ISSN 1390-9452 LETRAS DEL Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret

Los ideales Reinos del silencio y los intereses Cartas de Efraín Jara Idrovo

a vida individual y social, sobre todo la que se desenvuelve en la esfera pública, presencia un continuado antagonismo Lentre ideales e intereses. Los primeros, justifi - Introducción a las tres emprender, en estos días, la publicación del mismo cados en la aspiración humana por responder a cartas de Efraín Jara Idrovo como un aporte más a la divulgación de las letras y propósitos encuadrados en el bien colectivo y en artes de nuestro país. IZ omo primicia para nuestros lectores, pre- la superación personal, enmarcados en la ética y sentamos tres cartas completas escritas por • en el sentido de responsabilidad moral. Los se- Efraín Jara Idrovo, en la década de los años gundos, generalmente discriminatorios, instiga- Eugenio Moreno Heredia, amigo de Efraín desde la Ccincuenta del pasado siglo XX, a tres de sus amigos: dos en la necesidad de alcanzar el lucro personal niñez, hijo del poeta modernista Alfonso Moreno Eugenio Moreno Heredia, José Serrano González y y que propenden a la consecución de benefi cios Mora. La relación entre ambos duraría toda la vida Luis Fradejas Sánchez. Los tres compartieron con individuales, familiares o de grupo, expresados de Eugenio, quien falleció tempranamente. Juntos Jara Idrovo un periodo de inusitado fervor cultural con frecuencia en conductas inescrupulosas y recorrieron los caminos de la bohemia literaria, a en Cuenca, sobre todo por su producción bibliográ- prácticas fuera de la ley. los que se sumaron César Dávila Andrade, Joaquín fica y su vida universitaria. Periodo de lecturas y de- Zamora, Teodoro Vanegas, Hugo Salazar y Jacinto En el presente, parece ser que los intereses tien- bates, de inquisiciones filosóficas y de exploraciones Cordero. Todos ellos, con excepción de César Dá- den a prevalecer sobre los ideales, convirtién- artísticas, lo que se hacía y decía en esta ciudad del vila, conformaron el grupo ELAN. dose los primeros en amos y los segundos, en Austro ocupó muy pronto un importante espacio siervos. Resulta, así, que la desobediencia a los en la vida cultural de nuestro país, en especial alre- Luis Fradejas, profesor de Lingüística Española, fue principios y reglas de la ética se va convirtiendo dedor de los diversos actos con los cuales se recordó contratado por Carlos Cueva Tamariz para fundar en conducta generalmente practicada en el con- los cuatrocientos años de su fundación, en 1957. la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad vivir social y, lo que es peor, tolerada y soportada de Cuenca en 1957. Jara Idrovo, aislado por su propia voluntad en las como rasgo de nuestro tiempo, como signo de islas Galápagos, desde donde escribió y envió estas nuestra época. Se vuelve natural, entonces, que Francisco Álvarez González, filósofo español, es- misivas, hizo de la correspondencia uno de los me- los escándalos, los abusos, las estafas, ocupen de tuvo en Cuenca y tuvo una cordial amistad con dios más importantes para expresar su pensamiento contínuo la atención ciudadana, se vuelvan no- Carlos Cueva Tamariz quien, en ese tiempo, era el sobre cuestiones vitales de la existencia humana, sus ticia de primera plana para a poco desaparecer rector de la Universidad de Cuenca. Fue Álvarez afanes del momento y los motivos que inspirarían tras otro escándalo similar. quien trajo a los destacados profesores españoles: su producción literaria posterior. José López Rueda, Francisco Villar Chao, Silvino ¿Vivimos una cultura de la corrupción en que González y Carlos Pérez Agusti. todo imperativo ético está llamado a desapare- Las tres cartas que reproducimos forman parte cer? ¿Puede ser esto admisible en el largo plazo? de un conjunto más amplio, recuperado gracias José Serrano González, jurista, catedrático univer- Preguntas que categóricamente hay que contes- a la devoción filial y al continuado e inteligente sitario, escritor, humanista. Fue un referente en la tar sin perder la fe en que, tarde o temprano, trabajo de Johnny Jara, hijo del escritor, quien de vida cultural de Cuenca y del Ecuador, se carac- las virtualidades del ser humano someterán a los esta manera está contribuyendo a un conocimiento terizó por su erudición literaria, su fino humor y intereses para recuperar el supremo valor de los más completo del valor intelectual de su padre. su incondicional amistad hacia Efraín, con quien ideales. Comprendiendo la riqueza documental de este mantuvo una estrecha relación hasta el día de su epistolario, la Casa de la Cultura Ecuatoriana va a fallecimiento. (Notas biográficas de Johnny Jara)

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No 207 octubre de 2016

CONTENIDO EL CENTENARIO DE LA REVISTA RENACIMIENTO • LA OBRA ARTÍSTICA DE MARCELO AGUIRRE Y ERNESTO PROAÑO • POESÍA DE ANTONIO CORREA LOSADA • CUATRO PALABRAS SOBRE SHAKESPEARE • CINCUENTA AÑOS DE LA «TOMA» DE LA CASA DE LA CULTURA • ENTREVISTA A JORGE MATEUS • LUCÍA PONCE REMEMORA A CARMEN BACELLS • RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS • LA FOTOGRAFÍA DE JORGE MASUCCO

ESTA EDICIÓN INCLUYE UN DOSSIER SOBRE EL LIBRO DESDE LAS DIFERENTES FASES DE SU PROCESO DE CREACIÓN Se anuncia 2, Marcelo Aguirre, acrílico sobre lienzo, 200 x 200 cm. Y UN AFICHE CON UN DIBUJO A COLOR DE LA PLAZA DE SAN FRANCISCO, QUITO, EN 1853. 2 LETRAS DEL ECUADOR

Ciudades para vivir

el 17 al 20 del presente mes de octubre, fiscales locales, planificación urbana y servicios bá- PERIÓDICO DE LITERATURA Y ARTE se ha desarrollado en la ciudad de Quito sicos e infraestructura. De una parte, resulta prome- Fundado por Benjamín Carrión la Tercera Conferencia de las Naciones tedor saber que de estos tres ejes pueden colegirse DUnidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Soste- aspectos de relieve como la financiación de la obra el 1 de abril de 1945 nible, conocida comúnmente como Hábitat III. pública dentro de un plano de equidad, el someti- Año LXXII No 207 miento de los procesos de urbanización a una or- OCTUBRE 2016 Como se ha mencionado en las innumerables infor- denada planificación en la cual el uso de la tierra maciones transmitidas aún antes del evento, no se • considere aspectos de tipo estrictamente humano Casa de la Cultura Ecuatoriana diga en el transcurso del mismo, esta reunión inter- antes que la supremacía de intereses mercantiles, la nacional —que, además, tiene lugar solo cada vein- Raúl Pérez Torres garantía de seguridad para los habitantes de las ciu- te años —pretende, según palabras de los organiza- Presidente dades y el respeto a sus derechos de convivencia, y dores, «fortalecer el compromiso político global a Gabriel Cisneros Abedrabbo el cuidado del ambiente en donde se desarrollan las favor del desarrollo sostenible de pueblos, ciudades Vicepresidente actividades cotidianas propias de una urbe. Dentro y otros asentamientos humanos». En un documen- • de la infaltable retórica de esta clase eventos, habría to publicado por la Casa de la Cultura Ecuatoria- Consejo Editorial que preguntarse cuál la real efectividad de las decla- na, la ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda de María Helena Barrera (Nueva York) raciones y acuerdos surgidos de la tal conferencia, nuestro país ha señalado que «el principal objetivo Marco González (Bogotá) sobre todo porque sus resoluciones no tienen el ca- Christian León • Ernesto Proaño de la Conferencia será renovar el compromiso po- rácter de vinculantes por más que se establezca un Fausto Rivera Yánez lítico en favor del desarrollo sostenible, evaluando sistema de «vigilancia global», de poca credibilidad • los avances logrados hasta el momento, poniendo para el logro de aplicaciones prácticas. Irving Iván Zapater un especial énfasis en la erradicación de la pobreza Director y la sostenibilidad de los asentamientos humanos Hasta aquí los hechos que motivaron una real ex- Óscar Molina V. en armonía con la naturaleza, fomentando procesos pectación en nuestro país y en especial en los habi- Editor de descentralización adecuados y gestión territorial tantes de la capital, que vieron desplegarse labores • equilibrada». Como resultado del trabajo realizado de adecuación de la sede por parte del Gobierno, ISSN 1390-9452 en estos días, se ha aprobado un documento titu- de arreglos de última hora en las vecindades de di- Los autores responden de las ideas expresadas lado Nueva Agenda Urbana, que resume los planes cha sede por cuenta del Municipio y de inusitadas bajo su fi rma. y estrategias sobre la materia para las próximas dos como molestosas medidas de control que dificulta- • décadas. ron la movilización de vehículos y personas. Diseño y diagramación: Ernesto Proaño Dibujos de Jean-René-Maurice de Kerret El significado real y la importancia de esta reunión En buena ley, valdría el sacrificio y el gasto incurri- del archivo de Jorge Gómez Rendón internacional radican en la necesidad de profundizar dos, pues velar por la práctica de medidas que ele- Ilustraciones de Jean Pierre Reinoso el estudio del desarrollo urbano dentro de una propia ven las condiciones de bienestar de quienes vivimos • problemática, caracterizada por un crecimiento cada en ciudades es un aspecto prioritario en el convivir Administración: Alexandra Cañas vez más acelerado de la urbanización, las desigual- social. Pero siempre estará flotando la inquietud so- Circulación: Wellington Vergara dades que se van generando o ampliando dentro de bre la real efectividad de estos encuentros que, en [email protected] este proceso de asentamiento humano, la adecuada muchos casos, no son sino un medio para justificar Transcripción de textos: Bolívar Fajardo provisión de servicios para asegurar el desarrollo sus- a la burocracia internacional. Impreso en la Editorial Pedro Jorge Vera de la tentable y la consecución de una apropiada calidad Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito. Con optimismo, pensemos que en este caso no será de vida para todos sus habitantes. Significado e im- Prensista: Juan Carlos Centeno así. Que pronto, aún en nuestras ciudades, ciertos portancia tanto más acuciantes si se considera que, • signos demostrarán que valió la pena que Quito se según pronósticos fiables, hacia 2050 el 70% de la Avenida 6 de Diciembre N16-224 haya ofrecido como sede. Que, por ejemplo, un población mundial habitará en ciudades. Teléfonos 2902274 / 2565808 buen transporte público supere la lógica de lucro Quito Ecuador La Nueva Agenda Urbana ha supuesto el enfoque que asiste a las empresas que prestan dicho servicio [email protected] de esta problemática a través de tres ejes: sistemas o una planificación que ordene el uso de la tierra evite la especulación inmobiliaria, que el ser huma- no sea el eje de la movilidad en las ciudades o que se vele por la seguridad de sus habitantes a toda costa.

En suma, que este Hábitat III no haya sido simple- mente un breve espacio, tres días nada más, para considerar en serio pero en teoría los problemas de nuestras ciudades. Después, si no se pone la mirada sobre los valores superiores del ser humano, del ha- bitante de nuestras ciudades, los aspectos estudia- dos con paciencia por los expertos corren el riesgo de ser cosa muerta para admitir, según lo que dice un refrán muy conocido, que «del dicho al hecho hay mucho trecho». Edifi cio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Manabí. Dibujo de Jean Pierre Reinoso LETRAS DEL ECUADOR 3

Viene de la página 1 suerte, colores, formas, resistencias (la cami- Floreana, cierto día de junio de mil 955 sa amarilla que pende Recordado Eugenio: del clavo, la superficie acanalada del zinc de as clases iniciáronse a las 7 a.m. Prime- la cubierta, el peso de ro: revisión de los deberes; luego, cálcu- las cobijas) se reducen lo, lectura, escritura, dibujo, gimnasia y a intensidades y la con- Lbaño en el mar. Una mañana rápida, tal vez ru- ciencia las incorpora tinaria de no estar, como las otras, colmada de como pura y vaga sono- sorpresas por la revelación del mundo interior ridad. Además, lo con- de mis pequeños, dispuesta a verterse a la me- fuso de la percepción nor estimulación. De la tarde, en cambio, po- impide que aprehen- dría decir que fue especial. La jornada escolar damos el conjunto o la (una sola) dura hasta las doce y, de esta suerte, más simple unidad de dispongo del resto del día para los requerimien- lo percibído. Tomamos tos personales: escritura, lectura, pesca, remo, fragmentos de realidad aprovisionamiento de agua en el manantial, y titubeamos ante esta recolección de naranjas y ciruelos silvestres, la- como quien, anhelan- vado y zurcido de ropa y pequeños paseos de te de hurtar una flor, inspección por los alrededores de Playa Prieta. sólo acierta a estrujarla Los días hábiles se cuentan de lunes a viernes y y arrancar unos cuan- los días restantes, sábado y domingo, los dedi- tos pétalos por temor y co a la cacería y exploración de los lugares más precipitación. apartados de la isla. Con los oídos llenos del Te decía que la tarde de hoy fue especial. Los fragor de las olas, abrí marineros y el jefe del Destacamento Naval la puerta de mi cuarto. partieron a la madrugada a las salinas de Post Afuera, todo fulguraba, En el camino a Quito, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret Office Bay; la mujer del jefe y sus cuatro pe- vibraba, se trasmutaba queños habían marchado a lavar en el pozo y en música bajo el ar- el radio-operador se encontraba de visita donde diente sol de la tarde. los Wittmer. Así, pues, cuando salí, después de El cielo sin nubes, la transparencia inverosímil Permanecí por algún tiempo en esta suerte de dormitar la siesta, en el puerto donde está ubi- del agua, el cinturón de espumas del acantilado abandono sensorial. El sol me hacía sudar co- cada la escuela, no había un alma. de la «lobería», allá, en el extremo de la bahía, piosamente, oprimía mi pecho; el latido de las sienes tenía la violencia del golpe del hacha en el Tú conoces el temple vital, la manera de contac- antes que extensión condensada en planos de tronco del árbol. El murmullo de las olas, su ca- tarse con el mundo de quien regresa del sueño color era una composición de bloques de sono- brilleo; la intensidad de la luz y el calor presiona- de mediodía. Despertar de la siesta es, en cierta ridad. Hasta las piedras oscuras de la orilla se ban sobre mí, me colmaban de un sentimiento manera, tomar concien- volvían rumor y parecían de fragilidad y no obstante me sentía invulne- cia de la dificultad para palpitar al contacto de rable. Poco a poco experimentaba proyectarme pasar la saliva. Parece que, la luz. Como un bosque hacia la esfera de los sentimientos e ideas más durante el sueño, el aire al que derivaran de gol- generales. Me acompañaba la vaga noción de se hubiera solidificado y pe, así sonaba el mar. Al que esto ya había sido vivido por mí, que todo convertido en una pasta frente, la masa de verdor lo comprendía, que nada me era ignorado. Re- densa, amarga, que se de- ceniciento de los palosan- conocí, de pronto, que era el mismo ímpetu, posita en los pulmones, la Afuera, todo tos se extendía, se depo- el mismo ritmo con que se rasga la ola el que garganta y la boca impi- fulguraba, vibraba, sitaba casi ingrávida, dul- me inclina a recoger una minúscula concha o diendo el libre curso de la se trasmutaba cemente, en el azul del me pone a arder sobre el cuerpo de la mujer. Y respiración. Da la impre- en música bajo mar, como en una respi- esta certeza no era una forma de conocimiento sión que el contorno de la el ardiente sol ración. Una bandada de sino más bien un estado, algo parecido al ago- cabeza se ha ensanchado de la tarde. piqueros revoloteaba en bio, o al abandono. Y como todo hablaba su desmesuradamente. Una torno a una mancha de estricto lenguaje y agotaba su ser en la inversión gran pereza animal, una atún. Mientras seguía sus armónica en este lento, pesado ritmo, yo sentí extraña languidez aque- evoluciones con la mira- también la urgencia de incorporar mi plenitud, jan al organismo. Tene- da, me dirigí a la pequeña que pugnaba por expresarse, a voz tan grande y mos la sensación de que playa de arena reverbe- poderosa, que me arrebataba desde dentro. Así, ambulamos, a tientas, rante, situada a no más empecé a correr desnudo por la playa y el puer- por una profunda oque- de cincuenta pasos de mi to dando grandes alaridos de alborozo. Sólo la dad hacia un resquicio de habitación. Debió ser el fatiga y la frescura del agua pudieron volverme luz, del mismo modo que olor agrio, salino de las de tal encantamiento. la planta se orienta en dirección a la claridad piedras, la frescura de la espuma en mis tobi- para activar sus procesos: ciega, pesadamente. llos, y no simplemente la convicción de que me ¡Oh Eugenio!, amigo entrañable, pon el oído Quizá, como los sentidos del convaleciente encontraba solo en el puerto lo que me indujo en tu alma; ¿No son estos los instantes supre- que, al abrirse de nuevo a los estímulos, reac- a desnudarme por completo y tenderme en la mos en los cuales, igual que al resplandor de un cionan en una forma que no es la específica, arena. Nada había en el pensamiento y en la relámpago, se iluminan, de súbito, vastos secto- integramos las vías de recepción y capturamos vista. Todo golpeaba el oído, se introducía por res de nuestra vida y tenemos la convicción de de modo difuso las resistencias reduciéndolas a su conducto y resonaba adentro, como un vien- que cuanto hemos acumulado, cuanto nos so- un tipo único de respuesta: el auditivo. De esta to furioso en el pecho de un animal. brevendrá lo agotamos, pleno de intensidad, en 4 LETRAS DEL ECUADOR

este momento único en que la eternidad parece el mundo aspirando tiempo y exhalando do- por el peinado, por el nudo de la corbata, por vacilar sobre nosotros? Dime: ¿no son estos los mingos hasta que un día nos quedamos hasta la raya del pantalón al sentarse; el mismo ges- puntos de interjección del tiempo con nuestro sábado para siempre. ¡Extraño ritmo respira- to de coquetería y fastidio con el que el índice destino, en los cuales sentimos la existencia no torio! Al henchimiento sucede la espiración, el trata de aliviar la opresión del cuello almido- como continuidad rítmica sino como simulta- domingo: término de llegada, plazo cumplido nado; la misma urgencia de reconocimiento en neidad en la que pasado y porvenir se actuali- para la devolución de cuanto nos nutre y exal- la sonrisa, la mirada y los ademanes; el mismo zan y, confundidos con las cosas, apenas como ta. No advierto otra causa para recibirlo con burgués conmovedor con la chaqueta al brazo, un pausado rumor, circulamos en el espacio, melancolía, casi con recelo y temor. Por otro paseando por la orilla del río con la señora y los que deja de ser límite inerte para convertirse lado, al introducir puntos de referencia para pequeños. Para acentuar la identidad y subra- en resonancia de nuestro corazón? ¿No justifi- medir el tiempo seccionamos la continuidad yar el carácter dominical del paseo, lleva en una can ellos los días sordos, vacíos en apariencia, fluente de la vida en forma arbitraria y conce- mano dos naranjas y en la otra un paraguas. que son como una preparación para su adve- demos importancia —sentido, sobre todo— al Exteriormente todos son iguales o, cuando me- nimiento? ¿No son ellos los que nos inclinan domingo, sin reparar que denuncia un confín nos, se empecinan en aparentarlo. Se vive para sobre el papel para dejar en las imágenes del extraño a la realidad que delimita. De allí pro- los demás, y en la admiración o simple reco- poema un testimonio, una huella de nuestro viene la urgencia de sancionarlo, diferenciar- nocimiento otorgado por el prójimo radica la paso por el infinito? lo de los demás mediante un sistema de usos certeza de la propia existencia. Las individuali- y costumbres peculiares. Reservamos para el dades desaparecen, y en las calles enfrentamos Ellos hacen, además, inteligible mi actitud. domingo: la rasura, la camisa limpia, el ter- tipos, espectros que vuelven al domingo un día Porque el hecho de estar aquí, en Floreana, no nuevo y la visita. Hasta la función de cine opaco y desolado. oyendo el sonido colosal del mar, contemplando adquiere forzosidad de compromiso y sello de cómo una pequeña flor se abre con dificultad Por eso te decía que el sentimiento del domingo celebración. Queda, sin embargo, en el fondo entre la lava o pelando un lobo de mar para es de índole social: lo alojan los otros en nues- utilizar su cuero, no obedece al azar de una la evidencia del constante fluir, de la inutilidad tro corazón. De allí también que yo me vea so- de la valla impuesta al tiempo y la desesperanza decisión precipitada, quizá absurda para los metido a su acción, pues vivo en un minúsculo consiguiente. El domingo termina con el des- demás. Es algo que debía acontecer por ley poblado a orillas del mar. ¿Te sorprende la con- cubrimiento de nuestra instabilidad. de desenvolvimiento interno para que esos fesión? Siempre me satisfizo en Cuenca hablar instantes perseveren en mí, se multiplique. Yo El domingo resulta especial, además, por la ex- de las Galápagos como de islas desparramadas no hice nada por su inminencia. Me contenté pectativa que supone la iniciación de un pla- al margen del tiempo, donde plantas y animales con escuchar lo genuino, profundo de mi zo. Representa la víspera de un señalamiento moldearon su ser con extraño desconocimiento naturaleza, con la seguridad de que este viaje a aguardado con impaciencia y alarma. Porque del ritmo de progresión de la naturaleza. Las es- Galápagos, anhelado desde mi adolescencia, se al agobio propio del domingo se suma el te- pecies se sucedieron unas en pos de otras sobre realizaría tarde o temprano si era importante (en mor por el lunes, día en el cual confluyen las la tierra. Aparecieron los reptiles, los grandes y el sentido de necesario) para alcanzar la plenitud aspiraciones, sobresaltos y responsabilidades estúpidos reptiles, monarcas de los bosques de de mi ser. Si vivo y trabajo duramente aquí no es marginadas en el curso de la semana. Todo lo criptógamas. Luego los mamíferos, pequeños porque haya perseguido la mera satisfacción de dejamos para el lunes menos por la decisión de e inermes al principio; mas destinados a seño- una curiosidad o ansia de aventura. Es porque cumplirlo que por dar largas a la holganza. Tú rear sobre el planeta gracias a las particulares tales momentos exigían ámbito propicio y mi mismo ante el cúmulo de condiciones de adapta- espíritu al rebasar su propio nivel precisaba perspectivas contradicto- ción que les concedía la esta atmósfera para su desbordamiento. Si esto rias planteadas por el do- temperatura constante es así —y no lo dudo—únicamente me resta mingo, ¿cuántas ocasio- de su cuerpo. Por últi- esperar. Lo demás tiene que advenirme como nes preferiste permanecer mo, advino el hombre. una dádiva. en cama y darle las espal- La mano, el lenguaje, el Es cuanto puedo decir por hoy. Quedo a la das en gesto de escéptico sentimiento del tiempo espera de tu voz fraterna. abandono? Y si saliste a Este es el reino fueron, entre otros, sus la calle fue menester aca- del silencio, del instrumentos de domi- Efraín tar su imposición que te desamparo, de la nio y primacía. Pero en forzaba a afeitarte, anu- fascinadora Galápagos la vida alcanzó dar la corbata con afec- repugnancia de la únicamente los peldaños Isla San Cristóbal, 19 de agosto de mil 957 tada corrección, sentarte escolopendra, única iniciales. Las primitivas en la silla del betunero criatura que se especies (quelonios y rep- Estimado Pepe: y saludar a tus semejan- siente a gusto tiles), olorosos todavía tes cortés, ceremoniosa- e puede hablar —y tú lo conoces muy en ese ambiente a sal y agitación, quiero mente. Renunciar a estas bien—de un sentimiento del domingo; de catástrofe. decir a agua, su elemen- convenciones revela con- sentimiento difuso, cuya complejidad to de origen, persistieron dición antisocial, indivi- Sincorpora al ánimo turbación y abandono, e imperaron en las islas dualismo agresivo que la angustia e indolencia, expectativa y desespe- en virtud del aislamiento gente no está dispuesta a ranza. El sentimiento del domingo acusa ori- impuesto por el océano, permitir, peor reconocer. gen social, nace en la vida de relación. Para el que impidió la aparición solitario no existen los domingos o, mejor, son Las soledades se disfrazan de mamíferos de presa, el días como cualquier otro, iguales a los demás. el domingo; más aún, el hombre entre ellos, claro Empero, en la vida de relación el domingo es domingo obliga disfrazar la soledad. Sucede está. Estas especies habíanse extinguido millones un día distinto por múltiples razones. Por un que en este día nos empeñamos en desenten- de años atrás, cuando reaparecieron a los ojos de lado, significa alivio de una tensión y, como dernos de la intimidad y a semejarnos externa- un fraile compatriota tuyo, Tomás de Berlanga, tal, proporciona sosiego y ventura. Me place mente. La iglesia y el cinematógrafo devoran en 1535. Berlanga se maravilló al contemplar las comparar los días restantes de la semana con soledades y las dotan de análogo fervor y entu- iguanas aferradas a las rocas. Representaban los una inspiración profunda, sostenida, justifica- siasmo. El marco rígido de la compostura y el últimos ejemplares de las antiguas dinastías de da solamente por el deleite del relajamiento, vestido presta aire de homogeneidad a los afa- reptiles gigantes. Inmóviles, silenciosas, permane- de la espiración dominical. Así, vamos por nes, gestos y actitudes: la misma preocupación cían con las garras engarfiadas poderosamente en LETRAS DEL ECUADOR 5 el negro basalto, como si presintieran el hun- Te refería que vivo en un peque- dimiento de su especie. La perplejidad de Ber- ño pueblo junto al mar: Puerto langa subió de tono al bajar a tierra en busca de Baquerizo, en la isla San Cristó- agua. Entre la vegetación macilenta y raquítica bal, la más cercana al continente de la orilla se deslizaba con lentitud exasperante americano. Después de yacer en- una gran roca o, al menos, algo que, a fuerza de tregado a la soledad y a los puros, acumular siglos, había tomado su apariencia: ásperos menesteres de la vida en la tortuga galápago. En los días posteriores vio Floreana, era lógico encontrar un muchos más, cientos, miles. Probó de su carne, tanto desvaída y artificial la per- aprovechó el aceite y, ebrio aún de entusiasmo, manencia en San Cristóbal. Este escribió una extensa redacción al monarca es- hacinamiento de casas miserables, pañol acerca del descubrimiento. Así se incor- esta avidez con que se enciende la poraron las Galápagos al tiempo. radio para escuchar las noticias de tierra firme, estas pobres gentes Tras de Berlanga, con dilatados intervalos, pe- entregadas por entero a la opinión garon a las costas abruptas de las islas infinidad de los demás, este exacto punto de aventureros. Un grupo de castellanos que las de intersección en que lo natural visitó después del viaje de Diego Rivadeneira, pierde su enérgica espontaneidad bautizáronlas con el nombre de «Islas Encanta- para encausarse en la convención, das». Encantadas, en verdad, por la sobrecoge- en lo «civilizado», pero que, ma- dora soledad, el raro aspecto lunar de las llanu- logrando lo primero no sirve sino ras de escorias salpicadas de conos volcánicos, para acentuar la lejanía de lo se- la mansedumbre de los animales y, de modo es- gundo, todo en fin conspira para pecial, por la sutilísima bruma que las envuelve convertir Puerto Baquerizo en un y recata. No pocas veces los navegantes pasaron poblado triste, descolorido, in- de largo sin tocar sus costas, desesperando en- grato a los sentidos y al corazón. contrarlas en la soledad del océano. Tal encan- Mi casa dista exactamente cien tamiento lo aprovecharon los corsarios y piratas metros de la orilla del mar, des- en los siglos XVI y XVII. La Isla de los Lobos, plegada en amplio arco en el que situada frente a la costa del Perú, no reunía las alternan las playas espléndidas de condiciones de seguridad que exigía una base detritus calcáreos y los amonto- de operaciones de filibusteros, motivo por el namientos de basalto fraccionado manzanillos. El piso escabroso y el terrible calor cual acordaron trasladarla a las Galápagos. Te- por el embate de las olas. En su extremo meri- acumulado por la roca tornan difícil el avance. dional, pues se extiende de Norte a Sur en la nía el Archipiélago una ventaja más sobre estar De vez en vez rasga la monotonía del paisaje un parte oriental de la isla, están situadas las De- situado también en la ruta a Panamá: agua y ga- montículo de basalto monstruosamente desfi- pendencias de la Marina; en el seno, el poblado lápagos en abundancia. Los bucaneros escogie- gurado y agrietado por la presión interna que lo y hacia el extremo septentrional, las instalacio- ron Floreana y Santa Cruz para establecer pues- hizo estallar durante la fase de formación de las nes de «La Predial», compañía de pesca en vís- tos de aprovisionamiento. En ellos almacena- islas. Este es el reino del silencio, del desampa- peras de liquidarse por defectuosa administra- ron agua y víveres, destinados para el consumo ro, de la fascinadora repugnancia de la escolo- ción. A tres millas del puerto dispárase fuera del primero en necesitarlos; lo cual se explica si pendra, única criatura que se siente a gusto en del agua una roca de aspecto sorprendente. Se tomas en cuenta los profundos lazos de solida- ese ambiente de catástrofe. La orilla, por el con- llama «Five Fingers», y asombra su analogía con ridad nacidos en el ejercicio de una profesión trario, es el ámbito del esplendor y el sonido. una mano levantada hacia el cielo, saludando y practicada contra idéntico enemigo: España, la Nunca, como aquí, la materia asume formas despidiendo a los buques, pájaros y nubes. España imperialista ensoberbecida por su vaste- tan puras, originales, portentosas. Piedra y mar dad y riqueza, colmada de orgullo patológico, No, este no es el mar amado por mí. En devienen entidades abstractas a fuerza de eli- como para arrogarse una misión providencial Puerto Baquerizo el hombre se afanó —y lo minar lo accesorio. Pablo Neruda ambicionaba sobre la tierra. En 1684 las visitaron los capi- consiguió— por despojarle de los atributos simbolizar la fuerza, el dinamismo mediante el tanes piratas Ambrosio Cowley y Guillermo esenciales: la agitación, el arrebato, la violencia. color azul. ¿Recuerdas? Puesto a contemplar el Dampier. El segundo, mezcla curiosa de mili- Este es un mar sometido, humillado, con combate siempre recomenzado entre la piedra tar, aventurero e investigador científico, fue el vergüenza de alzar la voz. Su rumor no se y el mar, verificó su acierto. El espectáculo de primero en dar noticias sobre ciertas singulari- percibe a cien metros escasos de la playa. Y las fuerzas desencadenadas se construye a par- dades de las islas. Dedicó numerosas páginas de si por cualquier razón no se ha visitado por tir del azul apacible del confín del horizonte. su libro sobre Ciencias Naturales al estudio del algunos días la calle que corre paralela a la playa Conforme avanza, se concentra y, cerca de la clima y topografía, describió las costumbres de y a la cual los nativos llaman pomposamente orilla, se vuelve profundo, pesado. El basalto los galápagos y destacó la mansedumbre de las «El Malecón», uno se sorprende al encontrar en espera impasible y lo espesa más aún hasta tor- aves. Pero habían de pasar muchos años para las desembocaduras de las callejuelas laterales narlo gris ferruginoso y aprisionarlo inmóvil. El que las Galápagos ingresaran al mundo de la un mar que le sale al paso donde y cuando azul recorre todas las gradaciones, desde el azul ciencia. Dos siglos casi, presentadas nada me- menos lo esperaba; lo cual no deja de producir diluido del horizonte hasta el compacto de la nos que por Darwin en sus libros «Viaje alrede- siquiera una pálida satisfacción. roca: de la pura agilidad de la energía a la inmó- vil gravidez de la forma. dor del mundo» y «Origen de las Especies». Po- Pero apenas doblas las puntas limítrofes de cos años antes de la visita del joven Darwin, en WreckBay, donde anida el puerto, o te inter- Comprendes entonces, estimado Pepe, que 1832, el General Villamil las anexó al territorio nas quinientos metros no más desde la playa, yo procure permanecer lo menos posible nacional. Durante el siglo pasado la frecuenta- la isla recupera su fisonomía primitiva. Pasadas en el poblado cuando hay tanto que mirar y ron los pescadores de ballenas. Entre ellos hay las últimas casas, tierra adentro, la roca asoma aprender fuera de él. Los domingos, de modo uno cuyo nombre tal vez te sorprenda: Herman parda, amenazadora. Diseminados aquí y allá especial, por escapar al sentimiento aludido y Melville. Escribió un libro que pasa por ser una surgen entre las fisuras de la tierra palosantos aprovechar la vacación en cosas que me son obra clásica sobre el archipiélago. escuálidos, tunas, guayabillos, algarrobos y entrañables: la soledad de los pedregales, la 6 LETRAS DEL ECUADOR costa ultrajada por las olas, la vida ingente de Isla Floreana, mediados de octubre de mil 957 Asesor Jurídico de la Capitanía del Puerto de las criaturas acuáticas. El trabajo de la oficina Guayaquil. Si el Asesor Jurídico, persona vigi- Estimado Luis: no ha comenzado todavía, ni principiará hasta lante de la legalidad de los trámites, es inca- que algún abogado resuelva ejercer en las islas. erplejidad, disgusto y consternación paz de indicarte las formalidades exigidas para Pero las circunstancias obligan a mantenerse en fueron los sentimientos que enturbiaron viajar a Galápagos, ¿de quién confiar entonces? el despacho, aunque no fuera sino para mante- mi ánimo, cuando recibí el radiogra- Esto no lo anoto para justificarme sino para Pma en que me notificabas la cancelación de tu denunciar un hecho bochornoso, con muchos ner las apariencias y justificar la existencia del Juzgado. Procuro, eso sí, viaje, motivada por una otros, en la administración, y cuya frecuencia ayudar a la gente en la re- irregularidad en la trami- ya no exaspera, antes torna triste y deprimente solución de los problemas tación del pasaporte para la vida en este país. La carta anunciada en tu imperiosos, como son los el Archipiélago. Si tu de- radiograma no reposa aún en mi poder. La co- reclamos ante la Goberna- cisión de visitar las islas rrespondencia para las islas se retira del correo ción Marítima y las solici- obedeció al compromi- tres o cuatro días antes de la fecha de zarpe y, tudes de adjudicación de so de facilitarte la con- por lo mismo, tu carta, escrita la víspera, no pudo incluirse en la valija transportada por el tierras. Es cuanto puedo Únicamente el cesión del permiso y la «Don Lucho». Vendrá en el buque en que re- hacer para no avergon- sentimiento del permanencia en las islas, mi persona, y nadie más, mitiré estos renglones portadores de un saludo zarme del sueldo. En otra límite, de aquello tiene que responder por cordial para ti y Tina, amigos muy gratos con oportunidad te escribiré que precisamente las contrariedades de un quienes hubiera querido compartir la bella y un poco más sobre este no somos, nos viaje malogrado a última vigorosa forma de existencia que el Archipiéla- asunto. procura la certeza de la propia hora. ¡No sólo el tiempo go impone a las personas que demoran en sus Termino, apreciado Pepe; existencia. y el dinero invertidos en costas. Empero, a medida que la luna de octu- mas no sin antes confiar- el viaje, sino —lo que es bre decrece noche tras noche, me felicité por tu te mis respetos para Ade- más—la frustración de ausencia; pues a las dificultades para el arribo lina y disculparme por la un anhelo que conllevó al Archipiélago hubieran sucedido a las acumu- extensión inmoderada de empeño y amor por lo ladas apara el regreso al continente. Conforme la presente. La estimación mismo que su realiza- convinimos, dispuse las cosas de suerte que que guardo para ti me ción ofrecía tantos obstá- exigieran mi presencia en Floreana. Debíamos excuse, siquiera en parte, culos! No creo que pue- retornar de allí: tú, al continente y yo, a San Cristóbal, en el buque de finales de septiem- del abuso cometido, y sea da presentarme a Tina y a ti después de haberles fallado en forma tan bre. Por desgracia, las circunstancias conspira- el punto desde el cual comience a crecer un en- lamentable. Para descargo frente a mi —pues a ron para prolongar mi estadía en Floreana. El tendimiento y amistad que, por insinuarse leal tu criterio las disculpas carecerán de valor—he motovelero «Montecristi», pequeña nave de la y sincera, cobrará también profundidad. de alegar que los requisitos para la concesión compañía «Predial», destinada para el trasporte Efraín del pasaporte los consulté al doctor Cabrera, para Galápagos, no efectuó el recorrido por las

Barcos franceses en el puerto de Guayaquil, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret LETRAS DEL ECUADOR 7 islas. Arribó a San Cristóbal y, debido a una particularmente el oído, que domina y absorbe rizado a trechos por las manchas de lizas ávi- fractura del pómulo del comandante de la lan- los cuatro tipos de sensaciones. Frente al espec- das de plancton. Cerca de la orilla su color es cha torpedera de bandera ecuatoriana, surta en táculo siempre recomenzado de las olas, el oído verde, verde tornasolado como el abdomen aguas de Puerto Baquerizo, regresó de inmedia- aplícase en la búsqueda de un momento de re- de las moscas quereseras. Más afuera, azul; to al continente conduciendo al accidentado lajación, de necesario descanso. Espumas que especialmente sobre fondo rocoso donde se es- para que fuera sometido a una intervención murmuran y montañas líquidas que se derrum- pesa y torna añil. A la izquierda, una ceja de quirúrgica de emergencia. ban, vociferación de basalto destrozado limita el desvelo de las olas. De realizar tu viaje a las agua que se abate Levantándome sobre los codos percibo el bote islas, hubieras desespera- y coros de voces de pesca de mi amigo Rolf Wittmer, cuyo casco do de regresar a tierra fir- menores apagando destácase con nitidez y simula un ave posada me para la iniciación de su rumor entre la sobre las aguas. En algunas ocasiones, una hile- los cursos. El azar dispu- agria dentadura de ra de piqueros blancos maniobra contra el fon- so las cosas —creo yo— las rocas. ¡Ah!, si las do todavía gris de la madrugada. Vuelan muy en forma que obliga tu pausas del silencio alto, uno detrás del otro, y debido a la distancia reconocimiento. ¿Expe- prolongaran su lap- aparentan permanecer inmóviles, como puntos rimentaste por ventura so y concedieran ali- suspensivos en el espacio inmensurable. (No el sentimiento de ple- vio al espíritu, como sé porqué las embarcaciones y las aves me po- nitud, proveniente de para sentarse y reco- nen melancólico. Quizá porque me recuerdan la seguridad de haber nocer sus fronteras. mi naturaleza dispuesta siempre a la erranza). encontrado el lugar ¡Nada! ¡Dispersión Dedico las mañanas a la pesca, recolección de en el cual te es dado y enajenamiento! langostas y paseos por la orilla. Boto mi cha- dilatar tu espíritu in- Bloques de azul tre- lana al agua a las seis de la mañana, antes de definidamente? Flo- pidante, extensiones que el viento encrespe el mar y salgo a recorrer reana me prodiga este de blancura sonora, las cuevas de langostas. Remo cerca de la orilla, sentimiento de exceso olor de fermentos esquivando los bajos y tumbos traicioneros en vital, cada vez que la poderosos: Yo, haz de procura de los mantos de lava recién fracturada visito. No bien la isla sensaciones puras, ilu- por el impacto de las olas. Los hacinamientos recorta su espinazo deforme con- minaciones relampa- de enormes rocas, no sometidas aún al acarreo tra el azul difuso del horizonte, y ya mi cora- gueantes de la conciencia, sucediéndose con la y desgaste de las mareas, ofrecen refugio seguro zón acelera su ritmo al reconocer; uno a uno, enérgica continuidad del «rayo que no cesa». a las langostas, que se deslizan recelosas bajo el sus cráteres innumerables. Lo natural es que lo Llevado y traído por el torbellino de sonidos, agua, ocultándose entre las grietas del basalto. externo se manifieste como una tupida red de colores y fragancias insoportablemente sexua- Sin embargo, la mirada educada en las cosas del resistencias contra las que el espíritu choca y les, algo flota y desaparece, se dibuja y borra a mar descubre de inmediato las antenas desco- recibe la noción de su evidencia. Siempre será intervalos: mi espíritu; más aún, mi estructu- munales. Las langostas son crustáceos inermes así: apoyarnos en lo extraño —en las cosas— ra corporal, a través de en cuanto sus largas antenas las delatan. No han para sentirnos a nosotros mismos. Únicamente la cual este mundo de desarrollado órganos de el sentimiento del límite, de aquello que pre- agitación pasa como por ataque, y la defensa queda cisamente no somos, nos procura la certeza una malla. No sentirse confiada a la facilidad para de la propia existencia. La noción del ser y la a sí mismo, sino desde escurrirse entre las intrin- forzosidad de la vigilia corren siempre para- las cosas, suele llamarse cadas grietas de la orilla lelas. Pero en Floreana acontecen en mí cosas ebriedad. Yo vivo siem- y a los buidos aguijones, insólitas. Los objetos y las criaturas no asumen que exornan la totalidad pre ebrio en Floreana. Sí, aquí todo es frente a mi conciencia el carácter de resisten- de la superficie del capa- cias, sino de incitaciones al desbordamiento, en Estoy alojado en la ca- vida y llamamiento razón de encendido color forma tan inusitada que resulta difícil recono- sita de huéspedes de la a la vida. Que la escarlata. El sistema usual cer el punto de inserción de mi espíritu en el Sra. Wittmer, situada muerte tan solo de recolección, tal como mundo y precisar dónde termina la actividad en Black-Beach, a unos puede revelarse la practican los isleños, del primero y empieza la dura indiferencia del pocos pasos de la línea donde hay supone el punto máximo último. Sutilizando un poco, lo raro estriba en de la más alta marea. vacilación, miedo de retroceso de las mareas. que mientras permanezco en Floreana pierdo la Dispongo de una pieza a la vida. Las cuevas quedan al des- noción del límite entre yo y el mundo y me que hace de dormitorio, cubierto y muchas veces siento a mi mismo no en y por las cosas, sino y un pequeño «porche» en seco durante el reflujo, desde las cosas. De modo especial cuando con- con vista al mar, donde y las langostas, imposi- templo las olas desde los escarpes de la costa, leo y escribo. Como este bilitadas para la vida pe- llegan unas en pos de otras, como inmensas año no se ha dejado sen- lágica, deben refugiarse cordilleras de furor y, al rebasar los arrecifes, tir el verano, las noches bajo las grandes piedras, enarcan el lomo convulso y parecen detenerse cálidas consienten dor- donde los recolectores indecisas en su carrera avasalladora. Mas su ím- mir con la puerta abierta las aprisionan sin mucha petu colosal supera el momento de la vacilación y gozar por las maña- dificultad. Sin mucha di- y, como descomunales murallas socavadas en el nas, desde el lecho, el paisaje recortado en el ficultad relativa, claro está; pues siempre es pe- cimiento, se viene abajo con un sonido de bos- marco por la luz incierta de la madrugada. En noso introducirse en aguas infestadas de erizos, que derribado de golpe. Cae la ola, y la espuma primer plano destácase un algarrobo puesto de morenas y actinias o sufrir, como sucede con revienta con júbilo salvaje, avanza incontenible bruces sobre la arena oscura, para defenderse frecuencia, la hincadura de los recios espinos y cubre con su mortaja inmaculada las rocas del viento. La playa dibuja, apenas, una línea del caparazón en las yemas de los dedos y pal- dispersas a flor de agua. Pero aún no muere gris, pues el declive pronunciado recátala de la mas de las manos. el rumor de las espumas en la orilla, cuando mirada hasta la altura misma en que la espu- la siguiente rasga su flanco y se desploma con ma se arrodilla por un brevísimo momento y Yo no preciso de la vaciante para capturar lan- idéntico fragor, los sentidos no hallan reposo, desaparece. Luego extiéndese el mar, inmóvil, gostas. Poseo una mascarilla de inmersión que 8 LETRAS DEL ECUADOR permite zambullirse a tres o cuatro metros de de las otras. La cosecha rinde a veces con ex- elementos inmutables (piedra y agua) ni asu- profundidad. No cuenta el estado de la marea: ceso: diez, quince langostas en la misma cueva me carácter de dimensión singularizadora de en reflujo o pleamar la mascarilla posibilita lle- y sólo en cinco minutos. Todo depende de la la criatura humana. El tiempo es una categoría gar al fondo de las cuevas. En cuanto mis ojos destreza del recolector. subjetiva, y el hombre no dispone aún de ocio advierten rocas capaces de albergar langostas, necesario para segregar un cambiante mundo Hace unos días sufrí un percance mientras recojo los remos, fondeo la chalana, me ciño la interno, para hacerse un coto inalienable bajo buceaba en compañía de Rolf Wittmer y mascarilla y desciendo hasta la cueva. La mas- la piel; tan apremiado se encuentra por el am- Arturo Peña. Rolf remaba la chalana y me carilla protege los ojos y la nariz del escozor del biente adverso en el que trata de mantenerse protegía de la presencia agua salobre y concede visibilidad similar casi lo mismo que el árbol, el morro o la gaviota. inquietante de un lobo de a la del aire. Una vez bajo el agua, Las cosas, los animales y el hombre exhiben mar, empeñado en devorar debido a la peligrosa una pretensión ontológica apasionada y con- cardumen cerca de la cueva presencia de las co- movedora: no solamente ser; sino algo más: donde debía sumergirme. lonias de erizos, hay estar, erguirse bajo el sol canicular ostentando La orilla, en esta época del que nadar con cui- su identidad. Si tú miras una flor, por ejemplo; dado y procurar avis- año en que el viento sopla una flor que allá, no es otra cosa que el signo tar lo más pronto po- de continuo, estaba muy del cumplimiento de un ciclo de la vegetación, sible la figura barroca y «resacuda», para utilizar columbras la condición ontológica a la cual me complicada de las lan- un término grato a los refiero. La flor del algodón silvestre o la de la gostas, ya que la reserva pescadores y con el enredadera llamada «flor del viento», únicos de aire tolera la sumer- cual se quiere indicar toques de primor y delicadeza en las llanuras sión por un minuto y me- resaca violenta. Ya dio o dos, máximo; tiempo me había sumergido de basalto abrasado, yerguen la trémula cabe- indispensable para tomar a dos veces con zuela como un símbolo del empecinamiento de la langosta por las antenas fortuna, cuando la vida. Las corolas mecidas por la brisa marina con la mano izquierda y de la al atrapar la tercera langosta más que a la vista hablan al alma: «Somos algo parte superior del caparazón, un enorme tumbo se abatió sobre la cueva más que meras flores, somos un triunfo; un con la derecha. Este método de captu- profunda, revolcándome en su interior contra pequeño, portentoso triunfo sobre lo inanima- ra impide a la langosta impulsarse con la cola las rocas erizadas de aristas cortantes y lapas de do; una voluntad de insertarnos en el espacio hacia atrás, romper las antenas y ampararse en bordes afiladas como cuchillos. La espuma y y conmoverlo con nuestro aroma y movimien- las profundas galerías de las rocas burlando al la arena removida por el impacto anularon la to». Sí, aquí todo es vida y llamamiento a la persecutor. La mano derecha ha de procurar visión y, casi a ciegas, con la piel desgarrada, vida. Que la muerte tan sólo puede revelarse asir las antenas de abajo hacia arriba: la extre- logré subir a la superficie en el instante en que donde hay vacilación, miedo a la vida. mada sensibilidad táctil de las langostas repara la respiración me era indispensable. Basta por hoy, estimado Luis. El buque visitará enseguida cuando la superficie rozada con las las islas los últimos días del presente mes y en antenas es la de la roca o un organismo vivo. Alegría y abatimiento, éxitos y fracasos repre- él regresaré a San Cristóbal. Escríbeme allá de Por otro lado, si antes de asegurarla por la parte sentan en Galápagos aristas igualmente valiosas superior del caparazón, la langosta ejecuta un de un hecho único: el puro y maravilloso hecho ser posible al día siguiente que estos renglones movimiento de torsión con el cuerpo a fin de de vivir. Las situaciones límite, generadoras del lleguen a tus manos; así tendré nuevas tuyas romper la antena, al huir coleteando desespe- opresivo sentimiento de caducidad, ni siquie- en el buque del Estado, que arribará en gira de rada, contagiará el pánico a sus acompañantes, ra rozan aquí el corazón. Todo se orienta en instrucción de los cadetes de la Escuela Naval a malogrando, de esta suerte, la recolección. Pero Galápagos hacia la perseverancia, hacia la lucha mediados del próximo mes. Hasta entonces… si la maniobra resulta efectiva, el éxito fuerza para dominar las circunstancias hostiles y ga- Tu invariable amigo, a subir a la superficie, depositar la presa en la nar un lugar en el espacio, inclusive el hombre. chalana y descender de nuevo en persecución El tiempo no asoma todavía a este mundo de Efraín

Guayaquil, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret Ensayo / LETRAS DEL ECUADOR 9

Renacimiento (1916-1917): homenaje a una revista destinada al pensamiento crítico y a la poesía moderna

Gladys Valencia Sala

a revista literaria Renacimiento, de Gua- Primera página3

yaquil, que presentó el primer número Un sincero anhelo de labor intelectual, de franco en 1916, tuvo en su dirección a J.A. Fal- espiritualismo, nos impele a hacer la publicación Lconí Villagómez, José María Egas y Wenceslao de esta Revista —que surge hoy en un arranque de Pareja, y en la redacción, al poeta Medardo Án- fervoroso estímulo— destinada a hacer obra de cultura gel Silva. En la primera página se señala como literaria en nuestro reducido campo intelectual, donde objetivo central: «crear un medio disciplinario la simiente precursora ha sido arrojada ya por mano de en materia de estética»1. Esta revista, autodefi- nuestros cerebrales, en espera de que ella germine en eclosion brillante y nos brinde la promesa generosa de nida como informada con un carácter de mo- sus frutos… Un desinteresado empeño de hacer obra dernidad, tenía la intención de ser un foro para cultural; más que nada, la necesidad de crear un medio la producción literaria de Guayaquil, Quito y el disciplinario en materia de estética, que agrupe todas mundo, y promover la crítica nacional literaria las vocaciones artísticas y recoja los valores literarios acerca de esta producción.2 A lo largo de sus pá- todos, nos obliga a crear esta Revista, que si bien la ginas, efectivamente, contó con la colaboración informará un carácter de modernidad, no quiere decir de distinguidos escritores hispanoamericanos. con esto que sea «la tribuna de los escogidos», sino que donde quiera que asome el chispazo de luz, el destello Renacimiento tenía corresponsales literarios en de arte, el esbozo creador, la vocación sincera sabrá las principales capitales de Europa y América. recogerlos dentro de sus páginas, y hacer el franco Las representaciones literarias en el exterior se elogio de ellos. hallaban a cargo de distinguidos colaboradores Somos de los que, por temperamento, creemos de la revista: todavía en la profesión del Arte, y por eso con ardor de convencidos, con fe de iluminados, marcharemos En Europa: solidariamente tras su ruta en espera de alguna París Miguel Ángel Corral anunciación radiosa que ponga un lis de plata en Madrid César E. Arroyo nuestro blasón artístico, o bien nos reserve alguna desilusión, que en medio a nuestro arraigado lirismo, En América: no será sino un nuevo desencanto de la diaria prosa; Buenos Aires Jaime M. Olambrada no significando en manera alguna los preludios de un impulsores, como Medardo Ángel Silva, y los Lima Abraham Valdelomar fracaso en mérito a nuestra fe de convencidos. contribuyentes, como Humberto Fierro, em- Bogotá J. Bayona Posada prendieron una campaña contra el hispanismo Panamá Ricardo Miró Dicho lo anterior, y armada de las más nobles armas, al tiempo que marcaban una distancia crítica entra «Renacimiento» en la palestra literaria. Todos Caracas G. Picon Febres frente al falso cosmopolitismo que se revelaba los que se crean con talento pueden tomar parte en el La Habana Víctor Hugo Escala torneo artístico. La cruzada está empeñada. Quédales, en el consumo desmedido de productos del San José Rogelio Sotela pues, desde hoy, abiertas las páginas de nuestra Revista. mundo.

