NOTICIARIO ALBISTEGIA

KOBIE (Serie Paleo~ntropol~gía y c .. Nat.urales) Bilbao Zientzietako Aldizkana - Revista de C1enc1as Bizkaiko Foru Aldundia - Diputación Foral de Vizcaya N.º XIV, 1984

1 CAMPAAA (1984) DE EXCAVACION Con los trabajos emprendidas este año pretendemos EN LA CUEVA DE LUMENTXA (LEKEITIO) alcanzar dos objetivos básicos: a) Revisar y completar, si fuera preciso, la secuencia estratigráfica y cultural ya establecida, aplicando la meto­ Locallzaclón dología más actual y una estrecha colaboración interdis­ ciplinar. La cueva de Lumentxa se encuentra situada en la ver­ b) Analizar las diferentes zonas de ocupación y apro­ tiente meridional del monte del mismo nombre, a 95 vechamiento del suelo de la cueva en los sucesivos niveles metros sobre el nivel del mar, en el término municipal de la de habitación, intentando en lo posible, establecer la villa de Lekeitio. Se localiza en la hoja n.º 39 (Lekeitio) del estructura y la distribución espacial del hábitat prehistórico mapa 1 : 50.000, con las coordenadas geográficas de Lumentxa. sexagesimales: Longitud: 01 º 11' 08" Latitud: 43º 21' 40" Los trabajos de la 1 Campaña El acceso se hace desde el cementerio de Lekeitio, siguiendo el camino del Vía Crucis, cuya última estación Las adversas circunstancias por las que ha atravesado se sitúa en la cima del monte. A la altura de la quinta esta cueva tras las excavaciones llevadas a cabo en la estación parte un camino a la derecha que, faldeando unos década de los veinte, al haber servido de refugio a la 100 metros, conduce a la boca principal, la orientada hacia población de Lekeitio durante la guerra civil y, posterior­ el S-SW., de la cueva. Esta tiene una segunda entrada, en mente, de lugar común de juegos y visitas, habían modifi­ la actualidad más pequeña, orientada al N-NE, que se cado notablemente la fisonomía del yacimiento parcial­ alcanza continuando el mismo camino. Por el interior, mente excavado. La dificultad más grave, era la falta de ambas bocas están unidas por una corta y amplia galería; diferenciación entre las zonas ya excavadas y aquellas la distancia interior de boca a boca es de 70 metros. (Fotos otras que aún quedaban intactas. Incluso, tanto su anterior 1y11.) excavador como nosotros, temíamos por posibles altera­ ciones del sedimento teóricamente intacto. Esta hipótesis ha podido ser descartada a la luz de los resultados obteni­ Historia de las investigaciones dos en los primeros trabajos de excavación, de los que damos cuenta en este avance. El yacimiento de Lumentxa fue parcialmente excavado (aproximadamente en sus dos terceras partes) por don Habida cuenta de los condicionantes descritos, esta Telesforo Aranzadi y don José Miguel de Barandiarán, primera campaña fue planificada de acuerdo a tres objeti­ vos: entre 1926 y 1929 (ARANZADI, T., y BARANDIARAN, J. M., 1935) y, entre 1963 y 1964, por don José Miguel de Baran­ a) Limpieza parcial de la superficie presumiblemente intacta. diarán en solitario (BARANDIARAN, J. M., 1965 y 1966). Ambas excavaciones, pero sobre todo la primera, permi­ b) Localización del frente de las excavaciones de la tieron establecer la estratigrafía general del yacimiento, década de los veinte y, consecuentemente, delimitación con una secuencia cultural que abarca, desde la presencia del área ya trabajada. de cerámicas de filiación romana (terra sigillata y cerámica c) Inicio de la excavación sistemática del sedimento no alterado. común), asociadas a tipos cerámicos de tradición indígena (nivel Vascorromano de la ocupación en cuevas del grupo de Santimaniñe), (APELLANIZ, J. M.ª, 1973 y 1975), hasta los comienzos del Paleolítico Superior, representados por A) Limpieza de la superficie de la cueva un nivel Auriñaciense Típico, definido por don José Miguel de Barandiarán en una revisión estatigráfica del yaci­ Se realizó en los días anteriores al comienzo de la exca­ miento efectuada en 1962 (BARANDIARAN, J. M., 1962). vación en el mes de Julio. Ha permitido extraer del yaci- 546 NOTICIARIO miento una parte de los aportes naturales y antrópicos floja, entre la que se encontraban pequeñas piedras de depositados con el paso del tiempo en la superficie del caliza. Alrededor del cráneo y en contacto con sus pare­ mismo. Asimismo posibilitó la limpieza de la trinchera des, localizamos abundantes carbones, que fueron reco­ creada en la excavación de los años sesenta. Este trabajo gidos a fin de efectuar una datación de radiocarbono, que fue de enorme importancia al hacer posible la lectura de nos feche el enterramiento. sus cantiles, los únicos que no habían sido enmascarados Este hallazgo nos ha permitido confirmar la existencia por los trabajos de acondicionamiento efectuados durante de un Nivel de Enterramiento, ya definido por Aranzadi y la guerra civil. Barandiarán (ARANZADI, T., 1929 p. p. 92-99; ARANZADI, T., y BARANDIARAN, J. M., 1935), que parece extenderse a la totalidad del yacimiento. Sin embargo, dado el carác­ B) Locallzaclón del frente de la excavación histórica ter casi accidental del mismo, no hemos obtenido preci­ y dellmltaclón del área de la excavación moderna siones cronológicas o culturales, a la espera de la datación de radiocarbono. El cráneo no presentaba en sus proximi­ Las tareas de acondicionamiento señaladas habían ten­ dades restos de ajuar de adorno, habiéndose recogido dido a rellenar el espacio vacío creado por la primera junto a él un fragmento informe de cerámica a mano, excavación, hasta formar un suelo de habitación relativa­ impregnada de carbón en una de sus caras, una lasca de mente horizontal y homogéneo. Bajo él quedaron enterra­ sílex sin retocar y abundantes moluscos. dos los sedimentos de la ocupación prehistórica intactos y En el extremo opuesto de la trinchera, el norte, localiza­ el relleno de piedras acumulado en la zona ya excavada. mos y descubrimos parcialmente un sencillo hogar a El comienzo de la nueva excavación pasaba, por tanto, -206 centímetros de profundidad del plano O. Carece de por la determinación inicial del frente de la excavación estructura de piedras, percibiéndose nítidamente un histórica. Para hacerlo dispusimos de los planos elabora­ núcleo carbonoso rodeado de arcilla quemada y cubierto dos por Aranzadi y Barandiarán (ARANZADI, T., y por una pequeña lentilla de ceniza. En su entorno recupe­ BARANDIARAN, J. M., 1935), de la cuadriculación de la ramos las siguientes evidencias arqueológicas: dos frag­ totalidad del yacimiento efectuada por Barandiarán en su mentos informes de cerámica a mano, una mandíbula de segunda excavación y de la lectura de los cantiles, ya lim­ vaca y algunos moluscos. En el cantil queda reflejado el pios, de ésta. resto de este hogar, que excavaremos al alcanzar su base Analizados los datos, decidimos abrir una trinchera de en el cuadro 22G. sondeo de 4 metros de longitud, 1 metro de anchura y, aproximadamente, 1 metro de profundidad (fig. 1, foto 3). C) Excavación Sistemática del Sedimento El sedimento estaba compuesto por un revuelto de bloques 2 calizos, algunos de gran tarnaño, con escasa tierra, seca y Sobre un área inicial de 26 m hemos levantado, en esta floja, entre ellos; extrajimos algunos fragmentos de esta­ primera campaña, tres Lechos teóricos, de espesor lactita desprendidos, o quizá arrancados, del techo. Reco­ variable. gimos fragmentos de cerámica prehistórica, mezclados El Lecho 1 se limitó a retirar la capa del sedimento arci­ con otros de cerámicas más recientes, de escaso valor lloso apelmazada y ennegrecida por efecto del pisado y de arqueológico, excepción de su pura definición tipológica. la descomposición de abundante materia orgánica animal Detuvimos el sondeo a un metro por debajo de la super­ y, sobre todo, vegetal, depositada sobre el suelo actual de ficie inicial por la dificultad intrínseca de excavar en pro­ la cueva. Su espesor, no homogéneo, estuvo determinado fundidad una zanja tan estrecha, y porque consideramos por la acumulación, mayor o menor, de detritus. Las evi­ que habíamos reunido datos suficientes para comenzar los dencias recogidas fueron escasas y de procedencia trabajos en extensión en el yacimiento. A medida que moderna. éstos avancen, continuaremos profundizando en la trin­ Con el Lecho 2 comenzamos el levantamiento del Nivel 1. chera hasta alcanzar la roca madre o un nivel arqueoló• Su espesor tampoco fue el mismo en toda el área excavada. gico, si lo hubiera. En los cuadros delanteros, muy próximos al cono de En el límite entre las bandas G y H se fue creando un deyección natural formado por la boca de la cueva y, por cantil de sedimento intacto, que se correspondía con el tanto, con un ritmo de sedimentación más rápido, alcanzó frente de las excavaciones históricas. En él podían apre­ los 5 centímetros, mientras que en los traseros, donde la ciarse, bajo una delgada capa de tierra muy oscura, com­ sedimentación es más lenta, no sobrepasó los 2 centí• pacta y mezclada con piedras de pequeño tamaño, pro­ metros. ducto del pisado reciente de la cueva, dos niveles geológi• Desde el punto de vista sedimentológico, ambas áreas cos claramente diferenciados (Foto 4). presentan características notablemente distintas. Los cua­ Nivel 1: arcillas amarillas muy compactas con bloques de dros delanteros (14F, 14G, 16F, 16G, 18F, 18G) presentan caliza de considerable tamaño. una fuerte concentración de piedras calizas, que, en forma Nivel 11: arcillas más oscuras y sueltas, con piedras más de cascada, se orientan hacia la izquierda del vestíbulo. Su pequeñas. procedencia es exterior y su orientación explicable por el En el extremo sur, el próximo a la boca de la cueva seguimiento de la pendiente más rápida de la cueva. Sólo (cuadro 16H), la excavación de la trinchera permitió los bloques de gran tamaño corren hacia el fondo de la exhumar, a una profundidad media de 170 centímetros con sala, siguiendo el eje perpendicular a la boca (foto 5). respecto al plano O, y de -85 con respecto a la superficie Hacia el interior del yacimiento (bandas 20, 22, 24 y 26) inicial, un cráneo humano perteneciente, según las prime­ las piedras descienden en número y tamaño, hasta prácti­ ras impresiones, a un adolescente de 12 a 14 años, que camente desaparecer (foto 5). apoyaba su cara fronto-nasal sobre un "lecho" de piedras Esta estructura geológica se ha repetido en el Lecho 3, pequeñas, que no formaban una estructura definida. El con la novedad de la aparición de un suelo de redistribu­ sedimento que lo rodeaba era de tierra arcillosa, suelta y ción de piedras en las bandas 28 y 30. ALBISTEGIA 547

