Dirección Nacional de Prospectiva y Estudios Estratégicos

EL CLÚSTER PRODUCTIVO DEL COBRE:

RETOS PARA LA SOSTENIBILIDAD

Documento de trabajo Actualizado al 21 de diciembre del 2020

El clúster productivo del cobre: retos para la sostenibilidad

Javier Abugattás Presidente del Consejo Directivo del CEPLAN Centro Nacional de Planeamiento Estratégico

Bruno Barletti Director Ejecutivo del CEPLAN

Jordy Vilchez Astucuri Director Nacional de Prospectiva y Estudios Estratégicos

Equipo técnico: Erika Celiz Ignacio, Marco Francisco Torres, Karin Rivera Miranda, Gustavo Rondón Ramirez.

Editado por: Centro Nacional de Planeamiento Estratégico Av. Canaval y Moreyra 480, piso 11 San Isidro, Lima, Perú (51-1) 211-7800 [email protected] www.ceplan.gob.pe © Derechos reservados Primera edición, junio de 2020

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Tabla de contenido Resumen ejecutivo ...... 5 I. Introducción ...... 6 II. Marco metodológico ...... 7 2.1. Marco de Medios de Vida Sostenibles ...... 7 2.1.1. Principios ...... 7 2.1.2. Elementos que conforman el marco de Medios de Vida Sostenibles ...... 8 III. Activos de sustento en el corredor minero del sur...... 10 3.1. Contextualización de los cinco capitales ...... 10 3.1.1. Capital financiero ...... 10 a) Crecimiento económico...... 10 b) Creación de ingresos y generación de empleos ...... 12 3.1.2. Capital humano ...... 13 3.1.3. Capital social ...... 14 a) Conflictos sociales ...... 14 b) Gobernanza ...... 15 3.1.4. Capital natural ...... 16 3.1.5. Capital físico ...... 16 IV. Impacto de la minería sobre los medios de vida ...... 18 4.1. Impactos en los medios de vida a través del recurso hídrico ...... 18 4.2. Impactos en los medios de vida a través de la tenencia de la tierra ...... 19 4.3. Impactos en los medios de vida a través de nuevas oportunidades de empleo ...... 19 4.4. Síntesis de impactos ...... 20 V. Retos para la sostenibilidad en el clúster minero del sur ...... 22 VI. Conclusiones ...... 25 VII. Referencias...... 26

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Lista de tablas Tabla 1 Descripción de los elementos del marco MVS ...... 8 Tabla 2 Zonas evaluadas dentro del corredor minero del sur ...... 10 Tabla 3 Condición de pobreza de la población asentada en el corredor minero del sur ...... 12 Tabla 4 Condición de pobreza y salud infantil en el corredor minero del sur ...... 13

Lista de figuras Figura 1. Componentes que forman parte del marco de medios de vida sostenibles ...... 9 Figura 2. Perú: exportaciones expresada en porcentajes, año 2018 ...... 11 Figura 3. Frecuencia de conflictos socio-ambientales por provincia, 2004-2016 ...... 15 Figura 4. Estado actual del pentágono de SLF en el corredor minero del sur...... 21

Lista de siglas CEPLAN Centro Nacional de Planeamiento Estratégico EE. UU Estados Unidos de América FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura INEI Instituto Nacional de Estadística e Informática MVS Medios de Vida Sostenibles MINEN Ministerio de Energía y Minas PEA Población económicamente activa MINAGRI Ministerio de Agricultura y Riego

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Resumen ejecutivo La actividad minera es uno de los soportes principales de la economía peruana. Este documento complementa el análisis realizado por el CEPLAN el año 2019 en la publicación “El clúster productivo del cobre en el sur del Perú”, el cual se centró en analizar los factores de competitividad de las empresas y la capacidad competitiva de los territorios. Asimismo, se examinó el impacto de la minería en el territorio y la población. Entre los temas no abordados en dicho estudio están la sostenibilidad de las actividades económicas productivas más allá del ciclo de vida de la actividad minera. Además, no posible obviar el impacto que ha tenido la crisis generada por la COVID-19 en nuestro país y donde la actividad minera no estuvo al margen. Por ejemplo, la producción en marzo de 2020 registró una disminución de -21,82% en el sector minería e hidrocarburos; la cual volvió a disminuir en -42,29% en el mes de abril de 2020. Si tenemos en cuenta que en el sector la minería metálica participa con el 84,6%, el impacto en el clúster del cobre es importante.

Sin embargo, en la reactivación de las actividades económica, que se inició durante el mes de mayo 2020, la minería fue una de las incluidas en la denominada Fase 1. Mediante el DS 080-2020, la actividad minera, así como la construcción de proyectos mineros declarados de interés nacional, fueron incluidos en la primera fase del reinicio de actividades, las cuales funcionaran bajo los protocolos aprobados por el Ministerio de Energía y Minas (MINEM). De esta manera, se espera que cerca de 22 empresas correspondientes a la gran minería retomen su producción durante el mes de mayo, las mismas que representan cerca del 95% de la producción nacional de cobre, el 65% de la producción de plata, el 62% de y el 26% de oro, de acuerdo con lo señalado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (IPE, 2020).

En ese sentido, el propósito del presente estudio es determinar los principales retos para el desarrollo sostenible de la minería en el sur del país, considerando como centro de análisis los medios de vida de las comunidades asentadas en la zona del clúster y como éstos activos de sustento se han visto impactados por la minería.

Para explicar los impactos de la actividad minera se optó por usar el marco de Medios de Vida Sostenibles (MVS). Este enfoque permite evidenciar que los medios de vida de las comunidades en el clúster de cobre en el sur están siendo transformados por la acción de la minería en los siguientes aspectos: (1) cantidad y calidad del agua de la que dependen los pobladores, (2) prácticas de tenencia de la tierra que facilitan los medios de vida basados en la agricultura y (3) las nuevas oportunidades de empleo, que implican cambios de estrategias para la subsistencia.

Finalmente, después de haber identificado los principales impactos en los medios de vida de las comunidades se establecen los retos, entendidos como los riesgos a disminuir y las oportunidades a aprovechar, para el desarrollo sostenible de la actividad minera en el clúster.

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I. Introducción Para algunos analistas, las reservas minerales del país tienen el potencial para que millones de peruanos salgan de la pobreza y que la economía del país se dinamice a niveles sin precedentes. Más allá de si esta afirmación es totalmente cierta o no, es evidente que frente a la ola de conflictos que enfrenta el sector, el país necesita lo que De Echave (2019) ha bautizado como un nuevo contrato social minero, capaz de dar un justo lugar a las perspectivas y aspiraciones de todos los actores (comunidades, empresas y gobierno). El reto, dice De Echave, “es construir una suerte de consenso en torno a la minería”, un consenso, que considere la geología del país y la extensa historia de la actividad minera, al lado de los derechos de los pobladores y el respeto al ambiente. Desde el CEPLAN, se busca contribuir en la construcción de ese consenso debido a la importancia de la actividad minera para el desarrollo y por la necesidad de reducir la conflictividad socio ambiental en el sur del país.

