PROYECTO DE ORDENACIÓN DEL MONTE DE UTILIDAD PÚBLICA 321 “LA SELVA Y PUERTO ESPATA” DE VILLANÚA (HUESCA)

Tomo I: Antecedentes de gestión, Inventario Cualitativo e Inventario Cuantitativo

Félix Jiménez Zaera,

Tutor: Dr. Álvaro Aunós Gómez

Departament de Producció Vegetal i Ciència Forestal, Universitat de Lleida

Octubre de 2019

Índice 1. Antecedentes de gestión ...... 1 1.1. Antecedentes dasocráticos ...... 1 1.1.1. Proyecto de Ordenación del monte número 321 de Villanúa de 1959...... 1 1.1.2. Primera Revisión de Proyecto de Ordenación (1972) ...... 2 1.1.3. La gestión del monte desde 1972 ...... 4 1.2. Antecedentes pascícolas ...... 7 1.3. Antecedentes de conservación ...... 9 1.4. Antecedentes de uso público ...... 10 1.5. Antecedentes cinegéticos ...... 11 2. Inventario cualitativo ...... 13 2.1. Estado legal ...... 13 2.1.1. Propiedad, límites, cabidas y cargas del monte ...... 13 2.1.2. Usos y costumbres vecinales ...... 14 2.1.3. Directrices y normas medioambientales ...... 14 2.2. Estado del medio natural ...... 18 2.2.1. Situación geográfica e hidrológica ...... 18 2.2.2. Orografía y geomorfología ...... 19 2.2.3. Geología, litología y suelos ...... 21 2.2.4. Climatología, fitoclimatología y bioclimatología ...... 22 2.2.5. Flora y vegetación ...... 27 2.2.6. Hongos aprovechables ...... 40 2.2.7. Fauna ...... 40 2.2.8. Objetos de Conservación ...... 42 2.2.9. Agentes patógenos bióticos ...... 44 2.2.10. Daños abióticos ...... 49 2.2.11. Análisis de riesgos naturales ...... 50 2.2.12. Régimen de perturbaciones ...... 51 2.3. Estado socioeconómico ...... 53 2.3.1. Resumen económico del anterior Plan Especial o periodo equivalente ...... 53 2.3.2. Usos, bienes y servicios del monte ...... 55 2.3.3. Análisis de infraestructuras ...... 57 2.4. Formación de cantones, estratos y rodales ...... 65 2.4.1. Formación de cantones ...... 65

2.4.2. Formación de estratos...... 66 2.4.3. Descripción de estratos ...... 70 2.4.4. Formación de rodales ...... 73 3. Inventario cuantitativo ...... 76 3.1. Inventario de masas arboladas ...... 76 3.1.1. Diseño del inventario ...... 76 3.1.2. Parámetros del muestreo estadístico estratificado ...... 76 3.1.3. Cálculo de existencias. Tarifas ...... 78 3.1.4. Resultados del inventario por estratos ...... 80

3.1.5. Estimación de biomasa y fijación de CO2 ...... 102 3.1.6. Inventario de la regeneración ...... 105 3.1.7. Estimación de la madera muerta ...... 109 3.1.8. Estimación pericial en el estrato Pt ...... 112 3.2. Inventario de masas no arboladas ...... 114

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Antecedentes de gestión

1. Antecedentes de gestión

1.1. Antecedentes dasocráticos

1.1.1. Proyecto de Ordenación del monte número 321 de Villanúa de 1959 El primer Proyecto de Ordenación del Monte de Utilidad Pública 321 fue redactado por el Ingeniero de Montes Jesús María Peña Urmeneta en el año 1959, quedando aprobado el 21 de marzo de 1960. En él se consideraba compatible la regeneración y conservación de la masa con su explotación maderera, como así se comprobó en su posterior revisión.

El inventario se llevó a cabo por conteo pie a pie y mediante el apeo de 51 pies de Pinus sylvestris y de 26 pies de Abies alba (especie referenciada en la ordenación primera constantemente como Abies pectinata) para el cálculo de existencias y crecimientos.

Tras el inventario, el monte se organizó en una sección y dos cuarteles, quedando el cuartel A constituido como zonas arboladas y susceptibles de ser arboladas, y el cuartel B, constituido por pastizales alpinos.

Imagen 1. Plano de la Ordenación (1959)

En este primer Proyecto de Ordenación no se recogía ninguna referencia significativa a daños bióticos o abióticos, hecho que evidencia que el estado sanitario de la masa en ese momento, como mínimo, no era tan preocupante como el actual.

Las especies principales consideradas fueron Pinus sylvestris y Abies alba con unos porcentajes de representación en el monte del 70% y 30% respectivamente. Por otro lado, el objetivo principal de la ordenación era la utilización directa de maderas y pastos, para la obtención de renta por parte de la entidad propietaria.

Para la consecución del objetivo se plantearon las siguientes directrices en el Cuartel A, a través del Plan General:

• Conservar ambas especies principales en mezcla por bosquetes.

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• Establecer como método de ordenación el de Tramos Periódicos, con cortas de regeneración el aclareo sucesivo por fajas. Realizando las fajas, de 20 metros de anchura, distribuidas según curvas de nivel comenzando por la zona más elevada y prescindiendo de las cortas preparatorias. • La prescripción de cortas de mejora en los tramos que no se encuentren en regeneración, en los que se eliminarán los pies enfermos, sumergidos y extracortables (serían asimilable a las llamadas en la actualidad “cortas de entresaca”. En las visitas a campo se ha comprobado la gran abundancia de tocones procedentes de cortas antiguas con grandes diámetros, lo cual evidencia que la intensidad de las llamadas “cortas de mejora” era más elevada de la proyectada. • La formación de cinco tramos de áreas similares. • El establecimiento de un turno de 120 años, teniendo en cuenta un criterio de máxima renta en especie, y de un periodo de regeneración de 24 años. • En los límites de la vegetación una faja de una anchura de 30 metros como mínimo, en la que únicamente se extraerían árboles decrépitos para evitar el avance de canchales o gleras.

En el Plan Especial, con una vigencia de 12 años:

• Se calculó una posibilidad de 1.400 m3 al año (800 de Pinus sylvestris y 600 de Abies alba). • Se determinó que el tramo I (zona oeste del monte poblada por pinar de pino royo), sería el tramo en regeneración, en el cual se deberían aprovechar todas las existencias maderables. En el resto de tramos se prescribieron cortas de mejora que completarían la posibilidad prevista. • Con todo ello, la posibilidad total para el Plan era de 16.800 m³. La cual por clase de corta quedó distribuida como figura en la siguiente tabla:

Cuartel Tipo de corta Posibilidad total en el Plan A Regeneración (Tramo I) 6.893 m³ A Entresaca (T I,II,III,IV,V) 9.907 m³ A Total 16.800 m³ Tabla 1. Posibilidad del Plan Especial (1959)

En el Cuartel B todos los aprovechamientos propuestos fueron para pastos.

1.1.2. Primera Revisión de Proyecto de Ordenación (1972) Tras la finalización del Plan Especial de la primera Ordenación se elaboró la revisión en el año 1972, redactada por el Ingeniero Carlos Revuelta Salinas.

En ella se realizó un inventario por conteo pie a pie en el Tramo I (en regeneración durante el anterior Plan Especial), y, para el resto de tramos, se utilizaron los datos provenientes de la anterior ordenación, descontando los aprovechamientos e incrementado el volumen correspondiente. Además, se respetó la división dasocrática propuesta originalmente y no se llevaron a cabo modificaciones en el Plan General.

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Imagen 2. Cortas en el Tramo I

En la revisión tampoco se reseñaban daños bióticos o abióticos de importancia, con lo cual es de suponer que el estado sanitario de la masa seguía siendo favorable.

Del análisis que se hizo de la ejecución del Plan Especial anterior se dedujo que la cantidad de madera extraída fue muy similar a la proyectada (2,76% más en volumen), sin embargo, en la nueva redacción del plan especial se continúa estableciendo el tramo I como tramo en regeneración y el resto de tramos como tramos de mejora. De ello, unido a que la posibilidad del tramo en regeneración es mayor en la revisión que en el primer proyecto, se deduce que, probablemente, muchas de las cortas que se llevaron a cabo tuvieron lugar fuera del tramo en regeneración y que, sin embargo, no se completaron todas las que estaban previstas en el mismo. Esta teoría se ve reforzada por las apreciaciones hechas en las visitas a campo, en las que se observan indicadores de antiguas cortas abundantes sobre grandes pies en las zonas dominadas por el abeto.

De este modo, las posibilidades planteadas también son muy similares al anterior proyecto, con un aumento ligero en la posibilidad de regeneración y una disminución de la posibilidad de mejora.

Cuartel Tipo de corta Posibilidad total del Plan A Regeneración(Tramo I) 8.768 m³ A Entresaca (TI,II,III,IV,V) 8.032 m³ A Total 16.800 m³ Tabla 2. Posibilidad del Plan Especial (1972)

Al igual que en el Proyecto de Ordenación anterior en el Cuartel B todos los aprovechamientos propuestos fueron para pastos.

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1.1.3. La gestión del monte desde 1972

Desde el fin de la vigencia de la revisión descrita, el monte se encuentra sin ordenar y apenas se han llevado a cabo intervenciones selvícolas. Ello es debido a un cambio en las condiciones socioeconómicas locales y globales, que, unido a la inaccesibilidad del monte han dado lugar a una depreciación de la madera y al consecuente abandono de la gestión.

Además, de las visitas a campo, la información proporcionada por los Agentes de Protección de la Naturaleza, el análisis de las ortofotos históricas y un detallado estudio de la cubierta vegetal a través de sistemas de información geográfica se deduce que tampoco las cortas propuestas en la 1ª Revisión de la Ordenación fueron ejecutadas en su totalidad, llevándose a cabo únicamente en las partes más bajas (junto al Barranco Betigueral) y más altas del tramo I (Imagen 2. Cortas en el Tramo I). Por otro lado, durante el periodo de vigencia del Plan Especial se llevaron a cabo en otros tramos cortas de alta intensidad que no estaban contempladas en la planificación con el objetivo de obtener productos destinados a la fabricación de traviesas. Estas intervenciones se realizaron en dos zonas diferenciadas y con resultados distintos.

 En dos rodales situados en zonas de media ladera del abetar en las que la fuerte apertura del dosel conllevó la regeneración de especies heliófilas como Populus tremula y Pinus sylvestris en ese orden de abundancia, siendo escasa la presencia de Abies alba en la actualidad.

 En un rodal de mayor tamaño situado en la zona alta de la ladera, en el que un menor peso de la corta facilitó la regeneración del abeto.

Imagen 3. Vegetación desarrollada tras corta intensa en el abetar

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Imagen 4. Ortofoto de una parte del MUP (zona de La Selva) en la década de 1970 con las cortas ejecutadas

Desde entonces únicamente se realizan aprovechamientos vecinales de leñas sobre pies muertos (en suelo o en pie) o decrépitos de abeto, concediéndose al año unos 20 permisos, que suponen alrededor de 1 m³ por vecino. Esto pies son señalados por el Agente de Protección de la Naturaleza (en adelante APN) responsable de la zona con criterios sanitarios.

Por último, cabe destacar que a finales de primavera de 2017 se ejecutó una corta en la parte más baja del abetar (entre 1.220 y 1.280 m de altitud), cercana al barranco, junto a la emblemática Fuente Del Paco y en una superficie de 2,5 ha; esta intervención se llevó a cabo con criterios sanitarios (pies afectados por muérdago, dominados, debilitados o en fuerte competencia) debido al profundo estado de decaimiento en el que se encuentra la masa y con el objetivo de estudiar la reacción de la masa a la dosificación de la competencia y a la eliminación de pies debilitados. Esta actuación se realizó con la colaboración del Instituto Pirenaico de Ecología, encargado de estudiar la problemática y evolución de la masa a través de fondos proporcionados por el programa europeo de cooperación territorial POCTEFA 2014-2020 en concreto en el marco del Proyecto POCTEFA Canopee “Cambio climático y adaptación de los bosques pirenaicos”. De dicho estudio todavía no se han obtenido resultados concluyentes hasta la fecha.

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Imagen 5. Plano de localización de la corta ejecutada en 2017

La actuación consistió en una entresaca pie a pie extrayendo pies señalados con el criterio descrito para favorecer el desarrollo y vigor del conjunto de la masa, así como la regeneración de la misma. Se incluyó en los trabajos el apeo, desramado, tronzado, apilado y saca del monte de los pies marcados, así como el troceado de restos en dimensiones de longitud no superior a 20 cm y para diámetros mayores a 7 cm aproximadamente.

160,00 Corta P.silvestre P. silvestre después de corta 140,00 Corta abeto Abeto despúes de corta 120,00

100,00

80,00

Nº/ha

60,00

40,00

20,00

0,00 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica cm

Imagen 6. Caracterización de la corta de 2017

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1.2. Antecedentes pascícolas

En el Proyecto de Ordenación de 1959 del M.U.P Nº 321 de Villanúa, se proponía para el aprovechamiento de pastos, una carga pastante de 1.700 cabezas de lanar y 20 cabezas de cabrío, (asimilando 1 cabrío a 3 lanares), que correspondían a un total de 1.760 cabezas lanares. Dicha carga era coincidente con la que aprovechaba el monte de forma tradicional antes de la Ordenación.

La superficie destinada a pastos se localizaba en el Cuartel B, se dividía en 4 redondas de superficies similares, proponiendo el acotado de una redonda durante 3 años, para proteger y recuperar el pasto. La superficie total del cuartel destinado a pastos era de 202,24 ha. Así, la carga ganadera era de 12 cabezas de lanar/ha.

En la Primera revisión de la Ordenación se respetó la carga ganadera asignada, pero incluyendo ganado vacuno en la misma, además se propuso continuar con el sistema de pastoreo establecido.

Aprovechamientos de pastos hasta la actualidad

A continuación, se adjunta la evolución de los aprovechamientos de pastos desde el año 1992:

Año Nº y tipo de ganado Superficie 1992 a 1996 1.760 cabezas de lanar 150 ha 1997 a 1998 1.280 cabezas de lanar 150 ha 1.280 cabezas de lanar 1999 a 2019 50 cabezas de vacuno carne 150 ha 30 cabezas caballar Tabla 3. Aprovechamientos de pastos desde 1992

En los últimos años, a pesar de contemplarse en el aprovechamiento ganadero la carga de 1.280 cabezas de lanar, 50 cabezas de vacuno y 30 de caballar, la realidad es que nunca pastan en el monte más de 200 ovejas y 80 vacas de manera simultánea.

Como actuación de mejora cabe destacar que en el año 2011-2012 se efectuó una quema prescrita, para la mejora de pastos en la zona de la Espata. Además, anualmente se colocan aportes de sal en distintos puntos del monte, así como un cerramiento mediante pastor eléctrico en la zona cercana al Cubilar de Espata.

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Imagen 7. Plano de infraestructuras ganaderas

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1.3. Antecedentes de conservación

Como actuación enmarcada en la conservación se puede incluir la corta descrita anteriormente en el marco del Proyecto POCTEFA Canopee y la toma y estudio de los datos obtenidos a raíz de la misma, pues el objetivo principal de la intervención era el estudio del decaimiento de la masa y la mejora de su preocupante estado sanitario.

Esta recogida de datos se ha realizado a través de cuatro parcelas permanentes, dos de ellas en la zona intervenida y las otras dos como parcelas control en abetar no intervenido. En ellas personal del Instituto Pirenaico de Ecología analiza los siguientes datos y su evolución:

 Datos de estructura (clase sociológica, diámetros, alturas…).  Datos dendrocrológicos (crecimiento de toda la vida del árbol).  Datos de la estación (humedad y temperatura del ambiente, mediante sensores; y humedad, estructura y textura del suelo).  Datos dendrométricos (crecimiento intraanual).

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1.4. Antecedentes de uso público

Como antecedentes en relación al uso público cabe destacar la limpieza y mantenimiento de la Fuente Del Paco, área muy concurrida en verano, así como la señalización y acondicionamiento de diferentes senderos, entre los que destacan:

• La subida desde Villanúa hasta la Fuente Del Paco, procedente de una antigua trocha. • El ascenso desde el puente que cruza el barranco de Arraguás hasta el Cubilar de la Espata en primer lugar y, ya fuera de la superficie objeto de estudio, hasta la Punta Collarada. Gran parte del recorrido de este sendero a lo largo del MUP 321 transcurre sobre antiguas trochas de desembosque. • Sendero que parte de Villanúa y llega hasta Punta Espata pasando por Diezcampanas, y Punta de La Selva.

Estos senderos, especialmente el último, son usados en los últimos años, además de por caminantes, por ciclistas que descienden por ellos en bicicleta de montaña, lo cual presenta cierta incompatibilidad.

Por último, otra actuación de importancia de cara al uso público fue la instalación de un cartel explicativo referente a la corta que se realizó en el entorno de la Fuente Del Paco, pues al tratarse de una zona muy concurrida el apeo de grandes abetos podría haber producido malestar entre los visitantes. Además, como complemento también se llevaron a cabo reuniones con vecinos en las cuales se explicaba el motivo de la actuación.

Imagen 8. Área recreativa de la Fuente Del Paco

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1.5. Antecedentes cinegéticos

El M.U.P. 321 “Selva y Punta Espata” se encuentra parcialmente incluido en la Reserva de Caza de los “Valles”, creada por Ley 37/1666 de 31 de mayo, en concreto, dicha figura afecta a 401,48 ha del monte. El resto del monte se sitúa en el ámbito del Coto Municipal de Villanúa (HU- 10162), afectando así a 362,63 ha del monte. De este modo, la totalidad del monte se encuentra afectado por instrumentos de gestión de caza.

Los límites entre el coto y la reserva no se encuentran definidos con exactitud, por ello las superficies que se indican en el presente proyecto en referencia a dichas zonas cinegéticas son orientativas. Del mismo modo, la cartografía disponible resulta no coincidir con la realidad, de modo que los cálculos de superficies y los planos referentes a los terrenos cinegéticos son de elaboración propia con la ayuda del Agente de Protección de la Naturaleza encargado del MUP.

Actualmente las especies cinegéticas objeto de caza según el Plan Anual de Aprovechamientos Cinegéticos de la Reserva de Caza aprobado por la Resolución del 19 de marzo de 2019 de la Dirección General de Gestión Forestal Caza y Pesca, son: sarrio, corzo, ciervo (incluido como especie cinegética en la reserva por primera vez), jabalí, liebre, perdiz roja y codorniz, no obstante, a efectos prácticos no se lleva a cabo actividad cinegética alguna en la zona de la reserva que atañe al monte en cuestión. Esto puede ser debido a que las características del mismo no se corresponden con las del resto de la reserva o a que se sitúa en una zona muy periférica de ésta.

Por otro lado, en el Plan Anual de Aprovechamientos de Caza del Coto Municipal se encuentran las siguientes especies: ciervo, jabalí, anátidas cinegéticas, conejo, zorro, becada, paloma, tórtola común, zorzal y urraca.

En las últimas décadas la mayor parte de la actividad cinegética real ha ido centrándose en la caza mayor, dejando de lado la caza menor, que históricamente se venía practicando como medio de subsistencia. Por otro lado, en este tiempo en la superficie del monte catalogada como reserva se ha dejado de cazar, no llevándose a cabo en los últimos años batida ni rececho alguno.

Como previsibles consecuencias de la ausencia de caza en la zona de la Reserva y la de mínima ejecución de caza menor en todo el monte se pueden identificar los fuertes daños por ciervo en el regenerado del abeto y la expansión del muérdago, que tiene como principales vectores a los zorzales (tordas marrones o charros).

Los resultados de caza de la temporada 2017-2018, procedentes de la base de datos INACOTOS, son los siguientes:

CAZA MAYOR CIERVO (Cervus elaphus) HEMBRAS 17 CIERVO (Cervus elaphus) MACHOS 13 CORZO (Capreolus capreolus) HEMBRAS 9 CORZO (Capreolus capreolus) MACHOS 9 JABALÍ (Sus scrofa) MACHOS 45 JABALÍ (Sus scrofa) HEMBRAS 72 SARRIO (Rupicapra pyrenaica pyrenaica) MACHOS 1 SARRIO (Rupicapra pyrenaica pyrenaica) HEMBRAS 1 CAZA MENOR ANATIDAS CINEGÉTICAS TODOS 19

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BECADA (Scolopax rusticola) TODOS 34 CORNEJA (Corvus corone) TODOS 5 LIEBRE (Lepus sp.) TODOS 11 PALOMA (Columba sp.) TODOS 15 PERDIZ ROJA (Alectoris rufa) TODOS 8 URRACA (Pica pica) TODOS 8 ZORRO (Vulpes vulpes) TODOS 6 ZORZAL (Turdus sp.) TODOS 45 Tabla 4. Resultados de caza en Coto de Villanúa (2017-2018)

Imagen 9. Plano de terrenos cinegéticos

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2. Inventario cualitativo

2.1. Estado legal

2.1.1. Propiedad, límites, cabidas y cargas del monte La superficie que conforma el monte actual figuró en el Catálogo del año 1862 como dos montes diferenciados, con los números 406 y 405 y con las denominaciones “La Selva” y “Puerto-Espata” respectivamente. Actualmente el monte está inscrito en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la provincia de Huesca, con el número 321 y la denominación “La Selva y Puerto Espata”, encontrándose deslindado y amojonado.

La cabida total del M.U.P. es de 780,03 ha, sin enclavados según Catálogo.

En el Registro de la propiedad la superficie inscrita es de 245 ha, superficie que no refleja la realidad, por lo que hay que subsanar dicho error. (Dicha inscripción figura en el Registro de la Propiedad de Jaca con fechas 19 de junio de 1865 y 4 de junio de 1949; libro 1; folio 137; finca 37; inscripción 1ª y 3ª).

La superficie que se refleja en el Catastro es de 738,32 ha, la cual, aunque en menor medida, también difiere de la realidad, requiriendo una subsanación. Además, existen parcelas catastrales que no se ajustan a los límites de monte.

Por último, la ficha del Catálogo del monte no refleja ninguna servidumbre, ni carga, aunque en realidad existe el paso de la vía de ferroviaria que une Zaragoza-Huesca-, la cual transcurre por un tramo de la zona noroeste del monte.

Imagen 10. Plano de localización de la vía ferroviaria que atraviesa el MUP 321

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Para la realización del Proyecto de Ordenación, se ha utilizado la cartografía oficial del Gobierno de Aragón. Según dicha cartografía la superficie del monte es de 764,11 ha.

Cabida según inscripción catálogo 780,03 ha Cabida según registro 245,00 ha Cabida según catastro 738,32 ha Cabida según cartografía oficial 764,11 ha Tabla 5. Cabida del monte según las diferentes fuentes consultadas

2.1.2. Usos y costumbres vecinales El monte ha sido utilizado por sus vecinos de forma tradicional, principalmente para el aprovechamiento de leñas y pastos, aunque actualmente ha crecido su demanda como uso recreativo y turístico. Esto se debe a su gran atractivo paisajístico y a su cercanía al municipio de Villanúa; así, la Fuente Del Paco y los senderos que atraviesan el monte, son las zonas más visitadas.

