Zubía Monográfico 16-17 139-146 Logroño 2004-2005

Descripción, caracterización y cartografía de los suelos de Rioja Baja: término municipal de Aldeanueva de

JOSÉ Mª. MARTÍNEZ VIDAURRE1 NÉSTOR ETXALEKU LÓPEZ1 NURIA GÓMEZ PÉREZ1 FERNANDO PAVÓN DíAZ-PABÓN

RESUMEN Se ha elaborado el inventario y distribución espacial a escala 1:20.000, de los suelos del término municipal de Aldeanueva de Ebro, en (España). En las etapas iniciales del proyecto se confeccionaron los mapas base de relieve, con las diferentes geoformas, litología de los materiales originarios, usos y cultivos, y régi- men de humedad de los suelos. Basándose en esta información cartográfica previa se procedió a la apertura, descripción y muestreo de 144 calicatas con la recogida de 562 muestras y a la realización de 137 sondeos. En una etapa posterior, se realizó la caracterización de las clases taxonómicas, a nivel de serie de suelos, presentándose en Aldeanueva un total de 44 series de suelos (Las Bardas, Torrontija, La Cascajera, Alios Viejos, Las Hondas, La Torguera…) en función de las propiedades físicas, quí- micas y biológicas más relevantes, dando como resultado 29 unidades cartográficas de suelos, diferenciándose consociaciones, complejos y áreas misceláneas. Se obser- va que los dos factores edafogenéticos más influyentes sobre la formación de los di- ferentes suelos son la posición que éstos ocupan en el paisaje y la naturaleza de los materiales originarios sobre los que se asientan. Las tierras vitícolas de este término municipal se localizan fundamentalmente sobre suelos con horizontes cálcicos (Ha- plocalcids típicos), de textura franca gruesa con presencia de gravas y se establecen como limitantes para el cultivo de vid unidades de suelos de textura arcillosa con propiedades expansibles, así como los suelos salinos o con exceso de sodio. Palabras clave: mapa edafológico, series de suelos, La Rioja.

The inventory and spatial distribution of the main soils of Aldeanueva de Ebro, La Rioja, , has been made with a scale 1:20.000. The basic maps of relief, lithol- ogy, land use and crop and humidity regime of the soils, were done at the first stages of the project. In base of the main edaphogenetic factors from the basis maps, 144 profiles were opened, sampled and studied and 137 augers were taken. The next step was characterised the different taxonomical classes at a soil series level, outcoming 44 total soil series in Aldeanueva, depending of their physical, chemical and biological properties, given as a result 29 different soil cartographic units (consotiations, com-

. Servicio de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Gobierno de La Rioja (España). Ctra. Logroño- Mendavia NA-134 PK. 87.8. Finca Valdegón. 26071 Logroño (La Rioja). Correo de contacto: suelos.cida@ larioja.org.

 JOSÉ Mª. MARTÍNEZ VIDAURRE, NÉSTOR ETXALEKU LÓPEZ, NURIA GÓMEZ PÉREZ Y FERNANDO PAVÓN DIAZ-PABÓN

plexes and miscellaneous surfaces). The main edaphogenetic formation factors in the different soils are its position in the landscape and the kind of original materials over the soil settles. The vineyards of Aldeanueva are usually located over soils with calcic horizons (Typic Haplocalcids), with coarse loamy texture and gravel presence; soils with clay texture, salts or sodium are usually considered as restrictive. Key words: soil map, soil series, La Rioja.

0. Introducción La elaboración de una cartografía de suelos es necesaria, ya que hay que tener en cuenta la calidad, la potencialidad y la fragilidad de los suelos, así como su diver- sidad, para poner en concordancia los requerimientos de los diversos usos con las aptitudes de los distintos suelos y, de este modo, se podrán tomar decisiones más fundamentadas al asignar usos a los suelos de un determinado territorio (Porta et al., 2003). Así, la viticultura moderna requiere una caracterización ambiental del terreno para conocer el efecto o respuestas de la planta. A partir de esta relación suelo-plan- ta, disponiendo de información de suelos de calidad, se puede decidir acerca de la elección de portainjerto, prácticas de cultivo adecuadas o zonificaciones vitícolas. Con esa intención, se exige información exhaustiva y detallada sobre el factor suelo en La Rioja, de modo que pueda ser empleada a varios niveles, desde agricul- tores hasta técnicos y gestores, favoreciendo la investigación y el desarrollo hacia una agricultura más precisa. Comprendiendo la influencia que tiene el factor suelo en la producción agraria riojana y caracterizando sus propiedades, se puede deter- minar en qué magnitud contribuye, o puede hacerlo, en la mejora de la calidad de los productos agroalimentarios de esta comunidad y actuar en consonancia. A pesar de la creciente demanda, actualmente existe en La Rioja una escasez de información edafológica unificada. El gran número de estudios y análisis de suelos que se solicitan a nivel particular permanece disperso y no resulta accesible cuando se pretenden conocer las características del suelo de una determinada zona. El proyecto de cartografía de suelos agrícolas a escala 1:20.000 forma parte de una de las líneas de trabajo del Programa de Suelos del Instituto de Calidad Agroa- limentaria de La Rioja (ICAR), con sede en el Servicio de Investigación y Desarrollo Tecnológico (SIDT-CIDA). El objetivo del mismo es la caracterización y clasificación de los perfiles edafológicos, el conocimiento de la distribución de los mismos en el espacio, mediante la representación gráfica de las diferentes unidades cartográficas de suelos y establecer una información de suelos accesible al público tratando de optimizar los recursos existentes. En este estudio se presentan los resultados del estudio de suelos realizado en el municipio riojano de Aldeanueva de Ebro.

