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AÑO 100, No, 1-4, ENERO-DICIEMBRE 2009 ISSN 0006-1727 R PS 0383

DE LA BIBLIO,TECA NACIONIAL lOSÉ MARTÍ

1 Año 100 / Cuarta Época Enero-Diciembre, 2009 Número 1-4 Ciudad de La Habana ISSN 0006-1727 RNPS 0383

Director: Eduardo Torres Cuevas

Consejo de honor In Memoriam: Ramón de Armas, Salvador Bueno Menéndez, Eliseo Diego, María Teresa Freyre de Andrade, Josefina García Carranza Bassetti, René Méndez Capote, Manuel Moreno Fraginals, Juan Pérez de la Riva, Francisco Pérez Guzmán

Consejo de redacción: Eliades Acosta Matos, Rafael Acosta de Arriba, Ana Cairo Ballester, Tomás Fernández Robaina, Fina García Marruz, Zoila Lapique Becali, Enrique López Mesa, Jorge Ibarra Cuesta, Siomara Sánchez Roberts, Emilio Setién Quesada, Carmen Suárez León, Cintio Vitier

Jefa de redacción: Araceli García Carranza Edición: Marta Beatriz Armenteros Toledo Composición electrónica: Marta Beatriz Armenteros Toledo Kirenia Acosta Idea original de diseño de cubierta: Luis J. Garzón Versión de diseño de cubierta: Yoe M. Piñeyro Rojas

Imágenes pertenecientes a los fondos de la Biblioteca Nacional de José Martí.

Canje: Revista de la Biblioteca Nacional José Martí Plaza de la Revolución Ciudad de La Habana Fax: 881 2428 Email: [email protected] En Internet puede localizarnos: www.bnjm.cu

Primera época 1909-1913. Director fundador: Domingo Figarola Caneda Segunda época 1949-1958. Directora: Lilia Castro de Morales Tercera época 1959-1993. Directores: María Teresa Freyre de Andrade, Cintio Vitier, Reneé Méndez Capote, Juan Pérez de la Riva y Julio Le Riverend Brusone Cuarta época Directores: 1999-2007: Eliades Acosta Matos 2007-: Eduardo Torres Cuevas

La Revista no se considera obligada a devolver originales no solicitados. Cada autor se responsabiliza con sus opiniones.

2 ÍNDICE GENERAL

UMBRAL Una presencia centenaria en la cultura cubana 7 Eduardo Torres Cuevas

ANIVERSARIOS REVISTA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL JOSÉ MARTÍ (1909-2009) Cuba 24 11 Gerardo Castellanos García

Épocas y contenidos de la Revista de la Biblioteca Nacional de Cuba 27 Araceli García Carranza

Editar la Revista de la Biblioteca: un estado de gracia conspirativo por la cultura cubana 65 Carmen Suárez León

TESTIMONIOS SOBRE EL CENTENARIO Salvar la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí 68 Rafael Acosta de Arriba

La Revista... y yo 70 Jesús Dueñas Becerra

La Revista, cien años después 72 Leonel Mazas

Mi Revista 76 Marta B. Armenteros

El reinicio de la Revista en 1999 78 José Antonio García Valiente

Marinello, el martiano mayor en una Revista centenaria 80 Mario Antonio Padilla Torres

3 ENRIQUE JOSÉ VARONA (1849-1933) Martí en Varona 83 Josefina Meza Paz

Enrique José Varona: una aproximación a su obra literaria 92 Gerardo C. García Barceló

El pensamiento ético de Varona. Del naturalismo ético a la eticidad revolucionaria 102 Armando Chávez Antúnez

Acercamiento al ideario educativo de Enrique José Varona y Pera 107 Justo A. Chávez Rodríguez

Varona: comprensión ético-filosófica del mundo, el hombre y la sociedad 110 María Elena García Sánchez

Función educativa de la vida y la obra de Enrique José Varona y de Fernando Ortiz 122 Rolando Buenavilla Recio

HOMENAJES CINTIO VITIER (1921-2009) A Cintio en su 88 cumpleaños 127 Araceli García Carranza

El día de hoy tiene un especial significado 129 Eduardo Torres Cuevas

MEDITACIONES A propósito de la temática de “lo humilde-cotidiano” en Habana del centro de Fina García Marruz 131 Lennys Ders del Rosario

4 Hoy es un día de emociones y recuerdos 140 Juan Nuiry Sánchez

La subjetividad en la narrativa histórica: la Protesta de Baraguá frente al espejo 149 Antonio Álvarez Pitaluga

El fondo Fernando Ortiz de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí 165 María del Rosario Díaz

Homenaje a los 90 años fundacionales de la Sociedad Pro-Arte Musical 176 Irina Pacheco Valera

Acercamiento cultural al tratamiento de la arquitectura en cuatro crónicas carpenterianas 194 Cristina Peña Pérez

Emilio Roig de Leuchsenring y su época 204 María del Carmen Barcia Zequeira

A casi 100 años del maestro Ernesto Sábato 210 Mercedes Santos Moray

José de la Luz y Caballero en la contemporaneidad historiográfica cubana 217 Mildred de la Torre Molina

Factores que hicieron posible el golpe de Estado de Batista 229 Newton Briones Montoto

Sobre la responsabilidad social del diseñador 236 Claudio Sotolongo

5 DOCUMENTOS RAROS Otro texto inédito de Félix Varela 241 Amaury B. Carbón Sierra

LIBROS El juicio del Moncada, de Marta Rojas 245 Araceli García Carranza

Memorias de la Revolución 250 Luis M. de las Traviesas Moreno

Narciso, la poesía y los poetas. Nuevo libro de ensayos de Virgilio López Lemus 252 Yuri Rodríguez González

Normas de presentación de los artículos 255

6 UMBRAL Una presencia centenaria en la cultura cubana Eduardo Torres Cuevas Historiador y director de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí

l nacimiento de una revista, si es intereses reales de una cultura en ges- Egenuina, si responde a la necesidad tación y la imposición o la sutil atracción de un espacio de creación y diálogo, de una expresión foránea que podía siempre es deseable. Si esa revista lo- arrasar con el débil árbol sembrado con gra insertarse en el interés de una el amor y la sangre de los componen- comunidad de lectores, y de lectores tes de lo que llamaría Martí un “pueblo exigentes, entonces ya será más que nuevo”. No eran claras las proyeccio- una intención de sus creadores, parte nes ante la complejidad que presentaba viva de sus lectores. Si esa revista lo- el naciente siglo XX cubano. Gran par- gra sostenerse, como todo cuerpo vivo te de lo que ese siglo acumuló era con sus mejores y buenos momentos desconocido por los callados adalides durante un siglo, se vuelve, más que la de un pensamiento propio para un pue- creación de una generación, parte de la blo que tenía que definirse a sí mismo. composición de la cultura de un país. Apenas alguno de los problemas socia- La Revista de la Biblioteca Nacional les graves de la nación se expresaban José Martí cumple su primera centu- en las nuevas escrituras que intentaban ria en este año 2009. Ha pasado por definir a una Cuba que, rotas las atadu- diversos momentos, ha vencido dificul- ras coloniales, apenas era capaz de tades que nunca se enumeran, pero que romper las tradiciones coloniales. La dejan su huella en el decurso de los idea martiana de que en nuestras repú- años y ha marcado con su impronta a blicas sobrevivía la colonia, constituía varias generaciones de estudiosos cu- uno de los peligros reales para lograr banos y de otros países. Es por ello que la república “con todos y para el bien es difícil poder hablar o leer escritos en de todos”. Pero más fuerte aún era el cualquiera de las ramas de investigacio- arrollador avance de una modernidad nes de la cultura cubana en que no esté norteamericana, atractiva y punzante presente nuestra revista. que parecía que se presentaba como Nació esta publicación en aquellos lo más avanzado en los comienzos del años oscuros y difíciles en que se de- siglo. En ese contexto, hacer y pensar batían en contraposición silenciosa los a Cuba era hacer y pensar en medio

7 de una composición intelectual que ape- de las más diversas fuentes, y no sólo nas podía asirse a un núcleo creativo trabajaran la historia heroica, sino tam- de escasos y controvertidos nombres. bién la de los hábitos, costumbres, Entre las obras más importantes del tradiciones, creaciones, que le daban a batallar de los defensores de la integri- nuestro pueblo perfiles muy bien defi- dad del naciente pueblo, de la nidos. Había que hacer mucho más. independencia de la nación herida, y de Había que pensar a Cuba desde la obra la espiritualidad de una cultura cubana, creadora de quienes en cada época ha- estuvieron las sutiles batallas por ganar- bían estudiado la sociedad colonial. Ello le a la influencia intervencionista explica el inmenso amor con que lega- espacios vitales para la preservación de ron a la Biblioteca Nacional de Cuba las tradiciones, del pensamiento y de la sus colecciones personales desde el historia heroica del pueblo cubano como propio Domingo Figuerola Caneda has- elemento esencial de la cultura cuba- ta eruditos como Vidal Morales. No na. Un capitán del Ejercito Libertador, obstante, era necesario mucho más. En Joaquín Llavería, sería gestor de un Ar- 1909, como parte de un movimiento de chivo Nacional cuya misión sagrada creación de espacios de divulgación del sería recuperar y preservar los docu- conocimiento oculto en los fondos de la mentos con los cuales, algún día, se Biblioteca Nacional, Domingo Figuerola construiría la memoria histórica de Caneda logra la publicación del primer nuestro pueblo; un hombre extraordina- número de la Revista de la Biblioteca rio, seguidor estrecho e infatigable de Nacional. Un año después, se consti- Martí, Domingo Figuerola Caneda, lo- tuía la Academia de la Historia de Cuba graría que en un pequeño espacio de la que le daría al país el centro de la acti- vieja Fortaleza de la Fuerza se le nom- vidad científica y literaria para proyectar brara director de una hipotética y debatir los mayores alcances a nues- Biblioteca Nacional. Tendrían, ambos, tra historia nacional. Entre los nombres que contribuir con fondos documentales de los ilustres fundadores de dicha aca- y bibliográficos a que historiadores y es- demia estaría asimismo el de Domingo tudiosos del siglo XX deconstruyeran la Figuerola Caneda. historia colonial, construyeran e imagina- El creador y primer director de la ran una nueva historia que legitimara el Revista de la Biblioteca Nacional, derecho del pueblo de Cuba a una na- Domingo Figuerola Caneda, nació en ción independiente y, sistemáticamente, La Habana el 17 de enero de 1852. reajustaran y redescubrieran esa histo- Participó en importantes proyectos in- ria de nuestro pueblo. telectuales como la Antología de La creación de instituciones que es- poetas hispano-americanos com- tablecieran una cultura nueva puesta por Marcelino Menéndez y únicamente podía lograrse si en su in- Pelayo, y fue delegado de Cuba en los terior hombres y mujeres imbuidos de Congresos Internacionales de Bibliogra- un fervor patriótico y con la cultura ne- fía y de Bibliotecarios, este último cesaria para hacer cultura, trabajaran celebrado en París en 1900 y del cual en acumular información proveniente fue uno de los vicepresidentes; fue

8 miembro de la Asociación de Bibliote- da, lo que está, lo que sirve, se encuen- carios de Inglaterra y Miembro tra plasmado en sus páginas y será hoy Honorario de la de Bibliotecarios Fran- y siempre fuente nutriente de conoci- ceses. El gobierno de Francia le miento verdadero. confirió la condecoración de las Palmas Nuestra Revista no podía menos que Académicas. Pero lo más destacado de dedicar en este número, una parte no- su trayectoria fue su activa participa- table de él a conmemorar, también, la ción en el apoyo a la guerra de presencia de Enrique José Varona en independencia dirigiendo en París el nuestra cultura del Pensar y Hacer. periódico independentista La Repúbli- Dígase pensamiento cubano y se dice ca Cubana. Figuerola Caneda se opuso Félix Varela, José de la Luz y Caballe- a la opción autonomista y sólo regresó ro, José Martí y Enrique José Varona. a Cuba para continuar su trabajo a fa- Maestros incansables, hombres que es- vor de una cultura cubana independiente. cudriñaron la compleja e inédita De esa profunda raigambre patriótica, realidad cubana. En la necesidad del de ese profundo amor por la aún no co- estudio de sus obras está la única for- herente cultura cubana, nace nuestra ma real de descubrir las raíces Revista de la Biblioteca Nacional. profundas de una cultura que trabajó La publicación ha transitado por el conscientemente en la construcción de decursar de los años recibiendo, a ve- una Cuba cubana. ces, el empuje entusiasta de hombres Sirva este número de nuestra Revis- y mujeres que marcaron sus diversas ta como un acercamiento a todo ese épocas; y a veces, la incomprensión, la amplio universo que encierra nuestra desidia e, incluso, más angustiosa, los publicación y, a la vez, como muestra intereses espurios que obstaculizaron, de incentivo real para pensar a los que más que las dificultades reales, su de- nos pensaron, por la necesidad de pen- sarrollo coherente. A un lado, todo sar nuestro presente. aquello que mancha el sol; lo que que-

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Domingo Figarola Caneda

10 ANIVERSARIOS

Revista de la Biblioteca Nacional (1909-2009)

Cuba 24* Primero, residencia de opulenta y li- Gerardo Castellanos García najuda familia, que a su alrededor atraía a lo más culto y aristocrático de la so- Escritor ciedad cubana. Después, cuna del padre y mentor de la bibliografía, el perilustre literato don Domingo Figarola Caneda. Domingo Figarola Caneda. La tertulia. El ogro. Anécdotas. Sus obras. *** Días coloniales. La República Luego, palacio de Justicia, albergan- Cubana. La Biblioteca Nacional do a la Real Audiencia Territorial. Más tarde, en los tiempos ominosos Esta casa ocupa el sitio más ideal de de Weyler, convertida en vivac donde La Habana. Entre La Punta y la anti- se realizaron toda clase de infamias y gua Maestranza de Artillería. Frente vejámenes por los sicarios de aquellos por frente al mar, casi tocando las ori- crueles días coloniales. llas de la bahía, por donde se Y, por último, para limpiarla, sanear- extiende y termina el Malecón. Des- la del pestilente polvo de la última etapa, de sus balcones se domina el soberbio vivienda del mismo don Domingo que ya espectáculo de las caducas fortalezas estaba orlado de fama por sus conquis- españolas que defendieron a la capi- tas en el mundo de las letras. tal: el Morro y la Cabaña colocados Y, casi conjuntamente con Figarola, como hoscos vigilantes en aquellas es- ocupó un departamento la Academia tratégicas alturas. Precisamente la Nacional de la Historia. Cabaña queda en línea recta, a tiro de Pero indiscutiblemente esta postrera fusil de esta casa. De modo que esa época es la que da más prestigio a la orilla opuesta fue el punto peligroso solariega mansión, que aún conserva en para la toma de La Habana, en 1762, su exterior los sencillos y elegantes tra- que primero sostuvieron los españoles zos de la arquitectura de entonces. y después tomaron los ingleses para Ahora el caserón de la Condesa de convertirlo en foco decisivo para el Merlín, adaptado a inquilinato, es un pue- bombardeo de la ciudad. blo pequeño, con oficinas de distintos Por su posición privilegiada y pasa- géneros, hasta de Obras Públicas. Viven do, esta casa encierra agradable e familias en los bajos y en el entresuelo interesante leyenda. suenan pianos, violines, cornetines; afi-

* Publicado en la Revista de la Biblioteca Nacional en 1952.

11 cionados al canto que vocalizan a todo y especulaciones, chismes y perfumes pecho; cotorras y canarios que se y elegancia y triquiñuelas de comité. unen al concierto. Niñitos, ancianos, Confieso que yo esperaba enfrentar- mozas lindísimas, señaladamente una me con un neurótico docto en letras; bella y rubia de largas trenzas que personaje irónico con quien era difícil graciosamente le besan los tobillos y armonizar y, por lo tanto, escabroso es- que es consumada artista del piano. Y trechar afecto, porque su crítica allí mismo, en un ala del piso princi- apasionada y disolvente, nada respeta- pal, encajonada en reducido espacio, ba; crítica apoyada en su cultura y está la Academia de la Historia con su minucioso conocimiento de los hombres rica biblioteca. Este rincón es el refu- y larga convivencia entre lo más selec- gio de la docta corporación encargada to en letras en lapso de medio siglo. Sin de la hercúlea y sabia misión de ha- embargo estimé curioso y conveniente cer la historia patria. Lo que demuestra por lo menos estrechar la mano del cé- que hasta para dilapidar... hubo en los lebre bibliógrafo que, a pesar de sus pasados períodos presidenciales, menos excentricidades, brusquedades, verda- para dar preeminente y adecuado lugar des que hieren cual estoques y juicios y medios a la Academia de la Historia; despiadados, es muy citado, e ilustres y eso que hubo una época en que pre- literatos le visitan con frecuencia. sidió la República, y no fue parco en Figarola Caneda ha vivido tanto, otras dádivas, el académico licenciado hace tantísimos años que su prestigio Alfredo Zayas. vuela por el ambiente cultural cubano, que raro es el escritor o lector que no *** lo conozca. Por eso son pocas las pre- El pisito de don Domingo es visitado sentaciones en aquel cenáculo. La todos los días de la semana. Por él en- mayoría de los visitantes, al ver al con- tran y salen asiduamente, desde muy sagrado literato, se dirige a él franca temprano, hasta la noche, como abejas y sencillamente, con familiar saludo a de una colmena, conocidos hombres de “don Domingo”. Y don Domingo, en letras, de todos los matices y orienta- juego con sus aficiones y cariños, para ciones y escuelas. Jóvenes que hacen determinar la cantidad de consideración pininos en poesía y prosa; sesudos varo- que el iniciado merece, regularmente nes en el apogeo de la fama o pregunta, con la autoridad que dan los popularidad, sin que falten los que van años: “¿Usted escribe? ¿Qué obras ha declinando o están en manifiesto eclip- publicado?”. Y con la punta de este hilo se total. No escasean los polluelos que comienza a desenrollarse la charla más abandonan el monótono interior de la o menos interesante. isla con propósitos de editar sus produc- Con los consagrados, el procedimien- ciones o buscar pedestal propicio a sus to tiene variantes; pero sólo en cuanto a aspiraciones. No asisten comerciantes indagar los libros que tienen en prepara- ni gomosos de salón, ni políticos profe- ción. De modo que, imprescindiblemente, sionales, porque en este ambiente allí el tema fijo es la literatura nacional morirían de tedio o asfixia, faltos de oro o francesa. Desde luego, que con so-

12 brada razón y causas, porque un hom- Es un delicioso mirador. En el cen- bre que durante su existencia sólo ha tro de la habitación hay escritorios y respirado atmósfera suprema intelec- mesas atiborradas de libros y papeles. tual, difícil parece que pueda avenirse Por todas partes mesitas con más libros a respirar otra distinta. Esto no es y documentos. En los testeros estantes práctico en nuestro siglo, y menos en con tomos esmeradamente encuaderna- el vértigo que sufrimos los cubanos de dos y defendidos del polvo y la luz por riquezas, desatendiendo en dolorosa in- visillos de cretona. Una mesita con re- diferencia, y hasta desprecio, lo que no loj. Penden de las paredes únicamente sea utilidad inmediata para gozar la los retratos de Martí, Heredia, Luz Ca- vida material, mas Caneda vive jinete ballero y Bachiller y Morales. Es pobre en quimera, con la cabeza entre las la silla de labor de don Domingo. Frente nubes sin tocar la tierra de la realidad. a él trabaja su infatigable esposa. A un Entramos. Juan Beltrán fue mi intro- lado hay amplios mecedores. ductor. Precisamente con este había El lugar, saturado de olor a libro, sólo ocurrido algo muy de considerar para invita a pensar en literatura. Y como mi visita. Beltrán vino de España. Tra- Caneda no tiene otra vida que no sean jo cartas de presentación para don los libros, no se explica la existencia de Domingo, que entonces dirigía la Biblio- un hombre que no lea, que no ame los teca Nacional. Lo visitó y, después de libros, que no tenga biblioteca o que no haber sido delicadamente atendido, al sepa escribir. La persona que por lo despedirse, Beltrán le confesó que a su menos no tenga una de estas aficiones, llegada esperó habérselas, como se lo no podría convivir en este santuario. habían pintado, con un ogro, y en su lu- La primera tarde le oí hablar mu- gar gozó las finezas de un caballero cho. Abordó amenos temas. Habló muy sociable. de personajes muertos que fueron fa- Subimos por estrecha escalera. En ros en nuestro mundo intelectual, como un balcón interior del entresuelo nos si los tuviese delante. Y lo hacía con detuvimos y tocamos en el departa- recta seguridad y vocabulario preciso y mento número 27. determinante. Al hablar cuidaba meti- Nos abrió un señor alto, un tanto culosamente de poner en su lugar grueso, de tez sonrosada, cabellos blan- puntos y comas y todo el ejército orto- cos, pelado al rape, bigote recortado en gráfico, dándole tono un poco afectado. forma de cepillo y con espejuelos de Antes de salir formulé mentalmente oro. Vestía llamativo pijama blanco a un juicio decisivo de Figarola: enérgico, rayas azules. Con voz gruesa y correcta pesimista, voluntarioso, exigente, extre- dicción nos acogió. madamente nervioso. Hace crítica como Pasamos por un pequeño salón oscu- un padre da consejos, no por herir sino ro, y a seguida ocupamos sitio en otro con intenciones de practicar el bien. más amplio, claro y fresco. Tiene dos Bruscamente sincero; dice una verdad ventanas con balcones a la calle Cuba, sin preocuparle que hinque o arañe. Pro- que dominan casi toda la bahía, dando fundo conocedor de nuestra historia y frente a la fortaleza de La Cabaña. evolución literaria. Para él, literatura es

13 cuerpo con vida, y la ama con pasión de- limpiar, fijar y hasta hacer verbales au- dicándole sus energías. Casi no le tos de fe con libros y autores. Muchos importa otra cosa. Esta afición, este contertulios manejan el bisturí y otros amor intenso, es más bien una enferme- llevan la tea; y porque no se me tache dad, idéntica a la confesada por Néstor de olvidadizo y parcial, confieso que Ponce de León en su interesante y her- Caneda nunca se queda desocupado. moso trabajo “En mi biblioteca”. Es celoso por los fueros de las buenas Una cuartilla escrita y firmada por letras y enristra con decisión contra el Caneda acabó de ratificar mi juicio. Es que falte, señalando lunares y errores indudable que la letra es el espejo que con campechana claridad. Y si en la mejor retrata a una persona. Placidez, mayoría de los casos acierta, es porque inquietud, tortuosidad, sinceridad, cóle- tiene la suprema experiencia de vapu- ra, energía o debilidad, están encerradas lear y cortar sólo donde es maestro. en la escritura de los hombres y, más El día preferido de la semana es el acentuadamente, en la firma. Y la fir- sábado. Domingo de los cristianos y ma de Caneda es segura, gruesa, sábado de los domingueanos. Es cuan- grande, caracteres cuadrados que pa- do la parroquia se llena de una pléyade recen hechos a golpe de hacha, y cierra de consagrados escritores y grafóma- con una rotunda rúbrica que semeja un nos y literatos en ciernes. El sábado cable de acero. Sanguily le llamaba le- tiene la facilidad y conveniencia de que tra ciclópea. ya tarde, al terminarse la sesión de la Pero confieso que no pude verle un Academia, los señores académicos pelo de ogro. Partí sano y salvo, sin un suelen detenerse en el cenáculo a rasguño y con el propósito de estrechar cambiar impresiones con Figarola y el afecto que me brindaba. sus feligreses.1 Al salir, un piano desde el fondo de Es el momento encantador de don Do- la casa desgranaba con fuego música mingo. En sus saludos joviales, en su de Wagner. voz, en sus ojos y ademanes se desta- can el contento de ver a sus *** compañeros, porque en estos últimos En el período que vengo frecuentan- tiempos él ha puesto su alma en la ba- do ésta que debe llamarse Tertulia lanza de la Academia de la Historia. De literaria de don Domingo, sólo he oído ahí que es tema favorito suyo lo que se hablar de problemas de letras y artes. relacione con hombres y asuntos de esa No debía ser necesario agregar que corporación. (Es curioso y significativo hay tijeras y termocauterios propios de que un hombre de letras como Caneda, la clase que se dedica a esas discipli- no esté en su mejor centro, que sería nas, sin que de vez en vez escaseen los la Academia de Artes y Letras). elogios. Porque así como es cierto que ¡Qué cariño, qué admiración, por el las charlas de Cuba 24 no tienen pauta secretario, académico, catedrático y marcada de cátedra crítica, sino que el eminente filólogo cubano doctor Juan uso y la costumbre han impuesto la nor- M. Dihigo! Llega este sencillo, noble y ma literaria, es notorio que se suele meritísimo intelectual, de pequeña es-

14 tatura, vestido de negro, brillante sus y hasta en opiniones, mantuvieron estre- espejuelos y hablando en voz queda. chos vínculos, hasta el punto que Caneda Don Domingo lo agobia a preguntas. había sido preferido por Cátala para di- Dihigo se las contesta cariñosa y deta- rigir la publicación de las obras completas lladamente. Y enseguida abordan de Sanguily. A ese efecto tenía reunidos interesantes asuntos, siempre, siempre abundantes trabajos. Cierta vez Caneda de letras e historia. mandó a Manuel esos recortes para que Con Antonio L. Valverde, hay fre- los seleccionase e hiciese las indicacio- cuentes discrepancias. Valverde es un nes o correcciones convenientes. Muerto admirable y laborioso profesor y litera- Sanguily, Figarola quiso recuperarlos; to, tesorero de la Academia. Discuten mas por múltiples motivos prefirió no in- con ahínco alrededor de casos de for- sistir más en su derecho y dejar los ma, principalmente la publicación de los documentos a la familia. Don Domingo Anales. Parece que Caneda tiene mol- siempre sintió veneración por el talento des y manías de las que no ha de de Manuel; y mantuvo con él tiernos la- apartarse. zos hasta los postreros momentos, A Emeterio S. Santovenia le quiere doliéndose constantemente de la impo- de veras, desde que este se inició en sibilidad de no haber asistido a su las bregas literarias. Hoy se queja de entierro. él, porque cree que el notariado le ha La mención de todos los contertulios desviado de las letras. Pero es difícil la sería interminable censo literario; pero discusión, porque el suave y flemático no quiero omitir a: carácter de Emeterio es aceite sobre la Roque Garrigó, autor de numerosas ardiente palabra de Caneda. obras premiadas en concursos. El inte- Un asiduo a quien don Domingo ama ligente y cultísimo joven Calixto Masó, es al prudente y parsimonioso Francis- con quien suele el maestro tener tiernas co González del Valle, puro valor trifulcas. Federico Castañeda, abogado intelectual que en numerosas obras ha aficionado a las letras y rico en anéc- dejado huellas de sus méritos. dotas. Mis queridos amigos, padrinos en El inquieto y activo director del Ar- la Academia, René Lufriu y Tomás S. chivo Nacional, Joaquín Llaverías, fue Jústiz. El costumbrista Emilio Roig de asiduo concurrente; y en otros días el Leuchsenring, que por su causticidad erudito Francisco de P. Coronado, que origina discusiones con Caneda. Ramón actualmente desempeña el cargo de di- Cátala, el culto director de El Fígaro, rector de la Biblioteca que fundara don es querido de todos. El eminente lite- Domingo, estuvo íntimamente ligado a rato y profesor, gloria de las letras Caneda. cubanas, José A. Rodríguez García. Je- Hacía algún tiempo que Manuel sús Saíz de la Mora. Matías Duque, Sanguily no asistía a esta tertulia saba- doctor en medicina, soldado libertador, tina, de la cual fue figura central y literato y político. El culto y malogra- conspicua. Desde mejores y viejos días do Carlos de Velazco. El entusiasta Sanguily y Caneda, a pesar de ser po- bibliófilo Oscar Sallés, Susini de Ar- los opuestos en especulaciones literarias mas. Los pintores cubanos Armando

15 Menocal y Aurelio Melero. El simpáti- nerlos a salvo. Y cuando las pasiones se co Jesús de la Cruz. José A. Fernández aplacaron, Domingo no quiso continuar de Castro, autor de Medio Siglo de los estudios. Ya tenía viva vocación por Historia Colonial. Aurelio de Armas. las letras, comenzando por ser tan fer- voroso lector que vivía constantemente *** metido en la biblioteca de su padre y ni Y ya que estoy atisbando alrededor siquiera quiso perder tiempo en apren- de la vida de don Domingo, paréceme der a bailar. Su vocación tomó vuelos al que no estará de más apuntar que fue- calor de sus amistades y las de su fa- ron sus padres Domingo Figarola y milia que la componían los más brillantes Castilla y Carmen Caneda y Garay, cu- valores en el saber y el periodismo. banos, y habaneros por añadidura. Sólo En 1875 casó con María Teresa tuvieras dos hijos: Joaquín, que se gra- Ferrer, hija de un acaudalado comer- duó de dentista, y en Cojímar fue ciante cubano. Nació al año siguiente víctima de la Reconcentración de su primero y único hijo, Herminio. La Weyler; y Domingo que nació en La inteligencia del chico le hizo fundar tan- Habana, el 17 de enero de 1852. Asis- tas esperanzas que cuando estuvo en tió al colegio San Francisco de Asís, que edad y condiciones de empezar los es- dirigió el isleño José Alonso y Delga- tudios, don Domingo, de acuerdo con do. Terminado el bachillerato, cursó el sus simpatías por Francia, y convenci- año de ampliación universitaria y al mo- do de que sólo en París podía educarse mento comenzó a estudiar medicina. en forma la juventud, allá lo trasladó y Estaba precisamente en el segundo cur- puso en un pensionado. A los pocos so cuando ocurrió la infame y criminal años estalló la guerra del 95 contra Es- hazaña de los voluntarios de La Haba- paña. Por esta época, Herminio hacía na contra los estudiantes de medicina, frecuentes visitas al Consulado español por supuesto sacrilegio de arañar la en busca de documentos en relación tumba de aquel recalcitrante español con la cuantiosa herencia de su madre. que por ir a insultar quijotescamente a Pero el amor a la patria, las prédicas los emigrados cubanos de Cayo Hue- del padre en favor de la independencia so, fue justamente matado por un y las halagüeñas noticias que corrían en- sencillo patriota. Entre el grupo de es- tre los cubanos y en la prensa mundial, tudiantes detenido y llevado entre le llevaron a desdeñar la conveniencia bayonetas, estaba el joven Domingo. El material y decidirse por el ideal patrio. suceso produjo gran alarma e inquietud Vagamente habló de su propósito al pa- en la ciudad, principalmente en los ho- dre que, a pesar de su amor, le dijo que gares de cubanos, por temor a los hacía bien en cumplir con el mandato voluntarios que, al no atreverse a ir en de su conciencia. Mas de todos modos busca de los insurrectos, fríamente es- el intrépido mozo prefirió, quizá pensan- peraban asesinar a indefensos criollos. do que el padre a última hora podía El peligro lo temían más aún las fami- cortarle el paso, subrepticiamente, lias que tenían estudiantes en la Facultad auxiliado por amigos y conocidos, em- de Medicina, que los ocultaron para po- barcarse para los Estados Unidos,

16 dejando al desventurado don Domingo religiosas, condecoraciones y a banque- sumido en el hondo dolor de que mar- tes, darán ocasión de formular mejor chara a una guerra desigual de la cual juicio. no regresaría. En Nueva York se puso Yo conocía someramente el modo ra- a las órdenes del delegado Estrada Pal- dical de pensar de don Domingo, en ma. Y en la expedición de Carlos materia religiosa. Pero un día quise oír de Manuel de Céspedes y Quesada salió su boca un capítulo detallado y cabal. rumbo a Cuba, en el vapor Laurada, Fue una tarde en que el maestro es- desembarcando cerca del puerto de taba bastante inquieto, hablando en , el 27 de octubre de tono mayor y ebrio de letal pesimismo. 1895. Le nombraron alférez junto con Este último estado de ánimo no es sus compañeros Miguel Varona y Mario raro, puesto que por desencanto don Carrillo y Aldama. Y según documen- Domingo ve el mundo envuelto en ne- tos de los coroneles Carlos Manuel de gro cendal, marchando en irremediable Céspedes y Luis Martí, alcanzó el gra- decadencia. El presente (de Cuba) do de capitán, aunque su muerte, sólo vale por los destellos de luz, au- ocurrida en las lomas de Mayarí, en rora boreal que refleja el hermoso septiembre de 1897, no figura en el li- pasado. bro de defunciones del Ejército Aproveché un momento en que decía: Libertador, y a este injusto olvido se –Pobre Manuel (se refería a debe que sólo fuese liquidado como sol- Sanguily). Él que fue siempre un con- dado raso. vencido libre pensador, casi ateo, y El pesar más cruel que le agobia es ahora me entero de que están diciendo que su adorado hijo esté enterrado en misas en sufragio de su alma. Presien- ignorado sitio, pues tuvo la desdicha de to que Manuel se habrá sacudido en la que cuando se preparaba a exhumar los tumba al oír esas misas. restos, del lugar que sólo conocía el co- A quema ropa le dije, exponiéndome ronel Luis Martí, este murió sin dejar a su cólera: noticias de aquel sitio. –¿Es cierto que usted estuvo a pun- Me he detenido en estos detalles de to de ingresar en un seminario a Herminio, porque es justicia que hago estudiar la carrera eclesiástica? a un “pino nuevo”, mártir de la indepen- Tan brusca fue la sacudida, que cru- dencia cubana, que no midió el peligro jió el enorme mecedor de roble. Tal ni la utilidad sino que por deber espon- parecía que yo le había echado un vaho táneamente fue a luchar y rendir la vida; de vitriolo y prendido fuego a su traje. y también porque es nota elegiaca, co- Sus ojillos pardos centellearon, brillan- rona fúnebre, que acaricia y no aparta do los cristales de sus espejuelos. Y con de su memoria el pobre anciano. un fuerte golpe en el brazo del mece- dor, y simulando contenerse, mas *** subrayando con energía la frase, dijo Tres anécdotas, espigadas en el jar- con bronca voz: dín de la larga experiencia y vicisitudes –¿Quién, quién tuvo la infeliz ocu- del maestro, referentes a sus opiniones rrencia de decir disparate tan grande?

17 Dígamelo, dígamelo don Gerardo. Sepa *** usted que jamás me he confesado, ni aun de niño, pues mi padre sostenía que Condecorado sólo él tenía derecho a oír las confesio- Notorio es que don Domingo ha sido, nes de sus hijos. Tampoco sé rezar, ni y sigue siendo, ardiente y parcial siquiera he sabido el Padre Nuestro. simpatizador de Francia y sus grande- Verdad es que nunca me ha hecho fal- zas; en primera línea por sus bellas ta para resolver problema alguno de mi letras. Sus temas siempre nacen y par- vida. No, Gerardo; no tengo un átomo ten de Francia. Todo problema literario, de religioso: en nada creo. Aquí en la tie- para demolerlo o darle exequátur de rra, los hombres son de todo: ángeles, curso, tiene que ser comparado con al- demonios, buenos y malos; el infierno guno análogo francés. Lo bueno, para y la gloria están aquí. No creo, no, que él, ha nacido y surge en París. Cuando ningún hombre, de esos que visten habla de París su pecho se hincha y sayones y miran litúrgicos al cielo y di- hasta cuando conoce algo doloroso o cen misas teatrales, tenga el poder de pérfido ocurrido en Cuba, dice, mar- comunicarse con Dios y ser nuestros cando bien la frase: “Entonces yo mediadores. Esos son pillos embau- estaba en París”. cadores. Estas simpatías y propaganda por la Y remachando su opinión recordó literatura francesa, y la selección que que estando enfermo en la Policlínica hizo en la Biblioteca Nacional de céle- del Cerro, se le presentó un simpático bres obras de aquel país, llegaron a joven aficionado a las letras, y devoto conocimiento del gobierno, que creyó fervoroso que, al tener noticias de que justo premiar tal dedicación. Esto caía estaba grave, creyó caritativo que an- de lleno en los loables procedimien- tes de partir de este mundo debía tos que practica aquella nación de ponerse a bien con Dios y los santos, difundir el nombre francés y sus glo- confesando sus pecados ante un cura, rias por los ámbitos del mundo, a fin de que en el hipido final pudiese honrando a los hombres que en los dis- merecer los últimos sacramentos y en- tintos países se significan en cualquier trar sin reparo en la morada que ningún aspecto del saber o de las conquistas viajero ha podido describir. Fue una nobles humanas. muda y febril escena. Enseguida vino Figarola iba a ser condecorado en un cura que, como un artista, había es- unión de su segunda esposa, la culta perado entre bastidores. Y cuando dama Emilia Boxhorn, que también ha preguntó a don Domingo si era católi- hecho grandes propagandas por el libro co este, con la fuerza y ruido de un y la encuadernación francesa. Pero ni cañonazo, le dijo tres veces no. don Domingo ni su compañera tenían Un año después, todavía monta en noticias de la distinción de que iban a cólera pensando cómo pudo soportar ser objeto. aquella visita, que parecía el silbido de Un día se presenta en la Biblioteca un pájaro agorero de muerte, sin haber Nacional el catedrático Luis Montané. lanzado por la ventana al ensotanado. Traía dos paqueticos y un par de rollos.

18 Habló con Caneda para hacerle saber forma de banquetes. Está perfecta- su misión de imponerle, a nombre del mente organizado un ejército de Gobierno de Francia, las Palmas de homenajeadores, que por el más fútil Oficial de la Legión de Honor, con dis- motivo y al más insignificante tipo le tintivo violeta, como reconocimiento a hace figura de un homenaje, aunque sus méritos en el campo de las letras. más bien que figura central debiera Igual honor se confería a su esposa. llamársele víctima del negocio. Porque No esperaba tal honor. Tampoco lo es lo cierto que la mayoría de esos ban- quería. Era demasiado. No habían con- quetes obedece a pura especulación. A tado con él para otorgárselo. Sí, había Juan se le ofrece un banquete por ha- laborado mucho por las letras france- ber sido nombrado portero. Un vivo sas; pero sin jamás soñar que su aprovecha el asunto para vender bille- esfuerzo merecía tanto premio. No gus- tes. Ajusta la comidita en un par de taba de honores. Con todo respeto pesos por cabeza, otro par en anuncios declinaba la extraordinaria mención. y el resto lo distribuye en el comité ges- Estaba conforme con sólo saber que tor. Esto ha tomado alarmantes hacía justicia difundiendo el prestigio de proporciones, pues quieras que no a Francia. cualquiera se le obliga a aceptar un ho- Y se resistió a recibir las Palmas. menaje. El abuso ha dislocado el valor Nada lo hacía ceder. Entonces social que en otros tiempos gozaron es- Montané acude a otro amigo y vuelve tos actos que respondían a indiscutibles a la carga. Fue largo el debate que lo méritos de los varones a quienes se tri- obligó a aceptar. butaba; eran palpitaciones, mareas Y desde entonces vemos en el ojal del incontenibles para premiar el saber, la frac de Caneda el precioso lacito mora- virtud. En Cuba, además de haber per- do, distintivo de la Legión de Honor. dido los banquetes su verdadero objetivo, Conocedor yo de la resistencia que ha dado lugar a que los pigmeos home- puso en rendirse, he pensado que sólo najeados se envanezcan, y, a la inversa, el tiempo, ejecutor de milagros, ha con- los ciudadanos representativos se crean seguido que al fin don Domingo guste empequeñecidos al ser blanco de aná- y saboree el honor de ser Oficial de la logas demostraciones a las de los osados popular Legión. incapaces. Y Voltaire ha dicho “que a Tiene también Figarola, como emi- nadie puede halagar una adulación que grado revolucionario, un diploma y una se generaliza”. Es culpa de la política. medalla triangular; pero esta última Y es de creer que el abuso aniquilará al seguramente no la usa por su enorme sistema; no estando lejano el día que un tamaño. banquete sea prueba de demérito. En la epidemia han caído los mejo- *** res ciudadanos. Y lógicamente a Caneda le llegó su turno. Es de acla- Banquete rar que los homenajeadores en este En la República hacía años que ha- caso no eran de la conocida marca po- bía entrado furor por los homenajes en pular mercantil, sino jóvenes meritísimos

19 e intelectuales de pura cepa, que tienen dos, se proponía hacer ver a Cisneros leal afecto al maestro. que la mayoría lo acataría con mejor Convinieron en darle un banquete gusto que al doctor Betances. Pero con motivo de haber cumplido 70 años; Cisneros, por no desatender los grandes 14 lustros de lucha en los campos ar- intereses que entonces manejaba en el duos e improductivos de la literatura. ferrocarril de Barranquilla, que estaba Sobradamente merecía esto, y más to- construyendo, y también obedeciendo a davía, quien en América y Europa tiene su leal cubanismo, aconsejó acatamien- sembrado jalones de nombradla. Ello no to al eminente puertorriqueño. E hizo solamente era prueba de que no le fal- más todavía: emprendió un viaje a Pa- taban devotos compañeros, sino que rís para suavizar asperezas de Enrique cuando los hombres de su tiempo se Piñeiro y la Junta. han rendido, don Domingo aún está con Su segundo viaje a Londres lo hizo la pluma en alto produciendo obras. Y para ampliar estudios en el Museo Bri- dicho y hecho. Dos de los más íntimos tánico; y entonces, 1901, casóse con van a tomarle Pulso. Oye y al instante Emilia Boxhorn, nacida en Cracovia; protesta. No tiene lastre para esa de- dama de excepcional cultura que ma- mostración; es valuar con exceso su neja con destreza los idiomas inglés, obra. A una cadena de argumentos une francés, alemán y español. Ella ha sido el poderoso de que no procede un ho- buena esposa e insustituible secretaria. menaje por el natural e inevitable hecho A pesar de que no olvida un momento de cumplir 70 años; cualquier tonto, la Europa de sus amores, donde nació cualquier cretino, llega a esa y más y se crió, la compenetración de ambos edad todavía. No vale la pena dar un es firme; son, en materia literaria, banquete por ser viejo. Le parece que cuerpos afines que persiguen los mis- va a caer en ridículo. Y no cede un ápi- mos ideales y sólo viven pensando en ce. Los compañeros insisten y salen libros. decididos a efectuarlo, viniendo a bus- En esta última estada se dedicaron a carlo el día señalado. recoger los materia1es para la Carto- Don Domingo lo averigua, y ese día grafía Cubana del British Museum. salió con su esposa, dejando cerrada la casa. Y no asistió. *** De todos los escritores y periodistas *** de su tiempo, no queda uno que actual- Figarola Caneda ha viajado mucho mente, a los 73 años, mantenga como por España, Francia, Bélgica y los Es- Caneda la pluma en ristre, el cerebro tados Unidos. En Londres estuvo dos fresco y la constancia y el fervor vita- veces: en 1895 a entrevistarse con el les. Todos, sin excepción, están fuera ilustre cubano Francisco Javier de acción, o por la muerte o por la ne- Cisneros, con motivo del rumor de que cesidad de reposo o falta de médula. este patriota se haría cargo de la De- Sólo don Domingo está ingente legación Cubana en París. Figarola, en como un coloso (aun teniendo en su nombre y el de numerosos emigra- cuenta que los viejos colosos suelen

20 tener grietas), dando consejos, orien- primitivos de Cuba (1913), Milanés tando, escribiendo, tomando apuntes y y Plácido (1914), José Antonio trabajando como director de los Ana- Saco: Documentos para su vida les de la Academia de la Historia. (1921), Plácido y Diccionario de Y eso que ha trabajado mucho para Seudónimos (1922). ganarse el sustento. Su pluma ha re- Pero si estas obras constituyen un corrido elíptica asombrosa en medio enorme y fundamental tesoro, hay un lar- siglo de cultivo de las letras. go apéndice de trabajos de colaboración Fundó y dirigió: El Mercurio (Ha- en revistas y diarios, cuidadosamente bana 1876-1877); El Argumento ordenados en su archivo. (Habana 1883); La Ilustración Cuba- Es interesante ver las cajas de pa- na (Barcelona 1885-1887) que peles que sólo esperan una palabra de distribuyó entre sus suscriptores valio- apoyo efectivo para transformarse en sas obras de autores cubanos; La libros. En algunas de las obras inéditas República Cubana (París 1896-1897); ha trabajado años enteros en América Revista de la Biblioteca Nacional y en Europa. Y al estar listo el mate- (Habana 1909-1912); ha colaborado en rial, ha advertido que la fructífera labor El Triunfo, El Trunco, el País, El Pai- intelectual y de paciencia, resulta ne- saje, La Lucha, El Almendares, gativa por falta de medios. Los Recreo de Damas, El Fígaro, El Li- centenares de millares de cuartillas se beral, El Álbum (Guanabacoa), La van amarillando y haciéndose polvo sin Habana Elegante, Gaceta Musical, cumplir su misión. Europa y América (París), El Porve- Triste sino el de los escritores cuba- nir (Nueva York), Patria (Nueva nos: trabajar y nunca tener la suerte de York), La Caridad (de esta sólo se tiró que por lo menos se le editen sus obras. el número del día 27 de octubre de En días no lejanos se dilapidó abierta- 1882), y Boletín Comercial. mente en mucho inútil y hasta También fue un tanto tenorio y poe- perjudicial; se dio apoyo a incontables ta de escuela y sabor becqueriano, bellaquerías; conocidas son las comisio- aunque de estos dulces y pasados días nes a incompetentes para estudiar en no le gusta hablar. De ahí que no guar- el extranjero, que realmente cubrieron da índice alfabético de sus versos ni del excursiones de placer. nombre de sus novias y calaveradas Para publicar en Cuba (salvo casos amorosas; resignándose con mirar al fenomenales) más que afición y pre- cielo como testigo fiel y mudo. paración se requiere dinero de sobra Ha publicado: para pagar la edición y darse enton- Biografía de don Saturnino ces el vano gusto de distribuirla gratis. Valverde (1880), Guía Oficial de la Esto ha ocurrido a Figarola. Ningún li- Exposición de Matanzas (1881), Bi- bro le ha dejado ganancia. Le escriben bliografía de Rafael M. Merchán cartas pletóricas de elogios; le publi- (1905), El Dr. Ramón Meza y Suárez can amables artículos; pídenle con Inclán (1909), Cartografía cubana frecuencia sus libros; pero contados del British Museum (1910), Escudos unen dinero al adjetivo y la solicitud.

21 Faltan Mecenas. De modo que sus todo ha quedado durmiendo por el des- obras son de obsequio; ocurriendo que vío oficial. la estrechez económica está en razón La misma suerte está corriendo la directa de su generosidad en distribuir “Bibliografía de la Universidad de la libros. Habana”. Entre otros, el profesor Juan A pesar de esa improductividad nun- M. Dihigo ha manifestado empeño en ca ha descansado; su pluma corre y que se publique y así lo comunicó al rec- burila con la imperiosa necesidad de la tor doctor Enrique Hernández Cartaya. ley que obliga a los astros a girar; y por La “Bibliografía de Bachiller y Mo- eso no sería extraño que su corazón de- rales” hace compañía a las ya jase de latir teniéndola entre los dedos. mencionadas. No ha tenido recursos. Véanse algunos de esos esfuerzos Sólo en una ocasión la hija de Bachi- inéditos: ller tuvo intenciones de hacer algo; pero Durante varios lustros trabajó infati- no pasó de ahí. gablemente en su “Diccionario de la También están inéditas “La Conde- Revolución Cubana”. Era una obra ne- sa de Merlín”, “Gertrudis Gómez de cesaria y patriótica. Sacaba a la luz los Avellaneda”, “El gran poeta José M. héroes que brillaron hasta el final en la Heredia”, “La Bibliografía Cubana del Epopeya Grande. En esta tarea puso British Museum”, y “Diccionario Biblio- tesón y recursos. Ya en 1894 estaba en gráfico Cubano”. tratos con una casa editora de Barce- lona para publicarlo. El alzamiento de *** febrero 24 de 1895 interrumpió la empre- Tan esclarecido era el prestigio lite- sa. Y pasado el momento, don Domingo rario de Caneda, que al formar el capitán opinó que los nuevos hombres y suce- general de Cuba, Camilo Polavieja, la sos alteraban tanto su obra que ya no Comisión Literaria que por encargo de respondía a su nombre y necesidad. la Academia Española entendiera en la Desde entonces los originales duermen formación de una antología de poetas en cajas solitarias. cubanos, lo nombró a ese fin conjunta- Siempre dispuesto a trabajar, en el mente con José de Armas, Saturnino año 1916 presentó a la Academia de la Martínez, José E. Triay, Rafael Montoro, Historia un proyecto de “Diccionario Luciano Pérez Acevedo, Ricardo del Biográfico Nacional Cubano”, que en Monte, José M. Céspedes, Manuel S. su género era completo, llenando el va- Pichardo. Y la importancia de la labor cío revolucionario que se advierte en el rendida la confiesa Menéndez y Pelayo diccionario de Calcagno y rectificando en nota al prólogo de su Historia de la los abundantes errores de este. El pro- Poesía Hispano Americana. yecto fue aprobado. Además de agregarle lo que tenía preparado para *** el “Diccionario de la Revolución Cuba- Y como periodista revolucionario, de na”, lo enriqueció con las últimas París hizo un palenque, tremolando sin noticias de hombres y sucesos. Mas, al miedo y tacha el pendón de La Repú- igual que en los anteriores esfuerzos, blica Cubana.

22 La independencia había que arreba- animoso. Él era el único voluntario sin társela a España con las armas, paga y obligado a no dejar caer la plu- luchando frente a frente. Pero como ma y siempre estar inyectando el tónico era preciso que el mundo conociese el de la esperanza. despotismo y abusos del régimen colo- Con Gómez, Maceo, Calixto García, nial, para restarle apoyo y fuerzas, y de El Yara, El Porvenir, El Cuba, Revis- ese modo asegurar simpatías de algunas ta de Cayo Hueso, Cuba y América, naciones para que tolerasen la propagan- La República Cubana, y otros mu- da revolucionaria y el funcionamiento de chos, demandan páginas especiales en clubs; el medio más eficaz lo era la pren- los anales de la independencia. sa. Mucho, muchísimo había que hacer Convencido de esta necesidad, y en este sentido para conocimiento a la guiado por sus arraigados principios, vez de los emigrados. Pero propaganda Figarola, entonces emigrado en París, habilísima, culta y discreta, que llegase se dispuso a fundar un periódico de- al corazón de los indiferentes, convirtien- dicado exclusivamente a la defensa do en triunfos las derrotas, mostrándose de Cuba. Conocida la penuria del te- siempre animosos y esperanzados en la soro revolucionario y la dificultad de victoria y difundiendo todo ello entre los mantenerse en un país adicto a Es- extranjeros en beneficio de nuestras as- paña, la labor era de peligros y piraciones. escaseces. Don Domingo sólo debía Nuestra prensa revolucionaria tenía pensar en su deber, el servicio rele- que introducirse en oficinas y hogares vante que rendiría haciéndose oír extranjeros. Falta hacía, dado que es de desde el mismo París. confesar que salvo escasos países suramericanos y los Estados Unidos de Y nace la República Cubana Norteamérica, en la mayoría de los eu- Las oficinas estaban en el número 20 ropeos había marcada inclinación a de la Rué Baudin. Caneda lo mismo España y casi hostilidad a nuestra cau- hacía una crónica como un fondo o pre- sa. Italia estuvo con nosotros, pero paraba tipos. Entre él y el francés G. Francia, la decantada cuna de la Re- Etard (que hacía de administrador) se volución, no nos dio mucho calor. repartían todos los trabajos del periódi- La prensa emigrada cubana fue por co. La República Cubana salía los esa razón el más eficaz colaborador de jueves con ocho páginas: cuatro en es- la independencia. Los periodistas fue- pañol y cuatro en francés. En su ron románticos peones, que sin número primero, del día 23 de enero remuneración trabajaron en silencio, día de 1896, hizo constar la dirección que y noche, año tras año. Los demás cu- se proponía interesar a Europa y banos, podían caer en minutos de principalmente a Francia en una con- cansancio y pesimismo, cuando algún tienda que no es revuelta de colonos rudo golpe, como la muerte de Martí o indisciplinados y díscolos, sino lucha de de Maceo, hería a la campaña; pero no libertad contra la tiranía. el periodista, que, precisamente enton- En cada número, durante los 81 que ces, debía mostrarse más entero y se tiraron, se publicaba, por lo menos,

23 un grabado de guerrero o revoluciona- de ser creador y director de la Biblio- rio cubano o simpatizador de la causa; teca Nacional. Hizo argamaza, la grabados en madera de tal limpieza, modeló y diole soplo de vida. arte y parecido que reunirlos forma- Estando en París, en 1900, Gonzalo ría valiosa e interesante colección. de Quesada tuvo relaciones con También publicaba caricaturas. Muy Figarola, que entonces vivía de sus tra- populares se hicieron los seudónimos ducciones en las casas editoriales de Pausanias (Emilio Bobadilla), Win Garnier y Viuda de Bourget. Conocedor Chester (Ezequiel García), Ermitaño de la historia revolucionaria de Caneda (doctor Domínguez Delané), Hache y sus facultades, Gonzalo de Quesada Ese (Pedro Herrera Sotolongo), y las ofreció gestionar que el general firmas de José de Armas, L. Mirman, Leonardo Wood, gobernador militar de Remigio Mateos, doctor J. H. Henna, Cuba, fundara una biblioteca y le diese Henri Dregon, James Creelman. Todo la jefatura. Dada la influencia de Gon- suceso importante tuvo cabida en sus zalo, el asunto podía darse por hecho. columnas. Desfilaron las expediciones Don Domingo apreció y aceptó la bri- arribadas con éxito a playas de Cuba, llante oferta, pero pidió tiempo para los combates y encuentros culminan- ampliar y ahondar sus conocimientos tes; el movimiento revolucionario de de biblioteconomía en el famoso Museo las emigraciones; los fracasos españo- Británico. les y sus hechos de sangre. La Hechos los estudios vino a Cuba con República Cubana se mantuvo has- su esposa. ta el 30 de septiembre de 1897 con el Y por la orden militar número 234, arma al brazo. de octubre 30 de 1901, Figarola fue A raíz de terminada la guerra de inde- nombrado director, estableciendo la ofi- pendencia, Caneda empezó a saborear la cina provisional en el Cuartel de la coronación de su magnífica carrera lite- Fuerza. raria. Porque, incuestionablemente, la El sitio definitivo, señalado en abril 18 aspiración suprema de un bibliógrafo es de 1902, lo fue el mismo que actualmen- la creación de una biblioteca donde po- te ocupa en la antigua Maestranza de ner en práctica sus ensueños y estudios; Artillería, en el piso alto que da a la ca- ordenar en forma tangible lo que hasta lle de Chacón. entonces sólo fue manoseado en teo- Allí puso don Domingo todos sus co- rías; convertir una casa de libros en nocimientos y potencias. Inclusive donó células de su propio organismo. su biblioteca con más de tres mil volú- A este respecto en Cuba sólo tres menes y parte de su archivo. No tuvo bibliógrafos han triunfado; aunque el descanso ni horas de oficina. Llovieron éxito de don Domingo es más comple- donaciones importantes; se compraron to. Escoto dirige la Biblioteca Pública libros por todo el mundo. Los anaque- de Matanzas y Carlos Trelles la de la les se nutrieron hasta tener millares de Cámara de Representantes. Pero los ejemplares, y entre ellos algunos valio- dos primeros hallaron el panal casi sísimos; enorme colección de mapas, construido. Sólo Caneda tuvo la gloria planos y grabados. Hizo una galería de

24 cuadros de patricios cubanos. En poco los papeles, aunque algunos realmente tiempo la Biblioteca se vio muy visita- no le sean aplicables, útiles a sus afi- da y consultada, difundiéndose su ciones e investigaciones. Es un avaro nombre por todos los ámbitos del mun- de libros; le interesan por la encuader- do. Para mejor lograr su propósito, nación, el trabajo tipográfico y hasta por Caneda fundó, en 1909, la Revista de el más leve detalle de forma y fondo la Biblioteca Nacional. Esta publica- del contenido. Manosea un tomo o un ción, mensual, fue la palpitación grabado o un cliché o un documento resplandeciente de su fundador, órgano con el deleite de un naturalista a un de la institución y vivo exponente de cul- ejemplar palpitante. De ahí ha nacido tura cubana. Se publicaron seis tomos.2 el meticuloso cuidado que pone al pres- He dicho, y todo el que visitó la Bi- tar de su biblioteca o archivo. Porque blioteca en aquellos tiempos lo sabe, así como don Domingo es generoso, que Caneda la consideraba su alma, su amplio, noble en orientar verbalmente hijo, cosa propia; y ese cariño y su ca- con enjundiosas noticias, anécdotas, a rácter batallador y fama literaria le todo el que se le aproxima en deman- llevaron a constituir una especie de da de luz; es casi hermético, estático en patriarcado, donde sólo imperaban la prestar un libro, y, cuando titubeando lo voz y la opinión del director. No falta- hace lo que es raro y constituye de- ron quejosos y envidiosos. Dos mostración de fina y seria estimación, secretarios del despacho unieron sus nunca omite una cadena de admonicio- desafectos a esos venenos, olvidando in- nes relativas al valor y aprecio en que justamente los méritos indiscutibles de tiene el ejemplar prestado. ¡Y guay del Caneda y su dedicación a la Biblioteca, que en un plazo prudencial no haga y dictaron disposiciones mortificantes al la devolución! Ese pierde, no sólo el maestro, y hasta uno le pidió la confec- crédito, sino que se convierte en blan- ción de un catálogo para el público, y co de los tiros enrojecidos de Caneda. quiso que Caneda renunciara a su car- Por eso, si bien es raro el bibliófilo go. Le puso, por fin como cuña un que no haya sido víctima de piratería y empleado que le sustituyese. Y llegó al cleptomanías; se puede asegurar que la extremo que Figarola tuvo que acoger- biblioteca de este maestro ha sido siem- se a la Ley de Jubilación. pre, y es, una fortaleza inexpugnable, Dejaba 60 mil volúmenes y la impren- defendida por su posición estratégica y ta que a instancias suyas donó la señora por los torpedos de la franqueza y Pilar Arazoza de Muller. energía del erudito bibliógrafo y biblió- filo dueño. *** La erudición de don Domingo corre *** pareja con su amor a los libros y docu- Claramente se ve y comprende que mentos. Tanto me he fijado en este la labor básica literaria de Figarola último aspecto, que he llegado a la con- Caneda es pura y esencialmente erudi- clusión (¡quiera el cielo que esto no le ta, bibliográfica. En este terreno se puede moleste!) de que ama a los papeles por afirmar que ha exprimido el desarrollo

25 intelectual cubano desde sus fuentes lan día por día la evolución de la men- hasta recientes días para, vertiéndolo en talidad cubana. magníficas obras, ocupar puesto tan En este sentido Caneda ha sido ventajoso que difícilmente hay quien le maestro, soberbio mentor, y patriota supere en nuestro país. excelso. Porque cuando los gobernan- No quiere ello decir que Caneda no tes coloniales se proponían, como haya cultivado otros géneros: ahí están régimen de dominio, demostrar al mun- sus crónicas sobre las exposiciones de do y a la misma España que los cubanos Barcelona, Matanzas y París. He que- estaban sumidos en la molicie, vicios e rido decir, con el poeta Pablo Hernández, ignorancia, Figarola, por medio de sus que Caneda nunca fue estilista ático ni estudios bibliográficos, daba a conocer escritor conceptuoso. Se ha propuesto el oro de nuestra veta mental y los emi- solamente ser preciso, claro, castizo; y nentes patricios que aquí han rutilado y lo ha logrado con seguridad. Jamás ha rutilan todavía. Los trabajos de Caneda entrado en juego su imaginación con gi- fueron antaño dardos de justicia, rayos ros exuberantes, floridos, metafóricos. de luz, arco iris, lanzados contra la mal- Tal parece que utiliza un tamiz secreto dad colonial, y flámulas de positiva gloria que impide el paso de esos bellos e in- en nuestros días de paz y libertad. teresantes ropajes que lindamente viste la literatura. Busca escribir lo menos para Notas decir lo más. A esta casi aridez ha llega- do a fuerza de cultivar la bibliografía. Va 1 Esto ha variado ligeramente desde julio de 1925, retocando y cortando y limando hasta que porque la Academia ha pasado a ocupar un deja cada tarjeta reducida a brevísima excelente local en Cuba esquina a Chacón. observación, fechas y nombres. Otros 2 Estimando el representante a la Cámara, doctor escritores de género deleitoso, dedicados Roque E. Garrigó, que la Biblioteca Nacional expresamente a cautivar, van sembran- estaba mal atendida y peor pagados sus empleados, presentó a la Cámara en 1910, un do el camino de perfumes y flores que proyecto de ley, haciendo en el preámbulo un el tiempo o la moda pueden esfumar; hermoso elogio de don Domingo Figarola Caneda, pero Caneda jalona su senda de fijas como bibliógrafo y perito en biblioteconomía, y huellas de granito que no desaparece- proponiendo mejoras que de haberse realizado la rán sino que, por el contrario, servirán hubieran colocado a mayor altura. Dicho proyecto en todos los siglos, en nuestra historia, quedó archivado. de enseñanzas, orientación, pues seña-

26 Épocas y contenidos de la Revista de la Biblioteca Nacional de Cuba Araceli García Carranza Investigadora y bibliógrafa

A mi hermana Josefina, quien también hizo suya la Revista.

I a historia de las publicaciones pe- Lriódicas cubanas constituye uno de 1\c\'Í!il,l los capítulos más brillantes de nuestra bda cultura nacional. Publicaciones que f>íbliotcca 'flac(onol como parte del patrimonio bibliográfico de la nación son atesoradas con orgullo ..... por la Biblioteca Nacional José Martí, fuentes de conocimiento enraizadas en u,,,.,.,.,..,_.,. ,.,GA-...a.,...... _,_-<'->, 1<~D,\ la tradición decimonónica fundadora de revistas que han enriquecido y enrique- ,r.. _,;;¡,;;;_.. __ _ cen el mundo científico y artístico del ....A'.':. ' • hombre cubano. En general, la Biblio- teca las atesora, conserva, organiza, y, en especial, custodia, produce y publi- ...... , ..... --.... ca desde hace 100 años su Revista. Don Domingo Figarola Caneda, sa- bio cubano de acendrado patriotismo, L quien había perdido a su único hijo en Portada del primer número la manigua redentora, y después sufrió de la publicación estoicamente los años de las dos inter- venciones norteamericanas, fundó la volucionarios de Libertad, Igualdad y Revista de la Biblioteca Nacional en Fraternidad. 1909 inspirado en los más nobles sen- Era entonces director de la Biblio- timientos de amor a Cuba. Confiado en teca y de su Revista con lo que se la restauración republicana, saluda des- propuso una publicación consagrada a de las páginas del primer número de la la institución y a la socialización de las nueva Revista lo que consideró con in- diversas ramas relacionadas con la genuidad el afianzamiento definitivo, en ciencia del libro y de las bibliotecas. nuestro suelo patrio, de los principios re- El 18 de octubre de 1901 había sido

27 nombrado director de la institución, y diversos inconvenientes retardaron la siete años después creó este órgano con aparición de la publicación, hasta que el propósito de responder a las necesi- por la tenacidad de su director sale a dades de este “[…] centro docente […] la luz cinco años después. propagador de aquellos conocimientos Cada número constaría de seis a 12 que, desempeñando cada uno su fun- pliegos, o sea de 48 a 96 páginas de tex- ción propia, concurren todos al to con la misma cubierta. En 1909 adelantamiento de la Bibliografía y la aparecerían los números uno y dos, en Biblioteconomía”.1 cuya portada se lee “publicación men- Propósitos que sólo se cumplieron a sual dirigida por Domingo Figarola plenitud cinco décadas después cuan- Caneda, director de la Biblioteca, Año I, do la Biblioteca logra un verdadero Tomo I, 31 de enero y 28 de febrero, desarrollo docente y científico relacio- Imprenta de la Biblioteca Nacional”. nado con el libro y las bibliotecas. Aunque siempre se anunció como men- Por aquellos años, don Domingo sual, su periodicidad varió. En 1910 Figarola Caneda reconocía a la biblio- apareció tres veces y en los años 1911 grafía como una disciplina con y 1912 resultó ser anual. personalidad propia y con carácter de De las mil y tantas páginas que la ciencia verdadera, teniendo en cuenta conforman en esa primera época su presencia en las publicaciones de (1909-1912), Figarola casi las escribió muchos países, en centros consagra- todas, sólo contó en 1910 con la cola- dos al estudio y progreso de todas las boración de Carlos de Velasco, el cual ramas del conocimiento, y en congre- da a conocer la creación de la Acade- sos, certámenes y exposiciones que, mia de la Historia de Cuba y breves por esta época, se celebraban en el biobibliografías de los académicos de mundo. Este reconocimiento y la indis- número, los cuales reseña en orden cutible vida intelectual de Cuba alfabético; en 1911 con la nota llevaron entonces al primer director a necrológica que escribiera Juan Miguel fundar su Revista, a sabiendas de los Dihigo sobre el filósofo colombiano inconvenientes de tal empresa. No Rufino José Cuervo; y en 1913 con las obstante, a ella consagró sus fuerzas “Memorias inéditas de La Avellaneda con el fin de contribuir al desarrollo cul- (1836-1838)” y un texto inconcluso so- tural de su patria. bre el desarrollo del griego en Cuba. La primera tarea resultaría la adqui- En el primer número, su sabio di- sición de una imprenta, solicitada ya rector discurre sobre el triste destino como donativo desde unos años antes, de los manuscritos en general, y en exactamente en 1904. Ante este recla- particular de los cubanos, y se pregun- mo, la señora Pilar Arazoza de Muller, ta por los de Tranquilino Sandalio de bisnieta de un impresor de principios del Noda, los de Salvador Betancourt siglo XIX entregó, casi de inmediato, un Cisneros, el Lugareño; los del licen- taller de composición tipográfica con ca- ciado José de Jesús Quintiliano García; pacidad suficiente para responder a los los del educador Juan Francisco servicios de la Biblioteca. Sin embargo, Chaple; los del musicógrafo Serafín

28 Ramírez, y por el tomo dos de las Meza y Suárez Inclán5 (1909, pp. [31]- Obras de Ramón de Palma, nunca lle- 47). Confiesa su satisfacción por la gado a la Imprenta de El Tiempo, sin exactitud de las descripciones biblio- olvidar los trabajos biobibliográficos del gráficas, no así por la exhaustividad, doctor Eusebio Valdés Domínguez. Sabe inalcanzable aún más en nuestros lo penoso y difícil que resulta reunir una tiempos. colección de manuscritos cubanos y La necrología fue también una cons- pretende ir dando a conocer los que ha tante en la Revista. En este número podido adquirir. Entre ellos escoge la publica el “Catálogo de Cartas colección “Del más sabio y mejor de las Necrológicas” que poseía la institución cubanos”,2 cartas de don José de la gracias a su gestión personal: una co- Luz y Caballero dirigidas a José Luis lección de invitaciones para entierros y Alfonso, luego marqués de Montelo3 en honras fúnebres, organizadas en orden el período comprendido entre 1831 alfabético (1909, p. [52]-60). y1840, durante su primera estancia en Otros breves estudios biográficos Europa y después de su regreso a La bajo el título de “Necrología” dedicaría Habana (1909, pp. [11]-24). Más ade- en 1911 a Enrique Pineyro, José Joa- lante apoya el proyecto de erigir un quín Palma, José Dolores Poyo, Félix monumento de mérito a Luz y Caballe- Varela Morales y Ramón Meza y ro (1909, pp. 48-51). Del valioso Suárez Inclán (1911, pp. 107-116), y en epistolario del marqués, la Revista, o más 1912 a Ildelfonso Estrada y Zenea bien la revista de don Domingo Figarola (1912, pp. 169-173). Caneda, publicaría en los números de En 1910 inicia la “Sección Oficial”, 1910 y 1911 las cartas de Domingo del donde aparece el “Informe de los tra- Monte (1829-1853), y en 1912 las de bajos efectuados en la Biblioteca José Antonio Saco (1836-1871). Nacional en el año 1909”, el cual sería Pero sus preocupaciones desbordan los presentado al entonces secretario de Ins- intereses de una Biblioteca Nacional y trucción Pública y Bellas Artes, Mario lamenta la ausencia en el país de un García Kohly. Este informe destaca el Museo Nacional, por lo cual reflexiona canje internacional que sostuviera la ins- sobre la necesidad y urgencia de crear titución con los Estados Unidos, América uno, porque para él una capital sin mu- Central y del Sur, Europa, Asia y Aus- seo “[…] es capital que carece de uno tralia (333 volúmenes procedentes de de los centros indispensables de civismo 140 centros e instituciones); las adquisi- y cultura […], es capital que […] favo- ciones de libros por compra (503 rece en mucho la pérdida irreparable de volúmenes); el estudio realizado sobre el lo que en toda época evidenciaría nues- Anobium Bibliothecarum, cuyas larvas tra civilización”,4 y relaciona los objetos amenazaban las colecciones; y la Gale- históricos que atesoraba la Biblioteca ins- ría de Retratos con la que la Biblioteca pirado en la salvación del patrimonio le rendiría homenaje a grandes figuras cultural. de la intelectualidad cubana.6 Como bibliógrafo compila una noticia Y en los números siguientes de ese biobibliográfica sobre el doctor Ramón año 1910, el director incluiría en esta

29 histórica “Sección Oficial” el movimiento sobre el pez ciego de Cuba; rescata del del centro durante el primer semestre del olvido el texto “Historiadores de Cuba”, año (número de lectores e impresos con- de José Antonio Echevarría, publicado sultados, publicaciones periódicas por la revista El Plantel (1838), y que recibidas, canje internacional, adquisicio- 42 años después reprodujera la Revis- nes de libros) y el informe de los ta de Cuba (1880); y por último, las trabajos efectuados durante el año, pre- “Instrucciones para la formación de un sentado al secretario de Instrucción diccionario geográfico-histórico de Pública y Bellas Artes (movimiento de Cuba” (1813), acuerdo de la Sociedad lectores e impresos consultados; publi- Patriótica. En 1911 reproduce el prólo- caciones periódicas recibidas; canje go y el capítulo uno de la Historia de internacional; adquisiciones por compra; Cuba de Néstor Ponce de León. y trabajos para el catálogo, inventaria- En estos 12 memorables números de dos unos y catalogados otros). 1910 publicados en tres tomos, se inclu- Esta sección cesaría, sin pretenderlo, yen además la “Cartografía Cubana del en 1911 cuando aparece en ella el De- British Museum”, catálogo cronológico creto 2247 por el cual la Secretaría de de cartas, planos y mapas de los siglos Instrucción Pública y Bellas Artes divi- XVI al XIX, 128 piezas que este museo de las bibliotecas en tres clases: ya poseía desde 1901; el Decreto 772, Nacional, Públicas, y de las escuelas, ins- por el cual se crea la Academia de la titutos y otros. La Biblioteca Nacional y Historia de Cuba, firmado por el presi- las públicas estarían regidas por un dente José Miguel Gómez y su Consejo Superior nombrado cada tres secretario de Instrucción Pública y Be- años según el Decreto 225 firmado por llas Artes, y la biografía de José Ramón el presidente José Miguel Gómez y por Guiteras Gener escrita con los datos fa- el secretario de Instrucción Pública y cilitados por su padre, el escritor y Bellas Artes, Mario García Kohly.8 educador cubano Antonio Guiteras, que En secciones más breves como “Bi- también facilitara una foto de su hijo bliografía” (1909-1911) y “Polibiblion” fechada en febrero de 1868. (1909-1912), Figarola Caneda daría a En 1911, Figarola Caneda no olvida conocer libros de autores cubanos pu- en su Revista la conservación de docu- blicados en Cuba y de autores mentos al agrupar en su “Bibliolitia extranjeros representativos de la cultura Moderna” los factores destructores de universal, así como noticias del país y papeles e impresos y ofrecer detalles del del mundo sobre libros y bibliotecas. mal uso del cartón amarillo y engrudo, La Revista, a partir de 1910, también la costura de alambre y remaches, los reproduce documentos valiosos velan- periódicos enrollados, los paquetes mal do por la salvaguarda de los fondos que hechos y la dirección y franqueo sobre atesora la Biblioteca. Entre otros, la los impresos (1911, pp. 9-19). A conti- carta inédita de Felipe Poey al director nuación, salva la errónea interpretación de El Mercurio, a quien agradece la de un texto de don Felipe Poey, quien publicación de su correspondencia con no aconsejó nunca impedir el deterioro el sabio Tranquilino Sandalio de Noda dejando empolvados libros e impresos.

30 Muy escasos habían sido hasta la fe- ción digna de una Biblioteca Nacional, cha los donativos recibidos por la consagrada a salvar manuscritos, repro- Biblioteca Nacional, y en los tomos de ducir documentos, compilar bibliografías 1911 y 1912, Figarola Caneda no sólo y necrologías biobi-bliográficas, así como agradece la generosidad del doctor An- a dar fe de su impecable y premonitoria tonio Sánchez de Bustamante, sino que labor en la institución a través de la compila las obras que este donara so- “Sección Oficial”, puerta abierta al fu- bre Derecho Internacional y las turo desarrollo de la gestión bibliotecaria describe en estricto orden alfabético, del país e imprescindible documento según las remisiones recibidas el 13 de para la historia de la Biblioteca y de su noviembre y el 18 de diciembre de Revista. 1911.9 Este catálogo quedaría inconclu- Una verdadera proeza en medio de so al no continuar la Revista en esta las penurias de esos años marcados por primera época. la Ley Arteaga, la cual sancionó el pre- En el tomo de 1912, Figarola publi- sidente José Miguel Gómez prohibiendo ca “Escudos primitivos de Cuba”, pagos con signos representativos de la erudita contribución histórica que inclu- moneda (1909), la Ley de Canje de ye las ilustraciones correspondientes, y Villanueva por el Arsenal, nociva a los las reales órdenes, reales cédulas y ac- intereses nacionales (1910), y la ley que tas relacionadas con los blasones favorecía a la Compañía de Puertos de concedidos por España a Cuba en los Cuba, verdadero escándalo nacional siglos XVI-XIX (1912, pp. [5]-123). (1911). Mientras tanto, se suspendían Y en 1913 logró un pequeño núme- por 18 meses las leyes que garantiza- ro de 64 páginas que no se imprimió ban la inamovilidad de los empleados completo. La parte impresa contiene las públicos (1911), estallaba la Guerra de “Memorias inéditas de Gertrudis Gómez los Independientes de Color, y el Pre- de Avellaneda (1836-1838)”, apuntes sidente de la República autorizaba la de viajes desde su salida de La Haba- entrada de braceros antillanos para tra- na hasta su llegada a Sevilla, dedicados bajar en la United Fruit (1912). En esos a su prima y amiga Heloísa de Arteaga años de miseria atroz causada funda- y Loinás (sic), y un texto inconcluso ti- mentalmente por el desempleo, el tulado “El movimiento lingüístico en segundo empréstito de la República y Cuba”, sobre el desenvolvimiento del el auge de las propiedades norteameri- griego en nuestro país, estudio que diera canas en nuestro suelo, la ofensiva a conocer su autor Juan Miguel Dihigo contra la Revista no se hizo esperar. y Mestre en la Universidad Nacional de Orestes Ferrara, como presidente de la Grecia con motivo del Congreso Inter- Cámara de Representantes, en la dis- nacional de Orientalistas, celebrado en cusión del capítulo del presupuesto de Atenas, y que en los años 1914 y 1916 Instrucción Pública, declara no recono- fuera publicado completo por la Im- cer revistas salidas de oficinas públicas. prenta Siglo XX. La decadencia cultural que propició no El sabio director de la Revista logró hacía posible la existencia de ninguna en esa, su primera etapa, una publica- publicación periódica. Hasta su propia

31 revista, La Reforma Social, pronto ce- Fue durante la dirección de Lilia Cas- saría y mucho menos podría subsistir tro de Morales cuando la publicación Cuba Contemporánea. Es cancelado consigue vivir su segunda época (1949- entonces el pequeño crédito que permi- 1958). Por esos años, el presidente tía a la Biblioteca Nacional tener su Carlos Prío Socarrás declaró que se propia Revista, y dos años después proponía la institucionalización del país, Figarola Caneda se ve despojado de mientras el senador Pelayo Cuervo Na- sus prensas. La indiferencia oficial varro denunciaba al gobierno de Ramón ante los problemas de la cultura y de Grau San Martín por la malversación de la nación le impediría resucitar su Re- 74 millones de pesos (1949). Un nue- vista durante el resto de su mandato, y vo empréstito ensombrece la economía sólo resurgiría 36 años más tarde. cubana (1950). , tras el golpe de Estado del 10 de marzo de II 1952, hace que Cuba padezca la más Don Domingo Figarola Caneda fue sangrienta tiranía de su historia mien- sustituido en la dirección de la Biblio- tras la guerra se desencadena en la teca Nacional por Francisco de Paula sierra y en el llano. Coronado. En ese período, el intelectual La nueva directora, desde su torre de y dramaturgo José Antonio Ramos marfil, compromete al médico y erudito funge como asesor técnico, y en 1946 doctor Rodolfo Tro y al entonces joven Carlos Villanueva, un extraordinario historiador Manuel Moreno Fraginals a referencista, sustituye a Coronado. Nin- asesorar el trabajo intelectual y editorial guno de ellos pudo hacer renacer la necesarios para que los propósitos pu- Revista. blicados en el primer número de la Revista (abril, 1949) se cumplieran: la Francisco de Paula Coronado crítica de libros recientes, artículos que dieran a conocer aspectos ignorados de nuestra cultura, la reproducción de do- cumentos inéditos, y la redacción de noticias y textos relacionados con la ins- titución. La dirección retoma de su primera época los intereses de don Do- mingo Figarola Caneda. En los 35 números de esta época su directora logró dichos propósitos. Las portadas de la Revista fueron idénticas hasta enero de 1954: ilustra- das con viñetas tipográficas del siglo XVI, y en la contraportada el mapa de Cuba de Benedetto Bardonne (1528). En sus primeras páginas, rinde ho- menaje al Maestro de Juventudes, Enrique José Varona, en su centenario.

32 Moreno Fraginals publica algunos do- cumentos de José Álvarez de Toledo,10 y en el segundo número los manuscri- tos de Anselmo Suárez y Romero, los cuales aún conserva la Biblioteca Na- cional (166 descripciones bibliográficas numeradas con indización onomástica y un índice de artículos de Suárez y Ro- mero, que aparecen en esta colección). Al final inicia dos secciones imprescin- dibles para el estudio de la bibliografía cubana de la época: “Relación de libros recibidos de la Propiedad Artística y Literaria remitidas a la Biblioteca Nacio- nal en conformidad con lo dispuesto en la Orden Nº 54 del Gobierno Interven- Lilia Castro de Morales tor” y “Bibliográficas”, con comentarios y críticas de libros recientes firmados por visitarnos, nos revelan datos, hechos y prestigiosas personalidades de la cultu- costumbres de nuestro país, informa- ra cubana, tales como Marcelo Pogolotti, ción hasta esa fecha desconocida por Julio Le Riverend, Elías Entralgo, Emi- los estudiosos (617 asientos bibliográ- lio Roig de Leuchsenring, entre otras.11 ficos); y “Balance del indigenismo en En el número de febrero de 1950, Cuba”, de Julio Febres Cordero (agos- Lilia Castro de Morales perfila los pro- to, 1950), erudita obra bibliográfica que pósitos y funciones de nuestra podría considerarse piedra angular so- Biblioteca de manera que esta consti- bre el tema (136 notas y 739 asientos). tuya el gran depósito de la producción Y si bien en el año 1950 la Revista intelectual de la nación y la suministra- es casi invadida por estos sólidos reper- dora del trabajo bibliográfico necesario torios bibliográficos, también celebra el para el conocimiento y divulgación de centenario de nuestra bandera con el la cultura cubana. Punto de partida que ensayo “Historia y simbolismo de la justifica la publicación de “La prensa Bandera Cubana” de Francisco J. Pon- cubana en Estados Unidos durante el te Domínguez. siglo XIX” (febrero, 1950), relación de En 1951, Lilia Castro de Morales, a periódicos cubanos editados en los Es- modo de editorial incluye su discurso tados Unidos en esa centuria y pronunciado en la Feria del Libro, el 30 atesorados por la institución; “Cuba. de noviembre de 1950, en donde abo- Viajes y descripciones (1493-1949)”, ga por una Biblioteca Nacional repertorio compilado por el doctor vinculada al trabajo educativo, posee- Rodolfo Tro (mayo, 1950) con una bi- dora de un personal inamovible, una bliografía anotada en orden alfabético, ley de depósito obligatorio sobre toda la cual señala en cada caso la ubica- obra impresa y un poderoso instru- ción de los documentos de quienes, al mento de conservación en beneficio

33 del libro. El doctor Rodolfo Tro tradu- los Reyes, el “Repertorio teatral cuba- ce “La poesía negroide reciente de no”, de Jorge Antonio González, y la Puerto Rico”, de Lawrence S. monografía histórica “Lecturas de Thompson; Manuel Isidro Méndez re- tabaquerías”, de José Rivero Muñiz cie- laciona los documentos necesarios para rran las páginas del tomo dos, interpretar con acierto lo sucedido en abarcador de los cuatro números del la Mejorana y Dos Ríos; José Rivero año,12 el cual devela aspectos olvidados Muñiz publica su ensayo de una biblio- y otros ignorados de nuestra cultura. grafía tabacalera; Signe A. Rooth se En 1952, la Revista celebra dos hace eco del centenario de la visita a centenarios: el nacimiento de don Do- Cuba de Fredrika Bremer, novelista sue- mingo Figarola Caneda, quien al decir ca e iniciadora del movimiento feminista, de nuestro José Martí “[…] tenía su quien nos legó una objetiva visión de la fuerza en el corazón”,13 y el del biblió- vida y las costumbres de La Habana grafo chileno José Toribio Medina con (se incluyen algunos de sus dibujos y un imprescindible ensayo sobre este acuarelas); y el doctor Luis Felipe Le enciclopedista al cual se añade la re- Roy y Gálvez da a conocer el docu- lación de sus obras en los fondos de mento fundacional de la Universidad de la Biblioteca Nacional. En el número La Habana, “Breve Apostólico de Su uno aparece la primera colaboración Santidad Inocencio XIII”. Antes, en el del profesor Salvador Bueno: “París en número de abril-junio de ese año, Le la literatura cubana”; en el numero Roy había publicado una breve reseña dos, la tesis de grado de Antonio de la primera Cátedra de Química en Núñez Jiménez sobre la cueva de Cuba y del primer químico cubano. Y Bellamar; en el tres, el proyecto del ya a fines de 1951, en el número co- edificio que hoy ocupa nuestra institu- rrespondiente a octubre-diciembre, ción de los arquitectos Govantes y Emilio Ballagas sitúa a nuestra poesía Cabarrocas,14 la biografía del cafetal afrocubana dentro del movimiento de la Angerona de Manuel Isidro Méndez, y poesía afroamericana surgida en los la cartografía del término municipal de Estados Unidos y en países de Améri- San Antonio de los Baños, de Rosario de ca Latina y del Caribe. Además, la Cárdenas; y en el número cuatro, la mo- Revista reproduce el contrato entre el numental “Bibliografía cafetalera pintor Perovani y el mandatario del (1790-1952)” de Francisco Pérez de la obispo Espada, en relación con los fres- Riva. Se incluyen a partir de este tomo cos que adornan la Catedral de La tres, los documentos sacramentales de Habana, y el primer documento cuba- Rafael Nieto Cortadillas, que se publica- no en relación con la constitución de la rían hasta octubre-diciembre de 1956, y “Hermandad de los Plateros”, uno de los documentos para la historia colonial nuestros más antiguos sindicatos, a pe- de Cuba, de Arturo G. Lavin. sar de su ropaje religioso. En el año del centenario de nuestro Entre otros temas de interés históri- José Martí, la Revista dedica íntegra- co, “Los últimos años” del doctor Tomás mente su primer número al Apóstol de Romay, Rodolfo Tro y Rodolfo Pérez de nuestra independencia.15 Entre otros es-

34 tudios se encuentran “Entraña y forma fallecimiento de Eugenio María de de Versos Sencillos”, y “Sugerencias Hostos, en medio de otros aportes al es- martianas”, de Manuel Isidro Méndez; tudio de la vida y la obra de José Martí. “Las dos Españas de Martí”, de Emilio De Félix Varela aparece el prólogo a Roig de Leuchsenring y “Martí y los su obra Instituciones de Filosofía tabaqueros”, de José Rivero Muñiz, los ecléctica para el uso de la juventud cuales ocupan un lugar selecto en la bi- y su disertación segunda “De los princi- bliografía martiana de la época. pios de los cuerpos” (edición de 1814); Del número dos podrían ser de José Martí, “Catecismo democráti- antologables “Breves consideraciones co”, crónica sobre la obra homónima de alrededor de la acción de San Pedro”, Hostos publicada en El Federalista de de Luis Felipe Le Roy y Gálvez, y “Las México, el 5 de diciembre de 1876, así cosas de Noda” de Julio Febres Cor- como “Ante la tumba de Varela”, otra dero. Este último, un extenso ensayo crónica publicada en Patria, el 6 de biobibliográfico con 155 asientos com- agosto de 1892; y de Eugenio María de plementados por una clave de siglas, Hostos, “Por la memoria de Aguilera”, una addenda y una cronología. Reper- carta que dirigiera a Diego Vicente torio que demuestra que “La vida de Tejera aparecida en la revista habanera Noda no puede escribirse sino por las El Fígaro, el 10 de agosto de 1902, bajo cosas de Noda”, según sentenciara el título de “En honor de Aguilera”. Francisco Calcagno acerca del “sabio Y en el número cuatro, esta sección más laborioso de Cuba”, palabras cier- se hace eco del centenario de la muerte tas de José Martí. de Domingo del Monte con su reseña crí- Pero algunos cambios sufrirá la Re- tica a Poesías, de José María Heredia, vista en beneficio de su estructura dada a conocer originalmente en El Re- interna, a partir del número tres, al or- visor Político y Literario, en 1823. ganizar sus contenidos en secciones: En “Temas e Indagaciones” de esos “Vigencia del Ayer” con estudios del últimos números de 1953, otros textos pasado como lecciones de presente; completan la bibliografía martiana del “Temas e Indagaciones” con investiga- año del centenario: “Martí y su amor a ciones más recientes, y “Vida de los los libros” de Gonzalo Quesada y Mi- Libros” con un activo panorama de lo randa, la bibliografía martiana de don publicado en Cuba bajo el subtítulo de Federico Henríquez y Carvajal publica- “Bibliográficas”, título usado anterior- da durante 50 años, y “Martí, el mente con el mismo propósito. A esta Paraguay y la independencia de Cuba”, última sección se añaden “Notas e In- estudio de Juan J. Remos que da a co- formaciones”, “Estadísticas de la nocer dos cartas inéditas del Apóstol Biblioteca Nacional”, y la acostumbra- dirigidas al ilustre paraguayo José S. da “Relación de obras inscriptas en la Decoud. Propiedad Intelectual”. En 1954, la cubierta de la Revista in- Ese número recuerda en “Vigencia cluye un dibujo del edificio de la del Ayer” el centenario de la muerte de Biblioteca Nacional en construcción y los Félix Varela Morales y los 50 años del contenidos se organizan en las secciones

35 antes descritas.16 “Vigencia del Ayer” (Justo de Lara), parte de un ambicioso celebra el centenario del nacimiento de proyecto del autor sobre este tema. Juan Gualberto Gómez con “La cues- En “Temas e Indagaciones”, Salva- tión de Cuba en 1884”, artículos que dor Bueno publica su segundo trabajo: publicara en El Progreso, de Madrid, “Ascenso y afirmación de las letras sobre la situación de su país; y “La hispanoamericanas”, análisis aclarato- Convención y la Enmienda Platt”, do- rio del desarrollo de las letras en la cumento histórico de altos valores gran familia americana de lengua espa- jurídicos. En “Temas e Indagaciones” ñola; Rafael Nieto Cortadellas se incluyen algunas resonancias del incorpora a sus genealogías “Una rama centenario del Apóstol: “El culto a Martí cubana de los Roca de Togores”;18 En- en la Argentina”, de Manuel Pedro rique Gay-Calbó, “Las crónicas de la González, y “Coloquio de los héroes”, guerra de Cuba”, dos cuadernos pu- diálogo entre José Martí y los blicados por la revista El Fígaro, libertadores más allá de los datos y los verdadera rareza bibliográfica, con documentos. objetivos relatos de los incidentes y vi- Vuelve a su portada anterior17 en cisitudes de la contienda; y Antonio 1955 y añade la sección “Testimonios”, Martínez Bello comenta las cartas in- que incluye opiniones a su favor de ins- éditas de José Martí frente a la tesis tituciones y personalidades cubanas y del suicidio dadas a conocer por Raúl extranjeras. En “Vigencia del Ayer” re- de Cárdenas en el rotograbado del Dia- produce documentos relacionados con rio de la Marina. El autor desmiente Cuba procedentes de otros países: “La con textos del propio José Martí la hi- Habana vista por un mexicano en 1817- pótesis del suicidio en Dos Ríos. Entre 29”, página del diario de A. López otros “Temas…”, se publican las pala- Matoso, documento inédito aparecido bras de Alfonso Reyes al recibir en la en los fondos de la Universidad de Capilla Alfonsina de su residencia, el 26 Tulane, Nueva Orleans, con introduc- de noviembre de 1955, el Doctorado ción y notas del ilustre hispanista Honoris Causa de la Universidad de La norteamericano Daniel Wogan; y “Las Habana, y “La autenticidad de un gru- letras españolas en los Estados Uni- po histórico”, de Mario Guiral Moreno, dos”, de Antonio Flores, estudio trabajo presentado en el 11º Congreso extraído de las Memorias de la Aca- de Historia celebrado en Trinidad (27- demia de la Lengua Ecuatoriana 30 mayo, 1955) sobre la fotografía en (Quito, 1884), el cual contiene un jui- donde aparecen Martí y Gómez tal cio crítico sobre Ismaelillo. Esta como eran en 1894. sección añade “La clava del indio”, tex- Otros temas históricos integran esta to prohibido por la censura en 1844, sección: el proceso de nuestra donde su autor, Pedro Santacilia, ensa- historiografía desde el siglo XVIII; los pri- yara la leyenda como nuevo género meros viajes de los españoles a La literario cuando sólo contaba 14 años de Florida, y la influencia de El Revisor edad, y “Los humanistas del Renaci- Político y Literario en el surgimiento miento”, de José de Armas y Cárdenas de la nación cubana.

