La fuerza de la ambivalencia

Una charla con el compositor Mauricio Kagel sobre la identidad Entre los lazos que unen a las naciones, la música es, quizás, uno de los más fuertes. y los (des)encuentros de la cultura El caso de la Argentina y Alemania no es una excepción. Nombres como Sigismund Thalberg, Arturo y Pablo Berutti y Ernesto Epstein son sólo algunos de los que marcaron el tono desde la orilla argentina. Wilhelm Furtwängler y Paul Hindemith hicieron lo propio con sus visitas a la Argentina. Entre los que hoy reúnen en su obra lo mejor de ambos países figura Mauricio Kagel. Con obras como Varieté, Ludwig van, Antithese y La Pasión según San Bach, es considerado uno de los creadores más importantes de la nueva música a nivel internacional. Su colega norteamericano John Cage lo definió así: “Es el mejor músico europeo que conozco.” Radicado desde 1957 en Alemania, Kagel (Buenos Aires, 1931) reflexiona para esta publicación sobre lo que significa vivir la historia y la música entre dos culturas.

-Señor Kagel: hace medio siglo que usted llegó a Alemania. ¿Cómo fue esa experiencia, esa confrontación quizás, para un hijo de emigrantes europeos? ¿Fue un encuentro con viejos conocidos o el descubrimiento de un nuevo mundo? -Las dos cosas a la vez. Cuando llegué a Europa, en el otoño de 1957, nada me resultaba nuevo. La cultura europea ya formaba parte de mi identidad. Pero yo llevaba también raíces sudamericanas. Lo que me asombró es que mis colegas europeos –alemanes, franceses, italianos– todavía estuvieran en un período de hegemonía cultural que yo no conocía. Porque la Argentina no posee una hegemonía cultural.Tiene un idioma común con toda Sudamérica y con España, pero no en el sentido de la hege- monía, en el afán de pretender que su cultura sea más valiosa que la del vecino.

-¿Con qué relacionó esa hegemonía cultural con la que se encontró? -Paul Valéry, un poeta francés que yo estimo mucho, habla de la “política del espíritu”. Y lo que yo encontré aquí, en Alemania, y me asombró muchísimo, fue que los países europeos vivían –y viven toda- vía– con unas raíces tremendamente fuertes en el pasado. Cuando yo llegué, la educación en Alemania era de horizontes bastante estrechos. Había compositores alemanes que no conocían a Debussy o com- positores italianos que desconocían a Reger. Para ellos la propia música era la fuente de mayor informa- ción. Lo mismo es válido para los franceses y para los ingleses. Algo así, para un sud-

Pag. anterior: La obra del compo- americano, es una cosa inconcebible, porque un intelectual culto en Sudamérica tiene sitor y director, Mauricio Kagel, sus raíces en varias culturas. Entiende y habla varios idiomas. es hoy uno de los mejores ejem- plos de los estrechos lazos que unen a Alemania y la Argentina a -¿Usted quería venir a Alemania o fue más bien una casualidad? través de la música. (Foto: genti- leza C.F. Peters Musikverlag) -Hubo varias cosas que influyeron. Primero, la radio de Colonia, que ya era muy

105 famosa entonces, apoyaba la difusión de la música moderna. Por mi parte, yo estaba muy interesado en tra- taba, sin lugar a dudas, la principal plaza del continente. Además, existían la Orquesta Sinfónica de Radio bajar en el estudio de música electrónica de la radio. Luego estaban los famosos cursos de verano de la Nacional y la Orquesta Sinfónica Nacional, que también eran de muy buen nivel. Cada semana había un ciudad de Darmstadt. Entonces tuve la suerte de obtener una beca del Deutscher Akademischer Austausch concierto de relevancia. Diariamente uno podía elegir entre tres o cuatro grandes obras musicales. A direc- Dienst (DAAD), el Servicio Alemán de Intercambio Académico, por un año. Después me la extendieron otro tores de orquesta como Busch, Furtwängler, Karajan, Barbirolli y Sargent pude escucharlos por primera año, algo que entonces era muy poco frecuente. Mi interés radicaba en tener el tiempo para componer y vez en Buenos Aires. A ello se sumaba la oferta de las sociedades musicales privadas. Una era el Collegium dedicarme por completo a esa actividad. No me interesaba ganar dinero. Entonces tenía 25 años, y esa Musicum, un centro de inmigrantes alemanes. Allí se podía escuchar, en general, por primera vez música edad es una especie de límite para desarrollar la propia carrera. Además, a principios de los años 50, toda- coral e instrumental antigua. Gran parte de la vida musical estaba al cuidado de alemanes y austríacos, vía en Buenos Aires, había conocido a Pierre Boulez. Él ya me había recomendado ir a Europa para traba- judíos y gentiles, que por una u otra razón habían tenido que emigrar. jar allí.Tuvo razón: si me hubiera quedado en la Argentina, nunca hubiera tenido las oportunidades que me ofrecieron no sólo en Alemania, sino también en todo el continente europeo. -¿De dónde eran sus padres y abuelos? -De Branderburgo, Odessa y San Petersburgo. Era una mezcla de alemanes y judíos del Este de -¿Por qué? Europa. En lo que respecta a mis padres, ellos llegaron a la Argentina después de los pogromos rusos de -Tomemos el ejemplo alemán. Aquí uno tiene el privilegio de poder estar en muy poco tiempo en el centro 1917. Mi madre, en cambio, llegó desde Hamburgo allá por 1922 con el barco Cap Arcona. cultural de otra ciudad, en la que se puede presentar música. Eso contrastaba, ya entonces, con las distancias sudamericanas. Desde Colonia (Nota de la Redacción: Mauricio Kagel recaló en esta ciudad al llegar a -¿Cómo describiría, entonces, la conformación de su identidad cultural? Alemania) se llega en menos de una hora a centros industriales como Essen, Duisburg o Dusseldorf. Eso no sólo -Estoy muy agradecido por haber nacido en la Argentina. Me he enriquecido: con el idioma, con mis viven- es una cosa extraordinaria, sino que refleja que la fuerza cultural de Alemania es la independencia de sus ciuda- cias. Ese bagaje lo traje a Europa y aquí fue revalorado, ampliado. Pero yo creo que mi fuerza reside en la

des. En contraste, en Sudamérica, se necesita un avión para llegar de un lugar a otro en corto tiempo. Esa cer- Mauricio Kagel es considerado ambivalencia. Estoy convencido de que nadie puede defender una sola identidad. Es canía geográfica de centros culturales importantes hace de Alemania algo muy especial. Sorprendentemente los como uno de los innovadores de una suma de identidades lo que hace a una persona. La región en la que usted nació le la música clásica y vive en la ciu- artistas y músicos europeos no saben apreciar su suerte. Ellos creen que eso es lo normal, pero no lo es. dad de Colonia. (Foto: akg) da una identidad: si es una persona del Norte o del Sur. A ello se suma la identidad de

-Aquéllos que vivieron la sensación de ser extraños en otra cultura suelen decir que ese choque, esa con- frontación con el otro, se puede convertir en un motor del trabajo creativo. ¿usted compartió una situación así? -Naturalmente que sí. Es más: yo descubrí el pasado histórico de Sudamérica en Europa. La distancia con la Argentina me generó un acercamiento a situaciones históricas importantes de Sudamérica y, al mismo tiempo, me ayudó a comprender ciertos temas de la política cultural europea. Sobre ese proceso trata la composición escénica Mare Nostrum, que presentamos también en Buenos Aires. El argumento cuenta cómo una tribu del Amazonas descubre el mar Mediterráneo y cae en el mismo error que los espa- ñoles después de descubrir América: tratar de imponer sus valores, su idioma, sus creencias y su religión.

-Usted creció y se formó en el encuentro de culturas que era la Buenos Aires de los años 50. ¿Cómo vivió el choque con la cultura y la música alemanas de esos años? ¿Experimentó un gran contraste? -Las décadas de los años 50 y 60 fueron para Alemania años de extraordinario desarrollo. Pero el punto de partida resultó de la recuperación de los tremendos problemas económicos causados por los efec- tos de la posguerra. Entonces, todo lo que pasaba desde el punto de vista cultural comenzó a tener una fuerza más o menos estable después de 1955. Por su parte, la intensidad de la atmósfera cultural de Buenos Aires en los años 50 era muy especial. Era tan compleja como contradictoria. Ello hacía de la ciu- dad un lugar fuera de lo común, con un nivel cultural exuberante. La capital argentina tenía, en ese enton- ces, una vida musical de importancia. Existía, por ejemplo, el Teatro Colón, que como teatro lírico represen-

106 su país: si es alemán, sueco, inglés. La tercera es la familia. Luego están las adaptaciones que le exige la vida profesional, como le sucede a mucha gente en el servicio diplomático o a aquellos académicos u obre- DAAD: Intercambio académico y mucho más ros alemanes, que se enamoran del caos que encuentran en algún país extranjero. Al final se adaptan, enri- Fundado en 1925, el Servicio Alemán de Intercambio Académico (Deutscher Akademischer quecen su propia cultura con otras perspectivas y éstas pasan a formar parte de su identidad. Austausch Dienst; DAAD por su sigla en alemán) fomenta el intercambio entre Alemania y la comunidad académica internacional a través de diversos programas dirigidos a estudiantes y egre- -Cuando usted llegó a Alemania en 1957: ¿Se encontró con reservas por ser de ascendencia judía? sados de carreras universitarias, así como a doctorandos e investigadores que deseen llevar a cabo -Claro que sí. Sería ridículo querer negarlo. Pero yo era de la opinión que uno no puede vivir con el un proyecto en Alemania. En la Argentina cuenta actualmente con un centro de información en la odio. Además, uno se vuelve muy sensible a matices que no son democráticos. Por otra parte, los judíos ciudad de Buenos Aires, un profesor invitado en la Facultad de Derecho de la UBA, cuatro lectores son bastante especiales. Cuando los dejan vivir en paz se transforman en ardientes defensores de su país. del DAAD que ofrecen cursos en la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad Nacional de Los judíos de los años 20, por ejemplo de la generación de mis suegros, se definían como patriotas alema- Córdoba y en el Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández. En nes. Defendían la actitud del burgués-monárquico. La mayoría había peleado en la Primera Guerra 2004, como una manifestación más del intenso intercambio académico entre ambos países, se Mundial. Hoy a mi me pasa algo parecido: cuando la gente ataca a Alemania, yo la defiendo. Porque el inauguró el Centro Germano-Argentino de la Universidad de Buenos Aires, donde por iniciativa del proceso democrático que vivió este país en la posguerra no se dio casi en ningún país. Aún así, como regla DAAD se instaló también la cátedra libre Walter Benjamin. Como resultado de los intercambios propia para vivir con el pasado, por mi parte decidí no ocupar cargos públicos. Por ejemplo, antes de la entre Alemania y Argentina se firmaron varios convenios entre el DAAD e instituciones académicas caída del muro de Berlín se me ofreció en varias ocasiones dirigir instituciones de música importantes, argentinas, entre ellas el MECT, el CONICET, la SECyT y muchas universidades nacionales. “Transmisiones” es uno de sus proyectos más destacados en la actualidad. Este es un proyec- como la Staatsoper Hamburg o la Deutsche Oper Berlin. Pero preferí no aceptar. Además, no soy ni to de investigación llevado adelante por la Cátedra Walter Gropius, unidad de cooperación aca- mánager ni empresario, sino sólo un compositor. Es muy importante entender que Alemania fue siempre démica argentino-alemana con sede en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la muy abierta a los extranjeros. Porque la base de la economía alemana es la exportación, es el intercam- Universidad de Buenos Aires. Se trata de indagar acerca de la presencia de las tecnologías y las bio. Eso ni siquiera el nazismo lo pudo cambiar. No nos olvidemos que hacia 1920 en Berlín había más de ciencias alemanas en la Argentina entre 1840 y el presente. Según los responsables del proyec- 80 publicaciones en ruso. La ciudad estaba entonces llena de inmigrantes del Este. Hoy eso se repite con to, el flujo de tecnologías, de formas del saber y de objetos europeos tuvo para la Argentina, una inmigración diferente. Hay más de tres millones de turcos viviendo en este país. Entonces, es natural, como tierra de inmigración, una importancia fundamental. La cultura material alemana fue un que esta convivencia no esté libre de tensiones. componente central del mismo, pero desvinculado de una política colonial. Por el contrario, en este caso surgen interacciones y cooperaciones enlazadas en forma individual y local. -En 2006 festejó sus 75 años con una visita a Buenos Aires después de estar mucho tiempo El proyecto analiza cómo a lo largo de los años las transmisiones de medios de comunicación, ausente. ¿Qué le llamó la atención entre los cambios con los que, seguramente, se ha encontrado? empresas, ingeniería, objetos y tecnologías made in Germany, como también de expertos y manua- -Algo que me asombró muchísimo es que la gente constantemente se besa. En mi época eso era les científicos y técnicos, fueron construyendo una red de infraestructura cada vez más estrecha. algo desconocido. Para mí es una consecuencia de los rastros que dejó la crisis espiritual y física des- Por lo general, el análisis de la expansión de la cultura alemana se vincula, desde un punto de vista de las humanidades, con el idioma alemán y sus hablantes. Este proyecto, por el contrario, pués de las torturas. El país sufrió horrores. El beso demuestra la necesidad de mostrar al otro su intenta analizar aquellas prácticas y escenarios de origen alemán que pudieron difundirse sin afecto; es como reírse, para poder mantener un equilibrio sentimental. una conexión específica con el idioma, y cuya asimilación y transformación tuvieron un significa- do decisivo en la construcción de una cultura argentina. De particular interés resultan aquellos -¿Cómo compararía el nivel de recepción de conocimiento que hay entre los ámbitos musicales elementos característicos, como las técnicas de precisión y para la construcción, la Ingeniería, la de la Argentina y Alemania? Arquitectura, así como las Ciencias Naturales y Exactas. -El nivel de información es muy alto.Tiene que haberlo en un mundo donde la comunicación se La investigación iniciada en el año 2005 se desarrolló a través de seminarios, talleres, trabajo caracteriza por la inmediatez creciente. Cuando estuve en la Argentina, en junio de 2006, quedé muy en archivos y entrevistas a contemporáneos, y cuenta con el apoyo y la cooperación de universi- asombrado por el nivel que encontré. Lo viví en carne propia: yo pensaba que después de no haber dades nacionales y de empresas alemanas. En 2007 Transmisiones se presenta en varios lugares visitado la Argentina durante 35 años me habían olvidado completamente. Pero me fue todo lo con- y ciudades del país y se puede acceder también a través de un sitio web interactivo trario. La gente joven resultó estar muy al tanto también de mi música. Conocían los discos y mostra- (www.daad.org.ar/gropius.htm), donde los usuarios pueden seguir construyendo con materiales ban un tremendo apetito intelectual. Eso es algo que se mantuvo a lo largo de los años. Una curiosi- pertinentes este mapeo del impacto alemán en la Argentina. dad nunca saciada es esencial para la vida musical de un país. ¡Enhorabuena! Wolfgang Schäffner Alexander Schwarz

