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LA REALIDAD POETICA DE SALINAS,

ESTUDIO DE TINA CONSTANTE TEHAITCA

DISSERTATION

Presented in Partial Fulfillment of the Requirements fo the Degree Doctor of Philosophy in the Graduate Schoo’ of The Ohio State University

By

HARTHA EUGENIA MORELLO, Lie., M. A., M. A.

The Ohio State University 1957

Approved by:

Department of Romance Languages INDICE

Introduccion...... 1

Capitulot I: El raundo poetico * de Salinas...... 5

Capitulo II: Afan de posesion total y duradera...... 13

Capitulo III:"Porque has vuelto los misterios del reves"...39

Capitulo IV: "No se ve ya de tan claro"...... 57

Capitulo V: "No hay nadie fuerq que me ponga linde"...... 79

Capitulo VI: "Tu, mi dulce cuerpo pensado"...... 98

Capitulo VII: "Vivir desde el principio es separarse".....147

Notas...... 163 / / / Apendice I: Salinas y la teoria fenomenologica del amor de Max Scheler ...... 171

Apendice II: Salinas y la tradicion de la poesia amorosa cortesana ...... 177

Bibliografia...... 182 Pedro Salinas pertenece a la generacion de poetas que aparecen en el mundo de las letras despues de la primera gue- rra mundial, entre los anos de 1920 y 1925. Salinas nace en

1892 y le siguen, cronologicaraente, su amigo dilecto, Jorge

Guillen; Gerardo Diego, el unico sobreviviente del ultrais- mo; Damaso Alonso, el critico ooeta; Garcia Lorca y Rafael

Alberti. Estos dos ultimos ran los dos Jovenes miembros de t - - este grupo, y la publicacion de sus primeras obras: Libro de Poemas. de Lorca en 1921, y Marinero en Tierra, en 1925, coloca a Salinas entre ambos, con la publicacion de su pri­ mer libro: Presagios, en 1923. El mayor del grupo, publica casi al mismo tierapo que los dos lovenes; pero se trata en su caso, de una obra,ya madura, del tardio debut de un poe- ta de treinta anos.

Ho nos ocuparemos en este estudio, del debatido proble- tsa generacional. Para t&etar de elucidario, refeririamos al

Rector al libro de Pedro Lain Entralgo Las generaciones en la historia, al clasico ensayo de Ortega y Gasset y al en- sayo de Harold Stein Jantz: Herder, Goethe and Friederich

Sehlege3 on the problem of the Generations^ y aclararemos que por ’’generacion" entendemos un grupo de poetas nacidos en un cierto periodo de quince anos bajo anas condiciones culturales seme jantes, y que se avocaron a la solucion de ciertos problemas estetico-Iiterarios por medios muy dis- tintos. A todos ellos los unio la amistad, como lo ates- tigua el art£culo del propio Damaso Alonso "Una generacion poe+ica (1920-I936)3.” Ni estetas ni bohemios, corao ha di- cho Jorge GuilleU, para este grupo, la poesia ae constituyo * * en mundo, mas que en forma de expresion, Abrazaron todos co- mo maestros a Antonio Nachado, que en su prologo a la segun- da edicion de su Soledades, Galerxas y otros poemas, habia dicho:

Pero amo mucho mas la edad quese avecina y a los poejas que han de suredr, cuando una tarea comun apasione la3 almas.3

Casi todos habian vuelto sus ojos al tesoro lirico con- tenido en los Cancioneros, y habxan escuchado con reverencia la palabra de Juan Ramon Jimenez sobre el riguroso culto a la belleza. Unamuno, en especial con sus sonetos liricos, habiales infundido a los jovenes poetas la intencion de tor- nar el verso en ejercicio lirico a traves del cual el espiri- tu trata de verter sus agpiraciones fundamentales.

Los primeros versos de Salinas aparecieron en la edicion

El lanes del laparclal en 1918. Los misxaos sonetos, incluidos

0 0 0 en Presagios anos mas tarde (1923), conf irman en las varian- tes, la posicion definida del autor: afan de absoluto, y cla- ridad intelectual. En la version posterior, el vocablo "afan” se convierte en "ansia”; el “alma” en "ser* y en nvidaB. Co­ mo lo expresa Pierre Darmangeat:

Sur one reverence aux classiques et aox mai^res contempor^ins Salinas affirm§ sa personalite,* violent desir de v^vre la plenitude de l*etre, mais dans la clarte de 1 ’intelligence. Dans son ^interior; panal" el elabore lejaiel d’une sagesse apprise et d ’une ardente reflexion. C ’est sans doute ce qu’il entend par vivre.^ Salinas se manifiesta entonces desde el principio, como un poeta esencial, cuyo orbe poetico sera estricto, reducido a la intimidad de si mi&mo, en la que solo caben unos pocos conceptos.”...son destin poetique est de dire peu de choses, de les dire de mieux en mieux. .’2", dice Darmangeat, Nos he- mos propuesto tratar de aclarar algunos puritos de esa poesia de "pocas cosas", porque el raundo que proyecta es, aunque estricto, rico en posibilidades; y porque consideramos que en la capacidad 4e Salinas de extraer de las cosas del mun- do otra posible realidfid Intima, invisible para el sentido comun, pero muy clara y verdadera para el sentido poetico, existe el innegable valor que emana de alevar la materia ca- 4 duca de nuestra vida, a la permanente del arte,

Esta actitud de Salinas, contrasta con ciertas tenden- cias de la llrica contemporanea, que tratan de hacer del poeta, un portavoz de sentiaa|ntos colect-*vos. Queremos hacer notar, que el poeta esta, ante todo, comppometido consigo mismo. A Salinas le toco, como esclavo de su propia sensi- - , bilidad, ser portavoz de crisis Intimas, de ansias metaf I- sicas y de duda intelectual. De su afan de absoluto y de su ...... j _ angustia, broto un lirismo que se transforrao en poesia con plenitud de expresion,

aTradicion y originalidadfl, el doble signo que el poeta- critico adjudicara a Manrique, puede aplicarsele tambien a

/ f * el con justicia. Conoc edor de la poesia clasica y moderna, llego por el camin© de la depuracion, a una forma de innega­ ble autenticidad. El y su amigo el poeta Jorge Guillen, son los maximos representantes de la llaraada poesia pura, como

t 6 * lo ha notado Angel del Rio . Por esta asociacion con la de- nominacion "pura* Salinas ha sido a veces tachado de poeta

"intelectual", cargandose este vocablo del sentido peyorati- vo que la reaccion romantica le dio al intelecto. Creemos que no se le puede censurar por no haber sido lo que jamas se propuso, y desde el punto de vista critico, tal reserva

nos parece inoperante. CAPITULO I

El inundo poetico de Salinas

En su primer volumen de versos (Presagios, 1923) el mun-

do poetico de Salinas se define ya con sus caracteristicas 0 * * esenciales, que no haran sino acentuarse mas atm en sus obras

# / posteriores, sin variar fundamentalmente. La posicion del poeta frente al xaundo, aparece ya irremediablemente bosque-

jada en su primer obra, en la cual se nos revela la cons tan- te sospecha de que la realidad tangible es tan solo un en- gano visual. Esta sospecha se torna enseguida en angustiosa certeza de que lo visto, no es mas que un reflejo, un espe- jismo, una "imitacion" de lo que es. El poeta se lanza enton- ces en busca de una ultima realidad "pura" y eterna dentro de s£, realidad que en ultima instancia, sera "creacion" suya-1-. Esta sera la unica verdad "ultima y eterna" que po- ^ ...... dra poseer, a salvo de los limites temporales y espaciales.

A lo largo de su obra, el camino que conduce al hallazgo es incierto, lleno de recovecos, de tanteos y de fracasos, ge- neralmente producidos por los reflejos, por esas imitacio- nes de ser que nos rodean, que vemos y tocamos todos los dlas y nos distraen de lo verdadero. Salinas, la aente pues- ta en esta realidad pura, se lanza en anhelante busqueda, y si se entretiene con falsas realidades, no es mas que por un instante, brevisima pausa en su carrera hacia un "mas

* ' ^ 2 alia", "detras de todo" .

Toda la obra poetica de Salinas, es una carrera en pos de la realidad Intima. El comienzo es lento, como dijimos, pues el poeta aun no ha visiumbrado su meta. Sabe que lo tan

gible es engano. Ha comprobado que los ojos no le sirven, ya

que no hacen sino acentuar el engano del mundo concreto. Pal

tandole la guia de la vista, Salinas tantea mientras avanza

en la oscuridad que es el engano circundante. Trata penosa- mente de apoyarse en lo que toca, en lo concreto, para poder proseguir faacia ese "mas- alia" que }o deslumbra. Mas la rea lidad sera para el momentaneo apoyo donde afincarse antes del salto haeia "el otro lado de todo^". I»a posicion del po­ eta es siempre la de una tension hacia el infinito presenti- do, pero desconocido. Posision angustiosa en la cual trata de mantener un equilibrio dificil: desde lo finito conocido, hasta lo deseado, podriamos decir: haeia lo elegido, para reafirmar la voluntariedad de este acto.

El primer poema de Presagios nos ofrede un excelente ejemplo de esta posision inicial:

Saelo. Mada mas. Suelo. Hada menos. Y que te baste con eso. Porque en el suelo los pies hincados, en los pies torso derecho,' en e l #torso la testa firme, y alla,al socaire de la frente, la idga pura, y en la idea pura el mgnana, la llave — aanana— dg lo eterno; Suelo. Hi mas ni menos,. y que te baste con eso.4

Salinas se limita a una base ("suelo") donde hincar los pies, aunque sabe que hay mas. I*a inutilidad, o mejor diria- mos la innecesariedad del resto, esta implxcita en el verso: 7

"Y que te baste con eso". Solamente una base necesita enton- ces, pero los pies no se apoyan, sino que se hincan, penetran hondo, adentro de la superficie aparente. El torso "derecho", en tension haeia arriba sostiene la frente donde se prepara para el sal to ("al socaire") la idea pura. Las unicas partes del cuerpo que importan son los pies, la base, el tronco o colurana— el sosten— y en el remate, la frente, no la cabeza con sus sentidos avidos de embuste. Tan solo la frente, que sostiene la idea pura, sin lastre concreto, la idea eterna, conqmstando al tierapo con ese magico "manana". Pero el poe­ ta se repita una vez que ha arribado a la cima de la idea:

"Suelo...3? que te baste con eso". Con deliberada ironia re- torna desde el nivel mas elevado al humilde origen, a la re­ alidad material en que se apoya. El verbo "bastar" implica la existeneia de mucho mas, pero la base debe ser suficiente.

Sobre este suelo, y mejor dicho adentro de el, arraigarse profuadamente para poder empinarse y mantener el equilibrio.

Salinas adopta asi una actitud ansiosa, pero pruedente; en * tension haeia arriba, con la "testa firme".

Flantado asi en la realidad tangible, el poeta interroga al mundc«-en especial al auga, que se presenta bajo diferen- ies "disfraces" pero permanece esencialmente la misma--sobre su est-fisia, sobre sus cambios, sobre ese devenir de uno a o- tr» estado y el volver al ser primero. Asi en el segundo po­ ena de Presagios leemos:

Auga en la noche, serpiente indecisa, sill,?o ^enor y rumbg ignorado; iqug d^a nieve, que dia mar?. Dima, iQue dia nube, eco de ti y cauce seco?. Dime. (16)

El poeta deja entrever su certeza de que lo que ve no es sino reftejo, simulaciones de la misma agua:"nube, eco de ti y cauce seco®. Quiera arrancar al agua su secreto y ordena:"Dime". Pero el agua guarda celosa esta luz y responde

— Ho lo dire: entre tus labios me tienes. beso te doy, pero no claridades. Que compqsiones nocturnas te hasten y,lo demas a las ©ombras dejaselo, porque yo he sido hecha para la sed de los labios que nunca preguntan. (16) I»a conquista de lo concreto, el beso, se da facilmente, ✓ , pero las "claridades", las verdades que busca el poeta, se le niegan; ese secreto ultimo pertenece a las sorabras. Yemos como en Salinas la luz, y a menudo la claridad misma, no pre- supone vision, porque como anotaramos anteriormente, el poeta ...... ^ ^ no "ve" con los ojos; ni busca, con sus tanteos, la senda lu- ainosa. Por el contrario, lo que quiere develar es el secre­ to de las sombras, de lo que es difuso, oscuro e inaprehen- * / * sible. Por eso, el beso no lo tienta, va en busca de las som­ bras esquivas; desaparece el imperioso "dime" pero se atreve, ahora y siempre, a preguntar y a menudo a pedir, aunque so- / 0 lamente reciba como replica a su "mas" un mezquino "te has­ ten". Aparecen en este poeaa, como constantes del ansia no satisfecha, los vocablos negativos, o de significado negati- vo:"indecisa,"ignorado","menor", "hasten". Estas palabras a- nulan el concepto positive del vocablo modificado: rumbo s£,