1. Área de estudio Aldeanueva de Ebro es un municipio perteneciente a la Comunidad Autónoma de La Rioja, situado a 343 m de altitud en el valle del Ebro dentro de la Comarca de Alfaro, en Rioja Baja, a 59 km de distancia de Logroño y a 10 km de (Fig. 1). Se encuentra ubicado en las hojas 243-II (Calahorra) y 243-IV () de la cartografía topográfica del Instituto Geográfico Nacional (IGN) a escala 1:25.000. Aldeanueva de Ebro limita al sur con las primeras estribaciones de la sierra de Yerga, al norte con el río Ebro y con las huertas de Calahorra, al oeste alcanza el monte de Los Agudos y al este limita con las huertas de Rincón de Soto y Alfaro. La extensión del término municipal es de 3.906 ha, de las cuales el 70% presen- ta uso agrícola, mientras que el suelo destinado a uso urbano e industrial representa

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Fig. 1. Mapa de localización general del área de estudio. en torno al 5% del total, estando el resto de la superficie ocupada por pastizal y pequeñas repoblaciones de pino carrasco. La viña es el cultivo principal del munici- pio, ocupando una extensión de 1.640 ha, lo que supone un 60% de la superficie de suelo agrícola. Le siguen en superficie la labor de cereal en secano (27.5% del suelo agrícola) y los frutales (5.8%), entre los que destaca el cultivo de peral adscrito a la Denominación de Origen Protegida “Peras de Rincón de Soto”. La mayor parte de la población activa se dedica al sector agrícola, siendo en estos momentos Aldeanueva de Ebro una de las localidades vitivinícolas más impor- tantes de La Rioja. Por una parte, cuenta con un importante número de agricultores, fundamentalmente viticultores a tiempo completo y, por otra, con la presencia de 17 bodegas ubicadas en el municipio. Geológicamente, el municipio estudiado se localiza en la hoja 243 (Calahorra) del mapa del ITGE (ITGE, 1990). La mayor parte de la superficie de Aldeanueva de Ebro se haya recubierta por depósitos del Cuaternario, por debajo de los cuales aparecen depósitos del Terciario pertenecientes a la Formación Alfaro que, en oca- siones, afloran a la superficie, fundamentalmente en las estribaciones del monte de Los Agudos, al oeste del municipio. Estos depósitos del Terciario tienen una litología esencialmente arcillo-limosa de tonos rojizos, con presencia de capas de arenisca con abundante yeso en el cemento. Los materiales del Cuaternario varían en función de la geoforma que consideremos y se componen fundamentalmente de bloques, cantos y gravas en matriz areno-limosa, aunque con predominio de las arenas en la llanura de inundación del Ebro y con presencia de alto contenido de arcillas, proce- dentes de los depósitos terciarios, en el abanico aluvial. El paisaje de Aldeanueva de Ebro presenta dos áreas bien diferenciadas. En su mitad este se observa un paisaje escalonado, con una altura máxima de 648 m (ce- rro de Cabizgordo, al sur del municipio) y una mínima de 286 m (río Ebro). En esta zona domina el modelado hídrico, bien sea de tipo fluvial dando como resultado las terrazas del Ebro, bien sea de tipo torrencial originando la creación de los diferentes niveles de glacis y abanicos o conos aluviales. En cambio, la mitad oeste, en el mon- te de Los Agudos, muestra un paisaje más abrupto, donde domina un modelado de

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vertientes, con presencia también de plataformas residuales tipo glacis, de niveles II y III, muy erosionadas. Existe también una zona de características semiendorreicas en un valle de fon- do plano (La Torguera), donde el sustrato rocoso del Terciario (limolitas y arcillas), de muy baja permeabilidad, se encuentra muy próximo a la superficie favoreciendo el estancamiento de las aguas de escorrentía procedentes de la sierra de Los Agudos y su posterior evaporación y desecación, con la consiguiente acumulación de yeso, sales más solubles que el yeso y sodio. El área cartografiada se caracteriza por presentar un clima mediterráneo seco (Papadakis), con veranos secos, temperaturas con grandes oscilaciones mensuales (17.2 ºC entre la temperatura media de enero y julio), pocas lluvias e irregulares (380 mm anuales) y fuerte presencia del cierzo. La temperatura media anual es de 13.9º C y la ETP anual es de 762 mm (Thornthwaite). Se observan matices de clima estepario semicálido (Martínez Abaigar et al., 1994; Elías Castillo et al., 1996). El régimen de temperatura del suelo es mésico (la temperatura media del suelo está comprendida entre 8 y 15ºC, con una diferencia entre el verano y el invierno mayor de 5ºC). El régimen de humedad del suelo es arídico, típico de los climas áridos y semiáridos en los cuales el suelo permanece seco durante la mayor parte del año (más de la mitad de los días, acumulativos, cuando el suelo tiene una tem- peratura superior a 5ºC y al menos 90 días consecutivos cuando la temperatura del suelo supera los 8ºC).