En la zona sur se ubica la ruta de transporte de producción minera más importante del país. Por ahí se traslada la producción de las minas Constancia y Antapaccay (Cusco), y de Las Bambas (Apurímac); que arriban al puerto de Matarani (Arequipa) mediante el Ferrocarril Trasandino. Además, para el presente estudio se ha considerado los departamentos de Moquegua y Tacna, de tal manera que se abarque la totalidad del clúster del cobre en el sur del Perú, identificado por el CEPLAN (2019a). En esta zona, la relación mina-comunidad, es altamente compleja y diversa, pues cada actor elige la forma en que se interrelaciona con el territorio de acuerdo con sus propios intereses y aspiraciones; y si hay un denominador común en la interrelación, es su carácter asimétrico.

De hecho, si la minería se realiza de manera responsable, presenta importantes beneficios directos al país, asociados a mayores oportunidades de trabajo con salarios más altos, en comparación con otros sectores; además, de ser fuente de insumos para otras industrias. Sin embargo, un aspecto pendiente en esta industria es que se le asocia con daños ambientales, afectando negativamente la agricultura y la ganadería (CEPAL, 2013).

Explicar los impactos asociados a la minería; y en particular, los relacionados a la sostenibilidad de la actividad en las zonas de producción, requiere aplicar herramientas adecuadas de análisis. En ese sentido, se optó por el marco MVS porque ofrece una aproximación a la actividad minera desde los activos de sustento de la población más vulnerable. En su forma más directa, este enfoque visualiza a los hogares o comunidades dentro de un contexto de vulnerabilidad en el cual tienen acceso a ciertos activos o factores que permite reducirla o, en otras palabras, fortalecer su resiliencia (FAO, 2015b).

El propósito del presente estudio es determinar los principales retos para el desarrollo sostenible de la minería en el sur del país, considerando que la actividad minera impacta en los medios de vida de las comunidades asentadas en la zona de influencia del clúster de cobre.

El documento inicia con la descripción del marco MVS, seguidamente se presenta un resumen de los cinco activos de sustento de la población en el área de estudio. Posteriormente, se analizan los impactos de la minería sobre los activos de sustento y se visualiza cómo éstos se verían afectados; así como los retos para la sostenibilidad de la minería. Finalmente, se exponen las conclusiones del documento.

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II. Marco metodológico En esta sección se define el marco de análisis que se usa en este documento y los principios que lo sustentan. 2.1. Marco de Medios de Vida Sostenibles La noción general de medios de vida sostenibles que se utilizará en este documento será la siguiente: los medios de vida son aquellos que utilizan las personas para subsistir, permiten construir y satisfacer las necesidades (Pizarro, 2001). Un medio de vida es sostenible cuando puede afrontar y recuperarse de rupturas y shocks bruscos y mantener sus capacidades y activos tanto en el presente como en el futuro sin dañar la base de sus recursos naturales existente (FAO, 2015a).

El marco de MVS fue diseñado específicamente para analizar la diversidad de estrategias que desarrollan las personas para satisfacer sus necesidades, dados los contextos de incertidumbre y vulnerabilidad en la que viven (Gottret, 2011). Este enfoque fue desarrollado en Reino Unido por el Department For International Development (DFID, por sus siglas en inglés), en 1990, para el análisis, la planificación, el seguimiento de proyectos de desarrollo socioeconómico y protección ambiental. Posteriormente, Stoian y Donovan (2010) indican que el marco MVS sirve no solo para la formulación, ejecución y evaluación de proyectos e intervenciones de desarrollo, sino también para la investigación.

El enfoque propuesto ha sido aplicado por diferentes sectores, regiones e instituciones. Por ejemplo, el estudio realizado por Hinojosa en 2013 analiza los cambios en los medios de vida rurales asociados con la expansión de la minería en la región andina. Este concluye que: (i) el cambio en los medios de vida responde a un amplio conjunto de factores que incluyen, entre otros, la influencia de la minería; (ii) la presencia de la minería acelera dicho cambio e introduce efectos de distribución intergeneracional; (iii) las instituciones que gobiernan los derechos sobre la tierra y el agua juegan un papel importante en las relaciones de poder entre empresas y comunidades. Finalmente, en el estudio se sugiere revisar el rol para la política y la responsabilidad sociales corporativa en el apoyo a los cambios positivos y sostenibles de los medios de vida rurales.

Otro de los estudios que revelan resultados eficientes utilizando este enfoque es el de Lu y Lora- Wainwright (2014), que aborda la minería de plomo en la China rural. Este reveló cómo las prácticas mineras cambiantes están vinculadas a contextos económicos institucionales y políticos, distribución de costo-beneficio y cambios en los recursos y estrategias de medios de vida. A su vez, demuestra que un análisis longitudinal puede ayudar a comprender si la minería ayuda o dificulta el desarrollo, y si las comunidades locales son víctimas o beneficiarias de dicho desarrollo.

2.1.1. Principios Los principios básicos que orientan la aplicación del marco MVS (Gottret, 2011) son los siguientes:

i. El centro de atención son las personas, por lo que promueve acciones que permitan a las comunidades alcanzar sus propias aspiraciones. ii. Visión integral. El enfoque analiza los aspectos más importantes de una problemática específica: actores, influencias externas, resultados esperados. iii. Proceso dinámico de aprendizaje. Se busca generar un círculo virtuoso de cambio y aprendizaje del cambio. iv. Énfasis en las potencialidades. Se promueve la eliminación de las barreras que impiden el pleno aprovechamiento de las potencialidades de cada miembro de la comunidad y las fortalezas externas.

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v. Estrecha vinculación entre las visiones micro y macro. Las intervenciones deben diseñarse en función de las necesidades de los grupos más vulnerables. vi. Sostenibilidad. El propósito es fortalecer los medios de vida y hacerlos duraderos.

2.1.2. Elementos que conforman el marco de Medios de Vida Sostenibles El marco MVS busca asegurar que las estrategias de lucha contra la pobreza, implementadas por los actores del desarrollo, ofrezcan medios de subsistencia seguros y sostenibles para las personas y sus comunidades (FAO, 2004). En este sentido, este marco propone criterios enfocados en la evaluación de esas estrategias en cuanto a los efectos externos, los activos de sustento y la capacidad de resiliencia de las comunidades.

Tabla 1 Descripción de los elementos del marco MVS

Elemento Descripción Contexto de Eventos pocos controlables o imprevisibles que pueden provocar una vulnerabilidad situación de pobreza o agudizar aún más la existente. Activos de Incluyen el capital humano (H), físico (P), natural (N), financiero (F) y social sustento (S) y permiten a las personas hacer frente al contexto de vulnerabilidad. Estructuras y Corresponden a las instituciones, organizaciones, políticas y legislación que procesos dan forma a los medios de vida e influyen directamente sobre el conjunto de componentes que forman parte del marco de medios de vida sostenibles, así como en la generación y perpetuación de las dinámicas territoriales

Nota. Adaptado de “Amazonía peruana: dinámicas territoriales y retos para el desarrollo sostenible”, de CEPLAN, 2020, p. 10-13, Lima. La siguiente figura muestra los elementos que conforman el Marco de Medios de Vida Sostenibles y como éstos se relacionan.

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Figura 1. Componentes que forman parte del marco de medios de vida sostenibles Nota. H: capital humano, N: capital natural, F: capital financiero, S: capital social, P: capital físico. Recuperado de “Sustainable livelihoods guidance sheets”, Department for International Development, 1999, p. 13.