Los aprovechamientos de leñas se continúan realizando por parte de los vecinos, actualmente sobre abetos decrépitos señalados por el Agente de Protección de la Naturaleza en la zona del abetar cercana al barranco de Arraguás.

Por último, el aprovechamiento de pastos, que tradicionalmente se ha realizado por parte de los vecinos ganaderos de Villanúa, desde el año 2010, lo realiza el CITA (Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón).

2.1.3. Directrices y normas medioambientales

Espacios, hábitats y especies sometidos a normativa específica

En el monte se encuentran diferentes espacios sometidos a normativa específica que se relaciona a continuación.

 Espacios de la Red Natura 2000: LIC “Collarada y Canal de Ip” (ES2410023); LIC “Garcipollera y Selva de Villanúa” (ES2410014) y ZEPA “Collarada-Ibón de Ip” (ES0000277). Se encuentran en fase de redacción los Planes de Gestión de estos espacios. Como paso previo a la conversión de los LIC en ZEC.

 Ámbito de aplicación del Plan de Recuperación del Quebrantahuesos. El Decreto dispone que las rutas de todo terreno, las actividades turísticas y deportivas organizadas, y los trabajos forestales que se desarrollen en Áreas Críticas para la especie entre el 1 de diciembre y el 15 de mayo, deberán contar con autorización expresa de la Dirección General de Medio Natural (o la competente en la materia), que valorará el grado de afección a la reproducción de la especie, condicionando en su caso el desarrollo de las actividades. Se entiende por Área Crítica para el quebrantahuesos en Aragón los territorios de nidificación y sus zonas de influencia, así como aquellas zonas que se identifiquen como importantes para la dispersión y asentamiento de la especie. Dentro del monte no existe ningún área crítica.

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 Ámbito de aplicación del Plan de Conservación del Hábitat del Urogallo. Las restricciones en este caso son mínimas por no encontrarse el MUP en zonas catalogadas como áreas críticas.

Espacios Superficie del MUP afectada LIC “Collarada y Canal de Ip” 266 ha LIC “Garcipollera y Selva de Villanúa” 329 ha ZEPA “Collarada y Canal de Ip” 188 ha Plan de Conservación del Urogallo 590 ha Plan de Recuperación del Quebrantahuesos 764 ha Tabla 6. Superficie del MUP afectada por espacios protegidos

Imagen 11. Plano de ámbitos de aplicación de planes de protección de especies amenazadas

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Imagen 12. Plano de espacios Red Natura

Hábitats de Interés Comunitario presentes en el monte:

 3240 Ríos alpinos con vegetación leñosa en sus orillas de Salix eleagnos.

 4090 Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga.

 6140 Prados pirenaicos silíceos de Festuca eskia.

 8130 Desprendimientos rocosos occidentales y termófilos.

 8310 Cuevas no explotadas por el turismo.

 9430 Bosques montanos y subalpinos de Pinus uncinata (en sustratos yesosos o calcáreos). Hábitat prioritario.

Sobre estos HIC se encuentran editados los Manuales de Gestión del Hábitat: Ficha de Manejo y Conservación en los cuales se indican medidas de gestión que serán útiles y se tendrán en cuenta de cara a desarrollar la planificación.

Especies de flora y fauna posiblemente presentes en el monte e incluidas en el Catálogo de Especies amenazadas de Aragón:

 Tetrao urogallus aquitanicus. (Urogallo) “Sensible a la alteración de su hábitat” (pese a la inclusión del MUP en el ámbito de aplicación del Plan de Conservación de la especie, ésta no se encuentra presente en el mismo).

 Gypaetus barbatus. (Quebrantahuesos) “En peligro de extinción”.

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 Rana pyrenaica. “Sensible a la alteración de su hábitat".

 Buxbaumia viridis. “En peligro de extinción”.

 Gentiana lutea. “De interés especial”.

 Orobanche laserpitii-sileris. “Vulnerable”.

 Hippophae rhamnoides. “De interés especial”.

 Ilex aquifolium. “De interés especial”.

 Minuartia cerastiifolia. “De interés especial”.

Hongos posiblemente presentes en el monte incluidos en figuras de protección:

 Boletus fechtner, Gomphidius glutinosus y Caloscypha fulgens. Especies incluidas en la Lista Roja de Hongos a proteger en la Península Ibérica.

 Antrodia variiformis y Pseudorhizina sphaerospora. Especies muy raras no incluidas en la Lista Roja por su reciente descubrimiento.

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2.2. Estado del medio natural

2.2.1. Situación geográfica e hidrológica

2.2.1.1. LOCALIZACIÓN El monte “La Selva y Puerto Espata” se localiza en pleno Pirineo occidental, en su vertiente sur y muy cercano a una de sus arterias fluviales principales, el río Aragón. Administrativamente se encuadra en el término municipal de Villanúa dentro de la comarca de , provincia de Huesca.

Las coordenadas UTM en el Sistema de Proyección ETRS 89 UTM Zona 30N, en los diferentes límites del monte son las siguientes:

Límite Coordenadas UTM X 707090 Norte Y 4729349 X 703195 Sur Y 4726885 X 708308 Este Y 4729175 X 702322 Oeste Y 4727145 Tabla 7. Coordenadas UTM de los límites del monte

La localidad de Villanúa se encuentra a 15 km de Jaca por la E-7 y a 85 km de Huesca por la A-23 y N-330. El monte “La Selva y Puerto Espata” se localiza al este de la población a menos de 1 km del casco urbano en línea recta, no obstante, esta distancia aumenta considerablemente si tenemos en cuenta los accesos por pista. Por otro lado, la frontera con Francia se sitúa a menos de 20 km, en el túnel de Somport.

2.2.1.2. DESCRIPCIÓN HIDROGRÁFICA El monte hidrográficamente se localiza en la cuenca del río Aragón, afluente del río Ebro en su margen izquierda. Los barrancos y canales que lo atraviesan son cabeceras de afluentes del río Aragón que presentan un amplio rango altitudinal en poca distancia, lo que manifiesta la importantísima función protectora que desempeñan las masas arboladas del monte objeto de la ordenación.

A través del monte objeto de la presente ordenación discurren tres barrancos:

 Barranco Arraguás, el cual delimita el monte por el Norte y desemboca en el río Aragón. Por caudal se considera el curso de agua de mayor importancia del monte, con caudal permanente pudiendo, no obstante, reducirse en gran medida en veranos muy secos.  Barranco Pielerbera, atraviesa el este del monte desde zonas de pastizales alpinos hasta confluir con el Barranco Bozuelo.  Barranco Bozuelo, limita el monte en su zona noreste y, tras confluir con el Barranco de Pielerbera, pasa a denominarse Barranco Arraguás.

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 Barranco de Betigueral o Longás, más estacional que los anteriores, se sitúa en la zona suroeste del área de estudio y vierte sus aguas directamente en el río Aragón, ya fuera de la superficie del MUP 321.

Por otro lado, existen numerosas canales principalmente localizadas en zonas de umbría que permiten desaguar las elevadas pendientes del monte durante episodios de fuertes precipitaciones.

La abundancia de estas canales en forma de auténticas barranqueras, con grandes pendientes en todo su recorrido y que vierten sus aguas en barrancos que, posteriormente, desembocan en el río Aragón en pleno casco urbano de Villanúa, así como la propia presencia de estos barrancos (incluidas sus cabeceras) manifiesta la importantísima función protectora que desempeñan las masas arboladas del monte objeto de la ordenación, especialmente en los entornos cercanos a dichos elementos hidrológicos. Esta protección que proporciona la vegetación se ve apoyada por varios diques situados al oeste del monte, en el barranco de Arraguás, que contienen las avenidas justo antes de la salida de las aguas desde el monte hacia el pueblo de Villanúa.

Imagen 13. Plano de hidrología

2.2.2. Orografía y geomorfología El monte se encuentra enclavado en la zona occidental del Pirineo Aragonés, a los pies del macizo de Collarada, separado de sus laderas por el barranco de Arraguás.

La superficie objeto de estudio tiene un gran gradiente altitudinal, siendo la altura máxima del monte 2.202 m en “Punta Espata” al noreste del MUP, y su altura mínima 980 m, localizada en la zona más cercana al pueblo de Villanúa, al oeste del monte.

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La orientación predominante, en contra de la mayoría de los montes que lo rodean es la norte, alternado con la orientación oeste dada su localización en la margen izquierda del río Aragón.

En general la pendiente del monte es muy elevada, determinada por los abruptos barrancos que atraviesan su superficie. Así, cabe destacar que las zonas inmediatamente colindantes a barrancos y canales presentan las mayores pendientes del monte, siempre superiores al 60%.

Imagen 14. Plano altitudinal

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Imagen 15. Plano de orientaciones

Imagen 16. Plano de pendientes

2.2.3. Geología, litología y suelos Respecto a la geología de la zona, el afloramiento de las tierras se produjo como consecuencia de la orogénesis que tuvo lugar a finales del Eoceno. Ésta dio origen a la aparición de los terrenos sedimentados en épocas geológicas anteriores y finalmente la erosión fluvial del Terciario y la

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cualitativo erosión glaciar completaron las formas actuales, esta erosión en forma de lengua glaciar originó la llamada cubeta de Villanúa, sobre el actual municipio se abría el hielo con una anchura de unos 2 km, y un espesor de 300 m, según puede apreciarse en las morrenas laterales.

Derivado de estos antecedentes geológicos, el suelo del monte se asienta sobre formaciones crustáceas y del Eoceno Marino, grupo Numulítico del Terciario, así lo acreditan la presencia de fósiles y la naturaleza de las rocas presentes.

Los suelos son de tipo calizo, con areniscas, margas y arcillas a lo largo de toda la superficie y, en el fondo de los barrancos, fruto de la erosión, transporte y depósito de materiales, las formaciones son aluviales con presencia de gravas, arenas y arcillas.

Las margas, arcillas y areniscas calizas dan lugar a una facies, conocida con el nombre de Flysch eoceno. Estas margas y areniscas calizas forman suelos pardos, con un perfil A de alto contenido en materia orgánica y humus tipo mull cálcico, un perfil (B) limoso, poco permeable y excelente estructura donde no hay lavado del perfil debido a la pendiente, y un perfil C. Las partes más llanas o de escasa pendiente se pueden encontrar suelos descarbonatados y parcialmente descalcificados debido a la alta pluviometría, originándose horizontes de alteración en profundidad (Bw), dando lugar a cambisoles eútricos, o incluso horizontes de acumulación de arcillas (Bt) por lavado de estas desde horizontes superiores, apareciendo luvisoles háplicos.

Cabe destacar que en las proximidades del monte están las Cuevas de Villanúa, incluidas en el Catálogo de Puntos de Interés Geológico de Aragón.

2.2.4. Climatología, fitoclimatología y bioclimatología Los datos utilizados para el estudio y análisis climático del monte se han obtenido del Atlas Climático de Aragón. Se recoge la información de tres puntos a diferentes altitudes, ya que hay gran diferencia altitudinal en el monte.

Los datos del Atlas corresponden a la serie de años que va desde 1950-2000. Además, se han comparado con los datos climáticos recopilados en la 1ª Ordenación de la serie de años 1949 a 1958 y recogidos en la estación de Arañones en Canfranc, con el objetivo de comparar la evolución climática en el último siglo y los datos tenidos en cuenta en las primeras ordenaciones del MUP 321 con los actuales.

Dicha comparación, dada la correlación de altitudes entre todos los puntos utilizados en el presente apartado, se ha realizado entre los datos de Canfranc para la serie 1949-1958 y la media de los puntos de Villanúa y del abetar para la serie 1950-2000.

Zona Altitud (m) Coordenada (ETRS89) 1. Baja junto pueblo X: 703033 1.050 de Villanúa Y: 4728792 2. Media en el X: 704956 1.570 abetal Y: 4728141 3. Alta, Puerto X:707453 2.112 Espata Y: 4728352 X:701737 Arañones (Canfranc) 1.160 Y: 4735971 Tabla 8. Puntos de análisis climático

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A continuación, se muestran los datos climáticos recogidos en los distintos puntos del MUP, así como la media de los mismos. Por otro lado, se muestra la comparación descrita anteriormente, todo ello en forma de tablas y gráficos.

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Villanúa (1.050 m) Abetar (1.570 m) Puerto Espata (2.112 m) Media MUP Mes Pp Tm Tma Tmi Pp Tm Tma Tmi Pp Tm Tma Tmi Pp Tm Tma Tmi Enero 119,4 2,12 6,02 -1,7 120,28 -0,49 2,58 -3,5 122,25 -1,97 1,45 -5,4 120,66 -0,11 3,35 -3,53 Febrero 101,00 3,16 7,78 -1,4 100,6 0,76 4,38 -2,8 102,36 -0,54 2,47 -3,5 101,33 1,12 4,87 -2,56 Marzo 82,73 5,87 11,59 0,14 85,13 4,12 9,66 -1,4 87,15 2,61 7,34 -2,1 85,00 4,20 9,53 -1,12 Abril 125,5 7,06 12,35 1,77 125,56 5,21 10,29 0,14 129,24 3,06 7,06 -0,9 126,79 5,11 9,90 0,33 Mayo 134,6 11,29 17,76 4,82 148,14 9,68 15,79 3,56 158,62 7,68 13,15 2,21 147,12 9,55 15,56 3,53 Junio 98,55 14,56 21,52 7,61 104,27 13,48 19,49 7,48 111,33 12,34 17,47 7,21 104,71 13,46 19,49 7,43 Julio 64,55 17,96 25,89 10 64,09 16,95 24,01 9,9 63,85 15,92 22,11 9,72 64,16 16,94 24 9,87 Agosto 72,61 18,02 25,99 10 77,11 17,01 24,02 9,99 81,87 15,9 21,98 9,81 77,19 16,97 23,9 9,93 Septiembre 96,98 14,79 22,15 7,43 102,5 13,76 20,13 7,39 108,95 12,38 17,67 7,09 102,81 13,64 19,98 7,30 Octubre 132,3 10,15 16,28 4,03 138,89 9,15 14,32 3,99 143,88 7,76 11,92 3,61 138,37 9,02 14,17 3,80 Noviembre 135,9 5,00 9,77 0,22 139,13 3,4 6,55 0,24 143,94 2,37 4,88 -0,1 139,68 3,59 7,06 0,12 Diciembre 148,7 2,41 6,45 -1,6 148,51 1,12 3,88 -1,6 150,5 0,69 3,46 -2 149,26 1,40 4,59 -1,73 ANUAL 1.313 9,3 15,2 3,44 1.354,2 7,84 12,9 2,7 1.403,9 6,51 10,91 2,1 1357,1 7,90 13,04 2,78

Tabla 9. Datos climáticos

Dónde: “Pp” es la precipitación mensual en mm, “Tm” la temperatura media mensual en OC, “Tma” la media de las máximas en OC y “Tmi” la media de las mínimas en OC.

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Media Villanúa y abetar (1950-2000) Canfranc (1949-1958) Mes Pp Tm Pp Tm Enero 119,84 0,82 137,30 0,77 Febrero 100,8 1,96 140,46 1,01 Marzo 83,93 4,99 144,56 4,02 Abril 125,53 6,14 86,04 6,23 Mayo 141,37 10,49 147,22 9,22 Junio 101,41 14,02 142,26 13,45 Julio 64,32 17,46 58,50 16,92 Agosto 74,86 17,52 79,83 16,67 Septiembre 99,74 14,28 102,56 13,09 Octubre 135,60 9,65 74,79 7,98 Noviembre 137,52 4,20 143,60 4,26 Diciembre 148,61 1,77 170,60 3,14 ANUAL 1.333,6 8,57 1.427,8 8,06 Tabla 10. Evolución climática

180 80

160 70

140 60 120 50 100 Pp 1950-2000 40 80 Pp 1949-1958 30

60 Tm 1950-2000 Temperatura Temperatura (C)

Precipitación (mm) 20 40 Tm 1949-1958 20 10 0 0

Imagen 17. Comparación entre los datos climáticos de Canfranc (1949-1958) y la media de Villanúa y abetar (1950- 2000)

La caracterización de los regímenes térmico y pluviométrico nos aportan información muy interesante desde el punto de vista fitoclimático, siendo los datos que caracterizan dichos regímenes los siguientes.

Régimen térmico:

 Mes más cálido: agosto 16,98 °C.  Mes más frío: enero -0,11°C.  Temperatura media de las mínimas del mes más frío: enero -3,53 °C.  Temperatura media de las máximas del mes más cálido: agosto 24 °C.  Oscilación media anual de la temperatura: 17,09 °C.

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 Temperatura media de las máximas en verano (Jul, Ago y Sep.): 15,85°C.  Máxima absoluta del período de observación: 38,73 °C.  Mínima absoluta del período de observación: -17,30 °C.  Meses con temperatura media inferior a 6oC (parada vegetativa):  Meses de helada segura: 6 (enero, febrero, marzo, abril, noviembre y diciembre).  Días de helada: 114

Régimen pluviométrico:

 Mes más lluvioso: diciembre 149,24 mm.  Mes más seco: julio 64,16 mm.  Precipitación en invierno: 371,56 mm (27,35%).  Precipitación en primavera: 359,39 mm (26,45%).  Precipitación en verano: 246,59 mm (18,15%).  Precipitación en otoño: 380,87 mm (28,04%).

Período vegetativo:

 Meses de parón vegetativo por frío (T < 6 °C): 6 (enero, febrero, marzo, abril, noviembre y diciembre).  Meses de parón vegetativo por aridez (P < 2 T): 0  Meses de actividad vegetativa plena: 6 (mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre).

De forma general se puede destacar que las lluvias están repartidas uniformemente entre las estaciones del año (26% primavera, 27% invierno, 28% otoño), con la salvedad del verano, con un 18%. También hay que destacar que los últimos datos climáticos reflejan periodos de sequía más prolongados y temperaturas más suaves, con la consecuente disminución de la humedad relativa, aspectos poco favorecedores para el desarrollo de Abies alba.

Analizando a grandes rasgos las diferencias que muestra la serie climática de Canfranc (utilizada en el Primer Proyecto de Ordenación) con las series obtenidas del Atlas Climático de Aragón (que abarca un periodo mucho más reciente) se observa un descenso en las precipitaciones, de alrededor de 100 mm anuales (un 6,6%), esta disminución de la precipitación y unas temperaturas más suaves, con la consecuente disminución de la humedad relativa, son en apariencia factores poco favorecedores para el desarrollo de Abies alba.

No obstante, dado el diferente origen de los datos analizados y su diferente localización geográfica, para evaluar en profundidad y con un grado mayor de fiabilidad la evolución de los datos climáticos a lo largo del último siglo y su afección a la vegetación se han analizado diferentes estudios al respecto, entre los que destacan los realizados por Ameztegui y Coll (2013), Camarero et al. (1993), Sangüesa-Barreda et al. (2015) y García y Allué (2005). Concluyendo que desde mitad de la década de los 80 en el Pirineo aragonés se producen sequías estivales más frecuentes e intensas, así como un aumento general de las temperaturas, todo ello puede preceder episodios de defoliación y mortalidad acusados en las masas que son específicos de cada especie (Camarero et al. 2015), así como una drástica disminución del crecimiento en los años posteriores a la sequía estival que se considera, en muchas ocasiones, la precursora del decaimiento de las masas de abeto en el Pirineo.

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Descripción fitoclimática:

El fitoclima del monte según el Mapa de Subregiones Fitoclimáticas de España Peninsular y Balear de ALLUE, corresponde a:

• Fitoclima VI Nemorales (Quejigares, Melojares o Rebollares, Encinares, alsinares, Robledales pubescentes y pedunculados, Hayedos). Este fitoclima se refiere, según la referencia apuntada, a una pequeña zona central del monte en dirección N-S, sin embargo, dicha zona no presenta signos de poseer diferencia fitoclimática alguna respecto al resto del monte. • Fitoclima VIII (VI) Oroborealoides (Pinares de silvestre, Pinares moros, Robledales pubescentes, Hayedos, Pastos alpinos y alpinoideos). Este fitoclima, por su parte, parece corresponderse en mayor medida con la superficie objeto de estudio, de modo que es el que se toma como referencia.

Respecto al área de estudio, el monte corresponde mayoritariamente con el piso bioclimático montano y presenta un ombroclima húmedo que varía entre los 64,16 mm en julio y los 149,25 mm en diciembre.

2.2.5. Flora y vegetación

2.2.5.1. VEGETACIÓN ACTUAL En el monte se encuentran las siguientes formaciones vegetales:

Abetar

Se trata de la formación más representativa del monte y se localiza en la zona más umbría del mismo, con una altitud que va desde unos 1.200 a unos 1.800 m aproximadamente.

El bosque se caracteriza por ser una masa de origen natural de Abies alba con una presencia de Pinus sylvestris suficiente como para catalogarla como masa mixta, sobre la cual históricamente se han venido realizando entresacas pie a pie con unas características asimilables a cortas por huroneo, en las que se extraían los pies más gruesos y con mejor fuste. Esta gestión, sin embargo, se ha abandonado en las últimas décadas dando lugar a una masa capitalizada y con alta espesura. Actualmente la formación presenta una densidad ligeramente inferior a 1.000 pies por hectárea en la mayor parte de su superficie, aunque, como se indicará posteriormente, este valor varía notablemente en función del punto de la masa al que se haga referencia, correspondiendo aproximadamente un 85% de los mismos a Abies alba y un 15% a Pinus sylvestris. Como especies acompañantes en el dosel árboreo destacan Populus tremula, allá donde se han abierto mayores huecos, Pinus uncinata en las zonas más altas o Salix caprea.

Bajo del dosel formado por pinos y abetos, únicamente donde encuentra suficiente luz, se desarrolla un variado estrato arbustivo cuya composición específica varía en función de la ya nombrada disponibilidad lumínica, siendo común en los puntos más cerrados del abetar la presencia de especies como Ilex aquifolium o Daphne laureola, mientras que en zonas más abiertas predominan Salix caprea, Rhamnus alpina, Sorbus aria, Acer opalus, Crataegus monogyna (en grandes claros que se encuentran en pleno proceso de colonización) o Buxus sempervirens (con una abundancia significativa en las zonas bajas de la ladera que puebla el abetar).

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Las coberturas de los estratos arbustivos y herbáceos se encuentran condicionadas por las condiciones edáficas, hídricas y, especialmente y como se ha comentado en párrafos anteriores, a la sombra proporcionada por el estrato arbóreo, siendo las zonas con menos disponibilidad lumínica en las que en menor abundancia vegetan las especies pertenecientes a los estratos inferiores.

