CYPSELA 20. 2014-2016. ISSN: 0213-3431. 165-181

LOS CONJUNTOS CERÁMICOS DE LAS FASES DE OCUPACIÓN CERETANA E IBERO-ROMANA DE “EL CASTELLOT”, BOLVIR DE ()

Cerdanya, cerámica, ceretano, porcentajes, ibero-romano, El Castellot

Diana de León Subías* Jordi Morera Camprubí** Joan Oller Guzmán*** Oriol Olesti Vila****

Aquest article pretén donar un primera visió del conjunt ceràmic documentat en les diferents excavacions dutes a terme al jaciment de “El Castellot” (Bolvir, Cerdanya). Mitjançant la classificació i la quantifica- ció de la ceràmica pertanyent a les primeres fases d’ocupació del jaciment, ceretana i iberoromana, contribuïm a la interpretació general del paper de El Castellot pel que fa a la importància de la seva localització geogràfica dins d’un pas natural com és la Cerdanya. Cerdanya, ceràmica, percentatges, ceretà, iberoromà, El Castellot

This paper gives a first view of the pottery assemblages located in the different excavations campaigns accomplished at the site of “El Castellot” (Bolvir de Cerdanya, Girona). Through the classification and quantification of the pottery recorded in the first phases of occupation, Ceretan and Iberian-Roman, we contribute to the general interpretation of the role of El Castellot, considering the importance of its geographical situation in the natural walkway like the Cerdanya is. 165 Cerdanya, pottery, percentages, ceretan, iber-roman, El Castellot

Le présent article prétend donner un premier aperçu de l’assemblage céramique recensé au cour des différentes fouilles sur le site de “El Castellot” (Bolvir de Cerdanya, Girona). Grace à la classification et quantification des céramiques appartenant aux premières phases d’occupation du site, ceretane et ibéro-romaine, nous contribuons à l’interprétation générale du rôle d’El Castellot quant à l’importance de sa situation géographique au sein d’un passage naturel comme celui de la Cerdanya. Mots clés: Cerdanya, céramique, pourcentages, ceretane, ibéro-romaine, El Castellot

INTRODUCCIÓN d’Isòvol”. Sus coordenadas UTM son: X= 408448m, Y= 4697019m, Z= 1144m snm, en su ángulo septentrional El yacimiento arqueológico de El Castellot de Bolvir se y X= 408471m, Y= 4696927m, Z= 1144m snm, en el encuentra en el sector sur-oeste del término munici- sudoriental. pal de Bolvir (Cerdanya), (Fig.1), en una terraza elevada El hallazgo de materiales cerámicos en superficie, la unos 30m de altitud respecto la plana cerdana y de la situación privilegiada del emplazamiento, y el topónimo cual ocupa unos 6000 m² dominando, visualmente, la que se había conservado llevó en 1991 a Oriol Mercadal entrada por poniente a la planicie, el conocido “Estret y Oriol Olesti a realizar la primera actuación arqueológi-

* Diana de León es arqueóloga profesional en Border Archaeology Ltd. y colaboradora en el yacimiento de El Castellot de Bolvir ** Jordi Morera Camprubí es co-director de la excavación de El Castellot de Bolvir, profesor asociado en la UAB, y arqueólogo profesional en Catarqueolegs S.L *** Joan Oller Guzmán es Doctor en Història Antiga, profesor asociado en la UAB y co-director de la excavación de El Castellot de Bolvir **** Oriol Olesti es profesor titular de Historia Antigua en la UAB, y director del proyecto científico de investigación en el Castellot de Bolvir DIANA DE LEÓN SUBÍAS, JORDI MORERA CAMPRUBÍ, JOAN OLLER GUZMÁN, ORIOL OLESTI VILA

Figura 1. Situación de Bolvir de Cerdanya y del yacimiento de El Castellot dentro de la comarca de la Cerdanya. Extraído de la colección Mapa Comarcal de Catalunya 1:50.000 –Cerdanya- editado por el Institut Cartográfic de Catalunya. Escala 1:50.000.

