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LA MONARQUIA ESPAÑOLA: -2491 DEL “JUANCARLISMO” A FELIPE VI

ISSN: 2386 ISSN:

Luis Palacios Bañuelos Catedrático de Hª Contemporánea

RESUMEN

España, según la Constitución de 1978, es una monarquía parlamentaria personalizada durante treinta y nue- ve años por que fue rey por decisión de Franco. Ha sido una etapa singular pues muchos espa- ñoles, más que monárquicos, se definían como juancarlistas. Su abdicación de la corona y la consiguiente proclamación de su heredero Felipe VI ha abierto una nueva etapa en la que es preciso institucionalizar la Corona.

ABSTRACT

According with the Constitution of 1978, has been a parliamentary monarchy and it was personified in Juan Carlos I for thirty-nine years, who was king following Franco's decision. It has been a singular stage for many Spaniards, who rather being monarchists, they were defined as juancarlistas. His abdica- tion and the following enthroning of his heir Philip VI has opened a new stage in which it is necessary to institutionalize the Crown.

PALABRAS CLAVE: Monarquía parlamentaria, juancarlismo, Juan Carlos I, Felipe VI, príncipe de Espa- ña, príncipe de , Constitución 1978, legitimación monárquica, ley de sucesión franquista, ley de transparen- cia, monarquía constitucional.

KEYWORD: Parliamentary monarchy, juancarlismo, Juan Carlos I, Philip VI, Prince of Spain, , Constitution of 1978, monarchical legitimacy, Spanish law of succession, transparency law, constitutional monarchy

INTRODUCCION

La monarquía española cerró su etapa decide que será de nuevo la monarquía el histórica con la salida de España de Al- régimen propio de España 380 . fonso XIII cuando en abril de 1931 se proclama la Segunda República. La Gue- rra Civil supone una ruptura absoluta con la etapa republicana y la puesta en marcha 380 Como contexto histórico pueden verse mis del Régimen de Franco que impone una libros de la Colección “Bases de la España ac- dictadura. A la hora de definir cuál es o tual”. Volumen I: ¿Por qué llega la Segun- debe ser el régimen de España, Franco, da República y hacia dónde va? , y Vo- que es todo en España entre 1939 y 1975, lumen III: Franco y el franquismo , Ma- drid, Dilex, 2015.

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Esto significa que la forma monárquica propias de las monarquías tradicionales, vuelve a España por decisión de Franco. como, por ejemplo, la de su abuelo Al- Esto significa que tenemos que acudir al fonso XIII 1. franquismo que es una de las bases de nuestra historia actual, nos guste o no. Históricamente es cierto que el nuevo rey Franco fue el que decidió que a su régi- estaba legitimado en Franco y sus leyes men personal y dictatorial le seguiría un franquistas pero es fácil entender que rey, tal y como se estipulaba en “sus le- buscara otras legitimidades para anclar yes”. Un rey nombrado por Franco en mejor su monarquía. Ciertamente no re- una monarquía un tanto sui generis pues sultaba muy estético aquello de ser un rey no se trataría de una restauración – puesto por un dictador. Por ello, Juan España tenía una larga tradición monár- Carlos buscó unir, y lo logró, tres legiti- quica- sino de una instauración. Sería una midades: la que le dio Franco, la histórica monarquía de nuevo cuño, nacida del y la constitucional. De manera que la que “régimen del 18 de Julio”. inicialmente fue monarquía instaurada se implementó con los derechos de sucesión Hasta 1969, Franco no decide quién sería de los borbones. A la primera algunos la el llamado a sucederle. Como se trataba denominan legitimidad coyuntural bus- de algo nuevo y distinto a lo anterior, el cando, tal vez, un término que evitara candidato recibiría el título de Príncipe de nombrar al dictador. Pero insisto, lo cier- España –con tratamiento de Alteza Real- to e importante –determinante precisaría y no Príncipe de Asturias, para marcar yo- es que esa monarquía instaurada y bien las diferencias. El elegido fue, como “coyuntural” fue la que le permitió lograr todo esperaba, ya que se en- la corona. Sin ella las otras dos no habr- contraba en España desde 1948 formán- ían llegado. dose bajo la supervisión de Franco, Juan Carlos de Borbón. Muerto el dictador, se Si con Juan Carlos I la legitimidad dinás- convertiría en nuevo rey el 22 de no- tica significaba que los borbones recupe- viembre de 1975. raban la corona de España, la sucesión de su hijo Felipe VI es la mejor muestra del Esta decisión del “hacedor de reyes” que éxito de Juan Carlos pues la corona de fue Franco marcaría absolutamente nues- España sigue en manos de la dinastía tra reciente historia. Y posiblemente borbónica. marcó también, sin pretenderlo, lo que 1.- UN REY PARA LA TRANSICIÓN sería la nueva monarquía. Porque, si es HACIA LA DEMOCRACIA indudable que el rey puesto por Franco no seguiría para nada lo que el régimen Trasladémonos a finales de noviembre de esperaba de él, también es cierto que, al 1975. Estamos en los momentos finales romperse la línea de sucesión de la mo- del régimen de Franco. El hasta entonces narquía borbónica, Juan Carlos I puso en marcha un tipo de monarquía bien distin- ta a la de sus antepasados, puso en mar- 1 El funcionamiento y el anacronismo de la Corte alfonsina puede verse en PALACIOS BAÑUE- cha una monarquía que podríamos califi- LOS, L. y PRIMO JURADO, J.J., Cortes y cortesa- car de moderna, sin corte ni parafernalia nos. La monarquía Alfonsina y el marqués de Viana , Logroño, Ediciones San Martín, 2009.

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Príncipe de España, nombrado por Fran- algo deseaban de su nuevo rey, era que co, pasa, tras la muerte del dictador, a ser cerrara del todo y para siempre la larga el nuevo rey. etapa de la dictadura. Es muy significativa una encuesta publicada en la revista Cam- ¿Qué pueden esperar los españoles del bio 1 6, el 1 de diciembre de 1975, cuatro nuevo Rey? La realidad es que el joven días después de la coronación del nuevo príncipe lleva viviendo a la sombra del Monarca, bajo el significativo título de Un dictador desde 1948. La realidad es que, si Rey para la democracia . Los españoles en- se forma a la sombra de Franco, es por- cuestados esperan, como si de un Rey que su padre Don Juan había aceptado Mago se tratara, que Juan Carlos traiga a que el dictador fuera quien guiara y deci- España: mayor libertad de expresión diera su formación. La realidad es que los (72%), la amnistía (61%), el sufragio uni- españoles poco saben de él, a no ser que versal (70%), las libertades regionales todo se lo debe a Franco. Sí saben, por (80%) y libertades políticas (58%). ejemplo, que el joven rey ha aceptado mediante juramento fidelidad a las leyes La palabra que resume las máximas aspi- franquistas que le convertirían en rey. Lo raciones de los españoles tras cuarenta que significa que su legitimidad se la debe años de dictadura es libertad. Es induda- a las leyes del Régimen del “18 de julio” o ble que el pueblo español ansiaba la liber- Movimiento nacional, lo que significa que tad y cuanto lleva a su lado: partidos polí- es un Rey del Régimen. ticos, amnistía,… y democracia. Y el rey sintonizó de inmediato con estas aspira- Con todo esto, ¿qué podían esperar los ciones del pueblo y se apartó de la ruta españoles del joven Borbón heredero del marcada por el Régimen. El joven mo- dictador? No olvidemos que en aquellos narca decidió seguir la senda de la demo- momentos el franquismo sin Franco era cracia. Previamente, había que desarticu- mucho más que una posibilidad teórica lar el franquismo y poner los pilares que pues muchas y poderosas gentes del deberían sostener el nuevo edificio de la régimen lo defendían (Girón con el democracia. Este breve periodo es lo que búnker, falangistas, etc.). Los mismos que conocemos como la Transición. creían que aquello de “todo está atado y bien atado” funcionaría de por vida. Para valorar en su medida estos impor- tantes años de la Transición, conviene Lo que realmente ocurrió es muestra de recordar que, desde el 22 de noviembre que la historia no es previsible. Porque de 1975 en que es proclamado rey hasta ocurrió lo mejor que podía ocurrir a los las primeras elecciones democráticas a españoles, pero que no estaba previsto. mediados de junio de 1977, Juan Carlos I, El joven monarca puesto por Franco, que como heredero de un dictador, tuvo en debería haber seguido –tal como había sus manos todos los poderes –o casi to- jurado- los dictados de quien le había dos- que antes tuvo Franco. Pudo hecho rey, decidió abandonar la vía del quedárselos pero los dejó en manos de franquismo sin Franco y tomar la senda unos parlamentarios elegidos por el pue- que llevaba a la democracia. Coincidía así blo español para que fuera una Constitu- con una mayoría de los españoles que, si ción la que fijara cuáles de ellos le corres-