Por otro lado, regenerado de abeto, al igual que el resto de vegetación y aún a pesar de ser ésta una especie de temperamento especialmente tolerante, se encuentra limitado por la elevada espesura, presentándose en pequeños corros sobre espacios con disponibilidad de luz y estando ausente o muriendo sumergido allí donde ésta escasea; por su parte, el regenerado de pino es prácticamente inexistente debido a las condiciones descritas combinadas con su temperamento intolerante. Como problema añadido cabe destacar la abundancia de daños sobre el regenerado de abeto por parte de los cérvidos presentes en el monte, especialmente Cervus elaphus, que parece tener predilección por esta planta.

Otro elemento que cabe destacar es la abundancia de madera muerta en la mayor parte del abetar, especialmente en la mitad inferior de la ladera, donde el estado sanitario de la masa es muy desfavorable y la presencia de árboles decrépitos o muertos tanto en pie como en suelo es ciertamente preocupante. Por otro lado, en la mitad superior el bosque presenta un mayor vigor y la mayoría de la madera muerta proviene de derribos por viento de componente norte.

Este alto nivel de necromasa también es un posible indicador de un envejecimiento progresivo de la población (Aunós et al. 2006), fruto de la ausencia de intervenciones en las últimas décadas, la cual ha dado lugar a la presencia de pies con una edad avanzada que, a pesar de que para la especie en general no indica una vejez elevada, en las masas de esta vertiente del Pirineo (al límite de la distribución del abeto y donde tradicionalmente se han extraído estos individuos antes de alcanzar dicha edad), posiblemente, condicione su estado sanitario hasta el punto de participar activamente en su decaimiento. Esta idea se ve reforzada con el análisis de inventarios de proyectos anteriores del monte en los que en ningún caso se encontraron pies con una edad superior a los 185 años.

En relación directa con la presencia de árboles muertos es significativo el estado de decaimiento que presenta el abetar, manifestado en mayor medida en la zona baja de la ladera donde la afección de muérdago está extendida (presentando, incluso, algunos pies una mayor proporción de muérdago que de rama viva y siendo muy extraña la existencia de abetos libres de este hemiparásito) y coincide en el espacio con una mayor presencia de pies debilitados y muertos. Éste decaimiento no es único del abetar de Villanúa, pues diversos estudios (“Decline of silver fir (Abies alba Mill.) stands in the Spanish : Role of management, historic dynamics and pathogens” (Oliva y Colinas, 2007), “Estudio dendroecológico del decaimiento del abeto (Abies alba) en el Pirineo aragonés” (Camarero et al. 1993), “Evolución de abetares del Pirineo aragonés” (Cabrera, 2001) o “La salud del abeto (Abies alba Mill.): estado actual y perspectivas de futuro” (Oliva y Colinas, 2005) entre otros) demuestran que es un fenómeno generalizado en todo el Pirineo occidental aragonés, sin embargo y pese al interés que suscita esta situación, no se tiene un diagnóstico claro, ni mucho menos una solución consensuada. Se puede deducir de ello que este decaimiento es fruto de un complejo conjunto de factores entre los que destacan la acción del muérdago, el abandono de la gestión, el cambio climático (especialmente en lo referente a sequías estivales más intensas y frecuentes (Sangüesa-Barreda et al. 2015)) y la posible afección de hongos de raíz, especialmente de Armillaria sp. y Heterobasidion annosum.

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De este modo, el estado sanitario del abetar permite diferenciar la mitad inferior de la ladera, con menor densidad fruto de la mayor presencia de pies muertos y debilitados y en la que destaca la expansión del muérdago, de la mitad superior en la que la presencia de éste, de pies decrépitos y de madera muerta es significativamente inferior. Por último, la homogeneidad del bosque se ve nota también a causa de intervenciones pasadas, en concreto, las últimas cortas que tuvieron lugar en la masa (en la década de 1970) y que han provocado que actualmente, allí donde se ejecutaron, el abetar se haya rejuvenecido y presente un estado sanitario destacadamente más favorable, así como una espesura trabada y concentrada en clases diamétricas bajas fruto del éxito de la regeneración.

Por último, algunos rincones del abetar tienen como característica diferenciadora una mayor presencia de pino negro, que sustituye al pino royo como especie secundaria y que en el caso concreto de esta masa forma un dosel superior por encima del abetar que da lugar a un subpiso formado por esta última especie y que denota la colonización reciente de este espacio por su parte bajo la sombra de los pinos, pues la regeneración del abeto es muy probable que ocurra bajo el refugio del pino (Dobrowolska, 1998) dado su temperamento tolerante.

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Imagen 18. Abetar decaído

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Imagen 19. Abetar (zona sana)

Pinares de pino royo

La formación se localiza ocupando preferentemente las orientaciones oeste y sur del monte, principalmente en dos zonas, ambas, en general, con fuertes pendientes y escasos accesos y que oscilan entre los 980 y los 1.600 metros de altitud.

 En la parte más occidental del MUP orientada al oeste, junto al pueblo de Villanúa.

 En la ladera que se encuentra en la margen derecha del barranco de Pielerbera, orientada hacia el sur y separada de las masas anteriores por el propio barranco y el abetar.

La masa es de origen natural y está compuesta por Pinus sylvestris como especie principal con pies aislados de Abies alba, Quercus faginea y Pinus uncinata, localizados de forma preferente en los lugares más húmedos, bajos y altos respectivamente. Sobre la masa se ejecutaron en el pasado (entre la década de 1950 y la de 1970) cortas de regeneración que han dado lugar en la actualidad a un pinar joven, muy similar, no obstante, a otros que han ido colonizando en el último medio siglo zonas anteriormente desprovistas de vegetación arbórea. Otras zonas, menos accesibles y cubiertas por el pinar desde más antiguo, sin embargo, sí que presentan claras diferencias con el bosque procedente de dichas cortas, especialmente, y con toda lógica, en cuanto a su estado de desarrollo.

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Actualmente la formación presenta unas densidades de entre 800 y 1.000 pies por hectárea, pero con un desarrollo dispar por zonas, lo que da lugar a masas con diferentes grados de espesura aún a pesar de que la densidad sea muy similar.

Dada la propia naturaleza de la especie principal que protagoniza esta formación, su origen natural y su espesura defectiva hasta hace relativamente poco, los estratos arbustivo y herbáceo están más desarrollados que en abetar. Así bajo el dosel árboreo destaca Buxus sempervirens, Rosa sp., Juniperus communis a lo largo de la mayor parte del pinar; mientras que en zonas más húmedas ganan protagonismo Sorbus aria, Salix caprea y, más extrañamente Rhamnus alpina; por último, en los claros predominan Crataegus monogyna y Echinospartum horridum.

La presencia de regenerado a lo largo de la formación es prácticamente inexistente fuera de los claros y antiguos cortafuegos, como es lógico dado el temperamento robusto del pino royo.

Imagen 20. Pinar de pino royo joven y pinar viejo

Pinar mixto

Se trata de la única formación vegetal de origen artificial, localizada en la zona más occidental del monte, junto a la vía del tren. Es un pinar mixto de Pinus sylvestris y Pinus nigra procedente de repoblación para asegurar la protección de las vías frente a posibles avenidas o

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cualitativo desprendimientos. La ladera sobre la que vegeta el pinar se orienta en su totalidad al oeste y la altitud que ocupa varía desde los 1.050 m y los 1.150.

Sobre esta formación no se han realizado tratamientos selvícolas lo que provoca su actual estado de espesura trabada y que urja la realización de cortas que tiendan a mejorar la estabilidad de la masa.

Las especies arbóreas acompañantes están prácticamente ausentes dado el origen artificial de la masa, no obstante, se pueden encontrar a lo largo del pinar pies aislados de Quercus faginea (cajico) y, sobretodo, un estrato arbustivo bastante desarrollado y formado casi exclusivamente por Buxus sempervirens y Rosa sp..

Imagen 21. Pinar mixto

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Pinar de pino negro

Se trata de la formación arbórea situada a una mayor altitud de las presentes en el monte, alcanzando, como caracteriza a la especie principal (Pinus uncinata) altitudes que oscilan entre los 1.500 y los 2.000 metros.

De este modo, la especie principal es Pinus uncinata, acompañada en las zonas más bajas por Pinus sylvestris y Abies alba. Esta última en los límites con el abetar forma un auténtico subpiso bajo el pinar, dado su carácter esciadófilo, lo que previsiblemente dará lugar en un futuro a un cambio de especie principal en estas zonas fruto de la sucesión ecológica natural.

Estos pinares están catalogados como Hábitat de Interés Comunitario de carácter prioritario, con lo que su conservación adquiere un papel protagonista. No obstante, en ciertas localizaciones la espesura de la masa es muy elevada y la presencia de pies muertos o decrépitos abundante, fruto de la propia competencia y de la estación (ya en límite altitudinal para supervivencia de las masas forestales). Por otro lado, existen zonas en que la presencia cercana de ganado durante los meses de verano hace que la masa se presente más abierta, dando paso paulatinamente a pastizales.

La variabilidad y la abundancia del estrato arbustivo en este pinar es mínima y se reduce a especies capaces de soportar las condiciones climáticas extremas determinadas por la altitud, ganando protagonismo así el estrato herbáceo. No obstante, entre las especies arbustivas principales destacan Juniperus communis ssp. nana o Rhododendron ferrogineum, este último únicamente en localizaciones cuyo suelo se encuentra muy descalcificado por lavado de las bases, dado su carácter acidófilo.

La presencia de regenerado, al igual que en el pinar de pino royo se reduce a claros y espacios abiertos ocupados en la actualidad principalmente por herbáceas.

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Imagen 22. Pinar de pino negro abierto y cerrado

Bosque de tremoletas

Se trata de una formación que ocupa dos pequeños rodales fruto de su colonización tras cortas demasiado intensas sobre el abetar. Dichas cortas supusieron la suficiente entrada de luz como para favorecer la regeneración de una especie tan heliófila como Populus tremula, en detrimento de Abies alba. Así, estos bosques vegetan en la ladera umbría en la que predomina el abeto y se encuentran rodeados del propio abetar a una altitud que varía entre los 1.450 y los 1550 metros.

Tras la corta nombrada anteriormente y que tuvo lugar en la década de 1970 se produjo no solo la colonización del espacio por parte de la tremoleta, sino también por parte de Pinus sylvestris e, incluso, algunas zonas quedaron ocupadas por un tapiz herbáceo que se va cubriendo de regenerado paulatinamente y que, aún hoy supone una discontinuidad en la masa arbórea a lo largo de la ladera. Tampoco se debe obviar que las zonas más cercanas al abetar sí que presentan regenerado de esta especie, posibilitado gracias a la sobra que aportan los propios abetos que quedaron en pie junto a la corta.

Tanto la presencia de estos pequeños bosques con un frondosa heliófila como especie principal, como la de los propios claros favorece la diversidad paisajística y ecológica de la superficie objeto de estudio.

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Imagen 23. Bosque de tremoletas

Pastos

Esta formación se corresponde a la parte desarbolada del monte, pero ocupada por un estrato herbáceo continuo y, en ocasiones, por pies sueltos de especies arbustivas e, incluso, arbóreas. Se localiza zonas elevadas donde las condiciones climáticas hacen difícil la supervivencia de los árboles (1.700 – 2.100 m), pero también en algunos claros en altitudes medias cuyo origen es antrópico, determinado por la propia presencia de ganado. No obstante, estas últimas localizaciones, en su mayoría se encuentran en pleno proceso de matorralización, protagonizado principalmente por Crataegus monogyna y Rosa sp..

La composición específica del pastizal depende de las condiciones de cada sitio (orientación, altitud, descalcificación del suelo…) pero en general se puede afirmar que las leguminosas son algo más abundantes que las gramíneas.

 Entre las leguminosas presentes en el monte destacan: Vicia pyrenaica, Onosis cenisia, Lotus corniculatus, Medicago subfructicosa, Medicago luputina, Trifolium repens, Anthyllis volteriana.

 Entre las gramíneas: Festuca scoparia, Festuca ovina, Festuca eskia, Festuca gautieri, Avena montana, Koeleria vallesiana, Avenastrum montanun, Bromus erectus, Nardus stricta.

 Además, de entre otras plantas de diferentes familias se pueden nombrar: Gentiana verna, Sedum atratum, Thymus serpillum.

 Por su parte, los arbustos que aparecen de manera dispersa colonizando los pastizales situados en altitudes intermedias son principalmente, como se ha comentado anteriormente, Crataegus monogyna, Rosa sp. y Buxus sempervirens.

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Por último, los arbustos en las zonas altas son menos abundantes y solo aparecen en las localizaciones que menos carga ganadera reciben, las especies principales son: Calluna vulgaris, Ilex aquifolium y, sobretodo, Juniperus communis spp. nana.

Imagen 24. Pastos en contacto con pinar de pino negro

Imagen 25. Claro en proceso de colonización

Rasos

Dado lo escarpado del terreno y la elevada altitud de algunas zonas del MUP, éste presenta abundantes zonas en forma de gleras, barranqueras e, incluso, paredes de roca en las que sólo se desarrolla vegetación pionera, casmofítica y adaptada a los roquedos. No obstante, las fisuras más umbrías son ocupadas por una gran variedad de helechos.

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Imagen 26. Glera junto a pinar de pino negro

Formación vegetal Superficie (ha) Forestal arbolada Abetar 224,38 600,86 Pinares de pino royo 231,36 Pinar mixto 7,20 Pinares de pino negro 132,98 Bosque de tremoletas 4,94 Forestal no arbolada Pastos 105,07 163,26 Rasos 58,19 Total 764,11

Tabla 11. Formaciones vegetales

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Imagen 27. Plano de formaciones

2.2.5.2. FLORA CATALOGADA Las especies de flora incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón y que, con probabilidad, se encuentran presentes en el monte son las siguientes:

Buxbaumia viridis, briófito lignícola sobre madera muerta en suelo y en avanzado estado de descomposición, siempre en madera de conífera (mayoritariamente de abeto). Se recoge en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón con en Peligro de Extinción.

Gentiana lutea ssp. montserrati, hemicriptófito escaposo de más de 40 cm de altura, perenne, con rizoma grueso y ramificado del que crecen tallos erectos y huecos. Se trata de una subespecie endémica del Pirineo, cuyas poblaciones se pueden ver afectadas por instalaciones deportivas de montaña o su recolección, amenazas de escasa entidad en el MUP. Se recoge en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón como de Interés Especial, así mismo figura en Anexo V de la Directiva 92/43/CEE y el Libro Rojo de las Plantas de la Península y Baleares la considera “rara”.

Hippophae rhamnoides ssp. fluviatilis, arbusto dioico de hasta 4 metros y muy ramificado. Las únicas poblaciones de esta especie en la península Ibérica se encuentran en el Pirineo aragonés en zonas soleadas y pedregosas, sobre sedimentos fluviales y morrénicos. Se considera en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón como de Interés Especial.

Ilex aquifolium, muy abundante a lo largo de la superficie objeto de estudio y considerado por el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón como especie de Interés Especial.

Minuartia cerastiifolia, caméfito rastrero, es una planta fruticosa con tallos floríferos de 3-8 cm. Se trata de un endemismo de los macizos calizos de Pirineo central y occidental que crece en

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cualitativo crestas, collados venteados y rellanos del roquedo en la alta montaña sobre sustratos calizos. Se recoge en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón como de Interés Especial.

Orobanche laserpitii-sileris, terófito parásito sin clorofila, de 35 a 55 cm de altura. Parasita a Laserpitium siler y, ocasiolnalmente, a otras umbelíferas en herbazales pedregosos, generalmente en calizas y, a menudo al pie de roquedos. En la península Ibérica es exclusiva de los Pirineos y en Aragón sólo se conocen poblaciones en Sallent de Gállego, Villanúa y Echo; sin embargo, la población conocida no se encuentra en el MUP, no obstante, dada la cercanía de la cita se contempla la posibilidad de que está planta parásita esté presente en la superficie objeto de estudio. Orobanche laserpitii-sileris se encuentra catalogada como Vulnerable en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón y en la Lista Roja de la Flora Vascular Española.

También cabe que mencionar la orquídea Epipogium aphyllum, que, aunque en Aragón no se encuentra protegida, sí que se encuentra en la Lista Roja de Flora Vascular Española.

2.2.6. Hongos aprovechables Las formaciones descritas anteriormente son susceptibles de acoger buenas producciones de setas, entre ellas destaca el “rebollón” Lactarius deliciosus recolectado durante el otoño en los bosques de coníferas. Además del rebollón también se pueden encontrar entre otras:

 También en los bosques de coníferas del monte se dan producciones de Boletus edulis, Moorchella esculenta, Higrophorus sp. y Macrolepiota sp..

 En los pastizales, por otro lado, entre la principales especies aprovechables destacan Marasmius oreades, Calocybe gambosa (conocidos como usones o isones) o Agaricus sp..

2.2.7. Fauna La fauna que habita en el monte se caracteriza por ser propia de un ambiente de alta montaña con vegetación perteneciente al piso montano y subalpino. Cabe reseñar que no se ha detectado la presencia de ningún taxón de interés especial o catalogado, tanto durante los trabajos de inventario y de diagnóstico selvícola, como en las visitas realizadas con el personal encargado de la gestión y vigilancia del GMO, más allá del avistamiento de ejemplares de quebrantahuesos en vuelo, hecho muy común pues en las inmediaciones del monte se encuentra un punto RACAN (Red Aragonesa de Aves Necrófagas) especializado en la especie mencionada. No obstante, no se localiza ningún nido de la citada rapaz en el monte, aunque sí en las inmediaciones.

Como se ha comentado en apartados anteriores, el MUP se encuentra en el ámbito de aplicación del Plan de Recuperación del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) y en el ámbito de aplicación del Plan de Conservación del hábitat del urogallo (Tetrao urogallus). No obstante, en ningún caso el monte se encuentra dentro de las áreas críticas de las especies señaladas, y la planificación propuesta generará ninguna afección negativa sobre las especies, ni sobre sus hábitats, de hecho, a día de hoy el urogallo está ausente en esta zona y en los montes cercanos.

Mamíferos

Destacan las especies como jabalí (Sus scrofa), corzo (Capreolus capreolus), ciervo (Cervus elaphus), sarrio (Rupicapra pirenaica pirenaica), zorro (Vulpes vulpes), tejón (Meles meles),

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cualitativo liebre (Lepus sp.) marta (Martes martes), ardilla (Sciurus vulgaris), lirón (Glis glis), ratones de campo (géneros Apodemus y Mus).

Aves

Se describen a continuación algunas especies de las que se ha constatado su presencia en los terrenos objeto de estudio: picapinos (Androcopus major), pito real (Picus viridis). Páridos como carbonero palustre (Parus palustris), carbonero garrapinos (P. ater), carbonero común (P. major) o herrerillo común (P. caerulens). Trepadores como trepador azul (Sitta europaea) o pinzón vulgar (Fringilla coelebs), un importante predador de procesionaria. Dentro de las rapaces propiamente forestales se da cita al milano negro (Milvus migrans), milano real (Milvus milvus), azor (Accipiter gentilis) y gavilán (Accipiter nisus); mientras que otras rapaces que anidan en el monte o sus inmediaciones son el buitre leonado (Gyps fulvus), ratonero común (Buteo buteo) y quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Por último, otras especies de aves presentes son cárabo (Strix aluco), paloma torcaz (Columba palumbus), becada (Scolopax rusticola), perdiz (Alectoris rufa), codorniz (Coturnix coturnix), picaraza (Pica pica), cuco (Cuculus canorus), arrendajo (Garrulus glandarius), mito (Aegithalos caudatus), piquituerto (Loxia curvirrostra), camachuelo (Phyrrhula pyrrhula), verderón serrano (Serinus citrinella), chochín (Troglobytes troglodytes), petirrojo (Erithacus rubecula), mirlo común (Turdus merula), mirlo capiblanco (T. torquatus), zorzal común (T. philomelos), zorzal charlo (T. viscivorus), curruca capirotada (Sylvia atricapilla), curruca mosquitera (S. borin), agateador común (Certhia familiaris), reyezuelo listado (Regulus ignicapillus) y reyezuelo sencillo (R. regulus).

Anfibios

Es probable la presencia de especies como: rana pirenaica (Rana pirenaica) clasificada dentro del Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón con la categoría de Sensible a la Alteración de su Hábitat, salamandra común (Salamandra salamandra), rana bermeja (Rana temporaria), rana común (Rana perezzi), sapo común (Bufo bufo) y distintos tritones entre los que destaca, por ser endemismo de la cordillera, el pirenaico Calotriton asper.

Reptiles

Con referencia a los reptiles se puede reseñar la presencia de: culebra de agua (Natrix maura), culebra de collar (Natrix natrix), culebra de escalera (Elaphe scalaris), lagarto verde (Lacerta viridis) y lución (Anguis fragilis).

2.2.7.1. FAUNA CINEGÉTICA Se considera necesario reseñar en este apartado la elevada presencia de ciervo a lo largo de todo el abetar, corroborada por la abundancia de rastros de esta especie y por los graves daños provocados al regenerado del abeto. Este hecho, previsiblemente, se debe al uso del abetar como refugio por parte de los ciervos, dada la ausencia de caza en el mismo y su transitabilidad, del mismo modo, se cree que, en épocas de climatología favorable, sobretodo primavera, estas masas se convierten en zonas de paso entre las partes altas del monte y los prados bajos situados al norte del mismo a los que bajan a última hora del día, durante este paso los ciervos se irían alimentando de los ramillos de abetos jóvenes, por los cuales muestran una significativa preferencia respecto a los de pino.

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Imagen 28. Daños por ciervo en regenerado de abeto

Por otro lado, la disminución hasta la práctica desaparición de la caza de zorzales ha provocado un aumento en su población que puede haber influido en la expansión del muérdago a lo largo del abetar y de las masas de coníferas en Aragón en general y en el Pirineo en particular.

2.2.8. Objetos de Conservación La zona de estudio, como se ha apuntado con anterioridad, se encuentra afectada por una serie de figuras de protección (LICs, ZEPAs y Planes de Conservación y Recuperación) que determinan los objetos de conservación de la misma.

Los espacios del monte que se incluyen en dichas figuras se gestionarán, mientras no se encuentren aprobados sus Planes de Gestión, según la normativa vigente y atendiendo en la medida de lo posible a los manuales de gestión de los Hábitats de Interés Comunitario presentes en cada una.

Se pasa a continuación a describir brevemente los HIC presentes en el monte y cómo puede afectar su conservación a la gestión forestal.

3240 Ríos alpinos con vegetación leñosa en sus orillas de Salix eleagnos.

Este hábitat comprende los ríos pirenaicos de cursos altos y medios, generalmente de régimen torrencial o en pendientes relativamente fuertes, con vegetación arbustiva en las riberas. Estas formaciones arbustivas suelen estar dominadas por Salix eleagnos subsp. angustifolia, pero también es muy común S. purpurea. La estructura de estas saucedas es a menudo abierta, con

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cualitativo claros importantes en los que abundan cantos de tamaño variado, que pueden llegar a ser muy grandes, entre los que crece la vegetación herbácea.

