájaro Aoho como esposa. Pero la lu- trató de limpiarse las manchas negras de las meji- na y Aoho no vivían bien juntos y siempre estaban llas, pero como no lo puedo hacer, se avergonzó y peleando. Un día la luna le dijo a Aoho: “Prepára- dejó la tierra y la mujer para siempre, trepando al me un poco de zapallo para que me lo pueda co- cielo por medio de un gran bejuco. Inclusive hoy mer cuando regrese del trabajo esta tarde”. La lu- en día las manchas negras son visibles en la cara na salió y Aoho cocinó la calabaza, pero hacién- de la luna, como todos pueden ver. Pero Anga, que dolo se comió los mejores pedazos y solo dejó los fue abandonada, se lamentó amargamente con la más pequeños y más pobres para su marido. Cuan- pérdida de su amante. Todavía vive en la tierra en do la luna volvió en la tarde, Aoho le trajo la cala- forma de pájaro y en cada luna nueva se escuchan baza en una pininga. La luna, notando la maldad sus notas de lamento, las mismas notas con las de su esposa, le dijo: “Por qué me traes estos pe- cuales las mujeres indígenas se lamentan por su dazos de calabaza? ¿Quién se comió los mejores marido muerto: Nyuca curilla, nyuca cusulla, ima- pedazos? Tú seguramente lo hiciste”. Aoho res- mant hicúscani, imata tucúshcani, es decir, “mi pondió. “No lo he hecho yo, mira mi boca, si hu- maridito, mi querido, ¿por qué me has abandona- biera comido calabaza mis labios estarían todavía do, qué será de mí?”. mojados”. La luna le dijo: “Ya que me cuidas tan mal, me iré al cielo por medio de un gran bejuco”. 7. Cómo los Jívaros obtuvieron las flechas que Cuando Aoho vio que la luna le había dejado, de- usan para sus cerbatanas cidió seguirla trepando por el mismo bejuco y lle- vando consigo una canasta con zapallos para pre- El sol (etsa) en tiempos antiguos era un Jívaro pararlos a su marido. Cuando Aoho estaba cerca y un gran cazador. Él fue el primero que usó los del cielo, la luna dio un sacudón al bejuco para cinco diferentes tipos de flechas que los Jívaros to- que se rompiera y Aoho cayó a la tierra. Cuando davía utilizan para sus cerbatanas, hechas de cin- cayó, todos los zapallos cayeron de la canasta y co diferentes tipos de palma -ináyu, tindúki, kunm- donde llegaron empezaron a crecer. Desde ese gúki, koágshi y mamatsinsáka- de la madera de la tiempo los Jívaros conocen y cultivan el zapallo. que deben ser hechas, para ser fuertes y buenas. Pero Aoho todavía vive en la tierra en la for- El sol envió al zorro (kuhanchama) para que ma del pájaro que tiene el mismo nombre y toda- probara las nuevas flechas y le dijo: “Anda y dis- 372 RAFAEL KARSTEN para las flechas a los monos negros que comen 8. El origen de las estrellas tanto la fruta de los árboles”. El zorro fue y empe- zó a disparar a los monos con los distintos tipos de De acuerdo con un mito actual de los Jívaros, flecha . Primero disparó con una flecha de palma las estrellas se originaron de la siguiente manera: de ináyu pero falló y la flecha salió volando a otra En tiempos antiguos el cielo (nayéimbi) era parte lejana del territorio. Donde cayó luego cre- sólido como la tierra, con muchas piedras. Allí vi- ció una palma de ináyu. Pero ya que la flecha se vía una mujer jívaro llamada Atsúta. Ella fue la pri- fue tan lejos, la palma de ináyu (Maximiliana re- mera en poseer el fréjol (mika), los distintos tipos gia) no crece en territorio de los Jívaros, y ellos es- de silicua que los Jívaros conocen ahora, la núm- tán obligados a comprarla de otros indígenas. El buima mika, la tingúkama mika, la purusangá mi- zorro entonces disparó una flecha hecha de la pal- ka y la suritika mika. Atsúta sembraba estos distin- ma tindúki, pero falló otra vez y la flecha voló so- tos tipos de fréjoles en el cielo. Más adelante estos bre los monos. Donde la flecha cayó, creció una fréjoles se encendieron. De esta manera, la mujer palma tindúki. El zorro disparó una flecha akungú- Atsúta creó las estrellas, que originalmente eran ki, pero otra vez erró y donde cayó la flecha, cre- fréjoles, sembrados por Atsúka. ció una palma kungúki. El zorro luego disparó la De acuerdo con otro mito, las estrellas eran flecha hecha de palma koágshi, pero falló como originalmente personas (eintsu) como el sol y la lu- antes y en el sitio donde la flecha cayó, creció una na . Se originaron de la siguiente manera: palma koágshi. Por último el mono disparó las fle- Una mujer jívaro se casó con un jaguar y vi- chas mamatsinsáka pero inclusive allí falló. La fle- vió con él en una casa. Un día, el jaguar le dijo a cha pasó junto a los monos y cayó al suelo tan le- la mujer: “Come los piojos que tengo en la cabe- jos del territorio de los Jívaros, que ni siquiera sa- za”. La mujer empezó a buscar piojos y tomó un ben dónde fue, y en ese lugar creció luego una piojo de la cabeza de su marido y se lo puso en la palma mamatsinsáka; pero esta palma los Jívaros boca; pero luego lo escupió con asco. El jaguar, solo la conocen de nombre. notando esto, le dijo a la mujer: “¿Cómo es que tu Cuando el zorro regresó, el sol le preguntó: marido te da asco y no te gusta comer los piojos de “A ver, ¿has bajado alguno de los monos negros su cabeza?”. Habiendo dicho esto, el jaguar mor- que comen tanta fruta?” “No”, contestó el zorro, dió a su esposa, la mató y despedazó su cuerpo mintiendo al sol, “no he visto ningún mono, no para comérselo. La mujer había estado embaraza- han venido a comer la fruta.” El sol, viendo que el da con dos huevos y cuando el jaguar hizo esto, zorro le mentía, lo agarró del cuello y le hechó los huevos cayeron. La madre del jaguar estaba agua de tabaco por la boca. El zorro empezó a vo- presente y cuando vio los huevos los recogió, to- mitar y botó una cantidad de semillas que los mo- mó una vasija de barro, y colocó algodón y los nos habían sacudido de los árboles. El sol le dijo al huevos dentro de ella. Guardó y cuidó los huevos, zorro: “¿Por qué me dijiste mentiras? De ahora en y luego de un tiempo dos niños jívaro salieron de adelante estarás hambriento como una mujer que ellos y los niños eran estrellas. Las estrellas crecie- está sola en la cocina (ekinturu)3. Si hubieras dis- ron y la madre del jaguar continuó cuidándolos, parado a los monos con las flechas, inclusive las tomando otra vasija más grande para ellos. Cuan- mujeres hubieran sido capaces de bajar a los ani- do el jaguar salió a cazar al bosque, la madre los males del bosque con cerbatanas y flechas enve- sacó de la vasija y les dio de comer en el suelo. nenadas”. Cuando el jaguar regresó del bosque, de nue- Si el zorro, en vez de fallar los disparos a los vo los puso en la vasija, guardándolos en el techo monos, hubiera disparado a uno de ellos, los Jíva- de la casa. Cuando las estrellas crecieron, empeza- ros serían ahora capaces, cuando salen a cazar, de ron a cuidarse, estando siempre angustiadas por si bajarse un animal con cada flecha que disparan y el jaguar las viera, ya que sabían que el jaguar las así solo perderían un número pequeño de flechas mataría. Se volvieron jóvenes y todavía vivían en durante su vida. Pero ya que el zorro falló, los Jí- la casa del jaguar. Siempre que el jaguar salía al varos también están destinados a fallar muy fre- bosque ellas bajaban, comían y hablaban con su cuentemente y perder muchas flechas, mientras abuela, pero cuando el jaguar volvía, se iban al te- que solo pueden disparar a algunos animales con cho, escondiéndose ahí. pocas de ellas. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 373

Un día, cuando el jaguar salió a cazar como nal el yambinga, los dos tigres más poderosos vigi- de costumbre, las estrellas le dijeron a la madre del lando a los demás. Los tigres pisaron el puente; jaguar: “Dile al jaguar que, cuando regrese del cuando estaban en la mitad, una de las estrellas ti- bosque, te corte dos buenas lanzas de chonta. Pue- ró su lanza al soacha que venía último. Al mismo de suceder que el demonio jaguar (iguánchi yawá) tiempo el puente se rompió y el resto de los tigres venga del bosque cuando él esté lejos y te mate”. también cayeron al precipicio y murieron. El úni- Las estrellas le dijeron esto porque tenían la inten- co que se salvó fue el leopardo, hapayawára: sien- ción de matar al jaguar para vengar la muerte de do extremadamente ágil, fue capaz, pegando un su madre. Cuando el jaguar volvió, la madre hizo enorme salto, de alcanzar la orilla del precipicio y lo que las estrellas le pidieron. El jaguar cortó dos desapareció en el bosque. lanzas de chonta y de nuevo salió a cazar. Enton- La otra estrella buscó un lugar por donde sal- ces la estrellas bajaron y mataron a la madre del tar para unirse con su hermano, y los dos entraron jaguar con las lanzas. Cortaron su cuerpo en peda- en la casa. Ahí se sentaron a meditar sobre la situa- zos, pusieron la carne en una olla, y la hirvieron ción. “No es posible para nosotros el vivir en paz muy bien, como para que el jaguar se la comiera en este territorio”, se dijeron, “ya que el leopardo cuando regresara. Luego arreglaron un poste en la ha escapado, y un día tomará venganza por los de- plantación cerca de la casa y soplaron sobre él pa- más y nos matará; es mejor que busquemos otro ra hacer que hablara al jaguar con la voz de su ma- país donde podamos vivir seguros.” Las estrellas dre cuando él regresara y preguntara por ella. El ja- salieron y recogieron algunas flechas de la caña guar pronto regresó del bosque y gritó: Nukúa hau, que crece en las orillas del río, llamadas wachi. nukúa hau, “¿Dónde estás madre? Ven de una vez, Llevaron los pedazos de caña a la casa y la una le porque estoy de apuro y debo regresar al bosque; dijo a la otra: “Con la ayuda de éstas vamos a su- no he cazado cerdos o ninguna otra cosa; estoy bir al cielo”. Una de las estrellas era más grande con hambre y he vuelto a casa solo para comer y que la otra y fue llamada Yanguám4; la otra más volveré a salir a cazar”. Luego el poste respondió pequeña fue nombrada Ya. Ya primero tiró una fle- desde la plantación con la voz de la madre del ja- cha al cielo, pero, ésta no alcanzó el cielo y cayó guar: “Puedes comer en la casa, yo estoy aquí co- a la tierra. Luego Yanguám, que era más grande, sechando un poco de yuca. Hay comida para ti en lanzó una flecha que alcanzó el cielo y se clavó la casa, solo necesitas comerla”. El jaguar entró en allí. Luego lanzó otra flecha para que se ajustara la casa y comió la carne, la misma carne de su ma- debajo de la primera: después de la segunda lan- dre que había sido cocinada en la olla, y salió otra zaron una tercera, después de la tercera una cuar- vez al bosque. Cuando regresó, sin embargo, no ta y así en adelante, hasta que se formó una larga volvió solo sino que trajo consigo todos los otros hilera que iba del cielo a la tierra.”Ahora tenemos tipos de jaguar y tigrillos que viven en el bosque. una línea”, dijeron las estrellas, “pero es muy dé- Estaba el soacha, el gran jaguar negro, el shia-shia, bil, probablemente se va a romper si tratamos de el jaguar manchado ordinario, el hapayawára, o subir por ella.” Luego las estrellas tocaron las fle- leopardo, el yambinga, yantána, yáwára, y otros ti- chas con sus dedos en las puntas donde una se en- pos de felinos. Todos estaban reunidos en la casa, cajaba en otra, soplando y escupiendo en ellas: de y las estrellas decidieron matarlos a todos cuando esta forma se creó una banda fuerte y compacta de salieran de la casa. La casa de los tigres estaba si- diferentes flechas. Las estrellas treparon al cielo a tuada cerca de un precipicio donde solo había un lo largo de esta banda y permanecieron allí. Esta camino, un puente hecho por los tigres con tron- banda los Jívaros la llaman todavía etsa néica, es cos de árboles. No era posible entrar a la casa por decir, “el bejuco del sol”5. ningún otro lado. Tan pronto como los tigres salie- De estas dos estrellas, Yanguám y Ya, se ori- ron, las estrellas se colocaron en los dos lados del ginó el resto de las numerosas estrellas que ahora precipicio sobre el cual pasaba el puente, cada existen en los cielos. En tiempos antiguos las estre- una armada con su lanza. En la mitad del puente llas, que eran como personas, frecuentemente des- en la parte de atrás hicieron un corte, para que el cendían del cielo a la tierra por medio del étsa néi- puente se rompiera fácilmente con el peso. Por la ka, e igualmente algunas personas de aquí a veces noche todos los tigres regresaron del bosque. A la ascendían al cielo. Es por esto que todavía cono- cabeza venía el gran jaguar negro, soacha, y al fi- cemos la historia antes relatada; si no hubiera ha- 374 RAFAEL KARSTEN bido esta comunicación entre el cielo y la tierra, amúkma? ¿Uruka imya untsuri noa wache atinyu? Wats- no sabríamos cómo se originaron las estrellas. Más ki irúndratai, tarde, sin embargo, la luna destruyó el bejuco étsa es muerta? ¿Por qué tantas viudas hechas? Pronto debe- mos reunimos, néika, en consecuencia ya no existe y es por lo tanto imposible subir al cielo en nuestros tiempos. pangi makatai, makatai. Chukáchi chicháma. Yukúru NOTA: Este mito es interesante, entre otras amichu cosas, para demostrar hasta qué punto la mente de la serpiente mataremos, mataremos.” El pájaro Ch. dijo: los Jívaros está penetrada por la idea de retaliación Ykuru no eres tú y la manera traicionera con que regresan para ani- nikassa, amiu kuna chingáta, kuna chingáta, taórta, taór- quilar a sus enemigos. ta. muy ( valiente); tu excavas, por el lago ¡excavas, exca- 9. La primera fiesta de victoria de los Jívaros vas, excavas!

