La Arquitectura Neomudéjar En Extremadura. Modelos E Influencias
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
03 mogollon-gonzalez.qxd:Maquetación 1 10/4/13 17:56 Página 69 LA ARQUITECTURA NEOMUDÉJAR EN EXTREMADURA. MODELOS E INFLUENCIAS Pilar Mogollón Cano-Cortés José-Manuel González González Universidad de Extremadura Aunque no abundan las construcciones neomudéjares en Extremadura, se con- servan algunos ejemplos en los que la impronta del estilo se encuentra en ciertas construcciones realizadas en el tránsito de los siglos XIX y XX, especialmente en edificios institucionales y en relación con el nacionalismo imperante en esta época. Dichos ejemplos han sido estudiados en base a sus modelos e influencias, analizán- dose los más destacados, casi todos realizados por arquitectos foráneos, entre los que cabe señalar cronológicamente el mercado de Mérida (Badajoz), el palacio de Correos de Badajoz y la estación del ferrocarril de Zafra (Badajoz). También apor- tamos varios proyectos no ejecutados del arquitecto aragonés Félix Navarro. INTRODUCCIÓN El mudéjar pervive en el país más allá de las fronteras cronológicas que le defi- nieron en la Edad Media y Moderna1, al desarrollarse y adaptarse su singular orna- mentación a un nuevo marco constructivo en la arquitectura española durante el último tercio del siglo XIX y primera mitad del XX. Por la diversidad funcional de las construcciones de la época, se conservan diferentes propuestas arquitectónicas que responden a los nuevos planteamientos y necesidades de la sociedad industrial y moderna del siglo XIX, plazas de toros, fábricas, edificios de correos, colegios, estaciones de ferrocarril, etc., en las que encontramos que se conjugan ecléctica- mente los elementos decorativos de tradición mudéjar con materiales y formas acor- des a los nuevos tiempos, llegando a ser considerada la propuesta neomudéjar como una de las aportaciones de la arquitectura del siglo XIX: “Las características del pro- 1. G.M. BORRÁS GUALIS, «El mudéjar como constante artística», Actas del I Simposio Internacional de Mudejarismo, Teruel-Madrid, Diputación Provincial-CSIC, 1981, pp. 29-40. 69 03 mogollon-gonzalez.qxd:Maquetación 1 10/4/13 17:56 Página 70 PILAR MOGOLLÓN CANO-CORTÉS Y JOSÉ-MANUEL GONZÁLEZ GONZÁLEZ pio estilo mudéjar, así como las distorsiones y derivaciones a que se sometió su re- surrección, dieron lugar a uno de los episodios más importantes de la arquitectura española del siglo XIX”2. La recuperación de un estilo propio como arquitectura nacional, la reelabora- ción del lenguaje mudéjar revistiendo los paramentos, el dominio del ladrillo visto en los muros y la coexistencia con nuevos materiales que se emplean para las es- tructuras y espacios, sobre todo el hierro y el cristal, serán los rasgos que definan y garanticen el éxito del neomudéjar en el último tercio del siglo XIX y primero del XX en nuestro país3. Pero, como dice el profesor Javier Hernando, la nómina de edificios neomudéjares, en sentido estricto, es realmente muy corta, al definirse como tales cuando el empleo del ladrillo y su configuración estilística forman una unidad indisociable, considerando que “si faltase uno de ellos la obra dejaría de ser neomudéjar”4. LA PRESENCIA DEL MUDÉJAR EN EL TERRITORIO EXTREMEÑO En la comunidad extremeña se han localizado más de un centenar de manifesta- ciones mudéjares que nos permiten afirmar que su desarrollo, durante más de tres- cientos años a lo largo del amplio territorio regional, se extendió a las más variadas manifestaciones arquitectónicas, religiosas, civiles y militares5, entre las que cabe destacar especialmente el singular monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe6. El inicio del arte mudéjar en Extremadura está condicionado, al igual que ocurrió con las restantes manifestaciones artísticas medievales, al tardío y dilatado proceso re- conquistador vivido durante la Edad Media. Por ello, las primeras realizaciones son obras tardías localizadas en puntos destacados de la zona norte. Durante el siglo XIV la extensión del mudéjar por todo el territorio era ya un hecho, produciéndose las obras más maduras durante los siglos XV y XVI. Dos circunstancias definieron el nacimiento y desarrollo del mudéjar en estas tie- rras periféricas de la zona occidental de España. La primera será su situación geo - gráfica, ya que al estar limitada la región por alguno de los principales centros mudéjares del país, necesariamente las actuaciones mudéjares en el territorio ex- 2. A. GONZÁLEZ AMEZQUETA, «La arquitectura neomudéjar madrileña de los siglos XIX y XX», Ar- quitectura, 125, 1969, p. 3. 3. Estas tres características han sido identificadas por el profesor Navascués en la primera realización mudéjar española, la desaparecida plaza de toros de Madrid (1874), debida a los arquitectos Rodríguez Ayuso y Álvarez Capra, iniciadores de la corriente mudéjar. En P. NAVASCUÉS PALACIO, Arquitectura española 1808-1914, col. Summa Artis, Madrid, Espasa Calpe, 1993, vol. XXXV, pp. 349-350. 