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SERIE FAUNA SILVESTRE NEOTROPICAL

I. CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS en áreas no protegidas de , y Brasil

Esteban Payán Garrido, Carlos A. Lasso y Carlos Castaño-Uribe ((Editores)) SERIE FAUNA SILVESTRE NEOTROPICAL I. CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS en áreas no protegidas de Colombia, Venezuela y Brasil

Esteban Payán Garrido, Carlos A. Lasso y Carlos Castaño-Uribe (Editores) © Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Diseño y diagramación: Proyectos Semana S. A. . 2015. Impresión: JAVEGRAF – Fundación Cultural Javeriana de Los textos pueden ser citados total o parcialmente citando Artes Gráficas. la fuente. Impreso en , D. C., Colombia, marzo de 2016 - SERIE EDITORIAL FAUNA SILVESTRE NEOTROPICAL 1.000 ejemplares.

Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. CITACIÓN SUGERIDA Obra completa: Payán, E., C. A. Lasso y C. Castaño- Editor: Carlos A. Lasso. Uribe (Editores). 2015. I. Conservación de grandes vertebrados en áreas no protegidas de Colombia, Revisión científica: Jon Paul Rodríguez (Instituto Venezuela y Brasil. Serie Editorial Fauna Silvestre Venezolano de Investigaciones Científicas) y Roger Neotropical. Instituto de Investigación de Recursos Pérez-Hernández (Universidad Central de Venezuela). Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH), Bogotá, D. C., Colombia. 302 pp. Asistencia editorial: Diego Núñez. Capítulos: Link, A. y A. G. de Luna. 2015. Revisión de textos: Carlos A. Lasso, Esteban Payán Conservación del mono araña café (Ateles hybridus) y Garrido, Carlos Castaño-Uribe, Diego Núñez y Mónica A. otros primates en áreas no protegidas de Colombia. Morales-Betancourt. Capítulo 15. Pp. 275-293. En: Payán, E., C. A. Lasso y C. Castaño-Uribe (Editores). 2015. I. Conservación Fotos portada: Ana Malagón y Nathalie Regnier. de grandes vertebrados en áreas no protegidas de Colombia, Venezuela y Brasil. Serie Editorial Fauna Foto contraportada: Mónica A. Morales-Betancourt. Silvestre Neotropical. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH), Foto portada interior: Luis Linares. Bogotá, D. C., Colombia.

Conservación de grandes vertebrados en áreas no 1. Mamíferos -- conservación. 2. Aves -- conservación. protegidas de Colombia, Venezuela y Brasil / editado 3. Reptiles -- conservación. 4. Peces – conservación. 5. por Esteban Payán, Carlos A. Lasso y Carlos Casta- Grandes vertebrados -- conservación. 6. Áreas no prote- ño-Uribe; Serie Editorial Fauna Silvestre Neotropical, gidas. 7. Región neotropical. 8. Colombia. 9. Venezuela. I -- Bogotá: Instituto de Investigación de Recursos 10. Brasil. I. Payán, Esteban (Ed) II. Lasso, Carlos A. (Ed) Biológicos Alexander von Humboldt, 2015. III. Castaño-Uribe, Carlos (Ed) IV. Instituto de Investiga- ción de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

302 p.: il., col.; 17 x 24 cm. Incluye bibliografía, fotografías y tablas CDD: 639,9708 Ed. 23 ISBN obra impresa: 978-958-8889-72-6 Número de contribución: 35 ISBN obra digital: 978-958-8889-73-3 Registro en el catálogo Humboldt: 14974

Catalogación en la publicación – Biblioteca Instituto Humboldt – Nohora Alvarado.

Responsabilidad. Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican la expresión de opinión o juicio alguno por parte del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Así mismo, las opiniones expresadas no representan necesariamente las decisiones o políticas del Instituto, ni la citación de nombres, límites geograficos o procesos comerciales. Todos los aportes y opiniones expresadas son de la entera responsabilidad de los autores correspondientes.

2 Comité científico

• Andrés Link (Universidad de los Pontificia Universidad Javeriana, , Colombia) Colombia) • Carlos Castaño-Uribe (Fundación • Mariella Superina (IUCN/SSC Herencia Ambiental Caribe, Anteater, & Armadillo Colombia) Specialist Group & IMBECU-CCT • Emiliano Ramalho (Instituto de Conicet, Mendoza, ) Desenvolvimento Sustentável • Michael Valqui Haase (Centro Mamirauá, Brasil) para la Sostenibilidad Ambiental, • Esteban Payán Garrido () Universidad Peruana Cayetano • Fernando Trujillo (Fundación Heredia) Omacha, Colombia) • Nathaly van Vliet (Center for • Hugo López (Universidad International Forestry Research, Nacional de Colombia, Instituto CIFOR) de Ciencias Naturales) • Olga Montenegro (Universidad • Isaac Goldstein ( Nacional de Colombia, Instituto de Conservation Society, Andean Ciencias Naturales) Conservation Program) • Rafael Hoogesteijn (Panthera) • Jhon Lynch (Universidad Nacional • Yaneth Muñoz-Saba de Colombia, Instituto de Ciencias (Universidad Nacional de Colombia, Naturales) Instituto de Ciencias Naturales) • Jon Paul Rodríguez (Instituto • Roger Pérez-Hernández Venezolano de Investigaciones (Universidad Central de Venezuela, Científicas & UICN) Instituto de Zoología y Ecología • José Vicente Rodríguez Tropical) (Conservación Internacional, • Salvador Boher (Instituto Colombia) Experimental Jardín Botánico • Josefa Celsa Señaris (Instituto “Dr. Tobías Lasser” & Instituto Venezolano de Investigaciones de Zoología y Ecología Tropical, Científicas) Universidad Central de Venezuela) • Galo Zapata-Ríos (Wildlife • Tula Fang (Comunidad de Manejo Conservation Society, ) de Fauna Silvestre en América • Giovanni Ulloa (Asocaimán, Latina-COMFAUNA) Colombia) • Wendy Townsend (Programa de • Luis Germán Naranjo (WWF Conservación y Desarrollo Tropical Colombia) de la Universidad de Florida, • Manuel Ruíz García (Departamento Gainesville FL, USA & Museo de de Biología, Unidad de Genética, Historia Natural Noel Kempff Mercado, Santa Cruz, )

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 3 Tabla de contenido

Presentación 8

Autores y afiliaciones 10

Agradecimientos 12

Resumen ejecutivo 14 Executive summary 18

Introducción 22 Esteban Payán Garrido, Carlos A. Lasso y C. Castaño-Uribe

CAPÍTULO 1 27 Conservación de grandes peces de agua dulce en áreas no protegidas de Colombia / Large conservation in non-protected areas of Colombia Carlos A. Lasso y Paula Sánchez-Duarte

CAPÍTULO 2 53 Conservación de grandes reptiles acuáticos continentales (tortugas y crocodílidos) en Colombia / Conservation of large continental aquatic turtles and cocodrilians in Colombia Mónica A. Morales–Betancourt y Carlos A. Lasso

CAPÍTULO 3 71 Rehabilitación y liberación de perezosos (Xenarthra: Bradypodidae y Megalonychidae) en áreas no protegidas en Colombia / Rehabilitation and reintroduction of (Xenarthra: Bradypodidae and Megalonychidae) from non-protected areas of Colombia Tinka Plese

CAPÍTULO 4 81 La conservación de los manatíes (Trichechus inunguis y Trichechus manatus) en áreas no protegidas de Colombia / Conservation of manatees (Trichechus inunguis and Trichechus manatus) in non-protected areas of Colombia Nataly Castelblanco-Martínez, Sarita Kendall, Diana L. Orozco y Katherine Arévalo González

4 CAPÍTULO 5 99 Una historia de dos ciudades: cacería y conservación por fuera de áreas protegidas. El caso de la danta (Tapirus terrestris) en el Parque Nacional Natural Amacayacu, Colombia / A tale of two cities: lowland tapir (Tapirus terrestris) conservation and hunting outside Amazonian protected areas in Colombia Jaime Cabrera

CAPÍTULO 6 115 Distribución de la danta de montaña (Tapirus pinchaque) en Colombia: importancia de las áreas no protegidas para la conservación en escenarios de cambio climático / Distribution of the mountain tapir (Tapirus pinchaque) in Colombia: importance of non-protected areas for conservation under climate change scenarios Diego J. Lizcano, David A. Prieto-Torres y Hugo M. Ortega-Andrade

CAPÍTULO 7 133 La cacería, amenaza potencial para la dinámica poblacional de pacaranas (Dinomys branickii) en Colombia / Poaching and niche specificity increase extinction risk for pacaranas (Dinomys branickii) in unprotected lands of the Colombian Andes Carlos A. Saavedra-Rodríguez

CAPÍTULO 8 149 El oso andino (Tremarctos ornatus) fuera de las áreas protegidas en Colombia / The andean bear (Tremarctos ornatus) out of protected areas in Colombia Daniel Rodríguez

CAPÍTULO 9 La nutria gigante (Pteronura brasiliensis): especie en 171 recuperación, conflictos con las pesquerías e historia genética en Colombia / Giant (Pteronura brasiliensis): recovery of the , conflicts with fisheries and genetic history in Colombia Fernando Trujillo, Juan R. Gómez, Susana Caballero y Andrea Caro

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 5 CAPÍTULO 10 191 Grandes vertebrados terrestres en tierras ancestrales indígenas del alto Caura: importancia de los acuerdos comunitarios para la conservación del Escudo Guayanés venezolano / Large terrestrial vertebrates of the indigenous ancestral lands from Upper Caura: the importance of community-based agreements for the Venezuelan conservation Lucy Perera-Romero, John Polisar y Leonardo Maffei

CAPÍTULO 11 209 Consideraciones particulares de los felinos en algunas zonas amortiguadoras de áreas protegidas del Caribe colombiano / Considerations about felines in supporting zones of protected areas in the Colombian Caribbean Carlos Castaño-Uribe, Cristal Ange-Jaramillo, Natalia Ramírez Guerra y Juan F. Romero

CAPÍTULO 12 225 Densidad de jaguares (Panthera onca) y abundancia de grandes mamíferos terrestres en un área no protegida del Amazonas colombiano / Density of jaguars (Panthera onca) and abundance of large terrestrial in a non-protected area of the Colombian Amazon Esteban Payán Garrido y Sandra Escudero-Páez

CAPÍTULO 13 243 Implementación del corredor del jaguar en áreas no protegidas de Colombia / Implementation of the jaguar corridor in unprotected areas of Colombia Angélica Díaz-Pulido, Karen E. Pérez-Albarracín, Angélica Benítez, Breiler Olarte- Ballesteros, Carolina Soto, Rafael Hoogesteijn y Esteban Payán Garrido

CAPÍTULO 14 259 Conservación de jaguares (Panthera onca) fuera de áreas protegidas: turismo de observación de jaguares en propiedades privadas del , Brasil / Jaguar (Panthera onca) observation tourism in private properties of the Brazilian Pantanal Rafael Hoogesteijn, Almira Hoogesteijn, Fernando R. Tortato, Lilian E. Rampim, Henrique Vilas Boas Concone, Joares Adenilson May Júnior y Leonardo Sartorello

6 CAPÍTULO 15 275 Conservación del mono araña café (Ateles hybridus) y otros primates en áreas no protegidas de Colombia / Conservation of the Brown Spider Monkey (Ateles hybridus) outside protected areas in Colombia A. Gabriela de Luna y Andrés Link

EPÍLOGO 295 Esteban Payán Garrido, Carlos A. Lasso y Carlos Castaño-Uribe

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 7 Presentación

Es para mí una gran satisfacción en peces, reptiles, aves y mamíferos fuera lo personal y profesional, presentar el de las áreas protegidas de Colombia, libro “Conservación de grandes ver- Brasil y Venezuela, con especial énfasis tebrados en áreas no protegidas de en nuestro país. Los grupos estudiados Colombia, Venezuela y Brasil”, publi- incluyeron los peces óseos y cartilagi- cación que da inicio a una nueva Serie nosos (rayas) de gran tamaño; reptiles Editorial del Instituto de Investigación (tortugas y crocodílidos), aves (cráci- de Recursos Biológicos Alexander dos) y mamíferos (perezosos, manatíes, von Humboldt (IAvH), sobre la Fau- dantas, pacaranas, oso andino, nutrias na Silvestre Neotropical. Este primer gigantes, jaguares, otros felinos y el esfuerzo contó con el liderazgo de Pan- mono araña, entre otros). Se conside- thera Colombia y la Fundación Heren- raron además otros aspectos relativos cia Ambiental Caribe, quienes junto a los corredores de conservación, el al Instituto y 23 organizaciones más, papel de las zonas amortiguadoras en incluyendo universidades, ONG e ins- áreas protegidas y la cacería por parte titutos de investigación de ocho países de las comunidades indígenas. y una coautoría de 35 investigadores, Consideramos que la obra es un dan a conocer los resultados de años nuevo aporte al conocimiento de la de ardua investigación sobre la con- fauna silvestre de Colombia, Brasil y servación de los grandes animales de Venezuela, pero más allá, resultados nuestra fauna más carismática. que muestran cómo las actuales áreas Con esta publicación inicia de ma- protegidas no son suficientes para la nera oficial la Serie Editorial “Fauna conservación de los grandes verte- Silvestre Neotropical”, la cual aborda- brados a largo plazo en ninguno de rá diferentes enfoques sobre los ver- nuestros países. Más aun, dados los re- tebrados del Neotrópico, sintetizando querimientos ecológicos de muchas de aspectos básicos de su conocimiento estas especies de gran tamaño, dichas como la taxonomía y sistemática has- áreas han dejado de ser funcionales en ta la gestión y la toma de decisiones, la mayoría de los casos, suponiendo un pasando por la biogeografía, ecología, buen nivel de efectividad en su mane- biología, genética, evolución, conser- jo. Los grandes vertebrados requieren vación in y ex situ, y uso y manejo de áreas mucho más grandes donde vi- la fauna silvestre, entre otros. vir que las que generalmente delimi- Este libro en particular incluye 15 tan las áreas protegidas, por lo cual capítulos relativos a la conservación de las áreas no protegidas pasan a jugar cuatro grandes grupos de vertebrados: un papel fundamental como zonas de

8 amortiguamiento, dispersión o hábitat nuestros paisajes humanizados, com- complementario, a menudo con fuerte partiendo el territorio y contribuyendo presencia humana y conflictos activos al redescubrimiento de nuestra biodi- de convivencia. La interrelación entre versidad: al fin y al cabo, hay campo áreas protegidas y su contexto terri- para todos en este planeta. torial nos debe por tanto, conducir a Sin duda la supervivencia a mediano un modelo de conservación basado en y largo plazo de estos grandes animales la comprensión de la integración de solo será posible si cambiamos nuestra múltiples elementos en un paisaje que forma de pensar, si rompemos con los debe ser manejado como un espacio paradigmas tradicionales de gestión del funcional y continuo. Un ejemplo territorio y si todos, desde nuestra pers- práctico derivado de esta perspecti- pectiva y posición, contribuimos de ma- va es la necesidad de revisar el rol y nera mancomunada y generosa a ello. alcance que tienen en la actualidad los planes de manejo clásicos de las áreas protegidas, así como los planes Brigitte L. G. Baptiste de conservación a nivel de grupos o Directora General especies en particular. Instituto de Investigación de Es indispensable garantizar que la Recursos Biológicos Alexander von fauna silvestre pueda vivir en medio de Humboldt

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 9 Autores y afiliaciones

Fundacion AIUNAU, Colombia Fundación Orinoquia Biodiversa, Tinka Plese Colombia [email protected] Karen Pérez [email protected] Fundación Internacional para la Breiler Olarte Ballesteros Naturaleza y la Sustentabilidad - FINS y CONACyT, Universidad de Quintana Roo, México Fundación Proyecto Primates Nataly Castelblanco-Martínez y Universidad Complutense [email protected] de Madrid, Facultad de Ciencias Biológicas A. Gabriela de Luna Uribe Fundación Internacional para la [email protected] Naturaleza y la Sustentabilidad - FINS y Cabildo Verde Sabana de Torres, Colombia Katherine Arévalo González Instituto de Investigación de Recursos [email protected] Biológicos Alexander von Humboldt Carlos A. Lasso [email protected] Fundación Natütama, Colombia Sarita Kendall Paula Sánchez-Duarte [email protected] [email protected]

Diana Luz Orozco Mónica A. Morales-Betancourt [email protected] [email protected]

Fundación Herencia Ambiental Caribe, Angélica Díaz-Pulido Colombia [email protected] Carlos Castaño-Uribe [email protected]. IUCN/SSC Tapir Specialist Group (TSG); Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí Cristal Ange Jaramillo (ULEAM), Manta, Ecuador [email protected]. Diego J. Lizcano [email protected] Natalia Ramírez-Guerra [email protected]. Laboratorio de Biogeografía, Juan Felipe Romero Departamento de Biología Evolutiva, [email protected]. Instituto de Ecología A.C. Veracruz, México Fundación Wii, Colombia Hugo Mauricio Ortega-Andrade Daniel Rodríguez [email protected] [email protected] David A. Prieto Torres [email protected] Fundación Omacha, Colombia [email protected] Fernando Trujillo [email protected] Fundación EcoCiencia, Programa para la Andrea Caro Conservación de Especies y Ecosistemas [email protected] Amenazados en Ecuador, , Ecuador;

10 Autores y afiliaciones

Instituto Nacional de Biodiversidad, Angelica Díaz-Pulido Sección de Vertebrados Quito, Ecuador [email protected] Hugo Mauricio Ortega-Andrade [email protected] Carolina Soto [email protected]

Centro de Modelado Científico; Eje Angélica Benítez BioCiencias; Universidad del Zulia, [email protected] Maracaibo, Venezuela y estudiante de doctorado - INECOL; A. C. Instituto de Pontificia Universidad Javeriana, Ecología; A. C. Red de Biología Evolutiva, Colombia Xalapa, Veracruz, México Juan Ricardo Gómez David A. Prieto Torres [email protected] [email protected] [email protected] SELVA: Investigación para la Conservación en el Neotrópico, Colombia Cinvestav, México Sandra Escudero Almira Hoogesteijn [email protected] [email protected]

Universidad de los Andes, Colombia Projeto Onçafari, Brasil Laboratorio de Ecología Molecular de Lilian Elaine Rampim [email protected] Vertebrados Acuáticos-LEMVA Susana Caballero Joares Adenilson May Júnior [email protected] [email protected] Departamento de Ciencias Biológicas; Fazenda San Francisco, Brasil e Instituto Facultad de Administración y Fundación Pró-Carnívoros, Brasil Proyecto Primates Henrique Vilas Boas Concone Andrés Link [email protected] [email protected] [email protected] Universidad del Valle, Grupo de Ecología Universidade do Sul de Santa Catarina , Cali, Colombia Joares Adenilson May Júnior Carlos Arturo Saavedra-Rodríguez [email protected] [email protected]

Panthera Brasil Wildlife Conservation Society Rafael Hoogesteijn Carlos Arturo Saavedra-Rodríguez [email protected] [email protected]

Fernando R. Tortato Lucy Perera-Romero [email protected] [email protected]

Joares Adenilson May Júnior John Polisar [email protected] [email protected]

Leonardo Sartorello Leonardo Maffei [email protected] [email protected]

Panthera Colombia Investigador independiente Esteban Payán-Garrido Jaime Cabrera [email protected] [email protected]

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 11 Agradecimientos Agradecimientos

Los editores agradecemos muy especial- prestada para la elaboración de la mente a la Directora General y al Sub- base de datos de registros históri- director de Investigaciones del Instituto cos de la danta de montaña en la re- Humboldt, Brigitte Baptiste y Germán gión Andina. M. Ascanta, L. Arias, J. Andrade, por el apoyo brindado a esta Aguirre, L. Achig y D. Domínguez co- nueva Serie Editorial Fauna Silvestre laboraron tomando datos de campo Neotropical. De igual manera a todos los en Ecuador. Denisse Mateo y Jessica evaluadores anónimos de los 15 capítu- Amanzo del Museo de Historia Natu- los seleccionados. A Proyectos Semana ral de la Universidad Nacional Mayor S. A. y en particular a Mauricio Sojo por de San Marcos proporcionaron datos su apoyo en el proceso de diseño gráfi- de la especie para Perú. Los registros co y diagramación. A Diego Núñez por para Colombia fueron proporcionados su asistencia editorial. Por supuesto al por Jaime A. Suárez y Juan R. Sánchez Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sos- de la Pontificia Universidad Javeria- tenible de Colombia por haber financia- na; Abelardo Rodríguez-Bolaños de la do la impresión de esta publicación. A Universidad Distrital Francisco José Donald Taphorn por la elaboración del de Caldas y Melissa Abud, Sebastián resumen ejecutivo en inglés y a Mónica Duque, Humberto Calero y Stephanie A. Morales-Betancourt por su colabora- Valderrama de la Fundación Samanea. ción en temas editoriales. A los colegas y El autor del Capítulo 7 agradece amigos que cedieron sus fotografías. a V. Rojas-Díaz y J. D. Corrales por Los autores del Capítulo 1 agrade- sus valiosos comentarios y sugeren- cen a Mónica A. Morales-Betancourt cias a versiones preliminares del do- por sus aportes y revisión del manus- cumento. La Fundación Zoológica de crito y a Diego A. Córdoba por la ela- Cali brindó los datos de historia clí- boración de los mapas. Los autores del nica de pacarana cautivos. Este tra- Capítulo 2 agradecen a Sergio Balague- bajo fue apoyado por WCS-Colombia ra-Reina por enviar el shape de los re- y Mohamed Bin Zayed Conservation gistros de Crocodylus acutus y a Diego Fund. La Fundación IdeaWild donó Córdoba por la elaboración del mapa. parte de los equipos de campo a CASR. Los autores del Capítulo 6 agrade- Por su colaboración durante el trabajo cen a J. Ulloa, F. Rodríguez, R. Mano- de campo a F. Gaviria, B. Martínez, J. salvas, V. López, N. Ochoa, J. Camacho, M. Martínez-Troya, C. Ríos-Franco e S. Benalcázar e I. Gómez-Lora de la I. C. Estrada. CASR fue financiado por Fundación EcoCiencia; A. Castella- COLCIENCIAS para estudios en el país. nos, F. Nogales y A. Tapia de la UICN/ Los autores del Capítulo 9 expre- SSC Tapir Specialist Group-Ecuador, san sus agradecimientos a la CDA y X. Pazmiño y F. Carvajal de la Funda- sus funcionarios en Inírida y Mitú, que ción Zoológica del Ecuador, así como apoyaron la colecta de información en a R. Cisneros de la Universidad Téc- su área de jurisdicción. Igualmente, a nica Particular de Loja. También a E. Corpoamazonía y al Instituto de Inves- Briones y D. Silva de ECOFONDO, por tigación Sinchi, con los que se elaboró el financiamiento y la colaboración conjuntamente la iniciativa Facuam en

12 Agradecimientos

los ríos Amazonas, Caquetá y Putuma- 11” y Multietnia fueron fundamentales yo. A WWF, en especial a Saulo Usma, en el desarrollo de este trabajo, parti- por su apoyo en el trabajo en la Estrella cularmente Walter Florez y Josefina Te- Fluvial de Inírida y en la Orinoquia. A teyé. El trabajo de campo fue posible todos los investigadores que participa- solo gracias al apoyo de Arcesio Pijache, ron en las diferentes fases de campo: Fidel Flórez, Alirio, Edilberto Rivera, Germán Garrote, Marcela Velazco, Ma- y Eufrasia Kuyuedo. J. Guerrero, J. A. ría Cristina Carrasquilla, Paola Suárez, Cabrera y S. Escudero contribuyeron Santiago Cañón, entre otros. sustancialmente al trabajo de campo. El Los autores del Capítulo 10 agra- proyecto fue financiado por WCS, Pan- decen a las comunidades y líderes del thera y una beca de postgrado Alban Alto Caura que tan amablemente los número E04M037251CO. A. Carrasqui- acogieron: Yudiña, Ayawaña, Anadek- lla de Borugo Ltda contribuyo significa- ña y Jüwütüña. A los parabiólogos par- tivamente a una estadía más placentera ticipantes en los diferentes estudios: en Leticia y gran parte de la logística. Williams Sarmiento, Elso Espinoza, Or- El Sinchi prestó 12 cámaras trampa y lando Rodríguez, Nestor Rosaren Her- espacio de trabajo en sus oficinas. nández, Fernando Domínguez, Narcio Los investigadores de la Fundación Rodríguez (†), Roberto Rojas, Mario Panthera y la Fundación Orinoquia Asatali, Manuel Asatali, Orlando Sar- Biodiversa, autores del Capítulo 13 e miento, Cesar Jokomasoma, Ramón implementadores del proyecto, agra- Jasatao, Jhonny Linares, Jimmy Rodrí- decen al equipo del programa Paisajes guez, Nelsis Espinoza, Argenis Gómez, de Conservación de Patrimonio Natural Wilson Martínez (†), Florentino Velás- liderado por Inés Cavelier. También la quez, Romeo Payema y Jesús García. asesoría de Enrique Murgueitio, Julián A los biólogos que apoyaron en cam- Chará y su equipo en CIPAV. Muchas po los diferentes muestreos: Emiliana gracias a todas las personas de Tame Isasi-Catalá, Antonio Belandria, Carlos que permitieron el acceso a sus pre- Valeris, David Prieto, Isabel Villasmil, dios; a los demás investigadores que Igor Castillo y Luis Sibira. Al apoyo lo- aportaron para que este proyecto se gístico de Dolinta Domínguez, Naileth hiciese realidad: Francisco Javier Mi- Martínez, Walter Espinoza y Raquel jares, Diana Abondano y Javier Ortega, Kassalian. Asimismo, a la Organización y al equipo del PNN El Cocuy costado Indígenas del Caura KUYUJANI, Univer- oriental por su acompañamiento. sidad Nacional Experimental de Guaya- Los autores del Capítulo 14 agra- na, Provita, así como el apoyo financiero decen a las personas que facilitaron la de Liz Claiborne Art Ortenberg Founda- información para la producción de este tion. Sin su valioso apoyo, este trabajo artículo, en especial (por orden alfabé- no hubiera sido posible. tico) a: Roberto F. Coelho, Jamil Rodri- Los autores del Capítulo 12 están gues da Costa, Mario Haberfeld, Ailton muy agradecidos con M. C. Peñuela por Lara, Charles Munn, y Andre Thuronyi. permitirles trabajar en el Zafire. Los A. J. L. Febles y a Rodrigo Teribele por líderes indigenas y cazadores del “Km la producción de los mapas.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 13 Resumen ejecutivo

En el marco del Plan Operativo Anual conservación de grandes peces de agua (2015) del Programa Ciencias de la Bio- dulce (26 especies) en áreas no prote- diversidad del Instituto de Investiga- gidas (ANP) de Colombia y su relación ción de Recursos Biológicos Alexander con el papel que juegan las Áreas Pro- von Humboldt, se llevó a cabo el estudio tegidas (AP), siendo las grandes ame- “Conservación de grandes vertebrados nazas la sobrepesca y el deterioro del en áreas no protegidas de Colombia, hábitat, que actúan por igual tanto en Brasil y Venezuela”, proyecto que da las AP como en las ANP. Se concluye inicio a una nueva línea de investiga- que las figuras actuales de conserva- ción en el Instituto Humboldt (IAvH) ción no son suficientes y/o efectivas sobre la fauna silvestre neotropical. para la conservación de los peces y se Para liderar este proceso editorial se requiere de otras alternativas de con- contó con la participación de Panthe- servación articuladas con medidas de ra Colombia y la Fundación Herencia ordenamiento pesquero. Ambiental Caribe, junto al IAvH y 23 El segundo capítulo aborda los organizaciones (ONG, universidades, grandes reptiles acuáticos, incluyendo institutos de investigación) de ocho cinco tortugas: tortuga matamata, países. Este incluyó la participación Chelus fimbriatus; cabezón, y coautoría de 35 investigadores. Con Peltocephalus dumerilianus; charapa, esta publicación se inicia el primer Podocnemis expansa; tortuga de río volumen de la Serie Editorial Fauna Magdalena, Podocnemis lewyana; Silvestre Neotropical. terecay, Podocnemis unifilis y tres El libro incluye 15 capítulos rela- especies de crocodílidos: caimán tivos a la conservación de cuatro gru- aguja, Crocodylus acutus; caimán pos de grandes vertebrados (peces, llanero, Crocodylus intermedius reptiles, aves y mamíferos) en áreas y el caimán negro, Melanosuchus no protegidas de tres países vecinos de niger. Se concluye que la estrategias la región neotropical (Colombia, Brasil implementadas no han sido suficientes y Venezuela). Los grupos en cuestión ni efectivas para la conservación de las incluyeron los grandes peces óseos y especies, muchas de la cuales muestran cartilaginosos (rayas); reptiles (tortugas declinaciones poblacionales sostenidas. y crocodílidos), aves (crácidos y otros) y En el tercer capítulo, se expone mamíferos (perezosos, manatíes, dan- la importancia de la conservación de tas, pacaranas, oso andino, nutrias gi- los perezosos (Bradypus variegatus y gantes, jaguares-otros felinos y el mono Choloepus didactylus) y se concluye araña-otros primates). Se consideraron que la desaparición y fragmentación además, otros aspectos relativos a los del hábitat (bosques), junto con la ca- corredores de conservación, el papel cería, son la principal amenaza a la de las zonas amortiguadoras en áreas supervivencia de estas especies. Se protegidas y la cacería por parte de las discute el papel de los programas de comunidades indígenas. rehabilitación y reintroducción como En el primer capítulo se presen- estrategias de conservación de estas ta un diagnóstico del estado actual de especies, así como la importancia de

14 la red de las reservas naturales de la base a análisis de las áreas potenciales sociedad civil y la red de re-ubicado- de distribución actual, bajo escenarios res de fauna silvestre, que han brin- de cambio climático a futuro y conside- dado las condiciones necesarias para rando el efecto de la pérdida del hábi- efectuar procesos de educación, reubi- tat, la disponibilidad de los ecosistemas cación y control y seguimiento post-li- y el papel del Sistema Nacional Áreas beración de los perezosos. Protegidas (SINAP) en Colombia. Los El cuarto capítulo analiza el esta- resultados de estos ejercicios mues- tus de conservación de las dos especies tran una reducción por efecto de la de manatíes de Colombia, el amazóni- pérdida del hábitat y por efectos del co (Trichechus inunguis) y el antillano cambio climático, los cuales pueden (Trichechus manatus), cuya área de actuar de forma sinérgica, siendo ma- distribución está en un 90 % en ANP. Se yor aún dichas amenazas. concluye como la participación comu- El séptimo capítulo analiza el im- nitaria a nivel local ha sido clave para pacto de la cacería coma amenaza la conservación de ambas especies, ob- para la conservación de la pacarana servándose en los últimos años una (Dinomys branickii) en los Andes de Co- reducción de la caza y un aparente lombia. Con base en simulaciones de incremento de la población de mana- la dinámica poblacional y escenarios tíes en algunos casos puntuales. Se de diferentes niveles de extracción, los recomienda, no obstante, continuar resultados muestran que con la extrac- con el monitoreo de las amenazas y ción de individuos, las poblaciones las áreas de ocupación, así como el proyectadas a 100 años tienden a establecimiento de índices de abun- una reducción de hasta el 60%. Estos dancia, incluyendo a los pobladores análisis demuestran que la especie es locales en estos procesos. propensa a la extinción y que la cace- El quinto capítulo aborda la cace- ría afecta negativamente las poblacio- ría de subsistencia de la danta (Tapirus nes, lo cual sumado a la reducción de terrestris) en zonas de traslape entre hábitat por la fragmentación, acentúa resguardos indígenas y un parque na- el riesgo de extinción de la especie en tural en la Amazonia (PNN Amacaya- los Andes de Colombia. cu), especialmente en los ambientes de En el octavo capítulo se evalúa el “salados”, demostrando que los efectos estado de conservación del oso andi- de la cacería en las poblaciones locales no (Tremarctos ornatus). Se identifican de dantas no han sido significativos. como principales amenazas a la expan- Se describe también el comportamien- sión de la frontera agrícola, la cacería to de las dantas dentro de los salados por retaliación al conflicto, la infraes- amazónicos, su utilidad para el moni- tructura vial y la carencia de prácticas toreo de mamíferos y la factibilidad de efectivas de conservación. La especie la conservación por fuera de las AP´s. muestra un patrón de distribución en En el sexto capítulo se evalúa la parches tanto en AP como en ANP, e distribución de la danta de montaña incluyen hábitats que abarcan un gra- (Tapirus pinchaque) en Colombia, con diente altitudinal continuo localizado

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 15 Resumen ejecutivo en las vertientes andinas del Pacífico y El capítulo once aborda la proble- Amazonas, amenazados además, por mática de la conservación de los felinos cultivos ilícitos y el conflicto armado. en el norte de Colombia y en particular Solo un parche es mayor de 5.000 km2 en la región Caribe. Se discute la efec- y ocho Parques Nacionales tienen ex- tividad del Plan de Conservación de tensiones entre 1.000 y 5.000 km2. Felinos del Caribe (PCFC) como estrate- En el capítulo noveno se discute la gia interinstitucional para investigar y conservación de las nutrias o perros de lograr gestión en la región. Se concluye agua (Pteronura brasiliensis) y su rela- que gracias a la implementación del ción con los conflictos de las pesquerías PCFC se han podido conocer y enten- locales. La especie ha mostrado una der el papel destacado de los felinos aparente recuperación poblacional en como especies bioindicadoras del es- la Amazonia y Orinoquia en los últimos tado de los ecosistemas, así como tam- diez años, aunque en la mayoría de los bién los conflictos socio-ambientales casos los pescadores están matando asociados con estas especies. las nutrias en retaliación y solicitan a En el capítulo doce se evalúa me- las autoridades ambientales del go- diante foto-trampeo, la densidad y bierno acciones concretas para redu- abundancia de grandes mamíferos -con cir sus poblaciones. Sin embargo, las especial énfasis en el jaguar (Panthera evaluaciones de la dieta de las nutrias onca)- en un área no protegida del Ama- muestran baja superposición de ítems zonas colombiano. Se discute la impor- alimenticios con las pesquerías. El es- tancia en la conservación de las áreas no tudio es complementado con análisis protegidas para los grandes mamíferos genéticos que permitieron la identi- amazónicos, y las áreas mínimas reque- ficación de dos unidades de manejo, ridas para conservar jaguares a largo una en el y otra en el Amazo- plazo según la densidad estimada. Adi- nas colombiano. cionalmente, se consideran las posibles En el capítulo diez se resalta la im- razones para la conservación del área portancia de los acuerdos comunitarios sin protección proactiva. para la conservación de los vertebrados El capítulo trece analiza la efecti- terrestres medianos y grandes, con base vidad del Corredor Jaguar en áreas no en un estudio piloto realizado con dos protegidas de Colombia en base a un es- etnias indígenas en el Escudo Guaya- tudio realizado en 2011, que consistió en nés venezolano (cuenca del río Caura). el diseño e implementación de un corre- Para ello se realizaron estudios mediante dor estructural y funcional para la con- técnicas de foto-trampeo en zonas con servación del jaguar por medio de una y sin (o muy bajo) impacto de cacería, serie de incentivos a la comunidad en el concluyendo que las áreas protegidas municipio de Tame (Arauca), en la zona localmente por los indígenas presen- de amortiguación del Parque Nacional taron una mayor densidad poblacional Natural El Cocuy. Este incluyó ejercicios de animales que las zonas cercanas a de restauración participativa y división y las comunidades que no estaban pro- encerramiento de potreros para separar tegidas. Esto resalta la importancia y el el corredor. Se intervinieron seis fincas potencial de la gestión territorial indí- seleccionadas con técnicas de manejo de gena en sus hábitats ancestrales, para ganado amigables con el jaguar (cercas la conservación efectiva de la fauna. eléctricas antidepredatorias y arreglos

16 silvopastoriles) y se firmó un acuerdo de en donde los ganaderos se beneficiarían conservación por cinco años con la co- por la presencia de este depredador en munidad para mantener las cercas, no sus tierras, y de esta manera se disminui- matar a los jaguares y cazar las presas ría la represalia y persecución de la espe- del jaguar racionalmente. cie, lo que favorecería su conservación. El capítulo catorce muestra cómo es Por último, en el capítulo quince, se posible la conservación del jaguar con plantean dos vías para la conservación base en experiencias de cuatro casos de del mono araña café (Ateles hybridus) y estudio en propiedades privadas de El otros primates en Colombia. La primera Pantanal (Brasil), que tienen al turismo asociada a la declaratoria de áreas pro- con el jaguar como especie bandera, y tegidas en el área de su distribución ac- como una actividad económica comple- tual, y la segunda, asociada al manejo mentaria a la ganadería extensiva, que de los hábitats en matrices productivas es viable económica y ecológicamente en común acuerdo con actores guber- con la conservación y otros desarrollos namentales, económicos y sociales. Se antrópicos. Los ingresos generados por concluye que dado que la mayor par- el turismo exceden por mucho las pér- te de su población está por fuera de didas ocasionadas por la depredación áreas protegidas, la conservación de A. del jaguar. Se recomienda establecer este hybridus y otros primates dependen de modelo en otras zonas del Pantanal y/o la protección de estas poblaciones en de sabanas inundables de Suramérica, las áreas no protegidas.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 17 Executive summary

Within the Annual Operations Plan and how they are affected by protec- framework for 2015 the ted areas (AP) as they face significant Sciences Program of the Alexander threats from overfishing and habitat von Humboldt Institute of Biological deterioration, that equally impact both Resource Research carried out a pro- unprotected and protected areas. It is ject titled: “Conservation of large verte- concluded that existing conservation bras in unprotected areas of Colombia, measures are not sufficient and/or and Venezuela”, a project that effective for the conservation of these initiates a new line of research for the fishes, and that alternative conserva- Humboldt Institute (IAvH) into Neotro- tion strategies, working in conjunction pical Wildlife. The lead for this editorial with fishery regulations are needed. enterprise was shared by the Panthera The second chapter addresses Colombia and Herencia Ambiental Ca- large aquatic reptiles, including ribe foundations, along with IAvH and five turtles: the Matamata, Chelus including the participation of 23 other fimbriatus; the Big-headed Amazon organizations (NGOs, universities, and Turtle (Cabezón), Peltocephalus research institutes) from eight coun- dumerilianus; the Arrau Turtle tries. The book has had the participa- (Charapa), Podocnemis expansa; the tion of 35 coauthors. With this edition Magdalena River Turtle, Podocnemis as the first volume, we initiate a new lewyana; the Yellow-spotted River Turtle publication series: Neotropical Wildlife. (Terecay), Podocnemis unifilis and three The book includes 15 chapters re- species of crocodilians: the American lated to the conservation of four groups Crocodile (Caimán aguja), Crocodylus of large vertebrates (fishes, reptiles, acutus; the Orinoco Crocodile (Caimán birds and mammals) in unprotected llanero), Crocodylus intermedius, and areas of three Neotropical neighboring the Black Caiman (Caimán negro), countries (Colombia, Brazil and Vene- Melanosuchus niger. It is concluded zuela). The groups in question included that current conservation measures large bony fishes and the cartilaginous are insufficient and ineffective for the stingrays, reptiles (turtles and crocodi- conservation of these species, and that lians), birds (cracids and others) and their populations continue to show mammals (sloths, manatees, tapirs, sustained decline. pacaranas, Andean , giant otters, Sloths are the subject of the third jaguars and other felines, spider chapter where the conservation sta- monkeys and other primates). Other tus of Bradypus variegatus and topics include conservation corridors, Choloepus didactylus are reviewed the role of buffer zones around pro- and it is concluded that the disappea- tected areas and hunting by indige- rance and fragmentation of their fo- nous people communities. rest habitat, along with hunting are the The first chapter presents a diag- major threats to the survival of these nosis of the conservation status of large species. The role of rehabilitation and freshwater fishes (26 species) found in reintroduction programs is discussed unprotected areas (ANP) in Colombia, as conservation strategies for sloths, as

18 well as the importance of the network habitat loss effects, availability of of natural reserves of civil society and ecosystems and the role of SINAP in wildlife re-locators that have provided Colombia. The results of these exerci- the necessary resources and conditions ses show a tapir population reduction to carry out education programs, sloth from the effects of habitat loss as well relocation and post-release follow up. as from climate change, and that there The fourth chapter analyzes the could be a synergetic combination of conservation status of manatees negative impacts worse than that of ei- in Colombia: the Amazon Manatee ther effect considered separately. (Trichechus inunguis) and the West In- The seventh chapter analyzes the dian Manatee (Trichechus manatus), impact of hunting on the conserva- for which 90% of their distribution ran- tion status of the Pacarana (Dinomys ges are located in unprotected areas. It branickii) in the Colombian Andes. is concluded that local community par- Based on simulations of population ticipation has been key to the survival dynamics under scenarios with diffe- of these species and that hunting in re- ring extraction levels, the results show cent years has been reduced which has that current levels of hunting will lead led to an apparent increase of the ma- to a 60% reduction in the population natee population in some cases. Even projected for 100 years. These simu- so, it is recommended that threats con- lations show that the species is threa- tinue to be monitored and that indices tened by extinction and that hunting of abundance should be calculated, in- negatively affects its populations, and corporation local people in the process. that together with other threats such The fifth chapter concerns sub- as habitat reduction by fragmentation sistence hunting of the Tapir, Tapirus the risk of extinction from the Colom- terrestres in overlapping areas of bian Andes is accentuated Indigenous People Reserves and the The eighth chapter evaluates the , focusing conservation status of the Andean (or on environments locally known as Spectacled) Bear (Tremarctos ornatus). “salados”, where it is shown that the The principal threats identified were hunting of local populations has not agricultural expansion, retaliatory hun- been significant. The behavior of ta- ting, roads and lack of effective con- pir in the Amazonian salt lick habi- servation practices. The species has a tat is also described, as well as their patchy distribution in both protected usefulness for population and unprotected areas, and is found in monitoring and the feasibility of con- habitats with a continuous altitudinal servation outside protected areas. gradient located in Pacific Andean as The sixth chapter evaluates the well as slopes that are distribution of the Mountain Tapir threatened by development of illegal (Tapirus pinchaque) in Colombia, based crops and armed conflict. Only one ha- on gap analysis of potential habitat, and bitat patch is larger than 5.000 km2, projecting scenarios of future clima- and eight national parks have areas be- te change that take into consideration tween 1.000 and 5.000 km2.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 19 Executive summary

The ninth chapter treats the con- and successfully manage these ani- servation of the River (Pteronura mals in the region. It is concluded that brasiliensis) and its conflicts with lo- thanks to the implementation of the cal fisheries. The species’ populations plan, it has been possible to better have apparently been recovering in the know and understand the role of the- Amazon and Orinoco River Basins in se felines as bioindicator species that the last ten years, in spite of the fact reflect the health of the ecosystem, as that fishermen kill them in retaliation well as the socio-environmental con- and have requested local authorities flicts associated with them. to impose practices to reduce their Chapter twelve presents the eva- numbers. However, diet studies have luation of density or abundance of shown low overlap between otter large mammals using phototrap stu- diet items and the species targeted dies - with special emphasis on the by fishermen. This study also inclu- Jaguar (Panthera onca) - in an unpro- des genetic analyses that identify two tected area of the Colombian Ama- separate management populations zon River Basin. The importance of that require individual management conservation in unprotected areas is plans, one in the Orinoco Basin and discussed for large mammals of the the other in the Amazon. Basin, and the mini- The tenth chapter analyzes the im- mum areas required for the long portance of community commitments term conservation of jaguars, based for the conservation of large and me- on observed population densities. In dium sized terrestrial vertebrates, ba- addition, possible reasons to proacti- sed on a pilot study carried out with vely promote jaguar conservation in two indigenous people communities li- unprotected areas are considered. ving on the Guiana Shield of Venezuela Chapter thirteen analyzes the in the Caura River drainage. Phototrap effectiveness of the Jaguar Corridor in studies in areas with and without (or unprotected areas of Colombia based with very low) hunting pressures con- on a study carried out in 2011, that cluded that the areas that receive local consisted in the design and imple- protection from indigenous communi- mentation of a structural and functio- ties had a higher population density nal corridor for jaguar conservation of than the areas near these using an array of incentives for the communities that did not benefit from community of Tame, located the Arau- such protection. This shows the impor- ca River drainage of the Orinoco River tance and potential of local indigenous Basin in the buffer zone around El Co- people’s management of their ancestral cuy National Park. The effort included hunting areas and the effectiveness of the participative restoration by the their conservation practices. division and enclosure of cattle pastu- Chapter eleven addresses the res to isolate the corridor. Six selected problematic conservation of felines ranches were included using cattle in northern Colombia and in particu- friendly jaguar management techni- lar, the Caribbean coastal region. The ques (anti-predator electric fences, effectiveness of the Caribbean Feline and silvo-pastoral reorganizations. A Conservation Plan is discussed as an five year conservation contract with inter-institutional strategy to research the community was signed to keep

20 the fences in place, refrain from ki- thus reduce their retaliation and per- lling jaguars and reasonably hunt the secution of the jaguar, and instead fa- jaguar’s prey species. Chapter four- voring its conservation. teen shows how Jaguar conservation In the last chapter, fifteen, two is possible, based on experiences ob- possible avenues for the conservation tained in four case studies on private of the Brown Spider Monkey (Ateles property in the El Pantanal region of hybridus) and other primates in Co- Brazil where tourism based on the lombia are presented. The first is as- Jaguar as the banner species is seen sociated with the creation of protected as a viable economic and ecological areas within their current range, and complement to extensive cattle ran- the second concerns their manage- ching and other human development ment in productive matrices by for- of the region. The money generated ging agreements between government by this Jaguar tourism greatly ex- agencies, economic interests and local ceeds the losses incurred by Jaguar social communities. It was concluded predation. It is recommended that that since the largest portion of the this model be implemented in other spider monkey population is outside regions of the Pantanal and flooding of protected areas that the long term savannahs of , where conservation of A. hybridus and other cattlemen are benefitted by maintai- primates hinges on their protection in ning the predator on their land, and non-protected areas.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 21 Introducción

Introducción

Esteban Payán Garrido, Carlos A. Lasso y Carlos Castaño-Uribe

La conservación del ambiente y el estas presiones sobre las poblaciones aprovechamiento sostenible de los re- naturales de grandes vertebrados, cursos naturales involucra una canti- es la escasez de los datos biológicos dad de actores, procesos, instituciones apropiados, desconocimiento del esta- y otros organismos, que enfrentan do natural de las poblaciones y la difi- cotidianamente diferentes retos. Los cultad en obtener dicha información. grandes vertebrados han sufrido en En contraste, si es claro que las general procesos de disminución del áreas protegidas no son suficientes tamaño de sus poblaciones y en al- para conservar poblaciones a largo gunos en particular, de extinción lo- plazo de grandes vertebrados (O’Brien cal, debido a la persecución directa y y Kinnaird, 2000; Payán et al. 2013, a cambios en las economías locales, Ripple et al. 2015). No obstante, es di- principalmente por la cacería no soste- fícil determinar que es grande para nible y la transformación de sus hábi- una especie de alta movilidad. Para tats para explotaciones agropecuarias. ello, es necesario obtener información Actualmente el territorio colombiano detallada de las áreas de acción y el es objeto de nuevas transformaciones uso del hábitat de las especies, pero que se inscriben en la dinámica gene- muchas especies con áreas de acción ral de cambio global: destrucción pro- grandes requieren de parches exten- gresiva del medio y cambios en el uso sos de hábitat o de sitios puntuales tradicional de los recursos. Sumado a poco perturbados (Wikramanayake et ello, está ocurriendo una expansión en al. 1998, Carbone et al. 2005). Al mis- la distribución de las especies introdu- mo tiempo, con base en la informa- cidas que afectan a las especies autóc- ción existente sobre las especies, se tonas, la estructura y la funcionalidad puede argumentar la importancia del de los ecosistemas cuyos efectos son establecimiento de áreas protegidas y desconocidos. La principal limitación el tamaño mínimo requerido en fun- para cuantificar las consecuencias de ción de mantener poblaciones viables

22 que interactúen de forma natural. discusiones sobre la conservación de Pero es necesario la realización de es- la biodiversidad. tudios que aumenten el conocimiento Así, a pesar de que se ha docu- de las historias de vida, en particular mentado suficientemente el papel de sobre el movimiento de las especies y ciertas especies indicadoras del es- a su vez, cómo estas pueden cumplir tado del paisaje y los requerimientos papeles fundamentales (servicios eco- que tienen las AP para conservar es- sistémicos) que deben ser considera- tas especies en función de la exten- dos a la hora de establecer estrategias sión disponible, pocos estudios en la de conservación. región han abordado el papel de las En la elaboración de este libro zonas no protegidas y de las zonas han participado muchos autores que amortiguadoras, para entender los aportaron diferentes enfoques y ex- requerimientos de las poblaciones de periencias diversas, respecto a las ac- grandes vertebrados en zonas de bor- tividades e investigaciones (teóricas, de. De igual manera, tampoco se ha prácticas y aplicadas) que han venido considerado el contexto necesario y desarrollándose, tanto al interior de requerido para que estas poblaciones las áreas protegidas como por fuera de puedan ser viables si las áreas prote- ellas. En el Simposio que se adelantó gidas no garantizan suficientemente en el último Congreso colombiano de bien la autorregulación ecológica, por Zoología a finales del año 2014, que- citar un ejemplo. dó en evidencia que la conservación Las exposiciones y las discusio- de los grandes vertebrados en áreas nes llevadas a cabo durante el Sim- no protegidas, se constituía como un posio organizado por la Fundación tema de importancia estratégica del Panthera, Fundación Herencia Am- país y de América Latina. Este fue un biental Caribe y el Instituto Alexander aspecto sobre el cual se conocía muy von Humboldt, permitieron entender poco y tampoco formaba parte de las mejor que muchas de estas especies

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 23 Introducción

- particularmente las consideradas con los humanos en áreas producti- especies paisaje - requieren de matri- vas, perturbadas o cerca de poblados. ces de paisajes enteros, compuestos Muchas de estas poblaciones pueden de múltiples hábitats para sobrevivir estar cerca o no de AP, pero permiten y que muchas veces las acciones de identificar componentes claves de éxi- gestión y manejo en los bordes de las to, que documentan la supervivencia a áreas protegidas y sus alrededores, largo plazo de poblaciones importan- que ejercen un efecto de sifón y son tes en áreas no protegidas. zonas de mayor probabilidad de pre- Por último, es evidente, por el tipo sencia y abundancia, no son suficien- de experiencias aportadas en este do- temente valoradas o atendidas. cumento, que el valor del conocimien- Hay que tener en cuenta que el au- to y la experiencia acumulada a través mento de los índices de mortalidad de de las investigaciones han permitido grandes carnívoros o grandes verte- contextualizar mejor las dificultades brados, está directamente relacionado y las oportunidades para complemen- con la presión humana y las formas tar los procesos de conservación y de aprovechamiento que se da en enfocar mejor los esfuerzos. Es claro las zonas periféricas a los núcleos de entonces, que esta obra aporta ele- conservación. Esto, entre otras cosas, mentos básicos de diagnóstico y ca- por la falta de medidas apropiadas de racterización del estado actual de las control, ordenamiento, coordinación poblaciones de grandes vertebrados interinstitucional o simplemente por en el país y otras áreas del continente falta de políticas apropiadas. suramericano, cuyos planteamientos En opinión de los editores de esta y conclusiones sirven como punto de obra, los capítulos aquí consignados partida para visualizar el panorama permiten conocer varias experiencias actual de muchas de las especies de exitosas documentadas de poblaciones grandes vertebrados que forman par- de grandes vertebrados que coexisten te del contenido de este libro.

24 REFERENCIAS Carbone, C., G. Cowlishaw, N. Isaac y J. genetics, phylogenetics, evolutionary bio- Rowcliffe. 2005. How far do animals logy and conservation of the Neotropical go? Determinants of day range in carnivores. Ruiz-García, M. y J. Shostell. mammals. American Naturalist 165: (Eds.). New York: Nova Science. 290-297. Ripple, W. J., T. M. Newsome, C. Wolf, R. O’Brien, T. y M. Kinnaird. 2000. Differential Dirzo, K. T. Everatt, M. Galetti, M. W. vulnerability of large birds and mammals Hayward, G. I. Kerley, T. Levi y P. A. to hunting in North Sulawesi, Indonesia, Lindsey. 2015. Collapse of the world’s and the outlook for the future. Pp. 199- largest herbivores. Science Advances 1: 213. En: Hunting for Sustainability in e1400103. Tropical Forests. Robinson, J. G. y E. L. Bennett (Eds.). Columbia University Press. Wikramanayake, E., E. Dinerstein, J. Ro- binson, U. Karanth, A. Rabinowitz, D. Payán, E., C. Carbone, K. Homewood, E. Olson, T. Mathew, R. Hedao, M. Conner Paemelaere, H. B. Quigley y S. Durant. y G. Hemley. 1998. An ecology-based 2013. Where will jaguars roam? the im- method for defining priorities for large portance of survival in unprotected lands. mammal conservation: The tiger as case Pp. 603-628. En: Molecular Population study. Conservation Biology 12: 865-878.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 25 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA Conservación de grandes peces de agua dulce en áreas no protegidas de Colombia

Carlos A. Lasso y Paula Sánchez-Duarte

Resumen. Se presenta un diagnóstico del estado actual de conservación de los grandes peces de agua dulce (26 especies) (> 10 kg, 0,5m LT o AD) en áreas no protegidas (ANP) de Colombia y la relación con el papel que juegan las áreas prote- gidas (AP). Las dos principales amenazas que incluyen la sobrepesca y el deterioro del hábitat, operan por igual tanto en las AP como en las ANP. Se concluye que las figuras actuales de conservación no son suficientes, representativas o efectivas para la conservación de dicho recurso y se requiere de alternativas de conserva- ción novedosas en articulación con otras medidas de ordenamiento pesquero.

Palabras clave. Recursos pesqueros. Pesca comercial. Pesca deportiva. Es- pecies amenazadas. Sobrepesca.

Abstract. A diagnostic study of the current state of conservation of large fresh- water fishes (26 species) (> 10 kg, 0,5m LT or DW) was made in non-protected areas (ANP) of Colombia to determine if their conservation status is influenced by protected areas (AP). The two major threats identified are overfishing and habitat deterioration, and both impacts affect protected and non-protected areas. It was concluded that the existing conservation areas are not sufficient or representative and are not effective in conserving this resource, and that novel alternatives that incorporate other types of fishery regulatory actions are required.

Key words. Fishery resources. Commercial fishing. Sport fishing. Endagered species. Overfishing.

Introducción Colombia cuenta con un Sistema Na- y Área Natural Única. Por su parte, las cional de Áreas Protegidas (SINAP), autoridades ambientales regionales que es el conjunto de áreas protegidas, son las encargadas de administrar las actores sociales y estrategias e instru- categorías de Parque Regional Natural, mentos de gestión que las articulan, Distritos de Conservación de Suelos, para contribuir como un todo al cum- Áreas de Recreación, Reservas Fores- plimiento de los objetivos de conserva- tales Protectoras y Distritos Regionales ción del país1. Como parte del SINAP, el de Manejo Integrado. Por último, los Sistema de Parques Nacionales Natura- propietarios particulares y organiza- les (SPNN) es el encargado de adminis- ciones articuladoras administran las trar las categorías de Parque Nacional áreas protegidas privadas. Así, el to- Natural, Santuario de Flora y Fauna, tal de hectáreas protegidas inscritas Vía Parque, Reserva Nacional Natural en el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas (RUNAP) corresponden a 1 http://www.parquesnacionales.gov.co 168.913,7 km2 y representan un 8,2%

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 27 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA de los 2.070.408 km2 de superficie migraciones medianas (MM): despla- continental y marítima del país (Vás- zamientos de mediana distancia en- quez y Matallana 2014). tre 100-500 km y migraciones grandes Colombia es el segundo país en (MG): desplazamientos extensos mayo- diversidad de peces de agua dulce res de 500 km hasta 3000 km. del mundo, luego de Brasil2 (Maldo- Estudios realizados previamente nado-Ocampo 2006). La revisión más muestran las principales amenazas reciente señala un número superior a que enfrentan estas especies y sus 1430 especies descritas, de las cuales pesquerías (p. e. Lasso et al. 2011a, cerca del 22% son endémicas (Maldo- b, Mojica et al. 2012a), pero no se ha nado-Ocampo et al. 2008). Los peces realizado un ejercicio exhaustivo que son los vertebrados más diversifica- reflejara su estatus actual en las áreas dos (Nelson 1994), con registros de es- no protegidas (ANP) y su relación con pecies desde apenas un centímetro las áreas protegidas (AP). De esta ma- (Microphilypnus ternetzi), has- nera, el objetivo de este trabajo fue ta más de dos metros de longitud hacer un diagnóstico del estado de ( gigas). Si bien las amena- conservación de las principales espe- zas a los ecosistemas acuáticos son cies de peces de agua dulce de gran comunes a todas las especies de pe- talla de Colombia en las ANP, analizar ces, independientemente del tamaño el porqué de dicha situación y dar las o las historias de vida, hay un mayor recomendaciones para su conserva- efecto negativo sobre aquellas que tie- ción y uso sostenible. nen una extracción selectiva, por ser de interés pesquero como recurso ali- menticio (Lasso et al. 2011a, b). Entre Metodología estas especies de interés pesquero se Selección de especies encuentran aquellas de mayor tama- Se escogieron aquellas especies cuya ta- ño, que se distribuyen en los grandes lla (longitud estándar -LE-, longitud total ríos y planicies de inundación, y que en -LT- o ancho de disco -AD-) fuera supe- la mayoría de los casos no se encuen- rior a 0,5 m; que pesaran en la mayoría tran protegidas bajo alguna figura le- de los casos más de 10 kg, registraran gal. También, son estas especies las que desplazamientos migratorios y que presentan migraciones o desplazamien- fueran de interés para la pesca comer- tos (generalmente en cardúmenes) de cial artesanal (consumo) y/o deportiva distancias variables, con una dirección (Lasso et al. 2011a, SEPEC - Servicio conocida, predecible, cíclica o periódi- Estadístico Pesquero Colombiano - CCI ca, en busca de condiciones adecuadas e INCODER 2011, AUNAP- UNIMAGDA- para completar su ciclo de vida o par- LENA 2012, 2013, 20143). También, se te de él (Incoder y WWF 2004). Según tomaron en cuenta especies incluidas las distancias recorridas (Usma et al. en el Libro Rojo de peces dulceacuícolas 2009) las especies pueden tener migra- de Colombia (Mojica et al. 2012a) bajo ciones cortas (MC): desplazamientos alguna categoría de amenaza (CR, EN o de carácter local menores de 100 km; VU) o casi amenzadas (NT). Con base en estos criterios se selec- 2 http://www.sibcolombia. cionaron 26 especies pertenecientes a 3 http://sepec.aunap.gov.co net/web/sib/cifras cinco órdenes y seis familias (Anexo 1).

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Resultados entre 175 y 225 euros y la guacamaya Análisis de las especies (Potamotrygon schroederi) de 145 a Las 26 especies seleccionadas son tra- 225 euros (Sánchez-Duarte et al. 2013). tadas separadamente por grupos (órde- nes y familias) para un mejor análisis. Orden Osteoglossiformes Incluye dos familias: y Orden Myliobatiformes Osteoglossidae. Familia (Láminas 1a, Familia Arapaimidae (Láminas 1b, 3e) 3a-d) El pirarucú () es El grupo de rayas de agua dulce la única especie de esta familia es utilizado básicamente como distribuida en Colombia en la cuenca ornamental y en menor medida del Amazonas (Apaporis, Caquetá para consumo local y medicinal y Putumayo) (Sánchez et al. 2011a). (Lasso et al. 2013a). Las rayas Es una especie de gran importancia Paratrygon aiereba, Potamotrygon en el consumo interno de la región motoro, Potamotrygon orbignyi y amazónica, que registró un repunte Potamotrygon schroederi están en la movilización de 2014 con 1696 distribuidas en las cuencas del t, el valor más alto registrado en los Amazonas (Apaporis, Caquetá, últimos siete años. cauce principal del río Amazonas, No realiza migraciones sino despla- Putumayo y Guainía) y Orinoco zamientos cortos durante las épocas de (Arauca, Bita, cauce principal del río aguas en ascenso hacia el bosque inun- Orinoco, Guaviare, Inírida, Meta y dable y en aguas en descenso hacia los Tomo). No presentan migraciones grandes lagos de inundación (Castello conocidas y están categorizadas, 2008, Hurtado 1998). La especie está tres bajo la categoría Vulnerable (P. catalogada como Vulnerable (Mojica et aiereba, P. motoro y P. schroederi) al. 2012b) e incluida en el Apéndice II y una Casi Amenazada (P. orbignyi) de CITES. En la lámina 1b se muestra (Lasso y Sánchez-Duarte 2012a, b, el área de distribución de la especie. c, d). Las cuatro especies son objeto Para esta especie hay normas relacio- de presión por pesca ornamental, nadas con tallas mínimas de captura, especialmente P. motoro, cuya veda y comercialización de alevinos o explotación es excesiva (Lasso et al. juveniles para uso ornamental (Muñoz 2013b). El grupo de las rayas tiene y Sanabria 2011). asignada una cuota de exportación de 23.000 ejemplares desde el año Familia Osteoglossidae (Láminas 1b, 3f-g) 2012, pero a partir del 2016 se A esta familia pertenecen las arawanas propuso rebajar el número a 20.000 ( Osteoglossum bicirrhosum y individuos. El valor comercial en Osteoglossum ferreirai). La arawana los mercados europeos de la raya plateada (O. bicirrhosum) se distribuye del Magdalena (Potamotrygon en la cuenca del Amazonas (Apaporis, magdalenae), puede alcanzar valores Caquetá, Mirití-Paraná, Cahuinarí, de hasta de 49 euros por ejemplar, la Putumayo) y la arawana azul (O. raya motora (Potamotrygon motoro) ferreirai) está en la cuenca del río puede costar entre 130 y 210 euros, la Orinoco (Bita, Tomo, Tuparro y raya común (Potamotrygon orbignyi) Vichada) y en lagunas de inundación

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 29 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA del río Orinoco cerca de Puerto Carreño La arawana plateada realiza movi- (Lasso y Morales-Betancourt obs. mientos cortos en las épocas de aguas pers.). Las crías de ambas especies bajas, desplazándose de los lagos y que- son comercializadas en el mercado bradas a los cursos de los ríos principa- ornamental. En las riberas del río les (Sánchez et al. 2011b). De la arawana Putumayo y Amazonas se capturan los azul no se conocen migraciones. Ambas adultos de O. bicirrhosum en la época especies están amenazadas, Osteoglos- de aguas bajas y la carne se conserva sum ferreirai bajo la categoría de En Pe- seco-salada para el consumo humano, ligro y Osteoglossum bicirrhosum como reservada especialmente para Semana Vulnerable (Álvarez-León y Escobar-Li- Santa (Sánchez et al. 2011b). Aunque zarazo 2012, Álvarez-León et al. 2012). los datos son puntuales, se observa una declinación importante en los desembarcos de 2000 a 2014. Orden En el mercado de ornamentales Familia Serrasalmidae (Láminas 1c, 3h-i) los alevinos o juveniles de las arawa- La cachama negra (Colossoma nas tienen un alto valor, mayor para macropomum) y la cachama blanca la arawana azul (datos en Puerto Ca- (Piaractus brachypomum) están rreño 2009 – 20 dólares; 2012 - 40 distribuidas en las cuencas de dólares). Para estas dos especies se Amazonas (Apaporis, Mirití-Paraná, pasó de exportar 96 ejemplares en Caquetá, Cahuinarí, Caquetá, 1999 a 138.658 en 2008, en nueve Putumayo y Vaupés) y Orinoco años la exportación se incrementó en (Arauca, Bita, Guaviare, Inírida, Meta más de un 1.000%. Las exportacio- y Tomo) (Agudelo et al. 2011a, b) nes de arawana plateada en el 2009 (Lámina 1c). Son recursos pesqueros fueron de 270.822 ejemplares y de de consumo en su área de distribución arawana azul 20.980 ejemplares, va- natural y los datos de desembarcos lor que supera lo exportado en el pe- de estas dos especies en los puertos riodo de 1999 a 2008. Para el 2010, pesqueros de la Amazonia y Orinoquia la cuota de exportación de arawana son muy fluctuantes con tendencia azul ya se había cumplido al 100% a la baja. Adicionalmente, Colossoma en el mes de agosto, con 1.530 ejem- macropomum y Piaractus brachypomum plares. De arawana plateada se ex- han sido trasplantadas a las cuencas del portaron en el mismo año 487.134 Atrato, Magdalena-Cauca, San Jorge y ejemplares (Barreto et al. 2011, Ajia- Sinú (Gutiérrez et al. 2012a, b). co-Martínez et al. 2012a). Por medio Las dos especies son migrado- de la Resolución 3704 de 2010, el Go- ras con un tipo de migración media- bierno Nacional cerró la pesquería de na (Usma et al. 2013). Colossoma la arawana azul y dejó condicionada macropomum está categorizada como la apertura a la realización de estu- Casi Amenazada (Usma et al. 2012). dios biológico-pesqueros que eviden- Para Colossoma macropomum hay cien el incremento de la población. normas relacionadas con tallas míni- Para el 2016 se estableció en 625.000 mas de captura, artes y métodos de ejemplares la cuota de captura de la pesca y comercialización de alevinos arawana plateada y la pesquería de o juveniles para uso ornamental (Mu- arawana azul sigue cerrada. ñoz y Sanabria 2011).

