Boletin De La Academia Puertorriqueña De La Historia
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VOL. X 15 DE JULIO DE 1988 NÚM. 40 BOLETIN DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUEÑA DE LA HISTORIA CATÁLOGO ANOTADO.DR LOS GOBERNADORES DE PUERTO RICO CATÁLOGO DE LOS ALCALDES DE SAN JUAN Y SAN G ERM ÁN LAS PRIMERAS UNIVERSIDADES EN EL NUEVO MUNDO SAN JUAN DE PUERTO RICO 1988 BOLETIN DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUEÑA DE LA HISTORIA . VOL. X le DE JULIO DE 1988 NÚM. 40 BO LETIN DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUEÑA DE LA HISTORIA CATALOGO ANOTADO DE LOS GOBERNADORES DE PUERTO RICO CATÁLOGO DE LOS ALCALDES DE SAN JUAN Y SAN GERMAN LAS PRIMERAS UNIVERSIDADES EN EL NUEVO MUNDO SAN JUAN DE PUERTO RICO 1988 DERECHOS RESERVADOS CONFORME A LA LEY Composición y diagramación: Novograph Impresión: Editora Corripio, C. por A Calle A, esq. Central Zona Industrial de Herrera Santo Domingo, R.D. Impreso en la República Dominicana Printed in the Dominican Republic SUMARIO Notas editoriales ............................................................................. 9 Catálogo Anotado de los Gobernadores de Puerto Rico y de los Alcaldes de San Juan y San Germán como cabezas de par tidos ..................................................................................................17 Puerto Rico Negro ...........................................................................101 Cronologías de las primeras universidades ep América . 207 Corolario a una recensión de la biografía del Dr. Ramón Emete- rio Betances ...............................................................................215 DIGNATARIOS DE LA ACADEMIA AURELIO TIÓ Y NAZARIO DE FIGUEROA Director LUIS GONZÁLEZ VALES Subdirector PEDRO PUIG BRULL Secretario Perpetuo y Tesorero ARTURO RAMOS LLOMPART Tesorero y Secretario RICARDO E. ALEGRÍA OSIRIS DELGADO RAMÓN RIVERA BERMÚDEZ LUIS M. RODRÍGUEZ MORALES LUIS TORRES OLIVER Vocales NOTAS EDITORIALES En el Volumen V-Número 20-págihas 63-90 de este Boletín, se transcribió una “Rectificación Histórica ”por el Historiador Oficial de Puerto Rico, Dr. Cayetano Coll y Tosté, la que publicó en el Boletín Histórico de Puerto Rico (Tomo VlII-págs. 135-146). Basó la misma en una serie de previos Catálogos de Gobernadores de Puerto Rico, los que corrigió y anotó y el cual fue a su vez anotado por nuestro Tesorero Académico Arturo Ramos Llompart, en cuanto a los gober nadores, Licenciado Alonso de Esteves del año 1555 y Fernando de la Riva Agüero, desde el año 1642 al 1648 en particular. Se transcribe de nuevo dicho catálogo en este número del Boletín, con nuevas notas y correcciones adicionales, como lo habían hecho los anteriores historiadores al publicar los catálogos relacionados a conti nuación: Por Fray Diego de Torres y Vargas en su “ Memoria" del año 1647. Fray Iñigo Abbady Lasierraen 1783, luego anotado y puesto al día por José Julián Acosta y Calbo en su “Historia Geográfica, Civil y Natural de Puerto Rico del año 1866. Pedro Tomás de Córdovaensus “Memorias"publicadas entre los años 1831 a 1838 (Tomo VH-pág. 266). Todos aportaron valiosos datos que han servido para completa* la relación de nuestros gobernantes, así como para rectificar errores hallados en las listas anteriores. El catálogo publicado en este Boletín se ha basado en los anteriores pero ha sido ampliado, se han rectificado algunos errores y se han suplido algunas omisiones, añadiendo informaciones y nombres loca lizados como resultado de minuciosas investigaciones déla documen tación sobre lo i gobernantes que han dirigido los destinos del pueblo de Puerto Rico durante casi medio milenio hasta él presente. Por su importancia en la gobernación de Puerto Rico, se ha incluido además un Catálogo de los Alcaldes de San Juan y de San 9 BOLETIN DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUEÑA DE LA HISTORIA Germán, por haber sido ambas ciudades las capitales de los dos Partidos en que deslindó la isla Juan Ponce de León en forma provin cial: Partido de Puerto Rico y Partido de San Germán. Muchos de sus alcaldes se desempeñaron como Gobernadores de Puerto Rico du rante el Régimen Autonómico, primero en América, entre los años desde 1537 a 1545, entre 1548 a 1550, durante los años de 1703 a 1704, y el año 1706. Por haberse considerado como una obra de extraordinaria impor tancia, se publicó en el Volumen IX-Número 39 de este Boletín, una extensa recensión de la excelente biografía por nuestra académica Dra. Ada Suárez Díaz titulada “El Antillano ”, basada en la vida y obras del venerado patricio Dr. Ramón Emeterio Betances Alacán. Dicha recensión ha merecido comentarios de los lectores con respecto a su aspecto etnológico, porque fue considerado sólo con brevedad en dicha biografía. En vista de tal interés en dicho tema étnico en la biografía del Dr. Betances, se ha incluido en este número del Boletín, una extensa recensión de otra obra titulada “PUERTO RICO NEGRO", la que por tratar con amplitud el tema etnológico, sirve de complemento a ese aspecto étnico tratado sólo en parte y en forma algo superficial en dicho magnífico estudio biográfico. “PUERTO RICO NEGRO” es una interesante obra