Cuadernos De Historia 15
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CUADERNOS DE HISTORIA 15 DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HISTORICAS UNIVERSIDAD DE CHILE DICIEMBRE 1995 LOS ENCOMENDEROS, AMOS Y PATRONES DE INDIOS EN LAS ESTANCIAS COLCHAGUINAS, sEGúN LA MArRÍcur¡. DE 1698 Juan Guillermo Muñoz C. Universidad de Santiago de Chilel -1. Rolando Mellafe y la Matrícula En 7977 en Lecturas para Seminarios, de CELADE, el profesor Rolando lvlellafe incluyó su trabajo "Migraciones rurales en Chile del siglo XVII", el rlue he utilizado en la parte correspondiente a Colchagua en variadas oportu- nidades y cito expresamente en "La colonización ganadera de la doctrina de lv{alloa en el siglo XVII. Su impacto en la población aborigen autóctona y loránea", publicado el año pasado2. La transcripción del documento realizado ¡ror Mellafe ha llegado a mis manos y creo que es de gran valor ponerlo a clisposición de los especialistas e interesados3. 1 Material que se está recopilando para el Proyecto FONDECYT N'1950554, Constitución 1' consolidación de una elite rural, Colchagua 1620 - 1660. 2 Revista Contribuciones Científicas y Tecnológicas del Departamento de lnvestigaciones (lientíficas y Tecnológicas, DICYI de la Universidad de Santiago de Chile, Número 109,1995, [,ágrna 87. Otras citas son de Mario Góngora, Alvaro ]ara y Armando de Ramón, cuyas obras siem- t,rc han sido mi principal fuente de i¡rformación y de motivación. J El documento con que trabajó Mellafe se encuentra en el fondo de la Capitanía General, t\rchivo Nacional, volumen 500 a fojas 286 y siguientes (en adelante CC), su primera transcrip- ,:ión me fue facilitada por el profesor René Salinas, la que confrontamos con el original con la .rvuda de Claudio Pérez. 137 CUADERNOS DE H]STORIA Estudins Se$1n Mellafe, la principal limitación que presenta esta Matrícula, como el resto de la documentación de semejante origen, es que se omitió territorios poblados, se ocultó población y se desestima la femenina en gran medida. Habría que agregar la apariencia de endogamia que se trasluce, precisamente por estar destinadas las visitas a la población indígena. También llama la atención sobre las edades, centradas en los dígitos cero y cinco, que es lo mismo que hemos observado en los registros parroquiales. En su cálculo, expresado en su Cuadro 2, en lo correspondiente a Colchagua que es nuestro principal interés, de los 11.000 habitantes, 7.500 eran indígenas, de los cuales 833 habrían sido empadronados, es decir un 77.1%. En el Cuadro 3 señala que de 522 hombres,320 (61.3%)eran inmigrados, y de 311 mujeres, 188 (60.4%) lo eran. Respecto a las migraciones indígenas, que es el objeto de este estudio, en el Cuadro 4, Mellafe presenta la repartición de los inmigrantes según deter- minadas zonas: Origen: Hombres: Mujeres De 10 a 100 kilómetros: 764 95 desde más, Norte: 30 77 Santiago: 32 79 Central: 31 79 Concepción: J 5 La Frontera: 58 25 Chiloé: 5 2 Cuyo: 2 En cuanto al status jurídico social separó a la población indígena entre de encomienda, con 318 hombres y 145 mujeres, libres con 10 y 6, de servicio con 25 y 23 y esclavos con 39 y 30. Esta clasificación, que debe contemplar otra información, no nos sirve para nuestros años, en que no hay de la última con- dición, es decir esclava. La propia Matrícula de 1698 presenta tres grandes clasificaciones, una primera destinada a la visita a los indios de encomienda, una segunda a los de depósito, y una última a los de diferentes naturalezas que pertenecen a su majestad, categoría esta muy poco estudiada. Respecto al origen araucano, o de indios que fueron esclavos o sus descen- dientes, radicados en el Valle Central, asunto que me ha interesado vivamente poder profundizar, cabe destacar que se encuentran en los tres status, e inclu- so en el de libres. Támpoco se anotaron indios cuscos, salvo en apellidos, otra categoría que vengo estudiando, que sí se encuentra en la documentación parroquial y notarial, generalmente desempeñándose como artesanos, lo que se explica por la naturaleza misma de la Matrícula, interesada en aspectos fiscales y controladores, y no en los grupos indígenas propiamente tales. La matrícula se hizo en parte por el maestre de campo Blas de los Reyes, corregidor a la fecha, en parte por el maestre de campo don José de Maturana, quien quedó en su lugar cuando hizo ausencia, y en lo que toca a 138 l,tan Guillermo Muñoz C LOS ENCOMENDERO' AMOS Y PATRONES.. l,a costa por el capitián Francisco González de Liébana, teniente de corregidor. [)on Blas de los Reyes era encomendero del pueblo de Malloa, tenía a los in- clios asentados en su estancia de Aculeo, por lo que ninguno de ellos fue ano- ta<lo, como tampoco aparecen indios de hijos o yernos suyos, varios estancie- r:os colchagüinos. 