108 109 El primer Presidente argentino que visitó Alemania

En 1960, Arturo Frondizi viajó a Bonn no sólo para felicitar al país “El Presidente argentino no se contentó con intercambiar regalos, recibir condeco- por su recuperación tras la guerra raciones o participar de lujosos banquetes de Estado. Aprovechó, en cambio, la opor- tunidad para discutir abiertamente cuestiones no menores del ámbito económico y político”. Así resu- mía la visita de Arturo Frondizi en junio de 1960 a Alemania el Handelsblatt, ya entonces uno de los diarios especializados en economía más respetados del país y poco afecto al elogio oficial. Durante los cuatro días que duró su estadía en la todavía joven república alemana, Frondizi buscó sensibilizar especialmente a los representantes del mundo empresarial local para que aumentara su participación en el desarrollo de la Argentina. Según las estadísticas de la Cancillería argentina de la época, Alemania era entonces uno de los cinco inversores extranjeros más importantes en la Argentina. Una de las paradas obligatorias del mandatario argentino fue así también la visita a la poderosa Asociación Industrial de Alemania. Pero más allá de lo puramente económico, el desarrollista Frondizi no dudó tampoco en advertir abiertamente a los representantes políticos locales sobre las consecuencias del cada vez más estrecho acercamiento que se insinuaba por entonces entre los Estados Unidos y los países europeos. “La Argentina y, con ella, el resto de los países de América Latina deberán reconsiderar su política exte- rior, si Europa y Norteamérica decidieran dejarlos excluídos del reordenamiento económico del mundo libre”, declaró Frondizi en una conferencia de prensa durante la visita. Como ninguno antes y muy pocos después, el primer Presidente argentino que visitara Alemania mostró así un temple sin- gular, que marcó la imagen de una Argentina que –al igual que la joven Alemania– después de años de estancamiento volvía a iniciar un proceso de crecimiento.

Pág. anterior: Arturo Frondizi fue el primer Presidente argentino que visitó la Alemania de posguerra. Fue reconocido como un estadista de primer nivel por algunas de las figuras más influyentes del gobierno alemán, como Konrad Adenauer (centro) y, el entonces Ministro de Economía, Ludwig Erhard (der.). (Foto: BPA).

Derecha: el Presidente alemán, Heinrich Lübke, recibió, junto a su espo- sa, a la pareja presidencial argentina en Bonn. En 1964, Lübke retribuyó la visita en un viaje a la Argentina. (Foto: BPA)

111 Los fantasmas del pasado

El caso Eichmann revivió un La Argentina fue el último país en donde uno de los capítulo que se creía cerrado más grandes genocidas de toda la historia de la humanidad gozó de una injustificable libertad. , el coordinador de los trenes que llevaron a millones de personas a la muerte en los campos de exterminio del nazismo, fue condenado a muerte el 15 de diciembre de 1961 y ejecutado el 31 de mayo de 1962 en Israel. La presencia de Eichmann en la Argentina duró una década: entre 1950 y 1960. Sus actividades y relaciones de esos años reflejan un entramado de encubrimientos, de solidaridad nazi de posguerra y de identificación con los crímenes cometidos. Pero también dan cuenta del profundo antisemitismo que cundía en algunos sectores de la sociedad argentina de la década de 1950. En 1960 Riccardo Klement, tal como figuraba en el documento falso que obtuvo en un pueblo italiano, iba y venía todos los días desde su casa en el barrio de San Fernando hasta la fábrica donde trabajaba: la filial de Mercedes Benz, que funcionaba en la Argentina. Antes de ese empleo había estado trabajando en la fábrica Orbis, que producía calefactores y calefones. La versión más conocida hasta ahora indica que fue la breve relación de una adolescente con uno de los hijos de Eichmann lo que precipitó el final de su refugio en la Argentina. Sylvia Hermann era la hija de un prisionero del campo de concentración de Dachau. Éste es tris- temente conocido por ser el primero (1933) del total de 500 campos, que los nazis construyeron en toda Europa. Lothar Hermann había perdido la vista debido a las patadas que recibió en la cabeza por parte de los guardias de las SS destinados en Dachau. Hermann había ingresado al campo de concentración en el sur de Alemania porque era socialista. A sus “delitos” se sumaba el hecho de que parte de su familia fuera judía. En 1938 logró emigrar a la Argentina. Dos décadas después su hija llevó a un

Pág. anterior: El pasaporte de joven a su casa para que lo conocieran sus Adolf Eichmann fue redescubierto padres. Allí éste cometió un error que se da por casualidad, en junio de 2007. Muestra el nombre falso con el frecuentemente en nuestras tierras, que es que logró huir primero de una Alemania en ruinas e ingresar el de interpretar o dar por sentado que en luego, vía Italia, a la Argentina. un hogar de inmigrantes alemanes habría

Derecha: la foto en el pasaporte una automática postura antisemita. Con falso de uno de los hombres la intención de “quedar bien” ante los más buscados de la posguerra. (Fotos: gentileza Museo del padres de la chica, el joven se despachó Holocausto) ampliamente con expresiones a favor del Holocausto.Tras la visita el sorprendido Hermann preguntó por el apellido del joven. La sorpresa larmente sobre los atropellos contra la población judía. Asimismo, revelaron los hechos del fue aún mayor cuando su hija pronunció el apellido del circunstancial huésped. Holocausto (Shoá) en Europa, tanto antes como después de 1945. El padre no vidente se enteró así de que uno de los ejecutores de la “solución final” –tal el brutal Hubo una loable y honrosa resistencia alemana anti-nazi en la Argentina. Cabe destacar aquí al eufemismo nazi para denominar el exterminio de millones de personas– caminaba libremente por movimiento político Das Andere Deutschland (“la otra Alemania”), que luchó contra el régimen en y Buenos Aires y, como más tarde pudo comprobar, se escondía tras la falsa identidad de “Klement”. desde Buenos Aires. Un movimiento con reconocimiento internacional como el que se dio en la Sus hijos, sin embargo, habían conservado el apellido Eichmann y concurrían con su verdadera identi- Argentina no tuvo lugar en ningún otro país del mundo. dad a un colegio alemán de la zona norte del Gran Buenos Aires. En la misma senda estuvo por aquellos años la ya entonces reconocida Asociación Vorwärts, fun- El razonamiento que surge de esta información es lógico: la presencia encubierta de Eichmann dada en Buenos Aires por socialistas e internacionalistas alemanes durante el siglo XIX. En el marco no era desconocida para ciertos dirigentes en Buenos Aires. En el año 2004 el empresario Jorge de la enseñanza del idioma alemán el Colegio Pestalozzi de Buenos Aires fue el espacio de democra- Antonio, quien había sido directivo de la Mercedes Benz por aquellos años, reconoció frente al his- cia y libertad que tuvieron los hijos de los opositores y de los refugiados judíos que fueron llegando al toriador Felipe Pigna que él supo desde el primer momento que su empleado Riccardo Klement era país en la década de 1930. en realidad Eichmann. Sin embargo, vale la pena recordar también que otros sectores de alemanes y argentinos de ori- Mientras tanto, otro símbolo de la barbarie (en este caso por sus brutales experimentos con seres gen alemán residentes en la región del Río de la Plata vivieron el régimen nazi sin alteraciones y, más humanos vivos en Auschwitz), , ejercía la medicina sin inconveniente alguno en el con- tarde frente a su caída, confundieron las revelaciones de todo lo macabro que produjo el Reich, con sultorio que abrió en la calle Virrey Vértiz 970 en Olivos. un ataque a la propia identidad y a la cultura alemana. La mezcla de vergüenza e indignación rara La comunidad alemana de entonces se sumergió en un profundo silencio. En los años 50, no vez condujo a una asunción de la realidad y de la historia. Lamentablemente, aún con el paso del hubo claros pronunciamientos de condena a los crímenes del nazismo. Tampoco se registran en las tiempo y el recambio generacional, esta asunción se produjo en forma parcial y sólo a regañadientes. décadas siguientes. En el resto de la sociedad argentina ocurría más o menos lo mismo; más allá Se calcula que el número de personas movilizadas por el partido nacional-socialista de la de los momentos en que se especuló a nivel periodístico con la presencia de Argentina superó ampliamente la marca de 30.000. Esto ocurrió desde decenas de sedes partidarias A través de los sellos en el pasa- porte se puede rehacer el cami- Martín Bormann (último lugarteniente de Hitler) en Brasil, Paraguay o que se constituyeron a partir de 1931, desde Posadas hasta Comodoro Rivadavia, y desde numerosas no de Eichmann desde Europa a Argentina, se abandonó la historia del Tercer Reich, sus terribles consecuencias y agrupaciones juveniles e infantiles. Esas vivencias, experiencias y los dogmas incorporados por aque- la Argentina. Aquí vivió bajo falsa identidad en las provincias su necesario tratamiento. llos jóvenes no se diluyeron después de 1945. Se sumó “la mentira aliada sobre los campos de exter- de Tucumán y Buenos Aires. Al principio había sido diferente: desde aquel fatídico 30 de enero de 1933, en minio y los millones de víctimas” y se transmitió sutilmente a las siguientes generaciones a través de (Foto: gentileza Museo del Holocausto) que Hitler asumiera el poder en Alemania, los diarios argentinos informaron regu- medios como Die Freie Presse, que sustituyó al diario Deutsche La Plata Zeitung, o a la revista Der Weg, publicaciones editadas e impresas en la Argentina. El sinuoso camino de la acción judicial reflejó otros elementos. No sólo había antiguos funciona- rios nazis refugiados en la Argentina, sino que también los había instalados en distintos estratos y organismos estatales de la joven República Federal de Alemania. Conscientes de esto, los fiscales ale- manes que recibieron la información de Hermann sobre Eichmann fueron escépticos en cuanto a lograr su detención. Por tal motivo, tal como lo consigna Uki Goñi en su libro La auténtica Odessa en 1957, el fiscal general de Frankfurt, Fritz Bauer, transmitió la información sobre el paradero de Eichmann al Estado de Israel. No existía en aquel entonces un tratado de extradición entre Alemania y la Argentina. Asimismo, la experiencia antes y después del juicio a Eichmann en Jerusalén demostró que las autoridades argentinas eran reacias a colaborar en la búsqueda y en la detención de criminales de guerra. A fines de 1959 la Embajada Alemana en Buenos Aires solicitó la detención del médico Josef Mengele. Sin embargo, el trámite burocrático se fue dilatando hasta que transcurridos muchos meses sólo se confirmó que el “ángel de la muerte” se había fugado a un país limítrofe. Durante la década de 1950 el panorama para los criminales de guerra era tan confiable que algu-