en la que colaboraron el Dr. Jalil Sued Badillo, Catedrático de Historia de la Universidad de Puerto Rico, y el Dr. Angel López Cantos, Catedrá tico de Historia de la Universidad de Sevilla, cuyo tema central se relaciona con lo que han considerado sus autores que sea la composición étnica del puertorriqueño promedio, y como tal, de la población general al presente de Puerto Rico. Se han considerado en esta recen sión los pimíos de vista de sus autores sobre dicho apasionante tema, el cual siempre ha mostrado ser uno de marcado interés para la mayoría de los puertorriqueños. Con el debido respeto, se ha tomado excepción en esta reseña a la interpretación que han dado sus áutores a ciertos datos y estadísticas presentadas en dicha obra que se han considerado controvertibles, siendo lo principal la conclusión básica de la obra en cuanto al proceso como consideran que se ha estado formando desde sus inicios, hace casi medio milenio, la sociedad puertorriqueña. La obra silencia o presta casi ninguna atención a variados informes de que a la llegada de los españoles, había una población autóctona muy numerosa. Por razón de la presión inexorable de su creciente número, hubo de buscar tierras adicionales para suplir a su población de suficientes alimentos, por lo que invadió y dominó las grandes 10 NOTAS EDITORIALES Antillas de La Española y Cuba. Para lograr tal propósito utilizó flotas dé enormes canoas de hasta 150 remeros, el triple de la tripu lación de la carabela Santa María, armados con arcos y flechas tan grandes como las de Francia e Inglaterra, según informó el Almirante Cristóbal Colón en su Diario de Navegación del primer viaje. Los primeros conquistadores y pobladores españoles llegaron a Puerto Rico sin la compañía de sus esposas, por lo que se unieron a mujeres indígenas, lo que continúo al prolongarse la guerra de con quista, naciendo de esas uniones de naturaleza indoespañola, mestizos que fueron clasificados en los censos de población durante unos tres siglos con el nombre de “pardos", grupo étnico que siempre figuró como el tronco y la base mayoritaria de la población de la isla. Aun ante la realidad de esa evidencia respaldada por estadísticas, los autores de la obra reseñada han basado su obra en la premisa de lo insignificante por exigua de dicha población autóctona, por lo que ha debido desaparecer en alrededor de una generación, exterminada como consecuencia de las salvajes batallas de la conquista, por las enfermedades introducidas contra las cuales carecían los indígenas de resistencia natural, así como por resultado de los arduos trabajos del nuevo sistema de producción a los cuales no estaban acostum brados. Tal es el argumento fundamental de la obra reseñada, basado en el cual los autores pueden insinuar que el color cutáneo obscuro de un gran número de puertorriqueños se debe al cruce de los españoles con los esclavos africanos. Dichos hijos mestizos hispanoafricanos apare cían clasificados en los censos de población con el nombre de “mula tos", para distinguirlos de los mestizos indoespañoles nombrados “par dos", aún cuando su número se mantuvo al doble del de los “mulatos". Alega la obra reseñada que Puerto Rico es un país “mulato", o por extensión negro africano, conclusión evidente para haber titulado su obra: "PUERTO RICO NEGRO", en vez de “Puerto Rico Pardo"o “Puerto Rico Híbrido". Es evidente que por sostener una opinión tan indiferente de la raza indígena, no menciona la obra el hecho tan importante de que median te Reales Provisiones emitidas entre los años de 1501 a 1503, la Coro na de España proclamó que los indios eran "hombres libres y no siervos”, concediéndoles idénticos derechos que a los de ciudada nos peninsulares, tanto a los indios puros como a sus hijos mestizos. Solo si se rebelaban y eran capturados en las batallas de la conquista, se consideraban prisioneros de guerra, aplicándoles el mote de “cari bes ", se les tildaba de caníbales y podían esclavizarse, permitiendo que 11 BOLETIN DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUEÑA DE LA HISTORIA sólo los prisioneros de guerra indígenas pudiesen ser esclavizados y clasificados con el nombre de "caribes ” al marcarse al fuego con el llamado "carimbo”por los conquistadores. Los indios de Puerto Rico pertenecían a la raza araguaca, cuya lengua era la de uso general en todas las regiones del Mar Caribe. Mientras cooperaban con los españoles se conocían por el nombre de “tainos ", que significaba “buenos pero cuando esos mismos indios se rebelaban y eran capturados en las batallas de la conquista, se conside raban prisioneros de guerra, aplicándoles el mote de “caribes “y se les tildaba de caníbales, marcándolos en la frente o pierna con una “F". Los citados decretos igualitarios de la Corona estimularon el mestizaje indoespañol. pues al concedérsele a los indios la ciudadanía española, esa igualdad propendió a atenuar la mútua y natural repug nancia racial, al disfrutar españoles e indios de idénticos derechos ciudadanos, pues al cruzarse sus sangres, se integraban indios puros y “pardos” a la nueva sociedad en formación y solían desaparecer las diferencias en forma paulatina como un incentivo al mestizaje.