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Tabla 1. Distribución por cuenca y subcuenca del género . Fuente: Agudelo et al. (2011c, d, e), Bonilla-Castillo et al. (2011a, b, c), Ramírez-Gil y Ajiaco-Martínez (2011a, b), Ramírez-Gil et al. (2011a, b). I

Cuenca Subcuenca Brachyplatystoma filamentosum Brachyplatystoma juruense Brachyplatystoma platynemum Brachyplatystoma rousseauxi Brachyplatystoma tigrinum Brachyplatystoma vailiantii Apaporis X X X X X Caguán X X X X Cahuinarí X X Caquetá X X X X X X Guainía X Amazonas Mesay X Mirití-Paraná X Orteguaza X X X X Putumayo X X X X X X Vaupés X Yarí X Arauca X X X X Guaviare X X X X Guayabero X Orinoco Inírida X X Meta X X X X X Tomo X X

Orden Siluriformes especies registran migración grande. Familia Pimelodidae (Láminas 1d, 3i-s) Además, son migraciones longitudinales Es la familia de bagres más importante y transfronterizas, a excepción de desde el punto de vista pesquero. Hay la que realiza Brachyplatystoma 14 especies de importancia comercial, tigrinum (Usma et al. 2013). Excepto entre las que destacan seis especies de Brachyplatystoma tigrinum, que no bagres del género Brachyplatystoma, está categorizada bajo ningún grado que son objeto de una fuerte presión de amenaza, las otras cinco especies pesquera (B. filamentosum, B. se encuentran bajo la categoría juruense, B. platynemum, B. rousseauxii, Vulnerable (Ajiaco-Martínez et al. B. tigrinum y B. vaillanti). Están 2012b, c, Ramírez-Gil et al. 2012a, b, distribuidas en las cuencas del Amazonas Agudelo et al. 2012a). y Orinoco (Tabla 1), contribuyendo la del Para las especies del género Amazonas con mayor biomasa que la Brachyplatystoma hay normas del Orinoco. relacionadas con tallas mínimas de Los seis bagres del género captura, artes y métodos de pesca, Brachyplatystoma presentan épocas de veda y comercialización migraciones en donde la de B. de alevinos o juveniles para uso filamentosum está clasificada como ornamental (Muñoz y Sanabria 2011). mediana, mientras que las otras cinco Durante el último trimestre del año

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 31 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA

2009 (B. rousseauxii) tuvo y longitudinal, mientras que un precio de venta de posta congelado metaense, en Bogotá de $ 13.990 a mayoristas, Pseudoplatystoma orinocoense, y $ 21.075 a minoristas y $ 30.700 en Pseudoplatystoma tigrinum realizan supermercados (Perucho 2010). migración grande, longitudinal y Otro grupo importante de transfronteriza. Pseudoplatystoma bagres comerciales es la de los punctifer no está registrada como bagres rayados o pintadillos: una especie que migre (Usma et al. Pseudoplatystoma magdaleniatum, 2013). El bagre rayado del Magdalena, Pseudoplatystoma metaense, Pseudoplatystoma magdaleniatum, Pseudoplatystoma orinocoense, es el pez de agua dulce del país que se Pseudoplatystoma punctifer y encuentra en mayor grado de amenaza Pseudoplatystoma tigrinum. La (En Peligro Crítico), las otras cuatro primera especie es endémica del especies están categorizadas como país y está restringida a la cuenca Vulnerable (Agudelo et al. 2012b, del Magdalena (Magdalena, Cauca y Mojica et al. 2012c, Ramírez-Gil et al. San Jorge) (Valderrama et al. 2011); 2012c, d, Sánchez et al. 2012). Para las la segunda y tercera se distribuyen especies del género Pseudoplatystoma en la cuenca del Orinoco (Arauca, hay normas para cada cuenca, Atabapo, Guaviare, Inírida, Meta, relacionadas con tallas mínimas de Vichada) (Ramírez-Gil y Ajiaco- captura, artes y métodos de pesca, Martínez 2011c, d), y las dos últimas épocas de veda y comercialización en la cuenca del Amazonas (Apaporis, de alevinos o juveniles para uso Caguán, Cahuinarí, Caquetá, Mesay, ornamental (Muñoz y Sanabria 2011). Mirití-Parana, Orteguaza, Putumayo Otros bagres de importancia y Yarí) (Agudelo et al. 2011f, Sánchez comercial son el cajaro (Phractocephalus et al. 2011c) (Lámina 2a). hemiliopterus), el cabo de hacha El bagre rayado del Magdalena es (Sorubimichthys planiceps) y el amarillo la especie de mayor valor comercial de (Zungaro zungaro), distribuidos en la cuenca y está sometido a una fuerte las cuencas del Amazonas (Apaporis, presión pesquera por su alta demanda Caquetá, Caguán, Cahuinarí, Mesay, (Mojica et al. 2012c). En los últimos Mirití-Paraná, Putumayo, Yarí) y Orinoco cinco años los desembarcos variaron (Arauca, Atabapo, Guaviare, Inírida, alrededor de las 1000 t, mientras que Meta, Tomo, Vichada) (Acosta-Santos para las especies del Amazonas y Ori- y Agudelo 2011, Acosta-Santos et al. noco la tendencia de desembarco se 2011, Ramírez-Gil y Ajiaco-Martínez ha mantenido estable. Durante el úl- 2011e, f, g, Sánchez et al. 2011d). timo trimestre del año 2009, el bagre Las tres especies son migradoras, rayado, sin especificar la especie, tuvo Phractocephalus hemiliopterus realiza un precio de venta de posta congelado migración mediana, las especies en Bogotá de $14.030 a mayoristas, Sorubimichthys planiceps y Zungaro $25.500 a minoristas y $30.000 en su- zungaro además de migración mediana, permercados (Perucho 2010). realizan migración longitudinal y Con relación a las migraciones, tranfronteriza (Usma et al. 2013). Pseudoplatystoma magdaleniatum Zungaro zungaro está categorizada realiza una migración mediana como Vulnerable y Sorubimichthys

32 Lasso y Sánchez-Duarte planiceps como Casi Amenazada expedidos numerosos actos adminis- (Ramírez-Gil et al. 2012d, e). trativos como Acuerdos y Resoluciones Para el cajaro (P. hemiliopterus) y el por parte de las entidades que en su cabo de hacha (S. planiceps) hay normas momento tuvieron a su cargo la admi- relacionadas con tallas mínimas de cap- nistración de la actividad y a la fecha tura, artes, métodos de pesca y comercia- muchas de estas normas, si no la ma- lización de alevinos o juveniles para uso yoría, siguen vigentes y es urgente su ornamental (Muñoz y Sanabria 2011). revisión y actualización. La mayoría de la normativa está relacionada con: 1) Orden Perciformes el establecimiento de períodos de veda Familia Cichlidae (Lámina 2b) para algunas especies; 2) la definición El grupo de las mojarras, los tucunarés de tallas mínimas para las especies de o pavones (Cichla monoculus, Cichla mayor importancia comercial, regla- orinocensis y Cichla temensis) están mentación de la actividad pesquera; 3) distribuidas en las cuencas del Ama- el establecimiento de áreas de manejo zonas (Apaporis, Cahuinarí, Caquetá, o exclusivas para la pesca artesanal y Caucayá, Guainía, Mesay, Mirití-Para- 4) control a la comercialización y a la ná, Putumayo, Vaupés y Yarí) y Orinoco captura de algunas especies (Muñoz y (Atabapo, Arauca, Bita, Guaviare, Iní- Sanabria 2011), pero ninguna de estas rida, Meta, Tomo) (Gil-Manrique et al. medidas hace alusión expresa a alguna 2011, Lasso et al. 2011c, d). área protegida para su conservación. Estas tres especies tienen impor- De las 26 especies seleccionadas, tancia comercial, principalmente en la 25 de ellas tienen una amplia pesca artesanal y deportiva. De estas distribución en las cuencas Amazonas tres especies, solo Cichla orinocensis y Orinoco donde se encuentran el registra migración mediana (Usma et mayor número de PNN y los de mayor al. 2013) y ninguna está categorizada extensión. Debido a esto, algunos de los como amenazada. Para las especies del ríos donde se encuentran, sirven como género Cichla hay normas relacionadas límites de PNN, pero apenas incluye con la prohibición de comercializar ale- una pequeña parte de su distribución vinos o juveniles para uso ornamental que esté protegida. Una excepción (Muñoz y Sanabria 2011). sería el caso de la arawana azul (O. ferreirai) que estaría protegida en el Discusión PNN El Tuparro (río Tomo), aunque Con el fin de brindar protección a las observaciones recientes indican especies que presentan presión pes- su ausencia en la parte baja de este quera (ornamental y de consumo), se río (Morales-Betancourt 2014). La cuenta con medidas regulatorias (nor- otra especie, P. magdaleniatum, se mas) para algunas de las especies men- encuentra en la cuenca del Magdalena- cionadas en este capítulo. En Colombia, Cauca, donde hay menor número de la norma de mayor jerarquía que cons- PNN y en los ríos de su distribución no tituye el marco normativo de la pesca hay contacto con ninguno de ellos. y la acuicultura es el Estatuto Gene- Como se ha visto, las figuras de ral de Pesca - Ley 13 de 1990, regla- PNN no son las más adecuadas para mentada por el Decreto 2256 de 1991. la protección de grandes peces. Por un No obstante, previo a esta Ley fueron lado son insuficientes en cobertura y

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 33 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA por otro incluyen un área muy limita- En 2013 se publicó una investi- da de la distribución de las especies, gación que tuvo por objetivo hacer que por lo general son los grandes el seguimiento a los proyectos ade- ríos que forman parte de los límites lantados por parte de las Corpora- de los parques. De igual forma, los ciones Autónomas y Departamentos afluentes o tributarios interiores no Administrativos Ambientales que in- son suficientes – en términos de ex- cluyeran las especies de peces ame- tensión – para garantizar su protec- nazados publicadas en el primer ción. Estas figuras podrían beneficiar Libro rojo de peces dulceacuícolas a aquellas especies que no presentan del 2002 (Mojíca et al. 2002). Como comportamientos migratorios y que resultado se obtuvo que a nivel de se encuentren al interior de (p. e. cuencas, la del Magdalena-Cauca Potamotrygonidae, Arapaimidae, es donde se han realizado el mayor Osteoglossidae), pero no aquellas número de estudios, seguido por las especies de amplia distribución y cuencas del Orinoco y Amazonas. El migratorias, como por ejemplo el bocachico del Magdalena (Prochilo- caso del dorado (Brachyplatystoma dus magdalenae) fue la especie ob- rousseauxii). Esta especie registra la jeto de mayor atención, con la que migración más larga conocida para se desarrollaron las actividades de una especie de peces de agua dulce, cría y levante de alevinos, repobla- donde los adultos se reproducen en las miento y determinación de algunos cabeceras de los tributarios andinos aspectos biológicos. En segundo de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, lugar se menciona al pataló (Ichth- los huevos y las larvas son transporta- yoelephas longirostris) y la dorada dos río abajo hasta la desembocadu- ( affinis), con las cuales se ra del Amazonas en Brasil, allí pasan efectuó un estudio sobre manejo de su primeros años antes de migrar río reproductores y reproducción indu- arriba para completar su ciclo (Bar- cida. También se realizaron repo- them y Goulding 1997). blamientos con el bagre rayado del Llama igualmente la atención que Magdalena (Pseudoplatystoma mag- a pesar de la enorme diversidad íctica, daleniatum) y con el blanquillo del el país no cuenta con PNN que inclu- Magdalena ( cuspicaudus). yan a los peces dulceacuícolas entre En relación al pirarucú (Arapaima sus objetos de conservación, así como gigas), Corpoamazonia evaluó su tampoco existen áreas protegidas dedi- potencial para la acuicultura y men- cadas específicamente a su protección ciona la necesidad de elaborar pla- y aprovechamiento sostenible (Mojica nes de manejo para Arapaima gigas et al. 2012a). En el contexto del SINAP, y Osteoglossum bicirrhosum (Sán- muy pocas áreas protegidas y sistemas chez-Duarte y Lasso 2013). de áreas protegidas incluyen los siste- Especial atención ha recibido el mas acuáticos como objetos de con- bagre rayado del Magdalena por ser servación. Aunque la mayoría de los el pez dulceacuícola más amenazado parques naturales tienen sistemas flu- del país (En Peligro Crítico). La Auto- viales como límites, estos ríos no hacen ridad Nacional de Acuicultura y Pesca parte de sus objetivos de conservación (Hurtado et al. 2013). 4 http://www.ecopetrol.com.co

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(AUNAP) viene desarrollando, en asocio por otro con fines tróficos, además del con la Fundación Humedales, el pro- intercambio genético. yecto Conservación del bagre rayado, Otro mecanismo de protección de es- que tiene entre sus objetivos realizar pecies y ecosistemas es la Convención la ordenación pesquera de la especie Ramsar. Los humedales no existían en la en la cuenca Magdalena-Cauca (Valde- legislación nacional antes de la Ley 357 rrama et al. s. f.). Igualmente es una es- de 1997, por medio de la cual Colombia pecie objeto de estudio financiado por se hizo parte contratante de dicha con- como “Vida Silvestre”, que vención (Andrade 2011). Actualmente, se desarrolla con Wildlife Conservation el país cuenta con seis sitios Ramsar o Society (WCS) Colombia4. humedales de importancia internacional Hay instrumentos legales y de ges- que ocupan 711.525 ha del país. La in- tión ambiental que tienen que ver con clusión de un área Ramsar conlleva para los ríos, tales como la planificación de el gobierno el compromiso de tomar las cuencas hidrográficas o los instru- las medidas necesarias para asegurar mentos de gestión territorial (POMCAS). el mantenimiento de sus características Sin embargo, ninguno de estos abarca ecológicas5, sin embargo, no es una cate- de manera simultánea todos los atribu- goría de manejo y por lo tanto no es vin- tos de la integridad ecológica (IE). Cuan- culante ni obligante en términos legales do se reconocen en el río propiedades (Hurtado et al. 2013). Los humedales son como un todo, inspiradas en el concepto piezas fundamentales y muy vulnerables de IE, se hace evidente un vacío norma- al depender del ciclo hidrológico, por lo tivo y de gestión ambiental, en especial que se encuentran entre los ecosistemas en relación con los objetivos de conser- más amenazados globalmente. vación de la biodiversidad. Así, con base En la Amazonia colombiana, se es- en la identificación de atributos físicos, tán llevando a cabo otro tipo de inicia- bióticos, ecológicos y sociales identifica- tiva para la protección de las especies. dos como parte de la IE de los ríos, se En ellas las comunidades indígenas argumenta la necesidad de enfoques, han adelantado procesos de acuerdos conceptos o figuras diferentes como la de pesca, con acompañamiento técni- de Río Protegido (RP) (Andrade 2011). co de organizaciones no gubernamen- Según el autor del concepto, un río pro- tales como la Fundación Omacha, la tegido es un sistema completo de dre- Universidad Nacional de Colombia, naje que se maneja con el objetivo de Tropenbos Colombia y WWF, para ma- la conservación de su IE y la condición nejar concertadamente complejos de básica es que las variables estructuran- humedales como los Lagos de Tarapo- tes se manejen dentro de los límites de to y Yahuarcaca, asociados a la plani- funcionamiento normal del ecosistema cie de inundación del río Amazonas (IE), tomando como referencia un esta- (Duque et al. 2009, Trujillo y Trujillo do de pre-intervención (Andrade 2011). 2008, Usma 2015). Estos acuerdos han Otra propuesta para complementar las contribuido a que los pescadores ma- estrategias de conservación, en especial nejen sus recursos, a través del esta- del SINAP, son los corredores fluviales blecimiento de reglas de uso que van de conservación. Estos corredores desde la concertación de las tallas de permiten por un lado la migración de las especies con fines reproductivos y 5 http://www.ramsar.org

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 35 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA pesca, las especies y los aparejos per- y represas que limitan en gran medi- mitidos, enmarcados en la normativa da la reproducción y dispersión de los pesquera colombiana. Estas iniciativas peces al impedir las rutas migratorias han mostrado ser una forma efectiva longitudinales y laterales. El compor- de hacer conservación a través del tra- tamiento de la migración de peces está bajo coordinado con las comunidades relacionado con la hidrogeomorfología locales quienes se benefician y mejoran de los ríos de flujo libre. En las últimas su calidad de vida y su seguridad ali- décadas, las represas han sometido mentaria (Trujillo et al. 2013). las poblaciones de peces migratorios a Existen otras herramientas como la presiones severas pues se convierten inversión de dinero por parte de los sec- en trampas para sus huevos que van tores de hidrocarburos y mineros, que aguas abajo, cambian el flujo natural una vez obtienen la licencia ambiental, de los ríos e interrumpen su migración, deben asignar presupuesto para el estu- causando la reducción de la diversi- dio y conservación de la biodiversidad. dad íctica e incluso extinciones locales, Hasta el momento no se han presentado principalmente de especies migratorias medidas de compensación por afecta- (Usma et al. 2013). Las represas o em- ción al medio biótico a través de espe- balses pueden actuar como barreras cies de peces de agua dulce, aunque sí para las migraciones de peces y aislar de otros vertebrados como las tortugas las poblaciones nativas aguas arriba y (Resolución 0793 de 2011 del MAVDT). abajo de ellas. Igualmente, se convier- En relación con el marco normativo, ten en trampas para los huevos que teniendo en cuenta que la ley de mayor viajan aguas abajo y transforman hu- jerarquía corresponde a los años 90 – medales lóticos en lénticos (Mojica et 91, que actos administrativos anteriores al. 2012d). Por último, la proyección en aún siguen vigentes y que las poblacio- el desarrollo de embalses como provee- nes de peces explotadas han presentado dores de energía hidroeléctrica no es grandes cambios en los últimos 25 años, un buen augurio para la conservación se requiere actualizar dicha normativa, de la ictiofauna dulceacuícola presen- revisando los periodos de veda estable- te en la cuenca Magdalena-Cauca. La cidos, las tallas mínimas de captura, las distribución altitudinal potencial de los artes de pesca autorizadas y la captura embalses a lo largo de este eje de los y comercialización de algunas especies. cauces en la cuenca, generará impac- Especial atención requiere que la re- tos acumulativos a lo largo de la cuenca glamentación pesquera concertada que afectarán no solo a las poblaciones mediante acuerdos binacionales o trina- de especies migratorias sino a aquellas cionales, ya que se trata de especies que endémicas que se encuentran en cau- realizan migración y por lo tanto son ces arriba de los 1.300 m s.n.m. (Jimé- recursos fronterizos comunes. nez-Segura et al. 2014). La principal amenaza que expe- rimentan los grandes peces es la so- Conclusiones y recomendaciones bre-explotación (Morales-Betancourt Las amenazas más evidentes a la con- et al. 2014), aunado a otros factores servación y uso sostenible de los gran- de índole ambiental como la minería, des peces son la sobreexplotación contaminación del agua y sobre todo la pesquera y el deterioro de su hábitat, y construcción de diques, taponamientos las AP no son una alternativa real para

36 Lasso y Sánchez-Duarte su conservación bajo las premisas lega- mismas no sean más perjudiciales para les actuales. Así, para tratar de proteger el recurso hídrico y la biota asociada. dichas especies, hay que abordar estos Es obvio que las figuras de PNN no dos puntos de manera integral. En re- protegen los ríos que los limitan o de- lación con el primero se requiere ana- finen geográficamente, y por lo tanto lizar, actualizar y cumplir la normativa menos aún, las especies que los habi- relacionada con la administración de tan. Se requiere de una figura más efec- los recursos pesqueros en Colombia, in- tiva o novedosa para conservar los ríos cluyendo temas como el establecimien- y planicies inundables, incluyendo las to de períodos de veda para algunas especies. Las áreas o reservas priva- especies (de consumo y ornamental), la das de la Sociedad Civil son una buena definición de tallas mínimas de captura alternativa siempre y cuando puedan para las especies de mayor importancia funcionar como corredores fluviales comercial y las artes de pesca utilizadas. (incluyendo sus planicies inundables), Para el segundo punto, la situación es ya que por lo general son de pequeña más compleja e implica la participación superficie y no cubren una parte impor- de todos los sectores (privado, público, tante del área de distribución. Otras fi- gobierno y ciudadanos en general), en guras como Reservas de Biosfera, áreas pro de mejorar la calidad del agua don- Ramsar, Reservas de Pesca, etc., imple- de se desarrollan las especies. Con la ve- mentadas en otros países pudieran ser locidad de cambio que viene registrando efectivas en Colombia. Por último, es el país y la intención de poner en mar- fundamental involucrar a los usuarios cha en estos cuatro años (2014 – 2018), del recurso como actores clave para su las cinco locomotoras de desarrollo (in- conservación. Existen alternativas para fraestructura, agricultura, vivienda, mi- ello como los acuerdos de co-manejo u nería e innovación), se debe pensar en otras medidas derivadas del ordena- la velocidad de respuesta que se tiene miento pesquero que lleven finalmente desde el sector ambiental, para que las a la conservación del recurso.

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38 Lasso y Sánchez-Duarte

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 43 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA

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44 Lasso y Sánchez-Duarte

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 45 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA

Anexo 1. Lista de las especies de peces analizadas en este estudio, con su distribución por cuencas, categoría de amenaza según Mojica et al. (2012), pesos y tallas máximas. Nota: se excluyen las cuencas del Caribe y Pacífico ya que ninguna de las especies presentes en estas cuencas completa los criterios biológicos y de uso seleccionados.

CUENCAS MAYOR CATEGORÍA MAYOR PESO NOMBRE TALLA TAXA DE REGISTRADO COMÚN MAGDALENA- REGISTRADA AMENAZA AMAZONAS ORINOCO (kg) CAUCA (cm) Myliobatiformes Potamotrygonidae Raya Paratrygon manta, raya 113,5 (Ƃ) 157 (AD - Ƃ) 1 aiereba (Müller VU X X ceja, raya 24 (ƃ) 114 (AD - ƃ) y Henle 1841) manzana Potamotrygon Raya, raya 16,5 (Ƃ) 62,5 (AD - Ƃ) 2 motoro (Müller VU X X motoro 17,8 (ƃ) 52 (AD - ƃ) y Henle 1841) Potamotrygon Raya 26,5 (Ƃ) 49 (AD - Ƃ) 3 orbignyi tigrita, raya XX 5,8 (ƃ) 77 (AD - ƃ) (Castelnau 1855) pintada Potamotrygon schroederi Raya 10,5 (Ƃ) 61,2 (AD - Ƃ) 4 VU X X Fernández- guacamaya 5,6 (ƃ) 52,4 (AD - ƃ) Yépez 1958 Osteoglossiformes Arapaimidae Arapaima gigas 5 Pirarucú VU X 200 300 (Schinz 1822) Osteoglossidae Osteoglossum Arawana, 6 bicirrhosum arawana VU X 5,1 100 (Cuvier 1829) plateada Osteoglossum Arauana 7 ferreirai azul, EN X 2,3 100 Kanazawa 1966 arawana Characiformes Serrasalmidae Cachama Colossoma negra, 8 macropomum cherna, X X 20 90 (Cuvier 1816) gamitana, gambitana Cachama, Piaractus cachama 9 brachypomum X X 20 85 blanca, (Cuvier 1818) morocoto Siluriformes Pimelodidae Brachyplatystoma Valentón, filamentosum 10 plumita, VU X X 120 210 (Lichtenstein lechero 1819) Apuy, manta Brachyplatystoma negra, 11 juruense VU X X 7 60 camisa (Boulenger 1898) rayada, siete babas Brachyplatystoma Baboso, 12 platynemum flemoso, VU X X 5 150 Boulenger 1898 garbanzo Brachyplatystoma Dorado, 13 rousseauxii VU X X 40 150 plateado (Castelnau 1855)

46 Lasso y Sánchez-Duarte

Camiseto Brachyplatystoma cebra, 14 tigrinum X 5,7 75 cebra, siete Bristki 1981 líneas Brachyplatystoma Blanco vaillantii pobre, 15 VU X X 5 75 (Valenciennes capaz, 1840) pirabutón Phractocephalus hemiliopterus Cajaro, 16 X X 39 131 (Bloch y guacamayo Schneider 1801) Pseudoplatystoma Bagre magdaleniatum 17 rayado del CR X 70 150 Buitrago-Suárez Magdalena y Burr 2007 Pseudoplatystoma metaense Bagre 18 VU X 12 132 Buitrago-Suárez rayado y Burr 2007 Pseudoplatystoma orinocoense Bagre 19 VU X 12 132 Buitrago-Suárez rayado y Burr 2007 Pintadillo Pseudoplatystoma rayado, 20 punctifer VU X 19,5 128 bagre (Castelnau 1855) rayado Pseudoplatystoma Pintadillo tigrinum 21 tigre, bagre VU X 32 130 (Valenciennes rayado 1840) Sorubimichthys Pejeleño, 22 planiceps (Spix cabo de X X 8 130 y Agassiz 1829) hacha, palo Zungaro zungaro Amarillo, 23 X X 82 150 (Humboldt 1821) toro Perciformes Cichlidae Cichla monoculus Tucunaré, 24 Spix y Agassiz XX980 pavón 1831 Cichla orinocensis Tucunaré, 25 X X 7,3 76 Humboldt 1821 pavón Cichla temensis Tucunaré, 26 XX775 Humboldt 1821 pavón

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 47 Lasso y Sánchez-Duarte

Lámina 1. Mapa de distribución de Parques Nacionales Naturales Lámina 1b. Distribución de las especies del orden (PNN) en Colombia y algunas especies de peces dulceacuícolas Osteoglossiformes en las cuencas Amazonas y Orinoco analizadas en este capítulo. No se incluye la Red de Reservas de la en Colombia. Se resaltan en rojo los principales ríos Sociedad Civil (RRSC) debido a la escala del mapa 1. a) Distribución donde se encuentra la especie Osteoglossum ferreirai. de cuatro especies de rayas de agua dulce, Paratrygon aiereba, Se resaltan en amarillo los principales ríos donde se Potamotrygon motoro, Potamotrygon orbignyi y Potamotrygon encuentran las especies Arapaima gigas y Osteoglossum schroederi, en las cuencas Amazonas y Orinoco. Se resaltan en bicirrhossum. Hay que mencionar que Arapaima gigas no rojo los principales ríos donde se encuentran las especies. pasa del Chorro de Córdoba en el bajo río Caquetá.

Lámina 1c. Distribución de Colossoma macropomum y Piaractus Lámina 1d. Distribución de los bagres Brachyplatystoma brachypomum en las cuencas del Amazonas y Orinoco. filamentosum, Brachyplatystoma juruense, Brachyplatystoma platynemum, Brachyplatystoma rousseauxii, Brachyplatystoma tigrinum y Brachyplatystoma vaillanti en las cuencas del Amazonas y Orinoco en Colombia. Se resaltan en morado los principales ríos donde se encuentran las especies.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 49 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA

Lámina 2a. Distribución de los bagres de género Lámina 2b. Distribución de Cichla monoculus y Cichla Pseudoplatystoma. Se resaltan en amarillo los principales orinocensis en las cuencas del Amazonas y Orinoco. ríos donde se encuentra Pseudoplatystoma magdaleniatum en la cuenca del Magdalena-Cauca. En morado los principales ríos donde se encuentra Pseudoplatystoma metaense y Pseudoplatystoma orinocoense en la cuenca del Orinoco. En rojo los principales ríos donde se encuentran Pseudoplatystoma punctifer y Pseudoplatystoma tigrinum en la cuenca del Amazonas.

Ilustraciones: Donum Studios. Ilustraciones: Donum Studios.

Lámina 3a. Raya manta (Paratrygon aiereba). Lámina 3b. Raya motora (Potamotrygon motoro).

Lámina 3c. Raya tigrita (Potamotrygon orbingnyi). Lámina 3d. Raya guacamaya (Potamotrygon schroederi).

50 Lasso y Sánchez-Duarte

Lámina 3e. Pirarucú (Arapaima gigas). Lámina 3f. Arawana (Osteoglossum bichirrosum).

Lámina 3g. Arawuana azul (Osteoglossum ferreirai). Lámina 3h. Cachama negra (Colossoma macropomum). .

Lámina 3i. Cachama blanca (Piaractus brachypomus). Lámina 3j. Manta negra (Brachyplatystoma juruense).

Lámina 3k. Baboso (Brachyplatystoma platynemum). Lámina 3l. Dorado (Brachyplatystoma rousseauxii).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 51 Capítulo 1. CONSERVACIÓN GRANDES PECES EN COLOMBIA

Lámina 3m. Blanco pobre (Brachyplatystoma vaillanti). Lámina 3n. Bagre rayado del Magdalena (Pseudoplatystoma magdaleniatum).

Lámina 3ñ. Bagre rayado (Pseudoplatystoma metaense). Lámina 3o. Bagre rayado (Pseudoplatystoma orinocoense).

Lámina 3p. Valentón (Brachyplatystoma filamentosum). Lámina 3q. Pintadillo tigre (Pseudoplatystoma tigrinum).

Lámina 3r. Pintadillo rayado (Pseudoplatystoma punctifer). Lámina 3s. Amarillo (Zungaro zungaro).

52 Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES EN COLOMBIA Conservación de grandes reptiles acuáticos continentales (tortugas y crocodílidos) en Colombia

Mónica A. Morales-Betancourt y Carlos A. Lasso

Resumen. Los grandes reptiles acuáticos, como las tortugas matamatá (Chelus fimbriatus; 18 kg; LC), cabezón (Peltocephalus dumerilianus; 11 kg; VU), cha- rapa (Podocnemis expansa; 60 kg; CR), tortuga del río Magdalena (Podocnemis lewyana; 8 kg; CR), terecay (Podocnemis unifilis; 12 kg; EN) y los crocodílidos, caimán aguja (Crocodylis acutus; > 200 kg; EN), caimán llanero (Crocodylus intermedius; > 200 kg; CR) y el caimán negro (Melanosuchus niger; > 200 kg; VU) enfrentan muchos retos para su conservación. Las características biológi- cas y ecológicas de estas especies como la longevidad y el uso diferencial del hábitat de acuerdo al ciclo hidrológico, los convierte en un grupo complejo para la conservación. En Colombia se han diseñado varias estrategias para abordar este tema, como la declaratoria de áreas protegidas, planes de conser- vación de especies y licencias ambientales, entre otros. Se analizaron algunas de estas acciones de conservación tanto en áreas protegidas como fuera de ellas. Se encontró que estas estrategias no han sido efectivas, ya que la imple- mentación en la mayoría de los casos no se ha realizado de manera continua e integral. Por otro parte, se recomienda un cambio en el enfoque actual de las estrategias implementadas e incluir una visión ecosistémica moderna, con la incorporación de experiencias innovadoras de conservación.

Palabras clave. Gestión. Ecosistemas acuáticos. Podocnemis. Crocodylus. Melanosuchus.

Abstract. Large aquatic reptiles, turtles Matamata (Chelus fimbriatus, 18 kg; LC), Big-headed Amazon River Turtle (Peltocephalus dumerilianus, 11 kg; VU), Giant South American River Turtle (Podocnemis expansa, 60 kg; CR), Magda- lena River Turtle (Podocnemis lewyana, 8 kg; CR), Yellow-Sotted River Turtle (Podocnemis unifilis, 12; EN) and crocodilians, American Crocodile (Crocodylus acutus; > 200 kg; EN), Orinoco Crocodile (Crocodylus intermedius; > 200 kg; CR) and Black Alligator (Melanosuchus niger; > 200 kg; VU) face many challenges for their conservation. The biological and ecological characteristics of these species, such as their longevity and differential habitat use related to the an- nual hydrological cycle make them a complex challenge for conservationists. In Colombia, various strategies have been designed for them, such as the dec- laration of protected areas, species conservation plans and environmental li- censes, among others. Some of the conservation strategies now in force in the country were analyzed to determine their success in both protected and un- protected areas. It was found that the strategies have not been effective, main- ly because their implementation in the majority of the cases studied has not been integral and continuous. In addition, a change in focus of the strategies

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 53 Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES being implemented is necessary to include a modern ecosystemic vision with the incorporation of innovative conservation experiences.

Key words. Management. Aquatic ecosystems. Podocnemis. Crocodylus. Melanosuchus.

Introducción Colombia tiene una gran riqueza de Colombia ha desarrollado diferen- especies de tortugas y crocodílidos, y tes estrategias para la conservación del ocupa el segundo y primer lugar en patrimonio natural, que incluyen un riqueza en Suramérica, respectiva- marco político y normativo, la firma de mente. Desafortunadamente, de las convenios de carácter internacional, 32 especies continentales, conside- la generación de planes o programas rando ambos grupos, 12 especies y de conservación y la creación de áreas una subespecie presentan algún gra- protegidas, entre otras. Sin embargo, do de amenaza (Morales-Betancourt todos estos esfuerzos no han sido su- et al. 2015a). Según Páez et al. (2012) ficientes, puesto que a pesar que las y Morales Betancourt et al. (2013a), primeras medidas de conservación se las amenazas actúan de forma directa, pusieron en marcha desde los años 60, como lo es la sobre-explotación (captu- el recurso no ha mostrado señales de ra de individuos y huevos) y de manera recuperación, sino todo lo contario, indirecta, estas últimas son difíciles de cada vez las poblaciones están más detectar, cuantificar y manejar. Entre reducidas (Páez et al. 2012), salvo en estas amenazas se incluyen las siguien- algunos casos muy particulares (p. e. tes: a) actividades productivas mal caimán aguja, Crocodylus acutus en la manejadas, como por ejemplo la pesca bahía de Cispata) (Ulloa y Sierra 2012). (aumento en la captura incidental); la Una de las estrategias para conser- ganadería (pisoteo del ganado en las var la biodiversidad del país fue el esta- playas de los ríos durante la época re- blecimiento de un Sistema Nacional de productiva) y la generación de energía Áreas Protegidas (SINAP). Sin embargo, (alteración de los ciclos hidrológicos). la mayoría de estas áreas protegidas b) Alteración del hábitat, mediante la (AP) se encuentran en zonas de altitu- extracción de arena en las riberas (im- des elevadas o son áreas marinas, que pacto sobre nidos), la deforestación y dejan por fuera el área de distribución el cambio en la cobertura vegetal (dis- natural de gran parte de las especies minuye la disponibilidad de alimento y de tortugas y crocodílidos continenta- refugio). c) Contaminación de las aguas les, exepto al caimán aguja (Crocodylus (aunque no se conoce a nivel fisiológico autus), que se distribuye también en cómo afecta la contaminación a estas áreas marino-costeras. La mayoría de especies, se han encontrado individuos las tortugas se distribuyen por debajo con acumulaciones excesivas de mer- de los 2.000 m s.n.m y los crocodílidos curio). d) Cambio climático, a través por debajo de los 1.400 m s.n.m., sien- del calentamiento global (el sexo está do más comunes en tierras más bajas determinado por la temperatura en el (Páez et al. 2012, Morales-Betancourt estado embrionario). et al. 2013a). Entonces, si las AP no

54 Morales-Betancourt y Lasso son suficientes o representativas, de tal conservación”-OVC. En segunda ins- modo que garanticen la conservación tancia, se revisó la literatura disponible de estas especies, las interrogantes que (publicada o no) que hiciera referencia surgen de manera inmediata son: ¿qué a algunas de las acciones de conser- papel están jugando las AP?, y ¿cómo el vación implementadas en las especies país está conservando estas especies? seleccionadas y sus hábitats. Como Para contestar estas preguntas base se consultó a Páez et al. (2012) y se definió, en primera instancia, qué Morales-Betancourt et al. (2013a), que se considera como grandes reptiles muestran un panorama hasta 2012. acuáticos, cuál es su estado de con- servación, qué acciones se han desa- rrollado para conservar no solo las Resultados y discusión especies sino los ecosistemas, y por Selección de especies último, cuáles son recomendaciones Se seleccionaron ocho especies corres- para su conservación. pondientes a cinco tortugas, cuatro de la familia Podocnemidae y una de la familia Chelidae; y tres crocodílidos, el Metodología caimán negro (Melanosuchus niger), cai- Selección de especies mán llanero (Crocodylus intermedius) y Para determinar las especies que fue- el caimán aguja (Crocodylus acutus) (Lá- ron objeto de análisis en este capítu- mina 1). De las ocho especies siete tie- lo, se siguieron los siguientes criterios nen algún grado de amenaza (Tabla 1). de selección: a) talla grande (tortugas > 50 cm longitud recta del caparazón; Áreas protegidas (AP) crocodílidos > 3 m longitud total) y b) Al analizar qué tan representadas hábitos acuáticos. están las especies en las AP, se concluye que estas áreas no son suficientes para Análisis situacional mantener poblaciones viables. De Como primera medida se analizó el acuerdo a Forero-Medina et al. (2014) panorama actual en las AP. Para esto el número de especies de tortugas se analizó la representatividad de los registradas (presencia confirmada) en Parques Nacionales Naturales (PNN) en los PNN y en las Reservas Naturales relación a la distribución de las espe- de la Sociedad Civil (RNSC) es bajo, cies. En el caso de las tortugas se con- aunque analizando la distribución sultó a Forero-Medina et al. (2014) y potencial, el número en dichas áreas para los crocodílidos, se hizo un análi- sería mayor, lo que demuestra la falta sis general donde se sobrepusieron los de investigación y monitoreo para puntos de distribución (registros) de las estas especies en los PNN y RNSC. especies, con los polígonos de los PNN. También hacen referencia a que solo La información de los registros se basó tres especies, consideradas en este en Morales-Betancourt et al. (2015a) capítulo, presentan algo más del 10% y Balaguera-Reina et al. (2014). Tam- de su distribución en estas áreas (C. bién se consultó, de acuerdo a la dis- fimbriatus - 15,5%, P. expansa -10,2% ponibilidad, los planes de manejo de y P. unifilis -14,4%). Sin embargo, el PNN para ver cuáles incluían crocodí- mayor porcentaje de su distribución lidos y tortugas como “objetos valor de está fuera de las AP. Podocnemis

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 55 Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES

Tabla 1. Especies de tortugas y crocodílidos incluidas en el análisis. Fuente: esta- do de conservación (Morales-Betancourt et al. 2015a); talla, peso y distribución (Páez et al. 2012, Morales-Betancourt et al. 2013). Abreviaturas: en Peligro Crítico (CR), en Peligro (EN), Vulnerable (VU), Preocupación Menor (LC). Distribución: Amazonas (Am.), Caribe (Car.), Magdalena (Mag.), Orinoco (Or.) y Pacífico (Pac.).

DISTRIBUCIÓN TALLA PESO NOMBRE ORDEN FAMILIA ESPECIE MÁXIMA MÁXIMO COMÚN (cm) (kg) Ama. Car. Mag. Or. Pac.

Chelus Chelidae Matamata LC 53 18 x x fimbriatus

Peltocephalus 11 Cabezón VU 68 xx dumerilianus (52 cm)

Podocnemis Charapa CR 90 60 x x expansa Podocnemidae

Testudines Tortuga Podocnemis 8 del río CR 50 xx lewyana (46 cm) Magdalena Podocnemis Terecay EN 52 12 x x unifilis Crocodylus Caimán EN 7 - x x x acutus aguja Crocodylidae Crocodylus Caimán 428 CR 7 x intermedius llanero (420 cm)

Crocodylia Melanosuchus Caimán VU 5 - x niger negro lewyana, especie endémica y en encuentra uno de los dos relictos pobla- peligro crítico, tiene registros en el cionales más importantes (Lugo y Ardi- PNN Paramillo y potencialmente, en el la-Robayo 1998, Clavijo y Anzola 2013) mejor de los casos, menos del 1,5 % de y de acuerdo al modelo de distribución su distribución estaría en PNN. potencial, en está área se encontraría la En el caso de los crocodílidos, se ob- mayor probabilidad de condiciones ade- serva (Lámina 2) que el caimán aguja en cuadas para el desarrollo de la especie la vertiente del Caribe tiene presencia (Morales-Betancourt et al. 2014). Por confirmada en nueve parques y para el último, el caimán negro se encuentra Pacífico en dos. El caimán llanero (en- en tres parques. démico de cuenca del Orinoco), tiene Al ser estas especies acuáticas, su presencia confirmada en dos parques conservación en las AP, además de su (PNN Sierra La Macarena y Tinigua) y baja representatividad, tienen otras li- recientemente se ha realizado la rein- mitantes, ya que los PNN han sido de- troducción de 21 individuos en el PNN limitados usando como referencia los El Tuparro1. En los llanos inundables ríos y otros cuerpos de agua, pero no (Orinoquia llanera), una región clave es claro si dichos límites naturales es- para la especie no hay áreas con figu- tán incluidos dentro de los lineamien- ras de conservación. En esta región se tos de conservación del área (Trujillo et al. 2013) e incluso si forman parte de la propia AP. Por ello, es indispensable 1 http://www.elespectador.com/noticias/me- dio-ambiente/el-rescate-del-caiman-llanero- incluir los ecosistemas acuáticos en las articulo-563080 figuras de conservación y garantizar la

56 Morales-Betancourt y Lasso interconexión entre las AP incluyendo realizado algunas investigaciones de los ríos y planicies inundables adyacen- monitoreo del caimán aguja (Farfán et tes. Este enfoque es fundamental para al. 2014 a, b). Hay que resaltar que el estas especies acuáticas ya que utilizan PNN La Paya fue creado en 1984, con el hábitat de acuerdo al ciclo hidrológi- el objetivo de conservar el caimán ne- co. Así, en temporada de lluvias o aguas gro, pero tras 30 años de su creación y altas se encuentran en las lagunas y zo- de acuerdo a los habitantes locales, las nas inundadas donde hay disponibili- poblaciones de esta especie siguen dis- dad de alimento y refugio, mientras que minuyendo (Hernández-Rangel et al. en la época seca se desplazan al cauce 2010) y no hay proyectos de investiga- principal, donde adicionalmente, utili- ción que se adelanten en la actualidad. zan las playas para la anidación (Mora- les-Betancourt y Lasso 2014). Áreas no protegidas (ANP) Al analizar la información sobre Las tortugas continentales cuentan las acciones de conservación imple- con un plan de acción incluido en el mentadas, se observa que para las Programa nacional de conservación tortugas en el PNN Cahuinarí (Ama- de tortugas marinas y continentales zonas) se viene desarrollando desde en Colombia (Ministerio del Medio los años 80, un trabajo de participa- Ambiente-MMA 2002a). Para la im- ción social para la conservación de plementación del plan de acción se la tortuga charapa (Bello et al. 1996). formuló el Plan estratégico para la con- En total, hay tres PNN que conside- servación de tortugas continentales-fa- ran a la charapa o terecay como OVC se 1 (2012-2013) (ACHerpetología (Tabla 2), pero no hay investigaciones 2011) y la fase II (2015-2020) (Mora- al respecto, excepto los trabajos de les-Betancourt et al. 2015b). A nivel índole comunitario que se realizan en de especies también hay planes para PNN Cahuinarí. las especies evaluadas. En el caso de Respecto a los crocodílidos, en cin- los Crocodylia no hay un plan nacional co parques son considerados como para la conservación del grupo, sino OVC (Tabla 2) y sólo el PNN Tayrona ha que son tratados a nivel de especies.

Tabla 2. Tortugas y crocodílidos incluidos en los planes de conservación de áreas protegidas. Abreviaturas: PNN: Parque Nacional Natural, SFF: Santuario de Flora y Fauna.

ESPECIE ÁREA PROTEGIDA REFERENCIA

Podocnemis unifilis PNN Tinigua Arévalo y Sarmiento (2005)

PNN Chiriviquete Páez (2009) Podocnemis expansa PNN Cahuinarí Bello et al. (1996)

PNN Paramillo Martínez et al. (2009) Crocodylus acutus SFF El Corchal “Mono Hernández” Gamba et al. (2009)

PNN Sierra de La Macarena Zarate et al. (2005) Crocodylus intermedius PNN Tinigua Arévalo y Sarmiento (2005)

Melanosuchus niger PNN La Paya PNN La Paya (2006)

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 57 Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES

Tabla 3. Planes o programas de conservación a nivel local y regional para las tortugas y crocodílidos.

NIVEL DE COBERTURA ESPECIE FUENTE REGIONAL LOCAL

von Hildebrand (1997), Monje y Martínez (2008), Podocnemis expansa xx Trujillo et al. (2008 a, b), Martínez-Callejas (2014)

CVS y CI (2006), Romero (2011), Podocnemis lewyana x Gallego-García y Forero-Medina (2014)

Podocnemis unifilis x x Trujillo et al. (2008 a, b), Martínez-Callejas (2014)

Asociación Desarrollo Guajiro y Corpoguajira (2006), Patiño Crocodylus acutus x et al. (2010), Ulloa y Peláez (2011), Ulloa y Sierra (2012)

Crocodylus intermedius x MMA et al. (1998b)

Melanosuchus niger x Alonso et al. (2008)

El 75% de las especies analizadas en su mayoría al rescate de nidadas y cuentan con planes para su conserva- al trabajo con las comunidades y no a ción, unos a nivel local y otros a nivel la protección de adultos y subadultos, regional (Tabla 3). Chelus fumbriatus las cuales tienen mayor efecto en el in- y Peltocephalus dumerilianus son las cremento de las poblaciones (Páez et que no tienen planes de conservación al. 2015). Si se realizaran los dos tipos ya que de acuerdo a los análisis de de actividades, el resultado sería más categorización (2002), no se encon- favorable ya que el componente edu- traban amenazadas. cativo y de sensibilización que tienen Estos planes siguen la misma es- las actividades de rescate de nidadas y tructura de cualquier plan de especie liberación de individuos es invaluable. focal, que como objetivo final tiene la En el caso del caimán llanero, si conservación de las especies mediante bien se formuló un programa nacio- acciones de investigación y monitoreo, nal para su conservación hace 17 años educación ambiental y participación (MMA et al. 2002b), su implementación comunitaria, divulgación, gestión y for- ha sido poco efectiva y enfocada en la talecimiento institucional. La ejecución conservación ex situ, sin incidencia de estos planes no se ha realizado de en las poblaciones naturales (Mora- manera adecuada, ya que sólo se ha les-Betancourt et al. 2013b). A pesar enfocado en alguno de los componen- de que el programa tiene establecida tes de los planes (manejo de nidadas y una primera fase enfocada en la rein- participación comunitaria) y no de ma- troducción y reforzamiento poblacio- nera integral (Morales-Betancourt et nal, existen otras estrategias para su al. 2012, 2013b). Este es el caso de los conservación que se pueden desarro- planes con podocnémidos, enfocados llar de manera simultánea y que no han

58 Morales-Betancourt y Lasso sido consideradas, como por ejemplo pueden ser una buena oportunidad el manejo in situ en áreas donde aún para la conservación, aunque esta se hay relictos poblacionales (Morales-Be- ha dado de manera muy incipiente. Se tancourt et al. 2015c). En Venezuela se podría mencionar el proyecto Oleoducto formuló hace ya 25 años, el programa Bicentenario, donde se priorizó a de conservación para esta especie y se la tortuga morrocoy (Chelonoidis han liberado 9.282 ejemplares mayores carbonaria) y charapa (Podocnemis de un año, de los cuales el 85% fueron expansa) para realizar acciones de en AP. Sin embargo, a pesar de los miles conservación (Resolución Nº 432 de 2015 de animales liberados en el medio sil- del ANLA). Inclusive, algunas empresas vestre, al parecer las poblaciones más han ido más allá por iniciativa propia. Por importantes de C. intermedius se en- ejemplo Ecopetrol, en su programa de cuentran en una fase de decrecimien- responsabilidad social corporativa, creó to (Jiménez-Oraá 2005, Seijas 2007, el programa de Vida Silvestre, donde se Espinosa-Blanco y Seijas 2012), hecho incluyen el caimán llanero y la charapa, asociado probablemente a que los even- para establecer acciones concretas de tos de caza y saqueo de nidadas no han conservación2. Igualmente, Carbones cesado (Babarro 2014), lo que ratifica de Cerrejón (La Guajira) estableció nuevamente la necesidad de implemen- un programa para la conservación de tar los programas de manera integral. especies amenazadas, que incluyó al La investigación como herramienta caimán aguja (Báez et al. 2014). para la toma de decisiones no ha reci- bido el apoyo necesario (Morales-Be- Planes de conservación de tancourt et al. 2015a) y la información especies versus planes de es una limitante para una conserva- conservación de áreas ción efectiva (Páez et al. 2012, Mora- Otro aspecto a discutir es la efectivi- les-Betancourt et al. 2013a). dad de tener planes a nivel de especies Para que los planes sean realmente o a nivel de áreas geográficas defini- efectivos, se requieren estrategias a largo das, en un contexto de conservación. plazo (al menos 10 años) dado que son Sería interesante evaluar la posibili- especies longevas. Este es el caso por dad de identificar áreas de especial ejemplo de Alligator mississippiensis en importancia para varias especies de Estados Unidos, que requirió más de 20 tortugas y crocodílidos y realizar un años para su recuperación y manejo, y manejo integral de dichas áreas, en un poco menos, la de Crocodylus porosus vez de tener un plan para cada espe- en Australia (MMA et al. 2002b). En cie. En los últimos años, se ha conside- Colombia, hay que mencionar el trabajo rado el enfoque por ecosistemas como con caimán aguja en la bahía de Cispatá, el marco primario de acción del CDB. el cual ha contado con un poco más de Este enfoque es una estrategia para la diez años de implementación y con el gestión integrada de la tierra, el agua que se ha observado una recuperación y los recursos vivos, que promueve la con tendencia a la estabilidad de la población (Ulloa y Sierra 2012). 2 http://www.ecopetrol.com.co/wps/portal/es/ Por otra parte, los requisitos ecopetrol-web/nuestra-empresa/sala-de-prensa/ boletines-de-prensa/Boletines-2014/contenido/ asociados a la adjudicación de licencias ecopetrl-y-wcs-se-cpmprometen-con-la- ambientales (título VIII, Ley 99 de 1993), conservacion-dediez-

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 59 Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES conservación y el uso sostenible de la Parte de la dificultad del manejo diversidad biológica en forma equita- de los ríos son sus características in- tiva3, por lo que el país debería seguir trínsecas por ser sistemas longitudi- estas directrices orientadoras del CDB. nales o tener un “continuo fluvial”, a Por otro lado, tener planes úni- lo largo de una enorme heterogenei- camente a nivel de una especie de- dad de ecosistemas interconectados. terminada, no permite aprovechar al El hecho de que haya un continuo máximo los pocos recursos disponibles. fluvial, determina que las jurisdiccio- Así, en Venezuela, se han implemen- nes y competencias de manejo estén tado estrategias de manera conjunta a cargo de varias autoridades am- para el caimán llanero, la charapa y la bientales y el Estado central, que en terecay, lo que ha hecho más eficiente el mejor de los casos aplica figuras las acciones de conservación (Hernán- de manejo como los planes de orde- dez et al. 2011). En este sentido, en nación y manejo de las cuencas hi- Colombia, se podría vincular la conser- drográficas (Pomcas). Estos buscan vación del caimán llanero al programa un manejo integrado de las cuencas “Atsapani”, cuyo objeto es la conserva- e incluyen los bosques, aunque el se- ción de las tortugas charapa y terecay guimiento y cumplimiento de estas en los ríos Meta, Orinoco y Bita (Mar- estrategias es limitado (Trujillo et al. tínez-Callejas 2014), área identificada 2013). Por otra parte, está el tema del de importancia para realizar acciones gradiente lateral o la dinámica de los de conservación para el caimán llanero pulsos de inundación, donde hay una (Morales-Betancourt et al. 2015c). gran interacción entre los ecosiste- mas acuáticos y terrestres. Finalmen- Conservación de los ecosistemas te, es importante empezar a manejar acuáticos o humedales e incorporar conceptos que han teni- En Colombia los sistemas fluviales (en- do buenos resultados en otros países tiéndase ríos de porte mediano y grande) como el del río protegido o figuras no son considerados como entes natu- también innovadoras como los corre- rales bajo una visión ecosistémica, sino dores fluviales de conservación. como vías de transporte de acceso pú- blico, donde todos tienen derecho a su uso, pero nadie asume la responsabili- Conclusiones y recomendaciones dad de su manejo. Hay instrumentos de La información referida y analizada gestión ambiental que tienen que ver con previamente, muestra cómo la los ríos y otros tipos de humedales, como conservación de los grandes reptiles la Política nacional para la gestión inte- acuáticos depende no solo de las gral del recurso hídrico (MAVDT 2010) acciones específicas enfocadas hacia y la Política nacional de humedales in- esas especies en particular, sino que teriores de Colombia (MMA 2002c), los se requiere de un manejo integral del cuales si bien incluyen algunos atributos territorio (tierra-agua-ser humano), de su integridad ecológica, ninguno los con una visión ecosistémica. Así, consideran o incluyen a todos de manera deben incluirse las tres dimensiones simultánea (Andrade 2011). del ecosistema acuático (longitudinal, lateral y temporal), su interacción 2 http://www.cbd.int/ecosystem/ con los ecosistemas terrestres y la

60 Morales-Betancourt y Lasso interrelación con el ser humano. distribuidos en el país, podrían con- Actividades productivas no amigables tribuir a la conservación. con el ambiente o con una regulación De la misma forma, cada vez es sin monitorear, junto con el manejo más necesario tomar decisiones sobre inapropiado de los ecosistemas acuáticos, la pertinencia de elaboración e imple- son temas fundamentales a considerar mentación de planes de conservación a para alcanzar una conservación y nivel de especies o grupos de especies a sostenibilidad que satisfaga ambos nivel de ecosistemas o regiones, inclu- intereses o puntos de vista. yendo temas complementarios como la Es evidente que el actual SINAP viabilidad e impacto de los programas no es representativo ni eficiente en la de conservación ex situ versus in situ. conservación, no solo de los grandes También hay que tomar medidas reptiles acuáticos, sino de otras espe- prácticas bajo escenarios de incertidum- cies acuáticas de mamíferos, aves y bre, por lo que es fundamental continuar por supuesto de peces, especialmente con la generación de información básica las especies migratorias (Lasso y Sán- de las especies en cuestión. Por último, chez-Duarte, este libro). Los nuevos hay un diagnóstico del estado de cono- paradigmas y enfoques conceptuales cimiento de estas especies, sus amena- (p. e. río protegido y corredores flu- zas, las acciones adelantadadas para su viales) pueden aportar mucho al res- conservación e incluso estrategias a nivel pecto. También es importante evaluar nacional, por lo que las bases y condicio- cómo los grandes predios o propie- nes están dadas para poder direccionar dades privadas (Reservas Naturales de manera más efectiva las acciones de de la Sociedad Civil), ampliamente conservación en el futuro.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 61 Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 65 Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 67 Morales-Betancourt y Lasso

Lámina 1a. Matamatá (Chelus fimbriatus). Lámina 1b. Cabezón (Peltocephalus dumerilianus).

Lámina 1c. Charapa (Podocnemis expansa). Lámina 1d. Tortuga del rio Magdalena (Podocnemis lewyana). Foto: M. A. Morales-Betancourt.A. Foto: M. Boede. Foto: E. Hoogesteijn. Foto: R.

Lámina 1e. Terecay (Podocnemis unifilis). Lámina 1f. Caimán aguja (Crocodylus acutus). Foto: E. Boede. Foto: E. Foto: F. Trujillo. Foto: F. Trujillo. Foto: F. Rendón. Foto: B. Morales-Betancourt. A. Foto: M.

Lámina 1g. Caimán llanero (Crocodylus intermedius). Lámina 1h. Caimán negro (Melanosuchus niger).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 69 Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES

Lámina 2. Registros históricos de Melanosuchus niger, Crocodylus intermedius y Crocodylus acutus en relación a las áreas protegidas (Parque Nacional Natural-PNN, Santuario de Flora y Fauna-SFF, Vía parque-VP). 1. SFF Los Flamencos; 2. PNN Tayrona; 3. PNN Sierra Nevada de Santa Marta; 4. VP Isla; 5. SFF Ciénaga Grande de Santa; Marta 6. SFF El Corchal “El Mono Hernández”; 7. PNN Corales del Rosario y San Bernardo; 8. PNN Paramillo; 9. PNN Los Katios; 10. PNN Utría; 11. PNN El Tuparro; 13. PNN Sierra de la Macarena; 14. PNN Yaigojé Apaporis; 15. PNN La Paya; 16. PNN Amacayacu.

70 Capítulo 3. CONSERVACIÓN PEREZOSOS EN COLOMBIA Rehabilitación y liberación de perezosos (Xenarthra: Bradypodidae y Megalonychidae) en áreas no protegidas en Colombia

Tinka Plese

Resumen. Los perezosos de tres dedos (Bradypus variegatus; <5,5 kg; LC) y perezosos de dos dedos (Choloepus hoffmanni y Choloepus didactylus; <9 kg; LC) son mamíferos arbóreos de gran tamaño que necesitan espacios boscosos conservados para cumplir su rol en los ecosistemas naturales. La rápida desa- parición de los bosques tropicales y su fragmentación son una de las amenazas más importantes. Esto, unido a la cacería y a la expansión de las fronteras agrícolas y ganaderas, está poniendo en grave peligro de extinción a toda la fauna silvestre, en particular a los mamíferos arbóreos. En las últimas décadas ha habido un incremento de los programas de rehabilitación/reintroducción de la fauna silvestre, como estrategias de conservación de las especies en vía de extinción. El fin de un programa de rehabilitación es la liberación de los indivi- duos y el establecimiento de poblaciones viables para asegurar su permanencia en el tiempo y el espacio. Las áreas de liberación deben contar con bosques bien desarrollados, vegetación adecuada para las especies, fuentes de agua y suficiente alimento, áreas interconectadas por corredores ecológicos a otras zonas boscosas y a distancias prudentes de obras de infraestructura humanas. También, contar con el compromiso de conservación por parte de los dueños y vecinos de los terrenos y con un sistema de protección y seguridad en la zona, ante la presencia de cazadores o extractores. Previo y durante los procesos de liberación se debe realizar un proceso de sensibilización de la comunidad. La conservación con compasión y la activa participación consciente ciudadana han tenido un impacto en la biología de la conservación. Por su parte, la red de las reservas naturales de la sociedad civil y la red de reubicadores de fauna silvestre han brindado las condiciones necesarias para efectuar procesos de educación, reubicación y control y seguimiento post liberación y han tenido un alto grado de compromiso en este tipo de procesos en el tiempo.

Palabras clave. Bradypus variegatus. Choloepus didactylus. Áreas protegi- das. Conservación.

Abstract. The three toed sloths (Bradypus variegatus; <5, 5kg; LC), and two toed sloths (Choloepus hoffmanni and Choloepus didactylus; <9 kg; LC) are large size arboreal mammals that require significant forest areas without human intervention in order to fulfill their role in the natural ecosystems. One of the significant threats to their survival is the rapid disappearance of the tropical forest and its fragmentation. Furthermore, hunting and the ex- pansion of the cattle farming and , places especially high survival pressure on threatened arboreal mammals. In past decades, there has been

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 71 Capítulo 3. CONSERVACIÓN PEREZOSOS EN COLOMBIA an increase of the rehabilitation/release wild fauna programs as conserva- tion strategies towards endangered species. The purpose of the rehabilitation program is to release the recovered animals and to establish viable popula- tions and their conservation throughout time. Areas for the conservation of endangered species should count with adequate woodlands well developed, water sources and sufficient food supply. It is important that these areas are interconnected with other tropical forest fragments through biological corridors and far from the human influence, it is important to protect the zone from hunters or any other extractor of natural resources. Compromise of owners of the properties is as important as the educational programs in all phases of the program. Compassionate conservation and the active citizen participation in the nature conservation is taking force and leaving a strong footprint in the biology of conservation. Several networks of the civil society have been providing wild fauna release in their properties with the accom- paniment of the government entities propending to the permanence of these processes through time.

Key words: Bradypus variegatus. Choloepus didactylus. Protected areas. Conservation.

Introducción Los Xenarthra (nombre común xenar- a pesar hasta cinco kilos y medio en tros) son uno de los grupos de mamí- perezosos de tres dedos y hasta nueve feros más antiguos del Nuevo Mundo. kilos en perezosos de dos dedos. Exis- Son descendientes de antepasados gi- ten seis especies de perezosos de los gantescos tales como los acorazados cuales tres se encuentran en Colom- gliptodontes y los perezosos gigantes o bia. Los perezosos de Colombia es- megaterios. Este súper orden compren- tán representados por dos familias: de tres tipos de animales muy particula- Bradypodidae que incluye perezosos res, los perezosos, los hormigueros y los de tres dedos (Bradypus variegatus), armadillos (Gardner 2007). Contiene 31 y Megalonychidae con los perezosos especies vivientes incluidas en 13 géne- de dos dedos (Choloepus hoffmanni y ros, los cuales están restringidos al Neo- Choloepus didactylus) (Lámina 1). trópico (Wetzel 1982, Gardner 2007). La distribución geográfica del Las especies actuales representan solo perezoso de tres dedos es amplia, se un pequeño fragmento de un conjunto pueden encontrar desde la península de de taxones fósiles mucho más diversos Honduras en Centroamérica, hasta el sur (Delsuc y Douzery 2008). de Brasil (Emmons 1997). Las densidades poblacionales estimadas son de 0,6-4,5 Los perezosos: distribución y datos animales por hectárea en los bosques poblacionales secos tropicales de Colombia (Acevedo et Los perezosos son mamíferos arbóreos al. 2011). En ambientes insulares, como de gran tamaño que necesitan espa- la Isla Palma en el Chocó biogeográfico cios boscosos sin intervención humana colombiano, se registra una densidad (Montgomery y Sunquist 1978, Chia- poblacional de B. variegatus de 0,72 ind./ rello 2008). Los adultos pueden llegar ha, siendo la segunda más alta reportada

72 Plese para la especie. Probablemente, la los hace difíciles de detectar. En las lis- ausencia de predadores naturales, tas rojas de la UICN los perezosos apa- de competidores directos y el acceso recen como “preocupación menor”(LC) restringido de los seres humanos a esta dado su amplia distribución descrita en localidad insular, han favorecido a las el pasado y su presencia en áreas prote- poblaciones de perezosos de tres dedos gidas (Superina et al. 2010). También se (Carvajal et al. 2013). encuentra en el Apéndice II CITES. Sin El perezoso de dos dedos, C. embargo, la cobertura boscosa actual hoffmanni, comprende dos poblaciones, de Colombia muestra que no se puede la población del norte y la población del generalizar la amplia distribución de sur. La población del norte se reporta estas especies porque su presencia se en Nicaragua, Costa Rica, Colombia y delimita por los factores bioclimáticos Venezuela occidental. En la región y la necesidad de disponibilidad de una andina colombiana se han encontrado cobertura boscosa continua con árboles densidades de 0,3 -1,5 ind./ha, mientras grandes y maduros, para soportar su que en las tierras bajas del norte de peso y proveer su alimentación (Moreno Colombia se encontraron 0,2-0,83 et al. 2007) (Figura 1). ind./ha (Álvarez 2004, Acevedo et al. La rápida desaparición de los bos- 2011). Aguilar-Isaza y López-Obando ques tropicales y su fragmentación, son (2009) encontraron solo 0,079 ind./ una de las amenazas más importantes. ha en bosques intervenidos en el Esto, unido a la cacería y a la expansión departamento del Quindío. de las fronteras agrícolas y ganaderas, Choloepus didactylus se encuentra está poniendo en peligro de extinción a en el sur de Venezuela, el delta del río toda la fauna silvestre, en particular a Orinoco, las Guayanas, la cuenca ama- los mamíferos arbóreos. Para el período zónica de Colombia, Ecuador, Perú y 2005-2010, se perdieron en Colombia Brasil. En Colombia se encuentra desde anualmente 238.273 ha de bosque na- los departamentos de Meta y Guainía tural con una concentración en la de- hacia el sur del país. En Surinam se en- forestación de las regiones amazónica contraron densidades poblacionales de y andina (Cabrera et al. 2011). Muchas 0,9 individuos por hectárea (Taube et al. especies de fauna silvestre mueren junto 1999), mientras que en el Amazonas de con la tala de los bosques tropicales y Brasil 0,13 individuos por hectárea (Ma- la fragmentación de los bosques puede naos) y hasta 0,88 individuos por hec- reducir las probabilidades de supervi- tárea en las zonas inundadas (Queiroz vencia de una población. 1995, Chiarello 2008). No hay reportes Los perezosos son objeto de co- de estudios poblacionales en Colombia. mercio ilegal de fauna silvestre como mascotas (Moreno y Plese 2006) y al- Las amenazas para las poblaciones gunos animales que son rescatados y de perezosos colombianos que logran sobrevivir a la malnutrición Los perezosos son difíciles de estudiar. y/o cuidado inoportuno, son entrega- Su estrategia de pasar desapercibidos dos para la rehabilitación. Los registros en el dosel del bosque mimetizándose de la fundación AIUNAU reportan unos a las hojas secas, nidos de avispas y la cien ejemplares por año atendidos en su presencia de manchas blancuzcas en la centro de rescate y rehabilitación. Es de espalda que se asimilan a los líquenes, anotar que por cada ejemplar que llegó,

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 73 Capítulo 3. CONSERVACIÓN PEREZOSOS EN COLOMBIA

Figura 1. Distribución actual de Bradypus variegatus. Fuente: MADS y AIUNAU (2012).