Relato este mito en lenguaje jívaro con tra- Kuna hinikima pangi amisratai, amisratai. Yukúru ayu, ducción interlineal. El mito dice lo siguiente: timya El agua que se desborda, serpiente ¡te mataremos, te ma- taremos!” Y, “está bien”, dijo, Yóuchu unta chicháma ma chikichiki eíntsu mátsama. En tiempos antiguos, se nos ha dicho, otro tipo de per- yurúmkika chingástinyu, yeita tsáuanda kúnaka akúpka- sonas existían. tai. “pero ahora no podemos excavar; otro día, el lago exca- Tukki shia -shia shuara nukki, tukki uyúshi shuara nukki, varemos a través. tukki washi, Todos los jaguares (eran) como Jívaros, todos los perezo- Núi pangi himikima assa amísratai. sos como Jívaros, todos los monos negros como Jívaros. Luego serpiente, saliendo, te mataremos.” tukki yakuma, tukki chuo, tukki shiri,shuara nukki; Tura, ashi irúndrama kuna chingáma. Yamáichingáhei, Todos los monos aulladores, todos los monos cafés, to- Luego, todos reunidos, del lago la orilla perforan. “Aho- dos los monos capuchinos como Jívaros; ra nosotros hemos tukki mashu, tukki yukúru, tukki, chiva, tukki chui, tuk- chingáhei, eintsa wétinyu, pangisha ukúnama hinikima ki wikeáko excavado en la orilla, el agua saldrá, la serpiente cuan- todos paugís, todos (un pájaro) todos los pájaros trompe- do salga teros, todos los mango, todos (un pájaro) amisratárum, amisratárum, akúpkaipya tukki chukáchi, tukki shiki, tukki ungúni shaura nukki; ¡mátenla, mátenla, no la dejen escapar!” tukki kánga, todos (un pájaro) todos (un pájaro) todos los pájaros pa- Kúnanuma námaka uríkisha mátsama. Kuna raguas como Jívaros; todos (un pez) En el lago pescados y cangrejos había. De la laguna tukki wámbi, tukki nápi shuara nukki; tukki uriki shuara chigyáma assa námaka, utikishiákma shih uríki ihuma. nukki, por la brecha los pescados y los cangrejos salieron. El todos (un pez), todos (un pez) como Jívaros; todos los pájaro Sh. lanceó el cangrejo, cangrejos como Jívaros. ungúmi kanga máma assa sukúrma. Mashu ni Wikeáko timya: tukki tsúntsu shuara nukki. Kúnanuma pángisha tipíma. el pájaro U. paraguas mató al pez kanga y despellejó su Ni pangui cabeza. El pangui al pájaro W dijo: Todos los caracoles como Jívaros; en un lago la serpien- te también estaba tendida. La serpiente Wámbisha ihúta, ihúta, ihúta, awuimaipa, ihúta. Ni, pinyúkma untsúri eintsu amúkma. Tura, eintsu ashi urúdra, kahék- “Al W. lancea, lancea, lancea, no lo dejes escapar”. El ma. porque resbaló mucha gente mató. Por lo tanto, la gente se reunió, es- taban enojados. assa ihútchama. Chui Wámbi nikássa ihúma. Wámbi Wikeáko ni yukúru chichama: itñyúrkatinyu; urúka win- no lo lanceó. Ch. al W. verdaderamente lanceó. W. ya eintsku ashi El pájaro W al pájaro Y le dijo: “¿Qué hay por hacer? ¿Por qué toda nuestra gente? LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 375

nanki ukuinika hinikima. Numba ti wéama. Nuna assa Wisha mantámnai, la lanza habiéndose sacado, escapó. Sangre mucha co- Yo también he matado, rrió. Así wisha mantámnai, wambi nanápi, uhúki kapándinyu. Tura, pangui kahéka Yo también he matado, del W. las aletas y la cola (eran) rojas. Luego la serpien- te enojada Yamáika yamáika, yamáika shiraváhkahei, ahora, ahora, ahora yo celebro” hinikima. Pai, pai, wínyawai, winyawai. Chiva, ámue ihúta, Ashi nambeáma, ashi hantsemáma, noasha, uchichiha, salió. “¡Ahora, ahora, viene, viene! Ch. lancéalo, ashi hantsemáma Todos festejaban, todos danzaban, mujeres, niños, todos ihúta, ihúta. Chiva, ishamaka iérma. Ashi iirúra danzaban ¡lancéalo, lancéalo!” Ch. teniendo miedo cayó. Todos reunidos Ashi wahe nambeáma: Todas las viudas cantaron: amisrama. Yukúru ni Mashu timya: urúka ámuesha ishá- maka Pangi mantámnai, pangi mantámnai, lo mataron. Y. a M. dijo: “¿Por qué tú asustado La serpiente hemos matado, la serpiente hemos matado, untsúri eintsu yurúmasa amúkma, puhúma? Aíshmangu hásti, múka tsupíkta, tsupíkta. mucha gente habiendo comido, acabó Mashu machete estás? Un hombre hazte, ¡la cabeza corta, corta!” M. un Yamaika shirapáhei, shirapáhei, shirápahei machete Ahora nosotros ¡celebramos, celebramos!” achíkma múka tsupikma. Tura, pakákta, pakákta, Tura, nihamánchi amúkma imya untsúri irúndrama ássa. cogiendo la cabeza cortó! Entonces “pela su cabeza “Entonces la chicha fue acabada, tanta gente habiéndo- se reunido sukúrta. Jamái ashí irúrtai, nambéra nahánatai, wahisha pélala. Ahora, todos nosotros nos reuniremos, una fiesta Yumaika nihamánchi amúkahei, yamaika nambeása haremos, las viudas “Ahora la chicha hemos acabado, ahora habiendo feste- jado pingera nihamánchi nahánati, untsúri, untsúri. Yamaika buena chicha harán, ¡mucha, mucha, mucha! Ahora hantsemása hinikitai kanártai y danzado, ¡podemos ir, podemos dormir!” hantsemátai, nukúrustai, pangi amísrahei. bailaremos, celebraremos, la serpiente hemos matado!” Ashi shiákma Todos se fueron Tura, ashi wáhe héanuma irúndrama. Pai noa ni Entonces, todas las viudas en la casa se reunieron y una Tura, ni chicháma yáha hásma. Ungúni chicháma mujer entonces, su lengua otra se hizo. La lengua de U.

Yukúruna chichama: Amue wínya noátkata, winya noát- nuka hum, hum, hum, Mashu chicháma nuka: histi, his- kata. ti, histi. Washi al Y. dijo: “Tu conmigo cásate, ¡conmigo cásate! era hum, hum, hum, la lengua de M. histi, histi, histi. La lengua del W. Amuechuka pangi mámaka winya aishiru amukma? ¿Tú acaso la serpiente no mataste, que mi marido aca- chichámá nuka: oa á-aó, oa-á-aó. Ni chicháma nikácha- bó?” ma. Washi era oa-á-aó, oa-á-aó. Estos lenguajes no fueron entendi- Cha, wíkika máchahei. Ashi irúndra máhei. Wika dos. W. “No creo que yo solo he matado. Todos juntos hemos matado. Yo ni chicháma hukima, Mashu ni chicháma hukima, ¡Un- gúmi nóatkastinyu, Mashu ni isti, ni heindinyu isti. su lenguaje se llevó! M. su lenguaje se llevó. U. no me casaré contigo. M. verá, siendo anfitrión, verá”

Wikeáko kantámsama: W. dijo: 376 RAFAEL KARSTEN ni chicháma hukima. Tura, ni untsúri nahánatinyu hás- En el lago también había peces y cangrejos ma, (uriki). Debido a que se había hecho salir el agua se llevó. Entonces, muchos de alas fueron provistos, del lago los peces y los cangrejos también fueron ni untsúri námaka. Wáshisha, yákumasha, tsírisha obligados a salir. Luego el pájaro shiki lanceó al muchos peces fueron hechos. El washi, el yakuma, el tsi- cangrejo (uriki) y el pájaro paraguas (ungúmi) ma- ri. tó al pez kánga y “despellejó” su cabeza. El pája- ro mashu gritó al pájaro wikeáko: “Lancea al wám- eintsu nukki nahárma shiákma. Nukki yamai puhúma. bi también, ¡mátalo, no lo dejes escapar!” El otro como personas se hicieron. ¡Así ahora son todos! (el wikeáko) no fue capaz de lancearlo porque se Ashi amúkma. Todo se acabó. resbaló. El pájaro chui llegó a lancear al wámbi; pero el wámbi se escapó habiéndose sacado la El mismo mito en traducción: lanza. Luego la serpiente también salió del lago muy En tiempos antiguos, se dice, había personas enojada. “¡Ahora viene, ahora viene!”, todos grita- diferentes a las de ahora. En esos tiempos todos los ron. “¡Chiva, lanceálo, lanceálo!” Pero Chiva se animales y pájaros eran como personas (shuara); el cayó por miedo. Luego todos le cayeron (a la ser- jaguar (shia- shia) era como una Jívaro, el perezo- piente) y la mataron. El yukúru gritó: “¿Por qué es- so (uyúshi) era un Jívaro, todos los monos, el mo- tás ahí asustado? Sé un hombre, ¡córtale la cabe- no negro (washi), el mono rojo aullador (Yakúma), za!” El mashu tomó un machete y cortó la cabeza el mono café (chuo), el mono capuchino (tsiri) de la serpiente. Luego todos gritaron: “Sácale el eran como Jívaros, todos los pájaros eran hombres; cuero cabelludo, ¡despelléjale la cabeza, despellé- el paugi (mashu), el pájaro trompetero (chiva), el jale!” Ahora nos reuniremos, todos nosotros, hare- mago (chiu), el pájaro paraguas (ungúmi), el pája- mos una fiesta, las viudas prepararán buena chicha ro yukúru, el pájaro wikeáko, el pájaro chukáchi, de yuca, ¡mucha, mucha, mucha! ¡Ahora pode- el pájaro shiki eran como Jívaros; todos los peces mos bailar, ahora podemos celebrar, porque he- eran personas; el wambi, el kánga, el siluro napi, mos matado a la serpiente!”. eran como Jívaros; el cangrejo (uriki) era como una Luego de lo cual las viudas se reunieron en la Jívaro, el caracol (tsúntsu) era como Jívaro. En un casa. Y una mujer le dijo al yukúru: “Tú cásate lago también estaba tendida la gran serpiente (pan- conmigo, cásate conmigo, ¿no eres tú el hombre gi). La serpiente tenía la intención de matar a mu- que mató a la serpiente que acabó con la vida de chas personas. Por lo tanto, todas las personas reu- mi marido?” “Cha dijo el yukúru, “no creo que lo nidas, estaban enojadas. El wikeáko le dijo al yuk- he matado yo solo; todos nosotros lo matamos jun- kúru: ¿Qué debemos hacer? ¿Por qué mata a la tos. No creo que es mi deber el casarme contigo. gente, por qué hay tantas viudas? Que podamos Que el mashu decida, ¡él es el anfitrión, que él de- reunirnos pronto, matar a la serpiente, que poda- cida!”. mos matarla.” El chukáchi habló: Yukúru, ¿no eres un hombre valiente? Haz una brecha en la orilla El wikeáko cantó: del lago (una salida para sus aguas ), ¡excáva- “Yo también he matado, la!¡excávala! Tan pronto como las aguas del lago yo también he matado. hayan salido, mataremos a la serpiente, ciertamen- Ahora, ahora, ahora, celebro, te la mataremos.: “Está bien”, dijo el yukúru, “pe- ¡yo celebro, yo celebro!” ro en este momento no podremos excavar en la orilla del lago, sino que otro día haremos que sal- Todos estaban festejando, todos bailando, las ga el agua. Mataremos a la serpiente cuando sal- mujeres, los niños, todos bailaban. ga.” Luego (otro día) todos se reunieron e hicieron Todas las viudas borrachas de chicha canta- una brecha en la orilla del lago. “Ahora hemos ex- ron: cavado en la orilla” (dijeron), “ahora el agua sal- “Hemos matado a la serpiente, drá; cuando la serpiente trate de salir, ¡mátenla, hemos matado a la serpiente, mátenla, no la dejen escapar!” él que acabó con tanta gente comiéndosela ¡ahora celebramos, ahora celebramos!” LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 377

Toda la chicha fue consumida, porque se reu- Los jóvenes secaron la carne que habían cazado nió tanta gente. “Ahora hemos acabado con toda ese día y la colocaron en el marco como antes. la chicha”, dijeron: Cuando regresaron por la tarde, encontraron que “Ahora podemos salir después de haber feste- la carne había sido robada otra vez. “¿Quién será jado y bailado. ¡Que podamos ir a casa y dormir!” que nos hace este daño?” otra vez se preguntaron, Todos se fueron. “y siempre se roba nuestra comida mientras esta- Fue ahí que el lenguaje de estas personas fue mos en el bosque”.¡Pero no encontraban respues- alterado. El lenguaje del pájaro paraguas (ungúmi) ta! “Está bien,” dijo uno de los jóvenes, “tú anda al era: hum, hum, hum. El lenguaje (canto) del paugi bosque mañana solo y yo me quedaré aquí, para (mashu) era: histi, histi. El lenguaje del mono ne- ver quién se roba nuestra carne mientras estamos gro (washi) se convirtió: óa-oá, oa-á, oa-á -aó. Es- ausentes”. Hicieron como lo propuso el joven, y el tos lenguajes no fueron entendidos. El washi se fue uno permaneció cerca del refugio mientras el otro con un lenguaje, el mashu se fue con otro, el un- salió a cazar. gúmi se fue con un tercero. Luego de lo cual mu- Después de un rato, el Jívaro que se había chos de ellos fueron provistos de alas y otros se quedado en el refugio escuchó unos ruidos extra- convirtieron en peces. El washi, el yakúma, el tsiri ños desde dentro del gran árbol en cuya raíz ha- se hicieron como personas. ¡Así están todos ahora! bían hecho el refugio. Se escondió atrás de otro ár- Todo fue acabado. bol y vio cómo la gran serpiente (pangi) salió del NOTA: Este mito nos da un cuadro vivo de la tronco hueco del árbol, se arrastró hasta el marco batalla entre los Jívaros y también da algunos deta- donde estaba la carne y se la comió, luego de lo lles sobre la gran fiesta de la victoria. Como se cual otra vez entró al tronco hueco. “He visto al la- puede observar, es costumbre entre los Jívaros que drón”, le dijo al otro joven jívaro, “es la serpiente un guerrero se case con la viuda del hombre cuya que vive en el gran árbol que siempre sale para co- muerte ha vengado, y la mujer luego juega un rol merse nuestra carne, mientras estamos en el bos- importante en la fiesta en la cual se celebra la vic- que “. “Está bien”, dijo el otro joven, “nos iremos toria . Sobre el lenguaje que los animales asumen a recoger combustible y lo pondremos alrededor después de la gran fiesta, es de interés notar que del árbol, y si la cantidad que recojamos hoy no es los hombres en la fiesta todavía gritan histi, histi, suficiente, recogeremos más mañana. Luego hare- histi como lo hacía antes el pájaro paugi (mashu), mos un gran fuego alrededor del árbol y quemare- mientras que las mujeres, cuando bailan, incesan- mos a la serpiente”. Los jóvenes procedieron de temente repiten el refrán: óa-á-aó, oa-á-aó como esta manera e hicieron un gran fuego cerca del ár- lo hacía antes el mono negro. bol. La serpiente que estaba dentro empezó a si- sear y salió del tronco, se botó al suelo, se enros- 10. La gran serpiente (Pangi) que causó un dilu- có al rededor del árbol y se quemó “¡Ahora hemos vio quemado la serpiente!”, exclamaron los jóvenes. Se levantó un olor a carne quemada, “¿Podemos Los Jívaros estaban a punto de hacer una gran probar la carne de serpiente?” preguntó uno de los fiesta y habían enviado a dos jóvenes al bosque a jóvenes. “No, cómo podríamos probar la carne de cazar. Los jóvenes viajaron durante tres días en el serpiente”, contestó el otro, “es muy mala”. bosque y acamparon ahí a la sombra de un gran Después de decir esto, el joven se fue al bos- árbol. Al siguiente día, empezaron a cazar; dispa- que por un momento. Cuando regresó, su compa- raron sobre algunos saínos, monos y pájaros. Lle- ñero le dijo “Ahora he probado la carne de la ser- varon los animales y pájaros al campamento, don- piente” “¿Por qué la has probado?”, le contestó el de secaron la carne en el fuego y la colocaron en otro, “tal vez mueras ya que has comido la carne un marco hecho de ramas para guardarla ahí. Al si- del pangi que es un demonio del mal”. “Tenía guiente día salieron otra vez a cazar . Cuando re- hambre”, le dijo el otro, “por lo tanto me comí la gresaron al refugio en la tarde encontraron que to- carne”. En ese mismo momento, el joven jívaro da la carne que habían guardado en el marco ha- que había probado la carne de la serpiente sintió bía sido robada. “¿Quién ha robado nuestra comi- una sed que lo consumía y se tomó toda el agua da, mientras estábamos ausentes?”, se preguntaron que había a la mano “¿Dónde puedo obtener más los jóvenes. Pero no podían encontrar al ladrón. agua para beber”, preguntó, “ya que una sed terri- 378 RAFAEL KARSTEN ble me atormenta?”. Los dos fueron a una peque- cado, lanzó una semilla de palma. Tan pronto co- ña laguna en la vecindad. El joven empezó a be- mo escuchó la semilla caer al suelo, el joven bajó ber el agua, tragó y tragó pero no podía satisfacer del árbol “¿Donde están mi compañero y el resto su sed. “Reventaré por toda el agua que he toma- de mi gente que han muerto?”, se dijo a sí mismo. do, y me convertiré en un lago porque he comido Vio algunos buitres volar en el valle entre las mon- la carne del pangi”. El joven que bebió el agua pri- tañas y entendió que los cuerpos de los que habían mero se transformó en un sapo, luego en un pe- muerto en el diluvio estaban allí. Fue en busca de queño lagarto, y por último en una serpiente de su compañero que se había transformado en ser- agua que creció y creció al mismo tiempo que el piente y al fin lo encontró en una pequeña laguna. agua aumentaba, hasta convertirse en un lago. El La serpiente ahora se había hecho bastante peque- otro joven jívaro se asustó y trató de sacarlo del la- ña. El joven dijo “Este es mi compañero, ¿Cómo lo go, pero no lo pudo hacer. Se fue del lago por un puede dejar aquí solo?”. Colocó a la serpiente en momento y cuando regresó la culebra había sido la calabaza que cargaba en su bolso, la llevó a una transformada en una serpiente monstruosa, un laguna más grande y la dejó allí. Pero la serpiente pangi,y el lago se había hecho tan grande que creció y creció. Cuando la laguna le resultaba muy amenazaba con inundar a toda la tierra. El jívaro pequeña, la llevó a un lago y la colocó ahí. Des- que se había transformado en serpiente le dijo a su pués, cuando la serpiente creció más, la llevó a compañero “Déjame pronto, para salvar tu vida; otra laguna, pero como era muy grande para ser me he hecho una serpiente y no creo que te vaya cargada, cogió un bejuco, se lo amarró al cuello y a dejar sino que te tragaré. Anda pronto a donde la jaló. El bejuco de pronto se rompió y la serpien- nuestra gente y cuéntale todo lo que ha pasado, di- te desapareció bajo el agua. El Jívaro tenía un pe- le que el agua seguirá subiendo e inundará toda la rro que empezó a nadar en el agua y la serpiente tierra y que se pueden salvar subiendo a las mon- se lo tragó. Pero en un sueño la serpiente le dijo al tañas más altas y trepando a los árboles más altos; joven “No te acerques más a mí, porque estoy des- si no van a hacer así morirán en el agua que cubri- tinada a comerte, como he comido al perro”. Allí rá toda la tierra. Con respecto a ti, toma tu tsappa la serpiente permaneció y creció y de esa laguna (calabaza) y colócala en tu shigra (bolso de fibras se ha expandido a otras lagunas, donde la gran ser- de chambira) y sube a la montaña más alta. Si el piente vive hasta hoy. agua también cubre las montañas, súbete a la pal- ma más alta que haya para poderte salvar”. Notas El otro joven Jívaro hizo lo que su compañe- 1 Tumba es una planta salvaje de la selva con gran- ro le dijo. Fue a casa y les dijo al resto de Jívaros des hojas y no da frutos. Los jívaros dicen que el lo que había pasado y les aconsejó cómo salvarse, plátano viene de la tumba y es llamado “el hijo pero no le creyeron y le dijeron “¿Qué locuras ha- de la tumba” (tumba uchilu). bla el hombre?, probablemente ha matado a su 2 La mariposa (wambisku) de acuerdo a la idea de los jívaros es un “espíritu” (wakani), y está aso- compañero”. Entonces el joven se fue solo, llevan- ciada con las cascadas porque tienen predilec- do consigo su tsappa en la shigra. Cuando el agua ción por los saltos de agua y son vistas constan- empezó a cubrir la tierra se subió a una montaña, temente alrededor de ellos. Los fullentes saltos y cuando la montaña estuvo cubierta, se trepó a de agua constituyen para los jívaros el lugar de una palma que crecía sobre la montaña. El resto de cánticos dirigidos a las mariposas. 3 Es decir, una mujer no casada que no puede traer Jívaros, que no se habían molestado, se ahogaron. cacería y por lo tanto está obligada a aguantar El joven fue el único que se salvó. Permaneció so- hambre. bre la montaña y en la palma durante muchos días 4 La estrella Venus. hasta que las aguas empezaron a bajar. Para saber 5 El nombre científico de esta liana es Caulotretus. si el agua había retrocedido y la tierra se había se- Séptima parte EL LENGUAJE JIVARO