En el monte se localiza en el Barranco de Arraguás y el tramo final del Barranco de Pielerbera. Sobre estos hábitats no se prevén intervenciones por estar en las inmediaciones de cursos de agua, del mismo modo se deberá evitar en la medida de lo posible el tránsito de maquinaria por dichos cursos y sus inmediaciones.

4090 Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga.

Matorrales dominados por arbustos postrados o almohadillados y espinosos (“erizones” o “abrizones”), adaptados tanto a las duras condiciones de la alta montaña como a la sequía estival mediterránea. Este hábitat tan sólo aparece en la zona de antiguo cortafuegos del límite suroeste del monte, representado por una vegetación en la que predomina Echinospartum horridum aunque en proceso de colonización por parte de otros arbustos y del pinar.

Se trata de un hábitat que se ve favorecido por el abandono de la ganadería, aunque en suelos profundos solo a corto plazo pues, como es el caso, posteriormente la propia sucesión vegetal da paso a formaciones más evolucionadas.

6140 Prados pirenaicos silíceos de Festuca eskia.

Ocupa la zona catalogada como “pastos” en la descripción de la flora. Son pastos asentados sobre suelos ácidos de los pisos subalpino y alpino (en este caso suelos descarbonatados gracias al lavado producido por las precipitaciones). En las pendientes pronunciadas forma gradines (terracillas escalonadas) muy característicos, pero en las zonas llanas o con pendiente moderada, se asienta en suelo profundo y muestra una alta cobertura vegetal. Presentan predominio de hemicriptófitos, en particular su especie característica y dominante Festuca eskia, que forma un césped más o menos denso y alto, hasta 40 cm de altura.

Se trata de un hábitat que ha evolucionado de la mano de la actividad ganadera, por lo que es importante para su conservación mantener una presión ganadera adecuada que evite el avance del bosque y del matorral (manteniendo cierto equilibrio ya que estas formaciones también conforman hábitats de interés comunitario). La gestión selvícola no se considera un factor a tener en cuenta en la conservación de este hábitat, pues la única opción para favorecer dicha conservación sería realizar desbroces o cortas en aquellas zonas donde se estén produciendo pérdidas de superficie por abandono del pastoreo.

8130 Desprendimientos mediterráneos occidentales y termófilos.

Corresponde a las zonas con mayor elevación del monte descritas como rasos en el apartado de flora. Se trata de Acúmulos de piedras propios de laderas montañosas, con vegetación dispersa que enraíza entre los fragmentos rocosos, denominadas gleras.

Sobre este hábitat no se realizarán intervenciones, no obstante, su conservación sí puede verse afectada por el pisoteo y excesivo tránsito de personas, por lo que los senderos deberán estar bien señalizados, de modo que los montañeros los abandonen lo menos posible.

8310 Cuevas no explotadas por el turismo.

No se realizará ninguna actuación sobre ellas.

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cualitativo

9430 Bosques montanos y subalpinos de Pinus uncinata (en sustratos yesosos o calcáreos). HÁBITAT PRIORITARIO.

Los pinares de pino negro (Pinus uncinata) constituyen el último piso de vegetación arbolada, formando el límite superior altitudinal del bosque, pudiendo crecer formando bosques típicos subalpinos entre los 1.400 y los 2.500 m en cualquier tipo de sustrato.

Como corresponde a la propia formación en el monte objeto de ordenación en el presente proyecto se localiza en la parte alta, entre los 1.700 y los 2.000 m.

Las medidas de gestión necesarias para su conservación consisten en la ejecución de una gestión forestal integrada y sostenible que considere no sólo la extracción de madera y otros productos (setas), sino el respeto a otras especies forestales acompañantes (serbales, abedul, etc.), la preservación de hábitat específicos como tocones, árboles muertos en pie (vitales para los nidos de mochuelo boreal), zonas sin intervención, etc.

Abetar

Aunque no esté catalogado como HIC, el abetar en sí mismo también será considerado como objeto de conservación, por representar una formación prácticamente relicta, en su límite de distribución y en claro retroceso en la cordillera pirenaica. Asociados a este ecosistema se desarrollan numerosas especies de basidiomicetos de gran rareza como Boletus fechtneri, Gomphidius glutinosus, Volvariella surrecta o Antrodia variiformis, así como de ascomicetos, Caloscypha fulgens y Pseudorhizina sphaerospora. Estas especies de hongos dan una idea de la enorme singularidad del monte, ya que tres de ellas (como se ha apuntado anteriormente) se encuentran protegidas en la Lista Roja de Hongos a Proteger de la Península Ibérica, y las otras dos especies todavía no lo están por su desconocimiento en el momento de la elaboración de la lista. Mención aparte requiere la asociación casi exclusiva de este bosque con Buxbaumia virids, catalogada en Aragón como en peligro de extinción.

2.2.9. Agentes patógenos bióticos No se localizan en el monte parcelas pertenecientes a las Redes de Evaluación Fitosanitaria en las Masas Forestales de Aragón, no obstante, de las visitas a campo realizadas se han obtenido valiosos datos y conclusiones al respecto del estado sanitario de las formaciones.

Como se ha ido apuntando a lo largo del presente documento, el MUP 321 se puede dividir, en lo que a estado sanitario se refiere, en dos zonas. La mayor parte del mismo se encuentra en un aceptable estado sanitario, condicionado en ocasiones por el exceso de espesura en algunas zonas, lo que provoca un escaso desarrollo de las copas de los árboles y la muerte de algunos de ellos por competencia. Por otro lado, en la mitad inferior de la ladera poblada por el abetar (en cota de entre 1.150 y 1.400 m de altitud), éste presenta un importante decaimiento.

Dicho decaimiento no es exclusivo de este abetar, sino que afecta a todo el Pirineo occidental e, incluso se tiene constancia de problemas sanitarios en abetares de toda Europa. En éstos, según Lanier (1986), desde hace tiempo se detecta periódicamente, y sobre todo tras años deficitarios en pluviometría, pérdida de vigor, especialmente en los límites de su estación, como es el caso.

Este decaimiento que en su día se atribuyó exclusivamente a fenómenos climáticos e, incluso en otras masas europeas, a episodios de lluvia ácida, en la actualidad y particularmente para los

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cualitativo abetares del Pirineo aragonés se achaca a la conjunción de numerosos factores analizados a través de diferentes estudios. Estos factores se pueden resumir en los siguientes:

 Debilitamiento producido por el estrés hídrico, a causa de episodios de sequías estivales que han tenido lugar con mayor intensidad y frecuencia (al menos en el occidente y centro de la cordillera pirenaica) desde mediados de la década de 1980 (Sangüesa- Barreda et al. 2015).

 Afección por muérdago, patógeno de gran importancia por la creciente incidencia que muestra desde hace unas décadas (Oliva y Colinas, 2005).

 Ausencia de cortas. dando lugar a un envejecimiento de las masas y a una elevada espesura que puede causar debilitamiento, pues el abandono de los bosques podría resultar en un aumento de la mortalidad debido a la competencia (Oliva y Colinas, 2007) y a la mayor susceptibilidad a los patógenos de los pies viejos. Como consecuencia de las intervenciones los árboles de clases diamétricas menores podrían disponer de más recursos e, incluso, prevenir la recuperación de la masa (Oliver y Larson, 1996). En este apartado se puede incluir la selección fenotípica negativa de cortas pasadas en las que se eliminaban todos los pies con mayor interés comercial, es decir, con mayores crecimientos y fustes mejor conformados.

 Presencia de otros patógenos, entre los que destacan hongos de raíz, en concreto Heterobasidion annosum que afecta a casi al 40% de las parcelas analizadas en el estudio “La salud del abeto (Abies alba Mill.): estado actual y perspectivas de futuro” (Oliva y Colinas, 2005) realizado a nivel de todo el Pirineo. Este hongo no causa necesariamente la muerte inminente del abeto, pues ésta se puede prolongar durante décadas (Dobbertin et al. 2001), debilitándolo durante este tiempo y haciéndolo susceptible a otras enfermedades o plagas (Jankowiak, 2005) y a fenómenos abióticos adversos.

En La Selva y Puerto Espata estos factores se manifiestan del siguiente modo:

 La distribución del muérdago (Viscum álbum abietis, que se localiza sobre abetos, y Viscum album austriacum, que se encuentra sobre pinos) a lo largo del monte y, en especial, del abetar coincide en el espacio con el decaimiento de la masa; siendo las zonas en las que el nivel de infestación llega a tres, en la escala de la ficha técnica elaborada por el Gobierno de Aragón (Imagen 29. Escala de niveles de infestación de muérdago (Gobierno de Aragón)), las coincidentes con una preocupante presencia de pies muertos (en suelo y en pie), decrépitos y debilitados. Esta afección, así como el decaimiento en general, según los gestores y guardas de la zona se ha visto incrementada en las últimas décadas y las causas posibles son variadas:

- Ausencia de cortas que antes eliminaban los pies dominantes y, por tanto, más predispuestos a ser infestados por el patógeno pues son aquellos menos preparados contra su ataque (Manion, 2003).

- Abandono del aprovechamiento del muérdago (el cual era consecuencia del aprovechamiento maderero) como suplemento alimenticio para el ganado que conllevaba una disminución de las fuentes de propagación del hemiparásito.

- Aumento de la población de los vectores del muérdago, principalmente zorzal (torda marrón o charro). Provocado por una drástica reducción en la caza de esta especie en la zona.

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Imagen 29. Escala de niveles de infestación de muérdago (Gobierno de Aragón)

Imagen 30. Ejemplar de abeto fuertemente afectado por muérdago

 Como se ha apuntado anteriormente, los fenómenos de sequías estivales que tanto afectan al crecimiento y vitalidad de los abetares son generales en todo el Pirineo occidental, en concreto Camarero et al. (2011) analizó en el estudio Synergistic effects of past historical logging and drought on the decline of Pyrenean silver fir forests (en el cual se recoge esta tendencia) datos de Echo, Ansó, Aragüés, Canfranc y Castiello, entre otros.

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 Estudios realizados por el Gobierno de Aragón en colaboración con el CITA en el que los resultados indicaban una presencia por encima de lo común de organismos típicamente saprófitos, incluso sobre pies vivos (fuertemente debilitados).

 El abandono en la gestión selvícola en este monte es patente desde mediados del siglo pasado exceptuando actuaciones concretas como las intervenciones de los años 70 para la obtención de traviesas y su utilización en la construcción de redes ferroviarias. Se manifiesta en general por la capitalización y espesura de la masa que se analizará en profundidad en siguientes apartados. Los testimonios de los habitantes de Villanúa, los datos recopilados de anteriores proyectos y las observaciones de tocones de cortas en el monte dejan patente estos fuertes cambios producidos en su gestión.

Imagen 31. Tocón procedente de antiguas cortas

Otros patógenos localizados durante las visitas a campo pero que no muestran gran virulencia o bien su afección es muy local son:

 La procesionaria en los bordes de las masas de Pinus sylvestris.

 Chancros en troncos y ramas producidos probablemente por el hongo Melampsorella caryophyllacearum en pies de Abies alba que puede causar una reducción del crecimiento radial próxima al 20% (Sánchez-Miranda et al. 2006).

 Ataques muy puntuales de escolítidos que podrían ser causados por insectos del género Pityokteines, el cual ataca a grupos de árboles debilitados por otras causas y participa finalmente en su muerte. La afección de esta plaga en el monte es muy local.

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Imagen 32. Daños por escolítidos

Por otro lado, son destacables los daños observados por ciervo, especialmente en el regenerado de abeto (cuyos brotes son uno de sus alimentos preferidos (Motta, 1996)), que, junto con la elevada espesura, dificultan en gran medida su viabilidad. Estos daños se manifiestan a través del ramoneo de la yema apical y corteza del regenerado que provoca una atrofia sobre el crecimiento y, en muchos casos, la muerte de la planta por recurrencia. Los daños se producen sobretodo en invierno, cuando escasean otros alimentos complementarios, o en primavera, cuando estos ungulados descienden a zonas bajas para alimentarse en campos de cultivo atravesando el abetar.

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Imagen 33. Regenerado muerto por el diente de los ciervos y abeto joven dañado

2.2.10. Daños abióticos La esbeltez que presentan los abetos, fruto de la elevada espesura de la masa, los hace más susceptibles que los pinos a daños abióticos como los derribos por viento. Así, estos daños tienen lugar preferiblemente sobre los abetares, especialmente en cotas altas (donde, como se muestra en siguientes apartados, con rachas de mayor intensidad se da este fenómeno) y en zonas con suelos poco profundos en las que las raíces tienen dificultades para desarrollarse.

Este conjunto de factores, unido a la disposición de la ladera sobre la que chocan directamente los vientos de componente norte, provoca que se produzca más fácilmente el descalce de los árboles ya que, por la dirección del viento, éstos caen hacia el sur (ladera arriba) levantándose así la raíz desde el lado más bajo de la ladera, donde menor sujeción le aporta el suelo. En ocasiones también se producen derribos causados por roturas en el tronco.

Imagen 34. Abeto derribado por viento de componente norte

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2.2.11. Análisis de riesgos naturales

2.2.11.1. INCENDIOS El riesgo de incendio forestal en el monte es bajo, fruto de ello es la ausencia de incendios en el mismo en las últimas décadas.

No obstante, la estructura en muchas ocasiones semirregular del pinar y el abundante desarrollo del estrato arbustivo en éste, así como la ausencia de accesos son dos posibles factores de aumento del riesgo. Por otro lado, el ambiente de gran humedad que se da en las exposiciones más umbrías fruto de la propia orientación de las laderas y de la cobertura de los abetares que las pueblan reducen al mínimo el riesgo de incendio forestal en estas masas.

2.2.11.2. VIENTO El riesgo de daños por viento es medio en la mayoría del monte, sin embargo, es muy alto en las zonas de mayor cota, coincidiendo con la divisoria, y alto en cotas intermedias. Este aspecto se deja notar en la proporción de derribos que, como se ha explicado en el apartado Daños abióticos, es mayor cuanto mayor es la altitud, pues la causa principal de éstos es el viento de norte, quedando las cotas bajas protegidas por las laderas de Collarada.

Imagen 35. Plano de riesgo por viento

2.2.11.3. RIESGOS HIDROLÓGICOS Y EROSIVOS Los numerosos barrancos que hay en el monte, asociados a su elevada pendiente dan una idea del riesgo real de erosión potencial y de la enorme importancia que tiene el arbolado como factor protector frente a la misma.

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Como medida preventiva de restauración hidrológica, para controlar los procesos erosivos y el transporte de materiales aguas abajo, se construyeron durante el año 1979 en el cauce del barranco de Arraguás, tres diques localizados cerca del límite oeste del monte, el más cercano al casco urbano de Villanúa. Estas obras de restauración hidrológica se completaron con la ejecución de un nuevo dique en el año 1984 aguas arriba de los ya citados.

Estos diques se encuentran en un estado de conservación mediocre, ya que, pese a que el último dique construido se rehízo como consecuencia del temporal del año 2012, los otros tres diques necesitan un repaso de recalzamiento lateral. De todos modos, no se puede obviar que los diques siguen cumpliendo sus objetivos, disminuyendo la velocidad de arrastre de agua y sedimentos.

2.2.11.4. Aludes Según el mapa de susceptibilidad de riesgo de aludes de Aragón elaborado en el Plan Territorial de Protección Civil de Aragón, existen zonas de Villanúa que son consideradas de riesgo. En dicho plan se consideran como zonas principales de riesgo para este fenómeno las zonas de alta montaña por encima de 1.500 m de altitud, desprovistas de arbolado y con pendientes entre 20 y 60O sobre todo del Pirineo. A partir de estos condicionantes se ha elaborado un mapa con las zonas de mayor riesgo en el territorio de aplicación del presente proyecto.

Imagen 36. Plano de riesgo de aludes en el MUP 321

2.2.12. Régimen de perturbaciones Cabe reseñar como perturbación más destacable la gran avenida provocada en octubre de 2012 en toda la cuenca pirenaica. Esta avenida causó el desbordamiento de numerosos ríos entre los que destaca el río Aragón, el cual recibe aguas de los barrancos presentes en el monte objeto de ordenación.

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En “La Selva y Puerto Espata” provocó las siguientes incidencias:

 La desviación del curso del barranco de la Canal del Terrero, el cual tomó como curso una antigua tiradera o vía de saca.

 Daños mencionados anteriormente en uno de los diques del barranco de Arraguás.

 La vía de acceso a la parte noreste del monte quedó cerrada por un desprendimiento.

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2.3. Estado socioeconómico

Este apartado debe servir para poner en contexto la gestión del monte y analizar sus posibilidades de éxito contando con las condiciones que el entorno socioeconómico y social puede suponer para dicha gestión.

2.3.1. Resumen económico del anterior Plan Especial o periodo equivalente El resumen económico se ha elaborado en base al análisis de los aprovechamientos, trabajos de mejora y usos ejecutados en el monte en el último decenio (2009-2018).

Los aprovechamientos ejecutados en el decenio han correspondido a la caza, los pastos y las leñas, siendo el aprovechamiento de pastos el que mayor montante económico aporta.

2.3.1.1. ANÁLISIS DE LOS APROVECHAMIENTOS MADERABLES Cabe reseñar que en los últimos 10 años no se ha realizado ningún aprovechamiento de madera en el monte, aparte de las cortas sanitarias realizadas en el ensayo de una pequeña zona muy afectada por muérdago, que no se cataloga como aprovechamiento.

Sin embargo, durante los últimos diez años en el monte, sí que se han venido ejecutando aprovechamientos de leñas, cuya adjudicación ha correspondido al Ayuntamiento de Villanúa, con un total de 250 estéreos/año. Estas leñas se corresponden con cortas realizadas por los vecinos sobre los pies secos y dañados, señalados por el Agente de Protección de la Naturaleza de la demarcación.

Los datos del aprovechamiento se resumen a continuación.

Año Nº Aprov. Vol. (Et) Especie Importe (€) 2009 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 36,62 2010 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 37,13 2011 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 37,75 2012 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 40,00 2013 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 40,00 2014 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 40,96 2015 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 41,08 2016 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 40,67 2017 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 40,67 2018 1 250 Abies alba (50%)/Pinus sylvestris (50%) 41,32 Total 2.500 396,20 Tabla 12. Aprovechamientos de leñas

2.3.1.2. ANÁLISIS DE LOS APROVECHAMIENTOS NO MADERABLES

Pastos

Este aprovechamiento se ha realizado sin excepción durante los últimos diez años, adjudicándose en el año 2009 al ayuntamiento de Villanúa, y desde entonces al Centro de Investigación Tecnológica Agroalimentaria de Aragón (CITA). La carga ganadera ofertada la

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cualitativo componen oficialmente 1.280 cabezas de lanar, 50 cabezas de vacuno carne y 30 de caballar (aunque, como se ha comentado anteriormente, la carga real no coincide con la ofertada).

Los datos del aprovechamiento se resumen a continuación.

Año Sup (ha) Cabezas de ganado Especie Importe (€) 2009 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.148,23 2010 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.234,33 2011 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.283,56 2012 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.472,08 2013 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.627,42 2014 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.819,62 2015 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.840,08 2016 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.771,68 2017 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.771,68 2018 150 1280/50/30 Lanar/Vacuno carne/Caballar 6.880,03 Total 65.848,71 Tabla 13. Aprovechamientos de pastos

Caza

Con referencia al aprovechamiento cinegético, tal y como se describe en el apartado “Antecedentes cinegéticos”, la superficie íntegra de todo el monte está incluida en instrumentos de gestión de caza, con un coto municipal y una reserva de caza.

El aprovechamiento cinegético del coto de caza y su gestión corresponde al Ayuntamiento de Villanúa, coto “Villanúa” HU 10162, contando con una superficie de 362,63 ha, mientras que la gestión de la reserva de caza “Los Valles”, corresponde al Gobierno de Aragón, afectando a una superficie del monte de 401,48 ha.

A continuación, se muestra en una tabla desglosada por años los aprovechamientos cinegéticos en el último decenio referentes al Coto Municipal de Villanúa.

MUP 321 “La Selva y Puerto Espata” Año Uds.(ha) Precio Adjudicatario 2009 90,00 64,95 Ayto Villanúa 2010 90,00 65,86 Ayto Villanúa 2011 90,00 66,39 Ayto Villanúa 2012 90,00 68,38 Ayto Villanúa 2013 90,00 70,02 Ayto Villanúa 2014 90,00 72,05 Ayto Villanúa 2015 90,00 90,00 Ayto Villanúa 2016 90,00 90,00 Ayto Villanúa 2017 90,00 90,00 Ayto Villanúa 2018 90,00 91,44 Ayto Villanúa Total 769,09 Promedio 90,00 76,90 Tabla 14. Aprovechamientos cinegéticos

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Hay que reseñar que las superficies de la adjudicación basadas en el SIAF y las superficies de la cartografía oficial del Gobierno de Aragón para el coto difieren en gran medida, ello se debe a que la cartografía oficial es errónea. De hecho, debido a varios acuerdos y modificaciones de hace años que no se concretaron sobre el terreno, los límites con la reserva no están claros, no obstante, la gestión se realiza conforme a los límites especificados en apartados anteriores.

2.3.2. Usos, bienes y servicios del monte

2.3.2.1. BIENES APROVECHABLES QUE CONLLEVAN LA EXTRACCIÓN DE PRODUCTOS Los usos, bienes y servicios que actualmente se producen en el monte se desarrollan a continuación.

Maderas y leñas

- Localización: toda la superficie arbolada del monte.

- En el periodo anterior únicamente se ha llevado a cabo la extracción de leñas en forma de cortas sanitarias en la parte baja del abetar.

- Existen limitaciones fisiográficas y logísticas que impiden el aprovechamiento de las maderas en muchas zonas del monte, especialmente en cuanto a pendiente y accesibilidad. Así mismo se tendrán en cuenta todos los condicionantes medioambientales enumerados en el apartado (Directrices y normas medioambientales).

- La calidad de estación es media en general para todas las especies susceptibles de aprovechamiento, aunque se encuentra condicionada por la presencia de muérdago. No obstante, tras las sucesivas visitas al monte se puede indicar que la calidad de la madera es buena en el caso del abeto gracias a sus rectos fustes, sin embargo, los pinos presentan cierta ramosidad debido en parte a haber crecido en ausencia de competencia. Su principal destino será para sierra y trituración en función del tamaño de cada pie apeado.

- Los beneficios que aportará una gestión forestal adecuada, a través de tratamientos selvícolas, será el inicio de la regeneración y la disminución de la competencia. Ello permitirá una mejora de la vitalidad de la masa forestal y un incremento de su resistencia frente a plagas y enfermedades.

Caza

- Localización: toda la superficie del monte.

- Las figuras de protección existentes no suponen una limitación para el aprovechamiento cinegético, pero es necesario tener en cuenta los valores ambientales para establecer las necesarias precauciones y prevenciones en cuanto a épocas y forma de realizar el aprovechamiento.