115 nos de ellos, como y Josef Schwammberger –extraditados en 1995 y 1987, respectiva- mente– renovaron su pasaporte alemán poco tiempo después de que en 1952 se estableciera la Embajada de la República Federal Alemania en la República Argentina. En aquel entonces Eichmann había comenzado a hablar sobre su actuación durante el régimen nazi. En 1957 se encontraba todos los fines de semana con su amigo Wilhelm Sassen van Elsloo en una casa de San Isidro, provincia de Buenos Aires, para grabar largas conversaciones con la preten- sión de disminuir su responsabilidad durante los años del terror nazi y, al mismo tiempo, especialmen- te a instancias de Wilhelm Sassen van Elsloo, tratar lo imposible: encontrarle una justificación histó- rica a los crímenes cometidos por el nazismo. Wilhelm Sassen van Elsloo, un ex-SS y representante del departamento de propaganda de Goebbels durante la ocupación alemana de Holanda, era entonces el nexo entre los nazis más promi- nentes del Cono Sur: Barbie, Rudel, Richter y Tank, entre otros. No obstante, en 1960 Wilhelm Sassen van Elsloo vendió la transcripción de sus charlas con Eichmann a la revista estadounidense Time- Life, que la publicó por entregas. El testimonio constituyó después una prueba fundamental en el jui- cio de Jerusalén. Pero reflejó también el fin de una era: la camaradería entre los fugitivos nazis se había consumido. Irónicamente el principio del fin lo había marcado un golpe militar: el de 1955, que finiquitó el amparo del que habían gozado los refugiados nazis hasta entonces. Con él quedaban atrás los años en los que Wilhelm Sassen van Elsloo había trabajado en la Casa Rosada y en los que Rodolfo Freude –hijo del empresario Ludwig Freude– había sido el Secretario de Informaciones de la Presidencia. Quedaban atrás también los años en que el banquero argentino-ale- mán Carlos Fuldner, adscripto a la Presidencia y a la Dirección de Migraciones, organizaba la llegada de los fugitivos nazis desde Europa y los proveía de alojamiento y empleo. Para ello había creado una empresa: la CAPRI. De acuerdo con la documentación existente, fue gracias a la generosa contratación de servi- cios para el Estado que Fuldner pudo asegurarle muy buenos salarios a numerosos recién llegados en la sede principal que la CAPRI poseía en la provincia de Tucumán. Allí, en 1950, también obtu- vo su primer empleo uno de los tantos “inmigrantes” que trajo a la Argentina y que protegió Fuldner. Su nombre: Riccardo Klement.

Carlos Echeverría

Notas periodísticas comentando la noticia de la captura de Eichmann y de su juicio (Fotos: gentileza Diario La Nación)

116 117 Una fuente para la inspiración

El Goethe-Institut Buenos Aires: 40 años creando lazos a través del Desde sus comienzos, las actividades del Goethe-Institut de Buenos Aires (GI) se idioma, la cultura y la información caracterizaron por la certeza de que no hay innovación sin riesgo. Fundado en 1967, en sus cuarenta años de existencia, el Goethe-Institut se convirtió en un referente cultural de la capital argentina. Los principios de diálogo e intercambio, que hasta hoy rigen todas las actividades del Instituto, garantizaron desde un principio que la cultura cumpla con sus cometidos esenciales: ser un proceso en permanente cambio, abierto a los temas de mayor importancia y de actualidad. Este carácter de avanzada fue uno de los rasgos más valorados por la comunidad cultural argentina, que aprovechó la oferta del Instituto como estímulo y fuente de inspiración. Su carácter transgresor tiene su origen en la difícil misión que le tocó cumplir al GI en una Alemania devastada por la guerra. En 1951 un grupo de pioneros, interesados en la enseñanza y la difu- sión del alemán, fundó el Instituto con el fin de poder representar la cultura alemana en el exterior, dife- renciándose así de la Academia Alemana (Deutsche Akademie), que había sido proclive al régimen nazi. El reconocimiento no tardó en llegar. A comienzos de los 60, ante la falta de infraestructura de las representaciones diplomáticas de Alemania en el mundo, el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores resolvió confiar al Goethe-Institut la labor cultural en el exterior. De este modo se convirtió en la repre- sentación cultural de la República Federal de Alemania en el extranjero. Al mismo tiempo, el GI es una institución del Estado alemán y no pertenece a ningún partido polí- tico. En cuanto a los contenidos, lleva adelante sus programas con total independencia, sin influencias por parte del Gobierno Federal. Esta independencia es la que le permitió asumir de manera crítica los retos político-culturales de la globalización. Actualmente, con 129 institutos, una extensa red de Centros Goethe, sociedades culturales, bibliotecas, salas de lectura, cine- matecas y centros de enseñanza, el Goethe-Institut asume tare- as centrales de la política cultural alemana en el exterior, des- plegando una intensa actividad en todo el mundo, a veces más conocida fuera que dentro de Alemania. En la Argentina, el Goethe- Pág. anterior: tapa de INFO-D, la revista para docentes alemanes, Abril 1992. Institut Buenos Aires se dedica a la enseñanza del idioma ale- Derecha: programa de la presentación mán y, a través de su bibliote- del Teatro Alemán Contemporáneo en 1990. (Fotos: gentileza GI) ca y el servicio de informa- ción, a acercar la escena cultural alemana. En Desde Alemania, llegaron Hans-Jürgen Syberberg, Werner Herzog y Harun Farocki, entre otros recono- el marco de la cooperación se gestan los pro- cidos cineastas contemporáneos. Los nombres de la escena local mezclados con los de Alemania brindan el gramas culturales específicos con los acentos panorama vital de lo que el Goethe-Institut produjo en Buenos Aires: Gerardo Gandini organizó sus ciclos puestos en la actualidad: cultura es también de música contemporánea cuando esa música no tenía más cabida que en el auditorio, por el Festival reflexión sobre la escena artística, social y polí- Internacional de Teatro pasó la última obra que Heiner Müller dirigió antes de morir; luego estuvieron tica de ambos países. El Goethe-Institut cola- Sasha Waltz, Martin Wuttke y Frank Castorf, así como Mirta Busnelli, Alan Pauls, Luciano Suardi, Ciro bora en varios niveles con entidades culturales Zorzoli, Daniel Veronese, Emilio García Wehbi, Alejandro Tantanián, Luis Cano, Catherine David, Beatriz privadas y públicas, con la comunidad y con el Sarlo, Jutta Brückner, Jeanine Meerapfel, Werner Schröter, Matthias Lilienthal. sector empresarial. Por su parte, el Departamento de Enseñanza del Instituto se erige hoy como uno de los pilares en la En este sentido, el área de Programación transmisión del idioma alemán. Para optimizar el aprendizaje, el Goethe-Institut Buenos Aires ofrece un Cultural, que invita al diálogo entre intelectua- Centro Multimedia para uso exclusivo de sus alumnos.También brinda asesoramiento personalizado para la les y artistas y a la reflexión sobre las produc- selección de cursos y posibilidades de realizar cursos en las 13 filiales del GI en Alemania. A partir de ciones estéticas, discursivas y sociales, registra 2007 se incorporan cursos personalizados de español para extranjeros. El área de Cooperación una fuerte y reconocida presencia en la socie- Pedagógica, integrada al Departamento de Enseñanza, brinda capacitación a profesores de alemán. dad argentina. Así, el Goethe-Institut constitu- La Cinemateca del Goethe-Institut comprende un archivo de 340 largometrajes y aproximadamente ye un foro para los debates contemporáneos, 1.000 documentales de procedencia alemana que se actualiza permanentemente. El material fílmico se que también afectan el desarrollo de la socie- ofrece en préstamo para proyecciones públicas sin fines de lucro a instituciones culturales como cinemate- dad civil en ambos países. cas, cine-clubes o museos, y también a instituciones educativas como universidades y colegios. La sala que alberga habitualmente las activi- La Biblioteca y el Servicio de Información están abiertos a todas aquellas personas que requieran dades culturales del Instituto, sita en la calle información sobre Alemania o se interesen por su lengua y su cultura. En las instalaciones de Corrientes Corrientes al 300, es sede de ya legendarios ciclos 323 se brindan una selección actual de medios impresos y audiovisuales en idioma alemán, títulos traduci- de cine alemán, charlas, debates sobre la actuali- dos al español de autores que escriben en alemán, obras de consulta, diccionarios y enciclopedias, diarios, dad cultural, sociopolítica y literaria, conferencias, semanarios, revistas alemanas y bases de datos. La Biblioteca del Goethe-Institut es de uso público y gra- eventos musicales y audiovisuales, y muestras de tuito.También ofrece la posibilidad de asociarse para poder retirar el material en calidad de préstamo. teatro. Desde su inauguración en 1974, han pasa- Por último, el Programa de Promoción a la Traducción del GI ayuda a cubrir los costos de traduc- do por el auditorio del Goethe-Institut Buenos ción de autores alemanes a un idioma extranjero y tiene como meta el acceso del público no-germano- Aires las personalidades más destacadas del arte y parlante a obras literarias y científicas. la cultura tanto de Alemania como de la Argentina. Convertido rápidamente en uno de los epicentros del primer cine experi- Página anterior, arriba: Charla mental o underground argentino, allá por 1976, el Goethe-Institut trabajó junto a los referentes ineludibles de este movimiento sobre una película documental, que no encontraba espacios de expresión, como Marielouise Alemann, Narcisa Hirsch, Claudio Caldini, Katja Alemann o en el auditorio del GI, en 1979. Marta Minujín. En plena dictadura militar fueron proverbiales los ciclos de cine documental que no se podían exhibir en otro Página anterior, abajo: Entradas lado. Uno de los más destacados fue la muestra de Jorge Prelorán durante el peor período de los años de plomo. agotadas para la presentación del Susanne Linke, Pina Bausch y Jürgen Habermas llenaron hasta el desborde la Sala Martín Coronado del Teatro Tanzforum Köln, en el Teatro San Municipal General San Martín. Daniel Melero y Pablo Schanton iniciaron en horarios insólitos las primeras sesiones de Martín, Ciudad de Buenos Aires. reflexión sobre la escena del rock que se hacían en la Argentina. Vivi Tellas pasó de la escena “under” a brillar en la Derecha: El escritor Daniel cartelera del Goethe con su insólito experimento de “teatro malo”; Iris Schaccheri volvió a estrenar el Bolero de Ravel, Kehlmann, en la Feria del Libro que había bailado Dore Hoyer a comienzos de la década del 60; Ana Itelman hizo que Doris Petroni volviera a las 2007. (Fotos: gentileza GI) tablas después de años de resguardo de la escena y Rubén Szuchmacher dio inicio al primer laboratorio de ópera experi- mental y teatro musical, que hoy sigue desplegándose en la sala del Centro Experimental del Teatro Colón.