Nota de los editores Para esta parte se ha seguido el estudio publicado por el autor en español, en el año 1921. (La lengua de los Indios Jívaros (Shua- ra) del oriente del Ecuador; Helsingfors 1921), fundamentalmen- te con el mismo contenido de la parte correspondiente a la edi- ción de 1935. Se añaden los párrafos omitidos en la ed. de 1921.

OBSERVACIONES GENERALES

Como he destacado al comienzo de este tra- zos de Macas. Algunos de ellos hablan la lengua jí- bajo, la posición étnica y lingüística de los Jívaros vara bastante bien, pero una particularidad carac- es desconocida, y no he considerado éste el lugar terística de ellos es que alargan muchas palabras apropiado para discutir el problema que los Jívaros jívaras con una sílaba que está hecha para comen- de cualquier clase no pertenecen al grupo de los zar con una “l”; aunque esta letra no existe en el Arawak, como fue sugerido por Rivet, puede ser lenguaje y en consecuencia distorsionan las pala- considerado como cierto. Las instancias de su- bras. Tanto en la monografía de Rivet sobre los Jí- puestas similitudes entre los idiomas jívaro y ara- varos como en el artículo de Beuchat y Rivet del wak mencionadas por él son de lo más dudosas y lenguaje jívaro, encontramos palabras como tun- no prueban nada, ni existe ninguna afinidad entre duli en vez de tundui (el gran tambor), sula en vez ésta y otra lengua determinada. Aparte de esta pre- de sua (Genipa americana), hela en vez de hea gunta, es importante dar una información detalla- (casa), pingullu en vez de pingui (flauta), huambu- da acerca de esta lengua, en tanto como sea po- lushi en vez de huambuishi (algodón), todas for- sible mas erróneas de palabras comúnmente usadas en La poca gramática y vocabulario publicados Macas. Otros errores abundan por todo el vocabu- por mí en español en 1921 con el título. La lengua lario, pero el espacio no me permite mencionarlos de los indios jívaros pueden considerarse la prime- todos. En cierto modo, estos errores son naturales. ra nota del lenguaje de estos indios. Estoy, por su- Nadie puede satisfactoriamente escribir en una puesto, enterado que entre 1909 y 1910, un corto lengua que no conoce, sin tener un material digno estudio fue publicado por H. Beuchat y P. Rivet en de crédito a su disposición. Anthropos.1 Pero ninguno de los autores tuvo per- Puede ser apropiado en este contacto poner sonal conocimiento del idioma. Su estudio se fun- de relieve que no es sencillo, como generalmente damenta totalmente en fuentes de secundaria im- se supone, el tomar nota del vocabulario de una portancia, basadas en diferentes historias y anéc- tribu salvaje. dotas contadas por viajeros que visitaron a los Jíva- La opinión de que casi todo viajero que toma ros en distintos momentos. Aun los vocabularios contacto con miembros de una tribu salvaje es ap- hechos por padres católicos aparecen con grandes to para hacer un vocabulario de su idioma, bastan- faltas de exactitud. En consecuencia el nombre da- te bueno como para servir de base para estudios do a los Jívaros por Beuchat y Rivet Siwora (Shiwo- lingüísticos comparativos, es un error. Mi impre- ra) es erróneo. El nombre con el cual las tribus jí- sión, de cualquier manera, es que la mayoría de varas se autodenominan es Shuara. Ahora es un los vocabularios incompletos y de las notas de len- factor muy conocido que hay distintos dialectos guas indias hechos tanto en tiempos anteriores co- del lenguaje, y los mencionados autores los distin- mo en nuestros días por observadores superficiales guen como tales. en diferentes partes de Sudamérica, son inutiliza- Pero la procedencia de su información falta bles desde el punto de vista científico y su publi- mucho de seriedad, como aparece en el vocabula- cación ofrece un dudoso servicio a la lingüística rio. En ese vocabulario, el dialecto de Macas es el comparada. Incluso los misioneros y otras perso- mejor representado. Pero los informantes de aque- nas, han carecido algunas veces de ese oído foné- llos que originalmente han escrito las palabras evi- tico necesario para el propósito de comprender las dentemente no han sido los indios que habitan la extrañas palabras y escribirlas correctamente. región o sea, los Jívaros del Upano, sino los mesti- 382 RAFAEL KARSTEN

Pienso que se necesita una aptitud especial, y un una terminación infinitiva con el sufijo tazan. El entrenamiento para esta clase de estudios característico sufijo del infinitivo es tinyu, en sí Otra gramática y vocabulario de la lengua jí- una forma infinitiva del auxiliar tihei, “Yo soy”. vara poco conocido fue publicado personalmente Otros detalles en el vocabulario del P. Duroni que en Ecuador en 1928 por el Padre Salvador Duroni, en mi opinión son incorrectos no pueden ser toca- Salesiano, con el título Diccionario de bolsillo del dos aquí. idioma jívaro. El vocabulario es muy abundante y Por mi parte, empecé a estudiar el idioma jí- su autor evidentemente poseía algunos conoci- varo desde el comienzo de mi estadía entre la tri- mientos prácticos del idioma. Contiene, sin em- bu Upano, primero con mi intérprete de Macas y bargo, numerosos errores y además la transcrip- luego con indígenas como profesores. Gradual- ción vuelve difícil la pronunciación de muchas pa- mente, recopilé un vocabulario de más de mil pa- labras para un lector de habla inglesa. labras, que fui cuidadosamente verificando mu- Un curioso error que aparece aquí, como en chas veces con la ayuda de mis amigos indios. Si- la gramática de la lengua jívara de Beuchat y Ri- multáneamente traté de asimilar las más importan- vet, es que como la particular característica del in- tes reglas gramaticales y sintácticas, que están in- finitivo, el sufijo Tazan sirve regularmente para de- dicadas aquí. cir “ser”, en sí es auxiliar del verbo ser. No sé si Durante mi última estadía entre los Jívaros, en existe una terminación para el infinitivo en el dia- 1928 y 1929, revisé nuevamente mi vocabulario, lecto de Gualaquiza, hablado por los ahora me- añadiendo y corrigiendo muchas cosas; y conse- dio-civilizados Jívaros que viven cerca de Cuenca, cuentemente espero que los errores que son casi casi el único dialecto jívaro del cual no tengo co- inevitables en un libro que trata del lenguaje de nocimiento. personas salvajes, estén aquí reducidos al mínimo. El P. Duroni no explica qué tribu particular habla el idioma registrado por él; simplemente ha- Nota bla de la “lengua jívara”. Debo recalcar que nin- 1 Beuchat y Rivet: “La langue Jívaro on Siwora”, en guna de las tribus jívaras a quienes conozco tienen Antrophos, tomos IV (1909) y V (1910). Capítulo 1 GRAMÁTICA

Los sonidos también con sus armas, la lanza y el escudo. Es preciso tomar en cuenta estos medios accesorios En la lengua jívara he encontrado 23 sonidos de expresión para tener una idea perfecta de la (incluido el sonido doble ts), de los cuales denota- lengua de estos indios. ré 20 con las siguientes letras castellanas: El acento Vocales a, e, i, o, u Consonantes b, ch, d, g, h, k, m, n, ñ, p, r, s, t, v, y. La lengua jívara no tiene regla fija para el acento. En la mayor parte de las palabras, y espe- Además, las consonantes sh y w denotan a los cialmente en los verbos, se posa sobre la penúlti- mismos sonidos que en inglés. Por ej shaúka, per- ma sílaba. Este acento no cambia cuando, por la la (en donde sh se pronuncia como en la palabra conjugación o por alguna partícula pospuesta, la inglesa ‘sharp’), wakérahei, quiero (en donde w se palabra se alarga con una o más sílabas, llegando pronuncia como en la palabra inglesa Washing- así el acento muchas veces a caer sobre la cuarta, ton). quinta, o sea sexta sílaba (desde la última). Ejem- La w nasal denoto con w. Por ej wéaru, sue- plos: radical wakéra, querer; wakérahei, yo quiero; gro; wuéa, sacerdote; wui, sal. wakératiñu, para querer; wakéramaka, ¿quieres? La h no es completamente muda, sino que se radical ayambruamáka, vengarse; ayambruamáka- pronuncia algo aspirada como en las palabras cas- hei, he vengado; ayambruamákatiñu, para vengar- tellanas “hueso”, “huevo”, etc. Ejemplos en jívaro, se; ayambruamákataheitimi, ¡vengaré digo! hinda, camino; hastiñu, hacerse. En algunas palabras, el acento también se po- Una línea horizontal sobre una vocal denota sa sobre la antepenúltima sílaba, por ej.: aíshman- que la vocal es larga. Por ej.: shuãra, indio; wini- gu, hombre; píngera, bueno; ándara, en balde. Pe- ma, él viene. ro es de advertir que en muchos sustantivos y ad- Nota. El sonido l no existe en jívaro, y los in- jetivos que parecen tener el acento sobre la ante- dios no pueden ni pronunciarlo. Un jívaro, cuan- penúltima, la última sílaba es originariamente una do tiene que pronunciar, por ej.: la palabra caste- partícula u otra desinencia y que por tanto estas llana ‘pelo’, dice ‘pero’, etc.)1. palabras propiamente tienen el acento sobre la pe- Tampoco en el dialecto del Upano he encon- núltima. Por ej.: en los sustantivos uráhinki, las ce- trado el sonido f. jas, turúnduru, la garganta, apáchiru, los abuelos, En la lengua de los Jívaros se refleja el carác- las sílabas -ki, -ru, -chiru son originariamente par- ter enérgico y vehemente de estos indios, y mu- tículas enclíticas, habiendo ahora casi perdido ese chos sonidos, por eso, tienen una pronunciación carácter. Es lo mismo Por ej.: con el adjejivo ku- más dura y áspera que en lenguas europeas. Ade- kuíhkama, loco, en donde -ma es propiamente la más, hay que advertir que el jívaro no expresa sus desinencia de la tercera persona de un verbo (radi- pensamientos y sentimientos solo con palabras, si- cal kukuíhka). no también con la mímica y con toda clase de ges- Varios sustantivos y adjetivos también tienen tos, con movimientos de los brazos, de los pies, de el acento sobre la última sílaba. Por ej.: chimbuí, la cabeza, de todo el cuerpo; en ciertas ocasiones banco, tunduí, tambor, pushí, camisa, yaki, alto, ashí, todos. 384 RAFAEL KARSTEN

Las partes de la oración como untsúri, muchos, túkki, ashí, todos, irúra, porción, etc. Por ej.: Untsúri shuara winima, mu- Las partes de la oración en jívaro son las si- chos jívaros han venido, Yóunchu unta túkki yakú- guientes: ma eintsu núkki, antiguamente todos los monos 1. Artículo, 2. Sustantivo, 3. Adjetivo, 4. Pro- eran (tenían forma de) gente (yoúnchu unta = muy nombre, 5. Verbo, 6. Adverbio, 7. Conjunción, 8. antiguamente, yakúma = mono), Kánga irúra Posposición, 9. Interjección. achíkma, se ha cogido una porción de bocachicos La lengua jívara conoce un artículo determi- (kánga = bocachico, achíkma = se ha cogido). nado, pero no tiene la misma importancia que en La declinación en jívaro es sumamente sim- las lenguas europeas y raras veces se usa. Este ar- ple, ya que las desinencias que el sustantivo pue- tículo es -ka que se pospone enclíticamente al de asumir por la flexión son muy pocas. nombre. El artículo ka puede determinar tanto un El nominativo no tiene terminación particular. sustantivo como un pronombre. Por ej.: Shuãra-ka, El genitivo o es igual al nominativo o tiene el jívaro (shuãra), nari-ka (nári), el nombre; wi-ka terminación -na, la cual, sin embargo, rara vez se (wi), yo por mi parte; au-ka (au), ese allá. emplea. Generalmente el genitivo se expresa solo Tenemos el mismo artículo determinado en el por la posición de las palabras, el genitivo prece- adverbio yamaika (yamaí), ahora mismo. diendo al sustantivo al que pertenece. Por ej.: Wi- Como artículo determinado se usa también el na yatsúru umi, la cerbatana de mi hermano (wiña pronombre personal de la tercera persona ni. Por = mío, yatsúru = hermano, umi = cerbatana), Noa ej.: Ni pangi untsúri eintsu amúkma, (la serpiente taráchi, vestido (camisa) de la mujer (taráchi = ves- acabó con mucha gente2 (pangi = serpiente, untsú- tido) Hea weiti, la puerta de la casa (hea = casa, ri = muchos, eintsu = gente, amúkma = acabó). weíti = puerta). Kúchi namánki, carne de puerco En el mismo oficio también se usa el adjetivo (kuchi = puerco, namánki = carne). determinativo nu, este, que entonces se pospone al El dativo tiene la terminación -na. Por ej.: nombre al que determina. Por ej.: timya unta nu, amue noa-na surústa, da a tu mujer (amue = tuyo, así dice el viejo (umya = dice, unta = viejo). Vol- surústa = da!) Wina uchiru-na chicháhei, he habla- veré a hablar sobre el uso de este demostrativo tra- do a mi hijo (uchi = hijo, chicháhei = he hablado). tando de los pronombres. El acusativo siempre es igual al nominativo. Por ej.: Máma yuohei, estoy comiendo yuca (má- El sustantivo ma = yuca, yuohei = yo como). Umi surústa, ¡da- me la cerbatana! Chingi achíkahei, he cogido un La lengua jívara propiamente no conoce gé- ave (chingi = ave, achikahei -. he cogido). nero. Cuando, en personas y animales, es necesa- Los complementos de medio y compañía se rio acentuar el sexo, se lo hace por medio de las expresan por la partícula enclítica hei. Por ej.: nán- palabras aíshmangu, varón, macho, y noa, mujer, ki-hei, akáru-hei máma, matado con la lanza, con hembra. Por ej.: aíshmangu uchi, niño, noa uchi, la escopeta (wanki = lanza, akaru = escopeta ma- niña; aíshmangu yawá, perro, noa yawá, perra. ma = matado). Apáchi-hei wéahei, me voy con el Es de añadir que los Jívaros atribuyen sexo no cristiano (apáchi = cristiano, hombre blanco, wéa- solo a personas y animales sino también a los ár- hei = voy). Noa-hei, uchi-hei wiñima, ha venido boles, plantas, y objetos inanimados, herramien- con su mujer y sus hijos (wiñima = ha venido con tas, armas, trastos de casa, candela etc., de los su mujer y sus hijos Wiñima = ha venido). cuales, según la idea de ellos, algunos son “hom- Aparte de la declinación, algunos sustantivos bres” (aíshmangu), es decir, tienen alma de hom- pueden cambiar de forma por ciertas partículas, bre, otros “mujeres” (noa) es decir tienen alma de enclíticamente añadidas al radical. mujer. Esta distinción, sin embargo, rara vez se ex- Sustantivos diminutivos se forman añadiendo presa en la lengua. la partícula -chi al radical. Los diminutivos espe- En cuanto al número, el jívaro no tiene partí- cialmente se usan en la poesía (las canciones) de cula o terminación especial para indicar el plural, los Jívaros. Ejemplos: noku-chi, mamacita (nukú), siendo el plural siempre igual al singular. Cuando uchi-chi, hijito (uchi), noa-chi, mujercita (noa), es necesario indicar que se trata de una pluralidad, apa-chi, cristiano (apá)3 . esto se hace por medio de palabras determinantes LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 385