Pero ignorado; serpiente, pero indecisa.cruce seco. Hay una consciente intencion de ensalzar lo negativo, que en el ulti­ mo verso culmina en la expresion:"los labios que nunca pregun- tanM. Aparece ya pues, definida, la actitud central de Sali­ nas, que observaremos presente, en todos sus texnas: lo que se ve, no es; lo que no se ve, eso es. Su desconfianza bacia lo positivo se ve equilibrada por una fe en lo negativo, en especial en la duda.^ Tanto la fe como la confianza son de caracter exclusivamente intelectual, y no le impiden espora- dicamente entregarse, a sabiendas, a los encantos y a la con- quista facil de lo tangible. Vestos al poeta en una de esas actitudes en el poema siguiente, en el que por un instante parece dejaj-se tentar por el facil fruto que se ofrece a su alcance:

Mis o q o s ven el el arbol el fruto redondo y fresco. Mis manos se van qerteras a cogeylo. Pero tu, perq tu,,mano de ciego, £que estas haciendo? La mano da vueltas, vueltas por el aire; si sit posa sobre cosa material, huye tras palpo suave, sin 11egar nunca a cogerla. Siempre abierta. Es que no sabe cerrarse, es,que tiene ambiciones mas profundas que las de los ojos, tiene ambiciones de esa bola imperfecta de este mando, buen fruto para qna mano ' de ciego, amb^cion de luz, eterna ambicion de asir lo inasidero. 10 * Cuando se cansa de inntiles devaneos, tris temente, se va en busca de su hermana y se entrecruzan las manos del,ciego? , Y solo asi se estan quietas, enclavijadas, asidas ansia con ansia y deseo con deseo. Ms.no de ciego no es ciega; una voluntad la mandaA no los ojos de su dueno. (1 6 )

Los ojos ven la realidad aparente, el fruto y las ma­ nos tratan de alcanzarlo, se van "certeras", tentadas por el camiao facil. Pero la mano se desdobla--como la realidad— en dos. La mano esencial ("mano de ciego") es la que tantea, du- da, da vueltas, palpa, huye. Jamas se detiene a coger fruto, simplemente "se posa" sobre "cosa material" y la abandona al comprobar su naturalesa concreta. Es esta la mano de la am- bicion del poeta, que busca, siempre abierta, sin limites— y veremos5 que los linderos son una de las barreras que quie- re derribar, o por lo men os superar, Salinas— porquq/tiene ambiciones "mas profundas que los ojos" y no puede entonces cerrarse, liaitarse sobre lo concreto. iQue fruto busca esta mano? Hada menos que el mundo, esa "bola imperfecta" que se enqjena en confnsdir al poeta. iCual es la ambicion de esta * ' ~ mano? la luz, esas claridades que el agua rehusaba revelar- le en el poema anterior. Dos manos, desdoblaxaiento temprano del poeta: ansia de "asir lo inasidero" y tentacion de afe- rrarse a lo inalcanzable. Como en el poema que analizaramos anteriormente, vemos que Salinas tiene siempre un pie apoya- 11

do en el suelo: la mano que cogo, en este caso, que esta fir-

memente anclada en la realidad; y la idea pura, la mano de

ciego que palpa y huye. Pero la tension de la busqueda no es

constante. A veces, las dos manos seentrecruzan y sobreviene

la tregua, si no la paz. Se estan quietas, dice el poeta, y agrega luego:*enclavijadasn:Quietas, pero en tension— el vo­ cable "enclavijadas" implica la necesidad de amarrarlas soli- damente para aantenerlas juntas— Luego agrega el poeta para intensificar la idea de movimiento en potencia:

as5 das ansia con ansia y deseo con deseo.

I»os ojos de la mano que busca, son la voluntad de su dueno, la unica mano que realmente "ve" su caaino; por eso termina Salinas el poema con los versos:

Mano de ciego no es ciega; una voluntad la manda* no los oj©$ de su dueno.

Ambicion profunda, de buscar hondo, y huida por el aire. He aqui los dos aovimientos que son una constante en la poesia de Salinas: haeia arriba y haeia lo profundo, siempre impul- sado por el aismo afan de superar los limites de esta bola

"imperfecta18— imperfecta porque tiene borizoates— que es el mundo.

Podemos decir que Salinas sera a lo largo de toda su tra- yectoria poetica, un buscador obsesionado, que en medio de las sombras de la realidad concreta, trata de entrever las claridades de ana realidad Intima, eterna e inontable, que 12 constituya su mundo poetico. Como hemos dicho, la luz no sera vista, el poeta tan solo vislumbrara algunos reflejos, y jamas saboreara la calma que viene del feliz hallazgo. Los

tanteos, las busquedas, las ilusiones y las instantaneas vi- siones constituiran la razon de su existir poetico. El secre- * to que busca ansiosamente se le revelara a veces parcialmen- * te, y tan solo por un instante.

Trataremos de indicar en las paginas siguientes, los di~ ferentes caminos que sigue el poeta, y las diferentes eta- pas en que los recorre. Brevemente, en estos poemas tempra- nos, hemos tratado de senalar algunos de los temas priaci- pales que preocupan a Salinass el rechazo de la realidad tan­ gible; la busqueda del ideal, de la esencia inmutable de las cosas/ Seguiremos, entonces, la "mano de ciegort del poeta en sus tanteos y niiraremos haeia el "mas alia", con los ojos

"mas profundos" de su dueno. CAPITULO II

Afan de posesion total y duradera

En su busqueda de la realidad, Salinas no se contenta con

el hallazgo; tiende a la posesion total y duradera de la pre- * sa que se le escapa. En este afan no le ayudan los sentidos

usuales, sino, como hemos vis to, el ”13010®, sentido de cie-

gos. La voluntad que man da la "mano de ciego"-*- es la que per-

sigue y ordena que se le revele de las cosas; por

eso el poeta puede decirle al agua que le esconde su secreto:

"Dime". Y porque sabe que los secretos jamas se le revelaran

/ / f el tratara de develar estos misterios dentro de si mismo,

porque la dualidad de lo exterior (lo que es y lo que parece

ser) tortura su afan intelectual de verdad "exacta", eterna.

La duda lo asalta incluso frente a la contempiacion de una figura familiar y querida, a la que dice:

Bfte placer de doblarse docil, lento, y este dolor de perder de ayer la forma que me gustaba mirar, familiar, en §1 espejo , y de no ser ma§ que una contorsion desconocida — ivida de,quienf— en mi vida. Y si no (tu ya lo sabes)

alia al fondo, la amenaza de romperte en dos pedazos --vida o muerte, tierra o cielo— aruscamente irreparable. (22)

No es este desdoblamiento ("romperte en dos pedazos"), vida o muerte, lo que mas le preocupa al poeta, sino el hecho de que el desdoblamiento sea "irreparable" (irreconciliable), vale decir, qae no se pueda volver a la unidad. Yeremos como 13 14 en La voz a ti debida Salinas deslinda sutilraente los atribu- tos de sus dos amadas: ese Tu que besa y estrecha entre los brazos, y ese Tu pesnado, que lo acompana en ausencia y en suenos; pero arabos son, irremediablemente, un solo Tu. En es- tos poemas tempranos de Presagios, que estamos analizando, la dualidad esta ya casi totalraente aceptada, pero en cuanto

0irreparable" los limites de esta separacion se le irapohen dolorosamente como metas a su ansia de creacion, o mejor, d e re-creacion.

Llegamos a otra fase del ansia de posesion del poeta. He-

0 0 0 mos visto como los sentidos lo enganana; la unica posesion que dura es, pues, la del nombre (la idea) y por eso el poe­ ta se contenta momentaneamente con esta "sola” posesion, a sa- biendas, como siempre, de que hay mas:

Posesion dq tu nombre, sola que tu permites, felicidad, ^lma sin cuerpo. Dentro de mi te llevo' porque digo tu nombre, f eliciclad,' dentro del pecho.

Tu presencia y tu ausencia sombra son una de otra sbrabras me dan y quitah. (IT mis brazos abiertosJ). (18)

La realidad ideal ("nombre51), queda as! aprehendida ("al­ ma sin cuerpo"); pero sabe bien Salinas, que es esta una rea- lidad. descaraada, incompleta, por eso entre sombras que se dan y se quitan exclama ese parentetico:"IY mis brazos abier- tosIs, lleno de nostalgia de "mas", de todo.

El nombrar no es solamente una faz del poseer, tambien 15

sirve para imponer un orden interior a este caos que es el

mundo. En otro poema de Presagios en que describe el balbu-

cear sin sentido de una nina que dice?

"Tata, dada", igual al ir en el tren, cuando vio la verde montana y el fino mar. (17)

el poeta se identifica con este aparente sinsentido del

nombrar, ya que el mundo, tal cual se le presenta, es con-

fuso:

Porque cuaijdo yo,la o£a de^ir "Tata, dada", veia la boladel mundo rodar, rodar, el mundo todo,una bqla y en ella papa, ragma; el mar, las montanas, todo hecho una bol^'confysa; el murido "Tata, dada". (17)

La uniea posibilidad de compnension posesiva es ya la creacion

interior. Salinas va a insistir en crear su mundo, en inven-

tarse uno que s®. nuevo y:

No te cantera riacida, ni de piedra ni de hierro no trabajada por manos, hecha del,aiaa, columna miaj de fuego hecha, de laflumbre conocida por mi desde que he sentido lumbre de vida. (26)

Esta es la realidad del poeta, hecha del alma, suya.Obser- vemos como Salinas invierte la sin taxis usuh.1 en el verso"co- lumna mia" logrando una mayor apoyatura emocional en el po- 16 sesivo "mla”. Esta columna es el fruto de claridades, y es-

/ ta hecha de material que va cambiando de esencia:de "alma” ,

" de fuego”, de ,,lumbren» La imagen "columna de fuego” que se consume a si misma, se mantieneen todo el poema. La co- lumna-realidad Intima del poet^, es el fuego que se alimen- ta a si mismo y se consume al raismo tiempoj en este proceso de creacion-destruccion que se produce en la intimidad del poeta. Salinas continua con la misma imagen de lumbre-fuego a lo largo de todo el poema:

Pogosa es es$a columna: ni la cortara el aeero hi a ob^igada servidumbre •la hab^a de rendir el tiempo, Cada dxa lie doy forma cuando la alimento y echo en su seno lo que se da al peeho amado: vida y amor nuestro. (2 6 )

El amor, como la columna, se nutre y se destruye a si mis- * ■ mo, dentro de los limites propios que no son estrictos y du- * * * ros, como los del mundo tangible, sino elasticos, suecepti- bles de cambio. El poeta puede entonces "darles forma” y so- bre todo, proyectar su columna-amor haeia un mas alia que esta siempre en un lugar altisimo:

Y ella va subiendo siempre de ti§rra a cielo, sin mqs s^porte que este corazon mio. (2 6 )

Y sin embargo, la columna, como los pies y el tronco de la

/ idea, esta firmeaente enclavada en la tierra:

Columna £ogosa, pura * consuncion de mi albedrio, 17

siempre tendras que quemar ramas, tjponco vivo y luego estas raices que hundo en tierra, ' todo tuyo y todo mi6, que has'de acabart'- , fogosa, columna, conmigo mismo. (2 6)

Observemos como el poeta insiste en su afan de eleva- / / cion: el tronco humano, la columna y el arbol son las tres * imagenes que le hemos vis to usar en su sed ascenciona:l. Los tres objetos centrales tienen la base apoyada firmemente en el suelo y se jrerguen haeia lo alto. El arbol lo mismo que el hombre se nutre, y crece— asciende— haeia una fatal auto- * / destruccion. La columna no es un objeto comun de piedra, fi- ' " 4 ' ' 4 nita y muerta, es columna de fuego, de lurabre, de la espe- cie que crece y se nutre y se destruye irremediablemente, no ...... *' 4 ' ...... por la mano ajena, sino que se abrasa en su propio ardor:

Ni truncada por el hacha, hi m^'erto vestigio: uh dia , tu fuegofse apagara con el mio; en la dulzura,del alba el humo,se ira fundiendo y morira la ceniza en brazos del viento nuevo, (2 6 )

La columna, "pura consume ion de mi albedrio" se perdera hecha humo— en el viento "nuevo". La columna no morira, tan * * * solo se tornara en humo que se perdera en el aire blandanente, como lo indica el gerundio "fundiendo". Y si bien es cierto que la ceniza morira, sera ello en el viento "nuevo", es decir, naciendo nuevamente. El poeta se preocupa no sola- 18

mente por los limites que se presentan a su ansia de espacio,

sino que trata de abolir los fines por nuevos naciraientos, y

a veces con renacimientos. Bn poeraas sucesivos, Salinas tra­

ta de veneer esa finalidad temporal de la ceniza, que consi-

dera absurda, ya que esta contrastada por otro acto identico,

en sentido contrario: nacer. Salinas es entonces el poeta de

los comienzos, de los nacimientos, de las visperas, y muy

en especial, como veremos, de los estrenos, ya que la cosa

sin usar, lo reciennacido, puede ser poseido mas facil y

absolutamente» ya que el mundo no se ha apropiado aun de su

joven existencia.