36 Del desenvolvimiento de la Bibliote- amor y del dolor”, documentado estu- ca Nacional, la Revista informa sobre dio por los 50 años de la desaparición la celebración del Día del Libro Cuba- física de esta poetisa, de Hortensia no, el 7 de junio, fecha del nacimiento Pichardo, quien en 1952 había publi- del primer bibliógrafo cubano, Antonio cado “Mercedes Matamoros: su vida Bachiller y Morales, por iniciativa del y su obra”, y “El proceso de demoli- doctor César Rodríguez Expósito. En ción de la Parroquial Mayor” de Luis esa ocasión la institución expuso la la- Felipe Le Roy y Gálvez y Santiago bor realizada por José Antonio Arévalo, tema que originaría una po- Fernández de Castro y publicó un fo- lémica con Manuel I. Mesa Rodríguez, lleto contentivo de su bibliografía. en números posteriores. En 1956,19 “Vigencia del Ayer” con- En 1953 la Revista de esta segunda tinúa sus lecciones del pasado. Esta vez época logra por última vez sus cuatro con la tesis de grado de Manuel Valdés números.20 Rodríguez titulada Lo bueno, lo bello Transcribe en “Vigencia del Ayer” la y lo verdadero para realizar los fi- historia de Matanzas realizada por nes de la estética (editada por la Francisco Jimeno Fuentes, manuscrito Universidad de La Habana, en 1888) y inédito que ya por esos años figuraba “Menudencias”, de Manuel Márquez en los fondos de la Biblioteca Nacio- Sterling. Este último texto con referen- nal. A pie de página aparece una nota cias a Frutos coloniales, de Francisco biobibliográfica del autor, escrita por el de Paula Coronado, por lo que la Re- bibliógrafo mayor de Cuba, Carlos Ma- vista añade, en esta misma sección, nuel Trelles y Govín. parte de dicho libro con vistas a que el “Temas e Indagaciones” continúa pu- lector juzgara con mayor exactitud la blicando el ciclo de revistas del siglo XIX crítica de Márquez Sterling. que organizó el Ateneo de La Habana. La sección “Temas e Indagaciones” Esta vez, las conferencias sobre el Álbum incluye del ciclo sobre revistas cubanas Cubano de lo bueno y lo bello, de del siglo XIX, organizado por el Ateneo Gertrudis Gómez de Avellaneda, La Ha- de La Habana, las conferencias “El bana Elegante y la Revista Habanera, Almendares”, de José María Chacón y y como complemento ofrece un estudio, Calvo, revista que fuera expresión del no perteneciente a ese ciclo, sobre El romanticismo predominante en nuestras Nuevo Regañón de La Habana. letras a mediados del XIX; “El Álbum, Las secciones fijas en general no biografía de una revista”, de José Ma- varían, pero en los números uno y cua- nuel Pérez Cabrera, y “La Revista de tro “Notas e Informaciones”, no Cuba”, de Mario Guiral Moreno. aparece como “Vida de los Libros”, en Otros trabajos completan lo más se- forma independiente. Y dentro de “No- lecto de “Temas…”: un extenso tas…” se presenta, nada menos, que estudio sobre nuestros primeros habi- “La lengua de Martí”, de Gabriela tantes y sus principales poblaciones, Mistral, conferencia pronunciada por la de Carlos A. Martínez Fortún y Foyo; poetisa chilena en la Institución Hispa- “Mercedes Matamoros: la poetisa del no-Cubana de Cultura, en 1930. Antes

37 había sido publicada por la Dirección Felipe Le Roy y la actualización de la de Cultura del Ministerio de Educación, bibliografía del café, de Francisco el 19 de mayo de 1934 por iniciativa de Pérez de la Riva. “Vida de los Libros” Jorge Mañach, secretario de Educación cierra este número con la “Relación de en esa fecha. obras científicas y literarias inscriptas El último número de 1957 aparece en el Registro de la Propiedad Intelec- en abril de 1958, dedicado en su totali- tual”, información iniciada en el número dad al nuevo edificio de la Biblioteca cuatro de 1950, publicada anteriormente Nacional, el cual tuvo un costo de dos como “Relación de libros recibidos de millones 800 000 pesos y fuera inaugu- la Propiedad Artística y Literaria” en rado el 24 de febrero de 1958. los últimos trimestres de los años 1948 Dicho número incluye el programa y 1949. de celebraciones correspondiente a los En esa, su segunda época, la direc- días entre el 21 y el 24 de febrero, así ción de la Revista pretendió una como los textos de los discursos inau- publicación trimestral, periodicidad que gurales. Este edificio, situado en la casi siempre logró. Desde su primer Calzada de Rancho Boyeros (hoy número anunció su interés por la críti- Avenida de la Independencia), frente ca de libros recientes, la publicación de al monumento al Apóstol José Martí, textos que dieran a conocer aspectos se debió a la noble gestión de la Junta ignorados de nuestra cultura, y la repro- de Patronos, organización que hizo po- ducción de documentos y obras inéditas sible que la Biblioteca lograra, después o la reedición de las que por su rareza de su fundación en 1901, un lugar dig- lo merecieran, así como noticias refe- no de su gestión como depositaria, rentes al desenvolvimiento de la conservadora y promotora del tesoro Biblioteca Nacional. Con una rigurosa bibliográfico de la nación cubana. selección de contenidos la dirección de En 1958, la lucha en la sierra y el la publicación cumplió estos propósitos, llano arrasa con la tiranía batistiana, diversos en apariencia, pero unidos en que da sus últimos y sangrientos la raíz. Estudios históricos y literarios, zarpazos. En ese año, la Revista sólo genealogías, documentos inéditos y ra- logra un número, correspondiente a ros, y repertorios bibliográficos sirven octubre-diciembre, el cual se distribu- aún en nuestros días a un mejor cono- ye después del triunfo de la cimiento de la cultura cubana. Revolución cubana. En opinión del sabio cubano Juan Finaliza así “Vigencia del Ayer” con Pérez de la Riva, la Revista de esta las cartas de amor de Luis Alejandro segunda época fue “[…] lo menos Baralt y Celis a Nieves Peoli y Man- malo de esta gran Biblioteca subdesa- cebo, editadas y anotadas por el rrollada”.21 Un juicio más objetivo sería profesor Luis A. Baralt y Zacharie. “Te- decir que fue lo mejor de nuestra Bi- mas e Indagaciones” ofrece sus últimos blioteca Nacional en la década del 50. y siempre nuevos aportes, entre otros, Y como digna sucesora de la época “Máximo Zertucha y Ojeda, el último que la precediera abrió puertas a los médico de Antonio Maceo”, de Luis años que viviría a partir de 1959.

38 De izquierda a derecha José Antonio Portuondo, Maruja Iglesias, María Teresa Freyre de Andrade y Miguel Ángel Asturias

III ros de 1959. A partir de ese año, se Profundas transformaciones políti- denominaría Revista de la Biblioteca cas, sociales y económicas trae consigo Nacional José Martí, pues la Biblio- el triunfo de la Revolución cubana. En teca, a propuesta del doctor Fernando febrero de 1959 ocupa la dirección Ortiz, ya había adoptado este nombre provisional de la Biblioteca Nacional desde la inauguración del edificio el 24 la doctora María Iglesias Tauler, quien de febrero de 1958. con acierto y generosidad propone Con un nuevo formato cuadrado y para este cargo a la doctora María Te- muy moderno para su tiempo, la Revista resa Freyre de Andrade, experta tuvo como secretaria de redacción a la bibliotecóloga, que se empeña en la doctora Graziella Pogolotti, y su edición refundación y recreación de una nue- estuvo al cuidado de la doctora Marta va institución hasta lograr que Vesa. respondiera a las exigencias de la polí- Nuevamente la publicación se pro- tica cultural revolucionaria. puso ofrecer a los investigadores un A mediados de 1960, la nueva direc- buen acopio de documentos relacio- tora logra, entre otras y múltiples tareas, nados con los antecedentes históricos, la publicación del primer volumen de la artísticos y literarios de nuestra cul- Revista, correspondiente a su tercera tura, así como estimular el estudio y época, y abarcador de los cuatro núme- la interpretación de nuestro pasado

39 con vistas a desarrollar una sólida con- 1960-1969 ciencia nacional. A partir de 1960 y hasta 1963 la Re- En su primer volumen publica la vista se publica en volúmenes anuales, “Resolución” dictada por la doctora abarcadores de cuatro números cada Freyre el 13 de diciembre de 1959, uno, y aunque no aparece el nombre de según la cual la Biblioteca fungiría Cintio Vitier como su director, los nú- como nacional y como pública, además meros de 1959 y 1960 se honraron con de servir como guía a las bibliotecas su ejecutoria. públicas del país. En este documento En el volumen de 1960 aparece el aparece ya trazada la estrategia segui- primer Consejo de Redacción presidi- da en estos últimos 50 años. Al final, do por la doctora Freyre.23 Su cubierta un “Informe” complementario detalla azul pálido recuerda el color favorito de las funciones del centro en cada uno los insurgentes de antaño, y una ven- de sus departamentos, así como sus tana ideada por Argeliers León permite servicios, la necesaria superación de ver un detalle del grabado que apare- los bibliotecarios, y la campaña en pro ce en la portadilla, distinguiéndose así de la cultura y de la lectura. Líneas es- un número de otro. En ese año, la Re- tratégicas que siguen favoreciendo el vista se adelanta al bicentenario de la desarrollo de la primera institución bi- Toma de La Habana por los Ingleses bliotecaria del país, la cual desde (1762-1962) y reproduce la “Dolorosa entonces ha sufrido las modificaciones métrica, expresión del sitio y entrega de y transformaciones necesarias en con- La Habana escrito en 1762”, versos sonancia con los nuevos tiempos. precedidos por un erudito estudio de la La Revista de esa tercera época im- doctora Aleida Plasencia.24 Según Car- puso la tradición de don Domingo los Manuel Trelles y Govín,25 este Figarola Caneda y ello lo demuestra la poema había sido escrito por N. Cruz, selección de sus contenidos. La docto- posible seudónimo de la primera poe- ra Aleida Plasencia da a conocer los tisa nacida en Cuba.26 Sin dudas, es manuscritos de José María Heredia ad- uno de los primeros poemas de nues- quiridos por el propio Figarola para la tra literatura, con estrofas en décimas Biblioteca Nacional y más adelante de escaso valor literario, pero con un aparecen fragmentos de la correspon- extraordinario valor histórico. Completan dencia de Miguel Tacón y Rosique.22 este número una bibliografía compilada Reseña Argeliers León obras musica- por Juana Zurbarán y con grabados de les del siglo XVIII y Severo Sarduy Elías Durnford y de Dominique Serres comenta Isla de Cuba pintoresca, de relativos a este acontecimiento históri- Federico Mialhe, donde La Habana de co, así como textos de Eliseo Diego Cecilia Valdés vuelve desde las made- sobre Charles Dickens y Henry David ras con las calesas y los anchos Thoreau; con motivo de los centenarios paseos. Una amplia bibliografía de la de la muerte de ambos poetas. Revolución cubana (1952-1959) y otros El Departamento Colección Cubana textos históricos y literarios aseguran fue el crisol donde se fraguó la Revista los sumarios propuestos desde 1909. a partir de ese año hasta que en 1979,

40 el desarrollo alcanzado por la Bibliote- (1838) y El Colibrí (1847), compila- ca Nacional, y por este departamento, dos por Feliciana Menocal. dinamizó sus funciones con una nueva Y tras las ventanas de las cubiertas, estructura. A partir de entonces, la pu- las vistas de los conventos de Santo blicación continuó a cargo del Domingo y de San Francisco de La Departamento de Publicaciones, poste- Habana; y en el volumen de 1963 un riormente convertido en Departamento trapiche de un ingenio durante la mo- de Ediciones. lienda ilustra el estudio antes citado de Entre los años 1961 y 1964, la Re- Manuel Moreno Fraginals, anteceden- vista es dirigida por Renée Méndez te de su monumental obra El ingenio.29 Capote, quien al unísono escribe y lee A partir del número dos de 1964, es a sus compañeros de trabajo cada ca- dirigida por el sabio demógrafo Juan pítulo de sus memorias Una cubanita Pérez de la Riva, ya que Renée que nació con el siglo. Méndez Capote se dedicaría a la pro- Nuevas personalidades se añaden al ducción literaria en el Instituto del Consejo de Redacción: Manuel More- Libro. No obstante, ella deja consolida- no Fraginals y Eliseo Diego. Entre da la publicación. otros significativos aportes, Renée lo- Pérez de la Riva y su secretaria de gra publicar el “Diario de Martí como redacción, Luisa Campuzano, publicarían documento caracterológico”, estudio in- tres números anuales, aunque por excep- édito de Ezequiel Martínez Estrada ción la dirección de la Revista lograría (incisos del capítulo “El regreso”, de su cuatro números en 1966. Por esos años, obra mayor Martí revolucionario); su director inicia la publicación de una aparece la primera colaboración de valiosa selección de textos de viajeros Cintio Vitier, en la Revista, titulada extranjeros que nos visitaron en el siglo “Un cuento de Tristán de Jesús XIX y continuaría sus “Documentos para Medina”; “Notas sobre las monedas la historia de las gentes sin historia” re- utilizadas en la costa de África duran- feridos al tráfico de culíes chinos;30 José te el siglo XVIII” de Juan Pérez de la Felipe Le Roy y Gálvez da a conocer a Riva, quien también inicia su célebre partir de 1965 “La historia de la Real y Contribución a la historia de las Pontificia Universidad de San Jerónimo” gentes sin historia; dos crónicas de (I-II), “La Real y Literaria Universidad nuestro José Martí donadas a la Bi- de La Habana en su etapa republicana” blioteca Nacional por Néstor (I-II), y “La Universidad de La Habana Carbonell;27 el “Diario de Juan Cas- en su etapa republicana” (I-II); y Pedro tro”,28 dado a conocer completo por Deschamps Chapeaux su “Historia de la Amalia Rodríguez; “Oda a Julián del gente sin historia”, capítulos de una obra Casal”, de José Lezama Lima; “Igle- mayor,31 los cuales aparecerían en distin- sia e ingenio”, de Manuel Moreno tos números. Fraginals; “El baratillero ambulante”, Ya sólo con estos enjundiosos y de Miguel Barnet; y los índices de re- novedosos estudios la Revista hubiese vistas del siglo XIX tales como El ocupado un lugar trascendente dentro Plantel (1838), La Cartera Cubana de la bibliografía cubana de la década

41 del 60, pero a ello añadió los documen- Ya a fines de ese año, aparece un tos de Carlos Baliño; “La Piragua y el último número doble con ventana, que siboneyismo” (ensayo que presentó el deja entrever la firma del Che, recién índice de esta revista); “Placidiana”, asesinado en Bolivia. La Revista inclu- con motivo del 120 aniversario del fu- ye una bibliografía activa y pasiva del silamiento de Gabriel de la Concepción Guerrillero Heroico, seguida por una Valdés (Plácido); el ensayo sobre Ma- cronología de su vida, compilada por nuel de Zequeira y Arango (I-II), de Juan Pérez de la Riva, la cual mereció Fina García Marruz;32 la conferencia ser reeditada en México por Cuader- ofrecida por Ezequiel Martínez Estrada nos Rocinante. en la Biblioteca Nacional en ocasión En 1968, cambia de portada, aunque del sesquicentenario del nacimiento de no sus contenidos eruditos, críticos y don Domingo Faustino Sarmiento, ver- medulares. En los tres números publica- sión taquigráfica de la grabación que ría de José Antonio Portuondo, “Retratos el gran argentino no llegó a revisar y, infieles de Martí”; de Roberto Segre, “La en donde, a pesar de ello, se aprecia la evolución tipológica de las fortificaciones fluidez de su pensamiento, y los traba- coloniales”, y de Zoila Lapique, “La mú- jos de Filiberto Ramírez Corría y de sica en las revistas del siglo XIX”.33 En Juana Zurbarán, con motivo del cuarto 1969 vuelve José Antonio Portuondo con centenario lascasiano. Otros estudios un estudio sobre el contenido político y de Elías Entralgo, Graziella Pogolotti, social de las obras de José Antonio Ra- Julio Le Riverend Brusone, Mario mos; Juan Pérez de la Riva, con “Los Sánchez Roig, Hortensia Pichardo y días de Guáimaro”; César García del Jorge Ibarra hacen de la Revista de Pino da a conocer el diario de un depor- esos años una publicación notable. tado a Fernando Poo en 1869; Tadeusz Muy útiles resultaron también las sec- Lepkowski y Jorge Ibarra polemizan en ciones “Crítica Bibliográfica” con torno a una historia integral de Cuba; reseñas de libros de reciente publica- Ivan Schulman estudia la influencia de ción; los “Libros del trimestre extraídos Martí en la prosa madura de Darío, y la de la bibliografía nacional”, cuya com- dirección de la Revista decide publicar el pilación continuaría la Biblioteca trascendental discurso del Comandante Nacional desde 1959, y “Crónica”, esta , pronunciado el 10 de octu- última con comentarios y noticias cultu- bre de 1868, donde el líder cubano rales, la cual se hace cada vez más declara como única la Revolución que ini- estable a partir de fines de ese decenio. ció Céspedes y la que el pueblo cubano En enero de 1967, Luisa Campuzano lleva adelante 100 años después del Gri- cesa como secretaria de redacción al to de Yara. ganar una cátedra de Lengua y Litera- En el número tres de ese año, otros tura Clásicas en la Universidad de La estudios aseguran que la publicación se Habana, y la sustituye Siomara Sánchez empeña en dar a conocer novedades de Roberts, quien se convertiría en una de nuestra historiografía y de nuestra lite- las de más larga ejecutoria en dicho ratura. En el sumario encontramos cargo. “Psicoanálisis de una generación

42 (1940-1959)”, de Francisco López en Cuba”, y “Galdós y Valle Inclán, es- Segrera; “Para una vida de Santiago pejos de la vida española”, de José Pita”, de Octavio Smith;34 “Estudios Antonio Portuondo; “Aproximaciones a delmontinos”, de Fina García Marruz, y Luis Cernuda”, de Octavio Smith; “El “La Reforma Universitaria de los años poderoso caballero Francisco de 20 y la rebelión estudiantil de nuestros Quevedo”, de Luis Suardíaz, y “En tor- días”, de Ladislao González Carvajal.35 no a la autenticidad de Espejo de Durante esa década, nutrida de es- Paciencia”, de Enrique Saínz. tudios que más tarde integraron obras Nuevamente, como en el decenio fundamentales de nuestra cultura,36 la anterior, la Revista publica estudios pre- Revista cumple sus primeros 60 años. vios que después integrarían obras Recibe como homenaje perdurable su imprescindibles de nuestra historia, indización analítica37 y la publicación en nuestra literatura y nuestra cultura: “La separatas de sus mejores textos. primera imprenta litográfica en Cuba”, de Zoila Lapique, Juana Zurbarán y 1970-1979 Guillermo Sánchez Martínez;38 “Los En la década del 70, se lograrían tres cobreros y los palenques de negros ci- números cada año, y como secciones marrones (esquema de dos libros fijas, “Crónica” y “Miscelánea”. La pendientes de publicación)” de José primera con textos breves, atendiendo a Luciano Franco;39 “Los romances cu- las exigencias de esta forma literaria, y banos de Juan Francisco Manzano”, la segunda muy útil para conocer la in- encontrados por Roberto Friol en el tensa vida cultural de la Biblioteca periódico matancero El Pasatiempo, Nacional. 1834;40 “Flor oculta de poesía cubana Investigaciones históricas, literarias y (aviso preliminar, y pasajes del prólo- bibliográficas, verdaderos aportes y go)” de Cintio Vitier y Fina García nuevas perspectivas constituyen los Marruz,41 y los estudios de Luis Felipe contenidos de estos años. Del Ciclo Le Roy y Gálvez sobre el 27 de no- Vida y Obra de Poetas Cubanos orga- viembre de 1871.42 nizado en aquellos días por la institución, Y como en épocas anteriores se da se publican las conferencias magistra- a conocer el patrimonio documental de les de Félix Pita Rodríguez, Ángel la nación depositado en la Biblioteca Augier, José Cid, Nicolás Guillén, Nacional mediante repertorios bibliográ- Regino Pedroso y Roberto Fernández ficos: “Bibliografía del teatro cubano”, Retamar, así como ensayos literarios con una breve introducción del enton- que, sin lugar a dudas, podrían formar ces director de la institución, Sidroc parte de una antología del género en Ramos;43 un “Esquema bibliográfico de Cuba: “Sobre nuestra crítica literaria” Gertrudis Gómez de Avellaneda”; la “Bi- y “La correspondencia cubana de León bliografía de Juan Marinello”, homenaje Tolstoi”, de Juan Marinello; “Bécquer o de la Biblioteca y de la Revista por su la leve bruma”, de Fina García Marruz; 75 cumpleaños;44 “Bibliografía de una “El hombre de Saúl Bellow”, de Rober- exposición”, documentos exhibidos en to Friol; “Landaluce y el costumbrismo el centro con motivo del 70 aniversario

43 de Alejo Carpentier; “Esta Revolución La Revista de la década del 70, como comenzó en Yara”, selección de docu- órgano de la Biblioteca Nacional, inclu- mentos expuestos con motivo del XXII ye también documentos relacionados aniversario del Asalto al Cuartel con los Encuentros Nacionales de Bi- Moncada; “Bibliografía Exposición Ho- bliotecas Públicas; ofrece un recuento de menaje al XV aniversario de la las características tipológicas de la insti- Federación de Mujeres Cubanas”, y un tución de Cuba en el período 1959-1976; suplemento a la Bibliografía de Nico- contribuye a la historia del libro en nues- lás Guillén.45 El índice de nuestra tro país con estudios sobre nuestros publicación correspondiente a los años incunables, el primer libro científico cu- 1970-197545 y una cronología de la Re- bano y los impresores y talleres del siglo volución cubana (1959-1979) completan XIX, y reproduce el “Diario del el universo bibliográfico de esa déca- Rancheador”, de Cirilo Villaverde, im- da. Este último repertorio publicado en prescindible documento para el estudio el número dos de 1979, rinde homena- de la esclavitud en Cuba. je a los 20 años de la Revolución Ya avanzado el decenio, exactamen- cubana, con recuentos de lo sucedido te el 4 de diciembre de 1976, fallece en esas dos décadas en el campo de Juan Pérez de la Riva, sabio director la bibliografía, el diseño gráfico, la ur- que desde 1964 logró una Revista… banización, la danza, la artesanía y la erudita y siempre en ascenso. A partir escultura, precedidos por el discurso de 1978 lo sustituye Julio Le Riverend pronunciado por Fidel Castro el 1º de Brusone, se estrena Salvador Bueno enero de 1979 bajo el título “Nos en- como jefe de redacción, y continúa frentamos al porvenir con la Siomara Sánchez como secretaria de experiencia de 20 años y el entusias- redacción. mo del primer día”. Significativos aportes historiográficos 1980-1989 como el estudio de Alberto Muguercia En la década del 80, la dirección de sobre Teodora Ginés; “El campamento de la Revista lleva a sus páginas aspec- San Pedro”, de Francisco Pérez Guzmán; tos diversos de nuestra historiografía, los temas desarrollados por César García estudios enriquecedores y develadores del Pino sobre aspectos ignorados de de nuevos conocimientos relacionados nuestra historia anteriores al siglo XIX, y con grandes figuras de nuestra cultu- los estudios demográficos de Juan Pérez ra y hechos históricos significativos de la Riva, hacen de la Revista de esos de la historia patria. En los números años fuente de consulta imprescindible uno y tres de 1980 celebra el cente- para repensar nuestra historia. nario del nacimiento de Ramiro En 1973, Guillermo Sánchez Martínez Guerra, con valoraciones de Ernesto inicia sus aportes a la historia y la cul- García Alzola y Julio Le Riverend; y tura del arte cubano, entre ellos los el centenario de la ley que inició el pro- antecedentes de su “Diccionario de las ceso de abolición de la esclavitud Artes Plásticas en Cuba”, obra monu- africana en Cuba terminado en 1886, con mental, aún inédita. textos que abordan ideas y sugerencias

44 para trabajos futuros, presidido por centenario de la primera edición com- “Los cimarrones en el Caribe”, de José pleta de Cecilia Valdés, y el 80º Luciano Franco.47 cumpleaños de Nicolás Guillén. El discurso del Comandante en Jefe La crítica literaria se impone en el Fidel Castro Ruz pronunciado en el acto primer número de 1983, sumario que de clausura del Segundo Congreso del ofrece además, entre otras cuestiones, Partido Comunista de Cuba, publicado un análisis marxista de las clases socia- bajo el título de “Los principios no son les en Cuba frente a la necesaria negociables”, da inicio al año 1981, en revolución martiana, de Eduardo Torres el cual temas diversos (filosofía, paleo- Cuevas. La segunda entrega honra los grafía, historia, crítica literaria y pintura 70 años de Carlos Rafael Rodríguez, cubana, entre otros) conforman el ma- “digna y plenamente vividos”, al publi- cizo sumario; el segundo número es un car un artículo de sus años jóvenes y documentado homenaje con motivo del dos de sus discursos más sabios; real- 80º aniversario de la Biblioteca Nacio- za también los 60 años de Cintio Vitier nal José Martí, que recuerda el pasado con la compilación de y sobre su obra de la institución, da fe de su presente, y poética y crítica. Otras investigaciones garantiza su respuesta a los nuevos re- sobre la arquitectura tradicional cuba- querimientos que el desarrollo cultural na, el Partido Socialista Obrero Español del país le impone como centro de difu- y su relación con la Guerra del 95, los sión y promoción cultural y científica,48 transportes habaneros de los siglos XVI mientras el último conmemora el cente- al XIX, y la nueva sección “Notículas” nario de don Fernando Ortiz con también se encuentran en dicha edi- reveladoras interpretaciones en torno a ción. Un capítulo del libro Bolívar y la la obra del sabio cubano. independencia de Cuba, de Francis- Aparece en 1982 un número doble, co Pérez Guzmán; unas páginas que abarcador en gran medida del año, que recuerdan a esa “cronista de la cultu- contiene el discurso pronunciado por el ra” que fue Loló de la Torriente; un entonces ministro de Cultura Armando documentado estudio sobre las prime- Hart Dávalos, en la inauguración del ras villas cubanas, de Hortensia Encuentro de Intelectuales por la So- Pichardo; otra vez don Fernando Ortiz beranía de los Pueblos de Nuestra con su correspondencia mexicana; el América, así como investigaciones so- problema arancelario dentro de la polí- bre filosofía, urbanismo, cultura tica cubana del siglo XIX, y por último, africana, esclavitud, arqueología, críti- “Crónicas” y “Reseñas de Libros” re- ca literaria, pintura, y otros temas de sumen a grandes rasgos el último interés literario e histórico. El último índice. número del año evoca con exquisita y A partir de 1984 se publica por ca- vibrante prosa la presencia de Raúl Roa, pítulos la obra “Problemas de la “aquel hombre de gesto rápido que ru- formación agraria de Cuba”, del doc- bricaba al vuelo su palabra centellante”, tor Julio Le Riverend, estudio que, sin y conmemora además el 130º aniversa- dudas, llena un vacío en la historia eco- rio del natalicio de José Martí, el nómica de Cuba.49

45 El segundo número del año dedica nido y el rigor investigativo que la ha más de 30 páginas a ese cubano univer- caracterizado. sal que fue Alejo Carpentier, con motivo Durante ese primer lustro de la dé- del 80º aniversario de su nacimiento. cada del 80, cesa Siomara Sánchez Una ilustración tomada de la Historia Roberts como secretaria de redacción, General de las Indias Occidentales, de y la sustituye Josefina García Carranza Antonio de Herrera (Amberes, 1728), que en los dos primeros números de 1983; representa la aceptación de la empre- a partir del siguiente, se inicia como re- sa de Cristóbal Colón por parte de los dactora Carmen Suárez León. reyes Fernando e Isabel de Castilla Es notable la reincorporación de aparece en la cubierta del último núme- “Reseñas de Libros”, desde 1979, sec- ro del año. Este grabado en metal ción bibliográfica continuadora de otras anuncia su contenido, dedicado casi en de tanto interés para el conocimiento su totalidad al estudio de hechos histó- del movimiento editorial en Cuba, como ricos que corresponden por igual a la “Bibliografías” (1964-1966). En cuan- historia de Cuba y a la de España: so- to a otras secciones, las “Crónicas”, en lidario y justo precedente con el cual la su mayoría conmemorativas de efemé- Biblioteca Nacional se sumó a los tra- rides cubanas y extranjeras, resultan en bajos preparativos para la celebración ocasiones serios aportes a la investiga- del quinto milenio del encuentro de am- ción de los temas tratados; también bas culturas. abarca, en menor medida, los propósi- Bajo el título “XXV años de tos de la “Miscelánea” (1970-1981), Historiografía Cubana” (I-II) aparece histórica sección que recogió por más esta sección en los primeros números de un decenio la intensa labor de pro- de 1985, positivo recuento a favor de moción cultural y científica realizada la investigación histórica en el perío- por la Biblioteca Nacional de Cuba. do 1959-1984. Constituye una acertada Asimismo, comienza otra sección en valoración e inventario de fuentes de esos años: “Lista de Documentos Ad- la historia de Cuba, probatorios de que quiridos en el Extranjero” (número tres, la historia no es un conocimiento fijado 1983) contentiva de listas bibliográficas de una vez y por todas. Las experien- selectivas de los documentos recién cias vividas en esos años permitieron adquiridos por la institución. que un mayor caudal de mentalidades En el número que abre el año 1986, lograra un desarrollo extraordinario en la dirección de la Revista anuncia el Ter- la historiografía cubana. cer Congreso del Partido Comunista de El último número de ese año incluye Cuba, y recuerda el XX aniversario del temas de interés para la historia de la memorable arribo a la playa Las Colo- música y la literatura cubanas, la mito- radas de la expedición del Granma (2 logía indoantillana, la arquitectura de diciembre de 1956). Pero como pa- colonial en Cuba y el Caribe, y el libro sado y presente se conjugan y se en Cuba. Aspectos diversos que no proyectan al futuro, la publicación no ol- desdibujan el perfil de la publicación, vida el centenario de la abolición de la sino que acentúan su unidad de conte- esclavitud y aparece para esta ocasión

46 “Esclavitud y relaciones interraciales en José María Heredia, Carlos Manuel Cecilia Valdés”, de Salvador Bueno, y Trelles y Govín, Luis Felipe Rodríguez, en el segundo número, un texto de y Juan Marinello Vidaurreta; una inda- Rodolfo Sarracino sobre Inglaterra y las gación sobre Ramón Emeterio rebeliones esclavas cubanas. En este Betances, de Emilio Godínez, historiador mismo ejemplar también se inicia la ce- cubano que fuera también historiador lebración del 150º aniversario del puertorriqueño (fallecido en octubre de nacimiento de Máximo Gómez, y por ello 1986), y “De la Enmienda Platt a los Ramón de Armas presenta el casi des- empréstitos”, una ojeada a la domina- conocido texto del Generalísimo “El ción imperialista sobre Cuba durante porvenir de Las Antillas”, donde Gómez los años republicanos, del investigador concibe para esta región americana una Pedro Pablo Rodríguez, conforman, gran revolución, y prevé nuevas formas entre otros estudios, el primer núme- de unidad antillana. ro de 1987. El segundo número, casi “Máximo Gómez y la esclavitud” y monográfico, fue dedicado al XX ani- “Pertenencia étnica de los esclavos de versario de la caída en combate de Tiguabos (Guantánamo)” de los investi- Ernesto Che Guevara, donde Carlos gadores Roberto Friol y Rafael L. López Tablada y Rolando García Blanco in- Valdés, respectivamente, resultan riguro- terpretan el pensamiento del Guerrillero sos estudios que ponen fin, en el número Heroico; Mario Mencía hace historia de tres de 1986, a las conmemoraciones del sus primeros años revolucionarios; Is- centenario de la abolición oficial de la es- rael Echevarría y Miriam Martínez clavitud, y del 150º del nacimiento de detallan su presencia en la legislación Gómez. Además se tiene presente el 85º revolucionaria publicada por la Gace- aniversario de la Biblioteca Nacional José ta Oficial de Cuba, y Carmen Suárez Martí, y termina la publicación del libro León se acerca a su poética e inter- Problemas de la formación agraria en preta “Che Comandante”, de Nicolás Cuba (siglos XVI-XVII), del doctor Julio Le Guillén. El cuerpo bibliográfico hace Riverend Brusone, obra en 17 capítulos historia de la insurrección armada en que enriquece sobremanera la historiografía Las Villas; compilado por especialistas cubana, y muy en especial la agraria. de la Biblioteca Martí, de Santa Clara, Otros estudios críticos y bibliográfi- cierra en el número tres el homenaje de cos completan el contenido de estos tres esta Revista al comandante Ernesto Che números. Sus cubiertas exhiben una li- Guevara. Además añade a su conteni- tografía del precioso libro de Samuel do estudios de interés al conocimiento de Hazard, Cuba a pluma y lápiz, el la dominación inglesa en La Habana, la logotipo conmemorativo del 150º ani- presencia africana en los carnavales de versario del nacimiento de Máximo Santiago de Cuba, y el primer ferroca- Gómez, y un exlibris de la colección de rril de Cuba; reflexiones sobre Raúl la Biblioteca Nacional de Cuba. Roa y Loló Torriente; la temprana obra Investigaciones acerca de grandes histórica de Luis Toledo Sande, exigi- figuras de la literatura y la cultura cu- da con razón por la Tribuna Enrique banas tales como don Fernando Ortiz, José Varona, y las hazañas descritas

47 por Cristóbal Colón en su Diario de poeta José Lezama Lima. Una de las navegación. Estos testimonios colom- más valiosas colecciones atesoradas binos dan inicio a la sección “Hacia el por la Biblioteca Nacional de Cuba: pro- Medio Milenio del Encuentro entre las sa, poesía, cartas y parte de un diario Culturas Americanas y Europea”. Por aseguran al especialista nuevas pers- último, grabados de libros valiosos del pectivas y múltiples revelaciones dentro siglo XVIII atesorados por la Biblioteca del universo lezamiano. Nacional José Martí, y una composición El último número de 1988 da fin den- tipográfica que es homenaje al Che, tro del último lustro (1986-1990) a la ilustran las cubiertas de los tres núme- sección “Hacia el Medio Milenio…” al ros de 1987. incluir la “Expedición en canoa del Un fragmento del mapa de Piri Reis, Amazonas al Caribe” del doctor Anto- que ilustra la cubierta del número uno nio Núñez Jiménez, experiencia de 1988, anuncia la inclusión de la in- científica inspirada en el “Quinto Cen- troducción a dicho documento, escrita tenario del Descubrimiento, encuentro en 1935, por Yusuf Ackura, presidente de dos mundos”, y acertada cruzada de la Sociedad para las Investigaciones para redescubrir, con ojos propios, lo que Históricas sobre Turquía. Según este hasta ahora habían realizado investiga- científico, el mapa que Colón confec- dores europeos, intención que aclara el cionó después del descubrimiento, autor y jefe de dicha memorable expe- encuentra en este su reflejo de sí, por dición. lo que resulta una indiscutible fuente de A continuación, se cierra el homenaje información con respecto al primero, y al vigésimo aniversario de la caída del una prueba de la contribución de los tur- Che, con “Acotaciones acerca de El cos del siglo XVI a las ciencias de su socialismo y el hombre en Cuba: la época. Este texto aparece incluido en autoeducación”, del doctor Julio Le la sección “Hacia el Medio Milenio del Riverend; se celebra el 150º aniversa- Encuentro de las Culturas Americanas rio de Eugenio María de Hostos con y Europea”. “Hostos, el angustiado”, de la investi- Otras contribuciones al estudio de gadora de Puerto Rico Loida Figueroa, grandes figuras de la historia, la litera- y hace posible que la también investi- tura, y la cultura de Cuba y América gadora de ese país, Carmen Vásquez, enriquecen las bibliografías secundarias dé a conocer en Cuba el “Retrato de de Félix Varela Morales, Manuel un dictador”, de Alejo Carpentier. In- González Prada, Pedro Henríquez cluye además trabajos críticos sobre Ureña, Alicia Alonso, Rafaela Chacón poesía cubana, la prosa reflexiva de Nardi, Elías Entralgo, Salvador Bueno Félix Pita Rodríguez, la poesía surgida y Alejo Carpentier. de la lucha revolucionaria, y las afini- Y a mediados de 1988 la Revista de dades poéticas entre José Martí y la Biblioteca Nacional José Martí lo- Víctor Hugo, este último de la profe- gra un número antológico al publicar sora Ana Cairo, y otro sobre el una parte de los papeles inéditos o par- concepto de cultura en José Martí, de cialmente inéditos de la colección del Carmen Suárez León, añaden nuevos

48 títulos a la bibliografía martiana divul- Félix Varela, realizada por Josefina gada por la Revista. García Carranza y publicada en Nue- Al cumplir 80 años, puede afirmarse va York por Senda Nueva de Ediciones que la publicación ha conquistado su en 1991. tiempo, en medio de obstáculos, y se El “Diario de José Lezama Lima”, empina con todos sus contenidos, como publicado en el segundo número de enciclopedia de la cultura cubana. Quien 1988, da lugar, en este último de 1989, posea su colección desde 1909 conser- a una interpretación filosófica basada va una parte de lo mejor de la creación en la cultura del poeta. Mientras, la in- espiritual de país. Y en su primer núme- vestigadora norteamericana Evelin ro de 1989 celebra sus ocho décadas de Picón Garfield interpreta Guatimozín, vida con testimonios de queridos cola- de Gertrudis Gómez de Avellaneda, y boradores, quienes en pocas líneas Carlos del Toro hace historia de los recuerdan parte de su historia: Israel memorables congresos nacionales que Echevarría da a conocer sus documen- organizara el historiador Emilio Roig de tos fundacionales; Alberto Vargas Bosh Leuchsenring. nos acerca a la vida y obra de María Las cubiertas de estos tres números Villar Buceta, poetisa y maestra de bi- exhiben en distintos colores la misma bliotecarios, y Araceli García Carranza composición tipográfica, en homenaje al expone sus experiencias bibliográficas 80º aniversario de la Revista. referentes a la teoría, el método y la En 1989 Carmen Suárez León obtie- estructura en esta disciplina. Otros tra- ne la categoría científica de investigadora bajos históricos y literarios, entre ellos y cesa como redactora en el número uno el diario de campaña de Julio Morlans, de ese año. Vuelve a este cargo, por dado a conocer por Gerardo Sánchez sustitución, en los números dos y tres, Robert, y “Andrés Eloy sobre la Rosa la bibliógrafa Josefina García Carranza. de los Vientos” de Luis Suardíaz, ha- Nuevamente en esa década la Re- cen de este primer número un homenaje vista cumple sus propósitos al publicar digno a 80 años de vida útil. rigurosas investigaciones inéditas, en su Cultura, historia, filosofía, estudios so- mayoría históricas, literarias y bibliográ- bre figuras universales como José Martí, ficas, las cuales hacen aún más amplio Alfonso Reyes, José Lezama Lima y Ale- su espectro como fuente de conoci- jo Carpentier, y homenajes a la querida mientos de la cultura cubana. profesora Hortensia Pichardo y al poeta Félix Pita Rodríguez, por sus 85 y 80 1990-1993 años de vida, respectivamente, confor- La década del 90 se presenta som- man, entre crónicas y otras reseñas, el bría para la Revista, son los años de la segundo número del año. peor crisis económica enfrentada por En el último número de 1989 se nuestro país, se inicia el llamado Perío- hace notar la investigación bibliográfi- do Especial, que exige heroicidad y ca al dar a conocer la bibliografía sacrificio cotidianos. cubana de la Revolución Francesa, y un Vuelve a cambiar la redacción en análisis crítico de la biobibliografía de 1990, esta vez a manos de Edilio Torres

49 Miranda, y entre 1991 y 1993 asumiría campo de esta disciplina. Otro bibliógrafo el cargo Rafael Acosta de Arriba, quien cubano, en este caso Emilio C. Cueto, realizó denodados esfuerzos porque la nos lleva de la mano en busca de nues- publicación no desapareciera. En esos tras raíces, y de las láminas del Paseo cuatro años se lograrían dos números en pintoresco de Cuba, una de las más be- 1990 y otros tres corresponderían a los llas ediciones del siglo XIX cubano. Y una años entre 1991 y 1993. vez más Luis Suardíaz da fe de su afi- El primer número de 1990 incluye nada crítica con “Gallegos: la novela y apreciables indagaciones sobre nuestra la historia en el vasto paisaje”. historia más reciente: las huelgas de la En ese último lustro (1986-1990), Secretaría de Comunicaciones posterio- “Crónicas”, “Reseñas”, “Libros adquiri- res a la caída de Gerardo Machado, la dos en el extranjero”, y “Relación de personalidad jurídica de la Confedera- colaboradores” no son nuevas seccio- ción de Trabajadores de Cuba, y nes, sin embargo, aún despiertan el realidades y perspectivas de la interés de nuestros lectores al añadir historiografía regional en Cuba. De apreciable información sobre efemérides nuestra historia pasada se muestran la nacionales y extranjeras, el movimiento concurrencia naviera de Cuba y Filipi- editorial en Cuba y en otros países, y nas en la España del siglo XIX, el sector datos biográficos y bibliográficos de sus comercial en las matrículas de 1833, y colaboradores. Y con la nueva sección el testimonio de una camagüeyana que “Para una Nueva Lectura del Pasado”, viviera la guerra de 1868, y los años de la Revista traslada la literatura, la histo- la tregua fecunda, bajo el título “La vida ria y la cultura de otros tiempos con pública y secreta de Encarnación de lecturas portadoras de una herencia es- Varona”.50 piritual siempre enriquecedora de nuestro Y de nuestra historia presente la Re- presente. También transporta a nuestros vista saluda el 30º aniversario de la días el recuerdo de una de sus seccio- fraterna y muy prestigiosa Casa de las nes más antiguas: “Vigencia del Ayer”, Américas con palabras de su presidente, que desde 1953 hasta 1957 cumplió idén- el doctor Roberto Fernández Retamar. ticos propósitos, y reeditó lo mejor del En el número dos y último de 1990 pensamiento cubano del siglo XIX. se hace valer una vez más la utilidad Los esfuerzos por publicar la Revis- de la ciencia bibliográfica en general, y ta se duplican, y en 1991 se logra un en especial del desarrollo bibliográfico número abarcador del año. En el “Edi- alcanzado en nuestro país con los tra- torial” se recuerda el 90º aniversario de bajos de Siomara Sánchez y de Tomás la Biblioteca Nacional y resalta sus lo- Fernández Robaina sobre Trinidad y el gros profesionales, docentes y editoriales, Valle de los Ingenios, y un panorama además anuncia el congreso de la crítico de la bibliografía de la literatura International Federation of Library cubana, respectivamente. La erudición, (IFLA) que se logró llevar a cabo en la experiencia profesional y el dominio La Habana, exitosamente, en 1994. de la técnica han sido demostrados en Literatura, religión, urbanismo, historia la publicación hasta esa fecha, en el y bibliografía integran los contenidos

50 de este número que compite en buena con su presente y ha satisfecho el co- lid con los mejores números logrados en nocimiento que sobre la cultura cubana la década del 80. En “Para una Lectura demandan sus asiduos lectores en la del Pasado” incluye “La Biblioteca y la Biblioteca Nacional, y en otras tantas Revolución”, lección siempre vigente de bibliotecas e instituciones cubanas y la doctora Freyre de Andrade. extranjeras. En 1992, el único número logrado El director de la entidad entre 1997 conmemora el quinto centenario del y 2007, y de esta cuarta época, descubrimiento de América inspirado Eliades Acosta Matos, rompe lanzas con en variadas y debatidas aproximaciones disciplina y rigor y hace reaparecer la y juicios sobre este hecho. Es una edi- publicación.51 En el editorial correspon- ción de rasgos múltiples que aparece diente al número uno de 1999 reafirma precedida por el poema “El navegante”, la vocación de servir de la Revista 90 de Luis Suardíaz, le siguen una prosa años después de su nacimiento. poética de Rafael Acosta, y estudios Con un primer número impreso en muy variados sobre el tema, de José nuestra Biblioteca, como lo hiciera en Antonio García Molina, César García del su época don Domingo Figarola Pino, Francisco Pérez Guzmán, Rafael Caneda, la dirección muestra y de- Cepeda, Luis Ángel Argüelles y Carlos muestra que quien bien nace nunca del Toro, entre otros historiadores. muere. En su sumario Carlos del Toro Se cierra esa tercera época con el se refiere a la primera etapa de la Ins- número uno de 1993, dedicado a la pro- titución Hispano-Cubana de Cultura vincia de Matanzas, lo presenta Rafael (1926-1932); César García del Pino Acosta, quien en su “Prólogo a la ciu- continúa develando nuestro siglo XVIII; dad” testifica que Matanzas-ciudad y Roberto Fernández Retamar interpre- Matanzas-provincia, piedra y tierra, es ta el Martí de Ezequiel Martínez la gran protagonista de este Estrada, y Carmen Vásquez El Reino monográfico. Al final se le rinde ho- de este mundo, de Alejo Carpentier, menaje a Alejo Carpentier por su 90º con motivo de su 50º aniversario. Se aniversario, con una bibliografía sobre añade la conferencia “Yo poeta”, de la vanguardia en la obra del autor de José Zacarías Tallet, pronunciada en el El siglo de las luces y un itinerario ciclo Vida y obra de poetas cubanos editorial de sus libros desde ¡Ecué- organizado por la Biblioteca Nacional Yamba-Ó! hasta El arpa y la en 1969, del cual la Revista publicó en sombra. su tercera época otras de las conferen- IV cias magistrales que lo integraron. Después de unos años vacíos, plenos En “Páginas Antológicas” aparece de las dificultades económicas enfrenta- una conferencia que pronunciara Julio das durante el actual Período Especial, Le Riverend en el centro el 10 de abril iniciado tras la caída del campo socia- de 1962, sobre la penetración económi- lista, la Revista reaparece en su cuarta ca en Cuba, parte del ciclo El pueblo de época. Hasta nuestros días ha demostra- Cuba y su historia; y en “Crónicas”, do fidelidad a su pasado y compromiso Virgilio López Lemus refiere la plenitud

51 alcanzada por Roberto Friol, desde Al- mundo, El siglo de las luces, Los ad- ción al fuego a Tramontana. vertidos y El acoso. A ello se suma la Eruditos artículos y ensayos constitu- interpretación de temas específicos des- yen la columna vertebral del volumen prendidos de su obra: los códigos siguiente correspondiente al número dos- clásicos, el teatro griego y la recepción tres: “Una extravagancia cartográfica” de los textos clásicos, la fraseología en del abogado cubano, residente en los su obra, su visión postmodernista, un pro- Estados Unidos, Emilio Cueto, posee- yecto de diccionario, una aproximación dor de la más completa colección de a la fundación que lleva su nombre, re- documentos sobre Cuba, especialmen- señas de libros y el segundo suplemento te publicados en el extranjero; “El sabio a su inmensa bibliografía.52 Además, se Felipe Poey, latinista”, del profesor reúnen los cuatro trabajos que dedicara Amaury B. Carbón Sierra; el ensayo Carpentier a Lydia Cabrera para rendirle “Cuba ante los retos del nuevo mileno” homenaje a una de las grandes investi- del doctor Armando Hart Dávalos; mien- gadoras cubanas del siglo XX, en su tras, la historiadora Elena Alavéz abre centenario. puertas al decisivo año 1927, el doctor Con este número, la Revista logra José López Sánchez nos enorgullece con un mejor diseño de cubierta, realizado su “Pasión heroica de Gandhi”, y el di- por Luis Juan Garzón, quien la rector Acosta Matos nos permite la contracubierta inicia la sección “Del lectura de su “Bill Gates y los abuelos de Patio…”, en la cual se reproducen has- Saramago”, análisis de las palabras de ta hoy obras plásticas de jóvenes este Premio Nobel referidas a esos dos creadores y de otros consagrados. gremios que se nutren mutuamente: los A partir del año 2000 se publican dos escritores y los bibliotecarios. números dobles al año, pues por ex- Se cierra el año con un número dedi- cepción, en 1999 se lograron tres. cado por completo a Alejo Carpentier Un merecido homenaje se le rinde a con motivo de su 95 cumpleaños. Un Roberto Fernández Retamar con moti- amplio y antológico sumario convierte vo de su cumpleaños 70. El volumen este volumen en obra imprescindible correspondiente al número uno-dos del dentro de la bibliografía de este cubano 2000 le felicita y le agradece el donati- universal, uno de los máximos artífices vo que de su colección hiciera al de la prosa castellana, quien a partir de patrimonio bibliográfico de la nación 1972 donara, en vida, su papelería a la diez años antes. Profesores y estudio- Biblioteca Nacional. Presiden los conte- sos de la cultura cubana que con orgullo nidos un texto de la doctora Graziella siempre serán sus alumnos, críticos cer- Pogolotti sobre ese retablo de maravillas canos a su contemporaneidad, amigos que trajera aún inédito Carpentier a Cuba y admiradores, entrañables todos, dejan en 1959, después de sus años venezola- constancia en sus trabajos del respeto nos: El siglo de las luces, y el Festival y admiración que merece y merecerá del Libro Cubano. siempre esta figura imprescindible de Le siguen relevantes estudios sobre nuestra literatura. El segundo y último su Historia de lunas, El reino de este volumen del 2000 (tres-cuatro) festejó

52 los 90 años de José Lezama Lima y el El segundo volumen, también centenario del pintor Carlos Enríquez. monográfico, celebra el centenario de La sección “En los 90 años de Lezama la Biblioteca Nacional de Cuba con Lima” incluyó estudios sobre su espiri- dos secciones: “En Busca del Tiempo tualidad martiana, su “Oda a Julián del Perdido” y “Los Trabajos y los Días”. Casal”, su casa de la calle Trocadero La primera incluye documentos 162, su presencia soterrada en la no- fundacionales, testimonios y recuerdos vela El vuelo del gato, de Abel Prieto de quienes debieron y deben a la insti- Jiménez, reseñas de libros sobre su tución sus razones de ser. La Revista obra, y el control bibliográfico que com- vuelve a publicar, entre otros materia- plementa la bibliografía primera.53 les, la historia de la institución escrita por En el centenario de Carlos Enríquez su segundo director Francisco de Paula la doctora Graziella Pogolotti se refie- Coronado,54 el acta de colocación de la re a las afinidades electivas entre el primera piedra del edificio,55 firmada por pintor y su padre Marcelo Pogolotti, Antonio María Eligio de la Puente, y la “[…] quienes vivieron la aventura de la “Resolución”56 dictada por la primera di- vanguardia y soñaron con un mundo rectora, en la etapa revolucionaria, la más justo”. Luz Merino nos presenta al doctora María Teresa Freyre de Carlos Enríquez, crítico de arte, con Andrade. Su subdirectora, Maruja Igle- una selección de seis textos del archi- sias Tauler, nos lega con su testimonio vo personal del pintor. la prueba más contundente del rena- El primer número del año 2001 (ene- cimiento de la centenaria Biblioteca, ro-junio) homenajea a uno de los más ilustres colaboradores de la Revista, a ·--~---__ ,,., -- Cintio Vitier, quien también hizo posible su existencia, junto a la doctora Freyre, EVISTA RDE 1.4 -.JOTGA IIIICIOtüL JOSl MAfffl a partir de 1959. De principio a fin este número es totalmente monográfico, des- de el “Umbral” hasta la “Bibliografía” reveladora de sus más de 60 años con la poesía, cuerpo bibliográfico que sos- tiene y contiene la obra extraordinaria de un hombre extraordinario. Estudios y testimonios de críticos, amigos y com- pañeros de trabajo reconocen al poeta, al investigador, y al autor de Ese sol del mundo moral, mientras en el editorial, el director lo califica como “[…] testigo virtuoso de su tiempo […]. Va por el mundo recordándonos los altos deberes que se contraen por el solo hecho de na- Portada de la Revista en homenaje cer en este suelo, donde todos venimos al centenario de la Biblioteca Nacional de abuelo mambí y de padre maestro”. de Cuba José Martí. 2001

53 en 1959. En “Los Trabajos y los Días” Revista desde este volumen, hasta más se incluyen estudios sobre el control bi- allá de su muerte acaecida en el año bliográfico de las colecciones del siglo 2007; “Libros”, denominada también XIX; el patrimonio documental, su difu- “Reseñas de Libros” o “Crítica Biblio- sión, protección y defensa; la adquisición gráfica” o “Bibliográficas”, la más y la bibliografía de fondos personales antigua de las secciones; y “En la Bi- de grandes figuras de la cultura cuba- blioteca”, tan cercana a la “Miscelánea” na, y un recuento histórico de los de la tercera época, incluye testimonios, primeros 100 años de la Biblioteca Na- proyectos y realizaciones, relativos a la cional, ensayo de Eliades Acosta vida cultural de la Biblioteca Nacional. Matos, quien demuestra que la venera- Tres aniversarios celebra el primer ble institución ha perdurado porque desde volumen del año 2002: los centenarios sus orígenes ha tenido el inmenso poder del Poeta Nacional Nicolás Guillén y del de servir a su pueblo. Este número so- pintor Marcelo Pogolotti, y de la Repú- bre tiempos pasados con ganancias blica de Cuba. Los estudios sobre inestimables, en medio de tantos traba- Guillén de Nancy Morejón, Luis jos y tantos días febriles, será siempre Suardíaz, Salvador Bueno, Virgilio documento de consulta imprescindible López Lemus, Ana Cairo y Elina Mi- para la historia de nuestra Biblioteca y randa Cancela interpretan diversas de su Revista, sin olvidar el número de facetas del poeta que supo elevar lo su 80º aniversario,57 ambos comple- popular a lo más alto de la cultura cu- mentarios como fuentes históricas bana, y expresar nuestras esencias inapelables. haciéndolas trascender a planos univer- Desde el año 2002 hasta nuestros sales. Y de ese grande de la pintura días la estructura interna de la Revista, cubana, Marcelo Pogolotti, escribe su nacida de sus contenidos, se perfila en hija, la doctora Graziella Pogolotti, re- secciones fijas: “Aniversarios” y/o “Cen- firiéndose a la mirada del pintor hacia tenarios”, “Meditaciones Históricas y la historia y su contemporaneidad, y Literarias”, “Crónicas”, “Documentos hacia dentro de sí cuando su memoria Raros”, “Libros” (reseñas), y “En la Bi- “se convirtió en fuente de vivencias re- blioteca”. La primera sección no olvida novadas”. El centenario de la República a grandes figuras y hechos históricos de Cuba mereció objetivos análisis de significativos; la segunda, plena de sus luces y sombras, necesario cono- enjundiosos y reveladores textos cam- cimiento de este pedazo de nuestra biaría su nombre por “Meditaciones” a historia que es preciso estudiar para partir del primer volumen del 2004; entender mejor los años que le antece- “Crónicas”, vieja sección aparecida tam- dieron y los que le sucedieron. Temas bién como “Crónica” en la década del diversos como cultura, historiografía, 60; “Documentos Raros” a cargo del arte, bibliografía, filosofía y cine y el profesor Amaury B. Carbón Sierra, res- prólogo de Eliades Acosta Matos a la ponsable de la selección de textos y de obra Noticias de la República58 con- las traducciones del latín al español, quien forman este dossier. En las páginas hizo posible los viejos propósitos de esta finales, la “Bibliografía de César

54 García del Pino” compilada por la Revista recuerda el centenario de Josefina García Carranza en homenaje este novelista. a sus 70 años y publicada con motivo La sección “Meditaciones Históricas de su 80 cumpleaños. García del Pino y Literarias” guarda espacios para Car- ha colaborado en nuestra Revista des- los Manuel de Céspedes, José Martí, Luis de 1968 con más de 15 enjundiosos Rogelio Nogueras, Ambrosio Fornet, y textos. Alba de Céspedes, entre otros. Además, El segundo volumen del año celebra en una eventual sección titulada “Vigen- los centenarios de tres grandes de nues- cias” aparece el discurso de Ricardo tra cultura: Dulce María Loynaz, Alarcón de Quesada al recibir Cintio Wifredo Lam y Enrique Labrador Ruiz. Vitier la Orden José Martí, y las pala- Luis Suardíaz nos narra cómo recorrió bras del homenajeado en esa ocasión. la poesía de Dulce María Loynaz, en El primer volumen del 2003 fue de- especial sus Juegos de agua hasta lle- dicado al 80 cumpleaños de la poetisa gar a su poema “El agua rebelada” y ensayista Fina García Marruz, al donde “el amor se hace violento como sesquicentenario del Apóstol José Martí los golpes del agua que destruye los y al centenario del periodista y diplomá- sembrados”. tico cubano Luis Amado Blanco. Le En el áspero jardín de la Loynaz, la precede el siempre imprescindible “Um- también poetisa y ensayista Mercedes bral” de Eliades Acosta Matos. Un Santos Moray nos presenta a la mujer ensayo inédito da a conocer Fina de fe profunda y sinceramente cristia- García Marruz: “En torno a un cuento na, capaz de doblarse ante un huracán, y una novela de García Márquez: Un pero asimismo de mantenerse firme so- señor muy viejo con unas alas enor- bre su alma. En “El amor desteje el mes” y El amor en los tiempos del tiempo dorado por el Nilo”, de Ivette cólera”. En el cuento la poetisa ve al Fuentes de la Paz, leemos que la “Carta soterrado poeta que dejó atrás el sin- de amor al Tut-Ank-Amen” de la gular novelista, y en la novela el amor Loynaz nunca tuvo reclamo de res- como única política verdadera. Cintio puesta, porque fue como hablarle al Vitier, en “Sobre la poesía de Fina…” silencio. Los 100 años de Wifredo Lam recuerda lo que escribiera en su an- son celebrados con crónicas de Alejo tología Diez poetas cubanos, en Carpentier, Jorge Mañach y Lisandro 1948. Otros colaboradores como Otero, y por el 40 aniversario de la monseñor Carlos Manuel de Céspe- muerte de J. A. Baragaño y el 50 de des, Jorge Luis Arcos, Rafael su primer poemario Cambiar la vida, Almanza, Carmen Suárez León, Mer- aparecen algunas páginas de su libro cedes Santos Moray, Mayerín Bello, Lam, publicado en 1958. Y con un en- Ivette Fuentes, Elina Miranda y Susa- sayo de Adis Barrios titulado “El na Cella interpretan la obra poética y laberinto en la estética personal de En- ensayística de quien es ejemplo de sen- rique Labrador Ruiz”59 y una selección cillez y grandeza. Testimonios de de sus crónicas, más otros textos Rafael Cepeda, Caridad Atencio, ensayísticos, compilados por Ana Cairo, Araceli García Carranza y Adolfo

55 Ham, las reseñas de algunos de sus li- García; Julio García Oliveras establece bros, y la “Bibliografía” compilada por las relaciones entre José Antonio Josefina García Carranza y Araceli Echevarría y el Movimiento 26 de Julio; García Carranza favorecen aún más el Jorge Renato Guitart da a conocer re- conocimiento de la más grande poetisa veladoras cartas entre René Guitart y del siglo XX cubano. Además, esta Re- Haydée Santamaría; Marilú Uralde pre- vista celebra el 150º aniversario del senta los hechos del Moncada ante la nacimiento del Apóstol José Martí con tinta oficialista; José M. Leiva Mestres, estudios de Nydia Sarabia, Amaury B. el 26 de Julio en las efemérides de Carbón Sierra y Jesús Dueñas. Y con Cuba, y Servando Valdés Sánchez y Fe- un ensayo de Luis Suardíaz y crónicas derico Chang Pon, sendos textos sobre seleccionadas por Germán Amado las relaciones militares Cuba-Estados Blanco la publicación celebra el cente- Unidos (1952-1956) y el militarismo nario de Luis Amado Blanco. batistiano, respectivamente. Elena En “Meditaciones”, un estudio sobre Alavéz y Ana Cairo reflexionan, en tex- el Papel Periódico de la y tos independientes, sobre la juventud otro acerca de Paradiso, de José ortodoxa; y la “Bibliografía del Asalto al Lezama Lima, ambos relacionados con Cuartel Moncada. Suplemento 1987- la obra ensayística y poética de Fina 2002” de Josefina García Carranza y García Marruz. Las secciones “Docu- Araceli García Carranza, ofrece una mentos Raros”, “En la Biblioteca” y información casi exhaustiva al comple- “Libros” contienen dos elegías dedica- mentar repertorios anteriores.61 das al obispo Espada, traducidas del Este volumen no olvida el bicentena- latín; la valoración de Francisco Pérez rio de José María Heredia con textos Guzmán sobre el Premio Nacional de exegéticos de Salvador Bueno, Carmen Ciencias Sociales concedido a Zoila Suárez León, Amaury B. Carbón Sie- Lapique, y tres reseñas de libros a cargo rra, Salvador Arias y Mercedes Pereira de Ana Cairo, Enrique López Mesa y Torres. Por último, una crónica de Mer- Jesús Dueñas. cedes Santos Moray sobre el film Suite El 2003 es año de volúmenes excep- Habana, y una reseña de Marta Bea- cionales. En una segunda oportunidad se triz Armenteros sobre La novela de mi logra un número imprescindible para el vida, de Leonardo Padura. estudio del Asalto al Cuartel Moncada. En enero del año 2004 la Revista Un texto del líder cubano Fidel Castro cumplió su 95º aniversario y lo celebra titulado “El Movimiento 26 de Julio”60 al publicar en su primer volumen del abre puertas a las investigaciones que le año un estudio de José Antonio García suceden: Marta Rojas, testigo excepcio- Molina sobre el poema “La Florida” del nal del hecho, ofrece un extenso fraile franciscano Alonso Gregorio de testimonio sobre el Asalto y La histo- Escobedo, escrito sobre Cuba, una dé- ria me absolverá; Natalia Revuelta titula cada antes que Espejo de Paciencia su texto, también testimonial, “Tres ma- (1608). Singular aporte de los intelec- drugadas”; César Gómez Chacón se tuales españoles Álvaro Salvador y acerca a la biografía de Raúl Gómez Ángel Esteban del Campo hallado en la

56 Biblioteca Nacional de España, y publi- en la Jornada Cultural que tuvo lugar en cado en el primer volumen de la la Biblioteca Nacional de Madrid, en esa antología de poesía cubana preparada misma fecha. por ambos investigadores. En “Aniver- Celebra así nuestra publicación este sarios” aparece una evocación del 13 centenario con textos sobre Carpentier de marzo de 1957 en la voz de Juan y España: de Eliades Acosta Matos, Nuiry Sánchez, uno de sus protagonis- Luis Racionero, José Buscaglia, Araceli tas, mientras Ángel Augier recuerda a García Carranza, José Antonio Baujín, Enrique Loynaz en su centenario. La Luz Merino y Ana Cairo, precedidos sección “Meditaciones” ofrece los ar- por el “Umbral” del director de la Re- gumentos de Paul Estrade contra los vista sobre “Alejo Carpentier y el canon “errores” cometidos por Martí, en opi- occidental de Harold Bloom”. Otros nión de Daniel Román, y estudios sobre textos, como el prólogo de Ambrosio Harold Gramatges, José de la Luz y Fornet a la colección Relato Licencia- Caballero, Joaquín María Machado de do Vidriera, de la Universidad Nacional Assís, Salvador Bueno, don Fernando Autónoma de México (UNAM); la len- Ortiz y Alberto Méndez. “Crónicas” gua en la obra carpenteriana, de Marlen exalta el mundo interior del Guerrillero A. Domínguez; un erudito texto sobre Heroico, visto por Jesús Dueñas; y La aprendiz de bruja, de Elina Miran- otros colaboradores como Nydia da Cancela; ruptura, crisis y Sarabia, Martica B. Armenteros, Rober- continuidad en El acoso, de Leonardo to Casanueva y Newton Briones evocan Padura; la relación de Carpentier con figuras y hechos de nuestra inmensa cul- Eliseo Subiela y su film La conquista tura cubana. “Libros” reseña los del paraíso (1980), de Luciano Casti- repertorios bibliográficos: La Habana: llo; la admiración de Mercedes Santos puerto y ciudad, y la Biobibliografía Moray al volver a Alejo en su centena- de Lisandro Otero; y otros títulos rio; y el homenaje de la Biblioteca como La maleta perdida, de Marta Nacional, de Martica Beatriz Ar- Rojas; y Grandes momentos del ba- menteros, forman parte de este número llet romántico en Cuba de Francisco que desde su aparición es uno de los do- Rey Alfonso, entre otros. cumentos críticos imprescindibles La pluralidad de temas literarios e dentro de la bibliografía carpenteriana. históricos y culturales, y de grandes fi- En “Meditaciones” se encuentran las guras estudiadas por un grupo selecto palabras pronunciadas por Eliades Acosta de colaboradores siguen garantizando el Matos en la apertura del ciclo teórico de universo cultural de la Revista. la exposición Mirar a los 60, organiza- El segundo número del 2004 no podía do por el Museo Nacional de Bellas olvidar el centenario de Alejo Carpentier Artes, y el estudio de Marcia Medina so- y se nutre con algunos estudios presen- bre lectura y libertad en Cuba. Cierran tados en el Seminario Internacional Alejo este volumen los “Documentos Raros” Carpentier y España celebrado en la Uni- de Amaury B. Carbón Sierra, reseñas versidad de Santiago de Compostela, en de libros y las crónicas de Mercedes abril de ese año, y con otros presentados Santos Moray y Nydia Sarabia.

57 Bajo el título “Y en memoria de quie- ensayística de Juan Marinello, los años nes siempre estarán presentes” el americanos de Mercedes Pintó, la “Umbral” correspondiente al primer vo- experiencia del Teatro Escambray, y lumen del 2005 recuerda al ex director las palabras de Pablo Pacheco en la de la Biblioteca Nacional, Luis Suardíaz, entrega del Premio Nacional de In- recientemente fallecido, quien había es- vestigaciones Culturales 2003. crito para ese número un estudio titulado En el segundo volumen de ese año, “La Florida ¿un poema cubano del siglo el director de la Revista recuerda el XVI?”, ensayo que complementa al de centenario del natalicio de Jean Paul José Antonio García Molina publicado en Sartre y en “Aniversarios” resuenan los el primer volumen del 2004. ecos de los 400 años de El ingenioso En la sección “Aniversarios”, la Re- hidalgo don Quijote de la Mancha, vista celebra el 400 aniversario de El con los ensayos de Leonor Amaro ingenioso hidalgo don Quijote de Cano y Miguel Romero Saíz. La Re- la Mancha (1605-2005) con una aco- vista no olvida los 75 años de Roberto tación bibliográfica acerca de Fernández Retamar y lo celebra con el Cervantes en Carpentier; un comen- texto “La Itaca de Roberto Fernández tario a una edición olvidada de esta Retamar”, de Elina Miranda Cancela. obra publicada en Cuba, en 1905, y la “Meditaciones” desentraña, una vez presencia del caballero de la triste fi- más, novedosos aspectos de nuestra gura en el alma cubana. El centenario historia y nuestra literatura mediante de la muerte de Máximo Gómez se estudios sobre relevantes figuras como recuerda con los ensayos magistrales José Lezama Lima, Juan Marinello, don de Eliades Acosta Matos y del intelec- Fernando Ortiz y José María Chacón tual dominicano Emilio Cordero y Calvo. Añade también textos con te- Michel, así como el cincuentenario de mas referidos a la identidad cultural, los El Mégano, “[…] punto de giro en la escudos cubanos, y el deporte univer- historia del cine cubano”, tal como ex- sitario. Un interesante trabajo de César presa la autora de este texto, García del Pino sobre el agente secreto Mercedes Santos Moray. Y como ecos Juan de la Cosa; un certero comentario del centenario de Alejo Carpentier, del doctor Armando Hart Dávalos sobre esta sección publica dos ensayos, uno, El Apocalipsis según San George, de sobre Concierto barroco y otro acer- Eliades Acosta, y un ensayo sobre la ca de “España en El siglo de las revista Pensamiento Crítico, de Vilma luces”, de Roberto Méndez, y Ponce Suárez completan esta sección Graziella Pogolotti, respectivamente. diversa, pero siempre plena de Un amplio espectro ofrece la sección novedosas propuestas. “Meditaciones” con textos sobre músi- El volumen primero del 2006 está ca cubana, la Guerra del 95, la gran dedicado al 70 aniversario de la muer- figura del Padre de la Patria, Carlos te del poeta Bonifacio Byrne, el 30 de Manuel de Céspedes, y un hallazgo re- la muerte del también poeta José velador sobre la visión política de don Lezama Lima, y al 80 cumpleaños del Fernando Ortiz. También se aborda la líder cubano Fidel Castro. Por ello, ins-

58 pirado en estos aniversarios, su Investigadores del Instituto de Histo- “Umbral”el director lo titula “Lo esen- ria de Cuba reconstruyen el desembarco cial invisible de la patria”: “[…] abrazo del Granma (1956) con motivo de los 50 profundo […], donde se entrelazan el años de este hecho histórico. Los logos de la poesía y el logos de la his- cincuentenarios de La recurva, de José toria, que son uno y lo mismo”. Antonio Ramos, y del poema “Las vo- Dos profesoras de la Universidad de ces”, de Luis Suardíaz son también La Habana, Denia García Ronda e recordados por la profesora Iraida Iraida Rodríguez, se refieren a la posi- Rodríguez, y el poeta Luis Marré, quien ción de Bonifacio Byrne ante la presenta el poema antes citado. “Me- intervención y a Byrne como poeta, res- ditaciones” incluye el prólogo de Virgilio pectivamente. López Lemus a Biografía del tiempo, En “Meditaciones” aparecen estu- de Suardíaz; el ensayo “Almendra, las dios sobre la emigración cubana en identidades culturales y el choque de Cayo Hueso, de Consuelo Stebbins; so- civilizaciones”, de Eliades Acosta; un bre el tema indígena en publicaciones texto inédito de Julio Le Riverend so- periódicas cubanas del siglo XIX, de José bre Cristóbal Colón; un ensayo sobre el Antonio García Molina; los esclavos fenómeno bibliográfico, de Emilio Setién; cubanos en la fábrica de El Pedroso, de la verdadera historia de Cayo Confites, Antonio Villalba; Julián del Casal, de de Elena Alavéz; los intelectuales y la Carmen Suárez León, y otros textos política en Cuba (1959-1961), de Julio acerca de la arqueología, la música en César Guanche; la refutación de Jesús José Martí, el rotarismo en Cuba, Pa- Dueñas al erróneo libro de Daniel blo de la Torriente en Nueva York, una Román sobre nuestro José Martí; la his- peña de ópera en La Habana, la con- toria de la Cátedra María Villar Buceta, troversia del siglo entre Jesús Orta Ruiz de Vilma Ponce, investigadora que hace (El Indio Naborí) y Angelito Valiente, realidad este homenaje de la Biblioteca y las palabras de Pablo Pacheco al re- Nacional, y la tarea de integración y uni- cibir el Premio Nacional de Edición dad de Nuestra América, vista por 2005, así como una aproximación biblio- Roberto Valdés. En “Crónicas”, la Re- gráfica a la recepción de Cuba en los vista celebra el 85 cumpleaños de Cintio países de habla alemana. Vitier con un texto de Mercedes Santos En su segundo volumen, la Revista re- Moray, y se nos presenta otro de Zoila cuerda el décimo aniversario de la muerte Lapique, el cual recuerda al historiador del doctor José Antonio Portuondo con un Francisco Pérez Guzmán. ensayo de Armando Cristóbal Pérez, en A fines del año 2006, la dirección y torno a su obra sobre el heroísmo inte- su redacción proyectaron los dos nú- lectual y con testimonios de alumnos y meros del año 2007, dedicados a los amigos entrañables. En el “Umbral”, el centenarios de Raúl Roa García y a director de la reconoce al escritor de rai- Eduardo Chibás Ribas. Para el prime- gambre cubana, y al hombre sabio y ro, dedicado al Canciller de la Dignidad, sensible, siempre al servicio de las me- la Revista contó con la estimable cola- jores causas. boración de su hijo, el doctor Raúl Roa

59 Kourí, quien publica en el volumen co- En el “Umbral”, de ese número rrespondiente “Los cien años de Roa”, uno-dos del 2007, el director de la Bi- breve ensayo biográfico en donde re- blioteca Nacional y de la publicación, cuerda con sano orgullo el ejemplo Eliades Acosta Matos, se despide des- combativo, culto y revolucionario de su pués de diez años de impecable padre. En el extenso sumario figuran ejecutoria, orgulloso de haber traído de ensayos de Fina García Marruz, Juan vuelta la Revista después de seis lar- Nuiry Sánchez, Julio A. García gos años. Oliveras, Lisandro Otero, Ana Cairo, El segundo volumen del año fue de- Carmen Gómez García, Juana Rosales dicado a la memoria de Eduardo Chibás y Francisca López Civeira, entre otros, Ribas. Encabezan este homenaje las así como testimonios de familiares, ami- “Reflexiones” del líder cubano Fidel gos y colaboradores cercanos. El breve Castro, aparecidas en distintas publica- e inmenso poema de Cintio Vitier titula- ciones cubanas el 25 de agosto de 2007, do “Ardiendo pura”, inspirado en la día del centenario del nacimiento del intervención de Roa en las Naciones fundador del Partido del Pueblo Cuba- Unidas, en abril de 1977, completa esta no (Ortodoxos), y el poema “De donde bibliografía-homenaje al imprescindible crece la palma”, de Pablo Armando combatiente en la historia de la diploma- Fernández. En la sección “Aniversa- cia cubana. Se añaden a esta sección rios”, textos escogidos de quienes “Aniversarios”, textos de Caridad vivieron el chibasismo, de quienes lo Massón Sena sobre Juan Marinello y la han estudiado desde una perspectiva república española, a 70 años de la Gue- histórica moderna, y de los que por sus rra Civil, y “El Manifiesto Avancista de años jóvenes lo valoran desde nuestro 1927”, de Ana Suárez Díaz, con motivo presente. Entre otros colaboradores: de los 80 años de la Revista de Avance. Armando Hart Dávalos, Elena Alavéz, En “Meditaciones”, aparece un ensa- Juan Nuiry Sánchez, Faustino Pérez, yo sobre el neolenguaje como estrategia Natalia Revuelta, Francisca López de dominación imperial, de Eliades Civeira, Jesús Dueñas, Mario Antonio Acosta Matos; un estudio sobre el ge- Padilla, Leonel Mazas y Lourdes neral Alberto Nodarse, del profesor Castellón, logran una antología necesa- Pedro Méndez Díaz, y una interpretación ria para el estudio de esa breve etapa literaria de la doctora María Dolores de nuestra historia que lidereara un Ortiz, sobre la poetisa Dulce María hombre de vergüenza. Loynaz. Entre las “Crónicas”, Mercedes Esta sección de “Aniversarios” Santos Moray celebra el Premio Neruda también recuerda los 40 años de la que recibiera Fina García Marruz, así desaparición física de Ernesto Che como la maestría de Zoila Lapique; Je- Guevara con la evocación al Guerri- sús Dueñas Becerra responde al artículo llero Heroico desde las revistas “Enterrar a Martí”, publicado en el dia- cubanas de la década del 60, de Vilma rio The Herald, y Amaury B. Ponce Suárez. En “Meditaciones”, Carbón Sierra nos lega el recuerdo de pueden leerse las palabras de Fina su vida y su obra ejemplares. García Marruz al recibir el Premio

60 Neruda; el discurso de Eusebio Leal to, y cómo con cada una de sus edi- Spengler sobre Francisco de Miranda ciones, la Revista ha creado pronunciado en el Colegio Universita- conocimiento actual, ha expandido cul- rio de San Gerónimo de La Habana, tura y ha contribuido a la formación de ante la presencia de Hugo Chávez la memoria histórica sobre la base de Frías, presidente de la República los fondos documentales, bibliográficos Bolivariana de Venezuela. Adis Barrios y sonoros de la Biblioteca, y sobre la interpreta dos crónicas de nuestro José base de las investigaciones de todos los Martí; Nydia Sarabia se refiere a la que alguna vez trabajaron en sus salas Guerra Hispano-Cubano-Americana; o en cualquier otro centro o fondo do- Carmen Suárez León recuerda la tra- cumental del país o de otras partes del yectoria cubana de Vicente Rocafuerte; mundo. El nuevo director la valora a las Félix Julio Alfonso, la condición huma- puertas de su centenario. na de Eduardo Torres Cuevas, y Y en el año 2008, la Revista recuer- Newton Briones reflexiona sobre la in- da la ofensiva revolucionaria de 1958, fame tiranía de Fulgencio Batista. otra vez con la colaboración de los in- Vuelven, para quedarse, los “Docu- vestigadores del Instituto de Historia de mentos Raros” a cargo de Amaury B. Cuba, y en su segundo volumen del año Carbón Sierra, quien legara algunos tex- homenajea a la Universidad de La Ha- tos más antes de su prematura muerte; bana en su 280 aniversario. y en “Crónicas”, el doctor Dueñas nos Cuatro etapas o épocas ha vivido recuerda a ese crítico mayor que fuera la Revista de la Biblioteca Nacio- Salvador Bueno, inolvidable jefe de re- nal en sus primeros 100 años. Por sus dacción de esta Revista, y Mercedes contenidos, verdaderos aportes al co- Santos Moray evoca a esa “proeza nocimiento y promoción de la viva” que fuera Samuel Feijóo, a 15 literatura, la historia, la bibliografía y años de su muerte. la cultura cubanas, ha sido calificada En el “Umbral” del número tres- con justeza como una publicación pe- cuatro del 2007, el nuevo director de riódica enciclopédica. Y así ha sido y la Biblioteca Nacional y de su Revis- es la Revista de la Biblioteca y de sus ta, Eduardo Torres Cuevas, confiesa trabajadores, la Revista de sus directo- cómo traspasaba el umbral de la ins- res don Domingo Figarola Caneda, Lilia titución y cómo hoy lo cruza con pudor, Castro Morales, María Teresa Freyre de sobrecogido por su historia y por su Andrade, Cintio Vitier, Renée Méndez Revista. Torres Cuevas recuerda la Capote, Juan Pérez de la Riva, Julio Le impronta de Eliades Acosta Matos, Riverend Brusone, Eliades Acosta quien queda ya como parte de esta his- Matos y Eduardo Torres Cuevas, la Re- toria y al referirse a la publicación nos vista de sus jefes de redacción, y de sus dice que constituye, desde su funda- secretarias y secretario de redacción o ción, un referente que no podrá ser de sus redactores, la Revista de todos obviado por aquellos que, más que bus- los colectivos que la hicieron posible en car la moda intelectual, aspiran a nutrir los años 1909-1913, 1949-1958, 1959- su proyecto de vida y su pensamien- 1993 y 1999-2009. En fin, la Revista

61 de la Biblioteca Nacional José 10 Transcribe dos folletos que consultara en el Martí, ya convertida en una venerable Archivo General de Indias, Sección Audiencia de institución de la cultura cubana, con ra- Cuba, legajo 1826, así como varios manuscritos referentes a J. A.T. Véase Trelles, Carlos M. Un zones más que suficientes para seguir precursor de la independencia de Cuba: Don viviendo otros cientos de años más. José Álvarez de Toledo. Discurso leído en la recepción pública de 11 de junio de 1926. La Habana: Imprenta El Siglo XX, 1926. Notas 11 En 1949 la Revista publica un número correspondiente al tomo uno con 72 páginas, y 1 Figarola Caneda, Domingo. Proemio. Revista en 1950, los números dos-cuatro también de la Biblioteca Nacional (La Habana) 1(1):s.p.; correspondientes a este tomo con paginación 31 en.-28 febr. 1909. independiente. 2 De la elegía a la muerte de don José de la Luz y 12 Este tomo apareció con paginación consecutiva Caballero de Joaquín Lorenzo Luaces. (272 páginas). 3 Correspondencia familiar escrita por un joven 13 Palabras en la dedicatoria que le escribiera José de treinta y tantos años (José de la Luz y Caballero Martí al obsequiarle su traducción de la novela había nacido en 1800) a un amigo muy querido Ramona, de Helen Hunt Jackson. nacido diez años después. 14 La ceremonia de la colocación de la primera 4 Figarola Caneda, Domingo. Para el Museo piedra de la Biblioteca Nacional tuvo lugar el 28 Nacional. Revista de la Biblioteca Nacional de enero de 1952. Véase número dos de la Revista 1(1):[25]-30; 31 en.-28 febr. 1909. de ese año. 5 Escritor y novelista cubano. En 1884 publica 15 Los cuatro números de 1953 corresponden al sus primeros artículos de costumbres en la tomo cuatro de esta segunda época. Revista de Cuba y en La Habana Elegante bajo 16 Los cuatro números de 1954 corresponden al el anagrama R. E. Maz. Apenas tres años después año cinco o tomo cinco de la Revista de esta su novela Mi tío el empleado (Barcelona, 1887) segunda época. recibiría favorables críticas nada menos que de 17 Los cuatro números de 1955 corresponden al Cirilo Villaverde, José Martí, Manuel de la Cruz año seis o tomo seis de la Revista de esta segunda y Enrique José Varona. época. 6 En esta Galería ya existían desde 1908 los 18 Nieto Cortadillas recibió por este trabajo el óleos de Antonio Bachiller y Morales, José Premio José Pellicer que otorgaba el Instituto Antonio Cortina, Domingo del Monte, Internacional de Genealogía y Heráldica de Francisco Jimeno, José Silverio Jorrín (donativo España (17 de marzo de 1956). de su nieto, el señor Leonardo Zorzano Jorrín), 19 Vidal Morales y Morales (donativo de su hijo Otra vez la Revista logra cuatro números el doctor Vidal Morales y Flores de Apodaca) y correspondientes al año siete o tomo siete. Néstor Ponce de León (donativo de sus hijos). 20 Correspondientes al año ocho o tomo ocho. Y desde 1909 se había enriquecido con los 21 Pérez de la Riva, Juan. “Introducción”. En García retratos de Ricardo del Monte, Eduardo Carranza, Araceli. Índice de la Revista de la Machado y José Manuel Mestre. Biblioteca Nacional José Martí. La Habana, 1975. 7 Gaceta Oficial, 4 de abril de 1911, pp. 3713- 22 Tacón y Rosique, Miguel. Correspondencia 3714. reservada del Capitán General Don Miguel 8 Ídem. Tacón, con el gobierno de Madrid: 1834-1836. 9 El doctor Bustamante, obedeciendo a El General Tacón y su época / Introd., notas y tradiciones bibliográficas, adoptó un ex libris bibliografía por Juan Pérez de la Riva. La propio y pidió que su donación fuera conservada Habana: Biblioteca Nacional José Martí, como un conjunto propio provista de un Departamento de Colección Cubana, 1963. 434 catálogo particular. p.: il.

62 23 Consejo de Redacción: María Teresa Freyre 35 González Carvajal, Ladislao. El Ala Izquierda de Andrade, Argeliers León, Mario Parajón, Eliseo Estudiantil y su época. La Habana: Editorial de Diego, Juan Pérez de la Riva, Aleida Plasencia, Ciencias Sociales, Instituto Cubano del Libro, Amalia Rodríguez, Cintio Vitier. Secretaria de 1974. 528 p. Redacción: Graziella Pogolotti. Publicación al 36 Véanse las descripciones en las notas 22 y 29-35. cuidado de Emilio Setién. 37 García Carranza, Araceli. Índice de la Revista 24 Este poema prácticamente inédito parece haberse de la Biblioteca Nacional José Martí (1909- publicado en México en 1763 bajo el título de 1969). La Habana: 1975. 379 p. “La América dolorosa” y permaneció desconocido 38 Lapique Becali, Zoila. La memoria en las para los cubanos hasta que Francisco Pérez de la piedras. La Habana: Ediciones Boloña, 2002. Riva lo compró en Madrid, unido a un grupo de 217 p. documentos del siglo XVIII que más tarde se dieran 39 a conocer en Cuba con motivo del bicentenario de Franco, José Luciano. Los palenques de los la toma de La Habana por los ingleses. negros cimarrones. La Habana: Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central 25 Trelles, Carlos Manuel. Ensayo de bibliografía del Partido Comunista de Cuba, 1973. 117 p. cubana. Matanzas: Imprenta El Escritorio, 1907. ______. Las minas de Santiago del Prado 26 Según Aleida Plasencia, esta autora no fue otra y la rebelión de los cobreros 1530-1800. La que la marquesa de Jústiz de Santa Ana. Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1975. 27 Martí, José. Zig-Zags neoyorquinos. La 153 p. Nación (Buenos Aires) 18 dic. 1884; El carbón. 40 Friol, Roberto. Suite para Juan Francisco Su importancia y su obra. La Nación (Buenos Manzano. La Habana: Editorial Arte y Literatura, Aires) 8 en. 1885. 1977. 236 p. 28 Carlos Manuel Trelles incluyó fragmentos de 41 Flor oculta de poesía cubana: siglos XVIII y XIX este diario en su El sitio de La Habana y la / escogida y presentada por Cintio Vitier y Fina dominación británica, 1925. García Marruz; viñetas de Samuel Feijóo. La 29 Moreno Fraginals, Manuel. El ingenio. La Habana: Editorial Arte y Literatura, 1978. 350 Habana: Comisión Nacional Cubana de la p.: il. (Biblioteca Básica de Literatura Cubana) UNESCO, 1964. t. 1. 42 Le Roy y Gálvez, Luis Felipe. A cien años del 30 Estudios que posteriormente dieran lugar a su 71: el fusilamiento de los estudiantes. La Habana: obra Los culíes chinos en Cuba: 1847-1880: Instituto Cubano del Libro, Editorial de Ciencias contribución al estudio de la inmigración Sociales, 1971. 449 p.: il. contratada en El Caribe. La Habana: Editorial de 43 Sidroc Ramos mientras fue director de la Ciencias Sociales, 2000. 468: il. (Sociología) Biblioteca Nacional no ocupó nunca la dirección 31 Deschamps Chapeaux, Pedro. El negro en la de la Revista, sino que integró su Consejo de economía habanera del siglo XIX. 1 ed. La Redacción. Habana: UNEAC, 1971. 202 p. 44 El número tres de 1974 fue dedicado Premio UNEAC de Ensayo Enrique José íntegramente a Juan Marinello. Dos trabajos Varona. precedieron a la bibliografía: un homenaje de la 32 García Marruz, Fina. “Manuel de Zequeira”. Revista, de Juan Pérez de la Riva, y las palabras En Estudios críticos. La Habana: Departamento de la doctora Vicentina Antuña leídas en el Aula de Colección Cubana de la Biblioteca Nacional, Magna de la Universidad de La Habana cuando 1964. pp. [41]-100. se le confiriera el grado de profesor eméritus. 33 Lapique Becali, Zoila. Música colonial cubana 45 Antuña, María Luisa y Josefina García en las publicaciones periódicas (1812-1902). La Carranza. Bibliografía de Nicolás Guillén. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1979. t. 1. Habana: Instituto Cubano del Libro, Editorial 34 Smith, Octavio. Para una vida de Santiago Orbe, 1975. 379 p. Pita. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1978. El Suplemento citado abarca los años 1972- 145 p. (Colección Crítica) 1977.