- Pueden producirse interferencias de uso puntuales con aprovechamientos de madera, leñas, pastos, setas y uso recreativo, por ello se deberá señalizar la actividad cinegética de acuerdo con la Ley 1/2015 de Caza de Aragón.

- La ejecución de una adecuada gestión forestal incide indirectamente en las poblaciones cinegéticas al mejorar la calidad y estructura de la vegetación. Del mismo modo, una

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actividad cinegética acorde con las poblaciones presentes permite un control de los daños de la fauna sobre la vegetación.

- Existe una gran tradición en la zona sobre la caza mayor, y su potencial es alto. Sin embargo, la caza menor cada vez despierta menos interés entre los vecinos.

Pastos

- Localización: claros y zonas altas del monte cubiertos por herbáceas.

- La carga ganadera que viene aprovechando el pasto, tal y como se ha comentado anteriormente oficialmente es de 1.280 cabezas de ganado lanar, 50 cabezas de vacuno, y 30 cabezas de caballar. Sin embargo, en la práctica es algo menor.

- La ejecución de este aprovechamiento es muy favorable para la diversidad, ayudando a los procesos de retención de aludes, así como a aumentar el valor paisajístico.

Hongos

- Localización: a lo largo de toda la superficie del monte.

- Este aprovechamiento se realiza preferentemente en los años que son favorables meteorológicamente hablando, para la fructificación y desarrollo de las setas. De este modo es la producción es variable y difícil de cuantificar.

- El aprovechamiento, por tanto, se considera episódico y lo realizan como norma general los vecinos de las poblaciones cercanas.

2.3.2.2. USOS, BIENES Y SERVICIOS NO CONSUNTIVOS En este apartado tiene una gran importancia y relevancia para el municipio y la sociedad, ya que, a pesar de no generar una renta económica directa, sí generan una protección y valor social asociado, así como beneficios económicos indirectos.

Uso recreativo

- Uso de enorme potencial e importancia en el monte con varios senderos, refugios libres (uno en el interior del MUP y varios en las inmediaciones) y un área recreativa (La Fuente Del Paco). Además, la cercanía al emblemático pico de Collarada y las carreras de trail que tienen lugar en las inmediaciones y en el propio monte le aportan un valor añadido.

- Actualmente también se están utilizando estos senderos, para la realización de descensos con bicicleta de montaña (BTT), lo cual genera cierta incompatibilidad.

Protección física e hidrológica

- El 321 se trata de un MUP con grandes desniveles y de pendiente elevada, con numerosas canales (barrancos) que provocan procesos erosivos puntuales pero severos.

- La conservación y correcta gestión de la cubierta vegetal del monte desempeña una función esencial en la protección del suelo frente a ese riesgo erosivo, y la regulación del ciclo hidrológico, amortiguando el riesgo de avenidas.

-

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Fijación de CO2

- Las masas forestales son fundamentales para la fijación del carbono atmosférico.

- La conservación y mejora de los bosques es una de las acciones contempladas dentro del Protocolo de Kioto, con el objeto de utilizar los bosques como sumidero de carbono, utilizando técnicas apropiadas para su restauración.

Uso científico

- El desfavorable estado sanitario del abetar ha determinado que este uso gane fuerza en el MUP en los últimos años. Ello es debido a la preocupación al respecto por parte de los vecinos de Villanúa y a la consideración de esta masa como representativa del decaimiento de estos bosques en el Pirineo en particular y a nivel europeo en general.

- La propia gestión forestal es un medio que posibilita el análisis científico, pues permite observar la evolución de las masas bajo diferentes escenarios.

2.3.3. Análisis de infraestructuras

2.3.3.1. INFRAESTRUCTURAS VIARIAS La presencia o ausencia de accesos condiciona en gran medida las posibilidades de cualquier aprovechamiento. Dentro del monte la densidad de pistas es muy escasa lo que hace muy inaccesible gran parte de su superficie. Esta escasez de pistas se hace patente con el análisis numérico de las mismas, siendo su densidad 2,21 m/ha y su longitud 1.690 metros.

Por otro lado, la presencia de trochas es algo mayor, siendo éstas procedentes de antiguas cortas y de prospecciones petroleras. Así, las trochas en buen estado presentes en el monte alcanzan una longitud de 9.048 metros, lo que conlleva una densidad de trochas en buen estado de 11,84 m/ha.

Las pistas en general se encuentran en estado aceptable y la longitud que se ha apuntado en párrafos anteriores la constituye principalmente la que da acceso a la Fuente Del Paco, la cual discurre por la parte baja del abetar junto al barranco de Arraguás y tiene una longitud de 1.261 m. Existen dos pequeños tramos de pista que completan la red:

- El primero (de 367 m) en la zona alta que da acceso al paraje conocido como Punta de la Selva (donde se convierte en trocha) y que proviene del monte de Cenarbe. - Otro en la parte occidental del monte, el cual da acceso a una zona de pastos que, aunque no forma parte de la superficie del MUP, se encuentra rodeada casi en su totalidad por el mismo. La pista se introduce en el monte durante escasos 62 metros.

Las pistas descritas son la continuación de otras que dan acceso al monte, en concreto:

- La pista situada más al norte proviene del MUP “Collarada” y, desde su origen en el municipio de Villanúa, tiene una longitud de 5.255 m. - El acceso a Punta de la Selva y, en consecuencia, a la zona alta del abetar se lleva a cabo a lo largo de un largo recorrido, de 11.500 m desde la carretera E-7 entre Castiello y Villanúa, que atraviesa los montes “Boalar de Orbil” de titularidad del Ayto. de Villanúa y “Cenarbe” propiedad del Gobierno de Aragón.

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- La parte suroccidental del monte, cercana a las vías del ferrocarril posee, como se ha comentado anteriormente, un acceso por pista de 4.554 m desde el municipio de Villanúa a través del MUP “Boalar de Orbil”. - Por último, a la zona alta del sur del monte, junto al cubilar de la Espata, también se puede acceder desde una pista que atraviesa el MUP de “Collarada”, en este caso se deben de recorrer 9.887 metros desde el casco urbano.

En cuanto a las trochas, la mayoría se localizan en el abetar y no son perceptibles desde el exterior de la masa ni han causado fenómenos erosivos en prácticamente ningún caso, lo cual permite pensar en la posibilidad de abrir nuevas vías de saca de similares características allí donde no las hay en la actualidad. Del mismo modo, la densidad de los senderos a lo largo del monte es elevada fruto del gran interés paisajístico que despierta su entorno.

A continuación, se muestra un plano de localización de las infraestructuras y una tabla resumen de sus principales características:

Imagen 37. Plano de infraestructuras viarias

Tipo de vía Longitud Aptitud Anchura Estado Necesidad de (km) media conservación (m) Pista principal 1,261 4x4/turismo 3,00 Bueno Media (Norte) Pista principal (Sur) 0,367 4x4 3,00 Bueno Alta Pista principal 0,062 4x4 3,00 Regular Alta (oeste)

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Pista acceso (desde parte baja de 5,255 4x4/turismo 3,00 Regular Media Collarada) Pista acceso (desde 11,50 4x4 3,00 Malo Alta Cenarbe) Pista acceso (desde 4,55 4x4 3,00 Malo Alta Boalar de Orbil) Pista acceso (parte 9,89 4x4 3,00 Regular Alta alta de Collarada) TROCHAS 9,05 Skidder 2,00-3,00 Regular -

Tabla 15. Infraestructuras viarias

Imagen 38. Trochas en el interior del abetar

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Imagen 39. Pista norte junto al barranco de Arraguás

2.3.3.2. INFRAESTRUCTURAS DE USO PÚBLICO O RECREATIVAS El monte cuenta con un refugio libre y una zona de recreativa en el paraje conocido como Fuente Del Paco, la cual consta de mesas y bancos. En el entorno se localiza, además, una balsa de incendios a la cual no se le da uso y que presenta cierto peligro de caída por encontrarse a nivel de suelo. Se trata de una de las zonas más visitadas del monte, dada su cercanía al casco urbano de Villanúa y su valor paisajístico.

Cabe reseñar que en las inmediaciones del monte existen diversos dólmenes de gran interés histórico, así como unas famosas cuevas:

- Dolmen y Cueva de As Güixas y Dolmen de Letranz, situados al noroeste del monte junto a la pista que da acceso al mismo a través del monte de Collarada. - Dolmen de Diezcampanas, muy cercano al límite suroeste del monte.

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Imagen 40. Refugio libre

Red de senderos

Son varios los senderos que permiten recorrer la superficie del monte objeto de ordenación y que se encuentran parcialmente señalizados, en particular posibilitan el tránsito a lo largo de sus extremos norte y sur.

• Subida desde el casco urbano de Villanúa hasta la Fuente Del Paco. Accede al monte desde el oeste en una zona de pinar y recorre la zona de transición entre este bosque y el abetar a lo largo de una antigua trocha.

Imagen 41. Señalización sendero

• Ascenso desde el puente que cruza el barranco de Arraguás hasta el Cubilar de la Espata en primer lugar y, ya fuera de la superficie objeto de estudio, hasta la Punta Collarada. Gran parte del recorrido de este sendero a lo largo del MUP 321 transcurre sobre antiguas trochas de desembosque que recorren pinares de pino

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royo, abetares y pinares de pino negro para acabar en un paisaje de mosaico en el que paulatinamente van ganando protagonismo los pastos. • Sendero que parte de Villanúa y llega hasta Punta Espata pasando por Diezcampanas, y Punta de La Selva. Es de los pocos senderos en buen estado que no procede de antiguas trochas, accede al monte en su extremo suroeste, en zonas de pinar de sylvestris cercanas a Diezcampanas y asciende toda la ladera de orientación oeste haciendo zigzags hasta llegar a Punta de la Selva. Posteriormente se adentra en el abetar y comienza una subida más suave por la divisoria (extremo sur del monte) hacia Punta Espata, que va dando paso a pinares de montaña, a pastos y a gleras y roquedos.

La mayoría de estos senderos pueden considerarse turísticos, de acuerdo con el artículo 3 del Decreto 159/2012, de 19 de junio, del Gobierno de Aragón, por el que se regulan los senderos de Aragón que revisten la condición de recursos turísticos.

Imagen 42. Plano de senderos

2.3.3.3. INFRAESTRUCTURAS DE PREVENCIÓN Y EXTINCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES Las infraestructuras presentes en el grupo de montes objeto de la ordenación dedicadas a la prevención y extinción de incendios constan de:

- Cortafuegos abandonado en la zona oeste cuya necesidad de conservación es reducida, debido a la presencia de otro cortafuegos cercano que sí que presenta un correcto mantenimiento en la actualidad.

- Depósito de hormigón, situado en la zona del abetar cercana al barranco de Arraguás, en el entorno de la Fuente Del Paco, su conservación no se considera prioritaria por el reducido peligro de incendio que presenta la zona en la que se ubica.

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Imagen 43. Depósito de hormigón

- El cortafuegos que se ha nombrado anteriormente, y que se encuentra en buen estado de conservación, coincide con el límite suroeste del monte y su conservación sí que se considera prioritaria, no obstante, no forma parte de la superficie objeto de ordenación.

Longitud Anchura Necesidad de Tipo Ubicación (km) (m) Conservación Cortafuegos Zona oeste 0,62 50 Baja

Tabla 16. Cortafuegos

Ubicación (UTM) Necesidad de Denominación Tipo Aptitud X Y conservación Depósito hormigón Depósito de 704.351 4.728.415 Autobomba Baja 10m³. obra Tabla 17. Puntos de agua

No existe en el monte ningún área cortafuegos como tal, no obstante, existen zonas de antiguos pastizales que rompen la continuidad del combustible, así como masas arbóreas (principalmente abetares) poco susceptibles al fuego por la elevada humedad que conservan en su interior. Sin embargo, en los pinares de pino royo, la orientación de las laderas en que vegetan, la elevada espesura de la masa y su disposición estructural hacen que futuras intervenciones selvícolas que disminuyesen la continuidad del combustible se pudiesen catalogar como acciones preventivas en cuanto a incendios forestales en sí mismas.

2.3.3.4. INFRAESTRUCTURAS GANADERAS No se localizan infraestructuras ganaderas permanentes en el interior del monte más allá de dos abrevaderos localizados en el noreste y otro al suroeste. Además, junto a uno de ellos, pero ya fuera de los límites del MUP se sitúa el Cubilar de Espata, un refugio libre que en época de pastoreo es utilizado por los ganaderos.

Por otro lado, en verano se instala un pastor eléctrico para controlar el movimiento del ganado y se coloca un punto de sal.

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Imagen 44. Plano de infraestructuras ganaderas

Imagen 45. Abrevadero en la zona de Diezcampanas

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2.4. Formación de cantones, estratos y rodales

2.4.1. Formación de cantones La zonificación se establecerá en dos niveles, uno correspondiente a la organización del monte y su gestión (cantones), y otro a las características ambientales y socioeconómicas de la vegetación (estratos), cuya intersección dará lugar a los rodales, unidad selvícola.

Se han definido un total de 17 cantones, todos ellos a partir de límites perfectamente identificables, tanto sobre plano como en el terreno, apoyados en barrancos, divisorias y pistas. Los cantones planteados tienen una superficie de entre 10 y 72 ha (en función de su homogeneidad y de la presencia de elementos que pueden hacer de límites identificables) y se han identificado con una única numeración, siguiendo una pauta en espiral, en sentido horario, y desde el exterior al interior, comenzando en el extremo norte del monte.

Cantones Superficie (ha) Cantones Superficie (ha) 1 64,12 10 43,66 2 51,23 11 38,56 3 43,89 12 44,23 4 63,49 13 40,76 5 47,84 14 39,62 6 42,27 15 30,04 7 72,27 16 38,76 8 9,79 17 43,30 9 50,27 Total 764,11 Tabla 18. Cantones

Imagen 46. Plano de cantones

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2.4.2. Formación de estratos Los estratos serán unidades de terreno forestal homogéneas en base a una serie de criterios o características determinadas. En este caso los criterios utilizados han sido los tipos de formación vegetal en primer lugar, diferenciando pastos, rasos y formaciones arbóreas; características de masa en segundo lugar, en concreto la composición específica, la edad, el estado sanitario y el grado de intervención reciente, que han permitido estratificar las masas boscosas. Por último, el tercer criterio de subdivisión ha sido en función de la orografía, la cual condiciona el grado de explotabilidad de cada zona; más concretamente se ha tenido en cuenta la pendiente, la proximidad a barrancos y canales y la inaccesibilidad. Este criterio ha dado lugar a los que se denominarán en el presente proyecto como “subestratos”

De este modo, en primer lugar, se diferenció entre las zonas de pastos, rasos, pinares de Pinus uncinata, de Pinus sylvestris, mixtos de Pinus sylvestris y Pinus nigra y zonas de abetar; para posteriormente subdividir el abetar en función de su estado sanitario e intervenciones selvícolas y el pinar de Pinus sylvestris en función de su edad y desarrollo. Todo ello mediante ortofotos antiguas y actuales, tecnología Lidar y, por supuesto, trabajos de campo.

Para la última diferenciación, referente a la orografía del terreno, se ha considerado las siguientes limitaciones respecto a la explotabilidad (sólo tenida en cuenta en masas arbóreas):

 Se consideran abruptas (y, por tanto, no explotables) por el potencial riesgo de erosión, las zonas comprendidas en un radio de 25 metros desde cualquier barranco o canal.  Por motivos de erosión potencial y de inaccesibilidad en general, se consideran también abruptas y no explotables zonas con una pendiente media superior al 60% y alejadas de pistas y trochas; así como rodales a los que no se pueda acceder sin atravesar alguna de las zonas mencionadas.

Finalmente, tras este proceso de estratificación se han formado los siguientes estratos:

Código del estrato Estrato Superficie (ha) Formación Abetar intervenido AaCorta 2,53 Abetar para su estudio Abetar con presencia AacpPs 129,85 Abetar de pino royo Abetar con presencia de pino royo AacpPsM 76,58 Abetar fuertemente afectado por muérdago Abetar con presencia AacpPu 2,89 Abetar de pino negro Abetar con espesura AaDenso 12,76 Abetar elevada Pinares de pino Cortafuegos Antiguo cortafuegos 1,47 royo Pastos y claros Pastos cubiertos por 105,07 Pastos vegetación herbácea Pinar de Pinus Pinares de pino PsJoven 68,17 sylvestris joven royo Masa mixta de Pinus PsPn 7,20 Pinar mixto sylvestris y Pinus nigra

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Pinar de Pinus Pinares de pino PsViejo 161,57 sylvestris viejo royo Bosquetes de Bosque de Pt tremoletas tras cortas 4,84 tremoletas intensas en el abetar Pinares de pino Pu Masas de pino negro 132,98 negro Gleras, cumbres y Raso 58,22 Rasos barranqueras Total general 764,11 Tabla 19. Estratos

Imagen 47. Plano de estratos

En función de lo abrupto del terreno y su consecuente explotabilidad, el monte queda dividido del siguiente modo:

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Imagen 48. Plano de explotabilidad

Expotable No explotable No arbolado Total 274,30 ha 325,05 ha 165,76 ha 764,11 ha

Tabla 20. Explotabilidad

De la intersección de los estratos vegetales con la explotabilidad de los mismos, surgen los subestratos que, finalmente, determinarán los rodales:

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Imagen 49. Plano de subestratos

Estrato Superficie (ha) Subestrato Superficie (ha) % del estrato AaCorta 2,53 Accesible 2,53 100 Accesible 58,62 45,14 AacpPs 129,85 Inaccesible 71,24 54,86 Accesible 38,86 50,74 AacpPsM 76,58 Inaccesible 37,72 49,26 AacpPu Accesible 1,22 42,30 2,89 Inaccesible 1,67 57,70 Aadenso 12,76 Accesible 12,76 100 Cortafuegos 1,47 Pastos 105,07 Accesible 48,10 70,56 PsJoven 68,17 Inaccesible 20,07 29,44 PsPn 7,20 Accesible 7,20 100 Accesible 62,63 38,76 PsViejo 161,57 Inaccesible 98,94 61,24 Pt 4,84 Accesible 4,84 100 Accesible 37,56 28,25 Pu 132,98 Inaccesible 95,42 71,75 Rasos 58,22 Accesible 274,30 35,90 Total 764,11 Inaccesible 325,05 42,54 No arbolado 164,76 21,56

Tabla 21. Subestratos

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2.4.3. Descripción de estratos Se describen a continuación las características selvícolas y ecológicas más relevantes de cada uno de los estratos determinados para la presente ordenación y su relación con las formaciones descritas en el apartado “Flora y vegetación” ya que, en muchos casos coinciden.

2.4.3.1. AacpPs El presente estrato está formado por las zonas con menor decaimiento del abetar descritas en el apartado “2.2.5 Flora y vegetación” del presente documento. Así, como se ha indicado, se trata de una masa irregular, en el que están presentes todas las clases naturales de edad y cuyas especies principales son abeto y pino royo (este último en bastante menor medida, alrededor del 15%). Presenta una elevada espesura y escasa presencia de especies acompañantes debido a la reducida cantidad de luz que llega al suelo, entre ellas destacan Pinus uncinata (especialmente en zonas altas en contacto con pinares de montaña), Sorbus aucuparia, Populus tremula, Salix caprea, Fagus sylvatica e Ilex aquifolium.

La regeneración está presente en los claros, no obstante, en muchas ocasiones es dañada por fauna cinegética. Por otro lado, bajo el dosel arbóreo los abetos jóvenes suelen morir sumergidos por la ausencia de luz.

La orientación predominante del estrato es norte, presenta fuertes pendientes y una altitud que varía entre los 1.300 y los 1.800 metros aproximadamente. A pesar de tratarse del estrato más sano de abetar la presencia de madera muerta es abundante y hay presencia puntual de muérdago, en especial en las zonas más bajas.

El estrato no cuenta con pistas, sin embargo, lo atraviesan varias trochas que permiten el acceso al mismo.

2.4.3.2. AacpPsM La denominación de este estrato y su diferenciación del anterior radica en su fuerte afección por muérdago y su decaimiento, pues la composición específica, la situación del regenerado y el desarrollo de los individuos que lo forman es similar. Es, por tanto, la zona más decaída del abetar que se describía en el apartado “2.2.5 Flora y vegetación”. Del mismo modo que en el resto de la formación, es patente la irregularidad de la masa, no obstante, las muertes provocadas por el decaimiento han generado una reducción de la espesura y una elevada presencia de madera muerta en pie y en suelo.

Las especies que acompañan al abeto y al pino royo forman parte, en general, de un dosel inferior y principalmente son Populus tremula, Salix caprea, Ilex aquifolium y Buxus sempervirens.

La orientación de la ladera en que se ubica el estrato es mayoritariamente norte y con fuertes pendientes, la única diferencia respecto al anterior radica en su cercanía al barranco de Arraguás y su consecuente menor altitud, que varía desde los 1.000 hasta los 1.500 metros. Así como una pendiente algo más reducida en la zona más baja.

A diferencia del estrato superior, éste cuenta con una pista que lo atraviesa, cercana a su límite sur y en buen estado de conservación. Por otro lado, como toda la ladera donde vegeta el abeto, contiene una red de antiguas trochas que permitían la saca de madera.

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2.4.3.3. AaDenso La denominación de este estrato se basa en la mayor espesura que presenta el mismo respecto a los anteriores. Esta espesura viene determinada por antiguos aprovechamientos que permitieron la regeneración de la masa. Ello ha provocado que el abetar sea más joven en este estrato, lo cual conlleva un mayor vigor de la masa y un mínimo decaimiento (únicamente provocado por la fuerte competencia intraespecífica) con la consecuente disminución de pies muertos o moribundos y el mantenimiento de densidades elevadas.

Se localiza en la zona alta de la ladera de La Selva, entre 1.600 y 1.730 metros de altitud, atravesado por las trochas que dieron acceso a la masa durante los últimos aprovechamientos y que permanecen en buen estado de conservación.

2.4.3.4. AaCorta Se trata de un estrato formado por una masa intervenida durante el año 2017, dicha intervención condiciona sus características principales y determina su diferenciación del estrato que lo rodea (AacpPsM). La corta fue de carácter sanitario, eliminando los pies debilitados y con mayor afección de muérdago que, en general, tienden a coincidir con los pies más viejos. No obstante, también se extrajeron pies de diámetros medios y menores que se encontraban sumergidos.

Se trata, por tanto, de un abetar abierto, con presencia de Pinus sylvestris y, en ocasiones, un estrato arbustivo denso formado por Buxus sempervirens.

Otros aspectos que lo diferencian del resto de estratos que constituyen el abetar son:

- Pendientes reducidas y cercanía en toda la superficie a una infraestructura viaria, ambos factores facilitan su aprovechamiento. - Cercanía al barranco de Arraguás. - Altitud media menor, entre 1.200 y 1.250 metros.

