Secuelas 27/F/10 Prof. Rolando Saavedra Villegas
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Rolando Saavedra Villegas Rolando Saavedra Villegas (Tomé-Chile 1950) Profesor Normalista (Chillán) Investigador de la Historia de su Comuna Premio Nacional de Cuentos para profesores. Secreduc Bío-Bío 1987 Premio Nacional de Excelencia Docente Mineduc 1997 Premio Municipal Tomé de Arte y Cultura 2007 Premio EDUCA-BÍO-BÍO Universidad del Bío-Bío 2017 Obras publicadas: Panorama histórico de Tomé Navegantes en el litoral de Tomé Puerto de la Herradura del Tomé Visión histórica y geográfica de Tomé Plaza y fontana de Tomé Secuelas 27f10 Tomé Parroquia Cristo Rey y los Werner en Bellavista Páginas oceánicas de Margaretha Schömer Lisa Peter corre en el tiempo [email protected] Secuelas 27/f/10 Tomé - Chile Rolando Saavedra Villegas Secuelas 27 f 10 Tomé – Chile 3 Rolando Saavedra Villegas © Todos los Derechos Reservados Secuelas 27 f 10 Tomé – Chile Rolando Saavedra Villegas, 2011 Registro de Propiedad Intelectual N° 206720 Editorial AL AIRE LIBRO Arte y Diseño Portada: Patricio Guerrero Secuelas 27/f/10 Tomé - Chile Dedicatoria A los mártires telúricos y oceánicos. A los que atinaron en horas de zozobra. A los solidarios en todas sus formas. A quienes superaron el infortunio. RSV 5 Rolando Saavedra Villegas Secuelas 27/f/10 Tomé - Chile Índice Una historia para desaprender y aprender 9 Mis primeros terremotos 17 Eppur si muove 19 Momento 03:34:14 21 Tritragedia para no olvidar 23 Escape a los cerros 26 Y ese mar que intranquilo te inunda 27 Los esteros viajaron al revés 28 Tsunami en la Bahía 30 El mito de la Quiriquina protectora 32 Los tsunamis no son nuevos 34 Los muertos también se movieron 37 Problemas 39 ¿Dónde habrá agua? 41 ¿Cuándo llegará la luz? 43 Lentejas en domingo 45 Guáter y pelela, el regreso 47 Sin dinero ni cajeros 50 Mercado negro 52 Saqueos e inseguridad 54 Barricadas contra el temor 58 ¿Y cuándo pasará la basura? 60 Las farmacias se salvaron 61 Las sirenas que no sonaron 63 Edificaciones 65 Daños en la ciudad 67 ¿Qué pasó con la Fontana? 70 El sismo no fue muy católico 72 La Iglesia de la Pampa fue bombardeada 74 Iglesia “Cristo Rey” 75 Bomberos sin cuartel 76 Municipalidad, de hotel a gimnasio y discoteca 78 No a la terremotización. 79 Perdimos la Biblioteca que nunca tuvimos 83 Las clases tuvieron que esperar 84 7 Rolando Saavedra Villegas Testimonios 87 Wachiman Jiménez 89 Luis Sahieh pierde su Dichato 91 De Monserrat a El Molino 97 Sergio Vásquez me contó 100 Tornamesa con peces 102 ¿Me perdí el terremoto? 103 Don Francisco de Coliumo 105 “La Isla” perdida de Paz Lillyan 107 Rezzato ayuda a Dichato 109 Navegación en automóvil 111 El Morro se mueve y se moja 113 El Roxy duerme para siempre 115 Sismo en camas ajenas 117 Email desde la capital 119 Reflexiones de escolares 120 Comentarios post sismo 121 Miscelánea 123 Víctimas del tsunami en Dichato 125 Tántalo y los bosques 127 Toque de queda o toque de quedarse 129 Tomé, tuvo regimiento por un mes 131 La avioneta que nunca llegó 133 Baby boom o explosión de la natalidad. 135 Mi biblioteca profanada 137 Solidarios lejanos y cercanos 138 Sirvengüenzura y (des)organización 140 Las virtudes no se han perdido 142 Mito y fe sísmica 144 Encuentros y desencuentros 146 Biopronósticos de mascotas 148 Tiempo de figuración o conmemoración 150 Dichato y los 4 elementos 151 Palabras finales 153 Secuelas 27/f/10 Tomé - Chile Una historia para desaprender y aprender De alguna manera este libro empezó a escribirse en los años 60 del siglo pasado por un novel intelectual tomecino de 10 años, quien en pocas horas internalizó una experiencia socio natural inmensa, cuasi tres terremotos entre el 21 y 22 de mayo de 1960, que conmovieron su niñez bajo protección materna y visión paterna lectora, allí la violencia de la naturaleza le acicateó la lectura de, al parecer, su primer gran libro. Por cierto, noble aprendizaje que orientó una vida y un destino. La inspiración El momento 03:34:14 del 27/F/2010 y su secuela, en este nuevo libro Rolando Saavedra, laureado profesor tomecino, invita a una lectura entretenida y a su vez reflexiva dada la centralidad de los tópicos abordados y contados con detalles casi vivientes por el escritor o sus personajes. El drama abrió heridas sociales ocultas y al mismo tiempo posibilidades futuras enormes. En ese cuadro, un juicio extremadamente categórico respecto al comportamiento delictual observado a pocas horas de lo ocurrido y la afección consecuente de lo que fue o se ha considerado la mayoría honesta; precisa necesariamente -en tanto una reflexión metódica- de un análisis más acucioso en consideración de la complejidad de la relación eventual e histórica entre naturaleza y sociedad. En efecto, la tritragedia terremoto, tsunami y desmanes y su impacto material, económico/laboral, patrimonial; invisible tras los muros aparentemente resilientes de los frontis caseros no caídos