2. Materiales y métodos El proceso de realización de la cartografía detallada de suelos del término mu- nicipal de Aldeanueva de Ebro se ha desarrollado combinando trabajos de campo y gabinete, con predominio de los primeros. En las fases iniciales del proyecto, se realizó una completa revisión de material bibliográfico, cartográfico en formato papel: Mapa Geomorfológico de La Rioja, -es cala 1:50.000, de Gonzalo Moreno (1981); Mapa Geológico Nacional, escala 1:50.000, del ITGE (1990), cartográfico en formato digital y fotográfico (fotografía aérea de La Rioja del año 2000, escala 1:18.000). Seleccionado el material cartográfico inicial, se inició la siguiente fase con el análisis estereoscópico de la fotografía aérea en color con el fin de delimitar las uni- dades geomorfoedáficas provisionales de prospección, basándose en el método de análisis de elementos (Nieves et al., 1983). Para realizar la delimitación de unidades mediante este método, se procedió al análisis de los principales factores formadores de los suelos, descritos por Jenny en 1941 y modificados por Gaucher en 1981 (Porta et al., 2003): relieve, materiales originarios, usos del suelo, vegetación natural y la hidrografía superficial y subterránea. Se completaron con recorridos de campo el mapa de formas de relieve (Fig. 2), el mapa litológico y el mapa de usos del suelo, integrándose la totalidad de la información cartográfica en un mapa de unidades geomorfoedáficas, que constituyó el mapa guía para comenzar a diseñar la campaña de sondeos y calicatas. Utilizando la información aportada por la cartografía base, se establecieron una serie de áreas modelo en las que se estudiaron con intensidad las relaciones suelo- paisaje. La comprensión de las estas relaciones en una determinada zona sirve de referencia para establecer las hipótesis iniciales acerca del modelo de organización de la distribución de los suelos en relación con las unidades de paisaje, lo que faci- lita los trabajos de realización de la cartografía (Vaudour, 2003).

12 Zubía núm. 16-17 (2004-2005), pp. 9-28 Monográfico ISSN 1131-5423 13 Fig. 2: Mapa de formas de relieve en Aldeanueva de Ebro. 13 Descripción, caracterización y cartografía de los suelos de Rioja Baja: término municipal de Aldeanueva de Ebro

Tras la realización de la primera fase de observaciones (5% del total), para co- nocer la totalidad de subgrupos de suelos existentes en el municipio, su morfología y propiedades, se procedió a realizar su estudio completo mediante la apertura de calicatas. Esta prospección sistemática se realizó seleccionando el emplazamiento de las observaciones teniendo en cuenta la representatividad y variabilidad de las unidades geomorfoedáficas. Esta fase permitió determinar los primeros límites entre unidades, verificando o modificando las hipótesis establecidas. En el área de estudio se procedió a la apertura, estudio, descripción, muestreo y clasificación provisional de 144 perfiles de calicatas, con la recogida de 562 mues- tras. La primera clasificación en campo se realizó a nivel de subgrupo de Soil Taxo- nomy (Soil Survey Staff, 2003; Gisbert, 2002), a la espera de poder contrastarla con los análisis de laboratorio y precisar la clasificación hasta familia textural, reactiva, mineralógica y, finalmente, crear la serie de suelos. En una etapa posterior, para conocer la distribución real y establecer los límites entre unidades de suelos, se realizaron 137 sondeos con barrena hasta una profun- didad máxima de 120 cm, tomando muestras de un 15% para compararlas con las muestras de las calicatas en parámetros concretos. Las descripciones de los perfiles de suelo se realizaron siguiendo la metodo- logía USDA del National Soil Handbook (USDA, 1993) y se recogieron en una ficha de descripción preparada especialmente para ser incorporadas a la base de datos Oracle del Sistema de Información de Suelos de La Rioja (SISR). Las muestras de suelos recogidas en campo, se secaron al aire y se homogenei- zaron para realizar su análisis físico-químico en el Laboratorio Regional de La Gra- jera de la Comunidad Autónoma de La Rioja. Combinando la información obtenida en campo con los resultados analíticos se designaron los diferentes horizontes de diagnóstico y se determinó la clasificación definitiva, a nivel de familia y serie de los perfiles prospectados, utilizando la taxonomía americana (Soil Survey Staff, 2003). Las unidades taxonómicas más detalladas de este proyecto corresponden a las series de suelos. La serie de suelo está integrada por un conjunto homogéneo de suelos (polipediones) muy semejantes entre sí, desarrollados sobre un mismo mate- rial originario y cuyas características son similares. Cada serie se describe de forma normalizada y se identifica con el nombre del paraje donde dicho suelo se halla mejor representado o fue descrito por primera vez. Las unidades cartográficas se delimitaron tras la integración de la información espacial obtenida de las prospecciones de suelos. Estas unidades caracterizan una determinada superficie y estarán constituidas por una o más de las series de suelos definidas previamente, formando consociaciones (dominadas por una sola serie o taxón donde las inclusiones de suelos disímiles no suponen más del 10%) o comple- jos (formados por dos o más series, no cartografiables por separado a la escala de trabajo) (Van Wambeke et al., 1989). Siempre que ha sido posible se ha empleado como unidad cartográfica la consociación, ya que al estar constituida por un único tipo de suelo, permite hacer interpretaciones y recomendaciones más adecuadas. La unidad cartográfica es la unidad básica del mapa que permite determinar las condiciones de una zona analizando la información presente en sus calicatas re- presentativas. La unidad mínima cartografiable o unidad cartográfica base a la escala elegida (1:20.000) es de 10.000 m2, por lo que para ser mostrada gráficamente, una unidad cartográfica debe estar representada por una superficie mayor de 1 ha.