120 La versión alemana del churrasco

Fleckvieh: La vaca que ayudó a crear el mito argentino Impulsar la relación bilateral no fue siempre cosa de hombres. En el caso que comentaremos el mérito le corresponde a… una vaca. ¿Difícil de creer? No tanto, si se considera lo que la vaca Milka hizo por el prestigio de Suiza. Sin mencionar otros ejemplos, como Cow, la vaca más chiflada de la televisión de todos los tiempos, o la simpática vaca Aurora, o la simple vaca criolla, que en España es considerada como la matriz de la cual procede “el chuletón más deseado del planeta, gracias a su técnica psicoanalítica y a su ego des- medido”, según el diario El Mundo, y que es admirada no sólo en España, sino en todo el mundo. Sin embargo, en el caso alemán poco indicaba, allá por 1967, que una vaca llegaría a dejar su marca en la relación bilateral con la Argentina. El nombre no despertaba interés: Fleckvieh. Poco tenía éste de la virilidad de un Aberdeen Angus o de la musicalidad de una Charolais. Para colmo, no significaba nada. Fleckvieh, en español, equivale a “animal con manchas”. No obstante, la poco sensual raza vacuna llamada Fleckvieh es hoy la sexta en producción de carne de la Argentina. Su participación alcanza una producción anual de 1.000 cabezas de raza pura. A ello se le suman otros 100.000 animales de cruza, según los datos que maneja la Asociación Simmental de Argentina (ASA), que registra un total de 26 productores empadronados como cabañas y criadores. “Fue un éxito inesperado.” Así recuerda Pedro María de Ocampo los primeros años. Él lo debe saber: el ganadero cuenta con la experiencia de 60 años en la actividad. Pero, más importante aún: este estancie- ro, nacido en Francia en 1924, introdujo la raza Fleckvieh-Simmental en la Argentina. Los primeros ani- males llegaron en 1967, procedentes de los estados alemanes de Baden-Wurtemberg y Baviera. El lote era de apenas 23 animales que, además, iban a ser repartidos entre siete socios. No obstante, entre la comitiva que fue a recibirlos al puerto de Buenos Aires se encontraban el Ministro de Agricultura y el Embajador alemán. Pocos se habrán imaginado entonces que aquellos temblorosos animales que bajaban del barco representarían la cabeza de playa de otros cien- tos, que le darían una tonalidad diferente a la ganade- ría argentina en los años por venir. Ocampo, sobrino nieto de la Pág. anterior: tres años des- escritora argentina Victoria pués de haber llegado a la Argentina, la raza era reconoci- Ocampo, no llegó a la vaca alemana da en Palermo. por casualidad. El ganadero y presidente En sus inicios, poco hacía pensar honorario vitalicio de la Asociación Mundial de en el impacto que tendría la intro- ducción en la Argentina de la que Fleckvieh reconoce tener una relación muy espe- sirvió también de modelo para la cial con Alemania desde mucho tiempo antes de su vaca más famosa del mundo: Milka. (Fotos: gentileza ASA) encuentro con la ganadería made in Germany.

123 “Es difícil de explicar, como todos los amo- Pág. anterior: Gran Campeón en Palermo, en 1969. res”, reconoce Ocampo entre risas. La pasión lo llevó no sólo a visitar Alemania varias veces en La Argentina fue el segundo país, en el que se introdujo la su juventud, sino también a aprender el idioma. raza Fleckvieh-Simmental, en Fue esta vocación la que, a mediados de los 1967. El primero había sido Sudáfrica. años 60, lo impulsó a acompañar a una delega- Cerca de 26 productores y caba- ción diplomática alemana en la visita a varios ñas están hoy empadronados campos argentinos. Allí se engendró la idea: como criadores de la “vaca con manchas”. (Fotos: gentileza ASA) “Veíamos que con las típicas razas usadas en la Argentina, como Angus y Hereford, se corría el peligro de no poder mantener el alto ritmo de producción. La cruza con una raza europea para ampliar el número de cabezas disponibles era, entonces, una alternativa lógica”, recuerda el criador. Los intentos de hacerlo con animales como los franceses Charolais habían fracasado. “Me curé de espanto”, reconoce Ocampo, que por ese entonces ya tenía una cabaña de Aberdeen Angus funcionando en su campo de 2.700 hectáreas en la zona de Pehuajó, provincia de Buenos Aires. En aquel tiempo la Argentina era la segunda nación fuera de Alemania que iniciaba la cría de bovinos alemanes. Sudáfrica lo había hecho pocos años antes. Ironía de la historia: criadores británi- cos se toparon con el Fleckvieh en la Argentina y tanto les gustó lo que vieron, que al poco tiempo los primeros animales de esa raza desembarcaban en la campiña inglesa. Los Fleckvieh encontraron des- pués nuevos destinos: Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. El cambio de clima que significaba la llegada a la Argentina –tan duro a veces para los humanos– tampoco fue un problema, dice Ocampo. “Los animales no tuvieron problemas, porque aguantan el calor mucho mejor que sus parientes ingleses. Mientras que éstos ya a la mañana buscan la sombra, los Fleckvieh se quedan todavía por un buen rato al sol”, indica el criador.“Lo único a lo que tenían que adaptarse era el espacio. No estaban acostumbrados a moverse libremente, a su antojo...” En Alemania estos animales, muchas veces, deben compartir cama y comida con sus compañeros de establo. Otro elemento novedoso para los dóciles bovinos alemanes eran los gauchos. “Simplemente, no conocían hombres de a caballo, y eso generó algunos sustos entre los animales. Pero con el tiempo se fueron acostumbrando.” Al cabo de pocos años de haberse introducido la raza en la Argentina, Ocampo tuvo la alegría de ver uno de sus animales galardonado con un tercer premio en la Feria de La Rural, en la ciudad de Buenos Aires. Los germanófilos a ultranza piensan que no sólo el aire y las vastas pasturas de la Argentina fue- ron las razones de la buena evolución de la raza en la Argentina. Al fin y al cabo, Baden-Wurtemberg y Baviera son conocidos como los Estados más laboriosos de Alemania. Allí tienen su cuna íconos como Mercedes Benz y el gigante informático SAP.Entonces, era de esperar que el gen del trabajo también se hubiera extendido al mundo animal.

124 Los años de plomo

La última Dictadura que gobernó a la Argentina entre 1976 y 1983 fue uno de los períodos más oscu- ros y difíciles para la relación bilateral. Entre los 30.000 desaparecidos que figuran en el registro de la CONADEP,hay muchos de ascendencia y nacionalidad alemana. Uno de los casos más trágicos fue el de Héctor Germán Oesterheld. El creador de la historieta El Eternauta desapareció junto a gran parte de su familia en 1977. En memoria de todas las víctimas de la Dictadura presentamos las próximas tres historias.

“La desesperación de toda madre”

Ellen Marx sufrió doblemente los momentos más oscuros de la historia de Alemania y de la Argentina.Tenía 18 años cuando en 1939 tuvo que abandonar Alemania para huir del nacionalsocialis- mo. Ellen Pincus, tal su apellido de soltera, nació en 1921 en Berlín en el seno de una familia de descen- dencia judía. Fue uno de los últimos de sus miembros en escapar del terror. Sus abuelos, tíos y tías murieron en los campos de concentración del régimen nacionalsocialista. Cuatro décadas más tarde debió enfrentar una vez más la historia: su hija menor, Leonor Gertrudis Marx desapareció el 21 de agosto de 1976 en Buenos Aires.Tenía 28 años. Desde entonces Ellen Marx exige justicia y castigo para los responsables. Entabló juicio contra los miembros de la Junta, que hasta el presente sigue sin resolución. Ellen Marx, vive hoy en el Hogar Hirsch, en San Miguel, Provincia de Buenos Aires. Para esta publicación accedió a contar la historia en honor y recuerdo de los desaparecidos de esos años.

-Sra. Marx, su hija estuvo entre los primeros desaparecidos. ¿Cuándo tuvo usted indicios o pre- sentía que ella corría peligro? -Cada semana la visitaba un grupo de chicas. Tenían más o menos su edad. Se sentaban en el bal- cón y hacían manualidades. Obviamente, charlaban. Y a través de esas charlas yo me daba cuenta de que eran amistades más bien políticas. Pero no pre- gunté demasiado. Pág. anterior: placa para la Una vez, cuando estaba limpian- memoria, en el predio de la Embajada de Alemania en do su escritorio, me encontré con dia- Buenos Aires. (Foto: Nico Pérez) rios que mostraban títulos como: Si Derecha: Leonor Marx, a princi- Evita viviera, sería montonera. pios de los años ´70. (Foto: gentile- za Koalition gegen Straflosigkeit) Montoneros era para mí gente radi-

127 calizada, nacionalista. Entonces, le dije a mi hija: “No me gusta nada este tipo de culto a la persona- -¿En algún momento usted aceptó que su hija no volvería? lidad que se hace ahí”. Y ella respondió: “Bueno, a mí tampoco, pero sólo así se logra que la gente -¡Jamás! acá se interese por una causa”. -¿Que sintió cuando su hija no aparecía? -¿A qué causa se refería? -La desesperación de toda madre. Pero, no estaba sola. En -Montoneros, obviamente. Mi argumento de que estábamos en plena dictadura militar y que no nuestro grupo de madres tuvimos por lo menos a 100 hijos que no era el mejor momento para este tipo de cosas, la hacía enojar. estaban. Entre las madres alemanas, nos reuníamos cada dos En ese entonces, Leonor trabajaba en Mataderos. El trabajo era en el sótano de una imprenta. Allí semanas, en la calle Esmeralda. Allí tiene sus oficinas la Iglesia se hacían los trabajos típicos del rubro. Pero, también imprimían folletos y panfletos que, en la noche, se Evangélica, que nos prestaba una sala. A eso se le unió luego la repartían por el barrio. Claro, los impresos trataban de temas como Evita, Montoneros y ese tipo de Iglesia de Belgrano. Ellos nos apoyaron mucho, siempre con cosas. Y eso lo denunció un vecino ante la Policía. Eso me lo contó, después, un amigo de mi hija. mucha delicadeza y con disposición a ayudar. El Pastor, por ejem- plo, atendía siempre al principio, nos preguntaba cómo estábamos, -¿Cómo era Leonor? qué noticias teníamos. Y después nos dejaba, para que pudiéramos -Desde pequeña fue una chica muy enérgica. Se interesaba mucho por el otro. Por ejemplo, cuan- hablar.Y eso trascendió a Alemania. Ésas eran las cosas que noso- do yo iba al dentista, muchas veces me esperó delante de la puerta, porque sabía que yo la pasaba tras, como madres, podíamos hacer. El grupo existió luego por mal cuando me tocaba ir. Después, a eso de los 15 años, comenzó a trabajar en las villas miserias. mucho tiempo y lo que nos quedó es, justamente, el Nunca Más. Allí se ocupaba de los chicos: les ayudaba con los deberes. -¿Cómo se organizaban? -¿Cómo desapareció su hija? -Visitábamos a los representantes de todos los cultos y religio- -El 21 de agosto de 1976, un domingo, ella había acordado con amigos en encontrarse en el nes. Les pedíamos información y que recen por nuestros hijos. centro (de Buenos Aires) para ir al cine. Todos fueron, pero ella faltó. Yo me enteré enseguida. Y Pero, al final del día era siempre lo mismo: nadie sabía nada, de inmediato me puse en marcha: la primera semana estuve desde la mañana hasta la noche visi- nada, nada…. Era terrible. tando lugares, oficinas, personas para tratar de averiguar su paradero. En mi lugar de trabajo se Un día, yo había ido a una oficina, creo que era del Ministerio portaron muy bien conmigo. Es algo que nunca voy a olvidar. Me daban consejos a dónde ir, a del Interior; cuando les dije nuestro apellido me llegaron a decir: quién preguntar. Porque todos sabían, por los comentarios de parientes y conocidos, de lugares en “Puede que se la hayan llevado por el nombre”. Otra vez fue: “La Arriba: Ellen Marx de Pincus (Foto: A. Schwarz). los que se podía dejar los datos de contacto para que, en el caso de que hubiera algún tipo de tendría que haber educado mejor. Entonces, eso no hubiera pasa- información, uno fuera avisado. Abajo: Leonor Marx, con su padre y sus hermanos. do.” Ese tipo de respuestas eran las que uno recibía cuando trata- (Foto: gentileza Ellen Marx). ba de averiguar algo. -¿Como soportó la desaparición? Cuando ya habían pasado algunos años desde que mi hija había desaparecido, me recomendaron ir a una -En esa primera semana fumé muchísimo. Estaba todo el tiempo caminando. Un día, durante el dependencia estatal. Ahí un conocido tenía un amigo, que era abogado. Fui, me invitó a pasar y comenzamos desayuno, yo estaba sentada entre mi marido y mi hijo menor, y me di cuenta de algo: “Yo también a hablar.Cuando ya estábamos terminando me pregunta: “Dígame: ¿Qué nacionalidad tiene usted? ¿Dónde tengo el deber de estar para ellos dos”. Desde ese día no fumé más, me organicé. nació?” Yo le contesto: “En Alemania”.Y él me dice entonces: “Ah bueno, entonces usted tendría que saber. Allá también hubo campos de concentración”.Yo sólo pude responderle que justamente el país de los cam- -¿En qué sentido? pos de concentración le había hecho muchísimo daño a Europa.Yo lo sabía por experiencia propia. -Empecé a visitar los ministerios uno detrás del otro. Después visité todas las comisarías que pudieran tener alguna relación con el caso. En una dependencia me dijeron: “Acá no llegó ninguno”. Pero, después -¿Durante los años de búsqueda de su hija, usted no entró también en la mira de los agentes de me enteré de todo lo contrario.Todos habían estado ahí. A todos los habían maltratado. Habían estado en la Dictadura? las celdas. Algunos fueron lastimados, para que dijeran lo que sabían y para que denuncien a otros. A pesar -Eso no me importó. Con el resto de las madres era lo mismo. Lo único que nos interesaba era de eso, muchos se habían quedado callados. Luego se los había trasladado a otra comisaría. avanzar con nuestra búsqueda. De cualquier forma. Además, nuestros amigos, muchos de la comuni-

