María José LÓPEZ GRANDE Fernando QUESADA SANZ Miguel Ángel MOLINERO POLO

EXCAVACIONES EN EHNAS YA EL MEDINA (Heracleópolis Magna)

Volumen II

MINISTERIO DE CULTURA INFORME S ARQUEOLÓGICO 283 3"-J- rv7>

EXCAVACIONES EN EHNASYA EL MEDINA (Heracleópolis Magna)

(Volumen 2)

INFORMES ARQUEOLÓGICOS / EGIPTO 2 EXCAVACIONES en Ehnasya El Medina (Heracleópolis Magna) II. La cerámica / María José López Grande, Fernando Quesada Sanz. Los recipientes de piedra / Miguel Angel Molinero Polo. - - 1.a ed. - - Madrid : Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Cul• turales, 1995.

280 p. : il. ; 27 cm. + [3] h. de il. y plan. pleg. - - (Informes arqueológicos. Egipto ; 2) Indice. - - Bibliografía ISBN: 84-8181-106-8 ÑIPO: 301-95-070-1 1. Excavaciones arqueológicas. 2. Restos arqueológicos. 3. Cerámica. 4. Tra• bajos en piedra. 5. Egipto. 6. Heracleópolis Magna. 7. Ehnasya El Medina. I. López Grande, María José. II. Quesada Sanz, Fernando. III. Molinero Polo, Miguel Angel. IV. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Cul• turales (España). V. Título. VI. Serie. 904.9 (620)

1/ edición: Madrid, 1995 Printed in Spain. Impreso en España. Edita: R Ministerio de Cultura. Dirección General de Bellas Artes y de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Calle Greco, 4 - 28040 Madrid. Diseño: ICRBC. Distribución: Abdón Terradas, 7 - 28015 Madrid. Tels.: 243 93 66 - 549 34 18. I.S.B.N.: 84-8181-106-8 ÑIPO: 301-95-070-1 Dep. Legal: M- 4123 4 -95 Imprime: Didot, S.A., Nervión, 3-6." - Bilbao. María José LÓPEZ GRANDE Fernando QUESADA SANZ «La cerámica»

Miguel Ángel MOLINERO POLO «Los recipientes de piedra»

EXCAVACIONES EN EHNASYA EL MEDINA (Heracleópolis Magna)

(Volumen 2)

MINISTERIO DE CULTURA Dirección General de Bellas Artes y de-Conservación y Restauración de Bienes Culturales

instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales 1995

ÍNDICE

PRESENTACIÓN 13

PARTE I: LA CERÁMICA

PREFACIO 17

I. INTRODUCCIÓN: LOS ESTUDIOS DE CERAMOLOGÌA EGIPCIA 19 I.A. Atraso comparativo 19 I.B. Situación actual de los estudios sobre cerámica 20 I. C. Estudios etnoarqueológicos 22

II. METODOLOGÍA 25 ILA. Fases del trabajo 25 II. B. Estructura del estudio. Relación Tipología final/texto 27 U.C. Organización de Figuras y Láminas 28

III. ARCILLAS Y PRODUCCIONES CERÁMICAS 29 III. A. Pastas: tipos y clasificaciones 29 III.A.l. Arcillas y pastas en Egipto 29 III.A.2. Arcillas aluviales ( clays/Silt clays) 30 III.A.3. Arcillas margosas (Desert clays/marl clays) 30 III.A.4. Las «pastas mixtas» y otros problemas 32 III. B. Clasificación de pastas en Heracleópolis Magna 33 III.B.l. Clases de pastas 33 III. B.2. Algunas consideraciones generales 38

IV. LA EVOLUCIÓN DE LAS PRODUCCIONES CERÁMICAS 41 IV. A. Del Primer Período Intermedio (PPI) al Imperio Medio (IM). Láminas I-XVI 41 IV. A.l. Grupos formales 41

7 Producciones toscas 43 Formas cerradas y vasos hondos 43 Formas especiales .'. 46 Formas abiertas 46 Producciones cuidadas 47 Formas cerradas , 47 Formas abiertas 48 IV.A.2. Técnica y acabados 52 IV.A.3. Decoraciones 52 IV.A.4. Asociaciones y contextos 53 IV.A.5. Valoración general 53 IV.B. Del Imperio Medio (IM) al Segundo Período Intermedio (SPI). Láminas XVII-XX 54 IV.B.l. Los períodos 54 IV.B.2. Formas 55 Formas cerradas 55 Formas abiertas , 56 IV.B.3. Técnica, acabados, decoraciones 58 IV.B.4. Valoración general 59 IV.C. Imperio Nuevo y comienzos del TPI. (Láminas XXI-XXII) 59 IV.C.l. Formas 59 Formas cerradas 59 Formas abiertas 61 IV.C.2. Valoración 61 IV.D. El Tercer Período Intermedio y la «Baja Época». Cuestiones de cronología y clasificación 62 IV.D.l. ¿Siglos o dinastías? 62 IV.D.2. La «Baja Época» en la cerámica de Heracleópolis 64 IV.E. El Tercer Período Intermedio (Láminas XXIH-XXX) 66 IV.E.l. Grupos Formales 66 Formas cerradas grandes. Vasos de almacenamiento y transporte 66 Formas cerradas medianas y pequeñas 68 Cuerpo ovoide y cuello estrangulado acampanado 68 Cuerpo globular y cuello de tendencia vertical 70 Otros vasos cerrados medianos 71 Formas abiertas grandes 71 Formas abiertas medianas y pequeñas 72 Platos y cuencos 72 Vasos hondos , 73 Formas especiales 74 IV.E.2. Técnica, acabados y decoraciones 75 IV.E.3. Asociaciones y contextos 75 IV.E.4. Valoración general 76 IV.F. Un período «transicional» (segunda mitad del s. VIII a.C.) (Láminas XXXI-XXXIX) .. 77 IV.F.l. Grupos formales 77 Formas cerradas grandes 77 Formas cerradas medianas y pequeñas 79 Formas abiertas grandes 81 Formas abiertas medianas y pequeñas 81 Platos 81 Cuencos, copas y vasos hondos 82 Formas especiales 83 IV.F.2. Técnica, acabados, decoraciones 85 IV.F.3. Valoración general 85 IV.G. El cambio cerámico: c. 730/700-c 650 a.C. (Láminas. XL-LX) 86

8 IV.G.l. Grupos formales 88 Formas cerradas grandes 88 Pastas aluviales 88 Pastas margosas 90 Formas cerradas medianas y pequeñas 91 Pastas margosas e imitaciones locales engobadas 91 Pastas aluviales 92 Vasos medianos o grandes. Perfil incompleto 92 Vasos globulares, medianos y pequeños : 93 Vasos ovoides medianos y pequeños 94 Pasta de los Oasis: Cantimploras 95 Formas abiertas grandes 95 Pastas aluviales 95 Pastas margosas 97 Formas abiertas medianas y pequeñas 97 Pastas aluviales 97 Platos 97 Cuencos, cazuelas, copas y vasos hondos 98 Pastas margosas 100 Formas especiales 100 IV.G.2. Técnica, acabados 101 IV.G.3. Decoraciones. Los vasos Bes 102 A) Perfiles y acabados con efecto decorativo 103 B) Motivos y técnicas decorativas propiamente dichas 103 Grafitos 103 Decoración pintada monocroma negra 103 Los «Vasos Bes» (Lám. XL) 103 IV.G.4. Valoración general 105 IV.H. Cerámica importada. (Láminas LXI-LXIV) 106 165. Ánforas 107 Jarros (166) y otros vasos cerrados (167) 108 Posibles imitaciones 110 IV.I. De Psamético I a época Ptolemaica. (Láminas LXV-LXVII) 111 IV. K. Período romano-copto. (Láminas LXVII-LXVIII) 112

V. TABLAS DE FORMAS Y TIPOLOGÍA 115 V. A. De una tipografía a una Tipología 115 V.B. Tablas de formas 117 V.C. Géneros, Clases y Tipos cerámicos 117 V.D. Tradición y cambio en la cerámica de Heracleópolis 118

VI. CONCLUSIÓN 123

BIBLIOGRAFÍA 129

LÁMINAS 133

9 PARTE II: LOS RECIPIENTES DE PIEDRA

INTRODUCCIÓN 205

TIPOLOGÍA 207

I. FORMAS ABIERTAS 209 LA. Formas abiertas planas: fuentes 209 I.B. Formas abiertas bajas: platos 209 I.B.l. Platos de base inestable 209 I.B. 1.1. Formas especiales 210 I.B.2. Platos de base estable 210 I.B.2.1. Base estable plana 210 I.B.2.2. Base estable con pie indicado 210 I.B.2.3. Base estable con anillo de solero 211 I.B.2.4. Platos con pies 211 I.B.2.5. Artesas 211 I.B.3. Escudillas 211 I.B.4. Fragmentos de platos 212 I.B.4.1. Bordes 212 I.B.4.2. Bases 212 I.C. Formas abiertas semiesféricas: cuencos 213 I. C.l. Cuencos de base inestable 213 I.C. 1.1. Semiesféricos 213 I.C. 1.2. Formas especiales 213 I.C.2. Cuencos de base estable 214 I.C.2.1. Base plana 214 I.C.2.2. Base con anillo de solero 214 I.C.2.3. Cuencos cilindricos 214 I. C.3. Fragmentos de cuencos 214 I. D. Formas abiertas altas: vasos 215 I.D.l. Vasos de base inestable 215 I.D.1.1. Vasos cónicos 215 I.D.2. Vasos de base estable 215 I.D.2.1. Vasos troncocónicos bajos 215 I.D.2.2. Vasos altos 215 I.D.2.3. Morteros 216 I. D.3. Fragmentos de vasos 217 I.D.3.1. Bordes 217 I.D.3.2. Galbos 217

II. FORMAS CERRADAS 219 II. A. Formas cerradas bajas 219 II. A.l. Botellas bajas de base inestable (?) 219 II.A.2. Formas cerradas bajas de base estable 219 II.B. Formas cerradas esféricas 220 H.B.l. Botellas esféricas 220 II.C. Formas cerradas altas 220 II. C.l. Cantimploras 220 II. C. 1.1. Cantimploras de cuerpo esférico 220 II.C.l.2. Cantimploras de cuerpo lenticular 220 II. C.2. Botellas globulares 220

10 II.C.2.1. DM en el tercio superior del cuerpo 221 II.C.2.2. DM en el tercio central del cuerpo 221 II.C.2.3. DM en el tercio inferior del cuerpo 221 II.C.3. Fragmentos de formas cerradas altas 221 II.C.4. Formas cerradas altas carenadas 222 II.C.5. Botellas esféricas / globulares de cuello alto 223 II.D. Formas cerradas esbeltas 223 II.D.l. Anforillas 223 II.D.2. Botellas 223 II.D.2.1. Botellas ovoides (DM en el tercio superior del cuerpo) 223 II.D.2.2. Botellas fusiformes (DM en el tercio inferior del cuerpo) 224 II.D.2.3. Botella esférica de cuello alto 224 II.D.3. Bases de formas cerradas esbeltas 224 II. E. Formas cerradas compuestas 224

III. FORMAS ESPECIALES 227 III. A. Tapaderas 227 III.B. Placa 227 III.C. Percutores 228

IV. MATERIALES 229

CONSIDERACIONES FINALES 233

INVENTARIO DE LOS RECIPIENTES DE PIEDRA 237

PROCEDENCIA DE LOS RECIPIENTES DE PIEDRA 257

BIBLIOGRAFÍA 261

LÁMINAS 263

ABREVIATURAS GENERALES 278

11

PRESENTACIÓN

Con este segundo volumen dedicado a la cerámica y a los recipientes de piedras duras continúa la serie de publicaciones referentes al yacimiento de Ehnasya el Medina (Heracleópolis Magna) y a los trabajos realizados en este lugar desde 1984 hasta 1993 por la Misión Arqueológica Española en Egipto.

No ha sido fácil redactar esta monografía; como los propios autores relatan, los trabajos relativos a cerámica y a vasos de piedras duras son muy recientes dentro de la egiptología y solamente desde hace algunos años han comenzado a sistematizarse por los distintos especialistas que cada día son más. Se partía de una bibliografía casi inexistente, y de un ingente número de piezas y fragmentos cuya atribución a un periodo concreto o a una tipología establecida era sumamente difícil ante los escasos estudios disponibles.

Sin embargo, desde 1984 nos propusimos sistematizar toda la información que la excavación de una zona del yacimiento de Heracleópolis Magna pudiera proporcionarnos, y en este contexto se enmarcó el estudio de la cerámica y de los vasos de piedras duras hallados durante las diferentes campañas arqueológicas. En todas ellas, tanto los autores de este volumen como el resto de los componentes de la Misión Arqueológica Española en Egipto han demostrado su profesionalidad, dedicando una buena parte de su tiempo al estudio del material que se les había encomendado. Los resultados se plasmarán en diferentes volúmenes de la Serie Informes Arqueológicos, Egipto, que se inició con el volumen 1 dedicado a las Inscripciones jeroglíficas heracleopolitanas.

Los resultados que aparecen en este segundo volumen son elocuentes, como se desprende de la lectura del texto y, aunque en el futuro se maticen algunas conclusiones debido a nuevos hallazgos, el trabajo mantendrá su vigencia durante tiempo y será punto de referencia y de obligada cita por parte de egiptólogos y especialistas. Se confirma así la importancia de la ciudad de Heracleópolis Magna durante toda su historia y se valora en toda su dimensión el trabajo de los arqueólogos españoles durante los últimos años en el yacimiento.

Madrid, octubre 1995

María del Carmen Pérez Die Directora de la Misión Arqueológica Española en Egipto

13

PARTE I LA CERÁMICA

María José LÓPEZ GRANDE Fernando QUESADA SANZ

PREFACIO

El presente trabajo se incluye dentro de una serie dedicada a la publicación de los resultados de los trabajos de la Misión Arqueológica Española en Egipto. Puesto que el contexto general del yacimiento excavado es conocido ya por numerosas publicaciones y por otros volúmenes de esta misma serie1, no repetiremos aquí datos sobradamente conocidos. Nuestro empeño ahora se reducirá a estudiar las producciones cerámicas de los diferentes períodos reflejados hasta ahora en las excavaciones, desde finales del Imperio Antiguo hasta época romana.

Queremos expresar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que, de un modo u otro, han con• tribuido a que este trabajo haya podido ser realizado. La lista es larga, y de antemano pedimos disculpas por cualquier omisión involuntaria.

La directora de la Misión Arqueológica española en Egipto, Dra. M. Carmen Pérez Die fue quien, en 1986, nos encomendó el estudio de la cerámica del yacimiento de Heracleópolis Magna. Sin su constante apoyo el presente estudio no podría haberse realizado. Lo mismo cabe decir de los compañeros del equipo con los que venimos colaborando desde 1986.

Como se verá en las páginas que siguen, los estudios específicos sobre cerámica egipcia antigua tienen una historia científica todavía breve, pese a los prometedores comienzos sentados por algunos trabajos clásicos, como los de W. F. Petrie sobre la cerámica predinástica. Por ello, dada la escasez relativa de producción bibliográfica sobre este tema, y dada la ausencia total de publicaciones específicas españolas, ha sido ines• timable la colaboración y ayuda directa de algunos especialistas extranjeros.

1 Sobre las excavaciones españolas en Heracleópolis, ver M. C. Pérez Die, Archeologia 225 (1987), pp. 36-49; AEspA 61 (1988), pp. 337-341; Libya and Egypt (1989), pp. 115-129; Rev. de Arqueología 115 (1990), pp. 26-37 así como las breves noticias publicadas periódicamente en Aula Orientalis. En estos títulos se hallará la bibliografía referente a los trabajos anteriores a 1985, así como otros estudios de detalle. En especial, consultar Pérez Die y Vernus, Ehnasya, p. 13-24.

17 Queremos recordar aquí especialmente al Dr. David Aston —sin duda el mayor y casi único especialista en cerámica del Tercer Período Intermedio—, quien con paciencia inextinguible y bienhumorada amabilidad ha atendido nuestras constantes consultas en numerosas conversaciones a pie de yacimiento, en congresos científicos, por carta e incluso en torno a una mesa de café, cuando las circunstancias hubieran aconsejado quizá un tema de conversación menos agotador.

Del mismo modo expresamos nuestra gratitud a los Dres. Paséale Ballet (del I. F. A. O. en El Cairo); Janine Bourriau y Peter French (excavaciones de Saqara); Manfred Bietak (Director del Instituto Arqueológico austríaco en El Cairo), Edgar Pusch (Director de las excavaciones de Qantir, Delta Oriental); Guy Lecuyot (del C. N. R. S. y excavaciones del Ramesseum), y Barbara Green Aston (excavaciones de Qantir).

Todos ellos han puesto a nuestra disposición, sin reserva ni reticencia alguna, sus conocimientos, su tiempo, y a menudo los originales de sus trabajos inéditos. El ambiente de colaboración entre los egiptólogos dedicados al estudio de la cerámica ha sido siempre para nosotros una gratísima sorpresa, en tanto que evidencia la existencia de una verdadera y estrecha comunidad científica entre investigadores de diferentes instituciones y nacionalidades.

Deseamos también mostrar nuestro agradecimiento a los Inspectores del Servicio de Antigüedades egipcio, Mohksen el-Kady y Ahmed Galal, quienes han procurado siempre, en la medida de sus posibilidades, facilitar nuestra labor.

En último lugar en estos párrafos, pero entre los primeros en nuestro afecto, queremos recordar también a los trabajadores egipcios de la excavación y a los habitantes de Sayh Sulaymán, optimistas y bien dispuestos hacia unos trabajos que no siempre encuentran comprensibles e incluso sensatos.

18 I. INTRODUCCIÓN: LOS ESTUDIOS DE CERAMOLOGÌA EGIPCIA

LA. ATRASO COMPARATIVO have lagged behind those in other parts of the Near East, so much so, that crucial Egyptian evidence is drawn on with increasing scepticism in chronological Como ya indicábamos en un trabajo anterior2, la studies written by scholars outside Egypt". A esta cerámica ha sido una "Cenicienta" entre la amplia reflexión sobre la posición de Egipto en el contexto gama de estudios egiptológicos, tanto por el número global de la cronología del Próximo Oriente cabe de especialistas a ella dedicados como por la escasez añadir que también dentro del propio Valle del Nilo de publicaciones específicas. El resultado es que, la escasa atención prestada a la cerámica hasta hace durante muchos años, los conocimientos sobre la ce• pocos años dificulta la comprensión de numerosos rámica egipcia han sufrido un notable retraso en com• contextos arqueológicos cuando faltan los medios ha• paración con los obtenidos sobre el mismo tipo de bituales de datación (fundamentalmente los epigrá• materiales en otras culturas del antiguo Mediterráneo. ficos). Este retraso se aprecia tanto desde el punto de vista metodológico como en la falta de datos concretos Por otro lado, y según se deduce de lo que ve• utilizables para la elaboración de tipologías, búsque• nimos diciendo, en Egipto a menudo se ha utilizado da de paralelos, o datación de contextos arqueoló• la cerámica exclusivamente como criterio de data- gicos.

Quizá la mejor expresión de lo arriba expuesto pudieron reflexionar tristemente: "après cent ans d'archéologie, sean las palabras de una de las escasas especialistas nous sommes, en ce domaine, à quelques exceptions près, pres• en el tema, J. Bourriau3: "Pottery studies in Egypt que aussi démunis d'outils d'identification et de critères de da• tation que nos prédécesseurs du dernier siècle". S. Sauneron, en Bull. Liaison, 1 (1975), p. I. Algo parecido escribió T. E. Peet en 1933, cuando se preguntaba retóricamente, al describir 2 F. Quesada, M. J. L6pez Grande en BolAEO, 24 (1988), el triste estado de los sistemas de clasificación de la cerámica p. 325. egipcia: "How much longer shall we give outsiders the excuse 3 J. Bourriau, en First International Congress of Egyptology, for the wholly unfair charge that in Egypt we only play at ar• pp. 118-119. Incluso los no especialistas, como S. Sauneron, chaeology?" JEA 19 (1933), p. 64.

19 ción, cuando es evidente que su potencialidad es mu• manual general publicado sobre cerámica egipcia, cho mayor, especialmente si se analiza la suma de obra de A. L. Kelley (1976) con ser meritorio, no todos sus atributos y no cada uno por separado4. pasa de constituir una recopilación de láminas de Aunque pueda parecer paradójico, uno de los instru• estudios anteriores, sin intentar unificar dibujos o mentos de trabajo fundamentales de la arqueología, datos, ni discutir cronologías o atribuciones clara• la seriación de materiales, tuvo su origen precisa• mente superadas8. Por lo que se refiere al período mente en Egipto, gracias al esfuerzo ingente y pio• más representado en las excavaciones hasta ahora nero de W. F. Petrie. Su sequence dating de las realizadas en Heracleópolis, el Tercer Período Inter• cerámicas predinásticas, resultado de un notable es• medio y comienzos de época saíta, baste mencionar fuerzo de clasificación, ha sido confirmado por es• el subtítulo dado por D. Aston para su monografía tudios posteriores y todavía se cita en los más re• sobre la cerámica de ese período: "Tentative foots- cientes y completos manuales como ejemplo señero teps in a forbidding terrain"9. de seriación contextual5. En las décadas posteriores se publicaron sin duda trabajos notables, como el de G. Nagel dedicado a las cerámicas de Deir el Medina6, pero estudios como el citado son más la I.B. SITUACIÓN ACTUAL DE LOS excepción que la regla. ESTUDIOS SOBRE CERÁMICA

Sin embargo, y tras los prometedores comienzos a fines del siglo pasado, los trabajos de Arqueología La situación que hemos descrito comenzó a variar egipcia tomaron a menudo otros derroteros, dedicán• a mediados de los años setenta, cuando un activo dose a menudo a proporcionar textos a los epigrafis• grupo de egiptólogos decidió poner remedio al añejo tas, y centrándose en los monumentos arquitectónicos atraso de los estudios cerámicos. El resultado de su y otros materiales más atractivos. A esto contribuyó, actividad durante los últimos quince años debe con• sin duda, la enorme cantidad de materiales cerámicos siderarse notable. que se hallan en cualquier excavación, y que pueden desanimar a cualquier posible estudioso, sobre todo Durante el Primer Congreso Internacional de si los contextos no han sido excavados meticulosa• Egiptología, celebrado en El Cairo en 1976, se hizo mente. Por otro lado, el carácter ciertamente poco pública la decisión de redactar una Introductory Gui- cuidado o atractivo de la mayoría de las producciones de to Ancient Egyptian Pottery a cargo de diversos cerámicas egipcias, poco dadas a la decoración pin• especialistas, agrupados en el "Groupe International tada, contribuyó a este descuido "ceramológico". Es d'Etude de la céramique égyptienne" (GIECE), cuya significativo, como muestra de las dificultades que cuarta reunión se había celebrado ese mismo año10. debían superarse, que ya en 1933 estuviera en marcha Se pretendía que dicho "Manual" se utilizase como un proyecto de creación de un corpus de cerámica guía en el trabajo de campo. Sin embargo, y por egipcia, basado en criterios homogéneos de descrip• distintas razones, esa obra no ha llegado a ver la luz, ción y clasificación, que nunca llegó a ver la luz7. aunque muchos de sus capítulos fueron redactados y difundidos entre los especialistas en versión Así llegamos prácticamente hasta finales de los dactilografiada11. Los criterios decididos para la or• setenta sin una ebullición de estos estudios. El único ganización de los capítulos constituyen sin embargo

4 J. Bourriau, en Umm el-Ga'ab, p. 8. 5 C. Renfrew y P. Bahn, Archaeology, p. 106-107. El sis• 8 A. L. Kelley, The pottery of .... tema de Petrie es aceptado por los egiptólogos modernos como 9 D. Aston, Tentative footsteps... (e.p.). "the foundation for all modern seriation studies in archaeology". 10 Sobre la organización, características y objetivos del Ma• (J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 44). nual, Bull. Liaison, I (1975), pp. 17-37; también J. Bourriau, 6 G. Nagel, Deir el Médineh. En muchas memorias de ex• en First International Congress of Egyptology, pp. 118 ss. cavación antiguas se hace referencia a las cerámicas, y se ilustran " Por ejemplo, el capítulo dedicado por H. Jacquet Gordon algunos ejemplares notables, pero es frecuente que ni siquiera al período que va ' 'From the Twenty First Dynasty to Ptolemaic se discuta su datación. Period" (Part II, ch. 15), que nos fue amablemente proporcio• 7 T. E. Peet, JEA 19 (1933), p. 62 ss. nado por el GIECE.

20 una buena muestra de los criterios plenamente ac• Como reflejan claramente los trabajos aparecidos tuales con que se abordaba, por vez primera de modo en las publicaciones específicas citadas y en otras sistemático, el estudio de la cerámica egipcia. revistas egiptológicas, el enfoque tradicional en el estudio de la cerámica ha sido sustituido ya por una Sin duda es en el campo de las publicaciones aproximación actualizada, en la que el empleo de donde se ha producido un avance más evidente en ordenadores, técnicas estadísticas, análisis minera• los últimos años. Destaca en primer lugar la publi• lógicos y Arqueología Experimental juegan un papel cación, desde 1975, del Bulletin de Liaison du Grou- fundamental16. Destaca en este sentido la creación de pe International d'Etude de la Céramique Egyptien- un laboratorio de estudios ceramológicos en el IFAO ne, folleto de modestas dimensiones y periodicidad en El Cairo 17. Este progreso guarda directa relación, anual, que ha cubierto la función importantísima de además, con la progresión geométrica en la calidad difundir noticias breves sobre proyectos o excava• de los trabajos de campo que se vienen realizando en ciones en marcha, reuniones y coloquios, resúmenes Egipto18. bibliográficos, etc. El Bulletin constituye realmente un lazo de unión entre los diversos especialistas de• Por Iq que se refiere a los estudios sobre esta dicados a la cerámica egipcia. Ha recogido incluso materia en España, baste señalar que, salvo los tra• los escasos estudios realizados hasta ahora por ar• bajos aislados realizados sobre cerámicas meroíticas queólogos españoles, referidos a los trabajos reali• —por lo demás completamente distintas de las egip• 12 zados sobre yacimientos meroíticos en Sudán . cias de época dinástica— de Sudán, en especial por V. Fernández19, la tradición española ha sido inexis• Sin embargo, el mayor avance de los últimos años tente —al menos en lo referente a publicaciones— viene dado por la aparición, en 1987, del primer hasta mediados de los años ochenta en que se reactivó volumen de los Cahiers de la Céramique Egyptienne, la Misión Española en Egipto tras un hiato de varios revista de gran formato y periodicidad variable, de• años20. En este contexto de ausencia de tradición cien• dicada en exclusiva a los estudios cerámicos, y que tífica y de extrema escasez de documentación biblio• está llamada a ser el principal foro de difusión y gráfica en las bibliotecas españolas debe entenderse debate sobre esta parcela de la Egiptología. el esfuerzo que venimos desarrollando desde 1986 y que ahora presentamos en una primera publicación También en los últimos quince años se han ce• de carácter general; creemos que, precisamente por lebrado importantes exposiciones dedicadas a la ce• la juventud relativa de los estudios cerámicos del rámica del antiguo Egipto, como la titulada Meister- Antiguo Egipto en todo el mundo, la investigación werke altagyptischer Keramik, realizada en noviembre de 1978, o la exhibida en el Fitzwilliam Museum de Cambridge en octubre-diciembre de 1981, cuyo catálogo, a cargo de J. Bourriau, es uno tracts), pp. 224-225; M. J. López Grande, F. Quesada, Sixth de los principales estudios sobre cerámica egipcia13. International Congress of Egyptology (Abstracts), pp. 276-277. 15 Por último, los sucesivos "Congresos Internacionales Por ejemplo, la reciente Mesa Redonda Ateliers de Potiers et Productions Céramiques en Egypte, celebrada en El Cairo en de Egiptología" presentan una floreciente sección Noviembre de 1990 (a publicar en Cahiers de la Céramique específicamente dedicada a los problemas de la Egyptienne, 3). cerámica14, al tiempo que se celebran reuniones es• 16 Véanse a título de ejemplo los últimos números de Bull. pecíficas de manera periódica15. Liaison. También los trabajos publicados en D. Arnold (éd.), Studien zur altâgyptischen keramik (1981), en especial los tra• bajos de C. Traunecker y C. Hope, H. Blauer y J. Riederer. 17 Bull. Liaison, IX 1984 p. 32 18 Bien reflejada por los trabajos de M. Bietak —él mismo 12 V. Fernández en Bull. Liaison, IV (1979), p. 14; VII gran especialista en cerámica— en el Delta Oriental del Nilo. (1982), p. 53. Vid. M. Bietak, Urban Archaeology... (1979), pp. 97-144. 13 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab. 19 Vid. supra n. 12 y también V. Fernández, TP 39 (1982) 14 En los dos últimos (El Cairo, 1988 y Turin, 1991) pudimos 279-334 y la serie de Memorias de la Misión Arqueológica en presentar algunos resultados preliminares del estudio la cerámica Nubia, dirigida por M. Almagro Basch. de Heracleópolis, vid. F. Quesada, M. J. López Grande y M. 20 M. C. Pérez Die, AEspA 61 (1988), pp. 337-341; también C. Pérez Die, Fifth International Congress of Egyptology, (Abs-en Libya and Egypt (1989), p. 115.

21 española puede en pocos años situarse plenamente a Además, y en un nivel menos concreto, el estudio la altura de la realizada por centros e investigadores de alfares actuales en zonas atrasadas o marginales extranjeros. puede darnos algunas pistas —a contrastar arqueo• lógicamente— sobre cuestiones más amplias, como la organización espacial de los alfares, la organi• zación del trabajo, o la distribución de la producción I.C. ESTUDIOS (que todavía hoy se hace en carros de tracción animal ETNOARQUEOLÓGICOS o en barcas). Hay en la vida de los talleres y en la organización del trabajo elementos sumamente es• tables que proceden sin duda de la sociedad islámica Una rama particular de estudios que ha alcanzado tradicional, pero que en buena medida pueden derivar un cierto auge durante los últimos años es el estudio de una tradición milenaria ya asentada cuando árabes etnoarqueológico de las producciones cerámicas ar- —e incluso romanos y ptolomeos— llegaron a Egip• tesanales actuales en ambientes rurales y urbanos de to. Gracias a la rica documentación arqueológica, Egipto. iconográfica y literaria es posible tratar de aislar y Por supuesto, el objetivo de dichos estudios no definir esos elementos perdurables. es la extrapolación directa y mecánica de datos u observaciones referidos a la organización del trabajo, Por último, el análisis de las producciones actua• a la posición social de los alfareros o incluso a la les nos ilustra a la hora de tratar de definir qué va• tipología de hornos o producciones. La brecha tem• riables son significativas y cuáles no lo son, a la poral y cultural que separa los alfares modernos de hora de organizar los materiales arqueológicos en los del Antiguo Egipto es demasiado grande para ello. clasificaciones morfológicas o técnicas, e incluso en A lo sumo, tales comparaciones sólo pueden ser vá• Tipologías que pretendan superar un estadio pura• lidas para cotejar los talleres egipcios islámicos de mente descriptivo. Resulta muy instructivo observar siglos pretéritos y los actuales, pero nunca pueden la sesión de trabajo de un alfarero que moldea una remontarse sin enormes precauciones más allá del serie de vasos de idéntico "tipo": asombra a veces período bizantino21. la notable variedad de secciones de borde que resultan de su trabajo (dependiendo por ejemplo de que se Sin embargo, no cabe duda de que hay un ele• recueste contra la pared o de que se incline sobre el mento que ha permanecido constante a lo largo del torno); un arqueólogo se sentiría obligado a clasificar tiempo: el empleo de la materia prima. Como en• dichos bordes en distintas variantes o incluso tipos. seguida veremos, la determinación de tipos de pastas por regiones naturales y canteras es uno de los cri• De la misma manera es significativo analizar la terios básicos de estudio de las antiguas producciones gran variedad de colores de pastas y superficies que egipcias. En este sentido técnico y concreto, puede resultan de una misma cocción; éstos dependen de la resultar interesante la observación del proceso de tra• posición de cada pieza respecto a la cámara de fuego, bajo en alfares modernos; estos talleres emplean para a la salida de humos, e incluso de su colocación entre sus productos las mismas arcillas que los antiguos otras piezas "gemelas", que alteran la cantidad de artesanos, de modo que cabe analizar con provecho calor o aire que recibe. los resultados de diferentes clases de cocción, las calidades relativas de las diferentes arcillas, y sus Cuestiones como las descritas en párrafos ante• usos diferenciales cuando los hay22. riores han sido abordadas en estudios recientes como los de Nicholson y Patterson23 que ligan explícita• mente la excavación de yacimientos antiguos (por

21 Para observaciones generales sobre la validez de compa• ejemplo, El Amarna) y trabajos etnoarqueológicos de raciones entre producciones modernas y antiguas ver H. Balfet en Ceramics and Man, p. 172. 22 Ver como ejemplo el artículo de K. W. Butzer en JNES 33(1974) cuyo título ' 'Modern Egyptian pottery clays and pre dy• 23 P. Nicholson y H. Patterson, World Archaeology XVII.2 nastic buff ware" resulta toda una declaración de intenciones. (1985), pp. 222-240.

22 campo24. Destaca también en este sentido la aporta• En el caso concreto de las excavaciones españolas ción realizada por arqueólogos franceses25. No es di• en Heracleópolis, el trabajo sobre los materiales ce• fícil trazar las relaciones de estos estudios etnoar- rámicos antiguos ha sido acompañado de una inves• queológicos con otros estrictamente aplicados al tigación etnoarqueológica sistemática de los alfares Antiguo Egipto, como el reciente proyecto de estudio cercanos, cuyos resultados han sido ya en buena parte de los alfares del Imperio Antiguo/Primer Período publicados, por lo que remitimos al lector a los artí• Intermedio en el oasis de Dajla26, que ha incluido culos pertinentes27. una fase de "Arqueología experimental", con la construcción y puesta en funcionamiento de un horno * Nota: Desde que este trabajo se entregó para su de modelo antiguo. publicación (Septiembre 1993) han aparecido va• rios trabajos importantes sobre cerámica egipcia. Queremos destacar el estudio de A.J. Spencer Ex- cavations at El-Ashmunein III (Londres 1993). El complejo cerámico de dicho yacimiento presenta 24 "However, attempting to be more precise about the ope• extraordinarias semejanzas con el aquí recogido de rations carried on at the workshop [en el área Q48.4 de Amarna] at the level of technology it employed would have been difficult Heracleópolis. and highly conjectural were it not for the application of eth- noarchaeology and experiment". P. T. Nicholson, Sixth Inter• national Congressof Egyptology (Abstracts), pp. 302-303. El es• tudio de actividades que requieren del empleo de recipientes 27 F. Quesada y M. J. López Grande en BolAEO 24 (1988), cerámicos, como la fabricación de pan en molde, también se pp. 325-355 y Rev. Arqueología 83 (1988), pp. 6-14. Remitimos beneficia del trabajo etnoarqueológico (ver por ejemplo D. Sa• a estos artículos para la exposición detallada de resultados, cen• muel, en Amarna Reports V (1989), p. 265. trados en dos conclusiones: en primer lugar, la dificultad de 25 Sobre todo, P. Brissaud, Louqsor; L. Golvin, J. Thiriot y distinguir arqueológicamente la mayoría de las estructuras y áreas M. Zakariya, Fustat. Muestra también del interés por estudiar de trabajo de un alfar egipcio; en segundo lugar, la amplia va• la evolución global de las producciones cerámicas desde el pe• riabilidad de formas, tamaños, colores y texturas en piezas que ríodo faraónico a nuestros días es la reciente Mesa Redonda corresponden al mismo "tipo", producidas en un período de Ateliers de Potiers et Productions ceramiques en Egypte (vid.tiemp o muy limitado. Este último aspecto, junto con el estudio supra n. 15). Para la comparación de análisis entre pastas anti• de las arcillas utilizadas hoy en día, ha resultado del mayor interés guas y modernas ver por ejemplo J. Bourriau y P. Lacovara, para el proyecto principal de carácter estrictamente arqueológico. Bull. Liaison, IX (1984), p. 15. No debe olvidarse un primer trabajo de campo publicado ante• 26 G. Soukiassian et alii, Ayn-Asil, passim. Ver especial• riormente por E. Gálvez Vázquez en Historia 16 99 (1984), mente p. 43, n. 1; p. 69, n. 1. pp. 79-92.

23

II. METODOLOGÍA

II.A. FASES DEL TRABAJO ción se mantuvo hasta que en 1989 se pudo edificar a pie de yacimiento el pequeño taller-almacén de la El estudio sistemático de la cerámica de Hera- Misión Española. cleópolis, iniciado en 1986, partía como se ha dicho Los tres factores citados determinaron en cierto de una casi absoluta ausencia de precedentes en la modo la evolución de nuestro trabajo, que debe di• investigación española. Esos comienzos necesaria• vidirse en dos fases: una anterior a la campaña de mente titubeantes coincidieron con una verdadera— 1989 y otra desde dicho año. cristalización de los estudios ceramológicos en Egip• to, basada sobre todo en el análisis de las pastas y El trabajo de las primeras campañas se hallaba arcillas, cuyos resultados sólo entonces comenzaban condicionado por dos necesidades en parte contra• a ser publicados. A estas dificultades científicas y dictorias: por un lado era imprescindible documentar bibliográficas se unían otras de índole práctica, en debidamente la totalidad de la ingente cantidad de especial la absoluta imposibilidad de almacenar y material cerámico excavado, puesto que se iba a per• conservar la casi totalidad de los fragmentos cerá• der al concluir la excavación; eso suponía llegar a un micos recuperados en la excavación28. Dicha situa- compromiso entre la cantidad de información a ex• traer y el tiempo que se podía dedicar a cada frag• mento o a cada contexto arqueológico. Por otro lado, 28 Pese a nuestros deseos —a veces expresados con vehemen• era necesario obtener una visión lo más coherente cia—, y pese a los esfuerzos de la Directora de la Misión, las posible del conjunto de material procedente de di• peculiares circunstancias del entorno en que se desarrolla el tra• versos niveles de la excavación, para ponernos en bajo de campo, y sobre todo la lamentable ausencia de un local fijo de trabajo y almacenamiento, impedían conservar un material condiciones de realizar las preguntas adecuadas y que ocupaba muchos metros cúbicos cada campaña. Puesto que sobre todo de poder seleccionar la información real• el tiempo disponible para analizar la cerámica era exactamente mente útil, desechando —por falta material de tiem• el tiempo de duración de la campaña de campo, cualquier ar• po— aquello que pudiera resultar redundante. queólogo experimentado entenderá las dificultades de mantener el mismo ritmo. Sólo el éxito que verdaderamente supuso para Estas dos necesidades son contradictorias porque la incipiente Egiptología española contar con un también modesto (pero no por ello menos bienvenido) almacén-taller de estudio, la documentación inmediata de todos los datos po• pudo alterar esta situación lamentabilísima. sibles exigía un ritmo de trabajo muy intenso y el

25 empleo de un sistema de fichas pre-codificadas, bido a la pérdida de las piezas originales. Por otro mientras que el análisis de problemas y diseño de lado, el número de nuevas formas y variantes superó tareas de investigación demandaba un trabajo pau• pronto todas las previsiones. Con todo, la ordenación sado y un constante re-examen de lo ya analizado, y clasificación aquí presentada (Capítulos IV y V) se para pulir los procedimientos y eliminar errores o basa estrechamente en el modelo inicial, que se mos• evitar contradicciones. tró válido en sus rasgos generales, aunque limitado a los rasgos morfológicos. El sistema escogido para conciliar en lo posible todas las necesidades fue el siguiente: se creó una El esfuerzo inicial no habría resultado suficiente primera clasificación del material cerámico a partir de no haber sido por la amable e inmediata colabo• de los dibujos y descripciones de los materiales ha• ración obtenida de egiptólogos ya veteranos en el llados en la campaña de 198529, pero sin considerar estudio de la cerámica egipcia, en especial P. Ballet, las pastas, que no habían sido analizadas de acuerdo P. French, J. Bourriau y D. Aston, quienes en su• con los criterios actuales que se describen más ade• cesivas visitas y consultas facilitaron notablemente lante. Dicha clasificación o Tipografía se desarrollaba nuestro trabajo, con indicaciones directas y la apor• en grandes paneles que combinaban dibujos, esque• tación de numerosos manuscritos inéditos, que nos mas descriptivos y códigos de descripción. Se es• permitieron mejorar nuestro sistema de registro y cla• tructuró de manera arborescente para facilitar su am• sificación de acuerdo con los criterios más recien• pliación sin alterar la estructura básica. Unos paneles temente adoptados por la multinacional comunidad recogían las formas completas y otros los fragmentos de ceramólogos especializados en el Egipto antiguo. de bordes y bases que no proporcionaban el perfil A partir de 1989, y hasta 1992, podemos consi• completo. De este modo, cuando—por piezas nuevas derar una segunda fase en nuestros trabajos, carac• o paralelos— se identificaba con precisión y sin am• terizada por varias circunstancias de diferente orden. bigüedad un nuevo perfil completo, el borde o base La ya citada construcción de un pequeño edificio y sus variantes pasaban a integrarse en la clasificación destinado a almacén, gabinete de trabajo y taller de de las formas ya completas. restauración ha permitido almacenar conveniente• mente las cerámicas halladas durante cada campaña El objetivo de estos paneles era limitar la nece• de excavación; en consecuencia, ya no es necesario sidad de hacer nuevos dibujos sólo a los nuevos tipos estudiar sobre la marcha todo el material recuperado o variantes, ahorrando así un tiempo precioso. Este cada año. La nueva situación permite un análisis más sistema gráfico se complementaba con una ficha de pausado de los contextos escogidos en cada caso, y inventario codificada para recoger de modo siste• sobre todo posibilita reexaminar materiales ya estu• mático los datos esenciales de cada fragmento des• diados para contrastar hipótesis, comprobar clasifi• crito, incluyendo, además de la descripción tipográ• caciones de pastas, etc. En consecuencia, el ritmo de fica —tomada de los paneles—, los datos usuales de trabajo, más lento, permite algo más que documentar técnica, tamaño, acabado, color de la pasta, etc. Di• aceleradamente toda la información posible antes de cha ficha estaba diseñada para trasladar directamente perderla, aunque lógicamente el ritmo de estudio sea la información a una base de datos informática creada

30 ahora mucho más lento que el de excavación. al efecto .

En parte como resultado de lo antedicho, y sobre Este sistema permitió el almacenamiento y pro• todo como consecuencia de los trabajos de la primera cesamiento de una información ingente, pero no po• fase, se ha avanzado sustancialmente en los aspectos día suplir los defectos inherentes a la imposibilidad de clasificación. El torrente de nuevas formas y va• de contrastar hipótesis o reconsiderar decisiones, de- riantes de los primeros años ha remitido considera• blemente, lo que ha permitido trasladar el peso del trabajo; del énfasis inicial en la clasificación de nue• 29 Realizados por Rafael de la Rosa, Silvia Ripoll y M. Angel vos materiales hemos podido pasar a refinar los cua• Núñez, a quienes expresamos nuestro reconocimiento. 30 Agradecemos al Dr. J. Vicent su colaboración en las fases dros y tablas, a profundizar en los detalles cronoló• iniciales de creación de la base de datos. gicos y en las asociaciones forma-decoración-pasta.

26 En tercer lugar, hemos podido enfatizar el estudio neral y otro específico donde se recoge la clasifica• de las pastas cerámicas empleadas en distintos perío• ción y descripción de las pastas documentadas en dos y para diferentes tipos de vasos, diseñando unas Heracleópolis Magna. tablas de clasificación acordes con los criterios em• pleados en Egiptología y compatibles con el llamado El Capítulo IV, sin duda el más extenso, se dedica "Sistema de Viena". a analizar las producciones cerámicas por períodos cronológicos, comenzando por el más antiguo do• Todos estos aspectos han permitido definir pro• cumentado. Para cada período se sigue un esquema gresivamente las producciones empleadas en el ya• más o menos fijo, que desarrolla los siguientes temas: cimiento a lo largo de los diversos períodos docu• mentados, cada una con su personalidad y a) Grupos formales (incluyendo descripciones y características propias. paralelos).

Como consecuencia de la mayor integración de b) Síntesis de las técnicas, acabados y decora• los estudios de morfología, técnica y cronología, he• ciones de la cerámica del período. mos podido reconvertir la Clasificación o Tipografía c) Ejemplos concretos de asociaciones o contex• inicial realizada en 1986 en una Tipología de los tos típicos (ante la imposibilidad física de tra• materiales de Heracleópolis, que pretende tener en tarlos todos). cuenta no sólo formas o decoraciones, sino también pastas, cronología y, cuando es posible, funcionali• d) Valoración general de la cerámica del período dad. El resultado final (Capítulo V) se expone a con• dado en el conjunto de la parte excavada del tinuación del estudio detallado por períodos (Capítulo yacimiento. IV). Para cada fase se han agrupado las piezas siguien• La tercera fase, que nos proponemos iniciar a do la lógica interna propia de cada período, y no un continuación, resulta del trabajo efectuado en la pre• esquema tipológico global predeterminado, que obli• sente Memoria, y se centra en: a) Refinar y completar garía a dejar numerosos huecos correspondientes a la Tipología —ya no clasificación preliminar— crea• los tipos y variantes no existentes —o no documen• da, teniendo en cuenta todos los factores antedichos, tados— en ese período. Por ello, la descripción de b) Analizar, según las necesidades, contextos o ni• las producciones del Primer Período Intermedio no veles concretos de la excavación, de acuerdo con las sigue exactamente la misma estructura que la de otros necesidades inmediatas del trabajo de campo, para momentos, como por ejemplo el Período Saíta. precisar cronologías, establecer patrones de ajuares, etc. Cada descripción —en párrafo numerado— va precedida de su clasificación de "Tipo", referida a la Tipología General que se explica en el Capítulo V. Como la estructura de la Tipología abarca todo el II.B. ESTRUCTURA DEL ESTUDIO. yacimiento y se basa en grandes "Clases" (conjuntos RELACIÓN TIPOLOGÍA FINAL/ de formas, abiertas, cerradas, especiales), es lógico TEXTO que los "Tipos" se sucedan en aparente desorden. La lógica de esa Tipología será evidente cuando al Tras el capítulo introductorio, dedicado a la si• final del estudio se presente la visión general. tuación de los estudios cerámicos en Egipto, y los presentes párrafos, dedicados a explicar cuestiones Hay algunos fragmentos —normalmente bor• prácticas de procedimientos de trabajo, nuestro es• des— que todavía no han podido integrarse en la tudio procederá del siguiente modo: Tipología, porque su perfil completo no se ha iden• tificado todavía con seguridad. En tal caso, en lugar El Capítulo III analiza en detalle la problemática del Tipo se indica el código digital de la Clasificación de las clases de arcillas empleadas para la fabricación o Tipografía preliminar que se ha explicado en las de la cerámica egipcia antigua, con un apartado ge• páginas anteriores. A medida que se identifique la

27 forma completa de esos bordes, se irán integrando U.C. ORGANIZACIÓN DE FIGURAS Y en la Tipología definitiva. LÁMINAS

Además, y para facilitar la relación entre la Ti• pología (resumida en el Capítulo V y reflejada en los cuadros anexos al Cap. V) y el cuerpo del texto, cada Por razones de organización, denominamos Fi• uno de los párrafos que describen tipos lleva un nú• guras —con numerales arábigos— aquellos gráficos, mero de orden (en numerales arábigos) cuya única cuadros y dibujos insertos en el cuerpo del texto, y finalidad es facilitar la consulta: cuando se quiera Láminas —con numerales romanos— aquellas que más información sobre un Tipo recogido en el Cuadro ocupan caja completa y se colocan juntas al final. desplegable, sólo es necesario buscar el número de Incluyen un corpus de dibujos de formas cerámicas. párrafo correspondiente, que siempre es correlativo, en lugar de buscar el Tipo, que como se ha dicho no A grandes rasgos, las Láminas se han ordenado sigue en el cuerpo del texto un orden numérico, sino de acuerdo a un doble criterio, cronológico y formal. uno adaptado a cada período. Dentro de cada período, las formas se han agrupado de acuerdo con criterios de clasificación tipológica, El Capítulo V se dedica a construir un cuadro comenzando normalmente por las formas cerradas y tipológico global que abarque el conjunto de la ce• continuando por las abiertas. rámica del yacimiento, teniendo en cuenta caracte• rísticas morfológicas, técnicas y funcionales, pero Nuestro criterio ha sido publicar una muestra de delimitando al tiempo las producciones propias de todas las formas completas y de todos los tipos de cada época, o "denunciando" aquellas de larga per• bordes y bases de cada período, cuando éstos se han duración, que se documentan en varias fases del ya• identificado con claridad. cimiento. No hemos recogido en la presente publicación, Este capítulo se organiza sobre todo a partir de para evitar confusiones o errores, un moderado por• grandes tablas y gráficos-resumen, que sintetizan y centaje de formas dudosas —no adscribibles a un recogen todo lo expuesto en el Capítulo IV para ofre• período o períodos—, debido a su rareza, o por haber cer una visión general y, a partir de ella, extraer otras aparecido en contextos mal aislados o revueltos. conclusiones de alcance más amplio que las obtenidas para cada período concreto. En los cuadros, aparece tanto el tipo (en numerales romanos) como el número Cuando una variante de borde o base está repre• de párrafo en que la pieza se describe en el Cap. IV sentada en una forma completa, el criterio seguido (número arábigo). ha sido no repetir más fragmentos de ese modelo de borde —aunque sí algunas variantes—, salvo que se El Capítulo VI, por fin, trata de extraer las con• sepa o sospeche que dicha variante pudo haber for• clusiones globales del estudio, más desde un punto mado parte de vasos de morfología diferente a la ya de vista cultural (o "antropológico") y general (ar• conocida (esto es, cuando hay razones para creer que queológico) que desde una visión estrictamente "ce- un mismo tipo de borde o base se utilizó en recipientes ramológica". de diferente forma).

28 III. ARCILLAS Y PRODUCCIONES CERÁMICAS

III. A. PASTAS: lizaron, mezcladas con agua y diferentes desgrasan• TIPOS Y CLASIFICACIONES31 tes, para fabricar las pastas usadas por los alfareros. Estas podían basarse en arcillas de una de las dos III.A.l. Arcillas y pastas en Egipto clases básicas, o en una mezcla de ambas, de acuerdo con la disponibilidad de materias primas y con los resultados buscados por el alfarero. Por tanto, la pasta En el Antiguo Egipto —como en el moderno— elaborada por el ceramista se compone de tres ele• se emplearon básicamente dos clases de arcillas para mentos básicos: arcilla, desgrasantes naturales o aña• 32 la fabricación de cerámica . Dichas arcillas se uti- didos y agua.

El primer grupo de arcillas es el formado por los 31 Este apartado debe entenderse como una síntesis de los depósitos aluviales del Nilo (Ingl. silt clay o Nile criterios empleados en Arqueología Egipcia para clasificar las clay; fr. argüe du Nile; al. Niltone). Contiene una pastas cerámicas. Se orienta sobre todo a lectores no familiari• serie de impurezas naturales entre las que destacan zados con estas cuestiones. Quienes dominen los criterios em• pleados en Egiptología puede pasar directamente al siguiente materiales orgánicos, arena y mica. Su color es gri• apartado. sáceo o pardo. Una vez cocida en atmósfera oxidante, 32 Buenos resúmenes generales sobre esta cuestión pueden ha• resulta una pasta de color rojizo o marrón-rojizo que llarse en J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, pp. 14-15, y en C. Hope, a menudo mantiene un núcleo gris, negruzco o pardo Egyptian Pottery, p. 10. La existencia de los dos grupos básicos de arcillas es conocida desde los años veinte (A. Lucas, Materials oscuro, consecuencia de una oxidación incompleta. & Industries, pp. 316 ss.), si bien su estudio sistemático no se Salvo en las pastas más depuradas, por lo general inició hasta principios de los setenta, vid. K.W. Butzer, JNES esta arcilla resulta bastante porosa al cocerse. La ar• 33 (1974), pp. 377 ss. cilla aluvial abunda en las zonas cultivadas que bor• El resumen más completo y sintético es el aparecido en LA VI (1985), pp. 629-634, que amplía el catálogo de pastas recogido dean el río, y por lo general tiene un elevado con• en Umm el-Ga'ab. En otros trabajos referidos a producciones de tenido de impurezas orgánicas. momentos o lugares concretos se realizan clasificaciones más precisas o ajustadas a problemáticas particulares. Dichas clasi• El segundo grupo de arcillas procede de las capas ficaciones no siempre se ajustan al sistema general o "sistema Viena", lo que ha dado lugar a numerosos añadidos de tipos geológicas margosas situadas bajo o entre los estratos complementarios o a clasificaciones diferentes. de calizas del desierto arábigo o líbico (ingl. marl

29 clays; fr. argüe du desert; al. Mergeltone). Contienen III.A.2. Arcillas aluviales (Nile clays/Silt clays) dosis elevadas de carbonato calcico con bajo conte• nido de sílice; su color es más claro que en el grupo Nile A: Abundantes desgrasantes de arena fina, anterior, y produce pastas cuyo color post-cocción es con granulos medianos y grandes. No se aprecian, a rosáceo, amarillento, blanquecino o incluso verdoso. 30x ampliaciones, desgrasantes orgánicos. Mica A grandes rasgos, estas arcillas corresponden con las abundante. Porosidad moderada y pasta dura. empleadas en las producciones modernas de las re• giones de Qena y Bailas, de modo que en ocasiones Nile Bl: Se diferencia de la Nile A en que, a los todavía se encuentran referencias descriptivas alusi• desgrasantes arenosos (cuarzo, feldespato...) y mica vas a "cerámica de Bailas", indicando no un lugar se añaden escasos desgrasantes orgánicos pequeños 33 de origen sino un tipo de pasta . Las arcillas mar• (<2 mm.). Mayor porosidad. gosas resultan por lo general en pastas más densas y duras que las basadas en arcillas aluviales. Nile B2: Abundan los granos de arena medianos y finos y bastantes desgrasantes orgánicos de mayor A estos dos grandes grupos podrían añadirse las tamaño. arcillas del Plioceno localizadas en algunos puntos entre Esna y El Cairo, las arcillas caolínicas del Sur Nile C: Desgrasantes arenosos medianos y grue• (Nubia hasta Asuán) y las arcillas de los Oasis del sos, orgánicos medianos y gruesos (<5 mm.). Bas• desierto Líbico, en esencia una clase de arcillas del tante porosa, blanda y basta. desierto. Estos últimos grupos son mucho menos fre• Nile D: Desgrasantes arenosos pequeños y me• cuentes como materia prima básica de las pastas ce• dianos en los que se incluyen partículas calizas (car• rámicas del Antiguo Egipto34. bonato calcico). Presencia habitual, pero no siste• A partir de estos grupos se fabricaron y se fabrican mática, de desgrasantes orgánicos pequeños. en Egipto diversas pastas cerámicas, que se distin• Nile E: Desgrasantes arenosos pequeños y me• guen, en el caso de los estudios arqueológicos, uti• dianos muy abundantes, redondeados, junto con ve• lizando como criterio los tipos y cantidades de im• getales grandes. Pasta muy porosa, blanda de fractura purezas naturales y desgrasantes añadidos deleznable. artificialmente. Los grupos resultantes se conocen como "Sistema de Viena"35, que sintetizamos a con• tinuación, manteniendo la terminología inglesa ge• neralizada entre los egiptólogos (resumen sintético en III.A.3. Arcillas margosas (Desert clays/marl la Figura 1). clays)

Mari Al: Pasta generalmente homogénea, densa y fina, a veces con poros resultado de la combustión de partículas calizas. Color rojizo pálido con núcleo ocasionalmente grisáceo. Abundan los desgrasantes calizos añadidos intencionalmente, que debido a la 33 K. W. Butzer, JNES 33 (1974), p. 377. temperatura de cocción relativamente baja no han 34 LA VI (1985), p. 631. desaparecido. Algunos desgrasantes micáceos y are• 33 Tal denominación surge de una reunión de arqueólogos mantenida en Viena en el año 1980, en la que se propuso una nosos. clasificación preliminar a partir del examen sistemático de una colección de fragmentos de distintas regiones y épocas (del Ba- Mari A2: Pasta muy densa y dura, homogénea. dariense a fines del Imperio Nuevo) observados bajo una am• Rojiza clara o rosácea, incluso blanquecina. Algunas pliación de 30x. En años posteriores los análisis se han refinado partículas calizas, a veces huecos resultado de su mediante la aplicación de técnicas como la Activación neutrónica. Precisamente la ausencia de cerámicas de Baja Epoca en la cla• combustión. Algunos desgrasantes arenosos. sificación inicial ha llevado a sucesivas ampliaciones del sistema original, no siempre coordinadas entre distintos investigadores. Mari A3: Similar a A2 pero con más desgrasantes J. Bourriau en Bull. Liaison, IX (1984), p. 46. arenosos y calizos quemados. Color amarillento/blan-

30 quecino con zonas rosáceas (Bourriau) y gris claro alcanzada en la cocción. También aparecen desgra• (Nordstrom). santes arenosos finos. Color rojo claro o grisáceo. Temperatura de cocción entre 850-1000° C. Marl A4: Pasta rosacea o amarillo pálido. Nu• merosos poros por combustión de partículas calizas Mari C2: Equivalente a Cl pero con temperatura (cocción cercana a los 1000° C). Abundan los des• de cocción inferior (750-850° C). Los desgrasantes grasantes arenosos finos y medianos e incluso huellas calizos aparecen más a menudo intactos. de desgrasantes vegetales. Mari D: Pasta dura y homogénea. Superficie ás• Marl B: Pasta homogénea con una elevadísima pera. Hasta un 25% de desgrasantes calizos de pe• proporción (hasta 40% de la masa) de desgrasantes queño y mediano tamaño, y algunos arenosos. No arenosos (cuarzo, feldespato) angulares, que dan una aparecen los poros característicos de Mari A y C. superficie áspera. A veces, algo de mica y desgra• Color gris parduzco claro y gris claro en superficie. santes vegetales. Color rosáceo, con superficie gris. Mari E: Pasta homogénea. Desgrasantes arenosos Marl Cl: Pasta homogénea y compacta, muy medios y grandes, y abundantes desgrasantes vege• dura. Numerosos desgrasantes calizos en diversos es• tales de entre 2 y 5 mm. No se aprecian desgrasantes tados de desaparición debido a la elevada temperatura calizos. Color gris o gris verdoso.

GRUPO VARIANTE TEXTURA POROSIDAD COLOR TIPO DESGRASANTES TAMAÑO DESGRASANTES

NILE A Dura y firme Moderada Rojizo, pardo Arenosos (cuarzo, faldespato) Finos. Algunos medianos y gruesos marrón No hay orgánicos visibles

HI Firme Moderada Pardo, marrón, Arenosos Finos, MEDIANOS MAS ABONO rojizo Micáceos < 2 mm ORGANICOS PEQUEÑOS NILE B B2 Firme Moderada Pardo, marrón, Arenosos MEDIANOS redondeados. Finos rojizo ORGANICOS PEQUEÑOS Y MEDIANOS

NILE C — Blanda y Grande Rojizo. Núcleo Arenosos Medianos/gruesos. Redondeado deleznable a menudo negro Orgánicos MEDIANOS Y GRUESOS

NILED — Arenosos Pequeños/medianos PARTICULAS CALIZAS Pequeños A menudo, Orgánicos

NILEE — Deleznable Alta Rojizo. Núcleo Muchos arenosos redondeados Medianos a menudo negro ORGANICOS GRANDES

Al Homogénea, Escasa Rojizo pálido, a Calizos intencionales Finos densa, dura veces núcleo Algunos arenosos grisáceo Algunos micáceos (oscuros)

A2 Homogénea Escasa Rojiza clara, Calizos rara vez quemados Finos Densa y dura rosácea, Algunos arenosos blanquecina MARL A3 Homogénea Escasa, salvo Amarillento o Calizos a veces quemados A Densa y dura combustión blanquecino con Bastantes arenosos desgr. calizos zonas rosa Algunos orgánicos Gris claro

A4 Homogénea Irregular Rosácea o Calizos casi siempre quemados Muchos poros grandes Muy dura abundan huecos amarillo pálido Muchos arenosos desgr. calizos Algunos micáceos Algunos orgánicos

MARL B Homogénea y Escasa Rosácea. Supf. Hasta 40% arena de rioañadid a (cuarzo, muy dura gris feldespato) Supf. áspera Ocasionalmente, orgánicos Ocasionalmente, mica oscura

31 GRUPO VARIANTE TEXTURA POROSIDAD COLOR TIPO DESGRASANTES TAMAÑO DESGRASANTES

Cl Homogénea y Poros de desgr. Rojo claro o Muchas partículas calizas más o menos muy dura calizos grisáceo descompuestas MARL C C2 Homogénea y Poros de desgr. Rojo claro o Muchos calizos no perdidos cura calizos marrón claro Algunos arenosos

MARLD — Homogénea Escasa Marrón grisáceo Hasta 25% de calizos no descompuestos Finos-medianos claro Algunos arenosos Supf. gris cl.

MARLE — Homogénea Escasa Gris claro o gris Arenosos Medios y grandes verdoso Orgánicos Medios y grandes (hasta 5 mm) No hay calizos

Figura 1. Cuadro-resumen de las características de las pastas cerámicas de acuerdo con el 'Sistema de Viena'

III.A.4. Las "pastas mixtas" y otros problemas En el mismo yacimiento, P. Nicholson y P. Rose diseñaron una clasificación diferente para los mate• riales —en este caso más antiguos, de la XVIII Di• Debemos decir, con todo, que los trabajos re• nastía—, documentados en la Villa de los Obreros39. cientes aprecian una cada vez mayor presencia de Esa clasificación sustituyó otra empleada inicialmen- pastas "mixtas", fabricadas a partir de una mezcla te, que había sido diseñada por C. Hope a partir de de barros de los dos grandes grupos de arcilla aluvial los materiales del palacio tebano de Malkata40. En 36 y caliza . Este fenómeno se observa especialmente este caso, el problema no eran las "silt clays", sino durante el I milenio a.C, precisamente el período al la presencia de pastas mixtas, que Hope había cla• que corresponde la gran mayoría de la cerámica do• sificado en un grupo aparte. Nicholson y Rose se cumentada en los niveles excavados de Heracleópolis declaran incapaces de distinguir las "marls" de las Magna (Tercer Período Intermedio y época saíta). mixtas por examen visual directo, y por tanto inclu• Puesto que ese momento crepuscular del Egipto fa• yen las segundas en el gran grupo de las "marl"41. raónico corresponde además a un período de nueva tecnología37, el sistema empleado en Heracleópolis Estos ejemplos han sido escogidos para mostrar no se ajusta exactamente a la clasificación de Viena, la gran variedad existente de sistemas de clasificación y algunas de sus pastas no parecen estar contempladas de pastas, que sólo se acogen al "Sistema de Viena" en ella. en su línea más general y obvia (distinción entre arcillas aluviales, margosas y mixtas). Se podrían El problema que nosotros hemos anotado en He• espigar otras muchas clasificaciones, cada una con racleópolis, ha sido experimentado por investigado• sus peculiaridades, en diferentes memorias de ex• res mucho más veteranos en otros yacimientos egip• cavación y trabajos específicos referentes a yaci- cios. Así por ejemplo, P. French se declaraba incapaz de subdividir las pastas de arcilla aluvial en su estudio sobre la cerámica de Baja Epoca de las Tumbas Sur estas pastas de Amarna contengan cantidades significativas de de Araarna. Por lo que se refiere a las "Mari clays", desgrasantes calizos, que en modo alguno son considerados ca• racterísticos de las pastas de arcilla aluvial bajo el "Sistema de el mismo autor utilizaba un sistema diferente al que Viena". hemos resumido38. 39 P. Nicholson y P. Rose, en B.J. Kemp (ed.) Amarna Reports II (1985), pp. 134 ss. 40 C. Hope en Malkata and the Birket Habu, pp. 66 ss.; sistema variado en C. Hope, H. M. Blauer y J. Riederer, D. 36 C. Hope, Egyptian Pottery, p10. . Arnold (ed.) Studien zur Altágyptischen Keramik, pp. 139-166. 37 LA VI (1985), p. 634. 41 P. Nicholson y P. Rose, en B. J. Kemp (ed.) Amarna 38 Aunque el 95% del material estudiado correspondía a ar• Reports II (1985), p. 134. Un problema abordado por los autores, cillas aluviales, "No satisfactory subdivision of this ware was que no podemos desarrollar aquí, es el de la dificultad de dis• found possible; occassional sherds with an unusual amount of tinguir tipos y variantes a partir de la cantidad y tipo de distintos included matter are individually mentioned. Most sherds contain desgrasantes. Cuando se trata de casos extremos, no hay difi• both mineral and vegetable inclusions". P. French en B.J. Kemp cultad, pero los problemas son grandes en casos intermedios, (ed.) Amarna Reports III (1986), p. 152. Es significativo que muy abundantes.

32 mientos o zonas concretas42. De entre ellos, quizá el no conocidas en otros yacimientos, que por tanto no más próximo a nuestro campo de interés sea el de H. encajan en un "Sistema de Viena" puro; y, por úl• Jacquet Gordon, dedicado a la cerámica datable entre timo, las inconsistencias que provocan las llamadas la XXI Dinastía y época Ptolemaica43. "pastas mixtas", que no entran bien en ninguno de los apartados o pueden incluirse en varios a la vez.

De acuerdo con estas consideraciones, y al igual III.B. CLASIFICACIÓN DE PASTAS EN que otros investigadores antes que nosotros, desde la HERACLEÓPOLIS MAGNA campaña de 1989 decidimos sistematizar las descrip• ciones de pastas realizadas con criterios "europeos" en campañas anteriores, de acuerdo con una taxo• III.B.1. Clases de pastas nomía alfanumérica propia, basada a grandes rasgos en los grandes grupos del sistema vienes, pero adap• tada a las peculiaridades heracleopolitanas. Queda Al igual que en otros casos y yacimientos, tal y para una fase ulterior —pendiente, entre otras cosas, como acabamos de indicar en el apartado anterior, el de un debate entre diferentes especialistas— la ela• "Sistema de Viena" no puede aplicarse directamente boración de una tabla de correlaciones precisa entre a la variedad de pastas documentadas en Heracleó- nuestras clases y los de Viena, aunque debe quedar polis, debido a tres razones: la abundancia de ma• bien entendido que hay ya varios tipos de Heracleó- teriales tardíos con pastas peculiares (no tenidos en polis que difícilmente se pueden incluir en el esquema cuenta en la reunión de Viena que sólo llegó hasta que se ha resumido en páginas anteriores. el final del Imperio Nuevo); la abundancia de pastas

Las pastas identificadas en Heracleópolis se di• vidieron en cuatro grandes grupos (I a IV), dejando 42 La mayoría de las clasificaciones se basan en examen vi• un grupo libre en reserva (el V) y asignando el VI a sual de fracturas frescas de fragmentos, bajo una ampliación de lOx a 30x. A menudo se ha tratado de contrastar los resultados las pastas importadas, fundamentalmente de proce• con exámenes petrológicos o microscópicos, con resultados va• dencia levantina. riados pero en general coincidentes. Ver por ejemplo C. Hope, El Grupo I corresponde a pastas realizadas a partir H. M. Blauer y J. Riederer, en D. Arnold (ed.) Studien zur de arcilla aluvial ("silt clay"), de tonos rojizos y Altàgiptischen Keramik, pp. 146-147 (materiales de la XVIII Dinastía). A veces, con la difusión del sistema de Viena, ciertas ocasionalmente ocres con núcleos pardos o negruz• clasificaciones se han "reformado" en un loable intento de ho- cos. Texturas variadas según la clase. mogeneización: es el caso de la reciente clasificación de C. Hope, que vuelve sobre la cerámica de Malkata (cf. nota 36) y la re- clasifica de acuerdo con el "Sitema de Viena"; ver C. Hope, la Pottery ofthe Egyptian New Kingdom, p. 4. Es de lamentar que Pasta fabricada con arcilla aluvial, poco de• en lugar de diseñar una "Tabla de reconversiones", el autor se limite a señalar en nota la equivalencia con las dos clasificaciones purada. Textura deleznable, con fractura previas (cf. n. 40). En este trabajo se aprecia, con todo, una nota irregular. Porosidad media. Desgrasantes pesimista: no siempre es posible distinguir entre los diferentes abundantes y visibles. Se aprecian huecos de tipos de pastas (p. 4). desgrasantes vegetales medianos y ocasio• Otras clasificaciones no ajustadas al "Sistema de Viena": J. Bourriau y D. Aston, en G. Martin (ed.) Poser andRa'ia, pp. 32- nalmente grandes, algunos desgrasantes ca• 55 (Saqqara, Imperio Nuevo); D. Aston (e.p) Kom Rab'ia (Men- lizos, y abundantes arenosos finos. fis, ss. XII-VII a.C, sistema basado en el anterior de Saqqara, con algunas correlaciones no sistematizadas con el Sistema de Las temperaturas de cocción varían bastante, Viena); P. French y H. Ghaly, CCE 2 (1991), pp. 98-99 (Baja y en consecuencia el color, que sin embargo Epoca, basado en el sistema de Saqqara); D. Aston y B. Aston (e.p.) Qantir (fin del SPI hasta la XXI Dinastía, con referencias se mantiene siempre dentro de la gama del explícitas a los grupos equivalentes en el Sistema de Viena); G. rojo-naranja intenso, a menudo con bandas Soukiassian et alii, Ayn-Asil, pp. 75 ss.; G. Pierrat, CCE 2 ocres en los laterales. La superficie de los ( 1991 ), pp. 147 ss., y también G. Lecuyot y G. Pierrat en Ateliers vasos fabricados con esta pasta suele apa• de Potiers et Productions Céramiques en Egypte, cf. n. 14 (ce• rámicas tardías de Tod). recer someramente alisada, y a menudo en- 43 H. J. Gordon (e.p.) en Introductory Guide, cf. n. 10. gobada en rojo mate muy deleznable.

33 Es la pasta más frecuente en Heracleópolis, Id en especial durante el TPI. Corresponde a Similar a la pero de textura más fina, con grandes rasgos a la Nile B del Sistema de menos huecos en la pasta. Sin embargo es Viena. mucho más blanda que la. Frente a los co• lores rojos y naranjas de la se caracteriza por Ib los tonos ocres con núcleo gris oscuro o ro• Pasta fina, bastante homogénea y compacta, jizo. En algunas piezas aparecen abundantes aunque no muy dura. Algunas piezas pre• desgrasantes blancos. sentan poros alargados pequeños. Factura Esta es una de las clases de pasta más fre• bastante recta pero no muy afilada. La ca• cuentes en Heracleópolis. Suele utilizarse en lidad de cocción oscila bastante, entre piezas formas no muy cuidadas, a menudo abiertas. que presentan signos de vitrificación y otras Corresponde muy bien con la Nile Bl del más deleznables. Desgrasantes muy finos o sistema vienes. finos, incluyendo rara vez mica y algunos blancos (¿calizos?). No se aprecian apenas desgrasantes arenosos. Podría tratarse de una le pasta mixta de arcillas aluviales y calizas. Pasta arenosa y porosa con desgrasantes ve• getales y minerales de mediano tamaño. Co• Es muy característico en esta pasta el color lores pardos y purpúreos en el núcleo. Se gris ceniza intenso del núcleo y el roj izo- utiliza sobre todo en cuencos. Muy poco fre• naranja, también intenso, de los lados. Se cuente, es una variante de las clases ante• emplea en cazuelas carenadas de "tipo Mei- riores. dum", cuya superficie exterior se bruñe, así como en otras piezas mayores, algunas de If ellas de superficie roja también bruñida. Otra Pasta porosa, blanda, con abundantes des• variante (¿piezas menos cocidas?) presenta grasantes vegetales todavía perceptibles. núcleo rojizo-naranja intenso y lados ocres. Pasta de color marrón oscuro salpicada con También aparece en vasos de principios del muy abundantes desgrasantes vegetales me• TPI. dianos y sobre todo desgrasantes blancos alargados, como hebras. Todo parece indicar le una muy baja temperatura de cocción. Muy Pasta blanda, muy deleznable. Corresponde rara. En ocasiones se disimula la baja calidad a la categoría más basta de las cerámicas de la arcilla con un engobe blanquecino. Co• heracleopolitanas. Fractura irregular, muy rresponde bien con la Nile D del Sistema de deleznable. Textura grosera, con abundantes Viena. porosidades de gran tamaño —correspon• dientes a desgrasantes vegetales—. Presen• cia de otros desgrasantes grandes, arenosos (cuarzo, feldespato) e incluso cerámica ma• Pasta arenosa y compacta, con desgrasantes chacada. vegetales pequeños y algunos mayores de los que sólo se conserva la huella. Hay también El color de la pasta varía entre ocre claro, desgrasantes minerales de pequeño tamaño, anaranjado pardo y rojizo en los ejemplares iguales a las de la, y en ocasiones, cuarzos mejor cocidos. Son frecuentes los núcleos de gran tamaño (hasta 3 mm.) En general negros. Esta pasta se utiliza sobre todo para parece el equivalente de la pero en pasta moldes de pan de diversos tipos, grandes parda y textura menos basta. Color pardo. cuencos y otras piezas de factura grosera, a menudo hechas a mano. Corresponde bas• El Grupo II agrupa pastas realizadas a partir de tante bien con la Nile C del Sistema de Vie• arcillas margosas del desierto, por lo general de tex• na. turas más finas y depuradas que las del Grupo I. Sus

34 tonos son ocres claros, rosados, amarillentos, o ver• Ile dosos. Temperaturas de cocción aparentemente más Pasta fabricada con arcilla del desierto, de elevadas que en el caso de las pastas del Grupo I. aspecto arenoso muy fino, bastante homo• Superficies por lo general más cuidadas que en el géneo. Desgrasantes finos y muy finos, in• Grupo I, a menudo de color beige claro o amarillento, cluyendo una escasa proporción de mica. con engobes del mismo tono. Fracturas aristadas pero irregulares.

Ua Los colores más frecuentes en fractura son verdoso-grisáceo y rosado-salmón. Se utiliza Pasta muy deleznable y blanda en la mayoría normalmente en piezas bien acabadas de fi• de los casos. Fractura irregular. Textura po• nes del TPI en adelante, engobadas en tonos rosa y heterogénea, con abundancia de des• blanquecinos o blanquecinos-verdosos. Es grasantes medianos rojos (¿cerámica?), frecuente que la superficie exterior aparezca cuarzo —poco rodado—, roca. Bastantes estriada, con efecto decorativo. poros. El aspecto característico viene defi• nido por la abundancia de desgrasantes rojo lid intenso sobre la pasta de color amarillento Pasta de aspecto terroso, homogéneo y poco verdoso, aunque se dan piezas con fractura compacto. Incluye desgrasantes minerales de tono rosado. Superficies cuidadas de co• negros muy abundantes, de tamaño pequeño lor amarillento. Corresponde con el grupo y mediano, en perfecta mezcla con la pasta, K5 de Menfis. dando la impresión de que forman parte de Hb (Ubi, IIb2) ella más que de ser intrusiones. También se aprecia un número mucho menor de desgra• Aspecto homogéneo. Ausencia de desgra• santes rojizos. santes vegetales o de huella de los mismos. Las inclusiones minerales apenas son per• El color de la pasta en sección es verdoso ceptibles por lo general, aunque ocasional• amarillento con un evidente jaspeado en ne• mente aparecen granulos redondeados silí• gro. Superficie interior "lija", áspera, ex• ceos de tamaño considerable (cuarzo). terior cuidada, con color parduzco. Extre• Algún punto aislado de mica. Es muy ge• madamente rara en Heracleópolis. neral el color amarillento-verdoso claro, pero también hay secciones en las que este lie color aparece en una banda junto a otra de Pasta homogénea, dura. Fractura aristada y color rosa-salmón. Piezas bien acabadas, recta. Porosidad baja, con poros ocasionales con engobe blanco-verdoso. Tamaños me- medíanos-pequeños. Grandes desgrasantes dianos-grandes. La variante Ubi es com• rojizos (cerámica triturada), arenosos finos pacta y de aspecto amasado, mientras que la (¿mica negra?) y medianos (cuarzo). En al• variante IIb2, similar, es sin embargo mucho gún ejemplar, huecos, resultado de la com• más arenosa de aspecto. Quizá se trate de bustión de desgrasantes calizos, visibles in• una diferencia apreciable en la temperatura cluso en la superficie del vaso. Color rosáceo de cocción. con puntos rojos y negros. En algunos casos, con espeso engobe rojo mate. Recuerda mu• Estas pastas parecen asociarse sistemática• cho a la pasta cananea VIb. mente a piezas cuya cronología parece ir des• de el Imperio Medio a fines del SPI (por nf ejemplo, en los niveles no contaminados No adjudicado. bajo el suelo de piedras de la estructura "J"). Se emplea en piezas pintadas con mo• ng tivos reticulados y en otras con incisiones Pasta dura pero muy quebradiza. Porosidad onduladas. Corresponde bastante bien con la elevada, con muchos poros pequeños y al• Mari A3 del Sistema de Viena. guno muy grande. Fractura aristada pero

35 irregular. Grandes desgrasantes rojizos (ce• ras, cubiertas a menudo de espeso engobe rámica), arenosos (cuarzo rodado) y abun• gris-achocolatado. La variante IIIa3 es si• dantísimos desgrasantes calizos, que dan a milar a la IHa2 pero en cocción uniforme• la pasta un aspecto jaspeado de blanco sobre mente reductora, que resulta en una pasta núcleo rosado. El conjunto de la pasta es gris cenicienta muy característica. terroso. Algunas zonas hojaldradas con frac• tura en escamas o láminas. Por la abundancia HIb de desgrasantes cerámicos y silíceos, y por Pasta fina, muy compacta y densa. Dura, la ausencia de capas de color alterno, re• sonido metálico apagado. Desgrasantes pe• cuerda a la clase He; por la abundancia de queños minerales, incluyendo algo de mica desgrasantes calizos y jaspeado recuerda a y una cantidad moderada de desgrasantes ca• la IVd/e. lizos visibles. Cocción a temperatura ele• vada. Fractura recta y aristada. Ilh Suele presentar color alterno, grisáceo al in• Pasta dura pero quebradiza. Porosidad me• terior y anaranjado al exterior, con superficie diana, con algunos poros grandes. Fractura amarillenta a exterior e interior, aunque en irregular. Desgrasantes calizos medianos y algunas piezas mejor cocidas el color en frac• alguno grande. No se aprecian desgrasantes tura es de un uniforme tono anaranjado, con• cerámicos ni silíceos. Está cerca de Ilg y de servando la superficie amarillenta. IVe, aunque carece del jaspeado de ambos, así como de su textura tan arenosa. Color Pasta típica del período Saíta en adelante. naranja-rojizo intenso con núcleo pardo-pur• púreo en las zonas más gruesas. Probable• Coincide con la pasta V de Karnak Norte mente equivalente a Mari C del Sistema Vie- (H.Jacquet Gordon), la de Amarna Sur (P. na. Muy empleada para imitaciones de French), 7 de D. Aston, Mari A4/lb del ánforas cananeas a fines del s. VIII-s. VIL Sistema Viena, Mari A2 de J. Bourriau.

