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VISTAS DE SUS MONUMENTOS, CARTAS DE SUS TERRITORIOS, Y RETRATOS DE LOS PERSONAJES QUE HAN ILUSTRADO SU MEMORIA. OBRA REDACTADA POR CONOCIDOS ESCRITORES DE MADRID, DE PROVINCIAS Y DE AMERICA. ALMERIA. V/ — ^ H MADRID. EDITORES: RUBIO, GRILO Y VITTURI. 1869 MADRID: 1869. Imprenta á cargo de J. E. Morete, Beatas, 12. CRONICA DE LA POR ENRIQUE SANTOYO MADRID. EDITORES: RUBIO, GRILO Y VITTURI. 1869 Propiedad de los editores Rubio, Grilo y Vitturí. U :Í CAPITULO PRIMERO. Su nombre de Al-Mer/a, que tan puro ha conserva- do, se debe á los sarracenos que la conquistaron á Idea general.—Situación y límites.—Sierras principales.—Minas. poco de la desastrosa batalla de Guadalete, último gi- Rios.—Costas.—Industria y comercio. rón arrancado al manto envilecido de la monarquía goda. Antes, bajo el poder de los romanos, fué cono- I. cida con el de Virgi, que le da Pomponio Mola, y su importante puerto con el de Portus Magnus, que le Notable por mas de un concepto aparece la provin- atribuye Ptolomeo. Tanto la denominación que asigna cia de este nombre, situada en el límite oriental de el escritor romanó.á la provincia, como la que, con Andalucía, ceñida su estensa costa del mar Mediter- relación á su puerto, emplea el célebre matemático de ráneo, en cuyas aguas la capital se mira, y enlazada Alejandría, se ven ámpliamente confirmadas por la desde antiguo al reino de Granada, último floron y el respetable opinion de Mendoza, Vasco y D. Alonso el mas preciado de la civilización árabe en España. La Sábio, en los códices de su tiempo. Los árabes atribu- riqueza y variedad de sus producciones, la favorable yen á la palabra Almería el origen de Meria Albahri posicion geográfica que ocupa, su hermoso cielo y (espejo del mar), y los latinos la traducen á su vez por aquel ambiente tibio y perfumado que en ella se aspira, el de mirador ó atalaya. Sea cual fuere la primitiva como en el resto de la region meridional de nuestra formación y el significado del nombre con que se la pátria, todo en conjunto did sin duda márgen á esas pe- distinguió, cosa que las crónicas no supieron fijar culiares é inspiradas descripciones que nos trasmitie- exactamente , nos consta sí, de un modo auténtico, el ron los escritores árabes en leyendas y poemas de vis- que obtuvo en sus dos épocas de mas importante domi- tosas galas revestidos, y cuyo carácter romancesco y nación; el de Virgi en la de los romanos, y en la de sensual tanto escitó en todas épocas el interés de na- los árabos el de Al-mería, que intacto llegó hasta cionales y estranjeros. nuestros tiempos. Sometido el presente trabajo á esfera mas limitada Poblada desde muy ramota época, su historia pre- por el estrecho círculo en que ha de girar su desarro- senta una monografía interesante por la diversidad de llo, emprendemos la descripción de esta importante los hechos en que mas ó menos directamente influyó localidad en su parte física y estadística, para luego su capital, ya como ciudad aislada ó como córte de un descender al estudio de los hechos que constituyen las reino independiente, ya como metrópoli de una pro- brillantes páginas de su historia, empleando el méto- vincia importante por su privilegiada posicion, asen- do y la subdivision adecuadas á la mas fácil inteli- tada en la orilla del mar y sirviendo de estribo á la gencia del lector. gran sierra en donde tiene Granada su trono majes- Desde su antiguo origen, que los historiadores atri- tuoso. Para reseñarla debidamente, preciso será nos buyen á los sármatas, pasó esta provincia por las di- remontemos á las fuentes mas lejanas de la tradición, versas dominaciones que se disputaron á España con- recorriendo, siquierasea de ligero, por la oscuridad que secutivamente, formando siempre parte integrante de arroja en sus primeros tiempos, las épocas romana y su territorio, escepto en la época desde el año 1009, en gót C Í, en que no juega un papel directo sino de pura que, sometida al imperio de los árabes y á la caida del referencia, deteniéndonos y estudiándola mas despacio poderoso califato de Córdoba, se erigió en reino inde- en 1H de su mayor preeminencia histórica, bajo todas pendiente, hasta el de 1091 en que puso á la obe- las formas de gobierno que obtuvo durante la domina- diencia de los almorávides. ción agarena. 