63 46 Revista de la Biblioteca Nacional José Martí ______. ______. Suplemento I. La Haba- (La Habana) 67(2):96-160; mayo-ag. 1976. na: Biblioteca Nacional José Martí, 1989. 47 En este número tres de septiembre-diciembre 235 p. de 1980 se incluyen además dos textos de la 53 ______. Bibliografía de José Lezama Lima. Reunión Científica sobre la esclavitud en Cuba La Habana: Editorial Arte y Literatura, 1998. celebrada en septiembre de 1979 en el 281 p. Departamento de Historia del Instituto de Ciencias 54 Texto publicado en esta Revista, en febrero de Sociales de la Academia de Ciencias de Cuba. 1950, por quien fuera el director de la Biblioteca 48 En este número se publica el Índice de la Nacional desde 1920 hasta su muerte acaecida el Revista de la Biblioteca Nacional de los años 30 de noviembre de 1946. 1976-1980, el período 1981-1985 aparece en su 55 Publicado en la Revista de la Biblioteca número tres de 1986, y el correspondiente a la Nacional… en abril-junio de 1952. etapa 1986-1990 en el número uno de 1990. Véase 56 Resolución que aparece en el número también notas 37 y 46. correspondiente a enero-diciembre de 1959. 49 Le Riverend Brusone, Julio. Problemas de la 57 Número de mayo-agosto de 1981. formación agraria en Cuba: siglo XVI-XVII. La 58 Habana: Biblioteca Nacional José Martí, Domínguez, Julio. Noticias de la República. Ministerio de Cultura, 1987. 196 p. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2003. Otra ed.: Editorial de Ciencias Sociales, t. 1. 1992. 59 Primer capítulo de su libro Labrador Ruiz en su laberinto. La Habana: Editorial Letras 50 Las dos primeras partes de este texto dado a Cubanas, 2007. 141 p. conocer por Modesto González Sedeño fueron 60 publicadas en los números uno, tres-cuatro y El original de este documento fue donado a la cuatro de 1990, y las dos últimas partes en los Biblioteca Nacional por el escritor Lisandro números correspondientes a abril-septiembre de Otero, Premio Nacional de Literatura. 1999 y enero-junio de 2001. 61 Hernández, Miriam. Bibliografía del asalto al 51 En esta cuarta época, Araceli García Carranza cuartel Moncada. La Habana: Editorial Orbes, funge como jefa de redacción y Marta Beatriz 1975. 361 p. Armenteros como secretaria de redacción y García Carranza, Araceli. Bibliografía del redactora. asalto al cuartel Moncada: suplemento 52 García Carranza, Araceli. Biobibliografía de 1973-1987. La Habana: Editora Política, Alejo Carpentier. La Habana: Editorial Letras 1989. 125 p. Cubanas, 1984. 644 p.

64 Editar la Revista de la Biblioteca: un estado de gracia conspirativo por la cultura cubana Carmen Suárez León Investigadora y ensayista

ucedió en una mañanita de enero de !REVISTA 1983, y me era ya familiar la Sala S DE Cubana, que frecuentaba como estu- diante de letras, y de mucho antes, LA como cuando visité en otra mañana lu- BIBLIOTECA minosa de no sé qué mes de 1969, la NACIONAL Sala Martí, para encontrarme con JOSE MAIRTI Cintio, Fina y Martí, y con la guardia- na del templo que era entonces Teresa Proenza. Aquel día comencé a traba- jar como editora de la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, bajo la dirección de Julio Le Riverend; sa- #U"~ bía que me incorporaba a una lista de editores prestigiosos de una noble y sus- 1 tanciosa publicación cubana, decana de las revistas de corte académico de nuestro país. Sentía con claridad que cru- zaba uno de los umbrales importantes de Portada de la Revista mi vida profesional, y lo hice con ale- de la Biblioteca Nacional José Martí. gría y atemorizada de no poder cumplir 1983 con expectativas tan altas como las ya conspiradores por la causa de la cul- trazadas por los otros editores y direc- tura cubana. Y eran de temer, y lo tores. son. Nunca han sido derrotados. Algu- Por entonces, la Revista estaba ya na vez perdieron una batalla, pero en su cuarta época, y me sumé de jamás la guerra. Y el documento que manera natural a una pandilla de sa- registra la vida de la institución, así bios bibliotecarios que, aunque no como los movimientos de lo que llama- llevaban capas negras ni se ponían el ron nuestros padres la “sofía” cubana, ala del sombrero sobre los ojos, habían es esta publicación periódica que aho- sido toda su vida experimentados ra celebra su centenario.

65 De pronto era protagonista de la pro- años de intenso aprendizaje, entre las ducción de la Revista de la Biblioteca, manos expertas de Araceli García y participaba de manera central en la Carranza, que me revelaba todos los fiesta de armarla y editarla, seguir el días uno de los corredores del laberin- proceso de impresión, por aquellos años to, y me abría verdaderas pistas donde aún llevado a cabo en nuestras impren- echar a andar mis afanes de estudiosa tas, lidiando con el plomo, revisando y de editora. El director Le Riverend galeras salidas de los linotipos, frecuen- monitoreaba mi trabajo con un respeto tando el taller y la mesa de diseño, hacia mi persona que me asombraba, donde más de una vez corté, pegué y viniendo de su autoridad y sus años, y realicé la Revista ante la urgencia que no me enseñó técnicas de edición, sino impone la necesidad. Mi primer recuer- valiosas estrategias para negociar la do emocionado es para el Taller 04, y edición, para trabajar con los autores. mi homenaje más sentido para su ad- No podría pormenorizar mis amistades ministrador, el noble y severo Orlando y experiencias de la época, sería injusta Ferrer, y para los dos técnicos con mucha gente de este espacio de la poligráficos, Silvia Sánchez y Pedro Biblioteca donde encuadernadores, con- Echevarría, que revisaban con esmero servadores, fotógrafos, bibliotecarios de nuestro trabajo y reparaban escrupulo- todas las especialidades, conformaron samente en todas las carencias y mi mundo laboral durante años, y me errores, y colaboraban con nosotros incorporaron con sencillez y hondura, porque la Revista también era de ellos. haciendo crecer en mí un sentimiento de Y estaba Josefina García Carranza, pertenencia especial que se construye en su paraíso de revistas y libros valio- en ciertos gremios como el de la Biblio- sos, con su nobleza y su suavidad, y su teca. Y es un sentimiento de pertenencia vocación de hormiguita imparable, que tan hondo, que engloba incluso a lecto- tenía a su cargo la publicación cuando res habituales, que me acompaña hasta yo me incorporé, y me entregó todo su hoy. En la Biblioteca estoy en mi casa. saber con cariño, y hasta la libreta de Y qué decir de la cofradía de los teléfonos y contactos revisteros. Venía revisteros, Enrique López por la revis- aquel vademécum de la editora anterior, ta Santiago y Bernardo Callejas, de nada menos que de Siomara Sánchez Universidad de La Habana. Incura- y aún lo conservo como quien guarda bles adictos a la Biblioteca Nacional, un incunable, me apoyó todos los años siempre colaborando y conspirando que serví a la Biblioteca y a su Revis- para que cualquiera de los números, ta, a la sombra de todos mis mayores aunque fuera el del otro, se enrique- bibliotecarios, editores, poetas y estu- ciera. Las peñas de la Biblioteca diosos, acogida con humildad de neófita incluían a los colaboradores de la Re- a la benevolencia de un saber que me vista, en una dinámica participativa trascendía inmensamente. donde cualquiera hacía aportes nota- La Revista de la Biblioteca Nacio- bles en cualquier dirección. Y la nal José Martí tenía su oficina en la deliciosa y experta fauna de los inves- Sala Cubana, y allí reiné unos cuantos tigadores de la Biblioteca, verdaderos

66 Edité la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí durante unos cin- co años, y fue una verdadera edad dorada de mi vida. En este número del centenario Araceli hace el recuento de sus números y épocas, poco tendría que añadir a su conocimiento de la historia de esta publicación, sólo lo que venga 1 EZAMA LE ZAMA LEZAM. de mi propia vivencia cotidiana, como 0 MA LEZAMA LEZAMI' ' los días de trabajo con Le Riverend para !-EZAMA L.EZ AMA 1e ~ i conformar aquellos dos números que \MA. _LEZ AMA _,l r,, :g f ~ L.. ZAMA LE7;; ~ - " recogían las exposiciones de un congre- !i,MA L.EZA § l! 2 1! ~ !! so de historiografía cubana, momento Ell!/M''ll>~"'~..,~"' MA +- 0 ... 2 - .2 ¿ en que me familiaricé mucho con la his- l¡j;l ... ~

67 TESTIMONIOS DEL CENTENARIO

estrechamente ligada a la existencia de Salvar la Revista esta publicación. Corría el año 1991, de triste recorda- de la Biblioteca ción por ser el que dio inicio real a lo que se conoció (y aún sigue vigente) como Nacional José Período Especial, o lo que es lo mismo, la durísima crisis socioeconómica en la que se sumió el país como consecuen- Martí cia de la pérdida de su principal socio Rafael Acosta de Arriba comercial. Ya conocemos esa parte de la historia: desaparición del campo so- Investigador y ensayista cialista, de su aparato comercial, el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), e implosión de la Unión So- n los años 2000 y 2001, La Gace- viética. Ese era el contexto. Eta de Cuba publicó bajo el título El Estado cubano comenzó entonces “Siglo pasado”, un grupo de testimonios a tomar medidas administrativas para o viñetas sobre hechos que los escrito- conjurar la crisis y evitar el colapso to- res y artistas consideraban de interés tal. De tal modo, el Ministerio de evocarse. El director de la publicación, Cultura orientó la supresión al máximo el fraterno Norberto Codina, me pidió de las publicaciones culturales, por la en algunas ocasiones que colaborara, drástica reducción de los presupuestos. lo que nunca hice. Pesó en mi negati- La materialización de ese úkase se pro- va que no consideré interesante para duciría en una reunión a la que fui los lectores de aquella revista lo que citado como jefe del Departamento de referiré a continuación (que era lo úni- Publicaciones y Conservación de la Bi- co que estaba tentado a contar). blioteca Nacional José Martí. Además Después, cuando leí lo que algunos na- me ocupaba de conformar los números rraron, me di cuenta de que mi de la Revista de la institución como jefe anécdota cabía muy bien en el perfil de redacción, los que luego le presen- de la sección de La Gaceta, pero ya taba para su aprobación al doctor Julio no había tiempo. Le Riverend, director de la publicación. Ahora que se aproxima el centena- Era la actividad preferida de mi conte- rio de la Revista de la Biblioteca nido de trabajo como editor y jefe de Nacional José Martí, Marta Beatriz los conservadores de libros, en la cual Armenteros, también amiga y antigua ponía todo mi interés. compañera de trabajo en la Biblioteca La discusión fue larga y dura, y Nacional, me pidió una colaboración, y al final logré que se evitara la in- creo que es el momento de narrar terrupción de la revista. Yo mismo aquella anécdota, muy personal, pero quedé sorprendido por la cantidad

68 de argumentos que amontoné y lan- En la Biblioteca Nacional todos es- cé sobre aquella mesa de la que casi peraban por la decisión, por lo que todos los editores salían contritos y comunicar la buena nueva proporcionó prácticamente desempleados por tiem- mucha alegría a Araceli García po indefinido. La letal instrucción no Carranza y demás colaboradores. Y la liquidó la querida Revista, podíamos se- seguimos publicando. Aparecieron en- guir haciéndola. Recuerdo que atravesé tonces el número dedicado a la cultura en rápida infantería (no había virtual- matancera, el del quinto centenario del mente ómnibus y tomarlos era casi una encontronazo de las culturas americanas incitación a la violencia física) las calles y las europeas, y otros más que conti- del Vedado rumbo a la Biblioteca dando nuaron la larga vida de la Revista. saltos de alegría, apenas podía creerlo, Cuando repaso, casi dos décadas des- se había salvado la Revista de una pués, aquellos hechos, me doy cuenta de muerte segura y quizás muy prolonga- que el móvil de tanta preocupación y da. Ya sabemos que en Cuba no hay desvelo fue el enorme prestigio de la nada más definitivo que lo que se pre- Revista, en la que creíamos quienes le senta como provisional. dábamos vida a esa publicación de sig- Mientras avanzaba por las calles me nificativa importancia para las permití una reflexión muy gratificante investigaciones y el acervo intelectual para aquellos años grises y amenaza- del país. En un artículo que publiqué dores: entre la Revista y mi estado de cuando ya no trabajaba en la Bibliote- ánimo de entonces se había creado una ca, titulado “Una enciclopedia de la íntima relación afectiva (había algo de cultura cubana” (número 92, julio-di- animismo en esa sensación) que me ciembre de 2002), expresé lo que prodigaba una intensa felicidad. Aque- representa la colección de la revista llo podía ser efímero, pero era bueno, para la cultura nacional, sus textos más agradable. Realmente no eran días para significativos, las reconocidas firmas albergar esas pulsiones en el músculo que han colaborado en sus páginas y la mítico, aunque me sentí muy bien con riqueza de temas abordados con rigor la salvación de la Revista, ello implica- y profundidad. Hoy sólo evoco las la- ba seguir solicitando colaboraciones, bores de salvamento que la mantuvieron pensar y armar números monotemáticos, existiendo en aquellos años duros. escoger el diseño de la cubierta, en fin, Aún ahora, al dejar que la memoria mantener aquella actividad intelectual fluya sobre el papel, siento la lejana e in- que nos protegería un poco de lo agres- mensa alegría que me prodigó el trabajar te de los tiempos. para que siguiera saliendo la Revista.

69 La Revista... Apóstol en el sesquicentenario de su natalicio, así como a la multipremiada poetisa y ensayista Fina García Marruz y yo en el aniversario 80 de su nacimiento. Jesús Dueñas Becerra Con el artículo “José Martí y la cien- cia psicológica”1 y una reseña del libro Crítico de arte y periodista José Martí y la ciencia del espíritu,2 del doctor Diego González Serra, se produjo mi entrada al equipo de cola- on esta edición de lujo, la Revista boradores de la Revista, ya que escribir Cde la Biblioteca Nacional José para ese medio de prensa satisfacía Martí, enciclopedia de la cultura una necesidad intelectual largamente caribeña e iberoamericana, sustentada acariciada en el centro mismo de mi yo en el amor y en la libertad, llega sana y periodístico, y ahora materializada en la salva –como la nación cubana– a sus práctica (criterio de la verdad), mien- primeros 100 años de fecunda vida edi- tras que –desde otra óptica– torial…, a pesar de los graves problemas representaba mi realización como pe- económicos que interrumpieron su sa- riodista cultural…, aunque debo aclarar lida entre los años 1993 y 1999 del aquí –para ser honesto con los lectores pasado siglo. y conmigo mismo– que la realización de Ahora bien, ¿qué significa para mí, un ser humano no se circunscribe al he- que llevo el periodismo en el cuerpo, en cho de alcanzar determinado estatus la mente y en el alma, ser colaborador profesional o socioeconómico en el en- activo de ese emblemático órgano de torno donde vive, sueña y crea…, sino prensa desde hace algo más de un hacer las cosas con amor y pasión, que quinquenio? son las “llaves” de la verdadera reali- Hace exactamente cuatro décadas zación. comencé a ejercer el periodismo cientí- Haber sido admitido como colabora- fico primero y la crítica artístico-literaria dor sistemático de la Revista, no sólo después, y desde esa lejana fecha an- alimentó mi intelecto y mi espíritu, sino helaba ver publicados mis artículos en la también me proporcionó, en el plano de Revista de la Biblioteca Nacional…, las relaciones humanas y sociales, una donde “no podía escribir cualquiera”, en de las mayores alegrías de mi vida: ga- opinión del doctor Juan Pérez de la Riva, narme el cariño y el respeto de personas uno de sus ilustres directores. únicas e irrepetibles que con el discu- No obstante, en el 2003 llegó la an- rrir del tiempo devinieron verdaderos siada oportunidad: la doctora Araceli “amigos del alma”. García Carranza, jefa de redacción, y En ese grupo, no podría dejar de uno de mis “ángeles guardianes” en el mencionar a las hermanas Araceli y seno de ese templo de la sabiduría y de Josefina García Carranza, quien lamen- la espiritualidad, me invitó a colaborar tablemente ya no está entre nosotros, con el número especial dedicado al el escritor y periodista Julio Domínguez

70 García, la licenciada Marta Beatriz ética, humanismo, patriotismo y espiri- Armenteros Toledo, editora, la licencia- tualidad. da Rosa C. Báez Valdés, ex jefa de Quisiera finalizar este testimonio, redacción y edición del boletín electró- “escapado” de lo más hondo de mi yo nico Librínsula (con el que también íntimo, con un ferviente deseo, que colaboro), la economista Teresita Pérez, ruego a Dios se haga realidad…, aun- la licenciada Olga Rosa Gómez, que yo no pueda verlo: que la Revista subdirectora, la licenciada Alicia de la Biblioteca Nacional José Sánchez del Collado, el historiador y Martí tenga vida eterna, ya que, al ensayista Eliades Acosta Matos, ex di- decir del licenciado Eliades Acosta rector de la Biblioteca Nacional, y el Matos, uno de sus más jóvenes direc- doctor Eduardo Torres Cuevas, actual tores, “[…] quien bien nace [y hace] director de la institución, entre otros, nunca muere”.3 cuya relación haría interminable esta crónica…, más sentida que pensada. Notas Con apoyo en una apreciación ob- jetivo-subjetiva, la Revista de la 1 Dueñas Becerra, Jesús. José Martí y la ciencia Biblioteca Nacional José Martí es psicológica. Revista de la Biblioteca Nacional José –por derecho propio– referente obli- Martí (La Habana) 94(1-2):145-148; en.-jun. gado para intelectuales, investigadores, 2003. profesores y estudiantes que deseen 2 ______. José Martí y la ciencia del espíritu. conocer todos y cada uno de los mo- Ibídem, p. 190. mentos “clave” de la evolución 3 Acosta Matos, Eliades. Umbral. Ibídem, 90(1- histórico-cultural de la mayor ínsula 2):5; en-jun. 1999. caribeña, y además, fuente nutricia de

71 La Revista, cien Tomb f,m.i.!Mln...... Rebiú•• IMIUNUIA­ años después lflA.....U:;z··1 Leonel Mazas •111111•- Investigador

urante un siglo al servicio de la sa- Dbiduría, la Revista de la Bibliote- ca Nacional José Martí, por sí sola es historia. Desde sus páginas ha presen- tado los más rigurosos y serios trabajos en diferentes materias del conocimien- to humano, cuyos autores poseen una En enero de 1909, con una tirada obra que es de obligada consulta en la mensual, surge el primer número con el historiografía cubana, y a muchos he nombre de Revista de la Biblioteca tenido el privilegio de conocer e inter- Nacional, dirigida por su fundador y cambiar impresiones de los más entonces director de la institución, Do- diversos temas. mingo Figarola Caneda (1852-1926). Difícil, sí, es escribir esta reseña elo- Este comienzo es fundamental para te- giando lo que significa esta publicación, ner como referencia los primeros pasos más aún cuando existe la responsabili- de la publicación. dad con la verdad histórica y los En su libro Apuntes para la histo- lectores. En los últimos años, sus pági- ria de la Biblioteca Nacional José nas me han permitido presentar algunos Martí de Cuba, su autor, Tomás textos gracias a la generosidad de mu- Fernández Robaina, da a conocer de- chas personas, entre ellas Eliades talles sobre el desarrollo y surgimiento Acosta Matos, Araceli García Carranza, de la Revista, y señala: “Debido a la su actual director, Eduardo Torres Cue- donación de la señora Pilar Arazoza vas y la inteligencia y paciencia de de Muller, en 1909, la Biblioteca con- Martica B. Armenteros, y ello me com- tó con una imprenta que aunque promete a que cada trabajo responda pequeña, reportó grandes beneficios, a la exigencia y belleza de cada núme- pues hasta 1912 se editó en ella la Re- ro de la Revista. vista de la Biblioteca Nacional en su Nuestro Apóstol José Martí expresó: primera etapa. La Revista dio a cono- “Leer una buena revista es como leer cer las colecciones que engrosaban los decenas de libros”, y estos 100 años del fondos por compra o donación, ade- quehacer de la Revista multiplican es- más de publicar trabajos de índole tas palabras con creces y lo avalan bibliográfica”. algunas de las personalidades que en ella En la primera época, 1909-1912, su dejaron sus más rigurosos artículos. circulación fue muy difícil: cuatro

72 números en 1909, tres en 1910, uno en Manuel Moreno Fraginals como su jefe 1911 y en 1912, para en total de nueve de redacción, quien, junto a Rodolfo ediciones. Sobre este período algunos Tro, se preocupó por mantener el pres- investigadores señalaron que no cum- tigio de la publicación y dejar plasmados plía los objetivos que se había planteado en ella objetivos fundamentales: publi- su director, no obstante se le conside- car trabajos inéditos, documentos, raba original, porque en ella aparecían reseñas de libros recién editados, y dar textos inéditos de gran valor a conocer las novedades del quehacer historiográfico como las epístolas origi- de la Biblioteca Nacional. nales de personalidades y las La Revista en esta segunda época bibliografías de autores cubanos. Entre fue diseñada con diferentes secciones: los colaboradores de esa época se en- “Vigencias del Ayer, “Temas e Indaga- cuentran Figarola Caneda, quien ciones” y “Vida de los Libros”, donde prácticamente es el autor de casi todos podemos encontrar diversos artículos los trabajos, Carlos de Velasco y Juan sobre literatura cubana, investigaciones Miguel Dihigo Mestre (1866-1920). referentes a nuestra historia, y referen- Por problemas económicos recesa la cias bibliográficas de autores cubanos Revista durante 36 años hasta que en el del mundo de la cultura y la ciencia. mes de abril de 1949 regresa a la vida Autores de reconocido prestigio es- con una frecuencia trimestral, en lo que cribieron para la Revista durante esta se considera como su segunda época segunda época: Emilio Roig de (1949-1958) con su nueva directora, Lilia Leuchsenring, Marcelo Pogolotti, Emi- Castro de Morales, primera mujer que lio Ballagas, Julio Le Riverend, dirigió la Biblioteca Nacional al ser nom- Francisco J. Ponte, Manuel Isidro brada en 1948, aunque su presencia en Méndez, José Rivero Muñiz, Luis Feli- la institución databa desde 1934. pe Le Roy, Salvador Bueno, Francisco En el editorial de la Revista de abril- Pérez de la Riva, Antonio Martínez Be- junio de 1953 se afirmaba que la llo, José María Chacón y Calvo, entre institución: “[…] será la expresión di- otros. námica de las actividades de la cultura Con el amanecer del primero de ene- cubana como si fuera el espejo de la ro y el triunfo de la Revolución cubana, cartografía intelectual de la isla […]”, se producen cambios en todas las es- y sí, la riqueza de estos años de vida lo feras de la sociedad a favor del ha demostrado en cada número: no fue mejoramiento humano y de las institu- ajena a homenajear la figura del Após- ciones, y la Biblioteca Nacional y su tol en su centenario y en el de Revista no fueron ajenas a ellos. El edi- Domingo Figarola Caneda en el de fe- ficio es ocupado por las fuerzas brero-marzo de 1952. También el de revolucionarias el 5 de enero de 1959, octubre-diciembre de 1957 reflejó la lo cual constituyó un trascendental inauguración del edificio. acontecimiento, que cumple 50 años en La directiva de la Revista se esfuer- el 2009. za por dar lo mejor de sí y un ejemplo A partir de ese momento se inició un de ello lo tenemos al ser nombrado nuevo camino de 50 años más que

73 transcurren dentro del proceso de la Este personal, por sí solo, nos muestra Revolución sin que dejen de aparecer la responsabilidad y seriedad con que los característicos trabajos que con re- se elegían los trabajos; todos, ilustres gularidad se publicaban, pero con la intelectuales cubanos. óptica de la nueva generación de inte- Entre otros intelectuales que han co- lectuales, la cual con sus inquietudes y laborado podemos citar a Renée reflexiones irradió el ámbito nacional Méndez Capote (su directora entre del momento histórico que vivía Cuba. 1961 y 1964), Aurelio Alonso, Luisa La doctora María Teresa Freyre de Campuzano, Manuel Moreno Fraginals, Andrade es designada directora de la Eliseo Diego, Salvador Bueno, Fina Biblioteca Nacional José Martí y los García Marruz, Zoila Lapique, Horten- cambios en la institución fueron nota- sia Pichardo, Juan Marinello, José A. bles. Ella, con sus conocimientos Portuondo, Sidroc Ramos, Alberto bibliotecológicos y sobre los problemas Muguercia… de las bibliotecas en el país, era la per- Llega así la década del 90 y con ella sona indicada para asumir esa el Período Especial, el cual conllevó al responsabilidad y proporcionar el me- cierre de muchas de las publicaciones jor funcionamiento de la nueva tarea, del país, pero gracias al empeño de Ra- aunque heredaba 50 años de deuda con fael Acosta de Arriba, su jefe de los más nobles principios de la cultura redacción, pudo continuar, aunque sólo a los que fueron también sometidas las dos números en 1990, y entre 1991 y instituciones culturales en Cuba, las que 1993, uno cada año. se fueron degradando paulatinamente, No es hasta 1999 que se reinicia la pero que con la nueva mirada revolu- Revista por la constancia de Eliades cionaria era necesario recuperar para Acosta Matos, director de la Bibliote- la memoria de la nación. ca y de la publicación, y comienza así Ese año comenzó la tercera época su cuarta época con el número de ene- de la publicación (1959-1993), cuyo pri- ro-marzo, trabajado por completo en la mer número tenía impresa la fecha imprenta del centro, en cuyo editorial correspondiente a diciembre de 1958, y Acosta Matos afirma: “En nuestros fue distribuido de esa forma. Concluían días, que son antesala del tercer milenio, así los primeros 50 años de vida de la la Revista de la Biblioteca Nacional Revista, la cual a mediados de 1959 co- José Martí tendrá que adaptarse a los mienza a llamarse Revista de la nuevos temas, a los nuevos lectores y a Biblioteca Nacional José Martí. los nuevos tiempos, pero mantendrá todo El nuevo consejo editorial lo confor- lo que de profundo y saludablemente man como jefa de redacción Graziella añejo buscan en ella quienes la coleccio- Pogolotti (1960), luego para el año 1962 nan y conocen”. en su consejo de redacción están Ma- En este período Araceli García ría Teresa Freyre de Andrade, Amelia Carranza es la jefa de redacción y algu- Rodríguez, Aleida Plasencia, Juan Pérez nos números se dedican a personalidades de la Riva, Argeliers León, Mario de la cultura cubana y a hechos relevan- Parajón, Eliseo Diego y Cintio Vitier. tes del país como Roberto Fernández

74 Retamar, José Lezama Lima, Nicolás darnos la magnitud e importancia que Guillén, Fina García Marruz, Cintio la Revista posee dentro de la cultura Vitier, Dulce María Loynaz, Eduardo cubana. Quizás deba mencionar a otros Chibás, Raúl Roa, el asalto al Cuartel colaboradores contemporáneos y ahon- Moncada y el aniversario 280 de la dar más en esta época, pero esa tarea Universidad de La Habana. Sin embar- se la dejamos a otro investigador cuan- go, no por ello dejaron de publicarse do nuestra Revista cumpla 50 años más. trabajos dedicados a la historia y a las humanidades en general. Bibliografía consultada Muchos han sido los colaboradores de este período pero no puede dejar de CUBA. INSTITUTO DE LITERATURA Y LIN- nombrarse a los desaparecidos física- GÜÍSTICA. Diccionario de la Litera- mente Luis Suardíaz, Josefina García tura Cubana. La Habana: Editorial Carranza, Amaury B. Carbón Sierra y Letras Cubanas, 1984. Francisco Pérez Guzmán, y a los que CUERVOS TORAYA, JUAN DE LOS. 500 años nos acompañan: Ana Cairo, Araceli de construcción en Cuba. La Ha- García Carranza, Mercedes Santos bana: Editorial Chavin. Servicios Grá- Moray, Jesús Dueñas, Enrique López ficos y Editoriales, SL, 2001. Mesa, Natalia Revueltas, Julio García FERNÁNDEZ ROBAINA, TOMÁS. Apuntes Oliveras, Elena Alavéz, Paul Estrade, para la historia de la Biblioteca Nydia Sarabia, Marta Rojas, Armando Nacional José Martí de Cuba. La Hart, José Antonio García Molina, Car- Habana: Biblioteca Nacional José men Suárez León y Eduardo Torres Martí, 2001. (Edición homenaje) Cuevas. Sólo estos nombres pueden

75 Todos me ayudaron mucho de una for- Mi Revista ma u otra en mi desempeño. Marta B. Armenteros No puedo olvidar que en 1991, ini- cio del Período Especial, fue un Editora momento de inquietudes para nosotros, pues pensábamos que la Revista deja- ría de publicarse, pero gracias a la an pasado más de 18 años desde defensa a ultranza que hizo Rafael Hque tuve en mis manos el primer Acosta de Arriba ante las autoridades número de la Revista de la Bibliote- de Cultura, no dejó de aparecer duran- ca Nacional José Martí en el cual te un tiempo (el último fue el número trabajé como redactora, y aún me pa- uno de 1993). rece un sueño que eso me hubiera Posteriormente, el departamento, de- sucedido. Siempre le agradeceré a Ra- bido a un cambio de estructura de la fael Acosta de Arriba, entonces jefe el Biblioteca, se separa de Conservación Departamento de Edición y Conserva- y nos trasladamos hacia el tercer piso, ción de la institución, que me propusiera al espacio que hoy ocupa Bibliografía para ocupar dicha plaza. Cubana, y después nos mudamos para Desde ese momento, mis conoci- donde hoy se encuentra la vicedirección mientos han ido in crescendo, no sólo de Automatización. Aquí, fue mi jefa en el plano editorial sino mucho más en Magali Silva, una experimentada edito- el intelectual, pues las disímiles temáti- ra que nos enseñó mucho. cas que aborda la publicación me han Después de varios años sin publicarse compulsado a investigar sobre ellas. debido al Período Especial, reaparece la La Revista me ha permitido Revista en 1999 gracias a la gestión de incursionar también en el mundo de la Eliades Acosta Matos, director de la Bi- computación y he podido aprender, gra- blioteca en ese momento, Marcia Medina, cias a mis compañeros, y en especial ex subdirectora de Promoción y Desa- al pintor y diseñador Luis Juan Garzón, rrollo, y de José Antonio García Valiente, a trabajar con programas como el un gran conocedor del mundo editorial y Pagemaker, el Corel Draw y el quien ocupaba la jefatura del departamen- Photoshop. to, ahora en una vieja imprenta de la A partir del momento en que me in- Biblioteca, las más de las veces rota, pero tegré al grupo editorial sentí que, por que con el esfuerzo de Francisco Pou suerte, al igual que en el Departamen- (Pancho), el que donde quiera que esté to de Información para la Cultura y el sabe que lo quise mucho, Febles y Arte de la Biblioteca Nacional, donde Manuela Suárez se lograba realizar. Así trabajaba, estaba dentro de un colectivo se inició la cuarta época con el número familiar constituido en mi primera etapa uno de enero-marzo de 1999, cuyo por Juana María García, Amelia Casa- diseñador fue Oscar Aza. nova, Rafael Acosta, María Antonia Para mí, tener en las manos ese nú- Wong, Rosario Gutiérrez, María Luisa, mero fue como el nacimiento de mi hijo: Sonia Rodríguez y Francisco (Fico). un parto difícil, pero feliz. Algo parecido

76 debió sentir Eliades Acosta al expresar El trabajo en esta Revista me ha per- en el “Editorial”: “Al cumplirse 90 años mitido conocer a muchos de sus de su nacimiento, vuelve a ver la luz la colaboradores como a Nydia Sarabia, Revista de la Biblioteca Nacional Naty Revueltas, Elena Alavéz, Jesús José Martí, homenajeándose a sí mis- Dueñas, Leonel Maza, Lourdes ma con este número, como si salir del Castellón, Maruja Iglesias, Ana Cairo, silencio y la oscuridad en que se halla- Matilde Salas, y los ya fallecidos Luis ba por cinco largos años fuese ya un Suardíaz, Francisco Pérez Guzmán y festejo digno a su majestad, y fiesta Amaury B. Carbón Sierra. grande para sus fieles lectores de todo Me viene asimismo a la mente la el mundo”. realización de las primeras revistas en A partir de 1991, muchos han sido los el Taller 04 de la imprenta Urselia Díaz compañeros que he tenido y con quie- Báez, ubicado en Zulueta y Corrales, en nes he vivido momentos de angustias e el cual se utilizaba el sistema de incertidumbres: Sonia Santana, Elda linotipos con una calidad inestimable. González, Lisbet León, Nivia Peña, Pe- Pero poco después llegó la etapa de la dro Armando Carvajal, Abel Arias, computación y la máquina de escribir Tania Olivera, Coralia Cruz, Dania dejó paso a la utilización de programas Montes de Oca, Reynier Casaus, Ale- como el WordPerfect y el Word, y la jandro de la Osa, y Del Toro. De igual composición y el diseño dejaron de ser forma deseo agradecer la colaboración manuales para ser realizados en Corel con sus viñetas al pintor Rolando Draw o PageMaker, lo cual agiliza y Vázquez Hernández. facilita el trabajo, aunque se haya per- Muy importante ha sido trabajar des- dido un poco la labor artesanal de mis de 1999 con Araceli García Carranza inicios, cuando todos ayudábamos a como jefa de redacción, cuyos conoci- emplanar la publicación. mientos, desvelos y consejos han sido de Estoy segura de que me quedan mu- mucho valor para mí, así como los de su chos recuerdos de esta etapa, pero hermana Josefina, quien me asesoró en serían interminables, por ello sólo me mis inicios. Y también el hecho de que queda expresar mis deseos de que esta, una hermandad nacida en la cola de la mi Revista, una de las primeras, si no ruta cinco, se continuara afianzando des- la primera, dedicada a las humanidades de mi accidente. Ese hermano y uno de en América Latina, permanezca llevan- mis pilares en relación con la Revista es do a estudiantes e investigadores sus Bárbaro Ravelo Fernández, a quien textos llenos de sabiduría. agradezco su apoyo inconmensurable y ¡Feliz centenario y que cumplas mu- sus ratos agradables tomando café en chos más! mi casa.

77 El reinicio de la Revista en 1999 José Antonio García Valiente Ex jefe del Departamento de Ediciones de la Biblioteca Nacional José Martí .....,_ ..--- ··­ ebido a la situación económica del Dpaís que condujo al Período Espe- cial, la Biblioteca Nacional José Martí dejó de publicar en 1993 la Revista que lleva su nombre, fundada en 1909 por Domingo Figarola Caneda. dirección de la Biblioteca, previa eva- En 1998, con la incorporación a la luación y análisis técnico Biblioteca, como director, de Eliades correspondientes, reiniciar la edición y Acosta Matos, entre otras, tomó la de- producción gráfica con los medios y re- cisión de retomar la edición de las cursos que poseíamos en la Biblioteca, publicaciones tradicionales de la insti- así como adquirir el papel y la cartuli- tución, en particular de la Revista por na e integrar un grupo de trabajo con su historia, contenido e importancia li- el personal disponible para ese objeti- teraria. vo. La edición, que incluía la La reproducción gráfica de la pu- introducción de textos, redacción, pre- blicación hasta el número aparecido paración de originales y diseño se en 1993 se realizaba en la imprenta ejecutaron por los compañeros Lisbet Urbelia Díaz Báez, del Instituto Cu- León, Oscar Aza y Marta Beatriz bano del Libro, por medios Armenteros. tipográficos, pues no existía experien- La reproducción gráfica contaba con cia en el procesamiento en offset, una base tecnológica no acorde a las pero en esos momentos no existía la necesidades: una Hamada 500 con for- posibilidad de hacerlo porque no ha- mato de 91/4 x 14 pulgadas como bía financiamiento para tal propósito máximo, una guillotina obsoleta sin ho- y todas las imprentas exigían el pago jas de corte, y una presilladora de en moneda convertible. alambre. Los originales se procesarían En tales circunstancias, propusimos en máster de papel en un elefax PC5 [Este plural es de modestia, porque en por Célida. Dos operarios, Pancho y realidad lo propuso él. N. de la E.] a la Febles, además de una encuadernadora

78 manual, Manuela, así como parte del · Preparar la edición para su repro- personal del Departamento de Con- ducción en offset sin una experiencia servación conformó el equipo de anterior y sin los recursos tecnológicos trabajo. La dirección técnica fue asu- necesarios. mida por mí. · Procesar tecnológicamente un ori- La impresión se realizó en pliegos de ginal con medios no diseñados para tal cuatro hojas, posteriormente alzados y propósito, con formatos operados en presillados para colocar la portada, y sus límites, reproducción electrostática después realizar el corte final en la gui- (máster de papel), incluso vencidos por llotina. La portada en cartulina se el tiempo, así como el tratamiento ma- imprimió utilizando viejas planchas nual en la encuadernación. presensibilizadas. Esto fue posible por la voluntad y el Sobre la marcha se fueron resolvien- compromiso de todos los que participa- do innumerables limitaciones de mos en el reinicio de una publicación que carácter material con el apoyo de otras encierra en sí misma parte de la cultura imprentas a las que también debemos nacional, así como por el apoyo y la con- agradecer su colaboración. fianza que la dirección de la Biblioteca Considero que fueron muchos los re- Nacional depositó en nosotros. tos vencidos, pero los mayores fueron:

79 Juan Marinello Vidaurreta, llamado Marinello, “nuestro martiano mayor“, tuvo la huella de sus escritos en esta publicación cen- el martiano tenaria, donde también aparecieron homenajes a su inmensa y humanista creación. Pienso entonces que si lo re- mayor cordamos en estos días, cuando hacen 32 años que físicamente desapareció, en una Revista rendimos también tributo a una de las revistas que lo recibió. Hasta el triunfo revolucionario del centenaria año 1959 no se le dio oportunidad a Mario Antonio Padilla Marinello de escribir en esta publica- ción, pues su formación comunista Torres sólida le impedía divulgar obras que de- Investigador safiaran las administraciones de turno. Su elam martiano, combinado con las ideas más revolucionarias del marxis- Qué pensaría Domingo Figarola mo leninismo, fueron impedimentos, a ¿Caneda, director fundador de la Re- nuestro criterio, para que este gran in- vista de la Biblioteca Nacional en telectual pudiera expresar sus criterios 1909, si pudiera ver cómo 100 años des- políticos y culturales. pués, nuestra revista es un baluarte que Aquellos que lo conocieron cuentan ofrece un legado cultural en cada una que casi sin visión llegaba con la mo- de sus páginas? destia que lo caracterizaba a la Sala Muchas de las cuartillas son testigos José Martí de la Biblioteca Nacional y de la producción espiritual de grandes durante horas estudiaba el pensamiento pensadores y reconocidos escritores que del Apóstol de nuestra independencia o han dejado una huella indeleble en di- animaba charlas con Cintio Vitier. La jo- ferentes números. Esa bibliografía ven generación que surgía observaba imprescindible es una fortaleza viva y con un respeto apostólico a aquel hom- a través de ella se han cultivado varias bre que vivió junto a varias generaciones, generaciones de cubanos y extranjeros. incluyendo la época de Julio Antonio Hoy la Revista cumple su función y Mella y Rubén Martínez Villena. se esmera en divulgar temáticas múlti- En 1970, en su año 61, en el período ples que de una forma u otra penetran enero-abril, sale a la luz en la Revista en el amplio espectro de la cultura cu- uno de sus escritos “Sobre nuestra crí- bana. Los más veteranos intelectuales tica literaria“, y más adelante aparecen junto a la nueva pléyade transmiten otros trabajos de carácter literario, aun- sus investigaciones, criterios e impre- que es de significar el homenaje que le siones del mundo de hoy a través de rinde a Carpentier en 1975 y la apari- acontecimientos o figuras imprescindi- ción de su ensayo dedicado a Pablo de bles de la intelectualidad cubana. la Torriente Brau en 1984.

80 Según mi criterio, estos primeros tra- otros compañeros al publicar en la Re- bajos escritos con anterioridad reflejan vista durante varios años la bibliografía una combinación del Marinello hombre de Juan Marinello y los suplementos, de cultura y el pensador político, que que representa, a mi entender, una la- le da al arte su valor sustancial defen- bor humana y de rescate histórico de diendo con claridad las cualidades su obra. integradoras de la crítica literaria desde Pueden existir criterios de cada un ángulo estético-político. En ellos cul- tiempo del desarrollo de la Revista, tiva el ensayo sobre los hombres que pero a mi parecer estos 50 años que han transcendido por sus aportes teóri- representan su mitad de existencia, han co-prácticos en sus propias creaciones sido fructíferos en la difusión de la obra intelectuales. de nuestros grandes intelectuales y han En 1974 aparecen otros textos en la reflejado a hombres y obras humanas Revista relacionados con su obra y que merecen nuestro respeto. vida, entre los cuales se destaca las pa- La difusión de parte de la bibliogra- labras de Vicentina Antuña al ser fía activa o pasiva de Juan Marinello es declarado Juan Marinello Profesor ejemplo de lo expuesto, se hizo justicia Emérito. Las conclusiones de la inter- para el comunista que con su pluma y vención reflejan la peculiar imbricación acción combativa revolucionaria repre- del intelectual transdisciplinario y el di- senta tan dignamente el paradigma de rigente político que representó: un intelectual revolucionario. Gracias a Maestro Juan Marinello: la Revista por este gesto tan patriótico Al otorgarle el título de Profesor y generoso hacia un hombre que usa- Emérito, la Universidad de La Ha- ba la modestia como práctica cotidiana bana siente que hoy como nunca de su accionar. representa la voluntad de todo Si Marinello estuviera observándo- nuestro pueblo. De nuestro pueblo nos, se sentiría feliz de ver cómo que ama su permanente lección de después de muertos somos útiles cuan- dignidad y decoro; que admira y do se representa la causa de los respeta en usted su ejemplaridad humildes con humildad. Si viera el de- como intelectual revolucionario y sarrollo de la ensayística en Cuba bajo como líder político, y que no olvida los preceptos de su magisterio y obser- que, aun en los momentos más di- vara cómo en el aquel recinto para él fíciles y aciagos de nuestro ominoso de gran espiritualidad adonde acudía a pasado, mantuvo usted en alto la fe diario, y la Revista de ese emblemáti- en su capacidad para labrarse el co lugar difunden su creación y la de futuro de libertad, justicia y paz que otros intelectuales que hablan con la hoy esta construyendo. pluma de su obra que trasciende en el No podría pasar por alto destacar el tiempo, expresaría: “La revista cente- gran valor que representa el trabajo pa- naria merece honor”. ciente de Josefina García Carranza y

81 Imagen aparecida en el periódico El Porvenir, de Nueva York, en 1891

82 Enrique José Varona (1849-1933)

Martí en Varona Josefina Meza Paz Profesora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona

aracterizar la relación que existió Centre esas dos grandes figuras que fueron José Martí (1853-1895) y Enrique José Varona (1849-1933), y valorar cómo contribuye el primero a la radicalización política del segundo en la lucha contra el colonialismo español, es el propósito de este trabajo. Varona evoluciona al independen- tismo a partir del análisis que hace de do en que inicia sus actividades la realidad económica y sociopolítica conspirativas para organizar la Guerra cubana, y a ello contribuye Martí a tra- Chiquita. vés de la relación personal y epistolar En marzo de 1879, en ocasión de ce- que desarrollaron. lebrarse una velada oratoria en aquel Liceo sobre el idealismo y el naturalismo Relaciones entre Martí y Varo- en el arte, en la que Varona y Martí con- na en vida de ambos tendieron, se conocen. El primero dejó su testimonio de este encuentro en un Cuando se conocen en 1879 artículo años después. Martí parte de Guatemala en julio de En “Mis recuerdos de Martí”,1 pu- 1878, después de renunciar a sus cla- blicado en la revista El Fígaro el 5 de ses en la Escuela Normal como marzo de 1905, expresa Varona que protesta por la injusta destitución de su Martí no le era desconocido, pues ha- director, el cubano José María bía leído su folleto político El presidio Izaguirre. político en Cuba, escrito siendo un ado- Ya en Cuba, es nombrado socio de lescente, del cual le había sorprendido honor del Liceo de Guanabacoa y “el sello de vigorosa personalidad” que poco después es elegido secretario de emanaba de sus páginas; también asegu- su Sección de Literatura. Es el perío- raba que poseía el don de la elocuencia.

83 Sobre cuando se conocen y el efecto efecto más atenuador. Sucedió así, que le causó la intervención del Após- no porque el orador se mostrase in- tol enuncia: ferior a sí mismo, sino porque más A poco de su llegada, me ofreció la habituado yo a su manera, mi gus- ocasión apetecida una fiesta del Li- to vaciado en otros moldes estaba ceo de Guanabacoa. Nunca olvidaré ya prevenido y, sin poderlo reme- el embeleso en que estuve todo el diar, a la defensiva. Pero me doy tiempo que habló Martí. La cadencia cuenta del efecto maravilloso que de sus períodos, a que sólo parecía debía producir, sobre todo en los faltar la rima para ser verso, mecía emigrados soñadores, anhelosos de mi espíritu como verdadera música y esperanzas, su palabra de vidente, con el efecto propio de la música. Al desatada en torbellino por la vehe- mismo tiempo, pasaban ante mí, como mencia de su fe patriótica. enjambres de abejas doradas, como Varona en carta al señor Arturo R. de surtidores y canastillos de agua lumi- Carricarte,2 sin fecha, atesorada en el nosa, como rosetones de fuego que Fondo Varona del Archivo Nacional, ex- se abren por el éter en manojos de plica sobre el mismo asunto que la oro, zafiros y esmeraldas, sus pala- prodigiosa arenga de Martí acerca del bras sonoras, en tropel de imágenes idealismo en las bellas artes produjo una deslumbrantes, que parecían elevar- vibración intensa en el espíritu de sus se en espiras interminables y poblar oyentes, pero que no se conserva por no el espacio de fantasmas de luz. Era haber tenido taquígrafos, y afirma que un arrullo continuado que me produ- llevó su contestación por escrito, unas cía, en vez de somnolencia, noches después, el 13 de marzo. deslumbramiento. Y añade: Correspondencia intercambiada Cuando supe que había de contes- Cinco cartas de Martí a Varona, que tarle, desperté bruscamente, y con caracterizan la relación epistolar entre no poco sobresalto, porque advertí ambos en la década de 1880, han lle- que, cautivado por la melodía, poca gado a nosotros; las de Varona a Martí atención había podido prestar a la desgraciadamente han desaparecido. trama lógica de las ideas. Mi impre- En la del 1º de diciembre de 1881, sión había sido artística, y no Martí, desde Nueva York, se interesa intelectual. Supongo que de ello ha- por conocer lo que escribe Varona y bría de resentirse la disertación con especialmente por sus conferencias fi- que le contesté. Todavía los prime- losóficas, preguntándole si las ha ros párrafos de ella revelan la impreso.3 Las concernientes a Lógica, suspensión en que me había deja- Psicología y Moral que Varona impar- do su palabra y esa imaginación te en cursos y publica en esa década, desbordada y cautivadora. representan un salto adelante del saber Para finalmente reflexionar: filosófico cubano. Oí después a Martí otras veces, Al año siguiente, el 28 de julio de siempre con mucho gusto, pero con 1882, le dice que no ha podido leer el

84 tomo en que se publican juntas sus con- en El Economista Americano de ferencias y reconoce su labor Nueva York: “Pocas páginas son, to- diciéndole: “lo que usted hace regocija das de oro. Se cuenta en ellas con y nutre”. Y le envía el Ismaelillo por palabras cargadas de sentido la vida ser de los que estima.4 de aquel Krasinski, hijo de un polaco Debe destacarse que las anteriores débil, que amó demasiado a su patria cartas corresponden a los años en que para aconsejarle una guerra inútil Varona forma parte de la Junta Cen- […]. Se cuenta la eterna doblez de tral del Partido Autonomista, y por lo la tiranía […]”. tanto se deduce que Martí, a pesar de Y después afirma: esa filiación política, se le aproxima por- Habla el cubano Varona una admi- que le valora positivamente. rable lengua, no como otras En carta del 13 de septiembre de acicalada y lechuguina, sino de 1887, Martí le escribe sobre “El poe- aquella robustez que nace de la lo- ta anónimo de Polonia” reconociendo zanía y salud del pensamiento. su definición independentista, al perca- Vuela su prosa, cuando la levanta tarse de que ese trabajo era sólo un la indignación, con la tajante y se- emotivo himno a la lucha por la inde- rena ala del águila: globos bruñidos pendencia de Cuba, y valora la parecen sus párrafos: la continua honestidad de su autor: “Yo no veo en nobleza de la idea la da su lengua- mi tierra, fuera de los afectos natura- je: y es su realce mayor la santa les de familia, persona a quien deba yo angustia con que, compuesta en la querer más que a Ud., por la limpieza mente la imagen cabal del mundo de su carácter y la hermosura de su libre y armonioso, ve a su pueblo, talento”, y añade: “Ud. no me manda cual Krasinski al suyo, padecer lo suyo, porque lo de El Poeta ha sido bajo un régimen que los injuria, una casualidad, por mí bien entendida; como un ente maldito y deforme. pero yo, más que en lo que publica, lo ¡Las llamas son la lengua natural leo en lo que calla”.5 en desdicha semejante! Su belle- “El poeta anónimo de Polonia”6 fue za y su fuego tienen los párrafos la conferencia pronunciada por Varona de Varona en este estudio artísti- en la Caridad del Cerro el 14 de mayo co y ferviente.7 del mismo año, donde se define por el En su carta del 17 de marzo de 1889 independentismo. Su asunto trataba de Martí se refiere a las gestiones que un joven polaco, hijo de un traidor, que hará para procurar la edición de las en forma anónima se dedica a cantar obras de Varona en el extranjero, las de a la lucha de su pueblo contra el inva- Lógica, Psicología y Moral, pues opina sor ruso, lo que le permitió expresar que estos “[…] libros lo valen y son entrelíneas su condena a la tiranía del necesarios en Hispanoamérica”, índice colonialismo español y su aspiración a de lo mucho que los valora. la independencia cubana. Señala que escribirá “[…] un estu- En agosto de 1887, Martí publica pá- dio enérgico como introducción de las rrafos encomiásticos sobre “El poeta…” Conferencias que contribuya a gestionar

85 su reproducción en países como Argen- autor de las Conferencias Filosóficas, tina y México”. Y sobre las propias y le reconoce cualidades morales a la Conferencias filosóficas plantea: “La par que su definición independentista Moral no la he recibido hasta ahora. La entre líneas, en su conferencia sobre Lógica y la Psicología ¿no sabe Ud. “El poeta anónimo…”. que dicen cuanto se puede decir en jus- ticia y que son inmejorables?”.8 Encuentro personal en 1884 En su última carta a Varona del 22 de Después de haberse conocido, sólo mayo de 1889, Martí al comentar sobre en una breve ocasión más se encontra- situaciones adversas le dice: “¡Qué ale- ron de nuevo, cuando Varona pasó por gría verlo a Ud. entre estas penas, como Nueva York en 1884 como diputado a una flor de mármol!”. Le compara táci- Cortes por el Partido Autonomista en tamente con esta planta que se parte, viaje hacia España. pero no se doblega en probable alusión Del reencuentro y del influjo que el al carácter íntegro de Varona, y por úl- Apóstol nuevamente ejerció sobre Va- timo le expresa: “[…] sé que en mi tierra rona, este también dejó testimonio en hay aún hombres como Ud. que le man- “Mis recuerdos de Martí”: tengan el corazón y le saneen el aire Fue otra forma de hechizo la que podrido”.9 ejerció sobre mí el orador del Liceo, De esa relación epistolar escribió pero más duradera. De Martí, en la plá- Varona en su artículo “Mis recuerdos tica mano a mano, en la efusión de Martí”, ya mencionado: “Nos escri- espontánea de su pensamiento ardoro- bíamos de cuando en cuando. Sus so que brotaba por los labios, los ojos cartas, fuera el que fuese el asunto, y los ademanes […]. Sí, su palabra era tenían el mismo magnetismo de su algo viviente que trasfundía vida. Me conversación. Se le oía y se le veía al parece verlo, el día que nos separamos través de los amplios trazos de su le- […]. En medio del bullicio atronador tra nerviosa. Escribía a sus amigos […] de la enorme ciudad, yo no oía como les hablaba, las imágenes flota- sino su voz conmovida, que me con- ban bajo su pluma como en sus labios, movía, deslumbrado una vez más por el corazón se le derramaba tras las pa- su lenguaje fulgurante, enternecido por labras”.10 sus expresiones de afecto; confundi- Estos elementos nos permiten do un instante con él en una misma aproximarnos a la mutua admiración tristeza por incertidumbre que envol- que se profesaban, a pesar de las di- vía, cual pesada niebla, el porvenir de ferencias ideopolíticas, filosóficas y la patria admirado yo de verlo sacudir de temperamento de sus personalida- de súbito esos pensamientos sombríos, des, y al hecho de que Martí ejerciera como si ya su visión interna se alum- una positiva influencia ideológica so- brara con los lejanos resplandores de bre Varona para su radicalización una nueva aurora.11 independentista. Evidentemente, Varona se refería a Martí valora la importancia y calidad la visión martiana de la lucha por la li- de la labor intelectual varoniana, como beración de la patria.

86 Crítica de Martí a Seis confe- Misión a Cuba, Cayo Hueso y Martí, rencias la que publicó en La Habana en 1944. Varona reunió y publicó los siguientes En el verano de 1894, una década seis trabajos bajo el título anterior: “Ideas después de su último encuentro, Varo- de Mlle de Scudery sobre la educación na viajó a Nueva York para ver a Martí, de las mujeres”; “Dos teorías sobre el ya que ante el llamado de este y la in- amor (Platón y Michelet)”; “Emerson”; minencia del estallido insurreccional “Importancia social del arte”; “Víctor juzgaba deber imperioso detener al pue- Hugo como poeta satírico” y blo “[…] cuanto fuera posible al borde “Cervantes”. Son conferencias pronun- del oscuro vía crucis para que midiese ciadas entre 1882 y 1884 consideradas bien sus fuerzas y los obstáculos de por algunos como el más importante todo orden que habían de contrastarlo” cuaderno de temas literarios en la pro- sin que esto fuera óbice para su incor- ducción decimonónica varoniana. poración posterior. Martí en la crítica que publicó en ene- Pocos días antes Martí había sali- ro de 1888 sobre los anteriores textos, do para México y Varona se incluyó a su autor entre “los hombres entrevistó entonces con Benjamín superiores” y señaló como hilo lógico Guerra, el tesorero del Partido Revo- invisible que da unidad y coherencia a lucionario Cubano, dejándolo enterado las conferencias, el amor a la patria y de su propósito y de transmitirlo a atribuyó a Varona “[…] aquel paternal Martí.13 Ni entonces ni después se y doloroso cariño, don peculiar de las volverían a ver. almas ilustres, por la humanidad débil e infeliz”.12 Es evidente pues que a Valoraciones de Varona sobre Martí tenía que interesarle ganar para Martí o algún aspecto de su obra, el campo de la liberación nacional a un ya desaparecido el Apóstol intelectual de la calidad de Varona, a Varona sustituye a Martí en el perió- quien reconoce y con quien se identifi- dico Patria. Ya iniciada la guerra de ca por el amor a Cuba. 1895 y muerto Martí, Varona respon- dió a su anterior llamado y se dirigió a Viaje de Varona a Nueva York Nueva York en octubre de ese año. Allí para ver a Martí en 1894 colaboró estrechamente desde las filas En el mismo año de la fundación del del Partido Revolucionario Cubano y le Partido Revolucionario Cubano (PRC), sustituyó en la dirección del periódico 1892, Martí delegó en el comandante Patria, vocero en la práctica del parti- mambí Gerardo Castellanos la tarea de do, desarrollando una destacada labor incorporar a la revolución a una serie por la causa revolucionaria en el perio- de figuras, entre ellas a Varona, quien dismo cubano. así recibió la propuesta martiana de ser- Durante tres años –entre octubre de vir con su pluma a la independencia 1895 y noviembre de 1898–, Varona es- desde la emigración. El hijo del coman- cribió en Patria y continuó la labor por dante Castellanos, de igual nombre que la liberación nacional iniciada por el padre aporta esta versión en su obra Martí. Fue director de la publicación

87 desde la primera fecha y agosto de La Sociedad se disolvió dos meses 1897, casi dos años, cuando la dele- después de creada y a fines de 1897, gación del partido asumió su dirección; el delegado Tomás Estrada Palma asu- a partir de entonces continuó redac- mió la dirección de Patria, sustituyendo tando editoriales hasta su regreso a a Varona por haber dado a conocer sus Cuba. posiciones sobre la SCEJE desde sus En uno de sus primeros editoriales páginas, aunque este continuó escribien- Varona escribió: “El programa del pe- do artículos sin cargo alguno en riódico está contenido en las bases del adelante. PRC. Su espíritu es, y no puede ser Sin dudas, fue un error político de otro, el de su inmortal fundador. Los que Varona, aunque este no invalida su con- hemos recogido alguna parte de la in- tribución a la causa revolucionaria mensa carga que sostuvo en sus durante la guerra.15 Es oportuno aña- robustos hombros, hemos de hacer dir que en 1899, después de su regreso cuanto alcancen nuestras fuerzas para a La Habana, dirigió, entre febrero y que su obra no desmerezca en nuestras octubre de ese año, un nuevo periódi- manos”.14 co nombrado también Patria, lo cual Imprescindible es mencionar que la indica la importancia concedida por él labor de Varona no está exenta de con- al fundado por Martí. tradicciones en este período. Fue presidente de la Sociedad Cubana de “Martí y su obra política”: dis- Estudios Jurídicos y Económicos curso de Varona (SCEJE), creada en noviembre de 1896, Varona fue el primer intelectual bur- la cual se propuso redactar las leyes gués cubano que supo apreciar el valor de la futura república, y estaba inte- de la acción y obra de José Martí, grada por más de 60 miembros, cuando aún no se comprendía el alcan- hacendados, manufactureros y profe- ce de su labor. Fue pionero, por decirlo sionales burgueses. contemporáneamente, en la valoración La SCEJE fue criticada por Rafael del autor intelectual del Moncada. Esto Serra, intelectual de origen obrero, se pone de relieve en su discurso periodista y educador cubano “Martí y su obra política” de marzo de independentista y por otros revolucio- 1896 en la velada conmemorativa de la narios, quienes desde el periódico La Sociedad Literaria Hispanoamericana, Doctrina de Martí desarrollaron una de la que Martí fue uno de sus presi- polémica con Varona. Objetaban que dentes más queridos, donde exaltó la no estaba incorporada al Partido Revo- labor realizada por este en pro de la lu- lucionario Cubano y realizaba cha por la liberación nacional desde que actividades propias de este, que no con- fue condenado al presidio hasta su tribuía con sus fondos al servicio de la muerte y lo valora altamente: guerra e intentaba infiltrar un espíritu […] el soñador escondía un verda- conservador burgués en leyes e insti- dero hombre de acción […], fue un tuciones, por la procedencia clasista de gran agitador político […], tenía fe, sus miembros. fe profunda en la justicia de su cau-

88 sa […]. Todo en él fue notable, Artículos de Varona en los tres todo extraordinario, pero aquello aniversarios posteriores a la que lo señala y pone a un lado, muerte de Martí aquello que lo eleva sobre muchos Varona escribió editoriales en Patria es la cualidad maestra, la que cons- para conmemorar la fecha. Ellos fue- tituye a los directores de hombres ron: “Primer aniversario” (20 de mayo y a los jefes de pueblos: su facul- de 1896); “Dos Ríos” (19 de mayo de tad de armonizar, de organizar […]. 1897) y “19 de mayo” (18 de mayo de Vio más hondo que todos los suyos, 1898). porque sentía más hondo […], fue En el primero expresa: “Hagamos un hombre tipo. Uno por la fijeza de hoy y siempre el elogio de Martí, pero su idea, uno por la firmeza de su hagamos también, hoy y siempre, el carácter […]. No hay vida más dig- propósito de comprenderlo y el esfuer- na de admiración que la del patriota zo por imitarlo”, para después referirse cubano José Martí. Sus amigos ín- a una idea martiana que analiza: “Que- timos lo reconocían, cuando le remos fundar la República cordial”, de daban el noble y cariñoso título de la cual afirma que es un programa por- maestro. Los cubanos todos lo re- que representa “La república para todos conocemos […]. los que quieran servir a la república” Y lo enjuicia magistral y acertadamen- sin distinción, ni exclusión. Y llama a te al expresar: “Martí, poeta, escritor, tener presente el espíritu martiano y a orador, catedrático, agente consular, hacer buena su herencia,19 lo que per- periodista, agitador, conspirador, esta- mite deducir la importancia de la huella dista y soldado no fue en el fondo y martiana en Varona. siempre sino Martí patriota. Para ver y abarcar desde un punto central la exis- Sobre “Martí en los Estados tencia tan accidentada de este grande Unidos” hombre, nada es tan adecuado como No obstante la “breve y circunstan- considerar su obra política […]. Esta es cial” –como la califica el historiador la esencia […]”.16 Fernando Portuondo– relación personal De ese discurso diría Raúl Roa que entre Martí y Varona,20 el interés y ad- al leerlo en su juventud le pareció ver miración que sentía este por el Apóstol a Martí de cuerpo presente, y que aún le permitió captar su peculiar ubicación en todo lo escrito sobre nuestro héroe en relación a los Estados Unidos, aun nacional nadie ha podido superar ese cuando la interpretación varoniana no discurso,17 mientras que Medardo Vitier, pueda salirse de los marcos de su en- biógrafo de Varona, lo enjuicia como su foque liberal admirativo del desarrollo pieza oratoria más importante.18 capitalista de ese país. Es cierto que Varona, tan mesurado Al publicarse la obra titulada En los y reflexivo en su estilo, al valorar a Estados Unidos con trabajos de Martí Martí, excepcionalmente desborda sen- por Gonzalo de Quesada y Aróstegui en timiento, tal es el impacto que le 1902,21 Varona enjuicia positivamente en causara. el artículo “Martí en los Estados Unidos”,

89 escrito el 24 de agosto de ese año y pu- “Mis recuerdos de Martí” blicado el siguiente 7 de septiembre en Dicho artículo de Varona de 1905, ya la revista El Fígaro, las crónicas citado antes por su carácter testimonial martianas sobre ese país allí reproduci- sobre el Apóstol, concluye con mues- das, interpretando que su autor no podía tras de la añoranza varoniana por Martí: dejar de sentirse subyugado por la so- “No he vuelto a ver a Martí, sino aho- ciedad norteamericana, que a su ra, sobre su blanco pedestal de mármol, entender encarnaba el ideal al que se glorioso desaparecido que ha entrado en debía aspirar, pero que la inmortalidad. No sé si será un senti- […] la repulsión étnica, a pesar de miento egoísta; pero más quisiera que su gran superioridad mental, lo do- su mano extendida aún pudiera calen- mina y lo esclaviza. Por eso no hay tar la mía; y que su ancha frente de pormenor chocante que se le es- iluminado pudiera todavía inclinarse so- cape, por mucho esplendor que bre Cuba, para dar calor a su alma con tenga el cuadro, ni hombre a quien las chispas de su noble pensamiento”.23 no encuentre el esguince, por don- En diciembre de 1930, tres años an- de el rostro toma aspecto de tes de morir, en una encuesta que le caricatura. Martí admiraba a la hacen sobre Martí, diría “[…] que fue democracia, que aplicaba tan feliz- grande por su talento y grande por el mente ante sus ojos las teorías que corazón”.24 le eran más caras, pero no la ama- ba. Todo su amor iba desbordado Conclusiones hacia los pueblos del Sur, hacia lo Dos elementos permiten afirmar que que él llamaba, con mimo espon- Martí contribuyó a la evolución hacia el táneo, nuestra América. independentismo de Varona: el extraor- No penetra en las agudas críticas de dinario impacto que la personalidad del Martí a la democracia norteamerica- primero causó en el segundo, es uno, y na, aunque sí se percata de que su el otro, el reconocimiento que el Após- amor era para lo que llamaba “nues- tol hace de la labor científico-intelectual tra América” y acierta cuando plantea y literaria de Varona, desde que este que: “Capítulo muy importante de la militaba en el autonomismo. historia de Cuba escribiría el que pu- Sin desconocer que Martí y Varona diera poner en claro. Con exactitud se identificaron por su amor a Cuba y histórica, el modo con que apreciaba a su liberación nacional, hay que reco- Martí el papel de los Estados Unidos nocer que entre ellos existieron entre en la revolución que predicaba y pre- otros, algunas diferencias de índole po- paraba […]”.22 lítica a causa de sus diversas Es decir, Varona captó la crítica experiencias vitales y formación. martiana a la sociedad norteamericana Martí es un dirigente revolucionario donde vivió, sólo que no pudo explicár- radical a fines del siglo XIX, con una con- sela correctamente, porque su propia cepción antimperialista, que rompe con concepción liberal lo limitaba y se lo la ideología liberal y con simpatías por impedía. las luchas obreras, mientras que Varo-

90 na es un intelectual reformista liberal 15 Meza, Josefina. La obra político-social de que no alcanzará las posiciones ante- Enrique José Varona. Política y Sociedad. La riores, sino al final de su vida, décadas Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1999. p. 3. 16 después. Varona, Enrique José. Martí y su obra política., 14 de marzo de 1896. Discurso en De la colonia a la República. En De la colonia a la república. Notas La Habana: Editora Cuba Contemporánea, 1919. La Habana, 1919. p. 83. 17 Roa, Raúl. “Enrique José Varona en su 1 Varona, Enrique José. Mis recuerdos de Martí. centenario”. En Retorno a la alborada. Santa El Fígaro (La Habana) 112; 5 mar. 1905. Clara: Universidad Central de Las Villas, 1964. 2 ______. “Carta al sr. Arturo R. de Carricarte. t. 2, p. 66. Sin fecha”. En Crítica Literaria. Enrique José 18 Vitier, Medardo. Homenaje a Enrique José Varona. La Habana: Editorial Letras Cubanas, Varona en el cincuentenario de su primera lección 1979. p. 534. de Filosofía (1880-1930). La Habana, 1935. p. 3 Martí, José. “Epistolario”. En Obras 558. completas. La Habana: Editora Nacional de 19 Varona, Enrique José. “Primer aniversario. Cuba, 1965. t. 20, p. 290. Patria, mayo 20 de 1896”. En Artículos. La 4 ______. Ibídem, p. 298. Habana: Publicaciones del Ministerio de 5 ______. Ibídem, p. 330. Educación, 1951. 6 Varona, Enrique José. “El poeta anónimo de 20 Portuondo, Fernando. “Martí y sus amigos Polonia”. En: Artículos y discursos. Habana: Cecilio Acosta y Enrique Jose Varona”. En Imprenta de A. Álvarez, 1891. p. 72. Estudios de Historia de Cuba. La Habana: 7 Martí, José. “El poeta anónimo de Polonia. Por Editorial de Ciencias Sociales, 1973. p. 233. E. J. Varona”. En Op. cit. (3). t. 5, p. 116. 21 Martí, José. En los Estados Unidos / Publicado 8 ______. Ibídem, t. 20, p. 342. por Gonzalo de Quesada y Aróstegui. Imprenta 9 ______. Ídem, p. 346. de la Gaceta de la Habana, 1922. t. 3. 22 10 Varona, E. J. Op. cit. (1). p. 114. Varona, Enrique José. Martí en los Estados Unidos El Fígaro (La Habana) 412; 7 sept. 1902. 11 ______. Ídem, p. 113. 23 Varona, E. J. Op. cit. (1). p. 114. 12 Martí, J. “Seis conferencias”. Op. cit. (3). t. 5, 24 p. 119. ______. “Respuestas a un cuestionario sobre Martí”. En Op. cit. (2). p. 535. 13 Varona, E. J. Op. cit. (1). p. 114. 14 Cabrera, Olga. “Una interpretación de la vida y el pensamiento de Enrique José Varona. Apéndice”. En Op. cit. (2). p. 545.

91 Enrique José Varona: una aproximación a su obra literaria Gerardo C. García Barceló Profesor de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona

nrique José Varona (1949-1933), artística”. Y Luis A. Baralt destaca en Ecuyo 160 aniversario de su natali- él al “Hombre avisadísimo en cuestiones cio conmemoramos en el 2009, es una literarias y artísticas, daba a las artes una de las figuras más entrañables en cuan- primordial importancia en el conjunto de to a lo que a formación de la nación la vida del hombre en sociedad”.1 cubana y a consolidación de su concien- Sobre la influencia ejercida dentro de cia se refiere. Intelectual de anchísimo la república neocolonial, ha señalado espectro, reconocido y venerado como Raúl Roa en El fuego de la semilla en filósofo, pedagogo, guía de juventudes el surco: “Sepultados el pensamiento e imagen de lo más selecto de nuestra revolucionario y la letra innovadora de conciencia nacional en momentos cla- Martí bajo la profusa hojarasca de sus ves de nuestra historia, cultivó también panegiristas de aniversario, Varona y con acierto el texto literario. Sanguily, aunque absorbidos por sus de- Lo más excepcional del pensamiento beres públicos, conservan la rectoría cubano de todas las épocas se ha pro- intelectual ganada con su obra pretéri- nunciado con respeto y veneración ta, acrecida ahora moralmente por sus respecto a la obra de Varona, para los patrióticos consejos, advertencias y cuales esta ha conservado y probable- reconvenciones”.2 mente elevado en muchos casos vigencia Y más adelante dirá, refiriéndose a y alcance. José María Chacón y Calvo la significación que alcanza su ejem- lo conceptuó como: “[…] un cubano plo entre la joven intelectualidad cubana egregio que perteneció al linaje de los de las primeras décadas del siglo XX: fundadores”. Y Ángel Augier subraya- “[…] a Sanguily y a Varona los exhi- ría en 1949: “[…] su vigorosa influencia ben como modelos de escritura ancilar, en la liberación del pensamiento hispa- patriotismo integérrimos y ética públi- noamericano de las ataduras teológicas ca. Eran sus mentores cívicos”.3 e idealistas –siguiendo la corriente racio- En los albores de la década del 80 del nalista y científica de nuestros pasado siglo, afirmará la estudiosa cu- fundadores, Caballero y Varela–, y su bana Olga Cabrera, compiladora de sus apostolado de las esencias sociales pre- artículos literarios: “Concibió el periodis- dominantes en la creación literaria y mo y el magisterio como los mejores

92 vehículos para lograr la ascensión de su un singular y pujante momento litera- pueblo, para hacerlo grande, superior. rio representado por voces de Debe recordarse el papel que destina- elevadísima calidad, no sólo desde el ba a la educación y a la cultura. Hacer ámbito insular, sino incluso desde el ciudadanos que actúen como una fuer- continente, y que coincidirá con las za sobre los gobiernos”.4 cristalizaciones de los ideales Todos estos criterios avalan la impor- independentistas formulados por tancia dentro del proyecto de nuestra Varela, Luz y Caballero, Vicente An- nación de Enrique José Varona y su tonio de Castro, los próceres del 68 y obra, como uno de nuestros padres fun- que conseguirán su más elevada con- dadores, heredero de la mejor tradición creción en la labor y prédica de cultural, educativa, social y política cu- Nuestro Héroe Nacional José Martí. bana. Por ello, con este trabajo se ha Al acercarnos al asunto referido a los pretendido una relectura desde la ac- intentos de clasificación generacional tualidad del texto varoniano con la cual dentro del romanticismo en Cuba, exis- se privilegie su relevancia y valores, a te consenso entre nuestros estudiosos partir del análisis de ejemplos seleccio- en lo relativo al reconocimiento de dos nados, representativos de un discurso promociones dentro del movimiento. En literario que constituye complemento la segunda, caracterizada por el inten- cultural ineludible de su figura. to de rectificar imperfecciones y descuidos dentro de este momento li- Varona, su obra poética y el ro- terario y proponerse alcanzar una manticismo literario expresión más sosegada y libre de ex- El aporte cubano al romanticismo li- cesos, denominada “reacción del buen terario, momento cultural que nació gusto”, capitaneada por Rafael María unido a la idea de la libertad, al surgi- de Mendive, excelente poeta cuya la- miento de nuestras repúblicas y a la bor creativa ha quedado opacada por búsqueda de las claves para desentra- el hecho trascendental de haber sido el ñar las esencias de nuestro paisaje, no entrañable maestro de José Martí, en- son nada despreciables. Nuestra patria contraría su espacio la obra del Enrique vio nacer al primero de los románticos José Varona. latinoamericanos en la persona excep- No parecen subsistir dudas en cuan- cional del poeta José María Heredia, to al planteo anterior por parte de aquel que elevó a categoría de símbolo nuestra crítica. No obstante, en este in- de nuestra nacionalidad a la palma y tento de redimensionamiento que se cantó como nadie la naturaleza desata- propone nuestro trabajo consideramos da en sus fuerzas elementales en su que los argumentos esgrimidos por Emilio poema dedicado al “Niágara”. Carilla en su ensayo titulado “El Roman- Heredia inscribió en el imaginario de ticismo en la América hispana” aportan ese movimiento el inicial acercamien- otras perspectivas nada despreciables to, en el ámbito de la lengua, a nuestro sobre este momento literario, que per- mundo desde esa estética. Posterior- miten llegar a conceptuaciones más mente, verán nuestras tierras florecer sólidas sobre el asunto que nos ocupa.

93 Reconoce este autor la existencia de terizada, en su caso, por una brevedad tres generaciones, tomando como refe- capaz de no dejar cabos sueltos y de rente el año de nacimiento: la primera, transmitir ideas de tal magnitud y pro- que contempla los nacidos entre 1800 fundidad, muchas de las cuales y 1825, es decir, la de los iniciadores; conservan su actualidad. Aparecieron la segunda, con los nacidos entre 1825 en las revistas de la época y fueron re- y 1850, y una tercera, donde ubica a los cogidos, sobre todo, en Desde mi nacidos en torno a 1850.5 belvedere (1907) y en Violetas y orti- En el tercer grupo, Carilla coloca a gas (1917). Varona y señala que dicha promoción La comisión que reeditó en La Ha- se funde, a fines de siglo con un mo- bana en 1938 Violetas y ortigas afirmó dernismo entrañable, polémico, para los que lo hacían “[…] conservando el mis- cubanos que –curiosamente– no des- mo número de artículos y el orden de echó todo lo del movimiento antecesor, la edición de 1917”, para más adelante sino que conservó de este lo que tenía señalar: “El artículo, como tipo de com- de elegante, despojado de excesos.6 posición en prosa, se eleva en Varona Por lo tanto, la generación en la que a verdadera categoría literaria […], se ubica a este autor muestra límites prefería el reducido marco del artículo menos visibles, caracteres románticos para sus juicios”.8 diluidos e, incluso, hay momentos don- Veamos algunos ejemplos capaces de se superponen el movimiento que de corroborar la opinión anterior. En el termina con el que comienza: un mo- trabajo titulado “El periódico moderno”, dernismo que será el encargado de aparecido entre las páginas 29 y 33 se alcanzar la independencia intelectual, expresan algunas ideas que parecen no postulada por Andrés Bello como emer- haber perdido vigencia hasta hoy. Dice: gencia ineludible, que complementaría “Hoy la opinión pública se hace oír en la política. todas partes […]. Las transformacio- No debemos minimizar la importan- nes del periódico corresponden a los cia de las tres primeras décadas de la cambios del valor y la importancia de vida del intelectual camagüeyano, de- la opinión”.9 dicadas a estudios filológicos y de Sobre dicha publicación periódica literatura comparada, así como al cul- apunta: “[…] se adapta a las necesida- tivo de la poesía, y esto, unido a la des que llena y para adaptarse se sólida cultura humanista que le acom- transforma”. Y continúa: “Lo que carac- paña, serán aspectos que no escapan teriza al verdadero periódico moderno es a la mirada avizora de Salvador Bueno la amplitud de sus informes, que se ex- en Figuras cubanas.7 tienden desde lo más trivial hasta lo más Adentrémonos en el análisis a partir singular y extraordinario […]. Su propó- del artículo periodístico, que en Varona sito es fotografiar la sociedad, y su se convierte en todo un paradigma de deber la exactitud del parecido”.10 corrección, buen gusto y modernidad. Destaca además la importancia del Resulta muy curiosa la predilección del cultivo de un periodismo dirigido a satis- autor por esta tipología textual carac- facer intereses del lector, con veracidad

94 y amplitud, dentro de una modernidad en La primera edición posee un prefacio, su concepción que dialoga con las ten- “Para disculparme”, donde plantea dencias más representativas de la consideraciones muy interesantes so- prensa en su momento y que hasta hoy bre la quiebra de lo objetivo y expone conservan su vigencia. una formulación que realmente habla El 9 de mayo de 1905, con motivo de sus personales concepciones esté- de la celebración de los 300 años de la ticas al decir: “Todo libro es una publicación de la novela El ingenioso confesión”. hidalgo Don Quijote de la Mancha, Los 57 pequeños textos se dirigen a publica “Cómo debe leerse El Quijote”, fijar algún aspecto importante de la vida que muy bien podría tomarse como o del espíritu de un hombre que, por modelo para una lectura moderna y momentos, no puede sustraerse del in- esclarecedora de este texto de Miguel flujo ejercido sobre él por la naturaleza de Cervantes, donde comienza refirién- desatada en sus fuerzas elementales o dose a los encuentros diferentes que en su inmensidad. Recorren un espec- realizó con la novela a lo largo de su tro variadísimo, que contempla desde lo vida, y formula una enunciación de cla- universal hasta lo cubano, desde ridad meridiana: “[…] la mejor manera Dreifus, un caso que sonó tanto y so- de honrar al autor del ‘Quijote’ sea, no bre el cual se escribió mucho en la aumentar la secta de los cervantistas, época, hasta el poeta Heredia y el 10 sino acrecer el número de los lectores de Octubre, entre otros temas. de Cervantes”,11 idea que considera- Una curiosidad. Entre los firmantes mos que mantiene toda su validez, de la nota editorial de la edición de cuando hoy los profesores, junto a la 1938 se encuentran algunos de los re- sociedad toda, intentamos, por las más presentantes más significativos de la diversas vías, la recuperación de los intelectualidad republicana como Fer- hábitos lectores de los estudiantes, a la nando Ortiz, Medardo Vitier, Emeterio vez que privilegia una idea esencial: S. Santovenia, y nada supera la experiencia de la lectu- Fermín Peraza. ra de la obra que, como todos sabemos, Entre los numerosos trabajos que cambia su recepción y se enriquece con conservan su vigencia nos referiremos, el paso de los años. además, a dos en particular, aparecidos Más adelante destaca una de las cua- durante la intervención norteamericana lidades que lo impactan del relato, al en nuestras tierras y que muestran el referirse a la llaneza de la novela. En fin, alcance del pensamiento de Varona, in- privilegia la lectura sincera, el disfrute del cluso dentro de la comprometida mundo de prodigios de cada capítulo, lo situación de nuestra patria en esos mo- cual permite recordar la obra con emo- mentos. En “Educación popular” (junio ción, sin olvidar la fina tristeza que la de 1899), reflexiona sobre un proyecto atraviesa por todas partes. de educación para Cuba total y progre- En 1905 se publica Desde mi belve- sivo, que deberán emprender los dere (reeditado en 1917 y 1938), que gobiernos desde arriba y donde coloca en también recoge trabajos periodísticos. un primer lugar al maestro concebido

95 como un guía, como aquel que ha ex- futuro que acompañan al cubano, Va- plorado más y descubierto más amplios rona nos coloca ante un reto: reanimar horizontes. La modernidad y validez de y salvar a Cuba. Destaca, entonces, la sus planteos son hoy evidentes. concepción de la libertad de la patria en En el otro, “A barrer” (mayo de el texto herediano como obra de sanea- 1899), en una cuerda muy cercana al miento moral, a tono con sus ideas y costumbrismo romántico que tanta im- actuación. portancia tuvo entre nosotros por sus Dirá sobre nuestro poeta del Niágara: preocupaciones sobre la manera de ser “Cantó en lenguaje no oído hasta en- del cubano, Varona parte de un prover- tonces en Cuba cuanto hay de tierno y bio chino, que expresa: “Si cada cual bello en los sentimientos humanos, barriera delante de su puerta, las calles cuanto hay de grandioso en la natura- estarían limpias”, y reflexiona sobre la leza, cuanto hay de sublime en las necesidad de la construcción progresi- obras y el espíritu del hombre. Y sus va y futura de un alma nueva para el versos armoniosos volaron por todo el cubano del mañana, elaborada necesa- país, como enjambre de ideas riamente por nosotros mismos. En este fulgurantes, que iban a punzar las almas examen de conciencia que postula y dormidas y a llenar con imperecedero realiza el autor invita a “[…] cada cual susurro las conciencias”.13 escobar los rezagos del régimen ante- La originalidad, agudeza, cubanía, el rior […]”.12 dominio del oficio periodístico, la con- De múltiples y diferentes maneras, formación de un artículo de evidente que denotan la riqueza de su mirada, alcance estético caracterizan, de ma- abordó Varona la diversidad temática nera general, un paradigma construido en sus textos, siempre construidos des- por el camagüeyano sobre los cimien- de una mirada indagadora y con la tos de una cultura general sólida y profundidad y responsabilidad del intelec- abierta a las más amplias considera- tual comprometido con el “mejoramiento ciones. humano”, al decir de Martí, y con la En un texto excepcional publicado conformación de un hombre y una so- en 1951, cuando Raúl Roa era secre- ciedad superiores con los cuales se tario de Cultura, titulado Homenaje a siente comprometido. ¿De qué otra ma- Varona, que recogía trabajos escritos nera entender el acercamiento a con motivo del centenario de su nata- Heredia que incluye en este libro? licio, así como criterios sobre su obra Tras un balance inicial del siglo trans- formulados en diversos momentos, currido desde el nacimiento del poeta aparece el trabajo “Varona en la his- hasta el momento en que escribe el tex- toria literaria de Cuba”, del profesor to (diciembre de 1903), en brevísimos Raimundo Lazo, quien afirma: “[...] fue trazos consigue conformar un panora- un hombre de su tiempo, y pudo serlo ma perfecto de los males y tragedias muy cabalmente porque el siglo XIX fue soportados por la nación y que el colo- el mejor marco histórico para un es- niaje español nos legara. Ante la píritu como el suyo, tolerante y crítico pobreza, la desconfianza y el temor al a la vez”.14

96 Rumbo al poema de Varona: concebida muy al gusto de la época, en una propuesta actual de relectura consonancia con el alma del poeta, y redimensionamiento como puede apreciarse en la estrofa De los numerosos ejemplos seleccio- que expresa: nados para conformar la antología que Alberto Rocasolano publicara en 1983, Oye, Natura, espléndida bacante, integrada por cerca de 150 poemas, nos Acompaña al unísono mi voz, referiremos a algunos por su singulari- ¿No sientes ese soplo dad, dentro de un canon romántico [deslumbrante 15 liberado de excesos, como ya definimos Meteoro veloz? anteriormente, cargados de un alto gra- Esa identificación entre el alma y la na- do de intuición y conquistas expresivas, turaleza desatada, tan cara a los que imponen una necesaria y justa re- románticos la consigue Varona en la valorización. penúltima estrofa, cuando expresa una En Poesías escogidas, con textos conceptuación del amor como fuerza escritos entre 1872 y 1875, encontra- arrasadora, muy personal: mos el poema titulado “Amor”, realizado cuando el autor contaba 24 El filtro que se infunde en sus años. Lo primero que llama la atención [entrañas, es la utilización de la lira irregular como Que da al volcán su aliento estrofa, con versos endecasílabos y [abrasador, heptasílabos, con rima aconsonantada y Que arranca de su asiento las fórmula ABAb. A lo largo de nueve de [montañas, 16 ellas, indaga en lo que pudiera denomi- Virgen, es el amor. narse la fisiología del amor, cuando para Dirá finalmente a la amada: “Tú vives destacar las manifestaciones visibles de de lo que amas./ Y yo… de lo que este sentimiento utiliza interrogaciones amé”. El amor ha terminado con la rup- retóricas, como en el caso de la segun- tura de la pareja, muy a tono con el da estrofa: paradigma del amor romántico impo- sible. ¿La faz inclinas y sonriendo Un poema como este puede servir [gimes? para ilustrar la conceptuación del tex- ¿Qué susurros aguardas, qué to lírico que impuso el romanticismo [canción? en su época y que, todavía hoy, el ¿Detienes el andar? ¿El pecho paso del tiempo no ha podido privar [oprimes? de las preferencias del lector. ¿Qué ¿Palpita el corazón? apuntar a favor de su autor?: la so- Pero, además, encontramos otros tópi- briedad de una expresión, conseguida cos románticos presentes, el canónico de salvando estridencias gastadas a fa- la mujer-ángel, cuando conceptúa a Ju- vor de una manera de decir serena, lia como virgen, el amor como vía de mesurada, muy personal, en fin, la conocimiento de la realidad y la natura- construcción de un texto muy bien es- leza desatada típicamente romántica crito.