Renacimiento, una publicación de «Arte nuevo», LL.DD La revista dotaba de un nuevo sentido a la fue un espacio de cuaren- identidad liberal de esta ciudad y colocaba a El ánimo de este proyec- ta páginas en las cuales se los poetas modernistas ecuatorianos en una to era el de dar una ba- pondrían en circulación red continental que se imponía mundialmente talla por la estética. Con textos de colaboradores como promotora del uso público de la razón, estas palabras, la revista nacionales y de otros pro- matriz de una poética que experimentaba no- literaria Renacimiento venientes de países hispa- El poeta ciones emancipadoras del lenguaje, símbolos y promovió la formación noamericanos. La revista simbolizaba el tonalidades de la sentimentalidad moderna. de una esfera pública se promocionó a sí misma sujeto atento a las emancipada. Proclamar como el escenario de reve- contradicciones y La iniciativa editorial de Medardo Ángel Silva, la autonomía del arte en laciones de la poesía mo- sensible al «siglo entre otros poetas modernistas, logró dos un entorno de poco mer- derna en el Ecuador y se que mata riendo», objetivos importantes de reconocer para la cado interno y burguesía construyó, a la vez, como como decía historia de la cultura moderna producida en periférica iba más allá de un lugar de socialización Medardo América Latina: el primero, renovó el espíritu crear una mercancía espe- moderna: un foro para la Ángel Silva. de emancipación, pero desplazándolo hacia una cializada, un campo den- opinión, un espacio disci- nueva relación entre estética y política, en la cual tro del gran mercado: era plinario y un círculo para se construía la visión de la emancipación de la proclamar la autonomía la «amistad literaria». lengua; y el segundo, contribuyó al surgimiento política de la estética; era de la poesía moderna como lugar de ruptura En su primer número confrontar las nociones y creación. El modernismo fue el referente de quedó establecido el pro- de buen gusto conserva- nuevas identidades que redimensionaban el pósito de hacer obra cultural: agrupar las vo- doras y también las de la oligarquía en auge discurso liberal, desplazándose de la retórica caciones artísticas y crear, como ya se dijo, un en el puerto; era reclamar un lugar en la mo- ilustrada, que ligó por varias décadas la medio disciplinario en materia de estética. dernidad. Es así como sus mejores poetas e emancipación a la épica militar, pero sin caer en 10 LETRAS DEL ECUADOR / Ensayo la ligereza de una civilización de consumidores de una «educación sentimental» que disputaba Humberto Fierro y Arturo Borja. En ellos ofre- de «lacas de Kioto». el sentido de la modernidad. Los poetas y los ció una lectura reveladora del valor de su con- críticos se distanciaban de la razón positivista tribución que daba luz sobre su concepto del Los modernistas hacían la revolución en el arte, y del afán de lucro de la cultura burguesa. arte moderno y sobre su visión del carácter del emancipando el lenguaje del atavismo de ma- Se oponían a la reacción conservadora que modernismo latinoamericano en ese campo. nera paralela, afín y, a la vez diferente, a lo que quería subsanar el quiebre cultural que Respecto del poeta Humberto Fierro7, a quien había hecho la revolución supuso la Revolución consideraba un maestro entre sus contempo- del republicanismo de- Liberal, instalando un ráneos, Medardo Ángel Silva observó el valor mocrático al forjar la so- nuevo fundamentalismo del uso del horror y de la sensibilidad neuróti- beranía en América Lati- civilizatorio: el del ca que definían la mirada del poeta, quien en na contra el imperialismo catolicismo moderno. el poema publicado en Renacimiento «Fantasía e incluso contra los mo- desobligante», resquebrajaba todo vínculo mo- vimientos conservadores Como en la Cuba de ral y afectivo con el patrimonio colonial de la del interior. Martí y en la Nicara- ciudad de Quito. La formación de imágenes y gua de Rubén Darío, el Renacimiento sentimientos en la poesía de Fierro mostraban Renacimiento contribuía Guayaquil de Medardo el nacimiento del poeta moderno en la expe- en su propio campo a se concibe como Ángel Silva era una sede riencia de desprenderse del ropaje hispánico y este espíritu de época. un foro para la de cambio político don- desobligarse del hispanismo. Las revistas cultivaban el producción literaria de la emergencia de una conocimiento, pero no de Guayaquil, Quito estética rupturista como En el ensayo Un poeta selecto. Fragmentos de un tenían fines estrictamen- y el mundo. el modernismo no era estudio sobre Humberto Fierro8 habla Silva sobre te técnicos; se especiali- resultado del mercado; un espíritu neurótico cercano al de Baudelaire zaban en literatura, pero la división del trabajo y Poe, un espíritu que habitaba una casa colo- el poeta simbolizaba el social afín a otras latitu- nial en un paisaje de la arcaica ciudad de Qui- sujeto atento a las con- des la dictaba el espíritu to. Al mirar con terror su entorno, terror que tradicciones y sensible al de ruptura de la época, el separa y desnaturaliza, pero también reconecta «siglo que mata riendo», laicismo, el antiimperia- en conflicto sensible con el entorno impuesto, como decía Medardo Án- lismo; el cambio político Silva resalta que Fierro resquebrajaba la unidad gel Silva: era productivo en todos de la imagen colonial y la falsa sensación de su Verdad que un hombre de la los campos. presencia inamovible. edad heroica y ruda, lector de églogas primitivas he- La revista literaria fue además efectiva en lograr, chas con el color propio de la Naturaleza, con el tono mediante canjes y publicación de lecturas críti- Humberto Fierro, es un «raro». Un exquisito. Para los del cuadro verdadero no amaría estos paisajes de recor- que lo ignoren, esta composición tiene su leyenda. cas de autores foráneos y propios, constituirse tados árboles de viñeta hechos como a conciencia de Auténtica. No ha mucho que habitaba el poeta una pacienzudo jardinero con sus triángulos de armazones en módulo de una red de intercambios inte- casa solariega en la arcaica ciudad de San Francisco y con geométricas figuras de césped. Pero nosotros, lectuales, conectando el puerto de Guayaquil de Quito. Una de esas casas que se conservan ahora, nerviosos e inquietos organismos de una edad de ar- con otros módulos de pensamiento modernista solo como reliquias del tiempo y por milagros de tificio, los amantes neuróticos de los ballet orientales, en el país, el contiene y el mundo. Era una red estática […] Su habitación daba frente a un antiguo suntuosos deslumbrantes de voluptuosidad; nosotros de pensamiento que usaba las tecnologías del monasterio de monjes9. hijos del siglo que mata riendo, vamos gustosos a ver sistema mundial en el marco de formación de pasar rápidamente como nuestras vidas atormentadas, La luna, derramando allí «su tristeza amarilla» ilumi- un espacio público cos- los paisajes hechos en la Cinematografía4. naba escenas de trasgos, fantasmas y aparecidos… En mopolita. una de esas noches de El poeta guayaquileño Medardo Ángel Silva5 pesadilla, el poeta cu- hablaba en este sentido, más allá de un expe- La iniciativa editorial se raba su neurosis con rimento del autor con el lenguaje, de una ex- alimentaba de experi- rimas de Baudelaire periencia estética que interpretaba mejor la mentos de sociabilidad y de Poe. Afuera, los cuervos aleteaban, trá- sensibilidad del sujeto moderno. Hablaba de la en los que se practicaba el pensamiento crítico gicos y daban sus preces relación entre los paisajes artificiales del cine y litúrgicas desde lo alto la poesía modernista que él mismo cultivaba; entre los contertulios del vecino campanario. del surgimiento de una sensibilidad moderna y el intercambio epis- Adentro, el reloj de pared consciente del carácter del siglo XX. Silva des- tolar entre redes de con ritmo pendular batía cribe un nuevo gusto urbano6, una nueva for- lectores y críticos cul- sordamente. De pronto ma de subjetividad, un escenario compuesto turales en el ámbito creyó oír el fatídico de Allan, que le dijera: «¡Ne- de forma claramente artificial que resultaba mundial. Renacimien- ver more!»… El poeta no un universo emotivo para el público de la urbe to se concibe como pudo más, y súbito en un guayaquileña: «nosotros nerviosos e inquietos un foro para la pro- momento de hiperestesia organismos de la edad de artificio» decía Silva, ducción literaria de levantando el reloj en bra- identificándose con una época que había roto Guayaquil, Quito y zos fué a estrellarlo contra con la sensibilidad apegada al ideal de canto a el mundo. la pared de cal movediza y la naturaleza. frágil… La pesadilla blan- El poeta y crítico ca quedó rota, y en su lu- gar dejó el reloj su huella La experiencia perturbadora del laicismo guayaquileño Me- Medardo Angel Silva. Archivo particular había seguido a la de las guerras civiles de casi dardo Ángel Silva sobre el muro en forma de «una fosa que difundió una dos décadas vividas en el Ecuador donde las tuvo a su cargo franca respiración terrosa…» revoluciones se extendieron hasta el siglo XX. construir el perfil Todas estas experiencias marcaron una ruptura de los poetas mo- El retrato del poeta es cultural: los modernistas contribuyeron a dernos para la prensa internacional con la una creación estética; acelerarla y propusieron nuevos símbolos y que tenía canje Renacimiento, y para la forma- al mismo tiempo, desde recursos simbolistas, claves de composición estética, alimentaron la ción de públicos en el país. Así redactó ensa- recurre a pensar en la relación del poeta formación de nuevos principios de sensibilidad, yos de interpretación sobre la obra poética de con su entorno que logra hacer estallar. Los Ensayo / LETRAS DEL ECUADOR 11 recursos destructivos de la neurosis y el terror le permiten nacer como poeta y disolver la imposición esencialista de la tradición. El poema al que Silva hace referencia es el siguiente:

Fantasía desobligante10 El paredón ruinoso que encierra el monasterio ostenta un angustioso blancor de cementerio, delante de la alcoba

que yo habité algún tiempo; J. A. Falconí Villagómez, José María Egas y Wenceslao Pareja. AHMC allí tuve en la trova un tétrico entretiempo, sueño el no tiempo de lo arcaico. Confluyen Fierro había hecho explotar tanto la imagen y hasta el albor primero en alta noche, a dúos dos formas de tiempo en un principio. El me- arcaica y el peso de lo material como el reloj se oía el agorero dio ambiente insiste en marcar su tiempo en burgués. Silva resalta el que Fierro no había chillido11 de los búhos. sonidos que arrastran su hastío, campanas y bú- sumado a su identidad como poeta el gusto hos, pero el poeta los integra al tiempo mecáni- de dandy o excéntrico; su identidad se definía El espejo soñaba co del reloj moderno que martilla en la sombra como un retraimiento de lo mundano. Así mis- su antigua pesadilla: con áspera constancia. El tiempo, reunificado en mo, lo compara con el poeta peruano José Ma- la luna derramaba el trabajo de armonización hecho por Fierro, ría Eguren15. su tristeza amarilla se cruza con el simbolismo del espacio que el en la calleja pálida; Después de su interpretación de la obra y sensi- y arrastrando su hastío poeta construye mediante el recurso del espejo. El espejo refleja la materia, así como los edifi- bilidad de Fierro, el segundo empeño que hace mi alma iba hacia la cálida Silva es difundir su poesía en círculos literarios canción, que en lo sombrío cios voluminosos y pesados recuerdan el peso internacionales. Silva decide hacer conocer la del parque, clareaba de la materia. Todo este conjunto lleva a la abs- la fontana amarilla… tracción por intervención de la imagen del reloj poesía de este «raro» y envía a un amigo vene- moderno. Este poema produce esta abstracción zolano el poema «La tarde muerta». Esta mues- El espejo soñaba para luego quebrarla y hacer resurgir el espíri- tra fue recibida y expresada así: su antigua pesadilla. tu, aquello de origen material que es un hálito De Humberto Fierro?, es la primera vez que oía tal La campanada lenta primigenio: una nueva sensibilidad. nombre. Ya usted comprenderá que ello era ya un pre- juicio. Leí el poema y me ha encantado. Pocas veces de la iglesia vetusta, El poeta moderno habla desde un lugar dis- golpea soñolienta he leído versos de nueve sílabas más harmónicos, con con agria voz robusta tinto, un lugar profesional, pero un lugar de tal seguridad del ritmo manejados. Nuestra revista se el penoso silencio, sujeto moderno atravesado sobre todo por otra honrará reproduciéndolos y yo le agradezco de todo y tiemblan las oscuras sensibilidad. Así, Humberto Fierro es «el ideal corazón el valioso envío, pidiéndole al poeta, por su ventanas que presencio del artista moderno» nos dice Silva, por su ac- intermedio, perdone al haberle ignorado por tanto 16 trocarse en sepulturas, titud de apartamiento, porque este poeta pone tiempo . donde la luna orea distancia con aquellos que fabrican prestigios Esta reveladora lectura de la obra de Humberto geranios de flor mustia… cotidianamente, pero en especial por su obra, La campana golpea Fierro es resultado del esfuerzo extraordinario su admirable poesía «una joya inestimable de con monótona angustia. de Medardo Ángel Silva y los fundadores de Arte Nuevo».12 Medardo Ángel Silva nos per- esta revista en un país en el que, como lo recla- El reloj de mi estancia mite acercarnos a la imagen del poeta quiteño ma Julio César Endara, «los esfuerzos intelec- martillaba en la sombra desde la mirada de otro poeta de su tiempo y tuales y en especial los literarios cuando tienen con áspera constancia… nos habla del ideal del poeta moderno como al- positivo mérito pasan inadvertidos» debido a yo corrí por la alfombra guien que plantea una sensibilidad y visión del una «ausencia casi completa de la crítica»17. levantándolo en brazos mundo, propia y distinta en los discursos del y lo estrellé sonoro, sentido común e incluso del mercado cultural. Renacimiento, que se propone ser una y al saltar en pedazos «Para los que concebimos al Poeta, al Creador, plataforma para el arte moderno, ve como del viejo marco de oro inseparable el trabajo de consolidar el género la pesadilla blanca, al Artífice, según el decir dannunziano, aleja- de la crítica de arte. La tarea de difundir la obra dejó una oscura fosa do del estrecho círculo del medio ambiente, de estética es imposible sin un esfuerzo simultáneo que difundió una franca la ruin política literaria, tal como el magnífico Julio Herrera y Reissig en su Torre, Humberto de construir un discurso crítico. La revista se En este poema se expresa la neurosis del hom- Fierro es el ideal del artista»13. propone ocupar el espacio que deja la carencia bre moderno; el poeta siente con terror en su de una voz que «constantemente da el grito de intimidad el paso del tiempo y del never more. Silva intenta llamarlo «raro», pero desconfía alerta a las almas que anhelan comprender la Así, el paisaje colonial se integra al ritmo me- en el momento del manejo de ese adjetivo- profundidad estética encerrada en una obra cánico del tiempo homogéneo del reloj. Fierro concepto por la apropiación que han hecho de arte […] La inteligencia que nos diga: esto confronta el paisaje inamovible del espejo, el unos cuantos «serviles, imitadores y copistas». es nuevo, este es el alimento para vuestras no tiempo o permanencia de lo arcaico que el Silva lo distingue sin vacilación como a un poeta almas, esta la finalidad aparente a las actuales espejo refleja por repetición y que la arquitectu- moderno y se dirige a la comunidad de lectores: circunstancias»18. ra colonial parece haber congelado. Yo les invito a imitar el ejemplo de este nuestro gran Endara asigna a la crítica el trabajo de revelar el El poeta coloca la inmovilidad del tiempo co- poeta Humberto Fierro, tan silencioso ¡tan apartado!; trabajo sobre el lenguaje y la innovación o expe- ¡y tan lleno de méritos! Su retraimiento, su horror a lonial dentro del espejo. El espejo soñaba su rimentación creativa, es decir, observar el discur- este medio horrible en el que luchamos los pocos que antigua pesadilla. El espejo supone un reflejo aún creemos en ti. —¡oh Numen, oh Musa!— es una so de la forma en la obra de arte. También es tra- de la superficie, pero también un traslado del enseñanza. Así vivieron… Julio Herrera y Reissig; tam- bajo de la crítica de arte el nutrir la subjetividad entorno «al otro lado», a ese espacio alterno. El bién vive así un suntuoso simbolista americano, José moderna, alimento de vuestra alma es el término espejo, espacio alterno, captura en la figura del María Eguren…14 utilizado. Finalmente es obra de coyuntura, es 12 LETRAS DEL ECUADOR / Ensayo pertinente al presente, tiene un fin orientado a por su innovación, por su emotividad, por su de la vida humana. En sus palabras: «al crítico, las «actuales circunstancias». sensible arbitrariedad. El crítico señala que no entre la obra de arte y el pueblo, a manera de se trata de indicar si en los versos hay armo- un puente o nexo de la una con el otro, le co- Estos objetos de la crítica señalados por César nía, si el estilo es hermoso, si rresponde un noble, saludable y hasta necesario Endara nos remiten se está afiliado a alguna escue- menester en la vida humana»20. a un hecho poco la; lo que ante todo se busca, comprendido por Esta misión expresa en Renacimiento nos exige subraya el crítico, son las ener- los estudios más hacer un trabajo de crítica, uno que ponga en gías íntimas de su complicada convencionales del valor a la revista, que la haga renacer en el mundo psicosis; si en la obra, que es modernismo lite- contemporáneo. En esta revista se encuentran la voz del poeta, predomina la rario, particular- las claves de una sensibilidad dispuesta a la inteligencia, el sentimiento o mente por aquellos La crítica de lectura, se encuentra un ejercicio, las reglas la imaginación. que marcan una Renacimiento, que liberan el juego creativo e interpretan las división tajante en- como obra de Aunque Endara se acerca a contradicciones y vacíos que compartimos los tre el discurso de la arte moderno las ciencias modernas y evoca modernos; la estética moderna en esta revista forma en el moder- y como puente la psicología entre los instru- encierra claves de emancipación. La crítica nismo y el trabajo entre el arte y mentos válidos, su aproxima- de Renacimiento, como obra de arte moderno políticamente con- el pueblo, nos ción es solo un vehículo para y como puente entre el arte —el juego de la textualizado de las pone frente llegar al problema de la ima- emancipación de la forma— y el pueblo, nos vanguardias. En esta a uno de los ginación creativa y el lugar de pone frente a uno de los legados más valiosos revista, que se posi- legados más la política, lo cual es aún más de la revolución moderna en el Ecuador. Sus ciona entre sus pares valiosos de la interesante, como aporte a la intelectuales jóvenes en 1916 siguen siendo en el modernismo revolución modernidad, que el moderni- jóvenes y habrá que darles paso. Ellos portan latinoamericano, se moderna en zarse como una forma de con- el método para que lo inamovible del tiempo conjugan la noción el Ecuador. sumo de la técnica. En ello se y del territorio se vuelva material emancipado de poesía moderna, observa la especificidad de la dispuesto para el juego emotivo de la vida la de crítica y la de crítica de arte y del arte como moderna. modernidad como contribución intelectual a concepto de época, la construcción política y así como la idea del social de la modernidad, presente. En una re- como trabajo en lo sensi- tórica que remite a ble y lo creativo de la sub- la sensibilidad histó- jetividad moderna. rica de la época aso- El mismo Endara sugiere que la moderna ciada al concepto de modernidad, Endara nos crítica de arte reconoce un profundo vín- habla del arte en el conjunto histórico: he ahí la culo entre el trabajo creativo sobre la for- necesidad de la crítica desde el presente y desde ma, la sensibilidad del hombre moderno el testimonio de la innovación. La obra de arte y la política emancipadora; tres niveles aislada de ello y carente de crítica no existe. «Y de emancipación del discurso crítico. en verdad que los fulgores, por más luminosos En sus palabras, no se trata de volver que sean, de las inteligencias señaladas, resul- sobre las potencias del alma: memoria tan estériles ya que carecen de eslabones y no inteligencia y voluntad, sino en com- están jaloneadas con precisión». Los eslabones ponentes de mayor importancia como del arte, entre ellos el papel de la crítica, po- la atención y la imaginación creadora nen en relación el discurso de la forma con la o fantasía. formación de subjetividades modernas, críticas también, y con el presente en proceso de trans- El crítico puede observar, así mismo, formación: ¿no es esto una prédica histórica en el análisis moral que nutre la obra de el seno mismo del modernismo? Precisamente, arte, la simbología de los giros en el este es uno de los aspectos destacados de la derecho, la ironía sobre la propiedad. crítica de arte como discurso crítico de la mo- ¿Quién puede entender a Baudelaire dernidad en Walter Benjamin19. Renacimien- sin conocer de esta sensibilidad y de to es una de esas empresas que nos permiten su ironía sobre el derecho?, pregunta pensar en el arte como tradición crítica en la Endara. modernidad. La convicción de Endara no provie- Endara diferencia las formas tradicionales de ne de un culto a lo bello universal, aproximarse a las obras de arte de aquellas que esto es cambiante nos dice, no es promulgan el arte y la crítica moderna. Las tra- tarea divina lo que se juzga sino el dicionales, incluso las del positivismo liberal, arte secular, el de la vida moderna. suponen que hay algo bello y bueno, esencial, La convicción que nutre a Medardo un modelo que ha de encontrarse bien emula- Ángel Silva y a César Endara es el do o mal copiado en las obras de arte, por lo papel de la crítica como obra sen- cual juzgan su valor. Al contrario, la crítica de sible de la era de la modernidad: la arte moderno plantea que no hay verdad su- crítica es la «corona del arte» por- prema, que eso es solo atributo de Dios y que que su misión es grande: ser puen- la obra de arte pertenece al terreno de la fabri- te entre el arte y el pueblo, hacer cación humana y, por tanto, ha de ser juzgada de ese puente una nueva matriz Ensayo / LETRAS DEL ECUADOR 13

Fuente: Notas: 10 En Renacimiento de 1916 aparece «chirrido» en lugar Archivo Aurelio Espinosa Pólit, Quito. 1 Renacimiento, revista de Literatura, Guayaquil, vol. 1, de «chillido». Fierro comentará esto, según Hugo Ale- mán: «…me hicieron decir chirrido en lugar de chillido». Revista Renacimiento, revista de Literatura, Guayaquil, año I, 1916. 12 1916, Imprenta «Gutemberg». Dirección: J.A. Falconí 2 LL.DD, Editorial: «Primera página», revista Renacimien- Medardo Ángel Silva, «Un poeta selecto. Fragmentos de un estudio sobre Humberto Fierro», en Renacimiento, Villagómez, José María Egas M. y Wenceslao Pareja. Jefe to, Guayaquil, vol. 1, No. 1, p. 1, 1916. No. 3, Guayaquil, septiembre de 1916, p. 143. de redacción: Medardo Ángel Silva. 3 Medardo Ángel Silva, «Paisaje en el Cine». En Ilustración: revista literaria. No. 15, Guayaquil. Abril 13 Ibíd., p.142. 20 de 1918. Ensayo reproducido por Carlos Calderón 14 Ibíd., p.146. Bibliografía: Chico en Medardo Angel Silva, crónicas y otros escritos 15 José María Eguren (1874-1942). Simbólicas es el Benjamin, Walter. Poesía y capitalismo. Iluminaciones II, (Guayaquil: Banco Central del Ecuador, Archivo primer libro de este poeta en 1911. Conocemos que Madrid, Taurus, 1980. Histórico del Guayas, 1999). muchos de sus poemas son publicados junto a los del 4 Medardo Ángel Silva (1898-1919), poeta modernista poeta Fierro, en las mismas revistas ecuatorianas del ______. La metafísica de la juventud. Barcelona, ecuatoriano. Publicó sus poemas en revistas y periódicos. periodo modernista. Paidós, 1993. Su libro El árbol del bien y del mal, en 1918. 16 Estas palabras corresponden a un amigo venezolano Buck-Morss, Susan. «Estética y anestésica» en Walter 5 Valeria Coronel, «Medardo Ángel Silva y Walter citado por Medardo Ángel Silva en «Un poeta selecto Benjamin, Escritor revolucionario, Buenos Aires, Benjamin, críticos de cine» en País Secreto, Revista de (Fragmentos de un estudio…)» p.143. Interzona, 2005. Ensayo y Poesía, No. 9, Quito, noviembre de 2005. 17 Julio César Endara, De la crítica literaria, Renacimiento, Coronel, Valeria. «Medardo Ángel Silva y Walter 6 Humberto Fierro: poeta modernista ecuatoriano, Guayaquil, 1916, pp. 13-17. Benjamin, críticos de cine», en País Secreto, Revista de fundador de la revista Frivolidades, Quito 1919. Autor 18 Ibíd. Ensayo y Poesía, No. 9, Quito, noviembre de 2005. de El Laúd en el valle, 1919, y Velada Palatina, editado 19 Para Benjamin, el arte moderno es, más que un estilo, Silva, Medardo Ángel: «Paisaje en el Cine». En Ilustración: luego de su muerte acaecida en el verano de 1929. un campo donde se mantuvo viva la crítica contra todos revista literaria. No. 15, Guayaquil. Abril 20 de 1918. 7 Medardo Ángel Silva, «Un poeta selecto. Fragmentos de los intentos de la sociedad industrial de hacer de la idea del Ensayo reproducido por Carlos Calderón Chico en un estudio sobre Humberto Fierro», en Renacimiento, No. progreso un orden natural. En su concepción, el discurso Cronicas y otros escritos, (Guayaquil: Banco Central del 3, septiembre de 1916, p. 143. crítico fue cultivado por el arte moderno aun cuando otros Ecuador, Archivo Histórico del Guayas, 1999). 8 Nota introductoria «Humberto Fierro» para el poema discursos modernos plegaran al esencialismo. Cfr. Susan Valencia Sala, Gladys. El círculo modernista ecuatoriano: «Fantasía desobligante», Renacimiento, 1916, p. 11. Buck-Morss, «Estética y anestésica» en Walter Benjamin, crítica y poesía, Quito, Universidad Andina Simón Bolí- 9 Humberto Fierro, «Fantasía desobligante», revista Escritor revolucionario, Buenos Aires, Interzona, 2005. var: Abya-Yala/Corporación Editora Nacional, 2007. Renacimiento, Guayaquil, año I, Vol. 1, 1916, pp. 11-12. 20 Endara, «De la crítica…», p. 17.

El presidente Urbina da el encuentro a los oficiales franceses, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret 14 LETRAS DEL ECUADOR / Ensayo

El beso de Matriosha. Abyección como poesía

Edwin Alcarás

a guagua era cándida y se llamaba Ma- espaldas ajadas de la guagua. Acto seguido, la en esa geología previa al signo lingüístico que triosha. Tenía aquella gracia levemente toca. separa al mundo de las cosas del orden (sim- monstruosa que el sufrimiento inten- plista y rudimentario, eso no lo dice Kristeva) Que no nos interese Stavrogin o el significa- Lso dibuja en ciertos rostros infantiles. En su del lenguaje. do que éste le dio a su maldad. Es verdad que Confesión Stavrogin no dirá su edad porque en este ruso noble, oligofrénico y monstruoso, en realidad nunca la supo. Solo dirá que «por su Lo abyecto consiste en una operación de odio- realidad es una excelente representación —por aspecto era todavía muy niña». Digamos nueve amor. El ser (lo que sea que sea el ser antes del tremenda y cruel— de la naturaleza desequili- años. O digamos diez. La edad es importante uso de la palabra) rechaza algo que lo amenaza brada de la cultura occiden- en este tipo de cuestiones. profundamente, en sus bases primordiales. Ese tal. Pero también es verdad ¿Cómo era físicamente? algo tan terrible proviene de un afuera exorbi- que Matriosha pudo ser una Una guagua mustia y borro- tante, de algún otro lado (del otro lado de lo guagua quiteña, y no lla- sa como tantas otras de la posible o, incluso, de lo concebible). Eso ra- marse Matriosha sino Ma- clase subalterna: pecosa, de dicalmente otro, sustancialmente aberrante, riuxi, o Kimberly, o Britany. rostro común y corriente; y, Eso marca las fronteras aterrorizadas del sujeto. Ese Y no vivir en San Petersbur- sin embargo, dice el patricio radicalmente repudio es, entonces, un acto de sobrevivencia, go sino en La Bota, Toctiu- ruso, «con algo muy infan- otro, pues eso otro que el ser está rechazando ame- co o La Colmena. til y agradable, sumamente sustancialmente naza el sustrato de su identidad, sustrato que, agradable». aberrante, Matriosha —que solo en según Kristeva, descansa en su deseo. Es decir marca las un nivel muy simple puede que se rechaza lo que amenaza al deseo. Lo cual La madre, como suele ocu- fronteras describirse como un perso- equivaldría a decir que se rechaza lo que, en rrir en estos casos, la mal- aterrorizadas naje de ficción— interesa principio, está apelando y seduciendo al deseo. trataba recia y consuetu- del sujeto. aquí por la condición ver- Se repudia no el objeto sino la seducción horro- dinariamente, por todo y dadera de su existencia. Su rizada que produce el objeto. por nada. Lo cual producía verdad es su sufrimiento y una extraña excitación en El repudio será más vívido cuanto más clara- ella vive aquí, ahora, con Stavrogin, quien insiste en mente se sienta el deseo. Esto abyecto «solicita, otros nombres, con otros presentarse del modo más inquieta y fascina» un anhelo por lo repugnante rostros, entreverada en este repulsivo en ese opúsculo, y anómalo. El sujeto inmediatamente se blinda manicomio unánime que -horroroso y fascinante- ti- llamamos realidad. Su do- para erigir una barrera de protección. Lo ab- tulado solo Confesión. Todo el episodio de lor, que es —y no es— solamente tinta y pa- yecto está más allá (más acá, Kristeva no usa cómo Stavrogin entrega su papel espurio al ere- pel, es irrenunciablemente verdadero porque ese adverbio) del objeto que la suscita porque mita Tihon, sin arrepentimiento ni esperanza, es auténtico, honesto, humano. En ese senti- el deseo al que está apelando, en realidad, está está relatado en un capítulo de la novela Los de- do ella nos convoca íntimamente a todos. Nos dirigido hacia una región remota del ser, a una monios escrita por el inmenso y apesadumbrado toca. Por lo demás, el lector debe saber que suerte de «área prohibida» que cada sujeto Fiodor Dostoievski, en 1873. Por razones —tal esta disquisición sobre «la naturaleza ficcional tuvo que elevar en los momentos perdidos de vez— obvias tal capítulo jamás se publicó en de la realidad» resulta ridícula y baladí frente su pre-lenguaje en orden de constituirse como vida de su autor. El editor de El Heraldo ruso, a la verdad —a la «realidad de verdad» diría el máquina deseante. Lo abyecto —en efecto, en M. N. Katkov, se negó en redondo a dar a la filósofo— de Matriosha-Kimberly-Mariuxi. E suma— «atrae hacia allá donde el sentido se imprenta semejante abyección. «La confesión importa poco. Es lo que menos importa. desploma», dirá poéticamente la filósofa. de Stavrogin» solo vería la luz cien años des- pués, en el tomo XI de las Obras Completas, edi- Asentemos, pues, los hechos: la guagua tiene nue- ¿Y qué tiene que ver esto con el acto monstruoso tadas por la Academia de Ciencias de la Unión ve años —o diez— y, en una tarde —atormen- de Stavrogin? ¿O con la reacción extraña y Soviética. Pero no nos desviemos. tada por un apocalíptico sol quiteño—, un tipo dolorosa de Matriosha-Britany? —un gran pecador— la toca. ¿Entonces qué? Veamos los hechos: un día Stavrogin —quien • fue el modelo ideal para un proyecto de novela Stavrogin dirá algo más, apenas un detalle, pero ¿Qué es y en qué consiste el deseo sexual de los que Dostoievski nunca terminó y que llevaba en él se abre un abismo. Dice que superado el por título Vida de un gran pecador— entra en la primer choque del miedo, después de palidecer niños? habitación de la guagua (el lector imagine aquí y luego enrojecer, Matriosha experimentó un ¿Hay algo de abyecto ya en el mismo hecho de una casa rentera del centro de Quito o de cual- cambio interior, su mirada cambió lentamente preguntarlo, no como un dato científico sino quier barrio periférico, piense en sus habitacio- y entonces «me echó las manos al cuello y como una experiencia poética? nes promiscuamente contiguas, piense en una empezó a besarme apasionadamente. Su rostro puerta suave y entreabierta, piense en el infame expresaba un arrobo sin límites». Raúl Gómez Jattin —gran poeta - sol quiteño de las dos la tarde atormentando no— se hizo esa pregunta tentando los límites • unos geranios en flor; los geranios son impres- de su pre-lenguaje y la seducción alborozada de cindibles, como ya lo estará temiendo). Stavro- Lo abyecto, dice Julia Kristeva en Los poderes de su abyección. Si leyó el papel de Stavrogin no gin, con el corazón convertido en una salvaje la perversión, es una rebelión violenta y oscura queda claro en su poema La gran metafísica es tempestad secreta (nada nos cuesta usar la ima- que acontece en el núcleo del ser, es decir en esa el amor, que —como es hermoso y es corto— gen Alfredo Gangotena), mira un momento las zona hipotética que vive detrás de las palabras, nada nos cuesta transcribir: Ensayo / LETRAS DEL ECUADOR 15

Nos íbamos a culear burras después del almuerzo su sustancia más íntima (a la cual, recordémoslo deseo infantil. Uno con horror frente a lo ab- Con esas arrecheras eternas de los nueve años todo, Kristeva ha llamado deseo). Sea que yecto, el otro con fascinación frente a lo subli- Ante los mayores nos disfrazábamos de cazadores el lector esté de acuerdo o no con la sexual me (que es otra forma de lo abyecto), y ambos de pájaros La trampa con su canario De colectores gimnasia digestiva que practica el poeta, de helechos y frutas Pero íbamos a gozar el orgasmo desconcertados frente al desorden de las pulsio- más virgen El orgasmo milagroso de cuatro niños siempre tendrá que confrontarse con su propio nes corporales y emotivas que reverberan en el y una burra Es hermosísimo ver a un amigo culear deseo y su propio sentido de la abyección, origen remoto del ser. Verlo tan viril meterle su órgano niño pues la «zona prohibida» a la que este artefacto en la hendidura estrecha del noble animal Pero literario lo está arrojando implica, por fuerza, Kristeva dice que «la abyección misma es un profunda como una tinaja Y el resto del la asunción de un «sí mismo» extraño, arcaico, mixto de juicio y de afecto, de condena y de grupo se prepara gozoso Gozando del placer del otro extraviado en su pre-lenguaje personal. efusión, de signos y de pulsiones». Stavrogin La gran religión es la metafísica del sexo y Gómez Jattin conocen los signos y conocen La arbitrariedad perfecta de su amor El amor No solo eso. El lector también debe enfrentar la las pulsiones, conocen —porque lo han habi- que la origina La gran metafísica es el Amor dimensión social de su propia abyección, pues, tado— ese terreno «donde se pierde el contor- creador de Amistad y de Arte para el poeta, el amor solo puede volverse una no de la cosa significada, y donde sólo actúa Eso no me preparó para someter a la mujer metafísica cuando se ejerce en comunidad, solo sino para andar con un amigo el afecto imponderable». Ambos reproducen, puede elevarse a verdad ontológica cuando se como acontecimiento poético, ese terreno in- hace en grupo. En el acto de esperar turno, los definido del prelenguaje, ambos conocen el co- Gómez Jattin fue niño en el hermoso infierno niños del poema construyen una comunidad de Cartagena de Indias. Existió carnalmente razón humano y sus abismos (que tantas veces íntima, instintivamente gregaria y, por ello, se confunde con sus paraísos). entre 1945 y 1997. Estudió Derecho en Bogotá metafísica. Ese esperar «gozando el placer de para darle alguna alegría a su madre y ahorrarle otro» constituye el núcleo emocional que el • alguna pena a su padre. Abandonó el estudio autor representa como el valor más alto de la Luego de percibir la reacción completamente porque lo absorbieron dos drogas duras: la comunidad humana. libertad y la poesía. En ellas se perdió con el inesperada de Matriosha, Stavroguin dice que corazón inflamado por las hogueras irresistibles La voz poética establecerá así el camino hacia estuvo a punto de levantarse e irse para siem- de la fantasía. una nueva forma de experimentar los lazos pre. Tan desagradable le resultaba ese beso apa- de comunidad, los vínculos de ligación (re- sionado en una guagua destrozada cada vez más La primera línea del poema golpea al lector con ligación, religión) entre los sujetos. Los cuatro por el sufrimiento. Pero pronto logra recompo- la evidencia de lo abyecto. No necesariamente niños, limpios de prejuicios, puros frente a su nerse y confiesa: «dominé mi repentino senti- por el hábito de «culear burras» en el campo deseo, reciben la tarea divina de reinventar una miento de horror y… me quedé». sino por la completa ausencia de prejuicios religio entre las almas, una amistad verdadera que develan el acto como una cosa simple y que rescate a los hombres de la falsedad. El poeta Esos tres puntos suspensivos —¿lo temerá ya el bella. Para el poeta ir al monte después de una concluirá —con la sana lógica del corazón— lector?— constituyen una de las grietas mora- comida frugal y acoplarse carnalmente con una que «la gran religión es la metafísica del sexo», les más escabrosas de la literatura moderna, la noble criatura doméstica es lo más natural del pues solo en la metafísica del cuerpo anhelante, pausa que marcan esas tres breves incisiones en mundo, algo sincero y pleno, sobre todo cuando agitado y simplificado de rémoras lingüísticas, el papel dibujan la eternidad del dolor huma- se tiene nueve años y se empieza a descubrir las puede ser posible una identificación con el no y apelan ontológicamente al lector hacia su «arrecheras eternas» de la infancia. otro, una religación completa y diáfana. propia abyección. El tono desenfadado supone —y exige— una Como le ocurre a Stavroguin, el sujeto poemá- ¿Qué haremos con esos tres puntos suspensivos respuesta inmediata de parte del lector, una tico de Gómez Jattin le encuentra una inter- de aquí en adelante? Esa es la cuestión —la reacción que necesariamente debe provenir de pretación estética al hecho incomprensible del única— que importa.

Guayaquil, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret 16 LETRAS DEL ECUADOR / Poesía

Poemas de Antonio Correa Losada

¿Qué decirte?

Para Guido Tamayo

Me muevo en dirección incierta y vivo «reducido» al apartamento como decía mi madre Viajo a Cumbayá para sosegarme y recibir a la mujer que levanta su pierna y sale de la ducha con el cuerpo iluminando el agua

La escritura se aquieta El Old Parr es un espejo nocturno y extraño cada vez y veo más lejos a Bogotá a los amigos Que me desconecto y vuelvo a conectarme

Que camino con una espina de pescado atravesada entre los dedos Que el verano tiembla a lo largo de Quito y las palabras esplenden envueltas de alegría y se abren en cortinas de lluvia.

La pecera

I Jóvenes llenan el espacio vacío El apartamento los amigos el bar

Seguros de que inauguran la palabra

II Llega el silencio

Los peces gimen o giran en la autoridad indiferente de la pecera.

Performance El poeta destaza el animal para encontrar la materialidad que encierra la palabra

No la astucia o la velocidad Ni los ojos enrojecidos Tampoco los dientes adelante como si succionase el aire O la pelambre albina que veloz cruza el follaje

En la mesa de disección no salta la memoria

Sólo el cordaje de un vientre muerto que los departamentos de Literatura aplauden con delirio.

Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret

Danza secreta ¿Sabes cómo se convoca al sol en días de lluvia? Desnuda abres las piernas sobre un ojo de agua y la lluvia desaparece

El sol inunda la calle silenciosa y en la madera de la habitación reverberan los rayos ebrios de su danza. poesía / LETRAS DEL ECUADOR 17

La utopía Su risa suave y oblicua semejaba el azul y el amarillo intenso de los árboles que daban sombra a la casa de la infancia Los panes leudaban cubiertos por un liviano y blanco paño mientras el horno de leña crepitaba ahogado por el fuego Su mano grande y tierna alisaba mis cabellos hirsutos para ir a la escuela y su abrazo me cubría para entrar en el sueño Mi madre nació en 1917 año en que una caja de pandora se abrió para el mundo nunca supo de los avatares de su hijo que llevaba en el bolsillo una navaja abierta Ella que construía la casa todas las mañanas no alcanzó a ver la caída del Muro de Berlín en 1989 ni el cardumen de náufragos arrastrados por la expulsión —buscan un lejano esplendor— bajo las alambradas o trepando murallas para subsistir en el 2015 Ella que construyó la utopía en mi cabeza no sabe que llevo un puente derribado desde el día en que me acerqué para darle un beso en su frente quieta por el delirio cuando nos despedimos.

El tiempo postergado Hace 500 a. de C. urdimos los más espléndidos hilos para ligar la vida de los muertos con animales apresados en nuestras alas de sueño A trasluz del tejido esplenden gotas densas de sangre pigmentos azules rosas amarillos verdes

Ahora la longevidad sibilante nos aleja de los ramos de la utopía y nos torna blandos e inútiles aislados por espacios ciegos para calentar nuestra soledad

Las manos agitan un bolsillo lleno de monedas y otro repleto de miseria

¿Con cuál mano detengo a la mujer que se aleja?

Los años La navaja con prolijidad traza un camino sinuoso por las venas El arsénico sigue su cauce por la sangre ¿Es el reumatismo que desintegra los huesos de mi mano? ¿O el tremor de una pesadilla al amanecer? Los años se adhieren como pétalos lilas a mis labios

Y despierto.

Guayaquil, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret

La mano derecha Hoy amanecí sin los dedos de mi mano derecha Siento el dolor del vacío Hago las cosas como si no tuviese conciencia sin molestia sin impedimento con una extraña y escueta aceptación de que el antebrazo está y no está No sé si esto es tristeza o desasosiego pero algo en el mundo ha desaparecido para mí. 18 LETRAS DEL ECUADOR / Poesía

Poemas de Jorge Espinosa

Quisiera ser más como la calle que no vocifera sus recuerdos, La calle que guarda inerte sus memorias y no las enumera, Firme y recta, Segura de quien es.

Quisiera ser más como la calle que mira hacia adelante y no hacia atrás, La calle que se prohíbe recordar.

Mordisquear desinteresado a quien pase por encima.

Perpleja la noche, Cigarras mudas, Corazones ajenos, Sangre seca.

Brisas bajo el pavimento, Esculpen la sangre, Asustan amantes.

Perpleja la noche.

Los huesos se agrietan.

El Altar, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret

¿Y cómo se nace ya nacido?, ¿Cómo se renueva la piel en donde habito?, ¿Cómo se parchan por completo los pozos insaciables de alegría?

¿Cómo cambio mis ojos cansados de ver y borro de mis pupilas las escenas venenosas que han percibido?, ¿Y cómo se recobra la fe para seguir andando?

Pero, ¿y si ya morí para revivir y no renazco?

El caminar parsimonioso que deja la huella sobre la arena húmeda, Marca el ritmo de nuestra historia que el mar borra.

Somos náufragos en una isla que rodeamos redundantes, Con la idea etérea de encontrar nuevas lejanías.

Lentos ni nos miramos, guiados por un sol que rige pero quema. Vanidosos por una supuesta dinastía.

Alrededor de las fogatas, Se aprende a cubrir con arena el deseo de la duda. arte / LETRAS DEL ECUADOR 19

Un dibujante en movimiento: Jean René Maurice de Kerret

orría 1853, bajo el mando de José de junio después de recibir una orden del viaje a la capital. En muchos de ellos colorea María Urbina reinaba la paz en la re- almirante que les ordena incorporarse a «Le solo parcialmente a los personajes dejando el cién formada nación llamada Ecuador, Forte» en Lima. entorno monocromático, técnica que hace in- Cpero la historia de la joven república había sido teresante su narrativa visual. Esboza la arquitec- El viaje fue documentado por un joven marino, convulsa —cuartelazos, invasiones, revolucio- tura de las ciudades de forma descuidada dan- que narró visualmente su periplo. Sus fascinan- nes y la constante tensión con sus vecinos que do prioridad siempre a los habitantes; no por tes acuarelas, tintas y carboncillos, además de cada vez reclamaban más territorios como su- ello deja de retratar a Guayaquil con esmero, un diario, permanecieron en la familia hasta yos a un Estado que veían débil e incapaz de quizá para denotar las viviendas de sus persona- que su nieta, la condesa de Bourbon-Moustier, mantener el orden—. En ese panorama arribó jes. En la gráfica de Kerret generalmente todo los mostró al embajador del Ecuador, y a Da- a Guayaquil el 23 de abril una flota francesa de está en movimiento, incluso cuando plasma la río Lara, agregado cultural, los trabajos de su cinco barcos. El almirante Fébrier Des Pointes, línea quieta de una montaña, más todavía en abuelo. Lara le dedicará un capítulo entero en de la fragata «La Forte», explicó a las autori- los dibujos de los barcos de su expedición, pero su libro Viajeros franceses al Ecuador3 dando así dades que vinieron a visitarlo a bordo, que su sobretodo son los seres humanos quienes pare- a conocer al artista en nuestro país. misión era contactar con el presidente ya que el cen querer salir del dibujo: nos transmiten el representante de Francia, el conde de Montho- Jean René Maurice de Kerret (1833-1898) te- entusiasmo de su autor por quienes encuentra lon, había arriado la bandera y abandonado el nía 19 años cuando consiguió alistarse como en su camino. país debido a que los franceses que habitaban «oficial dibujante» a bordo de la fragata «Le Su viaje «alrededor del mundo» debe haberlo en Ecuador «habían sido maltratados y pilla- Forte». Ya había recorrido medio mundo antes cambiado —como todo viaje hace con un ob- dos sus bienes; […] no había obtenido que sus de llegar a Guayaquil: sus dibujos plasmaron servador inteligente—, desconocemos las ra- reclamaciones fuesen atendidas por el gobierno Río de Janeiro, Buenos Aires, Cabo de Hor- zones por la cuales se retiró como marino en [y] el almirante había sido encargado de arreglar nos, Valparaíso, Lima, incluso Paita —donde 1856 y, aparte de que fundó una familia, sabe- 1 el litigio» . en ese entonces debe haber vivido su destierro mos poco de su vida posterior, pero su talento Manuela Sáenz—. Luego de la experiencia en El presidente invitó a Quito a una delegación como artista nos permite mirar desde su óptica Ecuador seguiría su viaje, pintaría el bombar- de oficiales para firmar un acuerdo. Llegan a personal lo que encontró en su deambular por deo del puerto de Petropaviovsk, en Rusia, por la capital el 2 de junio de 1853. Urbina sale el mundo del siglo XIX. EPV la flota francesa; las islas Marquesas, Acapulco a recibirles y entran en la ciudad «donde todo y la bullente ciudad de San Francisco en los Es- el mundo en las calles y en las plazas [les] tados Unidos. Notas: hacía señales de bienvenida»2. El acuerdo es 1 Del diario de Jean René Maurice de Kerret firmado el 10 de junio. Visitan las pirámides Los dibujos de Kerret se deleitan en los paisajes, 2 Ibíd. de Caraburu y Oyambaro, retornarán el 30 la flora y los tipos humanos que encontró en su 3 Lara, Darío. Viajeros franceses al Ecuador, CCE, Quito, 1987.

Plaza de San Francisco, Quito, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret 20 LETRAS DEL ECUADOR / arte

El libro de las revelaciones

Jorge Luis Cáceres

Sentí que era un objeto de pesadilla, una cosa obscena que infamaba y corrompía la realidad. Jorge Luis Borges, El libro de Arena.

…hay vagas alusiones sobre la existencia de una copia secreta encontrada en San Francisco a principios de siglo, pero que desapareció en el gran incendio. H. P. Lovecraft, Historia del Necronomicón.

scribo en un estrecho guardarropa don- son míos. En mi espacio de escritura deambu- Sin esperar invitación, el extraño vendedor pe- de apenas cabe una pequeña mesa de lo durante horas soñando en extraños mundos netró en el departamento y se desprendió de madera con una silla de metal, forrada que casi nunca se llegan a concretar por mi sus pertenencias, ubicándolas en una silla del Een tela ya pelada, que mi padre me regaló cuan- falta de oficio. La imaginación es un arma de comedor. Cuando se quitó el sombrero, dejó do tenía diez años. En mi espacio de escritura doble filo, engrandece a quien sabe tratarla y entrever una brillante calva, adornada por esca- no hay la más mínima comodidad, esa clase de malogra al infame que abusa de ella creyéndose sas canas en los costados de su nuca. Su cráneo privilegios no son propios de escritores de se- especial como para usarla. En mi caso, una tar- era perfecto y su rostro ligeramente angulado gunda o tercera categoría. de, mientras malograba era vital, casi hipnótico. Era la estampa clási- Entre objetos arrumados una historia, escuché el ca de un caballero de finales del siglo XIX. Al como abrigos, herramien- timbre de mi departa- tiempo que le sugerí tomar asiento, pregunté: tas, películas, discos, un mento. Al principio no ¿Qué libros vende? Y el extraño respondió con tablero de dibujo, una vie- presté atención, pensé voz tenue: Vendo libros blasfemos. ¡Blasfemos! ja máquina de escribir que que seguramente serían ¿Cómo cuáles?, volví a preguntar, intrigado, era de mis hermanos y con La imaginación los vecinos, que olvida- pues nunca había visto uno hasta esa tarde; el la cual aprendí mecanogra- es un arma de doble ron sus llaves. Pero al extraño colocó sobre la mesa del comedor un fía, bolsos de mano, carte- filo, engrandece a cabo de unos minutos el voluminoso ejemplar, encuadernado con piel ras y demás reliquias de mi quien sabe tratarla mismo sonido fastidio- que más tarde se me revelaría como huma- esposa y mías, escribo casi y malogra al infame so de campanitas dis- na. Aquí la historia tomó un camino distinto; todas las noches y gracias a que abusa de ella torsionadas me obligó como la aparente similitud con los relatos de un consejo de un escritor creyéndose especial a abandonar mi historia H. P. Lovecraft, Robert Bloch y el círculo love- amigo que vive en Barcelo- como para usarla para atender la visita. craftiano, e incluso con los relatos de Jorge Luis na, también lo hago por las Por la mirilla observé Borges, era evidente, no cabía duda, que el ven- madrugadas; el resto del la figura de un hombre dedor había hecho una investigación profunda tiempo trabajo en una ofi- de mediana edad; vestía de anécdotas donde la figura central siempre cina pública sin ser menos un traje negro con un era un libro maldito, una especie de fetiche por que un empleado solícito. sombrero que ocultaba el cual, los escritores construyen, mediante el La blanca pared que tengo el rostro. A su lado, des- «libro - artefacto», las puertas hacia dimensio- al frente a escasos centí- cansaba una maleta an- nes desconocidas. metros de mi computador cha como la de un boti- Haciendo alarde de mis lecturas, tomé la me sirve como pizarra. Ahí cario, igualmente negra. iniciativa: coloco ilustraciones, mapas y dibujos pegados Pronto asocié la imagen con la de un predica- con cinta adhesiva. Por si fuera poco, el dimi- dor mormón y recordé la primera vez que los vi —Como usted puede ver, en esta casa lo que nuto espacio del guardarropa se reduce aún más caminando por las calles de mi antiguo barrio. más hay son libros. Algunos hasta se podrían por la cantidad de libros arrumados en colosa- calificar como blasfemos. Solo por citar, tengo Abrí la puerta impulsado por una extraña sen- les pilas ubicadas en el espesor del tablón de la un ejemplar del «Libro de Arena» de 1975 y un sación, mezcla de curiosidad y zozobra, puesto mesa. De igual forma, en el mismo espacio, un par de biblias negras, escritas en latín de origen que en el fondo sabía que era imposible que destronado cuadro con la imagen fantasmal de anónimo. una persona subiera a los pisos del edificio sin un payaso que antes colgaba en mi habitación ser anunciado y mucho menos sin tener las tar- En silencio, el extraño sujeto abrió el volumi- de soltero y que mi esposa detesta, me hace jetas de acceso de los ascensores pues, en el edi- noso libro que reposaba en la mesa y me enseñó compañía; se podría decir que me vigila. Como ficio donde vivo, las escaleras están restringidas misteriosos símbolos, similares a círculos con- dicta el manual del escritor promedio tengo y solo sirven en caso de emergencia. céntricos, estrellas asimétricas y una tipografía una libreta donde tomo apuntes con regulari- rúnica que me hizo pensar que se trataba de dad, cuando el trabajo no apremia y las obli- El extraño se presentó como un vendedor de un libro no tan antiguo, de origen germánico gaciones lo permiten. Si leo un libro procuro libros; ya la historia venía mal pues mi apuesta o nórdico. transcribir en mi libreta párrafos o frases para estaba echada por tierra. Por el pulcro y reluciente entender la dinámica de la escritura. Incluso, traje sospeché que se trataba de un vendedor de Durante unos minutos recorrimos parte del a veces cuando el libro que leo me seduce, lle- muy buena reputación o quizá sería una broma libro en completo silencio sin más contacto go a transcribir pasajes íntegros simulando que gastada por un amigo o por mi esposa. que el visual; la tipografía cambiaba en cada arte / LETRAS DEL ECUADOR 21 página, volviéndose indescifrable. Las formas El extraño volvió a su silencio imperturbable, hasta que abrieron la biblioteca. Impaciente, que el libro adoptaba también eran cambiantes. luego recuperando su vigor, me indicó el moti- caminé hasta el segundo piso; en vano busqué Por ejemplo, en una página podían haber frases vo de su visita y su encargo. el casillero 547. Ninguno de los empleados me atrapadas en cuadrados o rectángulos; mientras dio razón de ese número. El extraño visitante —El día que recibí el libro de manos de Poy que, en otra, estaban delimitadas por triángulos nunca reveló de quién era el nombre del dueño Recasens, me advirtió que llegaría el tiempo de o escritas al margen, como bordeando el del casillero, así la búsqueda se hizo imposible. abismo. Algunas hojas estaban en blanco y entregar la custodia a otra persona. También Pensé en decirles el nombre que aquel anómalo precisamente aquel era el secreto del libro. me dijo que los nombres de los nuevos custo- personaje me había hecho leer en el libro mal- dios ya estaban escritos y que no había necesi- El extraño abrió la boca y me contó una his- dito, aclarándome que era el suyo; pero no lo dad de buscarlos: sería el propio libro quien me toria sobre el origen del libro que mirábamos. recordaba y cuando lo busqué entre las páginas, lo indicaría a través de pistas secretas, solo tenía no lo encontré por ningún lado (tampoco en- —El libro cambia, como el universo, es ca- que ser paciente y esperar. Por eso estoy aquí, contré el mío, ni la lista de nombres, prolonga- prichoso como Dios o el Diablo, y sirve para ese día ha llegado. leer y escribir al mismo tiempo. También es un da en el pasado, el presente y el futuro). Exaltado, pregunté por su nombre. juzgador; si considera que lo escrito no vale la Pensé en deshacerme del libro, enterrándolo en pena lo borra y no lo registra en su índice in- El extraño abrió nuevamente el libro y con su una antigua biblioteca, hundirlo en el agua, in- terminable. Con cada nuevo propietario surge dedo señaló su nombre, por encima del mío cluso quemarlo. una nueva penitencia que implica dolor y sa- (¡mi nombre era el del siguiente custodio!), lue- crificio. Solo así el libro te revelará todos sus go tomó sus cosas y se dirigió a la puerta. An- Derrotado, decidí regresar a casa. Un senti- secretos. Su antiguo dueño, el poeta Sebastián tes de despedirse dijo que, si deseaba salvarme, miento de ahogo me apretaba el pecho. Las Poy Recasens, me lo entregó en 1982; de eso ya era muy importante que visitara la Biblioteca indicaciones del extraño vendedor me habían han pasado treintaiún años y aún recuerdo su Aurelio Espinosa Pólit, en la parroquia de Co- parecido un simple despiste. O había algo más imagen tan vívida, sosteniendo el libro por el que nunca me quiso decir. lomo mientras leía párrafos al azar que él había tocollao. escrito con su propia mano. Sin el libro, Poy —En el segundo piso, en el ala norte, cerca del Llamé insistentemente a la portería y mi esposa Recasens terminó dominado por la locura y ese área de cartografía, encontrarás la colección de no atendió, como era su costumbre. El conserje año fue recluido en el Hospital para enfermos libros Virgilianos y varias filas de casilleros an- me ayudó a subir por el ascensor y en su rostro mentales «San Lázaro» de la calle Ambato. La tiguos. Debes buscar el casillero 547 para elimi- vi un gesto fantasmal que me abrumó. Al meter locura fue el sacrificio de Poy Recasens; en mi nar tu penitencia a tiempo: allí dejarás el libro, la llave en el cerrojo, sentí cómo el metal ardía caso la penitencia consistió en encuadernar el si lo deseas, hasta que alguien lo encuentre. calando mis huesos y mis esperanzas. ejemplar con mi propia piel. Entré con una sensación de fatalidad y distin- En este punto el extraño se quitó la chaque- Esa noche no dormí. Contemplé el rostro de guí a decenas de diminutas bestias de color gris, ta y arremangando su camisa descubrió parte mi esposa con la ayuda de la tenue luz, y me con piel de rata y colmillos afilados, que hora- de su brazo izquierdo en carne viva; luego hizo creí condenado. El libro, ahora contenido en el lo mismo con su pantalón permitiendo ver sus estante de la sala, parecía gritar mi nombre. Me daban y molían los cuerpos de mi esposa y de piernas demacradas. Se había desollado para llamaba para que abriera sus horrores. mi hijo, quien aún estaba desarrollándose en su cumplir con la voluntad del libro. vientre. A las cinco de la mañana, sin despertar a mi es- —¡Es una locura¡ —dije en voz alta y cerré el posa, tomé el auto y conduje lo más rápido en Aquel acto cruel sería mi penitencia, augurada ejemplar violentamente. dirección a Cotocollao. Esperé durante horas por el propietario del casillero número 547.

En el camino a Quito, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret 22 LETRAS DEL ECUADOR / arte

Marcelo Aguirre

José Hernández

arcelo Aguirre es un romántico. Un artista que piensa la pintura como una disciplina cerrada. Profesor, él Mconoce que los artistas de su generación, y an- teriores, han innovado, experimentado y tam- bién subvertido los métodos clásicos del arte. Sabe de la pluralidad de medios y recursos, de las tácticas artísticas, de la discontinuidad esti- lística, de los marcos teóricos que han generado profusión de movimientos… Pero él se mantie- ne imperturbable frente a la tela, como soporte artístico que sigue significando. Su mundo se caracteriza por variaciones temáticas y matices en su estilo: un expresionismo más automáti- co o más controlado; un diálogo fragoso entre pintura y dibujo; mayor o menor densidad ma- térica; esfuerzos conscientes por depurar, lim- piar, simplificar… Aguirre cambia pero deambula en el mismo terreno. Su obstinación por no interactuar for- malmente con ningún otro medio es más sin- tomática cuando se sabe que, desde hace ocho años, él dirige un espacio artístico contempo- ráneo. El más contundente quizá de Ecuador: Arte Actual. ¿Qué hace un artista de galerista? ¿Cómo ha incidido su mirada en la actividad de ese espacio?¿Es Aguirre un artista más inte- gral y, por ende, un caso pionero en Ecuador? ¿Cómo ha incidido Arte Actual en los artistas, las facultades de arte, los medios nuevos o tra- dicionales, la crítica, los historiadores de arte, Autorretrato los coleccionistas, las galerías comerciales…? Que esas interrogantes no floten con fuerza en el medio artístico muestra que Arte Actual es un aporte inconmensurable pero, a la vez, un termómetro de las deficiencias y vacíos que conoce el arte en el país. En eso radica la im- portancia de la tarea que se impuso Marcelo congruentes. Lugar de artistas consagrados sencillamente, se mantiene celosamente separa- Aguirre. y plataforma de lanzamiento de más jóvenes. da, como en el caso de Salas? Es una pregun- 18 de enero 2007: la FLACSO inaugura un gran Lugar de poéticas individuales y colectivas y ta que debiera ser respondida por los críticos espacio para arte. Aguirre lo había propues- actividades experimentales y convencionales. y los especialistas de su obra. A primera vista, to tras comprobar que Quito prácticamente Lugar de paso sobre todo para personas de 20 a no se ve superposición alguna entre las dos ac- se había quedado sin galerías. Él buscaba un 45 años interesadas en arte y en miradas plura- tividades, aunque Aguirre sí ve consecuencias lugar generoso, digno, respetable. Un espa- les sobre la sociedad. Lugar político, entonces, sobre todo en cierta distancia que es capaz de cio profesional destinado a exposiciones, de- en la mejor acepción que tiene el arte. generar con su obra y en sus modos de operar. bates, proyectos curatoriales, intercambios… Los plazos en su producción se han alargado Con todo ello, Arte Actual es una extensión La FLACSO aceptó convertirlo en parte de su y el approche a la obra se ha densificado. Son —nada evidente— de la mirada que tiene Agui- actividad académica y financiarlo. Ocho años matices, que en el arte son capitales pero que rre sobre el arte contemporáneo. La labor de ese están contenidos en diez catálogos y otras pu- en su caso no lo alejan de sus derroteros funda- espacio es, en ese sentido, resultado del trabajo blicaciones y vídeos. Inútil tratar de resumirlos. mentales. En este punto, no obstante, Aguirre de un equipo pero también parte de la obra de Arte Actual ha sido un detonante y se ha vuelto es un caso aparte en el arte ecuatoriano. Su mi- un artista. Como lo fue la galería Mundo y su un referente. Es un legitimador de itinerarios rada y el apoyo institucional y económico de la hermosa colección de revistas para Carlos Salas artísticos y Aguirre lo reconoce, aún lamentán- FLACSO sí han condicionado las opciones de en Bogotá. O lo es Esfera Pública y otros pro- dose de encarnar, muy a pesar suyo, un papel Arte Actual. La inclinación académica ha sido yectos animados por Jaime Iregui —para citar supuestamente superado. Lugar de propuestas preponderante alrededor de la actividad artís- casos geográficamente muy cercanos. interdisciplinarias no comerciales, de líneas de tica. Es un señalamiento, no una crítica. Ha investigación, de apoyo a procesos de creación. ¿Hay imbricación de la obra de Aguirre con habido registro documentado de los procesos Lugar de diálogo y crítica, de eclecticismo artís- su actividad de galerista, como ocurre en el e intervenciones artísticas. Investigaciones so- tico; de expresiones conceptual y artísticamente caso de Iregui con su labor pública y teórica o, bre artistas y productores culturales. Debates arte / LETRAS DEL ECUADOR 23 paralelos a cada exposición. Encuentros de re- queden restringidas a franjas interesadas pero línea de coleccionistas y las ventas, mas bien flexión crítica sobre el arte y su relación con la extremadamente minoritarias. ocasionales, no generan expectativas mayores economía y otras dinámicas sociales y cultura- entre los artistas que exponen. Esta reflexión se Lo mismo se puede anotar de la crítica. Ha ha- les. Talleres de mediación y cursos a la comuni- inscribe en un hecho mayor: el arte joven sigue bido un salto cualitativo en ese sentido: ya no dad. Nexos orgánicos con la academia… Ocho sin un mercado y los artistas siguen acumulan- se ve, en esa familia tan reducida aquí, valo- años no solo de labor artística sino de memo- do obras en sus casas dependiendo, para vivir raciones unívocas e incuestionables. Gracias a ria, de debate, de plataforma que reúne, suscita, en muchos casos, de otras Arte Actual, las reflexio- propone y deja fluir en las redes. No se podrá actividades. Eso no se nes son más textos sus- mirar la historia del arte nacional y su diálogo puede, no se debe subsa- citadores de debates que con el arte internacional —así sea en un nivel nar con becas. Arte Actual se anclan e interesan a la mínimo—, en la última década, sin pasar por esfera pública. Lamen- ha señalado líneas de tra- Arte Actual. Haberse convertido en esa glorieta tablemente, por las di- Marcelo bajo artístico sustantivo y es un logro sin igual. Y ese logro marca, a su vez, ficultades de los medios Aguirre es un contemporáneo en el país los vacíos que Arte Actual no puede colmar en ya anotadas, y a pesar romántico. pero, lamentablemente, el forma alguna y que, sin embargo, son evidentes del esfuerzo hecho en las Un artista que mercado para esos jóvenes en el panorama del arte nacional, su entronque redes, el alcance de esa piensa la no aparece. con la sociedad, el mercado y el mundo. pintura como reflexión sigue siendo Y sin mercado, no hay escaso. una disciplina El primero, quizá el más evidente, es la escasa cerrada coleccionistas ni habrá atención, difusión, reflexión y debate que hay Artistas, gestores, cura- interacción con el mun- en medios sobre la actividad artística. Los nue- dores, profesores, estu- do artístico y el mercado vos nombres siguen siendo, en el marco social diantes y críticos por un mundial. Arte Actual, en e institucional, prácticamente ignorados. La lado, y ciudadanos, sin ese campo, ha tejido algu- prueba es la vigencia que sigue teniendo Gua- mayor interacción, por nas relaciones con países yasamín y las pésimas propuestas que siguen otro. Y con poca capacidad de debate con insti- cercanos. Pero poco auspi- llenando de bodrios el espacio público. La más tuciones que hacen sus agendas atendiendo más ciosas ya que su presupuesto no se lo permite. notoria, pero no la única, es la obra que luce sus obligaciones políticas que las dinámicas de En definitiva, el espacio artístico que dirige la Fiscalía General de la Nación en su fachada. la esfera pública. No se observa, en todo caso, Marcelo Aguirre ha hecho parte de la tarea que en este punto, diálogos ni críticas fecundas a la A la poca atención dada por los medios tradi- tiene por delante el arte nacional en su conjun- gestión de las instituciones entre sus responsa- cionales y al escaso conocimiento de periodistas to. Enhorabuena. Ese mismo trabajo muestra bles y la ciudadanía y la comunidad artística. no especializados, se suman ahora las dificul- la dimensión del vacío y de las deficiencias que tades que conocen esos medios por la presión Arte Actual tampoco se propuso acercarse al persisten. Esto a pesar del trabajo laborioso de política. Esta ausencia de conexión con el gran mercado. Y no lo ha hecho. Y eso, por supues- críticos, historiadores, gestores culturales y de público incrementa el peligro de que activida- to, tiene consecuencias que, otra vez, se seña- un puñado de galerías privadas en Guayaquil, des tan importantes, como la de Arte Actual, lan como un hecho. Arte Actual no tiene una Quito y Cuenca.

Se anuncia, acrílico sobre lienzo, 200 x 200 cm. 24 LETRAS DEL ECUADOR / arte

Ángel guardian, acrílico sobre lienzo, 200 x 200 cm.