La humedad del sedimento también varía entre los cua­ La fauna es el capítulo más abundante e interesante, al dros exteriores y los interiores. Es menor en los próximos proporcionar datos sobre los animales que merodeaban o a la boca y mayor en los del fondo. En consecuencia, la habitaban la cueva una vez abandonada por el hombre. arcilla de los primeros es más floja y seca, mientras que la El tercher Lecho mantiene unas características sedimen­ de los segundos, más alejados de la luz y del calor proce­ tológicas y arqueológicas muy similares al anterior. Los dentes del exterior, es plástica y húmeda. fenómenos geológicos ya descritos se han ampliado y En algunos cuadros levantamos un fenómeno local de completado, sin que hayamos apreciado la aparición de amontonamiento de arena de playa, ajena al proceso de otros nuevos. Entre los hallazgos merece ser destacado el sedimentación natural. Su presencia en al yacimiento aumento de los fragmentos de cerámica común romana, parece estar en relación con hogueras de época reciente, asociados, como es habitual en estos niveles superficiales por lo que hemos supuesto que la arena fue aportada de los yacimientos del Grupo de Santimamiñe, a fragmen­ como elemento aislante de la humedad del suelo arcilloso. tos de cerámicas a mano con decoraciones heredadas de La banda que corre paralela a la pared derecha de la la Edad del Bronce. También ha sido notable el aumento cueva (fig. 1, cuadros 18F, 20E, 20F, 220, 240, 260, 280 y de los restos de peces. 300), está sometida a un aporte sedimentológico interno, Como conclusión podemos señalar que estos primeros procedente de la propia pared y de las gateras abiertas en lechos han proporcionado un contenido arqueológico ella. El resultado es la mezcla de la arcilla dominante con muy escaso. Aunque no puede hablarse estrictamente de arena de descomposición y la presencia de pequeñas con­ un sediménto estéril y, en consecuencia, de una total des­ creciones calizas y delgados mantos estalagmíticos. ocupación de la cueva, sí puede afirmarse que no hemos Las evidencias arqueológicas continúan siendo escasas. alcanzado aún los niveles de ocupación prehistórica de Entre la cerámica hay mezcla de recipientes modernos con Lumentxa, ni siquiera en sus últimos momentos. Los res­ otros de procedencia romana, cerámica común, e indí• tos recuperados parecen ser el resultado de la mezcla de gena. Los restos metálicos se limitan a clavos de hierro esas últimas etapas de ocupación con los escasos depósi• muy oxidados, de procedencia probablemente histórica. tos realizados en época histórica.

Fig. 1.- Planta de la cueva de Lumentxa.

t 2 +4 f 8 +a +10 +11 +14+11 +" TIO+U+U+2' 1"21 +30 +H TU+31+H +40 +'2+.tM +"+U+'º+ u + T + 1 +. +• +. +. +. + M + L + - LUMENTXA - +• (LEKEITIO) +• +' +." +. +• +. + e +• +. +

LEYENDA

PUNTO CERO

PARED

ESCA LA 1/100 ZONA ABIERTA

COLUMNA ESTALACTITICA

El1 ZONA EXCAVADA 1984 548 NOTICIARIO

Fot. 1 Boca S.-SW. de Lumentxa. Da acceso al vestíbulo excavado.

Fot. 11 Boca N.-NE. de Lumentxa.

Fot. 111 Trinchera de Sondeo. ALBISTEGIA 549

Fot. IV Perfil estatigráfico límite bandas G/H. Niveles 1 y 11.

Fot. V Visión general de la excava­ ción Lechos 2/3.

BIBLIOGRAFIA ciones de la cueva de Santimamiñe (Basando, Corté­ zubi). Tercera memoria, yacimientos Azilienses y APELLANIZ CASTROVIEJO, J. M.ª (1973): Corpus de Paleolíticos. Exploraciones de la caverna de Lumentxa materia/es de las culturas prehistóricas con cerámica (Lekeitio). Excma. Diputación de Vizcaya, Bilbao. de la población de cavernas del País Vasco Meridional. BARANDIARAN, J. M. (1962): "Los hombres Prehistóricos Suplemento a Munibe, núm. 1, San Sebastián. de Vizcaya". El Hombre Prehistórico y el Arte Rupes­ (1975): "El grupo de Santimañe durante la Prehistoria con tre en España, Junta de Cultura de Vizcaya, Bilbao, cerámica". Munibe, vol. XXVII, fascículo 1-2. pp. 1-136, pp. 9-62. San Sebastián. (1965): "Excavaciones en Lumentxa (Campaña 1963)". ARANZADI, Telesforo de (1929): Restos humanos en las Noticiario Arqueológico Hispánico, Vol. VI 1, pp. 56-61, cavernas de Santimamiñe (Cortézubi), Arezti (Ereño) Madrid. y Lumentxa (Lekeitio) de Vizcaya. Asociación Espa­ (1966): "Excavaciones en Lumentxa (Campaña 1964)". ñola para el progreso de las Ciencias. Congreso de Noticiario Arqueológico Hispánico, Vol. VIII/IX, Barcelona. Tomo VI. pp. 71-99, Barcelona. pp. 24-32, Madrid. ARANZADI, T., y BARANDIARAN, J. M. (1935): Explora- José Luis ARRIBAS PASTOR

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EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS AL AIRE LIBRE trabajos arqueológicos iban orientados en dos direccio­ EN LAS ENCARTACIONES (VIZCAYA) DURANTE 1984 nes: 1. Obtener el mayor número de datos para realizar la Poblado de la Edad del Bronce de Uso Betaio obra. (Artzentariz- Sopuerta). 2. Poder determinar el momento en que el lugar fue ocupado por vez primera, ya que la tradición atribuye la En esta 4.ª campaña se ha trabajado en la delimitación fundación del santuario de los santos Antonios a un de la segunda estructura de habitación, un fondo de momento medieval, sin ninguna base científica. cabaña. Es una estructura circular, ligeramente ovalada, Los trabajos realizados en el subsuelo en la zona Norte que sobresale en forma tumular del terreno. La pendiente de la hospedería no dieron resultados positivos: La roca del fondo de cabaña está formada por numerosas piedras madre afloraba tras un estrato de escasa potencia (5 de arenisca de pequeño tamaño a manera de enlosado, cmts.), prácticamente estéril, a excepción de algún mate­ aunque las piedras no cubren totalmente la superficie, rial moderno. dejando vacíos entre ellas. El centro es horizontal, terroso La zona Sur, situada a un nivel inferior al adecuar el y dividido en dos áreas, una de cenizas correspondiente al edificio a las desigualdades topográficas del terreno, ya hogar y otra de tierra compacta. De la superestructura de que la roca madre buza considerablemente hacia esta cubierta sólo se conserva una losa que pudiera desempe­ zona, proporcionó resultados más favorables. Fue puesta ñar la función de apoyo a un pie derecho. Fuera del fondo al descubierto la única estructura constructiva localizada de cabaña aparece algún otro cenizal. El material arqueo­ en el transcurso de la excavación: lógico se sitúa preferentemente alrededor del fondo, si Se trata de un recinto cuadrado al exterior, de tres por bien en menor cantidad que en el excavado anteriormente. dos con setenta metros y adosado a las paredes sur y No existen diferencias apreciables en el utillaje de ambos, oeste de la casa hospedería. El interior del mismo es de constituido por puntas de flecha de aletas y pedúnculo, forma circular, de uno con cincuenta metros de diámetro. puntas de dorso y raspadores preferentemente. Destaca la Esta construido sobre la roca madre que ha sido reba­ ausencia total de cerámica y metal. jada para encajar la obra. de manera que esta queda semienterrada. Dolmen de La Cabaña 2 (Karrantza) La fábrica de mampostería presenta, en alzado, en el lienzo exterior de los muros, tres hiladas de piedra de Esta excavación se lleva a efecto en la necrópolis dolmé­ tamaño medio (20 a 40 cmts.), parcialmente trabajadas y nica de La Cabaña, constituida por seis monumentos fune­ unidas con argamasa. el panel interior del recinto está rarios, dos de ellos inéditos. Este es el segundo que se constituido por piedras de diferentes tamaños, escasa­ excava. Desde el punto de vista constructivo, este dolmen mente trabajadas y dispuestas en posición vertical y hori­ parece desarrollar la fórmula ensayada en el de La Cabaña zontal indistintamente. 4. La mayor diferencia está en la cámara, que en aquél era El interior del recinto presenta la siguiente estratigrafía: poligonal y ahora es rectangular. La cara interior de las Nivel l. Suelo actual de la habitación donde se ubica la piedras de la cámara es perfectamente plana, lo que construcción. denota un mayor cuidado en la ejecución. Se coloca una Nivel 11. Constituido por piedras de gran tamaño (una de gran losa plana en el fondo en vez del incipiente enlosado ellas trabajada) colmatando una cavidad que determina un del anterior. El núcleo del túmulo se agranda hasta abarcar especio circular. la totalidad de la base del mismo, dándole mayor consis­ Nivel 111. Constituido por piedras de menor tamaño, tie­ tencia con numerosas piedras colocadas horizontalmente rra, cascotes de cerámica popular y huesos de animales. en capas sucesivas, alternando con otras clavadas verti­ La base del nivel está constituida por un lecho de pie­ calmente. El ajuar del monumento puede abarcar diferen­ dras de pequeño tamaño y regulares. Debió tratarse del tes épocas, de acuerdo a la zona donde aparecen. En el suelo del recinto. exterior el desarrollo temporal puede ser el más extenso Nivel IV. Formado por tierra. Bajo él se localizó la roca (punta de flecha de aletas y pedúnculo). El núcleo es de un madre parcialmente trabajada y alisada. momento anterior al funcionamiento del monumento como necrópolis que también podría situarse en su misma -Funcionalidad del recinto etapa cultural (raspadores, perforador, foliáceas, incipien­ No hemos encontrado paralelos que nos ofrezcan indi­ tes, microlitos geométricas, hacha pulimentada y diversos cios acerca de la funcionalidad del recinto. La revisión de tipos de cerámica). La cámara y el lecho superficial del parte de la documentación que sobre el santuario de los túmulo corresponderían al ajuar estrictamente funerario, Santos Antonios de Urkiola existe en el archivo histórico• aunque en este caso, como en La Cabaña 4, no sea espe­ eclesiástico de Derio tampoco nos ha proporcionado cialmente significativo. datos clarificadores. María José YARRITU El dato más aproximativo a la funcionalidad dé la cons­ Javier GORROCHATEGUI trucción es el transmitido por vía oral, por un vecino de Urkiola que recuerda la existencia de una estructura simi­ lar en la hospedería de San Antonio, destinada a guardar y "EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN LA CASA conservar productos cárnicos en sitio fresco. Este recinto, HOSPEDERIA DE URKIOLA. ABADIANO (VIZCAYA)" semienterrado en el suelo, iba cubierto por una tapa de madera. (Fig. 1) Con motivo de las obras de restauración que lleva a Sus muros se apoyan en las paredes maestras y ni cor­ cabo el Gobierno Vasco en la casa hospedería de Urkiola tan, ni son cortadas por éstas. Por ello consideramos que se procedió a la excavación del interior de la misma. Los cronológicamente es contemporáneo o ligéramente poste- ALBISTEGIA 551