Es pronto para valorar la regeneración tras la corta, pero sería conveniente analizarla durante los próximos años para comprobar si la masa regenera con facilidad o presenta ciertas dificultades que puedan condicionar los tratamientos.

2.4.3.5. Cortafuegos Estrato formado por un antiguo cortafuegos sobre una divisoria, que actualmente se encuentra en pleno proceso de colonización por parte de especies heliófilas, entre las que destacan Echinospartum horridum, Crataegus monogyna, Rosa sp., Pinus sylvestris o Buxus sempervirens. Se encuentra en la zona occidental del monte, con orientación oeste y rodeado por masas de Pinus sylvestris, bosque hacia el que previsiblemente tendería la formación de forma natural a medio plazo sin intervenciones antrópicas.

2.4.3.6. Pastos Estrato coincidente con la formación de pastizales descrita en el apartado “2.2.5 Flora y vegetación”, constituido, por tanto, por formaciones herbáceas y distribuido en su mayoría a lo largo de las zonas supraforestales. No obstante, también incluye algunos rodales enclavados entre formaciones arbóreas fruto de su histórico pastoreo, sin embargo, éstos se encuentran, al igual que el antiguo cortafuegos, en etapa de colonización por parte de especie intolerantes, en este caso principalmente Crataegus monogyna.

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Se distribuye, por tanto, especialmente en las zonas altas del monte, situadas al este del mismo y con todas las orientaciones, aunque dada la disposición del monte predominan las norte y oeste. Está en contacto principalmente con bosques de pino negro y con gleras

2.4.3.7. PsJoven El presente estrato se corresponde con las masas más jóvenes de la formación vegetal pinar de pino royo descrita en el apartado “2.2.5 Flora y Vegetación”. Su menor edad respecto a otros pinares presentes en el monte, viene determinada por su origen, pues en este caso las masas de PsJoven provienen de una colonización más tardía de antiguos cultivos y zonas de pastos.

El proceso de progresiva colonización natural ha determinado que la estructura sea semirregular y que la espesura, a pesar de ser masas que pueden llegar a tener 60 años no sea excesiva. Las clases naturales de edad que comprende el estrato varían entre latizal alto y fustal bajo.

El resto de características de las masas (especies acompañantes, regeneración, estado sanitario…) que forman el estrato coinciden con las pertenecientes al estrato PsViejo y, por tanto, con las descritas para los “Pinares de Pinus sylvestris”, en el apartado referente a “Estado natural”.

2.4.3.8. PsPn Estrato de pinar mixto de Pinus sylvestris y Pinus nigra, coincidente con la formación Pinar mixto descrita en el apartado “2.2.5 Flora y vegetación”, de reducida superficie y, como se ha indicado anteriormente, procedente de repoblación, orientada al oeste y con espesura trabada.

La composición específica se caracteriza por una proporción similar de ambas especies principales y una gran escasez de especies acompañantes y el desarrollo de la masa alcanza la clase natural de edad de fustal bajo.

La presencia de una trocha en una parte de la zona baja del estrato y de una pista cercana a los puntos más altos, hacen accesible la ladera en la que vegeta el estrato a pesar de las fuerte pendiente.

2.4.3.9. PsViejo El presente estrato lo forman los pinares de pino royo definidos en el apartado de “2.2.5 Flora y vegetación” a excepción de los incluidos en el estrato PsJoven.

En contraposición con dicho estrato, PsViejo presenta un mayor desarrollo, fruto de una edad más avanzada, corroborada por las ortofotos del vuelo americano que muestran que a mediados del siglo pasado estas masas ya se habían instalado en el monte, mientras que las zonas que actualmente están ocupadas por otros pinares estaban rasas en aquella época. Ello ha posibilitado la delimitación más precisa de las zonas más maduras.

Pese a presentar una densidad similar al estrato PsJoven, debido al mayor desarrollo de los pies presentes en la masa (en forma de fustal) la competencia se hace patente y propicia que, en apariencia, sea interesante una dosificación de la misma. En cuanto al resto de características (composición específica, orografía…), éstas son coincidentes en ambos estratos y, por tanto, con las definidas en la descripción de la formación vegetal.

En general, este estrato es poco accesible, dadas las elevadas pendientes que presenta y la ausencia de infraestructuras viarias que lo atraviesan.

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2.4.3.10. Pt Estrato coincidente con la formación de bosque de tremoletas, procedente de cortas ejecutadas sobre el abetar (en la década de 1970) en las que, muy probablemente, se abrió en gran medida el dosel arbóreo, lo cual produjo la regeneración de una especie heliófila como Populus tremula, no obstante, también hay presencia de Pinus sylvestris, Abies alba (en las zonas que conservaron mayor proporción de sombra) y zonas abiertas, cubiertas en la actualidad por un tapiz herbáceo y regeneración de las coníferas, especialmente pino royo.

El estrato está formado por dos pequeñas zonas discontinuas entre sí, situadas a media ladera, con fuertes pendiente, orientadas al norte y rodeadas por abetares. Todavía se conservan las trochas que dieron acceso a estas zonas de cortas y que atraviesan el abetar desde la pista que transcurre junto al barranco.

2.4.3.11. Pu Estrato coincidente con la formación pinares de pino negro, descrita en el apartado “2.2.5 Flora y vegetación”. Como se ha apuntado en dicho apartado se trata del estrato arbóreo situado a mayor altitud, ya en el límite de distribución de los árboles y en contacto con pastos y gleras.

Se trata en general de bosques puros, regulares y en edad de fustal, con alta espesura en muchos casos, escasa regeneración y abundante presencia de madera muerta.

En la mayoría de los casos, presenta accesos complicados y elevadas pendientes, no obstante, algunas zonas con presencia de antiguas trochas y pendiente moderada poseen condiciones favorables de accesibilidad pese a las condiciones extremas determinadas por el clima y la altitud.

2.4.3.12. Raso El presente estrato coincide con la formación de rasos, descrita en el apartado “2.2.5 Flora y vegetación” constituida por gleras, barranqueras y paredes de roca. Son, en general, inaccesibles y, como se ha apuntado con anterioridad, la única vegetación presente en ellas es pionera, casmofítica y adaptada a las condiciones extremas que se dan en estas zonas.

2.4.4. Formación de rodales Los rodales se han formado de la intersección entre subestratos y cantones. La designación de cada uno se ha realizado mediante letras minúsculas por orden alfabético dentro de cada cantón, de modo que cada rodal se identifica por el número de cantón al que pertenece y la letra asignada. En la siguiente tabla se muestran los valores de superficie y el estrato al que pertenece cada rodal.

Rodal Subestrato Sup (ha) Rodal Subestrato Sup (ha) 1a Pastos 33,81 10a PsJoven accesible 12,13 1b Pu accesible 5,99 10b AacpPs inaccesible 0,29 1c Rasos 21,27 10c PsViejo inaccesible 0,81 1d Pu accesible 0,61 10d Rasos 0,49 1e Pu inaccesible 1,66 10e PsViejo accesible 21,23 1f Pu accesible 0,78 10f PsViejo inaccesible 1,89 2a Pu inaccesible 7,38 10g AacpPs accesible 0,92

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Rodal Subestrato Sup (ha) Rodal Subestrato Sup (ha) 2b Rasos 17,95 10h PsJoven accesible 1,98 2c Pastos 25,90 10i Cortafuegos 1,47 3a Pastos 19,36 10j PsJoven accesible 2,45 3b Rasos 10,74 11a PsViejo inaccesible 13,02 3c Pu inaccesible 1,67 11b AacpPs inaccesible 0,75 3d Pu inaccesible 12,11 11c PsViejo inaccesible 0,05 4a AacpPs inaccesible 19,00 11d PsViejo accesible 6,77 4b Rasos 2,38 11e PsJoven accesible 6,89 4c Pu inaccesible 26,10 11f PsViejo accesible 2,17 4d Pastos 0,70 11g PsViejo inaccesible 1,27 4e Pu accesible 12,50 11h PsJoven inaccesible 0,14 4f Pu inaccesible 2,34 11i PsJoven inaccesible 0,30 4g Pastos 0,47 11j PsPn accesible 7,20 5a PsViejo inaccesible 0,79 12a PsJoven inaccesible 1,53 5b PsViejo accesible 0,25 12b PsViejo inaccesible 19,86 5c AacpPsM inaccesible 1,23 12c Rasos 0,89 5d AacpPsM accesible 4,36 12d PsJoven inaccesible 2,06 5e AacpPsM inaccesible 1,65 12e PsViejo inaccesible 1,41 5f AacpPs inaccesible 10,45 12f AacpPsM inaccesible 0,47 5g AacpPs accesible 18,57 12g AacpPsM accesible 1,77 5h AacpPs inaccesible 4,04 12h PsJoven accesible 3,99 5i Pu accesible 3,73 12i AacpPs inaccesible 2,64 5j Pu inaccesible 2,48 12j AacpPs accesible 1,19 5k Pu inaccesible 0,31 12k AacpPs accesible 7,81 6a PsViejo inaccesible 0,85 12l AacpPs inaccesible 0,46 6b PsViejo accesible 0,86 12m PsViejo inaccesible 0,17 6c AacpPsM accesible 9,12 13a AacpPsM inaccesible 1,58 6d AacpPsM inaccesible 1,26 13b PsViejo inaccesible 2,11 6e AacpPsM inaccesible 1,26 13c PsViejo accesible 9,24 6f Pt accesible 3,79 13d AacpPsM accesible 4,36 6g AacpPs accesible 8,82 13e AacpPsM inaccesible 11,61 6h AacpPs inaccesible 8,11 13f AacpPs accesible 4,45 6i AacpPsM accesible 0,17 13g AacpPs inaccesible 3,86 6j AacpPs inaccesible 1,83 13h AacpPs inaccesible 0,58 6k Pu inaccesible 1,05 13i Aadenso accesible 2,97 6l Pu accesible 5,08 14a PsViejo inaccesible 26,25 6m Pu inaccesible 0,07 14b Pastos 1,84 7a PsViejo inaccesible 0,68 14c Pu inaccesible 1,09 7b AacpPsM inaccesible 1,49 14d PsJoven inaccesible 5,69 7c PsViejo accesible 0,85 14e Rasos 2,60 7d AacpPsM accesible 9,51 14f Pastos 2,15 7e AacpPsM accesible 9,56 15a Pu inaccesible 1,55 7f AaCorta accesible 2,53 15b AacpPs inaccesible 7,61 7g AacpPsM inaccesible 3,14 15c PsViejo accesible 4,33 7h AacpPsM inaccesible 4,33 15d Pastos 0,53 7i AacpPsM inaccesible 9,69 15e Pu inaccesible 6,17 7j Pt accesible 1,05 15f PsJoven inaccesible 3,44 7k AacpPs inaccesible 0,47 15g PsViejo inaccesible 3,86 7l AacpPs accesible 16,86 15h Pastos 0,89

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Rodal Subestrato Sup (ha) Rodal Subestrato Sup (ha) 7m AacpPs inaccesible 9,50 15i Rasos 1,05 7n AacpPs inaccesible 1,65 15j PsViejo inaccesible 0,61 7o Pu inaccesible 0,16 16a Pu inaccesible 1,30 7p Pu accesible 0,80 16b Pu accesible 4,09 8a Aadenso accesible 9,79 16c AacpPu inaccesible 1,67 9a PsViejo accesible 16,94 16d Pu inaccesible 1,42 9b PsViejo inaccesible 1,51 16e AacpPu accesible 1,22 9c PsJoven accesible 16,37 16f Pu accesible 3,41 9d PsJoven inaccesible 0,14 16g Pu inaccesible 1,87 9e PsViejo inaccesible 1,38 16h Pastos 2,15 9f PsJoven accesible 4,28 16i Pu inaccesible 0,87 9g PsJoven inaccesible 2,28 16j Pu inaccesible 18,16 9h PsJoven inaccesible 0,17 16k Pu accesible 0,58 9i PsViejo inaccesible 2,42 16l Rasos 0,85 9j PsJoven inaccesible 1,74 16m Pastos 1,17 9k PsJoven inaccesible 0,73 17a Pastos 16,09 9l PsJoven inaccesible 1,84 17b Pu inaccesible 7,66 9m PsViejo inaccesible 0,45 17c PsViejo inaccesible 19,55 Tabla 22. Rodales

Imagen 50. Plano de rodales

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3. Inventario cuantitativo

El inventario cuantitativo refleja una estimación de las existencias y de la estructura del arbolado. Éste incidirá con mayor intensidad en aquellos estratos que por su valor, sus necesidades selvícolas, o su interés en cuanto al conocimiento de la estructura, estado de conservación, etc., sea necesario.

En este caso, se realiza un inventario por muestreo estadístico estratificado de carácter aleatorio, para posteriormente procesar los datos y obtener resultados dasométricos referidos a los diferentes niveles establecidos. En el presente inventario, dicho nivel será el estrato.

3.1. Inventario de masas arboladas

3.1.1. Diseño del inventario El diseño del inventario se ha realizado de acuerdo con el Pliego de General de Condiciones Técnicas para la redacción y presentación de resultados de Proyectos de Ordenación de montes gestionados por el Gobierno de Aragón.

Para las formaciones arbóreas incluidas en el monte objeto del presente Proyecto de Ordenación se han establecido dos tipos de inventario cuantitativo, en función de los estratos vegetales a los que afecta:

- Por muestreo estadístico estratificado de carácter aleatorio, con el objetivo de disponer de datos cuantitativos precisos en los estratos con masas arboladas susceptibles de poseer recursos de valor. - Por estimación pericial en el estrato “Pt” ya que no se prevé intervenir en el mismo dado el escaso valor de sus productos.

Tipo de inventario Superficie (ha) Estratos arbolados AacpPs AacpPsM AaDenso AaCorta Muestreo estadístico 594,54 PsPn PsJoven PsViejo Pu Estimación pericial 4,84 Pt Tabla 23. Inventario en formaciones arbóreas

3.1.2. Parámetros del muestreo estadístico estratificado En los siguientes apartados se realizará una descripción detallada de la metodología utilizada durante el muestreo y de los datos recopilados.

3.1.2.1. INTENSIDAD DE MUESTREO Se han realizado un total de 72 parcelas por el método estadístico estratificado. Esto supone una densidad de una parcela cada 10,61 ha sobre la superficie total del monte, no obstante,

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo respecto a la superficie sobre la que se ha realizado el muestreo, la densidad de muestreo ha sido de una parcela por cada 8,26 ha.

En base a esta intensidad de muestreo se pretende obtener una caracterización del monte y su estructura, con una precisión suficiente como para realizar un diagnóstico del estado actual y poder proponer tratamientos específicos en caso de ser necesarios.

Las parcelas de inventario han sido circulares y se han ejecutado con un radio de entre 7 y 10 m, de tal manera que siempre incluyesen un mínimo de 20 pies inventariables, resultando una superficie de muestreo por parcela de entre 153,93 y 314,16 m2. Como excepción a esta metodología se encuentran las parcelas levantadas en el estrato AaCorta, en el cual el radio se definió en función de la distancia al sexto árbol y se realizaron 9 parcelas.

De la conjunción de todas las parcelas inventariadas, se deriva una superficie total inventariada de 2,008 hectáreas, resultando el porcentaje de superficie inventariada del 0,26% respecto al total del monte y del 0,34% respecto a las formaciones arbolados incluidas en el muestreo estratificado.

3.1.2.2. DISEÑO Y LOCALIZACIÓN DE LA MALLA DE MUESTREO Las parcelas han tomado como base para su localización los vértices de una malla de inventario cuadrangular de 200 m de lado sobre los estratos objeto del muestreo estadístico.

Finalmente, en los estratos en que se consideró que la intensidad de muestreo no permitía obtener una información con una precisión suficiente de cara a su aprovechamiento o análisis detallado, se realizaron parcelas extra que permitieron una reducción del error y un mayor conocimiento de las masas (AacpPs, AacpPsm, AaDenso, y zonas accesibles de Pu y PsViejo).

3.1.2.3. TAMAÑO Y FORMA DE LAS PARCELAS DE MUESTREO Como se ha indicado anteriormente, las parcelas se realizaron con forma circular por ser las más sencillas de plantear sobre el terreno y con menor relación perímetro/área lo cual disminuye la cantidad de pies que se encuentran en el límite de su superficie. Los radios utilizados variaron entre 7 y 10 metros, asegurando siempre que se incluyese un mínimo de 20 pies inventariables (mayores de 7,5 cm de diámetro normal) en cada parcela.

3.1.2.4. VARIABLES DENDROMÉTRICAS Y SELVÍCOLAS INVENTARIADAS Las variables dendrométricas tomadas en cada parcela fueron las siguientes:

 Diámetro normal de todos los pies inventariables independiente de la especie y del vigor (se incluyen, por tanto, especies arbustivas y pies muertos en pie).  Altura total de 3 árboles tipo.  Diámetro de tocones y diámetro mayor de la madera muerta en suelo.  Estimación de la regeneración (especie y diámetros de los pies menores de 7,5 cm de diámetro normal).

Sobre la regeneración arbórea se realizó una estimación de los pies menores presentes en la parcela, anotando la especie, diámetros, alturas y número de pies.

Dentro de cada parcela, además de las variables señaladas sobre los pies presentes, se hizo una valoración de los siguientes parámetros:

 Altitud, pendiente, orientación, pedregosidad.

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 Especie principal, especies secundarias, acompañantes y arbustivas.  Origen de la masa y forma principal.  Fracción cabida cubierta, clase natural de edad.  Estado sanitario (con especial incidencia en la presencia de muérdago y su abundancia).

Las observaciones durante el replanteo de las parcelas y el tratamiento de los datos obtenidos en ellas permitieron la obtención de las siguientes variables para cada punto primero y para cada estrato después:

 Densidad y distribución diamétrica agrupada en clases diamétricas de 5 cm de amplitud.  Área basimétrica.  Volumen con corteza (únicamente de abeto, pino royo, pino laricio y pino negro).  Crecimiento anual en volumen (mismas especies que el volumen).

3.1.3. Cálculo de existencias. Tarifas La información recogida en el inventario de las parcelas, se ha procesado mediante la aplicación de tarifas generadas en función del diámetro normal y a partir de datos procedentes de dos fuentes distintas en función de la especie:

Especies para las que se apearon árboles tipo en el Proyecto de Ordenación de 1959, es decir, Abies alba y Pinus sylvestris. Las tarifas se han generado a partir de datos procedentes de los árboles tipo apeados durante el Proyecto de Ordenación del monte “La Selva y Puerto Espata”, MUP 321, del año 1959. A partir de estos datos se han calculado las correspondientes regresiones, mediante el modelo potencial. Con objeto de comprobar la idoneidad de las ecuaciones se han comparado con las obtenidas en la tercera revisión del Proyecto de Ordenación de “La Selva de la Sieso” (MUP 230), monte de composición semejante y muy cercano en cuanto a localización, resultando ser las ecuaciones muy similares.

Especies para las que no se tienen datos de árboles tipo apeados, es decir, Pinus uncinata y Pinus nigra. Se han empleado tarifas del IFN3.

Abeto

Se ha partido de 26 árboles tipo apeados en el año 1959.

Volumen con corteza en función del diámetro normal Incremento anual de Volumen en función del diámetro normal

3500 70 y = 0,3982x2,2314 y = 0,0521x1,6088 60 2 3000 R2 = 0,9697 R = 0,5007

2500 50

2000 40

1500 30

Volumen (dm3) 1000 20

Crecimiento Crecimiento (dm3/año)

500 10

0 0 0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 DiámetroDiámetro normal ^2 (cm)(cm) Diámetro (cm)

Imagen 51. Gráficos de relación diámetro-volumen y de relación diámetro-crecimiento para Abies alba

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Pino royo

Se ha partido de los datos de 51 árboles tipo apeados en los años 1959.

Volumen con corteza en función del diámetro normal Incremento anual de volumen en función del diámetro normal

3000 30 y = 0,1546x2,4295 y = 0,0815x1,3813 2 2500 R2 = 0,8863 25 R = 0,3254

2000 20

1500 15

(dm3/año)

Volumen (dm3) 1000 10

500 5

0 Incremento anual de Volumen sin corteza 0 0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 Diámetro normal (cm) Diámetro (cm)

Imagen 52. Gráficos de relación diámetro-volumen y diámetro-crecimiento para Pinus sylvestris

Pino negro

Para la cubicación y cálculo de incremento anual de volumen con corteza de los pies, se utilizaron las supertarifas del Inventario Forestal Nacional (IFN 3) para la provincia de Huesca, atendiendo a la forma de cubicación 2.

Imagen 53. Gráficos de relación diámetro-volumen y diámetro-crecimiento para Pinus uncinata

Pino laricio

Para la cubicación y cálculo de incremento anual de volumen con corteza de los pies, se utilizaron las supertarifas del Inventario Forestal Nacional (IFN 3) para la provincia de Huesca, atendiendo a la forma de cubicación 2.

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Imagen 54. Gráfico de relación diámetro-volumen y diámetro-crecimiento para Pinus nigra

3.1.4. Resultados del inventario por estratos A continuación, se muestran los resultados del inventario para cada uno de los estratos definidos en la zonificación.