En algunos casos, en la poesía, también se palabra. El adjetivo en oficio de atributo siempre forman diminutivos con la partícula -ta. Por ej.: Ya- precede al sustantivo. Por ej.: Unta pinchu, el ga- chu-ta, yachu-ta, méseta hímersatai, mi hermanito, vilán grande (unta = grande, pinchu = gavilán). Tu- mi hermanito, haremos guerra entre dos (yatsú = na wiskiñu, el brujo malo (tuna = malo). Mukússa hermano, méseta = guerra, hímersatai (hímersahei) taráchi, el vestido negro (mukússa = negro). = hacer alguna cosa entre dos). Uchi-ta, uchi-ta, Unta máshu tukúsmahei, he cogido al gran kákarum hasti, mi hijito, mi hijito, (hazte valiente) paugí (mashu = paugi, tukúsmahei, he cogido). kákarum valiente, hasti (hástiñu) = hacerse algo)4. La partícula -ru, que propiamente parece ser Comparativo y superlativo un sufijo de posesión, se añade a casi todas las pa- labras indicando parentesco, y también a palabras El comparativo en jívaro se expresa por la de cariño. Ejemplos: apáru, mi padre (padre en ge- preposición ti. Por ej.: Ti unta, más grande. Ti pin- neral apá), nukúru, mi madre (madre en general gera, más bonito. Tí isárma, más largo. nukú); yatsúru, mi hermano (yatsú); uchiru, mi hi- Los Jívaros no conocen comparación directa. jito (úchi), etc. El comparativo con “que” en castellano se resuel- En la poesía, la partícula ru se usa frecuente- ve en dos proposiciones. Por ej.: la frase “Mi casa mente y se añade también a palabras de objetos es más grande que la tuya”, se traduce ámue hea inanimados, especialmente a la forma diminutiva uchichi, wiña hea ti unta, lo que quiere decir. “Tu con -chi. Ejemplos: áha-ru, mi chagrita (áha) má- casa es pequeña, la mía es más grande”. Nu káya ma-ru, mi yuquita (máma). Kátipichi, pand’ma-chi- kihínu, auka ti takáptiñu, esta piedra es más pesa- ru, katipichi, inchi-chiru, takarseipya, ratoncito, ra- da que aquella (esta piedra es pesada, aquella es toncito, no tocarás mi chagrita de plátano, mi cha- más liviana). grita de camote (katipi = ratón, pand’ma (panda- El superlativo absoluto se forma anteponien- ma) = plátano, inchi = camote)5. do los adverbios ma ti o mya al positivo. Por ej.: Sustantivos colectivos se forman con la partí- ma ti píngera, es bellísimo, ma ti tuna, es malísi- cula enclítica -ka. Por ej.: kúndiña-ka, caza (nom- mo. Súngura imya (untsúri) eintsu amúkma, mu- bre genérico para toda clase de animales cazados), chísima gente se ha acabado por la enfermedad náma-ka, pescado en general (de cualquier clase); (Súngura = enfermedad, eintsu = gente). ára-ka, sembrado; micha-ka, harina de maní, kam- Adjetivos numerales bána-ka, tejido de hojas. Sustantivos verbales se forman con la partícu- La mayor parte de los Jívaros saben contar la enclítica - tiñu (iñu), que es la desinencia del in- hasta diez, pero solo para los primeros cinco nu- finitivo. Por ej.: hiámbra-tiñu, fiestero (hiámbrahei, merales tienen nombres propios. Siempre cuentan celebrar una fiesta); wishiñu, brujo (uno que tiene con los dedos de la mano, principiando con los de por costumbre de cantar “wi”, “wi”); heindiñu, la izquierda, y a veces también con los dedos de dueño. los pies. Sustantivos también se forman con la partícu- Los numerales cardinales son los siguientes: la ma, que es la desinencia de la tercera persona de ind. y del part. pas del verbo. Por ej.: Mangér- uno, chikichiki (chikichi) toa-ma, matados (el que ha matado); awandéa-ma, dos, húmera tejido; yamátska-ma, hombre joven. tres, meneíndu o kámbatama Varios sustantivos se forman con la partícula - cuatro, eínduk-eínduk ki, que propiamente quiere decir “solo”. Por ej.: cinco, wéhe amúkei (“he acabado la mano”) Uhú-ki, rabo; nanchi-ki, uña; namán-ki, carne. Tenemos la misma partícula en el numeral Si el Jívaro tiene necesidad de contar más arri- chikichi-ki, uno solo (chikichi = uno). ba de cinco, coge los dedos de la mano derecha, sucesivamente, con la mano izquierda, y sigue El adjetivo contando usando las siguientes expresiones:

Un adjetivo, cuando acompaña al sustantivo, seis, huíni wéhe (aquí tengo (un dedo de la) otra mano) es invariable, formando con éste como una sola siete, hímera wehe (dos dedos (de la otra mano) 386 RAFAEL KARSTEN

ocho, meneíndu wéhe (tres dedos) Singular Plural nueve, eínduk-eínduk wéhe (cuatro dedos) 1 Nom. wi, yo I,. Invariable diez, mai wéhe amúkahei (he acabado ambas manos) Gen. wiña, de mí Dat. wiña, a mí Si es necesario continuar la numeración, el Jí- Acus. wiña, mí varo coge los dedos de un pie, uno por uno, y 2 Nom. ámue, amueki, tú cuenta chikichiki, húmera, meneíndu, (uno, dos, Gen. amiñu, de tí tres) etc. Cuando llega al quinto dedo dice huiní, Dat. amiñu, a tí náwi amúkahei, aquí he acabado un pie (huini = Acus. ámué o amiñu, te aquí, náwi = pie), entendiendo que ha principiado Plural, attúme, invariable con las manos. Con dicha frase, por eso, se expre- 3 Nom. ni, él, ella sa el número ‘quince’. Gen. ni o niñu, de él, de ella Después puede continuar contando con los Dat. ni o niñu, a él, a ella dedos del otro pie, y cuando llega a ‘veinte’ dice Acus.. ni, él, ella mai náwi amúkahei, he acabado ambos pies. El Plural, ni o nisha, invariable ‘veinte’ es el término absoluto de la numeración jí- vara, en cuanto lo expresa por palabras. El ‘diez’ Los pronombres posesivos se forman con el también indica el Jívaro juntando las manos cerra- genitivo de los personales. Por ejemplo: wiña hea, das, sin usar expresión particular, y si necesita in- mi casa, amiñu hea (o amue hea, más generalmen- dicar ‘veinte’, ‘treinta’, ‘cuarenta’ etc., lo hace jun- te), tu casa, ni hea, la casa de él. Plural wiña hea, tando las manos cerradas, dos, tres, cuatro, veces, nuestra casa, attúme hea, vuestra casa, ni hea, la etc. casa de ellos. El Jívaro no puede indicar un número en lo Cuando los pronombres posesivos se em- abstracto, sino siempre lo hace por medio de se- plean sin nombre, tienen las formas wiña, amiñu, ñas, también cuando tiene una palabra especial niñu, respectivamente. Por ej.: nu hea wiña, esta para expresarlo, y casi siempre principia desde el casa es mía, nu hea amiñu, esta casa es tuya, nu uno, contando por los dedos hasta que llega al nú- hea niñu, esta casa es de él. mero que quiere indicar. Si, por ejemplo, acerca Los pronombres demostrativos son nu, nisha, de una fiesta de cinco días, uno pregunta a un Jí- este, esta, esto; auka (au con artículo determinado varo cuántos días la celebran, no contesta directa- ka), ese allá, aquel, aquella. Nu tiene el genitivo y mente ‘cinco’, sino que principia contando los de- dativo nuna, acus. nu. Por ej.: Tsinsáka, nuna dos desde uno, mencionando lo que hacen cada númba umárta, namánkisha yuota, saeta, ¡tomarás día. “Al primer día hacemos esto, al segundo esto, la sangre de ese hombre y comerás su carne! (tsin- al tercero esto, al cuarto esto y al quinto esto; con sáka = saëta, númba = sangre, umárta = tomar, eso se acaba la fiesta”. Si, por ejemplo, seis jívaros yuota = comer). se han ido a un viaje y uno pregunta cuántos se Núsha y auka son invariables. Estos demostra- fueron, no contestan “seis”, sino principian a enu- tivos solo se emplean como sustantivos. Por ej.: merar por nombre a todos que se fueron hasta lle- Núsha píngera, esto es lindo, Auka yahúchi, ese gar a seis, siempre usando los dedos. hombre es inútil. El demostrativo nu generalmente, se pospone Los pronombres al nombre o verbo que determina, y frecuentemen- te, para mayor acentuación, además se lo pone Los pronombres personales en Jívaro son los adelante, quedando así esta palabra repetida. Por siguientes: ej.: Hea nu, wiña hea, aquella casa es mía. Andi- che, nu háma nu, Andiche (nombre de un jívaro) Singular Plural está enfermo (háma). Pandama, nu puhúma nu, wi, yo I, nosotros ¿tienen (hay) plátano? (pandama = plátano). ámue, amueki, tú attúme, vosotros ni, él, ella nisha, ellos Los pronombres interrogativos son ya, ¿quién?, ¿cuál?, para las personas, y wari, ¿que?, Se declinan del modo siguiente: para cosas y animales. Ya tiene el genitivo y dati- vo yána, ¿de quién?, ¿a quién?, acusativo igual al LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 387 nominativo. Por ej.: Ya-na yawá, ¿de quién es el Plural perro? Ya-na amástahei, ¿a quién daré? I taka-hei, nosotros hemos trabajado (trabajamos) Wari es invariable. Por ej.: Warinihamánchi attúme taká-ma, vosotros habeis trabajado (trabajan) nisha o ashí irúndra taká-ma, ellos (todos juntos) han tra- a, ¿qué chicha hay? Wari kundiñaka achikma, bajado (trabajan). ¿qué caza se ha cogido? De los pronombres indefinidos los siguientes Como se ve, también en los verbos el plural son los más importantes: es igual al singular. Ashí, tukki, todos; Untsúri, muchos; Chikichi, La forma fundamental del verbo (takáhei, ta- nisha, alguno; Nukki, mismo; Ningi, solo; Yáha, káma) es el perfecto que también se usa como im- otro, ajeno; Chikichi, otro, diferente; Atsawai, at- perfecto y como presente según las relaciones del súma nadie. Ejemplos: Ashí shuara wéama, todos verbo. Cuando el Jívaro quiere acentuar que es los Jivaros se han ido Untsúri eintsu irúndrama, cuestión del tiempo presente, generalmente añade mucha gente se ha reunido (irúndrama). Chikichi el adverbio yamaí (yamaika), “ahora”. Por ej.: ta- núkki chicháma, alguno (otro hombre) habló así, káhei, he trabajado, yarnaí takáhei, ahora trabajo Ni nukki timya, él mismo dijo (esto) Yáha nunga, (estoy trabajando). Otros ejemplos: wiñáhei, (se- otro país Wiñaka mastiñu, chikíchika mati, ¡no gunda y tercera persona irregularmente winima), matarán a mí, que maten al otro! (mastiñu = ma- he venido; yamaí wiñáhei, ahora vengo; yamaí wi- chatiñu, no matarán). Atsawai, no hay nadie, no ñima, ahora viene (más generalmente, sin embar- hay nada. go, wiña-wui; véase abajo). Yurúmahei, he comi- Los Jívaros no conocen pronombres relativos, do, yamaí yurúmahei, ahora como (estoy comien- ya que todas las proposiciones dependientes en do). lenguas europeas en jívaro se resuelven en propo- Cuando se trata de acontecimientos en tiem- siciones directas. La proposición relativa que prin- po pasado, la forma fundamental se traduce con el cipia con “que” en castellano, en jívaro se interca- imperfecto. Por ej.: Yóunchu unta chiva máshusha la, como entre paréntesis, en la cláusula principal, pángi máma assa sukírma. Kuránta nambéra nahá- o se la añade al fin como otra proposición inde- nama, untsúri eintsu irúndrama, etc., antiguamen- pendiente. Por ejemplo, la cláusula: mi hijo, quien te (yóunchu únta) el trompetero (chiva) y el paugi a matado un enemigo está en ayuno, se traduce (máshu) mataron la serpiente (pángi) y le pelaron wiñauchi, shuara máma nu, ihérmasa puhúrna, li- la cabeza (sukúrma = pelar la cabeza de un ene- teralmente: mi hijo - un enemigo mató él - está migo). En seguida hicieron una gran fiesta, mucha ayunando (máma = matado, ihérmasa (ihérmahei) gente se reunió, etc. (kuránta = enseguida, nambé- = ayunando). ¿Cuándo regresarán los Jívaros que ra = fiesta, nahánama = hicieron, irúndrama = se se han ido al monte?; Urutaï shuãra wakítiñu, ikyá- reunieron)6. ma wéama nu, literalmente, ¿cuándo regresarán Para la tercera persona en singular (y plural) los Jívaros? ¿al monte se han ido ellos? los Jívaros tienen una forma especial con la termi- El verbo nación -wui, a la cual emplean exclusivamente pa- ra expresar tiempo presente. Por ej.: en lugar de yamaí takáma, se dice winima takáwui, en lugar En jívaro hay una sola forma de conjugación, de yamaí winima se dice wiñawui. Entre las formas según la cual se conjugan todos los verbos. Existen yamaí takáma, yamaí winima, y takáwui, wiñawui, algunas irregularidades, generalmente debidas a hay alguna diferencia en la significación. Yamaí ni contracción de las sílabas. takáma, quiere decir que en ese tiempo, hablando La conjugación y el uso del verbo parece de en general, está alguno en trabajo. Takáwui, al otro los siguientes ejemplos: lado, quiere decir que en el mismo tiempo de ha- Verbo takáhei, takástiñu, trabajar blar está cierta persona trabajando. Shuara wini- Radical taká(s). ma, los Jívaros vienen pronto (Por ej.: mañana o pasado m.). Shuara wiñahui, los Jívaros están vi- Singular niendo, ya están cerca, ya se los ve. La forma que Wi taká-hei, yo he trabajado ( yo trabajo) termina con -wui, por eso, generalmente se tradu- amue taká-ma, tú has trabajado (trabajas) ce con gerundio en castellano. Otros ejemplos Ya- ni taká-ma, él, ella ha trabajado (trabaja) 388 RAFAEL KARSTEN maí shuara ipyáma, los Jívaros pelean (lejos, en Subjuntivo otro lugar, hablando en general); shuara ipyámwui, los Jívaros que vemos u oímos, en este momento El subjuntivo presente se forma con la termi- estan peleando. Yamaika pangi hiniwui, ahora (en nación -ti or tai (tei) del siguiente modo: este momento) la serpiente está saliendo. Naháma- wui, me está doliendo, etc. 2º pers. sing amue takas-ti, ¡trabajes tú! 3º pers. sing ni takás-ti. ¡que trabaje él! Futuro 1º pers. plur (I) takás-tai, ¡trabajemos! 2º pers. plur (attúme) takás-ti, ¡que trabajen ustedes! 3º pers. plur ashí irúndra takas-ti, todos juntos trabajen La característica del futuro en la primera per- (ellos) sona es la sílaba -ta, la cual se añade al radical. La conjugación es la siguiente: Otros ejemplos: wi takás-ta-hei, yo trabajaré amue wini-ti,¡ vengas tú! amue takás-ti ó takás-tiñu, tu trabajarás ni wini-ti, ¡venga él! ni takás-tiñu, él trabajará Winíti, winíti, páhei, que venga, que venga, El plural es igual al singular estoy aquí7. Chicháma hústai, ¡hablemos palabras! Otros ejemplos máhei, he matado, futuro ma- Waru irúrai, ¡ligero nos reuniremos! Ayambrua- tahei, mataré, amue matiñu, tú matarás, ni matiñu, máktai, ¡vengaremos! Wéatai, ¡vamos! él matará. Axhíkahei, he cogido, futuro, cogeré, ni achíktiñu, él cogerá. Infinitivo Algo irregularmente se forma el futuro del verbo wiñahei, he venido, conforme a la irregula- El infinitivo se forma con la terminación -tiñu, ridad que este verbo tiene en el perfecto. la cual se añade al radical Por ej.: takás-tiñu, tra- bajar; winitiñu, venir Sumáktiñu wakérahei, quie- wi wini-ta-hei, yo vendré ro comprar (Sumáktiñu (sumákahei) = comprar). amue wini-ti o wini tiñu, tú vendrás ni wini-tiñu, él, ella vendrá. Con la misma forma del verbo se expresa en el fin de una acción (“para” en castellano. Por ej.: La lengua jívara también tiene un futuro dubi- Sumáktiñu wikáhei, he bajado para comprar; Wi- tativo que se forma con las partículas enclíticas ña eintsu ístiñu wéahei, voy para visitar a mis pa- chais, cheis (ches), stabash(i), tahash(i), styiambas- rientes (istiñu = ver, visitar). h(i), styiambash(i), styatahash(i), etc., y de lo cual hacen mucho uso los Jívaros. Por ej.: Ni kashini Gerundio y participio wini-cheis, él ha de venir mañana. Wi susáchais, yo he de dar (también condicional yo daría) Susá- El participio presente y el gerundio tienen la tabashi ó amástyahashi, he de dar, tal vez Ni haká- terminación -sa. Por ej.: taká-sa, trabajando; waké- styatimbashi ó amástyahashi, he de dar, tal vez Ni ra-sa, queriendo; máña-sa, peleando. General- haká-styatimbashi, él ha de morir, tal vez. mente esta forma del verbo se la usa junto con el Con las mismas partículas los Jívaros también verbo auxiliar puháhei (puhúma), estar, vivir. Por expresan el condicional. ej.: Takásapuháhei, estoy trabajando; Wiña noa ni- hamánchi nahánasa puhúma, mi mujer está ha- Imperativo ciendo chicha (nihamánchi = chicha, nahánasa = haciendo) mañasa puhústahei, estaré peleando. El El imperativo se forma con la terminación -ta para la segunda persona el singular, y con -tarum participio pasado tiene la terminación -ma (es de- para la segunda persona del plural Por ejemplo: cir la misma forma que la segunda y tercera perso- na del indicativo). Por ej.: nahána-ma, hecho, he- Sing. (amue) takás-ta, ¡trabaja tú! cha; má-ma (de maheí, he matado), matado; weí- Plur. (attúme) takás-tarum, ¡trabajad vosotros! nika-ma, (de weínikahei) visto, etc.