El Grupo III recoge pastas realizadas con arcillas El Grupo IV recoge pastas de arcilla del desierto, del desierto, bastante depuradas, con fracturas rectas. con abundancia de desgrasantes claros que dan un Coloración variada, incluyendo tonos azul claro, aspecto jaspeado a la pasta. Textura arenosa. A me• ocres, rosas, amarillentos. Sistemáticamente la sec• nudo pasta con sección de tipo "sandwich". Super• ción presenta zonas de color diferente, a modo de ficies cuidadas y uniformes, engobadas en tonos cre• "sandwich". Incluye dos grupos muy diferentes: el ma claro/amarillento. Illal, a2 y a3 (arcilla de los oasis del Desierto Líbico) y Illb, quizá del Alto Egipto, aunque aparece con IVa frecuencia en Menfis y el Fayum. Pasta de textura terrosa, caracterizada por su pasta de color rojo intenso moteada con muy Illa (Illal, HIa2, IIIa3) abundantes partículas blancas pequeñas y Probablemente procede de los Oasis del De• medianas, que le dan un aspecto "motea• sierto Líbico. Pasta fina, a veces muy com• do". Aparece en ánforas (Imperio Nuevo). pacta (ülal) o porosa (IIIa2), en cualquier Superficie cuidada, a menudo con engobe caso homogénea. Desgrasantes normalmen• claro. Poco frecuente. Corresponde bien con te muy finos, en ocasiones desgrasantes Mari D del Sistema de Viena. rojos muy bien mezclados con la pasta (¿cerámica triturada?). El elemento carac• IVb terístico es la alternancia de vivos colores, Pasta dura y densa, con algunos poros irre• entre los que destacan filetes o bandas muy gulares espaciados, de tamaño mediano y nítidas de color azul claro, gris claro, ro- grande. Se define sobre todo por la abun• sáceo y amarillento. Abunda en cantimplo• dancia de desgrasantes calizos blancos pe-

36 queños, medianos y grandes sobre una pasta dorada. El núcleo suele ser oscuro, negruz• de núcleo gris oscuro y lados rojizos. Se co, pardo o grisáceo. Los laterales, ocres aprecia también una muy pequeña cantidad claros o en piezas mejor cocidas, anaranja• de mica. Típica de ánforas con engobe blan• dos. Fractura irregular. Utilizada tanto para quecino muy bien espatulado, con superficie ánforas como para pequeños recipientes, satinada o brillante. Corresponde bien con sólo lo cuidado de las superficies espatuladas la Mari D del Sistema de Viena. o bruñidas disimula la débil consistencia de la arcilla. IVc Cabe distinguir entre una variante (Vial) No adjudicado. Ver Ilh. más compacta y quebradiza, empleada en piezas de paredes finas (enócoes, cantim• IVd ploras con decoración de tipo "black-on- Pasta muy dura y compacta, pese a su as• red") y otra (VIa2) más porosa y deleznable, pecto de arena fina aglomerada, que se debe empleada en piezas de paredes más gruesas, a la muy elevada proporción de desgrasantes donde la cocción es menos completa (án• arenosos. Escasa proporción de mica (do• foras). rada y blanca). Algunas inclusiones de cuar• zo y sílice de mediano o gran tamaño. As• VIb pecto de fino jaspeado de desgrasantes Pasta bastante dura, menos deleznable que blanco-amarillentos sobre pasta parda oscura la anterior y bastante más compacta. Textura o rojiza. Típica de algunas formas cerradas con aspecto de hojaldre. Desgrasantes va• finas del PPL La superficie exterior es blan• riados, incluyendo trozos muy pequeños, co-verdoso-amarillento. Corresponde muy medianos e incluso grandes de ¿cerámica? bien con la Mari Al del Sistema de Viena. roja triturada, y otros negros, que dan un aspecto ligeramente jaspeado a la sección. IVe Abunda también el cuarzo. Algunos poros Similar a la anterior pero menos arenosa y grandes. Aspecto margoso, con tonos cre• más fina. Arcilla del desierto, aspecto are• mas, ocres e incluso verdosos. noso y homogéneo. Algunos desgrasantes arenosos (cuarzo) finos. Abundantes desgra• VIc santes calizos blancos. Poros alargados me• Pasta muy fina y depurada, compacta y ho• dianos distribuidos irregularmente. mogénea. Fractura recta y quebradiza. So• nido metálico. Desgrasantes (¿calizos?) Superficie pulida, cuidada, de tono crema blancos finos. Muy poca mica dorada muy claro o amarillento. Engobada en el mismo fina. Color rosado-anaranjado. Corresponde tono. Pasta de tono rojizo con núcleo pardo. a piezas decoradas con pintura bícroma. Po• Frecuente en formas cuidadas del PPL Co• sible procedencia chipriota. rresponde bien con la Mari Al del sistema vienes. Vid Pasta muy blanda y deleznable de color ocre El Grupo VI recoge pastas características de pie• muy claro con abundantes desgrasantes blan• zas importadas, fundamentalmente del área levantina. cos de tamaño mediano (en torno a 1 mm.). Utilizada en jarros con engobe rojo bruñido Vía (Vial, VIa2) de procedencia fenicia. Pasta blanda, bastante deleznable, porosa, de textura arenosa fina. Desgrasantes muy VIe finos blancos, ocasionalmente desgrasantes Pasta blanda, quebradiza más que delezna• de cuarzo rodado medianos e incluso gran• ble, bastante densa. Abundantísimos des• des. En zonas localizadas abunda la mica grasantes de cuarzo y ¿roca? negra, angu-

37 lares, que dan a la pasta una apariencia importaciones tardías de la zona de los oasis del De• heterogénea. Color ocre y rojizo, sin una sierto Líbico, cuyas arcillas ofrecen a menudo un alternancia bien definida. Característica de peculiar color azul cielo, amarillo y rosa. ánforas. Las pastas de clase ILIb son características de las Vlf producciones claras en arcilla del desierto de la fase tardía del yacimiento (s. VII a.C). Pasta homogénea, muy dura, muy quebra• diza. Fractura aristada y recta. Porosidad es• Las pastas del grupo IV no quedan bien definidas casa. Desgrasantes muy finos, con una ele• todavía, aunque la presencia de abundantes elementos vada proporción de mica. Textura calizos y escasez de desgrasantes vegetales nos per• ligeramente arenosa muy fina. Color pardo miten clasificarlas dentro del grupo de las pastas fa• rojizo con núcleo grisáceo sobre el que brilla bricadas básicamente con arcillas del desierto. la mica. Corresponde a grandes ánforas con asa. Superficie cuidada. Las pastas del grupo VI corresponden a las di• ferentes piezas importadas, mayoritariamente de pro• cedencia levantina (Vía, VIb, Vid y VIe) y chi- priota(?)(VIc). III.B.2. Algunas consideraciones generales A título de ejemplo presentamos en la Figura 2 las diferentes clases de pastas representadas en el área En conjunto en Heracleópolis predominan en un H30 (antigua, PPI) y H21 (tardía, TPI-Período Saíta). porcentaje abrumador las pastas fabricadas básica• Se observa de inmediato el enorme predominio de mente con arcilla aluvial, cosa lógica dado el contexto las arcillas básicamente aluviales sobre las del de• geográfico de la zona, situada en la entrada de la sierto. Dentro de los grandes grupos se producen, eso depresión del El Fayum, una de las zonas de Egipto sí, variaciones notables en las clases concretas de más ajenas al desierto por su entorno verde y culti• pasta. vado. La lógica ausencia de canteras de arcilla mar• gosa en las cercanías limita el aprovisionaniento de Aunque en el complejo cerámico atribuible al Pri• tales materias primas, mientras que los barros alu• mer Período Intermedio/Imperio Medio se dan —en viales son el componente básico del suelo. algunas formas concretas— pastas margosas, cabe decir que sólo en las fases finales del yacimiento, a Con gran diferencia, las pastas más frecuentes de partir de fines del s. VIII a.C. (en torno al comienzo nuestra clasificación son la la y la Id, mientras que de la XXV Dinastía) se documenta en Heracleópolis, la abundante cerámica grosera (bandejas, moldes, una proporción elevada de vasos fabricados con ar• grandes recipientes de base plana) aparece casi siem• cillas del desierto, aunque nunca lleguen a ser ma- pre en pastas de clase Ic. Las pastas Ib son carac• yoritarios. Esta observación no es un hecho aislado, terísticas de la versión local de la cerámica del LA/ sino que responde a un patrón general en muchos PPI conocida en otras zonas como "tipo Meidum" otros asentamientos del Egipto Medio y Bajo, que ha (v. infrá) Las pastas aluviales o mixtas de clase le dado lugar ya a diversos comentarios en la biblio• en adelante son comparativamente muy raras. grafía. En el gráfico de la Fig. 2 ya se observa ese Las pastas del grupo II (arcilla del desierto) sólo crecimiento, que se aprecia mejor en los niveles es• aparecen con cierta frecuencia a partir del TPI (Tercer trictamente saítas. Período intermedio), aunque la Ilb es característica de fases antiguas, del PPI (Primer Período Interme• P. French ha explicado este fenómeno mediante dio) al SPI (Segundo Período Intermedio) sobre todo. tres factores, uno político, otro psicológico y un ter• Las pastas Ha, lie, lid son casi exclusivas de fines cero de orden práctico: en primer lugar, la reunifi• del TPI en adelante. cación política de la XXV Dinastía pudo facilitar la reanudación de un comercio de amplio recorrido que Las pastas de clase Illa son relativamente infre• a su vez permitiera la distribución amplia de tipos cuentes pero ofrecen el interés de reflejar probables originarios de las zonas del sur, donde los vasos de

38 Arcillas aluviales H Arcillas margosas

Figura 2. Tipos de pastas cerámicas en las áreas H.23 (TPI/Saíta) y H.30 (PPI). arcillas margosas son más habituales. En segundo Es difícil probar mediante examen visual amplia• lugar, el éxito de estas producciones —quizá primero do con lupas la existencia de pastas "mixtas", y importadas y luego fabricadas localmente con pastas sobre todo las proporciones empleadas de cada clase, mixtas— pudo verse facilitado por la apariencia dis• datos que exigen análisis cuantitativos. En el futuro tinta y atractiva de estos vasos, de tonos cremas claros desarrollaremos un proyecto de análisis sistemático y aspecto más fino que los fabricados con la oscura de muestras de pastas cerámicas para cuantificar ade• arcilla del Nilo. Finalmente, la arcilla margosa parece cuadamente los elementos presentes en las diversas más apta para mantener fresco el líquido contenido pastas y facilitar su comparación con los resultados en los recipientes44. en otros yacimientos.

44 P. French, en Ateliers de Potiers et Productions Céra• miques en Egypte, cf. n. 14, pp. 58 ss.

39

IV. LA EVOLUCIÓN DE LAS PRODUCCIONES CERÁMICAS

IV.A. DEL PRIMER PERÍODO INTER• documentan en los estratos inferiores de Heracleó- MEDIO (PPI) AL IMPERIO MEDIO polis otras muchas que perduraron incluso en el Im• (IM). Láminas I-XVI perio Medio, incluyendo algunas de las formas más frecuentes, como el tipo XXA. La escasa definición cerámica del propio PPI en otros yacimientos dificulta Aunque es posible que algunos de los fragmentos la tarea de "cerrar" la cronología de muchos tipos recuperados en los niveles más antiguos excavados cerámicos de larga perduración. Es la ausencia de (sector H30) pudiera datarse en un momento avan• cerámicas características del Imperio Medio la que zado del Imperio Antiguo, los contextos arqueoló• en estos niveles permite postular mejor una datación gicos coherentes más antiguos excavados hasta ahora en el PPI que en el IM, aunque ello pueda precisarse parecen poder datarse dentro del Primer Período In• más en estudios ulteriores. termedio (en adelante PPI). Por lo general la capa freática aparece en la zona excavada casi al tiempo que los primeros estratos de este período, de manera que sólo se han podido documentar los niveles su• IV.A.l. Grupos formales45 periores, dada la auténtica inundación que se produce si se excava por debajo de la cota 4.50 m. Con todo, Las producciones del PPI/(¿IM?) documentadas esta regla presenta excepciones, y en algunas zonas en Heracleópolis pueden agruparse según se resume muy concretas los niveles —muy potentes— del PPI en la Figura 3. Hay una marcada distinción entre una (o principios del IM) aparecen en cotas superiores. mayoría de producciones toscas, parcialmente reali• Con todo, la adscripción cronológica de estos zadas a mano, con abundantes huellas de dedos y contextos no es sencilla, puesto que tanto la tipología cerámica como —según veremos— la epigrafía pre• sentan claras perduraciones en el Imperio Medio, so• 43 En adelante, como se ha indicado ya (Cap. II), la des• bre todo en la XI Dinastía y comienzos de la XII. cripción de las producciones de cada período se organizará de acuerdo con los criterios más adecuados para cada uno de ellos. Según se irá viendo en detalle, junto a formas ca• Los cuadros-resumen del Capítulo V permiten ubicar en su con• racterísticas de fines del Imperio Antiguo y PPI, se texto cada tipo.

41 PRODUCCIONES CERAMICAS

TOSCAS CUIDADAS

CERRADAS/ PROFUNDAS ABIERTAS CERRADAS H ABIERTAS -16.BD.51410 -l.XX.A.2.d ll.IV.E -17.BD.51420 -2.XX.A.2.a,b,c 12. VIF 18. BD.51200 -3.XX.A.1 13. V.A 19. BD.53100 -4.XX.A.3 14.II.A.2 -20.BD.51423 -5.xxm.c 15.IV.P •21.BD.42300 •6.VII.A -7.VII.B •8.XXII.A 9.XXIII.A.2-4

COPAS/CUENCOS U CAZUELAS U PLATOS F. ESPECIALES 22.IV.C.la -30.III.A.2 32.11. A. 1 23.IV.C.lb -31.III.A.1 -33.II.B.1 24.IV.D.2 -34.BD.54220 10.XXXIA 25.IV.D.1 -35.BD.54120 26.IV.R 27.IV.B.4 28.IV.B.1 29.IV.B.2

Figura 3. Grandes grupos de formas del PPL

42 malos engobes, realizadas en arcilla aluvial basta, y Son mucho más abundantes las bases o fragmen• otras de mejor calidad, entre las que aparecen algunos tos de la parte inferior del cuerpo que los bordes. vasos realizados con arcillas margosas. Aunque lo deleznable de la pasta hace mucho más frágil la parte superior, la desproporción es tal como para sospechar que buena parte de estos recipientes PRODUCCIONES TOSCAS estaban fracturados en el momento de su deposición.

Este tipo de formas es habitualmente considerada Formas cerradas y vasos hondos. como una botella para agua o cerveza46. En Hera- cleópolis aparecen piezas de la misma forma bastante TIPO XX.A.l.d bien acabadas junto con grandes bolsadas de vasos muy fragmentados de pésima factura y acabado. §1. (Lámina Ia-f,h,i). Vasos de cuerpo ovoide y base apuntada inestable, con el diámetro mayor en TIPO XX.A.2.a-c la parte superior. Cuello corto, de escaso diámetro, de perfil tenso acampanado, rematado en un borde §2. (Láminas II, III). Vasos de cuerpo ovoide, simple (Lám. Ib-c) u ocasionalmente redondeado, base inestable apuntada, cuello corto, vertical con regruesado al exterior (Lám. la). Las paredes son borde normalmente engrosado al exterior (Lám. II) gruesas o muy gruesas, con bases macizas de hasta o sencillo (Lám. III). A diferencia del tipo anterior, 5 cm. de grosor (Lám. le), con el interior muy rugoso. el cuello no es acampanado y el galbo carece del Una variante presenta un ligero baquetón en el centro ensanchamiento marcado de la parte superior. del cuello (Lám. Ii, Id). No son raros los perfiles muy asimétricos, no por defecto de cocción, sino por Las características técnicas, la pasta y el acabado descuidada fabricación. coinciden con los ya descritos para el tipo 1. Oca• sionalmente se encuentran piezas cubiertas por un La parte superior del vaso suele estar más cuidada engobe amarillento o blanquecino-amarillento, de la que la zona de la base, donde las marcas de dedos misma calidad que el rojo mate habitual, y que quizá son mucho más visibles. Es frecuente que el somero tratara de enmascarar las piezas, proporcionándolas y descuidado alisado tenga un sentido vertical en la el aspecto de arcillas del desierto. Las dimensiones, parte inferior del vaso (Lám. If), aunque la mayoría bastante estables, oscilan entre los 25-30 cm. de al• de las marcas son horizontales. Fabricados con torno tura, 10-11 cm. de diámetro máximo y 4-5 cm. de de mano y acabados a mano. A menudo estos vasos diámetro del borde. estaban cubiertos por un engobe rojo mate intenso, espeso pero mal fijado a la superficie, del que a Con gran diferencia es la forma más frecuente de menudo sólo restan trazas. los niveles del PPI en Heracleópolis, apareciendo a menudo en grandes bolsadas, y ya había sido docu• La pasta empleada es basta, normalmente arcilla mentada en las excavaciones españolas de los años aluvial de la clase Id (más frecuente) o la (más rara), sesenta47. con temperaturas de cocción bajas, textura arenosa y fractura deleznable. La coloración de las pastas suele Los dos tipos descritos tienen sus orígenes al me• ser ocre clara (en pastas Id con baja cocción) o rojiza nos en el Imperio Antiguo, con piezas hechas a (en pastas la cocidas a mayor temperatura), abun• mano48. Son típicos del Bajo y Medio Egipto, aunque dando los núcleos negruzcos sobre todo en las bases. ocasionalmente aparecen piezas en el Alto Egipto49. A menudo los grandes desgrasantes arenosos han re• No cabe duda de su perduración hasta el Imperio ventado la superficie del vaso

Las dimensiones, bastante estables, oscilan en 46 torno a los 28-30 cm. de altura, 14 cm. de diámetro J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 53, n. 89; p. 54, n.92. 47 J. López en Oriens Antiquus 14.1 (1975) Tav. XXVIIa. máximo en el hombro y 8 cm. de diámetro en el 48 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 17, n.l. borde. 49 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 53, n. 89.

43 Medio50. Puede que los modelos más antiguos sean bricación —sobre todo las bases— de las piezas sin los de cuello acampanado, mientras que los de cuello duda asociadas a depósitos funerarios, fenómeno que vertical perduran más tiempo, aunque es difícil pre• es general al parecer a todo el antiguo Egipto52. Otros cisar si llegan al Imperio Medio, dada la escasez de ejemplares de este tipo, también en un contexto de contextos precisos de tal período (v. infra). depósito votivo, habían sido ya identificados por J. López en la campaña de 1966 en Heracleópolis53.

TIPO XX.A.1 TIPO XXIII. C

§3. (Láminas IVa, Vm, n). Tipo idéntico en §5. Grandes tinajas de cuerpo con tendencia ci• forma, técnica y acabado al XXA-2, pero de gran lindrica, boca ancha, borde exvasado y base presu• tamaño, a una escala tal que lo diferencia claramente miblemente plana (Lámina IXa-c) Cocción oxidante por la ausencia de ejemplares intermedios. El único muy irregular. Pasta basta Ia/c. A menudo (Lámina ejemplar conservado completo (Lám. IVa) mide 45 IXa) presentan huellas impresas de las cuerdas em• cm. de altura, 14.2 cm. de diámetro máximo y 5.2 pleadas para sostener la pieza en el proceso de secado cm. de diámetro de borde. Pasta Id/c. Engobe rojo y evitar su deformación o derrumbe. mate exterior. En la base del cuello el ejemplar citado presenta un pequeño mamelón aplicado a mano, apro• Se trata de piezas muy grandes, de más de 60 ximadamente circular, poco acusado, de en torno a cm. de altura y hasta 40 cm. de diámetro en el borde, 1.8 cm. de diámetro. Es caso único entre las cente• que es ligeramente menor que el diámetro máximo nares de "botellas" documentadas. Justo por encima del cuerpo. —y parcialmente cubiertas por el mamelón— corren dos profundas acanaladuras horizontales que rodean Un buen paralelo, que además proporciona un el cuello por su base. Coincidimos con J. Bourriau51 perfil completo, se halla entre las vasijas groseras del en que posiblemente sirvieran para mantener en su grupo 5 de Ayn-Asil, datadas a fines del IA/PPI54. sitio cuerdas de suspensión y/o transporte. TIPO MLA.

TIPO XX.A.3. §6. Grandes vasos hondos (Lámina Xa,b) de galbo recto, base redondeada inestable y boca abierta, §4. (Lámina Ig). Vasito en miniatura de cuerpo prolongación del galbo. Borde simple vertical apun• ovoide, base plana irregular y por tanto inestable y tado. Realizados probablemente a mano. Superficie corto cuello acampanado con borde sencillo. Dimen• irregular y tosca al exterior y al interior. siones: altura 10 cm.; diámetro máximo, 5 cm. y diámetro del borde, 3 cm. Capacidad interior muy Pasta muy blanda, deleznable, de baja tempera• reducida por el grosor de las paredes y sobre todo de tura de cocción. Tipo Id. Color ocre claro con núcleo la base. oscuro. Restos de mal engobe rojo, desvaído, que desaparece por inmersión en agua fría. Pasta la blanda y deleznable con desgrasantes Su altura oscila en torno a los 30 cm. de altura medianos y gruesos. Muy craquelado. y 16 cm. de diámetro del borde. Poco frecuente, apareció en un pequeño depósito En algún caso presentan restos de incisiones in• —sin duda votivo— de media docena de piezas simi• tencionadas, cuyo patrón o significado se nos escapan lares, todas ellas descuidadas. De hecho, una carac• terística apreciable en Heracleópolis es la tosca fa-

52 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 20, n.ll; p. 61, n.106, p. 117, n. 234 etc. 30 C. Hope, Egyptian Pottery, p. 35, Dendera; J. Bourriau, 33 J. López en Oriens Antiquus 14.1 (1975), p. 73, y Tav. Umm el-Ga'ab, p. 62, n.110, Dinastías XI-XII, de Beni Hasan. XXVÜb. 51 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 62, n. 110. 34 G. Soukiassian et alii Ayn.Asil, p. 112.

44 por hallarse en una pieza muy fragmentada (Lámina dio, perdurando hasta comienzos de la XVIII Dinas• XVIIc). tía. La baja relación diámetro/altura de los ejemplares heracleopolitanos (en torno a 1/2) frente a la relación Esta forma ya había sido documentada en Hera- típica de 1/5, sitúa nuestros ejemplares dentro de los 55 cleópolis por J. López , también en contexto del PPL más antiguos de la clasificación de dicha autora, a Cuenta con abundantes paralelos desde el Imperio fines del LA o PPI62, lo que coincide con los contextos 56 57 Antiguo , y hasta el Imperio Nuevo , donde H. Jac- en que se han documentado en Heracleópolis, por 58 quet-Gordon los clasifica como moldes de pan, ejemplo en H19/8-12. dentro de su tipo "D". Es notable señalar que en Heracleópolis una pieza de este tipo apareció en H8/ 40 conteniendo huesos (¿de animal?) y tapada TIPO XXII.A. (v. infrá). §8. Vaso globular incompleto (Lámina Xla). Galbo globular de tendencia esférica rematado en TIPO VII.B. ancho borde apuntado ligeramente exvasado, sin in• termediación de un cuello definido que actúe como §7. Moldes de pan59 cilindricos o ligeramente elemento transicional. troncocónicos60 (Lámina Xc-e). Casi tubos cilindri• cos, estrechos y altos. Base plana irregular, a menudo Superficie erosionada, conserva restos de engobe con huellas de dedos profundamente marcadas alre• rojo mate desvaído. Pasta la. Diámetro del borde: 16 dedor (Lámina Xc). Borde plano ligeramente abierto. cm. Paredes muy gruesas. Superficie tosca, sin alisar ni engobar. Pasta Ic/d. Color rojizo y ocre al interior, superficie de tono irregular rojizo, anaranjado y gri• TIPO XXIII.A. sáceo. Es frecuente que la base aparezca perforada intencionalmente antes de la cocción, lo que no im• §9. Grandes bordes correspondientes a formas pide su empleo. indeterminadas. Pudieran pertenecer a grandes reci• pientes de cuello estrangulado, pero es probable que Altura en torno a los 20 cm. o mayor. Diámetro algunas correspondan a grandes soportes de carrete del borde en torno a los 10-12 cm. Grosor de las de alto galbo (Láminas VII y VHIa-d) similares a los paredes en torno a 1.5 cm. (borde) y 3 cm. (base). documentados en otros yacimientos del Imperio Anti• guo/Imperio Medio63. Se trata de un tipo de molde para la fabricación de pan bien documentado en Heracleópolis y otros Las pastas pertenecen a dos grandes grupos: pas• muchos yacimientos. Corresponde al grupo C de H. tas de clase la (Láminas VIIa,b, VHId) y sobre todo Jacquet-Gordon61, datado por ella a partir de fines arcillas calcáreas de clase Ilb, de color amarillento del Imperio Antiguo y sobre todo en el Imperio Me- verdoso y textura arenosa (p. ej. Lámina Vlld, VIIIc, e). Ambas arcillas se suelen cubrir con engobes cui• dados de tono crema blanquecino.

M J. Lopez, Orlens Antiquus 14.1 (1975) Tav. XXVIIa. 36 C. Hope, Egyptian Pottery, p. 11, Fig. 3. De Abydos, El diámetro mayor del borde oscila entre 25 y 32 "coarse Nile silt". cm. Es posible distinguir una variante de menor ta- 57 D. Arnold, Senwosret I, Fig. 73.62. 38 H. Jacquet-Gordon, en D. Arnold (ed.) Studien zur Al• tägyptischen Keramik, p. 19 y Fig. 5. n. 11-14. 39 Sobre la fabricación del pan en moldes, ver en ultimo lugar 62 idem p. 16: Relación altura/diámetro 1/3, IA o PPI en D. Samuel en B. Kemp (ed.) Amarna Reports V (1989), pp. 253- Sedment, Gurob y Harageh; relación 1/5, XII Din. (IM) en todo 290. Egipto y Nubia. Jacquet Gordon insinúa que esta forma es típica 60 Vertambién, M. C. Guidotti, VI Congresso Internazionale del Egipto Medio, coexistiendo con su tipo B. Ver también D. di Egittologia, pp. 227-231, esp. 231, n. 1. Arnold, MDAIK 38 (1982), Fig. 7.12-13, p. 31. 61 H. Jacquet-Gordon, en D. Arnold (ed.) Studien zur Al• 63 G. Soukiassian et alii Ayn-Asil Pl. 24, n. 63; D. Arnold, tägyptischen Keramik, pp. 11 ss., esp. Fig. 4. Senwosret I, Fig. 73, n. 23.

45 maño (en tomo a 17 cm. de diámetro máximo en A menudo se aprecian las huellas de cordeles o borde, Lámina VIId,f). cuerdas colocadas durante el secado para evitar la deformación del recipiente debido a su propio peso Casi todos los ejemplares hallados en Heracleó- (Lám. Xlle). polis proceden de los niveles inferiores de los sectores denominados Hl y H30. El diámetro del borde es grande, en torno a los 40 cm.

Formas Especiales TIPO VI.F.

TIPO XXXI.A. § 12. Recipientes (¿grandes cuencos?) cuyo bor• de marca una inflexión hacia el exterior a partir de §10. A menudo es difícil diferenciar los tipos un galbo que llega casi vertical o ligeramente entrante de borde citados en el párrafo anterior de los frag• 65 a su unión con el borde. Labio apuntado simple . A mentos seguros de soportes en forma de carrete como veces el borde se marca al exterior por una arista el de la Lámina IVb. A este grupo podrían quizá (Lám. Xlli) o incluso leve moldura (Lám. XIIj). pertenecer los fragmentos de las Láminas Vllb y Vfflb. Se trata de soportes grandes y gruesos, de un Paredes gruesas, pasta Ia/c o la. Superficie alisada diámetro máximo en torno a los 25 cm. y paredes de y a menudo engobada rojo mate al interior y al ex• hasta 2 cm. de espesor. Pastas Ia/c con engobe rojo terior (Lám. Xlli). mate (Lámina IVb) o incluso blanquecino (Láms. Vllb, VLIIb). Similares a los recogidos en los yaci• Tamaño mediano/grande, con diámetro de borde mientos, de época similar, de Ayn-Asil, si bien estos entre 25 y 35 cm. últimos aparecen clasificados entre la cerámica fina64. Probablemente construidos mediante enrollado sobre Estas f' a hacia otras que por su de• colombín (fr. colombin, ingl. coiling). Si este es el coración .recen mas características del Imperio Me• caso de estos tipos en Heracleópolis, desde luego la dio y Segundo Período Intermedio (SPI), cuando técnica empleada no es apreciable a simple vista. abundarán decoraciones incisas (v. infra).

Formas abiertas TIPO V.A.

§13. Gran vaso troncocónico (Lámina XIc-b?) TIPO IV.E. de maciza base plana, galbo tenso y borde prolon• gación del galbo, separado de éste por una acanala• §11. Grandes cuencos (?) (Lámina Xlla-f) de dura con arista inferior viva. Paredes extremadamente base indeterminada. Galbo troncocónico bastante ten• gruesas (hasta 3 cm. en el galbo y 4.5 cm. en la so con marcada inflexión hacia el borde, aunque sin base). llegar a marcar carena salvo en casos excepcionales. Borde triangular engrosado al exterior (Lám. Xlla- Pasta Ic basta, con desgrasantes vegetales muy c) o en forma de "pico de ave" (Xlld-e). grandes. Cocción alterna, con núcleo negro y late• rales rojos. Superficie tosca, aparentemente sin en• Pastas de clase Id o similares. En algún caso gobe. En algún caso (Lám.XIb) huellas de cuerdas (Lám. Xlla) arcilla del desierto de color rosado, cu• colocadas durante el proceso de secado. bierta con un buen engobe blanco que le da un aspecto cuidado.

65 Para la a veces confusa distinción entre borde y labio seguimos a M. Yon (éd.), Dictionnaire multilingue de la céra• 64 G. Soukiassian et alii AynAsil, pp. 101-102, Lám. 24. mique du Proche Orient.

46 TIPO II.A.2. Se fabrican con arcilla del desierto, normalmente rosácea (clase IVa). Superficie cuidada, con engobe §14. Platitos de base plana (Lámina XVm-p). blanquecino verdoso —a veces con matices rosa• Pequeños platos votivos realizados a torno lento, con dos—, no muy espeso pero mejor que el engobe rojo base plana separada mediante un cordel de la pella mate habitual. En el contexto de la cerámica del PPI de barro, que sirve para realizar varios platos segui• estas piezas destacan por su color, textura y acabado. dos. A menudo la pieza está deformada en el plano No conocemos ninguna pieza completa, por lo horizontal. que no es posible determinar su perfil. De hecho, Pasta Ia/d con baja temperatura de cocción, tex• caben varias posibilidades de reconstrucción, como tura a menudo deleznable, como la fractura. Color vasos globulares o vasos cónicos con base apuntada ocre u ocre rojizo, a menudo con núcleo negruzco. muy afilada (ver tipo 21 infra.). Bordes con conca• Abundan los engobes rojos mate muy desvaído, que vidad interior similar se documentan en Ayn-Asil en cubren tanto el interior como el exterior. Un lote se fechas parecidas, aunque allí es poco corriente67; documentó, junto con un vaso hondo del tipo 6, en otros ejemplares similares se documentan hasta el el sector H.l/C. Imperio Medio68.

El diámetro del borde de estos vasos oscila en TIPO BD.51420 torno a los 9-12 cm. y su altura máxima ronda los 3-4 cm. Se trata de un tipo habitual en contextos §17. B ordes redondeados o triangulares, engro• 66 votivos y funerarios , que tendrá amplia perdura• sados al exterior formando un baquetón, sobre corto ción. cuello cóncavo. Sin arista ni hueco interior para ta• padera (Lámina Vd,e, g-1). Diámetro entre 8-12 TIPO IV.P. cm.Se trata por tanto de tipos similares al anterior. Sin embargo, la pasta es habitualmente una arcilla aluvial de la clase la o Ia/d, con engobe rojo mate al §15. Pequeño cuenco (Lámina XIVh) de base exterior y a veces al interior también (Lám. Vk). plana irregular, modelado a mano, de paredes gruesas (>1 cm.), superficie tosca, engobado al exterior con No conocemos ninguna pieza completa, por lo pigmento rojo mate. Pasta Id blanda. Un solo ejem• que no es posible determinar su perfil. De hecho, plar. caben varias posibilidades de reconstrucción, como vasos globulares o vasos cónicos con base apuntada. PRODUCCIONES CUIDADAS La forma de borde es tan común que pueden hallarse paralelos en todos lugares y épocas.

Formas cerradas TIPO BD.51200, 51420

Casi todos fragmentos sin perfil completo. §18. Bordes engrosados al exterior, redondea• dos (Lám.Vid, f); pendientes (Lám. VIe) o trian• gulares (Lám. VIc). Corresponden a vasos de for• TIPO BD.51410 ma indeterminada, pero de mayor tamaño que en los §16. Bordes redondeados engrosados al exte• tipos anteriores (diámetros del borde en torno a los rior, con marcada concavidad interior que a veces se 15 cm.). Pasta la o Id en algún caso, con engobe convierte en arista (Lámina Va-c; Vf ), como si se rojo mate al exterior. Ocasionalmente la arcilla alu• tratara de acomodar una tapadera encajada. El diá• vial la se disimula con un engobe exterior blanque• metro del borde oscila entre los 8 y 12 cm. cino (Lám. VIe).

66 J. López, Oriens Antiquus 14.1 (1975) Tav. XXVIIb; en 67 G.Soukiassian et allí Ayn-Asil, p. 108 y Pl. 30, n. 95. El Lisht, D. Arnold, Senwosret I, Fig. 52, n. 2-7. 68 D. Arnold, MDAIK 38 (1982) Abb.10.12,10.

47 TIPO BD.53100 Formas abiertas

§19. Borde triangular moldurado al exterior, TIPO rV.C.l.a. formando una doble moldura (Lámina VIg). Ten• dencia vertical, coronando un cuello abierto de tenso §22. Gran cuenco carenado con base de forma perfil. Este tipo, también llamado "de doble labio", indeterminada (Lám. Xllg; XlVf), borde vertical y parece documentarse desde el LA69 y llegar hasta el labio simple redondeado vertical, señalado al exterior I. Medio70. Pasta la (aluvial, roja) con engobe rojo por una acanaladura horizontal que recorre el perí• mate a interior y exterior. metro del vaso.

Pasta Id(?) gris oscura al interior y parda al ex• TIPO BD.51423 terior. Desgrasantes finos. Engobe rojo mate al ex• terior. §20. Borde de gran recipiente (Lámina VIh). Forma de anzuelo o pico de ave, sobre un corto cuello Diámetro del borde 30.5 cm. —que presenta arista viva en su mitad—, que a su Coincide con las "grandes copas de carena baja, vez corona un hombro carenado. Ig" de Ayn-Asil73, datadas también en el PPL Son Se trata de un modelo con buenos paralelos en di• herencia de copas anteriores con borde más abierto versos yacimientos desde fines del LA a principios y labio más simple. del IM, aunque la forma del borde sea casi idéntica a la de un tipo de gran jarra sin asas del período saíta temprano (vid. infra). Así, se documentan paralelos TIPO IV.C.l.b. en Ayn-Asil71 durante la XI Dinastía, pero también

72 en momentos muy anteriores . §23. Cuenco o copa con base indeterminada (redondeada o plana), carena marcada con inflexión de la parte superior, formando un cuello bajo y abierto TIPO BIC.42300 que remata en borde simple redondeado que, como en el caso anterior, se resalta mediante una incisión §21. Fragmentos de base apuntada muy afilada. o acanaladura horizontal. (Lámina XlVg). Pasta gruesa pero tratamiento cuidado. No se ha iden• tificado la forma a que pertenece (¿quizá tipo 16?). Corresponde directamente con las copas de carena 74 Coexiste con las "botellas" de pasta grosera carac• baja le de Ayn-Asyl , que se consideran contem• terísticas de todo el período; por ejemplo, en L47.36, poráneas a las grandes copas Ig o ligeramente ante• asociada a la gran botella de la Lámina IV (tipo 3) riores. Formas similares aparecen en momentos pos• 75 y a otros de los tipos 1 y 2. teriores en Dashur .

Pasta IVd, oscura con numerosos desgrasantes TIPO IV.D.2. calizos blancos. Superficie áspera aunque cuidada de color blanquecino-amarillento-verdoso. §24. Cuencos de borde entrante y labio redon• Esta base podría corresponder al BD-51410 (pá• deado, marcado con una o varias líneas incisas ho• rrafo 16). rizontales (Lámina XlVi-k). Diámetro del borde en torno a 20 cm.

69 K. Kroeper, en Bull. Liaison 14 (1990), p. 7 y Fig.6. Imperio Antiguo, Tell Ibrahim Awad (Delta Nororiental). 73 G.Soukiassian et alii Ayn-Asil, p. 139, Fig. 48. P1.21, 70 D. Arnold, MDAIK 38 (1982) Abb. 10.8, decorado con n. 41. Sobre todo, pp. 98 ss. y 146. Primer Período Intermedio. incisiones onduladas. 74 G.Soukiassian et alii Ayn-Asil, p. 95 ss.; 145, 138-139; 71 G. Soukiassian etalii Ayn-Asil, p. 107,140, Pl. 29, n. 84. Pl. 18 72 K. Kroeper, Bull. Liaison 14 (1990), p. 8 y Fig. 8. 73 D. Arnold, MDAIK 38 (1982) Abb. 11.1-2

48 Existe una versión pequeña (diámetro en torno a Borde decorado con dos líneas incisas horizon• 14 cm.), de borde vertical en lugar de entrante, y tales. Diámetro del borde, 7.5 cm. labio redondeado, también marcado con líneas ho• rizontales (Lámina XIV1) Tipo asociado a las copas carenadas y a las ca• zuelas de borde cóncavo del IA-PPI. Forma frecuen• Pasta Id. Engobe rojo mate de muy buena calidad, te, aunque a mayor tamaño, en todos los yacimientos aunque no bruñido. del período y posteriores79.

Corresponde casi directamente con el muy poco TIPO IV.B.l. frecuente tipo lx (o "Bassine á double incisión sous le rebord" en la terminología de los autores) del §28. Copas profundas de carena muy baja con Sondeo B efectuado en Ain-Asyl, aunque con diá• galbo y borde rectos y labio muy afilado (¿para be• metro algo menor76. Menos cercanas morfológica• ber?). La parte superior del galbo puede ser casi ver• mente resultan las copas hemiesféricas de los alfares tical (Lámina XVIj) o abierta al exterior (Lám. 1-4 del mismo yacimiento77. XVIk), pero siempre muy recta. La base es proba• blemente pequeña y plana, aunque hay tipos similares

80 TIPO IV.D.1. del Imperio Medio con pie alto . Paredes finas y superficie cuidada. Casi siempre §25. Cuencos de borde entrante y engrosado al se engoban en color rojo mate al exterior e interior. exterior, con labio redondeado (Lámina XlVa-c). Si• Pastas Ia/d y Ib. milares en forma general al tipo anterior, se diferen• cian por el borde regruesado y la frecuente ausencia El diámetro del borde oscila en torno a los 16 de acanaladuras. La mayoría de los ejemplares pre• cm.; la altura es siempre mayor de 8 cm. sentan pasta Id y engobes rojo mate al exterior e Esta clase de copa, identificada generalmente interior78. como vaso para beber, se halla desde el Imperio Antiguo81 hasta al menos el Imperio Medio82, en dis• TIPO IV. R. tintas variantes y acabados. El modelo que docu• mentamos en Heracleópolis, bastante cuidado pero sin decoración, debe datarse en el PPI, y forma con• §26. Cuenco simple de borde ligeramente en• junto con otros vasos cuidados de este período. trante y labio apuntado (Lám. XVII). Pasta la con engobe rojo mate al interior y exterior. Tipo muy sencillo y frecuente. TIPO IV.B.2.

§ 29. Cuenco carenado poco profundo con borde TIPO IV.B.4. recto exvasado y labio afilado (Lámina XVIm). Si• milar a las copas carenadas anteriores pero con mayor §27. Copa o cuenco profundo de paredes muy diámetro y menor altura. finas, borde vertical y labio afilado (Lámina XlVn). Pasta Id/Ib con engobe rojo mate al interior y Pasta Ib. A menudo engobe rojo espatulado o cui• exterior, a veces espatulado. dadosamente alisado.

79 D. Arnold, MDAIK 38 (1982), p. 61, Abb. 17, tipología 76 G; Soukiassian et alii Ayn-Asil, p. 155 y Pl. 42, n. 177. del Imperio Medio avanzado. Hay amplios precedentes. Los autores encuentran paralelos a fines del I. Antiguo. 80 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 57, n. 98. 77 G. Soukiassian et alii Ayn-Asil, p. 95, Grupo Ib. 81 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 19, n. 7, pintado. 78 Paralelo formal sin descripción detallada en Arnold, 82 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 57, Din. XII; tb., p. 61, MDA1K 38 (1982) Abb. 6.10. Otra forma similar en G. Sou• n. 106; D.Arnold, Senwosretl,p. 127, Fig. 64.134; D. Arnold, kiassian et alii Ayn-Asil fl. 26, n. 71. MDAIK 38 (1982), p. 32, Abb. 8.4.

49 En su trabajo sobre las cerámicas de tipo ' 'Mey- El tipo parece una versión del anterior en la que dum" de Ayn-Asil, P. Ballet incluye esta forma den• el borde cóncavo se atrofia hasta casi desaparecer. tro del grupo general de "cuencos"83, y la considera antigua. Nosotros la clasificamos aparte debido a la Los tres últimos tipos que hemos descrito (párra• os ausencia de borde cóncavo. fos n. 29, 30, 31) corresponden con los conocidos "Cuencos Meydum" o "Meydum bowls" de la bibliografía85, dedicados a contener alimentos. Estas TIPO ULA.2,3,4. piezas, muy características por su cuidadoso acabado y su forma, se fabrican normalmente en arcillas del §30. Cuencos (o "cazuelas carenadas" en la desierto86 aunque en ocasiones aparecen en arcillas terminología arqueológica española) de inflexión o aluviales depuradas87. En Heracleópolis, por el con• carena alta a menudo poco marcada, borde cóncavo trario, se fabricaron siempre con arcillas aluviales de de tendencia vertical o ligeramente exvasada, a veces las clases Ib y Id. ligeramente engrosado al interior. Labio redondeado o apuntado (Lámina XLU a-1 y o-s). Asimismo, la mayoría de estas producciones vie• No conocemos la forma de la base pero todos los nen datándose en el Imperio Antiguo88, mientras que paralelos indican que se trata de formas redondeadas las heracleopolitanas parecen proceder, por su aso• inestables. ciación a botellas toscas y otros materiales, de niveles del Primer Período Intermedio o como mucho de fines Pastas fundamentalmente Ib, y en menor medida del Imperio Antiguo en algún caso concreto (sector Id y la. H30, capas inferiores). No es éste el único caso, pues Sistemáticamente aparece un engobe rojo o rojo formas idénticas se han hallado en Ayn-Asil en ni• acastañado que sobre todo en la zona del borde apa• veles de finales del Imperio Antiguo y Primer Período 89 rece espatulado o bruñido hasta producir una super• Intermedio . La constante asociación de cantidades ficie brillante y pulida al tacto. En ocasiones el es• significativas de vasos de este tipo, junto con moldes patulado no se da y la pieza conserva un engobe rojo cilindricos de pan (tipo VIIC), a botellas de cuello mate de buena calidad. estrecho de tipo XXA se documenta claramente en H. 19/8-12, y permite postular una datación de PPI El diámetro del borde oscila en la mayoría de los mejor que IM, a no ser que se haga perdurar la vajilla casos en torno a los 20 cm., con ejemplares desde "Meydum" hasta el Imperio Medio, lo que por ahora 13 a 27. La altura debe superar los 6 cm. Estas di• no parece sostenible. mensiones coinciden con las habituales en otros

84 yacimientos . Según el reciente estudio de P. Ballet90* la rela• ción de las variables "altura del borde" (desde la TIPO UI.A.l. inflexión exterior)/"diámetro del borde", varía en Ayn-Asil —y en el resto de Egipto— a lo largo del §31. Cuencos (o "cazuelas") de borde vuelto tiempo. Las piezas más antiguas (fines del IA) tienen hacia el interior y corto labio redondeado vertical un borde cóncavo más alto y desarrollado, mientras (Lámina XILImñ). Base probablemente redondeada. que en fases posteriores (Ilb-e y Illa-b de Ayn-Asil), el borde se hace más corto en relación al diámetro. Sus pastas, técnica y dimensiones corresponden a las del grupo anterior (engobes acastañados espa- tulados brillantes). 85 P. ej., J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, pp. 52-53, n. 87-88; p. 18, n.6). 86 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 18, p. 53. 83 P. Ballet, CCE 1 (1987), p. 13, Fig. 9.3. Sondeo Norte, 87 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 52, n. 87. aparentemente en los niveles inferiores, más antiguos (fines del 88 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 18, pp. 52-53; C. Hope, IA principios del PPI). Egyptian Pottery, pp. 31-33; K. Kroeper, Bull. Liaison 14 84 19-24 cm. de diámetro y 7-9 de altura en Ayn-Asil (Ballet, (1990), pp. 7-9, Figs. 4 y 7. CCE 1 (1987), p. 3; 21-28 cm. y 7.4-8.5 en Abydos, Meydum, 89 P. Ballet, CCE 1 (1987), p. 2. Matmar (J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, n. cat. 6, 87, 88). 90 Ibidem.

50 Toda esta propuesta de evolución tipológica parece a) Redondeado y marcando escalón interior estar presente en Heracleópolis (Lámina XIII), aun• (Lám.XVa,b,c,d). Podrían servir como ta• que su confirmación depende de ulteriores estudios paderas. de estos contextos inferiores del yacimiento. b) Apuntado simple (Lám. XVe). Existe sin embargo —como se ha visto— en He• racleópolis toda una serie de piezas de la misma fa• c) Redondeado simple (Lám. XVf, g, h). milia (Lámina XHIm-ñ) en las que el borde cóncavo desarrollado no existe, sino que el galbo entrante Bases planas de pequeño diámetro y por tanto remata directamente en un borde "atrofiado". Nues• poco estables (Lám. XVb) o redondeadas. Es posible tra impresión inicial de que se trata de una variante que hubiera algunos platos con base de anillo (Lám. evolucionada de los cuencos carenados puede con• XlVm, ñ). firmarse a partir de la línea evolutiva delineada por El diámetro del borde de estos platos es bastante Ballet —lenta disminución de la altura del borde cón• constante en torno a los 18-23 cm. cavo-.

Si esto es así, en Heracleópolis se documentaría Las pastas más frecuentes son aluviales la y Id. una serie completa (véanse Lám. XIII o, p, b, c, d, A menudo se engoban ambos lados en color rojo mate n, m, sucesivamente) que podría abarcar desde fines (Lám.XVg, h). En ocasiones, incluso, se pulimenta del Imperio Antiguo hasta fines del Primer Período la superficie interior (Lám. XVb). Intermedio. Esto es, desde luego, una hipótesis de trabajo que habrá de contrastarse en estudios poste• Este modelo de platos cuenta con abundantes pa• riores. ralelos dada la sencillez de su forma. Incluso la va• riante con inflexión interior se documenta a menudo

La cuestión del color rojo para las piezas más 92 en yacimientos contemporáneos . antiguas, acastañado para las recientes91 parece tam• bién apoyar la datación de la mayoría de las piezas de Heracleópolis dentro del PPI más que en el LA, TIPO n.B.i. aunque éste sea sólo un elemento a añadir a los otros ya citados, y no un criterio decisorio. §33. Platos/cuencos sencillos con borde lige• Es significativo indicar, respecto a esta "vajilla" ramente vuelto y galbo de tendencia cóncava (Lámina de color rojo brillante, que hasta ahora no se han XVIf, h, i). Diámetro del borde en torno a 16-21 cm. recuperado en Heracleópolis vasos enteros o siquiera Base posiblemente redondeada. con un perfil completo. Esto podría hacer pensar in• Pasta blanda aluvial ocre de clase Id casi siste• cluso que los fragmentos recuperados asociados a máticamente. Es habitual el engobe rojo mate a ex• botellas toscas (tipos XXA) sean restos de produc• terior e interior. ciones más antiguas que aparezcan residualmente y fuera de uso en contextos más tardíos. Sólo en puntos Se trata de un grupo de piezas no muy signifi• muy concretos (H30, Hl niveles inferiores) estos va• cativo pero muy abundante en niveles del PPL sos de tipo Meydum llegan a suponer una proporción realmente apreciable del total de la cerámica. TIPO BD.54220 TIPO II.A.l.

§32. Platos de galbo bastante tenso (Lámina §34. Plato (?) con borde triangular engrosado XVa-d) o ligeramente curvado (Lám.XVe-h). Existe al exterior con carena muy alta definiendo un borde cierta variedad de bordes, que permite diferenciar las que no se refleja al interior del vaso. Pasta la. Muy siguientes variantes: poco frecuente (Lámina XIVe).

" Ibidemp. 14, Apdo. VI. 1. G. Soukiassian et alii Ayn-Asil P1.40, n. 163, 164.

51 TIPO BD.54120 El acabado más habitual es un engobe rojo mate muy diluido ("wash" en la terminología inglesa), a §35. Platos grandes y de paredes gruesas (Lá• menudo soluble en agua fría, aplicado sobre toda la mina XVIa-e). No se conserva ninguno completo. superficie visible del vaso. Es el acabado más fre• Bordes redondeados ligeramente vueltos en algún cuente con gran diferencia en este período, tanto en caso (Lámina XVIa, c). No se conoce la base, que producciones toscas como en cuidadas. El espesor podría ser redondeada o plana. varía bastante, lo mismo que la adherencia —mejor en piezas de superficie más cuidada. Superficies poco cuidadas pero no declaradamen• te toscas. En las piezas más grandes (Lám. XVIb.c) Menos frecuentes son los engobes blanquecinos se conservan huellas de los cordeles colocados junto o amarillentos, que se documentan en dos circuns• al borde para evitar la deformación del vaso durante tancias: el secado. Diámetro del borde en torno a 25-35 cm. a) En piezas muy bastas —incluyendo moldes de Sistemáticamente engobados rojo mate al exterior e pan y "botellas"—, quizá para disimular la interior. tosquedad de la pasta y el acabado.

Muy abundantes en los niveles antiguos de He- b) Sobre todo, en las piezas de mejor calidad, en racleópolis. especial las series de vasos realizados en ar• cillas del desierto de nuestras clases Ilb, Ilh, IVd y IVe. En estos casos el engobe tiene una adherencia muy superior y mayor calidad, IV.A.2. Técnica y acabados pese a la textura áspera de muchas superficies en piezas de arcillas calcáreas.

Desde el punto de vista técnico, la mayoría de Por último, una clase muy concreta de copas y las piezas clasificadas como "groseras" se fabricaron cuencos, normalmente carenados o con fuerte infle• con una mínima intervención de cualquier variedad xión en su galbo, presentan un pulimento o espatu- de torno. El modelado a mano, la utilización del lado —difícilmente llega a "bruñido"— de la su• colombin y sólo ocasionalmente un torno de mano perficie, en especial la zona del borde, que da un manejado por el propio alfarero son la norma. En las brillo y textura satinada especial a estas producciones. piezas de la categoría "cuidadas" el modelado con la mano sigue siendo importante, pero se aprecia el uso de una torneta. Sobre todo en la cerámica grosera, pero a veces en la cuidada, son perceptibles al exterior IV.A.3. Decoraciones las huellas de dedos del alfarero. En algunos vasos se aprecia un alisado cuidadoso (¿con tela empapa• En Heracleópolis no puede hablarse propiamente da?) de la superficie, mientras que la parte inferior de "decoración" pintada, incisa o de otro tipo en es apenas raspada con un instrumento o alisada con este período. Con todo, algunos tipos de acabado la mano. —como el brillo rojizo o acastañado del "tipo Mey- dum''— tienen indudablemente un efecto decorativo. En general, la temperatura de cocción de la ce• rámica no parece haber sido muy elevada (menor de Algo parecido puede decirse de la(s) acanaladu• 800° C) dado que se conservan casi siempre los des• ra^) horizontales que señalan la línea del borde en 93 grasantes calizos e incluso algunos vegetales . In• algunos cuencos y copas, cuya función práctica es cluso las piezas más cuidadas tienen pastas blandas escasa, al contrario que las líneas del cuello de al• y a menudo deleznables. gunas "botellas" groseras, destinadas probablemente a sujetar cordeles.

93 Ver J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 17; Nordstrom, LA Las marcas impresas de algunos recipientes (Lá• p. 633; Hope, Egyptian Pottery, p. 19. minas IXa, XVIb,c) reflejan más una necesidad prác-

52 tica que una voluntad decorativa: se trata de impedir (fragmentos inventariados, 200; piezas de tipo IIA2 la deformación de los vasos grandes y pesados du• completas, 15) de platitos toscos de base plana; estos rante el proceso de secado, para lo que se sujetaba últimos indudablemente pensados para ese uso fu• el borde o galbo con cordeles apretados, que dejaron nerario/votivo dada su nula capacidad como conte• su huella tras la culminación del proceso. nedores y la inestabilidad de sus toscas bases (Lám. XVn-p). Ya se ha aludido a una constante egipcia: lo descuidado de las piezas fabricadas en serie como depósitos funerarios o de fundación94. IV.A.4. Asociaciones y contextos Otro de los escasos ejemplares de vaso hondo a Caracterizan los niveles del PPI o quizá primera mano (Lám. Xb) apareció, como se ha dicho, en H8/ parte del Imperio Medio las grandes acumulaciones 40. Contenía huesos de pequeño/s animal/es y estaba de botellas de tosca fabricación, acumuladas en enor• cerrado por la base inestable de una botella, colocada mes depósitos de hasta un metro de espesor. Es quizá invertida. significativo que se documenten cientos de bases y En otras ocasiones el depósito votivo se compone galbos por cada fragmento de borde de estas piezas, de vasos en miniatura. Es el caso del hallado por J. lo que hace sospechar que en este contexto muchas López en 196695, o el documentado en el sector Cl de estas formas debieron arrojarse o depositarse ya con idénticas formas (platitos y botellitas, Lám. Ig). rotas e incompletas. Algo parecido ocurre, como se ha visto, con la cerámica fina, en especial los "tipos Meydum". IV.A.5. Valoración general Las toscas botellas características del período apa• recen rara vez en posición claramente intencional. Es el caso del conjunto del sector L47-36, compuesto Los niveles del PPI en Heracleópolis se carac• por una gran botella —tamaño muy infrecuente, Lám. terizan por arrojar una cantidad desproporcionada• IVa— y tres más pequeñas, todas completas, junto mente alta de cerámica, incluso en enormes bolsadas. con una base cónica de arcilla clara, quizá reutilizada Aunque en muchos puntos la excavación se ha de• como tapadera en su momento (?). El contexto ex• tenido al llegar a estos niveles, y aunque en otros el cavado en 1992 en plena capa freática, se halla al manto freático los cubre parcialmente, lo estudiado nivel de una estela de falsa puerta, mesa de ofrendas hasta ahora permite ofrecer, creemos, una muestra in situ y restos de una posible tumba atribuible en representativa de las formas y tipos existentes en la principio (se halla todavía en estudio) al PPI o prin• zona, e incluso de sus proporciones relativas. cipios del Imperio Medio. La propuesta —matizada— de adscripción cro• Del mismo modo, en el sector H19 se documentó nológica al PPI o comienzos del IM viene dada por un conjunto de las mismas "botellas" a cota 4.60, la tipología cerámica (pervivencia de formas de la VI tumbadas con la boca hacia el Norte, aplastadas por Dinastía sobre todo los cuencos de tipo Meydum) el derrumbe de una mastaba situada justo al Sur. Cabe cuya perduración hasta el IM sería excesiva. Se apoya suponer que los vasos se hallaban en el nivel de suelo, además en los datos epigráficos de algunas estelas96 al exterior de la mastaba, en el momento en que ésta datables en el "Primer Período Intermedio o inicios se derrumbó. del Imperio Medio".

Dentro del contexto funerario, resulta de especial Con todo, y según se ha examinado en detalle, interés señalar los —muy escasos— conjuntos de ce• junto a formas características desde fines del IA y rámica cuya deposición intencional en un momento y lugar concretos resultan claros. En este sentido es significativo recordar el depósito documentado en el M V. supra n. 52. sector Hl-A/10, cota 5.78 m, formado por un vaso 53 V. supra n. 53. hondo a mano (Lám. X) y en torno a una centena 96 Pérez Die y Vemus, Ehnasya, pp. 29-34.

53 PPI, se documentan otras muchas —entre ellas las IV.B.l. Los períodos más sencillas y abundantes— que son también ca• racterísticas del Imperio Medio, en especial en su Ya se ha dicho que no puede hablarse en el área primera parte. Como se ha dicho, además, la escasa excavada de niveles o contextos bien definidos atri- definición cerámica del propio PPI en otros yaci• buibles al Imperio Medio, ni por restos cerámicos ni mientos dificulta la tarea de "cerrar" mediante pa• por otro tipo de datos. La escasez de cerámica, epí• ralelos la cronología de muchos tipos cerámicos. Es grafes o estructuras datables claramente en Imperio la escasez de un porcentaje significativo de cerámicas Medio98 puede deberse a tres razones: características del Imperio Medio la que nos ha lle• vado a proponer tentativamente una cronología del a) Bien a que durante ese período la necrópolis PPI. no estuviera en uso.

Una dificultad añadida estriba en que en muchos b) Bien a que las construcciones tardías, con su puntos los niveles del Tercer Período Intermedio masiva remoción de tierra, hayan eliminado avanzado se sitúan directamente sobre los del Primer en su casi totalidad dichos niveles (vid. supra Período Intermedio, debido probablemente, entre IV.A.5 ). otras cosas, a las grandes remociones de tierra rea• lizadas durante la edificación de las monumentales c) Bien a que los materiales que se han clasifi• tumbas pétreas de las Dinastías XXI-XXII. Estos mo• cado provisionalmente como "PPI" o prin• vimientos de tierra afectaron a estratos inferiores, cipios del IM (ver Apdo. anterior) sean en removiendo a conciencia zonas enteras de la realidad algo posteriores. excavación97. La primera opción no es descartable, pero no deja de ser especulativa. No muy lejos del área actual• mente excavada se conservan restos de estructuras IV.B. DEL IMPERIO MEDIO (IM) AL SE• datables en la XII Dinastía, como los bloques pétreos GUNDO PERÍODO INTERMEDIO con el nombre de la reina Sebeknefrure (XII Din.). (SPI). Láminas XVII-XX Incluso el cercano templo de Herishef data también del Imperio Medio99. Puesto que además durante el Imperio Medio la necrópolis del desierto en Sedment- En este apartado se recogen materiales que —en Mayana fue abandonada100 habría que pensar en una el estado actual de nuestros conocimientos— no cabe localización en algún lugar. considerar como propios del PPI, sino del IM o SPI. No deben analizarse de modo aislado, sino en com• La segunda alternativa es improbable, porque en binación con aquellos materiales estudiados en el las intersecciones de las fosas tardías deberían ha• apartado anterior que pueden datarse tanto en el PPI berse conservado dichos niveles del Imperio Medio. como en el IM, y que como se ha dicho son muy abundantes. Por lo que se refiere a la tercera posibilidad, aca• bamos de ver (Apdo.IV.A.5) que hay muchos tipos Por el otro extremo, pese a que se han establecido cerámicos que fueron usuales en el PPI pero que rasgos diferenciales —en el tiempo y en el espacio— perduraron sin apenas variaciones durante el Imperio entre las producciones cerámicas del Imperio Medio Medio; la escasez de cerámica de esta época podría y del Segundo Período Intermedio, en Heracleópolis deberse entonces a que los niveles que hemos pro- Magna no es posible realizar tal distinción, y por ello hemos agrupado aquí ambos períodos.

98 Pérez Die y Vernus, Ehnasya, pp. 29-34. Atribuyen todas las inscripciones antiguas a "PPI o inicios del Imperio Medio". 97 Por ejemplo, para un primer —y matizable— análisis de Un escarabeo datado en la XIII Dinastía (ibidem, p. 33) apareció la fosa de excavación de la Tumba 3, véase F. Quesada, M. J. reutilizado en una tumba del TPI. López Grande y M. C. Pérez Die, V International Congress of 99 Ibidem, p. 20. Egyptology (en prensa). 100 Ibidem, p. 23.

54 puesto tentativamente como datables en el PPI co• Formas cerradas rrespondan en realidad al Imperio Medio. Hemos vis• to que muchos fragmentos —sobre todo las formas TIPO XXIII.A.l simples, de mayor perduración—, podrían ser en efecto del Imperio Medio. De hecho, cuando hemos §36. Borde y cuello de posible tinaja de gran hallado paralelos de ese período para algunas piezas, tamaño (menos probable, de un soporte de carrete) se han citado (ver notas 68, 70, 71, 75, 79, 80, 82 (Lám. XVIIe). Arista marcada al exterior en el punto etc.). de inflexión entre galbo y borde. Este último es sim• Sin embargo, y como también hemos hecho notar, ple, de tendencia vertical, ligeramente regruesado al lo significativo es la escasez de cerámica decorada interior. Labio redondeado. con incisiones onduladas típica de las fases avanzadas Pasta realizada con arcilla margosa, de la clase del Imperio Medio y Segundo Período Intermedio en IIb2. Superficie exterior cubierta con un engobe blan• numerosos yacimientos del Valle. Además, la pre• quecino bastante deleznable. sencia de cerámica de "tipo Meydum" en los con• textos en que se documentan materiales dudosos del El diámetro del borde es muy grande, de unos 22 PPI al IM (p. ej. H19, planos inferiores de L10/11 cm., con unas paredes de un grosor uniforme de algo y Hl, etc.) nos lleva a sostener provisionalmente que más de un cm. en efecto en lo hasta ahora excavado no hay contextos claros del Imperio Medio avanzado, y que la mayoría Datable quizá en el Segundo Período Inter• de la cerámica corresponde al PPI o a lo sumo a medio102. comienzos del IM, en lo que coincidimos con los datos epigráficos (notas 96, 98). La particularidad más destacable de este frag• mento es la incisión intencional en el arranque del En cuanto al Segundo Período Intermedio, ocurre cuello, con un trazo vertical recto y uno curvo a la algo similar a lo que hemos dicho para el Imperio derecha, que forma una especie de "D". Los grafitos Medio. Faltan inscripciones y estructuras, y la ce• incisos son sumamente raros en el yacimiento, y la rámica atribuible a dicho momento es tan escasa mayoría parecen concentrarse en piezas de este pe• como la del Imperio Medio. Faltan además las pro• ríodo. ducciones más características del momento, como las jarritas negras del tipo llamado "Tell el-Yahudiya", TIPO XXII.A.2 de clara tradición palestina. Esta forma no sólo apa• rece en el Delta, sino que se extendió hacia el Sur §37. Vaso ovoide (¿globular?) sin cuello. Bor• 101. Sin embargo, conocemos al menos un fragmento de simple inclinado al exterior, labio ligeramente que probablemente imita producciones extranjeras. apuntado. Superficie rugosa e irregular, poco cuidada (Lám. XVIIIa). Forma simple de olla con numerosos paralelos en diversas épocas. IV.B.2. Formas Pasta de clase Id/c, poco cuidada. Restos muy perdidos de engobe rojo mate. Diámetro del borde, Puesto que este apartado no recoge un período 16 cm. claramente definido, sino un limitado conjunto de materiales que complementan los descritos en el apar• El rasgo más característico de la pieza es su de• tado anterior, no es posible distinguir aquí entre pro• coración, en forma de incisiones profundas realizadas ducciones finas y toscas, y luego grupos y tipos, dado con un objeto bastante romo. El fragmento permite que sólo se han identificado claramente algunas pie• distinguir una especie de tridente vertical (¿flor de zas.

102 La clasificación de esta pieza la debemos al Dr. D. Aston, 101 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 139, n. 272-273. quien la examinó personalmente en una visita al yacimiento.

55 loto muy estilizada?) y una banda inferior, en gran TIPO BD.52312 parte perdida, con motivos dentados y triangulares. §40. Gran borde, probablemente de gran tinaja, Pieza quizá datable desde finales del PPI y hasta aunque no hemos identificado la forma completa. mediados del Imperio Medio103. Borde de tendencia vertical, ligeramente inclinado al exterior, engrosado a ambos lados. Labio redondea• do. En la parte baja del fragmento presenta un orificio TIPO XXXIV.B circular de dos cm. de diámetro (Lám. XXf). Diá• metro del borde, 33,5 cm. Decoración pintada en §38. Vaso hondo de cuerpo probablemente forma de churretones de engobe rojo cayendo del ovoide y ligero estrechamiento en el cuello (Lám. borde, sin regularidad ni forma determinada. XVIIIb), de borde vertical ligeramente exvasado y engrosado al exterior; labio redondeado. El fragmen• TIPO s/d to conservado presenta un añadido aplicado en forma §41. Fragmento de galbo de vasito bitronco- de pequeño pitorro casi vertical, cuyo extremo o bor• cónico de pequeño tamaño (Lám. XXg). Pasta IIb2, de se ha perdido. Sin embargo, la forma no corres• arenosa y de color asalmonado en arcilla margosa. ponde a una jarra con vertedor, sino que recuerda Quizá procedente del sur. Torno rápido. Superficie mucho al "florero" recogido por J. Bourriau104, con engobada amarillenta, y sobre ella decoración pintada la salvedad de que en aquel se aplicaron cuatro "va- en color pardo, en forma de un gran aspa formada sitos" en la parte alta del vaso, mientras que en por dos grupos de líneas paralelas cruzadas, enmar• nuestro caso el aplique comunica con el interior del cado entre dos líneas horizontales que definen el recipiente principal. En nuestro caso, no es posible arranque del cuello y la inflexión del galbo bicónico. saber si el vaso completo tenía uno o más apliques. Fue hallado bajo el pavimento pétreo de la lla• Pasta la, con engobe rojo mate al exterior. El mada "Estructura J", zona no revuelta por remocio• borde del recipiente principal tiene un diámetro de nes de Baja Epoca, y asociado a tiestos con deco• 10 cm. Carece de decoración incisa. raciones incisas onduladas.

Se trata, sin duda, de una imitación local, posi• Probablemente Imperio Medio. blemente monocroma (el fragmento es pequeño) de vasos bitroncocónicos chipriotas muy similares, al• gunos en la llamada "bichrome ware". Precisamen• TIPO BD.53310 te, uno de los escasos vasos importados de esta clase §39. Borde correspondiente a un vaso de forma y tipo se halló en la cercana necrópolis heracleopo- no precisada, con cuello estrangulado y amplio borde litana de Mayana105, en una tumba del Segundo Pe• de perfil acampanado tenso, muy grueso (c. 1.7 cm.). ríodo Intermedio. Como ha señalado Bourriau106, este Labio plano horizontal. (Lám. XVIIIf). tipo dio lugar a una floreciente y duradera producción egipcia de imitación, que perduró durante siglo y Pasta Id, con engobe blanco deleznable y trazos medio, hasta comienzos del Impero Nuevo. verticales de pintura roja, similar en textura al ha• bitual engobe rojo mate. Formas abiertas

Diámetro del borde, 14 cm. TIPO BD.55550

Asociada a vasos abiertos con pitorro horizontal §42. Grandes cuencos (?) de borde inclinado y decoración incisa ondulada. unos 45°, con característico labio biselado al exterior, que queda vertical (Lám. XVIIa-b).

103 En opinión de J. Bourriau, quien examinó personalmente el fragmento. J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, pp. 133-134. 104 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 67, n. 120. Ibidem, p. 133 y p. 134-135, n. 263.

56 Pasta Ic o Ia/d, de arcilla aluvial. Engobe rojo expuesta una pieza muy similar en el museo de Za- mate desvaido, al exterior (Lám. XVIIa) o exterior zazig (Bubastis), datada en Baja Epoca. Por otro e interior (Lám. XVIIb). lado, Nagel fecha en el Imperio Nuevo vasos simi• lares procedentes de la tumba 1193 de Deir el Me• Diámetro del borde entre 16 y 28.5 cm. Grosor dina. Una pieza que recuerda la presente es un "co• de la pared en torno a 1 cm. lador" o "filtro" de fines del Imperio Nuevo o principios del TPI en el que el "cuenco interior" En ambas piezas se aprecian incisiones en el bor• aparece perforado por multitud de pequeños de. En la pieza de la lámina XVIIa, son postcocción orificios109. y antiguas, en forma de líneas oblicuas con ramifi• caciones. En la de la lámina XVIIb, las incisiones son líneas verticales paralelas (exterior e interior). En TIPO U.B.2 ambos casos están muy marcadas. Incisiones más complejas, pero de disposición y aire similar, se dan §44. Borde de gran cazuela (Lám. XVIIIh) de en formas del Imperio Medio de Dashur107. borde almendrado cóncavo al exterior y labio apun• tado, con carena interior separando el borde del cuen• TIPO XXXIV.A co. Gran diámetro, en torno a los 36 cm., con gruesas paredes (1.3 cm.). Pasta la, con engobe rojo mate §43. Fragmento de gran cuenco tendente a he- desvaído al interior y al exterior. Asociada a mate• miesférico, del que falta la base. Adosado a la pared riales más claramente propios del Imperio Medio. interior del borde se añadió una pared de arcilla, formando una especie de' 'cuenco dentro del cuenco'' TIPO II.A.2. (Lámina XVIIIg). Se trata, pues, de una especie de kernos, en la denominación amplia aceptada por

108 §45. Platito de base plana irregular, realizado Yon . Este sub-recipiente dentro del recipiente prin• a torno lento (Lám.XVIIId,e). Diámetro del borde cipal no se comunica con él; aun fracturado, se apre• entre 9 y 12 cm. Pasta Id. Se trata de un tipo "uni• cia que el plano de su borde no coincide con el del versal" de larga perduración. Véase lo que se ha recipiente principal, sino que se elevaba en origen en dicho sobre ellos en el PPI (Apdo IV.A. 1, Produc• oblicuo por encima de él. Al exterior del vaso aparece ciones abiertas de acabado tosco, párrafo 14). un mamelón o elemento de prensión, aplanado.

Pasta de clase Id (?). Engobe rojo mate denso. TIPO VI.F Diámetro del borde del cuenco principal: 28 cm. Diámetro (aproximado) del sub-recipiente interior: §46. Vaso de boca ancha, de diámetro similar entre 4.5 y 6.5 cm. al máximo del galbo, con borde de tendencia vertical ligeramente cóncavo hacia fuera y convexo al inte• Esta pieza, única hasta ahora en el yacimiento, rior. Labio redondeado o ligeramente apuntado. La apareció al Oeste de la Tumba 3, en un nivel (L10- unión entre borde y galbo viene señalada por una 11/20) que corresponde posiblemente al relleno del marca de inflexión (Lám. XLXb) que a veces se re• terreno posterior a la edificación de la tumba 3 y/o fuerza con una línea incisa horizontal (Lám. XIXc). 7, nivel asentado sobre otros del PPI-IA, también en En alguna ocasión el borde presenta una estrecha parte afectados por la construcción de las tumbas. moldura o baquetón horizontal (Lám. XlXa). Incluimos la pieza aquí con reservas, puesto que aun• que J. Bourriau (com. pers.) la considera del Imperio Algunos ejemplares de esta forma (p. ej. Láms. Medio, nosotros hemos tenido oportunidad de ver XLXe, XXa) presentan un orificio circular abierto al

107 D. Arnold, MDAIK 38 (1982) Abb.11.11 y Abb. 8.7. 109 G. Nagel, Deir elMédineh, p. 112, Fig. 97, 13-14 (ver• 108 M. Yon, Dictionnaire, p. 133. sión sin perforar); Fig. 128 y Apéndice III, n. K. S.50.

57 exterior en forma de pitorro vertedor, claramente in• mayoría cuentan con decoración ondulada incisa, a dicado mediante aplicación plástica de un "anillo" menudo entre líneas horizontales que delimitan un externo (Lám. XLXe). Se trata, sin duda, de un vaso friso (Lám. XlXd). empleado en aplicaciones prácticas, que incluyen tra• bajo con líquidos, como la fabricación de cerveza. TIPO VLE Un vaso de forma muy similar y con el mismo ver• tedor aparece en la conocida estatuilla de una mujer §48. Borde de tendencia inclinada hacia el ex• fabricando cerveza, datada a fines del Imperio Anti• terior, de forma aproximadamente rectangular, gran guo, hallada en la mastaba de Meresanj de Giza110.La tamaño (diámetro en torno a los 53 cm.) (Lámina mujer amasa una pasta de pan de cebada húmedo XXd). Pasta la. El rasgo más característico es la sobre un filtro o criba colocado sobre el vaso, pre• ondulación del labio a lo largo de toda la extensión sumiblemente lleno de agua. conservada. Además, presenta a lo largo del interior del borde una decoración ondulada horizontal muy Pastas de clase Ia/d, pero también margosas de basta, realizada con un instrumento romo y ancho. tipo Ub, de color amarillento. Superficies poco cui• dadas, rugosas en las pastas aluviales, y más lisas en las arenosas. Paredes muy gruesas, de más de 1 cm. Diámetro del borde en torno a los 30 centímetros. IV.B.3. Técnica, acabados, decoraciones

Lo más característico de estas piezas es su de• coración incisa en forma de "olas" enlazadas, no En la escasa representación claramente atribuible muy cuidadas. Forman un friso horizontal en la parte al IM-SPI en las excavaciones de Heracleópolis con• alta del galbo, en la zona más visible del vaso. tinúa el predominio de pastas locales aluviales, a menudo con engobes de tono rojo mate, bastante La forma tiene precedentes en el PPI (Lámina XII deleznables. Entre la escasa representación de arcillas h-j), como se ha comentado ya (ver Apdo anterior, margosas, es característica la clase Ilb de nuestra producciones toscas abiertas, párrafo 12). Sin em• clasificación. bargo, buena parte de los paralelos para la decoración El rasgo más distintivo es la decoración incisa en ondulada datan ya del SPI (v. infra IV.B.3. y notas forma de líneas onduladas, enmarcadas o no por lí• 111,112). neas horizontales, con motivos de "oleaje". Esta decoración se aplica en Heracleópolis a un repertorio TIPO VLD reducido de formas abiertas toscas, a menudo con• tenedores de líquido con borde de tendencia vertical y orificio-pitorro bajo el borde. Se documenta en

§47. Gran vaso hondo de galbo con paredes casi 111 muchos lugares de Egipto, tanto al interior como

verticales o ligeramente convexas, en forma de 112 al exterior de los vasos . Parece especialmente ca• "cubo", aunque desconozcamos la base. Borde ver• racterística de fines del IM y sobre todo del SPI. tical, engrosado al exterior formando una moldura. Se caracteriza además el borde porque en su parte Caso raro —conocemos escasos fragmentos muy superior presenta una acanaladura que crea un labio pequeños— es el fragmento de galbo con decoración bífido (Láminas XlXd, XXb,c). pintada, producción egipcia que imita vasos impor• tados de origen chipriota. Similar en rasgos generales al tipo anterior en tamaño, pasta, acabado, decoración e incluso en la

forma general. Algunos ejemplares tienen también 111 H. Jacquet-Gordon Bull. Liaison, XIV (1990), p. 17, Fig. orificio en la parte alta del galbo (Lám. XLXd), y la 2.1, de Karnak Norte, datado en el Segundo Perîodo Intermedio. 112 M. C. Guidotti, EVO VIII (1985), p. 30, fig. 61, fines del Imperio Medio o Segundo Periodo Intermedio. También J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 58, n. 101 y 102; D. Arnold, 110 Egyptian Museum, n. 52. MDAIK 38 (1982), Abb. 10.4, 10.8.

58 IV.B.4. Valoración general en la parte alta del galbo, justo bajo los hombros (Lámina XXIc).

Aunque no hay claros contextos estratigráficos Pasta de clase IVa, poco habitual. Torno rápido. atribuibles al IM-SPI, la mayor concentración de Superficie alisada, con engobe crema espatulado has• fragmentos —nunca vasos enteros— de este mo• ta obtener una superficie satinada. Altura máxima en mento se ha documentado en los sectores denomi• torno a los 50 cm. Diámetro máximo a la altura de nados Hl, Bajo J, H19 y H30. De todos modos, se las asas, 27 cm. ha dicho que es casi seguro que muchas de las pro• ducciones heracleopolitanas del PPI perduraron du• Se trata de un ejemplar único, hallado en el Sector rante parte del IM, de modo que la cerámica del Hl-A/16, bajo estructura XI. Contenía los huesos de Imperio Medio no se diferencie notablemente de la un feto humano o de un recién nacido, aún en estudio. más antigua. Por ejemplo, las botellas toscas de cue• Se trata, por tanto, de un recipiente utilizado espe• llo cilindrico que hemos visto ya en el Primer Período cíficamente como contenedor funerario. Teniendo en Intermedio perduraron sin duda en el Imperio cuenta que el diámetro interior del cuello es de sólo Medio113. Por tanto, insistimos de nuevo en que no 12 cm., cabe pensar que el esqueleto corresponda a puede establecerse de modo tajante que algunos de un niño muy pequeño. los contextos provisionalmente fechados en el PPI (Apartado IV.A.) no sean ligeramente más tardíos, Como pieza única en el yacimiento, carece de dentro de la primera parte del Imperio Medio. paralelos locales. Sin embargo, es una forma fre• cuente en el Imperio Nuevo, especialmente en sus Por otro lado, en este apartado hemos recogido fases tardías114, en un momento avanzado de la XX un grupo de cerámicas —con decoraciones incisas y Dinastía o incluso más tarde115. En algún caso, como pintadas muchas de ellas— que parecen documentar en Amarna, un ánfora de forma similar fue también una evolución en el tiempo, llegando incluso quizá utilizada como recipiente para inhumaciones al Segundo Período Intermedio. Por tanto, la aparente infantiles116. ausencia de niveles claramente datables en el IM debe ser considerada una hipótesis provisional. Es probable que los cuellos verticales o ligera• mente ondulados, con borde engrosado al exterior, de la Lámina XXIg,h,j pertenezcan también a este tipo de vaso. IV.C. IMPERIO NUEVO Y COMIENZOS DEL TPI. (Láminas XXI-XXII) TIPO BD.52233

IV.C.l.-Formas §50. Vaso cerrado grande de cuello vertical alto, borde redondeado muy engrosado al interior Formas cerradas (Lám. XXI, e-f). Este tipo de cuello pertenece po• siblemente a un tipo de ánfora o gran tinaja de cuerpo

TIPO XXIV.A 114 C. Hope, Pottery of the New Kingdom. Amphorae, pas• §49. Gran ánfora de cuerpo ovoide, base ines• sim, esp., Fig.3. 115 G. Nagel, Deir el Medineh, Sep. 359, Figs. 17-19. table apuntada, hombro poco marcado, cuello vertical 116 T. E. Peet y C.L.Woolley, The City of Akhenaten Plate alto, ligeramente acampanado. Borde perdido. Dos LIV,n. LXXXVI/264, y p. 137, clasificado porlos autores como asas verticales de sección aproximadamente circular posterior al abandono de la ciudad, aunque sin precisar cuando: "Other vases which may be later than the Akhenaten period are those which were used to contain the bones of children occasio• nally buried amongst the ruins, e. g. XVI/25 and LXXXVI/264. 113 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 62, n. 110-111. Such vases may be of various dates".

59 ovoide o globular. Diámetro del borde en torno a 10 cm.). Pastas de clase la, a veces con engobe rojo cm., y altura del cuello en torno a los 6 cm. Imperio mate (Lám. XXlIg). Nuevo avanzado117. Bordes similares en Gurob (Seti I o posterior)120, Deir el Medina121, Saqqara122, etc. TIPO BD.52236 TIPO BD.S1130 §51. Vaso cerrado grande de cuello alto verti• cal, con borde vertical biselado al interior (Lám. §54. Borde de gran recipiente cerrado (Lám. XXIi). Labio apuntado, por tanto. Coincide a rasgos XXIIf). Borde redondeado macizo, engrosado al in• generales en forma y dimensiones con los bordes del terior y ligeramente abierto al exterior. Diámetro del tipo anterior. Podría pertenecer a un amplio grupo de borde, 22 cm. Pasta margosa. Engobe blanco al ex• vasos de cuerpo ovoide y cuello vertical ligeramente terior y al interior del borde. Fragmento hallado en 118 abombado . la tumba 8, junto al enterramiento 897. Quizá del tipo de "meat jar"123, como los de Qantir y otros muchos yacimientos124. TIPO BD.52314

§52. Gran tinaja (Lám. XXIIh) de cuello ver• TIPO XXV.A.2 tical ondulado, que se prolonga en un cuerpo ovoide §55. Cuello de "cantimplora" de cuello estre• sin hombro marcado. Borde redondeado, engrosado cho y boca acampanada. Arranque de las dos asas en al interior y exterior. Marcada arista o baquetón en el tercio superior del cuello. (Lám. XXId). Un rasgo la base del corto cuello, que mide unos 5 cm. Pasta distintivo de estas "cantimploras" o "pilgrim's aluvial. flasks" del Imperio Nuevo, nacidas en la XVIII Di• Tipo de gran recipiente documentado en Tanis a nastía, por oposición a las posteriores, es el arranque fines del IN o principios del TPI, y en Abydos en muy alto de las asas, casi justo debajo del borde125. fechas incluso posteriores119. En Heracleópolis apa• Sin embargo, esta pieza podría datarse incluso a prin• recen ejemplares casi completos en contextos de un cipios del TPI, puesto que el arranque del asa muestra TPI relativamente antiguo (por ejemplo, en Tumba una decidida tendencia a descender. 3, ver Lám. XXIIIb). Quizá pudiera datarse también, dentro del IN, el fragmento de borde recogido en la Lám. Vía, hallado TIPO BD.52312 en un contexto en el que el resto del material parece anterior. Sin embargo, un fragmento aislado es un §53. Cuello y borde de un gran vaso, posible• dato demasiado débil para mostrarse en exceso tajante mente una tinaja de cuello acampanado abierto re• en ningún sentido. matado en borde redondeado ligeramente engrosado al exterior. Presenta irregularidades en la parte alta del cuello. Paredes muy gruesas y gran diámetro (30 120 D. Aston, Tentative footsteps, Figs. 1.2 y 1.4. 121 G. Nagel Deir el Médineh Sep. 1159a, Fig. 51, decorada. 122 J. Bourriau y D. Aston, Tia and Tia, Fig. 127. 123 Por la evidencia de contenido de vasos de este tipo ha• 117 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 17, Ramsés III. Un llados en Amarna, cf. Aston, Tentative footsteps... Fase 1, Grupo borde mucho más parecido aún, pero con cuello acampanado, 50. perteneciente a una gran tinaja globular, en Qantir, XX Din. 124 D. Aston, GM 113 (1989), Fig. 3.3, y p. 22.; G. Nagel, Ibidem, Fig. 16.2. Deir el Médineh, p. 110, Fig. 94.2. 1,8 G. Nagel, Deir el Médineh Fig. 97.2; J. Bourriau y D. 123 En la XVin Dinastía, el asa nace del área del borde (As• Aston, and Ra'ia Pl. 37.74. J. Bourriau y D. Aston, Tia ton, Tentative footsteps..., Phase 2, Group 12). A principios del and Tia num. 1SS, con pintura azul sobre fondo engobado en TPI, nacen a mitad del cuello (D. Aston, Tentative footsteps... rojo. Phase I, Group 19). A partir del s. VIII a.C. nacen en la base 119 P. Brissaud, CCE 1 (1987), PI. XVIII. 308. También D. del cuello {Ibidem Phase III, Group 16). Ver también D. Aston, Aston, Tentative footsteps, Fig. 31. Tomb Groups..., pp. 556 ss.