Ángel guardian, acrílico sobre lienzo, 200 x 200 cm. arte / LETRAS DEL ECUADOR 25

Deja que suceda, acrílico sobre lienzo, 200 x 200 cm.

El concepto se hizo humo, acrílico sobre lienzo, 200 x 200 cm. 26 LETRAS DEL ECUADOR / arte

Cenizas en la obra de Ernesto Proaño

René Miravalle

Arte que me he atrevido a calificar comohistoria, porque rebasa conscientemente su planteamiento coyuntural y se proyecta hacia el pasado y hacia el futuro, en un esfuerzo de imaginación que rompe con la idea occidental del espacio-tiempo

Heinz Szeemann

iempre me he preguntado cuál es el desti- coherencia personal, en ello —según el autor— de Arte Urbano al zur-ich9, al cual pertenecería no de las obras plásticas. Con seguridad la se demoró casi varios años, retocándola periódi- Proaño posteriormente, y en el cual presentó la gran mayoría desaparecerá para siempre a camente. La obra estaba lista cuando el pintor obra en el antiguo Camal del Sur, en el enton- Spesar de los esfuerzos de curadores y restaura- llevó adelante el evento contestatario no-salón ces recién renovado Centro Comercial Chiriya- dores; quedará, probablemente, su imagen —al en 2002, crítico del Salón Mariano Aguilera, cu, dentro de la muestra Camal. menos por un tiempo—. Muchas obras cente- y que congregó a cerca de 52 creadores en 18 A esta hora el meridiano de Greenwich… sería narias ya no son las mismas que cuando fueron diferentes cafés y espacios no convencionales de parte, también, de la exposición itinerante pintadas, sus colores se desvanecen, otras pier- Quito. Se la presentó públicamente con seudó- Hipercolectiva —esta vez con el nombre del den importancia, algunas son robadas y desco- nimo en el Cafélibro2. nocemos sus destinos. Ernesto Proaño, artista autor, pero sin el nombre de la obra—, en quiteño, se enfrenta al problema con su obra El movimiento originado por el «no-salón» ge- 2003. Hasta 2011 permaneció en la casa del 3 A esta hora el meridiano de Greenwich es un uso neró el colectivo de artistas La Corporación , la artista y, en el equinoccio de primavera de ese 4 inexistente (Pastel seco sobre papel de estraza, revista de arte Abrelatas , proyectos expositivos año, la incineró junto a su base de madera en 120 x 300 cm.); concebida como una obra par- como Hipercolectiva5 y Cosmovisión Andina6, el una ceremonia titulada Muerte de la utopía de ticipativa en 1995, nació en el equinoccio de colectivo de fotógrafos Ojo Mecánico7 y accio- un mundo sin meridianos10. Sus cenizas fueron primavera —dato sugerente ya que no usa nes críticas de la Bienal de Cuenca 2004 como colocadas en una caja de madera de laurel con fechas definitivas—. Proaño tomó los trazos La virgen de la Bienal8. El año 2002 es clave, la fotografía de la obra en su parte superior, que otros dejaron en el papel1 y les dio una así mismo, por el nacimiento del Encuentro y en su interior una cronología de la vida del

La obra en 1997

La obra en el taller del artista en 1999 La obra en la exposición «Camal«, 2004 La obra en la exposición en la exposición «Punto y raya», 2014 arte / LETRAS DEL ECUADOR 27

La obra en 2002

dibujo; aunque reposan en el taller del autor del mapa erigido por la cosmogonía occidental, 3 La Corporación fue un colectivo de artistas al que la caja fue presentada en la exposición Punto así como el ritual de incineración lo denomina: pertenecieron Fernando Dávalos, Roberto Jaramillo, y raya, en 2014, bajo el título de Meridiano Muerte de la utopía de un mundo sin meridianos, Danilo Vallejo, Rodrigo Viera, Yoko Jácome, Danilo 11 Zamora, David Santillán, Carlos Vaca, Falco, Mirian cenizas , continuando así su periplo incluso ironía que puede interpretarse de multiplicidad Cartagena, Ernesto Proaño; se desintegró en 2005. después de su «muerte». de formas. 4 La revista de arte Abrelatas publicó cuatro números, La obra de Proaño es la trayectoria desde la A esta hora el meridiano de Greenwich… nace a pesar de su brevedad influyó significativamente en el movimiento del arte local. creación de la obra (colectiva) hasta su destruc- y muere de acuerdo a un proyecto a largo pla- 5 ción, en un lapso de dieciséis años, y luego, zo que vive en la mente del creador, pero una La muestra Hipercolectiva, dirigida por David Santillán, se presentó en Quito, Guayaquil y Cuenca, involucró a aunque el objeto ha dejado de existir, se expo- vez que fenece sus cenizas continúan siendo la más de 40 artistas de todo el país. «obra», lo cual nos lleva a ne una vez más y se con- 6 «Cosmovisión Andina» fue un proyecto expositivo serva en su taller. Así el pensar que estamos ante internacional organizado por La Corporación, que artista nos enfrenta a un una suerte de «mito». El tuvo dos ediciones; la primera en Malasia en 2003, y acto polisémico que se acto parece repetirse in- la segunda en Japón en 2005, esta última involucró a desarrolla en el tiempo. cesantemente, los restos creadores de , Colombia, Costa Rica, Ecuador No es gratuito que hable del objeto artístico siguen y Estados Unidos. 7 de su origen colectivo, existiendo, los actos de El colectivo Ojo Mecánico estuvo conformado por Sofía La obra ha dejado Soto, Danilo Vallejo, Carla Estrella, Francisco Jiménez, el proceso posterior que de existir y sin creación y de muerte es- tán permanentemente Gonzalo Pallares, Verónica Ribadeneira y Ernesto lleva a construir un «cua- embargo existe, este Proaño. Pretendía realizar un trabajo basado en la cámara presentes. Quienes parti- dro», las diversas mues- texto es parte de su fotográfica de experimentación e investigación; participó tras en que participó la permanencia, yo ciparon en la creación son en la muestra Cosmovisión Andina, Malasia, 2003. obra, el ritual en que es mismo, al escribir un signo indispensable de 8 La virgen de la Bienal era una acción creada por La incinerado, el reposo de y analizar el acto la propuesta, los momen- Corporación donde se criticaba expresamente a la sus cenizas en una caja, y artístico, me tos en que fue expuesta Bienal de Cuenca y sus ganadores. Constaba de una la exposición de esa caja. al público son gestos ne- virgen recreada por Yoko Jácome y un cuadro titulado convierto no solo La virgen de los pintores premiados realizado por Ernesto en cómplice sino cesarios para reconocer Por una parte el artista estuvo «viva», el tiempo Proaño que se colocaban en las entradas de los museos también en parte de la Bienal como si se tratara de proselitismo religioso. reconoce que la obra no se enrosca en sí mismo. del juego. Así mismo, el colectivo Experimentos Culturales montó es enteramente suya, la Todo esto, además del una tienda de objetos satíricos sobre curadores y artistas han esbozado otros y él la humor cínico de Proaño, que se expendían frente a la entrada de los lugares de ha «terminado», o mejor, nos aboca a preguntarnos exposición de la Bienal. dicho ha reconocido los por el sentido de la obra 9 El Encuentro de Arte Urbano al zur-ich fue creado por signos como piezas de un de arte, de su permanen- el colectivo Tranvía Cero, Ernesto Proaño se unió a esta rompecabezas para ar- cia y su autoría. La obra agrupación artística y de gestión cultural, renunciando mar un todo «organizado». Esta particularidad ha dejado de existir y sin embargo existe. Este a La Corporación, en marzo de 2005, y lo dejó en 2009. al zur-ich ha sido fundamental como un espacio de es interesante pues de alguna manera el creador texto es parte de su permanencia. Yo mismo, al experimentación artística que trabaja con la comunidad. se vuelve intermediario de un discurso que no escribir y analizar el acto artístico, me convierto Desde su creación hasta la fecha se ha mantenido es suyo, o quiere denotar que no es enteramen- no solo en cómplice sino también en parte del ininterrumpidamente congregando artistas ecuatorianos te de su autoría. Mas aún, la obra experimenta juego que, felizmente, no ha acabado todavía. y de otros países. sus momentos cruciales en los equinoccios y 10 Proaño nos ha dado escasos datos sobre este acto, no hay documentación, solo está su descripción: «Vestido solsticios —equinoccio de primavera de 1995, Notas: de impecable blanco, sin zapatos, coloqué el cuadro en solsticio de verano del 2002, equinoccio de pri- 1 Participaron en la obra los músicos Juan Valdano, posición vertical, lo unté con un líquido inflamable y mavera de 2011—, no hay fechas precisas, se Franco Aguirre, Mario Porras, Mauricio Proaño, entre le prendí fuego, se consumió rápidamente, cuando se crea y se destruye de acuerdo al movimiento del otros. enfriaron los restos los desmenucé con un martillo y los 2 En el no-salón participaron 44 artistas ecuatorianos y sol, como si se tratara de escoger un día para coloqué en una caja, era 20 de marzo, la mañana del 8 extranjeros. Fue organizado como un recorrido por empezar la cosecha y otro para segar los frutos. equinoccio de primavera del 2011». diversos espacios de la ciudad, demostró que se podía No es casual entonces el título de la obra «A exponer en otros espacios sin casi recursos (cada lugar 11 Exposición organizada por el colectivo La Multinacional esta hora el meridiano de Greenwich es un uso aportó 22 dólares) y con la voluntad de los artistas, sin en el Centro Cultural Benjamín Carrión, del 2 al 30 de inexistente», frase que niega la preeminencia mediación de curadores y entidades oficiales. julio de 2014. 28 LETRAS DEL ECUADOR

La toma de la Casa. Cincuenta años después

Irving Iván Zapater

n estos precisos días se recuerda uno de los más interesantes y polémicos capítulos de la historia de la cultura en Eel Ecuador, conocido en los círculos culturales y periodísticos del país como «la toma de la Casa de la Cultura». Hace cincuenta años, justo entre agosto y noviembre de 1966, varios acontecimientos de tinte contestatario proclamaron la necesidad de reorganizar a la entidad y devolverle su autonomía, vulnerada por la intervención de la Junta Militar de Gobierno, en julio de 1963. Este aniversario, por rara coincidencia, se da en un momento en el cual, por efecto de la próxima aprobación de la Ley Orgánica de Cultura y la vigencia de un nuevo Sistema Nacional de Cultura, se afectará a la institucionalidad de la Casa restando su autonomía y sometiéndola a las directrices del órgano rector: el Ministerio de Cultura y Patrimonio. Uno y otro, estos procesos se convierten en capítulos importantes de la historia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, que valdrá la pena analizarlos con criterio histórico para una justa comprensión de hechos y sucesos de trascendencia institucional. Por ahora, centrémonos en revisar lo acontecido hace medio siglo. Dibujo de Jean Pierre Reinoso • Luego del derrocamiento del presidente Arose- instauración de un régimen comunista en Cuba fue disponer la reorganización de la Casa de la mena Monroy ocurrido el 11 de julio de 1963 y la alarma consiguiente de los Estados Unidos Cultura Ecuatoriana. Se lo hizo el 18 de julio por decisión de las Fuerzas Armadas, se suce- que veía en ello un peligro para mantener su de 1963 mediante Decreto Supremo No. 32, y dieron varios hechos encaminados a fijar un hegemonía en América Latina. La estrategia en él se adoptaron dos medidas: la vacancia de nuevo orden en la estructura del Estado. Este que Estados Unidos había desplegado en nues- los anteriores miembros titulares de la matriz nuevo orden se inspiraba en la necesidad de tro continente en defensa de sus intereses había y de los núcleos provinciales; y la designación reformular un modelo sido camuflada, en buena de unos nuevos para la sede en Quito, quienes político que había dado parte, en actividades de sa- debían, «por esta vez», proceder a la elección muestras de agotamien- botaje que preocupaban al de los miembros de los núcleos, de los digna- to y en el cual los par- a los partidos de derecha, tarios y del «personal de administración y de tidos y sus dirigentes Algunos el ala tradicional de la Igle- servicio». eran considerados uno intelectuales sia, los sectores vinculados de los motivos princi- vinculados con la con la producción econó- Al comparar los miembros removidos con pales de tal decadencia. Casa fueron mica y digamos que a la los nombrados en el decreto, se observa la La erradicación del co- apresados, mayoría de la población, confirmación de algunos de los antiguos, munismo dentro del investigados tradicional en las costum- —Plutarco Naranjo, Carlos Manuel Larrea, convivir social así como y hasta bres como lo era en aque- el padre José María Vargas y José Rubén toda doctrina que se lo desterrados. lla época. Orellana, entre los más destacados— así como asemeje o que se ubique la eliminación de otros: Benjamín Carrión, en Todo esto que se relata ha en la extrema izquier- primer lugar, claro, y Luis Verdesoto Salgado, sido suficientemente tra- da, constituía, a la par, Juan Isaac Lovato, Alfredo Pérez Guerrero, tado por analistas políti- objetivo primordial del Oswaldo Guayasamín y Oswaldo Muñoz cos así como por algunos golpe militar. Estos dos Mariño, entre los que más figuración y simpatía historiadores y constituye ya un capítulo de la propósitos recibieron en un primer momento tenían con tesis progresistas, marginados no historia ecuatoriana. la adhesión de la mayoría ciudadana, pues, tan- solo por su filiación política de izquierda o sus to los escándalos de corrupción como la inope- Dentro del proyecto militar de «refundación» simpatías con el bolchevismo o el castrismo, sino rancia del parlamento habían minado el ya débil de las instituciones, uno de los primeros decre- por esas típicas malquerencias que surgen entre prestigio de la clase política. A ello se sumaba la tos expedidos por la Junta Militar de Gobierno grupos de intelectuales y que se acrecientan LETRAS DEL ECUADOR 29 con el tiempo. Muñoz Mariño, por ejemplo, prudencia tan proverbial suya ante enojosas (Revolución cultural. La historia de la toma de la ha recordado en apuntes todavía inéditos situaciones que podían venir y no conciliaban Casa de la Cultura, Editorial Casa de la Cultura la persecución que sufrió en los primeros con su manera de ser, prefirió renunciar a dicha Ecuatoriana, Quito, 1968, 96 p.), los aconte- tiempos de la dictadura y su exilio en México; dignidad. Ello permitirá al licenciado Chaves cimientos se sucedieron a partir del 24 de abril a la par, algunos intelectuales vinculados con Granja acceder a la presidencia para convertirse de 1966 cuando «más de un centenar de firmas la Casa fueron apresados, investigados y hasta en el quinto personaje en ocupar este alto car- rubrican un manifiesto en el que escritores, in- desterrados. La quema de libros, la expurgación go. A él le acompañarían telectuales y artistas soli- de archivos, era práctica común en aquellos el doctor Plutarco Naran- citan abierta y decidida- días iniciales de la dictadura. jo como vicepresidente y mente la reorganización el doctor Rodrigo Borja de la Casa de la Cultu- De este modo, la intervención en la vida de la Cevallos como secretario La noche del 25, ra Ecuatoriana». A este Casa de la Cultura no solo habría que obser- general. el grupo más pedido siguen diversos varla como una natural consecuencia de actos intransigente de hechos, todos ellos con dictatoriales sino considerarla también en su El nuevo presidente, un escritores y artistas igual propósito, en un trasfondo, esto es, en la oportunidad que se respetable periodista y que se habían clima, como fue caracte- ofrecía a otro grupo de intelectuales de asumir profesor de Filosofía, ha- adherido a los rístico en el régimen inte- la conducción de la entidad y saldar, así, en- bía sido, mucho tiempo propósitos de rino de Yerovi Indaburu, tuertos o desavenencias de viejo cuño. Baste atrás y en varios periodos, reorganización, apresurado por cumplir para confirmar esta hipótesis dos breves párra- miembro de la Sección interrumpen la con la función que se le fos del comentario que sobre la reorganización de Filosofía de la Casa y sesión de la Junta había encomendado: ser apareció el 21 de agosto de 1963 en el diario El había publicado en los General convocada una especie de puente Comercio de Quito, en la sección titulada «Re- talleres de la institución para dicho día político para arribar a la vista de las noticias de la semana»: su libro de reflexiones y obligan a constitucionalidad y re- filosóficas Humanismo y Ya era tiempo de que se renovara la Casa de la Cultura suspenderla. sistir a como dé lugar a la dialéctica. O sea, que no Ecuatoriana pues adolecía de graves defectos. Si bien la tumultuosa ola de solici- era un desconocido en Casa de la Cultura ha realizado varias publicaciones de tudes, reclamos y quejas la entidad. Además, su importancia, es un hecho que no ha hallado el camino de la población, en espe- para cooperar con los esfuerzos tendientes a acrecer la proximidad con el Mi- cial de quienes se habían cultura del pueblo ecuatoriano y casi exclusivamente ha nistro de Educación de sentido lesionados por la servido a intereses de pequeños grupos privilegiados; la dictadura, el licenciado Humberto Vacas dictadura, a más de las infaltables peticiones de para camuflar su exclusivismo, a veces, muy raras, ha Gómez, —compañero suyo en el diario El Co- dado atención a algunas obras que no pertenecieron, o autoridades locales, gremios de productores y mercio de Quito— permitía una fluida relación que fueron independientes frente al grupo gobernante trabajadores y un sinfín de entidades privadas, entre el Gobierno y la Casa, tan necesaria en de la institución. característica de un abrupto cambio de gobier- aquel momento desde la perspectiva adminis- no como lo fue el producido en marzo. Y para que no quede duda de la «despolitización» trativa y financiera de la institución, pero le de la Casa, se agrega esta significativa frase: marcaron indefectiblemente como servidor de Es en este clima que las autoridades del Gobier- Los nuevos miembros titulares de la Casa de la Cultura la dictadura, amén de ser calificado de enemi- no, en especial del Ministerio de Educación, representan valores intelectuales destacados en diversas go de la izquierda, cosa que podía confirmarse reciben las quejas de los intelectuales contesta- disciplinas de la cultura y no pertenecen a ningún por el contenido de varios editoriales del diario tarios y éstas, en principio y en buen romance sector político militante que pueda desviar las labores capitalino del cual era uno de los principales burocrático, optan por el medio más apropiado bien encaminadas en que emprenderá seguramente la columnistas y, según se presume, redactor de en esas circunstancias de agobio: dejar trans- entidad, a partir de esta nueva etapa. algunos de esos mismos editoriales. La izquier- currir el tiempo sin adoptar medida alguna, lo ¡Cómo si pertenecer a un partido político da, por estas circunstancias, le habrá de tomar que, en lugar de aplacar o debilitar la protesta, desmereciera, por sí, la calidad intelectual de cuentas tres años después. produce un efecto contrario. una persona o el valor de su creación lite- • El detonante o, más bien, el pretexto para que se raria o científica! Pero eran los tiempos de produzca la revuelta, resulta ser la convocatoria La caída del gobierno militar a finales de marzo la persecución a todo quien pareciera ser co- a Junta General de la Casa en la cual debía de 1966 produjo, en térmi- munista, simpatizante de renovarse una parte de los miembros titulares nos generales, alivio para la la izquierda marxista o po- de la institución, conforme así lo dictaban sus mayor parte de la ciudada- lítico aprovechador. estatutos. Por decisión de su presidente, esta nía y una reacción inevita- sesión se realizaría el 18 de agosto. En sujeción a lo dispuesto ble y comprensible en quie- en el tal decreto supremo, nes habían sido perseguidos La reunión se frustra para ese día porque em- el 16 de agosto de 1963, en o marginados por el defe- piezan a darse varios hechos, uno más significa- el despacho del Ministro de nestrado régimen. Al pro- tivo que otro: la renuncia de algunos miembros Educación, los miembros pio tiempo que se fueron del Núcleo del Azuay, la aparición de una carta titulares de la Casa nombra- cerrando unos capítulos en abierta suscrita por varios intelectuales, en la dos por la dictadura elegi- la vida de las instituciones y que ya constan los nombres de quienes serán rían al doctor Luis Bossano los militares regresaban a los en los próximos días las principales figuras del Paredes como presidente de cuarteles, se iban abriendo movimiento: Fernando Tinajero, Hernán Ro- la institución y al licenciado otros escenarios para la dis- dríguez Castelo y Oswaldo Guayasamín, la so- Jaime Chaves Granja como su vicepresidente. cusión política, el enfrentamiento ideológico y licitud del Ministro de Educación para que se El doctor Bossano, un ilustre intelectual, soció- las apetencias burocráticas de siempre. Y en la aplace la reunión de la Junta y, en fin, el empe- logo e internacionalista, parecía ser la persona tal apertura a nuevos acontecimientos, lo que cinamiento de los dirigentes de la Casa y de su adecuada, por su moderación de carácter y res- sucedió en la Casa de la Cultura con «la toma» presidente en particular, para convocarla. petabilidad, para conducir el proceso de cam- fue uno de los capítulos más destacados. bio y de purga que el gobierno militar buscaba Este empecinamiento o, mejor dicho, esta fal- al interior de las instituciones públicas, pero Para Hernán Rodríguez Castelo, quien ha ta de visión política, conduce al estallido que pocas semanas después, acaso por esa misma escrito el único relato histórico del suceso todos conocemos. La noche del 25, el grupo 30 LETRAS DEL ECUADOR más intransigente de escritores y artistas que a la cultura nacional realizado por la dictadura castren- era dar un sustento teórico a la protesta de días se habían adherido a los propósitos de reor- se contra la Casa de la Cultura Ecuatoriana, única ins- atrás; se cumpliría a medias. ganización, interrumpen la sesión de la Junta titución original, creada y fundada en el ámbito lati- noamericano, imitada y copiada en numerosos países. Los temas principales que se iban concretando General convocada para dicho día y obligan a Había querido, amigos, persistir en mi silencio a pesar en la comisión giraban en torno a la estructura suspenderla. La nota periodística y el libro de de prisiones, exilios y guerra de omisiones y silencios. interna de la Casa, la permanencia de las sec- Rodríguez Castelo recuerdan hechos como el […] Pero ese silencio no podía continuar ante la ma- ciones o la creación de departamentos, la cues- porte enérgico y a la vez ravillosa jornada de ustedes, tionada preponderancia de las ciencias sobre las elegante de don Carlos tan alta, limpia, desinteresa- letras y las artes en dicha estructura, el carácter Manuel Larrea en aque- da, tan valiosa y espontánea; mismo de la institución que, para algunos, era llos instantes de descon- un gran maestro de la pintura universal, Oswaldo Guayasa- excesivamente académica —recordemos que cierto, la disgregación de mín, ha hecho de hermano igual reparo se hizo en su momento al Instituto los miembros asistentes, Uno de los mayor de ustedes en la batalla Cultural Ecuatoriano por parte de los fundado- quienes por breves mo- innegables incomparable… res de la Casa—, la exigencia por democratizar mentos van al despacho méritos a la entidad aliviando los requisitos al ingre- de la presidencia, la hui- Y, en efecto, Guayasa- de la reforma so de nuevos miembros y la «popularización» da del recinto de Ale- mín, a la cabeza de una consistió en el de la cultura, asunto que el propio Rodríguez jandro Carrión a quien delegación, había acudi- otorgamiento Castelo, años después, hacia 1980, reconocería Filoteo Samaniego, en do ante personeros del de plena «mucho más complejo y vasto, y, por supuesto, carta abierta publicada Gobierno unos días antes autonomía infinitamente más hondo y grande, que hasta en el diario El Tiempo y, a la vez que resumía los a la Casa. ahora no ha recibido respuesta de alguna enti- de 27 de agosto, lo cali- objetivos de la protesta y dad y coherencia». fica como «sahumerio de solicitaba la reorganiza- dictadores», y, en fin, la ción de la Casa, ofrecía, Las personas serias involucradas en el reclamo ocupación de la sala y del en gesto común a él, do- de reorganización no dejaron de tener dudas edificio en medio del al- nar al Gobierno, a través sobre el efecto real del movimiento y lo que de la propia Casa, su serie boroto consiguiente y la se podía conseguir con dichas discusiones. La edad de la ira, avalua- presencia de la policía en Ernesto Albán Gómez, por ejemplo, en artículo da en quince millones de sucres, pero para que sus exteriores. que publica en el propio diario El Tiempo el 11 ello se haga efectivo, decía, «es menester esperar de septiembre, recuerda que es menester «dar Este suceso se convierte en noticia de primera la reorganización de la institución». plana en los diarios del país, motivo de amplio un vuelco total a la institución y que ello no comentario público y tema de controversia Todas estas incidencias van tomando cauce se consigue con solo un cambio de nombres» entre los simpatizantes a una y otra de las po- desde el momento de expedición del Decreto y advierte sobre el peligro de «convertirla en siciones surgidas alrededor de este asunto. En Supremo No. 950 por el cual se crea una comi- un reducto minimizado, dogmático, sectario, los dos diarios más importantes de la capital sión encargada de formular, en quince días, un intransigente, académico». «Sería penoso se observa un diverso tratamiento a la noticia: proyecto de reformas a la ley de la Casa, sus es- —prosigue— que este movimiento y esta mientras El Comercio mantiene una posición tatutos y reglamentos, «especialmente en lo que discusión sirviesen solamente para renovar más reservada, en El Tiempo abundan informa- se refiere a su organización y régimen electivo». acusaciones intrascendentes, o para volver a oír, ciones, remitidos y fotografías de la ocupación. Esto el 30 de agosto y, pocos días después, el 6 por enésima vez, los autoelogios sostenidos por Hernán Rodríguez Castelo, editor cultural de de septiembre, los autodenominados «trabaja- la voz gangosa de siempre». aquel matutino, hará de portavoz del movi- dores de la cultura» desocupan el edificio de la Casa y, acto seguido, em- El siguiente paso en miento, aunque deba aclarar, poco después, el proceso de reorga- que no actúa como vocero del periódico, que pleados de la Contraloría inician un proceso de fis- nización se produjo no es comunista y que no es ni jesuita ni sa- a la vigencia de otro cerdote. Es que en este ambiente proliferaban calización de los recursos y bienes de la institución. decreto supremo, el noticias de toda fuente, rumores de cualquier signado con el nú- especie y, por ahí, alguna invectiva de mala fe. La citada comisión se inte- mero 115, firmado graba con once miembros Al propio tiempo que en Quito se concentraban por Yerovi Indaburu mediante una participa- las gestiones ante las autoridades del Gobierno el 29 de septiembre. ción paritaria de delega- por parte de ambos bandos, la ola de protesta El decreto, según dos de la Junta General de se extendía por el país. Todos los miembros del luego lo comenta- la Casa (la «vieja Casa» la Núcleo del Azuay presentaban sus renuncias, el rán personas que motejaban algunos) y del edificio del Núcleo del Guayas era ocupado por estuvieron directa- Ministerio de Educación artistas de la talla de Villafuerte, Constante y mente involucradas (que no venían a ser otros Tábara, y escritores como Díaz Ycaza o Sala- en dicho proceso, que los representantes del zar Tamariz, y lo propio ocurría en Latacunga, fue más el reflejo del movimiento de protesta Loja, Portoviejo, Azogues y Esmeraldas; las vo- pensamiento de las conocido como «Movi- ces de adhesión se multiplicaban y prosperaba viejas generaciones miento de renovación a la la idea de una inevitable reorganización. de la Casa antes que cultura»), y todo ello bajo el de los jóvenes que la presidencia del Minis- Entre tantas reacciones a favor del cambio, no tanto gritaron en los tro o su delegado. podía faltar la de Benjamín Carrión quien, a la días de la protesta. postre, jugaría el papel definitorio en esta cri- Mientras las sesiones de la El cerebro de este sis. El Tiempo, en su edición del 28 de agosto, comisión se desarrollaban en medio de caldea- giro, coinciden, fue recoge estas declaraciones suyas de advertida dos debates y exceso de suspicacias y recelos, el el doctor Juan Isaac Lovato, uno de los asisten- premonición: 15 de septiembre en el Aula Benjamín Carrión tes a la sesión de la Junta General de aquel 25 Más de tres años he callado obstinadamente, y así ha- se inauguraba el Primer Congreso de Traba- de agosto y miembro de esta nueva comisión. bría continuado, a pesar del más ignominioso atropello jadores de la Cultura. El fin de dicho evento Su conocimiento jurídico y su parsimonia en LETRAS DEL ECUADOR 31 el actuar se impusieron sobre la inexperiencia final de cuentas, el único personaje capaz de y la fogosidad de los jóvenes y sus conductores. hacerlo, el patriarca innegable de la institución Basta mencionar un ejemplo: se mantuvieron por él mismo fundada. las secciones y la mayoría de ellas correspon- Así que ninguna sorpresa causó que en la se- dieron al ramo de las ciencias aunque, para ser sión de 1 de noviembre fuera elegido como justos, en éstas se incorporaban a las jurídicas, históricas y económicas, que ciertamente no presidente interino, con funciones de carácter son parte de las ciencias puras y cuya predo- provisional. El cauce había comenzado a retor- minancia antes se reclamó. Asimismo, los de- nar a su lugar de origen, con maestría política partamentos tan alardeados por los miembros innegable. ¿Fue un golpe de mano la elección del movimiento de renovación, no pasaron a de Carrión cuando aún no se había integrado ser sino una ficción, impracticable en el largo la Junta Plenaria? ¿O, como se advirtió antes, plazo en el ámbito administrativo. No había se coincidió entre las diversas facciones que cambiado mucho de la sustancia anterior. era la persona más apropiada en un momento de indispensable conciliación y, por lo demás, Por contraste, uno de los innegables méritos que, así, se apresuraba el paso ante eventuales de la reforma consistió en el otorgamiento de zancadillas? Fernando Tinajero. Dibujo de Jean Pierre Reinoso plena autonomía a la Casa. Era la primera vez que aquello ocurría con tanta amplitud jurídi- En los días siguientes se fueron estructurando ca. En términos de la reforma, se habla de «per- los órganos directivos de los diversos núcleos Poco realmente afín a la revuelta de agosto de sona jurídica con plena capacidad y autonomía conforme al plan del decreto. En Azuay, por 1966 habrá de cumplirse en las diversas activi- funcional». Y otro de los méritos, que bien se ejemplo, volvió al sillón de presidente la vene- dades realizadas por la Casa en el año siguiente quisiera ahora, fue la prohibición al Ejecutivo o rable figura de Carlos Cueva Tamariz. En Gua- a la posesión de sus nuevas autoridades. Poco a alguno de sus órganos, autoridades o funcio- yas, en cambio, se daba por terminado el fruc- nuevo, o casi nada realmente. Revísese el folleto narios, a clausurarla o reorganizarla, disminuir- tífero periodo de Carlos Zevallos Menéndez publicado a este propósito (Un año de labores le sus rentas o retardar su con el nombramiento de la Matriz, Talleres Gráficos de la Casa de la entrega o a tomar medidas de Jorge Pérez Concha. Cultura Ecuatoriana, Quito, 1967, 40 p.) y que puedan menoscabar El 12 de noviembre, solo se encontrará una extensión de lo hecho su funcionamiento nor- sábado y en la tarde, en años precedentes. Y algunas tareas de ver- dad provechosas, como la edición de la revista mal, violar sus recintos o la Junta Plenaria con- institucional, habrá de suspenderse por largos atentar contra su libertad firmará la elección cincuenta años, nada menos. Carrión aceptará o autonomía. El tiempo se de Benjamín Carrión La intensa el ofrecimiento del presidente Arosemena Gó- encargará de poner límites como Presidente de la lucha por la mez para desempeñar la embajada en México de realidad a estas disposi- Casa de la Cultura. Se reorganización —verdadera manzana del paraíso en su fecunda ciones, que en algún mo- iniciará así su cuarto pe- de la Casa había existencia— y recibirá poco después, en medio mento, incluso, cobraron ríodo como tal —breve, culminado en una de justa complacencia, el Premio Benito Juárez. el carácter de simples reco- en realidad—, en el cual restauración. Tinajero, a poco, recibiría la oferta de trabajar mendaciones. el transcurso de los años en Checoeslovaquia y abandonaría sus funcio- No revistió de gran com- y el peso de la edad se nes en la Casa. plejidad, pese a alguno que habrían de notar casi otro incidente, el proceso de inmediato. La elec- Y en la generación de escritores y artistas que de reconstitución de los ción de Vicepresidente trabajaron con tanto ahínco por la reforma órganos de gobierno de la y Secretario General —la revolución cultural para algunos— pronto Casa. El propio decreto de recaerían en Oswaldo prenderá el desencanto. Los años de la ira, tal estructuración determina- Guayasamín y Fernan- como aparece en el título de una publicación ba que una comisión por cada sección integra- do Tinajero, respectivamente. Los días tormen- que recoge testimonios sobre este y otros even- da por cinco personas calificaría a los nuevos tosos habían concluido. tos de los recordados años sesenta, habrían de miembros de la sede. Hacia el 30 de octubre terminar en medio de diferencias y nuevos ac- ya se publicaba por la prensa la nómina de los • tos de contestación. El Frente Cultural, de una mismos y se los convocaba, para el día siguien- parte, y los artistas del VAN, de otra, serán sus ¿Qué se consiguió, al final de cuentas con este signos más visibles. te, a una reunión para elegir al Directorio y a la episodio? ¿Fue nada más que una rebelión juve- Junta General de la sede. La Junta General de nil que deseaba confinar al armario de la histo- Pucuna, la recordada revista de los tzántzicos la sede la conformaban los miembros de Direc- ria el trabajo de sus padres? ¿Fue un parricidio recogerá en su número 9, febrero de 1968, este torio y un representante por cada sección; los más, tan de moda en esos años sesenta? ¿Cum- crudo juicio sobre la administración de la Casa directorios de la sede y de los núcleos se com- plió el propósito recordado por Fernando Ti- surgida de la revuelta: ponían del presidente, el vicepresidente, un re- najero de «limpiar los vestigios dictatoriales de presentante de cada una de las secciones que Las últimas actitudes de Benjamín Carrión y Oswaldo la Casa de la Cultura donde se mantenían im- Guayasamín no solo han cuestionado la autonomía de tengan departamento y tres de todas las demás perturbables los obsecuentes intelectuales que la Casa de la Cultura sino que evidencia claramente que no tengan éstos. los generales habían designado para adornarla»? el fracaso político definitivo de las viejas generaciones inspiradas en principios liberales. Benjamín Carrión, que se había mantenido ¿O fue un capítulo que afirmó la necesidad que alerta en todos estos días y en su residencia iba la cultura sea el eje vertebral del convivir social? Como se ve, parecía haber resucitado la ira. Mas recibiendo noticias sobre el avance del proceso Tema éste que ha sido analizado ya con descar- solo era en palabras, palabras que no prendían a la vez que atendía continuas visitas o llama- nada crudeza, entre otros, por Agustín Cueva la llama, pues acontecimientos como el aquí das telefónicas de sus fieles, se fue convirtiendo y Fernando Tinajero. Éste último habrá de re- narrado, y cuyo cincuentenario se recuerda, no en el recurso inevitable para ir morigerando los sumir el asunto con estas palabras: «la intensa podían repetirse en medio de circunstancias di- resentimientos que la «toma» había provocado lucha por la reorganización [de la Casa] había ferentes. El episodio quedaba, así, para ser reco- y soldando todo tipo de desavenencias. Era, al culminado en una restauración». gido y evocado con nostalgia. IZ 32 LETRAS DEL ECUADOR / cine

La esencia del «mal» en la obra de Sebastián Cordero

Pablo Yang

¡Corrí en dirección a la Bondad, penetré en su cuarto y la profané! Gregory Corso

Afiches de los diferentes films de Sebastián Cordero. Archivo Pablo Yang

ebastián Cordero ha presentado este año ser «otros» no pueden escapar de la violencia Cordero crea obras donde lo fundamental no su última creación, Sin muertos no hay y la traición, todos viven en mundos donde un está en la historia sino en el tratamiento de los carnaval, inscrita en un Guayaquil donde final feliz es imposible. Todos mienten o son personajes, el filme se nos presenta como un Sel abuso del poder y la corrupción son el signo gran fresco donde el paisaje y la banda sono- engañados, aunque el resultado siempre es el de una aglomeración urbana sin orden ni con- mismo. ra de fondo realza al antihéroe y lo posicionan cierto, donde sus habitantes viven atrapados como un predestinado para develar lo mas os- en sus modestos barrios, Más allá de la etiqueta de curo de la naturaleza humana, el «mal» enten- cercados por la miseria, la «realismo social» que se dido como lo contrario de la compasión, el res- violencia y la impunidad le ha impuesto a Corde- peto, la solidaridad, la ternura, el «mal» como de quienes dicen «los re- ro, su filmografía parece lo abyecto que todos tenemos dentro, porque la presentan». Radiografía indagar en la naturaleza mayoría de seres que rodean al protagonista han de cualquier ciudad lati- del «mal», no como un sido ya corrompidos por un sistema donde solo noamericana, la película Paradoja de hecho plano como el que triunfa el que no duda en robar, asesinar, so- se construye en torno a los tiempos en que nos acostumbran los per- bornar, engañar y, sobretodo, abusar del poder. contradicciones insalva- vivimos donde es sonajes de Hollywood, Paradoja de los tiempos en que vivimos donde bles que inevitablemente justamente el poder, sino como una génesis en es justamente el poder, ejercido sin mesura, el llevan a sus protagonistas ejercido sin mesura, donde el ser humano se que determina la noción de lo «correcto», don- a la tragedia. el que determina va transformando sin ser de aquellos que disienten son rápidamente per- nunca ying o yang, desde seguidos y obligados a retractarse. Al igual que en filmes an- la noción de lo Ángel hasta el Abogado teriores el cineasta cons- «correcto». En la cinematografía de Cordero no hay lugar Terán, los habitantes de truye una situación don- para los que defienden a los oprimidos, tampo- de los personajes están sus películas, aunque lo co hay lugar para los que intentan redimirse, cercados por una realidad intentan, no pueden so- menos aun para la felicidad, sus obras atisban donde parece haber pocas lucionar sus problemas, ese insondable abismo que está presente en soluciones o ninguna, lo la espiral de aconteci- cada uno, que espera agazapado el momento cual es ya un leitmotiv de mientos los lleva a calle- de materializarse y transformarnos en aquello todas sus obras, a esto se jones sin salida en donde que pensamos pertenece al mundo de las pesa- añade (excepto en Europa Report) un protago- deben asumirse como la dillas, quizá como el cefalópodo que surge de nista con una moral ambigua, a caballo entre el encarnación de lo más vil para sobrevivir, acep- las profundidades en el final de Europa Report. bien y el mal que termina engullido por su na- tan su crimen como necesario en una trama Me gustaría pensar que los escenarios que es- turaleza corrupta. El delincuente Ángel (Carlos donde el resto de personajes tampoco son me- coge Cordero, es decir la zona marginal de las Valencia) de Ratas, ratones rateros, el periodista jores que ellos. Y lo interesante es que los espec- ciudades, los personajes que trabaja, también Manolo Bonilla (John Leguizamo) de Crónicas, tadores nos dejamos seducir por su naturaleza, seres marginales o al borde de serlo, evolucio- el inmigrante José María (Gustavo Sánchez Pa- nos indigna su infortunio y simpatizamos con narán algún día hacia nuevos rumbos, puesto rra) de Rabia, el montuvio Blanquito (Andrés sus modestas victorias pero, sobretodo, los sen- que la calidad de su dirección se presta para que Crespo) en Pescador, el Abogado Terán (An- timos cercanos en esa dicotomía que junta lo se arriesgue a otras formas de cine, en ese senti- drés Crespo) en Sin muertos no hay carnaval, mejor y lo peor, la cual es inherente a nuestra do Europa Report da sobrada cuenta de su valía comparten un mismo sino: aunque intentan naturaleza como especie. cuando se aventura con otros universos. Cine / LETRAS DEL ECUADOR 33

La dolorosa experiencia de ser una misma

Christian León

lba es una niña en tránsito a conver- hoja blanca. Frente a sus dolorosas transiciones aceptación de un padre no deseado y el miedo tirse en mujer que lucha por ser una Alba queda aterida, sin palabra; tal cual pasa al rechazo de las chicas de la clase, Alba vive la persona normal en medio de la des- con su tarea, su biografía parecería suspendida dolorosa experiencia de ser ella misma. integraciónA familiar. Alba es una muchacha y manchada por ese flujo incontrolable que sale El mérito de la película es afrontar esta retraída que habla bajito sin mirar a los ojos; de su cuerpo, unas veces por la nariz, otras en- compleja historia con el lenguaje adecuado y siempre esta seria y angustiada, casi no ríe o ríe tre las piernas. una sostenida dirección de actores. A punta de sola. Alba es una especie de alienígena dentro La narración del filme toma partido por Alba, planos cerrados y cámara al hombro, la película del ambiente de algarabía y frivolidad que vi- cuenta la historia desde su punto de vista, ilumina ven las chicas de su escuela. Alba es el perso- recrea la experiencia de Alba, su desconcierto su experiencia, dándole sentido y legibilidad. naje central de la película del mismo nombre, y su mirada. En los primeros encuentros con En contra de los estereotipos machistas y el deslumbrante opera prima de Ana Cristina el padre —rodados en el registro civil, en su Barragán. Filme que llega a las carte- casa y en una piscina— una leras nacionales luego de un exitoso cámara de inspiración documental recorrido por distintos festivales que registra personas y espacios a incluyen dos importantes galardones: corta distancia, planos cerrados y Lion Film Awards del Festival de Rot- parciales nos devuelven la sensación terdam y una mención especial dentro de angustia y desconcierto de de la categoría Horizontes Latinos en Alba. Son pocas las ocasiones en el Festival de San Sebastián. las cuales la cámara se aleja para contemplar a los personajes de Confieso que esperaba con mucha lejos, como en el viaje a la playa expectativa el primer largometraje de que hace la niña con su padre, Ana Cristina Barragán, luego de ver filmado en sendos planos cenitales. sus cortos Despierta (2008), Domingo Por otro lado, hay que destacar las Violeta (2010) y Nuca (2015) queda actuaciones de Macarena Arias, claro que la directora apuesta por una joven actriz revelación, y Pablo mirada personal, femenina e intimista Aguirre, actor de trayectoria, cuya que evoca la complejidad de la expe- relación dota de una poderosa riencia de convertirse en mujer. Alba energía al filme. En un registro de es la continuación de una mirada y un actuación basado más en la acción mundo, un universo hecho de peque- y el cuerpo que en los diálogos, ños detalles, sensaciones corporales, la pareja encarna perfectamente de historias breves que narran la expe- a dos extraños seres que habitan riencia femenina más allá de simplifi- en mundos distintos, y tienen caciones, estereotipos o concepciones problemas para comunicarse. binarias. Por todas estos méritos Alba es Como en los cortometrajes preceden- una película excepcional en el tes, Alba relata el paso de la niñez a panorama del cine ecuatoriano. la adolescencia como una experiencia Es una propuesta rigurosa a nivel matriz de la feminidad, tan desconcer- ético, estético y narrativo, que tante como dolorosa. El filme se con- explora a profundidad el mundo centra en un relato de profundidad e Afiche de Alba. Archivo particular interior de su personaje y lo hace intimidad de una niña de 11 años que desde una fuerte mirada femenina atraviesa por tres dolorosas transicio- atenta a lo sensorial, a los lenguajes nes: de la infancia a la adolescencia, del cuerpo, a los estremecimientos íntimos, más de la madre al padre, y de la clase media alta a bullying femenino, la película cuenta la historia que a las grandes acciones. Estas características una clase media baja. Por un lado, la historia re- de esta niña freak y aboga por una estética de la lata su primera menstruación, su primer beso, diferencia. El cuerpo, la mirada, los silencios de delatan un cine riguroso, intimista y el crecimiento inesperado del bello axilar. Del Alba, hacen de ella una chica rara, que se siente posicionado desde una mirada femenina que otro lado, se narra la traumática historia de la expulsada de toda comunidad, llámese esta desde una estética de la diferencia hace un enfermedad de Greta, la madre, y la mudanza grupo familiar o círculo escolar. La narración alegato contra los estereotipos y el bullying. La obligada con Igor, el padre. Finalmente, esta del filme trabaja dos líneas dramáticas que se película visibiliza la experiencia de ser mujer que última transición implica un cambio de barrio intersecan más allá de consideraciones morales los hombres jamás podríamos narrar, dignifica y paisaje socio-económico que la niña prefiere y esquemas binarios. Por un lado, cuenta la la experiencia de una feminidad alternativa a ocultar en su escuela. Una mañana en la escue- historia de la difícil relación de la niña con los modelos establecidos construidos desde la la, la profesora pide que Alba lea una composi- su padre, un hombre huraño, golpeado por la mirada masculina. Su relato discreto, en tono ción sobre su vida, la niña pasa adelante, guarda vida, resignado a la soledad. Por el otro, narra femenino, es el otro lado del cine de hombres silencio frente a su escrito, cuando esta a punto la necesidad de aceptación de la muchacha rudos y realismo social al que nos tiene de leerlo, unas gotas de sangre impactan en la en el círculo de amigas en la escuela. Entre la acostumbrado el cine nacional. 34 LETRAS DEL ECUADOR / teatro

Un tema bajo dos miradas El teatro

Teatro Ensayo: Juana Guarderas una experiencia vital y el Patio de Comedias Antonio Ordóñez

i padre, Raúl Guarderas, creció Se me ha señalado cómo debo cuidar y pasar el re- muy en contacto con el mundo gistro de los hechos de los seres, mas mis fuerzas re- del espectáculo. Debido a que un suelven más allá de este mandato y tengo la licencia Mantecesor suyo, Don Abel, administraba la de transpirar por cada uno de mis poros, extender antigua Plaza Belmonte, en Quito, él en buena mi cuello y mis extremidades, vibrar, aquí, aden- tro, despacito clandestino o desbordar mis energías parte pudo presenciar diversos espectáculos. hasta el aullido o el canto tierno, para decir certezas Y desde entonces fue tan adepto a que voy descubriendo, como en un prurito. Las hago las artes de la representación que, mías, las transformo, las evoco y cuando vivíamos en el campo, cuento feliz o sufrido, para felicidad o desgracia de los seres, sin guardar en Machachi, organizó un grupo la parte que se asigna a los que ven- de teatro con los campesinos y drán mañana. también escribió un par de obras Esta mi opción de oficiante, ésta mi sobre el mundo de los chagras. reconciliación con la Tierra. Hacia fines de los años seten- ta, cuando volvimos a vivir en Quito en la casa de la 18 de í, el Teatro Ensayo ha cum- Septiembre, mi padre encontró plido más de medio siglo de que al fondo del predio existía existencia, ha podido difundir un galpón construido, segu- Sy crear obras sin interrumpir nunca ramente, para almacenar los su actividad durante cincuenta y dos productos que venían de la años (1964-2016). Hay que vincular hacienda y, en ese espacio, él la presencia del grupo «Tzántzicos» a decidió hacer una sala de tea- su nacimiento. Este grupo de poetas FTNS tro. De todas maneras antes, en otros sitios de la contestatarios iconoclastas (1962) gra- casa, ya se había empezado a montar representa- vitó significativamente en el quehacer De la revista Desde el Teatro. Foto de Gonzalo Guaña. ciones. Es en este ambiente donde, apenas cum- cultural y la iniciación de un proyecto de plí los15 años, me empezó a interesar el trabajo animación del medio teatral con la crea- que realizaban los actores. Entonces comencé a ción de una Escuela de Arte Dramático, ir, como una especie de voyerista, a los ensayos. un Teatro Ensayo y un Teatro Popular Ecuatoriano. Dos años después de eso, cuando ya se había fundado el Teatro de Comedias y se habían El mentor del proyecto era un director El mayor propósito estrenado algunas obras, mi padre se unió a de teatro de nacionalidad italiana, Fabio del Teatro Ensayo es personas que habían trabajado en el Teatro In- Pacchioni, quien venía al país en calidad que se convierta en un dependiente, fundado por Paco Tobar, y entre de experto de la UNESCO, a pedido de verdadero colectivo en todos decidieron representar En los ojos vacíos de Benjamín Carrión, presidente de la Casa de donde sus integrantes la gente, del propio Tobar. Sin embargo, por la la Cultura Ecuatoriana. Decimos que hay aporten dialécticamente, muerte de una de sus actrices, Rosario Mera, el una relación concreta puesto que Pacchioni procurando evitar proyecto no se cristalizó.Tiempo después, supe- asiste a un recital de poesía que realizan los fórmulas místicas y mas rado este doloroso contratiempo, se reinició la «Tzántzicos» en el que estrenan un monólogo bien aproximándose a tarea teatral y se invitó a directores y actores para de José Martínez Queirolo: Réquiem por la razón en la discusión continuar en el empeño. la lluvia. Creemos que esta vinculación da y estudio de nuestra lugar a que el experto enviado no piense que historia y realidad. Fue en ese tiempo que mi padre decidió trabajar va a cumplir su misión en calidad del típico una obra de carácter infantil, La lección de la luna, funcionario que llega al país «subdesarrollado» de Alejandro Sieveking, y en la que voluntaria- a implantar un modelo cultural, sino que debe mente me ofrecí a representar uno de sus pape- insertarse en una realidad que le descubre la les. Como yo era muy tímida, mi padre me miró presencia y combate del grupo «Tzántzicos», sorprendido, pues siendo tan, pero tan cohibida, lo que da lugar a que su proyecto tome un me preguntó si estaba lista subir a un escenario. rumbo distinto, puesto que los integrantes Antes de eso, incluso, me advirtió que no tenía del grupo pasaron a formar parte del proyecto ninguna validez o justificación ser familiar suyo. conformando el Teatro Ensayo. Desde luego que Pero me probó y me aceptó y actué en esa obra a este primer núcleo se sumaron muchos más junto a personas como María Beatriz Andrade, elementos que provenían de los más diversos quien en ese tiempo estudiaba Historia. teatro / LETRAS DEL ECUADOR 35 estratos, pero sobre todo de los populares, lo que dio lugar a la Cuando me gradué de bachiller, no era mi primera opción estu- conformación de un grupo que pronto encontró afinidades y que diar Teatro como una carrera universitaria. Me conseguí, en reali- pudo cumplir con una interesante jornada, la misma que estuvo dad, una media beca para estudiar Relaciones Internacionales en marcada por una determinación de insertarse en la lucha por Estados Unidos y durante cuatro años, mientras cursaba las ma- contribuir a los cambios de una sociedad inequitativa, signada terias principales, estudié Teatro como una profesión secundaria. por la servidumbre de una economía donde existía un marasmo Y cuando me encontraba allá, hablando con mis amigos, me fui cultural. dando cuenta que mi futuro podía estar en el teatro. Efectivamen- te, de vuelta a Ecuador y pese al intento que hice para ingresar a la Esta constatación hizo que nos em- carrera diplomática o realizar trabajos de investigación peñáramos en procurar un teatro a los que dediqué un tiempo —con un posgrado en la con libertad y correspondencia Flacso de por medio—, comprendí que era en el teatro con una sociedad a la que había donde me iba a realizar como persona. Supe que este arte que cambiar, lo que no quiere me iba a acompañar en la vida, aunque no estaba segura decir que el teatro puede produ- de si en forma profesional y definitiva. cir los cambios, no; los pueblos hacen las revoluciones, pero el En esa época conocí a Luis Miguel Campos, y junto a teatro puede contribuir a tal Martha Ormaza, Elena Torres, Marisela Valverde, Guido propósito. Navarro y Jaime Bonelli, empezamos a proponernos esce- nificar alguna de sus obras mayores como ¡Devuélveme la La historia posterior del Tea- música! o Cumbia, que requerían muchos actores. Como tro Ensayo no ha estado exen- resultó difícil montarlas, un día el propio Luis Miguel nos ta de dificultades de toda ín- propuso ensayar La Marujita se ha muerto con leucemia, texto dole, sobre todo económica, pero ha logrado mantenerse que calificaba como “juguetito escénico”. Él mismo la hubie- sin claudicaciones, siempre ra dirigido, pero ya se había comprometido a colaborar con indagando, explorando, Juan Esteban Cordero en la película Sensaciones. Nosotros, no investigando, aproximán- obstante, estábamos engachados con los personajes y decidimos dose a las distintas técni- seguir. En ese tiempo, Marisela Valverde, yo y Martha Ormaza cas y creando un método decidimos invitar a Guido Navarro, recién llegado de Italia, para que hace que su trabajo que nos dirigiera. tenga una gran dosis de Y ahí empezó todo. Creo que La Marujita, a la que le tengo mucho alegría necesaria para la cariño, me dio la certeza de que podía ser actriz y trabajar en las ar- transformación. tes escénicas como una opción de vida. El teatro se convirtió desde El método que el Tea- entonces en mi espacio vital, el lugar a través del cual yo puedo ser, tro Ensayo imple- expresarme y estar en el mundo. Entendí, me costó entender esto, menta no es fortuito, pero sabía ya que este era mi lugar, mi misión. Definitivamente, es producto de toda el teatro es mi razón de ser. No soy mala para otras cosas, muchas su larga experiencia me han gustado —las Ciencias Sociales, la Lingüística, por ejem- y la confrontación plo—, pero es el teatro donde me siento absolutamente cómoda, de los trabajos tan- es este el espacio que me deja ser, que me deja jugar. Desde ado- to con el público lescente me costó entrar en el mundo adulto; incluso hasta ahora como con los fe- no me convence (se ríe). Pero ha sido el teatro el que me ha dado nómenos teatra- la licencia de estar en el mundo de una forma lúdica. les que se dan en Ya en el ejercicio de este oficio, para mí ha sido importante cono- el medio. Que- cer a los dramaturgos ecuatorianos. He montado cinco obras de remos decir con Luis Miguel Campos y de Peky Andino he hecho tres. Con esos esto que no Afiche de El Decamerón, obra del Teatro Ensayo. y otros textos he confirmado el valor de la dramaturgia nacional. estamos des- Foto Iván Mejía. El mismo Paco Tobar me parece un autor fantástico y he pues- entendidos de CCE to también en escena una obra de Francisco Aguirre Guarderas, un fenómeno Receta para viajar. Buena parte de mi vida, de hecho, ha estado social y estético que destinada a buscar estos dramaturgos ecuatorianos. Por otra parte, opera en nuestro entorno. Hemos com- recuerdo siempre que mi padre me decía que había que montar los prendido que las relaciones sociales que el teatro ha de hacer clásicos y, a través de él, entendí que eso es parte de nuestra tarea visibles, ajustadas siempre a las condiciones cambiantes de la rea- como actores y actrices, y de nuestro compromiso con el público. lidad, nos demuestran las relaciones sociales entre los hombres. Por eso, por ejemplo, desarrollamos este bello proyecto de poner Si hay que caracterizar al Teatro Ensayo, debemos decir que su en escena, con un colectivo de diez mujeres, La casa de Bernarda mayor propósito es que se convierta en un verdadero colectivo Alba, de García Lorca, que ganó un premio de Iberescena. en donde sus integrantes aporten dialécticamente, procurando Cuando pienso en lo que debería pedirle al teatro de hoy, me doy evitar fórmulas místicas y mas bien aproximándose a la razón, cuenta que eso, en cierta manera, me genera un conflicto con el como lo planteaba Bertolt Brecht, en la discusión y estudio público. Si bien soy una actriz cómica y me encanta la comedia, de nuestra historia y de nuestra realidad. Nuestras discusiones y creo en el humor, me apena percibir que el público no quiere y planteamientos estéticos han de contribuir a la solución de consumir otra cosa que no sea comedia, y veo que este es un fe- nuestros problemas y a la construcción y resolución de un teatro nómeno que no solo se da en Ecuador. Y con esto no quiero decir comprometido. que ésta sea algo fácil, para nada, pero lamento que este proceso Hemos cumplido más de medio siglo y ahora emprendemos de crear y formar público se haya vuelto muy complejo. Y eso es nuestro próximo medio siglo, con algunas ventajas en cuanto a algo que, lamentablemente, se viene produciendo ya desde hace madurez y sin ningún asomo de resignación. una década. 36 LETRAS DEL ECUADOR / teatro

«El teatro es una profesión que te fragiliza mucho, que te cuestiona permanentemente…» Diálogo con Jorge Mateus

no de los más importantes personajes de proyectaban seis películas semanales y las artes escénicas en nuestro país es Jor- yo me las veía todas. También creo que ge Mateus. Replegado en su riquísimo este «bichito» de representar se debió a Umundo interior, ha trabajado con constancia, con que yo, para pagar las entradas, tenía ejemplar dedicación, y ha respondido plenamente que trabajar y entonces me hice acólito, a su vocación. Me dirán que exagero en epítetos, me ponía las vestimentas apropiadas y pero no es así, más bien faltarían; y podría seguir acolitaba varias misas al día, acolitaba añadiéndolos si ello no afectaría la construcción en la «misa del gallo», en misas de de esta frase. difuntos, —desfilaba con el féretro por toda Riobamba portando una gran Había pensado entrevistarle meses atrás, cuando cruz—, en fin, y me pagaban por eso, la obra de Tennessee Williams «Un tranvía lla- me pagaban unos cuantos «reales» mado deseo» fue representada en «El Teatro», sito y con eso que recibía iba al cine. en el centro comercial más antiguo de la capital. Transcurrido el tiempo he pensado El tiempo transcurrió… y nada. Pues el último que allí, en esta tarea, ya estaba empujón para que mi deseo pueda cumplirse, ocu- interesado por la representación; rrió a propósito de la representación de «Sangre seguramente ese fue el germen. de perro», obra de Eddy Díaz Souz, en una de las salas del Centro Cultural de la PUCE. Fue a fines Más tarde, a los 12 o 13 años más de septiembre, en una lluviosa noche de domin- o menos, lo que me entusiasmaba go, cuando comprobé esa pasión de Mateus por era la arquitectura, y como siem- el teatro. No solo era la fría noche en un día en pre he considerado que estudiar que las familias, a esa tarda hora, se recogen para es importante, investigaba so- descansar; tampoco el escaso público que se atrevió bre los mejores arquitectos del a concurrir a la representación; no era el acceso mundo y llenaba un cuaderno difícil a la sala, en un campus desierto en tiempo con fotografías de edificios y Retrato de Jorge Mateus. Archivo Jorge Mateus de vacaciones escolares. No era nada de eso, pese la biografía de los grandes ar- a que, persistir con aquellos inconvenientes, ya es quitectos; lastimosamente prueba de amor por el arte. Era su mirada entre para estudiar arquitectura era confiada y triste la que asaltó mi pensamiento, importante las matemáticas y yo era absoluta- su queda voz al hablar y una timidez a cuestas mente nulo para ello; me di cuenta entonces Pero, añadiría, usted, además, debía ser un niño que casi estaba presta a ofrecer excusas por lo poco que no estaba hecho para esta profesión, que «bueno» como para poder compaginar con este concurrida de la sala. Entonces concluí que tenía me gustaba la arquitectura pero no como una tipo de representación. frente a mí a alguien que, tarea profesional por la resistiendo todo embate, serie de requerimientos (Se ríe)… Bueno, yo nunca fui un estudiante alojaba en su mundo inte- que se necesitaba para sobresaliente, era un estudiante normal y rior una fortaleza sin par, ejercerla; pero esto, de corriente, que se educó en establecimientos a prueba de todo dolor, de modo alguno, me ocasio- religiosos, la primaria con los salesianos, la toda barrera del medio, de nó trauma o sufrimiento. secundaria en el «San Felipe» con los jesuitas; toda incertidumbre. Ese es En la Casa de que procuraba no quedarse ni suspenso ni el amor auténtico, me dije. la Cultura había aplazado, porque el colegio nunca me gustó. Y la verdad, le digo, en el colegio siempre me una escuela de teatro Si volvemos al principio, La entrevista pensada hace sentía fuera de lugar, pero me agradaba estar y decidí viajar… Mi cuando usted acolitaba tanto tiempo no podía en- en la misa porque, repito, me pagaban y con madre me dijo, molesta: o acompañaba a las pro- tonces demorar. Y he aquí ello no solo iba al cine, sino que compraba las «Bueno, haz lo que te cesiones fúnebres, pienso que, pocos días después, en revistas de cine que llegaban a Riobamba como dé la gana».Y así es que algo en su interior un cubículo para investiga- Ecran, Cinelandia, y Cineavance; tenía una gran cómo comencé. debe haberle impulsado dores del moderno local de colección de ellas y me sabía la vida de todos a aceptar este papel, para la Biblioteca de la propia los actores que aparecían en dichas revistas. Y sentirse afín a ese tipo de PUCE, se dio este diálogo. Y me acuerdo que en segundo año vi una película actuaciones. comenzó y transcurrió así: que entonces me fascinó, El Tulipán Negro con Sí, exactamente, era un Alain Delon, una película de aventuras, que modo de actuar que me no he querido volver a ver. Como en aquella ¿Cuándo sintió usted este agradaba y recordemos época ya leía las novelas de Alejandro Dumas o bicho del teatro, si cabe que en ese tiempo la misa de Julio Verne, cuando vi dicha película quedé calificarlo así? se daba en latín y uno tenía que responder, es realmente fascinado y me dije: ¡Esto quiero Yo soy de provincia, nací en Riobamba y la decir que tenía un texto que memorizar y un hacer! Y a partir de allí, toda mi preparación única distracción que existía en ese tiempo, a diálogo que establecer con el sacerdote y por estudiantil estuvo encaminada a ser actor, actor más del baloncesto, era el cine; en tres salas se supuesto un público, los fieles. de cine creía, a estudiar para ello, aunque no teatro / LETRAS DEL ECUADOR 37 identificaba todavía la diferencia entre actor ayudaría en mi formación de actor. Esto pro- veces, alguna película que me gustaba la veía de teatro y actor de cine. Desde ese momento dujo en mi familia un doble problema, pues tres, cuatro, cinco veces… empecé a mirar las películas con otros ojos; no la especialización de Sociales era considerada solo era el placer de estar en la sala oscura, mirar una opción de vagos y, también porque en casa la pantalla, sino ver cómo actuaban los actores, eran muy exigentes con los estudios; en aquella Me recuerda lo que Terenci Moix contaba en sus cómo vivía su personaje.Creo que empecé a época daban la libreta de calificaciones con el memorias tituladas «El peso de la paja»… desarrollar un ojo como clínico, empezaba a puesto que uno ocupaba en la clase y máximo fijarme en aspectos que al público normal no debíamos estar hasta en el décimo puesto por- ¡Ah, Terenci Moix! ¡Fantástico! Cuando las leí, interesaba. que, si no, teníamos la correa encima. Enton- me sentí como relacionado de alguna manera, ces había que estudiar, pero yo era de los que vi que existían rasgos comunes, porque yo memorizaba lo que no me gustaba y, luego del comencé igual. Yo no era deportista, ni buen estudiante, ni aventurero; lo único, que era Ese placer que desde muy joven tuvo usted por examen, me olvidaba; así que, para presentar- loco por el cine. el cine, ¿no le permitió identificarse con algún me al examen final, debía memorizar todo de personaje de las películas que vio? ¿Acaso, por nuevo. (Ríe). ejemplo, con aquel niño de esa película tan famosa de Giuseppe Tornatore? De todo esto que me conversa, debo deducir que ¿Y cómo veían sus hermanos la ciudad de Riobamba le debe haber quedado De hecho en varias películas yo me he identi- esta preferencia suya por el arte? pequeña para sus afanes. ficado, sobre todo en aquellas que hablan del cine y del amor al cine, porque el cine, desde En mi casa nunca ha habido un interés por el Yo lo único que quería era graduarme, salir de aquella época y hasta hoy, es para mí una gran arte, en realidad… Riobamba y no mirar atrás. Y efectivamente así pasión. Yo soy un gran espectador de cine, soy lo hice. En mi casa hubo problemas como era un cinéfilo empedernido, que compra pelícu- de suponer; mi madre se enojó, se pasó varios días molesta, y, al final, me envió a Quito para las, colecciona afiches de cine, y, todavía, de vez ¿Y entre su ascendencia ha existido alguien a quien estudiar Periodismo en la Universidad Central, en cuando, consigo revistas de cine en español, ha atraído el arte, el arte de la representación para que al menos sea periodista y sirva para que las tengo guardadas celosamente en casa. específicamente? Pero lo que aprendí desde muy joven es que algo. Y yo me dije, ni loco, yo voy a estudiar tenía que estudiar. Memorizaba monólogos de No. He preguntado varias veces esto, pero a mis Teatro, pero investigando descubrí que no ha- Shakespeare, sobre todo de Hamlet, y caminaba abuelos, a mis parientes, nunca les ha interesa- bían escuelas; entonces, me alisté como cama- por las rieles del tren de mi ciudad recitando do el teatro, nunca han sido siquiera especta- rero en el primer barco de turismo que hacía a gritos su texto. En aquella época, la revista dores de teatro ni han visto lo que yo he hecho. viajes a Galápagos. Mi propósito era ahorrar Life había publicado varios monólogos de esta Una vez un hermano mío asistió a una función, para poder estudiar en otro país… todavía no obra que Richard Burton había representado por un momento me desconcentré y me entró cumplía 18 años. Lastimosamente, yo nunca en Broadway y los textos de los monólogos eran fantásticos, yo los memorizaba y, como le dije ya, recorría las afueras de Riobamba repitiendo el texto a gritos; repetía el texto de memoria, y me encantaba, pese a que en el colegio era muy tímido, no sobresalía demasiado, primero porque quería pasar desapercibido y, segundo, porque no tenía capacidad de hacer amistades. Francamente me gustaba estar solo, fumar me parecía una estupidez, y tampoco me gustaba salir; en ese entonces en mi ciudad se caminaba de la estación de tren hasta el correo, de arriba abajo por la calle principal, y eso me parecía ab- solutamente ridículo, prefería estar en la casa; no me gustaba estar con amigos en la esquina ni ser de jorga. Lo mío era ir al colegio por obli- gación, acolitar las misas por interés e ir al cine por placer. (Se ríe abiertamente).