Sing. (amue) wini-ta, ¡ven tú! Plur. (attúme) wini-tarum, ¡venid vosotros! LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 389

Forma negativa del verbo nu unta, esta casa es grande. Ni hakáma, él es muerto. La negación en los verbos se indica de dos El verbo auxiliar tihei (soy) parece, por ejem- modos: plo, en las siguientes frases; ¿Amuesha ya? Wit(ih) 1. Por medio de la partícula tsa o cha, que se ei. Andiche (ih) tei. Ambushat(ih)ei, etc. ¿Quién intercala entre el radical y la terminación. Por ej.: sois? Yo soy. Soy Andiche, soy Ambusha, etc.)8. Taká-cha-hei, no he trabajado Weinika-cha-hei, no La tercera persona, tima, parece por ejemplo, he visto. Ni weínika-cha-ma, él no ha visto Noa, en la expresión waritima, ¿qué es?, ¿qué quiere de- ihérmasa puhúm tunu, namánki yúotsama, niha- cir? El infinitivo, tiñu, de este verbo auxiliar, proba- mánchi wárchama. La mujer, que está ayunando, blemente tenemos en adjetivos como ihámptiñu, no come carne ni toma chicha (ihérmasa = ayu- embarazada, takaptiñu, liviano, chamichamitiñu, nando, namánki = carne, nihamánchi = chicha). liso, y en el infinitivo de todos los verbos que, co- 2. Por medio de la partícula tsu, o chu, que se mo hemos visto, termina con la desinencia -tiñu. añade directamente al radical, quedando la termi- El otro verbo auxiliar es el verbo puháhei es- nación del verbo suprimida Taká-chu, no trabaja; tar, vivir, segunda y tercera persona irregularmente weinika-chu, no ve, no parece Namánki yúochu, puhúma, o puhúsma (vive) fut. puhústahei, inf. pu- nihamánchi wárchu, no come carne, no toma chi- hústiñu. Cuando se usa propiamente como auxi- cha. liar, corresponde al estoy, estás, etc., en castellano. La partícula tsa o chu también se añade a los Por ej.: Wiña apáru háma puhúma, mi padre está adjetivos y pronombres. Por ej.: Píngera-tsu, no es- enfermo. Píngera puhúma, está bueno (en buena tá bueno. Wiña-chu, no es mío. salud). Kanu nahánasa puháhei, estoy haciendo El imperativo negativo se forma con la termi- una canoa. Cuando la primera persona, puháhei, nación -aipa (eipa), - waipa. Por ej.: Mando (á) ai- sigue a un participio, generalmerte, por contrac- pa (de mandoáhei, matar) ¡no matarás! Hapá-wai- ción, recibe la forma páhei, la cual con el partici- pa (de hapáhei, botar) ¡no botarás! Takás-eipa, ¡no pio parece formar una sola palabra. Por ej.: Naha- tocarás! Winipa (contracción de wini-aipa), ¡no nasapáhei (= nahánasa puháhei), estoy haciendo vendrás! Ipati-pa (probablemente contracción de (trabajando). Ihermasapáhei, (= ihérmasa puhá- ipátiaipa, ipátihei, tirar con escopeta) ¡no tirarás! hei), estoy ayunando. La forma interrogativa del verbo tiene la par- De los verbos irregulares, el verbo winyáhei, tícula interrogativa ka. Por ej.: Wakéramaka, “yo vengo”, es el más importante El perfecto es re- ¿quieres? Ni wiñimaka, ¿ha venido él? gular we winyáhei, áme winyámue, ni wíniawi. El futuro y los otros tiempos, son formados de la raíz Forma Pasiva wini. Así, la conjugación del futuro es wini-ta-hei, ámue wini-ti o wini-tinyu, ni wini-tinyu. Subjunti- Una voz impersonal o pasiva se forma por el vo wini-ti, tu vendrías, imperativo wini-ta; (ven), participio pasado junto con el pronombre perso- etc. nal. Por ej.: Wi akúpkama, se me ha mandado; Ni máma, se lo ha matado (pero ni shuara máma, él Los adverbios ha matado a su enemigo). Kúndiñaka achikma, se ha cogido caza. Andúkchama, no se ha oido. Los adverbios, así como los adjetivos, siem- pre preceden al verbo al que determinan. Los ad- Verbos Auxiliares verbios en jívaro son los siguientes: Adverbios de lugar: Aquí, huí o huini; aquí Como se ve, los verbos auxiliares no hacen mismo, huingi; allá, nui; de allá, heingi; por aquí, gran papel en la conjugación jívara. Sin embargo huka; por allá, auka; arriba, nuhínima; abajo, aná- existen dos. El uno, que corresponde al verbo au- ra; adentro, inita; afuera, a; cerca, (ti)húchi; lejos, xiliar ser en castellano, tihei, segunda y tercera heáchata, atsúnama; atrás, detrás, ukúnama; don- persona tima, inf. tiñu, raras veces se usa. Cuando de (¿esta?), tüia (puhúma); a dónde (¿vas?) tüia al soy, eres, etc., en castellano sigue un adjetivo el (wéama); de dónde (¿vienes?); tüi (winima). cual determina, al verbo auxiliar no se traduce en Adverbios de tiempo: Ahora, yamaí, yamaika jívaro. Por ej.: Amue píngera, vos sois bueno. Hea (con art.); antiguamente (hace mucho tiempo) 390 RAFAEL KARSTEN yóunchu; pronto, urúma; en seguida, kuránta; an- se añade la partícula -sha. Por ej.: Nankisha, úmis- tes (en otro tiempo), nuiki; ayer, yau; anteayer, nu ha, tandárasha, tawásasha, núpisha sumáktiñu wa- yau; hoy, yamai; mañana, kashini; pasado maña- kérama, él quiere comprar lanza y cerbatana y es- na, nu kashini; después, urúma, al último, núka cudo y plumajes y collares. Sin embargo, también ukúnama; de mañanita, káshiki; de noche, káshi; se puede suprimir la partícula -sha de todos estos siempre, tukki con forma afirmativa del verbo (Por sustantivos y decir solo nánki, úmi, tandára, etc. ej.: Noa hista nahánasa túkki ihérmasma, una mu- En otros casos, la partícula -sha se traduce co- jer, haciendo fiesta, siempre ayuna); nunca, tukki mo ‘también’. Por ej.: Wisha nuhfnima wéahei, yo con forma negativa del verbo (Por ej.: Nihamánchi también me voy arriba. tukki wárchama, no toma nunca chicha); todavía Conjunciones disyuntivas (ó, ó-ó) y adversati- (siempre), tukki (Por ej.: túkki yutúkma, todavía vas (pero, sino) no existen en jívaro. (siempre) lleve); ¿cuándo?, urútaï. Conjunciones temporales (cuando, en cuan- Adverbios de modo: Bien, píngera (pingerati); to, antes que, después que, hace) tampoco existen. mal, tunáru; despacio, yeita, (Por ej.: yeita wéata, Cómo se traducen estas conjunciones en jívaro se anda despacio!); ligero, rápido, ayáitamasta (Por aprecia en los siguientes ejemplos. ej.: ayáitamas(ta) wéata, anda ligero!); pronto (lige- Cuando (en cuanto) viene él, nos vamos: ni ro), wári; bien (suficiente), mákki (máketi); así, winima, wéatahei (literalmente: él venido, iremos). núkki; así, de este modo, tú; verdaderamente, ni- Cuando llueve, el río crece: yúmi yutúkma ássa (o kássa; ¿cómo? ¿de qué manera?, itiúru; calladito, solo yumi yutúkma), intsa nihángrama (por causa takamasta; oculto, anúmka; de valde, en burla, án- de haber llovido el río, etc.). Yumi yutúkma = llue- dara; muy, ti. ve, nihángrama = crecido). Cuando un jívaro hace Adverbios de cantidad: Mucho, untsúri, nuká- (prepara) una fiesta, ayuna: Shuara hista nahánasa, pi; bastante, nukápi; poco, ishítki; tanto, imya; de- ihérmasna. Nahánasa aquí es el participio presen- masiado, itiúrchata; más, atáksha; todo, ashí; te (haciendo). ¿cuánto? ¿cuántos?, urútuma; suficiente, máketi. Vamos antes que comience a llover: yumi yu- Adverbios de afirmación: Sí, ayu; así, núkki, túkchama wéatei. Aquí yutúkchama es la forma ita; así es, así pues, núkki chugá; de veras, nikássa. negativa del verbo yutúkma, llueve (no lloviendo, Adverbio de duda: ¿quién sabe?, no he de sa- vamos). ber, cha. Toma este remedio, antes de comer: nu tsuá- Adverbios de negación: no, tsa, tsatsa; acaso, ka yúotsama wárta. Yúotsama es la forma negativa ¿úruka? del verbo yúoma, comido. (No habiendo comido toma este remedio). Conjunciones Después de la fiesta voy a soñar (tomando narcótico): nambéra amúkma, canártahei, literal- La sintaxis de la lengua jívara, como antes he mente: acabada la fiesta, soñaré (nambéra = fiesta, advertido, no admite proposiciones dependientes, kanártahei = soñaré). sino que resuelve estas proposiciones en proposi- Después de tres días voy abajo: meneíndu ciones directas. De esto proviene que muchas con- tsaúanda anára wéatahei (meneíndu = tres, tsauan- junciones castellanas no tengan equivalente en jí- da = dia, anára = abajo). varo y solo puedan traducirse por ciertas frases ca- Hace un mes murió: yamaika chikichiki nan- racterísticas de esta lengua, como veremos de los tu hakáma (literalmente: ahora un mes (nántu), es- siguientes ejemplos. tá muerto (hakáma). Las conjunciones copulativas ‘y’, ‘también’, Las conjunciones causales (porque, por) se se traducen de la manera siguiente, o se coordinan traducen con la posición ássa (ássanka). Por ej.: Ni los sustantivos sin cópula alguna. Por ej.: Apáru, háma ássa winichama, él, por enfermo, no ha ve- nukúru wiñawui, el padre y la madre están vinien- nido (háma = enfermo, winichama = forma nega- do. O se unen las palabras por la partícula -sha tiva del verbo winima, venido). Intsa nihángrama pospuesta al segundo sustantivo. Por ej.: Apáchi ássa yau heáchahei, por haber estado crecido el shuara-sha winima, un cristiano y un indio han lle- río, ayer no hemos llegado (intsa = río, nuhángra- gado. Cuando se enumeran varios sustantivos, fre- ma = crecido, yau = ayer, heáchahei = no hemos cuentemente, para mayor acentuación, a cada uno llegado). Ni pinyúkma assa ihúchama, él, por ha- LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 391 ber resbalado no pegó con la lanza (pinyúkma = cas wéahef. Hea wiñahei (o heanuma wiñáhei), resbalado, ihúchama = forma negativa del verbo vengo de la casa. ihúhei, pegar con lanza). Estar en un lugar, moverse de, o para un lugar, Las conjunciones condicionales (si, con tal también se expresa por la posposición -na. Por ej.: que) asimismo se traducen con la posposición ás- áha-na, en la sementera (áha = sementera). Noa sa (ássanka). Por ej.: Amue wakérarna ássanka su- áhana wui, himbui weínikama, una mujer, yendo máktahei, si quieres, te compraré (wakérama = a la sementera, vio un colibrí (wui = yendo (wéa- quieres, sumáktahei = compraré). Kashini píngera hei), himbui = colibrí). ássanka ikyáma wéatahei, mañana, si hace buen ¿Wari wakérama tandáranam?, ¿qué quieres día, iremos al monte (kashini = mañana, ikyáma = por el escudo (tandára = escudo)? Kungúnaman, monte). por el cascabel (kúngu = cascabel). Atáshinaman, Como se traducen las proposiciones condi- por la gallina (atashi = gallina). En estos casos el cionales en jívaro también parece de los siguientes ‘por’ en castellano se traduce en jívaro con ná- ejemplos: Si tuviera, te daría, ámasa susáchais. ma(n). Amasa es participio presente del verbo awai, ten- ‘Con’ en castellano, cuando se trata de medio go. En susáchais (de susáhei, he dado) tenemos la o compañía, se traduce por la posposición -hei, partícula -chais la cual se emplea para formar el como antes hemos visto. Por ej.: apáchihei, (junto) futuro dubitativo. Si él viniera (viene), yo me iría con el cristiano, númihei nikíngama, machacado (he de irme), ni winimaka, wi wéachais (literal- con un palo (númi = palo). mente: ¿viene el?; entonces yo he de irme). Si él Otras partículas pospuestas: hubiera llegado, hubiéramos salido ayer, ni wini- - sha, también(conjunción); ma assa yau wéachais. Habiendo te daría, akuinga - ki, solo, sola. Por ej.: wiki, yo solo, amue-ki, amástyahashi (o susátabashi, susástyimbashi; ver- tu solo, chikichi-ki, uno solo. Wariki, wariki, wiká- bos amásahei susáhei, yo doy). Si muere él, nos hei, solo por cosas ando)9. iremos de aquí, ni hakástabashi, (hakástyatinbas- - timi es una partícula que frecuentemente se hi), hui wéatahei (literalmente: él ha de morir tal añade a los verbos para mayor acentuación. Por vez; entonces iremos de aquí; verbo hakáhei, ha- ej.: Wakérahei-timi, ¡quiero pues! wéahei-timi, káma, morir). ¡me voy, digo! Como conjunción final (para que, a fin de ‘Como’, ‘así como’ en comparaciones se tra- que) se emplea la partícula -tiñu, la desinencia del duce por la posposición núkki. Por ej.: Uá atáshi infinitivo. Por ej.: Wari sumáktiñu wiñahei, para núkki únta, la perdiz es grande como una gallina comprar cosas he venido. (uá = perdiz, atáshi = gallina). Igúanchi eintsu núk- Las preposiciones en castellano son posposi- ki winima, los demonios vienen como (en la forma ciones en jívaro. También posposiciones solamen- de) gente. te hay pocas. La posposición más común en jívaro es núma Interjecciones (náma), la cual en el primer lugar corresponde al ‘en’ en castellano. Por ej.: héa-numa, en la casa, El lenguaje de los Jívaros tiene muchas inter- íntsa-numa, en el río. jecciones, pero la mayor parte consiste en sonidos ‘Sobre’, ‘encima’ en castellano también se tra- inarticulados y por tanto son difíciles de escribir. duce con -núma or- náma. Por ej.: Rutánga-numa, La expresión de alegría, por ejemplo, una de sobre la mesa (el banco), tandára-nama (ó -numa) las interjecciones más comunes, consiste en un eipsahei, he puesto sobre el escudo. grito de falsete casi indescriptible, más o menos Movimiento de un lugar y a un lugar también como ¡heoi-hi! se expresa con la posposición -núma, indicando el verbo siguiente si se trata del uno o del otro. Por Interjección de dolor y de miedo: ma, ma-tsa, ma tsa-tsa. De maravilla:¡ mai!, ¡ma ti! ej.: Hea-numa wéahei, vengo de la casa (hea = ca- De silencio: ¡chu chu! sa); hea-numa wiñáhei, voy a la casa. En estos ca- Grito de guerra: ¡yúhi, uyúhi, ugúhi tuo, tuo, tuo! sos también se puede suprimir la preposición. Por De satisfacción y contento (más o menos como ¡ya está! ej.: Macasnuma weáheí, voy a Macas, o solo Ma- ¡ahora sí! en castellano), ¡pai, pai, pai! Para incitar: wátski, ¡pronto! ¡Vamos!