60 Formas abiertas terior (Lám. XXIIc), que a veces es además cóncavo al exterior (Lám. XXIIb). Diámetro del borde en torno a 35-40 cm. Pasta margosa, compacta, de buena TIPO IV.A calidad, con engobe anaranjado a ambos lados.

§56. Cuenco profundo de base inestable apun• Corresponde a un tipo común desde fines del Im• tada, paredes ligeramente inclinadas hacia el exterior perio Nuevo en adelante, documentándose por ejem• y borde simple apuntado (Lám. XXIb) o incluso bi• plo en Tanis129 o en Tell el Daba 130 o Qantir131. selado por el interior (Lám. XXIa). A veces el borde se hace ligeramente cóncavo por el exterior, y la TIPO II.B.l diferencia con el galbo se señala mediante una arista (Lám. XXIa). §59. Platos de base inestable apuntada, galbo Pastas aluviales de clase la, engobe rojo mate. curvo y borde de tendencia horizontal saliente. Pastas Corresponde con la categoría de "Red-coated Nile la, aluviales. Engobe rojo mate o sin engobe con una Silt Types" de la clasificación de la cerámica ra- línea de engobe rojo en el borde. Es un tipo muy mésida de Hope126. Podrían perfectamente, sin em• característico desde el Imperio Nuevo en adelante, 132 bargo, ser algo posteriores, de las Fases I-II de Aston pero sobre todo del TPI . (s. XII-IX), en el TPI, porque también aparecen en dichos contextos en numerosos yacimientos, dado que se trata de una forma extremadamente común IV.C.2. Valoración desde el IN en adelante, que por tanto no es en exceso útil como fósil de datación. De las páginas anteriores se deduce que el ma• terial atribuible al Imperio Nuevo es muy escaso, más TIPO V.B aún que en el caso del Imperio Medio/SPI. En la clasificación que hemos hecho en las páginas ante• §57. Fragmento de gran plato o cuenco plano riores nos hemos referido en la mayoría de los casos de base plana (Lám. XXIIa). Gruesas paredes —hasta (salvo en platos y cuencos) a piezas o fragmentos 2,5 cm.— que presentan las ya mencionadas marcas concretos, más que a tipos definidos por numerosos de cuerdas, colocadas para impedir que el vaso se ejemplos. Dicho de otro modo, el material atribuible deformara bajo su propio peso en el proceso de secado al Imperio Nuevo se podría casi contar con los dedos previo a la cocción. Es un tipo común tanto en el de las manos. Imperio Nuevo como en el TPI, fase en que lo es• tudiaremos en más detalle127. Pastas de clase Ia/d. Además, muchas de las piezas que hemos in• Diámetro superior a 40 cm. cluido aquí vienen clasificándose por los mejores es• pecialistas como propias de fines del Imperio Nuevo o principios del TPI. Teniendo en cuenta que sí se TIPO III.B.2.a documenta, al contrario que en el IN, un volumen apreciable de material datable en el TPI, cabe la pre• §58. Gran cuenco de base indeterminada, pro• gunta razonable de si muchos de estos fragmentos no bablemente de anillo o plana128, paredes bastante serán en realidad posteriores al año 1070 a.C. —por gruesas, y gran borde almendrado engrosado al in•

129 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 31.151. 126 C. Hope, Pottery of the New Kingdom. Ramesside Period, 130 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 41.4 Engobe crema- Fig. 7f. rosado. XXI Dinastía. 127 Paralelos de la XX Dinastía en Qantir (Aston, CM 113 131 D. Aston, GM 113 (1989), Fig. 2.1, Early New Kingdom (1989), Fig. 5.3. 132 D. Aston, Tentative footsteps... Fase I, grupo 6. Ramsés 128 Como por ejemplo el cuenco de Qantir, D. Aston, CM II: Fig. 4; Ramsés III-VI: Fig. 6; Ramsés IV, Fig. 10. G. Nagel. 113 (1989), Fig. 2.1 Deir el Médineh Fig. 26.

61 citar una fecha concreta—. En realidad, sólo el ánfora (TPI) como las dinastías subsiguientes. Esta conven• que contenía el esqueleto infantil, el cuenco de la ción es utilizada por algunos autores136, pero en modo Lám. XXIIb y pocas piezas más pueden datarse con alguno está generalizada. cierta seguridad dentro del Imperio Nuevo. Por otro lado, no hay estructuras del IN en el área excavada, y las escasas inscripciones —casi todas de época de IV.D.l. ¿Siglos o dinastías? Ramsés II133— aparecieron reutilizadas en las grandes tumbas de la XXII Dinastía (Tumbas 1 y 3). Si ade• más tenemos en cuenta que en la cercana Sedment Un problema todavía sin resolver en la clasifi• es donde se excavó hace ya muchos años la consi• cación y estudio de la cerámica egipcia a partir del derada principal necrópolis de Heracleópolis en el Imperio Nuevo es el de los criterios de ordenación Imperio Nuevo134, esta ausencia de material de las por períodos. El criterio clásico ha sido —y sigue dinastías XVIII-XX no debe extrañarnos demasiado, siendo— la clasificación por dinastías. Desafortu• aunque nada garantiza que en la zona todavía no nadamente, entramos ahora en un período relativa• excavada, a 15 ó 50 metros del área ya estudiada, mente confuso —como varios otros en la historia de no aparezcan niveles de este período, dentro de un Egipto— en el que las dinastías no se suceden ele• fenómeno de estratigrafía horizontal. gantemente una detrás de otra, sino que se solapan o superponen enteramente, como ocurre con las En este sentido creemos significativa la total au• XXII, XXIII y XXIV (Fig.4) . La fragmentación del sencia —hasta ahora— de cerámica con decoración poder político tuvo un cierto reflejo en las produc• pintada en azul cobalto, característica de las XVIII- ciones cerámicas137, pero en conjunto los estilos ce• XIX Dinastías, sobre todo en centros cortesanos rámicos no se adaptan convenientemente a los cam• como Malkata o Amarna, pero también en otros lu- bios políticos138. 135 gares . Estamos convencidos de que la solución al pro• También puede ser significativo que la única pie• blema vendrá dada por la clasificación de la cerámica za más claramente datable en el IN, y la única com• atendiendo a períodos temporales definidos por siglos pleta —o casi completa— sea un ánfora que contenía o décadas mejor que por dinastías o términos como una inhumación infantil, rito por demás poco habi• "saíta", "TPI", "persa" o "etíope", que poco o tual, aunque documentado por ejemplo en las ruinas nada tienen que ver, en la mayoría de los casos, con de la abandonada Amarna, según se ha indicado ya. la evolución de los estilos cerámicos. Del mismo modo que nadie pretende hablar de campaniense de César o Sila, creemos que en el futuro las conven• ciones de tipo "cerámica de la XXV Dinastía" o IV.D. EL TERCER PERÍODO INTER• "saíta" habrán de ser muy matizadas o enteramente MEDIO Y LA "BAJA EPOCA". sustituidas para evitar confusiones. En efecto, la car• CUESTIONES DE CRONOLOGÍA ga semántica que el término "saíta temprano" puede Y CLASIFICACIÓN tener, por oposición a "final del TPI", suele llevar a confusión, cuando en realidad podemos estar re- A efectos puramente de estudio cerámico, en éste y subsiguientes capítulos englobamos bajo el epígrafe "Baja Epoca" tanto el Tercer Período Intermedio 136 P. ej., J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 80. Kitchen dis• tingue entre un "Late Period i: 3rd Intermediate" y un "Late Period ii: Saite/Persian". cf. WA 23 (1991), p. 206. 137 gj ypj parece tener en Egipto una menor fragmentación 133 M.C. Pérez Die y P. Vermis, Ehnasya, pp. 35-38 cerámica que la de los "Períodos Intermedios" anteriores (cf. 134 M. C. Pérez Die y P. Vermis, Ehnasya, p. 23. D. Aston, Tentative footsteps... Capítulo VI. Según Aston, esto 133 Sobre este tipo tan característico de cerámica, ver en úl• se aplica sólo hasta el 750 a.C. timo lugar la síntesis de C. Hope en CCE 2 (1991), pp. 17-92. 138 Por ejemplo, en la XVIII Dinastía, J. Bourriau, Umm el- Desaparece en la XX Dinastía, tras el reinado de Ramsés III. cf. Ga'ab, p. 72. Los marcados cambios de la XVIII Dinastía no C. Hope, Pottery of the New Kingdom. Ramesside Period, p. 56. se reflejan en la cerámica, como por otro lado cabe esperar.

62 Siglos Años ASTON (e.p.) DINASTIAS

1200

XX

(1200-1070)

XXI (1070-945)

950

900 11(1000/9507-800/750?)

IX 850 XXII (945-715)

11 I I XXIII (808-715)1 _1

xxiv=H SUR EGIPTO XXV(et) III NORTE EGIPTO (715-664) (800/750-625) SAITA TEMPRANO (750/700-650/600)

I XXVI III TARDIA (Saita)

(664-525) (625-600/575)

S AITA TARDIO 550 VI (625/600-500?)

XXVII 500 (Persa) (525-404)

ALTO EGIPTO BAJO EGIPTO

Figura 4. Cuadro cronológico de las fases cerámicas de la Baja Epoca (a partir de D. Aston, reelaborado).

63 firiéndonos al mismo período, dentro de la segunda J. Bourriau y P. French responden a una realidad mitad del s. VIII a.C. sentida por la totalidad de los especialistas. Por di• versas razones, la cerámica del TPI y de las dinastías En este sentido, la propuesta más novedosa es la posteriores, hasta época Ptolemaica, se ha mostrado 139 reciente de D. Aston , quien claramente prefiere intratable para la investigación, y sólo trabajos muy hablar de "fases" y siglos en lugar de "dinastías" recientes, todavía inéditos en muchos casos, co• (la Figura 4 recoge su propuesta de clasificación de mienzan a poner orden en lo que, por usar las palabras fases cerámicas, con las incertidumbres habituales del mejor especialista, D. Aston, ha sido "forbidding para los comienzos y fines de cada sub-período. Ade• terrain"142. más, Aston distingue a partir del 750 a.C, con la división de facto del país, ritmos diferentes para el A grandes rasgos, parece existir cierto consenso Delta, Alto Egipto y Nubia, que llevan a clasifica• en distinguir dos grandes fases cerámicas en el pe• ciones ligeramente distintas para cada zona. ríodo que comienza con la XXI Dinastía y termina con la conquista de Alejandro143. La primera fase Aún así, esta propuesta realiza concesiones al continuaría en cuanto a las formas tradiciones del sistema tradicional, denominando "Saíta Temprana" Imperio Nuevo, con un claro predominio de las ar• a la fase cerámica que en el norte de Egipto cubre cillas aluviales —si bien con pastas más depuradas—; aproximadamente desde el 750/700 y hasta el 650/ sin embargo, la decoración pintada compleja desa• 600, y que coincide en el tiempo con su "Fase III" parecería casi por completo. La segunda fase mar• en el Alto Egipto. Este "título" con implicaciones caría una clara ruptura, con la introducción de nuevos culturales ("saíta") puede llevar a confusión, puesto repertorios formales —incluyendo imitaciones e in• que Aston aplica este término no a la XXVI Dinastía, fluencias del ámbito griego—, una masiva aparición sino ya a los señores de Sais en el s. VIII a.C., Tefnajt de pastas claras y amarillento-verdosas, fabricadas y Bocchoris, contemporáneos de Piye y del fin de la con arcillas margosas144. En esta segunda fase los XXII dinastía. Por tanto, su "Saíta Temprano" es bordes de todos los vasos tienden a complicarse, y homologable a un "TPI Tardío" de otros autores. aumenta mucho la proporción de bases de anillo145.

Con todo, y pese a las dificultades anotadas, el Las disensiones comienzan al tratar de precisar peso de la tradición debe tenerse en cuenta, de modo el momento de la ruptura. Para muchos autores, una que trataremos de coordinar el sistema tradicional con primera fase abarcaría todo el Tercer Período Inter• las nuevas propuestas, basándonos sobre todo en la medio (TPI) y la XXV Dinastía, y otra desde el co• división de la propuesta de D. Aston. mienzo de la XXVI hasta el período Ptolemaico146. J. Bourriau considera que el cambio sería ligeramente anterior, a comienzos de la XXV Dinastía147. Algo similar parece opinar P. French, quien incide en la IV.D.2. La "Baja Epoca" en la cerámica de He- importancia de los grandes vasos de arcilla margosa racleópolis de la zona meridional148 (ver Fig. 4).

Sin duda, la propuesta más detallada es la avan• "La cerámica predinástica es mejor conocida y zada por D. Aston (ver Figura 4). Dicho autor se puede datar con más precisión que la cerámica de Baja Epoca..."140. "La cerámica de la Baja Epoca

ha sido tan poco estudiada que desde luego no es• 142 D. Aston, Egyptian pottery from the thirteen to the seventh tamos todavía en situación de exponer una historia century BC. Tentative footsteps in a forbidding terrain (e.p.). coherente"141. Estas desconsoladoras afirmaciones de 143 A partir de H. Jacquet Gordon, From the Twenty First Dynasty to the Ptolemaic Period. 144 Para esta segunda fase, P. French, Ateliers..., pp. 58 ss. 145 H. Jacquet Gordon, From the Twenty First..., p. 2. 139 D. Aston Tentative footsteps... Epflogo. 146 H. Jacquet Gordon, From the Twenty-first...; C. Hope, 140 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 80. Egyptian Pottery, p. 46. 141 P. French, en Ateliers de Potiers et Productions Céra• 147 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 80. miques en Egypte, cf. n. 14, p. 58. 148 P. French, Ateliers..., p. 59.

64 distingue149 también dos grandes períodos, pero el ¿cómo es posible contrastar estas hipótesis en He• momento de separación sería algo más antiguo, en racleópolis?. torno a mediados del s. VIII a.C. Sabemos que la necrópolis tiene una importante Las fases I-II de Aston son lógica continuación fase de la XXII Dinastía, como prueba por ejemplo una de otra, y ambas suponen una modificación no• la Sepultura de Tanetamón (hacia mediados del s. IX 152 table, pero no cualitativa, de los tipos del Imperio a.C, en plena Fase II de Aston) , y que incluso 153 Nuevo, abarcando aproximadamente el período hubo tumbas en la XXI Dinastía (fase I de Aston) . 1200-800/750 a.C. Sabemos por otro lado que hubo irrupciones en las tumbas de la XXII Dinastía —incluso varias veces— Es en torno al 750/730 a.C., con la consolidación hasta épocas muy tardías, como prueba el hallazgo de una división de facto del país en reinos indepen• de cerámica romana en la Tumba 3 (v. infra). dientes, cuando Aston aprecia una clara cesura en la La cuestión radica por un lado en identificar si cerámica, incluyendo una clara regionalización antes en Heracleópolis se documenta el complejo cerámico inexistente. Para Aston, en este momento surgiría en de las Fases I y II de Aston (en las tumbas más el Alto Egipto su "Fase III", que "marca una com•

150 antiguas) y el complejo cerámico de las fases III (o pleta ruptura en el repertorio cerámico" y el Delta Saíta Temprano) en las intrusiones y enterramientos su "Saíta Temprana" (época que abarca según este posteriores. Más aun, interesa definir si la cerámica sistema desde el 750 al 600 a.C. y cuyo significado de esta reutilización de la necrópolis a partir del s. ya se ha comentado). Con todo, el propio Aston sitúa VIH154 llega a la fase "Saíta Tardía", identificada en su "Fase III" y no en la "Saíta Temprana" nu•

151 entre otras cosas por la imitación de formas griegas, merosas formas halladas en el área de Menfis . La e incluso a la época persa. fase III del Alto Egipto acabaría siendo absorbida gradualmente por cerámica "saíta" procedente del Podemos adelantar que en efecto se identifica un Norte, dando lugar a la "Fase III Tardía" y final• "TPI" bastante típico, y también un fortísimo com• mente a una fase "Saíta" similar a la "Saíta Tardía" plejo de los siglos VlII-primera mitad del s. VII a.C. del Bajo Egipto. Esta cerámica propiamente "Saíta" (final del TPI, fin de la XXII, XXIII y XXV Dinas• del s. VI a.C. mostraría ya claras influencias de la tías), perdurando de modo más apagado en la segunda cerámica griega, cosa que no ocurría en la fase pre• mitad del s. VII (época saíta, XXVI Dinastía), mien• cedente (Fase III y Fase Saíta Temprana). tras que a partir de fines del s. VI (época persa) el material escasea, aunque haya deposiciones ocasio• Para Aston, por tanto, la ruptura en la tradición nales de época persa, ptolemaica, romana y copta. cerámica sería entre 50 y 100 años anterior a lo que han creído otros autores, y además iría acompañada Por otro lado está la cuestión de si el complejo de una diversificación entre el Alto Egipto (Fase III) cerámico del 750/715-650/600 a.C. en Heracleópolis y Bajo Egipto (Saíta Temprana), corriente esta última —que supone con diferencia el mayor conjunto de contemporánea de Tefnajt. material del yacimiento— encaja con el complejo "Saíta Temprano" de Aston para el Bajo Egipto, o Estas consideraciones generales plantean a su vez más bien con el de su "Fase III", típica del Alto una cuestión de interés particular para nosotros: Egipto. Sabemos que Heracleópolis fue en este pe• ríodo una zona fronteriza, escenario incluso de una gran batalla entre Tefnajt y Piy en la que el kushita 149 D. Aston, Tentative footsteps..., passim. fue vencedor (730 a.C). Por ubicación geográfica y 150 Ibidem, Capítulo VI. 151 ¿Menfis, zona fronteriza?. Vasos menfitas ubicados en la "Phase III" y no en la "Early Saitre" del Bajo Egipto: D. Aston, Tentative Footsteps... Fig. 69, n. 438 y 437, corresponden al 152 Epigrafía in situ de principios de la XXII Dinastía en Pérez grupo 26 de su Fase III; las formas de Fig. 69, 402-403, 404 Die y Vemus, Ehnasya, pp. 43 ss. corresponden al grupo 17 de su Fase III. Si Menfis, al Norte de 153 Inscripción reutilizada en la Sep. 8., cf. Pérez Die y Ver- Heracleópolis, presenta formas de la sureña "Fase III", cabe nus, Ehnasya, pp. 41-43. esperar que otro tanto ocurra en Heracleópolis. 154 M. C. Pérez Die, Rev. de Arqueología 115 (1990), p. 36.

65 ambiente cultural de tradición libia, cabe esperar que producciones pueden fecharse a partir del s. X a.C, la cerámica de Heracleópolis pertenezca al complejo y agruparse según se resume en la Figura 5. Al con• propio del' 'Bajo Egipto" por oposición a la cerámica trario que en el PPI, lo más operativo es distinguir meridional de la "Fase III" de Aston. Si esto es así, no entre producciones toscas y cuidadas, sino direc• entra dentro de la lógica. Si no, puede que debamos tamente entre formas cerradas, abiertas y "especia• plantearnos el peso cultural del Sur sobre la zona del les", y dentro de ellas separar los tipos de gran ta• nomo heracleopolitano, o mejor que la fase III de maño (dedicados sobre todo al almacenamiento, Aston no sea exclusiva del Alto Egipto. Más adelan• producción y transporte) de los grupos de tamaño te, una vez examinada la cerámica, volveremos sobre mediano y pequeño. Por fin, conviene separar formas esta cuestión, pero podemos adelantar que en Hera• peculiares muy especializadas, clasificadas como cleópolis la mayoría de las formas parecen asociarse ' 'especiales". Predominan casi absolutamente los va• más a complejos meridionales del Alto Egipto que a sos de arcilla aluvial bastante depurada salvo en tipos los del Delta. muy concretos, siendo muy escasas las pastas basadas en arcillas margosas. Debemos además contar sin duda con el diferente ritmo de evolución de los distintos tipos cerámicos, que hace que algunos perduren siglos sin apenas cam• Formas cerradas grandes bios mientras que otros están más sujetos a modas o Vasos de almacenamiento y transporte simplemente han de adecuarse a nuevas funciones. Por último, queremos reconocer explícitamente que las clasificaciones que nosotros ofrecemos aquí en• TIPO XXIIIH tran a menudo en un círculo vicioso: algunas formas características son útiles para fechar otras a ellas aso• §60. Grandes recipientes ovoides ("tinajas") ciadas..., pero a su vez dependen de las fechas asig• de base apuntada o redondeada inestable. Cuerpo alto nadas en otros yacimientos, de modo que es fácil que con el diámetro máximo en el tercio inferior, ausencia el conjunto del material aquí presentado muestre una de hombro, boca ancha con borde almendrado o re• cierta tendencia a ajustarse al cuadro general que en dondeado, engrosado al exterior marcando una mol• los últimos años ha venido emergiendo del "caos dura. Ausencia de cuello. Dos asas verticales en el primordial". Y ello sobre todo teniendo en cuenta tercio superior del galbo (Lám. XXIIIa). que la evidencia interna de la propia excavación (con• Pasta de clase la, bien cocida, aunque con irre• textos, estratigrafía) es a menudo compleja y deba• gularidades debido al diferente grosor de las paredes tible debido a múltiples razones, entre ellas las nu• en distintas partes del vaso. Alisada, a menudo sin merosas remociones e intrusiones que dificultan engobe exterior, pero en ocasiones con engobe crema enormemente la lectura estratigráfica. Con todo, hay imitando producciones en arcilla margosa. algunas discrepancias con dicho cuadro "estableci• do" que en cierto modo garantizan que esa depen• La altura del vaso oscila en torno a los 50 cm. dencia de la consuetudo maiorum no es opresiva. El único ejemplar completo documentado en Hera• cleópolis procede del interior de la cámara B de la Tumba 3, en su ángulo Sureste. Mide 55 cm. de altura, con un diámetro de borde de 18 cm. IV.E. EL TERCER PERÍODO INTER• MEDIO. (Láminas XXIII-XXX) Se trata de una forma característica de la XXI Dinastía, que llega hasta c. 950 a.C, pero nada se

155 IV.E.l. Grupos Formales opone a una perduración durante la XXII . Sin em• bargo, debe tenerse en cuenta este dato para la da-

No se distingue en los materiales excavados un claro complejo cerámico de las fases más antiguas 135 D. Aston, Tentative footsteps... Phase I, Group 37, Fig. del TPI (sobre todo s. XI a.C). La mayoría de las 197a-b.

66 PRODUCCIONES CERAMICAS

CERRADAS ABIERTAS ESPECIALES

80. XXXI.A H GRANDES MEDIANAS/ 81. XXXIII. A PEQUEÑAS 82. VIII 69. VI.B GRANDES MEDIANAS/ PEQUEÑAS 70. V.D 60. XXIII.H 71. BD.54323 61. XXIII.I 72. BD.54323 62. XXIII.G 73.1

Ovoides Globulares Cuello Cuello Otros Acampanado Vertical PLATOS VASOS 63. XX.C.2 H66.XXI 67. BD.52243 - CUENCOS — HONDOS 64. XX.C.1 68. XXV.A/B 65. XX.C.3/XX.D 74.II.B.1 78.VII.E 75.IV.A.3 •79.VII.C 76.IV.A.5 77.IV.O

Figura 5. Grupos del formas TPI (c. 900-750 a.C.)

67 tación de la Tumba 3, que presenta materiales ce• TIPO XXIIL G rámicos bastante antiguos. §62. Gran tinaja ovoide de cuerpo estrecho (Lám. XXIIIb,d) Se caracteriza sobre todo por el Conocemos paralelos más o menos cercanos en cuello corto vertical cilindrico o ligeramente ondu• la región menfita156, y el Delta157, pero la forma no lado que remata en una ancha boca del mismo diá• aparece —al menos completa—• en las series de Kar- metro que el cuello. Borde engrosado al exterior. Dos nak Norte158, aunque sí posibles bordes de piezas asas verticales en el tercio superior del galbo. similares. Pasta Ib ¿mixta?. Alisada, con restos de engobe rojo en el borde de algunos ejemplares. Altura en torno a los 55 cm.; diámetro del borde en torno a los TIPO xxin.i 17-20 cm. Las piezas más completas fueron documentadas §61. Tipo similar en forma, función y capaci• en la Tumba 3, cámara A. Aunque en principio cabe dad al anterior, pero con un cuerpo considerable• suponer que se trate de vasos coetáneos a los tipos mente más bajo y ancho, con lo que el perfil se anteriores, también hallados en la Tumba 3, no po• convierte en globular en lugar de ovoide (Lámina demos estar seguros dada la reutilización posterior XXIIIc,e).Base apuntada inestable, cuerpo globular, de la misma. Sin embargo, este tipo de recipiente boca muy ancha con borde engrosado al interior corresponde bien con el Grupo 49 de la Fase I en la (Lám. XXIIIe), de labio a veces con tendencia rec• clasificación de Aston (XX-XXI Dinastías), mientras tangular (Lám. XXIIIe). Dos asas verticales de sec• que no cuenta con claros paralelos en las fases pos• ción lenticular en el tercio superior del galbo. teriores. Por tanto, parecería como si estos tres tipos de grandes vasos pertenecieran a un conjunto con• Pasta Ia/c, con desgrasantes grandes y orgánicos temporáneo bastante antiguo, probablemente de la visibles. Superficie exterior con restos de engobe cre• XXI Dinastía. ma blanquecino. El tipo descrito tiene paralelos en arcillas calizas

161 El único ejemplar conservado completo (tumba en la región tebana , y en arcillas aluviales o mixtas 162 3, Estancia B, ángulo SO), tiene una altura de 45 en Abydos (datado en las XXII-XXVI Dinastías), 163 cm., y el diámetro del borde de estas piezas oscila y en el Delta (Tanis) , donde se data, quizá más entre los 25-30 cm. apropiadamente, en la XXI-XXII Dinastía. En Saq• qara se han encontrado fuera de contexto algunas

164 Corresponde muy estrechamente al grupo 39, piezas de este tipo . Fase I de Aston159. Este dato coincide bien con el Formas cerradas medianas y pequeñas hecho de que la única forma completa documentada en Heracleópolis proceda de la Tumba 3, donde tam• Cuerpo ovoide y cuello estrangulado acampa• bién se halló el vaso completo del tipo anteriormente nado descrito, de rasgos también antiguos. La forma tiene paralelos en la región menfita160. TIPO XX.C.2

§63. Vasos ovoides, con el diámetro máximo en el tercio inferior o en la mitad del galbo (Lám. 156 D. Aston, KomRab'ia, Fig. 28, Tipo 562. Más apuntada, XXIVa-c). Base apuntada inestable. La parte superior con el diámetro máximo hacia el centro del vaso. D: Aston, Tentative footsteps..., Fig. 74, de Saqqara, fechada en el s. XII o principios del XI a.C. 157 Tell el Dab'a, D. Aston, Tentative footsteps... Fig. 41.5 161 D. Aston, Tentative footsteps... Phase I, Group 49. En 158 H. Jacquet Gordon, From the Twenty First..., Fig.6.10, el Valle de los Reyes ("marl clay" y Medinet Habu (XXI Din., que podría pertenecer también a nuestro grupo 2. Fig. 159c6). 159 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 198a. 1

68 del galbo remata en una marcada arista que da paso más tardíos de Heracleópolis, nos llevan a clasificar a un corto cuello acampanado. este tipo como algo más antiguo que los ss. VIII-VII propuestos por Aston. Habitualmente fabricados con pastas de clase la; buena cocción; torno rápido; color rojo bastante in• Conocemos muchos paralelos cercanos sin datar tenso. Paredes finas y bien alisadas. en Lahun168, pero no hemos localizado otros. Quizá se trate de una producción típica de esta zona. Las dimensiones oscilan en torno a los 20 cm. de altura y 9-12 de diámetro máximo. TIPOXX.C.3, XX.D El tipo no tiene una correspondencia cercana en la clasificación de Aston, que recoge numerosos va• §65. Vasos ovoides alargados, con el diámetro sos ovoides de cuello estrecho, pero no con la mar• máximo sistemáticamente en el tercio inferior del cada arista de los vasos heracleopolitanos. Sin em• galbo. Base apuntada o redondeada. Cuello estrecho bargo, en muchas publicaciones antiguas este detalle y acampanado, rematado en borde simple (Lámina 165 puede no haberse reflejado en los dibujos . Aparece XXIV e-j). en cambio en el Complejo I de Karnak Norte, el más antiguo (desde el final del Imperio Nuevo a la XXV Habitualmente realizados con pasta de clase la/ Dinastía, o fines del s. VIII)166. Es probable que a Id, aunque algunos pertenezcan a la clase Ib (Lám. un tipo muy similar pertenezca un vaso de XXIVg). Alisado cuidado y engobe rojo mate al ex• Hermopolis167 cuyo cuello ha desaparecido. terior. Las dimensiones oscilan entre los 6 y más de 20 cm. de altura —los primeros son miniaturas quizá votivas—. La mayoría oscilan entre los 15 y 20 cm., TJPOXX.C.l con un diámetro máximo entre 7 y 11 cm.

§64. Tipo similar al anterior. Cuerpo ovoide Es necesario distinguir dos variantes: con base apuntada y diámetro máximo en la parte a) Con perfil de curva simple convexa. Medianos superior. Sobre él, sin arista, corto cuello muy acam• y pequeños (Lám. XXIVf,g). Posiblemente panado, de poco diámetro (Lám. XXIVd). con moldura u "ondulación" en el cuello. Fabricado en pasta de clase la, alisado, engobe b) Con perfil compuesto de cuenco y alto hiper• rojo mate. El mejor ejemplar fue hallado en el centro boloide. Curva doble cóncavo-convexa o per• de la cámara B de la Tumba 3, sobre el suelo de fil en "S" (Lám. XXIV,e,h,i,j). En algún piedra. Altura: en torno a 20 cm. Diámetro máximo: caso, la inflexión del perfil marca casi una 11,2 cm. Diámetro del cuello (en su base): 3 cm. carena (Lám. XXIVj). En algún caso excep• cional aparecen mamelones no funcionales en Al contrario que en el tipo anterior, en este caso la base del cuello (Fig. XXIVh). los paralelos son numerosos. El tipo coincide con el Grupo 24 de la Fase III de Aston, pero no en las Tipo muy común, con paralelos claros en la Fase precedentes. Por tanto, se dataría —en el Alto I de Aston (Grupo 27), y —más anchos— en la Fase Egipto— entre el 750 y el 600 a.C, coincidiendo II, Grupo 15), aunque nuestros ejemplares carecen con el fin de la XXII y las XXV-XXVI Dinastías. de la decoración pintada linear en rojo o negro que Pese a ello, su ubicación en el suelo de la Tumba 3, y la ausencia de paralelos en contextos claramente

168 D. Aston, Tomb Groups, Fig. 15, n. 112-113: "Pots of these types have only been recovered in tomb groups at Lahun. 165 Matmar. G. Brunton, Matmar, Lám. LVII,70d. In each case the tomb group could not be dated". Kelley recogía 166 H. Jacquet Gordon, From the Twenty First..., Fig.5.1 estos vasos también (The pottery of Ancient Egypt..., PI. 81.3) 167 A. J. Spencer y D.M. Bailey, Ashmunein, Fig. 8.2 y datándolos en las Dinastías XXII-XXIV, pero estas cronologías, p. 11-15. Site W. "red fabric". Ver también Fig. 23, algo pos• basadas en Petrie, son en exceso altas, como se ha propuesto teriores. (cf. D. Aston, Tentative footsteps..., Cap. 2, n. 20).

69 Aston recoge169. Ejemplares similares en Kom Este grupo perdura claramente en el período pos• Rabi'a170 y el área junto al muro Suroeste del templo terior (siglos VIII-VII a.C), aunque con piezas por de Ptah171, además de Lahun 172 La forma deriva de lo general de paredes más finas y una cierta tendencia tipos del Imperio Nuevo, a menudo con cuello a la disminución de tamaño (ver Lámina XXXIII). "ondulado"173. Las piezas similares del Complejo I de Karnak Norte se alejan ya del perfil de nuestras Es posible que los bordes finos con incisión mar- piezas174. cada al exterior en el extremo del borde (Lám. XXVIc-d) correspondan a recipientes de este tipo. Cuerpo globular y cuello de tendencia vertical. Esta forma es una de las más comunes del TPI, TIPO XXI desde el s. XII a VII a.C.175. Corresponde al Grupo 31 de la Fase I de Aston (ss. XII-X a.C), prolongado §66. Vasos de cuerpo ovoide o globular, con en el Grupo 18 de su Fase II (ss. X-IX a.C), y en base apuntada inestable, corto cuello vertical o li• los grupos 20 de su Fase III (ss. VIII-VII) y nos. 194 geramente acampanado y borde sencillo redondeado y 199 de su "Early Saite" (ss. VIII-VII a.C). o apuntado, vertical o ligeramente exvasado (Lámina XXVa-e). Aunque Aston considera como característico de los ss. X-LX un tipo de borde con moldura y escalón

La pasta es casi siempre de clase la (a veces Id), 176 interior , este tipo no se documenta en Heracleó• con un acabado alisado que en ocasiones no oculta polis. Tampoco se aprecia con claridad una dismi• numerosas irregularidades. Es frecuente que el ex• nución progresiva de la altura del cuello, propuesta terior del vaso se recubra con un engobe rojo mate. también por Aston como criterio de distinción

177 a) Variante a: tipológica , salvo ya en una fase muy tardía (ss. VII-VI, en vasos realizados ya en arcillas margosas). Esta forma presenta una amplia oscilación en sus dimensiones, que oscilan entre 14 y 27 cm. de altura, Dada la popularidad de esta forma, se documen• para un diámetro de borde bastante constante (entre tan paralelos en todo Egipto, desde Elefantina al Del• 178 8 y 10 cm. de diámetro). El diámetro máximo oscila ta. . entre 13 y 20 cm., aunque la mayoría de los vasos b) Variante b: de este tipo rondan los 20 cm.

Se trata de una forma muy frecuente en Hera- Una variante de esta forma, en miniatura, viene cleópolis, sobre todo asociada a ajuares funerarios, representada por vasos de pasta y acabados similares de la que hemos documentado una veintena de ejem• plares completos. 175 D. Aston, Tentative footsteps..., Cap. III, Fase I, Grupo 31. 176 Ibidem, Fig. 194.f-g. 169 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig.193. 177 Ibidem, Fase II, Grupo 18. 170 D. Aston, KomRabi'a, Fig. 26, n. 551. 178 Elefantina: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 183. 171 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 65, n. 442 y 449. Karnak Norte: H. Jacquet Gordon, From the Twenty First..., TPI, antes de fines de la XXI Dinastía; pero Fig. 69.438, XXV- Complejo I, Fig. 4, n. 1-3. Medinet Habu: D. Aston, Tentative XXVI Dinastías. Tipo, pues, perdurable. La asociación, sin em• footsteps..., Fig. 164,Q3-Q4. Abydos: D. Aston, Tentative foots• bargo, tanto en Menfis como en Heracleópolis, de estos vasos teps..., Fig. 134.65. Matmar: G. Brunton, Matmar PL con los grandes recipientes globulares de la Lámina XXIIIc) viene LVII.1200 Amama: Precedente. T. E. Peet y C. L. Woolley, a confirmar una datación primordial de este tipo a principios del The City of Akhenaten PI. XL VIII, XIX/100. Hermopolis: A. J. TPI. Spencer, D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 8.3. Lahun: A. L. 172 Lahun: Kelley, The pottery of Ancient Egypt... PI. 81.4, Kelley, The Pottery of Ancient Egypt Plate LXXXI.3. Menfis: tipo 80. D. Aston, Kom Rabi'a Fig. 25; H. G. Fischer, Mit Rahineh 173 T. E. Peet y C.L. Woolley, The city of Akhenaten PI. 1955, Fig. 4.35; H. G. Fischer, Mit Rahineh 1956, PI. 58. Avaris LIII, n. 108. (Tell el Daba): D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 42.7,8. Pi 174 H. Jacquet Gordon, From the Twenty First..., Fig. 4, Ramesses (Qantir): D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 39.1- n. 5. 4; D. Aston, GM 113 (1989), Fig. 7.1,4.

70 a los de sus hermanos mayores (Lámina XXV f-g). pasta de clase IIIa2 de los Oasis. Este tipo se hará Sus dimensiones son: altura entre 7 y 11 cm.; diá• más frecuente en las fases siguientes. El ejemplar de metro del borde entre 4-6 cm.; diámetro máximo en• Lám. Lid puede datarse, por asociación con cerámica tre 6 y 9 cm. La diferencia principal radica en que fenicia, hacia la segunda mitad del s. IX a.C. estos vasos-miniatura tiene un borde más claramente acampanado. Formas abiertas grandes

Otros vasos cerrados medianos. TIPO VLB TIPO BD.52243 §69. Gran cuenco troncocónico de base plana §67. Fragmento de forma cuyo perfil no está pequeña, galbo bastante tenso y borde con labio apla• documentado en Heracleópolis. Cuello vertical o li• nado ligeramente engrosado al interior (Lámina geramente abierto rematado en borde alargado, en• XXVIIa-b). Puede tener una carena exterior que de• grosado al interior y labio apuntado (Lámina XXVIe- limita la zona del borde (Lám. XXVLIa) o carecer de f). En algún caso el borde presenta una ligera con• ella (XXVIIb). Es característica la presencia de apli• cavidad al exterior; dicha concavidad forma una arista caciones plásticas en el borde, que a su vez presentan que lo delimita. El borde tiene un diámetro en torno digitaciones dobles o triples. a 15 cm. Se realizan en pastas de clase Ia/d. Superficie Puede corresponder a un vaso globular de tamaño alisada no excesivamente cuidada. A menudo pre• mediano-grande, con base inestable del tipo de la de sentan engobe rojo mate desvaído. El diámetro del la Lámina XXVIi. Un tipo similar podría ser el do• borde oscila entre 20 y 25 cm. cumentado en Tell el Dab'a, fechado en al XX-XXI Dinastías (ss. XH-XI-ppios. del X a.C.)179. No conocemos paralelos para esta forma. En Mat- mar se documentaron vasos de alabastro y madera TIPO XXV.A,B con el mismo tipo de aplicación en el borde, aunque con forma de cuenco de base redondeada181. Nuestro §68. Cantimplora o "Pilgrim's Flask". Tipo vaso puede por tanto ser una imitación. heredado del Imperio Nuevo, cuya evolución, pro• El contexto de estos vasos, y su ausencia en ni• puesta por Aston, ya hemos anotado: las asas nacen veles claramente tardíos, nos lleva a clasificarlos en al principio junto al borde y progresivamente des• la fase inicial del TPI, aunque pudieran ser algo pos• cienden. Las piezas representadas (Lám. XXVIa-b) teriores. corresponden pues al Grupo 19 de la Fase I de Aston (Lám. XXVIa) y al Grupo 12 de la Fase II. El ejem• plar de la Lám. XXVIa está mucho más próximo a TIPO V.D los tipos del Imperio Nuevo y a los prototipos fenicio- chipriotas; el de la Lámina XXVIb es un tipo adap• §70. Grandes cuencos caracterizados por el gro• tado mucho más propio del TPI. En Ashmunein se sor de sus paredes (hasta 2 cm.), su gran base de aprecia también la progresiva atrofia de las asas que

180 anillo e impresiones de cuerdas en la zona alta del se observa en Heracleópolis . galbo y borde (Lámina XXVIIe). Este tipo perdura Se documenta también en Heracleópolis un tipo hasta fines del TPI y época Saíta, momentos en que de cantimplora globular ("gourd") fabricado con se hace más característico (véanse Láms. XXXV y LUI).

179 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 42.8. 180 A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 9.6-7; 181 G. Brunton, Matmar, Plates LVII.ll y LXV.l. Estos Fig. 23, 102-103. paralelos son más tardíos (ss. VIII-VII a.C).

71 El diámetro del borde suele ser mayor de 40 cm., gunos fragmentos, pese a que la pasta es original• y el de la base ronda los 12-15. Pastas de clase la/ mente muy deleznable. d. Normalmente sin engobar o con desvaído engobe La tipología de estas piezas es tan elemental que rojizo al interior y al exterior. no se aprecia una evolución definida en sus bordes.

Corresponde con el Grupo 9 de la Fase I de Aston, El tipo corresponde al Grupo 1 de Aston en sus grupo poco común en esa época. Su evolución será tres Fases (I,II,III)183. Se trata pues de un tipo de el Grupo 9 de su Fase II. larga perduración y poca evolución. Aparece ya en contextos de principios del Imperio Nuevo184 e in• cluso mucho antes, en contextos de fines del Imperio TIPO BD.54323 Antiguo y Primer Período Intermedio en Ayn-Asil y otros yacimientos185. Este tipo es omnipresente en §71. Gran cuenco de arcilla aluvial, con marca contextos del TPI186. de cuerdas (Fig. XXVIIc). Borde redondeado engro• Estas piezas debían ser normalmente moldes para sado al exterior. Diámetro del borde, 35.5 cm. Podría pan en torta redonda y plana. De hecho, así han sido tratarse de la versión en arcilla aluvial del vaso claro considerados en un trabajo reciente187. Algunos ejem• en arcilla caliza documentado en Ashmunein182, cuya plares llevan un asa en el exterior, de modo que debe forma y tamaño son muy próximos. tratarse de tapaderas para hornos de pan o grandes recipientes. En Heracleópolis no hemos documentado TIPO BD-54323 ninguna de estas bandejas con asa en esta fase, aun• que sí en momentos posteriores, a partir de época saíta (p. ej. Lám. LIIb,c). §72. Gran cuenco (diámetro del borde, 27.5 cm.). Borde vertical engrosado al exterior y con Formas abiertas medianas y pequeñas arista interior (Lám. XXVIId). Un sólo ejemplar ha• llado en 1985 (H5/9). Sin seguridad respecto a su Platos y cuencos datación. TIPO II.B.l

TIPO I.A/B/C §74. Platos de base apuntada o redondeada ines• table, con galbo ondulado y borde horizontal al ex• terior o incluso ligeramente vuelto (Lámina XXVIIIa- §73. "Bandejas": Recipientes planos de gran tamaño (en torno a 30 cm.), aunque hay piezas mu• cho menores y mucho mayores. Base plana y corto 183 D. Aston, Tentative footsteps... borde masivo de formas diversas (Lámina XXIX a- 184 Templo de Tutmés IV, cf. C. Guidotti, V/ Congresso Internazionale di Egittoloigia I, pp. 227 ss. ; Amarna: T. E. Peet, g). Altura máxima en torno a 5 cm. L. Woolley, The City of Akhenaten Plate XLVI. 111/1020, etc. 183 Ayn-Asil: G. Soukiassian et alii Ayn-Asil, pp. 110 ss.; Se trata de piezas hechas a mano en pastas muy Nazlet el-Samman: Z. Hawass, Bull. Liaison, XVI (1992), bastas —las menos cuidadas del yacimiento— de cla• pp. 10-11. En Heracleópolis se documentó un ejemplar solitario se Ic. Superficies muy toscas e irregulares al exterior en un contexto del PPI en H. 19/12. 186 Tanis: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 13.247 Men• y toscamente alisadas al interior —salvo raras ex• tis: D. Aston, Kom Rabi'a, Fig.1.1-2; H. G. Fischer, Mit Ra- cepciones con la superficie interior bien alisada—. hineh 1956, Piate 66.612 (tapadera). Ashumunein: A. J. Spencer, Tonos rojizos con sección negruzca. En raras oca• D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 25. Matmar. G. Brunton, Mat- siones aparece un mal engobe interior de color blanco mar, PI. LVH.ID.IH. Tebas (Tempio funerario de Seti I): K. Mysliwiec, Sethos I, p. 59, n. 391. Karnak Norte: H. Jacquet o crema blanquecino, normalmente muy perdido. A Gordon, From the Twenty First..., Fig. 3, 9-10 (Complejo 1). menudo el exterior está ennegrecido por la acción del Ramesseum: G. Lecuyot, Ramesseum, p. 127. Elefantina: D. fuego, lo que explica la extraordinaria dureza de al- Aston, MDAIK46 (1990), Fig. 14.6(XX-XXIDin.)yFig. 14.11 (XXn-XXIV Din.). 187 C. Guidotti, VI Congresso Internazionale di Eggittologia, vol. I, pp. 227-231, espec. p. 231. Del tempio funerario de Tut• 182 A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 15.33. més IV.

72 e). Tamaño mediano, con diámetro de borde entre (Lám. XXVIIDc). Esta decoración (borde rojo en va• 16 y 24 cm., oscilando la mayoría en torno a los sos sin engobar) parece característica según Aston en 20 cm. Altura entre 5 y 8 cm. La pasta es casi siempre otros yacimientos de las fases de la XXI-XXII Di• Ia/d, con engobe rojo mate (interior y exterior) en la nastía, tendiendo a desparacer a partir de mediados mayoría de los casos, aunque también son frecuentes del s. VIII a.C. Dicha tendencia todavía no ha sido los ejemplares sin engobe o con engobe sólo en la probada en Heracleópolis. zona del borde. Estas copas son herederas de otras similares pero Se trata de un tipo de larga perduración en los de mayor tamaño del Imperio Nuevo, documentadas siglos del TPI y época saíta. Aparece ya en la Fase en Heracleópolis (Lám. XXI), y perduran en fases I de Aston (Grupo 6), continuando con idéntica forma ulteriores del TPI. Corresponden al Grupo 11 de la 190 en la Fase II (Grupo 5) y III (Grupo 2)188. Es una de Fase I de Aston, al 7 de la II y al 10 de la III . las formas más frecuentes en los yacimientos del TPI, Como ocurría con el tipo anterior, estas formas son y no ayuda a precisar cronologías ni tipos. Renun• comunes en todos los yacimientos del período. ciamos por tanto a tratar de citar todos los paralelos que se documentan en la bibliografía consultada189. TIPO IV.A.5

§76. Cuenco o copa, que recuerda al tipo an• TIPO IV.A.3 terior pero con base casi plana y paredes muy cortas (Lám. XXVIII.1), de modo que sus proporciones son §75. Copas hondas de base apuntada inestable, sustancialmente distintas a las del tipo anterior. Al• galbo de tendencia vertical y borde simple apuntado tura, 4 cm.; diámetro del borde, 11,5 cm. Pasta de o biselado al interior, vertical o ligeramente inclinado clase la. Hallada en el interior de la Tumba 4, aplas• al exterior (Lám. XXVHIg-k). tada por el derrumbe de las piedras del techo.

Sus dimensiones oscilan en torno a los 4-10 cm. Se trata de una forma menos frecuente que las de altura y 10 cm. de diámetro en el borde, de modo anteriores191. que la variación de proporciones altura/diámetro es amplia. Pastas de clase Ia/d, a menudo con engobe TIPO IV.O rojo mate en toda la superficie o sólo en el borde §77. Forma en forma de copa profunda menos cuidada que las ya descritas, con marcada espiral 188 D. Aston, Tentative footsteps..., passim. interior y restos fracturados de lo que parece un asa 189 Cf. a título de ejemplo: Tanis: P. Brissaud, CCE 1 (1987) o mamelón exterior cerca de borde (que no se con• Pl.Vi Gemayemi: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 33.3 serva). Pasta Ia/d. Un solo ejemplar, de L4a/5. No (posiblemente Saíta). Qantir: D. Aston, Tentative footsteps..., conocemos paralelos (Lám. XXVIIIf) Fig. 37.1-2 (Din. XX-XXI). Tell el-Dab'a: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 42.1-2. Tell-el-Retabeh: D. Aston, Tentative footsteps..., fig. 48, 50. Mendes: D. Aston, Tentative foots• Vasos hondos teps..., Fig. 56.1. Tell el-Yahudiyeh: D. Aston, Tentative foots• teps..., Fig.58.81. Menfis: H. G. Fischer, MitRahineh 1956 PI. 62, n. 545 ss. Kom Rabi'a: D. Aston, Kom Rabi'a n. 428 ss. TIPO VII.E Saqqara: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 75.1-2. Latum: A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. 81.1 (XXV Din.) §78. Vasos profundos de base plana (Lám. Hermopolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Figs. 10-11. Amarna: P. French, Amarna Reports, III, Fig. 9.15. Mat- XXX). Estas son macizas e irregulares, a menudo mar. G. Brunton, Matmar, Pl. LVII.6E. Tebas (cementerio B): con marcas de dedos, y a veces se cortaron con cuer- D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 136. Tebas (Templo de Seti I): K. Mysliwiec, Sethos'I, p. 59, n. 383; A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. 80.1 (XXV-XXVI Din). Ra- messeum: G. Lecuyot, Ramesseum 147, tipo 8. Kamak: H. Jac- 190 D. Aston, Tentativefootsteps... quet-Gordon, From the Twenty First..., Fig.2 (Complejo 1); Fig. 191 Paralelos cercanos en Menfis (Mit Rahina), cf. H. G. 12. Elefantina: D. Aston, Tentative footsteps.... Fig. 26 (XXII Fischer, MitRahineh 1956, Pl. 66.478 "red wäre". Tb. Tanis, Din.); Fig. 182 (mediados del s. VIII-s. VII a.C). cf. P. Brissaud, CCE 1 (1987) PI, VII.50.

73 da; son en ocasiones tan irregulares que el vaso se fragmentado. Fue hallado por ejemplo en los con• mantiene en pie con dificultad. Galbo casi vertical textos inferiores del silo 188 de Kom Rabi'a (Men- poco tenso, con paredes irregulares al exterior y pro• fis)194, de problemática datación, pues incluye ma• fundas acanaladuras espirales al interior, realizadas teriales que van del s. XI al VII a.C. Conocemos con los dedos en el proceso de fabricación. Borde paralelos en numerosos yacimientos, en contextos de vertical alargado, engrosado al interior y labio re• los ss. XII-X a.C.195. En Heracleópolis es más co• dondeado o apuntado. A veces ligeramente cóncavo mún a partir de fines del s. VIII (v. infra. Lám. al exterior (Lám. XXXa, d). XXXVII f-i, XXXlVk, Apdo. IV.F.l.).

Tamaño mediano, con una altura que oscila entre 14 y 20 cm. Diámetro del borde en torno a 12 cm. Las dimensiones son muy constantes en los nume• Formas especiales rosos ejemplares estudiados192.

Trabajados a torno lento. La pasta es una arcilla TIPO XXXI.A aluvial de tipo Ia/d. La superficie, apenas alisada, presenta numerosas irregularidades. Normalmente la base y tercio inferior presentan huellas de dedos y §80. Soporte de carrete para vasos grandes de superficies toscas, mientras que la parte superior re• base inestable (Lám. XXVIj). Pasta Ia/c. Engobe rojo cibió un tratamiento más cuidado con una tela o la mate a interior y exterior. Altura 12.3 cm.; Diámetro mano. No se documenta el engobe rojo mate tan máximo, 23.5 cm. El único ejemplar completo fue característico de otras producciones del TPI. hallado en Ll 1 Ante T. 3/24, en un contexto relati- vamene antiguo dentro del TPI, posiblemente datable Debe indicarse que los tiestos de este tipo pueden en el s. IX a.C. (ver más adelante, "Piezas impor• ser confundidos con los de otras formas cuando son tadas"). Otros fragmentos pueden confundirse con pequeños; entre ellas, algunos cuencos profundos tinajas de cuello estrangulado. El tipo corresponde al (bases) y bordes de "jarras de cerveza" o vasos glo• Grupo 16 de la Fase I de Aston196, que recoge tipos bulares del s. VII a.C. Este problema ha sido también de perfil muy distinto, y perdura en fases posteriores. anotado por otros autores para ciertas formas, como las bases de "jarras de cerveza"193.

No conocemos paralelos para este tipo que por TIPO XXXIII.A diversas razones parece ser una producción local he- racleopolitana destinada a uso funerario ya desde principios del TPI y hasta principios de época saíta. §81. Ficha circular perforada (Lám. XXIXh). En el apartado correpondiente a asociaciones signi• Realizada a partir de un tiesto roto, normalmente en ficativas de vasos del TPI volveremos sobre esa for• pastas de clase la. Se asocia a menudo a vasos ce• ma, que apareció en un "depósito de ofrendas" entre rrados de libación, quizá como tapadera encajada en las tumbas 1 y 3, datable probablemente en el el cuello o borde. s. LX a.C.

TIPO VII.C 194 D. Aston, Kom Rabi'a Ch. 5, Fig. 25, n. 514-517. 195 Menfis: D. Aston, Kom Rabi'a, Fig. 25, Tipos 514-517 §79. Fragmento de copa de pie alto (Lám. (Contexto 371, Baja Epoca). Hermopolis: A. J. Spencer y D. XXVIh). Pasta de clase la. Corresponde a un tipo de M. Bailey, Ashmunein, p. 14 y Fig. 17, n. 47-52, con referencia explícita a modelos en fayenza. Matmar: G. Brunton, Matmar copa bien documentado, que casi siempre aparece Pl. LVII. 16H. Amarna Sur: P. French, Amarna Reports III, Fig. 9.16. Karnak Norte: H.Jacquet-Gordon, From the Twenty First..., Fig. 7.4, Complejo IIa (XXV Din.?). 192 Este tipo de vasos ha sido recientemente estudiado de 196 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 190. Ver también manera monografica por nosotros: M. J. López y F. Quesada en Tanis: P. Brissaud, CCE 1 (1987) Pl. XII. 183.185. Hermopolis: VI Congresso Internazionale di Egittologia, 1, pp. 415-425. A. J. Spencer, Ashmunein, Fig. 25.115. Tebas, Ramesseum: G. 193 J. Bourriau y D. Aston en G. Martin (ed.) Paser and Lecuyot, Ramesseum p. 138. Saqqara: P. French, H. Ghaly, Ra'ia, p. 34. CC£2n. 110-111.

74 TIPO VIII al exterior de las mismas corresponden a un número mucho mayor de enterramientos posteriores en el §82. "Firedogs". (Ver párrafo 105 para una tiempo. explicación de este tipo cerámico que aparece en el Cabe con todo citar dos casos de especial interés: IN y continúa en el s. VII a.C). el interior de la Tumba 3 y el probable "depósito de ofrendas" hallado entre las tumbas 3 y 1.

IV.E.2. Técnica, acabados y decoraciones a) Tumba 3: Al analizar las formas cerradas de gran tamaño Con respecto a las fases anteriores, la fase del hemos visto que en la cámara B de dicha tumba TPI inicial en Heracleópolis se caracteriza por una aparecieron, en su esquina SE, dos grandes vasos división menos tajante entre cerámica cuidada y tos• (Lám. XXIIIa,c) posiblemente coetáneos al enterra• ca. El empleo de un torno más rápido, un alisado por miento más antiguo (de fines de la XXI Dinastía o lo general más cuidado y la aplicación casi siste• inicios de la XXII); en el centro de esa misma cá• mática de engobes muy diluidos de color rojo apa• mara, sobre el suelo de piedra, apareció el vaso ovoi• gado, y en ocasiones intenso, son los rasgos carac• de de la Lámina XXIVd. En la cámara A se halló, terísticos del período. Junto al engobe rojo mate que muy destrozado, otro gran recipiente (Lám. XXIIIb) cubre toda la superficie del vaso, son habituales de datación similar, posiblemente roto durante una las piezas simplemente alisadas, y en el caso de for• de las varias intrusiones que sufrió la sepultura. La mas abiertas, la presencia de una banda roja en la posible coincidencia de la datación antigua de estas zona del borde, único tipo de "decoración" propia• formas con la de un conjunto de ushebtis197 permite mente dicha documentado en el yacimiento suponer que esta tumba, parte de cuya cubrición se (Lám. XXVIIIk). realizó con estelas reutilizadas del Imperio Nuevo, debe corresponder a finales de la XXI Dinastía o En las formas cerradas de gran tamaño hallamos inicios de la XXII. Es de lamentar que el sarcófago también superficies de color pardo oscuro. En cam• de granito de la Cámara A no soporte inscripción bio, en este momento son muy raras las piezas en- alguna. gobadas en tonos cremas o blanquecinos, y del mismo modo escasean en extremo las piezas realizadas em• b) Depósito de ofrendas. pleando arcillas margosas. Las pastas más habituales, con gran diferencia, son las Ia/d, junto con las Ic en En la campaña de 1986 se documentó un gran las piezas más toscas, como las bandejas planas. conjunto de vasos del mismo tipo (Lám. XXX) en un espacio en forma de corredor o pasillo entre las Sepulturas 1 y 3, en un nivel situado por debajo de las piedras salientes que forman una de las hiladas IV.E.3. Asociaciones y contextos inferiores —aunque no la última— de la pared Oeste de la Tumba 1 (Capa 17). Las capas situadas encima (16 y 15) resultaron casi estériles, mientras que la Aunque hay cierta abundancia de material de este Capa 12 estaba formada por piedras irregulares de momento, no son numerosos los contextos clara• tamaño mediano (hasta 40 cm. de longitud), que se• mente identificados como conjuntos coherentes, de• llaban de manera efectiva los niveles inferiores. Di• bido entre otras cosas al intenso aprovechamiento cha capa contenía tiestos datables en el TPI temprano. posterior de los espacios en la zona de las grandes Las capas 11-9, situadas encima, pueden datarse a sepulturas pétreas que se datan en este período. Ade• más, Ta necrópolis de esta fase parece constar sobre todo de un número limitado de enterramientos per• 197 tenecientes a grupos altos de la sociedad heracleo- M.C. Pérez Die y P. Vernus, Ehnasya, pp. 71-72. Con todo, estos ushebtis podrían ser algo posteriores, dentro de la politana, cuyos ajuares se colocaron en el interior de segunda mitad del s. IX a.C, con lo que también podrían co• las tumbas. La mayoría de los depósitos cerámicos rresponder a una ulterior utilización de la T.3 (v. infrá).

75 fines del TPI/período Saíta inicial (a grandes rasgos, enfatiza la gran variabilidad de tamaños, forma y fines del s. VIII-s. VII a. C). color de pasta que puede hallarse en un grupo dado de recipientes, dependiendo de numerosas variables Creemos, por tanto, que el conjunto de vasos fue aleatorias. Esto se aplica también al depósito que depositado en un momento próximo a la construcción comentamos, que contiene vasos de diferentes co• de las tumbas 1 ó 3, y que es de hecho un depósito lores de pasta, forma de borde e incluso tamaño201. de ofrendas asociable a las mismas, datable posible• En particular la forma del borde tiene una gran im• mente hacia fines de la XXI Dinastía o, mejor, hacia portancia tipológica, y aquí hallamos diversas va• comienzos de la XXII (s. X-IX a.C), si atendemos riantes que podrían haber sido clasificadas con cri• a la datación de los vasos citados antes. terios diacrónicos o sincrónicos de no haber mediado el dato previo de su pertenencia a un conjunto cerra• Aunque las tumbas propiamente dichas fueron do. reutilizadas en varias ocasiones, y violadas a través del techo en época romano-bizantina, el corredor en• Más adelante estudiaremos la aparición de un de• tre ambas estructuras permaneció sellado por la capa pósito similar en un contexto quizá algo más tardío de piedras antes citada y por un revestimiento exterior —con reservas—, cuyos vasos pertenecen al mismo de adobe en ambos extremos (Norte y Sur), de modo tipo. En ambos casos creemos documentar tipos sin que los niveles interiores quedaron aparentemente in• paralelos cercanos en otros yacimientos202. Creemos violados. que fueron fabricados con miras a su uso como re• El número total de tiestos del depósito es de 1861, cipientes rituales, destinados a ser estrellados y rotos distribuidos como sigue: 1448 galbos, 284 bordes y contra el suelo. ¿Cómo explicar, si no, la realización 129 bases. Estos tiestos corresponden a un mínimo de unas bases planas tan irregulares y toscas que los de entre 89 y 93 vasos completos (empleando las recipientes son completamente inestables?. Pensamos bases como criterio para determina- el número mí• pues que este tipo cerámico puede considerarse una nimo de recipientes). producción de talleres locales, que quizá trabajaban para la necrópolis. Ninguno de los vasos fue hallado intacto, y la ausencia de un patrón de deposición ordenado y re• conocible implica que fueron estrellados contra el suelo y agrupados en un montón informe, hecho que IV.E.4. Valoración general puede parecer en principio contradictorio con la pro• puesta de un "depósito de ofrendas". Sin embargo, se han documentado recipientes cerámicos rotos de• Uno de los principales problemas planteados en liberadamente, incluso en depósitos fundacionales, el yacimiento, y que expresábamos en el Apdo. como en el de Ramsés IV-V-VI, cerca de Deir-el- IV.D.2. era el de la existencia o no de un conjunto Bahari198. Por otro lado, están bien documentados cerámico de una fase clara del TPI (ss. XI-mediados arqueológica y epigráficamente rituales que incluyen del VIII a.C). Ya hemos visto que en efecto tal con• la destrucción de vasos199. junto se documenta, aunque en cantidad y variedad muy inferiores a los contextos datables a partir de la El estudio de la variabilidad formal dentro de un segunda mitad o último tercio del s. VIII y buena conjunto cerrado de vasos, fabricados al mismo tiem• parte del s. VII a.C. po, puede ser de gran utilidad en estudios tipológicos, como se ha demostrado en análisis etnoarqueológicos Se ha publicado ya que las grandes tumbas de de talleres cerámicos modernos, incluyendo algunos piedra deben datarse en la XXII Dinastía, o quizá en Ehnasya el Medina200. La mayoría de los trabajos incluso a finales de la XXI, a juzgar por la integración

"* D. Aston, Tentative footsteps..., p. 4. 201 M. J. López Grande, F. Quesada, VI Congresso Inter• 199 J. van Dijk, LÀ VI (1986), pp. 1.389-1.396. nazionale di Egittologia, Fig. 9, p. 425. 200 F. Quesada, M. J. López Grande, BolAEO 24 (1988). 202 Ibidem, pp. 418-419 para posibles paralelos formales.

76 de numerosos datos entre los que se cuentan los ce• IV.F.l. Grupos formales rámicos. También se han documentado elementos ar• quitectónicos de la XXI Dinastía, desmontados y Formas cerradas grandes reutilizados203. En todo caso, y pese a que la gran masa de tiestos cerámicos se data en fechas poste• riores, desde el punto de vista estrictamente cerá• TIPO XXIV.B mico, que es el que ahora nos ocupa, existen ele• mentos para sostener una primera fase de §83. Anforas ovoides (Lám. XXXIb,c,d) de enterramientos del TPI anterior al s. VIII a.C, li• cuerpo globular, diámetro máximo en la zona media- mitada a ajuares en el interior de tumbas —sobre alta del galbo, sin hombro marcado. Corto cuello de todo T.3— y a depósitos externos asociados a ellas tendencia vertical, a veces con ondulaciones y aristas (p. ej. Pasillo T.1-T.3, Lll Ante T.3, etc.). o molduras. Dos asas verticales pequeñas de sección ovalada en la zona alta del galbo. En ocasiones, mar• Un problema adicional es el de la escasez de estos cas impresas de las cuerdas empleadas para sujetar elementos antiguos en el exterior de las tumbas. La el galbo y evitar su deformación durante el proceso explicación podría hallarse, más que en la reutiliza• de cocción (Lám. XXXIb), sistema documentado en ción de espacios en momentos posteriores204, en la otras ánforas. inexistencia o escasez de inhumaciones sencillas o A menudo, engobe de tono crema blanquecino o "pobres" en una fase inicial, cuando las tumbas de cremoso (imitación de arcillas margosas), cubriendo piedra de los grandes personajes dominaban por com• una pasta aluvial de tipo la con gruesos desgrasantes pleto el espacio funerario. vegetales (Lám. XXXIb,c). En ocasiones, pastas de tipo "sandwich" (Lám. XXXIc), núcleo pardo con laterales rojos que tienden a rosa en el exterior e interior de la pared. IV.F. UN PERÍODO "TRANSICIONAL'' (segunda mitad del s. VIII a.C). (Lá• Altura máxima en torno a 50-60 cm. Diámetro minas XXXI-XXXIX) máximo en torno a 30 cm.; diámetro del borde en torno a 10-12 cm.

Es un tipo con larga tradición, que se remonta a En este apartado recogemos una serie de formas fines del Imperio Nuevo205, continúa durante la XXII características del período de cambio relativamente Dinastía y llega hasta finales del s. VIII a.C. (Shes- brusco producido en torno a mediados-fines del honq V)206, aunque siempre, a lo que parece, en ar• s. VIII a.C. (fin XXII Dinastía-XXIII-comienzos de cillas margosas de tipo D. Conocemos paralelos muy la XXV Dinastía). Algunas de ellas son clara evo• próximos a nuestros ejemplares ya en la XXV Di• lución de la cerámica clásica del TPI, mientras que nastía, en arcilla aluvial similar a la nuestra, incluso otras anuncian la clara renovación producida a partir con marcas de cuerda207. De todos modos, la mayoría de este momento. Es un conjunto por tanto algo di• de los ejemplares del s. VIII siguen fabricándose en fuso, como difusa es todavía la determinación del arcillas margosas208. momento dé cambio cerámico, que diferentes autores colocan a fines de la XXII Dinastía (D. Aston), a principios de la XXV (P. French, J.Bourriau) o a 205 fines de la XXV (H.J. Gordon), aunque siempre con D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 5.4, Tell el Ya- hudieh Ramsés III-IV. cautela y dando ciertos márgenes de tiempo. 206 Ibidem, Fig. 27.27. 207 XXV Dinastía. Amarna: P. French, Amarna Reports III (1986), Fig. 9.21.4, Villa de los Obreros, Calle Oeste 2. 208 Matmar (s. VIII a.C, sin más precisiones): G. Brunton, 203 M. C. Pérez Die y P. Vernus, Ehnasya passim. Matmar Pl. LVII.51m. (¿arcilla margosa?). Abydos: D. Aston, 204 Por ejemplo, para el sector LIO/11, inmediatamente al Tentative footsteps..., Fig. 131, ss. VIII-VII a.C. A. J. Spencer, Oeste de la Tumba 3, véase F. Quesada, M. J. López Grande y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 22.89 (idéntica a nuestra Lám. M. C. Pérez Die, V International Congress of Egyptology. XXXId), y p. 14.E.

77 Las dos piezas completas que se presentan aquí Las imitaciones egipcias de ánforas cananeas son (Lám. XXXIb,c) se hallaron en la esquina Noreste muy frecuentes a partir de fines del s. VIII a.C., por de la cámara A (o del sarcófago) de la Tumba 3, ejemplo en Medinet Habu210, o en Ashmunein211; y datable como se ha visto a fines de la XXI-inicios de quizá incluso antes, aunque probablemente no en el la XXII Dinastía por otros vasos cerámicos. El ánfora s. XIV a.C. como se ha sugerido212. de la Lám. XXXIb estaba tapada con el tapón de piedra caliza XXIa, y apareció caída con la boca hacia el Este. La otra apareció en la propia esquina, todavía TIPO XXIII.K vertical. Creemos que estas piezas corresponden a una reutilización o reapertura de la tumba, quizá hacia §85. Grandes tinajas globulares de boca ancha fines del s. LX a.C. si los ushebtis próximos y pro• (en torno a 16-20 cm. de diámetro de borde), dos bablemente asociados a ella son de c. 820 a.C. (ver asas verticales de sección más o menos circular muy nota 197), y que por tanto son algo más tardías que próximas al borde (Lámina XXXII). Bordes que sur• otros vasos documentados en la cámara B (Lámina gen directamente del galbo, sin cuello, variados, de XXIIIa.c) o incluso en la misma cámara A labio plano y engrosados al interior (Lám. XXXIIa), (Lám. XXIIIb). de tendencia rectangular (XXXIIb) o redondeados doblándolos sobre sí mismos (XXXIIc).

TIPO XXIV.D Pastas aluviales de clase la, normalmente con engobe crema o blanquecino al exterior (p. ej. Lám. §84. Imitaciones de ánforas cananeas de tipo XXXIIe). Es frecuente que en la zona de mayor diá• "de torpedo", con hombro muy marcado y corto metro aparezcan marcas de cuerdas de sujección cuello vertical con borde redondeado, a veces lige• (Lám. XXXIIe). Altura hasta c. 60 cm. (Lám. ramente inclinado al exterior (Lám. XXXIf-h). No XXXIIe). Diámetro del borde entre 16 y 20 cm.; conservamos ejemplares completos atribuibles a este diámetro máximo en torno a 45 cm. período transicional entre el TPI y época saíta, aun• que sí los haya en contextos algo más tardíos (ver Se trata de un grupo formal de larga tradición, Lámina XL). Diámetro del borde en torno a 11- que ya hemos encontrado en fases de pleno TPI (p. 13 cm. Pastas la con engobe blanco exterior, que en ej. Lámina XXIII), y que llegaron a perdurar hasta raras ocasiones es rojo mate, dentro de la vieja tra• principios del s. VII a.C.213. dición egipcia (p.ej. Lámina XXXIh). Los tres ejem• plares que presentamos aparecieron junto a sepultu• ras, aunque sea difícil precisar a qué enterramientos 210 D. Aston, Tomb Groups, p. 564, Tipo 201. en concreto. 211 Aunque no reconocida como tal imitación. Cf. A. J. Spen- cery D. M. Bailey, Ashmunein Fig. 21.72, yp. 14, "E". Arcilla Es difícil precisar por su propia tipología la da- margosa. 2,2 tación de estos bordes, sobre todo en el caso de imi• Cf. V.R. Grace, The Aegean and the Near East, p. 100 y Fig. 7.1. El tipo representado, recogido de T. E. Peet y C. L. taciones, porque los criterios más significativos de• Woolley, The City of Akhenaten, pp. 136-137, y Plate. LI, pro• ben tener en cuenta todo el perfil del vaso. Podrían cede del "River Temple" y de la ciudad, zonas que sabemos corresponder a imitaciones de los tipos 3,7 y 8 de por trabajos recientes permanecieron ocupadas hasta las XXV- Sagona209 que pueden abarcar desde el 1200 al 450 XXVI Dinastías. Por tanto, no es necesario remontar tanto la cronología de esta pieza, que por otro lado responde al tipo 7 de a.C. Con todo, el contexto en que aparecen (sobre Sagona, que no aparece antes del 1200 a.C. (Sagona, Op. Ath. la Tumba 7, Sector H29) permiten postular una fecha XIV.7, Fig. 2.7. No sólo hay material de la XXV-XXVI dinastía posterior a fines de la XXII Dinastía, en un contexto en el "River Temple", sino en otros puntos de la ciudad, in• quizá datable en la XXV Dinastía, por asociación con cluyendo la villa de los Obreros y las Tumbas del Sur (Amarna Reports III, pp. ix, 18 ss.; 147 ss.), lo que obliga a extender a vasos en arcillas margosas característicos de la XXV- buena parte de la ciudad el caveat explícito de Peet y Woolley XXVI Dinastía. para la zona del Templo del Río (p. 136). 213 Paralelos: Saqqara: J. Bourriau y D. Aston, Tia and Tía, Tipo 195, "Late Period". Mendes: D. Aston, Tentative foots• teps..., Fig. 56.8. Menfis: D. Aston, KomRabi'a, Fig. 30, tipos 209 A. G. Sagona, Op. Ath. XIV:7 (1982). 603-611; H.G, Fischer, Mit Rahineh Pl. 56; etc.

78 Es posible que la base con impresiones digitadas de torno más rápido. Superficies irregulares aunque al interior de la Lám. XXXIId (pasta la, superficie cuidadas. Característico rehundimiento en la parte exterior alisada hasta obtener un tacto satinado, ha• interior de la base. llada en H14/11) pertenezca a este grupo, o a un vaso anterior roto y cuya base fuera reutilizada. Variante a:

Uso generalizado de pastas de clase la y engobe TIPO XXIII. V rojo mate, en algún caso bermellón (Lám. XXXIb,e) (Variante a). §86. Boca de ánfora o tinaja de boca estrecha Variante b: (Lámina XXXIVa). Borde vertical de tendencia cua• drada. Pasta la, superficie alisada sin engobar. Diá• Rara vez aparece un engobe crema blanquecino, metro del borde, 12.8 cm. Decoración de pequeñas sobre una pasta margosa de nuestra clase lía, muy digitaciones en la base del borde, justo donde marca poco habitual, especialmente en formas pequeñas una arista. Ejemplar único en Heracleópolis, hallado (Lám. XXXIIIh). Posiblemente se trate de una pieza en Lll/13, un nivel coincidente con el del techo de importada del área menfita. la Tumba 3, y bien datable en torno a fines del s. VHI-principios del s. VII por otros materiales (ban• Los tamaños son bastante variables. La altura os• dejas, firedogs, ánforas, copas de pie plano salien• cila entre 12 y 20 cm.; el diámetro máximo entre 9 te...)214. No conocemos paralelos. y 16; y el diámetro del borde entre 6 y 9 cm. Por tanto hay piezas que son perfectamente funcionales y otras que resultan miniaturas de uso ritual casi con TIPO XXIII. U seguridad. Todas estas formas, grandes y pequeñas, aparecen a menudo directamente asociadas a inhu• §87. Gran boca que remata un cuello vertical maciones sencillas (Lám. XXXIIIa, M-56, en H18; (Lámina XXXIVb). Borde vertical convexo al ex• Lám. XXXIIIb, M-636, en H23/11; Lám. terior y cóncavo al interior. XXXIHd, M-50, H18).

Diámetro del borde en torno a 22 cm. Pasta la. Este tipo ya ha sido estudiado en el Apartado Relativamente frecuentes en contextos de este perío• dedicado al TPI pleno (IV.E. 1 .-TIPO XXI, do. No conocemos paralelos cercanos, salvo una pie• párrafo 66), aludiendo a su larga perduración y am• za procedente del Ramesseum recogida por Lecuyot plia difusión216. No repetiremos aquí la lista de pa• 215 (Area K'") . ralelos. En general, en Heracleópolis se aprecia una leve tendencia a la disminución de tamaño de los vasos. Es posible también que aparezca a fines del Formas cerradas medianas y pequeñas s. VIII a.C. una tendencia a colocar aristas o baque• tones en la mitad del cuello. TIPO XXI

TIPO BD.52214 §88. Vasos globulares de base apuntada, diá• metro máximo en la parte media o alta del galbo, §89. Bocas de vasos globulares medianos de cuello vertical con tendencia a baquetón en su parte cuello vertical o ligeramente acampanado. Se carac• central y borde sencillo vertical, redondeado o apun• terizan por un borde vertical, triangular alargado en• tado (Lámina XXXIII). Frecuentemente aparecen grosado al exterior, formando una ancha moldura irregularidades horizontales en el galbo debido a uso justo en el borde, que se complementa con una arista en la base del cuello, justo antes del aranque del

214 Ver F. Quesada, M. J. Lopez Grande y M. C: Perez Die, Fifth International Congress of Egyptology. 215 G. Lecuyot, Ramesseum Lam. 2.7. 2,6 Cf. nota 178.

79 cuerpo (Lám. XXXIVf-g). Pasta la, engobe rojo dada. Núcleo habitualmente negruzco. Corresponden mate. Pueden corresponder a vasos globulares de base a múltiples tipos de vasos ovoides de cuello acam• ovoide, pero su especial tipo de cuello hace acon• panado o vertical, muy comunes en todo el TPI. No sejable colocarlos en un tipo independiente. deben confundirse con formas de botellas similares en tamaño pero peor acabadas del PPL Estas bases Recuerdan algo a los bordes con molduras do• pueden tener bordes tan finos como el de la Lám. cumentados en diferentes yacimientos, aunque el cue• XXXIVk220, pero no se ha documentado una asocia• llo es más corto y el borde más alargado217. Se hacen ción indudable. Sin embargo, ese mismo borde puede más frecuentes en contexos más claramente fechables corresponder a copas de pie alto de tipo VII (v. infra en el s. VII a.C. (cf. Lám. XLVIII). párrafo 99).

TIPO BD.52110 TIPO BIC.42660 §90. Bocas de vasos medianos. Cuello cilin• drico rematado en borde redondeado vertical o li• §93. Vaso ovoide de tamaño mediano (Lám. geramente saliente (Lám. XXXIVh-i), a veces con XXXVIIk). Base apuntada, paredes finas con estrías indicios de una línea incisa justo debajo del borde en espiral muy marcadas al interior. Falta la boca. (Lám. XXXIVh). Pasta la. Engobe rojo mate. Pueden Pasta la. Sin engobe. Altura mayor de 25 cm. (po• corresponder a vasos globulares de base apuntada siblemente mayor de 40), diámetro máximo, 21 cm. (Lám. XXXIII), pero también a otras variedades. Muy abundantes en contextos de los ss.VIII-VII Corresponde a un tipo bien documentado en la Fase III de Aston (grupos 30 y 37)221. El ejemplar que presentamos fue hallado en el interior de la Sep. TIPO BD.S3130 3, cámara A (del sarcófago), cerca de las dos ánforas ya analizadas (Lám. XXXIb-c), con las que podría §91. Cuellos tensos ligeramente acampanados, corresponder cronológicamente (¿último cuarto del con ligero estrangulamiento interior justo antes del s. IX?). borde, no apreciable al exterior (Lám. XXXIV d-e). Diámetros 8 a 12.5 cm. Pastas Id. Sin engobe o con engobe crema o blanquecino. Formas muy comunes TIPO XXV.B correspondientes a vasos cerrados de corto cuello, con una tradición que se remonta incluso a fines del §94. Cantimploras globulares (Gourds) y "Pil- Imperio Nuevo (cf. Lám. XXI e-f)219. grim's Flasks" (Lám. XXXVIIa-b) Con cuello alto ligeramente acampanado, asas muy bajas, ya desde TIPO BIC.42100 la base del cuello al galbo (cf. consiferaciones rea• lizadas al respecto en el IN y TPI temprano, Láminas §92. Bases inestables apuntadas o redondeadas, XXId y XXVIa-b222. gruesas pero bien alisadas al exterior (Lám. XXXIV j,l). Pastas la. Superficie exterior bien alisada y cui- Los ejemplares que aquí recogemos pertenecen a una categoría especial por su pasta, que corresponde a nuestra clase IIIal/IIIa2, con su característico nú•

217 Saqqara: P. French, MDAIK 44 (1988), p. 82, n. 2.; P. cleo de color azul cielo intenso. Esta arcilla y piezas French y H. Ghaly CCE 2 (1991), n. 83. fueron posiblemente importadas de los Oasis del De- 218 Por ejemplo, Ashmunein: A. J. Spencer, D. M. Bailey, Ashmunein, Fig.20.64-66; 21. Amarna Sur: P. French, Amarna Reports III, Fig. 9.8, n. SJ1.4.1(P). 219 Paralelos de vasos con el interior del borde ondulado: 220 Por ejemplo, J.J. Gordon, From the Twenty First..., Fig. Menfis: D. Aston, Kom Rab'a n. 276 (ss. X-IX a.C), 316, etc. 5.3, Complejo I de Karnak Norte. También Ashmunein: A. J. (ss. VIII-VII a.C); H. G. Fischer, Mith Rahineh 1956 PI. 58.414 Spencer, D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 23.94-95 (ss. VIII-VII ('XXII Din."). Avaris: D. Aston, Tentative footsteps..., Tell el a.C.). Dab'a, K3437, Fig. 42.6,8. Amama Sur (XXV Din.): P. French, 221 D. Aston, Tentative footsteps... Amarna Reports III, Fig. 9.8, SJ1.1.2(x); SJ1.1.4 (HI). 222 Ver también notas 125 y 180.

80 sierto Líbico223. En este caso presentan un engobe cipios del s. VII a.C. con las mismas características exterior rojo mate, pero es más habitual que la su• (Lám. XXXVIf,g,h,j,k,l): fabricación a mano, su• perficie de estas piezas tenga un tono chocolate os• perficie tosca al exterior y algo alisada al interior, curo, bien reconocido en Amarna y otros yacimien• pastas Ic, a veces engobe blanco al interior226. Esta tos. versión plana es considerada como "Variante a").