97 Otro ejemplo de interés lo constituye la predilección romántica. Retoma el “La dama blanca” (1877), y que perte- campo cubano en sus elementos esen- nece a lo denominado como segunda ciales definidores: la palma, símbolo de parte de sus Poesías, donde se recogen nacionalidad, a la que Heredia dio car- textos escritos entre 1875 y 1878. ta de identidad, y el río. Aquí introduce Refiere el poema una tradición otro tópico muy del gusto de ellos: lo bayamesa, la de la dama referida con exótico, al referirse a la cultura árabe anterioridad. Como todos sabemos, ese en el canto de la dama blanca, el cual asunto de las leyendas fue de la predi- relata las recompensas maravillosas lección de los románticos en la época que dispensará a quien obtenga sus fa- y hemos visto que ellas han tributado a vores. los más diversos momentos históricos. La tercera nos presenta la historia Como si esto fuera poco, no resulta del amado, muerto ahogado persiguien- ocioso recordar que dentro del movi- do una ilusión. De nuevo el amor miento se crea la forma genérica romántico interrumpido por la muerte denominada “tradición” por el peruano que, a la vez, nos recuerda al protago- Ricardo Palma y la cual contemplaba la nista de la leyenda de Gustavo Adolfo presentación, en prosa, de una historia Bécquer que busca la ilusión del rayo con ciertas dosis de ficción, provenien- de luna; textos entre los que se podría tes, a veces, del imaginario popular. En establecer un diálogo intertextual enri- Cuba, serían muy reconocidas las escri- quecedor. tas por Álvaro de la Iglesia. Sin lugar a dudas, la historia hermo- En el caso de Varona, este asume sa de la dama blanca está muy bien otro molde, el lírico, para expresar la expresada y realza su valor la presen- historia dividida en tres partes perfec- tación de un paisaje cubano que tamente delimitadas. La primera nos contempla lo guajiro, la noche de luna, presenta a una guajira virginal, nombra- nuestro río más extenso visto como co- da Rosario, niña devenida mujer por el rriente rápida, espumosa franja; nuestra amor, nos aclara el poeta, que la sitúa flora: palmas, yagrumas, júcaros; nues- en un espacio cubano: tra fauna: garzas, entre otros elementos de la naturaleza insular. Rosario, guajira bella Formalmente, el metro elegido es el De las floridas sabanas sonoro octosílabo, utilizado en nuestra Por donde el Cauto sereno música popular campesina, agrupado en 17 Y anchuroso se dilata; estrofas de cuatro versos, donde los Al construir ese primer espacio para la impares quedan libres y los pares riman naturaleza, el autor elige el paisaje ru- en asonancia. Con semejante combina- ral cubano, típico para situar su historia, ción, el poeta consigue una musicalidad pero libre de estridencias y, aunque sin sugerente y grata al oído. dudas resulta idealizado, se destaca por También en otra cuerda se mueve su estilización en muy pocos rasgos. Varona, a quien nos lo presentan como En la segunda parte se refiere la le- poeta de mucho oficio y recursos ines- yenda, motivo como ya expresamos de perados. En el poema “XXVII”,

98 perteneciente a “Gotas de rocío”, dice: cibe a la muerte del padre. Escéptico, “Con la estación vernal vuelven las flo- al final del poema intentará poseer a res/ Mas no vuelven al alma sus una joven esclava, que temerosa del amores”.18 amo acudirá a su benevolencia para Si bien sigue indagando en el tópico evitar la posesión: del amor perdido romántico que no vuel- ve, por la concentración, la expresión Sin medios de evadirse, conceptual, la brevedad, desde su es- Cual acosado cervatillo tructura de pareados monorrimos La faz candente al suelo, endecasílabos, nos recuerda el Sintiéndose a la par como antipoema parriano posterior que, como [azotada 20 sabemos, tiene su antecedente en la Por ráfaga de hielo […]. poesía del español Campoamor. La concepción de Arturo de Guzmán El crítico cubano Alberto Rocasolano, como ese aristócrata contradictorio y autor del prólogo a Poesías escogidas banal recuerda una formulación poste- de Enrique José Varona, publicadas rior, realizada por el poeta español por la editorial Letras Cubanas, había Antonio Machado, en “El pasado efí- establecido ya aquí importantes mero”, donde construye la imagen del recurrencias entre la obra del cubano terrateniente venido a menos económi- y la del asturiano, sobre todo en la cons- camente, típico del fin de siglo español trucción de un poema breve, de marcado post desastre del 98. Es evidente la po- conceptualismo en el lenguaje. Y, por su- sibilidad de diálogo entre ambos textos, puesto, no olvida recordarnos que este muestras de las preocupaciones de los ha sido considerado por la crítica el pri- autores por el futuro y sus indagacio- mer antipoeta de la lengua.19 nes en la sociedad. Varona presenta a Por último, queremos referirnos a un Guzmán, desde el inicio, como perso- texto que pertenece a Paisajes cuba- naje contradictorio, típico de lo nos, titulado “Bajo la capa del cielo”, romántico. Ya desde la primera estro- escrito en 1875. Los motivos que nos fa, en el último verso, advierte: “Ama llevan a valorarlo son de naturaleza di- la libertad y tiene esclavos”. ferente a los anteriores. El texto nos Se destacan, asimismo, las referen- habla de un joven llamado Arturo de cias al paisaje cubano. En la imagen del Guzmán, que ha sido “educado fuera” atardecer en nuestros campos resulta (expresión que evidentemente dialoga innegable que el poeta alcanza expresio- con nuestros escritores costumbristas nes poéticas logradas, por ejemplo al del siglo XIX, los cuales albergaron sus conceptuar al trueno lejano como “Adiós preocupaciones y reservas sobre esta de la violenta turbonada”, dentro de un instrucción, como lo muestran numero- tratamiento de la tormenta como natu- sos artículos periodísticos de la época), raleza desatada, evidentemente muy que lleva una vida disipada, ha viajado mesurado. También sirve la naturaleza por Europa y vive rodeado de para comparar el recelo y el temor que aduladores de su fama. Regresa a provoca en la joven y bella esclava, Cuba a disfrutar de la herencia que re- cuando la contrasta con una torcaza,

99 al refugiarse en el jardín, tratando de de sus artículos y permiten arribar a evitar al amo. una justa revalorización de textos de Utiliza en su estructura la silva, es- una expresión poética que hoy día pa- trofa aconsonantada de diferente rece un tanto olvidada, pero no exenta número de versos, endecasílabos y de méritos. heptasílabos, muy del gusto de los poe- Se muestra al autor como poeta, due- tas cultos, que había sido introducida por ño de un sólido oficio y múltiples el bardo renacentista español Garcilaso recursos, que alcanza logros expresivos de la Vega en el siglo XVI. muy encomiables y da un espacio per- En un trabajo titulado “La poesía de sonal a la naturaleza cubana concebida D. Enrique José Varona”, aparecido en desde sus aspectos más típicos y el Diario de la Marina en 1949, José estilizados. María Chacón y Calvo reconoce la in- justicia del olvido notorio al que se ha Notas sometido su obra poética. Un poco an- tes se ha interrogado: “¿Fue la poesía 1 Homenaje a Enrique José Varona en el de Varona un mero ejercicio literario, centenario de su natalicio. La Habana: Dirección un divertimento de humanista? ¿Res- de Cultura, 1951. 2 t. pondía, por el contrario, a una profunda 2 Roa, Raúl. El fuego de la semilla en el surco. La actitud de espíritu? Creo, sin vacilar, en Habana: Letras Cubanas, 1982. p. 51. esta segunda interpretación”,21 postura 3 Ibídem, p. 65. que entendemos, conserva su vigencia 4 Varona, Enrique José. Crítica literaria. La hasta hoy. Habana: Letras Cubanas, 1979. p. 10. 5 Llaudy, E. e Inés María Izquierdo. Literatura Conclusiones hispanoamericana. Selección de lecturas. La El periodismo de Varona, dentro de Habana: Editorial Libros para la Educación, 1979. su proyección cultural, participa de un 6 Ibídem, pp. 167-168. magisterio que el autor desplegó a lo 7 Bueno, Salvador. Figuras cubanas. La Habana: largo de su vida y muestra concepcio- Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, 1964. p. 87. nes modernas y renovadoras sobre el 8 Varona, Enrique José. Violetas y ortigas. La contenido de los diarios, la concepción Habana: Cultural S.A., 1938. p. 5. de la lectura como disfrute y sus pre- 9 Ibídem, p. 3. ocupaciones sobre la construcción de la 10 Ibídem, pp. 30-31. nacionalidad, elementos que mantienen 11 Ibídem, p. 248. su actualidad hasta hoy. 12 ______. Desde mi belvedere. La Habana: Consideramos que la expresión se- Editorial Trópico, 1938. p. 74. rena y mesurada, así como el dominio 13 Ibídem, p. 165. de los múltiples recursos utilizados por 14 Homenaje a Enrique José Varona… Op. cit. Varona merecen una relectura actual, (1). p. 231. por la formulación de un proyecto de 15 Varona, Enrique José. Poesías escogidas. La modernidad cultural concretado en los Habana: Letras Cubanas, 1983. p. 73. valores académicos, ético-humanísticos, 16 Ibídem, p. 74. de cubanía, que acompañan la calidad 17 Ibídem, p. 102.

100 18 Ibídem, p. 143. 19 Ibídem, p. 27. 20 Ibídem, p. 113. 21 Homenaje a Enrique José Varona… Op. cit. (1). p. 15.

Otra bibliografía

ARCOS, JORGE L., Y OTROS. Historia de la literatura cubana. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 2005. MARTÍNEZ, M. Y OTROS. Temas de teoría de la literatura. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1989.

101 El pensamiento ético de Varona. Del naturalismo ético a la eticidad revolucionaria* Armando Chávez Antúnez Profesor de la Universidad de La Habana

n la historia de Cuba, la moral Eha jugado un papel decisivo en el desarrollo de acontecimientos que han representado verdaderos hitos de la vida nacional. Desde los albores de la nacionalidad cubana hasta la lucha por la edificación del socialismo, las fuer- zas progresistas han sido movidas por intereses que tienen una relación estre- cha con ansias de perfeccionamiento social y humano. La búsqueda del bienestar de la patria, el establecimien- to de un mundo humano donde la persona pueda desenvolver todas sus potencialidades, en fin, la motivación moral ha guiado la actuación de nues- tras vanguardias revolucionarias. Dr. Enrique José Varona. Óleo del natural por Para comprender la esencia de esa Valderrama moralidad revolucionaria, uno de los te- soros más preciados de nuestro pasado ha podido ser así, porque una constan- y nuestro presente, resulta muy impor- te en las concepciones éticas de tante conocer el pensamiento ético de nuestras individualidades descollantes las figuras cimeras de la patria. Ese ha sido el humanismo, el patriotismo y ideario moral de las grandes persona- la solidaridad con otros pueblos, es de- lidades nacionales se ha convertido en cir, la primacía de los intereses sociales una poderosa fuerza que ha impulsa- en relación con los intereses persona- do nuestra creación histórica. Y esto les. En su lucha por un destino mejor,

* Ponencia presentada en el evento Varona y Ortiz en el torrente de ideas, efectuado en abril del 2009 en el Centro Hispanoamericano de Cultura, La Habana.

102 las fuerzas morales han sido la princi- se valió de la educación como medio y pal reserva del pueblo cubano y el de la moral como vía. Por esta razón, pensamiento ético de los grandes hom- el conocimiento del pensamiento ético bres ha devenido el cimiento, el motor varoniano resulta un punto de referen- y la expresión más elevada de la mo- cia obligado para comprender sus ralidad revolucionaria. indiscutibles aportes a la formación de El conocimiento del pensamiento una conciencia patriótica cubana. ético cubano, a través de sus exponen- El pensamiento ético de Varona so- tes más relevantes, resulta necesario bre todo sus interpretaciones acerca del para entender el fundamento de nues- fenómeno moral se conforma inicial- tros avances revolucionarios. Guiar mente bajo la influencia del naturalismo, nuestra conducta a partir de los prin- en particular por los descubrimientos de cipios morales que ellos propulsaron y Charles Darwin y los trabajos de H. concretaron en la práctica, constituye Spencer. En esa etapa, las concepcio- un punto de referencia insuperable nes éticas varonianas aparecen que nos permitirá sostener una acti- sistematizadas en la tercera parte de tud de vanguardia en el quehacer sus Conferencias filosóficas de 1882. cotidiano. Bajo el nombre de Moral, nuestro pen- En el desarrollo histórico de la mo- sador explicita sus criterios éticos. Su ralidad nacional sobresale por méritos punto de partida consiste en considerar- propios y por su calidad de iniciador la como un objeto de estudio que debe Enrique José Varona (1849-1933), ser abordado con rigor científico. En quien fue portador de un pensamiento este sentido escribe: “[…] el estudio de ético de gran aliento teórico y, a la vez, la moral no será para nosotros materia hombre de su tiempo, cuya conducta de apasionadas discusiones, ni pretex- moral fue ejemplar. Por eso, el estu- to para tiradas sentimentales, sino un dio de la eticidad varoniana deviene nuevo e interesante objeto de análisis, deber y necesidad. Deber porque sig- en que procederemos, en cuanto sea nifica desentrañar un pensamiento posible, a la manera de los naturalistas; ético de verdadera valía que correspon- estudiándolo todo sin prejuicios ni teo- de a la de los fundadores de la patria; rías preconcebidas”.1 necesidad, ya que la ética preconiza- Enrique José Varona, en sus prime- da por Varona, por pertenecer al fondo ros trabajos de proyección ética, de oro de la moralidad cubana, considera que el mundo moral es una vertebra con nuestras aspiraciones ac- prolongación de fenómenos similares a tuales de formar una personalidad los que se dan en el ámbito de los caracterizada por una conciencia mo- comportamientos zoológicos. El evo- ral superior. lucionismo spenceriano y el Si quisiéramos expresar con breves darwinismo social constituyen las ba- palabras la esencia de su periplo vital ses teórico-metodológicas a partir de diríamos que fue un escultor de hom- las cuales nuestro filósofo interpreta y bres, un forjador de conciencias. Para explica el quehacer humano en gene- llevar a cabo su misión concientizadora ral, y el fenómeno moral en particular.

103 Fundamentando su punto de vista, Va- lograr la adaptación al medio y, por rona expone que ende, una existencia digna de la condi- […] la gran ley que rige la vida de ción humana. Nuestro pensador explica las sociedades como la de todos los este punto de vista cuando expresa: organismos es una evolución incesan- Ahora bien, si según el supuesto se te, o sea, una adaptación continuada han fortalecido los sentimientos e a las circunstancias externas, mer- ideas en consonancia con el esta- ced a la transmisión hereditaria de do social, es claro que el individuo los caracteres útiles, adquiridos por en cuestión se encuentra en las variaciones y modificaciones lentas mejores condiciones para vencer en el curso de la existencia individual las dificultades de la lucha por la y colectiva, siendo esta ley una ley existencia, prolongar su vida y repro- social, y la primera de todas, la for- ducirse en una sucesión numerosa a mación de los sentimientos morales la que puede transmitir, en todo o en tiene que entrar de lleno bajo su de- parte, los caracteres heredados y pendencia.2 adquiridos, y a la que puede colo- Por las limitaciones que el evolucionis- car así en mejores condiciones de mo impone a sus concepciones éticas, existencia. Es decir, el individuo ad- Varona argumenta la existencia de con- quiere, por el ejercicio y por la ductas morales en los animales y llega transmisión, práctica, y robustece a establecer similitudes entre manifes- sentimientos de un orden que lo ha- taciones instintivas en el mundo animal cen singularmente apto para la vida y comportamientos morales en el ám- social: estos son los sentimientos bito humano. En este sentido expresa morales.4 que “[…] tan pronto como la asocia- En consonancia con su filiación ción por familias se ha presentado en evolucionista, Enrique José Varona, en la forma de un hecho constante, en de- los comienzos de la década del 80 del terminadas especies encontramos que siglo XIX, se pronunciaba en contra de ha surgido el respeto a la vida animal la lucha de clases y moralmente la ca- semejante que ayuda a la función lificaba como una manifestación de reproductiva, comienza la simpatía y los egoísmo. Se muestra contrario a toda actos adquieren un carácter manifies- transformación violenta en el seno de tamente moral”.3 la sociedad y propugna la colaboración En el despegue del pensamiento éti- entre las clases. “Lo que se ha llama- co varoniano, los conceptos de do el espíritu de clase –expresaba adaptación al medio, y la lucha por la Varona– no ha sido más que un egoís- existencia, herencia y variabilidad cons- mo colectivo de determinadas partes de tituyen claves fundamentales para un cuerpo social, enfrente del resto y en comprender y explicar la moral como antagonismo permanente. El resultado ha fenómeno humano. La vida social, en sido siempre una serie de conmociones su criterio, no es más que una expre- más o menos profundas que han altera- sión de lucha por la existencia, y la do, desviado o anulado el proceso de los moralidad el vehículo más idóneo para organismos en que ha tenido lugar”.5

104 En esta etapa, Varona concibe la solu- manecer. La era del imperialismo ha ción de los males que aquejan a la patria completado su trayectoria”.8 Y agre- mediante la utilización de formas no vio- gaba: lentas. Posteriormente, reniega de esas En ocasiones me figuro asistir a la posiciones reformistas y proclama la apocalíptica destrucción del mundo, moralidad de la lucha revolucionaria. la cual predice el alumbramiento de En los últimos años de la fecunda otro orden social muy diverso. Los existencia de Enrique José Varona, su poderes públicos, elevados sobre pensamiento ético rebasa el estrecho las mismas ideas en que se había marco del darwinismo social. A contra- nutrido mi espíritu, parecen tocados pelo de su naturalismo ético de las de vértigo, y lanzados unos contra décadas anteriores, llegó a plantear: otros en una colisión tremenda de “La moral es una cosa puramente hu- la que han de salir destrozados. mana. En el resto de la naturaleza no Sólo el socialismo como doctrina se se encuentra. Ni debajo, ni encima del mantiene o pretende mantenerse hombre. Varía con él, varía en el tiem- fuera del conflicto, cual si hubiera po, varía en el espacio”.6 de ser el llamado a edificar sobre Los cambios que Varona experimen- estas ruinas.9 ta en su pensamiento, constituyen un Y barruntando el porvenir, aquel ancia- resultado de la influencia que sobre su no venerable, pletórico de sabiduría espíritu alerta ejercieron acontecimien- precisó: “El mundo se transforma; ha- tos tales como la conversión de Cuba gámonos dignos de vivir en los nuevos en neocolonia yanqui, la Primera Gue- tiempos que se alborean”.10 rra Mundial, la Revolución de Octubre Conducirse moralmente en la vida y la crisis general del capitalismo. To- fue el sentido de la existencia de Va- das estas realidades minaron su rona, concretando acciones en confianza en las posibilidades del régi- beneficio de sus semejantes y procu- men burgués y le hicieron comprender rando mediante el concurso personal la las potencialidades que presupone la lu- satisfacción de los intereses nacionales. cha de los trabajadores como propulsora La consecución del bien mayor para sus de un nuevo mundo, un mundo verda- compatriotas constituyó su divisa ética. deramente humano. Con excepcional Este fundamento colectivista que estu- previsión auguró que “[…] la lucha que vo presente en sus concepciones, lo ahora empieza de veras, la lucha entre llevó a propugnar el humanismo como el propietario y el proletario dejará pe- principio rector de la conciencia moral queñitas a cuantas ha presenciado la y a ver en el patriotismo el fundamen- humanidad con espanto”.7 to por antonomasia, para una práctica Haciendo patente ese optimismo his- moral consecuentemente humana. tórico que caracterizó a la etapa Enrique José Varona fue conciencia conclusiva de su periplo vital, Varona ale- de su medio y de su época. Y como con- gaba: “El imperialismo americano ha ciencia real reflejó las contradicciones llegado a su cúspide. Y a la cúspide se que pugnaban en el seno de su pueblo puede llegar, en ella no es dable per- y a nivel mundial en la etapa histórica

105 que le tocó vivir. Como ser humano 4 Ibídem, p. 174. siempre lo persiguió el ansia de avan- 5 Ibídem, p. 32. zar en su modo de pensar y de servir 6 ______. Cuba Contemporánea (La Habana) mejor a los intereses de su patria. Por 26:11; 1921. esas razones, como bien expresó Car- 7 ______. Con el eslabón. Manzanillo: Editorial los Rafael Rodríguez: “Varona es uno El Arte, 1927. p. 94. 8 de los puentes entre el pasado cubano ______. “Carta a Jorge Mañach”. En 11 Pensamiento revolucionario cubano. La Habana: y nuestras ideas actuales”. Editorial de Ciencias Sociales, 1971. t. 1, p. 269. 9 ______. De la colonia a la república. La Habana: Editora Cuba Contemporánea, 1919. Notas p. 6. 1 Varona, Enrique José. Conferencias filosóficas. 10 ______. Op. cit. (8). Moral. La Habana. Establecimiento Tipográfico, 11 Rodríguez, Carlos Rafael. Lo que honramos en O Reilly No. 9, 1888. p. 7. Varona. Fundamentos (La Habana) 406; 1949. 2 Ibídem, p. 173. 3 Ibídem, p. 9.

106 Acercamiento al ideario educativo de Enrique José Varona y Pera* Justo A. Chávez Rodríguez Investigador del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas

njuiciar el pensamiento educativo de Para Varona, toda teoría educativa EVarona siempre ha traído al estu- debía tener como brújula orientadora dioso, preocupaciones metodológicas. una filosofía de la educación, y es evi- En primer lugar, sus ideas acerca de la dente que para él resultó la vertiente educación se encuentran dispersas en cientificista del positivismo, la cual pro- artículos, discursos y ensayos, conte- fesó ampliamente. “De la concepción nidos en revistas especializadas, general del mundo y la sociedad que periódicos, etcétera, y abarcan prác- posee cada pueblo depende su sistema ticamente toda su vida intelectual. Por de enseñanza”.1 otro lado, el ilustre camagüeyano vivió De las consecuencias sociológicas en tres períodos diferentes de la histo- de su filosofía, se desprende el hecho ria del pensamiento educativo cubano de considerar que el desarrollo del hom- y siempre se mantuvo muy activo: en bre está condicionado inevitablemente la segunda mitad del siglo XIX, período por la ley de la selección natural, ads- colonial; durante la primera intervención cribiéndose de esa forma a posiciones norteamericana en Cuba (1899-1902), del darwinismo social, predominante en y hasta los inicios de la tercera déca- su época. da de la república (1902-1933). El individuo tiene que adaptar, ajus- ¿Cómo estudiarlo? ¿Por separado y tar, su posible desarrollo a premisas retomar su obra educativa en cada pe- biológicas y, sobre todo, al entorno na- ríodo histórico?, o ¿enfrentar el estudio tural y social donde vive. Siempre su de su ideario educativo de manera in- concepción de la educación es de base tegral? Este es el enfoque que se ha naturalista. Entonces, ¿para Varona el decidido seguir. hombre se encuentra a merced de las Una particularización se puede ha- circunstancias? Sin discusión, no. Le cer. Varona elaboró la mayor parte de confirió a la educación un papel activo sus ideas educativas en la segunda mi- y necesario en el proceso de la forma- tad del siglo XIX, y trabajó en etapas ción del hombre. sucesivas en el ajuste necesario de di- cho ideario; en la práctica cotidiana, ¿Cuál es el alcance de la edu- como política educacional, diseñó mo- cación para Varona? delos educativos parciales como lo Lograr que, de una manera cons- requería la posición política que ocu- ciente y dirigida, el inevitable proceso pó en cada período histórico. de adaptación transcurra en forma

107 progresiva y evitar así los efectos no- nombre de educación”.5 Esta forma- civos que la acción educativa ción consciente a la que aludió debe ser espontánea pueda traer en la formación permanente, graduada y mediante la del individuo: “[…] educar, desde el implantación de una escuela única punto de vista comprensivo, no es nada linealmente concebida. menos que intervenir en la adaptación Asimismo, reclamó la armonización del individuo al mundo circundante y a de la influencia ejercida sobre el indi- la sociedad, facilitarla y dirigirla, para viduo en formación, entre el medio procurar que la ineludible ley de selec- social y la escuela, porque cuando hay ción se convierta en instrumento del un desequilibrio a favor de la educación progreso personal y colectivo”.2 inconsciente, entonces, “[…] aquella ¿Cuál será, entonces, el problema destruye e invalida cuanto ha querido fundamental de la educación?: “[…] la hacer la otra”.6 manera, los procedimientos, el conteni- Varona proclamó la necesidad de la do y el fin de la educación, han de enseñanza práctica y teórica, científica cambiar forzosamente con el transcur- y humanística, pero indiscutiblemente y so y las vicisitudes del tiempo, y tomar por imperativo de las circunstancias his- forma diversa en cada país, dentro de tóricas del momento, centró su interés las grandes líneas de la civilización del en especial en la formación cientificista grupo a que pertenezca”.3 y en el practicismo. El fin de la educación para Varona Conveniente es analizar que en un es el de preparar al hombre para la momento de su desarrollo histórico se vida, pero en el sentido spenceriano, en preocupó por la formación integral y el concepto positivista, ya que el hom- plena del alumno, al considerar que la bre no puede librarse de las leyes enseñanza deberá contribuir “[…] a la naturales que lo atan al nacer. Martí, en formación de los hábitos morales, al la misma etapa, desarrolló este concep- desarrollo mejor del cuerpo humano, al to en otro sentido. desenvolvimiento de la inteligencia y a La formación del hombre debe ser la expresión adecuada y racional de integral y armónica y tiene que ser res- los sentimientos y emociones de cada ponsabilidad de toda la sociedad, niño, dándose a la parte moral, la pre- especialmente de la escuela. El niño que ferencia”.7 pasa por la escuela debe salir de ella Este particular resulta interesante en con la iniciación suficiente para reali- el vuelco del pensamiento de Varona si zar su vida de hombre dentro de los se considera que estaba en un momen- límites de su capacidad natural.4 to muy ortodoxo dentro de la línea del En la “Lección VII” de sus Confe- positivismo spenceriano. Al considerar, rencias filosóficas. Lógica, Varona como otros pensadores anteriores, que expresó que la educación tiene dos la axiología y la ética debían definir la formas primordiales: “Una inconscien- naturaleza del cubano, abandonó la te e involuntaria […] y otra consciente axiología positivista y volvió los ojos y voluntaria […]. A esta última es a a la que habían impulsado en su mo- la que se da más especialmente el mento Varela y Luz. Se fortaleció

108 con la más rica tradición del pensa- vinculación de la escuela con el clima miento cubano. Por ello, el cultural cubano. pensamiento de Varona es legítimo y En síntesis, resulta un pensamiento forma parte de la más rica tradición educacional moderno que constituyó un cubana, pues, al volverse electivo, lo- impulso renovador, favoreció el tránsi- gró darle originalidad a su pensamiento to de la colonia a la república y orientó y enfocarlo, verdaderamente, a partir los primeros pasos en materia educa- de los intereses y las necesidades de la cional, a partir de 1902. nación cubana en ciernes. Otros pen- sadores, en su época, como Valdés Notas Rodríguez, y más tarde Aguayo, harán lo mismo, pero más bien en forma 1 Varona, Enrique José. Trabajos de educación y ecléctica que electiva. Valdés se afilió enseñanza. La Habana: Comisión Nacional de en parte al neotomismo y Aguayo al Educación de la UNESCO, s.a. p. 111. schlerianismo, primero, y después, al 2 Ibídem, p. 173. espiritualismo. No abandonaron la po- 3 Ibídem, p. 174. sición básica del positivismo y del 4 Ídem. pragmatismo en lo referente a la cog- 5 ______. Conferencias filosóficas. Lógica. La nición, pero sí le dieron un giro al Habana: 1980. p. 196. pensamiento, en cuanto a los problemas 6 Ibídem, p. 117. de los valores. 7 ______. Reformas de la enseñanza. Patria (La En el ideario educativo de Varona se Habana) 1(192):2. encuentran preocupaciones por la puericultura, la educación de los adul- tos, la enseñanza de la mujer, la escuela Otra bibliografía rural, los requerimientos higiénicos para CHÁVEZ, JUSTO. Bosquejo histórico de la construcción de los edificios escola- las ideas educativas en Cuba. La res, la conversión del presidio en un Habana: Editorial Pueblo y Educa- verdadero taller-escuela, el perfeccio- ción, 1996. namiento de la enseñanza de la lengua VARONA, ENRIQUE JOSÉ. Con el eslabón. vernácula, el estudio del idioma inglés Manzanillo: Biblioteca Martí, 1927. desde el cuarto grado de la primaria, así como por la educación superior y la

109 Varona: Comprensión ético- filosófica del mundo, del hombre y la sociedad María Elena García Sánchez Profesora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona

Introducción A lo largo de sus 84 años de vida y de su trabajo intelectual, Enrique José Varona (Puerto Príncipe, 13 de abril de 1849-La Habana, 19 de noviembre de 1933) fue un ejemplo de moral pú- blica y de entrega a favor del bienestar del pueblo, primero sometido al despo- tismo del coloniaje español y después empujado hacia una independencia mediatizada por los Estados Unidos. “Viviente flor de mármol”, le llamó Martí. El viejo maestro encarnó a toda una generación de la inteligencia cubana, cuyo positivismo en filosofía significó el repudió de las viejas ideas metafísicas como preámbulo del alumbramiento de y un compromiso activo con el naci- otro orden social muy diverso que ha miento de un nuevo sentido científico de llegar. de la vida, a partir de métodos experi- Su última lección cívica quedó viva mentales para la determinación de las y actuante en su consejo a los estudian- leyes últimas de cualquier enfoque o tes enfrentados a la tiranía de Gerardo conceptualización y en la comprensión Machado. Sólo a los pocos meses del de los problemas fundamentales de la derrumbe político de agosto, en 1933 razón humana. consintió en bajar a la tumba. Este es No fue un marxista, pero en sus aná- el hombre, el patriota que recordamos, lisis ético-sociales se valió de la porque su lección sigue viva y útil para comprensión materialista de la historia, nuestro tiempo como una fuerza en y cuando estalla la primera guerra im- nuestra cultura y en nuestra conducta. perialista mundial de 1914 interpreta Fue infatigable en su acción cívica dialéctica y lúcidamente el fenómeno como poeta, ensayista, crítico literario,

110 periodista, sociólogo, político, orador, del Estado y la regulación estatal de la pedagogo y sin dudas filósofo. Es esta economía es la demoledora crítica arista de su enciclopédica mente la que martiana a Spencer en su artículo “La pretendemos analizar, siendo nuestro futura esclavitud”.3 propósito valorar el pensamiento ético- Nuestra filosofía, la hispanoamerica- filosófico de Enrique José Varona a na, no obstante tener cierta originalidad, partir de los presupuestos históricos y ha sido en mucho, importada de Euro- teóricos que lo sustentaron, en corres- pa, con los problemas y métodos de pondencia con la acertada tesis leninista trabajo de ella, si bien ajustada por de que: “[…] los méritos históricos de nuestra propia experiencia y aplicada a las personalidades históricas no se juz- orientar y dar solución a nuestros pro- gan por lo que no haya dado en blemas. El pensamiento ético-filosófico relación con las exigencias de la actua- varoniano debía entroncar, necesaria- lidad, sino por lo que dieron de nuevo mente, con la tradición ética de sus en relación con sus antecesores”.1 antecesores. Con Caballero, Varela y Luz se transita de la escolástica a la fi- I. Presupuestos de partida losofía moderna, irrumpen como Los fundamentos del positivismo hay reformadores del intelecto, pensadores que buscarlos en el empirismo inglés, por cuenta propia. Su afán por elevar, que juzga tarea suprema del conocer la mediante la educación, el nivel moral e conquista de la naturaleza y el perfec- intelectual de Cuba penetró su tiempo, cionamiento2 de la vida humana, empeñados por formar hombres capa- proporcionando a la ciencia el papel ces de amar el derecho y el valor de principal. Para la transformación de la justicia. esta es trámite previo someter a críti- Durante su primera conferencia de ca toda la escolástica y poner en duda Lógica, después de exponer las ideas cuanto se juzgaba verdad. Surge como y tendencias de los principales pensa- la llamada filosofía de las ciencias, que dores de su tiempo, Varona pone de se ha convertido en base de la organi- relieve su adhesión al positivismo, na- zación técnico-industrial de la sociedad. cido de una profunda meditación Sus principales exponentes, Augusto atinente a la naturaleza y límites del co- Comte (1798-1857), John Stuart Mill nocimiento humano. Habiendo llegado (1806-1873) y Herbert Spencer (1820- a una cabal madurez intelectual, Varo- 1903) se refugian y exaltan a la ciencia na acepta de forma crítica la filosofía como único método válido, limitándose positivista, pero elabora una forma per- a la descripción de hechos. sonal de ella. En esto consiste su La historiografía positivista renuncia singularidad. al análisis de importantes problemas fi- Podemos mencionar entre las ideas losóficos y sociales. Cumple su función positivistas de mayor acogida en Va- social al defender el orden establecido rona la confianza sin límites al valor de (“orden y progreso”) y propiciar el de- la ciencia en la vida social, la crítica sarrollo del capitalismo industrial. De su de los grandes sistemas especulativos, defensa al liberalismo contra el papel la necesidad del desarrollo industrial,

111 de la cultura, del progreso social y del clase por él representada, a la que sin liberalismo democrático burgués, aun- embargo, trascendió sin rupturas que no compartió la evolución posterior definitorias. Prueba de ello es haber y el destino del positivismo en Europa. emergido del trance hasta convertirse El positivismo evolucionó por cami- en el mentor de la juventud revolucio- nos divergentes en Europa y América naria de la tercera década. Latina. En esta última aparece entre Se opuso no sólo a la dictadura de los años 1859 y 1860 con la llamada Machado, sino que observador siempre “Generación de los constructores” de la realidad social, tanto nacional (construir la civilización, la modernidad), como internacional, aun expresada su puesto que aquí, donde las transforma- no filiación socialista, escribía: “Nada ciones burguesas estaban lejos de haber más contrario a mis ideas, que este ré- obtenido su coronación y más bien gimen […], pero sí preveo que el constituían un imperativo histórico, el socialismo, en sus diversas fases, y es- positivismo debía desempeñar una fun- tructurado a las circunstancias ción social progresista, radicalizando su orgánicas de cada pueblo es el régimen antiescolasticismo. que, implantado hoy en varios países, Si a fines del siglo XIX Varona decla- sustituirá al sistema capitalista en un raba su optimismo, consistente en una futuro inmediato. Vamos, sin quererlo o ilimitada confianza en el poder de la queriéndolo hacia el socialismo […]”.5 ciencia en la vida social y en el desa- No es posible estudiar la obra filo- rrollo social progresivo, ya antes de sófica de Varona sin tomar en cuenta arribar a la década del 20 del siglo XX, esos cambios ocurridos en la sociedad se ve afectado por la desconfianza y el cubana y mundial, pues es en fin de pesimismo, a la vista del panorama de cuentas esta realidad la que activa las la república neocolonial, así como de ideas sustentadas por él. Coincidimos los hechos acaecidos a escala univer- con Raúl Roa al señalar que “[…] en sal (el estallido de la primera guerra un país como Cuba, de estructura co- mundial, coincidente con el triunfo de lonial, uncido al yugo extranjero y a la la revolución socialista de octubre). filosofía escolástica, el positivismo era Al publicar un grupo de trabajos en la doctrina congruente con el proceso 1918, expresaba la conmoción que ex- de desarrollo de la revolución democrá- perimentaba su ideología en los tica burguesa […]”.6 siguientes términos: “En ocasiones me Tanto en Cuba como en América La- figuro asistir a la apocalíptica destrucción tina, cuando tiene su florecimiento la de un mundo […]. Sólo el socialismo filosofía positivista (aproximadamente como doctrina, se mantiene o pretende entre el último tercio del siglo XIX y las mantenerse cual si hubiera de ser el lla- dos primeras décadas del siglo XX), las mado a edificar sobre todas estas condiciones para la difusión de la filoso- ruinas”.4 fía marxista eran muy adversas, la clase Es este el modo de expresión desde obrera eran aún débil y la burguesía era la óptica de su clase, de su propia quie- todavía portadora de nuevas relaciones bra ideológica, destino histórico de la de producción. Para el arbitrario poder

112 colonial español, el positivismo se presen- ción a la sociedad y su posibilidad ili- taba como una filosofía revolucionaria. mitada de perfeccionamiento. Influido por la sociología de Spencer, II. Comprensión del mundo Varona se oponía a toda sacudida vio- El positivismo sirvió de base a la com- lenta de la sociedad manteniéndose así prensión del mundo de Enrique José en el nivel del reformismo político, sin Varona, aunque este no compensó por embargo se reveló como activo parti- entero todos sus cuestionamientos. Va- dario de nuestras luchas por la rona se ubicó en posiciones más independencia e incluso llegó a justifi- avanzadas que las de esta filosofía, fue car la violencia revolucionaria frente a un positivista que superó su propio posi- la dominación colonial. Las teorías tivismo. Una vez aceptado como un evolucionistas le sirvieron de base para factor ajustado a las necesidades eco- enfrentar la concepción religiosa del nómicas de su época y factor mundo. El ateísmo varoniano fue una condicionante de estímulo al desarrollo constante mantenida en épocas dife- científico, sirvió de base a sus estudios rentes del desarrollo de la sociedad de las ciencias naturales, psicología, ló- cubana. Al fundamentar la influencia de gica, sociología, así como al impulso la religión en la moral, señala que la hi- dado a la educación media y superior. potética idea de la retribución futura Ya en 1877 Varona determina su po- determina la conducta y subordina los fi- sición filosófica al declarar: “Entre las nes inmediatos a otros más remotos, dos tendencias radicalmente opuestas actuando como coacción interna a la que se combaten a tantos siglos en el que no se opone resistencia. campo de la especulación filosófica, ha Toda la obra de Varona, filosófica, surgido en el nuestro una nueva co- científica, de crítica literaria, así como rriente que, sin desviarse a ninguno de de educador y de político fue muestra ambos peligrosos extremos, pretende, constante de su profunda y sistemáti- con el empleo de mejores métodos y el ca crítica a las instituciones y creencias auxilio de los nuevos descubrimientos religiosas. Entre sus aportes más sig- de las ciencias naturales, dar, o por lo nificativos está la elaboración y defensa menos preparar, la solución de las difí- de una ética atea y con valiosos ele- ciles cuestiones que las viejas doctrinas mentos materialistas, cimentada en que son impotentes para resolver”.7 la vida moral se sustenta en principios Sus concepciones éticas, como bús- naturales, humanos en sí, por lo cual no queda teórica, constituyen la tercera es un fruto sobrenatural. parte de sus conferencias filosóficas, Varona reprocha el sistema de po- enmarcadas en las últimas décadas del lítica positiva de Comte, su siglo XIX. En su intenso quehacer duran- subjetivismo y dogmatismo al funda- te la época republicana aplicó la ética mentar la transformación de la a la realidad económica, política y so- filosofía en una religión positiva, seña- cial que le tocó vivir. Consideraba a la lando que se había convertido “[…] en ética como ciencia y arte, postulando el mitagogo poseído de la Religión como principio de partida su subordina- del Porvenir”.8 Varona distingue dos

113 períodos en la obra de Comte: “[…] en aleja de las posiciones clásicas del po- su primera época extiende y preconiza sitivismo al reconocer que “[…] el el método inductivo [...]. En todo este papel de la filosofía es preparar esa sín- período predomina razonablemente lo tesis, llegar, si puede, a la organización objetivo y las generalizaciones filosóficas completa de los conocimientos. Y esto son legítimamente aceptadas por las no puede confundirse con el papel de ciencias”.9 Después, según su criterio, las ciencias particulares”.12 Comte trastorna su obra. Varona considera los descubrimien- Influido por Spencer, pensaba que tos científico-naturales señalados por tanto el materialismo como el idealismo Engels como factores científicos que caían en el terreno de la metafísica (de contribuyeron a la formulación de la dia- la especulación). Viable es reconocer léctica materialista y que fundamentan que tomó como la expresión más con- la unidad material del mundo (la teoría secuente del materialismo, su segunda de Kant-Laplace sobre el origen del sis- forma histórica, es decir, el materialis- tema solar y la teoría evolucionista de mo mecanicista y metafísico y, en Darwin) concediéndoles gran valor especial, su variante vulgar. Así le es para la aseveración del carácter obje- aplicable lo que escribió Engels sobre tivo del mundo y de la fuente objetiva Feuerbach, el cual “[…] confunde el del conocimiento. No concedió a Dios materialismo, que es una interpretación lugar alguno en su ontología, gnoseolo- determinada de las relaciones entre el gía, ni en su ética, pues lejos de motivar, espíritu y la materia con la forma con- reprimiría la conducta impidiendo así la creta que esta concepción revistió en felicidad humana. una determinada época histórica”.10 En su crítica ético-filosófica a la con- III. Comprensión del hombre cepción spenceriana de una causa Varona, como Sartre, consideraba primera, Varona ataca de forma subtancial para un filósofo desembocar demoledora los principios del idealismo directamente sobre los problemas hu- y la religión: “Suponer una causa pri- manos, planteando el punto en sus mera, una causa sin causa, es verdaderos términos de partida: la com- trastornar y derrocar el edificio intelec- pleja relación entre el sujeto y el objeto. tual, es introducir en nosotros mismos Parte del proceso en su unidad, el mun- la desconfianza en nuestras fuerzas do objetivo se da como el contenido de mentales y abrir la puerta a los más qui- la representación, con la ayuda de la méricos errores”.11 cual el hombre actúa y modifica la rea- Aunque expresa su no adhesión a lidad: “[…] el supremo criterio de la ninguna de las dos soluciones posibles verdad es la acción”.13 Concibe la ver- ante el problema esencial de la filoso- dad como la correspondencia del fía, el sabio camagüeyano explica el pensamiento con la realidad objetiva, surgimiento de la conciencia como el pues “[…] una verdad meramente sub- resultado de un proceso natural. Reco- jetiva es una quimera”.14 noce como punto de partida sólo a los Como filósofo confía en la ciencia fenómenos materiales concretos. Se del hombre y los métodos que emplea,

114 cual no hace del individuo un mero re- ceptor pasivo de los estímulos exteriores, de ahí su crítica al sensualismo, “[...] porque desconoce la actividad verdadera del sujeto convir- tiéndolo en una tabla rasa, llamado a repetir solamente los estímulos exterio- res”.18 El hombre no puede prescindir de la vida social, y la vida del hombre en so- ciedad determina que sea un ser moral, un ser solidario. Sus actos se adecuan a las circunstancias sociales, el sujeto se acomoda al objeto, sus actos son morales si son solidarios. El fin de la moral es la buena conducta, lo que vio- De izquierda a derecha, sentados, Dr. Gastón A. le la solidaridad social es inmoral. En su Cuadrado, Dr. Enrique José Varona, Dr. Carlos crítica al imperativo categórico Theyes, de pie, Ramón J. Alfonso y Manuel D. kantiano refuta su sentido abstracto y Díaz ahistórico, fuera del tiempo y el espa- cio, tan universal e hipotéticamente ya que un problema no resuelto no es bien intencionado que resulta impreci- un problema irresoluble “[...] para co- so y descontextualizado, privado de nocerte a ti mismo, para determinar el toda objetividad. lugar que ocupas en la naturaleza, para El escepticismo y la desesperanza descorrer el velo de los orígenes, te que se imputan a Varona fueron carac- basta a ti propio, te bastan tus métodos, terísticas que surgieron de forma te basta tu ciencia”.15 Reprocha el transitoria y no un rasgo definitorio de panlogismo hegeliano al señalar: “El yo su pensamiento. Constancia de su con- se sale de la esfera de la relatividad fianza en el hombre y de su cuando se piensa a sí mismo. Entonces crecimiento moral son estas palabras es sujeto y objeto a la vez. Con un pe- suyas de 1887: “[...] no hemos de cam- queño esfuerzo de atención queda biar la naturaleza humana; pero patente el sofisma”.16 podemos modificarla”.19 Y el método Para Varona, “[...] no es posible con- que propuso en esencia para lograr esa cebir al hombre fuera del estado de la transformación fue la educación. sociedad porque carecería de sentido”. Concede un lugar relevante a la edu- Esto implica que “[...] sus estados sub- cación en el perfeccionamiento moral, jetivos se modelan sobre sus considerándola el más decisivo factor impresiones objetivas del orden social”, social. Vincula cultura, educación y éti- aunque “[...] no nos demos cuenta de ca, destacando la influencia del esa dependencia, como no nos la damos desarrollo intelectual en el comporta- generalmente de que respiramos”,17 lo miento moral. En elevar espiritualmente

115 al hombre puso todo su empeño a lo Su sobrevaloración de las diferencias largo de su generoso magisterio, aun a raciales encierra la condición propia de sabiendas de su difícil propósito nunca su ideología burguesa. El punto de par- cejó en su porfiado batallar. tida darwinista sobre el cual se fijaban A pesar de sus revelaciones apren- sus criterios, le hacía creer a una raza sivas en la segunda década del siglo XX, más moral que otra debido a las dife- condicionadas por el dramatismo de la rencias en su evolución. Se sustenta en guerra mundial, la corrupción de los lo que llamó “[...] el principio de la se- politiqueros y otros vicios del ambiente lección moral, dando el triunfo en la nacional, la confianza perdida en deter- lucha por la existencia a las razas más minado momento se recupera de activas, inteligentes y virtuosas”.22 Pero manera gradual cuando pone su vigilia el hecho de que Varona aceptase la y su lección en la juventud de la década existencia de diferencias entre las ra- del 20, la cual se enfrenta junto a la clase zas no le situó en una posición racista obrera a la tiranía machadista, soñando ni prejuiciosa, al contrario fue siempre transformar la sociedad cubana. un defensor de la liberación de los ne- Su optimismo ético le permite admi- gros esclavos, postura que lo distanció tir como elemento primordial en la del autonomismo. actuación moral, la simpatía y solidari- Defendió con ardor la eliminación de dad humana sin detrimento al libre la discriminación de razas y de sexo, desarrollo de la individualidad, de la que estimulando la incorporación de la raza era verdadero defensor. Califica de muy negra y las mujeres al estudio. Refirién- importante y complejo el fenómeno de dose a estas últimas escribió en 1882 la moralidad, destacando la relación en- sobre la necesidad de “[...] dejarla to- tre conductas de interés individual y mar las mejores armas, las de la conductas de interés colectivo como in- ciencia”.23 En 1928, al abordar de nue- morales o morales en dependencia de vo la cuestión racial afirmaba: “Durante su provecho al todo social. mis años de profesorado en la Univer- Varona siempre entendió al hombre sidad tuve muchos alumnos de color y en sus relaciones humanas: “[...] el no advertí diferencia de capacidad en- hombre es un ser incompleto, para sen- tre ellos y sus compañeros blancos”.24 tirse completo necesita del hombre”.20 Para Varona, el hombre en la medi- La extrapolación de la esfera biológi- da que aumenta sus conocimientos de ca a la vida de la sociedad le hizo la realidad, actúa con mayor libertad. admitir algunos criterios propios del Su determinismo no conduce al darwinismo social. Partió del supues- fatalismo, la necesidad es objetiva, exis- to de que “[...] en el crecimiento de te independientemente del hombre, pero un grupo humano, no vemos leyes dis- el hombre no se somete a ella “[...] el tintas a las que presiden el crecimiento hombre no es libre, pero se hace li- de un organismo individual, lo que bre”,25 “[...] el hombre no puede por cambia es la esfera de acción más tanto sustraerse al determinismo, pero amplia y los resultados infinitamente sí puede en cierto modo educarlo y superiores”.21 guiarlo, que es aquí vencerlo. No es un

116 autómata; mas para no serlo se nece- realidad –afirmó Marx–, el conjunto de sita cultivar tanto la inteligencia como las relaciones sociales”.28 el sentimiento: la educación es su ver- No comprende el carácter clasista dadera redentora”.26 de la moral, el cometido de la clase do- Anteponer el deber al deseo consti- minante en la configuración de la moral tuye un acto de conciencia moral de un período determinado, ni sus con- derivado de la vida social del hombre, di- secuencias ideológicas en la sociedad rectamente proporcional al nivel cultural dividida en clases, su propia ideología de este, al cultivo de su sensibilidad. Los se lo impidió, quedándose a mitad de preceptos morales orientan la conducta, camino. reprimiendo o catalizando la actuación humana. El fin de la moral es la reali- IV. Comprensión de la sociedad zación social del hombre y cumple tres Varona se planteó el examen de las preceptos fundamentales: leyes que rigen la vida social y aun- 1- No dañar, respetar a los otros, lo que la enunciación que de ellas que constituye condición de estabilidad formuló no tenía un carácter científi- social. co en sí, el hecho de haberse 2- Cooperar para la utilidad y el pla- planteado la investigación de dichas cer común. leyes, le llevó a la búsqueda de la re- 3- Hacer bien, nacido de la sensibi- gularidad del desarrollo social, su lidad individual y fortalecido por el carácter progresivo y la posibilidad de premio o la censura. un conocimiento sociológico objetivo. El ser perfectamente moral es, nos El filósofo cubano admitía como un dice el filósofo camagüeyano, aquel ca- hecho seguro que en la base de todos paz de limitar sus propios beneficios por los sucesos sociales se halla el factor favorecer a la colectividad. Considera- económico: da ciencia social, rama de la sociología, [...] a mis ojos, la causa más efi- la moral constituye un instrumento de caz de la inestabilidad que presenta perfeccionamiento social. El hombre nuestro pueblo desde hace casi un busca la felicidad, esta es la finalidad siglo, ha de buscarse en su estruc- de su accionar y la conducta moral se tura económica […]. La teoría la proporciona. marxista que hace depender toda la La esencia de la comprensión moral evolución social del factor económi- del hombre en Varona no fue del todo co no es sino la exageración de un errada pero sí limitada, se sostiene en hecho cierto. Las necesidades eco- que “[...] el hombre es moral porque es nómicas y las actividades que estas sociable”.27 No llega a precisar el ca- ponen en juego no constituyen el rácter específico de la moral como único motor de los complejos fenó- resultado necesario y condicionado a lo menos que presenta una sociedad largo de la historia de las formas en que humana; pero sí están en las bases se nos revela la esencia humana. “Pero de los más aparentes y decisivos.29 la esencia humana no es algo abstrac- Varona, en su tentativa de explicación to inherente a cada individuo. Es, en su científica del desarrollo social, admitió

117 la validez de leyes en la sociedad como el triunfo de la irracionalidad en la his- las de la selección natural y de la lu- toria. cha por la existencia, con el No obstante, Varona entendió muy consiguiente triunfo de los más fuertes: bien el problema del papel de las ma- “En el perenne y misterioso combate sas y de las personalidades en la que libran la creación y la destrucción, historia: “Hoy los grandes actores en el la victoria es siempre del más fuerte. drama de la historia no son los princi- Todo organismo para vivir necesita des- pales de los pueblos, sino los pueblos truir a otro organismo”.30 Hace mismos”.32 Refiriéndose a la llegada a determinar la moral de lo heredado Cuba de Martí, Gómez y Maceo en biológicamente a partir de la variabili- 1895, escribió: “[...] su audacia habría dad y adaptación al medio externo. sido demencia pura y simple, si no hu- Unido con estos mecanismos bieran sabido que los aguardaba un biologizantes, aparecen elementos del pueblo entero […]”.33 determinismo geográfico de Montes- Para Varona, las clases inferiores, en quieu: “Los rasgos particulares de un la acepción de que las menos ilustradas pueblo, su raza, su constitución física, eran la clase obrera y el campesinado, la naturaleza del clima en que vive, la las cuales debían seguir el patrón de la extensión de su territorio, etc., son otros burguesía, “[...] las capas inferiores aje- tantos elementos que entran en la for- nas a la cultura y al refinamiento de las mación de su carácter primitivo. Este superiores, teniendo confiado a su ac- carácter, una vez formado, tiende a or- tividad a un campo mucho más limitado, ganizar las instituciones políticas o modifican lentísimamente sus condicio- militares que están en armonía consigo nes de vida y así conservan con mismo”.31 La determinación del factor tenacidad extrema, las costumbres, las social sobre la conducta moral se con- prácticas, las supersticiones y hasta el finaba a las condiciones biológicas y al lenguaje de las épocas pasadas […]”.34 medio geográfico. Evolucionista en el plano ético-filo- El vicio principal del análisis socio- sófico y reformista en el político, lógico varoniano es disolver la lucha de sostenía que “[...] las jerarquías socia- clases dentro de la teoría de la lucha les son cosa postiza y deleznable, lo por la existencia, de la cual se desgaja sólido es la solidaridad que agrupa y una selección natural como cimiento mantiene en unión simpática a todos los teórico del evolucionismo ético-social, o individuos en un agregado social”.35 No sea, la no aceptación de la revolución estimaba la grave contradicción que se- social como factor que empuja el desa- para al obrero, al trabajador, del rrollo social. Piensa que las clases capitalista (aunque debe tenerse en sociales –a las que denomina órganos del cuenta el bajo grado de desarrollo de organismo social– tienen que ayudarse dicha contradicción en nuestro país en y tolerarse para evitar los grandes con- los inicios de siglo). flictos sociales. Las revoluciones eran Varona no vio desde un princicio, para él elemento destructivo de todos como ya lo habían hecho Martí y los valores creados por la humanidad, Maceo, el carácter negativo del impe-

118 rialismo para los pueblos latinoamerica- Varona distinguió todos los indicios nos y, en especial, para el nuestro, pero de la crisis de la sociedad capitalista y su posición va radicalizándose de for- comprendió que su marcha declinaba. ma gradual. En la conferencia “El En 1923 escribe: “No creo en los re- imperialismo a la luz de la sociología”, medios de los socialistas, pero veo y de 1905, recomienda aprovechar las todo espantado, los males profundos de posibles ventajas que nos traía la cer- que se quejan con razón y justicia”.38 canía y las relaciones con los Estados Los últimos años de su vida están Unidos, aun cuando ya reconoce la signados por el optimismo y una eva- magnitud de su expansión y domina- luación mucho más positiva acerca del ción económica y política de dicho socialismo y el movimiento obrero, lo fenómeno, y llama a “no ser esa línea que ha hecho decir con justicia a Juan de menor resistencia” de su esfera de Marinello: influencia. Fue nota singular del gran La intervención norteamericana de meditador camagüeyano que recti- 1906 es impugnada por el sabio cuba- ficase con el tiempo enfoques y no, que resuelve asumir la dirección del enjuiciamientos. Ello le venía de su partido conservador con el fin de bata- central honestidad y de la manteni- llar por ordenar el país, hacerlo próspero da preocupación por servir a su e independiente impidiendo el constan- pueblo y a su tiempo en una postu- te peligro de las intervenciones yanquis. ra más orientadora que combativa. Sus deseos de independencia nacional A ello se debe que invirtiendo el cur- lo iban conduciendo a posiciones so habitual de las cosas, los años no antiimperialistas radicales. sirvieron a Varona para encasillarse En 1918 solicitó al Congreso de la en viejos pronunciamientos, sino república una ley que impidiera la cre- para impulsar una incansable reno- ciente venta de tierras a los vación que lo hace ser en el norteamericanos. “Todas las soluciones momento de la despedida, hombre –sostenía en 1921– aun las más graves, mucho más a la izquierda que en aun las más dolorosas, deben ser pre- sus años mozos. De esa permeabi- feridas a la de una intervención lidad inusual, de esa actualización americana, que mata jurídicamente a vitalicia arranca el hecho de que su Cuba y que le cercena, quién sabe para magisterio fuese más ancho y efi- cuánto tiempo su libertad y sobera- caz en su clara vejez que en su nía”.36 “Tengo mis días de irreverencia juventud laboriosa.39 –expresó en 1923– en que me da por comparar la Enmienda Platt con la fa- Conclusiones mosa carabina de Ambrosio. ¿Qué Al legado de Varona los marxistas no enmienda han esgrimido los de arriba podemos renunciar, su obra es mues- para tratar soldadescamente a Santo tra de la continuidad lógica e histórica Domingo, Haití y nuestras hermanas del desarrollo del pensamiento ético-fi- mártires? No es la Enmienda; es el losófico y político en Cuba e integra una dollar y es el puño”.37 de las múltiples raigambres que atan

119 nuestra rica tradición cultural con las evitable derivada de condiciones his- ideas que nutren la ideología de los tóricas reales. tiempos presentes. Varona va radicalizando su pensa- Notas miento ético-filosófico y sus posiciones políticas, sin romper con su ideología, 1 Lenin, V. I. “Para una caracterización del pero superponiéndose a ella. Fue un romanticismo económico”. En Obras hombre de pensamiento, un humanista, completas. Buenos Aires: Editorial Cartago, un crítico sagaz, penetrante y persisten- 1958. t. 2, p. 175. te de los males del capitalismo, pero no 2 Perfeccionamiento visto a lo positivista un promotor de la alternativa socialista. europeo, pues al separarse o intentar separarse Reconoce la inevitabilidad de la con la supuesta objetividad del hecho histórico, desaparición del capitalismo y de su no se comprometen, y se alejan ingenuamente o de manera ex profesa del compromiso inevitable reemplazo por el socialismo, lo que si vemos la ciencia-hombre como un todo. significa, al menos, llegar al umbral de 3 Martí, José. “La futura esclavitud”. En Obras posiciones revolucionarias consecuen- completas. La Habana: Editorial de Ciencias tes con la nueva época, que le hicieron Sociales, 1970. t. 15, pp. 388-392. escribir tres años antes de su muerte: En ese texto expresa: En torno nuestro, desde lo más [...] y en todo este estudio apunta Herbert próximo hasta lo más remoto, pa- Spencer las consecuencias posibles de la rece el mundo en período de acumulación de funciones en el Estado, que vendrían a dar en esa dolorosa y menguada gestación. El añoso árbol de la ci- esclavitud, pero no señala con igual energía vilización occidental, fue sacudido y [...] los modos naturales de equilibrar la ri- casi derribado por la guerra [...]. queza pública dividida con tal inhumanidad Pero sobre el viejo tronco pululan en Inglaterra, que ha de mantener natural- verdes renuevos [...]. El imperialis- mente en ira, desconsuelo y desesperación mo americano ha llegado a su a seres humanos que se roen los puños de hambre en las mismas calles por donde pa- cúspide y a las cúspides se puede sean hoscos y erguidos otros seres huma- llegar. En ellas no es dable perma- nos que con las rentas de un año de sus necer. La era del imperialismo ha propiedades pueden cubrir a toda Inglate- completado su trayectoria [...], el rra de guineas [...]. mundo se transforma: hagámonos 4 Varona, Enrique José. De la colonia a la república. dignos de vivir en los tiempos que La Habana: Cuba Contemporánea, 1919. p. 6. alborean.40 5 ______. “Entrevista con el director del diario Sus ideas ético-filosóficas constituyen El País, 20 de agosto de 1930”. En Pichardo, Hortensia. Documentos para la Historia de Cuba. una de las más altas expresiones del La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1974. desarrollo del pensamiento sociológico t. 3, p. 446. burgués latinoamericano de fines del 6 Roa, Raúl. Retorno a la alborada. La Habana: siglo XIX e inicios del siglo XX, y no obs- Editorial Universitaria, 1964. t. 2, p. 71. tante la influencia positivista, se 7 Varona, Enrique José. La psicología de Baín. caracterizaron por su originalidad y por Revista de Cuba (La Habana) 2:411; 1877. su sentido progresista, a pesar de su 8 ______. Estudios literarios y filosóficos. La carácter contemplativo, limitación in- Habana: Imprenta la Nueva Principal, 1883. p. 281.

120 9 Ídem. 25 ______. Conferencias filosóficas. Psicología. 10 Engels, Federico. “Ludwig Feuerbach y el La Habana: Imprenta El Retiro, 1888. p. 411. fin de la Filosofía Clásica Alemana”. En Obras 26 ______. Ibídem, p. 410. escogidas. Moscú: Editorial Progreso, 1974. 27 ______. Conferencias filosóficas. Moral. La p. 627. Habana: Establecimiento Tipográfico O Reilly, 11 Varona, E. J. Op. cit. (8). p. 313. 1888. p. 9. 12 Varona, Enrique José. Conferencias filosóficas. 28 Marx, Carlos. “Tesis sobre Feuerbach”. En Lógica. La Habana. Establecimiento Tipográfico Obras escogidas. Moscú: Editorial Progreso, O Reilly, 1888. p. 24. 1974. p. 25. 13 ______. Op. cit. (8). p. 188. 29 Varona, Enrique José. ¿Abriremos los ojos? La 14 ______. Nociones de Lógica. La Habana: Habana: Publicaciones del MINED, 1951. p. 257. Imprenta la Moderna Poesía, 1902. p. 56. 30 ______. “Días después”. En Op. cit. (20). 15 ______. Op. cit. (8). p. 188. p. 77. 31 16 Ibídem, p. 311. ______. Op. cit. (12). p. 161. 32 17 Varona, Enrique José. Fundamento de la moral. ______. Los grandes hombres. Revista La Habana: Editorial Appleton y Cia, 1903. Cubana (La Habana) 4:87; 1886. p. 105. 33 ______. Luz que ofuzca. Patria (New York) 18 ______. Op. cit. (12). p. 156. 5:217, 1; 29 en. 1896. 34 19 ______. “El baseball en la Habana”. En ______. Op. cit. (27). p. 163. Artículos. La Habana: Publicaciones del MINED, 35 ______. El derecho del puño. Revista Cubana 1951. p. 39. (La Habana) 6:376; 20 ______. “Reflexiones de un elevado”. En 36 ______. “Declaraciones para El Heraldo de Desde mi belvedere. La Habana: Imprenta Cuba, La Habana, mayo 1921. Rambla y Bouza, 1967. p. 85. 37 ______. “Con el eslabón”. Manuscrito de la 21 ______. “El imperialismo a la luz de la Biblioteca Nacional, p. 194. sociología”. En Antimperialismo y república. La 38 Ibídem, p. 220. Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1970. 39 Marinello Juan. “Cuestionario presentado al p. 113. Dr. Juan Marinello por Pablo Guadarrama”. En 22 ______. “La metafísica en la Universidad de Guadarrama, Pablo y Edel Tussel. El pensamiento La Habana”. En Op. cit. (8). p. 339. filosófico de E. J. Varona. La Habana: Editorial 23 ______. “Ideas de la Mlle de Scudere sobre de Ciencias Sociales, 1987. p. 253. educación de las mujeres”. En Trabajo sobre la 40 Universidad de La Habana. Pensamiento educación y la enseñanza. La Habana: Comisión revolucionario cubano. La Habana: Editorial de Nacional Cubana de la UNESCO, 1961. p. 52. Ciencias Sociales, 1971. t. 1, p. 178. 24 ______. Carta al señor Risquet (18 de julio 1928) manuscrito del Archivo Nacional de Cuba.

121 Función educativa de la vida y la obra de Enrique José Varona y de Fernando Ortiz Rolando Buenavilla Recio Profesor de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona

n nuestro país, cada vez es más lida unidad entre lo que dice el educa- Eapremiante indagar en la influencia dor y lo que hace. Es entonces cuando educativa que ejercen las personalida- hechos y palabras adquieren una nue- des públicas en la población cubana. Se va dimensión: la función educativa. reconoce que los escritores e intelec- La historia de nuestro país lo confir- tuales ejercen una función pública cuyo ma: “[…] lo mejor del pensamiento alcance está en dependencia de la na- cubano nunca quiso quedarse en el pen- turaleza de sus mensajes y el lugar que sar puro. Siempre se esforzó por ocupen en la trama social e ideológica promover la acción política y social y de cada país. Enrique José Varona cultural, y enlazarse con las luchas re- (1849-1933) y Fernando Ortiz (1881- volucionarias de cada época histórica”.1 1969), intelectuales identificados con las Cincuenta y un años tenía Enrique corrientes patrióticas y progresistas, José Varona cuando arriba el siglo XX pueden ser estudiados no sólo por su y ya ha producido tres hechos de ex- inmensa obra filosófica y científica, traordinaria significación educativa, los sino también por la influencia que con cuales tuvieron trascendencia en la vida su actuación ejercieron en la concien- nacional: cia del pueblo cubano. 1º Reafirma su ruptura con el Parti- Según un viejo apotegma, se educa do Autonomista, cuando este asumió más por lo que se hace que por lo que posiciones cada vez más reaccionarias. se dice. Para los pueblos, determinados Y lo hizo en carta pública dirigida a actos realizados en momentos oportunos José Agustín Recio, entonces presiden- de la vida nacional por figuras represen- te de la Junta Provincial del partido en tativas de la nación, transmiten más Puerto Príncipe. No sólo fue una defi- educación que las estudiadas palabras nición de posiciones, sino una negación dichas en paraninfos cerrados o cien- a la corriente contraria a los intereses tos de páginas impresas que a veces no de la población. llegan a sus manos. Pero también se 2º En la época precedente al estalli- reconoce que la educación alcanza ma- do de la nueva gesta libertadora de yor penetración en la conducta humana 1895, Varona, cuyas palabras y gestos en la medida que se evidencia una só- tienen significación en la vida del país,

122 realiza una sistemática labor de crítica noamericanos? Su apoyo al movimien- al colonialismo español y su política de to de reforma universitaria, que por su arbitrariedades que lo orientan hacia el profundidad trasciende al del resto del independentismo, y en un gesto defini- continente, así como a la consolidación torio abandona sus inquietudes literarias del movimiento estudiantil, el cual se y filosóficas, marcha hacia los Estados enfrentó al tirano Gerardo Machado, Unidos y ocupa el lugar de José Martí cuyas huestes llegaron hasta su vivien- en la dirección del periódico Patria, en da y la ultrajaron. 1895. Con su prestigio apoyó la figura Loló de la Torriente subraya que Va- del Apóstol, que no pocos detractores rona estaba organizado mentalmente tenía. Ya sabemos que no se incorporó para pensar y enseñar, su acción corría con las armas en las manos a la gue- pareja en dos direcciones: adoctrinando rra del 95, su experiencia del conflicto en estudios superiores e interviniendo bélico de 1868 lo marcó para toda la en los asuntos públicos. vida, supo reconocer sus limitaciones En cada uno de estos gestos, en en este sentido, pero combatió allí don- cada uno de estos actos hay una fun- de fue más útil: desde las trincheras de ción educativa. Durante sus 84 años de ideas. hombre laborioso, realizó con perseve- 3º Al producirse la derrota militar de rancia, abnegación y austeridad su España por las tropas de los Estados noble misión de educador de un pueblo Unidos, primera intervención norteame- joven. ricana en Cuba, Enrique José Varona Fernando Ortiz entra con 19 años a ocupa la Secretaría de Instrucción Pú- la vida republicana. Desde sus prime- blica. Fue una decisión valiente que ros pasos se presagia como un hombre implicaba muchos riesgos, tal vez la de pensamiento, pero la situación social más alta lección de carácter político que y política del país lo lleva rápidamente a un cubano podía brindar. Hoy estamos las filas de la participación ciudadana. conscientes de que no se identificó con En 1917 es elegido representante a los objetivos mezquinos del gobierno in- la Cámara y designado su vicepresi- terventor. Su autoridad como ministro dente. Ortiz representó a la juventud le permitió hacer lo que al gobierno es- cubana izquierdista dentro de las filas pañol le hubiera sido imposible: del Partido Liberal, así surgía la llama- promulgar la reforma de las enseñan- da “izquierda liberal”. Y con ese mismo zas media y universitaria. Ese hecho y ímpetu es autor del Manifiesto del 2 de los objetivos que perseguían marcaron abril de 1923 de la Junta Cubana de todas las reformas de educación supe- Renovación Cívica. En este año, publi- rior que han sido acometidas en Cuba. ca Un catauro de cubanismos, En la república, donde es ya un apuntes lexicográficos. El prólogo fue sexagenario, ¿qué lo convierte en la fi- escrito nada menos que por Rubén gura paradigmática para los jóvenes de Martínez Villena, quien dice entre otras las generaciones de Julio Antonio Me- cosas que Ortiz era un hombre honra- lla, Rafael Trejo, Pablo de la Torriente do, patriota íntegro y un “maestro Brau e inclusive para los jóvenes lati- siempre”.

123 A fines de 1923 figura entre los ini- Pero hay un hecho que es toda una ciadores de la Universidad Popular José lección de dignidad y patriotismo, el Martí, fundada por Julio Antonio Me- cual desenmascara la política de los lla. Allí se da a conocer a las jóvenes Estados Unidos hacia Cuba y a los go- generaciones de estudiantes universita- bernantes cubanos entreguistas. Fue el rios y también de los obreros, y a partir 29 de diciembre de 1930, en Boston, de ahora cruza la línea que a veces se- donde se reunía la American Historical para a intelectuales y proletarios. Association y las demás academias de Pero vale la pena mencionar un he- estudios hispánicos de dicho país. Ortiz cho que los maestros conocen poco. trató sobre los factores de carácter Fernando Ortiz inició en la Sociedad económico y político que provocaban la Económica de Amigos del País (SEAP) situación de Cuba y expuso la respon- un ciclo de conferencia “analizando los sabilidad de los Estados Unidos en la factores de la decadencia cubana”, el política cubana como consecuencia de 23 de febrero de 1924. Tituló su ma- un estado incesante de intervenciones gistral trabajo “La decadencia cubana”, a veces militares, pero casi siempre di- documento que presenta el estado de plomáticas y financieras, las cuales en la educación y la escuela cubana, vez de asegurar la libertad de los cu- aproximadamente en el primer cuarto banos habían promovido y sostenido de siglo: el 53% de sus habitantes no una serie de gobiernos usurpadores del sabe leer ni escribir; el país está en la poder apoyados enfáticamente por escala de la instrucción por debajo de Washington. todas las Antillas; la instrucción públi- En 1941, organiza en el seno de la ca está en un retroceso tan grave que Institución Hispano-Cubana de Cultura, si continúa así, la próxima generación la Alianza Cubana por un Mundo Libre, entraría en la categoría de los pueblos cuyo propósito era integrar un frente no civilizados. común en la lucha ideológica contra el Es más que una conferencia un gri- fascismo, que tenía en Cuba un fuerte to de alerta, un clamor en su voz, de bastión en la oligarquía española repre- las necesidades ancestrales de un pue- sentante del falangismo ibérico. blo colonizado y explotado hasta la Durante ese propio año de 1941, la miseria. Pero la degradación cultural se participación de Fernando Ortiz en el Mo- acompañaba de una degradación mo- vimiento por la Escuela Cubana en Cuba ral. Como jurista que era, pudo aportar Libre, tiene relevancia popular. Juan un dato significativo que otros oculta- Marinello había sido designado presiden- ban por desidia o negaban por te de la Comisión de Enseñanza Privada complicidad. Dice Ortiz: “En las pasa- del Consejo Nacional de Educación y das elecciones más del 20% de la Cultura, en donde presentó un proyec- totalidad de los candidatos postulados to de ley “sobre inspección y por los partidos políticos tenían antece- reglamentación de la enseñanza priva- dentes penales, definidos por fallos da”, para ser discutido en el Congreso judiciales ejecutorios”.2 ¡Qué políticos de la república. En su artículo primero eran aquellos! ¡Y qué política! dice: “Toda la docencia privada que se

124 imparte dentro de los límites naciona- eran partidarias, no obstante, de man- les queda bajo la inspección y tener en nuestras escuelas las reglamentación del Estado Cubano”.3 tradiciones patrióticas y laicas. Este mo- Juan Marinello argumentó con nume- vimiento respondió a la consigna “Por rosos datos por qué era necesaria la la Escuela Cubana en Cuba Libre”, aprobación de la ley: “En ciertos cole- nombre que Enrique Roig de gios extranjeros religiosos o no, están Leuchsenring le otorgó al movimiento presentes en los textos y en las explica- que encabezó. ciones una postura rencorosa contra Dicho movimiento fue apoyado por nuestra independencia, un tono despec- más de 100 instituciones educacionales, tivo hacia lo cubano, un resentimiento de asociaciones de estudiantes, de maes- vencidos, una justificación de la obra de tros, la Central de Trabajadores de la monarquía española en América”.4 Cuba (CTC) con sus federaciones que De inmediato, contra este proyecto agrupaban a miles de obreros, los vete- de ley, los sectores más reaccionarios ranos de las guerras de independencia, del país organizaron una campaña diri- más de 100 logias, clubs y otras organi- gida a impedir que fuera aprobado, la zaciones de masas de diversos tipos. cual se llevó a cabo a través de la El 22 de junio del propio año y en el prensa nacional, en la que diariamente mismo teatro se llevó a cabo un acto ver- se publicaban artículos y declaraciones daderamente masivo, porque estaban para tratar de confundir a la opinión representadas las masas trabajadoras, pública con falacias y calumnias. Los así como las fuerzas populares y demo- representantes del alto clero, las aso- cráticas de la nación, en donde ciaciones de caballeros católicos, los intervinieron varias personalidades de colegios religiosos más encumbrados y reconocido prestigio nacional: el sabio el periódico Diario de la Marina ce- Fernando Ortiz con su aval de figura rraron filas contra el proyecto de nacional e iberoamericana de la cien- Marinello, pero no conformes con la sis- cia y la cultura, Emilio Roig de temática campaña organizaron un acto Leuchsenring, historiador de La Haba- político, en el antiguo Teatro Nacional, na, Sarah Ysalgué de Massip, María el 25 de mayo de 1941, bajo la consig- Corominas, Carlos Fernández, por la na “Por la Patria y por la Escuela”. A CTC y otras personas en representa- él asistieron, y contó con su respaldo, ción de sus organizaciones. Todos los de Pepín Rivero, Dorta Duque, Emilio oradores coincidieron en vincular la lu- Núñez, Nena Coll, Francisco Ichazo, cha por la escuela cubana con nuestras José M. Casanova, Mario García guerras de independencia, con los edu- Menocal, Alfredo M. Aguayo y otros de cadores cubanos del siglo XIX: Varela, la misma estirpe. Luz, Saco, Mendive, Moralitos, José Como respuesta se organizó otro Martí, y además defendieron el carác- movimiento integrado por las fuerzas y ter laico y democrático de la escuela personalidades más democráticas y pro- cubana. gresistas del país, y otras personas que Fue un verdadero respaldo popular sin estar identificadas con esta línea donde hubo conjunción de diferentes

125 sectores y organizaciones en apoyo al Notas proyecto de Juan Marinello. En actos como este, el pueblo aprende a conocer 1 Hart, Armando. Nuestra América: guía de quiénes son los que están identificados nuestro tiempo. De la cultura. La Habana: con sus intereses y aspiraciones y quié- Ediciones Ministerio de Cultura, 1991. p. 10. nes están en la línea de enfrente. El 2 Ortiz, Fernando. La decadencia cubana. pueblo, con su eterna sabiduría, distin- Conferencia de propaganda renovadora pronunciada en la SEAP, 23 febrero 1924. La gue a esos hombres, los marca y Habana: Imprenta y Papelería La Universal, 1924. deposita en ellos su confianza; abre sus 3 El VI Congreso Nacional de la Confederación corazones y su mente, quedando así de Colegios Cubanos Católicos. Boletín abierto el camino para recibir su in- Extraordinario, Camagüey, jul., 1948. p. 22 fluencia educativa. 4 Marinello, Juan. Por una enseñanza democrática. Enrique José Varona y Fernando La Habana: Ed. Páginas, 1945. pp. 17-18. Ortiz pudieron ejercer una notable in- fluencia educativa en amplios sectores de la población cubana, porque sus ac- tos fueron consecuentes con su obra y su pensamiento.

126 HOMENAJES Cintio Vitier (1921-2009)

de magia, lográbamos hacer brillar sin A Cintio en su luces ni colores, en las vitrinas de esta Biblioteca Nacional, solamente lucidas 88 cumpleaños* con la valía de nuestra inmensa cultu- ra cubana. Araceli García Carranza Como en una cinta cinematográfica Investigadora y bibliógrafa recuerdo esos años junto a Cintio y Fina, sin embargo, de ellos viene a mi mente la forja de la Sala Martí, inaugurada por stimados amigos y colegas: un anciano venerable, el profesor Ma- E nuel Pedro González, el 28 de enero de Con motivo del cumpleaños de Cintio 1968, un domingo, a las diez de la ma- Vitier, la Biblioteca Nacional de Cuba ñana. Dirigía entonces la institución el José Martí lo felicita con esta muestra capitán Sidroc Ramos, también funda- bibliográfica que inauguramos hoy, y al dor de la Sala y refundador, también, de inaugurarla, es preciso recordar sus la Biblioteca Nacional. Aquello fue una años aquí en la Biblioteca Nacional, en ocasión muy especial y conmovedora el otrora Departamento Colección Cu- por la devoción e inspiración que se per- bana, junto a su esposa Fina García cibía en el Salón de Actos, por cierto, Marruz. casi vacío. Luego transcurrieron algu- Corrían los fines de la década del 60 nos años en la Sala Martí y ahí cuando yo fui la jefa de Cintio y Fina recuerdo a Cintio, ensimismado en sus en ese recordado y entrañable depar- investigaciones, recuerdo a Fina, quien tamento. A pesar de mis años jóvenes dirigía las visitas a la Sala Martí sumi- los supe ver desde abajo, afortunada- nistrando la prédica martiana a niños, mente nunca se me ocurrió verlos jóvenes y adultos. La Sala fue amue- desde mi jefatura, y Cintio, desde su blada con útiles usados de la propia grandeza intelectual, no sólo se ceñía a Biblioteca: una vitrina, un sofá, mesas, sus impecables y eruditas investigacio- sillas y un buró; en sus paredes foto- nes literarias, compartidas y logradas copias del Manifiesto de Montecristi junto a Fina, sino que me asesoraría entre otros cuadros, y en una de sus vi- hasta en las más sencillas selecciones trinas los libros que había leído nuestro bibliográficas, las cuales, casi por arte Martí, donados a la sala por el doctor

* Palabras pronunciadas por la autora el 28 de septiembre de 2009 en la inauguración de la exposición en homenaje a los 88 años de Cintio Vitier. Desgraciadamente, dos días después, la cultura cubana conoció la gran pérdida física de Cintio Vitier, el 1º de octubre en La Habana.

127 Julio Le Riverend, y que antes estuvie- prestigiosas de Cuba, su actual Presi- ron en manos de Emilio Roig de dente de Honor es Cintio Vitier y hoy Leuchsenring. Su primer fondo proce- contamos acá con la presencia de su dió de Colección Cubana, fueron los directora Ana Sánchez y de la terceros ejemplares de la bibliografía subdirectora. activa y pasiva de Martí y que entre Y volviendo a la exposición que inau- Josefina, yo y otros compañeros saca- guramos hoy, en ella no faltan títulos mos para inaugurar la Sala Martí. Con como Temas Martianos, Mozart en- orgullo y veneración se organizaron y sayando su Réquiem, Flor oculta de atesoraron, en sobres de Manila, los poesía cubana o la obra sobre Juana manuscritos de José Martí procesados Borrero o acerca del Papel Periódi- por Marta García Hernández y co de la Havana y, ¿por qué no?, Miguelina Ponte, y se mostraban los también Ese sol del mundo moral, en artesanales e impecables álbumes de aquel momento un libro polémico, pero fotos, salidos de las manos de mi her- surgido también en la Sala Cubana, en mana Josefina y, más tarde, los Colección Cubana, entre otros textos, primeros y apretados catálogos que da- todos logrados en los años de trabajo rían origen a la edición crítica del de Cintio y Fina en ese departamento, Apóstol. En la Sala Martí se sentía la sin olvidar, por supuesto, los siete devoción martiana de Fina y de Cintio, Anuarios Martianos que cada año pu- quienes atendían, con el mismo respe- blicaron desde la Sala Martí, esa to, al ministro Raúl Roa, en aquellos sección inseparable de ese departa- años asiduo visitante de ellos en la Sala, mento que recordamos. que al más humilde de sus admirado- Veamos entonces esta exposición res, seguidores o estudiosos de la obra convencidos de que, innegablemente, martiana o de la literatura cubana. Es- Cintio y Fina nos legan su ejemplo de tos trabajadores, ejemplos ambos de ética revolucionaria, nos legan una hue- rigor y disciplina, ejercieron desde en- lla imborrable de rigor, disciplina y tonces el más estricto cumplimiento del entrega al trabajo, en especial demos- código de ética que conoceríamos años trada en esta Biblioteca Nacional. Fina después, porque la Sala Martí fue un y Cintio, por tanto, están presentes aquí verdadero santuario fundado por Cintio en la Biblioteca y seguirán presentes, y Fina. A ambos debemos la creación así como en las más selectas coleccio- de aquel monumento que emergió por nes cubanas, en lo más valioso de los fondos de Colección Cubana y que nuestro patrimonio intelectual y biblio- aún existe, convertido en el Centro de gráfico, porque la obra de ambos será Estudios Martianos que, por su produc- ya imprescindible dentro de la cultura ción intelectual y editorial, es, en la cubana. actualidad, una de las instituciones más Muchas gracias.

128 El día de hoy ya amábamos a Cuba, y esas líneas, ese desarrollar el sentimiento y el pen- samiento por nuestro país, que no es tiene un especial más que desarrollar el sentimiento y el pensamiento por nosotros mismos, por significado…* lo que somos, tiene dos grandes cons- tructores: Cintio y Fina. Eduardo Torres Cuevas Pienso que nunca estaremos a la al- Historiador y director de la Biblioteca tura de lo que ellos nos dieron y pienso Nacional de Cuba José Martí que sería muy triste que los jóvenes no hayan leído la obra de Cintio y Fina. Creo que cuando hablamos de ese ar- l día de hoy tiene un especial sig- quetipo de cubano, yo diría que si de Enificado para todos nosotros, Cintio cubanos hablamos, de cubanos que y Fina son parte de esta institución, son sienten y quieren a Cuba, hay que te- parte de la Biblioteca Nacional, para ner el ejemplo de Cintio y Fina, porque los más jóvenes esta biblioteca no sólo Cuba siempre será profunda, compleja es el lugar donde se conserva un patri- y hay que estudiarla, porque es una cul- monio bibliográfico, sino que conserva tura que se ha hecho a sí misma. también una memoria histórica, de Pensando y haciendo las obras como las creación cultural, en el cual los nombres de Cintio y Fina, lo único que puedo de- de Cintia y Fina tienen un especial sig- cir es que yo soy un devoto de esa nificado. Decía Araceli que cuando ella obra, porque esta obra se escribió en dirigía ese departamento era muy joven muy variadas circunstancias, a lo largo y yo diría que ahí tienen a alguien que de muchas décadas y con situaciones empezó muy joven y ha llegado a ser muy diferentes, pero si algo nunca cam- todo un símbolo en nuestra cultura. bió fue su profunda raigambre cubana, Pero particularmente quisiera sólo re- y si algo hay que decir de este fondo cordar que cuando yo era estudiante de profundo de la obra de Cintio y Fina, bachillerato, había ya un nombre, que es que hay que buscarlo allá, en los pri- era el de Medardo Vitier, y era el nom- meros que nos pensaron: en Varela, ¡en bre que se convirtió, para todos los que José de la Luz y Caballero!, ese estan- queríamos entender un poco a Cuba, en darte que Cintio levantó con una mano todo un símbolo. Aquellos dos libros de y colocó en lo más alto de nuestro sen- Medardo Vitier: Las ideas en Cuba y timiento nacional. Hoy, cuando hablamos La filosofía en Cuba, después publi- de estos maestros, muchas veces re- cados en una sola edición, nos cuerdo esta frase de Luz donde decía enseñaron a pensar a Cuba, a quienes que “para que Cuba un día sea, soy yo

* Palabras pronunciadas el 28 de septiembre de 2009, en ocasión de inaugurarse la exposición en homenaje a Cintio y Fina. Desgraciadamente, dos días después, la cultura cubana conoció la gran pérdida física de Cintio Vitier, el 1º de octubre en La Habana.

129 maestro de escuela”, no es la Univer- que sentirse orgullosa de que ellos ha- sidad la que forma el pensamiento y el yan sembrado tantas cosas aquí, y si de sentimiento, ahí se llega después, es la nuestra memoria se trata, querida escuela cubana de primaria a pre la Araceli, creo que esta memoria, donde que cultivó y la que hizo hombres que está profundamente enraizada es en fi- amaron a Cuba; y yo empecé a amar guras como Cintio y Fina, que creo que a Cuba por las obras de Medardo, y… nos pertenecen, creo que debemos hon- bueno, dije mal, siempre amé a Cuba, rarlos con nuestro trabajo cotidiano, con pero empecé a entender a Cuba por la nuestra ética, porque ese fue el gran obra de Medardo, continuada por Cintio mensaje de ese sol del mundo moral: la y por la increíble sensibilidad de Fina ética como punto raigal de la acción y cuando escribe y toca en el corazón. del pensar y de la ciencia en nuestro Decía José Antonio Saco que el que no país. tiene el sentimiento de esa cubanidad, Gracias a Cintio y Fina, transmíteles no podrá nunca entender a los que real- [se dirige a la nieta, Laura Vitier, pre- mente piensan, sienten y son capaces sente en representación de ambos] de dar su vida, no sólo en un acto he- nuestra devoción y de seguro serán roico, sino en ese heroísmo cotidiano, imperecederos en la memoria de todo diario, permanente, del cual son mode- buen cubano. lo y ejemplo Cintio y Fina. La Muchas gracias. Biblioteca Nacional no puede menos

130 MEDITACIONES A propósito de la temática de “lo humilde-cotidiano” en Habana del centro de Fina García Marruz Lennys Ders del Rosario Profesora

“Hay una luz normal de la vida que escapa a toda sublimación y que sin embargo es la más sustentadora”. FINA GARCÍA MARRUZ

esde el azar que la nombrara Fina DGarcía Marruz* reverencia ya su vínculo con lo poético, pues es su “fi- neza”, recordando la que sor Juana Inés de la Cruz llamara la mayor fine- za de Cristo, ese suave retiramiento de su vida y de su obra con que ha sabido permanecer, durante más de medio si- glo, en el contexto cultural cubano. Resulta innecesario, porque este se en- cuentra ampliamente avalado por la calidad de su creación literaria, que em- prendamos aquí el reclamo de un lugar que, en el marco de la poesía y la lite- ratura cubanas, ocupa ya, sin dudas, quien ha sido considerada la única poe- ta1 del Grupo Orígenes. Fina García Marruz constituye hoy, luego de algo más de medio siglo de producción poé- Portada de la Revista dedicada a Fina tica continua, aunque no siempre García Marruz en el 2003

* La Feria del Libro de La Habana en el 2009 estuvo dedicada a Fina García Marruz y al historiador Jorge Ibarra. [N. de la E.]