Capítulo II VOCABULARIO

En este vocabulario no volveré a enumerar los Dedo grande del pie, únd’nawi. adverbios, las conjunciones, posposiciones e inter- Otros dedos del pie, tsarawi. Planta del pie, akábnawi. jecciones mencionados en la gramática. Por lo Tobillo, wanúsa. tanto comprenderá solo sustantivos, adjetivos y Corazón, anéndei. verbos de la lengua jívara. A los verbos los enume- Hígado, akápi. Diafragma, tandáni. raré en orden alfabético; a los sustantivos los arre- Bazo, soáchi. glaré según la materia que indican. Las palabras Riñón, mbuí. adoptadas del castellano y del quichua los indica- Barriga, ambúhe. Tripas, intestinos, ambúhe. ré con un (sp.) o (qu) respectivamente. Ombligo, undúchi. Cadera, mamingu. Sustantivos Talle, kakhi. Nalga, tsúmu. 1. Partes del cuerpo, etc. Cutis, nuápi. Sangre, númba. Hueso, kúnchi. Cuerpo, iáshi. Diente, nei (nai). Cabeza, múka. Muela, und’nai. Frente, nihéi. Came, namánki. Ojo, hí. Costilla, pai. Oreja, kuíshi. Espinazo, tangira Sienes, misha. Lengua, inai (ineí). Cejas, uráhinki. Saliva, usúki. Pestañas, tambíhkari. Excremento, supi (qu.), wachi. Pescuezo, kundúhi. Orina, shikítma. Nariz, núhi. Pene, káta. Ventanas de la nariz, núhi wári. Vulva, chúki. Mejilla, yápi. Pelo, indéshi. Boca, labio, wénu. Barba, sus. Quijada, hánki. Garganta, turúnduru. Hombro, yakaí. 2. Familia, parentesco, etc. Espalda, tundúpi. Pecho del hombre, netsépi. Padre, apáru. Pecho de la mujer, múntsu. Madre, nukúa, nukúru. Brazo, kúndu. Hijo, uchi. Codo, chingúni. Hija, nauánda. Mano, wéhe. M. derecha, untsúra. Mano izquierda, mina. Hermano del hermano, yatsúru. Dedo pulgar, unt’eidi (“dedo grande”). Hermano de la hermana, umáru. 10 Dedo índice, pyaksumdeidi . Hermana del hermano, umáru. Dedo de corazón, tsárawi. Hermana de la hermana, kaéru. Dedo anular, tshrawi. Tío (hermano del padre), apáru (=padre). Dedo meñique, uchíchi wéhe. Tío (hermano de la madre), ichiru. Coyuntura del dedo, turúhi. Tía (hermana del padre), nukúa (= madre). Uña, nanchíki. Cuñado (hombre al hombre), seiru. Pierna, máku. Cuñado (mujer al hombre), umáru (= hermano). Rodilla, tikíshi. Cuñada (hombre a la mujer), umáru (= hermana). Canilla, kangáhi. Cuñada (mujer a la mujer), yuáru. Pie, náwi. Dos hombres casados con dos hermanas dicen uno al otro: Talón, sangápi. umb-atima. 394 RAFAEL KARSTEN

Las mujeres de dos hermanos dicen una a la otra: kaéru (= her- Canasta (tejida del bejuco kapi ), changína. mana). Canasta con tapa, tukúpi. Suegro, wéaru. Hilador, súmbi. Suegra, tsátsaru. Hilo, kaénda. Yemo, awéru. Tejido, awandéama. Nuera, nauánda (= hija). Soga del monte, torcida, chapíka. Hijastro, shikichi úchi. Soga de hilo, torcida, yarnúrma. Primo, prima, yatsúru, umáru (= hermano, hermana). Red de chambira (para pescar), nékka. Abuelos, antepasados, apáchiru. Anzuelo, tsaún (sp. anzuelo). Niño (de pecho), uchíchi. Lanza, nánki. Gente, eíntsu. Cuchillo, machete (sp.). Familia, wiña eintsu. Escudo (rodela), tandára Hombre, aíshmangu. Cerbatana, úmi. Mujer, noa Saéta para cerbatana, tsinsáka. Muchacho, uchi. Carcáj para las saetas, chipyáta. Muchacha, nauánda. Escopeta, rifle, akáru. Hombre viejo, ashánda, unta. Arco para echar la lanza, wáchi. Mujer vieja, ashánda. Trampa de guerra, tambunchi. Hombre joven, yamátskama. Torre de guerra, kumbínta Marido, aíshiru. Trampa pequeña para coger perdices etc., tímbya. Mujer (esposa), wina noa. Otra trampa para palomas etc., kuáka. Cristiano, ápachi. Camino, hinda. Indio (jívaro), shuara. Rancho, aka. Capitán, kapitu (sp.) unta (= hombre viejo). Rancho para soñar, ayámdai. Médico, brujo, wishiñu. Balsa, papánga. Huésped, irára. Puente, numi papámsama, chaka (qu.). Sacerdote (hombre viejo que asiste en las fiestas), wuéa. Canoa, kánu. Dueño, heíndiño. Remo, kaneitio (sp. canalete). Amigo, amichi (s.p.). Tambor grande, nunduí. Enemigo, (wiña) shuara. Tambor pequeño, uchíchi (pequeño) tambora (sp.). Matador (guerrero), mangértoama. Palo para tocar el tambor, nunduiatiñu númi. Soltero, a, natsa (= noa tsa, sin mujer). Flauta con dos agujeros, pingüi. Viudo, a, wáhe. Flauta con cinco agujeros, piúma. Flauta de hueso de tigre, tungüi. 3. Casa, Utensilios. vestidos, etc. Arco con cuerda para tocar, tsayánduru. Violín, kera (sp. guitarra). Vestido de los hombres, itípi. Casa, hea. Vestido (camisa) de las mujeres taráchi, ayándasta. Pared, Tanísha. Poncho de los hombres, awangéama. Techo, hea Camisa de los cristianos, pushí. Cubierta del techo (tejido de hojas), kambánaka. Cinturón de pelo humano, akáchu. Puerta, weíti. Cinturón de las mujeres ihchi. Poste de la puerta, weiti ebrúkma. Trenzas de pelo adelante, akáhiki. Antesala de la casa (para los hombres y los huéspedes), tangá- Moño grande de pelo atrás, itsíngama. masha. Peine, timáshi. Parte interior de la casa (para las mujeres), ekínturu. Palito para las orejas (hombres y mujeres), arúsa. Lecho, peáka. Palito del labio (de las mujeres), tukúnu. Palo delantero del lecho para apoyar los pies, patáchi. Corona de plumas para la cabeza, tawása. Banco (en general), kutánga. Adorno de plumas para ceñir a la cabeza, tendéarma. Banco redondo para sentarse, chimbuí. Corona de bejucos (para fijar la tendéarma), tindímba. Candela (sitio de la candela), hí. Collar de dientes de animales, nai (= diente). Leña, hí. Collar de pepas cortadas, núpi. Brasa, tizón, chingími. Collar de pepas fragantes, payángshina. Troncos largos de chonta para la candela, shingi. Collar de poroto del monte (colorado y negro), etsi. Olla de barro para cocinar, ichíngana. Collar de pepas fragantes (labradas), Olla grande para la chicha, muitsa. usado como “remedio” por las mujeres, mamúta. Olla pequeña para guayusa y tabaco, yukúnda. Adorno de huesos del ave tayu (Steatornis) para la espalda, ta- Plato de barro para comida y bebida, pinínga. yukúnchi. Vaso de barro para Zumo de tabaco (usado en las fiestas), nat- Collar de perlas de los blancos, shaúka. típya. Cinta de hilo para ceñir la cabeza (de las mujeres), tiringas. Calabaza redonda para guardar agua, yúmi. Cinta para los brazos (de las mujeres), patáki. Plato de calabaza para tomar agua etc., tsáppa. Pendientes de alas de moscardones (para las orejas), wáu Tapa (para tapar cualquier trasto), epuértiñu. (wáuo). Bolsa grande de chambera para cargar, shigra, (qu.). Pulseras de cuero de lagartija (de los hombres), súnday. Bolsa de cuero de mono, uyúna, karina (sp.). Bolsa pequeña de chambira, wambáchi. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 395

4. Elementos y natura. 5. Plantas, etc.

Tierra, nunga. Arbol, númi. Cielo, nayéimbi. Palo parado, númi waháma. Agua, yumi. Tronco, kambúru (unta). Río, intsa. Palma de chonta, sembrado (Guilielma sp.), uí. Corriente, chorrera, sása (qu.). Palma de chonta, silvestre (Bactris, Iriartea), shingi. Espuma del agua, saú. Otra clase de chonta, tundíma. Laguna, lago, kúna. Palma chambira, (Astrocaryum tucuma), kumaí. Cabeceras de un río, nuhínchi. Palma tarapoto, kunda. Boca de un río, pukuni. Palma real, wánga. Confluencia de dos ríos, tukúgma. Guadúa, (Guadúa angustifolia) kingu. Orilla del río, kánmata. Cedro, sidro (sp.) Playa de un río, kanúsa. Canela, kanía (sp.) Campo llano, pákka. Palo de balsa (Ochroma piscatoria), wáwa. Montaña, selva, ikyáma, sácha (qu.). Ovilla (árbol), shuya (numi). Cerro, neíndya. Agave (americana), wasáki. Peña, roca, metsánga. Plátano, pandama. Cueva, wua. Plátano maduro, tsamá. Quebrada, yumírmata. Guineo, mehécha. Pozo, pukínimi. Yuca, máma, tsanímba. Precipicio, inita pámba. Camote (Convolvulus batatas), inchi. Monte espeso, tsuáta. Zanahoria (Daucus carota), maya. Viento, huracán, nássi. Fréjol, poroto, mika. Lluvia, yúmi. Maní, nússi. Neblina, yurángimi. Mandi, sángu. Nieve, yurángi. Papa dulce (de bejuco), kingi. Terremoto, úrkai. Maíz, shaya. Sol, étsa. Caña de azúcar, pâta. Luna, nántu. Zapallo, yui. Luna nueva, nántu takáma. Naranjilla, narángi (sp.). Luna llena, nayá nantu. Tabaco, tsángu. Luna decreciente, nántu akaíniki. Floripondio (Datura arborea; narcótico), maikoa. Estrella, ya. Aya huasca (Bannisteria caapi; narcótico), natéma. Año, chonta. Guayusa (Ilex sp.; tónico), weisa (sp.). Mes, nántu (= luna). Barbasco (Jacquinia armillaris), tímo. Verano (tiempo seco), esáta. Achiote (Bixa orellana), ipyáku. Invierno (tiempo de lluvia), yúmi (agua) Huitoc (Genipa americana), súa. De mañanita, káshi, káshiki. Caucho, pyúta. Día, tsaúanda. Copal, shirikípi. Mañana (sale el sol), pukúndaitimi. Algodón, urúchi. Medio día (el sol está derecho), tutúpni étsa. Ceibo, wambuíshi. Puesta del sol, akaíkinitima, núnga hásai. Arbol de calabaza (pilche), tsáppa. Noche, káshi. Arbol de algodón, urúchi númi. trueno, ipyáma, shuara ipyámwui, shuara mányamai . Ají (pimiento), hímya. (= “los Jívaros están peleando”)11. Cebolla, sepuí (sp.). Rayo, relámpago, chár(e)imbi. Veneno para las saetas (cocinado de varios vegetales), (úmi) Arco Iris, tundyáka. seása. Meteoro, cometa, payára. Chicha de yuca o chontaruru, nihamánchi. Piedra, káya. Masato para la chicha, námuka. Cristal, káya wincha (= piedra brillante). Caldo de hojas de yuca, námaha. Sal, wuí (sal cocinada por los Jivaros), káchi (qu.). sal de los Maní molido, míchaka. cristianos. Yuca cocinada, aplastada, náuma. Arena, neíkimi. Locro de yuca etc., tumbi. Barro, nui, tsakúsa. Cogollo de la palma tarapoto (comestible), íhu; Lodo, tsakúsa, tsuáta. (de otra palma pequeña), tingími. Plata, kuita. Cogollo en general, kuira (= tierna). Oro, kapándiñu kuita (= plata colorada). Tronco de un árbol, númi. Fierro, firu (sp.). Raíz de un árbol o de una planta, kangápi. Carbón, kaí. Rama, chingími. Cascajo, piedra pómez, wambúnasa. Hoja, núka tseipa. Ceniza, yungúnimi. Flor, yangúra. Humo, mukúindu. Cáscara de palo, tseipa. Bejuco de que tejen canastas, kapi. Bejuco en general, neika 396 RAFAEL KARSTEN

