Diccionario Guanacastequismos Copia.Pdf
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2010 Programa Vivamos la Guanacastequidad Autor: Marco Tulio Gardela Editor Carlos Cruz Porras DICCIONARIO DE GUANACASTEQUISMOS Diccionario de Guanacastequismos (ICER,2001:115), que contiene un corpus de 3600 vocablos, frases y referencias gramaticales y culturales relacionadas con la identidad cultural del ser guanacasteco Nota del Editor El Instituto Costarricense de Educación Radiofónica, ICER, efectuó una primera edición del Diccionario de Guanacastequismos, a solicitud expresa de la Dirección Regional de Educación de Liberia, institución que patrocinó la labor de recopilación, deslinde y digitación, con el fin de distribuirlo en escuelas y colegios de su jurisdicción. No obstante, el autor, Marco Tulio Gardela, y el suscrito editor, Carlos Cruz Porras, considerando que es un texto de suma importancia, tanto para el ciudadano en general como para el estudiante guanacasteco, acordamos realizar la segunda edición, mejorada en cantidad y calidad, la cual se venderá al público. En el presente Diccionario de Guanacastequismos, se trata de dar respuesta al vocabulario autóctono, proporcionando al lector valiosa información del pasado y del presente, vital para la supervivencia de la cultura guanacasteca, la que a veces menospreciamos y hasta nos avergonzamos de ella y de la sabiduría de nuestros abuelos, esculpidos a hacha y machete, porque aunque debemos reconocer que, con los cambios científicos y tecnológicos, nosotros también cambiamos, esto no es motivo para permitir que desaparezcan nuestras costumbres, tradiciones y dialecto. Esta obra destaca el don virtuoso de la palabra, “la palabra guanacasteca”, recogiendo toda una herencia de la cultura oral, que cada vez se torna más escasa y aun incomprensible, en nuestro propio pueblo. Hoy tiene usted acceso a un ejemplar, el cual deseamos que le sea de gran utilidad y, asimismo, que contribuya a su convicción, si ama esta tierra, de sentirse cada vez más “Orgulloso de Ser Guanacasteco”. Carlos Cruz Porras Editor Un Diccionario Urgente La vida y la identidad de los pueblos las devela el idioma. El lenguaje cotidiano es una herencia, la mejor manera de encontrarnos a nosotros mismos. El lenguaje es el arma que nos confiere visibilidad social, el que nos potencia las virtudes, nuestros afanes y el sentir comunitario que se va conformando con el transcurrir del tiempo. El lenguaje da vida, porque no puede ser de otra manera: él es luz, reflejo de pasión, catálogo de vivencias en la región del arco iris. Un diccionario estandariza usos y ofrece la perspectiva para el aprendizaje y la transmisión de conocimientos culturales de los pueblos, en este caso, el guanacasteco, con sus extensas pampas. Con base en los estudios de Dr. Miguel Angel Quesada Pacheco, se puede señalar que el “Diccionario de barbarismos y provincialismos de Costa Rica” (1892), de don Carlos Gagini, es la primera obra que incluye términos propios de Guanacaste, entre ellos: tacotal, gamalotal, zuaca o guambas. Su segunda edición (1918), don Carlos Gagini la titula “Diccionario de costarriqueñismos” e inserta 175 voces de nuestra zona lingüística. El prof. Arturo Agüero (1960) es “quien por primera vez se refiere al español guanacasteco en forma directa y general, a la vez que resalta el carácter diferente de ese dialecto respecto al dialecto del Valle Central” (Pacheco, 1991:21). Posteriormente, la Dra. Suzanne Cowin (1978) realizó un estudio fonológico descriptivo de algunos fonemas y sus articulaciones en Guanacaste. Fui uno de los diecinueve informantes que seleccionó la Dra. Cowin para su trabajo lingüístico. La Licda. Hortensia Meza Sosa (1980) -colega en el Liceo Nocturno de Liberia- investiga el habla de los sabaneros liberianos y tilaranenses. En 1986, tres estudiosos: Marjorie Arrieta, Carla Jara y Covadonga Pendones analizan las actitudes de los hablantes, tanto del Valle Central como de Guanacaste. Por su parte, la Licda. Xinia Jaén (1989) realiza un análisis descriptivo del léxico del maíz en Carrillo. Asimismo, María del Carmen Robles (1989) efectúa un estudio comparativo entre Guanacaste y el Valle Central; el Dr. Miguel Angel Quesada Pacheco -a quien conocí el 6 setiembre de 1991-, publica “El español de Guanacaste” (1991). La Asamblea Legislativa publicó el “Diccionario de costarriqueñismos” (1996), del Prof. Arturo Agüero Chaves. El Dr. Quesada Pacheco aduce que hay referencias sobre el español guanacasteco en el relato de los viajeros, a saber: Thomas Gage, en 1638; Díez Navarro, en 1742; José Antonio Blanco, en 1807; Moritz Wagner y Carl Scherzer, en 1856; Félix Belly, en 1858; Karl Von Seebach, 1865; Karl Sapper, en 1899. Al inicio del siglo XX, José Segarra y Joaquín Juliá; Walter Lehmann, en 1908; Philip Calvert, en 1917; Comte Maurice