4. J. HERNANDO, Arquitectura en España 1770-1900, Madrid, Cátedra, 1989, p. 247. 5. P. MOGOLLÓN CANO-CORTÉS, El Mudéjar en Extremadura, Cáceres, Universidad de Extremadura, 1987. 6. P. MOGOLLÓN CANO-CORTÉS, «El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe y la arquitectura mudéjar en Extremadura», Arte Mudéjar en Aragón, León, Castilla, Extremadura y Andalucía, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 2006, pp. 181-207. 70 03 mogollon-gonzalez.qxd:Maquetación 1 10/4/13 17:56 Página 71 LA ARQUITECTURA NEOMUDÉJAR EN EXTREMADURA. MODELOS E INFLUENCIAS tremeño serán conocedoras de lo que se realizó en estas otras áreas artísticas. El segundo factor condicionante será el papel de frontera7 desarrollado por la región durante un largo período de su pertenencia al Islam, influyendo decisivamente en el carácter de la arquitectura mudéjar extremeña al derivar de los modelos islámi- cos aquí existentes. Las realizaciones almohades fueron el eslabón inmediato que incidió en un nuevo arte cristiano, el mudéjar, en el que se fundieron artísticamente elementos técnicos y estéticos de los estilos europeos occidentales con los del arte islámico de tradición oriental. Esta tradición almohade impuso la sobriedad decorativa en la configuración del mudéjar extremeño, así como numerosos elementos compositivos, apreciables en la tipología de torres, que mantienen modelos estructurales de los alminares almo- hades (Valdecaballeros); en la utilización de patios con andenes cruciformes (claus- tro mudéjar de Guadalupe) o las qubba en las capillas funerarias (monasterio de Tentudía). Al mismo origen se deben algunos elementos constructivos, como los arcos túmidos y los pilares achaflanados (patio de Abadía), y decorativos, paños de sebqa y los merlones escalonados presentes en numerosas torres bajoextremeñas (Palomas o Puebla de la Reina). Los diestros alarifes perpetuarán especializadas técnicas de trabajo realizando cubiertas de madera que cerrarán las naves de los templos, las galerías de los pa- tios y las salas de los palacios y conventos (Torrecilla de los Ángeles, Galisteo, Hornachos o Puebla de Alcocer). Las yeserías sirvieron para decorar espacios mo- nacales (templete mudéjar del claustro principal de Guadalupe), y con la cerámica vidriada o las pinturas al fresco (castillo de Villalba de los Barros o alcázar de Zafra) se continuarán los sistemas decorativos de tradición islámica hasta avan- zado el siglo XVI. La gramática decorativa del mudéjar se recuperará en la región siglos después a través del neomudéjar, estilo que responde al eclecticismo e historicismo del mo- mento y que se inspirará en el mudéjar, reivindicado como estilo nacional8. Si en Europa y en América se asiste a una moda que remite al gusto por lo oriental, ca- racterístico del momento, en España la moda neoislámica convive con el neomudé- jar, que “supuso un revival específico castizo que tiene por focos principales Madrid, primero, y Sevilla, después”9. BREVE REVISIÓN SOBRE EL NEOMUDÉJAR EN ESPAÑA A la arquitectura neomudéjar, estilo vivo para Lampérez, hispano vínculo de ci- vilizaciones en España según afirmó en 1859 Amador de los Ríos en un famoso dis- 7. P. MOGOLLÓN CANO-CORTÉS, «El mudéjar como diálogo y transmisión intercultural transfronte- riza», Mudéjar. El legado andalusí en la cultura española, Zaragoza, Universidad, 2010, pp. 264-274. 8. J. AMADOR DE LOS RÍOS, El estilo mudéjar en Arquitectura, discurso de entrada en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, Imprenta José Rodríguez, 1859. 9. P. NAVASCUÉS PALACIO, op. cit., pp. 347-348. 71 03 mogollon-gonzalez.qxd:Maquetación 1 10/4/13 17:56 Página 72 PILAR MOGOLLÓN CANO-CORTÉS Y JOSÉ-MANUEL GONZÁLEZ GONZÁLEZ curso, se la llamó también a comienzos del XX arquitectura del ladrillo10 y arqui- tectura madrileña, dentro de un debate amplísimo desde mediados del XIX que ha sido bien recogido por historiadores recientes11. Frente al neogótico francés o el neoclasicismo inglés, el estilo nacional español sería para muchos el neomudéjar, dentro de un nacionalismo que es producto de la crisis de las colonias, que desembocará en 1898, con la pérdida de Cuba y Fili- pinas, en nuevas formulaciones inspiradas en épocas gloriosas de nuestro pasado. Debemos tener en cuenta que la aparición de este estilo historicista se produce dentro del debate estilístico mantenido en la segunda mitad del siglo XIX por Ama- dor de los Ríos y otros12, para asentar la regeneración que se fomenta en la Acade- mia por algunos profesores que apoyan el estudio y reinterpretación de los estilos medievales, en un momento de clara preocupación por la esencia de España y su grandeza, donde los arquitectos buscaban renovar la