Fruta comestible, yútai. Mondete (especie de pava del monte) awáchu. Fruta no comestible, yahásma. Trampetero, yacamí (Sophia crepitans), chíva. Pepa, númbi. Predicador más pequeño, kirúna. Semilla, hingyaí. Predicador, tucán (Rhamphastus), tsukánga. Sembrado, áraka. Guacamayo amarillo (Ara araruna), yunbúna. Sementera, plantación (chacra), áha. Guacamayo colorado (Ara hyacinthinus), takúmbi. Loro grande (verde) (Psittacus), kávashu. 6. Animales, etc. Loro más pequeño (Psittacula?), tuisha. Cherlecrés, piríshu. Perico (lorito verde), chímbi. Animal. Para ‘animal’ en general no hay palabra. Pájaro de toro (Cephalopterus ornatus), ungúmi. Mono. Para ‘mono’ en general no hay palabra. Sacha Corebo (ave), yukúru. Caza (de cualquier clase de animales), kundiñaka. Chotacabras (Caprimulgus), aoho. Mono coto (colorado) (Myletes), yakúma. Mango, chui. Mono de color café, chúo. Gallo de la peila (Rupicola), súmga. Mono negro (Ateles niger), wáshi. Carpintero, tatáshama. Mono mico (Cebus), tsiri. Golondrina, shuirpípi. Mono sipúri, sepúra Colibrí (kinde), hímbui. Mono amarillo, sungámata. Garza, ímya. Mono nocturno (Nyctipithecus), uhúkuma. Otra garza, undúru. Mono marizo, tsema. Pelicano, káu. Mono chichico, tsepai. Gavilán, pínchu. Perro, yawá(ra). Gallinazo (Polyborus), chuánga. Gato, michiku. Aguila, unta pinchu, churúai. Cerdo, kuchi (qu). Cóndor, buitre, yápu, ukúmata. Manteca, grasa, kundúta. Lechuza, ambúsha. Tigre negro, grande, soacha Guacharo (Steatornis), táyu. Tigre pintado (Felix onca), shia-shia, yambinga, yawára Culebra, víbora (en general), nápi. (distintas clases de tigres pintados). Boa constrictor, pángi. Leopardo (puma), hapayawára)12. Culebra ekis (Lachesis), yamúnga. Tigrillo, yantána, undúchama, amicha Otras culebras o víboras venenosas: makánchi, nukámbi, wayá- (distintas clases de tigrillos pintados). sa, sicha. Oso (Ursus albifrons), cheiva. Gusano, áka. Oso hormiguero, wishivshi. Lombriz, sepéha. Zorro, kuhánchama. Larva que vive en los cogollos de ciertas palmas Tejón (Nasua rufa) kúski. que comen los Jívaros, mukíndi. Perezoso (Cholopus), uyúshi. Pez, pescado (en general), námaka. Jabalí grande, unta pákki. Bagre (Silurus vagre), nápi. Cerdo del monte, sahíno, pákki, yankípi. Bagre grande, tungá. Guanta (Coelogenys paca), káshai. Bocachupa, wámbi. Guatusa (Dasyproca aguti), kayúka. Bocachico, kánga. Ratón, katipi. Sardinas (peces pequeños), chumakaí. Venado, hápa. Distintas clases de sardinas: táma, yúra, titi, yuí. Danta (Tapirus), pamá. Raya, káshpa. Lobo del agua (nutria grande), wanganimi. Huevo de pescado, teri námaka. Nutria pequeña, uyúa. Caracol del monte, kúngu. Bufeo, apúpa Caracol del agua, tsúntsu Capivara (Hydrochoerus capivara), ungúmi. Cangrejo de agua dulce, uríki. Lagarto, caimán, entsaia yantána)13, kanyátsa. Camarón, marúnchi. Lagartija, súnday. Concha, úta. Tortuga del agua (Podocnemis, “charapa”), charápa (qu.) Mosca, tétti. Tortuga del monte, kungüímya. Mosquito, mánchu. Armadillo, shushuí. Abeja (mansa), nukúchi. Sapo (comestible),paáchi. Abeja pequeña, chini. Sapo pintado, wátu. Cera de la abeja nukúchi, núhi. Rana, mukúnda. Miel de abeja, mishki (qu.). Huevos de rana, wambúcha Avispa brava, étte. Pájaro (cualquier pájaro pequeño), chingi. Otra avispa, pingá. Nido de pájaro, pasúnga. Cera negra de la avisp apingá, sekáta (usada para las cerbata- Gallina, atáshi. nas). Gallo, ayúmba Mariposa, wambíshku . Pollo, shiámba. Hormiga (común), katsaípi . Huevo de gallina, nuhínda Otras hormigas, terémya (brava), apáchi. Pava del monte, faisán (Penelope), kúyu. Hormiga grande negra, yutuí . Paloma, tórtola, yámbitsa. Alacrán, téttingi. Paugi (Crax paugi), máshu. Cucaracha, shúta. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 397

Piojo, tema . Cosa, wári . Pulga, súngu. Amuletos para caza y pesca, yúkka. Nigua (garrapata), áhu. Nudo, hindyúkma. Arenilla, huyúti. Monstruo, fenómeno, netsi, pasúna, iguanchi uchi (hijo del de- Trompa de animal, pico de ave, núhi (= nariz). monio). Rabo de animal y de ave, uhúki. Madera, númi. Ala de ave y de pez, nanápi. Tabla, taúna. Lana de animal, pluma de ave, uri. Montón, porción, irúrma (irura). Cuero de animal, nuápi. Mancha, tun (v. nurirkahei). Uña de animal y de ave, nanchíki. Maravilla, ti pingera. Hueco, agujero, wua. 7. Otros sustantivos Adjetivos Nombre, nari. Dios, yusa (sp. Dios). Bueno, píngera. Alma, espíritu, wakáni. Hombre de buen corazón, tsánga. Sombra, wakáni. Noble, pingeri. Demonio, iguánchi. Malo, tuna, tunáru. Cabeza disecada, tsantsa. Mezquino, sun. Fiesta, nambéra (borrachera); hista (sp.). Hermoso, bonito, píngera. Fiesta de la cabeza, eínsupani (ein(t)su, ‘gente’, y pani, fiesta). Feo, nunaru. Fiesta de las mujeres, noa tsángu (= fiesta de tabaco de las mu- Grande, unta, apu (qu.). jeres). Pequeño, uchíchi. Fiesta de los muchachos, kusúpani (kusú, humo de tabaco). Gordo, nuérma, kutúrma. Fiesta de los niños, uchiauratai (= “daré gotas (de tsinsimba) a Flaco, delgado, tsírichi. los chicos”) Sano, píngera. Fiesta de los perros, yawrápani (yawára = perro). Enfermo, háma (v. háhei, e. enfermo). Baile general en las fiestas, hantsemáta Pálido, putsúrma. Otro baile, ihiámbrama. Ciego, tuerto, hi hakmya (ojo dañado). Fiestero, ihiámratiñu. Cojo, kupínikama, tapánchu. Salutación ceremonial con la lanza, enéma (anékma). Sordomudo, netsi. Enfermedad, súngura14. Fuerte, valiente, kákarum. Brujería, túnchi, tsinsáka ( = saeta). Cobarde, añússa. Paludismo, “frío”, kuramára. Hombre útil, ti wári. Fiebre, tawártiyu. Hábil, diestro, ti unimará. Tos, catarro, uhútka (v. uhútkahei). Débil, inútil, yahúchi. Sarna, káncha Ocioso, nákki. Remedio, tsúaka. Embriagado, borracho, nambikma. Lanzazo, herido, ihúma (v. ihúhei, herir). Sobrio, no borracho, natsána. Deuda, tumáshi. Rico, waríntiñu (wári, cosa). Duelo, utiñu. Pobre, warírtichu. Destino, ni tsáuanda winiches (“habrá llegado el día de él”). Desnudo, míssu. Amor, cariño, añama (v. añáhei). Travieso, inteligente, táppi. Odio, kahékma (v. kahékahei). Tonto, mudo, netsi, úpa (qu.). Vergüenza, natsánda (v. natsándahei). Loco, kukúihkama. Novedad (noticia alarmante), mesetáwi. Bravo, enojado, kahékma (v. kahékaheí). Guerra, méseta. Feroz, kaheno. Peligro, wuipa. Manso, tangú(chi). Sueño, kára. Triste, pensativo, kundútsa andémrama. Sueño (soñar), misigra (v. misígrahei). Alegre, nakúrusa puhúma, shíra. Adivinación (en sueño narcótico), wuimektiñu. Contento, pingera Verdad, nikássa. Descontento, tuna andémrama (piensa mal). Mentira, wita (v. witahei). (Niño) primogénito, iweri. Hambre, tsukáma (v. tsukámahei). Huérfano, mitéika. Sed, kíta (v. kitámahei). Embarazada, preñada (mujer y animal hembra), ihámtiñu. Sudor, seára (v. seárahei). Animal castrado, hirama. Edad, urútuma chonta (¿cuántos años?). Animal entero (no castrado), sukíndiñu, súki hirchama. Ladrón, casamiño. Verdadero (verdad), nikássa. Espía, mamíngrama (v. mamíngrahei). Falso (mentira), wita . Huella, rastro, nawi ( = pie). Oscuro (el día), kirita (tsáuanda). Idioma, chicháma (v. chichahei). Claro (el día), pingera (tsáuanda) . Juego, wawita (v. wawátihei). Largo, isérma. Sazón, nereáwi (v. nereáma). Corto, sutárachi. Sepulcro, tumba, ivyársama Alto, yakí. Aguardiente, waríndyu (sp. aguardiente). Bajo, nikáski. 398 RAFAEL KARSTEN

Llano, pákka. Afilar (cuchillo, etc.), atsákahei (segunda y tercera persona at- Ancho, wangérma. sákma). Estrecho, ishítki. Agujerear, chingáhei. Grueso, ikambúrma. Ahogar(se), kiákahei. Delgado (tablas, etc.), tsatsápi. Amanecer. Amanece, pukúndaitimi. Delgado, fino (agujas, etc.), tsiririchi. Amar, kungáhei. Enamorado, kungáta másahei. Duro, katsúrma. Amenazar, coger (un enemigo), nikápsahei. Suave, blando, minamiña. Amortiguar. Amortiguado, tambímrama. Pesado, kihinu. Andar, wikáhei. Liviano, takáptiñu, wámbu, wambúchi. Aniquilar, ángandu hásma (aniquilado). Redondo, tindía. Apagar, (hi) kahinikahei. Cuadrado, isérma Aparecer, weínikama. Viejo, ashánda, aruta. Aplastar, chanoáhei. Cosa vieja, usada, wantsuárma. Aprender, unimárahei. Nuevo, yamárma. Arrancar, tsurímgahei. Fuerte picante (ají, etc.), taráru. Arrastrar, hapíkahei. Bebida fuerte, fermentada, karyáma. Asar, hiáhei. Lleno, aimákma, muítti. Asaltar, epuénkahei, hetékahei (he hecho correr). Vacío, ayátki puháwi, atsáwai. Asentarse, sentarse, puháhei (segunda y tercera persona puhú- Seco, anárma, huhúrma. ma). Mojado, hinyárma. Siéntate!, ¡kutánga puhústa! Caliente, tsurmai. Atar, liar, hingyáhei, hingyamárahei. Tibio, etsíkma. Aumentar, pambárahei . Frío, micha. Avisar, akátrahei (dar noticia). Enfriado, mikírma. Ayudar, yeíndikahei. Cocinado, awíta. Ayunar, ihérmashei (ihérmakhei). Crudo, inéa. Dulce, mishki(qu.). B Amargo, yapaú. Fragante, yaúna. Bailar, hantsemáhei, ihiámrahei. Blanco, púhu. Bajar (por escalera, etc.), akaihei, akeaikahei. Río bajando, ku- Negro, mukússa. yuai. R. bajado, kuyuáma. Colorado, kapándiñu. Bañar, maihei. Amarillo, yangúa. Barrer, hapímahei. Azul, aoa. Batir, pegar, katsúmkahei. Color de violeta, yamakaí (nombre de una hoja, sani, la cual los Beber, umárahei, wárahei (segunda y tercera persona, umár- Jívaros usan para teñir). ma, inf. umártiñu, imp. warta. Verde. (Para este color no existe nombre)15. Emborracharse, nambikhei Fértil (terreno), núnga píngeraiti. Bostezar, kara puháhei (estoy con sueño). Estéril (terreno), kahíngei. Botar, hapáhei. Despoblado, ánganteiti, eintsu atsáwai. Brujear, wawéahei; matado con brujería, yumíngrama. Tierno, kuira. Burlarse, wasúrahei. Fresco, tsamíka. Buscar, eásahei(eákahei). Hediondo, mehéno. Podrido, kaórma. Sucio, tsuáta. C Limpio, nihákma. Quebrado, kupikma (v. kupikahei). Caer, iárahei. Hinchado, eárma (v. eárahei, hincharse). Cagar, defecar, supi (o wachi) hapáhei. Crespo, (pelo, etc.), shirímbi. Cambiar, yapeháhei, yapeáhei. Liso, pulimentado, chamíchamitiñu. Caminar, wikáhei. Brillante (piedra, etc.), wincha. Cansarse, pimbíkahei. Peligroso, wuipa. Cantar, kantámsahei (sp.), nambeáhei (cantar en borrachera). Fácil, yupícha. Casarse, noátkahei, noa achikahei (coger una mujer). Difícil, ituirchata. Castigar, katsúmkahei. Cavar, taiahei, taórahei. Verbos 16 Cazar, kundiñaka achíkahei. Ceñir, (mujer) akachumáhei, (hombre) emuenmámahei. Cesar, terminar amúkahei, íksahei. A Cocinar, paínikahei. Coitar, (noa) nirirahei. Abandonar, hapáhei. Coger, achíkahei. Abrazar, miña krúsahei. Colgar, ninásahei. Abrir, uráhei. Comer, (en general) yuohei; (almorzar o cenar) yurúmahei. Acabar, amúkahei (segunda y tercera amúkma, iní. amúktiñu). Componer, limpiar en todo sentido, ivyárahei. Acusar, culpar, nikárahei. Comprar, sumákhei. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 399

Conseguir, sumákhei. Errar (con escopeta, etc.), awahírahei, tukúchahei (no he pega- Conquistar, atándkihei. do). Construir (casa, etc.), (hea) takáhei. Esconder, úkahei. Contestar, eíkahei. Escribir (dibujar), nakumgahei. Conversar, chicháhei (fut. chichástahei, inf. -stiñu). Escuchar, anúmka andúkhei (oculto he oído). Convidar, ipyákrahei. Escupir, usúkahei. Correr, tupígrahei. Espantar, ipísrahei, hetékahei (he hecho correr). Cortar, upikahei (segunda y tercera pensona. tsupikma). Espiar, hinda akírahei; mamígrahei (engañar). Coser (con aguja), apárahei. Estar, existir, vivir, puháhei, mátsahei. Crecer, criar, animales y racionales: píngera tsakárahei (bien Estornudar, achitkahei. criado); plantas, sementeras: píngera tsapaímya (floreciente, Extinguir, véase apagar. bien crecido). Extraer, sacar, ukuínikahei. Criar niños, perros, etc., umíkahei. Creer (pensar), andémrahei (andemárahei). F Cuidar, weínikahei. Curar (un enfermo), tsuaka umbárahei. Fermentar, karyáma. Chupar, mukúnahei. Fiesta, Tener f., ihiámrahei (ihiámsahei). Flotar, awámsahei. D Fregar, hacer candela por fricción, ikyáprahei. Freir, nüíkahei. Dañar, hakúrahei. Fumar, mukúnahei. Dar, susáhei (segunda y tercera persona susáma, fut. surústa- hei. inf. G surústiñu, imp. ¡surústa!); amásahei. Decir, tihei (o táhei), (segunda y tercera persona. tima [tímya]). Gastar, emuéndkahei. Defender, awákahei. Gemir, útahei. Dejar, ikyúsahei (ikyúkahei). Golpear, machacar, nikíngahei. Desafiar, winiti, winiti, páhei (“¡venga, venga, estoy aquí”!). Gotear, yumi kitáwi, kityákaï. Desaparecer, weinikachama (no se ve). Gritar, útawi, kákarum untsúkahei. Desconfiar, nakítahei. Guerrear, mesétahei, nanki hukíhei. Desear, wakérahei. Desembarazar, hurirma (pare). Desembocar (un río), iáma (cae). H Desmontar (hacer sementera), ahámahei. Hablar, conversar, chicháhei (segunda y tercera persona. chi- Despreciar, nakítahei. cháma y chichásma, inf. chichástiñu). Despedirse,wéahei (¡me voy!). Hacer (fabricar), nahánahei; (trabajar, construir) takáhei; (ha- Destruir, angándu hásahei. cerse algo, volverse en algo), hásahei (segunda y tercera per- Diarrea. Estar con d., ihetmárahei. sona hásma, inf. hastiñu); (hacer, obrar) turáhei (segunda y ter- Dibujar, nakúmgahei. cera persona túrama, así ha hecho; fut. túratahei, así voy a ha- Disentir, estar en discordia, kahérahei, kaherkai. cer, obrar). Disgustarse, kahékahei. Hallar, encontrar, weínikahei. Doler, nahámama nahámawui (está doliendo). Hambre. Tener h., tsukámahei. dolor del parto, noa hitímay. Hilar, kutámrahei. Duelo. Estar en duelo, útahei, útasapáhei. Heder, oler, kunguáhei. Dormir, kanárahei. Hervir, kiákma. Está hirviendo, kuákai. E I Echar, botar, nangimáhei. E. la lanza, nánki ikínkahei. Ignorar, (no saber), nikátsahei. Economizar, emuendkáchahei (no gastar). Indicar, anéikahei. Emborracharse, nambíkhei. Insultar, (kakáruma) heákahei. Empezar, principiar, nangámahei . Invitar, ipyákrahei. Encender, ikyámkahei. Ir, wéahei (segunda y tercera persona. wéama (wéma), fut. Encima. Poner e., itíktuahei. wéatiñu (wetiñu). Jugar, wawátihei. Encontrar, weínikahei. Engañar, anángahei, mamígrahei. Enfriarse, mikírahei. L Entrar (a casa), huayáhei. Entregar, ikyúsahei. Labrar (lanza, flechas, etc.), (nanki) masérahei. Envenenar, seása susáhei (he dado veneno). Muerto por vene- Lancear, ihúhei. no, seása Lástima. Tener 1., añahei. arai hakáma. Lavar, limpiar, nihárahei, nihákahei Envidia. Tener e., mezquinar, surimyáhei. Limpiar, componer, ivyárahei. Equivocarse, nikáchama tihéi (sin saber he dicho). Llamar, untsúkahei. Llenar, aimákahei. 400 RAFAEL KARSTEN