rior a la zona de la hospedería donde se ubica, correspon­ en las zonas donde la roca se encuentra a profundidad diente a la última fase de ampliación del edificio, según considerable y fue necesario rellenar el terreno para crear muestra el análisis de su estructura externa que presenta una superficie lisa y homogénea. tres obras, ya realizadas, al menos, en 1887 como puede Cronológicamente estos fragmentos pueden situarse en apreciarse en un plano existente en el archivo históri• torno al siglo XIX. (Figs. 2, 3 y 4.) co-eclesiástico. La decoración está, por lo general, realizada en barniz azul sobre fondo blanco, a base de motivos radiales -La cerámica enmarcados en un circulo o en temas vegetales. Este tipo Los materiales cerámicos obtenidos en el transcurso de decorativo en barniz azul, según E. IBABE, corresponde a la excavación se corresponden a productos confecciona­ la cerámica vidriada confeccionada en centros de produc­ dos en alfares populares. La mayor parte de ellos se ción alaveses (Eguilleta ... ). ya que en los alfares populares encuentran barnizados en blanco, total o parcialmente. vizcaínos no se han localizado, en el momento actual de la Han sido localizados tanto en el interior del recinto, como investigación, piezas semejantes. Es de destacar que A B

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·1· Sondeo 1. Nivel IV: 1 - L __¡_ __¡_ _¡_ _J Ese l. 1: 20 e o Fig. J 552 NOTICIARIO

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Fig. 2 553 ALBISTEGIA

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URK. 84- 2. 5 Fig. 3 554 NOTICIARIO

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Fig. 4 ALBISTEGIA 555

Urkiola es paso importante en las comunicaciones entre la Una de las fosas presenta una estructura más compleja Llanada alavesa y Vizcaya. al reforzar y delimitar el espacio sepulcral con dos lajas verticales, situadas en la cabecera y en los pies del ente­ lñaki GARCIA CAMINO rramiento y una alineación de piedras informes y sin traba­ jar en los laterales. En ellas era depositado el cadáver, en posición decúbito supino, con la cabeza mirando hacia el "AVANCE A LA MEMORIA DE LA 111 CAMPAl\IA Este y sin ajuar. . DE EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS Por lo general no presentan cubiertas. Cuando estas EN LA NECROPOLIS MEDIEVAL aparecen son monolíticas o constituídas por dos lajas DE SAN JUAN DE GARAI. VIZCAYA horizontales apoyadas en los bordes de las sepulturas. A diferencia de lo sucedido en los sectores 1, 11 y 111 de la Durante el mes de julio del año 1984 se procedió a la necrópolis, excavados en anteriores campañas, no existen realización de la 111 campaña de excavaciones arqueológi• orificios que atraviesen las cubiertas y conecten el interior cas en el yacimiento medieval de San Juan de Garai, con el de la sepultura con el exterior, por el lado de la cabecera. objeto de delimitar su extensión y establecer la conexión En dos ocasiones se observa la reutilización de elemen­ entre los diversos sectores a fin de determinar cualquier tos constructivos empleados en la zona Sur o Este. Así discontinuidad, interrupción o innovación en las prácticas aparecen losas fragmentadas, procedentes de los prime­ funerarias. Con ello se pretende el estudio de las diferen­ ros sectores ocupados. tes fases de ocupación de la necrópolis. A 26 metros de la ermita primitiva, cuyos cimientos fue­ La presente campaña se ha centrado en el sector IV, ron localizados bajo la construcción actual, no fueron situdo al Oeste de la ermita. Sobre una superficie de 136 hallados, en una superficie de 32 metros cuadrados, ente­ metros cuadrados fueron localizados 21 enterramientos, rramientos ni material arqueológico, por lo que se pudo cinco de los cuales eran infantiles y se agrupaban en la delimitar la necrópolis por su lado Oeste. zona más cercana al edificio religioso. Los materiales puestos al descubierto corresponden a La mayor parte de las sepulturas consisten en una fosa distintas épocas, atendiendo a su tipología, y aparecen excavada en la roca en la tierra, de forma irregular, relati­ revueltos en el único estrato que la excavación ha vamente alineadas (no existen cortes, ni superposiciones) proporcionado. y orientadas en el eje Oeste-Este, aunque con algunos No se encuentran asociados directamente a las sepultu­ grados de desviación según los casos. ras, a excepción de una cuenta de collar de pasta vítrea azul localizada en el interior de un enterramiento y diver­ (1) No entramos en la polémica sobre la autenticidad de este sos huesos de animales. documento, que ya produjo desconfianza en BALPARDA a pesar La cerámica medieval se caracteriza por la existencia de de reconocer que "no hay en síntesis motivos para desechar como formas globulares y pastas de color naranja u ocre, con­ apócrifa la escritura" (Historia Critica de Vizcaya, 11, p 167, nota feccionadas a torno y decoradas a base de líneas incisas, 136). que fue considerado "apócrifo probablemente, de época paralelas y horizontales. muy posterior", Gonzalo MARTINEZ DIEZ (Cfr. Gupúzcoa en los La cerámica romana pertenece a dos tipos: albores de su Historia, siglos X-XII, San Sebastián, 1975, p. 55), y o cerámica de lujo fechada en torno al que, más recientemente ha sido también considerado "sospe­ -terra sigillata choso" por J. A. GARCIA DE CORTAZAR (La organización del siglo 11. territorio en la formación de Alava y Vizcaya en los siglos VIII a -Cerámica común romana, manifiesto en ollas globula­ fines del XI, en El habita! en la historia de Euskadi, Publicaciones res, de cuello corto y con él borde exvasado, plano y muy del Colegio Vasco-Navarro de Arquitectos, Bilbao 1981, p. 149). desarrollado, decorado a base de círculos concéntricos Sobre las diferentes transcripciones y divergencias en torno a la incisos. La decoración de la panza es "a peine". El material fecha del documento, Cfr. A. E. MAtilARICUA. San Agustín de aparece muy fragmentado y rodado, lo que explica su pre­ Echebarrla (Elorrlo), Scriptorium Victoriense, 4 (1953), 304-325, sencia en el yacimiento. quien no duda de su autenticidad.

(2) ITURRIZA es, indudablemente, un observador inmejorable lñaki GARCIA CAMINO de los hechos que narra. Por una parte, debemos considerarle un buen conocedor del Duranguesado (recordemos que nació en ASENTAMIENTOS MEDIEVALES DE MEMAIA Bérriz). Por otra, precisamente en los años que cita (1760 y 1792) (ELORRIO. VIZCAYA) estaba redactando y mejorando incansablemente su Historia General de Vizcaya. Así, sabemos que su "Historia" alcanzó su La referencia más antigua que tenemos del monasterio forma casi definitiva entre 1780 y 1785, (Cfr. A. E. MAtilARICUA, que existió en Memaia, macizo montañoso que separa Elo­ Hlstorlografla de Vizcaya, La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 19, rrio del valle de Atxondo, procede del documento funda­ p. 255). En 1785 está fechado un ejemplar conservado en la Aca­ cional de S. Agustín de Etxebarria, del año 1053: usque ad demia de la Historia (fue la que publicó el P. FITA), en 1787 otro más (que servirá para su edición a M. AZCARRAGA REGIL) y así monasterlum quod dlcitur Memaia, documento cuyo ori­ varios más hasta 1805 en que terminó su copia. La edición del P. ginal ha desaparecido y del que se conservan diferentes FITA no cita la demolición de la ermita de Memaya, evidente­ copias manuscritas. Se trata, como se sabe, de una de las mente, porque aún no había ocurrido tal cosa. Tampoco la citará primeras noticias sobre la ocupación y explotación del la edición de M. AZCARRAGA REGIL. Sí, en cambio, ·la de A. suelo vizcaíno (1 ). ITURRIZA lo cita en las distintas versio­ RODRIGUEZ HERRERO, que publica en 1938 el manuscrito de nes manuscritas de su Historia de Vizcaya, fijando entre 1792, lo cual nos demuestra que ITURRIZA estaba atento a todas los años 1787 y 1792 la fecha de su demolición (2). las novedades susceptibles de ser incluidas en su Historia Entre otros datos de interés que ofrece ITURRIZA hace General. referencia, por primera vez, a una lápida procedente de (3) J. R. ITURRIZA, Historia de Vizcaya, Ed. RODRIGUEZ dicho monasterio y que al presente se halla en la puerta de HERRERO, p. 492. la ermita de San Roque (3). Sabemos, pues, que la lápida 556 NOTICIARIO