¿Dónde vivía en Riobamba? Yo vivía en pleno centro, a dos cuadras del Par- A-parecer, 1991. Cortometraje de Carlos Naranjo. Archivo Jorge Mateus que Sucre; caminando, en seis o siete minutos ya estaba en el colegio.

ganas de reírme porque estaba dormido en la había trabajado, era un chico de clase media Si, como dice, el colegio no le agradaba, ¿había butaca (ríe). Mi familia ha sido siempre ajena que siempre había sido protegido, el trabajo era alguna materia que rompía esta apreciación tan a esto. En verdad, no sé de dónde surgió esa duro, y luego de dos meses en el barco, me en- negativa suya? chispa de la representación, quizás haya sido fermé. Así, tuve que regresar a Riobamba. Luego Las únicas materias que me gustaban eran Li- como un refugio, como una manera de pro- de un corto tiempo, descubrí que en la Casa de teratura e Historia. De hecho, cuando estaba tección, de inventar, porque, eso sí, yo tenía la Cultura había una escuela de teatro y decidí en sexto curso y se decidía por la especialidad, capacidad de inventar personajes, salía de viajar… Mi madre me dijo, molesta: «Bueno, yo elegí Sociales, porque entendía que eso me una película y la repasaba meses o días y a haz lo que te dé la gana».Y así es cómo comencé. 38 LETRAS DEL ECUADOR / teatro

Plaza, uno de los grandes directores de teatro de España, y, sobre todo, a un maestro de expresión corporal, que todavía vive, Arnold Taraburelli, un maestro fascinante quien, a más de enseñarme teatro, amplió mi cul- tura, pues me incentivó a que asista a museos, a la ópera, al ballet; de él aprendí a arriesgarme, a actuar en escena. Cuando la escuela de teatro en la que estudiaba suspendió sus ac- tividades para cambiar sus planes de estudio, me dije: «No voy a pasar la- vando platos mientras eso se arregle» y es así como regresé al país. Vine, terminé la escuela y trabajé durante diez años en el colegio Rafael Larrea donde hice teatro con los estudian- tes, algo maravilloso. Confieso que fue mi etapa de aprendizaje tanto académico como director y también me sirvió para descubrir mi afinidad con la pedagogía. A una función que representamos en la Casa de Benalcá- zar, en octubre de 1975, asistió el em- bajador de España de aquella época y terminada la función me ofreció una beca para su país… y al año estaba en Madrid. Entre más de trescientos aspirantes para ingresar a la escuela a Electra Babel de Lourdes Ortiz. Grupo El Callejon de Agua. Archivo Jorge Mateus la que debía ir, se seleccionaron 25 para estudiar en la mañana y 25 para hacerlo en la tarde, yo fui uno de los privilegiados de la mañana.

Y estudió con… ¿Y al cabo de los años, qué ¿Seguía siendo inseguro en piensa usted de aquel juicio? Estudié con Antonio Ordóñez, Germán Silva, esta nueva etapa de estudios? Víctor Villavicencio, que son personas que han Bueno, yo he trabajado mucho. Sí, sin duda. Es que esta es una profesión com- marcado mucho en mi carrera; sobre todo los pleja. El teatro es una profesión que te fragili- dos últimos me abrieron la visión de lo que es za mucho, que te cuestiona permanentemente, ser actor, de lo que era el teatro en sí, porque, ¿Y Antonio qué piensa ahora? porque a pesar que las críticas pueden ser buenas, como ya lo mencioné, quería ser actor y punto. regulares o malas según lo que el crítico piense y Germán y Víctor me abrieron el camino a otras (Ríe). Bueno, no sé, no le he preguntado… lo que uno haya logrado hacer, en el fondo todos expresiones como la danza y el diseño y a tener pero de todos modos fui invitado más tarde a sabemos lo que estamos haciendo, cuáles son los un sentido ético sobre la profesión. Y como ha- integrar el Teatro Ensayo. En 1974 se abrió la problemas y las limitaciones que tiene una obra, bía muy poca actividad, mis grandes referentes Escuela de Teatro en la Central, ingresé, aprobé, las limitaciones de uno como director o como fueron los actores de cine: Dick Bogarde, Mar- y dos años después me fui a España, a aventu- actor. Soy muy consciente de ello. celo Mastroianni, Vittorio Gassman, Terence rarme por ahí, a intentar estudiar, pero ocurrie- Stamp, Marlon Brando, James Dean, entre ron cosas intempestivas, como suele suceder en otros. Por cierto gracias a este último y su pe- la vida, la situación no era muy fácil en aquella lícula, leí muy joven Al este del Edén de John época, Franco murió, la monarquía subió, las Pero el amor verdadero por algo se Steinbeck escuelas de teatro se cerraron por una cuestión expresa en las obras y no en las palabras… de renovación. En todo caso, pude estudiar en el TEI (Teatro Experimental Independiente), Claro. Y seguiré persistiendo hasta que la me- ¿Y soñaba con salir del país? que esa época era el grupo el más importante moria no me falle (ríe). Es una profesión que en Madrid y quizá de España. hay que ejercerla con la mayor dignidad posi- Sí, sí, siempre. Ya la dije que mi primera idea ble, me gusta dirigir, me gusta actuar, creo que fue ahorrar e irme a estudiar. No pude hacerlo tengo mucha paciencia con los actores, aspiro de forma inmediata porque en aquella época ¿Y cómo financiaba sus estudios? que siempre exista un clima agradable de traba- conseguir becas era muy difícil. Pero lo cu- jo, sobre todo de confianza. Si yo no confío en rioso fue que, aunque yo soñaba con seguir la Bueno, yo trabajaba, lavé platos, cuidaba a an- un actor, no trabajo con él. Para mí, el teatro es carrera, entré con condición a la escuela de la cianos, hacía lo que podía. Para mí lo impor- un espacio en el cual uno va a tratar de comu- Casa de la Cultura, pues Antonio Ordóñez, al tante era poder estudiar. Salía de clases e iba nicar lo que piensa del mundo y de sí mismo. presentarme a las pruebas de ingreso, me dijo a lavar platos hasta la medianoche, no había Es un trabajo que implica esfuerzo y responsa- que no veía en mí muchas capacidades para la ningún problema. Pero tuve la gran suerte de bilidad. Procuro que todo esto se cumpla en mi profesión. tener profesores excelentes como José Carlos tarea teatral. teatro / LETRAS DEL ECUADOR 39

El momento en el cual usted se convierte en pro- cambiado el mecanismo de elección, el rector académica y que son muy competentes, fesor, en cierto momento debió haberse visto refle- de aquella época me escogió por ser el profesor buenos profesionales y excelentes personas.. El jado en alguno de sus alumnos… ¿Qué recuerdos más antiguo. Pero la última etapa fue muy con- título es importante si uno se quiere dedicar tiene de quienes, como estudiantes, han pasado flictiva; había cambiado el ambiente en muchos a la docencia. Para pararse en el escenario se por sus manos? sentidos; por ejemplo, normas de la nueva Ley necesita otra cosa. La manía por ser magister de Educación Superior impusieron un examen o PhD lo que ha creado en la mayoría de los Yo he tenido alumnos muy importantes, muy de ingreso a la universidad y en teatro creo que casos es profesionales prepotentes, demasiado interesantes, he tenido muchos. Yo recuerdo cometieron y siguen cometiendo grandes erro- teóricos, que han perdido su capacidad de crear que en España, donde di clases también, llega- res porque el examen que hacen no tiene que mundos imaginarios y que miran por encima ron dos muchachos que trabajaban en un ban- ver con teatro o con arte y empezaron a llegar del hombro a los que no hablamos su lenguaje. co y que querían hacer teatro solamente porque estudiantes con muy pocas condiciones, inclu- eran tímidos; fueron mis alumnos durante un so que no les gustaba la profesión pero que que- año y actualmente son los fundadores de un rían ser universitarios para cambiarse de carrera Usted organiza la corporación grupo de teatro que hay en Madrid, «Ylliana», después de corto tiempo. Y la cosa fue agobian- denominada «El Callejón del Agua»… que arrasa en taquilla; los recuerdo con afecto. te, hice gestiones con las autoridades de educa- También recuerdo a una compañera de clases, ción superior, para decirles que el examen que Sí, efectivamente, desde 1990 hasta 2010. Nathalie Seseña, que es ahora muy famosa en ellos toman no servía para teatro, que el perfil el cine y la televisión en España. El año pasa- de los futuros actores no lo da el colegio. Y no do estuvo aquí y hasta le pedían autógrafos. En me hicieron mucho caso porque realmente ha- Y, luego, «El pasajero de Quito he tenido muchos alumnos, con más o blar con ellos era como hacerlo con las paredes. la lluvia», del año 2014 para acá… menos condiciones, pero es muy difícil nom- Y por eso el nivel de los estudiantes de la escue- brarlos. Quizá podría mencionar a tres chicas Sí. Yo podía haber mantenido el nombre an- la, de alguna manera, ha bajado. Esto fue muy que fueron mis alumnas, que son muy buenas terior pues me pertenece, lo creé en España decepcionante para mí y como el ambiente de actrices y que ahora están trabajando en forma cuando participamos en un concurso de teatro la facultad se volvió irrespirable, decidí jubilar- continua: Alba Catucuago, con quien trabajé joven con un texto de García Lorca. El nombre me y trabajar solo por un año más coordinando en esta última obra, Sangre de Perro, Sonia Val- de El Callejón del Agua surge de una canción la maestría en Actuación Teatral, proyecto que dez y Alejandra Albán, con ellas tengo empatía interpretada por una pareja de gitanos, Lole y yo había creado para cumplir con las exigencias y gran confianza. Manual, y la estrofa de la que la tomé el nom- de este gobierno. Realmente me siento muy bre dice: «Voy soñando por tus besos en el Ca- orgulloso por haber organizado esta prime- llejón del Agua»… es un callejón muy pequeño ra maestría que concluyó en agosto. También que hay en Sevilla y que termina en una fuente; ¿Y en hombres? me siento orgulloso por haber sacado adelante yo estuve allí en peregrinación. Como ve, podía seis ediciones del Encuentro Internacional de En hombres me gustaría nombrar a alguno seguir usando este nombre, pero consideré que Maestros y Escuelas de Teatro, que ahora ya no pero mi experiencia, sobre todo en los últimos era ya una etapa cerrada y entonces empecé a se realiza, y tres ediciones del Diplomado en años, me ha hecho pensar que en mí se aplica buscar un nombre que arropara los trabajos que Artes Escénicas. cruelmente aquel dicho que dice: Cría cuervos hago ahora y, entre varias posibilidades que ba- y te sacarán los ojos. Entonces no puedo nom- rajé, me acordé del título de una película fran- brar a algún hombre, pues, si bien hubo gente co americana El pasaje- interesante que trabajó conmigo, su deslealtad En 2008 usted obtiene un ro de la lluvia, dirigida y su comportamiento, sobre todo en mi última Diplomado Superior en Ar- por René Clement y en etapa en la Facultad de Artes, me mueve a olvi- tes Escénicas… la que actúa una actriz darlos completa y absolutamente. Efectivamente, yo tengo francesa, que en aque- un diplomado y dos lla época me encanta- licenciaturas, una aquí en ba: Marléne Jobert. Es Cambiando de tema, ¿cómo ha podido compagi- un bello nombre pensé, la Universidad Central y En la vida nar su profesión de actor y director de teatro con otra en la Real Escuela de porque en la profesión las tareas administrativas que se le han encomen- soy incapaz me siento un pasajero, Arte Dramático de Madrid, incluso de dado, sobre todo en su calidad de director de la España. que voy caminando, Escuela de Teatro? contar chistes, viajando y mirando en el escenario dentro del espectáculo. Todo lo que ha pasado en mi vida ha sido por- soy capaz Cada espectáculo es un que me ha llegado; no lo he buscado. Yo no ¿Los títulos tal vez son para de todo. viaje a un nuevo mun- busqué ser profesor, me llamaron, y acepté por usted como llave para entrar do, es un camino que se razones económicas; llegué a la dirección por- a nuevas posiciones…? abre a muchas posibili- que no había nadie más que se haga cargo de No, en absoluto, de ver- dades. En ese momento esa tarea. Aquí sucedió algo gracioso porque en dad. Cuando saqué la me parecía y me parece aquella época se nominaba a los directores en licenciatura en España, que era un nombre que una asamblea integrada por profesores, estu- no se hablaba siquiera de se pegaba perfectamente diantes y trabajadores y alguien dio mi nom- maestrías y la verdad creo a mí. bre para esas elecciones y riéndome acepté ser que su importancia es relativa. candidato sin creer que podía ganar, tan solo porque era necesario contar con dos candida- ¿Y no cree que en dicho nombre, como en el tos para dicha elección, y mire que gané con ¿Le agrada que le digan licenciado? anterior, existe una atracción suya por el agua? un solo voto en contra y creo que lo hice bien porque me reeligieron sin oposición alguna, No, no. Yo nunca pongo la palabra licenciado o Sí, claro, y… de ahogado (mientras se ríe por unanimidad, y al final me hicieron has- cualquier otro título junto a mi nombre. Para mí abiertamente). Me dijeron alguna vez y me reí ta homenajes. La última vez que desempeñé no tienen ninguna importancia los títulos, hay porque no me había dado cuenta. En todo caso, la dirección fue porque, habiéndose jubilado magísteres que son una vergüenza y en cambio es verdad; prefiero el mar a la montaña. Tiene el anterior director, Manuel Esteban Mejía, y hay personas que no poseen esa preparación que haber algo que ni yo mismo entiendo. 40 LETRAS DEL ECUADOR / teatro

Del nombre, lo que me gusta es la poesía que pertenecido a grupos, siempre me he mantenido inmediato me olvido de él—, no me posee la encierra. un poco aislado… nostalgia que tiene mucha gente cuando sale, pero pensé que este era el mejor espacio donde podía desarrollar mi profesión y que la labor ¿Ha escrito poesía? que haga podía tener alguna importancia. Y esa timidez suya, No, no; he escrito teatro, ¿le ha hecho bien o poesía imposible, no ten- le ha hecho daño? ¿Y se siente reconocido go talento para ello. Ade- Pues, no sé. La vida no es después de toda una carrera como la suya? más he llegado a la dra- fácil para nadie; he pasa- maturgia por necesidad Yo creo que esta profesión es muy cruel en to- do momentos muy ma- de trabajar. Cuando con das partes. Alguna gente reconoce mi tarea, los, como todo el mundo, El Callejón del Agua creé otra que no le da importancia o no le interesa En la profesión tanto a nivel profesional un proyecto, una trilogía definitivamente. Me parece normal. Lo que si me siento un como personal, pero no con el tema de la migra- me molesta es que muchos de los presupuestos pasajero, que voy me victimizo. Creo que ción titulado Así somos, de entidades que financian proyectos escénicos caminando, viajando la timidez dentro del tra- yo tenía una estructura han preferido proyectos de jóvenes emergentes y mirando dentro bajo de alguna manera inicial, ensayaba con pa- y no conceden espacio a los que supuestamente del espectáculo. la he superado, pues, si labras sueltas, sin texto ya estamos viejos y pasados. En realidad no me tienes que dirigir un tra- y, entonces, con Pablo siento reconocido, ni respetado pero no le doy bajo, tienes que tomar la Tatés, un estudiante al mucha importancia a esto, tampoco me inte- iniciativa. En la vida real que le gustaba escribir, resa tanto. También me molesta, por ejemplo, sigo siendo tímido, me empezamos a elaborar que la prensa, lo medios de comunicación, no cuesta relacionarme con el guión; él escribía so- apoyen a la difusión de las obras que realizamos las personas, no soy fácil bre las ideas que le daba no solo yo, sino casi todos los artistas; uno tie- para establecer amistades, y luego yo iba llenando ne que ir como a mendigar; así ha sido todo el me cuesta repito, y tam- los vacíos o cambiando tiempo, es una lucha constante. A veces te en- poco confío mucho en la gente, sobre todo en aquello que no me gustaba; así fue como traba- cuentras con periodistas amables que dan cuen- la gente de teatro. Entonces, me mantengo al jé el primer texto. A partir de aquella experien- ta de lo importante que es difundir las obras margen, tengo mis amigos, muy pocos, que no cia, las siguientes obras de la trilogía, El pueblo artísticas, pero en la actualidad es muy difícil, tienen que ver con el teatro y se encuentran en de las mujeres solas y La noche de los tulipanes, creo que como nunca lo medios de comunica- España, allá están mis auténticos amigos. las escribí solo. ción son indiferentes, no sé si le interesa o son políticas empresariales; y lo único que quere- mos es que informen a la ciudadanía sobre los Y, entonces, se siente más satisfecho, más realizado? estrenos, por ejemplo. Eso, repito, sí es lo que ¿En qué ¿por qué no ha pensado vivir en España? ¿Cómo actor, director o escritor? Eso lo pensé. Cuan- Me creo un actor que, por razones de la vida, do vivía en España ya ha dado clases, ha dirigido, ha escrito y ha dise- empecé a hacer peque- ñado los vestuarios de las obras desde el 2001. ños papeles en el cine, en la televisión con actores y directores de ¿Y cómo actúa en el ejercicio diario de la vida? renombre, y ya tenía Hum…, que no voy actuando en la vida… una especie de víncu- lo. Daba clases, gané un concurso de mere- Pero todos representamos un papel en la vida… cimientos en el cole- gio mayor «San Juan Sí, sí, obviamente, desempeñamos roles, pero Evangelista», dentro de actuar en sentido profesional no lo hago, de la Universidad Com- hecho me molesta cuando me piden que recite plutense, para hacerme o haga algo en una reunión. En la vida soy in- cargo de teatro. Todos capaz incluso de contar chistes, en el escenario me decían que me que- soy capaz de todo. dara, pero pensé que en España, en Europa, en aquel momento, ya Me explico… se había hecho todo, y ¿cómo es usted fuera de la escena?… que aquí no se había Digamos que soy una persona tranquila, no soy hecho nada. Entonces una persona prepotente, aunque si considero decidí regresar, pero no que algo es injusto, me enojo mucho y saco como algo altruista, no lo peor de mi carácter. Para mí sigue siendo como quien dice que importante el cine, mi trabajo; siguen siendo por patriotismo va a importantes mis perros, tengo siete. Pero no hacer algo —yo salgo acostumbro a hacer vida social. Nunca he de nuestro país y de 8 mujeres. Obra dirigida por Jorge Mateus. Archivo Jorge Mateus teatro / LETRAS DEL ECUADOR 41

Y, luego, estas presentaciones ¿Y Madrid? servirían como medio para de- Es una bella ciudad para conocerla y, si tienes sarrollar la cultura estética de dinero, lo puedes pasar muy bien, pero ya el los niños… Madrid oculto, el Madrid para vivir todos los Claro. Pero francamente días, es bastante cruel. ahora es difícil poder vender funciones en los colegios. Recuerdo que antes, cuando ¿En qué ciudad viviría entonces? representamos las obras sobre Yo viviría en San Francisco, que me encanta la migración, hicimos como como ciudad, y Túnez, donde pienso ir el año tres mil funciones y teníamos próximo. Me encantaría conocer Argelia, Ma- un público inmenso, y eso rruecos, el mundo árabe me atrae. nos permitía sobrevivir en el teatro y seguir trabajando, incluso viajar por el mundo. ¿Para recoger los pasos de Paul Bowles? Ahora, con esa limitación, (Ríe). Sí… y también Lisboa, es preciosa. es muy difícil acercarse a ese público potencial e incluso a aquellos jóvenes que pueden ¿Qué es lo que más odia? interesarse por hacer teatro. La deslealtad, la mentira, la hipocresía… Es una limitación que debe ser corregida, pues no es lo mismo pedir dinero a ¿Y lo que más le duele? los padres de familia para una fiesta que para ver una La deslealtad es lo que más me duele y lo que representación de teatro; el más me ha dolido en los últimos años; recono- cer que la gente en la que más creías podía ser El cartero de Neruda de Antonio Skármeta. Grupo El Callejon de Agua. teatro debería estar más bien absolutamente desleal con uno; eso fue como Archivo Jorge Mateus en el pénsum de estudios de un impacto muy fuerte, pero también fue como todo colegio, debe ser una empezar de nuevo a conocer mejor a la gente, actividad cotidiana. a saber cuidarme, porque he sido una persona muy abierta, que confía, y la gente abusa de eso. Hay gente egoísta que cuida su profesión, que siempre transmite la mitad de lo que sabe, me molesta, el poco apoyo al arte que hay en el ¿Regresa continuamente a su ciudad natal? que siempre se guarda algo. Yo he sido una per- país. Obviamente hay excepciones; las palan- sona que siempre ha dado todo, todo lo que sé No, no. Riobamba es para mí algo muy dis- cas o el amiguismo o la clase social funciona y, al final, creo que la gente ha abusado de ello. todavía. tante. La última vez que fui, será cosa de cua- Entonces, debo ser más cuidadoso. tro años, lo hice con estudiantes de la Escuela Usted, en una conversación anterior, me mencio- de Teatro y tuvimos allá dos funciones. En mi nó una prohibición del Ministerio de Educación tiempo libre tomé un taxi y empecé a recorrer En resumen, después de todo que impide la asistencia de los estudiantes a fun- la ciudad, sobre todo los lugares que yo había este interrogatorio, ¿quién es usted? ciones de teatro. frecuentado, pero ya no me siento identificado Soy un actor que hace su trabajo, un actor que Sí, por supuesto. Las temporadas de teatro con ella, ya no hay algo que me ate a esa ciu- hace muchas cosas dentro de la actividad tea- son para que las compañías hagan conocer sus dad. Quizá me gustaría hablar con una perso- tral, soy una persona sola que procura no hacer montajes, para que a través de los medios de na a quien no he visto hace muchos años, pero mal a nadie. comunicación la gente sepa que hay un trabajo; nada más en las primeras temporadas lo que nos intere- sa es reunir material escrito o visual, criticas o Y como encerrado en ese ambiente de melancolía, comentarios, más que ganar mucho dinero. Las el entrevistado me mira más profundamente que funciones en los colegios sí eran un medio de ¿Y Quito? al inicio. Me parece que es un dejo de tristeza el financiamiento, pues se daban quince, veinte Quito no es que me ate. Aquí vivo y he desa- que le asalta y prefiero terminar así este diálogo, funciones al mes y así se podía pagar a los ac- sin perturbar más a un personaje que, como dije rrollado mi profesión. Hace un año ya pensa- tores. Eso ya no se puede hacer porque están al inicio, parece estar arropado por un riquísimo ba irme del país, pero se vuelve difícil volver a prohibidas las funciones en los colegios y esto mundo interior y, lo confieso, también porque comenzar, aunque me gustaría ir y volver y así me parece absurdo porque la única manera que incesantemente han pasado y repasado, frente el teatro sea una actividad reconocida, respe- sucesivamente. No soy persona de nostalgias ni a nosotros, estudiantes que desearían ocupar el table, apreciada, es que se la vea desde cuando de pasiones patrioteras. Tengo un amigo que se cubículo en el cual hemos estado, sea para estudiar, uno es pequeño, porque, si no, se la mira como preocupa por esas cosas y participa de la idea de repasar un texto o simplemente consultar en su algo casual, algo extraordinario, como parte del que Quito es la ciudad más bella del mundo, teléfono portátil los mensajes de la moda de estos programa de las fiestas de la ciudad y nada más. pero no es para tanto, creo que es una exagera- días: WhatsApp. Y, claro, eso sería retornar a un En realidad nunca ha existido una política esta- ción. Quito tiene su encanto, pero eso pasa con presente que, por esta causa y otras más, siempre tal en este sentido. todas las ciudades del mundo. fastidiarán al maestro. IZ 42 LETRAS DEL ECUADOR / Nostalgia

Encuentro con Carmen Balcells

Lucía Ponce Correa

arada en la puerta de Diagonal 580 en cruzados a la espalda, finge —ante sí misma— Barcelona le tiemblan las piernas. Está que está relajada, se pregunta ¿cómo será ella? por conocer a la Mama Grande, la agen- Tiene que ser feroz para haber hecho lo que hizo: Pte editorial de tantos gigantes que los nombres cambió el panorama de los escritores; después de Cortázar y García Márquez son tan solo la de ella ya no fue igual. Decidió ponerse en punta del iceberg. Pulsa el timbre de la puerta y medio de editores y escritores, puso empeño en robar autores a los editores y construir para los escritores un mercado libre. Libre de contratos eternos y de reconocimientos mínimos. Alicia sabe que lo logró por su carácter rebelde, conoce la historia de Carmen: viene de un pue- blo pequeño en Lérida, de una familia rural, estudió en un colegio de monjas y se graduó en comercio. Trabajó con Vintilia Horia en su agencia literaria hasta que éste ganó el premio Goncourt y decidió ir a París. Antes de viajar cedió a Carmen los clientes de la agencia. A partir de entonces —bajo la batuta de ella— todo caminó con precisión y rapidez; dicen que para negociar es astuta como una campesina. Dibujo de Jean Pierre Reinoso se percata —como siempre— que se ha metido Cuatro años más tarde ya representaba a varios en algo que le queda grande. Sí, ama la litera- de los que serían autores respetados a ambos tura, los retos y las emociones, pero, vaya sen- sación de mariposas en el estómago. ¿Qué hace en la puerta de la agencia editorial Carmen Bal- Cuatro meses antes se amarró el nudo que hoy cells? Es un día soleado, debería visitar plazas y toca desatar. ramblas, tomar aperitivos, gozar la vida. Alicia y su mamá compiten con frecuencia sobre Pero no, como es costumbre busca problemas. quién de las dos conoce más personalidades en el mundo del arte. Es típico oír a una de ellas Una mujer de mediana edad con aspecto inte- jactarse de haber estado la víspera con algún lectual —o son los nervios que le hacen ver a pintor, escritor o músico conocidos en el medio. todos con aspecto intelectual— abre la puerta, Ambas disfrutan de la literatura, el teatro y las saluda con amabilidad y la conduce a una sala exposiciones de pintura, y parte del encanto es de reuniones. Las piernas vuelven a temblar, es alardear ante la otra cuando han asistido a algo una sala acogedora y muy arreglada, en las pa- bueno. redes hay fotos de Carlos Fuentes, Vargas Llosa, Onetti, Goytisolo y muchos más. ¿Está en el —Adivina con quién estuve ayer…

lados del Atlántico y la lista no hizo sino cre- Alicia leyó Afrodita de Isabel Allende, el libro cer hasta llegar a números impresionantes, en- que mezcla recetas de cocina con erotismo, tre ellos; Asturias, Neruda, Aleixandre, García Márquez, Cela y Vargas Llosa. Cuarenta años después se retiró, pero volvió tras ocho años de descanso porque quien la sustituyó perdió la representación de Roberto Bolaño y Guillermo Cabrera Infante. Así es Carmen. Alicia va a conversar con una mujer que charla a diario con las mejores plumas de Iberoamé- rica. Tiene una cita para visitarla, no sabe de qué va a hablar, ni para qué vino. Está allí, con su pequeño capote rojo frente a la puerta de lugar donde hace cincuenta años se sentaron toriles, a segundos de enfrentar el miura que ellos, con ella, a hacer el «boom»? Tal vez no, va a salir. pero seguro han estado allí muchas veces. El Consigue calmarse y aparentar serenidad. Escu- instante queda grabado en su alma, no como Allende copia una receta que le pareció delicio- cha una voz fuerte, una voz que suena molesta. agradable, sí como intenso. sa, una receta que probó donde Carmen Bal- cells. Cuenta en el libro: «…la famosa agente —¿Ya llegó ésa señora? Camina por la sala, en tensión, espera unos literaria cuya sola presencia causa sudor helado momentos, mira las fotos con los brazos Y siente pasos que se acercan. a los editores… cuando me prepara el cocido de Nostalgia / LETRAS DEL ECUADOR 43

Carmen es imposible describir el aroma de sus cuando el papá salía a caminar al parque, él Conversan sobre Ecuador, Alicia la invita a vi- cacerolas, el sabor de ese caldo levanta-muer- detesta que se hagan llamadas internacionales sitarlo y pondera la belleza de su país. En una tos, la textura de los trozos de morcilla, pollo y y, peor aún, múltiples llamadas internacionales. revista leyó que Carmen viajó con uno de sus carne que se deshacen en la boca… en la mesa escritores a Sudamérica para hacer un ritual Los pasos se acercan. redonda la vajilla es con un chamán en algún lugar pintoresco de de fina porcelana, el Le llama la atención la silla de mantel de lino almi- ruedas, no sabía que la usara. donado, las copas de El aspecto es el mismo de las cristal cortado y las fotos, y está enojada. cucharas de pesada plata antigua…» ¿Cómo será ella? Después de los saludos Car- Tiene que ser feroz men le ofrece —en tono A Alicia le gusta coci- para haber hecho seco— algo de beber. nar y comer. Alucinó lo que hizo, construir —Un café. gracias. con la idea de comer para los escritores delicioso en un am- un mercado libre. ¿Por qué pide café si cuando biente fino y con la Libre de contratos está nerviosa derrama todo? mejor conversación eternos y de entre escritores y la —Y bueno, ¿en qué puedo reconocimientos servirle? ¿Usted quiere que Balcells. Para variar, mínimos. fantaseó con ser in- leamos su novela? vitada a una cena la selva. Lo comenta. Ella recuerda y ríe. ¡Ríe! El tono es agresivo, Alicia le en Barcelona: estará está quitando su valioso tiem- La despedida es muy amable, ambas sonríen. sentada entre Vargas po y seguro para pedir algo. Alicia se despide hasta siempre de Carmen Llosa y García Már- Alicia está escribiendo una Balcells. quez, no dirá pío… novela que ni en sueños ha solo escuchará… y terminado y lo último que se Sale a la calle, respira aliviada. Otro Everest que volará alto. le hubiera ocurrido es pedir que la lea, en ver- subió y bajó. ¿El último? Necesita comer algo. Entra al primer bar que encuentra, se atiborra Visitó a su mamá segura que ella no sabía quién dad no sabe a qué vino. ¿A charlar con la Mama de huevos rotos, pescaíto frito y anchoas. Se era la agente literaria, comentó sobre la famosa Grande? tranquiliza. Decide trepar al cementerio de Carmen Balcells y su mesa de deliciosos platos. —No traigo una novela, solo quería conocerle Montjuic. Quiere caminar los pasos de La Esa tarde su mamá hizo jaque mate en la eterna y entregarle este regalo de parte de mi mamá. sombra del viento; Ruiz Zafón no le parece gran competencia sobre celebridades. cosa pero es una historia de libros viejos en —Yo soy amiga de Carmen Balcells. Barcelona, y ella está en Barcelona. Cuando Alicia entendió que no era una broma De pronto una llamada al teléfono. Es la tuvo que encajar el golpe maestro. secretaria de la agencia Balcells: le pide pasar por las oficinas a retirar un regalo que Carmen —¡No puede ser! le quiere hacer. Recuerda haber leído sobre la La mamá se burló mucho. Explicó que en 2000 generosidad de Carmen. Emocionada recibe se organizó en Quito un encuentro de escrito- una entrada para un concierto en el Palau de res. Ella fue la encargada de contactar a Álva- la Música Catalana y dos libros. El concierto ro Mutis para invitarlo al encuentro. A Mutis empieza en una hora. debía localizarlo a través de Carmen Balcells,

Abre el paquete y mira complacida las toallas bordadas por los nativos de Zuleta. Su actitud empieza a cambiar. A causa de los nervios Alicia ríe, ríe durante toda la entrevista. La risa nerviosa en situaciones límite es un rasgo de familia; esta vez ayuda: termina por desarmar a la enojada Carmen. Una señora en jeans, nada elegante, algo hippie, llega de Sudamérica con unas toallas muy lindas bordadas a mano, a conversar, riendo. No viene a pedir nada. Sorprende. Carmen suaviza el y por ello, la conoció por teléfono y habló mu- tono, poco a poco la conversación fluye. chas veces con ella. —Y el Gabo, ¿está escribiendo? —Voy a España y seguro a Barcelona, tienes El último recuerdo de Barcelona es el fantástico Hay rumores que el Gabo ya no escribe. que conseguirme una cita con Carmen. Palau de la Música, la toute Barcelona en pieles, —Sí, sí… está escribiendo. joyas y deliciosos perfumes. Y ella en jean. Y la mamá —con la tenacidad que le caracteriza— llamó un millón de veces a Alicia decide no topar temas literarios, cualquier Si corría a cambiarse de ropa llegaba tarde al Barcelona hasta que consiguió la cita. Llamaba cosa que diga sonará ridícula e ignorante. concierto. 44 LETRAS DEL ECUADOR / Música

La fantástica historia de Berlioz y su «Sinfonía fantástica»

Fernando Larenas

a frase, que hoy podría sonar apenas genio porque muchos críticos irreverente, fue expresada e interpretada coinciden que una de las sinfonías en el siglo XIX como una blasfemia: más extraordinarias que se hayan L«No creo ni en Dios ni en Bach». La dijo el escrito precisamente surgió del compositor, pianista y director de orquesta talento único de Berlioz: Symphonie francés Hector Berlioz (1803-1869) que para fantastique, opus 14, compuesta en muchos fue el más genial de los músicos 1840 (sugiero buscar en YouTube la de la época romántica de la música. Un interpretación de Gustavo Dudamel). hombre que en solitario «hizo pedazos Un paréntesis también para agregar que el “establishment” musical europeo… esta sinfonía tiene cinco movimientos Después de él, la música nunca volverá a ser y cuando creemos que en la Marcha igual». Así escribió en Lives of the Composers al cadalso termina todo, viene Harold Schonberg (1915-2003), considerado el quinto movimiento Sueño de el mayor crítico musical, autor de más de una noche de aquelarre, capaz de una decena de libros y ganador de un Premio estremecer al más impávido de los Pulitzer por sus artículos en el New York Times. amantes de la música. Y la escribió para describir el amor apasionado y Schonberg refiere que la alusión a Dios y a Johan hasta enfermizo que sintió por la actriz Sebastian Bach (1685-1750), según muchos el irlandesa Harriet Smithson. mayor compositor de todos los tiempos y un fervoroso creyente, fue registrada por el Yehudi Menuhin, cuyo centenario de compositor musical Ferdinand Hiller, su natalicio se cumplió el 22 de abril de quien describió a Berlioz así: «La frente 2016, acusó de excesivas las críticas sobre grande y alta, dominando sobre los la personalidad del músico francés. No ojos hundidos; la nariz aguileña, grande hacen, dijo, justicia a la grandiosa ambición y curva; la enorme de Berlioz y, en particular, a su visión de lo mata de pelo castaño que debe ser una orquesta. En su claro, contra cuya maravillosa Historia intelectual fantástica abundancia de la humanidad, Peter Watson nada podía hacer recuerda que en la década de 1830 el peluquero: las orquestas raras veces tenían más quienquiera que de 60 músicos, pero que un poco hubiera visto esta antes, en 1825, Berlioz ya había cabeza nunca la reunido una orquesta con 150. olvidaría». Los Sin embargo, lo que muchas veces caricaturistas de la comentaba el compositor era que la época se regocijaban «orquesta soñada» (según la referencia con la figura del de Watson) se componía de 467 músicos, compositor. un coro de 360 miembros, 242 cuerdas, El debate en torno a este músico 30 arpas, 30 pianos y 16 trompas. Según giraba en si era un genio o un Schonberg, Berlioz fue un adelantado para fanfarrón. Esto último porque su época, «un revolucionario, un déspota era extrovertido, capaz de gritar sin ley, sentía la necesidad de expresar como asistente en medio de un lo estrambótico en oposición a concierto para criticar la debilidad los ideales clásicos del orden y la de un instrumento o el error en contención». la ejecución de una partitura. Un libros / LETRAS DEL ECUADOR 45

Caín y otros olvidos, de Fabricio Silva

Julio César Abad Vidal

uve la fortuna de conocer a Fabricio una escena de maltrato a la madre causado por «Deja que los muertos recuerden a los muer- Silva (Ambato, Ecuador, 1975) hace «los tumultos y los desencantos» (Dos voces; p. tos» (El general; p. 25) remite inequívocamen- ya un par de años en la ciudad ecua- 21). La voz de ella habla de un hijo al que aban- te a una frase de Cristo, «deja que los muertos Ttoriana de Cuenca, en la que reside y trabaja, dona. Un hijo que engendró con un hombre entierren a sus muertos» (Lc 9, 60), con que y donde viví durante un año. Recuerdo que la anónimo del que únicamente sabremos que «su animaba a un discípulo a que iniciase su labor noche que nos conocimos nos aferramos a los sombra caía cansada [sobre ella] desde su cuer- apostólica. Pero, en realidad, es la prosa poética tragos y a la mutua compañía como si fuéramos po desnudo como un clérigo que renuncia a sus de la obra lo que la aproxima a un lenguaje que náufragos en el desastre que terminó siendo la hábitos» (Dos voces; p. 21). Ya en este, el segun- se antoja profético, esencial, como una suerte reunión que provocó nuestro encuentro. Esa do relato del conjunto, el lector comenzará a de Evangelio maldito, en el que los condenados noche, y muchas más que siguieron, Silva me ser sensible a la pertinacia con que establecen hijos de Eva se encomiendan a una Nueva Ma- asediada la fantasía con los detalles que iba des- referencias al catolicismo. Y, así, sabremos que ría: aquí llamada Angélica. tilando de una obra en curso y a la que se refería la madre adquirió su fortaleza en un convento como «antinovela». Hasta la fecha sigue incon- (Dos voces; p. 21), mientras que la palabra con clusa. En noviembre de 2014 me obsequió un la que se cifra la separación del autor y la madre El nombre de Angélica ejemplar de su opera prima y única obra dada a no es otra sino «martirio» (Dos voces; p. 21). El nombre de Angélica aparece por vez primera la imprenta hasta la fecha, Caín y otros olvidos, Caín (o el hombre) es una promesa de memo- para identificar como «la habitación de Angé- con una generosa dedicatoria: «para mi nuevo ria, como acierta a decir la madre, para alentar lica» (Cacería de tres solitarios; p. 33), el lugar amigo». Devoré el volumen en un estado cerca- la eventual supervivencia de que sirve para los encuentros no a la febrilidad. He regresado a su lectura y he los condenados, los «emigra- sexuales del narrador con una deseado brindar estas notas con la esperanza de dos e inciertos» (Dos voces; p. segunda persona cuya identi- contribuir modestamente a difundir una obra 21) náufragos de un territorio dad está tejida por la ambi- admirablemente tensa, revulsiva y angustiante. imposible, que no se detalla, güedad, aunque se menciona porque acaso no pueda deta- Caín y otros olvidos está integrado por un total la intervención de un cura llarse en modo alguno. de dieciocho breves relatos1, antecedido por la (y su sermón, y un padre- «Nota de un editor» (p. 13), que firma como nuestro), a quien se concede la autoría de un «poder» que Caín. En lo sucesivo nos hallaremos con una Apuntes estilísticos miríada de escenarios, presentados con harta victimiza a los compañeros de subjetividad, en escrituras caracterizadas por el Como ocurriera en el porten- un sexo anteriormente regado empleo contumaz de una primera persona que toso poemario de Efraín Jara por «unas cuantas botellas de el lector no logrará discernir, acaso, del Caín Idrovo (Cuenca, Ecuador, cerveza, [y] otras tantas gotas sollozo por pedro jara que se presenta como editor del conjunto. En 1926), de sangre en la sábana y en el Ibíd. esta primera indefinición radica lo perturbador (Cuenca, Casa de la Cultura piso» ( ), acaso una men- del embeleso de la prosa poética que provoca Núcleo del Azuay, 1978), una ción al himen desecho o a la obra. obra señera de la poesía ecua- otro tipo de violencia en una toriana de las últimas décadas, y que compuso desentrañable prosa desconcertante. En la presentación de Caín se nos aparece, para cincelar un monumento al dolor por el Los detalles sobre la personalidad de Angélica como por ensalmo, el ahorcado de la célebre hijo muerto, por Pedro, que se había suicida- se desgranan en los sucesivos relatos. Su cuer- novela subjetiva de Pablo Palacio, Vida de un do años atrás2, Fabricio Silva fuerza la sintaxis, po, sabremos en la página 38 (Desangelado), ahorcado (Quito, Talleres Nacionales, 1932). elimina nexos entre conceptos, alumbrando de está acostumbrado a ser golpeado por un ancia- Ya la primera palabra del libro nos presenta este modo neologismos, ya sea con guiones: no, de quien no tendremos ulterior informa- una afinidad primera: «amordazado». Amorda- «escapo-respiro-salto del espasmo» (Los espejos; ción. En Angélica o la plegaria sabremos que se zado que está Caín, como afirma, por el cordón p. 17), o uniendo dos sustantivos al tiempo que hacía llamar «sacerdotisa» (p. 41) y que habita umbilical; «vuelvo a guarecerme en la alianza elimina la proposición «de» que habría de vin- un espacio de remordimiento. Cuando regresa umbilical que me continúa persiguiendo, qui- cularlos, como «gestoangustia», «gritodolor» o al narrador, afirma de su pecho que, sus «pezo- zás asfixiándome, quizás recordando lo divino» «silencioagonía» (El general; p. 25). El mismo nes […] acuchillan mi pecho» (Ibíd.). Pezones («Nota de un editor»; p. 13), concluye el pró- texto lo explicita: «invento palabras que quie- que si son elementos nutricios y eróticos, no lo logo del editor Caín. Una primera página que bro y se las arrojo» a «ese hombre que camina son menos mortales; «las viejas horas toman la presenta al lector ya la primera referencia a la soportando su fingida decencia» (Los espejos; forma de tus pezones» (Angélica o la plegaria»; presencia, que se demostrará omnipresencia, de p. 17), un hombre que no es sino él mismo, p. 42). La unión de la madre y su compañe- la obsesión del autor hacia su madre. Pero es la figura que sale a su encuentro en la terrible ro —el autor mismo, como delata el empleo que ese recordar lo divino parece presidir el cre- superficie vidriada de «Los espejos», título del de la primera persona— concibe un ser mons- do del autor maldito: la existencia supone un primero de los relatos. En otra ocasión, elimi- truoso, «nuestras sombras crean en el suelo una divorcio de la divinidad y el tiempo no es sino nará las comas de las acciones sucesivas en un figura amorfa que se retuerce con tentáculos y un tránsito hacia el olvido. extenso párrafo, fortaleciendo el remolino de tendones» (Angélica o la plegaria»; p. 41). En esta prosa fulgurante, de dicción profética, que Las Dos voces que dan título al segundo de los otro pasaje, Angélica se prostituye en un antro caracteriza al conjunto todo de este libro per- relatos no entablan diálogo alguno. La primera con música de rocola, a pesar de la oposición del turbador y electrizante3. de estas voces es transcrita en cursiva, como lo autor. Ve marchar a Angélica. Y en su cabeza se estaba el prólogo de Caín, lo que permite supo- La Biblia y la sensibilidad imaginera católica re- confunden su deseo y la acción del nuevo aman- ner que es este el emisor. Relata una huida de sultan constantes en el conjunto de los relatos. te; «Desabroché, miré con ojos que lastimaban, 46 LETRAS DEL ECUADOR / libros penetraban, seducían; la tomaba, descifraba sus homosexual sobre el mismo, cuando se retrata el relato de Silva ridiculiza, por el contrario, la apetitos, quejidos, fricciones, mis manos hú- al amante del personaje titular, que es el padre megalomanía nietzscheana del profesor (éste medas y vacías se llenaban de piel y en cierta del narrador, como «un hombre alto, bueno en minúscula, frente al empleo de la mayúscu- forma de esa obstinada flor de un día y de la tal vez mediano» (p. 59) al penetrar en una la inicial que empela Palacio), quedando, pues, angustia de sentirme abandonado; pero ahora estancia doméstica, probablemente el despacho sin efecto alguno sus pretensiones. todo esto lo hace él» (Angélica o la plegaria»; del Monseñor. Apenas sabremos más de esta Fabricio Silva ha logrado con apenas un cente- p. 42). Y Angélica será el nombre que dará figura oculta. Aunque estaríamos tentados nar de páginas impresas una memorable fanta- a la mujer que besa —pese a la oposición de a identificar como el Nombre del Padre del sía de escisiones, remordimientos, paradojas y ésta—, después de que la verdadera Angélica le conjunto al mismo Pablo Palacio. despistes que pueblan un mundo hiriente, pu- abandonara. Una sustituta a la que terminará Comenzábamos estas letras evocando en la trefacto, devastador y de una profundidad lírica despreciando con violencia. También la evoca- presentación primera del Caín de Silva como abisal. En su último relato, Un delirio de Dios, ción sexual de Angélica sobreviene con el dolor «amordazado» al «ahorcado» de Pablo Palacio en el que el narrador, en compañía de otros se- infringido por una violencia tangible. El narra- (Loja, 1906-Guayaquil, 1947), el extraordina- mejantes, libera a Dios del sótano de la casa que dor, en un relato en el que se aventura en una riamente heterodoxo escritor ecuatoriano que habitaba Angélica, no se dirige a la mujer en suerte de revolución escasamente programáti- pasó sus últimos siete años de vida sumido en la primera persona del singular, sino del plural. ca, recibe «un disparo en el bajo vientre que me locura y residiendo en diversos psiquiátricos. El Es el final de los tiempos: «La última vez que penetró ahí en donde Angélica se posó tantas autor de Caín y otros olvidos escribe desde una miramos a Angélica estaba sentada afuera de su veces» (Sonata de un contento; pp. 94-95). institución, que identifica como «un hospicio, casa redescubriendo los susurros que alguna vez En Desangelado ofrece Silva un locus classicus en donde todo parece en cierta forma más real, escuchó, quizás a la orilla de la fotografía que del sentimiento barroco de la existencia: el más puro, descontaminado de la permanente nosotros rompimos, y ella hablaba y acariciaba mundo como teatro. Y, concretamente, como competencia del hombre» (La variadas formas, sus cabellos rubios. Desde ahí la mayoría de no- un espectáculo de títeres, una metáfora que III; p. 66). Si el lector puede con toda proba- sotros se resbaló por lo cotidiano de los días y la hace visible la relación bilidad suponer que se olvidamos» (Un delirio de Dios; p. 106). causal de lo experimen- trata de una institución Tamaño desgaste en la expresión hace que uno tado por los actores con psiquiátrica, comproba- se avergüence de emplearla. Pero me rindo. la mente motriz de un rá con posterioridad su Lo haré en esta ocasión porque sinceramente maestro. Ante el escena- acierto, «quién puede creo que Fabricio Silva, un hombre discreto, ha rio no se encuentra es- Fabricio Silva medir la distancia entre la logrado con Caín y otros olvidos una auténtica pectador alguno, lo que ha logrado una cordura y la demencia», obra maestra. provoca que el silencio en memorable fantasía se pregunta el narrador. la escena resulte ensorde- de escisiones, Pero el autor es, ora un cedor. Y, en este mismo remordimientos, periodista (en La última paradojas y despistes Notas: sentido, el autor se dirige edad), ora un psiquiatra 1 El libro está acompañado por ilustraciones que se sitúan a Angélica, para sostener que pueblan un (en «Confesión de un entre los diferentes capítulos. Se trata de reproduccio- que «con tu silencio creas mundo hiriente, siquiatra»), ora un his- nes en blanco y negro de sendas obras del pintor Jorge el más atroz ruido de la putrefacto, devastador toriador (en «Una vieja Chalco (Cuenca, Ecuador, 1950). Estas imágenes no son y de una profundidad ilustraciones realizadas ex profeso para la obra, sino que despedida» («Desangela- escultura»), pero un his- han sido seleccionadas por el autor y reproducidas con do»; p. 37). lírica abisal. toriador que nos parece el permiso del artista. La imagen de la p. 79, firmada insensato, o que nos de- en Viena, en 2003, sirve, en esta ocasión en color, para Angélica es, también, vuelve con sarcasmo la in- ilustrar la portada del volumen. una figura reverenciada 2 sensatez del mundo nues- Nos hemos ocupado brevemente del poemario en el por una comunidad, a prólogo que escribimos por invitación de Iván Petroff tro, cuando se pregunta, ella se encomiendan los Rojas (Cuenca, Ecuador, 1956) a su ensayo Archipiélago «¿Un historiador no está vital. La metáfora en «sollozo por pedro jara» (Cuenca, habitantes de los basu- autorizado a cambiar los Casa de la Cultura Núcleo del Azuay, 2014, pp. 7-10). reros, probablemente los 3 hechos a beneplácito del poder?» (Una vieja es- Ocurre en «Ceguera de basura», relato cuya mera escri- escenarios más certeros para hablar literaria- cultura; p. 83), y ese protagonismo concedido tura ya sitúa a Silva entre los clarividentes. Transcribimos mente del presente, en sus encuentros sexuales en su integridad un extenso párrafo en el que, sensible- a intelectuales acechados por la esterilidad nos (en «Ceguera de basura»), o es, finalmente, una mente, las comas se muestran tan solo entre las primeras remite, nuevamente a Pablo Palacio, en concre- proposiciones y, asimismo, entre las últimas; «Pero ante lideresa revolucionaria, a quien evoca recordan- to, a su conjunto de relatos Un hombre muerto todo esto no era necesario exasperarse, mucho menos pe- do «el primer día de la reunión en la plaza de a puntapiés (Quito, Imprenta de la Universidad lear ni discutir en medio de esa humareda con los reorga- la Independencia, cuando había hablado del nizadores del basurero, que han venido aprovechando el Central, 1927), protagonizado por profesores, desprendimiento de lo material, totalmente inicio de la noche, ni exaltarse reírse irónicamente satis- historiadores, et. al., incapacitados para bregar facerse consolarse escuchar ruidos auxilios reclamos gol- desnuda, radiante como un altar ante el públi- por hacerse camino en las circunstancias de su pes gente que cae quejidos gritos pitos de vehículos lloros co» (Sonata de un contento; p. 93). Angélica es, existencia. Y existe, por cierto, una irreprimi- y puertas que se cierran madres que maldicen hombres acaso, la mujer esencial. Los mil pliegues con que lastiman en minutos amargos eternos definitivos ni ble evocación de uno de los fragmentos de la los que Silva viste y desviste su figura se avienen disputarse la basura más grande peor recibir golpes lan- obra palaciana en uno de los relatos de Silva, zar piedras quejarse por los insomnios histéricos ver fun- al carácter arcano y enigmático del conjunto y acaso el menos fulgurante y el más sencillo de das de plástico basura y papel sucio que vuelan escuchar aciertan a retratar una conciencia más que que- todos ellos, y en el que no se evoca a Angélica: de nuevo los insultos y después (el después fue realmente bradiza, desagarrada. un alivio), lo lamentable, la advertencia: al siguiente día El último pecado de Zaratustra (pp. 53-54). Un debíamos desalojar» («Ceguera de basura»; p. 76). relato en el que parece situarse un espejo ante el 4 Existe una muy notable adaptación cinematografía del breve pasaje de Vida del ahorcado —no ocupa pasaje (y, creemos, una de las más memorables produc- El padre. Y Pablo Palacio siquiera una página— de la extraordinariamen- ciones de la historia del cine ecuatoriano) en un corto- En El general encontramos una referencia al te curiosa «novela subjetiva», como la calificó el metraje de apenas ocho minutos de duración, el titulado 4 Vida de un ahorcado. Los estudiantes (Iván Mora Man- padre, identificado displicentemente como autor, de Palacio, la que lleva por título, «10» . zano, Ecuador, 2004). «Augusto, o como se llame» (p. 25), y de quien Pero si en el fragmento de Palacio, el «majade- asistimos a su proceso de putrefacción. Y en ro» Profesor conduce a sus estudiantes univer- Fabricio Silva, Caín y otros olvidos, Editorial El Conejo, El Monseñor se ofrece una nítida referencia sitarios a un suicidio colectivo en su presencia, Quito, 112 páginas. libros / LETRAS DEL ECUADOR 47