74 Plese se recibieron tres llamadas reportando producto de tráfico ilegal y que fueron otros casos de perezosos que se murie- recuperados. El control y seguimiento ron en el Valle de Aburrá (Antioquia), sin de los individuos se realizó tanto con ser atendidos. La complejidad de condi- seguimiento por telemetría, como por ciones a las que son sometidos muchos observación directa con el apoyo de la individuos de fauna silvestre durante comunidad local. De los cuarenta indi- el proceso de extracción, comercio y viduos liberados inicialmente, solo se cautiverio crean altos niveles de estrés observó un ejemplar muerto. El resto y altas mortalidades. Entonces la pre- de los ejemplares mostraron un de- gunta es ¿qué hacer con los animales sarrollo acorde con su edad. Después rescatados y rehabilitados? Actualmen- de dos años de estar en el bosque se te la respuesta está en los programas de observaron crías, lo cual muestra una rehabilitación que tienen como fin la li- adaptación y desarrollo positivo de la beración de los individuos y el estableci- población establecida. miento de poblaciones para asegurar su Los corredores biológicos cobran permanencia en el tiempo y el espacio. importancia en los procesos de restau- La atención a la fauna silvestre ración ecológica en tanto que permi- involucra múltiples actores de carác- ten a las especies la movilidad (Gálvez ter público y privado y trasciende los 2002), facilitan la obtención de recur- límites geopolíticos de las regiones. sos disponibles en varios refugios, El éxito de los programas de rehabili- permiten el incremento del tamaño tación y posterior liberación con fines poblacional y mejoran las oportuni- de conservación depende de una ade- dades de supervivencia, al facilitar la cuada articulación entre los actores expansión de áreas. que conforman la red de atención a la Además, las áreas de liberación de- fauna silvestre. ben contar con protección y seguridad en la zona, ante la presencia de caza- Supervivencia a largo plazo de dores o extractores. El compromiso de poblaciones de perezosos en conservación por parte de los dueños áreas no-protegidas y vecinos de las áreas es de suma im- El factor espacio es de vital importancia portancia. Por esto, la participación de para la permanencia de una especie en los miembros de la comunidad en la el medio natural. Las áreas de libera- escogencia de los sitios de liberación, ción deben contar con disponibilidad de en la liberación misma, en el control bosques bien desarrollados, con vegeta- y en el seguimiento por observación ción adecuada para las especies, fuentes directa, afianzan el proceso. de agua y alimento suficiente, con áreas Previo y durante los procesos de grandes, preferiblemente interconecta- liberación y seguimiento de los indivi- das por corredores ecológicos a otras duos, al igual que después de liberarlos zonas boscosas y a distancias prudentes en un área determinada, la Funda- de obras de infraestructura humanas ción AIUNAU realiza talleres educati- (Plese y Moreno 2005). vos con la comunidad de trabajadores Desde el 2004 hasta 2007, en el de- en el sitio, al igual que talleres con las partamento de Antioquia se hicieron comunidades aledañas al programa tres liberaciones de grupos de perezosos de conservación. De esta manera, la de tres dedos (Bradypus variegatus), conservación y la participación activa

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 75 Capítulo 3. CONSERVACIÓN PEREZOSOS EN COLOMBIA ciudadana han tenido un impacto po- en este tipo de procesos que perduran sitivo en la biología de la conservación. en el tiempo y en el espacio. Personas naturales, instituciones pri- Por último, los procesos de restaura- vadas y públicas organizadas en redes, ción ecológica cobran gran importancia como lo son las redes de reservas natu- para la conservación de los perezosos. rales de la sociedad civil, las redes de Asimismo, la formulación y estableci- reubicadores de fauna silvestre (amigos miento de corredores ecológicos, en di- de fauna) y la Red Colombiana de Res- ferentes zonas del país, puede afianzar tauración Ecológica, han brindado las la restitución de los servicios ecosistémi- condiciones necesarias para efectuar cos para el disfrute y aprovechamiento los procesos de educación, reubicación, sustentable por parte de la sociedad. De control y seguimiento post liberación de esta manera, las poblaciones de grandes fauna silvestre. Han demostrado un alto vertebrados arbóreos pueden coexistir grado de compromiso y permanencia con los humanos en áreas no protegidas.

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76 Plese

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 77 Plese Foto: T. Plese. Foto: T.

Lámina 1a. Perezoso de tres dedos (Bradypues variegatus).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 79 Capítulo 3. CONSERVACIÓN PEREZOSOS EN COLOMBIA Foto: T. Plese. Foto: T.

Lámina 1b. Perezoso de dos dedos de Hoffmann (Choloepus hoffmanni). Foto: Fundación Maikuchiga.

Lámina 1c. Perezoso de dos dedos de Linneo (Choloepus didactylus).

80 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA La conservación de los manatíes (Trichechus inunguis y Trichechus manatus) en áreas no protegidas de Colombia

Nataly Castelblanco-Martínez, Sarita Kendall, Diana L. Orozco y Katherine Arévalo González

Resumen. Colombia es privilegiada al contar con dos de las tres especies de manatíes, el del Amazonas (Trichechus inunguis; 350-450 kg; VU) y el anti- llano (Trichechus m. manatus; 450-600 kg; EN). Estos mamíferos completa- mente acuáticos habitan ríos, llanuras inundables, ciénagas y áreas costeras, cubriendo una extensión aproximada de 45.000 km2 de aguas continentales del país. Tan solo 10,6% de estas áreas se incluyen dentro del SINAP (Sistema Nacional de Áreas Protegidas), por lo que la conservación de los manatíes se desarrolla casi en su totalidad en áreas no protegidas. En Colombia, las labores de conservación de ambas especies han tenido como eje central a las comunidades locales, fortaleciendo así el manejo de la fauna por parte de los pobladores. Gracias a esto, en los últimos años se ha notado una re- ducción de la caza y un aparente incremento de la población de manatíes en algunos casos puntuales. Sin embargo, la investigación de estas especies en Colombia continúa siendo precaria. Es importante incentivar el monitoreo de las amenazas y áreas de ocupación, así como el establecimiento de índices de abundancia, información básica para la toma de decisiones de manejo y conservación. Se recomienda incluir pobladores locales en las acciones de monitoreo, conservación y manejo de los manatíes.

Palabras clave. Conservación in situ. Mamíferos acuáticos. Sistemas fluviales. Trichechus spp.

Abstract. Colombia is privileged in having two of the three species of endan- gered manatees: the (Trichechus inunguis; 350-450 kg; EN) and the Antillean manatee (Trichechus m. manatus; 450-600 kg; VU). These fully aquatic mammals inhabit , floodplains, and coastal areas covering approximately 45,000 km2 of the country. Since only 10,6% of this area falls with- in the SINAP (National System of Protected Areas), the conservation of manatees takes place almost entirely in non-protected areas. In Colombia, long-term man- atee conservation programs are centered on constant, patient work with local communities. This has not only reinforced a sense of belonging among local peo- ple, but also, in recent years, there has been a decrease in hunting activities, and apparently, an increase in the manatee population in some specific areas. How- ever, due to the elusive behavior of manatees and habitat characteristics, as well as to local social and economic factors, research on these species in Colombia re- mains incipient. It is important to encourage the monitoring of threats and areas of occupation and to develop and evaluate abundance indices in order to provide basic information for decision-making. In addition, it is strongly recommended to

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 81 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA include local people in monitoring, conservation and management efforts adapted to the different social and ecological scenarios in the country.

Key words. In situ conservation. Aquatic mammals. River systems. Trichechus spp.

Introducción Colombia tiene el privilegio de tener dos manatí para cada una de las cuencas especies de manatí en su territorio: el hidrográficas del país, con base en la manatí antillano (Trichechus manatus) información presentada en mapas de (Lámina 1) y el manatí del Amazonas (T. distribución de la especie publicados en inunguis) (Lámina 2). Los manatíes son el Programa de manejo y conservación mamíferos acuáticos que enfrentan re- de manatíes en Colombia (Caicedo-He- tos complejos de conservación a lo largo rrera et al. 2005), usando los softwares de su área de distribución, por lo cual, GoogleEarth y ArcMap. Algunas áreas según la UICN, T. manatus se ubica en costeras no fueron incluidas, pues la la categoría de ¨en peligro de extin- metodología se basó únicamente en ción¨ (Self-Sullivan y Mignucci-Gianno- los mapas de distribución obtenidos ni 2008), mientras que T. inunguis es de la publicación mencionada. Poste- considerado “vulnerable” (Marmontel riormente, mediante la herramienta 2008). Los principales riesgos para los Visor Geográfico del SINAP (www. manatíes en el país son la caza para el parquesnacionales.gov.co/SPNN), se consumo de la carne y productos aso- sobrepusieron las áreas de uso por ciados, el enmallamiento en redes de manatí al mapa del SINAP, obtenien- pesca, la contaminación y la pérdida del do así polígonos de sobrelapamiento hábitat (Trujillo et al. 2006 a, b). Aun- cuya área fue calculada haciendo uso que en menor grado, las colisiones con del mismo visor. En este ejercicio se embarcaciones y el vandalismo (aco- incluyeron todos los espejos de agua so y maltrato sin razón aparente) po- del área potencial de distribución in- drían añadir varios animales muertos cluyendo ríos, lagos, caños y otros. o heridos por año. Es por esto que la inclusión de sus zonas de ocupación en el SINAP podría ser considerada como Resultados una estrategia clave para su manejo Los resultados de este proceso indican in situ. Sin embargo, este recurso casi que el manatí antillano Trichechus ma- nunca es viable, como se explica más natus ocupa las cuencas principales, adelante, por lo que otras alternativas tributarios, complejos cenagosos y pla- para facilitar la protección de estas es- nicies inundables de los ríos Orinoco, pecies se adelantan con éxito demostra- Guaviare, Meta, Atrato, Sinú y Magda- do en algunas de las áreas. lena, en un área aproximada de 33.265 km2. El 9,15% de esta área se contem- pla dentro de alguna área protegida Metodología (AP), entre las cuales se encuentran Manatíes en las áreas protegidas dos PNN (Parque Natural Nacional), de Colombia dos DMI (Distrito de Manejo Integrado), Se calculó el área de distribución de un DMI (Distrito Regional de Manejo

82 Castelblanco-Martínez et al.

Tabla 1. Áreas de uso del manatí amazónico y manatí antillano en Colombia y su sobreposición con las áreas del SINAP. Abreviaturas: ADP= Área de distribución protegida, ADnP= Área de distribución no protegida, PNN= Parque Natural Nacional, DRMI= Distrito Regional de Manejo Integrado, SFF= Santuario de Flora y Fauna, PNR= Parque Natural Regional, VP= Vía Parque.

ESPECIE/ ÁREA DE DISTRIBUCIÓN ÁREA PROTEGIDA ADP ADNP ANPS CON PRESENCIA DE MANATÍ REGIÓN DEL MANATÍ

Manatí 11717.36 1730.72 14.77% 85.23% Total: 3 amazónico

PNN Yaigojé Apaporis

Amazonía 11717.36 1730.72 14.77% 85.23% PNN Río Pure

PNN Amacayacu

Manatí 33265.35 3043.42 9.15% 90.85% Total: 10 antillano

DMI Bahía de Cispatá

DMI Complejo cenagoso del Bajo Sinú

DRMI Complejo cenagoso de Zarate, Malibu y Veladero

VP Isla de Salamanca Caribe 26660.4 3026.31 11.35% 88.65% SFF Ciénaga Grande de Santa Marta

SFF El Corchal El Mono Hernández

PNN Los Katíos

DRMI Lago Azul Los Manatíes

PNR Humedales Ríos León y Suriquí

Orinoquía 6604.94 17.11 0.26% 99.74% PNN El Tuparro

Total 44982.70 4774.14 10.61% 89.39% Total General: 13 general

Integrado, dos SFF (Santuario de Flora de conservación de los manatíes y sus y Fauna) y una VP (Vía Parque) (Tabla hábitats, que incluyen la creación de 1, Lámina 3). Trichetus inunguis ocupa áreas protegidas en localidades don- parte de los ríos Apaporis, Caquetá, Puré, de estos animales son potencialmen- Putumayo y Amazonas un área total de te útiles como especies emblemáticas, 11.717 km2, que está protegida parcial- como por ejemplo el DRMI Lago Azul mente (14,77%) por tres PNN. Según – Los manatíes (Chocó). También, la esto, el 89,4% de la posible área de dis- presencia del manatí en la ciénaga de tribución de los manatíes en Colombia se Tumuradó (Chocó) ha sido uno de los encuentra en áreas no protegidas (ANP). argumentos listados para declarar el PNN Los Katíos como Patrimonio de la Humanidad (UNESCO 2015). Por Estrategias de protección de los su parte, la Fundación Biodiversa Co- manatíes en Colombia lombia busca establecer un DRMI que En Colombia se han empleado diversas abarque las ciénagas de Barbacoas, estrategias para facilitar los procesos Antioquia y sus bosques aledaños como

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 83 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA

áreas estratégicas para la conservación de las acciones de conservación del del manatí (Fundación Biodiversa Co- manatí en Colombia están deslinda- lombia 2014). Otra iniciativa potencial das del SINAP y mantienen como eje de protección es el acuerdo intersecto- central la participación activa de las rial de voluntades que busca declarar comunidades humanas locales (Ken- “Río protegido” al río Bita (Vichada), dall et al. 2004, Caicedo-Herrera et pues hace parte del área de influencia al. 2013, Mojica-Figueroa et al. 2014). del manatí (MADS 2014). Un ejemplo De esta forma, Colombia se destaca adicional de esfuerzos para la protec- como uno de los países en Latinoamé- ción del manatí desde la estructura de rica con una larga experiencia en tra- un área protegida es el caso de la Re- bajo comunitario para la protección serva de la Biósfera El Tuparro, la cual de los manatíes, cuyo inicio data para en su Plan de acción de especies ame- ambas especies de hace varias déca- nazadas inluye al manatí como especie das, y que, en general, ha sido posible sombrilla y prioriza el avance en el co- gracias a la persistencia de organiza- nocimiento sobre su estado, nivel vulne- ciones no gubernamentales y grupos rabilidad y riesgo de extinción local, en comunitarios (Kendall et al. 1999, función del estudio de las amenazas que Orozco 2001, Kendall y Orozco 2003, lo afectan (Trujillo et al. 2008). Aguilar-Rodriguez et al. 2004, Ken- A pesar de lo anterior, las zonas dall et al. 2004, Castelblanco-Martí- donde se distribuyen los manatíes en nez et al. 2005a, b, Guerrero y Lugo el país son extensas, aisladas y gene- 2007, Farías-Curtidor 2008, Góngo- ralmente de difícil acceso, por lo que ra-Correa 2009, Aguilar y Castelblan- la creación y manutención de áreas co-Martínez 2014, Arévalo-González protegidas resulta, en la mayoría de et al. 2014, Mona et al. 2014). las situaciones, insuficiente. Además, Estudios previos indican que los intereses privados y públicos limitan o manatíes tienen un rango de hogar condicionan la posibilidad de la crea- extenso (Satizábal et al. 2012, Cas- ción de áreas de protección natural. telblanco-Martínez et al. 2013), pues Aunque la mayoría de los parques son capaces de desplazarse a varios naturales tienen sistemas fluviales kilómetros de distancia de sus lugares como límites, no es claro si los ríos de origen, a menos que alguna barre- están incluidos dentro del área legal ra geográfica o antrópica lo impida. de protección (Trujillo et al. 2013). Existen evidencias que indican que Lo anterior implica que los planes de los manatíes son animales migrato- manejo de las áreas protegidas han rios (Marmontel et al. 2002, Kendall tenido un enfoque principalmente te- et al. 2014), es decir, efectúan despla- rrestre (Hurtado-Guerra et al. 2013) zamientos persistentes con duración y y que se ha dirigido poca atención alcance superiores a los movimientos hacia las áreas acuáticas, incluyen- rutinarios dentro de su ámbito hogare- do las extensas áreas de inundación, ño (Trujillo et al. 2014a, b). Adicional- tales como las planicies de los Llanos mente, estudios genéticos de las dos Orientales o los sistemas cenagosos especies evidencian que el flujo gené- del río Magdalena. Por todo esto, a pe- tico es mediado por machos (Satizábal sar de los esfuerzos realizados dentro et al. 2012), por lo que se infiere que de las áreas protegidas, la mayoría los machos adultos de manatí recorren

84 Castelblanco-Martínez et al. distancias mayores. Se ha sugerido permiten, en términos generales, que que estas estrategias de movimiento dichas comunidades tengan autonomía tienen como fin facilitar el intercambio para el cuidado de los recursos natura- genético entre poblaciones aisladas, y les, en específico de aquellas especies en el largo plazo, evitar procesos de vulnerables como el manatí, sin que endogamia (Castelblanco-Martínez esto signifique necesariamente la au- et al. 2013). Por lo anterior, ambas sencia absoluta de actividades de caza. especies están incluidas dentro del No obstante, el gran potencial de la go- Plan de especies migratorias de Co- bernanza de los recursos por parte de lombia (Trujillo y Morales-B. 2009). las comunidades indígenas debido a En este contexto, las áreas no protegi- la naturaleza autónoma del uso de los das cumplen un papel relevante para recursos, es difícil determinar su efecto la supervivencia de los manatíes, al en el caso del manatí, pues el acceso a representar no solamente áreas de la información de los niveles de caza uso intensivo, sino además, zonas de no es fácil, y mucho menos verificar el conectividad entre subpoblaciones. efecto de este tipo de manejo sobre el Igualmente, estás áreas actúan como estado de las poblaciones de la especie. reservorios de alimentación para ma- natí durante épocas de aguas altas, como se ha documentado en la Ama- La complejidad de las áreas zonia (Pérez y Chávez 2000, Kendall acuáticas binacionales 2014) y Orinoquia (Castelblanco-Mar- Una parte importante de la población tínez et al. 2009). de los manatíes en Colombia se encuen- tra en áreas binacionales, específica- mente en las fronteras con Perú, Brasil El papel de los resguardos indígenas y Venezuela. Aunque ambas especies en la conservación del manatí están protegidas por la ley en todos los Los resguardos indígenas cubren el países, el grado de control es diferente 27% del área continental del país y en cada orilla del río, por lo que su pro- ejercen un control autónomo de los tección es aún más compleja en áreas recursos naturales de sus territorios. limítrofes. En el caso del manatí amazó- Algunos resguardos son de grandes nico, se ha visto que la caza está menos dimensiones, como el Predio Putuma- controlada en Perú que en Colombia yo (6.000.000 ha) y el Gran Resguardo (Casteblanco-Martínez et al. obs. pers.), del Vaupés (4.000.000 ha). El ordena- y las acciones de conservación de la es- miento legal vigente en Colombia con- pecie han tenido que contemplar acti- fiere a los resguardos el derecho de vidades comunitarias en el vecino país aprovechamiento y uso exclusivo de para facilitar los procesos de educación los recursos naturales renovables y la y conservación. El estado de conserva- responsabilidad compartida con el Es- ción en la frontera colombo-venezolana tado de su administración y manejo. también parece ser desigual, hasta hace En éste, los indígenas pueden actuar de una década los pescadores comenta- acuerdo a sus formas de uso tradicio- ban que los grupos guerrilleros en el nal tomando en cuenta las normativas lado colombiano tenían control de la nacionales (Roldán 2005). Estas carac- pesca y caza, así como del uso de redes terísticas de los resguardos indígenas chinchorreras, la cual es la principal

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 85 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA causante de los enmalles de mana- hasta la fecha. El programa está acom- tí ocurridos en esta zona (Castelblan- pañado por actividades de sensibiliza- co-Martínez et al. 2009). ción, las cuales han colaborado en la erradicación de las actividades de caza. Igualmente, cuenta con la participación Los manatíes de Colombia en directa o indirecta de los pobladores cautiverio locales en todas las etapas del proceso. En Colombia, se estiman alrededor de Por ejemplo, las áreas de liberación se 44 manatíes en cautiverio o semicau- seleccionan a partir de entrevistas con tiverio (42 antillanos y dos amazóni- los moradores y el monitoreo se lleva a cos) (Caicedo com. pers., Kendall obs. cabo por co-investigadores de la zona pers.). La mayoría de estos animales (Caicedo-Herrera et al. 2013). Aunque fueron rescatados siendo crías como este programa de liberación representa consecuencia colateral de la caza furti- un gran avance en la investigación y con- va o de la captura directa como anima- servación de los manatíes del país, es im- les de compañía (Caicedo com. pers., portante enfatizar que la liberación per Kendall obs. pers.). En poblaciones se no soluciona los problemas de con- con baja densidad y tasa reproductiva servación de las poblaciones naturales. lenta, como es el caso del manatí, cual- Es importante que estos procesos estén quier individuo cuenta para la recupe- acompañados de estrategias claras y a ración de la diversidad genética. Por largo plazo del cuidado de los manatíes ello, la rehabilitación y liberación de silvestres y sus hábitats. estos individuos representa una pieza clave en la conservación de manatíes, dándoles una segunda oportunidad de La conservación del manatí vida y de reproducción. Por otra par- amazónico en Colombia: retos te, las labores de manipulación, libe- y esperanzas ración y rastreo de manatíes pueden En las zonas fronterizas, la presencia ser excelentes plataformas de educa- del estado y las autoridades ambien- ción ambiental, donde las comunidades tales es limitada y la población huma- tienen la oportunidad de involucrarse na es diversa, incluyendo indígenas, directamente en el cuidado de la espe- colonos y personas de diferentes na- cie. En la cuenca baja y media del río cionalidades, culturas e intereses. Por Sinú, una de las áreas con mayor nú- ello, cuando se trata de conservación mero de animales en semicautiverio, se en este contexto, se debe pensar en han empezado a tomar medidas pun- un camino de diálogo, encuentros y tuales para solucionar este problema acuerdos. A pesar de la creación de mediante acciones desarrolladas por la ley que protege al manatí amazó- la Corporación Autónoma Regional de nico, aún existen casos de caza y co- los Valles del Sinú y San Jorge y la Fun- mercialización de la especie. Entre dación Omacha (Caicedo-Herrera et al. 1998 y 1999 se registraron al menos 2013). Un paso concreto en esta direc- diez animales muertos por año entre ción ha sido la creación de protocolos Zaragoza y Atacuarí y la percepción para la liberación de manatíes en Co- local era la disminución paulatina de lombia (Góngora-Correa 2009) y el se- las poblaciones. En 1998 se inició un guimiento de diez individuos liberados proceso de educación y dialogo con la

86 Castelblanco-Martínez et al. comunidad con el propósito de lograr los avistamientos de hocicos en el río. la conservación de esta especie (Ken- Este procedimiento se realiza cada 15 dall 2014). A través de entrevistas, se días durante todo el año (Kendall 2014). recopilaron los eventos de caza, se Para 2014 se registraron 364 avista- intercambió información con las per- mientos en la zona de Puerto Nariño, sonas locales y se creó una red de in- en los cuales se observaron cinco crías. formantes a lo largo del río Amazonas Los datos recopilados por pescadores y Loretoyacu. Mediante actividades de expertos han sido manejados median- educación en centros educativos y co- te procedimientos de triangulación y munidades, se posicionó al manatí como estadísticas simples (Kendall 2014), una especie importante para la vida del que si bien no permiten análisis mate- Amazonas, se reflexionó y se enraizó máticos complejos, al ser obtenidos de la conservación en la conciencia de to- manera consistente y bajo los mismos dos. Datos como las características re- procedimientos, dan una idea cercana productivas de la especie, las leyes que de las tendencias poblacionales de ma- protegen al manatí en Colombia, Perú natí para esta área en particular. Este y Brasil, y la recopilación de historias monitoreo participativo, mediante la alrededor de la especie, fueron claves presencia y diálogo constante con los fa- para que en el 2000 se lograra un acuer- cilitadores, ha permitido además refor- do comunitario para establecer la veda zar de manera permanente el propósito de caza permanente. de la conservación. Así mismo, ha pro- En el Amazonas colombiano, a pe- ducido avances en el conocimiento de la sar de que en el 2001 se registraron seis especie, por ejemplo, sobre la migración animales cazados y en el 2002 cuatro anual en la zona. A lo largo de los años animales, para el periodo comprendido se ha podido documentar que los mana- entre 2003 y 2013 no se conoció ningún tíes salen a los remansos del río Amazo- caso para la zona de los lagos Tarapoto. nas durante el descenso de aguas y que Sin embargo, en este mismo periodo se se desplazan hacia los lagos cuando el contabilizaron aún tres animales caza- agua sube lo suficiente para permitir su dos en otras áreas de la cuenca del río paso (Kendall 2014). Igualmente, este Amazonas. Después de diez años de es- proceso ha suscitado nuevas pregun- fuerzo, los habitantes locales tienen co- tas de investigación que nos permiten nocimiento del estado de conservación conocer cada día más sobre el manatí de la especie. Igualmente, perciben que amazónico en vida silvestre. el tiempo de veda ha sido útil, ya que nuevamente se registran avistamientos de la especie, lo que lo que puede ser un La Ciénaga de Paredes indicador de aumento de la población. En la Ciénaga de Paredes (Santander), Hoy en día, cuatro ex-cazadores de ma- se encuentra una población de mana- natí se han incorporado al equipo que tí antillano monitoreada desde 1995 monitorea y protege esta especie, de los por varias ONG como Proecomanatí, cuales dos aún se encuentran desarro- Cabildo Verde Sabana de Torres y Fun- llando estas labores. La metodología de dación Omacha, así como instituciones monitoreo consiste en desarrollar seis gubernamentales como el antiguo In- recorridos prediseñados en el área de derena y la Corporación Autónoma de estudio, durante los cuales se registran Santander (CAS). Dichas entidades han

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 87 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA desarrollado actividades de sensibili- y sustento de los manatíes y de la co- zación ambiental (Castelblanco-Mar- munidad humana. Entre las principales tínez et al. 2004) como: atención y amenazas para el manatí se encuentran monitoreo a manatíes durante la época la pérdida del hábitat, la contaminación de verano; estudios sobre la ecología y por agroquímicos, la invasión de especies tamaño de la población (Arévalo-Gon- foráneas como los búfalos, y los efectos zález et al. 2014, Castelblanco-Martí- del cambio climático, reflejado en se- nez et al. 2005b); rescate de animales quías intensas. La población ha buscado varados o en peligro debido al derrame aprovechar la condición emblemática del de hidrocarburos (Castelblanco-Mar- manatí para llamar la atención de la opi- tínez et al. 2002), y evaluación física nión pública y lograr así mejoras en su de al menos seis individuos (Cabildo calidad de vida. Aunque las comunidades Verde Sabana de Torres, datos inédi- han formado figuras organizativas como tos). Sin embargo, la comunidad de la Fundación Proecomanatí y la Asocia- pescadores ha sido el factor clave para ción de Pescadores de la Ciénaga de Pa- la conservación de esta población. Los redes-Asopar, factores socioeconómicos pescadores, en parte gracias a las múl- y culturales han dificultado el desarrollo tiples experiencias de educación lleva- de alternativas para los retos cada vez das a cabo por las ONG y la CAS, son mayores para la conservación de la espe- conscientes de la vulnerabilidad de la cie, su hábitat y el recambio generacional especie y de su importancia ecológica. en el liderazgo. La Ciénaga de Paredes constituye un ejemplo excepcional de cuidado de ma- natí por iniciativa de las comunidades Discusión locales, quienes se han apropiado de Los hábitats que ocupan las dos espe- la especie como eje clave para la con- cies de manatí en Colombia son relati- servación a nivel ecosistémico. De esta vamente similares, consistentes en su forma, se ha impulsado la conservación mayoría de sistemas fluviales de aguas del manatí en un área sin categoría de tanínicas, turbias u oscuras, general- protección alguna nacional o regional. mente afectados por ciclos anuales de Por ejemplo, los pescadores han cuida- fluctuación hídrica. No obstante, las do tradicionalmente de los manatíes características sociales, culturales y que quedan recluidos en las áreas más étnicas de las poblaciones humanas profundas del cuerpo de agua durante que comparten los hábitats de los el verano, supliendo su alimentación y manatíes, son particulares para cada monitoreando su estado. El alto gra- región, así como la manera en que do de conciencia de los pobladores de estas comunidades conocen y perci- la Ciénaga de Paredes, la pérdida de ben al manatí. Sin embargo, el común la tradición de caza y el interés y co- denominador a lo largo y ancho del nocimiento de la especie, son las prin- territorio es la necesidad de la par- cipales ventajas para la conservación ticipación de la comunidad local, en de la población de manatíes en esta principio para mejorar nuestro cono- zona. Sin embargo, los problemas de cimiento sobre los manatíes, pero en conservación ambiental en la Ciénaga últimas y más importante, para faci- de Paredes alcanzan dimensiones de litar el control y conservación de los mayor escala, y ponen en peligro la vida recursos naturales. El trabajo con las

88 Castelblanco-Martínez et al. comunidades debe trascender de la naturales de los manatíes en el país educación o sensibilización ambien- continúa siendo bastante precario. Sin tal, en donde se realizan talleres, en- embargo, es importante reconocer que trevistas y charlas, a incorporar a los la prioridad, en el caso de especies en habitantes locales en los programas de vía de extinción como los manatíes, no investigación, monitoreo y cuidado de es conocer detalles elaborados de la los manatíes. Por ejemplo, en el Ama- ecología y biología de las poblaciones, zonas colombiano, en la Ciénaga de sino incentivar acciones concretas para Paredes y en la cuenca media y baja su conservación. del río Sinú, la cacería ha sido drásti- camente disminuida o completamente erradicada, gracias a la persistencia Recomendaciones de las ONG, grupos comunitarios y • Es necesario continuar la investiga- pescadores. Si bien los datos numéri- ción de las poblaciones silvestres de cos son colectados de manera simple, manatíes en Colombia, específicamen- al menos para el caso de Amazonas, te con respecto a monitoreo de ame- Ciénaga Paredes y Sinú, se perciben nazas, áreas de distribución e índices los beneficios de estos largos proce- de abundancia, información básica sos en un aumento de la población de para la toma de decisiones de manejo manatí observada, y en la presencia y conservación. Aunque la implemen- de nuevas crías y grupos de manatíes. tación de tecnologías novedosas para Aunque no existen estudios precisos monitorear las poblaciones libres es sobre el impacto positivo que esto un enfoque interesante, es importante haya tenido sobre la viabilidad pobla- insistir en que los programas de mo- cional, se espera que en el largo plazo nitoreo deben incorporar de manera los procesos sociales coadyuven en el activa a los pobladores locales, ya que fortalecimiento de la conectividad y son los últimos tomadores de las deci- resiliencia de las poblaciones silves- siones de manejo de los manatíes. tres de manatí. Pero quizá una de las mayores recompensas es que el men- • Se deben extender las labores de saje de conservación de los manatíes transmisión bilateral de conocimien- haya permeado en todas las esferas tos entre los investigadores y las co- de estas regiones con el cambio de la munidades locales, pues son muchas percepción de los moradores. las áreas de uso de los manatíes en Las áreas naturales protegidas en el Colombia que no han sido abordadas. país son herramientas complementarias Por ejemplo, sería interesante desa- para la protección de los manatíes, por rrollar programas de educación am- lo que se necesita reforzar las estrate- biental en los resguardos indígenas, gias alternativas de conservación. De- que son actores claves en el control bido a su comportamiento huidizo, sus del uso de los recursos. características morfológicas y al tipo de hábitat que ocupan, el seguimiento de • Es importante también desarrollar los manatíes en campo es difícil y logís- acuerdos binacionales con orga- ticamente complicado. Por ello, además nizaciones no gubernamentales, o de factores de orden económico y social, entes del gobierno de los países ve- el conocimiento sobre las poblaciones cinos (Perú, Brasil y Venezuela), para

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 89 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA

encaminar los esfuerzos de conserva- • Las áreas protegidas son herramien- ción e investigación de los manatíes tas claves de conservación, pero en el en una dirección común. caso de los manatíes la declaratoria de un área protegida resulta siendo • Los programas de rehabilitación y li- un proceso largo y engorroso, y en beración de manatíes en cautiverio últimas, insuficiente para proteger deben continuar y hacerse extensivos las grandes extensiones de cuerpos a otras áreas del país, aunado a un de agua usadas por estas especies. Es fuerte componente social para garan- necesario generar estrategias alter- tizar la supervivencia de los animales nativas como la creación de acuerdos liberados. Igualmente, estas campa- intersectoriales que promuevan el ñas son estrategias útiles de sensibi- desarrollo de acciones específicas de lización y empoderamiento. manejo y control de amenazas.

90 Castelblanco-Martínez et al.

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 91 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 93 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA

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94 Castelblanco-Martínez et al.

y dulceacuícolas. No. 3. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible / WWF-Colombia, Bogotá D. C., Colombia.

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 95 Castelblanco-Martínez et al. Foto: F. Trujillo. Foto: F.

Lámina 1. Manatí antillano (Trichechus manatus).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 97 Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA Foto: S. Kendall. Foto: S.

Lámina 2. Manatí amazónico (Trichechus inunguis).

Lámina 3. Distribución del manatí amazónico (Trichechus inunguis) en rojo, y del manatí antillano (T. manatus) en azul, adaptadas de Caicedo-Herrera et al. (2005). No se incluyen los DRMI para facilitar la visualización.

98 Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU Una historia de dos ciudades: cacería y conservación por fuera de áreas protegidas. El caso de la danta (Tapirus terrestris) en el Parque Nacional Natural Amacayacu, Colombia

Jaime Cabrera

Resumen. Dado que en la tarea de conservar la Amazonia los humanos son parte de la respuesta y no solo del problema, se exploró el efecto de la cacería de subsistencia en las poblaciones de danta (Tapirus terrestris; 225-250 kg; VU) en zonas de traslape entre resguardos indígenas y parques naturales. La cacería es una de las principales interacciones entre humanos y animales en la Amazonia. Al mismo tiempo, es uno de los temas más difíciles y contro- versiales con los que conservacionistas y científicos tienen que lidiar a diario en la región. Se utilizó la información recopilada durante dos años de segui- miento de la actividad de la danta en los salados del Parque Nacional Natural Amacayacu (PNA) Colombia, para demostrar que los efectos de la cacería en las poblaciones locales de dantas no son significativos. También se describe el comportamiento de las dantas dentro de los salados amazónicos, su utilidad para el monitoreo de mamíferos y la factibilidad de la conservación por fuera de las áreas protegidas.

Palabras clave. Cacería de subsistencia. Parques Nacionales. Resguardos indígenas. Salados.

Abstract. Recognizing that humans are as much part of the answer as part of the problem when conserving natural resources in the Amazonia, subsistence hunting and its effects on lowland tapir´s (Tapirus terrestris; 225-250 kg; VU) populations, at indigenous reserves and the overlapping zones with national parks, is explored. Hunting is one of the main interactions between humans and animals in the Amazonia, but also is one of the most difficult issues for local conservationists and scientists to deal with. The information produced working at natural saltlicks for two years in Amacayacu National Park (Co- lombia), demonstrate the non-significant effect of hunting on the local tapir population. At the same time, the behavior of tapirs at licks is described, the usefulness of lick for monitoring purposes explained, and the feasibility of con- servation outside protected areas is considered.

Key words. Subsistence hunting. National Parks. Indigenous reserves. Salticks.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 99 Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU

Introducción El Amazonas colombiano comprende el La danta de tierras bajas (Tapirus 6,2% del área total de la cuenca ama- terrestris) es el mamífero terrestre más zónica y el 42% del territorio nacional grande del Neotrópico (225-250 kg) y (483.164 km2). Cuenta con una densi- por ello una de las especies preferidas dad poblacional de aproximadamente por los cazadores indígenas (Lámina 3,3 hab/km-2 (Franco 2006) y aproxima- 1a-d). A partir los resultados del trabajo damente el 17% de su extensión se en- realizado con esta especie entre 2009 y cuentra bajo alguna figura de protección 2010, este capítulo se propone llamar (14 Parques Nacionales Naturales, dos la atención acerca de los resultados del reservas Naturales Nacionales y un san- manejo tradicional que mantienen las tuario de flora y plantas medicinales). comunidades indígenas sobre la fauna Sin embargo, ¿es la Amazonia colombia- existente en sus resguardos y por ex- na una opción eficaz para la conserva- tensión, en la Amazonia colombiana. De ción a nivel regional y mundial? esta manera, se ilustra cómo el asocio Para responder a esta pregunta hay con las comunidades indígenas repre- que entender qué pasa con el 83% “no senta una de las mejores apuestas de protegido” de la región. La gran mayo- conservación por fuera del esquema de ría de este territorio “no protegido” está áreas protegidas. comprendido por resguardos indígenas (262.171,59 km2), que en algunos casos Cacería en la región amazónica se traslapan y contienen en su totalidad Hallazgos arqueológicos indican que a los territorios “protegidos” bajo el es- en la Amazonia, durante la época pre- quema de parques nacionales (Botero hispánica, existieron altas densidades y Echeverri 2002). Los resguardos in- humanas que se mantuvieron gracias dígenas son entonces la matriz donde al uso de una agricultura intensiva que se encuentran las áreas protegidas y moldeó lo que hoy consideramos silves- por ello un elemento a tener en cuenta tre en esta zona (Denevan 2001). Estos dentro de un plan de conservación. mismos hallazgos también indican que, Los resguardos son territorios desde entonces, la cacería ha sido una colectivos, imprescriptibles e inalie- actividad fundamental para los pueblos nables, donde los pueblos indígenas amazónicos (Alexiades 2008). Esta ac- cuentan con total autonomía para tividad ha resultado en un conocimien- adelantar actividades que aseguran su to detallado del bosque, su ecología y bienestar y supervivencia. Una de es- los animales que allí habitan. El conoci- tas actividades es la cacería de subsis- miento tradicional y las diferentes ma- tencia, que es considerada como una neras en que los indígenas perciben y de las principales amenazas para la se relacionan con su medio, son la base conservación de la biodiversidad en de sus cosmologías. Estas premisas se- la Amazonia (Peres 2001, 2010). Si se rían a su vez el marco que permitió a acepta la premisa anterior, la conser- estos pueblos adaptarse al medio y ju- vación sería incompatible con las ac- gar un papel importante en su conser- tividades normalmente desarrolladas vación (Reichel-Dolmatoff 1976). dentro de los resguardos indígenas y Con la incorporación de las armas por ello la conservación de la Amazo- de fuego dentro de las prácticas de ca- nia colombiana un imposible. cería indígena y la influencia de la visión

100 Cabrera

P.N.N. Amacayacu Venezuela

Colombia

N Ecuador

Brazil

u u c

a

y y y

a a

c 10

a ata m m a Bolivia A at 9 M 7 8 6 5 4 2 1 San Martínn 3

Mocagua

R Brasil ío A m az o n a Perú s 10 km Leticia

Figura 1. Área de estudio en el Parque Nacional Natural Amacayacu y traslape con resguar- dos indígenas. Las zonas en gris oscuro muestran la extensión del traslape de los resguardos con el parque, en gris claro se muestran las áreas utilizadas para cacería zonas. Los números indican la localización de los diferentes salados dentro del área de estudio. occidental de mercado, parecería que desconocida para Mocagua, y que la po- estas cosmologías dejaron de ser funcio- blación estimada para Mocagua es tres nales. Como resultado, muchos conser- veces mayor cuando se le compara con vacionistas y científicos consideran hoy San Martín. Estos resultados han llevado en día a la cacería de subsistencia como a un debate acerca de la pertinencia de una de las mayores amenazas para la la prohibición de la cacería en las zonas biodiversidad amazónica (Peres 2010, de traslape del parque y la utilidad de las Peres y Terborgh 1995, Terborgh 2000, reservas indígenas como lugares a pro- Peres y Lake 2003). pósito para la conservación. Estos mis- Comparaciones entre zonas con di- mos trabajos indican que las especies de ferentes niveles de cacería parecen mos- pequeños mamíferos con altas tasas de trar una disminución significativa de reproducción y periodos cortos de lon- las poblaciones de grandes mamíferos gevidad (p. e. borugos-Cuniculus paca y aves en áreas habitadas por pueblos y guatines-Dasyprocta spp) no se ven indígenas donde la cacería no presenta afectadas de manera significativa por un esquema de manejo occidental (Hill la cacería, mientras que especies como et al. 2003, Thiollay 2005, Peres y Pala- la danta, caracterizadas por bajas tasas cios 2007). Maldonado (2010) encontró reproductivas y largos periodos gene- que la presión de cacería sobre la dan- racionales, presentan una disminución ta (Tapirus terrestris) no es sostenible de sus abundancias aún en zonas con en la zona de influencia de San Martín y baja presión de cacería (Bodmer et al.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 101 Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU

1997). De esta manera, se puede ver que límite suroccidental del parque. Su los efectos de la cacería no son siempre territorio nominal se extiende por los mismos, mas bien son una comple- fuera del área protegida a pesar de ja interacción que depende de las espe- que 128,9 km2 son compartidos con cies objeto, sus tasas de reclutamiento, el parque. Esta comunidad está ubi- supervivencia y capacidades de carga cada a 10 km lineales del centro ad- locales que es importante sopesar para ministrativo del parque y el hotel, y cada caso particular (Bodmer y Robinson es considerada como una comunidad 2004, Milner-Gulland y Rowcliffe 2008). tradicional del pueblo Tikuna. Allí, la mayoría de sus miembros conservan Área de estudio el idioma y dependen en gran medi- El PNA está ubicado en el Amazonas da de la cacería y la pesca para suplir colombiano, comprende 2.940 km2 de sus necesidades nutricionales diarias. selva húmeda tropical en el trapecio Mocagua, por su parte, se encuentra amazónico. El área está sometida a un sobre el río Amazonas, separada de régimen unimodal de lluvias, con una la estación del PNA por el caño Mata- estación seca entre julio y agosto y otra mata. Los miembros de esta comuni- lluviosa entre enero y febrero. La precipi- dad son los trabajadores habituales tación anual promedio es 3.270 mm y la del parque, lo que ha significado un temperatura promedio es 26 °C (Ideam importante ingreso monetario para la 2010). El área de estudio presenta tres comunidad de Mocagua y con ello una tipos principales de vegetación (Maldo- disminución considerable de las acti- nado 2010): un bosque de tierra firme no vidades de explotación de los recursos inundable, planos inundables y extensas naturales. Al mismo tiempo, la comu- formaciones dominadas por Mauritia nidad ha pasado a tener una mayor flexuosa, conocidas localmente como dependencia del mercado occidental “cananguchales”. Los planos inundables para suplir sus necesidades. del PNA son pequeños en comparación Aunque la cacería es una activi- con otras zonas aledañas ya que el pla- dad altamente apreciada en ambas no de inundación del Amazonas es más comunidades, la pesca es la actividad bajo en la orilla opuesta al parque, sobre fundamental para suplir sus necesida- el territorio peruano. des alimenticias básicas, debido a que El 10% del área total del parque los costos son bajos y el producto es se traslapa con diferentes resguardos. de fácil comercialización. En el 2009, En el sector sur lo hace con el resguar- Mocagua contaba con 20 cazadores re- do indígena Ticoya (comunidades de conocidos que salían de cacería una o San Martín de Amacayacu y Palmeras) dos veces por mes en busca de anima- y el resguardo indígena de Mocagua les grandes como la danta. Los demás (comunidad de Mocagua) (Figura 1). eventos de cacería se daban de mane- Aunque la distancia entre los dos res- ra oportunista durante las faenas de guardos es menor a 10 km lineales, las pesca nocturna, cuando es frecuente diferencias existentes en las percep- encontrarse con borugos y/o guatines ciones de su entorno y tradiciones son que frecuenta las orillas de los ríos pe- radicalmente diferentes. queños (Cabrera obs. pers.). San Martín de Amacayacu se lo- Durante la misma época, San caliza sobre el río Amacayacu, en el Martín contaba con 27 cazadores

102 Cabrera frecuentes que salían de cacería por Foto-trampeo lo menos una vez por semana en bus- En el periodo entre mayo de 2009 y ca de dantas, churucos, venados y pe- septiembre de 2010, un total de nue- caríes. El producto de estas cacerías ve salados, cada uno en áreas con di- era llevado de vuelta a la comunidad ferentes presiones de cacería, fueron donde se compartía con el grupo fa- monitoreados de forma simultánea miliar, intercambiaba por otros pro- mediante cámaras trampa Apollo Buc- ductos y en algunos casos se utilizaba keye. Las cámaras estaban acondicio- como parte de pago para la educación nadas con paneles solares para que de los niños en los internados de Leti- tuvieran un mejor funcionamiento en cia y Puerto Nariño. campo (Buckeye Cam, Inc.). Cada salado fue equipado con un Métodos número variable de camaras (2 a 4), Determinación de las áreas de cacería con el fin de cubrir toda el área utiliza- y localización de los salados da por los animales para la ingestion Las áreas de cacería fueron deter- de tierra. Las cámaras fueron ubicadas minadas mediante entrevistas no es- dentro de los salados en lugares que tructuradas con miembros de ambas permitieran la mayor cobertura conti- comunidades. Una vez recopilada esta nua del área, sin remover ninguna es- información, se llevaron a cabo expe- tructura (ramas, hojas, piedras, etc.), y diciones para corroborar en campo que estuvieran alejadas de las entradas las apreciaciones acerca de la cacería donde pudieran interferir en el contí- y georeferenciar los puntos extremos nuo paso de los animales. de cada una de las áreas utilizadas Las cámaras se ubicaron en el por cada comunidad. Posteriormente, tronco de un árbol a 50 cm del suelo se calculó la extensión total de cada y enfocando hacia el área principal una de las áreas utilizando el progra- del salado. Estuvieron activas duran- ma QGis (1.6.0) (http://qgis.org/). te las 24 horas del día, con la sen- Las áreas fueron clasificadas sibilidad del sensor de movimiento como de alta o baja presión de cace- en “alto” y un tiempo de espera de 5 ría con base en la información obte- minutos entre fotos. Cada estación nida por Maldonado (2010) y Payán fue revisada quincenalmente para (2009) acerca de la biomasa prome- confirmar su operación y reemplazar dio cosechada por año en cada área. las memorias. Al mismo tiempo, se localizaron los salados en cada una de ellas para mo- Comportamiento de las dantas en los nitorearlos por medio de fototram- salados peo y de esta manera documentar la Entre mayo y diciembre de 2009, se presencia de la danta. Los salados grabaron videos de la actividad de las son lugares particulares dentro de dantas con el fin de poder describir el los bosques amazónicos donde gran comportamiento de la especie en los cantidad de animales herbívoros van salados. En el 2010 solo se tomaron a consumir tierra, por esto han sido fotos para optimizar el tiempo de re- propuestos como lugares para el mo- gistro de la información necesaria para nitoreo de las especies que los visitan calcular la frecuencia total de visitas (Cabrera 2012). mensuales en cada salado.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 103 Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU

La frecuencia de visitas se calculó visitas a cada salado. En estas historias como el número de eventos indepen- se registra como “uno” cada día en el dientes (fotos/videos) que registraran que estuvo presente la danta (una o más las dantas. Se consideraron como visitas) y como “cero” los días en los que eventos independientes las fotos o vi- no hubo visitas. Posteriormente, la his- deos separados por lo menos por 30 toria diaria de cada salado fue agrupada minutos o cuando un nuevo individuo en periodos de cinco días, para un total de la misma especie fuese registrado de 29 muestreos repetidos para cada en el mismo encuadre. uno de los salados. Estas historias fue- ron el material de análisis de los mo- Análisis de datos delos de ocurrencia con el programa Para el cálculo de estimadores de abun- PRESENCE 3.1 (http://www.mbr-pwrc. dancia y densidades poblacionales es usgs.gov/software/ presence.html). necesaria la identificación de indivi- Ya que el enfoque del trabajo fue duos. Las dantas han sido identifica- relacionar las posibles diferencias das a nivel individual en otros estudios en el uso de los salados monitorea- (Maffei et al. 2002, Noss et al. 2003, dos por parte de la danta, con las Tobler et al. 2009). Esta baja eficiencia actividades de cacería local, los mo- en la identificación ya ha sido repor- delos analizados unicamente inclu- tada (Oliveira-Santos et al. 2010), lla- yeron como covariables los tiempos mando la atención acerca del sesgo de de muestreo y la presión de cacería. los resultados basados únicamente en Otros posibles factores, tales como este tipo de información. tipo de hábitat y existencia de las Se prefirió entonces utilizar mo- especies en las diferentes zonas, se delos de “ocurrencia” como estima- mantuvieron iguales a lo largo de la dores de la abundancia de dantas en zona de estudio (Maldonado 2010) y cada una de las zonas. Los modelos de por ello no fueron incluidos en el aná- ocurrencia han probado ser bastante lisis. De esta manera, el enfoque del útiles en casos como este, donde los análisis radica por entero en el enten- números crudos de observaciones de dimiento de los procesos ecológicos animales en campo son indicadores que ocurren la zona y su relación con sesgados de su abundancia, debido la presencia de salados y la cacería de a que las probabilidades de detec- subsistencia local y no en la compara- ción en campo son diferentes de uno ción de hipotesis estadisticas basadas (Gibbs 2000), y donde la identifica- en el número de visitas registradas en ción individual es difícil (Mackenzie cada uno de los salados (Johnson y et al. 2006). Al mismo tiempo, el uti- Omland 2004). Los resultados permi- lizar los modelos de “ocurrencia” per- tieron determinar el modelo que me- miten relacionar el número de fotos jor explica la frecuencia de visitas a y la detectabilidad de las especies con los salados al evaluarlos según el cri- la visita y uso de salados como pro- terio de información de Akaike (AIC). ceso ecológico, que en última instan- cia fue el interes de esta investigación Resultados (Burton et al. 2015). En total se completaron 2.311 días/ Para llevar a cabo este análisis, se trampa, distribuidos de manera construyó una historia diaria de las uniforme entre los nueve salados

104 Cabrera

P.N.N. Amacayacu

N

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San Martín III

Mocagua

R Brasil ío A m az o n a Perú s 10 km Leticia

Figura 2. Delimitación de las tres diferentes áreas del tamaño de la cosecha anual. I. Agua Blanca, II. Bacaba y III. Pocacuru. localizados en el área de estudio. Esta cuales se cosecha un promedio de información fue utilizada para ana- 2,9 toneladas por año. Por último, lizar los efectos de la cacería en las Pocacúru, que comprende 33 km2 y visitas a los salados, como una apro- presenta una cosecha anual de 3,6 ximación del estado de conservación toneladas. Bacaba y Pocacúru son de la especie en las diferentes zonas. utilizadas por la comunidad de Mo- cagua, mientras que Agua Blanca es Determinación de las áreas de utilizada por San Martín. cacería Maldonado (2010), señala que la Se identificaron tres diferentes áreas extracción de dantas calculada para (Figura 2). Agua Blanca, área con 2009 fue de 21,3 ind./km2 para San mayor presión que comprende 128,9 Martín y de 4 ind./km2 para Moca- km2 y donde se cosechan aproxima- gua. El estimado de cosecha para San damente 6,1 toneladas de carne por Martín es mucho mayor que los re- año. Bacaba, área con baja presión portados en otras zonas amazónicas que comprende 58,4 km2 y en los con fuerte presión de cacería (4-7,6

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 105 Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU

P.N.N. Amacayacu

N

u

c a

ay 10

mac a mata A at 9 M 7 8 6 5 4 2 1 San Martín 3

Mocagua

R ío Brasil A m az o n a s Perú 10 km Leticia

Figura 3. Áreas de influencia estimada para cada salado monitoreado en la zona de estudio. Cada circulo comprende un radio de 5 km alrededor de cada salado. ind./km2 (Bodmer y Lozano 2001); 18 Comportamiento de las dantas en ind./km-2 (Peres y Nascimento 2006)) los salados donde las poblaciones de dantas pa- Las visitas de las dantas a los salados recen ir en declive. muestran un patrón de comportamiento regular, donde los tiempos de permanen- Área de influencia de los salados cia en cercanías a estos lugares es de uno Las dantas se pueden desplazar hasta a dos días, separados entre sí por 5 ± 6,4 10 km diarios. En promedio, la dis- días, que son seguidos por periodos de tancia que recorren diariamente no ausencia total de 20 ± 6,5 días. Usual- sobrepasa los 5 km (Tobler 2008). Por mente estas visitas son hechas por ani- ello, se consideró un radio de 5 km al- males en solitario (360 visitas de un solo rededor de cada salado como su área individuo vs. 35 visitas grupales). de influencia inmediata. De esta ma- El análisis de los videos permitió nera, el área monitoreada durante el completar un etograma para las dantas proyecto, comprende la totalidad de durante sus visitas a los salados, y mos- las zonas de cacería (Figura 3). tró que en estos lugares se llevan a cabo

106 Cabrera comportamientos diferentes al mero presión de cacería (Kruskall-Wallis consumo de material edáfico (Anexo 1). 2=1,32, p=0,5). De la misma manera, Cada salado es utilizado por al menos los resultados del análisis de “ocurren- cuatro individuos sin diferencias en el cia” muestran que el modelo que mejor uso según el sexo. Además, es posible se ajusta a los registros de la danta des- detectar un agrupamiento de las visitas carta el papel de la presión de cacería durante cortos periodos cada mes, du- como variable explicativa del porcentaje rante los cuales cada individuo utiliza un de “ocurrencia” de las dantas en el área único salado de manera repetida durante de estudio ( = 0,66 Tabla 1). un mismo periodo de 24 horas (203 una única visita diaria vs. 92 vistas repetidas Discusión durante el mismo día). Visitas de las dantas a los salados La frecuencia mensual de visitas Las dantas son mamíferos de gran ta- no mostró diferencias significativas in- maño con bajas tasas de reproducción dicando que los salados son un recurso (Robinson y Redford 1986, Bodmer importante para las dantas ya que son et al. 1997) y largos tiempos de per- visitados aun cuando son lugares donde manencia de las crías con sus madres se les caza. Las dantas también demos- (Padilla y Dowler 1994). Si la tasa de traron tener un alto grado de fidelidad cacería de las diferentes áreas tuvie- a un único salado, durante el estudio se ra un efecto significativo sobre las po- identificó a un solo individuo visitando blaciones locales, es de esperar que dos salados diferentes. existan diferencias significativas en la Excluyendo del análisis a los sala- frecuencia de visitas a los salados entre dos Achapo y Achapo Hundido, que se y dentro de las diferentes áreas. encuentran separados tan solo por 100 Aunque eventos de cacería, dentro y m, la distancia media entre salados fue fuera de los salados, ocurrieron repetidas de 1,5 ± 0,14 km. Esta distancia esta veces durante el el trabajo de campo, no muy por debajo del promedio de mo- se registraron cambios significativos en vimiento diario de la especie (Tobler la frecuencia de visitas durante los dos 2008) indicando que la mejor explica- años para un mismo salado o entre las ción para el uso exclusivo de un único diferentes areas de cacería. Los datos salado es comportamental. comportamentales recogidos muestran que en la zona se encontraban subadul- Efecto de la cacería en la frecuencia tos de los dos sexos iniciando su épo- de visitas a los salados ca de dispersión al mismo tiempo que La frecuencia de visitas a los salados adultos inmigrantes en busca de nuevos no varió entre las áreas con diferente rangos de hogar. En consecuencia, los

Tabla 1. Modelos de “ocurrencia” para la danta en el PNN Amacayacu. Los resultados muestran que el modelo que mejor se ajusta a los datos obtenidos es el neutro, que no tiene en cuenta ni la cacería ni el día de muestreo. AIC: Criterio de información de Akaike, AIC: Diferencia de los AIC; N Par: número de parámetros; -2log: log-likelihood negativo.

Modelo AIC ΔAIC w NPar -2log ȥ (.), P (.) 199,8 0 0,95 2 195,83 ȥ (cacería), P (.) 205,8 6 0,04 5 195,83 ȥ (.), P (muestreo) 229,8 30 0 30 169,87 ȥ (cacería), P (muestreo) 235,8 36 0 33 169,87

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 107 Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU espacios libres resultado de la cosecha definitivamente sí. Gracias a las condi- de individuos, son rápidamente ocupa- ciones especiales que la Amazonia co- dos, ya sea por subadultos locales, o in- lombiana ha logrado mantener hasta la dividuos adultos que provienen de otras fecha (bajas densidades poblacionales zonas del parque evitando que los efectos y un comparativo bajo desarrollo de ac- de la cacería dentro del PNN Amacayacu tividades extractivas), es posible pen- sean significativos. El rápido reemplazo sar en la existencia de una dinámica de de animales cazados sugiere entonces fuente-sumidero como responsable de la existencia de una dinámica de fuen- la permanencia de especies silvestres te-sumidero para las dantas (Novaro et de gran tamaño en resguardos indíge- al. 2000), responsable de la persistencia nas, donde las fuentes son las zonas de la especie en el área sur del parque y protegidas o áreas lejanas y poco visi- en los resguardos de Mocagua y Ticoya. tadas dentro de los mismos resguardos. Es un hecho que entre las diferentes También se muestra cómo la pre- áreas delimitadas dentro del proyec- sión de cacería aunque considerable, no to, existen importantes diferencias en alcanzó a producir diferencias significa- las tasas de cacería. Sin embargo, los tivas en la frecuencia de visitas a sala- modelos analizados no muestran una dos y/o en los modelos de “ocurrencia”. influencia significativa en la ocurrencia Zonas que indudablemente tendrán de la especie como proxi de su abun- densidades menores de grandes ma- dancia dentro del Parque. La frecuen- míferos, al ser comparadas con áreas cia de visitas a los salados se mantiene pristinas. Investigaciones anteriores que constante a lo largo del año, lo cual su- indican un desproporcional efecto nega- giere que las densidades se mantienen tivo de la cacería en las poblaciones lo- relativamente constantes aun cuando la cales de grandes mamíferos en el PNA, caceria es una actividad común dentro se basan en el método de transectos de de los mismos salados, lo que resulta en observación, metodología utilizada am- un constante recambio de individuos pliamente en la Amazonia (Peres 2000, dentro de la población local. Hurtado-Gonzales y Bodmer 2004). Sin Aunque un gran número de estudios embargo, el uso de nuevas tecnologías en la Amazonia muestran cómo la pre- (foto-trampeo), en lugares propicios sión intensa de cacería puede resultar en para el monitoreo (salados), permiten la disminución, en algunos casos extin- tener una nueva visión más acertada de ción local, de las poblaciones de mamífe- estas áreas (O’Brien 2008, 2010). ros de gran tamaño. En el caso específico De esta manera, se demuestra la de las zonas de traslape del PNA y los posibilidad de mantener poblaciones resguardos vecinos, no hay evidencias saludables de dantas por fuera de las de una disminucion en la “ocurrencia” de áreas protegidas, siempre y cuando dantas y tampoco en la frecuencia de uso se mantengan las tasas de cacería ac- de salados al ser utilizados como proxies tuales y existan áreas fuente que en de la condición poblacional de la especie. muchos casos pueden ser las áreas protegidas vecinas. Esta relación entre ¿La conservación es realmente áreas protegidas y no protegidas, es la posible por fuera de los parques? oportunidad para trabajar con las co- En el caso colombiano en general y del munidades locales para que reconoz- PNA y las zonas aledañas en particular, can las áreas protegidas como fuentes

108 Cabrera que aseguren la permanencia de los los mismos lugares que se intenta con- animales en sus lugares tradiciona- servar. Por ello es más beneficioso un les de caza, y como modelo válido de trabajo en conjunto que una eterna conservación y uso de la biodiversidad confrontación. Lo que está ocurriendo por fuera de las áreas protegidas co- en el PNA demuestra que es posible lombianas. si se implementa un monitoreo con- Es necesario tener un punto de vis- tinuo de las poblaciones animales y ta más pragmático, en el cual científi- un manejo eficaz de la cacería, ambas cos y conservacionistas se reconcilien actividades basadas en el trabajo en con el hecho de que las comunidades conjunto con las comunidades indí- indígenas amazónicas han vivido y genas locales. Ese es el reto al que se seguirán viviendo y haciendo uso de debe responder.

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 111 Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU

ANEXOS

Anexo 1. Etograma de Tapirus terrestris en los Aspiración: olfateos que ocurren con la probóscide salados. Cada una de las categorías de compor- en cualquier posición diferente a la de la exploración. tamiento se identificó y describió con base en los videos grabados durante 2009 y 2010. Chequeo: manipulación del substrato u otra sustancia con la probóscide. Geofagía: ingestión de material edáfico o aguas con gran cantidad de sedimentos. Flehmen: retracción de la probóscide hacia arri- ba con exposición de los dientes. Caminar: movimiento directo entre dos puntos sin pausa de ningún tipo. Examen genital: punta de la probóscide cerca o tocando los genitales de otro individuo. Exploración: movimiento con la cabeza por en- cima del nivel de los hombros, con la probóscide Vocalización: emisión de sonidos. hacia arriba olfateando. El individuo se detiene constantemente y cambia de dirección. Micción: evacuación de orina.

112 Cabrera Foto: S. Winter. Winter. Foto: S.

Lámina 1a. Danta (Tapirus terrestris). Foto: F. Trujillo. Trujillo. Foto: F.

Lámina 1b. Danta (Tapirus terrestris). Hembra y cría.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 113 Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU Foto: J. Cabrera. Foto: J.

Lámina 1c. Foto-trampeo de danta (Tapirus terrestris). Foto: F. Trujillo. Trujillo. Foto: F.

Lámina 1d. Danta juvenil (Tapirus terrestris).

114 Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA Distribución de la danta de montaña (Tapirus pinchaque) en Colombia: importancia de las áreas no protegidas para la conservación en escenarios de cambio climático

Diego J. Lizcano, David A. Prieto-Torres y Hugo M. Ortega-Andrade

Resumen. A pesar de que su presencia ha sido confirmada en varias localida- des de la Cordillera Central en los Andes, la distribución de la danta de mon- taña (Tapirus pinchaque; <200 kg; EN) ha sido poco estudiada en Colombia. Por ello, se han estimado las áreas potenciales de distribución actual y bajo escenarios de cambio climático futuros, considerando el efecto de la pérdida del hábitat, la disponibilidad de los ecosistemas y el rol del actual Sistema Na- cional de Áreas Naturales Protegidas (SNANP) para la especie en Colombia. El modelo de idoneidad climática estimó una extensión de ocurrencia de ~28.000 km2, con una reducción inferida del 38,11% por efecto de la pérdida del há- bitat y del ~35–47% por efectos del cambio climático. Sin embargo, el efecto sinérgico de ambos fenómenos podría representar un riesgo mayor a corto plazo con una reducción estimada del ~55–65% de la distribución potencial. Si bien el actual SINAP incluye un 20,89% de la extensión de ocurrencia de la es- pecie, estas áreas muestran modificaciones en la cobertura boscosa, así como tendencias de cambio en escenarios de cambio climático futuros. Esfuerzos y estrategias de conservación en las áreas no protegidas deben ser promovidos para establecer y mantener la conectividad entre las poblaciones de la especie.

Palabras clave. Andes. Modelo de nicho ecológico. Maxent. Presencia.

Abstract. Although its presence has been confirmed in several localities along the Central Cordillera in Andes, the distribution of Mountain Tapir (Tapirus pinchaque; <200 kg; EN) remains unclear in Colombia. We have estimated its potential areas of current distribution and under future climate change scenarios, considering the effect of habitat loss, the availability of ecosystems and the role of the current Na- tional Protected Areas System (SINAP, in spanish) on models for the species in Co- lombia. The model of environmental suitability estimated an extent of ~28,000 km2 for its occurrence area, with a reduction of 38.11% inferred by the effect of habitat loss and a net reduction of ~35–47% by effect of climate change. However, the syn- ergistic effect of both phenomena could represent a greater risk in the short-term, leading to a net reduction of ~55–65% on the potential distribution models. Despite that current SINAP included in about 20.89% of the extent of occurrence area for this species, we observed modification of forest coverture within the APs and ten- dencies towards to future climate change scenarios. Efforts and strategies of con- servation along unprotected areas should be promoted to establish and maintain the connectivity among the species’ populations.

