Dos Décadas Han Trascurrido Desde El Inicio De Un Acceso
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View metadata, citation and similar papers at core.ac.uk brought to you by CORE provided by CONICET Digital Nazis Y charlatanes en Argentina. ACERCA DE Mitos E historia TERGIVersada IGNACIO KLICH (Universidad de Buenos Aires) CRISTIAN BUCHRUCKER (CONICET, Universidad Nacional de Cuyo) Dos décadas han trascurrido desde el currido ocasional y selectivamente a una inicio de un acceso más fluido a la docu- cantidad insignificante de documentos, mentación sobre los nazis acumulada en priorizando hallazgos personales de difícil distintos repositorios argentinos. Si bien consulta por terceros, salvo para quienes tardía, esta medida propicia, primero efec- se den por satisfechos con las copias facsi- tivizada no más que apenas, luego con milares ocasionalmente reproducidas por mayor amplitud, comenzó a verse imple- tales periodistas, y citando a los demás de mentada a partir de 1992. Desde entonces, manera indirecta y descontextualizada. el grueso de la producción sobre esta vasta Un caso más extremo de la misma falta es temática –básicamente la del periodismo el de quienes escriben con casi la más ab- investigativo local– ha dado pocas señales soluta prescindencia de la documentación de haberse servido del consecuente acreci- e historiografía, como si se pudiese lograr miento de la materia prima disponible. un texto de historia seria a puro artificio, La calidad de gran parte de esa produc- con asertos cuya validez está más allá del ción periodística revela, en todo caso, que aporte de evidencia firme en su apoyo. ella no ha abrevado demasiado en tan rica, Como posible justificación de tan limita- aún si incompleta, fuente. En rigor, tales do aprovechamiento de los registros dispo- escritos se produjeron mayormente con nibles, no escasean las alusiones a «miles y prescindencia de casi todo el material de miles de documentos» más, «guardados en archivos argentinos y extranjeros, como si inasibles archivos que nadie tiene interés estos papeles no existiesen o el acceso a en mostrar y que son difíciles de hallar»1. ellos estuviese enteramente vedado. En el Es ésta una suerte de minimización de mejor de los casos, están quienes han re- lo ya desclasificado por doquier. Y viene 1 Carlos de Nápoli, La fórmula de la juventud eterna y otros experimentos nazis, Buenos Aires, Norma, 2009, p. 71. ESTUDIOS SOCIALES 41 [segundo semestre 2011] 159 realzada por quejas difícilmente inespe- La respuesta a esos interrogantes re- radas por actitudes enojosas de las auto- quiere tener presente que es equivocado ridades de algunos repositorios locales. suponer que Argentina y/u otros ya die- Inversamente proporcionales a los detalles ron a conocer íntegramente todo lo que suministrados por los quejosos respecto sus respectivos repositorios atesoraban a de sus hallazgos personales, tales reclamos este respecto, y más concretamente que la ni son válidos para todos los repositorios antes mencionada cultura del secreto ha argentinos, ni tienen en cuenta incordios quedado completamente superada por las que, demás está decir, no deberían existir alentadoras mutaciones habidas. Además, en ningún lugar, a los que también han es- resulta difícilmente realista proponerse tado expuestos quienes han recurrido a ar- dimensionar con seriedad, siquiera apro- chivos extranjeros2. Con respeto, todo ello ximadamente, la enormidad de los regis- conforma desdichadamente una excusa, tros inhallables en instalaciones supuesta- tristemente empleada por quienes inten- mente secretas, sean éstos millares o cifras tan hermosear una variedad de déficits. más modestas. Corresponde, por tanto, Junto a una actitud selectiva frente a trabajar con todo lo disponible hoy, cons- las fuentes –cualquiera la categoría de lo cientes de que la historia se construye la- desechado–, la mayor de tales minusvalías drillo a ladrillo, careciendo la edificación es la ausencia de un examen riguroso de resultante, más aun aquélla referida a la la documentación original ya accesible, historia reciente, del correspondiente cer- consulta implícitamente desaconsejada al tificado de terminación de obra, en este magnificarse lo que resta a ser desclasifica- caso de veredictos finales. A tono con su do. Si es tanto lo que no puede consultarse periódico reaprendizaje, tal como lo abo- aun, ¿qué sentido tiene ver lo disponible? gaba el historiador británico Tony Judt, Y en un medio en el que la adicción a las es entonces imperativo revisar periódi- teorías conspirativas es moneda corriente camente lo conocido a la luz de cambios –proclividad alimentada por los decenios significativos, por caso nuevas acrecen- de cultura del secreto–, ¿cómo creer que cias de fuentes, que incuestionablemente lo ingresado al dominio público no apun- tienden a gestar discusiones inéditas e in- ta a despistar a ingenuos y curiosos? terpretaciones diferentes. 2 Sobre dificultades encontradas, por caso, en el Palacio Santa Cruz, archivo de la cancillería hispana, ver recensión de Ignacio Klich sobre el libro de José María Irujo, La lista negra. Los espías nazis pro- tegidos por Franco y la Iglesia, en: Estudios Sociales, año XIV, N° 27, Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral, 2004, p. 205. 