ca, cuatro sondeos arqueológicos distribuidos por toda decide estructurar un equipo de trabajo formado por la superficie de El Castellot. En tres de los sondeos se miembros de la Universidad Autónoma de Barcelona 166 documentaron estructuras y elementos de cronología (UAB) 1, el Museo Cerdá (Puigcerdà), y la empresa Ar- íberorromana. Se localizó un muro de 1,4 m de anchura queociència Serveis Culturals SL2, obteniendo además, y 50 cm de potencia que por su ubicación en uno de los a partir de 2007, el apoyo fundamental del ayuntamiento límites topográfico del altiplano se identificó como una de Bolvir como promotor de las intervenciones. De este posible muralla de cierre y defensa del asentamiento modo en octubre de 2006 se realizó la primera inter- (Mercadal/Olesti 1995). Igualmente, se localizó un gran vención de excavación en extensión, continuando de silo de un diámetro aproximado de unos 2 m y una forma ininterrumpida hasta día de hoy. Tras la última profundidad de unos 2’60 m; y un suelo de ocupación, campaña, en Julio de 2015 se ha excavado alrededor identificando los restos de un hogar delimitado con lo- de un 20 % de la superficie total. (Fig.2 y 3). Todo este sas de pizarra. Todas las estructuras estaban asocia- trabajo, junto a la implicación del equipo consistorial, ha das a cerámicas a mano de tradición indígena y otras permitido que hoy en día exista un centro de interpre- propias de la cultura ibérica. Aun así, fue en la excava- tación del yacimiento y de la región en época antigua ción del relleno del silo donde se documentó un mayor anexo al poblado. número de materiales cerámicos, mayoritariamente de Por lo que respecta a los resultados de las interven- tipo Común Ibérica Oxidada y Común Ibérica Reducida ciones, en los cuales entraremos más adelante en pro- asociados a algún material romano republicano como fundidad, distinguimos tres fases de ocupación. Una ánfora Itálica o un fragmento de cerámica Campaniense primera fase de hábitat que llamamos Ceretana desde (en superficie). Quedando así confirmada la existencia principios del s.IV a.C., hasta la primera mitad del s.II de un lugar de hábitat estable, con una primera ocu- a.C.; una segunda que denominamos Ibero-romana pación que en aquel momento se situó entre finales que empezaría a mediados del s.II a.C. y terminaría con del siglo IV a.C. y el último tercio del siglo I a.C. (Olesti/ el primer abandono del poblado en el primer tercio del Mercadal 1995) En 2005, tras realizar prospecciones s.I a.C. Y finalmente, la última de las fases, que corres- geomagnéticas y por radar con resultados positivos se ponde a una ocupación medieval, de los siglos X-XII,

1.- Agradecemos la ayuda constante y desinteresada del Dr. Oriol Olesti y de Oriol Mercadal. 2.- Esta empresa salió del proyecto en 2012, siendo reemplazada por la empresa Catarqueòlegs SL. LOS CONJUNTOS CERÁMICOS DE LAS FASES DE OCUPACIÓN CERETANA E IBERO-ROMANA DE “EL CASTELLOT”, BOLVIR DE CERDANYA (GIRONA)

que se encontraba justo encima de la secuencia estra- siglo II a.C. Un oppidum de filiación ceretana construi- tigráfica antigua, último momento de vida del poblado. do ex novo. En este momento, ya se configurarían los Dado que nuestro estudio cerámico se ha realizado es- límites del poblado, con la construcción de una mura- trictamente sobre los estratos pertenecientes al primer lla frontal en el lado meridional, protegiendo el frente momento de ocupación, centraremos nuestro discurso más fácilmente accesible, parte de un foso en la zona de aproximación al yacimiento únicamente en estas dos inferior del talud oriental, justo delante del cinturón fases antigua. murado (Morera/Oller 2012, 26), y una estructuración del espacio doméstico con estancias que se adosan a la muralla por su cara interna. Las estancias constan OCUPACIÓN CERETANA de un patio delantero y de una sala principal posterior que se adosa físicamente a la muralla. En éstas se Histórica y arqueológicamente, el mundo ceretano no han localizado hogares ubicados en la parte central es muy conocido. Parece que a partir del siglo VIII a.C. y en algunos laterales; son sólo un espacio rebajado ya comienzan a aparecer las características de la llama- con la base endurecida y quemada por el calor. En la da cerámica cerdana, cerámica de tradición local reali- mayoría de las estancias principales se documentan zada a mano con un tipo de decoración incisa llamada unos puntos de soporte en forma de losas planas, que de ‘espina de pez’ que se extiende hasta el siglo V a.C seguramente ayudarían a la sujeción de la cubierta y (Campmajó 2010). A partir de ese momento empieza de una eventual segunda planta. Las paredes están a realizarse una cerámica a mano más uniformemente construidas con un aparejo de cantos rodados for- negra, bien acabada y con poca decoración con las mando hiladas irregulares. También a este momento producciones a torno (Morera et al. 2011, 305). pertenecen varios silos que se habrían amortizado a En El Castellot, como ya hemos comentado previa- lo largo del s.III a.C. y otros de más corta vida que mente la primera fase de ocupación se desarrollaría habrían tenido su aparición y amortización a finales desde principios de siglo IV a.C. y hasta mediados del del mismo siglo.