131 presente en nuestros escenarios edito- bajo la denominación de “lo humilde-co- riales, una figura ineludible de la poesía tidiano” comprende la alusión a seres, en lengua española. fenómenos y órdenes de la realidad que Un recorrido por la que el crítico Jor- podríamos calificar de no-privilegiados, ge Luis Arcos, quizá el más esclarecido ínfimos e incluso marginales, así como de los estudiosos de la obra de la poeta, a ámbitos de “lo cotidiano” que no se ci- ha llamado la “Poesía de lo pequeño, lo ñen sólo a la espacialidad de la casa, sino cotidiano, lo sencillo, lo inmanente […]”2 a un círculo más amplio: una ciudad e en su reciente libro Habana del cen- incluso un país. En Habana del centro, tro es el propósito de estas indagaciones. en particular “lo humilde-cotidiano”, se Habana del centro recoge la labor manifiesta en tres órdenes de realidad poética de la autora en el período de que son, a la vez, los asuntos fundamen- 1971 a 1989 e integra, junto a sus im- tales de la temática: los objetos, los prescindibles Las miradas perdidas y seres y los ambientes o situaciones. Visitaciones, el núcleo de su obra poé- Desde el punto de vista de la poética tica. Cada uno de estos libros implícita de Fina García Marruz referen- constituye una verdadera “totalidad”, te al tema de “lo humilde-cotidiano”, el un universo creativo que da fe, de ma- poema “En la confusa adolescencia”, nera excepcional, de la pluralidad de los primero que frecuentaremos de este li- intereses poéticos de García Marruz en bro, aporta elementos de su comprensión un período determinado. Libros de la realidad y del lugar que esta ocu- heterogéneos, nunca inconexos, pues pa en relación con la literatura y, en los vertebra la superior coherencia del general, con toda forma del saber, pues- pensamiento poético de la autora, for- to que el poema se refiere a la lectura mulado con frecuencia en numerosas del filósofo Plotino. A través de la des- composiciones donde priman las decla- cripción de una circunstancia cotidiana, raciones de su poética. perteneciente a los recuerdos de juven- Poesía de “lo humilde-cotidiano” he- tud del sujeto lírico (sus lecturas de mos acordado en llamar a la que aquí Plotino y la pintura de las sillas que la nos ocupa. Tal terminología surge de madre encargaba al tío por Navidad), nuestra necesidad de abarcar una la autora pretende establecer la trans- zona muy amplia y disímil de la praxis formación de su visión de “lo real”: de poética de Fina García Marruz y que, un pasado desapego del mundo inme- como denominador común posee, a diato circundante (que es aquí nuestro entender, los elementos que el específicamente el de “lo familiar”) término arroja. No sería correcto en- a favor de abstracciones filosóficas,3 a tonces, identificar el contenido de esta la comprensión actual, según la que: temática con lo que la crítica general- “[…] nada son para mí las páginas que mente atribuye a “lo familiar” leía tan seria,/ entre la fiel emanación (ambiente y objetos hogareños, ocupa- del aceite/ y la vida desatendida, ver- ciones cotidianas, amigos y parientes, dadera!”.4 etcétera), aunque de hecho lo incluya, Pero la transformación no es tal, al como veremos; sino que el conjunto menos en la especificidad del cuader-

132 no “Habana del centro”, pues se pre- importante declaración de la poética cisa que estos sucesos nimios, estas que sostiene el cuaderno: materias (“sillitas para la Navidad”5) atraviesen la prueba del tiempo, se […] y es conviertan en pasado, que se reconoz- el buen seguir (¿quién ca desde un nuevo “ahora” (quizá por lo diría?) heroico, ello otra vez “desatendido”) que se vive el cada-día que nos mata “sin aquel sol!”,6 para que aquellas se y nos ayuda tanto 9 vuelvan “Materias que me ampararon” (hay que decirlo), y nos ayuda. y la realidad, entonces desestimada, en Un significativo número de textos del “la vida verdadera”. En este sentido, el cuaderno “Habana del centro” como poema anuncia la poética del cuader- son el poema de igual nombre, “La gota no “Habana del centro” (el primero que de agua de La Habana Vieja”, “Año integra el libro de igual nombre) en lo 30”, “En la luz, solamente”, “La pues- que se refiere al tratamiento de la te- ta”, “Con bandoneón”, “Los buenos mática de “lo humilde-cotidiano”, el cual días”, “Las vidrieras”, “Calle Águila”, consiste en abordar no una realidad pre- entre otros, alían en su asunto, en tri- sente, sino enmarcada en el contexto ple relación, la ciudad, la memoria y lo mayor de la memoria poética (o cotidiano.10 En ellos se construye un poetización de los recuerdos). espacio de la remembranza que no es Asimismo, la composición “Es vera- el de la casa (espacio privilegiado de “lo no”, del propio cuaderno, plasma la familiar”), sino el ámbito más amplio de comprensión de “lo real” que tiene la la ciudad, que muestra su rostro diario, autora, cuando establece una corres- vuelto entrañable por incorporarse a la pondencia, dada a través de la cadena intimidad de los recuerdos, y como si ascendente de relaciones y reflexiones la ciudad misma asumiera la proximi- que registra el poema, entre el vuelo dad de un interior doméstico. mínimo de unas moscas y las conste- En consonancia con la poética de laciones del cielo (entre lo ínfimo y lo la autora, la temática de “lo humil- infinito); y concluye, más que de-cotidiano” se manifiesta pues, elocuentemente, su lectura de las ins- mayormente, por los rasgos, realida- cripciones estelares: des, hechos o seres con que se construye (y totaliza) la imagen de […] se vio el Arado rudo la ciudad, que sabemos, además, es –toda la oculta majestad del una imagen extraída del recuerdo. laboreo diario– Así, “Habana del centro” nos da el 7 inscrito en las estrellas. ambiente de la ciudad de las niñeces “Aquí”, del cuaderno “De los humildes a través de datos que expresan la vi- y de los héroes”, a la vez que alude, de vencia cotidiana: las campanillas del hecho, a la coyuntura geográfica e his- tranvía, el ruido de la puerta de la tórica de la nación cubana: “Bordes carnicería, los trajes de la lavande- dentados/ de la isla en el mapa,/ caimán, ría china, el medio con que se lengua de pájaro.”,8 hace también una compraban las galletitas de plátano,

133 el pescado en una pesa, el cine de sar en la fresca terraza mientras sue- los pastelillos, los carteles de la calle de na una melodía conocida. Águila, un camión que pasa... En “Los buenos días” se añoran los El poema “La gota de agua de la domingos de otro tiempo, cuando se Habana Vieja” se refiere, como el tí- veía a las jamaiquinas asistir a la igle- tulo indica, a la impertinente gota que sia con sus “túnicos brillantes” y a los cae del balcón de la Habana Vieja –de hijos del comerciante español en la tien- triple esencia humildísima: lágrima, orín da de efectos eléctricos. Si comparamos y agua de limpieza–, y cómo puede este poema con otro del mismo nombre, esta caer sobre el caminante despre- perteneciente al libro Visitaciones, se venido. A ese hecho menor, el poema evidencia la transición de un libro a otro le atribuye un significado máximo, al del espacio doméstico al citadino como considerarlo como un bautismo de ámbito preferido de la evocación, ele- nuestra alma. mento que, podemos apuntar, distingue “Año 30” resume en un ser anóni- a ambos libros. Se mantiene inalterable mo y en el acto más natural: una mujer la intimidad, la identificación de la mi- asomada en un balcón, la imagen, con- rada del poeta que se apropia, al igual vertida en sustancia, de la ciudad y, que del ambiente familiar –volviendo más aún, de la patria. una y otra vez sobre él, como quien re- Por su parte, “En la luz solamente”, pasa certidumbres–, del paisaje de la poema integrador de los esfuerzos del ciudad amada. Y en uno y otro caso libro, comienza con el esbozo de un es- también, como motivo que marca la pacio y ambiente citadinos habituales, “realeza” de estos sucesos de la vida esos que todos sus habitantes vemos a cotidiana (la madre que prepara el de- diario, sin prestarles apenas atención, la sayuno, las mujeres que asisten a la ciudad en que amanece: iglesia o los jóvenes trabajando en la tienda), la luz: “[…] cae una franja de […] sueñan luz/ sobre las losas de colores/ de la las puertas cerradas, sala…”,12 “[…] la luz del Domingo la bocacalle, el carro dando los buenos días”.13 estacionado frente a la bodega, El poema “El secante” se desarrolla y arriba, en su trasmundo desde un enfoque en los objetos, a partir casi humano, el bombillo de los cuales se va caracterizando un 11 que olvidó de apagarse… sitio. La enumeración de los objetos, “Con bandoneón”, composición domina- que con frecuencia resulta una reitera- da por la poetización de los recuerdos, ción de la misma cosa, pero variando revela nuevos espacios citadinos vincu- su denominación y caracterización, se lados a actividades habituales: comprar realiza por medio de una serie de ora- flores en el Parque de la Fraternidad; ciones unimembres nominales: “[…] el bañarse en las “cándidas pocetas” de secante verde/ El secante-meseta. El los Baños de Carneado, preferidas so- pequeño/ balancín, de escudo de co- bre las playas de la Florida o la Riviera bre.”, “El olor escolar/ de las tintas, las francesa, y luego merendar y descan- tintas/ de color”,14 etcétera. La última

134 oración, subrayada estilísticamente por miento dado al asunto expresa, o sea, el empleo de la exclamación, nos da la identificar lo pobre con lo entrañable, clave de esta enumeración y reiteración lo que tiene alma, y lo lujoso (y de objetos. El sujeto lírico interrumpe el mercantilizado) con lo frío, superficial fluir descriptivo del poema y se dirige e inhumano. a alguien, como indica la presencia del En el poema en prosa “El persianal” vocativo (“padre”), y por ello entende- de nuevo se emplea el procedimiento mos que el poema evoca, a través de de, a través del objeto insospechado, los utensilios y el lugar de trabajo del que es aquí “[…] el persianal, aquel de padre (escritorio), la figura del ser que- la casa de Lealtad en que vivimos”,24 rido, muerto, cuya desaparición subraya suscitar la memoria de otro tiempo, de la presencia diríamos “vacía” (carente la casa de la niñez, que ya se había ol- de propósito) de los objetos: “¡Cuántas vidado casi por completo. Toda la cosas/ que ya no acompañarán/ nunca mirada se concentra en el objeto en sí, más, padre, tus manos/ escribiendo, fu- que está como desencajado de su con- gitivas!”.15 texto (la casa): “[…] el persianal ciego La prosa poética en “Las muñequitas que encuadraban los dos pasillos late- pobres”, según ya anuncia el título, ex- rales…”,25 como si el fragmento solo presa el recuerdo de estas pequeñas –abismarse en su certidumbre–, bastara compañeras de la infancia. El poema al propósito restaurador. En otras pa- parte del contraste entre las queridísimas labras, se revela26 la capacidad del “[…] muñequitas de trapo…”,16 “[…] la objeto de condensar todo lo perdido y, muñequita modesta…”,17 a las que de- con ello, de volverse él mismo símbolo finía el consuelo que daban de cualquier del tiempo transcurrido, de lo insalva- pena, “su familiaridad con la terneza”,18 ble del tiempo o, como se le define allí: “[…] las que de veras tenían alma.”;19 “[…] eje de astro de un ayer que se y ese “[…] otro tipo de muñeca”,20 esconde”.27 La transición hacia el final “mercadeada”, que imitaba a la estrella del poema a la segunda persona del sin- hollywoodense, esa que “Deslumbraba, gular, con lo que el sujeto lírico entabla pero no hablaba ya, ni compartía el le- comunicación con el objeto, lo interro- cho, y despertaba confusos sueños”,21 ga, y el estilo marca un fragmento en o la que se llama aquí “[…] muñeca que se nos da el verdadero sentido y frívola, de ojos inexistentes, pintados comprensión de la cosa evocada. y fríos, pintiparada como una Cuando hasta el momento en el poema quinceañera”,22 de la que no se pue- habían dominado la primera y tercera de ser ya la “mamá-niña”, que “Se personas del singular, como señala la sabe intocable, feo adorno adulto…”,23 conjugación de los verbos, el uso del cuyos ojos no acarician, que no ofrece vocativo indica el cambio de persona, compañía ni tiene bondad. En este e identifica al receptor de la comunica- ejemplo “lo humilde-cotidiano” se ex- ción (tropológicamente, el apóstrofe presa tanto en el asunto escogido, un aplicado a un objeto inanimado es una juguete infantil, como en el criterio de prosopopeya o personificación): valoración de la realidad que el trata- “Persianal de otra edad, ¿qué haces

135 ahí, amigo mío?”.28 La fragilidad, lo Los antecedentes más cercanos de momentáneo de la visión del pasado esta línea de interés lo encontramos en que el persianal resume, dada la distan- el propio libro, con poemas como “El cia insalvable que impone el tiempo, se afilador de tijeras” y “La doble”, am- expresa también: “Si te miro con aten- bos de “Habana del centro”. En el ción, escapas.”, “[…] nada debo decir, primero, se resalta cómo el pobre tra- para que no se sobresalte tu pecho bajador, con su tenacidad de pasar nervioso de paloma, oh roce avaricio- todos los días, ofreciendo su servicio a so, y te vayas a ir, como ya te me vas poco precio –cuando su verdadero ser- yendo, para siempre”.29 vicio es impagable–, parece vencer el En “Viejos boleros”, en particular la paso del tiempo e iluminar la vida coti- letra de un bolero que el sujeto lírico le diana en torno: “El afilador/ no se ha oía de joven cantar a la cocinera, y que enterado aún del cambio/ de los años”, funciona como intertexto del poema, “Y por embellecer/ las diez de la ma- activa o promueve el recuerdo, bastante ñana/ por desaparecer/ sin morir, cobra detallado, de la casa de Neptuno y de sólo unos céntimos”.31 “La doble” se objetos y sucesos afines a la vida de refiere a una niña mendiga que, según entonces: las tendederas, la ropa colga- recuerda el sujeto lírico –es este el ras- da, el comedor, el patio, el hule, el go al que el título alude–, su madre vestido preferido, el estuche de la trom- solía identificar con ella. peta del tío, las macetas, la mujer El asunto de la niñez no ha estado cocinando y cantando boleros. La cita en absoluto ausente de la obra poética inicial de la letra de la canción, con va- de Fina García Marruz, en especial en riaciones según sea la intención, se un libro anterior, Visitaciones. Este se repite a lo largo del poema como un es- encuentra representado en un nutrido tribillo, para cerrar con los dos últimos grupo de composiciones en las cuales versos de la composición, donde la fra- prima, salvo en los textos que la auto- se-estribillo va disminuyendo como un ra dedica a su hijo, la indagación sobre eco que se apaga: “Cuando la brisa de la infancia en abstracto, como un esta- invierno se cuela./ Cuando la brisa de do de privilegio asociado a la vida antes invierno. Cuando la brisa.”.30 del pecado, al paraíso perdido. En el A otro de los cuadernos de Haba- cuaderno “De los humildes”, sin em- na del centro, nombrado “De los bargo, no se trata de la niñez como humildes y de los héroes”, nos referi- concepto, sino de los niños y, con un remos centrándonos en su primera tratamiento afín al que se le da en la parte, nombrada significativamente “De literatura infantil, de los animales domés- los humildes”. Esta incluye un conjun- ticos (el perro, el gato): en “Laurita” to de poemas que toman por asunto a aparece una niña a quien su padre re- seres disminuidos, como el animalillo prende; en “Laurita regaña a las flores”, abandonado, un niño pequeño que llo- como el título indica, se trata del diálo- ra, el anciano que ha quedado viudo, la go de la pequeña con las plantas; en amiga muerta, el pobre paralítico y su “Gatico” es el animalillo abandonado madre, los viejos... “humildoso y leve”,32 nombrado en me-

136 táfora cariñosa “Pompón de la esquina de amor, les será recompensado en una roti-sucia”;33 en “El hijo” se narra, inclu- eternidad de bienaventuranza. so de forma dramática, la escena de un Los motivos de la muerte y la vejez niño que sigue, llorando desconsolado, a también tienen su lugar en el cuader- su madre; “Originalidad” se refiere a un no, a través de un conjunto de obras perrito igual a todos, con su mancha donde se trata de una dama decrépita, entre los ojos y las patas cortas, pero de la amiga muerta, del velorio de una a la vez inconfundible, de extraña ori- anciana, del señor que quedó viudo, de ginalidad. los viejos, etcétera. Otros poemas del cuaderno pueden El amor de García Marruz por el aportar elementos a este análisis temá- ser humilde genera su preferencia por tico. En “El corredor” y “Esbozo, el personaje cinematográfico de croquis de unas piernas”, la anatomía Charlot, al que le dedica otro cuader- de las piernas y el fenómeno del movi- no incluido en Habana del centro miento, la gracia del movimiento vuelto (aunque también ha sido publicado de misterio, constituyen el objeto de los manera independiente): “Créditos de poemas. Sin dudas se trata de un ho- Charlot”. La filmografía de Charles menaje a anónimos deportistas. En “La Chaplin funciona como intertexto del grúa” se descubre la belleza de esta cuaderno, en que la imagen del cine, maquinaria prosaica, cuando se la vin- de las películas amadas, se traduce al cula con la imagen de la torre Eiffel, con lenguaje poético. La pobreza, ingenui- la cual comparte su naturaleza aérea, dad e inteligencia prístinas del frágil y, a la vez, sólida. El poema “La personaje de Charlot, de quien dice bienaventurada” destaca por el patetis- que su risa es de las que solo aman mo, inusual en la obra de García los niños –elogio de la inocencia mis- Marruz, del asunto escogido, que es el ma–, seducen a la poeta de un modo de una madre inmolada al cuidado de comparable, por el tono de amorosa (y su hijo discapacitado. Los calificativos fervorosa) admiración en que se vier- que, cerrando el poema en prosa, se te, al que expresa en aquella vasta aplican al hijo alelado y a la madre porción de su obra inspirada en la fi- amorosa: “[…] desposeídos, pequeñitos, gura y la obra de José Martí. tristísimos, felices”,34 apuntan a la co- Es así que en Habana del centro munión posible de la humildad y la la poesía de “lo pequeño” de García desdicha, con la felicidad. El título es- Marruz se expresa, de manera privi- cogido contiene un significado religioso, legiada, tanto en los asuntos afines a pues tal es el término con que se de- “lo familiar” –aunque en general inser- signa en los evangelios a aquellos tos en el contexto mayor de esa destinados al cielo; y en este punto se “Habana del centro” que se evoca–, nos aclara la vinculación antes referi- como en el asunto que hemos bauti- da de desdicha y felicidad, dada por los zado “de los seres humildes”, adjetivos con que se caracteriza a los alrededor del cual se estructura toda dos personajes: el padecimiento y sacri- una sección del libro, titulada ficio que soportan, el hermoso sufrimiento significativamente “De los humildes”.

137 Asimismo, ocurre que el espacio o 3 La selección del filósofo Plotino y sus ámbito privilegiado de la temática en emanaciones en este caso, no es ni mucho menos Habana del centro es el de la ciudad, gratuita: en la concepción de este filósofo, fundador del neoplatonismo, la materia constituía pero abordado como un espacio de la la causa de todo mal y el objeto de la vida debía intimidad. La memoria, aliada a “lo hu- ser, por tanto, escapar del mundo material de milde-cotidiano” en la construcción de los sentidos. Compárese lo anterior con la una ciudad en el recuerdo, presenta un consideración expuesta en el poema de peso considerable en el libro. privilegiar la realidad a que se asiste y la definición de unas simples sillas como “Materias La obra de Fina García Marruz que me ampararon…”, etcétera. posee, a nuestros ojos, la rotundidad García Marruz, Fina “En la confusa adoles- y desnudez sumas que adquieren las cencia”. En Habana del centro. La Habana: formas a la intemperie, bajo el crudo Ediciones Unión, 1997. p. 17. sol de nuestros mediodías tropicales. 4 Ídem. Su poesía aspira a consumar el oficio de 5 Ídem. la luz que desciende a apiadarse de la 6 Ídem. Las cursivas son del original. realidad, pues es lo real, como afirmara 7 Ibídem: “Es verano”, p. 53. la autora, “la tierra del coraje”.35 Esta idea llevada a su extremo, o sea, la afir- mación de que existe una correspondencia entre todos los órdenes de lo creado, que la Notas poeta extrae de la cosmovisión martiana, es la promotora de otro de los cuadernos del 1 Utilizamos aquí el calificativo de “poeta” para libro, de características singulares dentro del referirnos a Fina García Marruz, y no el de corpus poético de Fina García Marruz: “poetisa”, como quizá podría parecer más “Nociones elementales”. La poética de este, correcto. Tal hecho no involucra ninguna objeción que la autora cree necesario plasmar en un de tipo feminista al término “poetisa”, sino que prólogo, parte de “[…] la conexión que pue- entraña un juicio y un homenaje a la creación den tener entre sí todas las cosas, aun las literaria de la autora. En reciente entrevista que parecen más distantes, sin excepción al- conferida a Rosa Miriam Elizalde en ocasión de guna, la conexión de las frases comunes de la entrega a García Marruz del Premio una conversación habitual con algunas do- Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, la autora lorosas o regocijadas verdades solitarias del explica, al ser interrogada acerca de si se considera hombre”. Ibídem: “Razón de este librillo”. “poeta” o “poetisa”, es decir la diferencia que En “Nociones elementales”, p. 279. descubre entre ambos vocablos. Para ella “La 8 Ibídem: “Aquí”. En “De los humildes y de los poetisa a la que se le pudiera llamar ‘poeta’ es héroes”, p. 147. alguien que crea un idioma […]”, o sea, la que, 9 Ídem. con su obra provoca una ruptura, un cambio tal 10 Según el caso, puede variar el aspecto que rebasa el contexto meramente literario e incide dominante del asunto del poema, aunque el más en la lengua misma. La autora, con su humildad habitual, respondió que, según tal definición, ella general sea la ciudad. sería “más bien una poetisa”. 11 Ibídem: “En la luz solamente”, p. 59. Elizalde, Rosa Miriam. Fina García Marruz: 12 ______. “Los buenos días”. En Visitaciones. Me comunico mejor con el silencio. En: La Habana: UNEAC, 1970. p. 111. www.juventudrebelde.cu/cuba/2007-03-18 13 ______. “Los buenos días”. En Op. cit. (3). 2 Arcos, Jorge Luis. “Fina García Marruz”. La p. 26. palabra perdida. Ciudad de La Habana: Ediciones 14 Ibídem: “El secante”, p. 30. Unión, 2003. pp. 220-221. 15 Ídem.

138 16 Ibídem: “Las muñequitas pobres”, p. 67. 27 Ídem. 17 Ídem. 28 Ídem. 18 Ídem. 29 Ídem. 19 Ídem. 30 Ibídem: “Viejos boleros”, p. 82. 20 Ídem. 31 Ibídem: “El afilador de tijeras”, p. 54. 21 Ídem. 32 Ibídem: “Gatico”. En “De los humildes y de 22 Íbídem, p. 68. los héroes”, p. 132. 23 Ídem. 33 Ídem. 24 Ibídem: “El persianal”, p. 74. 34 Ibídem, “La bienaventurada”, p. 158. 25 Ídem. 35 ______. “Estación de gloria”. En Hablar de 26 La mirada de la poeta es la que descubre y la poesía. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1986. p. 384. revela la potencialidad del objeto, su verdadera significación, de ahí que el sujeto lírico apunte: “No resistes mis ojos de hoy, ya alertados”.

139 Hoy es un día de emociones y recuerdos* Juan Nuiry Sánchez Profesor de la Universidad de La Habana

n mi libro Tradición y combate. EUna década en la memoria, na- rro cómo en la madrugada del lunes 10 de marzo de 1952, tras una insistente llamada telefónica, al descolgar escu- ché una conocida voz que decía: “Hay noticias de un golpe de Estado. Se habla bar al gobierno constitucional y suplantar de Batista. Te espero en la Universidad”. el ordenamiento jurídico existente, a sólo Poco después viajaba en un ómnibus 82 días de unas elecciones generales que que transitaba por desoladas calles ha- debían celebrarse el 1º de junio de 1952. cia la Colina. Durante el trayecto Frente a esa maniobra traicionera, pensaba en cómo había transcurrido mi existía una ausencia de dirección en el existencia, pues aún no tenía 20 años. país, un vacío ético; un Poder Ejecuti- ¡Qué lejos estaba de suponer que ese vo abúlico y vacilante, sin sentido de su viaje marcaría el rumbo de mi vida, ya investidura, partidos políticos divididos que desde ese momento estaría incor- en pugna estériles, con un desconoci- porado para siempre a una causa sin miento total de visión histórica. retroceso! En la capital, sólo hubo un reducto Mientras llegaba a la Universidad, a de rebeldía: la Universidad de La Ha- la que había ingresado meses antes, bana que, como en la década del 30 ¿qué sucedía en el país? Fulgencio Ba- del siglo pasado, se convirtió de nue- tista, pieza a la hechura de la reacción vo, en un bastión de dignidad y nacional y de intereses foráneos, había combate. Muy temprano en la maña- entrado en el Campamento Militar de na, la histórica casa de estudios fue un Columbia, junto a un grupo de oficiales hervidero de pueblo, adonde acudían en activo y ex militares, para adueñar- estudiantes universitarios y de la segun- se de las principales dependencias del da enseñanza, obreros, profesionales, Ejército, la Marina y la Policía, derri- veteranos, hombres y mujeres.

* Palabras pronunciadas por el profesor titular Juan Nuiry Sánchez en el acto de investidura como Profesor de Mérito, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 3 de octubre de 2007.

140 Todo era movimiento y desde lo alto conducta firme y creativa, contagiosa de la escalinata, a la diestra de la esta- alegría junto a la estatua del Alma tua del Alma Máter, la bandera a media Máter nos cobijamos con la pureza de asta con un crespón negro en señal de nuestros ideales, esgrimiendo la rebel- luto y por los amplificadores se escu- día como imperativo irreductible de chaban himnos de combate y proclamas lucha. de condena al golpe militar. Las mani- En las aulas de la alta casa de estu- festaciones estudiantiles de protesta no dios, conocí de sus enseñanzas, pero se hicieron esperar. me forjé en la Plaza Cadenas, el Salón Precisamente, ese día tomaba pose- de los Mártires y la escalinata. Por sión por tercera vez como rector todo lo expresado, mis recuerdos siem- (trienio 1952-1955) el médico y profe- pre me conducen hacia esa bicentenaria sor, doctor Clemente Inclán y Costa, institución. quien debía sortear uno de los períodos Al entrar a la Universidad, compren- más difíciles de la vida republicana. dí que ser estudiante era una actitud El Consejo Universitario suspendió ante la vida; que cada generación tie- las actividades docentes y pronto la ne sus propios desafíos y que estos Colina fue cercada por las fuerzas retos los tenía que enfrentar con ente- policiales, a lo que el estudiantado res- reza, y que por definición el estudiante pondió a una sola voz: ¡la FEU ni se sólo debía inclinarse ante el libro. Co- rinde ni se vende! Caía la noche y las mencé a leer importantes autores, que armas prometidas por el presidente Car- escribieron sobre el papel del estudian- los Prío a la Federación Estudiantil tado en su lucha y proyección. El Universitaria (FEU), nunca llegaron. primero, como siempre, fue José Martí, Era el principio de un largo camino por cuando manifestó: “[…] el estudianta- recorrer. do es el baluarte de la libertad y su La FEU el 14 de marzo de 1952, ejército mas firme”; admiré la prosa del fijó su firme posición de principios en escritor argentino José Ingenieros, en sus un documento, de necesario estudio. Se libros, El hombre mediocre y Las fuer- abrió un nuevo ciclo generacional. No zas morales, entre otros, todos de sería nuestro único objetivo combatir la obligada lectura en mi generación. Tam- recién creada dictadura, sino también bién del peruano José Carlos Mariátegui. luchar contra el lastre de la politiquería Del escritor ecuatoriano Juan y romper con las cadenas del colonia- Montalvo al decir: “Ay de los pueblos lismo y el injerencismo, para realizar en que los jóvenes son humildes con el una transformación regeneradora del tirano, en que los estudiantes no son sistema imperante. capaces de mover al mundo”. De Ju- El proceso que comenzó en la Uni- lio Antonio Mella, al señalar en su versidad de La Habana aquel día artículo “Los estudiantes y la lucha so- constituye para mí un punto de partida cial” que “[…] desde 1918 en Córdoba, de una gran espiral. Fue y es, una fuer- Argentina, hasta 1923 en La Habana, za impulsora, que junto a inolvidables antillana y yanquilizada, pasando por compañeros, jóvenes estudiantes, de Chile y Perú, la juventud universitaria

141 ha venido luchando por un movimiento que únicamente una transformación pro- que ha denominado Reforma o Refor- funda de nuestra realidad política, ma Universitaria. Es como ha dicho económica y social, tendría que ser la uno de sus mentores ideológicos –José cura de los males de nuestra patria. Ingenieros– un signo de los Tiempos Recuerdo en la Plaza Cadenas al Nuevos”. profesor Raúl Roa, resuelto y ágil, con Mella recoge todo el acervo históri- un montón de libros bajo el brazo, ha- co y cultural y une en un haz la teoría blando con su elocuente verbo, y la práctica: crea la FEU el 20 de di- gesticulando “arañando el aire con sus ciembre de 1922 y el Primer Congreso manos”, contando anécdotas, rodeado Nacional de Estudiantes, en 1923, que siempre de estudiantes que lo escucha- marcó para siempre su vertical posición ban con entusiasmo, sin más protocolo al estudiantado cubano como legado: que su prestigio, referirse a Enrique martiano y antimperialista. José Varona, Manuel Sanguily, Rafael Un lugar importante de la vida uni- Trejo, Gabriel Barceló, Antonio versitaria en la década del 50 fue la Guiteras, Pablo de la Torriente Brau, el Plaza Cadenas, equivalente a lo que Ala Izquierda Estudiantil, destripando la constituyó para las generaciones del 27 Enmienda Platt y crucificando a tráns- y el 30 el Patio de los Laureles. A la som- fugas, farsantes y politiqueros, así como bra y el frescor de sus frondosos árboles, reafirmando su inclaudicable posición había un área propicia para reuniones y contra “el bonche” universitario. encuentros; comentar sobre las eleccio- Recuerdo cuando sentado en un ban- nes estudiantiles; hacer alguna cita, o sin co frente a la Facultad de Derecho levantarse de un banco, adquirir el Alma escuché al poeta venezolano Andrés Máter, órgano oficial de la FEU o La Eloy Blanco expresar, que la Universi- historia me absolverá. dad de La Habana era: “el centro No era difícil encontrar en el lugar geométrico de la verdad cubana”. a José Antonio Echeverría caminando Si bien la dirección fundamental de o sentado en uno de sus bancos, pre- nuestra generación estaba en combatir sencia que fue siempre recibida con la dictadura de Batista y los males que muestras de cariño y respeto. También representaba, esta nunca se vio desli- lo recordamos en la Plaza Cadenas a gada del acontecer internacional. un costado de la antigua Facultad de Siempre existió un respaldo con el Ciencias, en improvisada tribuna, resu- Puerto Rico de Betances y Albizu Cam- mir una nutrida asamblea estudiantil y pos, al reafirmar la solidaridad con palabras vibrantes, tratar temas que cubano-boricua, tal como fue expresa- trazaban su vertical y radical posición: do en el famoso octosílabo de doña Lola condenar el proyecto del Canal Vía Rodríguez de Tió: “Cuba y Puerto Rico Cuba, al denunciar que era una agre- son, de un pájaro la dos alas”; el repu- sión directa a nuestra soberanía; dio a los dictadores latinoamericanos, reafirmar una vez más que sin incluir “moscas”, según el calificativo que le a Fidel y a los moncadistas, no se podía dio el poeta chileno Pablo Neruda: mos- hablar de amnistía política, y manifestar cas Trujillo en Republica Dominicana;

142 moscas Somoza, en Nicaragua; moscas rra traída de lugares históricos de nues- Stroessner, en Paraguay; moscas Odría, tro proceso, desde 1968: Yara, Baire, en Perú; igualmente la repulsa a Cas- Dos Ríos, San Pedro, Guáimaro, tillo de Armas, en su triste papel de Jimaguayú, Baraguá... También allí se títere interventor en Guatemala y nues- constituyó el Frente Cívico de Muje- tro decidido respaldo a Jabobo Arbenz. res Martianas, agrupación de combate En las históricas intervenciones de la primera en predicar la unidad en la José Antonio Echeverría en el año de lucha. Asimismo, sirvió para el adies- 1956, cuando dio a conocer la creación tramiento de los futuros y heroicos del Directorio Revolucionario el 24 de combatientes de las acciones del 26 de febrero, y al pronunciarse contra las dic- julio: en 1953 se aprobó la manifesta- taduras de América, el 9 de marzo, ción del 15 de enero ante el ultraje al ambas en esta Aula Magna, está la pro- busto de Mella, donde fue herido de yección martiana, internacionalista y muerte Rubén Batista Rubio, el primer antimperialista de nuestra generación. mártir estudiantil de aquella etapa y la Estimo necesario hacer algunas con- marcha de las antorchas hasta la Fra- sideraciones del Salón de los Mártires, gua Martiana el 27 de enero, una noche donde la historia en su marcha incon- antes del centenario del nacimiento de tenible une y relaciona etapas en un nuestro José Martí. constante fluir. Pocas universidades En este lugar sesionó el Congreso pueden mostrar a propios y visitantes, Nacional de los Estudiantes Secunda- el sostenido y creciente protagonismo rios, el 8 de mayo de 1954, fecha en del estudiantado en la lucha, como esta homenaje al inclaudicable Antonio institución. Sus héroes y mártires cons- Guiteras, y se develó el retrato del es- tituyen una de las tradiciones más tudiante Raúl Gómez García, mártir del hermosas. Lo que atesora el Salón de Moncada. También se produjeron las los Mártires es un libro abierto que de- inolvidables acciones combativas del bemos perpetuar. Se trata de un diálogo estudiantado, en los meses finales de vibrante, con un legado permanente de 1955, enfrentamiento sin precedentes, la continuidad en la lucha. Lugar en el que conmovió al país. Fue también sa- que siempre al entrar oigo un coro de lón de reuniones de José Antonio con voces manifestar “¡Presente!” al pase los dirigentes obreros en su lucha por de lista de los mártires, tal como escri- el diferencial azucarero, convertida en bí en mi libro así ¡Presente! un movimiento nacional contra la dic- Además de su carga histórica, este tadura. En fin, interminable sería esta local se nutrió en la década del 50 de relación. importantes acontecimientos. Fue un ¿Cómo no recordar también que centro de operaciones donde se anali- nuestra escuela en la lucha de aquellos zaron todas las acciones en la lucha años cruciales fue el propio combate? contra la dictadura. Se aprobó la Jura Las lecciones aprendidas eran las re- de la Constitución del año de 1940. corridas tras un arduo camino iniciado Frente al local, se sembró El Árbol de en las protestas, manifestaciones, míti- la Libertad, ceiba abonada con la tie- nes relámpagos, presidio, exilio, proceso

143 en espiral de acciones, que se radicalizó Creo oportuno destacar, dentro de y que sufrió en carne propia la más esta etapa, que en los momentos de cruenta represión dejando en el cami- más cruenta confrontación siempre es- no cicatrices y mártires. La lucha iba tuvieron presentes la cultura y el arte depurando indecisos y surgían de la en toda su manifestación creadora, y propia masa y con su respaldo, sus ver- fue un objetivo priorizado de la FEU. daderos dirigentes. Para no entrar en detalles acotaré que Las manifestaciones y protestas tu- en 1955, la Asociación de Redactores vieron un papel decisivo en la Teatrales y Cinematográficos otorgó a conciencia nacional. La última, efectua- la dirección de cultura de la FEU el tro- da el 27 de noviembre de 1956 –dos feo y el diploma establecidos para días después de la salida del yate premiar, anualmente, a la institución que Granma desde Tuxpan– en su enfren- más hubiera contribuido al auge del arte tamiento brutal sirvió como punto de y la cultura en el país. referencia para cerrar definitivamente Importante es señalar la participación la Universidad y radicalizar la lucha en de destacadas figuras de la cultura que la capital, que tuvo su referencia más desafiaron la furia de las fuerzas repre- alta en las heroicas acciones del 13 de sivas como Alicia Alonso, Esther Borja, marzo de 1957. Wifredo Lam, así como el promotor del Las universidades cubanas fueron cine universitario José Manuel Valdés canteras donde se nutrió de combatien- Rodríguez. tes tanto en el llano como en las La FEU también contribuyó al auge montañas. En ese proceso la Carta de del deporte y contó con atletas que de- México, constituyó un papel fundamen- fendieron el color marrón universitario tal en la unidad de las fuerzas con la misma firmeza que sus ideales, revolucionarias. Este documento raigal, al grito de: “¿Quién Vive? ¡Caribe! cuyo compromiso histórico mantiene su ¿Quién va? ¡Universidad!”. Los prime- vigencia, fue firmada por Fidel Castro ros fueron Mella, Barrientos, Valdés y José Antonio Echeverría el 29 de Daussá, Pepelín Leyva, Fonts, y en la agosto de 1956 y ratificada el 30 de oc- década del 50 Fortún, Mazorra, Fidel, tubre de 1958 en el campamento de La Miret, Juan Cancio, José Ramón Plata, en la Sierra Maestra, donde tuve Balaguer, José Antonio, Machadito, el honor de firmarla junto al Comandan- Juan Abrantes, entre otros, con lo cual te Fidel Castro, y su texto finaliza: “La se demuestra que la lucha frontal no juventud y el pueblo de Cuba represen- estaba reñida con la cultura y el deporte tados genuinamente por el movimiento en una formación integral. revolucionario 26 de Julio y la Federa- Esa es nuestra Universidad, la que ción Estudiantil Universitaria, ratifican además de un conjunto de majestuosos hoy el compromiso que hicieron en edificios y bellas columnas está latente México y se abrazan en el campo de en la tradición que se respira en su at- batalla. ¡Ya el Ejército Rebelde tiene mósfera y se hace firme en su legado, una montaña más. La Colina universi- para convertirse en símbolo y centro taria!”. promotor de historia.

144 Es la misma Universidad de La Ha- conmociones políticas y sociales de la bana donde el joven Fidel Castro se isla, ni al ambiente de hostilidad de las destacó por su firme posición de prin- autoridades españolas, que recelaban cipios como alumno de Derecho y de su fidelidad. Era evidente la tensión dirigente estudiantil, que años después, existente, que se agudizó tras el alza- el 4 de septiembre de 1995 manifesta- miento del 10 de octubre de 1868. ría: “en esta Universidad me hice Muchos estudiantes abandonaron las revolucionario”; donde José Antonio aulas o su reciente profesión para unir- Echeverría, alumno de Arquitectura, se al Ejército Libertador. Dentro de esa surgió como líder y su expediente aca- atmósfera, ocurrió el fusilamiento de los démico iría aparejado a su destacada ocho estudiantes de Medicina, el 27 de trayectoria que desbordó el marco uni- noviembre de 1871, que conmovió la versitario. sensibilidad nacional y marcó para La Resolución Rectoral de la Cáte- siempre la fecha cimera del martirolo- dra José Antonio Echeverría, inaugurada gio estudiantil en nuestro país. el 24 de febrero de 2005, plantea entre Al cesar la dominación colonialista sus objetivos que para conocer “[…] la en Cuba correspondió al insigne Enri- significación histórica del movimiento que José Varona la importante tarea de estudiantil cubano y sus luchas, es una transformar la anacrónica institución en necesidad llenar el vacío historiográfico una Universidad de su época, de acuer- existente mediante las investigaciones do a sus necesidades. Con el lema de: y estudios imprescindibles que permitan “Ciencia, Experiencia y Conciencia”, su divulgación y coadyuven en la forma- Varona manifestó, en un memorable dis- ción de las jóvenes generaciones […]”. curso, que la Universidad “[…] debe En una palabra, ir al rescate de su me- ser el laboratorio científico de la Na- moria histórica. ción”, y agregó: “Enseñar desde luego, La producción historiográfica cubana pero ante todo despertar la curiosidad referida al movimiento estudiantil, del saber, el deseo de ver cada cual por indisolublemente identificado con el pro- sí mismo, de experimentar, de investi- ceso revolucionario en Cuba, aún es gar, de criticar”. insuficiente, por lo que urge llenar el va- El proceso de descomposición polí- cío, si se tienen en cuenta la necesidad tica y moral de la República, desde la de preservar estos conocimientos para instauración, agravado por su precaria la nueva generación y profundizar en el independencia, determinó el fracaso de significativo quehacer de sus protagonis- todos los movimientos de renovación tas, pues conocer el pasado, fortalece el universitaria de aquella época. Era ne- presente y proyecta el futuro. cesario tener presente las palabras de La Universidad de La Habana es la Mella cuando dijo que para hacer una más antigua de Cuba y la tercera de reforma universitaria, primero tendría América. Precisamente, el próximo año que hacerse una reforma social. se cumplirán 280 años de su fundación. Hay momentos en que se hace difícil En su proceso gradual, desde la épo- hallar vocablos adecuados que expre- ca colonial, no podía escapar a las sen lo que uno siente y este es el caso.

145 En el acto de investidura como Profe- Complejo es agrupar emociones y sor de Mérito de Raúl Roa, efectuado que estas estén dispuestas a salir en el 23 de abril de 1977, en esta Aula orden para expresar cabalmente lo que Magna, manifestó su hondo agradeci- siento hoy, al recibir el título de Profe- miento por tan alto reconocimiento sor de Mérito, de manos de nuestro recibido de la que llamó: “mi Universi- rector, el doctor Rubén Zardoya, como dad de estudiante y mi Universidad de difícil ha sido escuchar... con sereni- Profesor”. Parafraseando al doctor dad… lo expresado por el doctor Roa, hago mías aquellas palabras, por Eduardo Torres Cuevas, sin que sienta el honor que recibo hoy de “mi Univer- que el corazón me golpea ininterrum- sidad de estudiante y mi Universidad de pidamente el pecho, con una fuerza Profesor”. inusual. Para un hijo de esta histórica insti- Sin falsa modestia, que rechazo tan- tución, fragua de cultura y de ideas, to como la mentira y la deslealtad, obtener esta alta distinción, representa quiero destacar que durante mi vida, he el compendio de toda una vida, que co- pasado por momentos significativos, mencé como alumno hace 55 años, y que acuden a mi memoria como alba- en la enseñanza superior, como instruc- cea de innumerables recuerdos. tor graduado en 1960, trayectoria en la Acontecimientos vividos, como prota- que está implícita un proceso gradual y gonista, que formaron parte de un escalonado, hasta profesor titular. proceso que conmovió al mundo y es- Siempre he tenido presente que ser tán enmarcados en las páginas de profesor es educar, no recitar lecciones nuestra historia. Cómo no recordar ha- de un texto o manuales empolvados. ber estado junto a Fidel el 1º de Enero Es hacer pensar, sembrar ideas, formar, de 1959, en el Central América, cuan- siempre con la participación activa del do conoció los hechos que sucedían en alumno. Hacer alegre la tarea. Inves- la capital, y presenciar una inolvidable tigar más que memorizar. Buscar el lección histórica, en el momento que el debate y el diálogo. Enseñar es tam- líder de la Revolución, en toda su pro- bién aprender en cada clase, en cada yección como estadista y estratega intervención, es retroalimentarse per- militar, sin perder un minuto, desbarató manentemente. “La enseñanza –quién la peligrosa conjura reaccionaria y pro- no lo sabe– es ante todo, una obra de imperialista, que se gestaba para infinito amor”, precisó Martí. escamotear el triunfo revolucionario. Confieso que en el período que es- “¡Revolución sí, golpe de Estado no!”, tuve más alejado de esta Universidad, documento histórico tratado con clara fue cuando me desempeñé en el cam- visión política y militar en un momento po diplomático, aunque siempre me difícil y crucial del proceso. Y luego, sentí universitario. En tal empeño puse brindarle el apoyo de la FEU a sus ins- a prueba los conocimientos aprendidos trucciones a través de las ondas de en mi antigua facultad, que tenía entre Radio Rebelde. sus disciplinas la enseñanza del Dere- En las últimas horas de ese día, cho Diplomático. mientras bajaba la loma del Escandel,

146 con la mochila en la espalda y el fusil tudiantado con la Revolución, junto al al hombro, observé a lo lejos las luces pueblo, su gran protagonista. Terminé de la siempre heroica Santiago de Cuba, mi alocución con las palabras de Igna- mi ciudad natal. Caminando junto a mis cio Agramonte, cuando le preguntaron compañeros, los bravos combatientes con qué contaba para ganar la guerra: de la Columna Uno José Martí, ejérci- “¡Con la vergüenza de los cubanos!”. to sin oropeles, de raídos uniformes, Luego el pueblo de Cuba y el mun- mostrando sus simbólicas barbas, mien- do pudo ver, a través de la televisión al tras apretaban sus armas con manos líder de la Revolución cuando senten- vigorosas, ¿cuántas cosas pensé? ció: “El destino de la patria no puede Bajo la dirección de Fidel ganamos la ser nuevamente escamoteado. Nos he- guerra a un Ejército fuertemente avitua- mos ganado el derecho de comenzar”, llado, con poderosos recursos de tierra, y destacó: “¡Quizás en lo adelante todo mar y aire. Rompiendo esquemas se de- será más difícil!”. rribaban dogmas y modelos establecidos. En este lugar del camino nos encon- Entonces recordé a inolvidables compa- tramos. Sin lugar a dudas, Cuba es su ñeros, a mis padres, y a mi Universidad. historia. Es resumen, presente y futu- De Santiago partió el 2 de enero de ro. Es ejemplo, fortaleza de dignidad. 1959, la Caravana de la Libertad, por Nuestra principal riqueza la constituye la Carretera Central hacia la capital. su potencial humano, siendo su van- Nos recibía una masa de pueblo. A ve- guardia, la juventud. Recuerdo lo que ces se hacía difícil avanzar. Todo era escribió la fecunda pluma de Víctor indescriptible. ¡Viva Fidel! ¡Viva la Re- Hugo cuando dijo: “No existe en el volución! Las mujeres vestidas de rojo mundo nada más poderoso que una y negro lanzaban flores. ¡Cuántas imá- idea a la que le ha llegado su tiempo”. genes imborrables! Imposible no recordar como resu- El 8 de enero llegamos a La Haba- men de lo expresado, que este año na. En la calle 23, entre la multitud vi a 2007, tienen lugar sensibles conmemo- mi madre. Arribamos al Campamento raciones vinculadas a la Universidad en Militar de Columbia y ahí, desde una pe- general y en particular para mí: queña tribuna, rodeado de una compacta 1. El cincuentenario de la caída fren- multitud, fui el primero en hacer uso de te a fuerzas enemigas, de dos la palabra. Recuerdo que, entre otras inolvidables compañeros –con los que cosas, narré cómo en el trayecto de la recorrimos y compartimos peligros e caravana, Fidel desvió la ruta y con un ideales–: José Antonio Echeverría y grupo de compañeros nos trasladamos Fructuoso Rodríguez, exponentes de a Cárdenas, al cementerio. Allí, frente a los estudiantes de ayer, de hoy y de la tumba de José Antonio Echeverría le siempre. rindió un sentido homenaje a su amigo 2. El centenario del profesor y de- y compañero. Sobran las palabras. cano Raúl Roa García, figura cimera de Hablaba en nombre del estudianta- nuestra Revolución. do cubano. Rendí homenaje a todos los 3. El aniversario 85 de la FEU crea- caídos. Reiteré la firme unidad del es- da por Julio Antonio Mella.

147 Para todos, el mejor homenaje es y pañeros de luchas, amigos que hoy me será mantener sus ideales, porque han acompañan en esta Aula Magna, lugar sido fuerza impulsora a nuestra modes- cimero de grandes acontecimientos, al ta trayectoria. recibir este título de Profesor de Méri- También deseo señalar el reconoci- to de la Universidad de La Habana, miento a mi familia, esposa, hijos, permítanme hacer esta reflexión: hermana y nietos, a todos les hago lle- Esta distinción constituye un honor, gar mi más profundo agradecimiento pero sobre todo un compromiso, de por su confianza y apoyo; a mis com- aquel camino que comencé a recorrer pañeros de luchas, con quienes he sin vacilaciones hace más de medio si- sobrevivido a tantos combates; a mis glo, incorporándome a una causa sin colegas, profesores de esta casa de es- retroceso y enarbolando para siempre tudios; a los estudiantes, herederos de el estandarte de la Revolución. nuestras tradiciones, y a la FEU, por ser Finalmente, cuando uno piensa en “un ejército de luz”. buscar alguna definición sencilla y pro- ¡Gracias infinitas a todos, por ser par- funda, la encuentra siempre en la te activa de lo que hoy acontece! brillante pluma de José Martí: “La Estimados rector doctor Rubén disyuntiva en la vida es permanente… Zardoya, doctor José Carlos Vázquez, ‘el yugo o la estrella’”. decano de la Facultad de Filosofía e A todos, agradezco muy sinceramen- Historia, profesores, estudiantes, com- te su presencia.

148 La subjetividad en la narrativa histórica: la Protesta de Baraguá frente al espejo Antonio Álvarez Pitaluga Profesor de la Universidad de La Habana

Criticar es amar. JOSÉ MARTÍ

Una novela, un poema, una compo- ¡sición musical o una pintura, no son fuentes fiables ni recomendables para escribir la historia! Así blasona sin mi- ramientos y a camisa quitada todo buen historiador positivista o mejor, neoposi- tivista disfrazado de postmoderno en estos primeros años del siglo XXI. ¡Que por cierto, cómo hay! Pululan por nues- tras academias docentes e investigativas como frailes benedictinos, inquisidores del clamor por la construcción de una historia más abierta y flexible con todas las producciones escritas y artísticas del hombre. Contra esos “ángeles del oca- General so” van mis reflexiones. Y para empezar, nada mejor que un miento social, arrastradas en su mayo- pensamiento del poeta de Días y flo- ría desde mareas europeas y res, que me los dibuja cada vez que norteamericanas. Ellos se presentan escucho a algunos de ellos: “¡Pobre como historiadores de finales o prin- mortal, qué desarmado y bruto! Perdió cipios de siglo, de nueva hornada, o el amor y se perdió el respeto”. reciclados –entiéndase por este térmi- Llamo historiadores neopositivistas a no de relación industrial, a los que en aquellos solapados en nuevas corrien- harakiri intelectual se retractan o des- tes y “modas” historiográficas. Modas hacen de sus pasadas creaciones– y así que casi siempre arriban con bastantes se autoproclaman historiadores moder- años de atraso, a veces hasta con dos nos de última generación, idóneos para décadas, a nuestras playas del conoci- construir un nuevo pasado.

149 Sin embargo, “el zorro nunca pier- o colectiva. Sustenta un proceso perma- de las mañas”. Su fetichismo por el nente de elaboración y reelaboración dato y el documento es incólume, que intelectual donde las experiencias perso- no significa no saberlo enmascarar. nales –pasadas y presentes–, el contexto Difícilmente admiten que una creación épocal e ideológico, la educación fami- literaria, pictórica, teatral o musical, liar y académica, son determinantes. contenga suficientes elementos de ba- Funciona mediante una construcción ses para ser vista como fuente histórica mental, de forma voluntaria e en la construcción de la narrativa his- involuntaria, consciente o inconsciente, tórica. En sus mentes sólo es posible para imaginar y producir el universo dicha construcción a partir del uso de cognoscitivo individual y social. La sub- documentos de época –cartas, manifies- jetividad expresa y condiciona las tos, censos y otros– que expresen “una relaciones sociales y por ende de poder. verdadera fiabilidad”. Es una expresión intelectual del poder Para estos colegas, una supuesta mediante la cual de edifican verdades ficcionalidad y la creación-recreación de para legitimar una hegemonía, una rea- las producciones artísticas obstaculizan lidad. Y el historiador y su obra no están la verdadera búsqueda de información ajenos a lo anterior. Codifica las coor- histórica y su posterior interpretación, denadas de ambos. por su alta presencia de subjetividad Los historiadores tienen el deber so- artística. Pero resulta que un “docu- cial y profesional de transmitir, previa mento” tiene la misma subjetividad que creación desde el amplio arsenal teóri- una obra artística de cualquier género, co y metodológico de las Ciencias porque es un producto de creación-re- Sociales, un universo de ideas que ilus- creación a partir de un mismo autor en tren e interpreten un pasado. Luego común para ambos: el hombre. Es tan sirve de patrón referencial de estudio “ficticio y poco fiable” un documento al resto de los miembros de su socie- como lo es una novela o un cuadro pic- dad. Es una alta responsabilidad que no tórico. En los dos casos se selecciona debe desaprovechar las infinitas posi- previamente el mensaje o la informa- bilidades de las creaciones artísticas. ción que se quiere plasmar o legar para Es desacertado para el historiador el futuro (la que entra o no a su obra), pensar que la subjetividad está mayor- mediante los códigos de lo que es para mente presente en los creadores y el autor lo moral y lo amoral, lo bueno obras artísticas. También pervive y se y lo malo, lo permitido y lo prohibido, desarrolla en sus mentes. lo modélico y lo antimodélico. Es decir, Algunos olvidan que la diferencia en- que entre la información y el autor exis- tre las ciencias sociales y las exactas te un factor determinante a la hora de radica en la fuerte relatividad de las pri- utilizar e interpretar la información: la meras, frente a las leyes y categorías subjetividad humana. muy precisas de las segundas. Estas úl- La subjetividad es la capacidad men- timas, al estudiar procesos y fenómenos tal e intelectual del ser humano para muy estables y fijos de la naturaleza lo- crear y recrear su memoria individual gran una precisión casi invariable;

150 mientras que las sociales estudian lo más sí misma. A través de ellos se han for- cambiante y en constante transformación mado y forma el cuerpo mitológico de de la vida: el pensamiento y la actividad una historia nacional, por muy docu- social del hombre en el tiempo. mentada que pueda ser. Al igual que A contrapelo de los historiadores desde la historia, desde la cultura ar- fetichistas del documento, el gran cien- tística se legitima en el pasado el tífico social del siglo XIX, Carlos Marx, presente cotidiano de una colectividad recordó y explicó en el curso de su humana. Los discursos narrativos de obra científica que la literatura euro- la literatura e historia nacionales se pea de su época en mucho contribuyó entrecruzan permanentemente en el de- a su formación y análisis de la socie- curso histórico de tal proceso, apoyados dad. Para él, la literatura francesa, en por una tradición oral y de otras expre- voces como Víctor Hugo, Honorato de siones. Sin lugar a dudas, el poder de Balzac y otros, le ofreció un panora- la escritura histórico-literaria o vicever- ma y mosaico sociales únicos de la sa es determinante. No fue casual que Europa de su tiempo. Lucién de en el siglo XIV un famoso general ára- Rubenpré y su decadencia existencialista be pronunciara una peligrosa idea del París de la década del 30 del XIX, el política, que ha viajado a través del funcionamiento de la prensa moderna tiempo como apotegma social: la histo- en la Ciudad Luz y otros procesos so- ria se escribe desde el poder, la historia ciales de carácter individual o la escriben los vencedores. colectivo, le ayudaron a elaborar una Por otra parte, la construcción de la visión de conjunto que desbrozó el mé- narrativa literaria o histórica siempre ha todo marxista para el análisis social. El estado muy relacionada con el poder. 18 Brumario de Luis Bonaparte fue La hegemonía cultural, moral e intelec- y es un ejemplo de tales aportes. tual del grupo, clase o sector que Los neopositivistas prefieren pensar detente el poder político, se forja en que la literatura y otras expresiones ar- buena medida a partir del control del tísticas sirven para estudiar y discurso narrativo en todas sus mani- comprender la cultura artística de una festaciones. La escritura fue y es un nación, pero no su historia, sobre todo fuerte componente del funcionamiento la política y económica. Parece un chis- de las relaciones de poder en cualquier te de muy mal gusto –por cierto, una tipo de sociedad humana. Cuando las fatal concepción fragmentada de la so- prácticas de las relaciones de poder co- ciedad–, pero es esa la miopía social del menzaron a ser estudiada y teorizadas positivismo: particularizar y dividir el con el advenimiento de la modernidad, conocimiento científico en una relación desde los inicios del siglo XVI aproxima- binaria que invalida la “universalidad” damente, la escritura reverdeció su marxista para el estudio y comprensión papel determinante para el control de de lo social. los dominados. Desde Nicolás Les cuesta trabajo asimilar que la his- Maquiavelo, pasando por los iluministas toria de una nación se edifica desde los franceses, Carlos Marx, Antonio pilares de los imaginarios culturales de Gramsci, Vladimir I. Lenin, Max Weber,

151 hasta Herbert Marcuse, Michel le han impreso –como era de esperar– Foucault, Pierre Bordeau y otros, se ha su propia subjetividad para construir un enfatizado la necesidad constante del hecho o proceso a partir de lo que con- control de la producción escrita y ar- sideran “verdad absoluta y establecida”. tística en general para el mantenimiento Para ellos las obras literarias y artísticas y la reproducción permanente de la he- pagan los platos rotos de la ficcionalidad gemonía. humana. Sin embargo, hasta en hechos Toda vez que desde el discurso his- históricos duros y establecidos es posi- tórico se perpetúa y reproduce del poder ble encontrar variados elementos de o se destruye, desde la cultura artística carácter muy subjetivos. En el siguiente sucede un tanto igual: se produce y re- estudio de caso podrá comprenderse tan produce el poder y la sociedad existente. peculiar asunto. Esta es la base teórico-conceptual de la Se sustentó en la consulta de signi- sociología de la cultura. Es preciso que ficativas obras históricas que han esos filólogos e historiadores aprehendan tratado el suceso y han sido publica- este principio básico. Sólo la fusión di- das dentro de Cuba. O sea, se trata námica e interactiva en la mente de los de una investigación de búsqueda bi- dos tipos de especialistas les ofrecerá bliográfica. Los textos aparecidos una mejor identificación mutua de sus fuera del país, documentos inéditos y objetos de estudios y los préstamos teó- otras fuentes no se tuvieron en cuen- ricos y factuales que deben realizar ta porque se trata de observar y ambas ciencias. enjuiciar la construcción, evolución y Para comprender mejor la subjeti- repercusión del hecho a través de la vidad en la escritura de la historia a historiografía nacional. No obstante, partir de un acercamiento hechológico las fuentes no consultadas podrán co- desde la historiografía nacional es pre- rroborar o contrariar las ideas que ciso no olvidar una importante idea: en expondré a continuación. el archipiélago cubano los estudios historiográficos no tienen larga tradi- La Protesta de Baraguá frente al ción ni adeptos; es más, los espejo especialistas del estudio de cómo se ha Pensar un hecho histórico a primera escrito la historia nacional constituyen vista puede parecer relativamente fá- un club de muy pocos afiliados en cil. Desde nuestro presente miramos al nuestro país. Es por ello que resulta pasado por varias razones: curiosidad, muy difícil consultar investigaciones o utilidad, necesidad de legitimación o textos nacionales donde estudiar las comprensión del presente, sed de co- características y cómo se ha escrito la nocimientos. Pero cuando esas miradas historia de Cuba desde Cuba. en retrospectiva se sientan en dos Apuntando este elemento, al em- esenciales pilares de reflexión especí- prender un recorrido desde tales tipos ficos, mirar el tiempo en regresión de de estudios a través de algún hecho o entretenimiento se convierte en ense- proceso históricos en específico encon- ñanza. Dos preguntas sintetizan esos traremos que los historiadores nacionales pilares del análisis histórico para enten-

152 der el pasado: ¿cómo fue percibido un los cubanos partidarios o no de una in- hecho histórico por los contemporáneos dependencia con soberanía y sin que lo protagonizaron, presenciaron o esclavitud. Sólo dos versiones escritas los que vivieron el momento y época en brotaron de las manos de testigos direc- que ocurrió? Segundo, ¿cómo fue cons- tos del suceso. La primera le truido ese hecho histórico a partir de la correspondió al doctor y teniente coro- narrativa histórica por las siguientes ge- nel Fernando Figueredo Socarrás, neraciones que no vivieron el suceso? ayudante personal de Antonio Maceo, La Protesta de Baraguá es un relevan- quien entre 1882 y 1885, dictó un ciclo te acontecimiento para los cubanos y de nueve conferencias ante la emigra- un lúcido ejemplo historiográfico para ción revolucionaria de Cayo Hueso que buscar respuestas a tales preguntas. dieron el argumento testimonial central de su visión sobre la guerra del 68. Cómo fue vista por sus contem- Teniendo como precedente más cer- poráneos participantes o no cano tales testimonios fue publicada por Acaeció el 15 de marzo de 1878 en primera vez en el periódico Patria, una antigua hacienda de crianza gana- dentro de una serie de artículos que dera de la economía colonial oriental y bajo el rótulo general de “Episodios de dentro de los actuales límites de la pro- la Revolución cubana” vieron la luz en- vincia de Santiago de Cuba. La Protesta tre el 3 de junio y el 10 de octubre de que dirigió el Mayor General Antonio 1893, la versión de Figueredo que tuvo Maceo selló dignamente el trágico epí- como título “La Protesta de Baraguá”. logo de la revolución de 1868, que en los Este fue el inicio de la creación narra- primeros cinco meses de 1878 senten- tiva del hecho. Su relato ha sido y es ció su desenlace final. Baraguá fue la el más recurrido como fuente primaria contrapartida al dudoso Pacto del Zan- y básica para referirse a lo acontecido jón del 10 de febrero de ese año. allí por parte de los historiadores. Sin embargo, al consultar la literatura Años más tarde, en 1899, apareció de campaña de las guerras de indepen- en la Revista Cubana –editada en La dencia de Cuba (1868-1898) a través de Habana– la misma versión. Pero no fue diarios, relatos, testimonios, manifiestos hasta 1902 que las nueve conferencias y anécdotas, creadora de un nuevo sa- y un epílogo –donde se anexó la ver- ber-poder de aquellas revoluciones, sión– fueron editadas íntegras en forma llama la atención el tipo de recepción que de libro con el título La revolución de tuvo la Protesta en la pluma de los con- Yara (1902).1 El libro devela las dotes temporáneos participantes o no del literarias y de fluidez del autor. Los pun- hecho que crearon tal narrativa. tos de vistas de Figueredo sobre la Algo salta enseguida a la vista: la Protesta se convirtieron a través del Protesta no generó una explosión de tiempo y hasta nuestros días en la textos o documentos de manera instan- fuente capital que muchos historiado- tánea en la literatura de campaña del res han reproducido con exactitud y 68. Más bien se trató de una lenta re- otros le han introducido modificacio- percusión oral que fue progresiva, entre nes. Algunas de ellas sin referencias

153 documentales e históricas de sus orí- la revolución había concluido en el Zan- genes o procedencias. jón y la Protesta era un anexo de La segunda versión de un participan- rebeldía de un muy reducido sector den- te directo estuvo a cargo del doctor tro del mambisado que no abarcaba Félix Figueredo. La publicó en la Re- grandes espacios en la atmósfera ma- vista Cubana en 1889 y la reeditó en yoritaria del ocaso revolucionario. 1915. Ha sido muy poco difundida has- Otro elemento a considerar en este ta hoy y poco modifica lo escrito por desnivel de repercusión colectiva radica Fernando Figueredo. Apenas se ha uti- en que mientras las obras de Roa y lizado por los historiadores desde esos Collazo fueron publicadas a inicios de la años hasta el presente. década del 90 del siglo XIX, antes de co- La versión de Fernando Figueredo, menzar la guerra del 95 (cuando la a pesar del privilegio de haber sido la emigración cubana vivía una nueva efer- primera y principal narración que trató vescencia patriótica que la fundación del exclusivamente la tensa entrevista en- Partido Revolucionario Cubano y el pro- tre Antonio Maceo y Arsenio Martínez, pio estallido del 24 de febrero catalizaron no pudo alcanzar antes de terminar el con mucha fortaleza), el libro de Fernan- ciclo independentista en 1898 la popu- do Figueredo salió de imprenta casi una laridad que tuvieron otras piezas década después, terminada la épica del narrativas de contemporáneos no pre- 95. Para ese momento una mezcla de sentes en Baraguá, pero que publicaron incertidumbre y frustración se enseñoreó importantes testimonios de gran acogi- de la vida política nacional con el estre- da entre los antiguos combatientes del no de una república diseñada en planos 68 y hasta generaron encendidas polé- estadounidenses. micas donde José Martí se vio envuelto Por otra parte, el propio Antonio más de una vez. Maceo fue poco explícito en sus do- Llama la atención que Ramón Roa cumentos personales y oficiales sobre en A pie y descalzo (1890)2 comenta- el acto que protagonizó. En sus car- ra de forma fugaz la justa rebeldía de tas y documentos reeditados a fines Maceo sin dedicarle un capítulo, epí- del siglo XX (Antonio Maceo. Ideolo- grafe o espacio considerable. También gía política y otros documentos, Enrique Collazo en Desde Yara hasta 1998)4 son muy escasas las referen- el Zanjón (1893),3 al igual que Roa, cias personales al hecho. Apenas menciona la entrevista sin dotarla de mencionó el acontecimiento en la carta ningún peso ideológico. Collazo llega a Julio Sanguily el 26 de marzo de hasta el punto de confundir fechas re- 1878, donde comentó la reunión sin lacionadas con el hecho. La parquedad ofrecer descripción o interpretaciones. de estos antiguos miembros del Comi- En esa misma compilación u otras si- té de Centro, órgano civil que negoció milares es interesante observar cómo el Pacto con Arsenio Martínez Cam- Maceo sólo se refiere de manera bre- pos, refleja la escasa repercusión ve a Baraguá para contraponerla al escrita de los sectores partidarios de Pacto del Zanjón, sin evaluar o anali- aquel fin; o sea, para aquellos sectores zar el contenido y peso ideológico del

154 suceso. A pesar de haber hecho coin- cidir simbólicamente el inicio de la invasión –octubre de 1895– con el mis- mo lugar donde él manifestó su decidida inconformidad al final de la Guerra Grande, dos preguntas se im- ponen: ¿por qué Antonio Maceo no redactó en documento alguno su ver- General Antonio Maceo Grajales sión o análisis personal de aquella en la Protesta de Baraguá entrevista? ¿Por qué la mayoría de los historiadores que se han acercado al del ya Titán de Bronce. Pero ninguno de tema no se han hecho tal pregunta? los dos reflexionaron o aquilataron el es- A muchos años de la muerte del Lu- pacio a ocupar dentro de la ideología del garteniente del Ejército Libertador y de independentismo cubano del siglo XIX. haber concluido la guerra, fue publica- Ello induce a pensar que los hombres del do el largo testimonio de Enrique 68 y el 95 conocían la Protesta de Loynaz del Castillo acerca de aquella Baraguá en diferentes grados de inten- contienda (Memorias de la Guerra, sidad y apreciaciones en dependencia de 1989).5 Allí Loynaz refirió que en los sus horizontes culturales, afinidad, cer- años de estancia de Maceo en Costa canía a la figura del insigne oriental y Rica, en particular en 1894, este le dictó ubicación geográfica dentro del mapa una versión personal de la Protesta bajo bélico de ambas revoluciones, pero no la sombra de un árbol en su colonia La llegó a ser un hecho determinante en el Mansión. El general le hizo copiar a imaginario popular de ambas insurreccio- Loynaz del Castillo la citada versión nes. Al menos hasta 1898. que nunca ha sido hallada y que el au- Sólo un hombre reconoció temprana tor del Himno invasor confesó haber y estratégicamente el peso político e dejado en aquel lugar al partir a Cuba. ideológico de Baraguá en los marcos de Varias preguntas e hipótesis producen la nueva revolución necesaria: José tal anécdota. Pero en historia especular Martí, el Delegado del Partido Revolu- es a veces insuficiente para pensar lo cionario Cubano. que pudo haber sido y no fue, ni será. Para el creador de una nueva Si un día apareciera estoy seguro de que radicalidad transformadora de la sociedad la historiografía de la Protesta se enri- cubana de fines de siglo XIX se trataba “de quecería en su esencia. lo más glorioso de nuestra historia”. Martí Enrique Loynaz se acercó a dicho fue el primero en avizorar una nueva acontecimiento histórico como mismo lo relectura del hecho en los marcos de una hizo José Miró Argenter en Crónicas de inminente revolución. Para él la Protes- la guerra (1909).6 Loynaz y Miró men- ta sería un importante soporte legitimador cionaron varias veces la Protesta de que desde el pasado articulaba el presente Baraguá como un suceso que se opuso (la revolución necesaria). Por eso le soli- al pacto del 10 de febrero, un freno per- citó a Figueredo Socarrás la publicación sonal y político que enalteció la conducta de sus puntos de vista en 1893.

155 La visión republicana qué y cómo asumió tan marcado apa- Con el advenimiento de la República sionamiento personal, que lo llevó desde neocolonial, la historiografía cubana rechazar a otros independentistas nota- priorizó un particular enfoque histórico bles hasta a la gestación de planes donde el Zanjón fue el protagonista fi- contra los cargos y responsabilidades nal de la guerra del 68 y la Protesta un políticas y militares de ellos para cons- coprotagonista sin connotaciones ideoló- truir un discurso narrativo donde gicas para el nuevo Estado nacional. Era Antonio Maceo era figura central de el fruto de una hegemonía cultural ba- todo. Este punto de vista, más que darle sada en relaciones de poder excluyentes a Maceo su verdadera dimensión revo- de muchos de los sectores populares lucionaria lo circunscribió a una que habían protagonizado el 68 y el 95. actuación personalista obviando el real Dicho enfoque puede caracterizarse peso ideológico del Titán y su obra. por una escasa interpretación ideológi- En los inicios del decurso republica- ca, brevedad de mención, delimitación no, Abdon Tremols publicó un importante geográfica e histórica de carácter regio- catálogo de pintura, Los patriotas de la nal, reproducción textual de las palabras galería del ayuntamiento de La Ha- de Figueredo, introducción o modifica- bana (1917).8 Al pie de cada fotografía ción de elementos a la versión central de de los originales que aún se exhiben en Figueredo y, finalmente, el elemento de la Sala de las Banderas del actual Mu- mayor peso, la ausencia de investigacio- seo de los Capitanes Generales, redactó nes históricas sobre el tema. una breve información sobre cada uno Encabeza el listado Eusebio de los 100 patriotas reflejados en igua- Hernández (Maceo dos conferencias les óleos. En el cuadro dedicado a históricas, 1913 y 1930),7 quien afirmó Antonio Maceo llama poderosamente la que la Protesta sólo revirtió el carác- atención que no se hace mención algu- ter del Zanjón de paz deshonrosa a na de la Protesta, ni a la participación tregua: “la Protesta de Baraguá que en ella del destacado luchador. Sin em- hizo del Convenio del Zanjón una tre- bargo, en el resumen dedicado a gua”. También Hernández apuntó que Fernando Figueredo sí hay referencia a fue el marco propicio para que Maceo la entrevista al calificarla como la “pro- creciese como figura: “Se creció en testa más viril que registra la historia de Baraguá haciendo frente él solo a todo nuestras luchas” que “salvó el honor de el ejército español”. Es fácil compren- Cuba rebelde”. En realidad, estas ideas der, al contextualizar todo el libro y la fueron una ruptura con un enfoque que propia vida política del autor, que su ob- reducía en muchas expresiones a dicho jetivo principal fue elevar con marcada acontecimiento. Pero fueron expuestas idolatría la figura de Maceo dentro del en un pequeño catálogo de pinturas panteón de héroes independentistas. para un público muy específico y no en Maceo fue su ídolo revolucionario y los libros oficiales de historia del país personal. La actuación política de en esos momentos, ni tampoco en los Eusebio Hernández en la década del 80 diversos textos que iban conformando y en la Guerra del 95 explican el por- las gestas independentistas del pasado

156 siglo. A pesar de no haber sido anali- racionalizantes de sistema, no. Es de- zado el hecho por cualquier autor cir, que su subjetividad como “junta de consultado para la investigación, esta vi- negocios” detentando el poder político sión de llamativo vuelo nacional e y económico se hizo valer. ideológico no primó en el proceso de Ramón Infiesta en Máximo Gómez construcción del mito sobre Baraguá. (1937)10 fue más rudo aún al repasar Pero lo más importante es la omi- la épica final del 68: “[...] Antonio sión del papel y participación de Maceo Maceo decide, en Baraguá, continuar en la Protesta. Ella aparece relaciona- por su cuenta la resistencia”. Para el da con Figueredo y no con Maceo. Esa abogado Infiesta la decisión de Maceo es la imagen que de manera conscien- de protestar ante lo pactado en el Zan- te o inconsciente se deseaba proyectar jón era el producto de una independiente sobre aquel suceso. y personal actuación alejada del espíritu La espiral crecía en la pluma de his- reinante en la mayoría de oficiales, je- toriadores como Emeterio Santovenia fes y soldados del Ejército Libertador. en Los presidentes de Cuba libre Sin embargo, en esta biografía, premia- (1930),9 donde distanció la actuación da en las conmemoraciones del de Maceo del resto de los combatien- centenario del nacimiento del Generalí- tes de aquella gesta, hasta el punto que simo, se deja entrever un similar aliento a la inconformidad del bravo guerrero al del que Eusebio Hernández le impri- no le vio honduras ideológicas. Afirmó miera a su obra, pero en sentido que: “El afán de Baraguá no logró opuesto: destacar con desmesura una ahondar cauces en la extenuada con- sola figura obviando en diferentes aná- ciencia cubana”. También expresó: lisis el papel de otras, en este caso a “[...] ni los esfuerzos de hombre de la favor de Máximo Gómez. calidad de Antonio Maceo bastaron Por su parte, Leopoldo Horrego para reconstruir el espíritu de la lucha Estruch en Maceo héroe y carácter y sacrificio”. Santovenia, al igual que (1943)11 origina un curioso e inespe- otros autores republicanos no explica- rado fenómeno historiográfico. A ron o ahondaron en sus aseveraciones. pesar de seguir copiando tácitamen- Independientemente de los posibles te a Figueredo, el devenido historiador por qué de tales afirmaciones, una matancero le introduce modificacio- realidad se iba imponiendo: Baraguá nes a la versión original, sin ofrecer no se investigaba como tema históri- las fuentes proveedoras de tales cam- co y se conformaba un hecho escaso bios. Ejemplo de ello es cuando de interpretaciones ideológicas favora- plantea que Martínez Campos trató bles a los seguidores de la revolución de abrazar al Titán al inicio del en- popular. cuentro y que este último lo impidió La hegemonía cultural burguesa im- con su brazo. Otra modificación es ponía sus presupuestos intelectuales en que Maceo terminó la entrevista ma- la producción historiográfica: liberación reado por el humo de cigarro. Es nacional de la antigua metrópoli ibéri- cierto que el bravo oriental detesta- ca sí, revolución de las estructuras ba el cigarro y su humo, pero Horrego

157 no explicó el porqué, ni las fuentes uti- de la Protesta de Baraguá se auxilió lizadas para alterar la versión de como fuentes de dos periódicos en la Figueredo. Pudiera decirse que Horrego emigración cubana de Nueva York, La fue el iniciador de una ficcionalización Verdad y El Herald. Unos días des- narrativa de la Protesta al introducir pués del 15 de marzo de 1878 ambos tales ingredientes imaginativos sin periódicos informaron de la entrevista avales de fuentes. y sus resultados. El Herald reprodujo Además, le concede un mayor espa- la preocupación mostrada por las socie- cio de redacción al Zanjón convertido dades antiesclavistas americana y de en tregua gracias a la entrevista. He Londres y la Cámara de los Comunes aquí un vivo ejemplo de cómo la subje- de Inglaterra ante el tratamiento omiso tividad del historiador hace de las ideas de la esclavitud en Baraguá. Pero al presentadas en su obra como verdade- observar detalladamente en la propia ras y absolutas en algo relativo. obra de Franco es fácil detectar que, Ramiro Guerra en su libro Guerra de los dos periódicos, el primero tiene de los Diez Años (1950-1952)12 man- un carácter local muy reducido al ser tuvo la línea descriptiva de otrora. para un grupo de emigrados muy espe- Continuó la línea repetitiva al privile- cífico: los propios cubanos; el segundo, giar con 10 páginas al Zanjón y a tan solo reproduce una sospechosa pre- Baraguá sólo con dos párrafos. El pro- ocupación inglesa. pio Guerra en Historia de la nación El interés de ambas sociedades y de cubana (10 tomos, 1952),13 dedica sie- la Cámara apuntan más a un te páginas al suceso. En la casi antiesclavismo de sedimento económico totalidad de ellas se reprodujeron, una proveniente de potencias económicas, vez más en la historiografía del tema, una de ellas de larga experiencia colo- los diálogos entre Maceo y Campos ya nial en ese momento, que a una narrados por Figueredo desde 1893. Sin verdadera solidaridad liberadora y pa- embargo, le aportó un nuevo calificati- triótica de la lucha cubana. La propia vo al llamarla “famosísima Protesta”. Inglaterra desde 1817, debido al desa- Es una pena que esta novedosa apre- rrollo interno de su economía y su ciación para la historiografía de apogeo como primera potencia mundial, entonces no fuera interpretada ni ar- combatía la práctica de la esclavitud gumentada por el autor. que ya le estorbaba dentro y fuera de El más relevante biógrafo de Anto- sus fronteras nacionales. En los Esta- nio Maceo, José Luciano Franco, autor dos Unidos, el presidente Abraham de Antonio Maceo. Apuntes para Linconl abolió la esclavitud en 1863, en una historia de su vida (tres tomos, medio de una decisiva Guerra de Se- 1951),14 propuso un atípico enfoque so- cesión, donde el industrialismo norteño bre el tema. Él le concedió por primera clamaba a gritos la liberación de las fu- vez en la historiografía nacional una “re- turas nuevas fuerzas productivas. sonancia universal” a la entrevista. Para Más adelante, Franco apuntó que el argumentar lo que puedo considerar como patriota cubano Juan Arnao afirmó en el primer intento de internacionalización su obra Páginas sobre la Historia de

158 Cuba que un titular bajo el rotulo de “El Años después, Emilio Roig en La general Antonio Maceo ha salvado la guerra libertadora de los treinta años honra de los cubanos” fue publicado en (1958)15 continuó viendo el hecho histó- miles de periódicos de la Unión. ¿Ver- rico como valladar que transforma el daderamente existieron miles de Zanjón de paz a tregua; en un párrafo periódicos en los Estados Unidos en dedicado al tema expresa: “[...] aunque ese entonces?, ¿cómo pudo contabili- Maceo no encontró entonces el respal- zarse esa cantidad en caso de haber do suficiente, ni en los revolucionarios de existido tantos periódicos? la Isla ni en los del extranjero [...]”; sin Los pilares de esa “resonancia univer- embargo, para Roig: “[...] Maceo, en sal” no fueron suficientes para sostenerla. Baraguá, representó el alma, la fuerza De hecho, la internacionalización de la y los ideales revolucionarios [...]”. El protesta no tuvo seguidores ni estudios consagrado historiador de la ciudad y continuadores. El intento de expandirla abanderado de los estudios históricos como fenómeno internacional quedó sin antiimperialistas trató en este juego de posibilidades. También el autor modifi- ideas ambiguas de enfocar el encuentro ca un detalle de la entrevista: expone Maceo-Campos hacia una perspectiva que Maceo fue el primero que trajo a de aceptación más popular acorde a la colación el tema de la esclavitud cuan- candente situación revolucionaria nacio- do Figueredo expresó que fueron nal de ese año, eclosionada desde la Manuel de Jesús Calvar y el propio Sierra Maestra que anunciaba un radi- Figueredo los primeros en tocar el tema. cal giro de toda la sociedad en breve Finalmente, es paradójico que en la tiempo. Fue demasiado profunda la re- monumentalidad de los tres tomos de belión nacional contra Fulgencio Batista Franco –que puso a disposición de los como para que Roig no escapara a sus especialistas y lectores en general el influencias que, sin romper con el aná- volumen de información y visión más lisis tradicional, se hace sentir en estas abarcadora hasta ese instante sobre ideas cruzadas. Antonio Maceo– se ponderó más la descriptiva entrevista que la constitu- La Protesta en Revolución ción de un Gobierno Provisional y la La Revolución de 1959 abrió un cau- redacción de una nueva Constitución daloso sendero al análisis histórico del ocurridas en la tarde-noche de ese país. Las guerras de independencia ad- día. No obstante, el titánico esfuerzo quirieron una importante reevaluación de de José Luciano Franco continuó sin sus estudios. A partir de entonces, la resolverse el relego nominativo e Protesta de Baraguá recibiría un enfo- interpretativo que sufrieron el Gobier- que que legitimaba desde el pasado a los no Provisional y la Constitución de sectores populares y partidarios del triun- Baraguá de manera permanente en la fo revolucionario: campesinos, obreros, historiografía republicana. Tales omisio- intelectuales y pueblo en general. Se tra- nes se mantuvieron durante varios años tó del nacimiento de una nueva después del triunfo revolucionario de hegemonía revolucionaria, subvertora del 1959, como se verá más adelante. orden social precedente.

159 A pesar de ello, Raúl Aparicio en (1974)21 de Sergio Aguirre, en el cual Hombradía de Antonio Maceo este profundizó más en la esencia ideo- (1966)16 no se separa todavía de la lí- lógica al plantear que “[...] Maceo no nea descriptiva y poco interpretativa. se concibe sin la revolución” y da una Además, mantiene el criterio de José serie de razones de peso ideológico en Luciano Franco al decir que “la opinión torno a la vida del futuro héroe de San mundial” había puesto su atención en la Pedro para explicar su actuación pa- Protesta durante aquellos días sin apor- triótica. Dotó a Baraguá de una tar elementos de sustentación para ello. apreciación donde el rechazo maceísta Fue Jorge Ibarra con su Historia de era un antídoto psíquico y moral al des- Cuba (1967),17 quien inauguró un nue- aliento reinante en la agonía de la vo giro de interpretación histórica e guerra y a la vez funcionaba como ideológica a la Protesta que inició una puente de continuidad para llegar a un verdadera mutación ideológica. Por pri- presente en el que los polos ideológi- mera vez, un historiador cubano no se cos de la revolución se repelían cada detuvo en el Zanjón, sólo lo mencionó. vez más en una década de evidentes Propuso el acápite “Razones históricas, visos de dogmatismo. El militante pro- política y militar de la Protesta de fesor de Historia de Cuba creaba un Baraguá”, donde afirmó: “[...] significó radical muro de contención y asidero el ascenso a la dirección revolucionaria ideológico que por momentos salpica- del país de elementos representativos ba desmesura. Vale recordar que de las clases y capas más humildes y desde 1945 presentó dichos criterios explotadas y por ende, más conse- en el periódico Hoy; para él el signifi- cuentes en la lucha a muerte contra el cado básico se sintetiza en que Maceo colonialismo español [...]”, y también “[...] simbolizó en la Protesta la ma- “[...] consigna de permanente agitación durez de los estratos cubanos y de inconformidad revolucionaria”.18 inferiores para orientar los rumbos de Ibarra sustenta su punto de vista en pos- la nación entera”.22 tulados marxistas y logra saltar la Nuevamente Aguirre retoma el análi- barrera de lo meramente descriptivo, sis de la imposible conciliación aunque valora poco el gobierno provi- Independencia soberana vs. Independen- sional y la Constitución. En la siguiente cia lastrada en Raíces y significación de década mantendrá un planteamiento la Protesta de Baraguá (1978).23 Es en idéntico en Ideología mambisa esta obra donde la historiografía nacional (1972).19 ha llevado a planos ideológicos más ele- Julio Le Riverend en su Historia de vados el suceso, cuando el autor lo Cuba (1974)20 eleva el giro interpretativo resume bajo los calificativos de intransi- llevándolo de planos regionales a nacio- gencia, continuidad e inconformidad al no nales: “[…] es uno de los acontecimientos tener en cuenta España la independencia trascendentales de la Historia de Cuba y el fin de la esclavitud. Significaba tam- ya que fue el de sentido más revolucio- bién –al igual que Ibarra– el ascenso nario en su momento histórico”. Ese ideológico del pueblo y de una nueva di- año apareció Ecos de caminos rección revolucionaria. Para sustentar lo

160 anterior consideró al referirse a Maceo El profesor universitario Oscar Loyola que: “[...] un solo héroe había salido Vega, coautor de Historia de Cuba. vivo e incólume, con dimensión nacio- Las luchas por la independencia na- nal, de la larga pelea”, y que, además, cional y las transformaciones “[...] en 1879 Maceo era el alma de la estructurales (1996),24 sin despegarse Revolución”. definitivamente del enfoque de Fernan- Al afirmar esto contraponía a Maceo do Figueredo, le aporta al análisis del frente a una figura que los propios con- tema los fundamentos socioeconómicos temporáneos del 68 consideraban un de la región santiaguera donde se ubi- símbolo de toda la revolución: Máximo ca Baraguá, dándole un nuevo grado de Gómez, jefe militar que en 1878 gozaba comprensión al porqué de la actitud de del exclusivo privilegio de ser el único los combatientes de la región y la de Mayor General participante en la con- Maceo ante los hechos del Zanjón. tienda que había transitado por todas Para Loyola Vega, Maceo se convier- las jefaturas y cargos militares del te en “[…] figura política de primer Ejército Libertador y por todas las re- plano en el movimiento de liberación giones del país que alcanzó aquella nacional” y Baraguá es: “[...] respues- gesta. La dirección de dos movimien- ta política que volvía a colocar en tos invasores (1873-1874, 1875-1876) primer plano los objetivos básicos de le dieron, junto a lo anterior, una di- la revolución cubana contenidos en el mensión personal de la guerra Manifiesto del 10 de octubre”. Un lus- nacional como necesidad de esa revo- tro después, en Historia de Cuba. lución que sus contemporáneos Formación y liberación de la na- también supieron reconocerle. La rea- ción (2001),25 este autor hizo emerger lidad histórica está más allá del deseo una valiosa idea, no trabajada en la evo- y la voluntad del historiador. ¿Cómo lución historiográfica del tema, aunque sí explicar entonces que esa misma ge- en su obra personal: el análisis del con- neración del 68 le solicitase a Gómez en trol de la dirección revolucionaria 1883 la articulación y dirección de un mediante un gobierno provisional y la nuevo movimiento revolucionario sin ha- Constitución redactada por el sector mi- ber estado presente en Baraguá? En litar azotado por las inoperancias y 1892 los combatientes del 68 a través de limitaciones de la Cámara de Represen- la coordinación del Partido Revoluciona- tantes en el torbellino de la revolución. rio Cubano, en votación mayoritaria, Antes de concluir el siglo, en 1999, eligieron para futuro General en Jefe del Rolando Rodríguez entregó a la Ejército Libertador a quien ya comen- historiografía del tema un pequeño tex- zaba a ser llamado como el to, La revolución inconclusa: La Generalísimo. Tanto Antonio Maceo Protesta de los mangos de Baraguá como Gómez poseen sus indiscutibles contra el Pacto del Zanjón.26 Su aná- méritos y aportes a nuestras luchas y lisis se centró en remarcar el carácter historia patria, por tanto, no es preciso de legalidad y constitucionalidad como contraponerlos, todo lo contrario. Cada demostración legitimadora de aquel estrella brilla siempre con su luz propia. acto, más allá de su tradicional valor

161 moral para los sectores populares de 3) Baraguá es un tema histórico que la revolución. No creo que las críticas no genera investigaciones. Su espiral hechas a la Constitución de Guáimaro cronológica ha tenido un comportamiento fueran las más efectivas, ya que su lineal en su evolución historiográfica. demostrada inoperancia y excesos ci- 4) En su devenir historiográfico se le vilistas pueden verse de manera ha intentado introducir pequeñas alte- opuesta, es decir, el desborde militaris- raciones que no han logrado imponerse ta, en la legalidad que supuso la al tradicional apego de una repetición Constitución de Baraguá, y la falta de positivista. Tampoco han triunfado los equilibrios que prolongó tuvo que ser esfuerzos por internacionalizar su reso- corregida por José Martí años después. nancia en el momento de su ocurrencia, aunque es loable señalar que ambas Un punto de vista desde el presente perspectivas no tuvieron ni tienen se- Entre el 2001 y el 2008 no se han pro- guidores. ducido trabajos que hayan aportado 5) Se trata de un emblemático estu- nuevos elementos a la evolución de la dio de caso que muestra cómo un hecho Protesta como tema histórico.27 Al resu- histórico contiene en su estructura una mir este generalizador recorrido de casi mutación en su dimensión ideológica y 130 años es sugerente definir un grupo espacial en el curso del tiempo. de ideas que exploran su interioridad y 6) La Protesta de Baraguá ha evolu- que pudieran ser consideradas por los his- cionado como fenómeno histórico en tres toriadores para futuras investigaciones: momentos historiográficos: colonia, repú- 1) La versión de Fernando Figueredo blica y Revolución. Este tránsito se ha se convirtió desde su publicación hasta producido desde dos diferentes ópticas: hoy en la base central y patrón docu- a) Una de estudio que observa el he- mental más importantes para el cho como contestación individual a los conocimiento e interpretación de la Pro- sucesos del Zanjón transformándolo de testa, copiada de forma textual una y paz a tregua, con dimensión local y sin otra vez por varias generaciones de his- peso determinante para la lucha toriadores cubanos. Existe otra versión independentista, y que ve el Pacto como de un participante, Félix Figueredo, pero eslabón final de la revolución en el sig- no tiene la dimensión histórica ni el tra- nificado: Pacto, protagonista-Baraguá, tamiento de la primera. Todo lo anterior coprotagonista. Su rango cronológico se apunta que Baraguá no cuenta y mueve entre 1893 y 1959. presumiblemente no contará (si no apa- b) Una segunda que trató en todo mo- recen nuevas versiones) con una mento de romper el cerco de la primera variedad de enfoques heterogéneos que hasta conseguirlo y convertirlo en acon- le permitan alcanzar un mayor nivel tecimiento nacional con un peso decisivo investigativo a los historiadores de otro- para la ideología nacional revolucionaria ra, del presente y el futuro. desde 1959 hasta el presente. 2) Nos encontramos frente a un he- 7) Esta segunda vertiente le ha dado cho histórico que no ha presentado ni una ascensión reinterpretativa e ideoló- presenta polémicas en sus estudios. gica donde los sectores o capas más

162 humildes y populares de la sociedad cu- historiador. Ella nos une al novelista, al bana en 1878 asumieron la dirección pintor, al poeta y cualquier creador. No política del proceso del 68. Asunción podemos negar su papel y función por algo tardía que demuestra la necesidad más que la rechacemos. No se trata de histórica para los sectores dirigentes de odiarla o negarla, todo lo contrario. De- una revolución social de una temprana bemos verla como una poderosa aliada radicalidad revolucionaria. Los promoto- que nos ofrece, de manera constante, res de tal enfoque han sido los sectores posibilidades creativas e imaginativas más revolucionarios y radicales de los para emplear en nuestra labor de ma- procesos cubanos de igual tipo y que ha nera racional y ética. Es una capacidad invertido su significado: Baraguá, prota- intelectual del hombre que existe para gonista-Pacto, coprotagonista crear. La historia debe tomar de los gé- 8) Baraguá no tuvo una repercusión neros artísticos como estos deben escrita inmediata ni mediata dentro del acudir a la historia. Nosotros, los his- mambisado (literatura de campaña). Pu- toriadores, solemos apegarnos al canon diera decirse que la tuvo de forma oral positivista de lo factual y hechológico y, paulatinamente, con el paso de los que le ha restado, por momentos, a años, fue expandiéndose como una de nuestra espléndida historiografía, capa- las grandes leyendas de la ideología del cidades atractivas y llamativas para la independentismo cubano del siglo XIX. lectura del público. 9) Lo acontecido el 15 de marzo de Las perspectivas de estudios futuros 1878 representa dentro del estudio de de la Protesta de Baraguá señalan las la revolución del 68, una regresión a la posibilidades de investigaciones en problemática de las estructuras de po- cuanto a cómo y cuáles fueron las re- der engendradas desde la Asamblea de presentaciones del hecho en los Guáimaro en 1869. Si en esta predomi- diferentes sectores de la población cu- nó el aparato civil por encima del bana desde finales del siglo XIX y hasta aparato militar, en Baraguá ocurrió lo hoy, tomando como referencia teórica contrario. De tal suerte se comprende- los estudios de mentalidades e imagina- rá la difícil tarea de organización y rios colectivos. unidad que tuvo José Martí para la fu- También los análisis de las relacio- tura revolución: nes de poder a través del gobierno Guáimaro: Aparato civil provisional y de la Constitución profun- Aparato militar dizarían más nuestros conocimientos actuales sobre el acontecimiento anali- Baraguá: Aparato militar zado. Así, los cubanos de esta y las Aparato civil próximas generaciones pudiéramos mi- rar con más profundidad y riqueza, la Martí: Aparato militar-Aparato civil actuación de Antonio Maceo y de to- dos aquellos mambises que fueron Baraguá es un ilustrativo tema de cómo consecuentes, hasta el final de sus vi- la subjetividad está presente en todo das, con la búsqueda de la independencia momento en la creación y mente de un y soberanía nacionales.