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III. Activos de sustento en el corredor minero del sur

Desglosar los impactos de la minería, percibidos en cada uno de los cinco capitales, es el primer paso para emplear el marco MVS y contribuir a la comprensión y el análisis de los medios de vida de las poblaciones menos favorecidas asentadas en el clúster productivo del cobre en el sur del Perú.

Para homogenizar la presentación de resultados, se ha seleccionado cinco provincias pertenecientes al clúster en los departamentos de Cusco, Apurímac, Moquegua y Tacna, y un distrito en el departamento de Arequipa1.

Tabla 2 Zonas evaluadas dentro del corredor minero del sur Departamentos del corredor Mina de cobre presente en la Zona seleccionada minero zona Cusco Provincia de Espinar Antapaccay

Apurímac Provincia de Cotabambas Las Bambas Provincia de Mariscal Moquegua Cuajone Nieto Provincia de Jorge Tacna Toquepala Basadre Arequipa Distrito de Uchumayo

Nota: Elaboración propia

A continuación, se contextualiza a la minería y los medios de vida en la zona del clúster. Seguidamente, se desarrolla un ejercicio de recopilación de algunos estudios que han abordado el tema.

3.1. Contextualización de los cinco capitales A continuación, se presenta una breve descripción de los capitales propuestos en el marco MVS:

3.1.1. Capital financiero El capital financiero se refiere a salarios, ahorros, remesas, ingresos, regalías, alquileres y otros flujos financieros, incluido el acceso al empleo. Esta es la forma de capital que es más dominante en las economías de mercado y, por lo tanto, se relaciona con la literatura más completa existente sobre indicadores de crecimiento económico, estabilidad financiera y reducción de la pobreza (Narula et al., 2017). a) Crecimiento económico La actividad minera ha contribuido al desarrollo de varios países desarrollados, tales como EE. UU, Canadá y Australia. Pero ¿será cierto que este mismo patrón se desempeña de igual forma en los países en vías de desarrollo? (Pegg, 2006). La idea de que la minería puede contribuir

1 Para el caso de Arequipa se ha considerado solo el distrito de Uchumayo, donde se encuentra la mina Cerro Verde, porque si se considera la provincia de Arequipa, los datos provinciales incluirán a los de la capital de departamento lo que sesgará la información. 10

positivamente al desarrollo económico y reducir la pobreza ha sido promovida activamente por organizaciones como el Banco Mundial y las Naciones Unidas desde principios de los años ochenta; alineándose con la premisa que reza: "el crecimiento económico por sí mismo es un requisito previo bien documentado para el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza" (Weber-Fahr et al., 2001).

Sin embargo, desde la publicación del libro de Auty (1993), titulado Sustaining Development in Mineral Economies: The Resource Curse Thesis, esta visión fue reorientada y se promovió la idea de que la dotación favorable de recursos naturales puede ser menos beneficiosa para los países de bajos y medios niveles de desarrollo. Tal como se analiza en las siguientes líneas, este parece ser el caso del Perú.

Es así que, en el año 2018 la minería representó casi el 10% del PBI nacional y del 61% del valor total de las exportaciones peruanas, resaltando la participación del cobre en más del 50% del PBI minero metálico, según datos del Anuario Minero 2018, publicado por el Ministerio de Energía y Minas (Minem, 2018a).

En este mismo año las exportaciones nacionales ascendieron a US$ 48 942 millones, de este monto US$ 28 823 millones (58,9%) correspondieron a productos minero metálicos y US$ 628 millones (1,3%) a productos minero no metálicos. En conjunto, el valor de ambos tipos de exportaciones sumó US$ 29 451 millones (60,2%), cifra que implica un incremento de 6,2% respecto al 2017 (Minem, 2018b) (figura 2).

Figura 2. Perú: exportaciones expresada en porcentajes, año 2018 Nota. Tomado de “Anuario Minero”, Ministerio de Energía y Minas, 2018, p. 32. De acuerdo con información disponible sobre pobreza a nivel provincial y distrital, se advierte que la incidencia de pobreza total de la población asentada en el corredor minero del sur es significativa en las provincias de Cotabambas (Apurímac) y el Espinar (Cusco) y con valores superiores a la pobreza total a nivel nacional (20,5%).

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Tabla 3 Condición de pobreza de la población asentada en el corredor minero del sur Porcentaje Mina de cobre Porcentaje Departamentos del Zona población en presente en la población en corredor minero seleccionada pobreza total zona pobreza total departamento Provincia de Cusco Antapaccay 28,1% 23,5% Espinar Provincia de Apurímac Las Bambas 70,2% 34,6% Cotabambas Provincia de Moquegua Cuajone 12,0% 12,6% Mariscal Nieto Provincia de Tacna Toquepala 7,0% 12,6% Jorge Basadre Distrito de Arequipa Cerro Verde 11,6% 12,6% Uchumayo

Nota: Los porcentajes de pobreza se obtienen del Mapa de Pobreza Provincial y Distrital 2013 elaborado por el INEI y se calculan como el promedio simple de los límites del intervalo al que fue asignado cada distrito y provincia. Elaboración CEPLAN. Estas cifras reflejan que a pesar de la fuerte actividad minera que se registra en la zona del corredor minero del sur y del importante aporte económico de dicha actividad a la economía nacional, la situación de pobreza persiste. Así, la actividad en esta zona se estaría desarrollando de espaldas a la gran mayoría de las poblaciones locales, quienes esperan que la intensa dinámica económica se traduzca en empleos, bienestar y mejora significativa en su calidad de vida. b) Creación de ingresos y generación de empleos Según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, un incremento del 15% de las exportaciones mineras significaría una expansión de 2,1% del PBI, esto explicado por los impactos que genera esta actividad sobre la economía nacional. Esta misma institución también señala que el sector público incrementaría sus ingresos en 9000 millones de soles y el valor de la deuda pública se reduciría. Además, el sector externo experimentaría una ganancia de divisas, una reducción del déficit en cuenta corriente y una ligera caída del tipo de cambio de 2% (El Peruano, 2018).

Respecto al empleo en minería, en 2019, el empleo directo es 208 716 trabajadores. Se estima que, de ese total, 32% de trabajadores son contratados por compañías mineras y 68% son trabajadores empleados por los contratistas que dan servicios a las mineras. Del total de empleos directos de la minería2, considerando solo información de diciembre de 2019, el empleo en Arequipa ocupa el primer lugar con 30 228 trabajadores, que representan el 14,8% de la participación total; le siguen los departamentos de Apurímac, con 8474 trabajadores (4,1%); Tacna, con 7027 trabajadores (3,4%); y Cusco con 10 321 trabajadores (5,0%) (Minem, 2020). Asimismo, es importante resaltar que de acuerdo con estimaciones del Instituto Peruano

2 Respecto a los datos de trabajadores en el sector minero solo se encontraron datos a nivel departamental, por lo que se ha considerado los 4 departamentos de análisis. 12

de Economía (2017), por cada puesto de trabajo directo minero, se generan entre seis y siete empleos indirectos en todo el país, pero que debido a factores relacionados a baja

3.1.2. Capital humano El capital humano se refiere a los atributos demográficos de las personas y a los niveles de salud, educación y desarrollo de habilidades (conjunto de atributos y competencias personales que pueden aprovecharse para obtener beneficios económicos). Sorprendentemente, hay pocos estudios que miden directamente la relación entre salud, educación y minería; y estos están basados principalmente en datos a nivel nacional, es decir que no exploran patrones diferenciales a escalas regionales o locales (Horsley et al., 2015).