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Figura 2. Planta de las estructuras de la fase ceretana con la hipótesis de continuidad. DIANA DE LEÓN SUBÍAS, JORDI MORERA CAMPRUBÍ, JOAN OLLER GUZMÁN, ORIOL OLESTI VILA

OCUPACIÓN IBERO-ROMANA la fase ceretana. Sí parece que se amortizaría en la segunda mitad del siglo I a.C., pues se documentó en En El Castellot de Bolvir esta fase destaca por la gran su interior un fragmento de ánfora tarraconense. Igual- remodelación que sufre el cinturón defensivo del pobla- mente, se confirmó la existencia de un potente muro do en el cual se construyen las dos torres centrales y el situado encima del relleno del foso, es decir, posterior bastión de la parte adyacente, desmontando la muralla a su amortización y por ello, probablemente medieval existente en un tramo de unos 25m de largo; así como (Morera et al. 2012). la reedificación de los edificios I, II, III y IV. (Morera/Oller 2012, 29, 55). Grandes edificios plurifuncionales, de entre 100 y 225m2 de superficie, abarcando cada uno DESCRIPCIÓN DE LOS MATERIALES algunas de las antiguas casas de una habitación3 de la ARQUEOLÓGICOS fase anterior. De estos, se puede destacar el Edificio IV, en el cual se habría ubicado un horno metalúrgico En este apartado vamos a presentar la descripción de (Morera/Oller 2012, 43). las diferentes categorías y tipos cerámicos presentes en Respecto a los silos, se ha observado que la mayoría estas dos fases antiguas de ocupación. Cuando se pre- de ellos presentan materiales que sitúan la amortiza- senten cantidades, será siempre hablando del número ción de los mismos al inicio de esta fase. Los conjuntos mínimo de individuos4, de este modo, se contabilizarán cerámicos responden a una mayoría de materiales de como individuos todos aquellos fragmentos (formas o tradición local e ibérica, aunque también hay un porcen- informes) que no parezcan pertenecer a una misma pie- taje pequeño de material romano, que parece indicar za. El objetivo de este trabajo no es únicamente presen- su aparición y amortización, como ya hemos dicho, en tar un inventario de todas las piezas cerámicas halladas la segunda mitad del s.II a.C. en la fase antigua de ocupación de este yacimiento, si En cuanto a la tipología constructiva tenemos toda una no presentar datos cuantificables obtenidos en con- serie de estructuras con unas características propias y juntos cerámicos recuperados en niveles coherentes diferenciadas del resto. Tanto los muros de las torres y correctamente excavados. Así como compararlos y centrales, como los de los edificios que aparecen en tratar de obtener una conclusión de ellos. este momento, presentan unos rasgos unitarios en su 168 construcción a partir de losas de pizarra dispuestas FASE CERETANA horizontalmente. Muy probablemente la refortificación se produjo bajo Ánfora Ibérica: la influencia, gestión o coordinación de la nueva admi- La representación es muy escasa en esta fase, única- nistración romana, siendo sus habitantes los propios mente cuatro fragmentos informes. ceretanos. Así, el Castellot en este momento pasa a Cerámica Ática de Barniz Negro: ser un lugar importante para la región desde el punto El único ejemplar de esta categoría: se trata de un pie de vista estratégico, y lo utilizará y modificará en su de un plato de la forma Lamboglia 21 ó 22. (Fig. 7.5); propio beneficio. con una fecha de producción de finales de siglo V hasta Por último, cabe destacar que, debido al inicio de las mediados del siglo IV a.C. obras para la creación del centro de interpretación del Barniz Negro “Talleres occidentales”: yacimiento, se documentó una estructura de tipo foso Es un fragmento informe de una cerámica de barniz que parecería rodear el asentamiento en sus caras sur negro en cuyo interior encontramos una palmeta sobre y este. Se trataría de un foso de dimensiones remarca- estrías (Fig. 7.1) que nos ofrece una datación de pleno bles, superando en algún punto los 9 metros de ancho, siglo III a.C.5 y del que se ha recuperado la escarpa. La escasez de Campaniense A: materiales hallados dificulta la adscripción cronológica En esta fase se ha identificado un solo individuo de del mismo, si bien se adscribe con seguridad al hori- Campaniense A, perteneciente al relleno de un silo fe- zonte antiguo del asentamiento, probablemente durante chado en el entorno del año 200 a.C. Se corresponde