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3.1.4.1. ESTRATO AacpPs: ABIES ALBA CON PRESENCIA DE PINUS SYLVESTRIS  Superficie del estrato: 129,85 ha  Número de parcelas: 15  Superficie muestreada: 4.652,71 m2  Intensidad de muestreo: 8,66 ha/parcela  Error de muestreo (sobre área basimétrica): 0,23  Valores medios por hectárea:

Abeto (Abies alba) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 203 1,57 13,63 0,42 15 168 2,89 27,42 0,67 20 119 3,71 37,65 0,76 25 86 3,98 42,20 0,76 30 54 3,77 41,99 0,66 35 45 4,33 50,00 0,72 40 32 3,85 45,56 0,61 45 32 5,15 63,00 0,77 50 13 2,41 30,11 0,35 55 10 2,61 33,64 0,36 60 2 0,65 8,39 0,09 65 2 0,81 10,82 0,11 70 2 0,94 12,77 0,12 Total 770 36,67 417,19 6,38

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 22 0,18 0,95 0,04 15 7 0,12 0,78 0,02 20 17 0,57 4,10 0,09 25 32 1,50 12,24 0,22 30 34 2,45 20,85 0,31 35 28 2,66 24,15 0,31 40 22 2,71 25,91 0,29 45 13 1,99 20,04 0,20 50 8 1,51 15,90 0,14 55 0 0,00 0,00 0,00 60 6 1,68 19,14 0,14 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 190 15,38 144,06 1,76

Salix caprea CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 2 0,01

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

15 0 0,00 20 0 0,00 25 2 0,02 Total 5 0,04

Total especies CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 227 1,76 14,58 0,47 15 176 3,02 28,21 0,69 20 136 4,28 41,75 0,85 25 121 5,50 54,44 0,98 30 88 6,22 62,84 0,97 35 73 6,99 74,15 1,02 40 54 6,56 71,47 0,90 45 45 7,14 83,04 0,97 50 21 3,93 46,01 0,49 55 10 2,61 33,64 0,36 60 9 2,33 27,53 0,23 65 2 0,81 10,82 0,11 70 2 0,94 12,77 0,12 Total 965 52,09 561,25 8,14

Tabla 24. Resultados de inventario AacpPs

Distribución diamétrica

250

200

150 Sorb aria

100 P sylvestris Abies alba

50 Densidad (pies/ha)

0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica (cm)

Imagen 55. Distribución diamétrica AacpPs

82

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.4.2. ESTRATO AacpPsM: ABIES ALBA CON PRESENCIA DE PINUS SYLVESTRIS CON FUERTE AFECCIÓN POR MUÉRDAGO  Superficie del estrato: 76,58 ha  Número de parcelas: 12  Superficie muestreada: 3.609,70 m2  Intensidad de muestreo: 6,38 ha/parcela  Error de muestreo (sobre área basimétrica): 0,1  Valores medios por hectárea:

Abeto (Abies alba) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 196 1,41 12,13 0,38 15 108 1,92 18,25 0,44 20 156 4,89 49,59 1,00 25 44 2,09 22,23 0,39 30 60 4,18 46,53 0,73 35 48 4,38 50,31 0,73 40 44 5,66 67,58 0,88 45 20 2,97 36,09 0,45 50 8 1,66 20,95 0,24 55 4 0,88 11,15 0,12 60 0 0,00 0,00 0,00 65 4 1,24 16,40 0,16 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 691 31,27 351,22 5,54

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 8 0,04 0,20 0,01 15 0 0,00 0,00 0,00 20 0 0,00 0,00 0,00 25 8 0,37 2,83 0,05 30 20 1,51 12,97 0,19 35 16 1,61 14,77 0,18 40 4 0,48 4,51 0,05 45 28 4,56 46,27 0,44 50 4 0,78 8,25 0,07 55 4 0,95 10,40 0,08 60 4 1,12 12,85 0,09 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 97 11,41 113,06 1,18

Salix caprea CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año)

83

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

10 0 0,00 15 4 0,07 20 0 0,00 25 0 0,00 Total 4 0,07

Acebo (Ilex aquifolium) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 32 0,21 15 0 0,00 20 0 0,00 25 0 0,00 Total 32 0,21

Total especies CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 236 1,66 12,32 0,40 15 112 1,99 18,25 0,44 20 156 4,89 49,59 1,00 25 52 2,45 25,06 0,45 30 80 5,69 59,50 0,92 35 64 6,00 65,08 0,91 40 48 6,13 72,10 0,93 45 48 7,53 82,36 0,89 50 12 2,44 29,20 0,31 55 8 1,82 21,56 0,21 60 4 1,12 12,85 0,09 65 4 1,24 16,40 0,16 70 0 0,00 0,00 0,00 Total sp 823 42,96 464,27 6,72

Tabla 25. Resultados de inventario AacpPsM

84

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

Distribución diamétrica

250

200

150 Ilex aquifolium Sorb aria P sylvestris 100 Abies alba

50 Densidad (pies/ha)

0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica (cm)

Imagen 56. Distribución diamétrica AacpPsM

85

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.4.3. ESTRATO AaDenso: ABIES ALBA DE ALTA DENSIDAD  Superficie del estrato: 12,76 ha  Número de parcelas: 2  Superficie muestreada: 307,88 m2  Intensidad de muestreo: 6,38 ha/parcela  Error de muestreo: no significativo debido a la reducida superficie y la consecuente escasez de parcelas  Valores medios por hectárea:

Abeto (Abies alba) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 390 4,06 35,24 1,09 15 520 8,87 84,04 2,05 20 195 5,95 60,27 1,23 25 292 14,15 150,93 2,67 30 195 13,66 152,04 2,40 35 0 0,00 0,00 0,00 40 65 7,77 91,93 1,23 45 0 0,00 0,00 0,00 50 33 5,88 72,99 0,86 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 1.689 60,33 647,45 11,52

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 65 0,90 4,99 0,21 15 0 0,00 0,00 0,00 20 0 0,00 0,00 0,00 25 32 1,86 15,08 0,25 30 32 2,45 21,09 0,30 35 65 6,62 81,83 1,05 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 195 11,83 122,99 1,82

Salix caprea CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año)

86

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

10 32 0,21 Total 32 0,21

Total especies CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 487 5,17 40,23 1,30 15 520 8,87 84,04 2,05 20 195 5,95 60,27 1,23 25 325 16,01 166,01 2,92 30 227 16,11 173,13 2,70 35 65 6,62 81,83 1,05 40 65 7,77 91,93 1,23 45 0 0,00 0,00 0,00 50 33 5,88 72,99 0,86 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 1.917 72,37 770,44 13,33

Tabla 26. Resultados de inventario para AaDenso

Distribución diamétrica

600

500 Salix caprea P sylvestris 400 Abies alba

300

200

100 Densidad (pies/ha)

0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica (cm)

Imagen 57. Distribución diamétrica AaDenso

87

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.4.4. ESTRATO AacpPu: ABIES ALBA CON PRESENCIA DE PINUS UNCINATA  Superficie del estrato: 2,89 ha  Número de parcelas: 1  Superficie muestreada: 153,94 m2  Intensidad de muestreo: 2,89 ha/parcela  Error de muestreo: no significativo debido a la reducida superficie y la consecuente escasez de parcelas  Valores medios por hectárea:

Abeto (Abies alba) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 650 4,71 40,54 1,28 15 650 10,21 95,72 2,40 20 130 3,68 36,91 0,77 Total 1.429 18,60 173,17 4,45

Pino negro (Pinus uncinata) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 65 0,62 2,97 0,15 15 130 1,72 8,84 0,38 20 0 0,00 0,00 0,00 25 0 0,00 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00 0,00 35 65 6,98 53,41 0,82 40 0 0,00 0,00 0,00 45 65 10,80 89,72 1,10 50 65 13,80 120,16 1,31 Total 390 33,92 275,10 3,76

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 0 0,00 0,00 0,00 15 130 2,61 16,92 0,49 Total 130 2,61 16,92 0,49

Total especies CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 715 5,33 43,50 1,43 15 909 14,55 121,47 3,26 20 130 3,68 36,91 0,77 25 0 0,00 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00 0,00 35 65 6,98 53,41 0,82 40 0 0,00 0,00 0,00 45 65 10,80 89,72 1,10 50 65 13,80 120,16 1,31 Total 1.949 55,13 465,18 8,70

Tabla 27. Resultados de inventario para AacpPu

88

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

Distribución diamétrica 1000 900 Pinus 800 sylvestris Pinus 700 uncinata Abies alba 600 500 400 300 200

Densidad (pies/ha) 100 0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 Clase diamétrica (cm)

Imagen 58. Distribución diamétrica AacpPu

89

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.4.5. ESTRATO AaCorta: ABETAR INTERVENIDO PARA SU ESTUDIO  Superficie del estrato: 2,53 ha  Número de parcelas: 9  Superficie muestreada: 1.446,11 m2  Intensidad de muestreo: 0,28 ha/parcela  Error de muestreo (sobre área basimétrica): 0,68  Valores medios por hectárea:

Abeto (Abies alba) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 106 0,83 35,72 0,22 15 106 1,87 45,25 0,43 20 68 2,14 36,88 0,44 25 102 5,00 69,85 0,94 30 32 2,24 27,60 0,39 35 28 2,69 30,85 0,44 40 23 2,86 31,84 0,45 45 29 4,62 51,51 0,69 50 8 1,57 17,94 0,22 55 0,00 0,00 0,00 0,00 60 0,00 0,00 0,00 0,00 65 0,00 0,00 0,00 0,00 70 0,00 0,00 0,00 0,00 Total 502 23,82 347,43 4,24

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 0 0,00 0,00 0,00 15 0 0,00 0,00 0,00 20 0 0,00 0,00 0,00 25 0 0,00 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00 0,00 35 0 0,00 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 0,00 45 36 5,65 57,06 0,85 50 0 0,00 0,00 0,00 55 7 1,66 18,29 0,23 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 43 7,31 75,34 1,08

Total especies CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 106 0,83 35,72 0,22

90

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

15 106 1,87 45,25 0,43 20 68 2,14 36,88 0,44 25 102 5,00 69,85 0,94 30 32 2,24 27,60 0,39 35 28 2,69 30,85 0,44 40 23 2,86 31,84 0,45 45 65 10,27 108,57 1,54 50 8 1,57 17,94 0,22 55 7 1,66 18,29 0,23 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 544 31,13 422,77 5,31

Tabla 28. Resultados de inventario para AaCorta

Distribución diamétrica

120

100

80 P sylvestris 60 Abies alba 40

Densidad (pies/ha) 20

0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica (cm)

Imagen 59. Distribución diamétrica AaCorta

91

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.4.6. ESTRATO PsViejo: PINAR DE PINUS SYLVESTRIS VIEJO  Superficie del estrato: 161,57 ha  Número de parcelas: 17  Superficie muestreada: 5.205,64 m2  Intensidad de muestreo: 9,50 ha/parcela  Error de muestreo (sobre área basimétrica): 0,15  Valores medios por hectárea:

Abeto (Abies alba) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 62 0,50 4,37 0,13 15 17 0,28 2,66 0,07 20 15 0,48 4,93 0,10 25 19 0,92 9,78 0,17 30 19 1,29 14,33 0,23 35 2 0,23 2,67 0,04 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 4 1,01 12,95 0,14 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 138 4,62 51,68 0,88

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 46 0,36 1,92 0,09 15 58 1,01 6,34 0,20 20 105 3,32 23,67 0,54 25 163 8,12 64,00 1,14 30 160 11,08 93,72 1,41 35 75 7,00 63,15 0,81 40 52 6,52 64,14 0,72 45 23 3,60 36,25 0,36 50 6 1,15 12,15 0,10 55 2 0,49 5,31 0,04 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 689 43,38 370,66 5,41

Salix caprea CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 0 0,00 0,00 0,00

92

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

15 2 0,03 0,00 0,00 20 2 0,06 0,00 0,00 25 2 0,09 0,00 0,00 30 4 0,27 0,00 0,00 35 0 0,00 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 9 0,56 0,00 0,00

Cajico (Quercus faginea) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 4 0,04 0,00 0,00 15 9 0,10 0,00 0,00 20 2 0,04 0,00 0,00 25 2 0,06 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00 0,00 35 0 0,00 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 17 0,29 0,00 0,00

Pino negro (Pinus uncinata) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 0 0,00 0,00 0,00 15 0 0,00 0,00 0,00 20 0 0,00 0,00 0,00 25 0 0,00 0,00 0,00 30 2 0,14 1,15 0,03 35 0 0,00 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00

93

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

70 0 0,00 0,00 0,00 Total 2 0,17 1,15 0,03

Total especies CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 116 0,93 6,25 0,23 15 97 1,64 10,25 0,30 20 130 4,12 29,94 0,67 25 185 9,18 73,40 1,31 30 173 12,02 102,41 1,56 35 83 7,75 70,34 0,91 40 46 5,75 56,60 0,64 45 20 3,18 31,99 0,31 50 5 1,01 10,72 0,09 55 6 1,32 16,10 0,16 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 850,54 49,02 423,65 6,18

Tabla 29. Resultados de inventario para PsViejo

Distribución diamétrica

200 180

160 P nigra 140 Q faginea Fagus sylvatica 120 Abies alba 100 P sylvestris 80 60

Número depies 40 20 0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica (cm)

Imagen 60. Distribución diamétrica PsViejo

94

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.4.7. ESTRATO PsJoven: PINAR DE PINUS SYLVESTRIS JOVEN  Superficie del estrato: 68,17 ha  Número de parcelas: 5  Superficie muestreada: 1.570,80 m2  Intensidad de muestreo: 13,63 ha/parcela  Error de muestreo (sobre área basimétrica): 0,20  Valores medios por hectárea:

Abeto (Abies alba) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 0 0,00 0,00 0,00 15 0 0,00 0,00 0,00 20 5 0,14 1,45 0,03 25 0 0,00 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00 0,00 35 0 0,00 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 0,00 45 5 0,66 7,99 0,10 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 9 0,80 9,44 0,13

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 159 1,26 6,75 0,31 15 164 3,00 19,09 0,57 20 218 6,82 48,65 1,11 25 213 11,72 91,51 1,67 30 91 6,42 54,57 0,81 35 55 5,00 44,87 0,58 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 899 34,22 265,45 5,06

Cajico (Quercus faginea) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 9 0,07 0,00 0,00

95

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

15 5 0,09 0,00 0,00 20 0 0,00 0,00 0,00 25 0 0,00 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00 0,00 35 0 0,00 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 14 0,16 0,00 0,00

Total especies CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 168 1,33 6,75 0,31 15 168 3,09 19,09 0,57 20 223 6,96 50,10 1,14 25 213 11,72 91,51 1,67 30 91 6,42 54,57 0,81 35 55 5,00 44,87 0,58 40 0 0,00 0,00 0,00 45 5 0,66 7,99 0,10 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 922 35,18 274,89 5,19

Tabla 30. Resultados de inventario PsJoven

96

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

Distribución diamétrica

250

Q faginea 200 Abies alba P sylvestris

150

100

Densidad (pies/ha) 50

0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica (cm)

Imagen 61. Distribución diamétrica PsJoven

97

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.4.8. ESTRATO PsPn: MASA MIXTA DE PINUS SYLVESTRIS Y PINUS NIGRA  Superficie del estrato: 7,20 ha  Número de parcelas: 2  Superficie muestreada: 468,10 m2  Intensidad de muestreo: 3,60 ha/parcela  Error de muestreo: no significativo dada su reducida superficie  Valores medios por hectárea:

Pino laricio (Pinus nigra) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 48 0,36 2,61 0,09 15 227 4,10 31,16 1,28 20 307 10,05 78,69 2,93 25 273 13,49 107,87 3,58 30 113 8,06 65,69 1,91 35 32 2,90 23,90 0,62 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 998 38,95 309,92 10,42

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 0 0,00 0,00 0,00 15 130 2,48 15,97 0,47 20 130 4,00 28,43 0,65 25 130 6,66 52,87 0,93 30 129 9,11 77,46 1,15 35 16 1,36 12,03 0,16 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 534 23,62 186,76 3,36

Total especies CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 48 0,36 2,61 0,09

98

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

15 357 6,58 47,12 1,75 20 437 14,05 107,12 3,58 25 402 20,15 160,74 4,51 30 241 17,17 143,15 3,06 35 48 4,26 35,93 0,79 40 0 0,00 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 1.533 62,56 496,68 13,78

Tabla 31. Resultados de inventario para PsPn

Distribución diamétrica

500 450 P sylvestris 400 Pinus nigra 350 300 250 200 150

100 Densidad (pies/ha) 50 0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica (cm)

Imagen 62. Distribución diamétrica PsPn

99

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.4.9. ESTRATO Pu: PINAR DE PINUS UNCINATA  Superficie del estrato: 132,98 ha  Número de parcelas: 9  Superficie muestreada: 2.667,22 m2  Intensidad de muestreo: 14,77 ha/parcela  Error de muestreo (sobre área basimétrica): 0,24  Valores medios por hectárea:

Pino negro (Pinus uncinata) CD N pies/ha G (m²/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 71 0,60 2,19 0,12 15 113 1,96 9,62 0,36 20 209 6,19 33,83 0,97 25 256 12,85 73,11 1,62 30 177 12,24 73,24 1,39 35 88 8,23 56,39 0,92 40 46 5,74 41,97 0,59 45 11 1,64 13,44 0,17 50 7 1,39 11,95 0,14 55 4 0,84 7,48 0,08 60 0 0,00 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 982 51,66 323,22 6,35

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 0 0,00 0,00 0,00 15 4 0,06 0,39 0,01 20 0 0,00 0,00 0,00 25 0 0,00 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00 0,00 35 11 1,09 10,04 0,12 40 18 2,50 24,52 0,26 55 0 0,00 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 0,00 55 4 0,78 8,45 0,07 60 7 1,97 22,38 0,16 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 43 6,41 65,79 0,63

Total especies CD N pies/ha G (m2/ha) VCC (m³/ha) CC (m³/ha año) 10 71 0,60 2,19 0,12

100

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

15 117 2,02 10,01 0,37 20 209 6,19 33,83 0,97 25 256 12,85 73,11 1,62 30 177 12,24 73,24 1,39 35 99 9,32 66,43 1,05 40 64 8,24 66,49 0,85 45 11 1,64 13,44 0,17 50 7 1,39 11,95 0,14 55 7 1,62 15,93 0,15 60 7 1,97 22,38 0,16 65 0 0,00 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 0,00 Total 1.025 58,07 389,01 6,98

Tabla 32. Resultados de inventario para Pu

Distribución diamétrica 300

250 Pinus sylvestris 200 Pinus uncinata 150

100

50 Densidad (pies/ha) 0 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Clase diamétrica (cm)

Imagen 63. Distribución diamétrica Pu

101

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.5. Estimación de biomasa y fijación de CO2 Para realizar los cálculos de biomasa se han utilizado las ecuaciones de biomasa aérea total y biomasa radical elaboradas por el INIA para las especies arbóreas españolas (Montero et al., 2005).

A partir de la biomasa seca de los árboles se puede calcular el carbono que éstos almacenan. La composición de la madera es similar en las distintas especies, así como también dentro de un mismo pie en sus diversas partes, siendo el contenido de carbono aproximadamente un 50%. No obstante, en la publicación referida anteriormente se recogen los siguientes valores (los cuales se utilizarán para el cálculo):

 Abeto: 50,6%  Pino negro, pino royo y pino laricio: 50,9%  Cajico: 48%  Tremoleta y Salix caprea: 50%

Es mediante la proporción entre el peso de la molécula de CO2 y el peso del átomo de C que la compone, donde se halla la relación que se utilizará para obtener los kg de CO2 equivalentes a partir de la cantidad de carbono presente en la biomasa (44/12 = 3,67). Así, multiplicando los valores modulares de biomasa por el contenido en carbono y por la relación molécula de CO2 - peso átomo C se obtienen los valores de CO2 acumulado, por clases diamétricas y fracciones de biomasa para cada especie.

CO2 (t) = Biomasa (t) · % Carbono · 3,67

Pinus Pinus Pinus Quercus Resto de CD Abies alba Total sylvestris uncinata nigra faginea especies 10 1.893 494 329 7 25 115 2.865 15 3.589 1.349 1.351 93 90 160 6.633 20 5.733 4.061 4.741 260 33 258 15.086 25 6.410 9.335 9.729 405 58 282 26.219 30 7.954 12.104 10.414 265 0 383 31.119 35 6.645 10.303 7.446 110 0 0 24.505 40 7.771 8.644 5.198 0 0 0 21.613 45 7.455 6.286 1.789 0 0 0 15.530 50 4.360 2.401 1.614 0 0 0 8.375 55 4.587 1.519 839 0 0 0 6.945 60 639 3.357 0 0 0 0 3.997 65 1.691 0 0 0 0 0 1.691 70 928 0 0 0 0 0 928 Total 59.656 59.853 43.450 1.140 206 1.198 165.504

Tabla 33. Biomasa aérea total (toneladas de materia seca)

Pinus Pinus Pinus Quercus Resto de CD Abies alba Total sylvestris uncinata nigra faginea especies 10 394 105 63 2 14 88 667 15 719 313 308 25 47 107 1.520 20 1.118 1.002 1.229 67 16 157 3.589

102

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

Pinus Pinus Pinus Quercus Resto de CD Abies alba Total sylvestris uncinata nigra faginea especies 25 1.224 2.417 2.781 101 28 159 6.710 30 1.493 3.260 3.225 65 0 204 8.247 35 1.229 2.870 2.468 26 0 0 6.593 40 1.419 2.478 1.827 0 0 0 5.724 45 1.346 1.849 662 0 0 0 3.857 50 780 722 626 0 0 0 2.128 55 813 466 339 0 0 0 1.618 60 112 1.051 0 0 0 0 1.163 65 295 0 0 0 0 0 295 70 161 0 0 0 0 0 161 Total 11.102 16.533 13.528 285 105 716 42.270

Tabla 34. Biomasa radical total (toneladas de materia seca)

Pinus Pinus Pinus Quercus Resto de CD Abies alba Total sylvestris uncinata nigra faginea especies 10 2.288 599 392 9 40 204 3531 15 4.308 1.662 1.659 118 138 267 8152 20 6.851 5.063 5.970 327 49 416 18675 25 7.634 11.752 12.510 506 85 441 32929 30 9.447 15.364 13.639 329 0 587 39366 35 7.874 13.173 9.914 137 0 0 31098 40 9.190 11.122 7.024 0 0 0 27337 45 8.801 8.135 2.451 0 0 0 19387 50 5.139 3.124 2.239 0 0 0 10502 55 5.399 1.985 1.179 0 0 0 8563 60 752 4.408 0 0 0 0 5160 65 1.986 0 0 0 0 0 1986 70 1.089 0 0 0 0 0 1089 Total 70.759 76.386 56.978 1.425 312 1.915 207.774

Tabla 35. Biomasa total (toneladas de materia seca)

CO2 acumulado (toneladas de CO2 equivalente):

Pinus Pinus Pinus Quercus Resto de CD Abies alba Total sylvestris uncinata nigra faginea especies 10 4.248 1.119 733 17 70 374 6.560 15 8.000 3.105 3.100 220 242 490 15.158 20 12.722 9.458 11.151 610 87 763 34.791 25 14.177 21.952 23.370 945 150 810 61.404 30 17.543 28.701 25.478 615 0 1.077 73.414 35 14.623 24.607 18.520 255 0 0 58.005 40 17.067 20.777 13.122 0 0 0 50.965 45 16.344 15.196 4.578 0 0 0 36.118 50 9.544 5.835 4.183 0 0 0 19.562

103

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

Pinus Pinus Pinus Quercus Resto de CD Abies alba Total sylvestris uncinata nigra faginea especies 55 10.026 3.708 2.202 0 0 0 15.936 60 1.396 8.234 0 0 0 0 9.630 65 3.688 0 0 0 0 0 3.688 70 2.022 0 0 0 0 0 2.022 Total 131.400 142.692 106.436 2.663 549 3.513 387.253

Tabla 36. CO2 acumulado (toneladas de CO2 equivalente)

Para el cálculo del balance de CO2 únicamente se ha contabilizado la biomasa aérea de abeto, pino royo, pino negro y pino laricio.

Pinus Pinus CD Abies alba Pinus nigra Total sylvestris uncinata Inicial 131.400 142.692 106.436 2.663 383.191 Crecimiento 30.570 30.438 31.373 1324 93.706 Extracción 0 0 0 0 0 Balance 0 0 0 0 0 Incremento 0 0 0 0 0 % 0 0 0 0 0

Tabla 37. Balance de CO2 (toneladas de CO2 equivalente)

104

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

3.1.6. Inventario de la regeneración Se ha inventariado la regeneración a través de datos recogidos en las mismas parcelas utilizadas para el muestreo estadístico de las masas arboladas, a excepción del estrato AaCorta en el cual no se ha inventariado, ya que se considera que es pronto para hacer una valoración de la regeneración basada en la influencia de la intervención realizada. Para este estrato se deberá realizar un seguimiento de la regeneración en los próximos años.