de Perigny, en 1918 o Philip Wagner, en 1958. Ellos y otros viajeros realizaron inferencias de la variedad dialectal guanacasteca. El tema puede ampliarse con la consulta del libro “Viajeros por Guanacaste”, compilado por el Dr. Carlos Meléndez Chaverri (Ministerio de Cultura, 1974:557). Según los estudios del Dr. Quesada Pacheco, no debe dejar de mencionarse las referencias a la flora, a la fauna y a las costumbres de la región en los estudios lingüísticos sobre el español de Guanacaste, por parte de algunos autores, entre ellos: Francisco Montero, en 1891; Aníbal Reni, en 1936 -un autor, con quien los guanacastecos tenemos una enorme deuda espiritual-; Virgilio Caamaño, en 1941; María I. Arata, en 1941; Atilia de Espinach, en 1945 y 1959 o Guillermo García Murillo, en 1978 y 1984. Cabe agregar, sin duda, las aportaciones lingüísticas que han dado los escritores guanacastecos, tema para otro análisis, incorporado en mi investigación inédita para el MCJD: “La poesía guanacasteca en el siglo XX”(Fajardo, 2001:394). Considero importante la producción académica de seis tesis universitarias sobre temas literarios guanacastecos, porque entre ellas se estudia, también, la relación lingüística de la zona, a saber: “La lengua chorotega o mangue. Análisis lingüístico de los materiales existentes” (1984), de Juan Santiago Quirós Rodríguez; “Una perspectiva de la poesía popular guanacasteca” (1990), de Sandra Coto Moya; “La poesía de Miguel Fajardo: contribuciones al estudio de la literatura en Guanacaste” (1992), de Marielos Novoa Quesada; “Guanacaste, árbol poético” (1995), de Marco Tulio Gardela; “Para una interpretación del discurso literario de María Leal de Noguera” (1996), de Gerardo Valverde Esquivel; “Identidad cultural del ser guanacasteco en su narrativa”(1997), de Julieta Alvarez Gutiérrez, Leda Castellón Alvarez y Vilma Rojas Porras. Durante un decenio, el Lic. Marco Tulio Gardela Ramírez (1950) se dedicó a la tarea gigantesca de recopilar, consultar y definir los deslindes inherentes a su Diccionario de Guanacastequismos (ICER,2001:115), que contiene un corpus de 3600 vocablos, frases y referencias gramaticales y culturales relacionadas con la identidad cultural del ser guanacasteco, proceso que se construye cada día de la tierra. Desafortunadamente, la edición -no venal- fue restringida y focalizada a los centros educativos, razón por la que no estuvo en venta para el público general, hecho que motiva publicar esta segunda edición, corregida y aumentada. El Lic. Gardela es autor de dos libros : “Herencia del sol”, 1991, y “Marcelita: Semana de Cuentos para una Niña Guanacasteca”, 1999. Coautor de cinco antologías poéticas con quien escribe, a saber : “La voz lírica de Guanacaste”, 1996; “Hojas líricas de Guanacaste”, 1987; “La región del arco iris”, 1988; “Arbol territorio”, 1989; y, junto con Ligia Zúñiga Clachar, compilamos “Confraternidad Guanacasteca siempre”, 1990 y 1992. Es el creador del vocablo Guanacastequidad. En 1985 obtuvo la “Distinción Carlos Gagini”. Trabajó como Profesor de Español y fungió como Asesor de esa especialidad en la Dirección Regional de Liberia. Fundador y Presidente del Centro Literario de Guanacaste (20-3-1974). El es un paradigma de trabajo cultural voluntario. El Diccionario de Guanacastequismos, del colega Marco Gardela, llena un vacío dentro de los estudios lingüísticos específicos sobre la región. Con este insumo investigativo se podrán conocer nociones léxicas, sintácticas o fonológicas que caracterizan el habla del español de Guanacaste, así como algunos datos de la provincia. El idioma es un compromiso del espíritu, su mejoramiento, una responsabilidad social. El alma de Guanacaste crecerá con este universo lingüístico, producto de un trabajo, serio y sostenido, que enriquecerá el cuerpo léxico de la región del arco iris. El árbol de las orejas (Enterolobium cyclocarpum) sonreirá bajo su frondosidad, porque el conocimiento del idioma es compromiso ético, que no debemos descuidar. Prof. Miguel Fajardo Korea Centro Literario de Guanacaste Verano del 2002 Guanacaste, Árbol de Palabras El mapa lingüístico de Costa Rica indica, con claridad, la existencia del dialecto guanacasteco. Efectivamente, es manifiesto ahora, y lo fue aún más en el pasado, la peculiaridad léxica, fonética y morfosintáctica del español hablado en Guanacaste. De ahí, la imperiosa necesidad de elaborar este diccionario que consta de 5000 componentes, distribuidos así: 4320 vocablos, 335 frases, 315 referencias culturales y 30 particularidades gramaticales. Espero que los datos aquí aportados sean de utilidad, para una futura Enciclopedia Guanacasteca. Es cierto que hay algunos glosarios, los cuales, obviamente, se consultaron, pero debo recalcar que la riqueza del lenguaje guanacasteco la he recopilado, durante muchos años, del exuberante diálogo