163 Notas 16 Aparicio, Raúl. Hombradía de Antonio Maceo. La Habana: UNEAC, 1974. pp. 208-222. 17 1 Figueredo Socarrás, Fernando. La revolución Ibarra, Jorge. Historia de Cuba. La Habana: de Yara. La Habana: Instituto Cubano del Libro, Dirección Política de las FAR, 1967. 1972. 18 Ibídem, pp. 297, 298. 2 “A pie y descalzo”. En Roa, Ramón. Pluma y 19 ______. Ideología mambisa. La Habana: machete. La Habana: Instituto Cubano del Libro, Instituto Cubano del Libro, 1972. 1969. pp. 1-105. 20 Le Riverend, Julio. Historia de Cuba. La 3 Collazo, Enrique. Desde Yara hasta el Zanjón. Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1974. t. La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1967. 22, p. 171. 4 Grajales Maceo, Antonio. Ideología política y 21 Aguirre, Sergio. Ecos de caminos. La Habana: otros documentos. La Habana: Editorial de Editorial de Ciencias Sociales, 1974. p. 204. Ciencias Sociales, 1998. 2 t. 22 Ibídem, p. 209. 5 Loynaz del Castillo, Enrique. Memorias de la 23 ______. Raíces y significación de la Protesta guerra. La Habana: Editorial de Ciencias de Baraguá. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2001. Sociales, 1978. pp. 91-92. 6 Miró Argenter, José. Crónicas de la guerra. La 24 Instituto de Historia de Cuba. Historia de Cuba. Habana: Instituto Cubano del Libro, 1970. 3 t. Las luchas por la independencia nacional y las 7 Hernández, Eusebio. Maceo dos conferencias transformaciones estructurales. La Habana: históricas. La Habana: Instituto Cubano del Editora Política, 1996. t. 2, p. 147. Libro, 1968. p. 46. 25 Torres Cuevas, Eduardo y Oscar Loyola Vega: 8 Tremols, Abdón. Los patriotas de la galería Historia de Cuba. Formación y liberación de la del ayuntamiento de La Habana. La Habana: nación. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, Imprenta La Prueba, 1917. pp. 68, 97-98. 2001. 9 Santovenia, Emeterio. Los presidentes de Cuba 26 Rodríguez, Rolando. La revolución inconclusa: libre. La Habana: Editorial Trópico,1930. p. 77. La Protesta de los mangos de Baraguá contra el 10 Infiesta, Ramón. Máximo Gómez. La Habana: Pacto del Zanjón. La Habana: Editorial de Academia de la Historia de Cuba, Editorial Siglo Ciencias Sociales, 1999. 27 XX, 1937. p. 110. Hasta el momento de la redacción final del 11 Horrego, Leopoldo. Maceo héroe y carácter. trabajo, el texto más reciente sobre la figura de La Habana: Editorial Luz Hilo, 1943. pp. 73-78. Antonio Maceo e investigaciones relacionadas con él directamente es: Colectivo de autores. 12 Guerra, Ramiro. Guerra de los Diez Años. La Aproximaciones a los Maceo. Santiago de Cuba: Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1986. t. Editorial Oriente, 2005. Este título no contiene 1, pp. 312-322, 325-326. aportes o nuevos puntos de vista en torno a la 13 ______. Historia de la nación cubana. La Protesta de Baraguá, más bien mantiene el enfoque Habana: Editorial Historia de la Nación Cubana, tradicional. Para ampliar en torno al tópico de la 1952. t. 5, pp. 253-260. narrativa histórica en Cuba, véase los trabajos al 14 Franco, José Luciano. Antonio Maceo. Apuntes respecto de Jorge Ibarra y Oscar Loyola. para una historia de su vida. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1975. t. 1, pp. 139-151. 15 Roig de Leuchsenring, Emilio. La guerra libertadora de los treinta años. La Habana: Oficina del Historiador de la Ciudad, 1958. p. 77.

164 El fondo Fernando Ortiz de la Biblioteca Nacional de CubaJosé Martí* María del Rosario Díaz Investigadora las actividades mercantiles y el estable- cimiento de la industria del calzado en ernando Ortiz (1881-1969) dejó a su la isla, asimismo culta y con pensamiento Fmuerte un extraordinario fondo do- abierto a las nuevas ideas científicas que cumental con los resultados de sus se abrían paso en España. investigaciones sobre la cultura acumu- Con sólo 14 años publicó en 1895 su lados en más de 50 años de vida primer libro fruto de observaciones en intelectual. En la actualidad se encuen- torno a la literatura costumbrista y al tra dividido entre la Biblioteca Nacional folklore menorquín, Principi i Prostes. José Martí, el Archivo Literario del Ins- Por esa época redactó también un pe- tituto de Literatura y Lingüística Dr. queño cuaderno escolar, que contiene José Antonio Portuondo y el fondo fa- un glosario de apodos, escrito en miliar que posee en Madrid su hija menorquín titulado Culecció d’els mal María Fernanda Ortiz Herrera. El pre- noms de Ciutadella.1 El pequeño cua- sente trabajo pretende realizar una derno fue el primer documento breve descripción y caracterización del conservado de lo que se convirtió con fondo orticiano atesorado en la Biblio- el tiempo en un voluminoso y sorpren- teca Nacional cubana. dente archivo personal de la vida y la Aunque nació en La Habana en 1881, obra del sabio polígrafo cubano. Fernando Ortiz vivió y se educó duran- A la muerte de Ortiz en 1969 y al es- te los primeros 15 años de su vida en tablecimiento de la residencia de su Ciutadella de Menorca, Islas Baleares, viuda, hija y demás familiares en el ex- con su familia materna, enriquecida con tranjero, se realizaron los oportunos

* Este trabajo forma parte de los resultados parciales del proyecto de investigación homónimo que realiza la autora en la Biblioteca Nacional José Martí. 165 trámites para la preservación de la Sección de Manuscritos de la Sala Cu- biblioteca y el archivo orticianos en bana de la institución. instituciones dedicadas a la cultura y El fondo posee diferentes secciones a la ciencia. La Biblioteca Nacional muy valiosas, algunas de las cuales exa- José Martí había adquirido su bibliote- minaremos a continuación: ca personal más otra sección del fondo original donde se encuentran la 1. Correspondencia correspondencia, los documentos de Una gran parte de los documentos con- las numerosas instituciones fundadas o tenidos en el Fondo Ortiz se relaciona integradas por el polígrafo y otros blo- con la comunicación que sostuvo don ques de papelería.2 Al igual que la Fernando con entidades y personas vin- parte del fondo que finalmente se tras- culadas con sus labores profesionales. ladó para el Archivo Literario del Los destinatarios fueron en general fi- Instituto de Literatura y Lingüística, guras destacadas de la ciencia, las donde aparece la mayor parte de la artes y la política en diversas partes del obra científica del sabio,3 la sección mundo y de Cuba. La correspondencia que atesoró la Biblioteca Nacional es resulta de gran valor para determinar impresionante por su volumen y rique- aspectos y datos que otros documen- za. Resulta muy importante consignar tos del fondo no ofrecen y por que estas dos secciones del archivo consiguiente, iluminan zonas de la vida orticiano original no se encuentran y obra de Ortiz, y puede afirmarse que desvinculadas entre sí, pues en muchas aparece en prácticamente todos los ocasiones el contenido de ambas se grupos de documentos de la sección co- complementan y aportan datos de insu- rrespondiente a la Biblioteca Nacional. perable valor para “entender” a cada Los principales remitentes de las car- una. tas son discípulos y amigos, como José Uno de los primeros trabajos aco- Antonio Portuondo, Julio Le Riverend, metidos con el fondo Ortiz fue la Pablo de la Torriente Brau; amigos de confección de una bio-bibliografía, en- los años menorquines y “paisanos” ca- comienda que se le dio a Araceli talanes, como Juan Comas, P. J. Pons García Carranza, quien utilizó todo el Menéndez, Joan Amades y Gelats, y material que posee la Biblioteca Na- Pedro Grasses; profesores de las épo- cional.4 Dicho libro estuvo antecedido cas madrileña e italiana como Constancio por dos trabajos aparecidos en la Mis- Bernaldo de Quirós, Pedro Dorado celánea de estudios dedicados a Montero, Manuel Sales y Ferré, Cesare Fernando Ortiz, realizado “[…] por Lombroso y Enrico Ferri; colegas, como sus discípulos, colegas y amigos en Melville Herkovitz, Alejandro Lipchutz, ocasión de cumplirse sesenta años de Jean Price-Mars, Eric Williams; admira- la primera publicación de su primer dores, peticionarios y políticos. También impreso en Menorca”5 y en la Revis- se encuentran cartas de, entre otros: ta Interamericana de Bibliografía.6 Edgardo Martín, Manuel Pedro Con posterioridad, todos los documen- González, Paul Rivet, Miguel Acosta tos se atesoran como parte de la Saignes, Renato Almeida, Ana Marga-

166 rita Aguilera, Germán Arciniegas, Gon- anticipó Guardiola9 “que era pája- zalo Aguirre Beltrán, Roger Bastide, ro”. Esto ya va dejando de ser una Elías Entralgo, Manuel Jiménez excentricidad, y ya no es motivo de Fernández, Andrés Iduarte, Manuel Ba- espectacularidad. llesteros Gaibrois, André Schaeffner, González Porto me pregunta por Jesús Silva Herzog y Alfonso Teja Ud. y por el trabajo de la Geogra- Zabre. fía Antillana. Sabe que Estelrich y Una de las cartas más interesantes Ud. conferenciaron largamente en para comprender el proceso de inves- New York.10 tigación científica de Ortiz es una Me quedan por copiar estos libros: escrita por Pablo de la Torriente Brau, 1. El Folklore Literario de Méxi- quien se encontraba en Nueva York co. Tiene sus notas de páginas, con la hija de su primer matrimonio, tachadas. Parece que ha sido copia- Isis. En otras ocasiones en que Ortiz do. Es de Rubén M. Campos y tiene se había ausentado de La Habana de- dentro unas cuantas cuartillas a má- bido a sus viajes, Pablo se encargaba quina. ¿hay que copiarlo? de despachar sus asuntos en el bufe- 2. Historiadores de Indias, de Se- te y de auxiliarlo en el trabajo rrano y Sanz. Al abrir ahora este investigativo.7 Los años finales de la libro me encuentro con unas cuar- década del 20 y principios del 30 fue- tillas que tienen 6 ó 7 mil notas ron decisivos para importantes para copiar. Antes, al buscar en la pesquisas orticianas en las que sus se- página final, como de costumbre, cretarios actuaban –entrenados por el sólo había logrado descubrir un la- propio don Fernando– en calidad de berinto de números. Hay para un eficaces auxiliares de investigación y buen rato en este tomo, que está a de organizadores de sus papeles. El columnas dobles y con letras de texto de la misiva decía: bacteriólogo investigador. 3. Dos folletos del Dr. Emilio Ca- La Habana, 27 de febrero de 1930 talán. “Necesidad de organizar el patronato de menores en la Repúbli- Estimado Dr. Ortiz: ca Argentina”. Este no tiene ninguna Recibí su carta del 23 y me alegro nota. “Curioso Impedimento de ma- que su hija vaya mejorando. Desde trimonio en la Época Colonial luego, he cumplido enseguida su en- Argentina”. Tiene fuera el número cargo, y ya escribí a Gamber y a 12, y aunque en esa página no está Edwards acompañándoles sus notas determinado con los signos que Ud. y copiándolas para el archivo. En acostumbra usar lo que hay que co- esto trabajo todos los días. He ve- piar, copiaré toda la parte que se nido archivando todas las mañanas refiere al impedimento y sus notas y hasta tres letras. Espero tenérselo lis- comentarios. Es poco. to, lo mismo que los recortes. Ya 4. Revista do Brasil [sic]. Hay en habrá tenido noticias seguras sobre rojo, en la portada, subrayado, un lo de García Lorca8 de quien ya me artículo que se titula “A raça negra

167 na América portuguesa” de Nina Derecho Penal en la Universidad de La Rodríguez [sic]. Pero son 19 páginas Habana y a los que se refiere en la en portugués, a lo largo de las cua- “Relación justificada de méritos y ser- les hay signos suyos, pero no de vicios”,12 y por consiguiente no se límite de trabajo. ¿Se copia todo? encontraban dentro del fondo. Pero con 5. Política Indiana de Sr. Don posterioridad, la correspondencia envia- Juan de Solórzano, ilustrada y aña- da por figuras destacadas del campo de dida. Un señor libraco tremendo que los estudios sociológicos y criminológicos da la impresión de estar en latín. Tie- al entonces joven investigador que for- ne peste y está todo amarillo. He mó parte del antes citado expediente, encontrado ahora una cuartilla con fue localizada dentro de otra carpeta notas para copiar. No va a ser muy con cartas,13 por lo que afortunadamen- fácil desentrañarlo todo. te contamos con estos importantes 6. La Casa de Contratación (Tra- testimonios de la actividad científica bajos geográficos) Manuel de la orticiana desde 1899. Puente y Olea. Otro libro grande, sin Un listado de algunas academias, nota alguna al final ni cuartilla. Sólo institutos y otras organizaciones es el hay líneas suyas en un capítulo so- siguiente: Academia Cubana de la bre el azúcar. Lengua, Academia de la Historia, Esto es todo. Si quiere indicar al- African Music Society, Alianza Cuba- guna preferencia y aclarar las na por un Mundo Libre, The American dudas, me lo dice. Por ahora tengo Anthropological Association, Consejo con el Padre Varela, el archivo y los Mundial de la Paz, Comité Nacional por recortes [...]. Ya los sillones están lle- la Paz, Instituto de Folklore de Sao nos de paquetes. Paulo, Instituto de Cultura Hispánica, Hasta mañana, Dr. Instituto Indigenista, International (firmado) Pablo de la Torriente Institute of African Languages and (PD) [escrito con tinta] ¿Hay ma- Cultures, Instituto Cubano de Arqueo- nera de hacer que le paguen a Don logía, Instituto Cubano de Etnología y Juan la impresión del tomo III de Folklore, Institución Hispano-Cubana de Lola Mª? El hombre está apurado11 Cultura, Junta de Patronos de la Biblio- teca Nacional, Sociedad Folklórica de 2. Instituciones y organizaciones México, Sociedad Económica de Ami- En su vida estudiantil y profesional, gos del País, UNESCO-Asociación Ortiz integró numerosas instituciones y Cubana de las Naciones Unidas. asociaciones, y además fundó importan- Carpeta 105. Academia Cubana tes organizaciones en Cuba, y de de la Lengua: Contiene un total de 23 carácter internacional. Al inicio de este documentos que con otros, permiten va- proyecto investigativo, planteé que los lidar además información conocida a documentos relacionados con las orga- través de algunas fuentes, sobre todo nizaciones a las que perteneció antes aquella que trata de los comienzos de de 1917 formaron parte del expediente la corporación en la década del 20 del que preparó para solicitar la cátedra de pasado siglo. La mayor importancia, en

168 nuestro caso, del primer Proyecto de este asunto, nos reuniremos pasado Estatutos de la Academia Cubana Co- mañana [...]. La reunión se verifica- rrespondiente de la Real Academia rá en el Ateneo de la Habana [...]. Española y de su Reglamento radica en Al final de la reunión nos honrará que establece la fecha de la creación con su visita el Sr. Embajador de de la corporación cubana a partir de México, que nos leerá el mensaje de la aprobación por la Real Academia la Academia Mexicana. Española, ocurrida en Madrid el 19 de Todos, mi querido Don Fernando, mayo de 1926 y de su primera Junta tenemos vivo interés en que pueda de Académicos, celebrada en La Haba- Ud. acompañarnos en la tarde del na en octubre del propio año. Aunque próximo viernes [...]. Todos recorda- este proyecto no la tiene, se puede co- mos que Ud. tuvo la iniciativa de la nocer la fecha aproximada de su fundación de esta Academia,15 de escritura (1926) de acuerdo a la dinámi- modo muy particular lo recuerda su ca de trabajo establecida en todas las viejo amigo, que mucho lo quiere y Academias del continente, con períodos lo admira [...]. trienales que debían cesar sin excepción Al ser electo Chacón director de la en 1928. Academia Cubana en ese año, el tra- El otro grupo de documentos data de bajo se reanudó. El 6 de marzo Félix la década del 50. A comienzos de 1951 Lizaso, por entonces secretario interi- la Academia se encontraba en franca no de la institución, le escribe a Ortiz decadencia. Los respectivos gobiernos planteando que el embajador de Méxi- constituidos por elecciones o instaurados co “[…] ha interesado a esta por golpes y asonadas militares nunca corporación los datos bio-bibliográ- le prestaron apoyo oficial, por lo cual ficos de cada uno de los Sres sobrevivió en condiciones precarias du- Académicos que la componen, a fin rante decenios. Dos cartas que le de enviarlos a su país, donde desean enviara a Fernando Ortiz el ensayista conocerlos a los fines del Congreso y promotor cultural José María Chacón, de Academias de la Lengua españo- con fechas enero 31 y febrero 2 de la que se está preparando. En esa 1951 son importantes, sobre todo la pri- virtud nos envíe a la mayor brevedad mera, donde Chacón recaba la ayuda posible los datos que constituyen su de Ortiz para reanimar la agónica ins- currículum vitae [...]”. Ortiz respon- titución que recibió por esas fechas dió el 8 de marzo, enviando sus datos invitación oficial del gobierno de Méxi- bio-bibliográficos adjuntos.16 co para participar en el importante I Ortiz fue citado el 31 de agosto de Congreso de Academias de la Lengua ese mismo año, ya electo Chacón como que se celebraría allí: director, a participar en la reunión del 5 Con este motivo, y debido a la cir- de septiembre, donde “[...] figura en cunstancia de que el Dr. A. S. de primer término el que se refiere a la Bustamante,14 Director de la corpo- confección del primer número del Bo- ración, no puede por motivos de letín, así como un cambio de salud atender a todo lo pertinente a impresiones sobre la biblioteca clásica

169 que la academia se propone publicar”. El Boletín de la Academia Cubana de la Lengua fue un aporte destaca- do de esta etapa de la entidad; en él proponía “[...] mantener la tradición de amplitud, de universalidad que permitió a los maestros del siglo XIX servir con más eficacia en la magna tarea de la fundación de la nacionalidad”.17 El sa- bio publicaría allí su artículo “El birimbao o la trompa de París”, trabajo redacta- do para el libro-homenaje a Jean Price la bondad de remitirme un esquema Mars, convertido también en ponencia del programa de la materia a su car- para el II Congreso de Academias de la go con una bibliografía mínima Lengua. Transculturación, cubanía, adjunta, a fin de incluirlo en el ca- ambiper-cusivo,avulgarar, tálogo que proyectamos editar. Y le sacripotencia y sacralidad fueron al- agradecería, asimismo, que pasara gunos neologismos que introdujo el por las oficinas de la Escuela a fin sabio en la lengua española.18 de suscribir el correspondiente con- Existen además 11 citaciones, comu- trato [...]. nicaciones y otros documentos fechados Roa propuso a su viejo amigo y entre 1951 y 1956 enviados a Ortiz, así maestro para integrar el claustro do- como ocho documentos que constituyen cente del Instituto durante los cursos anexos. académicos entre 1955 y 1958. Los Carpeta 80. Universidad de La documentos que se conservan testi- Habana. Facultad de Ciencias So- monian la actividad del sabio en parte ciales y Derecho Público de ellos, porque la Universidad fue (Correspondencia-Horarios-citacio- clausurada en diciembre de 1956 por nes y listas de alumnos): Tiene un orden del Consejo Universitario ante el total de 12 documentos, entre ellos: incremento de las acciones revolucio- - La carta que le dirige Raúl Roa, narias del Movimiento 26 de Julio, del entonces decano de la Facultad de Directorio Estudiantil Universitario y Ciencias Sociales, con fecha septiem- el desembarco de los expedicionarios bre 10 de 1955, invitando a Ortiz a del yate Granma.19 integrar el claustro de profesores del - El contrato del Instituto de Perio- Instituto de Periodismo: dismo, perteneciente a la Escuela de Estimado amigo: En virtud del Ciencias Sociales y Derecho Público de acuerdo adoptado por esta Facul- la Universidad, en el que tad [...] me place comunicarle que El profesor Fernando Ortiz se com- ha sido UD. nombrado para expli- promete a explicar la asignatura de car la asignatura de Antropología Antropología Social durante los tres Social en el Instituto de Periodismo cursos académicos 1955-56, 1956- [...]. Mucho le agradecería tuviera 57 y 1957-58, que comienzan el día

170 3 de octubre de 1955 y terminan el fundación para los aspirantes a las be- día 30 de septiembre de 1958. cas de intercambio entre esa institución La Habana, a los veinte y ocho días y América Latina. En la lista de los so- del mes de septiembre de 1955. licitantes están: José Rubio Barcia Firmas de Raúl Roa. Decano de la (1943); Argeliers León (1946, 1952); Facultad de Ciencias Sociales y De- Raúl Roa García y Gisela Hernández recho Público y del propio Ortiz. Gonzalo (1944); Julio Le Riverend - Felicitación, con fecha abril 1° de (1946); Edgardo Martín (1947); José 1956, por el homenaje que se le rindie- Antonio Portuondo y Juan E. David Po- ra en el alto centro docente al serle sada (1949); Ricardo E. Alegría (1951, otorgado el título de Doctor Honoris 1953); Levi Marrero (1951), y Loló de Causa en Ciencias Sociales por la Uni- la Torriente (1953). versidad de Oriente. Carpeta 67: Sociedad Cubana de Carpeta 108. Asociación Cubana Estudios Históricos e Internaciona- de Bibliotecarios: Fundada en La les: Presidente: Emilio Roig de Habana el 10 de julio de 1948, antece- Leuchsenring; Vicepresidente: Francisco dente directo de la actual Asociación González del Valle; Secretaria: Raquel Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI) y Catalá; Vicesecretario: José A. con la que Ortiz tendría estrecha rela- Portuondo; Tesorero: Mario Guiral Mo- ción a través de la Sociedad Económica reno; Vicetesorero: Fermín Peraza; de Amigos del País. Con un total de 11 Vocales: Fernando Ortiz, Gerardo Caste- documentos de diversos tipos, se pue- llanos, Julio Le Riverend, Julio Villoldo, de seguir la historia y trayectoria de la Manuel Bisbé, Salvador Massip, Enrique institución hasta 1958, y aparece el Re- Gay-Calbó, Manuel Piedra, Herminio glamento impreso “[…] con las Portell Vilá, José Luciano Franco, M. Isi- modificaciones aprobadas en la Asam- dro Méndez, J. M. Bens Arrate, Jenaro blea General Extraordinaria, celebrada Artiles, y Antonio Álvarez Pedroso. con este fin en marzo de 1954”. Entre los miembros fundadores de la Asocia- 3. Congresos ción estaban Jorge Aguayo, Berta Dentro del fondo se encuentra docu- Becerra, María Teresa Freyre de mentación sobre 21 congresos Andrade y Fermín Peraza Sarausa. celebrados en Cuba y en otros países, Además, aparecen citaciones, comuni- relacionados con diferentes disciplinas caciones y documentos de la Escuela de las Ciencias Sociales y en los que Cubana de Bibliotecarios, cuya sede se Ortiz tuvo participación. estableció en el edificio donde radica- El 32° Congreso de Americanistas ba la Sociedad Económica de Amigos celebrado en Copenhague, Dinamarca, del País,20 y otros documentos. del 8 al 14 de agosto de 1956 tiene Carpeta 95. John Simon gran importancia por ser uno de los úl- Guggenheim Memorial Foundation: timos eventos científicos en los que Los documentos que contiene son, en su participara Fernando Ortiz, cercano mayoría, peticiones de referencias soli- por esa fecha a los 80 años y ya con citadas a Ortiz por el secretario de la múltiples dolencias que impedirían

171 poco después su desplazamiento a tes en la noche del 28 de noviembre destinos fuera de Cuba. de 1955. La carpeta contiene el programa del b) Cartas y telegramas dirigidos a la congreso, anotado por Ortiz, con las Comisión Organizadora del homenaje, ponencias y comunicaciones de interés presidida por Antonio María Eligio de para el polígrafo, además de la lista de la Puente, con la adhesión al homenaje participantes por países. La delegación de personalidades de la cultura, la cien- cubana estuvo integrada también por cia y de instituciones. Entre ellos Lydia Cabrera, María Teresa de Rojas Ramiro Guerra, Regino Pedroso, y Josefina Tarafa, compañeras estas úl- Francisco Prat Puig, Asociación Cuba- timas, de la etnóloga. Leemos en la na de Bibliotecarios, Sociedad Religiosa lista a Pedro Bosch Gimpera y a Alfon- Africana Hijos de la Luna, Círculo de so Caso, entre los delegados de México; Amigos de la Cultura Francesa, Escue- por España estuvo Vicenta Cortés, en- la Profesional de Periodismo Manuel tonces joven archivera e investigadora Márquez Sterling, Centre Catalá, Socie- del Archivo de Indias, y José Tudela de dad Cultural Nuestro Tiempo (director, la Orden, entre otros; Manuel Pedro Harold Gramatges), Isaac Barreal, Fe- González asistió entre los profesores invi- lipe Pichardo Moya, Gustavo Pittaluga, tados de universidades norteamericanas; Conchita Fernández, Israel Castellanos, Paul Rivet y otros científicos franceses Diego Martínez Báez (presidente de la también estuvieron presentes en el even- república española en el destierro) y to. Ortiz presidió una de las secciones Félix Gordon Ordaz (presidente del go- del congreso, la de Historia colonial, don- bierno), Luis Gómez Wangüemert, de se discutieron trabajos sobre la Sociedad Cultural de Beneficencia y segregación racial en las colonias hispa- Recreo Unión Fraternal (fundada en noamericanas, las importaciones de 1886 y cuyo secretario fuera José An- esclavos africanos en el virreinato de La tonio Aponte), Sociedad Artística y Plata, sobre los caribes en el siglo XVI y Literaria del Progreso (Sancti Spíritus). la problemática de los afroamericanos. Entre el grupo de documentos hay También se conserva una fotografía don- dos cartas de especial interés, porque de aparece el salón plenario del congreso reflejan el sentir de los practicantes de y sus participantes, con Ortiz dentro de las religiones afrocubanas, en su mayor los más ilustres. parte pertenecientes al sector más hu- milde de la población cubana, que 4. Trabajos de / sobre Fernando encontraron en el sabio un respetuoso Ortiz investigador. Son estas la carta del oba Carpeta 337. Homenaje nacional babalao Pedro Ruiz (Luyanó, noviem- a Fernando Ortiz: En ella se encuen- bre 29, 1955), y la dirigida por los tra aproximadamente un total de 110 decanos y miembros del grupo de documentos, divididos en: tamboreros yoruba en Cuba (noviem- a) El programa del Homenaje por bre 19,1955), firmadas por personas los 60 años de su primera publicación, muy entrañables para Ortiz como Mi- celebrado en el Palacio de Bellas Ar- guel Somodevilla, Pablo Roche, Raúl

172 Díaz, Trinidad Torregrosa, Quintín An- “Tabaco habano”, de Manuel G. gulo y Gabino Felloves. Linacero: Poemario dedicado al taba- Además, en la carpeta aparece una co, con un total de 50 obras que van importante colección de recortes de desde su participación en la historia de prensa con entrevistas realizadas a Ortiz Cuba, hasta estampas de costumbres y con motivo del homenaje, algunas de elementos socio-filosóficos tejidos en ellas con información sobre la vida y la torno a él. Algunos de los títulos son: obra del polígrafo. Otros recortes rese- “La leyenda del tabaco”, “El tabaco ñan el acto de homenaje nacional, conquistador”, “La sublevación de los celebrado en el Palacio de Bellas Artes vegueros”, “Es de la vega el veguero”, la noche del 28 de noviembre de 1955 y “La corta de la hoja”, “El romance del el discurso pronunciado por Ortiz, titu- tabaco”, “La boda”, “Canto del bohío”, lado “Más y más fe en la ciencia”. Esta y “El fumador feliz”. colección resulta de especial importan- cia, en primer lugar por la presencia de 6. Libretas de informantes y no- artículos, entrevistas y crónicas escritas tas sobre religión y cultura en órganos de prensa de diferente ten- Carpeta 26. Santería – dencia ideológica, como Pueblo, Ñañiguismo – Ritos – Vocabulario Alerta, Bohemia, Excelsior, El País y – Música: Tiene 10 documentos, en- Prensa Libre, entre otros. También por- tre los que se encuentran libretas de que en la actualidad el mal estado de firmas y de registro de ceremonias per- conservación en que se encuentra la tenecientes a la Regla de Ocha o prensa en gran parte de las bibliotecas santería como se practicaba en Santia- del país, realza el valor de estos recor- go de Cuba en la década del 40 del tes como testimonio y fuente de consulta. pasado siglo, y de abakuá, que consti- tuyen testimonios de enorme valor 5. Trabajos de otros autores correspondientes al patrimonio cultural Carpeta 208. Trabajos de dife- intangible o inmaterial. rentes autores (I): Introducción a la Carpeta 229. Libretas de Apun- Ciencia Política, de James Wilford tes. Diario – Huracán – Negro – Garner, traducido en libretas manuscri- Mariología: Posee cuatro documentos tas por Luis de Soto y . que corresponden a sus estancias en los Son documentos importantes que testi- Estados Unidos, en particular a su exi- monian la colaboración entre Ortiz y las lio de noviembre de 1930 a enero de personas antes mencionadas en la tra- 1934, durante el último período del go- ducción de la obra de Garner, publicada bierno de Gerardo Machado y los en La Habana en 1917.21 acontecimientos posteriores. Su impor- Carpeta 209. Trabajos de dife- tancia radica en que testimonian las rentes autores (II): “Glosario curioso investigaciones en las que se enfras- cubano” (sin autor): Manuscrito sobre có durante ese período, para escribir aspectos de la variante cubana del es- sus libros sobre la Virgen de la Cari- pañol con notas y marcas a lápiz, y dad, la mulatez, Cristóbal Colón, la también dibujos. entrada del capitalismo en América y,

173 probablemente, en su libro sobre tores empiezan por mitificar su vida”, Bartolomé de las Casas, todos inéditos,22 pues en el plano de la literatura, enten- además de adelantar el trabajo sobre dida no como creación artística sino en los indios, en especial El Huracán, su este caso como acto de recreación de mitología y sus símbolos (México: la realidad, “[...] el primer elemento de Fondo de Cultura Económica, 1947). creación es la propia vida del escritor, sobre todo si es famoso”.24 Evidente- 7. Varios mente, a lo largo del relato orticiano Dentro de esta sección aparecen dos contado a Diggs existe una interesantes documentos cuya mayor reelaboración de la vida del autor: allí importancia radica en la utilización de aparece lo que Ortiz quiere que se datos biográficos de Fernando Ortiz para sepa de él. Esos relatos sobre la vida su escritura. Uno es la “Relación justi- de Ortiz son en realidad metarrelatos; ficada de méritos y servicios de sin embargo, hay en ellos noticias y da- Fernando Ortiz” (La Habana, 1917), ela- tos interesantes, útiles para conocer y borado por el propio Ortiz para optar por reescribir la vida del sabio cubano. la cátedra de Derecho Penal en la Uni- Con esta breve descripción de la es- versidad de La Habana, acompañada tructura y de algunas características del por los documentos que acreditaron su fondo Fernando Ortiz de la Biblioteca trayectoria estudiantil y profesional hasta Nacional José Martí, se podrá compren- la fecha, cuestión que le otorga gran ob- der mejor a este, no como un almacén jetividad y validez a los elementos de la pasivo de documentos atesorados, sino biografía orticiana aportados aquí.23 como un “sistema” activo facilitador de El otro documento es la tesis de gra- grandes volúmenes de información per- do de la antropóloga norteamericana manentemente actualizada, hasta que el Ellen Irene Diggs titulada “La vida y la paulatino decrecimiento de la actividad obra de Fernando Ortiz” y defendida en intelectual de don Fernando le impidiera la Facultad de Filosofía y Letras de la realizar esas tareas. Este fondo es una Universidad de La Habana, en 1944, valiosa fuente de información para que cuya importancia se halla en que fue el los investigadores de la cultura cubana propio Ortiz quien le suministró a la au- puedan hallar en él los datos precisos, el tora sus propios datos biográficos y documento importante, la huella del paso recuerdos familiares. de Fernando Ortiz por la historia de la A diferencia de los documentos ciencia y la cultura nacional. gestados por una institución en los cua- les por lo general prima la exactitud Notas –por eso sirven para autenticar accio- nes y sucesos de la administración o 1 Ortiz, Fernando. Culecció d’els mal noms de similares–, aquí estamos en presencia Ciutadella. La Habana: Fundación Fernando de algunos documentos donde la ver- Ortiz, 2000. dad está distorsionada a favor de la 2 Para más información, consultar la conferencia literatura porque el testimoniante es, de de Araceli García Carranza, “Colecciones de grandes figuras de la cultura cubana. Adquisición y hecho, escritor, y “[...] todos los escri- bibliografía” ofrecida en la biblioteca José Antonio

174 Echeverría de la Casa de las Américas por el 45 12 Ortiz, Fernando. “Relación justificada de aniversario de su fundación en octubre de 2004. méritos y servicios”. Serie F- Documentos 3 Díaz, María del Rosario. Ponencia: “El archivo justificativos “de su carácter de miembro de de don Fernando Ortiz. 500 años de diversas academias e institutos nacionales y transculturación en Cuba a través de sus extranjeros”. pp. 2, 22-24. (FFOBNJM). documentos” / “The Fernando Ortiz Archive: 13 Carpeta 348.Correspondencia variada. 500 Years of Transculturation in Cuba”. (FFOBNJM). SALALM (Seminary of Adquisition of Latin 14 Antonio Sánchez de Bustamante y Sirvén. American Library Materials), San Juan de Puerto 15 El subrayado es mío. MRD. Rico, mayo 25- 29, 1998. En Caribbean Studies: 16 Bibliographic Access and Resources for the Past, En el documento aparece una nota de la secretaria Present and Future. Seminar of Adquisition of de Ortiz escrita con tinta, que dice “–no mandar– Latin American Library Materials, SALALM, (archívese)”. Supongo que a pesar de esto se envió XLIII Conference Secretariat; Benson Latin el currículum, pues de otra manera sería muy difícil American Collection, the University of Texas at que se hubiera quedado la copia de la carta enviada Austin, 2002. a la Academia sin nota alguna al respecto. Los datos bio-bibliográficos serán analizados en otra 4 García Carranza, Araceli. Biobibliografía de don parte del capítulo. Fernando Ortiz. La Habana: Biblioteca Nacional 17 José Martí, 1970. Cuba. Instituto de Literatura y Lingüística. Diccionario de la Literatura Cubana. La Habana: 5 Publicada en tres volúmenes. La Habana: 1980. t. 1, p. 144. [Sociedad Económica de Amigos del País], 1955- 18 1957. Carta a Andrés Iduarte de diciembre 29, 1950. Carpeta 170, Correspondencia I-J-K. Becerra Bonet, Bertha. Bibliografía de Fernando (FFOBNJM). Ortiz. Revista Interamericana de Bibliografía 19 3:1589-1621; 1957. Ramón de Armas, Eduardo Torres Cuevas y Ana Cairo Ballester. Insurrección y Revolución 6 Comas, Juan y Bertha Becerra. La obra escrita en la Universidad de La Habana (1952-1977). En de Don Fernando Ortiz. Ibídem, 7(4); oct.-dic. Historia de la Universidad de La Habana. La 1957. Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1984, 7 En los años de su exilio político en los Estados cuarta parte, p. 729. Unidos (1931-1933) otra de sus destacadas 20 En la actualidad ese edificio sigue siendo la secretarias, Conchita Fernández, ayudaría a Pablo sede de la Sociedad Económica de Amigos del en esas tareas. País y del Instituto de Literatura y Lingüística. 8 Pablo ignora que ya en ese momento se habían 21 García Carranza, Araceli. Op. cit. (4). p. [50], conocido Lorca y Ortiz en Nueva York, aunque asiento 126. sabía de los preparativos que hacía la Institución 22 Hispano-Cubana de Cultura para el viaje del poeta Carpeta 229 Libretas de apuntes- Diarios, etc. español a Cuba. (FFOBNJM). 23 9 El administrador en esa época de la Institución Como siempre hizo, Ortiz escribía sus Hispano-Cubana de Cultura. documentos en original y una o varias copias, por eso hubo de entregar a la Universidad el 10 Probablemente se refiera al capítulo sobre las original y los documentos acreditativos, Antillas, escrito conjuntamente por Fernando guardando la copia que se conserva en la Ortiz, “de la Sociedad Geográfica de Cuba” y Biblioteca Nacional dentro de sus papeles Max Sorre (Universidad de Lille) aparecido en personales. Geografía universal, de Vidal de La Blanche, 24 Barcelona, 1936. Ver intervención de la doctora Ana Cairo en Lydia Cabrera, otra descubridora de Cuba 11 Carpeta 332 -Correspondencia letra T (Varios). Revolución y Cultura (La Habana) (3):24; Fondo Fernando Ortiz, Biblioteca Nacional José mayo-jun. 2000. Martí (FFOBNJM).

175 Homenaje a los 90 años fundacionales de la Sociedad Pro-Arte Musical* Irina Pacheco Valera Profesora e investigadora del Instituto Superior de Arte

l 2 de diciembre de 2008 pasará a Elas páginas de la memoria históri- co-cultural de Cuba como un símbolo de fiesta nacional en lo artístico, debi- Pl«),AlflT. MU'itCAI,. do a que ese día, hizo justamente 90 l--1oM • >1> ,_..,...., años de que se fundara una de las ins- tituciones de más largo y rico decursar cultural en la vida de la república: la Sociedad Pro-Arte Musical, hecho co- ronado a su vez por los 80 años de la inauguración de su teatro Auditorium. Relatar aquí la energía y el espíritu de ¡...:,,01-111 "' ....,.,u. .. ._ ,... r..> creación necesarios para llevar a cabo ' .... ,., .. estas grandiosas empresas, invadiría una gran parte de este trabajo, por lo que la autora de este apartado quiere invitarlos a rendirle un espacio de gra- titud y recordación, ya que estas Portada del Proyecto Auditorium- efemérides, por fuerza, tienen una con- Teatro y Casa social cisión obligada, pues, de otra manera, no un artículo, sino un libro de muchas Las mujeres de Pro-Arte Musical páginas se necesitarían para exponer en Si ojeamos aquel 1918 recordemos detalle el esfuerzo y las realizaciones que es vocero de un debate identitario llevadas a cabo por las directivas de la cultural complejo y desde la perspecti- Sociedad, cuya obra tiene hoy una va- va de género está marcado por un lía indiscutible para su tiempo. discurso patriarcal-hegemónico, puesto

* Este artículo es parte de mi libro “La Sociedad Pro-Arte Musical. Testimonio de su tiempo”, el cual verá la luz para el próximo año 2010 por la editorial Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y que fue premio Memoria 2007 de la citada institución. Además es un resultado de mi tema de investigación de doctorado en ciencias sobre arte en proceso de culminación. [N. de la A.]

176 que el matrimonio se validaba como una celsa obra de la fundación de la Socie- institución que supeditaba a la mujer dad Pro-Arte Musical el día 2 de como propiedad de su pareja. A ella se diciembre de 1918, la cual celebró la pri- le imponían los códigos excluyentes: de mera junta en su residencia, en la esquina hacer del casamiento una carrera, ser de las calles 15 y D, barrio del Vedado. objeto de lujo y ostentación, lo cual fue De ahí que al decir del arquitecto muy criticado por importantes intelec- Enrique Luis Varela: tuales cubanos.1 Este movimiento de Cuando un pueblo joven cuenta con inconformidad contra el contrato matri- mujeres de carácter y alteza de mi- monial permitió que, en 1918, Cuba se ras de María Teresa García Montes convirtiera en el primer país hispano- de Giberga y sus inteligentes cola- americano en lograr la ley de divorcio.2 boradoras, puede decir con orgullo Antes de esta ley, los hombres podían que su horizonte intelectual es tan tristemente sentirse con el privilegio de amplio que difícilmente tendrá limi- asesinar a sus mujeres por el supuesto taciones. La Sociedad Pro-Arte delito de infidelidad y sólo recibir con- Musical, fundada por mujeres, diri- dena de destierro. Por el contrario, ellas gida siempre y exclusivamente por no tenían, ante la supuesta traición ma- mujeres, es una prueba definitiva de rital, similar respaldo legal.3 lo que acabamos de exponer.5 Como corriente de ideas políticas y Para un somero análisis de la orienta- filosóficas, el movimiento feminista fue ción ideo-estética de la sociedad, hay muy cuestionado en Cuba porque sus que contar con la proyección socio-cul- objetivos atacaban el poder de los hom- tural de su fundadora María Teresa bres. La prensa cubana, dirigida por García Montes de Giberga y en gran ellos, mostraba, salvo excepciones, mu- medida la de sus continuadoras Oria chas reticencias ante este modelo de Varela de Albarrán,6 Natalia Aróstegui7 mujer transgresora, y ello suponía ata- y Laura Rayneri de Alonso.8 Todas es- car la virilidad criolla, acostumbrada a tas mujeres proartinas desarrollaban que el papel de la mujer fuera el de ob- una cualidad artística y poseían una jeto de belleza y sumisión. Este debate vasta cultura y eran representantes de se llevó al seno de los Congresos de lo más distinguido de la aristocracia Mujeres, de 1923 y 1925, donde la ac- habanera, por ejemplo: María Teresa titud solidaria mostrada por algunos García Montes de Giberga, tenía una intelectuales, incitó a sus organizadoras apreciable cultura musical en el piano a crear el curioso término de “congre- y era un excelente soprano, Laura sistas adictos”. Con este calificativo Rayneri, era una de las más destaca- denominaron a prestigiosas figuras de das pianistas-concertistas habaneras, y la intelectualidad como Fernando Ortiz, Natalia Aróstegui, una excelsa sopra- Juan Marinello, Ramiro Guerra, Arturo no y declamadora. Montori y Raimundo Lazo.4 Ahora bien, analizar a estas mujeres En ese entramado epocal y como de la “oficialidad” desde una perspecti- muestra de la gallardía feminista, María va de género, entendido este como una Teresa García Montes llevó a cabo la ex- construcción social de una diferencia

177 sexual y concepto histórico, requiere de poder, pues ellas se inscribieron en la una mirada compleja.9 Dicho concepto “cultura oficial”,12 la cual hace uso de está conformado por “[…] creencias, todo medio posible para ejercer su po- valores, actitudes, formas de compor- der. Este poder cultural denota tres tamiento, rasgos de personalidad, e características básicas: impone las nor- incluso, actividades que sustentan y mas culturales-ideológicas que adaptan ejercen hombres y mujeres y que son, a los miembros de la sociedad a sus precisamente las que hacen la diferen- gustos y preferencias, legitima la es- cia y la jerarquía social entre unos y tructura dominante, y hace sentir la otras”.10 Con este enfoque me apoyo en imposición de esa estructura como la el texto de Maritza García Alonso y Cris- socialización o adecuación necesaria de tina Baeza: Modelo teórico para la los patrones culturales para que los in- identidad cultural, donde se define la dividuos se adapten. actividad identitaria como al “[…] con- Desde su posición social hegemónica, junto de acciones materiales y estas damas desplegaron una intensa espirituales que permiten el proceso de actividad de promoción, didáctica y de definición del sujeto de identidad”.11 Las divulgación de la música de concierto citadas autoras reconocen la importan- de esencia europea, históricamente le- cia de las identidades subalternas, gitimada, que debe ser digna de fenoménicas, grupales, o microiden- reconocimiento, pero a la vez limitante tidades, para referirse a lo mismo y para en su proyección, si se tiene en cuen- la definición y, por consecuencia, del es- ta el carácter de avanzada y el valor tudio de la identidad nacional, dato este de la producción nacional en la esfe- que da pie, por supuesto, a la inclusión ra de la cultura de aquellos años.13 del tópico de la identidad femenina en Ellas además decidían acerca de las el debate del tema. temporadas y los artistas, y se convir- Las mujeres del momento sobre todo tieron en un eslabón fundamental en los se destacaban como cantantes, pianis- modelos culturales de su tiempo, ya que tas, arpistas, flautistas y violinistas, sin a través de la Sociedad Pro-Arte Mu- embargo, surge la pregunta: ¿qué hay sical y de la construcción del teatro de los otros instrumentos de la música, Auditorium, rectoraron en buena medi- qué hay del ejercicio interpretativo, de da la vida cultural republicana y la creación musical, de la dirección de estuvieron enfrascadas en las polémi- agrupaciones u orquestas y de la inves- cas con las miradas de vanguardia que tigación? Es conveniente recordar que versaban su discurso hacia las la tendencia fundamental de las muje- reformulaciones de la cultura popular, res de Pro-Arte Musical estuvo la cual como parte de la cultura de la marcada por el género blanco que mi- sociedad había quedado relegada y raba a Europa y no reconocía los menospreciada en aras de otra parte instrumentos afrocubanos. La confluen- de una cultura que valida las acciones cia de las mujeres proartinas la del grupo en el poder. podemos abordar a través del lente de Las fórmulas de cubanidad del na- los vasos comunicantes entre género y cionalismo burgués se hacen visibles

178 en las estrechas relaciones de María Musical se va a desenvolver en un mo- Teresa García Montes y sus damas con mento donde las mujeres de las décadas las ideas del compositor y teórico del 20 y del 30 tienen una participación Eduardo Sánchez de Fuentes. En este activa en la historia social y artística de intercambio epistolar se aprecia el de- América Latina. La Habana fue, qui- bate sobre el contenido de la música zás, la capital de nuestra región donde cubana de la época y la proclamación se abordaron con más intensidad los de la cubanidad de lo indígena y lo cam- vínculos entre el feminismo y la van- pesino, frente al escándalo que guardia literaria de los 20. Líderes representaba la introducción de ele- feministas y figuras literarias de relie- mentos africanos en la música culta. ve en su época como Mariblanca Sabás De ahí, que el historiador Jorge Ibarra Alomá, Ofelia Rodríguez Acosta,15 meditara: Renée Méndez Capote, Loló de la En su alianza con la pompier viuda Torriente, “[…] ejemplifican esos víncu- de Giberga, como la llamaba iróni- los entre el feminismo y la cultura camente Caturla, contra las literaria habanera de la modernidad. Es- posiciones del minorismo, hay sub- tas escritoras expresaron en sus obras yacente toda una concepción de la los grandes retos que debían vencer las cultura cubana. Esta señora, de ran- mujeres para desarrollar su trabajo en cia estirpe autonomista, encarnaba el campo intelectual y perfilaron, por una tradición cultural del siglo XIX diferentes vías, una imagen de la mu- que discriminaba a todo lo negro y jer intelectual”.16 popular, al tiempo que estimulaba la Son memorables los vínculos estre- penetración cultural europea y re- chos de Pro-Arte Musical con la chazaba la norteamericana. Esta prestigiosa María Jones de Castro y su era, desde la segunda mitad del si- Conservatorio Internacional de Música.17 glo XIX, la cultura de la nación frustrada, la cultura de la nación bur- guesa, enfrentada a la cultura nacional popular del pueblo-nación.14 Es por eso que la oposición airada de Sánchez de Fuentes a la penetración cul- tural norteamericana, desde fecha tan temprana como 1922, antes que estalla- se su polémica con los representantes más destacados de la cultura nacional popular, no debe ser vista como una ma- niobra demagógica para ganarse simpatías frente a sus adversarios, sino como una actitud conservadora conse- cuente consigo misma. La directiva de la primera época (1918-1948) de la Sociedad Pro-Arte Eduardo Sánchez de Fuentes

179 Es meritorio que muchos de los artis- Por eso, porque amamos “con to- tas invitados por María Jones das nuestras potencias” únicamente intercambiaran experiencias con pro- a Cuba, porque la hemos bebido en fesores y alumnos de la Sociedad mejores fuentes, por nuestros ante- Pro-Arte Musical. La vida cultural del cedentes y nuestra actuación, no Conservatorio se anunciaba en los pro- podemos de ningún modo, aceptar gramas de conciertos de la citada la lección de patriotismo que no es institución y en la revista Musicalia. la primera vez que se permite dar- Además, Paúl Csonka, compositor, di- nos el señor Mañach. Si el ameno rector de coros y orquestas, quien glosista es de inmediato linaje ga- trabajó como profesor en el Conser- llego, se crió en La Mancha, se vatorio y dictó cursos de Dirección ilustró en Madrid y vive en Cuba, Coral y Apreciación Musical, tuvo tam- nosotros tenemos un criollísimo abo- bién bajo su responsabilidad, de lengo de siglos, que no perturban manera permanente, los coros de la vacilantes alternativas.20 Sociedad Pro-Arte Musical y era La dirección de Natalia Aróstegui de la siempre invitado a dirigir en las tem- revista (1932-1934), así como su papel poradas de ópera con artistas invitados de delegada de la Sociedad Pro-Arte de Miami y Chicago en la institución Musical en Nueva York, es vital para pro-artina. el desempeño de la institución. Ella, se- La revista Pro-Arte Musical es un gún cuentan sus testimoniantes, 21 era índice excelente para hurgar más en la el equilibrio dentro de la Sociedad. A proyección de su fundadora y primera cargo de sus sugerencias se instituye- directora, María Teresa García Montes ron las tres escuelas de Pro-Arte: de Giberga, la cual preservó en todo ballet, guitarra y declamación. Especial momento una actitud recta con el cum- era su relación con Eusebia Cosme y plimiento del reglamento de la las incursiones que se dieron en ese institución y además sostuvo sus con- período con las osadías del vicciones frente a individuos o afrocubanismo. Paradigmático es ilus- agrupaciones de fuerza en la vida pú- trar que Fernando Ortiz presentó la blica. El 15 de diciembre de 1927 “poesía mulata” y destacó: “Eusebia publicó el editorial “La degeneración de Cosme es la expresión de una poesía la crítica musical en Cuba”.18 En la mis- nueva que ya está reconocida como un ma página apareció otro artículo el título valor cierto, pero su recitación quizás de “Relapsos e impenitentes”,19 en don- habrá de ser un día señalada como un de se defendía la verdad histórica y la prólogo”.22 A tono con el momento y cultura musical del pueblo de Cuba. por invitación de Natalia Aróstegui, Revelador de las polémicas de estas Eusebia Cosme recitó en la Sociedad mujeres, es el contrapunteo de María “poesía mulata”. El número de la Teresa García Montes de Giberga con revista Pro-Arte Musical,23 de ju- el polemista Jorge Mañach, y ante el lla- lio-septiembre de 1934, la presenta mado de unidad de este, ella en el Recital de Poesías como severamente le expuso: declamadora de la mencionada temática.

180 El período de Laura Rayneri de Sociedad Pro-Arte Musical y tiempo Alonso (1934-1948)24 fue renovador: la después en la independencia del ballet Sociedad amplió los horizontes hacia la de Alicia Alonso.25 contemporaneidad y la cultura nacional, En las voces culturales de la directi- a través del ballet, lo que significó la va del segundo período (1949-1961) de consagración nacional e internacional la Sociedad Pro-Arte Musical se encuen- de la institución y garantizó su trascen- tran: María Teresa Velasco (1948-1952),26 dencia. Que sus hijos varones Dulce María Blanco de Cárdenas (1952- (Fernando y Alberto) estudiaran ballet 1956),27 y Conchita Giberga de Oña y se convirtieran en joyas y maîtres a (1958-1960) (1960-1967).28 De ellas, un escala mundial fue un desafío a la éti- grupo tuvo posturas conservadoras con ca burguesa y a la orientación cultural relación a las vanguardias musicales y, de su tiempo. Durante una gran parte por ejemplo, María Teresa Velasco re- de esta etapa, la revista cesó su publi- presentó posiciones polémicas con las cación (1940-1948) para volcar los actitudes renovadoras en el ballet bajo esfuerzos en torno a la enseñanza del la presidencia de Laura Rayneri de ballet y a la promoción cultural con mi- Alonso, quien se vio obligada a renun- rada de vanguardia, por lo cual el dinero ciar a la presidencia; también lo destinado para la publicación se empleó hicieron Alicia y Fernando para poder en esas actividades. convertirse en bailarines profesionales La Sociedad Pro-Arte Musical, en y salir de los marcos conservadores de el período de Laura Rayneri, fue hon- una parte de Pro-Arte. rada por el gobierno de la República No obstante, es valedero analizar que con la Orden Nacional de Mérito Car- estas polémicas están atravesadas por los Manuel de Céspedes, la cual por los vasos comunicantes de gustos, pre- primera vez se le concedía a una ins- ferencias y diferencias generacionales, titución. pues las mujeres pro-artinas, a pesar de Se ofrecieron además conciertos ju- sus posiciones limitadas por su época, veniles con el objetivo de despertar el superaron el canon que les imponía la instinto musical entre niños y jóvenes, sociedad, al mantener esta prestigiosa algunos a cargo del Coro del Instituto institución y su revista con el único ob- Tecnológico de Ceiba del Agua, bajo jetivo del amor a la cultura. la dirección de María Muñoz de Por ejemplo, en el caso de María Quevedo, y otros por la pedagoga Car- Velasco, esta se desempeñó como men Rovira, y los musicólogos César promotora cultural, pues una de las rea- Pérez Sentenat y Alejo Carpentier. lizaciones más importantes durante su El final del mandato de Laura mandato fue la restauración general del Rayneri de Alonso transcurrió en un Auditorium, al que se proveyó de clima de contradicciones internas y de lunetario nuevo y moderno, importado críticas promovidas por los elementos de los Estados Unidos, y se finalizó la más conservadores. La expresión más instalación del aire acondicionado en el radical de ello se observó en la renun- teatro, que se había comenzado desde cia de Laura a la presidencia de la la dirección de Laura Rayneri.

181 La revista Pro-Arte Musical, que ha- diversos lugares del Auditorium, una bía recesado durante ocho años, reinicia exposición-venta de pintura contempo- sus ediciones con la organización de un ránea que al mismo tiempo sirviera de concurso anual para estimular los estu- elemento decorativo y contribuyera dios de tipo musicológico. Desde su como complemento estético al placer de creación en 1952, honrado con el nom- la música. La directiva realizó esta ac- bre de la fundadora de la Sociedad, la tividad en íntima cooperación con el revista concedió premios sucesivos por Patronato de Artes Plásticas. Se otor- trabajos seleccionados: Orlando Martínez gó también para este período la beca (1952 y 1955), Regina de Marcos “María Teresa García Montes de (1953), Edgardo Martín (1954), María Giberga” en forma de concurso y las Maciá de Casteleiro (1956), Daisy Losa pruebas se realizaban en varias sesio- (1957), María Teresa Linares (1958), nes en el Auditorium, a las que tuvieron Argeliers León (1959) y Pedro Macha- acceso los socios. El tribunal estuvo do de Castro (1960).29 En el período de presidido por la presidenta de la Socie- María Teresa se creó el Kindergarten de dad, Conchita Giberga, y además por la Escuela de Ballet a cargo de Finita Lizzie Morales de Batet, Margarita Suárez Moré. Una Escuela de Coros Rayneri, Esperanza Hill, Yvette fue otra de las iniciativas de la citada di- Hernández y José Echániz, y como se- rectiva, así como la continuación de los cretaria, la doctora Elena de Arcos, la festivales de óperas. En esta etapa Pro- cual era secretaria de actas. Arte cumplió sus Bodas de Perlas. Durante la presidencia de Dulce La Revista Pro-Arte Musical: María Blanco, se realizaron obras de (1923-1940) y (1949-1961) embellecimiento del teatro y en la casa En sus casi 40 años de existencia social, y se llevaron a cabo temporadas (1923-1961) se distinguen dos épocas, de óperas, dentro de las cuales partici- definidas por la recesión en la tirada de pó la misma Dulce María Blanco, pues la revista durante ocho años, entre 1940 era una distinguida soprano. En esta y 1948, lo que permite expresar que la época continuó el concurso que tuvo primera comprende desde 1923 hasta Pro-Arte de eminentes músicos, baila- 1940, y la segunda desde 1949 a 1961.30 rines y conjuntos musicales de escala Entre 1924 y 1931 apareció de forma internacional. mensual. No obstante todo ello y las vías Por su parte, Conchita Giberga re- de incremento económico que procuró presentó la tradición memorable por la Sociedad (cursos de ballet, guitarra una parte y la renovación por otra. Su y declamación, los abonos para tempo- primera temporada artística tiene los radas de ópera y conciertos), la lauros de contar con figuras del relie- periodicidad de la tirada se vio sensi- ve de Renata Tebaldi, Iris Burguet, blemente afectada. A partir de marzo Zara Dolujonova, Gina Bachauer y de 1932 comenzó a salir cada dos me- con nuestro Jorge Bolet, entre otros. ses, en 1934 cuatro veces al año, y de Se concibió además la idea de exhi- 1935 a 1940 se editó un solo número bir, con carácter permanente, en anual, con una recesión durante 1937,

182 su primera época (1923-1940), fue la siguiente:32 Carátula con foto a plana completa del artista contratado para la tempora- da, título y logotipo de la Sociedad. SECCIÓN EDITORIAL: Llevaba a cabo la Información de la Directiva. Constantemente la Junta Directiva se comunicaba con los socios, por lo que se les daba a conocer todos los proyec- tos de la institución, los avisos y acuerdos del momento. SECCIÓN INFORME MENSUAL DE TESORERÍA: Informe de Tesore- ría. El primer número es paradigmático, Revista Pro-Arte Musical así vemos en él los Estatutos y el Re- glamento de la Sociedad, el informe hasta florecer de nuevo en 1938. Reanu- anual de la Tesorería, la cuantía de aso- dó su publicación en 1949, aunque con ciados “[…] el día último teníamos 1 320 regularidades e irregularidades se man- socios regulares y 492 inscriptos a ter- tuvo hasta 1961. tulia, dando un total de 1 812 socios”.33 SECCIÓN MEMORIA ANUAL Descripción de la revista DE LA SOCIEDAD En este aspecto suele adquirir impor- SECCIÓN NUESTROS CONCIER- tancia la identificación de modelos, TOS Y AMPLIACIÓN MUSICAL: reales o virtuales, en los que se inspira Reseñaba las actividades, algunas de su configuración programática y mate- las cuales no sólo fueron disfrutadas rial, no tanto en relación con influencias por los socios, sino que llegaron a quie- o preeminencias, sino con las nes estuvieran en circunstancias recomposiciones que realizan en espa- desfavorables. Este propósito llevaría cios diferentes los mismos elementos artistas a instituciones penales, de an- culturales. La revista Pro-Arte Musical, cianos y de caridad. Fue por ello que por su carácter de divulgadora y en abril de 1923, el guitarrista Andrés promotora cultural del mundo musical y Segovia dio un concierto en el Presi- cultural de Europa y los Estados Unidos, dio de La Habana. Así también se tomó como referencia a publicaciones ofrecieron otros muchos recitales en el extranjeras como Musical Courrier, Asilo Santovenia, el Asilo de la Mise- Revue Musical, Boletín de Córdova, ricordia, el Asilo Carvajal, la Cárcel de entre otras, con las que mantuvo inter- Mujeres, la Cárcel de La Habana, la cambio de programaciones de conciertos Casa de Beneficencia… y actividades.31 SECCIÓN DE COMENTARIOS: Con algunas variaciones, la En ella aparecían programas, reseñas estructuración general de la revista en y fotos de artistas de la temporada.

183 Se mostraron imágenes de Andrés Richard Wagner. Ejemplo de esta pre- Gedalge, profesor de Contrapunto en el sencia de autores de prestigio se observa Conservatorio de París; Elizabeth en artículos como “La melodía”, del Rethberg, soprano de la Ópera de compositor francés contemporáneo Dresden; Mischa Levitsky, pianista Darius Milhaud (primer número de di- ruso; Titto Schipa, tenor italiano; José ciembre de 1923); “Federico Chopin”, Echániz, joven pianista cubano; Harold de Pedro San Juan Nortes (20 de fe- Bauer, eminente pianista y presidente brero de 1924); ”Los violines celestiales de la Asociación Beethoven de Nueva de Rodman Wanamaker”, de Octavio York; Armando Crabbé, barítono belga; E. Moscoso (agosto de 1926); “La mú- Walter Giesenking, notable pianista hún- sica de los araucanos”, de Charles garo; José Cubiles, joven pianista de Lavin (abril de 1929); “Centenario ro- Cádiz; Maurice Marechal, solista de las mántico”, compilación de conferencias Sociedades de París; Claudia Muzio, ofrecidas en la Sociedad, por el doctor soprano del Metropolitan Opera House, Luis de Soto (febrero y marzo de de Nueva York; Erika Morini (violinis- 1930); “El ritmo español”, de Medardo ta de origen italiano), etcétera, al igual Vitier (número tres de marzo de 1933), que de cuartetos y orquestas, como por y “Del año de Goethe al año de ejemplo: Cuarteto Flonzaley, Cuarteto Wagner”, de Carlos Schwarz (número de La Habana (dirigido por Juan cuatro de abril de 1933). En el número Torroella), Cuarteto de Londres, Quin- memorial dedicado al aniversario 25 de teto Hispania, Sinfónica de Cleveland, la institución (1918-1943) aparecieron Sinfónica de La Habana, Sinfónica de un homenaje a la fundadora, un artícu- Minneapolis, Sinfónica de Nueva York, lo de la periodista Mariblanca Sabás entre otras agrupaciones. Alomá titulado “Atalaya”, y un trabajo SECCIÓN DE ARTÍCULOS SO- sobre el maestro Manuel de Falla, de BRE LA MÚSICA: Incluía música José María Chacón y Calvo. europea y norteamericana fundamen- Se publicaron además las labores y talmente, aunque también algunas triunfos de otro tipo de artistas como las reseñas de la cubana y latinoamerica- menciones sobre el caricaturista na, así como de la vida y obra de Conrado Massaguer (febrero 1929) y creadores y/o intérpretes, con carácter acerca de las incursiones en la carica- historiográfico, y además de formas y tura de Armando Maribona. técnicas de la música. También se pu- SECCIÓN DE AVISOS Y ACUER- blicaban notas a programas. En una DOS: Presentaba noticias de las revisión de autores de la etapa, encon- actividades de la institución, como por tramos entre otros cubanos, a Luis de ejemplo las temporadas de ópera, la lle- Soto, Rafael Vega, Joaquín Molina, An- gada de las figuras internacionales, los tonio Quevedo (este, aunque español, acuerdos de las juntas de la directiva de desarrolló su labor musical en Cuba) y la etapa. extranjeros como José Subirá o crea- SECCIÓN LOS QUE VENDRÁN: dores propiamente como Nicolás Contenía reseñas de los artistas invita- Rimsky-Korsakoff, Héctor Berlioz o dos a las próximas temporadas.

184 SECCIÓN DE BUEN HUMOR Y ro 1949) se aprecia una reducción de CORRESPONDENCIA: Publicaba dimensiones, un cambio en la disposi- cartas y peticiones de interés general ción y color de la tipografía de la para la Sociedad, además de las suge- carátula, ahora en diagonal en rojo y rencias de los socios respecto a los blanco o gris. Las variaciones serán artistas o espectáculos que desearían sucesivas, así vemos más adelante ma- disfrutar en próximas temporadas. yor reducción del tamaño, que la hacen SECCIÓN DE NOTICIAS: En ella más manuable y fácil de conservar, cua- se referían al movimiento musical del lificación del papel y por resultado, de mundo (aparecían datos artísticos de las fotografías, cambios en el color y a Londres, París, Milán, Nueva York, Bru- partir de octubre de 1956, reaparece la selas, Ámsterdam, Roma, Barcelona…). foto de carátula bordeada por una ban- LO QUE SE DICE DE NOSO- da de color. Esto último, a mi modo de TROS: Se incluían los criterios de otras ver, le otorga una imagen más comer- sociedades, publicaciones y artistas so- cial a la publicación. También para esta bre Pro-Arte. etapa, la revista recupera su denomina- SECCIÓN HISTÓRICA (a partir de ción original de Pro-Arte Musical. 1932): Daba a conocer aspectos de la Aparecen nuevas secciones como por trayectoria de la institución. ejemplo: “Galería Musical Cubana”, SECCIÓN ANUNCIOS: Mostraba “Fragmentos de la Crítica”, “Recuer- fotografías y programas de actividades dos del Ayer”. Sobre todo lo planteado de la Sociedad. en el editorial de septiembre de 1952 se Formalmente, la revista fue varian- apunta: “Con el presente número se ini- do su imagen y respondiendo a la cia una reforma de nuestra revista, que influencia de los nuevos aires de la épo- no solamente atañe a su forma de dis- ca. A partir de 1932, el diseño exterior y tribución sino que incorpora trabajos y la gráfica de los anuncios se simplificó, colaboración (sic) inéditos, de firmas como una asimilación de la evolución de que hasta ahora nunca han aparecido los recursos que por entonces tenían las en nuestra revista salvo la del eminen- artes gráficas; desaparecen la fotografía te crítico de fama internacional Adolfo e identificaciones en la carátula para lo- Salazar”.34 grar una portada sencilla con sólo el En este período puede apreciarse una nombre de la publicación y el logotipo de notable irregularidad en la salida de la la Sociedad en blanco y negro. A la vez revista: trimestral (1949-1950), se aumentó el número de páginas y ganó cuatrimestral (1951-1956), bimensual en belleza interna por una mejor disposi- (1956), mensual (1957-1958), bimensual ción del espacio de anuncios. Para esta (1959-1961), ocasionada por múltiples fecha el título de la revista pasó a ser So- factores: unas veces de carácter econó- ciedad Pro-Arte Musical, en lugar del mico, otras de carácter organizativo y de inicial donde sólo aparecía Pro-Arte Mu- dirección editorial. Durante estos va- sical. cíos, no decayó el objetivo priorizado de En la segunda época (1949-1961), en mantener comunicación con los asocia- el formato en su primer número (ene- dos, para lo cual la directiva se auxilió

185 de tarjetas circulares y de notas de altera su personalidad jurídica, hemos prensa en los periódicos, que se encar- acordado dirigirnos a los señores aso- garon de divulgar las temporadas de ciados para comunicarles que es conciertos, ballet y óperas. Como órga- nuestra intención continuar las acti- no de una Sociedad, sirvió de vehículo vidades y conciertos de la sociedad. de comunicación entre esta y los aso- Le exhortamos muy cordialmente a ciados, privilegiando este aspecto, y mantenerse en nuestras listas en la subordinando a este los demás. Si bien seguridad de que de ser atendido el espacio de los textos fue importan- nuestro ruego podremos continuar te, y puede considerarse el legado de con todo éxito la labor que tanto pres- mayor valor de la publicación, consti- tigio ha dado a nuestro país en todos tuyó la zona de necesario equilibrio los centros artísticos del mundo.35 cultural en la concepción editorial, ya En forma de boletín informativo para que estos significaron la posibilidad de los asociados, la publicación se mantu- trascender el carácter puramente infor- vo durante los primeros meses del año mativo para alcanzar el rango de revista 1962, con sólo tres números de cuatro especializada. páginas, sostenida por un reducido gru- Ante los cambios que suscita toda po de miembros, hasta su definitiva revolución de transformación del orden desaparición. Aquí se recogieron algu- establecido, la Sociedad Pro-Arte Mu- nos artículos y las últimas actividades sical también se vio sumergida en esa de la Sociedad realizadas en diferentes dinámica, pues por decreto revolucio- salas y teatros de la capital. nario fue intervenida como entidad privada en 1961, y ello produjo el lógi- El Auditorium co éxodo de miembros de la directiva La institución pro-artina en sus prime- y de posibilidades financieras particu- ros años hacía sus conciertos en el teatro lares. Por tal motivo, la revista se vio Payret y en el Teatro Nacional de La muy afectada, aunque pervivió hasta el Habana por lo cual María Teresa García número enero-febrero de 1961 donde Montes siente la necesidad de tener su apareció el siguiente mensaje de la di- propia casa, e idea un nuevo proyecto rectiva: que se hará realidad: construir un teatro Estimado socio: Le suponemos en- propio, con todas las comodidades y terado de que por decreto del Sr. condiciones acústicas necesarias para Presidente de la República, no. 2905 sus actividades, y así lo hizo patente en de fecha 31 de diciembre, se ha dis- la revista Pro-Arte Musical: puesto la adquisición por el Estado, Siempre hacia arriba, remontando por el procedimiento de expropiación perpetuamente las cuestas en per- forzosa, de nuestro Teatro Auditorium secución de la alta cima, debe ser la y del edificio contiguo, Calzada 510, norma de todo organismo, individual con todas sus instalaciones, [...] y o social, que quiera perfeccionarse aunque esta medida representa un y progresar. Detenerse en el cami- serio quebranto para los intereses no, rendido por la fatiga o materiales de esta sociedad, esta no envanecido del triunfo alcanzado es

186 condenarse al fracaso. El que se de- tro soñado por María Teresa García tiene, retrocede, tarde o temprano, y Montes, pero la idea no tomó un curso el que retrocede perece irremisible- definitivo hasta que aumentaron para mente. Pro-Arte Musical ha dado junio de 1925 las cuotas de los asocia- pruebas, y lo decimos con sano or- dos, lo que permitió adquirir un terreno gullo, de que está alentada de un en la esquina de Calzada y D, en el espíritu emprendedor, cuyas energías barrio del Vedado. La superficie era se renuevan y vigorizan a medida de 2 211,82 m2 y el costo de 80 mil pe- que los éxitos se suceden. Sin prisa, sos, de los cuales se pagaron 40 mil al pero sin tregua, un detalle señala un contado, con una hipoteca por el resto, derrotero, indica una variación, pero pagadera al 6% de interés anual. A los sin fijarse, definitivamente, el pro- dos años, en junio de 1927, el terreno grama a implantarse. Todos los fue adquirido en plena propiedad y el socios están, por eso, en el deber proyecto par edificar se le confió a la de pensar un poco en este proyec- firma de arquitectos Ángel Moenck y to, madurando cuantas sugestiones Nicolás Quintana, actuando como estimen adecuadas, discurriendo delineante Julio César Japón. El costo sobre las mejores facilidades a que de la obra era de 250 mil pesos que au- pudiera echarse mano, confrontan- mentó a 430 mil incluyendo mobiliario, do las ventajas y los inconvenientes cortinas, telones, decoraciones, etcétera. del proyecto, para que, en la próxi- A fin de poder adquirir el dinero, se ma Junta General, en la que nombró una Comisión Gestora inte- seguramente se planteará la idea, grada por José Hill, Dionisio Velasco, aporte el caudal de su experiencia Félix Hernández de Castro e Isidro o el fruto de su estudio facilitando Fernández, quienes tuvieron a su car- así el propósito y contribuyendo a go la confección de un plan de emisión edificar con un esfuerzo, que será de Bonos y obligaciones hipotecarias siempre valioso, sea quien fuera el sobre los bienes de la Sociedad. Se dis- socio, grande o pequeño, a levan- tribuyeron 1 500 bonos de a 100 pesos tar el techo que cobije un día, no cada uno y 100 bonos de a mil, con un lejano ciertamente, a todos los que interés anual de 7% pagaderos por se- abrigamos el mismo ideal de luz y la mestres vencidos. Si bien era una propia ansia de mejoramiento y de considerable suma para la época y para perfección. […] y que podamos un una institución cultural privada, esto no día, que será de fausto acontecimien- significó un exceso, dadas las exigen- to para la Sociedad y de definitiva cias que planteaba la directiva para la consolidación, regocijarnos en nues- construcción de este tipo de instalación. tra casa oyendo emocionados las Por otra parte, se trata de una eviden- quejas dolientes del violín, las notas cia del prestigio y la solidez económica sonoras del piano y la música vi- que en 10 escasos años había alcan- brante de la voz humana.36 zado la Sociedad Pro-Arte Musical.37 Con esto, se comenzaron a presentar La primera piedra del Auditorium, que los bocetos para la construcción del tea- así se llamaría el teatro, fue colocada

187 el 6 de agosto de 1927 y se concluyó con tres festivales netamente cuba- en noviembre de 1928. Su realización nos, ha puesto una vez más de estuvo a cargo de los prestigiosos in- relieve el alto prestigio social y ar- genieros-arquitectos contratistas tístico de Pro-Arte [...]. El caso Albarrán y Bibal, siendo María Teresa concreto de Pro-Arte Musical es testigo cotidiano del progreso de las uno de los más elocuentes ejem- obras. Para el 2 de diciembre del pro- plos que conozco de feminismo pio año 1928, al cumplirse el primer positivo. A un feminismo de cáte- lustro de la Sociedad tuvo lugar la inau- dra, valioso como germinador de guración. ideas o como creador de normas, El Auditorium fue un bellísimo tea- un grupo de damas –o para honrar- tro moderno, cuyas líneas exteriores las, mujeres– opone un feminismo estaban inspiradas en el estilo Renaci- práctico, que, mejor que erigir sis- miento italiano. El día 22 de aquel mes temas, prefiere levantar edificios y –día de Santa Cecilia (patrona de la fomentar el arte. En esta obra co- música)– se bendijo el edificio, en una lectiva, exclusivo fruto del talento de solemne ceremonia oficiada por la mujer, se destaca una personali- monseñor Manuel Arteaga Betancourt. dad sobresaliente, una voluntad y El Auditorium poseía una de las mejo- energía poderosas, pero, sobre todo, res acústicas del mundo. Además del una fina, ágil y cultivada inteligen- teatro, con tres niveles, en su interior cia: María Teresa García Montes radicó la casa social de Pro-Arte, con de Giberga. Que una mujer haya un elegante y cómodo salón de confe- podido mantener flexiblemente en rencias, donde también se efectuaban sus manos las quebradizas riendas conciertos varios, recibos y otros actos, de un gobierno femenino, y la com- así como una magnífica biblioteca, un pleja organización y desarrollo de una salón para las juntas de la directiva y sociedad como Pro-Arte es algo que el local de las oficinas. Dicho local po- por sí mismo postula el legítimo de- día ser alquilado a otras instituciones. recho de la mujer para el ejercicio Más tarde sería bautizado con el nom- de todas las funciones sociales. El bre de Salón de María Teresa, tras la Auditorium, que exteriormente es muerte de la fundadora. Los socios, para una obra de arte, responde en su sus reuniones y esparcimiento tenían interior a los más exigentes reque- también varios salones en todas las de- rimientos de la acústica y de la pendencia, y entrada independiente en el visualidad teatral. Estas condicio- ángulo formado por las dos fachadas. nes son perfectas. Todas las partes Sobre esta extraordinaria obra en la re- que integran el Auditorium han sido vista Musicalia (noviembre-diciembre construidas en Cuba: las lunetas de 1928) aparece el comentario son de caoba con estructura de titulado”Una mujer” firmado por María aluminio, producto de la industria Muñoz de Quevedo, el cual plantea: nacional. Lo mismo puede decirse El magnífico Auditorium que Pro- de las lámparas de bronce, deco- Arte Musical acaba de inaugurar ración, mobiliario del Club, etc.

188 Pero el mayor encanto del con un evidente predominio de la Auditorium está en que ningún rui- horizontalidad, subrayada por balcones, do exterior, por pequeño que sea, cornisas y otros detalles decorativos. molesta la atención del oyente [...]. Este diseño exterior ofrecía una com- Por primera vez en un teatro de La binación de arquitectura y decoración Habana, se hace el maravilloso si- que servía para dar singularidad a cada lencio [...].38 planta. En su interior, la planta baja com- Para dicho año 1928 se organizó un prendía vestíbulos principales y concurso para escoger el más adecua- escaleras, platea, pasillos de comunica- do de los proyectos recibidos, para lo ción, almacén, servicios sanitarios, cual se seleccionó el presentado por los orquesta, escenario; bajo este se ubica- arquitectos Moenk y Quintana, que al ban un sótano con entradas directas de inaugurarse el Auditorium ganó el Pri- la calle, vestíbulo de entrada para ar- mer Premio Anual de Fachadas del tistas, el cuarto de ropería y útiles, el Club Rotario de La Habana.39 La facha- cuarto de música, un espacio para equi- da principal, que da frente a la calzada paje y el cuarto de máquinas. del Vedado, estaba hermosamente tra- La segunda planta ostentaba el tada, así como en los detalles máximo énfasis decorativo. En corres- decorativos. Había ponderación en el pondencia vertical con los arcos de la estudio de los planos y organizadas pro- planta baja, aquí aparecían ventanas porciones en las arcadas de la planta separadas por pilastras acanaladas que baja, así como delicadeza en el trata- terminaban en un capitel compuesto. En miento del ático. Un amplio portal la parte inferior, balcones, y en la su- exterior facilitaba diversas entradas al perior, el remate de frontones (los teatro, y un vestíbulo espacioso en su curvos, para diferenciar las zonas fachada principal, le servía de gran fa- preferenciales, los demás, triangulares), cilidad al público que se aglomeraba en que reposan sobre pequeñas ménsulas. la entrada de la platea. La capacidad En el friso bajo la poderosa cornisa que del teatro era para 8 060 personas dis- daba paso a la tercera planta podían tribuidas en 1 204 localidades en la leerse grabados, en rítmica consecuen- platea, 6 006 en el primer balcón y 850 cia, los nombres de grandes figuras de en la tertulia. La platea a su vez, de la música. La decoración de la tercera 23,50 m de fondo por 27,50 m de an- planta, a modo de ático, tendía a una cho, tenía una estudiada inclinación que mayor simplicidad y geometrización por hacía posible una cómoda percepción la agrupación de las ventanas en triples del escenario por todos los ángulos. arcos encristalados que culminan en El edificio contaba con tres plantas una ménsula. Como término del edifi- erigidas sobre un pequeño podium que cio, una cornisa más sencilla y un pretil lo elevaba ligeramente sobre el nivel que llevaba inscrito el nombre de la so- del terreno circundante. Desde el ex- ciedad y el año de la construcción. Cinco terior podían ser visualizados de manera escalinatas daban acceso a las entradas: delimitada los tres niveles por la diferen- dos por la calle Calzada (la principal, ciación de los elementos arquitectónicos, que conducía al vestíbulo de entrada

189 del teatro, cubierta con clásica marque- grises y la pieza culminante de la sina, y otra más reducida para el sociedad, el gran salón Luis XVI, vestíbulo de tertulia, ambas con rejas regiamente decorado que sirve a la plegables que cerraban el paso una vez vez de “foyer” al primer balcón en terminadas las funciones); una en la el que se hallan los palcos donde esquina, que llevaba al vestíbulo de las triunfa la belleza y elegancia de la instalaciones de la Sociedad en la se- mujer cubana.42 gunda planta, y dos por la calle D, una Sería innumerable e imposible cubrir en salida al público de platea por esta ca- estas páginas, la lista de los prestigio- lle y escalinata por la misma calle que sos artistas, bailarines, músicos, conducía al café, según se consignaba cantantes, declamadores, y orquestas en el proyecto.40 En el documento Me- de renombre internacional y artistas moria descriptiva del proyecto del cubanos que ofrecieron conciertos en edificio para domicilio social y tea- el Auditorium. Por decreto revoluciona- tro para la Sociedad Pro-Arte rio, el teatro pasó al Estado en febrero Musical se planteaba: “[…] dejar un de 1961, lo que, como centro de múlti- local en planta baja que pueda alquilarse ples actividades musicales y danzarias para servicios de helados, refrescos, promovidas por la Revolución, además etc. Aprovechándose en lo posible el de sede de la Orquesta Sinfónica Na- portal por la calle D, para colocar me- cional para sus conciertos, significó el sas, sillones, etc, y que tenga entrada derecho a su disfrute por parte del pue- independiente de la calle; y locales blo, hasta el premeditado incendio que lo anexos al escenario y comodidades hiciera desaparecer el 30 de junio de para artistas, empleados, equipajes, et- 1977. Tras una profunda reconstrucción, cétera […]”.41 reabrió sus puertas en 1999 como tea- El arquitecto Enrique Luis Varela en tro Amadeo Roldán, nombre que ya sus semblanzas también acotó: tenía antes del incendio.43 El vestíbulo privado es de planta cir- cular y en él se desenvuelve una Las escuelas en Pro-Arte Musical elegante escalera de mármol blan- Si Pro-Arte Musical festejó en el co de forma helicoidal. Esta 2008 el amanecer de un camino glorio- escalera desembarca en un hall de so, ya que esta institución tuvo una vida la planta principal, que es donde ra- ininterrumpida en la República para ofre- dica la Sociedad, del cual se pasa cer a sus socios los mejores artistas, las a distintos salones bellamente deco- verdaderas luminarias del mundo musi- rados. En la fachada que mira al cal, eso sería más que suficiente para parque se hallan las oficinas y la bi- brindarle nuestro caluroso aplauso, nues- blioteca, decorada en estilo gótico tra admiración sin reservas en este Tudor. Abriendo sus ventanas a la homenaje a su fundación. Pero no, aún fachada principal está el despacho hay más. Pro-Arte no se limitó a traer de la Presidenta, un petit salón ínti- artistas; Pro-Arte cuando se sintió en ple- mo con un rico cuarto de toillette na madurez, cuando su labor y su rango decorado en verde jade y suaves eran una fuerte columna en nuestro

190 desenvolvimiento cultural, se impuso una maestra Hortensia Gelabert, los her- meta: hacer artistas, ayudar a desarro- manos Ricardo y Eugenio Florit, María llarse a un grupo de jóvenes cubanos que Julia Casanovas, María Gastón, Elena sentían vibrar el arte en su pecho y so- de Arcos, Ramón Valenzuela, Rafael ñaban con echarlo fuera. Suárez Solís, Francisco Ichaso, Merce- Y la labor comenzó. Allá por 1931 se des Dora Mestre, Olga de Blanck, iniciaban los cursos de ballet, guitarra entre otros, en la declamación, son y declamación con los cuales se logró nombres ilustres que se convirtieron en algo realmente interesante, pues aun- joyas claves de nuestro proceso que casi todos los alumnos fueron al identitario cultural y dejaron su huella principio para entretenerse, para pasar y legado en los frutos artísticos que se un rato agradable en un ambiente de multiplicaron en la Revolución, de lo camaradería, muchos, sin darse cuen- cual fue semilla y germen, la benemé- ta, estaban dando sus primeros pasos rita institución. en una carrera que los convertiría, al Mientras tanto ahora, al cumplirse correr de los años, en un medio de vida 90 años de la fundación de la Socie- y trabajo como profesionales del ballet, dad Pro-Arte Musical, hemos querido de la guitarra, del teatro. hacer este recuento de sus activida- Al conmemorarse esta fecha no pode- des, como un merecido homenaje en mos silenciar una de las contribuciones su aniversario, y para que no se olvi- culturales más características y valiosas: de la importancia de su esfuerzo a la su enseñanza artística. Sus tres escue- hora de escribir la historia de la cultu- las, por la continuidad en el tiempo, su ra artística en Cuba. seriedad en lo pedagógico y su proyec- ción en lo estético, devinieron en Notas instrumentos artísticos íntimamente liga- dos a la cultura de nuestro país. 1 Miguel de Carrión fue uno de ellos, no sólo Quizás sea ese su mejor galardón: desde la literatura con obras tan conocidas como una trascendencia que va más allá de Las honradas y Las impuras, sino además desde la simple labor pedagógica para esta- la prensa. En el diario Azul y Rojo, del cual era blecerse como orientadora y formadora director, apareció una serie de artículos de su de alumnos, creadora de figuras de re- autoría. Véase en dicha publicación “La Ley de Divorcio I” (no. 15, La Habana, 12 de abril de lieve universal y en centro inicial de lo 1903, p. 4). que pudiéramos llamar una “conciencia 2 González Pagés, Julio César. En busca de un artística”. Voces culturales como las de espacio. Historia de las mujeres en Cuba. La Alberto Alonso, Alicia Alonso y Fer- Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2003. nando Alonso, en el ballet; la dinastía 3 La abogada Ofelia Domínguez Navarro escribió de los Nicola: Clara Romero, Isaac en 1928 un importante documento de denuncia Nicola, Cuqui Nicola, Abel Nicola y Jus- sobre la situación jurídica de las mujeres cubanas. to Nicola, así como Margarita Lecuona, En su ensayo hace una serie de valoraciones referentes al andocentrismo del sistema legal Ofelia Valverde, Margot Flores, María cubano y su relación con la vida familiar. Véase de León, Lizzie Morales de Batet, Au- su 50 años de una vida. La Habana: Instituto gusto Cóndom, en la guitarra; la Cubano del Libro, 1971. pp. 121-126.