Formas abiertas grandes Parece que en este momento se hacen más fre• cuentes los engobes blanquecinos al interior del vaso TIPO V.D (Lám. XXXVIg,h,l). También encontramos ocasio• nalmente piezas más cuidadas (Lám. XXXVIh), e §95. Grandes cuencos con pie de anillo, galbo incluso algunas decoradas en el exterior con una fila troncocónico (Lám. XXXV e-h). Normalmente con de impresiones redondas colocadas con cierta regu• huellas de cuerdas en la parte alta del galbo, lo que laridad (Lám. XXXVIf). crea un cierto efecto decorativo (Lám. XXXVh). Bor• des variados, engrosados al interior (Lám. XXXVf), Contamos también con una "Variante b" con la con carena externa (Lám, XXXVe) o con escalón base plana pero pared más alta, inclinada hacia el interior para tapadera (Lám. XXXVh). Pastas la, en• exterior o casi vertical, bien documentada en Hera- gobe rojo mate a exterior e interior. Este tipo de forma cleópolis a partir de este momento (Lám. XXXVli), 227 ya ha sido comentada en el Apartado dedicado al TPI y que es bien conocida en otros yacimientos . y continuará apareciendo en el s. VII a.C. Es fre• Es posible que en el contexto de la necrópolis cuente en todos los contextos del TPI224. heracleopolitana algunas de estas piezas fueran em• Corresponde con el Grupo 9 de la Fase I de Aston, pleadas como toscos y pobres sustitutos de mesas de grupo poco común en esa época. Su evolución será ofrendas, independientemente del destino original del el Grupo 9 de la Fase II. La variante carenada (Lám. tipo. Esta última posibilidad no excluye las anterior• XXXVe) corresponde al Grupo 7 de la Fase III de mente expuestas (molde/horno de pan, tapadera)227b. Aston. Da la impresión de que las formas con escalón interior en el borde (Lám. XXXVh) tienden a hacerse Formas abiertas medianas y pequeñas más frecuentes según pasa el tiempo, aunque ya se documentan a fines del TPI225. Platos TIPOI TIPO H.A.2 §96. Las bandejas planas (moldes y hornos para pan) que ya hemos estudiado en la primera parte del §s/n. Platitos de base plana irregular. En este TPI continúan apareciendo a fines del s. VIII y prin- momento continúan apareciendo los pequeños platos de base plana, galbo irregular con alisado basto e interior con estrías espirales. Pasta la poco cocida, 223 Sobre la pasta de los Oasis (equivalente a la pasta L6 de de tono ocre y textura deleznable (v. Lám. LIV). Menfis, Mari 3 de Amarna y 13 de Aston): D. Aston, Tentative footsteps..., p. 52; P. French, Amarna Reports III, p. 155; Según Aston, la pasta se emplea sólo para cantimploras. Es posible que TIPO U.B.l.c también se usara para la versión aplanada. Este tipo de pasta es sin duda el que se cita en Hermópolis para formas idénticas, cf. A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, p. 15. §97. Platitos/tapaderas de base apuntada ines• 224 Menfis: D. Aston, Kom Rab% Fig. 32.413. El Hibeh: table (Lám. XXXVa-b). Pasta la poco cocida. Nor• D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 90.138. Matmar: H. Brun- malmente sin engobar, pero en ocasiones con engobe ton, Matmar PI. LVII.29H. Hermópolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 12.18-20; Fig. 13. Amarna: P. French, Amarna Reports III, Fig. 9-16 SB 10-1. Karnak Norte: H.Jacquet- Gordon, From the Twenty First..., Fig. 1.8, Complejo I (TPI). 226 Cf Apartado IV.E.l. y notas 183-187 para bibliografía. Elefantina: D. Aston, Tentative footsteps.... Fig. 179,19826b: 1. 227 por ejemplo, en Saqqara: P. French y H. Ghaly, CCE 2 225 Hermópolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, (1991), n. 76. Fig. 12.20. ^ Cf. M.C. Pérez Die, Heracleópolis..., p. 401.

81 rojo mate a interior y exterior. Diámetro en torno a rario, dado su tosco acabado, similar al de los vasos 14-17 cm. Aunque aquí lo recogemos como plato, hondos del Depósito de fundación ya estudiado. pueden haber servido igualmente la función de pe• queñas tapaderas228. Corresponden al grupo 10 de la Fase II de Aston, que perdura en el Grupo 8 de la Fase III229. Podrían ser una evolución de los cuencos con carena baja y TIPO n.B.l.a saliente presentes en algunos yacimientos de Imperio Nuevo y principios del TPI pero ausentes por com•

230 §98. Platos de base apuntada inestable, galbo pleto en Heracleópolis . En Lahun ambos tipos pa• ondulado y borde tendente a horizontal Lám. recen coincidir en el tiempo, puesto que un ejemplar XXXVd). Pasta Ia/d. A veces engobe rojo mate cu• de cuenco carenado apareció en la tumba 602, datable 231 briendo el interior y el exterior. Diámetro entre 16 y quizá en el s. VIII a.C. . 22 cm. Tipo muy común en todo el TPI (ver Lámina Esta forma tiene paralelos en numerosos yaci• XXVIII) y en el s. VII. Corresponde al Grupo 2 de mientos de los ss. VIII-VII a.C, aunque por lo ge• la Fase III de Aston. Ver al respecto los comentarios neral las formas heracleopolitanas tienden a ser más realizados sobre esta forma en el Apdo.IV.E.l. estilizadas (mayor relación altura/diámetro) que las de otros yacimientos salvo el cercano Lahun232. Cuencos, copas y vasos hondos. Este tipo también será característico en el s. VII a.C. (cf. Lám. LVI). TIPO VII.F

§99. Vasos troncocónicos profundos de base sa• TIPO VII.C liente plana (Lám. XXXVIa-e). Superficie poco cui• dada por lo general, mostrando las marcas del torno. §100. Copas de pie alto (Lám. XXXVII f-i). Estriado interior profundo en ocasiones (Lám. Cuerpo profundo con boca acampanada (Lám. XXXVIb). Base plana irregular, a menudo poco es• XXXIVk). Pasta Ia/d, engobe rojo al exterior. Tipo table. Abundan las piezas con restos de la arcilla del torno sin retirar. Pastas Ia/d, a menudo poco cocidas, de tono ocre claro. La mayoría sin engobar, aunque 229 D. Aston, Tentative footsteps..., Figs. 205 y 215. En un hay ejemplares con engobe diluido rojo mate (Lám. trabajo anterior (Tomb Groups, pp. 554 ss.) Aston diferenciaba, XXXVIb). Las dimensiones oscilan entre una altura a nuestro juicio acertadamente, entre el "cuenco carenado con de 10-16 cm. y un diámetro máximo en el borde de base saliente" (su tipo 56) y las copas de base planas de él derivadas (su tipo 58). 10-13 cm. El diámetro del pie saliente oscila en torno 230 Imperio Nuevo: Por ejemplo, Deir el-Medina, cf. G. Na- a los 7-8 cm. gel, Deir el Médineh, Fig. K.S.58. Fin del TPI. por ejemplo en Hermópolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. Normalmente asociados a bandejas y junto a en• 17.45, Nivel J10/2, Fin Imperio Nuevo/comienzos TPI (pp. 13- 14). terramientos sencillos (p. ej., Lám. XXXVIa asocia• 231 A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. 81.1. da a M-141). Mientras que las "bandejas" rara vez 232 Paralelos. Tanis: P. Brissaud, CCE 1 (1987) PI. IX, n 92. aparecen completas, estas "copas" suelen estar bas• Saqqara: P. French, MDA1K 44 (1988), Fig. 18 (Falso paralelo: tante enteras, quizá porque se asociaran a un rito de de la misma familia pero base diferente. Clasificada como "an• torcha"). Nuestros ejemplares no aparecen quemados al interior libación. como los menfitas. Cf. también P. French y H. Ghaly, CCE 2 (1991), n. 112-115. Lahun: A. L. Kelley, The pottery of Ancient Se trata posiblemente de formas fabricadas lo- Egypt, PI.81.1. Matmar. G. Brunton, Matmar PI. LVII.13o, calmente con vistas a un uso exclusivamente fune- 13T. Hermópolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 17.46. Tebas (Karnak Norte): H. Jacquet-Gordon, From the Twenty First..., Fig. 7. 6 (Complejo IIA, XXV-XXVI Dins.). Tebas (Guma): A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. 228 Por ejemplo, como tapaderas: P. French y H. Ghaly, CCE 80.1, 765-766. Tebas (Templo funerario Seti I): K. Mysliwiec, 2 (1991), n. 16 (ese ejemplar en arcilla margosa de tipo K5 Sethos I, p. 59.376-377. Tebas (Ramesseum): G. Lecuyot, Ra- similar a nuestra clase lia). messeum Type 3, p. 120.

82 muy característico desde principios del TPI, que ya ulterior sobre el terreno para confirmar si este de• se ha analizado (v. supra. Apdo. IV.E.l., pósito es contemporáneo del hallado en Pasillo T.l- párrafo 79233), pero que aparece también en asocia• T.3 (ss. X-IX a.C.) o algo posterior. ción con materiales más tardíos. Este tipo de vaso no se limita a los dos depósitos mencionados. Aparece en otros contextos, aunque TIPO VII.E aislado o en menor número. La mayoría se deben datar a fines del TPI, como en el caso del de la zona §101. Vasos hondos de base plana (Lám. H.19 en M4/1 o en H8.52 (siete bases asociadas a XXXVIII). Se trata de un tipo que sólo conocemos un recipiente de la XXV Dinastía (Lám. XXXIII). en Heracleópolis, donde aparece ya en el s. IX a.C Ya lo hemos estudiado al analizar los materiales del TPI y en concreto un depósito de ofrendas de la XXII Formas especiales Dinastía entre las Tumbas 1 y 3234. En un contexto datable quizá en el s. VIII a.C. se ha documentado un segundo depósito, aún mayor que el primero TIPO XXXI.A (v. infra. Apdo.IV.F.3.), algunos de cuyos vasos re• cogemos en la Lám. XXXVIII. §102. Probable soporte de carrete (Lám. XXXIVc) de un tipo que presenta muchas variaciones Se localizó en la campaña de 1990, junto al ex• y que ya hemos estudiado dentro del TPI236. Posi• terior del muro meridional de la Estructura I, en un blemente de un tipo bastante alto. Pasta la sin engobe. nivel más elevado que el de cimentación. Los vasos El ejemplar que presentamos apareció en Ll 1 Ante que formaban el conjunto estaban al igual que los del T.3/21, en un contexto de este período. ya estudiado Depósito 1, deliberadamente rotos y amontonados en un reducido espacio. El número mí• nimo de vasos es de 178, aunque es posible que TIPO XXXII.A aparezcan más porque el depósito puede continuar bajo un muro posterior todavía pendiente de exca• §103. Tapadera troncocónica (Lám. XXXVe). vación. Su factura y acabado son idénticos a los del Pomo macizo plano, inútil como base. Pasta Id y Depósito 1 (Lám. XXX), aunque sus proporciones engobe rojo mate. Diámetro del borde, 19 cm.; al• tienden a ser algo más achatadas (conservando la tura, 6.3 cm. Tipo que también podría ser empleado misma altura, el diámetro del borde tiende a ser sig• como platito (cf. Lámina XXXVa). Paralelos muy 235 nificativamente mayor) . cercanos por ejemplo en la necrópolis de Saqqara, aunque en arcilla del desierto237. El Depósito 2 podría datarse en este período (¿XXV Din.?) por su asociación a fragmentos de bor• des moldurados (Lámina XXXIVf,g), a fragmentos TIPO XXXIII.A.2 realizados con arcilla de los oasis, y a vasos hondos de base recrecida (Lám. XXXVIa-e). Sin embargo, §104. Tapadera circular cóncava fabricada a estos dos últimos tipos aparecen también en contextos partir de un galbo cerámico curvado (Lám. algo más antiguos, y por tanto la datación depende XXXVIIj). Pequeña perforación en su centro. Tipo de los primeros. Queda todavía pendiente un estudio ya analizado en la primera parte del TPI238. Usado para cerrar vasos de boca estrecha, quizá taponando el cuello. 233 V. nota 195 para paralelos. Además, en un claro contexto de la XXV-XXVI Dinastía, F. Andraschko, MDAIK 46 (1990), Fig. 12. 234 Vid. supra Apdo.IV.E.l. y nota 192. 236 Cf. n. 196. 235 Para más detalles, M. J. López Grande y F. Quesada, VI 237 P. French, H. Ghaly, CCE 2 (1991) n. 13. Conserva Congresso Internazionale di Egittologia, pp. 415-425, especial• restos orgánicos pegados, quizá restos de ritual de momificación. mente Figura 7 para la relación altura/diámetro. 238 V. supra. Apdo.IV.E.l. Formas especiales, párrafo 81.

83 TIPO VIII va desde el Imperio Medio hasta época ptolemaica, aunque también se ha reducido el período de uso al § 105. ''Firedogs" (Lámina XXXIX). Es un pe• Imperio Nuevo y TPI. culiar tipo de recipiente cerámico conocido desde hace mucho tiempo pero que ha recibido en Egipto La pasta suele ser de clase la, o Ic en los ejem• un estudio polémico y continuado hasta muy plares más toscos. En algunas ocasiones aparecen recientemente239. Mantenemos la denominación in• engobados en tono crema-blanquecino deleznable o glesa, porque el término "morillo" sólo conduce a en rojo mate. El recipiente suele tener un diámetro confusión sobre aspectos funcionales. máximo de hasta 16 cm, y una altura máxima de 20 (sin contar las "patas"). En Heracleópolis los "fi• Se trata de un recipiente de forma troncocónica redogs" no han aparecido quemados nunca, aspecto acampanada con ancha boca y un orificio circular en cuya importancia se verá enseguida. el fondo (Lám. XXXIXa,b) que a veces no perfora por completo la gruesa pared (Lám. XXXIXd). A Recipientes con un aspecto a grandes rasgos si• dicho recipiente profundo se añaden tres "patas" que milar aparecen en numerosos lugares del Mediterrá• arrancan del fondo. Dos de ellas, grandes y de sección neo, y en épocas muy distintas, desde el Minoico 242 oval (Lám. XXXLXb) nacen del fondo y avanzan, Medio III cretense (c. 1700-1550 a.C.) hasta la 243 inclinadas y divergentes, unos 10-15 cm. En la parte colonia de Ampurias en el s. VI a.C. , donde ya trasera, dibujando un triángulo con las otras dos "pa• siguen la conocida forma del lasaña griego. Han sido tas", nace un pequeño apéndice cilindrico, corto, interpretados como soportes para grandes vasos de macizo y horizontal. Por tanto, el objeto no puede cocina en el fuego, como toberas de hornos de metal, 244 sostenerse de manera equilibrada sobre esos tres so• útiles para hilar, etc. . Tanto el empleo como so• portes. El conjunto, visto horizontalmente, semeja portes de ollas de cocina (Morris) como su uso en los cuartos traseros de un pequeño cuadrúpedo, sien• hornos metalúrgicos (Ruiz de Arbulo) parecen hoy do las "patas" los cuartos traseros y el apéndice probados. cilindrico, el rabo. Visto verticalmente, tal y como El modelo egipcio es sin duda diferente por la lo orientan otros autores, con la boca ancha hacia ausencia de asa —que a veces aparece, no obstante, abajo, las patas se convierten en "orejas", y el

240 con forma diferente— y la aparición de grandes patas, "rabo" en "hocico" . Además, a veces, junto al pero la morfología general es similar, y las funciones orificio del fondo aparecen dos orificios laterales de

241 propuestas también: braseros portátiles para trans• tamaño similar en el tercio inferior del galbo . portar ascuas en contextos domésticos; incensarios; En Heracleópolis se documenta al menos medio soportes de recipientes de cocina para mantenerlos a centenar de ejemplares, la mayoría fragmentos, aun• cierta altura sobre el fuego; recipientes para calentar que algunos están completos: es pues un tipo fre• metal antes de trabajarlo; crisoles para metal fundido; cuente. Se data desde el TPI (ss. X-IX a.C.) hasta fuelles/toberas, etc. La última teoría, tras examinar época saíta plena al menos y quizá más allá, aunque y desechar todas las anteriores, sostiene que los "fi• dada la especificidad de la forma hemos decidido redogs" se empleaban de dos en dos o de tres en tres resumir conjuntamente la discusión con la presenta• para sostener grandes tinajas puestas a calentar al ción del tipo en este apartado dedicado al período "transicional" de segunda mitad del s. VIII. Para el conjunto de Egipto se ha propuesto un margen que 242 En el Ashmolean Museum de Oxford se conserva un de• nominado "Ariadne's clew-box" (1924.63) de uso supuesta• mente textil, que tiene un aspecto similar a los "firedogs" egip• cios, aunque las "patas" u "orejas" son mucho menores y en 235 D. Aston, MDAIK 45 (1989), con toda la bibliografía y cambio aparece un asa en el lateral del galbo. Este tipo posible• discusión anterior, lo que nos exime de recoger los abundantes mente evolucionó en Grecia arcaica. paralelos. 243 Ruiz de Arbulo, AEspA 62 (1989), pp. 315 ss. Tipo ya 240 D. Aston, MDAIK 45 (1989), pp. 27-28 y Fig. 1 para una más alejado del egipcio, con asa lateral y sin patas. forma diferente de "orientar" la pieza. 244 Para una muy convincente explicación del objeto como 241 Ibidem, p. 28, se recogen todas las combinaciones de soporte en un fuego, ver Ruiz de Arbulo, AEspA 62 (1989), Fig. agujeros. 2, p. 316.

84 fuego, apoyando los "firedogs" sobre sus tres "pa• Se mantiene todavía un predominio casi exclusivo tas" y usando el borde para apoyar la tinaja de las pastas aluviales la, Ic y Id; se mantiene una calentada245. práctica ausencia de decoración que se reduce a un engobe "fugitivo" de color rojo mate que se des• No podemos aportar una identificación positiva vanece incluso con inmersión en agua fría. Este en• al estudio de la función de estas piezas, sino sólo dos gobe suele cubrir todo el vaso, y rara vez se aplica de tipo negativo: los "firedogs" de Heracleópolis no sólo al borde. El repertorio decorativo se completa aparecen quemados o vitrificados, contra lo que ca• con una técnica puramente funcional: la impresión bría esperar si se tratara de fuelles, toberas o soportes de cordeles en la parte ancha del galbo o borde de de cocina. Además, y contra lo indicado expresa• los recipientes grandes, que además de sujetar la pie• 246 mente por Aston , los "firedogs" no aparecen sólo za durante la cocción deja impreso un motivo "cor• en contextos domésticos y asociados a vasos de tipo dado" horizontal más o menos regular. doméstico, sino en una necrópolis, asociados a me• nudo a vasos destinados a un uso ritual (como en Por lo general, las superficies de las piezas, rea• L10-11/13-14); o en la Estructura 1/8-9, asociado a lizadas con torno cada vez más rápido, están más un conjunto de inhumaciones y otros vasos globulares cuidadas que en la primera parte del TPI, y esto se (Lám. XXXIXb, junto al vaso de la Lám. XXVa). aprecia sobre todo en los vasos ovoides de cuello acampanado. Asciende la proporción de engobes Por otro lado, no se explica en la útima teoría la blanquecinos y aparecen (ya en la XXV Dinastía, necesidad de los pequeños orificios que aparecen en muy a finales del s. VIII a.C.) las primeras piezas los vasos (que ya dejan entre sí suficiente espacio significativas en arcilla del desierto, que serán es• para que el aire circule y mantenga el fuego), ni se tudiadas no obstante en el siguiente apartado. explica la necesidad de vasos de forma tan específica y compleja cuando tres adobes o piedras o soportes más sencillos cumplirían la misma función. IV.F.3. Valoración general

IV.F.2. Técnica, acabados, decoraciones Como ya se ha comentado, en torno a la segunda mitad del s. VIII a.C. o muy a comienzos del El conjunto de formas que aquí se han presentado s. VII a.C. se produjo, en la opinión de todos los está a caballo entre el repertorio de las XXI-XXII especialistas, un cambio notable en el repertorio for• Dinastías (al que se puden atribuir muchas de las mal, tecnología y pastas de la cerámica egipcia. Tam• formas) y el repertorio posterior (característico de las bién se ha dicho que dicho cambio fue un proceso, XXV y XXVI Dinastías) que supone notables cam• rápido, sí, pero no una revolución. Es por tanto claro bios. No es una fase cerámica por sí misma, sino que que no puede utilizarse directamente y sin más pre• recoge un momento en que se extingue una tradición cauciones el cambio cerámico para documentar acon• y surge otra diferente, que no obstante aprovechará tecimientos históricos (como las luchas entre Piy y tipos tradicionales. Por ello este apartado no se en• Tefnajt, o el papel de Heracleópolis en una zona tiende por sí mismo, sino en relación con lo que fronteriza y a la vez con pretensiones de indepen• antecede y sigue. No hay tipos exclusivos de este dencia). Tal tarea es en exceso arriesgada, porque el momento: unos vienen de antes y tienden a desapa• tempo ceramológico es diferente del político, aunque recer; otros vienen de antes y siguen en el s. VII; la ciertamente las unificaciones y escisiones del Doble diferencia está en que ahora comienzan a apare• Pais jugaran un papel en la comercialización de los cer nuevas formas que van a desarrollarse en productos y difusión de modas cerámicas. el s. VII a.C. En este apartado hemos recogido una serie de producciones cerámicas características del período de »' D. Aston, MDAIK 45 (1989), p. 32. transición entre el TPI y época "etiope". Abarca por D. Aston, MDAIK 45 (1989), p. 31. tanto la segunda mitad del s. VIII y principios del

85 VII a.C., o, en términos dinásticos, el fin de la XXII/ o Hermópolis. Esto mismo ocurrirá durante el XXIII y la XXV Dinastía. s. VII a.C, cuando el repertorio "saíta".más típico se extienda por todo el valle. Este fenómeno, por el El repertorio cerámico es todavía sustancialmente cual los paralelos tebanos o hermopolitanos se hacen el del TPI (muchas formas son idénticas o ligeramente evidentes, podría entrar en relación con un hecho evolucionadas, como las grandes tinajas de boca an• documentado históricamente. Nos referimos a los cha (comparar Láms. XXIII y XXXII), los vasos acontecimientos cercanos al 730 a.C. narrados en la globulares de base apuntada y cuello vertical (com• estela de Piy: el rey heracleopolitano Paeftchauauay- parar Láms. XXV y XXXIII), las bandejas (Láms. bastet se somete a Piy, soberano del sur. Pero es que XXIX y XXXVI) o las copas de los "Depósitos de además sabemos que este personaje había casado en fundación" (Láms. XXX y XXXVIII). primeras nupcias con la hija de Rudamón de Her• mópolis, mientras que de su segunda boda tuvo una Sin embargo, se aprecia un aumento de la pro• hija, Iuretch, que fue ofrecida en Tebas como sacer• porción de acabados con engobes crema o blanque• dotisa de Amon247. Es posible que todas estas rela• cinos a imitación de arcillas del desierto, e incluso ciones cordiales con el Sur favorecieran el comercio aparecen algunas piezas importadas del Sur o de Men- de Heracleópolis con el Alto Egipto, de donde pro• fis. Algunas formas tienden a desaparecer lentamente cederían buena parte de los nuevos materiales, in• (Lám. XXIV, XXIIIb-d). Más significativa es la apa• cluyendo el gusto por los vasos claros fabricados con rición sistemática de formas nuevas, como los vasos arcillas del desierto. hondos de base plana saliente no documentadas antes del s. VIII a.C. (Lám. XXXVIa-e), las cantimploras hechas con pasta de los Oasis (clase Illa ", Lám. XXXVIIa-b ), los cuellos con baquetón y borde alar• IV.G. EL CAMBIO CERÁMICO: gado (Lám. XXXIVf-g), etc. Estas formas se aso• c. 730/700-c. 650 a.C. ciarán sistemáticamente con las nuevas producciones (Láms. XL-LX, Figura 6) que están naciendo en este momento y que van a ser características de las XXV y XXVI Dinastías, sobre todo pues en el s. VII a.C. Nos referimos a los vasos En este apartado se estudiará el repertorio cerá• con bordes complejos y galbos estriados (Láminas mico correspondiente a grandes rasgos al final del s. XLVI y ss.) alta proporción de pastas amarillentas VIII y buena parte del s. VII a.C. desde la XXV a hechas con arcillas del desierto, etc.. mediados de la XXVI Dinastía (Saíta). Recoge pues el gran cambio ya anunciado en la segunda mitad del Este nuevo repertorio cerámico, que abarca la s. VIII a.C, caracterizado entre otras cosas por la XXV y parte de la XXVI Dinastía, es el que estu• súbita aparición de un elevado número de vasos fa• diaremos a continuación. Debe, pues, entenderse que bricados con arcilla del desierto, la aparición de nue• dicho repertorio se asocia también a muchas de las vos tipos y el predominio de bordes moldurados com• formas de este momento transicional: todas las que plejos y bases de anillo, rasgos todos ellos ya hemos descrito como nuevas y algunas de las tradi• anunciados hace años en diversos yacimientos y por cionales del TPI ("firedogs", vasos globulares con distintos autores248. Debe entenderse que a las formas cuello vertical, bandejas, platos de base apuntada o platitos de base plana, etc.).

Por lo demás, el conjunto documentado en He- 247 Para una narración detallada de estos hechos, de la que racleópolis durante la última fase de la XXII Dinastía hemos tomado estos datos, M. C: Pérez Die, Heracleópolis, pp. 602 y ss. y comienzos de la XXV recuerda mucho más por su 248 Este cambio corresponde, como ya se ha dicho (cf. Apdo. repertorio formal a los materiales del Alto Egipto que IV.D.2), al Complejo IIA de Kamak Norte (H. Jacquet-Gordon, a los —por otro lado peor conocidos— del Delta. En From the Twenty First...), al cambio socio-político que propone conjunto, la fase que corresponde al s. VIII a.C. en J. Bourriau (Umm el Ga'ab, p. 80), a la fase III y "Early Saite" de Aston (Tentative Footsteps... Ch. VII), y al cambio de la Heracleópolis tiene abundantes paralelos no sólo con XXV Dinastía de P. French (Ateliers de potiers et productions el área de Tanis o Menfis, sino también con Tebas céramiques en Egypte, pp. 58 y ss).

86 PRODUCCIONES CERAMICAS

ABIERTAS CERRADAS

GRANDES MEDIANAS/ PEQUEÑOS GRANDES MEDIANAS/ PEQUEÑAS PASTAS PASTAS ALUVIALES MARGOSAS ESPECIALES 106. XXIII.N 113. XXIV.D 160. XXX 107. XXIII.O 114. XXIV.C 161. VIII 108. XXIII.P 115. XXIII.Q 162. XXXII.B 109. VII.G 116. XXIII.S 163. XXXII.C 110. XXIII.L 117. XXIII.T 164. XXXIH 111. XXIII. M 112. BD.51237

PASTAS PASTAS PASTA DE PASTAS PASTAS MARGOSAS ALUVIALES LOS OASIS ALUVIALES MARGOSAS 118. XXII.B 136. XXV.E — 157.IV.F.2 119. XXII.D 137. XXV.B — 158.II.C.3 120. XXII.CXXII.F 138. XXV.F — 159.IV.I.2 121. XX.E

Vasos perfil Vasos Vasos 1—1 Platos 1 Cuencos incompleto Globulares Ovoides y otros — 143.II.B.1 122. BD. 52211 129. XXI.A 133. XX.F 146.IV.L — 144.II.A.2 123. BD. 52210 130. XXI.C 134. XX.C.3.a. 147.IV.J — 145.II.A.4 124. BD. 51420 131. XXII.E 135. VII.B.2 — 148.IV.A.3 125. BD, 51400 132. XXII.G.2 — 149.IV.Ñ 126. BD. 52230 — 150.VII.F 127. BD. 52210 — 151.VII.C 128. BD. 53210 — 152.IV.F. 153.BD.54310 154.IV.I.1 155.III.C 156.IV.C.2

Figura 6. Grupos formales de las XXV-XXVI Dinastías (c. 900-750 a. C.)

87 aquí descritas deben añadirse muchas de las que he• TIPO XXIII. O mos descrito en el Apartado anterior ("firedogs", copas de pie planosaliente, platos...), puesto que du• § 107. Vasijas de forma ovoide (o en forma ' 'de rante un período (al menos el comienzo de la XXV gota"), con base apuntada inestable, diámetro má• Dinastía) llegan a coexistir. ximo en el tercio inferior del vaso, parte superior del galbo tensa, corto cuello estrangulado y borde ex- En cambio, en Heracleópolis no se documenta el vasado casi horizontal (Lám. XLI). A veces el corto complejo saíta más tardío identificado por diversos cuello muestra una arista o baquetón. autores, en el que se aprecia una notable influencia del repertorio formal foráneo, especialmente griego, El galbo puede aparecer "decorado" en su parte y que corresponde a grandes rasgos con el s. VI a.C. alta con una o varias bandas horizontales formadas o algo antes. por un número variable de pequeñas acanaladuras (Lám. XLIb,c,e).

Fabricadas con pastas de clase la y tono rojizo IV.G.l. Grupos formales intenso, bien cocido. Superficie cuidadosamente ali• sada, con engobe rojo mate intenso pero "fugitivo". Altura entre 35 y 45 cm., diámetro máximo entre 20 FORMAS CERRADAS GRANDES y 25 cm., diámetro del borde en torno a 10-14 cm.

Pastas aluviales Como ocurrirá en el caso de las ánforas de tipo "cananeo" y de otros vasos, también en este tipo tenemos copias en miniatura (Lám. XLIh). Sólo se TIPO XXIII.N conserva el borde y arranque del galbo. Pasta la, sólo se engoba la parte cercana al borde, que reproduce §106. Grandes vasijas de almacenamiento de con exactitud el modelo. Diámetro del borde, 4 cm. cuerpo ovoide, base apuntada inestable, con corto (frente a los 12-15 del modelo). Otro ejemplar, algo cuello vertical y borde redondeado ligeramente en• mayor, tiene un diámetro de borde de 7.3 cm. (Lám grosado. Sin asas. (Lám. XLIa). Pasta egipcia Ia/d XLIg). de color rojizo en el núcleo y anaranjado a los lados. Sin engobar. Desgrasantes mediano-grandes, inclu• La versión grande constituye un tipo relativa• yendo pequeñas piedras. Dimensiones: en torno a 42 mente frecuente en contextos tardíos de Heracleó• cm. altura, 20 diámetro máx., 14 cm. diámetro de polis, también conocido en otros lugares de Egipto, borde. Justo delante de la puerta de acceso a la Tumba aunque Aston no lo incluya en ninguno de sus 3, (Ll lAnteT.3/16) se encontró un conjunto de media Grupos250. Se documenta en Tebas (Gurna, templo docena de recipientes de este tipo, del que presen• funerario de Seti I, Medinet Habu )251, y probable• tamos uno (Lám. XLIa). mente en Hermópolis252 y Tanis253.

Aunque se documentan paralelos para la forma TIPO XXIII.P del borde, no conocemos ejemplares completos si• milares a nuestra pieza, salvo vasos que recuerdan la §108. Grandes tinajas de almacenamiento de forma general, como el tipo 147 de Aston249. boca ancha (Lám. XLII). Base inestable, galbo con tendencia cóncava. Dos asas verticales de sección

249 D. Aston, Tomb Groups, Tipo 147, Fig. 16, Cementerio B de Gurna, como muy antigua, mediados del s. VIII a.C. Tam• bién en Elefantina (ss. X-mediados del s. VIII a.C, quizá algo 250 Aunque sí en un trabajo anterior, cf. D. Aston, Tomb más tarde, pues el depósito se data por interpolación, cf. D. Groups Tipo 143, Fig. 16 y p. 559. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 181.19884A:9. Un tipo si• Cf. K. Mysliwiec, SethosI, p. 57, n. 370. A. L. Kelley, milar, pero con asas verticales en la parte alta del galbo, en The pottery of Ancient Egypt, Lám. 80.5.799. 2 Menfis (D. Aston, Kom Rabi'a, Fig. 28. tipo 562; relleno del " A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 18.57. silo, posiblemente s. VII a.C. con algo de material anterior). «3 P. Brissaud, CCE 1 (1987), P1.XVII.270.

88 circular, pequeñas, en la parte alta del galbo. Borde cilio y con labio redondeado o aplanado. Al exterior, complejo, vertical, a menudo con aristas al exterior el borde se decora con dos o tres acanaladuras ho• (Lám. XLIIa,b,f) y casi siempre con escalonamiento rizontales paralelas, que vienen a delimitar la zona al interior (Lám. XLIIc,d,e,f). de la boca. Pasta de clase la. Puede o no llevar engobe rojo mate al exterior. Diámetro del borde en torno a Pasta de clase la. A menudo marcas de cuerdas 15-20 cm. Paredes muy gruesas (hasta 1.8 cm.). en el galbo (Fig. XLIIf). Alisadas sin engobar o con engobe rojo mate. En torno a 50 cm. de altura, con Aunque no conocemos paralelos exactos, resulta un diámetro máximo de 35 cm. Diámetro del borde en cuanto a factura y acabado un grupo asociado a en torno a 17-20 cm. las tinajas en forma de "gota" que hemos estudiado (Lám. XLI). Por lo demás, parece una forma rela- Es muy probable que un tipo de borde muy si• cionable con numerosos vasos sin cuello y galbo con• milar, pero de menor tamaño, se empleara para vasos vergente hacia la boca que aparecen por ejemplo en medianos e incluso para vasos Bes (Lámina LXg,h, 256 257 la cerámica de Baja Epoca de Amaina , Matmar , idénticos pero con un diámetro de 7-9 cm.). 258 259 Abydos o Menfis . El paralelo más cercano que conocemos procede del Ramesseum, aunque se trata 254 No conocemos apenas paralelos para este tipo . de un fragmento con asas260.

TIPO VU.G TIPO XXIII.M §109. Cuellos acampanados altos o muy altos y estrechos, rematados en un borde engrosado (Lám. §111. Gran recipiente de corto cuello vertical XLIVa,d,e). Pastas la, con engobe rojo mate al ex• rematado en borde ligeramente engrosado al interior terior. La pieza mejor conservada mide al menos (Lám. XLVc). Cuello ondulado al interior. Gruesa 26 cm. de altura. Habitualmente con un diámetro en pared (hasta 2 cm.). Pasta la. Sin engobe. Diámetro torno a 25-27 cm. en el borde, lo que descarta su del borde: 21 cm. Un tipo de gran recipiente de boca pertenencia al tipo de antorchas, mucho más ancha quizá heredado del final del IN (XXIIh) y TPI 255 pequeñas . (XXIIIb), con cuello progresivamente más corto261.

Su datación —debatible— a partir de fines del s. VIII viene dada por su asociación a cantimploras TIPO BD-51237 del tipo "Oasis" y a vasos de pastas lie (p. ej. Lám. XLIVe, L.43.5, zona sin estudiar todavía). §112. Borde de tinaja o ánfora con hombro ca• Podrían corresponder a altos soportes de carrete, renado muy acusado cerca del borde (Lám. XLVd). o quizá a versiones de gran tamaño de copas con base Posiblemente imitación de ánfora cananea, aunque la inestable. No conocemos paralelos cercanos. ausencia de un fragmento con asa impide asegurarlo. En todo caso, la forma cuenta con paralelos aparen• temente sin asa en varios yacimientos262. TIPO XXIII.L

§ 110. Borde de gran recipiente sin cuello (Lám. 256 P. French, Amarna Reports III, Figs. 9.12, 9.13. XLVa,b). Parte superior del galbo troncocònica que 237 G. Brunton, Matmar, Lám. LVTI.47H. remata en un borde inclinado hacia el interior, sen- 258 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 133. 259 D. Aston, Kom Rabi'a, Fig. 28, tipo 580. 260 G. Lecuyot, Ramesseum Apéndice, Fig. 3.1. 261 A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. 80.5, 254 Karnak Norte: Sólo aproximado, Jacquet Gordon, From n. 800 (Dins. XXV-XXVI). P. French, Amarna Reports III, the Twenty First..., Fig. 9.8. Complejo HA. Amarna (sólo apro• Fig.9.9, n. SJ2.5.1(A). ximado): P. French, Amarna Reports III, Fig. 9.11.SJ4.5.1 (D). 262 H. Jacquet Gordon, From the Twenty First..., Fig. 17.8, 235 P. ej. P. French y H. Ghaly, CCE 2 (1991): 112-115, con Coplejo HA. Arcilla del desierto, P. Brissaud, CCE 1 (1987), bibliografía. PI. XVI.264

89 Pastas margosas naneos y de sus imitaciones egipcias, que incluye un mínimo de ocho ánforas importadas.

3) Miniatura de ánfora cananea de "torpedo" (Lám. XLf). Hombro marcado, borde vertical, sin TIPO XXIV.D asas; base apuntada. Pasta Ia/d muy depurada, con engobe beige claro. Altura: 9 cm.; diámetro máximo en los hombros, 4.5 cm. §113. Imitaciones de ánforas cananeas en forma de "torpedo"(Lámina XL). Reproducen con dife• TIPO XXIV. C rentes grados de fidelidad los prototipos palestinos. En ocasiones aparecen versiones miniaturizadas §114. Gran recipiente anforoide (Lám. XLb), (Lám. XLf) asociadas a sus "hermanas mayores". de cuerpo globular apuntado, base redondeada ines• Normalmente fabricadas con pastas de clase Ilh table y boca ancha sin cuello, con borde redondeado (Lám. XLa,c). vertical. Dos asas verticales a la altura del hombro. Pasta egipcia. Dimensiones: altura 47 cm., diámetro Destacamos algunos ejemplares notables. borde: 10,5 cm. Hallada en Hll, frente a la Tumba 2, sobre una plataforma de adobes. Pieza a caballo 1) Ánfora de torpedo (Lám. XLa) con hombro entre una tinaja de tipo tradicional (cf. Lám. XXXI) marcado, dos asas verticales de sección aproxima• y una imitación: las asas han subido hacia un borde damente circular, corto cuello vertical y borde sen• más corto, y se marca más el hombro. cillo redondeado. Pasta de tipo Ilh (Mari C de Viena). Textura fina y color anaranjado. Bien alisado al ex• TIPO XXIII.Q terior, mucho menos al interior, donde se aprecian las huellas de trabajo en el torno en su mitad inferior. §115. Gran recipiente ovoide (Lám. XLVIa,b). Engobe anaranjado claro bastante perdido. Borde alargado algo entrante, cóncavo al interior y convexo al exterior. Dos pequeñas asas verticales casi Dimensiones: Altura: 45 cm. Diámetro del borde, testimoniales que pueden arrancar del mismo borde 9.5 cm. Hallada en el interior de la Tumba 5, sobre (Lám. XLVIa) o ligeramente más abajo, en la parte el suelo. En su interior se documentó una concha superior del galbo (Lám. XLVIb). Hombro horizontal nacarada. marcado con arista y galbo cubierto de finas estrías con efecto decorativo. Paredes muy finas para el ta• Corresponde con gran precisión al tipo 2 de maño del vaso. Diámetro del borde en torno a los 15- 263 Sagona , que alcanzó su máxima popularidad en 18 cm. Palestina durante el último tercio del s. VIII a.C. con perduración probable en la primera mitad del s. VII Pasta del desierto de tipo Illb o lie, de sonido (Taanach, estrato V) y un "revival" en los ss. V- metálico. Superficie amarillenta, blanquecina o ana• IV a.C. En Al Mina se documentan piezas con base ranjada clara. redondeada (similar a nuestra imitación egipcia) en Corresponde a una familia de vasos bien definida los estratos VIII-VII, que pueden llegar hasta quizá que comprende una versión de mediano tamaño muy mediados/fines del s. VII a.C. bien documentada en Heracleópolis (Lámina XLVIc,d,e) (v. infra párrafo 118). 2) Asa con grafito en forma de tau. Pasta sin Forma de un nuevo repertorio que parece ser pro• embargo egipcia (Ilh) (Lám. XL). Grafito con pa•

264 pia del s. VII, quizá ya en la XXVI Dinastía. Cuenta ralelos en Salamina de Chipre y otros lugares . Pro• con numerosos paralelos265. cede de H.29.4, sobre las Tumbas 7-8, donde se documentó un gran lote de fragmentos de vasos ca-

263 Bien identificadas como versión grande. Hermopolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 18.55 Completo: 263 A. G. Sagona, Op. Ath. XIV.7 (1982), pp. 75-78. Templo funerario de Seti I en Tebas: K. Mysliwiec, Sethos I, 264 Cf. Yon, Dictionnaire..., Fig. 239. p. 60.397.

90 TIPO XXIII.S Una variante, con galbo similar pero borde algo más aristado se documenta también en Heracleópolis §116. Grandes recipientes de cuerpo ovoide y (Lám. XLVIIIñ). Sólo conocemos un perfil completo característico cuello con muesca bajo el borde (Lám. correspondiente a este tipo de borde269. Con todo, la XLVIIIa,b). El borde toma así un característico perfil sensación es que estos bordes complejos moldurados, en forma de pico. Pared delgada, a menudo adel• todavía poco estudiados, se aplicaron indistintamente gazada en la base del cuello. Pasta Illb de tono ver• a diversas variantes formales, por tamaño y perfil. doso o amarillento. Sonido metálico apagado; su• perficie blanquecino-rosada y a veces amarillenta. Aunque las producciones originales en arcilla del Diámetro del borde en torno a 12-15 cm. desierto seguramente se importaban del Medio-Alto Egipto, los artesanos de Heracleópolis pronto pasaron Este reconocible tipo de borde aparece casi en a producir imitaciones en arcilla del Nilo, con paredes todos los yacimientos donde se documentan vasos en más gruesas y perfiles de borde algo más bastos (p. esta característica arcilla (equivalente a Mari A4, var. ej.,Lám. XLVIId,e). Este fenómeno no es inusual: Ib). Aparecen probablemente en la XXV Dinastía, en Hermópolis se manifiesta también con claridad270. pero su máximo desarrollo parece de la XXVI266.

TIPO XXIII. T FORMAS CERRADAS MEDIANAS Y PEQUEÑAS § 117. Tipo directamente relacionado con el an• terior (Lám. XLVIIh). Cuerpo ovoide estriado en la parte baja del galbo, con dos asas verticales. Similar Pastas margosas e imitaciones locales engobadas al anterior, pero con más forma de "gota". El borde se diferencia también en que resulta más inclinado hacia el interior, y la acanaladura se convierte en una TIPO XXII.B moldura más compleja.

Pasta Illb anaranjada con superficies blanqueci• §118. Se trata de una versión de tamaño me• nas. Sonido metálico apagado. Paredes delgadas. Co• diano de un tipo ya descrito en le párrafo 115, tipo 267 rresponde al tipo 4 de Lecuyot en el Ramesseum XXIII.Q. (Lám. XLVIc,d,e; compárense con donde se documenta uno de los muy pocos perfiles XLVIa,b). Vasos ovoides de base apuntada muy ines• completos que conocemos, con una altura de 49,3 table, galbo estriado al exterior (¿con objeto metálico cm. y un diámetro máximo de 26 cm. (el diámetro aplicado mientras giraba en el torno?). Borde vertical del borde es de sólo 8 cm.). Ese tipo es también alargado, convexo al exterior. Dos asas verticales frecuente en otros contextos de la XXV-XXVI pequeñas en la parte media, alta del galbo o en el 268 Dinastías . borde. Es posible que este tipo tenga una versión de Altura 20-30 cm., diámetro máximo entre 16 y tamaño más reducido (en torno a 20-30 cm. de altura, 20 cm., diámetro del borde en torno a 10 cm. Pasta cf. Lám. XLVIIf). de clase Illb con núcleo anaranjado y superficie blan• quecina. En ocasiones, pasta lie de tono verdoso o amarillento. En alguna ocasión se aprecian marcas 266 Para una forma casi entera en Elefantina: F. Andraschko, MDAIK 46 (1990), Fig. 13 (XXV/XXVI Din.). Amarna: P. de apilamiento en cocción en la parte baja del galbo French, Amarna Reports, III, Fig. 9.17,MJ2.1.2(D); (Lám. XLVIe). MJ2.1.3(A). Hermopolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ash- munein, Fig. 22.88,89,90. Karnak Norte: H. Jacquet-Gordon, From the Twenty First..., Fig. 16.4. 267 G. Lecuyot, Ramesseum p. 146.5. 269 Tebas, Templo funerario de Seti I. K. Mysliwiec, Sethos 268 Hermopolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, I, p. 60, n. 399. ¿Segunda mitad del s. VII a.C.? (cf. D. Aston, Fig. 21.73; 22.83. 21.74 Karnak: H. Jacquet-Gordon, From the Tentative footsteps...). Twenty First..., Fig. 16.5. Tebas (Templo funerario de Seti I): 270 A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 18 y p. 14 K. Mysliwiec, Sethos I p. 60.397, perfil complete ('red ware").

91 Tipo muy característico del período en numerosos TIPO XXII-F, XXII. C yacimientos271 especialmente en el Alto Egipto, de la XXV Dinastía en adelante. §120.Vasos similares a los anteriores en forma del cuerpo y tamaño, pero con borde y labio dife• rentes (Lám. XLVIIa-c). TIPO XXII.D Desconocemos la forma de la base, previsible- §119. Pequeños recipientes globulares de base mente apuntada. Tenemos ejemplares en arcilla alu• apuntada, cuerpo esferoidal y borde vertical convexo vial (Lám. XLVIIa-b) y en arcilla margosa de tipo al exterior (Lám. XLVIf-k). lie (Lám. XLVIIc). Algunos ejemplares —presumiblemente impor• No conocemos paralelos cercanos para los bordes tados desde el Sur— se realizaron en pasta de clase de los vasitos de arcilla aluvial (Láms. XLVIIa,b). Illb (Lám. XLVIk), cuidada, de sonido metálico y El tercer vaso representado (Lám. XLVIIc) puede tono anaranjado con superficie blanquecina. Sin em• encontrar bordes similares en numerosos lugares, en bargo, la mayoría de los ejemplares de esta forma especial en Ashmunein273, aunque sin el peculiar per• hallados en Heracleópolis son producciones de pasta fil, quizá en parte debido a un fallo de cocción. la aluvial, disimulada casi siempre con engobe beige/ blanco (Lám. XLVIgj) o rojo mate (Lám. XLVIi).

Por sus dimensiones deben separarse dos variantes: TIPO XX.E

a) Vasos de tamaño normal: Altura máxima en §121. Vasos bicórneos pequeños, similares a torno a 12-14 cm. con un diámetro máximo peonzas, con el diámetro máximo en el centro del cercano a la altura. Diámetro del borde entre galbo y cuello muy estrecho (Lám. XLIXn). Borde 8 y 9 cm. indeterminado. Diámetro máximo: 9 cm. Pasta lie. b) Imitaciones en miniatura, casi siempre en pas• Decoración en forma de dos series de acanaladuras ta la y engobe blanco para simular arcillas horizontales en los hombros. margosas. Altura en torno a 6.5 cm., con un diámetro de borde en torno a 4 cm. Estas ' 'mi• niaturas" son frecuentes y aparecen a menudo Pastas aluviales directamente asociadas a inhumaciones (p.ej.,

Lám. XLVIi, en H20/5, sobre los pies de M- Vasos medianos o grandes. Perfil incompleto 477; Lám. XLVIg, del interior de Tumba 7b, asociado a M-878).

La versión mayor de este tipo es bastante fre• cuente en contextos del s. VII a.C.272. TIPO BD.52211

§ 122. Recipiente de cuello corto vertical y boca 271 Hermopolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, ancha, con borde alargado vertical engrosado al ex• Fig. 21.79; 18.54; 8.1 (imitaciones en arcilla aluvial). Abydos: terior (Lám. XLVIIIc). Diámetro del borde, 18 cm. D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 134.63. Tebas (Cementerio B de Gurna): D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 136.777. Pasta de clase la. No muy común en Heracleópolis, Tebas (Templo funerario de Seti I): D. Aston, Tentative foots• y raro en otros yacimientos274. teps..., Fig. 141.778, K. Mysliwirc, Sethos I p. 60. n. 400. Karnak: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 172.244.61 (asas en el borde). 272 Tipos 178-183 de D. Aston, Tomb Groups, Fig. 21; tb. 136.771-775. Tebas (Tempio funerario de Seti I): D. Aston, J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 81, n. 154. Menfis: H. G. Fis• Tentative footsteps..., Fig. 141.773; K. Mysliwiec, Sethos I cher, Mit Rahineh 1955, Fig. 4.43 (mal datado). H. G. Fischer, p. 60, n. 403. MitRahineh 1956, n. 408 (con asitas). Karnak: H. Jacquet-Gor- 273 A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 22. don, From the Twenty First...., Fig. 16.10 (con asitas). Tebas 274 P. French, Amarna Reports, III, Fig. 9.11 (SJ4.3.2[A]) (cementerio B Gurna): D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. y p. 156.

92 TIPO BD.52210 del cuello (Lám.XLVIIIl). Diámetro en torno a 10 cm. Pasta la, normalmente sin engobar, bien depu• §123. Bocas de vasos globulares o alargados, rada. medianos o/y grandes, de cuello vertical o ligera• mente acampanado. Se caracterizan por un borde ver• Se trata de un tipo con amplia cronología que ya tical, triangular, alargado, engrosado al exterior, for• hemos documentado desde fines del Imperio Nuevo mando una ancha moldura justo en el borde, que se (Lám. XXIe,f), correspondiendo probablemente a un complementa con una arista en la base del cuello, vaso globular de base inestable y tamaño mediano277. justo antes del arranque del cuerpo (Lám. XLVIII,d- f). Pasta la, engobe rojo mate. TIPO BD.52110 Este tipo se documenta ya en contextos de finales del TPI, pero parece (a partir de asociaciones) hacerse §127. Vaso de cuello vertical estrecho (menos más frecuente en el s. VII a.C. Aunque el tipo de de 10 cm.), borde vertical sencillo, a veces biselado borde complejo es característico de esta época, tanto por el interior (Lám. XLVIIIm,n). Pasta la, a veces en vasos con pastas de clase II y III como en los de engobe rojo muy desvaído. Probablemente de vasos arcilla aluvial, puede que nos encontremos ante una globulares como los ya comunes en el TPI. de tantas producciones locales.

TIPO BD.53210 TIPO BD.51420

§124. Vaso de cuello vertical ancho y borde §128. Vaso "de cuello de trompeta" (Lám. vertical con escalón interior ¿para tapadera?) (Lám. XLVIIIh) muy estrecho y acampanado que remata en XLVIIIi). Pasta la, sin engobe. Diámetro del borde, boca de unos 12 cm. de diámetro. Borde horizontal, 18 cm. No conocemos paralelos cercanos. Podría rectangular, moldurado y ligeramente pendiente. corresponder a una gran tinaja producida habitual- Probablemente de una gran jarra de cuello alto y mente en arcilla del desierto275. asa vertical, de un tipo ya conocido en la XVIII Dinastía278. TIPO BD.51400 Vasos globulares, medianos y pequeños. §125. Vaso globular mediano con corto cuello estrangulado y borde redondeado, engrosado al ex• terior y exvasado (Lám. XLVIIIj,k). Pasta la. Diá• metro del borde en torno a 11-14 cm. TIPO XXI Tipo de vaso muy habitual en diversos períodos, y por tanto poco útil a efectos de datación276. Sin §129. Vasos ovoides con cuello vertical o li• embargo, la arista en el arranque del cuello (Lám. geramente acampanado, base inestable y tamaño me• XLVIIIj) es más característica de esta fase avanzada. diano/pequeño (Lám. XLIXa,d,e,f, g,h,i,j). Se trata de la evolución de los vasos similares pero de mayor TIPO BD.S2230 tamaño característicos del TPI (Láms. XXV y XXXIII), que fueron sufriendo un proceso de reduc- §126. Tipo de cuello vertical o ligeramente abierto con borde redondeado muy engrosado al in• terior y característico perfil ondulado en el interior 277 Paralelos no muy cercanos en Amarna, cf. P. French, Amarna Reports, III, Fig. 9.8, SJ1.1.4 (Hl) 278 Por ejemplo, como en J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 244., aunque también hay bordes de tipo similar en momentos 275 P. French y H. Ghaly CCE 2 (1991), n. 18a. posteriores (por ejemplo, XXVI Dinastía), jarra J. Bourriau, 276 P. French, Amarna Reports, III, Fig. 9.8 (SJ1.3.2[P]). Umm el-Ga'ab, p. 81, n. 156.

93 ción de tamaño. Pastas la (Lám. XLIXa,d,e,i) o Id, amarillento. Dimensiones: Altura 14 cm: Diám. más blanda pero similar (Lám. XLIXf,g). máx., 12; Diám. borde., 7 cm.

Pueden distinguirse dos tamaños: Recuerda a tipos en arcilla margosa; se trata de una forma muy habitual en los llamados "Vasos a) Vasos pequeños, de unos 12-15 cm. de altura, Bes" (v. m/ra)282. diámetro máximo en torno a 10-12 cm. y diámetro del borde rondando los 8 cm. (Lám. XLIXa,d,e; TIPOXXII.G.2 Lám. XLVIIIg). Muy cuidados, bien cocidos. A ve• ces parcialmente engobados en rojo (Lám. XLIXa, §132. Vasito globular de base apuntada, sin 279 en el cuello) . cuello ni borde definido (Lám. XLIXc). Dimensio• nes: Altura 11 cm.; diámetro máximo 11 cm.; diá• b) Reproducciones en miniatura de esas formas metro del borde, 6 cm. Pasta de clase la. Este tipo (Lám. XLIXf-g), con alturas en torno a 5-9 cm., y de boca no es frecuente, pero se documenta ocasio• diámetros de borde en torno a 4-5 cm. Menos cocidos nalmente en otras formas del período283. normalmente, pastas Id, aunque a menudo con pastas muy depuradas y paredes finas (Lám. XLIXg). A menudo estos vasos se asocian a enterramientos Vasos ovoides medianos y pequeños (Lám. XLIXg, junto a M-665, en H23). Miniaturas de este tipo se documentan en otros yacimientos280.

TIPO XX.F TIPO XXI.C §133. Vaso ovoide alargado de base apuntada muy inestable (Lám. XLIXl,ñ). Pasta Ia/d, con un §130. Tipo relacionado con los vasitos en mi• acabado mucho menos cuidadoso que en otros tipos niatura anteriores (tamaños, pastas la, etc.) pero de• hasta ahora descritos. Abundan los engobes rojos fu• rivados posiblemente de tipos de arcilla margosa gitivos (Lám. XLIXñ). Se diferencian claramente de (Lám. XLIXij). los modelos antiguos por la mayor anchura de su boca, casi vertical. Su altura ronda los 20-30 cm., Se caracterizan por un perfil marcadamente bi• con un diámetro máximo de c. 11 cm. y un diámetro córneo, paredes comparativamente gruesas o muy del borde ligeramente menor. gruesas y borde ligeramente exvasado. Podrían servir como tarritos de cosmético, y tienen algún paralelo Tipo no muy frecuente, pero documentado en 281 en arcilla margosa . versiones más alargadas en otros yacimientos284.

TIPO XXILE TIPO XX.C.3.3

§134. Vaso bitroncocónico (Lám. XLIXm). §131. Vasito globular de base apuntada, cuello Cuello posiblemente acampanado. Pasta la bien co• corto vertical con borde redondeado y pequeña arista cida. A menudo con engobe rojo. Corresponde a la horizontal; dos pequeñas asas verticales en parte alta del galbo. (Lám. XLIXb). Pasta la con engobe blanco

282 P. ej., Templo de Seti I, K. Mysliwiec, Sethos I p. 56, n. 368. Además, sin decoración, G. Brunton, Matmar Pl. 279 Saqqara: P. French, MDA1KAA (1988), n. 9. Hermopolis: LVII.69P. A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 8.3 283 Menfis: H. G. Fischer, Mit Rahineh 1956, n. 562. Tebas 280 Saqqara: P. French, MDAIK 44 (1988), n. 10. Matmar. (Medinet Habu): A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, G. Brunton, Matmar PI. LVII,57E, 57T, 68H, 69H. Menfis: H. Pl.85.1. (Fim s. VIII a.C.) (vaso canopo en cerámica). G. Fischer, Mit Rahineh 1956, n. 420, 421. 284 H. G. Fischer, Mit Rahineh 1956, n. 427; H. Jacquet- 281 H. Jacquet-Gordon, From the Twenty First..., Fig. 16.11, Gordon , From the Twenty First... Fig.5.1; 6.8; 11.2. El paralelo Complejo HA (XXVI Din.). más cercano en J. Bourriau y D. Aston, Poser and Ra' ia n. 106.

94 perduración de un tipo característico del TPI (Lám. TIPO XXV.B XXIV). Forma común en yacimientos del El Fayum, §137. Forma similar a la anterior pero de cuerpo como Lahun285. esferoidal en lugar de lenticular (Lám. LIc,d) ("Gourd"). Consunción idéntica, denunciada por las TIPO VII.B.2 líneas del torno. Pueden tener dos o tres asas casi §135. ¿Molde de pan? (Lám. LVIm). Posible atrofiadas. Tamaño mayor que el de los vasos len• molde de pan del tipo C de Jacquet Gordon, de pe• ticulares. queño tamaño286. Fondo sin perforar. Pasta Id. Este Habitualmente pasta de clase Illa ("de los Oa• tipo parece característico del PPI/Imperio medio, por sis"), empleada sólo en esta forma en Heracleópolis. lo que la aparición de un fragmento en H20/5, en un Suelen llevar un espeso engobe de tono gris oscuro nivel con materiales muy tardíos debe deberse a una (Lám. Lie) o chocolate (Lid), y a veces una serie de intrusión o contaminación. Ya se han hecho las con• circunferencias incisas concéntricas decoran el galbo sideraciones pertinentes sobre el tipo VIIB en el (Lám. Lid). Parece una forma característica de los Apdo. dedicado al PPI/IM. ss. VIH-VII a.C, aunque se remonte a la Fase II de Aston (ss. X-IX)289. En concreto, la forma que aquí Pasta de los Oasis: Cantimploras presentamos se asocia a un jarro fenicio de engobe rojo datable en la segunda mitad del s. IX a.C. Por tanto, contamos en Heracleópolis con fragmentos de TIPO XXV.E pasta de los Oasis al menos desde el s. IX a.C, aun• que la mayoría de los vasos de este tipo se asocian §136. Cantimploras lenticulares "Pilgrim- a materiales más propios de fines del s. VHI-primera flasks" (Lám. Lía, f,g,h). Aplanada, fabricada me• mitad del s. VIL diante la unión de dos "cuencos" a torno y luego aplicando el cuello. Asas muy cortas de la base del TIPO XXV.F cuello al hombro. Diámetro del galbo, 8 cm. Pasta §138. Cantimplora anular (Lám. LXIVh). Un de clase lia de sección rosada (Lám. Lía), Id y tam• asa vertical. Sección irregular. Pasta la. Engobe rojo bién pasta de los Oasis (clase Illa) (Lám. Llf). En brillante bruñido290. este último caso la pasta clara suele presentar un engobe gris o achocolatado. FORMAS ABIERTAS GRANDES Forma característica del TPI avanzado y final. Corresponde al Grupo 16 de la Fase III de Aston287, Pastas aluviales aunque la mayoría de estas piezas se fabrican en arcilla aluvial de buena calidad. En Heracleópolis este TIPO VI.A tipo y el siguiente suelen aparecer en contextos avan• zados, de mediados del s. VIII en adelante, pero apa• §139. Vasos acampanados (Lám. XLIII y rentemente en otros contextos pueden llegar al XLIVb,c). Base característica, con anillo de solero. s. LX a.C.288. Gran borde exvasado horizontal, con labio redon-

285 A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. 81.3, 289 Heliopolis: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 62.49 81.4. (¿TPI?). Menfis:H. G. Fischer, Mit Rahineh 1956, n. 458 (¿pasta 286 H. Jacquet-Gordon, en D. Arnold (ed.) Studien zur al• Oasis?). Matmar. G. Brunton, Matmar Pl. LVII.93L y 93W; tägyptischen Keramik, Fig. 4. LXV.ll. Tebas (Cementerio B Gurna): D. Aston, Tentative 287 D. Aston, Tentative footsteps... footsteps..., Fig. 139.812. Tebas (Medinet Habu): D. Aston, 288 Paralelos: Giza: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig.63 Tentative footsteps..., Fig. 168. Kamak: H. Jacquet-Gordon, (s. IX-1/2 s. VII a.C.). Menfis: H. G. Fischer, Mit Rahineh From the Twenty First... Fig. 11. 12b (Complejo I). 290 1956, n. 459 (¿5. VIII-VII?). Lahun: A. L. Kelley, The pottery Paralelo cercano pero con dos asas en Lahun: A. L. Ke• of Ancient Egypt, PI. 81.4. Hermöpolis: A. J. Spencer y D. M. lley, The pottery of Ancient Egypt, Pl. 81.4. Forma que ya se Bailey, Ashmunein, Figs. 8.6; 9.7; 24. Elefantina: F. Andrasch- da en la XVIII Dinastía (J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, ko, MDAIK 46 (1990), Fig. 12. p. 75, n. 142).

95 deado. Pastas de clase la con frecuente engobe rojo terior. Tonos rojizos con sección negruzca. En raras mate al exterior (Lám. XLIIIa,d) o a ambos lados ocasiones aparece un engobe interior de color blanco (Lám. XLIIIb). Dimensiones en torno a los 25 cm. o crema blanquecino (Lám. Lllg). A menudo el ex• de altura, 20 de diámetro en el borde y 8-10 cm. en terior está ennegrecido por la acción del fuego. la base. Como se ha dicho, es un tipo con paralelos en A menudo asociadas a contextos de ofrendas de casi todos los contextos de los ss. IX-VII a.C.296. huesos animales y objetos rituales (H32/3) (Lám. Continúan las variantes del fin del s. VIII, y se XLIIIa). También se asocian a enterramientos (Lám. XLIIIb, M-803, en H30/2), con restos de materia añade una tercera: blanca (¿material para embalsamadores?). Dicho a) (Lámina LIIa,g,h). Bandeja de pared baja, muña aparece también en otros vasos (Lám. XLIIId, moldurada al exterior. Diversos tamaños (aquí se re• H25/5). coge uno excepcionalmente pequeño, Lám. Lila). Tipo ya tradicional. Se trata de una forma sumamente característica de la XXV Dinastía y posterior, aunque Fischer la b) (Lám. Llld-f). Pared alta, recta, inclinada al considerara —erróneamente— romana en Mit exterior. Suelen tener un engobe blanquecino al in• 291 Ranina . Se documentan formas similares, pero más terior y exterior, salvo en el fondo. Mejor acabadas pequeñas y con asa, en Qantir durante la XXI que la variante anterior. Tipo ya tradicional. Dinastía292. Cuenta con numerosos paralelos293 y co• rresponde al Grupo 17 de la Fase III de Aston 294. La c) Asimismo, en este período documentamos una versión dotada de asa, que también aparece en Baja tercera variante de la forma, funcionalmente distinta. Epoca (Mit Rahineh), ha sido considerada como un Se trata de una tapadera, con asa en lo que es la base bacín. de las otras variantes (Lám. LIIb,c). El asa es un mamelón con dos entrantes en media luna, que no llegan a unirse. Debía usarse en hornos de pan o TIPOI grandes vasijas de cocina. Este es un claro ejemplo de como una misma forma, con un añadido, se trans• §140. Bandejas (Lámina LII). Continúan una forma en otra por completo diferente en orientación tradición que viene desde el PPI295, y que hemos visto y función. Esta variedad con asa es menos frecuente continuar, desarrollada, a lo largo de todo el TPI en otros yacimientos297. (Láminas XXLX y XXXVI). Son, como se ha dicho, recipientes planos de gran tamaño (en torno a 30 cm.), aunque hay piezas mucho menores y mucho TIPO V.D mayores. Base plana y corto borde masivo de formas diversas. §141. Grandes cuencos troncocónicos con base de anillo (Lámina LUI). Se trata de otro tipo heredado Piezas a mano en pasta de clase Ic. Superficies del TPI (Láminas XXVIIe, XXXVe-h), cuyos pa- muy toscas e irregulares al exterior y alisadas al in•

296 Tanis: P. Brissaud, CCE 1 (1987) PI. XI, n. 153 y ss. 291 H. G. Fischer, Mit Rahineh 1955, Fig. 4.34, mal datado Menfis: D. Aston, Kom Rabi'a, tipos 1,2, 286, 287. Mendes: como "Grecorromano". Tb. Mit Rahineh 1956, n. 402-403, D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 56.5. Saqqara: P. French p. 144. y H. Ghaly, CCE 2 (1991), n. 76. Ashumunein: A. J. Spencer, 292 D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 39.7. D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 25. Matmar. G. Brunton, Mat- 293 Tell Fara'on-Imet: I. Ali Mostafa, Bull. Liaison, XI mar, PI. LVII.1D.1H. Karnak Norte: H. Jacquet Gordon, From (1986), P. 11, Fig. 8. Tell Nebesheh: D. Aston, Tentative foots• the Twenty First..., Fig. 3, 9-10 (Complejo 1). Ramesseum: G. teps..., Fig. 36. Mendes: P. French, A Preliminary study of Lecuyot, Ramesseum, p. 127. Elefantina: D. Aston, Tentative pottery in Lower Egypt, Fig. 1.9. Elefantina: F. Andraschko, footsteps..., Fig. 26. Una variante de pared alta pero con borde MDAIK 46 (1990), Fig. 13 (XXV-XXVI Din.) También en Her- abierto, J. Bourriau, D. Aston, Paser and Ra'ia n. 102. mópolis, Gurna, Mentis (D. Aston, com. pers.) 297 P. ej., H. G. Fischer, Mit Rahineh 1956 Pl. 66, n. 612 294 D. Aston, Tentative footsteps..., Grupo 17. (50 cm. diam.). También, más próxima a nuestros ejemplares, 293 G. Soukiassian et alii Ayn-Asil, p. 110 ss. G. Lecuyot, Ramesseum p. 130. Su Tipo 4

96 ralelos ya han sido citados298. Aunque en este período FORMAS ABIERTAS MEDIANAS Y PEQUEÑAS aparecen numerosos cuencos grandes en arcilla mar• gosa, en Heracleópolis no aparecen, continuando la Pastas aluviales tradición anterior299. Platos Los rasgos más característicos en este momento son el escalón interior del borde, pensado para co• locar una tapadera (Lám. LlIIb-c), y la elevación del anillo de solero, que se hace más alzado que en mo• mentos anteriores. Son piezas grandes y muy gran• TIPO H.B.1 des, con un diámetro de borde entre 35 y 50 cm., y una altura de entre 15 y 20 cm. §143. Platos de base apuntada inestable, galbo tenso u ondulado y borde redondeado, horizontal o Pasta roja bien cocida de clase la, con tono rojo ligeramente vuelto (Lámina LIVa-g). Marcas de tor• intenso. Núcleo negro en los puntos más gruesos de no y a veces de dedos. Pastas Ia/d. A veces engobe la pared. Superficie bastante tosca, alisada. El uso rojo mate. Diámetro del borde en torno a 20-28 cm. de cuerdas para sujetar la pieza durante la cocción se emplea aquí claramente como un motivo decorativo Estos platos continúan la tradición del TPI (Láms. complejo, juntando sucesivas líneas impresas (tres, XXVIII, XXXVb,d) y ya han sido estudiados cuatro y hasta siete, Lám. LIIIc). (v. supra.)300.

La tendencia a la miniaturización que hemos ob• Aunque se trata de un tipo claramente doméstico, servado en otras formas se aprecia también aquí. Con• estos vasos aparecen directamente asociados a ente• tamos con al menos un platito en miniatura que sólo rramientos. Así, el vaso de la Lám. Lilla estaba co• conserva a grandes rasgos el perfil sinuoso de sus locado debajo de la cabeza de M-500 (H22/5). modelos (Lám. LVo). Diámetro, 9 cm. Altura, 4 cm.301.

Pastas margosas TIPO II.A.2

§144. Platos de base plana pequeña (Lám. LIVh-k). Galbo de tendencia cóncava. Acabado irre• gular, alisado tosco, a veces con numerosas huellas TIPO V.E. de torno, intencionales (Lám. LIVi o no (Lám. LIVk). Se dan varios tamaños en gradación descen• §142. Grandes cuencos de perfil tendente a he- dente, desde un diámetro de borde de 18.5 a 10 cm. miesférico, borde vertical engrosado al interior, Alturas entre 3.5 y 6.5 cm. (Lám. LVIIh). Superficie suavemente ondulada, con efecto decorativo. Pasta anaranjada Illb, con super• Pastas Id, de tono ocre, muy deleznables. El en• ficie blanquecina, crema o anaranjada, a veces de gobe rojo no es frecuente en estas formas. A veces, coloración irregular. Diámetro cercano a los 30-35 alisados con una tela o la mano humedecida en arcilla cm. Profundidad mayor de 15 cm. diluida.

300 Ver nota 189 para los abundantes paralelos, aunque en 298 Ver nota 224. este período en otros yacimientos parecen disminuir en número, 299 P. ej., H. Jacquet-Gordon, From the Twenty First... Fig. cosa que no ocurre en Heracleópolis. 301 12;P. French, "A preliminary study of pottery in Lower Egypt", Paralelo muy cercano en Hermopolis: A. J. Spencer y D. Fig. 2.1. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 9.8.

97 Tipo existente desde el Imperio Antiguo, fre• (Diám. en torno a 4 cm.). Tamaño pequeño, en torno cuente en todos los períodos en contextos a 8-11 cm. de altura y 10 cm. de diámetro de borde. funerarios302. Pastas la y a veces Id. Normalmente sin engobar. A menudo superficie exterior muy irregular, o incluso toscamente estriada (Lám. LVg). A veces ennegre• TIPO II.A.4 cidos por el interior, quizá como consecuencia de haberse quemado en ellos sustancias aromáticas (p. §145. Variante del tipo anterior con galbo con• ej. Lám. LVg). Es una forma muy frecuente en He- vexo muy irregular (Lám. LIV1). Pasta Id, base cor• racleópolis. tada con cuerta, fuerte estriado interior. Diámetro del borde, 10 cm. Por la forma del borde pueden distinguirse dos variantes: Cuencos, cazuelas, copas y vasos hondos. a) Borde entrante, más capaz de contener líqui• dos; labio redondeado o ligeramente biselado por el interior. Es la más frecuente (Lám. LVe,g,i). TIPO IV.L b) Borde inclinado simple, con labio redondea• §146. Pequeño cuenco de base plana y paredes do. Menos común (Lám. LVf)304. verticales rematadas en corto borde horizontal al ex• Por el tamaño pueden distinguirse dos variantes terior, con labio redondeado. Semeja un cilindro también: achatado (Lám. LIVm). Diámetro del borde, 9 cm.; altura,3.4 cm. Pasta ¿la? reducida, no quemada. Co• a) Tamaño pequeño (dimensiones ya citadas). lor negro, incluso en superficie, por cocción reduc- b) Versiones en miniatura. A veces muy cuida• tora. das, imitando fielmente el original (Lám. LVh, diámetro del borde, 6 cm.) Otras, más Vaso único en la necrópolis, solo conocemos un toscas, con paredes gruesas y sólo aproxi• paralelo en cerámica, y otro en un vaso de piedra madas a la forma mayor. Pueden además haber muy similar en forma y tamaño de Matmar303, al que servido como tapaderas (Lám. LVn,ñ). quizá imite. Es un tipo relativamente común en contextos del s. VIII a.C. en adelante, hasta época ptolemaica305. TIPO IV. J TIPO IV.A.3 §147. Cuencos troncocónicos de base plana (Lám. LVe-j,n,ñ) Se trata de vasos de pequeña base §148. Copas de base apuntada y galbo vertical plana muchas veces irregular, cortada con cuerda o ligeramente abierto (Lám. LVIIb, LVk-m). Labio redondeado (Lám. LVm) o apuntado (Lám. LV1I).

302 En el TPI: Tanis: P. Brissaud, CCE 1 PI. VI. Saqqara: P. French, MDAIK 44 (1988), n. 14-15; P. French y H. Ghaly, 304 Pieza similar en G. Lecuyot, Ramesseum Tipo CCE 2 (1991) n. 64-68 (la mayoría orientados como tapaderas). 3, p. 145.4. Menfis: H. G. Fischer, Mit Rahineh 1956 Pl. 65, n. 587, 592 305 Tipos 49-51 de Aston, Tomb Groups. Tanis: P. Brissaud, etc.; H. G. Fischer, Mit Rahineh 1955 n. 78; D. Aston, Kom CCE 1 (1987) PI. VI.6. Saqqara: P. French, MDAIK 44 (1988) Rabi'a num. 443. Matmar: G. Brunton, Matmar PI. LVII.5N n. 13 (versión en miniatura. J. Bourriau, D. Aston, Paser and ("para incienso"). Hermopolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ra'ia n. 113 (como tapadera); P. French y H. Ghaly, CCE 2 Ashmunein, Fig. 10.1-4 (el n. 4 como Lám. LIVi). Karnak: H. (1991) n. 63 (miniatura). Menfis: H. G. Fischer, Mit Rahineh Jacquet-Gordon, From the Twenty First..., Fig. 2.11 (tipo de 1956 PI. 64, n. 579-580 (versión en miniatura). Kafr Ammar: Lám. LIVi) (Complejo 1). Tebas (Templo de Seti I): K. Mys- A. L. Kelley, Thepottery of Ancient Egypt, PI. 84.1,4-5. Lahun: liwiec, Sethos I, p. 59, n. 379 (como Lám. LIV.i). A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. 81.2, 28M, 30D, 303 En cerámica: G. Nagel, Deir el Médineh..., Apéndice, 30P, 30M. Abydos: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 131 PI. V.n. K.2.130, también p. 144 "terre noire"; aparentemente, (s. VIII-VII a.C.). Karnak: H. Jacquet-Gordon, From the Twenty Imperio Nuevo. En piedra: G. Brunton, Matmar PI. LVII.4. First..., Fig. 2.6 (Complejo 1)

98 Paredes tendiendo a gruesas. En general, buen aca• LVIo,p), con paralelos en Lahun y otros yacimientos, bado, aunque a veces aparecen piezas más irregula• que posiblemente deba datarse ya desde principios res. A menudo, engobe rojo mate a interior y exterior del s. VII a.C. o quizá incluso antes309. (Lám. LVk). Suele señalarse la zona del borde con una inflexión ligera (Lám. LVk) o con una incisión TIPO VII.C (Lám. LVm). Dos variantes por su tamaño: formas grandes, habituales desde el Imperio Nuevo (diá• §151. Copitas (?) de las que en Heracleópolis metro del borde en torno a los 16-18 cm.), y formas sólo conocemos la parte inferior (Lám. LVIa,b). Pas• miniaturizadas (diámetro en torno a 8-10 cm.; altura tas Id, mal cocidas. Superficies irregulares, burda• entre 5 y 7.5 cm.). mente alisadas. Base cortada con cuerdas. Quizá co• Al igual que los platos de base plana y los cuencos rrespondan a copas o a vasitos más cerrados, como de base plana y borde entrante, el interior de estas los que se documentan en Menfis310. piezas puede aparecer quemado (p. ej. Lám. LVk). Esta forma deriva de copas mayores datadas desde TIPO IV.F el Imperio Nuevo en adelante, y es relativamente frecuente306. §152. Cuencos de tendencia hemiesférica y bor• de redondeado vertical engrosado al interior (Lám. TIPO IV.Ñ LVIIc,d). Esta forma aparece en arcilla aluvial de clase la, pero también en piezas fabricadas con pastas §149. Cuenco de perfil ondulado y borde ex- Illb (arcilla margosa). Normalmente sin engobar, vasado redondeado (Lám. LVp). Pieza única. Pasta pero a veces con engobe de la misma arcilla con que Id (?). Muy pequeño tamaño (altura,4.3 cm.; diá• se fabricó la pieza y ocasionalmente engobe blan• metro del borde, 6.3 cm.). Muy poco frecuente en quecino al exterior (Lám. LVIIc). El diámetro del otros yacimientos307. borde oscila en torno a los 20-25 cm. Muy comunes en el yacimiento311. TIPO VII.F TIPO BD.54310 §150. Copas profundas de base plana saliente (Lám. LVIn-p).Tipo ya presente a fines de la XXII §153. Cuenco (?) grande con borde vertical Dinastía, pero característico de mediados del s. VIII alargado engrosado al interior (Lám. LVIIa). Pasta en adelante. Ya estudiado (Lám. XXXVIa-e, Apdo. la, con engobe rojo mate al interior y exterior. Diá• IV.F.l.)308. metro del borde, 27 cm. Decorado con una serie de Una variedad peculiar es la constituida por copas cortes a lo largo del borde, realizados con un cordel mucho más estilizadas, altas y acampanadas (Lám. mientras la arcilla estaba fresca. Ejemplar único.

TIPO IV.I 306 Saqqara: P. French, MDAIK 48 (1988), n. 12; P. French y H. Ghaly, CCE 2 (1991), n. 61. Menfis: H. G. Fischer, Mil §154. Cuenco con borde redondeado vuelto Rahineh 1956 Pl 63, n. 509, 531, etc.; H. G. Fischer, Mit Ra- hineh 1955, Fig. 7. Lahun: A. L. Kelley, The pottery of Ancient (Lám. LVIIIe). Pasta la, normalmente sin engobe. Egypt, Pl.81.1, 81.2 Hermópolis: A. J. Spencery D. M. Bailey, Diámetro en torno a 25 cm. Ashmunein, Fig. 9.5. Tebas (Templo de Seti I): K. Mysliwiec, Sethos I p. 59.381. Karnak: H. Jacquet-Gordon, From the Twenty First..., Fig. 2.1 (Complejo 1). 307 Sólo similar: G. Brunton, Matmar PI. LVII.12P. Aston 309 Lahun: A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. cita un vaso similar de la tumba 605 de Lahun (TG 205), datable 81.1. a partir del 750 a.C. 3,0 H. G. Fischer, Mit Rahineh 1956 n. 560 ó 564 (PI. 64). 308 Para paralelos, ver nota 232. Los tipos con base saliente Pasta, acabado y tamaño similares a los nuestros. También G. con arista aguda tienen buenos paralelos en Hermópolis: A. J. Brunton, Matmar PI. LVJX33M Spencery D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 17.46. 311 Matmar: G. Brunton, Matmar, PI. LVII-4H.

99 TIPO III. C ranjados en manchas irregulares, producto de una cocción con entrada irregular del oxígeno. §155. Cazuelas carenadas de borde almendrado Esta forma tiene paralelos fabricados en pastas y fondo plano, apuntado o (quizá en ocasiones) de

312 aluviales de tipo la/Id (v. supra). anillo (Lám. LIX a-1). Normalmente fabricadas con arcillas aluviales de clase Id o, en ocasiones, la. Hay 315 algunos ejemplares realizados con arcillas del de• Forma no muy habitual en otros yacimientos . sierto de clase Illb (p.ej. Lám. LIXd). Diámetro en torno a 15-20 cm. Las piezas fabricadas en arcillas TIPO III.C.3 del Nilo pueden aparecer engobadas en tonos cremas blanquecinos (Lám. LIXc,i), engobe que a veces cu• §158. Cazuelas carenadas con borde redondea• bre sólo el borde (Lám. LIXk). Tipo bastante común, do o almendrado (Lám. LIXd,e). Fondos planos o aunque las carenas menos marcadas son más redondeados. Pasta Illb. Esta forma se da también frecuentes313. en pasta fabricada con arcilla aluvial. Diámetro en torno a 20 cm.316.

TIPO IV.C.2 TIPO IV.I.2

§156. Vasos caracterizados por una serie de §159. Cuencos con borde vuelto y plegado so• acanaladuras y molduras horizontales en la parte alta bre sí mismo, a veces en forma de "pico de ave" del galbo, justo debajo del borde (Lám. LIXm,n). (Lám. LVIIId-g). Pasta de clase Illb o (más rara• Pastas de clase la. Diámetro del borde en torno a 20 mente) lie, con superficies anaranjadas, crema-blan• cm. Corresponden con toda probabilidad a copas de quecinas y a veces amarillento-verdosas (Lám. beber de base plana o apuntada, cuyos bordes son LVIIIf). Paredes finas, a veces con estriado exterior. muy similares aunque varíe el perfil notablemente314. Sonido metálico. Diámetros en torno a 30 cm., ma• yores por tanto que los de las cazuelas carenadas. Pastas margosas Tipo frecuente y, en apariencia, bastante estandarizado317. TIPO IV.F.2 FORMAS ESPECIALES §157. Cuencos con perfil de tendencia hemies- férica, borde redondeado y engrosado al interior. Pas• tas Illa y lie. En ocasiones con galbo estriado al exterior, posiblemente mediante la aplicación de un TIPO XXX instrumento metálico (Lám. LVIIe). Diámetro en tor• no a 20-25 cm. (Lám. LVIIe-g). Paredes finas o muy §160. "Vasos Bes" (Lám. LX). Se trata de una finas en las piezas de galbo estriado. Superficies blan• forma especial no tanto por el variado perfil de los quecinas, amarillentas, a veces con tonos beige/ana- vasos como por su peculiar decoración plástica apli-

312 Ejemplar muy similar en pasta y forma a nuestra Lám. 315 G. Lecuyot, Ramesseum, Lám. 5.5. Muy similar. LIXa en G. Lecuyot, Ramesseum, p. 148, n. 3. 316 Perfil completo en G. Lecuyot, Ramesseum, Type 9. Tam• 313 Menfis: D. Aston, KomRabi'a tipo 509 (Gl, con engobe bién P. French, Amarna Reports, III, Fig. 9.18, MB.2.4; H. rojo). Lahun (¿arcilla aluvial?): D. Aston, Tentative footsteps..., Jacquet-Grodon, From the Twenty First..., Fig. 12.3-4 (Com• Fig. 82.19. Amanta: P. French, Amarna Reports, III, Fig. 9.15 plejo IIA). Tebas (templo funerario de Seti I): K. Mysliwiec, (SB4.5). Hermópolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Sethos I, p. 62.408. Fig.13.24, 25; Fig. 14.26-27. 317 Hermopolis: A.J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, 314 Buenos paralelos para estos bordes, ofreciendo el perfil Fig. 15.34. Karnak Norte: H. Jacquet-Gordon, From the Twenty completo, en I. Ali Mostafa, Bull. Liaison, XI (1986), Figs. 4 First..., Fig. 12.5 (como Lám. LVHIf); Fig. 12.11 (similar a y 6 (Tell Fara'on Imet, época saíta). Lám. LVUIe en versión "margosa") (Complejo IIA).