Key words. Andes. Ecological niche model. Maxent. Presence.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 115 Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA

Introducción La danta de montaña (Tapirus pinchaque) Además, la distribución de la especie es el mamífero más grande de los Andes no ha sido evaluada desde una pers- tropicales, puede llegar a pesar hasta pectiva ecológica y geográfica conside- 200 kilos y tener una alzada de hasta un rando los efectos de cambio climático, metro (Emmons y Feer 1997). Su pelaje los cuales podrían tener importantes es largo, de 2 a 4 cm y su color varía de implicaciones para su conservación marrón oscuro a negro, con una línea a escala regional y continental (Orte- blanca muy característica alrededor de ga-Andrade et al. 2015). la boca (Lámina 1 a-b). A pesar de ser Las características biológicas de considerada como una especie bandera la danta de montaña, tales como su en términos de conservación (Downer comportamiento solitario, el uso de 1996) y de encontrarse en peligro de áreas extensas como territorios, la extinción (Díaz et al. 2008), ha sido una baja tasa reproductiva (nace solo un especie poco estudiada en varios de sus individuo en cada parto bianual) y su aspectos biológicos (Rodríguez-Mahecha longevidad, hacen esta especie vul- et al. 2006, Cavelier et al. 2011). nerable a la fragmentación y pérdida En Colombia, la distribución histó- del hábitat, así como al cambio cli- rica de la danta de montaña está basa- mático. Esto dificulta su recuperación da en registros aislados de ejemplares poblacional cuando ocurren eventos depositados en colecciones, entrevistas que modifican drásticamente su há- y expediciones de campo que sugieren bitat (Padilla et al. 2010). Estudios una distribución a lo largo de las Cor- previos de la década del 2000, esti- dilleras Central y Oriental, con límites man que solo un 13% del hábitat de al norte en el Parque Nacional Natural la danta de montaña está protegido (PNN) los Nevados y el PNN dentro del Sistema Nacional de Áreas (Diaz et al. 2008, Lizcano et al. 2002) Naturales Protegidas (SNANP) de Co- (Lámina 2 a-b). El registro reciente lombia (Lizcano et al. 2002). Dados de un cráneo colectado en 1911 en el los requerimientos biológicos y eco- Páramo de Frontino (Arias-Alzate et lógicos de la especie, el hábitat de la al. 2010) abre las posibilidades para especie incluido en las áreas prote- pensar que la danta de montaña pudo gidas (APs) podría ser considerado tener una distribución histórica que in- insuficiente para su conservación, ya cluyera la Cordillera Occidental, lo que que si se divide el total del hábitat de hace necesaria una re-evaluación bio- la especie que estaba protegido en la geográfica de la especie. Es importante década del 2000 (43.274 ha) por su destacar que, desde los tiempos pre- densidad (550 ha), se tendría una re- colombinos, áreas importantes de los lación de 79 dantas de montaña bajo Andes colombianos han sido transfor- protección para la época. Esto resalta madas de bosque y páramos a cultivos la importancia de promover los tra- y potreros, incluyendo zonas en el in- bajos de investigación y conservación tervalo altitudinal habitado por la dan- en las áreas que no forman parte del ta de montaña, lo que ha ocasionado SINAP, especialmente en aquellas que una reducción y fragmentación de su han tenido un incremento y recupera- distribución original (Cavelier y Etter ción de la cobertura boscosa desde la 1995, Etter y van Wyngaarden 2000). década del 2000 (Lizcano et al. 2002,

116 Lizcano et al.

Sánchez-Cuervo et al. 2012), con la especie. Dentro del modelo se ha consi- idea de promover la conectividad y derado el efecto de la pérdida del hábi- viabilidad entre las poblaciones. tat, la disponibilidad de los ecosistemas En este contexto, el Plan Nacio- y el rol del actual SINAP para la especie, nal para la Conservación del géne- teniendo en cuenta los escenarios de ro Tapirus en Colombia, enmarca la cambio climático futuros, con el objeti- necesidad de delimitar las áreas de vo de determinar la importancia de las distribución y la disponibilidad de los áreas no protegidas en la conservación ecosistemas para la danta de monta- a largo plazo en Colombia. ña, con el fin de obtener una mejor evaluación de las principales amena- Métodos zas e identificar unidades prioritarias Registros históricos y modelo de de conservación (Lizcano et al. 2005, distribución de la danta de montaña Montenegro 2005). Sin embargo, la Se generó una base de datos validada delimitación de la distribución de una con 246 localidades únicas con regis- especie es una tarea compleja que in- tros históricos de la especie, a partir volucra varios factores vinculantes de las siguientes fuentes de informa- (p. e. condiciones abióticas y bióticas, ción: 1) Global Biodiversity Informa- capacidad de dispersión y adapta- tion Facility database (GBIF; www.gbif. ción, etc.), que son complejas de eva- org). 2) Mammal Networked Informa- luar en campo (Soberón y Peterson tion System (MaNIS, www.manisnet. 2005). Con el fin de lograrlo, varios org). 3) El IUCN/SSC Tapir Specialist métodos computacionales han sido Group. 4) Trabajos de campo en Ecua- desarrollados para estimar áreas de dor y Colombia. 5) Literatura especiali- distribución por medio del modelado zada (Lizcano et al. 2002, Arias-Alzate del nicho ecológico (MNE) de las espe- et al. 2010). Para este estudio, fueron cies, basados en la correlación de las incluidos únicamente los registros con ocurrencias conocidas con los datos evidencia referenciada y validada (p. e. de variables ambientales (Elith et al. fotos, huellas, cráneos, etc.), de la pre- 2006, Guisan et al. 2013). Estas tec- sencia de la especie. nologías son herramientas útiles en La idoneidad del hábitat fue la definición de las áreas de distribu- modelada usando el algoritmo de ción, los estudios del efecto del cam- MaxEnt 3.3.3k (Elith et al. 2006). Este bio climático, la identificación de áreas programa utiliza dos entradas de da- prioritarias de conservación y el desa- tos: las localidades donde se ha regis- rrollo de estrategias de conservación trado la especie (datos de presencia) y para las especies (p.e. Pearson et al. las capas digitales de las condiciones 2006, Mota-Vargas y Rojas-Soto 2012, ambientales de un área determina- Lessmann et al. 2014), ya que aportan da. El algoritmo lleva a cabo un nú- información valiosa sobre la biogeogra- mero de iteraciones que alcanza un fía y ecología de los organismos. límite de convergencia óptimo del En este capítulo se desarrolla un modelado y produce un mapa que modelo de distribución potencial para contiene los valores de idoneidad del la danta de montaña en los Andes co- hábitat que van desde cero (no apto) lombianos, basados en datos ambien- a uno (perfectamente apto) (Elith et tales y geo-referencias validadas de la al. 2010, 2011). Dado que los MNE no

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 117 Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA contemplan los aspectos históricos Modelo de nicho ecológico en esce- relacionados a la distribución de la narios globales de cambio climático especie (accesibilidad o “M” según el Dado que la especie se enfrenta a múl- diagrama BAM) (Soberón y Peterson tiples problemas de conservación que 2005), se utilizó un recorte biogeo- pueden amenazar su supervivencia a gráfico basado en la clasificación de corto plazo (Diaz et al. 2008), se evaluó las ecoregiones terrestres (Olson et la distribución potencial de la danta de al. 2001), las provincias biogeográfi- montaña para el 2050, considerando cas de Suramérica (Morrone 2002) y dos escenarios de concentración repre- un intervalo altitudinal superior a los sentativa de carbono (RCP por sus siglas 1200 m para calibrar y proyectar los en inglés). En particular, se usaron los modelos (Soberón y Peterson 2005, escenarios RCP 4.5 y RCP 8.5, desarro- Barve et al. 2011, Rodda et al. 2011). llados por tres diferentes laboratorios Este recorte geográfico representa de investigación: (a) Commonwealth los límites de tolerancia, las barreras Scientific and Industrial Research Or- históricas de dispersión y las necesi- ganization and Bureau of Meteorology dades a ciertas condiciones abióticas (ACCESS 1.0); (b) Model for Interdiscipli- de la especie (Downer 2001, Lizcano nary Research On Climate (MIROC5); y et al. 2002, Díaz et al. 2008, Orte- (c) Met Office Hadley Centre and Instituto ga-Andrade et al. 2015). Nacional de Pesquisas Espaciais (Had- Los MNE de la danta de mon- GEM2-ES). En un contexto general, el es- taña fueron desarrollados con las cenario RCP 8.5 (“pesimista”) representa variables climáticas del proyecto una emisión prevista de gases de efecto WorldClim (Hijmans et al. 2005). Para invernadero mayor, en ausencia de polí- cumplir el objetivo de reducir el so- ticas de mitigación del cambio climático, breajuste de predicción en los mode- en comparación con el escenario RCP 4.5 los (Rojas-Soto et al. 2008, Royle et (“optimista”; IPCC 2013). Las relaciones al. 2012), se seleccionaron las varia- entre las probabilidades de idoneidad bles que más aportaron (prueba de del hábitat y la altitud en distintos esce- Jackknife implementada en MaxEnt) y narios climáticos fueron evaluadas con se eliminaron aquellas que presenta- Modelos Lineales Generalizados (GLM ron una alta correlación espacial (r > por sus siglas en ingles) y Modelos Adi- 0.8). Los formatos logísticos obtenidos tivos Generalizados (GAM por sus siglas fueron convertidos a valores binarios en ingles), implementados en el lenguaje de presencia-ausencia con un valor de estadístico R y la librería mgcv (Crawley umbral definido como el “Fixed Omis- 2007, R-Core-Team 2012). sion Value 10 (FOV10)”. Este umbral minimiza los errores de comisión y Análisis espacial de la distribución ecológicamente se interpreta como el de la danta de montaña en Colombia punto en el cual los píxeles predichos Los modelos obtenidos fueron acota- son al menos tan adecuados como los dos a escala nacional para: a) evaluar píxeles donde la especie ha sido re- impactos de la pérdida del hábitat (de- gistrada, rechazando solo el 10% más forestación), b) determinar la disponi- bajo de los valores previstos en el mo- bilidad de los ecosistemas, y c) estimar delo (Pearson et al. 2006, Ortega-An- la importancia del SINAP. Para evaluar drade et al. 2015). el efecto de la deforestación, se utilizó

118 Lizcano et al.

Figura 1. Modelo de distribución potencial de la danta de montaña (Tapirus pinchaque). A) Modelo de distribución potencial (color gris oscuro) en la región de los Andes, desde Colombia a Perú. B) Áreas potenciales y remanentes de distribución de la danta de montaña en Colombia. El gris oscuro indica la vegetación intacta y las actuales áreas protegidas (polígonos con tramas). Números corresponden al PNN (1), PNN Las Hermosas (2), PNN Puracé (3), PNN Complejo Volcánico Doña Juana Cascabel (4), PNN Los Nevados (5), PNN de Sumapaz (6), Santuario de Fauna y Flora Plantas Medicinales Orito Ingi-Andé (7), PNN Serranía de los Churumbelos Auka-Wasi (8), PNN Chingaza (9), Santuario Natural (10), PNN Alto Fragua Indiwasi (11) y PNN Serranía de Los Picachos (12). Puntos utilizados como datos para la elaboración (70%, blancos) y validación (30%, negros) de los modelos son mostrados en las figuras A y B. un mapa de cobertura de vegetación incluían dentro del modelo, los cuales terrestre (Hansen et al. 2013), el cual fueron ordenados en orden descendente fue clasificado en las categorías “vege- por su tamaño y factor de importancia tación intacta” y “áreas perturbadas”. (FI=[Área del ecosistema predicha por Esta última agrupa a las zonas urba- el modelo*100]/Área total del modelo nas, los bosques secundarios, las áreas de idoneidad); y 2) se calcularon los ín- deforestadas, áreas de cultivo y los pas- dices de importancia relativa (IR) para tos para la cría de ganado. cada ecosistema: IR=área del ecosiste- La evaluación de la disponibilidad de ma predicha por el modelo/área total del los ecosistemas fue realizada siguiendo ecosistema en Colombia. Los valores de la metodología propuesta por Ortega-An- FI son porcentuales respecto a la impor- drade et al. (2015). 1) Se calcularon las tancia de cada ecosistema y al modelo de áreas (km2) de los ecosistemas que se idoneidad, mientras que los valores de

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 119 Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA

Tabla 1. Resumen de las variables bioclimáticas no correlacionadas seleccionadas, con sus valores de contribución relativa, para la elaboración del modelo de distribución de la danta de montaña (Tapirus pinchaque).

PORCENTAJE DE ABREVIATURA VARIABLE BIOCLIMÁTICA CONTRIBUCIÓN Bio 08 Temperatura del trimestre más húmedo 37,7 Bio 14 Precipitación del mes más seco 17,6 Bio 19 Precipitación del trimestre más frío 15 Bio 07 Rango de temperatura anual (Bio 05 - Bio 06) 6,5 Bio 03 Isotermalidad (Bio 02/Bio 07) 5,6 Bio 02 Rango de temperatura media diurna 5 Bio 12 Pricipitación anual 4,5 Bio 04 Estacionalidad de la temperatura (desviación estándar x 100) 3,9 Bio 17 Precipitación del trimestre más seco 2,2 Bio 01 Temperatura media anual 2,1

IR tienen un intervalo entre cero y uno, idoneidad predicha para la danta de tendiendo hacia uno cuando el área total montaña fue de ~52.000 km2 a lo lar- disponible de un ecosistema es igual al go de la región andina, desde Colom- área predicha por el modelo de distribu- bia a Perú (Figura 1a), con un área ción. El área total de los ecosistemas fue estimada de ~28.000 km2 (53,41%) obtenida de los mapas de los ecosistemas restringida a la cordillera central en continentales, costeros y marinos de Co- Colombia (Figura 1b). lombia (IDEAM et al. 2007). Las áreas potenciales y remanen- La importancia del SINAP de Co- tes del MNE para la danta de monta- lombia fue evaluada a partir de las ña en Colombia son detalladas en las capas temáticas descargadas de Pro- tablas 2 y 3. La pérdida de cobertura tectedPlanet.net (IUCN y UNEP-WCMC vegetal por deforestación reduce un 2012), con lo que se calculó la exten- 38,11% el área del modelo, con mayor sión de las áreas protegidas (km2) en incidencia a lo largo de la cordillera cada modelo y escenario. Los análisis central (Figura 1b). Una reducción im- espaciales se realizaron con el progra- portante del 86,70% (24.192 km2) de ma ArcMap 10.2.2, con una resolución la extensión de ocurrencia predicha para la cuadrícula o tamaño de píxel de fue observada al considerar única- 0,0083 grados, equivalente a ~1 km2. mente las áreas con vegetación intacta dentro de los límites de las APs (Figura Resultados 1b, Tablas 2-3). Un total de ocho eco- Modelo de nicho ecológico y sistemas naturales en los Andes co- distribución de la danta de montaña lombianos fueron identificados como El modelo de idoneidad mostró valo- importantes para la distribución de la res altos de AUC-test (0,910) y radios danta de montaña. de AUC (1,29±0,16; p<0,05), con una Los ecosistemas más extensos en omisión del 9,7% de los datos de en- área fueron los arbustales (5.083 km2; trenamiento, al aplicar un umbral de ~29%; RI=0, 25) y los bosques natura- corte de 0,250 (FOV10). Las variables les (4.221 km2; ~24%; RI=0,12) del Oro- climáticas utilizadas y su porcenta- bioma medio de los Andes, así como los je de contribución en el modelo son bosques naturales (4.014 km2; ~23%; presentadas en la tabla 1. El área de RI=0,36) y los herbazales del Orobioma

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Tabla 2. Modelos de distribución potencial para la danta de montaña (Tapirus pinchaque) y porcentajes de pérdida de áreas de distribución considerando tres diferentes modelos globales de cambio climático futuros (escenarios RCP 4.5/ RCP 8.5), el efecto de la pérdida de hábitat y el estimado de áreas protegidas (APs) en Colombia.

MODELO AREA (~Km2)% ÁREA ACTUAL DE DISTRIBUCIÓN POTENCIAL 27,903 100 Área del modelo con vegetación intacta 17,27 61,89 Área del modelo dentro de APs 5,83 20,89 Remanentes del modelo con vegetación intacta dentro de APs. 3,711 13,3 ESCENARIO RCP 4.5 ACCESS 1.0 Área de distribución potencial 18,036 64,64 Área del modelo con vegetación intacta 12,433 44,56 Área del modelo dentro de APs 4,597 16,47 Remanentes del modelo con vegetación intacta dentro de APs. 2,995 10,73 MIROC 5 Área de distribución potencial 16,557 59,34 Área del modelo con vegetación intacta 11,248 40,31 Área del modelo dentro de APs 4,59 16,45 Remanentes del modelo con vegetación intacta dentro de APs. 2,708 9,71 HadGEM2-ES Área de distribución potencial 15,489 55,51 Área del modelo con vegetación intacta 10,672 38,25 Área del modelo dentro de APs 4,089 14,65 Remanentes del modelo con vegetación intacta dentro de APs. 2,676 9,59 ESCENARIO RCP 8.5 ACCESS 1.0 Área de distribución potencial 14,736 52,81 Área del modelo con vegetación intacta 9,837 35,25 Área del modelo dentro de APs 4,193 15,03 Remanentes del modelo con vegetación intacta dentro de APs. 2,555 9,15 MIROC 5 Área de distribución potencial 17,476 62,63 Área del modelo con vegetación intacta 11,76 42,15 Área del modelo dentro de APs 4,735 16,97 Remanentes del modelo con vegetación intacta dentro de APs. 2.884 10,34 HadGEM2-ES Área de distribución potencial 16,16 57,91 Área del modelo con vegetación intacta 10,975 39,33 Área del modelo dentro de APs 4,486 16,08 Remanentes del modelo con vegetación intacta dentro de APs. 2,793 10,01 alto de los Andes (2.951 km2; ~17%; ya que su efecto representó una re- RI=0,24); los cuales en conjunto cubren ducción de las áreas de extensión, que más del 94% del área de distribución van desde ~35 al ~44% en el escena- potencial del modelo (Tabla 4). rio RCP 4.5 y del ~37 al ~47% para el escenario RCP 8.5 (Tabla 2), prin- Escenarios globales de cambio cipalmente asociada a las tierras ba- climático y las áreas protegidas jas del centro y sureste de Colombia de Colombia (Figura 2). En estos escenarios, las El cambio climático es un factor influ- áreas idóneas predichas tienden a au- yente en la distribución de la especie, mentar su altitud significativamente

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 121 Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA

Tabla 3. Distribución potencial de la danta de montaña (Tapirus pinchaque), en km2 (porcentajes), predicha para las áreas protegidas en los andes colombianos en el presente. Los números en orden corresponden a los identificadores de la figura 1.

ÁREA DEL VEGETACIÓN N° ÁREAS PROTEGIDAS MODELO Km2 (%) INTACTA Km2(%) 1 Parque Nacional Natural Nevado del Huila 1.745 (6,25) 816 (2,92%) 2 Parque Nacional Natural Las Hermosas 1.382 (4,95) 1.046 (3,75%) 3 Parque Nacional Natural Puracé 1.006 (3,61) 722 (2,59%) 4 Parque Nacional Natural Complejo Volcánico Doña Juana Cascabel 569 (2,04) 387 (1,39%) 5 Parque Nacional Natural Los Nevados 420 (1,51) 84 (0,30%) 6 Parque Nacional Natural de Sumapaz 239 (0,86) 215 (0,77%) 7 Santuario de Fauna y Flora Plantas Medicinales Orito Ingi-Andé 85 (0,30) 74 (0,27%) 8 Parque Nacional Natural Serranía de los Churumbelos Auka-Wasi 81 (0,29) 70 (0,25%) 9 Parque Nacional Natural Chingaza 80 (0,29) 75 (0,27%) 10 Santuario Natural Galeras 79 (0,28) 83 (0,30%) 11 Parque Nacional Natural Alto Fragua Indiwasi 78 (0,28) 75 (0,27%) 12 Parque Nacional Natural Serranía de Los Picachos 66 (0,24) 64 (0,23%) 5.830 (20,89) 3.711 (13,30)

Tabla 4. Disponibilidad de ecosistemas (km2) de acuerdo al modelo potencial de distribución (km2) de la danta de montaña (Tapirus pinchaque) en Colombia.

ÁREA DEL MODELO FACTOR IMPORTANCIA O ÁREA DISPONIBLE N ECOSISTEMAS 2 IMPORTANCIA ACUMULATIVA REI* EN COLOMBIA (Km ) 2 (Km ) (%) (%) Arbustales del orobioma 1 9,82 5,083 29,43 29,43 0,52 alto de los Andes Bosques naturales del 2 36,101 4,221 24,44 53,87 0,12 orobioma medio de los Andes Bosques naturales del 3 11,036 4,014 23,24 71,11 0,36 orobioma alto de los Andes Herbazales del orobioma 4 12,454 2,951 17,09 94,2 0,24 alto de los Andes Arbustales del orobioma 5 2,395 802 4,64 98,84 0,34 medio de los Andes Bosques naturales del 6 60,827 97 0,56 99,4 0,001 orobioma bajo de los Andes Zonas desnudas del 7 378 52 0,3 99,7 0,14 orobioma alto de los Andes Herbazales del orobioma 8 344 50 0,3 100 0,15 medio de los Andes 17,27 100 100

(p< 0,001), con un incremento pro- 0,250–0,829), en comparación con medio de 250 m entre el intervalo el escenario actual (0,473±0,149; del escenario actual (2.952±596 m) 0,250–0,907). Los cambios en la pro- y los escenarios futuros (ACCESS 1.0 babilidad de idoneidad y la altitud son RCP 4.5 = 3.158±495 m; RCP 8.5 = representados por los centroides en 3.288±450 m). Por su parte, una re- los gráficos de dispersión de la figu- ducción significativa para los valores ra 2. En general, la desviación expli- probabilísticos de idoneidad ambien- cada por los GAMs varió entre 3,15 y tal fue observada en los escenarios de 9,68%, con un r2 entre 0,031-0,096. cambio climático RCP 4.5 (ACCESS El SINAP incluye entre ~15 y 17% 1.0: 0,427±0,121; 0,250–0,859) y de las áreas de distribución potencial RCP 8.5 (ACCESS 1.0: 0,441±0,124; de la danta de montaña predichas

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Figura 2. Modelos potenciales de distribución del nicho ecológico de la danta de montaña (Tapirus pinchaque) en dos escenarios de cambio climático futuro (ACCESS 1.0) para el 2050: A) RCP 4.5 (es- cenario optimista) y B) RCP 8.5 (escenario pesimista). Números corresponden a las áreas protegidas referidas en la figura 1 y tabla 3. en escenarios de cambio climático. Discusión Los modelos proyectados para el año Impactos de la deforestación y 2050, tanto en el escenario pesimis- disponibilidad de ecosistemas ta como el optimista, muestran ten- en Colombia dencias de reducción en la extensión Tanto la deforestación como la expan- del área de ocurrencia predicha para sión de la frontera agrícola son los la danta de montaña dentro de los lí- factores más importantes que afectan mites de varias APs, principalmente el hábitat y la pérdida de biodiversi- en el PNN Cordillera de Los Picachos dad en el Neotrópico (Lee et al. 2006, (100%), el PNN Serranía De Los Chu- Lessman et al. 2014). En Colombia, rumbelos (~96%), el PNN Alto Fra- además de una larga historia de la mo- gua–Indiwasi (~94%), el Santuario de dificación del hábitat, que se remonta Fauna y Flora Plantas Medicinales a la época precolombina (Cavelier y Orito Ingi Ande (~91.8%), el PNN Chin- Etter 1995, Etter y van Wyngaarden gaza (~54%) y el Santuario Natural Ga- 2000), procesos de degradación ace- leras (~50%) (Figura 2). lerada del paisaje han ocasionado una

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 123 Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA reducción dramática y una fragmenta- entre los tres modelos climáticos eva- ción de más del 55% de la cubierta de luados. Esto refuerza la idea de la vegetación natural (IDEAM et al. 2007, existencia de una alta probabilidad Sánchez-Cuervo et al. 2012). El efecto de que ocurran cambios significativos de la pérdida de hábitat (~38%), que en los intervalos de distribución de incluye un ~13% de vegetación intacta la biota de montaña como resultado dentro de las APs (Tablas 2-3) limita del cambio climático en el siglo XXI el intervalo de distribución de la dan- (Bässler et al. 2010, Forero-Medina ta de montaña a ocho ecosistemas en et al. 2011), lo cual puede poner en el país, todos ellos relacionados con peligro o llevar a la extinción de mu- tierras alto-andinas y amenazados chas especies andinas. Así mismo, los por la expansión de la frontera agríco- cambios altitudinales predichos son la-ganadera y los asentamientos urba- consistentes con otros estudios donde nos (Lizcano et al. 2002, Montenegro se predicen migraciones ascendentes 2005, Diaz et al. 2008). de las condiciones ambientales aso- Las prácticas actuales de usos del ciadas a especies andinas en respues- suelo inciden de manera importante ta al calentamiento global (Bässler et en la región de los Andes, donde las al. 2010, Forero-Medina et al. 2011, actividades antropogénicas pueden Ortega-Andrade et al. 2015). crear barreras sólidas que impiden el Es importante señalar que el po- desplazamiento de las especies (Feeley tencial de adaptación de las especies a y Silman 2010) y ocasionan la fragmen- estos cambios está determinado por su tación en la conectividad de las áreas tasa de evolución y su capacidad para de idoneidad predichas por el modelo responder a las modificaciones am- (Figura 1b). Además, estas modifica- bientales en un período de tiempo rela- ciones particulares pueden cambiar los tivamente corto (Congdon et al. 1993, patrones climáticos locales en el pai- Pearson y Dawson 2003). Sin embargo, saje, incluso en áreas con niveles de los organismos de vida longeva, que in- conservación altos, y por lo tanto afec- cluyen a la danta de montaña, pueden tar a las especies (Bässler et al. 2010), no evolucionar rápidamente debido en especial a aquellas con intervalos a las restricciones demográficas y al geográficos restringidos, como la danta retraso en el inicio de su madurez se- de montaña. Como recomendación, los xual (Congdon et al. 1993, Pearson y esfuerzos de conservación para esta Dawson 2003). Estas características especie deben concentrarse en progra- biológicas hacen que el cambio cli- mas que eviten la modificación y pérdi- mático sea una seria amenaza para da de su hábitat en ecosistemas medios la especie, especialmente si se tiene y alto-andinos, así como en su manejo en cuenta los efectos sinérgicos de la y restauración natural. pérdida y exclusión del hábitat deri- vada de la ganadería y enfermedades Escenarios globales de cambio potenciales (Lizcano et al. 2002, Díaz climático y las áreas protegidas et al. 2008, Castellano 2013). de Colombia Si bien las APs forman parte de Los patrones de reducción del área las estrategias fundamentales para potencial de la distribución de la dan- reducir la pérdida de biodiversi- ta de montaña fueron consistentes dad mundial para cumplir con los

124 Lizcano et al. objetivos en las políticas de conser- corredores ecológicos que permitan vación (Lessman et al. 2014), en Co- la conectividad local y regional en- lombia estás áreas solo representan tre las poblaciones y las actuales APs el ~21% de la extensión de ocurrencia (Ortega-Andrade et al. 2015). Pocos predicha para la especie y muestran estudios se han centrado en la iden- tendencias de modificación tanto en tificación de estos corredores para la el presente como en escenarios de conservación de grandes mamíferos y cambio climático futuros. Así, las APs los ecosistemas en Colombia (Lizcano actuales preservarán entre el ~14 y et al. 2002, Rodriguez-Mahecha et al. 17% de las áreas predichas en esce- 2006, IDEAM et al. 2007), por lo que narios de cambio climático y solo un los esfuerzos de conservación futu- ~9-11% de las áreas intactas dadas ros deberían concentrarse en estos las prácticas actuales de uso del sue- temas. Un enfoque que integre dichos lo en los Andes colombianos. Por lo temas debe utilizarse para definir las tanto, el desarrollo de esfuerzos para prioridades de conservación y dise- evaluar el papel de las áreas no pro- ñar así corredores ecológicos eficaces tegidas resulta importante para la im- a lo largo del intervalo de distribución plementación de estrategias y planes de la danta de montaña. Solamente de conservación de esta especie, es- si se cuenta con una red de APs lo pecialmente en la zona sur del Macizo suficientemente interconectadas con Colombiano, donde la expansión de la corredores de hábitat intacto, más frontera agrícola, pastos de ganado y las áreas que puedan ser sometidas el desarrollo de infraestructura avan- a restauración adicional, se podrá ga- zan rápidamente (Sánchez-Cuervo et rantizar la conservación de la danta al. 2012, Armenteras et al. 2013). de montaña (Ortega-Andrade et al. 2015). Al igual que otras grandes es- Las áreas no protegidas de Colombia: pecies carismáticas en América del implicaciones para la conservación Sur, como el jaguar, el cóndor y el oso Considerando el extenso ámbito ho- andino, la conservación de la danta gareño de la danta de montaña (Cas- de montaña puede asegurar que mu- tellano 2013), su fidelidad alta a los chas otras especies simpátricas tam- bosques montanos, así como su tama- bién sean beneficiadas (Lessman et ño poblacional pequeño (Lizcano et al. al. 2014). En este contexto, es tarea 2002, Díaz et al. 2008), la conserva- de la autoridad ambiental, gobiernos ción de los hábitats naturales es cru- locales y las organizaciones no gu- cial para su supervivencia. Dado que bernamentales, promover a la espe- la mayor extensión de ocurrencia con cie como un símbolo regional clave vegetación intacta en Colombia (~79%; en las campañas de conservación y en 13.559 km2) se encuentra fuera del ac- las iniciativas educativas y de investi- tual SINAP, es importante señalar la gación científica dentro y fuera de las necesidad de proponer el diseño de áreas protegidas del país.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 125 Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 129 Lizcano et al. Foto: D. Lizcano. Foto: D.

Lámina 1a. Danta de montaña (Tapirus pinchaque). Foto: D. Lizcano. Foto: D.

Lámina 1b. Individuo silvestre de danta de montaña (Tapirus pinchaque) observado en el río Otún. Parque Regional Ucumari, Colombia.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 131 Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA

Lámina 2a. Paisajes de la danta de montaña (Tapirus pinchaque).

Lámina 2b. Paisajes de la danta de montaña (Tapirus pinchaque).

132 Capítulo 7. CACERÍA DE PARACANA EN COLOMBIA La cacería, amenaza potencial para la dinámica poblacional de pacaranas (Dinomys branickii) en Colombia

Carlos A. Saavedra-Rodríguez

Resumen. La cacería es una amenaza para la biodiversidad y se practica sobre algunas especies neotropicales de mamíferos amenazados. El pacarana (Dinomys branickii; 6-12 kg; VU) es un roedor neotropical amenazado que se caza para el consumo de carne y en algunas localidades de los Andes de Colombia, por diver- sión. No existe información sobre la ecología de poblaciones silvestres de la es- pecie, por lo que no hay evaluaciones sobre el impacto de la cacería. El pacarana presenta relativamente mayor tamaño corporal, largos periodos de gestación y especificidad en el uso de hábitat comparativamente con otros roedores de tama- ño mediano (6-12 kg). Estas características están asociadas al riesgo de extinción en especies, y por lo tanto, la cacería seguramente es una amenaza que puede acentuar la propensión a la extinción en el pacarana. Se simuló la dinámica de poblaciones hipotéticas de la especie con el uso del programa Vortex y con infor- mación de proporción de sexos al nacer, natalidad, mortalidad y longevidad, y se construyeron escenarios de diferentes cantidades de individuos extraídos. Los re- sultados muestran que con la extracción de individuos las poblaciones proyecta- das a 100 años tienden a la reducción de hasta el 60%. Estos análisis demuestran que la especie es propensa a la extinción y que las poblaciones son sensibles a la extracción de individuos, por lo que la cacería afecta negativamente las poblacio- nes y, sumada a la reducción de hábitat por la fragmentación, acentúa el riesgo de extinción de la especie en los Andes de Colombia. La cacería afecta directa e indirectamente las poblaciones silvestres y además afecta funciones ecológicas. En el caso del pacarana la afectación de funciones asociadas a la especie en los ecosistemas andinos transformados de Colombia puede convertirlo en una presa potencial de mamíferos carnívoros medianos y grandes.

Palabras clave. Cacería. Roedores. Dinomydae. Andes. Vortex.

Abstract. Hunting is a threat to biodiversity, which is practiced on some Neo- tropical endangered mammals. The pacarana (Dinomys branickii; 6-12 kg.; VU) is a threatened Neotropical species, hunted for meat and recreation in some places in the Colombian Andes. There is little ecological information about this niche specific rodent. Pacaranas choose habitats between 1500-2800 m.a.s.l, on Andean slopes that contain natural rock refuges. They are more herbivorous than pacas (Cuniculus sp.) and forage around their refuges that to up to cer- tain point define the location and area of their territory. The impact of hunting on pacaranas has not been evaluated. Due to its size the pacarana presents long gestation periods, small litters and high niche specificity compared to other medium sized rodent. The life history traits make them highly vulnerable to extinction risk and little tolerant to hunting. Population dynamic models where were carried out through hypothetical simulations in Vortex program. I used

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 133 Capítulo 7. CACERÍA DE PARACANA EN COLOMBIA information of births, sex ratios, deaths and longevity, with variations in dif- ferent extraction rates of individuals. The simulations show that populations projected to 100 years show up to a 60% reduction in the population. These simulations support high extinction risk effects for the species driven by low tol- erance of the population to hunting or individual removal. Habitat erosion and lowered pacarana populations may affect their predators, mainly jaguars (Pan- thera onca; 70 kg; NT), pumas ( concolor; 50 kg; LC) and ( pardalis; 10 kg; LC) with a lowered available prey base. Hunting combined with high niche specificity in the face of habitat fragmentation increases the extinc- tion risk even more for Colombian Andean pacarana populations.

Key words. Hunting. Rodents. Dinomydae. Andes. Vortex.

Introducción La cacería es una actividad determinan- la guagua loba (Dinomys branickii) y los te en el manejo de la conservación de guatines o ñeques (Dasyprocta spp) (ver la fauna silvestre, ya que es una de las Parra-Colorado et al. 2014, Racero-Ca- principales amenazas para la biodiversi- sarrubia et al. 2008, De La Ossa y De La dad (Milner-Gulland et al. 2003, Naranjo Ossa-Lacayo 2011). De estas especies, y Bodmer 2007). La sobre-caza puede en la zona andina la guagua de montaña llevar a la extirpación local de poblacio- (C. taczanowskii) y el pacarana están nes e incluso a la extinción global de las amenazados de extinción a nivel global especies (Peres 2001, Price y Gittleman (Tirira et al. 2008a; 2008b), incluida Co- 2007). En el Neotrópico la cacería no es lombia (Alberico et al. 2006, Ministerio sostenible sobre todas las poblaciones o de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Te- especies (Milner-Gulland et al. 2003, Ro- rritorial en Resolución No.383 de 2010) binson y Bennett 2004, Zapata-Ríos et al. y algunas de sus regiones (p.e. Casti- 2009), sin embargo, es practicada sobre llo-Crespo y González-Anaya 2007). una amplia variedad de vertebrados te- El pacarana pertenece al grupo de rrestres. Entre los grupos biológicos más los roedores caviomorfos suramerica- afectados se destacan algunos mamíferos nos, animales con un par de mamas ampliamente perseguidos (p.e. Tapirus (tetinas), cuatro dígitos en la parte spp, Saguinus spp) y otros, como los roe- delantera del pie y tres dígitos en la dores de tamaño mediano, que son bas- pata trasera, así como característi- tante apetecidos (Fa et al. 2002, Robinson cas óseas y musculares en la cabeza y Bennett 2004). Cabe resaltar que existen y mandíbulas que les permiten una más de una docena de roedores de tama- fuerte mordedura hacia delante. Com- ño mediano (6-12 kg) y al menos siete es- parativamente con otros roedores, los tán en Colombia (Solari et al. 2013). caviomorfos tienen cabeza grande, el Aunque la cacería es ilegal en Co- cuerpo es rechoncho, sus patas y rabo lombia, con consideraciones para terri- son cortos y sus camadas son poco nu- torios étnicos, la actividad es frecuente merosas (Lámina 1a). El pacarana es en algunas zonas y algunas de las espe- de tamaño mediano, un macho adul- cies cazadas son precisamente roedores to puede alcanzar hasta los 15 kg, se de tamaño mediano como las borugas o alimenta de vegetales y posee hábi- guaguas (Cuniculus spp), el pacarana o tos gregarios. White y Alberico (1992)

134 Saavedra-Rodríguez mencionan que los grupos pueden al- identificado que factores ambientales, canzar hasta los ocho individuos. como la topografía y el clima, son de- El área de distribución del pacara- terminantes para su presencia (Saave- na abarca la región andina y algunas dra-Rodríguez et al. 2014, en prep.). localidades de la Amazonia peruana y Pese a que el sistema nacional de brasileña, estando presente en Brasil, áreas protegidas de Colombia parece ga- Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Ve- rantizar la presencia y persistencia de nezuela (White y Alberico 1992) (Lámi- los hábitats del pacarana en los Andes, la na 1 b-d). No obstante, su presencia es especie habita territorios fuera de áreas discontinua y asociada principalmente a protegidas, donde usa parches y tiras de los Andes y al piedemonte de las cordi- bosque asociadas a cursos de agua, pues lleras. Aunque hay más de un centenar allí encuentra refugio y alimento. La po- de registros de presencia en localidades sibilidad de usar estos hábitats relictua- a lo largo de la extensión de su distribu- les de los paisajes con matrices de uso ción en elevaciones entre 300 y 3400 m. antrópico andinos, sugiere que las po- s. n. m (GBIF; www.gbif.org), en Colom- blaciones posiblemente no estén aisladas bia (Sánchez et al. 2004, Escobar-Las- y que las tiras de hábitat son elementos so et al. 2013, Saavedra-Rodríguez et conectores que facilitarían el intercam- al. 2012a, 2012b, 2014, Arias-Alzate bio de individuos (Saavedra-Rodríguez et al. 2014) sus patrones de distribu- et al. 2012b). En estos paisajes, los há- ción y abundancia son poco conocidos bitats están reducidos a parches, la pre- y muchos autores mencionan su baja sencia humana es mayor y la cacería es frecuencia en las muestras (p. e. Gómez una amenaza potencial para la dinámica et al. 2001, Tobler et al. 2008). La esti- de sus poblaciones. No obstante, aún se mación más reciente establece que en desconoce el estado de las poblaciones, una localidad de los Andes de Colombia ya que no hay datos ni mucho menos es- se pueden encontrar hasta ocho grupos tudios que evalúen el impacto de la pér- por km-2 (promedio = 4,3 individuos por dida de hábitat o de la cacería. grupo) y que un grupo puede usar hasta El pacarana es cazado por comuni- dos hectáreas como área de actividad dades indígenas de la Amazonia, aunque (Saavedra-Rodríguez et al. 2012b). no es una especie apetecida (Sánchez y El pacarana presenta adaptacio- Vásquez 2007, et al. 2008), y la ex- nes anatómicas que le permiten vivir tracción de individuos por estas comu- en zonas escarpadas con cobertura nidades no excede el 5% de la biomasa boscosa, en donde encuentra refugio consumida por año. En los Andes de en espacios entre rocas para los gru- Colombia, el pacarana enfrenta presión pos familiares. En el análisis sobre el de cacería (Saavedra-Rodríguez et al. uso del hábitat de la especie en los An- 2012a, 2012b, Sierra-Giraldo y Esco- des de Colombia, Saavedra-Rodríguez bar-Lasso 2014) y la actividad no siem- y et al. (2012b) encontraron evidencia pre se hace para el consumo de proteína de la importancia de la disponibilidad (Saavedra-Rodríguez obs. pers.). En algu- de refugios naturales cerca a cursos nas localidades, los pacaranas son perse- de agua para los individuos y del ta- guidos y capturados para la diversión de maño de parches de bosques para la los cazadores (Saavedra-Rodríguez obs. presencia de la especie en localida- pers.). Este tipo de motivación tiene el des andinas. Estudios recientes han agravante de concebir la persecución de

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 135 Capítulo 7. CACERÍA DE PARACANA EN COLOMBIA la especie como una actividad recreativa de los mecanismos que influyen en la y que los individuos capturados sean vis- variación numérica de la población y tos como trofeos. determinar el impacto de la extracción Para conocer el impacto de la ca- de individuos. Este modelo considera cería sobre poblaciones de especies, datos de historia de vida, tasas de mor- habitualmente se usa la información talidad y tasas reproductivas. La opción proveniente de incautaciones y de mer- del uso de Vortex se consideró porque es cados de carnes de monte (p. e. Fa et un programa de acceso público y brinda al. 2002). También se realizan estima- resultados relativos (no absolutos) com- ciones de tendencias poblacionales parables entre diferentes escenarios. (p.e. Peres 2001. Milner et al. 2007) y El Vortex simula comenzando con de aprovechamiento por comunidades una matriz-Lesslie computacional, con (p.e. Ohl-Schacherer et al. 2007, Zapa- subprogramas que controlan inmigra- ta-Ríos et al. 2009). Este tipo de aproxi- ción y un ajuste en las tasas de super- maciones son limitadas para los Andes vivencia y fertilidad para dependencia de Colombia, pues no se cuenta con un de la densidad, estocasticidad demo- conocimiento detallado acerca de la eco- gráfica y ambiental, y un efecto Allee. logía reproductiva o abundancia de las Para cada combinación de condiciones especies objeto de caza. Además, las in- de entrada, la dinámica poblacional fue cautaciones realizadas por las autorida- simulada en 1000 iteraciones y cada des son esporádicas y las comunidades simulación se hizo para 100 años de son renuentes a brindar información. duración, tiempo en el que se visualizan El problema que da origen a esta las respuestas relativas de la población nota es justamente el desconocimiento y en que se pueden proyectar acciones sobre el potencial impacto de la cacería de manejo para la conservación. El sobre las poblaciones de pacaranas en número inicial de adultos • 2 años de los Andes de Colombia. Para tener una edad) de la población hipotética fue de aproximación al respecto, se emplea 500 individuos y se estimó el porcenta- una aproximación simulada de una po- je promedio de reducción del tamaño blación hipotética empleando los datos poblacional de las simulaciones como disponibles y proponiendo supuestos indicador de la presión selectiva, el cual sobre reproducción para evaluar el señala la respuesta relativa respecto a efecto relativo de la extracción de indi- las diferentes cantidades de individuos viduos sobre la dinámica poblacional. adultos extraídos de la población. Para usar Vortex es necesario co- nocer el sistema de reproducción, edad Métodos de la primera reproducción, tamaño de Se usó el modelo de simulación esto- camada, edad máxima de reproducción, cástico incluido en el software Vortex proporción de sexos al nacer, porcentaje 9.9 (Lacy 1993, Lacy y Pollak 2013), de hembras que no producen crías, por- por medio del cual se analizaron los centaje de hembras que producen crías procesos que influyen en la dinámica y mortalidades por edades (Miller y Lacy de una población hipotética de paca- 2005). Como muchos de estos datos no ranas. Aunque estos análisis se hacen están disponibles, se recopiló informa- sobre una población, el objetivo fue ción publicada obtenida de individuos aproximarse a la comprensión relativa en cautiverio (Collins y Eisenberg 1972,

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Weir 1974, Millar y 1983, Merrit 1984, Tabla 1. Parámetros poblacionales de Dinomys White y Alberico 1992, Ernest 2003) y usados en la simulación de la dinámica de una población hipotética. datos sobre proporción de sexos al na- cer, fecha de nacimiento y de muerte de VARIABLE VALOR las historias clínicas sobre la colonia Número de iteraciones 1000 de pacaranas cautivas en la Fundación Zoológica de Cali (donde desde los años Número de años 100 ochenta se tuvo el grupo más grande y Definición de extinción Sólo un sexo sobrevive en reproducción de pacaranas cautivas), Número de poblaciones 1 con lo cual se obtuvo la edad en que las Equivalentes letales* 3,14 hembras tienen el primer parto viable y la edad de muerte (Tabla 1). Esto, con el % Necesivos letales 50 fin de simular escenarios de dinámica Sistema reproductivo Poligamia a largo plazo poblacional para obtener una primera Edad de la primera 1,8 aproximación con los datos disponibles. reproducción de hembras No se empleó información de otras es- Edad de la primera pecies de caviomorfos afines en tamaño 2,25 reproducción de machos porque las relaciones filogenéticas son distantes y, por tanto, se consideraron Máxima edad de reproducción 12,24 Máximo número de ecológica o evolutivamente no relevan- 1 tes para sopesar la ausencia de datos camadas por año Máximo número de 3 disponible sobre pacaranas. crías por camada Tamaño de camada. De acuerdo a Relación de los sexos al nacer 54,35 los datos disponibles acerca de la bio- % Hembras adultas reproductivas 28,6 logía de pacaranas, luego de 260 días Número de crías por 1,51 dan a luz de uno a, excepcionalmente, hembra por camada cuatro individuos (Germán Corredor y Carlos A. Galvis - Fundación Zooló- Desviación estándar 0,57 Mortalidad de hem- gica de Cali, com. pers). Se consideró 24,29 bras de 0 a 1 año. 12 meses como el intervalo entre na- Mortalidad anual de 24,77 cimientos, asumiendo que la especie hembras mayores a un año. tuviese un estro postparto y entrase en Mortalidad de ma- 38,64 preñez. Teniendo en cuenta los datos chos de 0 a 1 año. Mortalidad de de cautiverio, se estableció un prome- 25,93 machos de 1 a 2 años. dio de 1,51 individuos por parto. Mortalidad anual de 22,64 Tasas de supervivencia para ju- machos mayores a dos años. veniles y adultos. No hay estimacio- nes de supervivencia de individuos de % Machos reproductivos 50

Dinomys en estado silvestre, por tan- Tamaño poblacional inicial 500 to, se consideraron las de la población Capacidad de carga (k) 700 cautiva de la Fundación Zoológica de Cali. Para la estimación, a cada indivi- .* Datos del Vortex© duo se le asignó un intervalo de edad y se calculó la expectativa de vida, corresponden a (1) 0 años-5 meses mortalidad y supervivencia por eda- para neonatos (hasta el destete), (2) des (Ricklefs 1998). Las clases de edad de 5 meses a 22 meses para juveniles

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 137 Capítulo 7. CACERÍA DE PARACANA EN COLOMBIA

(hasta la madurez reproductiva) y (3) 22 el único estimativo de abundancias de a 144 meses para adultos. Se estimaron una población silvestre en los Andes de tres posibles valores para la superviven- Colombia, en las mejores condiciones de cia: para hembras entre 0 y 1 año y adul- hábitat, donde se tiene una abundancia tas 0,75; para machos de 0 a 1 años 0,6, de 5 a 10 grupos / km2 y los grupos están de 1 a 2 años 0,75 y para adultos 0,78). conformados por entre 4 y 5 individuos Longevidad. Aunque la mayor edad (Saavedra-Rodríguez et al. 2012). A la de vida registrada para pacaranas es 15 vez, el análisis se realizó para establecer años en un individuo senil (Moraes-San- valores relativos y no absolutos respecto tos et al. 1998), se asumió un máximo al tamaño de la población inicial. de 12 años en todas las simulaciones Catástrofes que reducen la capa- con base a los datos de los individuos de cidad de carga. En las corridas no se la Fundación Zoológica de Cali. consideró reducción de capacidad de Capacidad de carga (K). Está dada carga (K) por catástrofes. por el número de adultos por unidad de Reproducción. Se usó como máxi- área (km2). Aunque la especie presenta ma edad de reproducción los 12 años comportamiento social que permite su- de edad y 2 años como la edad en que poner que la densidad de hembras se alcanzan la madurez sexual (Figura 1). regula principalmente por los recursos En todas las simulaciones se modeló de alimentos, mientras que la densidad la estocasticidad demográfica y no se de machos se diera por las interaccio- consideró el efecto del ambiente. nes territoriales, en el modelo se asu- Sistema reproductivo. Se consideró mió una sola capacidad de carga (K) la opción poligamia a largo plazo, que para adultos de ambos sexos y que la establece que la especie usa parches de proporción de sexos es de 1:1. recursos dispersos en un área y que for- El tamaño inicial de la población ma grupos reproductivos que, al parecer, base del análisis se estableció bajo el permanecen estables. El modelo clási- concepto de tamaños mínimos para po- co de la poligamia potencial propuesto blaciones viables (PMV) (Soulé 1987). Es por Emlen y Oring (1977) es el que más decir, el número de individuos que asegu- se ajusta a las observaciones sobre Di- rarían que una población persista en un nomys. Este modelo enlaza la ecología ambiente natural y un periodo de tiempo de los sistemas de apareamiento y pos- determinado, siempre y cuando las con- tula que las limitaciones ecológicas limi- diciones se mantengan (Shaffer 1981, tan el grado en que la selección sexual Reed et al. 2003). Traill y et al. (2007, puede funcionar. La hipótesis afirma que 2010) proponen, cuando no existe infor- cuando los recursos críticos se distribu- mación demográfica, se emplee un ta- yen homogéneamente en el medio, hay maño de ~ 5000 individuos para que las pocas oportunidades para su monopoli- especies (o taxa) mantengan su potencial zación. Por tanto, los individuos de una evolutivo. No obstante, se trabajó con población tienden a dispersarse unifor- 500 individuos como el tamaño inicial memente y rara vez se encontrarán con de una población y se trabajó con una múltiples compañeros. Por el contrario, capacidad de carga de 700 individuos si los recursos están heterogéneamente (K = 700). Aunque este número es me- distribuidos, estos llegan a algunos indi- nor al 10% de las propuestas recientes viduos (en mamíferos, por lo general a de PMV, se acerca al cálculo obtenido con los machos) que tienen la capacidad de

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Figura 1. Abundancia simulada en Vortex de una población hipotética de pacaranas (Dinomys branickii) con tamaño inicial de 500 individuos y con tasas de extracción de 4, 8 y 16 individuos por año. Hembras (H4, H8 y H16) y de machos (M4, M8 y M16). defender los parches de recursos y, final- especie. Por lo anterior la denso-depen- mente, a monopolizar grupos de hem- dencia no se incluyó en los análisis. bras (Orians 1969). Extracción de individuos. El paca- El modelo de la poligamia predice que rana es cazado a lo largo de su distri- la distribución uniforme de recursos con- bución (Sánchez y Vásquez 2007, Lima duce a una vida solitaria a la monogamia, et al. 2008) y en los Andes de Colom- mientras que los recursos distribuidos bia se hace extracción dirigida de indi- irregularmente conducen a la formación viduos con fines de entretenimiento o de grupos a la poligamia (Emlen y Oring para consumo por algunos individuos 1977, Maher y Burger 2011). Por último, de comunidades en algunas localidades se consideró que el porcentaje de machos (Saavedra-Rodríguez obs. pers). Entre en el “pool” genético es de 50% y que el junio 2005 a junio de 2006 y de enero porcentaje de machos que producen des- 2009 a diciembre de 2010, con la ayuda cendencia es de 22,5%. de los habitantes, se estimó la cantidad Denso-dependencia. En las simu- de individuos cazados para la localidad. laciones con tasas de supervivencia sin Los habitantes registraron los eventos denso-dependencia, el número de adul- de caza ocurridos con base en disparos tos en 100 años excede la capacidad de armas y observaciones directas sobre de carga (K) porque la denso-indepen- individuos capturados por cazadores. El dencia produce un tamaño poblacional cálculo de individuos extraídos fue 8 a 32 poco realista (Beier 1993). Vortex puede individuos / año y la caza anual es de 1 a modelar la dependencia de densidad 8 individuos / km para un área de 80 km. como una función del tamaño de la po- En los escenarios de la extracción blación, pero no hay datos específicos de individuos se consideraron las esti- que soporten la existencia de un modo maciones sobre extracción de adultos o intensidad de dependencia de la den- y se estableció que pueden ocurrir en sidad sobre el éxito reproductivo en la una localidad con hábitats óptimos, es

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 139 Capítulo 7. CACERÍA DE PARACANA EN COLOMBIA decir, con las mejores condiciones de permite que haya un número de ani- hábitat (n0 = 500, K = 700). Por tanto, males disponibles para la reproduc- se realizaron análisis con datos de ex- ción y, por tanto, las posibilidades de tracción anual de individuos, desde el crecimiento de la población mejoran año 0 al 100, para evaluar si la pobla- y disminuye la probabilidad de ex- ción podría tener capacidad de recupe- tinción. Esta condición reproductiva rarse en caso de tener la misma tasa de seguramente se ve favorecida por la extracción anual. Los valores de extrac- disminución del riesgo de depredación ción de individuos usados fueron: a) 4, como factor de mortalidad, que en el b) 8 y c) 16 machos cazados, d) 4, e) 8, pacarana se asocia con el uso de refu- f) y 16 hembras cazados. gios en sitios de difícil acceso para de- predadores y de usar los refugios como centro de actividad de los individuos. Resultados y discusión Pero, la dificultad de acceder a los refu- Los seis escenarios con cacería predi- gios es precisamente el atractivo para cen diferentes porcentajes de reduc- la persecución de la especie en algunas ción del tamaño de las poblaciones. Los localidades de los Andes de Colombia. escenarios con extracción de machos El pacarana hace parte de la biodi- disminuyen en cerca del 20% de la po- versidad de los paisajes andinos de Co- blación inicial y la extracción de hem- lombia y vive en los elementos relictuales bras muestra valores del 20 al 60%, del hábitat natural. En estos paisajes la siendo el escenario con extracción de fragmentación ha dejado porciones de 16 hembras al año el que muestran hábitats de diferente dimensión y cali- disminución más pronunciada. dad que usan varias especies, incluido el Las simulaciones de dinámica po- pacarana. Así que aún persisten hábitats blacional, aunque preliminar por la usados por jaguares (Panthera onca), pu- limitación en los datos existentes, per- mas (Puma concolor), osos (Tremarctos mite visualizar que el pacarana tie- ornatus), tigrillos (Leopardus sp.), entre ne las características necesarias para otros carnívoros, de los cuales el paca- que se considere que las poblaciones rana es presa (White y Alberico 1992). de especie son propensas a disminuir La presencia del pacarana contribuye el tamaño si se enfrenta a presiones. en la buena calidad de los hábitats para En todos los casos analizados de una estos carnívoros en los paisajes andinos población de 500 individuos, la ten- fragmentados de Colombia. dencia es a la reducción de hasta del Para los hábitats andinos, la cacería 60%. Por tanto, si los datos y los su- es una fuerte amenaza que se suma al puestos planteados se cumplen, las detrimento de las poblaciones (Parra-Co- poblaciones no toleran la extracción lorado et al. 2014) y que no solo afecta de individuos en las tasas simuladas. a las especies perseguidas sino a las El resultado obtenido muestra la funciones ecológicas que estas cumplen. mayor influencia de la disponibilidad Los bosques tropicales agotados por de- de hembras adultas para la persisten- faunación experimentan reducciones cia de poblaciones de pacarana ya que drásticas de la dispersión de semillas, las hembras son la fuente producto- patrones alterados del reclutamiento ra de progenie. Esto, sumado al com- de árboles y cambios en la abundancia portamiento social de formar grupos, relativa de especies (Cordeiro y Howe

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2001, Wang et al. 2006, Andresen y Lau- Oli 2004). De hecho, Peres (2001) docu- rance 2007, Forget et al. 2007, Wright et mentó la extinción de poblaciones por al. 2007). En adición, la ausencia de pre- causas asociadas a la fragmentación y a sas para grandes carnívoros seguramen- la presión por cacería en una región de la te limitará su ocurrencia y recrudecerá el Amazonia brasilera. conflicto con el ganado. Si bien el análisis realizado y los ar- En comparación con otros roedores gumentos planteados tienen limitacio- de tamaño mediano, Dinomys presenta nes, estos soportan el principio base de un relativo tamaño mayor corporal, lar- precaución para la conservación de es- gos periodos de gestación (ver Jones et pecies amenazadas, de las que se tiene al. 2009), pequeño tamaño de camada, poca información biológica y, además, rareza ecológica (bajas densidades y es- son objeto de caza. Para esta aproxi- pecificidad de hábitat) y dieta herbívora mación teórica básica no es necesaria (González y Osbahr 2013). En adición, información demográfica detallada, la especie tiene una singularidad filo- inexistente en gran parte del Neotrópico genética por ser el único representante y que requeriría grandes inversiones de viviente de la familia Dinomyidae. Estas tiempo y esfuerzos para obtenerse, para características intrínsecas de la biología soportar que la cacería sea una amenaza del pacarana pueden dar idea de la rela- para las poblaciones de ciertas especies. tiva propensión a la extinción, ya que al- Este análisis puede ser una base gunas de estas se encuentran asociadas conceptual para el trabajo de especies al riesgo de extinción en los miembros sobre las que no exista mucha infor- de un taxón (Purvis et al. 2000, Cardi- mación y sobre las cuales se puedan llo et al. 2005, Flather y Sieg 2007). A la proyectar escenarios hipotéticos para vez, en el nivel poblacional, estas mis- obtener tendencias poblacionales. Los mas características permiten sugerir que resultados que se obtengan, que son re- las poblaciones de pacarana, en caso de lativos y tendenciales, han de ser la base enfrentarse a situaciones adversas que para proponer acciones para la conser- reduzcan la cantidad de individuos (p.e. vación y manejo de especies en paisajes desastres naturales, o sobreexplota- transformados, donde se combina la in- ción por caza), tendrían baja capacidad teracción con comunidades humanas y para recuperarse (Heppell et al. 2000, la conservación de las especies.

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144 Saavedra-Rodríguez

Sánchez, F., P. Sánchez-Palomino. y A. Tobler, M. W., S. E. Carrillo-Percastegui, Cadena. 2004. Inventario de mamíferos R. L. Pitman, R. Mares y G. Powell. en un bosque de los andes centrales de 2008. An evaluation of camera traps Colombia. Caldasia 26: 291-309. for inventorying large- and medium- sized terrestrial rainforest mammals. Sánchez, A. y P. Vásquez. 2007. Presión Animal Conservation 11: 169–178. de caza de la comunidad nativa Mushuckllacta de Chipaota, zona de Wang, B. C., M. T Leong, T. B. Smith y V. amortiguamiento del Parque Nacional L. Sork. 2006. Ecological repercussions Cordillera Azul, Perú. Ecología Aplicada of extirpating mammals: reduced seed 6: 131-138. removal and dispersal of the Afrotropical tree, Antrocaryon klaineanum Shaffer M. L. 1981. Minimum population (Anacardiaceae). Biotropica 38: 792-79. sizes for species conservation. BioScience 31: 131–134. Traill, L. W., C. J. A. Bradshaw y B.W. Brook 2007. Minimum viable Sierra-Giraldo, J. A. y S. Escobar-Lasso. population size: A metanalysis of 30 2014. Observaciones de campo sobre years of published estimates. Biological la cacería de Dinomys branickii y Conservation 139: 159–166. Cuniculus taczanowskii (Mammalia: Rodentia) en fragmentos de bosque Traill, L. W., B. W. Brook, R.R. Frankham sub-andino en la Cordillera Central y C. J. A. Bradshaw. 2010. Pragmatic de Colombia. Biota 22: 21-34. population viability targets in a rapidly changing world. Biological Solari, S., Y. Muñoz-Saba, J. V. Rodríguez- Conservation 143: 28–34. Mahecha, T. R. Defler, H. E. Ramírez- Chaves y F. Trujillo. 2013. Riqueza, Weir, B. J. 1974. Reproductive endemismo y conservación de los characteristics of hystrocomorph mamíferos de Colombia. Mastozoología rodents. Pp 265-301. En: Rowlands, Neotropical 20: 301-365. I.W. y B.J.Weir, (Eds). The biology of hystrocomorph rodents. Symposia of the Soulé, M. E. 1987. Viable populations for Zoological Society of London 34: 1-482. conservation. Cambridge: Cambridge Univ. Press, 189 pp. Wright, S. J., A. Hernandez y R. Condit 2007. The bushmeat harvest alters Tirira, D., J. Vargas y J. Dunnum. 2008a. seedling banks by favoring lianas, large Dinomys branickii. The IUCN Red List seeds, and seeds dispersed by bats, of Threatened Species. Version 2014.3. birds, and wind. Biotropica 39: 363-371. . Acceso 31 Mayo 2015. White, T. G. y M. S. Alberico. 1992. Dinomys branickii. Mammalian species 410: 1-5. Tirira, D., C. Boada y J. Vargas. 2008b. Cuniculus taczanowskii. The Zapata-Ríos, G., C. Urgilés y E. Suárez. IUCN Red List of Threatened Species. 2009. Mammal hunting by the Version 2014.3. . of the Ecuadorian Amazon: is it Acceso 31 Mayo 2015. sustainable? Oryx 3: 375–385.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 145 Saavedra-Rodríguez Foto: E. Payán. Foto: E.

Lámina 1a. Guagua loba (Dynomis branicki). Foto: N. Roncancio. Foto: N.

Lámina 1b. Guagua loba (Dynomis branicki).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 147 Capítulo 7. CACERÍA DE PARACANA EN COLOMBIA Foto: C. Saavedra. Foto: C.

Lámina 1c. Paisaje en Planes de San Rafael, vertiente oriental de la Cordillera Occidental, Risaralda. Foto: C. Saavedra. Foto: C.

Lámina 1d. Paisaje en vereda La Paloma, Santa Rosa de Cabal, zona de amortiguación del Distrito de Manejo de Suelo Campoalegre, Risaralda.

148 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA El oso andino (Tremarctos ornatus) fuera de las áreas protegidas en Colombia

Daniel Rodríguez

Resumen. El oso andino (Tremarctos ornatus; 70-195 kg; VU) es el único oso ver- daderamente suramericano y su hábitat son los bosques andinos. La expansión de la frontera agrícola, la cacería por retaliación al conflicto, la infraestructura vial y la carencia de prácticas efectivas de conservación son sus amenazas. La cordillera ocupa el 3l,3% del país por encima de los 400 m s.n.m y constituye la columna vertebral de su estructura fluvial; contiene 326 áreas protegidas (AP): 66 nacionales, 170 regionales y 90 locales, que ocupan 49.528,64 km2, el 10,3% de la región andina. Los bosques naturales ocupan cerca de 166.779 km2; el 23,6% están protegidos. El 76,4% de los hábitats del oso son responsabilidad de 27 Cor- poraciones Autónomas Regionales (CAR’s). Los hábitats potenciales se distribu- yen en 83 parches. Los parches de hábitats que abarcan un gradiente altitudinal continuo se localizan en las vertientes andinas del Pacífico y Amazonas, y están amenazadas por cultivos ilícitos, conflicto armado y desarrollo de la infraestructu- ra vial no proyectada ambientalmente. Solo un parche tiene más de 5.000 km2 y ocho Parques Nacionales tienen extensiones entre 1.000 y 5.000 km2. La conser- vación del oso fuera de las AP es responsabilidad de las CAR’s, y solo cuatro han afrontado acciones de conservación.

Palabras clave. Fauna silvestre. Desarrollo. Conservación. Interacciones fauna-gente. Agua.

Abstract. The Andean bear (Tremarctos ornatus; 70-195 kg; VU) is the only actu- al South American bear and its habitat comprises Andean forests. The expansion of the agricultural frontier, the conflict retaliation hunting, the road infrastructure, and the lack of effective preservation practices are its threats. The mountain ranges cover 31.3% of the Colombian territory over 400 m.a.s.l., and consti- tute the backbone of its river structure. It has 326 Protected Areas (AP’s): 66 nationally, 170 regionally, and 90 locally, which take up 49,528.64 km2, 10.3 % of the Colombian Andean region. 166,779 km2 belong to natural forests, of which 23.63% are protected. 76.4% of the bear habitats are under the respon- sibility of 27 Regional Autonomous Corporations (CAR’s). Potential habitats are located in 83 patches. The habitat patches that cover a continuous altitudi- nal gradient are located on both the Andean Pacific and Amazon watersheds, which are threatened by illegal crops, the armed conflict, and the development of road infrastructure without environmental protection planning. Only one patch is wider than 5,000 km2, and eight National Parks have areas between 1,000 and 5,000 km2. The preservation of the bear out of AP’s is a task under the responsibility of CAR’s, and only 4 of them have taken action.

Key words. Wild fauna. Development. Preservation. Human-Animal inter- action. Water.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 149 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

Introducción donde encuentran alimento y constru- Tremarctos ornatus, es el único yen nidos (Mondolfi 1989); las uñas no úrsido actual en Suramérica y perte- son retráctiles (Lámina 1a-c). nece al grupo de “osos de cara corta” (Tremarctinae). Se distribuye desde la Situación en Colombia Serranía de Portuguesa en Venezuela y En Colombia, el oso sufre una reduc- de Perijá en Colombia, hasta el norte de ción de su hábitat y de su población. Argentina (Del Moral y Lameda 2011, Las causas son la expansión de la fron- Cosse et al. 2014) (Figura 1). Su hábitat tera agrícola, el desarrollo de infraes- está constituido por los biomas de la tructuras, la cacería en retaliación por montaña, tanto húmedos como secos conflicto oso-gente en las áreas agríco- y zonas de chaparral desértico y espi- las y ganaderas (MAVDT 2001, http:// noso (Goldstein et al. 2008a y 2008b). dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2008. RLTS.T22066A9355162.en, down- Características loaded on 06 October 2015), y en algu- Pesa 70 a 195 kg y mide de 1,5 a 2,1 m; nos casos por ocio, para proveer partes el macho es más grande que la hembra del individuo y subsistencia (Rodríguez (Peyton 1998) y la coloración es negra et al. 2014). No se cuenta con informa- o café negruzca, con pelo áspero, lar- ción sobre la densidad natural, pero la go y esparcido. El hocico es café claro, extracción de por lo menos 20 hembras blanco o crema, y la cara tiene una lí- al año, ponen riesgo su futuro (Rodrí- nea que se extiende sobre y alrededor guez et al. op. cit.). de los ojos, la nariz, las mejillas, y baja Actualmente el crecimiento econó- por el cuello hasta el pecho. Esta mar- mico en Colombia está mediado por ca es variable y no existen animales la minería, la infraestructura vial y la iguales; las plantas de las patas están agricultura industrial, las cuales serán desnudas, con pelos interdigitales que impulsadas en los próximos decenios les ayudan a trepar palmeras y árboles en áreas no protegidas (DNP 2015). En

Tabla 1. Condiciones de las cordilleras en Colombia, con respecto al oso andino. Fuente: Vásquez y Serrano (2009) y Kattan et al. (2004).