191 4 Los artículos de Fernando Ortiz, Juan Marinello pról. de Radamés Giro. La Habana: Editorial y Ramiro Guerra estuvieron presentes en varias Letras Cubanas, 1995. p. 28. ocasiones en las páginas de La Mujer Moderna, 15 La ensayista Zaida Capote, en su órgano de prensa del Club Femenino de Cuba, investigación sobre las mujeres narradoras, asociación organizadora de los Congresos apunta que “[…] Ofelia Rodríguez Acosta Nacionales de Mujeres. Las obras de Arturo (1902-1975), se involucró a las luchas políticas Montori y Raimundo Lazo sobre el feminismo y en la acción cívica y para ello recurrió al tuvieron gran acogida entre los simpatizantes de periodismo lo mismo que a la literatura. Fue estos ideales. Véase Montori, Arturo. El bibliotecaria del Club Femenino de 1925 y fundó feminismo contemporáneo. La Habana: Imprenta y dirigió en 1927 una revista, Espartana, cuyo La Moderna Poesía, 1922, y Lazo, Raimundo. nombre, lo mismo que la poderosa ilustración de El feminismo y la realidad cubana. La Habana: portada –una figura femenina art déco– no deja Imprenta La Propagandística, 1931. lugar a dudas acerca de la orientación de la revista”. 5 Varela, Enrique Luis. El Auditorium de Pro- Véase Capote Cruz, Zaida. Mentes libres, Arte Musical. El Arquitecto (La Habana) 3:219; cuerpos suplicados. Las mujeres de Ofelia nov.-dic. 1928. Rodríguez Acosta. Revolución y Cultura (La 6 Oria Varela ingresó a la Directiva en 1922 y Habana) (4):21; 2006. había ocupado antes de su presidencia los cargos 16 Mateo Palmer, Margarita. Estrategias de de vocal, vicesecretaria, secretaria de actas y participación de las escritoras latinoamericanas. vicepresidenta. Revolución y Cultura (La Habana) (4):16; oct.- 7 Natalia Aróstegui fue directora de la revista dic. 2006. Pro-Arte Musical de 1932 a 1936 y delegada de 17 Hernández, Claudina. María Jones de Castro, Pro-Arte en Nueva York. en la historia de un viejo castillo. Clave (La 8 Laura Rayneri ingresó en la directiva en 1920, y Habana) 7(1-2):79-83; 2005. ocupó los cargos de vocal, vicetesorera y tesorera. 18 Véase revista Pro-Arte Musical 5(12):2; 15 9 Tuñón, Julia. Apuntes del curso Historia de las dic. 1927. mujeres, Programa Interdisciplinario de Estudios 19 Ídem. de la Mujer-El Colegio de México, 5to. Curso de 20 García Montes de Giberga, María Teresa. Suum Especialización, México, 1995 Cuique. Ibídem, 5(9):2; 15 sept. 1927. 10 ______. “Porque Clío era mujer: buscando 21 Pacheco Valera, Irina. Entrevistas a su sobrina caminos para su historia”. En Problemas en torno Natalia Bolívar y a Clarita Nicola (inéditas). a la historia de las mujeres. México: Universidad ______. Encuentro con la memoria Pro- Autónoma Metropolitana-Iztapa, 1991. pp. 8 y 9. Artina Musical del maestro Fernando 11 García Alonso, Maritza y Cristina Baeza. Alonso. Educación (La Habana) (122):8; Modelo teórico para la identidad cultural. La sept.-dic. 2007. Habana: Centro de Investigación y Desarrollo de 22 Fernando Ortiz: la poesía mulata. Presentación la Cultura Cubana Juan Marinello, 1996. p. 64. de Eusebia Cosme. Revista Bimestre Cubana (La 12 García Canclini, Néstor. Culturas populares Habana): 207; sept.-dic. 1934. en el capitalismo. México: Fondo de Cultura 23 Eusebia Cosme en el Recital de Poesías, declamó Económica de México, 1981. p. 51. “Mujer Nueva”, “Balada del güije” y “Sensemayá” 13 Hasta 1930, año de su deceso, la revista estuvo (canto negro para matar una culebra) de Nicolás dirigida por María Teresa García Montes de Guillén; “Danza negra” de Luis Palés Matos; Giberga, a la vez, presidenta de la Sociedad, con “Romance de la Reina Camándula” de Félix Pita gran eficiencia en la dualidad de funciones, que Rodríguez; “Caridá” de M. Arozarena, “Lavandera evidencia su capacidad de dirección. Después de con negrito” y “María Chacón” de Emilio Ballagas; ella esta dualidad directiva no fue constante. “Trópico” (décimas), de Eugenio Florit; “Una 14 Ibarra, Jorge. “La música cubana: de lo canción de vida bajo los astros” de Regino Pedroso, folklórico y lo criollo a lo nacional popular”. En y “Rumba de la negra Pancha” de José Antonio Panorama de la música popular cubana / Sel. y Portuondo.

192 Ver revista Pro-Arte Musical 11(7-9):20; existencia: en 1919 Música, “tres veces al mes”, jul.-ag. 1934. ocho páginas más suplemento, director 24 En esta etapa se lleva a cabo la fundación de administrativo, Lino E. Cosculluela; en 1922 filiales de esta Sociedad en las ciudades de Música Magazine, mensual, director, Lino E. Santiago de Cuba, Manzanillo, Camagüey y Cosculluela y Revista Música, con ocho páginas Matanzas, extendiendo así la labor de Pro-Arte que incluían una pieza musical, director, César fuera de los límites de la capital. M. Carreras. 32 25 Véase: Pacheco Valera, Irina. “El contrapunteo Pacheco Valera, Irina. Pro-Arte Musical y las identitario cultural de 1923-1940: La revista Pro- vanguardias (1923-1940). Clave (La Habana) 8(2- Arte Musical (Primera época)”. Mención en el 3); 2006. Concurso Ensayo de la revista Temas 2007, en la 33 Informe de la Tesorería. Pro-Arte Musical (La modalidad artístico-literaria. (Inédito). Habana) 1(1):8; dic. 1923. 26 María Teresa Velasco ingresó en la directiva de 34 Editorial. Ibídem, sept. 1952. Pro-Arte en 1924 y ocupó los cargos siguientes: 35 Ibídem, 13(1):2; en.-febr. 1961. vocal y vicepresidenta. 36 Ibídem, mar. 1924. 27 Dulce María Blanco de Cárdenas ingresó en la 37 Desglosado el presupuesto era: construcción directiva en 1923, y perteneció a ella de febrero a del edificio $200 000; lunetario y muebles de la agosto. Reingresó en 1931 y ocupó los cargos casa social y del teatro, $30 000; otros gastos siguientes: vocal, vicetesorera, tesorera y imprevistos $20 000. Mischa Elman fue el primer vicepresidenta. artista extranjero que subió al escenario del 28 Conchita Giberga de Oña, hija de la fundadora Auditorium. La directiva lo llamó “mascota de de Pro-Arte Musical, ingresó en la directiva en Pro-Arte” por la buena suerte que aseguran trajo 1931, y ocupó los cargos de vocal, vicetesorera, con su concierto en los días iniciales de la vicesecretaria, tesorera y vicepresidenta. sociedad. 29 Los trabajos premiados fueron: Orlando 38 Véase revista Musicalia de noviembre- Martínez: “La canción de arte cubana” (1952); diciembre de 1928. Regina de Marcos: “El ballet en Cuba a través de Consúltese además: Pacheco Valera, Irina. La Pro-Arte Musical” (1953); Edgardo Martín: “La obra de María Muñoz de Quevedo: una pe- música de cámara en Cuba desde mediados del dagogía especializada. Educación (La Haba- siglo XIX hasta nuestros días” (1954); Orlando na) (122); sept.-dic. 2007. Martínez: “La pedagogía musical en Cuba: sus 39 Véase Diario de la Marina, diciembre de 1928. precursores y educadores eminentes” (1955); María Maciá de Casteleiro: “La música religiosa 40 Véase Memoria descriptiva del proyecto el en Cuba” (1956); Daisy Losa: “Un siglo de ópera edificio para domicilio social y teatro para la en Cuba” (1957); María Teresa Linares: Sociedad Pro-Arte Musical. La Habana, febrero, “Influencia de la música española en la música 1927, p. 15. cubana” (1958); Argeliers León: “Ensayo sobre 41 Ibídem, p. 13. la influencia africana en la música cubana” (1959), 42 Varela, Enrique Luis. Op. cit. (5). p. 225. y Pedro Machado de Castro: “La música coral 43 Padrón, Sigryd. El Teatro Auditorium. en Cuba” (1960). Universidad de La Habana. Revista (251-252); 30 La propia revista se autodenomina Segunda segundo semestre, 1999-2000. época. Pacheco Valera, Irina. Homenaje a los 80 31 León Primelles en Crónica Cubana, refiere años fundacionales del Auditorium de Pro- que entre 1919 y 1922 existieron tres Arte Musical. Boletín de Cubarte Digital, publicaciones musicales, e irregular salida y corta sept. 2008.

193 Acercamiento cultural al tratamiento de la arquitectura en cuatro crónicas carpenterianas* Cristina Peña Pérez Ensayista

o se trata de descifrar cuál de las Nartes entró primero en la vida de este hombre: la música, la arquitectu- ra, la literatura; se trata de su confluencia en la vida y la labor de un artista que las hizo presencia viva en su obra escrita. Música, formas y dimen- siones noveladas o novelas hechas con bloques musicados; juegos de palabras, en numerosas y variadas combinacio- nes, se harían certezas; sin embargo, la dimensión que en su obra alcanzan es- Alejo Carpentier en la Biblioteca Nacional tas confluencias es de más singular y loada perspectiva, el sueño de vivenciar Cuba y sobre la arquitectura propia- la realidad de un mundo marcado por mente, La ciudad de las columnas–, las simbiosis y los hibridismos. o como pilares necesarios para la ex- Es indudable que la presencia de es- presión en ensayos, crónicas, novelas, tas artes (a las que dedicó estudios, etcétera. “Y es evidente que la arqui- pues tocaba el piano y matriculó Arqui- tectura y la música, artes paralelas, tectura en la Universidad de La Habana) influyeron en mi formación. (Además en el ambiente familiar, delinearon sus esto es visible en todos mis libros)”.1 inclinaciones, fue un escritor para quien Debe quedar claro, sin embargo, que las otras dos no constituyeron auxilio, Carpentier es escritor, ese es su oficio, sino presencias objetivamente plausibles con él pretende hacer sus revelaciones, en el mundo de sus escritos, ya sea nunca se consideró un intérprete de la como necesidades expresivas –escribió música y, por razones ajenas a su vo- acerca de la historia de la música en luntad, tuvo que interrumpir sus estudios

* Este trabajo recibió el Premio Luis Suardíaz en el 2007. [N. de la E.].

194 de Arquitectura, pero se dio cuenta de su novelista. De forma ejemplar asumió que con el conocimiento de estas dos esta tarea con seriedad, con el riguro- artes podía vehicular de forma más efi- so oficio del artesano que sabe que en ciente el contenido de su universo, y mucho, la cognición de todo un conti- hacer reales sus ambiciones de reve- nente trascenderá de su obra, así le lar el mundo americano.“Como confiesa a Ramón Chao que, al iniciar narrador preciso tanto del elemento co- una novela, traza “[…] una suerte de lor, forma, ritmo, como de la palabra. plan general que comprende planos de Me gustan los escritores que dibujan, las casas, dibujos […] de los lugares en los compositores que pintan, y los pin- que va a transcurrir la acción […]”.3 tores que hacen poemas […]”.2 Lo Los espacios construidos son signos logró con eficacia tal que músicos y ar- expresivos reveladores de procesos quitectos recurren a su obra enamorados conformadores de la identidad cultural, del tratamiento de estos temas. su presencia en cualquier texto reviste El privilegio casi fortuito de haber te- un delicado tratamiento, y Carpentier nido una formación cultural bastante fue, sin dudas, un maestro al tomarlos universal fue, también, un índice cau- como temas de sus crónicas o cuando sal con implicaciones reales en la los describe en sus novelas. conformación de su obra. Es revelado- Las características de la crónica ra, en este sentido, su estancia en como género propician para nuestro Francia y su contacto con los escritor una manera de socializar para surrealistas que le proporcionaron vi- mayorías algunas de sus consideracio- vencias aprovechadas en su obra de nes en estos ámbitos, que además hondo carácter americano. Agradece a buscan revelar la ciudad como guarda este contacto, además, una nueva vi- de tesoros que a veces sus propios ha- sión de la urbe, que abrió para él, como bitantes desconocen. Con un estilo para otros escritores latinoamericanos, ameno que muestra en mucho su amor, un nuevo tema preñado de posibilida- las escribe, manifestando sus preocu- des en la realidad americana tan paciones y recuerdos, sus sueños y contrastante con Europa. valoraciones acerca de ese entramado La revelación de la ciudad, el am- de intercambios muros-hombre, biente urbano, los secretos de la señalizador de factores económicos, arquitectura, sus huellas temporales, políticos, culturales, espirituales, huella sus significados, se presentan como un siempre presente en su obra. universo, por difícil, poco explorado; la La Habana como ciudad aparece en seducción no parte de cualquier ciudad varias de sus crónicas. Siempre ejerció trillada en claras líneas urbanísticas, la en él especial fascinación, no sólo por- ciudad, su ciudad, es la latinoamerica- que la amó desde su juventud, sino na, con sus ecos de superposiciones, porque reclamaba ser vista en su ver- sus ruinas, o sus moles levantadas so- dadero sentido, apreciada en sus bre sangre antigua o nueva, la ciudad genuinas raíces, con visiones alejadas del violentada en su evolución, la ciudad eurocentrismo de manuales y acade- que reclama ser revelada por mano de mias, con ojos conocedores y amantes,

195 que hurgaran y descubrieran en sus mensajes de originalidad, novedad, trans- esenciales mezclas, la autóctona origi- formación, con todas las implicaciones nalidad de un arlequín arquitectónico identitarias derivadas de este intercam- que ostenta el encanto de sus rombos bio cultura-naturaleza. de colores y precisa ser valorado, teni- Escritas entre 1940 y 1941, muestran do en cuenta, en esa suerte de el estado del contexto construido haba- encabalgamientos recurrentes que ale- nero y una mezcla del gusto y las jan y acercan el espacio y el tiempo a nostalgias que le provoca su ciudad. velocidades insólitas, y que se consti- Son los primeros años después de su tuyen en la forma y medida de su estancia en Francia, y ya sabe que su existencia. obra será profundamente americana. Las cuatro crónicas a las que hare- Las crónicas descubren, además del mos referencia están recogidas en mundo descriptivo de detalles arquitec- Crónicas del regreso y aparecen bajo tónicos, la sujeción de estos a las el epígrafe “La Habana y sus alrede- circunstancias económicas, políticas y dores”. Lo primero que se vislumbra es sociales, reflejadas, claro está, con su que manifiestan lo que pudiéramos de- visión de artista. Así en “Descubrimien- nominar eje de la obra carpenteriana: to de La Habana. Lo que fue el Teatro la revelación de la cultura americana. Chino” (1940), para referirse al barrio En ellas se toma como punto focal la chino lo llama “ciudad amarilla”, y es arquitectura de la ciudad, sin dejar de que en él prima el sentido de que una considerar la naturaleza, en este caso ciudad no es sólo muros, sino todo un como marco fundacional, que entrega complejo conjunto de relaciones donde se desarrolla la vida del hombre que la habita y le da razón de ser. AleJ o CarpéH1t1er La “ciudad amarilla” lo lleva al ca- serón de media esquina (forma constructiva muy usada a fin de apro- vechar el espacio), lugar al que dirige sus pasos con sistematicidad, lo que evidencia con el empleo del adverbio “cada vez”, porque forma parte de la memoria que la identifica; pero es ya otro el significado de este edificio. Con nostalgia abre el recuerdo de lo que fue 15 años antes. Traza, enton- ces, en síntesis admirable, un paralelo entre la ciudad de antaño (1925, qui- zás) y la de 1940 partiendo del edificio del Teatro Chino, y muestra la arqui- tectura como una marca de identidad. Nos deja ver, a través de su estado constructivo y del cambio de su con-

196 tenido, ese complejo de relaciones se- espacio con un responsable temporal. ñaladas líneas arriba. Roto el ayer se revela el hoy. Muy revelador es el uso de relacio- La evocación cultural que provoca nes contrastivas que muestran un este edificio se enfrenta a su nuevo sig- sinnúmero de asociaciones significati- nificado. En 1940 la etapa de bonanza vas, marcadas por el tiempo, a través ha terminado. La Segunda Guerra del espacio urbano, tan cambiante y Mundial tuvo, para Cuba, un significa- dependiente de la temporalidad huma- do bien diferente, otra vez son datos na, de su evolución-involución en lo extraídos del inmueble los que iluminan económico, político, social y hasta es- estas aseveraciones. El teatro es de mala piritual. muerte, quiere decir que ya nuestra ciu- El mundo de 1925 –momento histó- dad amarilla no es rica, y ha sufrido. La rico evocado– se revela en la expresión referencia al estado de la edificación alu- que alude a una ciudad amarilla rica, de de forma indirecta a la situación donde la presencia del factor económi- económica del país, las representaciones co remite a los años de relativa de compañías migratorias son un índi- bonanza que vivió el país, posteriores a ce de la injerencia cultural, pero, la Primera Guerra Mundial. El Teatro además, del poco teatro que va cedien- Chino es entonces un reflejo de esa rea- do terreno al cine, seña también de la lidad y se nos entrega como una superposición de lo legendario por la admirable fábrica de ensueños marca- modernidad. Ha sufrido estragos en su dos por la afluencia de representantes fisonomía, no sólo por los trastornos culturales de aquí (cubanos) y de allá económicos del país, sino por los cam- (chinos residentes y artistas invitados), bios de uso, que muchas veces son decorado con motivos asiáticos, pero en consecuencias de los cambios econó- el que se señala el tiempo con un reloj micos y de los imperativos sociales. de pared de numeración romana. Este Esta frase, “ha sufrido”, humaniza el es un teatro americano para represen- tratamiento que a la arquitectura da taciones asiáticas, al cual la existencia Carpentier y es una marca recurrente de la mezcla, la simbiosis de tradiciones esta metáfora que revela no sólo for- y razas, de elementos caracterizadores mas vacías, sino llenas de contenido de distintas culturas, así lo definen. El cuyo responsable es el hombre. ruido del ferrocarril que ha irrumpido en La visión del cambio en la edifica- el entramado urbano, se constituye en ción y por ende en la ciudad, muestra elemento turbador que enlaza violenta- la diferencia de épocas y las transfor- mente un mundo legendario con la maciones económicas y espirituales de modernidad, una ciudad ávida de leyen- los hombres que la habitan, y por ello das y tradiciones, de tranquilidad la arquitectura es memoria y olvido provinciana, con los imperativos técni- cuando se alteran los fines para los que cos de ciudades más cosmopolitas, que fue creada. se superponen a su ya primigenia asi- En “El amor a la ciudad. La Haba- metría. El contraste no surge de na, ciudad sin terminar”, Carpentier repente, es un devenir anunciado en el presenta una valoración del ambiente

197 constructivo de la ciudad en 1940. Nue- criticable, pero a la vez simbióticamente vamente mira su ciudad, recuerda reveladora de interconexiones y carac- escenas pasadas y registra desde su teres inscriptos tanto en los muros y memoria la presencia en ella de colec- columnas como en los sueños y aspi- cionistas de postalitas en los soportales raciones espirituales de la vida que de la esquina de Zanja y Galiano. Es contienen. la visión del lugar (arquitectónicamente La pregunta que formula el autor es hablando) la que propicia las relaciones el punto de partida para la interpreta- de enfrentamiento de un contexto his- ción que del entorno construido realiza, tórico pasado “Allá por los años en que dejando entrever, ya desde este primer se inició la otra guerra europea […]”, momento, su inconformidad con esta y el que vive. La unión está en los co- ciudad nueva en manos de “coleccio- leccionistas, en manos de quienes, a su nistas”. Presenta así su primera juicio, ha estado siempre la ciudad: “Al evaluación de imperfección: como pos- deambular por esta Habana que amo tales son estas edificaciones, no existe más que cualquier otra ciudad en el una relación entre ellas, y se pregunta mundo, me he preguntado muchas ve- por qué, si los componentes del “sitio”5 ces si sus destinos no han sido regidos son perfectos: “Porque todos los ele- siempre por unos fabulosos coleccionis- mentos de la perfección coexisten en tas de casas, avenidas, muelles, parques La Habana: un malecón comparable y edificios públicos. Es decir: por hom- únicamente con los de Niza y Río de bres que temen ver terminado su placer Janeiro; un clima que propicia flores en al lograr una obra perfecta […]”.4 todos los tiempos; un cielo que no cu- La alusión a los problemas socio-po- bre los pavimentos con lodos grises; una líticos es evidente y remite al lector a situación geográfica que pone decora- las etapas de la república neocolonial, ción de mar, nubes o sol, al final de cada de ahí que su obra sea fuente inagota- calle […]”.6 Hay una contradicción en- ble para la investigación de la tre esto y el “lugar”:7 “Y sin embargo… arquitectura. Las comparaciones La Habana es la ciudad de lo inacaba- analógicas entre los coleccionistas y los do, de lo cojo, de lo asimétrico, de lo que rigen el destino del país se revelan abandonado […]”.8 como causas de las cualidades de un En esta afirmación valorativa se contexto presentado como un álbum de aprecia, además de la tristeza, la incon- postales disímiles, una mezcla de esti- formidad ante un ambiente construido los constructivos que responden a falto de cohesión y unidad estilística que sueños de grandeza, civilización y mo- responde a una cultura de postales y a dernidad, en convivencia con la miseria la falta de originalidad y creatividad de y el amorfismo de las edificaciones más los que rigen los destinos de la ciudad; humildes. ¿Qué diferencias existen en señala, tomando como punto de parti- las construcciones de el ayer y hoy? da las construcciones, el desinterés, la Las mismas que en los demás ámbitos ignorancia de estos personajes, a los de la vida social y cultural. La super- cuales sólo interesan “las grandes posición absurda, la amalgama sin tino, mangaderas”. Presenta el abandono a

198 través de los “solares yermos, donde se portancia es este adjetivo que humani- amontonan latas cada vez más secula- za por su sentido (sin malicia ni doblez) res, desperdicios cada vez más a la construcción, pero que además nos diversos”, “terrenos abandonados en muestra el perfil de ironía que revela el pleno centro de la capital”, “casas a escritor en su afán de parodiar las va- medio construir”, y en cuanto a los via- loraciones eurocentristas de nuestra les “aceras hundidas” y el “bache”, que, arquitectura como copia y que crece a tratado de criollísima manera, se con- medida que avanza en la enumeración vierte prácticamente en un elemento de códigos trasladados, aunque su va- que nos identifica. lor se diferencia esencialmente de los En cuanto al Capitolio, terminado en del lugar donde se originaron. esa época, lo trata como un edificio fal- La belleza de esta capilla no está en to de valor histórico. Las casas su interior, pues allí se encuentran las construidas a lo largo del Malecón, mayores semejanzas con los modelos carentes de belleza, hechas en serie, europeos, sino en una perspectiva que con sus “[...] columnas compradas al relaciona el mundo que preside con las por mayor y balaustradas a tanto el viejas fortalezas tan lejanas, que sus metro [...]”, aquí puede verse una re- atalayas (torres para vigilar) se confun- ferencia a la entrada del eclecticismo, den con los tubos del órgano. En esa estilo que llenó de falsos vaciados y de perspectiva distante queda claro que elementos construidos en serie, una poco podrán cumplir su función de dar gran parte de las edificaciones cubanas aviso. Todo este ambiente refleja un de la época. También apunta la demoli- traslado de códigos europeos caracte- ción de edificios de cierto valor histórico rísticos de este repertorio en América, para emprender la construcción de par- hasta que aparece la conjunción ques de diversiones más rentables desde adversativa “pero” y con ella la actitud el punto de vista de la obtención de ga- contrastiva provocadora de las diferen- nancias. Todo esto de forma asimétrica, cias de contextos, y al abrigo de un sin observar ninguna regla o ley cons- motivo arquitectónico,11 se encuentra la tructiva, dando riendas al crecimiento señal de superposición cultural represen- espontáneo y falto de urbanización ca- tada por un San Antón (“honesta figura racterístico de nuestro entorno de la iglesia española”) con un lechón construido. La Habana es ciudad aten- (por cerdo para hacerlo más criollo) dida por coleccionistas que pegan en “[…] cuyo larguísimo hocico” –criollo espacios vacíos, “[…] a capricho, edifi- hasta en la proporción– anda husmean- cios, calles y avenidas […]”.9 do imaginarias semillas de palmiche En “Regla, la ciudad mágica”, diri- […]. ¡El cerdo se ríe…! […]”.12 Aquí ge su mirada al repertorio religioso y de la parodia llega a la irreverencia que su ermita refiere: “Es una de las igle- caracteriza muchas veces lo criollo, y sias más lindas que se alcen en el esta risa es como el preámbulo para ini- perímetro capitalino […]”.10 En la des- ciar el tránsito por contextos en los cripción que sigue se menciona una cuales se funden y refunden culturas “cándida capilla”, y de significativa im- y tradiciones porque “[…] la magia

199 comienza a sentar sus fueros detrás de pueblo, en este punto de vista espacial la misma iglesia […]”.13 móvil emplea el eje arquitectónico vi- Es relevante cómo Carpentier da vienda-iglesia para diferenciar los tratamiento al espacio ubicado detrás contextos especiales que toma la reli- de la iglesia. Al amparo de aquella cán- gión, los matices, fluencias y dida capilla, tres altares aludirán a flexibilidades del culto, pues en la casa, entrecruzamientos de tiempo-espacio a a diferencia de la iglesia hay otra ima- través de elementos arquitectónicos, gen con “una barca ocupada por culturales, étnicos, en un entramado tripulantes indios” que “acepta prome- mestizo de relaciones en las que afloran sas que se rechazan al lado”, en un las fuentes nutricias de nuestra identi- altar no “del todo ortodoxo”.15 dad como suma enriquecida de 2) Un poco más lejano, hay otro al- herencias y tradiciones. La evidente tar que califica como extraordinario y presencia de códigos –europeos y señala como heterodoxo, sostenido por africanos en este caso– que revelan columnas salomónicas y adornado por estos lugares es como la resonancia ángeles barrocos, el cual muestra aún del eco tan aludido, extraordinaria me- rasgos esenciales de raíces europeas, táfora que incluye repetición de pero presenta a tres Juanes “de las más matrices y distorsión de estas a medi- populares oraciones criollas” y mani- da que se produce un alejamiento fiesta que: “Al pie de ese extraordinario espacio-temporal, amparo de un espí- altar […] he podido escuchar los más ritu en el que aflora de manera admirables toques de tambores ‘batá’ inequívoca la voluntad de creación, de que yo haya tenido el privilegio de co- interpretación propia. nocer en largos años de andanzas por Dentro del contexto del repertorio el folklore afrocubano […]”.16 Este al- religioso, tres altares diversos desarro- tar está encerrado en una habitación y llarán intensivamente marcas de tiene además de la de Regla, una Vir- sincretismo y originalidad en el ámbito gen de la Caridad. religioso y constructivo, para lo cual el 3) “A pocos metros de este, se halla uso por el escritor de relaciones otro altar dedicado a Santa Bárbara, analógico-contrastivas iluminarán, ade- diosa de la guerra [este epíteto la aleja más, relaciones de orden causal sobre de la santa católica], que los fieles todo de índole histórico-cultural: adornan con […] cuantos atributos bé- 1) A pocos metros del “[…] jardín licos o motivos en rojo –color ritual de colonial […] que se extiende junto a la Changó–, fue posible hallar […]”.17 sacristía, se alza una casa donde se en- Es obvia la intención de marcar a tra- cierra otra imagen de la Virgen de vés de un elemento del repertorio Regla, tan suntuosa como la del tem- religioso las diferencias. La movilidad plo […]”.14 La visión del escritor se dada por los términos ortodoxo, poco desplaza hacia otro repertorio arquitec- ortodoxo y heterodoxo, va delineando tónico, en este caso el habitacional, y los matices, la convivencia diversa, la la semejanza dada por el altar, desta- superposición y supervivencia en nuevas ca, por un lado, la religiosidad del formas de las esencias. En esta parte de

200 la crónica, se observa cuán productivo de caracteres identitarios. Es esta igle- ha sido el empleo en la descripción del sia original, autóctona, de códigos principio de la reducción sinecdóquica, constructivos representativos de esti- pues ha logrado a partir de la parte re- los europeos, no ya tan puros velar cualidades de todo el universo (recuérdese la hornacina con su espe- sincrético de la religiosidad cubana. Esta cial San Antón), el receptáculo que es una cualidad de su estilo que, tanto enlaza lo interno con lo externo para en crónicas como en novelas y relatos, refundirse en el nacimiento de una cul- revela su eficacia cognoscitiva. tura de raíces que se unen y aportan Nuevamente, el punto de vista des- esencias diferentes. criptivo de carácter móvil permite La crónica “Misa del gallo en Santa destacar la importancia de las distan- María del Rosario”, nos mantiene en el cias espaciales; el allá y el aquí, el repertorio religioso y nos presenta una adentro y el afuera son marcas también iglesia, esta vez del tipo de las que han de distancias culturales y sociales, hecho afirmar que en la etapa colonial mientras más lejanas las “viejas forta- no existió una arquitectura latinoameri- lezas” con sus atalayas, construcciones cana. La hace ver tan parecida, en sus de factura y proyección europeas, más atributos constructivos, a ciertas iglesias fuerte es el sincretismo; no por casua- vascongadas, que puede hacerlo olvi- lidad la belleza de la ermita de Regla dar que está en Cuba. está en el mundo que le fue naciendo La describe como una vetusta igle- hacia afuera y hacia adentro del enla- sia con su altar mayor (acota que es ce entre razas, el sincretismo, la una maravilla de la talla criolla y aquí transculturación. manifiesta la presencia del hombre El templo de la Virgen de Regla pre- americano en estas construcciones y side y ampara el mundo mágico que en la decoración de estos lugares sa- comienza en su hornacina y se dirige grados), con columnas salomónicas, hacia el corazón del pueblo que cobija hojas de acanto, guirnaldas barrocas, bajo su capa, y va transformando los púlpito de madera labrada, santos de lugares y altares donde venera su ima- catadura española, su cúpula del ábsi- gen en una mezcla de esencias de de vigas entrecruzadas, capiteles, autóctonas, fruto del encuentro de las coro; todo las asemeja: lo sobrio de la culturas madres que confluyeron en arquitectura exterior, el estallido de flo- nuestro suelo. Así, a partir del edificio res, aureolas, arabescos del altar, hasta de la iglesia, Carpentier enfrenta una la atmósfera de calma provinciana, nueva dimensión cultural entre los sig- crea una ilusión perfecta. Sin embargo, nificados y los sentidos, entre los al contexto arquitectónico con tanto significados culturalmente establecidos empaque europeo, se enfrenta el mar- y los nuevos sentidos, que nacen cuan- cado por la presencia humana y la do se integran a nuevos contextos, a peculiar naturaleza nuestra, en este nuevas situaciones de socialización que caso la parte descrita se revela mejor le dan significatividad vivencial para cuando se integra, ya por contraste, ya entregarnos una verdadera comunión por analogía, ya por causalidad, a otras

201 partes. La descripción de la iglesia compradas al por mayor y balaustradas asume nuevas cualidades cuando se a tanto el metro […]”,19 lo hace dife- escucha un montuno entonado por un rente, lo re-evalúa cuando señala que borracho que trae consigo la presen- “[…] disfruta del adorno de puestas de cia de otros símbolos identitarios en las sol únicas en el mundo […]”.20 La uni- costumbres, y por la naturaleza, con la dad de estas dos circunstancias hacen “vegetación tropical” que “invade sus al Malecón habanero autóctono en su techumbres estriadas de musgo” y originalidad y es que “El gesto de fun- “las palmas que cimbrean sobre el dación que implica la arquitectura añoso tejado”, lo cual permite adquiere la forma de un pacto de con- reinscribir la arquitectura en el con- vivencia entre lo dado, el sitio y lo texto americano, no sólo en su aspecto creado: la arquitectura, en virtud de lo técnico-constructivo, sino como enti- cual se creará el lugar; por lo tanto más dad esencialmente cultural colmada de que ante la naturaleza, la arquitectura múltiples relaciones. se presenta con la naturaleza […]”.21 Y es que, para Carpentier, no puede No indica lo anterior una renuncia o separarse en arquitectura el espacio un ir en contra de la evidente presen- construido del resto de los espacios, ya cia cultural que marca y define la sean tangibles o intangibles, ya sea na- realidad del continente, porque si bien tural, social, cultural, etcétera, pues la estas crónicas anuncian la defensa del unión de los múltiples espacios da la mundo americano como autóctono, pre- verdadera dimensión cultural de la ar- sentan, además, la raigalidad de su quitectura, lo cual origina el lugar cultura, mezcla de indio, europeo, ne- como un ente propio, por ser en sí la gro, a cuyo centro principal concurren resultante de las mezclas, de las como fuentes nutricias raíces asiáticas, reinscripciones físicas y humanas, tal y de cuantas naciones constituyen el como señala Javier Suárez, al conside- continente americano. rarlo como “[…] condición que La lectura de estas crónicas mostró adquiere el espacio cuando queda de- signos: la importancia del detalle para finido por la piel arquitectónica que contornear la definición de una realidad limita […] un receptáculo interior […] mayor; la transición de afuera hacia y un espacio exterior donde esta piel, adentro como camino al encuentro de en tanto cosa construida, establece una una realidad sincrética; el hecho arqui- relación con lo dado […]”.18 tectónico como propiciador de un Esta concepción se descubre en “El encuentro cultural, y los quiebres que amor a la ciudad. La Habana, ciudad sin en el conjunto de códigos europeos son, terminar”, cuando al referirse al Male- junto a estos, suma de nuestra cón habanero lo compara con los de autoctonía y muestra del estilo de nues- Niza o Río de Janeiro, sin embargo, des- tras ciudades. Lo anterior unido al pués que nos muestra una diferencia avistamiento de otras categorías: lo negativa, “[…] poblado de casas en épo- asimétrico, lo inconcluso, el tiempo y lo cas en que los constructores catalanes insólito, en ocasiones grotesco y hacían estragos […] con sus columnas humorísticamente tratado, pudieran to-

202 marse como herramientas primarias 5 Suárez, Javier. Acerca de la esencia de la para entrar en el complejo conjunto de Arquitectura. 2002. p. 99. 2002 señales que conforman el tratamiento 6 Carpentier, A. Op. cit. (4). p. 29. del espacio construido en la obra 7 Suárez, Javier. Op. cit. (5). p. 99. carpenteriana y cuya direccionalidad 8 Carpentier, A. Op. cit. (4). p. 29. marcará siempre la defensa de la 9 Ibídem, p. 32. autoctonía, la raigalidad y la originalidad 10 Ibídem, p. 34. de la cultura latinoamericana. 11 Ídem. 12 Ídem. 13 Ídem. Notas 14 Ibídem, pp. 34-35. 15 Ibídem, p. 35. 1 Valoración múltiple de Alejo Carpentier. La 16 Ibídem, p. 36. Habana: Casa de las Américas, 1977. p. 16. 17 Ídem. 2 Ibídem, p. 19. 18 Suárez, Javier. Op. cit. (5). p. 99. 3 Chao, Ramón. Palabras en el tiempo de Alejo 19 Carpentier. La Habana: Editorial Arte y Carpentier, A. Op. cit. (4). p. 30. Literatura, 1985. p. 9. 20 Ibídem, p. 30. 4 Carpentier, Alejo. Crónicas del regreso. La 21 Suárez, Javier. Op. cit. (5). p. 99. Habana: Editorial Letras Cubanas, 1996. p. 29

203 Para Emilio Roig los hombres de la Emilio Roig guerra no eran estatuas fraguadas en bronce, ni los debates de la Constitu- de Leuchsenring yente de 1901 en torno a la Enmienda Platt, páginas de una historia, sino he- chos vividos y reflexionados. Y todo y su época esto conformó su personalidad y mar- María del Carmen Barcia có sus normas de conducta. Zequeira Aunque cursó estudios en una es- cuela católica y estudió derecho Historiadora mientras trabajaba, desde muy joven, en la Audiencia de la Habana,1 se autodefinía como ex abogado, ex cató- os años entre la infancia y la juven- lico y anticlerical, a la vez que Ltud, durante los cuales la persona- consideraba como inaceptable cualquier lidad está en pleno crecimiento, son discriminación por motivos raciales o decisivos para conformar patrones de nacionales. Nunca aceptó las imposicio- vida y de conducta; las circunstancias, nes, disposiciones, ni explotaciones y los hechos y las prácticas que nos ro- mucho menos cuando estos procedían dean en esa etapa de la vida cobran de una oligarquía o de una dictadura una dimensión subjetiva que nunca nos unipersonal.2 abandona. Emilito, como le llamaban sus Su formación como historiador fue allegados, tenía diez años en 1899, autodidacta, decía que su verdadera cuando con su abuelo visitó campa- universidad había sido la Biblioteca Na- mentos mambises en Managua, cional y los diálogos sostenidos con conoció de primera mano las hazañas Figarola Caneda, que se iniciaban allí y de los héroes legendarios de la guerra, continuaban en la tertulia que este aco- vivió de cerca los efectos de la gía en su propio hogar.3 reconcentración en la población Emilito utilizó los conocimientos ad- habanera, vio la escuadra norteameri- quiridos en el campo de la historia como cana enclavada en la bahía un arma de lucha ideológica y política pregonando un primer bloqueo, perci- a través del periodismo, de sus labores bió lo que Marial Iglesias ha calificado en la Oficina del Historiador que pre- como “el desmontaje de los símbolos sidió desde 1935 hasta su muerte, y de del poder colonial” y, desde luego, sin- las asociaciones a las cuales pertene- tió en carne propia el desengaño que ció, todas ellas caracterizadas por su la ocupación norteamericana sembró marcado carácter progresista. en un pueblo que, tras largos años de La oratoria, la prensa, los libros, to- combate, veía frustrados sus afanes dos los medios de comunicación de la independentistas, en tanto en la socie- sociedad civil del momento, utilizaban la dad cubana se incrementaban la proyección política de la historia para di- dependencia económica, el racismo y rigirse, prescribiendo o proscribiendo, a la discriminación generalizada. una opinión pública,4 pero el mensaje

204 martiano se había desdibujado en un remarcó defectos, luchó contra el ra- contexto en el que, a decir de Fernando cismo, la discriminación hacia la mujer8 Ortiz imperaba el caos y la corrupción, y, sobre todo, de una manera natural lla- y “todos los bribones” eran “patriotas”.5 mó la atención sobre cuestiones que En esos momentos, la historia nacio- afectaban el desarrollo de la sociedad nal se encontraba al servicio de un cubana. proyecto oficial, pues narraba el pasa- Muy temprano, en 1919, Emilio ex- do de la cultura conveniente al Estado tendió sus preocupaciones políticas al para reforzar la legitimidad de esa au- mundo antillano. Su precursor trabajo toridad. Crear una conciencia de “La ocupación de la República Domi- cubanía, capaz de contraponerse a ese nicana por los Estados Unidos y los proyecto, era imprescindible para tiem- derechos de las pequeñas nacionalida- pos que se avizoraban como difíciles, y des de América”,9 definió las conductas hacia ellos apuntaba Ortiz al decir: “No injerencistas de ese país sobre Améri- sé si habrá revolución o no, pero aun ca Latina. Este artículo lo hizo cuando la haya ¿quiénes harán la re- merecedor de varias distinciones: la volución mental y moral, única Legación de la República Dominicana necesaria y la más difícil?”.6 en La Habana, lo nombró Dominicano La definida intención por ese uso pú- Honorario.10 En 1920 recibió una car- blico alternativo de la historia para ta del eminente dominicano Federico formar valores patrióticos, presidió todo Henríquez y Carvajal, donde le agrade- el trabajo de Emilio Roig de cía la publicación de ese trabajo y años Leuchsenring.7 Esto se manifestó a tra- más tarde, en 1937, en su carácter de vés de todas las líneas y temáticas que presidente de la Academia Dominica- abordó. Su denominado costumbrismo, na de Historia, le comunicaba que había que en la actualidad definiríamos como sido elegido miembro correspondiente estudios de la vida cotidiana, era capaz de la Academia Dominicana de Histo- de mostrar las raíces profundas, y las ria en Cuba, por unanimidad de votos.11 características –positivas o negativas– Pero muy pronto Emilio transitó des- del pueblo cubano en general, a través de una posición anti-injerencista hacia de sus clases, capas, sectores, grupos e su radicalización antimperialista. En individuos en particular, y de una mane- esta dirección se enmarcan sus traba- ra sencilla contribuía a la comprensión jos sobre la Doctrina Monroe, la de la identidad de nuestras gentes. Es- Enmienda Platt, y también todo lo que tos artículos le permitían describir escribió acerca de la independencia de situaciones como las reseñadas en “Se Cuba a partir de las luchas de sus pa- puede vivir en la Habana sin un centa- triotas. Gran parte de sus escritos vo”, trabajo premiado en 1912 por la martianos se enmarcan en este contex- revista El Fígaro, o conductas to,12 y muchos otros estuvieron ejemplificadas en “El relajo”, apareci- destinados a revalorizar los principios y do en la revista Ultra. tesis del proyecto de la más eminente A través de esta línea de trabajo des- y paradigmática figura de nuestra his- cribió costumbres, resaltó valores, toria. Trataba de recuperar el pasado

205 de los vencidos que los vencedores se Internacionales, estas dos últimas diri- aprestaban a sepultar, y de establecer gidas por Emilito, quien las reconocía mitos fundacionales. como las dos agrupaciones que habían Paralelamente a estas líneas emble- contribuido con mayor intensidad al de- máticas, mantuvo siempre sus eruditos sarrollo alcanzado por la historiografía trabajos sobre La Habana, sus monu- cubana, y a ello debe añadirse la divul- mentos y su historia particular. gación permanente de nuestra historia. Cabe destacar que Emilito fue tam- Muy importante y novedosa fue la crea- bién un creador de conceptos, cuestión ción, en ese contexto, de una biblioteca que con frecuencia se margina. Su de- especializada bajo el nombre de Biblio- finición de “guerra de los treinta años” teca Histórica Cubana y Americana utilizada para enmarcar todo el perío- Francisco González del Valle, que gra- do de las luchas independentistas, y su cias a generosidad de los miembros de enunciación de “guerra hispano cubana de la Sociedad de Estudios Históricos norteamericana”, para impedir que Cuba e Internacionales, llegó a disponer de fuese despojada conceptualmente del 200 000 ejemplares procedentes de sus principal papel que tuvo en la guerra del colecciones particulares. 98, constituyen una muestra de sus pro- En la práctica, el uso público de la yecciones como historiador.13 historia, tan caro e importante para los Pero estos y otros trabajos se intereses de Emilio Roig de enmarcaron, esencialmente, en un pe- Leuchsenring se vertebró a través de ríodo que se comienza al concluir el todas las instituciones de las cuales for- gran conflicto iniciado en 1914. El im- mó parte, una de estas fue la Institución pacto de la Primera Guerra Mundial Hispano-Cubana de Cultura, para la conmocionó al mundo entero, tras ella cual fue convocado, desde su fundación, comenzaron a producirse reflexiones en por Fernando Ortiz. Como el objetivo el campo intelectual sobre la forma de de esa sociedad era establecer y man- lograr un mundo menos agresivo y más tener formas de intercambio estable de solidario; esto produjo indiscutibles cam- profesores y estudiantes para brindar bios en la sociedad civil occidental, de cursos en la Universidad y conferen- los cuales Cuba no estuvo al margen. cias en la institución, los intereses de Desde 1918 comenzaron a surgir agru- Emilito encontraban otra vía para su paciones diversas y esa cresta de la ola desenvolvimiento, al poder desplazar su asociativa se mantuvo hasta las víspe- uso público de la historia en la utiliza- ra del nuevo conflicto mundial: En 1918 ción legítima de sus valores a los surgía la Sociedad Cubana de Derecho terrenos de la didáctica, la divulgación Internacional de la que fue vocal y se- y la educación en general. cretario; en 1921 aparecía el Grupo Ortiz concibió que el núcleo básico Minorista; en 1926 era fundada, por de la Hispano-Cubana estuviese inte- Fernando Ortiz, la Institución Hispano- grado por 50 o 60 personas, que debían Cubana de Cultura; en 1938, la Oficina participar en representación de diferen- del Historiador de la Ciudad, y en 1940 tes grupos u organizaciones. Se trataba la Sociedad de Estudios Históricos e de “[…] hacer labor estrictamente

206 de cultura sin inclinarse a derecha ni editado en 1905, donde se establecían izquierda”, aunque aceptaba “la expo- dos tipos de imperialismo, el de con- sición de cualquier ideología”.14 quista y dominio territorial, y el de También deseaba establecer el circui- absorción y explotación económica. to de un intercambio hispanoamericano Opina que desde la Doctrina entre Montevideo, Buenos Aires, San- Monroe, Cuba había sido la preocupa- tiago, Lima, México y La Habana.15 ción de los Estados Unidos, y expone Roig fue convocado a participar en que desde 1823 ese país había centra- la institución como director de la revis- do sus preocupaciones con respecto a ta Social. Su participación personal la isla en Inglaterra y no en España. como conferencista o profesor, comien- También insiste en la permanencia de za a evidenciarse a finales de la década la política imperialista bajo la política del del 30. En 1939 es convocado para el Buen Vecino, desarrollada por curso titulado “Tendedera de costum- Roosevelt y manifiesta en la ocupación bres cubanas”, en donde, retomando el de Puerto Rico. costumbrismo que nunca dejó de lado, En 1943 aprovecha el marco de esa participó con el tema “El relajo”.16 Ese institución para organizar un grupo de propio año, continuando otro de sus conferencias consagradas al estudio de lineamientos vitales, el racismo, colabo- la guerra y de la postguerra, en su ca- ró en un suplemento de la revista rácter de presidente de la Sociedad Ultra con el trabajo “Defensa cubana Cubana de Estudios Históricos e Inter- contra el racismo anti semita”.17 nacionales. En el primer ciclo, dedicado Sus colaboraciones en la institución a los “Problemas y relaciones interna- se incrementan a partir de 1941, cuan- cionales de Cuba en la guerra y la do forma parte de la junta ejecutiva postguerra”, fue además la persona en- como vocal, pero en ese momento apa- cargada de dirigir el debate.19 rece no como miembro de Social, sino Dicho año fue ofrecido un cursillo en su carácter de director de la Socie- sobre “El ideal de la independencia en dad Cubana de Estudios Históricos e la historia de Cuba (1810-1901)”, que Internacionales. contó con cinco disertaciones; las dos Ese año participa en el curso “Lec- primeras estuvieron a cargo del doctor ciones y doctrinas políticas”, con el tema Manuel Bisbé, y las tres últimas, des- “El imperialismo”,18 en el cual se refie- de la guerra del 1868 hasta la del 98, re al uso y abuso que desde tiempos de Emilito. Sus conferencias se titula- remotos han hecho los profesionales de ron: “De la guerra liberadora a la la política y otros elementos de este con- Tregua Fecunda”.20 cepto. No aborda ese fenómeno El 18 de febrero de 1844 dictaba la territorialmente, sino en cuanto al inte- conferencia “Rectificaciones históricas rés cubano, sin embargo da una rápida del Dr. Manuel Pérez Beato” y a fina- explicación de lo que se ha entendido les de ese año presentaba al intelectual por imperialismo y se vale para esto del cubano Juan José Arrom, profesor de la trabajo de Enrique José Varona “El im- Universidad de Harvard y autor del li- perialismo a la luz de la sociología”, bro Historia de la literatura dramática

207 cubana, quien trató sobre “El teatro las cuales colaboró, dentro y fuera de universitario de Yale”.21 Cuba, su incesante participación en con- Ofrece en 1945 la conferencia “La gresos demostrando sus verdades, el Guerra de 1895 valorizada 50 años des- respeto que hacia él sentían los discri- pués”.22 Insiste en que este minados. acontecimiento debía de ser conocido Lo acompañó en la vida y lo ayudó como Guerra de Independencia o Re- en gran parte de esos avatares una volución de Martí. Reitera la previsión mujer sencilla y silenciosa, que guardó del Apóstol con respecto a la absorción sus papeles y ayudó a conservar su económica y política de Cuba por par- memoria, María Benítez, su viuda, que te de los Estados Unidos, y la vigencia por muchos años estuvo presente en en ese contexto de la necesaria inde- estos homenajes, y que en el espíritu y pendencia de Puerto Rico. Confirma la la memoria comparte también hoy es- participación de las capas populares en tos recuerdos. ese conflicto. Señala que la muerte pre- Historiadores como Emilio Roig de matura de Martí contribuyó a que Leuchsenring, capaces de divulgar una fuesen sepultadas en el olvido sus ideas historia destinada a la formación de la y confirma que la guerra del 95 fue una identidad cubana, capaz de aunar el ri- victoria de Cuba frente a España y no gor factual con los más profundos de los Estados Unidos, cuestión que rei- valores conceptuales, son necesarios teró en su conferencia del 22 de marzo para continuar su labor creadora, como de 1946 sobre la proyección patriota y como académico. antimperialista de José Martí. Lamentablemente, en julio de 1947 Notas Fernando Ortiz informaba a sus cola- boradores que la Institución Hispano- 1 Datos recopilados por su viuda María Cubana de Cultura “[…] ha suspendi- Benítez. Archivo de la Oficina del Historiador de la Ciudad, Fondo Emilio Roig de Leuchsenring, do temporalmente sus actividades y la Nº 13. publicación de Ultra”. 2 Desde 1909 trabajaba en la Audiencia de La Dicho centro fue un espacio impor- Habana y se graduó como doctor en Derecho tante para Ortiz y también para Roig, Civil el 4 de julio de 1917. Ibídem. pero no era el único. Emilito continuó 3 Ibídem. su batallar, desde la prensa y de la So- 4 Bourdieu, P. Lección sobre la lección. Barcelona, ciedad de Estudios Históricos e 2002. p. 19. Internacionales que presidió hasta 1960 5 “Carta de Fernando Ortiz a Chacón y Calvo, y donde continúo su labor de transmi- 25 de enero de 1924”. En Gutiérrez Vega, Zenaida. sión y conservación. Fernado Ortiz en sus cartas a José María Emilio Roig fue un intelectual orgá- Chacón (1914-1936, 1956). Madrid: Fundación Universitaria Española, 1982. nico, un hombre profundamente 6 “Carta de Fernando Ortiz a Chacón y Calvo, comprometido con los intereses raigales 27 de septiembre de 1922”. Ibídem. y populares de su país, en esta direc- 7 Por uso público de la historia se entiende la ción trabajó sin descanso. Asombra utilización de hechos acontecidos realmente, pero conocer la cantidad de instituciones con que pueden ser manipulados de acuerdo a

208 determinados intereses. La memoria construida y el Pacto de la Liga de la Naciones” y en 1921 desde el poder tiende a excluir a los vencidos, escribía sobre la Enmienda Platt. Sus primeros por esa razón, en dichos años se excluía a los trabajos sobre el nacionalismo e internacionalismo sectores marginados y antagónicos y se atribuían de Martí datan de 1927. a los poderosos conquistas realizadas por las 13 Destacamos este aspecto porque aunque Emilio capas populares. Roig fue miembro de la Academia de la Historia, 8 Emilito escribió un artículo sobre Carmen algunos historiadores no estaban de acuerdo con Calzada, maestra que fue cesanteada por ser su ingreso, al considerar que su trabajo era más madre soltera, sin conocerla. Ella lo lee tiempo periodístico que histórico. Don Fernando Ortiz, después y le agradece su actitud, también le dice que lo propuso como miembro de esa institución, que su niño murió cuando tenía dos años, de acidosis insistía mucho para que él presentara su y que ella nunca pudo trabajar más, que vive con disertación inicial, pues consideraba importante sus hermanas, que pasan mucho trabajo, que le que se le reconociera como tal. han prometido un aula y le agradecería cualquier 14 “Carta de Fernando Ortiz al señor presidente gestión al respecto. Es de la Coloma en Pinar del de la Junta de Ampliación de Estudios de Madrid, Río. 1 de febrero de 1937. En Archivo de la Oficina La Habana, 3 de marzo de 1927”. En Gutiérrez del Historiador de la Ciudad, Fondo Emilio Roig Vega, Z. Op. cit. (5). de Leuchsenring, 457, Nº 35. 15 “Carta de Fernando Ortiz a Chacón y Calvo. 9 Esta conferencia fue impartida en la Sociedad La Habana, 24 de noviembre de 1926”. Ibídem. Cubana de Derecho Internacional, en un evento 16 Esta conferencia se impartió el 8 de agosto dedicado a la Defensa de los Derechos de los de 1939. Pueblos de América. Con posterioridad fue 17 editada como artículo y también en un folleto. Ultra (La Habana) (Suplemento al Nº 38); 1939. 18 10 “Carta de M. M. Morilla del 8 de febrero de Ibídem, (39):263-264; 1942. 1919”. En Archivo de la Oficina del Historiador 19 20 de marzo de 1943. de la Ciudad, Fondo Emilio Roig de Leuchsenring, 20 Se impartieron los días 12, 14 y 19 de julio Nº 137. de 1943. 11 Ibídem. 21 Ultra (La Habana) (102):122; 1945. 12 En 1920 publicaba su primer trabajo sobre la 22 Ibídem, (104):240-242; 1945. Doctrina Monroe, titulado “La Doctrina Monroe

209 naturaleza creativa, fue siempre, como A casi 100 años él mismo lo reconoce, un inconforme que siempre cuestionó la vida y la realidad del maestro para adentrarse en su propio túnel. Como tantos argentinos, desciende de emigrantes, siendo el décimo hijo, de los Ernesto Sábato diez que concibieron Francisco Sábato, Mercedes Santos Moray de origen italiano, y Juana María Ferrari, su madre de ascendencia italiana y Ensayista y periodista albanesa, el ser humano más intenso de su historia personal: “Creo que nunca la vi llorar –tan estoica y valiente fue a lo entro del panorama de la literatu- largo de su vida– pero, quizá, segura- Dra latinoamericana, sobresalen por mente, lo haya hecho a solas”. la pujanza y tradición las letras argen- La crítica, como sus lectores, disfru- tinas, especialmente en el siglo XX, con ta de las novelas y los ensayos, de las nombres de proyección universal. En- memorias y los artículos, de los textos tre esos autores se encuentra el de Sábato y hallan en su obra un sig- novelista y ensayista Ernesto Sábato, no de profunda reflexión intelectual, laureado con el Premio Cervantes y por manifiesta voluntad de una poéti- varias veces también nominado al ca de esencia subversiva y siempre Nobel. Cuba también ha sido escena- inconforme, desde el aliento transgre- rio para este maestro de nuestra sor del escritor. Don Ernesto es un América, pues entre nosotros, y gracias hombre de orígenes humildes, pero de al trabajo editorial de Casa de las Amé- férrea voluntad y amoroso del estudio, ricas, su obra se multiplicó en ediciones como lo testimonia su amistad con el que han hecho suyas varias generacio- dominicano Pedro Henríquez Ureña, al nes, en particular los jóvenes, quienes que conoció siendo todavía estudiante, han sentido por la escritura de este na- y de quien se declararía deudor, al ci- rrador la misma pasión que un día tarlo como fuente de inspiración para sintiese otro lector, en su juventud, Er- su carrera literaria. nesto Guevara de la Serna, por eso nos Mas los inicios del autor de novelas- sumamos al jubileo de su natalicio con íconos de las letras iberoamericanas este tributo. como Sobre héroes y tumbas, inicial- mente se volcarían hacia la ciencia, por De la vida y sus avatares eso ingresó, en 1929, en la Facultad de Don Ernesto Sábato ha superado ya Ciencias Físico-Matemáticas de la Uni- la cuesta de los 98 años, y enrumba versidad Nacional de La Plata. Uno de hacia la centuria. Este hombre, que hoy los rasgos que distinguirían también a no puede escribir ni leer por el agota- don Ernesto, como le llamamos cuan- miento de sus ojos, no de su espíritu y tos le amamos y respetamos, desde su que en los últimos tiempos se ha vol- juventud fue la proyección cívica de su cado a la pintura como refugio de su intelecto y de su energía, su temprana

210 vinculación con la historicidad comple- puras, para un año después retornar a ja de su época que lo llevó a ser activo su patria a trabajar como profesor de militante del movimiento de la Refor- la Universidad de Buenos Aires. ma Universitaria, y a participar en la fundación del Grupo Insurrexit en De la ciencia a las letras 1933, de tendencia comunista, junto Pero este hombre cuyo discurso li- con Héctor P. Agosti, Ángel Hurtado terario se nutre no sólo de una increíble de Mendoza y Paulino González fabulación, se alimenta también de sus Alberdi, entre otros. propios desgarramientos y laceraciones De ahí que por su compromiso con que lo condujeron, en 1943, a vivir la la izquierda, en 1933 fuera elegido se- segunda de sus profundas crisis mora- cretario general de la Juventud les y a alejarse del área científica, para Comunista, al tiempo que conocerá en- entregarse a la literatura y la pintura, y tonces a la que sería, durante seis realizar su destino como escritor hasta décadas, la compañera de su vida, una nuestros días. joven de sólo 17 años, estudiante del En 1945, publicó artículos en La Na- Liceo, Matilde Kusminsky Richter, ción enfrentándose a Perón, lo cual lo mientras Sábato estudiaba Física, y ella obligó al retiro del que no sólo nace su compartía el amor por la escritura segundo hijo, Mario, sino uno de sus pri- como lo testimonia su poemario, edito meros cuadernos de ensayo: Uno y el en 1933: Cenizas y plegarias, y otro universo, en donde inicia un profuso de relatos. Gracias a su Matilde, gene- discurso sobre la moral y la ciencia, con rosa compañera, muchos textos de la angustia legítima del ser ante la Sábato se salvaron de la hoguera de su deshumanización. extrema autocrítica. Tres años después aparecería su pri- La ciencia y las ideas de izquierda mera novela, El túnel (1948), en la que alimentaban entonces el espíritu del au- se manifiesta la angustia de la soledad, tor de El túnel, quien viajó a Bruselas en medio de una historia de amor y como delegado del Partido Comunista muerte y que marcaría el despegue de al Congreso contra el Fascismo y la uno de los más relevantes narradores ar- Guerra, mas el enfrentamiento con los gentinos del siglo XX, obra que se dogmas del stalinismo lo llevaron a vi- inscribe, al decir de la crítica, dentro de vir una de sus primeras crisis la corriente filosófica del existencialismo, existenciales. Al concluir su carrera, y que recibiera entusiastas elogios del obtendría una beca para realizar traba- francés Albert Camus, quien la hizo tra- jos de investigación sobre radiaciones ducir al francés. atómicas en el Laboratorio Curie en El ser humano, como centro de un París, cuando ha de vivir la alegría de discurso literario marcadamente la paternidad con el nacimiento de su antropológico, se devela en la construc- primer hijo, Jorge Federico, y en 1939 ción psicológica de los personajes, en fue transferido al Massachusetts el manejo de la ira en una narración Institute of Technology (MIT), donde que se apropia del oficio y de las téc- continuaría el sendero de las ciencias nicas para expresar tesis de hondura

211 filosófica, rasgo estilístico que define la Obra más ambiciosa y compleja, poética de Ernesto Sábato: aborda la historia de la decadencia de Los seres humanos no pueden re- una familia aristocrática en la cual se presentar nunca las angustias intercala un conmovedor relato intimista metafísicas al estado de puras sobre la muerte del general Juan ideas, sino que lo hacen Lavalle, héroe de la independencia, per- encarnándolas [...]. Las ideas me- sonaje al que don Ernesto dedicará, tafísicas se convierten así en años después, una pieza poético-musi- problemas psicológicos, la soledad cal junto al músico Eduardo Falú, con metafísica se transforma en el ais- el título de Romance a la Muerte de lamiento de un hombre concreto en Juan Lavalle, que la “Negra” (Mer- una ciudad determinada, la deses- cedes Sosa) le cantó en sus 95 junios. peración metafísica se transforma Sobre héroes y tumbas consagró a en celos, y la novela o relato que su autor a escala universal, novela en estaba destinado a ilustrar aquel la que exploró en el “subsuelo del hom- problema termina siendo el relato de bre” con fuerte dosis de introspección una pasión y de un crimen –dirá el personal, desde el sujeto lírico de su es- propio novelista. critura, al tiempo que realizaba una La soledad es una herida abierta e in- exploración del imaginario nacional, soportable para el personaje de Castel obra muy cercana por su espíritu al y lo conduce al aislamiento, a la deses- Adán, Buenos Aires de Leopoldo peranza, la incomunicación, los celos y, Marechal, y desde otra mirada, no muy naturalmente, hasta la muerte. Porque lejana de las metafísicas aproximacio- Sábato es de esos autores que explo- nes de Jorge Luis Borges sobre la ran en el sujeto para comprender al Argentina. hombre y a la mujer, protagonistas vo- races, victimarios y/o víctimas de la existencia. La estructura de El túnel está cons- truida con gran economía de medios, los que alcanzarán mayor despliegue, como la técnica del monólogo interior, en la segunda de sus novelas, la para el propio Sábato, mejor de sus obras: Sobre héroes y tumbas, que se publi- Ernesto Sabato caría en 1961 y se convertiría no sólo en un éxito editorial, a escala nacional EL TUNEL e internacional para el narrador, sino en uno de los textos imprescindibles para Edl~ de la historia de la literatura latinoameri- Angel Leíva cana contemporánea, la misma que ha sido considerada como una de las me- jores novelas argentinas del siglo XX. CATEDRA

212 En un tercer plano del argumento, Muchos han visto en el Informe so- está ese monumental Informe para bre ciegos, un relato independiente –que ciegos que, en muchas ocasiones, es como tal ha sido traducido al mundo del asumido como lectura autónoma, y que cine– a la manera de la novela breve, nos devela desde la pesadilla que su- una de esas piezas que atrapan, fre Fernando, el protagonista junto a alucinantes, los diversos y plurales Alejandra, las zonas más perturbadoras ángulos de una nación, de una cultu- e inquietantes de la naturaleza huma- ra y de una sociedad, en su historia, na, en un relato que es deudor también referente que pudiese estar implícito de elementos del surrealismo, así como en otra pieza descomunal de las le- de las ideas filosóficas y nihilistas de tras contemporáneas, pienso en la Nietzsche, y de las teorías sicológicas magna novela del portugués José de Jung y Freud. Saramago: Ensayo sobre la cegue- Después de dedicar 13 años de tra- ra, revisitación de un tópico que bajo ininterrumpidos, Ernesto Sabato resulta metáfora imprescindible en el publicó Sobre héroes y tumbas. Mas discurso literario sobre el destino y la la crisis del creador se hizo presente, y conciencia humanos. sólo Matilde pudo lograr que el manus- La tercera de sus novelas lo sería crito de esta obra excepcional no fuese Abaddón el exterminador (1974), destruido y se publicara. En el prólogo obra considerada de carácter la dedicatoria lo explica: “Dedico esta autobiográfico, articulada con una es- novela a la mujer que tenazmente me tructura narrativa aparentemente alentó en los momentos de descrei- fragmentaria, y de argumento apoca- miento, que son los más. Sin ella, nunca líptico, en el cual las potencias habría tenido fuerzas para llevarla a cabo. Y aunque habría merecido algo mejor, aun así, con todas sus imperfec- ciones, a ella le pertenece”. Sobre héroes y tumbas es algo más que el resumen de una vida, es la sínte- sis de las utopías, tanto en el arte como en la sociedad, una lacerada exploración realizada por uno de esos grandes no- velistas, como lo es Sábato, muy lejano al panfleto y al oportunismo, de la histo- ria de su país, y la crítica implícita de su devenir, en la que se conjugan los polos opuestos, desde los unitarios y federa- les hasta los peronistas y antiperonistas, para encarnar sus tesis y sus angustias en el perfil de personajes como el de Fernando y Martín, en el juego de con- trarios, entre luces y sombras.

213 maléficas rigen el universo y es inútil Uno de sus ensayos más importan- la resistencia en un mundo de absoluta tes lo será el volumen El escritor y sus irracionalidad en el que no se vislum- fantasmas (1963), en el cual nos devela bra la esperanza, y el discurso del autor no sólo sus preocupaciones y experien- resulta aún más desolador que en sus cias, sino sus reflexiones sobre la anteriores narraciones, en una poética literatura, un texto que, como todos los signada por la reflexión ante la crisis de suyos, se evidencia la tensa relación la sociedad contemporánea que ha lle- entre la reflexión y la pasión. vado asimismo a Sábato, en más de una También escribirá el cuaderno Tan- oportunidad, a reflexionar también so- go, discusión y clave (1963), sobre ese bre el propio sentido de la literatura núcleo esencial del Río de la Plata, y como en su cuaderno El escritor y sus Pedro Henríquez Ureña (1967), libro fantasmas (1963). dedicado a su maestro, así como Tres Su tercera novela es una estreme- aproximaciones a la literatura cedora lectura de la convulsa Argentina (1968), un estudio sobre tres ejes de las de los años 70, relato en el cual el pro- letras contemporáneas: Jean Paul pio autor se incluye y retoma perfiles Sartre, Alain Robbe-Grillet y Jorge Luis abordados por él, en Sobre héroes y Borges. tumbas, revaloración que hace el es- Otros títulos de su prosa ensayística critor de la juventud rioplatense en los son Eduardo Falú (1974), Carta a un momentos de crisis que habitaron aque- joven escritor (1975), Diálogos (con lla década y fueron, además, el Jorge Luis Borges) y La cultura en semillero de los tiempos coléricos que la encrucijada nacional, ambos de luego padecería la nación austral. 1976, Apologías y rechazos (1979) Desde su impronta más racional, ali- contiene siete extensos e importantes mentado su intelecto por una aguda ensayos en los que se refleja su huma- sensibilidad, Sábato ha dejado una pro- nismo y su preocupación moral sobre fusa obra ensayística que comenzó en nuestro tiempo y la responsabilidad del 1945, con Uno y el universo, cuader- intelectual, y Los libros y su misión en no en el que la ciencia es sujeto de la liberación e integración de la análisis, en un libro que según su pro- América Latina (1979) y Nunca más, pio autor “participa de la impureza y informe de la Comisión Nacional sobre la de la contradicción”. Después vendría Desaparición de Personas (CONADEP), Hombres y engranajes (1951), en el que él mismo presidió durante la presiden- que somete a juicio a la cultura mo- cia de Raúl Alfonsín (1985). derna, y donde realza el papel de la Necesitado del diálogo, en ese pro- mujer, para continuar con El otro ros- ceso de retroalimentación que se tro del peronismo (1956), así como la produce entre el autor y el lector, ni la carta abierta al general Aramburu, en ancianidad ni los problemas de salud 1956 sobre Torturas y libertad de pudieron impedir la obra ensayística de prensa, en la que se manifiesta, ayer Sábato que nos entregó también cua- como hoy, en defensa de los derechos dernos como Entre la letra y la humanos. sangre (1988), Querido y remoto mu-

214 chacho (1990) y Antes del fin (1998), literatura ha sido el medio “[...] funda- texto que tiene el sabor de la memoria, mental, absoluto y poderoso, que me confeso su interés por dialogar con los permitió expresar el caos en que me de- jóvenes; así como La resistencia batía”, así como una manera de liberar (2000), conjunto de vivencias y reflexio- “[...] mis obsesiones más recónditas”. nes sobre el ser humano y la crisis de Narrador y ensayista, sin embargo, valores de la sociedad en nuestros días. subraya don Ernesto que la poesía Porque si algo ha sido una constante en “[...] es la actividad más compleja del la escritura de don Ernesto es la angus- espíritu de hoy”. Una voz subjetiva tia existencial y el compromiso moral que va más allá de las preceptivas, para con el destino de la humanidad, a ve- él. “Poesía no es una forma métrica, un ces desde un discurso de corte modo de escribir palabras en prosa o metafísico, desde ángulos metafóricos en verso, poeta es aquel que revela la en los que revela la huella jamás olvi- vida en verdad y en belleza”. Y eso lo dada de sus orígenes científicos. subraya, desde su lúcida ancianidad, uno de los mayores poetas de las letras De los premios a la memoria latinoamericanas de todos los tiempos, A los 64 años de edad comenzarían el autor de Sobre héroes y tumbas. a llegarle los reconocimientos a este La memoria llega para instalarse en maestro de nuestras letras. Así, en el discurso de don Ernesto y, desde en- 1975 recibió el Premio de Consagra- tonces, ocupa el horizonte de la vejez, ción Nacional de la Argentina y dos antes de que el silencio se adueñase años más tarde, en Italia el Premio de sus pupilas, y los recuerdos del Medici. En 1984, con 73 años de vida, ayer se aglutinaran en esa voz, donde recibió también el Premio Cervantes. Y se mixturan los accidentes y los perso- en 1987 fue distinguido en Francia najes de su historia personal, y del como Comandante de la Legión de Ho- corpus siempre agónico de su existen- nor. Dos años más tarde, en 1989, cia y de su literatura. No es el laureado recibió en Israel el Premio Jerusalén. escritor, sino el ser humano, el que en- Y en ese mismo año fue nombrado tonces retorna para decirnos la verdad Doctor Honoris Causa por la Univer- y la angustiosa herencia de su nombre: sidad de Murcia, España; en 1991 por “Me llamo Ernesto, porque cuando la Universidad de Rosario, Argentina, y nací, el 24 de junio de 1911, día del na- en 1995 por parte de la Universidad de cimiento de San Juan Bautista, acababa Turín, Italia. de morir el otro Ernesto, al que, aun en Quien como él ha dedicado más de su vejez, mi madre siguió llamando medio siglo a la escritura, afirma como Ernestito, porque murió siendo una mensaje para los jóvenes y para todo criatura”. sus lectores, aquella tesis de Kafka, el Desde entonces, y desde la célula de cual sólo “[...] recomendaba leer libros la familia, signada por el dolor y el es- que nos atraviesen el cuerpo como un toicismo que él calificaría de espartano hacha”. Y eso lo dijo Sábato cuando con- en su progenitor, comenzaba el terror taba 91 años, al reconocer que la a invadir su infancia, y a dar alimento

215 a su escritura, de solitario: “[…] he vi- país, y de su gente, sobre los cinco años vido bajo una angustia semejante a la de dictadura militar que lograron de Pessoa: seré siempre el que esperó […] desmantelar el país, en bene- a que le abrieran la puerta, junto a un ficio de algunas empresas muro sin puerta”. multinacionales. La Argentina pro- Es esa cuerda más personal la que ducía de todo, hasta llegamos a nos hace llamarlo don Ernesto, como en exportar tornos a Italia y los diarios de la vejez escritos en Es- computadoras a Suecia: hoy impor- paña, durante dos años, antes de tamos tomates desde Israel. Fuera establecerse como raíz para siempre de estas vérites de fait, como di- en la tierra argentina de Santos Luga- ría Leibniz, poco sé. Sin embargo, res, su fascinación por Goya y El creo que uno de los errores carac- Bosco, donde la cultura vence por un terísticos de nuestro tiempo es tiempo a la añoranza, pero en la fuen- buscar la clave de todo lo que su- te de la vida, para Sábato, siempre cede en la economía, así como la estará Argentina, la misma que lo hizo salvación física y espiritual del hom- reflexionar ácidamente en 1999, con bre. No es que me sea indiferente sus 88 años: “Mi lesión en las retinas la muerte por hambre de un solo me prohíbe leer y escribir, pero no me niño. Por el contrario, toda mi vida impide dialogar. Pero este no es el úni- he luchado contra la injusticia social co motivo para negarme al ensayo; que se sufre en todo el mundo pero más bien es de índole filosófica: creo en especial en este continente lati- que la única forma integral de expre- noamericano que ha sufrido y sufre sar el alma de un pueblo y sus todos los horrores de la explotación vicisitudes es la ficción, por varios mo- y del hambre. Pero, con las trági- tivos y razones. Mal o bien, he cas experiencias de este siglo, he intentado hacerlo”. comprendido que es peligroso pedir La suya será, siempre lo aclara, la únicamente justicia social: hay que mirada de un escritor, no de un econo- exigirla junto con la libertad. En mista ni de un político. Pero es, ante cuanto a mi país lo que más me pre- todo, el dolor auténtico de un hombre, ocupa es el problema precisamente de un intelectual ante la historia de su de la libertad.

216 José de la Luz y Caballero en la contemporaneidad historiográfica cubana Mildred de la Torre Molina Historiadora

i se realizara una encuesta entre los menos desde 1959 en adelante. De ahí Seducandos del país, se comproba- que su vida y su obra se conozcan de ría que la mayoría desconoce la figura forma fragmentada y dispersa a tra- y la obra de José de la Luz y Caballe- vés de algunos aforismos y de alguna ro. Posiblemente los universitarios, en que otra conducta política asumida por particular los que cursan las carreras la élite reformista e intelectual de en- humanísticas, lo conocen, sin grandes tonces. honduras, como una importante vícti- En este artículo se examinará el dé- ma de la represión de la escalera, bil tratamiento historiográfico a la figura gran educador y filósofo, continua- de Luz con el marcado propósito de in- dor y discípulo de Félix Varela y citar a la venidera indagación científica. compañero de José A. Saco y Domin- Hurgar en su historia facilita la com- go del Monte en la lucha reformista. prensión de los problemas medulares de Tal ignorancia obedece a que la in- la primera mitad del siglo XIX. mensa mayoría de los textos y programas educacionales, así como la Un pretexto para la reflexión historiografía en su conjunto, abordan a La historiografía cubana contempo- Luz y Caballero como parte y expre- ránea, desde 1990 en adelante, ha sión de la historia de la primera mitad prestado interés al desarrollo de las his- del siglo XIX y de los movimientos polí- torias socioculturales acorde y en tico sociales en particular, y poco, muy correspondencia con las tendencias que poco, pormenorizan los aspectos en este campo existen a escala mundial, conformadores de su innegable estatu- sobre todo en Francia, Inglaterra, Espa- ra histórica. ña y los Estados Unidos. Ello es mucho más evidente al apre- La acción multidisciplinaria, al menos ciarse que su figura no goza de la en el plano de la discusión teórica, se ha preferencia de los historiadores de la fi- ido fortaleciendo de forma progresiva. losofía, de la literatura y de la Ella ha redundado en la existencia de re- pedagogía ni tampoco de los biógrafos, sultados carentes del tradicionalismo a juzgar por la escasa literatura espe- expositivo en las esferas de las historias cializada en el insigne maestro, al económicas, políticas y sociales.1

217 Hasta los finales de la década del 80, incesante interrelación con las proble- sin ser muy categóricos, la historia po- máticas de su tiempo, por lo que resulta lítica, por lo general, asumía el estudio insoslayable todo cuanto pueda, de for- de las conductas individuales y colecti- ma general, incidir en su conducta. vas, de los movimientos revolucionarios, Por ello, el análisis histórico debe in- de la historia y el quehacer de los par- cluir los resultados de las investigaciones tidos y su liderazgo, así como de las culturales relacionadas con las diferen- acciones y medidas adoptadas por la tes disciplinas superestructurales, entre gobernabilidad política, ya sea estatal o ellas, las historias de la creación artís- privada. tica y literaria, de la educación, la Hoy el historiador político, el filosofía, la ciencia, etcétera. involucrado en las tendencias renova- Del mismo modo, los estudios cultu- doras, penetra en las esencias rales requieren de los históricos en sí. socioculturales y en el dinamismo espi- Sin embargo, en la actualidad se apre- ritual de las estructuras socioeconómicas cia mayor acercamiento de lo histórico con el propósito de definir las causa- con lo cultural, y en menor medida a la lidades, influencias y contenidos del inversa. Sobre este asunto debe acontecer ideopolítico. meditarse. Así, el objeto de estudio adquiere El ordenamiento expositivo de los formas de expresión histórica ricas y textos relacionados de manera directa dinámicas. Se hace mucho más sensi- con la vida espiritual indica que los es- ble, al espectador actual, el mundo del pecialistas y estudiosos del tema utilizan pasado, y puede, con mayor rigor y ob- la historia con el fin de contextualizar jetividad, valorar y aprehender de sus el objeto de estudio y no como una múltiples y sabias enseñanzas.2 ciencia explicativa de los procesos El historiador económico, por su par- sustentadores de una o varias formas te, al desembarazarse de la unilateralidad de expresión de la inmaterialidad. Por de los factores económicos, o de lo que lo general, se instrumenta a la historia por tradición suele llamarse situación como verbo recreativo de la espiritua- económica, para adentrarse en el uni- lidad y no como su realidad gestora y verso de las formas de vivir y de albergante. pensar, así como en la propia También se desaprovechan las ri- interiorización de los procesos econó- quezas y propiedades del método micos en la cotidianidad, puede, con histórico y sus valores epistemológicos. vehemencia y objetividad, descifrar las Se intenta, con frecuencia de forma incógnitas del desenvolvimiento históri- satisfactoria, ubicar cronológicamente co de la vida material y de su los hechos y manifestaciones de la representatividad tendencial en los fe- creación superestructural, y a partir de nómenos económicos.3 ahí se aspira a discernir la multiplicidad A fin de cuentas, el historiador re- de sus lenguajes. construye el pasado buscando y No obstante, el despanzurramiento encontrando sus enigmas a través de la de los hilos provocadores de los diálo- diversidad de la vida del hombre en su gos establecidos entre las expresiones

218 del saber cultural y la realidad históri- Sin embargo, en los últimos años se ca concreta, en su sustrato raigal, casi ha apreciado el interés de algunos his- siempre están ausentes o débilmente toriadores por asumir el análisis de la expresados. individualidad histórica, bien sea de ma- A la comunidad de historiadores le nera biográfica o mediante el examen interesa, de forma ascendente y pro- de una parte sustancial de su conjunto gresiva, las técnicas y métodos de las caracterizador, como una suerte de con- ciencias afines con el propósito de re- cordancias y dicotomías propias de la construir los rostros, sentimientos y sociedad que les tocó vivir.4 valores sociales, junto a los diferentes diálogos existentes en una época o mo- Los retos generacionales de la mento histórico determinado. Además, historiografía se preocupa por descubrir las contradic- Para el esclarecimiento de los pro- ciones internas, de cualquier naturaleza, blemas historiográficos derivados del modificadoras o rectificadoras de las estudio de la figura de José de la Luz conductas humanas. y Caballero y de su contexto, es reco- También le interesa la conformación mendable distinguir lo publicado antes de las infinitas imágenes de los mundos de 1959, reimpreso con posterioridad, históricos sin decantaciones sensibles y de lo producido después del triunfo re- capaces de distorsionar el carácter volucionario. siempre objetivo de la ciencia histórica, El entonces Consejo Nacional de cuyas leyes obran y se expresan con Cultura y la Universidad de La Haba- independencia del subjetivismo humano. na reeditaron numerosas obras de Van quedando atrás las polarizaciones autores relevantes de la cultura nacio- como empresa y método investigativo, nal. Muchas de ellas conservaron sus en la misma medida en que conciencia prólogos originales, aun cuando sus au- y conocimiento se mancomunan para la tores fueran objeto de controversiales gestación del modelo histórico entendi- polémicas dentro del ámbito político y do como imagen y no como paradigma. teorético del país.5 La economía, la política, la ideolo- Al mismo tiempo que se reeditaba la gía y la sociedad exigen estudios obra de Luz, y de algunas especializa- multilaterales orientados hacia la com- das en su vida y en su creación prensión de lo grandioso de la creación filosófica y pedagógica, hubo otras re- social: el hombre, visto en su infinita di- feridas a la historia de Cuba como mensión universal. respuesta a los requerimientos docen- El género biográfico, fascinante y tes e investigativos de entonces. Unas encantador, es ejercido, por lo general, y otras son valiosas e imprescindibles por los literatos. La obra historiográfica referencias para la posterior labor sirve de soporte al quehacer de aque- historiográfica.6 llos aunque, por supuesto, hay y habrá Hasta los inicios de la década del 80, siempre biógrafos que han abordado aproximadamente, la obra anterior a una parte importante de la investigación 1959 mantuvo su presencia en los planos histórica. hechológicos. El tratamiento ofrecido

219 a las figuras relevantes del proceso his- estudiantes e investigadores de la his- tórico nacional así lo ponen de toria nacional. manifiesto.7 Ello revela que el trabajo En los finales de la década del 60, historiográfico, como el de todas las es- debido a la graduación de los prime- feras de la creación espiritual, es ros profesionales de la historia, herencia y continuidad, como es en sí disciplina inexistente durante la misma la Revolución cubana. neocolonia,10 surgió la primera genera- Como parte del desarrollo lógico de ción de historiadores formados la conciencia nacional en circunstancias después de 1959. difíciles y complejas, inherentes a la na- Dicha generación impulsa el debate al- tural ruptura con el pasado bien rededor de las nuevas tendencias cercano en el tiempo, durante los pri- metodológicas, sobre todo las referidas a meros años del triunfo revolucionario la los anales franceses y al estructuralismo, intelectualidad alineada al nuevo proce- a la vez que incursiona en la obra de An- so valoró críticamente a la precedencia tonio Gramsci y comienza a leer a Michel intelectual, en tanto algunas de sus Faucoult y J. P. Sartre.11 áreas cohabitaron con la indigencia A partir de entonces y hasta la fe- moral republicana y algunos de sus cha se han yuxtapuesto disímiles grupos creadores ejecutaron sus políticas. generacionales cuyos quehaceres, Sin embargo, tal ruptura no pudo im- como era de suponer, se tradujeron en pedir que se retomase el legado histórico una polisémica producción historiográfica. informativo y se reelaborase bajo una Recalcando lo expresado en otra hermenéutica diferente. Se intentó, con oportunidad, el género biográfico no mayores o menores aciertos, aplicar a goza de la preferencia de los historia- la historicidad de la sociedad cubana los dores.12 Tal vez eso explique la métodos y principios epistemológicos ausencia de una biografía moderna de del materialismo histórico y del marxis- José de la Luz y Caballero. Los aspec- mo leninismo en su conjunto.8 tos sobresalientes de su vida han sido Algunos creadores marxistas, cuyas valorados como partes sustanciales de vidas profesionales se gestaron y desa- su obra. Sus analistas son preferente- rrollaron bajo circunstancias muy mente filosóficos o pedagógicos. Sin difíciles durante la neocolonia republi- embargo, para los historiadores, las con- cana, más bien al fragor de la lucha tribuciones de la obra de Luz van más revolucionaria, excitaron y engrande- allá de los intereses científicos de las cieron el legado historiográfico en tanto historias de la pedagogía, de la educa- se mantuvieron como creadores activos ción y de la filosofía, para insertarse en durante las tres primeras décadas del la historia de la sociedad cubana y en proceso revolucionario.9 En virtud de la particular en la de su cultura. política de expansión cultural del Esta- Lo expresado se corresponde con do cubano, devenido en socialista a las exigencias multidisciplinarias y partir de 1961, la obra de la mayoría de despolarizadas de las ciencias sociales ellos se tornó en textos de obligatoria en el momento de abordar las interiori- lectura y consulta para los docentes, dades del pensamiento científico y

220 político de José de la Luz y Caballero siempre contrarias al pensamiento o de cualquier otro relevante pensador. quietista dominante en las esferas del Recuérdese a Félix Varela y a José sistema político insular. Antonio Saco y obsérvense las pecu- También se manifestó en su discon- liaridades del pensamiento cubano y formidad al tráfico negrero, en su universal del siglo XIX.13 defensa por la inserción de Cuba, como unidad cultural, dentro de los procesos José de la Luz y Caballero den- modernistas acaecidos en el mundo tro del reformismo después de las revoluciones burguesas, La presencia de Luz en la literatura como partidario de la reforma y oposi- historiográfica se corresponde con la tor a la independencia y a la insurrección, ofrecida por los filósofos y pedagogos. aspecto que lo separa de Félix Varela, Él es apreciado por sus aportes a la fi- y como defensor de la cultura española losofía y a la pedagogía y se le excluye en tanto raíz y esencia de la identidad de la política alineada a los movimien- espiritual de Cuba. tos emancipatorios de su tiempo. Se le Dicho inventario temático debe valora como continuador de la obra matizarse aún más, de lo contrario se vareliana y por sus acciones intelectua- corre el riesgo de ser apreciado como les a favor del pensamiento y el mero continuador de Varela y de Saco quehacer de su contemporáneo José A. y no como creador y gestor de ideas y Saco. pensamientos, posición justa otorgada Como discípulo del notable presbítero, por los historiadores del pensamiento y en el orden filosófico, es ubicado dentro de la pedagogía. En verdad, sus apor- de la corriente empiroracionalista, y tes al conocimiento de estas dos como tal, contrario a la escolástica y al disciplinas constituyen su identidad den- eclecticismo. Sus biógrafos y analistas tro de la historia de Cuba. destacan su condición de humanista por Sus aforismos, su método expositivo excelencia, a la vez que reconocen su y su excelencia como comunicador de capacidad analítica para discernir las la cultura universal en el Seminario de circunstancias neurálgicas de su tiem- San Carlos, en las aulas del colegio El po histórico. Lo califican, además, de Salvador y en su habitual tertulia saba- formador de patriotas y gestor de pa- tina, hacen de este sabio cubano un triotismo; educador identificado con el paradigma de los finales de la primera iluminismo moderno y laicista; exponen- mitad del siglo XIX. te excelso de los valores culturales del A lo anterior debe agregarse la la- proceso de transformación espiritual de bor de Luz a favor de la formación de su tiempo, y como crítico y cronista de una conciencia crítica sobre el presen- su contemporaneidad. te en las jóvenes generaciones con Su mencionada labor de apoyo y res- vista a la creación de una sociedad ra- paldo a la actividad desplegada por cional y equitativa, según los códigos de José Antonio Saco se ilustra a través la entonces modernidad capitalista. de sus acciones en la Sociedad Econó- Luz concibió la emancipación social mica de Amigos del País (SEAP), sólo a través de la cultura. Primero,

221 liberar al hombre de la tortuosidad del bién controversiales, entre uno y otro ostracismo medieval y de las fronteras razonamiento. establecidas por “la divinidad” y el sec- Uno de ellos es la aceptación de que tarismo teologales. Segundo, transformar Luz, a través de su labor educativa, po- el mundo terrenal liberándolo de sus im- sibilitó el camino de la independencia y el púdicas injusticias sociales. de la abolición de la esclavitud, aunque fue Dicha regularidad en el pensamien- esclavista, elitista y representante de la to de Luz, la de luchar sin descanso por burguesía en ascenso. También ha sido el mejoramiento espiritual humano, lo criticado por haber carecido de las am- ubica, de hecho, en lo más avanzado de plitudes ideológicas de José Agustín las ideas del siglo XIX. Para él, la trans- Caballero y Félix Varela.16 Dicho pun- formación del mundo dependía de las to de vista tiene su precedencia en el ideas del hombre y no de las fuerzas mencionado trabajo de Raúl Cepero extraterrenales; estas no deciden o de- Bonilla y en el artículo de Elías terminan en el destino humano. Entralgo. Este último afirmó categóri- camente que Luz, a diferencia de Luz como promotor de patrio- Arango y Parreño, fue un teórico que tismo no actuó ni realizó obras creadoras en La cuestión problemática o contro- tanto su labor se limitó a la educación versial, presente en la literatura filosófica elitista.17 historiográfica, en torno a la ubicación Para Fernando Portuondo, José de la de Luz y Caballero como patriota o pro- Luz y Caballero fue el educador cu- motor de patriotismo, está muy bano más notable del siglo XIX, en relacionada con la contextualización cla- abierta referencia a su labor en el co- sista de su labor política e intelectual. legio Carraguao, a sus planes para El asunto lo promovió Raúl Cepero organizar la Escuela Normal y a sus la- Bonilla al calificar a Luz de negrófilo bores divulgativas en la SEAP, pero y de maestro del privilegio, basado sobre todo, porque transmitió la nece- en el testimonio de Antonio Maceo y sidad de buscar los caminos del en las opiniones de José Ignacio progreso social pese a que condicionó Rodríguez. También lo acusó de pre- su mensaje abolicionista a la supresión dicar la sumisión al colonialismo, del tráfico negrero y no a la totalidad restándole valor moral y espiritual a su del régimen social, aunque “[...] lo com- labor pedagógica.14 batiera desde el punto de vista moral y Más allá de si hubo o no partidarios espiritual”.18 Para Portuondo, “Luz fue y detractores de Cepero Bonilla, está la Luz y regó Luz”.19 confirmación, desde las obras de Ramiro Otro de los matices lo presenta Ju- Guerra y de Carlos Rafael Rodríguez lio Le Riverend en su Biografía de La hasta lo publicado y producido después Habana. En ella admite que Luz pro- del triunfo revolucionario de 1959, de que movió patriotismo a través de su obra Luz fue hacedor de patriotismo y pre- educacional20 dentro de un contexto his- cursor de la nacionalidad.15 Ello no tórico caracterizado por la existencia, excluye la existencia de matices, tam- en el plano político, del liberalismo

222 esclavista al que pertenece José de la sino también como gestora de la crea- Luz y Caballero21 y cuyo marco ción espiritual y como resultado y cronológico corresponde al de la crisis expresión del desarrollo científico y ar- del esclavismo colonial (1722-1848).22 tístico alcanzado por las fuerzas Sobre el tema de la existencia o no sociales interesadas en el progreso. de patriotismo en José de la Luz y Ca- En un mundo sórdido y complejo, in- ballero, puede agregarse que los manente a la esclavitud, hubo una estudios históricos sobre los cultura de resistencia de la que formó reformismos anteriores a 1868 y su re- parte José de la Luz y Caballero, quien lación con los problemas esenciales del reveló que el ser humano es dueño y desarrollo de la sociedad de entonces, señor de los destinos del mundo.24 Es presentes en la actual historiografía, se dentro de ese contexto donde, con jus- inclinan a considerar a Luz y Caballe- ticia, se ha ubicado como protagonista ro como precursor de la nacionalidad y principal de la Polémica filosófica del patriotismo cubanos pese a las limi- contra el pensamiento de Víctor Cousin, taciones de su pensamiento, derivadas defendida por los hermanos Manuel y de las complejas circunstancias reinan- José Zacarías González del Valle. tes en la sociedad de entonces.23 Entre Lo historiográficamente expresado ellas, la esclavitud; el limitado ejercicio hasta el momento permite ubicar a Luz, elitista en los asuntos del país como fru- al decir de Isabel Monal y Olivia Mi- to de la existencia de un poder randa, como representante de la centralizado y despótico, favorecedor filosofía más avanzada de su tiempo y de la oligarquía española; el escaso y de una modernidad “[...] radicalizadora restringido desenvolvimiento del pensa- que transitaba, al igual que Varela, por miento independentista y emancipador el empirismo y el iluminismo con cier- dentro de Cuba y fuera de ella, y el pre- tos tintes materialistas; asimismo, aspiró dominio del reformismo, como a convertir la moral y la filosofía en concepción política, en las clases socia- ciencias, más bien en una ciencia del les protagónicas del movimiento hombre”. De ahí su rechazo a la me- intelectual del país. tafísica y a la ontología, su absoluta Las tendencias generales de la vida convicción de que el método debía ser sociocultural, tales como la cotidianidad, extraído de las ciencias naturales, y las manifestaciones artísticas y el de- su marcada receptividad a la filosofía clá- sarrollo urbanístico, están presentes en sica alemana.25 Su labor como educador, la historiografía sobre el período en que al margen de la polémica historiográfica vivió José de la Luz y Caballero. sobre el origen socioclasista de sus Tanto en las obras generales como educandos, quedó definida dentro de los en las monográficas, puede apreciarse marcos y límites de la formación de un a la sociedad cubana de entonces no pensamiento ascendente y procurador sólo como un conjunto de sucesos de la nacionalidad cubana y del patrio- socioeconómicos y políticos, altamente tismo. revelador del antagonismo característico La historia ha demostrado que, du- de las relaciones sociales e ideopolíticas, rante los años de mayor efervescencia

223 intelectual de la conocida trilogía Saco- españolas, aunque no todos sus alinea- Del Monte-Luz y Caballero,26 el dos fueron peninsulares. despotismo, el centralismo político, el Aquel fue el reformismo de José An- nepotismo y el militarismo alcanzaron tonio Saco, Domingo del Monte, José niveles increíblemente altos y que en la de la Luz y Caballero, José Silverio misma medida en que se evidenció el Jorrín, José del Perojo, Calixto Bernal, crecimiento y desarrollo de la élite in- entre otros, cuyas prédicas estuvieron telectual criolla, se hizo más fuerte la orientadas hacia la obtención de la re- tiranía de la gobernación insular. presentación a cortes, la presencia de A lo anterior debe agregarse el in- los cubanos en el sistema político insu- cremento desmedido de la violencia, la lar y el establecimiento de libertades para criminalidad, la prostitución, el juego, el desenvolvimiento de la opinión públi- la corrupción político-administrativa y ca y del asociacionismo, todo ello como el desgobierno imperantes en las es- parte de la tendencia asimilista, enten- feras del poder. dida como exigencia tendente al El espacio político para el desenvol- establecimiento en Cuba del mismo vimiento normal de las fuerzas estatus prevaleciente en España.28 contendientes estuvo vedado para los El reformismo de José de la Luz y cubanos en virtud del establecimiento de Caballero ha sido conceptuado por los las denominadas Facultades Omnímodas historiadores como un pensamiento ali- de los capitanes generales, cuya filoso- neado a una determinada forma de fía consistió en gobernar a Cuba bajo concebir el destino de su país: colonia la total compartimentación de los dere- culta, próspera, moderna, liberada de chos y prerrogativas políticas existentes la ignominia de la trata africana y de en la metrópoli. los mercaderes del empobrecido y ex- Dicha línea de pensamiento alcanzó hausto imperio colonial; colonia con su más alto nivel de expresión durante capacidad para fraguar una élite inte- el mandato de Miguel Tacón, cuyas víc- lectual que asombró a muchos sabios timas –entre ellas José de la Luz y europeos, norteamericanos y latinoa- Caballero– son reveladoras de las limi- mericanos y cuyas posiciones taciones predominantes para el conforman el legado de un tiempo que quehacer creador de los cubanos. So- no pudo ni supo encontrar el camino bre este particular existe una abundante emancipatorio, pero que sembró ideas literatura.27 y sueños justos en las venideras gene- El reformismo y el anexionismo, raciones de cubanos. como tendencias ideológicas opositoras La historiografía ha visto a José de al estaticismo colonial y a su diseño la Luz y Caballero como un pensador sociopolítico, han sido muy estudiados y no como un político, como un hom- por la historiografía. Menor espacio bre de ideas sumergido dentro de las ocupa en la literatura el denominado penurias y horrores de la esclavitud e integrismo como conducta y defensa intelectualmente dotado para trascender políticas de los representantes de la in- todo cuanto de emancipación humana dustria, el comercio y la burocracia había en él.

