Traducciones Y Traslaciones En Economía
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
TRADUCCIONES Y TRASLACIONES EN ECONOMÍA MANUEL MARTÍN RODRÍGUEZ TRADUCCIONES Y TRASLACIONES EN ECONOMÍA TLEO GRANADA 2018 © MANUEL MARTÍN RODRÍGUEZ © De la edición: EDITORIAL TLEO [email protected] Traducciones y traslaciones en economía ISBN: 978-84-15099-94-9 Depósito legal: GR.-1098/2018 Edita: Editorial Tleo. Granada. © Diseño, maquetación e impresión: TADIGRA. (Taller de Diseño Gráfi co y Publicaciones, S.L. Granada.) [email protected] Diseño de cubierta: José María Medina Alvea Printed in Spain Impreso en España “Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográfi cos –www.cedro.org), si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.” PRESENTACIÓN En este libro se reúnen cinco trabajos sobre historia del pensamiento económico en España: Traductores de libros de economía política al español (1776-1870), La economía de Manuel María Gutiérrez en sus artículos de prensa (1820-1848), La recepción de Wicksell en España (1920-1959), La Escuela de Friburgo y los economistas españoles (1939-1964) y Economía política en las bibliotecas privadas de cinco economistas españoles. Los cinco tratan de bibliografía económica, traductores y traducciones, y traslaciones de corrientes económicas europeas a España. Los dos primeros y el último son inéditos. Los de Wicksell y la Escuela de Friburgo aparecieron como documentos de trabajo en DT-AEHE-1419-2015 y DT-IUAES-02/2016, respecti- vamente, y ahora se publican revisados. Los historiadores españoles del pensamiento económico comenzaron a interesarse por las traducciones de libros de economía hace casi medio siglo, con los catálogos de Reeder (1973) y Cabrillo (1978). Este interés se ha mantenido hasta hoy, con nuevos catálogos, mono- grafías sobre traducciones, algunas síntesis generales y, más recien- temente, la celebración de congresos científi cos. La mayor parte de los trabajos publicados se han venido orientado casi exclusivamente hacia el estudio de la transmisión internacional y recepción de las ideas económicas en España. Sin embargo, el proceso de traducción es un polisistema que ofrece otras posibilidades de análisis porque en él intervienen cuatro grandes actores, el autor, el editor, el tra- ductor y el lector. En nuestro primer trabajo, Traductores de libros de economía política al español (1776-1870), el interés se centra principalmente en los traductores, pero con referencias también a autores, editores y lectores. Entre 1776 y 1870, el periodo de tiempo que se he estudia en él, la decisión de traducir una obra de economía correspondía, como ahora, a entidades públicas o bajo tutela pública, editoriales privadas o librerías con fi nes comerciales, o a los propios traductores. En este marco editorial, los traductores actuaron unas veces de forma altruista, otras al servicio de determinados intereses, otras para potenciar su carrera profesional y otras de pane lucrando, o sea, como traductores profesionales a cambio de recompensas. Pero, en todo caso, editores y traductores tuvieron siempre unos determinados fi nes y pensaron en unos determinados lectores. La información sobre traductores, editores y lectores, si no tan relevante como la de los autores, presenta también un gran interés para la historia del pensamiento económico. Smith, Say, Bastiat o Bentham no llegaron a España solo por decisión de sus traductores, sino con la intervención de los demás actores y por razones a veces plurales. La principal aportación de este trabajo consiste en la for- mación de un catálogo general de traductores de libros de economía política en el periodo 1776-1870, la época clásica, con un apunte biográfi co de cada uno de ellos, una referencia bibliográfi ca de su traducción o sus traducciones y un comentario sobre el editor, la traducción y los lectores de la obra, construido generalmente a partir del prólogo y notas de la traducción, pero a veces también de reseñas bibliográfi cas y otras fuentes. Sus traducciones de Say, Destutt de Tracy y James Mill, con extensos prólogos y notas, sus libros de economía y su pionera cátedra de Economía Política en el Consulado de Málaga, que des- empeñó entre 1818 y 1827, han otorgado a Manuel María Gutiérrez Beganige (Cádiz, 1775; Madrid, 1850) un lugar muy importante en la historia del pensamiento económico en España. Sin embargo, sus trabajos para la Junta de Aranceles, de la que fue secretario entre 1830 y 1844, para la Dirección General de Aduanas, de la que fue alto funcionario de 1845 hasta su muerte, y para la Comisión de Fábricas de Hilados, Tejidos y Estampados de Algodón de Barcelo- na, a la que estuvo vinculado durante años, así como sus numerosos artículos en periódicos y revistas, apenas son conocidos. En nuestro segundo trabajo, La economía de Manuel María Gutiérrez en sus artículos de prensa (1820-1848), se estudia esta parte de su obra, con un triple objetivo: completar su perfi l intelectual y vital como 8 Presentación uno de los