La Piratería En Canarias
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LA PIRATERÍA EN CANARIAS Los alumnos de 4º ESO han visto durante este curso cómo, durante la Edad Moderna, Canarias se convertía en un lugar importante en el desarrollo de la historia mundial. El motivo: su ubicación geográfica. La privilegiada situación de Canarias en mitad del Atlántico, a medio camino entre Europa, África y América hizo que las islas se convirtieran en el puente entre los tres continentes. Por ellas pasaron todos los barcos que realizaban el conocido comercio triangular. El problema es que, al calor de ese emergente “comercio global”, también pasaron por Canarias todos los piratas de la época; desde los más conocidos como Francis Drake o Barbanegra, hasta los más desconocidos como Jonh Hawkins o Patapalo. Esta llegada constante de piratas marcó el desarrollo de la historia de las ciudades canarias, sobre todo las ciudades costeras, las cuales tuvieron que defenderse de esos continuos ataques. Además, también marcó la vida de algunos marinos canarios, quienes terminaron sus vidas convertidos en piratas o corsarios. Quizás, a este respecto, el más conocido, pero no el único, fue Amaro Pargo. Este corsario español fue muy conocido en el mar Caribe por atacar a todo barco inglés que encontrara. Tanta ha sido su fama, que su imagen y su historia han sido usadas en una de las sagas de videojuegos más conocidas a nivel internacional “Assasin´s Creed IV: Black Flag” Aquí les mostramos más información de todos estos piratas que, de un modo u otro, marcaron la historia de Canarias. Los alumnos que les van guiar por esta parte menos conocida de nuestra historia son José Luis Barrios Rodríguez, Ana Teresa Évora Darías y Paula Naveros Hernández, todos ellos alumnos de 4ºESO. INTRODUCCIÓN La piratería consiste en asaltar un barco en alta mar o en zona de costa con el propósito de robar el contenido que se encuentra en el interior y/o secuestrar a la tripulación. No se sabe quién fue realmente el primer país en lanzarse a realizar esta práctica, y mucho menos se conoce al primer pirata de la historia, pero se cree que este acto es casi tan antiguo como la navegación. Así pues, serían los fenicios los primeros en lanzarse hacia las aguas del Mediterráneo y atacar a los barcos griegos que allí comerciaban o, simplemente, ser estos últimos quienes hurtaban a barcos procedentes del norte de África; sin embargo, son solo teorías, ya que no se sabe con certeza. El hecho de que Canarias sea un archipiélago que se encuentra de paso entre tres grandes continentes como son América, África y Europa, nos convirtió en un punto clave donde se podía desarrollar la piratería a manos de corsarios o piratas. Es por ello que fuimos atacados más de una vez por franceses e ingleses, debido a la gran rivalidad que España mantenía con los mencionados países. Este factor provocó que el Archipiélago viviera en un estado de guerra permanente, mirando al mar con recelo e inquietud. En la actualidad, no existe la piratería en nuestras islas pero sí que existe en otros lugares, sobre todo en países pertenecientes al tercer mundo. Destacan el golfo de Guinea, Somalia, Ecuador e India como las zonas más activas en cuanto a la piratería se refiere. A diferencia con los piratas del pasado, los piratas modernos suelen atacar a buques petroleros (con el fin de conseguir petróleo) o barcos de ocio turísticos a los que roban, sobre todo, cámaras y móviles, entre otros objetos de valor. IMPORTANCIA DE CANARIAS EN EL MUNDO PIRATA El auge de la piratería lo podemos asociar con el descubrimiento y la explotación de América, además de los conflictos entre las grandes potencias mundiales. Aunque los piratas estaban fuera del control de las naciones, estas se aprovechaban y los apoyaban siempre que las víctimas fueran sus enemigos, por esta razón, hay confusiones entre piratas y corsarios. Las islas Canarias y Azores fueron muy importantes porque se convirtieron en lugares estratégicos en las rutas marítimas de Europa y Asia. Los tesoros de estas nuevas tierras eran un gran botín para los piratas, por eso, no se tardó en navegar por dichos mares. Además, parte de la estrategia consistía en que los barcos que iban hacia América pasaran por las islas a por provisiones como agua y alimentos. A Canarias llegaron piratas de todos lugares y nacionalidades pero, sobre todo, ingleses, franceses, berberiscos y de los Países Bajos. Teniendo en cuenta que los ataques piratas a villas y puertos con fines de capturar tesoros o apoderarse de víveres y vinos se traducen en incendios, saqueos y muertes; las islas se vieron obligadas a militarizarse con las consiguientes cargas sobre la población y, como medida de precaución, las villas y poblados se veían en la necesidad