Para el inventario de la regeneración se han establecido las siguientes categorías:

 Pies cuya altura es inferior a 1,30 m.  Pies con alturas superiores a 1,30 m.

No obstante, esta clasificación no es perfecta, ya que se pueden encontrar en el monte pies de reducido tamaño con cierta vigorosidad (además el abeto, que es la especie que más regenera en el monte, puede reaccionar a una puesta en luz tras décadas con crecimientos reducidos). Por otro lado, en el monte se desarrollan también pies con alturas mayores de 130 cm totalmente sumergidos y con copas raquíticas cuya viabilidad es cuanto menos dudosa.

A continuación, se muestran los datos de la regeneración obtenidos mediante el muestreo estadístico estratificado llevado a cabo para realizar el inventario de masas arboladas. En este caso, se han agrupado por formaciones arbóreas, separando los pinares en contacto con los abetares y con exposición marcadamente umbría de otros que no presentan estas características, debido a las grandes diferencias que presentan en cuanto a regeneración se refiere.

La distinción descrita en el párrafo anterior se ha realizado agrupando las parcelas situadas en estratos que se corresponden con dichas formaciones. En el caso de los pinares en contacto con abetar se han incluido las parcelas realizadas en estratos de pinar que estuviesen, además, localizadas en rodales colindantes con otros de abetar y que presentasen orientación mayoritariamente norte.

Abies alba Pinus sylvestris Pinus uncinata Formación pies/ha pies/ha pies/ha pies/ha pies/ha pies/ha < 1,30 m > 1,30 m < 1,30 m > 1,30 m < 1,30 m > 1,30 m Abetares 193 197 0 3 0 0 Pinares naturales en contacto 484 216 0 32 0 0 con abetar Pinares naturales sin contacto 27 29 3 29 2 9 con abetar Pinares de repoblación 0 0 0 0 0 0

Tabla 38. Regeneración a lo largo del MUP

105

Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo

pies/ha pies/ha pies/ha total Formación < 1,30 m > 1,30 m regenerado Abetares 193 200 393 Pinares naturales en contacto 484 248 732 con abetar Pinares naturales sin contacto 32 67 99 con abetar Pinares de repoblación 0 0 0

Tabla 39. Regeneración agrupada

3.1.6.1. REGENERACIÓN DE ABETO A la vista de los resultados, es el abeto la especie que mejor y en mayor cantidad regenera tanto en abetares como en pinares en contacto con abetares y con exposición fuertemente umbría, debido principalmente a las condiciones de sombra a las que se encuentra sometido el regenerado en dichas formaciones, mucho más favorables para una especie de temperamento tan delicado como el de Abies alba. No obstante, diversos factores impiden el correcto desarrollo de este regenerado y una mayor abundancia:

 La elevada presencia de ciervo que, como se ha descrito en otros apartados, daña gravemente las plántulas de esta especie. Este aspecto es coincidente con problemas de regeneración detectados en buena parte de las masas europeas debidos al ramoneo provocado por poblaciones excesivamente numerosas de ungulados salvajes (Hanewinkel, 1998).  La espesura trabada en muchas zonas del abetar que impide el correcto desarrollo de los pies que forman el regenerado, especialmente cuando éstos alcanzan cierta edad. En otras masas europeas la regeneración es más extensa en aquellas en que las existencias y el porcentaje de cobertura no excesivamente alto (Schütz, 1989; Hanewinkel, 1998).  El fuerte decaimiento que presenta el abetar que en puntos concretos propicia que la presencia de semilla sea escasa debido a la reducida producción de piña por parte de los pies debilitados.

A pesar de ser una especie umbrófila, el abeto regenera también en espacios relativamente abiertos (Ceballos y Ruiz de la Torre, 1979) pues para regenerar satisfactoriamente requiere una mínima disposición de luz (González Molina y Piqué, 2003) que la cobertura actual de los abetares de “La Selva”, en general, no le permite tener. Es por ello que la mayor parte del regenerado incluido en éstos se localiza en pequeños claros del dosel, así, la apertura de huecos de reducido tamaño favorece la regeneración del abeto y conserva la fertilidad del suelo forestal (Álvarez y Puigdefábregas, 1986).

Este conjunto de factores determina que, a la vista de los datos que muestra el inventario, el regenerado del abetar sea insuficiente, por debajo de los 190-340 pies/ha de regenerado y 310- 830 pies/ha de monte bravo que fija el modelo de repartición equilibrada derivado por Duc (1991), valores con los que este regenerado se podría entender como consolidado. Sin embargo, la disposición de la regeneración, la ecología de la especie y el estado actual de masa permiten pensar que mediante intervenciones que conlleven la apertura de pequeños huecos aumentará considerablemente la densidad del regenerado.

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Por otro lado, en cuanto a la regeneración del abeto en otras zonas del monte objeto de estudio, del análisis detallado de los datos aportados por el inventario llama la atención que el regenerado de abeto es bastante más abundante en pinares cercanos a abetares que en los propios abetares, lo cual puede ser debido a la menor fracción de cabida cubierta que presentan los segundos.

Imagen 64. Regenerado de abeto bajo el pinar

3.1.6.2. REGENERADO DE LAS ESPECIES DE PINO En las zonas de pinar a las que llegan menos propágulos de abeto por encontrarse a mayor distancia de los abetares o con mayor incidencia de sol, el regenerado es significativamente menor y se compone principalmente por el pino que forma la masa (pino royo y pino negro respectivamente):

 En pinares de Pinus sylvestris, en general, el regenerado está bastante desarrollado debido a que lo forman los últimos pies que se instalaron en la masa durante el progresivo proceso de colonización por parte de dicha formación. Por tanto, los pies que forman este regenerado (salvo en los claros) previsiblemente tienen más edad de la que aparentan y, en general, presentan poco vigor debido a la reducida luminosidad que reciben por el progresivo cerramiento del dosel; esta falta de luz, además de reducir el vigor de los pies menores presentes, impide la aparición de nuevas plántulas.  En pinares de Pinus uncinata la presencia de regenerado joven de pino negro se limita a los claros, mientras que el regenerado con alturas superiores a 130 cm se puede

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encontrar puntualmente en zonas que hace unos años se encontraban más abiertas (comprobado mediante ortofotos antiguas) y permitieron su aparición.

Esta menor densidad del regenerado de las especies del género Pinus se debe a su temperamento más robusto, que dificulta su regeneración en zonas en que la cobertura se cierra mínimamente.

Por otro lado, la masa mixta formada por Pinus sylvestris y Pinus nigra presenta una espesura trabada que, junto con su lejanía respecto al abetar, impide cualquier tipo de regeneración.

Finalmente, en claros intercalados en el pinar o abetar el pasto se está embasteciendo y comienza a desarrollarse un estrato arbustivo formado por especies heliófilas (Crataegus monogyna principalmente) e, incluso, un regenerado compuesto por Pinus sylvestris o Pinus uncinata en función de la altitud y la formación arbórea más próxima.

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3.1.7. Estimación de la madera muerta Para realizar la estimación de la madera muerta presente en el monte se han utilizado igualmente las parcelas levantadas en el muestreo estadísticos estratificado para las masas arbóreas. En ellas se anotó el diámetro normal de los pies muertos en pie y de los pies muertos en suelo, cubicados posteriormente con las tarifas halladas para el monte (para la contabilización de la madera muerta en suelo se consideró necesaria la presencia del diámetro mayor del tronco en el interior de la parcela). No se han realizado cálculos de madera muerta compuesta por ramas y por tocones, dada su complejidad, de modo que los datos de estimación de madera muerta deberán entenderse como orientativos y calculados con el fin de obtener una idea general de su distribución a lo largo del monte, así como del posible exceso o defecto de la misma en cada formación.

N Np Ns Nt V Vp Vs Formaciones pies/ha pies/ha pies/ha pies/ha m3/ha m3/ha m3/ha Pino negro 89 77 13 0 13,83 12,79 1,05 Abetar 43 43 0 260 16,15 16,15 0 joven Abetar sano 76 58 18 57 26,17 7,39 18,78 Abetar 206 75 131 64 150,32 69,01 81,32 decaimiento Pinar viejo 68 40 28 0 20,82 16,10 4,72 Pinar joven 32 19 13 0 2,66 1,24 1,42 Pinar mixto 150 150 0 0 9,81 9,81 0

Tabla 40. Madera muerta

Dónde: N: densidad de pies muertos; Np: densidad de pies muertos en pie; Ns: densidad de pies muertos en el suelo; Nt: densidad de tocones; V: volumen de madera muerta; Vp: volumen de madera muerta en pie; Vs: volumen de madera muerta en el suelo. La formación “Abetar joven” incluye los estratos “Abies alba denso” y “Abies alba con presencia de Pinus uncinata”

De los datos analizados se deduce que:

 La mayor presencia de madera muerta, como era de esperar, se corresponde con el abetar con decaimiento (estrato AacpPsM) donde el propio decaimiento ha ido causando la muerte de los pies presentes en la masa.  La madera muerta incluida en la formación de abetar con decaimiento la forman troncos de grandes dimensiones pues procede de pies viejos ya que son éstos los más debilitados de la masa.  En el resto de formaciones la madera muerta es menos abundante y se corresponde, en la mayoría de las ocasiones, con troncos de menor tamaño ya que procede de pies muertos por la excesiva competencia, que afecta generalmente a individuos de menores dimensiones que se encuentran dominados o sumergidos.  Dada la reducida competencia que se da en el pinar joven, la madera muerta es muy reducida, especialmente en cuanto a volumen.

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Distribución en densidad de la madera muerta 250

200

150

pies/ha 100

50

0 Pino negro Abetar joven Abetar sano Abetar Pinar viejo Pinar joven Pinar mixto decaimiento

Madera muerta en pie Madera muerta en el suelo

Imagen 65. Distribución en densidad (pies/ha) de madera muerta

Distribución en volumen de la madera muerta 160 140 120 100 80

m3/ha 60 40 20 0 Pino negro Abetar joven Abetar sano Abetar Pinar viejo Pinar joven Pinar mixto decaimiento

Madera muerta en pie Madera muerta en el suelo

Imagen 66. Distribución en volumen (m3/ha) de la madera muerta

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Volumen unitario de la madera muerta por formación 0,8

0,7

0,6

0,5

0,4 m3/pie 0,3

0,2

0,1

0 Pino negro Abetar joven Abetar sano Abetar Pinar viejo Pinar joven Pinar mixto decaimiento

Imagen 67. Volumen unitario medio de la madera muerta por estrato

Imagen 68. Madera muerta en abetar con decaimiento

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3.1.8. Estimación pericial en el estrato Pt Para la caracterización de la masa en los bosques de tremoletas que forman el estrato “Pt” se ha llevado a cabo una estimación pericial a partir de la cual se han obtenido los siguientes datos:

Tremoleta (Populus tremula) CD N pies/ha AB(m2/ha) VCC (m3/ha) 10 138 1,08 7,01 15 301 5,32 38,84 20 293 9,20 73,24 25 116 5,69 48,43 30 82 5,80 52,05 35 0 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 Total 930 27,10 219,57

Pino royo (Pinus sylvestris) CD N pies/ha AB(m2/ha) VCC (m3/ha) 10 25 0,20 1,04 15 30 0,53 3,34 20 0 0,00 0,00 25 0 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00 35 0 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 50 0 0,00 0,00 55 0 0,00 0,00 60 0 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 Total 55 0,73 4,38

Abeto (Abies alba) CD N pies/ha AB(m2/ha) VCC (m3/ha) 10 15 0,12 1,02 15 0 0,00 0,00 20 0 0,00 0,00 25 0 0,00 0,00 30 0 0,00 0,00

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35 0 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 50 2 0,39 4,92 55 1 0,24 3,04 60 0 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 70 0 0,00 0,00 Total 18 0,75 8,99

Total CD N pies/ha AB(m2/ha) VCC (m3/ha) 10 178 1,40 9,07 15 331 5,85 42,18 20 293 9,20 73,24 25 116 5,69 48,43 30 82 5,80 52,05 35 0 0,00 0,00 40 0 0,00 0,00 45 0 0,00 0,00 50 2 0,39 4,92 55 1 0,24 3,04 60 0 0,00 0,00 65 0 0,00 0,00 70 0 0,00 0.00 Total 1.003 28,57 232,93

Tabla 41. Resultados de inventario para Pt

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3.2. Inventario de masas no arboladas

Las masas no arboladas del MUP 321 de Villanúa únicamente están constituidas por pastizales, no existiendo formaciones arbustivas en el monte en cuestión, más allá de antiguos prados y cultivos abandonados que se encuentran en plena etapa de colonización por el matorral, en concreto por las especies Crataegus monogyna, Rosa sp., o Buxus sempervirens:

 Pastos de alta montaña  Pastos procedentes del abandono de antiguos cultivos  Pastos perpetuados por la propia actividad ganadera  Pastos procedentes de cortas y desbroces en el marco de la prevención de incendios forestales.

De este modo, las principales formaciones vegetales susceptibles de ser pastoreadas que pueblan la superficie objeto de ordenación son formaciones herbáceas. Ello es debido a la ya nombrada ausencia de formaciones arbustivas y, por otro lado, a que los bosques o bien tienen una fracción de cabida cubierta que no permite el desarrollo de otra vegetación bajo el dosel arbóreo, o bien dicha vegetación está formada por especies que no son consumidas por el ganado, como el boj en los pinares y zonas bajas del abetal. Como excepción a esta premisa, existen pequeños bosquetes testimoniales de pino negro en la zona de El Bozuelo, en los que la masa es relativamente abierta, lo cual permite la entrada de luz y la producción de pasto bajo el dosel. Esta estructura proporciona diversidad ecológica y productiva a la oferta pastoral, al mismo tiempo que proporciona sombra y refugio para el ganado.

Así, la superficie en el MUP autorizada para uso ganadero, 150 ha, se corresponde con las zonas desarboladas del mismo, y puntualmente con las ya nombradas de pinar abierto, así como con otras de transición de las formaciones herbáceas hacia las boscosas cerradas.

Durante el inventario de campo se han identificado, mediante muestreo pericial, los siguientes tipos de pastos, siguiendo la clasificación y descripción fitosociológica utilizada por Gomez (2008) en Pastos del Pirineo. Por otro lado, para la obtención de las cifras referentes a las producciones y cargas ganaderas se han seguido los datos proporcionados por San Miguel (2001) en Pastos Naturales Españoles.

Pastos submediterráneos de “junquillo” con boj y erizón

Mosaico de arbustos, pequeñas matas y plantas herbáceas con una gran heterogeneidad en su composición florística. Predominan las plantas de distribución “submediterránea” y los tipos biológicos hemicriptófitos, caméfitos y algunos geófitos, sin clara dominancia de ninguna en particular. En la superficie objeto de ordenación este tipo de pasto, se sitúa exclusivamente en la zona del antiguo cortafuegos y algún pequeño claro en el pinar, pero fuertemente embastecido y colonizado por especies arbustivas poco palatables como Echinospartum horridum o Buxus sempervirens.

En condiciones óptimas, el tapiz herbáceo de este tipo de pastos es alto, denso y de aceptable producción (unos 2.000 – 3.000 kg de MS/ha·año), sin embargo, la dureza y el alto contenido en fibra de muchos de sus componentes hace que tenga una palatabilidad y digestibilidad mediocres. Por ello es habitual que sólo se llegue a aprovechar un pequeño porcentaje, de

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Proyecto de Ordenación del M.U.P 321 Inventario cuantitativo alrededor de un 30 – 40% de la producción total: unas 300 – 500 UF/ha·año (Ferrer et al., 1997b). Las cargas ganaderas habituales suelen oscilar entre 0,2 y 0,5 UGM/ha.

Pastos basófilos y mesófilos del piso montano y subalpino

Pastos constituidos por diversas gramíneas, cárices, leguminosas y muchas otras especies que conforman un tapiz de cobertura alta y talla de 10 a 40 cm. Se trata de un pasto de alto valor forrajero, accesible y, por tanto, pastable por el ganado vacuno. Las mayores limitaciones para el crecimiento se deben al frío, aunque pueden existir periodos cortos de sequía que nunca llegan a ser intensos. Por ello, la producción puede presentar dos periodos de máximo relativo, uno a principios de verano y otro a comienzos de otoño.

La palatabilidad del pasto suele ser alta, porque, dada la reducida sequía, las plantas no necesitan poseer cutículas gruesas, pelos u otras estructuras anatómicas ricas en fibra para protegerse, además, su contenido en humedad es elevado: habitualmente próximo al 80%. Por ese mismo motivo, el ganado más adecuado para aprovechar estos pastos es el mayor: bovino o equino.

Su producción herbácea puede calificarse de alta: habitualmente entre 3.000 y 5.000 kg de M.S./ha. Como su calidad también lo es, podrían proporcionar al año unas 2.100 – 3.500 UF lo que les permitiría sustentar cargas del orden de hasta 1,5 UGM/ha durante el periodo de pastoreo.

A pesar de ser pastos naturales por no haber sido implantados por el hombre, su carácter natural es sólo parcial, porque su existencia implica una actuación intensa y continua que ha eliminado el bosque y estabiliza y perpetúa la comunidad vegetal herbácea (San Miguel, 2001). No obstante, existen zonas concretas del monte en las que el infrapastoreo está dando lugar a una transición de estas formaciones herbáceas hacia comunidades arbustivas (formadas por rosas y artos principalmente) en primer lugar, y hacia formaciones arbóreas (de pinar o abetar en función de la estación y luminosidad) finalmente.

Pastos calcícolas ralos en laderas y crestas pedregosas (Al. Festucion scopariae)

Se extienden en laderas muy pedregosas sobre sustrato calizo y presentan dominio de hemicriptófitos (sobre todo gramíneas) que crecen de forma más o menos rala según sea la pendiente. Valor forrajero en general bajo, aunque algunas plantas como Helictotrichon sedenense pueden aparecer muy consumidas por las ovejas.

Cuando la cobertura es muy baja en zonas de ladera, la comunidad, y muy especialmente Festuca scoparia, desempeña una insustituible labor de fijación de las gleras, impidiendo la erosión con sus raíces y frenando el movimiento de las piedras con sus sistemas aéreos (San Miguel, 2001).

La producción es media-baja, de unos 1.000 – 1.500 kg/ha-año de M.S., y la calidad nutritiva del pasto, aceptable a pesar de su escasa palatabilidad en las variantes más secas. El Valor Pastoral es bajo, y suele oscilar entre 4 y 13. En general, podrían proporcionar unas 600 - 700 U.F./ha- año, aunque lo normal es que no se utilicen más allá de 100-350 (Ferrer, 1981; Ferrer et al., 1991; Ascaso y Ferrer, 1995).

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La dureza del clima y el hecho de que la producción se concentre en verano les dan el carácter de estivaderos de gran valor en la ordenación pastoral comarcal.

Gleras de alta montaña

Vegetación muy característica de laderas con fuertes pendientes situadas al pie de acantilados y en la que dominan plantas adaptadas al desarraigo causado por el movimiento del sustrato y la caída de piedras. Abundan las dicotiledóneas con distintas formas biológicas (hemicriptófitos, caméfitos, geófitos e, incluso, algunas plantas anuales) y algunas gramíneas del género Festuca. Son pastos muy ralos con potentes sistemas radicales y que apenas afloran unos pocos centrímetros.

Estas comunidades se distribuyen en la superficie del MUP 321 sobre las zonas incluidas en el estrato “rasos” que no se encuentren totalmente desprovistas de vegetación. La inclusión en esta categoría (y no en el cuartel de pastos) se debe a que son comunidades con alto valor ecológico y escaso valor pastoral por la muy baja cobertura que presentan, además de su difícil acceso que en muchas ocasiones que impide el consumo de los mismos por el ganado presente en el monte (ovino y vacuno).

Pastos densos de Festuca eskia

En zonas del monte en las que (gracias a las precipitaciones y al deshielo de la nieve) ha tenido lugar un lavado de bases y, con él, una acidificación progresiva que se hace más notable en suelos profundos donde es menor la influencia de la roca madre, aparecen pastos acidófilos o comunidades de transición. Es el caso de los pastos densos de Festuca eskia, pastos asentados sobre sustratos ácidos en laderas con innivación poco abundante en los que predominan los hemicriptófitos, principalmente gramíneas, que forman un césped denso y alto, hasta 30 cm de altura. La presencia de dicotiledóneas es escasa en general, aunque en ocasiones aparecen en mosaico con Trifolium alpinum. Se trata de un pasto con valor forrajero bajo, de hecho, es frecuente que estos pastos sean desechados durante el verano y aprovechados por el ganado vacuno a medida que escasean otras comunidades vegetales.

Teniendo en cuenta su ubicación topográfica, la producción de estos pastos de es aceptable en cantidad, ya que suele oscilar entre 1.500 y 3.000 kg de materia seca (M.S.) por hectárea y año, dependiendo del tipo de comunidad, su cobertura y la altitud a que se presenta (Ferrer et al., 1991; Bas, 1994; Ascaso y Ferrer, 1995; Ascaso y Sancho, 1999). Sin embargo, se concentra en un periodo vegetativo muy corto, de entre 3 y 4 meses, por lo que generalmente sólo suele permitir un pastoreo. Por otra parte, presenta mediocres características de apetecibilidad y calidad nutritiva, en el primer caso por la dureza debida a las gruesas cutículas y en el segundo por la abundancia de fibra, que reduce la digestibilidad, y la escasez de leguminosas, principal fuente de proteína para el ganado. Su Valor Pastoral (VP), calculado según la fórmula de Daget y Poissonet (1972), suele ser bajo, de entre 2 y 21, lo que ha llevado a Ascaso y Ferrer (1995) a clasificar a estas comunidades como de calidad baja. Por ello, y por su corto periodo vegetativo, aunque su oferta potencial de energía suele oscilar entre las 700 y 1.400 Unidades Forrajeras (UF) (Ferrer, 1981), el aprovechamiento real suele ser como máximo de unas 350 (Ascaso y Ferrer, 1995).

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A pesar de su mediocre producción y calidad, estas comunidades poseen un muy alto interés pastoral por su condición de puertos, y una todavía mayor importancia por su calidad de comunidades permanentes y estabilizadoras y por su interés paisajístico y recreativo. Sin embargo, uno de sus principales problemas actuales es el infrapastoreo de las zonas menos accesibles, provocado por el cambio de especie ganadera y otras razones de tipo económico, social y político, como las relacionadas con las subvenciones de la Unión Europea. Esa situación está produciendo un embastecimiento de los pastos y un muy gradual cambio en su composición florística, ya que se trata de pastos permanentes de alta montaña con una muy baja capacidad de respuesta a los cambios (San Miguel, 2001).

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