100 cada. En realidad, esta decoración se colocó sobre TIPO XXXII.B diversos tipos de formas preexistentes (cerradas e incluso abiertas). Por tanto, este tipo de vasos se §162. Tapaderas con pomo desarrollado hueco estudiará al analizar las decoraciones. (Lám. La-b; LVa). Pastas de clase la bien cocidas. Relativamente poco frecuentes. Utiles para recipien• tes de gran tamaño. La similitud del acabado de su• TIPO VIII perficies con otras producciones de las XXV-XXVI Dinastías nos hacen pensar en una datación similar §161. "Firedogs". Durante todo el s. VII a.C. para estos vasos, que sin embargo no han sido re• se siguieron utilizando los Firedogs (Lám. XXXIX cobrados en contextos sin intrusiones, de modo que y Apdo. IV.F.l). No repetiremos lo ya dicho enton• no es todavía posible asegurar su datación318. ces (párrafo §105). TIPO XXXII. C TIPO s/d §163. Tapaderas cónicas toscas de pequeño ta• maño (Lám. LVb,c,d). Normalmente pasta Id o la §s/n. Miniaturas. Durante este período, y en sin engobe. A mano. Diámetro en torno a 7 cm.; una proporción muy superior a la de momentos an• altura, 5 cm. No muy abundantes, debían cerrar pe• teriores a la XXV Dinastía, es común la colocación queñas copitas. ¿Uso ritual asociado a incienso?. En en ajuares funerarios de reproducciones a pequeña H20/5 se documentó un platito de base plana (del escala de formas cerámicas habituales. En cada des• tipo de Lám.LIVk) asociado a una tapadera de este cripción de tipos hemos anotado la existencia de di• tipo, ambos manchados de ceniza. Paralelos desde el chas "miniaturas". Nos limitaremos ahora a resumir Imperio Nuevo319. brevemente las formas que se realizan a escala:

a) Anforita (Lám. XLf). Imitación de ánfora ca- TIPO XXXIII nanea, incluso en su acabado exterior. Hombro mar• cado, corto cuello y borde vertical redondeado. Sin § 164. Fichas circulares de cerámica, perforadas asas, debido sin duda a su pequeño tamaño. Pasta o sin perforar (Lám. LVIe). Abundantes en todos los anaranjada Illb y engobe beige claro. Nueve cm. de períodos. El caso que recogemos se cortó y pulió a altura. partir de un gran cuenco de paredes gruesas decorado con impresiones de cuerdas. Posiblemente usado b) Reproducción de la tinaja con perfil' 'de gota'' como tapón, quizá en combinación con barro o cal. (Lám. XLIg,h). Pasta la, con engobe rojo mate cu• briendo la parte superior de la pieza.

c) Vasos globulares de base apuntada y borde IV.G.2. Técnica, acabados convexo vertical (Lám. XLVIf-i). Casi siempre en pasta la y engobe blanco. Altura en torno a 6.5 cm. Imita piezas en pastas margosas. Las producciones cerámicas documentadas en Heracleópolis en el período c.730/700-c.650-600 d) Vasitos globulares de base apuntada y cuello (XXV y quizá parte de la XXVI Dinastías) pueden vertical (Lám. XLIXf-j). Pasta Id/la. Altura en torno a 5-9 cm. 318 Tapaderas con perfiles altos y pomo desarrollado se do• e) Imitación de platos de perfil curvado y base cumentan desde el IN. cf. P. Rose, Amarna Reports I, p. 135, inestable (Lám. LVo). n. 38, y p. 138. Para época saita, con perfil más tenso, H. Jac• quet-Gordon, From the Twenty First..., Fig. 9.11 (Complejo IIA). f) Cuencos de base plana y borde entrante (Lám. 319 G. Nagel, Deir el Médineh..., Fig. 25.123-124; LVn-ñ). Altura rondando los 5 cm. ¿Tapaderas?. tumba 359.

101 a grandes rasgos agruparse en cuatro grupos desde el P. French ha enfatizado recientemente la impor• punto de vista técnico, dos de ellos muy frecuentes tancia de la aparición de estas producciones en las y otros dos comparativamente excepcionales. zonas septentrionales de Egipto, donde las canteras de arcillas del desierto no estaban a mano de los a) Producciones "tradicionales" sobre pastas de alfareros. Supone que la expansión hacia el Norte de arcilla aluvial de clases la (normalmente), Id (vasos la XXV Dinastía pudo tener que ver con la difusión pequeños) y Ic (bandejas y algunas tinajas grandes). de estas producciones en el Delta. Además, propone Se caracterizan por paredes más finas que en los que "The vessels fhemselves must have been desi- ss. IX-VIII a.C, así como por alisados de superficie rable: in regions were only red or brown silt pottery más cuidados, con menos marcas de dedos. El em• was available, the distinctive cream, green or palé pleo de engobes rojos para cubrir la superficie com• pink colour may have been thought attractive; the pleta del vaso es menos frecuente, y desaparece la clay seems to be more porous and may have kept práctica de pintar sólo el borde. En cambio, los en• liquids cooler".320. gobes tienden a adoptar un tono rojo más intenso y claro. En las bases las paredes son más finas, y esto, c) Mucho menos frecuente, a partir de mediados unido a unas cocciones más intensas, hace que mu• del s. IX a.C:, pero sobre todo desde fines del VIII chas pastas la tengan un aspecto más crujiente y rojo a.C, es la aparición de cantimploras fabricadas con que antes, y que sean menos deleznables, con frac• una arcilla fina que presenta secciones con tonos ama• turas más rectas. También se hace más frecuente la rillos intensos, azules claros y naranjas (clase Illa). aplicación de engobes de tono crema o blanquecino Estos vasos pueden tener una superficie anaranjada, para cubrir piezas de esta factura, imitando proba• pero es habitual encontrarlos cubiertos con un espeso blemente las producciones de vasos hechos con ar• engobe achocolatado. Esta pasta, que se documenta cillas margosas, puede que importados del Alto Egip• en otros yacimientos como Amarna, Karnak Norte o to. Hermópolis, parece ser peculiar de la región de los Oasis del desierto líbico, y correspondería por tanto a importaciones desde el Sur 321. Estas producciones "tradicionales" suponen una proporción muy elevada del total, lo que obliga a d) Por último, se da en Heracleópolis una baja matizar en Heracleópolis las consideraciones sobre proporción de materiales importados, sobre todo del el "brusco y total" cambio cerámico producido entre área palestina y chipriota (pastas del grupo VI). Se el 750 y el 715 a.C. Dicho cambio se produce más trata sobre todo de ánforas de hombro marcado y de por la adición de muchos tipos y técnicas nuevas que enócoes de boca de seta algo más antiguos. Serán por la extinción de todos los tipos anteriores, bas• estudiadas monográficamente más adelante. Algunas tantes de los cuales perduran. de estas producciones, en especial las ánforas, fueron objeto de imitación, con piezas a menudo muy cer• b) Aparece una proporción considerable de vasos canas formalmente a sus modelos, pero con pastas fabricados con arcillas del desierto (clases Illb sobre diferentes (pastas de clase Ilh sobre todo y Illb). todo y lie). Se trata fundamentalmente de un reper• torio formal nuevo: cuencos de borde engrosado al interior y cazuelas carenadas (entre las formas abier• tas), y vasos cerrados grandes y medianos con bordes IV.G.3. Decoraciones. Los vasos Bes complejos, moldurados y acanalados. Ambos grupos de formas comparten una tendencia a paredes muy El repertorio decorativo durante el período que finas, de tonos anaranjados o verdoso/amarillentos al abarca las últimas décadas del s. VIII y casi todo el interior, con superficies blanquecinas, cremas o ana• s. VII a.C. se enriquece bastante con respecto a mo- ranjadas. El sonido de estas pastas es metálico, frente al de los tonos apagados del grupo de pastas aluviales. Estos vasos no suelen aparecer decorados, aunque el 320 P. French, en Ateliers de Potiers et productions cérami• fino estriado de muchas superficies y la complejidad ques en Egypte, pp. 58-59. de los bordes tiene sin duda un efecto estético. 321 Para estas pastas, ver nota 223.

102 mentos anteriores, pero sigue siendo limitado. Parte algo posterior, fueron documentadas hace ya años en se relacionan con el perfil o acabado de las piezas y Qantir322. La misma representación, pintada, es co• parte son decoraciones propiamente dichas. mún en la XVIII Dinastía323.

b.2) Decoración pintada monocroma negra.

A) PERFILES Y ACABADOS CON EFECTO Pintura negra mate sobre engobe rojo "fugitivo" DECORATIVO. (Lám. Llej). Sólo conocemos algunos fragmentos pequeños, rotos y algo rodados, en contextos tardíos a.l) Engobes rojos mate, bastante delezna• (p. ej. Lám. Lie asociada a Lám. XLIa, Lli Ante bles.Tonos apagados (s. VIII a.C.) y más intensos (a T.3 /16) o incluso en superficie (Lám. LI, en H7/1). partir quizá del s. VII a.C, es difícil precisar la fe• cha). En ocasiones cubren sólo parte del vaso En el caso del galbo de la Lám. Líe, se trata (Láms. XLIh, XLIXa). probablemente de un vaso globular u ovoide de cuello vertical o acampanado, con líneas horizontales en a. 2) Engobes blancos o cremas en piezas de ar• torno a la base del cuello. En el caso de Lám. LIj cilla roja. parece tratarse de un cuello con líneas horizontales. Aparentemente, la decoración negra sobre fondo rojo a.3) Bordes y bases complejos, con acanaladu• es rara, y además se limita en otros yacimientos a ras, incisiones y molduras (sobre todo en piezas fa• las fases iniciales del TPI324. Es posible que esta de• bricadas con arcillas margosas (Láms. XLII, XLVTI, coración perviviera aquí durante en los ss. VIII-VII XLVIIIa-b, LIXn, bordes; Lám. Lc-d, bases) a.C. o que en Heracleópolis tengamos toda una larga a.4) Series de acanaladuras poco profundas cu• —y sospechosa, por su mismo volumen— serie de briendo la mayor parte de la superficie del vaso (en "retales" procedentes de niveles más antiguos re• piezas de arcillas margosas, Lám. XLVIe, k, movidos ya en la antigüedad. Quizá la perduración XLVIIe, Lli, LVIIe, LVIIIf). Series de acanaladuras sea una opción más aceptable en el estado actual de poco profundas en la zona superior del galbo (piezas nuestros conocimientos. de arcillas aluviales, Láms. XLIb-e, XLVb, LIXm- Distinto parece el caso del cuello carenado de la n). Lámina LIb. La decoración de líneas negras se aplica con mucho más cuidado sobre un engobe rojo de a. 5) Impresiones horizontales de cuerdas colo• mayor calidad. Podría tratarse, por forma y color, de cadas originalmente para sujetar los vasos grandes un intento de imitar un enócoe de boca de seta de durante el secado, pero empleadas además conscien• "Black on Red ware" chipriota, utilizando el engobe temente por su efecto decorativo impreso (Lám. rojo como si de pintura se tratase325. LUI). b.3) Los "Vasos Bes" (Lám. XL).

B) MOTIVOS Y TECNICAS DECORATIVAS Uno de los más característicos tipos de vaso egip• PROPIAMENTE DICHAS cio es el "Vaso Bes" (tipo XXX). Se trata de reci• pientes decorados con aplicaciones plásticas que re- Grafitos

b. 1) Grafitos. Sólo tenemos un grafito claramen• 322 M. Hamza, ASAE, pp. 55-57, desechando la interpreta• te intencional (Lám. Lli). Inciso sobre un galbo de ción de algunos grafitos como letras griegas y en concreto pro• poniendo que una alfa no era tal sino un loto estilizado. vaso estriado con instrumento metálico (quizá de las 323 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 122, num. 242. formas recogidas en la Lámina XLVI). Pasta lie, del 324 D. Aston, Tentative footsteps..., Ch.IV. desierto, típica del s. VII a.C, con superficie ama• 325 E. Gjerstad, SCE IV.2. EL tipo de cuello y decoración rillo-verdosa. se aproximan sobre todo al Black-on-red I, cf. Fig. XXV, Jugs, 4. Posteriormente los cuellos con carena y totalmente cubiertos de bandas negras tienden a desaparecer. La fecha (fines del Geo• El grafito representa claramente una flor de loto métrico principios del arcaico chipriota (c. 750-675 a.C.) coin• algo abierta, tipo que aparece en otros casos. Marcas ciden bien. Por otro lado, en Lahun se han documentado otras similares sobre moldes de terracota, de un momento piezas de Black-on-red I (ibidem, p. 240).

103 presentan, con mayor o menor habilidad y cuidado, En nuestro yacimiento cabe distinguir tres tipos la figura de este popular dios egipcio protector del de vasos por su perfil, y dos por la "calidad" de la hogar. Normalmente se trata de decoraciones colo• representación de Bes. cadas sobre el exterior de vasos cerrados. El tipo ha sido estudiado en diversas ocasiones326. Por la forma, tenemos sobre todo pequeños vasos ovoides cerrados de corto cuello, muy habituales Se acepta generalmente que los vasos cerámicos (Lám. LXa,b,c,e-i). En segundo lugar, un pequeño con efigie de Bes se asocian a cultos populares, re• vaso ovoide cerrado con boca estrecha y cuello po• lacionados con libaciones y abluciones que incluían siblemente acampanado (Lám. LXd). Por último, el empleo de agua y leche, asociada esta última a contamos con dos grandes recipientes abiertos de pas• ideas de nacimiento, maternidad y renacimiento de ta aluvial grosera, con representación al exterior o al los muertos327, o de purificación para ellos328. interior del vaso (Lám. LXj-k). El primer grupo es frecuente, mientras que el último se documenta, que Aparecen ya en el Imperio Nuevo (en formas conozcamos, por vez primera. grandes cuidadas329), pero alcanzan su mayor auge en Baja Epoca (especialmente época saíta), con una Por la calidad de la representación, debemos dis• tipología diferente a la del Imperio Nuevo. Aunque tinguir entre los vasos que presentan claramente el C. Guidotti defiende su existencia desde comienzos penacho y rasgos del dios (Lám. LX a,b,c,f y k) y del TPI 33°, D. Aston ha bajado la cronología al otros muy esquemáticos en que sólo la asociación de s. VII a.C., admitiendo sólo como posibilidad la apa• ideas permite identificar a Bes (Lám. LXe-i). El caso rición del tipo a fines del s. VIII a partir de un ejem• de Lám. LXd es peculiar, porque sólo se han refle• plar de Hermopolis331. jado, en la parte alta del galbo, lo que podrían ser los ojos de Bes335. Estos vasos Bes se documentan sobre todo en contextos funerarios, situándose a menudo cerca de Calidad "artística" y perfil del vaso no van aso• la boca del difunto332. Perduran en época ptolemaica ciados, según se aprecia claramente. y romana, con una tipología diferente. La mayor con• Todos los vasos heracleopolitanos se fabricaron centración en baja Epoca se da precisamente en la con pasta la, en ocasiones con engobe rojo (Lám. zona del Fayum333. LXh), aunque normalmente aparecen sólo alisados. Normalmente los vasos Bes se dan sobre dos for• No hay vasos de arcilla margosa, saítas, del tipo Bl 336 mas: jarras con alto cuello hechas con arcilla del de Guidotti . desierto y, en su mayoría, en vasos ovoides o glo• La mayoría de los vasos de Heracleópolis per• bulares, de corto cuello estrangulado o vertical, en tenecen a un tipo cuyo borde tiene paralelos en otras pasta fabricada con arcilla aluvial334. Veremos que formas (Lám. LXg-i, compárense con Lám. XLII). Heracleópolis altera este panorama. Forman un grupo homogéneo, caracterizado por una estilización tal en su decoración que haría dudar de su adscripción al tipo de no contar con paralelos cer•

326 M. C. Guidotti, EVO VI (1983); L. Kuchman Sabbahy, canos en Hermopolis337 y Karnak, donde la aplicación ZAS 109 (1982). P. Charvat, ZAS 107 (1980), pp. 46-53. El de pequeñas pellas de barro pinzadas con los dedos completo catálogo de la primera autora —aunque con discutibles cronologías— nos exime de hacer aquí una recopilación. para representar caras es bastante característica en el 327 M. C. Guidotti, EVO VI (1983), p. 37-38 Complejo IIA, grupo 1, serie d.338. 328 L. Kuchman, ZAS 109 (1982), p. 149. 329 C. Hope, Egyptian Pottery, Fig. 15. 330 M. C. Guidotti, EVO VI (1983), p. 40. 331 D. Aston, Tentative footsteps..., p. 85. Los vasos de Her• 335 H. Jacquet-Gordon, From the Twenty First..., Fig. 11.3 mopolis en A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 9.1- présenta un paralelo cercano, datable en su Complejo IIA (XXV- 2, y pp. 14-15. XXVI Dins.). 332 M. C. Guidotti, EVO VI (1983), p. 39, con un completo 336 J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 83, n. 160. M. C. Gui• y bien ilustrado catálogo; L. Kuchman, ZAS 109 (1982), p. 147. dotti, EVO VI (1983), pp. 46-47. 333 M. C. Guidotti EVO VI (1983), p. 42. 337 A. J. Spencer y D. M. Bailey, Ashmunein, Fig. 9.1-2 334 L. Kuchman, ZAS 109 (1982), p. 147. 338 H. Jacquet-Gordon, From the Twenty First..., p. 8.

104 El fragmento de Lám. LXc parece particular• A pesar de que Aston defiende una aparición de mente tardío. La representación independiente de tipos como los de Heracleópolis en época Saíta, la piernas y genitales tiene un buen paralelo en vasos coincidencia formal intensa entre algunos de nuestros de época grecorromana339. vasos (Lám. LXe-i) con otros de Hermópolis342 haría plausible sostener una fecha ligeramente anterior, El fragmento de Lám. LXb corresponde a una desde fines del s. VIII a.C. (XXV Dinastía). forma típica del TPI avanzado (borde convexo) que se emplea para otros vasos Bes mucho más esquemáticos340.

El gran cuenco abierto (Lám. LXk) con una cla• IV.G.4. Valoración general rísima y relativamente cuidada imagen de Bes al in• terior carece de paralelos. Se trata de un gran cuenco El período que abarca la XXV y buena parte de de pasta la, con marcas de cuerdas en el exterior, la XXVI Dinastía es, ceramológicamente hablando, típicas del período. La aparición de un vaso para con mucho el mejor documentado en la zona hasta consumir o recibir líquido en una libación, con un ahora excavada de Heracleópolis. Este dato va más Bes que mira desde el interior resulta muy signifi• allá del hecho evidente de que los niveles superfi• cativa. ciales se han excavado en más extensión. Los contextos de aparición son normalmente muy Ya se ha dicho que en muchos casos los niveles tardíos, en conjuntos homologables al complejo ce• del TPI avanzado descansan sobre los del PPL Hay rámico de primera mitad del s. VII que venimos ana• numerosos indicios —cerámicos y de otros tipos— lizando (H20; H.29,M-733; M-786-787, Estructura que apuntan a una ocupación de la zona durante la J J/5; H18/8). Se asocian casi siempre claramente a XXI Dinastía, y quizá incluso Imperio Nuevo, cuyos enterramientos. El caso más significativo es el de restos han desaparecido prácticamente, por razones Lám. LXe, que apareció entre los cráneos de una todavía no bien determinadas, pero que podrían tener doble inhumación (M-786-787). relación, al menos en parte, con la construcción de A partir de los tres tipos definidos por Guidotti341, las grandes tumbas de piedra de la XXII Dinastía. buena parte de los ejemplares heracleopolitanos pue• den incluirse en su tipo A (Lám. LXe,g,h,i), que Un fenómeno similar, aunque a menor escala, abarcaría desde el fin del Imperio Nuevo hasta época parece haberse producido después: las grandes tum• saíta. Sin embargo, en nuestras piezas, la morfología bas de piedra de las élites sociales de Heracleópolis del borde y sobre todo la extrema estilización de las durante el fin de la XXI y XXII Dinastía fueron sin aplicaciones plásticas, que llegan a perder comple• duda reabiertas y reutilizadas no mucho después de tamente la forma del dios, hace pensar en una fecha sellarse, y sus ajuares en parte robados o destruidos, del s. VIII a.C. o posterior (compárense Lám. LXb pero no por completo eliminados. Las nuevas instru- con LXe,g,i), y probablemente a principios del siones añadieron materiales más modernos, de fines s. VII a.C. En la mayoría de los vasos más enteros del s. IX a.C. en adelante. de Heracleópolis, ni brazos ni cabeza aparecen apenas definidos, una tendencia de estilización que parece Alrededor y encima de estas grandes tumbas es agudizarse con el tiempo. donde comenzaron a acumularse a partir del último tercio del s. VIII a.C. verdaderas "fosas comunes" con cantidades ingentes de cerámica acompañando pobres inhumaciones, datables por la cerámica en la 339 Cf. J. Bourriau, Umm el-Ga'ab, p. 38, n. 54. XXV Dinastía y comienzos de la XXVI. Es a esa 340 Por ejemplo, la misma forma en J. Bourriau, Umm el- Ga'ab, p. 83, n. 161, con una representación muy esquemática. utilización intensiva aparente de la necrópolis a partir 341 M. C. Guidotti, EVO VI (1983), pp. 40 ss. Sin embargo, del último tercio del s. VIII a.C. a la que corresponde la datación de su tipo A, a partir de las excavaciones de Pétrie en Gurna es demasiado antigua, debiendo desplazarse de la XXII- XXIII a la XXV-XXVI Dinastías (cf. D. Aston, Tentative foots• teps..., passim. Cf. n. 336.

105 el complejo cerámico que hemos documentados en ciudades del Delta, y puede que el futuro modifique los dos últimos apartados (IV.F. y IV.G.). Es difícil esta idea. Con todo, da la impresión que la fase ce• proponer una causa para estos enterramientos tan nu• rámica que estudiamos en Heracleópolis semeja mu• merosos en un período de unos 60 años, pero quizá cho más el repertorio hermopolitano o tebano que el tenga que ver con la inestabilidad producida entre "Saíta temprano" del Delta (en terminología de D. diversos poderes por el control del Fayum desde fines Aston). Ya se ha aludido a otros datos (matrimonios de la XXII-XXIII-XXV Dinastías. dinásticos, etc.) que parecen confirmar esa relación con el Sur. La escasez de cerámicas de época saíta (encua- drables dentro de la fase B 'Saíta Tardía'' de D. Aston En segundo lugar, y como se ha dicho, en He• o "Complejo IIB" de H. Jacquet Gordon), fase ca• racleópolis el peso de las producciones "tradicio• racterizada por nuevas formas, muchas influidas por nales" en pastas aluviales, con formas propias de la la cerámica griega, y por la expansión de rasgos como "Fase III" de D. Aston, siguió siendo muy fuerte los pies de anillo, hace pensar que la fase de utili• durante el s. VII a.C. Aunque la aparición frecuente zación masiva de esta parte de la necrópolis tuvo una de arcillas del desierto y de los Oasis, junto con las duración relativamente limitada, quizá sólo desde el nuevas técnicas y formas, obliga a hablar de una último tercio del s. VIII hasta mediados o último nueva fase cerámica, el cambio no parece ser tan tercio del s. VII a.C. tajante como sucede en el Sur (por ejemplo, entre las Fases I y II de Karnak Norte). Esta situación, en A partir de entonces desciende en picado el nú• realidad, no debe sorprender. Por un lado, en el Fa• mero de fragmentos cerámicos, y sólo contamos con yum es mucho más fácil acceder a arcillas aluviales una presencia limitada de cerámica de época persa que a arcillas margosas, de modo que las produccio• (fin s. VI-s. V a.C), mientras que las piezas data- nes locales, renovadas con la expansión de engobes bles en época ptolemaica son casi testimoniales. Más blanquecinos, pudieron mantenerse. Por otro lado, adelante volveremos sobre la cuestión de la ultima Heracleópolis fue durante la XXV Dinastía una zona fase del yacimiento. fronteriza, testigo de grandes batallas, pero al tiempo semi-independiente. Es posible por tanto que estu• En todo caso, es evidente que éste es el cuadro viera relativamente al margen de las nuevas "modas'' que se deduce casi exclusivamente del estudio de la que se extendían con rapidez tanto al Sur como al cerámica documentada en el yacimiento, y que por Norte del país. tanto deber confirmarse o en su caso matizarse o corregirse de acuerdo con los estudios en curso sobre otros tipos de materiales, dentro de una reflexión de carácter global. IV.H. CERÁMICA IMPORTADA (Láminas LXI-LXIV) Desde este punto de vista estrictamente cerámico, los materiales de Heracleópolis confirman lo que ocu• rre en otros yacimientos la aparición de un nuevo Ya se ha hecho referencia a que desde el TPI se repertorio formal y técnico, según se ha explicado documentan en Heracleópolis algunos materiales im• ya. Con todo, deben realizarse dos matizaciones im• portados, procedentes del área sirio-palestina y Chi• portantes. pre. Dichos materiales suponen una escasísima pro• porción del material. Además, se ha visto ya que En primer lugar, los mejores paralelos para el algunas de estas producciones fueron imitadas en complejo cerámico de Heracleópolis se documentan, Egipto en cierto número (Lám. XL, LI). Dichas imi• aparte de en yacimientos próximos como Lahun y taciones no parecen, por el empleo de arcillas mar• Menfis, en las regiones del Egipto Medio, sobre todo gosas de clase Ilh y por su escaso número, ser pro• Hermópolis (Ashmunein) y las Tumbas Sur de Amar- ducciones locales. na, además de Tebas (Templos de Seti I y Ramses II, Karnak Norte...). Desde luego, esta impresión Las cerámicas importadas del exterior de Egipto puede deberse a la escasez de publicaciones sobre las pueden clasificarse en dos grandes grupos formales:

106 piezas cerradas grandes (ánforas cananeas) y piezas tumba 7. El contexto de material asociado —un ver• cerradas pequeñas (cantimploras y enócoes). Algunas dadero conglomerado de tiestos asociados a nume• de estas piezas han sido ya presentadas343. rosas inhumaciones— se data claramente en las XXV ó XXVI Dinastías (Lám. LXII, muestra de un con• junto de al menos 8 ánforas diferentes).

§165. Anforas Las formas de cuerpo ancho corresponden al Tipo 7 de Sagona344 que es el de mayor perduración (c.

345 Anforas "cananeas" (Láminas LXI y LXII). An• 1200-400 a.C). La pieza de la Lám. LXIa puede, foras de hombro marcado, boca estrecha con borde sin embargo, clasificarse dentro del subtipo b (datado vertical y labio sencillo redondeado, carena marcada por él entre el 630-400 a.C). Dado el diámetro del en el hombro, dos asas verticales de sección redon• hombro (25 cm.) no puede clasificarse en su subtipo deada y base inestable no muy apuntada (Lám. c (1200-450 a.C). La cronología de último tercio LXIIe-h). del s. VII a.C. resulta muy tardía aunque no del todo imposible para una intrusión en la tumba 3. Sin em• Dentro de ellas pueden distinguirse a su vez dos bargo, utilizando los ejemplos que recoge el mismo grupos: ánforas de cuerpo ancho (Lám. LXIa por Sagona (las excavaciones de Pritchard en Sarepta, ejemplo) y de cuerpo estrecho (Lám. LXIb). Las tipo SJ8) podría llevarse el tipo hasta mediados del pastas pertenecen a la clase VIb (Lám. LXIa, con s. IX a.C, más próximo a otros materiales hallados muchos desgrasantes negros y rojos), VIa2 (con nú• en T.3. Sin embargo, en la distinción de Sagona entre cleo grisáceo, Lám. LXIe, LXII c-g) y VIe (Lám. subtipos b y c todo depende de un margen arbitrario LXIIa,b,h) y rara vez Vlf. Las superficies, de tonos (el ancho del hombro, con una frontera en los 23 anaranjados y blanquecinos irregulares, aparecen en- cm.) que no debe seguirse con rigidez, y que el mismo gobadas con la misma arcilla y bien alisadas. Sagona parece flexibilizar. Si seguimos otros crite• rios, como el borde (empleados por Bikai o Prit• Los diámetros del borde oscilan siempre en torno chard), hallamos que el corto borde redondeado tiene a 11-14 cm.; la altura es de unos 50 cm. en los dos paralelos en el estrato X de Tiro (c. 850 a.C.) pero tipos de cuerpo. también en el II (c. 700 a.C). Los contextos de aparición de estas piezas co• Así, la estratigrafía de Tiro presenta un cuadro rresponden a fechas de mediados del s. IX a.C. en mucho menos nítido. Piezas con un perfil muy similar adelante (con seguridad), y quizá sólo de mediados al que analizamos se documentan en el estrato II (c. del s. VIII a.C. en adelante. Así, varias ánforas se 346 740-700) , pero también en el estrato VIII-IX (c. hallaron en el interior de la Tumba 3 (Lám. LXIa 347 850-800 a.C.) . La primera se clasifica como SJ5 (cámara C) LXIe (cámara A) y LXIc (cámara B)). —demasiado ancha con respecto a la mayoría de ese Como se ha visto, la Tumba 3 fue abierta al menos tipo— y la segunda como SJ9. Como nuestra ánfora tres veces. La primera, a fines de la XXI o comienzos carece de arista exterior en el borde (típica de SJ5), de la XXII Dinastía (Lám. XXIII y XXIVd); la se• se acerca más a SJ9. Por tanto, un margen prudente gunda, quizá en torno a fines del s. IX a.C. Lám. para nuestra pieza parece ser 850-700 a.C. (XXII XXXIb-c); la tercera en época romana tardía Dinastía). Hemos detallado el proceso de razona• (v. infra). No es posible determinar con la evidencia miento para mostrar hasta qué punto la datación de arqueológica a cuál de los dos primeros "ajuares" ánforas aisladas resulta un ejercicio arriesgado; en corresponden las ánforas. cambio, si se tienen en cuenta las dataciones tenta-

Otro conjunto importante de ánforas fenicias —y algunas imitaciones— se documentó en H29 sobre la 344 A. G. Sagona, Op. Ath. XIV.7 (1982) , Fig. 2.5-8 y pp. 82 ss. 345 Fotografía en color en M. C. Pérez Die, Rev. de Ar• 343 J. Padró, Espacio, Tiempo y Forma. Historia Antigua. I queología 115 (1990), p. 37. (1988), pp. 45-56. Publicado en francés en Atti del II Congresso 346 P. M. Bikai, Tyre Pl. ffl.2; Pl. IV.2; Pl. IV.6. Internazionale di Studi Fenici e Punici. Voi. Ili, 1103-1108. 347 Ibidem Pl. XXI. 1.

107 tivas que se han ido proponiendo para otros materia• momento ligeramente anterior (mediados del les, una fecha de hacia fines del s. IX parece más s. VIII a.C). apropiada que otra de c. 700 a.C. Tipos similares a los que aquí recogemos, de pro• El ánfora mucho más estilizada de nuestra Lám. cedencia también levantina, se encuentran en otros LXIb parece corresponder al tipo 7c de Sagona (c. contextos bien documentados incluso del 1200-400) o quizá mejor al tipo 2 con borde simple s. VII a.C.351. (donde la arcilla "buff to grey" se aproxima a nuestra clase VIb). El tipo 2 se fecha, en su variedad de borde liso, a mediados del s. VIII a.C. En la estra• Jarros (§166) y otros vasos cerrados (§167) tigrafía de Bikai en Tiro se acerca mucho a algunas piezas del estrato II348 (fines del s. VIII a.C), pero la ausencia de arista en el borde y la forma de la base En Heracleópolis se documentan varios vasos ce• nos pueden llevar a niveles anteriores (estratos X- rrados de tipo "fenicio-chipriota"352 cuya clasifica• VIII, hasta el 800 a.C). En conjunto, una fecha de ción presenta diversos grados de dificultad. En primer mediados del s. IX hasta c. 732 a.C. parece acep• lugar tenemos un gran jarro de cuello vertical con table, aunque no es descartable tampoco una per• arista ("neck-ridge"), y decoración bícroma (Lám. duración hasta fines del s. VIII a.C. a juzgar por los LXIIIa). Cuenta con un asa lateral que arranca de la paralelos que da la propia Bikai349 y el estilizado perfil base del cuello al galbo esferoidal. Base de anillo; de la pieza. falta la boca. Pasta Vía con núcleo grisáceo y laterales de tono crema/anaranjado.Desgrasantes de hasta 1 Las bases que se documentan en Heracleópolis mm., traslúcidos (cuarzo), negros y blancos (¿cali• (Lám. LXIIe.h) son comparables —aunque los per• zos?). Superficie alisada, de tono crema blanquecino. files algo suavizados— al tipo 20 de Bikai, asociado Decoración bícroma negra y roja. Círculo central, en Tiro a SJ9350. Pueden datarse entre 1200-800 a.C, bandas y motivos reticulados en rojo, líneas negras aunque perduran algo más hasta el s. VII a.C. Esto sobre fondo crema/anaranjado353. entra en contradicción clara con la cerámica egipcia a que se asocian, datable como mucho entre el 750 En Chipre y Tiro se documentan varias piezas y el 650 a.C, sin que deba sobrepasar hacia arriba muy parecidas y una casi idéntica se conserva en el 354 la fecha de mediados del s. VIII a.C. Museo de Chipre (1935/B884) . Pertenece al perío• do que Bikai denomina "transicional", asociado a Por último, buena parte de los fragmentos que se conextos chipriotas (sobre todo Tumba 1 de S alamina presentan tienen un arranque del galbo de forma cón• y algunas tumbas de Amathus ) y tirios (estratos IX- cava (Lám. LXId, LXIIb). Este rasgo nos acerca al tipo 2 de Sagona (760-700 a.C.) y al tipo SJ5 deBikai (sobre todo estrato II de Tiro, c. 760-700 a.C). 351 Por ejemplo, Tebas (templo funerario de Seti I): K. Mys- liwiec, Sethos I, p. 60, n. 394-396 y pp. 61-62. Su perfil cón• En conjunto, los fragmentos de H29 (Lám. LXII) cavo las asemeja a los tipos más tardíos de Heracleópolis. 352 Sobre la dificultad actual de diferenciar producciones: parecen apuntar hacia un período más avanzado que "indeed, even with direct access to the material, it is still often en T.3, a partir de c. 750 a.C. Como la cerámica difficult to decide what is Phoenician and what is 'Cyrpo-Phoe- egipcia a que se asocian parece datar de fines del nician'-Cypriote copies of Phoenician forms, and Phoenician co• s. VIII hasta mediados del VII a.C, quizá deba pro• pies of Cypriote forms. The most difficult part of this problem revolves around the lack of (published) comparative material ponerse una fecha de s. 730-700 a.C. para el con• from the mainland" P. M. Bikai, The Phoenician Pottery of junto masivo de enterramientos con el que se asocian. Cyprus, p. 2. El ánfora de H2 (Lám. LXIb) puede pertenecer a un 333 M. C. Pérez Die, Archéologia 225 (1987), p. 49. J. Pa- dró, Atti II Congresso Internazionale di Studi Fenici e Punici HI, Fig. 2. 354 P. M. Bikai, The Phoenician Pottery of Cyprus, PL 348 Ibidem Pl. IH.3, SJ5 IX. 176, 168, 175. Muy cercanos en forma, proporciones y de• 349 /¿¡de/n Pl. m.3. coración. Fenicios. P. M. Bikai, Tyre PL XXIIa.8 (estrato IX, 350 Ibidem p. 46. 850-800 a.C.)

108 VIII), caracterizado entre otras piezas por jarros con paralela a la de los jarros de mayor tamaño. Sus arista en el cuello, pie de anillo, labio cuadrado, y características formales permiten, pues, clasificarlo bicromía en el galbo pero no en el cuello355. Este dentro del "Horizonte Salamina" y fecharlo dentro "Horizonte Salamina" se fecha en Chipre entre apro• de la segunda mitad del s. IX o quizá primera mitad ximadamente mediados del s. IX y mediados del s. del s. VIII a.C. Fue hallado partido, con el galbo VIII a.C.)356 fecha que en Tiro se precisa algo más separado del cuello y a dos niveles diferentes, justo (los estratos IX-VIII citados por Bikai para parale- delante de la Tumba 3 (Lll Ante T.3/19 y /22). Por lizarlos con Salamina T.l357 se datan en la segunda tanto, debe ser contemporáneo a la segunda "aper• mitad del s. IX a.C.358). Piezas parecidas se han do• tura" de dicha tumba. Posiblemente, en las remo• cumentado en otros contextos egipcios, con fechas ciones posteriores, el jarro de engobe rojo fue roto y de los ss. IX-VIII a.C.359. sus fragmentos separados. Se asociaba en origen al soporte de Lám. XXVIj (Lll Fte. T.3/24), a la can• El jarro de engobe rojo de la Lámina LXIVb está, timplora de pasta de los Oasis de Lám. Lid, y a un como veremos, en directa relación con el que aca• ánfora de engobe blanco originalmente colocada so• bamos de analizar, a pesar de que a primera vista bre el soporte y dispuesta entre adobes, que también pudiera parecer más tardío. Se trata de un jarro con apareció deshecha y dispersa. Pudo por tanto este base de anillo, cuerpo pequeño, alto cuello con arista jarro pertenecer a un conjunto de la segunda mitad y borde de labio cuadrado. Engobe rojo brillante, del s. IX a.C, colocado frente a la puerta de la Tum• espatulado, que cubre toda la superficie. Pasta de ba 3. Algo similar ocurre con el jarro bícromo, que clase VI, roja al exterior y negra al interior. se halló en una habitación de adobe inmediata por el Suroeste, y frente a la entrada de la Tumba 3 (H.2.4). Este vaso tiene también paralelos directos en for• mas fenicias halladas en Chipre360, y, si se analizan Con toda probabilidad pertenecen también a este sus componentes, repite los elementos que hemos momento los dos fragmentos de Lám. LXIIIb-c. El visto en el jarro anterior. En concreto, la forma de primero, hallado en el mismo sector y nivel que el Heracleópolis pertenece a la clase que Bikai deno• jarro de engobe rojo (Lám. LXIVb), es posiblemente mina ' 'juglet' '361, para la que considera una evolución un asa de jarro bícromo chipriota. Se fabricó en pasta de clase VIc mucho más depurada y dura que la Vid del jarro. Cuenta con un engobe rojo anaranjado pu•

355 lido con pintura negra mate encima. P. M. Bikai, The Phoenician Pottery of Cyprus, pp. 48- 53. 336 Ibidem, p. 69. Seguimos esta cronología, muy reciente, La decoración del asa con un zig-zag entre dos antes que la propuesta hace ya más de 30 años, por E. Gjerstad, líneas está documentada desde fechas anteriores a quien daría una datación algo más tardía para estas piezas, en mediados del s. IX362. En Tiro parece un motivo más torno al s. VIII a. C. Cf. E. Gjerstad, Op. Ath. III, Fig. 8 y frecuente antes del s. VIII que después. Es un ele• p. 115. 337 Ibidem, p. 48. mento frecuente en jarros, jarros de boca trilobulada 363 364 338 P. M. Bikai, The Pottery of Tyre, p. 68 y Plates XIX- y otros recipientes fenicios y chipriotas . XXII (recuérdese el paralelo de PI. XXIIa.8). 339 Matmar: G. Brunton, Matmar Pl.LVII, 92H. Probable• mente de los ss. IX-VIII a.C. mejor que la fecha post-715 (XXV Dinastía) que aceptó Culican, Phönizier im Westen, p. 54. Tam• 362 W. Culican, en Phönizier im Westen, p. 52, Abb.3.b (de bién, pero aquí sí más tardío, posiblemente K. Mysliwiec Sethos Khaldé). I n. 375, globular con decoración bícroma en cuello y borde 363 Por ejemplo, P. M. Bikai, The Phoenician pottery of tendiendo a "boca de seta" (¿horizonte Kition de Bikai, de Cyprus. PI. V.VII, VIII...Lo común, sin embargo, es una serie segunda mitad del s. VIII a.C.?). Contemporáneo a los vasos de de líneas paralelas, y no un zig-zag enmarcado por bandas la• Heracleópolis, jarro chipriota de Ashmunein (A.J. Spencer y terales, como en Heracleópolis. En Tiro se documenta un paralelo D.M. Bailey, Ashmunein, Fig. 8.4) y posiblemente las produc• cercano sobre un enócoe de boca trilobulada en el estrato VI (c. ciones Black-on-Red I (III) que cita Gjerstad (SCE IV.2.p. 240), 760 a.C), cf. P. M. Bikay, The pottery of Tyre PI. XVIHa.18. así como otras de Saqqara(D. Aston, Tentative footsteps.. .,p. 88 Otro sobre una cantimplora esférica en el estrato X.2 (c. 850 y Fig. 227b. a.C). 360 P. M. Bikai, The Phoenician Pottery of Cyprus n. cat. 364 E. Gjerstad, SCE IV.2. En Bichrome II (Fig. XVI. 1, 150, 160, 162, 178; Plate X. cantimplora globular, negro sobre engobe crema); Bichrome III 361 Ibidem, p. 49. (Fig. XXII.7).

109 El segundo fragmento (Lám. LXIIIc) (de un sec• pero con cuerpo similar y decoración bícroma en tor inmediato al Sur de Lll Ante T.3) es un trozo líneas horizontales podría datarse en la segunda mitad de la parte superior del galbo y arranque del cuello del s. VIII a.C.371 Por tanto, de la evidencia dispo• de un vaso cerrado con decoración bícroma. Pasta nible podría extraerse una cronología de fines del VIc muy depurada de fractura recta y sonido metá• s. IX-primera mitad del s. VIII a.C. lico. Superficie crema con cuello engobado en rojo anaranjado bruñido, líneas y círculos concéntricos en negro mate. Podría incluso pertenecer a la misma pieza que el asa. Los pequeños semicírculos concén• Posibles imitaciones tricos sobre fondo claro son frecuentes en Chipre365

366 y en menor medida en Fenicia , donde quizá son Más difíciles de clasificar resultan los vasos de importaciones chipriotas. la Lám. LXIVa, d,f e i. Todos ellos presentan pe• culiaridades formales que los separan de las produc• En Heracleópolis, sin ser frecuentes, aparecen en ciones fenicias y chipriotas, aunque a la vez su en• ocasiones fragmentos —nunca formas enteras— de gobe rojo bruñido —a menudo irregular, con los cerámica de estilo bícromo y black-on-red chipro- trazos visibles— y su pasta similar a Vid los aleja fenicia, y a veces posibles imitaciones tal y como se de las producciones egipcias conocidas en Heracleó• dijo en su momento (Lám. LIb). La forma más fre• polis. cuente es el jarro de cuello con arista y la cantimplora, tipo al que pertenece el fragmento reproducido en El jarro roto de LXIVa, sin base plana o de anillo Lám. LXIVg, realizado con una pasta de color gris y con un muy irregular perfil no debe ser una pro• claro-verdoso, con engobe crema claro y pintura vi• ducción chipro-fenicia, sino más probablemente una nosa muy desvaída, quizá por tanto un Bichrome II367. imitación no local (¿menfita? ¿del Delta?). Algo si• Algo diferente a los jarros que hemos estudiado milar ocurre con los jarritos de Lám. LXIVd,f. Su es el jarro globular con cuello ancho con arista de contexto es probablemente datable en la segunda mi• Lám. LXIVe, fabricado en pasta de clase Vid (?) con tad del s. IX o principios del VIII a.C. por su aso• gruesos desgrasantes silíceos, y engobe acastañado ciación con otras piezas importadas (Lám. LXIIIa, brillante, bruñido verticalmente. Pertenece a un tipo Lám. LXIb). Sin embargo, la pasta recuerda una que en Fenicia ha sido datado entre fines del versión muy depurada de la clase egipcia la. Además, s. IX a.C.368 y fines del s. VIII a.C.369. En un trabajo el engobe está bruñido horizontalmente sólo en el más reciente, sin embargo, encontramos una posible galbo y no en el cuello, y el galbo es panzudo con serie chipriota de imitación de vasos fenicios deno• diámetro máximo muy bajo para lo usual en piezas minada "brown burnished" en la que encontramos fenicias. El borde es extraordinariamente grueso y paralelos cercanos al vaso de Heracleópolis en forma basto; por último, choca la presencia de dos asas y acabado370. Esta serie se data también entre el 850 testimoniales en la base del cuello, que recuerdan y el 750 a.C, más probablemente en un momento formas tradicionales egipcias. Por todo ello consi• avanzado del horizonte. La versión sin engobe rojo deramos estas piezas como imitaciones de c. 850- 750 a.C. El jarrito sin cuello ni arranque de asa de Lám. LXIVi tiene también peculiaridades (como la forma del galbo y la base) que resultan chocantes, al 565 E. Gjerstad, SCE IV.2., en todos los estilos bícromos y igual que el cuello de Lám. LXIVc, con engobe blan• Black-on-red. 366 P. M. Bikai, The pottery of Tyre, pi. XIA.21 (estrato II- co rosado. En conjunto, buena parte de los materiales III c. 740-700 a.C), importado de Chipre (Black-on-Red IV). "importados" con engobe rojo bruñido parecen du• 367 A partir de las definiciones de pastas, engobes y colores dosamente fenicios, y deben considerase más bien de Gjerstad, SCE IV.2 pp. 48 ss. 368 producciones de imitación, quizá procedentes de las R. Saidah, Atti del I Congresso Internazionale di Studi fenici e punici, Vo. I., Tav.L.4, LI.l. más cosmopolitas ciudades del Norte. Tal vez tengan 369 P. M. Bikai, The Pottery of Tyre PI. V (Estrato II, c. 700 a. C.) 370 P. M. Bikai, The Phoenician Pottery of Cyprus, p. 18, 371 n. 180 ss. Especialmente n. 186, PI. X. Ver también p. 52. Ibidem PI. X, n. 330-332, cf. p. 62, "Kition Horizon".

110 que ver con vasos como la' 'red polished jug'' hallada (Lám. LXVe, de H. 18/5-6) pueden ser algo anteriores en Menfis y clasificada originalmente como a mediados del s. VII a.C. En consecuencia, no se• ' 'grecorromana' '372. guiremos para los escasos materiales de las Láminas LXV-LXVI la misma pauta descriptiva que hemos En conclusión, parece que el lote más llamativo usado para la cerámica de períodos anteriores. de importaciones se asocia a las grandes tumbas de la XXII Dinastía (normalmente, aunque no siempre, Por otro lado, la escasez de materiales datables en contextos al exterior de las mismas) y sobre todo en los ss. VI-V a.C, y la práctica ausencia de ce• en la habitación al Suroeste de Tumba 3 (H2). Pueden rámica ptolemaica (salvo Lám. LXVIIa) no debe ne• datarse en torno a la segunda mitad del s. IX a.C. o cesariamente atribuirse a un abandono del yacimiento quizá a principios del VIII en algunos casos. Las por dos razones: en primer lugar, la actividad de piezas mejor identificadas son fenicias, aunque es sebajim en esta zona ha sido intensa hasta hace no 375 probable que los fragmentos bícromos correspondan muchos años ; en segundo lugar, excavaciones re• a materiales chipriotas. Por supuesto, el agente im• cientes en el área oriental del yacimiento, no lejos portador se nos escapa (en Heracleópolis, posible• de las zona asignada a la Misión Española, efectuadas mente intermediarios egipcios de Menfis o el Delta). por el Servicio de Antigüedades egipcio, han puesto al descubierto importantes niveles de época persa376. Un segundo conjunto, formado sobre todo por El primer conjunto importante se halló en las ca• ánforas de hombro, algunos fragmentos de black-on- pas superficiales del sector H21/1-3 (excavado en red y bicromos, e imitaciones, puede fecharse en la 1989). Comprende las piezas de Lám. LXVa, f,g,i, fase ulterior de la necrópolis, durante las XXV-XXVI Lám. LXVIf,j,m,o y también Lám. LVIIIa, b. dinastías. El vaso más característico es el de Lám. LXVa, ("sausage jar", n. 168) aparecido ya en la primera mitad del s. VII, pero característico de las últimas IV.I. DE PSAMÉTICO I A ÉPOCA PTO- décadas del siglo en adelante. En pasta la, y fabricado LEMAICA (Láminas LXV-LXVII) a torno rápido, cuenta con un engobe de tono rojo mate muy vivo e intenso. Mide más de 45 cm. de En Heracleópolis faltan muchos de los grupos altura y tiene un diámetro máximo de 16 cm. Se formales normalmente asociados al período saíta documenta en numerosos yacimientos de Egipto des• 377 —segunda mitad del s. VII en adelante, incluyendo de el s. VII , y quizá deba datarse en Heracleópolis los materiales griegos, sus imitaciones y las formas en la segunda mitad de dicha centuria (XXVI Di• egipcias con influencias foráneas—. Las formas de nastía). No aparecen en cambio buena parte de los la denominada "Late Saite Phase" de Aston373 —da• materiales más típicos del repertorio "persa" (bo• tada a partir del reinado de Psamético I — y, por tellas de ancho cuello moldurado vertical, cuencos supuesto, el "Complejo IIB" de H. Jacquet Gordon carenados con paredes verticales). 374 (a partir de la XXX Dinastía) apenas se reflejan en el repertorio heracleopolitano, aunque algunas de las formas que hemos estudiado ya perduraran du• 373 M. C. Pérez Die y P. Vemus, Ehnasya el-Medina, p. 15. rante todo el s. VII a.C. 376 Excavaciones dirigidas por Mohsen-el-Kady. 377 Menfis: J. Bourriau y D. Aston, Tia and Tia, tipos 201- 203 (Main Shaft, Chamber A). Lahun: A. L. Kelley, The pottery De hecho, las fases "saíta (típica)" y "persa" of Ancient Egypt, PI. 81.2 (fecha errónea, como mucho XXV- se cuentan en Heracleópolis más por piezas que por XXVI dinastía). Tebas (templo de Seti I): K. Mysliwiec, Sethos grupos de tipos, piezas que además en algún caso I p. 56, n. 352-354. Quizá por su asociación a materiales algo anteriores (¿primera mitad s. VII a.C.?), entre las más antiguas del tipo. Tebas (Gurna): A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, PI. 80.6 (s. VI a.C), por asociación a ánforas griegas, 372 H. G. Fischer, Mit Rahineh 1955 n. 44, p. cf. D. Aston, Tentative footsteps..., p. 33. Tebas (Cementerio 373 D. Aston, Tentative footsteps..., Ch. VII. Ejemplificadas B): D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 139.810 (2/2 s. VII en el material de Defenneh, Figs. 233-238. a.C). También G. Nagel, Deir el Médineh..., Fig. 101 ("Baja 374 H. Jacquet-Gordon, From the Twenty First... Epoca").

Ill A esta pieza se asocian las piezas con incisión de En cuanto a los cuencos toscos de base plana y la Lám. LVIIIa-b. (169-170). La primera es un gran borde entrante (177) (Lám. LXVIa-d) que ya hemos cuenco bitroncocónico (?) con carena muy alta. Borde visto durante el fin del s. VIII y primera mitad del engrosado al exterior, en forma de "pico de ave" s. VII (p. ej. Lám. LV), siguen apareciendo en los (Lám. LVHIa). Diámetro: 38.4 cm. Pasta de clase niveles más superficiales, sin que sea posible precisar líe. Marcas incisas intencionadas en la parte alta del una evolución. galbo378. Más característica, incluso de época persa, es la cazuela de galbo carenado y borde apuntado Las pateras con base de anillo y borde entrante (Lám. LVIIIb). Pasta la, con engobe rojo mate a (Lám. LXVIa-b) proceden de un contexto revuelto interior y exterior. En el galbo, marcas incisas que superficial, y no pueden datarse. Lo mismo ocurre parecen intencionadas.Se trata de un ejemplar único con el vasito de base plana y borde abierto de Lám. hasta el momento en Heracleópolis379. LXVIi (pasta de clase la). Esta última pieza tiene un paralelo muy cercano en Menfis381. Dentro del mismo contexto figuran los tres vasos hondos de Lám. LXVf,g,i (171), a los que se puede unir LXVh, de un contexto revuelto. Todos se rea• IV.K. PERÍODO ROMANO-COPTO lizaron en pastas de clase la sin engobe. El vaso LXVf (Láminas LXVII-LXVIII) apareció manchado de ceniza, mientras que el de LXVi se halló junto a la mano de la inhumación M- 407. Tras los materiales del s. VI a.C. y algún escaso fragmento datable en época ptolemaica (Lám. También pertenece a este conjunto cerámico el LXVIIa)382 la necrópolis parece haber sido abando• gran cuenco 172 de Lám. LXVIo (pasta la), y el nada, aunque la remoción de capas superiores por la pequeño (173) de Lám. LXVIj (la), así como el vasito recogida del sebaj impide asegurarlo. En todo caso, en miniatura LXVIf (Pasta Id) (174). en superficie y en el interior de algunos hoyos de grandes dimensiones se documenta cerámica "cop- Otro contexto tardío, quizá incluso de época ya ta'' de época romano-bizantina, que no estudiaremos persa, es el documentado en H19. Junto a la inhu• en este trabajo. Sólo nos limitaremos a presentar al• mación M-376 se halló el gran vaso globular (175) gunas de las formas más características y a citar un de Lám. LXVb, de pasta la con un engobe rojo in• contexto concreto que prueba la entrada en la Tumba tenso. Aunque este vaso se ha documentado en otros 3 en época avanzada, entre los ss. V-VII d.C. contextos de época persa380, en Heracleópolis se aso• cia a niveles datables por el resto de su material en Los materiales más característicos y rápidamente un período anterior, de la primera mitad del s. VII identificables en superficie y en el primer nivel de (por ejemplo, Lám. LXVe, H. 18/5-6; M-1085). Sin excavación son las grandes ánforas estriadas de la embargo, aunque tenga un origen anterior, su aso• clase 52 de Peacock y Williams383, que corresponden ciación a la jarrita con asa vertical de Lám. LXVIn al tipo Egloff 173/177384, LA7 de Berenice y LR7 de (176) lo llevan a un período más avanzado. El con• Cartago385 (Lám. LXVIIIa-d). Se trata de piezas rea• junto estaba formado por una bandeja de gran ta• lizadas en una característica pasta arenosa y micácea, maño, la jarrita colocada sobre ella y el gran vaso de color pardo achocolatado, que abundan en el ya- globular, todo ello junto a M-376.

381 H. G. Fischer, MitRahinfh 1955, n. 51, pp. 26-27. "Gre• 378 Técnica heredada del Imperio Nuevo al menos, cf. G. co-romana" (posiblemente anterior). Nagel, Deir el Médineh..., Fig. 77, n. 103-106 (Sep. 1169). 382 Paralelos en la forma del borde, aunque no en el asa de 379 Paralelos de fines de la XXVI Dinastía y época persa. Cf. tipo "sítala" en Karnak Norte (H. Jacquet-Gordon, From the P. French, A preliminary study of pottery in Lower Egypt, Fig.Twenty First..., Fig. 21.2,5 (Complejo IIB). 383 3.6-7 (Late Dynastic.Third Phase); también, P. French y H. D. P. S. Peacock, D. F. Williams, Amphorae and the Ghaly, CCE 2 (1991), n. 71-72 (¿plato o tapadera?). Roman Economy, pp. 204-205. 3*> M. Egloff, Kellia, pp. 114-115, PI. 58. 380 Heliopolis: D. Aston, Tentative footsteps..., Fig. 62 y m* J. A. Riley, Berenice, pp. 224-225. p. 16.

112 cimiento. De hecho, ya fueron estudiadas por Petrie Creemos que ambos pertenecen a un grupo ce• en sus excavaciones de Ehnasya, junto con abundan• rámico característico del área del Fayum, y que pro• tes materiales de los ss. IV a VII d.C.386. bablemente fue fabricado en dicha zona. Se trata de la "Egyptian Red Slip B" de Hayes393, equivalente Estas ánforas se datan entre los ss. IV y VII d.C., al grupo K de Rodziewicz, al ERSW C de Mysliwiec, por tanto desde época romana a la dominación Grupo 2 de Egloff y L7 de Pierrat en Tod394. Sus árabe387. La pieza de Lám. LXVIIIa, en particular, características físicas (superficie roja/violácea/car• pertenece al subtipo B de Riley y 174 de Egloff388, mín, su pasta aluvial depurada y densa de tono ma• datable en el s. VII d.C. El ejemplar de Lám. rrón/marrón-rojizo nos llevan a esta clasificación pese LXVIIIb probablemente pertenece también a ese tipo a que no conocemos paralelos exactos para ninguna con galbo de tendencia cóncava. de las dos piezas. Su cronología va desde el s. V d.C. Se trata de producciones egipcias389 omnipresen• hasta más allá del s. VII d.C. tes en los estratos superiores de yacimientos El plato de Lám. LXVIIb deriva de formas mucho faraónicos390, que se difunden por el N. de Africa más antiguas de sigillata africana (ARS de Hayes) (Cartago, Berenice) y otros puntos del Mediterráneo —con pie más bajo e inflexión del galbo más suave, (por ejemplo, Atenas). y además sin decoración plástica—, como la 59B (c. El segundo grupo más numeroso de vasos en los 320-420 d.C.)395, o incluso las 56 ó 69. Puede además niveles superficiales del yacimiento son las grandes relacionarse de lejos con Salomonson A9b396. Con ollas con borde escalonado al interior (Lám. todo, buscar este tipo de paralelos en una producción LXVIId,e,g), también frecuentes en todo Egipto391. local egipcia no deja de ser un ejercicio erudito, toda En Kellia se documenta una amplia variedad de va• vez que ni siquiera la hemos podido documentar en riantes de esta forma (tipos 122-149 o "Marmites" contextos egipcios, por lo que tal vez se trate de una de Egloff), datables entre el siglo V y el VII d.C.392. forma nueva397.

Por último, debemos citar un plato —casi com• Por lo que se refiere al cuenco con baquetón en pleto— y un fragmento de cuenco recuperados en el el borde, hay numerosos paralelos egipcios tardíos interior de la cámara B de la Tumba 3, y que por para la forma en general, derivada también de sigi- tanto prueban, junto con el fragmento de ánfora LA7 llatas más antiguas398, pero no para la forma plana (Egloff 177) (Lám. LXVIIIb) la intrusión tardía en del borde, que parece un indicio tardío, del dicha estructura. s. VII d.C. quizá399.

El contexto tardío más interesante es el corres• pondiente a una violación de la Tumba 3 probable- 386 A. L. Kelley, The pottery of Ancient Egypt, Pl. 99.5. 387 J. A. Riley, Berenice, p. 225. P. Ballet y M. Picon, CCE 1 (1987), p. 36; M. Egloff, Kellia p. 115. 388 M. Egloff, Kellia, pp. 114-115; J.A. Riley, Berenice, 393 J. W. Hayes, LRP 397-399. pp. 224-225. 394 M. Rodziewicz, Alexandrie, pp. 50 ss.; M. Egloff, Ke• 389 Para talleres de fabricación de estos materiales en el Medio llia, pp. 79 ss.; K. Mysliwiec, Sethos I ; G. Pierrat, CCE 2 y Alto Egipto, P. Ballet et alii CCE 2 (1991), pp. 129-244. Ver (1991), p. 155-156. también H. Jacquet-Gordon, Les Ermitages chrétiens du désert 395 J. W. Hayes, LRP, p. 99. d'Esna, pp. 6 ss; y P. Ballet y M. Picon, CCE 1 (1987), pp. 36- 396 AA.VV. Atlante delle forme ceramiche I, Tav. XIII.17. 38. 397 Dentro de nuestras posibilidades de búsqueda bibliográ• 390 Por ejemplo: Hermopolis: A. J. Spencer y D. M. Bailey, fica. Por ejemplo, no se documenta en el corpus de Rodziewicz, Ashmunein, Fig. 35. También P. Ballet et alii CCE 2 (1991), ni en su grupo K ni en el O o W. Los ejemplos más cercanos p. 137. Kamak: C. Grataloup, M.A.Pilipenko, Bull. Liaison, son el tipo 79 de Egloff (Planche 43), datado en el s. VII d.C XII (1987), p. 25. (p. 89), y el borde K9 de Rodziewicz (PL. 17 K9), junto con la 391 Paralelos muy cercanos, datables entre el s. V y el VIII base Kd (Planche 22), que podrían corresponder a una forma d.C, en el Templo de Seti I en Gurna (cf. K. Mysliwiec, Sethos similar. I n. 1798-1800 (p. 119 y p. 146). Ver también C. Grataloup y 398 Por ejemplo, P. Ballet et alii CCE 2 (1991), Fig. 16 (de M. A. Pilipenko, J., Bull. Liaison, 12 (1987), p. 25, Fig. A.2- Zawyet el-Maietin, Egipto Medio) en grupo K. 4. 399 G. Pierrat, CCE 2 (1991) L7, Fig. 10.a.; también Fig. 392 M. Egloff, Kellia, pp. 99 ss. El tipo de Lám. LXVIIe 3.d (de cocina sin engobe). Quizá relacionado con el tipo 38 de encuentra su mejor paralelo en 118 Egloff. Egloff ('Sigillatas egipcias', serie 2).

113 mente en el s. V d.C. Ya desde los niveles superfi• irrupción tardía dejó además restos visibles en el in• ciales de H18 fue posible detectar un profundo pozo terior de las diferentes cámaras de la Tumba 3: así, lleno de material revuelto que efectivamente llegaba un gran fragmento de ánfora en la cámara "C" (Lám. al techo perforado de la cámara A de la Tumba 3 LXVÜIb), un plato (Lám. LXVIIb) y un cuenco (cámara del sarcófago). Dicho pozo, además de ma• (Lám. LXVIIc) en la cámara "B". Estos tres vasos terial egipcio del TPI, contenía trozos de ánforas cop• pueden datarse entre el s. V y el VII d.C, proba• ias (por ejemplo, Lám. LXVIIId), recipientes de base blemente en la última parte de ese período401. plana (Lám. LXVIIIe) con paralelos tardíos400. Esta

Egypt, Pl. 98.6, 19.d. Tod: G. Pierrat, CCE 2 (1991), p. 160, Fig. 19f (s. VII d.C.) 401 Sobre todo a partir de Lám. LXVIIIb y los materiales de 400 Por ejemplo, Armant, A. L. Kelley, The pottery of Ancient relleno del pozo de violación.

114 V. TABLAS DE FORMAS Y TIPOLOGÍA

V.A. DE UNA TIPOGRAFÍA A UNA TI• tipo, subtipo y variante, y que constituía la base de POLOGÍA su clasificación en una ficha diseñada al efecto y que era tratada informáticamente. (Fig. 7)

El trabajo de clasificación y estudio de la cerá• Dicha estructura descriptiva es la que se ha venido mica de Heracleópolis se ha orientado hacia la crea• empleando hasta la actualidad, en que ha sido posible ción de una Tipología con valor no sólo descriptivo, construir un entramado Tipológico más complejo, sino también con contenido cronológico y funcional, que introduce ya las variables temporal y tecnológica, como base para análisis ulteriores de sectores con• y sobre todo incorpora al repertorio de "Formas com• cretos desde una perspectiva más funcional. La crea• pletas" todos los perfiles completos documentados ción de dicha Tipología se ha basado en una estructura desde 1985 y aquellos otros que, aunque no se do• previa de carácter descriptivo (o Tipografía), cuyos cumentan en Heracleópolis, pueden identificarse sin principios básicos ya se han dado a conocer402, y duda a partir de paralelos. pueden resumirse en los siguientes rasgos: se trataba de una estructura arborescente abierta, basada en las Por tanto, en la actualidad podemos presentar una formas más que en la técnica de las piezas. Esta clasificación más completa, que recoge todos los per• clasificación separaba las formas completas conoci• files completos que conocemos, y otros fragmentos das de los bordes y bases cuya adscripción a una cuyo perfil se puede reconstruir con bastante apro• forma concreta todavía no se había determinado. Por ximación. Esta Tipología, que resumiremos a con• tanto, las formas completas se agrupaban en unos tinuación, se complementa todavía con los paneles paneles, y los diversos tipos de bordes y bases en antiguos descriptivos de formas de bordes y bases, otros. Cada fragmento recibía un código numérico clasificados mediante un código digital (Tipdig). A digital que lo identificaba dentro de una clase, grupo, medida que los bordes y bases cuya forma todavía no conocemos bien se vayan completando, pasaran a integrarse en la Tipología principal. Estos códigos digitales correspondientes a formas todavía no bien 402 F. Quesada, M. J. López Grande, M. C. Pérez Die, Fifth identificadas son los que aparecen en sustitución del International Congress of Egyptology. Abstracts, pp. 224-225. Ver también Capítulo II. A de este libro. Tipo en las descripciones del Capítulo IV.

115 BORDES (50000)

51000 52000 53000 (Formas cerradas de (Formas cerradas de] (Formas cenadas con 54000 tendencia entrante) tendencia vertical) BD tendencia acampanada) (Formas abiertas)

51100 51200 51300 51400 53100 53200 53300 53500 Tinajas/ Tinajas V.Glob. V.Glob. Cuello Cuello Cuello 53400 Borde tenso Anforas Anforas sin cuello mediano ancho pequeño Cantimplora acampanado^ hombro cuello estrang. acampanado acampanado acampan. horizontal

52100 52200 52300 52400 52500 54100 54200 54300 53400 53500 Cuello Cuello Cuello vert, Grandes vasos Borde Platos borde Cuencos Cuencos Cazuelas Cuencos vertical vertical borde engro• boca vertical vertical sencillo borde borde carenadas galbo moldurado sado exterior borde engrosado convexo inclinado vuelto engrosado vertical

H 52110 52120 52130

52111 52112 52113

41000 42000 43000 44000 BIA BIC BEA BEP Inestables Inestables Estables Estables Abiertas Cerradas Anillo planas solero

Figura 7. Esquema básico de la tipografía de bordes en Heracleópolis.

116 De forma resumida, el esquema de la Tipografía dividen en "clases", que abarcan desde las formas de Bordes y Bases es el reflejado en la Figura 7. No más abiertas a las cerradas, según los esquemas de se recogen los detalles de un sistema que básicamente la figura 8. constituye una clasificación provisional de orden in• terno. Se entiende por "clase" un conjunto de tipos cuya morfología general es similar y su presumible función también. Agrupa por tanto Tipos con aca• V.B. TABLAS DE FORMAS (TIPOLO• bados distintos, de cronología diferente y a veces con GIA) diverso tamaño. El número de clase se acompaña entre comillas por una breve descripción, normal• Los desplegables anejos a este trabajo recogen mente formal ("plato", "vaso globular de cuello nuestra propuesta tipológica, introduciendo en sen• alto", y a veces con connotaciones funcionales ("bo• tido vertical las diversas "clases" cerámicas y "ti• tella", "tapadera"). Estos términos deben entender• pos", y en sentido horizontal la aparición de las di• se más como ayudas mnemotécnicas más que como versas variantes a lo largo del período de ocupación una declaración de funcionalismo aplicado a la ce• del yacimiento, excluyendo la época romana. rámica. No siempre la "botella" o "tapadera" ac• Además, y como complemento de los tipos ya tuarían como tales, pero el nombre acarrea unas con• definidos, hemos decidido incluir también en una fila notaciones útiles para memorizar las Clases. especial los bordes y bases más significativos de cada período, aunque todavía no hayan podido integrarse Las Clases avanzan desde las formas más planas en el esquema general de la Tipología. De esta forma y abiertas (I) hacia otras progresivamente más pro• es posible visualizar un panorama bastante completo fundas (VIII) hasta llegar a formas claramente cerra• de todas las formas —enteras o no— que aparecen das (XX-XXIV), donde el criterio es ligeramente dis• en el yacimiento en cada período. tinto. Las "Formas Especiales" son un género que Una serie de códigos recogen las características agrupa clases muy variadas. Los "Vasos Bes" tienen básicas del acabado de las piezas: un círculo indica diversas formas, y aunque se podrían considerar que se trata de cerámicas con un engobe rojo o rojo como un tipo cualquiera con decoración plástica apli• acastañado bruñido y brillante; un triángulo señala cada (algo secundario desde el punto de vista de la formas realizadas con arcilla aluvial pero engobadas clasificación), razones prácticas nos han llevado a en tonos cremas o blanquecinos para asemejarlas a considerarlos como una "Clase" aparte. Los "So• las piezas fabricadas con arcilla del desierto. Por úl• portes", "Fichas" y "Tapaderas" son piezas pe• timo, un asterisco identifica a las piezas fabricadas culiares que no pueden incluirse en ninguna de las en "marl clays" o arcillas margosas. otras "Clases" que agrupan recipientes y pertenecen por tanto a las "Formas Especiales". Junto al dibujo de cada tipo (o borde no identi• ficado) aparece, si procede, la identificación de va• El "Tipo" es la unidad básica de trabajo. Agrupa riante o subvariante, y también un número arábigo formas similares, con tamaño similar, y casi siempre que remite al cuerpo del texto, en el que por orden pastas y acabados similares. A menudo, cada tipo creciente se han ido numerando todos los tipos des• abarca una cronología concreta y limitada; otras ve• critos. De esta forma es sencillo acceder de inmediato ces, en cambio (por ejemplo, ciertos platos) un tipo a más información sobre una forma concreta acu• perdura a lo largo de muchos siglos. Por tanto, con• diendo al texto. viene distinguir los tipos que perduran (normalmente por la plena adecuación forma/acabado/función) y V.C. GÉNEROS, CLASES Y TIPOS CE• aquellos que evolucionan más (formas de lujo o su• RÁMICOS jetas a cambios debido a variaciones en costumbres alimenticias, rituales, etc.). En ciertas ocasiones, y La tipología que presentamos agrupa los tipos siguiendo criterios de flexibilidad y operatividad, un cerámicos en tres "géneros" autoexplicativos (for• tipo tiene variantes en dos pastas (por ejemplo, en mas abiertas, cerradas y especiales), y éstos se sub- pasta aluvial y del desierto).

117 Según la conveniencia de cada caso, cada tipo mucho mayor tamaño, a menudo en pastas del de• (p. ej. IVA)se subdivide en Variantes (IVA1, sierto (Tipo IIIB). En cambio, los vasos carenados IVA2...), y si es necesario, en subvariantes (IVAla, parecen casi desaparecer durante la XXII Dinastía, IVA Ib), procurando limitar éstas en lo posible. para reaparecer a partir de la XXV, en forma de cazuelas pequeñas o medianas, hechas en pasta alu• vial (Tipo IIIC, variante IIIC1) o en arcilla del de• sierto (Tipo IIIC3), sin olvidar las imitaciones locales V.D. TRADICIÓN Y CAMBIO EN LA CE• en arcilla aluvial con engobe blanco (Tipo IIIC2).. RÁMICA DE HERACLEÓPOLIS Los cuencos constituyen una de las clases con mayor variedad de tipos (Clase IV). Los más anti• Las formas de la clase I aparecen ya como moldes/ guos, de pared delgada, carena marcada y parte su• hornos de pan, en su versión de los tipos IA y IC, perior del galbo con tendencia vertical, acabados con desde fines del Imperio Antiguo. Sin embargo, en un buen engobe rojo, son los clasificados como IVB, Heracleópolis los moldes de pan de fines del Imperio IVC y IVD. Aparecen sólo en niveles del PPI/IM?, Antiguo son de tipo cilindrico (tipo VIIB), y las ban• aunque una variante (IVB 2) reaparece muchos siglos dejas no aparecen hasta el TPI, desde el s. IX en después, en época persa, con un acabado menos cui• adelante. Las formas de esta clase perduran hasta el dado. Los grandes cuencos con borde de tendencia fin de la ocupación del yacimiento, tal y como se vertical (Tipo IVE) son característicos también del documenta en la estratigrafía, puesto que las capas PPL El tipo IVA aparece en el Imperio Nuevo (IVA1) superiores pueden haber desaparecido por la acción para perdurar, en versiones de menor tamaño, durante humana posterior. A partir del s. VIII a.C. aparecen el TPI. En época tardía (a partir de la XXV Dinastía) piezas de base plana con pared alta (tipo ID) que no son característicos los cuencos de borde redondeado se documentan antes. Es posible que las bandejas se engrosado al interior (Tipo IVF), que a menudo apa• utilizaran en la necrópolis, al menos en ocasiones, recen realizados en pasta del desierto (variante IVF2). como sustitutos de mesas de ofrendas, asociadas a Contemporáneos de estos cuencos son las piezas con copas de tipo VIIF. borde tendente a doblarse sobre sí mismo, (Tipo IVI) bien en pasta aluvial (IVI1) o en pasta margosa Los platos (Clase II) son uno de los tipos de mayor (IVI2). A partir del s. VII a.C. son muy comunes en perduración. Con variaciones menores en técnica (ali• Heracleópolis, junto a estos cuencos más cuidados, sado del galbo, forma de cortar la base, etc.), los unos vasitos de uso ritual, de tosca base plana y borde platos de base plana (Tipo HA) aparecen en todos los entrante (tipo IVJ). niveles del yacimiento, hasta casi el final, cuando en el s. VII a.C. tienden a ser sustituidos por platos de Los grandes recipientes abiertos (Clase V) apa• base curva (Tipo IIB) y cuencos de borde entrante recen en diversas formas en todos los niveles. Los (Tipo IVJ). Los platos de base apuntada o redondeada grandes cuencos con decoración cordada impresa (Tipo IIB) son característicos a partir del Imperio (Tipo VD) son los más frecuentes, sobre todo en el Nuevo, pero en Heracleópolis los tipos más antiguos, TPI y época saíta. con pintura roja en el borde, son menos frecuentes. Es a partir del s. VIII a.C. cuando estos platos (en La Clase VI recoge una serie de vasos abiertos especial las variantes ITB1) se convierten en una de hondos, ya en el límite con los vasos cerrados. Los las formas más comunes en el yacimiento. tipos VID y VIF, con frecuente decoración incisa ondulada, y presencia de pitorros (posiblemente usa• Las cazuelas con carena y borde bien señalado dos para elaborar cerveza), son característicos del (Clase III) aparecen también en casi todos los niveles. Imperio Medio. El tipo acampanado con base de ani• Sin embargo, durante el PPI forman un tipo muy llo VIA, uno de los más característicos, es un buen significativo de vasos cuidados, con una pasta muy índice indicador de la XXV Dinastía. El tipo VIB, característica (de clase Ib), y engobe rojo alisado o algo más antiguo, es característico por la aplicación bruñido (tipo IHA.). Junto con estos vasos de finas plástica sobre su borde plano, que denuncia la imi• paredes y cuidado aspecto aparecen otras cazuelas de tación de vasos de piedra. El tipo VIC, con base

118 CERAMICA DE HERACLEOPOLIS

FORMAS ABIERTAS FORMAS CERRADAS FORMAS ESPECIALES IMPORTACIONES r.

(I-VIII) (XX-XXV) (XXX-XXXIV) Clasificadas de acuerdo con su Clase lO'Bandejas") Clase XX ("Botellas") Clase XXX (" Vasos Bes") propia Tipología (Tipos IA-IE) (Tipos XXA-XXF) (Tipos XXXA-XXXF)

Clase II ("Platos") Clase XXI ("V. Globulares Clase XXXI ("Soportes") (Tipos IIA-IIB) de cuello alto") (Tipo XXXIA) (Tipos XXIA-XXIC)

Clase III ("Cazuelas") Clase XXII ("V. Globulares Clase XXXII ("Tapaderas") (Tipos IIIA-IIIC) de cuello corto") (Tipos XXXIIA-XXXIID) (Tipos XXIA-XXIC)

Clase IV ("Cuencos") (Tipos IVA-IVO) Clase XXIII ("Tinajas") Clase XXXIII ("Fichas") (Tipos XXIIIA-XXIIIX, tipos (Tipos XXXIIIA-B) XXIIID,E,J,Ñ,R libres)

Clase V ("Grandes recipientes abiertos") Clase XXXIV ("Vasos con sub• (TiposVA-VF) Clase XXIV ("Anforas") recipiente") (Tipos XXIVA-XXIVD) (Tipos XXXIVA-XXXIVB)

Clase VI ("Vasos Hondos") (Tipos VIA-VIF) Clase XXV ("Cantimploras' (Tipos XXVA-XXVE) Clase VII ("Vasos galbo tendencia cilindrica") (Clases XXVI-XXIX libres) (Tipos VII-VII6)

J Clase VIII ("Firedogs"

(Clases IX-X libres)

Figura 8. Esquema básico de la tipología cerámica en Heracleópolis.

119 plana y borde sencillo, aparece en los niveles supe• no se han identificado perfiles completos en Hera- riores ("época persa"). cleópolis que permitan asociar sin ambigüedades unos bordes a esta forma. La Clase VII, que recoge vasos hondos con ten• dencia cilindrica o troncocónica alta, es un pequeño La Clase XXII (vasos globulares con corto cuello, "cajón de sastre" que recoge formas con funciones a veces un simple borde vertical) recoge tipos muy muy diversas. Los tipos VIIA (contenedor de ofren• diferentes. El Tipo XXIIA es característico del PPI. das) y VIIB (molde de pan cilindrico), a mano, apa• Los Tipos XXIIB, XXIIC y XXIID, normalmente recen en las fases más antiguas del yacimiento (fin fabricados con arcilla amarilla del desierto, están en• del Imperio Antiguo y PPI). Los otros tipos perte• tre las formas más características del período tardío necen ya al TPI. Destaca el tipo VIIE (usado sobre (c. 715-650 a.C). De un momento contemporáneo todo en depósitos de fundación, con piezas inestables o ligeramente posterior son los tipos XXITF y XXIIG pese a su base plana y mal acabadas), típico de la (este último sin cuello). El tipo XXIIE, frecuente en XXII Dinastía, y el VIIF (copas con base saliente todo el TPI, es muy empleado para fabricar los ca• moldurada), posiblemente una copa de libación muy racterísticos "Vasos Bes". a menudo asociado a inhumaciones. Las copas de pie alto y borde abierto de tipo VIIC son poco frecuentes, Las grandes tinajas de boca ancha o estrecha (Cla• aparecen muy fragmentadas, y parecen proceder de se XXIII), destinadas a contener líquidos o áridos, niveles antiguos del TPI. Por último, el tipo VIID, están entre las formas más frecuentes y variadas del tosco, acompaña habitualmente al cuenco de borde yacimiento. Los Tipos XXIIIA-C son característicos entrante y base plana de tipo IVJ. del PPI/IM. Los tipos XXIIIF-G aparecen a fines del Imperio Nuevo o más bien a comienzos del TPI. Los Los "Firedogs" de la clase VIII aparecen cla• tipos XXIIIH y XXIII-I se dan en Heracleópolis en ramente asociados a contexto de necrópolis. No se contextos de la XXII Dinastía, dentro del s. IX a.C, asocian a ánforas como soportes. aunque podrían ser anteriores. Es difícil precisar más allá de un "TPI" la cronología de los tipos XXIIIK- Entre las formas cerradas, los vasos ovoides o M. Ya en la fase mejor representada en el yacimiento "botellas" de la clase XX están entre las más ca• (Dins. XXV-XXVI) pueden datarse los Tipos racterísticas. El tipo más antiguo es el XXA, omni• XXIIIN.O y P (en arcilla aluvial) y los Tipos presente —y en enormes cantidades— en los niveles XXIIIQ,S,T (en arcilla del desierto), estos últimos del PPI y también en el Imperio Medio. Mucho más versiones a gran tamaño de los vasos medianos de adelante, en el TPI, existirá una versión mucho más Tipo XXIIB-C. De estos momentos, o de una fase cuidada (alisada, con engobe rojo mate espeso, Tipo ligeramente posterior (fines s. VII-s. VI a.C) son los XXB). Durante el TPI, sin embargo, la mayoría de tipos XXHLX ("sausage jar") y XXIIIW, ambos con los vasos ovoides tienen paredes finas y cuello acam• un característico engobe rojo intenso. panado (Tipos XXC, XXD). A partir de fines del s. VIII a.C. se introducen versiones en arcilla del Las ánforas de la Clase XXIV son menos fre• desierto, como el tipo en forma de "peonza" (Tipo cuentes que las tinajas. El tipo XXIVA sólo se ha XXE). También en este período se hace comunes los documentado en un caso, como contenedor de una vasos ovoides de boca ancha (Tipo XXF). inhumación infantil, datable en el Imperio Nuevo. Los tipos XXIVB-C son característicos del final del Los tipos de la Clase XXI (Vasos globulares con TPI. El tipo XXIVD (imitaciones egipcias de ánforas cuello alto, normalmente vertical o ligeramente cananeas) es contemporáneo a los anteriores, datán• acampanado) son típicos del TPI, a veces incluso en dose desde el s. LX a.C. en adelante. arcilla del desierto (Tipo XXIA.5) Se fabrican ver• siones en miniatura (Tipo XXIA6, XXIC1, XXIC2). Las cantimploras de la Clase XXV pueden divi• A partir de la XXVI dinastía la forma se mantiene, dirse en tipos muy definidos. Las más frecuentes son pero con menor tamaño y proliferación de aristas y/ las globulares de los tipos XXVB,C,D fabricadas o baquetones en el cuello. Sin duda hay vasos glo• frecuentemente en arcilla de los Oasis, con engobe bulares en los niveles más antiguos, pero hasta ahora achocolatado. El tipo lenticular (XXVE) es menos

120 frecuente, y aparece en pasta local muy depurada. El Muchos bordes redondeados plegados de forma tipo anular (XXVF) con engobe rojo bruñido, es muy acampanada pueden pertenecer a soportes de carrete infrecuente. Todos estos tipos se datan desde media• bajo o alto de la Clase XXXI, que aparecen en He- dos del s. IX a.C, aunque se hacen más frecuentes racleópolis en cierto número desde el PPI en adelante. desde fines del s. VIII a.C. El Tipo XXVA, con boca En cambio, las tapaderas de la Clase XXXII son más abierta y asas más altas, es anterior, datándose tardías. En especial, tapaderas de Tipo XXXIIC se desde fines del Imperio Nuevo y hasta la XXII Di• han hallado asociadas a platitos de base plana y cuen• nastía. cos de borde entrante. Los tiestos recortados y redondeados que forman Por último, las "Formas Especiales" recogen cla• la Clase XXXIII corresponden más a tapones de vasos ses peculiares por su decoración (vasos Bes) o porque cerrados que a verdaderas tapaderas, y pueden apa• no son recipientes abiertos o cerrados. La Clase XXX recer perforados (Tipo XXXIIIA) o no (XXXIIIB). ("Vasos Bes") recoge sobre todo vasos cerrados me• Aparecen en todos los períodos. dianos y pequeños (Tipos XXXA-C), con decoración Por fin, una Clase especial (XXXIV) recoge los muy estilizada, posiblemente de época avanzada (Fin pocos vasos de uso ritual (?) caracterizados por con• s. VIII-s. VII a.C). Sin embargo, se documentan tener sub-recipientes, normalmente no comunicados también representaciones plásticas de Bes en formas con el recipiente principal. Los ejemplares hallados abiertas (Tipos XXXD-E), de mejor calidad, junto en Heracleópolis se datan probablemente en el Im• con otros fragmentos, que podrían ser anteriores. perio Medio.

