En Mis Manos El Poemario, Que Es Una Verdadera Antología Lírica Sobre Pichilemu Y Sus Diversos Alrededores Turísticos
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En mis manos el poemario, que es una verdadera antología lírica sobre Pichilemu y sus diversos alrededores turísticos. Vargas Badilla, con su voz de aedo de la Sexta Región, canta la belleza de esta zona agraria y marina, presentando en sesenta páginas, una poesía compuesta con esa gracia para exponer lo que su alma de artista le sabe inspirar. La obra trae prólogo de Claudio Solar, activo poeta, escritor y conocido comentarista literario de “La Estrella” de Valparaíso, quien en parte señala: “Sencillez, afecto, romanticismo, luminosidad, y colorido en las imágenes - se derraman azules, verdes, rosas - que contrastan con el blanco de la sal de Cáhuil. José Vargas es un gran cantor al que, tal vez, le falta la guitarra. Coi-rijamos, la tiene: Es su gran corazón de amigo y de poeta”. Conviene presentar algo de su producción reciente: Apología de Pichilemu - Elogio de Ciruelos - Laguna de Cáhuil - Infiernillo - Punta de Lobos - Romancero pichilemino - El parque “Agustín Ross” - Apología de El Copao - etc. También “La Niña de Pichilemu”, que me atrevo a transcribir totalmente: “Tenía los ojos verdes, / la niña de Pichilemu./ Era gracioso su cuerpo / como la flor del almendro. / Allá en el balneario / suspiraban los labriegos: / ¡Oh que muchacha tan linda / nacida bajo este cielo! / Vestía siempre de blanco / yunpantalónmarinero, / la niña que caminaba / siempre airosa por el publo. /A veces por la mañana / se encaminaba ligero, / hacia el cristal de las aguas / que retrataban su cuerpo.! Como dos albas palomas / emergían firmes sus senos. / Nadie la vio tan hermosa / como mis ojos y el cielo. / Durmió para siempre un día, / la niña de Pichilemu. / Una cruel enfermedad / puso fin a sus ensueños. / Los mozos del balneario / y los jóvenes labriegos, / vistieron meses de luto / por la niña de su pueblo. / Era la rosa más linda / que floreció en Pichilemu”. La meritoria “Geografía Poética de Pichilemu” contiene una serie de dibujos del recordado Pedro Olmos; los firmados por Nacho corresponden a José Ignacio Vargas Celis, nieto del poeta autor. La tapa posterior trae de Vargas Celis una alegoría del escudo municipal de Pichilemu, conteniendo en sus “cuarteles” los bosques de pinos, veleros marinos, cestas de peces y sonora espuela del huaso costino. Arriba, la mitra del eminentísimo hijo de San Antonio de Petrel, coronando los balaustres del Parque “Agustín Ross”. Pichilemu agradece al autor de la letra de su himno comunal, la gratísima presencia de esta antología que, en sesenta páginas, canta en “versos decasílabos y endecasílabos, con un armonioso ritmo anapéstico”, según el prologuista porteño. -José Vargas Badilla: ((Geografía Poética de Pichilemu)) Por José Arraño Acevedo En mis manos el reciente poemario cuyo título lleva el epígrafe y que es una verdadera antología lírica sobre Pichilemu y sus diversos alrededores turísticos. Vargas Badilla, con SLI voz de aedo de la Sexta Región, canta la belleza de esta zona agraria y marina, presentando en sesenta páginas, una poesía compuesta con esa gracia para exponer io que su alma de artista le sabe inspirar. La obra trae prólogo de Claudio Solar, activo poeta, escritor y conocido comentarista literario de <<LaEstrellan de Valpnraíso, quien en parte señala: <&encillez, afecto, romanticismo, luminosidad y colorido en las imiígenes -se derraman aztiles, verdes, rosas - que contrastan con el blanco de In sal de Ciíhuil. José Vargas es un gran cantor al que, tal vez, le falta la guitarra. Corrijanios, la tiene: Es su gran corazón de amigo y poeta.. Conviene presentar algo de su producción reciente: Apología de Pichileniti -Elogio de Ciruelos -Laguna de C6liuil-lrifiernillo-Puntn de Lobos-Romancero Pichilemino-El parque dgustíii Ross» -Apología de El Copao - etc. También (<LaNiña de Pichilemu)), que me atrevo a transcribir totalmente: <<Teníalos ojos \wdes,/la niña de Pichilemu./Era graciososu cuerpo/como la flor del almeiidro./Allií en el balneario/suspiraban los iabriegos:/iOh que muchacha tan linda/nacida bajo este cielo!