Llevar, hukihei. Pescar, mámaka achíkahei (coger pescado). Llorar, úhei (segunda y tercera persona. úma, inf. útiñu. Picar (culebra, etc.), issáhei. Nápi isaíni, una culebra ha pica- Estoy llorando, útusa p(uh) áhei (útusapáhei). do (otra persona). Nápi isátini, una culebra me ha picado. Llover, yumi yutúkma. Pintar (ollas de barro, etc.), árahei. Llegar, heáhei, tahei, tandáhei. Pintar la cara con achiote, etc., usúmahei. Pisar, nahárahei. M Plantar (árboles), apúhkahei. Poder. No puedo, tuhíndikahei. Machacar, nikíngahei. Poner, eípsahei. Madurar, tsamákma (maduro). Portarse. Portarse bien, píngera matsatarum (¡que se porten Maltratar, pegar, katsúmkahei. bien!). Manchar, turírkahei (mancha = turi). Portarse mal, tuna hássa puheipa (no te portarás mal!). Mandar, soltar, akúpkahei, awuimahei. Poseer, tener, awai. Mascar, naumáhei. Preguntar, iñásahei. Matar, máhei; mandoáhei. Prestar, ikyámsahei. Mear, shikitmárahei. Profetizar, adivinar, wuímekahei (inf. wuímektiñu). Mentir, witáhei. Prometer, ándara tichahei (no he dicho en valde). Mezclar, pachímgajei; pachimárahei. Podrir, kaórahei. Podrido, kaórma. Miedo, Tener miedo, ishámahei, ishámakahei. Mirar, isáhei; weínikahei. Q Moler, nikínkahei. Morder, hapírahei. Quebrar(se), kupíkahei. Quebrado, kupíkma, kupinkama. Morir, (por enfermedad), hakáhei (segunda y tercera persona Quedarse, ikyúkahei. hakána ); (por las armas del enemigo), mesérahei; (por bruje- Querer, wakérahei. No quiero, nakítrahei. ría), yumíngrahei. Quemar, isáhei. Mostrar, aneíkahei. Quitar, atándkihei. Mover(se) tuníkahei, tuníkmahei (¡no te muevas!, tuníkaipa). Mutilar, tsupikahei. R

Rajar (leña, etc.) (numi) nakákahei. N Raspar, kasárahei. Recibir, achikahei. Nacer, (uchi) hurirma (ha nacido un chico). Reconocer (saber) nikáhei. Nadar, yukuákahei. Regalar, ándara susáhei (doy en valde); ándara huhita, ¡lleva Negar, mezquinar, surímyahei. en valde! Nombrar, señalar, aneikahei. Regresar, wakítahei, wakitkahei. Noticia. Dar n., avisar, etsérkahei. Reirse, wishígrahei. Nudo. Hacer un nudo, hindyúkahei. Remar, (kanu) wiéndkahei. Resbalar, pinyúkahei. O Retratar, dibujar, nakúhgahei. Reunirse, atútkahei, irúndrahei. Obedecer, umíkahei. Robar, kasámahei. Obsequiar, regalar, ándara susáhei. Rodear, tindrahei. Ocupado. Estoy o., ánganta puhátsahei (no estoy libre) Rogar, suplicar, seásahei. Ofender, katsúmkahei. Romper, reventarse, derrumbarse, metsángrama. Oir, andúkahei. Oler, mehásahei. S Olvidar, kahinmétkihei. Orinar, mear, shikitmárahei. Saber, nikáhei. Sacar, ukuínikahei. P Salir, shiákahei (segunda y tercera persona, shiáma); hínikihei. Saltar, brincar, sikingahei. Pagar, surúkahei. Sanar, tsárahei. Partir, dividir, nakákahei. Sazón. Estar en sazón, nereáwi. Parir (dar a luz), hurírahei. Noa huríri, pare la mujer. Animal Secar, (ropa, etc.), anárahei. Secar carne, pingáhei. hembra: petsákaï. Sed. Tengo s., kitámahei. Pasar (un río, etc.), katíngahei. Sembrar, aráhei. Pedir, seásahei. Sentar(se),puháhei(puhústa, siéntate!). Pegar, maltratar, katsúmkahei. Pegar con flecha etc., tukuáhei, Sentir, añáhei. akútahei. Ser (existir), mátsahei. Peinar, timashimárahei (timáshi = peine). Silbar, huhuímahei. Pelear, ipyámahei, mañahei. Soplar, (la candela, etc., soplar con cerbatana), umbuíhei. Pensar, andémrahei. Sospechar, tunáru andemárahei (pienso mal). Perdonar, asakárahei. Subir, trepar, wakáhei. Perjudicar, eitigrahei. Sudar, seárahei. Perseguir, hetékahei. Sufrir, weitsahei. LA VIDAYLACULTURA DE LOS SHUAR 401

T Notas

Tapar, nukákahei (t. con hojas); epuénahei. 1 El vocabulario de la lengua jívara, dialecto de Gualaquiza, Tejer, awándahei. publicado por los Drs. Rivet y Beuchat, por equivocación Temer, ishámahei. contiene muchas palabras con 1. Así, por ejemplo, tundúli, Temblar, kurángahei. tambor grande, por tunduí; pingúllu, flauta, por pingüí; su- Tender, papánsahei. la, genipa americana, por súa; huanbulúshi, ceibo, por wam- Tener, awai17. buíshi; yucalipe, barniz colorado, por yukaípi, etc. Estos Teñir, engérahei. errores son debidos a la mala pronunciación de los mestizos Terminar, amúkahei, iksahei. que viven en el país de los Jívaros. Tirar (con piedra, etc.), nangimáhei. Tirar con escopeta, ipáti- 2 Frase de un mito de los Jívaros. Véase abajo. hei. 3 Apáchi, cristiano, hombre blanco, propiamente quiere decir Tocar, takásahei. “papacito”.Según tradición de los Jívaros, también los blan- Tomar, beber, wárahei. Véase beber. cos antiguamente han sido indios (Jívaros). Por eso los mi- Tomar, coger, achikahei, nikápsahei. ran todavía como a sus antepasados (apáchiru). Cuando un Toser, uhútkahei. jívaro está embriagado con el narcótico maikoa, entre otros Trabajar, takáhei. abuelos, también le asoma gente blanca apáchi). Traer, itáhei, táhei (segunda y tercera persona, itáma, imp. iní- 4 Frases de una canción de guerra de los Jívaros mita, ¡trae!) 5 Frase de una canción para expulsar los ratones de las se- Tragar, kohárahei. menteras Trastornar, ukátkahei. 6 Frases de un mito de los Jívaros. Véase el párrafo sobre “la Trepar (por árboles, escaleras, etc.), wakáhei. prosa y poesía”. Tumbar (un árbol, etc.), (numi) ahákahei. 7 Frase que usan los Jívaros cuando desafían a sus enemigos. 8 Frases de conversación ceremonial que toma lugar entre los V Jívaros cuando llega un huésped desconocido. 9 Frase de la salutación ceremonial enéma Valer. Es de mucho valor, ti okikai. 10 Literalmente: “el dedo para pintarse con ipyáku”(Bixa ore- Varar (una canoa etc.), (kánu) emítahei. llana”). Vencer, nangárnahei. 11 Así explican los Jívaros el fenómeno natural del trueno. Vender, surúkahei. Surúkma, vendido. 12 “El tigre venado”.El leopardo tiene manchas parecidas a las Vengar(se), ayambruamákahei; tumáshi akérkahei. del venado. Venir, wiñahei (segunda y tercera persona, winima, fut. winita- 13 “Tigrillo del agua”. hei, 14 Con el nombre súngura los jívaros denotan todas las enfer- inf. winitiñu, imp. winita). medades que han llegado a conocer por lo blancos, como vi- Ver, weínikahei, isáhei. ruela, disentería y enfermedades venéreas. Vergüenza. Tener v., natsándahei. 15 Los Jívaros propiamente no conocen más que tres colores, Viajar, wikásahei. blanco, negro y colorado. Así el ‘verde’ siempre para ellos es Visitar, isáhei, irásahei (inf. irástiñu) ‘negro’ (mukússa). Vivir, puháhei (segunda y tercera persona, puhúma, él vive, y 16 De los verbos generalmente daré la primera persona perf. puhúsma, él vivía; fut, puhústahei, inf. puhústinu, imp. puhús- ind (terminando con la partícula -hei). De los verbos irre- ta). gulares también indicaré otras formas de la conjugación. Volar, nanámsahei. Nanámsai; está volando. 17 La conjugación de este verbo es la siguiente: wiña awaï,yo Volver, regresar, wakitkahei. Voy para regresar, wakétkitahei. tengo, amiñu áma, tú tienes, niñu áma, él tiene. Plur. el mis- mo. Como se ve, lugar de los pronombres personales se em- plea con este verbo los correspondientes pronombres pose- sivos.

CONCLUSIÓN

El indio y la civilización fuertemente pronunciada y tan peculiar en mu- chos de sus rasgos, como la cultura jívaro. En su He llegado al final de mi larga consideración estado presente está por supuesto, destinada a de- sobre la cultura jívaro. Mis descripciones detalla- saparecer; es también necesario que ciertas ideas y das de ciertas costumbres, por ejemplo, de ritos y costumbres, sobre todo su arraigada creencia en la ceremonias desarrolladas en las grandes fiestas, hechicería y la costumbre de cortar cabezas, se ha- pueden haber parecido monótonas y cansonas a gan desaparecer si los indígenas quieren surgir del algunos de mis lectores. Sin embargo, aquellos estado de barbarie en el que se encuentran ahora. que han tenido la paciencia de seguirlas hasta el fi- Pero la pregunta es cómo los indígenas pueden ha- nal estarán de acuerdo conmigo que a su manera, cerse partícipes de la civilización cristiana, sin per- brindan una luz interesante sobre la psicología de der sus altas cualidades mentales y sus virtudes na- los indígenas y por lo tanto, no deben ser exclui- tivas, y cómo esos rasgos de su cultura, que son das en una monografía de su cultura. En general, muy valiosos, se pueden conservar. no solo enseñan cuán religiosamente estos salvajes Estoy lejos de menospreciar el devoto trabajo mantienen viejas costumbres llegadas desde sus civilizador que los misioneros católicos, y espe- antepasados, sino que también son testigos del he- cialmente los Jesuitas, han hecho entre los Indios cho que con respecto a los ritos mágicos y religio- Sudamericanos en tiempos pasados. Como etnólo- sos toda acción, inclusive aquellas que aparente- go tengo razones para enfatizarlo más, ya que es- mente no tienen importancia, tiene desde el punto tos misioneros nos han dado algunas de las infor- de vista de los indígenas un significado razonable maciones más valiosas que poseemos sobre las y es considerada de importancia esencial para ob- culturas indígenas nativas que hace mucho han tener el propósito de toda la ceremonia. dejado de existir. En todo caso, debe establecerse También he intentado representar el carácter que las intenciones de los misioneros cristianos de moral de los mal llamados Cazadores de Cabezas, convertir y civilizar a los indígenas, han fallado en tal como yo lo he encontrado, sin exagerar sus ma- su mayoría. Esto, en parte, se ha debido a particu- las cualidades, como la mayoría de viajeros que lares circunstancias desfavorables sobre las cuales los han descrito antes, ni tampoco tratando de jus- ellos no tenían ningún control. La “civilización” tificarlos. Si el cuadro que así he dado de su carác- con la que estos inocentes hijos de la naturaleza se ter y costumbres es favorable o no, yo no lo puedo han relacionado no ha respondido en general con decir. Es natural, sin embargo, antes de que deje los elevados ideales del cristianismo, y esos hom- definitivamente a mis amigos indios, que añada al- bres que la ha representado desafortunadamente gunas pocas palabras sobre su futuro. no han sido cristianos de verdad sino solo de nom- El civilizar a los indios salvajes es una cues- bre. Mientras que el aguardiente y las enfermeda- tión que se plantea hoy en todas partes de Sud des venéreas sean los “elementos culturales” con América, pero tiene, pienso, una importancia es- los que estos pioneros de la “civilización cristiana” pecial con respecto a una tribu tan ricamente do- se acercan a los indígenas, no podemos especular tada por la naturaleza como los Jívaros. De hecho, acerca de los efectos sobre estos últimos, como con la excepción de la antigua cultura incaica, no hasta aquí, desde que demuestran más su degene- conozco otra cultura nativa en Sud América tan ración gradual física y moral que un verdadero 404 RAFAEL KARSTEN progreso cultural. Cuando consideramos el siste- la transición rápida de una forma de cultura a otra ma de esclavitud y servidumbre introducido por y a una enteramente distinta, necesariamente invo- los colonos blancos, por ejemplo en el río Napo, y lucra ciertos peligros. Por medio de los métodos de al cual me he referido anteriormente, podemos en- educación hasta aquí seguidos, los indígenas han tender la falta de entusiasmo que los nativos de perdido la fe en sus viejos ideales, y frecuentemen- Sud América han manifestado frente a todos los in- te al mismo tiempo, el fundamento sobre el cual se tentos civilizadores hechos por los blancos, inclu- basaban sus viejas ideas religiosas y su visión ética sive aquellos llevados a cabo con las mejores in- del mundo. El resultado ha sido naturalmente el ni- tenciones. La raza jívaro los ha rechazado, se po- hilismo moral que desafortunadamente es caracte- dría decir, instintivamente. rístico de los semi- civilizados indígenas de hoy. El Esta antipatía hacia culturas más avanzadas trabajo educativo entre los indígenas no debería, que frecuentemente se ha definido como una ca- pienso, empezar por intentos más o menos inútiles racterística del indígena, al contrario por ejemplo de impartirles nuevas ideas religiosas o verdades del negro africano, debo creer que en gran medi- espirituales que ellos no entienden. Al mejorar sus da se explica por este hecho. El indígena no es por condiciones de existencia material, por medio de ninguna razón adverso a la cultura en sí misma. la enseñanza racional en agricultura y en manua- Por el contrario, mi propia experiencia me dice lidades útiles, y sobre todo al observar una justicia que el indígena viviendo, en un estado natural ge- absoluta en todos los comportamientos con ellos, neralmente es ansioso de adquirir conocimientos y los educadores blancos fácilmente podrían desper- fácilmente utiliza las oportunidades de aprender tar su interés y su confianza que son condiciones algo sobre las “ciencias” y el lenguaje de los blan- sine qua non para el éxito en cualquier proceso cos, cuando tales oportunidades se le presentan. educativo . El indígena aprecia su libertad e inde- Así, cuando me quedé en la casa de los Jívaros en pendencia más que ninguna otra cosa. Esto le de- el río Chiguaza durante la fiesta de la victoria, los be ser garantizado por ley, incluyendo la protec- indígenas con infatigable ansiedad trataban de ción por parte de las autoridades en contra de abu- aprender de mí y mis compañeros mestizos, los sos de cualquier tipo, y especialmente en contra números y otras palabras en español, y también del aguardiente de los blancos, el motor principal expresaban frecuentemente su deseo de aprender de degeneración en todos los indígenas “civiliza- a leer y escribir. Es un hecho muy conocido que dos”. El progreso material, sin duda, estará segui- los indígenas generalmente aprenden el español do por el progreso intelectual y moral, y así se con- muy fácilmente.Tanto la sed de conocimiento del seguirá un cambio gradual de la visión indígena indígena como su inteligencia relativamente alta, del mundo. Inclusive su mayor superstición, su parecen ser una garantía de su capacidad de reci- creencia en la hechicería, difícilmente puede ser bir una cultura más avanzada si les es comunica- combatida directamente, como los misioneros lo da en la forma apropiada. han hecho hasta aquí, sino por una instrucción ge- Con respecto a esto, sin embargo, los méto- neral. dos de los misioneros han sido frecuentemente Los Jívaros, a pesar de su espíritu de libertad, equivocados. Han pensado demasiado en sus no pueden a la larga escapar a la influencia de la “conquistas espirituales”, en las conversiones de civilización. Unas políticas sabias podrían por lo los paganos “a la única religión verdadera”, sin menos demorar su degeneración; y su total extin- considerar que es exactamente esa parte la que los ción, que también, en parte, es el resultado del indios primitivos tienen más dificultad en enten- contacto con la civilización, podría por lo menos der. Sin tener particularmente presente la actividad ser demorada, y así postergada la hora en que esta de los misioneros me gustaría señalar que en todos interesante forma de cultura humana desaparezca los pueblos, y especialmente para gente primitiva, por completo.