La información oficial disponible sobre salud infantil advierte que en la zona del corredor se registran altos porcentajes de desnutrición crónica y anemia (ver tabla 4). Esta situación afecta el desempeño escolar y en el futuro del empleo. Un niño que entre otros aspectos sufre de desnutrición crónica o anemia, tiene un peor desempeño en la escuela y menor desarrollo de sus capacidades. Posteriormente, el peor desempeño escolar se traduciría en personas menos calificadas y con menor empleabilidad (CEPLAN, 2019b).

Tabla 4 Condición de pobreza y salud infantil en el corredor minero del sur Porcentaje Porcentaje de Porcentaje Mina de de la Departamentos desnutrición de anemia Zona cobre población del corredor crónica (niños seleccionada presente en minero (niños entre 6 y en la zona pobreza menores de 35 meses) total 5 años)

Provincia de Cusco Antapaccay 28,1% 19,8% 50,6% Espinar

Provincia de Las Apurímac 70,2% 26,5% 37,9% Cotabambas Bambas Provincia de Moquegua Mariscal Cuajone 12,0% 4,4% 29,1% Nieto Provincia de Tacna Jorge Toquepala 7,0% 5,2% 26,2% Basadre Distrito de Cerro Arequipa 11,6% 6,6% 33,8% Uchumayo Verde

Nota: Los porcentajes de pobreza se obtienen del Mapa de Pobreza Provincial y Distrital 2013 elaborado por el INEI y se calculan como el promedio simple de los límites del intervalo al que fue asignado cada distrito y provincia. Los porcentajes de desnutrición y anemia se obtienen del Sistema de Información del Estado Nutricional (SIEN). Información a diciembre de 2018. Elaboración CEPLAN. Osore-Plenge (2016) encontraron, en un estudio realizado en 2010 en la población de la provincia de Espinar (Cusco), donde presentaban niveles de arsénico, mercurio, plomo y cadmio en la sangre. Larson (2014) estudió el nivel de plomo en niños y adultos en Cotabambas (Apurímac), encontrando en la población infantil diversos grados de inteligencia deteriorada en

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términos de coeficiente intelectual (alrededor de 11-26 de pérdida de puntos de coeficiente intelectual). En cuanto a los efectos sobre la salud en los adultos, el mismo estudió concluyó el registro de entre 11 y 23 muertes cardiovasculares derivadas de la exposición al plomo el año de estudio.

3.1.3. Capital social El capital social se refiere a las normas, reglas e instituciones sociales que regulan la vida de las personas. A continuación, analizamos algunos de los indicadores clave de esta forma de capital. a) Conflictos sociales Desde 1990, los sucesivos gobiernos han implementado progresivamente, una serie de reformas destinadas, en primer lugar, a facilitar las inversiones orientadas a la explotación de los recursos mineros, y, en segundo lugar, a mitigar los impactos negativos que pudiera tener esta explotación. Estas reformas, sin embargo, no han logrado evitar que se multipliquen por todo el país conflictos sociales en torno a la actividad minera (De Echave et al., 2009).

Uno de los elementos que deben tenerse en cuenta para explicar el surgimiento de conflictos es el comportamiento de las empresas mineras que, como es natural, se establecen bajo la lógica de maximizar sus utilidades. Para esto, esperan contar con reglas de juego claras y estables que les garanticen competitividad y la seguridad de su inversión. Sus relaciones con las comunidades locales enfatizan el enfoque de la responsabilidad social y están orientadas, generalmente, a minimizar el descontento de la población local antes que a metas de desarrollo de la comunidad. Desafortunadamente, se busca informar y convencer a la población local de los beneficios que trae la actividad minera, al mismo tiempo que se afirman respetar los códigos del ambiente y no competir con la población local por los recursos de la zona. Sin embargo, suele ocurrir que la rentabilidad y la producción opacan el bienestar de las relaciones comunitarias (De Echave et al., 2009).

Trujillo, Losada, y Rodriguez (2017) en su estudio relacionado a conflictos socio-ambientales en Colombia, concluyeron que podrían ocurrir más conflictos en los países en desarrollo que tengan mayor dependencia por recursos naturales. Esta afirmación guarda bastante relación con lo ocurrido en Perú en los últimos años, dónde en cifras globales, a marzo de 2019, se han reportado en total 183 conflictos, de los cuales 115 conflictos fueron socio-ambientales y el 4,8% de estos se encuentran relacionados directamente a la actividad minera (Defensoría del Pueblo, 2019).

La Figura 3 presenta la frecuencia de conflicto socio-ambientales registrados por la Defensoría del Pueblo entre el 2004 al 2016, mostrándose los departamentos de Apurímac y Cusco como los lugares donde se concentran mayor cantidad de conflictos.

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Figura 3. Frecuencia de conflictos socio-ambientales por provincia, 2004-2016 Nota. Elaboración propia. b) Gobernanza La gobernanza en el sector extractivo aborda la interacción existente entre los actores, reglas, políticas públicas y niveles de gobierno que intervienen en el sector minero. El objetivo de la gestión social en el ámbito de la actividad minera debería ser promover, facilitar y garantizar las relaciones armoniosas sostenibles entre las empresas y comunidades (Minem, 2017).

Durante la década de los 90’s se dio una notable transformación de las regulaciones en el sector minero en las economías de países en desarrollo, a fin de ser más competitivas en el contexto mundial. Este cambio de visión del sector se dio ya que las naciones fueron conscientes de que la mejor manera de atraer inversores extranjeros era contar con un ambiente regulador propicio para sus necesidades (MMSD, 2017).

Sin embargo, este desarrollo debe ir acompañado de una gran responsabilidad social y ambiental, por lo que es necesario una definición clara de las reglas del juego y una distribución más equitativa de derechos y responsabilidades entre los diversos actores. En este sentido, las normas jurídicas se constituyen como la parte esencial del marco de gobernanza para el sector minero. Si es implementada con eficacia, las normas son un nivelador: genera incentivos para el comportamiento responsable de todas las empresas y todos los actores, sin importar su tamaño; ejecuta la voluntad de la mayoría mientras protege los derechos de las minorías. Cabe destacar, que las normas por sí solas no logran nada sin organismos eficaces y capaces que las administren (MMSD, 2017).

Muchas normas de minería también proporcionan una “estabilidad reguladora” pues de alguna forma garantizan que el inversionista no esté sujeto a condiciones nuevas o alteradas como, por ejemplo, mayores impuestos o nuevas leyes ambientales, otras condiciones de planificación o

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nuevas legislaciones. Aun cuando estas garantías no se encuentran de manera explícita en la legislación, en algunos casos, los países han establecido acuerdos contractuales de estabilidad específicos para ciertos proyectos. Aunque estos acuerdos pueden alentar a los inversores, también son polémicos, pues podrían limitar al gobierno para adaptarse a las cambiantes demandas y circunstancias sociales del desarrollo. Otro tipo de legislación específica a la minería corresponde a las normas de planificación de cierre de minas, también llamadas leyes de recuperación o rehabilitación. Estas son la norma en Australia, Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, en este aspecto el Perú se encuentra en una etapa muy incipiente (MMSD, 2017).