128 129 dad alemana, pero también otros, nos alentaban a no bajar los brazos, a no perder la esperanza. De lo que era tener miedo, ya no nos acordábamos. Una vida para salvar vidas

-¿Y para con el resto de su familia? El teólogo y escritor alemán Heinz Friedrich Dressel cumplió -Para darle un ejemplo: Mi hijo menor, nacido en 1964, siempre quiso ir a una escuela superior, con todo lo que un dicho oriental describe como el camino hacia una escuela pública. Ahí quería hacer su bachiller. Pero yo le dije entonces: “No podés hacer eso. Sos la felicidad: “Criar hijos, escribir libros y plantar árboles”. Pero hermano de una desaparecida.” Él se enojó muchísimo cuando le dije eso. Pero le insistí. “Te puede ir Dressel perfeccionó también el dicho: dedicó su vida a rescatar igual que ella si atendés una escuela igual a la suya.” Así era el clima en esos años. personas en peligro de muerte durante los regímenes totalitarios de América Latina, en las décadas de 1970 y 1980. -¿Usted se reunía principalmente con madres de la comunidad alemana, que tenían hijas o hijos Heinz Dressel Heinz F.Dressel nació el 28 de septiembre de 1929 en la ciu- (Foto: gentileza Koalition gegen Straflosigkeit) desaparecidos, o también con madres argentinas? dad de Marktredwitz, en Baviera. A los 23 años se graduó como -La idea de organizarse en diferentes nacionalidades hacia afuera era sólo para poder aumentar la presión teólogo en el Seminario Luterano de Neuendettelsau. Seguidamente, durante 15 años, desarrolló su labor para obtener más información. Pero todas nos conocíamos.Yo, por ejemplo, tenía una muy buena relación con pastoral en Río Grande do Sul, Brasil. En 1972, a los 43 años, asumió la dirección de la Obra Ecuménica la madre de la primera víctima española. Pero, en realidad, nunca hubo una división en nacionalidades. de Estudios (OEE), un organismo de solidaridad de la Iglesia Evangélica de Alemania con sede en la ciu- dad de Bochum. La OEE había sido creada para apoyar con becas de posgrado a estudiantes de regiones -¿Participaba también de las marchas de las madres de Plaza de Mayo? en crisis. Pero bajo el liderazgo de Dressel la entidad fue más allá. “A través de las becas queríamos salvar -A veces sí. Pero, yo no coincidía demasiado. Sí con la primera organización, que al poco tiempo vidas. No nos interesaba la convicción política de los refugiados”, recuerda el pastor y agradece que “los miembros del Comité demostraran un admirable espíritu de comprensión, solidaridad y amor cristiano”. también se desintegró. En la Argentina el trabajo de Dressel, que en más de un caso no se abstuvo de poner su propia vida en -¿Al ser ciudadana alemana también le pidió ayuda al Estado alemán? riesgo, resultó en la ayuda a más de 35 personas que, entre 1975 y 1983 fueron víctimas de la persecu- ción de la Dictadura Militar. -Claro que sí. Por eso, le pregunté a usted si sabe, quién trabajaba, en ese entonces, en la Uno de los casos más dramáticos fue el de Norma Espíndola, quien había sido detenida en 1975, en La Embajada Alemana. Porque muchos de ellos… bueno… no son santos de mi devoción. Pero también Plata, junto a Flavio Koutzi Saudemberg, dirigente político de la izquierda de Brasil. En 1979, tras cuatro hubo mucha gente excelente y extraordinaria. Uno fue el cónsul.Tengo todavía una carta de él que me años de prisión y tortura, Norma Espíndola fue deportada a Francia. Al poco tiempo la OEE la acogió como es muy valiosa. Un día, después de habernos conocido, me preguntó, muy tímido, si yo me podía tomar becaria. Flavio Koutzi Saudemberg se convirtió años más tarde en un destacado diputado en Porto Alegre. el tiempo para contarle toda la historia, desde el principio. Eso para mí fue muy especial. Otros argentinos que encontraron un refugio y una nueva vida en Alemania bajo los auspicios del pro- También contrataron a un abogado para nosotros.Todavía, creo que este trabaja en la causa, ya grama de ayuda dirigido por Heinz Dressel son: José Enrique Núñez, Claudio Gustavo Blasco, la periodista que en 1999 entablamos juicio contra los principales responsables de la Dictadura, especialmente Nilda Esther Jelenic, la jurista Dora Goldfarb Lucero, la odontóloga María Mercedes Soerensen, la histo- contra el ex General (Jorge Rafael) Videla. riadora Beatriz Fernández de Lavigne, el estudiante de Agronomía Hugo Julio López, el médico Esteban Enrique Pazo, los estudiantes de Arquitectura Luis Héctor Tomé y Francisco Ramos Marrau, la topógrafa -¿Nunca fue una opción abandonar la Argentina en esos años y volver a Alemania? Muchos lo hicieron. Stella Maris Dreier, la estudiante de Medicina Lidia Teresa Morelli, Celia Marta Rojas, Manuel Ricardo -No, nunca.Todos nuestros hijos habían nacido aquí. Además, nosotros, los mayores todavía recor- Zkorenblut, Adriana Laborde Calvo, Edgardo Álvarez Carrera, Mónica Francavilla, el teólogo William dábamos otra Alemania. Claro que se nos ofreció salir, pero no quisimos. Abdo, Carlos Flaskamp, Susana Rosales de Piévani, Alfredo Alberto Lengert, y Rodolfo Alejandro Bayer. “Los que fuimos protagonistas de similares historias dolorosas, los que conocimos el infierno argentino, -¿La búsqueda de su hija la llevó a retomar contacto con Alemania por primera vez? sabemos qué bien cae una sonrisa, una mano tendida a tiempo, cuando la angustia y el dolor aprieta nues- -Sí. Fue por encargo de nuestro grupo de madres y por el contacto con la Sra. Annemarie tros labios y ahoga la voz. Usted, Pastor Dressel, nos extendió la mano, nos mitigó el dolor, nos ayudó a Zieschank, que había perdido a su hijo Klaus Zieschank. Viajé también varias veces para allá, para recuperar la sonrisa, a levantar la cabeza para ver salir el sol”, agradeció recientemente uno de los tantos dar charlas y conferencias becarios en una carta a Dressel. Es un justo reconocimiento para un ciudadano alemán universal, que se transformó en el portador de la mejor tradición de solidaridad de Alemania hacia una Argentina en crisis. -¿El cuerpo de su hija fue encontrado? -No. Esteban Cuya Ina Bretz / Alexander Schwarz

130 131 “Cuando te sientas -¿Usted había estado con el grupo Montoneros? -No, para nada. Justo ahora estoy escribiendo sobre las discusiones que tuve con Rodolfo Walsh y en peligro, venite a Paco Urondo, quienes sí eran montoneros. mi casa“ Entonces, tras mi vuelta, un día mataron al Jefe de Policía, quien era un Coronel. Ocurrió en el cuarto mes desde de que había vuelto a la Argentina. Ese día el Ejército invadió la ciudad: los sol- Nació como hijo de inmigrantes de la Colonia dados estaban como locos, corrían casa por casa, rompían lo que encontraban. Aquel día, entendí Humboldt, en Santa Fe. Estudió Medicina e que me tenía que volver a ir y le pedí ayuda a un amigo que tenía en la Embajada Alemana: Historia, fue alumno de Willy Brandt en la ciudad Gottfried Arens. Él era Agregado Cultural. Nos habíamos hecho muy amigos después de la película de Hamburgo en 1955 e investigó una Patagonia La Patagonia Rebelde. que aún no era un centro turístico, y este trabajo Él, antes, ya me había dicho: “En el momento que te sientas en peligro, venite a mi casa.”Por le significó un Oso de Plata en el Festival de eso fuí. Allí me dijo: “Hablé con el Embajador y hoy te vamos a sacar al aeropuerto. El Berlín. Fue amigo de algunas de las más recono- Embajador ya pidió al avión de Lufthansa, que viene de Chile y que hace escala en Ezeiza, que cidas figuras de la literatura argentina. Junto a su espere todo el tiempo necesario.” familia debió exiliarse dos veces en Alemania: la primera vez, por la amenaza de un terrorismo de -¿Entonces, cómo fue la salida? derecha, la segunda vez, por el terror de un -Me llevaron en un Mercedes Benz blanco, que llevaba la banderita, al aeropuerto. El problema gobierno militar. A caballo entre Berlín, Bonn y era que Arens no sabía manejar. Por eso manejó la esposa de él. París se convirtió así en una de las voces del exilio Todo anduvo bien hasta que llegamos al punto donde empieza la autopista Ricchieri, en camino al argentino. En 1983 volvió a la Argentina para participar en la reconstrucción de la democracia. Ocupó aeropuerto de Ezeiza. Ahí nos paró la Policía. Pero, cuando el oficial nos pidió los documentos, cargos públicos y académicos. Hoy, a sus 80 años, con cuatro hijos y 10 nietos, Osvaldo Bayer sigue siendo Gottfried Arends se bajó y le contestó, en un mal castellano y casi a los gritos: “¡Este es un auto de parte de una memoria que no deja de molestar a algunos y fascinar a otros. Él insiste en que lo hace para la Embajada Alemana, no ve que está la bandera ahí? ¡Tengo inmunidad diplomática!” El oficial asegurarse de que nunca más vuelva a ocurrir lo que le tocó vivir a su generación. miró un poco, pero al final nos dejó pasar.

-¿Porqué tuvo que irse del país? -¿Usted tenía pasaporte alemán? -Mis libros eran parte de la razón.Ya el primero, que fue El Severino Giovanni, y que cuenta la vida -No. Yo siempre me negué a sacar la nacionalidad alemana y también la austríaca, que podía haber de un antifascista italiano, había sido prohibido por el peronismo. Al segundo libro, Los anarquistas expro- solicitado. Solamente soy argentino. Eso fue por una discusión que tuve con Julio Cortázar una vez. piadores, lo prohibió Isabel Perón, quien también prohibió La Patagonia rebelde, la película.Y eso que en el Festival de Cine de Berlín de 1974, habíamos logrado un gran éxito: nos dieron el Oso de Plata. -Bueno: ¿ Y cómo siguió? Pero, el 12 de octubre del 1974 aparecí en la lista del grupo terrorista Triple A. Me daban 24 -A mitad del camino a Ezeiza nos paró otra vez una patrulla militar. Esta vez era un Capitán. horas para salir del país, si no estaba condenado a muerte. Y con eso no se jugaba en esos días. Cuando nos pide los documentos, Arens le muestra el de la mujer, el de él y cuando el Oficial me mira Entonces envié a mi mujer con los cuatro hijos a Alemania. Ellos tenían la nacionalidad alemana y –yo estaba adentró del auto– Arends le dice: “El señor es alemán. ¡El señor es alemán le he dicho! podían entrar enseguida. Yo me quedé, al principio. Vivía casi de forma clandestina en Quilmes, en una Es un invitado especial de la Embajada Alemana. Nos está esperando el avión de Lufthansa, así que, quinta. Pero al final, como no podía hacer nada, me fui en febrero de 1975 a Alemania. por favor, no nos haga perder el tiempo.” Y otra vez pasamos.