SUPERFICIE ÁREAS PROTEGIDAS

SISTEMA km2 SUPERFICIE NACIONAL REGIONAL LOCAL km2

Nudo de los Pastos 15.868,83 7 1 1 814,43

Cordillera Occidental 86.239,00 11 10 7 11.436,47

Cordillera Central 129.737,00 12 75 9 7.923,51

Cordillera Oriental 144.252,00 32 84 73 21.091,71

Serranía de La Macarena 6.300,00 1 6.280,52

Serranías del Baudo y Darien 17.000,00 3 1.982,00

Total 399.396,83 66 170 90 49.528,64

150 Rodríguez

-200000 300000 800000 1300000 1800000 2300000

OCÉANO ATLÁNTICO LÍMITE SEPTENTRIONAL MONTES DE OCA

LÍMITE SEPTENTRIONAL SIERRA DE PORTUGUESA 1420000 1420000 920000 920000 420000 420000

BRAZIL -80000 -80000 -580000 -580000

OCÉANO PACÍFICO -1080000 -1080000 -1580000 -1580000

LÍMITE MERIDIONAL -2080000 ¯ SELVA TUCUMANO-ORANENSE -2080000

ARGENTINA Esri, HERE, DeLorme, MapmyIndia, © OpenStreetMap contributors, and the GIS user community

EUROPA FUENTES AMÉRICA DEL NORTE ASIA DISTRIBUCIÓN DE OSO ANDINO Cartografía básica 1:100.000 (IGAC, 2012) EN SURAMERICA Información de distribucuón: Del Moral & Camaro (2011) Convenciones

OCÉANO ÁFRICA ATLÁNTICO Coordinador: Edgar Daniel Rodriguez Rodriguez SISTEMA DE REFERENCIA Extensión natural Proyección: Transverse-Mercator AMÉRICA Fecha: Cartografía Digital: Juan Sebastián Jaramillo Plano Nº: 1 de 1 DEL SUR Noviembre de 2015 Datum: D_MAGNA Posible presencia Elipsoide: GRS-1980 OCÉANO Origen de la Zona: Bogotá PA C Í F I C O Kms Coordenadas Planas: 1.000.000 metros Norte Límite de rango histórico 1.000.000 metros Sur Esri, HERE, DeLorme, 062,5 125 250 375 500 Coordenadas Geográficas: 4º 35' 46,3215 N 74º 04' 39,0285 O MapmyIndia, ©

Figura 1. Distribución del oso andino en Suramérica. Tomado de Del Moral y Camaro (2011).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 151 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

el 2013 se talaron 266,05 km2 de bos- Tabla 3. Número de municipios por CAR’s con que andino (http://institucional.ideam. el posible porcentaje de presencia de osos. Ver anexo 1 para abreviaturas. gov.co/jsp/3179, 28 de enero de 2015), hábitat fundamental para el oso y es Nº MUNICIPIOS % DE CAR’S DE LA posible que haya extinciones locales PRESENCIA en áreas no protegidas con poblacio- JURISDICCIÓN

nes pequeñas y aisladas. CORPOURABA 20 40 El oso se encuentra a lo largo de las tres cordilleras (ver Figura 4) que ocu- CODECHOCO 21 66,7

pan el 33,59% del país (Armenteras y CVS 26 11,5 Rodríguez 2007). En este territorio se encuentran 327 AP (Vásquez y Serrano CORANTIOQUIA 68 23,5

2009), de las cuales hay 66 del orden CARDER 14 28,6 nacional, 170 regional y 91 local, que ocupan 43.661 km2 y corresponden al CVC 42 45,2

11,4 % de la región (Tabla 1). CRC 38 65,8 Las AP ocupan 40.686,31 km2 y corresponden al 24,4% del hábitat de CORPONARIÑO 62 43,5 oso (Tabla 2). El resto del hábitat dis- CSB 23 39,1 ponible para la especie, 126.092,47 CORNARE 26 19,2 km2 (75,60%), no presenta ningún CORPOCALDAS 24 37,5 Tabla 2. Características de las áreas para la conservación del oso andino. Fuente: * Vasquez CRQ 12 16,7 y Serrano (2009), ** Ideam et al. (2007), *** Kattan et al. (2004). CAM 36 63,9

CORPOAMAZONIA 36 47,2 ÁREA PROTEGIDA CON OSOS ORDEN CORPOGUAJIRA 13 53,8 km2 CORPOCESAR 24 41,7

Nacional 31.401,42 CORPONOR 40 57,5

Regional 7.212,08 CDMB 13 69,2 Local 802,91 CAS 74 29,7 Total protegido 39.416,41 CORPOBOYACA 91 28,6 Total 383.528,00 CORPOGUAVIO 875 * % del área protegida 10,28 CORPOCHIVOR 23 34,8 ** Bosques naturales y secunda- 166.778,78 rios, herbazales y arbustales. CAR 102 15,7 % de área protegida para osos 23,63 CORPORINOQUIA 61 54,1 *** Parques > 1.000 km2 45.536,00 CORPOMACARENA 14 50 Bosques naturales y secundarios, herbazales y 126.092,47 arbustales fuera de parques CORTOLIMA 44 31,8

% de área no protegida para osos 76,37 TOTAL 955 37,9

152 Rodríguez

75°0'0"W 70°0'0"W

OGUAJIRA P R O C 10°0'0"N

ORPOCESAR PANAMÁ C

CO

RP CVS

O CORPONOR URA CSB

B

A

CORANTIOQUIA CDMB

CAS

E

AR A N CODECHOCO YAC OR O C CORPOBOYACA OB P AS OR LD C OCA RP CO CORPORINOQUIA CORPOCHIVOR CAR CARDER 5°0'0"N CORPOGUAVIO Q

R

C

CORTOLIMA

CVC

CORMACARENA

CAM

CRC

CORPONARIÑO 0°0'0" CORPOAMAZONIA

BRAZIL

¯ Esri, HERE, DeLorme, MapmyIndia, © OpenStreetMap contributors, and the GIS user community

FUENTES CORPORACIONES AUTÓNOMAS REGONIALES CON PRESENCIA DE OSO ANDINO Cartografía básica 1:100.000, (IGAC, 2012) Límites corporaciones autonomas regionales 1:100.000 (MAVDT) Kms SISTEMA DE REFERENCIA 09018027036045 Proyección: Transverse-Mercator Datum: D_MAGNA Elipsoide: GRS-1980 Coordinador Interventor Cartografía Origen de la Zona: Bogotá Edagr Daniel Rodriguez Juan S. Jaramillo Coordenadas Planas: 1.000.000 metros Norte Esri, HERE, DeLorme, 1.000.000 metros Sur Plano Fecha Coordenadas Geográficas: 4º 35' 46,3215 Norte 1 de 1 Octubre de 2015 MapmyIndia, © 74º 04' 39,0285 Oeste

Figura 2. Jurisdicciones de las CAR’s de Colombia. Fuente: Cartografía IGAC (2012) y MADS. Abreviaturas en anexo 1.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 153 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

500000 700000 900000 1100000 1300000 1500000 1700000 1920000 1920000

OCÉANO ATLÁNTICO

La Guajira 1720000 1720000

o c

Atlánti

Magdalena

Cesar

PANAMÁ 1520000 1520000 Sucre

Bolívar VENEZUELA

Córdoba N or

t e

d e San

t a n d er 1320000 1320000

Santander Antioquia Arauca

Chocó

Boyacá 1120000 1120000 Casanare Caldas

Risaralda Cundinamarca Vichada OCÉANO ío d n i PACÍFICO u Q

To l im a Valle del Cauca 920000 920000

Meta

Guainía Huila Cauca

720000 Guaviare 720000

Nariño

Caquetá Vaupés Putumayo 520000 520000

Amazonas 320000 320000

BRAZIL

120000 PERU 120000 ¯ Esri, HERE, DeLorme, MapmyIndia, © OpenStreetMap contributors, and the GIS user community -80000 -80000

OCÉANO ATLÁNTICO FUENTES DISTRIBUCIÓN DE OSO ANDINO Cartografía básica 1:100.000 (IGAC, 2012) PARA COLOMBIA Información sobre distribución: Kattan et al. (2004) Convenciones

OCÉANO Distribución de Oso Andino PACÍFICO Coordinador: Edgar Daniel Rodriguez Rodriguez SISTEMA DE REFERENCIA Proyección: Transverse-Mercator Fecha: Cartografía Digital: Juan Sebastián Jaramillo Plano Nº: 1 de 1 Páramos Noviembre de 2015 Datum: D_MAGNA Elipsoide: GRS-1980 Origen de la Zona: Bogotá Bosques (2600 a 3600 msnm) BRAZIL Coordenadas Planas: 1.000.000 metros Norte Kms 1.000.000 metros Sur Esri, HERE, DeLorme, 030 60 120 180 240 Coordenadas Geográficas: 4º 35' 46,3215 N Límites Departamentales 74º 04' 39,0285 O MapmyIndia, ©

Figura 3. Distribución de los hábitats potenciales para oso andino. Fuente: tomado de Kattan et al. (2004).

154 Rodríguez tipo de conservación y es responsa- departamentos y 14 CAR; la Central, el bilidad de las Corporaciones Autóno- 15,9%, en 9 departamentos y 8 CAR y mas Regionales (CAR’s). la Occidental en 7 departamentos y 6 Las AP son administradas, en el caso CAR el 29%. El Nudo de los Pastos tiene de las Nacionales, por la UAESPNN y las el 4,7% de las áreas. En la tabla 5 se CAR’s, en el caso de algunas Reservas presenta el número de AP por sistema. Forestales constituidas por Inderena; las De las 326 AP de la región andina, el regionales por las CAR’s y las locales, por 39% tiene osos. En la figura 4 se mues- las CAR’s, gobernaciones y alcaldías, tra la distribución de cada sistema o empresas locales de acueducto. De montañoso andino en Colombia. los 32 departamentos que conforman el país, 23 tienen osos, mientras que las 26 CAR’s con osos tienen jurisdic- Nudo de los Pastos ción en 955 municipios, de los cuales Comparte osos del departamento de el 38 % tiene osos (MAVDT 2001) (Fi- Nariño con las provincias ecuatorianas gura 2, Tabla 3). de Esmeraldas, Carchi y Sucumbios Los hábitat de osos con altos nive- (Figura 4). Las áreas con osos (Tabla les de conectividad se localizan en las 6), están bajo el manejo de UAESPNN, vertientes externas de las cordilleras Corponariño, y Corpoamazonia y una Oriental y Occidental, con parches >900 parte relativamente pequeña de la km2 en el primer caso y >600 km2 en el CRC. La problemática para el oso es la segundo (Orejuela y Jorgenson 1998). transformación de sus hábitats en cul- Kattan et al. (2004) señalan que solo las tivos y pastos y la cacería por conflicto áreas con extensiones >5.000 km2 son con maíz y ganado. adecuadas para osos y solo hay nueve en En la zona del piedemonte amazóni- los Andes del norte. En este paisaje, los co, los animales descienden hasta 1.500 osos se distribuyen en 83 parches con ta- m s.n.m. y aprovechan los bosques su- maños entre los 100 y 500 km2, y los par- bandinos (Marquez 2005, Kattan et al. ches con gradiente altitudinal continuo 2004), afectados por cultivos ilícitos se localizan en las vertientes del Pacífico (DEP 2003). Estos bosques tienen gran y amazónica. El hábitat del oso que se extensión, conectividad y composición encuentra en las vertientes interandinas florística y de ellos se extraen animales, de los ríos Cauca y Magdalena se locali- para surtir el mercado ilegal de partes, za en la parte más alta de las cordilleras utilizadas por falsos médicos tradicio- (Figura 3) y solo uno de los parches es nales. El uso de partes de animales sil- >5.000 km2 (Tablas 6, 9, 10 y 11). vestres por las comunidades indígenas La condiciones de las áreas con Kamsa, Inga y Kofanes es totémico (Ro- osos se analizan por sistema monta- dríguez et al. 2014), pero personas ines- ñoso. En la tabla 4 se resume la parti- crupulosas utilizan estos conocimientos cipación de las AP para cada sistema y para engañar. La obtención y venta de categoría de manejo. Las serranías de partes (Tabla 7), es una gran presión Macarena, Baudó y Darién requieren para las poblaciones de oso (Figueroa y investigación y no se tendrán en cuen- Stuchi 2014). ta en este documento. Los usos de las partes de oso (Tabla La cordillera oriental contiene el 7) y de un animal macho se pueden ob- 50,8% de las AP con osos, corre por 15 tener hasta $ US 6.000 (Tabla 8).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 155 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

Tabla 4. Porcentaje de participación de las AP con osos, por categoría y sistema montañoso. Fuente: Vasquez y Serrano (2009).

% % SISTEMA km2 % LOCALES % NACIONALES REGIONALES

Nudo de los Pastos 1.849,09 5,52 0,18 12,91 4,69

Cordillera Occidental 11.436,47 33,97 10,66 0 29,01

Cordillera Central 6.277,61 14,1 19,26 57,41 15,93

Cordillera Oriental 19.853,24 46,41 69,9 29,68 50,37

TOTAL 39.416,41 79,67 22,97 11,13

Tabla 5. Numero de AP por sistema y porcentaje de participación por categoría. Fuente: adaptado de Vásquez y Serrano (2009).

SISTEMA Nº AP NACIONALES REGIONALES LOCALES

Nudo de los Pastos 9 14,9 1,8 3,7

Cordillera Occidental 14 19,1 8,9 0

Cordillera Central 36 12,8 42,9 22,2

Cordillera Oriental 71 53,2 46,4 74,1

TOTAL 130 47 56 27

Tabla 6. Nombre y tamaño de las áreas protegidas según categoría. Fuente: Vasquez y Serrano (2009). Abreviaturas en anexo 1.

NACIONALES km2 REGIONALES km2 LOCALES km2

Doña Juana 655,44 RFP Volcán 12,88 RN Río El Estero 103,67 PNN Galeras 82,26

Laguna la Cocha Cerro Patascoy 499,15

Rio Mocoa 300,34 RFP Ríos Bobo y Buesaquillo 47,09

La Planada 41,94

SF Plantas medicinales Orito Inguí-Ande 106,32

TOTAL 1.732,54 12,88 103,67

156 Rodríguez

Figura 4. Las cordilleras en Colombia. La zona oscura son los ecosistemas de alta montaña. Fuente: Cartografía básica IGAC (2012).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 157 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

En Colombia, la especie está pro- No hay registros actualizados so- tegida y su comercialización o las de bre el estado de conservación de osos sus partes es delito (Resolución Nº 192 en la vertiente occidental, pero existe del Ministerio de Ambiente y Desarrollo un hábitat extenso con buenos nive- Sostenible 2014, Código Penal Art. 328 les de conectividad, el conflicto se da a 329), ante el cual, el infractor tendría con cultivos de maíz (Rodríguez ob. hasta cinco años de cárcel o multas pers.), y no se conoce su impacto en económicas importantes. la economía familiar o en la pérdida de osos. En esta vertiente los cultivos de coca se localizan en el piedemonte Cordillera Occidental En sus 86.000 km2 de extensión (Figura Tabla 8. Precio de las partes del oso en el mer- 4) alberga nueve AP (Tabla 9) a cargo de cado ilegal. Fuente: Rodríguez et al. (2014). la UAESPN y las CAR. El territorio restan- te pertenece a Corponariño, CRC, CVC, PRODUCTO VENTA VALOR Carder, Codechoco, Corantioquia, Cor- Grasa 15 ml US $ 17‚50 pouraba y CVS. Báculo Unidad US $ 50‚00 La CRC ha desarrollado acciones para la conservación (Rodríguez-Castro Vesícula biliar Unidad US $ 25,00 et al. 2015) con la solución de conflictos, Largos US $ 10‚00 Huesos mientras las otras corporaciones ade- Planos ? lantan acciones de educación ambiental como mecanismo para la protección. Co- Manos Unidad US $ 25,00 rantioquia ha sido la única CAR que ha Piel Unidad US $ 20,00 procesado legalmente a los cazadores Colmillos Unidad US $ 10‚00 de un oso macho (Lámina 1d), mediante multas y detención. Garras Unidad US $ 25,00

Tabla 7. Partes del oso y su uso. Fuente: Rodríguez et al. (2014).

MEDICINA PRODUCTO USOS MAGIA RELIGIÓN ALIMENTO ORNAMENTO TRADICIONAL

Golpes, frío intenso, cabello, Grasa xx acné, reumatismo y cocina

Garras Amuleto de fuerza y vitalidad, totém x x

Ornamento, chamarreras, Piel x monturas, descanso

Carne Alimento x

Cura de hernias, mordeduras de Vesícula biliar xx serpiente y onfalitis del recién nacido.

Sangre Baño de bebés x x

Se las frotan al ganado Zarpas xx para que engorde

Báculo Afrodisíaco x

Huesos Suplemento alimenticio x

Dientes Amuleto, totém x

158 Rodríguez

Tabla 9. Nombre y tamaño de las áreas protegidas según categoría de manejo, Cordillera Occidental. Fuente: Vasquez y Serrano (2009). Abreviaturas en anexo 1.

NACIONALES km2 REGIONALES km2 LOCALES km2

Cuencas ríos Paramillo 5.259,63 310,96 Aguita-Mistrato AMERC

Farallones de Cali 2.061,28 Alto Amurrupa 108

PNN Tatamá 515,86 Páramo del Duende 145,45

PNR Munchique 471,3 Cuchilla de San Juan 131,95

Orquídeas 297,83 RFP Serranía del Pinche 72,56

Rio Anchicaya 1.449,31

Frontino 301,39 RFP Páramo de Urrao 298,7

Yotoco 12,25

TOTAL 10.667,55 768,92 0 de los departamentos de Nariño, Cau- presencia de osos, dantas, y otras ca y Valle (Parra 2013) y reducen el especies, pero hay producción de hábitat bajo. La vertiente oriental amapola (Parra 2013, Rodríguez muestra la mayor transformación de obs. pers), que transforma el bosque los hábitats de oso (Márquez 2001, andino, principal hábitat del oso en FAO 2002). Colombia. Al sur, los principales hábitats se localizan en la vertiente occidental, Cordillera Central departamentos de Valle del Cauca y El hábitat del oso ocupa 129.737 km2 Cauca, Macizo Colombiano (Restre- (Figura 4) y se encuentra protegido po y Moreno 2011). En esta región por seis AP nacionales (Tabla 10). se han implementado acciones de En esta cordillera se localizan conservación por parte de CRC, en los hábitats más fragmentados. La las que se manejó el conflicto de ga- UAESPNN, la CRC, CVC, CRQ y Carder nadería y maíz, implementando cer- son las responsables de la vertiente cas eléctricas y compensaciones. Sin occidental; Cam y Cortolima de los embargo, la cacería y el tráfico de bosques en la oriental, y Corpocaldas oseznos continúa, pero no se conoce Cornare, Corantioquia, se encargan de su magnitud. ambas vertientes. Ni Cortolima ni CVC Al norte y separada de la cordille- han podido desarrollar acciones efec- ra, está la Serranía de San Lucas que tivas para disminuir la cacería de osos aún es un área desconocida para osos en los páramos compartidos, debido a debido al conflicto armado, explota- la problemática de orden público. ción ilegal de oro y cultivos ilícitos Hacia el centro de la cordillera, (Parra 2013) y hay poca información los bosques altoandinos permiten la de presencia (Vela et al. 2014).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 159 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

Tabla 10. Nombre y tamaño de las áreas protegidas según categoría de manejo, Cordillera Central. Fuente: Vásquez y Serrano (2009). Abreviaturas en anexo 1.

NACIONALES km2 REGIONALES km2 LOCALES km2

Cuenca Alta del Nevado del Huila 1.574,15 DMI 327,2 La Argentina 228,76 Río Quindío Páramo de Las 1.247,03 Ucumarí 39,46 Oropara 25,9 Hermosas PNN Puracé 753,45 Nima 31,6 PNM Saladoblanco 17,83

Cerro Banderas Los Nevados 606,35 249,14 Tarqui 13,29 PNR Ojo Blanco

Río Guabas 161,09 Barbas Bremen 96,53 Isnos 8,16

RFP Páramo de Santa Hoya hidrográfica Páramo de Santa Inés 85,89 Teresa y región 48,24 RFP 166,98 del río Guadalajara y cerros aledaños de los Cuervos

Bosques de la Chec 47,71

Bellavista II 22,74

La Victoria 18,54

La Rinconada 8,19

El Bremen 5,09

El Trébol 4,79

Valle largo 4,69

Pradera 4,35 RFP 3,43

La Gloria 2,28

Altamira-Maupaz 1,65

La Soledad-Potosi 1,25

El Toro 1,08

La Cima I y II 0,72

Corazón-California 0,69

La Palma 0,28

RFPP El Palmar 13,44

RN Nechí-Bajo Cauca 455,64

TOTAL 4.427,96 1.388,73 460,92

Cordillera Oriental en la vertiente occidental; y Corponor, Ocupa 144.252 km2 (Figura 4) y cuen- Corporinoquia, Corpochivor, Corpogua- ta con 25 áreas protegidas nacionales vio, Cormacarena y Corpoamazonia, en (Tabla 11). Las áreas de distribución la oriental. Es la cordillera con mayor del oso por fuera dependen de CRC, información sobre la especie y donde CAM, Cortolima, CAR, Corpoboyaca, más acciones se han realizado para su Cas, CDMB, Corpocesar y Corpoguajira, conservación (Rodríguez-Castro et al.

160 Rodríguez

Tabla 11. Nombre y tamaño de las áreas protegidas según categoría de manejo, Cordillera Oriental. Fuente: Vasquez y Serrano (2009).

NACIONALES km2 REGIONALES km2 LOCALES km2

Alto Fragua Indi wasi 785,37 Páramo de Berlín 442,72 Alto Rio Choachal 1,59 DMI Serranía de los Catatumbo – Barí 1.606,79 3.849,66 El Zarpazo 28,53 Yariguíes Bosques Húmedos Chingaza 761,67 65,96 Las Abras 3,31 del Rasgón Cordillera de Cerro Páramo 2.979,78 114,08 Páramo Alto Rio Gallo 2,34 los Picachos de Miraflores Cueva de los 75,05 PNR La Siberia 283,56 Pilar y Sumapaz 46,15 Guacharos

PNN El Cocuy 3.082,75 Sisavita 122,49 San Antonio 0,1

Pisba 357,04 Siscunsí - Ocetá 3,55 AFD San Juan 1,86

Serranía de los Unidad Biogeográfica 970 RFD 118,72 Subpáramo Chascales 0,38 Churumbelos de Cerro Pintao Serranía de los Subpáramo Cuchilla 592,47 Alto Grande 0,5 1,79 Yariguies de Las Animas

Sumapaz 2.120,16 La Pradera 0,41 Subpáramo El Oro 0,7

Tamá 533,04 RFP Páramo de Rabanal 29,39 Subpáramo El Tuste 0,11

Subpáramo La Bolsa 26,99 Tequendama 0,42 0,35 Hoya Honda Subpáramo Cuchilla de Sucuncuca 17,63 Villa Emma o El Rosal 0,36 0,47 Quebrada Cuartas

Páramo El Atravesado 31,87 El Atico 0,4 El Cañal 1,08

Páramo Grande 40 El Tirrayo 2,66 El Sinal 1,05 PNM Quebrada La Tablona 26,74 El Volcán 0,53 La Perdiz 52,84

Río Algodonal 80,02 La Andina 0,77 Palestina 79,81 RFP Río Chorreras y Quebrada Blan- 44,28 La Cabaña 0,08 RF 5,13 Concepción ca y Grande

Río Cravo Sur 47,6 La Corraleja I 1,4 SDFF Pantanos Colgantes 10,73 RN Río Las Ceibas 133,08 La Despensita 0,45

Río Rucio 6,01 La Esperanza 0,14

Río Tejo 24,24 Las Lajas 0,37

Ríos Blanco y Negro 126,85 Santa María 1,04

Guanentá Alto SFF 103,94 Villa Nueva I 1,34 Rio Fonce

Villarrica 0,55

TOTAL 14.573,37 5.041,55 238,32

2015). Se han desarrollado investiga- En la Serranía del Perijá, a los 11° ciones de campo, alternativas de mane- 08’ N y a 600 m s.n.m., la especie tie- jo sostenible y reconversión del uso de ne su límite septentrional. En esta suelos, además de educación ambiental parte de la cordillera los bosques casi (Rodríguez-Castro et al. 2015). desparecen en los años 60 por cultivos

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 161 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA de marihuana y los osos casi se extin- (Rodríguez et al. 2014). En la región guieron por cacería (Rodríguez y Reyes del PNN Sumapaz y Los Picachos las 2009). Los osos de esta población tienen condiciones de la población de osos rangos de acción en Venezuela y los que son desconocidas. En la Serranía de llegan al lado colombiano son cazados. La Macarena ya hace algunos años Rodríguez y Reyes (2011), señalan que que no hay reportes de presencia y en los últimos 20 años murieron cerca al igual que en otras partes del país de 90 animales, debido al conflicto por como las serranías del Atrato, San Lu- amapola (DNE 2003) y aunque existe el cas, los Montes de María y la Serranía Parque Nacional de Perijá en Venezuela, de Yariguies, se requieren investiga- los cultivos ilegales de coca y amapola ciones para conocer al estado de sus están presentes (Codhes 2005) y la defo- poblaciones. En la Serranía de las restación es alta (Rodríguez et al. 2011). Quinchas, un sistema montañoso en Corpoguajira y Coprocesar, han de- el Magdalena Medio, se adelantaron sarrollado estrategias de conservación exploraciones que registran al oso como manejo sostenible y educación desde los 500 m s.n.m., en medio del ambiental y aunque se ha invertido im- conflicto de esmeraldas, coca y made- portantes recursos económicos en los ra (Ojeda y Pesca 2006). últimos cinco años, siguen muriendo En el sur, los efectos del conflicto osos en la cordillera. armado, los cultivos de coca debajo de En Santurbán, la cordillera se divi- los 1.000 m s.n.m. y los de amapola por de en las Serranías de Perijá y Mérida y encima de los 2.500, generan presiones aquí los osos han afrontado problemas a las poblaciones de oso. En estas re- de cacería y pérdida de hábitat. En el giones, Corpoamazonia y Cormacarena municipio de Santa Bárbara, jurisdic- han hecho poco por la especie, pero la ción CAS, murieron hasta nueve anima- CAM está desarrollando propuestas de les en 2011 (Reyes y Amaya et al. 2011) sensibilización ambiental en su juris- y no se adelantó ninguna investigación. diccion y adelanta anualmente el Festi- En la región central, CAR, Corpo- val anual del oso y la danta. guavio, Corpochivor y Corpoboyaca y Antes de finalizar es oportuno se- los PNN de Chingaza y Pisba han de- ñalar que en los últimos diéz años se sarrollado un trabajo intenso y han han desarrollado alrededor de 16 tesis invertido recursos para la conserva- de grado sobre la especie (Anexo 2). ción del oso, mediante alianzas con Los temas abordados han sido conflic- entidades privadas como Acueducto to, ecología, genética y comportamien- de Bogotá, empresas mineras y ener- to. Hay que resaltar los trabajos sobre géticas; se ha manejado el conflicto el papel de dispersor de semillas, es- oso-gente en la zona de amortiguación pecialmente en el macizo de Mama- del PNN Chingaza (Restrepo 2012, pacha (Boyacá), donde se reconoce la Rodríguez y Reyes 2014). En estos importancia del oso en la dispersión hábitats fragmentados, por lo menos de plantas de la familia Ericáceae unos 27 osos ocupan unas 25.000 ha (González y Neisa 2003).

162 Rodríguez

Bibliografía Figueroa, J. 2014. Tráfico de partes e Armenteras, D. y N. Rodríguez individuos del oso andino Tremarctos (Eds.). 2007. Monitoreo de los ornatus en el Perú. Revista Académica ecosistemas andinos 1985-2005: Colombiana Ciencias. 38 (147): 177-90. síntesis y perspectivas. Instituto de Investigación Alexander von Goldstein I., V. Guerrero y R. Moreno. Humboldt. Bogotá, D.C. Colombia. 2008a. Are there Andean bears in 174 pp. Panama? 19 (2): 185–189.

Consultoría para los derechos humanos y Goldstein, I., X. Velez-Liendo, S. Paisley el desplazamiento - CODHES. 2005. La y D. L. Garshelis. 2008b. Tremarctos disputa de las sierras, el valle y el desierto ornatus. The IUCN Red List of nororiental. Informe regional Cesar – Threatened Species. Version 2014.3. Guajira. Guajira-Cesar, Colombia. Codhes . Downloaded informa. Boletín de la Consultoría para los on 28 January 2015. Derechos Humanos y el Desplazamiento, No. 66. 37 pp. González, B. A. M. y C. G. Neisa. 2003. El oso andino (Tremarctos ornatus) Cosse M., J., S. Fernando Del Moral, N. como agente dispersor de semillas en Mannise y M. Acosta. 2014. Genetic la serranía de Mamapacha, (Boyacá evidence confirms presence of Andean – Colombia). Trabajo de grado para bears in Argentina. Ursus 25 (2): 163-171. optar al título de biólogo. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Del Moral, J. F. y A. E. Bracho. 2005. Facultad de ciencias. Escuela de Evidence of Andean Bear in Northwest biología. . 174 pp. Argentina. International Bear News 14 (4): 30-32. Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales - IDEAM, Del Moral S. J. F. y F. I. Lameda C. Instituto Geográfico Agustín Codazzi 2011. Registros de ocurrencia del oso - IGAC, Instituto de Investigación andino (Tremarctos ornatus Cuvier, de Recursos Biológicos Alexander 1825) en sus límites de distribución von Humboldt - IAvH., Instituto de nororiental y austral. Revista Museo Investigaciones Ambientales del Argentino Ciencias Naturales N. S. 13 Pacífico Jhon Von Neumann - IAP, (1): 7-19. Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis Departamento Nacional de Planeación - - Invemar e Instituto Amazónico de DNP. 2015. Plan nacional de Desarrollo, Investigaciones Científicas - Sinchi. 2014 2018: Todos por un nuevo País. 2007. Ecosistemas continentales, costeros y marinos de Colombia. Dirección Nacional de Estupefacientes Bogotá, D. C, 276 pp. + 37 hojas (DNE). 2004. Observatorio de drogas cartográficas. de colombia. Acciones y resultados 2003. Subdirección estratégica y Instituto de Investigación de Recursos de investigaciones. Bogotá D. C., Biológicos Alexander Von Humboldt Colombia. 226 pp. - IAvH., Instituto de Hidrología,

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 163 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

Meteorología y Estudios Ambientales Ojeda M. A. y A. L. Pesca. 2006. Uso - IDEAM, Instituto de Investigaciones del hábitat natural del oso andino Ambientales del Pacífico Jhon (Tremarctos ornatus) en la serranía Von Neumann - IIAP, Instituto de de Las Quinchas, Magdalena Medio Investigaciones Marinas y Costeras (Colombia). Tesis de grado para optar José Benito Vives de Andréis - el titulo de biólogo. Universidad INVEMAR e Instituto Amazónico de Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Investigaciones Científicas - Sinchi. Facultad de Ciencias. Escuela de 2011. Informe del Estado del Medio Biología. Tunja. 81 pp. Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables 2010. Instituto de Orejuela J. y J. P. Jorgenson. 1998. Status Hidrología, Meteorología y Estudios and management of the Ambientales - IDEAM. Bogotá D.C., in Colombia. Pp. 168-179. En: Servheen, Colombia. 384 pp. C., S. S. Herrero y B. Peyton (Comp.). Bears. Status Survey and Conservation Kattan A. G., O. L. Hernández, I. Goldstein, Action Plan. IUCN/SSC Bear and Polar V. Rojas, O. Murillo, C. Gómez, H. Bear Specialist Groups. IUCN, Gland, Restrepo y F. Cuesta. 2004. Range Switzerland and Cambridge, UK. fragmentation of the spectacled bear Tremarctos ornatus in the northern. Organización de las Naciones Unidas Oryx 38 (2): 1-10. para la Agricultura y la Alimentación - FAO. 2002. Estado de la información Márquez, G. 2001. De la abundancia forestal en Colombia. Pp. 149-172. a la escasez: la transformación de Monografía de Países. Volumen 5. ecosistemas en Colombia. Pp. 325-445. Santiago de Chile. En: Palacios, G. (ed.), 2001. La naturaleza en disputa. Universidad Nacional de Parra, G. J. C. 2013. Cultivos de coca Colombia. UNIBIBLOS. Bogotá. estadísticas municipales censo 31 de diciembre de 2013, Proyecto SIMCI Márquez, R., V. Guerrero e I. Goldstein. II: SIMCI 1999-2014. Oficina de las 2005. Andean Bear distribution in naciones unidas para la droga y el the Andean-Amazonian Piedmont: delito, UNODC – Colombia. Bogotá D. C., of the Cofan territories. Colombia. 104 pp. International Bear News 14 (2): 24-25. Peyton, B. 1998. Spectacled Bear Ministerio del Ambiente Vivienda y conservation action plan. Pp. 157-198. Desarrollo Territorial - MAVDT. 2001. En: Servheen, C., S. Herrero and B. Programa nacional para la conservación Peyton (Comp.). Bears. Status Survey en Colombia del oso andino (Tremarctos and Conservation Action Plan. IUCN/ ornatus). Bogotá, D. C. Colombia. 28 pp. SSC. Bear and Polar Bear Specialist Groups. IUCN, Gland, Switzerland and Mondolfi, E. 1989. Notes on the Cambridge, UK. distribution, habitat, food habits, status and conservation of the spectacled Restrepo, C. H. F. 2012. Informe técnico bear (Tremarctos ornatus Cuvier) in final del contrato 200-12-5-167 24 de Venezuela. Mammalia 53 (4): 525-544. junio 2011, presentado a la Corporación

164 Rodríguez

Autónoma Regional del Guavio, del oso andino en la región del Guavio. CORPOGUAVIO, sobre consolidado Gachala Cundinamarca. 232 pp. implementación del programa oso andino, Gachala, Cundinamarca. 34 pp. Rodríguez, E. D., S. A. Reyes, H. Restrepo, N. Reyes, Y. Cortez y O. Salgado. Restrepo, H. y L. M. Moreno. 2011. 2014. Identificación de individuos‚ Conjunto de herramientas de manejo proporción de sexos y aspectos adaptativo para la construcción del reproductivos en una metapoblación Sistema de Áreas Protegidas del Macizo de osos en los andes de Colombia. En: en Parques Nacionales Naturales de Resúmenes del IV Congreso nacional Colombia, PNUD y GEF. Pp. 80-89. de Fauna. III Simposio Internacional En: Proyecto “Conservación de los para la Conservación y Manejo del oso páramos y bosques montanos del Macizo andino. Cartagena 1 - 5 de diciembre Colombiano” de 2014. Colombia. – Biomacizo –. Resultados, acciones y lecciones aprendidas. Rodríguez, N., D. Armenteras, M. Morales y M. Romero. 2006. Ecosistemas de los Reyes-Amaya, N., A. Celis y D. Rodríguez. Andes colombianos. Segunda edición, 2011. Evaluación de la calidad del Instituto de Investigación de recursos hábitat y estado de la población de osos Biológicos Alexander von Humboldt, andinos (Tremarctos ornatus) en el Bogotá Colombia. 154 pp. Municipio de Santa Bárbara, Nororiente del Departamento de Santander. Rodríguez, E. D. y S. A. Reyes. 2009. Plan Memorias Primer Congreso Colombiano de acción regional para la conservación de Mastozoología. Sociedad Colombiana del oso andino (Tremarctos ornatus) de Mastozoología. 30 pp. en la Ecorregión Serranía del Perijá, jurisdicción de la Corporación Autónoma Rodriguez D., H. Restrepo, E. I. Gomez Regional del Cesar -CORPOCESAR-, y S. A. Reyes. 2014. Uso de partes de en el marco del Programa Nacional oso en magia y medicina tradicional en de Conservación del oso andino en comunidades indígenas y campesinas del Colombia. 199 pp. sur de Colombia. En: Resúmenes del IV Congreso nacional de Fauna. III Simposio Rodríguez, E. D., P. S. A. Reyes, Internacional para la Conservación y Muñoz D. M. Del C., M. S. Rincón, Manejo del oso andino. Cartagena 1 - 5 de L. I. T. Medina, L. L. J. Medina, P. diciembre de 2014. Colombia. M. A. Galindo, M. J. L. Camacho y P. P. Contreras. 2011. Informe Rodríguez E. D. y S. A. Reyes. 2014. Informe final presentado a la Corporación técnico del convenio de cooperación no Autónoma Regional del Cesar 200-12-17-258, del 04 de septiembre CORPOCESAR, para la “Implementación de 2014 suscrito entre la Corporación del plan de acción regional para Autónoma Regional del Guavio, la conservación del oso andino CORPOGUAVIO y la Fundación para la (Tremarctos ornatus) en la eco región Investigación, Conservación y Protección Serranía del Perijá, en marco del del oso andino Wii, para elaborar el “Plan programa nacional conservación de oso de acción regional para la conservación andino, en el departamento del Cesar,

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 165 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

en el marco del Programa Nacional Vásquez – V., V. H. y M. A., Serrano - G. de Conservación de oso andino”. 2009. Las áreas naturales protegidas de Valledupar, Cesar, Colombia. 156 pp. Colombia. Conservación Internacional – Colombia y Fundación Biocolombia. Rodríguez-Castro D., S. Contento, D. Bogotá, Colombia. 696 pp. Grajales, D. Rodríguez, S. Reyes, N. Reyes-Amaya y C. Rodríguez. 2015. Vela-Vargas, I. M., J. F. González-Maya, Assessing the implementation of the A. Pineda-Guerrero y D. Zárrate- National Conservation Program of the Charry. 2014. Primer registro Andean Bear (Tremarctos ornatus) confirmado de oso andino (Tremarctos in Colombia. Revista Biodiversidad ornatus, Ursidae) en la Serranía de Neotropical 5 (1): 36-46. San Lucas, Bolívar, Colombia. Notas Mastozoológicas 1: 11-12. Soibelzon, L. 2004, Revisión sistemática de los Tremarctinae (, Ursidae) fósiles de América del Sur. Revista del Museo Argentino de Ciencias Naturales 6: 107-133.

166 Rodríguez

Anexo 1. Siglas usadas en este documento.

-AFD: Área Forestal Distrital -CORPOCESAR: Corporación Biológicos Alexander -AMERC: Área de Manejo Autónoma Regional del Cesar von Humboldt; Especial de Carácter Regional -CORPOCHIVOR: -IDEAM: Instituto de -AP: Area Protegida Corporación Autónoma Hidrología, Meteorología -CAM: Corporación Regional del Chivor y Estudios Ambientales Autónoma Regional -CORPOGUAJIRA: -IDEAM: Instituto de del Alto Magdalena Corporación Autónoma hidrología, meteorología -CAR: Corporación Autónoma Regional de la Guajira y estudios ambientales, Regional de Cundinamarca -CORPOGUAVIO: -IGAC: instituto geográfico -CARDER: Corporación Corporación Autónoma Agustín Codazzi Autónoma Regional Regional del Guavio -INVEMAR: Instituto de de Risaralda -CORPONARIÑO: Investigaciones Marinas -CARs: Corporaciones Corporación Autónoma y Costeras José Benito Autónomas Regionales Regional de Nariño Vives De Andreis -CAS: Corporación Autónoma -CORPONOR: Corporación -IUCN: Unión internacional Regional de Santander Autónoma Regional del para la conservación -CDMB: Corporación Norte de Santander de la naturaleza. Autónoma Regional para -CORPORINOQUIA: -PNM: Parque natural la defensa de la Meseta Corporación Autónoma Municipal de Bucaramanga Regional de la Orinoquía -PNN: Parque Nacional Natural -CODECHOCO: -CORPOURBA: -PNR: Parque Corporación Autónoma Corporación Autónoma Natural Regional Regional del Chocó Regional del Urabá -RF: Reserva Forestal -CORANTIOQUIA: -CORTOLIMA: -RFP: Reserva Forestal Corporación Autónoma Corporación Autónoma Protectora Regional de Antioquia Regional del Tolima -RFPP: Reserva Forestal -CORMACARENA: -CRC: Corporación Autónoma Productora Protectora Corporación Autónoma Regional del Cauca -RN: Reserva Natural Regional de la Macarena -CRQ: Corporación Autónoma -RNSC: Reservas Naturales -CORNARE: Corporación Regional del Quindío de la Sociedad Civil Autónoma Regional -CSB: Corporación Autónoma -SDFF: Santuario Distrital del rio Nare. Regional del sur de Bolívar de Flor y Fauna -CORPOAMAZONIA: -CVC: Corporación Autónoma -SF: Santuario de Flora Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca -SFF: Santuario de Regional de la Amazonía -CVS: Corporación Flora y Fauna -CORPOBOYACÁ: Autónoma Regional del valle -UAESPNN: Unidad Corporación Autónoma del Sinú y de San Jorge. Administrativa Especial Regional de Boyacá -DMI: Distrito de del Sistema de Parque -CORPOCALDAS: Manejo Integrado Nacionales Naturales Corporación Autónoma -IAvH: Instituto de -UASPNN: Sistema de Regional de Caldas Investigación de Recursos Parques Nacionales Naturales

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 167 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA

Anexo 2. Tesis de grado realizadas en Colombia en los últimos diez años con el oso andino.

AÑO AUTOR UNIVERSIDAD AREA

POSTGRADO

2012 ALBA FLÓREZ DE LOS ANDES CONFLICTO

2005 MARIA NARVAEZ NACIONAL COSTA RICA ECOLOGÍA

2014 MARCIA RODRÍGUEZ JAVERIANA GESTIÓN

PREGRADO

DIANA ROJAS 2006 UPTC CAUTIVERIO LADY COLMENARES

ÁNGELA PARRA-ROMERO JAVERIANA 2011 CONFLICTO FRANCISCO JIMÉNEZ LA SALLE

2005 PATRICIA MURCIA FUNDACION UNIVERSITARIA DE POPAYÁN DISTRIBUCIÓN CARLOS CÁCERES DE PAMPLONA

2013 ADRIANA GONZÁLEZ

CLAUDIA NEISA

2004 CLAUDIA RIVERA UPTC

MARÍA OJEDA 2006 ECOLOGÍA ANA PESCA

2007 EDGAR GÓMEZ POPAYÁN

SAMUEL RODRÍGUEZ UPTC

2014 JULIANA TANGARIFE DE QUINDÍO

ANDREA BORBÓN DE LOS ANDES GENÉTICA

168 Rodríguez Foto: D. Rodríguez. Rodríguez. Foto: D.

Lámina 1a. Macho de oso andino (Tremarctos ornatus) a los 2.900 m.s.n.m. en el municipio de Junín, Cundinamarca. 2014. Foto: L. Linares. Foto: L.

Lámina 1b. Oso andino (Tremarctos ornatus).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 169 Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA Foto: D. Rodríguez. Rodríguez. Foto: D.

Lámina 1c. Tremarctos ornatus. Foto: Anónimo. Anónimo. Foto:

Lámina 1d. Tremarctos ornatus, macho cazado en Jardín, Antioquia, norte de la cordillera occidental.

170 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA La nutria gigante (Pteronura brasiliensis): especie en recuperación, conflictos con las pesquerías e historia genética en Colombia

Fernando Trujillo, Juan R. Gómez, Susana Caballero y Andrea Caro

Resumen. La aparente recuperación poblacional de la nutria gigante (Pteronura brasiliensis; 22-32 kg; EN) en los últimos diez años en el Amazonas y Orinoco colombiano, está creando serios conflictos entre algunas pesquerías locales y estas especies. Este capítulo presenta evidencia de estos conflictos en los ríos Orinoco, Meta, Bita, Inírida, Guaviare, Caquetá, Putumayo y Amazonas. En la mayoría de los casos los pescadores están matando nutrias en retaliación y solicitan a las autoridades ambientales del gobierno acciones concretas para reducir sus poblaciones. Evaluaciones preliminares de la dieta de las nutrias gigantes muestran baja superposición de ítems alimenticios con las pesquerías. Un resultado importante es que las áreas de mayor conflicto corresponden a aquellas con mayor presión pesquera y malas prácticas de pesca. Se concluye que la interferencia con pesquerías es relativamente pequeña, pero es necesario implementar medidas de manejo pesquero en las regiones de conflicto. Análisis genéticos realizados a partir de materia fecal permitieron la identificación de dos unidades de manejo, una en el Orinoco y otra en el Amazonas colombiano. Dichos resultados son de importancia para los programas de manejo y reintro- ducción que se están llevando a cabo actualmente en el país.

Palabras clave. Pesquerías. Competencia. Conservación. Amazonia. Orinoquia.

Abstract. The apparent population recovery of giant otters (Pteronura brasiliensis; 22-32 kg; EN) during the last ten years in the Amazon and Orino- co basins in Colombia is creating serious conflicts between local fisheries and this species in unprotected areas. This paper presents evidence of conflicts in the Orinoco, Meta and Bita Rivers in the Orinoco Basin, in the Inírida and Guaviare Rivers, and in the Caquetá, Putumayo and Amazon Rivers in the Am- azon region. In most cases, fishermen are killing giant otters or are asking the government authorities to take action to reduce their numbers. Preliminary evaluations of giant-otter diets indicated little competition with local fisheries. However, areas with higher conflicts corresponded to regions with high fish- eries pressure and bad management practices. We conclude that interference with fisheries by giant otters is relatively low but it is necessary to undertake management of the fisheries in the region to avoid perceived conflicts. Genetic analyses using scats allowed identification of two management units in the Amazon and Colombian Orinoco. Such results are relevant for management and reintroduction programs currently underway in the country.

Key words. Fisheries. Competition. Conservation. Amazon Basin. Orinoco Basin.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 171 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA

Introducción Al igual que muchas otros grandes ver- La distribución actual de tebrados que se enfrentaron a procesos P. brasiliensis en las cuencas del Ama- de transformación y pérdida de calidad zonas y Orinoco en Colombia incluye de su hábitat, las poblaciones de nu- tributarios de aguas negras y claras, trias gigantes fueron reducidas seve- ríos de aguas blancas, confluencias, ramente durante los años cincuenta y lagunas, madreviejas e incluso zo- sesenta. Lo anterior no solo ocurrió en nas de rápidos en ríos como el Vau- Colombia, sino también en todos los pés, Caquetá y Orinoco (Carrasquilla países donde habitaban, debido a la in- 2002, Trujillo et al. 2006, Botello 2009, tensa cacería a la que fueron sometidas Suárez 2010) (Lámina 1). Estas áreas para comercializar sus pieles (Donadio de distribución natural de la especie 1978, Trujillo et al. 2006). Este fenóme- se han visto afectadas por la presen- no se extendió tanto en la cuenca del cia humana y sus sistemas producti- Orinoco como en la del Amazonas y ge- vos, principalmente por la expansión neró extinciones locales, especialmente de la frontera agropecuaria y los mo- en áreas cerca a centros urbanos como vimientos de poblaciones humanas, Leticia, Inírida y Villavicencio. A par- consecuencia del desplazamiento por tir de la prohibición de la cacería de el conflicto armado o los intereses eco- esta especie en 1969, la ratificación de nómicos. Esto también ha creado con- la Convención CITES en 1972 y la en- flictos, principalmente con pescadores, trada en vigencia del decreto-ley 2811 ya que su limitada comprensión acer- de 1974, donde se describieron las ca del deterioro de los ecosistemas y normas para la administración, pro- el aparente aumento de población de tección, aprovechamiento y comercio nutrias, los ha llevado a afirmar que de los recursos naturales renovables las abundancias de peces están dismi- del país, las poblaciones de las nutrias nuyendo dramáticamente en las áreas gigantes comenzaron a mostrar una de alta presencia de esta especie. Este recuperación gradual en ciertas regio- tipo de interacciones entre pesquerías nes geográficas (Valbuena 1999, Bote- y depredadores acuáticos se está incre- llo 2000, Carrasquilla y Trujillo 2004, mentando a lo largo de la cuenca del Valderrama et al. 2010). De igual for- Amazonas, no únicamente con nutrias ma sucedió en algunos países vecinos gigantes, sino también con delfines como Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil de río y caimanes (Bonilla et al. 2008, (Carter y Rosas 1997, van Dame et al. Trujillo et al. 2010). A continuación, 2001, Rechearte y Bodmer 2009). Este se presenta la información recopilada incremento aparente en las poblacio- durante los últimos diez años sobre la nes y su área de distribución geográ- distribución, los conflictos con pesque- fica, al igual que el desplazamiento de rías y la historia genética de las nutrias muchas pesquerías hacia tributarios y gigantes en Colombia. otros afluentes menores, ha causado más interacciones y conflictos entre las Metodología nutrias y los pescadores (Carrera 2003, Se consolidó información sobre la Trujillo et al. 2006, Carrera 2007, presencia y distribución de la nutria Rechearte et al. 2009, Rosas-Ribero et gigante en Colombia a lo largo de los al. 201, Lima et al. 2014). últimos 15 años. Adicionalmente, se

172 Trujillo et al. evaluaron las interacciones entre esta y finalmente en humedales y ríos del especie y pesquerías en siete regio- departamento de Casanare. nes geográficas: tres en el Orinoquia Los métodos para colectar la infor- y cuatro en la Amazonia (Figura 1). mación variaron en cada región. En la En la Amazonia las evaluaciones se Amazonia, se realizó una evaluación hicieron en el río Amazonas, Putuma- de investigación participativa en dos yo, Caquetá y el Cuduyari. En el Ori- zonas del río Caquetá: en la comunidad noco, en la confluencia del río Meta, de Peña Roja y en la de Mirití Paraná Bita, Orinoco y la Estrella Fluvial de entre febrero y agosto de 2005 (Mata- Inírida, que incluye un segmento de pi et al. 2008). Posteriormente, se hizo los ríos Guaviare, Inírida y Atabapo, una evaluación de la fauna acuática

Figura 1. Ventanas v evaluadas para la nutria gigante (Pteronura brasiliensis). 1) Río Amazonas; 2) río Putumayo y Cotué en la zona de Tarapacá; 3) río Caquetá; 4) río Cuduyarí; 5) ríos Meta, Bita y Orinoco; 6) estrella Fluvial de Inírida y 7) Casanare.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 173 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA amenazada (delfines de río, nutrias la zona de la Estrella Fluvial de Inírida. gigantes, tortugas y caimán negro.) La primera, entre el 2005 y el 2006, y los conflictos con comunidades hu- como respuesta a quejas interpuestas manas entre el 2009 y 2010 durante por comunidades indígenas sobre el el proyecto FACUAM (Fauna Acuática incremento de las poblaciones de nu- Amenazada de la Amazonia Colom- trias y las interacciones negativas con biana). Esta iniciativa correspondió al pesquerías. El segundo monitoreo fue esfuerzo conjunto entre Corpoamazo- conducido durante seis meses en el nía, Instituto Sinchi, Fundación Oma- 2008 para evaluar evidencias directas cha y Fundación Natura en tres ríos: e indirectas de nutrias gigantes y con- Amazonas, Putumayo y Caquetá. Este flictos con pesquerías (Suárez 2010). proyecto recogió información de 4.213 La última evaluación en esta área fue personas de comunidades locales, en realizada en 2011 y consolidó toda la su mayoría indígenas, a través de va- información existente sobre su distri- rios talleres. También, se realizaron 38 bución, al igual que se analizaron los entrevistas con pescadores para eva- conflictos entre esta especie y las pes- luar su percepción de las nutrias. Esta querías mediante el trabajo con cinco información fue usada para construir comunidades indígenas (Puinaves, Ku- mapas sociales y árboles de problemas beos, Tucanos, Kurripacos y Piaroas) y relacionados con fauna silvestre (Ber- cuatro fincas (Trujillo et al. 2014). En múdez et al. 2010). Adicionalmente, la región de Casanare se colectó infor- se realizaron setenta transectos para mación ocasional entre 2009 y 2010 recoger evidencias directas e indirectas durante evaluaciones biológicas de ma- de la presencia de las nutrias gigantes míferos (Trujillo et al. 2010). a lo largo de 328,3 km en los ríos Ama- Los tipos de interacciones se de- zonas, Caquetá y Putumayo (Valderra- finieron con base en los estudios de ma et al. 2010). En el 2013, se realizó Northridge y Hoffman (1999). Por un una evaluación de esta especie en el río lado, las interacciones biológicas in- Cuduyarí en el Vaupés en un convenio cluyeron la competencia entre nutrias entre la CDA (Corporación para el De- gigantes y pescadores por las mismas sarrollo Sostenible del Norte y Oriente especies de peces. Por otro lado, las Amazónico) y Fundación Omacha. Se operacionales se presentaron cuando recorrieron 139 km del río y se trabajó las nutrias interfirieron directamente con 19 comunidades indígenas. con la operación pesquera, al remover Las evaluaciones en la cuenca del o espantar peces de las redes. La in- Orinoco se enfocaron en dos áreas: la formación disponible sobre pesquerías primera la zona de confluencia de los fue obtenida a partir de bases de datos ríos Meta, Orinoco y Bita entre 1998 nacionales y regionales para identifi- y el 2008, donde se colectó informa- car cambios a lo largo de los últimos ción sobre el uso del hábitat, dieta y diez años, tanto en las especies blanco, amenazas, especialmente a través de como en los volúmenes de comerciali- tesis de grado patrocinadas por la Fun- zación en las respectivas áreas. dación Omacha (Gómez 1999, Valbuena Debido a la amplia distribución 1999, Carrasquilla 2000, Velasco 2004, geográfica de la nutria gigante, se ha Díaz 2008, Trujillo et al. 2008). Ade- venido promoviendo una evaluación más, se realizaron tres evaluaciones en genética en países como Brasil, Perú y

174 Trujillo et al.

Colombia, para dilucidar la filogenia de historia poblacional de la especie. Las la especie. En Colombia, los estudios secuencias obtenidas se compararon genéticos de esta especie se iniciaron con secuencias de la misma región gé- en el año 2009 y continuaron durante nica obtenidas previamente de pobla- el 2010, con el propósito de conocer la ciones en Brasil, Guyana, Perú y Bolivia estructura poblacional y la diversidad (García et al. 2007, Pickles et al. 2011). genética de los grupos identificados en regiones de la Orinoquia, alrededor de Resultados Puerto Carreño (Vichada) y Puerto Iní- Se obtuvo evidencia de las interaccio- rida (Guainía). Para esto, se colectaron nes biológicas y operacionales entre 54 muestras en 22 letrinas y se ana- nutrias gigantes y pesquerías en seis lizó una muestra de piel obtenida en de las siete regiones geográficas eva- el río Caucayá, en Puerto Leguízamo, luadas (Tabla 1). Putumayo. Debido a la baja calidad de muestras para analizar, se amplificó Amazonia por PCR y se secuenció una región de Las nutrias gigantes son muy escasas en 258 pares de bases (pb) de la región el río Amazonas y solo se encuentran en control de ADN mitocondrial. El ADN pequeños tributarios de aguas negras, mitocondrial se hereda por línea ma- como es el caso de los ríos Loreto Yacu, terna, lo cual permite identificar los li- Atacuari, Amacayacu y Matamatá. Los najes de hembras y conocer parte de la números bajos podrían ser el resultado

Tabla 1. Resumen de tipos de conflictos entre pesquerías y nutrias gigantes en las cuencas del Amazonas y Orinoco en Colombia.

CUENCA RÍO TIPO DE CONFLICTO DESCRIPCIÓN

El número de nutrias gigantes es muy Amazonas Amazonas Ninguno bajo y no se reportan interacciones

Caquetá, incluyendo comu- Competición por captura de peces nidades indígenas de Peña Biológicos y operacionales durante pesca con anzuelos y redes Roja y Mirití Paraná

Putumayo en el área trifron- teriza entre Ecuador, Perú y Interacciones negativas con pesquerías Colombia en la zona de La Paya Biológicos y operacionales ornamentales (Osteoglossum y el Caucayá. Igualmente la zona bicirrhosum) y pesquerías comerciales de influencia de Tarapacá

Conflictos con redes y depredación Cuenca del río Cuduyarí (Vaupés) Biológicas y operacionales de peces en trampas

Conflictos en tributarios y lagunas Orinoco Ríos Meta, Orinoco y Bita Biológicos y operacionales con pesca con anzuelos y redes

Ríos Guaviare, Inírida y Atabapo Conflictos con pesquerías y retaliaciones Biológicos y operacionales (Estrella Fluvial de Inírida) con cacería de nutrias

Casanare Operacional Interacciones negativas con acuicultura

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 175 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA de la gran presión de caza durante cuando están en plena faena y aparecen los años cincuenta y comienzos de los las nutrias ya no pueden pescar y de- sesenta, ya que Leticia fue uno de los ben desplazarse a otros sitios. El mismo principales centros de acopio de pieles porcentaje de entrevistados argumentó (Donadio 1978). No se reportaron inte- que las nutrias también interfieren con racciones negativas entre pesquerías y la pesca, al remover peces de las redes estas especies en la región. Por su parte, y los anzuelos. En retaliación, algunos sobre el cauce principal del río Amazo- pescadores les disparan, les lanzan fle- nas no hay evidencia de la presencia de chas o capturan crías como mascotas. nutrias, y en los tributarios, los reportes En la mayoría de los casos (94%), estas corresponden a las zonas altas donde crías se terminan muriendo debido a la hay poca presencia de comunidades falta de cuidado y del suministro ade- humanas y no hay mucha actividad cuado de alimentación. En algunos ca- pesquera. Algunos de estos sitios son la sos, cuando crecen y muerden a un niño parte alta del complejo de Lagos de Ta- o atacan algún animal doméstico, termi- rapoto, el lago de Socó y en Boayavazú. nan matándolas. Aunque la mayoría de En el río Caquetá se evidenciaron los pescadores (n=235, Figura 2) tienen conflictos con nutrias en dos áreas, una percepciones negativas de las nutrias, aguas arriba cerca de la ciudad de Ara- las creencias tradicionales de culturas racuara, en la comunidad indígena de indígenas, como en el caso de los No- Peña Roja, y la otra en el río Mirití Para- nuyas, Andoques y Matapíes, afirman ná y varios de sus afluentes como la que- que estas especies son muy importantes brada Aguas Negras. En los dos casos, para el equilibrio del mundo acuático. más del 70% de los pescadores reporta- Ellos incluso consideran que su origen ron que las nutrias espantan los peces está vinculado al control de peces enfer- de las zonas donde pescan. Dicen que mos (Matapi et al. 2008).

80

70

60

50

40 Negativos

Positivos % RESPUESTAS 30

20

10

0 EFI Alto Putumayo Bajo Putumayo Medio Caquetá Río Amazonas

ÁREAS GEOGRÁFICAS

Figura 2. Nivel de percepción de las comunidades ribereñas sobre la presencia de nutria gigante en sus áreas de pesca.

176 Trujillo et al.

En el río Putumayo, la evalua- 70 60 ción de conflictos también se realizó 60 en dos zonas. La primera en el río 50 Caucayá y el área de influencia del 40 % 30 parque Nacional Natural La Paya, 30 en la zona fronteriza entre Colom- 20 10 bia, Ecuador y Perú. En esta área, 10 el conflicto se presenta entre las 0 nutrias gigantes y las pesquerías Anostomidae Erythrinidae Cichlidae de peces ornamentales, específica- Figura 3. Familias de peces y su porcentaje de mente las que dedican a la captura importancia en la dieta de nutrias gigantes en de arawana plateada (Osteoglossum el río Cuduyari, Vaupés. bicirrhosum), que es muy apetecida por sus altos valores en mercados in- Así como en las otras regiones, los ternacionales. Los pescadores argu- pescadores reportaron interferencia mentan que las nutrias tienen como por parte de las nutrias en la activi- parte de su dieta a estos peces, por dad de la pesca y atribuyeron la baja lo que causan importantes pérdidas densidad de peces a la presencia de económicas. El conflicto se ha repor- esta especie. Algunos de ellos recono- tado especialmente en Colombia y cieron retaliaciones y eliminación de Perú. El problema ha sido abordado animales adultos. en varias evaluaciones como las del marco del proyecto Facuam por Cor- Orinoquia poamazonía, Sinchi, Omacha y Na- Se reportaron conflictos en tres zo- tura, mediante la realización de 53 nas de la Orinoquia. La primera en la talleres con pescadores entre el 2008 Reserva de Biosfera El Tuparro, en el y 2012 (Trujillo et al. 2008, Bermu- departamento de Vichada, donde pes- dez et al. 2010). cadores (n=36) en los ríos Meta y Bita En el departamento del Vau- reportan un incremento en el número pés se obtuvieron 53 registros de de nutrias gigantes. El co nflicto pare- Pteronura brasiliensis, la mayoría ce ser de tipo biológico y operacional de carácter indirecto: madrigueras debido a que las nutrias consumen (47%), campamentos (21%), huellas algunos de los peces de interés para (11,7%) y letrinas (4,3%). Las obser- los pescadores, especialmente aque- vaciones directas correspondieron llos correspondientes a las familias a nueve avistamientos (16%) en 139 Prochilodontidae (Prochilodus mariae), km recorridos. La presencia de esta Erythrinidae (Hoplias sp.), Pimelodi- especie solo se reportó para la par- dae y Characidae (Figura 4). Seis casos te media y alta del río y se estable- de retaliación fueron documentados en ció una densidad de 0,34 ind./km-2. Caño Juriepe y el río Bita, donde con Al evaluar los restos de peces en las cierta frecuencia los pescadores ma- letrinas, se encontraron especies co- tan a las nutrias adultas y conservan rrespondientes a tres familias: Anos- a las crías como mascotas. Desafor- tomidae, Erythrinidae y Cichlidae, la tunadamente, después de un tiempo especie más frecuente fue la mojarra las personas eliminan las crías por lo del género Aequidens (Figura 3). agresivas que pueden ser. Muestra de

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 177 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA

16

14

12

10

% 8

6

4

2

0

Cichlidae Scienidae Characidae Pimelodidae Erythrinidae Anostomidae Loricariidae Ctenolucidae Serrasalmidae Prochilodontidae Auchenipteridae

Figura 4. Familias de peces y su porcentaje de importancia en la dieta de nutrias gigantes en las letrinas evaluadas en los ríos Meta, Bita y Orinoco, Vichada.

ésta problemática es que en los últimos reportaron un nivel alto de interferen- 15 años se han rehabilitado cinco crías cia de las nutrias gigantes con la pesca, en la zona que fueron decomisadas por al punto de solicitar en el 2005 a la CDA la autoridad ambiental y entregadas a la eliminación de estos animales (Ga- la Fundación Omacha (Gómez 1999, rrote y Velasco 2005). El análisis sobre Trujillo et al. 2008). la dieta realizada a partir del análisis En el Casanare, la segunda zona, no de 83 muestras de letrinas mostró un se han realizado muchos estudios so- mayor consumo de peces de las familias bre esta especie, pero en evaluaciones Erythrinidae, Cichlidae y Anostomidae. recientes se registraron conflictos aso- Los pimelódidos y carácidos, que son el ciados a iniciativas de acuicultura en el objeto de más captura de las comuni- piedemonte andino (Trujillo et al. 2011). dades humanas, tuvieron un bajo nivel Al menos cinco fincas (41,6%) expresa- de representación en la dieta de la nu- ron su disgusto en contra de la presen- tria (Figura 5). La mayoría de los peces cia de nutrias gigantes y reconocieron estuvieron por debajo de los 20 cm de pagar para que les dispararan y las ahu- longitud (estimación basada en regre- yentaran de los estanques de los peces. siones lineares de la longitud de mandí- En la tercera zona, en el área co- bulas encontradas y longitud estándar rrespondiente a la Estrella Fluvial de de peces medidos en fresco). Entonces, Inírida en el departamento del Guai- esto representa un pequeño porcenta- nía, comunidades de pescadores de los je de los mismos peces usados para el resguardos de Puerto Príncipe y Yuri consumo de habitantes ribereños.

178 Trujillo et al.

40

35

30

25

% 20

15

10

5

0

Cichlidae Characidae Erythrinidae Anostomidae Ctenolucidae Pimelodidae Prochilodontidae Auchenipteridae

Figura 5. Familias de peces y su porcentaje de importancia en la dieta de nutrias gigantes en las letrinas evaluadas en la Estrella Fluvial de Inírida, Guainía.

Entre el 2007 y el 2008 se evaluó un los años ochenta, principalmente en tramo de 210 km de ríos y tributarios en ríos grandes como el Meta, Orinoco, esta zona para estudiar la abundancia de Guaviare, Putumayo y Caquetá (Petre- nutrias gigantes. Fueron observados 36 re et al. 2005). Los tributarios, caños y individuos en ocho grupos (Suárez 2010). las lagunas son sitios donde tradicional- La percepción en la mayoría de los casos mente se ejerce la pesca de subsisten- sigue siendo negativa, con argumentos cia con artes tradicionales, ya que en enfocados a la interferencia de las nu- la mayoría de los casos está prohibido trias con la pesca y la disminución de los el uso de redes. Sin embargo, a lo largo stocks de peces. Los pescadores afirman de la última década, se reporta un des- que estas especies dañan y remueven pe- censo importante en los volúmenes de ces de trampas como los “cacures” y las captura de bagres, especialmente en la (Trujillo et al. 2014). Orinoquia (Figura 6). La consecuencia de esto ha sido una reorientación de las Pesquerías pesquerías en términos no solo de es- En cuatro de las siete áreas donde se pecies, sino también de hábitats, lo que reportan conflictos con nutrias, la pes- ha ejercido más presión en cuerpos de ca es una actividad económica y las es- agua que antes eran usados solo para pecies capturadas son similares (Fabré pesca de subsistencia y ha puesto en y Alonso 1998). Los bagres han sido riesgo la seguridad alimentaria de co- el principal objeto de pesca en varias munidades ribereñas. Esto ha causado de estas regiones desde la década de conflictos importantes entre pescadores

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 179 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA comerciales y comunidades locales, con como la elaboración de acuerdos de un agravante tal que involucran proble- pesca (Bermúdez et al. 2010, Palacios mas transfronterizos con Perú y Brasil. et al. 2011). En la Amazonia, el patrón ha Uno de los problemas principales sido un poco diferente, ya que aun- que se reporta en este momento es que que se reporta un descenso en la cap- en las épocas de migración de los peces tura de Siluriformes entre el 2002 y el se instalan un gran número de redes 2004, se incrementa nuevamente en el en las confluencias de los tributarios, 2005 con la captura masiva de la mota lo que interrumpe el proceso de repro- (Calophysus macropterus) (Figura 7). ducción, ya que las redes capturan a las Allí, las principales áreas donde ocurren hembras antes de desovar. Adicional- los conflictos con pesquerías corres- mente, las zonas cercanas a centros ur- ponden a los ríos Caquetá y Putumayo. banos han sido sobre pescadas, por lo En estas áreas la pesca está enfocada que los pescadores deben desplazarse principalmente a los grandes bagres, a zonas cada vez más remotas, que en a pesar de que en los últimos años un general coinciden con las áreas donde importante porcentaje de las capturas están las nutrias gigantes. ha sido representado por peces de las En el caso de los ríos Meta, Bita y familias Characidae, Curimatidae, Orinoco, los conflictos se presentan no Prochilodontidae y Anostomidae, que sólo con la pesca comercial de consumo, son parte de la dieta de comunidades sino también con la pesca deportiva y de indígenas, y que antes no tenían un ornamentales. Todas estas pesquerías valor comercial significativo. Ante esta son la fuente de importantes ingresos situación, se han realizado evaluacio- económicos en la región. Los pescado- nes y talleres de trabajo con las au- res deportivos reclaman la falta de me- toridades pesqueras, con soluciones didas de manejo, en áreas claves como

ORINOCO

6000

5000

4000

3000

Bagres TONELADAS 2000 Peces de escama 1000

0 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

AÑOS

Figura 6. Datos de captura de peces (toneladas) tanto de escama como bagres en la cuenca del Orinoco entre 1994 y el 2010. Basado en estadísticas pesqueras de CCI.