3.- Para ser exactos, las casas ceretanas constan de dos habitaciones. Una sala principal donde se realiza la mayor parte de funciones domés- ticas y familiares, y un patio delantero, seguramente con diferentes funciones. 4.- Los dibujos presentados aquí corresponden en su mayoría a las campañas de excavación realizadas entre 2006 y 2011. Así pues encontra- remos ausentes la mayoría de materiales de importación documentados en su mayoría en las dos últimas campañas. 5.- Tanto el fragmento de cerámica de Barniz Negro “Talleres Occidentales” como el de Cerámica Ática de Barniz Negro, han aparecido en UEs que consideramos de la fase de ocupación ibero-romana, por tanto debemos considerar estos fragmentos como intrusiones de la fase anterior. LOS CONJUNTOS CERÁMICOS DE LAS FASES DE OCUPACIÓN CERETANA E IBERO-ROMANA DE “EL CASTELLOT”, BOLVIR DE CERDANYA (GIRONA)

Figura 3. Planta de las estructuras de la fase republicana con la hipótesis de continuidad.

169 con una forma Lamboglia 36 (Fig. 7.4), con una crono- Ánfora Itálica Calabresa: logía de producción de finales del siglo III a.C. al último Contamos únicamente con la presencia de dos indi- cuarto del siglo II a.C. viduos de este tipo. Cabe destacar que la mayoría de ánforas procedentes de la zona de Calabria están rela- FASE IBERO-ROMANA cionadas con el consumo de garum (Botte 2008, 159). Ánfora Itálica Campana: Ánfora Ibérica: Esta producción de la zona de la Campania compone el Bien que la mayoría de los fragmentos encontrados son número mayor de fragmentos de ánforas de El Castellot informes, contamos con las presencia de tres bordes y de Bolvir con un total de veintidós individuos, entre ellos dos asas (Fig.7.2 y 7.3). dos Dressel 1A, con un marco cronológico entre el 135 Ánfora Itálica de la zona Adriática6: y el 80 a.C. (Fig. 7.6). Utilizadas en los dos primeros tercios del siglo II a.C. Ánfora Tarraconense: (Molina 1997, 40) su presencia en el yacimiento cereta- La producción de este tipo de ánfora, comienza en el no es de dos individuos. segundo cuarto del s.I a.C., (Raynaud 1996, 85) coinci- Ánfora Itálica Brindisina: diendo con los últimos momentos de ocupación de El De origen también itálico son las ánforas de Brindisi, Castellot. Así, actualmente contamos únicamente con fabricadas en arcilla claras y caracterizadas por bordes siete fragmentos informes, de los que sólo podemos redondeados y poco diferenciados. (Molina 1997, 50) contabilizar un único individuo. Con una presencia considerable, documentamos trece Ánfora Itálica Indeterminada: fragmentos de los cuales consideramos un mínimo de Todos los fragmentos hallados son informes pero, pode- diez individuos. mos afirmar la presencia de al menos ocho individuos.