2. Los estancieros en la Matrícula En esta oportunidad util2aré la Matrícula, por mi parte, para conocer algo más de la realidad de los estancieros de Colchagua. A partir de ella, y de una c ocumentación complement aria, y adoptando determinado criterio, podemos separar estos terratenientes en cinco grupos: 1. encomenderos de pueblos colchagüinos,2. de pueblos foráneos,3. de grupos no adscritos a pueblos,4. t:arentes de encomienda y 5. conventos y religiosos4. 2.1. Encomenderos de pueblos de Colchagua El capitán don Fernando Bravo de Naveda (Escobar), de la quinta genera- ción de su varonía en Chile y segunda en Colchagua, encomendero de lr{alloa en segunda vida, se le anotaron cuatro indios nacidos en este pueblo v otros tantos que eran de Santiago, con sus respectivas familias. No aparecen indios suyos sirviendo en otras estancias. En un documento de 1681 aparece aserntando un indio, también los hay de compra de esclavos. De sus estancias en la doctrina de Malloa, Chanqueahue, con 4.500 cuadras, y San José, las ha- bía formado tanto por herencia como por compra a vecinos, la de Popeta la había comprado en 1691. Desde 1684 tenía la de Guamul, con 2.500 cuadras rrbrcada en la doctrina de Chimbarongo, comprendida en la dote de su espo- s¡r doña Francisca Zúfiga Arista y lofré de Loayza,la que trocó en 1690 por unas vecinas a sus tierras malloínas. En Rancagua, doctrina ubicada fuera del corregimiento inmediatamente al norte de Malloa, compró El Principal, des- pués de su segundo matrimonio con doña Jacinta Barros Aránguiz, hija de e;tancieros rancagüinos. Era cuñado de los encomendero Ahumada lVlaldonado y Riberos. El general don Tomás Calderón (Durán), encomendero de Lihueimo, con Tlrngo y beliches. tasladó a Peteroa sus indios Ahí se mantuaiuon por muchos ¡tios, hasta que habiendo aacado la encomienda, se dio en merced a don Antonio Car- r,¡j¡15, el que era yemo suyo. ltten declaro que estando la encomienda y feudo de su rnajestad, que poseo en segunda aida, y habiendo llegado a este reino cédula de su 4 He sumado datos obtenidos en otros archivos. Entre paréntesis pusimos otros nombres y ¿r[,e]lidos de los españoles anotados, destacando en negrilla la forma en que están en la Matrícu- l¡ 5 Fernando Silva Vargas: Tierras y pueblos de indios, p. 76. 139 CUADERNOS DE HISTORIA Estudios majestad para que las enconiendas se pudiesen componer con mira de que no saliese de mi casa compuse la dicha encomienda y gané confirmación la dichn composición y uno y otro me tutsieron de costo tres mil quinientos pesos, declárolo así para que cons- te, según una cláusula de su testamento. Su abuelo paterno, Francisco de Urbina, había sido un mercader llegado a Chile en 1556, su padre fue un productor de jarcia en su estancia de Quillota y su madre fue dotada en 1608 con dos repartimientos de indios, seis mil patacones en una negra y una mulata, en plata labrada, ganados y tierras. Su esposa doña Ana de la Torre Machado de Chávez, cuñada de Lisperguer, dotada en 1632 con catorce mil pesos y seis mil de arras, había fallecido el año anterior de 1.697. En Colchagua tuvo tierras en el valle de Lihueimo, unas de ellas compra- das a Jorquera, otras trocadas a González de Liebana por las que había here- dado en Pichilemu, tierras de Petrel de la merced dada a su abuelo Durán. Tuvo pleito con Antonio Lesana, por las tierras costinas, y otro con doña María Santibáñez, viuda de don Luis Jofré de Loayza. En Quillota fue dueño de la estancia de este nombre, que había sido de su padre, y la vecina de Mendoza. En Maule tuvo la estancia de Peteroa, com- prada en diez mil pesos a don ]uan Jufté, y las vecinas de Nipe y la de Rare, ésta comprada a los agustinos de Tálca. En 1698 se le anotó un indio nacido en Toquigua cuyo hijo lo estaba sir- viendo en Quillota. El capitán Gregorio Gajardo (Guerrero Rainero), de la cuarta generación en Chile y Colchagua. Había aportado a su primer matrimonio una manada de cría de mulas y un esclavo. Posteriormente se dedicó a la producción de vino y de cueros, y tuvo una estancia de dos mil cuadras con una importante viña. En 1698 acababa de enviudar. Fue encomendero de Teno, la que había sido de Quezada primer marido de doña Constanza de Ibarra González, su esposa fallecida el año anterior, se le adjudicó en noviembre de 7699 con diez adultos y cinco menores. En 7679 su indio Hernán se había casado con Francisca, negra, apadrina- dos por indios suyos, ninguno anotado en 1698, en 1690 aparece asentando indios, los que eran de su madrastra y del encomendero del pueblo de Lora y en 1692 declaró que tenía un indio de la encomienda de sus hermanos de Chillán.