160 NOTAS CRÍTICAS En cambio, lo que no debe hacerse es nocido par que se rindió en 1945 en Mar tergiversar lo que está bien documentado, del Plata –el U-530 y el U-977–, albergan- o intentar maquillar la consulta evitada do sus honduras los restos de sumergibles de las fuentes existentes con referencias hundidos antes o después del fin de la al trabajo de quienes supuestamente ha- conflagración mundial. brían visto los registros relevantes. Es éste El interés provocado por tales naves es un camuflaje del irrealizado relevamiento fácilmente explicable. Entre sus distintas de los papeles disponibles y, con él, un raíces, es un nutriente de la noción de que intento de distanciamiento del envejeci- un Adolf Hitler prófugo fue uno de sus miento y obsolescencia de su contenido, pasajeros, venido a instalarse aquí. Varios cuando no de la información imprecisa son los autores que se han quedado fijados que, ab initio, los documentos sobre cual- a esta hipótesis desgastada, refutada por la quier tema asimismo puede contener. historiografía más seria. Ésta contradice A modo de muestra sobre aproximacio- la alegada sobrevida del entonces Fuehrer, nes indirectas a las fuentes e insuficiente por ejemplo en una estancia de las inme- evaluación de las mismas, así como de se- diaciones de Bariloche. Con amabilidad, lectividad en materia de documentación esa versión alentada por Basti, entre otros, e historiografía relevada, sirva de botón es descollante en materia de tergiversa- un trabajo de Nahuel Coca sobre los sub- ción de la documentación e historiogra- marinos del Tercer Reich en Argentina. fía cuando sostiene imaginariamente, por Éste representa un resumen pulido y me- caso, que no existen «dictámenes sovié- jor acabado de lo sostenido por algunos ticos» sobre el suicidio de Hitler, presen- autores sobre tales sumergibles. Desde tando además al jurista estadounidense Silvano Santander hasta Abel Basti, au- Michael Musmanno como habiendo opi- tor inicialmente de una guía turística nado en 1946 que el ex Fuehrer «había sobre sitios reales o ficticios de los nazis escapado»4. Hasta ahora nunca refutado, aquí3, e incluyendo a los periodistas Jorge un documento de inteligencia soviética Camarasa, Carlos de Nápoli, ellos supo- de 1945 concluyó que el cadáver de Hitler nen que la costa argentina fue escenario había sido positivamente hallado, y el juez del arribo de más submarinos que el co- Musmanno, tras acumular veinte tomos 3 Abel Basti, Bariloche nazi. Sitios históricos relacionados al nacionalsocialismo: Incluye los lugares donde vivieron Adolf Hitler y Eva Braun cuando escaparon de Berlín, Edición del autor, 2004. 4 Abel Basti, El exilio de Hitler. Las pruebas de la fuga del Führer a la Argentina, Buenos Aires, Sudamericana, 2010, pp. 136, 304. ESTUDIOS SOCIALES 41 [segundo semestre 2011] 161 de documentos, remató años después que país, siguiendo una variedad de rutas, em- «no existe la menor evidencia para dudar pleando distintos medios de transporte, de la muerte de Hitler» en su refugio ber- contando con un conjunto variopinto de linés5. Es ésta una constatación inalterada apoyos extranjeros y locales, y afincándose por los historiadores que se ocuparon del en distintos lugares, Bariloche incluido. tema luego. Corresponde, pues, diferen- Y a contrapelo de quienes transitaron en ciar a Hitler de un elenco de criminales años recientes de la magnificación cuan- de guerra de distintas nacionalidades –no titativa a la cualitativa de la importancia menos de 180, según la Comisión para argentina como indudable país receptor el Esclarecimiento de las Actividades del de nazis, o bien siguen aferrados a la am- Nazismo en la Argentina (CEANA)–6, que, plificación cuanticualitativa de Argentina cualquiera su nacionalidad, sí afluyeron al como «la Meca de los nazis», el historia- 5 Para la primera versión castellana de ese documento soviético, ver «Apéndice documental», en: Ignacio Klich y Cristian Buchrucker (comps.), Argentina y la Europa del nazismo. Sus secuelas, Buenos Aires, Siglo XXI, 2009, pp. 359-360. Para una discusión del papel del juez Musmanno, y de los documentos soviéticos sobre el suicidio de Hitler, ver asimismo el trabajo de Ignacio Klich y Cristian Buchrucker, «El final del Tercer Reich y la ‹conexión argentina› en la literatura revisionista», en el volumen antes mencionado, pp. 255-256, 277-284. 6 Creada en 1997 por el gobierno de Carlos Menem, y apoyada por éste y sus sucesores hasta 2005, la CEANA fue responsable ante un Panel Internacional y Comité Asesor conformados por personalidades e instituciones con interés en la temática, mayoritariamente ajenos a los partidos gobernantes durante ese período. En otras palabras, no fue una Comisión Nacional, a responderle al jefe de Estado o su gobierno. Aun así, Camarasa cree poder ligar la creación de la CEANA a un texto del autor estadounidense Gerald Posner, que el New York Times (07/12/1992) publicitó cinco años antes, y le adscribe a Menem la intención de querer darle «un ‘punto final’» rápidamente a este tema.