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VI. CONCLUSIÓN

Desde el punto de vista de los estudios cerámicos también en el Primer Período Intermedio, la presencia presenta el yacimiento de Heracleópolis caracterís• de un número reducido de producciones en arcilla ticas de extraordinario interés. Sus potentes niveles del desierto, que tienen en Heracleópolis aspecto de de las XXII-XXVI Dinastías permiten presentar una ser piezas importadas desde el Sur, indicio de una gran cantidad de material de un período mal conocido comercialización a larga distancia. hasta hace muy pocos años. Además, la existencia de contextos que se remontan hasta importantes ni• b) En Heracleópolis se aprecia claramente la per- veles del Primer Período Intermedio permiten obtener vivencia, incluso durante muchos siglos, de deter• una visión temporal de la evolución de las produc• minadas producciones bien adaptadas a su función ciones locales. En este último sentido cabe insistir (por ejemplo, platos), mientras que otras cambian en en dos aspectos relacionados entre si: su acabado o en detalles morfológicos, manteniendo la forma general (por ejemplo, "botellas"). En cam• a) La inmensa mayoría de los materiales de todos bio, otras formas sufren cambios de mucho mayor los períodos corresponden a producciones locales en alcance, resultado de influencias externas (imitacio• arcilla aluvial, muchas de las cuales tienen paralelos nes de vasos fenicio-chipriotas en el Tercer Período cercanos en otros yacimientos, próximos y lejanos, Intermedio) o de cambios en gustos o ritos. Estas mientras que otras muchas formas, aún compartiendo modificaciones se aprecian sobre todo en formas rasgos característicos de cada período, presentan in• complejas, y son mayores cuanto más se aprecia el dicios de ser producto de una artesanía local, que empleo de un torno rápido de alfarero, que permite fabricaba vasos de pequeño y mediano tamaño a me• notables complicaciones en la morfología de las pie• nudo de muy mal acabado, sólo comprensible en el zas y sobre todo de sus bordes. caso de depósitos de uso simbólico más que real. Este fenómeno no es un caso aislado, sino que se Es un lugar común que el grado de desarrollo y repite en otros puntos de Egipto, cada uno con sus complejidad de una civilización antigua tiende a estar peculiaridades locales. en relación directa con la calidad, variedad y espe- cialización funcional de su cerámica. En el caso de Junto a esta artesanía local se advierte, sobre todo Egipto, y por diversas razones, esto no es del todo en la XXV y principios de la XXVI Dinastías, pero así.

123 Es cierto que la abundancia de fragmentos cerá• de borde dado es difícil asignarle una forma o tamaño micos en los yacimientos de época faraónica anonada, concretos. No es sólo que un mismo borde pueda y es cierto también que la variabilidad formal es enor• asociarse a varias formas diferentes —cosa que ocu• me. Sin embargo, la calidad del acabado de los ma• rre—, sino que un borde que aparentemente podría teriales es casi siempre descuidada o tosca, sin que pertenecer a una "olla" o recipiente globular me• los artesanos se preocuparan de eliminar las huellas diano puede resultar ser parte de una "botella" o una de sus herramientas o manos; la decoración es ine• forma por completo distinta403. xistente o se limita a un mal engobe rojo en la mayoría de los casos, y gran parte de la enorme variedad de Hemos aludido ya a la elevada cantidad de frag• bordes se debe a la poca estandarización de las formas mentos cerámicos que aparecen en Heracleópolis. y al hecho de que la estratigrafía abarca casi dos Junto a algunos niveles casi estériles, hay unidades milenios. La razón de esta pobreza del material ce• estratigráficas, sobre todo en el PPI/¿IM?, que co• rámico deriva de tres razones: por un lado, las arcillas rresponden casi exclusivamente a enormes bolsadas más accesibles para los alfareros, aunque abundantes, de vasos rotos ya de antiguo, a menudo del mismo no eran de muy buena calidad, y las arcillas del de• tipo (por ejemplo, botellas en el PPI). La gran can• sierto eran de cómodo acceso sólo en ciertas zonas tidad de material, asociado sólo a veces a enterra• del Valle del Nilo, y no, desde luego, en El Fayum. mientos concretos, no se debe a un proceso natural En segundo lugar, Heracleópolis no fue ciudad cor• de deposición, ni probablemente al acarreo de tierras tesana en los momentos de mayor concentración del mezcladas con cerámica procedentes de otros puntos poder faraónico, y producciones de calidad como las (el patrón deposicional sería muy diferente). Más bien cerámicas decoradas en azul cobalto de las XVIII- creemos que estas grandes bolsadas de cerámica pue• XIX Dinastías están por completo ausentes en el área den corresponder, bien a rituales concretos de carác• hasta ahora excavada del yacimiento. Por último, los ter pre o post-deposicional, bien a otras actividades recipientes de lujo fueron sustituidos en el Antiguo intencionales hoy por hoy indeterminables. En algún Egipto, en mayor medida que en otras culturas anti• caso, como en los Depósitos de Ofrendas de vasos guas, por vasos de metal, fayenza o piedra, de modo hondos de Forma VHE, hemos visto que un número que la mayoría de las producciones restantes estaban limitado de vasos proporciona un enorme montón de al servicio de grupos sociales menos favorecidos. fragmentos (en el Depósito del pasillo T.1-T.3, un conjunto de unos noventa vasos medianos fue deli• beradamente roto en casi dos mil fragmentos). En Otro rasgo que llama la atención en la cerámica otros casos, un número mucho más reducido de vasos egipcia en general, y en la heracleopolitana en par• de gran tamaño proporciona una apariencia sin re• ticular, es la escasa' 'lógica'' de sus perfiles y formas, lación con el Número Mínimo de Recipientes de• en especial para ojos entrenados en una tradición positado en origen (por ejemplo, los conjuntos de cerámica que tiende a antropomorfizar los tipos. Di• seis-ocho tinajas frente a Tumba 3). Con todo, la cha tradición ceramista, que permite hablar de realidad es que el número y densidad de fragmentos "boca", "hombros", "cuello" y "pie", deriva en cerámicos no corresponde sólo a los ajuares de di• última instancia de la influencia mental —no siempre funtos, sino que se relaciona más bien con rituales explícita— de la cerámica griega desarrollada a partir asociados a la construcción de tumbas, y sobre todo, del Geométrico, una tradición que poco o nada tiene a probables depósitos de ofrendas, incluso alimen• que ver con la egipcia. La lógica que rige las formas ticias, como demuestra el elevado número de moldes cerámicas egipcias es diferente, y basta a este res• de pan. pecto observar el abrumador predominio de los re• cipientes con base inestable, que requieren un soporte Como se ha dicho, en Heracleópolis predominan de cerámica, madera o metal, sobre los vasos estables en un porcentaje abrumador las pastas fabricadas bá- por si mismos. Esta falta de economía en la cerámica —no sólo en las ánforas— es algo que choca al ojo "occidental". Una consecuencia poco deseable de 403 Un buen ejemplo de forma "imprevisible", en este caso re• este fenómeno es que los tipos tienden a resultar sultado de combinar dos o tres tipos, en J. Bourriau, Umm el- muchas veces impredecibles, de modo que a un tipo Ga'ab, p. 79, n. 151.

124 sicamente con arcilla aluvial, cosa lógica dado el capa freática, se ha obtenido lo que creemos es una contexto geográfico de la zona, situada en la entrada muestra representativa del período. Quizá lo más des- de la depresión del El Fayum, una de las zonas de tacable sea, junto con la abundancia de "botellas" Egipto más ajenas al desierto. Un solo tipo de pasta a mano (Tipo XXA), la clara perduración de la vajilla (la) y sus valientes depurada (Id) y grosera (Ic) suman cuidada de tipo "Meydum", característica en otros más del 90% de los fragmentos estudiados. lugares del Imperio Antiguo.

Las pastas del grupo II (arcilla del desierto) sólo Al tiempo, sabemos que en otros yacimientos aparecen rara vez en el PPI/IM, y más adelante, sólo buena parte de la vajilla común característica del PPI con cierta frecuencia a partir de la XXV Dinastía, y perduró durante el IM, de modo que no puede des• aún entonces llaman la atención más por su apariencia cartarse una perduración similar en Heracleópolis, "diferente" que por su número. Como ha indicado aunque escaseen las cerámicas típicas del IM avan• P. French, la mera apariencia de estos vasos pudo zado y SPI. Con todo, determinados aunque escasos ser una de la causas de su éxito en el Bajo Egipto tipos cerámicos decorados con incisiones, demues• durante el s. VII a.C, (asociado, claro está, al em• tran la existencia de ocupación en la zona a fines del puje de la XXV Dinastía desde el Sur). Las pastas Imperio Medio y quizá en el Segundo Período Inter• de clase Illa son infrecuentes pero ofrecen el interés medio, aunque para dicho período faltan algunas pie• de reflejar probables contactos con la zona del Oasis zas de "diagnóstico típico" como las jarritas negras de Dajla. del tipo llamado "Tell el-Yahudiya", de clara tra• dición palestina. Los materiales importados del exterior de Egipto son escasos en el yacimiento, así como sus imitacio• El material atribuible al Imperio Nuevo es tam• nes. Parecen concentrarse en dos momentos. Por un bién muy escaso, y en su mayoría se puede datar a lado, durante el período de construcción de las gran• finales de dicho período o comienzos del TPI (XXI des tumbas, aparecen recipientes decorados de pe• Dinastía). Sólo un ánfora con inhumación infantil y queño tamaño de origen chipro-fenicio. Se trata es• pocas piezas más pueden datarse con cierto margen pecialmente de jarros bícromos y de engobe rojo, así de seguridad dentro del Imperio Nuevo. como de un número limitado de ánforas, posible• mente más atractivas estas últimas por su contenido Un problema todavía sin resolver en la clasifi• que por su continente. Por otro lado, en el momento cación y estudio de la cerámica egipcia a partir del de mayor densidad de ocupación (primera mitad del Imperio Nuevo es el de los criterios de ordenación s. VII a.C, XXV Din.) aparecen de nuevo ánforas por períodos. El criterio habitual es la clasificación "de torpedo", pero ya no se documentan apenas por dinastías, criterio algo confuso en un período de vasos lujosos contenedores quizá de perfume. En con• disgregación del poder unificado. Creemos que la junto, aunque predomina abrumadoramente el ma• clasificación de la cerámica atendiendo a períodos terial datable a partir de la segunda mitad del s. VIII temporales definidos por siglos es más aséptica que a.C, parece claro no por la cantidad sino por la su ordenación por dinastías o períodos "saíta" o calidad de esos materiales (por ejemplo importacio• "persa" que poco tienen que ver, en la mayoría de nes) que se trata de un ambiente más modesto que el los casos, con la evolución de los estilos cerámicos. de los enterramientos, en buena parte perdidos o sa• Con todo, se ha procurado en este trabajo combinar queados, de las XXI-XXII Dinastías, menores en nú• ambos sistemas, dando continuamente las equivalen• mero pero pertenecientes a personajes de mayor es• cias. tatus. Las producciones de momentos antiguos TPI Los niveles del Primer Período Intermedio en He- (ss. Xl-mediados del VIII a.C.) en Heracleópolis se racleópolis se caracterizan, como se ha dicho, por la documentan en una cantidad y variedad muy inferio• aparición de grandes bolsadas de cerámica sin asociar res a los contextos datables a partir de c. 730-715/ —en apariencia— a enterramientos concretos. Aun• 650-600 a.C, y ello pese a que las grandes tumbas que en muchos sectores la excavación se ha detenido de piedra que dominan la articulación espacial del al llegar a estos niveles antiguos empapados por la yacimiento se datan a fines de la XXI Dinastía o

125 quizá mejor en la XXII, a juzgar por algunos ele• mopolis, Amarna Sur, Karnak Norte, Gurna) que a mentos cerámicos y de otro tipo. En parte, ello se los —por otra parte peor conocidos— del.Delta. En debe a que estas tumbas albergaron inicialmente a un conjunto, pues, la fase que abarca c. 730-700 a.C. número reducido de individuos en comparación con en Heracleópolis tiene abundantes paralelos no sólo momentos posteriores. Sus ajuares y depósitos de en el área de Menfis, sino también con Tebas o Her- ofrendas exteriores palidecen en cantidad ante las mópolis. acumulaciones posteriores de cerámica asociadas a inhumaciones más sencillas. A partir de comienzos del s. VII a.C. se aprecia en Heracleópolis un cambio notable, caracterizado, En conjunto, el repertorio cerámico del TPI es entre otras cosas, por la aparición de un elevado nú• similar al documentado en otros puntos del valle del mero de vasos fabricados con arcilla del desierto, la Nilo, y deriva en buena parte de los tipos del IN. aparición de nuevos tipos y el predominio de bordes moldurados complejos y de bases de anillo, rasgos Existe un consenso general en distinguir dos gran• todos ellos ya anunciados hace años en diversos ya• des fases cerámicas en el período que comienza con cimientos y por distintos autores. la XXI Dinastía y termina con la conquista romana. La primera fase continuaría en cuanto a las formas Los mejores paralelos para el complejo cerámico tradiciones del Imperio Nuevo, con un claro predo• de este momento se hallan, aparte de en yacimientos minio de las arcillas aluviales —si bien con pastas próximos como Lahun y Menfis, en las regiones del más depuradas—; sin embargo, la decoración pintada Medio y Alto Egipto, sobre todo Hermópolis y las compleja desaparecería casi por completo. La segun• Tumbas Sur de Amarna, además de Tebas (Templos da fase marcaría una clara ruptura, con la introduc• de Seti I y Ramses II, Karnak Norte...). Desde luego, ción de nuevos repertorios formales —incluyendo esta impresión puede deberse a la escasez de publi• imitaciones e influencias del ámbito griego—, una caciones sobre las ciudades del Delta, y puede que masiva aparición de pastas claras y amarillento-ver- el futuro modifique esta idea. dosas, fabricadas con arcillas margosa. En esta se• gunda fase los bordes de todos los vasos tienden a Como se ha dicho, en Heracleópolis el peso de complicarse, y aumenta mucho la proporción de bases las producciones "tradicionales" en pastas aluviales de anillo. siguió siendo muy fuerte durante el s. VII a.C. Aun• que la aparición frecuente de piezas fabricadas en Este cambio cerámico se produce en Heracleó- pastas margosas y de los Oasis, junto con las nuevas polis posiblemente en el último tercio del técnicas y formas, obliga a hablar de una nueva fase s. VIII a.C, coincidiendo en el tiempo con los mo• cerámica, el cambio no parece ser tan tajante como vimientos hacia el Norte de Piy. Durante un período sucede en el Sur. Esta situación no debe sorprender, impreciso de pocas décadas perduraron las formas porque en el Fayum seguía siendo mucho más fácil antiguas y aparecieron tímidamente los nuevos ras• acceder a arcillas aluviales que a arcillas margosas, gos, que parecen imponerse durante los últimos años de modo que las producciones locales, renovadas con del siglo. El cambio, pues, fue rápido, pero no re• la expansión de engobes blanquecinos, pudieron volucionario. Por tanto, y aunque sea tentador, no mantenerse. Por otro lado, Heracleópolis fue durante debe utilizarse sino como un indicio más a combinar la XXV Dinastía una zona semi-independiente. Es con otros muchos, para eventualmente relacionarlo posible por tanto que estuviera relativamente al mar• con acontecimientos históricos (como las luchas entre gen de las nuevas "modas" que se extendían con Piy y Tefnajt, o el papel de Heracleópolis en esta rapidez tanto al Sur como al Norte del país. zona fronteriza y a la vez con pretensiones de inde• pendencia). Por tanto, da la impresión de que la mayor acu• mulación de materiales cerámicos en la necrópolis, Por otro lado, el conjunto documentado en He• asociada a grandes cantidades de inhumaciones junto racleópolis durante la última fase de la XXII Dinastía a y sobre las tumbas de piedra anteriores, coincide (y XXIII) y XXV, recuerda mucho más por su re• en el tiempo con las luchas que las fuentes históricas pertorio formal a complejos del Alto Egipto (Her- documentan en el área de Heracleópolis entre el Sur

126 y el Norte. En este período relativamente breve pa• debido a dos razones: en primer lugar, la recogida rece que las grandes tumbas de piedra de las élites del sebaj en esta zona ha sido intensa hasta hace no heracleopolitanas de la XXII Dinastía sirvieron como muchos años, y en segundo, excavaciones recientes polo de atracción para nuevos enterramientos a los en el área oriental del yacimiento, efectuadas por el que se asocia esta masa de material cerámico. Servicio de Antigüedades egipcio, han puesto al des• cubierto importantes niveles de época persa y pos• En Heracleópolis no se aprecia apenas el com• terior, lo que puede indicar que esos mismos niveles plejo cerámico saíta estricto, caracterizado por una han sido eliminados por la población actual en la zona notable influencia del repertorio formal foráneo, es• adyacente a la aldea Sayh Sulaymán, asignada a la pecialmente griego, y por la extensión de los pies de Misión Española. anillo, y que corresponde a grandes rasgos con la segunda mitad del s. VII y el s. VI a.C. A partir de Por último, la historia cerámica del yacimiento mediados del s. VII desciende claramente el conjunto se cierra con la nueva irrupción en algunas tumbas de cerámica, y más allá sólo contamos con una pre• —con seguridad al menos en la Tumba 3— en un sencia limitada de piezas datables en época "persa" momento muy avanzado de época romana, entre el (fin s. VI-s. V a.C). Esta situación no debe nece• s. V y el VII d.C, probablemente más cerca de la sariamente atribuirse a un abandono del yacimiento, última fecha.

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132 LÁMINAS

h

Lám. I. a: Tipo XXA.2.d. HM91, H30. Pasta la. b: Tipo XXA.2.d. HM86, L10-11/24. la. c: Tipo XXA 2 d HM87 Hl/A/11 d: Tipo BD.11I. HM90, H22/5. Id. e: Tipo XXA.2. HM90, H5/90.6. f: Tipo XXA.2. HM87, Hl/A/15. g: Tipo XXA.3. HM89 Cl/Depósito 1. la. h: Tipo XXA.2. HM87, Hl/A/15. i: Tipo XXA.2. HM87, HI/A.

135 e f 9 h Lám. II. a: Tipo XXA.2.C. HM87, Hl/A/15. b: Tipo XXA.2.C. HM89, H19/8. Id. c: Tipo XXA.2.C. HM85. d: Tipo XXA.2.C. HM85. e: Tipo XXA.2.C. HM89, Cl/8. Ia/c. A mano, f: Tipo XXA.2.C. HM89, Cl/Interior mastaba sobre suelo. la. g: Tipo XXA.2.C. HM89, H19/19. la muy mala, h: Tipo XXA.2.C. HM87, Hl/A/15.

136 Lám. III. a: Tipo XXA.2.a. HM91, H30. b: Tipo XXA.2.a. HM90, H21/5. Ia/d. c: Tipo XXA 2 a HM87 Hl/A/12 d-Tino XXA.2.3. HM89, H19/11. la muy mala, e: Tipo XXA.2. HM87, Hl/A/14. f: Tipo XXA.2 HM87 H1A/15 e* Tino XXA 2 HM89, Cl/7. h: Tipo XXA.2. HM87, Hl/A/11 '

137 b

Lám. IV. a: Tipo XXA.l. HM92, L47/36. Id/c. b: Tipo XXXIA.l. HM92, L47/36. la/c.

138 V s J

g s

D 1

m

Làm. V. a: BD.I4a/51419. HM91, H30/10. Uh. b: BD.I4b/51428. HM86, LIO-I 1/21. c: BD 111 1 a/53110 HM91 H30/11 Uh d: BD.I4a. HM87, Hl/A/11. e: BD.I4a/51419. HM87, H16/15. f: BD.I4a. HM90. H21/5. Uh ' s: BD I4a/51413 HM90 H30 6 h:BD.I4a/51413b. HM87, Hl/A/14, bajo M-189. i: BD.I4b/51425. HM87, Hl/A/15. j: s.d HM90 H21/5 la k-BD I4b/51421 Ia/d. 1: s.d. HM90, H21/5. Ia/d. m: BIC/42650b. HM87, Hl/A/16. n: BIC/42600 HM86 L9 Ante T 3/16 le

139 Lám. VI. a: BD.II3g/52372. HM87, Hl/A/8 junto a Estructura III. b: BD.I2b/51224. HM87, Hl/A/15-16. c: s.d. HM91, H30/ 14. la. d: s.d. HM91, H30/14. Id. e: s.d. HM91, H30/17. la. f: BD.I4b/51422. HM91, H30/11. la. g: s.d. HM91, H30/14. la. h: s.d. HM85, Ante T. 1/17. i: BIC/42650. Hl/A/17. j: BIC/42650. Hl/A/12. Bajo muro H.

140 a

e

Lám. VII. a: ¿Tipo XXIIIA? HM91, H30/15. la. b: ¿Tipo XXIIIA? HM91, H30/16. la. c: BD.III2b/53224 HM87 Hl/C/8 Estructura IV. d: BD.III2b/53223. HM87, H16/15. IIb. e: BD.III2b/53224. HM87, HI/A/8, f: BB.III2b/53224. HM87,' Hl/A/7.'

141 Lám. Vili, a: Tipo XXIIIA.2. HM86, LU Ante T.3/21. b: Tipo XXIIIA.4(?). HM91, H30/15. la. c: Tipo XXIIIA 4 HM91 H30/16. IIb. d: s.d. HM89, H8/52. la. e: s.d. HM87, L13/9. Pasta IIb.

142 Lám. IX. a: Tipo XXIIIC. Hl/D. Ia/c. b: BD.IV2c/54237. HM86, LlO-11/21. c: BD.II3a/5231 lb. (;Tipo XXIIIC) HM86 L10- 11/21.

143 c d e

Lám. X. a: Tipo VIIA. HM89, H19/11. Ia/d. b: Tipo VIIA. HM89, H8.40. Id muy deleznable, c: Tipo VIIB. HM87, Hl/A/15. Ic. d: Tipo VIIB. HM87, Hl/A/8. e: Tipo VIIB. HM87, Hl/A/14. Bajo M-188.

144 c

Lám. XI. a: Tipo XXIIA.l. HM90, H22/5. la. b: Tipo VA.l.b. HM87, Hl/A/8. c: Tipo VA.l.a. HM89, H19/9. Ic.

145 Lám. XII. a: Tipo IVE.l. HM91, H30/17. IIb2. b: Tipo IVE.l. HM87, Hl/A/8. c: Tipo IVE. 1. HM86, L10/21bis. d: Tipo IVE.2. HM90, H30/6. exterior, e: Tipo IVE.2. HM90, H30/6. Id. f: Tipo IVE.2. HM87, H16/16. g: Tipo IVC.l. HM87, Hl/A/ 16, bajo M. 189. h: Tipo VIF.l.a. HM87, Hl/A/14. i: Tipo VIF.l. HM90, H21/5. Ia/c. j: Tipo VIF. 1.a. HM87, Hl/Á/16.

146 J

b k

c i

s Lám. XIII. a: Tipo IIIA.3.3. HM87, L13/2. b: Tipo IIIA.3.a. HM91, H30/9. Ib. c: Tipo IIIA 2 a HM86 Lll/9 Ib d-Tipo IIIA.2.a. HM85, H5/1. e: Tipo IIIA.4.a. HM90, H30/6. Ia/d. f: Tipo IIIA.3.C. HM91, H30/10. la g: Tipo IIIA 3 b HM87 H1A/15. h: Tipo IIIA.4.b. HM91, H30/9. Ia/b. i: Tipo IIIA.4.b. HM91, H30/9. Id. j: Tipo IIIA 2 a HM91 H30/14 Id k: Tipo IIIA.2.b. HM91, H30/6. Id. I: Tipo HIA.4.b. HM91, H30/9. m: Tipo IIIA.l.a. HM91, H30/9. n: Tipo IIIA 1 a HM87* Hl/A/17. ñ: Tipo IIIA.l.a. HM87, Hl/A/15-16. Bajo tumba, o: Tipo IIIA.3.b. HM87, H1A/12. Bajo muro H p- Tipo IIIA 3 b' HM87, Hl/A/14, bajo M-189. q: Tipo IIIA.3.b. HM87, Hl/D/6-7. Estr. II. r: Tipo IIIA.3. HM91, H30/9. Id. s: BD.IV4b/54420c

147 r y i

IDci

3

n n

Lám. XIV. a: Tipo IVD.l.a. HM86, L10/21bis. b: Tipo IVD.l.b. HM86, Lll Ante T.3 bis/24 c: Tipo IVD.l.b. HM91, H30/ 11. Id. d:TipoIVD.l. HM90, H21/5. la. e: s.d. HM90, H30/6. la. f: Tipo IVC. 1.a. Hl/A/14. Bajo muros B-C. g: Tipo IVC.l.b. Hl/A/12. h: Tipo IVP. HM92/L47/34. Id. A mano, i: Tipo IVD.2. HM90, H21/5. Id. j: Tipo IVD.2.a. HM91, H39/9. k: Tipo IVB.3.a. HM85, H5/1. I: Tipo IVB.3.a. HM86, Lll Ante T.3/23. m: BEA/43000. HM90, H30/6. la. n: Tipo IVB.4. HM86, Lll ante T.3/23. ñ: BEA/43000. HM90, H30/6. la.

148 m

o 1

Lám. XV. a: BD.IV5a/54510 (¿Tipo IIA.l.b?). HM87, H15/9. b: Tipo IIA.l.b. HM87, Lll Ante T 3/29 c- BD IVle/54150 HM90, H30/6. d: BD.IVle/54150. HM90, H30/6. la. e: BD.IVla/54115c (¿Tipo IIB^) HM87 Hl/A/5' f' BDIVla/5411l' HM87, Hl/A/7. Bajo muros B-C. g: BD.IVla/54112. HM91, H30/11. Id. h: BD.IVla/54113. HM9l' H30/U i-*BD IVla/54115c' HM87, Hl/A/12. j: s.d. HM91, H30/11. la?, k: BD.IVla/54111. HM91. 1: Tipo IIA.l.a. HM87 Hl/A/8 * m- Tipo HA 2 b HM91, H30/10. Ia/d. n: Tipo IIA.2.b. HM87, Hl/A/10. ñ: Tipo IIA.2.b. HM87, Hl/A/10. o: Tipo HA 2 b HM87 Hl/A/io' p: Tipo IIA.2.b. HM87, Hl/A/10.

149 Lám. XVI. a: BD-IVlb/54124. HM91, H30/9. Id. b: BD.IVlb/54125. HM91, H30/11. Id c: BD.IVlb/54124b. HM91, H30/10. d: BD.IVlc/54134. HM91, H30/10. Ia/d. e: BD.IVlc/54134. HM91, H30/11. Id con cocción reductora. f: s.d. HM91, H30/11. la. g: BD.IVla/54115b. HM91, H30/11. Id. h: BD.IVlc/54137. HM91, H30/11. Id. i: BD.IVlc/54131. HM91, H30/10. Id. j: Tipo IVB.la. HM86, LH Ante T.3/23. k: Tipo IVB.l.b. HM90, L1A/90.5. Ia/d. 1: s/d. HM91, H30/9. la. m: Tipo IV B 2 HM91, H30/9. Id.

150 Lám. XVII. a: Tipo VF HM90, H22/5. Ic. b: s.d. HM90, H22/5. Ia/d. c: s.d. HM90, H22/5. Id. d: s.d. HM90, H23/4. e: Tipo XXIIIA.l. HM88, L22/14. IIb2.

151 h Lám. XVIII. a: Tipo XXIIA.2. HM87, H5/13-14. Id/c. b: Tipo XXXIVB. HM88, L22/10. la. c: BD.I4c/51432b HM85 s d d: Tipo IIA.2.b. HM87, H5. e: Tipo IIA.2.b. HM87, H5. f: BDIII/53500. HM87, Hl/A/12. Bajo muro K. Superficie ext. pintada roja y bruñida, g: Tipo XXXIVA. HM86, L10-11/20. h: Tipo IIIB.l.a. HM89, H19/12.

152 Lám. XIX. a: Tipo VIF.l.a. HM87, Hl/A/15. Bajo muro H. b: Tipo VIF.l.b. HM87, Hl/A/8. c: Tipo VIF 1 a HM87 Hl/A/ 15. Estructura VII. d: Tipo VID. Hl/A/15-16. e: Tipo VIF.l.a. HM87. s.d. f: s.d HM88, L31/11. la.

153 f Lám. XX. a: Tipo VIF.l.a. HM87, Hl/A/15. Bajo M.189. b: s.d. HM91, H30/9. la. c: Tipo VID. HM87, H1A/9. Bajo losa cota 5.98. d. Tipo VIE.l.a. HM88, L22/10. la. e: HM88, L22/10. la. f: s.d. HM87, Hl/A/8. Pintura roja mate, g: s.d. HM87, Bajo J/10. IIb2. Pintura parda.

154 e i i g F f

j Lam. XXI. a: Tipo IVA.l.a. HM85, H7/12 b: Tipo IVA.2.a. HM90, H13 junto Muro E. c: Tipo XXIV A Hl/A/16 Baio Estr XI. IVa. d: Tipo XXVA. HM85, s.d. e: BD.II2c/52233. HM85, s.d. f: BD.II2c/52233. HM85, s d e: BD II2c/52233 HM85' s.d. h: BD.II3a/52313. HM85, s.d. i: BD.II2c/52236. HM85, s.d. j: BD II2b/52229 HM89 L20/8

155 a

Lám. XXII. a: Tipo VB. HM85, s.d. b: Tipo IIIB.2. HM91, T.7b. M-897. c: Tipo IIIB.l.a. HM85, s.d. d: BD.IVlc/54134. (¿Tipo IIB.l.a?). HM85, s.d. e: BD.IVlb/54120. (¿Tipo IIB.l.a?). HM85, s.d. f: Tipo XXIIIB. T.7b, M-897. Illb. g: Tipo XXIIIF. HM85, s.d. h: Tipo XXIIIG. HM87, L13/7.

156 e Lám. XXIII. a: Tipo XXIIIH. HM86, T.3B, Esquina SE. la. b: Tipo XXIIIG. HM86, T.3A. Ib. c: Tipo XXIIII. HM86, T.3B. Esquina SE . Ia/c. d: Tipo XXIIIG. HM86, T.3A/15. e: Tipo XXIIII (BDIla/51113). HM85, H7/11.

157 Lám. XXIV. a: Tipo XXB(?). HM84, H2. b: Tipo XXC.2. HM85, L2/8. c: Tipo XXC.2. HM86, L10-11/16 d-Tipo XXC 1 HM86, T.3B. Centro cámara sobre suelo, e: Tipo XXC.3. HM87, H9/2. f: Tipo XXD.3. HM87, T.4. Lado Este Bajo losas la' g: Tipo XXD.3. HM85, H5/7. Ib. h: Tipo XXC.3.b. HM84 s.d. la. i: Tipo XXD.2. HM85, s.d. j: Tipo XXD 1 HM87 Hl/D/ 8. Id. k: Tipo XXC.3.C HM87, T.4, muro Sur. 1: BIC/42630 (¿Tipo XXB?). HM84, H2. m: BIC/42620 HM84 H2 ñ- BIC/ 42120a. HM84, H44. ñ: BIC/42120b. HM85, Pasillo T.l-T.3/3

158 3 w Lám. XXV. a: Tipo XXIA.l. HM88, HI/A/9. Id. b: Tipo XXIA.2. HM84, H2. la. c: Tipo XXIA.3. HM84, H2. la. d: Tipo XXIA.2. HM84, H2. la. e: Tipo XXIB.l. HM85 s.d. Id. f: Tipo XXIB.2. HM86, Sl/4. Ia/d. g: Tipo XXIB.3. HM84, S3/3-2- 27. la.

159 j

Lám. XXVI. a: Tipo XXVA.l. HM85, H5/2. b: Tipo XXVB. HM85, H5/4. c: BD.IIla/52115. HM85, Ante T.l/9. d: BD.Illa/ 52114. HM85.L4/3. e: BD.II2d/52243. HM87, T.4 bajo losa, f: BDIBf/52363. HM86, T.2, 1. g: BDIIla/52110 (¿Tipo XXIA.2?). HM85, H5/1. h: Tipo VIIC. HM86, s.d. i: BIA/41210. HM85, H5/4. j: Tipo XXXIA.2. HM86, Lll Ante T.3/24. Ia/c.

160 Lám. XXVII. a: Tipo VIB.2. HM88, L21/4. b: Tipo VIB.l. HM86, T.3A/15. c: BD.IV3b/54323. HM87, L12/2. d: BDIV3f/ 54365. HM85, H5/9. e: BEA/43920 (¿Tipo VD.l.a?). H1A/10.

161 Lám. XXVIII. a: Tipo IIB.l.a. HM85, H5/12. la. b: Tipo IIB.l.a. HM85, H5/2. la. c: Tipo IIB.l.a. HM85, L2/10. la. d: Tipo IIB.l.a. HM85, s.d. la. e: Tipo IIB.l.a. HM85, H5/7. la. f: Tipo IVO. HM88, L4A/5, g: Tipo IVA.3.b. HM84, S1/26-1 h: ¿Tipo IV.A.3.b.?. HM87, T.4. bajo losa techo, i: Tipo IVA.3.C. HM85, s.d. j: Tipo IVA.3.d. HM89, H19/6. Interior Estr. I. la. k: Tipo IVA.3.d. HM89, H25/6. Id. I: Tipo IVA.5. HM87, T.4, bajo losa.

162 a

O 1

g Lám. XXIX. a: Tipo IC.I.b. HM89, L20/8 le. b: Tipo IB.2. HM85, s.d. Ic. c: Tipo IC.l.a HM85 L4/9 le d- Tipo IA 2 HM87, H5/6. Ic. e: Tipo IA.2. HM84, H2. Ic. f: Tipo IA.l. HM86, H18/4. g: Tipo IB.l. HM87, L12/0 h: Tipo XXXIIIA Y HM85, H5/3

163 Lám. XXX. a-k. Tipo VUE. Pasillo T.l-T.3/17.

164 h

Lám. XXXI. a: Tapón de piedra caliza de pieza b. b: Tipo XXIVB. 1. HM86, T.3A. Esquina NO la c: Tipo XXIVB 2 HM86 T.3A. Esquina NO. d: BD.II2b/52221 (¿De tipo XXVIB?). HM85, L5/9. e: s.d. HM90, E.I/90.3. f: BD.I2b/51220. (¿Tipo XXIVB.1?). HM89, H29. g: BD.I2b/51220. (¿Tipo XXIVB.1?). HM89, H29, M-595/591 h: BD.I2b/51220. (¿Tipo XXIVB. 1?) HM89, H29, M. 557,619,622.

165 Lám. XXXII. a: Tipo XXIIIK. HM85, Ante T.l/13. b: Tipo XXIIIK. HM85, H5/10. c: Tipo XXIIIK. HM85, H5/10. d: BIA/ 41240. HM87, HI A/11, e: Tipo XXIIIK. HM88, L26. la.

166 Lám. XXXIII. a: Tipo XXIA.2. HM86, H18/9. M-56. la. b: Tipo XXIA.2. HM89, H23/11, la. c: Tipo XXIA 3 HM86 Lll/ 8. la. d: Tipo XXIA.2. HM86, H18/8. M-50. e: Tipo XXIA.3. HM89, H25/3, Junto muro W. la. f: Tipo XXIA.3. HM86 H18/ 8. g: Tipo XXIA.2. HM86, J/9. la. h: Tipo XXIA.5. HM89, L37B/3. IIb. i: Tipo XXIA.2. HM87, Hl/C/3.

167 ] V )

e g \

i

Lám. XXXIV. a: Tipo XXIIIV. HM86, LI 1/13. b: Tipo XXIIIU. HM86, L13/2. c: BDIII2b/53226 HM86 LI 1 Ante T 3/21 d:BD.IIHc/53136HM89, M3/3. Id. e: BD.IIIlc/53134. HM87, Hl/A/8. f: BD.II2a/52214. HM85 L5 s: BD II2a/52215 HM84' H44. h:BD.IIla/52114. HM90, H30/3. i: BD.IIla/52112. HM85, L2/8. j: B1C/42140. HM86, Pasillo T. 1-T 3/10 k-Tipo Vlic' HM86, T.2/3. 1: BIC/42130b. HM86, H18/4.

168 h

Lám. XXXV. a: Tipo IIB.I.e. HM87, L16 N. muro/3, b: BD.IVla/54115b. HM86, J/12. c: Tipo XXXIIA HM89 H30/5 Id d: BD.IVlb/54121. HM85, H5/1 e: BDIV3b/54326. HM85, H5/12. f: Tipo VD.l.a. HM91, H20/91.1. la. g:TipoVDla HM89 H29. la. h: Tipo VD.l.b. HM89, H29. la.

169 Lám. XXXVI. a: Tipo VIIF.l.a. HM86, T.2/4. M-141. b: Tipo VIIF.2.a. HM91, L43/7. la. c: Tipo VIIF.l.c. HM90, H23/7 la. d: Tipo VIIF.l.a. HM84, H2. e: Tipo VIIF. 1 .b. HM84, H2/9. f: Tipo ICI.b. LIO-I 1/14. Ic. g: Tipo ICI a HM89 H29/ Ext.E. Ic. h: Tipo IC.2. HM89, M2/4. Ic. i: Tipo ID.2. HM89, H29/Ext. E. Ic. j: Tipo IA.l. HM89, H29/Ext.E./l. Ic. k': Tipo IA.1. HM86, L10-11/2. 1: Tipo IA.l. HM89, H29/1. Ic.

170 Lám. XXXVII. a: Tipo XXVB. HM89, M2/1. b: Tipo XXVB. HM85, Pasillo T.l-T.3/8 c: BEP/44260. HM84, H2/2. d: BEP/ 44250. HM85, Pasillo T.l-T.3/9. e: BEP/44250. HM85, Pasillo T.l-T.3/9. f: Tipo VIIC. HM85, H5/5. g: Tipo VIIC. HM89 H29. Id. h: Tipo VIIC. HM85, Ante T.l/8. i: Tipo VIIC. HM86, H18/8. j: Tipo XXXIIIA.2. HM89, H29/1. k: BIC/42660 T3.A/15.

171 Lám. XXXVIII. a-i y k-m. Tipo VUE. HM90, EI/90-3. j: Tipo VUE. HM88, L21/6.

172 Lám. XXXIX. a: Tipo Vili. HM88, L37. Ia/c. b: Tipo Vili. HM88, E.I/8. Ia/c. c: Tipo Vili. HM85, L6/1. d: Tipo Vili. HM86, LI 1/17-18.

173 Lám. XL. a: Tipo XXIVD.l. HM88, T.5 sobre suelo. Uh. b: Tipo XXIVC. HM90, H13 Ante T.2. c: Asa HM89 H29/4 Uh d: BIA/41130. HM89, H29. e: BIA/41130b. L8N/5. f: Tipo XXIVD.3. HM89, H29 pared Sur.

174 Lám. XLI. a: Tipo XXIIIN. HM86, L9 Ante T.3/16. Ia/d. b: Tipo XXIIIO.l. HM88, S. 1. la. c: Tipo XXIIIO 1 HM86 Lll' 11-12. la. d: Tipo XXIIIO.l. HM89, L10.11/M.768. la. e: Tipo XXIIIO.l. H1A/C/3-6. f: Tipo XXIIIO.l. (BD I4b/5¡424) HM85, Ante T. 1/18. g: Tipo XXIII0.2. HM89, H20/5. la. h: Tipo XXIII0.2. HM89, H25/3 la

175 f Lam. XLII. a: BD.I2C/51234 (¿Tipo XXUIP?). HM85, s.d. b: BD.I2c/51236. HM85, H5/7. c: Tipo XXIIIP. L2/9. d: Tipo XXIIIF. L2/9. e: Tipo XXIIIF. HM85, L4/3. f: Tipo XXIIIP. S.l.

176 e a

Lám. XLIII. a: Tipo VIA. HM91, H30/3. la. b: Tipo VIA. HM91, H30/2. M-803. la. c: Tipo VIA HM86 H18/6 d- Tipo VIA. HM89, H25/5. la. e: Tipo VIA. HM84, H2. f: BEA/43940 (¿Tipo VIA?). HM84, S3-4/1. g: BEA/43940 (/Tipo VIA?) HM84, H2.

177 Lám. XLIV. a: BD.III2a/53211. HM89, H29. M-592. b: BD.III2a/53214. HM85, H5/3. c: BD.III2a/53214. HM85, H5/4. d: BD.III2a/53215. HM85, H5/2. e: Tipo VUG. HM91, L43.5. Ia.

178 e

Lám. XLV. a: Tipo XXIIIL. HM89, H20/5. la. b: Tipo XXIIIL. HM89, H29/1. la. c: Tipo XXIIIM. HM85, L4/2. d: BD I2c/ 51237. HM85, L4/3. e: BIA/41220. HM85, s.d.

179 e Lám. XLVI. a: Tipo XXIIIQ.l. HM86, H18/5. Illb. b: Tipo XXIIIQ.2. HM86, H18/8. Illb. c: Tipo XXIIB (?). HM86, s.d. Illb. d: Tipo XXIIB (?). HM86, s.d. e: Tipo XXIIB. HM87, HI/C/3. Illb. f: Tipo XXIID.3.b. HM84, H44. g: Tipo XXIID.2.b. HM91, T.7b, M.878. la. h: Tipo XXIID.3.b. HM84, H44. la. i: Tipo XXIID.3.b. HM89, H20/5. la. j: Tipo XXIID.2.a. HM84, H2. la. k: Tipo XXIID.l.a. HM89, H21. Illb.

180 g b

Lám. XLVII. a: Tipo XXIIF. 1. HM86, H18/8. b: Tipo XXIIF.2. HM86, H18/8. c: Tipo XXIIC. HM89, Sur T.2. Ile. d: BD.Bb/ 51324. H5/2. e: BD.I2c/51230. HM89, H20/4. Ile. f: BD.I2c/51239. s.d. g: s.d. HM89, H23/2. la. h: Tipo XXIIIT. HM91, H20/91.1. Illb.

181 \ (

1 f X Í e m J

J g

0 1

Lám. XLVIII. a: Tipo XXIIIS. BDII2b/52220. HM85, s.d. Illb. b: Tipo XXIHS. HM85, H5/2. Illb. c: BD.II2a/52211 HM85 L6/5. d:BD.II2a/52212. HM85.L6/1. e: BD.II2a/52213. HM85, L5. f: BD.IJ.2a/52217. T.l. g: BD.IIla/52110 (¿Tipo XXIA 3.*')' HM86, Lll. h: BD.III2a/53217. HM86, H18/8. i: BD.I4b/51421b. HM88, H21/3. j: BD.I4a/51417b HM87 H5/6 k-BD I4b/ 51425. HM90, H30/2. M-803. 1: BD.II2c/52234. HM85, H5/8. m: BD.IIla/52113. HM88, H19/2. n: BD.illa/52111 HM90 H30/2. la. ñ: BDI2c/51235. HM85, T.l.

182 Lám. XLIX. a: Tipo XXIB.l (?). HM85, s.d. la. b: Tipo XXIIE. HM89, L37. la. c: Tipo XXIIG.2. HM89, H23/12-13. la. d: Tipo XXIIB.2. HM86, 1-5-5. la. e: Tipo XXIA.4. HM86, Lll/8. f: Tipo XXIA.6. HM84, H2/16. Id. g: Tipo XXIA.6. HM89 H23/I2. M-665. Id. h: Tipo XXIC.l. HM86, Lll/5. i: Tipo XXIC.l. HM89, H20/M.477. la. j: Tipo XXIC.2. HM90, H30/3 k: BDII2b/52227. HM86, L6A/4. 1: Tipo XXF. HM86, s.d. m: Tipo XXC.3.a. HM86, H18/8. n: Tipo XXE. HM89 19/12 IIb ñ: Tipo XXF. HM89, H29. la.

183 Lám.L. a: Tipo XXXIIB. 1 .b. HM85, Ante T. 1/9. b: Tipo XXXIIB.l.a. HM86, H18/7. c: BIA/41410b HM84 S-3/5-1 d-BIA/ 41410. HM84, S3-5/1. e: BIC/42620. HM89, H20/5. Id. f: BEP/44320. HM88, H19/3. g: BIC/42340. HM89 H20/5 h-Tipo XXB. HM86, 18 Norte muro D.

184 Lám. LI. a: Tipo XXVE. HM89, L37A/12. IIa. b: s.d. HM87, L18/3. c: Tipo XXVC. HM86, LU Ante T.3/21. Illal. d: Tipo XXVC. HM86, LU Ante T.3/22. IIIa2. e: HM86, L9 Ante T.3. f: Tipo XXVD. HM89, H25/3. Illal. g: Tipo XXVD. HM85, H5/6. h: Tipo XXVD. HM85, L6A/5. i: HM84, H2. Ile. j: HM86, H7/1.

185 Lám. LU. a: Tipo IC.2. HM85 s.d. b: Tipo IE.2. H23/2. Ic. c: Tipo IE.2. HM86, L10-11/3. d: Tipo ID.l. HM89, H23/5. Ic. e: Tipo ID.l. HM89, H23/9. Ic. f: Tipo ID.2. HM89, H23/2. Ic. g: Tipo IA,1, HM89, H29/3. Ic. h: Tipo IA.l. HM89, H29/3. Ic.

186 f Lám. LUI. a: Tipo VD.l. HM89, H22/5. Bajo cabeza M-500. Ia/c. b: Tipo VD.2. HM86, J/5. c: Tipo VD.2. HM85, S.d. d: Tipo VD.l. HM89, H20/2. Ic e: Tipo VD.l. HM84, H2. f: BEA/43920 (Tipo VD). HM85, Ante T.l/9.

187 m f

g Lám. LIV. a: Tipo IIB.l.a. HM89, H29, Ext.E. Id. b: Tipo IIB.l.b. HM86, H18/8. la. c: Tipo IIB.l.a. HM85, H6/11. d: Tipo IIB.l.a. HM85, H5/2. e: Tipo IIB.l.a. HM85, s.d. f: Tipo IIB.l.a. HM87, L12/9, Este Muro K. g: BD.IVlc/54137. HM88, H21/3. h: Tipo IIA.3. HM89, L37B/1. M-508. i: Tipo IIA.2. HM87, L16 Norte muro/14, j: Tipo IIA.2.C. HM85, s.d. k: Tipo IIA.2.b. HM85, Ante T.l. 1: Tipo IIA.4. HM85, H7/1. Id. m: Tipo IVL. HM89, H25/2. la.

188 a

g

m

n

Lám. LV. a: FESP/33300. HM86, H18/5. b: Tipo XXXIIC.l.b. HM84, Antre T.4 c: Tipo XXXIIC. 1 .a. HM87, T.4/4. d: Tipo XXXIID. HM85, s.d. Id. e: Tipo IVJ. 1 .a. HM85. la. f: Tipo IVJ.2.a. HM85. la. g: Tipo IVJ. 1 .a. HM86. h: Tipo IVJ.l.b. HM85,L2/9. i: Tipo IVJ. 1 .a. HM84, H44. la. j: BEP/44740. HM85, s.d. k: Tipo IVA.4. HM91, H20/91.1. la. 1: Tipo IVA.2.b. HM84, H44. m: Tipo IVA.4. HM86, Ll 1/8. n: Tipo IVJ.2.b. HM85, Pasillo T.l-T.3/4. ñ: Tipo IVJ.2.b. HM84, H2. o: Tipo IIB.3. HM86, H18/5. p: Tipo IVÑ. HM85, s.d. q: BEP/44410. HM85, Pasillo T.l-T.3/6.

189 ñop

Lám. LVI. a: Tipo VIID. HM85, L4/1. b: Tipo VIID. HM86, H18/5. c: BEP/44812. HM86, H18/8. d: BEP/44730. HM85, s.d. e: Tipo XXXIHB. HM89, H23/5. Ic. f: Tipo VUE. HM87, Hl/D/4, g: Tipo VUE?. HM89, H20/5. la. h: BEP/44710 HM85 H5/12. i: BEP/44260. HM85, L4/6. j: BEP/44280. HM86, H18/8. k: BEP/44720. HM85, s.d. 1: BEP/44220. HM85, s d m: Tipo VIIB.2. HM89, 20/5. Id. n: Tipo VIIF.l.b. HM84, H2. ñ: Tipo VIIF.l.b. HM84, H2. o: Tipo VIIF.2.a. S3-5/1. p: Tipo VIIF.2.a. H30/I. Ia/d.

190 h

Lám. LVII. a: BD.IV3a/54310. HM89, H20/3. Ia/d. b: Tipo IVA.3.a. HM85. c: Tipo IVF.l.a. (BDIV4c/54433). HM85, L5/11. d: Tipo IVF.l.a. HM85, L4/10. la. e: Tipo IVF.2.Ö. HM84, L2/4. Illb. f: Tipo IVF.2.a. HM85, Ante T.l. Illb. g: Tipo IVF.l. HM85, L2A/13. Illb. h: Tipo VE. HM86, H18/8. Illb.

191 f

V i

t c

g

Lám. LVIII. a: Tipo IVH.HM90, H21/3. Ile. b: Tipo IVB.2. HM90, H21/2. M-409. la. c: BD.II3a/52310.(¿Tipo XXIIIF?). HM89, H25/3. la. d: Tipo IVI.2.b. HM85, Ante T. 1/7. Ilc/IIIb. e: Tipo IVI.l.a. HM85, H5/7. Illb. f: Tipo IVI.2.b. HM87, H5/ 2. Illb. g: Tipo IVI.2.b. HM85, L6/5. Illb. h: BD.IV2b/54224. HM85, H7/11.

192 n Lám. LIX. a: Tipo IlIC.l.a. HM89, H23/6. la. b: Tipo IlIC.l.b. HM89, H23/8. la. c: Tipo IIIC.2. HM89, H29/4. la. d: Tipo IIIC.3. HM89, H20/5. Illb. e: Tipo IIIC.3. HM89, H21/5. Illb. f: Tipo IlIC.l.b. HM85, H7/13. g: BDIV4a/54419. HM85, L4/ 3. h: Tipo IlIC.l.b. HM85, L6/7. i: Tipo UIC.3. HM89, H25/4. Illb. j: Tipo UIC.I.e. HM85, L5/10. k: Tipo IlIC.l.b. HM89, H20/5. la. I: BD.IV4a. HM87, L13/3. m: Tipo IVC.2. HM89, H20/2. la. n: Tipo IVC.2. HM89, H20/2. la.

193 k

Lám. LX. a: HM89, H23/5. la. b: Tipo XXXA, HM84, S3-5/1-2. c: HM84, S3-4/1-18. d: Tipo XXXF. HM89, H29/M-733. e: Tipo XXXB. HM90, L36-37/3-4. M-786-787. la. f: HM86, J/5, g: Tipo XXXC. HM89, H20. la. h: Tipo XXXC. HM90, L41/2. la. i: Tipo XXXC. HM86, H18/8. j: Tipo XXXD. HM89, H21/2. M-433. k: Tipo XXXE. HM89, H19/1. Ia.

194 Vi Lám. LXI. a: HM86, T3.C. Zona Sur. VIb. b: HM84, H2. VIb. c: HM86, T.3B. d: HM86, H18/7. e: HM86, T.3A/15. VIa2?.

195 11 Lám. LXII. a: HM89, H29. Vie. b: HM89, H29. Vie. c: HM89, H29. VIa2. d: HM89, H29 Ext.E. VIa2. e: HM89, H29 Ext.E. Vie. f: HM89, H29 Ext.N. N-577 y 614. VIa2. g: HM89, H29 Ext.E. M-592. VIa2. h: HM89, H29 Ext.E. Vie. M-592.

196 Lám. LXIII. a: HM84, S3/4-1-16. b: HM86, Lll Ante T.3/22. Vic. c: HM86, L14/3. VIc.

197 Lám. LXIV. a: HM92, L49/13. Via? b: HM86, LH Ante T.3/22. Vid. c: HM89, H29/4. d: HM84 H2 e- HM84 H2 f- HM84, H2. VIb? g: HM86, L9 Ante T.3. h: HM84, H44. la. i: HM85, H5/6. Vía?, j: HM89,' H29/4.

191QÖ8 Lám. LXV. a: Tipo XXIII.X. HM89/H22/3-4. la. b: Tipo XXIIIW. HM88, H19/M-376. la. c: BIC/42410. HM85. s.d. d: BIC/ 42530. HM85, s.d. e: Tipo XXIIIW. HM86, H18/5-6. f: Tipo VIC.l.a. HM90, H21/1. la. g: Tipo XXIIA.l. HM90, H21/1. h: Tipo VIC.l.a. HM85, L2/8. i: Tipo VIC.2.a. HM89, H23/2, M-407. Ia/d.

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\^-LXVl- a: Tipo ,VJLa- HM84' H2- b: Tino '«.La. HM84, H2. c: Tipo IVJ.l.a. HM84 H2 d- Tino IVJ 1 h HM8S Fw V/Äl™" HM88' L3B/3- f: Tip° IVN?- HM89' H23/2- Id- 8= TiP° IVM. HM84.H2. h: t1 VM L4 2 Ï Tino HM90 ' Síh HTM90'vvvn " u^' ?" fc T¡P° IIB'3' HM88' ^' '= BD.Iv' c/54534. HM 8 M-l¿9 rn: s d HM90, H21/1. la. n: Tipo XXXO. HM88, H19/5. ñ: Tipo XXIIG.l. HM89, H20/5. la. 5 o: Tipo VC. HM90, H21/1.

200 Lám. LXVII. a: s.d. HM88, L22/9. Ilio, b: HM86, T.3B. c: BD.IV3b/54327. HM86, T.3B. d: BD.III5b/53521b HM85, L17/ 1. e: BD.III5b/53521 HM85, L4/1. f: BD.IlI5a/53511. HM85, H5/1. g: BDI5a/51511. HM86, H18/2.

201 Lám. LXVili, a: HM85. s.d. b: HM86, T3.C. c: HM85, L6A/4. d: HM86, H18/1. e: HM86, H18/2.

202 PARTE II RECIPIENTES DE PIEDRA

Miguel Ángel MOLINERO POLO

INTRODUCCIÓN *

Aunque escasos frente a la abundancia de otros objetos, como los amuletos y los ushebtis de fayenza o las formas cerámicas, y a pesar de su estado de conservación muy fragmentario, los restos de recipientes de piedra hallados durante la excavación de la necrópolis del Tercer Período Intermedio han llamado nuestra atención por su alto número frente a los de otros yacimientos de un período paralelo.

En comparación con la exhaustividad de los estudios de recipientes de piedras duras predinásticos o del Reino Antiguo, nuestro conocimiento del desarrollo de sus técnicas a partir del Reino Medio se va desva• neciendo. En su reciente tesis doctoral B. Greene aclara que aún no se ha realizado un estudio tipológico de la vajilla de piedra posterior al Reino Antiguo, y eso a pesar del conjunto de ejemplares —es cierto que la mayoría sin procedencia— que proporciona Petrie en su conocido Stone and Metal Vases0. Es tal vez esta escasez de bibliografía la que ha hecho caer en el error a más de un investigador, que ha confundido la ausencia de estudios con la inexistencia del objeto.

Desroches-Noblecourt explica esta laguna de nuestros conocimientos por dos razones: los ajuares funerarios del Tercer Período Intermedio comprendían un número más reducido de "objets de toilette" que los del Imperio Nuevo; y las ricas necrópolis del Delta, que debían de ser muy numerosas pues en él se centralizó el poder en este período, han desaparecido casi todas por las labores ligadas a los cultivos o bajo construcciones posteriores1.

Muchas personas me han ayudado y sostenido en la redacción de este trabajo, tantas que nombrarlas a todas sería largo. Queden no obstante seguras de mi agradecimiento y perdonen que mencione al menos a una, Covadonga Sevilla Cueva, por todas las horas de trabajo conjunto en Egipto dibujando estas piezas que aquí se publican. 0 Greene, Ancient..., p. 9. 1 Desroches-Noblecourt, Arts..., p. 197.

205 Además, los recipientes de piedra no aparecen con frecuencia reflejados en las memorias de excavación. Esto nos ha supuesto el inconveniente de carecer de la cronología que proporciona un material paralelo, pero redobló el interés de dedicar un estudio algo más detallado al conjunto aparecido en las excavaciones de Heracleópolis Magna. Aún siendo relativamente pocos y fragmentarios, podían proporcionar un inicio de tipología para un material y un período, el Tercer Período Intermedio avanzado y el s. VII a.C. fundamen• talmente, del que no hay estudios de conjunto ni publicaciones recientes con una estratigrafía y cronología que ayuden a enmarcar estas piezas en su contexto temporal.

206 TIPOLOGÍA2

Los vasos de piedra dura son piezas de un cierto su uso; en consecuencia, se pueden seguir para es• valor. Requieren un tiempo de manufactura mayor tudiarlos las mismas pautas y normas que para las que el empleado con las vasijas de cerámica, que se vasijas de cerámica. He utilizado por tanto las re• modelan con rapidez desde la aparición del torno, o comendaciones del International Group for the Study incluso que los objetos de fayenza, valiosos por el ofEgyptian Pottery que B. Greene ha adaptado para complejo proceso de cocción pero hechos en serie los recipientes de piedra4. mediante moldes. La primera división tipológica es la de formas El contenido, en el caso de las formas cerradas, abiertas y formas cerradas. La distinción se basa en era siempre algún producto valioso, ya fuera líquido la relación entre el diámetro máximo (desde ahora —vino—, semilíquido—aceites perfumados—, o só• DM) de la vasija y el diámetro de la boca. Aquellas lido —desde el kohol de los ojos al servicio de formas en las que las paredes tienden a cerrarse en mesa— de forma que el contenedor debió de gozar su parte superior, produciendo una boca de un diá• de un cierto prestigio tanto por sí mismo como por metro menor que el del cuerpo han sido clasificadas préstamo de lo que guardaba. No obstante se trata de como cerradas; aquellas en las que el diámetro del recipientes3, por lo que la forma estaba adaptada a borde es también el DM de la vasija —o muy cercano en el caso de bordes verticales o envasados— son clasificadas como abiertas.

2 Los únicos recipientes no incluidos en esta clasificación Estos dos grupos han sido subdivididos a su vez han sido los pocos fragmentos inclasificables: 210 podría ser el 5 asa de una artesa; 228 y 244 son bases inestables, pero no puede en cuatro tipos en función a su VI , es decir, la re- saberse de qué tipo de formas; los galbos 18, 88 y 97 podrían pertenecer a cuencos; 46, 59, 63, 74 y 95 pudieron formar parte tanto de cuencos como de vasos globulares; 238 puede ser un fragmento de forma abierta; 217, 227 y 236 formaban parte de clasificables, por otra parte—, que contenían los aceites cuya formas cerradas; 38, 78, 111, 131, 140, 155, 196, 216, 240 y combustión producía luz. 4 250 formaron parte de vasijas de las que ni siquiera se puede Puede encontrarse una explicación general más detallada saber si eran cerradas o abiertas; y 79 es un fragmento amorfo. en Greene, Ancient..., pp. 424-426. 3 Incluso si se trata de objetos tan complejos como las co• DM 5 nocidas lámparas de la tumba de Tutankhamon —difícilmente VI: X 100. altura

207 lación entre su diámetro y su altura. Las formas abier• hay que tener en cuenta que algunos de los recipientes tas son: planas o bandejas (VI: > 500), bajas o platos de piedra que han llegado enteros, tanto en ésta como (VI: 275-500), semiesféricas o cuencos (VI: 125- en otras excavaciones, presentan paredes de grosor 274) y altas o vasos (VI: < 125); las formas cerradas irregular, debido a los avatares del proceso de fabri• son: bajas (VI: > 115), esféricas (VI: 90-115), altas cación (cf. infra. n.° 118). Esto significa que nuestra (VI: 50-90) y esbeltas (VI: < 50). reconstrucción puede sufrir una cierta desviación res• pecto al objeto original si el fragmento conservado Por último, tengo que señalar que buena parte de correspondiera a la zona de pared más gruesa o a la los recipientes que se presentan en las siguientes pá• más delgada de una de estas piezas irregulares. En ginas nos han llegado en un único fragmento de es• las láminas que cierran este volumen se ha intentado casas dimensiones. La forma es, por tanto, una re• evitar esta posibilidad incluyendo sólo recipientes de construcción obtenida mediante el dibujo de los los que se conservaba la forma completa o un frag• perfiles exterior e interior y de los diámetros superior mento suficiente para que el margen de error fuera e inferior para obtener el eje de simetría. Sin embargo el menor posible.

208 I. FORMAS ABIERTAS

LA. FORMAS ABIERTAS PLANAS: I.B. FORMAS ABIERTAS BAJAS: PLA• FUENTES TOS

El único ejemplar aparecido en la excavación (53 I.B.l. Platos de base inestable - LXIXg6) es un fragmento relativamente grande de una fuente de posible base estable —no conservada, Incluyo en este epígrafe un conjunto de platos de pero no parece factible otra forma— de paredes ex- paredes exvasadas convexas, una forma que parece vasadas convexas y borde plano engrosado en gran dictada por su funcionalidad más que por cualquier amplitud al exterior. Presenta además una moldura criterio estético. Podemos subdividirlo a su vez en de sección triangular en la pared, por debajo del bor• función a la posesión o no de asas. Todos son de un de. El único paralelo que conozco es el fragmento diámetro reducido. de fuente publicado en las excavaciones de Anthes en Menfis. Desafortunadamente apareció en super• El único de "alabastro", el 10 (LXLXb), no podía ficie, por lo que no puede dar fecha por su tener utilidad en la vida cotidiana debido a su redu• estratigrafía7. cido tamaño; los demás, 3 (LXIXh), 147 (LXIXi) y 181 (LXIXj), son de una caliza amarillenta de grano fino y compacto que permite un tratamiento de las superficies muy cuidado, lo que los señala como ob• jetos de calidad; sólo 101 (LXXVa) es de caliza blan• da y ha sido trabajado con menos esmero.

Además, por la inclinación de sus paredes y sus 6 El primer número, en cifras árabes, es el del inventario características, independientemente del tipo de base, general de los recipientes de piedra, que puede buscarse al final se pueden incluir en este apartado los bordes de ' 'ala• de este texto. El número en cifras romanas seguido de una letra se corresponde con el de las láminas de esta publicación. bastro" 161 (LXIXe), 191 (LXIXd) y 194 (LXIXf). 7 Es de menor diámetro, un poco más alta y sin moldura, pero presenta el mismo perfil, incluso en el borde. Anthes, Mit Los platos 3 y 181 presentan además unas asas Rahineh. 1956, p. 107, fig. 15.84 y p. 109. singulares. La de 3 es de sección pentagonal muy

209 alargada y de escasa altura, casi un simple engra• feriores de E. I, donde coincide con otros recipientes samiento del borde. La de 181 es vertical, de escaso en una fecha del TPI avanzado. relieve, y va desde el borde hasta el tercio inferior del cuerpo, con una hendidura horizontal en su cen• Platos ovoidales (43 - LXXIVj y 186). Son dos tro. En ambos casos son meramente decorativas, pues ejemplares de material y forma idénticos: base ines• resultan muy difíciles de asir. Esta carencia de uti• table, paredes laterales exvasadas rectas y borde re• lidad coincide con la factura cuidada con la que están dondeado que conforman una vasija de boca ovoidal. realizadas todas estas formas, lo que hace de ellas Su factura es poco cuidada y el cuerpo resulta lige• objetos de cierto valor más que platos de uso do• ramente asimétrico en el que está más completo. La méstico. superficie exterior es rugosa, solo desbastada pero el interior está bien pulido. Su forma y tamaño los hace Bajo estas condiciones, buscar paralelos a estos apropiados para llevarlos en la palma de la mano, platos es de una validez muy relativa. Se trata de con el círculo menor como extremo distal y el mayor producciones de prestigio para cubrir necesidades como extremo proximal. El 43 está asociado a ma• prácticas. Su forma está adaptada a su función de terial cerámico de fines del TPI o comienzos del modo que no implican unas influencias tipológicas o s. VII a.C. cronológicas concretas, salvo, en todo caso, las de los platos de cerámica a los que sustituyen, y éstos tampoco evolucionan de forma significativa, pues I.B.2. Platos de base estable cumplen bien una función para la que el tipo ha sido creado siglos antes. Como introducción podríamos repetir las mismas No obstante, es interesante el paralelismo del 10 observaciones realizadas en el párrafo I.B.l a pro• —de "alabastro" y aparecido precisamente en una pósito de los platos de base inestable, pues son de tumba, la 1, de la dinastía XXII— con un plato de tamaño reducido y aunque los materiales son de ca• forma y tamaño similares de caliza pintada que pu• lidades diversas predomina el trabajo cuidado. blica Petrie en un grupo de piezas que él califica de "modelos funerarios" y que fecha en la dinastía XVIII8. I.B.2.1. Base estable plana

Son platos de paredes exvasadas convexas: 75 I.B.1.1. Formas especiales (LXXVb), 157 (LXXb) y 208 (LXXc). El primero es de caliza y factura descuidada, los otros dos de Plato teriomorfo (158 - LXIXa). Plato de paredes "alabastro". exvasadas convexas y borde plano. A la altura de 151 (LXXa) presenta una forma atípica: carena a éste presenta un fragmento de un asa horizontal irre• escasa altura de la base y paredes verticales. Por su gular, asimétrica. Aunque no se conserva la base, ha escaso tamaño y su materia prima, caliza, recuerda sido incluido en el grupo de platos pues los paralelos los "modelos funerarios" mencionados más arriba, conocidos son de poca altura y base inestable: podría aunque es de forma muy diferente y sin rastro de la tratarse de un plato en forma de ánade, muy habi•

9 posible pintura en su superficie. Una finalidad se• tuales durante el Imperio Nuevo y el TPI , y este asa mejante podría tener el 157, que es también de re• sería una de las patas. Aparecido en los estratos in- ducido tamaño y apareció bajo el M. 849 en la E. I.

8 Hallados en un depósito en Abidos, Petrie Stone..., p. 12, I.B.2.2. Base estable con pie indicado p. 13 para la datación y pl. XXXII, 799. 9 Petrie los incluye en cabeza de su capítulo de vasos ra- Han aparecido tres ejemplares con la forma com• mésidas y bubastidas, pero reconoce que se trata de la derivación pleta (66 - LXXf, 121 - LXXd y 245 - LXXe) y una de un tipo anterior. Stone..., p. 13. Greene recoge además ejem• plares de el-Ahaiwah de la dinastía XXI y de Lahun de fines del base con arranque de pared (117) que parece corres• s. VlU-comienzos del s. VII a.C. Ancient..., p. 383. ponder a un plato similar. Todos son de paredes ex-

210 vasadas convexas, aunque el borde presenta varia• una cavidad interior redondeada de escasa altura y el ciones en todos, así como el grado de apertura (VI: apoyo sobre cuatro pies con sección de tendencia 443, 390 y 320 respectivamente). Los materiales son cuadr angular. muy diversos: calcoarenita, gabro y caliza, pero todos Similares características formales presenta 1 trabajados hasta obtener un producto cuidado. La úni• (LXXIc), pero las aristas más vivas del anterior están ca forma semejante en la bibliografía es un plato muy en éste redondeadas, produciendo un plato de formas bajo, más parecido al 66 que a los demás, fechado más suaves, más cercanas a algunos ejemplares de en época ptolemaica inicial10. Esto indicaría que la cuatro asas del período grecorromano12. forma tuvo una pervivencia muy prolongada, pues estos ejemplares, por su situación estratigráfica, son anteriores. I.B.2.5. Artesas Considero como grupo específico (48, 96 - Para el único ejemplar de pie indicado y asas (34 LXXVIHc, 99, 113, 150 (?) y 248) estos grandes - LXXg) véase infra, I.B.2.3. platos o fuentes hondas de caliza de factura muy descuidada, base plana, paredes verticales, y planta I.B.2.3. Base estable con anillo de solero y boca de tendencia cuadrangular con vértices más o menos marcados, que en el caso de 96 se prolongan Un único ejemplar, 33 (LXXIa), que analizamos en asas. Su uso en tareas domésticas es indudable. junto a 34 porque ambos son platos de "alabastro" En las memorias de excavación de Mit Rahina, de base estable, paredes exvasadas convexas, borde Bakry presenta una serie de objetos en relativo buen plano y asas con sección de tendencia triangular a la estado de conservación que podrían ponerse en re• altura del borde. Incluso la base, vista desde el ex• lación con los de este grupo. Ni su cronología ni su terior, es similar en ambos, pues el anillo es visible uso están claros13. En el yacimiento mencionado pue• sólo en sección. La diferencia está en la mayor aper• den extenderse desde inicios de la dinastía XXII a la tura de 34 (VI: 484 frente a 353 del primero). Ambos época ptolemaica inicial, y pueden distinguirse dos aparecieron en un estrato frente a la tumba 3 con gran tipos según la altura de las paredes y la planta: las acumulación de objetos. La cronología de este estrato más altas son también las más exvasadas y de vértices puede ser del TPI con cierta seguridad, pues entre el más redondeados (como 96), mientras que las de material apareció el final de un cartucho con el nom• planta rectangular más perfecta son de paredes ver• bre de [wsr]kn (Osorkón) y cerámica de importación ticales y cortas (como 48, pero éste es de tan mala de mediados del s. IX a.C. factura como los otros fragmentos). En nuestro caso, 99 está asociado a material cerámico de comienzos del TPI, mientras 96 y 150 a cerámica de fines de I.B.2.4. Platos con pies ese período. Los platos de paredes exvasadas convexas, borde plano y asas a la altura del borde que prolongan el perfil de las paredes son formas habituales del TPI11. I.B.3. Escudillas Se trata posiblemente de objetos de uso doméstico, mesas de moler, como puede confimar el material en Se incluye bajo esta denominación un grupo de que se realizan. Las variaciones que aporta 24 vasijas de VI desconocido —buena parte del cuerpo (LXXIb) son el gran grosor de las paredes, que dejan se ha perdido en casi todas, por lo que es imposible

10 En el conjunto de edificaciones aparecieron varias monedas 12 Como los ejemplares n.°* 856, 862 —en el que una de las de Ptolomeo II, lo que fecha con cierta exactitud el momento de asas ha sido sustituida por un pico vertedor— y 2449 del Museo su utilización. Caton-Thompson, The Desert..., pp. 146 y 147 de Agricultura de El Cairo. y pl. XCV, 28. 13 Con el pequeño conjunto de material que poseía, Bakry " Véanse los ejemplares que presenta Greene, Andera..., no pudo intentar establecer una cronología de la evolución de p. 384. los tipos. Anthes, Mit Rahineh. 1956, pp. 106 y 108, lám. 41.

211 una medición correcta—, pero que parece ser inter• que prolongan el perfil de las paredes, una forma que medio entre plato y cuenco (69, 86 (?), 108 - LXXVe, Greene ha incluido entre las características del TPI 183, 220 - LXXVc, 242 - LXXVf, 246 - LXXVd y (Cf. § I.B.2.4); en este caso los bordes aparecen 251 - LXXVIIa; y con asas 116 - LXXVg y 179 - asociados a cerámica del s. VII a.C. A este grupo LXXVh)14. Sólo de 251 tenemos la forma completa, podría pertenecer 255 (LXIXc). con base estable de pie indicado, paredes exvasadas convexas y borde plano15. El resto presenta una forma — Un tercer grupo de bordes está constituido por similar, pero en todas ellas carecemos de la base. Al 23 (LXXVIe), 84 (LXXVIa), 204 (LXXVIf), 247 y menos dos tuvieron asas, pero sólo una las conserva. 254 (?). Presentan la forma similar a los bordes del Sus características comunes y más llamativas son su apartado anterior, pero con gran diámetro y factura gran diámetro, una mayor altura que el resto de los algo menos cuidada, pero siempre mejor que la de platos hasta aquí analizados sin que parezca que pue• las otras grandes formas de caliza, las "escudillas". dan llegar a un VI de cuenco y, sobre todo, una Las asas poseen secciones de tendencia semicircular, factura bastante descuidada, que prueba claramente lo que puede ser una forma dictada por la materia, su funcionalidad eminentemente cotidiana: casi sin demasiado blanda para realizar asas angulosas, que excepción tienen el exterior poco trabajado pero el son de más fácil rotura. La inclinación de las paredes interior bien pulido, como muestra de que sólo éste no parece hacer posible que sean platos, pero en las interesaba en su utilización16. La cerámica a la que excavaciones de las casas ptolemaicas de El Fayum han aparecido asociadas algunas de estas escudillas ya mencionadas, Caton-Thompson publica un ejem• en Heracleópolis es de fines del TPI y primera mitad plar con paredes semiesféricas similares a estos bor• del s. VII a.C. des y base estable de pie indicado a escasa altura, lo que le da un VI de plato. Como carecemos de la forma completa no podemos estar seguros17.

I.B.4. Fragmentos de platos I.B.4.2. Bases

I.B.4.1. Bordes I.B.4.2a. Bases estables planas

Fragmentos de los que no poseemos lo suficiente Podemos establecer dos conjuntos diferentes: para identificar la forma con seguridad, pero por la inclinación de las paredes parecen poder incluirse En el primero se incluyen bases de formas de entre los platos. Podemos hacer tres grupos, de los pequeño diámetro, que son de diorita (91, 169 - que el primero ya ha sido descrito en I.B.l. LXXIVf y 172 - LXXIVg) y de "alabastro" (239 - LXXIVe), y que pueden pertenecer a formas abiertas — En el segundo incluimos 81 (LXXVId), 152 bajas (salvo 172 que es seguramente un cuenco). Se (LXXVIb) y 222 (LXXVIc); los tres son de caliza y podría contemplar la posibilidad de que algunas pu• podrían formar parte de platos de paredes exvasadas dieran pertenecer a formas cerradas (vasos cerrados convexas, borde plano y asas a la altura del borde bajos, cf. I.B.l) de las que se ha perdido el resto del cuerpo, pero el perfecto pulido del interior dificulta esa suposición, pues sería demasiado difícil de rea• 14 Salvo 247, que por forma y VI es similar a los platos lizar en una vasija con boca pequeña. analizados en el párrafo I.B.l, pero por materia, factura y tra• tamiento de las superficies forma parte de este grupo. El segundo grupo está formado por las bases de 13 Su VI está en el límite entre ambas formas: 272; no obs• caliza de gran diámetro: 253 (LXXVIIf), que es po• tante, cabe un cierto margen de error, pues la superficie de estos platos es muy irregular, por lo que resulta difícil hallar el diámetro siblemente un plato dada la dirección que toman sus cuando se conservan sólo fragmentos. paredes, exvasadas cóncavas y de factura relativa- 16 Un ejemplar con forma completa apareció en Zawyet Sul• tán, con características similares (caliza, interior pulido, asas) y paredes poco altas (VI: 300, plato). Dominicus, en Osing, Das Grab..., p. 22 y lám. 4. 17 Caton-Thompson, The Desert..., pl. XCV y p. 24.

212 mente cuidada, y es el único ejemplar conservado borde aún mayor que el del resto de la vasija. El asa con esta forma; y 214 (LXXVIIe), una forma abierta completa podía estar terminada por otro semicírculo. indeterminada de un diámetro excepcionalmente Conocemos paralelos a ambas posibilidades. El cuen• grande. co 774 de Petrie presenta una sola asa asimétrica, mientras que el 785 presenta también una sola asa, pero con un semicírculo grande central rodeado a I.B.5.2.b Bases inestables ambos lados por sendos semicírculos más pequeños. Sólo dos fragmentos de gran diámetro, 177 de Del primero Petrie no da una fecha específica, por factura mediocre, y 205 de perfil regular y buen tra• lo que ha de sobreentenderse que pertenece a la di• 19 tamiento de ambas superficies, pueden adscribirse nastía XVIII —a la que dedica el capítulo V —, con cierta seguridad a las formas abiertas, pues son mientras que el segundo lo considera de la dinastía 20 de caliza y con este material no conozco formas ce• XIX . Por el contrario, Greene los incluye sólo entre 21 rradas. Como en otros casos no podemos saber si las formas del TPI , datación que corresponde mejor pertenecían a platos o a cuencos. al lugar de hallazgo de este ejemplar, en los estratos inferiores de E. I.

Dentro de este grupo habría que incluir también I.C FORMAS ABIERTAS SEMIESFÉRI- un cierto número de bordes que estudiamos más ade• CAS: CUENCOS lante (§ I.C.3.1) pero que hay que tener ya en cuenta para las conclusiones.

Todos estos cuencos son de pequeño tamaño y I.C.l. Cuencos de base inestable factura cuidada, incluso los de caliza. Esto nos in• dicaría que aunque la forma sea apta para su uso cotidiano —así lo muestran los numerosos cuencos I.C.1.1 Semiesféricos de cerámica— los realizados a pequeño tamaño en Recipientes de cuerpo semiesférico con paredes piedra se reservan para finalidades diferentes a las de suficientes para tener la forma completa sólo hay dos simple contenedor en las tareas domésticas. y no son representativos: 105 (LXXVIIb), que es un cuenco con paredes exvasadas casi rectas y factura I.C.l.2 Formas especiales buena a pesar de ser de caliza; y el 137 (LXXIIb), de "alabastro", tamaño muy pequeño y aparecido Cuenco semiesférico (61 - LXXIIIa) de borde en la tumba 6, que podemos relacionar con los "mo• redondeado con un engrosamiento que puede ser parte delos funerarios" mencionados más arriba. Un cuen• de un pico vertedor. Cabría la posibilidad de plan• co similar a éste aparece reseñado en la excavación tearse su interpretación como borde de un cuenco de Anthes en Menfis, pero encontrado en el relleno, teriomórfico. no puede proporcionarnos un paralelo cronológico, salvo que es posterior al muro del témenos, tal vez Cazo (122 - LXXIVi). Recipiente de paredes ex• ramésida18. 234 podría ser un modelo de cuenco como vasadas convexas y borde plano. El mango a la altura 137 pero con labio plano. del borde, plano, presenta una primera parte trape• zoidal en la unión con el recipiente e indicios de al En cuanto al 163 (LXXIIa), conservado sin base, menos una segunda más estrecha. La forma del asa su borde es plano, engrosado al exterior, y presenta recuerda, simplificada, la 895 de Petrie, pero el re• un asa —incompleta— horizontal en forma de un cipiente es más profundo, como en 894. Ambos son semicírculo prolongado por un engrosamiento del

" Petrie, Stone..., p. 12 y pl. XXXII, 774. 18 Similar en tamaño y materia; forma algo menos refinada, 20 Petrie, Stone..., p. 23 y pl. XXXII, 785. pues las paredes son más gruesas. Bakry, en Anthes, Mit Ra- 21 Desde la dinastîa XXI a la XXV. Greene, Ancient..., hineh, 1955, p. 44 y fig. 14.160. p. 384.