procede de la ermita de Santa Marina, y que, una vez referencia a la ermita de San Roque, reedificada el año de demolida ésta, la inscripción existente en una de sus pare­ 1792, a la que condugeron las Imágenes de las hermltas des fue trasladada a la ermita de San Roque donde demolidas de Santa Cruz y Santa Marina de Memaya. actualmente aún puede observarse. Se trata de una ins­ Sabemos, por tanto que fueron dos y no una las ermitas cripción de indudable importancia tanto por su cronología existentes en el monte de Memaya y que fueron demolidas como por el carácter de sus advocaciones (4). El mismo entre los años 1787 y 1792. Es decir, que la información ITURRIZA hace también referencia al aprovechamiento ofrecida por ITURRIZA concordaba con los datos recogi­ que se hizo de antiguos sepulcros para la conducción de dos en los trabajos de prospección. El problema, de todas agua al casco urbano de Elorrio. maneras, consistía en saber cuál de las dos plantas Sin embargo, ni el documento fundacional de San Agus­ correspondía a Santa Marina que fuera en su antigüedad, tín de Etxebarria de 1053, ni ITURRIZA, especifican la ubi­ Parroquia monasterial (Ed. FITA) o que hace ocho siglos cación concreta del monasterio. Por otra parte, al haber fue Parroquia monasterial (Ed. AZCARRAGA Y REGIL) y sido demolido hace casi dos siglos, no existían restos en que, en buena lógica, debería corresponder al monaste­ superficie. Nuestra labor de localización se basó, pues, en rium quod dlcltur Memaia del documento de 1053. Una de el trabajo de campo y en la información conseguida a tra­ las plantas conserva una cruz de hierro con el epígrafe vés de los más viejos del lugar. Ello nos condujo a una "Santicruz" inscrito en ella y los propietarios del lugar lo . ladera donde quedaba únicamente una cruz moderna de denominan con la misma advocación. La ermita de Santa hierro con la siguiente inscripción: "Santicruz", es decir, Marina debería de corresponder, pues, por exclusión, a la una de las advocaciones que aparecen en la inscripción segunda de las plantas conocidas. Según ITURRIZA, sin que antes mencionábamos. El siguiente paso fue la lim­ embargo, Santa Marina "fue en su antigüedad Parroquia pieza y labor prospectiva de la zona que, con la colabora­ monasterial: y varios sepulcros que hubo en su circunfe­ ción de un equipo cuyos miembros provenían del Museo rencia los metieron en la cañería de la fuente que se hizo Histórico de Vizcaya y Universidad de Deusto, ofreció los en la plaza de dicha Villa el año 1760 con la agua condu­ siguientes hallazgos: cida desde más arriba de la expresada ermita de Santa 1. Planta de un edificio, probablemente antigua ermita, Marina". Todavía se conserva actualmente el depósito de con el perímetro claramente definido y atrio de entrada y aguas desde donde se hizo la toma referida, y se encuen­ cuya situación en el mapa 1:50.000 del Instituto Geográ­ tra, efectivamente, más arriba de la ermita de Santicruz, fico y Catastral (hoja 87) es la que sigue: Long. 1 º 07' 24", pero por debajo de la que hemos supuesto podía haber Lat. 43° 07' 12". sido la de Santa Marina. 2. Fragmento de sarcófago de arenisca, perteneciente Ante las dificultades por conceder una denominación a la caja, y que sirve de base a la cruz a la que antes segura a los dos asentamientos conocidos, se optó por hacíamos referencia. llamar MEMAIA 1 al descubierto en primer lugar (Santi­ 3. Nueva planta de otro edificio, similar al anterior, cruz) y MEMAIA 11 al segundo. situado a unos 200 mts. al SW del que venimos comen­ Objetivos de la campaña: En el estudio que realizamos tando y cuyo hallazgo fue totalmente casual. Hallándonos sobre el epígrafe, actualmente ubicado en la ermita de San trabajando en la limpieza de la zona de "Santicruz", la con­ Roque y al que antes hacíamos referencia, destacábamos versación con un montañero que pasaba por allí y que la importancia de sus advocaciones, fundamentalmente la resultó ser el propietario de un caserío próximo, nos dio a de San Acisclo, santo cordobés del siglo 111, cuya advoca­ conocer la existencia de otro asentamiento donde, según ción en tierras del norte peninsular tiene resonancias cla­ nos dijo, "habían vivido frailes". Personados allí, en un ramente mozárabes. No hay duda, como ya han señalado pequeño promontorio, totalmente cubierto de matorral, diversos autores, en que hay que insistir en el estudio sis­ pudimos observar el basamento de una columna. Su lim­ temático de los santos a quienes están dedicadas las pieza dejó al descubierto una planta que venía a aumentar, parroquias y ermitas, puesto que plantean la posibilidad de indudablemente, el interés de la zona. cierta relación entre el nombre del santo, la fecha de cris­ Todo ello, junto a las noticias documentales e historio­ tianización, la época de repoblación y las influencias cul­ gráficas que antes recogíamos, justificaba a nuestro turales. En este caso, tanto por la ubicación topográfica de entender, una campaña de excavación que se reaizó, con los restos que conocemos (dominando, por una parte, el los permisos necesarios, durante la primera quincena del acceso a tierras vizcaínas y próximo, por otra, a tierras mes de agosto de 1984. alavesas), como por la cronología del epígrafe que conser­ El primer problema surgía de la presencia de dos plan­ vamos y el carácter de sus advocaciones, pensamos que tas. ITURRIZA, en su manuscrito de 1785 publicado por el los asentamientos de Memaia, si no ambos sí alguno de P. FITA, hace referencia a Santa Marina, en la eminencia ellos, puede arrojar luz sobre los asentamientos altome­ de Memaya, así como en el manuscrito de 1787 editado dievales en Vizcaya. El objetivo prioritario de la excavación por AZCARRAGA Y REGIL: Santa Marina en el elevado sería, pues, delimitar el carácter del asentamiento, su ori­ monte de Memaya. No olvidemos, sin embargo, que ITU­ gen, evolución y características fundamentales. Es pre­ RRIZA fue mejorando incansablemente su Historia de Viz­ ciso, además, realizar otra observación al respecto: la zona caya en sucesivas copias manuscritas y poniendo al día donde se encuentran los restos localizados es de explota­ aquellos datos que, por el paso del tiempo, hubieran que­ ción forestal intensiva, con el riesgo que ello conlleva de dado anticuados o resultaran inexactos. Así, en el manus­ cara a su conservación. Existía, por tanto, y existe cierto crito de 1793, editado por RODRIGUEZ HERRERO, hace carácter de urgencia a la hora de planificar los trabajos de excavación.