misma; son la inocencia y la perdición. La música y ¿Quién, si yo gritara, me escucharía desde los el cosmos: «la armonía de las esferas»; el silencio y órdenes angélicos? Y suponiendo que un ángel la música, lenguajes complementarios y redentores. de pronto Sí, porque aunque la música está omnipresente, el me tomase contra su corazón: me extinguiría silencio es su correlato en momentos y situaciones ante su existencia más fuerte.Porque lo bello no decisivos. Es estremecedor el pasaje en el que el na- es sino el comienzo de lo terrible, que todavía rrador cuenta acerca de la convulsión: «La concien- podemos soportar y admiramos tanto, pues cia sigue despierta, empecinada en registrar la catás- impasible desdeña destruirnos.Todo ángel es trofe. Más cerca cada vez, más cerca del silencio.» El terrible. silencio es también a veces «otro» y deviene canto, «en canto triste.» Vladimiro Rivas Iturralde, Música para nadie, Ese ritmo silencioso… Dinediciones, Quito, 2016, 228 páginas. No sólo he recorrido con placer el escenario que envuelve —en cierto modo— todos los dramas que María Isabel Hayek cruzan por la mente y los sentidos del escritor. Me ha emocionado el que Música para nadie me devolviera los instantes que vivo al caminar por el centro de Quito en la noche, que me haya permitido retornar úsica para nadie es, paradójicamente Una búsqueda de a través de sus páginas a ese pequeño mundo: «de —y ya sabemos que la paradoja surca pequeños edificios encalados y aplastados, y de los constantemente los relatos de Vladimi- ningún objeto. Sobre pequeños seres que los habitan», a esta ciudad- roM Rivas— una suerte de exorcismo o de catarsis mirador como Rivas la define, con su bullicio gozosa y sufrida de algunos signos que, en su más Ardillas, de Felipe Troya matinal y sus noches calladas, a ese Quito de la profunda y elemental humanidad, finalmente nos Cuenca, la Benalcázar, la Manabí, al de las bancas rebasan y someten. de la Plaza Grande y de la Calle de la Soledad. Daniela Alcívar Belollio Disfruté y padecí, de principio a fin, de la natura- Sentí, mientras leía, cómo se tejían en el relato va- leza dramática, casi se diría operística, que atraviesa rias dimensiones: la anecdótica a través del anoni- todo el texto: la sed de juventud y de amor desde n Ardillas, de Felipe Troya, coexisten varios mato de un transeúnte que escucha los pregones de la vejez, el ansia de infinito a través de la obra de elementos con gran potencia de ambigüe- Quito, las resonancias, los símbolos y los dilemas arte, el autosacrificio de quemar la obra para liberar dad: la textura pastosa de un verano tedioso, más genuinos de la moral cristiana, hasta las lasti- Ela novedad radical de la sexualidad incipiente de un a la joven amada, y todas las demás batallas que el maduras y las bendiciones que guarda y lleva con- creador —sea éste músico o escritor— libra en cada adolescente, las primeras escenas de lectura, el es- sigo el músico, el hombre íntegro a pesar de que emprendimiento y que se condensan en el título: pacio como extensión neutra (nada más neutro que puede ser: «súbitamente paralizado por un presagio Música para nadie y en este pausado testimonio de un pueblo cualquiera en medio de Estados Unidos porque se cierne sobre él la sombra de lo ominoso; la voz narrativa, cito: «Está convertido en un ga- y, más aun, de una casa rodeada por un bosque en leote, condenado a remar sin descanso ignorando un pueblo cualquieraen medio de Estados Unidos), adónde le dirige su ejercicio. Componer a ciegas, la relación entre las vacaciones como tiempo sin aunque sus obras parecieran consagradas a Cristo. marcas, el sopor y el tedio, la familia como locus Crear sin descanso para nadie.» por excelencia de traumas modestos pero determi- nantes, de herencias indeseadas, de despertares del Va de la mano de lo anterior una urdimbre exigente, deseo. cuyas hebras revelan los diálogos del escritor —que es a la vez un melómano— con compositores y El verano transcurre monótono, idéntico a sí mis- obras —musicales y literarias— de muy variada mo y a tantos veranos anteriores, entre una piscina procedencia. Son numerosas las alusiones, pero la (símbolo sobrecargado del progreso material del tío referencia y el diálogo más poderoso lo establece del protagonista, inmigrante ecuatoriano dueño de con Humberto Salgado/Heriberto Salazar, y su un negocio de piscinas y de su propia modulación vasta y versátil producción, incluido su Sanjuanito del sueño americano) y un bosque que cerca el uni- futurista. verso de la casa de vacaciones hasta aislarla de las señales del mundo exterior, donde viven las ardillas, A ratos parecerían unas cajas chinas contenidas en cifra de una metáfora simple repetida por el tío has- la pregunta: «¿Quo vadis?» —planteada por Sien- ta el cansancio, la del trabajo arduo comomarca de kiewicz, que nos remonta a la arena del circo ro- superioridad moral y medio único de hacer realidad mano en tiempos de Nerón—; la que nos coloca los sueños. El aburrimiento del protagonista, cuyos ahora ante el mismo escenario, tras el tormentoso días se superponen unos a otros como impercepti- proceso compositivo de la ópera de Heriberto Sala- bles capas de polvo sobre una superficie indiferente, zar, donde nuevamente el toro acosa ferozmente a hora tras hora, día tras día, se interrumpe por la la inocente Ligia-Elsa, y también la que lanzan las presencia contundente de la prima Kim, cuya belle- notas dodecafónicas heredadas del compositor de za agita la rutina del narrador adolescente. La mano bendecida, otro drama en el que sin duda puede ser violentamente empujado por una fuerza resuena la misma interrogante: «¿a dónde vas?» El invisible; puede ser cegado por el rayo». Hay imágenes atesorables en Ardillas; y quizá me- hombre, sediento de amor y desdeñado por una jo- nos que imágenes, texturas: la del calor vespertino ven, carga al monstruo sobre sus espaldas. «En el fin Este recorrido ha significado una experiencia muy en la atmósfera espesa del verano, la del agua cuan- está el principio.» particular para mí, también por el ritmo del relato: do la agita un cuerpo deseado, la del humo de los empieza in medias res, la tensión va en aumento, cigarrillos que un grupo de tías echa cuando ponen Con el cambio de perspectiva narrativa, la pregunta pero la intensidad decrece y se equilibra con las des- pausa a su juego de telefunken. La del sonido del subsiste y reaparece en Música para nadie una cons- cripciones y reflexiones del narrador —es una nou- bosque, la del olor de una funeraria, la de la tem- tante temática de Rivas: la presencia del doble o do- velle pero no se descuida el sentido dramático que peratura de un ambiente con aire acondicionado ppelgänger como la manera de encontrarse en el otro está en su génesis—, y los dos últimos episodios son cuando la tibieza exterior aún persiste sobre la piel. o los otros, que querrán saber quién es él y a dónde vertiginosos en todo sentido: el proceso creativo ha va; querrán indirectamente saber sobre sí mismos: cuajado; los discursos: «toman forma clarísima»; al Esas imágenes y esas texturas, pienso, podrían for- quiénes son y a dónde van. Y más adelante, Elsa unísono, maestro y escritor «se dejan llevar por su mar parte de un relato un poco más comprometido llorará de impotencia porque la música que nace de propia inercia…» con la exploración de formas de la ficción capaces su maestro a nadie le importa un carajo. de hacer emerger un mundo en lugar de darlo por Se aproxima el sobrecogedor desenlace y esta lecto- hecho: Troya vierte todas sus energías en el avance ¡Qué riqueza de paralelismos, de símbolos, de pa- ra no pudo no recordar a Rilke en la primera elegía de la narración, en la fluidez de los episodios, en radojas! Elsa-Ligia son/es el demonio y la belleza de sus Elegías del Duino: la composición de unas escenas que, quizá, daban 48 LETRAS DEL ECUADOR / libros para más. La ironía, a veces fina, con que bosqueja Las horas crepusculares, donde el calor empieza No hay una verdad en el pasado, sino en su proyec- al personaje del tío Fernando, ese winner que no a amainar y una brisa leve mueve las hojas de los ción hacia el futuro. puede contenerse de moralizar a todos los que lo árboles del bosque agitando en el protagonista unos ¿Diríamos entonces que la realidad es «según la rodean bajo los principios del capitalismo gringo, afectos ambiguos, entre lo sexual y lo melancólico, vemos», o que la visión humana es «una manera» estaría más aprovechada si la novela no moralizara o el sol de mediodía que todo lo aquieta, el juego de de reconocer el entorno? ella misma al tío, hacia el final, con la pérdida del tenis que trae consigo unos sonidos particulares, los La iconografía permite imaginar —poner imagen— hijo y la repentina pérdida de la razón, simbolizada de la pelota que golpea la raqueta, los de los gemidos a lo que no se ve o no existe. un poco excesivamente en su caída en una de sus de los jugadores al responder un pase difícil en medio Hay así, dos realidades significativas para el piscinas; símbolo, vale insistir, de su éxito. de un silencio de verano, esas interjecciones de los fotógrafo: una, la que está frente a él reflejando la cuerpos en un espacio que parece ser inicio y fin de luz hacia el ojo mecánico, y otra, la que imagina Del mismo modo, me resulta inevitable sentir en un universo ínfimo y aislado, ¿por qué el autor pasa como la futura fotografía terminada. falta un trabajo menos utilitario con la escritura, tan rápido de esas imágenes enigmáticas, potentes, menos comprometido con la eficiencia y el para contar la historia? ¿Por qué la novela le da tanto La huella existe, más allá de que tengamos noticia despliegue de eventos narrativos y más abocado a espacio a diálogos poco potentes, casi burocráticos, de ella. y tan poco a esas formas y esas texturas que revelan El valor particular de la fotografía reside en el pro- la intrusión indomesticada del recuerdo? ceso de su generación, en ser el reflejo —la huella— de una realidad que ha existido. La moral literaria de la fluidez y de la preeminen- Alguien me piensa, luego existo. cia del evento narrativo como motor principal de toda narración le juega en contra a la posibilidad En este libro surgen jóvenes fotógrafos apasionados, de Ardillas de devenir relato anómalo de una ex- viejos fotógrafos poblados de fantasmas, documen- periencia común. El tedio del verano en la repeti- tos que destruyen historias, búsquedas científicas y ción sin fin de los días, interrumpido apenas por la intrusión del deseo y las rutinas de los adultos, vanidades, soledades y destinos…, vívidos persona- pedían en esta novela algo menos que un armado jes alrededor de los cuales se construyen historias. verosímil y eficaz: hay unas imágenes que siguen Miguel Donoso Pareja, quien escribió una especie figurando, a pesar, tal vez, del ritmo de la novela y los recursos que se le impusieron, una duración ambigua, una detención, un deleite indecible sus- traído de la concepción tranquilizadora del relato como sucesión ordenada de eventos significativos

Felipe Troya, Ardillas, UArtes Ediciones, Guayaquil, 210 páginas.

15 cuentos para fotógrafos la búsqueda de imágenes inasibles. Las escenas de piscina o de tenis, la caracterización del espacio y una carta indignada familiar cerrado, autónomo, ajeno a lo exterior, las relaciones familiares, el mismo bosque que se levanta como una pared bamboleante y sonora para María Paolineiri obliterar cualquier horizonte, la relación sexual con la prima Kim, son en Ardillas las señales poco aprovechadas de una sensibilidad particular que l pasado 26 de septiembre, en el Museo se dejó afectar demasiado poco por el recuerdo. Antropológico y de Arte Contemporáneo, Cuando Troya abandona la descripción del MAAC, en la ciudad de Guayaquil, se Epresentó públicamente el nuevo libro de Jorge bosque visto a través de los binoculares a favor de diálogos demasiado convencionales, cargados de Massucco, 15 cuentos para fotógrafos y una carta un «realismo» más genérico que trabajado desde indignada, por parte de Gilda Holst y Amaury el pulso de una verdad que habita en el recuerdo, Martínez. conspira contra lo mejor que tiene su novela. En 2007, CIESPAL publicó Otras miradas a la Cuando narra por encima el juego de telefunken fotografía, un vasto ensayo sobre el pensamiento de sus tías para contar el chiste de la caricia bajo la y la imagen fotográfica, que en su momento fue de prólogo para la obra (aunque él lo negase en el mesa de la pierna equivocada, desvía una potencia comentado favorablemente por la prensa del país. mismo prólogo) habla de los encantos y verdades de que sin duda existe en beneficio de una narración La obra había sido escrita por un profesor de la un libro intencionadamente mentiroso y aclara que en más bien clásica, de tempos previsibles. Facultad de Comunicación Social de la Universidad cuanto se refiere a encantos se remite a: «esos trucos Se agradece que Ardillas renuncie en general a cual- de Guayaquil cuyo nombre, poco conocido fuera y habilidades de manos, capaces de encantarnos con quier pretensión de redondez: las historias saben del ámbito académico, no despertaba el necesario la ilusión de lo sorprendente». abandonarse en un punto cualquiera, y en esto el interés para acercar a los lectores especializados: Jorge H. Massucco. Massucco ha sido fotógrafo profesional (trabajó, relato aprovecha la idea de continuidad sin fin de entre otras publicaciones, para Diners, Gente y los veranos, de los días en esa casa de vacaciones, Antes y después de esta publicación, Massucco tiene Caras) y es precisamente sobre su experiencia en de la vida de los ejecutores del sueño americano. otras en las que reflexiona sobre comunicación, este campo que reproduce una carta «gozosa», según Insisto en el poder evocador de ciertas imágenes, cultura, identidad, pedagogía y periodismo, pero la califica Camilo Luzuriaga en la contratapa de la como la del principio, por ejemplo: un adolescente nos detenemos particularmente en esta edición de publicación, que en un juego de ficción y realidad y su tío, sentados, miran por unos binoculares la CIESPAL porque es la base para su último libro, 15 reclama por el trato al que se somete a los fotógrafos vida simple y misteriosa de las ardillas de un bos- cuentos para fotógrafos y una carta indignada, en un de prensa. Una nueva contribución editorial de que. Mientras el mayor usa a las ardillas como una proceso de reconversión que no deja de llamar la Eskéletra, cuya calidad y oportunidad siempre nos metáfora del progreso económico por medio de la atención. sorprenden gratamente. disciplina, el joven imagina secretas fisuras en la ru- tina de los roedores, fisuras in-significantes, ajenas ¿Qué cuentos sobre fotógrafos se pueden escribir Jorge Massucco, 15 cuentos para fotógrafos y una carta a la función y al trabajo, excesivas con respecto al inspirados en citas como las que siguen extraídas de indignada, Eskeletra Editorial, Quito, 2016, 160 sentido. un libro mayor? páginas. libros / LETRAS DEL ECUADOR 49

en La piel del miedo, una novela que se comunica todo tipo de formatos, las peligrosas que cambian con esta no solo por la repetición de algunos per- el destino de un país, las piadosas que dejan morir sonajes (algo usual en la literatura de Javier), sino en paz, las propias que sirven para seguir viviendo. porque cuenta una parte inicial de la vida del na- rrador. El amor de Jorge por Loreta, una mujer que Dionisio Vila, el protagonista, viaja a Estados Uni- llega a su vida ya embarazada de otro hombre, des- dos a estudiar; él es el hombre de la casa, el herede- ata dentro de él una necesidad de reconstruir hasta ro, y por lo tanto tiene la responsabilidad de conti- el mínimo detalle del pasado de su amante, quizás nuar con los negocios, con el emporio familiar. Pero con la intención de poseer algo más que su cuerpo: lo que Dionisio quiere realmente es que su prima su historia. Es así como Jorge comienza a conocer el hermana, Helena, no se case, que sepa de alguna pasado de amor y de hoteles de Loreta y a llenar los forma que él está enamorado de ella, que lo espere, agujeros narrativos con su masoquista imaginación. que él va a hablar con todos, les va a confesar sus sentimientos. Dionisio aprende pronto que sobre el Podríamos decir, entonces, que Hoteles del silencio amor y el poder no se discute, por lo menos no con es una historia de amor, pero me parece que sería los Vila. El amor es algo que llega con el tiempo y castrante definirla de ese modo. Es una novela de «solo en igualdad de condiciones puede formarse amor, de celos, pero también de lo amenazante que una familia y las condiciones, mijo, son los apelli- puede llegar a ser lo inaprehensible. La ciudad en dos, la clase, la educación y los ancestros», le dijo su donde desaparecen niños, por ejemplo, crea un am- madre alguna vez. El poder viene en la sangre y se biente de angustia y de horror para el lector, quien retiene a cualquier precio. En realidad, casi nada se fabrica junto a Jorge Villamar, y la ciudad entera, discute entre ellos, el destino parece escrito. historias que tratan de explicar los raptos y los asesi- natos. Nosotros, los lectores, nos convertimos junto A veces no es posible vivir con tanta verdad y al- a Jorge en agentes imaginativos que sacan conjetu- gunas personas prefieren traspasar el margen de la ras descabelladas ante la necesidad de respuestas. realidad. Helena Vila Pombo decide ser la dueña Y mientras niños se esfuman en el aire y sus cuer- de su destino y en la primera página de la novela se Sobre Hoteles del silencio, pos son hallados en la calle como basura, Loreta ve encierra en su habitación y no sale. Es el día de su cómo su vientre crece, cómo la vida crece entre el boda, ya está casada. Sus padres, su nuevo esposo horror y la muerte. y todo el que se siente con alguna autoridad sobre de Javier Vascónez ella, le suplica que salga de la habitación, que ya «Los rumores se extendieron de forma descon- Mónica Ojeda trolada hasta convertirse en la comidilla de todos los días. El hecho de recordarlos era como seguir de cerca y con aire impasible a los secuestrado- Todos tenemos una voz y un oído interno, también res, contagiándolo todo con el olor de la sangre, la mirada inventa y nos arrastra muy lejos de don- como en un matadero. Eso a Loreta le impedía de estamos. Tan lejos puede llevarnos la mente de respirar, pues el vivir en contacto con la maldad un celoso que podemos terminar en un hotel al otro nos mimetizó con el resto de la ciudad. Por eso lado del mundo. Pero un hotel puede ser un estado estábamos cada vez más cerca de la muerte». de ánimo, el recuerdo de un viaje, la intensa emo- A los niños le sacan los ojos. A los niños los utilizan ción de una aventura, un sentimiento de extrañeza para el mercado negro de órganos. A los niños los vivido a conciencia desde la absoluta felicidad de un amor definitivo o la exaltación de un crimen. secuestra un pueblo de maleantes que vive cerca del Existen puntos de encuentro marcados para siem- volcán. A los niños los usan para sostener negocios pre en las paredes y la intimidad de un hotel. Es, turbios entre médicos, policías y jueces. A los niños además, el asidero del último deseo, como dijo un los llevan a rastras a un hotel. A los niños los mata viajero, un refugio para los solitarios y un albergue una empresa extranjera… Los personajes de Hoteles para adúlteros y suicidas. del silencio ensayan respuestas porque las necesitan, Javier Vásconez pero aquí lo más importante son las preguntas: las de Jorge sobre la vida y la mente de Loreta, las de la ciudad sobre la vida de los niños, las de Loreta so- odría creerse, por el título de esta novela, bre su maternidad. Porque, como dijo Cercas, «hay que esta es una historia de hoteles, pero no: que proteger a las preguntas de las respuestas». Y eso es una historia de personajes tan ricos y di- hace la literatura de Javier. Pversos como las experiencias que se acumulan en el Javier Vásconez, Hoteles del silencio, Editorial Pre-Textos, interior de un hotel. Los hoteles son no-lugares, es- Valencia, 336 páginas. pacios en donde uno nunca es, sino que está; sitios es una mujer casada, que tiene responsabilidades, despersonalizados que pertenecen a todas partes y que abra, que abra. «No soy libre», piensa ella, y se a ninguna. Los hoteles representan a Loreta, una refugia en otro mundo. Cada lector elegirá qué tipo mujer embarazada con un pasado indescifrable que de locura padece Helena, cuánta es su inteligencia, enamora al narrador, Jorge Villamar, y que ha vivi- Los dueños del mundo cuánta su fortaleza. do en España y en Ecuador hasta llegar a sentirse de ninguna parte; representan la fugacidad, la desterri- Isabel-Cristina Arenas Los personajes se interrogan a ellos mismos, escri- torialización, la pasión, el deseo. Pero también son ben cartas que nunca entregan porque son «cartas lugares sórdidos, como la ciudad que sirve de esce- a la vida», más que para un destinatario real. Dio- nario; una ciudad gris en donde se asesinan niños y nisio, en secreto, se imagina llegando a casa, su es- os poderosos eran poderosos y en donde circulan leyendas escabrosas sobre lo que posa y sus hijos lo reciben, cenan, comparten con- punto», dice el narrador en Y por favor se hace con ellos. versaciones triviales, un cigarro antes de dormir y miénteme (Sílaba, 2016) del periodista la tranquilidad de la noche. «Su anhelo era así de En Hoteles del silencio, Javier recoge la figura del «Lcolombiano Fernando Araujo Vélez. La familia pequeño, pero al mismo tiempo, inmenso». Pero en hotel como espacio propiciador de literatura, lu- Vila tiene dinero, pero sobre todo poder. Han vez de esto tiene negocios por los que debe y ha gar de encuentros y desencuentros, pero también tomado las decisiones más importantes de la región decidido responder. Helena mientras tanto, habla reelabora tópicos literarios como el de los celos y la y del país, desde los inicios del siglo XX. Muchos con sus perros, dibuja figuras en los féretros de sus imaginación del celoso (tópico encarnado en perso- puestos de trabajo dependen de ellos, y hasta han muertos, descubre papeles ocultos por años. Ella es najes inolvidables que van desde Otelo hasta Hum- movido influencias para nombrar presidentes de la la incertidumbre, un posible «no» difícil de sopor- bert Humbert). Jorge Villamar, el narrador celoso República. Estamos en Cartagena de Indias, ciudad tar para el protagonista. de esta historia, es un personaje imaginativo hasta del Caribe llena de tradición y contrastes a la vuelta el extremo (algunos dirían, incluso, que delirante), de la esquina. La historia de los Vila, está marcada Es Dionisio quien le cuenta a Helena la historia de cuya imaginación desbordada apareció previamente por el suicidio y las mentiras. Esas que vienen en los abuelos, Margarita Daníes Kennedy y Dionisio 50 LETRAS DEL ECUADOR / libros

José Epifanio Vila de la Barreda Méndez y Bustos, quienes dejaron en la familia una marca de locura Libros de los que quizás no pueda extinguirse. «En la Colombia de entonces, no se consideraban ni por asomo la Núcleos de la Casa posibilidad de que el poder, la soberbia, la arrogan- cia y la violencia fueran una cara de la locura». Y detrás de ella, la mentira como táctica para alcanzar Primera parte cargos políticos, dinero, la libertad y hasta el amor, na de los propósitos de la Casa de la Cultura pero ¿por cuánto tiempo o a costa de qué? Ecuatoriana desde los días de su fundación Fernando Araújo Vélez es periodista y editor de fue diseñar y ejecutar un proyecto editorial Uque permita la más amplia difusión de los valores Cultura del periódico colombiano El Espectador. En sus textos dominicales de su columna El Cami- culturales de nuestro país. Con plena conciencia nante se reconoce la voz del narrador de Y por favor de que las diferencias ideológicas debían apartarse miénteme. Una voz original de denuncia que habla de sus propósitos fundacionales, lo primero que de la dignidad, de la envidia, del amor, del tiem- se hizo fue proseguir con la edición de los Clásicos po, y de lo que nos hace horrible y hermosamente Ecuatorianos, cuya idea fue concebida poco antes humanos. También ha escrito libros de no ficción en el seno del Instituto Cultural Ecuatoriano, como No era fútbol, era fraude (Planeta,2016) y antesala de la Casa. Asimismo, a medida que se iban Pena máxima (Planeta, 1995). En ésta, su primera constituyendo sus núcleos —Guayas y Azuay en novela, hay capítulos imperdibles dedicados a la be- primer lugar y luego en las demás provincias—, este lleza, a la verdad, a la soledad. objetivo se fue ampliando, asumiendo la diversidad regional como fuente de enriquecimiento de la Los Vila casi siempre logran comprar el silencio o tarea para la cual la Casa había sido fundada. las declaraciones necesarias, casi siempre logran pi- Libros y revistas empezaron a circular con inusitada sar y hablar más fuerte. Personajes como Roldán, rapidez. En la matriz, al cabo de muy poco tiempo, Severo y Henrique, medio hermano de Dionisio, gracias al impulso de su primer presidente, Manuel harán lo posible por cambiar el rumbo de los acon- Benjamín Carrión, que no solo pensaba sino que tecimientos. Y Helena, mientras tanto, será la úni- también hacía, que concebía proyectos y trabajaba ca capaz de decir la verdad. «¿Quiénes son ustedes, en ellos con envidiable ebullición de energías, se quiénes somos nosotros los Vila?» tuvo un primer taller de impresión con máquinas Fernando Araujo Vélez. Y por favor, miénteme, Sílaba de medio uso adquiridas a la Editorial Colón Editores, Medellín, 228 páginas. de V. H. Valdivieso Pereira, personaje de grata recordación en los anales de nuestras artes gráficas. Alejandro Carrión Aguirre asumió la tarea de dirigir el departamento editorial y puso todo el entusiasmo de un joven con apenas treinta años Antonio Correa, entre en esto de armar un programa editorial de primera calidad —novedad absoluta en el país— y de fijar la edad de la poesía y su interés en fases tradicionalmente descuidadas, como la distribución de los libros editados. la otredad de la novela De esos ya lejanos tiempos al presente, al menos siete décadas han transcurrido. La matriz y cada uno de sus núcleos han ido produciendo libros y ste ha sido un buen año para Antonio Co- revistas a medida de sus posibilidades materiales rrea Losada (Pitalito, Huila, 1950) quien, y financieras, muchas veces segregando recursos de origen colombiano, ha mantenido a lo de partidas que pudieron permitir a los gestores Elargo de su vida fuertes vínculos con nuestro país. como lectores, algunos son determinantes en cierta culturales recibir aplausos inmediatos pero siempre De vida transhumante, en los años setenta vino al configuración de la voz poética general: navaja, ja- efímeros. El trabajo no tuvo pausa ni medida. Si se Ecuador y se quedó por un largo período vinculán- guar, cicatriz, tatuaje, es decir marcas, señales, líneas abordara la tarea de hacer un catálogo de todo lo dose con la intelectualidad de la época; a inicios que quieren decir algo, que intentan contar algo, editado hasta ahora por la Casa de la Cultura, buen del siglo XXI volvió para establecerse de nuevo, y que te dejan sugerencias más que realidades, pero es tiempo y muchas páginas se necesitarían para ello. esta vez se hizo ecuatoriano. Un buen año, digo, justamente ahí en donde radica la posibilidad poé- Muchas, muchísimas páginas. ¿Por qué, pregunto, porque ha publicado su primera novela, Bajo la no- tica, en esos susurros antes que en los gritos, en la no se intentó algo como esto en el pasado? ¿Por che —editada por la Campaña de Lectura Eugenio placidez más que en el alboroto». qué, sobre la base del catálogo aparecido cuando Espejo—, obra breve pero de gran temple, según Con estas tres entregas de Correa, encontramos al la entidad conmemoró sus veinte años (1964) no Luis Borja: «fina estructura circular fraguada […] se prosiguió en tarea tan capital para la bibliografía se revela en su justo esplendor». artista que toma nuevos riesgos; la esencia del crea- dor es probar caminos diferentes, aunque estos lo nacional? Su nuevo libro de poesía, Cabeza devorada, ha vis- lleven a zonas sin luz; en este caso, como bien señala Pero bueno, lo importante ahora es confirmar que la to la luz primero en Bogotá con la editorial Rocca Cote: «Todo poeta verdadero siempre está retándo- labor prosigue. Vayan solo unos casos, tomándolos llevando la espléndida ilustración de Roger Icaza se a sí mismo». Y Antonio Correa ha aceptado el de obras recientemente llegadas a nuestra mesa de como portada, y luego en Guayaquil con la edito- reto de transformar su propia lírica y, además, ha redacción y provenientes de tres de los más antiguos rial Fondo de Animal, proyecto fecundo de ese otro incursionado con soltura en la novela, para así em- núcleos de la Casa de la Cultura. Esto no niega o notable poeta, Ernesto Carrión. prender «su empresa con la fascinación de los des- margina lo que otros núcleos vienen haciendo en la cubrimientos y con el horror que también le depara Ramón Cote Baraibar dice en el prólogo que «con materia. Hace poco, por ejemplo, en estas mismas […] Esta es su propuesta, su entrada a otra edad, a Cabeza devorada parece como si el poeta hubiera páginas de Letras del Ecuador comentábamos sobre su otredad». EP descubierto otro poeta que llevaba dentro y que la antología de Cuadernos del Guayas, publicación empieza a hablar. Lejos están las coordenadas a las entre las más importantes en la historia de las que me refería anteriormente, pues la alucinación, Antonio Correa Losada. Bajo la noche, Corporación revistas culturales del país. el descarnamiento, el agravio inevitable del tiempo, Campaña de Lectura Eugenio Espejo, Quito, 2016, 160 lo hacen enfrentarse al poema de otra manera». páginas. Antonio Correa Losada. Cabeza devorada, Taller de Obras de Carlos Manuel Espinosa En carta personal al autor, César Chávez comen- Edición Rocca, Guayaquil, 2016, 64 páginas. ta así mismo que existen «una serie de símbolos Antonio Correa Losada. Cabeza devorada y otros poemas, El Núcleo de Loja, que hasta hace poco estuvo que están regados por todo el libro, que se vuelven Fondo de Animal Editores, Guayaquil, 2016, 114 presidido por el doctor Félix Paladines Paladines, de como marcas o mojones, en donde nos detenemos páginas. larga y fructífera trayectoria al servicio de la Casa de libros / LETRAS DEL ECUADOR 51 la Cultura, ha editado dos obras del doctor Carlos en ese entonces. El conjunto de estas cartas ha sido Manuel Espinosa, gracias al interés del propio doctor recogido en grueso volumen de algo más de 400 Paladines y la colaboración de familiares próximos páginas. Este libro tiene un inapreciable valor do- al autor: Irma Espinosa Vélez de Torres y Rosario cumental, no solo por lo que antes quedó dicho, Molina Maldonado. Ambas, en gesto ejemplar, han sino también porque se describen capítulos de la permitido la recuperación de inéditos del doctor vida cultural de nuestro país, afanes, frustraciones Espinosa que reposaban en archivos familiares, y logros. Largo sería enumerar los pasajes de esta los cuales, con el paso del tiempo, podían estar en correspondencia, las vicisitudes y veleidades políti- riesgo de desaparecer como así ha acontecido con cas del ambiente, las alegrías y contratiempos de sus la memoria del doctor Espinosa, según confiesa el empresas editoriales, las visitas de intelectuales de doctor Paladines: «Esto pese a la estrecha y cordial renombre, la organización del Núcleo de la Casa, y, amistad que mantuvo con prácticamente todos los así, un sinfín de situaciones, cada cual más intere- más destacados escritores ecuatorianos de su época». sante, que permiten comprender el vigor del género epistolar en aquella época, casi perdido hoy día por Carlos Manuel Espinosa (1896-1981), escritor, las nuevas tecnologías de comunicación que permi- poeta, catedrático, fue, junto a varios personajes de ten la síntesis casi absurda en mensajes cortos que la cultura lojana de mediados del siglo XX, uno de pululan a través de las redes sociales. los fundadores del Núcleo de la Casa de la Cultu- ra en su provincia. Su afán por divulgar la cultura En la correspondencia reproducida en este volumen entre sus coterráneos se expresó a través de la fun- destacan las intercambiadas con Ángel Felicísimo dación de célebres revistas de la época —Hontanar Rojas y Alejandro Carrión Aguirre. Voluminoso y Bloque, entre otras—, de la singular tarea que conjunto que cubre más de la mitad de las páginas se impuso al importar novedades bibliográficas y del mismo y que contribuye al conocimiento de es- venderlas prácticamente al costo a muchos de sus tos dos escritores. Pero a ellos se añaden cartas de contertulios, de mantener una nutrida y fecunda re- Pablo Palacio, José de la Cuadra, Jorge Carrera An- lación con lo más selecto de la intelectualidad ecua- drade, Manuel Agustín Aguirre, José Alfredo Llere- toriana y, en fin, en su intención de convertirse en na, Rosa Arciniega, Benjamín Carrión, Pío Jarami- animador de la cultura lojana, especialmente de sus llo Alvarado, Nelson Estupiñán Bass, G. Humberto expresiones literarias y artísticas. Mata y Humberto Salvador. me gustaba aprender las piezas musicales y repetir- Las obras que de este prolífico intelectual ahora se las, silbándolas, para llenar de armonías los reman- Hay que anotar, además, que en su correspondencia publican son solo parte de ese archivo y, con toda sos de mi espíritu», p. 22); y, en fin, la melancolía, no solo aflora un delicado manejo del idioma sino, probabilidad, preámbulo de lo mucho que se po- alimentada por la tristeza que pone a punto la sen- como es obvio, rasgos de su misma personalidad. dría hacer en el futuro con sus papeles y escritos. sibilidad de un espíritu que ve, en sentido proustia- Va aquí un ejemplo, un párrafo de la carta que el 27 En esta columna, la referencia va dirigida a dos li- no, la imposibilidad de recuperar el tiempo trans- de junio de 1937 dirige al doctor Ángel Felicísimo bros que fijan la personalidad del doctor Espinosa: currido, la nostalgia a secas («¡Ha pasado el tiempo! Rojas: Ya no se respira el aire tibio y diáfano del recoleto sus memorias y su correspondencia, fuentes, ambas, Estimado y buen amigo: destinadas a conocer y reconocer al personaje, para pueblo, el puro olor de los azahares de los limoneros ¿Admirado?… ¿Por qué? No merezco tan desme- y cafetos, ni el incitante humo de la miel caliente en saber de sus afanes que rozan con episodios de la surado adjetivo. Usted, tan noble y generoso, solo vida cotidiana de Loja, para conocer detalles de la las meleras vecinas, ni la sutil fragancia de los flori- es capaz de aplicármelo, aunque, como le digo, vida intelectual de nuestro país y, por qué no decir- pondios en los patios y vallados…», p. 203). indebidamente, pues, por mucho que rebusco lo, sobre temas políticos y literarios que interesaban en mi vida —¡y es bien oscura y baldía!— nada Estas memorias recogen también sugestivos retra- a su generación. hay que pueda justificar su desmedido elogio. Si tos de personajes de la vida cotidiana de la Loja en yo fuera vanidoso, ya anduviera a decir las cosas Puestas al abrigo de las citas de cuatro españoles aquel tiempo, valioso testimonio documental con «monstruosas» que Ud. dice de mí. Pero como lo célebres como Lope, Azorín, Ortega y Unamuno, sabor antropológico. Ejemplos hay muchos, cada que menos tengo —y esto lo digo de lo poco que estas memorias refieren episodios de la niñez y ju- uno más curioso que otro. El del peluquero, al cual sé, esto es lo único que conozco a fondo— es la ventud del autor, así como retratos de personajes y motejaban como «sapo», convocado por divertidos costumbre de presumir, aquí se queda guardada episodios aparentemente circunstanciales que, por estudiantes a una clase de Física en la cual se necesi- en el fondo de mi corazón la palabrita, que por su vigor, permanecieron en el recuerdo del escritor. taba una rana para demostrar las teorías de Galvani; cierto se lo agradezco, por venir de Ud. A medida que se transcurre en la lectura de este li- el de monsieur Regaladié, zapatero remendón muy bro, van apareciendo algunos rasgos de la persona- popular en la ciudad quien, que pese a las dificul- tades económicas que padecía, no perdía el ánimo Carlos Manuel Espinosa, Sin velas desvelado. Memorias lidad del autor: su timidez y retraimiento («Me sen- de un mal estudiante, Casa de la Cultura Ecuatoriana Nú- para seguir cantando trisagios en el coro de la igle- tía cohibido al encontrarme con personas extrañas. cleo de Loja, Loja, 2015, 244 p. sia parroquial; el de Cristina, la molinerita, que un Este temor, por desgracia, se agravó con el andar de Carlos Manuel Espinosa, Correspondencia 1930-1972, día desapareció con su madre «anciana de anchas los años en mí, creando este mi apego a la soledad y Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja, Loja, caderas con un pañuelo siempre atado en torno a silencio», p. 15); su espíritu romántico que bordea 2015, 450 p. la exaltación de la belleza en claro sentido poético la cabeza» cuando tiempos malos pararon la rueda («…en la puerta de calle una muchacha de color, hidráulica que movía el «Molino de las Monjas»; o confidente desde entonces entre ella y yo, me en- las andanzas de Manuel Becerra, policía municipal tregó disimuladamente un sobrecito rosado. Olía a al que un día, en persecución de las vendedoras de Opoponax, el perfume de moda entonces. Adentro cerdos y gallinas y dado su porte, enjuto y cadavéri- había una tarjeta postal con una hermosa rosa roja co, la chiquillada le empezó a motejar como «María y unas palabras escritas con una letra vacilante pero sin tripas». En fin. pulida, que decían: Felicítole por su grado. Con sin- El carácter de estas memorias podría sintetizarse en cero cariño. Suya. Cautamente no ponía su nombre. palabras del propio autor escritas a propósito de la Pero Ella estaba allí presente, con su voz, con la flor fugaz felicidad de su familia al adquirir la propiedad roja de su sonrisa que nunca olvidaré. Y sobre todo del «entable» del Burneo, la finca en la cual pasarían decía “Suya”. Es decir “mía”. Que era “mía” palabra breves y felices vacaciones: «¡Solo nos quedó el re- mil veces repetida después en nuestros coloquios cuerdo de los días —¡y tan pocos!— que gozamos furtivos. ¡Juramentos de “tuya” para un “siempre” de su tierra generosa, de su cálido aire y del canto que no llegará jamás!…» p. 172); su sentido musi- permanente de su río!…» cal descubierto a temprana edad («Me pegué atrás [de la procesión], no por devoción, sino porque me De otra parte, el propio Núcleo de Loja ha publi- gustaba seguir el ritmo de la música, oyendo los tri- cado la correspondencia del doctor Espinosa, la nos metálicos del cornetín, las quejas y berridos de mayor parte cruzada en las décadas de los treinta y los clarinetes, el repiqueteo nervioso de los palillos cuarenta del pasado siglo con intelectuales amigos sobre el parche de los tambores… Pero sobre todo suyos, de los más importantes de nuestra cultura 52 LETRAS DEL ECUADOR / libros

Otros libros del Núcleo de Loja. En todo caso, nuestro escritor hizo de la cátedra en El libro inicia con partes de la correspondencia de Clodoveo Jaramillo Alvarado el colegio Bernardo Valdivieso, donde comenzó a Carlos Manuel Espinosa —sobre lo cual ya no cabe y Héctor Manuel Carrión. enseñar filosofía en 1905, el medio para volcar su comentario— y prosigue con tres ensayos desarro- La letra desbocada de Carlos Ferrer pensamiento y energías. De seguro, la timidez con- llados en forma apropiada y pedagógica: «La poesía génita de su temperamento se morigeraba un tanto española del siglo XX, apuntes y acordes», «El mar Conviene destacar tres libros más editados por este frente a sus discípulos, más cortos en edad y mu- y la novela española» y «Últimas tendencias de la mismo núcleo en 2014. El primero de ellos, alusivo cho más en conocimientos. Era como una especie novela negra en España». A ello añádense un con- a la personalidad del doctor Clodoveo Jaramillo Al- de compensación espiritual de la que sacaba fuerzas junto de artículos bajo el título de Bosquejos, que varado (1895-1971), hombre de letras, catedrático, para comparecer ante los demás, en esfuerzo supre- muestran la capacidad periodística de su autor, su destacado representante del foro lojano, autor de un mo para su personalidad. estilo ágil y directo, así como libro imprescindible para comprender a su región: dos artículos —el uno sobre la Loja contemporánea. Hermano del doctor Pío, con- Así como el estudio introduc- lectura y el otro sobre la didác- jugó los mismos atributos de éste y algunas de sus torio gira alrededor de tres ejes tica de la literatura—, posible- preferencias intelectuales. El libro está precedido —Carrión ensayista, novelista mente materiales de trabajo en por un estudio introductorio sobre el autor escrito y poeta—, la selección de sus la cátedra. por Alfredo Jaramillo Andrade —una monografía escritos, fruto de una impor- según sus propias palabras—, para luego reproducir tante búsqueda documental, Las últimas páginas de la obra algunos textos, una antología, en la cual destaca una sobre todo en revistas publi- están dedicadas a reproducir conferencia dictada en 1949 titulada Loja heroica y cadas en Loja, la mayor parte en forma facsimilar un poema conquistadora, y un discurso académico pronuncia- desconocidas para los investi- posiblemente inédito de Ale- do en la velada conmemorativa del centenario de la gadores de nuestra literatura, jandro Carrión, «Angustia y fundación del colegio Bernardo Valdivieso. A ello muestra diversas facetas de duelo de Macará herida», ma- se añade Del rosal de mi espíritu, una selección de los intereses del escritor, que nuscrito hacia agosto de 1941, sus poemas. Los anexos que se incluyen, una evoca- no son exclusivamente litera- tiempo de la invasión de tropas ción de Gustavo Serrano sobre la personalidad del rias sino también pedagógicas peruanas a nuestro territorio, y doctor Jaramillo Alvarado y una lista de las obras y agrícolas. Así, podemos leer también tres cartas de Pablo imprescindibles de éste, completan la edición. De un ensayo sobre las principales Palacio a Carlos Manuel Es- la lectura del libro, sin corrientes literarias, pinosa. La de 11 de febrero de embargo, queda el sa- y en especial del ro- 1933 es de antología, sea para bor de haber tenido en manticismo, a la par conocer más a fondo a Palacio las manos una obra to- que artículos sobre la cultura física de los en su rechazo al provincianismo, sea para mostrar davía incompleta, que jóvenes o el cultivo del cacto sin espinas. el desencanto de los socialistas con la actitud de pudo ser más amplia Benjamín Carrión al aceptar la plenipotencia en y más crítica también, Singular también la forma cómo Carrión México cuando el partido oponíase al gobierno de sobre todo alrededor va introduciéndose en el estudio de su per- la época y Carrión fungía como secretario general del pensamiento de este sonalidad. Lo hace a través de la veladura del socialismo. Párrafos de no olvidar, digo, con lo poco conocido intelec- de sus escritos. Habla de la ereutofobia y que concluye esta relación sobre los libros tan bien tual lojano. de la educación de los tímidos en su texto trabajados por el Núcleo de Loja. titulado La conquista de la personalidad y En segundo lugar, el más todavía en La timidez, donde vuelve a El primero: libro trabajado por tratar sobre la fobia del rubor calificándo- Ruégele a Dios, Carlos —ustedes que le tienen Bernardita Maldonado la como una timidez patológica: «Cuando allá cerca— que nunca permita que el suscrito sobre Héctor Manuel los fenómenos de la timidez se exageran se vea obligado a regresar a su pueblo. Caramba, Carrión (1878-1929), o se complican, pueden provocar acciden- cuando me pongo a pensar que esto tiene visos Héctor Manuel Carrión, tes más graves, que no producen tan solo de posibilidad, soy capaz hasta de echar una la- la extraña soledad del malestar o incomodidades, sino que traen grimita. corazón, se inserta en la consigo sufrimientos reales y obstáculos misma metodología del serios a la actividad Y el segundo, que va a continua- anterior, es decir, una exterior» (p. 211). ción en la misma carta: antología precedida de un estudio que nos aproxi- La narrativa recopilada en el Aquí, todo desbaratado. Ca- ma a la vida y obra del autor. Mucho más amplia rrión aceptó esa plenipoten- libro no tiene la calidad ne- y más analítica que el libro antes comentado, nos cia en Méjico y la gente está devela a un personaje del que se había escuchado cesaria como para ser consi- furiosa. Es algo así como un tanto decir de boca de Benjamín Carrión, su her- derada modelo de la época. golpe de muerte para toda mano, y de Alejandro Carrión, su sobrino. Gira un mismo argumento y la clase intelectual conecta- unas mismas emociones (tris- da con el socialismo y un Del libro se destacan dos rasgos fundamentales en teza, abandono, soledad, su- motivo para que se acentúe la obra literaria de este escritor. La primera, el mo- frimiento) en los cuentos que la expresión de oportunistas dernismo, un modernismo muy de moda en aque- han sido reproducidos. Víc- para nosotros. No sé en qué lla época en nuestro país; recuérdese tan solo la apa- tor Arregui, uno de los per- va a quedar todo esto y me rición de la revista Letras de Barrera hacia 1912. La sonajes de una de las piezas, temo que lleve consecuen- cias graves. Estimo grande- segunda, como lo destaca la autora de la introduc- es él mismo, atormentado mente a Carrión, pero no se ción, obra en la cual «tiende un arco entre el plano por un amor imposible y de- puede abrir ni la boca para ideal y el saber científico, con lo cual no prescinde jado morir como único paso defenderlo. Pero silencio, ni del pensamiento, ni de la emoción». para olvidarlo. Premonición Carlos; de esto no hay que dolorosa si se considera la decir nada. Cuanto menos Fue Carrión un hombre raro, diríamos que extraño forma cómo Carrión dio fin comentario, mejor. para el medio y las costumbres de la época. De a su existencia. Los poemas IZ timidez extrema al punto de sonrojarse por la causa siguen esta misma ruta, sobre más mínima, buscó la soledad como refugio para la cual mejor sería no insistir. Alfredo Jaramillo Andrade, Clodo- pensar y escribir, tal vez para sufrir. Al no adaptarse veo Jaramillo Alvarado. Educación. a las convenciones sociales imperantes, encontró en Por último, el libro de Carlos Ferrer, intelectual es- Cultura. Justicia social. Poesía, Casa de la Cultura Ecua- la naturaleza el medio propicio para su inspiración pañol radicado en Loja, poseedor de un largo cu- toriana Núcleo de Loja, 2014, 232 p. y deleite estético. De allí que bien lograda ha sido rrículo de títulos y obras, cuyos artículos de inves- Bernardita Maldonado, Héctor Manuel Carrión, La ex- la cita a la que la autora ha recurrido para iniciar tigación han sido publicados en conocidas revistas traña soledad del corazón, Casa de la Cultura Ecuatoriana el capítulo sobre la madurez y el aislamiento del españolas y, además, le ha correspondido prologar Núcleo de Loja, Loja, 2014, 370 p. escritor: «La inmensidad del vivir solo de sólo vivir» varios libros, entre ellos una antología poética de Carlos Ferrer, Letra desbocada. Ensayos literarios, Casa de (María Zambrano). Antonio Machado, editada por Libresa en 2014. la Cultura Núcleo de Loja, Loja, 2014, 176 p. memoria / LETRAS DEL ECUADOR 53

En el cincuentenario de la muerte del doctor Alfredo Pérez Guerrero

Jorge Enríquez Páez

ace cincuenta años falleció, el sábado temperamento por patriotismo y por amor a la sus preocupaciones permanentes fue contribuir 19 de noviembre de 1966, el escritor, juventud. Su dedicación al estudio le permitió a la mejora de la suerte y el destino de los educador jurista y hombre público, llegar a ser uno de los escritores y publicistas de trabajadores y, así, intervino en la elaboración Hdoctor Alfredo Pérez Guerrero. Decía este ilus- mayor renombre y mejor estilo que ha tenido del Código de Trabajo, cuyo proyecto básico tre maestro «que la vida humana es una tarea el país y todos sus libros han sido orientados a fue formulado por el doctor Miguel Ángel de todos los días. Una tarea para realizar en la formar el alma de las juventudes y el alma de la Zambrano. mejor forma los principios de la bondad, de la patria. Para sus estudiantes del Colegio Mejía belleza, de la sabiduría y del amor». escribió Moral Individual, Fonética y Morfología En 1947, al aceptar el Ministerio de Previsión Social, concretó diversas aspiraciones sociales y Eso es lo que hizo Alfredo Pérez Guerrero: realizó obras de beneficio público. Durante fue una vida excelsa que no se desvió del su paso por esta cartera de Estado publicó camino de la perfección, de la dignidad y el Seguro Social y el Código del Trabajo. Pro- del amor. Una vida que por su tenacidad pugnó la formación del Hospital Baca Ortiz y por su fe, ascendió a las más empinadas para los niños a los que tanto amó y a quienes cumbres. Una vida en la que maduraron llamaba «mis bomboncillos de jabón». Como los mejores frutos de la sabiduría, de la senador funcional por las Universidades se bondad y amistad. Supo salvar los abis- preocupó de todas ellas. Obtuvo rentas para mos de la destrucción y del egoísmo, de la la educación pública en general y para todas maldad y del odio. Vida señera finamente las universidades del país en particular, sin cincelada por el dolor y por el amor. excepción. Nació en Ibarra, provincia de Imbabura, Como rector de la Universidad, supo inter- el 7 de mayo de 1901. Su niñez transcu- pretar y comprender los requerimientos de la rrió en la pobreza y en la soledad. El cari- hora y contribuyó a señalar los derroteros más ño de su madre fue su único compañero y firmes de pensamiento ideológico, de cultura como él dijo: «Su sangre constituyó fuen- y de acción. Prosiguió la construcción de la te de inspiración de sus pensamientos, Ciudad Universitaria y mantuvo siempre el consuelo y bálsamo de sus dolores….». honor, la dignidad y la autonomía de la insti- Sus estudios secundarios los realizó en tución frente a amenazas y peligros. el Colegio Mejía, La pobreza no le aba- tió. En sus años mozos se llenó su alma Amó a la juventud. Sus últimos pensamien- de belleza y también de soledad. Belleza tos los dedicó a ella, a la que entregó su sa- y soledad y también rebeldía son signos ber, su ejemplo y su bondad. En su calidad que habrían de trazar su porvenir.Cursó de educador, parlamentario y tratadista ilus- sus estudios superiores en la Escuela de Dibujo de Jean Pierre Reinoso tre del derecho, puso al servicio de las causas Derecho de la UniversidadCentral. Se más nobles sus altas virtudes y su dedicación doctoró en Jurisprudencia en mayo de 1925. fervorosa para alcanzar la vivencia del derecho, Fue cuando escribió su primer libro Ecuador, de la Lengua Castellana, Afijos y Raíces Latinos la supervisión de la cultura y el triunfo de las en el que se refleja su ardiente amor por la pa- y Griegos. libertades a los que consagró su vida en forma tria, pues desde su juventud se distinguió por sincera y vertical. En 1935 regresó a la Universidad Central ser un verdadero escultor del alma nacional. como catedrático de Código Civil en los libros Hombre de espíritu libre, amó la libertad, la Por el año 1926 ingresó al magisterio nacional de Personas, Cosas Sucesiones y Obligaciones. predicó y enseñó a luchar por ella, para con- como profesor del Colegio Mejía. Con tal moti- Frutos de su labor docente son, entre otros, seguirla, para gozarla. Sabía y enseñaba que la vo hizo esta promesa inolvidable: «La juventud Fundamentos del Derecho Civil Ecuatoriano y libertad existe solo cuando, real y efectivamen- es lo único que va quedando en las sociedades Temas Jurídicos. Ante todo, fue maestro y nos te, el hombre goza de los derechos políticos, modernas, desquiciadas, como árbol sin raíces. ha dejado lecciones inolvidables e imperecede- económicos, culturales y sociales, y partía de la Educarla es salvarla. Esta misión es sagrada: en ras en Esquicios de la Universidad y la Patria, necesidad de proclamar de nuevo nuestra fe en cumplirla empeño mi palabra y mi honor. Por- La Aventura del Espíritu, Educación y Libertad, los derechos fundamentales del hombre, en la que en este mundoque va a tientas en la noche, La Universidad Ultrajada y Semillas al Viento. dignidad y el valor de la persona humana. es preciso salvar del naufragio irremediable, no En cada una de ellas denota su gran capacidad Su amor y su bondad, su sabiduría y su ejem- nuestro pequeño fardo de ideas, de organiza- para estudiar y para escribir sobre los grandes y plo, sus lecciones y su obra se han transforma- ciones caducas, de egoísmos, sino algo que por fundamentales problemas del país. do en símbolo y su persona ha pasado a formar ser aún y no tener forma ni constitución defi- Sirvió a Ecuador con amor y con pasión, sea filas entre los modeladores de la nacionalidad nitiva, es más fuerte y más grande: la juventud. en la cátedra, en el parlamento, como rector de ecuatoriana. Lleno de fe en su inmortalidad, Educar a la juventud ¡ prometo!». la Universidad Central —Patria del Espíritu— tributo mi homenaje a su memoria, no sin an- Fue maestro en el pensamiento, maestro en como él la llamaba, y en muchas otras funciones tes manifestar mi dolor por los nuevos atrope- el sentir, maestro en el actuar; maestro por públicas para las cuales fue requerido. Una de llos a su universidad «ultrajada». 54 LETRAS DEL ECUADOR / memoria

Flor de Té Chiriboga: Recuerdos de mi padre

ste 2016, al cumplirse cincuenta años de diga las ya desvencijadas agrupaciones culturales pasando sus días sin que se conozca su real y la muerte de Gerardo Chiriboga, la re- en las cuales él colaboró. auténtica valía. dacción de Letras del Ecuador consideró En el entendimiento de la necesidad de reparar Días después de esa charla, cuando le aseguramos Eoportuno recordar la figura de este veterano perio- esta omisión y sabedores de que su hija, doña Flor que la transcripción de la entrevista sería someti- dista que pasó por la redacción de varios órganos de Té Chiriboga, colabora en nuestra Casa de la da a su revisión, la encontramos corrigiendo las de prensa con donaire sin igual. La excusa para Cultura como infatigable correctora de pruebas y pruebas de una nueva transcripción de las Hojas tal empeño, que para los jóvenes intelectuales de ha heredado, sin duda, esa bonhomía tan pecu- de hierba de Walt Whitman y, entre ingenua y pi- hoy podría parecer desproporcionado, es ubicar liar que la hace sentirse querida y apreciada en carona, elevando la mirada, nos dijo: «Parecería en su justo término a aquellas personalidades que el medio en el cual trabaja, acudimos para que ser, por lo que veo, que este autor ha sido del otro en su momento configuraron la vida espiritual de nos converse sobre su padre y nos proporcione el equipo». nuestro país y que el paso del tiempo las ha ido desfigurando o casi que olvidando Las que vienen a continuación, por completo. Una justa apropia- también, son sus palabras: ción del ser intelectual de nuestra Patria supone no solo proyectar a La alegría ha sido parte de mi la luz pública el presente, los nue- carácter siempre. Debe ser in- vos valores y las corrientes litera- nato. Soy demasiado optimista, rias y artísticas que responden al todo lo veo de la manera más canon prevaleciente, sino recurrir positiva a pesar de que mis ami- a aquellas viejas páginas escritas gas dicen que es malo no ver el por quienes, con igual vigor que otro lado de la realidad, pero el que hoy despliega la juventud a mí lo malo no me llega. Soy actual, pusieron una nota de ím- tolerante, me gusta ponerme en petu intelectual en el tiempo y en el lugar de los demás y respetar el espacio que les tocó vivir. sus ideas, su forma de pensar, su forma de ver la vida. Me descri- Gerardo Chiriboga fue, como bo como una persona normal, bien lo describe el periodista co- con esperanzas, con defectos, lombiano Carlos Puyol Delgado con virtudes. No me cambiaría en una antigua nota necrológi- por nada ni cambiaría nada de ca aparecida en El Universo de lo que me ha pasado. Entre los Guayaquil, a propósito de una sueños que tengo pendientes visita que le hiciera como redac- está vivir en una hacienda. Me tor de La Prensa de Nueva York a encanta lo antiguo. Me fascina fines de los años veinte del pasado y me llena la naturaleza. siglo, «era blanco, bajito, correc- tamente vestido, sin afectación al- Aunque vivo en el presente y guna y con una voz un poco can- no me preocupo por el futuro, tarina que denunciaba su origen suelo recordar el pasado. Para mí […] el mismo agradable sonsonete es muy agradable, por ejemplo, que se empieza a escuchar desde evocar mi infancia. Asimismo, el sur de Colombia, que incluye rememoro las situaciones tristes a todo Nariño y se acentúe en el por las que he atravesado y las altiplano de la noble y fraternal acepto como parte del camino nación ecuatoriana». de la vida. No tengo rencor con nadie, no envidio, no critico a Por su temperamento se hizo que- Fotografía de Martín Jaramillo, 2016 nadie aunque haya cuestiones rer, por su inteligencia apreciar criticables en cada persona, y y por su peculiar don de gentes creo que por eso recibo mucho convirtió a las relaciones con los cariño en reciprocidad. demás en un espacio de enrique- material necesario para trazar, con propiedad, la cimiento social. La vida de varias agrupaciones El primer recuerdo de mi vida es de cuando figura de su progenitor. culturales de Ecuador, el a veces tedioso traba- tenía cinco años, cuando vivíamos en la calle jo burocrático, la cátedra y, sobre todo, el servi- Mas el diálogo fue fluyendo de tal modo que el Fermín Cevallos. Mi dormitorio era aparte del cio exterior, vieron pasar a una figura digna de personaje principal a cuya memoria acudíamos de mis padres. Recuerdo esa habitación inmen- ser recordada. Vestigios, tan solo vestigios de esa fue perdiendo protagonismo reemplazado, a las sa, su silencio, su oscuridad. Después vino el prolífica existencia suya pudieron arribar, aca- claras, por su hija. Así que lo que viene es algo viaje que hicimos a Europa. Del tiempo en que so maltrechos ya, al día presente. Tal es así, que así como un texto en el cual, a pretexto del padre, vivimos en Alemania se me han quedado varias del recuerdo del medio siglo transcurrido desde su se recupera la figura de la hija que, perdida en memorias, sobre todo con relación a la guerra. fallecimiento, hasta hoy, órgano alguno de nuestra un escritorio del taller editorial de la Casa de Me fascina todo lo que tenga que ver con ese prensa dedicó al menos un mínimo espacio, no se la Cultura Ecuatoriana, en Quito, podía seguir tema. Mi padre era vicecónsul y allá vivimos memoria / LETRAS DEL ECUADOR 55

un año y cuatro meses. Recuerdo el colegio de hermanito antes de irnos a Europa. Mi padre una lupa y una linterna; con eso se metía en las monjas en el que estaba. Quedaba en Ham- tenía un genio muy chistoso y hacía bromas. parroquias a buscar archivos. Mi mamá se le burgo. Siempre nos daban un refrigerio en un Durante muchos años fue redactor en El Co- burlaba, le decía: «¿Para qué hace eso si de todas sótano: un vasito de leche saborizada con unas mercio y desempeñó sus labores consulares en maneras va a llegar a Adán y Eva?». Todo ese galletas durísimas. En una ocasión, cuando yo Alemania. A nuestro regreso a Ecuador, después material lo doné al Banco Central, pero nunca tenía seis años, recuerdo haber levantado la vis- de la guerra, mi padre volvió a El Comercio. La llegaron a publicarlo. Estaba escrito a máquina. ta de la mesa y haber notado una sombra negra: Cancillería, para reponer en algo las pérdidas, Entregué todas esas genealogías, incluso la de eran las botas hasta la rodilla de un soldado ale- le nombró cónsul en Nueva York, que en ese nuestra familia. Yo estoy orgullosa de mi noble- mán que había tomado el colegio en 1939. A tiempo era un cargo alto, pero mi mamá no za. Pero de mi nobleza indígena. Descendemos las monjitas se las llevaron para que trabajaran quiso saber nunca más de de la Coya Francisca, en la Cruz Roja. viajes. Mi madre era te- hermana de Atahualpa. Mi madre era de carácter fuerte. Ella le obligó a rrible. Me pegó hasta los Siempre les hago reír a mi padre a que dejara su misión consular. Ya ha- 22 años (se ríe). Escribía mis amigas porque cuan- bían empezado los bombardeos de los ingleses poesía, pero en sus textos do empiezan a presumir y, en una ocasión, cayó una granada en el jardín nunca aparecían las pala- de sus noblezas yo les ha- de nuestro departamento. Mi madre, entonces, bras muerte ni angustia. blo de la Coya Francisca. se puso vehemente y le pidió a mi padre que Era muy optimista, muy Esa sí, les digo, era una nos fuéramos. Él insistía en que pronto pasaría alegre. Su temperamento, civilización pura. creo yo, fue fruto del trau- No creo en la guerra, pero no fue así. Mi madre misma fue Mi madre me controla- ma del incendio. Después el futuro, creo a la Cancillería para que le pagaran los viáticos ba mucho. Ella iba con- de eso ya no quiso saber en el aquí a mi padre y para que le dieran pasajes para la migo a los bailes de la nada de joyas ni de vesti- y el ahora. familia. Mi padre quería que nos educáramos Cancillería. Allí trabajé dos. Antes era moderní- en Europa, pero no se pudo. durante tres años como sima, rebelde, adelantada secretaria del subsecre- En Génova, Italia, tomamos un barco. Y aquí a su época; no encajaba. tario. Mis compañeros, hay una anécdota. El cónsul en ese tiempo Cuando vivía en Nueva si eran muy valientes, se era Alberto Larrea Chiriboga, pariente de mi York, por ejemplo, era la acercaban en las fiestas a padre. En la pensión donde nos hospedábamos época de las melenas y mi pedirle permiso para bai- había muchos espejos. Mi madre, tiempo madre, en cambio, tenía lar conmigo. Vivíamos a después, nos contó que mientras revisaba que el pelo largo, con chu- dos cuadras de la Canci- no nos olvidáramos nada escuchó una voz que ros. Yo, de hecho, nací en llería y mi madre, si me le dijo: «Volverás a Génova». Cuando regresó Nueva York. Mis padres demoraba más de cinco a ver, no encontró a nadie. A los cuatro días, se conocieron y se casaron minutos en llegar, ya me sorprendentemente, estuvimos de vuelta. Fue allá. Años después regresé como una premonición. Y por eso nos salvamos. esperaba en la puerta. A los 33 años, cuando a esa ciudad, pero solo por vacaciones. me quedé huérfana, pude hacer las cosas a mi Al segundo día de viaje en el barco Orazio, En todo ese tiempo a nuestro regreso mi papi, manera. Después me dediqué a trabajar en ese era su nombre, hubo una tormenta fuer- en cambio, era alegre. Siempre venía a almorzar congresos médicos como secretaria. Y allí me te. Atravesábamos todo el Golfo de León y, por a la casa y eso era maravilloso porque nos con- acostumbré a la libertad, a tener mi tiempo. la tormenta, se incendió una parte de la nave. taba sus anécdotas de juventud, de sus viajes. Tengo lindos recuerdos de esa época. De vez en El incendió empezó a las 22:00. Yo tenía sie- Él estuvo en España, Cuba, Estados Unidos y cuando reviso esas fotos, los autógrafos de los te años y mi hermanito dos. Estábamos todos Perú. En este último trabajó en un bar y ahí dormidos pero mi madre, a las 02:00 de la ma- académicos de la Lengua a los que conocí en aprendió a hacer unos cocteles de película. Él drugada, se dio cuenta de que algo pasaba. Oía ese entonces. era amable, de mucha chispa, siempre nos ha- voces, ruidos, carreras. Mi padre, que estaba en Me encanta mi trabajo en la editorial. La lite- cía reír. Era el proveedor de la casa. Yo prefería la litera de arriba, vio a través de la claraboya ratura me agrada mucho. No soy una correc- un golpe de mi mamá a verle triste a él. Cuando una gran llama que se extendía. Del susto hasta tora de pruebas mecánica. Me sumerjo en los sacaba una mala nota, él me decía: «Ay, como le perdió el habla. Del apuro todos alcanzaron a textos. Me encantan sobre todo las novelas en da ese sufrimiento a su viejito que le quiere tan- vestirse, pero yo salí en pijama. A pesar de eso primera persona. La poesía actual no me llega to». En El Comercio, mi padre sobre todo traba- ni siquiera me resfrié. Estábamos a 12 grados mucho. La de mi madre sí porque es rimada, jaba hasta la noche porque traducía las noticias bajo cero. Fue el susto, la adrenalina. Salimos optimista. José María Egas me gusta mucho. del camarote; el fuego devoró todo lo que te- internacionales del cable. En Nueva York, antes Sus poemas son románticos y religiosos. Siem- níamos. Y, por el trabajo de mi padre, gozá- de casarse, también escribió varios años en la pre he sido muy romántica. Hasta los 33 años, bamos de una posición cómoda. Pero después prensa. Mi padre no era juerguista. Su único sin embargo, no tuve enamorado. Mi estilo de del accidente volvimos a Génova en calidad de pasatiempo era irse a jugar billar los viernes. vida me gusta mucho. En la tarde paso en mi nada. Debido al shock, no teníamos ni hambre Él siempre recordaba a la gente de Riobamba. casa, porque me encantan también las cosas de ni sueño. Por eso escribió varios tomos acerca de todas la casa. Y vivo tranquila porque, como ya he El primer recuerdo que tengo de mi padre las familias de allá. Cuando se jubiló se dedicó dicho, no creo en el futuro, creo en el aquí y el es en la casa de los Hernández. Allí nació mi a hacer eso. Le encantaba la genealogía. Tenía ahora. OMV e IZ 56 LETRAS DEL ECUADOR / memoria