grandes economistas españoles de la primera mitad del siglo XIX, mucho más inteligible con su presencia continua en la prensa, a veces a iniciativa propia para defender lo que él creía mejor para la economía española y otras a instancias de quienes le tuvieron a su servicio para apoyar sus políticas o intereses; ofrecer un caso signifi cativo de uno de los muchos economistas españoles de la primera mitad del siglo XIX que dejaron en la prensa buena parte de su pensamiento económico; y añadir nuevos datos a la polémica proteccionismo-librecambio en España en el periodo 1833-1848, a la que Gutiérrez contribuyó notablemente. Knut Wicksell (Estocolmo, 1851-1926) es, sin duda, uno de los pilares fundamentales de lo que Shackle llamó years of high theory, el periodo de entreguerras, en el que sus seguidores de la Escuela de Estocolmo, la Escuela de Cambridge y Keynes se repartieron el protagonismo en la renovación de ciencia económica. En parte fue la propia brillantez de quienes desarrollaron sus ideas económicas lo que oscureció sus aportaciones seminales, pero también infl uyó en ello la relativa menor difusión internacional de su obra, escrita en sueco, un idioma prácticamente desconocido para los anglosajones, o en alemán, que para entonces ya había dejado de ser uno de los idiomas dominantes en la ciencia económica. Sin embargo, por una serie de circunstancias, Wicksell no fue un desconocido en España. De un lado, algunos becarios de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Cientítifi cas, que es- tudiaron en Alemania, conocieron directamente su obra en alemán, publicada toda ella entre 1893 y 1922 en la editorial Fischer de Jena, una prestigiosa ciudad universitaria cercana a Weimar. De otro, en España se contó antes de nuestra guerra civil con traducciones de Mises y Hayek sobre cuestiones monetarias, en las que había citas abundantes de Wicksell, que había destacado en este campo. Después, el economista sueco tendría un gran protagonismo en los primeros años de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de Madrid hasta que con la renovación de su profesorado, hacia 1862, la fi gura de Keynes terminó eclipsando su fi gura. En el tercer trabajo, La recepción de Wicksell en España (1920- 1959), se estudia la recepción de Wicksell en España en el periodo de entreguerras y hasta 1962. En primer lugar, se exponen sucintamente sus principales aportaciones a la ciencia económica. Y a continuación, Traducciones y traslaciones en economía 9 en lugar de un criterio temático, que habría tenido algunas ventajas ya que sus aportaciones se realizaron principalmente en tres cam- pos, la teoría de la distribución, la teoría del dinero y la teoría de la imposición, se sigue un orden cronológico y de vías de penetración, que fueron principalmente cuatro: Olariaga en el campo de la teoría monetaria; Stackelberg y sus discípulos en el campo de la teoría de la distribución; la vía valenciana, Zumalacárregui-Torres-Cano, inte- resada en el conjunto de la economía wickseliana; y los hacendistas, de Bernis a Naharro, Pérez de Ayala y Fuentes Quintana. Al fi nalizar la guerra civil española, el nuevo Estado buscaba un nuevo orden económico. Aunque hubo intentos de adoptar un mo- delo propio, pronto comenzaron a ponerse los ojos en las distintas corrientes vigentes en Europa. Una de ellas era entonces la Escuela de Friburgo, liderada por Eucken, que parecía atractiva para el nuevo régimen por distintas razones: defendía el mercado, preconizaba un Estado fuerte para preservar el orden de la competencia y redistri- buir la renta, estaba en contra de los monopolios y buscaba en el pasado los valores morales y espirituales perdidos. Un conjunto de circunstancias favorables hizo posible su recepción en España e in- cluso que sus ideas llegaran a aplicarse efímeramente en el Plan de Estabilización de 1959. En el cuarto trabajo, La Escuela de Friburgo y los economistas españoles (1939-1964), se estudia todo ello. El estudio de bibliotecas privadas puede aportar información sobre el proceso de formación de quienes las han formado a lo largo de su vida y sobre la traslación internacional de las ideas y su recepción en España. En el quinto y último trabajo, Economía política en las bibliotecas privadas de cinco economistas españoles, se estudian las bibliotecas de cinco economistas académicos españoles que llegaron a su madurez intelectual en las décadas centrales del siglo XX: José María Zumalacárregui (1875-1956), Román Perpiñá (1902-1991), Miguel Paredes Marcos (1910-1976), José Antonio Rubio Sacristán (1903-1995) y José Vergara Doncel (1906-1983). Del análisis deta- llado de ellas resulta que, lejos de la idea que comúnmente se tiene, los economistas españoles de este periodo de tiempo no estuvieron interesados solo, ni principalmente, en lo que se estudiaba entonces en las universidades alemanas, sus principales centros de atracción entonces, sino que estuvieron abiertos a todas las grandes corrientes económicas continentales y anglosajonas.