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ponderían como monarca parlamentario. por ello un especial significado: “durante Juan Carlos I, al elegir el camino de la todo un año –ha recordado el rey- fui el democracia, transfería al pueblo español único dueño de mis palabras y de mis los poderes recibidos del dictador acep- actos. Y utilicé aquel poder, en primer tando que los suyos serían los que la so- lugar, para decir a los españoles que en el beranía popular decidiera y que quedarían futuro ellos eran quienes deberían expre- fijados en la Constitución. sar su voluntad”. Decidido a triunfar en el proyecto de democratizar España, sería La conclusión, importantísima, es que de el gran protagonista del cambio hasta las ser rey con poderes dictatoriales pasa a primeras elecciones democráticas. ser rey constitucional sin apenas poderes. El resultado fue que los españoles cam- El capítulo de la historia de España de- biarían el escepticismo y desconfianza nominado Transición podría comenzar, que inicialmente les producía el nuevo rey dice el presidente Leopoldo Calvo– por un entusiasmo convirtiéndose en Sotelo, como el evangelio de San Juan: en juancarlistas. el principio fue el Rey. Porque la Corona será la institución que llevará el protago- Sin Juan Carlos I no es posible entender y nismo y la iniciativa de la Transición. No explicar la Transición. El primer discurso ocurriría lo mismo con el resto de las del nuevo Rey es toda una declaración de instituciones, a pesar de que muchos ten- intenciones y un programa de futuro. El ían fe en lo que un reputado falangista, primer tema que toca es el de la reconci- Jesús Fueyo, formulaba, con excesivo liación de todos los españoles, al realizar optimismo, como verdad incuestionable: una llamada a la unidad y a la concordia “después de Franco, las instituciones”. nacional: Porque, finalmente, de las instituciones franquistas solo pervivirá la Corona que “Hoy comienza una nueva etapa de la evitará el vacío legal tras la desaparición Historia de España. Esta etapa, que del dictador. Y añade Calvo-Sotelo que si hemos de recorrer juntos [...] La institu- las leyes franquistas hablaban de un Re- ción que personifico integra a todos los ino, pero no de un Rey, la Constitución españoles, y hoy, en esta hora trascen- hablará de un Rey pero no de un Reino. dental, os convoco porque a todos nos in- Y “el Rey es el Jefe del Estado, símbolo cumbe por igual el deber de servir a Es- de su unidad y permanencia”. paña. Que todos entiendan con genero- sidad y altura de miras que nuestro fu- Juan Carlos I, un rey decidido a reinar, turo se basará en un efectivo consenso de toma en sus manos el mando de la nave concordia nacional. El Rey es el primer que deberá conducir España desde la español obligado a cumplir con su deber dictadura a la democracia. En aquellos y con estos propósitos”. momentos, para la mayoría de los espa- ñoles el Rey es la sombra del dictador y Refiriéndose al papel que la Corona poco más. Y su primera labor sería ganar- asumía en aquellos momentos, afirma: se la confianza de los que de él descon- “…deseo ser capaz de actuar como mo- fiaban. Su primer año de reinado tendrá derador, como guardián del sistema

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constitucional y como promotor de la blos de Hispanoamérica: “... España es un justicia. Que nadie tema que su causa núcleo originario de una gran familia de pueblos sea olvidada; que nadie espere una ven- hermanos. ..”, y a la integración en Europa: taja o un privilegio. Juntos podremos “... la idea de Europa sería incompleta sin una hacerlo todo si a todos damos su justa referencia a la presencia del hombre español...” oportunidad. Guardaré y haré guardar Por último, hace una velada alusión al las leyes teniendo por norte la justicia y problema de Gibraltar: sabiendo que el servicio del pueblo es el fin que justifica toda mi función... “ “ ... no sería fiel a la tradición de mi sangre si ahora no recordase que duran- A continuación, alude a la Patria entendi- te generaciones los españoles hemos lu- da como empresa colectiva, a la participa- chado por restaurar la integridad de ción, pero sin referirse a los partidos polí- nuestro solar patrio. El Rey asume este ticos y a la necesidad de objetivo con la más plena de las convic- ciones...” “...una capacidad creadora para inte- grar en objetivos comunes las distintas y En junio, realiza su primer viaje de Esta- deseables opiniones, que dan riqueza y do: a Estados Unidos, con parada previa variedad...” en Santo Domingo. El itinerario no se elige al azar. Juan Carlos desea que fuera Insta a la construcción de un orden justo, hispanoamericano el primer país del nue- un orden donde tanto la actividad pública vo continente que visitaba el Rey de Es- como la privada se hallen bajo la salva- paña. Después, tras entrevistarse con el guardia jurisdiccional... Hace un guiño a Presidente Gerald Ford, el 2 de junio de las Fuerzas Armadas “ejemplo de patrio- 1976 pronuncia un importante discurso tismo y disciplina” y lanza un reto a los en la Cámara de Representantes en el intelectuales y a su compromiso con la Capitolio de Washington donde deja muy sociedad más necesitada que nunca de claro que es un rey lejano al franquismo y orientación, para que aporten nuevas comprometido con la democracia. Este es soluciones. El mundo del trabajo tiene un el rey que entusiasmó a los españoles. hueco muy especial en la alocución real: Este es el Juan Carlos I demócrata, ilu- sionado con construir una España mo- “... no queremos ni un español sin tra- derna y valorada en el mundo. bajo, ni un trabajo que no permita a quien lo ejerce mantener con dignidad su 2.- JUANCARLISMO VERSUS MO- vida personal y familiar, con acceso a los NARQUÍA CONSTITUCIONAL bienes de la cultura y de la economía pa- ra él y para sus hijos...” ¿Cómo es el joven monarca? Desde los diez años está en España y se convierte En otro orden de cosas, se refiere a la en la sombra de Franco. Juan Carlos Iglesia católica singularmente enraizada guarda un grato recuerdo del Caudillo y, en nuestro pueblo; a la familia, “...la prime- como contaba a la periodista Selina Scott ra educadora y que siempre ha sido la célula en un reportaje para la televisión británi- firme y renovadora de la sociedad ...”; también ca, en 1992, nunca ha permitido que se alude, aunque sin nombrarlos, a los pue- hablase mal de Franco en su presencia. La