6.- La clasificación de las diferentes tipologías de ánforas itálicas ha sido realizada por el Dr Cèsar Carreras, profesor titular de Arqueología de la UAB. A él, le agradecemos muy especialmente su colaboración. DIANA DE LEÓN SUBÍAS, JORDI MORERA CAMPRUBÍ, JOAN OLLER GUZMÁN, ORIOL OLESTI VILA

Campaniense A: Cerámica a mano: Hemos podido identificar 13 individuos de Campanien- Los fragmentos de Cerámica modelada recuperados, a se A, de los que podemos destacar una Lamboglia 5 día de hoy, en las fases antiguas de El Castellot, presen- (150-125 a.C.) (Fig. 8.2) y una Lamboglia 5/7 (125-25 tan una fuerte homogeneidad de factura. Los colores a.C.) (Fig. 8.1). de la mayoría de las piezas van desde marrón-rojizo a Campaniense B: negro. Estas variabilidades de color que, a priori, con- En las últimas campañas de excavación se han docu- sideraríamos variantes de cocción, pueden ser debidas mentado siete individuos de tipo Campaniense B, entre también, como la arqueología experimental ha demos- ellos una Lamboglia 5 (Fig. 8.3) y una Lamboglia 7 (Fig. trado, a su continua exposición al fuego para la prepa- 8.4), ambas con una cronología de producción entre el ración de alimentos (Gasull et al. 1995). Las piezas son, año 150 y el 25 a.C. por lo general, bastante irregulares y los tratamientos Cerámica Común Itálica: superficiales, tanto externos como internos, se limitan En el área catalana la difusión de estas producciones es a pulidos o bruñidos, los cuales en el segundo caso paralela a la de las Ánforas Itálicas, empezando a finales tendrían, seguramente, la función de impermeabilizar la del s.III a.C. pero sin importancia real hasta la segunda pieza. (Yañez 1997, 233) Es esta homogeneidad de fac- mitad del siglo II a.C. Nosotros hemos podido identificar tura, tanto en esta primera fase de ocupación como en un fragmento informe que podría corresponder a un la siguiente, lo que nos hace pensar en una producción caccabus de la forma Vegas 14. local. La alta frecuencia de utilización de piezas debía provocar el aprovisionamiento de nuevos recipientes PRODUCCIONES LOCALES a medida que se rompían los anteriores, por lo que el proceso de elaboración probablemente lo realizaba un Las formas que ahora presentamos están presentes en miembro de cada unidad doméstica. las dos fases indistintamente, empezando a detectarse Las formas más abundantes son las ollas-tinaja a partir de finales de siglo III a.n.e. (Fig.12.3), urnitas u ollitas pequeñas de una asa (Fig. Cerámica Común Ibérica oxidada: 12.2, 12.7), llamadas así por su forma y no por que Siendo la segunda tipología más abundante de nuestros tengan una función ritual; los platos-tapadera (Fig.12.1) conjuntos, no es excesivamente abundante si compara- y las copas (Fig. 12.5). Así mismo encontramos un ejem- 170 mos su número con otros yacimientos del área catalana plar del llamado vaso “de fireta” (Fig. 12.6) y exactamen- coetáneos. Las formas más frecuentes en ambos hori- te tres crisoles (Fig.12.4), probablemente relacionados zontes son igualmente las llamadas olla-tinaja: éstas, a con el horno metalúrgico documentado en la última diferencia de las de factura a mano, no son recipientes campaña de excavación.7 para ir al fuego, sino que tendrían como función la de servir en la mesa; los cuencos (Fig.9.1); varias Páteras, una Jarra con una asa (Fig. 9.3); una gran cantidad de CUANTIFICACIÓN Y PORCENTAJES Kalathos (Fig.9.2), correspondiendo la mayoría de ellos CERÁMICOS: a la variante formal con labio moldurado y reentrante; y también lo que identificamos como un ungüentario (Fig. Como podemos observar en las tablas de porcenta- 9.4) y un vasito (Fig.9.5). jes previamente presentadas, existe un cambio muy Cerámica Común Ibérica reducida: claro en cuanto a materiales entre las dos fases de Similar en proporciones a su semejante de cocción oxi- ocupación antigua. En la fase Ceretana vemos una dante, las formas más abundantes son las abiertas, en- clara predominancia de la cerámica a mano frente a la tre ellas: vasos bicónicos (Fig. 10.2), vasitos (Fig. 10.3), torneada, bien que ya encontramos unos porcentajes platos (Fig. 10.1) y cuencos (Fig.10.4). significativos de cerámica ibérica a torno e incluso un Cerámica Ibérica pintada: individuo de ánfora itálica. En la fase ibero-romana do- Destaca la presencia de varios recipientes que denomi- cumentamos en cambio un porcentaje de cerámicas namos Contenedores por su tamaño mayor a las Ollas- a mano que supera escasamente en número de indi- Tinaja, así como Kalathos (Fig. 11.2), vasos y una Jarra viduos el 50%, una presencia considerablemente su- bicónica (Fig.11.1) de cocción oxidante. Todos ellos con perior de cerámica ibérica –tanto de cocción oxidante las típicas decoraciones de bandas rojas tanto horizon- como reductora–, y la aparición de un gran número de tales como formando círculos. cerámicas de importación.