3.1.4. Capital natural La actividad minera tiene un impacto directo sobre el capital natural de las poblaciones dependientes de los recursos naturales. La disminución en la producción agrícola debido a la contaminación; así como el retraso en el crecimiento de la vegetación, el deterioro de la calidad del agua y la salud humana, son claros ejemplos en caso de den impacto al ambiente (Mwitwa et al., 2012).

Existe evidencia para plantear que la minería y la agricultura son actividades excluyentes entre sí dentro de un mismo espacio territorial. Asimismo, el cambio en el uso de la tierra (menor disponibilidad de tierra para la agricultura en distritos mineros) explica el potencial impacto negativo de la minería en la agricultura. En particular, los hogares rurales en distritos mineros, así como hogares en distritos vecinos directos, usan en promedio 13% menos hectáreas de tierra para propósitos agropecuarios respecto de hogares en no distritos mineros después del boom minero3 (Pozo y Paucarmayta, 2015).

Un ejemplo de los impactos en las condiciones de vida y como se transformaron profundamente a partir de la explotación de los recursos mineros fue lo ocurrido con la mina Tintaya, donde a partir de la expropiación de 2 368 hectáreas de tierras cambió su uso y con ello el modelo de vida campesina de 86 familias. A su vez, el desarrollo de la actividad minera en Espinar, provincia del departamento de Cusco, implicó en algunos casos que comunidades campesinas perdieran sus tierras por expropiación directa de parte del Estado peruano; también por procesos de venta donde los miembros de las comunidades actuaron bajo presión (Aroca, 2008).

Es innegable que la actividad minera exige el control de grandes extensiones de tierras y el manejo de recursos hídricos y otros bienes naturales, que antes que llegue la minería han estado bajo el control de poblaciones locales. Es innegable que la actividad minera se inserta en los territorios y provoca apropiaciones de alta intensidad (de Echave C. et al., 2014).

Con relación al recurso hídrico, en el distrito de Uchumayo (Arequipa) se ha identificado una concentración considerable de metales, una serie de sustancias dañinas como cadmio, plomo, cromo, níquel, entre otras. Esta situación tiene dos efectos previsibles: a) la contaminación de las aguas subterráneas acumuladas por saturación y, b) el inminente peligro para la salud de la población, considerando que en algunos sectores los habitantes se abastecen del sistema de canales (Apaza Bobadilla y Cayllahui Villafuerte, 2018).

3.1.5. Capital físico El capital físico se refiere a los bienes hechos por el hombre, como la infraestructura, las máquinas y los equipos, que se utilizan al realizar actividades económicas o sociales (FAO, 2004). En la región del corredor minero del sur, el capital físico en términos de infraestructura se ha

3 Se asume que dicho boom se inicia en 2005 y culmina en el 2013. 16

visto beneficiado. Solo en el reasentamiento de Fuerabamba se incluyó la construcción de 441 viviendas, además de la infraestructura pública que incluye la instalación y construcción de hospitales, colegios, locales comunales. Así mismo, la luz eléctrica y vías nacionales.

En el distrito de Espinar, en el año 2019, se ha propuesto la ejecución de 19 proyectos, quedando definido los dos primeros en ejecutarse. Uno de ellos es el “Mejoramiento de Sistema de Riego para la comunidad campesina de Ocoruro”, que beneficiará a unos 400 productores. Esta obra se avanzaría asegurando un tercio de su financiamiento, que es un aproximado a los S/ 7 millones. El otro proyecto es el “Mejoramiento del Sistema de Riego de la microcuenca Taccaca”, en el distrito de Coporaque, el cual iniciaría a ejecutarse a inicios del 2020. Estos proyectos se han priorizado por la necesidad de garantizar el recurso hídrico para fortalecer la actividad agropecuaria en la provincia, y esto se logrará con la construcción de canales, mejoramiento de sistemas de riego, ampliación de represas, entre otros (Minagri, 2019).

En el distrito de Uchumayo-Arequipa, la empresa minera Cerro Verde, en su Reporte de Sostenibilidad 2017, indica haber invertido en infraestructura de educación alrededor de US$ 390 000 para el fortalecimiento de capacidades de aprendizaje que incluyen, por ejemplo, el uso de nuevas tecnologías educativas. De igual modo, se ha invertido en la construcción de aulas y ambientes educativos, la entrega de mobiliario escolar, entre otros (Cerro Verde, 2017).

En el rubro de bienestar y seguridad en la comunidad, la inversión reportada fue de US$ 1 600 000. Además, la empresa donó al Gobierno Regional cuatro camionetas destinadas a asegurar la erradicación de la violencia. La inversión en servicios públicos (infraestructura y equipamiento, sistemas de agua y desagüe, tráfico) ascendió a US$ 100 000. La empresa informa que ha contribuido, con una inversión aproximada de US$ 1 800 000 para el desarrollo de proyectos y mejora de infraestructura vial, en coordinación con el Gobierno Regional de Arequipa (Cerro Verde, 2017).

En el sector salud (nutrición, infraestructura y equipamiento de centros de salud), la empresa ha invertido aproximadamente US$ 1 000 000 en proyectos de implementación de diversos centros de salud de Arequipa y provincias. Se ha donado al Gobierno Regional dos unidades médicas móviles. Se han implementado cinco Centros de Salud con equipos e insumos, para hacer frente a la creciente demanda en la atención del parto y recién nacido. Asimismo, se donó tres ambulancias (dos urbanas y una rural) para atención y respuesta inmediata en centros de salud de la zona (Cerro Verde, 2017).

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IV. Impacto de la minería sobre los medios de vida Se analizaron los cambios en los medios de vida de las poblaciones principalmente rurales de las zonas andinas donde la minería a gran escala impacta, de diversas maneras, en los activos de los que dependen los residentes. La información revisada para el presente estudio muestra que los medios de vida rurales cambian en respuesta a un conjunto amplio de factores, incluidas las actividades mineras a gran escala. Sin embargo, la presencia de la minería acelera dicho cambio e introduce efectos de distribución intergeneracional a través de su impacto en el capital humano y social, lo que beneficia a las generaciones más jóvenes, pero también aumenta la vulnerabilidad de los ancianos y de aquellos individuos cuyos activos no son suficientes para migrar hacia un medio de vida no agropecuario. Esto abre un amplio espectro para las políticas sociales para mitigar las externalidades negativas de la minería al tiempo que mejora las relaciones entre las comunidades y las empresas (Hinojosa, 2013). Otra idea importante a tener en cuenta en el marco de análisis se refiere al papel que juegan los derechos sobre el suelo y el agua en tales relaciones, así como la capacidad de las personas para cambiar sus medios de vida. 4.1. Impactos en los medios de vida a través del recurso hídrico Los recursos hídricos4, como los humedales y bofedales, son activos fundamentales para los medios de subsistencia agrícolas. Cualquier cosa que aumente el estrés hídrico5 en estas áreas afecta inmediatamente los medios de vida de las poblaciones locales (Hinojosa, 2013).