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razón de Juan Carlos es contundente: fueron creando una nueva imagen de “Uno tiene que aceptar de dónde viene y ese fue el Juan Carlos y le han servido para lograr hombre que me puso en el Trono ”. apoyos necesarios, para vencer reticencias y para “venderse bien” 2. Muchos de los De carácter vitalista cree que la suerte le líderes de la oposición, partidarios de ha sonreído: “ A mi la suerte me sonríe a rupturas y nada inclinados a la monarquía menudo. Tengo el don de cogerla al paso, incluso terminarían estando encantados con aquel de provocarla. Creo firmemente que hay que joven Rey –pienso en Carrillo, en Felipe defender la propia suerte con el mismo encarni- González…– y se autoproclamarían zamiento con el que se defiende el propio derecho” pronto como convencidos juancarlistas. pero también cree que es conveniente “no poner a prueba la suerte”. Su vida no El nuevo Rey es consciente de su papel. ha sido fácil. Hasta que llega al trono está Y de la atracción que la monarquía irra- llena de silencios. Confiesa que durante dia. Por eso no duda en saludar, en parar- los años que estuvo con Franco aprendió se con la gente rompiendo todo protoco- básicamente tres cosas: mirar, escuchar y lo y en fotografiarse con un niño en los callar. De hecho, tiene fama de melancó- brazos. El mismo reconoce que “ a la gente lico y silencioso. El mismo recuerda que siempre le gusta estar cerca de los Reyes. Sienten “la soledad comienza con el silencio que es nece- que deseas saludarlos a todos, aunque no tengas sario saber guardar. He pasado años sabiendo manos suficientes porque sólo tienes dos” . Y es que cada una de las palabras que yo pronuncia- consciente también de que su mayor éxito ba iban a ser repetidas en las altas esferas, des- es presentarse desde el primer momento pués de haber sido analizadas e interpretadas como rey de todos los españoles, hasta de según sus conveniencias por la gente que no siem- los no monárquicos. Cuando Faustino pre deseaba mi bien ”. Azcárate, diputado de la República, se disculpó ante el Rey de que no podía La imagen de Juan Carlos cambió en aceptar ser senador real dado su condi- cuanto fue rey. Entonces se muestra es- ción de republicano, la respuesta del mo- pontáneo, cordial, afectuoso, simpático, narca fue: “Precisamente por eso me gustaría extravertido, cercano… “ Si haces las cosas que aceptaras. Me gustaría ser también el Rey de pensándolas, no salen bien,... Pero si sigues tu los republicanos ”. instinto, si actúas espontáneamente, te salen ”. Es una persona de gestos, de sonrisas, de Para llevar a cabo su programa ha de pre- mímica expresiva que muestra su necesi- ferir los buenos colaboradores. El Rey dad de exteriorizarse. Es un hombre de reconoce su suerte al haber elegido las un indudable encanto. Y con su juventud, simpatía y buena planta atrae, fascina,  Un retrato cercano nos lo da su hijo el príncipe seduce a los españoles. Esta es su autode- Felipe: — Destacaría muchas virtudes y cualida- finición: “ Yo soy, pues… como yo: extroverti- des: su don de gentes, su sentido del humor, su flexibilidad ante las cosas, sobre todo su sentido do, patalallana, nada complicado… ” . Estos del deber, que siempre ha demostrado y nos ha valores como la cordialidad, la simpatía, inculcado, y ese olfato político que tanto se ha el sentido del humor, la amabilidad, inclu- reconocido. En definitiva, lo que más le puede definir es su vocación de servicio a España y de so la profesionalidad, que adornan al Rey servir a todos los españoles“. son muy cotizados en el mundo actual y

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personas adecuadas para cada ocasión: hombre, un rey, puede hacerse querer muy rápi- “En la vida he tenido la suerte inmensa de tener damente… pero una monarquía no arraiga en el cerca de mí a hombres excepcionales, primero corazón de un país de la noche a la mañana. Se entre mis profesores y después entre mis hombres necesita tiempo… ” y desea que los españo- de confianza y mis consejeros ”. Basta recordar les “vuelvan a reanudar la tradición a Torcuato Fernández Miranda, a Adolfo monárquica”. Y que la Institución que Suárez, a Sabino Fernández Campo, etc. encarna es la que cuenta 3

A quienes le acusan de olvidarse de los Este juancarlismo ha sido aceptado ma- amigos les contesta que “ para un Rey es yoritariamente por el pueblo español. El difícil tener amigos. Para mí, el peligro se encuen- silencio de los medios, el miedo más o tra en la utilización que puede hacerse de mi menos expreso a una República, etc. han amistad si se la otorgo a alguien. Cuando se es mantenido esta situación hasta que el rey rey, no siempre es fácil distinguir entre un corte- y la Corona también han sido objeto de sano y un amigo. Por lo demás, raras veces me observación y juicio por parte de la pren- equivoco a este respecto ”. Este juicio, sin em- sa y los medios de comunicación. A me- bargo, sería puesto en duda a medida que dida que han pasado los años, los españo- pasan los años y que amigos concretos o les han comenzado a exigir lo que debe parientes cercanos del monarca han “sa- exigirse también a un monarca constitu- bido utilizar” esa amistad. cional. Al ser la Monarquía una institu- ción personal, vinculada a la persona que Según comenta a Vilallonga, a Juan Car- la encarna, con carácter vitalicio y heredi- los le ha preocupado que los españoles taria hay que establecer el control del Rey diferencien los dos papeles: “ diferencien como cargo público que es. Hoy se exige entre Jefe del Estado, prisionero de las obligacio- a la institución y a su representante algo nes de su cargo, y el Rey, un ser humano que tan obvio –puede considerarse un dere- hace lo posible para no causar demasiados pro- cho ciudadano- como la transparencia. blemas a sus conciudadanos ”. Si bien es cons- ciente de que “ un hombre en el poder no siem- Hemos hablado de la indefinición consti- pre es una marioneta sin alma, sino un ser tucional de la Corona y sus funciones en humano con sentimiento como cualquier otro, con una Monarquía parlamentaria. Este “va- alegrías, con frustraciones y pena s”. Esta di- ciamiento” de funciones hace difícil el mensión la desarrolla con mayor libertad papel que ha de jugar el rey. Siempre cuando se pone al frente del Bribón, están por encima el gobierno y su presi- cuando compite con sus amigos –”Si no dente. En consecuencia es difícil también eres el mejor, no ganas, seas Rey o no”–, su legitimación por lo que hace. Esta es cuando llora desconsoladamente ante siempre la salida de quienes no aceptan la tragedias como los asesinatos de ETA, institución: ¿qué hace?¿para qué sirve?... y etc. a partir de aquí ¿para qué el costo que conlleva?... El propio rey decía en 1994 que no le disgustaba y se sentía halagado de ese juancarlismo, de esa adhesión a su perso- na, pero que “le preocupa” “ porque un 3 Entrevista a Don Juan Carlos en Le Figaro , 16 de octubre de 1994.