7.- Halladas en la campaña de excavación de 2013 y todavía fuera de inventario tenemos algunos ejemplares de cerámica de barniz rojo ilergeta (mediados del III a mediados II a C), cerámica de engalbe blanco probablemente también ilergeta, (segunda mitad del II y principios del I a C), cerá- mica ibérica estampillada ( siglos IV-III a C) y de cerámica de Barniz Negro “taller de las pequeñas estampillas” (finales IV-primera mitad del III a C). LOS CONJUNTOS CERÁMICOS DE LAS FASES DE OCUPACIÓN CERETANA E IBERO-ROMANA DE “EL CASTELLOT”, BOLVIR DE CERDANYA (GIRONA)

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Figura 4. Tabla de cuantificación cerámica. NMI, Número Mínimo de Individuos; NTF, Número Total de Fragmentos y NB, Número de Bordes.8

Estos cambios creemos que son debidos a dos razones el área catalana desde finales del s. IV–principios del III que en nuestro caso actúan de manera conjunta. Por a.C. a mediados de siglo II a.C., pasa a formar parte de un lado, las reformas constructivas que sufre El Cas- los principales ejes de comunicación, favoreciendo el tellot producto, probablemente, de la presencia directa tránsito de cultura material. En este sentido, debemos romana, y, por otro, la evolución natural, en lo que a cul- mencionar aquí que la Cerdanya se encuentra en el tura material se refiere, que sufren los poblados de toda paso de varias vías importantes de comercio. Primero

8.- La cerámica aquí cuantificada es la documentada en las campañas de excavación de El Castellot hasta el año 2012. Todas ellas se adscriben a estratos que consideramos pertenecientes a la fase de ocupación antigua del poblado. DIANA DE LEÓN SUBÍAS, JORDI MORERA CAMPRUBÍ, JOAN OLLER GUZMÁN, ORIOL OLESTI VILA

Figura 5. Gráfica de porcentajes cerámicos respecto al NMI en el período de ocupación Ceretana.

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Figura 6, Gráfica de porcentajes cerámicos respecto al NMI en el período de ocupación Ibero-romana.

y especialmente, la ruta transpirenaica definida por el señalar otras vías secundarias que fácilmente enlazan eje Segre-Tet que, por la parte de levante comunica la Cerdanya con las altas cuencas de los ríos Auda y con el territorio del Rosellón, mientras que por ponien- Arieja, en la zona norte, y los ríos Llobregat i Carde- te contacta con el mundo ilergeta. Pero también cabe ner en la zona sur (Aliaga et al., 1998; Padró 1984). LOS CONJUNTOS CERÁMICOS DE LAS FASES DE OCUPACIÓN CERETANA E IBERO-ROMANA DE “EL CASTELLOT”, BOLVIR DE CERDANYA (GIRONA)

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Figura 7. Lámina 1. Ánfora Ibérica, Ánfora itálica, Campaniense A y Ática de Barniz de Negro. DIANA DE LEÓN SUBÍAS, JORDI MORERA CAMPRUBÍ, JOAN OLLER GUZMÁN, ORIOL OLESTI VILA

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Figura 8. Lámina 2. Cerámica Campaniense A y B. LOS CONJUNTOS CERÁMICOS DE LAS FASES DE OCUPACIÓN CERETANA E IBERO-ROMANA DE “EL CASTELLOT”, BOLVIR DE CERDANYA (GIRONA)

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Figura 9. Lámina 3. Cerámica Común Ibérica Oxidada. DIANA DE LEÓN SUBÍAS, JORDI MORERA CAMPRUBÍ, JOAN OLLER GUZMÁN, ORIOL OLESTI VILA

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Figura 10. Lámina 4. Cerámica Común Ibérica Reducida. LOS CONJUNTOS CERÁMICOS DE LAS FASES DE OCUPACIÓN CERETANA E IBERO-ROMANA DE “EL CASTELLOT”, BOLVIR DE CERDANYA (GIRONA)