Ya en un poema de Presagios, Salinas revela la sinrazon

de los finales, al decirle a la amada:

Nunca fqiste primera ni yo ultimo. fiBn que final o para quq com^enzo?) Nunca el^primero yo ni ty la ultima. (££n que final o para que comienzo?) Los |os exactaiente a un tiempo mismo. Y asi todos los actos se abolieron. (27)

La inutilidad de los coiaienzos y finales esta rematada por

el verbo final:"abolieron”. Se quedan abolidos los actos, y

queda abolido con ellos el tiempo, porque como dice en otro

verso, todo acto esta previsto por otro identico (el de el

y el de ella) y el final esta derrotado por un augurio de repeticiones.

Este augurio es una constante del siguiente poema, en el que Salinas reitera la idea de que quiza "llovera otra vez manana" y todo renacera, pues la lluvia estrenara todo nue- 19

vamente:

— £1.1 overa, otra vez manana? »»£Alma, tq me lo preguntas? Yo no lo se. (23)

A este categorico "no lo se” sigue la descripcion de la noche

estrellada y del campo llovido:

Brillango estan lag estrellas cono ninas b^en bananas cm el' gran n o del dia; ahora, limpias y gozosas saltan por,el campo azu3^6el cielo. El arbol tiene un verdor sin usar y es un chiquillo que lloraba por tener vestido nuevo y la,madre primavera se ^.o dio. La brisa es mas fresca; el alma siente que'pasa por ella algo nuevo, que es un cauce que estuvo seco y que vuelve a conducir su caudal. Y un gozo'nunca sentido, un verdor, unas estrellas. Y un rio que vuelve a andar son un augurio bien claro... (24)

Este es uno de los mundos *nuevos*, recienjnacidos despues de un aguacero vivificante. Y con estos versos, la contestacion a la pregunta inidial:”£Llovera otra vez manana?” . El reno- varse y la repeticion son buenos augurios,, son augurio "muy claro” de que la lluvia se repetira. Salinas trata de superar * el liraite temporal con la novedad, con el renacimiento, por

f * asi decirlo, de las cosas, con la repeticion y con el augu­ rio, ahito de promesa y de futuro. El titulo de su primer volumen de versos: Presagios es significativo; mientras haya 20

presagios, no habra final para Salinas; existira siempre la

esperanza de repeticion y eternidad. / / Entre los augurios que el poeta descubre inas alia de lo

visto esta el paisaje desnudo, sin dimension, perfecto:

La tierra yerma, sin arbol ni,montana, el cielo,seco, huerfano de nube o'pajaro; tar^uietos los dos, tan solos,' frente a frente tierray cielo, paralelismo de espejos, que ahora no hay lejos ni'cerca, alto o bajo, mucho o poco, en el universo. (34)

Mundo en bianco: este es el mundo reciennacido de Sali­

nas, que el puede ordenar y poseer.

/ / f Los paisajes invernales lo atraeran tambien, porque ahi

la naturaleza esta a la vista **en bianco", porque en ellos,

fodo se ha borrado, muy especialmente los limites, ya que

todo lindero se diluye en la blancura:

Iqvierno; mundo en bianco. Marmoles, nieves plumas, blancos llueven, erigen blancura, a bianco juegan. Ligensimas,' escurridizas, altas, las columnas sostienen techos de nubes blancas. Bancas de palomas dudosas entre blancos, arriba y abajo, vacilantes aplazan la suma de sus alas. (49)

Paisaje para ser estrenado; hasta las palomas estan inde-

cisas:"dudosas, vacilantes", de su rumbo, como esperando una voluntad del poeta. Este es el albor de la creacion. Frente 21 a este espectaculo, el autor se pregunta: 0 * iVencer, quien vencera? Los copos inician algaradas.' Sin £uido, choques, nieves, arminos encontrados. Pero el viento $esata deserciones, huidas. Y la'que vence 6s rosa, azul, sol, el alba: punta de acero, pluma contra lo ^lanco, en bianco, inicial, tu, palabra* (50)

El alba interviene con su pluma de color y pone su trazo sobre este mundo sin estrenar. El alba que es tiempo, y que es luz, vence, identifica a las cosas, como la palabra ini­ cial, como el balbuceo de la nina que nombrg, como "punta de acero", marca, delinea contomos, fija. Gbservemos como el poeta es el azorado espectador de esta conquista, y nombra a la vencedora segun se la ve apareciendo:"rosa^ azul, sol, el alba"* Cada nuevo nombre es mas determinado que el ante­ rior: primero el color, luego la naturaleza del fenoraeno que lo origina: sol, finalmente: el alba; el termino exac- to, cargado de temporalidad, medido y precisado por el ar- ticulo definido que lo precede,

A veces, el poeta encuentra algun elemento que, dentro del paisaje mismo, hace de punta de acero:

En el,paisaje tierno — aqui, quedarse-- el puente de hierro.

Cielo azul, v§rde tierra, el puente ique negro! Sobre colinas muelles voluntad en desmayo, amor en vacacxones, toda la vida en curvas.

£ero §1 marchar,'seguir, el, solo, ouente. recto. (63)

El paisaje es tierno, todo se funde en blancura; las muelles

colinas, el amor en vacaciones, la vida en curvas; pero el

puente limita el paisaje, recto entre las curvas y la moli-

cie de las colinas; negro entre el azul del cielo y la tie-

rra verde. Solamente el puante le da nocion de tiempo. Ob­

serve mos que no hay n in gup verbo conjugado en todo el poema,

tan solo infinitivos con fuerza casi imperativa, en la ori­

ginal construceion:"Pero el marchar, seguir”. La blandura

del paisaje, su quietud, esta intensificada por la ausencia

de construcciones verbales y por el comentario parentetico:

— aqui, quedarse— que contrasta con los dos ultimos versos: * "Pero el marchar, seguir...".

Mas de una vez Salinas se ha dejado llevar por la magia de la pantalla cinematografica, porque ella es, tambien, un mundo en bianco, lleno de posibilidades de estreno y creacion

El arco voltaico deja desparramarse su alma y lo entenebrece todo la luz, madre de tinieblas. Ha vuelto la tela blanca. Pero ya es otra; se hizo tela maravillosa. Ent^e hilo e hilo de su trama esta encercada toda cosa y guarda avara el mundo entero perdido. CTO)

Ese mundo, sin embargo, no estara totalmente perdido, sus 23 estrellas esperan:

que el destino astral las torne a acercar al mundo puro, la tela blanca. (70)

El poeta se refiere a este mundo yermo, en bianco, como al mundo npuroM . Yeremos que la "pureza" que busca Salihas no es exclusivamente negativa; por el contrario, en su mun­ do existen los mismos objetos que en el mundo concreto, pero renombrados o recreados por el, y "purificados" para su nue- fa funcion. Los cuerpos no tienen carne, los vacios se lie- / ' nan de ausencia, los silencios se oyen, Como observaremos en otro capitulo, en este mundo "ideentico" pero opuesto al real, la paradoja es la logica imperante.

Para llegar al mundo ideal, el poeta rechaza la imagen visible, la voz o los sonidos, y tendra que rechazar hasta el nombre, para quedarse solo con la idea de las cosasj a sa- biendas que la idea no aesfl la cosa, pero es lo mas puro:

Si no es el mar, si es su imagen, su estampa, vuelta, en el cielo,

si no es el mar, si es su voz delgadq, a traves del ancho mundo, en altavoz, por los aires.

Si no es el aar, si es su nombre en un idioma sin labios, sin pyeblo, , sin mas palabra que esta: mar*

Si no es el mar, si es su idea de fuego, insondable, limpia; y yo, 24

ardiendo, ahogandome en ella. (96) * El poeta comienza con una negacion: "Si no es el mar", y con-

tinua con la aclaracion:" si es su imagen", vale decir un re-

flejo: "su estampa, vuelta, en el cielo". Es esta una forma

mas pura, menos viva y circunstancial, del mar, pero es tarn-

/" #■* bien uno de los enganos visuales que siempre se le aparecen

/ / a S a l m a s . Y el poeta, que confia mas en el sonido que en lo visto, agrega:

Si no es el mar, si es su voz

Pero la voz puede ser tan traicionera como la imagen, si y * se trasmite por altavoz, por los aires, si se propaga para

todos. El poeta debe adentrarse mas en la esencia para pro- clamar:"Si no es el mar, si es su nombre". El nombre, como vieramos anteriormente, es una forma mas pura de posesion y y en especial en este caso, porque el nombre se murmura en un idioma *SLn" labios, "sin" pueblo, "sin" palabras. El nom­ bre, en una palabra, ha perdido casi todos los atributos de los sustantivos, es tan solo /una palabra vaga: mar, que vale no por lo que define sino por la idea que evoca, una idea profunda ("insondable") pura ("limpia") de fuego, como la coluana. Observamos la proyeccion del poeta desde lo tangible y verdaderamente enganoso: la iaagen, hacia lo par- cialmente verdadero: la palabra, y la profesion de fe final: la idea insondable. No la idea fria y aedida, definida y enmarcada, fuera del poetf, sino la idea pura y profunda en la cual el poeta puede sumergirse, perderse, nutrirse, y 25* naturalmente, cansumirse. Observemos que a medida que la des / confianza del poeta se desvanece, el mar se torna mas ideal,

menos concreto y por ello mas seguro, mas suyo. Aparecen en-

tonces los vocablos de carga negativa que anotaramos ante-

riormente. Notemos tambien que el poeta se considera a si

/ / mismo "dentro” de la idea, en tal forma que esta sera su

/ / mundo, no tan solo una parte del mismo. Tambien entrevemos

la relacion poeta-idea en ese ’’ahogandome en ella" final. El

/ / poeta ardera en la idea, como la columna, y se perdera en ella * al ahogarse, como el humo de la columna se fundia con el aire.

Salinas quiere apresar esta realidad ideal, pero una vez des- cubierta, quiere perderse en ella, enajenarse y compenetrar- se en el acto mas perfecto y final de la posesion.

Este perderse final esta prologado por una lucha contra lo que en engana, contra lo que huye y se disfraza.

A Salinas no le gustan las conquistas faciles, desconfia de tanto que en un verso de Fabula y Signo llama a la facilidad:Bmala novia”. En dicho poema se dirige a la amada y pregunta:

iPor que te entregas tan pronto? (Nostalgia de resistencias y de porfias robadas!) ' Lo que era noche es de dia ' bruscasente, cual si a Dios, autor de luz y tiniebkq se le olvidara el crepusculo de las dulces'reqdiclones. Cierro brazos, tu los |bres. Huyo. Y me esperas alii, en ese refugio mismo donde de ti me escondia. 26 JFacilidad, mqla novial JPero me queria tantoi (39) * CZ * Salinas, como Becquer , no quiere a la amada facil,

sino al imposible, a la amada huidiza, inalcanzable, hecha

de sue 'os y de esperas. Ese "tan pronto" es la queja mas sen- * tida del poeta cuya sola razon de existir es la espera, la * busqueda de lo inalcanzable. El poeta adjudica el apelativo

"novia" a la amada, porque ella se ha entregado. La posee, y

por es9 ya no es su ideal, su puro "tu". Veremos mas tarde

que la amada ideal es la no poseida, la que se olvida para

luego inventarla en la ausencia, La que se entrega es la no-

via, con la carga de limitaciones que la palagbra implica,

especialmente la carga social del nombre: novia es el nombre

conveneionalmente aceptable, amada es al nombre interior

* que solo el amante pronuncia y en la intimidad del coloquio

amoroso. En otro poema en el que describe la naranja, tambien

la llama "solucion facil" porque es visible y alcanzable:

ITan vlsiblo esta el secretoi I Tan alegre , colgando del airej Le ven todas las miradas y le sopesan los vientos; los chiquillois'le conocen * y gritan:"Mira, uri secreto, I Darnel o I Si parece una naranja”. (53 ) * 6 Alii cuelga el fruto , tentando a los ojos y a las manos con so "parecido": naranja. Pero eso que cuelga en el aire

tiene algo mas que no vemos: 27 Pero el secreto defiendo,- invisible ' ai/iarga alraendra, su manana, su secreto mayor, dentro. (S3) Observemos como lo de adentro, el secreto mayor, esta modifi-

cado por dos vocablos de carga negativa: "invisible" y "amar-

ga". Esa alraendra es el manana del fruto, el presagio de plan-

ta nueva, la certeza del no acabarse del fruto que se ve. Eso

es lo puro y eterno, lo que vemos, en cambio, son "disimulos*:

Lo que da son disimulos, ' redond§z, qolor, rebrillo, solucion facil, naranja, a la mirada y al viento. (53)

Forma (redondez), color, brillo, son soluciones para los sen-

tidos, pero no para el agan del poeta que busca "el manana”.