Las investigaciones revelan que la minería en la zona andina contamina el agua, disminuye la disponibilidad del recurso, erosiona los sistemas de gestión comunitaria del agua e incrementa las desigualdades en la distribución y el acceso al agua6. Muchas minas andinas están ubicadas en las cabeceras de los suministros locales de agua que se utilizan para consumo personal, para el riego de la agricultura y las tierras de pastoreo, y para el ganado. En la ciudad de Espinar, en noviembre de 2018, la DIRESA (Red de Servicios de Salud Canas) encontró la presencia de metales tóxicos como aluminio, arsénico y manganeso que sobrepasan los parámetros permitidos en el agua que actualmente consumen los pobladores (SER, 2019).

Estos problemas en la calidad y disponibilidad del agua generan cambios en los medios de vida de estas poblaciones, pues las actividades económicas tales como, la ganadería o agricultura se ven directamente afectadas, en la medida que dependen del agua para el riego o producción. Todo eso lleva a que muchos lugareños cambien de medios de vida, como a la construcción de infraestructura para minas, haciendo almuerzos o proporcionar transporte a los mineros. Las minas están alterando fundamentalmente los medios de vida locales. En particular, los efectos sobre el agua alteran los medios de vida agrícolas, lácteos y ganaderos al causar problemas de salud a los animales, reducir la productividad de la tierra e interferir con el riego (Brain, 2017).

4 Los recursos hídricos son los cuerpos de agua que existen en el planeta, desde los océanos hasta los ríos pasando por los lagos, los arroyos y las lagunas (Dourojeanni Ricordi, 2010). 5 El estrés hídrico es un fenómeno que provoca un deterioro de los recursos de agua dulce en términos de cantidad (acuíferos sobreexplotados, ríos secos, lagos contaminados) y de calidad (eutrofización, contaminación de la materia orgánica, intrusión salina) (Borras, 2017). 6 Para mayor información se recomienda: a) Acosta, Alberto y Martínez, Esperanza (editores). 2009. Derechos de la Naturaleza - El futuro es ahora, Abya Yala, Quito; b) Bebbington, Anthony y Williams, Mark. 2008. Water and Conflicts in Peru. Mountain Research and Development. 28(3/4): 190-195; c) Sosa, M. and Zwarteveen, M. 2012. Exploring the politics of water grabbing: The case of large mining operations in the Peruvian Andes. Water Alternatives 5(2): 360-375. 18

4.2. Impactos en los medios de vida a través de la tenencia de la tierra Los derechos de propiedad bien definidos son esenciales para las relaciones horizontales y transparentes entre empresas y comunidades, y siempre que sea posible, estos deben ser legalizados sin intervención de la empresa. La claridad de los derechos de propiedad no evita la controversia en torno a la conveniencia de los derechos de propiedad, sean colectivos o individuales, ya que siempre existirá el temor de que la individualización pueda quitarle poder a las comunidades y aumentar el poder de negociación de las empresas (Van de Sandt, 2010).

Las concesiones mineras han aumentado significativamente en los últimos 20 años, y este crecimiento implica al mismo tiempo una expansión espacial (Perreault, 2013). Las minas requieren un territorio cada vez más amplio para las actividades de exploración, eliminar los desechos producidos durante el proceso minero y mantener la infraestructura, como plantas de tratamiento de agua y carreteras. El proceso de obtención de tierras para estas actividades varía según la región y si la tierra es de propiedad privada o compartida. Sin embargo, en la mayoría de los casos implica algún tipo de desplazamiento de los residentes locales (Brain, 2017).

Uno de los proyectos mineros de mayor envergadura en el Perú es el de Las Bambas. Este proyecto implicó la adquisición un área de 4 774 hectáreas de terreno y por ende el reasentamiento de una comunidad de 441 familias. El proceso de reasentamiento no fue fácil. Para los pobladores pasar de un medio rural y extremadamente pobre a uno con comodidades de clase media fue complejo. Por tal motivo, la comunidad recibió el asesoramiento de la empresa minera Las Bambas a través de un Programa de Adaptabilidad. En dicho programa se capacitó a las familias reasentadas en el uso adecuado de las viviendas (uso de cocina, servicios higiénicos) y los espacios públicos del nuevo pueblo (Tran, 2016).

El trabajo social en Nueva Fuerabamba también ha sido intenso para minimizar los efectos del estrés post-reasentamiento. Rivas Peña (2016) señala que al año 2015 más de 70% de las familias participaron en las actividades de entretenimiento y socialización; más de 55% de las familias utilizaban los baños, las duchas; alrededor de 55 familias fueron parte de programas contra el alcoholismo, violencia doméstica y depresión, y 60% de las personas de tercera edad participaron en campañas de recreación.

Como indican estos ejemplos, la minería con frecuencia restringe el acceso local a la tierra, que es considerada un medio importante para que los residentes locales puedan ganarse la vida a través de la agricultura, la ganadería y la minería artesanal (siendo así durante generaciones). Además, los cambios en el acceso a la tierra impactan los procesos culturales de las comunidades mineras, al alterar las tradiciones de tenencia de la tierra. Finalmente, la minería puede transformar fundamentalmente la forma en que las comunidades entienden su capacidad de ganarse la vida, su posición dentro de su comunidad y sus lazos con el lugar. 4.3. Impactos en los medios de vida a través de nuevas oportunidades de empleo Un tema final en la literatura sobre el cambio de medios de vida relacionado con la minería se centra en la llegada de nuevas oportunidades de empleo desencadenadas por las operaciones mineras. Estas nuevas oportunidades de empleo a menudo están vinculadas a una serie de cambios sociales más amplios que afectan los activos de capital social y humano que las personas pueden aprovechar en sus estrategias de medios de vida. Primero, la llegada de una mina brinda oportunidades para trabajar en ella. El trabajo minero puede servir como una forma para que los residentes locales diversifiquen sus estrategias de medios de vida; sin embargo, los

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investigadores con frecuencia encuentran que el trabajo en la mina es temporal y que solo los trabajos más peligrosos y de menor pago son dirigidos a los residentes locales (Gorriti, 2014).

Además, la mano de obra requerida para la minería tiene un efecto secundario: la inmigración de grandes cantidades de mineros desde fuera del territorio. Los investigadores han descubierto que la inmigración significativa tiene múltiples efectos. Primero, generalmente llega un grupo de profesionales para administrar las operaciones de la mina, monitorear los impactos ambientales y servir en otros puestos profesionales. Los trabajos mejor pagados dentro de las operaciones mineras son para estos profesionales, y debido a su riqueza y conexiones sociales, tienen acceso privilegiado a servicios sociales diferenciados como escuelas internacionales (Steel, 2013). Como tal, se puede ver que las minas refuerzan las desigualdades al aumentar la riqueza y la posición de los trabajadores mineros entrantes, mientras que solo proporcionan empleos no tan bien remunerados a los locales, lo que sirve para reforzar las desigualdades (Gorriti, 2014). En segundo lugar, la inmigración a las ciudades mineras a menudo se asocia con riesgos para los recursos sociales; en particular, las comunidades suelen experimentar cambios como el robo creciente, la dislocación y separación familiar y la pérdida de tradiciones culturales (Bury, 2004).