(4) Cfr. A. AZKARATE, Gol-Ertaroko blzkaltar eplgrallaz: Excavación Memalako Sta. Marina (Elorrlo. Blzkala), HISTORIA ETA GIZAR­ TE ZIENTZIEN URTEKARIA, 11. urtea, 2. zenb. (1982), 47-73. MEMAIA 1: Fueron abiertos cuatro cuadros de 4 X 4 m. ALBISTEGIA 557 al sur de la planta de la ermita que ofrecieron, como viene excavada en la campaña anterior. La superficie excavada siendo común en excavaciones de esta indole, una es de veinte cuadros de cinco por cinco metros, lo que da secuencia de niveles sencilla y de poca potencia estrati­ un área útil de 500 mts. cuadrados. Para ello se han gráfica. Respecto a los materiales, lo más destacable es su empleado dos meses, julio y agosto y han participado pobreza, habitual tambián en las necrópolis altomedieva­ alumnos de la Escuela Práctica de Arqueología de la Uni­ les. La casi totalidad de ellos aparecieron en el nivel l. versidad de Deusto y personal contratado. Fragmentos de cerámica vidriada y bizcochada, clavos, Los resultados han sido satisfactorios ya que han res­ objetos metálicos y algunas monedas, todo ello ofreciendo pondido a las dudas planteadas en la campaña anterior. una cronología reciente y que coincide con la fecha de la Así, hemos podido determinar la existencia de una demolición de la ermita. Lo más importante, sin duda, han secuencia estratigráfica para los dos primeros siglos de sido las tumbas aparecidas en el nivel 11, que por su tipolo­ esa Era. Ello nos permite establecer una tipología para la gía fechan la necrópolis en torno a los siglos XI-XII. Es cerámica de esta zona. Por otro lado la aparición de los preciso, de todas maneras, insistir en la provisionalidad de restos, muy alterados, de una construcción han llenado, estos datos por el conocimiento deficiente que se tiene en parte, la carencia de estructuras arquitectónicas de la tanto de la tipología de las tumbas altomedievales como de campaña anterior. La secuencia estratigráfica es la su seriación cronológica. siguiente: 1. El primer nivel y más antiguo es el que ofrece la MEMAIA 11: En ese segundo asentamiento se abrió un construcción, muy alterada. Lo hallado consiste en las cuadro de sondeo que, en líneas generales, ofreció la bases de cuatro pilares que encierran una superficie rec­ misma secuencia estratigráfica que Memaia l. Los materia­ tangular de 5, 10 por 4 metros, cerrada por un muro en su les fueron, asimismo, semejantes. No aparece, sin lado oeste. Entre estos pilares y, a modo de cimentación embargo, resto alguno de necrópolis aunque ello tampoco de un suelo, se extiende una acumulación de arenas. La es significativo por ser mínima la parte excavada. Es de cubierta de este recinto muy probablemente fuera de destacar la presencia de un suelo de losas de buen tégula e ímbrice ya que son frecuentes los fragmentos de tamaño, aunque de forma irregular, a unos 30 cms. de ambos en los alrededores. En el lado este de la construc­ profundidad sin que sea posible, de momento, precisar su ción puede observarse un suelo de tierra y cantos rodados, significado. en cuyo centro hemos podido localizar un agujero de poste. Sobre este suelo han aparecido depositados nume­ Esta primera campaña, realizada en un margen de rosos fragmentos de cerámica y vidrio así como grandes tiempo insuficiente y con un equipo reducido, no ha cons­ gotas de escoria. tituido más que un primer paso al que habrá que dar conti­ Los materiales hallados en este nivel más característicos nuidad en fechas próximas. Se hace necesario continuar son las cerámicas, ya en su variedad de "terra sigillata", ya trabajando en próximas campañas, excavando en exten­ en la de "paredes finas". La primera la podemos encontrar, sión la necrópolis de Memaia 1 e intentando delimitar el tanto en su versión sudgálica como en la hispánica, de carácter de Memaia 11. No cabe duda que los interrogantes imitación a la anterior. Las formas más abundantes son la planteados invitan a ello. Dragendorf 15 / 17, 27, 29 y la Ritterling 8, entre otras. La segunda, también abundante, y de la que podemos desta­ Agustín AZKARATE GARAl-OLAUN car una forma 37 B, decorada a la "barbotina", ratifica las fechas que consideramos determinan las piezas de "terra AVANCE DE LA 11 CAMPARA DE EXCAVACIONES sigillata", es decir, el último tercio del siglo primero. EN EL YACIMIENTO ROMANO DE FORUA (ARO 1984) 2. El segundo nivel y más tardío es un suelo compuesto por fragmentos de tégula, ímbrice y abundante piedra are­ Como ya sabe el lector por anteriores noticias, la zona nisca, todo ello elementos de construcción. Sobre este excavada se encuentra en la suave colina de Elejalde, al suelo se ha hecho vida durante el siglo segundo, como lo pie de la iglesia parroquial de San Martín y en su vertiente prueba un pequeño pavimento hecho con elementos meridional. Aquellos terrenos ofrecieron en la anterior reaprovechados y abundante "terra sigillata" hispánica. La campaña de 1983 abundantes restos de cerámica de época forma más común es la Dragendorf 37, ya sea en su ver­ romana, fechados entonces en los dos primeros siglos de sión del borde sencillo como almendrado. Acompañando nuestra Era. Las piezas extraídas, carentes de estratigrafía a ésta y, completando su cronología, aparecen la 15 I 17, precisa y de contexto arqueológico, ya que aparecían en 27, 36 y la Ritterling 8. Junto a esta cerámica encontramos un nivel, si bien rico, también falto de estructura alguna y la conocida como "común local" y otra que si común, de revuelto por las continuas labores agrícolas, fueron el pasta y cochura más cuidadas de color rojizo y alma gris. punto de partida paré! la campaña "de 1984. Comenzó ésta Consideramos ese nivel, ya por la presencia de cerámicas con una profusa serie de sondeos durante la primavera. del del siglo 11, como por la ausencia de la "terra sigillata" Así se trazaron y excavaron treinta catas en los terrenos hispánica tardía, fechada en su momento más tardio en los parroquiales y en el caserío Azkona, ambos sitos en la albores del siglo 111. zona más alta de la colina. Los resultados fueron pobres De cara a un entronque histórico de los datos facilitados en cuanto al estado de conservación del nivel arqueoló• por la excavación y, teniendo en cuenta las limitaciones gico ya que aparecían los materiales muy revueltos y que impone lo poco excavado, en proporción a lo que es el fragmentados. Sin embargo, la riqueza de las piezas apa­ yacimiento, debemos considerar: Que el topónimo "Forua" recidas así como el área en que aparecieron, con diámetro es interpretado por los autores de mayor prestigio como aproximado de 300 mts. nos anuncian la presencia de un alusivo a un "Forum", es decir, un lugar de creación artifi­ asentamiento importante para esta zona. cial para aglutinar a los pueblos indígenas de la zona y así Los trabajos de esta segunda campaña continuaron en facilitar su romanización; que la escoria y el mineral de la huerta de los P.P. Franciscanos, (sector 1) junto al área hierro encontrados en el yacimiento hacen sospechar la 558 NOTICIARIO explotación por parte de los aquí residentes de vetas de 2. 0 Macizado de piedra arenisca amarilla informe, hierro en los montes de Rigoitia o de Arrazua. Hecho este exclusivo. que junto al anterior encajaría en la política de la dinastía 3. 0 Piedras planas de arenisca más compacta, de for­ Flavia para la provincia de Hispania. Esta hipótesis parece mas paralepipédicas, situadas a plano. refrendada por la cronología dada por la cerámica, aunque La estructura tumular en su límite presentó un murete de por el momento depende de las sucesivas campañas lo 3 hiladas que se podía continuar viendo en dirección W. que nos permita confirmar esto. Este murete está formado por areniscas careadas, puestas La dirección de los trabajos realizados en este yaci­ a hueso (fot. n.º 2). No se pudo alcanzar la zona base en miento corre a cargo de Miguel Unzueta Portilla, Ana Mar­ toda la superficie de la zanja. Si bien no se llegó a la zona tínez Salcedo y Enrique J. Alcorta lrastorza. fértil del túmulo, sí se encontraron elementos extraños al conjunto constructivo, aunque incorporadas a él, como amortización de su primer uso. Se trata de piedra de aglo­ CAMPARA DE PROSPECCION DE LOS TUMULOS merado, de grano pequeño, con una cara alisada por fro­ DE GASTIBURU (ARRAZUA) tación. Podría tratarse de fragmentos de molino, aunque no se puede determinar su forma. Se encontraron a 1 m. de Durante el mes de diciembre de 1983 se realizó en el profundidad, en la zona central del túmulo. De ser así su 2 túmulo n.º 1 (Fig. 1) de Gastiburu un corte de prospec­ interpretación, es el 2.º caso de molino en yacimiento . ción. La proximidad con el Castro de Marueleza hacía inte­ Casos de molino, aunque más dudosa su función3 y en resante el trabajo para ver si se podrían poner en relación distinto material lítico son conocidos, a lo largo de Punta ambos yacimientos. Galea a Barrica, como hallazgos en superficie. Es pues El túmulo se sitúa en la ladera E de una de las estriba­ necesario realizar una Campaña definitiva en el túmulo 1 ciones de Gastiburu. Su relación geográfica con el Castro de Gastiburu, y más, a la luz de los elementos materiales es al W de la puerta, siendo visibles el uno desde el otro. conocidos ya en Marueleza que permitirían una compara­ (Distancia 1.150 m.). ción directa con este campo tumular tan próximo. Este campo de túmulos se halla compuesto por 4 gran­ des túmulos próximos entre sí (fig. 1 ), y un quinto situado Luis G. VALDES a 200 m. al sur de estos. El trabajo con máquinas pesadas para eliminar los res­ tos de un pinar quemado han alterado las superficies de DOS NUEVOS YACIMIENTOS los 2 túmulos mayores y ponía en peligro capas más EN LA RIA DE GERNIKA profundas. Se escogió el túmulo n.º 1 como inicio de los trabajos, En el municipio de Kanala, en la carretera que desde por ser el que presentaba un perfil menos problemático, ya Arteaga lleva a Laga, a la altura del camino de lrusqueta se que la caída de la vertiente de los restantes es pronun­ aprecia en un corte de limpieza de los laterales de la carre­ ciada. La altura intermedia de este túmulo no sobrepasaba tera, en el talud izquierdo, una banda de 5 m. de conchas la profundidad máxima, que en una semana de trabajo, de "ostraea", entre las que fueron recogidas escorias y podríamos alcanzar. mineral de hierro. Junto con estos restos recogimos frag­ Las dimensiones del túmulo, antes de la excavación, mentos mínimos de cerámica rojiza, rosácea, de pasta muy son: Diam. NS 21,40 m., EW 21 m. fina, bien decantada, no determinable con seguridad, pero El túmulo Gastiburu 5 es el de dimensiones más reduci­ de apariencia de Terra Sigilatta. das y se trata de los que, tipológicamente, se denominan En el camino de acceso a la ermita de San Martín de 1 de depresión central , aunque más me inclino a pensar Kanala, aparece un nuevo "Conchero" similar al anterior que esta supone una violación de la cámara, al menos en descrito, de una longitud aproximada de 50 m. Entre estas este caso. conchas se encontraron fragmentos de ímbrices, escorias, El corte se realizó en la dirección NE, en una zanja de mineral de hierro, cerámica rosácea sin restos de barniz, 1X8 m., a una profundidad máxima de 1,60 m. pero de apariencia como la anterior a la Terra Sigilatta y En el corte se pudo observar la siguiente estratigrafía, de dos fragmentos de útiles de hierro con un remache cada abajo a la superficie del túmulo: uno. 1. 0 Suelo natural, solamente en la zona más exterior Posiblemente se traten de dos yacimientos de época del túmulo. romana, aunque sin hallazgos más relevantes es difícil precisar más. Son interesantes estas dos apariciones de yacimientos de esta época en la ría de Gernika, ya que 1. -Apellaniz J.M.- "Corpus de materiales de las culturas ... ". refuerzan la hipótesis mantenida para la arqueología sub­ Munibe Suplemento n. º 1. San Sebastián 1973. marina, en la que suponemos fue una vía de penetración Gorrochategui J. y Yarritu M.J. Carta Arqueológica de Vizcaya. de gran interés. Poseemos datos en tierra que lo reafirman, 2.ª parte, "Cuadernos de Arqueología de Deusto"' 1984, y en otros autores puede ser encontrada esta división. como es el yacimiento de Peña Fórua y algún hallazgo 2. El otro caso se corresponde al hallazgo de un molino en la suelto en el agua en torno al siglo I; en la margen opuesta, cueva de Lumentxa por don J. M. de Barandiarán. un yacimiento de las mismas características se sitúa al 3. En yacimientos al aire libre, pero de recogida superficial, se borde de las marismas. encuentran determinados útiles que presentan características En las proximidades de los dos yacimientos descritos se similares a las de un molino de mano, pero que en el caso de los de encuentra mineral de hierro, bajo las formas de pirita y Azkorri, por su materia prima y las características de su fricción, rubio coincidente, este último con el detectado en los dos pueden ser incluidos entre los elementos dedicados a la elabora­ "concheros". ción de útiles pulimentados. En el castro de Malmasín fue encon­ trado un elemento que recuerda a los molinos y que tendría expli­ cación más agrícola que los de Azkorri. Luis G. VALDES ALBISTEGIA 559

Nº. 1.- Vista W-E del tu mulo Nº. 1 con el Castro de Marueleza al Fondo, La puerta se halla bajo la Flecha.