-Volvió poco más tarde. ¿Por qué? -¿Luego llegaron al aeropuerto? -Volví en febrero de 1976 porque Isabel Perón había llamado a elecciones. Yo suponía que por -Llegamos al aeropuerto.Todo estaba ocupado por la aviación militar. Cuando Arens presenta los eso se iban a generar más libertades. Volví; pero solo. La familia se quedó en Alemania. Y bien que pasaportes dice: “El señor Bayer es protegido de la Embajada de Alemania, va a salir como refugia- me sirvió: a las cuatro semanas de haber vuelto, sobrevino el golpe militar. Para uno como yo era do.” El Suboficial que hacía el control, se agarró un susto bárbaro (ríe...) Pero, nos hicieron pasar a entonces imposible salir del país. Al fin y al cabo, yo seguía en la lista de la Triple A. una habitación y nos encerraron con llave. Estuvimos esperando una hora hasta que llegó el Brigadier

132 133 Santuccione, entonces Jefe Militar de Ezeiza. Le da a Arens su pasaporte y le dice: “Mucho gusto, yo soy muy amigo y quiero mucho al pueblo alemán, que ha demostrado siempre en su historia ser un pueblo de lucha. Tengo enorme admiración por los alemanes.” Y agrega: “Por respeto al pueblo ale- mán lo vamos a dejar pasar al señor, dado que ustedes lo protegen. Pero, a usted, señor Bayer, le quiero decir una cosa: le permitimos salir del país porque lo pide un pueblo amigo. Pero usted jamás, me entiende bien, jamás va a volver a pisar el suelo de la patria”. Yo casi le escupo de la indignación. Pero me callé. Recién ahí Arens y yo pudimos ir al al avión de Lufthansa, que había estado esperando una hora. Me despedí de Arens y el avión partió. Ocho años más tarde volví. El primer día me lo pasé recorriendo las calles de Buenos Aires, a ver si encontraba al Brigadier Santuccione para decirle: “Brigadier estoy de vuelta, pisando el suelo de la patria.” Pero, luego me enteré que hacía dos años que había muerto.

-¿Cómo fue ese último momento con Gottfried Arens? -Obviamente le di las gracias por todo. Pero no había tiempo para mucho más. Era un momento muy especial… Le di un abrazo. Además, estaban todos vigilándonos y no queríamos hacer teatro. Pero después nos vimos en Alemania. Buenos Aires fue su último destino. Cuando se jubiló se fue a vivir cerca de Bad Honnef, donde estábamos nosotros y durante el exilio nos visitamos mucho.

-¿Cuando llegó a Alemania con qué se encontró? -Esa segunda vez fue más dura que la anterior. Parecía más definitva y se sentía más que había que empezar de nuevo. Es decir, vivimos, primero, en un pequeño departamentito en la ciudad de Essen. El primer año yo no conseguí trabajo. Me ofrecía para dar cursos de Historia Latinoamericana en las universidades, en Berlín, en Bremen, en varios lados, pero nada. Mi mujer, que había sido tra- ductora de libros, trabajaba mientras tanto en un supermercado. Recién con el tiempo se dieron las cosas. Al final pude trabajar como traductor y locutor de noticias para la Deutsche Welle. Luego encontré un puesto como docente en la Deutsche Stiftung für Entwicklungspolitik, en Bad Honnef.

-¿Qué se sabía entonces de la Argentina? -En Alemania había mucha confusión, porque años antes habían llegado los chilenos. Pero, para los alemanes el peronismo de la Argentina era sinónimo de fascismo. Entonces, para muchos, los mili- tares argentinos –a diferencia de los chilenos– habían hecho un golpe contra un gobierno semifascista cuando habían derrocado a Isabel Perón.

-¿Entonces, no había mucha información de lo que era la realidad argentina? -No. Al principio no. Se hablaba siempre de Chile, pero no de la Argentina. Hasta que comenzó todo el tema de los desaparecidos y, más aún, con las víctimas alemanas. El gran detonante fue el tema de las Madres de Plaza de Mayo; eso caló muy hondo. A partir de ahí tuvimos mucho apoyo que Osvaldo Bayer durante la entrevista en la que recordó algunos de los momentos se incrementó cuando el tema apareció en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. más difíciles de los años ´70 y ´80. Un papel muy importante cumplió también la Iglesia Luterana.Tal es así, que el primer premio (Fotos: Nico Pérez).

134 135 internacional que obtuvieron las Madres de Plaza de Mayo fue por esa Iglesia, en 1981. Se lo otorgó cárceles, las torturas, la muerte, la desaparición de personas, ser arrojados en vida al río desde avio- el Obispo Scharf, aquel famoso obispo que había estado en Dachau, como prisionero. Se hizo en un nes. ¿Qué mentalidad es esa? Lo de robarle los bebés a las mujeres embarazadas, llevarlas al hospital, gran acto en la Catedral de Bonn. Otro apoyo muy importante fue también el del Pastor Walter no mostrarles ni siquiera el niño a esas mujeres. Después llevar a la mujer, matarla de un tiro en la Zielke, que dio de todo. Nos conseguía financiación para que hiciéramos viajes, también por el resto nuca y al chico regalarlo a familias de militares o, como decían ellos, para que no se críen en hogares de Europa, para que pudiéramos contar lo que pasaba. Para que pudiéramos informar.Y también nos marxistas. ¡Qué profundos! ¿No? Fue realmente una tragedia feroz todo esto. ayudaron mucho los movimientos estudiantiles. -Pero, justamente, están los que opinan que criticar a posteriori es muy fácil y preguntan: ¿Por -¿Y qué era lo que alguna vez denominó como las dos Alemanias? ¿A qué se refería? qué no se quedó? ¿Por qué no fue hasta la última consecuencia, como lo hizo Walsh, como lo hizo -Bueno, de las dos Alemanias una era la que recordaba los hechos del nazismo. De esa aprendí Urondo? ¿Qué le responde a aquéllos? mucho cuando regresé y vi la forma como los políticos acá, después de la Dictadura, trataron de -¿Usted me pregunta por qué me fui al exilio? cambiar todo para no modificar nada. Después estaba la otra Alemania, la Alemania que no se interesaba por los Derechos Humanos en el Tercer Mundo. Era lo que yo llamo la Alemania políti- -Sí. ca, que te escuchaba pero que no mostraba ninguna reacción. Me acuerdo cuando hicimos la huelga -Bueno, primero, porque yo soy un pacifista. Segundo, porque no estaba de acuerdo con el método de la de hambre, en la plaza principal de Bonn, con la madre de Klaus Zieschank. No vino nadie. Esa guerrilla.Tal es así, que en las discusiones con Rodolfo Walsh yo le dije: “Rodolfo, yo no entiendo cómo vos parte política fue un desencanto para mí. Otro fue el comportamiento de la Iglesia Católica, que te pudiste hacer peronista.” Porque nosotros, él ahora tendría también 80 años, igual que yo, vivimos tam- nunca emitió una opinión. Entonces esas eran las dos Alemanias. La que luchaba por los Derechos bién el primer peronismo, que no fue para nada socialista, sino que fue un populismo de derecha. Humanos y la que miraba para el otro lado. Pero Rodolfo me respondió: “No te equivoques, yo no soy peronista. Yo soy marxista. Pero la pregunta debe ser otra: ¿Adónde está el pueblo?” Y yo le respondí: “Sin ninguna duda el pueblo es -¿Cómo era vivir en el exilio? peronista, pero no es revolucionario. Por eso, Rodolfo, no se equivoquen ustedes. El pueblo no los va -Bueno, yo lo viví como una gran injusticia. En la Argentina, a principios de los años 70, nosotros viví- a acompañar.” Y el me dijo: “Vamos a ver.” amos en una casa muy linda, en Martínez. Por mi parte, yo vivía el sueño de un intelectual, que es vivir de sus libros y poder trabajar en casa. Jamás había tenido un juicio por ninguno de mis libros, que eran -¿La estrategia de Montoneros era equivocada? hechos bastante contemporáneos y de cuyos protagonistas vivía la mayor parte.Yo había podido demos- -Era equivocada, para mí. Además, meterse en el peronismo, que era –y es– una cosa indefinida, trar, con documentación científicamente histórica todo lo que sostenía en mis libros. ¿Por qué, entonces, fue una gran equivocación. esto de quemarme los libros por “Dios, Patria y Hogar”, como lo hicieron los militares? ¿Por qué tuve que irme y cambiar mi vida completamente? Porque, al final, mi familia se quedó allá. Mis hijos se reci- -Volvamos a Alemania. A fines de los 70 allí se vivía el así denominado “otoño alemán”, que bieron y empezaron a trabajar allá.Todos se casaron allá y tienen sus hijos, mis nietos, que son diez, y era la versión alemana de toda la era de terrorismo de los 70. Walter Jens, Günter Grass, Max viven todos en Europa. Es decir, la Dictadura nos cambió la vida para siempre, y no sólo a los Bayer. Frisch, todos escritores e intelectuales de mucho calibre, salieron a criticar la postura del Gobierno Además lo viví con mucha nostalgia y tristeza. Principalmente, al ir enterándome de los queridos por la forma en que lidiaba con el problema. ¿Los exiliados argentinos supieron contactar a esos amigos que eran asesinados por la Dictadura. Ahí me prometí volver para seguir luchando por la escritores, sensibilizarlos para lo que pasaba en la Argentina? Justicia que pedían ellos. Con otros métodos, pero por los mismos fines: una Argentina sin niños con -Sí. El que mejor se portó de todos fue Heinrich Böll. Él también vino al acto de entrega del pre- hambre ni gente en la miseria. mio a las madres. Lástima que falleció poco después. Günter Grass también se portó muy bien. Firmó nuestros pedidos, petitorios, y todo eso. -¿Estamos hablando de Rodolfo Walsh? -Rodolfo Walsh, Paco Urondo, Haroldo Conti, el novelista, y tantos otros. Además, muchos de -¿Qué fue lo que encontró cuando usted volvió a la Argentina en 1983? ellos también perdieron a sus hijos acá, como el poeta Juan Gelman o como el escritor David Viñas, -Bueno, en el 83 me encontré con un país completamente diferente al que yo había dejado. quien perdió a sus dos hijos. Para mí fueron años muy duros. Obviamente estaba agradecido por haber podido salvar a mi -¿Qué había cambiado más? ¿Usted o el país? familia y de no haber tenido que padecer todas las cosas que padecieron los que se quedaron acá. Las -El país. Había cambiado completamente. La Dictadura, pese a que había tenido que irse, había triunfado.

136 137 -¿En qué sentido? -Después usted tampoco logró arraigarse acá. Va y viene entre Alemania y Argentina. ¿Su -Había acabado con todo el ambiente que había en la Argentina. Es decir, esa juventud tan interesada familia todavía vive allá? en política, esas universidades, donde uno de los temas principales era el Estado político, el Estado social -Yo estoy absolutamente arraigado. Pero mi familia se quedó allá. Mi mujer viene dos veces al año acá en la Argentina. Esas organizaciones que luchaban por una mejor Latinoamérica. Las publicaciones que y yo voy dos veces al año allá. Pero, mi vida está acá. Allá voy a estar con mi familia, a escribir porque se hacían. Las películas que se hacían. Por ejemplo, La Patagonia Rebelde, la filmamos en el año 74, ya tengo más tranquilidad o a dar algún seminario. con el peligro de la dictadura. Pero no la hubiéramos podido filmar en el año 84, en la democracia. -¿Ellos no quisieron volver? -¿Por qué? -No. Mi mujer no quiso volver por todas las humillaciones que sufrimos. -Porque a la sociedad ya le interesaban otras cosas. El consumismo. En las facultades los que ganaban las elecciones eran ahora de la derecha liberal. Incluso en la de Filosofía y Letras.Tampoco -¿Cuáles? hay que olvidar a Alfonsín. Con su política de cambiar todo para no modificar nada; su política de -Por ejemplo, un año después de llegar la Dictadura, año 1977, el hermano menor de mi mujer Derechos Humanos, hizo todos los cambios posibles para dejar indemne al Ejército, a las Fuerzas empezó a padecer una enfermedad, que lo iba a llevar a la muerte. Entonces, mi mujer quiso venir a Armadas, pero que terminó en la Obediencia Debida y el Punto Final, donde él queda al desnudo. la Argentina para despedirse de su hermano. Volvió y se fue a vivir a la casa de una amiga. Alfonsín también mantuvo a los presos políticos de la Dictadura. Recién salieron en el 89, con el pre- Supuestamente nadie sabía nada de su llegada. Al día siguiente, en el buzón de la casa de la amiga, texto de que habían sido condenados por la Justicia. ¿Pero la Justicia de quién? Además, con declara- había un anónimo que decía: “Si querés volver a ver a tus hijos en Alemania te damos 24 horas.”Y ciones sacadas con tremendas torturas y todo eso. A eso se suma que muchos ministros de la se fue. Volvió a Alemania con una indignación tremenda y nunca más quiso volver a vivir aquí. A eso Dictadura volvieron a ser ministros en la democracia. Era como si nada hubiera pasado…. se sumaban las memorias de lo que hicieron también nuestros vecinos, cuando vivíamos aquí.