Este manana es promesa de futuro, presagio o esperanza de

eternidad. Al contemplar un cohete que atraviesa el aire,

exelama:

Deja $a de mirar la arquitectura que va trazando el fuegb de artificio en lqs cielos de agosto. Lleva el vicio en sd de toda humana criatura:

vicio de no durar. Qye solo dura por un instante el fulgido edificio para dejarnos ver el beneficio sagrado de una luz en noche osqura. Yen...Hay que ir ^ buscar lo mas durable. Esta noqhe de estio por ti enciende sqs innumeras luces en lo alto; callate bien y deja,que ella hable. Y del vano cohete solo aprende a ir preparando tu divino salto. (30)

No es vida eterna lo que pide el poeta: duracion es lo que quiere. Duracion, con lo que este vocablo implica de 28 continuar funcionando, no de seguir simplemente viviendo. Sa­

linas lo que quiere no es tanto eternidad, sino prolongacion

de vida en una cierta constante actitud. Luz que ilumine siem-

pre , en una palabra: luz que se repita a si misma con lige-

risimas variantes. Si Salinas tiene un concepto de eternidad,

este se base en la repeticion, pero esta repeticion no es / / exactamente identica, porque cada acto esta animado de un es- f * * piritu unico, de modo que cada repeticion es un estreno.

As I de las trilladas frases de amor, dice Salinas en otro po-

ema:

Estas frases de amor que se repiten tanto no,son nunca las mismas. Identico sonido tienen todas, pero una vida anima a cada una, virgen y sola, si es que la percibes. Y no te canses nunca de rep§tir las pa^abras iguales: sentiraa la emocion que siente el alma al ver nacer a la estrella pyimera y al mirar que se copia, segun la noche avanza, en otras estrellitas , de distinto brillar y de alma unica. (42)

La unicidad de cada acto es lo que hace que las palabras igua­ les no sean nunca las mismas. Por eso podemos asistir a una / / repeticion con la misma emocion que a un estreno.

En otro poema describe Salinas el ciclo del trigo que en ocbubre yace semilla, promesa de un repetirse en espiga bajo la solana de ,Junio:

Octubre era noche. Los granos de trigo, apenas del surco, germinaban ya futuros trigales, 29 otros y los mismos. Brazo de sembrar estaba rendido. Y entonces la nube de lluvia callada en noche de octubre.

Junio moceaba. El pan era trigo, el gozo esperanza y el futuro tarde de estio garrido. Y entonces la nube negra, torva y lenta, nube de pedrisc9 en tarde de estio garrido. (21)

Eh octubre hay promesa de repeticion de otros trigales,

y la nube de lluvia en la tarde otonal, trae esperanza de

brote. En la estrofa siguiente el poeta nos da en el verso

inicial un pregusto de sazon:"Junio moceaba". Se adelanta

Salinas un paso mas y ve el futuro de la espiga:"El pan era

trigo" y del ansia :"el gozo esperanza/y el futuro tarde/de

/ estio garrido". Pero no nos olvidemos que el trigo aunque se repite, tiene, como el fuego de artificio, *0. vicio de

f * no durar", y alii esta la nube de granizo, amenazante sobre el trigo maduro, recordandonos que lo humano no dura. Sa­ linas encuentra la solucion a este problema en la ultima estrofa, en la cual vuelve a los vacfos, al infinito, al campo "huerfano" de vegetacion:

Anos abolidos sin junio ni octubre; y el tiempo infinito. (2 1 )

El tiempo ya ha sido eliminado: ni junio ni octubre, ni 30 comienzo lleno de presagios, ni madurez esperanzada. Prosigue

Salinas describiendo el campo y el cielo de este paisaje "pu-

ro”:

En la tarde ancha, una nube sola. En la tierra nada --ni temor ni espera— sembrado o creei^o. Y erj la nube— iman de ^ntimos qceros-- vacios esplendidos de arreboly oro en la nube, nada ni agua ni pedrisco. (2 1 ) El poeta no solo ha traspuesto los limites del tiempo, sino los del espacio: la tarde es "ancha", la nube esta he- cha de vacios esplendidos. La tierra esta tambien cubierta de nada (ni sembrado ni crecido) y en la nube ya no hay ame- naza:"ni agua ni pedrisco®. La unica salvacion de este repe-

tirse, la unica duracion segura, existe en el paisaje ideal,

/ / puro, s m tiempo, en ese paisaje "mas alia" hacia donde mi-

p ra el poeta. Encontramos en esta ultima estrofa una ©cumula- cion de vocablos de significado negafivo — quecomo ya ano- taramos en el capitulo I son lo positivo para Salinas--sola. * ^ - - P p nada, ni, vacios y una sensacipn de que el paisaje es algo

# p etereo, suspendido como la nube, y como ella llena de vacios.

Agudizan este efecto, los adjetivos con que el poeta modifi- ca los terminos espaciales y temporales:"anos abolidos* y tar­ de ancha"; "nube vacia" y "tierra yerma".

La vaguedad de los U n d e r os se evidencia en los distin- tos caminos que sigue el poeta, y muy en especial en los caminos que emprende en pos de la amada a quien dice:

El alma tenias tan clara y abierta, que yo nunca pude entra^me en tu alma. Busque los atajos angostos, l^s pasos laltos y dificiles... A tu alma se iba por casinos anchos. Prepare alta escala — sonqba altos muros guardandote el alma— Pero el dtoa tuya estaba sin guarda de tapia^ ni cerca. Te busque la puerta estrecha de^ alma, pero no tenia de franca que era, entra^as tu alma. &En donde empe^aba? Ikeababq, en donde ? He quede por siempre sentado en las vagas lindes de tu alma.. (24) * / , A ella, la amada, se va por sendas anchas,franquean

do puertas abiertas de par en par. Y el alma es igualmente

ancha y franca, sin linde preciso. Y en esas vaguedades se que

da apoyado el poeta, ya no listo para el salto ni en tension hacia arriba, sino "sentado” y "por siempre".

Este sorpresivo sentarse del poeta que definieramos en

constante actitud de salto, no es mas que una faz de ese

deseo de eternidad, de durafexlidad del que hablaramos ante- riormente, y solo sobreviene una vez que se encuentra trasla- dado a su "mas alia". Esta, por otra parte, intimamente liga- do al deseo de repetirse: eternidad por repeticion con varia- ciones, por suspenderse en linderos, en orillas; que trata 32

tie trasponer, pero que son un presagio de vastedad, de Hraas

alia" y de futuro. Este deseo de inmobiXidad, que es la otra

0 faz de la actitud en tension y que parece contradecirla no

es mas que la dxpresion consciente del deseo da verdad per­

durable. El poeta, cazador de esencias, siempre listo para

el salto, quiere asegurar su presa, perderse en ella, tener

/ * la certeza de que no se le escapara mas. Sin embargo, la contemplacion del mundo real, los desenganos y las dudas que experimenta en su busqueda, y el aspeeto cambiante del universo, le indican el pasar de las cosas y del hombre. Por eso dice con nostalgia:

He quedaria On to do lo que estoy, donde estoy, Quieto eA el agua quieta; de plemo, hundido,‘sordo en el amor sin sol. (102) y • * ...... ' ' ' " El poeta, que habiamos visto fascinado ante el agua por su e tern c cambio y vuelta al ser primero, la pide quieta. 0 0 fj Mas aun la quiere quieta para hundirse "a plomon; Salinas a veces quiere nadar en lo profundo de las agttas, pero este de- * / # seo es una faz de su mobilidad, nadar, sumergido, es como vo­ lar por el medio liquido; ya hemos visto, que por otra parte, mar y cielo son elementos intercambiables, aagnificos espe- jos macrocosaiccss sobre los cuales se refleja la realidad tan­ gible. No nos sorprende entonces, que quiera volar, suspen­ ders e en el aire, o nadar sumergido en otro de los mas esen- ciales eleaentcs. Ho se trata sin embargo en el poema que transcribiaos, de un buceo en busca de la esencia, el quiere 33

+ * , "perderse” en el auga, inmoviles el y ella, s m siquiera ruido,"sordo" como quien se esfuma lentamente en las profun- didades de un infinito. Sin embargo, notemos la nota temporal que marca el verbo "estar" en el verso:

He quedaria en todo lo que estoy...

El poeta intensifica aun mas la imposibilidad de hacer perma- nente un "estar" al colocarlo contra la duda del condicional

"me gustaria". # / / El ultimo verso:Men el amor sin solw esta tambien carga- do de inevitable temporalidad, pero de tipo negativo. El amor sin sol no es solo amor "sin” claridad®, es amor pri- vado, deliberadamente, de tiempo (pero no fuera del mismo).

Lo artificial de tal amor esta implicito en la construccion misma, en el uso de ese "sin" que presupone un natural "con".

Si Salinas quiere ahora quedarse en el amor sin sol, es por­ que precisamente el amor viene siempre con sol-tiempo. Esta idea esta reiterada en los siguientes versos: * * IQue afan de repetirse en esto que esta siendo!

Agua quieta. amor sin sol, todo eso haria posible la repe-

, / # * ticion, la duracion en actitud de "siendo", no de fue. El po­ eta vuelve a su idea de volver a ser lo que se ha sido; para asegurar un manana; para escapar el destino de un final-li- mite:

IQue afan de que manana sea , nada mas que llenar otra vez al tenderte ese hueco que deja hoy exacto en la arena tu cuerpol (102)

Veremos como Salinas llegara al extremo de contentarse con

el hueco, con vacios espleendidos, porque el cuerpo jamas

puede llenar un hueco "exacto", por su naturaleza cambiante.

/ f Pero aun no desespera: en Fabula y Signo le queda todavia el afan , la esperanza que el cuerpo vuelva a llenar el vacio y continue "estando":

Hi futuro, ni nuevo el horizonte. Esto • apretado y estrecho, tela, carne y el mar. Hada promete el mundo: lo da, lo tengo ya. (102)

El manana quieto, ha dejado de ser futuro, pues no de- fiende su secreto, como la naranja defiende la almendra,

"ni futuro, ni nuevo el horizonte". Todo esta fijo, tan com­ plete, tan terminado, que puede poseerse todo en este instan- te ("lo tengo ya"). Salinas aumenta la seneaeion de limita-

/ cion que ya ha creado al circunscribir el tiempo y el espacio

(horizonte y futuro) al prolongar con los adjetivos:"apreta- do" y "estrecho" la escueta descripcion:"tela, carne y el mar" / f Hotemos como tela y carne van inedintificados, diriamos casi en forma monolitica, mientras que "mar" va precedido de ar-

/ ticulo definido, produciendo un efecto visual: tela y carne circunscriptos, limitados, por el mar. Dentro de este cuadro, no falta nada; por eso: 35 Nada promete el mundo: lo da, lo tengo ya. (102) Posesion al fin (no dridemos que esta es una situacion poten-

cial, no real) y descanso:

Nunca me ire de ti po-" el viento, en las'velas, por el almA, cantando, ni por los treneg, no. Si me marcho sera que estoy ' viviendo contra mi. (101)

Yarios anos antes, ya en Presagios, Salinas expresaba su de­ seo de alcanzar el secreto permanente: * Lagrima, no te quiqro, eresde agua. Como el rio al mar, la fuente a la sed,' la charca a la nube, tarde,o'temprano te marchas. Alegria, / alegria calida y aurea, no te quiero, eres de sol. Y hasta el calendario cueiita que por las tqrdes te llevas a otro--6a que otrg? — 1 o qud me dabas po** la manana. Libro. Ng te quiero. Depapel carcel frustyada, ya sabes que se te ira el prisionero. Agua que nunca huye, ' Soles que no se ponen, libros que no traiciogan:' , * quietud, tinieblg' inipovil, tu,silencio. Y,lo de fuera, si, se generoso, afuera. Mas lo de adentro— dulce secreto eterno— adentro. (44)

Este poema temprano, esboza claramente el deseo de apre- sar y fijar la esencia, que tan melancolicamente trasluce el poema de Fabula y Signo. Sin embargo, en el poema posterior, 36

hay una mayor insistencia sobre la negatividacl de los limi-

tes, sobre la isposabilidad de alcanzar este estado ideal, de

inmobilidad, en este raundo colmado, que si bien no promete

nada, no satisface el ansia del poeta, como lo evidencia un

enfatico:

No, no me baqtan, no. ' Colso, tension extrema, suma de la belleza , et sunijo, ya no es mas. Y yo mas. (117)

El raundo ha agotado sus reservas en el limite de su ser: ya no da mas, y el poeta sabe que:

.. .se va a romper si yo le grito esto que ya le estoy gritando irreaisibleraente a golpes , , nTu, ya no mas; yo mas”. (117)

Salinas ha llegado a los fondos del mundo exterior; pero guarda celosamente lo de ’’adentro”, donde hay inacabables po- sibilidades de ”11133”.