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Figura 11. Lámina 5. Cerámica Común Ibérica Pintada. DIANA DE LEÓN SUBÍAS, JORDI MORERA CAMPRUBÍ, JOAN OLLER GUZMÁN, ORIOL OLESTI VILA

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Figura 12. Lámina 6. Cerámica a mano. LOS CONJUNTOS CERÁMICOS DE LAS FASES DE OCUPACIÓN CERETANA E IBERO-ROMANA DE “EL CASTELLOT”, BOLVIR DE CERDANYA (GIRONA)

En resumen, aunque algunos cambios en porcentajes a torno, más de un 50% y sólo alrededor de un 12% de parezcan menores, podemos ponerlos en relación con cerámica a mano; como también, yacimientos interiores la presencia romana tanto en el yacimiento como en el en los que las cerámicas ibéricas a torno superan el contexto del Pirineo de los siglos II-I a.C. 70%, como por ejemplo en Estinclells, Verdú (Urgell, Lleida)9 (De León 2011, 43-46.) Para concluir dejaremos planteadas varias preguntas CONSIDERACIONES FINALES ¿a qué se debe este porcentaje tan alto de cerámica a mano aún en la segunda fase de ocupación que em- Tras haber cuantificado, primero, y convertido en por- pieza en la segunda mitad del s.II a.C.? En principio, centajes, después, nuestros datos cerámicos, obser- sería una visión simplista y precipitada creer que las vamos dos rasgos claves: uno, el alto porcentaje de poblaciones ceretanas desconocían la existencia del cerámica a mano, frente a la cerámica ibérica a torno; y torno sin embargo, si era una técnica conocida para dos, el escaso porcentaje de cerámica de importación ellos ¿por qué nos han llegado unas cantidades tan que nunca supera el 5%. bajas de las cerámicas ibéricas a torno?. Observemos ahora los porcentajes de tipos cerámicos Respecto a la cerámica de importación encontramos según el número total de fragmentos, en otros pobla- una situación parecida, ¿a qué se debe su escasa pre- dos protohistóricos excavados en la Cerdaña. Así, en sencia? Las teorías clásicas dirían que es debido a la Sant Feliu de Llo, en su fase republicana, presenta un situación geográfica del yacimiento, pero como hemos porcentaje muy significativo: 86% de cerámica a mano comentado previamente, la Cerdanya es, al contario, y 14% de cerámica a torno, entre las que se encuentra una zona de comunicación importantísima. Además, cerámica Común Ibérica, Campaniense A y B y ce- tenemos indicios claros en la segunda fase de la pre- rámica de paredes finas (Campmajó 1983; Campillo, sencia de materiales exógenos (metálicos, por ejem- inédito). El Roc d’Esperança, una granja agrícola en el plo), que claramente provienen de zonas costeras y que llano cerdano que se construye a mediados de siglo demuestran la interconexión con el territorio ceretano. II a.C., también presenta un porcentaje de cerámica Igualmente hemos observado que, por ejemplo, en el a mano superior, si bien no llega a las proporciones yacimiento coetáneo dels Estinclells (Verdú), en un área del anterior, 39% de cerámica a torno frente a un 61% interior, encontramos unos porcentajes un poco eleva- 179 de cerámica a mano; igualmente, entre la cerámica a dos (aunque también bajos) de cerámica importada y, torno encontramos Común Ibérica, Campaniense A y B, sin duda, un porcentaje muy alto de cerámica ibérica a Paredes finas, y algún fragmento de ánfora republicana torno, lo que nos demuestra que la situación geográfica (no determinada), y dos fragmentos de Terra Sigillata no es un elemento definitorio. Sudgálica (Mercadal/Aliaga 1991, 120). Visto de otro modo, si no tuviéramos otros elementos En El Castellot de Bolvir, si miramos ahora los porcen- de datación, como son estas cerámicas de importa- tajes obtenidos del NTF, encontramos unos porcentajes ción, los análisis radiocarbónicos, o el gran número de muy similares: en la fase ceretana más de un 95% son textos ibéricos en escritura dual10, cualquier especialista producciones realizadas a mano, casi un 4% son de habría dicho que nos encontramos ante un poblado cerámica ibérica a torno, y menos del 1% corresponden de la primera Edad del Hierro/Ibérico antiguo que está a importaciones. Y en la fase republicana, alrededor de comenzando a “iberizarse”, con una mayoría cerámica un 80% de las cerámicas son hechas a mano, un 18% que continúa la tradición del Bronce y unas primeras son ibéricas a torno, y el restante 2% son cerámicas apariciones de cerámica común ibérica a torno. Pero de importación. sabemos que este proceso de etnogénesis en Cerda- Parece así que, el Castellot y los otros yacimientos de la ña se inició entre finales del siglo V y el siglo IV a.C., Cerdaña, se comportan de una manera parecida entre materializado a través de unos cambios en el modelo sí, pero totalmente diferente a la mayoría de sus coe- de población, el abandonamiento masivo de peque- táneos; tanto costeros como Mas Castellar de Pontós, ños hábitats y cuevas, la aparición de estructuras tipo por ejemplo, que muestra unos porcentajes muy altos oppida en el llano, una fuerte explosión económica, la de cerámica de importación con un 23% de ánforas aparición de signos de estratificación social y jerarquías importadas, también un número alto de cerámica local de poder, etc.