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3. Resultados Los suelos del término municipal de Aldeanueva de Ebro presentan una gran variabilidad espacial con diferentes propiedades físico-químicas y biológicas, que se ven fuertemente influidas por su posición en el paisaje. Así, los principales suelos del municipio, ubicados sobre plataformas tipo glacis, se caracterizan por contener acumulaciones generalizadas de carbonatos y un elevado contenido de gravas; por otra parte, las tierras del abanico aluvial junto al Ebro, presentan alto contenido en arcillas y, finalmente, los situados sobre laderas estructurales y fondos, es frecuente que presenten yesos y sales más solubles. En general, el principal factor genético que determina la clasificación de los suelos de Aldeanueva de Ebro es el régimen de humedad de los perfiles edáficos, ya que la mayoría de los suelos del municipio se encuentran bajo condiciones de régimen arídico. Este estado de déficit hídrico conlleva que el 98% de los suelos se clasifiquen dentro del orden Aridisoles, diferenciándose de este gran grupo los suelos muy jóvenes, poco evolucionados y que carecen de horizontes subsuperfi- ciales de diagnóstico o endopediones. Éstos últimos suelos se han incluido dentro del orden Entisoles y son suelos formados a partir de aportes recientes de materiales aluviales, situados en la llanura de inundación actual del río Ebro y en las márgenes de la yasa Agustina. Una vez clasificados los suelos a nivel de grupo según la taxonomía americana de suelos (Soil Survey Staff, 2003), se observa el predominio casi absoluto de los perfiles con presencia de horizontes cálcicos, que constituyen más del 80% del total de las tierras agrícolas del municipio. Son suelos que han sufrido procesos de di- solución y lavado con posterior precipitación dando como resultado endopediones con acumulaciones secundarias en forma de pseudomicelios, cemento geopetal o nódulos. Estos se caracterizan por presentar contenidos de carbonato cálcico (Ca-

CO3) de moderados a altos (20 a 40%). En la Figura 3 se representa gráficamente el porcentaje de superficie ocupado por cada uno de los grupos de suelos descritos en Aldeanueva de Ebro. La unidad taxonómica empleada ha sido la serie de suelos, debido a que pro- porciona mayor información edafológica dentro del sistema taxonómico americano (Soil Survey Staff, 2003). Además, permite mayor precisión y, por tanto, es la más

Fig. 3. Porcentaje de superficie atribuida a cada grupo de suelos (Soil Survey Staff, 2003) pre- sente en el término municipal de Aldeanueva de Ebro.

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adecuada para este tipo de cartografía detallada a escala 1:20.000. En Aldeanueva de Ebro se han creado y descrito 44 unidades taxonómicas a nivel jerárquico de serie de suelos (Tabla 1), utilizando para nombrarlas los términos de los parajes que figuran en el catastro de rústica. Con la información recogida en la campaña de sondeos y minicalicatas sobre la distribución espacial de las series de suelos, se han definido 30 unidades cartográ- ficas de suelos, incluyendo las áreas misceláneas. Estos polígonos de suelos se han caracterizado como consociaciones y complejos en función de la homogeneidad de los suelos presentes dentro de la unidad. La relación de todas las unidades cartográficas clasificadas, junto con el mapa de suelos, aparece recogida en la Tabla 3 y en la Fig. 7 al final del apartado de re- sultados. Para realizar una descripción de los principales suelos de Aldeanueva se ha tenido en cuenta que los principales factores edafogenéticos, que han intervenido en su formación son el régimen de humedad, la posición y forma del relieve y las características de los materiales originarios o litología de la roca madre. Por ello, a

Tabla 1. Series de suelos (Soil Survey Staff, 2003) en Aldeanueva de Ebro.