Nº .2.- Zanja de prospección del sector SE. Junto a la flecha el murete a hueso. 560 NOTICIARIO

LA XIII CAMPAÑA DE EXCAVACIONES Barandiarán, determinando la presencia de niveles arqueo­ ARQUEOLOGICAS EN LA CUEVA DE ARENAZA 1 lógicos que abarcan desde el Musteriense al Bronce, en (S. PEDRO DE GALDAMES, VIZCAYA) AÑO 1984 distintos lugares del yacimiento. La posibilidad de encontrar una estratigrafía de varios La campaña XII 1pretendía adquirir mayores datos sobre niveles consecutivos fue lo que motivó el inicio de las Ja estratigrafía y los materiales de las ocupaciones más excavaciones presentes, para lo cual recabamos el corres­ recientes, para lograr una sólida interpretación del hecho pondiente permiso, tanto al Gobierno Vasco, como a los de Ja coexistencia, de una ocupación tardorromana y otra propietarios dél terreno. supuestamente atribuible al Bronce Final, tal como había La excavación está situada en la ladera NW del monte sido observado en las excavaciones anteriores. Curcio, en terreno cruzado por un camino que, partiendo 2 La excavación, extendida a 165 m. , ha permitido esta­ de la carretera general Bilbao-Plencia, llega hasta la cum­ blecer Ja identidad arqueológica de las dos grandes áreas bre del monte. Este camino ha sido abierto por máquina de diversa significación sedimentaria, así como aportar excavadora, lo que nos ha proporcionado un valiosísimo datos crecientemente significativos de la ocupación del cantil para observar la estratigrafía. Bronce Final. Después de reavivar el cantil, comprobamos .que los No han variado las estructuras sedimentarias, pero se niveles no eran uniformes. En algunos lugares había dos h·an recuperado materiales de indudable significación cro­ estratos de espesor variable y en otros, sólo había uno y nológica. Entre estos queremos destacar un alfiler de bajo ellos, arcillas amarillas mezcladas con arcillas grisá­ cabeza esférica en bronce, así como una punta de lanza de ceas, estériles. enmangamiento hueco y hoja de sección circular central, El lugar escogido para la excavación coincide con una además de una punta de flecha en hueso, que reproduce el gran bolsada de tierra de color oscuro, en la que hay una modelo de bronce característico del final de la Edad del gran acumulación de piedras, tanto areniscas como de Bronce. Los paralelos más próximos para la primera se sílex. Cuadriculamos un terreno de 5 por 2 m., del que hallan en cuevas del Ariege y, en General, del S.E. de retiramos una capa bastante espesa de maleza. Francia, en contacto con el .macizo pirenaico, tal como ha Primeramente levantamos un lecho de tierra revuelta, de mostrado J. Guilaine en su estudio sobre la Edad del unos 20 cm. de espesor, con gran riqueza de material de Bronce de estas zonas. Para la segunda, los paralelos se sílex, sobre todo núcleos y lascas no retocadas. A partir de hallan en los depósitos de la Península, tal como ha mos­ aquí se podía observar una acumulación de materiales, no trado M. Almagro Basch y su cronología ronda en torno al distribuida de manera uniforme, sino a bandas inclinadas 800 a. C. Por lo que hace a la tercera, si el paralelismo en dirección SE. / NW., abundando más en los cuadros entre material de hueso y modelos en bronce sirve para situados al Sur. fundamentar la atribución cronológica, encaja claramente Esta misma disposición en la aparición de materiales la en las mismas fechas. Lo mismo puede decirse de lo más hemos podido observar en los cuatro lechos excavados significativo de otros materiales, como la cerámica de la este año. La acumulación se mantiene, aunque más floja población de cavernas. Sus decoraciones acanaladas, así en los lechos más profundos. l,.os cuadros situados más al como las de incisas, tanto aisladas como combinadas, con N. son casi estériles, y todavía faltan varios cm. de tierra impresiones de matrices, también encajan en la misma para poder llegar a la parte fértil que delataba el cantil. cronología, como ha mostrado J. Guilaine en la obra a la Incluso es distinta la composición y el color de la tierra, que aludimos más arriba. En conjunto la fecha de todos más amarilla y arcillosa en la parte sur y más oscura y estos materiales oscila entre 1100 a. C. y 800 a. C .. fecha suelta en la parte norte. que habiamos sugerido en los informes de las dos campa­ Es posible que la acumulación de material sea debida a ñas anteriores. arrastres de agua o arcilla por la ladera de la montaña. Sin Si este primer análisis está sólidamente fundado, la embargo, la composición del material hallado hasta el coexistencia de la ocupación tardorromana y la del Bronce momento es muy coherente, piezas de mediano tamaño Final, parece ser un fenómeno de superposición y mezcla entre las que abundan sobre todo denticulados, escotadu­ producida por la ocupación tardía, como habíamos suge­ ras, lascas retocadas, raederas, algún raspador, buril, per­ rido anteriormente. foradores ... Además, muchísimos núcleos, restos de talla, Sin embargo, deberíamos esperar a recuperar la ocupa­ etc. ción del Bronce Final sin intrusiones tardorromanas para No ha aparecido ni un solo resto óseo. Como conclusión alcanzar una completa seguridad. Esto podría producirse podemos decir que toda la industria tiene aspecto muste­ en sucesivas excavaciones, pero no podemos asegurarlo roide, aunque no tenemos todavía suficiente material ahora. como para poder asegurarlo.

Juan M.ª APELLANIZ CASTROVIEJO Margarita MUÑOZ

CATALOGO DE CUEVAS DE VIZCAYA 1 CAMPAÑA DE EXCAVACIONES EN EL YACIMIENTO DE KURTZIA (BARRICA) Con motivo del XXX Aniversario de la fundación del G. E. V. órgano editor de esta Revista de Ciencias, el mismo Ha sido subvencionada por la Excma. Diputación de Viz­ consideró de la máxima urgencia poner al día el Catálogo caya, y dirigida por la abajo firmante, del Seminario de de cuevas de Vizcaya, dado qué desde el anterior habían Arqueología de la Universidad de Deusto. transcurrido diecisiete años. Alberga 1637 fenómenos El yacimiento de Kurtzia se conoce desde hace varias espeleológicos, intercalándose en el texto diversas foto­ décadas, y en él realizó prospecciones D. José Miguel de grafías a color. Cinco planos fuera de texto con la situa- ALBISTEGIA 561

ción de los fenómenos, facilitan la tarea al investigador. LA CONVIVENCIA DE LA FAUNA DE DESDENTADOS Finaliza la obra con diversos indices y una extensa EXTINGUIDOS CON EL ABORIGEN DE bibliografía. Puede adquirirse a través de la Sección de Publicacio­ RESUMEN nes de la Diputación Foral de Vizcaya, calle Astarloa, 10, Desde hace más de seis décadas se vienen reportando Bilbao, teléfono 4155681. en la bibliografía arqueológica cubana, hallazgos de restos óseos de los desdentados extinguidos de la familia Mega­ lonychldae asociados con evidencias de la vida aborigen RECINTO FORTIFICADO EN EL MONTE BERREAGA en nuestro país. Las investigaciones relacionadas con el trabajo de Labayru recoge la noticia que en el monte Berreaga fue campo, así como las de carácter cronológico, a partir del encontrada una lápida sepulcral con la inscripción "HIC desarrollo del Método Colágeno en Cuba, han permitido IACET CORPUS VILELLA SERVAE JESUCRISTI OBllT determinar que dicha fauna pudo sobrevivir hasta épocas HERA CXV", junto a otros sepulcros, desconociéndose el relativamente recientes y por tanto, como resultado de su paradero de los mismos y las circunstancias precisas del caza, haber formado parte de la dieta del hombre primitivo hallazgo. Igualmente se tenían datos de la existencia, en la cubano. cumbre, de una ermita y otras ruinas ya desaparecidas en el siglo pasado, según muestra un pleito seguido en el tribunal Eclesiástico de Calahorra y La Calzada, recogido SUMMARY por Juan Gutiérrez en su Historia de Munguía. Ello nos movió a reconocer el monte con objeto de localizar cual­ From more than six decades there have been reporting quier vestigio material que aportara datos a la Historia de in the Cuban archeological bibliography findings of bones Vizcaya. belonging to the extinguished edentates of the Megalony­ chldae family associated with evidence of aborigin life in El monte Berreaga se encuentra entre los términos our country. municipales de Munguía, Zamudio y Gamiz, en una exce­ lnvestigations related to the work in the field as well as lente situación estratégica, dominando parte de la zona those of chronological character, departing from the deve­ costera (la entrada del Abra) y los amplios valles de Mun­ lopment of the Collagen Method in Cuba, have permitted guía y Asúa. En la actualidad se halla profundamente alte­ to determine that such a fauna could suvirve up to relatively rado debido a la explotación de coníferas. recent times, and therefore, as a result of its hunt, could have taken part of the diet of the Cuban primiteve man. La inspección visual en él realizada dio como resultado el hallazgo de diversos lienzos de muro en diferente estado de conservación. El mejor conservado domina el valle de Desde hace varias décadas, el origen y la llegada de los Munguia y presenta varias hiladas de mampuesto asen­ distintos representantes de la fauna terrestre pleisto­ tado en seco, aprovechando para su construcción el mate­ holocénica extinguida a las Antillas, ocupa la atención de rial pétreo existente en el terreno. En la zona que no pre­ paleontólogos y prehistoriadores. Para los primeros, senta defensas naturales se observa un fuerte derrumbe de estaba centrada en dilucidar la procedencia de la misma, y piedras que forma una alineación transversal al eje NW­ en la medida en que se fueron ampliando los conocimien­ SE, con un grosor aproximado de unos 3 metros. Aparen­ tos sobre nuevas especies, a la par de los avances que en temente, estos lienzos son parte de una muralla que cir­ materia geológica se alcanzaban, la preocupación se cunda el monte, otorgándole un aspecto fortificado, y extendió hacia la búsqueda de una explicación geopaleon­ configuran, junto con los escarpes naturales del monte, un tológica que justificaría los vínculos que nuestras tierras recinto alargado y amesetado que nos hacen pensar en la tuvieron con el Continente. existencia de un posible rastro. Por otra parte, a los arqueólogos se les presentó las disyuntiva de aceptar o no la posibilidad de que al menos, Cercano a la cumbre fueron localizados los cimientos de los últimos vestigios de esta fauna, hubieran coexistido una estructura de planta rectangular, muy cubierta por la con los grupos aborígenes cubanos, a tal punto, que for­ vegetación, y que pueden corresponder a la ermita de San mara parte de su dieta, cuestión esta no descartable, si se Bartolomé. tienen en cuenta las peculiaridades de algunas especies -peso, tamaño y movilidad- que justificarían una caza Hacia el S. E. del monte, fuera del presunto recinto amu­ fácil, convirtiendo al hombre primitivo en un agente rallado, han sido descubiertas por Eduardo Goitisolo una depredador no despreciable que influyera por esta vía, con serie de estelas con decoración de triscelas y motivos cru­ el exterminio de estos animales para la satisfacción de sus ciformes, conseguidas mediante dos trozos incisos en sen­ necesidades dietarías. tido longitudinal y transversal de la pieza que se cortan, Testigos de los grandes eventos que tuvieron lugar en el semejantes al tipo, ya conocido, de la estela de Jainko mundo prehistórico, la llamada fauna pleisto-holocénica (Arrieta). Estas, junto a otras, que presentan un esquema habitó nuestras tierras, procedentes del Continente Ame­ decorativo parecido, ubicadas en la ermita de San Lorenzo ricano, ascendiendo posiblemente desde el sur. de Mesterika y San Salvador de Fruniz, serán objeto de un Sin dudas, los periodos conocidos como Glaciales, con trabajo más profundo, actualmente en curso. su traducción en los cambios climáticos, tanto en el norte como en las regiones más meridionales, en que grandes M. J. AROSTEGUI precipitaciones lluviosas se hicieron manifiestas en las lñaki GARCIA CAMINO etapas intermedias del avance de los hielos, significaron 562 NOTICIARIO