/ Vestía siempre de blanco/y un pantal6n marinero,/la niña que caminaba/siempre airosa por el puebl«./A veces por la mañana/ se encaminaba ligero,/liacia el cristal de las aguas/que retrataban su cuerpo./Como dos albas palomas/emcrgían firmes sus senos./ Nadie la vio tan hermosa/como mis ojos y el cieio./Durmió pira siempre un día,/la niña de Pichilemu./Una cruel enfermedad/piiso fin a sus ensiieños./Los mozos del balneario/ y los jóvenes labriegos,/vistieron meses de luto/por la niña de su piieblo,/era la rosa mis linda/qiie floreció en Pichilemu». La meritoria (<GeografíaPoC-tica de Picliilemu)~ contiene una serie de dibujos del recordado Pedro Olmos; los firmados por Nacho corresponden a José Ignacio Vargas Celis, nieto del poeta autor. La tapa posterior trae de Vargas Celis una alegoría del escudo municipal de Pichilemu, conteniendo en SLIS <(cuarteles»los bosques de pinos, veleros marinos, cestas de peces y sonora espuela del huaco costino. Arriba, la mitra del eminentísimo hijo de San Antonio de Petrel, coronando los balaustres del Parque <(Agustíii Roscn. Pichileniu agradece al autor de la letra de su himnocomunal, la gratísima presencia de esta antología que, en sesenta pdginas, canta en <<versosdecasílabos y endecasílabos, con un armonioso ritmo aiiapéstic«>>,según el prologuistn porteño. (EI flirtor C’C c,scrifoi. [lc f’ichi/~wl~/~ Por José Arrafio Acevedo En mis manos el reciente poemario cuyo título ba/ siempre airosa por el pueblo./ A veces por la lleva el epígrafe y que es una verdadera antología mañana/se encaminaba ligero,/hacia el cristal de lírica sobre Pichilemu y sus diversos alrededores las aguas/que retrataban su cuerpo./ Como dos turísticos. Vargas Badilla, con su voz de aedo de la albas palomas/emergían firmes sus senos/.Na- Sexta Región, canta la belleza de esta zona agraria y die la vio tan hermosa/como mis ojos y el cielo./ marina, presentando en sesenta páginas, una poe- Durmió para siempre un día,/la niña de sía compuesta con esa gracia para exponer lo que su Pichilemu./ Una cruel enfermedad/puso fin a alma de artista le sabe inspirar. sus ensueños./ Los mozos del balneario/ y los La obra trae prólogo de Claudio Solar, activo jóvenes labriegos,/ vistieron meses de luto/ por poeta, escritor y conocido comentarista literario de la niña de su pueblo./ Era la rosa más linda/ que "La Estrella" de Valparaíso, quien en parte señala: floreció en Pichilemu". Sencillez, afecto, romanticismo, luminosidad y colo- La meritoria "Geografía Poética de Pichilemu" rido en las imágenes -se derraman azules, verdes, contiene una serie de dibujos del recordado Pedro rosas- que contrastan con el blanco de la sal de Olmos; los firmados por Nacho corresponden a Cáhuil. José Vargas es un gran cantor al que, tal vez, José Ignacio Vargas Celis, nieto del poeta autor. le falta la guitarra. Corrijamos, la tiene: Es su gran La tapa posterior trae de Vargas Celis una alego- corazón de amigo y de poeta". ría del escudo municipal de Pichilemu, contenien- Conviene presentar algo de su producción re- do en sus "cuarteles" los bosques de pinos, ciente: Apología de Pichilemu- Elogio de Ciruelos- veleros marinos, cestas de peces y sonora espue- Laguna de Cáhuil-Infiernillo-Punta de Lobos-Ro- la de huaso costino. Arriba, la mitra del mancero pichilemino-El parque "Agustín Ross"- Apo- eminentísimo hijo de San Antonio de Petrel, coro- logía de El Copao-etc.-También "La Nina de Pichilemu", nando los balaustres del Parque "Agustín Ross". que me atrevo a transcribir totalmente: "Tenía los Pichilemu agradece al autor de la letra de su ojos verdes,/la niña de Pichilemu./Era graciosa su himno comunal, la gratísima presencia de esta cuerpo/ como la flor del almendro/Ailá en el balnea- antología que, en sesenta páginas, canta en "ver- sio/suspiraban los labriegos:/¡Oh que muchacha sos decasílabos y endecasílabos, con un armonio- tan linda/nacida bajo este cielo!/Vestía siempre de so ritmo anapéstico", según el prologuista porte- blanco/ y un pantalón marinerob niña que camina- ño. .