180 Trujillo et al.

AMAZONAS

10000

9000

8000

7000

6000

5000 Bagres

TONELADAS 4000 Peces de escama 3000

2000

1000

0 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

AÑOS Figura 7. Datos de captura de peces (toneladas), tanto de escama como bagres en la cuenca del Amazonas, entre 1994 y el 2010. Basado en estadísticas pesqueras de CCI. el río Bita, para prevenir la pesca ilegal seguridad alimentaria de las comunida- con grandes redes que afecta princi- des indígenas, que terminan haciendo palmente a las poblaciones de pavones parte de la cadena de comercialización (Cichla spp) y otras especies. Al igual de las especies que tradicionalmente que en la Amazonia, el descenso de la eran para su consumo. Con lo percibi- captura de bagres (Agudelo et al. 2000), do por la venta de estos peces terminan ha significado mayor presión en cíclidos comprando latas de atún para sus fami- y caraciformes que se venden en Vene- lias (Trujillo et al. 2003). zuela. Para capturar estas especies, los En Colombia, las áreas de distri- pescadores han incrementado la pre- bución original de las nutrias gigantes sión en tributarios y lagos, donde por lo (Amazonia y Orinoquia), son zonas de general se encuentran las nutrias gigan- difícil acceso y gobernabilidad (Ville- tes. Desafortunadamente esta situación gas 2009, Galeano 2012). Ahí, los ha- no ha sido bien documentada, a pesar bitantes han tenido que relacionarse de las quejas de los habitantes que de- con los ecosistemas y sus componen- penden de la pesca de subsistencia. tes de forma directa, muchas veces Una situación similar ocurre en la sin un conocimiento previo, debido a Estrella Fluvial de Inírida, donde se pre- que son inmigrantes de otras partes senta un incremento en la captura de del país (Domínguez 2005) donde no cíclidos y carácidos que son vendidos existen estos ecosistemas y/o especies. principalmente en Venezuela (Trujillo Las nutrias gigantes, al ser especies et al. 2014). Esta situación afecta la diurnas, gregarias, ruidosas, curiosas

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 181 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA y de tamaño considerable, intimidan Amazonas de Brasil y en las Guaya- fácilmente a quien esté en una canoa nas. De esta manera, se definió que las o pequeña embarcación, así que puede poblaciones del Orinoco colombiano parecer amenazantes, y con ello, gene- representan una unidad filogenética rar una percepción de que pueden ser independiente, lo que en términos de agresivas y peligrosas. Esto, sumado a manejo constituye una unidad de ma- la cantidad de peces que pueden con- nejo independiente. Por esta razón se sumir, ubican a la especie como una puede concluir que en Colombia hay posible amenaza para los pescadores y dos unidades de manejo (Caballero et sus artes de pesca, y los hace ver como al. 2015). Los niveles de diversidad ge- fuertes competidores por un recurso nética, representados en diversidad cada vez más escaso. nucleotídica y haplotípica, fueron rela- tivamente más altos que los de las otras Genética poblaciones estudiadas previamente en Los análisis genéticos identificaron Suramérica (Caballero et al. 2015). 15 haplotipos únicos en las muestras Estos resultados son relevantes para colectadas (Figura 8). La mayoría de programas de manejo, reintroducción y estos haplotipos se agruparon sepa- cría en cautiverio, ya que al identificar el radamente de haplotipos previamente haplotipo mitocondrial de los individuos identificados en las Guayanas, Bra- decomisados, se podría definir de una sil, Perú y Bolivia. Solo un par de se- manera general a qué unidad de manejo cuencias (identificadas a partir de las corresponden y en qué zona del país se muestras del río Caucayá y de Puerto debe hacer su liberación, así como ayu- Inírida) se agruparon con haploti- dar en el manejo responsable de prácti- pos identificados previamente en el cas de cría en cautiverio.

Figura 8. Red de haplotipos de región control del ADN mitocondrial de nutrias gigantes (Pteronura brasiliensis). Se incluyen localidades de muestreo en Colombia y los filogrupos previamente definidos por Pickles et al. (2011). Haplotipos nuevos identificados en Colombia corresponden a los números 42 – 54. Reimpreso con permiso de la revista Journal of Heredity.

182 Trujillo et al.

Conclusiones sufrieron, por lo que los registros recien- En general, es evidente que en la ma- tes en ríos grandes y de aguas negras, al yor parte de las áreas de distribución igual que en zonas de raudales pueden de las nutrias gigantes en Colombia se significar no tanto una expansión de há- presentan conflictos con las pesquerías, bitat, sino la recuperación del mismo. principalmente de tipo biológico. Este Los métodos en este estudio resul- patrón parece estar incrementándo- taron apropiados para consolidar in- se, especialmente en áreas con centros formación sobre los conflictos. Por un urbanos y áreas de pesca tanto en la lado las entrevistas y talleres aportaron Amazonia como en la Orinoquia. datos clave sobre la percepción de los El cambio de especies blanco en las pescadores de las nutrias, y por otro los pesquerías, principalmente de grandes análisis de los restos óseos en las letri- bagres a carácidos y cíclidos, ha promo- nas ayudaron a corroborar las especies vido que haya mayor esfuerzo pesquero y tamaños de los peces que consumen. en tributarios y afluentes menores que Los registros indirectos y directos tanto son el hábitat principal de las nutrias, de huellas, letrinas e individuos son un aumentando así la probabilidad de inte- parámetro fundamental para estable- racciones. Los conflictos reportados en- cer la densidad de estas especies en los tre las pesquerías y nutrias gigantes se ríos. Sin embargo, es necesario hacer suman a los existentes con delfines y ba- mayores esfuerzos para tener datos po- billas, que de una u otra manera dejan blacionales más sólidos. ver la necesidad de promover procesos Los conflictos reportados plantean de ordenamiento pesquero en todas las un reto importante desde el punto de regiones. Estos conflictos se acentúan vista de la conservación, ya que mues- con la disminución del recurso pesque- tran lo fuertemente conectado que ro y con la movilización de pesquerías están el manejo de los recursos pesque- comerciales en zonas alejadas que eran ros con especies de mamíferos acuá- refugio de estas especies. Con esto no ticos (Ávila et al., 2013). En Colombia, solo se incrementan las tensiones entre los primeros son abordados por el la pesca y estas especies, sino que tam- Ministerio de Agricultura a través de bién se amenaza la seguridad alimenta- la Autoridad de Pesca y Acuicultura ria de las poblaciones ribereñas. (AUNAP) y los segundos por el Ministe- Los estudios realizados en varias re- rio de Ambiente y Desarrollo Sostenible giones del país muestran una aparente (MADS) y las Corporaciones Autóno- recuperación de las poblaciones de nu- mas. En muchas ocasiones no existe un trias, aunque no existen datos numéricos trabajo conjunto entre estas instancias robustos para poder cuantificarlo. Las y las medidas que se toman pueden re- evidencias se basan más en presencia de sultar desarticuladas. Por esta razón, estas especies en áreas donde por años recientemente el MADS en articulación no habían sido reportadas. Evaluaciones con la Fundación Omacha decidió di- de los años ochenta anotan que el hábitat señar un plan de manejo para las dos principal de las nutrias gigantes eran ríos especies de nutrias en Colombia, donde pequeños y quebradas de aguas negras se articulen aspectos de investigación, (Duplaix 1980, Laidler 1992). Sin embar- manejo, educación ambiental y fortale- go, estos fueron realizados después de cimiento de la gestión de las autorida- la disminución poblacional severa que des ambientales. Lo importante en esta

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 183 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA iniciativa es que se aborde no solo la Amazonas y la del Orinoco. La primera especie, sino también los ecosistemas coincide en algunos haplotipos con los donde habitan, y diferentes estrategias descritos para Brasil y otros países. En para reducir conflictos con activida- cuanto a lo encontrado en la Orinoquia des humanas. Los resultados genéticos se sugiere establecer comparaciones sugieren la presencia de al menos dos con Venezuela y aumentar el número unidades genéticas diferentes: la del de muestras analizadas.

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188 Trujillo et al. Foto: F. Trujillo. Trujillo. Foto: F.

Lámina 1a. Nutria gigante (Pteronura brasiliensis) en río de aguas negras. Foto: F. Trujillo. Trujillo. Foto: F.

Lámina 1b. Nutria gigante (Pteronura brasiliensis).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 189 Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA Foto: F. Trujillo. Trujillo. Foto: F.

Lámina 1c. Nutria gigante (Pteronura brasiliensis). Pareja en río de la Orinoquia. Foto: F. Trujillo. Trujillo. Foto: F.

Lámina 1d. Nutria gigante (Pteronura brasiliensis) alimentándose de una piraña (Pygocentrus sp).

190 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA Grandes vertebrados terrestres en tierras ancestrales indígenas del alto Caura: importancia de los acuerdos comunitarios para la conservación del Escudo Guayanés venezolano

Lucy Perera-Romero, John Polisar y Leonardo Maffei

Resumen. En el Escudo Guayanés, las amplias extensiones de bosques llevan a suponer la existencia de un hábitat propicio para la conservación del jaguar (Panthera onca) y otras especies clave como los báquiros de cachete blanco (Tayassu pecari) y el tapir (Tapirus terrestris). Estos territorios también son los hogares ancestrales de muchas etnias indígenas, quienes dependen de la cacería para su subsistencia. Su sedentarización y crecimiento poblacional ha llevado a un incremento sostenido en la presión de caza, lo que afecta a la comunidad de vertebrados de los cuales dependen. Preocupados por esta realidad, en el 2004 las comunidades Ye´kwana y Sanema del Caura (Vene- zuela) acordaron proteger algunas cuencas de poblaciones animales (zonas protegidas llamadas Sömajö), entre estas la del río Ka´kada, para un uso in- tercomunitario controlado. En este trabajo, se evalúan las poblaciones de los vertebrados terrestres grandes y medianos (>1 kg) en el bajo Ka’kada y en dos áreas de influencia de comunidades Ye’kwana y Sanema, con el objetivo de conocer el estado del Ka’kada y compararlo con el de dos zonas con impac- to de cacería. Los estudios se realizaron durante las estaciones secas de los años 2011, 2013 y 2014 en las áreas de Ka´kada, Yudiña-Ayawaña y Anade- keña-Jüwütüña, respectivamente. En cada lugar se instalaron entre 52 y 58 estaciones de fototrampeo. Se encontró que las frecuencias de fotocaptura de especies clave como el tapir, báquiro de cachete blanco, oso hormiguero y crá- cidos (Aves: Galliformes, Cracidae) fueron mayores en bajo Ka’kada en com- paración al área de influencia de las comunidades. Estos resultados indican que el Sömajö está cumpliendo su función de resguardo, ya que mantiene a las poblaciones de grandes vertebrados más numerosas que aquellas presentes en las áreas cercanas a las comunidades. Además, se resalta así la importan- cia y el potencial de la gestión territorial indígena en sus hábitats ancestrales, fundamentales para la conservación efectiva en el Escudo Guayanés.

Palabras clave. Cacería de subsistencia. Cámaras trampa. Mamíferos. Aves. Guayana.

Abstract. The vast forests of the Guiana Shield have high potential for long- term jaguar (Panthera onca), peccary (Tayassu pecari) and tapir (Tapirus terrestris) conservation. These remote areas are the ancestral lands of in- digenous tribes whose livelihood depends of subsistence hunting. In recent

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 191 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA years increasing population growth and sedentary life styles have increased local hunting pressure of terrestrial vertebrates. Concerned about this situation, in 2004 Ye’kwana and Sanema communities in Venezuela’s Caura river watershed agreed to protect the basins of some for inter-communal use and the protection of wildlife populations (Sömajö). We conducted comparative studies, evaluating medium and big sized vertebrates (>1 kg) in the Sömajö of the lower Ka’kada and in the influ- ence areas of Ye’kwana and Sanema. The surveys were carried out in the dry sea- sons of 2011, 2013 and 2014 in Ka’kada, Yudiña-Ayawaña and Anadekeña-Jüwütüña, respectively. In each surveyed area between 52 and 58 camera trap stations were installed. The encounter rates of tapirs, peccaries, anteaters and cracids (Aves: Galli- formes, Cracidae) were higher in lower Ka’kada than those encountered around com- munities. These results suggest that the Sömajö is achieving its protection functions, maintaining a higher abundance of these species than the areas around communi- ties. This highlights the importance and the potentials of indigenous territorial man- agement on ancestral lands as a fundamental tool for effective wildlife conservation in the Guiana Shield.

Key words. Subsistence hunting. Camera traps. Mammals. Birds. Guayana region.

Introducción La cuenca del río Caura forma parte destinada a la explotación maderera del bosque lluvioso del Escudo por parte del estado venezolano, bajo Guayanés venezolano y es un área vas- el criterio de rendimiento sostenido a ta que se extiende a lo largo de 45.336 través de planes de manejo (Repúbli- km2 al sur del río Orinoco. Se encuen- ca de Venezuela 1968). Dentro de la tra dividida en su sección baja y alta cuenca del río Caura se encuentra el por el Salto Pará, una caída de agua Parque Nacional Jaua-Sarisariñama de 70 m de altura que impide la na- (3.300 km2) (República de Venezue- vegación desde su parte baja y que ha la 1979) y parte de los Monumentos servido de protección a los bosques de Naturales Serranía de Maigualida la sección alta. Así, ha mantenido en (2.600 km2) e Ichún-Guanacoco (900 relativo aislamiento a comunidades de km2) (República de Venezuela 1990). las etnias Ye´kwana, Sanema y Höti, Aunque esto representa un alto gra- quienes practican la pesca y cacería do de protección, entra en conflicto de subsistencia como modos de vida con la designación de reserva forestal. tradicionales (Silva 1996). Estas áreas protegidas existen desde La cuenca del río Caura es un ba- 1979 y 1990, y no se encuentran bajo luarte para la biodiversidad a una un manejo, vigilancia o control acti- escala global y se encuentra catalo- vo por parte del Instituto Nacional de gada como una Unidad para la Con- Parques (INPARQUES). servación del Jaguar de la más alta Sectores de la sociedad civil han prioridad (Rabinowitz y Zeller 2010). discutido acerca de la figura de re- Forma parte de la Reserva Forestal serva forestal desde hace más de del Caura, una Unidad Bajo Régimen una década, con el objetivo de lograr de Administración Especial (ABRAE) una mejor protección. Además, las

192 Perera-Romero et al. comunidades indígenas han venido de misiones cristianas, las cuales intro- reclamando sus títulos colectivos des- dujeron la sedentarización de las co- de el año 2000. Sin embargo, a pesar munidades (Silva 1997, Colchester et del amplio interés sobre esta cuenca al. 2004, Silva et al. 2012). Este cambio por parte de la sociedad civil y sus ha- cultural ha traído como consecuencia bitantes, no se ha logrado incrementar comunidades en continuo crecimien- su protección. Hasta años recientes, la to poblacional, ocasionando una ma- sección alta del río Caura (28.835 km2) yor presión de cacería y consecuente se mantuvo protegida por su difícil ac- disminución de la fauna y recursos ceso y lejanía, no obstante, desde el naturales en los alrededores de sus co- 2009 se ha instalado la minería ilegal munidades (Silva 1997, Colchester et de oro, de modo que representa una al. 2004, Castellanos et al. 2008). En amenaza para el ecosistema y además vista del agravamiento de esta situa- ha provocado cambios culturales en ción, especialmente en el río Erebato algunas comunidades indígenas. A (sección alta de la cuenca), en el 2004 pesar de los planes gubernamentales las comunidades Ye’kwana y Sanema en contra de la minería ilícita (Izarra acordaron la protección de algunas 20101, Rangel 20142), esta sigue su sub-cuencas denominadas “Sömajö” curso y se estima que se ha extendido (en lengua Ye’kwana), áreas que no se- en un área aproximada de 1.461 km2, rían habitadas y que servirían para el lo que representa el 5% de los bosques uso intercomunal moderado y resguar- del alto Caura. do de sus recursos naturales (Colches- A pesar de la falta de protección ter et al. 2004, Silva et al. 2012). gubernamental efectiva (Yerena 2011), En este estudio se busca evaluar sus habitantes ancestrales han hecho el estado de la fauna de uno de estos uso tradicional de los suelos, bosques Sömajös (sub-cuenca del río Ka’kada) y fauna por varios centenares de años, y de las áreas de influencia de dos co- y han mantenido la vasta cobertura munidades Ye’kwana y dos comunida- boscosa del medio y alto Caura intacta des Sanema. El objetivo es evidenciar hasta el presente (Bryant et al. 1997, el alcance de los acuerdos inter-comu- Bevilacqua y Ochoa 2001, Colchester nitarios para la conservación de sus et al. 2004). Desde hace poco más de recursos, conocer el estado actual del 60 años, las prácticas tradicionales que Sömajö Ka’kada y entender el impacto incluían un modo de vida semi-nómada que ha tenido la cacería en los alrede- cambiaron radicalmente con la llegada dores de las comunidades.

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 193 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA a. b.

Figura 1. a) Ubicación relativa de las diferentes áreas de estudio y b) disposición de las estaciones de fototrampeo en cada una.

Ye´kwana: Anadekeña y Jüwütüña ubicado a 50 km de la boca del Ka’ka- (2014). De aquí en adelante nos refe- da en el Erebato. riremos a estas como Ka´kada, Yudi- Las comunidades Yudiña y ña y Anadekeña. Ayawaña se encuentran a 26 km La cuenca del río Ka’kada se en- aguas arriba de la desembocadura cuentra en el Alto Caura al norte del río Ka´kada en el Erebato. Son las de la meseta del Jaua, entre los ríos comunidades Sanema más pobladas Caura y Erebato (Figura 1a). Abar- y antiguas del río Erebato, fundadas ca una superficie de 3.163 km2 y es entre 1987 y 1989 respectivamen- un área inhabitada y reservada por te, con una población aproximada las comunidades indígenas para la de entre 250 y 300 habitantes cada cosecha de fauna silvestre y otros una. Ayawaña se encuentra ubicada recursos naturales. El área de estudio en las orillas del río Erebato, mien- abarcó los bosques siempre verdes tras que Yudiña se encuentra a las de tierras bajas ubicados en el bajo orillas del río Yudi, un afluente del Ka’kada, sección definida por el raudal Erebato. Tradicionalmente, ambas Ka’sai (5°14’45.06”N; 64°26’14.38”O), comunidades practican la cacería de

194 Perera-Romero et al. subsistencia a pie mediante caminos Erebato (Figura 1b) para aprovechar de cacería. El área de estudio abarcó la existencia de senderos de cacería bosques de los ríos Erebato, Yudi y o caminos de animales grandes, cla- Manasi a lo largo de bosques siem- ramente definidos. En cada estación pre verdes de tierras bajas, así como de muestreo, se utilizaron dispositi- bosques siempre verdes montanos. vos pasivos de flash infrarrojo de las La comunidad de Anadekeña se marcas Reconnyx HC 600, Reconnyx encuentra a 59 km aguas arriba de PC 900, Cuddeback Capture IR y Cu- Ayawaña y la de Jüwütüña a 12 km ddeback Ambush IR. Las cámaras se aguas arriba de Anadekeña. Estas son programaron para permanecer ope- comunidades Ye´kwana, quienes prac- rativas de modo continuo con inter- tican la cacería de subsistencia pero, valos entre fotografía de 30 segundos a diferencia de las comunidades Sa- para las Cuddeback y 1 segundo para nema, cuentan con acceso eventual a las Reconnyx. Cada cámara se ubicó a motores fuera de borda. Estas comuni- una altura aproximada de 45 cm, una dades también son las Ye´kwana más al frente de la otra y con distancias pobladas del Erebato con 400 a 500 al centro de la estación que variaron habitantes cada una. Jüwütüña fue entre 2 a 6 m. fundada en 1958 mientras que Anade- keña fue fundada en 1986. El área de Análisis de información influencia de ambas se encuentra a lo Para el manejo de información fo- largo del Erebato y abarcan bosques tográfica se utilizó el programa siempre verdes montanos. Exif Pro 2.1, el cual facilitó la iden- tificación de especies y el posterior Metodología vaciado de metadatos fotográficos Recolección de datos en excel. En cada estación de mues- Los estudios se realizaron en la épo- treo se consideró el número de días ca de aguas bajas (marzo a junio) de operativos como el número de no- los años 2011, 2013 y 2014 para las ches-trampa (NT). Para cada cáma- áreas de Ka´kada, Yudiña-Ayawaña ra se calculó el número de registros (comunidades Sanema) y Anadeke- independientes, los cuales se con- ña-Jüwütüña (comunidades Ye’kwa- sideraron como todas aquellas fo- na), respectivamente. El muestreo por tografías consecutivas de especies medio de estaciones de foto-trampeo diferentes, de la misma especie pero fue diseñado también para estimar de individuos identificables y distin- la densidad de jaguares, por lo que tos, o bien, de la misma especie pero las estaciones se colocaron espacia- espaciadas por más de 30 minutos. das entre 1,6 a 3,2 km, buscando una Posteriormente se procedió a “pa- distancia ideal de 2,5 km. En cada rear” los registros independientes estudio, se instaló 58, 53 y 52 esta- de ambas cámaras a fin de cuantifi- ciones de foto-trampeo respectiva- car el total de eventos independien- mente (Tabla 1). El área abarcada tes por estación. Para cada especie, por los diferentes muestreos se cal- y por cada estación de muestreo, culó de acuerdo al mínimo polígono las tasas de encuentro (TE) fueron convexo. Las estaciones se colocaron calculadas como el número total de a lo largo de los ríos Ka’kada, Yudi y eventos independientes por cada

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 195 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA a. Localidad Kakada 60 Yudiña-Ayawaña Anadekeña-Juwutuña

40

TE Promedio ± 1 E. S. TE Promedio ± 1 E. 20

0 Tayassu pecari Cuniculus Crax alector Myrmecophaga Tapirus Mitu Panthera onca Puma concolor paca tridactyla terrestris tomentosa

b. 80 Localidad Kakada Yudiña-Ayawaña Anadekeña-Juwutuña

60

40 TE Promedio ± 1 E. S. TE Promedio ± 1 E.

20

0

Dasypus sp. Tinamiformes Didelphis Penelope marsupialis jacquacu

Figura 2. Tasas de encuentro promedio (eventos.1000 noches-trampa-1 ) de algunas especies por loca- lidad. a) Especies encontradas con mayor frecuencia en el Sömajö Ka’kada y b) especies encontradas con mayor frecuencia en las comunidades.

196 Perera-Romero et al.

Tabla 1. Detalles del muestreo realizado para cada una de las localidades estudiadas.

LOCALIDAD ESTACIONES DE ÁREA ABARCADA AÑO NOCHES-TRAMPA EVENTOS DE ESTUDIO FOTOTRAMPEO (km2)

Ka´kada 2011 58 235 1933 972

Yudiña-Ayawaña 2013 53 331 2220 1139

Anadekeña-Jüwütüña 2014 52 255 1508 948

1000 noches-trampa (Tobler et al. aves (Lámina 1a-f). El listado completo 2008). Luego, fueron usadas para puede encontrarse en el anexo 1. De calcular por especie las TE promedio las 26 especies tomadas en cuenta en y su correspondiente error estándar. este estudio, se tiene que en Ka’kada se Para este estudio consideraron 26 encontraron 23, con ausencia de meso- especies de interés, entre ellos ma- carnívoros como el zorro (Cerdocyon míferos de masa corporal superior thous), el tigrillo (Leopardus wiedii) y a 1 kg, con hábitos predominante- la onza (Herpailurus yagouaroundi). En mente terrestres, y aves con hábitos Anadekeña se registraron 24 especies terrestres arbóreos (Tinamiformes, sin observaciones para báquiros de Galliformes y Gruiformes) (Anexo 1, cachete blanco (Tayassu pecari ) ni para especies con*). Una vez se organi- el tigrillo. De igual forma, en Yudiña zó la información, los datos fueron dos especies quedaron sin registros, importados al programa SPSS (SPSS la cuspa montañera (Cabassous Inc. Chicago, IL., USA) para su proce- unicinctus) y el coatí ( nasua). samiento estadístico. Para evaluar si De las 26 especies de interés, la más había diferencias significativas entre registrada en todas las áreas de estudio las TE promedio, se utilizó la prueba fue el picure (Dasyprocta leporina), con no paramétrica de Mann-Whitney U tasas de encuentro promedio entre 113 con la que se evaluaron las diferen- y 183 eventos.1000 noches-trampa-1. cias entre Ka’kada y cada una de las La gran mayoría de las especies comunidades, así como entre las de mantuvieron tasas de encuentro Yudiña y Anadekeña. Finalmente, menores a 15 eventos.1000 noches- para visualizar mejor estas diferen- trampa-1. Los valores para todas las cias, a las TE promedio de Ka’kada especies pueden observarse en la tabla se les restó el valor promedio de Yu- 2, mientras que su representación diña y Anadekeña. gráfica para una selección puede observarse en la figura 2. Resultados En cuanto a las diferencias re- Durante un total de 1.933, 2.220 y 1.508 gistradas por especies y localidad, noches-trampa para, en ese orden, las se observaron TE significativamen- áreas de Ka´kada, Yudiña y Anadekeña, te mayores (Mann-Whitney U, p < se obtuvieron 972, 1.139 y 948 eventos 0,05) en Ka’kada, en comparación con independientes. Estas fotografías ambas comunidades, para la danta correspondieron a un total de 29 (Tapirus terrestris), el báquiro de ca- especies de mamíferos y 20 especies de chete blanco (Tayassu pecari) y la pava

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 197 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA

Tabla 2. Eventos y tasas de encuentro promedio por especie para cada localidad. Diferencias significa- tivas (Mann-Whitney U, p <0.05) entre tasas TE de X Ka’kada-Yudiña, O Ka’kada-Anadekeña, Y Yudiña-Anadekeña

E = Eventos; TE = Tasas de encuentro promedio = Eventos.1000 Noches-trampa-1; E.S. = Error estándar

KA´KADA YUDIÑA-AYAWAÑA ANADEKEÑA-JÜWÜTÜÑA ORDEN ESPECIE E TE E.S. E TE +/- E.S. E TE +/- E.S.

MAMÍFEROS

Didelphis Didelphimorphia 4 2,17 ± 1,05 10 4,92 ± 2,08 18 12,86 ± 4,77 marsupialis

Cabassous 2 1,02 ± 1,02 0 0 ± 0 1 0,74 ± 0,74 unicinctus

Cingulata Dasypus spp. O 32 17,19 ± 6,12 43 14,95 ± 5,49 79 56,64 ± 17,07

Priodontes 5 2,76 ± 1,19 12 6,04 ± 1,99 3 1,96 ± 1,11 maximus

Myrmecophaga Pilosa 50 26,48 ± 5,74 25 10,68 ± 2,49 20 14,41 ± 4,1 tridactyla

Nasua nasua Y 1 0,47 ± 0,47 0 0 ± 0 5 3,28 ± 1,7

Eira barbara 7 3,89 ± 1,39 4 1,91 ± 0,94 4 2,88 ± 1,39

Cerdocyon thous 0 0 ± 0 1 0,63 ± 0,63 5 3,72 ± 3,72

Leopardus 10 5,29 ± 1,87 5 1,82 ± 0,8 12 8,4 ± 2,71 pardalis Carnivora Leopardus 0 0 ± 0 3 1,78 ± 1,01 0 0 ± 0 wiedii

Herpailurus 0 0 ± 0 2 0,64 ± 0,45 2 1,49 ± 1,04 yagouaroundi

Puma concolor 13 6,96 ± 2,04 10 4,06 ± 1,58 3 2,16 ± 1,22

Panthera onca 13 6,99 ± 3,14 7 2,46 ± 1,02 7 4,77 ± 1,93

Tapirus Perissodactyla 39 20,89 ± 3,74 17 7,04 ± 1,89 2 1,44 ± 1,01 terrestris XOY

Tayassu 110 58,06 ± 9,88 9 4,67 ± 2,04 0 0 ± 0 pecari XOY Artiodactyla Pecari tajacu Y 30 16,09 ± 3,89 25 11,46 ± 3,21 12 8,56 ± 3,6

Mazama spp. 54 28,87 ± 4,8 62 25,86 ± 4,57 29 19,85 ± 5,43

Cuniculus paca 57 30,88 ± 12,38 45 23,56 ± 5,65 27 18,86 ± 6,87

Dasyprocta 214 113,74 ± 18,04 423 183,62 ± 28,58 205 144,35 ± 30,47 Rodentia leporina X

Myoprocta 51 27,02 ± 9,48 58 21,79 ± 9,56 25 18,22 ± 12,93 pratti

AVES

Tinamiformes Tinamiformes 9 4,87 ± 2,97 34 16,08 ± 3,83 41 29,04 ± 6,92 XO

Penelope 3 1,08 ± 1,08 3 1,17 ± 0,68 13 9,23 ± 3,19 jacquacu O Y

Pipile pipile 0 0 ± 0 1 0,52 ± 0,52 0 0 ± 0

Galliformes Mitu 35 19,19 ± 9,76 17 8,64 ± 4,05 4 2,98 ± 1,44 tomentosum

Crax alector 54 29,1 ± 4,76 38 20,2 ± 6,82 33 23,47 ± 9,12 X O

Psophia Gruiformes 87 46,38 ± 10,53 73 30,41 ± 6,72 67 46,47 ± 12,61 crepitans

Total 18,05 ± 1,39 15,57 ± 1,6 16,76 ± 1,84

198 Perera-Romero et al.

a. Tayassu pecari * Tapirus terrestris * Mitu tomentosa Myrmecophaga tridactyla Cuniculus paca Mazama sp. Myoprocta pratii Tayassu tajacu Crax alector * Psophia crepitans Cabassous unicintus Priodontes maximus Penelope jacquacu Didelphis marsupialis Tinamiformes * Dasyprocta leporina Dasypus sp.

-80-60 -40 -20 -0 20 40 60 80

Kakada - Anadekeña Kakada - Yudiña

b. Puma concolor

Panthera onca

Eira barbara

Leopardus weidii

Puma yaguaroundi

Nasua nasua

Leopardus pardalis

Cerdocyon thous

-6 -4 -2 0 2 4 6

Kakada - Anadekeña Kakada - Yudiña

Figura 3. Diferencias en tasas de encuentro promedio entre Ka’kada y las comunidades. a) Especies no carnívoras y b) especies carnívoras. Los valores positivos muestran que las TE son mayores en Ka’kada, mientras que los valores negativos indican TE mayores en las comunidades. Las líneas punteadas agrupan especies con diferencias en valor absoluto menor a dos unidades.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 199 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA

Tabla 3. Especies organizadas por las diferencias en Tasas de Encuentro (TE) entre Ka’kada y comunidades. * Indica diferencias significativas entre Ka’kada y ambas comunidades. Se muestran aquellas especies cuyas TE promedio fueron mayores en el área sometida a una menor presión de cacería (Sömajö Ka’kada), aquellas con TE mayores en las comunidades, y aquellas que no mostra- ron grandes diferencias. Para esto se consideraron valores absolutos menores a 2 unidades.

GREMIO MAYORES TE EN KA’KADA MAYORES TE EN COMUNIDADES SIN GRANDES DIFERENCIAS

Omnívoros Didelphis marsupialis

Myrmecophaga tridactyla Dasypus sp. Priodontes maximus Insectívoros Cabassous unicinctus

Eira barbara Cerdocyon thous Leopardus pardalis

Panthera onca Nasua nasua Carnívoros Puma concolor Herpailurus yagouaroundi

Leopardus wiedii

Tapirus terrestris * Dasyprocta leporina

Tayassu pecari *

Pecari tajacu

Myoprocta pratti

Herbívoros Mazama sp.

Cuniculus paca

Mitu tomentosum Tinamiformes *

Crax alector * Penelope jacquacu

Psophia crepitans

de cola blanca (Crax alector) (Figura Ka’kada dejan ver que la mayoría de 3, Tabla 3). De igual modo se regis- los grandes vertebrados se encuen- traron mayores TE en Ka’kada (aun- tran con más frecuencia en el Sömajö. que no significativas), para la pava Los registros del tapir, báquiro de ca- de cola colorada (Mitu tomentosum), chete blanco y el paují de cola blanca el oso hormiguero (Myrmecophaga fueron significativamente mayores en tridactyla), la lapa (Cuniculus paca), Ka’kada en comparación con las de- los venados (Mazama spp.), el picurito más áreas. Esto concuerda con la per- rabudo (Myoprocta pratti), el báquiro cepción comunitaria documentada en de collar (Pecari tajacu) y las grullas entrevistas y talleres sobre el estado (Psophia crepitans), así como para gran- de la fauna alrededor de sus comuni- des carnívoros como el jaguar (Panthera dades (Perera-Romero y Palma 2012 onca), el puma (Puma concolor) y el hu- a, b, c, Perera-Romero et al. 2012), rón (Eira barbara). donde se reportó que estas especies junto con el paují de cola colorada, la Discusión pava rajadora (Aburria cumanensis), Los resultados obtenidos represen- las grullas, la lapa, el báquiro de co- tan el primer punto de información llar (Pecari tajacu) y el mono araña de para grandes vertebrados del alto vientre amarillo (Ateles belzebuth), se Caura. Las diferencias en las tasas encontraban antes con mucha faci- de encuentro entre comunidades y lidad en los bosques de Anadekeña,

200 Perera-Romero et al.

Jüwütüña y Ayawaña, pero que en abundancia relativa a la hora de com- la actualidad, son muy difíciles de parar las poblaciones de vertebrados conseguir. Esto significa que los ca- terrestres. Además, se pueden tener zadores deben recorrer mayores dis- inconvenientes al momento de carac- tancias y que las jornadas exitosas terizar la estructura comunitaria, son cada vez menos frecuentes. De pues especies con rangos de acción igual modo, los resultados obtenidos pequeños, cuyos centros de acción concuerdan con las observaciones se encuentren ubicados cercanos a de censos en trayectos lineales rea- la estación de muestreo, tienen una lizados en las tres áreas de estudio alta probabilidad de presentar tasas entre el 2008 y 2014 donde se regis- de encuentro altas, pero provenien- tran mayores tasas de encuentro para tes de un mismo individuo o grupo de Ka’kada (Perera-Romero et al. datos individuos (O’Brien 2011). Este pue- no publicados 2014). de ser el caso de las grullas (Psophia Además de coincidir con la per- crepitans), picures, lapas y cachica- cepción de las comunidades, el patrón mos (Dasypus spp). Sin embargo, el observado coincide con el patrón de presente estudio buscó destacar las preferencia ampliamente reportado en diferencias entre el Sömajö Ka’kada la Amazonia. En la figura 2 se obser- y las comunidades estudiadas, por lo va que aquellas especies con mayores tanto hay que tener en cuenta que las tasas de encuentro en Ka’kada (y me- tasas de encuentro se obtuvieron bajo nores registros para las comunidades), diseño, protocolos de instalación, se dan para especies de gran biomasa dispositivos y equipo humano iguales que ampliamente han sido reportadas para las tres áreas de estudio. como vulnerables a la cacería tanto Para la sección alta del Caura, por la preferencia de los cazadores así este estudio representa la primera como por su longevidad y bajas tasas descripción del impacto de la cacería de reproducción. Estas especies co- en poblaciones animales alrededor rresponden a crácidos (pavas y pau- de las comunidades. De igual modo, jíes), grullas, artiodáctilos (báquiros, evidencia el rol importante rol que venados, tapir) y atelinos (mono ara- cumplen los Sömajös como áreas ña) (Bodmer 1995, Peres, 2000, Peres para la conservación de grandes ver- y Nascimento, 2006, Peres y Palacios tebrados. Estas áreas de descanso o 2007). El patrón inverso, especies recuperación, se vienen designando registradas más frecuentemente en tradicionalmente dentro de las áreas zonas con mayor presión de cacería, de influencia de algunas comunida- se observa en Tinamiformes, picures, des Ye’kwana (Silva et al. 2012), aun- cachicamos y rabipelados (Didelphis que su desempeño no ha sido hasta marsupialis), especies de menor bio- ahora documentado. La creación del masa, relativamente mayores tasas Sömajö Ka’kada en 2004, así como su reproductivas y menor preferencia de resguardo y seguimiento de uso por parte de las comunidades, tal como parte de “parabiólogos” formados reportado por los mismos autores. para el manejo territorial, se acordó Las tasas de encuentro, en este intercomunitariamente en Asamblea caso frecuencias de foto capturas, tie- General (Colchester 2004). El éxi- nen sus limitaciones como índices de to de esta iniciativa, es un ejemplo

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 201 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA nacional y debe servir de incentivo entre comunidades indígenas de Su- entre las comunidades, así como ramérica (Oviedo 2006). Sin embargo, ayudar a fomentar el respeto por los en el caso del Caura se carece de la titu- acuerdos, pues en algunas ocasiones laridad de los territorios ancestrales o se ha reportado un uso “excesivo” del bien alguna designación que permita su Sömajö (Castellanos et al. 2009, Pere- reconocimiento jurídico más allá del con- ra-Romero et al. 2010). Esto es espe- suetudinario. Aun así, la voluntad de las cialmente importante ahora, pues en comunidades, deja ver una efectividad momentos de importantes cambios de manejo en contraste con la carencia culturales, como los derivados de la de medidas de ordenación, zonificación, presencia de minería ilegal, la pre- manejo o monitoreo implementada para sión sobre los recursos aumenta así alguna de las áreas protegidas existentes como el desarraigo y la omisión de en el medio y alto Caura. Se resalta así prácticas tradicionales de uso. la importancia y el potencial de la ges- Esta medida de manejo consue- tión territorial indígena en sus hábitats tudinaria, puede compararse con una ancestrales, como instrumentos funda- diversidad de ejemplos de áreas de mentales para la conservación efectiva conservación comunales existentes en el Escudo Guayanés.

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202 Perera-Romero et al.

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 203 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA

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204 Perera-Romero et al.

Anexo 1. Listado de especies registradas por foto-trampeo en las diferentes áreas de estudio.

YUDIÑA- ANADEKEÑA- ORDEN GENERO ESPECIE KA´KADA AYAWAÑA JÜWÜTÜÑA

MAMÍFEROS

Didelphis marsupialis xxx Didelphimorphia Didelphidae Metachirus nudicudatus* xx

Cabassous unicinctus xx

Cingulata Dasypodidae Dasypus spp. xxx

Priodontes maximus xxx

Myrmecophaga tridactyla xxx Pilosa Mymecophagidae Tamandua tetradactyla* xx

Primates Cebidae Cebus olivaceus* x

Procyionidae Nasua nasua xx

Mustelidae Eira barbara xxx

Canidae Cerdocyon thous xx

Leopardus pardalis xxx Carnivora Leopardus wiedii x

Felidae Herpailurus yagouaroundi xx

Puma concolor xxx

Panthera onca xxx

Perissodactyla Tapiridae Tapirus terrestris xxx

Tayassu pecari xx Tayassuidae Pecari tajacu xxx Artiodactyla Mazama americana xxx Cervidae Mazama gouazoubira xxx

xxx Sciuridae Sciurus spp.* xx

Rodentia Cuniculidae Cuniculus paca xxx

Dasyprocta leporina xxx Dasyproctidae Myoprocta pratti xxx

AVES

Buteogallus urubitinga* x Falconiformes Accipitiridae Daptrius ater*

Tigrisoma lineatum* xx

Phoenicopteriformes Ciconiformes Cochlearius cochlearius* x

Mesembrinis cayannensis* x

Tinamus major major xxx

Tinamidae variegatus xx

Tinamiformes Crypturellus soui xx

Leptotila rufaxilla* xx Columbidae Geotrygon montana* xx

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 205 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA

Anexo 1. Continuación.

Penelope jacquacu xxx

Pipile pipile* x Galliformes Cracidae Mitu tomentosum xxx

Crax alector xxx

Gruiformes Psophiidae Psophia crepitans xxx

Pteroglossus torquatus* x Piciformes Ramphastidae Ramphastos tucanus* x

Cuculiformes Cuculidae Neomorphus rufipennis* X

206 Perera-Romero et al. Fotos: Programa Caura-Wildlife Conservation Society. Conservation Caura-Wildlife Programa Fotos:

Lámina 1a. Jaguar (Panthera onca).

Lámina 1b. Pecarí de labio blanco (Tayassu pecari).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 207 Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA Fotos: Programa Caura-Wildlife Conservation Society. Conservation Caura-Wildlife Programa Fotos:

Lámina 1c. Danta amazónica (Tapirus terrestris). Foto: Programa Caura-Wildlife Conservation Society / John Polisar. Polisar. Society / John Conservation Caura-Wildlife Programa Foto:

Lámina 1d. Puma (Puma concolor).

208 Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO Consideraciones particulares de los felinos en algunas zonas amortiguadoras de áreas protegidas del Caribe colombiano

Carlos Castaño-Uribe, Cristal Ange-Jaramillo, Natalia Ramírez-Guerra y Juan F. Romero

Resumen. La fragmentación y la pérdida de hábitat se han catalogado como dos de las amenazas más importantes para la biodiversidad y la sostenibilidad del desarrollo territorial y la disminución progresiva de bienes y servicios del país. Es evidente, que las áreas protegidas son una estrategia muy efectiva para con- servar espacios naturales y especies silvestres, no obstante, resulta indudable que en muchas regiones del país, independientemente de su nivel de represen- tatividad, estas son insuficientes o su tamaño no permite que muchas especies cumplan con funciones de autorregulación. La Fundación Herencia Ambiental Caribe (FHAC) en asocio con Conservación Internacional Colombia, decidió ini- ciar en año 2007 un trabajo amplio y de largo alcance para poder caracterizar y gestionar adecuadamente el problema de los felinos en la región norte de Co- lombia. Como parte de este esfuerzo se cuenta hoy con un Plan de Conservación de Felinos del Caribe (PCFC), el cual es una estrategia interinstitucional para in- vestigar y lograr gestión en la región, considerando que esta es una de las áreas con mayores dificultades para la conservación de grandes felinos y quizás una de las que presenta mayor incidencia en la mortalidad de individuos a manos de campesinos, hacendados y comunidades. Gracias a la implementación del PCFC se han podido conocer y entender, con mayor precisión, el papel destacado de los felinos como especies bioindicadoras del estado de los ecosistemas, así como también los conflictos socio-ambientales asociados con estas especies.

Palabras clave. Conflicto. Hábitat. Conservación. Caracterización. Corredores biológicos.

Abstract. Fragmentation and loss of habitat have been catalogued as two of the most important threats to biodiversity and to the sustainability of territori- al development and the progressive decrease in the environmental goods and services of the country. It is evident that protected areas are a very effective strategy to conserve natural spaces and wildlife, however, doubtlessly, various regions of the country, regardless of the level of representativeness, have pro- tected areas that are insufficient or their size does not allow various species to carry out their self-regulating function. The Fundación Herencia Ambien- tal Caribe (FHAC), along with Conservation International Colombia, began in the year 2007, a broad and far-reaching work to characterize and properly manage the problem of felines in the northern region of Colombia. As part of this effort, today there is a Conservation Plan for Felines in the Colombian Caribbean (PCFC), which is an inter-instititutional strategy to investigate and bring about adequate management for felines in the region, considering that this is one of the areas with the greatest difficulties for the conservation of

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 209 Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO large felines and perhaps one that has the greatest impact on mortality of individuals at the hands of farmers, ranchers and communities. Thanks to the implementation of PCFC it has been possible to know and under- stand, with greater precision, the prominent role of felines as bioin- dicator species, as well as the socio-environmental conflicts associated with these species.

Key words. Conflict. Habitat. Conservation. Characterization. Biological corridors.

Introducción Durante los últimos años las investiga- con irrupción de especies domésticas, ciones realizadas en la región del Cari- especialmente cuando también se hace be demuestran que existen numerosos uso de franjas ecotonales (Castaño-Uri- problemas de conservación del patri- be y González Maya 2012). monio biodiverso y silvestre de nues- Es evidente, que las áreas prote- tro país, especialmente en las áreas de gidas son una estrategia muy efectiva transición entre paisajes protegidos y para conservar espacios naturales y es- zonas de uso agropecuario o urbano. pecies silvestres, así como asegurar los La fragmentación y la pérdida de há- servicios ecológicos que estos prestan, bitat se han catalogado como una de no obstante, resulta indudable que en las amenazas más importantes para muchas regiones del país, independien- la biodiversidad y la sostenibilidad del temente de su nivel de representativi- desarrollo territorial y la disminución dad, estas son insuficientes o su tamaño progresiva de bienes y servicios del no permite que muchas especies cum- país (Payán y Castaño-Uribe 2013). plan con funciones de autorregulación. Los estudios adelantados conjun- Por ejemplo, conservación Internacio- tamente entre autoridades ambienta- nal y FHAC (2010) obtuvieron mayores les regionales, el Sistema de Parques valores de riqueza de especies de ma- Nacionales y algunas organizaciones míferos medianos y grandes, fuera de no gubernamentales, que avanzan en las áreas protegidas que dentro de las la implementación del Plan de Con- mismas (Figura 1), sobretodo en la zona servación de Felinos del Caribe, han relacionada con los Montes de María podido conocer y entender, con mayor (sectores de Guáimaro y Perico, Cerro precisión, el papel destacado de los fe- Toro y Cerro Maco). linos como especies bioindicadoras del En el caso de los felinos, los mayo- estado de los ecosistemas, señalando res problemas que se presentan para su los desajustes que pueden observarse sobrevivencia están asociados al estran- cuando hay desarreglos en sus reque- gulamiento que viven hoy las áreas pro- rimientos de movilidad y distribución, tegidas por la afectación en sus áreas así como también los conflictos entre circunvecinas (zonas amortiguadoras), los entornos, ya que generalmente es- las cuales escasamente cumplen el fac- tos se encuentran en medio de una tor regulador que demanda la ley como cobertura boscosa y una matriz del pai- atenuadoras de impactos en áreas nú- saje intervenido por causas antrópicas cleo de conservación, debido entre otros

210 Castaño-Uribe et al. a.

b.

Figura 1. a) Abundancia relativa por especie y b) riqueza de especies en áreas protegidas y no protegidas. Fuente: Castaño-Uribe et al. (2010).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 211 Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO

Tabla 1. Relación de casos de muertes de jaguares (Panthera onca) documentados entre el 2010 y 2015. Fuente: FHAC.

SEXO DEPARTAMENTO MUNICIPIO CORREGIMIENTO AÑO MOTIVO MACHO HEMBRA Guajira Fonseca Corralejas 2010 x Retaliación Guajira Fonseca Puerto López 2010 x Retaliación Guajira Riohacha Barbacoas 2011 x Retaliación Guajira Fonseca Conejo 2012 Retaliación Guajira Fonseca Conejo 2012 Retaliación Guajira Dibulla Pénjamo 2014 x Retaliación Magdalena Ciénaga Siberia 2014 Miedo Magdalena Ciénaga Siberia 2014 Retaliación Cesar Mariangola Mariangola 2014 x Retaliación Magdalena Ciénaga San Pedro de la Sierra 2015 x Retaliación Atropella- Magdalena Ciénaga La Isabel 2015 x miento Guajira La Jagua del Pilar El Plan 2015 x Retaliación Guajira La Jagua del Pilar El Plan 2015 x Retaliación aspectos, a que no existe aún un marco muy pocas áreas de transición de há- regulatorio eficaz para estas áreas que bitat permanente. Casi todas ellas son están en proceso de transformación áreas del sistema de Parques Naciona- antrópica y presentan un alto nivel de les y zonas de expansión de actividades fraccionamiento, el cual es acelerado agropecuarias o urbanas en algunos por las diferentes formas de uso del sue- casos (PNN Katios, PNN Paramillo, PNN lo (Payán y Borrego 2005). Sierra Nevada de Santa Marta,) así FHAC en asocio con Conservación como otras áreas que están en proceso Internacional, decidió iniciar en año actual de declaratoria como la Serranía 2007 un trabajo amplio y de largo al- de San Lucas y La Mojana. cance para poder caracterizar y gestio- Las áreas núcleo, sus zonas amor- nar adecuadamente el problema de los tiguadoras y los débiles corredores que felinos en la región norte de Colombia, eventualmente las conectan en la ac- en asocio con las autoridades ambien- tualidad, cada vez presentan mayores tales nacionales y regionales (Parques problemas de fragmentación. En los Nacionales y Corporaciones autónomas últimos años (2007-2015) los conflic- regionales). Como parte de este esfuer- tos entre humanos y grandes felinos zo se cuenta hoy con un Plan de Con- han ido en aumento hasta niveles que servación de Felinos del Caribe (PCFC) podrían demostrar que es una de las el cual es una estrategia inter-institu- áreas del país con mayor cantidad de cional para investigar y lograr gestión muertes de grandes carnívoros por en la región, considerando que esta es causa de la retaliación, o por lo menos una de las áreas con mayores dificul- donde se está haciendo un monitoreo tades para la conservación de grandes más amplio de estas circunstancias. felinos y quizás una de las que presen- Gracias a la estrategia interinstitucio- ta mayor incidencia en la mortalidad nal relacionada con el PCFC, en hechos de animales a manos de campesinos, verificables se han recuperado desde el hacendados y comunidades, como re- 2010 no menos de 27 casos de muertes sultado del conflicto generado entre las de jaguares y pumas (Tabla 1).

212 Castaño-Uribe et al.

Figura 2. Esquema metodológico del plan de Conservación de Felinos del Caribe que ha venido aplicándose en diferentes regiones del Caribe. Fuente: FHAC-ProCAT (2013).

Tabla 2. Especies por familia y orden de mamíferos registrados para la media y baja Guajira.

ORDEN FAMILIA ESPECIE NOMBRE COMÚN Dasyproctidae Dasyprocta punctata Ñeque Cuniculidae Cuniculus paca Guartinaja Rodentia Sciuridae Sciurus granatensis Ardilla Hidrochaeridae Hidrochoerus isthmius Ponche Cerdocyon thous Zorro perro Puma yaguaroundi Leoncillo Puma concolor Puma Leopardus pardalis Tigrillo Carnivora Panthera onca Tigre Leopardus wiedii Tigrillo lanudo cancrivorus Zorro cangrejero Mustelidae Conepatus semistriatus Mapurito Eira barbara Zorro viejo Marsupialia Didelphidae Didelphis marsupialis Chucha Lagomorpha Leporidae Sylvilagus floridanus Conejo Cingulata Dasypodidae Dasypus novemcinctus Armadillo Artiodactyla Tayassuidae Tayassu tajacu Saíno Cervidae Mazama americana Cauquero

El esquema metodológico general cantidad de actividades estratégicas con el que se ha ido abordando y eje- que se han ido implementando con las cutando el PCFC, desde el 2007 hasta autoridades ambientales, el Ministerio la fecha (Figura 2), incluye una gran de Ambiente, la Unidad del Sistema de

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 213 Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO

Parques Nacionales y una serie de insti- que declinó totalmente en el 2006 de- tuciones y organizaciones no guberna- bido a la cacería furtiva y deportiva por mentales entre las cuales se encuentra retaliación de los ganaderos, quienes ProCAT y Panthera, entre otros. pusieron precio a su cabeza, tal como En total se han realizado muestreos se logró documentar en el Plan de Or- con cámaras-trampa correspondientes a denamiento de la Cuenca Hidrográfica 5.034 noches-trampa en 41 localidades del (CI-Cardique 2006). de los seis departamentos. Hasta el mo- mento se han registrado 28 especies de Desde 2008 hasta la fecha, se avan- mamíferos terrestres medianos y gran- zó con Parques Nacionales, en una des y las cinco especies de felinos espera- gran cantidad de iniciativas, primero das para el Caribe (2008-2013) (Tabla 2). de caracterización y definición de pre- sencia-ausencia y abundancia relativa Estudios de caso de felinos, y luego definiendo estrate- Para propósitos de este análisis, se con- gias de trabajo educativo y cultural con sideraran dos estudios de caso, donde la población local, focalizando en San más se han desarrollado las diferentes Juan Nepomuceno, el Santuario de Co- acciones en estos últimos cinco años lorados y su zona amortiguadora una y donde se han aplicado las múltiples gran cantidad de acciones que lograron estrategias del PCFC, gracias a los consolidar la definición del Corredor de esfuerzos institucionales de Parques Conservación del Tigre Malibú. Dichas Nacionales y las Corporaciones Autó- acciones incluyeron: análisis ecológicos nomas Regionales, tal como se presen- de las poblaciones de felinos; abundan- ta a continuación. cia relativa, ocurrencia y distribución; A. Montes de Maria (Bolívar/Sucre). modelos de hábitat potencial; tipología Incluyendo parte de las estribaciones de conflictos; identificación y rescate hacia el rio Magdalena, por el costado de sitios arqueológicos asociados a la oriental y el Canal del Dique hasta su figura del jaguar en la zona amortigua- Delta en el costado noroccidental. El dora del SFF de Colorados; formula- PCFC inicia en el 2007 un proceso de ción de estrategias de conservación de caracterización y diseño de un Corre- la biodiversidad a través de estableci- dor de Conservación entre el de San- miento de áreas protegidas locales y tuario de Flora y Fauna (SFF) Montes regionales, ampliación de los PNN exis- de Colorados y SFF Corchal, conside- tentes, establecimiento de corredores rando los requerimientos de profun- de conectividad y micro-ordenamiento dizar y conocer mejor las condiciones predial con campesinos y grandes fin- y elementos biológicos y ecológicos queros, entre otras acciones. presentes en particular, relacionados En este contexto se ha trabajado con la información que se había tenido ininterrumpidamente con muchas ins- oportunidad de adelantar y obtener en tituciones, empresas y autoridades, así relación con la presencia del jaguar en como con la comunidad y los actores los últimos años, que desde Montes de locales con la idea de ampliar las opor- Maria bajaba hasta el Delta del Canal tunidades de conservación de los gran- del Dique. Dicha presencia, en determi- des felinos en Montes de Maria y de las nadas épocas del año, se mantuvo cons- Áreas Protegidas (AP), que de alguna tante durante los años 50 a 90 hasta manera no están pudiendo cumplir con

214 Castaño-Uribe et al. la función de autorregulación ecológi- de partida para la restauración de pai- ca por tamaño e insularidad, tal como sajes fragmentados. Los estudios de- resulta ser el caso de SFF Colorados y mostraron que esta especie puede ser SFF Corchal, de acuerdo con los mis- usada idealmente como EC o EI (indica- mos resultado arrojados por la inves- dora monitoreo) (González-Maya et al. tigación adelantada (Castaño-Uribe y 2010, Haines et al. 2006.). Gonzalez-Maya 2012). B. Serranía de Perijá y Sierra Nevada En total se realizaron muestreos de Santa Marta (Guajira). En el de- con cámaras-trampa correspondien- partamento de la Guajira todas las in- tes a 1.564 noches-trampa en varias vestigaciones se han realizado fuera de localidades donde se pudo registrar áreas protegidas, tanto en la Sierra Ne- especies de felinos (2008-2013), tanto vada de Santa Marta como en la Serra- dentro de las AP como fuera de ellas nía de Perijá, las dos ubicadas en zona y dentro del Corredor. Se documentó amortiguadora de Parques Naciona- que las poblaciones de grandes feli- les tanto en Colombia (Sierra Nevada) nos habían sido prácticamente erra- como en Venezuela (caso concreto del dicadas y la imposibilidad de utilizar flanco Occidental de Perijá que colinda el corredor por factores asociados a la con un Parque Nacional en Venezuela). deforestación y a la depredación desde El esfuerzo realizado por la FHAC en el 2006, ya que en el año anterior se conjunto con CORPOGUAJIRA se ini- registraron las últimas muertes com- ció en 2009, tratando de caracterizar probadas de jaguar y puma (Munici- las poblaciones de grandes felinos que pios de San Onofre y Maria la Baja). estaban siendo motivo de ataques per- Ante la ausencia de los grandes manentes en zonas de transición en las felinos, la especie de felino más co- estribaciones de estos dos macizos. El mún en la región es el tigrillo o ocelote trabajo logró adelantarse identificando (Leopardus pardalis), en todas las lo- actores y poblaciones con conflictos de calidades evaluadas. Este hace uso grandes felinos-campesinos y proble- extensivo incluso de zonas de mayor mas de ataques a animales domésti- fragmentación, aprovechándose de uni- cos (CORPOGUAJIRA y FHAC 2010). dades de paisaje intervenidas, pero que aún contienen un buen contingente de Se realizaron más de un cente- presas medianas y pequeñas y donde no nar de entrevistas a dueños y admi- existe otro felino que pueda regular las nistradores de fincas, muchos de los poblaciones. Además, se observó en ma- cuales habían reportado problemas yor abundancia por fuera de las áreas de depredación ante la corporación, protegidas que por dentro de ellas, apa- y se pudo constatar que en el Perijá rentemente con un inusual crecimiento colombiano (que no contaba en ese corporal observado en imágenes de foto momento con áreas protegidas) se es- trampeo entre el año 2008 - 2010. Fue taban presentando ataques inusua- evidente que el ocelote puede ser espe- les en áreas que hacía más de 25 o 30 cialmente útil para la definición y esta- años no habían sido objetos de conflic- blecimiento de corredores biológicos a to. Las investigaciones identificaron escalas pequeñas, como el proceso que posibles desplazamientos desde el Pe- se ha ido desarrollando en el Canal del rijá venezolano, de forma inusual por Dique y como elemento de planificación parte de Panthera onca aprovechando

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 215 Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO

Tabla 3. Registro de información fotográfica para Panthera onca. Fuente: FHACC (2013).

HORA LOCALIDAD MUNICIPIO N W FECHA ESPECIE CAPTURA OBSERVACIONES (24H) Camino pedregoso en loma. Barbacoa Riohacha 11°13.746 72°57.367 7/5/2012 Jaguar 6:36 Bosque seco secundario en regeneración de 30 años. Remanente de agua (pozo), en una microcuenca en la Barbacoa Riohacha 11°13.266 72°57.349 7/2/2012 Jaguar 5:29:45 finca La Soledad. Horas antes había llovido, viéndose cambios en la cantidad de agua. Remanente de agua (pozo), en una microcuenca en la finca Barbacoa Riohacha 11°13.266 72°57.349 7/4/2012 Jaguar 19:15:28 La Soledad. Horas antes había llovido, viéndose cambios en la cantidad de agua disponible. Bosque en ladera de montaña en buen estado de conservación. A 200 m hay afloramiento de El Molino El Molino 10°40.233 72°49.694 5/31/2012 Jaguar 22:48 agua. Este sitio corresponde a uno de los “sesteaderos” del ganado en esta finca. los registros más lluviosos de muchos definición de variables para un modelo años en el lado colombiano (Fenómeno de análisis multicriterio y se logró defi- de La Niña 2010-2011) (Tabla 3). nir disponibilidad y calidad de hábitat Se hizo, en su momento, un listado para el jaguar, hábitat prioritario para y una caracterización inicial de fincas la conectividad, considerando los nive- que presentaron eventos depredato- les de conectividad funcional PC. rios y se identificaron las problemá- Con base en lo anterior, se evalua- ticas que potencializaban el conflicto. ron los criterios para la identificación Se obtuvieron 47 registros de ataques y selección de fincas piloto y se reali- ocurridos entre los años 2000 al 2015 zó la identificaron y escogencia en tres en 37 fincas. De estas 37 fincas, seis lugares diferentes entre la Sierra Ne- fincas presentaron eventos recurrentes vada y la Serranía de Perijá, las cuales de ataques en diferentes años, de las debían cumplir una serie de criterios cuales, a su vez, se seleccionaron tres ecológicos y sociales, que permitieran fincas para implementar el plan piloto llevar a cabo el ensayo de fincas pilotos de monitoreo. Se evidenció el porcen- y la aproximación al tema del conflicto taje de eventos de depredación por es- por depredación. Los siguientes fueron pecie de animales domésticos (Figura los criterios contemplados para tal es- 3) y se realizó un examen de las espe- cogencia: a) existencia de distinciones cies de mamíferos registrados a través geográficas y ecológicas que incluyera del foto-trampeo y huellas en el área la Serranía de Perijá, la Sierra Nevada de estudio que estaban sirviendo como de Santa Marta y el corredor de cone- presas. Así mismo, se realizó un análi- xión entre estos dos biomas estratégicos sis multitemporal en la provincia bio- del departamento. b) Fincas donde se geográfica Serranía de Perijá y se hizo hayan producido ataques de depreda- un análisis de referencia de tipos de ción recientemente y donde la presen- cobertura entre Colombia y Venezuela, cia de felinos sea constante, lo cual fue entre las décadas de los 80´s hasta el verificado durante las visitas de cam- 2010. Adicionalmente se avanzó en la po a través de búsquedas de registros

216 Castaño-Uribe et al.

Figura 3. Porcentaje de eventos de depredación por especie de animales domésticos. Fuente: FHAC (2013). indirectos como huellas, arañones so- la Sierra Nevada de Santa Marta en el bre árboles, heces y registros directos flanco norte, haciendo parte de la cuen- usando foto-trampeo. c) Disposición de ca del rio Tapias y la microcuenca del los propietarios a ser parte del progra- rio Naranjal, donde la vegetación riparía ma piloto por medio de un compromiso y de ladera son predominantes. En estas (acuerdo formal) en los que se establece se establecieron una gran cantidad de las medidas de manejo y el tipo de res- medidas antidepredatorias (Hoogesteijn ponsabilidades reciprocas entre las par- y Hoogesteijn 2010) de animales domés- tes (CORPOGUAJIRA y FHAC 2012). ticos que involucraron corrales electrifi- Durante el 2012 y 2013 se estable- cados, banco de ganado del jaguar para cieron tres fincas piloto en diferentes responder por ataques, construcción de sistemas ecológicos del departamento reservorios de agua para las poblacio- (Figura 4). 1) Finca El Arhuaco ubicada nes silvestres, cultivos pan-coger para en la zona rural del corregimiento de presas del jaguar y programas de edu- Cuestesita, entre el municipio de Alba- cación ambiental, entre otros. (CORPO- nia y Riohacha. Los eventos depredato- GUAJIRA y FHAC 2012). En la lámina 1 rios a animales domésticos datan desde se ilustran tres especies de felinos consi- hace más de 20 años. 2) Finca Nueva deradas y en la lámina 2 algunos de los Vida, situada en la zona rural del corre- paisajes representativos. gimiento de Corralejas, municipio de San Juan del Cesar, sobre la cuenca del Conclusiones generales rio Cañaverales. Esta finca se halla en Entre los problemas más evidentes de áreas de bosque húmedo. 3) Finca Pe- las especies silvestres dentro y fuera dregal, ubicada en las estribaciones de de las áreas protegidas del Caribe, se

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 217 Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO

Figura 4a. Ubicación de las fincas pilotos. observó la pérdida de conectividad de los humanas y grandes felinos (Gonzales hábitats que empiezan a dejar aislados Maya et al. 2011, 2013). los remanentes de coberturas naturales, Se observó que la cercanía a cuer- protegidos o no, dentro de las matrices pos de agua (zonas de hidratación del del paisaje cada vez más impactadas por ganado) puede potencializar los ataques las poblaciones humanas en el Caribe. en los periodos secos. La distribución de Debido a la tradición y uso de la fauna los felinos en la región está fuertemen- silvestre, la expansión de fronteras agrí- te determinada por la presencia de las colas aumenta la probabilidad de con- principales unidades de bosque de la flicto. Es evidente que la disminución región, donde algunas de estas, al pa- de coberturas naturales y presas, incre- recer, se encuentran en mejor estado menta la competencia entre poblaciones de conservación dado su aislamiento e

218 Castaño-Uribe et al.

Figura 4b. Lugares de instalación de las cámaras trampa durante el estudio. inaccesibilidad. Se encontró una rela- medidas de autorregulación, de su am- ción significativa entre la abundancia pliación significativa y así lograr estra- y la presencia de todas las especies de tegias complementarias de conectividad mamíferos y los cinco felinos, con el es- funcional, tanto de sistemas boscosos tado del paisaje y si se encontraba den- como de cuerpos de agua o humedales, tro de un área protegida o no. a fin de garantizar el mantenimiento de Los Parques Nacionales y otras objetos de conservación e incluso de es- áreas protegidas se pueden conside- pecies paisaje como los grandes felinos. rar relictos de bosques aislados con un Los procesos humanos relaciona- gran nivel de insularidad en medio de dos con la fragmentación y la pérdida matrices agropecuarias hostiles que de- de hábitat en el Caribe están generan- penden en muchos casos para lograr do cambios en la composición de las

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 219 Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO poblaciones de animales y cambios en conectividad e indicadores que logren los procesos ecológicos que involucran determinar las tendencias en el tiempo y a especies. La identificación de algunos diseñar estrategias que respondan a las de estos aspectos relacionados con las necesidades puntuales de cada comuni- poblaciones de felinos, pone de relieve dad y de cada región que se involucre. los requerimientos urgentes de medidas Estudios de caso en Montes de María y importantes de manejo y la reorienta- los Macizos Montañosos de la Guajira ción de estrategias de ordenamiento, dan algunas ideas eficaces para orientar para lograr unas medidas eficaces de el trabajo en zonas amortiguadoras.