Con la arquitectura en las venas

Patricio Estévez Trejo

lfonso podía pasar por londinense cuando vio por primera vez la representación Génesis de la forma. Además de varios artículos gracias a su amor por la música rock, de un edificio que no lograba entender —por la en periódicos y revistas hay que citar Ecuador erudito como era en los Beatles o los perspectiva caballera—; en el histórico parque universal, sobre el aporte y las biografías de RollingA Stones; de los primeros se conserva un de su Zaruma, habían instalado un estudio los arquitectos Lorenzo y Francisco Durini, bellísimo afiche pintado a la témpera por él de ingeniería y atisbaba tímido e inquisidor, quienes hicieron de la edilicia patriótica y civil mismo en los años sesenta, cuando era un mozo grababa las líneas e intentaba recrearlas en casa; algo destacado; sus nombres suenan ahora pero e inquieto muchacho. De los segundos, los afi- al fin lo consiguió pero ya nunca pudo liberarse en aquel entonces no tanto. ches originales de los conciertos que vivió con del encanto del arte. Hizo la carrera en las aulas En su afán por desentrañar los meandros de tanta vehemencia; qué decir de su total simpa- universitarias con una pasión política que lo la Historia escribió también sobre el arquitec- tía con Eric Clapton, ese dios de la guitarra y el llevaría a lo social; a esa época y a él se debe, to alemán Pedro Huberto Brüning en su libro blues. También podía pasar por romano gracias en gran medida, por ejemplo, la lotización del Arte, Diseño y Arquitectura en el Ecuador; y un a su entrañable afecto al Festival de San Remo Comité del Pueblo, populoso barrio al norte de copioso y bien documentado texto en el libro y sus grandes hitos: Rita Pavone, Adriano Ce- Quito. Zaruma, de la colección Fotografía del siglo lentano, Domenico Mudugno, Toto Cotugno Alfonso Cevallos se destacó en el diseño, XX, editado por el Consejo Nacional de Cul- y tantos otros herederos del acento de Dante. vinculado a Pepe y Fausto Carrera Ríos, con tura. Investigó a fondo para regalarnos el libro En la música, en general, uno solo con grupos quienes fundó la Escuela de Diseño Industrial La vida de cada día; el Ecuador en avisos 1822- como The Herman´s Hermits, The Papas and en la Universidad Católica de Ibarra, y la 1939, publicado por el Centro de Investigación the Mammas y sus recuerdos de Woodstock. cátedra de diseño en el Instituto Tecnológico y Cultura del Banco Central del Ecuador. Podía pasar como inglés o italiano por sus Equinoccial. De aquella época es su libro Un punto aparte merece su aficiones y como quiteño empedernido por su cono- libro inédito —concebido cimiento de la historia de por él y su entrañable amigo la ciudad, pero en realidad Óscar Cevallos Gávica—, era zarumeño; nació entre denominado Goznes, duendes el aroma de café recién cola- y balcones, donde trata la do y el tigrillo, y el repe, y historia de la carpintería arroz peruano, y pan de ca- del metal en la arquitectura jetilla; creció a la sombra del quiteña. Tras varios intentos Zarumaurco y al son de los fallidos, finalmente el Banco boleros del «Chasito» Jara, Central publicó al respecto compositor y músico amigo un estupendo artículo en la del pueblo y de sus padres. revista Miscelánea histórica ecuatoriana. Alfonso fue amante riguro- so de la carrera espacial: la Alfonso Carlos Eduardo Ceva- aventura de Laika —la perra llos Romero, nuestro referido, cosmonauta—, y los Sput- fue en su momento un mu- nik; así como los programas chacho menudo y, en estatura, Apollo, que pondrían final- acaso el penúltimo de todo el mente al hombre en la Luna. colegio cuando ingresó al Ins- A la música y la conquista tituto Nacional Mejía; grave del espacio sideral las siguió compromiso que enfrentó con por radio de onda larga gra- estoicismo, solidaridad y un cias a que su padre, don Al- código de honor que calaron fonso Cevallos Páez, quien para siempre en su carácter. fuera telegrafista, primero, y Estos últimos años construyó experto en radio, después. Su una sólida fraternidad en lo amor por la ciencia le ocupó que fuera su querido colegio mucho tiempo y empeños, usando las redes sociales y le pasaron por sus manos las dio un rumbo a las inquietudes álgebras de Mancil y Bal- de la mocedad del «Patrón Me- dor, lo mismo que los tubos jía», se hizo querer y respetar; de ensayo y la física pura y miles y miles de chicos y chicas recreativa; a eso se debe que del Instituto lo recuerdan con en un primer intento se con- cariño, acaso el mismo que le sagrara a los números en la profesamos cuantos lo conoci- Politécnica Nacional. Alfonso Cevallos, Zaruma, 1982. PET mos. Un cálido abrazo al ami- Su gran pasión fue la go y las gracias por dejar un Arquitectura, que le cautivó definitivamente mundo mejor que el que recibió. memoria / LETRAS DEL ECUADOR 57

Un poeta esencial: Gonzalo Márquez Cristo

Antonio Correa Losada

oda pasión contiene una potencia desco- un valioso ejemplo de lo T nocida que nos vuelve seres disponibles que debe ser la poesía». para afrontar entre el delirio y la sensatez, las A su vez, Roger Munier, tareas bizarras que concibe la imaginación. A su dijo: «Su poesía fuerza la alrededor, el mundo queda intimidado, agitado intimidad de los dioses». por esa fuerza desprejuiciada, vital, alegre. En «Raíz de vuelo», poema Así nos movíamos por calles y avenidas de los de ese libro, dice: barrios del centro de Bogotá: La Macarena, Chapinero y La Soledad; por librerías, restau- Un intercambio de heridas rantes y cantinas, abiertas al mediodía, entre / puede revelar el enigma: / el sol y el frío de la Sabana y las noches in- mi pacto con la sorpresa / condicionales, atrabiliarias, llenas de secretos aún no ha sido perturbado. y asombros. / Giro en torno de la noche / oyendo llorar a quienes / Con Gonzalo Márquez Cristo (1963) nos en- han abierto la gran puerta, contramos en el tránsito de esa década dura / y si el cadáver / persiste En la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito. De izquierda a derecha: Antonio Correa e insípida de los años 90, donde el espejismo Losada, Gonzalo Márquez Cristo, William Ospina, Renato Ortega. 15 agosto 2003. en su pregunta / sólo el Fotografía de Luis Mejía y el fetiche del consumo y el capital imperial, vacío puede detenerme: / eran la marca de triunfo de la época. Ese ami- inventor del alma feliz... // Mi sueño es único Magnus Enzensberger, Ernesto Sábato, Anto- go, inigualable, niño grande, alto y un tanto o antiguo / —la historia del fuego / es cantada nio Gamoneda y José Saramago. escuálido, de melena rojiza o negra alborotada, por el agua— / y como nadie puede despertar En Grandes entrevistas de Común Presencia quien como pacto de complicidad, desplegaba / en tu presencia, no soy / rehén de los espejos. una sonrisa pícara en su rostro, enmarcado por (2010), Gonzalo Márquez nos deja un legado una barba rala. En Apocalipsis, establece las claves y la búsque- periodístico, sin igual y espléndido; junto con da de un lenguaje escueto que precisa los lími- la edición conmemorativa del periódico vir- Fueron los años, cuando dio inicio a su proyecto tes en que nos movemos, y en un afán metafísi- tual, Con- Fabulación100, en 2009. editorial como partícipe de la fundación de la co impregnado de mística —en cuanto entrega Márquez, fue un ser cosmopolita, no solo por la revista cultural Común Presencia, que mantuvo y desciframiento— señala la esencia que nos visión totalizadora de lo que significa la cultura durante varios años como la ventana indómita constituye. en el mundo contemporánea, sino por el en- de donde salían y se reflejaban —desde diversas cuentro que estableció con creadores de diversa latitudes— destellos desconocidos de la poe- Seguirían La palabra liberada (2001), Oscuro procedencia, para mostrar la esencia humanista sía. Búsquedas y encuentros, con una propia nacimiento (2005). En 1992, publicó Ritual de de la palabra como expresión poética. Estuvo y exigente visión, a la que llamó, la «aventura títeres, ese «recurso del olvido», como llamó a la en Ecuador, en encuentros memorables, leyen- esencialista». novela. En el 2015, un grupo de pintores cele- do su poesía en Quito y Cuenca, invitado por bró en su homenaje una exposición excepcio- Gonzalo, en un estado festivo y permanente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, el Gobierno nal, con obras centradas en la lectura personal ansiedad, lo arrollaba todo a su paso. Su pa- de Pichincha y el Ministerio de Cultura, donde de la novela. En 1998, dio a conocer El tempes- labra aguda e inesperada, era un instrumento compartió con los jóvenes y dejó vínculos, que tario, un breve volumen de relatos cargado de poderoso de reflexión y réplica. solo una poesía signada por la sensibilidad y el magia y poesía, uno de sus libros más íntimos y presagio, puede dejar. Las noches se convirtieron en ámbitos sin tre- personales. Como editor, recopiló, en una bella gua, donde como editor participé en la arma- edición La casa leída (1996). En 2007, con La Con una dedicación inusual como editor in- da y diseño de la revista. Nos reuníamos en su pregunta del origen, obtuvo el Premio Interna- dependiente, fundó la Colección internacional apartamento, provistos de paquetes de ciga- cional de Ensayo Maurice Blanchot. de literatura Los Conjurados, con más de 120 rrillos, uno o dos frascos de Néctar, y en un títulos, en ediciones cuidadosas y acompañadas proceso alquímico y embriagador de lecturas Como periodista, Gonzalo Márquez, logró que con obras luminosas y surrealistas, de artistas en voz alta, propuestas, altercados y decisiones, la entrevista adquiriera una estructura audaz e como el maestro Ángel Loochkartt, Jim Ama- ral, Armando Villegas, Pedro Alcántara, Jacobo preparábamos hasta el amanecer los números inteligente, al permitir más allá de las palabras, Borges, Fernando Maldonado, Sergio Trujillo de la revista, junto a la poeta Amparo Inés descubrir la raíz creadora del pensamiento del Béjar, a quienes promovió con ensayos introduc- Osorio, quien transcribía lo que por fin los tres entrevistado. Con Amparo Inés Osorio, encon- torios, en un lenguaje vigoroso y directo y con habíamos seleccionado: Francis Ponge, Shopia tró en sus países de origen o en citas y encuen- una concepción del arte, lucida e innovadora. de Melo, Olga Orozco, Mark Strand, Claude tros inesperados las respuestas de E.M. Cioran, Michel Cluny, o poetas de México, Brasil, Co- Octavio Paz, Roberto Juarroz, Jean Baudrillard, Gonzalo Márquez Cristo, después de sufrir una lombia. En esas jornadas insomnes, también Salvador Elizondo, Juan García Ponce, Antonio enfermedad arrasadora, murió en Bogotá el 24 participaron los poetas Jorge Torres Medina, Ramos Rosa, Eugenio Montejo, Juan Goytiso- de mayo de 2016. Y la vida, nos sacudió y sacu- Mauricio Contreras Hernández, y ese entraña- lo, Olga Orozco, de con su fragilidad. ble editor que se llamó Julio Jaramillo. Lawrence Durrel, Roger Munier, Carlos Fuen- Este lector voraz, poeta, periodista y prolijo Apocalipsis de la rosa, su inicial libro de poemas tes, Casimiro de Brito, Mario Vargas Llosa, editor, dejó su huella —como la ruta de un lo publica en 1988 y fue saludado por el poeta Bernard Noël, Fernando del Paso. Alfredo Sil- cuestionamiento incesante— para encontrar Roberto Juarroz, con estas palabras: «Me parece va Estrada, Álvaro Mutis, Franco Volpi, Hans una «esperanza que jamás podrá humillarnos». 58 LETRAS DEL ECUADOR / notas

Álvaro Castaño y HJCK, la emisora «para la inmensa minoría»

lvaro Castaño fue un personaje excepcional de la cultura colombiana y, hay que admitirlo, un ejemplo para muchosÁ en nuestra América Latina. Para mu- chos, digo, de aquellos que, enfebrecidos por proverbial tropicalismo, diseñan proyectos cul- turales que no se realizan o que, en la ardua eta- pa de su ejecución, se quedan a medio camino. En una entrevista al cumplir sus noventa años, decía don Álvaro que nada le aterraba tanto como la obsesión de hacer dinero fácil, rasgo tan propio de esta etapa de la historia de la hu- manidad que nos ha tocado vivir. Y él, que no buscó el dinero por el dinero como muchos de sus contemporáneos, abundó en dones para sus espíritus con una tarea de difusión cultural: la emisora HJCK fundada en 1950 y el rico archi- vo sonoro que creó. La emisora permitió a sus oyentes seguir im- portantes eventos culturales y escuchar músi- Álvaro Castaño. Archivo particular ca selecta, sea ésta clásica, jazz o popular; era, como su slogan lo admitía y hasta lo promocio- cultura, de Borges a García Márquez, de Mutis y prontamente digitalizados, hace tan solo dos naba, «una emisora para la inmensa minoría». a Vargas Llosa. De igual modo, Castaño con años resolvió entregarlos a Colombia como una De otra parte, el archivo sonoro cultural, en- ese algo que rayaba a una obsesión —algunos real contribución al patrimonio cultural de su riquecido con el paso del tiempo, permitió in- de sus contemporáneos la califi caron bonda- país. crementar el acervo documental de su patria, dosamente de manía—grabó momentos de la vida colombiana que, con el paso del tiempo, La reciente muerte de Álvaro Castaño enluta a Colombia, donde tantas buenas cosas se han han adquirido no solo valor histórico sino que la cultura colombiana, sin duda. Y me atrevo a hecho y se hacen en el ámbito de la cultura, constituyen fuente para investigaciones de di- pensar que a la cultura latinoamericana. Pero, sin mezquindades provincianas y egoísmos de verso orden. más que nada, nos priva de un real ejemplo de grupo o clase. Dicho archivo lo fue confor- devoción por la cultura y de fi lantropía.IZ mando a través de una persistente búsqueda de Voces y sonidos que llegó a tener donados (algo voces de los más destacados exponentes de la así como cincuenta mil documentos análogos),

LETRAS DEL ECUADOR

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Nicolás Kingman, la conversación no espera

Diego Alberto Martínez

n una casa pequeña y sin aldaba, en el Atanasio Viteri, Jorge Guerrero, Alfredo Cha- histórico conformado por ciertas publicaciones valle de Tumbaco, vive Nicolás King- ves, Jorge Mora, entre otros. En dicha pensión, de Alejandro Carrión y Jorge Enrique Adoum, man Riofrío, autor lojano que en 1918 Nicolás, Eduardo y el resto de escritores y ar- entre otros. Efue alumbrado con esa misma luz que hasta hoy tistas forman su visión estética, desarrollan una Nicolás transitó por portales de Quito en los teje la charla, aviva el humor, aligera la mesa y mirada crítica pero, sobre todo, encuentran un que también se gestaba el destino político del honra la sagacidad de quien supo vivir y cruzar refugio para experimentar y expresar libremen- país. Protagonizó vivencias y aventuras, apo- sin apuro un siglo como quien cruza un lago te su fuerza creadora, la cual, años más tarde, yando a nuevas tendencias políticas de izquier- y, entusiasta, sigue esperando la próxima orilla. figuraría en los primeros planos del arte y las da en Ecuador. Impulsó, además, el buen hu- letras ecuatorianas. Nicolás es un testigo vivo de las anécdotas mor como herramienta para la crítica social, protagonizadas por destacados artistas y es- tanto en su conversación como en sus textos critores en Quito y Guayaquil a mediados periodísticos y de ficción. del siglo pasado. Parte de sus escritos deta- Su primera colección de cuentos, Comida llan lo que él observó y experimentó junto a para locos (1974), fue prologada por Ben- dichos personajes, y muestran lo que signifi- jamín Carrión, quien lo describió como caba ser un creador en aquel entorno. «totalizador de emociones», y le atribuyó la En los años treinta, la familia Kingman se capacidad de encontrara soluciones litera- instala en Guayaquil. A poco tiempo de rias a cada temática; una característica que publicado Los que se van, uno de sus auto- Carrión ya había mencionado en El nuevo res, Enrique Gil Gilbert, entonces maestro relato ecuatoriano. En 1982, Nicolás King- del Colegio Vicente Rocafuerte, pide a sus man publica Dioses, semidioses y astronautas alumnos que escriban un relato. El texto de (merecedora del Premio José Mejía Lequeri- Nicolás llama la atención del miembro del ca) y, posteriormente, La escoba de la bruja, Grupo de Guayaquil, quien lo invita a par- en el 2000. ticiparte de las tertulias que se realizaban en Desde finales de la década del ochenta hasta la buhardilla de Joaquín Gallegos Lara. Este 2013 —año en que se retiró de la dirección último, como líder político e intelectual, del diario La Hora, en el que había trabajado acudía al Parque Centenario con el fin de Dibujo de Jean Pierre Reinoso cerca de 20 años—, escribió crónicas sobre proclamar ideas y conceptos. Dada la dis- personajes y sucesos de la cultura ecuatoria- capacidad motriz de Gallegos, el entonces na ocurridos entre las décadas de 1930y 1970. joven Nicolás, junto a otros voluntarios, car- La bohemia fue una leal compañera. Hacia los Dichos testimonios hoy despiertan el interés de gaban al escritor para que pudiese llegar al sitio años 40 y 50, artistas e intelectuales se junta- catedráticos y jóvenes artistas, quienes ven en él de encuentro. ban en la casa del escritor Hugo Alemán (en a una de las últimas voces de su época. En años La Ronda) o en alguna cantina aledaña con la Un día de aquellos, en afán de mantener con- recientes se han grabado varias entrevistas de intención de recitar, discutir o mostrar algún tacto con los integrantes del grupo, llegó al Nicolás para cine documental. boceto, acompañados de, al menos, una botella Puerto uno de los más grandes suscitadores de licor. Las cantinas eran el escenario donde Después de una vida dedicada a la cultura, qui- de la cultura en Ecuador: Benjamín Carrión. Nicolás se encontraba con César Dávila An- zá 80 años de actividad como escritor, periodis- Vinculado por un lazo familiar, Kingman se le drade, quien solía invitarlo a dialogar sobre los ta, relator oral y difusor, y habiendo merecido acercó afectuoso. Carrión, que conocía el talen- misterios universales. Allí también conversaba el Premio Nacional Eugenio Espejo, nuestro to del joven aprendiz de escritor, y preocupado pausadamente con Raúl Andrade o escuchaba «novelista escrito y por oral», como lo definió por su estado de salud —tenía paludismo—, lo la acalorada discusión pictórica entre Diógenes el poeta Jorge Enrique Adoum, decidió, a los invitó a pasar una temporada en su finca, ubi- Paredes y Eduardo Kingman; así era su cotidia- 95 años, retirarse de la vida pública. Nicolás cada en el valle de Los Chillos. Nicolás, junto nidad. observó el tiempo en el que Quito era una suer- a Alejandro Carrión, sobrino de Benjamín, fue te de aldea que se iba transformado en ciudad. huésped permanente de esa casa en la que am- Diversas crónicas escritas por Nicolás fueron Y lo registró en textos construidos con humor bos pudieron conocer a importantes personajes publicadas en medios como La Tierra, El Co- e ironía. Él y sus amigos, seres iconoclastas y de la cultura. mercio, El Telégrafo, entre otros. De igual mane- transgresores, tuvieron que enfrentar el rechazo ra, varios artículos de su autoría aparecieron en de una sociedad conservadora. Aunque, con el Con el propósito de trasladar a Quito a su ma- las principales revistas culturales del país: Sema- devenir del tiempo, fueron comprendidos e in- dre y hermanas, Nicolás consigue un empleo na Gráfica, Mar del Pacífico, Letras del Ecuador, cluso admirados. de amanuense y su hermano Eduardo es con- Sea y Mundo Diners, por citar algunas. tratado en la Escuela de Bellas Artes. La familia Hoy, al «último y mejor representante de una migra a la capital; Rosa Riofrío, la madre de los Son pocos los escritores de aquella generación estirpe en extinción: la de los conversadores», Kingman, descrita por Alejandro Carrión como que decidieron relatar los episodios prota- como lo describió el «Pájaro» Febres Cordero, el «Ángel de la guarda de una generación de poe- gonizados por los artistas que los rodeaban y lo podemos visitar en su pequeña casa sin al- tas», instala una pensión en la calle García More- de esa manera registrar unos de los períodos daba para que nos describa los capítulos que no y posteriormente en la calle Castro. Allí recibe más fecundos de la historia de la literatura y el tiempo se llevó, beber junto a él la copa «del como principales habitúes a Pablo Pablo Palacio, el arte ecuatorianos. Nicolás Kingman fue uno estribo» y conversar, largamente, hasta que el Alejandro Carrión, Alfonso Cuesta y Cuesta, de ellos. Sus textos se pueden sumar al relato cuerpo aguante. 60 LETRAS DEL ECUADOR / memoria Darío Fo Mester de juglaría, que no de clerecía

J. I. Donoso

e vez en cuando la Academia Sueca desquició entonces y trastoca ahora, la visión parece despojarse de su traje de eti- tradicional de la literatura. queta para vestirse de jean y camise- La solemnidad de la Academia Sueca se ha des- Dta. ¿Por qué lo hace? Quizá para mostrarle al mundo y a sí misma, lo amplio de su compren- patarrado nuevamente. Por entonces declara- sión del arte y la literatura. ban sus engolados miembros que entregaban el premio a este juglar de los tiempos post-moder- Esto parece haber sucedido al menos con dos nos «Por ser el cómico más serio del mundo». premiaciones: la de este año 2016, Bob Dylan, cantautor (más allá de si la aceptó o no) y la de Darío Fo creó, enriqueció y sostuvo sus actua- 1997 que recayó en Darío Fo, teatrero, militan- ciones en la interacción con el público y no solo te político de los derechos humanos y anti… en textos literarios. El contenido críticamente muchas cosas. bufonesco, irritó a instituciones como el capi- talismo, el vaticano y las mafias italianas que Personajes irreverentes los dos. Extraña ocupa- quisieron siempre imponerle un sambenito. Su ción la de estos manes: educar políticamente a grupo de teatro no fue una compañía sino una las gentes por medio de la palabra. cooperativa de trabajadores del teatro. Esto viene a cuento, porque el pasado 13 de En la Casa de la Cultura Ecuatoriana, El Teatro octubre murió en Milán, a los noventa años, Ensayo desde su creación en 1963, ha encon- Darío Fo, figura grandota que estuvo y estará trado orientación en propuestas parecidas. Por siempre haciendo vivir la tradición de la Co- Dibujo de Jean Pierre Reinoso eso, en su momento puso en escena tres de las media del Arte y sus juglares. Tradición que en- carna y realiza, componente esencial, la crítica obras características de Fo: La mujer sola, Mis- más punzante y ácida de su propia realidad. Es terio bufo e Isabel, tres carabelas y un charlatán. decir, de su mismo yo. Esta última, en 1992, con ocasión de los qui- junto a su compañera de toda la vida, Franca nientos años del viaje tras el que Colón topó En la Edad Media había trovadores que lle- Rame (1954-2013). En épocas, cometió tele- con nuestro continente americano. vaban y traían sus vidas por plazas y portales, visión, y algunos de sus programas merecieron recitando versos, tocando música, cantando Todavía hay juglares. Mientras estén, la lite- acciones de la censura italiana. chismes y satirizando debilidades e injusticias ratura saltará del papel. La poesía abandonará de sus contemporáneos. Como estos, Darío Fo Hombre de teatro, inventor de canciones, po- la forma blanco y negro para expresarse con el hizo su comedia de casi un siglo en galpones lítico guasón, trabajador de la escena. Fue mu- cuerpo, cara a cara, teatreando, danzando, ju- y fábricas, aulas escolares, sindicatos y cárceles, cho más que un escritor, y su Premio Nobel gando en fin.

Coro: Cristóbal Colón con dos caras de bronce Echando tantas mentiras obtuvo las tres carabelas, pero cuantas burlas sufrió antes de conseguirlo. Primero, discutiendo de grados y meridianos, fue tratado como si fuese un charlatán, pero apenas se decidió a echar unas mentiras se abrieron las puertas, y volaron los sombreros. Así hizo verdadera esta moral: si tú quieres adquirir confianza del hombre no tienes que tener escrúpulos, tienes que estafar, porque, viviendo de la estafa, no se distingue el perfume del hedor, el verdadero del falso, el forraje de las flores, viviendo gris no se ven colores. Pero prueba a proponerle hacer dineros: te lame también los pies, te hace miles reverencias. Cristóbal Colón con dos caras de bronce echando alguna mentira obtuvo las tres carabelas y al fin para la India zarpó. pero ya se sabe que quien enreda, a su vez es enredado: buscaba las Indias y América encontró. Se baja el telón. Fragmento de Isabel, tres carabelas y un charlatán (1963)

Isabel, tres carabelas… singular interpretación del «descubrimiento» en la versión del Teatro Ensayo, dirigido por Antonio Ordóñez Notas / LETRAS DEL ECUADOR 61

Lectura de Séneca

Bruno Saénz Andrade

as diez tragedias conservadas de Séneca semilla, universal y del terruño, pronto se una selección de los dramas de Byron. Mi bi- pueden no ser sino nueve… u ocho. Oc- agregarían la floración y, ocasionalmente, la blioteca duerme a veinte pasos de mi silla. La tavia va a la resta inevitable. Otra es su hojarasca de la literatura francesa, europea y de distancia infranqueable de doce escalones y una Lpluma, otro su género (argumento deleznable, América Hispana. prohibición médica me veta el ingreso al sancta de acuerdo), el de la pieza de tema romano y sanctorum. Al descubrimiento, sabi- actual, no la reelaboración latina de la tragedia do, no tanto recordado, Estos apuntes brindan griega. La evocación de Séneca no se pretende pese a su influencia sobre contrapunto a la última autorretrato ni se tiñe de una autoironía propia mi gusto, sucede la afición de mis visitas reiteradas. más bien de un dramaturgo francés (o rumano) del viajero, del estudian- Acaso, a la recuperación de la entreguerra. Hércules en el Eta ha elegido te afuereño (¿Hasta qué azarosa de la memo- quedarse a medias, no atravesar la puerta, pe- punto lo fui? Mi visión de ria. No se pretenden sado bronce o elaborada filigrana, de las dispu- lo jurídico se volvió más reflexiones. Constatan tas eruditas. Atrapemos la obra del lado de acá, amplia, más precisa. De Tal vez Séneca datos evidentes, se eva- sumándola a los títulos hasta hoy indiscutidos. allí viene mi condición me habla de una den de la letra objetiva Debo haber leído las diez (las nueve) feroces de aceptable abogado de particular dignidad, a los bordes vacíos de las recreaciones durante los días universitarios. escritorio). La tercera dis- una lúcida segunda páginas, anotaciones de Decididos mi viaje a Francia y mi sujeción a las pondría de una edición mirada detrás de la discípulo tardío, mal- cadenas del Derecho por dos años adicionales, fácilmente legible, dos to- violencia del lenguaje entendidos de copista retiré de mis estanterías un par de libros, Séneca mos de regular tamaño y novicio, (semi)ignoran- (colección Crisol de Aguilar española) y Pablo cubierta azul, mal aprove- te de la lengua. Séneca Palacio. El singular ecuatoriano comenzaba a chados por revisiones par- me apasiona1. No me salir de una relativa oscuridad, a constituirse en ciales: solo dos o tres de las ha abandonado desde la referencia obligada de las nuevas generaciones concepciones dramáticas juventud. Fray Luis de de narradores. Yo mismo, signado después con senequianas, reducidas del León, Darío, Claudel, el sello vagamente órfico o apocalíptico de verso a la prosa. La cuar- Esquilo, Mann, Broch, poeta, había escrito un relato no del todo ajeno ta, la tercera completa, la Calderón, Borges, Ja- al espíritu del lojano. Lo he publicado. Lo de mis siete décadas y la convalecencia, ha re- mes, entre otros, suelen tornar con frecuencia a tengo por el primero válido entre los míos. A gresado a la miniatura del Crisol, por error o mi mesita de noche, mi escritorio, mis insom- Toulouse toca, pues, mi segunda aproximación descuido (como hallo descuidada la reedición nios y mi vigilia. No siempre sabría explicar los al cordobés, profeta de la aventura de Colón, mexicana, llena de erratas de género y supre- motivos de mis preferencias, de mis obsesiones. protoespañol por añadidura. A esta doble siones de palabras), acompañándola ahora con No siempre. Tal vez Séneca me habla de una

Iglesia de Guápulo, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret 62 LETRAS DEL ECUADOR / Notas

Ceremonia de firma de la paz entre Francia y Ecuador, Quito, 1853. Dibujo de Jean-René-Maurice de Kerret

particular dignidad, una lúcida segunda mirada la tribu, a despecho de cierta licencia acordada sedas o discretas pero recias arpilleras, atiendo detrás de la violencia del lenguaje (acumulación —¡oh, espíritu de los tiempos!— a sus compa- sus ecos volumen adentro. Prosigo mi disfrute de imágenes y epítetos, maldiciones, recons- ñeras, cambios trascendentales de la hora de de los textos. Ya no procuro compartirlo con un trucción de acontecimientos, nunca pérdida Séneca a la contemporánea. público improbable. Soporto los sufrimientos del control ejercido por el autor). Sus perso- de un Hércules infamemente descarnado por Una digresión: mi mujer ha acudido a mi rin- najes, ellos sí, carecen de fuero: Fedra, Medea, el manto embebido con la sangre de centauro. cón para regalarme un plato de maíz tostado. Deyanira, cuya venganza dudosamente inocen- Vergonzante, los comparo con las pérdidas de Leo, devoro los granos dorados uno a uno. Me te provoca la destrucción y la salvación de su mi cuerpo, la de una ya borrosa cirugía; la de acerco a la tragedia desde la altura andina (algo esposo; Teseo engañado, Hércules enloquecido ayer, la reciente. Me privan, afirman galenos y de colectivo se une a mi placer). Pruebo el ce- por la insana persecución de Juno, la Hera he- tratados, de órganos inútiles, enfermos, nocivos. real americano con idéntica satisfacción a la del lena. Hécuba y Andrómaca reciben, víctimas Convengo. Me acojo igual a la contemplación scyri o la del inca, a la del cultivador confiado al doloridas, el papel, valga la contradicción, de casi consoladora del funesto despojo, de la reposo vespertino. No solo las sombras de papel felices excepciones. Todos se precipitan y em- agonía del semidiós. poseen una realidad. Queda también la banal, pujan a los elegidos a finales semejantes a los irreemplazable de cuantos los espían del libro de las postrimerías cristianas, al Infierno y, a su Notas: abierto, así la confesión escrita vaya convirtién- modo, hasta a la Gloria. A veces. El lugar co- 1 La irresponsable intuición me susurra al oído: ¿se ori- dolos también a la letra de imprenta. mún de la adjetivación, de la evocación mitoló- gina mi singular aprecio en la comparación de las «re- visiones» de Séneca con las reelaboraciones —también gica, del canto litúrgico griego, se ha deslizado La polémica alrededor de Séneca abarca un «segundas miradas»— del arte europeo de la entreguerra, hacia la erudición romana. Cabe la pregunta: tema adicional: ¿Redactó sus tragedias para la voraz saqueador del pasado remoto y reciente, dotado ¿la aspiración alternada al fulgor de los astros, lectura privada o pública, conformándose a una además de una nada inocente conciencia de la obra per- a los símbolos de lo divino, y al contrario mo- práctica común en una Roma (allá se trasladó) sonal, de la recreación de otra, perfecta, terminada, del acto visualizado «desde afuera» y de la faz del «revisor» vimiento de la negación de los dioses; la acep- poco dispuesta a asignar al teatro la complacen- (desdoblado, apoderado con avaricia de la fuente, de su tación y el rechazo del influjo determinante del cia de las élites? ¿Lo hizo con la intención, no consecuencia pictórica, musical, literaria, de la idealiza- destino, no advierten —rostro moral del re- por fuerza desatendida, de llevarlas a la escena? ción de la propia figura)? Rememoro: Picasso, Stravins- curso expresivo—, abiertamente o entre líneas, La opción inicial goza de aceptación. La histo- ky, el multifacético y volátil Jean Cocteau… Un erudito investigador de la mitología y de las religiones disentiría. al lector-espectador que los actos, los caminos ria calla. No se inclina a favor de la actuación Los tiempos no son asimilables. La religión y la mito- seculares, el mérito y la pena, no requieren de ni del histrionismo puramente sonoro, aunque logía romanas, a horcajadas sobre los escombros de las actor diferente, de responsable distinto que el esta característica, me arriesgo a suponerlo, griegas, crean entre ambas civilizaciones un vínculo de hombre? constituiría una de las explicaciones de la es- nula afinidad con la indagación histórica, cultural por excelencia, de la modernidad. plendidez verbal, de su diestramente manejada La fundamental importancia concedida a la 2 ¿Derivan las estatuas colosales de las convicciones es- sobreabundancia, cómplice de la imaginación, hembra no se halla distante de la atribuida por toicas del autor? ¿Las flaquezas, de la conciencia lúcida, sustituto magnificado de entradas y columnas, acusadora, de un Séneca contemporizador, nada desde- la dramaturgia de Eurípides. Los protagonis- de estatuas de diosas y aburridos funcionarios, ñoso de la amonedada efigie de César, dubitativo, aun tas masculinos se muestran petulantes, crueles, sumiso a los caprichos del imperio? No carga sus espaldas de togas y leoninas pieles, de un vestuario cual- oportunistas, adúlteros sin mancilla social, lis- con el color de la ceniza su breve y admonitorio rol de quiera, de cualquier escenografía. la Octavia. Menos, la aceptación tranquila, desdeñosa, a tos a aprovechar las ventajas que el sexo y la un tris de la alegría (y la ironía), de la condena a muerte, cultura les proporcionan. Aquí y allá los redi- Tal cual, empobrecido, expoliado de galas y de de acuerdo con Claudio Monteverdi y el libretista de La me el heroísmo2. No han afectado al macho de estucos tangibles, ataviado de tácitas, magníficas coronación de Popea, Giovanni Francesco Busenello. Notas / LETRAS DEL ECUADOR 63

Cuatro palabras sobre Shakespeare

Miguel Sánchez Astudillo

onerse a juzgar a Shakespeare a estas ho- también para mí representa él lo supremo en el algunas cosas más que en tu Filosofía… ras sería por demás ridículo. Los siglos, orden de los atributos naturales. ¡O my prophetic soul: my uncle! Words, words words… al consagrarlo, le han conferido uno La poesía, por lo demás, no es en Shakespeare Pcomo fuero de inmunidad que lo pone al abri- Ricardo III Del , un verso al menos no podrá ol- un mero accidente, por frecuente que quiera go de toda crítica, y quien se atreviese con él vidarse jamás: aquel en que el rey, obligado a suponérselo. Es algo tan consustancial a todo cometería el mismo desacato que el policía que huir, exclama: lo suyo, que penetra cualquier otro de los as- echase mano a un padre de la patria… pectos que en él se consideren. Más todavía: es A horse, a horse!: Como ante los fenómenos sublimes de la na- precisamente de esta impregnación poética de my kingdom for a horse! turaleza —el huracán, el rayo, la tempestad— donde procede la altísima tensión que distin- Y este, del Julio César: Los cobardes mueren ante un Shakespeare apenas si puede el hombre gue cualquier pasaje sha- cien veces antes de expi- otra cosa que prorrumpir en exclamaciones, kespeariano, aun de los rar… suspendida por extraña manera su capacidad que deben a otros valores normal de discernimiento. su grandeza específica. De Antonio y Cleopatra: Recuerdo que fue esta precisamente la reflexión Y en la poesía de Shakes- I am dying, Egypt, dying! que afloró en mí hace unos años al realizar la peare, lo que me hiere Del Macbeth: Dormir, ya indispensable peregrinación a Stratford on ante todo, es su milagro- La poesía no es en nunca más: ¡he asesinado Avon, pueblo donde nació el poeta. En reve- so carisma de fórmulas al sueño! rente silencio me encontraba en la conmovedo- inmutables. Shakespeare un mero ra estancia natal, cuando mi imaginación creyó accidenteo. Es algo tan Y del Rey Lear, la más lí- Cada lector tiene en su leer en la paredes sagradas el Mane-Takel-Fares consustancial a todo rica de todas sus tragedias ser estético un punto de esta pregunta súbita: Un genio, pero ¿qué lo suyo, que penetra tal vez: particularmente sensi- es un genio, al fin? ¿Cómo distinguir una obra cualquier otro de los ble, que vibra en primer ¡Compadecedme, oh astros, genial de otra que es solamente grande? aspectos que en él se vosotros sois ancianos término ante el mensaje consideren también! La pregunta estuvo rondándome durante todo de un gran autor. En mi ¡Vida!: vida tiene un ratón, el día. Me acompañó en el recogido paseo a caso, el talismán irresis- y no puede tenerla mi hija! tible que me pone alerta Fortune, good night, smile través de esos senderos místicos. Estuvo latente once more… en la espléndida representación vespertina del al instante, son los relám- I am too old to learn… Royal Shakespeare Theatre. Y, al fin, al regresar pagos shakespearianos, Pray you now: forget and a Oxford por la encantadora llanura que pacifi- estos hallazgos deslum- forgive… bradores que condensan can las sedantes aguas del Avon, una respuesta He citado lo primero que en un solo destello miles se perfiló en mi conciencia: Bien pasadas todas me venía a la mente, casi de años de luz. Otras potencias de Shakespeare las cosas, en obras geniales tan dispares como la provocando a cada lector a exclamar: —¡Vamos, necesitan indicación y comentario. Su sortile- Ilíada, la Divina Comedia, El Quijote, Hamlet y por qué no recuerda usted mi verso predilecto! Fausto, solo un común denominador se puede gio de fórmulas intangibles no; se impone con precisar, y es este, enteramente empírico, por evidencia fulminante: cierto: el impacto que tales creaciones produ- Age. I do abhor thee; youth, I do adore thee! cen es tan avasallador, que suspende, al menos (The passionate Pilgrim,XII ) El sicólogo en el primer contacto, la capacidad de discerni- But thy eternal summer shall not fade. Una de las buena cosas que ha encontrado la miento; el ánimo, rendido en transporte inefa- (Sonnets, 18). exégesis shakespeariana es el conocido epíteto: ble, no acierta a dictaminar, y se limita a decir Farewell! thon art too dear for my possessing «Shakespeare, el hombre de las mil almas». La su admiración en entrecortados monosílabos. (Sonnets, 87). observación es profunda, y conviene volver a Así, pues, habiendo de disertar ahora Estas citas corresponden a los poemas. Se ad- ella cada vez que recrudece —nos hallamos pre- brevemente sobre el genio de Shakespeare, hieren al oído como un pinjante mágico que no cisamente ahora en un nuevo compás de esta ninguna otra cosa puedo pretender sino quiere desprenderse ya más. recrudescencia periódica— la vieja cuestión de consignar las vivencias que ante él me poseen. Las innumerables sentencias de las piezas dia- que la obra que se tiene como del poeta de Stra- Numerosas son y tumultuosas. Tomo cuatro de logadas son más conocidas, por dos razones: tford es tan excesivamente descomunal que no ellas, y las presento con candorosa ingenuidad, gravita sobre ellas toda la intensidad de la ac- cabe atribuirla toda a un solo autor. única disposición admisible cuando se habla de ción dramática en que se encuadran, y resultan, Dicho se está que no pretendemos opinar si- lo inmenso. quizá por este mismo carácter funcional, más quiera en tal discusión. Aludimos a ella única- traducibles mente como preámbulo a las consideraciones ¿Quién no recuerda las letales saetas del Hamlet? que deseamos hacer sobre Shakespeare sicólo- El Poeta go. Sus dramas sobrecogen tanto por el caudal Debilidad, tu nombre es mujer… de verdad humana que contienen, que toda ¡Algo huele mal en Dinamarca! Y ante todo, Shakespeare el poeta. Para mí es ponderación se queda corta. esto lo primero. Compartiendo la emoción casi Economía, Horacio, economía: las sobras del banquete funeral religiosa que experimenta la gente sencilla ante sirvieron en la boda subsiguiente… Se trata, en primer lugar, de la verificación de el don de la poesía, declaro con llaneza que Hay en el cielo y en la tierra, Horacio, los personajes. No solo de los protagonistas 64 LETRAS DEL ECUADOR / Notas

—un Hamlet, un Yago, un Rey Lear— mujeres reales, amantes y sufrientes. Tan reales En el primer paso, la presentación del asunto, reconocidos universalmente como creaciones son, que a poco que se estire el tejido sangran- Shakespeare sigue siendo el de siempre: senci- supremas. Los deuteragonistas no están menos te de que están hechos, podrá convertirse cada llamente arrollador, y con la circunstancia de caracterizados: Claudio, la reina Gertrudis, uno en el núcleo de un nuevo drama que lleva- que le bastan las primeras escenas, a veces la Ofelia; Otelo y Desdémona; Lady Macbeth; ría su propio nombre. primera tan solo, para redondear el tema. Cordelia; Cleopatra igual que Antonio; Brutus Todo esto es a tal punto verdadero, que debe No debe ser tan fácil esto cuando un autor de no menos que César: todos ellos respiran tan enunciarse sin temor la obvia conclusión: si la categoría de Ibsen no logra a veces plantear jadeantemente, es tan asombrosamente humana en otras cosas no, en sicología dramática sí, verdaderamente el asunto sino ya casi en vísperas su identidad, que alcanzan, no ya tan solo la El pato salvaje es indudable que la literatura universal no ha del final como le ocurre en . Algo plena consistencia parecido le pasa al habilísimo Benavente en producido hasta el que se halla también La malquerida. A dramaturgos menores vale presente genio algu- en las creaciones más no citarlos, pues no es raro que terminen no comparable al de de otros genios, sus piezas sin que puedan ellos mismos decir Shakespeare. Esqui- sino cierto grado qué asunto han presentado; y es que no han lo, Sófocles, Racine, sumo de ella, lo que hecho en realidad una obra dramática, sino una Homero mismo, en pudiéramos llamar simple sucesión de cuadros escénicos, pues para lo que de dramáti- «superconsistencia armar un verdadero drama hace falta mucho co tiene, no llegan a dramática». más talento del que tienen los aspirantes. igualarle en la rique- Sugiero este tecni- za insondable de su Mas en el avance del argumento, Shakespea- cismo para designar humana verdad. re ya no me satisface tanto. La proporción de la nota distintiva cálida vida que sobreabunda en ese desarrollo es ciertamente tal, que el primer contacto no de la figuras máxi- advierte una falla ninguna. Pero después, al mas de la escena, a El dramaturgo momento de la reflexión, es imposible dejar de saber la capacidad decirse: «Hay demasiado tumulto en todo esto; que tienen para ab- Acabamos de men- añoro una mayor limpidez, en la que se desta- sorber dentro de su cionar los nombres que menos lo secundario y más lo principal». personalidad aspec- de otros maestros tos contradictorios consumados del tea- Esta deficiencia de jerarquía es alguna vez tan que pudieran des- tro. Esto nos lleva a aguda como en el Julio César, caso penoso de truirla, pero que no la consideración de cariocinesis dramática en que al morir el prota- la dramaturgia for- hacen de hecho otra gonistas se produce en el argumento una pro- mal de Shakespeare, cosa que acentuar longación gratuita, que constituye en realidad es decir de Shakes- misteriosamente su Julieta: ¡Ah! Dulce reposo de mis pensamientos y de todos una segunda pieza, la debería titularse Brutus. los placeres que he sentido, al fijar aquí tu cementerio entre peare en cuanto téc- realismo. Hamlet, los brazos de tu fiel amante, al concluir por su causa la Menos me convencen aún varios de los desenla- existencia en la flor de tus años y cuando el vivir debía serte nico de la escena. proclamando con caro y deleitoso, ¿no dudó un ápice tu corazón? ces shakespearianos. Con su pasión desbordan- plena resolución lo En este capítulo la te complica este genio tan inextricablemente el que va a hacer, y di- síntesis no es simple: ovillo, que cuando llega el fatal momento de firiéndolo sin embargo indefinidamente; Yago, está integrada por un doble elemento. deshacerlo no le viene a mano otro recurso que tan lógico y a la vez tan gratuito en su perfidia; El concepto «drama» sugiere, ante todo, la idea el del nudo gordiano. ¿Qué hace, por ejemplo, Cordelia, tan discreta en obrar, tan necia en de un trance de vida que se desenvuelve en cre- con los numerosos personajes que pululan en anunciar su línea de acción: son otros tantos ciente intensidad. Es la sustancia, el magma el Hamlet, cada uno con un conflicto interior casos de superconsistencia. bullente que modifica la obra dramática, y en que nos tiene suspensos? Los descabeza a to- esto hallo a Shakespeare tan titánico como en dos, y se acabó. Y el espectador comenta en su ¿De dónde provendrá esta desconcertante di- los dos aspectos anteriores. intimidad: «A mí, claro que no se me hubiera námica de tales entes dramáticos? ¿Cómo se ocurrido otra solución, pero de Shakespeare se produce en ellos esta misteriosa contradicción Mas la estricta dramática de un drama incluye podía esperar algo más…» vital? Imposible determinarlo. Es el secreto de un segundo factor, el modo como está organi- Declaro, pues, con sencillez que encuentro re- los grandes hacedores de almas, y acaso debe- zado ese plasma viviente. paros a la arquitectura de las piezas típicas de rían tenerlo en cuenta como el más efectivo test Todo drama —no por convencionalismo de Shakespeare. Las excepciones son más bien para diagnosticar un genio. escuela, sino por la naturaleza misma del gé- raras, si hay por ventura otra que la de Otelo, Pero la valoración de Shakespeare sicólogo debe nero— implica el planteamiento de un argu- drama este sí de construcción magníficamente extenderse más todavía, aun en un recuento tan mento, su desarrollo progresivo, y, al fin, su armoniosa. sumario como el presente. No solo sus prota- desenlace. La disposición de estas tres fases se denomina con propiedad arquitectura de la gonistas y deuteragonistas son figuras vivientes. pieza dramática, y la habilidad en ella desple- Lo son también cuantos integran su comparsa; El pensador gada es lo que constituye la maestría técnica del de lo cual resulta —para ser exactos— que en dramaturgo. En ella son modelos acabados Só- Y finalmente una palabra sobre Shakespeare Shakespeare no existe comparsa propiamente, focles y Racine. Pues bien, ¿qué impresión hace pensador. Porque pensador de la más alta al- pues se entiende por tal la turba de acompa- Shakespeare en este punto? curnia es él, como lo es todo gran poeta, todo ñantes amorfos. artista supremo. Contentémonos con verlo en Prometí al principio consignar mis impresiones su biorama, es decir en la concepción que tiene En el teatro shakesperiano no existe este reba- con ingenuidad infantil, y por eso tengo que él de la vida. ño. El corchete, el portero, la dama de com- confesar llanamente que Shakespeare arquitec- pañía —¡nada digamos de sus bufones, palpi- to no se me impone como se me imponía Sha- Se ha hecho casi un tópico señalar en Shakes- tantes de humanidad!— todos son hombres y kespeare poeta o Shakespeare sicólogo. peare un biorama fundamentalmente trágico. Notas / LETRAS DEL ECUADOR 65

El mundo sería para él un escenario sombrío concepciones diversas de la vida que se suceden precoz que alcanzó ya a esa edad el peculiar en que se debaten hombres infortunados o per- una a otra según la normal evolución de la edad ambiente vital que los grandes artistas suelen versos, mujeres tan bellas como cortas de inte- personal. alcanzar en la vejez. ligencia, bufones de macabra sabiduría. Está, al principio el biorama, eufórico: la con- Ni el amor ni el dolor lo absorben ya en esos Sin afán de contradecir, deseo tan solo subrayar cepción de la vida como empresa de amor y di- días postrimeros de su arte. El imán que lo cuánto hay de simplismo en esta generalización. cha. Es la interpretación del Shakespeare juve- atrae es otro ya: el misterio, y a velas desple- nil, y su instante señero lo tenemos en el Romeo Podía ponderar, para probarlo, el mundo rego- gadas impulsa su góndola hacia él. Navega en y Julieta. No nos dejemos engañar por la muer- cijado de sus comedias; mas prefiero enfocar la una atmósfera vaporosa de ensueño, y esa arca- te de los dos amantes que da fin a la pieza; esa cuestión desde ángulos más internos. na penumbra es para él tan real como lo es la muerte no es sino un accidente casual del todo realidad bruta para nosotros. En primer lugar, nada antiobjetivo como atri- extraño a las premisas, las cuales por sí mismas buir a Shakespeare esquema alguno. Precisa- avanzaban en un cauce jocundo hacia hacia un Por eso de esas manos acostumbradas antes a mente una de los secretos de esa vida que hierve lógico desenlace feliz. amasar sólidas criaturas de carne y hueso, se es- constantemente en todas sus escenas, en cada Luego viene sí, de los 37 a los 42 años de edad capan ahora figuras aladas como Ariel, ninfas una de sus figuras humanas, es la radicalidad del autor, la concepción de la vida como jor- impalpables como Iris, almas tan idealizadas instintiva con que huye toda simplificación: nada fundamentalmente dolorosa. Coinciden como Miranda y Próspero, y hasta un Calibán ninguna de sus criaturas es buena o mala, inte- con este período sus cuatro o cinco creaciones tan deleznable en su monstruosa alquimia. ligente o necia, atractiva o repugnante sin más. mayores, y esto explica el que la impresión té- Vecino a la muerte, parece como si hubiese te- No existe en Shakespeare una química de per- trica que ellas dejan haya prevalecido, como si nido Shakespeare un anticipado contacto con sonajes puros. Todos son híbridos, mezcla fuera esa la nota común de la obra shakespea- las etéreas riberas de la eternidad; brisas inmor- misteriosa de bueno y malo —como lo somos riana. Pero la inexactitud queda de manifiesto tales refrescan ya su frente rendida cuando es- todos los hombres, en verdad—, Hamlet es el con solo observar que tal época oscura no abar- afinamiento mismo, pero un afinamiento ajeno ca sino seis o siete de los veintitrés años que cribe aún en la tierra, pero con la mirada nos- a la sensualidad ni aún a la vulgaridad. Clau- comprende toda su producción. tálgica fija en el más allá. dio, Gertrudis y Lady Macbeth son criminales, Más bien es de admirar que el gran genio saliera El biorama de Shakespeare en los años finales, pero guardan una sensibilidad ética tan sutil de la senda triste tan temprano, pues ya a sus es ya, así, el del cristiano, que habiendo senti- que no hay en el mundo agua bastante para el 44 años le vemos escribiendo el Antonio y Cleo- do con todo su ser la caducidad amarga de lo ansia lustral de sus manos manchadas. patra, que representa en lo fundamental una se- transitorio, se decide ahora para siempre por «la Algo equivalente debe decirse de las situaciones gunda juventud de euforia erótica, para lanzar- sustancia de las realidades que no se ven». que plantea, y aun de los ambientes que pro- se, después, a las tres piezas finales, Cimbelino, duce: ninguno es pura noche, pues nunca es su Cuento de invierno y La tempestad, las cuales se Aquí tenéis, amigos, estas cuatro palabras sobre cielo tan oscuro que le falte al menos un . mueven ya en un biorama que por ser el defini- Shakespeare. Perdonadme, sí de puro sencillas tivo del autor, merece singular atención. han defraudado vuestra generosa expectación. Pero hay en Shakespeare a este respecto algo mucho más decisivo todavía. Es gratuito hablar Shakespeare estaba lejos de ser viejo cuando No he pretendido en ellas otra cosa que rendir de un biorama de Shakespeare. No existe en compuso estas obras. No contaba sino 47 años homenaje ferviente a uno de mis autores pre- Shakespeare un biorama sino al menos tres, tres en la última de ellas. Pero su madurez fue tan dilectos.