Las operaciones mineras también traen oportunidades de empleo fuera de las minas. Por ejemplo, las nuevas oportunidades de trabajo suelen estar disponibles en la construcción de infraestructura, como carreteras y plantas de tratamiento, y en el suministro de transporte, alojamiento y alimentos a los trabajadores de las minas. Sin embargo, al igual que con el trabajo en las minas, los investigadores expresan preocupación por la naturaleza temporal de estos proyectos y su incapacidad de ofrecer estrategias de medios de vida a largo plazo para los residentes (Hinojosa, 2013). También se han observado aumentos en la prostitución en algunas comunidades mineras (Bury, 2004). 4.4. Síntesis de impactos Las expectativas de la población local juegan un papel importante en el cambio de los medios de vida y son un componente importante en la actividad minera. La gestión de estas expectativas es, por lo tanto, crucial para resolver los conflictos actuales, como lo es para establecer las bases de una industria minera socialmente sostenible. Hasta ahora, en Perú, esto ha resultado en compañías y ofertas estatales de pequeños proyectos, típicamente en la forma de la infraestructura comunitaria. Sin embargo, la gran minería que es la que suele darse en el corredor minero del sur, muestra que tales interpretaciones de lo que las comunidades esperan es, por decir lo menos, engañoso. Para aumentar y mejorar los cimientos naturales y físicos de los que dependen las estrategias de medios de vida, es más importante asegurar que los activos humanos y particularmente sociales del hogar no se vean dañados por la expansión de la minería en las zonas rurales. En otras palabras, es a través del empoderamiento de individuos y comunidades que las relaciones con el sector minero pueden mejorarse significativamente. El fideicomiso, el capital social y una base para la ciudadanía para las poblaciones rurales parecen ser preocupaciones que deben ser consideradas tanto por las compañías mineras como por el Estado.

En este contexto, el pentágono propuesto en la metodología MVS, el capital humano y natural es el más afectado (ver Figura 4). Por su parte, la implementación de proyectos productivos y apertura de oportunidades del mercado, así como las organizaciones de defensa comunal, resulta siendo positivo, ya que fortalece las capacidades de las personas o genera nuevos ingresos. Estos efectos representan un aumento del capital social y financiero, respectivamente.

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Sin embargo, este aumento de los capitales está afectando al capital humano en términos de salud debido a los impactos ambientales producidos por los relaves mineros y la contaminación en general. Esta realidad, representada en la figura 4, subraya la no sostenibilidad de esta situación, ya que el deterioro del capital humano y natural afectará a todos los otros capitales a mediano o largo plazo.

H S

N

P F

Figura 4. Estado actual del pentágono de SLF en el corredor minero del sur. Nota. H: capital humano, N: capital natural, F: capital financiero, S: capital social, P: capital físico. Elaboración CEPLAN. Para (Flora et al., 2004), el capital natural y el capital humano constituyen la base fundamental para que las personas puedan transformar los otros tipos de capitales (social, físico y financiero). Asimismo, el capital natural ofrece las posibilidades y los límites a las acciones humanas. Del capital natural hacen parte el agua, el suelo, la biodiversidad representada en las especies vegetales y animales, las características propias del paisaje como la topografía y las condiciones ambientales (Castles, 1997).

En 2018, el Banco Mundial por primera vez da a conocer al mundo el informe The Changing Wealth of Nations 2018 (La riqueza cambiante de las naciones 2018), en el cual se indica que el desarrollo de largo plazo se refiere a la gestión de una cartera de activos naturales, activos producidos y el capital humano (Banco Mundial, 2018). En el nuevo informe del Banco Mundial se incluyen por primera vez estimaciones del capital humano. El capital humano es el componente más importante de la riqueza mundial, lo que indica que es necesario invertir en la gente. Por su lado, el capital natural representa casi la mitad de la riqueza de los países de ingreso bajo por lo que la gestión más eficiente y a largo plazo de los recursos naturales es fundamental para el desarrollo sostenible (Banco Mundial, 2018).

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V. Retos para la sostenibilidad en el clúster minero del sur Todo el análisis precedente permite identificar retos para que la actividad minera en el clúster del sur se desarrolle de manera sostenible, armonizando el correcto desenvolvimiento de los cinco capitales. Estos retos se presentan a continuación a manera de riesgos, los cuales se deben mitigar y oportunidades, las cuales son las que se deben aprovechar.

Con respecto a los riesgos en la zona del corredor minero del sur, identificados después de haber desarrollado el análisis de dinámicas territoriales siguiendo la metodología MVS, se puede mencionar:

• La abundancia de recursos naturales no asegura que se erradique la pobreza, la desnutrición y la mortalidad infantil (Bulte et al., 2005). La zona en estudio es una de las más importantes para la producción de cobre a nivel mundial; sin embargo, los datos del último censo de población y vivienda reportan altos niveles de pobreza (CEPLAN, 2017).

• La actividad minera impacta directamente sobre la salud humana (Astete et al., 2009; Osore-Plenge, 2016). Las investigaciones revelan que la minería en la zona andina contamina el agua, disminuye la disponibilidad del recurso, erosiona los sistemas de gestión comunitaria del agua e incrementa las desigualdades en la distribución y el acceso al agua.

• Escaso gasto social por parte del Estado en la región del corredor minero del sur. Contrariamente a la lógica convencional, que supone un mayor gasto social atribuible a la presencia de riqueza mineral, los estudios revelan que el gasto en educación y salud de la población en realidad disminuye en las economías preponderantemente mineras, patrón que se observa en la región del corredor minero del sur (Horsley et al., 2015). Estudios ya antes mencionados como los registros obtenidos del censo de 2017, revelan esta realidad en la región del corredor minero del sur. Consecuentemente, a largo plazo (al finalizar la actividad minera) los niveles de educación en las comunidades serán muy bajos y habrá problemas de aprendizaje y salud mental, lo que ocasionarán gastos al Estado.

• Los niños menores de 5 años registran altos niveles de anemia y se han encontrado trazas de arsénico, mercurio, plomo y cadmio en la sangre de la población (Osore-Plenge, 2016). Esta afirmación lleva a reflexionar acerca de los impactos que ha tenido la poca o nula regulación la actividad minera en la calidad del ambiente y también sobre la salud de las personas. Esta afectación en la salud, especialmente en niños y niñas menores de 5 años, traducido en niveles altos de anemia y trazas de minerales en su sangre puede generar una disminución de su capacidad para desarrollarse, tanto a nivel físico como a nivel intelectual. Si vemos esta afectación en el largo plazo, esto genera una disminución de sus oportunidades para lograr sus metas y por ende, en darle a sus comunidades locales personas debidamente capacitadas para apoyar las iniciativas.

• Incremento de los conflictos sociales que giran en torno a esta actividad (Defensoría del Pueblo, 2019). Los conflictos mineros conforman el 63,1% del total de conflictos socio- ambientales en el país. El surgimiento de conflictos tiene su primera causa en el comportamiento de las empresas mineras que, como es natural, se establecen bajo la lógica de maximizar sus utilidades. Es decir que en sus relaciones con las comunidades locales se enfatiza el enfoque de la responsabilidad social, orientada a minimizar el descontento de la población local antes que a lograr metas de desarrollo para la comunidad.