9.- Estos porcentajes pertenecen a los conjuntos de materiales inventariados por el Profesor David Asensio Vilaró y su equipo, al cual agrade- cemos el material prestado. 10.- En la Cerdaña se contabilizan ya 145 textos de escritura rupestre. La mayoría de ellos están escritos en la forma dual, y por tanto se co- rresponderían a una cronología de los siglos IV-III aC (Ferrer, 2010, 2015). DIANA DE LEÓN SUBÍAS, JORDI MORERA CAMPRUBÍ, JOAN OLLER GUZMÁN, ORIOL OLESTI VILA

Así, probablemente debemos pensar en una cultura CURA-MORERA, M., PRINCIPAL, J. 1995, La produc- material a torno que no sería propia del territorio, sino ció de les tres palmetes radials amb roseta central o que llegaría a través de canales comerciales, siendo “3+1”, Quadern de Prehistòria i arqueología de Castelló importada de las zonas costeras (posiblemente por el 16, 173-188. valle del Tet). DE LEÓN, D. 2011, Conjuntos cerámicos de los Hori- Lógicamente, aún es temprano para dar conclusiones zontes I y II del yacimiento arqueológico de ‘El Castellot definitorias pues casi un 80% del área ocupada de El de Bolvir’ (Bolvir de Cerdanya, Gerona), Trabajo de Final Castellot de Bolvir está aún sin excavar. Sin embargo, de Master, ICAC-UAB. Inédita. teniendo en cuenta que tenemos representado en el FERRER, J. 2012, (En prensa) Els sistemes duals de yacimiento un porcentaje elevado –aunque en peque- les escriptures ibèriques, in XI Col·loqui de llengües i ñas cantidades– del conjunto de materiales cerámicos cultures preromanes de la Península Ibèrica, València. que se documentan tradicionalmente en el NE penin- FERRER, J. 2015, Le nouveau corpus d’inscriptions sular durante este periodo, creemos que los datos ibériques rupestres de la Cerdagne (2) Deuxième pa- presentados empiezan a ser significativos. En otras rution, Sources 3, 7-22. palabras, aunque siempre el porcentaje de importacio- GASULL, P. et al. 1995, El poblat ibèric de Castellruf nes en el Castellot es muy reducido, la diversidad de (Santa Maria de Martorelles, Vallès Oriental). Col.lecció orígenes de estas piezas, coherente con los materiales Memòries d’Intervencions Arqueològiques a Catalunya de los siglos IV-II a.C. documentados generalmente 16. , Departament de Cultura. en el área catalana, nos lleva a pensar en una red de JORNET, R. Memòria de l’excavació arqueològica i de contactos estable, compleja, y que conecta el mundo consolidació del jaciment Ibèric dels Estinclells de Ver- ceretano con las principales sociedades del área ibé- dú. Centre d’Informació i Documentació del Patrimoni rica contemporánea. Cultural, Generalitat de Catalunya, Inédita. MERCADAL, O., ALIAGA, S. 1991, L’hàbitat i la necrò- polis del Roc d’Esperança (Alp, Baixa Cerdaña). Cere- BIBLIOGRAFÍA tania 1, Puigcerdà-Perpiñán, 117-123. 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