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Tratando de encontrar alguna explica- 3.- LA MONARQUÍA ESPAÑOLA EN ción, Rafael Domingo desde el Derecho EL SIGLO XXI Comparado habla de monarquía empre- sarial. Se trata de legitimarla por analogía ¿Es compatible una monarquía con la como se legitima una empresa, por la democracia? Esta es una pregunta que utilidad demostrada para nuestro país. Y siempre está en el ambiente. Indudable- Manuel Conthe compara, por su similitud mente la respuesta es no. En un estado en el funcionamiento, la Monarquía Par- constitucional la monarquía pierde su lamentaria y las Autoridades Administra- sentido originario. Un Rey jefe de Estado tivas Independientes como el Banco de es una contradicción. Sabino Fernández 4 España o la Comisión Nacional del Mer- Campo , Secretario general de la Casa de cado de Valores, que son anomalías de- Su Majestad el Rey de España en 1977 y mocráticas pero útiles para la buena go- jefe desde 1990 a 1993 se lo plantea así: bernación de un país. Ambas son políti- “¿existe todavía monarquía cuando ésta camente neutras, apartidistas y carecen de ha de integrarse en un sistema constitu- legitimación democrática directa. Su legi- cional, en el cual el principio democrático timidad es institucional y está en las nor- fundamenta el Estado, inspira su organi- mas, Constitución y leyes que las han zación y es el único que legitima el po- 5 creado. der?”

Por todo ello la Corona va siempre Para una inmensa mayoría de ciudadanos 6 acompañada de una exigencia de ejempla- es una aporía que sigan sobreviviendo en ridad. El ser referente de ejemplaridad, el el siglo XXI monarquías con gobiernos funcionar de manera transparente se con- democráticos. Tratar de explicar esta rea- vierten en algo implícito a la institución lidad que hoy encontramos en Gran Bre- monárquica. taña, Holanda, Noruega, Bélgica, Suecia o España choca ciertamente con lo que un Hay que recordar que la Monarquía nos pensamiento lógico y la razón nos dictan. fue impuesta, incluso en la Transición. Como con buena dosis de ironía decía M. Nunca se votó directamente. No se plan- Thatcher: “cuando los Estados Unidos de teó monarquía como alternativa a otra Europa sean una realidad, ¿qué vamos a cosa. Estratégicamente la opción plantea- hacer entonces con los Reyes?” 7. da entonces fue entre dictadura y demo- cracia. Si profundizamos en este tema, vemos que, sobre todo, es el sentimiento y la La Corona sería sometida a un vaciamien- emoción lo que con más fuerza une hoy to hasta convertirse en puro símbolo sin al pueblo con sus monarcas. Y, si situa- poder alguno y renunció a todo protago- mos la monarquía en un Estado constitu- nismo político. Sin embargo, en contra- cional, es decir, si partimos de una orga- dicción con todo ello, llegó el 23 F y el Rey tuvo que ponerse al frente para sal- 4 SORIANO NAVARRO, M. Sabino Fernández vaguardar el orden constitucional. El Rey, Campo: La sombra del Rey , , Temas de Hoy 5 FERNANDEZ CAMPO, S. Escritos Morales y al margen de lo que decía la Constitución, Políticos , , 2010, p. 84 fue visto y actuó como la alta Autoridad 6 Aporía=dificultad lógica de explicar especulati- vamente una realidad del Estado. 7 , J. ¿Reinará Felipe VI? , Madrid, 2003.

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nización racional del poder no encontra- la monarquía. Pero estos suspensos suce- remos más que elementos irracionales 8. sivos no se lo puede permitir la Corona. No casa racionalmente eso de monarquía Porque no debe olvidar que, al ser una con soberanía popular. Esto explica que institución sin poder político, sin “potes- entre 1910 y 1967, cuando la democracia tad”, encuentra su necesaria legitimación se implanta en Europa, desaparecieran para el cumplimiento de su misión en la siete monarquías 9. “autoridad” que el pueblo reconoce en las personas que la encarnan. ¿Cómo se justifican y explican las monar- quías que aún perduran? Algunas de las Actualmente España tiene planteados razones que justifican la presencia de esas problemas serios que han salido a la su- monarquías son que encarnan la historia perficie como consecuencia de la pertinaz (Reino Unido), o que en torno a ellas se crisis que nos invade desde 2007. Son ha construido la identidad del país problemas que siguen ahí, sin resolver. (Holanda), o que dan estabilidad y conti- Uno es el Estado de las Autonomías, nuidad, o inspiran confianza, etc. Para el herencia muy antigua de nuestra historia caso español algunos, por ejemplo, Julián pero hipotéticamente resuelta con la Marías 10 , hablan de utilidad negativa por- Constitución de 1978. El otro afecta a la que han servido para evitar algo que no se forma de Estado y ha emergido en oca- considera positivo. siones diversas. Hoy, muchos españoles se plantean la dicotomía monarquía ver- Según todas las valoraciones sociológicas, sus república. El primer problema apun- 11 España atraviesa crisis profundas en las tado ha llegado a su fase final con la ab- instituciones políticas como en la Coro- dicación de Juan Carlos I y la llegada de 12 na . ¿Qué dicen las encuestas sobre la un nuevo rey, Felipe VI. El segundo vive Corona?: su máxima valoración fue de momentos complicados con un sobera- 7,47, bajando a partir de 2006 pero sus- nismo/independentismo defendido a pendiendo desde 2011 (4,89), 2012 ultranza por los nacionalistas catalanes y (3,68)… Cierto que estas cifras hay que otro que ha empezado a abrir las puertas compararlas con las que se dan al resto de con los vascos. La suma de todo ello da las instituciones, valoradas por debajo de como resultado una crisis nacional. Y una vez más en nuestra historia la palabra que 8 Véase GARCÍA ABAD, J. La Soledad del Rey , Madrid, Esfera de los Libros, 2004, p. 306. se repite es regeneración. 9 En efecto entre 1910 y 1967 desaparecen las monarquías en Portugal, Italia, Austria, Rusia, Para una mayoría de españoles, la labor Rumanía, Bulgaria y Grecia. Y quedan vigentes realizada para España por la monarquía otras siete: Reino Unido, España, Holanda, Bélgi- ca, Noruega, Suecia y Dinamarca, amén de princi- de Juan Carlos I merece el reconocimien- pados menores como Luxemburgo, Mónaco o to y también un voto de confianza para Liechtenstein. 10 TOM BURNS, Conversaciones sobre el Rey , Plaza que el nuevo monarca pueda funcionar. & Janés ,1995. Sin embargo, la crisis y el desgaste que 11 Véase ARIÑO ORTIZ, G. , Regenerar la democra- sufre la institución monárquica es tam- cia, reconstruir el Estado , Madrid, Unión Editorial, 2012. bién consecuencia de los escándalos y 12 Véanse las reflexiones siempre interesantes de fallos importantes cometidos por miem- Amando de Miguel en su libro “ El cambio que viene. La abdicación. Podemos. Los separatismos ”, Sstella bros de la Familia Real y por el propio rey Maris, 2015. Juan Carlos. El nuevo monarca deberá