tras 8.8° R. En un contexto inmediato y acotado de vacío de poder, incierto y coyuntural; en parte además, producto de la insólita centralización política y el cambio de gobierno, que arañó actos de violencia y desmanes sociales de gente sin brújula de clase y principios elementales de comportamiento social. Sin embargo, y en dirección opuesta hubo enormes aprendizajes, como el reencuentro de la comunidad, la relevancia de la sapiencia popular, como aquella de los constructores autodidactas y la fortaleza de las poblaciones encaramadas en los cerros de Tomé enfrente de una bahía bella y repentinamente tormentosa. En el texto, de manera puntual se narra el escape a los cerros post terremoto, la incertidumbre de lo nocturno, la agilidad de los jóvenes, el paso cansino de los viejos, la congestión humano-automotriz y la esperanza del amanecer. También se registra que desde 1562 se cuentan 28 tsunamis en la zona, en los cuales Dichato ha sido frecuentemente impactado, aunque no tan fuertemente como el 27/F reciente, al igual que Talcahuano. En la ciudad de Tomé, en el último tsunami, los tres esteros que le cruzan avanzaron en curso inverso, incluso el Perpelén desconocido a simple mirada, y en 9 Rolando Saavedra Villegas conjunto amortiguaron la invasión del mar. En Dichato, aquellos otros dos no fueron suficientes ante la avalancha marina que los desbordó anulando la planicie costera. En definitiva, el tsunami del 27/F manifestó un carácter grotesco en la bahía grande y la menor remeciendo su hábitat costero. A Tomé ciudad llegó menos virulento que a Talcahuano y bahía balneario de Dichato. Aún así, el mito o hipótesis de una protección a ultranza de Tomé por el murallón de la isla Quiriquina, por cierto, es necesario relativizarlo y frente al cual los cerros son la ruta de escape. Sin embargo, vivir en los cerros también encierra otros riesgos que es preciso empezar a atender y prever. Finalmente, el texto nos ilustra en esta parte que algo como “ola porteña” es la traducción de tsunami. Un símil ocurrió en 1835 en la bahía que nos embarga, narrado por Darwin “inglés” en una secuencia de grandes olas que azotaron Talcahuano y Penco especialmente, y en menor medida nuestro naciente Tomé. Problemas (post evento) El principal, el agua escasa y preciada como nunca antes y el pozo familiar como fuente comunitaria. Por su parte, la falta de electricidad tuvo como contraparte una luna virtuosa que permitió conectar a la población de una manera directa o cara a cara, una suerte de vuelta al pasado comunitario o quizás una señal de renovado futuro. Sentencia el autor: “a falta de pan, buenas son las legumbres, el charquicán y las sopaipillas preparadas en improvisados fogones” a ultranza las costumbres campesinas. Por su parte, la privación del uso de alcantarillado determinó el regreso al guáter migrante de la tradición también rural y la pelela de nuestra niñez. Hoy por hoy, además, la electricidad condiciona buena parte de la disponibilidad de dinero, los cajeros automáticos fueron paralizados y limitaron el acceso a bienes y servicios, lo que implicó una diversidad de conductas, entre ellas algunas dignas de aplauso, otras reñidas con las costumbres. El peso de nuestra cultura de mercado sin rostro, esta vez derivó en mercado negro, que junto a saqueos en cadena sobrepasaron la frontera del decoro. Estos hechos reflejaron manifestaciones críticas e índices claros de que algo anda mal en nuestra realidad social. Los seguros contra robo propios de la normalidad en la vida moderna son en particular, en situaciones anómalas, condición paradojal de acciones delictivas generalmente sin consecuencias para sus autores y empresas aseguradas. A su vez, el Estado de derecho no es suficiente muchas veces ni siquiera en condiciones de funcionalidad o normalidad para proteger la dignidad de la gente, porque depende de su carácter e integridad democrática o de su rezago normativo y coactivo; en efecto, amerita una rigurosa revisión ciudadana e institucional. Por otra parte, la dignidad es una cuestión de principios y valores internalizados por una sociedad que educa integralmente a su gente (cívica o políticamente, económica o profesionalmente, social e inclusivamente, y cultural o integralmente), de ahí que la educación no sea sólo un asunto de calidad instrumental, sino especialmente, una tarea formativa y ejemplar cuyo objeto es conformar un ser social integral “amante de sí y de su entorno, tanto social, institucional y natural”. Las barricadas frente al temor Secuelas 27/f/10 Tomé - Chile constituyeron respuestas al miedo de potenciales turbas atacantes, sindicadas como aquellos distintos de “un nosotros” espontáneo y reemergente. En consecuencia, este espíritu de comunidad es el mensaje de futuro. En otro ámbito, se observaron hechos comúnmente no valorizados por su habitualidad, como la basura acumulada y, en efecto, el papel fundamental del trabajo digno de quien la retira.