La Nación Petrolera Venezuela 1914-2014
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LA NACIÓN PETROLERA: VENEZUELA, 1914-2014 Tomás Straka (Compilador) LA NACIÓN PETROLERA: VENEZUELA 1914 - 2014 Tomás Straka Compilador Universidad Metropolitana Caracas, Venezuela, 2016 Hecho el depósito de Ley Depósito Legal: I f 65320143003847 ISBN: 978-980-247-226-0 Formato: 15,5 x 21,5 cms. Nº de páginas: 334 Diseño y diagramación: Jesús Salazar / [email protected] Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de esta publicación pueden reproducirse, registrarse o transmitirse, por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético o electroóptico, por fotocopia, grabación o cualquier otro, sin permiso por escrito del editor. Autoridades Universidad Metropolitana Hernán Anzola Presidente del Consejo Superior Benjamín Scharifker Rector María del Carmen Lombao Vicerrectora Académica María Elena Cedeño Vicerrectora Administrativa Mirian Rodríguez de Mezoa Secretario General Comité Editorial de Publicaciones de apoyo a la educación Prof. Roberto Réquiz Prof. Natalia Castañón Prof. Mario Eugui Prof. Humberto Njaim Prof. Rosana París Prof. Alfredo Rodríguez Iranzo (Editor) © ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA Inés Quintero Montiel Directora de la Academia Nacional de la Historia Comisión de Publicaciones Manuel Donís Ríos Inés Quintero Germán Carrera Damas Pedro Cunill Grau Elías Pino Iturrieta ÍNDICE INTRODUCCIÓN Tomás Straka 7 Primera parte VIVIR EN EL PETRÓLEO 15 Ese chorro que atraviesa el siglo. Bernard Mommer 17 Visiones del petróleo: Historia, capitalismo rentístico y el tiempo en ciernes. Asdrúbal Baptista 69 Segunda parte PENSAR EL PETRÓLEO 105 Petróleo y Nación: el nacionalismo petrolero y la formación del Estado moderno en Venezuela (1936-1976). Tomás Straka 107 Intervención económica y redistribución de la renta petrolera. Catalina Banko. 169 Tercera parte ADMINISTRAR EL PETRÓLEO 195 El impacto económico, político y social de las compañías petroleras en el Zulia, 1922-1935. Brian McBeth 197 De las concesiones a la nueva PDVSA: cien años de industria petrolera. Alejandro E. Cáceres 301 Petróleo y revolución: Venezuela 1999-2013. José Manuel Puente 319 INTRODUCCIÓN Tomás Straka Tres bueyes halan un voluminoso conjunto de engranajes. Junto a ellos, al lado de ellos, detrás de ellos van unos treinta hombres que ayudan a empujar el equipo. Están en Zumaque, es octubre de 1914 y la fotografía, según Miguel Ángel Campos, “resume el encuentro de la naturaleza con el titanismo”. Ella registra el momento en el que la tecnología irrumpe en lo que había sido un paraje deshabitado. Era la avanzada de un conjunto de dinámicas sociales que ya no dejarían nada igual. La llegada de eso que entonces llamaban progreso, la inserción de la hacienda Zumaque, de la Costa Oriental, de toda Venezuela, al capitalismo y sus formas de modernidad. El paisaje que vemos en la imagen, los hombres descalzos y con sus sombreros de cogollo, el hecho de que la industria petrolera se abriera paso con tracción de sangre en un lugar donde las pisadas de los bueyes y los peones iban creando un camino, hablan de una Venezuela que justo en aquel lugar y en ese momento empezaba a declinar, para poco a poco ser sustituida por otra que venía incubada en aquellas inusitadas y al parecer pesadísimas máquinas. Esos hombres que van con los bueyes, concluye Campos, “son heraldos que saludan los próximos cien años”1. El siglo que nos separa del reventón del Zumaque y que 1 Miguel Ángel Campos, Los rostros del Zumaque (centenario del petróleo en Venezuela), Maracaibo, Universidad Católica Cecilio Acosta, 2014, p. 12 LA NACIÓN PETROLERA: VENEZUELA, 1914-2014 7 en gran medida nos ha convertido en lo que hoy somos como personas y como sociedad, para bien o para mal. Ralph Arnold era un geólogo con el espíritu de aquellos viajeros del siglo XIX que ponían tanta atención en el clima y los minerales del terreno, como en las costumbres y el golpe estético que les producía aquello que ponderaban como pintoresco. Arnold, que recorría el país buscando petróleo para la General Asphalt Company y que no podía imaginar los cambios que estaba sembrando con eso (nada menos que la incorporación de Venezuela a la geografía petrolera), ya no era un hombre de pinceles, pero a dónde iba llevaba su cámara fotográfica. De ese modo nos legó algunos de los mejores testimonios de lo que éramos entre 1911 y 1916. En ocasiones, sus imágenes captan momentos trascendentales, como éste de los peones metiendo las maquinarias -literalmente metiendo la industria- en el interior del país2. Aunque para el momento en que se hace el retrato ya el Zumaque llevaba unos seis meses produciendo, eso no le quita su fuerza como testimonio de un momento auroral. En efecto, el 15 de abril de 1914 el Zumaque había comenzado a expeler petróleo. Sin embargo, por razones que no están del todo claras, la fecha que normalmente se ha asumido como la del inicio de la industria petrolera en Venezuela ha sido la del 31 de julio. Aunque las evidencias documentales son concluyentes, tanto las compañías petroleras como la PDVSA nacionalizada celebran en julio los aniversarios de la industria. En todo caso, sea en abril o en julio, estamos a un siglo de aquel acontecimiento que partió a nuestra historia en dos. Sólo la conquista, como en muchos de sus escritos afirmó Arturo Uslar Pietri, puede compararse con lo que 2 Publicó muchas de sus fotos en el clásico The first big oil hunt. Venezuela, 1911-1916, aparecido en 1960, y traducido en 2008 con el título de Venezuela petrolera, primeros pasos 1911-1916 (Caracas, Fundación Editorial Trilobita). No obstante, su colección íntegra reposa, en su mayor parte inédita, en la Huntington Library de San Marino, en California. 