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visualizar que las cosas han cambiado y sente en el papel couché, en el ocio –que pueden cambiar mucho más. parece permanente- de la familia real… cuando no –últimamente sobre todo, en La monarquía ha funcionado durante actividades claramente rechazables y cen- estos años de acuerdo con la Constitu- surables. Y es que si a la monarquía tradi- ción. Sus competencias son escasas y cional se la visualiza con una fuerte re- concretas. Su poder mínimo. La institu- presentación simbólica (recuérdese la cionalización escasa. La causa de que británica), a la española no es eso lo que hiciera así fue, tal vez, el temor de enton- le caracteriza. Ha sido más bien la espon- ces a que la fórmula monárquica no llega- taneidad, la sencillez… En España la ra a buen término. De hecho, en sentido representación de la nación es un papel estricto a los españoles no se les preguntó que acaparan los poderes políticos, espe- si optaban por la monarquía. Nadie vo- cialmente el Presidente del Gobierno, tamos ni, por lo tanto, elegimos que Es- cuando debiera serlo el Monarca, símbolo paña se definiera monárquica. Todo se de su permanencia y continuidad. resolvió implícitamente. El hecho es que la monarquía quedó muy vacía de atribu- Sin embargo, entre muchos españoles hay ciones, con un carácter simbólico y com- esperanza de que el nuevo monarca re- petencias mínimas. La indefinición fue lo suelva problemas que no puede resolver. que la definió. Y, a lo largo de estos años, A título de ejemplo me centraré en el la monarquía se ha mantenido alrededor grave problema planteado en Cataluña de la persona, sin apenas institucionali- por el secesionismo del presidente Mas y zarse. Por ello, en España hay muchos los prorrepublicanos catalanes. Su reac- juancarlistas pero menos monárquicos. ción ante el discurso de Felipe VI –todos En general, los españoles se preguntan, pudimos visualizar su negativa a aplaudir- porque no lo saben bien, cual es el papel fue que “el Rey es nuevo pero el discurso del rey y qué sentido tiene -si lo tiene- no” 14 pues ha olvidado, viene a decirnos, una monarquía en una democracia formal que “España es un Estado plurinacional y y en el siglo XXI. el Rey ha hablado sólo de una nación cuando en España hay otras naciones como Cataluña”. Es decir, se le pide al Algunos, desde la defensa de la institu- rey que asuma algo que es imposible ción, hablan de “La Monarquía Prosai- constitucionalmente; se le pide que se ca” 13 criticando de ella la falta de defini- coloque por encima de la Constitución ción de su misión y la escasez de sus para resolver el problema catalán. símbolos. ¿Cómo percibimos los españo- les la institución? Si repasamos los me- dios de comunicación veremos que la Hagamos una lectura con la Constitución institución aparece una y mil veces en como guía. ¿Qué ocurre realmente? Pri- actividades de poco relieve (visitas a insti- mero, que la Constitución solo contem- tuciones, inauguraciones, etc.), está pre- pla la nación española como viene repi-

13 AGUILAR RONCEL, M.A. y HERNANDEZ 14 Sigo la prensa. En este caso el artículo de GUADALUPE, O., Juan Carlos Rex. La Monarquía Andrés Betancor “Nuevo Rey, viejo nacionalis- Prosaica, Tenerife, Artemisa, 2012 mo”. El Mundo, 2 de julio 2014

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tiendo el Tribuna Constitucional 15 . Mas Pero entonces como ahora se aspira a la pide, en definitiva, que el Rey deje de ser diferencia en lengua, instituciones, etc. sin un Rey constitucional. Pero claro, si deja- renunciar a los beneficios. ¿Podríamos ra de serlo no sería ya rey de España. concluir que el nacionalismo sigue ancla- Hasta este disparate llegaría el naciona- do en el siglo XIX? Si, en lo que respecta lismo. a lo aquí tratado. Pero no por ello deja de ser actuante y deja de crear problemas Esta pretensión de los nacionalistas cata- que se han de resolver. lanes no es algo nuevo. Recordemos el “Memorial de Greuges” de 1885 elevado 4.- UNA MOARQUÍA INSTITUCIO- a Alfonso XII por representantes de cier- NALIZADA: FELIPE VI tas corporaciones catalanas, que algunos consideran el primer acto público del Los españoles piden hoy un rearme mo- nacionalismo catalán. Aunque hay que ral y cívico una regeneración institucional destacar que era bien distinto de lo actual y política. El punto de partida es el reco- pues terminaba con un “¡Viva España!”, nocimiento de una realidad: “La forma algo hoy inimaginable. Tres años más política del Estado Español es la monar- tarde 2.000 personalidades catalanas ele- quía parlamentaria”, dice el art. 1.3 de la varon un nuevo “Missatge a la Reina Re- Constitución. Es la Corona, forma de gent” pidiendo, como ahora, la soberanía, gobierno, la que está en la cúspide de las el restablecimiento de unas Cortes libres e instituciones españolas. Para lograr esa independientes, administración de justi- regeneración se necesita una Corona fuer- cia, enseñanza en catalán, etc. Y en 1898 te, líder y ejemplar con capacidad de inte- los cinco presidentes de las más influyen- grar, de unir. Hoy sus funciones, y esto tes corporaciones catalanas elevan otro ha sido obra de los Gobiernos sucesivos, “Missatge a la Reina Regent” llamando a amén de las Constituyentes, han quedado la regeneración, la descentralización y el vacías de contenido. Algunos hablan de concierto económico; todo para salvar a una monarquía deconstruida “cercana al España. Todos estos “missatges” respon- pueblo pero lejana del Gobierno, cuyo den al corazón confederal o imperial del presidente prescinde de ella cuando le nacionalismo: Cataluña es una nación que parece, porque con los años él mismo se ha de entenderse con otra nación, la es- ha configurado como Jefe del Estado bis pañola, a través de sus máximas autorida- o Rey B, concentrando en él todo el po- des. Y la Constitución lo es sencillamente der y toda la representación de la na- 16 de otra nación y de otro Estado y por ción” . Por eso hay que comenzar cons- tanto da igual respetarla; se trata de lograr truyendo lo que será la Corona. Porque las ventajas o pretensiones apetecidas. inicialmente sirvió en el paso hacia la democracia pero tras la Constitución no

15 Sentencia 31/2010:”La Constitución no conoce se ha desarrollado el Título II. otra que la Nación española, con cuya mención comienza su preámbulo, en la que la Constitución La Monarquía es una forma de Estado se fundamenta (art. 2) y con la que se cualifica donde el titular de la Jefatura del Estado expresamente la soberanía que, ejercida por el pueblo español como su único titular reconocido es la Corona, que es una institución pre- (art. 1.2) se ha manifestado como voluntad consti- tuyente en los preceptos positivos de la Constitu- 16 ARIÑO ORTIZ, G., La Corona. Reflexiones en ción Española” voz baja , Madrid, Iustel, 2013, p. 38