-Pero, en Alemania también pasó. -¿En qué sentido? -Sí, pero no de forma tan evidente. Muchos habían sido, digamos, funcionarios menores. -Por ejemplo, en nuestra casa, en Martínez, teníamos un perro. Cuando en 1975 llegó el momento de irse, se lo llevé a la vecina. Nuestros chicos jugaban juntos, los domingos hacíamos asado. Por eso -También había muchos que decían que el país ya había sufrido suficiente, a causa de lo que le pregunté si me podía cuidar el perro. Y ella me contestó: “No, no me pidas eso. Acá se sabe que es fuera. Decían: “Basta. Si empezamos ahora a querer elaborar todo este tema, nos vamos a desan- el perro tuyo, no me pongas en ese peligro.” grar”. ¿Acaso, no es concebible algo así? Otra fue la que me pasó una noche, cuando fui a la casa para sacar unos libros. Cuando estaba -No. Porque yo creo que los crímenes hay que condenarlos. Alemania lo hizo también. Y eso se saliendo de la casa viene el vecino y me dice: “Señor Bayer: ¿Cuándo se va a ir definitivamente de refiere a cosas que pasaron después de Nuremberg. Yo me acuerdo de ese famoso juicio en Frankfurt, acá? Imagínese que se equivoquen con la bomba y me la pongan a mi.” Y le digo: “Bueno, mire, si se donde fueron condenados todos los de Auschwitz. Eso lo hizo la Justicia alemana, en el año 61. Y equivocan con la bomba, yo no tengo la culpa.” Y él responde: “Lo sé, pero váyase por favor.” siguió la Justicia con eso, no se miró únicamente hacia adelante. En la Argentina, los militares habían Vivimos cosas así, en muchos lugares. Se veía, se sentía, en esa mirada de: “Por algo será…” La caído en forma miserable. No mantenían ningún poder. La democracia hubiera podido democratizar gente se distanciaba, por las dudas… ¡Fue horrible! Por eso, hoy, hago la doble vida, digamos, estoy todo, y la democracia no se metió. nueve meses acá y tres meses en Alemania. Aunque ya nos estamos cansando un poco.

-¿Y los levantamientos militares de 1987? -De lo que no se está cansando, aparentemente, es de su admiración por Marlene Dietrich. Aquí -Justo ahí había que demostrar que la democracia tenía la suficiente fuerza. Porque, si no, caía- en su biblioteca está en todas partes. mos en el juego de mantener el Ejército, y el Ejército hubiera hecho un golpe como siempre acostum- -Porque estoy enamorado de Marlene (ríe…) bró. 14 golpes en nuestra democracia argentina. 14 golpes militares, y había que acabar con eso. Y había que aprobar una ley de defensa de la democracia, por la cual cada militar que se levantara -¿Y su mujer qué dice? sufriera pena de cárcel para toda la vida, en cárcel común, y pagara de sus bienes lo cometido contra -(Se ríe) Marlene ya hace muchos años que está en paz en el Paraíso. Pero, Marlene viene todas la democracia. No se hizo nada de eso, al contrario. las noches y me besa. A veces le tengo que decir que no exagere.

138 139 Una nueva Embajada

Para una joven democracia En abril de 1984 la razón para festejar era doble. Después de pasar uno de los períodos más oscuros de su historia, Argentina celebraba su primer año en democracia y, en un lugar más que apropiado para la ocasión, Alemania estrenaba una nueva Embajada. Nada menos que el padre de la aeronáutica argentina, Jorge Newbery, había levantado vuelo en un globo aerostático desde el predio que ocupa hoy la representación diplomática. Claro que, allá a principios del siglo XX, el aspecto del terreno de casi 18.000 metros cuadrados era otro. Dónde hoy las líneas rectas del diseño del arquitecto Dieter Oesterlen marcan el paisaje, se levantaba un cas- tillo que pertenecía a la familia de banqueros Tornquist. Su nombre: Villa Los Ombúes. Todavía quedan algunos de esos majestuosos árboles en el predio ubicado en la manzana com- prendida entre las calles Villanueva, Olleros, Luis María Campos y Gorostiaga, que alberga tanto a las instalaciones del Consulado como de la Embajada y la residencia del Embajador. Pocos recuerdan, sin embargo, que también habita allí uno de los últimos mitos de esta zona, ubicada entre los barrios por- teños de Palermo y Belgrano. Cuenta la leyenda que los diplomáticos alemanes deben compartir el espacio con un fantasma que vive allí desde tiempos en que el terreno pertenecía a otra importante familia argentina de linaje: los Blaquier. Las generaciones mayores de la comunidad alemana, que nacieron y jugaron en la zona, todavía así lo recuerdan. Pero, al mismo tiempo, el lugar era reconocido como uno de los centros sociales, en el que se lleva- ban a cabo grandes fiestas y reuniones de gala. En todo caso, tanto el mito como el recuerdo demuestran que los diplomáticos que trabajan allí hoy deben ser interlocutores en todos los ámbitos y que transfor- maron este lugar en un centro que impulsa día a día las relaciones argentino-alemanas.

Pág. anterior y siguientes: el nuevo edificio de la Embajada de Alemania se ubica en una de las partes más representativas del barrio de Belgrano, en Buenos Aires. El diseño le corresponde al arquitecto Dieter Oesterlen. (Fotos: Nico Pérez)

Derecha: en 1984, Helmut Kohl viajó a la Argentina para inaugu- rar el nuevo edificio. El entonces Jefe de Gobierno alemán aprove- chó para conversar con el Presidente argentino, Raúl Alfonsín, sobre la renovada democracia argentina. (Foto: gentileza Diario La Nación)

Cuando el programa es más que un nombre

Las fundaciones políticas y científicas de origen alemán Sus nombres son tan históricos como simbólicos. Responden a algunas de las figuras más emblemáticas del pasado alemán. No obstante, las fundaciones políticas Friedrich Ebert (Partido SPD – social-demócrata), Friedrich Naumann (Partido FDP – demócrata-libe- ral), Konrad Adenauer (Partido CDU – cristiano-demócrata) y la fundación científica Alexander von Humboldt prefieren el bajo perfil. A pesar de ello –o justamente por eso– se convirtieron en actores rele- vantes en las relaciones bilaterales entre la Argentina y Alemania en las últimas décadas. Su principal virtud es su mensaje: buscan transmitir y compartir las experiencias y los conocimientos que caracteriza- ron al desarrollo de la democracia en Alemania. En la Argentina el principal aporte de estas organiza- ciones, de carácter público y privado, se dio particularmente después de 1983. En los años que le siguie- ron a la última dictadura, las fundaciones representadas en la Argentina participaron activamente en el trabajo que significó volver a un sistema pluralista y democrático, tanto en el ámbito político como cien- tífico. Su principal instrumento son las actividades de información y capacitación a través de conferen- cias, el otorgamiento de becas y también programas de intercambio con instituciones en Alemania.

Fundación Friedrich Ebert Creada en 1925, la Fundación Friedrich Ebert (FES, por su sigla en alemán) se destaca como la fundación política más antigua. Le debe su nombre al primer presidente de la República de Weimar. De esta forma da continuidad a un legado de tradición social-demó- crata de hacer efectiva la libertad, la solidaridad y la justicia social por medio de la actividad política. A través de sus 18 representacio- nes en América Latina y el Caribe la cooperación en la región se centra, entre otros rubros, en: la profundización y consolidación de la democracia social, el fortalecimiento de los sindicatos como fuer- zas de la política social, los actores en los procesos de integración regional y los interlocutores en el debate sobre la configuración de la globalización o el fomento de la coopera-

Pag. anterior: Congresos, seminarios y ción transnacional en temas de seguridad capacitaciones representan los instru- regional. mentos más importantes de las funda- En la Argentina las acciones se concen- ciones alemanas en la Argentina. (Fotos: gentileza Fundaciones). traron en colaborar con las corrientes políti-

145 cas y sindicales más avanzadas, en la comprensión de los cambios de la situación mundial y regional, así económico y social como la base esencial del bienestar de las personas. Entre las prioridades se como en los problemas nacionales a enfrentar. Simultáneamente se promovió el intercambio de informa- encuentran también cuestiones de responsabilidad social, participación y transparencia. Por eso, el ción y de experiencias entre líderes políticos, sindicales y académicos del Cono Sur con respecto a los pro- federalismo, la descentralización, la sociedad civil y la política comunal participativa son también cesos regionales de transición democrática o a casos paradigmáticos como el de España. La Fundación temas fundamentales de esta fundación. participó también en la elaboración de proyectos en el marco del MERCOSUR. Colabora actualmente en el desarrollo de organismos, que son parte de la estructura institucional del MERCOSUR como, por ejem- Fundación Konrad Adenauer plo, la Comisión Parlamentaria Conjunta (hoy Parlamento del MERCOSUR), la Comisión Sociolaboral y La Fundación Konrad Adenauer (KAS, por su sigla en alemán) fue creada en 1964. Su nombre se la Red de Mercociudades. Un trabajo de singular importancia es también el asesoramiento a municipios lo debe a quien fue el primer Jefe de Gobierno de la República Federal de Alemania. Sus actividades argentinos en el diseño, la instrumentación y el monitoreo de programas como los Planes de Igualdad de se rigen por los principios que determinaron la obra de Konrad Adenauer. En la cooperación interna- Oportunidades o los Consejos de Juventud. En la actualidad la Fundación Friedrich Ebert está presente en cional sus objetivos se centran en los aportes para el mantenimiento de la paz y la libertad en todo el más de 100 países. mundo, para el fortalecimiento de la democracia, para la lucha contra la pobreza y para la preserva- ción del entorno de vida natural para las futuras generaciones. La KAS trabaja en la Argentina desde Fundación Friedrich Naumann hace más de 35 años. Actualmente concentra sus esfuerzos en las siguientes áreas: desarrollo local y La fecha oficial de su creación es el 19 de mayo de 1958, día en el que se firmó el acta de fundación regional tendiente al fortalecimiento de los municipios, capacitación y asesoramiento de dirigentes en la casa del entonces Presidente alemán,Theodor Heuss. La creación de la Fundación Friedrich políticos, capacitación de los partidos políticos para un mejor diseño de sus programas, proyectos de Naumann (FNS, por su sigla en alemán) se basaba entonces en motivos muy diversos, pero se concentró reforma de política económica y social, fortalecimiento del Estado de Derecho así como de los medios en el compromiso con la enseñanza, el asesoramiento y el diálogo político. Inició sus proyectos en de comunicación y de la democracia. América Latina en 1965. En virtud de las dictaduras militares reinantes en casi toda la región, se com- Estas actividades se llevan a cabo en instituciones afines a una tradición demócrata-cristiana prometió con el fortalecimiento de iniciativas y movimientos democráticos y participativos, tanto en el como universidades, ONGs, centros de estudios, partidos políticos y medios de comunicación. En mate- campo político como también en el socioeconómico. En 1982 llegó a la Argentina con objetivos primor- ria de libros, la KAS edita y coedita publicaciones relacionadas con los temas principales de sus pro- diales e inseparables: apoyar el proceso de reapertura democrática y promover la libertad del individuo en gramas y proyectos. Cuenta para ello con el asesoramiento de expertos nacionales e internacionales y todos los ámbitos. Sus principales instrumentos para transmitir estos aportes se sustentan desde entonces el trabajo está destinado, ante todo, a actores de la política. en tres ejes: la capacitación, el asesoramiento político y la optimización de la gestión municipal. Al igual que las demás fundaciones, su principal instrumento y el de sus contrapartes es la activi- La FNS destaca como temas centrales la estrecha cooperación con partidos y líderes políti- dad de asesoramiento así como de formación, capacitación y difusión mediante la realización de con- cos afines al liberalismo, con organizaciones de Derechos Humanos y con grupos civiles y entidades gresos, seminarios, cursos, mesas redondas y talleres destinados a actores políticos a nivel local y públicas del área de la administración de Justicia. El objetivo principal es la promoción del Estado de regional, a funcionarios públicos, a dirigentes sindicales, a periodistas y a jueces. Actualmente la KAS Derecho, en el que se respeten y protejan los Derechos Humanos y los derechos de las minorías. A ofrece sus programas en más 100 países. estas metas se suma el apoyo al concepto de los mercados abiertos, ya que se considera al desarrollo