No es solasente al mundo a quien el poeta pide mas; tam- * bien inter**oga a la amada: / * * * dPor que pregunto'donde estas si nq estoy qiego, si tu no estas ausente? Si te veo ir y venir a ti, a tu cuerpo alto que se termina en voz coso en humo la llama en el aire, impalpable.

Y te pregunto, si, , y te pregunto de que eres, 37 de quien; y abres Iqs brazos y me ensenas la alta iraagen d^ ti y me dices cue mia.

Y te pregunto, siempre. (126)

El poeta pregunta a la amada su paradero, porque, preci- sanente, la amada no esta ausente, y por eso no la v e 8. Nece- sita el vacio de su cuerpo sobre la arena, para verla, o la * huella de su mano. Pero ella esta presente en carne y hueso, con sus dos "tu”, por eso dice el poeta:

Si te veo ir y'venir a ti, a tu cuerpo alto... / / La amada va de un tu al otro tu que tiene cuerpo, y que por ser alto, se parece peligrosamente mucho a la columna, y que, coso esta, termina en voz, en el aire impalpable. Note- / / / mos como el cuerpo esta descripto solasente en tetfminos de * * * * sostea de voz, como si esta fuese su funcion mas especifica, * y que la descripcion es singularmente similar a la de la co­ lumn a de fuego de Presagios. Igual que en el poema temprano, lo que aqui preocupa al poeta es: de que eres (columna de ai' I * . re, de fuego, etc) y de quien eres (columna mia), La esencia * * - ' de la amada, no la existencia, le preocupan, y su posesion.

A su pregunta, ella contesta que es suya, pero le muestra tan solo "la alta imagen" de si misma, no el verdadero wtu" que el poeta quiere; por eso, como anteriormente al mundo, el poeta sigue pidiendo, preguntando, ya que las respuestas 38 son simulaciones, como lo que ve. Salinas dejara de pregun- tar cuando comience a preguntarse, seguro de que la contes- ' * / a tacion solo podra venir— como la realidad pura--de adentro CAPITULO III * "Porque has vuelto los misterios del reves”

En el capitulo anterior habiamos tratado de explicar co­ mo Salinas tiend° a la posesion de la esencia de las cosas, transforraando este deseo en una constar.ie de su mundo poeti- co. Este mundo que Salinas busca, no es perfecto, sino puro.

No esta tampoco completo; el poeta-creador lo ordena, lo ter- mina, no a semejanza del mundo tangible, sino para satisfa- cer su necesidad de duracion, de permanencia y de posesion total.

Salinas rechaza la actitud de mero espectador que la reali­ dad tangible le impone. Para el contemplar es como:

Abrir los ojos. Y ver sin falta hi sobra, a,cOlmo en la luz clara d61 dia, perfecto el mundo, comjieto. Secretas medidaS rigen gracias Sueltas, abandonos fing^dos, la nube aquella, el pajaro'volador, la £uentej el tiemblq del chopo, Esta bien, mayo, sazon. (51) * Salmas describe ironicamente, un mundo perfecto y com- pletox en el cual se trata de ordenar ngurosamente entes de naturaleza mudable: gracias sueltas, abandonos fingidos,' el pajaro volador, el tiemblo del chopo, Este mundo esta en , desconoce la naturaleza de las cosas que lo inte- gran, trata de imponer leyes estrictisimas a lo vagoroso. La mente no tiene funcion alguna que cumplir en un mundo que a- si se rige, Y Salinas, creador, y ordenador de mundo,se queja 40

Tqdo en el fiel. Peroyo... Tu, de sqbra. A rairar, y nada mas que a mirar la belleza rematada que ya no te necesita. (51)

La solucion esta en el "mas alia", en ese mundo por estre- nar del cual se puede hacer dueno con solo:

Cerrar los'ojos. Y ver incomp^eto, temblorqsq de sera o de'no sera, masas torpes, pianos sordos— sin luz, sin gracia; sin orden un mundo sin aca^ar, nec§sitado,'llamandome a rai o a ti, o a cualquiera que pongq lo que le fqlta, que le de la perfeccion. En aquella tarde clara, ' en aqyel mundo sin tacha, escogi: ^ el otro.‘ Cerre los ojos. (51)

El mundo incomplete es aquel sobre el cual no se han cerrado los limites de lo perfecto. Este mundo donde reina lo negativo, donde los wsin” suman en vez de restar, es el uni&o realmente positivo para Salinas. En el, la paradoja es * la logica imperante, cosa que no nos sorprende, ya que el po­ eta nos ha acostombrado a ella al definir el mundo concreto: los ojos no ven lo real--nos ha dicho— las manos de ciego van a lo cierto. Yeamos nuevamente, como Salinas nos lleva de la paradoja del mundo concreto, donde todo es recto y medido y por ende falso; a la paradoja del mundo ideal, donde todo es temblor, vaguedad, y por lo tanto valedero. Sa­ linas responde entonces, al llamado de este mundo que le re- ' * • \ sulta mas familiar que el circundante ("llamandome a mi"). * En el poema nLos equivocos" de Seguro Azar, Salinas in- tensifica su vision de que mundo perfecto y completo, es mundo cenido, si no muerto, atascado; sin posibilidades de repeti- * cion ni de cambio:

La tarde„en sazon fija a un otono que escapa tumultos apacigua. (58)

El vocablo,,sazonn, tan cargado de temporalidad, esta restrin- gido por el adjetivo "fija”. El otono esta en movimiento sin embargo, pues "se escapa” , pero las inquietudes otonales son adorraecidas por esa tarde detenida. Notemos;: que la misma sin- / / taxis es en si un aparente equivoco que obliga a releer los tres versos antes de poder dicernir quien es el agente fi- jador. Hay afan de cambio en el aire, pero demasiado limite< alrededor. Hasta el bianco de la nieve, promesa de creacion, se ve lejano marcando fines, horizontes:

Primeras nieves: bianco... Horizontes: aquello... (58) ipor que liaita esta blancura lejana?. Salinas inmediatamente lo pone en claro en los versos:

Dista^cia vista es le ja m a medida. Hi mar ni cielo enganan: embusteros los dos. (58)

Salinas, que antes denunciara al mundo concreto como a un en- gano, como a una imagen falsa, intensifica su posicion con la palabra "embustero". Hay en ella intencion deliberada hacia el engano, vocacion de raentira. A este embuste, sigue la descripcion de lo cierto, de lo verdadero:

Lo cierto en el colympio vuelos de seda ensena. (58) * Fe en el columpio, en lo que esta suspendido y se mece. Ve- remos que Salinas tiene predileccion por los movimientos constantes, sin punto de partida ni arribo, tales como el flotar, el nadar, el mecerse, el volar sin rumbo. El colum­ pio inspira confianza con su vuelo etereo (de seda), mientras

El mundq es infinito profusion de mentira, De verdad , recta y,curva no mas. Geomqtria, nieve, ingravidas queridas. (58) * En el mundo real, lo unico verdadero parecen ser la ree- ta y la curva (antiteticas ambas) que le permiten al poeta tenderse hacia lo alto y saltar por "detras de todo". Recta / / y curva seran las guias de sus ambiciones, carrera y salto los movimientos que lo llevaran "mas alia y adentro", a ese mundo de nieve que espera la palabra del poeta para ser, a ese mundo en el cual la geometrxa no existe, porque todo es ingravido, invisible y por ende sin distancias limitadoras.

La contemplacion de un paisaje— real pero desconocido, o de su paisaje interior--le hace sentirse frente a algo mistaioso, frente a un secreto que tiene claridades. Este paisaje, como la amada en La voz a ti debida, vuelve "los 43 misterios del reves". El poeta lo contempla azorado, como a

un enigma que primero intuye, y luego afirma: es "muy claro":

Estos dulces vocablos con que me estas hablando no los entie^do, paisaje, no son los mio§. Te d^riges'a mi con apboledas suavisimas, con una ria mansa y clara y con trinos de ave. (28)

EL paisaje misterioso se le presenta, como siempre, en * terainos indef imdos, y por ende, rotundamente positivos para el poeta. Los vocablos “suavisima, mansa y clara" in-

tensifican la impresion de lo vagoroso; quiza hasta podriamos aventurarnos a identificar la descripcion con un paisaje vasco concrete^-, pero huraedo, umbrio, BsuavisimQrt; de contornos

indecisos, brumosos. El poeta tiene presente el otro paisaje. * concreto quiza, luminoso, seco e irremediablemente definido,

que recuerda la llanura castellana:

Y yo aprendi otra cosa: la encina dura y seca en una tierra pobpe, sin agua, y a lo lejos, como dechado, el aguila, y como negra realidad, el negro cuervo. (28)

En este paisaje duro, hecho y medido por la luz inexora­

ble, es donde el poeta ha estado, es lo conocido. Pero lo

sabido y limitado no le satisface, y se vuelve a la tierra va-

gorosa e ignorada para decirle:

Pero es tan dulce el son de ese tu po aprendi do lenguaje, que p^eseinte el alma en el la escala por donde bajaranlos secretos divinos. Y ansioso y torpe, a tu Yera me quedo esperando qye'tu me ensenes ,el lenguaje que no es raio, con unas incognitas palabras 44 sin sentido. Y que me lleves a la claridad de lo incognoscible, paisaje dulce, por vocablos desconocidos. (28)

Salinas nos ha traspuesto ya al reino de las claras incogni­

tas adonde ha llegado llevado por el tono de las palabras que aun no comprende, palabras que no tienen sentido porque des- criben actos nuevos, sin estrenar. Sstos vocablos tomaran el sentido que el creador les indique. Sn un poema de La voz a<

ti debida3 describe la actitud vacilante de los vocablos, que esperan la orden de la amada, la gran creadora de mundo, para comenzar a ejecutar acciones:

Los verbos, indecisos, te miraban los ojos coipo los perros fieles, tremulo's. Tu mandato iba a inarcarles ya sus rumbos, sus acetones, iSubir? §e estremecia su eqergia ignorante. iSeria ir hacia arrib^ MsuI?ir,,?6E ir hacia donde seria "descender"?, Con mensajes a antipodas, a luceros, tu orden iga a darles conciencia subita de su ser, de volar o arrastrarse. (146)

En este mundo donde todo adquiere significado nuevo y o- puesto del que tiene en el mundo concreto, los vocablos os- curos esclarecen, los negativos dan. Las relaciones han sido invertidas. El poeta mismo dice en otro poema de La voz a ti debida:

La fisica, asustada, tiene miedo... (147) 45 En el coloquio amoroso tambien se han alterado las fun- ciones reales. Los amantes se juran obediencia, si, pero de veleta, inseparables para siempre despues del adios. Esta po- sicion es la que hara posible la exclamacion:

IQue paseo de noche con tu augencia a mi ladoJ He acompana el sentir que no vienes conmigo. (173)

f * En este reino de antipodas los vacios llenan, las ausen- cias son compania y la fidelidad maxima consiste en la sepa- racion, que permite, naturaknente, la recreacion del amor en 4 - el recuerdow . Salinas puede decir a la amada:

La obediencia quq esta noche me susurras al oido obediencia es de veleta. iEstar quedo?.£Cambiar mucho? Eso sera como quieran , los aires que muevas tu para jugar con la ausencia. Ho te quejes de mis vueltas y de no encontrarme nunca cara a cara: el huirte es obedienciq. Y si mi alma no se esta nunca quieta, no la llames volandera: Fidelidad te he jyrado — yo de hierro, tu de aire-- de veleta. (37)

La fidelidad esta en la huida, ya que la ausencia de la amada es lo unico positivo. La solidez esta en la fidelidad del aire que cambia impulsado por su propio ; no en el hierro que da vueltas obediente al impulso de otro el erne n to. 46 No es solamente el vacio concreto lo que crea la ausencia, sino la falta de lo puro, de la esencia. Por eso puede decir el poeta a la amada que contempt*:

No estas jsa aqui. Lo que'veo w de ti, cuerpo, es §ombra, engano. El alma,tuya s§ fue^ dqnde tu te iras manana. Aim ' esta tarde me ofrece falsos rehenes, sonrisas vagas, ademanes l§ntos, uh amor ya dist^aido. Pero tu,intencion d§ ir te llevo don^e querias, , lejo§ de aqui, donde estas dici^ndome: "Aqui egtoy contigo, mira" Y me senalas la ausencia. (67)

Como vieramos anteriormente, el desdoblamiento de la amada permite el "amor distraido" y la compania en ausencia. Veamos como la amada ideal deja, sin embargo, "rehenes" que son va-

gos como ella misma. Hay una insistencia sobre esta substitu- t * cion voluntaria, sobre este afan de entretener al poeta con un "yo" falso, mientras el "tu" verdadero huye. Pero recor- demos que la huida es el unico camino verdadero hacia el en- cuentro con este "tu" que el poeta llama en otro verso"la di-

ficil":

En los extremos estas de ti, por,ellos te busco. Amarte:Ique ir y venir a ti misma de ti misma.’ (64)

La amada esta2aqui, como falso rehen, y alia, al otro lado

de todo. El amor se convierte en un viaje a antipodas:de lo 47 real a lo ideal. Por eso agrega el poeta:

Parq dar contig9 , cerca; Ique lejos habraque i^J Amor: distancias, vaiven sin parar. En medio del camino, nada. (64) / * En este "mundo al reves" comprendemos por que el estar lejos es acercarse, tener la ausencia al lado. La tension previa al salto de que hablaramos en el capitulo antaior, ha desaparecido para dar paso a un ir y venir: al vaiven, y muy especialmente, al vaiven "sin parar", El poeta ya no bus- ca caminos, conoce ilos dos puntos entre los que defce mover- se, ha encontrado la presencia y la ausencia y su afan se extiende entre estas dos antipodas sin cesar, pues, como bien nos dice:

En medio del camino, nada. (64) / * Observemos como a la tension sobreviene un suave movimiento > , , constante, como si el poeta, una vez hallado el "mas halla", el real "tu" que anorara, se resistiese a abandonar definiti- vamente las realidades que lo han entretenido, los reflejos que otrora se interpusieran en su camino.