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sidida por el Rey, primer titular temporal Y, finalmente, hemos llegado a la monar- de la Corona. Y aquí debemos hacer otra quía parlamentaria en que el rey lo es reflexión: tan importante es su misión tanto en cuanto lo decida la Constitución, constitucional como su actuación social. con unos poderes y funciones muy limi- tados: es símbolo de la unidad de España El funcionamiento de la Monarquía hoy y sus funciones son representativas, de aleja esa dicotomía Monarquía-República. arbitraje y moderación. Estamos así en Se trata de que la función que realiza en el una monarquía limitada a ser la forma sistema político y su coste merezcan la que adopta la Jefatura del Estado. Según pena. El propio rey Felipe VI contestaba Jorge de Esteban, así siendo Príncipe de Asturias sobre la monarquía del siglo XXI: “Con la Constitución de 1978, en la que el centro neurálgico de la política re- “creo en una monarquía comprometida side en las Cortes y en el Gobierno que con la libertad, con los valores, princi- emana de ellas, entramos en una fase pios y criterios de convivencia que consa- que se podría definir, ciñéndonos exclu- gra nuestra Constitución y… creo en sivamente al Jefe del Estado, tanto como una monarquía integradora… que monarquía republicana que como re- siendo el símbolo político de la unidad y pública coronada” 18 . permanencia de España en la historia, sea integradora de su diversidad y al Y añade que en todo lo demás referido a mismo tiempo una monarquía que con- Instituciones del Estado, protección de tribuya, en el marco de nuestra Consti- los derechos fundamentales o nivel del tución, a unir esfuerzos, a aunar volun- desarrollo económico alcanzado no existe tades, encauzar diferencias, y promocio- diferencia alguna con respecto a una re- nar o fomentar el interés general” 17 pública parlamentaria. “Por tanto, man- tener la polémica entre la monarquía, propia de las derechas, y la república, Detengámonos en la monarquía como propia de las izquierdas, es absolutamente forma de Estado. Nuestra historia nos estéril y corresponde a otras épocas”. enseña que hemos tenido monarquía ab- Esto significa que la diferencia efectiva soluta, superada definitivamente cuando entre la actual Monarquía y una República el concepto de soberanía nacional recae se limitaría exclusivamente a la forma de en el ciudadano y aparece la constitución nombrar o elegir al Jefe del Estado como norma de la vida política que afecta “nombrado por la historia” o elegido incluso al monarca limitando su poder. directamente por el pueblo, el Parlamen- Históricamente estamos hablando del to, etc. nacimiento de la nación de ciudadanos y ¿Qué ventajas ofrece la Monarquía par- lo situamos en la Guerra de la indepen- lamentaria? Que, aun no siendo su nom- dencia y en la Constitución de Cádiz. bramiento democrático sino elegido por la tradición, su tiempo de permanencia en el trono suele ser su vida con ventajas 17 Entrevista a TVE con ocasión de su treinta cumpleaños. Véase APEZARENA, J. El Príncipe , 18 Estas reflexiones las desarrolla Jorge de Este- 2003, p. 549 ban en El Mundo, 12 de junio de 2014, p. 25

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evidentes: puede haber sido preparado como reyes 21 gracias al presupuesto na- desde niño para esa misión, ofrece estabi- cional. lidad, no es de ningún partido, puede situarse por encima de las controversias El nuevo rey, a quien presuponemos políticas, tiene funciones limitadas por la buen conocedor del pueblo español, debe Constitución, etc. recordar el orgullo de este pueblo. En la España comunera se decía “nadie es más Cambiar de monarca supone comenzar que nadie”. Y en el juramento de algunos un nuevo reinado y puede aprovecharse de los Reinos los miembros de las Cortes para hacerlo con planteamientos nuevos. decían al Rey: “ Nos, que valemos tanto como Reflexionemos sobre lo que, tras 39 años vos y que juntos valemos más que vos …”. Sin de experiencia, es absolutamente necesa- embargo, no podemos olvidar que la rio tener en cuenta. Lo primero es la Monarquía es lo que es y que el Rey es el ejemplaridad. La Monarquía va claramen- Rey, no uno más. te en contra de la igualdad exigible en una democracia y carece de legitimación de- Hoy se cuestiona la inviolabilidad y res- mocrática, si la inviolabilidad e irrespon- ponsabilidad del Rey. Si en una democra- sabilidad del monarca implica una quiebra cia nadie debe estar por encima de la ley, del Estado de Derecho. Por todo ello, si y la igualdad es una verdad incuestiona- el rey personifica a la nación y a la Coro- ble, la inviolabilidad es un atentado al na es lógico que se les exija ejemplaridad. Estado de Derecho. Hay que recordar, Podríamos concluir que por ello “el pro- con todo, que se refiere solo a las accio- blema de la Corona es que solo es soste- nes derivadas del ejercicio de su función. nible si quien la encarna es irreprocha- El monarca tiene que mantener la autori- 19 bles” . dad moral de la Corona, un tanto debili- La vida privada queda subordinada a los tada en los últimos años. El espectáculo requerimientos de la dignidad que impo- que ha ofrecido Juan Carlos I en la etapa 22 ne la Corona 20 . Por eso comportamientos final de su reinado no nos gusta y la como el incidente de Botsuana, donde el corrupción que se ha destapado en algu- Rey se rompió la cadera, generan profun- nos de sus miembros como Urdangarin y do descontento entre el pueblo que la infanta Cristina es censurable, rechaza- fácilmente interpreta que “mientras los ble y merece la acción de la justicia. españoles sufren, el Rey se divierte”. Por- Esto nos llevaría a analizar hasta qué pun- que el país necesita y los ciudadanos me- to puede separarse la vida pública de la recen son instituciones con comporta- privada de los miembros de la Corona miento irreprochable y autoridad moral, pues si importante es lo que hacen no lo pues para algo sus representantes viven es menos lo que son. En el año 2015, los ciudadanos demanda, exigen –porque

19 Jorge J. REVERTE, “La Corona”, en El País, 21 , Jaque al Rey, La Vanguar- 14 de abril de 2013 dia, 21 de mayo 2012 20 Antonio ELORZA, “El Rey desnudo”, El País, 22 Manuel JIMENEZ DE PARGA, El Mundo,23 21 de mayo de 2012. de mayo de 2012

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tienen derecho a ello- ejemplaridad 23 , que mantienen el singular en la monarqu- transpariencia y, justicia. ía con fórmulas precisas para el consorte.

Sabino Fernández Campo distingue en la Todo esto contrasta con lo que el propio función pública tres componentes: ser, Rey Juan Carlos contaba a Vilallonga decir y hacer. De estos tres componentes, cuando decía que le gustaría que los es- “la función del rey es esencialmente la de ser, la pañoles diferenciaran entre el jefe del ejemplaridad, el punto de referencia de los ciuda- Estado, prisionero de las obligaciones de danos ”24 . Desde la perspectiva que le dan su cargo, y el rey, un ser humano que los muchos años vividos en los aledaños hace lo posible para no causar demasia- del poder, Fernández Campo, en su des- dos problemas a sus conciudadanos 26 . pedida de Jefe de la Casa Real, incidiría en que las principales misiones de un Rey en ¿Dónde está el quid de la cuestión? De los tiempos modernos no figuran en la alguna manera el déficit democrático de la Constitución y son la ejemplaridad y el Corona tiene que compensarse con la sacrificio. ejemplaridad de los que la representan. Porque la Corona es el principal símbolo Un buen conocedor del tema insiste en político, un símbolo personal. Y en ella lo que el problema de los Reyes es que no simbolizado representa la unidad y per- pueden separar la vida pública de la pri- manencia del Estado. Lo explicaba muy vada, son monarcas veinticuatro horas del bien ya hace años García-Pelayo cuando día y ejercen su oficio en todas las cir- decía que cunstancias; en realidad no tienen vida privada. Son ciertamente seres humanos y “la Corona no es solamente un símbolo el cargo no les obliga a la santidad, pero del poder en el sentido que generalmente se espera de ellos una cierta ejemplari- se le da hoy a esta palabra, es decir, no dad” 25 . es meramente una realidad material portadora de significaciones inmateriales Por cierto, hablamos de Reyes en plural, o algo que desde un fenómeno remite a de rey y reina, lo que obliga a abrir un una idea, sino que, además de ello, es paréntesis porque esta realidad abre otra símbolo en el profundo sentido de una interrogación: si en España el tema del realidad material que hace visible y ope- rey es ya complicado por si solo ¿por qué rante una realidad inmaterial, que con- se complica más incluyéndose también a densa o cosifica una realidad o fuerza la reina? ¿Es que España necesita impe- invisible y sobrenatural y que, por tanto, riosamente tener también reina? Ejem- cancela la separación entre ser y signifi- plos hay de otras monarquías europeas cación, pues es lo que significa”. Y aña- de “no es sólo que sean fuentes de mora- lidad pública, como los políticos, sino