146 147 La Fundación Alexander von Humboldt Una minoría somos descendientes de alemanes, con lo cual nuestro vínculo social y cul- tural con Alemania se hace perdurable aún por generaciones. Sin embargo, la admiración y el reconocimiento de los humboldtianos a la obra de “nuestra” Fundación no tiene matices Como su nombre señala, la Fundación Alexander von Humboldt, honra a la mayor figura en la diferenciales en un país de inmigración como la Argentina, que garantiza una gran variedad historia alemana de las ciencias, quien se destacó como un naturalista que supo relacionar sus y combinación de ascendencias. El Club Humboldt de Argentina aporta aquí su modesto objetos de investigación con los fenómenos sociales. Von Humboldt fue un hombre ejemplar, esfuerzo para fortalecer y ampliar la red de amigos y colaboradores de la Fundación. En tanto en el campo científico, como en su visión filosófica humanista, democrática y solidaria con suma, sentimos como uno de los mayores orgullos poder contarnos entre los discípulos leja- quienes buscaron su apoyo en el campo de las ciencias. De origen noble y cuna rica, Alexander nos –en el tiempo– del gran Alexander von Humboldt. von Humboldt (1769-1859) fue generoso, hasta el agotamiento de su fortuna, en el apoyo de la Carlos Elbert investigación propia y la de muchos otros científicos. Así lo dispone también la Fundación que lo recuerda: formar elites de investigadores, “mediante la concesión de becas a científicos jóvenes y altamente calificados, de nacionalidad extranjera, sin distinción de sexo, raza, religión o ideología. La Fundación pretende que puedan

llevar a cabo un proyecto de investigación en la República Federal de Alemania y mantener las Delegación de la AvH liderada relaciones científicas que de él se deriven”, según reza el artículo 2 de sus estatutos. por el presidente Wolfgang La Fundación tiene sus orígenes en 1860, en el seno de la Academia Prusiana de Ciencias en Frühwald en octubre de 2005, frente al Museo de La Plata. Berlín. Organismos similares de Inglaterra, Rusia y otros países aportaron medios para perpetuar (Foto: AvH). la memoria del naturalista, fallecido un año antes. Hacia 1923, cuando la Fundación contaba con un considerable reconocimiento, la gran inflación de la República de Weimar licuó el capital de la Fundación, llevándola a la virtual quiebra. Sin embargo, fue refundada en 1925 con capi- tales del Estado para un amplio apoyo a las actividades de investigación. También incluía a investigadores extranjeros. Anteriormente, sólo había respaldado a científicos alemanes. La Segunda Guerra Mundial y sus secuelas impidieron el funcionamiento de la Fundación, que recién volvió a establecerse activamente en 1953, en buena medida mediante el apoyo de sus simpatizantes en el exterior y también del Ministerio de Relaciones Exteriores de la flamante República Federal de Alemania. Fue su primer Canciller Federal, Konrad Adenauer, quien desig- nara como Presidente de la Fundación –ahora con su sede en Bonn– al notable físico Werner Heisenberg, titular del Premio Nobel en Física. Su legado lo mantiene hoy el profesor y germa- nista Wolfgang Frühwald. Sin embargo, la red de ex becarios que logró apadrinar en los últimos 54 años es la mejor forma de medir la trayectoria de la Fundación. Reúne así a 25.000 ex becarios e investigadores en todo el mundo. Una parte importante obtuvo las más altas distinciones en el campo científico. Varios han ocupado, además, altos cargos políticos y sociales en sus países. Entre los países latinoamericanos, Argentina es el más favorecido en cuanto a la cantidad de becarios Humboldt, que, por otra parte, se han destacado por su alto nivel científico y académi- co. El padrón de ex becarios de nuestro país supera los 180, seguido por el de Brasil (160) y el de Chile (121). En lo que se refiere a especialidades, la mayor parte de los becarios argentinos representa a las Ciencias Naturales (133), seguida por las Ciencias Sociales (32).

148 149 Una apuesta por el desarrollo

La cooperación técnica y económica del BMZ y la GTZ Combatir la pobreza, las enfermedades y el hambre, fomentar la educación y la capacitación, apoyar la democracia y la paz, crear condiciones de igualdad de oportunidades y de derechos, proteger el medio ambiente y sus recursos son desafíos, que la comunidad mundial sólo puede afrontar en forma conjunta. El objetivo de la política de desarrollo del Gobierno de la República Federal de Alemania es contribuir a esta meta mediante la promoción del desarrollo sustentable. El programa de Cooperación para el Desarrollo con la República Argentina radica en una tradi- ción con origen en la década de 1960. En los años ´70 Alemania y Argentina firmaron el Acuerdo Marco sobre Cooperación Técnica. Los lineamientos de la política de cooperación son facultad del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ, por su sigla en alemán). Los pro- yectos se ejecutan casi en su totalidad a través de la Agencia de Cooperación Técnica (GTZ, por su sigla en alemán). En la Argentina la GTZ ha cooperado con organizaciones e instituciones en ámbitos de muy variada índole. Las mencionadas organizaciones e instituciones han desarrollado y ejecutado estrategias para más de 50 proyectos y medidas. Concretamente en la Argentina la GTZ apoyó proyectos en el ámbito del desarrollo local y rural, de la lucha contra la desertificación, de la gestión forestal y del apoyo a la industria maderera. A ello se suman acciones en el área de gestión de residuos, la formación técni- co-profesional, la eficiencia energética en las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) y la contami- nación industrial y urbana. Un enfoque transversal de la actividad de la GTZ fue el respaldo brindado a la implementación de las convenciones internacionales en materia de protección del medio ambiente, ratificadas por el Gobierno argentino (desertificación, biodiversidad y cambio climático). En todos los programas y proyectos se incentivó a la población involucrada a participar activa- mente. Se hizo especial hincapié en el respeto por los intereses de la mujer. La asistencia técnica otorgada en forma de subvenciones ascendió hasta el año 2006 a US$ 50 millones. Gracias al intercambio de experiencias, a los conocimientos adquiridos, al esfuerzo de sus actores y a la eficiencia en la labor de todas las partes involucradas se han creado bases sólidas para que la Argentina se convierta en un país donante y comparta las experiencias y capacidades adquiri- das con terceros. No obstante, la cooperación técnica y económica seguirá estando presente en la Argentina, ya sea por medio de la puesta a disposición de expertos alemanes a través de los programas como, por ejemplo, Expertos Integrados CIM, Senior Experten Service, InWEnt o por medio de apor- Pag. anterior: los proyectos del BMZ y tes financieros a iglesias y organizaciones no gubernamentales, que en la actualidad la GTZ abarcan, entre otros, asistencia técnica y proyectos de desarrollo local reciben más de ocho millones de euros anuales en concepto de subsidios. A ello se y rural. (Fotos: gentileza GTZ). suman proyectos con la Comisión Europea y cooperaciones multinacionales.

150 151 “Ahora converge lo que debe estar unido”

La reunificación fue para el pueblo alemán una fiesta Enrique Candioti conoció, como pocos, uno de los capí- tulos más difíciles de la realidad alemana. Entre 1983 pero también un desafío y 1986 el diplomático representó a la Argentina en Berlín Oriental. La parte Este de la ciudad alemana era entonces la capital de la República Democrática Alemana (RDA). En el año 2001, Candioti fue destinado nuevamente a Berlín en función de embajador. Pero en esta ocasión representaría a su país ante el Gobierno de la República Federal de Alemania (RFA). En la noche del 9 al 10 de noviembre 1989 la Guerra Fría había finalizado al son de los martillazos sobre un Muro tan pin- tado como gastado. Todo acompañado con cánticos que le recordaban al mundo entero: “Somos un sólo pueblo.” (“Wir sind ein Volk.”). Aquel día también había terminado la división alemana, que en más de una ocasión separó también al mundo. Enrique Candioti había vivido esa realidad de forma tangible. Cuando cumplió funciones para su país detrás de la Cortina de Hierro, la Misión Diplomática de la República Argentina en Berlín Oriental se encontraba a dos cuadras del Muro de Berlín, en Pankow. Los diplomáticos podían cruzar sin problemas de un lado a otro de la ciudad cuando querían ir a un concierto o visitar un museo. El resto de las per- sonas no podía hacerlo, a menos que fueran jubiladas o que tuvieran un permiso especial. La división de Alemania también fue visible en la Argentina. En la década de 1950 el Gobierno de Berlín Oriental inició el contacto con Buenos Aires para evaluar la posibilidad de una cooperación comercial. En 1954 la RDA instaló su primera Misión Comercial Permanente. Sin embargo, apenas ocho años después cerró sus puertas. La Argentina había decretado el cierre de sus propias represen- taciones en los países del bloque comunista. La primera Representación Diplomática de Alemania Oriental en la Argentina se estableció recién en 1973 con la apertura de la Embajada en la esquina de Olazábal y Vuelta de Obligado, en el barrio porteño de Belgrano. Un cambio de política en Bonn, cuatro años antes, marcó el camino para ello. En 1969, de la mano del nuevo Canciller Federal Willy Brandt, la RFA inició una política de acerca- miento al bloque soviético. La denominada Neue Ostpolitik o Nueva Política para el Este pasó a rem- plazar a la Doctrina Hallstein, que hasta entonces exigía al gobierno de turno evitar relaciones con todo país que reconociera a Alemania del Este como Estado independiente. El resultado fue la firma del Tratado sobre las Bases de las Relaciones entre la

Pág. anterior: alemanes del Este República Federal de Alemania y la República Democrática Alemana y el Oeste festejan después de (Grundlagenvertrag), que entró en vigencia en junio de 1973. Ambos Estados ale- estar separados por cuatro déca- das. (Foto: BPA) manes reconocían sus respectivas fronteras. Sin embargo, la República Federal de

153 Alemania ponía de manifiesto que no renunciaría a su anhelo de reunificación y se comprometía a Principio y fin: el bloqueo de Berlín de buscarla sólo por la vía pacífica. Por otra parte, ambos Gobiernos anunciaron la apertura recíproca 1948 marcó el inicio del proceso de divi- de respectivas delegaciones oficiales en las capitales de ambos Estados. sión que culminó felizmente en 1990. (Fotos: Gentileza Diario La Nación / BPA) Una de las consecuencias inmediatas de este tratado fue la postulación de ambos Estados para ingre- sar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En septiembre de 1973 ambos fueron admitidos. Por parte de la Argentina, la relación con Alemania Oriental se concentró en una limitada coope- ración comercial y cultural. Las grúas que todavía hoy se pueden ver en la parte sur de Puerto Madero, en la Ciudad de Buenos Aires, son un recuerdo de esta relación. En 1973 las autoridades argentinas compraron al grupo estatal VEB Kranbau Eberswalde cerca de 40 de estos equipos. Con una altura de hasta 38 metros y un peso de hasta 12 toneladas eran consideradas grúas rápidas. No obstante, al privatizarse el puerto de Buenos Aires en 1994 resultaron obsoletas. Otro recuerdo de esta relación tiene que ver con el Planetario porteño, enclavado entre los bos- ques del barrio de Palermo. A instancias de un diputado socialista, en 1963 la Ciudad de Buenos Aires compró los instrumentos de proyección a la reconocida empresa líder en tecnología óptica de alta precisión Carl Zeiss, con sede, en aquellos tiempos, en Jena. Aún hoy el instrumental adquirido proyecta en la cúpula del Planetario los astros del firmamento. Otro acontecimiento local en el capítulo de la división alemana fue la visita de la Orquesta Gewandhaus de Leipzig. Dirigida por Kurt Masur, los músicos llegaron a la capital argentina en 1980 para presentarse en el marco de los festejos del IV. Centenario de la Ciudad de Buenos Aires. La orquesta presentó allí su versión integral de las nueve Sinfonías de Ludwig van Beethoven. Pocos se imaginaron entonces que el mismo Masur se convertiría, nueve años más tarde, en otra de las importantes figuras que apoyaron con entusiasmo el proceso de la caída del Muro de Berlín y que pusieron todo de sí para que culminara con éxito y pacíficamente. Hoy parece obvio, pero a fines de 1989 estas no eran metas sobreentendidas y el desplome del bloque soviético no sorprendió sola- mente a los burócratas soviéticos. El proceso, que se había iniciado con la apertura política impulsada por el entonces Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachov, obligó a las dos Alemanias a encontrar un camino conjunto en poco más de un año. De pronto, los habitantes a ambos lados de la Cortina de Hierro tuvieron que aprender a convivir. La reunificación de Alemania significó la integra- ción de un número de habitantes que superaba los 82 millones. Desde entonces su superficie abarca 357.092 kilómetros cuadrados, ligeramente superior a la superficie de la Provincia de Buenos Aires. Hoy, al cabo de más de tres lustros, cada año se vuelve a celebrar este hecho histórico sin olvidar, desde luego, los problemas que aún quedan por superar. El camino recorrido hasta la fecha convalida lo que Willy Brandt, uno de los pioneros de la Unidad Alemana, manifestó con pocas palabras el 10 de noviembre de 1989 e inmortalizó así el momento histórico de la caída del Muro de Berlín: “Jetzt wächst zusammen, was zusammengehört.” (“Ahora converge lo que debe estar unido”).

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