En el mismo poema Salinas se vuelve a "la dificil amada" y le dice, en terminos ya familiares:

No, tu voz no, tu silencio.' Redondo, terso, sin quiebra, como aire, las preguntas apenas le rizan, como piedras, las preguntas en el fondo se las guarda. Superfic^e del silencio y yo mirandome en ella. 48

Nada, tu silencio, si. (64)

La voz sirve para expresar una realidad intima, subje-

tiva, y el poeta prefiere "verse” en el silencio de la amada,

inventarse, en una palabra, lo que ella diria. Sabe que las / 5 preguntas no alteraraan este estanque de paz , porque la

amada ha sido hecha

para la sed de los labios que nunca preguntan (16)

Notemos como Salinas utiliza la imagen del estanque

quieto, que tambien le sirve al referirse al espejo, pero las

cualidades de este lago de silencio no son solo las del a-

gua, sino las del aire. Nuevamente Salinas auna sus dos ele­ ment os preferidos*Aire y agua, arriba y abajo, hondo y alto

antipodas todas que marcan los extremos de su constante vai­ ven. Podrxamos decir que ahora su razon de existir es un ir

y venir del aire alqgua, de un reflejo al otro.

Pero no solo quiere el silencio de la amada, mas ade- lante dice en el mismo poema:

0 todo tu grito, si,' Afilado en el callar, acero, rayo, saeta, rasgador, desgarrador, Ique exactitud repentina rompiendo al mundo la entrana, y el fgndo delmundo ^nlba, donde e^'llega, fugac^simol Todo, si, tu grito, si.

Pero tu voz no la quiero. (64)

El grito, la otra antlpoda necesaria. No cualquier grito sino el repentino, el de estridencias desgarradoras que se 49 han intensificado en ese otro silencio terso e imperturbable, el reves del mutisrao "redondo” ("terso", "sin quiebra”, "hondo” ).

Noteraos la adjetivacion que acompana al grito, que es exacta- mente lo opuesto a la que hemos citado anteriormente: afila, do, rayo, saeta, rasgador, desgarrador, surcando el aire en

"el fondo del mundo arriba”. El grito tiene naturaleza aerea, vuela como el rayo, pero llega al "fondo” del mundo, como si fuera al fondo de un estanque, pero este fondo esta "arriba”.

El aire es como el agua, el agua tiene naturaleza de aire, el mundo es ”una bola confusa" en la cual una vez transpues- tas las fronteras de la realidad tangible, el poeta ha visto

"los raisterios del reves” .

Silencio eterno y grito fagaz es lo que quiere el poeta, pero observemos el ultimo verso:

Pero tu voz no la quiero. (64)

La voz, como dijeramos, es lo conocido, lo social, es sino- v * e nimo de palabra, de convencion. Prente a ella, el silencio o el grito son formas de expresion mucho mas puras, mas am- biguas, pero al mismo tiempo mas exactas que las palabras, puesto que obedecen a un intimo impulso que sobrepasa el verbo. No son expresiones identicas, sin embargo. El silen­ cio, como lo dice el poeta, es superficie,lisa e inexpugna­ ble a las palabras; el grito, en cambio es punta de lanza.

Pero notemos que Salinas no quiere el grito espontaneo, la reaccion instintiva del ser bajo presion externa, sino el 50 grito "afilado en el callar”. Ambas reacciones se debe- ran exclusivamente a presiones internas, y seran parte de esa interioridad tan celosamente guardada, de la amada. Por / 4 eso cobra tanto sentido, despues de la pausa final de la ul­ tima estrofa, el verso:

Pero tu voz no la quiero. f En otro poema bien titulado ”Pe mxa", Salinas expresa su confianza exclusiva en lo dudoso, en lo negativo, en el qui- * za:

No me f£o de la rosa de papel, tantas veces que la hice yo con yis manos. Ni me fxo de la otra rosa verdadera, „ hija del sol y sazon, la prometida del viento; De ti que nunca te hice, de ti que ^unca te hicieron, de ti me fxo, redondo seguro azar. (fi7)

Como Becquer, Salinas se fxa de lo inseguro. Prente a la certeza, prefiere la duda. Hos parece sin embargo, que mien- tras Becquer asienta su fe en un completo nihilismo— que es el unico £ 1 para el-- Salinas se apoya sobre el nquizan® De

* , alii su preferencia por las ambivalencias, por el vaiven, por la paradoja; su rechazo de los limites y de la disyuntiva.

En el mundo de Salinas, no es que reine lo imposible, sino que todo es posible, de ahx que una vez encontrada la esen- cia, no se desprenda de lo ccn:reto, 51

En el paisaje marino, contempiando desdo la pluya, el

✓ poeta describe la naturaleza sin tiempo, en terminos sirai-

lares a los de su paisaje interior. El mar y el cielo pare-

cen suspendidos, fuera del tiempo, escapados del mundo:

Plotante, sin asidero,' nadador fuera del agua, voluntario a la deriva, por las horss, por ej, aire, por el haz dela manana. Todo fugitivo, todo resbaladizo, se escapa de entre los dedos del mundo, la tierra, la arena... (88)

El paisaje es real, como dijeramos, pero se "escapa del mun- * * * do", y por eso en el tambieen reina la paradoja:"voluntario * a la deriva", "nadador fuera del agua". Observemos que siem- pre Salinas guarda celosamente su derecho de hombre concien-

te y pensante, la voluntad. Aun en los momentos en que desea

dejarse llevar como el paisaje, a la deriva, es por concien-

te eleccion. El azar mismo, en el cual pone su fe irrevoca-

ble, es "seguro", previamente escogido. Solo la supresion

— no la superaeion— del tiempo, puede hacer posible la nada.

Por eso, al mirar el paisaje que parece suspendido en el ai­ re y en las horas dice:

.. .sin tiempo, prifa y despacio ^o mismo, Ique de presa, que despacio juegan los lejos a cercas colgados del verdiazul .columpio de las distancias! (88)

El tiempo y el espacio se han suprimido por un instante.

(juegan); mar y cielo se confunden y todo queda suspendido, 52 de modo que por un instante, parece que:

la vida toda de dla, sin lastre, pura, flotando ni en agua ni en aire, en nada. (89)

Vida, pues, suspendida en la nada, y momentaneamente, pu - / / ra. Esta descripcion que Salinas titulo "Playan es la corres- pondiente concreta de las riberas de su alma; pero el poeta sabe bien que esto es tan solo una remota posibilidad, por eso recuerda que esa arena y esas nubes suspendidas son fugi- tivas del mundo, ”juegan” con las distancias y las horas.

En otro poema, Salinas nos da la paradoja de la "unidad

/ / f de dos", que se acentuara mas en su poesia amorosa. Comaenza el poeta por describir el lugar y el tiempo, divididos, como j * * el y la amada, en dos, pero siempre juntos:

Tarde afilada y seca corta como un cuchillo lUnidad de mi almaI

En un siempre se hinca: el tiempo, que yawera'un siempre, partido, ayer, manana. j Y aqublla sombra sola, unica, por la aren^, truncada en dos: tu y yo.

Secos rasgos, los yientos firman sentencias ultimas de §etiembre; des^inos, ' Aqui el tuyo, alii el mio.

Adiosgs, sin adios, ni panuglo. El acero del otono la vida nos parte en dos mitades. La vida toda entera,fdorada, redonda, alii colgando 53

en la r^raa de agosto doncie til la cogiste. (8 6 )

Notemos como en cada estrofa se produce un corte, una division, un fraccionamiento de unidad, de algo cuya naturaleza es sor entero, puesto que los vocablos "corta", "truncada", ’’parte". # / nos dan la impresion exacta de una deliberada escicion de ese todo originario. Sin embargo, en cada estrofa, la unidad se * mantiene, a pesar de la division operada. Frente a la tarde cortante como hoja de acero, se enfrenta la unidad del alma; frente al ayer y manana, prevalece ese "siempre"indivisible sobre el cual el tiempo debe hincarse en busca de solida per- manencia para su ayer y su manana; y los dos cuerpcB en la a- * rena, producen una sola sombra, Asi los destines de los a- mantes parten en direcciones opuestas, sera la union: tu y ■ j .... yo. Por eso, aunque el otono corte en dos el fruto de agosto las dos mitades, los dos destinos, el y ella, no estaran se-

/ f parados, seran, como lo indica el titulo del poema:"Los Des- pedidos” .

Eta un poema posterior, cobran especial sentido los versos * que citaramos anteriormente, al decir el poeta a la amada de quien se despide:

Juntos ya siempre por la despedida, inseparables , al borde mismo— adios— del separarse. (122) La unica imagen valedera es la que se elige el poeta, los ademanes que ha visto y que quiere recordar, o los que se in- 54 vente. El recuerdo, arbitrario, no permitira a la amada le- jana una vida independiente, ella vivira en el poeta, y solo el puede darle algun futuro que se proyecte mas alia de su / / # separacion. Es por eso que el "tu" se convierte en "mia". As titula Salinas un poema: (Tu, mia") en el cual se dirije a la amada diciendole: * Estate tu donde quieras, sigue, si quieres, creciendo. Yo ya te tengo., Aungue hables dias y noches, nada dices ya; , tu palabra ultima fye aquella que yO te oi.

Qui§ta estas, clavadq en el sitio donde yte deje de yer. No daras un paso mas. Nuneaeumpliras mas anos.

El tiempo , siempre te estara aguardando en,el minuto siguiente a,este en que te tengo yo. Tu eres ya una fecha sola.

Y cuando te canses ya de vivirte en los espejos, ' en las sombras, en los ojos, de verte tan parecida / a ti, que quieras ser tu, vqlveraa aqui,a la cima mas alta de ti, al momento tan perfecto, tan sin par, imposible en lo mejo^; que quise

Ya se te habiq acaba^o t — te tengo asi— el mas alia. (115) 55

La amada no tiene realidad fuera de la realidad que el ^ / poeta le da. Pero notemos que Salinas aun recuerda la ultima palabra, el lugar donde se separaron y a partir de ese adios comienza el "mas alia” que ya no consiste en un salto hacia arriba y hacia lo alto, sino en un desandar lo andado, en ir hacia atras, pero a partir del recuerdo ( del adios).

El poeta ha tratado de proiongar, de eternizar la posesion por medio de Xa repeticion, de lo fxjo. £Que hara entonces con ese bagaje de recuerdos?. Tratara de olvidarlos, libre al fin en su acto de creacion, y nuevamente de tan visto, de tan repetido, se hara eterno, cotidiano...olvido:

Yerlo tanto, que esto que me queda ahora clavado e ,inolvidable como el mas alto captar, , esto^que nunca sq olvidara en mi, p^rque fue del tiempo, de tan raio, de tan visto, de tan deScifrado, fuera eternidad, lo olvidado. (56)

No olvidara solamente los recuerdos, sino la amada misma, Por- que para poder salvarla, se la tiene que olvidar y convertir- la en nuevo proyecto, hacerla nacer de nuevo:

Si ya te acaban ahora, es que te salvas de nuevo, es otra/vez que te escapas, intencion, ansia, proyecto.