23 Véase J. GOMÁ, La vida de los políticos, ABC, 23 de noviembre de 2004. Se refiere sobre todo a los políticos. En su libro “ Ejemplaridad pública ” (Taurus, 2009) desarrolla ampliamente estas hipó- tesis. 24 FERNANDEZ CAMPO, S. Escritos morales y 26 J.L. VILALLONGA, El Rey. Conversaciones con políticos , Oviedo, 2010. D. Juan Carlos I de España , Madrid, Plaza y Janés, 25 J. GARCIA ABAD, La soledad del Rey , p. 40 1993.

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que son su misma personificación y el muy mal momento. Obviamente, no está espejo de la ciudadanía” 27 . en manos del nuevo monarca resolver todos estos problemas pero, de alguna De ahí que el pueblo viera y vea en el forma, los españoles se preguntan ¿qué va monarca la representación de la justicia, a hacer el nuevo monarca?. de la verdad. De ahí la fuerza y auctoritas que emana de la realeza. En primer lugar, mantener su corona. Nunca antes se había insistido tanto la Esto es así porque un símbolo que nada petición de una república como alternati- simboliza es inútil. Y el descrédito popu- va a la monarquía. Esta realidad, aunque lar terminaría por erosionar la institución esté protagonizada por grupos concretos, y vaciarla del contenido que tiene. Todo no debe despreciarse pues si llegara a esto llevaría a hablar de la magia o la descontrolarse podría provocar situacio- mística de la Corona, al valor que el mis- nes no queridas. La historia no se repite terio añade a la vigencia de la Monarquía. pero no se debe olvidar cómo llegó la Lo recomienda Nicolás Maquiavelo: Segunda República. Y, en este sentido, “Nada da tanto prestigio a un príncipe como recupero a Montesquieu cuando explica afrontar grandes empresas y dar de si insólito que “la República descansa en la virtud y ejemplo. Y sobre todo, un príncipe tiene que la Monarquía en el honor”. ingeniárselas para dar una imagen de grandeza y de ingenio excepcional en todos su actos” . El soberanismo con tanta insistencia pe- dido por Mas y su gobierno catalán exige La España que recibe a Felipe VI presen- que se aborde desde todas las instancias ta una serie de problemas que, de entrada, del poder. Y, si aceptamos que el referen- no hacen fácil el papel del nuevo rey. El te imprescindible es la Constitución de cuestionamiento de la monarquía, el mo- 1978, tal vez convenga recuperar aquel vimiento independentista de Cataluña, la consenso, aquel diálogo positivo que tan necesidad de revisar el funcionamiento buen resultado dio entonces. Si no supié- del Estado de las autonomías, el gran ramos lo que sabemos desde hace unos deterioro de la vida política -de políticos meses, podríamos pensar que tal vez sea y partidos políticos- marcada por co- oportuno recuperar al Jordi Pujol, presi- rrupciones sin fin, la pérdida de la ilusión dente de la Generalitat cuando afirmaba de pertenecer a España que necesita del “valoro positivamente la monarquía en trabajo de todos… Todo ello con una nuestro país como un elemento de estabi- larga crisis que ha generado un paro nun- lidad política, de convivencia entre las ca antes imaginado, un extraordinario distintas generaciones y de equilibrio en- empobrecimiento de las clases medias y tre las diversas comunidades de Espa- bajas y un sentimiento de cierto fracaso ña” 28 . A un Pujol, no lo olvidemos, elegi- como país… Es decir, Felipe VI llega do español del año por ABC en 1984. cuando España como país y los españoles Hoy Pujol sólo suscita rechazo por su como pueblo e individualmente viven un gran farsa y corrupción. Pero quién mejor que el nuevo rey, príncipe de Gerona, 27 GARCIA-PELAYO, M. La Corona. Estudio sobre un símbolo y un concepto político. Del mito y de la razón en el pensamiento político , Revista de Occidente, 28 En MERIDA, M. Un rey sin corte , Barcelona, Madrid, 1968, p. 21 Planeta, 1993, p. 263.

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para posibilitar alguna solución y evitar forzará para que la sociedad se sienta todo tipo de rupturas. “orgullosa” de él”.

Revisar y actualizar el modelo de Estado La transición de una monarquía a otra se de las autonomías así como el funciona- desarrolló con toda normalidad y respeto miento de los partidos y de los políticos; a los preceptos constitucionales. Las re- regenerar, en suma, el país es labor im- acciones que produjo en los medios fue- prescindible. ¿Corresponde al rey hacer ron positivas en general. Se recuerda que algo al respecto? Si, puede aportar equili- “el Rey puede consultar, aconsejar y ad- brio y armonía y convertirse en el refe- vertir, pero no más” y que “parece per- rente de valores de nuestra democracia. fectamente consciente de cuál debe ser su Con todo ello la sociedad española podrá, papel” 29 . Y todos coinciden en que, a convencida por los hechos, volver a ilu- pesar de que como Príncipe lleva toda su sionarse. vida entre nosotros, es poco conocido pues hasta ahora ha permanecido hermé- Felipe VI fue proclamado rey de España tico. A Felipe VI se le pide que impulse el 19 de junio de 2014 por el presidente cambios regeneradores, que cree ilusión del Congreso, Jesús Posada, ante Mariano en el futuro de España. Es cierto que su Rajoy, presidente del Gobierno. El do- labor moderadora y arbitral en el funcio- cumento fundamental del nuevo rey es el namiento regular de las instituciones le discurso que pronunció en su proclama- permitirá advertir, sugerir, aconsejar, re- ción. El rey jura ante las Cortes Genera- comendar, animar pero no más. Ni me- les la Constitución bajo la que reinará y nos, podríamos añadir, pues esa acción promete “una Monarquía renovada para bien ejercida puede tener amplio campo un tiempo nuevo” recalcando que “la de acción. Corona debe observar una conducta ínte- gra, honesta y transparente”. Este entre- comillado es el que resalta la prensa. Habló de la pluralidad: “En esa España La actitud del rey en su primer acto so- unida y diversa, basada en la igualdad, lemne y público, aunque nervioso pero cabemos todos”. De la crisis: “Mi solida- con convicción, fue de normalidad. Qui- ridad con aquellos a los que la crisis ha so dar y dio una imagen de normalidad. golpeado hasta verse heridos en su digni- Acompañado de su familia, besándose en dad”. Y se fijó como desafíos el paro, el público, transmitió una imagen fresca, desprestigio de las instituciones y el órda- especialmente desde el balcón del Palacio go soberanista en Cataluña. No olvida ni de Oriente, junto a sus padres. a sus padres ni a la generación que trajo la democracia. E insistió en que “La Corona debe ganarse el respeto el aprecio y la Discreción y prudencia junto a coheren- confianza”. Apostó por el papel europeo cia, bondad y sólida formación cultural de España: “Hoy España es Europa y adornan al nuevo rey. Admira y quiere a debemos ayudar a construir una Europa su padre pero no reinará como él. Sin fuerte”. Felipe VI recuerda que “somos un gran país, una gran nación, creamos en 29 Soledad Gallego-Díaz en El País, 20 de junio de ella”. Y dice a los españoles que “se es- 2014, p. 20-21