La historia de la Casa en imágenes

El 30 de agosto de 1957 se efectúa la apertura de la muestra de grabados de Galo Galecio en el Museo de Arte Colonial con el auspicio de la Casa de la Cultura. En esta fotografía constan, de izquierda a derecha: Miguel Ángel Zambrano, Oswaldo Guayasamín, Isaac J. Barrera, Julio Endara —vicepresidente, encargado de la presidencia de la institución—, Alfredo Pareja Diezcanseco —quien presenta la exposición—, Galo Galecio, César Andrade Faini y Luis Moscoso. 66 LETRAS DEL ECUADOR / fotografía

La playa quieta Jorge Massuco

n portafolio fotográfico de Jorge paciencia y se me hace más difícil seguir largas Jorge Massucco Corti (1936) está radicado Massucco que compartimos en esta lecturas para rescatar dos o tres párrafos que en Guayaquil desde 1976. Licenciado en nueva edición de Letras del Ecuador. tengan sentido para mí», nos dice, escrutando Comunicación Social, ha ejercido la docencia UMassucco llegó a Guayaquil desde su natal nuestra reacción. Lo mismo le ha sucedido con en diversas instituciones universitarias, ha Argentina cuando tenía cuarenta años. «Yo el cine, que en la actualidad frecuenta en muy dictado conferencias, talleres y seminarios en el también soy inmigrante», dice. Desde su llegada raras ocasiones. país y en el exterior, y ha publicado artículos, (hace otros cuarenta años) se vinculó a la vida ensayos y manuales prácticos sobre temas de su También le toca el cine nacional; cree que Se- universitaria. Hoy es «un feliz jubilado», y hace especialidad. bastián Cordero ha tenido un par de aciertos más de diez años dejó de fotografiar: —«cuando Ha dirigido De qué habla la gente, investigación pero no aparece con una línea clara en cuan- tenía casi todas las respuestas a la fotografía sobre temas banales de conversación de grupos to a estilo y temática; considera que Fernando analógica, me cambiaron las preguntas»— informales en espacios públicos (UCSG, 2002); Mieles es más coherente en este sentido. En asegura con un aire de resignación, en cuanto y Universidad y ciudadanía, sobre la relación cuanto a fotografía, señala que el repertorio de se refiere a la fotografía digital. Sin embargo, de los estudiantes universitarios con la ciudad influencias viene de fuera porque no hay un ca- atesora un interesante archivo que va entre los (Universidad de Guayaquil, 2003) non latinoamericano, ni qué decir ecuatoriano, años 1982 y 1994 sobre la vida cultural de la que nos sirva de referencia. Considera que un Es autor del material fotográfico de la casona Guayaquil, especialmente en lo que atañe a trabajo como el de Hugo Cifuentes merecería universitaria en Arquitectura y vida, (Universi- teatros y teatreros. estar presente en toda historia del arte, «pero dad de Guayaquil, 1989). El interés por la fotografía tiene su origen en parecería que nos negamos a reconocernos no- Ha publicado El nosotros (UCSG 2003), Otras los estudios de cinematografía realizados en la sotros mismos […] nuestra producción cultural miradas a la fotografía (CIESPAL 2007), 9 temas Escuela de Artes de la Universidad Nacional de existe pero está dispersa o embodegada; existe de producción audiovisual (2008), De la risa a los Córdoba. «En mi adolescencia y juventud fui un pero no está en las librerías, ni en las bibliotecas referentes compartidos (UCSG 2015) y 15 cuentos gran lector ávido de cuanto se me cruzaba en el ni en los kioscos. No está al alcance de todo el para fotógrafos y una carta indignada (Eskéletra camino, pero con los años he ido perdiendo la mundo ni en cualquier momento» 2016). MP Fotografía / LETRAS DEL ECUADOR 67 68 LETRAS DEL ECUADOR / fotografía DOSSIER LIBROS Editorial

La resaca infinita

Óscar Molina V.

on la realidad del libro en Ecuador se de lectura: si el lector subraya, puede escribir un pasillo triste, tristísimo. comenta, consulta, relee… y si Cada año, antes o después de cada feria todo eso lo hace en su propio texto C—sobre todo la de Quito—, el recuento es el mismo: o en uno prestado. Porque aquí golpes de pecho lánguidos, hombros levantados por interviene, cómo no, otra traba: el el desinterés y dedos acusadores en busca de un solo dinero. Ya si milagrosamente alguien culpable sobre quien descargar el peso fatigoso del tiene la sana curiosidad de abrir un fracaso. Por lo general, el malo de esta película de libro como un hábito diario, se va a bajo presupuesto —porque aunque es ínfi mo en encontrar con el paredón altísimo de comparación con el apoyo para otros sectores, hay los precios. Un libro comprado en una un presupuesto— es el Estado. Y con razón: no librería de centro comercial cuesta, en hay un plan de lectura diseñado ni un interés real promedio, 20 dólares. O, a veces, hasta en crear una red de bibliotecas públicas, ni mucho el doble del valor fi jado originalmente. menos un impulso editorial claro y sostenido. La «Un abuso», como lo ha califi cado el lista de problemas, por supuesto, es más larga, pero escritor Leonardo Valencia, y un monto ahorrémonos las lágrimas. «muy caro para una economía como la nuestra», según la opinión de la escritora Gabriela Alemán, recogida en un artículo de El Universo.

Pero alguien, quizá, querrá contradecirnos y nos sugerirá, entonces, ir a las ferias del libro para solucionar tal percance. Porque en teoría para eso están dichos eventos: para que Si milagrosamente aquellos que leen —¿ojean?— medio libro al alguien tiene la sana año vayan y adquieran tantos como puedan. curiosidad de abrir un ¿Se está riendo, estimado lector? Permítame libro como un hábito acompañarlo a celebrar esa broma. Quien diario, se va a encontrar haya ido a cualquiera de las últimas ferias sabrá que la corrección de estilo, la despreocupación por con el paredón altísimo los libros, además de onerosos, no pasan de contar publicar otras obras —novedosas, inspiradoras— de los precios. historias sobre vampiros de buen corazón, amas de que no sean el resultado de un pago hecho por casa desesperadas y patitos que están aprendiendo a el mismo autor para editar unos cuantos poemas leer. Si no es eso, uno tiene a disposición una copiosa o una novela cuyo único fi ltro de lectura ha sido oferta de recetas de cocina, manuales para aprender el cariño de sus allegados. Ya ha durado mucho inglés o textos que, sin mayor desplazamiento, uno tiempo la resaca. O todos los involucrados hacen encontraría en la papelería del barrio. Claro está, —hacemos— algo al respecto o ya hasta a nosotros siempre hay excepciones, pero son poquísimas. mismos se nos taparán los oídos por el cansancio ante nuestras plañideras. Nos lamentaríamos en vano porque nada ha Dicho esto, cabe hacer un último mea culpa. Así cambiado ni, al parecer, va a cambiar. La cifra, como las ferias, las librerías, los lectores y el Estado Óscar Molina V. • Periodista que ya conocemos de memoria, por ejemplo, se tienen su cuota de responsabilidad, las editoriales mantiene inalterada: en este, el país de la línea locales también. No son todas, por supuesto, pero imaginaria, cada persona lee medio libro al año, en su gran mayoría los sellos que editan las obras de según el Centro Regional para el Fomento del autores ecuatorianos cometen errores, a estas alturas, Libro en América Latina y el Caribe de la Unesco. inadmisibles. Los colaboradores que participan en Este registro, cuya última actualización es de 2012, este dossier han señalado, sin tapujos y sin afán de es el más bajo de la región. Medio libro: casi cien escarnio, muchos de ellos: el poco cuidado en el páginas al año. Y sabrá Dios cómo es ese proceso diseño editorial, el interés prácticamente nulo en

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El laberinto del libro ecuatoriano

Leonardo Valencia

uisiera que el lector recuerde esa novela Carecemos de un conviertan en un cuello de botella. Es urgente de Balzac, Las ilusiones perdidas, donde verdadero apoyo a la hacer una refl exión constructiva. Quiero insistir Q se aborda en todo su esplendor y crudeza cultura editorial con que aunque debemos comprender que una librería la realidad por la que pasan los escritores y sus facilidades para la no deja de ser un negocio, al mismo tiempo sigue obras. Aunque está ambientada en el siglo XIX, importación del siendo una empresa cultural con un papel decisivo esta novela recrea el mundo de la cultura literaria papel o el desarrollo y responsable sobre el libro nacional. Esto no se en varios aspectos: la relación del escritor con de una industria puede perder de vista. El seudo-argumento de que los editores, el papel cada vez más dominante de papelera nacional. el libro ecuatoriano no interesa a los lectores es, la prensa y la vocación literaria. Sugiero leerla en nuevamente, una forma de la inercia. Quisiera no díptico con otra novela posterior, de Flaubert, La pasar por alto el recuerdo del notable esfuerzo que educación sentimental, porque esta también aborda hizo en sus años iniciales la editorial El Conejo, la relación con las editoriales, siempre en un París bajo la dirección de Diego Cornejo Menacho, por abocado a ser una especie de modelo de lo que se el cual el libro ecuatoriano tuvo gran visibilidad puede esperar respecto a la circulación del libro y la y lectoría. Incluso se llegaron a realizar spots de parte no siempre visible de los procesos por los que televisión y cuñas radiales para difundirlo. Y el un autor debe pasar con sus obras. Por supuesto, el libro ecuatoriano era leído. La conversión de ese mundo ha cambiado desde entonces. La existencia importante rol orientador del librero por el de un de grandes grupos editoriales, la globalización dinámica y ágil, sin trabas innecesarias— para la mero vendedor de vitrinas es realmente lamentable. del fenómeno de las publicaciones, la rapidez de comercialización de publicaciones institucionales, Las restricciones al libro nacional están inducidas los nuevos medios tecnológicos no entran en esas y para apoyar la distribución del libro nacional. por un facilismo en la venta. Y por algo más grave: novelas. Sin embargo, no pierden actualidad porque Carecemos de un verdadero apoyo a la cultura hay ciertamente una conveniente manipulación su recorrido revela las condiciones básicas para un editorial con facilidades para la importación del sobre el precio del libro. Mientras el editor escritor en la era moderna. No es gratuito que Las papel o el desarrollo de una industria papelera nacional fi ja el precio fi nal de venta al público — ilusiones perdidas empiece haciendo alusión a la que nacional. Se ha perdido la conciencia del valor con un porcentaje que oscila entre el 30 y el 45% en ese entonces fue una revolución tecnológica, cultural que tiene el librero como prescriptor de ganancia para el librero— el libro importado la imprenta Stanhope, toda hecha en metal a y expositor positivo del libro ecuatoriano. En representa en muchos casos un porcentaje mucho diferencia de las imprentas artesanales de madera, este punto nunca sobra recordar que el valor de mayor, de hasta el 100% o 150%. Esto explica el y que La educación sentimental sea la novela clase exposición de nuestros libros no responde a un para el clásico estudio de Pierre Bourdieu sobre las sentimiento nacionalista gratuito y generalizador: el tensiones de campo por las que se perfi la el mundo libro ecuatoriano tiene que cumplir con exigencias de la cultura y de la edición en Las reglas del arte, y formatos de óptima calidad editorial. Se trata más libro imprescindible para tener una orientación bien de una dinámica de educación para que se en las distintas modalidades de capital —tanto incorpore en la capacidad lectora las miradas que simbólico como real— que genera el libro en una desde Ecuador se están dando sobre distintos temas. sociedad industrializada. A pesar de que la difusión y la calidad de la crítica se está replanteando mundialmente por los nuevos Pero Bourdieu se queda corto o no es sufi ciente para medios, en el país no hay centros de referencia en comprender la realidad del libro ecuatoriano, que cuanto a la difusión de reseñas de libros: se ha oscila entre la producción libresca artesanal y local, reducido notablemente el espacio crítico en la y la rotación del libro importado. A estas alturas prensa (solamente hay un suplemento cultural, creo que están muy bien localizados los problemas Cartón Piedra, de El Telégrafo, aunque con escasa del libro en el Ecuador y en los que están implicados difusión) y las revistas literarias, si bien persisten, una infi nidad de actores. Carecemos de red de no cuentan con la distribución adecuada. bibliotecas activas y debidamente coordinadas, no sólo por el papel del usuario lector que puede En este contexto, hechos a la idea de que el frecuentarlas y estar al tanto de las publicaciones Estado no cumple un papel realmente difusor nacionales recientes, sino por la condición de archivo y de apoyo, es lamentable que la situación y apoyo con compras mínimas pero decisivas de económica y una especie de inercia haga ejemplares de editoriales ecuatorianas. Carecemos que uno de los canales decisivos para el de una política del libro —y de una actitud libro nacional, como son las librerías, se

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todo ese esfuerzo se pierda y se desconozca. No es posible esperar a que venga un líder político y tome las riendas en el asunto. Es una ilusión vana y casi siempre está sujeta a políticas clientelares que terminan haciendo más daño que benefi cio. Sin querer inventar el agua tibia, lo que convendría El apoyo para la hacer es activar en la plenitud de sus funciones cultura literaria de mecanismos y entidades que ya existen. No un país no se da sólo estoy seguro si la Cámara Ecuatoriana del Libro con una política cumple su papel con completa efectividad: sé directa para ciertos de muchos de sus esfuerzos, pero creo que casos, sino por un debería ser el organismo mediador que tome tejido vivo de urgentemente las riendas. Por ejemplo, libros discusión para a los que se les concede el ISBN, el código convertir al lector de identifi cación de cada libro nuevo ecuatoriano en el necesario para entrar en circulación, ¿dónde mejor prescriptor están? ¿O no hay todavía un archivo de de nuestra tales libros registrado? El Ministerio de cultura. Cultura, el Ministerio de Educación, las distintas municipalidades, ¿qué esfuerzo conjunto hacen para la reactivación de bibliotecas barriales que compartan una base de datos para que los lectores puedan ubicar en catálogos de internet los libros nacionales y acercarse a las respectivas bibliotecas? ¿Hasta cuándo un tejido vivo de discusión para convertir al lector las invitaciones a las Ferias de Libro ecuatoriano en el mejor prescriptor de nuestra internacionales seguirá siendo la lista cultura. Ni siquiera que los autores ecuatorianos privada de autores convenientes para el régimen obtengan premios y publicaciones en el extranjero de turno, o incluso un aparato de autopromoción serán sufi cientes si es que no se cuenta con el lector excesivo e injustifi cado costo del libro importado. de los libros de los mismos funcionarios, en vez de nacional. Con esto quiero decir que los libros Frente al libro nacional, el libro importado no tiene ser los editores ecuatorianos los protagonistas? El deberán debatirse con todas las exigencias del caso. regulación de precios y evidencia por qué tienen peor de los casos es el que llevó a cabo el mismo Y esos libros que cuenten con apoyo desde distintos tanta visibilidad los libros extranjeros. Basta que el presidente del Ecuador, Rafael Correa, presentando frentes deben tener siempre la libertad de escribirse lector visite cualquier vitrina de una gran librería —y en varias ferias del libro internacionales su propio desde la perspectiva de cada escritor, mostrando hablo específi camente de producciones literarias— libro —Ecuador: De Banana Republic a la No toda la variedad de registros y sin ningún tipo de y descubrirá está realidad: por un libro ecuatoriano República— aprovechando que Ecuador era el país autocensura pensando en obras que «podrían» hay nueve extranjeros. De manera que esto es un invitado. Una sola presentación habría bastado, gustar a los gobiernos o políticas culturales de turno. punto no menos importante de la discusión. Es la del año de su lanzamiento, pero no en tantas Aprender que el libro debe apoyarse incluso en los cierto también que el librero ecuatoriano vuelve y en varios años. Además, ni siquiera se recurrió casos en que se traten de críticas o discordancias a comprender gradualmente el valor de exponer a una editorial nacional para publicar su libro, con el funcionariado de turno. Solamente cuando el libro nacional, pero todavía falta mucho, sobre sino a un sello internacional. Esto importa porque se alcance ese grado de solvencia intelectual, y todo si es que todavía sigue circulando la idea de habría dado ejemplo de apoyo a la cultura editorial que hasta esos libros alcancen el apoyo de todos algunos libreros de que no son ONGs o empresas de nacional. Pero no es el caso. Y así seguimos, sujetos los actores, podremos hablar de una cultura viva benefi cencia para el libro nacional. Que se dé ese a una improvisación que combina una suerte de y sana respecto al libro nacional. Queda mucho pensamiento da cuenta precisamente de cómo se oportunismo y, por otra parte, una indiferencia por por hacer, ciertamente, y en este punto somos los ha corroído la idea de lo que un librero representa. el sentido de la cultura del libro nacional. mismos escritores los que debemos tomar parte Convertir el negocio del libro en un negocio de Insisto que el apoyo al libro ecuatoriano no tiene —en conjunto con editores, revistas, instituciones élite termina siendo incluso negativo para los ninguna fi nalidad reivindicativa purista. Deben culturales, profesores, libreros y periodistas— para mismos libreros, porque se necesita una diversidad darse a conocer los libros para discutirlos, para que el libro encuentre el sitio que debe tener en una de compradores para que el propio mercado no se que se abran debates que señalen los libros que son sociedad que quiere formar parte de la discusión vuelva dependiente de un nicho único. aportes, criticar los que no cumplen con el rigor cultural de nuestro tiempo. Será la suma de varios Lo paradójico de esta situación es que el libro y del caso, elogiar los que merecen ser elogiados y actores de la cultura lo que permitirá la salida del la capacidad editorial ecuatoriana son de mejor colocar en su respectivo sitio los distintos grados laberinto del libro ecuatoriano. calidad. El surgimiento de nuevos y jóvenes de relevancia que tienen o pueden tener. Porque editores, el acabado en el diseño e impresión en los un pensamiento fundamental es que el apoyo Leonardo Valencia • Escritor y docente del doctorado de literatura latinoamericana de la Universidad Andina libros, es realmente notable. Sólo que a éste paso para la cultura literaria de un país no se da sólo Simón Bolívar y de la Universidad Autónoma de y con esta situación, no será de sorprenderse que con una política directa para ciertos casos, sino por Barcelona.

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Editoriales «Esos libros en Ecuador dorando el polvo»

Santiago Peña Bossano Santiago Páez

n el gran mundo editorial, todo es felici- Los grandes autores publican con las grandes ecorro las librerías de viejo, sus estantes dad. Las librerías compran los libros y los editoriales y cuando un escritor comienza a darse recargados, las hileras de libros polvorien- exhiben orgullosas como si ellas los hubie- a conocer, le arrebatan con dinero y promesas de tos, esos muros cubiertos por lomos, con Esen editado o escrito. Se identifi can con sus porta- más lectores. ¿Cómo se enfrenta a estos gigantes Rinscripciones más o menos legibles, de volúmenes das, con sus contraportadas, con las fotos de las so- una pequeña editorial? Lo que debe hacer un antiguos. Algo ilumina esos libros dorando el polvo lapas. Saludan a Baricco con una sonrisa de buenos editor es buscar un nicho donde no compita —si que los rodea. Un físico amigo, hace años, me contó días. Saben que se venderá en poco tiempo. Hoy es fuera posible— con nadie. Desde luego, será el de los quantums de luz que, refl ejados en nuestros nuestro día, se dice el librero y lo coloca en el mejor tiempo quien dictamine si logró o no sostener esa ojos, golpean leves, levísimos, los objetos que mi- stand. Pero, ¿qué sucede con las editoriales locales? visión primaria; pero si es así, la misma lógica de ramos. negocio la convertirá en una editorial mediana o En la actualidad hay una ola de nuevas editoriales Los libros deben guardar esas mínimas unidades de grande, dependiendo del caso. El pequeño mundo en Ecuador. Yo diría —incluso— una plaga luz entre sus páginas: quedan entre ellas cuando los editorial suele llevarse a cabo en la casa del editor, benigna: El Fakir, Turbina Editorial, Doble Rostro, leemos, y esas partículas luminosas son las que do- en su sala, en su cuarto, en su escritorio. No se tiene Ruido Blanco, Manzana Bomb!, Corredor Sur, ran el polvo de esas librerías atestadas. Son las mi- ofi cinas o cafeteras para los invitados. Como digo, La Caracola, El Ángel Editor, Cactus Pink, por radas de miles de lectores, los fantasmas de sus mi- una nueva editorial debe apuntar hacia un nicho mencionar varias. Editores independientes que radas, que siguen brillando entre repisas silenciosas. de mercado no cubierto. Aún no llegamos a esta trabajan propuestas contrastantes a los usos comunes idea en Ecuador. Se debería entender el trabajo de Así, en esos libros leídos —comprados y revendidos de las editoriales ecuatorianas más conocidas. Antes editoriales como: Nórdica, Alpha Decay, Blackie a lo largo de los años— no sólo perviven quienes de la diversifi cación editorial, publicar en Ecuador Books, Libros Asteroide. Hay que tener un plan los escribieron: también nosotros, sus lectores, se- era una cosa de dinero. Las editoriales/imprentas claro y defi nido, creer en él, hundirse en él y sacarlo guimos vivos en esas páginas que aguardan a que incluían cualquier libro en sus listas. Si el interesado adelante. otras manos las cojan y abran, y a que otros ojos las presentaba un par de miles de dólares, el libro se bañen con sus ínfi mos quantums de luz. editaba. Esta manera puramente mercantil —que En este momento —que podría denominarse el olvida el concepto de catálogo editorial— está comienzo del boom editorial en Ecuador— con Santiago Páez • Escritor, ganador del Premio Joaquín pasando de moda. Tampoco se debe creer que los las alternativas existentes, publicar no debería ser Gallegos Lara 1994. editores actuales tienen de sobra el dinero, pero difícil. Los escritores deben enterarse de la oferta —al igual que en muchas partes del mundo— se editorial, indagar el catálogo y elegir la mejor negocian coediciones, donde se reparten el trabajo, opción para su libro. Les aseguro que cada una de el rubro monetario y la distribución. las editoriales antes mencionadas harán lo posible por dar a conocer la obra que editen. Porque un editor se vuelve un poco autor de la obra editada; siente ese apego que el librero siente por los libros de las grandes editoriales; cuida el papel, el diseño, la diagramación, lo lee una y otra vez, lo corrige, lo entiende y lo cuida. Eso es ser editor. Los escritores deben enterarse La vida de una editorial está en los ojos de de la oferta los lectores. Apoyemos las nuevas iniciati- editorial, indagar vas. Conozcamos los nuevos escritores na- el catálogo y cionales. Interesémonos por las novedades elegir la mejor editoriales de nuestro país. También acá se opción para hace literatura. También acá los editores su libro. necesitan comer.

Santiago Peña Bossano • Escritor, ganador del Premio Aurelio Espinosa Pólit de Ensayo 2015.

Dossier • Libros 5 Editores

Ser editora El editor y sus libros

Adriana Grijalva Luis Mora

uando era niña disfrutaba mucho encon- arios años de publicar estudios so- trando los errores gramaticales en los perió- bre el país, en el área de las cien- dicos, en los libros, en los anuncios publici- cias sociales, dejan experiencias y reflV exiones de interés que van más allá del Ctarios. Concursaba en todo certamen de ortografía de la escuela y colegio y, aunque no siempre ganaba, mundo editorial. participar era lo que me gustaba. En todo escrito Desde la última década del siglo pasado fue me saltaban a los ojos las palabras con faltas o las decayendo el interés por los libros dedicados frases mal redactadas, las corregía en mi mente y a esta temática: el estudio sobre el país. En los soñaba con poder corregirlas algún día en el papel. años sesenta, acontecimientos como la Revo- Tanto me gustaba la corrección, que me convertí en lución cubana, el Concilio Vaticano II, la Re- la pesadilla de mis profesores y de mis amigos por- forma agraria, motivaron que, especialmente que siempre estaba haciéndoles notar sus errores. los jóvenes, se preocupen y discutan sobre la situación de la sociedad ecuatoriana. Para ellos, Pasado el tiempo tuve la suerte de trabajar en el área los estudios que se publicaban constituían un cultural del Banco Central del Ecuador y desde allí insumo importante que alimentaba y clarifi ca- aprendí más y pude poner en práctica mi afi ción. ba sus inquietudes. Se vivía una efervescencia Busqué cursos de especialización en temas edito- social y política que impulsaba a plantearse un riales y seguí fi elmente el ejemplo de mis jefes, su- cambio de fondo que supere las estructuras ca- periores y amigos que se dedicaban también a esta ducas. Conocer entonces nuestra realidad era hermosa labor. Desde esa institución publicamos un asunto de gran interés. Lo interesante es que muchísimos hermosos libros. dicha actitud era compartida por estudiantes y profesionales de prácticamente todas las áreas del «Le dejo mi manuscrito, ¡está perfecto! ¡Listo para conocimiento. publicar!» Seguro sabrán reconocer estas palabras competir. Pero esto limita considerablemente la di- todos mis colegas editores, y sabrán también lo Paulatinamente el cambio, incluida su expresión fusión de sus libros y, por ende, la trascendencia lejos que está de poder publicarse un manuscrito más radical: la revolución, fue perdiendo vigencia e impacto que puedan ejercer en la sociedad. Para «perfecto» y «listo» que dejan muchos autores. Casi en la atención de las personas. En el siglo XXI, y des- lograr difundir signifi cativamente ideas o análisis es siempre la perfección de los autores es solamente de antes, el esfuerzo individual se orientó mucho determinante la manera en que se los transmite. Si el inicio de un largo trabajo editorial, de una pro- más a la formación profesional especializada, dirigi- mi actividad se desenvuelve en la ingeniería electró- funda depuración del texto y hasta de un cambio da a las carreras técnicas, a más de que el cambio y nica resulta complicado acceder a la terminología casi total de la redacción. Pero, ¿cómo lograr man- la revolución no vinieron. No extraña, por eso, que especializada de, por ejemplo, la sociología, aunque personalmente tenga interés también en ese cam- tener el estilo y el pensamiento del autor si hay que en la actualidad esa clase de publicaciones tengan po. Como editor suelo decir que una buena tesis cambiar tanto su texto? La respuesta es sencilla: con poca demanda en las librerías y las editoriales de- doctoral no es necesariamente un buen libro para mucha concentración, paciencia, dedicación y, so- dicadas a su publicación afronten serios problemas para subsistir. muchos y es mejor revisar o reescribir el texto pen- bre todo, pasión por lo que se hace. Solo al poder sando en quienes se acercan a una librería, que no introducirse en el tema tratado, después de una pri- De otra parte, los investigadores que logran publi- son ni mis alumnos ni mis colegas profesores. mera lectura comprensiva, se puede modifi car todo car, en muchos casos utilizan un lenguaje acadé- sin cambiar la esencia. Ese es realmente el reto, que mico que difícilmente está al alcance de un lector Es un lugar común señalar que en nuestro me- se entienda lo que quiere transmitir el autor, logran- común y corriente. A veces parecería que los aca- dio, aunque no solo en nuestro medio, el hábito do mantener su estilo y convirtiendo las ideas en un démicos escriben para otros académicos, lo que en de lectura es deplorable, lo que no deja de ser ver- texto publicable. cierto modo es natural, pues es el ambiente en el que dad. Esta falencia está ligada al sistema educativo se desenvuelve su vida cotidiana y en el que deben en su conjunto que no hace mucho por inculcar y Muchos me preguntan si soy escritora, pero yo no motivar dicho hábito. Hay algo más que también lo soy, ser escritor es palabra mayor. Mi respuesta, proviene de la educación que se imparte: que las por tanto, es que ayudo a los escritores a corregir sus personas dispongan de una adecuada capacidad de textos, a estructurar sus ideas, o a poner en claro sus leer y escribir adecuadamente, denominada lecto- pensamientos para que todos podamos compren- escritura. Quienes publicamos libros sabemos que derlos. Puedo reescribir un texto y darle la vuelta, la defi ciencia en este campo es una barrera para el puedo corregir un libro en el que casi no quedarán acceso a los estudios que se difunden. errores, puedo sugerir y convencer al autor de que Solo al poder Ahora bien, y pese a todo, es necesario persistir en cambie alguna parte de su libro por alguna falta de introducirse en el tema la difusión de contenidos sobre nuestro país. Toda coherencia: eso es lo que hago. Si el libro sale bien sociedad necesita verse y pensarse a sí misma, y esto y sin errores, todos quedamos felices, y si se detec- tratado, después de una primera lectura es lo que hacen los científi cos sociales. Sus libros ta algún error, es culpa del corrector o del editor. contribuyen a satisfacer esta necesidad y por eso Pero eso no importa, lo importante realmente es comprensiva, se puede hay que continuar con el esfuerzo de publicar sus publicar libros de calidad para que sean fuente de modifi car todo sin cambiar trabajos. Entre nosotros es una suerte de misión entretenimiento, de crecimiento interior, libros que la esencia. cívica que debe asumirse con modestia y alegría, contribuyan a mejorar el mundo en que vivimos, pues todos debemos aportar de alguna manera para libros que nos hagan a todos mejores personas. que el futuro sea mejor.

Adriana Grijalva • Editora en el Ministerio de Cultura Luis Mora • Director Ejecutivo de la Corporación y Patrimonio de Ecuador. Editora Nacional.

6 Dossier • Libros Correctores de estilo

Lectores que redimen Andrea Torres Armas

a presencia de los correctores de textos es inconsistencias —respetando siempre el estilo del antigua, data de mucho antes de la inven- autor— y el que hace, de una manera invisible, que ción de la imprenta, cuando los libros se una obra de calidad llegue a nuestras manos. Hay Lcopiaban a pluma o estilete sobre diversos soportes autores que por su propia voluntad y de su dinero (desde las tablillas hasta los pergaminos y códices). pagan por una corrección de textos, algo que, a no Entonces ya existían encargados de supervisar el tra- ser que editen por cuenta propia, no debería ser su bajo de los amanuenses, pero antes, incluso, entre Un buen corrector responsabilidad. los romanos, el cuidado de transcribir y corregir los es, ante todo, un Entregar al lector una obra bien cuidada, correcta- manuscritos se reservaba principalmente a los escla- lector especializado mente escrita, no es una opción, es una responsa- vos, que si destacaban en su ofi cio podían apreciarse y un par de bilidad. Para eso estamos los correctores de estilo/ para una posible reventa. Luego, en el Medioevo, ojos frescos. ortotipográfi cos/ de pruebas/ asesores lingüísticos: los monjes copistas hablaban de un demonio lla- para evitar quejas como la de Fernando Cazón Vera, mado Titivillus enviado por el mismísimo Lucifer a cuyas preferencias sexuales habrían quedado en en- colocar erratas en el trabajo de los escribas; era, pues tredicho cuando en uno de sus poemas, en lugar de necesario el trabajo de un revisor para, sino elimi- decir «desnuda» se había deslizado un «desnudo». nar, al menos enmendar los fallos. En el Ecuador, Nuestro deber es contribuir a que la literatura en lastimosamente, quizá no podamos hablar de esa nuestro país sea una experiencia estética completa. misma larga tradición de cuidado editorial.

En 2012, María del Pilar Cobo, directora ejecutiva no entendió; resulta que ella era la encargada de Nota: 1 adquisiciones, es decir, la que sabía cuánto costa- de Acorte , empezó una investigación acerca de la 1 Asociación de Correctores de Textos del Ecuador. situación de los correctores de textos en el país y ban los «liquid paper» y todos sus sucedáneos, pero nadie en la editorial, nadie, tenía idea de que exis- llamó a varias editoriales para indagar si los con- Andrea Torres Armas • Escritora, presidenta la Asoci- trataban. Al consultar con una editorial de textos tieran correctores de textos. ación de Correctores de Textos del Ecuador (ACORTE). escolares sobre estos profesionales, tras una larga Esta anécdota, si bien puede resultar «jocosa», en espera y luego de que su pregunta rodara por la ins- realidad da cuenta de la penosa situación de quie- titución —sin respuesta—, una señorita se ofreció a nes ejercen el ofi cio de la corrección o asesoría lin- ayudarle. Volvió a inquirir, pero la amable señorita güística en el país y nos da luces para responder algunas preguntas: ¿se hace corrección de estilo en libros de literatura ecuatoriana? ¿Hace fal- ta que las editoriales sean más prolijas en este sentido? ¿Los autores se preocupan por hacer dicha revisión?

Vamos por partes: muy pocas editoriales en nuestro país contratan los servicios de un corrector de textos profesional; muchas por desconocimiento, algunas por quemeimportismo y otras, simplemente, por exceso de confi anza en el autor han asimilado este paso de la cadena editorial al trabajo del editor. Hace falta, sí, que las editoriales se preocupen más por entregar textos mejor revisados, que cuenten con este proceso de «control de calidad». Un buen corrector es, ante todo, un lector especializado y un par de ojos frescos. Es aquel que no solo se preocupa por eliminar gazapos y cazar erratas, sino que se encarga de depurar las

Dossier • Libros 7 Tipógrafos

Importancia de la letra

TT LUPeRA

a tipografía no es una ciencia, es un arte. o árabes: damos una importancia Crear esos minúsculos dibujos con los cuales vital a cada trazo, no podemos nos comunicamos por escrito no es trabajo equivocarnos, nos volvemos diestros Lfácil, hay que investigar, empaparse con las obras de en nuestro ofi cio. Cuando dibujamos otros tipógrafos, pasar horas de horas pensando en letras lo que hacemos puede ser un un nuevo «tipo» que no se parezca demasiado a los espectáculo, pero lo fundamental ya existentes, sus aplicaciones, sus defectos. es que luego las digitalizamos para crear esas «familias tipográfi cas» que La tipografía implica, necesariamente, ser calígrafo, vendemos o regalamos por Internet. y eso es algo que de una u otra forma somos todos. Todos los días miles de diseñadores Cuando aprendemos a leer y escribir desarrollamos buscan tipografías nuevas para sus una forma de escritura propia. Esos caracteres que trabajos, miles de personas descargan nos identifi can, esos dibujos con los cuales uno «tipos» en sus ordenadores para sus puede reconocer incluso la personalidad de alguien, fi nes personales. La tipografía es son la esencia del arte tipográfi co. Desde los albores ahora más vital que nunca, es una de la imprenta en el Renacimiento europeo, se profesión, se organizan encuentros empezaron a crear familias de letras para imprimir internacionales, se le dedican los libros. Estas familias conformaron lo que se estudios. llamó «tipos», pequeñas piezas de metal que se ordenaban en una caja para la impresión. La técnica No parece que vayamos a se extendió rápidamente por Europa y produjo desaparecer. Al contrario, innumerables tipografías de acuerdo al país, pero lo cada vez cobramos mayor importante es que así se difundieron rápidamente importancia, así que seguiremos las ideas; lo que se llamó Renacimiento fue posible dibujando letras para que los en gran parte gracias a la imprenta. Sin la impresión demás se expresen con ellas. barata de libros, seguiríamos sumidos en una edad oscura en la cual solo unos pocos tendrían acceso a Tito Lupera «TT LUPeRA» • la información. Tipógrafo, comunicador visual y bajista del grupo de death metal Hoy, con la era informática, vivimos una segunda Pánico Animal. revolución. La información está al alcance de un click, lo que sucede a 5 000 kilómetros lo sabemos casi instantáneamente, pero los «tipos»

que empezaron a inventarse hace 500 años siguen ahí, leemos esa información gracias a ellos, la letra sigue siendo importante a pesar de la abundancia de Sin la impresión imágenes y sonidos. Y, aunque muchos barata de libros, profetizaron el fi n del libro impreso, seguiríamos sumidos seguimos imprimiéndolos. en una edad oscura en la cual solo unos Los tipógrafos del siglo XXI pocos tendrían dibujamos esas letras. Es un trabajo acceso a la manual, hay que pintar, y mucho. información. Somos como los calígrafos chinos

8 Dossier • Libros Diseñadores

En busca de los sentidos del lector

Carlos Reyes Ignatov

n recorrido por las librerías de la ciudad librería es de buena calidad, y como resultado de La asimetría de Quito permite apreciar, al menos esta «cita a ciegas» con el libro, es muy probable en la presentación parcialmente, el tipo de oferta de las llevar a casa una obra estupenda. Otra razón es que de varios textos Ueditoriales ecuatorianas. Algo que llama la atención la mayoría de títulos disponibles en la librería tienen locales, con respecto en dicha oferta, con respecto a otros tiempos, es la una buena presentación y, una vez descubiertos, a publicaciones calidad gráfi ca de la mayoría de productos. En años bien pueden invitar a su lectura y orientar a los de editoriales recientes ha habido una mejoría interesante en las lectores, de manera expresiva, sobre el tipo de relato internacionales, propuestas de diseño de libros, algo que se debe que proponen. es aún notable. tanto a la continua optimización de las herramientas En este sentido, la calidad gráfi ca y la capacidad de informáticas, como a la cantidad de buenos comunicar e ilusionar al lector se presentan todavía profesionales que se dedican al sector editorial, como un desafío doble para muchas editoriales en ahora más conectados a tendencias internacionales el país, y esto concierne especialmente a las peque- en tipografía y composición. Hay otro aspecto ñas, las de autor; y a las que circulan por fuera de llamativo: la abundancia de publicaciones con las librerías, que no son pocas. La primera parte del temática histórica en las estanterías y secciones desafío consiste en que las editoriales harían bien en de recomendación. Estas combinan lo académico arriesgar y experimentar con sus portadas, de mane- con lo divulgativo, y se concentran mayormente ra que atraigan consistentemente la curiosidad del en tratar la vida republicana ecuatoriana, con frecuencia desde las biografías presidenciales y demás actores políticos. Sus portadas se componen tiene la oportunidad de gustar al lector mediante con retratos, paisajes y recursos similares que varios sentidos (vista, tacto, olfato), lo que no es orientan al lector sobre el contexto tratado en el replicable aún en un contexto virtual. libro. Sin embargo, la asimetría en la presentación de varios textos locales, con respecto a publicaciones Las editoriales y los autores-editores locales de de editoriales internacionales, es aún notable, y esto narrativa, que habitualmente se dedican a satisfacer se aprecia, especialmente, en las portadas de obras nichos de lectura muy exigentes y defi nidos, harían de narrativa: en más de una ocasión se encuentra bien en experimentar de manera más abierta que las imágenes de cubierta de novelas y cuentos con sus propuestas, trabajando más de cerca emplean soluciones tipográfi cas excesivamente con los diseñadores, dándoles libertad creativa, simples, discretas, y aplican, por ejemplo, imágenes y evitando, en lo posible, una solemnidad visual en blanco y negro, que ciertamente comunican que solo busque conseguir legibilidad. Al respecto, una sobriedad más efectiva para otros géneros, el diseñador David Carson, entrevistado en el como el ensayo y la poesía. Las portadas de estos documental Helvetica (2007), sugiere no confundir libros parecen evadir sus propósitos: sintetizar y legibilidad con comunicación, puesto que «solo comunicar la idea general del texto literario y su porque algo sea legible, no signifi ca que comunique trama, insinuar el ámbito en el que se desarrolla la y, más importante aún, no signifi ca que comunique historia y sugerir el contexto y las sensaciones que de manera correcta». Esto tendría que producirse el autor evoca en sus líneas. Es decir, hacen poco especialmente en el ámbito de la novela y el cuento, por suscitar la curiosidad del lector, activando sus comprador potencial. Para esto es necesario jugar y reservando los paisajes, la nostalgia de los grises, el sentidos. ensayar más con el color, la forma, la textura y, en minimalismo tipográfi co y la sobriedad para otros lo posible, con los acabados. Los libros ciertamente géneros. Una librería de segunda mano en Australia se venden, ignoran o rechazan también por su cu- (elizabethsbookshop.com.au) aplica una curiosa bierta, y aunque los resultados de encuestas sobre la Una buena portada de novela o cuento debe ser su- estrategia relacionada a este asunto. Sus vendedores importancia de las portadas presenten variaciones, gerente, un tanto arriesgada, provocando con sus realizan una selección de libros y los envuelven dependiendo del tipo de mercado, en todas ellas la imágenes a la sensorialidad de la persona dispuesta en papel de embalaje para ocultar la cubierta. En imagen y el aspecto del libro se mantienen como a dedicar tiempo a su lectura. Esta apuesta puede el empaque, los encargados de la atención solo constantes editoriales a considerar. La segunda par- convertirse en una certera invitación para que el cu- apuntan unas pocas palabras clave como referencia te del desafío consiste en diseñar las portadas (o rioso pase a ser un comprador. Es tarea del editor para indicar la temática del libro. Con esto, al lector versiones específi cas) para que funcionen también provocar esta transición y, sobretodo, lograr un en- cuentro entre creadores y lectores, aprovechando un se le pide que pruebe una lectura quizá nueva, en el mercado de libros electrónicos. En el mercado elemento a veces desatendido: la cubierta del libro. evitando que juzgue al libro por su portada. Pero digital, la portada del archivo es el primer recurso esta estrategia —que en algunas bibliotecas es una disponible (y en ocasiones el único) para llamar la Carlos Reyes Ignatov • Comunicador y diseñador práctica habitual— se sostiene por algunas razones. atención de los lectores hacia su contenido. En el gráfi co con un diplomado en Técnicas Editoriales por la Una de ellas es que la selección de títulos de la espacio de una librería, el texto como objeto físico Universidad de Barcelona.

Dossier • Libros 9 Diseñadores

El diseño editorial como un diálogo

Ernesto Proaño Vinueza

l diseño editorial siempre ha sido en mi que no se produzcan viudas o huérfanas, que no se El diseño caso personal un trabajo de placer, cada corten las palabras al pasar de página. Un editor editorial nuevo libro o revista que he abordado y también poeta, con el que he trabajado muchos es siempre un Elo he hecho con entusiasmo, leyendo siempre años, Antonio Correa, es enfático en esos detalles, diálogo entre el el contenido, aportando ideas, buscando si es así mismo le gusta reducir los números romanos editor, el autor, preciso nuevos materiales, corrigiendo textos y, por y mayúsculas con respecto al texto para que no el diseñador, supuesto, planteando un diseño coherente con el resalten demasiado —no es lo mismo siglo XX que los técnicos de contenido y las directrices del editor. Pero la máxima siglo XX—, todo lo cual hace que para el lector sea la imprenta remuneración está justamente en que el libro o más armonioso leer. y el lector. revista «se deje leer», esto signifi ca lectores que se El caso de las revistas de arte y cultura es un tema deslicen por las páginas sin encontrar obstáculos mucho más complejo. Si se trata de fotografías o técnicos, y si los hay, que sean deliberados, para reproducciones de cuadros, es muy difícil que la jugar con ellos. imprenta, por más experiencia que tenga, logre Desde que diseñé mi primer libro en el año 1994 emular la obra original, hay que trabajar codo a me he decantado siempre por las publicaciones de codo con el artista y los técnicos; esto se convierte arte y cultura, y durante veinte y dos años he tenido en algo manual, casi de búsqueda del color preciso. la suerte de realizar innumerables obras en esa línea; He visto a un fotógrafo decidir que todo el libro cada libro o revista que he diseñado han tenido impreso distorsiona su obra y hay que volver a diferentes niveles de complejidad. Por ejemplo, si empezar. He tenido también la oportunidad de se trata de poesía, hay que respetar los silencios del crear revistas como Katalizador donde, junto a es siempre un diálogo entre el editor, el autor, el autor, su ritmo; si son versos largos, hay que hacer Rodrigo Viera, hemos logrado un arte-objeto; así diseñador, los técnicos de la imprenta y el lector. notar que lo son; si la caja de texto es corta, hay mismo me ha tocado trabajar en colectivo, donde Diseñar es crear, pero también implica un objeto palabras que el poeta necesita denotar. Para el caso las ideas personales se pierden y deben dar paso a las fi nal que tiene que comunicar con efectividad. de la novela o el cuento hay que cuidar siempre del resto. En este sentido, el mejor ejemplo ha sido Además, como todo trabajo de comunicación, un folleto de convocatoria que realicé con Tranvía este requiere un criterio amplio: quien diseña no Cero: cada página fue un collage de fotografías y solamente debe actualizarse con publicaciones dibujos de todos. de temas gráfi cos sino también con ciencias, Cada obra es un reto pues se debe lograr que sea educación, arte, historia… no puede ser apático armoniosa con las ideas que pretende transmitir con ningún tema. Implica una investigación el autor, con la concepción que tiene el editor constante. Para mí los archivos y bibliotecas, sean en base a la colección y la editorial y, sobretodo, físicos o digitales, han sido lugares de hallazgos que lograr que llegue al lector de la forma más nutren la imaginación; cuando lo que se hace hoy se clara posible. No se trata solo de colocar un contrasta con el pasado, aparecen nuevas vertientes cuerpo de texto de forma gráfi ca, hay que que enriquecen mi quehacer. leer el texto, saber de qué se trata, escuchar Cuando ojeamos un libro o una revista, estamos los conceptos del editor, la dimensión que contemplando un acuerdo al que llegaron muchas pretende el libro o revista, y lo que se ha personas. Muchas de ellas probablemente dejaron hecho en la misma línea con anterioridad. de existir hace mucho, pero sus ideas se mantienen y Es importante respetar los parámetros ejercen un peso —sabemos que Claude Garamond que otros diseñadores han trazado para vivió entre 1490 a 1561, pero sus tipos siguen publicaciones anteriores, las tipografías siendo usados hasta hoy—; el objeto libro o revista, usadas, los conceptos para portada, etc. ya sean estos impresos o digitales, son el resultado La mayor parte de las veces hay que de un proceso largo y complejo donde todos han considerar los costos, el diseñador debe aportado con algo y seguramente se han abstenido conocer sobre papel, cartulina, cómo de mucho pero, si el lector lo aprueba, habrá valido incrementa el color una edición, la pena. cómo lograr algo bien hecho con pocos recursos, qué limitaciones Ernesto Proaño Vinueza • Artista visual y diseñador tiene la imprenta. El diseño editorial gráfi co.

10 Dossier • Libros Impresores

El nido donde nacen los libros Las galeras

Adriana Arboleda Jaime Paredes Tobar

partir de la creación y disfusión de la im- ueron aquellos tipos de plomo prenta en el siglo XV, con la que nacen los que desde sus dibujados relieves primeros libros, se produce una revolu- reproducían el pensamiento, junto a ciónA en la accesibilidad del conocimiento científi co, Frománticos obreros cómplices de la acción cultural, fi losófi co e histórico. de las ideas escritas, con aquellas armoniosas prensas que multiplicaban la obra de Mi experiencia de trabajo desde hace once años en obstinados pensadores, y aquellos silenciosos imprenta me ha permitido acercarme al libro desde costureros apacibles en su tarea de vestir al otra perspectiva: la de la realización. Es fascinante libro, cubriendo de galas la inmensa obra de ver cómo una idea que nace en la mente del autor la civilización. puede volverse desde una herramienta de trans- misión del conocimiento hasta una obra de arte, Las galeras, no en las que remaba Ben como el llamado «libro objeto». Es, por supuesto, Hur, no, hablo de las galeras donde se un trabajo en equipo, desde el autor, los editores, el iban acumulando los lingotes de plomo diseñador y la imprenta. Desde el principio hasta el que contenían las líneas de párrafos de fi nal del proceso, cada detalle cuenta. Escoger el pa- texto, que luego serían armadas formando pel adecuado: poroso para libros de texto; estucado páginas de libros, de periódicos, de para fotografías u obras de arte; papel fi no para las revistas, esas tiras de papel (llamadas guardas. Las posibilidades son diversas: es posible también pruebas de texto) en las que se resaltar ciertos detalles con tintas, barnices, termi- podía leer un libro antes de que apareciera nados como el plastifi cado, pan de oro, plata o en en las vitrinas de las librerías, para que el colores, troquelado o repujado, la encuadernación corrector las volviera verdaderos mapas en pasta dura, el cosido o encolado. de tantos rayones. El linotipista debía descifrarlos y repetirlos en lingote Existen muchísimos recursos que física y visualmente completo, corrigiendo los errores. hacen del libro un elemento irremplazable a pesar Así pasaron por mis ojos Eugenio Espejo, médico han sido mis maestros recreando la vida a través y duende, El festín del petróleo, Fidel y la religión, de esta maravillosa profesión de impresor-editor, Populibros, Química Física del doctor Romo con el perdón de los verdaderos editores. Fernando El libro Saltos, Anales de la Universidad, Farmacología de Chávez, por ejemplo (el de Plata y bronce), quien a es un Samaniego, Derecho Procesal Penal, Anatomía de pesar de su escasa visión, solo con una mirada ligera trabajo Paltán, Estudios estilísticos, La bufanda del sol, entre sobre la página de prueba del Correo diplomático en equipo, muchos otros que se dejaban leer con la avidez del encontraba los errores, —que le suena una desde lector avispado en el que me había convertido. campanita decía—, cuando saltaba una falta, luego el autor, Eran textos que en ese entonces disfrutaba en la las tertulias, copetín en mano, contándome cómo los editores, mismísima imprenta de la Universidad Central. el guambra Gustavo Alfredo Jácome, su alumno, ya el diseñador desde chiquito se las daba de poeta empavonado; Por supuesto, sucumbí a la tentación: Este Merino, y la imprenta. razón tenía. En la niñez tuve que aprender con la hermoso pequeño cuento del bufandero de palabra Gramática de Gustavo Alfredo Jácome, que me militante. «La pobrecita era tan buena tan domingo contaba que no podía dormir pensando en la mejor misa y fi esta de guardar una palomita acurrucada del desarrollo tecnológico actual. Porque, si bien forma de escribir una palabra, que la cambiaba y al […] en aquel baile cuando Merino le apretó a la otro día la dejaba como en un unicio; que si la coma las máquinas han jugado un papel determinante fuerza contra su pecho la pobrecita ahogada o el punto, que la conjugación o el artículo; todo para la masifi cación del libro; si bien hay mucha desesperada…», se leía en ese texto que cautivó mi esto tijera en mano. tecnología en la actual impresión y elaboración de sensibilidad y que consideré de lectura obligada. libros, al igual que hace siglos atrás no se requiere Fue pirateado con ferocidad (diez pruebas para que Ahora en ligas mayores y con tecnología de punta, electricidad, cables, aplicaciones ni conexiones leyeran mis amigos), compartiendo de esta manera sigo contribuyendo en la imprenta de la CCE con Wi-Fi para leer un libro. Basta con tomarlo en las los privilegios del orgulloso impresor. la prolífi ca producción literaria impulsada por Raúl manos y abrirlo para sumergirse en los viajes más Pérez Torres, presidente de la Casa. maravillosos a través de sus páginas. Así fue como empecé a conocer escritores, científi cos, poetas, artistas plásticos, editores, Jaime Paredes Tobar • Jefe técnico del Fondo Editorial Adriana Arboleda • Ejecutiva de Hominem Editores. actores, cineastas y más sabios ultrasensibles que de la CCE.

Dossier • Libros 11 Libreros/bibliotecarios

Esos seres humanos de papel Cris Albán

os libros nos alegran las médulas, hablan con nosotros, nos aconsejan, se nos apegan con una viva e inteligente «familiaridad»,L dijo Petrarca. Tiempo después, en un artículo titulado «Encuentro con una mayúscula», incluido en su libro Lluvia roja (Siruela), Cees Nooteboom escribió: «En 1518, cuando desde Roma se preparaba una nueva cruzada contra los turcos (contra el islam), Erasmo escribió una carta a Paul Volz, el abad del monasterio benedictino de Husghofen, en la que le decía que habría que hacer leer a los turcos las obras de Ockham y Duns Escoto, para que comprendieran nuestro mundo. Erasmo consideró que era bueno que los unos leyeran los libros de los otros, en plural». Estas citas de dos pensadores claves me sirven para dibujar un pequeño mapa de orientación que se aplica a la realidad desconcertante que han vivido y viven los libros y las librerías de la ciudad en estos últimos tiempos. Todo esto nace desde mi humilde observación de librero de Quito, uno que aprendió este ofi cio con los mismos métodos de los antiguos gremios: trabajar con alguien que sepa. En esta Casa donde funcionó Librimundi, calle Juan León Mera, Quito. Dibujo de Jean Pierre Reinoso tradición, Diego Caicedo, discípulo del librero y bibliotecólogo alemán Enrique Gross, me vinculó a Librimundi el 10 de febrero de 1992, siendo Marcela García gerente-propietaria. con estanterías llenas de libros organizados y cursos de capacitación teórico-políticos. Nuestro clasifi cados por autores y fondos editoriales en un aprendizaje constante era la práctica. Cuando ingresé a la librería, los primeros estricto orden alfabético. Todo era tan cuidado al En su ensayo Los demasiados libros, Gabriel Said tres meses de prueba trabajé en la bodega, en extremo que cuando caía un libro se decía que es dice que el problema del libro no está en los millo- actividades logísticas. Este espacio tenía dos pisos porque tenían alma y que, por lo tanto, había que tratarlos como seres humanos. Los empleados y su nes de pobres que apenas saben leer y escribir sino propietaria tenían mística, militancia y un espíritu en los millones de universitarios que no quieren leer de entrega por la fuerza misma que tienen los libros. sino escribir. Otro obstáculo que se menciona en el Tiempo después pasé al almacén y fui responsable texto son los revolucionarios de la tecnología y del de las secciones de Etnia, Antropología, Economía, ciberespacio que hablan de predicciones sombrías Sociología, Filosofía, Literatura Latinoamericana, del fi n del libro; pero en estos 25 años de ofi cio y Poesía, Coyuntura internacional y nacional, y de contacto con el lector de papel podría decir , con Biografías. El surtido era impresionante, abundante seguridad, que no hay sintonía con aquello. Por el y selectivo. Cees Nootebom señaló que la biblioteca contrario, se siguen buscando ediciones preciosas, de Erasmo no contenía más que 500 libros, pero como el libro objeto. Han crecido, asimismo, las li- El problema del reunía toda la sabiduría de la civilización antigua. brerías de viejo y de segunda mano, y continúan las libro no está en los En esa línea, la tendencia en Libri Mundi siempre ferias del libro, que son un estímulo para las nuevas millones de pobres fue a construir una librería de culto y de maravilla generaciones de lectores, para viejos investigadores, que apenas saben leer donde se provocaran verdaderos encuentros con innovadores, artistas, escritores e intelectuales. En y escribir sino en los la felicidad. Los lectores podían ojear, escoger, fi n, los libros están vivitos y coleando, enriquecien- millones de universitarios seleccionar, reservar; el pluralismo era la primera do la vida, desarrollando la conciencia personal y la que no quieren declaración de principios. Leíamos para recomendar cultura nacional. leer sino escribir. y orientar con palabras propias lo leído, evitando las frases huecas. No teníamos becas de estudios ni Cris Albán • Librero de Librimundi.

12 Dossier • Libros Libreros/bibliotecarios

El librero La memoria de bronce del mundo Adriano Valarezo José Vera

os personajes que vemos en las librerías, que forma de gremio se logre atender a este ofi cio, el de engo en mi mente dos aspectos con se acercan, libro en mano, para hablarnos de librero, quien es de por sí un hacedor de bibliotecas. respecto al libro: lo primero como lector- un autor desconocido, señalando un párrafo usuario y lo segundo como bibliotecario. Siempre habrá quien se pregunte, ¿libreros no son Lque al leerlo nos resulta sorprendente, son pocos: T los de madera? Resultaría interesante que en lugar El libro emana del pensamiento del hombre con la los libreros. Aquel cómplice que aleja la mirada de de jinetes levantando su espada hacia el Pichincha, intención de decir algo, es la memoria del mundo, lo que el lector acaba de esconder, tembloroso, bajo subidos en su caballo de bronce, veamos también a ahí está la historia de las ideas de la humanidad. la camisa. O aquel que en algunas ocasiones, cuan- esos personajes que hacen posible el encuentro con Hoy, con la tecnología, existe el libro digital, pero do al lector no le alcanza el dinero para el ejemplar, el gozo de la lectura y permiten tomarle el pulso a el libro de papel se resiste a morir. completa el precio a pagar. Aquel que observa cómo la condición de ser humano gracias a una acertada algún otro lector acomoda un libro que lo ha ido le- Como lector sugiero que leamos con sentido críti- recomendación. yendo toda la semana y espera, cruzando los dedos, co. Sí, es verdad que el libro ha cambiado el mundo, que en la sección de Arquitectura, entre los pesados Adriano Valarezo • Escritor, librero independiente. pero también ha causado grandes males. tomos de Taschen, nadie lo pueda comprar hasta que lo termine de leer. Cierta ocasión en que visité Como bibliotecario, he procesado miles de libros, a un librero, alguien le pidió que le sea facturado y descubro que si no está bien catalogado, o no ha 4,7 metros de libros para decorar la ofi cina de no sido catalogado, esta información quedará oculta en sé quién. En ese momento trajeron el fl exómetro un gran porcentaje; por lo tanto necesita ser difun- y sobre la alfombra se midieron, como un corte de Solo al poder dido, ya sea por medio de una biblioteca, catálogo casimir, los 4,7 metros de libros. introducirse en en línea o en la nube para que el usuario pueda en- contrar lo que busca con mayor rapidez. Qué personajes esos libreros! Sin embargo es un ofi - el tema tratado, después de una cio ingrato, lleno de esas soledades que cada lector José Vera • Bibliotecario de la Biblioteca Ecuatoriana padece y que le muestran una mirada aproximada primera lectura Aurelio Espinosa Pólit. a eso que llamamos abismo humano. El resabio de comprensiva, se toda esperanza. ¿Cómo se hace un librero? La ma- puede modifi car yoría con madera y clavos, otros dan la impresión todo sin cambiar de ser hechos en China, la mayoría piensa fi rme- la esencia. mente en el negocio, en el arte de vender un libro, cosa muy lejana a recomendarlo, pero negocio al fi n, lo es sin duda, resulta difícil pensar en un libro como mera mercancía, un artículo más de la tienda, como comprarse unas papitas rizadas o un par de zapatos. ¿En nuestras lecturas cuando la intensidad parece absoluta, recordamos al librero? Imagino que casi nunca. Como ejercicio de ingratitud sacamos nuestra balanza y ponemos o quitamos según nues- tras posturas y desconocimientos, creyéndonos ilu- minados o merecedores de algo. Quizá por eso no valoramos esta actividad cultural, de todas, quizá la más ignorada, rebajada muchas veces al rango de sabueso, siendo un ofi cio más cercano a los purifi - cadores padecimientos del conocimiento cuando lo imaginamos posible. Los libreros están allí, aunque sean pocos y la mayoría arda en llamas. Merecen un oportuno reconocimiento y estímulo. Quizá en

Dibujo de Patricio Estévez Trejo

Dossier • Libros 13 Ferias del libro

Un servicio a la comunidad Oswaldo Orbe

l inicio de 1970 se pensó conjuntamente personalidades del mundo librero, a aquellos que fueron con Punto IV —entidad de la Embajada artífi ces de estos encuentros: los rectores de la PUCE, sacerdotes jesuitas, Hernán Malo González, Hernán de Estados Unidos que auspiciaba eventos Andrade Tobar, Julio Terán Dutari, José Rivadeneira culturales,A entre otros— en la organización y Espinosa, Manuel Corrales Pascual; también a los realización de una Feria del Libro de la PUCE académicos que dieron lustre a este acto anual: Manuel (Pontificia Universidad Católica del Ecuador), cuyo Nieto Pinteño, Ernesto Albán, Lautaro Ojeda, Tito Cabezas, Julio César Trujillo, Segundo Moreno, objetivo era el facilitar a su comunidad universitaria Irving Zapater, Fabián Raza, Marco León, Roberto y a la del país, igual que a las demás instituciones Vallejo, etc. De la misma manera hay que resaltar a educativas, públicas y privadas, y al público en importantes libreros como Luis Carrera y su valioso general, libros y revistas nacionales y extranjeros a asesor y connotado librero, Edgar Freire, de la Librería Cima; Luis Liebman y su asesora Enma Chiriboga, de la precios sin finalidad de lucro, sí de servicio. Librería Científi ca; Vicente López de La Prensa Católica; Luis Coba, de Librería Española. También participaron En efecto, la primera Feria del Libro de la activa y positivamente importantes editoriales como PUCE, previa organización especial de personal, Corporación Editora Nacional, Centro de Publicaciones señalamiento de espacios físicos, equipos, selección de la PUCE, Corporación de Estudios y Publicaciones, de fondos bibliográficos importados de distintas Banco Central del Ecuador, Publicaciones Educativas Ariel, Salvat y Casa de la Cultura Ecuatoriana; a través editoriales del exterior y los realizados por las de estas librerías y otras más se promocionaba a muchos principales librerías de Quito, se desarrolló en un escritores ecuatorianos. salón de la Escuela de Trabajo de la Universidad. Posteriormente, y en vista de la acogida de la Oswaldo Orbe • Antiguo director de la Biblioteca de comunidad universitaria, instituciones y del la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) público, se programó realizar dos más en cada año lectivo.

