Black Shadow había perdido ya la lucha y el después se volvió explosivo. al fi- THE BLACK SHADOW PERDIÓ SU INCÓGNITA propio Santo quería quitarle la máscara. Blue nal le ganó el acto tirándole fuera del ring, Demon interviene. Hay un mare mágnum. azotándole contra los soportes de las Leopoldo Meraz La lucha del viernes pasado en la cuerdas y le recibía con topes. El castigo registró entrada récord en los anales, pero para El Santo sólo fue “una lucha más” y para fue intenso. El árbitro Ruddy Blancarte The Black Shadow el derrumbe de la incógnita. El morbo del juego de máscaras que dos acabó contándole los tres segundos. tipos han hecho célebres –clásico Juan Pérez en la vida real– congregó a una clientela se- desesperado en el inter- dienta de fuertes emociones, esperando ver algo insólito y el vaticinio general se cumplió. medio, dio vida a su hermano y aunque El Santo fue un demonio en el final. No hubo nada raro. El Santo varias veces había ex- para la segunda caída El Santo dominó en puesto la máscara de plata y la había conservado porque es coloso en estos choques, y principio, “el gladiador de chicle” respon- aunque en esta vez The Black Shadow estuvo a la altura del titán, sus esfuerzos se estre- dió con golpes y le colocó un tirabuzón llaron ante el hombre de más experiencia. que aguantó El Santo estoicamente. Si- guió la pelea con dominio alterno, hubo ¿Fue ésta una lucha histórica? cambios de golpes, pero The Black Shadow Desde el punto de vista del gran número de es- se veía más entero, con más elasticidad, y pectadores, pasa la batalla como una de las en cambio, El Santo acusaba los efectos más interesantes. En la Coliseo se apretujaron del tirabuzón. Le dio unos topes El Santo más de doce mil almas –como sardinas en la- en un momento, pero Black lo levantó en ta– y en los aparatos de televisión el número fue un azotón de órdago. Intentó El Santo li- fantástico. Por lo demás, la contienda sólo tuvo gar un rally y al correr éste en busca de su de notable la tercera caída que fue muy reñida. enemigo The Black Shadow se tendió e hi- Cuando las tres palmadas del réferi decre- zo irrupción majestuosamente; ¡El tope de taron la derrota de The Black Shadow, El Santo propulsión!, dejando tendido a El Santo emergió poderoso en un clima de interés que “frío como muerto”. reinaba en la Coliseo por ver sin capucha a Sha- “El drama necesariamente tenía que dow. El Santo tuvo hasta la gitanería de querer ser en tres caídas”. ser quien le desamarrara el manto, pero Blue • •• Demon “repelió” el ataque. Insistió El Santo y La tercera caída fue la mejor. Se luchó de- The Black Shadow golpeó al enemigo y lo echó nodadamente y las llaves fueron de muer- fuera del ring. Después con una elegancia de te. Resistieron tanto que parecía que el ceremonia la máscara cayó y la cara presentó cuerpo estaba envuelto en traje de granito un aspecto joven, abundante cabellera negra, de cada uno de los contendientes. Un can- espesas cejas, facciones toscas y mirada pro- grejo parecía dejar sin espina dorsal a El funda. Es de León, Guanajuato, y su nombre Santo, y The Black Shadow insistía fuerte- es: Alejandro Cruz (¡Qué descubrimiento!). mente. El Santo aplicó la llave que inventó • •• Gori Guerrero “a caballo”, pero que Black The Black Shadow fue el primero que hizo su la quebró para dar margen a una angustio- aparición en el ring. Lució la bata negra con sa competencia. El mismo Black después destellos de color solferino y la interrogación se refugió en las cuerdas ante el cangrejo que lucía en la espalda parecía la tragedia. Le de El Santo, y hubo topes y golpes, una sa- acompañaba en calidad de second su hermano lida del ring de Shadow al fallar el tope de The Blue Demon. Después hizo su entrada propulsión, que volvió hasta la cuenta de El Santo, todo de plata “envolviendo con su personalidad el ambiente” ayudado por Dick PÁGINAS 36-39: Arturo Ortega Navarrete. Fotografías del encuentro entre El Santo y Black Shadow, en el que se disputaron las máscaras. Arena Coliseo, Ciudad de México, 7 de noviembre de 1952. Medrano. El combate empezó limpio, pero Centro de Colecciones Arturo Ortega Navarrete, A.C.

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dieciocho y dictaminó su derrota. El Santo vio la oportunidad y propinó golpes a granel, luego unas tijeras voladoras de antología y una “ra- na” de lo más perfecta y espectacular. Ruddy Blancarte contó los tres segundos. Y El Santo conservó su misterio denso de más de diez años, mientras The Black Shadow co- rría el velo desdoblando su personalidad para así dar nacimiento al gladiador Alejandro Cruz, de León, Guanajuato… • •• Joe Marín, un luchador de Torreón, hiló su se- gunda victoria en la campaña de reaparición venciendo en tres caídas a Sugi Sito. Era natu- ral. Marín está convertido en un gran luchador, con más clase y recursos que los que le había visto en anteriores visitas. Golpea bien y es es- pectacular. La gente muestra su predilección por el brillante estilo y ahí puede haber una fi- gura de ídolo. Sugi Sito sólo venció en la primera con un tirabuzón japonés, pero en las dos siguientes fue superado en toda la línea. Con un martinete se apuntó la intermedia, y la tercera con unas patadas “que necesitaban muchos adjetivos para describirse” y esta otra Maravilla Norteña enfila peligrosamente. En otras, Blue Demon fue descalificado ante Bobby Bonales, porque Palau es muy compadeci- do, mientras en la segunda, Kiko Garcés superó al Murciélago Velázquez. En el preliminar habían ganado una caída por cabeza Dick Medrano y Bobby Corona, cuando éste sufrió un choque traumático que le hizo abandonar el cuadrilátero. Perdió así Corona por nocaut técnico. La velada fue completísima, y la gente sa- lió hablando de quién es The Black Shadow, mientras El Santo continúa conservando su in- cógnita, “símbolo de misterio y admiración”.

Fragmentos de la nota aparecida en la revista Clinch, núm. 35, 15 de noviembre de 1952, págs. 29-32.

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