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duda habrá recibido consejos de su padre redactado por un prologuista sin ganas”. pero los precisos porque Juan Carlos – El editorial de este periódico se titula que recibió algo similar de Franco- tiene “Cabemos todos” y destaca: Felipe VI dicho que “nada prepara realmente para llama a la ejemplaridad de las institucio- ser Rey, solo serlo”. nes y a abrir puentes de diálogo; el Rey se exige a si mismo autoridad moral en una Felipe VI hereda un reino en crisis, con “Monarquía renovada para un tiempo una recuperación lenta, con una sociedad nuevo” y el Monarca subraya “el patri- empobrecida y más desigual, con casi seis monio común” de todas las lenguas de millones de parados. Es un mundo com- España y las usa en su despedida. Y ter- plejo, global, cambiante, multipolar que mina así: “Un rey designado exactamente camina hacia un escenario nuevo sin un como la Constitución dice se encuentra líder claro. La multipolaridad es la ten- ahora en el primer plano de la escena dencia dominante. El gran reto, dice política. Con todo el terreno por delante , es hacer que la multipolari- para animar a que España salga del estan- dad sea, además multilateral, de manera camiento” 31 que se aseguren mecanismo de diálogo, cooperación y entendimiento entre todos El diario monárquico ABC titula en su los actores” 30 . Y Felipe VI será “la gran portada del 20 de junio: Felipe VI, Rey y figura que represente a España en el exte- destaca estas palabras: “Nada me honraría rior… que sabrá sacar lo mejor de noso- más que los españoles se sintieran orgu- tros para no perder el compás de los llosos de su nuevo Rey”. Es curioso al cambios mundiales”. menos encontrarnos con que la Tercera de este número se dedica a la “Homilía en En el momento de cambio de monarca, si San Jerónimo el Real” donde Olegario algo tiene claro el español medio es que la González de Cardenal pone de relieve la monarquía se justifica por la ejemplari- importancia de aquella homilía que Ta- dad, la transparencia, la honestidad. Esto rancón leyó el 27 de noviembre de 1975 será lo que cada día legitimará y salvará a cuando Juan Carlos I accedía al trono. una institución tan cuestionada. Y a la ¿Por qué ahora, al celebrar la llegada al hora de evaluar el discurso de la Corona trono de Felipe VI? Pienso que hay un no faltan decepciones. El País , con un hecho que lo explica: así como con Juan artículo de su director, Antonio Caño, Carlos I hubo un acto religioso protago- titulado “Una oportunidad perdida” criti- nizado por el arzobispo de Madrid, en el ca el discurso real: “las cualidades de don caso de su hijo se ha prescindido total- Felipe exceden con mucho a la calidad de mente del acto y de los símbolos religio- su discurso ante las Cortes”. E insiste la sos. Dice González de Cardenal que jun- acogida de Madrid marcada con la indife- to a los pilares eternos que sostienen a la rencia hacia los actos de la proclamación. Iglesia hay otros dos pilares temporales: En el mismo número Juan José Millás el Concilio Vaticano II y la Constitución califica los acontecimientos de ahistórico de 1978 y “Sin la referencia a estos no y “hasta el discurso del nuevo Rey parecía

31 El País, 20-VI-2014. Opinión, p. 54. Véase 30 Artículo de Javier Solana, “El mundo que le también el artículo de opinión de Javier Moreno espera a Felipe VI”, El País 20-VI-2014, p. 38 Luzón: “Lo accidental y lo sustancial”.

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hay hoy en España ni paz social ni verdad ranía. El rey es un símbolo del Estado y la cristiana” 32 . He ahí la respuesta. 33 El edi- Nación (el Reino). No ha de olvidarse torial de ABC contrasta con El País pues, que la monarquía parlamentaria es el dice, “Don Felipe pronunció un discurso último estadio de la evolución histórica excelente, cuyo mensaje central es la idea de las monarquías, en las que el monarca de “una Monarquía renovada para un queda vacío de todo poder político. La tiempo nuevo”. Lo titula: Monarquía: Tra- Corona ha de conservar funciones mode- dición y Renovación . radoras o arbitrales de los poderes del Estado que ha de definirse e instrumentar En resumen, la llegada de un nuevo rey adecuadamente de manera que el Rey provocó expectativas importantes. No ha pueda ejercer fielmente su misión sabien- de olvidarse, sin embargo, que su acción y do lo que puede hacer y lo que no debe limitación están marcadas por una Cons- hacer. El no Rey ¿ha de ser mudo? No, titución a la que su propia existencia co- porque debe tener el poder de hablar y de mo rey ha de remitirse. Que la ejemplari- comunicarse con la sociedad a la que está dad en sus comportamientos es el título vinculado como Jefe del Estado y de la de legitimación personal, carismática que que deberá recibir su legitimidad de ejer- todo rey debe generar en su pueblo. Es la cicio. ¿No deberá ser guardián de la dignidad regia necesaria para reinar. Que Constitución?. En fin su autoridad, cons- no podrá separar su persona pública de truida día a día, será la mayor fuerza del su persona privada por lo que tiene que Felipe VI. ¿Deberá echar mano de un ser pero también parecer. Consejo Real o Consejo de la Corona?

Tras el juancarlismo hay que, despersona- En fin, la Monarquía perdurará en Es- lizando la monarquía, pasar a institucio- paña mientras el pueblo español lo desee nalizar la Corona. Esto significa que la y así lo decida en una Constitución. Esta Corona debe construirse como ente insti- es la gran verdad que Felipe VI no deberá tución, abierta a la sociedad, transparente olvidar. en todos los sentidos. Ello llevará la su- pervisión y control de las actividades del Rey como tienen cualquier órgano o car- go público del Estado.

Obviamente el principio monárquico ha de ir siempre unido al principio democrá- tico dada la fuente originaria de la sobe-

32 Véase en ABC, 20 de noviembre de 2014, la Tercera. 33 “Lo principal no es qué forma de gobierno, sino con qué contenidos, exigencias, realizaciones, primacías y silencios actúa cada uno de ellos (la Iglesia y el Estado). La Iglesia reconoce una moral civil y desea colaborar a su gestación y realización pero vive además de su específica moral cristiana, la ofrece a los demás y la propone como una posibilidad humanizadora, liberadora y ensancha- dora”

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