Lourdes En La Puerta Del Horno
Lourdes en la puerta del horno La pesadilla que visita las tranquilas noches de Lourdes Flores es la de volver a perder la presidencia en el último instante de la campaña electoral, como sucedió cinco años atrás luego de la aparición de su papá en televisión insultando al entonces candidato Alejandro Toledo. Esta vez, el papá está bien guardado. Y ella corre sola, sudando la gota gorda en este infernal verano recorriendo arenales, pueblos jóvenes, pampas, corralones y asistiendo a cuanta pollada, anticuchada y cuyada bailable se le cruce. Porque una cosa es una pollada en el Marriott a 100 dólares la tarjeta con su amiga Laura Bozzo y otra la popular, a 6 soles por cabeza; y ella estuvo en ambas, pero el sabor no fue el mismo. Sus críticos la llaman la candidata de los ricos, de la pituquería, de los empresarios, de los grandes negocios. Y en su plancha está Arturo Woodman, el hombre de Dionisio Romero, entre otros, para corroborarlo. Muchos dicen que ella es buena gente pero está rodeada de mañosos, de conservadores como Rafael Rey, de fujimoristas solapas, de topos montesinistas, de la derecha más rancia, arcaica y cristiana. Pero ella viene del PPC, el partido mesocrático limeño de Luis Bedoya, su papá político, que nunca llegó a la presidencia. Ella viene de un colegio de monjas, una muchacha de la Universidad Católica, temerosa de Dios, que, como le dijo a Jaime Bayly, se casaría con el Perú. Lulú es la novia del Perú. No por casualidad su canción de campaña es «Estoy enamorada de mi país».
[Show full text]