EL PALACIO DE LA FAMILIA GUARAS EN TARAZONA EL PALACIO DE LA FAMILIA GUARAS EN TARAZONA Jesús Criado Mainar
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EL PALACIO DE LA FAMILIA GUARAS EN TARAZONA EL PALACIO DE LA FAMILIA GUARAS EN TARAZONA Jesús Criado Mainar Tarazona, 2009 Edición a cargo del Centro de Estudios Turiasonenses (Publicación nº 66 del C.E.T. y nº 2915 de la Institución «Fernando el Católico») y de la Fundación Tarazona Monumental FICHA CATALOGRÁFICA CRIADO MAINAR, Jesús El Palacio de la familia Guaras en Tarazona/Jesús Criado Mainar Tarazona: Centro de Estudios Turiasonenses de la Institución «Fernando el Católico», 2009 y Fundación Tarazona Monumental. 228 pp.: il.; 21 cm.— ISBN: 978-78-9911-024-0 1. El Palacio de la familia Guaras en Tarazona. I. Centro de Estudios Turiasonenses, ed. y Fundación Tarazona Monumental Cubierta y contracubierta: Patio del palacio y detalle de la Aritmética Guardas: Arcadas del patio Colofón: Alegoría de la Música (Fotos José Latova) © De esta edición Centro de Estudios Turiasonenses y Fundación Tarazona Monumental © De los textos: los autores © De las fotografías: los autores ISBN: 978-78-9911-024-0 Depósito legal: Z-367-2010 Realización técnica, diseño y preimpresión: Laberinto de las Artes (www.laberintodelasartes.com) Impresión: Calidad Gráfica (www.calidadgrafica.com) IMPRESO EN ESPAÑA - UNIÓN EUROPEA † A mis padres, Manolo ( ) y Gloria Índice Una familia y un palacio 13 La rama turiasonense de la familia Guaras 27 Las Casas de la plaza de la Seo 135 Requies Aerumnarum 193 Bibliografía 199 Apéndice documental 211 UNA FAMILIA Y UN PALACIO Divisa heráldica de Antonio de Guaras en el patio del palacio. Alonso González (atribuido a), hacia 1559-1562 Foto José Latova UNA FAMILIA Y UN PALACIO …que los hijos y descendientes de la dicha doña Leonor de Eguaras que succedieren en el dicho mayorazgo ayan de llevar y lleven el nombre y armas del palacio de Eguaras, de donde desciende el dicho don Dionisio de Eguaras, y de que usa, que son un escudo con su cimera y en el una encina en campo blanco con un lebrel corriente de color gules o leonado con un collar azul y clavaçon dorada…1 palacio del mercader y diplomático Antonio de Guaras y Cunchillos de Liori es uno de los monumentos más significativos del patrimonio artístico y cultural de la ciudad NR episcopal de Tarazona y una pieza fundamental de la arquitectura civil aragonesa del Renacimiento, sometido desde hace veinticinco años a complejos e intermitentes tra- Elbajos de restauración cuyo resultado final se nos antoja, a día de hoy, incierto. Junto a estos sólidos valores, este edificio es también –incluso lo es por encima de cualquier otra consideración– memoria viva de la familia que le dio forma allá por los años cen- trales del siglo XVI: la rama turiasonense de la estirpe tudelana de los Eguaras,2 desde 1521 señores del castillo y vedado de Peñaflor en las Bardenas Reales de Navarra. La boda de Antón de Guaras con la turiasonense María Cunchillos de Liori propiciaría a la larga el enraizamiento de este linaje de infanzones en la falda del Moncayo y sus hijos son los verdaderos protagonistas de este libro. En el transcurso del siglo XVII y tras algún revés, la posición de la familia se fue conso- lidando hasta que en julio de 1703 Felipe V distinguió a Francisco Antonio de Eguaras y Pasquier nombrándolo I marqués de Eguaras.3 Su hijo, Dionisio de Eguaras y Fernández de Hijar, II marqués de Eguaras, maridó con María Magdalena Fernández de Heredia, IV condesa de Contamina y de San Clemente, y todos estos títulos pasaron a El Palacio de la familia Guaras en Tarazona su hija Ana María Fernández de Heredia y Eguaras. Tras la muerte en 1775 de María Joaquina Fernández de Heredia, IV marquesa de Eguaras y VI condesa de Contamina y San Clemente, nuestro marquesado recayó en José Antonio de la Cerda, VI conde de Parcent, V marqués de Eguaras y VII conde de Contamina.4 Su sucesor, José Máximo de la Cerda, VII conde de Parcent, VI marqués de Eguaras y VIII conde de Contamina, trans- mitió nuestro título a su hija María Virginia de la Cerda y Gante en 1849.5 Fue entonces cuando el palacio turiasonense quedó desvinculado del marquesado de Eguaras pasando a María Luisa de la Cerda y Gante, her- mana mayor de la referida María Virginia. María Luisa de la Cerda había casado en 1839 con Mariano Francisco de Bertodano y López; su hijo, Arturo Bertodano y de la Cerda, casaría en 1865 con Clementina Roncali y Díaz de