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 221 Castaño-Uribe et al. Fotos: FHAC.

Lámina 1a. Jaguar (Panthera onca), finca piloto Cuestecita. Lámina 1b. Piel de jaguar, Dibulla, febrero 2014.

Lámina 1c. Ocelote (Leopardus pardalis) en el Corredor Jaguar Colorados.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 223 Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO Fotos: FHAC.

Lámina 2a. Bosques secos tropicales del Atlántico-Canal Dique.

Lámina 2b. Serranía de Perijá.

Lámina 2c. Proceso colonización en Perija. Lámina 2d. Manglares San Onofre-Canal del Dique.

224 Capítulo 12. JAGUARES Y GRANDES MAMÍFEROS AMAZONAS Densidad de jaguares (Panthera onca) y abundancia de grandes mamíferos terrestres en un área no protegida del Amazonas colombiano

Esteban Payán Garrido y Sandra Escudero-Páez

Resumen. Dada la degradación y conversión de ecosistemas, es urgente cono- cer el estado de conservación de los grandes mamíferos neotropicales y en par- ticular en áreas no protegidas, dentro de una cuenca de interés mundial como es el Amazonas. La Amazonia es el hábitat más importante para la superviven- cia a largo plazo del jaguar (Panthera onca; 70 kg; NT) y la mayoría de mamí- feros grandes que dependen de los bosques bajos tropicales de Suramérica. En este capítulo se reportan datos de densidad de jaguar y abundancias relativas de ocho especies de mamíferos terrestres mayores a 10 kg, en un área no pro- tegida del centro y sur de la Amazonia en Colombia. Se realizó un muestreo de foto-trampeo de 1.132 trampas noches con 27 estaciones dobles en senderos del bosque amazónico, abarcando un área entre cámaras de 75 km2. Se discute la importancia en la conservación de las áreas no protegidas para los grandes mamíferos amazónicos y las áreas mínimas requeridas para conservar jaguares a largo plazo según la densidad estimada. Adicionalmente, se consideran las posibles razones para la conservación del área sin protección proactiva.

Palabras clave. Amazonas. Colombia. Densidad. Cámaras trampa. Mamífe- ros neotropicales.

Summary. Given the continuous degradation and transformation of natural eco- systems it is urgent to understand the population status of large terrestrial Neo- tropical mammals, in particular in large forested areas of global interest as the Amazon basin. The Amazon plays a vital role in the long-term conservation of jaguars (Panthera onca; 70 kg; NT) and the majority of large mammals that live in the lowland rain forest of South America. Here, we report the population density of the jaguar and the abundance of eight large mammal species (>10 kg) in an unprotected area of the Central Amazon Basin. A camera-trapping survey was carried out for more than 1.132 traps/night with 27 double stations located on Amazonian forest trails, covering an area between cameras of 75 km2. We discuss the importance of non-protected areas for jaguars and large terrestrial mammals, as well as the minimum areas required for long-term conservation for jaguars. Additionally, we consider potential reasons for the conservation of this unprotect- ed area without pro-active conservation.

Key words. Amazon. Colombia. Density. Camera traps. Neotropical Mammals.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 225 Capítulo 12. JAGUARES Y GRANDES MAMÍFEROS AMAZONAS

Introducción En la Amazonia los procesos de des- par de metros. Pero el ajuste de un mo- trucción y transformación están cre- delo estadístico robusto a los datos de ciendo a grandes pasos (Laurance et al. cámaras trampa cambió este panorama 2001, Soares-Filho et al. 2006) y con (Karanth 1995, Otis et al. 1978). una red de áreas protegidas insuficien- El uso de cámaras trampa ha per- te (Bruner et al. 2001, Peres y Terborgh mitido detectar especies crípticas a 1995, Rodrigues et al. 2004), el papel cualquier hora de la noche, reconocer en conservación de las áreas no prote- animales marcados naturalmente (pun- gidas toma gran relevancia (Schwartz- tos, rallas y rosetas) y por lo tanto, rea- man y Zimmerman 2005, Soares-Filho lizar inventarios de especies, así como et al. 2006). Por lo tanto, para poder estimaciones de abundancia y densi- desarrollar acciones de conservación dad (Kelly 2008, Rowcliffe y Carbone a nivel de paisaje es necesario evaluar 2008, Tobler et al. 2008). Hoy en día, el la contribución de las áreas no prote- foto-trampeo es posiblemente la técni- gidas en cuanto a la protección de la ca más efectiva para estimar parámetros biodiversidad regional (Gardner et al. poblacionales de felinos manchados y 2007a, Nepstad et al. 2006). Ignorar el rayados en bosques tropicales (O’Connell valor de las áreas no protegidas causa- et al. 2011, Rowcliffe y Carbone 2008). ría un abandono de estas en medio de El Amazonas es el ecosistema más un incremento de la presión humana y importante para la supervivencia de niveles mayores de explotación, lo cual los grandes mamíferos de bosques podría llevar a que las áreas protegi- bajos neotropicales (Sanderson et al. das queden como islas en un paisaje de 2002), pero increíblemente no hay aprovechamiento humano (Gardner et muchos datos sobre el estado de po- al. 2007a, Wells et al. 2007). blaciones más allá de datos asociados Los datos básicos sobre la abundan- al impacto del consumo de carne de cia de los animales son necesarios para monte (Payán 2009, Peres 1996b, Pe- tomar decisiones acertadas, basadas res y Palacios 2007). El conocimiento en información y que sean relevantes sobre la presencia y el estado pobla- para acciones de manejo y conserva- cional de estas especies es clave, ya ción (Gardner et al. 2007c, Olifiers et al. que son las especies focales por exce- 2005). La ausencia de datos robustos de lencia (Boutin 2005, Ray 2005, Ripple poblaciones de grandes mamíferos sel- et al. 2015). Los cambios en presencia váticos están asociados a las dificultades y abundancia de carnívoros repercute de seguimiento de las especies por sus en el incremento de presas, general- hábitos crípticos y lo inadecuado de las mente herbívoros y meso-depredado- técnicas de muestreo existentes (Mills res (Terborgh y Estes 2010, Terborgh 1996, Silveira et al. 2009). Los conteos de et al. 2001) y los grandes herbívoros rastros difícilmente pueden ir más allá de influyen en la diversidad, estructura detectar presencia y ausencia (Karanth y funcionamiento de los ecosistemas et al. 2003), y los avistamientos directos (Gordon et al. 2004). con modelos de distancia requieren de El trapecio amazónico colombiano enormes esfuerzos de muestreo (Carrillo ha sido identificado como una prio- et al. 2000) y son poco viables con ani- ridad de investigación a nivel nacio- males donde la visibilidad no supera el nal (Fandiño-Lozano y Wyngaarden

226 Payán y Escudero

2005) y como clave para muestreos habitan la zona a intensidades bajas de mamíferos a nivel de la cuenca comparadas con tasa de extracción de amazónica (Oliveira et al. 2002). El otras áreas amazónicas. Estas tasas ba- presente capítulo utiliza la técnica jas se deben a una fuerte dependencia del foto-trampeo para estimar densi- de los peces en los ríos circundantes y dad de jaguares y conocer las tasas a que la cacería es manejada por zo- de abundancia relativa de ocho espe- nificación de los resguardos, los cuales cies de mamíferos grandes (> 10 kg) en restringen la actividad a extraños. Los un sitio de estudio no protegido en la pueblos al sur del río Calderon y al norte cuenca amazónica central: el valle del de Leticia hacen parte de tres resguar- río Calderón en Colombia. dos con un total de 1,029 personas (Co- lombo-Brasilera 1989) (Figura 1). Material y métodos Área de estudio Muestreo con cámaras trampa La Amazonia colombiana se extiende La zona de foto-trampeo se hizo en la por 403.000 km2, y representa el 35,4% jurisdicción del resguardo llamado “km de la extensión del país (ORAM 1999), 11” (área = 75.5 km2, creado en 1982) de los cuales 109.665 km2 corresponden y en las zonas de investigación de la al departamento del Amazonas, con una Estación Biológica El Zafire (Figura 1). densidad de 1,6 personas/ km2 (DANE El diseño de la puesta de las cámaras 1993). El trabajo de campo se llevó a trampa siguió el modelo de Karanth y cabo en el valle del río Calderón, entre Nichols (2002) y fue dirigido a detec- marzo y mayo del 2007 en el sur de tar abundancia de jaguares y ocelotes Trapecio Amazónico en la época de llu- (Maffei y Noss 2008, Silver et al. 2004). vias. Esta zona hace parte de la ecorre- Las cámaras fueron puestas en pares gión de Várzea de y los bosques sobre senderos escogidos luego de un húmedos del Solimoes-Japura, por lo recorrido en busca de huellas de felinos que se consideran zonas prioritarias de y presas (Wallace et al. 2003), a una biodiversidad (Mittermeier et al. 1998, distancia de 2 km entre estaciones. Myers et al. 2000) y se encuentra en- La localización de cada estación tre los interfluvios de los ríos Tacana y fue registrada con GPS (datum: WGS Calderón. Se usó como base de opera- 84) para luego ser ubicada en un mapa ciones la Estación Biológica El Zafire, de (Figura 1). Se registraron datos de co- la Universidad Nacional de Colombia. bertura y hábitat para cada estación. Los datos presentados aquí son parte La mayoría de las estaciones fueron co- de un estudio mayor que comparó ca- locadas en tierra firme (74%), y las de- cería, riqueza de especies y densidad más en igapo (15%) y en un enclave de de jaguares y ocelotes entre el Parque caatinga (11%). Dado que el muestreo se Nacional Natural Amacayacu y el valle hizo en la época de lluvias, la cantidad de del río Calderón (Payán 2009). área de igapo es marginal. Las inunda- El área ha sido talada selectivamen- ciones limitan el uso de este hábitat por te por indígenas y colonos por décadas la fauna gran parte del año (Haugaasen en busca de cedro (Cedrela odorata) y y Peres 2005a) y esta es tal vez la razón otras maderas valiosas. La cacería es más sencilla para considerar los datos en ejercida por las etnias y colonos que un mismo conjunto.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 227 Capítulo 12. JAGUARES Y GRANDES MAMÍFEROS AMAZONAS

Figura 1. Zona de estudio.

Análisis de captura-recaptura independientes (O’Brien et al. 2003). El Cada foto se identificó a nivel de especie modelo de captura-recaptura tiene dos y en caso de felinos manchados a nivel supuestos: todos los individuos en el de individuos por su patrón de man- área de muestreo tienen una probabili- chas. Los análisis se hicieron con fotos dad de captura mayor a cero y el sistema

228 Payán y Escudero evaluado es cerrado, implicando que no trampas-noche (Carbone et al. 2001). hay emigración, inmigración, muertes o Se asume que los IAR no reflejan den- nacimientos (Karanth y Nichols 2002). sidad dada la ecología de la especies, El análisis se hizo con el softwa- su comportamiento, tamaño y rango re CAPTURE (Burnham y Overton hogareño (Tobler et al. 2008). 1979, Otis et al. 1978) siguiendo la metodología de Díaz-Pulido y Payán Resultados (2012), Payán (2009). El resultado in- Las 27 estaciones incluyeron un esfuer- cluye una abundancia estimada , un zo de 1.132 trampas-noche durante el ajuste de cada modelo y una prueba muestreo que transcurrió de marzo a para evaluar si la población es cerrada mayo de 2007. El esfuerzo de muestreo (Rexstad y Burnham 1991). Detalles promedio por estación fue de 85 tram- analíticos y teóricos pueden ser en- pas/noche en un periodo de 42 días contrados en Otis (1978), White et al. (DE=21,13), el esfuerzo promedio por (1978) y Rexstad y Burnham (1991). mes fue de 377 trampas/noche (DE= La expectativa a priori es que el mode- 193,35) y la media de trampas/noche/ lo Mh es el más apropiado para felinos, mes por estación fue de 13,5 (DE 6,97). dados su territorialidad, diferencias en El foto-trampeo detectó cuatro in- rangos hogareños entre sexos y la lo- dividuos de jaguares adultos: dos ma- calización de estaciones en referencia chos (M1, M2), una hembra preñada a su movimientos (Dillon y Kelly 2008, (H1) y un individuo negro (J1) de sexo White et al. 1982). desconocido. Estos animales fueron Para estimar la densidad (N/área) de fotografiados en siete fotos indepen- jaguares en el área es necesario calcular dientes; las primeras fotos fueron re- el área efectiva muestreada por medio gistradas dos en un mismo día, el 8 de de la mitad de la Media de la Máxima marzo, y la última foto fue tomada el 2 ½(MMDM) (Karanth y Nichols 2002). de mayo. Los dos adultos fotografiados Aquí se usó 1/2 MMDM siguiendo las re- el mismo día (M1 y J1) se encontraban comendaciones para ocelotes de Dillon y en senderos diferentes a 2,7 km entre Kelly (2008) (ver Maffei y Noss 2008). La sí. El macho M1 fue fotografiado a lo densidad se estimó como D = N /A, donde largo de los tres meses de muestreo, N es la abundancia estimada y A el área. J1 durante dos meses, y M2 y H1 úni- camente en una ocasión. La distancia Presencia y abundancia relativa de máxima entre capturas de un mismo grandes mamíferos terrestres individuo fue de 12,7 km por parte de Las fotografías de grandes mamíferos M1 el cual además, cruzó el río Calde- se cotejaron contra una lista de espe- rón. Los jaguares fueron fotografiados cies potenciales (Tobler et al. 2008) del en seis estaciones diferentes. La matriz área, elaborada a partir de especies del historial de captura se elaboró para cazadas por los indígenas locales (Pa- este número de días. yán 2009) y presentes en guías de la Los modelos Mh y Mo fueron los zona (Alberico et al. 2000, Eisenberg mejor ajustados a los datos según el 1989, Emmons y Feer 1997). Se esti- programa, con un ajuste de 0,9 y de mó un índice de abundancia relativa 1, respectivamente. Aunque el mode-

(IAR) basado en el número de fotos in- lo Mo produjo el mejor ajuste, White dependientes o capturas, por cada 100 et al. (1982) recomiendan no usarlo

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 229 Capítulo 12. JAGUARES Y GRANDES MAMÍFEROS AMAZONAS cuando las muestras son pequeñas, por lo tanto la confirmación de presen- como es este caso, o cuando la hete- cia para la zona basada en evidencia. rogeneidad individual está presente, (Tabla 1 y Figura 2). como es el caso para felinos (Karanth 1995). El modelo Mh produjo una pro- Discusión babilidad de captura de jaguar de de Densidad de jaguares 0,19 y una abundancia de 6 (± 1,82) En este trabajo se reportan por vez con intervalo de confianza de 5-13 in- primera datos valiosos para la cuenca dividuos, y confirmo que no hay viola- amazónica y para Colombia, en cuanto ción del sistema cerrado ( = 0,97, Z = a la densidad de jaguar y abundancias 1,96). La probabilidad de detectar un de poblaciones salvajes de armadillo jaguar en la zona de estudio fue 0,67 y gigante, puma y perro de orejas cortas la probabilidad de no detectar un ani- (Payán 2009). mal fue de (1-N/ ) 0.33. La densidad reportada de jaguares La densidad estimada para jagua- adultos en el presente estudio (2,7/100 res en la zona de estudio fue de 2,7 (DE km2, DE=0,8) es comparable con otras = 0,8) individuos en 100 km2 (C. I. 2,2 estimaciones de densidad obtenidas a - 5,8). Usando 1/2MMDM de tamaño de partir del seguimiento con telemetría la franja de amortiguamiento, estimada en Colombia (2,6-5,2 ind./100 km2) de las recapturas totales, incluyendo las (Zuloaga 1995) y otras estimaciones de Amacayacu (datos ver Payán 2009), más recientes a partir de cámaras el área efectiva para la zona de estudio trampa en los Llanos Orientales de Co- fue de 224 km2 con una franja de amor- lombia (2,27/100 km2, DE= 0,4). Sin tiguación de un radio de 3,3 km. embargo, tienden a ser un poco más bajas que las estimaciones para jagua- Presencia y abundancia relativa res en el Magdalena Medio (4,88/100 de grandes mamíferos km2, DE=1,32) (Boron et al. datos sin El estudio detectó ocho de las diez espe- publicar). Los datos de densidad en- cies potencialmente presentes de ma- contrados son comparables con las míferos mayores a 10 kg (Lámina 1a-f). únicas densidades estimadas para ja- Las especies potenciales que no fueron guares en el Amazonas boliviano (2,8 fotografiadas fueron el tapir (Tapirus ind./100 km2) (Silver et al. 2004). Por terrestris) y el pecarí de labio blanco lo tanto, densidades alrededor de 3 (Tayassu pecari). Al comparar el IAR jaguares en 100 km2 serían la norma (Figura 2) no se evidencia una clara re- y el número de trabajo que se usaría lación entre abundancia relativa y el ta- para estimaciones poblacionales. maño, los anímales más grandes no son Está claro que los jaguares nece- los más abundantes. Las especies consi- sitan de las áreas no protegidas para deradas vulnerables por la UICN están su conservación a largo plazo a nivel en su mayoría ausentes en el muestreo continental y nacional (Bernal-Escobar a excepción del armadillo gigante. No et al. 2015, Payán et al. 2013) y depen- obstante, se observaron huellas de tapir den del Amazonas en gran parte, pues en los senderos. Cabe resaltar que este es el hábitat continuo más grande para trabajo produjo las primeras fotografías jaguares que existe (5.844.320 km2). del perro de orejas cortas (Atelocynus Áreas protegidas de más de 3.000 km2 microtis) en libertad para Colombia y han sido sugeridas como necesarias

230 Payán y Escudero

Tabla 1. Listado de mamíferos mayores a 10 kg detectados por cámaras trampa a partir de un esfuerzo de 1.132 trampas noche en la zona de estudio.

CATEGORÍA NOMBRE PESO PROMEDIO NOMBRE COMÚN GLOBAL DE IAR FOTOS CIENTÍFICO ADULTOS (kg) AMENAZA UICN

Jaguar Panthera onca 70 NT 0,62 7

Puma Puma concolor 50 LC 0,27 3

Priodontes Ocarro 26 LC 0,18 2 maximus

Mazama Venado colorado 25 DD 1,41 16 americana

Zaíno Pecari tajacu 20 LC 0,53 6

Mazama Soche gris 18 LC 0,35 4 gouazoubira

Perro de orejas Atelocynus 10 DD 0,44 5 cortas microtis

Leopardus Ocelote 10 Vu A2cd 0,27 3 pardalis

Abundancia de grandes mamíferos Los resultados presentes son una con- tribución que aumenta el conocimiento sobre la presencia de especies de gran tamaño para el Trapecio Amazónico colombiano, y en especial, el primer dato de población para el perro de ore- jas cortas y ocarros, animales de hábi- tos crípticos. Estos datos, al provenir de una técnica nueva, complementan Figura 2. Índice de abundancia relativa (IAR) otros muestreos previos para la zona en 100 trampas noche a partir de fotos inde- hechos con primates (Haugaasen y pendientes para la zona de estudio. Peres 2005c), aves (Cotton 1998, No- res 2000, Terborgh et al. 1990) y de para poblaciones mínimas viables de avistamiento y rastreo de mamíferos jaguares (PMV) (Quigley y Crawshaw (Haugaasen y Peres 2005a). Los datos Jr. 1992), pero Eizirik et al. (2002) presentados aquí están sujetos a varia- propusieron que las PMV requeridas ciones de temporada, detectabilidad y para sobrevivir 200 años con un 95% diferencias de comportamiento de es- de probabilidad, deberían contener un pecies (O´Brien 2008). mínimo de 650 individuos. A la densi- Los índices de abundancia relati- dad estimada, un área con 650 jagua- va estimados a partir de las tasas de res requiere 24.000 km2 de bosque, captura son útiles para comparaciones un tamaño poco viable para las áreas intraespecíficas, pero no interespe- protegidas amazónicas. Por lo tanto, es cíficas. Las tasas de captura pueden clave incluir áreas no protegidas en los aumentar debido a pasos repetitivos acciones de conservación de jaguares frente a las cámaras del mismo indi- en Colombia, que idealmente permitan viduo, diferencias territoriales entre uniones entre áreas protegidas. machos y hembras y disponibilidad

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 231 Capítulo 12. JAGUARES Y GRANDES MAMÍFEROS AMAZONAS de senderos (Henschel y Ray 2003, probable para su escasez en la zona Karanth y Nichols 2002). (Fragoso 1991). El esfuerzo de mues- Todos los mamíferos de gran ta- treo fue suficiente para detectar estos maño son preferidos y selectivamente ungulados, si se compara con el es- perseguidos por los cazadores amazó- fuerzo necesario para fotografiar ta- nicos (Jerozolimski y Peres 2003, Pa- pires y pecaríes de labio blanco en el yán 2009). La abundancia relativa fue PNN Amacayacu (Payán 2009), en el más alta para el venado colorado (Ma- Chaco (Noss et al. 2003) y en Bolivia zama americana). Aunque esta especie (Wallace et al. 2002). ha visto disminuidas sus poblaciones Los carnívoros estuvieron presen- en zonas de mayor cacería (Cullen et tes en los muestreos, con una abun- al. 2000, Peres 2000a), son bastante dancia relativa mayor que el jaguar. La resilientes a la cacería. Esta especie es presencia de pumas y ocelotes es de conocida por ser tolerante a la pertur- esperarse en un bosque con suficiente bación humana y está frecuentemente cobertura vegetal y en ausencia de per- presente en chagras, rastrojos y bos- secución directa, ya que estas especies ques secundarios (Hurtado-Gonzales son altamente adaptables a la coexis- y Bodmer 2004, Naughton-Treves et tencia con humanos (Heydon y Bulloh al. 2003). Los pecaríes de collar son 1996, Novack et al. 2005, Sunquist et las presas preferidas por los cazadores al. 1989). Zonas fragmentadas, tala- locales (Payán 2009) y en general en das y con cacería intensa y persistente, la cuenca amazónica (Jerozolimski y han mostrado diferencias significativas Peres 2003, Robinson y Bennett 2000), en abundancia y presencia de verte- pero aquí se observa que también per- brados, particularmente ausencias de duran en presencia de cacería y per- grandes carnívoros y ungulados en la turbación (Altrichter 2005, Michalski Amazonia (Bodmer 1995, Peres 2000b, y Peres 2007, Naughton-Treves et al. 2001), floresta atlántica (Cullen et al. 2003, Peres 1996a). 2000), bosques mejicanos (Estrada et Entre los ungulados, la ausencia de al. 1994) y en otros bosques alrededor registros de tapir y del pecarí de labio del mundo (Kinnaird et al. 2003, Laid- blanco pueden deberse a que son las law 2000, Morrison et al. 2007). especies más sensibles a la cacería (Bodmer 1995, Parry et al. 2007, Peres Consideraciones de manejo y 2000b) y sus poblaciones decrecen con legislación la presencia de actividades humanas El papel de áreas no protegidas en (Fragoso 2004, Fragoso 1991, Hill et conservación, que frecuentemente son al. 2003), por lo que están categoriza- consideradas sumideros para los gran- das como especies amenazadas (IUCN des mamíferos (Laurance et al. 2011, 2008)1. Estas especies son preferidas Woodroffe y Ginsberg 1998), puede ser a lo largo y ancho del Amazonas (Je- otro diferente al de conservación con rozolimski y Peres 2003), siendo en- un régimen de usos de bajo impacto en tonces la cacería la explicación más la biodiversidad. Aquí se observa cómo una cacería hecha por pueblos con ba- jas densidades humanas, ausencia de 1 IUCN. 2008. 2007 IUCN Red List of Threate- ned Species www.iucnredlist.org. Downloaded carreteras (Espinosa et al. 2014, Pe- on the 31 August 2008. res y Lake 2003), muy poca ganadería

232 Payán y Escudero y grandes áreas protegidas colindantes deforestación (Etter et al. 2006), colo- (casi 19.000 km2 de Parques Nacionales nización ilegal (PNNA 2006) y practicas Naturales (Cahuinari-Rio Puré-Amaca- productivas no-sostenibles (Koh y Wil- yacu), sin o con poca gente (0,7 personas cove 2008, Michalski et al. 2006), de por km2) (DANE 1993), pueden jugar un estas zonas no protegidas y claves en papel fundamental en la supervivencia la matriz del paisaje de conservación. de estos grandes mamíferos. En definitiva, la supervivencia de gran- El área muestreada está relativa- des vertebrados va a depender tanto de mente bien conservada, pero ya pre- nuestra habilidad para saber manejar senta signos de pérdidas de especies, las áreas protegidas de manera efecti- y este proceso continuará de forma va, con una base a largo plazo contra gradual (Cuaron 2000), a menos que la ameneza de aislamiento creciente, se proteja de forma proactiva y de la como de dirigir áreas no protegidas en mano con la comunidad. El reto es en- la dirección de coexistencia entre per- tonces, no permitir la degradación por sonas y carnívoros.

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240 Payán y Escudero Foto: E. Payán. Foto: E.

Lámina 1a. Jaguar (Panthera onca). Foto: E. Payán. Foto: E. Foto: N. Regnier. Foto: N.

Lámina 1b. Puma (Puma concolor). Nótese la condición Lámina 1c. Venado colorado (Mazama americana). del revelado de la foto por la humedad.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 241 Capítulo 12. JAGUARES Y GRANDES MAMÍFEROS AMAZONAS Foto: E. Payán. Foto: E. oto: A. Devlin y F.Tortato. A. oto: F

Lámina 1d. Perro de orejas cortas (Atelocynus microtis). Lámina 1e. Armadillo gigante (Priodontes maximus).

Foto: E. Payán. Payán. Foto: E.

Lámina 1f. Pecari de collar (Pecari tajacu).

242 Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA Implementación del corredor del jaguar en áreas no protegidas de Colombia

Angélica Díaz-Pulido, Karen E. Pérez-Albarracín, Angélica Benítez, Breiler Olarte-Ballesteros, Carolina Soto, Rafael Hoogesteijn y Esteban Payán Garrido.

Resumen. La conservación del jaguar (Panthera onca; 90 kg; NT) en áreas no protegidas requiere de la implementación de estrategias que favorezcan las co- munidades locales. En 2011 se diseñó e implementó un corredor estructural y funcional para la conservación del jaguar por medio de una serie de incentivos a la comunidad en el municipio de Tame (Arauca), zona de amortiguación del Parque Nacional Natural El Cocuy. Se usaron modelos de ocupación para identificar sitios claves para la conservación del jaguar en el área de estudio (76 celdas, 25 km2; 360 entrevistas). Los jaguares fueron detectados en 35,32% de las celdas y las especies presa en un intervalo de 76,32% al 78,95%. La probabilidad de uso de hábitat fue calculada para jaguar y pecarí de collar (Pecari tajacu) usando modelos de estado simple con siete covariables: proporción de bosque, proporción de cultivos, proporción de pastizales, distancia a ríos, distancia a vías, distancia a áreas prote- gidas y elevación. La proporción de bosque y la distancia a áreas protegidas fueron las covariables más relevantes para el modelo del jaguar. El coeficiente de la pro- porción de bosque estuvo relacionado positivamente con mientras que el coefi- ciente de la distancia a áreas protegidas estuvo correlacionado negativamente. La distancia a vías fue la única covariable incluida en el modelo de pecarí de collar, su coeficiente estuvo correlacionado negativamente con . A partir de 825 km2 de corredor modelado, se seleccionaron 8,3 km en la cuenca del río Purare para implementar restauración participativa (21,294 plántulas de 44 especies nativas) y hacer división y encerramiento de potreros para separar el corredor. Se intervi- nieron seis fincas seleccionadas con técnicas de manejo de ganado amigables con el jaguar (cercas eléctricas antidepredatorias y arreglos silvopastoriles) y se firmó un acuerdo de conservación por cinco años con la comunidad para mantener las cercas, no matar a los jaguares y cazar las presas del jaguar racionalmente.

Palabras clave. Modelo de ocupancia. Estrategias antidepredatorias. Restauración participativa. Arreglos silvopastoriles. PNN El Cocuy.

Abstract. Conservation of jaguars (Panthera onca; 90 kg; NT), the largest wild- in the Americas, in unprotected lands requires implementation of strategies to favor local communities and jaguar conservation. In 2011 we designed and im- plemented a functional and structural corridor for jaguar conservation through a series of incentives to the local community in the Municipality of Tame in the De- partment of Arauca, bordering the Cocuy National Park (CNP). We used occupancy modeling to identify key jaguar conservation sites in the study area (76 cells; 25 km2) and conducted 360 interviews with local people. Jaguars were detected in 56,57% of the sampling units. Prey species were detected in 76,32% - 78,95% of the sampling units. Probability of habitat use was modeled for jaguar and collared peccary (Pecari tajacu) using a single state model with seven covariates: propor- tion of forest, proportion of crops/plantations, proportion of grasslands, distance to

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 243 Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA rivers, distance to roads, distance to protected areas and elevation. Proportion of forest and distance to protected areas had highest explanatory value for jaguars. coefficient of proportion of forest was positively correlated with while the coefficient distance to protected areas was negatively correlated with . Dis- tance to roads was the only covariate included in the collared peccary model, its coefficient was negatively correlated with . We selected the most functional modelled corridor (825 km2) and selected an 8.3 km stretch along the Purare river to implement participatory restoration (21,294 plantules from 44 native sp.) and fencing the divide between corridor and livestock paddocks. Additionally, six farms were intervened to apply jaguar friendly cattle ranching techniques (predator-proof electrical fencing and silvopastural practices). A five year conservation agreement whereby the community agrees to not kill jaguars, maintain fencing, and hunting prey rationally sealed the implementation of the jaguar corridor.

Key words. Occupancy modeling. Anti-predator strategies. Participatory resto- ration. Silvopastoral practices. PNN El Cocuy.

Introducción La conservación del jaguar en áreas no jurisdicción del municipio de Tame, protegidas requiere de la investigación departamento de Arauca (Figura 1), e implementación de estrategias que se realizó un proceso de identificación favorezcan la calidad de vida de las co- de zonas estratégicas para la conser- munidades locales y la conservación vación del jaguar siguiendo un diseño del jaguar in situ. Con este objetivo se sistemático de entrevistas que inclu- diseñó una estrategia de implemen- yeron preguntas relacionadas con la tación de un corredor estructural y presencia del jaguar y sus principales funcional para la conservación del ja- presas, la percepción de la comunidad guar a través de una serie de incenti- local hacía el jaguar y las principales vos para la comunidad local en el área amenazas para su conservación. de amortiguación del Parque Nacional El área de estudio fue divida en 76 Natural El Cocuy (PNN El Cocuy), en el grillas de 5 x 5 km teniendo en cuenta municipio de Tame, Departamento de el rango de hogar de la especie (Zeller Arauca en Colombia. El diseño del co- et al. 2011). Se entrevistaron 261 per- rredor biológico busca contribuir al flu- sonas que representaron 360 entrevis- jo de especies de flora y fauna entre el tas netas en 57 cuadrículas (75%), 26 ecosistema de bosque subandino y los veredas, dos municipios y dos depar- ecosistemas de bosque basal de tierras tamentos. El rango de residencia de los bajas y sabana de piedemonte, asegu- entrevistados en el área de estudio va- rando el hábitat y la disponibilidad de rió entre los 2 meses y 71 años, y el in- presas para el jaguar (Lámina 1a). tervalo de edad entre los 16 y 87 años.

Material y métodos Resultados y discusión Identificación de zonas estratégicas Distribución histórica del jaguar para la conservación del jaguar En total se obtuvieron 145 registros de En las veredas localizadas en el sec- presencia de jaguar, distribuidos en 44 tor oriental de la zona de amortigua- cuadrículas (73,33%). Particularmen- ción del PNN El Cocuy, ubicado en te, para el periodo 2010-2011 hubo 43

244 Díaz-Pulido et al.

Figura 1. Mapa de la zona de estudio con cuencas relevantes.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 245 Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA registros de jaguar (29,66%, respecto al total de registros); para el periodo 2009 se identificaron 26 registros (17,93%) y para el periodo anterior al 2009 se obtuvo la mayor cantidad y el mayor porcentaje de registros (n=76, 52,41%). Históricamente, las personas registra- ron la presencia del jaguar en todas las veredas que componen la zona de amortiguación del PNN El Cocuy, espe- cialmente La Garcita, Brisas del Cravo, Altamira, Alto Cravo, El Tablón Purare, Alto Purare, La Reforma, El Pesebre y la zona de piedemonte de la Sabana de la Vieja. Adicionalmente, en las veredas Puna Puna y Caribabare también se evi- denció una distribución histórica, que permite considerarlas como una zona de interés dentro del corredor para el jaguar, a pesar de no ser parte de la zona de amortiguación del parque (Figura 2). Por otra parte, se identificaron aso- ciaciones entre los registros de presen- cia del jaguar y algunas condiciones biofísicas que ya han sido documenta- das en otros estudios. En primer lugar, en los tres periodos de tiempo evaluados se encontró que entre el 48% y 56% de las cuadrículas con registros de jaguar presentaron una mayor proporción de bosque (0,75 – 1,0). Además, el 100% de las cuadrículas se caracterizaron por presentar una muy baja proporción de sabana y zonas intervenidas (0 – 0,25), y alrededor del 50% una proporción simi- lar a esta de pastos y/o cultivos.

Distribución actual de las principales presas de jaguar Se evaluó la presencia de especies presa de jaguar previamente reportadas (Foster et al. 2010, Novack et al. 2005) y se seleccionaron cuatro presas pequeñas (picure -Dasyprocta Figura 2. Veredas de la zona de amortigua- ción del PNN El Cocuy donde se ha distribui- punctata-, armadillo -Dasypus do históricamente el jaguar (Panthera onca), novemcinctus-, lapa -Cuniculus paca-, municipio de Tame, Arauca.

246 Díaz-Pulido et al. chigüiro -Hydrochoerus hydrochaeris-) jaguar y las presas naturales han dis- y tres grandes (cajuche -Tayassu minuido en el área de estudio debido pecari-, pecarí -Pecari tajacu-, venado principalmente a la cacería del jaguar y locho -Mazama americana-). Se observó sus presas naturales (66% de los entre- que las presas con mayor distribución vistados) y a la pérdida de hábitat (16% en el área de estudio fueron el de los entrevistados). También, mencio- armadillo, venado locho, lapa y picure naron otros factores como el aumento (intervalo del 76,32% al 78,95% de las de la población humana en la región y cuadrículas); y las de menor distribución la presencia de carreteras (3% de los el cajuche (25%) y el chigüiro (44,74%) entrevistados) (Lámina 1b). (Figura 3) (Lámina 1c-1f). Percepción y tolerancia frente al Amenazas a la conservación del jaguar jaguar La mitad de los entrevistados (42,5%) En general, los entrevistados del área reconocieron que las poblaciones del de estudio tienen una mala percepción

Figura 3. Distribución actual de las principales presas naturales del jaguar (Panthera onca) en la zona de amortiguación del PNN El Cocuy, municipio de Tame, Arauca.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 247 Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA del jaguar (67,8%) y son renuentes a al mes/12 veces al año) y muy frecuente la idea de conservarlos en sus fincas. (observada más de una vez por mes/13 Entre los sentimientos mencionaron veces al año o más). Teniendo en cuenta el miedo, que es un animal peligroso que una frecuencia alta de esta especie y dañino al que hay que matar porque representa una alta disponibilidad de se come los animales de la gente. Los alimento para el jaguar y por lo tanto, entrevistados más intolerantes fueron un hábitat más apropiado para la espe- los que han tenido en sus fincas even- cie, la probabilidad de uso de hábitat se tos de depredación y coinciden con la calculó teniendo en cuenta la categoría zona del piedemonte. Los entrevistados “muy frecuente”. en la zona de la sabana se mostraron Las covariables que influyeron en más abiertos al diálogo sobre la con- el uso de hábitat del jaguar y el peca- servación del jaguar. Adicionalmente, el rí en el modelo desarrollado fueron: 5,7% de los entrevistados se muestran proporción de bosque, proporción de algo tolerantes frente a la presencia del cultivos, proporción de pastizales, dis- jaguar en sus zonas, siempre y cuando tancia a ríos, distancia a vías, distancia el animal no les haga daño y se esta- a áreas protegidas y elevación. Las sie- blezcan estrategias que mitiguen los te covariables fueron utilizadas para eventos de depredación en sus fincas. generar modelos de estado simple para cada una de las especies. Definición del área de Modelo: Logit = a1 + a2 x implementación del Corredor Jaguar variable i La información actual e histórica so- Posteriormente, se seleccionaron bre el jaguar y sus presas en la región los modelos cuyos coeficientes fue- permitió realizar el siguiente paso para ron significativos (95% de confianza) la definición del Corredor Jaguar a es- y su relación concordara con el cono- cala local. Se utilizaron los programas cimiento ecológico de la especie. En el Presence 3.1 (Hines 2006) y ArcGIS 9.3 caso del jaguar, se seleccionaron dos (ESRI 2008) para validar la presencia covariables relevantes (proporción de del jaguar en el corredor diseñado por bosque y la distancia a áreas protegi- Rabinowitz y Zeller (2010). Se calculó das) y se promediaron ambos modelos. la probabilidad de uso de hábitat ( ) a El estimado en el modelo de la pro- partir de los datos de presencia/ausen- porción de bosque estuvo correlaciona- cia obtenidos para el jaguar en el último do positivamente con ; lo contrario periodo de tiempo evaluado (2010- sucedió con el modelo de la distancia 2011), y la frecuencia de observación a áreas protegidas, donde se obser- de la especie Pecari tajacu, considerada vó una correlación negativa (Tabla 1). uno de los ítems dietarios más impor- Para el caso del pecarí, la covariable tantes en la dieta del jaguar (Núñez et de proporción de cultivos no fue tenida al. 2000, Garla et al. 2001, Polisar et al. en cuenta porque, de acuerdo con los 2003, Novack et al. 2005, Weckel et al. entrevistados en el área de estudio, los 2006). En el caso del pecarí, se definie- individuos de esta especie se encuen- ron cuatro categorías de frecuencia de tran muy frecuentemente cuando hay observación: ausente (no observada), cosechas de maíz o yuca, siendo estas rara (observada una vez al año), común épocas del año el tiempo en que más (observado dos veces al año a una vez los ven. A partir de esto, la distancia a

248 Díaz-Pulido et al. vías fue la única covariable considera- diseñado por la Fundación Panthera da, su estimado estuvo correlaciona- inicialmente. El 22% (180 km2) del co- do negativamente con (Tabla 1). rredor está localizado dentro del área Las probabilidades de uso de há- protegida y aproximadamente el 45% bitat condicionales ( cond) obteni- (375 km2) está bajo la figura de dos re- das para el jaguar ( condjaguar) y servas indígenas: Curipao y Angostu- el pecarí ( condpecarí) se multipli- ras. Finalmente, se identificaron nueve caron teniendo en cuenta que las cua- cuadrículas que fortalecen el corredor drículas seleccionadas deben incluir al mantener su continuidad en senti- ambas especies. do norte-sur y occidente-oriente en las Finalmente, las cuadrículas inclui- subcuencas del río Tame, Tocoragua y das dentro del corredor jaguar fueron Purare (Figura 4). aquellas en las cuales la condja- En las áreas priorizadas para for- guar*pecarí fue mayor o igual a 0,80, talecer el corredor jaguar se realiza- ya que es en este umbral donde la dis- ron actividades de socialización del tribución geográfica de las cuadrículas proyecto y viabilidad (disposición de la mantiene la continuidad del corredor. comunidad y percepción) para la im- El 80% de las cuadrículas tienen una plementación inmediata de acciones de probabilidad de ser usadas por el peca- conservación y el desarrollo de proyec- rí, mientras que para el jaguar fueron tos productivos con buenas prácticas el 60% de ellas. de manejo que garanticen la prestación a. Diferencia entre el mejor modelo de servicios ecosistémicos y, por ende, (AIC pequeño) y cada modelo. la calidad de vida humana. Como re- b. AIC peso. sultado de este proceso se seleccionó c. Proporción de unidades de muestreo un segmento del río Purare, correspon- donde la especie fue detectada. diente a 12 predios distribuidos en los d. Coeficientes ß son para la frecuen- dos márgenes del río. Allí se diseñó el cia de observación clasificada como corredor estructural y funcional, que “muy frecuente”. tiene como fundamentos la estrategia El corredor final identificado inclu- de restauración y los incentivos para la yó 33 cuadrículas que representan el comunidad local. 47% del diseño de muestreo, totalizan Se realizaron jornadas de capaci- 825 km2 e incluyen 14 km2 del corredor tación y se produjo una cartilla titulada

Tabla 1. Modelos de uso de hábitat seleccionados para jaguar (Panthera onca) y pecarí (Pecari tajacu) en la zona de amortiguación del PNN El Cocuy, municipio de Tame, Arauca.

COEFICIENTES DE COVARIABLES NO TRANSFORMADASd (ERRORES ESTÁNDAR) ESPECIE MODELOS ǻ AICCa AICb ÁREAS INTERCEPTO BOSQUE VÍAS CULTIVOS PROTEGIDAS Estimado Naivec. 0.43 ȥ(proporción bosque),p(.) 0 0,657 0,10 (0,68) 3,22 (5,60) - - - Jaguar ȥ(distancia áreas 1,3 0,343 1,44 (0,89) - -0,62 (0,58) - - protegidas),p(.) Estimado Naivec. 0.70 ȥ(distancia a vías),p(.) 0 0,531 1,13 (0,88) - - 1,58 (1,54) - Pecarí ȥ(proporción 0,25 0,468 2,50 (0,87) - - - -3,12 (2,48) cultivos),p(.)

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 249 Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA

Figura 4. Cuadrículas seleccionadas para fortalecer la continuidad del Corredor Jaguar identificado en el Municipio de Tame, Arauca.

“Buenas practicas ganaderas para au- el empoderamiento hacia el proyecto mentar la producción y conservar la por parte de las comunidades locales biodiversidad” (Díaz-Pulido et al. 2011). y todas ellas giraron alrededor de cua- Los talleres fueron una herramienta tro grande temas: 1) valores objeto de fundamental para el manejo apropiado conservación para la zona amortigua- de las intervenciones y para fomentar dora del PNN El Cocuy; 2) restauración

250 Díaz-Pulido et al. ecológica participativa; 3) conservación estos lugares originalmente. Así, es ne- y aprovechamiento sostenible de la bio- cesaria una ampliación de la franja de diversidad; 4) buenas prácticas ganade- protección hídrica en sitios en los cua- ras y manejo antidepredatorio. les actualmente existe una franja pro- tectora muy angosta y enriquecimiento Estrategias de restauración en sectores en los cuales actualmente En las áreas aledañas al río Purare se hay una cobertura arbórea y arbustiva evidenció una gran intervención y frag- poco densa y que requiere un mayor mentación de coberturas boscosas ori- número de individuos para reconstruir ginadas por la tala de bosque natural, la cobertura boscosa. principalmente para la construcción La liberación y restauración de las de potreros, con pastos introducidos áreas de ronda del río Purare se asegu- para la cría y ceba de ganado bovino. raron con la instalación de una cerca En gran parte del área intervenida no con alambre de púas de tres cuerdas y se ha respetado la cobertura boscosa postes de plástico separados uno del otro protectora de las fuentes hídricas y en cada tres metros. Los aislamientos fue- las áreas deforestadas es común obser- ron concertados con la comunidad y rea- var afloramientos rocosos que resultan lizados por cada propietario de predio poco productivos para actividades ga- con ayuda de la comunidad de la zona. naderas o agrícolas. La cerca limita los factores tensionantes En los 12 predios, y bajo la concer- tales como el pastoreo y pisoteo prolon- tación con cada propietario, se deci- gado de ganado bovino que evitan que se dió liberar por lo menos 30 metros de regenere la cobertura boscosa. ancho sobre el río Purare (finalmente El corredor biológico estructural se liberaron 65 metros en promedio), se implementó en un tramo de 8,3 km priorizando aquellas áreas que han en la zona de influencia del río Purare sido fuertemente intervenidas con en el área de amortiguación del PNN el fin de lograr la conectividad entre El Cocuy. Se intervinieron 53,95 ha en fragmentos. Aquí se implementó la donde se realizó la restauración eco- restauración participativa, enmar- lógica con 44 especies nativas que de cada en un proceso de construcción acuerdo con la agrupación en gremios colectiva en el que participaron pro- ecológicos, 12 corresponden a heliófi- pietarios, y trabajadores de las fincas tas efímeras, 15 a heliófitas durables y de los predios de la zona. 17 a esciófitas (Figura 4). Las especies El establecimiento del corredor seleccionadas poseen características biológico estructural consistió en rea- apropiadas para la recuperación de lizar una restauración de la cobertura terrenos deforestados y la reconfor- vegetal en áreas que no contaban con mación de la estructura y composición cobertura y presentaban problemas de florística de los bosques naturales que erosión. Estos sectores contaban con cubrían este territorio y que han sido la presencia de individuos arbustivos y destruidos y fuertemente intervenidos arbóreos, pero tenían factores tensio- por la potrerización y por la extracción nantes que evitaron que se conformara selectiva de especies maderables. El una cobertura protectora con carac- material vegetal se reprodujo en un vi- terísticas estructurales y funcionales vero transitorio que fue construido con como la del bosque natural que cubría el apoyo de la comunidad de la zona

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 251 Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA la cual se encargó de la infraestructu- la tala del bosque natural para incre- ra. El vivero se localizó en la finca La mentar las áreas destinadas al pas- Bienvenida, vereda la Reforma (Tame), toreo. Se sembraron 15.600 árboles y se le destinó un área de 450 m2, con en cercas mixtas vivas de matarratón capacidad para mantener 40.000 plán- (Gliricidia sepium), samán (Samanea tulas distribuidas en seis eras. Se esta- saman), guácimo (Guazuma ulmifolia) blecieron 21.294 plántulas dentro de y Leucaena (Leucaena leucocephala). los arreglos de restauración ecológica Estas cercas vivas no solo aportan a participativa. la división de potreros, la producción de sombrío y alimento, sino que ade- Incentivos para la comunidad local más podrían convertirse a largo plazo La comunidad local fue favorecida y en corredores de conexión entre áreas participó activamente en todo el pro- fragmentadas de bosque natural y el co- ceso. Su trabajo fue remunerado eco- rredor biológico estructural del jaguar. nómicamente desde el proyecto y en Asimismo, se sembraron árboles favor de la construcción del corredor dispersos en potreros, para generar estructural. Adicionalmente, las fami- sombra y forraje a partir de los fru- lias habitantes de seis predios en los tos. La especie empleada fue Samanea que se realizó la liberación de áreas saman en un número promedio de cin- para la conservación del jaguar, reci- co árboles por hectárea para cada pre- bieron como incentivos capacitacio- dio, cada árbol plantado fue provisto de nes y adecuaciones en sus predios: un cerco protector para impedir que el establecimiento de arreglos silvopas- ganado lo dañase mientras crece. Adi- toriles, división y encerramiento de cionalmente, se establecieron bancos potreros con cercas eléctricas anti- de forraje en un terreno próximo a las depredatorias, y el establecimiento instalaciones donde se alimentan los de servicio eléctrico ausente en esta animales para facilitar la fertilización zona. El sistema eléctrico solar per- con abono orgánico. Se realizaron plan- mitió acceso limitado a las casas por taciones a alta densidad de matarratón primera vez, mejorando así su ca- (Gliricidia sepium) y Cratylias (Cratylia lidad de vida. Para formalizar este argéntea) las cuales serían podadas compromiso se firmaron acuerdos de transcurridos seis meses y cuyo forraje conservación voluntarios en los que serían empleado como complemento se comprometían a mantener por lo proteico del alimento del ganado. menos durante cinco años todos los En los predios beneficiarios se esfuerzos de este proyecto. realizó un diagnóstico del sistema de producción (Payán y Borrego 2005) y Arreglos silvopastoriles y división se generaron una serie de recomenda- de potreros ciones técnicas para mejorar la pro- Los arreglos silvopastoriles, asesora- ducción de acuerdo a las condiciones dos por el Centro para la Investigación particulares de cada uno de ellos (Hoo- en sistemas Sostenibles de Producción gesteijn y Hoogesteijn 2011, 2013). La Agropecuaria (CIPAV), fueron imple- topografía de la zona impide la germi- mentados para aumentar la eficiencia nación del pasto en las zonas con gran- del uso del suelo, aportar sombrío y des cantidades de rocas y dificulta el alimento para el ganado, y así evitar desplazamiento del ganado, siendo la

252 Díaz-Pulido et al. causa de lesiones en pezuñas, fractu- La energía solar además de ser ras y la muerte cuando se presenta el un mecanismo alternativo importante desplome del ganado. En general los para mantener el encerramiento an- potreros son de gran tamaño, cuya ca- ti-depredatorio, mejora el sistema de racterística dificulta y retrasa las labo- rotación de potreros y mejora la cali- res de mantenimiento y exige mayores dad de vida de las comunidades locales. desplazamientos del ganado para la En la zona no se cuenta con servicio búsqueda de forrajes. Estos efectos re- eléctrico por lo cual se implementó un trasan la recuperación de las praderas, sistema de energía alternativa (paneles implican un mayor gasto energético del solares) para el abastecimiento ener- ganado y un mayor impacto del suelo gético de las cercas eléctricas. Esto por el pisoteo adicional. también permitió acceder a cierta ca- En cada uno de los predios se acor- pacidad eléctrica para sus casas. daron una serie de intervenciones den- tro del marco de las Buenas Prácticas Conclusiones Ganaderas (capacitaciones), una de ellas Se logró la implementación del corredor la división de potreros para mejorar el jaguar por primera vez en Colombia en sistema de rotación del ganado y un ma- áreas no protegidas. Vale la pena resal- nejo adecuado de las praderas (Tabla tar la importancia de la cooperación de 2). En el corto plazo los beneficiarios del los campesinos y su entendimiento de proyecto observaron una mejora sus- las dinámicas naturales necesarias para tancial en la recuperación de forrajes y su bienestar. Se evidencia cómo la coe- el aprovechamiento adecuado de estos. xistencia entre los sistemas productivos humanos de bajo impacto y los jagua- Encerramiento anti-depredatorio res son posibles. También, se evidenció La zona cuenta con áreas de ganado cómo tener jaguares en su tierra repre- bovino y ovino, y se han presentado sentó para los campesinos mayor pro- algunos casos de depredación por ducción pecuaria y acceso a electricidad grandes felinos, razón por la cual se en sus casas. Algunos académicos han implementó en el área destinada para llamado esto los mecanismos donde la la producción ovina un encerramiento biodiversidad paga su camino (Adams anti-depredatorio para evitar conflic- y Hulme 2001). Por lo tanto, se conclu- tos entre los felinos y el ser humano. ye que la coexistencia entre humanos y Se implementó un diseño de cerca carnívoros debe tenger beneficios para eléctrica que limita perdidas por de- ambos, pues solo así es sostenible un predación (Quigley et al. 2015). sistema de tolerancia a largo plazo.

Tabla 2. Número de potreros actuales y proyectados para cada una de las fincas piloto.

LA PALMA LA ESMERALDA SAN CRISTÓBAL LA BIENVENIDA LAS PALMAS SAN PEDRO

Área (ha) 76 60 120 150 40 90 nº de potreros < actuales 54 6 8 22 nº de potreros 98 9 1654 a establecer

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 253 Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA

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254 Díaz-Pulido et al.

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 255 Díaz-Pulido et al. Foto: A. Foto: A. Benítez.

Lámina 1a. Alambrado aislando el corredor. Foto: A. Foto: A. Benítez.

Lámina 1b. Mandíbulas de pecaríes (Tayassu pecari) cazados. Foto: N. Regnier. Foto: N.

Lámina 1c. Jaguar (Panthera onca).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 257 Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA Foto: S. Winter. Foto: S.

Lámina 1d. Pecarí labio blanco (Tayassu pecari).

Lámina 1e. Pecarí de collar (Pecari tajacu). Foto: Panthera Colombia. Foto: Panthera Colombia.

Lámina 1f. Venado colorado (Mazama americana).

258 Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL Conservación de jaguares (Panthera onca) fuera de áreas protegidas: turismo de observación de jaguares en propiedades privadas del Pantanal, Brasil

Rafael Hoogesteijn, Almira Hoogesteijn, Fernando R. Tortato, Lilian Elaine Rampim, Henrique Vilas Boas Concone, Joares Adenilson May Júnior y Leonardo Sartorello

Resumen. La ganadería extensiva de carne es probablemente una de las pocas actividades económicas agropecuarias que puede apoyar la conservación de fau- na. Existen aproximadamente 950.000 km2 de sabanas inundables en Bolivia, Brasil, Colombia, Paraguay y Venezuela con régimen de tenencia privado que se dedican a la ganadería de carne, en los que se pudieran desarrollar modelos de conservación. El turismo constituye un importante sector de la economía mundial y puede llegar a ser la solución de algunos problemas ambientales como la cacería retaliativa y el problema de la depredación de animales domésticos. Se presenta el estudio de cuatro casos (Fazenda San Francisco, Refugio Ecológico Caimán, Fazendas Jofre Velho y São Bento) de haciendas ganaderas en donde coexiste la ganadería con el turismo, el cual usa como especie bandera al jaguar (Panthera onca; 70-148 kg; NT). Dos haciendas poseen explotaciones turísticas activas (Pan- tanal de Miranda al sur) y dos funcionan como centros de protección de jaguares (Pantanal de Poconé al norte). Las haciendas presentan diferentes esquemas de turismo y de manejo ganadero. Los resultados indican que las pérdidas ocasiona- das por la depredación de felinos no llegan al 4,11% de las ganancias brutas ge- neradas por el turismo en la zona norte y al 3,7% en Fazenda San Francisco. Los ingresos generados por el turismo exceden por mucho las pérdidas ocasionadas por depredación. Este modelo podría establecerse en otras zonas del Pantanal o de sabanas inundables, donde los ganaderos se beneficiarían por la presencia de este depredador en sus tierras, y de esta manera se disminuiría la represalia y persecución de la especie y favorecería por ende su conservación. Además del aumento en el ingreso monetario para los propietarios y pobladores locales, se lograría el aumento en las poblaciones de jaguares y sus presas naturales y de un cambio importante de actitud, porque dejarían de temer y odiar al jaguar por los problemas de depredación y pasaría a ser un benefactor respetado de su nivel de vida y de educación.

Palabras clave. Jaguares. Depredación. Turismo de fauna. Sabanas inundables. Ganadería extensiva.

Abstract. Ranching represents one of the few land uses in which conservation goals can be advanced. The approximately 950.000 km2 of Bolivian, Brazilian, Colombian, Paraguayan and Venezuelan that are privately owned and dedicated to meat production could provide models for wildlife conservation. Tourism is an important sector of today´s economy and can be the solution to

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 259 Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL some environmental problems like the retaliatory hunting and the fear and loss- es that are generated by the domestic animals predation. We present four case studies (Fazenda San Francisco, Refugio Ecológico Caimán, Fazendas Jofre Velho and São Bento) of cattle ranches in which tourism co-exists with cattle husbandry, using the jaguar (Panthera onca; 70 kg; NT) as a flag species. Two ranches have active tourism facilities (Miranda Pantanal in the south) and the two functions as jaguar protection centers (Poconé Pantanal in the north). Ranches have different husbandry and tourism systems. Our results show that losses caused by large felid predation on cattle do not exceed 4,11% in the northern areas of the study and 3,7% at Fazenda San Francisco. Revenues produced by tourism largely exceed losses produced by predation. This model could be replicated in other areas of Pantanal or flooded savannas, in which ranchers could profit from the presence of jaguars in their land, favoring conservation by decreasing retaliation hunting due to predation. Besides the income increase generated for owners and local res- idents, an increase in jaguar and natural prey populations, and a change in their attitude would be achieved, because the cease of fear and hate of the jaguar due to the domestic animals predation problems, with the jaguar becoming a respected benefactor of their standard of living and education.

Key words. Jaguars. Depredation. Wildlife tourism. Foodplains. Ranching.

Introducción 1.200 mm y fuertes inundaciones de ene- El Pantanal es un área prioritaria para la ro a marzo (Crawshaw 1991). conservación del jaguar (Panthera onca) El 2,5% de su superficie se con- (Quigley y Crawshaw 1992, Sanderson forma por áreas naturales protegidas et al. 2002) y uno de los ecosistemas me- (Harris et al. 2005), el régimen de te- nos impactados por factores antrópicos nencia es privado (95%) y un 80% de (Cavalcanti et al. 2012). Así mismo, las las haciendas desarrollan la ganadería densidades poblacionales del felino son extensiva como principal actividad eco- superiores a otras áreas de su distribución nómica (Seidl et al. 2001). Los parques (Soisalo y Cavalcanti 2006), dada la gran nacionales y reservas estatales no han abundancia de especies presa que pre- sido creadas para la protección de la senta (Desbiez et al. 2010) (Lámina 1c-1f). especie, por lo cual es vital, la inclusión Con una superficie de 190.000 km2, de propiedades privadas en los progra- es una planicie de inundación periódi- mas de conservación de esta especie. ca ubicada en la región centro-oeste de Debido a que el ganado comparte Brasil (Swarts 2000). El relieve es plano a el ambiente con animales silvestres, es ondulado con alturas que no exceden los un elemento importante en la alimenta- 100 m. Contiene mosaicos de sabanas con ción del jaguar en mayor o menor gra- palmares, bosques abiertos, selvas de ga- do (Dalponte 2002, Cavalcanti 2008). La lería e islas de bosques semideciduos. Su depredación depende de la abundancia clima es estacional, caliente (40°C) y hú- y disponibilidad de presas silvestres medo, y de junio a agosto los vientos del (Azevedo y Murray 2007) y también sur pueden bajar las temperaturas a 0°C. desencadena represalias por parte de La temporada de lluvia va de noviembre los ganaderos (Conforti y Azevedo 2003, a mayo con precipitaciones anuales de Zimmerman et al. 2005). La cacería es la

260 Hoogesteijn et al. principal amenaza para los jaguares en veterinarias, administrativas y/o de su- este bioma (Crawshaw y Quigley 2002, pervisión por dos de los autores (RH, FT), Cavalcanti et al. 2012). y a través de observación directa. Otra actividad económica es el tu- rismo de observación de fauna, el cual puede ser utilizado como una herra- Resultados y discusión mienta para la conservación, ya que Se escogieron cuatro haciendas que re- agrega valor económico a las especies presentaran los diferentes sistemas de animales (Hoogesteijn y Chapman explotación turística en la zona, diferen- 1997, Gossling 1999). Además, pue- tes tamaños, sistemas de ganadería y de prestar apoyo financiero a los pro- manejo de fauna. Dos se ubican en la gramas de compensación de pérdidas zona norte de Pantanal y las otras dos causadas por animales silvestres, lo en el sur (Figura 1). A continuación, se que atenúa el conflicto actual (Dick- realiza una descripción de cada ha- man et al. 2011). En el Pantanal esta cienda y se expone un resumen de los actividad se desarrolla en las hacien- datos de la producción turística y ga- das, o en hoteles y posadas asociadas nadera (Tablas 1 y 2). (Greve 2014) y en muchas de estas uti- lizan como especie bandera al jaguar. Del Pantanal se destaca su situación privilegiada, ya que la observación de jaguares es relativamente común y puede ser explotada comercialmente. En el presente estudio se presentan cuatro ejemplos de haciendas gana- deras con facilidades turísticas, cuya generación de divisas, apoyada en la presencia del jaguar, sobrepasa las pérdidas producidas por la depreda- ción de ganado. Estas ganancias in- centivan la protección de la especie fuera de las áreas naturales protegidas y promueven su conservación.

Métodos El estudio sigue un diseño de estudio de caso (Yin 1994). Se seleccionaron ha- ciendas que tuvieran tres criterios: (1) una explotación ganadera, (2) presen- cia y observación de jaguares y (3) ex- plotaciones turísticas. Los datos fueron Figura 1. Mapa correspondiente al perímetro obtenidos mediante entrevistas abier- del Pantanal brasilero, en el que se destaca tas parcialmente estructuradas con la ubicación de los cuatro propiedades: A - Fazenda Jofre Velho; B - Fazenda São Bento; asociados, dueños o administradores C – Refugio Ecológico Caimán; D - Fazenda durante el trabajo profesional y visitas San Francisco.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 261 Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL

Tabla 1. Características físicas y ganaderas de las haciendas estudiadas. Datos de 2014.

FAZENDA TAMAÑO PÉRDIDAS ACTIVIDADES CABEZAS DE INFRAESTRUCTURA COORDENADAS ECONÓMICAS GANADO (km2) DEPREDACIÓN GEOGRÁFICAS

San Francisco Arroz Carreteras

20°05’10’’S Ganadería Hotel 142 2.400 – 2.500 0,6%a 56°36’57’’O Turismo Infraestructura riego

Infraestructura ganadera

Ganadería Caiman 20.000 a (levante)

19°57’S530 Dos hoteles de lujo 25 1,5%

56°18’O Infraestructura ganadera

Jofre Velho Casa sede

Estación 17°17’43.59’’S100 Infraestructura ganadera <200 2,5% experimental

56°46’44.58’’O

Sao Bento Ganadería Infraestructura ganadera

Estación 17°25’46.02’’S 267 Terraplenes 4.000 1,5-2% experimental

56°40’7.67’’O Carreteras

Tabla 2. Características de la explotación turística para las haciendas estudiadas. En todas las fazendas la cacería está estrictamente prohibida y no hay presencia de perros.