uno de los factores más importantes que obligaron a los huellas dejadas por el fuego, sin olvidar las conchas mamíferos a desplazarse. marinas. El problema de la supervivencia de la fauna prehistórica Nuevas opiniones son vertidas por Harrington, esta vez cubana, especialmente los representantes gravígrados, y en la introducción a su obra "Gypsum Nevada" sus relaciones con los primitidos pobladores de nuestro (Southwest Museum Papers No. 8): país, comienza a perfilarse a la luz de la obtención de nue­ "En Cuba sin embargo, después de haber hallado hue­ vos datos cronológios experimentales y observaciones sos de especies de perezoso gigante, mezclados con res­ estratigráficas a lo largo de muchos años, que justifican la tos humanos, en diversas ocasiones y en ambos extremos afirmación de que dichos animales sobrevivieron hasta de la isla, tuve que admitir, que este perezoso (Megaloc­ épocas relativamente recientes. nus) había estado probablemente asociado con el hombre de Cuba; pero en aquella época no llegué a comprender Algunos antecedentes y secuencia toda la trascendencia de aquella asociación". (Citado por cronológica de los hallazgos Tabío, 1951, pág. 143). En estas excavaciones de Nevada, el investigador nor­ En 1860, en una serie de excavaciones realizadas en teamericano encontró tan excelentes condiciones de Ciego Montero, al norte de la ciudad de Cienfuegos, apa­ estratificación, que pudo determinar con bastante certeza reció una mandíbula de un animal desconocido, cuyos res­ una antigüedad no menor de 8.500 años para el hombre tos fueron entregados al Dr. Felipe Poey para su estudio que dejó una considerable cantidad de dardos muy pinta­ por un discípulo. El sabio naturalista cubano clasificó el dos, asociados con restos óseos del gran perezoso Noth­ especimen como perteneciente a un roedor gigantesco, rotherium shastense. presentando un interesante trabajo sobre el tema, el 15 de Abundando aun más, en 1944, el Dr. René Herrera Fritot, septiembre de 1861. insgine antropólogo cubano, en su estudio sobre el yaci­ En el año 1868 el paleontólogo norteamericano Joseph miento de Soroa, en Pinar del Rio, describe las caracterís• Leidy analizó el descubrimiento de Ciego Montero, clasifi­ ticas del grupo cultural en que este se enmarca. Declaraba cando los huesos como pertenecientes a un desdentado en aquella oportunidad el Dr. Herrera: de la familia de los gravígrados, destacando que el ejem­ "Junto a sus restos se han hallado frecuentemente los plar cubano guardaba una estrecha semejante con el huesos de especies animales extinguidas, como los de la Megalonix jeffersoni, Desmarest, descubierto en 1797, musaraña Nesophonte mlcrus, los de Geocapromys, pero que sin embargo constituía un género y una especie Megalocnus, etc, y aún más, entre sus residuos de cocina diferente, la que recibió la denominación de Megalocnus­ hemos hallado huesos cortados y quemados de Megaloc­ rodens, Leidy. Esta primera aparición de restos del des­ nus rodens, el gran perezoso antillano ... " Herrera (1945). dentado, estimuló a los científicos a seguir su rastro; así, Juan A. Cosculluela, refiriéndose a los grupos más anti­ en 1911 el Dr. Carlos de la Torre y Huerta, acompañado de guos refiere en su estudio "Sincronismo de las culturas un grupo de investigadores, se dirigió a la zona de "Las indo-antillanas": Llanadas", en Yaguaja y Sancti Spiritus, pudiendo localizar "Todos los elementos geográficos por otra parte, como en unas casimbas o pequeñas depresiones cársicas, restos el contenido orgánico de las diversas islas antillanas hicie­ del Megalocnus rondes, los que fueron enviados a Estados ron de su primer ocupante, un hombre de costá's, no un Unidos, donde se restauraron y armaron dos esqueletos, verdadero pescador. Pero no por ello desdeñaba los ani­ uno de los cuales regresó a nuestro país, siendo entregado males de fácil captura, como el gran perezoso megalocnus por el Dr. de la Torre en 1916 al Museo de Historia Natural (cubano-haitiano), cuyos restos aparecen frecuentemente, Felipe Poey de la Universidad de la Habana. Este acto con los de este primitivo ser y con los artefactos de su ruda parece sellar la historia del descubrimiento y clasificación y arcaica cultura." de la familia Megalonychidae, que comprendía tres Y reafirma: especies. "En Cuba y Haití fueron contemporáneos del Megaloc­ El año 1915 marca un hito en lo referente a hallazgos de nus rodens que les sirvió de alimento, así como de otras asociaciones de esta fauna con el hombre primitivo especies extinguidas." (Cosculluela, 1947. págs. 8 y 10). cubano, como resultado de las excavaciones emprendidas Los hallazgos de asociaciones de los desdentados con por el arqueólogo norteamericano Mark R. Harrington en restos de los grupos aborígenes cubanos realizados hasta la Cueva de la Caleta, en Jauco, antigua provincia de la década del 40 permiten que el Dr. Carlos Garcia Robiou Oriente; al respecto señala el autor: se haga eco de tal fenómeno de contemporaneidad plan­ " ... Pero también hallamos mezclados con el depósito, teada en su "Curso de Antropología de América": huesos del extinguido perezoso llamado Megalocnus con "La importancia que ofrece el hecho de haber sido posi­ los de pescado y tortugas, usados regularmente por los ble probar de manera evidente, que ciertas formas del indios como alimento, lo que nos conduce a sospechar Pleistoceno, como el Megalocnus, fueron contemporá­ que aquel curioso animal pudo ser contemporáneo con los neos con el hombre primitivo, el primer ocupante del suelo primitivos habitantes de esta cueva .. " Harrington (1935). cubano, permite establecer cierta cronología prehistórica; En 1919 regresa Carrington a Cuba para realizar investi­ como sabemos ella se fundamenta en tres clases de gaciones en la provincia de Pinar del Río, incorporándose hechos: al grupo el Dr. Victor Rodríguez Torralbas, de la Universi­ 1. En la estratigrafía, es decir, en el estudio de la dad de la Habana. superposición de las capas en que se encuentran los res­ Ambos se dirigen a la Cueva de los Portales, donde tos humanos. realizan excavaciones, localizando restos de Megalocnus y 2. En las especies animales c1:.Jyos huesos están aso­ Boromys claramente asociados a acumulaciones aboríge• ciados a restos humanos en las capas donde ellos yacen, nes, que contenían: pinzas de cangrejo, espinas de pes­ ya que los progresos de la Paleontología, permiten atribuir cado, vértebras de majaes, etc; muchos de los cuales con a una época determinada, los restos de animales pertene- ALBISTEGIA 563 cientes a especies extinguidas. sido localizados en diferentes lugares del continente Ame­ 3. La industria, que a falta de huesos humanos ricano, diferenciandose de estos solamente por la demuestra la existencia del hombre en una época antigüedad. cualquiera. Rouse plantea que no existen dudas de que los perezo­ Y siendo el Megalocnus y otras especies extinguidas en sos cubanos, así como otros animales contemporaneos ya remota época, testigo de la convivencia con el hombre, con ellos, ya extinguidos, convivieron en determinada la antigüedad de este se remonta a los tiempos en que etapa, con nuestros primitivos pobladores. vivió nuestro maximo representante de los Perezosos ame­ En atención a la importancia que reviste el asunto que ricanos." (Garcia Robiou, 1948, pag. 6c). tratamos, nos permitimos reproducir un listado de sitios de En 1949, en "el bañito del muerto" en San José del Lago, América en los que se producen estas manifestaciones de Mayajigua, Sancti Spiritus, el Dr. J. Alvarez Conde refiere asociación, referidas por el Dr. Tabío en su obra (Tabio, haber encontrado huesos y dientes de perezosos cubanos. 1951, op. cit.) tomada a su vez de McGowan en su título El Dr. Ernesto Tabío también exploró esta zona reportando "Early man in the New World": el hallazgo de huesos de Megalocnus. En ella se detectan en otra oportunidad enterramientos y bolas líticas. Alvarez Año Sitio Conde (1951). 1838 Gasconade County, Mo. E. U. Sin duda, los trabajos mas importantes que en este año 1846 Natchez, Miss. E. U. se hicieron, fueron los emprendidos por miembros de la Sociedad Espeleológica de Cuba y el grupo Guama en 1915 Vero, Fla. E. U. Cayo Piedras, Cayo Salinas y Cayo Lucas, ubicados en la 1923 Melbourne, Fla. E. U. Bahía de Buena Vista, al este de Caibarien. En las excava­ 1923 Panin, Ecuador. ciones realizadas aparecieron huesos de Megalocnus y 1926 Frederick, Okla, E. U. Mesocnus asociados a huesos humanos y material lítico. 1929 Coukling Cavern, New , E. U. En particular, en la Cueva del Chino, ubicado en Cayo Lucas, los huesos de Megalocnus aparecen con fracturas 1930 Gypsum Cave, Nevada. E. U. intencionales y huellas dejadas por el fuego, lo cual llevó al 1935 Confins, Brasil. Dr. Herrera Fritot a plantear que nuestros aborígenes no 1936 Sandía Cave, New Mexico. E. U. sólo convivieron con los perezosos sino que también se 1936 Cueva Cerro Soto, . sirvieron de ellos para satisfacción de sus necesidades 1937 , Chile. alimentarias. Asimismo, en la Cueva de los Megalocnus de Cayo Salinas, los restos óseos se presentaban fragmenta­ 1937 Palli Aike, Chile dos. 1939 , Arizona. E. U. En el año 1951, el Dr. Ernesto Tabio, publica un impor­ 1947 Tequixquiac, Mexico. tante trabajo titulado: "La cultura mas primitiva de Cuba precolombina"; en el mismo, el autor refiere que no hay Otros investigadores tratan el tema aún con ciertas evidencias suficientes para pensar que haya asociaciones reservas en determinado momento; así, el destacado de individuos del llamado Complejo 1con restos de anima­ antropólogo cubano Dr. Manuel Rlvero de la Calle nos les pleistocénicos; sin embargo señala que: "El hombre del dice: Complejo 11 parece haber convivido con el Megalocnus y "Este desdentado (el Megalocnus) como todos los de su otras especies ya extinguidas del Pleistoceno de Cuba". grupo, era de gran torpeza en sus movimientos y por ello El Dr. Tabío ofrece dos interesantes tablas en las que facilmente capturable por los indígenas". estudia una serie de características diferenciales para Mas adelante, a partir del examen de los restos hallados comparar los Complejos 1 y 11. Analizando las mismas, se por el Dr. René Herrera Fritot en la Cueva de la Monja, puede apreciar que para los sitios seleccionados por el apunta: autor aparecen asociaciones de restos de la vida material "Nosotros hemos encontrado también restos de esta de los hombres del Complejo 11 con huesos de Megaloc­ especie en un material óseo procedente de la Cueva de la nus en un 33% de los casos y en un 20% con los de otras Monja en Jibacoa, provincia de la Habana ( ... ). Creemos especies pleistocénicas. que la aparición de estos mamíferos en los cayos del nor­ El Dr. Alvarez Conde, también en 1951 publicó un folleto deste de Caibarien, y en Isla de Pinos, donde los descu­ titulado: "Los perezosos cubanos y sus relaciones con el brimos en gran cantidad en el año 1960, en las Sierras de indio", donde fija su posición coincidente con el Dr. Colombo y de Caballos, prueba mas bien la antigüedad de Herrera Fritot, al considerar que la familia Megalonychidae los mismos, que su utilización por el indio, aunque no coexistió con nuestros aborígenes y que estos se sirvieron debe descartarse completamente la posibilidad de la de ella para su alimentación. Dicho autor basa sus conclu­ coexistencia de los perezosos con el indio". (Rivero de la siones en los hallazgos de Cayo Lucas y Cayo Salinas. Calle, 1966, pag. 30). lrving Rouse, arqueólogo norteamericano, escribió y En la Cueva No. 1 de Punta del Este, durante las excava­ publicó por la década del 40, una obra de consulta necesa­ ciones realizadas en mayo de 1969 por personal del Depar­ ria: "The West lndies, an introduction the ciboney", en la tamento de Antropología de la Academia de Ciencias de que señala que en diferentes sitios donde estuvo asentada Cuba, bajo la dirección del arqueólogo Ramón Dacal, se la cultura Ciboney de Cuba, se han localizado huesos de localizó en un contexto correspondiente a la etapa prea­ Megalocnus sp. Dicho investigador indica ademas que la groalfarera, clasificada en aquel entonces como Ciboney situación de Cuba no es un caso particular ni aislado, y Aspecto Guayabo Blanco, restos calcinados de Megaloc­ que las asociaciones de restos de la cultura material con nus sp. (Ramón Dacal, comunicación personal) osamentas de animales pleistocénicos extinguidos que se Durante las excavaciones realizadas por el grupo han hallado, son perfectamente comparables a los que han Caguanes en la cueva de "La Guinea'', Guayarues, Mayaji- 564 NOTICIARIO