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Fig. 4: Unidades cartográficas más representativas de Aldeanueva.

continuación, se describen y analizan las principales series de suelos creadas con relación a su localización en las grandes geoformas del área de estudio: terrazas del Ebro, abanicos y conos aluviales, plataformas tipo glacis de nivel II y III, y finalmente fondos evaporíticos y laderas estructurales terciarias. Terrazas del Ebro (Unidades Cartográficas de suelos E, AB) El río Ebro bordea el municipio por el norte, mostrando su influencia en el paisaje a través de la presencia de una terraza baja y la llanura de inundación actual del río. La llanura de inundación del Ebro (parajes Soto Concha y Soto Castilluejos) está caracterizada por Entisoles (Torriorthents típico y Torripsamments típico). Son suelos muy jóvenes, desarrollados sobre arenas, que todavía no han desarrollado una estructura ni características adecuadas para un uso agrícola. La capa freática se encuentra próxima a la superficie por lo que en épocas de crecida se llegan a inundar las zonas próximas al río. Presentan altos contenidos de materia orgánica (1.5%) pero muy baja capacidad de intercambio catiónico (5.93 meq/100 g). El uso principal de estos suelos es el cultivo de hortícolas y cereales en regadío, en las áreas más protegidas, existiendo también aprovechamiento de pastizales, chopos y otras especies ripícolas. La terraza de nivel I (paraje Partidero) se caracteriza por la presencia de Ha- plocambids típicos. Son suelos profundos con 110 cm de media y escasa presencia de elementos gruesos en superficie (< 5% en volumen). Estos van aumentando en profundidad hasta superar el 50% a más de 175 cm de profundidad. Presentan un buen drenaje y horizontes superficiales con espesores de 40 cm y textura franca limosa. Estos suelos presentan valores medios de materia orgánica y capacidad de intercambio catiónico. Su uso principal es la labor en secano, existiendo pequeñas parcelas de frutales y de regadío. Abanico y cono aluviales (Unidades Cartográficas de suelos A, B, C, D, F, H, Q y S). El abanico aluvial, desarrollado sobre las terrazas del Ebro, (parajes Torrobales, Brazo Retuerta, Torrontija, Las Hondas, Partidero Bajo, Cañamares), se caracteriza fundamentalmente por presentar suelos con un alto contenido en arcillas y limos procedentes de los depósitos del área fuente del Monte de Los Agudos.

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Los principales suelos de esta zona son Haplocambids y Haplocalcids con pro- piedades vérticas (Fig. 5) por la presencia de arcillas expandibles, con procesos de expansión y retracción que favorecen la formación de grietas. Se caracterizan por presentar contenidos de arcillas superiores al 30%, y estruc- turas prismáticas moderadas a fuertes. Son suelos bien drenados en condicionesde baja humedad, pero este drenaje está muy condicionado por la expansión de las arcillas al humedecerse. Los horizontes superficiales presentan una textura franca arcillo-limosa, con espesores entre 30 y 40 cm. El contenido de carbonatos va aumentando en dirección noreste en una transición de horizontes cámbicos a cálcicos, debido al movimiento por lavado de estos elementos. Aparecen más acumulaciones secundarias en las zo- nas más cercanas a las terrazas del río Ebro, al tiempo que disminuye la profundidad efectiva de los suelos (Tabla 2). Así, los suelos más cercanos al área fuente son suelos profundos de más de 1 m, pero conforme aumenta la distancia al área fuente, acercándose al río, se en- cuentran suelos moderadamente profundos (60 cm). Estas zonas se dedican en su mayoría a la labor de cereal en secano.

Fig. 5: Serie Las Hondas (Haplocambids vértico, arcillosa, mezcla- da, mésica).