213 de un tamaño algo menor que el de 122. Estas formas I.C.2.3. Cuencos cilindricos están incluidas por Petrie en los períodos ramésida y bubástida, sin más precisión22. Cuencos de base estable y paredes verticales, de• corados con molduras en la pared. En el 50 (LXXIIId) se conservan dos molduras, una junto a la base y otra a dos centímetros de altura de la anterior. En 218, I.C.2. Cuencos de base estable de paredes ligeramente exvasadas, sólo conservamos la de la base por pérdida del resto del cuenco. I.C.2.1. Base plana Petrie considera este tipo de cuencos, los "taz- Podemos agruparlos en dos tipos: ze", típicos de la dinastía XVIII. La forma más sim• ple, con molduras en base y borde sería la más tem• El primero está representado por 229 (LXXIId). prana; de ellas, algunas presentan las paredes Éste es un pequeño cuenco de "alabastro" de base ligeramente exvasadas, como 218. La moldura cen• estable, paredes exvasadas rectas y borde biselado al tral, como la de 50, aparece desde el reinado de interior. Similares a él son 165 y 225 (LXXIIe), que Tutmosis IV. Todas las "tazas", salvo algunas de aunque carecen de base puede admitirse con el an• dos molduras, tienen base redondeada y necesitan un terior entre los "modelos" de cuenco23. pie. Las únicas con base plana son de cuatro mol• Los otros ejemplares considerados no tienen más duras, de factura menos cuidada según la descripción, que el arranque de la base, pero parece posible te• y, a juzgar por la escala de la lámina, de tamaño más nerlos aquí en cuenta para formar un grupo deter• reducido. Aparentemente ésta es la razón por la que minado. 119 (LXXIIñ) y 145 (LXXIIn) tienen pa• Petrie las considera las más tardías24. Sin embargo redes exvasadas convexas y borde biselado al interior. 50 y 218 son de base plana pero tamaño similar al Ambos son de "alabastro". Uno procede de super• de los ejemplares de la dinastía XVIII. ficie y el otro de una capa superficial, por lo que no se les puede atribuir fecha alguna.

I.C.3. Fragmentos de cuencos I.C.2.2. Base con anillo de solero

El único ejemplar (173 - LXXVIId) es un gran — Bordes de cuencos semiesféricos: cuenco de caliza nummulítica del que se ha conser• vado la base, muy gruesa, con anillo de solero de 44 (LXXHj) es de "esquisto" y apareció en un sección trapezoidal y un gran fragmento de pared estrato fechado con seguridad en el TPI; 170 (LXXIIi) exvasada convexa. Es de factura descuidada porque es de serpentina verde; 143 (LXXVIIc) es un gran el material no permite un resultado mejor. Por téc• cuenco de caliza que incluimos aquí y no en el grupo nica, material y probable funcionalidad podría rela• de ' 'escudillas" por la inclinación de sus paredes —si cionarse con las "escudillas", pero la altura conser• no se interrumpen por una base estable sería un cuen• vada de pared lo excluye de este grupo con formas co alto—, el perfil regular de sus paredes y su factura de tendencia baja. La situación estratigráfica de H. relativamente cuidada, lo que hace de él un ejemplar 45, donde apareció, es la de una fecha tardía en la diferente respecto a las otras formas abiertas de caliza reocupación de la necrópolis. con gran diámetro, que son de factura mediocre. Los tres presentan el borde plano.

Junto a ellos 102 (LXXTIf) de caliza y factura cui• 22 En su discurso parece adivinarse que piensa en un momento dada, 112 (LXXHg) y 136 (LXXIIh), ambos de "ala• tardío dentro de la evolución de la forma: "por último, el mango se convierte en una flor de loto". Petrie, Stone..., p. 13 y bastro", representan una variante en la forma, con pa• pl. XXXV, 894 y 895. redes verticales (112) o exvasadas convexas (102 y 136) 23 Con este perfil podrían interpretarse como cuellos exva- sados de una forma cerrada (cf. 25 - LXXXIh), pero eso no parece aceptable, al menos para 225, ya que en caliza de su calidad es muy difícil hacer formas que no sean abiertas. 24 Petrie, Stone..., p. 12 y pl. XXXJJJ, 826 y 837.

214 y borde redondeado frente al plano de los realizados I.D.2. Vasos de base estable en otros materiales. La cronología de la cerámica a la que han aparecido asociados estos dos últimos es s. VII I.D.2.1. Vasos troncocónicos bajos a.C. y TPI final, respectivamente. Agrupo bajo esta denominación un conjunto de — Bordes de cuencos de paredes exvasadas rec• vasos de base estable más o menos gruesa, paredes tas y posible base estable: exvasadas rectas o ligeramente convexas y borde en general plano, aunque también los hay biselados al 94 (LXXII1) y 207 (LXXIIm). Ambos, al igual interior. Su VI se halla en torno al límite entre cuen• que los otros cuencos con los que los relaciono han cos y formas altas. Se ha conservado la forma com• aparecido en capas muy superficiales, lo que no im• pleta en 32 (LXXIIIc) y 35 (LXXIIIb), y fragmentaria plica una datación reciente en una necrópolis con en los bordes 41 y 128 (LXXIIIe) y en las bases 36, tantas reutilizaciones y saqueos tardíos como ésta. 42 y 62 (LXXnig). — Sólo queda mencionar los pequeños fragmen• Petrie presenta varias formas similares, 795 y tos restantes, todos de paredes exvasadas convexas 796, de las dinastías XVIII - XIX y 930 de las di• y borde redondeado (salvo 114 y 144 (?), del que nastías XIX - XXII25, cronología esta última que se sólo conservamos el borde engrosado al exterior). La corresponde con la de la estratigrafía en que han característica más importante es la variedad de ma• aparecido estos vasos, salvo 128: TPI y s. VII a.C.26 teriales sobre los que están realizados, una circuns• tancia ligada a las formas abiertas: 45 y 146 de "ala• bastro", 114 (LXXIIk) de caliza con borde biselado I.D.22. Vasos altos al exterior y factura cuidada, 171 de serpentina verde La excavación ha proporcionado vasos de formas oscura y 232 (LXXIIo) de pórfido. muy dispares que no tienen en común más que su VI Para terminar este apartado hay que resaltar el alto y la base estable. fragmento 54 - LXXIIc, del que no tenemos segu• 56 (LXXUIn) y 211 (LXXIIIm) son vasos de pa• ridad de la forma a la que perteneció. Presenta un redes exvasadas cóncavas con un pronunciado estre• labio plano engrosado al exterior muy amplio, a di• chamiento en la parte central. En el caso de 56 el ferencia de la mayoría de los bordes conservado. borde es plano engrosado al exterior y de labio re• dondeado. En Saqqara ha aparecido un vaso similar de base menos redondeada y borde menos pronun• ciado que ha sido fechado con amplitud: de la Baja I.D. FORMAS ABIERTAS ALTAS: VASOS Época o ptolemaico27. En cuanto a 211, la forma cóncava tan pronunciada de sus paredes, y base plana recuerda una serie de pequeños vasos de altura in• ferior a 13 cm frecuentes en el Imperio Medio28, pero I.D.l. Vasos de base inestable

I.D.1.1. Vasos cónicos 23 Petrie no menciona estos vasos en el texto descriptivo de las láminas y en la lista de materiales señala escuetamente que 31 - LXXIII 1. Base inestable de gran grosor, los dos primeros son de alabastro y el tercero de serpentina, Stone..., pp. 23 y 25. La única referencia cronológica es que paredes exvasadas rectas y borde envasado de labio 795 y 796 fueron incluidos en una lámina encabezada por el título redondeado. Ha aparecido en un estrato que puede "Dinastías XVIII-XLX" y 930 en otra llamada "Dinastías XIX- corresponder a las dinastías XXI-XXII. XXII", Stone..., pls. XXXII y XXXVI. 26 El paralelismo con los n.°* 5319-5323 de el-Khouli no pa• 5 - LXXVIIIa es un vaso de caliza de gruesas rece necesario, pues éstos son de la dinastía I. La similitud puede paredes y gran diámetro de factura descuidada. El deberse a una función semejante. 27 Martin, The Sacred..., n.° 1190, p. 94 y pl. 9. orificio de la base lo incapacita para contener líquidos 28 Los ejemplares con fecha más precisa van de Sesostris II o cualquier materia sólida de pequeño tamaño. a Amenemhat ni. Greene, Ancient..., p. 274.

215 tanto uno como otro han aparecido en estratigrafías son idénticos aunque de diferentes diámetros: paredes del TPI. verticales rectas, muy ligeramente exvasadas, que terminan en un borde (en 47 exvasado) engrosado al De 4 (LXXHIo) y 58 (LXXIIIñ) se conserva la exterior. Ambas presentan como decoración una mol• base con una parte del cuerpo. El primero es de pa• dura de motivo sogado por debajo del borde, lo que redes exvasadas ligeramente convexas; el segundo, no aparece descrito en ningún vaso desde el Imperio por el contrario, es de DM junto a la base y paredes Antiguo33. En la obra de Petrie aparece una serie de envasadas. vasos cilindricos altos muy arcaicos con cuerpo li• 241 (LXXIIIf) presenta base de pie indicado y geramente exvasado, borde engrosado vuelto al ex• paredes exvasadas convexas. El único paralelo a la terior y una moldura con soga por debajo de éste34. base es una serie de vasos altos de borde plano con Las reservas a aceptar este paralelismo están en su una proyección lateral muy resaltada que sirve para cronología: S.D. 78aS.D.81 (dinastía I)35 más al• fijar la tapadera. Garstang publica un ejemplar sin gunos ejemplares con esa decoración sogeada algo pie indicado de un enterramiento de la dinastía más tardíos que llegan hasta la dinastía V36. XVIII29; Pétrie y Greene los fechan en el TPI30. De cualquier manera la parte conservada de 241 no es I.D.2.3. Morteros suficiente para confirmar la identificación con este tipo. Cf. también infra § I.D.2.3, 162. Formas troncocónicas, de base estable y paredes exvasadas rectas o, en algunos ejemplares, ligera• De 124 (LXXIIIh) se ha perdido la base, pero su mente convexas. Se diferencian de los vasos tron- forma no tiene paralelos con base inestable. Es un cocónicos bajos en su mayor tamaño, la mayor altura vaso cilindrico de paredes verticales rectas altas, li• respecto al diámetro (VI más bajo), la presencia de gera carena en la parte superior del cuerpo y borde asas y, sobre todo, en que la cavidad interior es pe• corto redondeado y engrosado al exterior. El asa es queña respecto a la altura de la pieza y de tendencia vertical, muy alargada, de sección romboidal asi• semiesférica, especialmente en el caso de los mor• métrica, con la mitad superior más alta que la inferior; teros de caliza. es una forma muy común en vasos cilindricos de paredes convexas31, pero no en los de paredes ver• Aún reconociendo que hacen su aparición con la ticales como en este vaso. Los paralelos posibles son dinastía XVIII, Petrie concluye que la forma regular muy arcaicos. Según Petrie el tipo deriva de los "ba- parece comenzar con la influencia griega durante la rrel vases" con asas, muy numerosos en Naqada a dinastía XXVI, y que el asa es una guía útil para la partir de la S.D. 71 y prácticamente desaparecido a datación37. Greene sigue esta última indicación de comienzos de la dinastía I32. El parecido con algunos Petrie aportando otros ejemplos y establece las formas de los vasos de su lámina XV, en especial con 176, características del Imperio Nuevo, TPI y Baja que presenta incluso el ligero estrechamiento bajo el Epoca38. borde, nos obliga a retener la posibilidad de este paralelismo, pero ha sido encontrado en una estra• Dos grupos claramente diferenciados: tigrafía de fines del TPI o comienzos del s. VII a.C. Morteros de "alabastro" (120 - LXXIIIi, la base

39 Los fragmentos 47 (LXXIVb) y 71 (LXXIVa) 85 - LXXIIIk, y con dudas 162 - LXXIIIj ). Sus presentan el mismo caso que el anterior vaso.. Ambos paredes son exvasadas muy ligeramente convexas, de

28 El-Arabah, p.- 13 y pi. XVIII; otro ejemplar de Abidos ^'Qreene fecha esta decoración en la dinastía I si el motivo con pie indicado pertenece a un grupo de tumbas de las dinastías se ladea a la izquierda, y dinastías I-III, Con algunos ejemplos XVIII-XXII, pl. XXI. posteriores, si se ladea a la derecha. Ancient..., p. 261. 30 Petrie, Stone.,., p.. Í3 y"pl. XXXV. Greene, Ancient..., 34 Petrie, Stone..., pl. VI, 10-11 y pl. VII, 16-30. p. 385. 35 Petrie, Stone..., p. 4 y pl. XIII. 31 Véanse los de el-Khouli, Egyptian..., Ill, pis. 48-53. 36 Greene, Ancient..., p. 261. 32 Petrie, Stone..., pl. XV, 169-176 y p. 6: no han aparecido 37 Petrie, Stone..., p. 15. ejemplares en período dinástico salvo el 178 de Zaraby, que 38 Greene, Ancient..., p. 382. prolonga la forma hasta la dinastía VI. 39 De este ejemplar sólo se conserva una mitad, con una sola

216 acuerdo con el tipo del TPI propuesto por tres ejemplares, un fragmento de borde con una de Greene40—aunque son más anchos, sobre todo las asas, extraña coincidencia que pone de relieve 120—, cronología que se corresponde también con Bakry en la publicación42. Curiosamente, dos de los la estratigrafía en que han aparecido en Heracleó- morteros heracleopoitanos carecen también de una de polis. Sus asas, en cambio, no parecen seguir el es• sus asas: 49, que apareció en la arena con que se quema evolutivo propuesto por Petrie, pues ambos cubrió el patio que precede la tumba 4, y 120, que han aparecido en el mismo recinto y estrato y pre• apareció en una capa de arena de L37A, y cuyo borde sentan asas de perfil y sección muy diferente, lo que fue hallado junto al muerto 890 en E. I. De cualquier dificulta su uso para un estudio de la evolución ti• forma la causa podría deberse a que un mortero tiene pológica de la forma. una base tan pesada que sólo por el borde puede romperse con facilidad, sin necesidad de explicacio• Morteros de caliza (49 - LXXVIllb, los bordes nes rituales o simbólicas. 103, 148 y 156 (?), y el galbo 115). Sus asas tienen formas originales: las de 49 son de perfil pentagonal y sección hexagonal, la de 103 trapezoidal; ambos I.D.3. Fragmentos de vasos casos difieren de los tipos propuestos por los autores I.D.3.1 Bordes mencionados más arriba. 92 y 249 son fragmentos de grandes vasos de 76 es un asa de granito que puede corresponderse caliza. No pueden ser morteros pues la cavidad in• con las de los grandes morteros de este material, de terior de éstos es de paredes cóncavas, y en los dos paralelos bien conocidos41. galbos analizados las paredes son verticales al exte• En la excavación de Anthes en Menfis aparecie• rior y al interior. ron tres morteros de caliza que habían perdido, los I.D.3.2. Galbos 72 y 90 - LXXIVh son galbos de "alabastro" de asa, que es igual a la de los vasos altos 907 y 908 de Petrie (cf. paredes verticales; 90 presenta asas con prolongación supra, § 14.1.2) y no se corresponde con la de ningún mortero conocido. No obstante, las paredes parecen cerrarse en una ca• inferior, de lo que resultaría una forma para la que vidad semiesférica, mientras que la de los vasos de Petrie alcanza no he encontrado paralelos. Desafortunadamente el toda la altura del cuerpo. Lo mantenemos por eso entre los mor• fragmento es demasiado pequeño y no da la forma teros.

40 completa. Ancient..., p. 382. 41 Algunos ejemplares enormes pueden verse en las ruinas de las ciudades grecorromanas de El Fayum e incluso en los grandes templos tebanos (, Medinet Habu, etc.). 42 En Anthes, Mit Rahineh. 1955, p. 45 y pl. 28a y 28c.

217

II. FORMAS CERRADAS

II.A. FORMAS CERRADAS BAJAS corresponde al material sobre el que se ha realizado. La pérdida del borde nos priva de un elemento im• portante para fecharlo con precisión. El-Khouli pre• senta varios ejemplares de perfil muy similar que van II.A. 1 Botellas bajas de base inestable (?) desde la dinastía I a la III43, pero tal vez el paralelo más cercano sea un vaso sin borde hallado en el templo solar de Sahure y que ha sido fechado en la Las botellas bajas están incompletas, han perdido dinastía V44. la base, pero por la inclinación de las paredes y los paralelos conocidos ésta puede ser inestable en 125 221 - LXXIXc es una forma grande, de paredes - LXXIXa y 230 - LXXLXb. Ambas son ejemplares envasadas convexas, borde vertical y labio plano en• pequeños, de ' 'alabastro'', de cuerpo esférico y borde grosado al exterior. Su borde está mucho más de• vertical recto muy corto biselado al interior. Son li• sarrollado que el de los ejemplares que presenta Petrie geramente achatadas en los hombros y por la incli• 45 de las dinastías I-VI . Todos éstos son de base es• nación de las paredes parece que también en la base; table, razón por la que se ha preferido incluir la pieza de cualquier forma ésta no podía prolongase tanto en este apartado. como para convertirlas en botellas con VI esférico. Su forma recuerda la de los vasos-nw, tan frecuentes en infinidad de estatuas y escenas de ofrenda en re• lieves.

II.A.2 Formas cerradas bajas de base estable 43 2183 (dinastía III), independientemente de su borde; 2193- 2199, especialmente éste último, de la dinastía III. Parece per• cibirse una tendencia a aumentar el diámetro de la base en los 184 - LXXIXd es un recipiente de base estable más recientes. El-Khouli, Egyptian..., pp. 319-321; pls. 81-82. plana, paredes exvasadas convexas y hombro plano 44 Borchardt, Sahure..., fig. 159, 1. realizado en diorita. Su factura es cuidada, como 45 Petrie, Stone..., pl. XXVI.

219 II.B. FORMAS CERRADAS ESFÉRICAS ancho para esta forma y que no ha conservado las asas; 77, 174 y 200 son galbos identificables por su cuerpo esférico. Se hallaron en un contexto del TPI II.B.l. Botellas esféricas avanzado.

Las botellas de este grupo están muy incompletas, II.C.l.2. Cantimploras de cuerpo lenticular por lo que su inclusión ha de tomarse con precaución. Un cuerpo con esta sección no es inhabitual en De 118 - LXXIXe sólo conservamos el borde con las botellas esféricas de cuello alto chipriotas o sus los hombros. Es un ejemplar con cuerpo de tendencia imitaciones egipcias del Imperio Nuevo48, y es uno ovoidal (?) o globular, de paredes gruesas, cuello de los rasgos definitorios de las "botellas de Año vertical recto y corto decorado con molduras y borde Nuevo" en la descripción de Blanquet49, lo que no horizontal de boca amplia y labio en arista al exterior. implica que los ejemplares heracleopolitanos (2 - LXXIXm, 8 - LXXIXn y 9 - LXXIXñ) lo sean50. 127 y 202 son galbos con cuerpo ovoidal, posi• Ninguna de las tres ha sido realizada tallando dos blemente con DM en la base, que son muy frecuentes mitades verticales; en consecuencia la cavidad inte• en el Imperio Nuevo. rior ha sido horadada desde la boca, lo que obliga a que sea circular, y no lenticular como el exterior del cuerpo. U.C. FORMAS CERRADAS ALTAS En uno u otro grupo se puede incluir un fragmento de cuello (13 - LXXIXi) con arranque de asas a media II.C.l. Cantimploras altura que perteneció segurarr t a una cantimplora.

Son recipientes de cuerpo esférico o de tendencia globular con cuello de paredes verticales o exvasadas II.r.? ootellas globulares51 cóncavas, borde engrosado al exterior de labio re• dondeado y asas que unen la parte superior de los hombros y el cuello. Su VI es esférico o globular en Su datación es amplísima, y aún no se ha reali• función a la altura del cuello. zado un estudio que intente determinar cuál es la Petrie proporciona algunas indic :es intere• evolución cronológica de las formas, si es que 52 santes: el tipo es extraño a Egipto y aparece en torno existe . Aparecen en el Imperio Medio. De la di• al reinado de Tutmosis III o quizás antes, traído con nastía XVII es la caja de ungüentarios de la reina cierta probabilidad de Chipre. Las más antiguas eran esféricas, pero el cuello y el cuerpo se alargan en los ejemplares de la dinastía XIX46. Del cementerio C de 48 Merrillees, The Cypriote..., tipo IV A y B, p. 203, pls. Sedment procede el ejemplar con fecha más reciente XVIII, XIX, XXIV, XXV. 49 Blanquet, Ahmosiades..., p. 49. 47 en la bibliografía consultada, dinastías XIX-XX . 50 Tienen asas —lo que es excepcional en las botellas de Año Nuevo—, no tienen inscripción que los identifique como tal —salvo si ésta fue escrita a tinta y se ha perdido— y en el caso II.C.1.1. Cantimploras de cuerpo esférico de 8 y 9 su cronología es posiblemente anterior a la dinastía saíta, pues proceden de la tumba 1. Son conocidas como "botellas de peregrino": 51 En castellano existe ya una larga tradición de llamar "ur• 160 - LXXIXk y 189 - LXXIXj con asas y arranque nas" a este tipo de botellas que aparecen con relativa frecuencia de cuello; 199 - LXXIX1 con un cuello relativamente en las necrópolis fenicias de la costa andaluza. Sin embargo, este nombre hace referencia más al uso que se les da —recipientes para las cenizas del difunto— que a su tipología. 52 A ese respecto, el estudio de von Bissing, Studi Etruschi 46 Petrie, Stone..., p. 14. XIII y XIV es ya a todas luces insuficiente, dadas sus limitaciones 47 Petrie/Brunton, Sedment II, pp. 32-33, tumba 2020, cronológicas (de la dominación persa a la romana) y el volumen pl. LXVI, 8. de material aparecido con posterioridad.

220 Mentuhotep, con botellas globulares de DM en el considera el recipiente muy anterior, de los siglos IX- tercio central del cuerpo y entre los que hay ya formas VIII a.C.57. tan conocidas como los alabastrones53. Tienen una — VI esbelto. No conservamos ninguna forma larga perduración, pues un ejemplar de diámetro muy completa, pero los bordes (o galbos con asas) 29 - amplio en el tercio inferior del cuerpo, orejetas en LXXXI, 65, 104 - LXXXñ y 231 - LXXXo y los los hombros y boca ancha está inscrito a nombre del galbos 14 y 60 resultan cercanos a los típicos ala• rey persa Jerjes (s. V a.C.)54. bastrones de cuerpo esbelto y orejetas en la parte baja de los hombros. 237 - LXXXIk es un galbo de cuerpo esbelto que podría también relacionarse con esta for• II.C.2.1. DM en el tercio superior del cuerpo ma. Los ejemplares heracleopolitanos (11 - LXXXd, II.C.2.3. DM en el tercio inferior del cuerpo 100 - LXXXe, 109 - LXXXf, 192 y 193 - LXXXc) podrían emparentarse con las hebenet jars de la ti• No ha aparecido por ahora ningún ejemplar com• pología de Padró. Según este autor, el tipo es muy pleto de esta forma, con base estable, relativamente común en cerámica y se pasa a piedra desde la dinastía común en el Imperio Nuevo. Al no tratarse más que XVIII, pero tiende a desaparecer en Baja Época (en de fragmentos no se puede tener la completa segu• la que él incluye el TPI)55. Un paralelo cercano es ridad de su adscripción a uno u otro tipo, salvo quizás una de las jarras de la necrópolis de Tanis, la n.° inv. 126 - LXXXn, y con dudas por estar incompleto. 331, de la tumba de Psusenes56, de un tamaño mucho El problema es mayor con los galbos (12, 82, mayor, asas verticales más grandes y colocada sobre 107, 180 y 223) pues la parte superior podría ser la un anillo. que yo interpreto como inferior. Sin embargo no co• nozco botellas ovoides de base tan apuntada como resultarían si se les diese la vuelta. Por el contrario, II.C.2.2. DM en el tercio central del cuerpo entre los ejemplares de base estable existe gran va• Se pueden establecer tres grupos según la anchura riedad en la inclinación de las paredes. Véanse, por de la forma, es decir la relación entre diámetro y ejemplo, los vasos egipcios aparecidos en Kamid el altura: Loz (Líbano), muy distintos a pesar de ser todos ellos coetáneos58. El VI es alto en todos aquellos a los que — VI globular. Escasos, el único seguro es 27 - se ha podido calcular. LXXXa, pues conservamos la forma completa; los Esta forma no parece frecuente en el TPI. Un galbos con asas 57 y 185 se asocian por similitud. caso destacado es el de una de las urnas cinerarias recientemente reaparecidas en Almuñécar, que per• — VI alto. Son los más frecuentes: 6 - LXXXh, teneció a una de las tumbas de Laurita y debe de con cuatro asas, 7 - LXXXi, 166, 182, 195 - LXXXj datar del mismo momento que los otros recipientes59. y 235 - LXXXk, el borde 132 - LXXXg, la base 149 y el borde 106 - LXXXm (sin cuello) se han sumado a este tipo por similitud de forma. 7 es similar a 24.15 de Almuñécar, procedente de una de las tumbas II.C.3. Fragmentos de formas cerradas altas que fueron excavadas por Pellicer. Padró fecha la tumba en la segunda mitad del s. VIII, aunque él — Cuellos (15, 83 - LXXIXg, 110 - LXXIXh y 233) con paredes exvasadas cóncavas y borde plano de labio redondeado engrosado al exterior. Ninguno

53 Mentuhotep era esposa de un tal Djehuty, señor de Tebas en torno al 1600 a.C. El tamaño de estos primeros ejemplares es pequeño, entre 8,3 y 12,1 cm de altura. Schoske, Schönheit..., 57 La tumba contenía dos enócoes de engobe rojo que son pp. 78-79. las que la fechan, además de su posición en la necrópolis. Padró, 54 Scott, Ancient..., p. 145. Egyptian-Type... III, pp. 82-83. 55 Padró, Egyptian-Type... III, p. 80. 58 S. XIV a.C. Hachmann, Kamid..., pl. 10. 36 Montet, Tanis II, p. 93 y pi. LXII. 59 Molina/Padró, Almuñécar..., p. 45, vaso n.° 3.

221 de ellos presenta restos de un asa. Pudieron formar la parte superior del cuerpo y cuello de paredes ex• parte tanto de cantimploras —si se ha perdido el vasadas rectas y borde plano. En éste presenta dos arranque de las asas—como de vasos globulares. apéndices semicirculares verticales con pequeño ori• ficio por debajo del borde del cuello, que servirían — Bases redondeadas (17, 28, 133 y 141) de para sujetar una tapadera. Pico vertedero horizontal botellas globulares de diámetros variados. de sección trapezoidal.

— Galbos: La forma podría tener sus precedentes en reci• Fragmentos sin arranques de asa o de borde, lo pientes metálicos, como el de una tumba tebana de 61 que imposibilita reconocer si el DM está en el tercio inicios de la dinastía XVIII . Del reinado de Ame- superior o en el inferior del cuerpo: 16, 19, 89, 135, nofis III ha aparecido un vaso de cuerpo similar en 62 142, 197, 198, 201, 209 y 243. Sedment . Greene señala además otro ejemplar de las dinastías XVIII-XIX del cementerio de Bailas63. Fragmentos en los que lo único que puede re• Ninguno de estos paralelos presenta pico vertedor64, conocerse es que formaron parte de botellas globu• y los de piedra tienen mayor tamaño y borde engro• lares, sin posibilidad de especificar ni su diámetro ni sado al exterior sobre el que se sitúan dos asas ver• el eje de simetría que permitiese suponer dónde se ticales, lo que los hace bastante diferentes al ejemplar situaba el DM: 64, 87,123, 129, 130, 134,139,154, que estudiamos. No obstante, éste puede ser una evo• 164, 206, 212, 219 y 226. lución de la forma mencionada; la cronología del lugar de hallazgo, el interior de la tumba 3, le permite ser el producto de una adaptación tardía de la forma del Imperio Nuevo. Sus fragmentos aparecieron en II.C.4. Formas cerradas altas carenadas varias cámaras lo que puede indicar que formaba parte del ajuar inicial, revuelto en las reutilizaciones La cavidad interior de los tres ejemplares es pe• posteriores. queña, de la misma anchura que la boca y cerrándose en profundidad, lo que les daba una escasa capacidad. — 55 (LXXIXo). Recipiente de base estable, pa• redes exvasadas rectas, carena redondeada, hombros — 21 (LXXIXp). Recipiente de base estable pla• rectos. Cuello corto de paredes cóncavas engrosado na, paredes exvasadas rectas, con carena redondeada al exterior. Cavidad interior profunda pero estrecha. en el tercio superior del cuerpo y borde vertical del• Se puede pensar en un bote de kohol, por el tamaño gado de boca ancha. Cavidad interior pequeña, de y la forma del cuerpo y de la cavidad interna, a pesar apertura máxima en la boca. Existe una forma cercana de sus variaciones respecto a la forma tradicional65. en el catálogo de Petrie, la 454, de cronología dudosa. No podemos asegurar que la pieza esté completa; el La lámina en que se recoge reúne las "barrel forms" borde está muy erosionado, pero su ausencia puede de la dinastía I, pero en su texto descriptivo no se deberse a que éste fuera una segunda pieza pegada menciona este ejemplar, y en el catálogo no se le da al cuerpo, lo que no es infrecuente66. un número de S.D. como a las demás formas, sólo se menciona que es de "alabastro". Petrie debía pues de tener dudas respecto a la adscripción de esta pieza 61 Hayes, The Scepter... U, p. 65, fig. 34. 60 concreta a la dinastía tinita . La pieza, procedente 62 Petrie/Brunton, Sedment U, p. 25 y pl. LXI, 72. de la tumba 3, tendría que fecharse como temprano 63 Greene, Ancient..., p. 381. 64 en el TPI, pero siempre cabe la posibilidad de que Petrie publica un ejemplar de bronce de la dinastía XIX aún más semejante a 22 que el del Metropolitan Museum y que sea una reutilización. aún carece de pico. Stone..., p. 30 y pl. XLIII, 114. 65 No tiene anillo en la base, que suele estar presente, aunque — 22 (LXXIXq). Recipiente de base inestable, no siempre; las paredes son muy abiertas hasta la carena y rectas; paredes envasadas convexas, carena redondeada en ésta es más baja y los hombros más inclinados que lo habitual; y, sobre todo, el cuello es alto y envasado, con un ensancha• miento del que carecen los otros botes de kohol típicos. 66 Véanse, por ejemplo, los botes de kohol con borde pegado 60 Pétrie, Stone..., p. 20 y pl. XXV, 454. reproducidos en Kemp/Merrillees, Minoan..., fig. 41.

222 II.C.5. Botellas esféricas / globulares de cuello exvasado y boca estrecha (20 - LXXXIc, 178 - alto (?) LXXXIa y 190 - LXXXIb). VI imposible de hallar con exactitud, pues se ha perdido la base en todas. Las asas, a la altura de los hombros, son muy dife• Hay un grupo de fragmentos (37, 39 - LXXIVc rentes en los tres casos: en 20 son casi orejetas ma• y 51 - LXXIVd) de difícil interpretación: paredes cizas, con un pequeño orificio en la zona de contacto verticales rectas de borde redondeado, que creo que con el cuerpo del vaso; 178 presenta un asa mera• pueden considerarse los cuellos de formas cerradas mente decorativa, es un simple ensanchamiento del de cuerpo esférico o globular y cuello alto y ancho. perfil; en 190 es un anillo vertical con prolongación El grosor de las paredes se reduce en su parte inferior inferior. interna, tal vez anunciando el ensanchamiento de la cavidad del cuerpo globular. Al disponer sólo del Su forma está inspirada en la de las ánforas ca- cuello no podemos reconstruir el cuerpo e imposi• naneas usadas en el tráfico comercial, imitando por bilita encontrar paralelos exactos. La cronología de tanto contenedores de mercancías prestigiosas. Han 67 esta forma está centrada en el Imperio Nuevo , aun• aparecido ejemplares repartidos por todo el Medite• que también apareció un ejemplar con variaciones en rráneo, de tamaños muy variados. La cronología de 68 la necrópolis de Tanis . estas piezas se inicia en la dinastía XVIII69, pero son especialmente frecuentes en el TPI: de Osorkón I70 a Takelot III71y Piye en la necrópolis de el-Kurru72, fechas que se pueden corresponder con las aquí pre• II.D. FORMAS CERRADAS ESBELTAS sentadas. Las encontradas en el sur de la Península ibérica pueden considerarse realizadas también den• tro de estos límites73. Una de sus características comunes es el cuidado con que han sido talladas: las paredes en la mayoría de los ejemplares son muy delgadas, lo que las haría traslúcidas cuando estaban nuevas. Se trata en todos los casos de piezas de prestigio. II.D.2. Botellas

II.D.2.1. Botellas ovoides II.D.l. Anforillas Formas cerradas altas (25 - LXXXIh y 168 - LXXXIg; el VI de 25 es de 56, por lo que no llega Vasijas de paredes exvasadas convexas, rectas en a esbelto, pero está muy cercano) de base apuntada, el tercio superior del cuerpo, de escaso grosor, DM cuerpo ovoide, DM en el tercio superior del cuerpo en la carena, que es alta y muy marcada, hombros y hombros redondeados. 25 y algunos paralelos en• poco inclinados, cuello corto de borde ligeramente contrados son de cuello con paredes exvasadas rectas y borde plano mientras que 168 presenta un cuello

67 Según la forma que pudiera tener el cuerpo, la cronología puede ser muy variada, pero siempre dentro del Imperio Nuevo: w Greene, Ancient..., p. 374, tipo b, de formas más redon• Amenofis I - Thutmosis III si el vaso globular de cuello ancho deadas y más ancho. con pie; Thutmosis III - dinastía XX si tiene además dos asas de 70 Gran ánfora encontrada en la cámara III, de Takelot II, en anillo transversales en vertical sobre los hombros; dinastías la tumba de Osorkón II. Montet, Tanis I, p. 82 y pl. XLVI. XVIJJ-XX si es de base estable y un solo asa vertical entre 71 Gran ánfora aparecida en las excavaciones de Asur a su hombros y cuello. Petrie, Stone..., p. 13 y pl. XXXIII, 846-859; nombre cuando aún era príncipe, por tanto anterior a 754 a.C. XXXIV, 879, 883-885, y XXXV, 909. Greene, Ancient..., 370, Culican, Levant II, pp. 29-30 y pl. XXVIIa. 372-373, 375. Todos los ejemplares representados presentan bor• 72 Ánfora en la tumba de una de sus esposas, del segundo de engrosado al exterior, lo que no es el caso de los cuellos cuarto del s. VIL Dunham, The Royal..., p. 89. estudiados. 73 Barbate: Culican, Levant II, p. 30 y fig. 1. Almuñécar: 68 Jarra n.° inv. 637 de la cámara de Mutnedjemi con ajuar Padró, Egyptian-Type... UI, ánfora 24.09, pp. 73-76 y pl. de Amenemope. Montet, Tanis U, p. 165 y pl. CXXIX. LXXXVÜT; ánfora 24.14, pp. 81-82 y pl. XCVI.

223 excepcional de paredes envasadas. Su forma es muy encontrado en Egipto: cuello estrecho muy alto con similar a la 875 de Petrie, fechada aproximativamente asa vertical de anillo que une los hombros con la base en la dinastía XVIII74. En Matmar ha aparecido un del cuello y borde exvasado, un tipo que imita las ejemplar que Brunton ha fechado en el TPI, que es botellas de cerámica de origen chipriota con forma la cronología que podrían tener estas botellas, pro• de cápsula de adormidera. Aunque el pie cóncavo o cedentes de la tumba 3 y E. I. anillo en la base es un elemento habitual, Merrillees presenta también algunos ejemplares egipcios de 165 podría ser un cuello de botella similar al de "alabastro" sin él77. 25. Algunos de los cuellos con borde citados en § II.C.3. pueden corresponder a botellas de este tipo. II.D.2.2. Botellas fusiformes

Recipientes cerrados esbeltos de cuerpo fusiforme con base inestable apuntada, sin hombros, cuello an• II.D.3. Bases de formas cerradas esbeltas cho y alto, envasado o vertical, de paredes cóncavas o rectas y borde exvasado o cóncavo (30 - LXXXIe, 80 - LXXXId, 203 - LXXXIf y 215, y los galbos 40 Un pequeño grupo de bases (93 - LXXXIm, 153 y 21375). Dos de los ejemplares están decorados con - LXXXIi, 159 - LXXXIj, 187 -LXXXI1) podría aso• una moldura en la parte alta del cuello de sección ciarse a este tipo de formas cerradas esbeltas más que semicircular en 80 y triangular en 203. a las botellas globulares78, pues son muy apuntadas. 159 presenta un pie semiesférico estrangulado, 187 Petrie presenta una botella similar, la 843. Sin es de base apuntada y cuerpo vertical, y pudo formar embargo no da su procedencia y en su comentario se parte de un vaso del tipo conocido como "torpedo" refiere a su similitud con formas de mediados de la cuyos paralelos presentan una cronología centrada en dinastía XVIII76, pero realizadas en cerámica. El paso el TPI. de la forma de arcilla a la de "alabastro" o fayenza pudo ser coetáneo o más tardío, y en nuestro caso, 80 y 203 están asociadas a material cerámico de ini• cios del s. VII a.C. II.E. FORMAS CERRADAS COMPUESTAS

II.D.2.3. Botella esférica de cuello alto Tallar por separado dos piezas distintas que des• pués se pegan es un sistema bien conocido para rea• Recipiente cerrado esbelto (26 - LXXIXf) de lizar paredes muy finas en formas cerradas de boca cuerpo esférico ligeramente achatado en la base, pa• con escasa apertura79. En Heracleópolis han apare• redes muy delgadas y asa única (con seguridad, pues cido fragmentos de dos vasos así tallados: se conserva el cuerpo completo). Tanto el cuello como el asa se han perdido, pero podemos suponer — 68 (LXXXIv) y 73 (LXXXIu) son dos frag• cómo eran por los numerosos paralelos que se han mentos de lamprófido que aparecieron muy cercanos el uno del otro. Son de factura cuidada con paredes delgadas y superficies interior y exterior pulidas. 68 tiene paredes exvasadas rectas y borde plano, mien• 74 "The small forms 873 to 876 are not dated, and are only tentatively placed here". Petrie, Stone..., p. 13. tras que 73 es un galbo con pared exvasada, carena 75 Sólo podemos adscribir a esta forma los galbos de cuellos, muy alta, hombros horizontales y cuello exvasado. por sus características paredes cóncavas. Entre los galbos de formas globulares pueden encontrarse fragmentos del cuerpo de estas botellas, que no son diferenciables de los de aquéllos. Las botellas a las que pertenecieron estos galbos de cuello podían ser 77 Merrillees, The Cypriote..., pls. XXXV y XXXVI. de base inestable, como 30, o de base estable, como la 944 de 78 154 y 160 podrían incluso pertenecer a vasos abiertos de Petrie, de cronología insegura: Stone..., p. 14 y pl. base inestables como los citados supra, § I.D.2. XXXVJJ, 944. 79 Véanse, por ejemplo, Vandier d'Abbadie, Catalogue..., 76 Petrie, Stone..., p. 13 y pl. XXXIII, 843. 485 (p. 119) y 570 (p. 132).

224 Creo que podrían pertenecer a una forma cerrada con que de tamaño mucho mayor ha aparecido en Kerma, dos carenas, la inferior a la altura del DM del cuerpo, en un conjunto en el que hay recipientes desde el que correspondería con el borde plano de 68 y la Predinástico hasta el SPI aunque Lacovara lo fecha superior con la de 73. en el Imperio Medio80.

— También hay que mencionar aquí una forma — 224 (LXXXIt). Cuello vertical de forma ce• abierta, el cuenco 229 (c/. supra, § I.C.2.1) que ha rrada, moldurado, de borde plano amplio con labio sido realizado en dos piezas, la base plana y las pa• engrosado al exterior. El pulido del borde inferior, redes, después pegadas. tan cuidado como el del superior, muestra que aquel no es una rotura sino un borde intencional al que se pegarían las partes inferiores. Una pieza igual, aun• Lacovara, Egypt..., fig. 5 d.

225

III. FORMAS ESPECIALES

III.A. TAPADERAS forma y diámetro, aunque de caliza y con un motivo decorativo diferente —flor de ocho pétalos azules y rojos— es la tapadera aparecida en la tumba Z de la La forma de estas piezas (52 - LXXXIo, 70 - excavación de Anthes en Menfis. La cronología de LXXXIs, 98 - LXXXIq, 175 -LXXXIp y 176 - este enterramiento parece ser de la dinastía XXI81. LXXXIr. 188 podría ser tapadera o paleta de "ala• Esta tapadera se utilizó para un jarro de calcita, lo bastro") responde a su funcionalidad: cubrir la boca que indica que no tenían que ser necesariamente del de la vasija, abierta o cerrada, para la que fueron mismo material. En consecuencia, esta tapadera pudo realizadas. Tienen por tanto elementos comunes que haber sido realizada para una vasija de un material responden a esa función más que a influencias o evo• distinto a la serpentina. luciones cronológicas. Ninguna presenta un botón en la pared externa para su aprehensión, ausencia ca• racterística de las tapaderas que se realizan en Egipto. Contamos con varios tipos: III.B. PLACA (?) — Las formadas por una tapadera plana de pared ligeramente curvada en algunos casos y botón más o menos amplio en la base que forma un resalte inferior para encajarlo en la boca del vaso para el que fueron 67 (LXXXIñ) es un fragmento de pared plana de realizadas (70, 98 y 176). bordes convexos ligeramente rebajados hacia el vér• tice. Realizada sobre una caliza de grano fino, se ha — Un ejemplar con borde carenado y biselado al realizado con un trabajo cuidado. Podría formar parte interior, que simplemente se colocaba sobre la boca, de una tapadera cuadrangular o pared de píxide cú• sin encajar en ella (175). bica, o de una placa.

— Gran tapadera de caliza, convexa, con paredes laterales en el reverso que forman el resalte para que encaje en la boca (52). Decoración incisa de círculos 81 Fischer, en Anthes, Mit Rahineh. 1955, pp. 15-16, concéntricos agrupados en dos pares. De la misma fig. 1A.3*.

227 ffl.C. PERCUTORES cedencia y cuya cronología ha de suponerse la de la lámina: segunda dominación persa y ptolemaica83, Dos ejemplares incompletos, 138 (LXXXIn) y etc. Los ejemplares de la necrópolis heracleopolitana 167, de los que se ha perdido el extremo percutor y podrían considerarse del TPI por su situación estra- conservamos sólo el mango. Son piezas troncocó- tigráfica. nicas de sección circular y uno de los extremos re• dondeados, con el arranque de la parte inferior más ancha. 83 Petrie, Stone..., p. 25 y pl. XXXVIII, 980. Vandier d'Ab- Se han publicado varios ejemplares completos: badie también muestra otros completos, pero sin procedencia:

82 Catalogue..., pp. 138-140, figs. 593, 594 y 596. CGC 18255, que procede de el-Hiba ; otro sin pro-

Bissing, Steingefasse, p. 41.

228 IV. MATERIALES

Este capítulo ha de tomarse con precaución, pues Granito rosa. Material frecuente para formas no ha sido posible hacer examinar las piezas por un abiertas de gran tamaño como el recipiente al que geólogo ni analizar láminas delgadas, al menos de pertenecería el asa 76. una muestra, única posibilidad de tener la seguridad Diorita. 91, 169 y 172 son bases de color gris respecto a la materia prima. azulado, en las que los minerales se presentan en un bandeado cercano al de las rocas metamórficas. 184 es una forma cerrada baja, de color más oscuro que los anteriores. ROCAS ÍGNEAS Basalto. Platos 1, 24 y 255. Según Lucas no hay evidencias del uso de las canteras de basalto en torno Gabro. Plato 121, tallado en un gabro de color a El Cairo excepto en El Fayum86. De ellas podrían oscuro que carece de la plagioclasa clara que da a proceder estos ejemplares de la cercana Heracleó- esta roca su aspecto bicolor más tradicional, pero con polis. Aunque el uso más amplio de esta roca está la textura de grano grueso característica. Greene res• atestiguado en el período predinástico, se encuentra 87 tringe su uso para recipientes a la dinastía IV85, pero algún recipiente hasta el I milenio a.C , como los la forma de este plato y la estratigrafía en que ha presentados aquí. aparecido lo data en el último milenio de la civili• "Pórfido". El término que se utiliza en Egipto• zación egipcia. logía se refiere menos a una roca concreta que a la estructura geológica de algunas rocas ígneas en las que los fenocristales, rectangulares y de un tamaño 84 Utilizo la terminología en castellano de la traducción de la pequeño y medio están cementados en una matriz obra de Pellant Rocas..., salvo cuando la tradición egiptológica homogénea de otro color. En el caso de los tres ejem- ha creado ya otro nombre, y en ese caso lo escribo entre comillas y explico si es incorrecto. En cuanto al reparto de rocas según su naturaleza, mantengo el que ha realizado B. Greene, An• dera..., passim. 86 Lucas/Harris, Ancient..., pp. 61-62. 85 Greene, Ancient..., p. 25. 87 "Post-New Kingdom", Greene, Ancient..., pp. 47-48.

229 piares estudiados, 155, 221 y 232, la matriz es os• 177, 179, 183, 204, 205, 210, 214, 220, 222, 225, cura, casi negra. 238, 242, 245, 246, 247, 248, 249, 251, 252, 253, 254. Lamprófido. Ambos fragmentos, 68 y 73 pueden proceder de un mismo recipiente cerrado tallado al ' 'Alabastro''. La gran mayoría de los recipientes menos en dos mitades. La roca elegida es de color aparecidos en las campañas de la MAE en Heracleó- negro brillante y la textura es de grano muy fino. polis Magna (175, el 68,62% de los estudiados) han sido tallados en esta roca blanda.

La denominación es problemática, de modo que ROCAS SEDIMENTARIAS he optado por mantenerme fiel a la tradición, aún sabiendo que no es correcta. El termino "calcita" es "Esquisto". Este nombre es incorrecto según erróneo, pues ésta es el mineral, no la roca. Díaz Greene. La roca sobre la que están hechos los objetos Rodríguez recomienda que se añada a "alabastro" egipcios (vasos, paletas, estatuas) es "siltstone" el adjetivo "calcáreo", para distinguirlo del "ala• (piedra de silt)88. A pesar de su popularidad para la bastro yesoso", que es, en términos geológicos, el 89 escultura, en especial en Baja Época, los recipientes verdadero alabastro . Greene define aquel como 90 de "esquisto" son escasísimos tras las primeras di• "travertino" , pero el uso de este término —si se nastías. Esto añade interés a los dos ejemplares de acepta— puede ocasionar confusión mientras no se esta excavación, el cuenco semiesférico 44 y la pe• generalice. Por otra parte como no se ha procedido queña tapadera 98. a diferenciar en el estudio entre "carbonato de cal• cio" y el verdadero alabastro91 —si es que hay algún Caliza. Bajo esta denominación común se reúnen ejemplar de éste— hemos preferido mantener el tér• distintas variedades claramente identificables, que mino tradicional englobando ambas rocas. han aparecido en una proporción muy alta, 23,52% de los estudiados. Las razones para el alto porcentaje de recipientes de "alabastro" son varias: por una parte, la facilidad 3, 102, 147 y 181 son de una caliza amarilla de de su trabajo por su baja dureza, que es un aspecto grano muy fino y compacto. Las cuatro piezas son que siempre ha primado para su elección como ma• formas abiertas (tres platos y un cuenco) de factura teria prima; por otra parte, puede haber también un muy cuidada, lo que indica una cierta relación entre motivo de orden local: la proximidad de las canteras materia y forma. situadas en los uadis al este de Maghagha (uadi el- Sheikh, uadi Sannur, uadi Muathil)92, en el último 62, 66 y 224 (?) son de una caliza muy compacta de los cuales el Servicio de Antigüedades de Beni de color salmón. Podría tratarse de una calcoarenita. Suef ha iniciado actividades arqueológicas y de pro• tección en una zona con indicios de trabajos de ex• 43 y 186 son de la rnisma forma y la misma tracción antiguos. materia, una caliza compacta de color pardo.

173 es un gran cuenco de caliza fosilífera. Brecha. La botella globular 195 está tallada en una brecha compuesta por fragmentos calcáreos de El resto es de color blanco, amarillento o de dis• tintos tonos de color gris: 5, 23, 48, 49, 67, 69, 75,

81, 84, 86, 92, 96, 97, 99, 101, 103, 105, 108, 113, 89 Díaz Rodríguez, Boletín Museo Arqueológico Nacional, 114, 115, 116, 117, 143, 148, 150, 151, 152, 156, pp. 102-103. 90 Greene, Ancient..., pp. 108-120. 91 La diferenciación se basa en el índice de dureza: el del "alabastro calcáreo'' es de 3 en la escala Mohs y el del' 'alabastro 88 Ella rechaza los términos "schist" (esquisto), "slate" (pi• yesoso" de 2, y en que éste no reacciona ante el ácido clorhídrico. zarra) y "greywacke" (grauvaca), que se le han dado en la No obstante, en esta primera fase del estudio nos hemos centrado literatura egiptológica. Greene, Ancient..., pp. 79 y 161. Tomo en los aspectos tipológicos y contamos realizar en un futuro un el término castellano de la traducción de la obra de Maresch/ análisis de carácter petrográfico del conjunto del material pétreo. Medenbach, Rocas, pp. 162-163. 92 Klemm, LdA, V, col. 1278.

230 color amarillento en una matriz de color rojo. Los y blanda, lo que facilita su tallado y que sea utilizada últimos ejemplares fechados realizados sobre esta para objetos de menos prestigio: muchos recipientes materia corresponden al Imperio Nuevo. El vaso de de caliza no presentan un acabado cuidado, sobre la E. I prolongaría el empleo de esta roca en varios todo en el exterior, innecesario para objetos de uso siglos (si no es una reutilización). en tareas cotidianas, aunque el interior siempre está bien pulido. Cuando encontramos un cuenco como 105, en que el exterior está más cuidado que el in• terior, podríamos dudar de su utilización en tareas ROCAS METAMÓRFICAS cotidianas, pues es éste el que interesa para su uso y no aquel.

Serpentinita. Éste es el nombre correcto de la roca No existe la fantasía de formas que caracteriza a compuesta por minerales del grupo de las serpentinas la cerámica egipcia, siempre por imposición de la —que se usan erróneamente para denominar también materia. Por el contrario, se mantiene en algunas la roca—. Los tres ejemplares conservados son de piezas el espíritu de superación que ha caracterizado color gris (52) y verde (170 y 171), los tradicionales a la civilización egipcia, realizando obras con cierta en los recipientes egipcios de este material. dificultad técnica, como las paredes muy delgadas de 4, o la boca cerradísima a través de la cual se talló el interior de algunas formas globulares como 7 y 11 o el anforilla 20. En conclusión, podemos comprobar cómo la ma• teria influye sobre la forma final del objeto tallado: El porcentaje de uso de rocas se inclina por com• Sobre piedras ígneas sólo han aparecido formas abier• pleto hacia las sedimentarias, el 93,31 %, frente al tas —aunque en otros períodos y lugares también se 5,46 % de las ígneas y el 1,17 % de las metamórficas. utilizasen para formas cerradas—. El "alabastro" se No se trata tan sólo de su abundancia en Egipto o la ha utilizado de modo que sus bandas sean perpen• facilidad para su extracción, sino también de eco• diculares al eje vertical de los recipientes. La caliza nomía de trabajo: las rocas sedimentarias, más blan• es una piedra fácil de encontrar en el valle del Nilo das, son mucho más fáciles de tallar.

231

CONSIDERACIONES FINALES

Al término de esta revisión tipológica de los re• una manufactura de formas abiertas aún mal atesti• cipientes pétreos aparecidos en las excavaciones guada. de la MAE en Heracleópolis Magna, encontramos una gran variedad de formas que podemos atribuir al Entre éstas hay que destacar el pequeño grupo de TPI - primera mitad del s. VII a.C. La publicación los platos y cuencos de tamaño reducido que, si• de la estratigrafía del yacimiento permitirá aproximar guiendo la denominación de Petrie, podríamos cali• un poco más su cronología dentro de este período. ficar de "modelos funerarios" (10, 151, 157, 165, 225, 229, además de los pequeños recipientes de la tumba 3, que podrían incluirse también en este grupo: Una de las primeras consideraciones que hay que 21, 22, 25) y que, en efecto, han aparecido en He• resaltar es el elevado número de recipientes abiertos racleópolis en tumbas ó contextos de enterramiento. que hemos encontrado, frente a la tipología conocida No obstante, también hay que recordar que en los por otras obras publicadas en que estaban casi au• depósitos de fundación, junto a las plaquitas con los sentes. Su forma está dictada por necesidades prác• cartuchos del soberano constructor, se introducen ticas, y por tanto se encuentran similares en otros modelos reducidos, tanto de los materiales y útiles momentos, pero eso no es óbice para que hayan de de construcción como de objetos cultuales y

ser tenidos en cuenta a la hora de presentar la vajilla 93 ofrendas . Teniendo en cuenta el proceso continuo de piedra de este período. Tal vez su desarrollo sea de reutilización de la necrópolis y que algunos sa• una consecuencia de la reducción de los recipientes queos llegaron hasta la misma cimentación de sus de fayenza, más costosos y por tanto menos fre• edificaciones, sería posible plantear la hipótesis de cuentes en unos años en que la división de la corte que algunos de estos recipientes procediesen de algún en varios centros ha provocado el descenso de la depósito encontrado por los buscadores de piedra producción de prestigio. Su misma abundancia es antiguos. demasiado significativa para llegar a pensar, a pesar de la ausencia en general de paralelos, que puedan ser objetos antiguos que han llegado a la necrópolis 93 con tierra de relleno; se debe pues plantear que en el Véanse los objetos de un depósito de Ptolomeo IV, en especial sus dos cuencos de fayenza y dos platitos de cerámica, TPI - s. VII a.C. existía, como en otros períodos, aparecido en Tanis. Tanis..., pp. 194-195.

233 Por otra parte, el catálogo de formas confirma la El conjunto estudiado nos proporciona una visión tendencia, ya implícita en la obra de Petrie, de la de la diversidad de formas que podía adquirir la vajilla reducción en el tamaño de los recipientes de piedra. de lujo de los grupos sociales más favorecidos, pero La proporción de formas cerradas pequeñas que caben es una visión parcialmente distorsionada, pues está en la mano es mayoritaria. Sin embargo esta afir• compuesto por fragmentos reutilizados en un contex• mación hay que tomarla con precaución, pues las to funerario, distinto a aquel para el que fueron crea• ánforas y botellas globulares aparecidas en otros ya• dos, con toda la aleatoriedad en el muestreo que pue• cimientos como Tanis, Assur, el-Kurru o Almuñecar de implicar esta circunstancia. Es significativa la no son de grandes proporciones, pero su contexto es aparición en Heracleópolis de algunas de las formas cortesano —algunas de las encontradas en las tumbas de prestigio más frecuentes en el Imperio Nuevo. fenicias de este último presentan cartuchos reales—. Contrariamente a los recipientes de cerámica, con Por el contrario, resulta sorprendente la ausencia de los que se ha podido reconstruir algún rito que su• alabastrones de cuerpo muy esbelto, casi tubular, con ponía su destrucción intencionada y su posterior orejetas o asas de anillo muy bajas —sólo algunos amontonamiento96, no puede plantearse nada similar galbos pueden atribuirse sin seguridad a esta for• para los de piedra. En la tumba l97 y la tumba 3 los ma—, que se considera la más característica de los recipientes han aparecido fracturados, en muchos ca• siglos centrales del I milenio a.C. sos en dos mitades, pero esta circunstancia puede deberse al saqueo y posterior reocupación de sus cá• En los recipientes de piedra el artesano egipcio maras —especialmente en la tumba 3, hasta época no se suele permitir tanta libertad como en la alfa• romana—. En los casos conocidos de tumbas intactas rería, de modo que las formas son menos "libres" los vasos de piedra no aparecen fragmentados, lo que que en la cerámica. Esta mayor "racionalización" indica que no se practica en el sepelio ningún rito en no se debe tan sólo al material. Este influye sin duda, que haya que romperlos. Su función consiste en con• pero no condiciona, pues en el Predinástico e Imperio tener ungüentos y aceites perfumados que son un Antiguo se esculpieron recipientes de diseño vegetal paralelo simbólico de los utilizados durante el em• y animal94 y en la civilización minoica, con un ar• balsamamiento. Esta costumbre, bien atestiguada tesanado tan especializado como el egipcio, se tallan para momentos anteriores, se prolongaría durante el formas complicadas: bordes muy amplios, asas muy TPI. Sólo si los saqueos no pudieran ponerse en re• desarrolladas, molduras complejas, que no están pre• lación directa con la ruptura de los vasos, nos vería• sentes en la producción egipcia95. mos obligados a argumentar la existencia de alguna costumbre local, para la que dos tumbas no son base Mientras que en las formas cerradas hay un pre• documental suficiente. Unicamente en el caso de los dominio importante de las bases inestables, con la objetos hallados en el "depósito" frente a la tumba necesidad implícita de un soporte si se desea man• 3 podríamos plantear un paralelo con el rito de ruptura tenerlos en la posición vertical correcta, en las formas de recipientes cerámicos en el momento de iniciarse abiertas, de mayor tamaño y en general uso domés• la construcción de las tumbas. La inscripción borrada tico, las bases son mayoritariamente planas. del gran vaso globular y el elevado número de frag• mentos en que han aparecido los platos y vasos per• mitirían la hipótesis de una destrucción voluntaria. 94 El-Khouli, Egyptian..., pp. 729-731 para los recipientes con forma de flores, p. 733 para los de forma de hoja, pls. 135- En cuanto a los fragmentos restantes, que son 137 y 159-161; pp. 738-741, pls. 139-140 para los teriomórficos. numerosos, salvo un par de casos aislados ninguno A este respecto véase también Glanville, JEA, passim. En Hayes, The Scepter..., U, p. 191 aparece un recipiente con forma de flor de loto de la primera mitad de la dinastía XVIÜ. Véase también Buckingham, Wepwawet, p. 11, donde se presentan al• 96 López/Quesada, Atti..., I, p. 419. gunas formas predinásticas complejas. 97 Significativamente en la antecámara sólo ha aparecido un 95 Véanse en Warren, Minoan..., la forma de sus cuencos fragmento de cada vaso, mientras que en la cámara interior los con vertedores (pp. 33-34), cálices (pp. 36-37), copas (pp. 38- diversos fragmentos han podido ensamblarse hasta formar dos 41), jarros (pp. 42-44, con asas compuestas y 47-48), vasos únicos vasos; una de las asas de uno de ellos ha aparecido en el caracola (p. 91), "teapots" (pp. 98-100), etc. exterior de la tumba, lo que viene a confirmar el saqueo.

234 de ellos ha podido ser ensamblado a otro. Como la conjunto de recipientes aparecidos en las salas ad• mayoría ha sido encontrada en contextos funerarios yacentes a la entrada de la capilla Kl de Kerma in• —no siempre en contacto directo con los cuerpos pero cluía más de una veintena de vasos con los nombres depositados en el curso de la ceremonia— hemos de de Pepi I y Pepi II, material diverso característico deducir que los individuos eran enterrados con una del Imperio Medio / SPI, y otros objetos en proceso única porción de recipiente, que vendría a sustituir de manufactura. Lacovara ha propuesto ver en ellos simbólicamente al conjunto de "vasos de alabastro" el producto de un comercio de vasijas de piedra ob• que se consideran "necesarios" en cada enterra• tenidas mediante el saqueo de tumbas antiguas cuyo miento. Hubiera o no existido el rito de ruptura, los contenido era reciclado como materia prima en la individuos que se entierran durante el período de úl• confección de nuevos objetos para la corte de Kerma tima reutilización masiva de la necrópolis no dispo• o el culto en Kl100. Si ese comercio es posible en el nen más que de un sólo fragmento de vaso de piedra SPI no hay razón para que no vuelva a ser fructífero para su ajuar funerario98. Algunos además se han medio milenio más tarde. De ahí que podamos en• encontrados en asociación a ofrendas de animales contrar mezcladas formas con claros paralelos en el (179-181, 196 en H.20/1991/1; 183 y 203 en H.32/ Predinástico / dinastías tinitas (47,71) o en el Imperio 3, etc.). Medio (211) en contextos de enterramientos de fines del TPI. Uno de los problemas a la hora de establecer la cronología de este material es saber cuánto tiempo La Laguna (Tenerife) pudieron estar en uso hasta su reutilización funeraria. Octubre 1993 Su dureza permite a estos recipientes sobrevivir más tiempo que la vajilla de cerámica, y tenemos ciertas evidencias respecto al largo período que podían durar embargo, la tumba es muy posterior, tanto por su aspecto ar• quitectónico como, sobre todo, por su localización, dentro del 99 sin romperse . Además hay otras posibilidades: el muro de un templo ramésida. Si consideramos la tumba del Tercer Período Intermedio y aceptamos la anterior cronología para la manufactura de los vasos, hemos de pensar en, al menos, dos siglos de supervivencia. Anthes, Mit Rahineh. 1955, p. 68. 98 La presencia de grandes vasos de metal y de piedra está En la necrópolis de Laurita (Almuñécar) ha aparecido un buen en directa relación con el status de los propietarios de la tumba. número de botellas globulares de "alabastro", tres de ellas con Los recipientes de piedra parecen haber sido obligatorios en el cartuchos reales. La tumba 20 es, por su posición dentro de la grupo de enterramientos más ricos. MDAIK, p. 210, para las necrópolis y las dos enócoes de engobe rojo que incluye, una de dinastías XVII y XVIII. El ostracon UC 31922 contiene una lista las más tardías del conjunto, de comienzos del s. VII a.C; sin del ajuar de la tumba de T3y (reinado de Menerptah) en que se embargo, en el ajuar se incluye un ejemplar con los cartuchos mencionan nueve vasos de ss, "alabastro". Raismann, Wep- de Osorkón II (874-850 a.C), por lo que es necesario suponerle wawet, 1-3. un uso de, como mínimo, un siglo y medio antes de ser utilizado 99 En Ugarit han aparecido recipientes predinásticos y del como urna cineraria; el vaso de Sheshonq III (Gamer-Wallert Imperio antiguo en los restos de la ciudad del Bronce Reciente, plantea dudas respecto a su identificación, Ägyptische..., pp. 34- aunque no es posible determinar si eran herencia de tiempos 38) se habría usado entre veinticinco y cien años y el de Takelot II antiguos aún en uso o simple relleno en los escombros. Caubet, al menos un siglo, Padró, Egyptian-Type...III, pp. 101, 92 y 64, Ras-Shamra..., p. 208. respectivamente. El tiempo de uso es mayor si se aceptan las Una forma cerrada de las dinastías I-III, a la que se ha añadido fechas que proponen otros autores, como Culican, quien cree un pico vertedor en una piedra local, ha aparecido en un contexto que la llegada de los vasos se produce desde 675 a.C. con la del Minoico Reciente I B en el palacio de Kato Zakro. Warren, intensificación de las relaciones fenicios-Península Ibérica. Minoan..., p. 109, n.° P 593. Levant U, p. 35, o Gamer-Wallert, quien da unas fechas aún más Los vasos de la tumba Z de Mit Rahineh, en excelente estado bajas, Ägyptische..., pp. 24-25. de conservación, son, por su tipología, del Imperio Nuevo. Sin 100 Lacovara, Egypt..., p. 118.

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INVENTARIO DE LOS RECIPIENTES DE PIEDRA

Orden en que aparecen los datos referidos a cada pieza: — las medidas se dan todas en centímetros; las abreviaturas significan: 1. = longitud, a. = anchura, h. = altura y Número de esta publicación: Número del inventario de ex• 0 = diámetro. cavación de la MAE = Procedencia Materia (salvo si es "alabastro", en cuyo caso no se espe• cifica, por el elevado porcentaje de ejemplares en este material) Descripción del recipiente Dimensiones Campaña de 1984 (HM 84) Pal.: Paralelos Cr.: Cronología 1. HM 84-S-5 = Superficie Lám.: Lámina Basalto Observaciones Plato de base estable y cuatro pies con sección de tendencia Salvo indicación contraria: pentagonal, paredes gruesas exvasadas convexas y borde vertical redondeado. Con dos o cuatro asas de sección semicircular a la — todos los objetos de esta lista se conservan en el almacén altura del borde. VI: 301 (con pies), 320 (sin pies). Factura de la Misión Arqueológica Española en Egipto, Heracleópolis cuidada. Se conserva algo más de un cuarto de la vasija, con un Magna, Ehnasya el-Medina, salvo el n.° 2; pie, el arranque de otro y un asa. 1. : 12,40; h.: 7,00, 6,50 sin pies; 0: 20,5. — todas las piezas realizadas en "alabastro" son de factura Lám.: LXXIc. cuidada y buen pulido exterior e interior; sólo se señalan los casos que no siguen esta norma; 2. HM 84-S3-3/3-10 = H. 44 / 1984 / 3 / 3 — las asas se suponen dos, incluso en las piezas de las que Cantimplora. Cuerpo globular de sección lenticular, dos asas sólo conservamos un fragmento con un asa o fragmento de ella. verticales y cuello de paredes verticales y borde redondeado En caso contrarío, o cuando hay paralelos que justifiquen la duda, engrosado al exterior. VI: 70. La cavidad interior está ligeramente se señala; descentrada. Buena conservación. Falta parte de un asa y el borde — las botellas globulares son de base inestable, paredes finas, ha sido ligeramente desgastado. Materiales orgánicos incrustados dos asas verticales en el tercio superior de la forma, cuello corto en la superficie. vertical o muy ligeramente exvasado y borde engrosado al ex• 1.: 6,50; a.: 4,00; h.: 9,40. terior, descripción que no repito en cada una de ellas, salvo las PAL.: Bissing, Steingefüsse. CGC 18415, Tf. III. Petrie, Sto- excepciones a esta forma tipo. Las cantimploras son de cuerpo ne..., p.14 y pl. XXXVI, 918-919. esférico o lenticular con dos asas verticales en la parte superior Lám.: LXXIXm. de los hombros, uniendo éstos con la parte inferior del cuello. Depositado en el Museo de Beni Suef.

237 3. HM 84-S3-4/2-11 = H. 44 / 1984 / 4 / 2 8. HM 85.87a = T. 1 - antecámara Caliza Cantimplora con cuerpo de sección lenticular. Se conserva sólo Plato de base inestable, paredes exvasadas convexas y borde una mitad del cuerpo, con el arranque del cuello y de una de las redondeado. Asa plana de sección pentagonal muy alargada a la asas. altura del borde. VI: 310. Factura cuidada, aunque la forma 1.: 6,00; a.: 4,20; h.: 6,20. resulta ligeramente asimétrica. Se conserva casi un cuarto del Lám.: LXXIXn. plato con base y parte del asa. h.: 5,8; 0: 17,2. 9. HM 85.87b = T. 1 - antecámara Lám.: LXIXh. Cantimplora con cuerpo de sección lenticular. Se conserva sólo una mitad del cuerpo, con el arranque del cuello y de una de las asas. 1.: 5,20; a.: 3,10; h.: 5,20. Campaña de 1985 (HM 85) Lám.: LXXIXñ.

10. HM 85.87c y 85.87f = T. 1 - antecámara 4. HM 85.10 = L4/1 Plato de base inestable, paredes exvasadas convexas y borde Vaso de base estable y paredes exvasadas muy finas ligeramente redondeado. VI: 312. Se conservan dos fragmentos con base y convexas. VI: < 114. Se conserva un fragmento de base con borde. arranque de pared. 1.: 4,00; h.: 1,60; 0: 5,00. 1.: 3,00; h.: 3,5; 0: 4,00. Pal.: Petrie, Stone..., p. 12, 23 y pl. XXXII, 797. Lám.: LXXIIIo. Lám.: LXLXb. Lo clasificamos como base de forma abierta porque en las ce• rradas es muy difícil tallar las paredes con tan escaso grosor y 11. HM 85.87d = T. 1 - antecámara con pulido interior. También podría ser una de las mitades de Botella globular de DM en el tercio superior del cuerpo. Asas un recipiente tallado en partes. verticales con un orificio muy pequeño en los hombros. Cuello vertical muy estrecho. VI: < 92. Se conserva un galbo con asa y arranque del cuello. 5. HM85.17 = Ll/6 1.: 3,10; h.: 4,00; 0: 3,70. Caliza Pal.: Montet, La nécroj' >>• . II, p. 93 y pl. LXII. Padró, Egyp- Vaso de base inestable, paredes exvasadas convexas muy gruesas tian-Type..., Iü, pp. 79-80. y borde plano. La base presenta un orificio circular bien tallado Lám.: LXXXd. con la superficie pulida. VI: 125. Factura descuidada. Superficie exterior muy rugosa, sólo desbastada. Interior mucho más cui• 12. HM 85.87e = T. 1 - antecámara dado, igualmente sin pulido. Apareció en varios fragmentos que Galbo de botella globular de DM en el tercio inferior del cuerpo. han sido pegados, Se conserva un fragmento de pared con arranque de cuello. h.: 27; 0: 34,00. 1.: 3,70; h.: 6,00; 0: 7,00. Lám.: LXXVIHa.

13. HM 85.87g = T. 1 - antecámara 6. HM 85.84 y HM 87.42 = T. 1 (vaso), y L13 / P y Q Cuello de forma cerrada de paredes verticales y borde engrosado (asa), respectivamente. al exterior y biselado al interior. Paredes muy finas. Se conserva Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo y cuatro un fragmento del cuello con borde y arranque de un asa. h.: 2,30; 2,00. asas verticales. VI: 70. Se conservan varios fragmentos que han 0: Pal.: Petrie, Stone..., p. 14, pl. XXXVI, 916. sido pegados. Falta una parte de la pared con cuello y borde, Lám.: LXXIXi. h.: 12,00; 0: 8,40. Lám.: LXXXh. 14. HM 85.165a = P (T. 1 / T. 3) / 1985 / 6 Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. Las 7. HM 85.85 = T. 1 paredes de los hombros son muy gruesas pero las del cuello muy Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. Orejetas estrechas. en los hombros de sección cuadrangular. VI: < 70. Se encontró Se conserva un fragmento de pared con arranque de cuello. en varios fragmentos con distinto grado de conservación —al• 1.: 5,10; h.: 4,00; 0: 5,80. gunos están muy deshidratados— que han sido pegados. Falta una parte del cuerpo con cuello, borde y una de las asas, 15. HM 85.165b = P (T. 1 / T. 3)/ 1985 /6 h.: 6,70; 0: 4,70. Cuello de cantimplora de borde exvasado cóncavo y labio plano Pal.: Bissing, Steingefüsse, CGC 18322, Tf. III. Padró, Egyp- engrosado al exterior. Se conserva un fragmento del cuello con tian-Type..., pp. 82-83, pl. XCIX. borde. Lám.: LXXXi. h.: 2,40; 0: 3,50.

238 16. HM 85.165c = P (T. 1 / T. 3)/ 1985/ 6 h.: 5,50; 0: 5,50. Galbo de botella globular. Pal.: Petrie, Stone..., p. 30 y pl. XLIII, 114. 1.: 2,90; h.: 4,50; 0: 4,20. Lám.: LXXIXq.

23. HM 86.279 = P. (T. 1 / T. 3) / 1986 / 9 Caliza Campaña de 1986 (HM 86) Cuenco de gruesas paredes exvasadas convexas, borde plano y asa grande de sección trapezoidal a la altura del borde. Factura 17. HM 86.6 = T. 2 / 1 cuidada; superficies exterior e interior con pulido correcto, forma Base de botella globular. ligeramente asimétrica. Se conserva un fragmento de pared con 1.: 3,90; h.: 3,30; 0: 4,30. asa y borde algo degradado. Cr.: Asociado a material cerámico del s. VTfl o primera mitad 1.: 17,00; h.: 8,70; 0: 33,00. del s. VII a.C. Lám.: LXXVIe.

18. HM 86.11 = T. 21 3 24. HM 86.280 = Ll 1 / Fte. T. 3 / 21-22 (dos fragmentos), Galbo de cuenco (?) de paredes exvasadas rectas finas. Superficie y L9 / Fte. T. 3 / 11 (fragmento menor) deleznable por hidrolización del fragmento. Basalto 1.: 2,50; h.: 4,00; 0: 14,20. Plato de base estable con cuatro pies de sección cuadrangular, Cr.: Asociado a material cerámico del s. VIU o de comienzos gruesas paredes exvasadas convexas y borde plano. Asas con del s. VII a.C. sección de tendencia triangular a la altura del borde. VI: 281 (con pies) y 321 (sin pies). Casi completo, se conservan tres 19. HM 86.46a y 46b = L9 / 1986 / 9 fragmentos que han sido pegados. Pudo tener cuatro asas, como Galbo de botella globular (?). Se conservan dos fragmentos se• algunos ejemplares conservados completos, parados de la pared. h.: 7,00, 8,00 con pies; 0: 22,40. 1.: 2,40 (46a) y 1,40 (46b); h.: 5,00; 0: 7,00. Pal.: Greene, Ancient..., p. 384. Cr.: Asociado a material cerámico de las dinastías XXI-XXII (fines del s. XI - s. IX a.C). 20. HM 86.80 = Lll/Fte. T. 3 / 16 Lám.: LXXIb. Ánfora de paredes finas exvasadas, rectas en el tercio superior de la forma, carena marcada alta, hombros casi planos, cuello vertical estrecho y corto de labio engrosado al exterior. Asas 25. HM 86.286 = T. 3a verticales de pequeña perforación a la altura de la carena. Se Botella ovoide de base apuntada, DM en el tercio superior del conserva un fragmento de la parte superior de la vasija con borde cuerpo y hombros redondeados. Cuello de paredes exvasadas algo degradado, un asa y el arranque de la pared. rectas y borde plano. VI: 56. Se conserva una mitad del vaso. 1.: 4,60; h.: 3,60; 0: 5,30. 1.: 3,20; h.: 5,70; 0: 3,20. Lám.: LXXXIc. Pal.: Petrie, Stone..., pl. XXXIV, 875, con el cuello algo más alto que nuestro ejemplar. Lám.: LXXXIh. 21. HM 86.85 = T. 3b Recipiente carenado de base plana, paredes exvasadas rectas, con carena alta redondeada al interior en el tercio superior del 26. HM 86.385 y HM 86 / V.l = T. 3c y T. 3a respecti• cuerpo y borde vertical delgado de boca ancha. VI: 85. Vasija vamente muy agrietada por completa hidrolación del "alabastro". Se con• Botella de cuerpo esférico ligeramente achatado en la base y serva completa salvo el borde, casi perdido, paredes muy delgadas. Asa única en los hombros que une el h.: 4,50; 0: 3,80. cuerpo y el cuello. Se conserva el cuerpo completo en dos mitades Pal.: Petrie, Stone..., p. 20 y pl. XXV, 454. que han sido pegadas, con los arranques del cuello y del asa. Lám.: LXXIXp. h.: 4,40; 0: 4,60. Pal.: Merrillees, The Cypriote..., passim. Lám.: LXXIXf. 22. HM 86.253 = T. 3c Recipiente carenado de base inestable, paredes envasadas con• vexas, carena redondeada en la parte superior del cuerpo y cuello 27. HM 86.396-401 = Lll / Fte. T. 3 / 21-22 de paredes exvasadas rectas y borde plano. En éste presenta dos Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. Paredes apéndices verticales con pequeño orificio por debajo del borde, gruesas, hombros redondeados y cuello de paredes delgadas ex• que servirían para sujetar una tapadera. Pico vertedor horizontal vasadas rectas con boca muy amplia. Asas verticales en la mitad de sección trapezoidal. VI: 94 (hasta el borde) y 89 (si se incluyen superior del cuerpo, grandes, con prolongación en su base. VI: los asideros). Factura muy cuidada. Se hallaron dos fragmentos < 97 (globular). Muy incompleta, se conservan suficientes frag• que han sido pegados. La pieza se conserva completa, pero sólo mentos para obtener la forma completa, el arranque del pico vertedor. h.: 18,00; 0: 17,60.

239 Cr.: Cf. n.° 24. 32. HM 86.408 = Lll/Fte. T. 3/21-22 Lám.: LXXXa Vaso de paredes exvasadas rectas y borde vertical plano. VI: < Restos de inscripción en los hombros. Uno de los fragmentos 123. Se conserva un fragmento de galbo con borde, que no ha podido ser encajado con el resto conserva el final de h.: 3,70; 0: 4,60. un cartucho en vertical con los signos lll[wsr]kn); el tamaño de Pal.: Petrie, Stone..., pl. XXXII, 795, 796 y pl. XXXVI, 930. la k permite suponer la l a su derecha. A la izquierda del cartucho Cr.: Cf. n.° 24. algunas líneas horizontales conservan la huella de signos ilegi• Lám.: LXXIIIc. bles, que podrían corresponder a mn y a un fragmento de stp, pero sin restos del cartucho que también debería haberlos en• 33. HM 86.409a = Ll 1 / Fte. T. 3 / 21-22 cerrado; el problema es que tanto si existió una ! en el nomen Plato de base estable con anillo de solero, paredes exvasadas como si efectivamente el signo inferior de la izquierda es stp, la convexas y borde plano. Asas de sección triangular con vértices escritura es retrógrada, es decir, los signos miran hacia el final redondeados a la altura del borde. VI: 353. Falta más de la mitad de la inscripción y no hacia su comienzo. El rey mencionado es del plato, pero se conservan suficientes fragmentos para obtener uno de los Osorkón. La identificación del praenomen no ayuda la forma completa, demasiado a especificar cuál de ellos, pues todos salvo el primero h.: 5,00; 0: Í7.40. se denominan Stp-n-lmn. Cr.: Cf. n.° 24. Por debajo del cartucho parecen identificarse los signos t y s. Lám.: LXXIa. Bajo éstos una línea continua ligeramente inclinada respecto a la horizontal parece limitar la zona que ha recibido la escritura. 34. HM 86.409b = Lll/Fte. T. 3 / 21-22 Junto a una de las asas se identifican tres signos que parecen Plato de base estable con pie indicado, paredes exvasadas con• corresponder a °nh, w¿3, snb y serían por tanto el final de una vexas y borde plano. Asas de sección triangular con vértices línea de texto horizontal enmarcada por sendas líneas superior e redondeados a la altura del borde. VI: 484. Incompleto, falta inferior. más de la mitad del plato, pero se conservan suficientes frag• La superficie donde aparecen los signos está tan arañada que mentos para obtener la forma completa, parece posible que haya habido un intento voluntario de borrar h.: 6,40; 0: 30,60. la inscripción. Cr.: Cf. n.° 24. Lám.: LXXg. 28. HM 86.402 = Ll 1 / Fte. T. 3 / 21-22 Base de botella globular. Cavidad interior descentrada respecto 35. HM 86.409c = Lll / Fte. T. 3 / 21-22 al eje vertical, Vaso de base estable plana, paredes exvasadas convexas y borde h.: 3,60; 0: 6,70. vertical biselado al interior. V.I.: 130. Se conserva un fragmento Cr.: Cf. n.° 24. de pared con base y borde. Cf. n.° 42. h.: 4,10; 0: 5,50. 29. HM 86.403 = Lll / Fte. T. 3 / 21-22 Pal.: Petrie, Stone..., pl. XXXII, 795, 796 y pl. XXXVI, 930. Galbo de botella globular de DM en el tercio inferior del cuerpo Lám.: LXXIIIb. y cuello vertical de boca ancha. Se conservan dos fragmentos de Cr.: Cf. n.° 24. pared que han sido pegados, con un asa y el arranque del cuello, h.: 3,40; 0: 5,00. Cr.: Cf. n.° 24. 36. HM 86.409d = Ll 1 / Fte. T. 3 / 21-22 Lám.: LXXX1. Vaso de base estable gruesa y pared exvasada convexa. En el interior se distinguen las líneas concéntricas dejadas por el sílex en la manufactura del vaso. Se conserva un fragmento de base 30. HM 86.404 = Lll/Fte. T. 3/21-22 con arranque de pared. Botella de cuerpo fusiforme de base muy apuntada, sin hombros 1.: 4,00; h.: 2,90; 0: 7,60. y cuello ancho de paredes cóncavas y labio engrosado al exterior. Cr.: Cf. n.°24. VI: 25. Factura muy cuidada, las paredes son muy delgadas. Incompleta, se conservan tres fragmentos que han sido pegados y proporcionan la forma completa, 37. HM 86.409e = Lll/Fte. T. 3/21-22 h.: 12,60; 0: 5,20. Cuello vertical de botella esférica o globular (?). Paredes con Cr.: Cf. n.° 24. borde redondeado. Líneas concéntricas de manufactura en el Lám.: LXXXIe. interior. Se conserva un fragmento de pared con borde. 1.: 3,20; h.: 3,90; 0: 8,90. Cr.: Cf. n.° 24. 31. M 86.405 = Lll / Fte. T. 3 / 21-22 Vaso de base inestable de gran grosor, cuerpo de paredes ex- vasadas rectas y borde envasado de labio redondeado. VI: 34. 38. HM 86.409Í = Lll / Fte. T. 3 / 21-22 Se conservan tres fragmentos de los que dos han sido pegados, Galbo de forma no identificada. Factura cuidada: las superficies h.: 10,00; 0: 6,60. están bien pulidas. Cr.: Cf. n.° 24. 1.: 4,50; h.: 1,40. Lám.: LXXJJIl. Cr.: Cf. n.° 24.