224 Luz vuelve a indicar caminos: Los parámetros utilizados por los his- las sugerencias historiográficas toriadores para definir la existencia o no Los caminos transitados por Luz y de patriotismo en los exponentes de Caballero sugieren nuevos empeños una determinada ideología, se corres- investigativos para las actuales genera- ponden con el conjunto de valores ciones de historiadores cubanos. Para morales y espirituales de una época, ser justos, los enigmas existentes sobre período o sociedad históricamente de- Luz coinciden con los de su época. terminada y, por lo general, se derivan La multiplicidad de denominaciones a de la conducta asumida por los expo- las clases sociales es indicativa de la ca- nentes del pensamiento o de los rencia de estudios metodológicos pensamientos ideopolíticos con respecto actualizados sobre la estructura a la independencia nacional, a la lucha socioclasista imperante en Cuba duran- insurreccional, a la política imperante... te la primera mitad del siglo XIX, así Sin embargo, poco se conoce sobre como de la necesidad de profundizar en el real contenido histórico de los con- el real y objetivo desenvolvimiento de ceptos de pueblo, nación, país, los grupos humanos según las diferen- cultura, nacionalidad e identidad. cias generacionales, de sexo, raza, Para profundizar en ello se requiere de cultura, pertenencia regional y geográ- estudios reconstructivos de los pronun- fica, niveles ocupacionales y otros tantos ciamientos conceptuales de las índices propios de un mundo que no sólo diferentes clases y sectores sociales, estuvo marcado por la esclavitud, sino así como de los múltiples grupos también por las peculiaridades del siste- generacionales. Sólo los exámenes crí- ma político colonialista insular, por el ticos polivalentes pueden ofertar la desarrollo y asimilación de la cultura uni- imagen real de los diferentes discursos versal, y por todo tipo de desigualdades sociales gestados dentro de una época socioclasistas transicionales. determinada. El concepto de patriotismo en mo- Tal carencia investigativa ha incuba- mentos en que no existían la nación, do criterios parciales y no muy bien la patria y la nacionalidad, resulta du- sustentados en torno a lo que pudo ser doso, débil y poco comprensible. el antipatriotismo, el patriotismo y el pre Recuérdese que al reformista, al patriotismo. La conceptualización anexionista, al anti-independentista y al historiográfica del pensamiento y la vida opositor de la insurrección revolucio- de José de la Luz y Caballero así lo de- naria, cuyo pensamiento se expresó muestra. ¿Cómo valorarlo sin la con anterioridad al 10 de octubre de realización de estudios abarcadores de 1868, no se le puede valorar bajo los lo social? ¿Cómo ubicarlo histórica- mismos parámetros de aquel que se mente desconociendo las partes más opuso a la revolución o renunció o re- sensibles de la sociedad que le tocó vi- negó de ella. No es lo mismo ser vir, es decir, las protagonizadas por los patriota cuando hay patria que no serlo múltiples hacedores de la historia? cuando no la hay o cuando la hay y ¿Cómo juzgarlo ignorando las comple- no se es. jidades de la sociedad de su tiempo,

225 sobre todo las inmanentes a la cultura Notas de las colectividades? Sin dudas, el análisis sobre José de 1 Los trabajos de María del Carmen Barcia, Gloria la Luz y Caballero debe ir más lejos y García, Jorge Ibarra y Ricardo Quiza, entre otros, no limitarse al contenido de su obra. así lo ponen de manifiesto. Es importante valorar su trascenden- 2 La forma en que la doctora María del Carmen cia en el quehacer revolucionario de las Barcia ha conducido sus investigaciones sobre la sociedad cubana finisecular y el asociacionismo vanguardias y de las legiones de com- durante la colonia, constituye un ejemplo de cómo batientes cubanos. Ello contribuiría a pueden analizarse las luchas clasistas, racistas, sustentar el juicio historiográfico de que ideopolíticas y sectoriales en la Cuba colonial. Luz fue precursor de patriotismo y tam- 3 Al respecto, son altamente ilustrativos los bién ayudaría al esclarecimiento del trabajos de la doctora Gloria García sobre la contenido del pensamiento antecesor a la economía de Cuba durante la segunda mitad del siglo XIX, así como su obra titulada La esclavitud ideología revolucionaria emancipatoria. desde la esclavitud. Visión de los siervos (México: La formación y consolidación de las Fundación Tamayo, 1993). élites sociopolíticas e intelectuales aún 4 Conde, Alicia. Introducción a la polémica requieren de estudios especializados y filosófica. La Habana: Centro de Altos Estudios monográficos. Se usa el término de élite Fernando Ortiz, 2001, e Introducción a las obras para definir los grupos o clases completas de José de la Luz y Caballero. La ostentadoras del poder político, social, Habana: Centro de Altos Estudios Fernando Ortiz, 2007; García, Gloria. “Arango y Parreño: económico y cultural, o para tradición y universalidad”. En Obras completas. conceptualizar sus posiciones con res- La Habana: Centro de Altos Estudios Fernando pecto a los problemas neurálgicos de Ortiz, 2008. t. 1; López, Rosa. Introducción a las mayorías o para enmarcar el que- las obras completas de Felipe Poey. La Habana: hacer exclusivista de determinados Centro de Altos Estudios Fernando Ortiz, 2001; sectores, en particular los de la crea- Quiza, Ricardo. “Fernando Ortiz, hitos de una trayectoria en ascenso”. En: Diez nuevas miradas ción intelectual. Pero poco, muy poco, de la historia de Cuba. / J. A. Piqueras, ed. se sabe sobre sus orígenes y desenvol- Castellón de la Plana, Valencia, España: vimiento históricos. Universidad de Jaume I, 1998; Torres Cuevas, Cuándo, cómo y hasta dónde influyen Eduardo. Félix Varela, los orígenes de la ciencia las élites o algunos de sus integrantes en y con-ciencia cubanas. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1995, y Antonio Maceo, las la renovación de la conciencia social, ideas que sustentan el arma. La Habana: Editorial más que un problema filosófico, lo es his- de Ciencias Sociales, 1997. tórico, en tanto exige la reconstrucción 5 Véase: Agramonte, Roberto y Elías Entralgo. de la historia de los ámbitos portadores Introducción a los aforismos de José de la Luz y de las ideas y los pensamientos. Caballero. La Habana: Editorial Universidad de Los historiadores pueden retomar el La Habana, 1962; García Bárcenas, Rafael. “Los magisterio de Luz y Caballero y con- aforismos de José de la Luz y Caballero”. En Aforismos. La Habana: Editorial Universidad de vertirlo en verbo vivo de los nuevos La Habana, 1962; y Sanguily, Manuel. José de la empeños investigativos. Los historiado- Luz y Caballero (estudio crítico). La Habana: res pueden hacerle justicia al Luz Consejo Nacional de Cultura, 1962. maestro y pensador de todos los cuba- 6 Cepero Bonilla, Raúl. Obras históricas. La nos. Sólo es cuestión de proponérselo. Habana: Instituto de Historia de la Academia de

226 Ciencias de Cuba, 1963; Entralgo, Elías. Las movimiento intelectual cubano, sobre todo grandes corrientes políticas en Cuba hasta el habanero, de las ciencias sociales en su conjunto. autonomismo. Revista de la Biblioteca Nacional 12 Hay notables excepciones con las obras de José Martí (La Habana): 5-30; oct.-dic. 1970; Eduardo Torres Cuevas, Rosa López, Raúl Guerra, Ramiro. Manual de historia de Cuba. La Aparicio, Abelardo Padrón, William Gálvez, Habana: Consejo Nacional de Universidades, entre otros. Véase, de la mencionada Alicia 1964; Le Riverend, Julio. Historia económica de Conde, las Obras completas de José de la Luz y Cuba. La Habana: Editora Revolucionaria, 1971, Caballero, publicadas por el Centro de Altos y Biografía de La Habana. La Habana: Imprenta Estudios Fernando Ortiz, La Habana, 2007, en El Siglo XX, 1960; Márquez Sterling, Manuel. La cuyo prólogo o introducción hace un estudio diplomacia en nuestra historia. La Habana: pormenorizado de su vida y su obra, aspectos Editora Centenario, Instituto Cubano del Libro, muy bien abordados por ella en la presentación 1967; Morales y Morales, Vidal. Iniciadores y del texto referido a la famosa polémica filosófica primeros mártires de la revolución cubana. La de 1839 entre Luz y Francisco José Zacarías Habana: Consejo Nacional de Cultura, 1963; González del Valle, en torno a la filosofía de Víctor Cuba. Oficina del Historiador de la Ciudad. Cousin (1792-1867), fundador de la escuela Revaloración de la historia de Cuba por los espiritualista ecléctica. congresos nacionales de historia. La Habana, 13 En Varela está imbricada la filosofía y la 1959; Portuondo, Fernando. Historia de Cuba. pedagogía, mientras que en José Antonio Saco la La Habana: Editora Universitaria, 1965; y Vitier, relación es entre filosofía, historia y sociología. Medardo. Las ideas y la filosofía en Cuba. La 14 Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1970. Véase: Cepero Bonilla, R. “Capítulo uno”. Op. cit. (6). 7 Un ejemplo de lo expresado puede encontrarse 15 en el prólogo de Joaquín G. Santana a Varela, El artículo de Carlos Rafael Rodríguez se Félix. Escritos políticos. La Habana: Editorial de publicó en la revista Fundamentos en julio de Ciencias Sociales, 1977. También está presente 1947 y fue reeditado en Rodríguez, Carlos Rafael. en la obra de Raúl Aparicio titulada Hombradía Letra con filo. La Habana: Ediciones Unión, 1987. de Antonio Maceo (La Habana: Ediciones Unión, t. 3, pp. 89-108. 1967. Premio UNEAC 1966). 16 Consúltese Pino Santos, Oscar. Historia de 8 Exponentes de esta tendencia o mejor, de toda Cuba, ob. cit., cap. XV, pp. 167-193. una intencionalidad por reelaborar una visión 17 Entralgo, E. Op. cit. (6). p. 29. marxista leninista de la historia de Cuba, son: 18 Portuondo, F. Op. cit. (6). pp. 352-353. Aguirre, Sergio. Lecciones de Historia de Cuba. 19 Ibídem, p. 33. La Habana: Escuelas de Instrucción Revolucionaria, 20 Le Riverend, J. Op. cit. (6). p. 412. 1961, y Eco de caminos. La Habana: Editorial de 21 Ciencias Sociales, 1974; Chaín, Carlos. Formación ______. El esclavismo en Cuba. Revista de de la nación cubana. La Habana: Colección la Biblioteca Nacional José Martí (La Habana): Granma, 1968. 33; sept.- dic. 1986. 22 9 Ellos son Julio Le Riverend, Fabio Grobart, Ibídem, p. 33. José Luciano Franco, Lionel Soto, Blas Roca, 23 Véanse las obras citadas de María del Carmen Evelio Tellería, Pedro Serviat y Carlos Rafael Barcia, Alicia Conde, Jorge Ibarra y Eduardo Rodríguez, entre otros. Torres Cuevas. 10 Existió como especialidad, junto a la Geografía, 24 Véase particularmente: Remos, Juan J. y Diego en la carrera de Filosofía y Letras. Como González. “La cultura”. En Historia de la nación disciplina académica es fruto exclusivo de la cubana. La Habana: Editorial Historia de la Revolución. Nación Cubana; Lapique, Zoila. Música colonial 11 Véase la revista Pensamiento Crítico, publicada cubana. La Habana: Editorial Letras Cubanas, por la Universidad de La Habana. Ella muestra 1979, t. 1; Torres Cuevas, Eduardo. El auge de la los debates y tendencias existentes en el sociedad esclavista y sus contradicciones.

227 25 Monal, Isabel y Olivia Miranda. Pensamiento 27 Guerra, R. Op. cit. (6). cubano, siglo XIX. La Habana: Editorial de Véase, además: Pérez de la Riva, Juan. El Ciencias Sociales, 2002. pp. 17-19. General Tacón y su época, 1834-1838. In- 26 A Luz siempre se le vincula con Saco y Del troducción a la Correspondencia reserva- Monte debido a que los tres defendieron las da del Capitán General Miguel Tacón. La mismas posiciones contra el tráfico negrero; Habana: Consejo Nacional de Cultura, Bi- participaron activamente en el quehacer blioteca Nacional José Martí, 1963; y En el divulgativo de la SEAP y estuvieron involucrados ciento veinte aniversario del fusilamiento de en la conspiración de La Escalera. En especial Plácido. Revista de la Biblioteca José Martí José A. Saco y José de la Luz y Caballero (La Habana) 6(3-4):73-77; jul.-dic. 1964. dialogaban sobre los problemas acuciantes y 28 Aguirre, Sergio. “Seis actitudes de la burguesía neurálgicos de entonces. Luz le redactó a Saco su cubana en el siglo XIX”. En Eco de caminos. Op. carta protesta por su confinamiento a Trinidad, cit. (8) y Torres Cuevas, Eduardo. El debilitamiento y después a España, por orden de Miguel Tacón. de las relaciones sociales esclavistas, del Este admitió que la razón fundamental de tal reformismo liberal a la revolución decisión fue la ascendencia ejercida por Saco en independentista, ob. cit. la juventud, y porque representaba la tendencia opositora a España dentro de la intelectualidad cubana.

228 Factores que hicieron posible el golpe de Estado de Batista Newton Briones Montoto Historiador

l 10 de octubre de 1948 el presi- ¿Bajo qué parámetros podríamos enjui- Edente Carlos Prío tomaba pose- ciar al gobierno de Carlos Prío? Para sión de su cargo. Se destacó por su evaluarlo utilizaremos el metro dejado participación en la lucha antimachadista por Jorge Mañach: “[...] por no haber como dirigente del Directorio Estudiantil adelantado la colonia en una república de 1930. Fue senador desde 1940 has- que se bastara a sí misma”. ta1948, primer ministro de 1945 a 1947 Repasemos otros factores que incidie- y ministro de Trabajo en 1948. Duran- ron sobre este gobierno. Su autoridad se te los primeros años de mandato se vio comprometida por el auge del pisto- distinguió por el enfrentamiento a los lerismo. Mucha gente, cansada de una sectores de hacendados en el manejo libertad que había degenerado en liber- de la política azucarera. Se comprome- tinaje, se sentía ávida de orden. ¿Podía tió a luchar contra las dictaduras del resolver el Presidente asunto tan esca- Caribe, en especial contra la de Rafael broso como el pistolerismo? Vuelvo a Leónidas Trujillo en República Domini- repetir lo que dije en la Mesa Redonda cana. Apoyó a Juan José Arévalo en cuando se trató el gansterismo. En mi Guatemala. Hizo gestiones en los Es- impaciencia por entender la época bus- tados Unidos a favor de la libertad de qué en archivos, leí libros, periódicos. Pedro Albizu Campos, el patriota por- Hablé con participantes, entre ellos con torriqueño. Su más trascendente obra Segundo Curti, ex ministro de Gober- de gobierno fue la creación del Banco nación y Defensa de aquel período. A Nacional de Cuba, una piedra angular veces no fui muy delicado con él, le para la independencia económica del hice preguntas embarazosas sin tomar país, que muchos gobiernos republica- en consideración sus 80 años. Le pre- nos habían evadido para no verse gunté por qué el gobierno no pudo enemistados con la predominante ban- detener este triste espectáculo de las ca norteamericana. También el Tribunal pandillas. Hasta le insinué debilidad en de Cuentas. Tuvo una actitud democrá- el gobierno. Y me respondió: “Con la óp- tica y tolerante ante todas las opiniones tica de hoy no podrían entender aquello. y fuerzas políticas. No faltaron los erro- Para juzgar la época es necesario incor- res, fue condescendiente con la porar algunos elementos que pueden corrupción administrativa imperante en- haber quedado fuera de las explica- tre sus allegados y en el seno familiar. ciones tradicionales. El poder judicial

229 no estaba subordinado al ejecutivo o tido que otros programas políticos que sea al Presidente. Los jueces tenían llamaban a la diversificación económi- miedo de condenar a alguien que des- ca, la industrialización y la defensa de pués pudiera vengarse. Exigían a las la soberanía nacional. Chibás era el autoridades policiales pruebas muy só- más importante de los opositores, pero lidas sobre los acusados. Por lo general no el único, otros contribuyeron a de- no aparecían estas pruebas y los acu- bilitarlo. Y se encargaron de adjudicarle sados eran puestos en libertad. Y a al gobierno de Prío hechos en los cua- modo de despedida me dijo: “A veces les no tuvo participación. Uno de ellos las cosas no son tan simples como uno es la muerte de Aracelio Iglesias, se- cree…”. Insistí en saber si no existía cretario general de la Federación de otra opción. Él me respondió que ha- Trabajadores Marítimos, el 17 de octu- bía que pasar por encima de la bre de 1948, una semana después de Constitución y de las leyes: “Alguien haber tomado posesión. En el inventa- me propuso utilizar la fuerza, matar, no- rio negativo del gobierno se le consigna sotros no estábamos dispuestos a pasar la muerte del líder portuario y la acu- por encima de nuestras convicciones. sación se arrastra hasta nuestros días. Esto explica haber vivido en Cuba des- Sin embargo, el asesinato fue el resul- pués de 1959 sin ser molestado”. tado de una pugna interna sin Los opositores no desaprovecharon participación oficial. El día del hecho, la brecha democrática y tolerante del tanto Aracelio Iglesias como los heri- Presidente que, unido a su abulia e in- dos, Valdés Gil y Víctor Izaguirre, decisión, hicieron posible ser atacado. acusaron al secretario del Sindicato de Eduardo Chibás se convirtió en el prin- Obreros Portuarios, Alberto Gómez cipal opositor. Criticaba al Presidente Quesada, conocido por Galate, de su por su actuación económica y política. muerte. Para hacer la historia más tris- Indicar las faltas del gobierno era un te, por su mala intención política, es cálculo político más que un sentimien- conveniente señalar que detrás de la to. Su estrategia era debilitar al muerte del dirigente portuario estaba la gobierno mediante la denuncia constan- mano de la compañía americana Word te y quedar como la mejor opción para Line, no obstante, los manipuladores las elecciones de junio de 1952. Chibás prefirieron echarle la culpa al gobierno. hacía suya la frase de Napoleón: “En Galate y demás implicados fueron san- la elocuencia está la verdad”. Acostum- cionados por los tribunales y salieron brado al reconocimiento, no podía amnistiados en el gobierno de Batista. prescindir del aplauso popular. Llegar a Un dato interesante y aclaratorio: la primera magistratura de la nación se- Aracelio Iglesias era primo hermano de ría la culminación de esa carrera. Era Grau San Martín. Un tío de Grau y pa- un magnífico comunicador y ello lo si- dre de Aracelio con una negra es el tuaba entre los políticos destacados. vínculo familiar. Veamos hasta dónde Desde su espacio radial expuso la con- llega la mala intención sobre aquel he- signa “Vergüenza contra dinero”. Esto cho, baste una comparación con otro identificó con mayor rapidez a su par- suceso similar: el asesinato de Sandalio

230 Junco el 8 de mayo de 1942. Era ne- PDN: 6 gro, panadero y comunista. En un PLN: 8 nuevo aniversario de la muerte de PR: 7 Guiteras, el alcalde de Sancti Spíritus PPC(O): 9 convocó a un acto. Sandalio Junco era PAU: 4 uno de los oradores, pero no pudo con- PSP: 4 cluir sus palabras al resultar muerto por En junio de 1951 sonó la campana para un disparo. Conocido luchador obrero elegir al futuro Presidente en las próxi- y compañero de Rubén Martínez mas elecciones. En ese momento, las Villena y seguidor de Julio Antonio Me- figuras políticas más destacadas eran lla y de sus concepciones de cómo hacer Eduardo Chibás, Fulgencio Batista y la revolución. Y si estas concepciones de . Cada uno tenía su pro- Mella y Sandalio no coincidían con otros, pia motivación para dedicar tiempo a debían ser derrotados por los argumen- tan extenuante trabajo. En torno a esta tos y no la muerte. Sin embargo, cuando incógnita por despejar giraba toda la se habla de Mella el nombre de Sandalio vida del país. Las afiliaciones en los di- no es mencionado y tampoco dicen que ferentes partidos se comportaban de la fue la persona que despidió su duelo. forma siguiente: Sospechoso y diferenciado tratamiento Partido Revolucionario Cubano en la muerte de dos líderes obreros. (A): 879 186 Resaltan la muerte de uno y esconden Partido Liberal: 302 549 (Eduardo las causas de la muerte del otro. ¿Por Suárez Rivas) qué? Otro misterio a resolver en la his- Partido Republicano: 253 704 toria cubana. (Alonso Pujol) Sigamos después de esta breve Partido Demócrata: 220 230 (José disquisición. Para esa época de 1950 R. Andreu) el gobierno de Carlos Prío se mantenía Partido del Pueblo Cubano (O): con popularidad. Las elecciones parcia- 159 171 (Millo Ochoa) les de junio de ese año lo confirmarían. Partido de Acción Unitaria: 143 005 Para los cargos de senadores, represen- (Fulgencio Batista) tantes y alcaldes, cada partido obtuvo Partido Socialista Popular: 126 524 los siguientes resultados por alcaldías: (Juan Marinello) Partido Revolucionario Cubano No obstante las afiliaciones, cada can- (Auténticos) [PRC(A)]: 67 didato continuaba en su carrera por Partido Demócrata (PDN): 18 ganar adeptos. Partido Liberal (PLN): 21 Fulgencio Batista se había divorcia- Partido Republicano (PR): 12 do de su primera mujer y la separación Partido del Pueblo Cubano (Orto- le produjo una merma de sus mal habi- doxos) [PPC (O)]: 3 das riquezas. Era codicioso, con un Partido de Acción Unitaria (PAU): 3 deseo exagerado de tener dinero y bie- Partido Socialista Popular (PSP): 1 nes. La segunda esposa lo estimulaba en Actas de Representantes la dirección interesada, volver al poder. PRC(A): 28 La conspiración y el golpe de Estado

231 eran consustanciales a Batista. El pe- gada de hacerlo, el Ministerio de Obras riodista Ciro Bianchi ha descubierto en Públicas. sus diferentes crónicas las acciones Eduardo Chibás hacía lo indecible contra los gobierno auténticos. Los gol- por mantenerse en los primeros planos. pes de Estado no comenzaron el 10 de Supo atacar mejor al gobierno de Car- marzo de 1952, sino en 1944, y quizás los Prío que este defenderse. Los algo atrás el 4 de septiembre de 1933. políticos valen por saber aprovechar las Antes de producirse el cambio de man- oportunidades y defenderse en la ad- do de Batista por Grau, estaba en versidad. La consigna de Chibás, marcha uno que sería ejecutado por “Vergüenza contra dinero”, a pesar de Manuel Benítez. Llegar a Presidente ser efectiva en política, era excluyente era la manera de rellenar los bolsillos en economía. Bien podría haber sido disminuidos. Era hábil y sagaz, sabía “Vergüenza con dinero”. Prometía en utilizar la mano izquierda y la derecha. caso de llegar a presidente, entre otros Podía pactar con los comunistas, enten- remedios, lo siguiente: derse muy bien con los norteamericanos Pagar el atraso de 62 millones a los y asesinar a sus opositores. Su pasado veteranos. tenebroso –desde 1933 hasta 1944–, Pagar el atraso de cinco millones a traía el recuerdo del palmacristi y los los jubilados. desaparecidos. Tenía en su contra, ade- Pagar el atraso de tres millones al más de lo mencionado, la dicción, no era poder judicial. todo lo agradable que se espera de un Expropiar 250 mil caballerías de la- político, aunque sabía argumentar a fa- tifundios mediante el pago de 250 vor de sus propósitos. Debido a todo lo millones de pesos, lo que hacía un anterior, no lograba rebasar en las en- total de 320 millones. cuestas al segundo candidato. En ese momento, el presupuesto de la El ingeniero Carlos Hevia tenía un República, el más alto de todos los abundante historial de lucha, había sido tiempos, era de 300 millones y en caso uno de los expedicionarios de Gibara, de llegar Chibás a Presidente y cum- y fue Presidente por pocas horas des- plir lo prometido debía duplicar los pués de la renuncia de Grau en 1934. impuestos, algo imposible también. Sus Quizás esto último lo hacía esforzarse promesas eran contradictorias, había en lograr lo que pudo ser y no fue. Era sido senador y nunca propuso una ley considerado un hombre honesto, sin en el parlamento, ¿por qué?, la presi- embargo, era poco elocuente, condición dencia se ganaba con la denuncia, necesaria para un político. Un fuerte manteniéndose en los primeros planos, acné juvenil había dejado marcas en su y no en las batallas parlamentarias. cara y ello lo hacía menos atractivo. A Continuó con su acusación hasta trope- su favor tenía la movilización de los fon- zar con el ministro de Educación del dos de la Comisión de Fomento, porque gobierno de Prío, Aureliano Sánchez a través de ella podía dar la sensación Arango, a quien culpó de malversador, de hombre constructivo, aunque ello pero no lo pudo demostrar. Hasta ese provenía de la misma institución encar- momento, la situación le era favorable.

232 A partir de ese 5 de agosto de 1951 Batista con dureza, porque les costaba todo cambió cuando se dispara un tiro. la vida. Otra disquisición necesaria. Una vez más intentó hacer la realidad Nuestra historia está distorsionada y no que necesitaba. Sus irrefrenables ata- por razones del azar sino por intereses ques de incontinencia verbal fueron políticos. Estas llegan a nuestros días y más allá de lo permitido por la cordu- nos confunden con toda intención. Al- ra. La fórmula encontrada para salir del gunos investigadores repiten lo que atolladero lo llevó directo a la muerte. otros con malas intenciones hicieron en Después de esa fecha cambió el pano- su época. Debemos desconfiar de lo rama político, nada fue igual. En obvio, ponlo todo en duda dijo Carlos diciembre de 1951, muerto el líder or- Marx. José Manuel Alemán, a quien todoxo, la revista Bohemia publicaba el todos conocen, podría servir de ejem- survey del momento: plo. Cuando se habla de robo en Cuba, Roberto Agramonte, el sustituto de aparece Alemán encabezando la lista. Chibás: 29,29% Algunos miserables, con intereses po- Carlos Hevia: 17,53% líticos y la ayuda de los medios de Fulgencio Batista: 14,21% comunicación, modificaron la prioridad Sin embargo, en el survey que apare- de la lista. Esto no es casual, detrás hay ce en Carteles (febrero 3, 1952, una mano oscura manipulando quiénes páginas 28-32), referente a las provin- son los buenos y los malos. Ustedes cias orientales, los resultados son bien querrán que yo se los diga. Prefiero diferentes. En la preferencia de voto dejarlo inconcluso para motivar a otros sigue el siguiente orden: investigadores a hacerlo. Les puedo Agramonte: 25,75% adelantar algo, el mayor ladrón de to- Batista: 23,14% dos los tiempos fue Fulgencio Batista Hevia: 18,95% y Zaldívar, él debía encabezar la lista Otra disquisición necesaria. La encues- y no Alemán. Y no sólo era ladrón, ta deja mucho que pensar sobre el también asesino y golpista. Y si al- conocimiento de los cubanos sobre la guien tiene dudas puede remitirse al realidad circundante. Esta podría ser libro de Guillermo Jiménez, Los pro- una próxima conferencia de algunos de pietarios en Cuba. Esto no significa nuestros historiadores y llevar el si- que el ministro de Educación del go- guiente título: “La inocencia de los bierno de Grau no haya robado. La cubanos”. Cómo explicar entonces que pregunta sería, ¿por qué cuando se ha- el peor gobernante de toda la época re- bla de robo muchos recuerdan a publicana, Fulgencio Batista, se Alemán y no a Batista? Sin saberlo mantuviera en los primeros planos de la están actuando según los deseos de los contienda electoral. El bonchismo, hijo interesados en adelantar sus propósi- legítimo de Batista y su época, al pare- tos. Batista sabía que al segundo lugar cer había sido olvidado. No obstante, no le correspondía la presidencia. Y aunque allí vivieron y se desarrollaron los desde hacía algún tiempo, venía ha- hombres que después serían los oposi- blando con oficiales retirados y en tores sistemáticos, estos no criticaron a activo, los cuales le habían propuesto

233 entrar a formar parte de una conspi- tas del gobierno parecieron mayores ración, que venía caminando desde que las de otros regímenes anteriores, principios del año 1950, pero él rehusó ello se debió a que el pueblo las veía a comprometerse en aquel momento. través de la implacable lupa de aumento Pensaba entonces que el partido inau- de una propaganda inescrupulosa de gurado por él, el PAU, podía vencer. A descrédito, que las hacía parecer no so- finales de 1951 modifica su parecer. La lamente gigantescas, sino únicas en la muerte de Chibás y los por cientos ne- historia política y administrativa del país. gativos de las encuestas, explican su Sin saberlo, los voceros de esa oposi- actitud. No es casual lo que le dijo a ción minaron su camino hacia el poder Rivero Agüero al enterarse por este de que creyeron tenían ya en la punta de la muerte de Chibás: los dedos. El ariete verbal de Chibás –Chibás se dio un tiro –le informó a debilitó al gobierno, Batista lo supo y se su jefe. aprovechó de ello una vez muerto el di- –¡Que no se muera! –contestó Ba- rigente ortodoxo. Sintonizó la tista, quitándose una toalla de encima. frecuencia dejada por Chibás y le dio Rivero Agüero se sorprendió ante di- continuidad. Crear un estado de intran- cha expresión, pero no dijo nada. Media quilidad era la manera anticipada de hora después, uno de los ayudantes de lograr su intención. Las instrucciones Batista le comunicó a Rivero Agüero dadas por el general a sus seguidores que el senador quería que regresara con y recogidas en el informe del capitán él. A las 12 de la noche salieron en di- Salvador Díaz-Versón lo confirman: rección a La Habana. En el carro, Primero- Crear un clima de agita- Batista comenzó a comentarle: ción nacional tendiente a demostrar –Hoy cuando yo dije que no se mue- que el gobierno actual carece de ra Chibás, tú me miraste extrañado. fuerza para controlar el orden, man- –Sí, es verdad. ¿Por qué? ¿Ahora tener la paz pública y garantizar los usted es de Chibás…? derechos de propiedad y libre em- En los labios de ambos se dibujó una presa. sonrisa. Y Batista remató el tema con Segundo- Llevar a la opinión públi- la siguiente expresión: “Si se muere ca, el criterio de que sólo Batista Chibás se cambia la historia de puede restablecer ese equilibrio, Cuba…”. que aseguran ellos interrumpido Hasta ese momento, la atmósfera […], habiéndose acordado en esa reinante antes de llegar a las eleccio- reunión, acelerar los contactos con nes de 1952 hacía difícil a los 2 100 000 militares en servicio activo al obje- votantes descubrir quién era la mejor to de utilizarlos, si estimasen candidatura. En este caso prevalecían necesario un golpe de Estado y, al en los electores los sentimientos por mismo tiempo, aumentar la propa- encima de los cálculos. La oposición ganda en el sentido expresado, y utilizó contra el gobierno tanto la pala- realizar múltiples agitaciones, esti- bra verbal como escrita. Esto terminó mulando a los jóvenes del partido, minando la conciencia y la fe. Si las fal- para que realicen [sic] atentados

234 personales y promuevan toda cla- directivas, Batista comienza a ejecutar se de alteraciones en el orden su plan. El 10 de marzo de 1952 a las público para colocar a la Repúbli- 2 y 43 de la madrugada penetró en el ca en un estado de inquietud y campamento de Columbia. Minutos des- alarma, que pueda justificar la toma pués, los militares en activo se unieron del poder por medios ilegales y al ex general sin hacer la menor resis- anticonstitucionales. tencia. A las ocho de la mañana el golpe Una conversación antes del golpe de estaba casi consolidado y a la una de Estado entre Batista y Alonso Pujol la tarde era una realidad. Veintidós pueden ilustrar la intención: “Aún no ha hombres habían depuesto en menos de ocurrido un hecho de tanta resonancia cinco horas al gobierno constitucional. como fue en España la muerte de Cal- El presidente Prío no tuvo la disposición vo Sotelo, preludio de la sublevación de de resistir y el drama terminó, como los Generales Sanjurjo, Franco y Mola”, está previsto en el guión de la cultura le dijo Pujol. En la crónica de Ciro cubana, con una melodiosa canción, El Bianchi, “¡Se acabaron las pistolas!”, se madrugón, del trío Servando Díaz, po- demuestra que detrás de la muerte de niendo punto final al hecho. Alejo Cossío del Pino estaban las ma- nos de los batistianos. A partir de estas

235 Sobre la responsabilidad social del diseñador Claudio Sotolongo Diseñador y profesor del Instituto Superior de Diseño

When I found myself in times of trouble Mother Mary comes to me. JOHN LENNON

l ya definitivo impacto de los me- este acontecimiento, y que es conoci- Edios de comunicación en la vida do como modernidad ratificó la cotidiana nos impide distanciarnos de la existencia de un nuevo paradigma, la realidad, pero nos coloca en la duda de ciencia, la cual vendría a dotar de res- la aceptación acrítica de ella. Si puestas a los problemas de la recapitulamos de manera sintética la humanidad. Durante más de 200 años, historia de la civilización occidental ve- la civilización depositó toda su con- mos cómo esta se ha construido sobre fianza en este nuevo sistema que la base de varios paradigmas a lo lar- proveería de nuevos valores; en un go de su existencia. Tiempos de modelo que somete todas las pregun- equilibrio y balance se alternan con tas a la comprobación experimental, tiempos de desenfreno y caos en una pero que sitúa todas las posibles res- sucesión rítmica que describe un com- puestas entre las asépticas paredes de portamiento en espiral. un laboratorio. En el milenio anterior, dos grandes El nuevo milenio trajo consigo un temas rigieron la vida de los seres hu- cuestionamiento a ambos paradigmas. manos y sobre estos se articularon los Religión y ciencia colocan las solucio- sistemas de valores y normas que nes fuera del individuo, liberándolo, en tutelaron los diferentes estadios de su parte, de la responsabilidad de sus ac- desarrollo. La religión, en un primer tos. Dios en uno y el caos en el otro momento, centralizó este desarrollo, parecen organizar nuestras vidas, con- basado en criterios y normas de cier- trolar nuestros destinos y trazar el ta rigidez y las diferentes sociedades camino de nuestras vidas. Sin embar- medievales vieron el avance del cono- go, el arribo de una nueva posición, que cimiento dentro de los muros de los coloca al individuo y a su responsabi- monasterios y las bibliotecas eclesiás- lidad como ser social en el centro de ticas. El advenimiento de la revolución las discusiones da un vuelco a histo- francesa consolidó un cambio de pa- ria occidental de casi dos siglos; radigma, el período histórico que abre asumir en todo momento la responsa-

236 bilidad por las acciones tomadas; ba- cialismo utópico del siglo XIX la existen- sar las relaciones con otros seres cia de un ambiente que denigra y humanos en el respeto a la diferencia; condena al sujeto a un estado de alie- potenciar la diversidad y el cuidado del nación permanente con respecto al medio ambiente, y respaldar la exis- ambiente y los bienes de consumo. En tencia de una equidad social son sus varios escritos dedicados al traba- cuestiones que, sólo ahora, entran en jo podemos encontrar, una y otra vez, los círculos de debate. la preocupación constante por la rela- El nuevo paradigma encuentra su ción del hombre con su labor, tanto en razón de ser en el individuo y su ver- el caso de los diseñadores, como en sión perfeccionada que es, sin duda, el todo aquel que ejerce una profesión u ciudadano. Un ciudadano del siglo XXI, oficio. Para Morris “[…] el trabajo va- educado y culto, consciente primero lioso lleva consigo la esperanza del de su responsabilidad como ser social placer en el descanso, en la utilización en un entorno que está devastado por de lo producido y en nuestra habilidad los medios de comunicación masiva, diaria y creativa”.1 las guerras, la globalización y la insa- El siglo XX ha quedado caracteriza- ciable sed de poder. do por las revoluciones y por los Dentro de este nuevo contexto, el di- cambios dramáticos en la forma seño se plantea como mediador de las geopolítica del mundo. Estos procesos relaciones con un cliente, como una de modificaron las estructuras sociales, las herramientas básicas para una huma- políticas y económicas de los pueblos. nidad en peligro de extinción. Un El diseño en su esencia quedó definiti- profesional responsable, que debate vamente recolocado como agente de conscientemente en los espacios corres- transformación social y los diseñadores pondientes y se preocupa por modificar como los responsables de comunicar los aquella actitud consumista hacia produc- nuevos cambios. tos y servicios, y apuesta por la La revolución de octubre en las fi- interacción eficiente del sujeto humano guras de El Lizzitsky, Kasimir con los artefactos industriales y las pro- Malevich o Rodchenko introdujo un pias consecuencias que tienen estos en cambio radical en la elaboración de los la vida de las personas. Este nuevo mensajes; su compromiso con el mo- diseñador estará situándose a sí mis- mento histórico se refleja en las mo en el centro de este nuevo modelo numerosas obras que abarcan todos cuyo arribo se hace inminente en el los soportes de la comunicación visual. contexto contemporáneo: la ética. En paralelo, los experimentos tipográ- Interesante en este ámbito es el ficos de Marinetti recolocaron el diseño, devenir histórico de la una vez deno- lo hicieron parte integrante del proce- minada conciencia humanista del so creativo, las “palabras en libertad” diseñador, ahora conciencia ética. Un parten de una nueva concepción de la comienzo para esta preocupación social poesía, que requiere una nueva se lee ya en los escritos de William formalización del mensaje. “Ya no exis- Morris, quien se cuestiona desde el so- te la belleza fuera de la lucha.

237 Ninguna obra desprovista de carácter Una vez más las ideas más renovado- agresivo puede ser una obra de arte”,2 ras se asientan sobre un pensamiento la sociedad del momento está retada socialista, que valida el cambio y que desde la visualización nueva de un mira a la sociedad que le rodea como al mensaje, y es que los procesos revo- sujeto social para el cual es preciso de- lucionarios, los ismos en el arte sarrollar la labor de diseño. repercuten de una vez y por todas en el Poco más de un cuarto de siglo des- diseño. pués del cierre de la Bauhaus, se La concepción humanista, la preocu- produce la entrada de los “barbudos” pación por el hombre serán un tema en La Habana y con estos la transfor- recurrente, la interconexión se impuso mación radical de un sistema capitalista, y es que “[…] el futurismo, el dadá, el dominado por el ya consolidado impe- surrealismo; la escuela De Stijl, el rialismo norteamericano, en un naciente suprematismo y el contructivimo tuvie- sistema socialista. En este nuevo siste- ron un impacto directo sobre el lenguaje ma, que enfoca todas sus fuerzas en la gráfico de la forma y la comunicación creación de un hombre nuevo, el dise- visual de este siglo”.3 ño ha de cambiar, su papel se modifica La relación con la belleza como cua- radicalmente y tras un período de bús- lidad transformadora y consecuente queda, comienza a encontrar su manera de enriquecer la vida de los lenguaje en la segunda mitad de la dé- pueblos se ve atravesada una vez más cada del 60. cuando en la Bauhaus el arquitecto Una década agitada, en donde varios Walter Groguis, que procedía del estu- intelectuales se acercaron de manera dio de Peter Behrens, es capaz de crítica a la cultura de masas, la identi- incorporar la idea de “[…] proyectar ficaron y caracterizaron. De ella diría una nueva filosofía que expresa y ex- Edgar Morin que es “[…] producida se- pande la emergente sensibilidad gún normas masivas de fabricación Modernista, en la cual la integración industrial; extendida por técnicas de di- del arte y la tecnología y el desarrollo fusión masiva […]; dirigida a una masa de una estética para la producción social”.5 seriada es vital”.4 Mientras la función del diseñador en La Bauhaus, que se plantea como el capitalismo consiste en estimular la el último fin del diseño a la arquitec- estructura del sistema; función a la que tura y como mediadores en este debe oponerse su responsabilidad so- proceso al diseño gráfico, el mobilia- cial6 sobre la propia sociedad de rio, los textiles, etcétera, concreta un consumo, en la que su responsabilidad programa modélico, donde el objeto o social queda circunscrita a un carácter la pieza de comunicación visual no sólo individual, los diseñadores cubanos asu- han de cumplir con un riguroso proce- men una posición radical frente a esta so productivo, sino que están obligados cultura de masas. Desde las portadas a elevar la calidad de vida del usuario del semanario Lunes de Revolución final, ya sea por sus aportes de tipo (1959-1961), en las cuales la experi- funcional como por su belleza implícita. mentación tipográfica recuerda las

238 composiciones de Marinetti, se aprecia lletes de un dólar norteamericano, pero ya el despegar de una nueva gráfica. son los diseñadores los que le dan el as- Una gráfica que se consolidará años pecto a Dios; cuando el paradigma se más tarde en la labor de otros ha desplazado hacia la ciencia, ella será diseñadores como Antonio Fernández el nuevo Dios, pero la ciencia, que apa- Reboiro, Antonio Pérez, Raúl Oliva, rentemente carece de ideología, Olivio Martínez y Félix Beltrán por sólo adquiere a su vez la forma de los obje- citar algunos. tos de consumo, una forma que le será Sin embargo, uno de los elementos dada por los diseñadores, una forma de especial interés en este período es styling, racionalista o postmoderna. que, aparejado a la producción en el Pero, al fin y al cabo, una forma que campo de la gráfica, se publicarán va- llegará en el futuro cercano a ser re- rios artículos, entrevistas y algunos flejo de nuevas preocupaciones: la pocos libros sobre el diseño cubano, lo sustentabilidad, la reutilización y el con- que nos permite, a casi 50 años de dis- trol racional de la energía desde la tancia, asomarnos al pensamiento y las concepción hasta el final de la vida útil ideas detrás de la inmensa obra de esos del producto serán las nuevas guías años. para el nuevo diseño. Una vuelta, en la Un alto grado de compromiso con el espiral del desarrollo a un producto proceso revolucionario, recoloca la res- adaptado y socialmente responsable. ponsabilidad del diseñador, lo sitúa al El diseño contemporáneo tiene ante sí frente de las vanguardias estéticas na- los grandes retos de la humanidad, re- cionales y le hace partícipe de la lucha cogidos en los Objetivos del Milenio de revolucionaria. Sobre la responsabilidad la Organización de las Naciones Unidas. social del diseño, Félix Beltrán, junto a Las ocho metas trazadas por esta orga- Olivio Martínez y Nils Castro, nos avisa nización internacional bien podrían servir en un texto de 1971, aparecido en la re- de punto de partida para comenzar a vista Santiago, en el que comenta pensar en la incorporación de un con- además el papel del cartel cubano revo- junto de prácticas que funcionen en lo lucionario: “[…] cualquier cartel, no interno de la profesión sin afectar su ca- importa sobre qué tema, es un cartel so- rácter de servicio. De otra manera cial. […]. La política también es cultura seguiremos maravillándonos con ciertos y ningún cartel es apolítico o acultural”.7 artefactos de catálogo que si bien pare- Es esta cultura de masas la que sitúa cen responder a posiciones más una vez más al diseñador no ya como comprometidas ambiental y socialmen- artífice visual, sino como productor. te, sólo sirven para complacer la vanidad Cuando W. Benjamín habla del adveni- de hacer y vivir un diseño responsable. miento de la época de reproductibilidad, las imágenes se apoderan de la socie- Notas dad, el diseñador es ahora un productor de imágenes, el que dará forma a las 1 Morris, William. “Trabajo útil o esfuerzo inútil”. nuevas expresiones culturales. “En Dios En Arte y sociedad industrial. Ciudad de La confiamos” se lee en el retiro de los bi- Habana: Editorial Arte y Literatura, 1985. p. 77.

239 2 Marinetti, Fillipo. “Fundación y manifiesto del 6 Beltrán, Félix. “El diseño, sus consecuencias”. futurismo”. En Micheli, Mario. Las vanguardias En Desde el diseño. La Habana: s.n., 1970. artísticas del siglo XX. La Habana: Editorial Arte También puede consultarse en La Gaceta (1970). y Literatura, 1972. p. 456. 7 Beltrán, Félix, Nils Castro y Olivio Martínez. 3 Meggs, Phillip. Historia del diseño gráfico. Qué es el cartel cubano. En Acerca del diseño. La México: Trillas, 2002. p. 301. Habana: Cuadernos de la Revista Unión, 1975. 4 Blackwell, Lewis. 20th Century Type Remix. p. 56. Londres: Lawrence King, 1998. p. 34. Originalmente apareció en la revista Santia- 5 Morin, Edgar. El espíritu del tiempo. Diseño go (Santiago de Cuba) en 1971. (La Habana) [s.p.]; mar. 1970.

240 DOCUMENTOS RAROS

Otro texto inédito de Félix Varela Amaury B. Carbón Sierra Profesor de la Universidad de La Habana

uestra revista se honra, una vez Nmás, en dar a conocer la localiza- ción y traducción al español de una obra filosófica en latín del eminente pro- fesor y sacerdote Félix Varela y que cree perdido el tiempo que se em- Morales (La Habana, 1788-San Agustín, plea en refutar los sistemas, Florida, 1853), la cual era sólo mencio- principalmente el del mediador plásti- nada desde hace más de medio siglo. co de Cuddwort”. Con esta obra, a la Se trata del tomo dos de sus Institutiones que añadió al año siguiente un tomo Philosophiae ecclecticae... (Institucio- tres, inició Varela en el Seminario de nes de filosofía ecléctica para uso San Carlos y San Ambrosio la refor- de la juventud estudiosa), dedicado ma filosófica en cuanto a contenidos a la Metafísica, y que, al igual que el y métodos, incluido el uso en sus cla- tomo uno, viera la luz sin la indicación ses del español –y no del latín– con el del autor, en 1812, en la imprenta carácter de lengua de cultura y cien- habanera de Antonio Gil. Se le cono- cia del que carecía. cía únicamente por la descripción que El tomo dos de la Metafísica, que había hecho Antonio Bachiller y Mo- consta de 129 páginas de 25 renglones, rales en su Catálogo de libros y se halla en la Colección de libros raros folletos publicados en Cuba desde y valiosos de la Biblioteca Central la introducción de la imprenta has- Rubén Martínez Villena de la Univer- ta 1840, publicado en sus sidad de La Habana, encuadernado a Apuntes...(1859-1861): “El segundo continuación del tomo uno. Aunque bien tomo [la Metafísica] tiene 47 páginas catalogado, quizás por ello, y por haber de doctrina y el resto con 39 proposi- sido publicado sin el nombre del autor, ciones entre las que se trata de las u otras circunstancias, pasó inadverti- relaciones del alma con el cuerpo, en do, incluso para el profesor Roberto

241 3 Agramonte, vicerrector de la Univer- Traducción sidad, quien en l952 se refería a ese tomo dos de Metafísica como “por Proposición XXVII 1 desgracia no localizado”. Agramonte El cuerpo es causa ocasional era entonces, además, director de la de las afecciones del alma Colección de Autores Cubanos que ese mismo año publicaba el tomo uno El cuerpo por una acción externa, o de las Instituciones... y ocho años también alguna interna, puede variar su antes había dado a conocer la obra de estructura natural; de esta variación re- otro fundador, José Agustín Caballero, sultan las afecciones del alma, las a la que siguieron nuevos aportes cuales sin embargo no produce, como divulgativos de donde parte la impor- dijimos antes. Nada más requiere la tancia de su juicio para otros explicación de la causa ocasional; lue- investigadores. go el cuerpo..., etcétera. Dada la infructuosa indagación que Sección III habíamos realizado en los catálogos de las principales bibliotecas de América Acerca de las opiniones de los y Europa, incluida la Vaticana, y en demás sobre este asunto otras de Cuba hasta la localización del texto, concluimos que probablemente Muchas más opiniones acerca de estamos en presencia de un ejemplar esta materia, la cual consideramos (de único, lo que le confiere mayor valor. todas) la más difícil, han sido ciertamen- Por esa condición, y por ser un docu- te los sistemas inventados, el influjo mento de primera mano de la etapa físico, las causas ocasionales, las armo- inicial del pensamiento de un forjador nías preestablecidas y la del mediador de nuestra nacionalidad, no sólo llama- plástico. Muy poco diremos de cada uno. mos la atención sobre esta obra, casi Sistema del influjo físico bicentenaria, sino que ofrecemos un fragmento de la traducción, aún inédi- Este sistema supone que el alma ta y pendiente de revisión, que para opera en el cuerpo, y él en ella real y contribuir a su preservación y conoci- físicamente. De este modo se expone miento hemos realizado. por la mayoría de sus defensores, como Para todo lo referido al marco si alguna realidad que exista en el cuer- referencial de este texto, remitimos al po transitara al alma; y por el contrario título en tres tomos Félix Varela. se comunicara algo positivo del alma al Obras,2 principalmente a la “Introduc- cuerpo. Sucede así que ellos mismos ción” del profesor Eduardo Torres declaran sinceramente no saber nada Cuevas, especialista mayor de quien se en absoluto; y en verdad con razón: Me considera “el que nos enseñó primero defrauda, pues, que sólo sepan profe- en pensar”, y a los “Apéndices” con la rir palabras, pero no puedan nunca bibliografía de Varela hasta 1988, com- formarse una idea. ¿Qué cosa más ab- pilada y anotada por Josefina García surda que se pudiera imaginar la Carranza. influencia del cuerpo en el espíritu y la

242 de este en aquel? Declaramos verda- Pues los cartesianos sostienen que no deramente que el alma puede mover el todas las operaciones del alma ocurren cuerpo, pero negamos que esto pueda absolutamente por obra de Dios; sino ocurrir por influjo o comunicación de que él sólo produce las del alma con res- alguna realidad. Lo que hay en el alma pecto al cuerpo o las del cuerpo con es espíritu, pero ningún espíritu puede respecto del alma: en una palabra, como separarse y volver al cuerpo; así pues, dicen que no se pueden exponer bien no existe ningún influjo del alma. Sin las sensaciones del alma y los movi- embargo, si dicen algunos que esta voz mientos del cuerpo, atendiendo a la significa no la comunicación de la enti- naturaleza de la sustancia de cada uno, dad, sino una acción real, diré que esa acuden a Dios. palabra es inadecuada, pero concede- Hay otros, pero poquísimos, que de ré el significado mientras se hable tal modo siguen el ocasionalismo, que sobre el alma, pero se lo negaré al consideran que todas las ideas y afec- cuerpo en absoluto por las razones ex- ciones del alma suceden por obra de puestas. Dios, pero, no obstante, aunque admi- ten la cooperación de la voluntad de Sistema de las causas ocasio- Dios, porque es justo, desechan la ac- nales ción real. Luego, son censurados por Muchos modernos piensan con Des- algunos, injustamente sin acritud, como cartes que la acción del alma en el aniquiladores de la libertad humana. cuerpo es nula, y que Dios no limita el Sin embargo, no admitimos este siste- alma a la del cuerpo sino en ocasión de ma, porque parece en exceso arbitrario, las afecciones del cuerpo, pero, por el ya que no ha sido aún bien comprobado contrario, según sus voliciones el alma que la mente humana no pueda produ- mueve al cuerpo. Así pues, por este cir movimientos corpóreos, ni que el sistema tanto el alma como el cuerpo cuerpo conceda la ocasión de operar en son causas ocasionales por cuyo exa- el alma; incluso esto nos parece cierto, men Dios opera. De ahí que se haya y no podemos avanzar en ello con tan echado a suertes el nombre de causas difícil orden. Sucede que por su cons- ocasionales. titución parece ajeno a su naturaleza, Ciertamente, me atreveré a refutar pues priva al alma de su actividad, pero este modo mismo de juzgar, aunque no consta que ella es activa en el más alto todas las cosas que han excitado la có- grado en calidad de sustancia espiritual, lera de algunos, pero en verdad no y no parece conveniente que no rija su puedo aceptarlo. Algunos estiman este propio cuerpo sino que sólo lo haga para sistema conveniente a la libertad huma- que la sustancia inerte pueda también na, porque la moción divina admitida por ofrecer la ocasión, es decir, concederla. los cartesianos no puede estar exenta El principal argumento de los de la acción de la voluntad, por lo cual cartesianos procede de este modo. El se engañan e injurian no poco a los muy alma conoce o no los objetos antes de piadosos y doctísimos varones defenso- la formación de las ideas: si se da lo pri- res de un sistema de esta naturaleza. mero, la formación de la idea es

243 superflua; en el segundo caso, si el alma da, necesariamente arde. Pero el pin- representa la idea no menos exacta con tor no puede pintar la imagen de un que un pintor da la imagen de un hom- hombre desconocido, porque no tiene bre del cual no tiene noticias, así pues nada intrínseco que lo determine a ha- el alma no puede formar ideas. cer esa representación, pues lo Para refutar esto, conviene advertir intrínseco, es la propia idea, pero qui- que una es la razón del agente por su tada esta, nada permanece que sea naturaleza, y otra la del agente por su orientado por la observación. Lo diré doctrina. Es decir, el alma por su natu- con una máxima: La idea tiene algo in- raleza está determinada a la formación trínseco determinativo en su propia de las ideas sin ningún precepto, pero alma; es decir, la inmutación de la ac- el pintor, no por su naturaleza sino por ción conservadora: pero la imagen de su doctrina y por los preceptos, forma un hombre desconocido nada intrínse- una imagen. La razón de estas cosas co tiene en el pintor. se debe a que la acción natural es in- trínseca, aunque la artificial, extrínseca. Notas Por lo tanto, señalamos la diferencia de este modo: el alma puede formarse 1 Agramonte, Roberto. José Agustín Caballero y en sí misma la idea del objeto, es más, los orígenes de la conciencia cubana. La Habana: antes de conocerlo, porque ejerce una Universidad de La Habana, 1952. p. 169. acción conservadora intrínseca y ac- 2 Torres Cuevas, Eduardo, Jorge Ibarra Cuesta y tual, cuya carencia, así pues, es la Mercedes García Rodríguez. Félix Varela. Obras. privación de algo intrínseco, y en con- La Habana: Editorial Cultura Popular, 1997. secuencia, el alma, naturalmente 3 Agradezco a Lourdes Morales, directora del cognoscitiva, se hace necesariamente departamento, y a Bárbara Susana Sánchez, consciente de su afección; como un directora de la DICT-UH, y a los demás trabajadores de la Biblioteca Rubén Martínez cuerpo naturalmente pesado, si carece Villena de la Universidad de La Habana, el apoyo de sustentación, entonces necesaria- y las facilidades que me brindaron para la mente cae; y el fuego que naturalmente traducción. quema, si no existe causa que lo impi-

244 LIBROS El juicio del Moncada, de Marta Rojas* Araceli García Carranza Investigadora y bibliógrafa

uando Marta Rojas, recién gradua- Cda de la prestigiosa Escuela de Pe- carnaval santiaguero. Cano le promete riodismo Manuel Márquez Sterling, en 50 pesos por ayudarlo a retratar las ca- 1952, aún sin haber logrado vínculo la- rrozas, mientras ella le señala los pies boral, ni plaza fija alguna, viaja al año a las fotos y toma notas para redactar siguiente de La Habana a Santiago de la crónica. Este objetivo cambia de Cuba, en el mismo tren donde lo hacían pronto en la madrugada del 26 de julio algunos combatientes del Moncada, se cuando al parecer oyen la explosión de iniciaba así en su vida, parafraseando unos cohetes, a los que él identifica a Alejo Carpentier un contacto cotidia- como tiros que vienen del cuartel no con algo que podríamos llamar lo Moncada, y ambos deciden dirigirse al real maravilloso. Todo va a resultar Diario de Cuba donde fueron informa- maravilloso al acercarnos apenas a la dos de que los soldados del cuartel se forja de este libro titulado, en su sexta fajaban entre ellos. edición, El juicio del Moncada. Marta insiste en dirigirse al cuartel, Y dejando que en la vida lo maravi- incluso con la anuencia de su madre, lloso fluya libremente, Marta llega a quien a pesar del peligro entiende que Santiago y se pone en contacto con ella había estudiado para ir en busca de Panchito Cano, su vecino y colega, con la noticia. quien ya había realizado algunos repor- Al llegar, Panchito Cano toma fotos tajes para la revista Bohemia. En esa a su antojo, y después de otros inciden- ocasión, el objetivo periodístico era el tes, en un momento dado le pide a Marta

*Palabras en la presentación de la obra en la Feria Internacional del Libro de La Habana el 17 de febrero de 2009.

245 que lo siga, pone las fotos en la cama algunos magistrados santiagueros, cu- de un camión y las cambia por las del yas entrevistas aparecen en Bohemia, carnaval que ella llevaba en los bolsi- y se las muestra. Ellos, halagados, la llos de su falda, y él las entrega a los ponen en la lista de los periodistas de custodios del lugar, mientras Marta Oriente que asistirían al juicio del guarda en sus bolsillos las comprome- Moncada. Por su parte, los periodistas tedoras, así viaja a La Habana con un de La Habana se retiran convencidos de primer reportaje de los sucesos del 26 no poder publicar nada ante la férrea de julio y las fotografías correspondien- censura batistiana. tes. Visita a Miguel Ángel Quevedo, Al fin, Marta asiste al juicio y allí director de Bohemia, quien supo aqui- toma notas con especial fruición y latar la valía de la información, pero la cuando cada día terminaba una sesión censura le impidió publicar este primer de la Causa 37, salía del Tribunal lle- reportaje, sólo divulgaría algunas fotos vando las anotaciones escritas en con los pies de grabados redactados cuartillas de papel gaceta, dobladas en por la periodista, a la que le aconseja forma de acordeón, y así andaba unas que vuelva a Santiago, pues aparente- 20 cuadras desde la Audiencia hasta su mente la persona más comprometida casa. En el trayecto narraba detalles y era Cano. diálogos a personas deseosas de saber En Santiago, Marta visita lugares re- lo ocurrido, lo cual le servía para pre- lacionados con el asalto con vistas a cisar aún más en su memoria nombres enriquecer el reportaje no publicado. y frases, aunque para algunas pregun- Posteriormente, disfruta vacaciones en tas no tenía respuestas. Al llegar a la agosto y visita de nuevo La Habana, casa, su hermana Mirta y su amiga Mar- donde Enrique de la Osa, periodista de ta Cabrales, emparentada con la Bohemia y jefe de su sección “En esposa del General Maceo, la ayuda- Cuba”, y Miguel Ángel Quevedo le su- ban a descifrar sus propios manuscritos gieren que regrese a Santiago y hable para pasarlos en limpio como si se fue- con Baudilio Castellanos, abogado de ran a ser publicados al día siguiente y oficio entonces, al cual le dice que sin pensar siquiera en la censura que quiere asistir al juicio de los asaltantes por aquella época parecía eterna. al Moncada que comenzaría el 21 de Terminado el juicio, Marta lleva su septiembre. Asimismo, ella logra ver a original, que todavía conserva, a la re- vista Bohemia, donde Quevedo le pone OK y se lo entrega a Enrique de la Osa, pero ella todavía no logra publicar su tes- timonio, salvo en una oportunidad en que se suspende la censura y hace una sín- tesis que corrige el poeta Ángel Augier. Todo sigue resultando real y mara- villoso mientras se forja el libro. Cuando triunfa la Revolución, Miguel Ángel Quevedo le pregunta a Marta Asaltantes al Cuartel Moncada 246 ción, certificados forenses, documentos relacionados con Raúl Gómez García y otros. En ella aparece por primera vez el prólogo de las heroínas del Moncada, Haydeé Santamaría y Melba Hernández. No puede olvidarse que testigos dis- tintos de un mismo hecho pueden dar versiones diferentes, recordemos la pe- lícula Rashomon, de Akira Kurosawa, sin embargo, esta obra real y maravi- llosa está nada menos que avalada por testigos excepcionales del hecho. Del prólogo de Haydée Santamaría y Melba Hernández cito: Desde el primer instante, la auto- ra hizo una proyección de futuro y Masacre a los asaltantes al Cuartel no tomó las notas como función a Moncada cumplir, sino que fue atenta y ce- Rojas por el “mamotreto” del Moncada losa observadora de lo que estaba al reconocer su vigencia e importancia sucediendo entre las bayonetas histórica y política, y en eso aparece que invadían el local donde se ce- Rafael Humberto Gaviria, un joven la- lebraban las vistas de aquel juicio. tinoamericano a quien la periodista le Pudo aquilatar que en ese lugar iba presta su testimonio. Gaviria lo tiene en germinando una simiente renova- su poder dos o tres meses y al cabo le dora que transformaría por entrega la primera edición de este im- completo el basamento de aquella presionante testimonio en tres tomos sociedad corrompida: allí se esta- pequeños bajo el título de Moncada. Es ba determinando el porvenir de esta la primera edición en bruto que sa- todo un pueblo. Por reflejar verda- liera de las prensas de Impresora des, deseos y anhelos de un pueblo Mundial S. A. sita en Estrella 608, en que supo liberarse, estimamos que La Habana. El primer tomito tiene esta obra ha de ayudar grande- como subtítulo El creador fue Martí, mente al conocimiento pleno del el segundo, Libertad o muerte, y el ter- objetivo que perseguían y las razo- cero Un juicio insólito. Esta edición nes que movían a los compañeros es hoy por hoy una joya de la bibliogra- del Moncada cuando se lanzaron al fía cubana que con orgullo forma parte ataque de aquella fortaleza militar. de lo más legítimo de nuestro patrimo- Después de haber sido leído este nio nacional. libro por varios participantes del Luego vendrían otras ediciones. En hecho, nos sentimos con absoluta la segunda, de Ediciones R, la autora tranquilidad histórica, ya que los agregaría documentos que recuperara aspectos más importantes se en- en los días del juicio: actas de defun- cuentran reflejados.

247 Luego aparece la tercera edición publi- gunos corresponsales de la prensa cada por el Instituto Cubano del Libro lo aventajaban en rapidez de obser- y la Editorial de Ciencias Sociales en vación y poder de síntesis, 1973, en la Colección 20 Aniversario, declarando que, en fin de cuentas, que incluye como anexo La historia ellos –y no él– serían, a la postre, me absolverá. los mejores novelistas de aquel Pero continúa la obra en su entorno acontecimiento […]. [En este caso real y maravilloso. En la década del 70, Carpentier presintió a la novelista durante las conversaciones de paz de Marta Rojas. N. de la A.] Viet Nam, Marta se encuentra en En 1967, Carpentier apreció la elocuen- Hanoi con Alejo Carpentier, a quien co- te precisión de Marta Rojas ante el nocía desde 1959. Este ya había leído Tribunal Russell, en Estocolmo, y en La Generación del Centenario en el otras oportunidades valoró su estilo juicio del Moncada, título de la segun- periodístico en comentarios y reseñas de da edición y en esta ocasión se interesa palpitantes acontecimientos de la histo- por prologarle la próxima. Posterior- ria contemporánea admirándose siempre mente, en el 25 aniversario del asalto ante su vivo talento y su singular oficio. al cuartel Moncada otra vez Ciencias En este prólogo, pone ejemplos del es- Sociales en su Colección Nuestra His- tilo periodístico que ella ofrece en cada toria da a conocer la tercera edición de página. La Generación…, esta vez con prólo- En la edición de 1979, ampliada y go de un gigante de las letras, nada corregida por la autora, esta añade da- menos que de Alejo Carpentier, el cual tos que años antes podrían haberse nos dice que ese juicio oral para suer- considerados secretos. te nuestra y de los historiadores, tuvo su Luego Ciencias Sociales vuelve a cronista: “Marta Rojas, autora del admi- publicar la obra en 1988; en el 2003, lo rable libro que hoy se nos ofrece en una haría la Colección La Era del Instituto nueva edición”. El escritor se había re- del Libro; en el 2006, en Córdoba, Ar- ferido antes en el texto a esos hechos gentina, la Editorial Espartaco, una históricos sin testigos válidos como la edición que coincide con la visita de toma de la Bastilla, muy poco consigna- Fidel a ese país (y otra vez lo real ma- do por las crónicas de la época. ravilloso: el director de Espartaco por Y continúa diciendo: azar de llama Fidel Ángel Castro). Ágil y talentosa escritora, de pro- Y llegamos a nuestros días, al día de funda vocación periodística, estilo hoy en que presentamos la edición de directo y preciso, don de mostrar El juicio del Moncada con motivo del muchas cosas con pocas palabras, 50 aniversario de la Revolución cuba- Marta Rojas pertenece a la raza de na, en la cual se incluyen además de reporteros a quien rendía homenaje los prólogos de Carpentier, Haydée y Hemingway cuando observaba que, Melba, un texto de Marta Rojas titula- en Normandía, durante el desembar- do “Acerca de cómo hice este libro”, co al que asistió en los últimos días que se los recomiendo para darle aún de la Segunda Guerra Mundial, al- más veracidad y precisión a mis pala-

248 bras anteriores. La autora no hizo in- compara el árido e inclemente panora- vestigaciones a priori para ninguna de ma político de la época con el arbusto las ediciones de este libro, aunque pos- débil y delgado que describe Marta Ro- teriormente sí las haría para El que jas en su obra y que observó en el patio debe vivir, Premio Casa de las Amé- del entonces Palacio de Justicia: el ar- ricas 1978, y para La Cueva del busto pugnaba por crecer como el Muerto. En el primero se refiere al movimiento revolucionario. combate desde el Hospital Civil de San- Esta imagen la reproduce Alejo tiago de Cuba defendido por un grupo Carpentier en su prólogo para afirmar de revolucionarios encabezado por Abel que Marta era una novelista por instin- Santamaría, y en el segundo a otro epi- to al utilizar este elemento accesorio sodio de esta heroica gesta relacionada que da relieve a la acción humana. con Marcos Martí y Ciro Redondo. Marta Rojas, testigo de excepción de No quiero terminar sin referirme a la este hecho, inició con este texto su bri- espléndida crónica que publicara Mirta llante carrera periodística. Su talento y Aguirre en Granma. Resumen Sema- sensibilidad también pertenecen a lo nal el 19 de agosto de 1979, donde se real y maravilloso. lee al referirse a la edición de ese año Lean pues esta obra precisada en “[…] la obra tiene por añadidura, una cada edición por su autora, una mujer prosa de atrayente lectura y una sabia verdaderamente extraordinaria. construcción estructural”. Además,

249 período insurreccional lo ocupa el tomo Memorias uno, mientras que la reconstrucción del sistema capitalista prerrevolucionario y de construcción socialista, el segundo. de la Revolución En sus páginas, los lectores han de re- Luis M. de las Traviesas cibir valoraciones más orgánicas y Moreno sistemáticas del proceso que, en sus convicciones revolucionarias y Editor sociopolíticas, condujo al triunfo de la insurrección y la consecuente transfor- mación histórica de la sociedad en os contenidos que conforman estos nuestro país. Ldos volúmenes (La Habana, Edicio- En el primer volumen se compendian nes Imagen Contemporánea, 2008), temas como “La Constitución del 40. cuyos coordinadores fueron Enrique Antesala de la revolución socialista”, Oltuski Ozacki, Héctor Rodríguez “El golpe de Estado del 10 de marzo de Llompart y Eduardo Torres Cuevas, 1952”, “Rafael García Bárcena y el devienen resultados de los coloquios Movimiento Nacionalista Revoluciona- que, en su primer lustro, ha desarrolla- rio”, “El asalto al Cuartel Moncada”, do la Cátedra Club Martiano Faustino “Fundación del Movimiento 26 de Ju- Pérez de la Casa de Altos Estudios Don lio”, “Frank País y los orígenes del Fernando Ortiz, de la Universidad de La movimiento revolucionario en Santiago Habana. Integrada esta cátedra al con- de Cuba”, y “Vida y obra revoluciona- junto académico de este centro, tuvo ria de Faustino Pérez”, cuyos autores, como objetivo fundamental el desarro- Armando Hart Dávalos, Mario Mencía llo de proyectos históricos vinculados al Cobas, Enrique Oltuski Ozacki, Marta proceso revolucionario cubano desde Rojas Rodríguez, Jorge Ibarra Cuesta y 1940 y hasta las décadas iniciales de Reinaldo Suárez Suárez, en sus artícu- la Revolución en el poder. Así, los ofrecen importantes reflexiones. “El testimoniantes de ese período e inves- movimiento militar del 4 de abril de tigadores han venido realizando, 1956” (conocido como el de “Los pu- durante una primera etapa, y mensual- ros”), “El Directorio Revolucionario y mente, seminarios cuyos temas la FEU de José Antonio Echeverría”, específicos se nos entregan ahora en “La hombrada de José Antonio”, “El estos tomos, el primero con 456 pági- desembarco del Granma”, “Cincuenta nas y el segundo con 384, ambos años en la memoria”, “El Movimiento encuadernados en rústica cromada. de Resistencia Cívica en La Habana”, En esta edición –el primer libro en “La Huelga del 9 de abril de 1958”, y “El su segunda versión revisada de la del movimiento revolucionario en la enseñan- 2007–, la distribución temática se za media”, constituyen significativas muestra en dos etapas trascendentales valoraciones de autores como José Ra- para el estudio y conocimiento integral món Fernández Álvarez, Faure Chomón de la Revolución cubana. De ello, el Mediavilla, Pedro Álvarez-Tabío Longa,

250 Juan Nuiry Sánchez, Jorge Alberto Regalado Álvarez y Jorge Risquet Serra Almer y Ricardo Alarcón de Valdés Saldaña, al abordar “La con- Quesada. Para un último aparte de la trarrevolución en los primeros años de obra, análisis sustanciales de Enzo In- la Revolución cubana”, “La lucha con- fante Uricazo, Amels Escalante Colás tra bandidos”, “Playa Girón”, “La crisis y Harry Villegas Tamayo, se entregan de octubre”, “Estados Unidos vs. Cuba: en “La reunión de Altos de Mompié”, una espiral de 30 años”, “Los gobier- “La victoria en la Sierra Maestra”, “El nos de izquierda en América Latina”, gobierno revolucionario en armas” y y “La epopeya de Cuba en el África “La invasión a Occidente”. Negra”. Un grupo de trabajos agrupados en La obra, prologada por Eduardo To- el tomo segundo, en sus propuestas, rres Cuevas y con nota de los editores destaque y continuación de los conte- Gladis Alonso González y Luis M. de nidos del libro precedente, tales como las Traviesas Moreno, queda apoyada “Rasgos socioeconómicos generales de con referencias de datos biográficos de Cuba: 1958”, “Vigencia del programa los autores. En sus páginas queda una del Moncada”, “Las primeras leyes re- entrega sustancial para sus lectores volucionarias y la reacción yanqui”, como resultado de un arduo período de reflejan análisis autorales de sumo va- trabajo, instrumento para aprehender lor como los de Osvaldo Martínez nuestra combativa historia contemporá- Martínez, Reinaldo Suárez Suárez, En- nea. De ellas surgen interpretaciones rique Oltuski Ozacki y Pedro vivientes y objetivas, compartidas en el Álvarez-Tabío Longa. Continúa el libro estudio y la reflexión, sin dejar el docu- con temas referentes de simpar impor- mento factual archivado, todo en el tancia como los de Armando Hart entramado necesario de la estructuración Dávalos, Orlando Borrego Días, Jorge de la historia objeto de análisis. Constitu- Lezcano Pérez y Héctor Rodríguez yen búsquedas del quehacer por la Llompart, bajo los títulos de “Cultura y valoración más integral del proceso com- educación cubanas: desde la forja de la batiente que procuró el 1º de enero de nación hasta nuestros días”, “El Che 1959 y su accionar posterior. como estadista en la Revolución cuba- Una dedicatoria preside Memorias na”, “La defensa de la Revolución por de la Revolución, ahora en la realidad las masas” y “Relaciones con los paí- de medio siglo: ses socialistas”. Por último, un grupo de A Fidel, de sus combatientes de conferencias cierra el segundo tomo ayer, vivenciales y valorativas en sus planteos De hoy y de siempre, de su Univer- de Fabián Escalante Font, Aníbal Veláz sidad, Suárez, José Ramón Fernández Por su presencia, en un aniversa- Álvarez, Carlos Lechuga Hevia, Ramón rio más de su natalicio. Sánchez-Padodi Montoto, Roberto

251 Narciso, la poesía y los poetas. Nuevo libro de ensayos de Virgilio López Lemus Yuri Rodríguez González Investigador

arciso, las aguas y el espejo los inherentes a estudiar un fenómeno Npuede provocar una expresión de vivo, en pleno desarrollo. extrañeza a más de un lector de paso Asimismo ocurriría con La décima por las librerías habaneras. Y sería un constante, en 1999, en que López Lemus gesto fundamentado, pues no es habi- se propuso iluminar aspectos relaciona- tual en la producción literaria nacional, dos con esta forma estrófica, que no encontrar un volumen de ensayos cen- habían sido tratados con el detenimiento trados en un motivo de la mitología y la amplitud pertinentes. Por ello, en su griega como la figura de Narciso. Mas, texto ahondó, sólida y amenamente, so- si la persona es un lector avisado, re- bre la conexión de la décima escrita y oral basará su sorpresa al constatar que el con la tradición poética de Cuba y de autor del libro es el investigador, críti- Iberoamérica, y su vínculo con la identi- co, ensayista y poeta Virgilio López dad cultural cubana. Lemus. De igual forma sucedería con sus Y es que para Virgilio López Lemus indagaciones sobre poetas claves que cada uno de sus libros ha constituido un por lustros no merecieron la atención reto. Un reto tanto los textos en que se necesaria, como Dulce María Loynaz ha propuesto profundizar en zonas de y Samuel Feijóo, José Lezama Lima y la literatura, insuficientemente atendi- Severo Sarduy, José Ángel Buesa y das por la crítica, como los libros en Emilio Ballagas. O al minucioso traba- donde ha resaltado los nexos y relacio- jo de antologar en Doscientos años nes de la poesía con las creencias de poesía cubana -1790-1990- el esotéricas o con mitos. quehacer lírico de la mayor de las An- En el primer caso, recuerdo la apa- tillas, un texto imprescindible para rición en 1988, de Palabras del cualquier interesado en el devenir poé- trasfondo, en el cual trata el antece- tico insular. dente, desarrollo y continuidad del Mas, por otra parte, también repre- coloquialismo en Cuba. En esa ocasión, sentó un desafío para López Lemus, López Lemus dirigió su análisis en par- publicar, en el 2003, Aguas tributarias, ticular a la generación de la década del un manojo de exquisitos ensayos sobre 50, sin amedrentarse por los obstácu- la poesía y la vinculación de este gé-

252 nero literario y sus creadores con el lo desarrolló Ovidio en su libro La me- ocultismo en el mundo occidental, un tamorfosis, reproduciendo el texto del tema cuya singularidad se destaca den- vate romano y, además, otras versio- tro de la ensayística cubana. nes de este, según los poetas Ahora, esa singularidad también está españoles Luis Alberto de Cuenca y latente en Narciso, las aguas y el es- Antonio Alvar. Continúa con las inter- pejo, publicado por Ediciones Unión, en pretaciones del filósofo y ensayista su colección Contemporáneos. Lo com- francés Gastón Bachelard y el escri- probará quien hojee las páginas de este tor español Gabriel Celaya, así como volumen que, dividido en cuatro partes, con un capítulo dedicado al Narciso de desarrolla una especulación sobre la la contemporaneidad, a quien califica poesía partiendo del mito de Narciso, de sujeto intelectivo perfecto, apto según asegura López Lemus en el pro- para frente a una pantalla de compu- pio subtítulo del texto. tadora poner a funcionar su capacidad En “La imagen y la semejanza”, la humana total creando la nueva dimen- parte inicial del libro, el autor discurre sión virtual. sobre la idea de Dios, como creador del Ya en el tercer segmento del libro, cosmos a su imagen y semejanza, cual “Narciso y los números”, López Lemus un primer Narciso. Pensamiento del que reflexiona sobre las relaciones entre lo se desprende la posición del poeta, den- lúdicro y lo poético, aludiendo en un tro de su dimensión de artista, principio al Homo ludens, de J. proyectando su imagen como un Nar- Huizinga y luego, asociando el mito al ciso, al hacer arte, poesía. Se ocupa conteo pitagórico y la numerología, ins- seguidamente López Lemus de la poe- pirada esta última en el conteo de sía como amor intelectivo, recorriéndola Lezama en Paradiso, elabora un en- como una manifestación, entre otras, de tramado deudor de la propensión del la trascendencia del hombre, de intui- ser humano al juego. ción, de acto de amor cósmico y de Para la sección final del libro, “Nar- especulación. ciso en las escrituras”, repasa cómo ha A continuación, en “Narciso histó- sido recogido este mito en los saberes rico”, la segunda sección del libro, enciclopédicos, bíblicos y gnósticos, aclara que en su exposición no le in- psicoanalíticos y poéticos, y la mane- teresa adherirse a la visión que ha ra en que lo han incorporados a su tenido el mito desde finales del siglo obra escritores como sor Juana Inés XIX, y en especial tras la interpretación de la Cruz, Calderón de la Barca, José de Freud. Por el contrario, asevera Lezama Lima y, dentro del gigante bra- que su elucubración tendrá como base sileño, los poetas Cecilia Meireles, al narcisismo como forma de presen- Carlos Nejar, Marcos Accioly. Incluye tarse ante el hecho poético o al López Lemus ejemplos pertenecientes Narciso como poeta, con un sentido de a las artes plásticas, el ballet y el cine, creación poética. inspirados en el mito griego, completan- Por tanto, en los capítulos consecu- do este panorama que hará en verdad tivos se remonta al Narciso tal y como las delicias del lector.

253 Delicias a la que se sumará, sin du- López Lemus en el primer latinoameri- das, el estilo elegante y diáfano; las cano en recibir ese galardón. Por su citas variadas y oportunas; el tono, unas parte, en el prólogo, el ensayista uru- veces, casi coloquial, casi cómplice, en guayo Fernando Aínsa cuenta, entre sus otras, de una ironía sutil; el discurso virtudes, que su autor “[...] eleva el mito contundente, solidamente fundamenta- clásico a la categoría de ars poética do, surcado de aliento poético y que de sugerentes variantes”. convertirán en su totalidad a su lectura Lo anterior sólo son breves juicios en una experiencia enriquecedora. que validan el acierto de la incorpora- Acto de verdadero cultivo de la inte- ción al catálogo editorial cubano de ligencia, resumió el doctor Maximiliano Narciso, las aguas y el espejo: un li- Trapero este libro, a propósito de resul- bro que demuestra el vigor, novedad, tar premiado en el IV Concurso amplitud y seriedad de la prosa reflexi- Internacional de Ensayo de Investiga- va que se viene gestando en Cuba en ción en Humanidades Agustín Millares la actualidad. Carlo, en el 2004, y que convierte a

254 rrafo, el procesador de texto Word los Normas irá haciendo automáticamente a medida que se escribe. de presentación · La bibliografía y notas deben estar al final del documento. 4. Detalles del texto impreso. de los artículos · Se imprimirán en papel tamaño A4 (21,0 x 29,7 cm). 5. Imágenes digitales. os interesados en publicar en la Re- · El soporte, identificado con el nom- Lvista de la Biblioteca Nacional bre del trabajo, contendrá dos archivos: José Martí, deberán tener en cuenta uno con el cuerpo del texto y otro con los siguientes parámetros: las imágenes. 1. Los originales se harán llegar en · Las tablas pueden ir incorporadas formato electrónico, consignando en la al texto, en el lugar que ocupan dentro primera página los siguientes datos: de este. De no ser así, tendrán el mis- · Título del trabajo y fecha de pre- mo tratamiento que las imágenes. sentación. · Todas las tablas (estén dentro o · Resumen del artículo. fuera del texto) serán confeccionadas 2. Los autores deben precisar los si- en formato Word. guientes requisitos aspectos: · En el texto debe señalarse (con nú- · Nombre completo. meros) dónde van las imágenes y · Número de carné de identidad. tablas, e identificarlas con la misma nu- · Institución, área y departamento de meración en el archivo que las trabajo. contenga. · Cargos, títulos académicos, catego- · La resolución de las imágenes debe rías docentes o científicas. ser de 300 dpi o mayor, y todas esta- · Número de teléfono y dirección de rán en formato jpg. correo electrónico. · Las imágenes deben estar identifi- 3. Especificaciones del texto digital cadas por un pie. · Los trabajos serán entregados en Word, Arial 12, interlineado doble. Los trabajos se entregarán a la Dra. · Alineación izquierda, sin justificar Araceli García Carranza o al departamen- (sin alinear a la derecha). to de Ediciones de la Biblioteca Nacional. · Números de las páginas en el mar- Para cualquier consulta o sugerencia gen inferior, alineados a la derecha. sobre esta convocatoria pueden dirigirse · No se admitirán textos con párrafos a [email protected] y/o [email protected] cuyos fines de líneas estén delimitados Un Consejo Editorial, conformado por retornos manuales (producidos por la por especialistas de la Biblioteca Na- tecla Enter, según el hábito de la dacti- cional de Cuba José Martí, determinará lografía mecánica), sólo se pondrá fin de los artículos que se publicarán, en co- párrafo cuando se trate del punto y rrespondencia con los objetivos e aparte, los demás fines de línea del pá- intereses de la institución.

255 concurso Leer.a , M a rtí-- ·. 2009

Para alumnos dcsdt' '"a 1.­ grado, Educación Media Superior. Educación Esp«ial y llnh-ersidades del pais.

Se concursará en: -Poesia -Ensayo nto -Género pistolar -Texto en pros• que recoja lu lmpreúones de una visita a un museo o lugar histórico. los trabajo!! no excederán las 3 cuartillas y dt'bmn scr identificados oon nombre )' apellidot1, l'!lfad, número de tarjeta de menor o carné de identidad, sao, dirección, grado esoolar )' nombre de la · uela o Centro Unlversil río a qu,e pertenece. En el C8!IO de los esbldia.nle!I UDn'ffliitariOll5 SU clrten&ión DO Cll:COOm las 10 euar11lla Deben ser entregados por los centl'O!i educacionales a la Biblioteca Municipal, dr forma manuscrita o en fomw.to digital, hasta el 30 d no bre. La preml.adón nacional ~ efectuada el 19 de mayo. 256