gua, provincia de Santi Spiritus, en mayo de 1982, aseso­ arrollo del Método Colágeno ha dilucidado el problema, radas por el arqueólogo Ramón Dacal Moure y el Dr. obteniéndose dataciones que encajan perfectamente en el Manuel Rlvero de la Calle, ambos del Museo Antropoló• horizonte de habitación prehispánica; estos son: gico Montané de la Universidad de la Habana, se reportó el hallazgo de un fragmento de molar calcinado de Mega­ Animal Localidad Datación locnus rodens, Leldy en un nivel sellado por una capa de cenizas, asociado a restos de dieta aborígen. Mesocnus sp. Cueva de los niños. Cayo Salinas. 3250 ± 200AP En julio de 1982, el grupo de aficionados a las ciencias Yaguajay. S. Spiritus. "Carlos de la Torre'', de Matanzas, realizó excavaciones en Mesocnus sp. Cueva del Tunel. La Habana. 4220 ± 200AP un sitio que no había sido reportado anteriormente, en Megalocnus rodens Caverna de Pio Domingo. 2840 ± 200AP Rincón Francés, Punta de Hicacos, Matanzas, ubicado en Pinar del Río. una solapa rocosa de la cueva de los Musulmanes; en ella Megalonychldae Farallones de Sebo ruco. Halguin. 5060 ± 200AP se localizaron pictografías aborígenes así como evidencias Megalonychldae Cueva La Masanga. Gibara. óseas de Megalocnus sp, afiliadas estratigráficamente con Holguin. 3740 ± 200AP otras de la vida material del hombre primitivo. Megalocnus rodens Cueva Musulmanes. Punta de Hicacos. 2410 ± 40 AP Una vez más, en julio de 1983 el Comité Espeleológico de Matanzas, bajo la dirección del licenciado Esteban Restos humanos, procedentes de algunas de estas loca­ Maciques y con el asesoramiento de los investigadores del lidades han sido fechadas por igual método, a saber: Museo Montané antes mencionados, realizó una nueva Cueva de los niños. Cayo Salinas. Yaguajay. S. Spiritus. excavación en la cueva de los Musulmanes, en la que vol­ 2590 ± 120. vieron a aparecer huesos de Megalocnus sp en íntima Farallones de Seboruco. Holguín. 5880 ± 200 AP. relación con menaje propio del aborigen, observándose incluso, algunos calcinados por la acción del fuego, apre­ ciándose además en las paredes del perfil, capas de ceni­ Conclusiones zas bien diferenciadas y lentículas de carbón vegetal. Nuevamente, el 4 de septiembre de 1983, el periódico Como ha podido apreciarse, nuevos hallazgos han Juventud Rebelde, reporta que los investigadores Nllecta venido a confirmar los planteamientos hechos hace más Castellanos y Mllton Pino del Departamento de Arqueolo­ de seis décadas al rededor de la convivencia de los repre­ gía de Ciencias de Cuba, hallaron restos del Megalocnus sentantes de la familia Megalonychidae con nuestros gru­ rodens y otros representantes de la familia en asociación pos primitivos, quienes lo hicieron objeto de la caza para con instrumentos de piedra pertenecientes a grupos abo­ satisfacción de sus necesidades dietarías. Tales eviden­ rígenes cubanos -al parecer muy antiguos- en una cias, que durante buen tiempo hicieron dudar a algunos cueva del municipio Gibara, provincia de Holguín, en una investigadores, se ven confirmadas por los fechados obte­ capa de residuos culturales no alterada por excavaciones nidos a partir del Método Colágeno, indicando además anteriores. que, al igual que la conservación hasta nuestros días del Almiquí (Solenodon cubanus, Peters), verdadero repre­ Otros hallazgos en el área antillana sentante del remoto pasado prehistórico, en condiciones propicias los grandes vertebrados pudieron sobrevivir. Las El fenómeno comprobado de la contemporaneidad de causas de su extinción pudieran hallar explicación en el los grandes desdentados pleisto-holocénicos con los debilitamiento o desaparición de las condiciones del hombres prehistóricos en Cuba, no resulta un fenómeno entorno que garantizan la existencia de estas especies, o, aislado ni particular; así, en otras islas cercanas a nuestro la necesidad de un medio superselectivo, que progresiva­ país, se reportan hallazgos similares. Tal es el caso de mente se hacía más difícil de lograr, hicieron fracasar las Santo Domingo, donde en 1971 se localizó una pequeña fuerzas biológicas que mantenían la perpetuidad de estos cueva, a 1584 metros de altura, en la Cordillera Central; en animales en el tiempo, sin descartar que el hombre, consti­ la zona de Constanza, restos de varios desdentados en tuido en agente depredador, pudo traer con su incursión a magnífico estado de conservación pertenecientes a por lo nuestras tierras el decreto inexorable de extinción de esta menos 4 animales. La fecha radiocarbónica obtenida para fauna, al hacerla objeto de su sustento, participando en su huesos del lugar, señala que estos animales murieron desaparición en la competencia cotidiana por la vida. hacia el 840 antes de Cristo. La datación es la siguiente: Resumen de los hallazgos de restos óseos de la Familia 2790 ± 190 A. P. Megalonychidae asociados a evidencias del hombre primi­ El resultado cronológico obtenido por el Museo del tivo cubano. Hombre Dominicano revela que el Parocnus serus, Miller, coincidió con la presencia antillana, ya fechada, de un Nombre del sitio Investigador Año del poblador que desconocía la agricultura y que debió apro­ descubrl- vecharse de la caza. miento. De acuerdo con las investigaciones, la mayoría de los 1. Cueva de la Caleta. Jauco. artefactos del Complejo Cordillera Central, son puntas de Gtánamo proyectil para artefactos arrojadizos y para lanzas, que Harrington 1915 indican su uso en la cacería de animales de gran tamaño. 2. Cueva del . Gran Tierra Maya. Harrington 1915 Veloz y Ortega (1973). Guantánamo. 3. Cueva del Muerto. Ciboney. Harrington 1915 Situación cronológica de los hallazgos en Cuba Santiago de Cuba.

En nuestro país, hasta el momento, no se han fechado 4. Abrigo rocoso Los Portales. Guane. Harrington 1919 huesos de estos animales por C-14, sin embargo, el des- Pihar del Río. ALBISTEGIA 565

5. Cueva de los Niños. Cayo Salinas. Sociedad Espeleológica 1946 Yaguajay. Sancti Spiritus. de Cuba y Grupo Guamá. 6. Cueva del Chino. Cayo Lucas. Grupo Guamá 1946 Caibarlen Sancti Spiritus. 7. Balneario San José del Lago. J. Alvarez Conde 1949 Mayajlgua. Sancti Spiritus. 8. Cueva No. 1. Punta del Este. Academia de Isla de la Juventud. Ciencias 1969

9. Cueva La Guinea. Yaguajay. Grupo Caguanes 1982 Sancti Spiritus. 10. Cueva de los Musulmanes. Grupo Carlos 1982 Peninsula de Hicacos. Matanzas. de la Torre 11. Cueva La Masanga. Gibara. Holguin. Milton Pino y 1983 Nilecta Castellanos

Reconstrucción del Megalochus rodens, Leidy.

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