de asentarse en lugares no visibles desde la costa. Otro punto al que hacer mención es la cantidad de archivos y obras de arte que desaparecieron debido a los incendios provocados por los corsarios. Sin embargo, no siempre las escuadras piratas venían en son de rapiña. Muchas veces lo hacían con la finalidad de practicar el contrabando con los naturales isleños. Ciertos magnates canarios debieron su fortuna a este comercio clandestino con los piratas, a lo que las autoridades hacían la vista gorda. La cuestión era sobrevivir en un espacio insular a medio camino entre las colonias americanas y la metrópoli española. Otras veces, los ataques tenían sencillamente motivaciones políticas. La piratería en Canarias acaba cayendo a razón del fracaso de Horacio Nelson al llegar a Santa Cruz de Tenerife en 1797. Al igual que él, muchos ingleses pretendían era hacerse con las islas en nombre de Inglaterra. Finalmente, hubo una lucha entre franceses e ingleses en la que triunfaron los franceses, ya que Nelson pierde un brazo al ser alcanzado por un cañón enemigo. En tierra, acaba firmándose un estado de paz, en el que todos se comprometen a no apoderarse de Canarias. La defensa de las islas y la caída de la piratería hacen que, poco a poco, las poblaciones y capitales se pusiesen en la costa, ganando importancia. PIRATAS CANARIOS El más conocido de todos es Amaro Pargo, cuyo nombre real era Amaro Rodríguez Felipe y Tejera Machado, nació en San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife. Tuvo siete hermanos, de los cuales tres hermanas fueron monjas de clausura. Su primer contacto con la piratería fue en 1701, en un barco en el que trabajaba como alférez. Amaro sugirió al capitán la rendición, para luego entablar batalla. Al salir victoriosos, el capitán le regaló un barco a Amaro, con el cual comenzó sus actividades comerciales, entre las cuales también se encontraba el comercio de esclavos africanos. Fue autorizado como corsario del Rey Felipe V y declarado hidalgo en 1725. Exportaba él mismo vinos y aguardiente de fabricación propia con Cuba y en el camino atacaba todos los buques ingleses y neerlandeses, a los cuales robaba para luego entregar el botín a la corona. En una de sus aventuras se topó con el pirata Barbanegra, al que fogueó con descaro, sabiendo salir ileso de semejante osadía. Amaro Pargo siempre hizo gala de sus creencias católicas, mayormente realizando obras de caridad a instituciones religiosas, iglesias, monasterios e incluso a la Catedral de La Laguna. Donó dinero a los encarcelados pobres, fundó una capellanía y prometió a los niños expósitos de La Laguna que, en caso de morir sin descendencia, la herencia sería para ellos. Compartía las ideas de la masonería, siendo iniciado en una logia en España, adquiriendo el grado de ‘Compañero’ Personalmente era un hombre riguroso: no bebía en cantidad, era ordenado y no apostaba a las cartas o a los dados. Jamás aceptó una mujer en su nave, y no permitía peleas entre su tripulación. Sin embargo, tuvo una relación amorosa con doña Josefa Mª, amante con la cual tuvo un hijo que no incluyó en su testamento. Al morir su herencia fue sustanciosa, contando con más de cincuenta casas, de doce a quince heredades de viñas y demás joyas y elevadas cantidades de dinero. Tras la muerte de Amaro Pargo, su hijo natural se presentó en La Laguna exigiendo su parte, mas al estar recogido en el testamento que solo los hijos legítimos, nacidos de un matrimonio estable, o por lo menos legitimados, accederían a su herencia, los herederos se opusieron. Amaro fue enterrado en el convento de Santo Domingo de Guzmán en La Laguna. Debido su incesante lucha por los intereses de la Corona española frente a las potencias enemigas y a su buen hacer como corsario, Amaro Pargo fue considerado en su tiempo héroe nacional. Según el filósofo-teólogo y cura de la iglesia de Santo Domingo, donde yacen los restos del corsario, Amaro Pargo fue una buena persona dado tres motivos: i. Decidió enterrarse con un esclavo negro ya que era su amigo, cosa que era impensable en la época ii. Trajo al Puerto de Santa cruz dos camiones llenos de trigo para repartir entre los pobres de la ciudad dada la escasez de recursos y la gran pobreza que había en la isla iii. Por último dejo firmado la celebración anual de una misa con el fin de limpiar sus pecados ya que se consideraba un pecador a pesar del bien que hizo. Otro pirata menos conocido de la provincia de las Palmas fue, sin duda, Alí Arráez Romero, cuyo nombre original era Simón Romero, originario de Las Palmas de Gran Canaria. Fue capturado faenando en las costas africanas a los dieciséis años. Posteriormente, compró su libertad y llegó a gran almirante de la Armada de Argel y presidente de la Taifa de los corsarios.