8 LA NACIÓN PETROLERA: VENEZUELA, 1914-2014 el petróleo ha representado desde entonces para los venezolanos. Ninguna de las otras cosas ocurridas después de la llegada de los españoles influyó de forma tan dramática y definitiva en el destino del país. En buena medida, incluso, ambos, petróleo y conquista, pueden entenderse como dos momentos de un mismo proceso. Así como los conquistadores sometieron a las poblaciones autóctonas y fundaron una nueva sociedad, incorporando a lo que hoy conocemos como Venezuela a la dinámica del mundo atlántico; el petróleo remató este proceso estrechando nuestra articulación con el capitalismo (e incluso fundado uno propio: el capitalismo rentístico), expandiendo el control de la cultura criollo-occidental hasta lugares que habían logrado mantenerse a su margen por cuatro siglos y forjando en el camino a una nueva sociedad. Como con la conquista de los siglos XVI y XVII hubo mucho de épica y bastante de injusticias, se crearon nuevas relaciones sociales y valores culturales, hubo avances innegables junto a grandes problemas sociales, se generaron formas de subordinación a poderes extranjeros al tiempo que se perfilaba una nacionalidad; y en ambos casos el acicate de una riqueza fácil y descomunal fungió como el motor de los cambios. En algunas de sus fotos, Arnold captó a los otros geólogos que lo acompañaban: andaban a caballo y usaban mounties hats. Es una imagen de los petroleros que dista de la que se haría icónica en los años treinta -la del gringo con salacot, epítome del imperialismo para la izquierda- y la muy profesional que se desarrollaría desde los cincuenta: el ingeniero con hard hat (aquellos cascos redondos, de aluminio, inspirados en el casco militar americano de la Primera Guerra Mundial) y ropa de caqui. Aquellos primeros petroleros que andaban con Arnold parecían más bien cowboys. Y, en efecto, estaban expandiendo la frontera de la civilización occidental y del capitalismo, dominando territorios y pueblos, e integrándolos a la lógica de la economía y sociedad industriales. Por algo Uslar Pietri siempre comparó al petróleo con El Dorado y Enrique Bernardo Núñez vio en el destino trágico de Cubagua una premonición de lo que podría ocurrir LA NACIÓN PETROLERA: VENEZUELA, 1914-2014 9 con la Venezuela petrolera. Como todas las equiparaciones en la historia, resultaron inexactas, pero no herraron en al menos una cosa: la dimensión existencial que identificaron en el petróleo. Las dinámicas y los recursos que generó terminaron de configurarnos como nación (tema que después desarrollaría Fernando Coronil3). En efecto, lo que comienza a ocurrir en la costa oriental del Lago de Maracaibo con el reventón del Zumaque en cien años cambiaría a todo el país. Aquello que inicialmente se aproximó a un pueblo minero, con sus inmigrantes venidos de todas partes, sus rancherías, sus bares, prostitutas y pianolas, en dos décadas se convirtió en los ordenados urbanismos de los campos petroleros. Fueron, como señala Miguel Tinker-Salas, un laboratorio en el que nuevas formas de sociabilidad moderna eran ensayadas por los venezolanos4. Los valores, las infraestructuras, los criterios que dominaban aquellos campos fueron expandiéndose por el territorio como una especie de mancha de aceite -y pocas veces la imagen ha sido más pertinente- hasta impregnarlo completamente. Por supuesto, no es correcto de decir que ello ocurrió sin resistencias, o que no experimentó importantes hibridaciones en el camino. Las zonas populares de las ciudades venezolanas del siglo XXI, buena parte de nuestros problemas sociopolíticos, como los de ordenamiento urbano, el funcionamiento de la familia matricentrada o la violencia delincuencial, están en las antípodas del proyecto de país que se trazaron las petroleras y que después continuaron muchos políticos y sobre todo ese segmento de venezolanos vinculados a ellas, que a partir de la década de 1980 comenzó a ser conocido como la “gente del petróleo”. Pero incluso en aquellos aspectos que parecen estar más lejos de la nación capitalista modelo que hombres como Nelson Rockefeller se figuraron en la década de 3 Fernando Coronil, El Estado mágico: naturaleza, dinero y modernidad en Venezuela, Caracas, Nueva Sociedad, 2002. 4 Miguel Tinker-Salas, The enduring legacy.