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La yasa Agustina atraviesa el abanico aluvial creando un área de influencia en sus márgenes donde aparecen Haplocambids fluvénticos. Estos suelos se caracteri- zan por haber sufrido sucesivos aportes de materiales transportados por el canal de la yasa que han ido enterrando los horizontes históricos, provocando que la materia orgánica se encuentre repartida desigualmente entre los diferentes horizontes del suelo. Son suelos profundos, de alrededor de 1 m de profundidad, bien drenados y no presentan acumulaciones ni contenidos elevados de carbonatos. El horizonte superficial tiene una textura franca limosa y el contenido de arcillas disminuye al compararlo con el resto de suelos del abanico. Presentan ligera salinidad debida a los materiales procedentes del desmantelamiento del monte de Los Agudos. En estos suelos predomina el cultivo de vid y frutales, apareciendo aún bastantes parcelas dedicadas a la labor en secano. Los suelos que se encuentran justo a orillas de la yasa son todavía jóvenes y no han tenido el tiempo suficiente para desarrollarse, por lo que pertenecen al orden de los Entisoles (Torrifluvents típico). Presentan una alta variabilidad entre sus horizontes causada por los diferentes aportes de materiales de la yasa. Al sureste del abanico aluvial se encuentra un cono aluvial individualizado del resto del gran abanico. Los suelos presentes en el cono aluvial varían respecto de los suelos del abanico aluvial fundamentalmente por el origen de los materiales a partir de los cuales se han desarrollado. En este caso, son suelos evolucionados a partir de cantos y gravas en matriz arenosa, procedentes de la erosión de los glacis presentes en la zona este del municipio. Dominan los Haplocalcids típicos. Son suelos con menos finos que los del abanico y con un mayor contenido de cantos y gravas (entre un 50% y un 90%) que aparecen a poca profundidad (entre 35 y 60 cm) limitando su uso y confiriéndoles características fragmentales o esquelético francas. La textura en el primer horizonte es franca a franca arenosa, lo que unido al alto porcentaje de elementos gruesos los convierte en suelos bien drenados. Existen horizontes de acumulación de carbonatos, con contenidos superiores al 15% y acumulaciones secundarias recubriendo los elementos gruesos. El uso mayoritario de esta zona es el cultivo de la vid. Plataformas tipo glacis (Unidades Cartográficas de suelos H, I, L, M, N, O, Q, S, U, V, W, X, AC, AD, AE, AF) Las plataformas tipo glacis son de origen torrencial y dominan la mayor parte de la superficie meridional del término municipal de Aldeanueva de Ebro, distin- guiéndose varios niveles de glacis en función de su cota correlacionada con las terrazas del Ebro. En concreto se observan glacis desde el nivel I hasta el nivel V. Los glacis altos aparecen en los parajes de Cabizmediano (glacis IV) y Cabizgordo (glacis V) pero no llegan a ocupar una superficie representativa del municipio. Los “Llanos de Aldeanueva”, de 9 km de longitud por 4-5 km de anchura, constituyen el testigo mejor conservado de los glacis de nivel II y se convierten en la forma de paisaje más representativa del municipio. La gran amplitud de esta zona ocasiona la presencia de diferentes tipos de suelos dominando los Haplocalcids típi- cos. Son suelos desarrollados sobre cantos y gravas en matriz areno-limosa y, en ge- neral, aparecen recubiertos de gravas subredondeadas. Precisamente, esta presencia de gravas condiciona la aptitud agrícola de los suelos, ya que la profundidad a la que aparece la capa de gravas, oscilando entre 35 y 100 cm, determina la profundidad efectiva de estos suelos y el volumen útil explorable por las raíces (Fig. 6). Son suelos bien drenados debido a esta presencia de elementos gruesos y a poseer una textura con mayor dominio de la fracción arena. El buen drenaje limita la capacidad de retención de agua de estos suelos.

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Fig. 6: Serie La Cascajera (Haplocalcids típico, esquelético franca, mez- clada, mésica).

La presencia de carbonatos en estos suelos es generalizada, alrededor del 20%. En varios lugares supera el 40%, con presencia de frecuentes acumulaciones secun- darias en forma de pseudomicelios y cemento geopetal recubriendo la parte inferior de los elementos gruesos (Tabla 2). En determinados parajes (Retrespresa) los carbonatos están cementados crean- do horizontes petrocálcicos que constituyen una capa limitante para los cultivos agrícolas impidiendo el desarrollo radicular (Petrocalcids típico). En la zona central del glacis (parajes Butrago y Yasilla) aparecen suelos que presentan horizontes de acumulación de arcillas iluviadas (Calciargids típicos) y, en las inmediaciones del núcleo urbano (Palomares y Eras Virgen), existen algunos suelos con rasgos de hidromorfismo y propiedades ácuicas (Haplocalcids ácuicos) que se utilizan princi- palmente como huertas. El cultivo principal y casi exclusivo de los suelos del glacis es la vid. Los glacis de nivel III (parajes Dehesa, Valcaliente, Montote, Costa Lengua) presentan suelos con alto contenido de carbonatos clasificados como Haplocalcids típicos, siendo frecuente que lleguen a alcanzar valores superiores al 40%. Aparecen

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Geoforma Abanico Aluvial Glacis II (sin gravas) Glacis II (con gravas) Fondo llano

Serie Torrontija Las Bardas La Cascajera La Torguera

Haplocalcids vértico, Haplocalcids típico, Haplocalcids típico, Haplocalcids sódico, Clasificación Soil arcillosa, mezclada franca gruesa, mezcla- esquelético franca, limosa fina, mezclada, Taxonomy** mésica da, mésica mezclada, mésica mésica

Horizonte Sección Horizonte Sección Horizonte Sección Horizonte Sección Superficial Control* Superficial Control* Superficial Control* Superficial Control*

Arena (%) 11.8 6.7 45.1 46.3 41.2 55.7 7.7 2.7

Limo (%) 54.3 54.1 37.5 39.9 39.0 29.5 54.6 51.7

Arcilla (%) 33.9 39.2 17.4 13.8 19.8 14.9 37.7 45.6

E.G. (%) 2 1 4 7 8 69 0 0

pH 8.6 8.3 8.6 8.8 8.5 8.6 8.5 8.1

CaCO3 (g/kg) 165 162 174 218 66 177 168 164 M.O. (g/kg) 9.4 6.8 7.7 3.4 11.0 5.9 8.7 6.0