Regüero (†1927), I vizcondesa de Alcira –título que Isabel I le había concedido6 ese mismo año–. Este cam- NS bio coincide con la ejecución de importantes obras de mejora en nuestro edificio que una ins- cripción conmemorativa de la galería oriental del patio data en 1881. La propiedad permaneció en Inscripción conmemorativa manos de esta familia hasta que Ignacio de la reforma del palacio en 1881 Bertodano e Higuera, III vizconde de Alcira y III Foto José Latova marqués de Roncali, la ofreciera a la Diputación de Zaragoza, su actual propietaria. La primera noticia sobre la enajenación del edificio la encontramos en un acuerdo del Ayuntamiento de Tarazona de 25 de marzo de 1980 que ya sitúa la operación en unos términos próximos a los definitivos salvo por los aspectos económicos.7 Por razones que ignoramos la iniciativa se frustró y transcurrirían dos años hasta que el 4 de febre- ro de 1982 otro acuerdo municipal volviera a informar del asunto. Según comunicaba la Diputación Provincial, Ignacio Bertodano quería vender el pala- cio y la extensa finca que lo rodeaba, y lo había ofrecido junto a un lienzo que decía Jesús Criado Mainar firmado por Jusepe Ribera8 –tasado en 8 000 000 pesetas– por 55 000 000 pesetas. La institución provincial proponía al consistorio una acción colegiada de ambas corpora- ciones: la Diputación adquiriría el palacio junto con el Ribera, el jardín anexo y la parte menor de la finca Cristina manteniendo la calificación de zona verde privada que tení- an los espacios no edificados por 35 000 000 pesetas, mientras que el Ayuntamiento se quedaría con el resto del terreno –unos 28 000 m2 sobre un total de 40 000 m2– por 20 000 000 pesetas. La división de la finca Cristina vendría establecida por el trazado de la variante de la carretera N-122, proyectada por el MOPU. La Diputación promovería la restauración del palacio para usos culturales e institucionales y crearía un gran jar- dín público de unos 10 000 m2 a partir del existente, mientras que el Ayuntamiento impulsaría la recalificación urbana del resto del terreno. Aunque el concejo aprobó la compra de la parte que se le había ofertado, aquella no se ejecutó y dos años después, el 29 de mayo de 1984, renunció a su opción.9 La frac- ción mayor de la finca Cristina fue finalmente adquirida por una sociedad promotora; tras ser recalificada en febrero de 198610 y concederse el 15 de mayo de ese mismo año la oportuna licencia municipal de obras, se construiría la urbanización de vivien- das unifamiliares «Residencial Eguaras». La institución provincial sí dio cumplimiento a NT su acuerdo pleno de 28 de enero de 1982 sobre el particular y el 6 de septiembre de 1982 se formalizó ante notario la preceptiva escritura de compra-venta. A día de hoy, la Diputación de Zaragoza sigue siendo titular del palacio, su jardín y la parte menor de la finca Cristina; además, ha impulsado diferentes acciones orientadas a la rehabilitación del complejo. La primera de ellas, materializada en 1984, consistió en apear todos los elementos sustentantes del patio renacentista, en estado de ruina inminente. De forma paralela se encargó al arquitecto José Manuel Pérez Latorre un proyecto global para la reforma y adecuación del palacio para usos culturales y el acon- dicionamiento de su jardín, fechado en marzo de 1986.11 De todas las intervenciones previstas en este proyecto tan sólo se llevó a cabo el acondicionamiento del jardín y la construcción de su monumental y, en nuestra opinión, inapropiado ingreso.12 Pasarían otros nueve años antes de que la recuperación del palacio cobrara nuevo impulso. El alarmante deterioro de los tejados, en los que nada se había hecho desde la fecha de adquisición, obligó al Servicio de Restauración de la Diputación de El Palacio de la familia Guaras en Tarazona Zaragoza a elaborar un proyecto de urgencia para dicho particular, firmado por Pedro Joaquín Navarro Trallero, Jefe del citado servicio, y fechado en julio de 1995. Del mismo quedaron excluidas las cubiertas del edificio situado en el encuentro entre las calles San Antón y Los Laureles, por lo que en mayo de 1996 se redactó un proyecto adicio- nal ad hoc.13 A raíz de esta actuación se retomó la idea de que el palacio de Guaras albergara servi- cios provinciales y municipales para lo que se consiguieron ayudas europeas por impor- te de 2 284 644,74 euros con cargo a los fondos FEDER (periodo 2000-2004) que la Diputación de Zaragoza debía complementar con una suma similar.