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• Los impactos ambientales de los proyectos mineros aumentan la vulnerabilidad de los pobres (Becerra y Salvador, 2018). Las poblaciones, al depender de la minería, cambian sus estrategias de supervivencia dejando atrás la agricultura o ganadería, mudando hacia el comercio o actividades ligadas a la actividad minera. Estos cambios de estrategias vuelven más vulnerables a las poblaciones aledañas.

• Respuestas del gobierno dispersas y que adolecen de una comprensión cabal de la complejidad de la problemática social y ambiental que se vive en la actividad minera (De Echave, 2014). Una respuesta débil del Estado solo agrava la situación actual, generando mayores crisis a nivel social con mayor número de conflictos, generando más pobreza en las comunidades y deterioro del capital natural.

La política minera en el país se orienta hacia una libertad económica y promoción de garantías y sobre todo al impulso a las inversiones, todo esto bajo un marco común de paz social. El rol del Estado se concentra en el otorgamiento de concesiones, acciones normativas y de promoción. El objetivo principal de la política minera peruana es aprovechar racionalmente los recursos minerales, respetando el medio ambiente y creando condiciones para el progreso del sector en un marco estable y armonioso para las empresas y la sociedad (Minem, 2019).

La minería representa la columna vertebral de la economía peruana. El país ha logrado un sitial importante en la producción minera mundial, ubicándose entre los primeros países productores de plata, cobre, zinc, estaño, plomo y oro, por lo que su aporte debería traducirse en el desarrollo tanto económico y social (Benavides, 2012).

Bajo estos criterios y del análisis de dinámicas territoriales siguiendo la metodología MVS se identifican las siguientes oportunidades:

• Solo un incremento del 15% de las exportaciones mineras generaría una expansión de 2,1% del PBI a nivel nacional (El Peruano, 2018). Este crecimiento se traduce en generación de empleo, incremento del ingreso fiscal y así mismo se verán efectos favorables en el sector externo (incremento del ingreso de divisas, reducción del déficit en cuenta corriente, mejora del tipo de cambio) (El Peruano, 2018).

• A nivel local, la actividad minera en esta región puede rápidamente traducirse en más empleos, bienestar y la mejora significativa de la calidad de vida de las poblaciones aledañas (El Peruano, 2018). Si los recursos económicos provenientes de la actividad minera son perfectamente canalizados, se podrá mejorar la calidad de vida de las poblaciones dependientes de este sector. Para esto, deberá contarse con el esfuerzo y transparencia del Estado a fin de generar confianza de parte de la comunidad.

• El corredor minero del sur, es un área geográfica con un inmenso potencial minero que amerita la adopción políticas adecuadas de explotación (Gurmendi, 2016). Al respecto, puede mencionarse el caso de la minería en Canadá, donde el sector es el mayor generador de bienestar y existe claridad sobre los recursos y las necesidades del país. Canadá mantiene cierto idealismo pragmático al defender valores como la supremacía de la justicia, la satisfacción de las necesidades humanas, al tiempo que lucha por los intereses nacionales. Y aunque lo anterior es explicado desde el prisma de las relaciones internacionales, puede extrapolarse a las decisiones de desarrollo sostenible: mantiene el idealismo de la defensa del ambiente y la sostenibilidad de los recursos, al tiempo que satisface las necesidades e insuficiencias de la población a través de la actividad extractiva (Riveros-Gonzáles, 2018). En

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este sentido, la experiencia de Canadá hace reflexionar que si existe la posibilidad de abordar responsablemente la actividad minera en la región del corredor minero del sur.

• Implementación de una estrategia e iniciativas para la reducción de la pobreza (Becerra y Salvador, 2018). Tanto por la situación actual que viven las comunidades y por los recursos económicos que genera la actividad minera, en la zona en estudio existe la posibilidad de implementar una estrategia de reducción de la pobreza. Ello a partir de la posibilidad de visualizar a los hogares o comunidades dentro de un contexto de vulnerabilidad, el cual permite reconocer los pocos activos o factores a favor con los que cuentan, permitiendo fortalecer su resiliencia (Becerra y Salvador, 2018).

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VI. Conclusiones La metodología MVS aplicada en el clúster productivo de cobre en el sur permite determinar los principales retos para el desarrollo sostenible de la minería en el sur del país, considerando como centro de análisis los medios de vida de las comunidades asentadas en la zona del clúster y como éstos activos de sustento se han visto impactados por la minería. Del análisis de los cinco activos de sustento o capitales se concluye que:

- El capital financiero a nivel nacional se ha incrementado significativamente debido a la importante participación de la minería en el PBI nacional (alrededor de 10%). Asimismo, las exportaciones de cobre, mineral destacado en el corredor del sur, representan el 30,5% del total de exportaciones a nivel nacional. Sin embargo, esta bonanza no se ve reflejada en menores niveles de pobreza de la población residente en la zona analizada. - El capital humano en las áreas evaluadas se ha visto afectado negativamente, siendo indicador de ello las altas tasas de desnutrición y anemia en la población infantil. Esta situación afecta el desempeño escolar y el futuro del empleo, por lo que será necesario evaluar las políticas sociales a fin de subsanar estas debilidades identificadas. - El capital social se ha visto afectado en sus tradiciones comunales ancestrales al haber sido desplazados a nuevas tierras. Sin embargo, la creación de alianzas, comités de defensa, asociaciones, entre otras demuestran al mismo tiempo que nuevos objetivos colectivos van fortaleciendo a los pobladores, empoderándolos de manera cohesionada. - El capital natural se ha visto seriamente afectado, desde el cambio radical del paisaje, hasta la contaminación de aire, suelo y agua de las zonas adyacentes. Esta contaminación finalmente afecta a la salud de los pobladores. - El capital físico más bien se ha visto beneficiado ya que las poblaciones tienen acceso a servicios públicos de agua y electricidad, servicios que antes de la llegada de las grandes empresas mineras era casi inexistente. Asimismo, se evidencian mejoras de las vías de acceso, como carreteras, pistas y autopistas. También se han visto beneficiados los sectores educación y salud al contar con mayor y mejor infraestructura.

El análisis realizado confirma una relación compleja y diversa entre mina-comunidad-ambiente, y que hasta la actualidad ha primado en ella un modelo de explotación minera que ha generado tensiones sociales y ambientales y, en algunos casos, el menoscabo de los derechos de los pobladores, lo que se ha traducido en agudizar la pobreza. El Perú requiere entonces de la implementación de un nuevo acuerdo social para la minería, que considere, de manera prioritaria, la geología del país y la extensa historia de la actividad minera, al lado de los derechos de los pobladores y el respeto al ambiente.

La transformación de las condiciones de vida en las comunidades del corredor minero del sur replantea no sólo la relación hombre-naturaleza en las principales zonas de expansión de la industria, sino también los arreglos sociales, económicos, políticos y culturales de las poblaciones, asignando un nuevo y más eficiente rol a las estrategias de subsistencia.

Finalmente, la pandemia de la COVID-19 ha evidenciado que la sostenibilidad en los medios de vida de las personas es muy importante para afrontar eventos disruptivos que generan un corte repentino en las actividades económicas. El haber podido trabajar en algún rubro ligado a la actividad minera, pero al mismo tiempo invertir en actividades ligadas a la agricultura y la protección de su entorno, asegura a las comunidades la capacidad de subsistir en épocas de crisis como las que ha producido durante el año 2020.

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