6 CRÓNICA. GENERAL DE ESPAÑA. Consultando, pues, los orientalistas de mas nota, | pasar por las alturas que están al S. de rio Quipar, si- la presentaremos con su naturaleza especial de enton- guiendo algo al O. por ella3, hasta donde empieza el ces, llegada al floreciente estado que alcanzó, ya de- límite occidental en dirección á la Junquera, situada pendiente del amirato cordobés, ya libre y coronada, en el camino de Caravaca, continuando por entre la ya, en fin, sumisa de nuevo al cetro gloriosísimo de la venta de Micena y ermita de Bugejar, para despues dinastía Benn Ñasr de Granada: seguiremos para su dirigirse á las sierras de Periate en el sitio que atra- reconquista la marcha triunfal de los Reyes Católicos, viesa el camino de María á Huesear y seguir por la depositarios de las coronas de Aragón y de Castilla; la cuesta de esta sierra y la de Chircal á la Balsa, dejan- veremos despues solicitada para córte de los insurrec- do al E. los Margones y cruzando la sierra de María cionados monfíes de las Alpujarras, hasta que, ahoga- para caer á sus vertientes: desde estas se prolonga por dos en ella como en todo el reino de Granada, los úl- el e3tremo O. de la sierra de Oria, dirigiéndose al mo- timos alientos de la revolución muzárabe, y confundi- jón de las Cuatro-Puntas, despues de pasar al E. del da de lleno su existencia con la del gran pueblo espa- desierto de Jauca. Rodea luego dicho límite la cúspi- ñol, cuya definitiva unidad realizó el poderoso Feli- de de la sierra de Biza hasta la loma de Maroma, baja pe II, sigue desde entonces afecta á las vicisitudes por k la rambla de Fiñana, suta nuevamente por el peñón que vemos pasar á nuestro trabajado país, disfrutando do la* Juntas á la sierra Ohanes, en dirección del cer- los productos de su industria y su riqueza, y sufriendo ro Almirez por Ballarcil v Valor, y desciende, en fin, al par los grandes cambios realizados en su organiza- al rio Adra, por cuya margen izquierda llega hasta el ción política desde que hallaron eco en su territorio mar. Espresando, pues, de una manera mas general las ideas civilizadoras que, ensanchando la esfera de los límites que comprende esta provincia, diremos que las diversas capas sociales, desarrollan todas las fuer- al N. confina casi en un punto con las de Granada y zas y reconocen las mutuas aspiraciones, encaminán- Múrcia; al O., con la primera; al S. y SE., con el mar dolas juntas y sin entrechocarse, al engrandecimiento Mediterráneo, en la estension de 99 millas que recorre de los pueblos modernos, emporio algunos de ellos de la costa, y por el E. con la provincia de Múrcia. Su los adelantos mas portentosos y dotados de una cul- ostensión de N. á S. es de 16 leguas y de 28 la de E. á tura y bienestar crecientes, que tanto anhelamos para O., comprendiendo una superficie total de 220 leguas nuestra removida pátria. cuadradas. Réstanos, antes de emprender esta reseña , poner de relieve la importancia de la localidad á que se con- III. trae. Situada entre las dos provincias de Granada y Múrcia, está bañada, como ya dijimos, por las aguas Como gran parte del territorio ocupado por esta del Mediterráneo en la estension de 90 millas que provincia se halla cubierto de montañas mas ó menos abraza su costa: disfruta de un delicioso clima y su elevadas que se destacan de las diferentes sierras que suelo produce casi todos los frutos tropicales. Las sier- lo atraviesan, nos proponemos hacer una descripción ras que la atraviesan, con especialidad las de Gador y detallada de estas, á fin de presentar completo á nues- de Almagrera, encierran en su seno los mármoles de tros lectores, con el de las de diversas corrientes que Macael y los argentíferos filones que alternan con la lo fecundan, el cuadro general de su topografía ó parte blenda y la galena, abundantes en zinc y plomo. Por física, venir luego al conocimiento de su parte política último, las diversas corrientes que lo surcan fortifican y estadística, terminando, en fin, con el estudio de su estensas vegas, en las que se ha desarrollado la agri- parte histórica en la estension que nos permitan las cultura, industria que sostiene, con la minera, casi dimensiones señaladas al presente trabajo.