240 39. HM 86.409g = Lll / Fte. T. 3 / 21-22 46. HM 87.35b = H. 14/11 Cuello vertical de botella esférica o globular (?). Paredes adel• Galbo de pared exvasada convexa de forma no identificada. gazadas por el interior en la parte inferior, con borde redondeado 1.: 4,50; a.: 1,50; grosor: 0,60. al exterior y vertical al interior. Se conserva un fragmento de pared con borde, h.: 7,10; 0: 9,50. 47. HM 87.43 = H. 5 / 6 Cr.: Cf. n.° 24. Vaso cilindrico (?). Paredes verticales rectas y borde exvasado Lám.: LXXIVc. engrosado al exterior. Decorado con una moldura de motivo sogeado inciso en la parte superior del cuello. Se conserva un 40. HM 86.409h = Ll 1 / Fte. T. 3 / 21-22 fragmento de pared con borde. La decoración de soga está muy Galbo de cuello de botella fusiforme (?). Paredes delgadas en• degradada. vasadas cóncavas. 1.: 6,50; h.: 6,00; 0: 13,40. 1.: 2,00; h.: 6,00; 0: 8,10. Pal. (borde): el-Khouli, n.° 349, Egyptian..., I, p. 48 y III, pl. Cr.: Cf. n.° 24. 17 (dinastía I, pero con paredes muy irregulares). Cr. : Asociado a material cerámico que podría ser de la primera 41. HM 86.409Í = Lll /Fte. T. 3 / 21-22 mitad del s. VII a.C. Vaso de paredes exvasadas convexas y borde vertical redondeado Lám.: LXXIVb. biselado al interior. Se conserva un fragmento de pared con borde. Superficie muy degradada que dificulta su interpretación, h.: 2,90; 6,40. 0: 48. HM 87.50 = L13 / 4 Cr.: Cf. n.° 24. Caliza 42. HM 86.409J = Lll /Fte. T. 3 / 21-22 Artesa con base de mala estabilidad y pared vertical corta y muy Vaso de base estable y paredes exvasadas convexas. Se conserva gruesa. Cavidad interior con tendencia a semiesférica. Factura un fragmento de base con arranque de pared, descuidada. Se conserva un fragmento de pared con base; su• h.: 2,10; 0: 5,00. perficie degradada. Cr.: Cf. n.° 24. 1.: 11,00; a.: 6,60; h.: 5,50. Podría tratarse de un fragmento del vaso n.° 35, pues aunque el Cr.: Aparece asociado a material cerámico de comienzos del TPI grosor de la base es algo menor, muchos de los recipientes de y de la primera mitad del s. VII a.C. piedra son ligeramente asimétricos.

43. HM 86.410 = J / 1986 / 6 49. HM 87.52 = H. 9 / 1 Caliza Caliza Plato de base inestable, paredes exvasadas rectas y borde redon• Mortero. Vaso de base estable, paredes exvasadas rectas y borde deado que conforman una boca de apertura ovoidal. Factura poco biselado al exterior. Asas de perfil pentagonal y sección hexa• cuidada, el cuerpo es asimétrico. Superficie rugosa al exterior, gonal a la altura del borde. Cavidad interior semiesférica muy bien pulida al interior. Incompleta, falta el extremo de mayor pequeña en relación con el tamaño del mortero. VI: 115. Factura dimensión. descuidada. Superficie exterior desbastada, interior bien pulida, 1.: 10,70; a.: 11,00; h.: 5,20. h.: 19,00; 0: 22,00. Cr.: Asociado a material cerámico del TPI tardío o s. VII a.C. Cr.: Asociado a material cerámico del TPI final o s. VII a.C. Lám.: LXXIVj. Lám.: LXXVIIIb.

44. HM 86.411 = Lll/Fte. T. 3 / 21 "Esquisto" 50. HM 87.72 = L9 / Fte. T. 3 / 1987 / 1 Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde plano. VI: < Cuenco de base estable y paredes verticales decoradas con mol• 251. Factura cuidada, con buen pulido interior y exterior. Se duras semicirculares, de las que se conservan dos, una junto a conservan cinco fragmentos de los que tres pudieron pegarse, la base y otra a dos centrímetros de altura de la anterior. Se pero no llegan a dar la forma completa pues falta la base. Nu• conserva un fragmento de base con pared. merosas concreciones en la superficie 1.: 9,00; h.: 3,90; 0: 11,30. h.: 6,50; 0: 16,50. Pal.: Petrie, Stone..., p. 12 y pl. XXXÜT, 836 y 837. Lám.: LXXIIj. Lám.: LXXIIId.

Campaña de 1987 (HM 87) 51. HM 87.73 = L9 / Fte. T. 3 / 1987 / 1 45. HM 87.35a y 35c = H. 14 / 11 Cuello vertical de botella esférica o globular (?). Paredes rectas Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde vertical redon• y borde redondeado. Se conserva un pequeño fragmento de pared deado. Se conservan dos fragmentos de pared, uno con borde, con borde. que no encajan. 1.: 3,20; h.: 6,40; 0: 8,50. 1.: 2,90; h.: 5,00; 0: 17,80. Lám.: LXXIVd.

241 Campaña de 1988 (HM 88) 59. HM 88 - V.l = L4 Al 2 Galbo de paredes convexas con grosor irregular de forma no identificable. 52. HM 88.121 =L25/4 1.: 5,60; h.: 8,60; 21,00 (?). Serpentinita gris 0: Tapadera circular con pared de perfil curvo que sobresale del 60. HM 88 - V.2 = L4 A / 6 borde inferior, vertical y de labio plano formando un ángulo con Botella globular de cuello vertical y boca ancha. Se conserva un la pared superior. Superficie exterior con decoración de doble fragmento de pared con arranque del cuello. línea paralela incisa formando círculos concéntricos. Factura cui• 1.: 1,20; h.: 2,60; 0: 5,50. dada. Se conserva un fragmento de pared con borde. 1.: 10,80; h.: 1,70; 0: 14,00. 61. HM 88 - V.3 = L4 A/ 1-8 Pal.: Fischer, en Anthes, Mit Rahineh. 1955, p. 16, fig. 1A3*. Cuenco de base inestable, paredes exvasadas convexas y borde Lám.: LXXXIo. redondeado con un saliente (¿asa, pico vertedor?). VI: ca. 209. Se conserva un fragmento del cuerpo con arranque del saliente 53. HM 88.127 = L25/ 20 insuficiente para determinar su forma con exactitud. Fuente de paredes exvasadas convexas decoradas con una mol• 1.: 5,90; h.: 3,20; 0: 6,90. dura triangular y labio plano, engrosado al exterior. VT: < 1130. Pal.: Petrie / Brunton, Sedment I, pl. VI, 22 (dinastía XVIII). Factura muy cuidada. Se conserva un fragmento con pared, borde Lám.: LXXffla. y parte de la base. 1.: 7,20; h.: 2,40; 0: 27,00. 62. HM 88 - V.4 = L4 B / 5 Pal.: Anthes, Mit Rahineh. 1956, pp. 107 y 109 (sin molduras). Calco arenita. Lám.: LXIXg. Vaso de base estable gruesa y paredes exvasadas rectas. Factura cuidada. Superficies interior y exterior bien pulidas. Se conserva 54. HM 88.128 = L4A / 1 la base con arranque de pared, h.: 3,00; 5,40. Forma abierta de gruesas paredes exvasadas convexas y borde 0: Lám.: LXXIIIg. plano engrosado al exterior. Se conserva un fragmento del borde con arranque de pared. 63. HM 88 - V.5 = L4 B / 1-8 1.: 7,10; h.: 2,70; 18,00 (?). 0: Galbo de paredes convexas de forma no identificable, con arran• Lám.: LXXHc. que de un asa o de una moldura en la base. 1.: 2,00. 55. HM 88.129 = L4A/7 Recipiente carenado de base estable, paredes exvasadas rectas y 64. HM 88 - V.6 = L4 B / 11 / M. 350 carena redondeada y hombros envasados rectos. Cuello corto de Galbo de botella globular de paredes muy finas. paredes cóncavas engrosado al exterior. VI: < 93. Se conserva 1.: 1,60; h: 4,00. una mitad de la pieza y el borde está muy degradado, h.: 4,70; 0: 4,40. 65. HM 88 - V.7 = L4 C / 2 Lám.: LXXIXo. Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. Se con• serva un fragmento de pared con arranque de un asa vertical 56. HM 88.130 = E. I / 1988 / 7 perforada. Vaso de base plana, paredes verticales cóncavas y borde plano 1.: 3,10; h.: 5,00. de labio engrosado al exterior. VI: 80. Se conserva algo menos de la mitad de la pieza en tres fragmentos que han sido pegados, 66. HM 88 - V.8 = L4 C / 2 h.: 6,40; 0: 5,20. Calcoarenita. Plato con base estable de pie indicado, paredes exvasadas con• Pal.: Martin, The Sacred..., n.° 1190, p. 94 y pl. 9. vexas y borde biselado al exterior. VI: 443. Factura cuidada. Se Lám.: LXXIIIn. conserva un fragmento de pared con borde y base. 1.: 13,50; h.: 4,80; 0: 21,20. 57. HM 88.131 = L4A/8 Pal.: Caton-Thompson, The Desert..., pp. 146-147 y pl. XCV, Galbo de botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. 28. Asas verticales con prolongación inferior. Se conserva un frag• Lám.: LXXf. mento de pared con arranque de asa. 1.: 3,60; h.: 2,20; 0: 6,00. 67. HM88-V.10 = L22/5 Caliza 58. HM 88.133 = L26/2 Fragmento de pared plana, sin borde ni resaltes, que no es cua• Vaso de base estable y paredes envasadas rectas, redondeadas drada sino de bordes convexos ligeramente rebajados hacia el en la unión con la base. VI: < 83. Se conserva la parte inferior vértice. Factura cuidada, superficie bien pulida en una cara y del vaso. peor en la otra. 1.: 4,90; h.: 6,10; 0: 5,00. 1.: 2,90; a.: 2,80; grosor: 0,40. Lám.: LXXinfi. Lám.: LXXXIñ.

242 68. HM 88 - V.ll = L22/ 5 75. HM 88 - V.18 = H. 13 / 1988 / 11 Lamprófido Caliza Fragmento de paredes exvasadas rectas de escaso grosor y borde Plato de base estable plana (?), pared exvasada convexa y borde plano. Factura cuidada, superficie bien pulida en interior y ex• biselado al exterior. V.I.: 451 (?). Factura poco cuidada. Su• terior. perficie interior más pulida que la exterior. Se conserva un frag• 1.: 4,20; h.: 4,00; 0: 14,00. mento de pared con borde y arranque de base. Lám.: LXXXIv. 1.: 4,50; h.: 3,50; 0: 15,80. Lám.: LXXVb. Cf. n.° 73.

76. HM 88 - V.19 = L25 / 10 69. HM 88 - V.12 = L22/14 Granito rosa Caliza amarillenta Asa trapezoidal de sección cuadrangular de una forma abierta de Plato o cuenco de paredes exvasadas convexas engrosadas en la gran tamaño. Factura poco cuidada, superficie ligeramente pu• parte superior del cuerpo y borde redondeado. Factura poco cui• limentada. Se conserva el asa hasta la zona de contacto con la dada; superficie interior bien pulida, pero exterior granulosa. Se pared de la vasija. conserva un fragmento de pared con borde. 1.: 7,10; a.: 6,20; h.: 5,40. 1.: 7,80; h.: 6,60; 0: 23,50.

77. HM 88 - V.20 = L25 / 16 70. HM 88 - V.13 = L22/14 Galbo y base de cantimplora (?) de cuerpo esférico. Tapadera circular de pared ligeramente curvada y borde redon• 1.: 3,50; h.: 4,90; 0: 6,00. deado. En la base presenta un botón troncocónico invertido. Factura cuidada. Se conservan tres fragmentos que no encajan. 78. HM 88 - V.21 = L26 / 3 1.: 4,60; h.: 1,10; 0: 5,70. Galbo de pared exvasada recta de forma no identificada. Lám.: LXXXIs. 1.: 6,70; a.: 2,60; h.: 1,60.

79. HM 88 - V.22 = L26 / 4 71. HM 88 - V.14 = L22 - sur / 2 Fragmento amorfo de forma no identificable. Podría formar parte Vaso cilindrico (?). Paredes exvasadas rectas y borde redondeado de una escultura o de una vasija teriomorfa. Se distinguen algunas engrosado al exterior. Decorado con una moldura de motivo estrías, producto de un tallado intencional. sogueado inciso en la parte superior del cuello. El borde presenta un orificio transversal que lo atraviesa con inclinación de arriba a abajo. Se conserva un fragmento de pared con borde. La de• 80. HM 88 - V.23 = H. 19 / 1988 / 2 coración de soga está muy degradada. Cuello de botella fusiforme. Pared envasada recta y borde ex- 1.: 10,00; h.: 6.60; 0: 18,00. vasado cóncavo con labio biselado al exterior. Decorado con una moldura redondeada en el arranque del borde. Se conserva un Pal.: el-Khouli, n.° 276-283, Egyptian... I, p. 35 y UI, pl. 11 fragmento de pared con cuello y borde. (dinastías I y H). 1.: 1,60; h.: 6,20; 5,40. Lám.: LXXIVa. 0: Pal.: Petrie, Stone..., pl. XXXIII, 843. Cr.: Asociado a material cerámico de la primera mitad del s. VII 72. HM 88 - V.15 = L22 - sur / 8 a.C. Lám.: LXXXId. Galbo de vaso de paredes verticales rectas. 1.: 3,00; h.: 6,20; 0: 9,00. 81. HM 88 - V.24 = H. 21 / 1988 / 1 Caliza amarillo-anaranjada 73. HM 88 - V.16 = L22 15 Plato o cuenco de paredes exvasadas convexas y borde plano Lamprófido. biselado al interior. Asa de sección hexagonal asimétrica a la Galbo de forma carenada con pared envasada recta, hombros altura del borde. Factura cuidada, superficies pulidas. Se con• horizontales y cuello envasado. Factura cuidada. Se conserva un serva un fragmento de pared con borde y un asa. fragmento de los hombros con arranque de cuello y de pared. 1.: 11,50; h.: 4,00; 0: 27,00. 1.: 5,00; h.: 1,80; 0: 12,40. Cr.: Asociado a material cerámico de la primera mitad del s. VII Lám.: LXXXIu. a.C. Lám.: LXXVId. Podría tratarse de una pieza del mismo vaso que el n.° 68.

82. HM 88 - V.25 = H. 21 / 1988 / 3 74. HM 88 - V.17 = H. 13 / 1988 / 3 Galbo de botella globular con probable DM en el tercio inferior Galbo de pared convexa gruesa de forma no identificable. del cuerpo. 1.: 3,20; a.: 2,40; 0: 11,00 (?). 1.: 5,90; h.: 6,80; 0: 9,10.

243 83. HM 88 - V.26 = L31 / 10 92. HM 88 - V.36 = E. I / 1988 / 8 Cuello de forma cerrada de paredes verticales y borde exvasado Caliza con labio plano redondeado al exterior. Se conserva un fragmento Vaso de gran tamaño de paredes exvasadas rectas y borde plano. del cuello con borde. Factura poco cuidada, con superficie interior y exterior bien 1.: 2,50; h.: 1,80; 0: 4,20. desbastada pero sin pulir. Se conserva un fragmento de pared Lám.: LXXIXg. con borde. 1.: 23,00; h.: 17,00; 0: 33,00. 84. HM 88 - V.27 = L31 / 16 Caliza 93. HM 88 - V.37 = J / 1988 / 8 Cuenco de paredes exvasadas convexas engrosadas en la parte Base de ánfora de forma "torpedo", de paredes finas. VI: < central del cuerpo y borde plano. Asa de sección semicircular a 65. Buen pulido exterior e interior. Se conserva un fragmento la altura del borde. Factura cuidada. Superficies pulidas. Se con• de pared con base. serva un fragmento de pared con borde y asa. 1.: 2,40; h.: 4,60; 0: 3,00. 1.: 15,4; a.: 7,50; h.: 11,20; 0: imposible de hallar. Cr.: Asociado a material cerámico algo anterior al TPI. Lám.: LXXVIa. Lám.: LXXXIm.

85. HM 88 - V.28 = E. I / 1988 / 8 94. HM 88 - V.38 = H. 21 / 1988 / 2-3 Base estable de gran grosor de mortero o vaso de paredes rectas Cuenco de paredes exvasadas rectas y labio engrosado al exterior. casi verticales. Se conserva un fragmento de pared con borde. 1.: 7,60; h.: 4,30; 0: 8,40. 1.: 1,9; h.: 3,7; 0: 15,5. Lám.: LXXIIIk. Lám.: LXXIII.

86. HM 88 - V.29 = E. I / 1988 / 8 95. HM 88 - V.39 = H. 21 / 1988 / 2-3 Caliza blanca Galbo de forma no identificada; interior con marcas del tallado. Galbo de vaso de gran tamaño, a juzgar por el grosor de la pared, 1.: 3,10; h.: 5,00; 0: 8,40. curvada ligeramente. 1.: 8,00; a.: 7,50; h.: 3,50. 96. HM 88 - V.40 = J / 1988 / Suelo Caliza Artesa de paredes exvasadas convexas, borde plano y boca cua- 87. HM 88 - V.30 = E. I / 1988 / 9 drangular con asas en los vértices. Factura grosera. Se conserva Galbo de botella globular de paredes muy finas. un fragmento de pared con borde y parte de un asa. 1.: 1,40; h.: 3,10. 1.: 21; h.: 15,5. Cr.: Incluida en el suelo de una construcción del TPI final o 88. HM 88 - V.31 = E. I / 1988 / 9 comienzos del s. VII a.C. Cuenco (?) de paredes exvasadas rectas. Se conserva un frag• Lám.: LXXVIIIc. mento de pared con arranque de base (?). 1.: 3,20; h.: 3,70; 8,70. 0: 97. HM 88 - V.41 = L22 - sur / 14 Caliza 89. HM 88 - V.32 = E. I / 1988 / 9 Forma abierta de paredes exvasadas rectas y borde redondeado. Galbo de botella globular de DM en el tercio inferior o en el Factura grosera. Se conserva un fragmento de pared con borde tercio superior del cuerpo. muy degradado. 1.: 2,50; h.: 7,50; 0: 6,30. 1.: 5,3; h.: 4,5.

90. HM 88 - V.33 = E. I / 1988 / 9 Vaso de paredes verticales rectas y asas verticales con prolon• Campaña de 1989 (HM 89) gación inferior. Se conserva un fragmento de pared con arranque de un asa. 98. HM 89.97 = H. 25 / 3 / M. 445 1.: 2,40; h.: 3,30; 0: 11,00. "Esquisto" Lám.: LXXIVh. Tapadera circular plana de extremo en doble bisel formando arista y botón en la base de sección pentagonal. Factura cuidada. Buen 91. HM88-V.34 = H. 11/6,10 m alisado en toda la superficie. Conservación buena; ha perdido un Diorita pequeño fragmento del borde, Fragmento de plato o cuenco de base estable plana y arranque h.: 0,60; 0: 2,20. de pared exvasada convexa. Factura muy cuidada. Pulido per• Cr.: Asociado a material cerámico que podría fecharse en el TPI fecto en el interior y el exterior. tardío o s. VII a.C. 1.: 2,60; h.: 2,30; 0: 12,20. Lám.: LXXXIq.

244 99. HM89-V.l = H. 6/ 1989/5 que la interior. Se conserva un fragmento de pared con borde y Caliza base. Artesa de base plana muy gruesa, paredes verticales y boca cua• 1.: 17,5; h.: 7,00; 0: 18,00. drángulas Factura descuidada. Se conserva un vértice que no da Lám.: LXXVIIb. la forma completa de la vasija. Superficie muy degradada por Mancha negra, posiblemente de fuego, en el centro de la cavidad hidrolización. interior, sin tocar sus bordes. Esto implicaría que el fragmento 1.: 15,00; a.: 12,20; h.: 10,50. se reutilizó como lámpara, una vez roto el cuenco. Cr.. Asociado a material cerámico de comienzos del TPI. 106. HM 89 - V.9 = H. 25 / 3 100. HM 89 - V.2 = H. 20 / 1989 / 5 Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. Paredes Botella globular pequeña, de DM en el tercio superior del cuerpo envasadas rectas con borde redondeado. Se conserva un pequeño y cuello ligeramente exvasado. Se conserva un fragmento de fragmento de pared con borde, lo que permite dudar de la exac• pared con arranque de cuello. Superficie muy degradada. titud del diámetro y del eje de simetría. 1.: 2,10; h.: 3,00; 0: 3,60. 1.: 2,20; h.: 3,50; 0: 12,00. Cr.: Asociada a material cerámico de fines del s. VIII o primera Cr.: Cf. n.° 98. mitad del s. VII a.C. Lám.: LXXXm. Lám.: LXXXe. 107. HM89-V.10 = H. 25/3 101. HM 89 - V.3 = H. 20 / 1989 / 5 Galbo de botella globular con DM en el tercio inferior del cuerpo. Caliza 1.: 4,30; h.: 6,30; 0: 9,00. Plato de base inestable, paredes exvasadas gruesas y borde re• Cr.: Cf. n.° 98. dondeado. VI: 366. Factura mala. Se conserva un fragmento con HM 89 - V.ll = H. 25 / 6 borde y base; superficie muy degradada. 108. Caliza 1.: 11,20; h.: 3,40; 0: 12,40. Cuenco de paredes gruesas exvasadas y borde vertical plano. Cr.: Cf. n.° 100 VI: < 260. Factura mediocre; buen pulido en el interior pero Lám.: LXXVa. con un simple desbastado en el exterior. Se conserva un frag• mento de la pared con borde; superficie exterior muy degradada. 102. HM 89 - V.4 = H. 20 / 1989 / 5 1.: 16,00; h.: 12,30; 0: 32,00. Caliza Cr.: Cf. n.° 98. Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde vertical redon• Lám.: LXXVe. deado. A la altura de éste salen asas con prolongación inferior. VI: < 213. Factura muy cuidada. Superficies bien pulidas. Se 109. HM 89 - V.12 = H. 25 / M. 424 conserva un fragmento de pared con arranque de un asa. Botella globular de DM en el tercio superior del cuerpo, cuello 1.: 4,00; h.: 3,60; 7,70. 0: muy delgado vertical y boca de gran amplitud. Orejetas verticales Cr.: Cf. n.° 100. con perforación muy pequeña en la unión con la pared y pro• Lám.: LXXIIf. longación inferior. Se conserva un fragmento de pared con un asa y arranque del cuello. HM 89 - V.5 = H. 21 / 1989 / 1 103. 1.: 2,20; h.: 5,20; 0: 10,00 (orientación dudosa). Caliza Cr.: Cf. n.° 98. Mortero. Vaso de paredes exvasadas rectas y borde plano. Asas Lám.: LXXXf. de perfil trapezoidal con sección de tendencia pentagonal a la altura del borde. Cavidad interior semiesférica. Factura medio• 110. HM 89 - V.13 = H. 25 / M. 424 cre. Superficie exterior con desbastado fino, interior pulida. Se Cuello de forma cerrada. Paredes exvasadas cóncavas y borde conserva un fragmento de pared con borde y una de las asas, redondeado al exterior. Se conserva un fragmento del cuello con muy degradada. borde. 1.: 15,50; h.: 6,20; 0: 24,00. 1.: 2,80; h.: 1,30; 0: 4,30. Cr.: Cf. n.° 98. 104. HM 89 - V.6 = H. 21 / 1989 / 1 Lám.: LXXIXh. Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. El borde o labio es una pequeña moldura vertical sobre los hombros. Se 111. HM 89 - V. 14 = H. 25 / M. 424 conserva un fragmento de pared con borde. Galbo de forma no identificable. 1.: 3,10; h.: 4,20; 0: 4,20. 1.: 1,70; grosor: 0,50. Lám.: LXXXñ. Cr.: Cf. n.° 98.

105. HM 89 - V.7 = H. 21 / 1989 / 1 112. HM89-V.15 = L37/1 Caliza Cuenco de paredes verticales convexas, y borde redondeado bi• Cuenco de base inestable, paredes exvasadas convexas y borde selado al interior. Se conserva un fragmento de pared con borde. biselado al exterior. La pared adelgaza progresivamente hacia el 1.: 3,10; h.: 3,50; 0: 13,40. borde. VI: 255. Factura buena. Superficie exterior más pulida Lám.: LXXIIg.

245 113. HM89-V.16 = L37/1 120. HM 89 - V.26 y HM 91 - V.19 = L37 A / 12 y E. I Caliza / 1991 / M. 890, respectivamente Artesa de base plana y paredes exvasadas convexas un poco Mortero. Vaso de base estable, paredes exvasadas rectas de borde menos gruesas que la base. Forma de la boca no identificada. biselado al interior, con asas verticales con sección de tendencia Factura grosera. Se conserva un fragmento de la base con arran• trapezoidal a la altura del borde. VI: 117. Se conservan dos que de pared. fragmentos que han sido pegados, 1.: 10,00; a.: 9,00; h.: 6,00. h.: 7,00; 0: 8,60. Lám.: LXXIVi.

114. HM 89 - V.17 = L37 / 2 121. HM 89 - V.27 = H. 19 / 1989 / 4 Caliza Gabro Cuenco de paredes exvasadas rectas y borde biselado al exterior. Plato de base estable con pie indicado, paredes exvasadas curvas Factura cuidada. Se conserva un fragmento de pared con borde. muy gruesas y borde plano biselado al interior. VI: 390. Factura 1.: 4,60; h.: 2,8; 0: 11,00. cuidada, superficie muy pulida en el interior, algo menos en el Lám.: LXXIIk. exterior. Se conserva un gran fragmento de pared con borde y base. 115. HM89-V.18 = L37/6 1.: 21,00; h.: 7,60; 0: 29,80. Caliza Lám.: LXXd. Mortero de paredes verticales rectas muy gruesas y asas con sección de tendencia semicircular a la altura del borde. Cavidad 122. HM 89 - V.28 = M2 / 3 interior semiesférica pequeña. Factura descuidada. Se conserva Cazo. Recipiente de base inestable, paredes exvasadas convexas un fragmento de pared con un asa. y borde plano. Mango plano a la altura del borde, que presenta 1.: 10,50; h.: 9,50; 0 de la cavidad interior: 14,00. una primera parte trapezoidal en la unión con el recipiente e indicios de al menos una segunda que se ha perdido. VI: ca. 235. Se conserva un fragmento del mango con arranque de pared HM 89 - V.19 = L37 B / 2 116. y borde del cuenco. Caliza 1.: 6,00. Cuenco: h.: 3,00; 0: 7,00. Plato de paredes exvasadas convexas y borde vertical biselado Pal.: Petrie, Stone..., pl. XXXV, 894 y 895. al interior. Asa con sección de tendencia semicircular a la altura Lám.: LXXIVi. del borde. Factura poco cuidada^Se conserva un fragmento de pared con borde y la mitad de un asa. 1.: 11,00; h.: 7,00; 0: 24,00. 123. HM 89 - V.31 = H. 20 / 1989 / 5 Lám.: LXXVg. Galbo de botella globular de hombros rectos y cuello vertical estrecho. 1.: 1,80; grosor: 0,60. 117. HM 89 - V.21 = L37 B / 3 Cr.: Cf. n.° 100. Caliza Plato de base estable de pie indicado y paredes exvasadas con• 124. HM 89 - V.32 = H. 20 / 1989 / 5 vexas gruesas. Factura cuidada; superficie interior muy pulida, Vaso muy alto de paredes verticales con ligera carena en la parte también la exterior pero con menos detalle. Se conserva un frag• superior del cuerpo y borde muy corto redondeado y engrosado mento de la base con arranque de pared. al exterior. Asa vertical muy alargada en el tercio superior del 1.: 8,70; h.: 3,80; 0: 17,30. cuerpo de sección romboidal asimétrica, con la mitad superior más alta que la inferior. Se conserva un fragmento de pared con borde y un asa. 118. HM 89 - V.22 = T. 7 1.: 5,40; h.: 10,20; 0: 8,30. Botella esférica (?) de paredes gruesas, cuello vertical corto mol• Cr.: Cf. n.° 100. durado, boca ancha y borde horizontal con labio en arista al Lám.: LXXIUh. exterior. VI: < 138. La cavidad interior está ligeramente des• centrada respecto al eje vertical del vaso. Se conserva un frag• mento de pared con borde. 125. HM 89 - V.33 = H. 20 / 1989 / 6 1.: 5,80; 4,70; 0: 7,00. Botella esférica achatada de boca amplia y borde vertical recto Lám.: LXXIXe. muy corto biselado al interior. VI: < 178. Se conserva un frag• mento de pared con borde. 1.: 5,90; h.: 4,60; 0: 8,20. 119. HM 89 - V.25 = Superficie (?) Pal. (borde): Baena, Baetica I, p. 161 y fig. 165, 3 y 4. Cuerpo: Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde biselado al in• Hayes, The Scepter..., II, p. 80, fig. 43 (Hatshepsut). terior. VI: ca. 257. Se conserva un fragmento de pared con borde. Cr.: Asociada a material cerámico de fines del s. VIII o primera 1.: 5,00; h.: 5,60; 0: 14,30. mitad del s. VII a.C. Lám.: LXXIIñ. Lám.: LXXIXb.

246 126. HM 89 - V.34 = H. 20 / 1989 / 6 134. HM 89 - V.42 = H. 25 / 3 Botella globular de DM en el tercio inferior del cuerpo, paredes Galbo de botella globular. envasadas convexas, hombros redondeados, cuello exvasado y 1.: 3,40; h.: 3,30; 0: 5,80. borde engrosado al exterior. Oreja pequeña con prolongación Cr.: Cf. n.° 98. inferior. VI: < 95. Se conserva un fragmento de pared con borde y una oreja. 135. HM 89 - V.43 = H. 25 / 3 / M. 443 1.: 3,50; h.: 6,10; 0: 5,60. Galbo de botella globular. Se conservan dos fragmentos Pal.: Molina / Padró, vaso n.° 3, Almuñécar..., p. 45 (TPI). 1.: 2,70; h.: 2,70; 0: 3,10; 0 y orientación pueden sufrir algún Cr.: Cf. n.° 125. pequeño error por el pequeño tamaño de los fragmentos. Lám.: LXXXn. Cr.: Cf. n.°98.

127. HM 89 - V.35 = H. 20 / 1989 / 6 136. HM 89 - V.44 = T. 6 / 5 Galbo de botella esférica con posible DM en el tercio inferior Cuenco de de paredes exvasadas convexas y borde vertical re• del cuerpo y base estable. dondeado. VI: < 285. Se conserva un fragmento de pared con borde y posible arranque de base. 1.: 3,90; h.: 5,00; 0: 8,50. 1.: 2,20; h.: 5,20; 0: 12,50. Cr.: Cf. n.° 125. Cr.: Asociado a material cerámico de un posible TPI final. Lám.: LXXIIh. 128. HM 89 - V.36 = H. 20 / 1989 / 6 Vaso de paredes exvasadas rectas y borde biselado al interior. 137. HM 89 - V.45 = T. 6 / 5 Se conserva un fragmento de pared con borde. Cuenco de base inestable, paredes exvasadas convexas y borde 1.: 4,10; h.: 3,50; 0: 8,00. envasado biselado al exterior y al interior. VI: 162. Se conservan Cr.: Cf. n.° 125. dos fragmentos que han sido pegados, Lám.: LXXIIIe. h.: 2,30; 0: 3,80. Cr.: Cf. n.° 136. Lám.: LXXIIb. 129. HM 89 - V.37 = H. 20 / 1989 / 6 Galbo de botella globular. 1.: 3,90; h.: 5,50; 0: 6,50. 138. HM 89 - V.46 = T. 6 / 5 Cr.: Cf. n.° 125. Percutor. Pieza troncocónica invertida (?) de sección circular con uno de los extremos redondeados. 1.: 4,00; 0: 1,50. 130. HM 89 - V.38 = H. 20 / 1989 / 6 Pal.: Petrie, Stone..., pl. XXXVIII, 980. Galbo de botella globular. Cr.: Cf. n.° 136. 1.: 1,90; h.: 3,40; 0: 8,00. Lám.: LXXXIn. Cr.: Cf. n.° 125. 139. HM 89 - V.47 = L37 / 3 131. HM 89 - V.39 = H. 20 / 1989 / 6 Galbo de botella globular de gran diámetro. 1.: 2,60; h.: 4,50. Galbo de forma no identificable. Cr.: Cf. n.° 125. 1.: 1,30; h.: 3,20; grosor: 0,90. 140. HM 89 - V.48 = L37 B / 2 Galbo de forma no identificable. 1.: 2,30; a.: 1,70; grosor: 0,50. 132. HM 89 - V.40 = H. 20 / 1989 / 6 Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. Paredes 141. HM 89 - V.49 = E. I / 1989 / 25.X envasadas convexas y borde biselado al interior. Orejetas ver• Base y galbo de botella globular de paredes muy finas. ticales de pequeño tamaño. Se conserva un fragmento de pared 1.: 4,00; h.: 4,50; 0: 5,50. con borde y una orejeta. 1.: 4,00; h.: 3,20; 0: 5,70. 142. HM 89 - V.50 = E. I / 1989 / 25.X Pal.: Pérez, N.° 16804, Revista..., p. 916, fig. 4. Galbo de botella globular de paredes gruesas. Cr.: Cf. n.° 125. 1.: 2,70; h.: 3,50; 0: 4,50. Lám.: LXXXg.

143. HM 89 - V.51 = H. 29 / 1 133. HM 89 - V.41 = H. 23 / 1989 / 14 Caliza blanca Base inestable de botella globular. Cuenco de paredes exvasadas convexas delgadas y borde plano. Factura cuidada, con superficie mejor pulida en el interior que 1.: 2,90; h.: 1,80; 0: 4,20. en el exterior, sin que éste sea descuidado. Manchas de hongos Cr.: Asociado a material cerámico de un probable TPI tardío.

247 en toda la superficie. Se conserva un fragmento de pared con Campaña de 1990 (HM 90) borde. 1.: 13,50; h.: 7,00; 0: 28,50. 152. HM90-V.l = H. 30/2/M. 793 Lám.: LXXVIIc. Caliza 144. HM 89 - V.52 = H. 29 Asa trapezoidal a la altura del borde de forma abierta de gran Forma abierta de borde plano y labio engrosado hacia el exterior. diámetro. Factura cuidada. Se conserva un fragmento del borde. 1.: 6,60; h.: 1,80; 0: ca. 34,00. 1.: 2,20; h.: 1,20; 0: 12,00. Cr.: Asociado a material cerámico del s. VII a.C. Lám.: LXXVIb. 145. HM 89 - V.53 = M4 / 1 Cuenco de posible base estable, paredes exvasadas convexas y 153. HM 90 - V.2 = H. 30 / 3 borde biselado al interior. VI: 196. Se conserva un fragmento Base muy apuntada de botella ovoide (?). de pared con borde y arranque de base. La superficie exterior 1.: 1,60; h.: 2,50, 0: 2,00. está muy degradada por hidrolización. Cr.: Cf. n.° 152. 1.: 5,00; h.: 7,50; 0: 12,00. Lám.: LXXXIi. Lám.: LXXIIn.

146. HM 89 - V.54 = L37 / 2 154. HM 90 - V.3 y V.3 bis = H. 30 / 3 / M. 804 y H. 30 Cuenco de paredes exvasadas rectas y borde redondeado. Se / 2 / M. 803, respectivamente. conserva un fragmento de pared con borde. Dos galbos de botella globular con arranque de cuello. Se con• 1.: 2,70; h.: 2,80; 0: 14,00. servan dos fragmentos separados, pero el color del "alabastro" y las vetas son idénticos. 147. HM 89 - V.55 = L37 / 1 1.: 1,70; h.: 3,60. Caliza amarillenta Cr.: Cf. n.° 152. Plato de paredes exvasadas convexas y borde redondeado. VI: < 314. Factura cuidada; superficie más pulida en el exterior que 155. HM 90 - V.4 = H. 30 / 5 en el interior. Pórfido (?) 1.: 6,30; h.: 4,20; 0: 13,00. Galbo de forma de grandes dimensiones de paredes convexas. Lám.: LXIXi. Se conserva un fragmento de pared de gran grosor. 1.: 9,00; a.: 6,40; grosor: 4,90; 0: ca. 36,00 (?). 148. HM 89 - V.56 = L37 B / 6.XI Cr.: Cf. n.° 152. Caliza gris Mortero (?). Borde de forma abierta de gran diámetro con paredes verticales rectas y borde plano, pero posible cavidad interior 156. HM 90 - V.5 = H. 30 / 6 circular. Factura cuidada, superficie bien pulida en el interior y Caliza en el exterior, Borde de forma abierta con asa o con labio engrosado al exterior. h.: 4,00; 0: ca. 30,00. Factura descuidada. 1.: 9,40; h.: 6,50. 149. HM 89 - V.57 = E. I / 1989 / 9 Botella globular de base inestable ligeramente apuntada y DM 157. HM 90 - V.6 = E. I / 1990 / M. 849 en el tercio central del cuerpo. Superficie pulida en el exterior Cuenco de base estable plana, paredes exvasadas convexas muy y más descuidada en el interior, con líneas concéntricas del ta• delgadas y borde vertical redondeado engrosado al interior. VI: llado. Se conserva un fragmento de pared con base. 293. Se conserva un fragmento de pared con base y borde, 1.: 5,40; h.: 4,30; 5,80. 0: h.: 1,50; 0: 4,20. Lám.: LXXb. 150. HM 89 - V.58 = H. 23 / 1989 / 14-15 Caliza Borde de forma abierta de gran diámetro con paredes verticales 158. HM 90 - V.7 y V.7 bis = E. I / 1990 / M. 850 rectas y borde plano. Factura descuidada. Muy degradado. Plato o cuenco de paredes exvasadas convexas y borde plano. 1.: 2,50; h.: 1,20. Asa horizontal irregular asimétrica, a la altura del borde. Se Cr.: Cf. n.° 133. conservan dos fragmentos separados pero son seguramente de la misma pieza, por la similitud en el material. 151. HM 89 - V.59 = Superficie 1.: 4,30; h.: 2,80; 0: 20,00. Caliza Pal.: Petrie, Stone..., p. 13 y pl. XXXV, 888-892. Greene, Plato de base plana carenada, pared exterior vertical recta y borde Ancient..., p. 383. redondeado. Factura grosera. Se conserva una mitad de la pieza, Lám.: LXIXa. bastante degradada. Podría tratarse de una vasija teriomorfa, concretamente con forma 1.: 6,2; h.: 1,9; 0: 7,0. de ánade, muy habituales en las dinastías XVIII y XIX y este Lám.: LXXa. asa sería una de las patas.

248 159. HM90- V.8yHM90- V.ll y V.ll bis = E. 1/1990 167. HM 90 - V.17 = E. 1/ 1990/M.'s sur / M. 852 y E. I / 1990 / 853, respectivamente. Percutor. Pieza troncocónica invertida (?) de sección circular con Base inestable con un estrangulamiento en la parte inferior. VI: uno de los extremos redondeado, < 80. Se conservan tres fragmentos de pared con base de los h.: 4,90; 0: 1,40. que dos han sido pegados. Pal.: Cf. 138. 1.: 3,70; h.: 6,60; 0: 5,80. Pal.: Padró, Egyptian-Type..., III, pp. 81-82, pl. XCVI. 168. HM90-V.18 = E. 1/ 1990 /1 Lám.: LXXXIj. Botella ovoide de DM en el tercio superior del cuerpo, hombros redondeados y cuello ancho de paredes envasadas rectas y borde 160. HM 90 - V.9 = E. I / 1990 / M. 853 redondeado. VI: < 100. Se conserva un fragmento de cuello con Cantimplora de cuerpo esférico con cuello exvasado y asas de• borde y pared. coradas con una incisión vertical en la cara exterior. Se conserva 1.: 4,20; h.: 8,10; 0: 8,20. un fragmento de pared con cuello y un asa. Lám.: LXXXIg. 1:. 3,30; h.: 4,70; 0: 5,50. Lám.: LXXIXk. 169. HM 90 / V. 19 = E. I / 1990 / 90.3 Diorita 161. HM 90 - V.10 = E. 1/ 1990/M. 853 Fragmento de cuenco de base estable y arranque de paredes Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde vertical plano. exvasadas rectas. Factura muy cuidada. Superficie muy pulida, Se conservan dos fragmentos separados de pared con borde. con brillo. 1.: 3,50; h.: 3,80; 0: 14,40. 1.: 6,40; h.: 3,00; 0: 13,20. Lám.: LXIXe. Lám.: LXXIVf.

170. HM 90 - V.20 = E. I / 1990 / 90.3 162. HM 90 - V.12 / V.12 bis y HM 90 - V.25 = E. I / Serpentinita verde 1990 / M. 853 y E. I / 1990 / M. 851, respectivamente. Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde vertical plano. Mortero. Vaso de paredes verticales convexas y borde plano. VI: < 268. Factura muy cuidada. Superficie pulida sin brillo. Asa vertical con sección de tendencia cuadrangular a la altura Se conserva un fragmento de pared con borde. del borde. Se conservan tres fragmentos de pared que han sido 1.: 2,50; h.: 5,1; 0: 13,40. pegados, de los que el mayor con borde y un asa. Lám.: LXXIIi. h.: 4,80; 0: 7,10. Lám.: LXXIIIj. 171. HM 90 - V.21 = E. I / 1990 / 90.3 Serpentinita verde oscura 163. HM 90 - V.13 = E. 1/ 1990/M. 853 Cuenco de paredes exvasadas rectas y borde apuntado. Factura Cuenco de paredes exvasadas convexas con borde plano engro• cuidada, buen pulido de las superficies interior y exterior. Se sado al exterior. Asa horizontal curva a la altura del borde for• conserva un fragmento de pared con borde. mada por un semicírculo prolongado por un engrasamiento del 1.: 9,30; h.: 3,50; 0: 16,20. borde hasta la factura. Se conserva un fragmento de pared con borde y parte de un asa. 1.: 5,10; h.: 3,60; 0: 16,30. 172. HM 90 / V.22 = H. 23 / 1990 / 4 Pal.: Petrie, Stone..., p. 12 y pl. XXXH, 774 y 785, ambos con ¿Diorita? un solo asa. Fragmento de cuenco de base estable plana y arranque de paredes Lám.: LXXIIa. exvasadas convexas. Factura muy cuidada. Superficie muy pu• lida, con brillo. L: 9,00; h.: 4,50; 0: 14,40. 164. HM 90-V. 14 = E. 1/ 1990/M. 853 Lám.: LXXIVg. Galbo y arranque de base de botella globular. 1.: 4,80; 0: 6,00. 173. HM 90 - V.23 = H. 45 Caliza nummulítica 165. HM 90 - V.15 = E. 1/ 1990/M. 818 Cuenco de base estable muy gruesa con anillo de solero de sección Cuello (?) de forma cerrada con paredes exvasadas rectas y borde trapezoidal y paredes exvasadas convexas. Factura poco cuidada, plano; o bien cuenco en miniatura de paredes verticales rectas. material poco apto para este trabajo. Se conserva la base con 1.: 1,60; h.: 1,50; 0: 2,00. arranque de pared. 1.: 13,00; h.: 12,50; 0: 28,50. 166. HM 90 - V.16 = E. I / 1990 / M. 851 y 852 Lám.: LXXVHd. Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. Cuello vertical corto y borde engrosado al exterior. Se conserva un 174. HM 90 - V.24 = E. I / 1990 / 1 fragmento de hombro con cuello y borde y parte de un asa. Galbo de cantimplora de cuerpo esférico. 1.: 3,40; h.: 3,90; 0: 7,50. 1.: 2,10; h.: 2,80; 0: 4,00 (por encima del asa).

249 175. HM 90 - V.26 = H. 30 / 3 / M. 804 181. HM91 - V.4 = H. 20/ 1991 / 1 Tapadera circular con pared de perfil curvo, borde carenado y Caliza amarilla de grano fino biselado al interior y base convexo-cóncava. Factura cuidada, el Plato de base inestable, paredes exvasadas convexas y borde botón central está ligeramente descentrado. Buena conservación, redondeado. Asas verticales curvas con hendidura central que h.: 1,10; 0: 2,80. parte del borde hasta el tercio inferior del cuerpo. VI: 319. Factura Lám.: LXXXIp. cuidada. Se conserva un fragmento de pared con borde y un asa. Hongos en la superficie. 176. HM 90 - V.27 = H. 13 / 1990 / M. 1.: 5,20; h.: 2,50; 0: 8,20. Tapadera circular con pared de perfil curvo de extremo vertical Cr.: Cf. n.° 179. con un ángulo al interior y base plana. Factura cuidada; las caras Lám.: LXIXj. exterior e interior no son perfectamente paralelas. Conservación regular. 182. HM 91 - V.5 = H. 23 / bajo U.C. 84 / 7,89 m. h.: 0,30; 0: 2,10. Galbo de botella globular de DM en el tercio central del cuerpo. Cr.: Cf. n.° 152. 1.: 2,60; 0: 5,40. Lám.: LXXXIr. 183. HM 91 - V.6 = H. 32 / 3 177. HM 90 - V.28 = H. 30 / 6 Caliza grisácea Caliza blanca Cuenco de paredes exvasadas rectas y borde plano. Factura me• Base estable de cuenco o plato de gran diámetro con paredes diocre, superficie interior pulida pero sólo un desbastado correcto exvasadas convexas. Factura regular, superficie interior con buen en la exterior. Se conserva un fragmento de pared con borde. pulido, pero exterior sólo mediocre. 1.: 9,50; a.: 6,50. 1.: 16,00; h.: 4,80; 0: 24,00. Cr.: Asociado a material cerámico del s. VII a.C.

184. HM 91 - V.7 = H. 30 / 14 Campaña de 1991 (HM 91) Diorita Vaso cerrado bajo de base estable plana, paredes exvasadas con• 178. HM 91 - V. 1 = L 38 / bajo U.C. 84 / 6,25 m. vexas y hombro plano. VI: < 229. Factura cuidada. Superficie Anfora de paredes exvasadas convexas, carena alta marcada, exterior pulida con brillo; interior con perfil irregular. Se con• hombros rectos y cuello vertical. El asa es un ensanchamiento serva un fragmento de pared con los arranques de la base y los semicircular doble del perfil a la altura de la carena. Factura hombros. cuidada, superficie exterior con buen pulido pero el interior es 1.: 8,40; h.: 7,40; 0: 17,00. menos cuidado por la pequeña abertura de la boca. Se conserva Cr.: Asociado a material cerámico de fines del Imperio Antiguo un fragmento de pared con arranque de cuello y un asa. - PPL 1.: 6,50; h.: 7,00; 0: 9,80. Lám.: LXXIXd. Pal.: Bissing, Steingefásse, CGC 18432, Tf. IV. Lám.: LXXXIb. 185. HM 91 - V.8 = H. 41 / 1 Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo, cuello 179. HM 91 - V.2 = H. 20 / 1991 / 1 envasado muy delgado y boca muy ancha. Superficie exterior Caliza con buen pulido, interior menos correcto. Se conserva un frag• Plato o cuenco de paredes exvasadas convexas de borde biselado mento de pared con arranques del cuello y de un asa. al exterior y asas a la altura de éste. VI: < 335. Factura des• 1.: 5,20; h.: 4,40; 0: 11,00. cuidada. Superficie exterior con un simple desbastado muy irre• gular, sin pulir, interior mejor, aunque sin corrección. Sólo el 186. HM 91 - V.9 y V.9bis = H. 41 / 1 y H. 41 / 2, interior del borde, ligeramente biselado, ha sido bien pulido. Se respectivamente conserva un fragmento de pared con borde y el arranque de un Caliza asa. Dos galbos que no encajan de plato de base inestable, paredes 1.: 6,50; h.: 5,60; 0: 18,80. exvasadas rectas y borde redondeado, con boca ovoidal. Factura Cr.: Asociado a material cerámico que puede fecharse desde el poco cuidada, el cuerpo es asimétrico. Superficie exterior rugosa TPI a comienzos de la dinastía XXV o s. VII a.C. pero la interior está bien pulida. Lám.: LXXVh. L: 8,40; a.: 6,40; y, L: 6,80; a.: 6,50.

180. HM 91 - V.3 = H. 20 / 1991 / 1 187. HM 91 - V.10 = H. 41 / 2 Galbo de botella globular de DM en el tercio inferior del cuerpo Base apuntada y galbo de ánfora de forma "torpedo". En el y paredes delgadas. Factura cuidada, aunque el perfil interior es interior quedan líneas concéntricas de la manufactura, muy irregular por los distintos tamaños de los perforadores uti• h.: 3,10; 0: 3,10. lizados en el tallado. Pal.: Bissing, Steingefásse, CGC 18432, Tf. IV. Padró. Egyp- 1.: 2,50; h.: 7,20; 0: 8,00. tian-Type..., III, pp. 73-76. pl. LXXXVIII. Cr.: Cf. n.° 179. Lám.: LXXXI1.

250 188. HM 91 - V.ll = H. 41 / 2 195. HM 91 - V.18 = E. I / 1991 / M. 979 (borde), y E. I Fragmento de placa de pared delgada y forma posiblemente cir• / 19.X (galbo) cular. Borde biselado en una de las caras. Brecha 1.: 5,00; a.: 2,10; h.: 0,80. Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo, paredes delgadas, hombros redondeados y cuello vertical de labio en• grosado al exterior decorado con dos molduras semicirculares de 189. HM 91-V.12 = E. 1/1991 / 19.X tamaño similar al labio. Asas verticales en la parte superior del Cantimplora de cuerpo esférico y cuello de paredes exvasadas cuerpo con prolongación decorativa inferior. VI: < 75. Factura rectas. Se conserva un fragmento de pared con hombros y arran• muy cuidada. Superficie pulida. Se conservan varios fragmentos que de cuello y un asa. de pared con arranque de un asa, cuello y borde que han sido 1.: 3,90; h.: 4,4; 0: 5,50. pegados. Lám.: LXXIXj. 1.: 4,00; h.: 6,80; 0: 5,20. Lám.: LXXXj. 190. HM 91 - V.13 = E. 1/1991 / sur Anfora de paredes exvasadas convexas delgadas, carena alta mar• 196. HM 91 - V.20 = H. 20 / 1991 / 1 cada, hombros rectos casi planos y cuello corto envasado con Galbo de forma no identificada de paredes convexas gruesas. borde engrosado al exterior de labio redondeado. Grandes asas Superficie pulida interior y exterior. verticales de anillo a la altura de la carena con prolongación 1.: 1,90; h.: 2,20. decorativa inferior. VI: < 66. Factura muy cuidada. Buen pulido Cr.: Cf. n.° 179. exterior, menos correcto en el interior. Se conservan dos frag• mentos de pared que han sido pegados, con un asa, cuello y 197. HM 91 - V.21 = E. I / 1991 / M. 891 borde. Galbo de botella globular con cuello delgado vertical. Superficie 1.: 5,10; h.: 10,00; 0: 6,60. exterior bien pulida, interior menos cuidada. Se conserva un Pal.: Montet, La nécropole... I, p. 82 y pl. XLVI, aunque de fragmento de pared con arranques de un asa y de cuello. un tamaño mucho mayor. 1.: 2,00; h.: 2,3; 0: 5,40. Lám.: LXXXIa. 198. HM 91 - V.22 = E. I / 1991 / M. 891 Galbo de botella globular de hombros inclinados y cuello en• 191. HM 91 - V.14 = E. 1/1991 / sur vasado. Plato de paredes exvasadas convexas y borde vertical biselado y Superficie exterior bien pulida, interior menos cuidada. engrosado al interior. Superficie pulida en ambas caras. Se con• 1.: 2,30; h.: 3,10. serva un fragmento de pared con borde. 1.: 7,50; h.: 3,30. 199. HM 91 - V.23 = E. I / 1991 / M. 892 Lám.: LXIXd. Galbo de forma cerrada de cuerpo esférico y cuello envasado o cóncavo. Superficie exterior bien pulida pero con estrías pro• 192. HM91 - V.15 =E. 1/1991/M. 979 fundas en el interior. Se conserva un fragmento de pared con Galbo de botella globular de DM en el tercio superior del cuerpo. arranque de cuello. Superficie pulida interior y exterior. 1.: 3,50; h.: 3,70; 0: 4,50. 1.: 2,00; h.: 3,70; 0: 6,20. Lám.: LXXIX1.

200. HM 91 - V.24 = E. I / 1991 / 1 193. HM91 - V.16 = E. 1/ 1991 / M. 979 Galbo de forma cerrada de cuerpo esférico y paredes gruesas. Botella globular de DM en el tercio superior del cuerpo, boca Superficie pulida. ancha y borde exvasado de labio vuelto al exterior y biselado al I.: 2,10; h.: 2,50; 6,00. interior. Asas verticales en el tercio superior del cuerpo con 0: prolongación decorativa inferior. Factura muy cuidada. Super• 201. HM 91 - V.25 = E. I / 1991 / 19.X ficies bien pulidas. Se conserva un fragmento de pared con asa, Galbo de botella globular con arranque del cuello. cuello y borde. 1.: 2,70; h.: 3,10. 1.: 4,20; h.: 3,40; 0: 4,80. Lám.: LXXXc. 202. HM 91 - V.26 = E. I / 1991 / 19.X Galbo de botella esférica con DM en el tercio inferior del cuerpo 194. HM 91 - V.17 = E. 1/1991 / M. 979 y paredes envasadas (?). Plato de paredes exvasadas convexas y borde biselado al exterior. 1.: 3,80; h.: 3,00; 0: 4,60. Factura cuidada. Superficie pulida en el exterior, con líneas con• céntricas de la manufactura en el interior. Se conserva un frag• 203. HM 91 - V.27 = H. 32 / 3 mento de pared con borde. Galbo de cuello de botella fusiforme de paredes envasadas rectas 1.: 3,00; h.: 2,30; 0: 12,80. con moldura de sección triangular en la parte alta del cuello. Lám.: LXIXf. 1.: 2,50; h.: 5,80; 0: 4,00.

251 Pal.: Petrie, Stone..., pl. XXXin, 843. 212. HM 91 - V.36 = L431 4 Cr.: Cf. n.° 183. Galbo de botella globular. Exterior más pulido que el interior. Lám.: LXXXIf. 1.: 2,69; h.: 1,90.

204. HM 91 - V.28 = L43 / 2 213. HM 91 - V.37 = L43 / 5 Caliza blanca Galbo de cuello de botella fusiforme con paredes envasadas rectas Cuenco de paredes exvasadas curvas, borde biselado al interior y arranque del borde vertical. Interior con las líneas concéntricas y asa con sección de tendencia ovoidal y parte superior plana. de la talla. Factura cuidada; buen pulido interior y relativamente bueno en 1.: 2,10; h.: 4,50; 0: 5,00. el exterior. Se conserva un fragmento de pared con borde y un asa. HM 91 - V.38 = L43 / 5 1.: 9,80; h.: 5,50; 0: ca. 38,00. 214. Caliza blanca. Lám.: LXXVIf. Fragmento de base estable plana de forma abierta de paredes exvasadas. Factura mediocre; interior con buen pulido pero ex• HM 91 - V.29 = L43 / 2 205. terior sólo desbastado, sin pulir. Se conserva un fragmento de Caliza grisácea pared con arranque de la base. Fragmento de forma abierta con base inestable y arranque de 1.: 8,50; h.: 6,00; 0: ca. 35,00, difícil de hallar por el mal acabado paredes exvasadas convexas. Factura cuidada; superficies interior exterior. y exterior bien pulidas. Lám.: LXXVIIe. 1.: 6,30; h.: 3,30; 0: 13,70.

215. HM 91 - V.39 = L43 / 6 206. HM 91 - V.30 = L43 / 2 Galbo de cuello de botella fusiforme de paredes envasadas con• Galbo de botella globular. cavas. 1.: 2,10; h.: 4,00. 1.: 2,90; h.: 2,90; 0: 4,20. Presenta exactamente las mismas vetas y en la misma parte del 207. HM 91 - V.31 = L43 / 2 cuello que el n.° 30, que es también una botella fusiforme, pero Cuenco de paredes exvasadas rectas y borde redondeado. Buen no pertenece a ella pues está completa en la parte en que co• pulido exterior, mejor que el interior. Se conserva un fragmento rrespondería este fra<* Tito. de pared con borde. 1.: 6,00; h.: 5,50; 0: 13,20. Lám.: LXXIIm. 216. t „ 91 . v.40 = L43 / 7 "Alaba ro" (?) Base inestable (?) de gran grosor de forma no identificable. 208. HM 91 - V.32 = L43 / 2 1.: 5,90; a.: 2,90; grosor: 2,10. Cuenco de paredes exvasadas curvas con borde redondeado y base estable plana. Se conserva un fragmento de pared con borde y base. 217. HM 91 - V.41 = L43 / M. II 1.: 3,00; h.: 2,20; 0: 9,00. Galbo de forma cerrada no identificable. Lám.: LXXc. 1.: 2,70; a.: 2,90; grosor: 0,50.

209. HM 91 - V.33 = L43 / 2 218. HM 91 - V.42 = L43 / M. 931 "Alabastro" blanco con vetas naranja Cuenco de base estable y paredes ligeramente exvasadas rectas Galbo de botella globular de DM en el tercio superior o inferior con, al menos, una moldura semicircular en la base. Se conserva del cuerpo. un fragmento de pared con base. 1.: 5,20; h.: 3,90; 0: 6,00. 1.: 3,30; h.: 3,00; 0: 13,00.

210. HM 91 - V.34 = L43 / 4 HM 91 - V.43 = L43 / M. 939 Caliza blanquecina. 219. Galbo de botella globular. Asa de forma abierta. Factura descuidada; exterior rugoso. 1.: 8,50; h.: 7,50. 1.: 3,90; h.: 6,30; 0: 7,00.

211. HM 91 - V.35 = L43 / 5 220. HM 91 - V.44 = L43 / 2 Vaso alto de base estable y paredes exvasadas cóncavas. Interior Caliza con las líneas concéntricas del tallado. Se conserva un fragmento Plato de base inestable (?), paredes exvasadas convexas y borde de pared con la base. plano. Factura descuidada, superficie interior algo pulida, ex• 1.: 3,20; h.: 7,50; 0: 5,30. terior sólo desbastada. Pal.: Kemp / Merrillees, Minoan..., p. 126, fig. 41, 39 y p. 127. 1.: 24,00; h.: 13,00. Lám.: LXXIIIm. Lám.: LXXVc.

252 Campaña de 1992 (HM 92) 229. HM 92 - V.9 = H. 44 / 1992 / 7 Cuenco de base estable, paredes exvasadas rectas y borde bi• selado al interior. Cuerpo asimétrico. Realizado en dos piezas, 221. HM 92 - V.l = Superficie la base y las paredes, que fueron pegadas. Se halla en tres frag• Pórfido mentos que han sido pegados; falta una parte del borde, Forma cerrada baja (?) de borde vertical y labio plano ancho h.: 1,80; 0: 2,60. engrosado al exterior. Factura cuidada; buen pulido exterior e Lám.: LXXIId. interior. Se realizó de una sola pieza, pues se conserva un frag• mento de pared con borde y por debajo del DM, donde se cortaban los recipientes tallados en dos partes. 230. HM92-V.10 = H. 44/ 1992/7 1.: 6,00; h.: 5,30; 0: 15,50 "Alabastro" con vetas negras horizontales. Lám.: LXXIXc. Botella esférica achatada de boca amplia y borde vertical recto muy corto biselado al interior y al exterior. VI: < 160. Se con• serva un fragmento de pared con borde. 222. HM 92 - V.2 = Superficie 1.: 1,90; h.: 3,00; 0: 4,80. Caliza amarillento-grisácea Lám.: LXXIXa. Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde plano. Factura poco cuidada; buen pulido interior pero exterior mediocre. Se conserva un fragmento de pared con borde; superficie muy de• 231. HM 92 - V.ll = H. 44/ 1992/ 11 gradada. Botella globular de DM en el tercio central del cuerpo y borde envasado recto al exterior y vertical al interior. Se conserva un 1.: 5,40; h.: 3,30; 0: 21,00. fragmento de pared con borde. Lám.: LXXVIc. 1.: 1,30; h.: 3,30; 0: 3,00. Lám.: LXXXo. 223. HM 92 - V.3 = L45 / 1 Galbo de botella globular con DM en el tercio inferior del cuerpo. 232. HM 92 - V.12 = H. 44/ 1992/ 14 1.: 4,50; h.: 6,70; 0: 10,00. Pórfido (?) Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde redondeado. 224. HM 92 - V.4 = L45 / 8 Factura cuidada; superficie exterior muy pulida, el interior con• Calcoarenita (?) serva algunas líneas de manufactura. Se conserva un fragmento Cuello vertical de forma cerrada, moldurado, de borde plano de pared con borde. amplio con labio engrosado al exterior. Factura muy cuidada. 1.: 4,60; h.: 3,30; 0: 12,00. Se conserva sólo la pieza correspondiente al cuello, Lám.: LXXIIo. h.: 2,10; 0: 6,00. Lám.: LXXXIt. 233. HM92-V.13 = H. 44/ 1992/ 15 Forma parte de una vasija tallada en varias piezas que después Fragmento de cuello de forma cerrada con paredes exvasadas serían pegadas. cóncavas y labio en bisel al exterior. 1.: 1,00; h.: 1,60; 0: ca. 3,00. 225. HM 92 - V.5 = H. 44 / 1992 / 5 Caliza 234. HM 92 - V. 14 = H. 44 / 1992 / 15 Fragmento de cuenco (?) de pared exvasada recta con borde Modelo de cuenco (?) de paredes exvasadas convexas y borde redondeado. Superficie muy degradada por hidrolación, origi• plano. Se conserva un fragmento de borde. El interior presenta nalmente pulida. algunas líneas del tallado. 1.: 1,70; h.: 1,30; 0: 3,00. 1.: 1,30; h.: 0,90. Lám.: LXXIIe.

235. HM92-V.15 = L50/2 HM 92 - V.6 = H. 44 / 1992 / 6 226. "Alabastro" de líneas rosadas Galbo de botella globular de gran diámetro y paredes gruesas. Galbo de botella globular de DM en el tercio central del cuerpo 1.: 3,30; h.: 7,00. y cuello muy delgado. Orejetas dobles. Líneas concéntricas del tallado en el interior. 227. HM 92 - V.7 = H. 44 / 1992 / 6 1.: 2,80; h.: 3,30; 0 y orientación difíciles de hallar por el escaso Galbo de forma cerrada de paredes muy finas. tamaño del fragmento. 1.: 1,00; h.: 2,20; grosor: 0,30. Pal. (orejetas): Petrie, Stone..., p. 14 y pl. XXXVII, 948 y 949 (dinastía XXVI - dominación romana). 228. HM 92 - V.8 = H. 44 / 1992 / 5 Lám.: LXXXk. Base inestable. Líneas concéntricas finas en el interior y dos grandes estrías por efecto del uso de dos perforadores de anchura 236. HM 92 - V.16 = H. 23 / 1992 diferente. Galbo de forma cerrada. Huellas del tallado en el interior. 1.: 3,50; h.: 2,10; 0: 8,80. 1.: 3,50; h.: 2,30; grosor: 0,70.

253 237. HM 92 - V.17 = L45 / 11 un vaso globular esto es lógico dada la cronología muy posterior Galbo de forma cerrada con paredes verticales casi rectas. Posible de esta forma. MD en el tercio inferior del cuerpo. 1.: 1,80; h.: 4,70; 0: 2,50. 244. HM 92 - V.24 = L54 / 2 Lám.: LXXXk. Fragmento de base inestable de forma no identificada. 1.: 2,10; h.: 2,10; grosor: 0,70. 238. HM92-V.18 = H. 44/ 1992 /7 Caliza 245. HM 92 - V.25 = E. m / 1 Galbo de forma abierta de paredes convexas. Caliza 1.: 7,50; h.: 11,50; grosor: 2,30. Plato de base estable de pie indicado, paredes exvasadas convexas y borde redondeado. VI: 320. Factura buena; mejor pulido en la superficie exterior que en la interior, pero ambos correctos. Se 239. HM 92 - V. 19 1. 44 / 1992 / 10 conserva un fragmento de pared con borde y base. Fragmento de base estable plana y paredes exvasadas convexas. 1.: 7,70; h.: 4,80; 0: 15,40. En el interior se distinguen las líneas concéntricas del tallado. Lám.: LXXe. 1.: 8,70; h.: 2,70; 0: 12,00. Lám.: LXXIVe. 246. HM 92 - V.26 = H. 44 / 1992 / 1 Caliza 240. HM 92 - V.20 = H. 44 1992/10 Plato de base inestable, paredes exvasadas convexas y borde Galbo de pared exvasada convexa jperficie interior peor pulida biselado al exterior. VI: < 352. Factura mediocre; la superficie que la interior. interior está mucho más pulida que la exterior, que está desbas• 1.: 1,10; h.: 3,00; grosor: 0,40. tada pero sin pulir. Se conserva un fragmento de pared con borde. 1.: 15,00; h.: 8,50; 0: 30,00. 241. HM 92 - V.21 = H. 44 / 1992 / 12 Lám.: LXXVd. Forma alta de base plana con pie indicado y paredes exvasadas convexas. Superficie interior peor pulida que la exterior. Se con• 247. HM 92 - V.27 = H. 44 / 1992 / 2 serva un fragmento de base con arranque de pared. Caliza blanca 1.: 4,80; h.: 5,60; 0: 9,90. Cuenco de paredes exvasadas convexas y borde plano biselado Lám.: LXXIIIf. al interior. Asa de tendencia semicircular a la altura del borde. Factura buena; pulido poco acabado de la superficie. Se conserva 242. HM 92 - V.22 = H. 44 / 1992 / 12 un fragmento de la pared con borde y parte de un asa. Caliza l.:14,00; h.: 7,60; 0: 33,50. Plato (¿o cuenco?) de paredes exvasadas convexas y borde plano. Factura mediocre; la superficie interior está mucho más pulida 248. HM 92 - V.28 = H. 44 / 1992 / 6 que la exterior, que presenta señales del punzón con el que se Caliza ha tallado. Se conserva un fragmento de pared con borde. Artesa de pared vertical, borde plano y boca cuadrangular con 1.: 12,00; h.: 7,50; 0: 30,00. esquinas redondeadas. Factura descuidada; superficie exterior Fig.: LXXVf. muy irregular, sólo desbastada, interior con líneas finas del tra• bajo con un buril. 243. HM 92 - V.23 = L54 / 2 1.: 16,00; h.: 7,50. Galbo de botella globular (?) con arranque de cuello vertical. En el interior se distinguen las huellas del tallado. No es posible 249. HM 92 - V.29 = H. 44 / 1992 / 6 distinguir con seguridad si el borde del cuello es plano o si la Caliza blanca fractura ha sido pulida por la erosión. Vaso alto de paredes exvasadas rectas y borde plano. Factura 1.: 3,40; h.: 2,70; 0: 21,20. poco cuidada; interior más pulido que el exterior. Se conserva Lám.: LXXXb. un fragmento de pared con borde; superficie muy degradada. En los hombros presenta algunos signos de una titulatura real 1.: 8,60; h.: 6,70; 0: 25,00. con los cartuchos escritos en vertical: ntr nfr (...-f) I s3 f ... El nomen está completamente perdido. 250. HM 92 - V.30 = H. 44 / 1992 / 6 Del praenomen se conserva, además del teónimo Re, un segundo Galbo de paredes convexas. Interior con estrías del tallado. signo que no ayuda demasiado a identificar al monarca mencio• 1.: 2,30; h.; 5,70; 0: ca. 15,00. nado. Tenemos una cierta seguridad de que se trata de un rey coetáneo o posterior a la dinastía heracleopolitana IX-X, pues el 251. HM 92 - V.31 = H. 44 / 1992 / 6 título s3-R' aparece por primera vez fuera del cartucho bajo Me- Caliza riibre Akhtoi101, como en este caso. Si efectivamente se trata de Cuenco de base estable de pie indicado, paredes exvasadas con• vexas y borde plano. VI: 272. Factura grosera; superficie interior con pulido mediocre, exterior sólo desbastada. 1.: 25,00; h.: 12,50; 0: 34,00. 101 Beckerath, Handbuch..., p. 32. Lám.: LXXVIIa.

254 252. HM 92 - V.32 = H. 44 / 1992 / 6 254. HM 92 - V.34 = H. 44 / 1992 / 15 Caliza. Caliza blanca Galbo de forma abierta de paredes convexas. Factura grosera; Fragmento de borde redondeado de forma abierta con paredes interior y exterior mal pulidos. Mala conservación general. exvasadas convexas. Factura poco cuidada. 1.: 12,00; a.: 9,00; h.: 6,00 (?). 1.: 10,50; h.: 4,10; 0: ca. 35,00.

253. HM 92 - V.33 = H. 44 / 1992 / 13 255. HM 92 - V.35 = H. 44 / 1992 / 16 Caliza. Basalto (?) Fragmento de base estable plana de forma abierta con arranque Plato de paredes exvasadas convexas y borde biselado al exterior. de paredes exvasadas cóncavas. Factura buena, con superficies Factura cuidada, con buen pulido de las superficies. Se conserva pulidas, aunque diferenciadas: la interior está más cuidada. un fragmento del borde. 1.: 6,00; h.: 3,70; 0: 22,20. 1.: 6,80; h.: 2,50; 0: 22,00. Lám.: LXXVIIf. Lám.: LXIXc.

255

PROCEDENCIA DE LOS RECIPIENTES DE PIEDRA

Procedencia Número de inventario E. I / 1988 / 7 56 E. I / 1988 / 8 85, 86, 92 E. I / 1988 / 9 87, 88, 89, 90 E. I / 1989 / 25.X 141, 142 E. I / 1989 / 9 149 E. I / 1990 / 1 168, 174 E. 1/ 1990/M. 818 165 E. I / 1990 / M. 849 157 E. I / 1990 / M. 850 158 E. I / 1990 / M. 851 162 E. I / 1990 / M. 851 - 852 166 E. I / 1990 / M. 852 159 E. I / 1990 / M. 853 159, 160, 161, 162, 163, 164 E. 1/ 1990/M.'s sur 167 E. I / 1990 / 90.3 169, 170, 171 E. I / 1991 / 19.X 189, 195, 201, 202 E. I / 1991 / 1 200 E. I / 1991 / sur 190, 191 E. I / 1991 / M. 979 192, 193, 194, 195 E. I / 1991 / M. 890 120 E. I / 1991 / M. 891 197, 198 E. I / 1991 / M. 892 199

EIH/ 1 245

H. 5 16 47

H. 6 / 1989 / 5 99

257 H. 9 / 1 49

H. 11/6, 10 m. 91

H. 13 / 1988 /3 74 H. 13 / 1988 / 11 75 H. 13 / 1990 / M. 176

H. 14/ 11 45, 46

H. 19 / 1988 / 2 80 H. 19 / 1989 / 4 121

H. 20 / 1989 / 5 100, 101, 102, 123, 124 H. 20 / 1989 / 6 125, 126, 127, 128, 129, 130, 131, 132 H. 20 / 1991 / 1 179, 180, 181, 196

H. 21 / 1988 / 1 81 H. 21 / 1988 / 3 82 H. 21 / 1988 / 2-3 94, 95 H. 21 / 1989 / 1 103, 104, 105

H. 23 / 1989 / 14 133 H. 23 / 1989 / 14-15 150 H. 23 / 1990 / 4 172 H. 23 / U.C. 84 - 7,89 m. 182 H. 23 / 1992 236

H. 25 / M. 424 109, 110, 111 H. 25 / 3 106, 107, 134 H. 25 / 3 / M. 443 135 H. 25 / 3 / M. 445 98 H. 25 / 6 108

H. 29 144 H. 29 / 1 143

H. 30 / 2 / M. 793 152 H. 30 / 2 / M. 803 154 H. 30 / 3 153 H. 30 / 3 / M. 804 154, 175 H. 30 / 5 155 H. 30 / 6 156, 177 H. 30 / 14 184

H. 32 / 3 183, 203

H. 41 / 1 185, 186 H. 41 / 2 186, 187, 188

H. 44 / 1984 / 3 / 3 2 H. 44 / 1984 / 4 / 2 3 H. 44 / 1992 / 1 246 H. 44 / 1992 / 2 247 H. 44 / 1992 / 5 225, 228 H. 44 / 1992 / 6 226, 227, 248, 249, 250, 251, 252

258 H. 44 / 1992 / 7 229, 230, 238 H. 44 / 1992 / 10 239, 240 H. 44/ 1992/ 11 231 H. 44 / 1992 / 12 241, 242 H. 44 / 1992 / 13 253 H. 44 / 1992 / 14 282 H. 44 / 1992 / 15 233, 234, 254 H. 44 / 1992 / 16 255

H. 45 173

J / 1986 / 6 43 J / 1988 / Suelo 96 J / 1988 / 8 93

Ll / 6 5

L4/ 1 4 L4 A/ 1 54 L4 A/2 59 L4 A/6 60 L4 A/7 55 L4 A/8 57 L4 A / 1-8 61 L4 B / 5 62 L4 B / 1-8 63 L4 B / 11 / M. 350 64 L4C/2 65, 66

L9 / 1986 / 9 19 L9Fte. T.3 / 1986/ 11 24 L9 Fte. T.3 / 1987 / 1 50, 51

LU / Fte. T. 3 / 16 20 LU / Fte. T. 3/21 44 LU / Fte. T. 3 / 21-22 24, 27 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42

L13 / P-Q 6 L13/4 48

L22/ 5 67, 68, 73 L22 / 14 69, 70 L22 - sur/2 71 L22 - sur/8 72 L22 - sur / 14 97

L25/4 52 L25 / 10 76 L25 / 16 77 L25 / 20 53

L26/ 2 58 L26/ 3 78

259 L26/4 79

L31 / 10 83 L31 / 16 84

L37/ 1 112, 113, 147 L37/2 114, 146 L37/3 139 L37 / 6 115 L37 A / 12 120 L37 B / 6.XI 148 L37 B / 2 116, 140 L37 B / 3 117

L38 / bajo U.C. 84 / 6,25 m 178

L43 / 2 204, 205, 206, 207, 208, 209, 220 L43/4 210, 212 L43/5 211, 213, 214 L43/6 215 216 L43 11 L43 / M. II 217 L43 / M. 931 218 L43 / M. 939 219

L45 / 1 223 L45 / 8 224 L45 / 11 237

L50/ 2 235

L54/2 243, 244

M2/ 3 122

M4/ 1 145

P(T.l /T.3)/ 1985 /6 14, 15, 16 P(T.l / T.3) / 1986/9 23

Superficie 1, 119, 151, 221, 222

T. 1 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13

T. 2 / 1 17 T. 2/3 18

T. 3a 25, 26 T. 3b 21 T. 3c 22, 26 T. 6/5 136, 137, 138

T. 7 118

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262 LÁMINAS

Lám. LXIX. a: 158. b: 10. c: 255. d: 191. e: 161. f: 194. g: 50. h: 3. i: 147. j: 181. Escala 1:2

265 Lám. LXX. a: 151. b: 157. c: 208. d: 121. e: 145. f: 66. g: 34. Escala 1:2

266 0 1 2 3 4 6 10 CM

a

Lám. LXXI. a: 33. b: 24. c: 1. Escala 1:2

267 Lám. LXXII. a: 163. b: 137. c: 54. d: 229. e: 225. f: 102. g: 112. h: 136. i: 170. j: 44. k: 114. I: 94. m: 207. n: 145 ñ: 119. o: 232. Escala 1:2

268 Lám LXXIII. a: 61. b: 35. c: 32. d: 50. e: 128. f: 241. g: 62. h: 124. i: 120. j: 162. k: 85. I: 31. m: 211. n: 56. ñ: 58. o: 4. Escala 1:2

269 12 3 4 5 10 CM

Lám. LXXIV. a: 71. b: 47. c: 39. d: 51. e: 239. f: 169. g: 172. h: 90. i: 122. j: 43. Escala 1:2

270 io CM

Lám. LXXV. a: 75. b: 101. c: 220. d: 246. e: 108. f: 242. g: 116. h: 179. Escala 1:3

271 Lám. LXXVI. a: 84. b: 152. c: 222. d: 81. e: 23. f: 204. Escala 1:3

272 Lám. LXXVII. a: 251. b: 105. c: 143. d: 173. e: 214. f: 253. Escala 1:3

273 Lám. LXXVIII. a: 5. b: 49. c: 96. Escala 1:3

274 Lám. LXXIX. a: 125. b: 230. c: 221. d: 184. e: 118. f: 26. g: 83. h: 110. i: 13. j: 189. k: 160. 1: 199 m: 2 n: 8 ñ: 9. o: 55. p: 21. q: 22. Escala 1:2

275 Lám. LXXX. a: 27. b: 243. c: 193. d: 11. e: 100. f: 109. g: 132. h: 6. i: 7. j: 195. k: 235. I: 29. m: 106 n: 126 ñ: 104. o: 231. Escala 1:2

276 Lám. LXXXI. a: 178. b: 190. c: 20. d: 80. e: 30. f: 203. g: 168. h: 25. i: 153. j: 159. k: 237. I: 187. m: 93. n: 138. ñ: 67. o: 52. p: 175. q: 98. r: 176. s: 70. t: 224. u: 73. v: 68. Escala 1:2

277 ABREVIATURAS GENERALES

AEspA: Archivo Español de Arqueología. JEA: Journal of Egyptian Archaeology. Amama Reports: French, P. "Late Dynastic pottery..." en JNES: Journal of Near Eastern Studies. B. Kemp (ed.) Amarna Reports III. Louqsor: Brissaud, Les ateliers de potiers de la re• Ateliers...: Ateliers de Potiers et Productions Céra• gion de Louqsor. miques en Egypte. (Table Ronde IF AO, Le LÄ: Lexikon der Ägyptologie. Caire, 1990). MDAIK: Mitteilungen des Deutschen Archäologis• ASAE: Annales du Service des Antiquités d'Egyp• chen Instituts Abteilung, Kairo. te. Op.Ath.: Opuscula Atheniensia. BolAEO: Boletín de la Asociación Española de Paser and Ra'ia: Bourriau y Aston, en The Tomb-chapels of Orientalistas. Paser and Ra'ia at Saqqara. Bull. Liaison: Bulletin de Liaison du Groupe Internatio• SCE: Swedish Cyprus Expedition. nal d'Étude de la Céramique Egyptienne. Senwosret I: Arnold en The Pyramid of Senwosret I. IF AO, Cairo. Sethos I: Mysliwiec, Keramik und Kleinfunde aus CCE: Cahiers de la Céramique Egyptienne. der grabung im Tempel Sethos'I. EES: Egypt Exploration Society. Tentative Aston, Egyptian Pottery from the Thir• EVO: Egitto e Vicino Oriente. footsteps: teenth to the Seventh Century B. C. Ten• From the Twenty.. : Jacquet Gordon, Manual of Ancient Egyp• tative footsteps in a forbidding terrain. tian Pottery, Ch. 5. TP: Trabajos de Prehistoria. Fustat: Golvin, Thiriot, Zakariya, Les potiers ac• Umm el-Ga'ab: Bourriau Urn el-Ga'ab. Pottery from the tuels de Fustat. Nile Valley before the Arab conquest. GM: Göttinger Miszellen. WA World Archeology Heracleópolis: Pérez Die, Heracleópolis Magna durante ZAS: Zeitschrift für Ägyptische Sprache und Al• el Tercer Período Intermedio. tertumskunde.

OTRAS ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS

BD (-I-serie dígitos): Borde (en la clasificación de bordes no asi- PPI: Primer Período Intermedio milables a formas completas). s.d.: Sin determinar. BIA: Base inestable de forma abierta. s.f.: Sin fecha. BIC: Base inestable de forma cerrada. SPI: Segundo Período Intermedio cm.: Centímetros. TPI: Tercer Período Intermedio Diam.: Diámetro. Circulo (en el Pasta aluvial con engobe rojo pulido-bru• DM: Diámetro máximo Cuadro Tipológico): ñido. e.p.: En prensa. Triángulo: Pasta aluvial con engobe crema-blanque• IN: Imperio Nuevo cino. MAE: Misión Arqueológica Española VI: Vessel index (cf. explicación en p. 205, n. 5). M°: Muerto, número Asterisco: Pasta del desierto.

278

1 CLASE TIPO PRIMER PERIODO INTERMEDIO IMPERIO MEDIO IMPERIO NUEVO TERCER PERIODO INTERMEDIO (XXII DIN.) XXV-XXVI DINASTIAS PERIODO PERSA* XXVA 1 XXVB Mi

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\£7 CLASE TIPO PRIMER PERIODO INTERMEDIO IMPERIO MEDIO IMPERIO NUEVO TERCER PERIODO INTERMEDIO (XXII D.) XXV -XXVI DINASTIAS «PERIODO PERSA*

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