CE (dS/m) 0.26 1.06 0.17 0.19 0.20 0.17 0.63 2.19

CIC (cmol+/kg) 14.6 15.8 9.2 7.2 14.0 10.6 14.8 16.2

SAR (%) --- 5.7 ------14

*Sección control: espesor del perfil del suelo entre el límite inferior del horizonte A hasta 100 cm

**Clasificación Soil Taxonomy (Soil Survey Staff, 2003) Tabla 2: Valores físico-químicos de series de suelos característicos de Aldeanueva.

acumulaciones de carbonatos recubriendo los elementos gruesos, como cemento geopetal, y en forma de pseudomicelios. En puntos concretos (paraje Dehesa), estos horizontes de acumulación de carbonatos aparecen cementados, originándose un horizonte petrocálcico (Petrocalcids típico). La textura de los horizontes superficia- les es franca y son suelos bien drenados. De nuevo se diferencian los suelos de los glacis situados al pie del monte de Los Agudos, ya que son suelos más profundos y con menor contenido en elementos gruesos, mientras que en el resto de estas pla- taformas aparece un mayor contenido de gravas que reduce la profundidad de los suelos, apareciendo en algunos casos a tan solo 35 cm de profundidad. Son suelos dedicados fundamentalmente al cultivo de la vid, con algunas parcelas de cereal. Fondos evaporíticos (Unidades Cartográficas de suelos G, F) En el término municipal de Aldeanueva de Ebro se producen procesos de sa- linización causados fundamentalmente por el lavado de materiales como resultado del drenaje procedente de las vertientes del monte de Los Agudos. Las sales presen- tes en los materiales terciarios son lavadas y se van acumulando en fondos y partes bajas, ayudadas por la presencia de un clima semiárido con fuerte evaporación, destacando la acumulación de sodio y sales más solubles que el yeso, como sulfatos y cloruros de calcio y magnesio. Existen en el municipio dos zonas diferenciadas con características salino-só- dicas; en la mitad oeste se encuentra un valle de fondo plano con características semiendorreicas (paraje La Torguera) y en el paraje de Partidero Bajo, al este del abanico aluvial, aparecen suelos moderadamente salinos y con presencia de sodio, lo que disminuye su aptitud agrícola. Se trata de suelos profundos, con un drenaje insuficiente que favorece el estan- camiento del agua, su evaporación y desecación y la consiguiente acumulación de sales y sodio. Se han desarrollado a partir de materiales finos (limos y arcillas) con presencia de yesos evaporíticos terciarios procedentes del monte de Los Agudos y

22 Zubía núm. 16-17 (2004-2005), pp. 9-28 Monográfico ISSN 1131-5423 Descripción, caracterización y cartografía de los suelos de Rioja Baja: término municipal de Aldeanueva de Ebro

se clasifican como Haplocalcids sódicos en la zona del fondo llano y como Haplo- calcids vértico-sódicos en la zona Este del abanico aluvial. La textura del horizonte superficial no es homogénea y varía entre franca limosa y franca arcillo- limosa, con espesores entre 30 y 40 cm. La elevada presencia de sales (6 – 18 mmohs/cm) y sodio (SAR>13%) en estos suelos se convierte en un elemento limitante para su uso (Tabla 2). Las sales entorpecen el desarrollo de las plantas al dificultar la absorción de agua por parte del sistema radicular, llegando a ser tóxicas para determinados cultivos como la vid, mientras que la presencia de altas cantidades de sodio tiene efectos negativos sobre la estructura del suelo y otras propiedades físicas del perfil, perjudicando su estabilidad. Por lo tanto, debido a la dificultad para su cultivo, el uso de estas zonas es limitado; mientras los suelos sódicos del abanico aluvial se dedican casi en exclusiva al cultivo de cereales en secano, el valle de fondo plano se encuen- tra prácticamente abandonado, utilizándose como pastizal, existiendo también zonas de repoblaciones forestales con pino carrasco (Pinus halepensis). En los bordes del fondo plano o al pie de algunos cerros y plataformas exis- tentes (parajes Peñasco o Cabezo Torre), aparecen inclusiones de suelos con alta presencia de yeso (Haplogyipsids y Calcigipsids). Esto es debido a que, en las laderas escarpadas que enlazan el fondo con las zonas más elevadas, se ha erosionado el material del Cuaternario quedando al descubierto los materiales del Terciario que tienen un alto contenido en yesos. Laderas (Unidades Cartográficas de suelos K, R) Las propiedades de los suelos desarrollados en las laderas dependen funda- mentalmente del material originario de la superficie sobre la que se asientan y de la geoforma inmediatamente superior, aunque se caracterizan mayoritariamente como Haplocalcids típicos. Los suelos de las laderas situadas en las estribaciones del monte de Los Agudos presentan un contenido mayor de finos (limos y arcillas) con textura superficial franca arcillo-limosa y presencia de yeso en ciertas ocasiones. Por otro lado, los suelos evolucionados en las laderas entre plataformas aluviales tipo glacis presentan una textura franca en su primer horizonte, con menor contenido de finos. Normalmente se trata de suelos bien drenados, con horizontes superficiales de espe- sor comprendido entre 30 y 40 cm y con presencia de endopediones cálcicos. Pueden llegar a presentar algo de salinidad en horizontes profundos, manifestándose más cla- ramente este fenómeno en suelos desarrollados al pie de las laderas, al tratarse de una zona de acumulación de sales, llegando en esas zonas a aparecer suelos ligeramente salinos. Esta salinidad es debida a la composición de los materiales originarios sobre los que se modelan las laderas. El uso al que se destinan los suelos de laderas no es uniforme, existiendo cultivos de vid, labor en secano de cereal y terrenos de pastizal.