En 1973, con la experiencia de las ediciones anteriores y con la debida antelación, se pensó en organizar un encuentro más grande. La selección entregar un servicio a la comunidad en general, de títulos se hizo con la asesoría de las autoridades ofreciendo libros y revistas a bajo precio, pues y de profesores de la PUCE, y el nuevo sitio de tanto las librerías como el Almacén Universitario exposiciones y ventas fue la gran sala de lectura de contaban con verdaderos descuentos. la Biblioteca General. Según muchos académicos, valiosas instituciones, personalidades interesadas Al final de cada evento se hacía la respectiva en la lectura e investigación, y la prensa cultural evaluación para mejorar y perfeccionar los detalles de la ciudad y del país, la Feria alcanzó una y, de inmediato, se planificaba el encuentro del gran trascendencia. Sí, porque la PUCE con este siguiente año. La gran trascendencia de la Feria, evento cumplió con la exclusiva finalidad de inclusive a nivel internacional, motivó la visita de representantes de editoriales extranjeras, lo que nos permitió ser más selectivos y exigentes en obtener verdaderos descuentos de los proveedores. Fueron muchos años en los que cumplí esta tarea tratando de atender favorablemente la demanda de los miles de clientes naturales e institucionales Al fi nal de cada evento que aumentaban año tras año. Mucha gente puso se hacía la respectiva su valioso grano de arena para el beneficio de la evaluación para mejorar comunidad y es por eso que la Feria del Libro de la y perfeccionar los detalles PUCE se ha mantenido vigente1. y, de inmediato, se planifi caba el encuentro Nota: del siguiente año. 1 Creo que es justo mencionar, aún con el riesgo de omitir nombres de autoridades, académicos universitarios, instituciones participantes en las distintas ediciones y de

14 Dossier • Libros Ferias del libro

El camino de una feria Tatiana Landín

ay una cita que serviría para referirme programas, bibliotecas y muchos frentes paralelos a una condición común que tienen los que trabajen por el bien común del libro y que libros y, por lo tanto, advertir a quienes lleguen a una sociedad donde el libro también sea Hse mueven en ese mundo sobre «la naturaleza una necesidad básica. informe y caótica de casi todos los libros», que lleva Y ante esto valen las ideas de Maurice Blanchot: Las ferias de libro a concluir que reunir a muchos en un espacio y no generan lectores. tiempo determinado, no es nada fácil. Más aún si La literatura es entonces la preocupación La lectura es hay que pensar que a una gran convocatoria sobre por la realidad de las cosas, por su existencia un aprendizaje libros se le debe sumar una serie de actividades y desconocida, libre y silenciosa; es su inocencia individual, propio. actores claves para el desarrollo de una feria. y su presencia prohibida, el ser que se ofusca ante la revelación, el desafío de lo que no Sin embargo, el optimismo nos invade y nos quiere producirse afuera. Por ese camino, conmueve. Guayaquil no es ajena a los encuentros simpatiza con la oscuridad, con la pasión literarios: de 2006 a 2012 contó con una feria sin meta, con la violencia sin derecho, con del libro que, lastimosamente, fue perdiendo todo lo que, en el mundo, parece perpetuar calidad y prestigio. Es por eso que la FIL de 2015 la negativa de surgir ante el mundo. arrancó con cierta desconfi anza: había un sector por reconquistar, había que ganarse la aceptación Tatiana Landín • Miembro del Comité de Contenido de un medio descontento por el mal manejo de las Literario de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil. anteriores convocatorias. Y a esto se le sumó otro desafío: captar un nuevo público, ese que desconoce los libros o que no tiene acceso a ellos.

¿Qué tienen las otras ferias? El tiempo es un gran indicador para desarrollar una impronta particular y ganar el prestigio a nivel internacional. Poner de referencia a Buenos Aires con 43 años de trayecto- ria, a Guadalajara que cumplirá pronto 30 años y para no ir más lejos, la feria de Bogotá que tiene ya 23, son casos dignos de nombrar. Es decir, crear una personalidad e ir en búsqueda de elementos que distingan el espacio literario.

Los libros deben salirle al paso a una gran variedad de personas y además de ser una actividad comercial, deben crear espacios que ofrezcan un acercamiento lector-autor. Llámese encuentro, feria, festival, congreso: la industria del libro siempre necesitará dinámicas que generen su acercamiento y consumo. Hay que tener en cuenta que los cambios se producen paulatinamente y que el ritmo de la sociedad va introduciendo modifi caciones que aceleran o desaceleran los consumos.

Las ferias de libro no generan lectores. La lectura es un aprendizaje individual, propio, que necesita de otro tratamiento para que un lector encuentre su camino. Si en esta travesía acompaña su andar con una feria, es un plus para su formación. Los que están inmersos en el mundo de los libros conocen que en materia de formación lectora se requiere de

Dibujo de Patricio Estévez Trejo

Dossier • Libros 15 Libros de teatro

En brazos de los libros Jorge Mateus

os libros y la lectura han formado parte de sus galanes bellísimos y mujeres enamoradisisímas Es que en el país mi vida desde que tengo uso de razón. No y generalmente guapas y rubias. Es decir que mi es muy difícil conseguir sé por qué. No provengo de una familia inició con la lectura fue bastante banal, pero sin libros de teatro. Lespecialmente interesada en ello, no tuve vínculos duda, y desde una perspectiva actual, bastante Las estanterías de las culturales especiales. Riobamba, dónde crecí y entrañable. Durante mi adolescencia ya devoraba mejores librerías de la estudié, no se caracterizaba precisamente por tener los libros de Alejandro Dumas, desde Los tres ciudad, en el apartado vida intelectual alguna, salvo por la existencia de mosqueteros hasta El hombre de la máscara de hierro. «Teatro» no tienen tres cines con programaciones dobles cada semana; Colocaba estos libros en medio del cuaderno de prácticamente nada. es decir, seis películas para siete días. Yo las veía borrador y en clases parecía que atendía, pero la todas, desafi ando el enojo de mi padre, que culpaba verdad no me enteraba de nada, pasaba el curso al cine de mis continuas enfermedades. Ahora con las justas, pero podía presumir de lograr 20 pienso que el cine me llevó a la lectura, primero en conducta, algo por demás normal, pues como como coleccionista y lector de revistas como estaba embelesado en las historia de Dumas o Julio Ecrán, Cinelandia, Cineavance —leer sobre la vida Verne, nunca estuve realmente en el aula, mi mente de actores y actrices era uno de mis más preciados estaba dando la vuelta al mundo en miles de días. placeres—, combinado con la lectura de los cómics Un día me atreví a leer El Paraíso perdido de de la época: Súperman, Batman, El Llanero Solitario, Milton. Lo leí de un tirón, no entendí nada, pero Vidas e jemplares, Mujeres célebres, Flash Gordon, me hacía sentir importante. Recuerdo que después Memin, etc. encontré en una librería la biografía de Edith Piaf: El cómic, a su vez, dio paso a la lectura de las su vida me impresionó y cuando escuché su voz y novelitas de Marcial López de la Fuente, en las sus canciones, yo ya había decidido que tenía que muchos citan de memoria las frases de autores que que las aventuras del oeste americano poblaban salir del pueblo lo más pronto posible. En sexto al parecer son santos de su devoción. A mí siempre mi imaginación de héroes, bandidos y mujeres curso, y al haberme convertido en un paria por me ha parecido poco interesante ir presumiendo de aventureras envueltos en el polvo del desierto y haber optado por ser «Sociales», me tropecé con sabio, recitando lo que otros han escrito, es como salpicados de balas, whisky y baladas. El siguiente Antígona en la traducción del padre Espinosa Pólit. apropiarse de lo ajeno; pero bueno, cada cual a lo paso fue leer todas las novelas de Corín Tellado con Fue el libro que me llevó defi nitivamente al teatro suyo. y gracias a una monografía sobre esta obra pude Sigo leyendo, ya no solo por el placer de leer, sino graduarme de bachiller. con la idea de buscar material para un próximo A partir de ese momento y mientras estudiaba, montaje. Es que en el país es muy difícil conseguir primero en la Escuela de Teatro de la Casa libros de teatro. Las estanterías de las mejores de la Cultura y luego en la Facultad de librerías de la ciudad, en el apartado «Teatro», Artes, mi lecturas combinaban las novelas no tienen prácticamente nada. En la última Feria con las obras de teatro: Francoise Sagan Internacional de Libro encontré cinco o seis obras y Enrik Ibsen, John Steinbeck y los de teatro en todos los estands: una auténtica entremeses de Cervantes, Panait Istrati y vergüenza, una auténtica pena. Mientras en España Tennesse Wiliams, Cien años de soledad y se celebra la Feria Internacional del Libros de Teatro, Romeo y Julieta, Mario Benedetti y Jean con éxito abrumador, aquí todavía se piensa que el Genet, hasta caer en los brazos maravi- teatro no es rentable, que no tiene importancia, llosos de Federico García Lorca, Carson que no es para personas serias. Es obvio que se McCullers y Truman Capote. Los libros puede vivir sin teatro y, más aún, se puede vivir sin han sido pues un complemento vital cultura. Pero siempre será una vida medio vacía y para mi desarrollo como profesional y poco interesante. como persona, pero debo confesar que nunca me llamaron la atención los libros Jorge Mateus • Director de teatro, actor. científi cos; lo mío eran los sueños y la vida imaginaria de las novelas de fi cción, la poesía y el cine. La semiótica, la fi losofía y otras tendencias intelectuales se las dejo a los demás. Me asombra cómo

16 Dossier • Libros Literatura infantil

Un horizonte alentador

Carolina Bastidas

a literatura infantil posee la doble propiedad Por ello, desde 2010, el escenario ecuatoriano cam- de interesar a niños y adultos, quienes tienen bió positivamente, dando paso a espacios en los que sobre ella distintas lecturas, igualmente niños, jóvenes y adultos aprecian de cerca el arte Lenriquecedoras. Basta con mirar dentro de la sección de la literatura infantil. Por ejemplo, en la Maratón infantil de una librería para comprobar el impacto del cuento, en donde cientos de personas viven tres que el libro causa en chicos y grandes, ya sea por días de feria, cuentacuentos masivos, lanzamientos su apuesta editorial, su ilustración o, precisamente, de libros, talleres, etc., todo con un enfoque en la El mundo su texto. Este fenómeno resulta reciente en el literatura infantil. Igualmente en la apertura de las adulto ha volcado Ecuador, donde hace poco más de una década estos librerías especializadas Giving Tree Books o El Oso su mirada al libro libros solo concebían un posible receptor —los Lector e, incluso, en la creación de la cátedra de para los más niños— tal vez por su naturaleza, muchas veces Ilustración infantil en varias universidades. pequeños, hallando escolar y didáctica, o bien sosa y edulcorante. Pese en él una serie de De esta manera, la literatura infantil del país ha a que existen importantes excepciones, esta regla se posibilidades que tenido un recorrido necesario y sostenido, que crece cumplía debido a la visión que editoriales, autores y van desde su y reivindica su derecho de ser visible y accesible. libreros tenían sobre este tipo de literatura. calidad editorial, Aunque estadísticamente las ventas del libro su ilustración, Sin embargo, un grupo de autores e ilustradores infantil ecuatoriano no respondan a su desarrollo, hasta su texto. nacionales cambiaron este panorama en los el horizonte resulta alentador y parecería decirnos primeros años de este siglo con propuestas que se que, más allá de las cifras, escribir y leer libros salían de lo establecido valiéndose de temas tan infantiles es un riesgo de satisfacciones ilimitadas. diversos como el humor, la fantasía, el ingenio o la realidad nacional, de una manera cercana al Carolina Bastidas • Gerente de la librería El oso lector. niño, prestando atención a lo que el lector quisiera leer; en defi nitiva, convirtiéndose en una literatura honesta y, en ese sentido, accesible a todas las edades (aquellos que llevan su niño interior por fuera y por dentro).

Podría considerarse que en el país ocurrió un boom de literatura infantil, incluso fue nombrado de esa manera en su momento, pero llamarlo así podría ser aventurado ya que, si bien la demanda creció y por ello la producción y publicación, detrás de esto también se encuentra un propósito comercial que empezó en los colegios con sus obligatorios planes de lectura. En respuesta, las editoriales, especialmente los sellos más grandes, abrieron sus puertas a lo nacional e incentivaron su continua creación. Bajo esta perspectiva, resultó evidente que la literatura infantil tuviera un despegue y —menos evidente— que en medio de ese accionar se crearan grandes obras con las que el público infantil gozó y continúa disfrutando gracias al innegable talento de sus representantes.

Debido a esta nueva forma de escribir y concebir a la literatura infantil, el mundo adulto ha volcado su mirada al libro para los más pequeños, hallando en él una serie de posibilidades que van desde su calidad editorial —el ilustrado es uno de los pocos libros que aún se encuadernan en tela y poseen guardas—, su ilustración —grandes artistas plásticos encontraron en este género su espacio para combinar distintas expresiones y corrientes— hasta su texto —breve, poético, profundo—.

Dibujo de Patricio Estévez Trejo

Dossier • Libros 17 Libros de arte

Esos objetos únicos Karloman Villota

ecurrir a la memoria muchas veces se vuel- obra escenas dramáticas como arrancadas ve un placer extraordinario, nos permite de otra realidad. Esto provocó mi sensi- vivir nuevamente en otros estados, eventos, bilidad a tal punto que no quería soltar Rhechos, vivencias, que han ido modelando la vida. de mis manos el libro; entonces recogí Un conjunto de imágenes saltan alegremente para hasta el último centavo de sucre y le recordarnos que somos seres sensibles y que tene- propuse al vendedor libros la mitad del mos la capacidad de impactarnos frente a alguna precio, era todo lo que tenía; él, mi- situación. Y esta es mi experiencia con los libros de rando mi interés, muy amablemente arte, que sin duda no son solamente un conjunto de me hizo un regalo; después seguí mi hojas con textos y fotografías impresas, sino que son camino sin saber explicar la emoción objetos tridimensionales con los cuales podemos in- que sentía en ese momento. Así na- teractuar, tomando en cuenta que no tienen la ca- ció mi gusto por los libros de arte. tegoría de los libros de artista; en el primer caso son producto de los sistemas de impresión en grandes Desde entonces esa afi ción ha sido cantidades, y en el segundo es el lienzo para el pin- constante. Coleccionarlos, leerlos, tor o el bronce para el escultor, son objetos únicos tocarlos, jugar con ellos es una aventura, es una o en tirajes limitados considerados como obras de experiencia con realidades jamás imaginadas. Mirar las obras de los artistas atrapadas en un libro se arte y que se pueden encontrar expuestos en dife- Cracovia. Gocé de esa gran exposición mundial vuelve un ejercicio de sensibilidad que motiva los rentes museos del mundo. y luego hice un poco de turismo. Recorriendo el sentidos, abarca placeres impredecibles con cada centro histórico de la ciudad, encontré un hermoso Aún tengo presente el momento cuando compré mi uno de los temas y propuestas de las diferentes libro sobre Michelangelo de Charles Sala en polaco, primer libro de arte, por allá en la época de estu- etapas de la historia del arte. Apreciar desde los no entendía nada, pero habían imágenes y dibujos diante de secundaria, iniciando los estudios de Artes colores, dibujos, pinceladas, texturas, atmósferas de este gran maestro que no había visto en otro plásticas en el colegio Daniel Reyes de San Antonio de todos los géneros de la pintura y escultura, lado, así que se sumó a mi maleta que pesaba de Ibarra. Un día de regreso a casa, caminaba relaja- hasta los nuevos lenguajes del arte contemporáneo. algunos kilos. Después Frankfurt, Milán, Venecia do por alguna calle desconocida, cruzaba la estación Mis preferidos son los artistas del Impresionismo y de nuevo Roma, para volver al Ecuador. Muchos de ferrocarril disfrutando visualmente de una serie francés como Paul Cezanne, Toulouse Lautrec, de estos libros fueron compañeros de viaje y se de escenas pintorescas, entre algún mendigo, carga- Claude Monet, Auguste Renoir; los grandes del pasearon por todos esos países antes de terminar en dores y vendedoras de frutas con trajes multicolores siglo XX, Vasíli Kandinsky, Pablo Picasso, Salvador mi pequeña biblioteca en Quito. que no pasaban desapercibidas, y a media cuadra Dalí, Marcel Duchamp, Francis Bacon Edvard de allí, en la esquina del Mercado Amazonas, un Munch; los actuales Paula Rego, David Hockney, En la actualidad, con el desarrollo de las TIC, mu- pequeño local de revistas y libros usados llamó mi Damien Hirst, Jeff Koons. En Latinoamérica y chos piensan que el libro pasó a ser un objeto de co- atención. Detuve mi paso y con curiosidad empecé Ecuador están los muralistas mexicanos como lección. Se habla inclusive de la muerte de los libros a mirar algunos de ellos y de pronto, como amor a Diego Rivera, Clemente Orozco y Alfaro Siqueiros, impresos frente a las nuevas tecnologías. Es verdad primera vista, un libro que no tenía portada desper- otros pintores como Wilfrido Lam, José Luis que a partir de la década de los 80, con la imple- tó un interés nunca antes sentido: eran unos textos Cuevas, Rufi no Tamayo, Fernando Botero, Camilo mentación de estos sistemas, podemos encontrar en bíblicos ilustrados magistralmente con grabados de Egas, Marcelo Aguirre. Entre todos ellos mi libro la web todo tipo de información, grandes bibliote- Paul Gustave Doré; claro está que en esa época no favorito es Vincent Van Gogh de Ingo F. Walther, cas digitales totalmente gratis. Es un espacio intere- tenía la menor idea de lo que era un grabado y peor por el signifi cado y el legado de su magnífi ca obra sante para la difusión de los libros, la información quién era el artista. Pero lo que me atrapó fueron a la humanidad. está al alcance de todo el mundo. Es positivo y es la las ilustraciones de refi nada técnica con las que fue- gran ventaja del tiempo que nos toca vivir. ron realizadas, el virtuosismo del dibujo, la línea Entre muchas anécdotas que se pueden contar con como el recurso más importante para jugar con el los libros, hay una en particular que por su forma Creo, sin embargo, que hay una diferencia muy claroscuro, refl ejos y atmósferas que hacían de esta se quedó grabada para siempre en la memoria: marcada entre la pantalla de un computador, En 1996 recibí una invitación para participar donde la información es fría y plana, y ese objeto en la Trienal Mundial de Grabado en Cracovia, tridimensional que excita los sentidos, donde se Polonia. Por primera vez saldría del Ecuador y puede ver desde diferentes ángulos, con diferentes aprovecharía para conocer parte de Europa; como tonos de color por efecto de la luz, se puede tocar, pueden darse cuenta era un viajero sin experiencia. sentir, hojear, oler, manipular las veces que sean La primera escala fue Roma: la motivación Los libros de arte necesarias. Por todo esto probablemente los libros sensorial en su máxima intensidad al mirar toda de arte nunca desaparecerán. no son solamente esa arquitectura antigua, sobretodo la pintura y un conjunto de hojas la escultura del Renacimiento italiano. Todo era Karloman Villota • Artista plástico, ganador del con textos y fotografías información novedosa. Y para testimoniar esta Premio París 1998 (Alianza Francesa de Quito). impresas, son objetos vivencia, empecé a comprar algunos libros de arte tridimensionales con sin medir las consecuencias que esto conlleva en los cuales podemos los viajes largos, por el peso físico del papel; con interactuar. mi mochila media llena partí a Viena y luego a

18 Dossier • Libros Cartoneras

El canon de los gustos y la pulsión

esde allá llegan, envueltos en cartón. acto liberador, la justicia poética. Aquí —parecen Desde allá, en donde se sabe que vuelan declarar estos gestores— no hay otro canon que el colibríes, fl orecen orquídeas, se tejen de sus propios gustos y sus pulsiones. Dsabores y se escucha el desplome espumoso de las «Solo queremos ser la voz de los que callan, la cascadas. Desde el cantón Piñas, en la provincia de locura del cuerdo y el anhelo de los desamparados y El Oro, impresos en hojas de un blanco tiza, con maltrechos seres que habitan la sabana rutinaria del todas sus letras legibles y altivas, llegan los poemas, mundo», dicen los integrantes del Colectivo en el las historias, los dibujos. De sus creadores se sabe Manifi esto #1 que acompaña a cada número. Y en poco pero se intuye mucho. En cada verso, con En una otro texto de presentación son aún más sugerentes cada trazo y en la elección de cada pseudónimo sociedad frívola, en la justifi cación de su tarea: «Sometidos a vivir hay una pista, un mecanismo emocional, un fragor caracterizada por en una sociedad poco entusiasmada por lo cultural común: la ganas genuinas de crear, de escribir, de el espectáculo y la y peor aún por lo poético, en una sociedad frívola, dejar rastro. banalidad, donde adquieren notoriedad caracterizada por el espectáculo y la banalidad, Sus portadas —esos rostros de cartón— son narcotrafi cantes y donde adquieren notoriedad narcotrafi cantes y elocuentes. Pintadas a mano, con los colores futbolistas, y en futbolistas, y en donde se quiere el sometimiento para las tareas escolares, remozadas con formas donde se quiere el total al pensamiento único, no hay espacio para la geométricas básicas, instintivas, las carátulas de sometimiento total refl exión y la acción poética». Ellos y ellas intentan los libros artesanales de Mandrágora Colectivo al pensamiento demostrarnos que cuando la realidad no ofrece un Cartonera —siguiendo la estética iniciada por único, no hay horizonte sufi cientemente amplio, siempre se podrá Eloísa Cartonera, de Argentina— revelan la espacio para la pintarlo, describirlo, crearlo desde cero y con las intención de incluir, de validar, de no reprimir refl exión y la propias manos. todos los impulsos creadores, provengan de donde acción poética. Quienes constan allí como autores —hombres y provengan. Porque aquí adentro, entre estos folios mujeres de Piñas sobre todo—, en esos cuadernillos sujetos por un hilo o un pegamento resistente, livianos y de una rebeldía coqueta e inacabada, no se encuentran tantos mundos distintos y a la vez han optado por exhibir sus obras por el mero refl ejo emparejados: desde un poema cuyo motivo es la rancio de la vanidad. Su intención, tan loable como observación enamoradiza de los pasos de un gato impúdica, es mas bien otra: la de aportar, desde sus hasta un relato sobre la evocación romántica y posibilidades y circunstancias, «al crecimiento de sexual del cuerpo frío y amado que se ha ido de las ramas sempiternas del árbol cósmico del Arte». la vida hace poco. Todos y todas tienen derecho a OMV escribir, a crear, a publicar. Esa es la consigna, el

Dossier • Libros 19 Lectores

Mi relación con la lectura Hugo Núñez

uando me pidieron colaborar con este tex- estadios del conocimiento y si lo verdaderamente to, de inmediato pensé: bueno, comencé importante es ser amado o ser temido. Conocer a con El lazarillo de Tormes, después creo esta gente, conocer sus ideas, conocer sus temores y Cque vino Cuentos de la Alhambra y así llegué a un sufrimientos me permitió ver mi vida de diferente punto completamente perdido en la historia de mi forma, ver que todos esos problemas los cuales yo relación con los libros. creía que constituían la insoportable levedad del ser, no eran así. Tarea completamente innecesaria, inservible y poco fructífera, ya que ni yo recordaba mi historia de los Ya en la Universidad, la escolástica pasó a ser mi libros leídos, y más que todo no creo que a algún ser tema preferido, la historia de la iglesia y hasta la humano le interese saber la historia de mis lecturas. Vulgata de San Gerónimo se convirtieron en mi Por esta razón prefi ero contarles cuáles han sido los tema diario. San Juan de la Cruz, Santa Teresa, San- títulos, las maneras y los tiempos en los cuales he lo- ta Catalina de Siena, San Agustín y San Alberto me grado cimentar un gusto por la imaginación, por el infundieron el conocimiento a través de la fe. Pero divertimento individual, por las sonrisas cómplices nada como las siete pruebas irrefutables de la exis- y pícaras; cómo logré cimentar un gusto por leer. tencia de Dios y la clasifi cación angélica. Aquino coronó. Como ya se los dije, el primer libro que leí, en realidad, no fue El lazarillo de Tormes. Mi recuerdo Mi fe se fortalecía a través del conocimiento y la al inicio de este escrito hace referencia al primer ciencia. Descubrí una religión completamente dife- libro que leí por voluntad propia y por gusto. rente a la divina tortura sufrida cuando niño y es así Pero si debo ser sincero el primer libro que leí fue con el gusto de leer, en medio de berrinches, como independientemente opté por una religión, una tortura absoluta y lo recordé días después de gritos y peleas familiares. Debido a mis cambios por una fe, pero que llenaba mi seso y mi espíritu. haber comenzado a escribir esto. Fue El rosario y hormonales, la lectura fue mi refugio, mi huida y La lectura me ha llevado en saltos de tiempo ha lu- sus misterios, un pequeño folleto que no debe haber mi escapatoria. gares lejanos y estadios de sentimientos inimagina- pasado de 20 páginas de sangre, sudor, sufrimiento De repente, de buenas a primeras, un viaje a Medio bles. La lectura se ha convertido en una necesidad. y esperanza, un pequeño documento que era lo más Oriente, a un lugar mágico, a Un jardín en Badalpur. La economía, de igual manera, se convirtió en mi insoportable que me había pasado en la vida, y eso Mourad logró crear en mí una obsesión por esta profesión y libros sobre mercado, ciudades, petró- que mi vida a esas épocas contaba con poco menos región, las lecturas de Las mil y una noches, junto leo y energía, mercadeo y marketing ocupan cien de seis años. con diarios de princesas muertas y ciudades de oro por ciento mi tiempo hasta la actualidad. Katherine Siendo el primer hijo de una psicóloga educativa, y plata, me permitieron crear un universo en el cual Neville, Jorge Volpi o Paolo di Giordano son mis fui el conejillo de indias de esta mujer, obsesionada estaba cómodo, eludiendo los cambios hormonales, preferidos para ratos de distracción. por la calidad de educación de su hijo. «La letra con las peleas con las hermanas, los gritos de la madre y Con el paso del tiempo Las memorias de Adriano sangre entra», era lo que se practicaba en la escuela las ausencias de un padre. se van convirtiendo en el tema recurrente; a estas de mi época, pero mi madre —una innovadora— Aunque el viaje por Medio Oriente surtió el efecto alturas del partido manifi esto que soy el que pude. comenzó a enseñarme a leer a los escasos tres años, placebo deseado, nuevas dudas comenzaron a lle- Con la lectura también nació otro vicio: la obsesión con juegos, con colores, con juguetes, con todo gar, nuevos cuestionamientos, nuevos sinsabores, del coleccionismo, terrible mal para un pobre clase cuanto se le ocurriera y me condujera a esta tortura nuevos sufrimientos. Hablando de lo platónico y lo media latinoamericano, un pobre con gustos caros llamada conocimiento. Las letras en el piso del socrático, terminé enamorado de Sofía. Este amor como me autodefi no, un padecimiento del cual no patio, saltando sobre ellas, es mi primer recuerdo pregonado en cartas, representó para mí una peque- conocemos cura todavía. El amante del volcán es relacionado con el alfabeto y de ahí un gran salto ña puerta a todo un amor a la sabiduría. el personaje que me defi ne, es el personaje que ha a la tortura divina, El rosario y sus misterios. Fue logrado describir mi vida y sentimientos actuales, obligación del jardín de niños donde comencé Otros hombres ya se habían preguntado lo que yo quien soy hoy por hoy. mi instrucción ofi cial y simplemente odié tener pensaba era el único en preguntarse, hombres que que memorizar una letanía de oraciones en una ya habían contestado todo lo que yo acababa de No me queda más que decir que no concibo mi repetición continua, monótona y sin fi n, dirigida a cuestionarme ayer, hombres que me enseñaron a vida sin un libro, no concibo el resto de mis días alguien que me decían que me escuchaba y que me amar la duda, hombres que me enseñaron a dudar sin imaginar lugares lejanos, sentimientos ajenos y protegería por este chorizo de oraciones. de esa duda que amaba para así poder alcanzar la saudades continuas. verdad. Hoy entiendo el por qué no hay protección Hoy El color prohibido, de Mishima, me espera en el alguna que me surta efecto; si tan solo las hubiese Hombres y mujeres, también, claro que sí, que me velador de mi cama. aprendido. Ya en medio de la «edad del burro», que enseñaron la naturaleza del hombre y la muerte de tanto alardeaba esta mujer que se dice mi madre, un Dios, que al parecer drogaba a todas las socieda- Hugo Núñez • Economista por la Royal Economic jurando que nunca pasaría esta etapa, comencé des con un opio llamado religión. Me mostraron los School de Londres.

20 Dossier • Libros Lectores

Dolor de libros Giulianna Zambrano

as visitas a librerías en Quito son momentos Sé que la explicación va más allá de una causalidad agridulces, más agrios en realidad. El simple, del equilibrio dudoso de la oferta y demanda. recorrido por los estantes implica darte También sé que la causa no puede ser excusa, que Lcuenta de que gran parte de los libros que ibas a se puede maniobrar, que las listas de encargos de buscar no están o, si los encuentras, después de muchos viajeros incluyen libros, que se pueden ¿Será posible la incontenible sonrisa, aparece la desilusión de pedir por Amazon, que puedes esperar dos meses soñar con escuchar el precio. Y te sale el masoquismo y llevas o más para recibirlos, que existen los ebooks, que tener en Ecuador la desilusión más allá, sacas el teléfono y verifi cas algunas iniciativas de librerías pequeñas hacen un grandes librerías que en casi todos los sitios que conoces y usas para gran esfuerzo por conseguir lo que uno busca. Pero, locales, y no comparar precios —todos lejos de las librerías ¿será posible soñar con tener en Ecuador grandes grandes por su quiteñas— esos libros existen y son hasta un 60% librerías locales, y no grandes por su tamaño —Libri tamaño sino más baratos. Abandonas la misión, ya no es urgente, Mundi hizo más grande a Mr. Books, no mejor— grandes en puedes esperar a salir del país o a que alguien venga sino grandes en oferta, grandes como cuando una oferta? y te lo traiga en la maleta, junto a las botellas del sección de descuentos te deja maravillada? ¿Será duty free y otros bienes del mercado del encargo. posible que tengamos un red de bibliotecas con el universo adentro? ¿Qué pasa con la oferta editorial en Quito? Y no me refi ero a las editoriales locales, cuyos esfuerzos para El otro día un amigo físico me explicaba el con- producir libros de alta calidad y hacerlos circulables cepto del «horizonte de los eventos», ese punto de en una bella librería que intentaba sobrevivir, la en esos estantes son dignos de aplauso, mi pregunta no retorno, ese punto en el que la fuerza del agua Pomaire, le he dado vueltas a los ejemplos, a los va más dirigida a la importación de libros, a esa in- te atrae a la caída de la cascada y no hay remo que modelos, a los principios económicos, y no son los teracción con el afuera, el más allá. Escucho la queja valga. Ahora, pensando en esto, me pregunto cuál impuestos, no es el público escaso, no es la falta de constante, la cifra repetida, de que el promedio de es el horizonte de los eventos para ese sueño en el voluntad de las librerías, hace falta un empujoncito, lectura en Ecuador es medio libro al año, uno de que embarcados en una política editorial de alta ca- un empujoncito de largo aliento. Quizás ese em- los más bajos de América Latina, y salta inmediata- lidad e impulso a la lectura se logre que los libros pujoncito ausente que ni siquiera nos ha dado un mente el dilema, ¿no leemos tanto porque los libros en Ecuador no sean imposibles de conseguir para buena biblioteca pública. en Ecuador son escasos y caros y nuestras bibliote- el público en general, que no sean imposibles de cas de difícil acceso y limitada oferta? O, ¿eso pasa pagar. Porque le he dado vueltas y vueltas al asun- Giulianna Zambrano • Miembro del colectivo Leído porque no leemos tanto? to. Desde hace más de 12 años, cuando trabajaba en Ecuador.

Interior de Librería Luz, Quito. Dibujo de Jean Pierre Reinoso

Dossier • Libros 21 Lectores

Confieso que he leído. Contra la erudición Jorge Massuco

rudito es quien ha leído en francés pero La erudición distintas hicimos casi cine con tres de sus obras. La no quien ha pensado en quichua. Esta es entre nosotros más recordada es el cuento «Banda de pueblo», a una dicotomía que me viene atormentando era comentar partir de la puesta en escena que hizo El Juglar en Edesde que salí de Argentina hace cuarenta años y su momento. las últimas a la que, por muchas vueltas que le he dado, no le publicaciones Y volviendo a la erudición, siempre recuerdo encuentro una simple respuesta que me satisfaga. llegadas del más allá y hacernos que cuando joven leí una novela en la que el Sí, confi eso que he leído y me gustan las ciudades bistró pernod. sentir habitantes protagonista entraba a un y pedía un europeas. Pero hay algo en todo ello que no encaja de un mundo No sé por qué la memoria nos juega estas pasadas con la realidad de nuestra América. El in erno inferior. (creo que era de Barbusse). Por supuesto no me detuve y avancé en la lectura, aunque no sé De pequeño mi padre me seducía con cuentos si llegué a leerlo todo, creo que no. En todo caso a infantiles de los que yo era protagonista; yo, mis lo que quiero llegar es que hace pocos años conocí primos y mis amiguitos. Siempre terminaban en «la el pernod en España. Mientras tanto y a lo largo casa de la vieja Pepita» que nos cobijaba de la lluvia de muchos años, me tuve que tragar mi supina y nos recibía con un té con leche o un plato de sopa ignorancia tercermundista con estos datos ciertos caliente (no recuerdo bien) que nos rescataba de la corroyendo mi memoria. lluvia y el frío. Después aprendí a leer y de Billiken pasé a las historietas que hojeaba en el kiosco del Y entonces una pregunta fi nal: ¿Podemos escribir barrio hasta que, ya un poco más grande, descubrí vivenciales de Emilio Salgari a las especulaciones de como nosotros? las publicaciones populares de la editorial Tor: Julio Verne. Tal vez porque encontraba en el italiano Salgari, Tarzán, Los tres mosqueteros, Julio Verne, emociones que la mentalidad casi científi ca del Jorge Massuco • Fotógrafo. títulos y autores entremezclados cuyos libros se francés ocultaba. Me ocurre aún hoy: ni la ciencia exhibían en el escaparate de una papelería a cuadra fi cción ni las obras de anticipación me atraen. y media de mi casa. A veces, para leer mientras los Soy lector de cuentos, no de novelas. Hay adultos dormían la siesta, yo me mal acomodaba razones para esto: una cierta pereza para entre las ramas de una higuera que había en el la lectura, una pobre memoria que en el patio. Después vino el cine. El cine de Hollywood corto plazo olvida nombres y fi guras, y de aventuras y pasiones, cuyos subtítulos nunca una vista con serios problemas desde alcanzaba a leer, y el cine nacional de comedias hace unos quince años. ligeras más o menos graciosas. El cuento como género me atrae por la Después, el teatro y, más tarde, Para leer el Pato brevedad. Borges decía algo así como Donald, de Dorfman y Mattelart. Y entonces «¿Para qué escribir cuatrocientas comencé a entender. Y, para esa época, la televisión. páginas si en veinte puedo decir Comencé a entender que la erudición entre nosotros lo mismo?» Cuanta antología de era comentar las últimas publicaciones llegadas del cuento se cruza en mi camino, más allá y hacernos sentir habitantes de un mundo me detengo y la leo, lo cual no inferior. contribuye a organizarme como Pero entender no signifi ca saber. Y tratando de crítico lúcido. saber escribí El nosotros (2003), que es una teoría Y ya que hablamos de Borges, y puesta en marcha de una idea pedagógica. Y puedo decir que, siguiendo su después algunos ensayos vinculados al tema de la consejo, en mi experimento Comunicación Social. literario he tratado de evitar Los 15 cuentos para fotógrafos y una carta indignada los adjetivos. son un ensayo para dramatizar la teorización En Guayaquil descubrí a «los expuesta en Otras miradas a la fotografía (2007). cinco como un puño». Me Hay en los personajes de cada cuento algo así como gustó especialmente José de retratos de gente que encontramos en la vida real. la Cuadra. En la Facultad de Cada uno de ellos, a su manera, busca una respuesta Comunicación Social de la que la fotografía le ayuda a develar. Esto me lleva Universidad de Guayaquil a pensar que en mi infancia prefería las historias en tres oportunidades

22 Dossier • Libros Lectores

El lector buscador1 Pedro Carrillo Miniguano

ué es lo que nos defi ne como las pistas de los libros que buscamos y que, ¿ lectores? Y más aún ¿qué por su propio milagro, hallamos. características debe tener un buen Q Es así que la búsqueda de libros es la perpetua lector? Quizá la respuesta sea nuestra velocidad esperanza de la realización de un yo, que no al leer, nuestra capacidad de razonamiento, la se sabe si será mejor o peor. Lo único que cantidad de escritos —producto de esas lecturas— se merece conocer de la búsqueda de libros que tengamos, en fi n; lo que para mí es vital y es que aquella existe y que sus detalles que reúne todas esas cualidades2 es: buscador de están en un libro de la biblioteca del Gran libros. Señor. Un lector se apasiona, se apropia de las letras, las transforma en imágenes, luego construye un altar Notas: y las idolatra; aquella devoción es, en realidad, la 1 En este escrito me disculpo por algo que necesidad de rendir tributo a las ideas que nos han para algunos puede resultar incómodo y es dado los libros a través de su lectura. el uso excesivo de analogías, pero esa es la única forma en que se puede describir lo La lectura puede ser defi nida como la búsqueda y que un lector siente al buscar un libro. encuentro permanente con las letras; lo relevante es 2 Para nosotros podrán ser tales, pero el valor que le demos a aquellos signos. El ser humano para nuestros detractores, o incluso para como lector es resultado de sus experiencias, de las nosotros mismos pueden ser defectos condenables. letras ya leídas, esa es su naturaleza; aquel designio 3 Entiéndase como todo mecanismo de madre natura propio de la nos obliga a buscar libros búsqueda de errores a lo ya concebido y que alimenten nuestro ser. aceptado. Aquella institución es como un Estado antropocentrista —en este caso un La Real Academia Española de la Lengua (RAE), Estado letricentrista— en donde ellos dan 3 como institución, tiene la inquisidora tarea de Partiendo de esa defi nición es obvio lo que el lector la medida para decidir qué es correcto y qué no lo es. defi nir y enmarcar nuestro idioma. Es así que al desea conseguir; él busca más ídolos para aquel altar verbo buscar, por jemplo, lo han defi nido como: fi cticio que construye. Pero ¿qué estaría dispuesto «Hacer algo para hallar a alguien o algo» y en su Pedro Carillo Miniguano • Estudiante de Jurispru- a hacer por encontrar un libro? La respuesta más dencia de la Pontifi ca Universidad Católica del Ecuador. segunda acepción es «hacer los necesario para sencilla es: acercarnos a las librerías del centro conseguir algo». comercial —no quiero decir que sea malo— y comprar lo que buscábamos; pero si no lo hallamos ¿qué es lo que nos espera?

La respuesta puede parecer un poco incómoda, pero lo que nos espera es una expedición, similar a la realizada para encontrar El Dorado, en el caso de Francisco de Orellana, o la realizada por cualquier chasqui en busca de aquel chaquiñán que lo llevara La búsqueda de a su destino. libros es la perpetua Defi nir de manera minuciosa todo lo que podríamos esperanza de la hacer por aquellos libros me costaría cientos de realización de un yo, letras y páginas que en este momento no escribiré; que no se sabe si será lo que sí puedo escribir —capturar en letras— es lo mejor o peor. que jamás haríamos en nuestra búsqueda, aquello inimaginable: esperar.

Nadie que realmente busque un libro, que desee hallar aquel tomo perdido, esperaría que venga a sus manos, de preferencia se moriría buscándolo, como si fuese el Santo Grial que gloria eterna nos ha de brindar. En ese proceso de peregrinación, el santo al que nos encomendamos se construye a diario, con

Dossier • Libros 23 Estudios bibliográficos

La mejor metáfora posible César Chávez Aguilar

engo una tendencia natural a entender a pretenda salvarlo. Un bibliotecario es alguien que la biblioteca y al libro como metáforas. solo proporciona las herramientas, buscando que Estas pueden ser de diversa dimensión sean las más adecuadas, las más precisas en esa labor Tpero poseen similar fuerza y contundencia. de desbrozamiento que es el leer, el aprender, el Repasemos algunas de ellas. En su esencia cada experimentar. El trabajo de bibliotecario no debería biblioteca es un laberinto (por sus títulos y autores, ser una labor mecánica, de préstamo y devolución por sus catálogos y ordenación), y así mismo todo de materiales, sino la de intentar abrir puertas al libro lo es (por los diversos sentidos de toda frase, lector con cada recomendación, sea a través de lo los equívocos caminos que puede producir una dramático, de lo profundo, de lo divertido o de lo lectura). Pero así como cada libro y cada biblioteca ligero, buscando el placer y la comunión, armas es un laberinto, a la vez son la posibilidad de un para enfrentar el laberinto. encuentro o de una redención. El libro es como Una segunda imagen que me viene a la cabeza el hilo que Ariadna le dio a Teseo: no sirve solo cuando pienso en una biblioteca es la hoguera. para encontrar el camino de retorno hacia ella, Intentemos verla como una metáfora. Dos novelas sino para el encuentro con el otro, con el que está de distinto calibre, calidad y propósito tratan de encerrado, rodeado de muros —reales, mentales, bibliotecas y finalizan con la quema de sus libros. sociales— y liberarlo —si aceptamos el sutil y La una, muy famosa ella, es El nombre de la rosa, decisivo giro que le da Borges a este mito en «La de Umberto Eco, y la otra, más trascendente, bella casa de Asterión»—. Trabajar en una biblioteca es la y audaz es Auto de fe, de Elias Canetti. En ellas posibilidad de actuar más como Ariadna que como el fuego, asumo yo, es una metáfora de libro, del Teseo. Nosotros lanzamos los finos hilos y el lector saber. En cada caso son bibliotecas cuidadísimas, decide si los toma o no, y es él quien se conducirá, extravagantes, personales, que se enfrentan a su sea hacia el centro del laberinto del saber o volverá a apertura, desvelamiento, a dejar de ser los paraísos extraviarse en algún recodo hasta que un nuevo hilo personales de sus bibliotecarios —el uno un monje, el otro un erudito—–, quienes prefieren echar fuego sobre los libros que verlos reducidos, en sus egomaníacas mentes, a espacios vulgarizados, invadidos por lo profano. Pero yo lo miro de otra manera, en último término cada biblioteca, cada libro, deben ser vistos como fuego. No del que hace ceniza o polvo, sino de ese fuego que nos invade a nosotros como lectores en cada una de las páginas; así, este fuego se debe extender, propalar, nos debe consumir, nos debe dejar su signo, su marca. Octavio Paz hablaba del fuego de cada día al referirse a la poesía. Los lectores de la biblioteca vienen en búsqueda de ideas, alegrías, amor, pasión. Mi trabajo es conectar con esas necesidades. Con cada recomendación que doy pienso en la frase de El libro es como Paz, creo en la posibilidad de encontrar un fuego el hilo que Ariadna cotidiano, y así cada día podemos sentir el ser le dio a Teseo: no sirve solo para encontrar consumidos por el fuego de cada libro, por el calor el camino de retorno de cada biblioteca. hacia ella, sino para el Y una última metáfora se me presenta: la biblioteca encuentro con el otro, como paraíso, pero no como un paraíso post con el que está mortem, ese espacio donde supuestamente encerrado, rodeado hallaremos paz y gozo infinitos; más bien lo quiero de muros. ver como un paraíso recobrado aquí, en esta tierra

24 Dossier • Libros Estudios bibliográficos

Un mundo fascinante Gustavo Salazar Calle

baldía. El conocimiento fue la causa de expulsión los 12 años descubrí la lectura como Alguna del paraíso adánico, el conocimiento que en último mi placer y mi refugio y, con el devenir institución término es una forma de leer el mundo. Esta forma del tiempo, se convertiría en el eje de mis estatal debería de lectura nos enfrenta a una expulsión de este sitio ejerciciosA profesionales. Un par de años antes estaba asumir la cómodo, sin sobresaltos, hacia un lugar en donde imbuido por el encanto de coleccionar recortes responsabilidad de tienes que enfrentarte con el saber y confrontarte, a de periódicos en un cuaderno, por lo general de procesar toda la la vez, con la verdad. El libro te lleva a discutir las temas históricos y biográficos de personajes que me información verdades impuestas y, por lo mismo, la lectura, en parecían sorprendentes. bibliográfi ca nacional amplio sentido, es la expulsión de un tipo de paraíso de manera técnica Si en mi adolescencia fui asiduo lector en bibliotecas, adocenado y de sumisión. Ahora, la biblioteca y sistemática para terminé armando la mía propia; a la fecha debo es un espacio contrario a la idea de una verdad preservar y difundir tener aproximadamente 12 000 libros, la mayoría absoluta, es por su esencia un espacio de libertad la producción de literatura. En cuanto a autores ecuatorianos, no de imposición. En ese sentido se transforma en intelectual impresa dispongo de muchas primeras ediciones y una una vuelta al paraíso, no del que fuimos expulsados del país. cantidad menor sobre historia del Ecuador, que sino el retorno a uno en constante cambio, vital y corresponden a los de mi pasión como lector. generativo. La circulación de los libros, en la que el Luego están los que me sirven de consulta para mis papel del bibliotecario es tan importante, liberados necesidades profesionales en diversas disciplinas. de objetivos de adoctrinamiento o aún de censura, abrirá caminos y sendas que conduzcan a los lectores En cuanto a mi labor bibliográfica y de investigador, que acuden a este nuevo y renovado paraíso. partamos del hecho de que el material bibliográfico Aguilera» (1936), firmado por Gonzalo Escudero es el soporte básico para desarrollar cualquier Como bibliotecario he tenido demandas insólitas y Pablo Palacio. En el 2000, en una breve visita a investigación seria. En 1990 encontré, de manera y comunes, he atendido a personas con grandes Loja, descubrí el relato «Una carta, un hombre y fortuita, en la Hemeroteca Municipal de Quito, conocimientos y otras con la educación limitada algunas cosas más», publicado en 1924; eslabón en la revista Gaceta Municipal, el «Veredicto por las condiciones sociales, pero una de las que delimita la producción literaria publicada por del jurado calificador de la exposición Mariano potencialidades que he descubierto, más allá de haber Palacio en Loja hasta antes de su llegada a Quito aprendido de todas y cada una de las personas en ese año —nuestro autor bordeaba los 18—; fue y de sus circunstancias, ha sido la posibilidad un hallazgo realizado a los pocos días de circular la de la amistad. Dejar que el usuario acuda sin edición de las Obras completas de Palacio, publicadas temor ni recelo a la biblioteca, demostrar por la UNESCO en ese año. En el lapso de tres lustros respeto a sus opiniones e inquietudes, conocer reuní una serie de documentos, la mayoría inéditos sus deseos y dudas, lograr que la biblioteca hasta esa fecha, que incluyen cartas del narrador sea vista no solo como el lugar en el que hay lojano, y los publiqué en 2007. libros, sino en donde pueden ser valorados como personas y no como un número de En 1991 me hice cargo del inventario de la biblioteca registro o una estadística. De esta manera, y archivo personales de Benjamín Carrión. la biblioteca deja de ser un espacio y se Entonces decidí leer toda la obra del ensayista lojano, transforma en un lugar, uno donde la recurrí a las bibliografías existentes y me percaté cualidad del otro es fundamental, ese otro que, aparte de básicas, eran incompletas e inexactas; que es el lector, el bibliotecario, el vecino pensé que algunos estudiosos que trabajaron acerca de mesa. He logrado grandes amistades de la obra del fundador de la Casa de la Cultura en ese lugar, se han consolido otras, y sé Ecuatoriana habrían armado un importante soporte que habrá nuevas. Y así, la biblioteca bibliográfico, pero lamentablemente quedaba para se transforma en la mejor metáfora su exclusivo uso personal; convencido de que para posible, un lugar de todos, un hogar. hacer un buen trabajo debía sistematizar toda la información relacionada con Carrión, decidí César Chávez Aguilar • Bibliotecario realizar un registro exhaustivo de toda su obra y escritor. y de lo que escribieron acerca de él. Aparte de los libros, folletos, artículos, poemas y entrevistas, incluí varios escritos de juventud que el ensayista lojano publicó con seudónimo; para una parte Continúa en la página 26

Dossier • Libros 25 Estudios bibliográficos

Ilustrado Hispanoamericano (1911-1930). Entre ese cuando la gran poeta chilena visitó Guayaquil en material destaca, como curiosidad, un texto de José 1938. Entre otros valiosos documentos, asimismo, de la Cuadra que no ha sido reproducido en ningu- encontré una crónica de Joaquín Gallegos Lara no na de las ediciones de sus obras. De igual manera, registrada ni por el mayor especialista en su obra, como resultado de una investigación de un par de Alejandro Guerra Cáceres. Acerca del ensayista días en París obtuve tres números de la revista Uni- mexicano Alfonso Reyes me dediqué a recoger una versitario (1924-1927), publicada en esa ciudad por serie de artículos que escritores ecuatorianos dedi- el médico ecuatoriano César A. Pastor. caron a su obra.

Por razones profesionales, además, me dediqué Desde hace muchas décadas existen valiosos a investigar acerca de la centenaria revista esfuerzos bibliográficos a nivel nacional, personales jurídica Gaceta Judicial. En cuanto inicié mis e institucionales, desde los realizados por Carlos indagaciones, me percaté que debía hacer todo el A. Rolando, Carlos Manuel Larrea, la Biblioteca recorrido, no se tenían datos ciertos acerca de la Ecuatoriana Aurelio Espinosa Pólit, etc. Sin revista: cuándo se fundó, la distribución de las series, embargo, alguna institución estatal debería asumir cuántos números la conformaban y si existía una la responsabilidad de procesar toda la información colección completa de sus ejemplares. Después de bibliográfica nacional de manera técnica y sistemática para preservar y difundir la producción Viene de la página 25 varios meses logré determinar con precisión la fecha intelectual impresa del país o algunas universidades de esta tarea me fue de gran ayuda un cuaderno de su fundación (1895), la totalidad de números hacer lo propio en vez de enseñar a los estudiantes a con recortes de prensa de los años veinte y treinta (1199), la existencia de al menos dos colecciones comprobar si ciertas teorías literarias son aplicables del siglo XX que conservaban sus herederos. El completas en la Biblioteca de la Corte Nacional de a la creación de nuestros autores. resultado final fue mi bibliografía de Carrión Justicia —salvo los diez primeros números de 1895, (1998), publicada por el Municipio de Quito. que los tiene un particular que, sin embargo, nos La bibliografía es un mundo fascinante. Aquí reitero los facilitó en digital— y los duplicados de muchos y me sumo a la propuesta hecha por algunos La trascendencia de la obra de Carrión en la cultura números. Actualmente, luego del procesamiento profesionales del mundo del libro en el Ecuador ecuatoriana, aunque les pese a algunos escritores, técnico de la publicación para consulta en línea, que sostienen que se debería realizar más trabajo de lo convirtió para mí en un excelente eje para de estamos en la última fase: la depuración de la campo en las fuentes documentales que desperdiciar allí partir a otros autores. Cuando me dediqué a información. tiempo en vanas «especulaciones» teóricas. investigar acerca de Gonzalo Zaldumbide, al tener acceso a la biblioteca y los archivos personales del Ahora estoy dedicado a indagar acerca de la obra de escritor quiteño que se conservan en la Fundación Jorge Icaza. La heredera del escritor me ha dado ac- Gustavo Salazar Calle • Bibliógrafo e investiga- Zaldumbide Rosales, consulté un amplio cuaderno ceso a varios cuadernos de recortes de prensa sobre la dor literario. con los recortes de periódicos. Resultó un recorrido obra del narrador quiteño, similar al dedicado a Carrión. y en estas semanas he he- cho valiosos descubrimien- Otro autor al cual me he dedicado a estudiar es tos de valoraciones al autor César E. Arroyo, articulista y ensayista ecuatoriano de Huasipungo. Como se que estuvo radicado la mayoría del tiempo de su verá, soy muy aficionado vida fuera del país. Los herederos de su pequeño a revisar y leer la prensa. archivo también conservan un cuaderno grande Durante mi estancia de 12 de recortes de prensa de su obra; este autor años en Madrid, leí tres me llevó a indagar acerca de la totalidad de la periódicos y sus correspon- revista española Cervantes (1916-1920), de la dientes suplementos cul- cual el ecuatoriano fue codirector con Rafael turales durante unos tres Cansinos Assens; en el transcurso de dos años logré años. Ahora leo y reviso obtener copias de las 6 000 páginas que conforman la prensa nacional antigua los 47 números de dicha publicación y actualmente en formato digital, que me las guardo en formato digital. ha permitido encontrar Un viaje de dos días a Barcelona me permitió con- artículos de y sobre Ga- sultar los trabajos literarios de algunos ecuatoria- briela Mistral publicados a nos recogidos en varios números del Almanaque finales de los años treinta, Lectores en la biblioteca. Dibujo de Jean Pierre Reinoso

26 Dossier • Libros Estudios bibliográficos

B ibliógrafos y bibliografías

os estudios bibliográfi cos en nuestro país, Es signifi cativo Ecuatoriana del Libro, la Universidad de Cuenca, pese a la importancia que revisten para la que nuestras entre otras. Entre las segundas, Pablo Herrera, Car- investigación, no siempre han sido aprecia- bibliografías los Manuel Larrea, Alfonso Andrade Chiriboga, Ldos en los medios intelectuales. En época reciente, Miguel Díaz Cueva, Alfredo Chaves, Alonso Alta- generalmente quienes se dedicaban a esta tarea eran vistos como no son analíticas mirano, Rodrigo Abad, Édgar Freire, Wilson Vega, investigadores de segundo o tercer grado. Pero quie- sino que se reducen Gustavo Salazar y cuantos más. nes así criticaban, recurrían a menudo al auxilio de a simples listados De entre las personas anteriormente citadas, sin las diversas bibliografías que estos dedicados y pa- de obras, eso sí, restar mérito a ninguna de ellas, destáquese la fi gu- cientes trabajadores intelectuales habían elaborado guardando las ra de Carlos Manuel Larrea (1887-1983), diplomá- con esmero infi nito, hurgando archivos y biblio- prescripciones tico, historiador, compañero de las primeras andan- tecas para ir elaborando índices, catálogos, biblio- bibliográfi cas zas de Jacinto Jijón y Caamaño en Europa, quien grafías y, en ocasiones, estudios sobre estas mismas correspondientes. realiza un trabajo sistemático de nuestra bibliogra- fuentes. fía y publica, en varios volúmenes, su Bibliografía Esta relativa falta de interés por los estudios bi- cientí ca del Ecuador. Las fi guras de los cuencanos bliográfi cos permite deducir el porqué en nuestro Alfonso Andrade Chiriboga (1881-1954) y Miguel país no ha existido una asociación de bibliógrafos, Díaz Cueva (1919) deben también añadirse a esta como si hay una de bibliotecarios, o el porqué no se nómina: el primero por el registro de publicaciones han publicado en forma sistemática los resultados periódicas de su provincia natal titulado Hemero- Resulta interesante, asimismo, que estudios biblio- de dichos esfuerzos. Esta misma razón explicaría teca azuaya, obra única del género en el país y, el gráfi cos sobre las bibliografías nacionales no hayan el motivo que ha limitado el trabajo de catálogos segundo, por cuanto el alto valor de sus investiga- sido hechos sino por extranjeros. El papel que en de las principales editoras nacionales. El caso más ciones bibliográfi cas le permiten el ingreso como este tema ha jugado Michael Hammerly es digno signifi cativo es el de la Casa de la Cultura Ecuato- miembro de número a la Academia Nacional de de destacar desde que en 2001 apareció su Biblio- riana, que ha impreso miles de libros desde cuando Historia. graphy of Ecuadorian Bibliographies 1881-2001, en 1945 publicó uno pequeño, de modesta factura editado por la Universidad de Texas. A este mismo No puede terminar esta brevísima relación sin citar, pero de alto contenido: la traducción de Edipo Rey, autor se deben otros textos; por ejemplo, el publi- al menos, la constitución en 2003, bajo el patro- de Sófocles, hecha por el padre Aurelio Espinosa cado en el número 26 (septiembre de 2006) de la cinio de Fundacyt, del Sistema Nacional de Infor- Pólit (1894-1961) y que solo ha trabajado un catá- revista Íconos, titulado «Bibliografías ecuatorianas: mación Bibliográfi ca Ecuatoriana, efímero pero logo de sus obras, y eso en 1965 por obra de Alfre- estado actual y últimos aportes». valioso aporte a la sistematización sobre la materia. do Chaves (1902-1963) y Laura Romo de Crespo (1916-2011), a propósito de los veinte años de fun- Desde otra perspectiva, es signifi cativo que nues- Mucha tela habría todavía por cortar. Empero, esto dación de la Casa. tras bibliografías generalmente no son analíticas que se dice ocupa el último renglón de la página sino que se reducen a simples listados de obras, eso asignada a este tema. IZ Y ya que se ha mencionado al padre Espinosa Pólit, sí, guardando las prescripciones bibliográfi cas co- es preciso recordar que una investigación bibliográ- rrespondientes. De 1885 al presente, los trabajos y fi ca nacional no puede ser tal si no se cuenta con los estudios bibliográfi cos han ido en ascenso. Podrían correspondientes repositorios de obras ecuatorianas. señalarse como límites de este espectro, primero, Pese a la existencia de la Biblioteca Nacional, este lo que el propio Hammerly cita como el inicio sacerdote comprendió que diversas circunstancias mismo: el Catálogo de algunos escritores antiguos impedirían que ella cumpliera su papel en debida y modernos del Perú y Quito (Quito, Imprenta forma, vaticinio nada apartado de la realidad. Así, del Gobierno, 1885, 6 p.), con todas sus limita- su esfuerzo por conformar la Biblioteca Ecuatoria- ciones metodológicas, y, último, el Diccionario na es una gigantesca contribución a la cultura del bibliográ co ecuatoriano que viene publicando país, pero también a la bibliografía nacional. Sería hasta la actualidad la Biblioteca Ecuatoriana injusto omitir, también, el tesonero trabajo de re- Aurelio Espinosa Pólit. copilación documental hecho en Guayaquil por el doctor Carlos Rolando (1881-1974), califi cado por Y dentro de este espectro, destáquense los es- algunos como «el príncipe de los bibliógrafos ecua- fuerzos hechos por instituciones y personas. torianos», quien de su propio peculio, nada amplio Entre las primeras, la Universidad Central, como el que disponía el padre Aurelio, conformó el Centro de Investigación y Cultura del una importante biblioteca de autores ecuatorianos e Banco Central, la Junta de Planifi cación hizo estudios bibliográfi cos de sumo interés. y Coordinación Económica, la Cámara

Dossier • Libros 27 La visión del libro desde diferentes perspectivas Dossier del número 207 de Letras del Ecuador

Artículo principal: Leonardo Valencia Escritores: Santiago Páez • Santiago Peña Bossano • Editores: Adriana Grijalva • Luis Mora Correctores de estilo: Andrea Torres Armas • Diseñadores: Carlos Reyes Ignatov • Ernesto Proaño Impresores: Adriana Arboleda • Jaime Paredes Libreros/Bibliotecarios: Adriano Valarezo • José Vera • Cris Albán Ferias del libro: Oswaldo Orbe • Tatiana Landín • Libros de teatro: Jorge Mateus Literatura infantil: Carolina Bastidas Libros de arte: Karloman Villota • Cartoneras: Óscar Molina V. Lectores: Hugo Núñez • Giulianna Zambrano • Pedro Carrillo Miniguano • Jorge Massuco Estudio bibliográficos: César Chávez • Gustavo Salazar Calle • Director de Letras del Ecuador: Irving Iván Zapater • Dossier dirigido por: Óscar Molina V. Diseño editorial: Ernesto Proaño • Dibujos: Jean Pierre Reinoso • Portada e ilustraciones: Patricio Estévez Trejo • Los autores responden de las ideas expresadas bajo su firma.