Aqui a los pies de lo hecho, tan solemne y tan seguro, # ya no sirves; olvidada estas, salvada? virgen impetu pr>mero de todo y nunca de nada. (127)

De tan temiinada, de puro sabida, la olvidan; y

de demasiado segura se convierte en "seguro azar", en pr^me­

sa de manana. Por eso, al contemplarla en su perfecto acaba-

P do, el poeta puede expresarse paradojicamente con un:

viv^ras, ique ^ejos de lo acabadol, tan solo de estar queriendo vivir, diciendo siempre que no a las formas y a los tiempos. (127)

La salvacion de lo terminado esta en el querer vivir mas, de- safiando los ljEmites del tiempo y del espacio:fllas formas" y

"los tiempos*.

En este capitulo heraos querido explicar brevemente la ra-

P p zon fundamental de la paradoja de Salinas, la logica que ^o-

P bierna su mundo wal reves". La mayor parte de los ejemplos de estos "misterios del reves* los encontramos en la poesia / , # amorosaj pero como dedicaremos un capitulo al tema del amor

P P en Salmas, hemos incluido en el presente, solo algunos poe-

/ mas que anticipan su poetica amorosa, solamente dos de La voz a ti debida. En el capitulo dedicado al tema del amor, tra- taremos mas detalladamente como aparece en el, esta constante de la poesia de Salinas. CAPITULO IV

"Ho se ve ya de tan claro"

En el universo poetico de Salinas, "mundo al reves", la

luz sirve, generalmente, para intensificar el engano visual.

Al igual que el tiempo y las distancias, la luz nos da figU“ raciones de lo que anhelamos. Por otra parte, el mundo con luz esta acabado, no ofrece posibilidades de creacion dentro

de sus Ixmitesf fijos. Recordemos el poema que citaramos * al * comienzo del capitulo anterior:

Abrir los ojos. Y ver sin falta ni sobra, a fcolmo en la luz clara del dia, perfecto el mundo, completo. (52)

A este mundo, el poeta contrapone un universo de masas torpes y de "pianos sordos”. En este mundo sin luz ni gracia, reinan V ' ...... las sombras, no las formas, y a ellas podra darles el poeta

# / los limites que su imaginacion desee. Pero para que se den las sombras, hace falta si no luz, un poco de claridad, y es­ ta es la que ansia el poeta. Ya en Presagios al preguntar an- siosamente a la amada huidiza sobre su esencia, esta le con- testa:

beso te doy, pero no claridades. Que comp^siones nocturaas te hasten y,lo demas a las sombras dejaselo... (16)

El poeta va a acosar estas sombras, en busca de la "claridad de lo incognoscible*. Veaos entonces que la claridad tiene 57 58 un doble valor para el poeta: es claridad intelectual, que torna los misterios en faciles soluciones, y es claridad ca- si fisica que permite ver sombras, que ayuda a la mano de cie- go a desenvolverse con soltura. Que precede, en suma a la re- * creacion del mundo.

A veces, el poeta se deja llevar de una ambicion de luz

* f como en el poema de Presagios que citaramos en el capitulo primero. Al dirigirse a la mano de ciego que palpa las reali­ dades concretas y las abandona luego, una vez convencida de su tangibilidad, el poeta comenta:

buen fruto para yna mano ' de ciego, ambicion de luz, eterna ambicion de asir lo inasidero. (17)

Pero la futilidad de tales esfuerzos es tevidente en los versos que siguen:

Cuando sO cansa de inutiles devaneos, tristemente, se va en busca de su hermana y se entrecruzan las manos del ciego. <17> La sombra, al contrario de la luz que produce cuerpo, es la esencia del ser, "alma sin cuerpo” y por lo tanto pura:

Tu presencia y tu ausencia sombra son una de otra,' sombras me dan y quitan, (IY mis brazos abiertosi) Pero tu cuerpo nunca,' pero tus labios nunca, felicidad, alma sin cuerpo, sombra t>ura. (18)

La presencia y la ausencia son ambas sombras, y por lo 59 * tanto, cuentan en la experiencia poetica, al contrario del cuerpo y de los labios; pero notemos ese "IY mis brazos a- biertosl" en el cual se evidencia una fuerte nostalgia de 4 4 otra sombra, unica y pura, independiente de la presencia y la ausencia, es decir del cuerpo, sombra si, pero de nada.

No es solamente la esencia del ser lo que la sombra.repre- senta, sino tambien su smtesis. De forma mudable, de natura­ leza maleable, susceptible de cambio al menor cambio de luz, es parte sin embargo, de su yo fisico. Dice el poeta al con- templar su propia sombra:

Estoy sentado sol en la puerta de casa sin otra c o m p a m a que la sombra de mi inismo tendida por el suelo. La criatura extrana que entre el so^ de septieabpe y yo crearaos sabe cosas de mi que yo no se. ' ' Me d§fiqe de modos muy distinto?, es mas agil que yo y en tanto lucho por dar con el secreto del aovimiento justo

para mi verbo, ella se expresa bien, se alarga, se hace tenue y vaga, como 1 § noche exige, o se precisa como verso de sarmol, si asi lo quiere el sol. Yo me veo bien c^aro: lo de fuera de mi, so^, o luna, y aquello que yo soy, haz y enves, la sombra 1 q junta y expresa. iPero de que me sirve? Si la miroen demands ansiosa de conciencia, es burlona, enflaquece risiblemente o hace de todo yo una bola grot§sca. Y pop eso la mato cada dia entrandorae en la ca§a, toda sombra sin sombras, asesino pueril y cain de burla. (35)

En la sombra se junto el "aqui" y el "mas alia", se da la forma definida y la cambiante. Ella tambien puede expre- sarse plasticamente con precision; es mas, sabe del poeta co- 60 * * * * sas que el ignora, es, en suma, el y mas que el. Verdadera creacion suya, no le pertenece; le niega conciencia, obedien te tan solo al sol.

Habiamos mencionado que mar y cielo son para Salinas cdos grandes embusteros espejos. Pero a veces el reflejo del es­ pejo tiene mas esencialidad— o por lo raenos menos cuerpo--y mas claridades que el objeto reflejodo. Dice asi Salinas en un poema temprano de Presagios;

ICuanto rato te he mirado sin mirarte a ti, en la imagen exacta e inaccesible qu§ te traiciona el espejo.’ "Besame", dices, Te beso, y mientr^s te beso,pienso en lo f n o que seran tus labios en el espejo. "Toda el'alma para ti", murmuras, per*9 en el pecho siento un vaqio que solo me lo llenara ese alma que no me das. El alma que se recata con disfraz de claridades en tu forma del espejo. (20)

El alma se niega a la entrega, se recata con claridades-- * + * notese la paradoja— en el frio espejo. Esta alaa es ya mas * cercana a la pura esencial tu que el poeta desea, / / El agua de un pozo puede tambien reflejar la verdad mas intima del que se asoma al brocal, especialmente la verdad sin estrenar, virgen y redonda, que el agua devuelve sin ma­ cula, entera y sin tocarla apenas. Puede asi el poeta decir en su augurio al Hijo que viene al mundo: 61

doblate sobre el brocal del pozo y grita fuerte tu verdad, la que no estaba acunada. Y del fondo de las aguas otra verdad te saldra y del hondo de las aguas otros ojo§ hermanos contestaran. (36)

Observemos que el reflejo es valido, en cuanto es mas puro, mas descarnado que la realidad concreta, y menos cambiante.

La imagen reflejada es preferible entonces, por sus cualida- des negativas, por ser una especie de presencia en ausencia del objeto real. La verdad reflejada es la uniea que conti- * * 0 . . * nua virgen atin despues de haberse materializado en verbo* Mas aun, su creador continua poseyendola exclusivamente, ya que * y el pozo se la devuelve intacta. El reflejo es, entonces, a- / * ceptable, precisamente porque es negative, o al menos agente ... pasivo, como en el caso del reflejo del pozo.

La amada puede convertirse en un reflejo del mundo, pue­ de ser pantalla sobre la que se proyecte la realidad concre­ ta: este reflejo Salinas lo rechaza sin titubeos. Yer en ella el mundo, es inadmisible; lo que anhela es ver a traves de ella el mundo, traspasandola, casi ignorandola, en ese gran acto de amor que es el olvido. Asi le dice en el poema "Amiga":

P^ra cristal te quiero, m t i d a y clara eres; Para sjrar al mundo,' a trave§ de ti, puro, ‘ de faollin o de belleza, como lo invent© d^a. Tu presencia ,aqui, si,' delante de mi, siempre; pero invisible siempre, sin verte y verdadera. Cristal,iEspejo, nuncaj (87) / Transparente presencia a traves de la cual se ve el mundo, no como ella lo invente, sino como el dia lo de. Este mundo cotidiano no tiene puntc de contacto con la amada cristalina / / Aquel es masa hecha, ella es elemento traslucido pero puro, solo-penetrable en su transparencia. Mundo y o amada no se compenetran, y persaanecen ajenos, sin siquiera reflejarse.

El poeta ha dado un paso mas en su intento de ssencializar a la amada. Mo es ya su reflejo en el espejo--la imagen de lo concreto--lo que busca, sino la transparencia perfecta de j * ese cuerpo, el minimo de presencia en el mundo concreto.

En el poema "Don de la materia", Salinas parece por un momento sucumbir al brillo de la llama, pero se entrega finalmente a la verdadera luz, a la de su confianza: el tacto. Dice asi:

Entre la tiniebla densa el mundo era negro: nadq Cuando de un brusco tiron --forma recta, curva forma— le^saca'a vivir la llama. Cx*i*§tal, r^ble, iluminados' Ique alegria^de ser tienen, en luz, en lineas, ser en brillo y veta vivientesI Cuando la llama se apaga fugitivas'realidades, ' esa forsa, aquel color, se escspanf iViven aqui o en la duda? Sube lenta una nostalgia 63

no de luna, no de amor, no de infill to. Nostalgia de uq jarron sobre la mesa. iEstan? Yo busco por donde estaban. Desbrozadora de sombras, tantea la mano. A oscuras vagas huellas gigue el ansia. De pronto, c 01119 una ^lama sube una alegria altisiraa de I 9 negro: luz del tacto. Llego al mundo de ^o cierto. Toca el crista; £riio, dura; toda,1 a madera, aspera. lEstanl La sorda vida perfecta sin color se meconfirme, segura, sin luz, la siento: realidad profunda, masa. (63)

Mundo virgen: oscuridad densa. La luz, como la voz de la amada, les da conciencia de su ser, pero de un ser gradual- mente limitado. A la luz de la llama notamos primero la mate- <» * ria: roble, cristal, pero el ser en la luz signiflca cuerpo delimitado: aparecer— la linea, la veta, el brillo--Las for­ mas fijas, irremediables, solamente podran liberarse cuando se apague la llama, en huidizas realidades, en duda. iEstan

# f / / aun alii o es solo la impresion— el reflejo--de ellas lo que conservamos en la mente?. "La mano de ciego" las ousca, apar- tando una a una las sombras que las envuelven, igual que la piel y la pulpa al carozo:"desbrozando". Por vagos y oscuros caminos, la mano llega a lo seguro, la masa. Masa sin luz, forma, ni color, es perfecta, realidad profunda y alegria al- tisima del buscador que tantea. * f * Podria aqui entreverse una aparente contradiccion entre

ely6 onstante deseo de Salinas de des-materializar la reali­

dad y este anhelo de masa que evidencia en el poeraa recient

mente analizado. Pero no hay tal. Salinas rechaza la materi

sus lindes, colores y brillos, pero anhela la masa, el magm

informe del que se puede crear el mundo. El objeto--nostdgi

de un jarron sobre la mesa-- no tiene valor, su esencia--el

material de que esta heeho--roble, cristal, es la que cuent

para encontrarla solo hace falta la oscuridad, como dice el

poetai^la luz del tacto”.

A veces Salinas llega a decirnos que la luz— etereo Luz

bel— ha creado las tinieblas:

El arco voltaico deja desparramarse su alma y lo ehtenebrece todo la luz, madre de tinieblas. Ha'vueltd la'tela blanca.