TARIFA VISITANTES / AÑO DIARIA PROYECTOS FAZENDAa CAMAS ATRACCIONES CONSERVACIÓN (APROX.) US$

Observación fauna Fareo nocturno Paseo bote, kayak, caballo San Francisco 42 8000 150 Gadonça, Arara azul Bicicleta, vehículo Carne a la brasa Pesca

Observación de fauna Onçafari

Fareo nocturno Arara azul Caimán 22 600 715 - 856 Paseos bote, caballo, kayak Papagaio verdadeiro

vehículo Caimán recicla

Estación Experi- Hostales Paseo en bote, observación Jofre Velho 6000 300 mental – Estrategias (10) jaguar / fauna anti-depredación

Conservación jaguar – São Hostales Paseo en bote, observación 6000 300 Estrategias (10) jaguar / fauna Bento anti-depredación

262 Hoogesteijn et al.

Fazenda San Francisco kg.ha-1, mediante el sistema de arren- La Fazenda San Francisco (FSF) tiene damiento a otros productores. Las una parte ganadera separada de la re- pérdidas causadas por la fauna as- serva forestal en parte por la producción cienden a un 4% (Dendrocygna spp y arrocera (Figura 2). Dado que la activi- Hidrochaerus hidrochaeris), y deben dad turística produce excelentes divi- ser aceptadas contractualmente por los dendos, la sucesión que administra la arrendatarios. La fauna en los arrozales hacienda no ha deforestado más áreas no es molestada ni ahuyentada. para el uso agrícola y pecuario. La caza Ganadería. Está constituida por y la tenencia de perros están prohibidas animales de raza Senepol y rebaños desde 1996 y allí se desarrollan tres ac- comerciales con absorción de esta tividades económicas: misma raza. Tiene un centro de ceba Arroz. Se producen semillas de con alimento y ensilaje producido arroz certificadas y de consumo con en sitio. Los animales reproducti- un promedio de producción de 5.000 vos pastorean en potreros de pasto

Figura 2. Mapa perimetral de la hacienda Fazenda San Francisco. La línea negra presenta los bordes de la hacienda. La línea blanca corrida presenta la delimitación de los arrozales, la línea blanca pun- teada presenta la delimitación de la reserva forestal, la línea punteada gris delimita la zona ganadera. Nótese que la zona ganadera está separada de la reserva forestal por la zona dedicada al arroz.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 263 Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL introducido y durante la época seca observación para descansar o pernoctar también pastorean en sabanas na- y a veces se llaman a los jaguares por turales. El rebaño recibe atención medio del rugido de un jaguar (coroteo o sanitaria intensiva, programas repro- esturro). Los visitantes pueden escoger ductivos con temporadas de monta alguna de las dos actividades diurnas (3-4 meses), inseminación artificial que se ofrecen (Tabla 2). (tiempo fijo y transferencia de em- Los turistas que participan en el briones) y selección del rebaño de “avistamiento nocturno” pueden alojar- cría por eficiencia reproductiva y se en habitaciones y salen de noche en habilidad materna, con registros de vehículos acondicionados (hasta 30 per- producción detallados. En el 2003 se sonas). Los jaguares son observados de sugirió la introducción de un rebaño día y de noche pero con mayor frecuen- de búfalos de agua (Bubalus bubalis) cia durante los avistamientos nocturnos para ser ubicados en los potreros con (Concone y Azevedo, 2012). De enero a más problemas de depredación por mayo se observan de uno a dos jagua- felinos, con un resultado de cero de- res por semana, entre junio y octubre predación por felinos sobre los búfa- de cuatro a cinco, y en noviembre y di- los, lo cual permite la posibilidad de ciembre es difícil verlos. La información utilizar estas áreas en pastoreo y una más detallada sobre el turismo de fauna disminución de aproximadamente el en San Francisco puede consultarse en 50% de problemas de depredación Hoogesteijn et al. (2005) y en www.san- sobre los rebaños de diversas catego- francisco.com.br. rías de vacunos en los potreros o pas- Se determinó que, durante un perío- tos circundantes. Los subproductos do de cinco años, el ingreso producido bubalinos se consumen por turistas por la participación de 12.000 turistas y las pérdidas ganaderas por depre- y el avistamiento nocturno generó US$ dación son bajas (Tabla 1), dadas las 497.000,00. Ahora, la pérdida ganade- varias estrategias que se aplican para ra ocurrida durante el mismo período, controlarlas (Hoogesteijn y Hooges- causada por depredaciones de jaguar teijn 2014). La zona arrocera provee y puma, fue de US$18.444,001, que gran cantidad de biomasa para la ali- equivale al 3,7% de las ganancias bru- mentación de los depredadores (chi- tas colectadas en la actividad de avista- güiros, aves y babillas) (Lámina 1b). miento. San Francisco desarrolla varios Turismo. La tarifa completa cobra- proyectos de investigación (Gadonça) y da engloba dos actividades diurnas y un programa intensivo de conferencias un avistamiento de animales en paseos para los turistas y estudiantes visitantes nocturnos. Reciben grupos de hasta 80 sobre temas de conservación e investi- personas por día. Se recorren los ca- gación de fauna. La diferencia de precio minos de gravilla de la faena arrocera con otras explotaciones turísticas (Tabla en camiones abiertos y acondicionados 2) yace en que en San Francisco no se con bancos y techos, especialmente di- garantiza la observación de jaguares. señados para el avistamiento de fauna y se realizan paseos a pie en trillas de Refugio Ecológico Caimán y el madera tipo puente sobre las sabanas Proyecto Onçafari boscosas inundadas, acompañados de El Refugio Ecológico Caimán (REC) es un guía especializado. Hay torres de una de las haciendas de la región con

264 Hoogesteijn et al. mayor área que se dedica a la conser- el gobierno, teniendo como objetivo vación de fauna sin fragmentación. De- el monitoreo de los ejemplares pro- sarrolla el proyecto Onçafari iniciado vistos de radio-collar, para tener en octubre 2011, cuyo objetivo es la informaciones de identificación de conservación de la fauna del bioma jaguares individuales, áreas de ocu- pantaneiro, la evaluación de la diná- pación y su ubicación y la generación mica poblacional de los jaguares den- de datos interesantes para la investi- tro de la propiedad y la depredación gación de la especie, tales como: na- (fauna y ganado). cimiento de cachorros, mortalidad y Ganadería. Se dedica al levante destino (reclutamiento), que ayuden de animales machos de destete que se a esclarecer la dinámica poblacional mantienen a pastoreo hasta que llegan de esta población local. El proyec- a aproximadamente 300 kg para en- to está reglamentado en el Plan de gordarlos en otra explotación. La ha- Acción Nacional del Jaguar (N° 132 cienda mantiene un promedio anual de del 14 de Diciembre del 2010, Brasil). 20.000 a 25.000 cabezas de las cuales Además, tiene la autorización, apoyo puede perder hasta aproximadamente técnico y evaluación de profesiona- un 2% por depredación (Tabla 1). les del Centro Nacional de Pesquisa Turismo. El programa implementa e Conservação de Mamíferos Carní- la técnica de la habituación desarro- voros (CENAP), del Instituto Chico llada para felinos africanos (Hayward Mendes de Conservação da Biodi- y Hayward 2009). Se les pone a los versidade (ICMBio2) y del Instituto jaguares (hembras) radio-collares Pró-Carnívoros. satelitales (sistemas GPS y VHF), y Los jaguares se monitorean con cuando se ubican, se lleva a los turis- frecuencias programadas. Los colla- tas al sitio. El vehículo se aproxima al res vienen adicionados con un dispo- felino, siempre respetando la distan- sitivo “desenganche automático”, así cia de “lucha-huida” del animal, a un que no hay necesidad de recapturar mínimo de 30 metros de los mismos. al jaguar para quitarle el collar. Este El acercamiento del vehículo va au- proceso no solo ha permitido maximi- mentando en la medida que el jaguar zar la localización de los felinos con se va habituando. En el proceso, se fines turísticos, sino que además se llevan registros. Si el animal no de- ha producido información científica sarrolla el reflejo de “lucha-huida” en relacionada con la dinámica poblacio- presencia del vehículo, se considera nal y la ecología en general. que el animal está habituado y que la Esta actividad viene reforzada por intervención fue exitosa. La habitua- un control estricto de la cacería, ya que ción de hembras es la más redituable, un animal que permite que los huma- ya que las crías emulan el comporta- nos se acerquen se hace vulnerable. El miento de la madre y aprenden que proyecto también se apoya en la infor- los vehículos no son peligrosos. mación que presentan los vaqueros que Las capturas fotográficas siguen trabajan con el ganado, porque ellos los lineamientos establecidos por reportan avistamientos de ejemplares, huellas o restos de presas durante las 1 (http://news.mongabay.com/2012/0619-atbc- jaguar-ranch.html) labores de ganadería. Adicionalmente, 2 www.icmbio.gov.br se instalan cámaras trampa en sitios

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 265 Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL estratégicos como carreteras, trillas, década de los 70, la Fazenda de Jofre orillas de lagunas o presas abatidas. Velho (FJV) (separada de la anterior Como los jaguares pueden ser identifi- Fazenda Porto Jofre) desarrolla la ga- cados individualmente, esta colección nadería en menor escala y fue dividida de imágenes y videos ha permitido por las sucesiones de dueños. Actual- educar al público sobre la “vida secre- mente la sede y áreas colindantes es ta” de esta especie. propiedad de la ONG Panthera Brasil. Desde el inicio del proyecto Onçafari, Tiene como objetivo el desarrollo de el número de visitantes ha aumentado en un centro de visitantes y una estación un 40%, con un total de 621 huéspedes de investigaciones de fauna en la que en el año 2013 y 362 visitantes durante también se desarrollan estrategias an- la temporada alta en 2013, y 499 en el tidepredatorias. Para tal fin conser- año 2014 (junio a octubre), de los cuales va un pequeño rebaño de bovinos. La en ambos años un 30% avistaron jagua- Fazenda São Bento (FSB) mantiene re- res. También, en el 2014 se atendieron baños de ganado vacuno y un pequeño 11 paquetes de paseos privados de los rebaño de búfalos de agua (Tabla 1). cuales el 82% avistaron al felino. Paseos Al igual que la FJV, esta explotación de por más de cuatro días avistaron un pecuaria todavía no ha aprovechado 100%. No se ha reportado la cacería de el turismo como un mecanismo de in- ningún jaguar hasta el momento de la demnización de pérdidas producidas producción de este manuscrito (Projeto por la depredación de felinos (Tortato Onçafari Relatório Anual 2013 y 2014). y Hoogesteijn 2014). Este programa ha despertado la cu- Turismo. FJV y FSB se encuentran riosidad de vecinos interesados en repli- rodeadas por ríos (Cuiabá, São Lou- car el modelo, esto podría llevar a que renço y Piquirí) (Figura 3) y son vecinas se desarrollara un refugio para jaguares a un área de administración especial, con un área que incluyera muchas pro- el Parque Estatal “Encontro das Aguas” piedades, que es el próximo objetivo del (1.080 km2). No poseen instalaciones programa. Este proyecto empezó hace para recibir turistas, pero los ríos cir- cuatro años y se han habituado más de cundantes son ampliamente utilizados diez jaguares, pero su éxito depende que por operadores turísticos para la ob- la cacería de jaguares por retaliación o servación de fauna, con alta probabili- deporte cese completamente. Además dad de avistamientos. Estas haciendas de impartir numerosas charlas y confe- tienen una importancia seminal dentro rencias a turistas y estudiantes, y lograr de esta actividad turística de la zona, una amplia divulgación de los logros en ya que constituyen un santuario de ja- los medios de comunicación, este pro- guares en donde se les estudia y donde yecto genera empleo local, valorización la cacería y la presencia de perros no de tierra, y conservación de una especie están permitidas. paraguas con su cadena de efectos sobre Los turistas pernoctan en los hote- el ambiente y otras especies3. les y posadas ubicados cerca de la Ro- dovía Transpantaneira MT 060 (Figura Fazendas Jofre Velho y 3), y en algunas Balsas-Hotel. La mayor São Bento (FSB) 3 Más información puede obtenerse en Ganadería. Con una extensión original https://www.facebook.com/OncafariJaguar de 800 km2 y grandes rebaños en la Project?fref=nf.

266 Hoogesteijn et al. afluencia se observa en la temporada el 70% (47) de los felinos permanecie- seca (julio a noviembre). Durante los ron menos de 60 minutos, sin embargo meses de agosto y septiembre del 2012 hubo un récord de observación en don- se contabilizó un flujo de diez turistas de el felino permaneció en un sitio por por hora (Tortato, datos no publicados). un período de 610 minutos (desde 07:10 Esta actividad se ha venido desarrollan- hasta 17:50). Puede que diferentes bar- do desde hace más de diez años y ha cos observen el mismo jaguar, en casos aumentado en los últimos cinco. En el extremos hasta 15 embarcaciones. En año 2011 un único guía de turismo con- el 2014 se contabilizaron diez posadas tabilizó 67 observaciones de jaguares y, y hoteles que ofrecían esta actividad debido a que los felinos no huyeron de en la zona con un total de 60 embar- las embarcaciones ni de los humanos, caciones (Tortato et al. 2012). La acti- se podría decir que están habituados vidad está regulada por la Resolução (Lámina 1a). De las 67 observaciones, Consema – 85/11, del estado de Mato

Figura 3: Ubicación de las haciendas Fazendas Jofre Velho y São Bento en relación a los ríos Cuiabá, Piquirí y São Lourenço. La actividad turística de observación de jaguares se realiza desde botes en di- chos ríos. Las haciendas están ubicadas en sitios estratégicos para esta actividad y además presentan una oportunidad optima de protección de jaguares ya que se dedican a la conservación de la especie y colindan con una reserva estadal de fauna.

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 267 Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL

Grosso, en donde se definen las con- FSB a unas diez haciendas circundan- ductas adecuadas para la observación tes de la zona, las pérdidas ascienden a de jaguares (distancia mínima entre US$ 222.000,00 por año, equivalente al barranca y embarcación, tiempo máxi- 4,1% del ingreso bruto del turismo de mo de observación, número máximo de observación de jaguares. Un operador embarcaciones por jaguar). Los autores de la zona calculó que para el año 2014 (RHR, FRT) han podido constatar que recibió 1.100 turistas en su hostal, los las normas son respetadas por la ma- turistas pagaban un promedio de US$ yoría de los operadores. 1.000,00 por día (incluye todos los servi- Ambas haciendas presentan un cios), lo que generó un ingreso bruto de 1 potencial turístico excepcional y tienen millón de dólares por año. como proyecto el desarrollo de una Las ganancias provenientes de la promotora turística en donde se espe- observación de jaguares pueden cu- ra poder ofrecer las siguientes activi- brir ampliamente las pérdidas ocasio- dades: observación de fauna a través nadas por la depredación. Los datos de paseos diurnos y nocturnos en ca- de la FSB no son extrapolables a todas mión o caminando, paseos a caballo, las haciendas de Pantanal y las con- observación de aves, paseos en canoas diciones de todo Pantanal no son idó- y kayak y avistamiento nocturno o “fa- neas para la observación de jaguares. reo” de fauna. Para ello hará uso de la Sin embargo, los datos indican que las estructura de terraplenes y carreteras ganancias por turismo podrían exce- internas (Tabla 2). Además, la ONG Pan- der considerablemente las pérdidas thera organiza y financia una escuela que ocasiona la depredación. Aquí se para los hijos de los empleados y pobla- propone aplicar estrategias anti-de- dores locales, como un incentivo para predatorias ya probadas y la futura so- la gente local por la conservación del licitación de un recargo a los turistas jaguar, esto permite que niños locales para compensar a los ganaderos cir- tengan un mejor nivel de educación sin cundantes de la zona de observación tener que vivir alejados de sus familias de jaguares las pérdidas económicas y a un costo adicional. Seis mil turistas causadas por los mismos (minimizan- visitan la región anualmente (Tortato et do la consecuente cacería por retalia- al. 2012), gracias al turismo de avista- ción sobre los jaguares de la zona). La miento de jaguares y fauna asociado. indemnización podría tener otras for- Un gasto diario por persona asciende a mas además de la líquida (hospitales, unos US$ 300.00 por día. Se estima que escuelas, servicios odontológicos). cada visitante paga un mínimo de US$ 900.00 por visita, pues la duración de su estadía es de tres días en promedio, Conclusiones lo que permite estimar un influjo bruto Las áreas protegidas de El Pantanal mínimo de US$ 5.400.000,00 por año. en los estados de Mato Grosso y Mato En la FSB, el nivel de pérdidas anua- Grosso de Sul son insuficientes en ta- les de ganado ocasionadas por la depre- maño y número, ya que sólo ocupan dación ascienden a 1,5–2% del total del el 2,5% de su área total. La conserva- rebaño, entre 60 y 80 bovinos por año, lo ción de fauna en las áreas privadas que produce pérdidas de US$ 22.000,00 es vital para el mantenimiento de la por año. Al extrapolar estos valores de industria del turismo basada en la

268 Hoogesteijn et al. observación de fauna en general y del locales hacia los grandes felinos. Aho- jaguar en particular. Los ingresos ori- ra, la actitud de represalia por parte ginados en la actividad turística que de los ganaderos es menor en Panta- se apoya en la presencia del jaguar nal norte y esta podría cambiar aún exceden las pérdidas ocasionadas por más si parte de los ingresos genera- la depredación del ganado. Esta si- dos por la observación de jaguares tuación podría facilitar un cambio en llegara al sector ganadero, o si más la percepción de los ganaderos y por ganaderos se incorporaran a la acti- ende de la conservación de la especie. vidad turística. Resultados similares Las promotoras turísticas que fueron encontrados en África, donde garantizan la observación de jagua- actitudes negativas en relación al león res cobran tarifas diarias mayores, (Panthera leo), son menos frecuen- aproximadamente US$ 350, en com- tes en personas involucradas con el paración a aquellas explotaciones que turismo o que habitan en áreas cer- no pueden dar la garantía de avista- canas a donde éste es desarrollado miento US$ 150. En la zona del Pan- en Botswana (Hemson et al. 2009). tanal Norte, el turismo está asociado Además del aumento en las poblacio- al sistema barcos-ríos. Esta actividad, nes de jaguares y sus presas natura- que incluye pilotos y guías, también les y de un mejor ingreso monetario genera empleo en la industria del generado para propietarios y pobla- transporte y servicio en las posadas dores locales, se logró un importante ubicadas a lo largo de la ruta MT 060. cambio de su actitud, que dejaron de Esta industria depende de la conser- temer al jaguar (por su potencial peli- vación del jaguar en el área. grosidad) y de odiarlo por los proble- Las ganancias generadas por el mas de depredación, pasando a ser turismo han producido un cambio un benefactor respetado de su nivel en la mentalidad de las comunidades de vida y de educación.

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 269 Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL

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CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 271 Hoogesteijn et al. Foto: R. Hoogesteijn. Foto: R.

Lámina 1a. Turismo de jaguares (Panthera onca). Foto: R. Hoogesteijn. Foto: R. Hoogesteijn. Foto: R.

Lámina 1b. Jaguar (Panthera onca) cazando. Lámina 1c. Jaguar (Panthera onca).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 273 Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL Foto: A. Foto: A. Bustamante.

Lámina 1d. Puma (Puma concolor) cazando. Foto: R. Hoogesteijn. Foto: R. Foto: R. Hoogesteijn. Foto: R.

Lámina 1e. Cunaguaro (Leopardus pardalis). Lámina 1f. Pecarí de labio blanco (Tayassu pecari).

274 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA Conservación del mono araña café (Ateles hybridus) y otros primates en áreas no protegidas de Colombia

A. Gabriela de Luna y Andrés Link

Resumen. El mono araña café (Ateles hybridus; 9-10 kg; CR) es uno de los primates más amenazados de extinción en el mundo. Endémico de Colombia y Venezuela, ha enfrentado una reducción del 80% de su hábitat histórico y una transformación acelerada de sus hábitats naturales. En Colombia, solo el 3% del área de distribución del mono araña café se encuentra bajo protección del sistema de áreas protegidas. Los monos araña son: 1) indicadores de la calidad de los bosques húmedos tropicales; 2) cumplen una función clave en el mantenimiento de la dinámica de estos ecosistemas y 3) se encuentran en una de las regiones más intervenidas del Neotrópico y su conservación de- bería ser priorizada en Colombia y Venezuela. Se describen dos estrategias para la conservación de A. hybridus: la primera asociada a la declaratoria de áreas protegidas en el área de su distribución actual, y la segunda asociada al manejo de los hábitats en matrices productivas en común acuerdo con acto- res gubernamentales, económicos y sociales. Dado que la mayor parte de su población está por fuera de áreas protegidas, la conservación de A. hybridus depende de la protección de estas poblaciones. Su conservación garantizará la conservación de una inmensa diversidad de especies y ecosistemas.

Palabras clave. Declive poblacional. Especies amenazadas. Atelinos. Riesgo de extinción. Sistemas socio-ecológicos.

Abstract. Brown spider monkeys (Ateles hybridus; 9-10 kg; CR) are one of the most endangered primates in the world. Only found in northern Co- lombia and Venezuela, approximately 80% of its original habitat has been destroyed. In the last decades rapid transformation of its natural habitat is still ongoing. In Colombia, only 3% of its distribution area falls within pro- tected areas and the status of its populations in protected areas is largely unknown. Taking into account that: 1) the presence of spider monkeys is an indicator of high quality habitat; 2) that spider monkeys are important species in the maintenance of tropical tree diversity and dynamics; and 3) that they inhabit one of the most intervened ecosystems in the Neo- tropics, conservation efforts aiming to prevent their extinction should be prioritized in Colombia and Venezuela. Here we describe two non-exclusive strategies towards the conservation of brown spider monkeys outside of protected areas: the first one, related to the declaratory of new protected areas at a National level focus in the priority areas for the conservation of Ateles hybridus, and the second one related to the management of natu- ral populations and habitat in productive matrices through conservation agreements and initiatives in local government agencies, private land owners,

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 275 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA large economic industries and local communities. Given the imminent threat to the wild populations of brown spider monkeys and that most of their population lives outside protected areas, we emphasize that the conservation of brown spider monkeys largely depends in the successful conservation initiatives and programs that will be implemented outside from protected areas. Given it extreme vulnerability to anthropogenic disturbance on their natural habitats, the conservation of brown spider monkey will encompass de conservation of a wide diversity of species and ecosystems in Colombia.

Key words. Population decline. Endangered species. Atelines. Extinction Risk. Socioecological systems.

Introducción En la actualidad, más de la mitad de (Mittermeier et al. 2009) (Lámina 1). los primates del mundo se encuentran Según la Unión Internacional para en peligro de extinción (IUCN 2008). la Conservación de la Naturaleza En la región del Neotrópico, los monos (UICN), el mono araña café está “Crí- araña hacen parte de los vertebra- ticamente Amenazado” (CR) debido a dos más vulnerables a la destrucción la acelerada pérdida y fragmentación y fragmentación del hábitat (Michals- de su hábitat (Etter et al. 2006, Link ki y Peres 2005) y la cacería (Franzen et al. 2013) y a la cacería para con- 2006). Debido a su tamaño (9 a 10 kg), sumo, al uso en medicina tradicional son presas preferidas de las comuni- y al tráfico ilegal de especies (Link et dades indígenas y de colonos que se al. 2013). Esta especie fue descrita alimentan de fauna silvestre (Franzen hace tan solo 15 años (Collins 1999, 2006). Además, la mayoría de las espe- Collins y Dunbach 2000, Morales-Ji- cies son cazadas para uso medicinal en ménez et al. 2015). Una vez recono- distintas enfermedades incluyendo la cida como especie, se visibilizó la anemia, paludismo, reumatismo y lei- falta de conocimiento sobre el estado shmaniasis (Alves et al. 2010, Link et de sus poblaciones (ver Bernstein et al. 2013). Su dieta se compone princi- al. 1976 y Green 1978). Sin embar- palmente de frutos carnosos, por lo que go, desde ese momento, el acelerado requieren de grandes extensiones de deterioro de los ecosistemas dentro bosques (Di Fiore et al. 2008) y tienen de su área de distribución histórica ciclos reproductivos lentos que impi- hizo evidente que esta especie se en- den que sus poblaciones se recuperen cuentra amenazada de extinción. fácilmente (Di Fiore et al. 2011). En re- La distribución histórica del sumen, los monos araña son extrema- mono araña café está restringida a damente vulnerables a la degradación los bosques de tierras bajas del norte de los ecosistemas en donde viven y a de Colombia y Venezuela. Se encuen- las amenazas directas como la cacería. tra en la cuenca del río Magdalena El mono araña café o marimon- en Colombia, nordeste antioqueño, da del Magdalena (Ateles hybridus) en la Serranía de San Lucas y en las es uno de los 25 primates más ame- estribaciones del norte de la cordi- nazados de extinción en el planeta llera oriental de Los Andes (Defler

276 Luna y Link

2004, Cooper y Hernández-Camacho Colombia y presentan algún grado de 1975). En Venezuela, existen registros amenaza (IUCN 2008). Es clave tener en el noroccidente del país (Cordero- esto en cuenta, ya que a pesar de que Rodríguez y Biord 2001) y en el Par- este trabajo se enfoca principalmente que Nacional Guatopo (Figura 1). Los al mono araña café, las amenazas y es- monos araña coinciden en la mayor trategias de conservación que se ana- parte de su distribución con otras lizan en este capítulo están dirigidas tres especies de primates, los aulla- a toda la comunidad de primates de la dores rojos (Alouatta seniculus), los zona interandina y norte de Colombia. monos cariblancos (Cebus versicolor) y las martejas o monos nocturnos Estado de conocimiento (Aotus griseimembra). En la zona occi- Durante la última década se han dental además coinciden con los mo- hecho grandes avances en el cono- nos titis grises (Saguinus leucopus). cimiento del mono araña café (Cor- Por último en la zona de la Serranía de dero-Rodríguez y Biord 2001, Link San Lucas también cohabitan con los et al. 2010, 2012, 2013, Abondano churucos (Lagothrix lagotricha lugens) y Link 2012, Rimbach et al. 2012, (Defler 2004). De estas cinco especies, 2013, 2014, Álvarez et al. 2014). Sin las últimas cuatro son endémicas de embargo, las amenazas sobre esta

Figura 1. Área de distribución histórica del mono araña café (Ateles hybridus) en Colombia y Venezue- la. Fuente: adaptado de IUCN (2008).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 277 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA especie son cada vez más fuertes, es- acelerada tasa de conversión del hábi- pecialmente si se tiene en cuenta que tat disponible para A. hybridus por la menos del 3% de su área de distri- agroindustria (p. e. palma de aceite) y bución está contenida dentro de las la ganadería extensiva. En las últimas áreas naturales nacionales protegidas dos décadas (1990 a 2010) se estimó (Link et al. 2013). Esto hace prever una pérdida de hábitat que superó el que su conservación depende en gran 27% del hábitat disponible en 1990. medida de lo que ocurra con sus po- Esto significa que de los 38.600 km2 blaciones naturales por fuera de las que existían en 1990, se perdieron áreas protegidas. aproximadamente 10.500 km2 hasta el En la última década se han regis- 2010, con una tasa acelerada de pérdi- trado monos araña café en más de 60 da, especialmente en los últimos cinco localidades en Colombia (ver detalles años (Link et al. 2013). Además, gran en Link et al. 2013), principalmente parte del área natural que aún existe, en zonas altamente degradadas y en está fuertemente fragmentada y ex- fragmentos de bosque pequeños que puesta a fuertes presiones económicas no garantizan la supervivencia de y sociales en el futuro inmediato. estas poblaciones (González 2013). En Colombia, tan solo un 3% del Aún quedan algunas áreas priorita- área de distribución de Ateles hybridus rias en donde se debe verificar el es- está dentro de las áreas naturales pro- tado de sus poblaciones, como lo son tegidas y un 1,5% de dicha área está la Serranía de San Lucas, la Serranía bajo el Sistema Nacional de Parques de Perijá, el río Catatumbo y el Par- Nacionales, específicamente en el PNN que Nacional Guatopo (este último en Catatumbo y el Parque Selva de Floren- Venezuela). Las densidades más al- cia (Roncancio 2012). Uno de los resul- tas reportadas para la especie están tados más relevantes de los ejercicios asociadas a fragmentos de bosque de modelación de nicho de A. hybridus pequeños en donde posiblemente se (Link et al. 2013) es que, en términos han aglomerado recientemente las del sistema nacional de áreas protegi- poblaciones que se encontraban en das (SINAP) de Colombia, la categoría áreas adyacentes y no ha habido que ha disminuido en menor propor- tiempo suficiente para que factores ción su área de distribución en los úl- denso-dependientes regulen la ca- timos años corresponde a los Parques pacidad de carga de estos fragmen- Nacionales Naturales (Tabla 1). tos (Link et al. 2010). Por ende, estos Los estudios realizados sobre estimativos no son necesariamente los efectos de la fragmentación en la alentadores sobre el estado de con- ecología de los monos araña en el río servación de las poblaciones de A. San Juan en Santander, evidencian hybridus en Colombia. su vulnerabilidad en ecosistemas in- Dos estudios independientes es- tervenidos. En pequeños fragmentos timaron que menos del 20% de la de bosque los monos araña consu- distribución histórica de la especie men una proporción de hojas más conserva su cobertura natural (Mora- alta que lo reportado para otras espe- les-Jiménez 2004, Link et al. 2013). cies del género (Di Fiore et al. 2008, Una de las tendencias más preocu- Link et al. 2011, Montes 2012). Al pantes que revelan estos estudios es la ser especialistas en frutos maduros

278 Luna y Link

(Di Fiore et al. 2008), basar su dieta Amenazas directas y conservación en hojas podría tener implicaciones del mono araña café en áreas no negativas sobre su tasa de desarro- protegidas llo y supervivencia. En cuanto a su Las dos principales amenazas sobre comportamiento, en estos estudios se las poblaciones de monos araña café evidencian comportamientos anor- son la pérdida del hábitat natural y la males como el infanticidio sistemático extracción de individuos de las pobla- de crías de monos aulladores (Rim- ciones silvestres. bach et al. 2012), la alta competen- La destrucción acelerada de los cia entre grupos sociales y la elevada hábitats naturales dentro del área de mortalidad de las crías nacidas en distribución de A. hybridus está aso- los grupos de estudio (Álvarez et al. ciada a la intensificación desmedida de 2014). Además, se han evidenciado agroindustrias (p. e. palma de aceite), al menos cinco eventos en donde los la ganadería extensiva y el desarrollo monos araña café cruzan ríos o gran- de grandes iniciativas de infraestructu- des fragmentos, lo cual aumenta el ra nacional y proyectos extractivos de riesgo de ser depredados por anima- minerales e hidrocarburos (Etter et al. les silvestres, animales domésticos e 2006, 2008; Restrepo y Syvitsky 2006). incluso los humanos. Entonces, no es En la región norte y central de Colom- sorprendente que bajo estas condicio- bia, que incluye toda el área de distri- nes los monos araña sean uno de los bución de la especie para el país, en primeros vertebrados en desaparecer el 2011 había al menos 245.561 hec- de los bosques húmedos neotropica- táreas sembradas de palma (124.340 les (Michalski y Peres 2005). ha en la zona norte y 121.221 ha en

Tabla 1. Pérdida de cobertura boscosa en el sistema de áreas protegidas de Colombia entre 1990 y 2010 según Link et al. (2013). Abreviaturas: Áreas Nacionales Protegidas (ANP) y Reservas Nacionales de la Sociedad Civil (RNSC).

EXTENSIÓN 1990 EXTENSIÓN 2010 PORCENTAJE DE PÉRDIDA (HECTÁREAS) (HECTÁREAS)

ANP Locales 10.647 7.700 27,70

ANP Regionales 209.749 155.247 26,00

ANP Nacionales 198.770 178.150 10,40

RNSC 479 255 46,80

Reservas Especiales 76.623 46.256 39,60

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 279 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA la central) (Fedepalma 2012) (Figura minas sin título se encuentran en zonas 2d). Así mismo, de los 75 municipios prioritarias de conservación para los con cultivos de palma identificados por monos araña café, como es el caso de Fedepalma, 81% están dentro del área la Serranía de San Lucas. de distribución histórica de los monos Así mismo, existen grandes me- araña (Figura 2d). El aumento de cul- gaproyectos en la zona de distribu- tivos extensivos de palma en muchos ción de A. hybridus que comprometen casos tiene diferentes efectos: disminu- los ecosistemas hoy disponibles para yen el hábitat disponible por defores- esta especie. Por ejemplo, el dragado tación directa, promueven el drenaje del río Magdalena, la construcción de y canalización extensivo de afluentes hidroeléctricas y mega puertos com- y ciénagas para el abastecimiento hí- prometen la conectividad hídrica y drico de la agroindustria de palma de ecosistémica en el Magdalena medio. aceite y limitan la conectividad (Fit- Estas amenazas, junto con la rápida zherbert et al. 2008). expansión de vías de transporte en la En la distribución de la especie tam- zona (Figura 2e), ponen en riesgo las bién existen grandes yacimientos de hi- poblaciones remanentes de estos pri- drocarburos y de oro que actualmente mates, como ha sido demostrado en están siendo explotados (Figura 2f-g). otras regiones neotropicales (Angelsen Se ha evidenciado que la exploración y y Kaimowitz 1999, Batistella et al. 2000 explotación de hidrocarburos tiene un Espinosa et al. 2014). Uno de los ries- efecto negativo directo sobre los ecosis- gos más grandes que conllevan los pro- temas (O’Rourke y Connolly 2003). Su yectos de infraestructura, extracción, exploración y posterior explotación y energéticos y otros megaproyectos, es transporte han requerido de cierta in- que proveen acceso a zonas antes inac- fraestructura (p. e. carreteras, oleoduc- cesibles y permiten la llegada de nuevos tos o gaseoductos) que ha fragmentado frentes de colonización (Ochoa-Quintero y degradado en muchos casos los ecosis- et al. 2015). Finalmente, ante un escena- temas del valle del río Madalena y norte rio de “post-conflicto” en Colombia, crece de Colombia (Figura 2f). Además, en el la amenaza directa sobre las poblacio- caso de los yacimientos de oro, al ser ex- nes de monos araña café debido a que plotados inadecuadamente (p. e. uso de algunas de las áreas prioritarias para su retroexavadoras, dragas, etc.) transfor- conservación coinciden con iniciativas man de forma irreversible estos ecosis- de reservas campesinas y de reforma temas (Figura 2g). La figura 2g muestra agraria, en donde muy probablemente se que la distribución de los títulos mineros transformen ecosistemas naturales para otorgados coincide en gran medida con la reubicación de poblaciones humanas. los remanentes boscosos identificados Aunque existe un vacío de infor- en el primer mapa. Teniendo en cuenta mación sobre la magnitud del efecto que en el censo minero del 2010-2011 de la cacería sobre las poblaciones de se estimó que únicamente 37% de las los monos araña café en Colombia, minas tenían títulos, se puede afirmar estos grandes primates son cazados que más de la mitad de las minas del con frecuencia para el consumo, uso país no tienen ningún plan ambiental medicinal o prácticas culturales y el que minimice los impactos (Ministe- tráfico (Alves et al. 2010, Link et al. rio de Minas 2012). Muchas de estas 2012). Teniendo en cuenta que Peres

280 Luna y Link

Figura 2. a) Áreas de bosque interandino remanente b) Hábitat disponible para A. hybridus en su distribución y sus amenazas en Colombia. histórica. En negro se muestran las áreas con cobertura bos- cosa, en gris las que han sido deforestada (Link et al. 2013).

c) Mapa que agrupa todas las amenazas sobre los ecosis- temas del Magdalena Medio y norte de Colombia. Cada d) Principales municipios productores de palma de amenaza está descrita individualmente en los mapas 2d a 2g. aceite en el área de distribución (Fedepalma, 2012).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 281 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA

e) Mapa de carreteras (líneas blancas con contorno negro), f) Proyectos en el área de distribución de gas y petróleo. carreteras de doble calzada (líneas gruesas) y ferrocarriles Bloques de exploración (polígonos con rayas diagonales), (líneas horizontales), carreteras líneas blancas con contorno bloques de explotación (polígonos con puntos), gaseoductos y negro y carreteras de doble calzada líneas gruesas (Adaptado oleoductos (líneas discontinuas) (Adaptado de mapa Agencia de mapa elaborado por Invias, 2014). Nacional de hidrocarburos 2014).

g) Títulos mineros otorgados a 2012 (Adaptado de mapa elaborado por UAEGRTD, 2013, Catastro Mi- nero Colombiano, 2012. Elaboró: Grupo Terrae).

282 Luna y Link estimó en 1990 que una sola familia alta inestabilidad de orden público, por de caucheros con tres cazadores cazó lo que se han realizado muy pocos estu- en 18 meses al menos 100 monos dios y se han llevado a cabo muy pocas araña en un hábitat no fragmentado acciones de conservación concretas. amazónico, se puede asegurar que la Sin embargo, en las zonas de distribu- cacería es una de las amenazas direc- ción geográfica de A. hybridus que son tas más importantes sobre sus pobla- más accesibles, se vienen desarrollan- ciones naturales (Franzen 2006). do al menos cinco acciones que tienen Debido a que la mayor parte de las un impacto sobre su conservación: 1) poblaciones de Ateles hybridus se en- proyectos de investigación; 2) acuerdos cuentran por fuera de áreas protegidas, privados de conservación y declarato- su conservación depende de lo que ocu- ria de reservas privadas; 3) acuerdos rra en estas áreas. Irónicamente, a largo privados de restauración; conservación plazo y dadas las diferentes amenazas a y desarrollo de estrategias de conecti- las que se ven enfrentados (Figura 2c), vidad dentro de matrices productivas; la principal estrategia para conservar 4) proyectos de divulgación, sensibili- grandes extensiones de hábitat natural zación y apropiación ambiental; y 5) en el área de distribución de la especie proyectos para generar alternativas es a través de la declaratoria de Parques económicas sostenibles. Estas acciones, Nacionales Naturales. Estas figuras de aunque son muy valiosas, se han lleva- conservación han demostrado ser las do a cabo de manera puntual y ahora áreas protegidas con menor pérdida de es indispensable implementarlas a ni- cobertura boscosa en las últimas déca- vel de paisaje. das en Colombia (Link et al. 2013). La El papel de los proyectos de investi- conservación de las poblaciones del gación a largo plazo ha demostrado ser mono araña café en mejor estado depen- clave en la conservación de poblaciones derá entonces de la declaratoria de áreas naturales de primates (Chapman y Pe- como el PNN Serranía de San Lucas, el res 2010). Estos estudios a largo plazo PNN Serranía del Perijá o de otros par- no sólo permiten obtener información ques nacionales naturales dentro de sus sobre las especies, sus amenazas y los áreas prioritarias de conservación (Link recursos críticos que requieren para et al. 2013). sobrevivir, también ejercen un efecto de Dada la complejidad socio-económi- conservación en la zona donde se desa- ca que enmarca la declaratoria exitosa rrollan (Pusey et al. 2007, Wrangham y de áreas protegidas en el corto plazo, la Ross 2008). En conjunto, se ha eviden- conservación de las poblaciones de mo- ciado que la presencia constante de nos araña café está fuertemente ligada investigadores en zonas de estudio dis- a iniciativas y acuerdos locales o regio- minuye la cacería y la destrucción del nales de conservación. Sin embargo, al hábitat (Campbell et al. 2011), como es analizar los mapas de distribución ac- el caso de las poblaciones del río San tual de la especie, se evidencia que las Juan en Cimitarra (Santander) (Funda- zonas con mayor cobertura boscosa, y ción Proyecto Primates). por ende prioritarias para la conser- En gran parte del área de distribu- vación (Figura 2b), se encuentran en ción histórica de A. hybridus, la exis- áreas de difícil acceso (Figura 2f). Estas tencia de remanentes de bosques ha áreas también se caracterizan por una estado ligada a decisiones privadas y

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 283 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA voluntarias de conservación o al difícil aislados de bosque en zonas con gran- acceso y/o uso de la tierra para acti- des matrices productivas del Magdale- vidades productivas. Estas decisiones na medio. Cabe destacar dos proyectos pueden no mantenerse a largo plazo (GEF) a gran escala que están llevan- en la medida que dependan de un in- do a cabo en la zona “Conservación y terés filantrópico de conservación a uso sostenible de la biodiversidad en través de las generaciones, o que di- ecosistemas secos para garantizar el chas decisiones primen por encima de flujo de los servicios ecosistémicos y oportunidades económicas emergen- mitigar los procesos de deforestación tes, asociadas a la transformación de y desertificación” y el proyecto llamado esos ecosistemas hacia sistemas pro- “Manejo sostenible y conservación de ductivos. A pesar de que existen algu- la biodiversidad en la cuenca del río nas reservas privadas declaradas en la Magdalena.” Estos proyectos pueden región del Magdalena Medio (p. e. Re- tener un impacto muy importante a serva de Funcopromas en la Serranía nivel de paisaje, ya que además de in- de San Lucas, Reserva Natural Privada cluir restauración, incluye proyectos El Paujil de la Fundación ProAves en la productivos sostenibles y declaración Serranía de las Quinchas, Reserva El de áreas protegidas (www.thegef.org). Silencio de la Fundación Biodiversa en En el futuro próximo, será de gran re- Yondó y la Reserva Las Marimondas de levancia evaluar su impacto sobre la la Fundación Proyecto Primates, entre probabilidad de supervivencia de los otras), la mayor parte de los remanen- primates para poder replicarlos. tes de bosque son conservados por sus En algunos casos estos proyectos se propietarios (Ocampo-Peñuela 2010). han desarrollado con las comunidades Una de las actividades que tiene locales, como es el caso del proyecto un impacto positivo sobre la conser- Restauración Ecológica Participativa vación de los primates consiste en la en ríos, humedales y el piedemonte siembra y restauración de los bosques. cordillerano del Magdalena medio de En la actualidad esta actividad es una la Fundación Guayacanal y Corpora- de las más utilizadas por instituciones ción Desarrollo y Paz del Magdalena gubernamentales y no gubernamen- medio (CDPMM). Otra de las acciones tales como parte de planes de conser- de restauración participativa en la zona vación de la biodiversidad, mitigación se ha llevado a cabo por la Fundación de daños ambientales o prevención Alma. Ellos han trabajado en el estudio de desastres (p. e. Corantioquia, Cor- y la recuperación de humedales con nare, Ecopetrol, Isagen, entre otros) los pescadores artesanales en Juncal (Murcia y Guariguata 2014). Muchos – Baquero en Gamarra, Cesar y en la proyectos han identificando especies ciénaga El Llanito (Garzón et al. 2014). y zonas prioritarias de restauración y Estos son ejemplos de actividades que conservación en la zona (p. e. Proyecto incluyen dos estrategias de conserva- de Vida Silvestre). En ciertos casos esta ción combinadas cómo se describe en restauración o reforestación ha servido la figura 3. Por un lado se encuentra como una figura de compensación por la acción de restaurar hábitats y su proyectos de infraestuctura. Mediante conexión y por otro la sensibilización estos procesos se han hecho esfuerzos y apropiación ambiental de la comu- encaminados a reconectar fragmentos nidad. Esta restauración de bosques

284 Luna y Link ribereños y humedales del Magdalena se talaba, ya que la madera pasaba medio sí se encuentra dentro de la Polí- a ser la alternativa económica (Alger tica Nacional para Humedales Interio- 1994). Otros ejemplos de alternativas res de Colombia (Andrade et al. 2002). económicas sostenibles son el ecotu- Su ejecución aumenta las posibilidades rismo (p. e. Reserva Natural Privada el de supervivencia de los primates del Paujil) y los proyectos comunitarios (p. Magdalena medio no sólo aumentan- e. Mujeres por la conservación - Fun- do su hábitat sino también la conexión dación Proaves). Al igual que con otras entre los remanentes de bosque. Estu- estrategias, muchas de estas acciones dios en otros países han demostrado son locales y han sido poco evaluadas que los corredores ribereños en ma- para determinar sus efectos sobre la trices fragmentadas son zonas de vital conservación y así determinar si de- importancia para sobrellevar cambios ben replicarse en otras zonas. Cómo drásticos, ya que proveen conectividad propuso Seymour (1994), los proyectos ecosistémica entre los fragmentos de de conservación comunitarios exitosos bosque aledaños (Hannah et al. 2008, son en su mayoría locales y pequeños Lees y Peres 2008). ya que se adaptan a la cultura y carac- Otra de las estrategias de conserva- terísticas de la comunidad y también ción que se han utilizado en la zona de son una estrategia muy efectiva en con- distribución del mono araña café son servación de primates (Shanee et al. proyectos comunitarios que en muchos 2014). Es clave tener en cuenta que el casos generan alternativas económicas éxito de estos proyectos alternativos que disminuyen la presión sobre los depende de una buena capacitación, y ecosistemas. Estos proyectos han sido una estrategia paralela de divulgación otra estrategia común en la conserva- y sensibilización. ción de primates (Peres y Chapman Por último, la iniciativa económica 2001). Uno de los proyectos que se han sostenible que se empieza a extender planteado en varias localidades de su en el Magdalena medio es la imple- distribución en Colombia, es el cultivo mentación de técnicas de ganadería de cacao (Bolívar, Santander y Cesar). sostenible. La Federación Colombiana Las plantaciones de cacao de sombra (y de Ganaderos (Fedegan) y sus colabo- otros agro-ecosistemas similares) han radores definen estos proyectos como demostrado ser efectivas para la con- una valiosa estrategia para evitar el servación de varios primates en otros deterioro ambiental y mejorar la pro- países neotropicales (Rice y Greenberg ducción del negocio ganadero, a través 2000, Raboy et al. 2004). Sin embargo, de la integración de sistemas silvopas- es necesario evaluar su efecto sobre la toriles y la conservación de bosques conservación del mono araña café para nativos (Zuluaga et al. 2011). Esta determinar si estas alternativas econó- puede convertirse en una estrategia micas son realmente una acción facti- efectiva para la conservación de los ble para su conservación. En Brasil, un monos araña y muchas otras especies, estudio demostró que la siembra de ca- si incluye la conexión de estos bosques cao fue una estrategia negativa, ya que nativos a través de corredores, bos- cuando subían sus precios, la tenden- ques de borde de río o cercas vivas. cia era deforestar más para ampliar Muchas de las poblaciones de los mo- los cultivos, y cuando bajaban también nos araña detectadas, se encuentran

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 285 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA

Declaración (++) de áreas protegidas Tráfico (+) de especies Acuerdos privados de conservación (+) y declaratoria (+) de reservas privadas Consumo Medicina (+) tradicional Proyectos de (+) (p. e. cura de investigación la anemia)

2 Restauración (+) y conectividad

(-) Disminución de individuos en vida silvestre Proyectos alternativas (+?) Estado de la económicas población de los 1 sostenibles monos araña café (-) Disminución del hábitat Divulgación, sensibilización (+) y apropiación ambiental

(+) Hidrocarburos

(+) Tala ilegal (+) Minería

(+) Ganadería

(+) Agro industria extensiva (palma)

(+) Infraestructura (vías, hidroeléctricas)

Figura 3. Esquema de amenazas y de estrategias de conservación, sus interacciones y sus efectos sobre el estado de la población de los monos araña café. (+) Si la asociación aumenta el siguiente componente al que están conectados y (-) si lo disminuye. Las amenazas con líneas discontinuas son actividades que tienen una decisión gubernamental significativa (Plan de desarrollo nacional). 1. Las dos grandes causas de disminución de las poblaciones de monos araña café están relacionadas con procesos sinérgicos, ya que la fragmentación facilita el acceso a áreas y favorece la cacería 2. Las estrategias de conservación pueden estar asociadas entre sí. Por ejemplo un proyecto de restauración puede ser un proyecto de alternativa sostenible.

286 Luna y Link en fincas ganaderas. Es clave recalcar de educación a nivel nacional ni en que en estos ecosistemas tan fragmen- Colombia ni en Venezuela que ayude tados e intervenidos, su supervivencia a las poblaciones locales a conocer está asociada a la ausencia de cacería y apropiarse de la conservación del de primates. mono araña café. Eliminar la cacería del mono ara- Como se ha podido evidenciar, tan- ña café es sin duda uno de los mayores to las amenazas como las estrategias retos para asegurar que esta especie de conservación están ligadas entre logre sobrevivir en Colombia. Por ello, sí como se resume en de la figura 3. la implementación de programas de A grandes rasgos, tanto las amena- educación, sensibilización y apropia- zas cómo las estrategias se pueden ción ambiental son de gran impor- agrupar en dos grandes grupos: acti- tancia tanto a nivel local como a nivel vidades que tienen una decisión gu- nacional. Los programas exitosos de bernamental y están en el esquema conservación de primates han sido encuadradas con una línea disconti- en su mayoría programas multidi- nua (p. e. Plan Nacional de Desarrollo) ciplinarios y deben ir más allá de la y las que se pueden basar también en pedagogía incluyendo disciplinas tan decisiones privadas, enmarcadas en variadas como psicología, mercadeo el esquema con una línea continua. Se y entretenimiento (Jacobson 2010). han identificado a su vez dos razones Cabe destacar que los proyectos de principales por las cuales los monos sensibilización y apropiación locales araña café están tan amenazados. Por son de gran importancia porque pue- un lado se encuentra la disminución y den tener un gran impacto sobre los fragmentación de su hábitat y por otro usos y percepciones de la población la disminución de individuos de las po- de esta especie. En Venezuela se lleva blaciones silvestres. Es muy importan- a cabo un trabajo con la comunidad te tener en cuenta que ambas causas cerca de la población de Caparó lide- de disminución de las poblaciones es- rada por Diana Duque y en Colombia tán relacionadas entre sí en al menos existen al menos dos proyectos de tra- tres aspectos importantes con proce- bajo con las comunidades alrededor sos sinérgicos. Por un lado, la frag- de la conservación de primates, uno mentación facilita el acceso a áreas y en Serranía de las Quinchas y otro en favorece la cacería (Peres 2001). Por Cimitarra. La presencia de poblacio- otro, la fragmentación y disminución nes constantes de primates (Link et al. de hábitat disminuye los recursos lo 2010) en estas dos zonas de Colom- que directamente tiene implicaciones bia, en donde hay un trabajo constan- en la supervivencia de los individuos. te con la comunidad, evidencia tanto Finalmente, las poblaciones gradual- un efecto positivo de los programas mente quedan aisladas en los rema- de educación como de los proyectos nentes de bosque dentro de matrices de investigación a largo plazo. Sin em- que no favorecen en muchos casos la bargo, los esfuerzos de divulgación y dispersión (Figura 2c). El aislamien- sensibilización sobre el estado crítico to en fragmento aislados de bosque de conservación de los monos araña puede disminuir la variabilidad gené- café han sido puntuales y poco inte- tica de estas poblaciones por porcesos grados. Aun no existe una estrategia asociados a la endogamia, promueve

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 287 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA la posible proliferación de enfermeda- palmicultores) para maximizar la des (p. e. parásitos) y vuelve más sus- conservación de los fragmentos y la ceptibles las poblaciones a procesos conectividad de los ecosistemas den- estocásticos. tro de un paisaje socio-ecológico. Así mismo, es necesario sensibilizar a las comunidades locales sobre las conse- Conclusiones cuencias de la pérdida de estos eco- Las amenazas a las que se enfrentan sistemas y los bienes y servicios que los monos araña café son tan fuertes estos proveen, así como encontrar al- e inmediatas, que resulta necesario ternativas económicas y sostenibles desarrollar un Programa nacional de que minimicen los impactos directos conservación de Ateles hybridus para (p. e. cacería) sobre las poblaciones coordinar esfuerzos que eviten su in- de monos araña café. El desarrollo minente extinción en las próximas dé- planeado para el Magdalena medio cadas. Es esencial la articulación de y el Caribe debe estar enmarcado en actores privados y gubernamentales escenarios que permitan la supervi- para que las acciones tengan un im- vencia y conectividad de las poblacio- pacto a nivel de paisaje y contribuyan nes silvestres del mono araña café, positivamente sobre la supervivencia dado que su conservación está direc- de la especie. Es de suma importan- tamente asociada a la conservación cia que el ordenamiento territorial de una inmensa diversidad de espe- esté ligado a los planes de manejo cies y ecosistemas en esta olvidada predial de actores locales (ganaderos, región de Colombia.

288 Luna y Link

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292 Luna y Link Foto: A. Malagón A. Foto:

Lámina 1a. Mono araña café (Ateles hybridus) hembra. Foto: A. Foto: A. Link

Lámina 1b. Grupo de mono araña (Ateles hybridus).

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 293 Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA Foto: A.Malagón.

Lámina 1c. Hembra mono araña con cría (Atelus hybridus). Foto: A. Foto: A. Link.

Lámina 1d. Hembra juvenil (Atelus hybridus).

294 Epílogo Esteban Payán, Carlos A. Lasso y Carlos Castaño-Uribe

A un año del Simposio sobre y a merced de reacciones primarias de Conservación de grandes vertebra- los habitantes rurales. dos en áreas no protegidas, lleva- Los animales grandes son nuestros do a cabo en diciembre de 2014 en animales emblemáticos, carismáticos Cartagena en el marco del Congreso y fácilmente reconocibles por el públi- Colombiano de Zoología, y tras un co, tanto que son símbolos presentes arduo proceso de evaluación y edi- en nuestros escudos, heráldica e him- ción de los diferentes capítulos del nos. Pero aun así, nuestra cultura de presente volumen inspirados por el guerra y de pobreza como única nece- mismo Simposio, trataremos de re- sidad, ha atropellado los intereses de sumir a continuación las necesida- muchos por temas de la vida natural. des, problemáticas y oportunidades Creemos que con el presente volumen más importantes para los grandes inaugural de la Serie “Fauna Silvestre vertebrados en el Neotrópico, con Neotropical”, estamos contribuyendo a especial énfasis en Colombia. cambiar esta tendencia y fomentando un interés por los animales de nuestros El desconocimiento de la vida países. Es urgente entonces, promover de los grandes animales el conocimiento en una sociedad como Un elemento transversal en el libro y Colombia, que ha sufrido tanto sus dé- perenne en nuestros países es el des- cadas de guerra. Una sociedad basada conocimiento de la biología, ecología en el conocimiento es ideal, pues solo y necesidades de conservación de las con conocimiento se podrá manejar el especies de grandes vertebrados, tanto mundo de forma sostenible. terrestres como acuáticos. La ausencia de conocimiento de nuestras especies Grandes animales, grandes implica que tampoco hay un manejo consideraciones activo, ni un plan de contingencia fren- La totalidad del presente volumen re- te a las amenazas. La sinergia entre la suena con un mensaje principal: el ta- falta de conocimiento, la apropiación maño de las especies importa. Atañe en de nuestras especies emblemáticas y la sus historias de vida, al tamaño de área falta de capacidad del recurso humano que necesitan sobre el planeta y a las e incluso la indolencia administrativa, amenazas a las que se ven expuestos, lo lleva a que el manejo de las grandes cual es evidente, ya que todo lo anterior especies de vertebrados esté ausente está conjugado y asociado. Los grandes mamíferos requieren gestaciones más

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 295 Epílogo largas, tienen camadas más pequeñas Carbone et al. 1999). Esto conlleva a y una crianza más larga (Gittleman y mantener territorios silvestres en un Harvey 1982). Los crocodrílidos, tortu- estado de funcionamiento adecuado gas y otros peces grandes, tienen estra- para asegurar cierta soberanía sobre tegias de vida diferentes que implican los recursos frente a la competencia de poner muchos huevos, pero pagando los vecinos inter e intra específicos (Du- el costo energético en una ausencia de rant 1998). Es evidente, en tal sentido, crianza en algunos casos y unas pro- que la vulnerabilidad de las grandes babilidades muy bajas, de que muchas especies de carnívoros se acrecienta de sus crías lleguen a estado adulto y frente a una eventual reducción de sus mucho menos alcancen una gran talla presas, pues ellas, a su vez por su ta- (Townsend et al. 2003). maño, están amenazadas no solo por El uso del espacio es clave para las la persecución de otros depredadores especies, pues este se incrementa en -incluido el hombre-, sino también por función del tamaño del cuerpo (Jetz et la pérdida de hábitat (Hernandez-Guz- al. 2004) y en el espacio (o territorio) man et al. 2011). está distribuido el recurso alimenticio En consideración de lo anterior, las que requiere el consumidor para ase- restricciones energéticas definen la es- gurar su alimentación. Así, en el orden trategia de vida para especies grandes Carnivora por ejemplo, hay un gran y hacen que estas entren en conflic- cambio en las estrategias de vida a par- to con los humanos y experimenten tir de los 22 kg de peso promedio. Los las amenazas derivadas de la perdi- carnívoros menores a ese peso pueden da de la calidad del hábitat. Este libro comer presas de menos de la mitad de muestra, en casi todos los capítulos, su peso e incluso muchos pueden vivir cómo la cacería retaliativa derivada alimentándose de invertebrados, pero del conflicto que se genera por la com- las especies mayores a este peso deben petencia de recursos se constituye en ser depredadores y comer animales una amenaza. Tanto nosotros como más parecidos a su tamaño corporal los grandes vertebrados, competimos (Carbone y Gittleman 2002). por recursos vegetales, animales y Las investigaciones más recientes por el hábitat natural (Kruuk 2002, demuestran que lo anterior está sus- Woodroffe et al. 2005). Esto implica tentado en el hecho de que por cada que la conservación de las especies en 10.000 kg de biomasa de presas, se cuestión, requiere de la regulación de sostiene en promedio 90 kg de bioma- uno de los comportamientos básicos sa de un carnívoro (Carbone y Gittle- humanos: producir comida. Por lo tan- man 2002). Es decir, que en el caso de to, no es sorprendente que los gran- un jaguar (Panthera onca) de 75 kgs des vertebrados estén enfrentados a se requerirían unos 8,300 kg de bio- amenazas mucho más críticas que las masa de presas en su territorio para demás especies animales, pues requie- mantenerlo. Por lo tanto, la densidad ren de una modificación significativa y territorialidad operan en función del de la conducta humana, tanto de orí- tamaño de la especie, y todos los cri- genes instintivos como culturales, para terios anteriores son un reflejo de los su conservación. Este es tal vez, el reto costos energéticos vitales (Carbone et más grande al que nos enfrentamos en al. 2005, Carbone y Gittleman 2002, la actualidad y en un futuro próximo.

296 Payán et al.

También, nos lleva a una gran con- en ciudades. Este interés está asociado clusión, ancla fundamental del presen- al suministro de información y recono- te volumen: las áreas protegidas y su cimiento por parte de medios televisi- conectividad funcional no son suficien- vos, digitales e impresos. En cambio, tes para conservar los grandes verte- la actitud de las comunidades rurales, brados del país y del Neotrópico (ni generalmente está influenciada por tampoco del mundo). Entender la re- sus experiencias directas con estos lación entre fisiología, comportamiento grandes animales que en muchos ca- y fenómenos poblacionales, es uno de sos han sido negativas. La mayoría de los grandes retos en la ecología y de la las personas que han experimentado política pública (Carbone et al. 2010). algún tipo de conflicto con estas es- Esto es particularmente grave frente a pecies tiene una mala impresión de un escenario de condiciones ambien- las mismas (Bandara y Tisdell 2003, tales degradadas, cambio climático y Laundré y Hernández 2010, Naugh- perdida de la biodiversidad. ton-Treves et al. 2003, Zimmermann et al. 2005). No obstante, es importan- Conflicto y percepción entre te resaltar que las poblaciones indíge- humanos y grandes animales nas de América Latina se excluyen de El conflicto por recursos y espacio vital esta generalización, y que en su ma- entre grandes carnívoros, herbívoros, yoría tienen una percepción positiva reptiles y peces es mundial (Freitas de los grandes animales, ya sea por et al. 2007, Luck et al. 2004, Røskaft su protagonismo en la cosmogonía e et al. 2003, Woodroffe et al. 2005). El imaginario étnico -como es el caso de conflicto se refleja en muchos de los los grandes felinos- o por los valores bordes de los parques y áreas no-pro- nutricionales frente a los grandes un- tegidas (Sitati et al. 2003, Wilson et al. gulados (Benson 1998, Fabrizio Sergio 2005, Woodroffe y Ginsberg 1998). El 2006, Jerozolimski y Peres 2003). El conflicto con grandes animales está tema del conflicto y la problemática asociado a las altas necesidades ener- de la cacería retaliativa o por miedo géticas y el de grandes extensiones a ser víctima de ataque por parte de espaciales, como ya se anotó anterior- grandes carnívoros, será tratado en mente. Por lo tanto, atender y mane- un próximo volumen de esta serie, jar el conflicto en áreas no protegidas dado el enorme interés que represen- que están complementando el valor de ta para los requerimientos de conser- conservación de áreas protegidas en vación de la biodiversidad. el mismo paisaje, es crítico para la co- El turismo de observación de fauna existencia y alcanzar entonces la con- es una herramienta importante para servación de poblaciones de grandes promover la conservación del bosque animales a largo plazo. en pie con poblaciones sanas de anima- Es interesante reconocer que la ac- les grandes (carismáticos). En países titud de la gente que vive en áreas ru- con estabilidad política el turismo ha rales o ciudades de países con grandes sido un recurso crítico para conservar animales es diametralmente opues- grandes extensiones de tierras bien ta. Hoy día hay un creciente interés y conservadas y lograr un flujo econó- gran valoración por los grandes ani- mico a la gente local en esta industria males por parte de personas que viven (Fennell y Weaver 2005, Goodwin y

CONSERVACIÓN DE GRANDES VERTEBRADOS EN ÁREAS NO PROTEGIDAS DE COLOMBIA, VENEZUELA Y BRASIL ° 297 Epílogo

Leader-Williams 2000). No obstante, Es deseable entonces una mira- requiere una regulación apropiada y da más seria y una gestión real fren- puede tener efectos ambivalentes en te a los bordes duros o estrictos, que cuanto a cambio en valores cultura- frecuentemente son sifones para po- les y beneficios directos para la fau- blaciones de grandes vertebrados na (Stronza 2001). Así, creemos que (Patterson et al. 2004, Woodroffe y nuestros países se pueden beneficiar Ginsberg 1998, Yahner 1988). Los de un turismo de naturaleza dirigido bordes “duros” son aquellos donde a los grandes vertebrados en matrices el uso de la tierra aledaña a un área de paisajes protegidas y no-protegidas. protegida es drásticamente diferente y de alto impacto para la biodiversi- Áreas protegidas versus áreas dad, aunque incluso los bordes suaves no protegidas entre parques y tierras campesinas Los grandes vertebrados requieren pueden tener problemas con grandes áreas más grandes donde vivir que vertebrados (Seiler y Robbins 2015). las que generalmente proveen las El tipo de uso de la tierra adyacente áreas protegidas establecidas. Esto es a las áreas protegidas debe ser una especialmente relevante para gran- consideración básica en planes de des vertebrados terrestres, acuáticos desarrollo y ordenamiento territorial y voladores. (Payán et al. 2013). Un borde bien ma- La interdependencia entre áreas nejado implica una mejor posibilidad protegidas y no protegidas debe enten- de gestión de protección del parque y derse como una sola unidad de paisaje. asegura un núcleo bien protegido. Esto debería incluir planes de manejo y La gobernanza de los parques na- de especies incluyentes con diferentes cionales y otras áreas protegidas debe- estratégicas dentro y fuera de parques ría ir de la mano con las comunidades y reservas. Por ejemplo, no puede fun- locales, no solo en los regímenes de cionar un plan de manejo de un área co-manejo, sino a través de todo el Sis- protegida, si su área no alcanza a con- tema Nacional de Áreas Protegidas (SI- tener un número mínimo viable a largo NAP), para favorecer un uso tradicional plazo de la población de la especie y de la tierra de bajo impacto, manejo donde la zona periférica aún mantie- del conflicto con grandes vertebrados ne valores ambientales y ecológicos y para presentar una posición compar- funcionales (Carroll et al. 2001). En el tida y coherente frente a iniciativas de momento en que la supervivencia de la desarrollo industrial y esquemas de especie en cuestión depende de la con- producción masiva. Esto implica un tribución de las áreas no protegidas, acuerdo entre parques y áreas no pro- el plan de manejo debe incluir nece- tegidas circundantes (incluida la zona sariamente acciones en dichas áreas, amortiguadora), tal que puedan esta- las cuales muchas veces son considera- blecer una oportunidad de conserva- das como zonas amortiguadoras, cuyo ción para especies de gran tamaño, y régimen o función se define en la ma- lograr un control territorial participati- yoría de los países como áreas que de- vo para limitar la extracción y definir el ben atenuar los impactos de las zonas uso de la tierra. La reglamentación de núcleo y garantizar la conservación de las zonas amortiguadoras del Sistema estas de igual manera. de Parques Nacionales en particular, y

298 Payán et al. del Sistema Nacional de Áreas Protegi- causas de extinción de especies en peli- das en general, deberían concretarse gro, pues es la última etapa de un pro- en forma inmediata en Colombia y en ceso de alteración del hábitat en el que otros países vecinos cuando menos, la disminución de su superficie, el au- considerando los criterios expuestos mento del efecto borde y la subdivisión, en este trabajo. se hacen mayores hasta llegar el punto Por otro lado, ha sido reiterativo en el que el paisaje pierde su funciona- a lo largo del presente libro, las ame- lidad (Fahrig 2002). nazas vistas desde “el otro lado del Los ejemplos planteados muestran rio”. De esta manera, son evidentes que la conectividad ecológica es una las falencias en el control y vigilancia medida determinante del ordenamien- que suponen usar ríos como fronteras to territorial entre espacios protegidos de protección y delimitación de áreas. y matrices de paisajes fragmentados, Esto es especialmente delicado para y que es solo a partir de este ensam- grandes peces, tortugas y crocodílidos blaje de diferentes usos e intensida- que viven en ese límite sin protección. des de aprovechamiento del suelo, El uso de ríos como limites ha sido que puede garantizarse que una po- criticado en la literatura de diseño de blación o conjunto de poblaciones de áreas y núcleos de protección (Peres una especie puedan relacionarse con y Terborgh 1995) y más bien se su- individuos de otras poblaciones en un giere, un límite perpendicular al río territorio fragmentado. con una caseta para control y vigilan- Mantener y promover la conectivi- cia. El uso de ríos como límites se en- dad ecológica es uno de los objetivos tendía antes como una necesidad de primordiales de la gestión territorial mantener claridad en la delimitación sostenible y de la conservación de la de un área protegida por parte de los biodiversidad (Brooks et al. 2006, tomadores de decisiones que querían Fahrig 2003). Los ejemplos reseña- asegurar fronteras “definidas”. Sin dos en este volumen demuestran que embargo, la ciencia y las técnicas de la habilitación de corredores para gestión actuales en espacios protegi- grandes vertebrados, en conjunto con dos, han reforzado la necesidad de otras estrategias de ordenamiento y trazar polígonos de protección trans- conectividad, puede contribuir a pa- versales a los ríos. liar los efectos destructivos de la frag- mentación causada por el desarrollo Conectividad para lograr la de infraestructuras, la expansión ur- conservación a largo plazo bana y la intensificación agraria que Tal como se ha planteado varias veces en la mayoría de los casos han venido a lo largo de este documento, la pérdi- actuando como barreras antrópicas da de hábitat y la fragmentación son al funcionamiento de los sistemas sil- las principales amenazas que afectan vestres. También se reitera en varios a la diversidad biológica. En la ciencia capítulos como solo a través de co- de la conservación y la planificación, nectividad se podrá incluir la contri- la pérdida de hábitat y al aislamien- bución de las áreas no protegidas en to de los hábitats se considera una de los rangos vitales de especies y solo así las variables más determinantes de la asegurar tamaños poblacionales via- fragmentación, y una de las principales bles a mantenerse en el largo plazo.

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Los problemas de los grandes los grupos organizados deberían tener vertebrados frente a la gober- autonomía para establecer sus normas nanza de la biodiversidad y que estas deberían ser reconocidas La gobernanza del medio ambiente mínimamente por las autoridades lo- debe tener claro este objetivo en sus cales, regionales o nacionales. acciones y estructuras institucionales. Muchos de los ejemplos anotados Los recursos de la biodiversidad de en esta publicación apuntan a que uso común sufren una creciente de- debe existir, además de un mayor co- gradación, afectando con ello la cali- nocimiento de las especies y de los dad de vida de las comunidades y las sistemas que las soportan, un estado sociedades que en diferentes grados de conservación y funcionamiento de dependen y se benefician de ellos. La los sistemas naturales. Son muchos los Premio Nobel E. Ostrom, habló de la aspectos que pueden ser destacados necesidad de un modelo de “gober- en los capítulos del libro que atañen nanza policéntrica” y de los modelos al tema de la gobernanza y la biodi- de auto-gobernanza comunitaria e versidad y como deben ser conocidos, inclusiva de los recursos de la biodi- predecibles, monitoreables, usados ra- versidad de uso común, como un re- cionalmente, y localizados en un área quisito para asegurar la biodiversidad relativamente manejable por la gente y la seguridad. Su tesis apuntaba a que local con la tecnología disponible.

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