4. Conclusiones La información detallada obtenida acerca de los suelos del término municipal de Aldeanueva de Ebro puede ser útil en la toma de decisiones en la ordenación territorial (planificación de áreas urbanizables o industriales, trazado de infraestruc- turas, etc.) y, en el ámbito agrícola, a la hora de preservar las áreas edafológicas más valiosas y adoptar, en cada caso, los cultivos más adecuados en función de las características físico-químicas y biológicas de las tierras agrarias. Por ello, a partir del estudio edafológico realizado en Aldeanueva de Ebro, se han elaborado las siguien- tes conclusiones y recomendaciones: - Se obtiene una superficie potencial para el cultivo de la vid en el término municipal de Aldeanueva de 2.313 ha a partir de la suma de las superficies de las unidades cartográficas de suelos no limitantes para dicho cultivo (H, I, L, M, N, O,

23 Zubía núm. 16-17 (2004-2005), pp. 9-28 Monográfico ISSN 1131-5423 JOSÉ Mª. MARTÍNEZ VIDAURRE, NÉSTOR ETXALEKU LÓPEZ, NURIA GÓMEZ PÉREZ Y FERNANDO PAVÓN DIAZ-PABÓN

Q, S, T, U, V, W, X, AD, AE, AF). Esto supone que un 72% de la superficie agraria del municipio (excluidas las áreas misceláneas) presenta aptitud potencial para acoger el cultivo de vid. - Por otra parte, atendiendo a las propiedades físico-químicas detectadas en los diferentes suelos, carecen de aptitud para introducir plantaciones de vid o frutales las áreas que tienen alto contenido en arcillas y limos con propiedades vérticas (Unidades A, C, F), áreas de suelos con condiciones ácuicas (Unidades J y AC), en las vegas bajas y proximidades del Ebro (Unidades E y AB) y aquellas zonas con problemas de salinidad y/o sodicidad (Unidades F, G, K y P). - En ciertas áreas de los glacis II y III y del cono aluvial (Unidades L, Q, S, V, AF) los suelos presentan muy poco volumen útil de suelo, explorable por las raíces, debido a la presencia de un alto porcentaje en volumen de elementos gruesos (can- tos y gravas). Por lo tanto, debido a la baja capacidad de retención de agua de estos

Tabla 3: Unidades cartográficas de suelos (consociaciones y complejos) en Aldeanueva de Ebro.

24 Zubía núm. 16-17 (2004-2005), pp. 9-28 Monográfico ISSN 1131-5423 25 Fig. 7: Mapa de suelos de Aldeanueva de Ebro. 25 Descripción, caracterización y cartografía de los suelos de Rioja Baja: término municipal de Aldeanueva de Ebro

suelos, un correcto manejo del agua se muestra como un factor clave a la hora de controlar el desarrollo o vigor de las plantaciones en estas zonas. - Se ha observado que los horizontes superficiales, sometidos a laboreo, de ciertos suelos de los glacis y del cono aluvial presentan bajos contenidos en materia orgánica (generalmente menores de 1%). Esto es debido a que, bajo condiciones climáticas semiáridas, la velocidad de mineralización de la materia orgánica aportada es muy alta, de tal forma que, a medio plazo, pueden llegar a presentarse problemas de desestructuración del complejo arcillo-húmico de estos suelos, que constituyen la mayor parte de la superficie del municipio y cuyo cultivo dominante es la vid. Para tratar de evitarlo, es aconsejable una práctica de abonado responsable, carac- terizando los materiales o residuos a añadir y controlando momentos, frecuencias y dosis de aplicación. - En las zonas donde aparecen horizontes petrocálcicos (Unidades O, U y X) se puede tratar de romper la continuidad de los horizontes cementados mediante agujeros o grietas, tratando de conseguir que las raíces los puedan atravesar y au- mentando, de este modo, la profundidad efectiva de los suelos. - En las unidades cartográficas de suelos L, N, V y AD, que presentan horizontes con acumulación generalizada de carbonatos (superior al 40%), es importante tratar de evitar la inversión de materiales y el consiguiente afloramiento de carbonatos en superficie al realizar las labores en profundidad, ya que puede limitar un correcto desarrollo de la vid.

5. Agradecimientos Al personal del Programa de suelos que intervino en diferentes fases del traba- jo, Ada Arpón, Lya Arpón y Ana B. Quintanar.

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