Pero ya es otra; se hizo tela raaravillosa. Ent^e hilo e hilo de su trama esta encerrada toda cosa y guarda avara el mundo entero perdido. (70)

El retorno a la luz significa el fin del mundo fcinornate

grafico y con el, la realidad representada— como en un espe

jo-~con un minimo de cuerpo. En ese sentido, significa un v

dadero retorno a las tinieblas, o mejor dicho, a la luz que

no dice nada. Pero tambieen la luz ha creado su antipoda, 1

tinieblas en donde el tiempo se ha convertido en una eterna f vispera. 65 t Pero a veces la oscuridad esta demasiado llena de dudas, y el poeta necesita la seguridad que le inspiran los objetos familiares:

iPronto, la luz, pronto, pronto! Un negror agazapado salta de los horizontes y me confunde la vida. Las seguridades dulces, distancias, perfiles, formas, de un revuelo se laq lleva. IColores; colores mios, amarillo, verde, rojo, arreljatados cautivos, en careel de nueve horasJ Aqqel paisaje $an firme icomq se rindio tan pronto? IResiste^e, varieaad ' amada, tu no le dejes, no #e dejes solo * en lo negro, raso, unoi

con una vuela a la H a v e , ' en visiones'de cien'metros, fragmentado, alegre, vivo, los faros r me devolvieron el mundo. (67)

Hos encontramos en la Route Rationale— que da titulo al poema— momentaneamente a oscuras. El grito:"!Pronto, la luz!" es motivado no tanto por las tinieblas mismas, sino por el miedo al error que se evidencia en el verso:"y me confunde la vida". El poeta ya ha visto el paisaje en f o m a y color, circundadd de negro y de pronto se encuentra con que la os­ curidad lo invade todo, lo allana todo en una uniformidad ininterrumpida. Ho hay aqui mano que tantee, solamente la maquina que en vez de tacto, tiene dos faros. Un ligero mo- * vimiento y la luz devolvera al hombre su seguridad:"visio- 66

nes de cien metros”.

Salinas, que proclamara jubilosamente la realidad profun­

da de la masa en la intimidad de un cueto, se nos revela so-

brecogido en la tiniebla del mundo "abierto” de la carretera.

Hay entre las dos actitudes un agente diferencial, esos "doce caballos” que no responden como la mano, y que aunque rnaravi- llen al poeta, no le inspiran coafianza, pues no se siente su amo. Este temor aparece a menudo en Salinas, especialmente en Seguro Azar (1929) libro cuya gestacion parece coincidir f con un periodo en que las solicitaciones del mundo exterior se le agudizan.*-

iPor que le es innecesaria— si no un estorbo— la luz al * poeta?. Porque el mira lo invisible:

La tarde me esta ofreciendo en la palma de su mano, hecha de enero y de niebla, vagos mundos desmedidos„ de esos que yo antes sonaba. (78)

Estos mundos sin lindes, suspendidos entre cielo y mar, son los que hasta ahora ha preferido el poeta. Pero ya ni ellos le satisfacen, sus ojos estan en un trasmundo que no se ve2.

Por eso continua:

Y cerraria los ojos para no verlo. Si no los cierro no es por lo que veo. Por un mundo sospechadq ' concreto y virgen detras, por lo que no puedo ver lievo los ojos abiertos. (78) 67

La paradoja de los dos ultimos versos, es la antipoda del verso "llano de ciego no es ciega" que aparece en Presagios.

Los ojos abiertos del poeta no ven lo concreto, por eso no necesita cerrarlos.

Asi como la mano de ciego ve unicamente las esencias y las busca, los ojos miran lo invisible, o siguen oteando ha- cia ese trasmundo presentido y cada vez mas "real" para el O * poeta^:MPor un mundo sospechado concreto y virgen detras". * Notemos como Salinas ha tratado de esfumar los lindes del paisaje concreto:"vagos mundos desmedidos", lo ha rechazado

j v / totalmente luego:"de esos que yo antes sonaba” y "cerraria los ojos para no verlo” ; pero termina aceptando solamente su trasmundo que aunque sospechado, ha sido intuido en termi- nos casi tan rigurosos como los del mundo concreto.

Pero al poeta aun trata a veces de buscar con los ojos, para llegar al mismo resultado: cerrarlos para encontrar. En el poema titulado”Busca, encuentro" expresa ese fracaso vi­ sual en los siguientes versos:

Llevo los ojos abiertos. No ti© veo, estas dentro de la niebla. Niebla: con el mar yomo la aclaro, con la mano no la empujo, con e l 'querer no la mato. Niebla. ' , La mirada, para qye ? y la voluntad, inutil. (82) 68 / * La situacion que describe aqui el poeta es similar a la ✓ del poema que analizaramos anteriormente. Ante los ojos, el / i paisaje vago, mas aun, la niebla impalpable— la niebla detras de la cual se esconde el mundo virgen, o lei amada ideal--Tacto y vista: inutil bagaje para traspasar lo etereo. Pero el poe-

ta halla pronto la solucion:

Llevo los ojos cerrados. Ho te veo, ya siento, ya %e'tengo.'Mia. Est^s, estoy, a tu lado: estas dentro de la niebla. (82) Con los ojos cerrados puede llegar al lado de la amada; pue- de sentxrse proximo a ella, aunque este en la niebla. Ya no es la mano a tientas la que vence distancias o tinieblas, sino el poder creador--o mejor diriamos acerdador— de la mente del poet,a una vez cerrados los ojos, vale decir, una vez que ha encontrado su camino en la niebla.

Como hemos tratado de explicar, Salinas mantiene una cons- tante desconfianza de la luz, y una predileccion por las sombras, la niebla, las tinieblas; y a veces, las claridades en medio de la oscuridad; verdadersa ••iluminaciones*1^, sene- ras que indican el camino hacia su trasmundo, Pero esta ac- titud Gambia casi fundamentalmente en El Contemplado, este largo poema con variaciones, que le inspirara la diaria con- / templacion del mar de Puerto Rico es un canto a la luz, al color azul, a las reverberaciones del agua en el sol tropi­ cal. Ho debemos arriesgarnos a pensar que Salinas invierte su 69 * posicion anterior de cazador de esencias. Hasta en la contem- ✓ placion del hecho concreto Salinas ve siempre la esencia: el azul, la constancia de las olas, la repeticion diaria de las fases. Pero el poeta conterapla con los ojos bien abiertos, a plena luz:

De mirarte tanto y tanto, del horizonte a la arena, despacio, del caracol al celaje, brillo a brillo, pasao a pasmo, te he dado nombreJ los,ojos te lo encontraron, mirandote, (297)

El nombrar, que es el absoluto poseer del poeta, es el resul- tado de mirar y rerairar en la luz. Y cuando esta desaparece el poeta suena que contempla otra vez a la luz del dia:

Poe las noches, sonando que te mir^ba, al afrpigo de los parpadcs maduro, sin yo saberlo, este nombre tan redqndo que hoy me descendio a los labios. (297)

Ojos abiertos para la contemplacion, sueno de lo contem- f plado, he ahi la nueva actitud de Salinas, que no excluye de ninguna manera las actitudes anteriores que ya hemos senalado, * puesto que en el mismo poema continaa diciendo de ese nombre que se ha creado:

Y lo dicen asombrado§. Si era fatal el llamartelol en silencio tan clq£o! Si tu has ^ido para mi, desde el dia que mis ojos te estrenaren, el contemplado, el cons tante C on tempi ado I (298) 70

Salinas mantiene sus constantes: mar virgen, por estrenar. mar que se repite, y con nombre, que ho ha sido atm pronuncia- * do. Hay aqui ecos de los poemas primerizos que hemos analiza- do en capxtulos anteriores: busqueda de la expresion exacta, deseo de repeticion, de constancia y de inmobilidad. Kote- mos sin embargo, que el poeta ya no busca sendas dificiles, ni mundos invisibles, porque quiza ya ha aprendido a ver— como lo hace en su Contempiado— lo invisible, en, y no a traves, de lo visible. Y para eso necesita mucha luz y quiza por es6 la invoca en el frontispicio de su largo poema con estos ver­ sos de Cantico:

La IU5 , que nunca sufre, me guia bien. ' , (Huehas gracias, adios)

£La luz no es quien lo puso ^ todo en su tentativa de armoma?. (Paso a la aurora)

La senda esta marcada, y ha cesado el constante anhelar, o por lo menos, el intenso afan de infinito, porque aun a la / * luz de un dia de playa tropical, Salinas, sentado frente al mar, contemplando, no ve las olas, ni los penascos, ni las a- ves marinas, ni la barca pesquera; ve tan solo azul, ni si- quiera "eltt azul:

Variaciones que ensenabaq en la escuela: Eg§o, Atlantico, Indieo, Caribe,'Marmara, mar de la Sonda, mar Blanco. Todos sois uno a mis ojos: el azul del Contemplado. En los atlas, un azul te finge, falso. 71 f **f Pero a raj no me engano ese engaqo. Te £usque el azul verdad; un angel, azul celeste, me llqvaba de la mano. , Y alii en tu azul te encontre jugando con tus azules, a encenderlos, a apagarlos. i^ras como te pensabq? Mas azul, Se queda palido el color del pensamiento frente al que miran los ojos, en mas azul extasiados. Eres lo que queda, azul; lo que sirve de fondo a todos los pasos, queda lo que pasa,,olas,' espumas, vidas y pajaros, velas que vienen y van. Pasq lo £lanco, mortal. Y tu estas siempre llenando, como llena un alma un cuerpo, las formas de l^s espacids. Cad^ vez que fu^ en tu busca, ' alii te encontre en tu gloria, la que nunca me ha fallado. tu azul por azul,se explica: color azul, pat'aiso; y mirarte a ti, mirarlo. (299)

Huchos mares y uh solo azul, el verdadero, el que contem- pla el poeta. Mi la representacion en el atl’as , ni la imagi- * nacion del poeta dan con el exacto azul. El Contemplado es esencia de azules, es "lo que queda” , el residuo del fondo, lo eterno. El tiempo (olas, vidas y pajaros) pasa por encima del inmutable azul. Lo bianco, es ola, gaviota, vela, todo lo que pasa. Solo el azul esta desparramado en todos los ma­ res, distinto, pero siempre el mismo. El poeta, saturado de estta realidad azul, ya no ve en el mar, el mar: solo un azul e interminable paralso. 72

Em la segunda variacion de El Contemplado, la luz es si- nonimo de tiempo, pero de tiempo eterno, o por lo menos extra temporal. Dice el poeta en "Primavera diaria":

Antes que llegue el d£a; labradora, la aurora se levanta,

y empieza su quehaceri urdir futuros. (299)

Esta imagen de la aurora como promesa de dia, es desde luego. un viejo tema lirico. Pero Salinas desarrolla aun mas la i- magen aurora-primavera en los versos siguientes, en los que la luz adquiere la facultad de condensar meses en una hora, de repetir esta primavera diaria, de hacerla eternidad:

Una estacion se abrevia: es una hora lo que la tierra tarda

tanto en llevar a tgllos irapacientes lo trae una manana.

La aurora?. Es la fecuente, la ceteste, primavera diariaj

por el azul, sin esperar abriles, sus abriles desata.

/ f £De donde su poder, el velocisirao impulso de su savia? '

Obediencia. A la luz. Pura obediencia; ella, en su cenit, manda.

Espacios a si§ sena se oscurecen, a su sena se aclaran.

El mar no cria cosa que de sombraj para la luz se guarda.

Y ella le cabri su verdad de mitos: la luz, eterna magia. (301)

El mar se da entero a la luz, se entrega totalmente. No 73

No hay posibilidad de desdoblamiento alguno, de sombra o re­

flejo que conduzca a embuste. Azul raso y unico , la luz le

aseguro eternidad, diriamos, lo salva del tiempo, de las ho-

ras, los raeses y las estaciones; convierte, en fin, su ver­

dad concreta en raito eterno.

Sin embargo, a veces, la luz no es suficiente para guiar

al contemplativo y este debe dirigirse al mar para pedirlei

Tuy Lazarillo de 9 JOS, llevate a estos mios; guialos, por la aurora, con espumas, cqn qubes, por los ocasos; tu solo sabes trazay los caminos de tus ambitos. (304)

Nuevamente se siente perdido, y necesita la "mano de cie- * go” que lo ha de guiar a traves de las olas, de las nubes y

la espuma--realidades concretas— hasta el azul-esencia. Sa­

linas ha vuelto a sus dudas anteriores, pero el mar, que o-

trora llamara embustero•, es ahora mas esencial. Mas puro, no un mero espejo. Sobre iodo, le inspira una confianza que la tierra jamas le brindara. Por ello* continua diciendo en

el mismo poema:

C0 9 las senas de la playa, avisales de la tierra, de su sombra, de su engano. A tu resplandor me entrego, igual que a la manoj se siente tu claridad hasta en los ojos cerrados, — presencia que 0 9 se ve— acariciando 1 os,parpados, Por tanta luz tu no puedes conducir a nada malo, (305) 74

Salinas se deja llevar por la luz del mar, lejos de la

tierra que miente cada dia ante sus ojos. El mar es nueva a- * mada que lo lleva de la mano. Es tambien, como ella, ”un in­

visible” que tiene— como la amada-~la virtud de volver los

misterios del reves:

IDf lo claro que lo ensenas que sencillo es el milagro.’ (305) * Hasta el recuerdo, sera ahora un recuerdo de luz, una im­

prest on que quedara grabada an la retina, si no en la mente

del poeta:

Si bien se'guarda en los ojos, nunca pasa, lo pasado. (305)

Surge nuevamente el deseo de prolongar y conservar este amor

entre contemplado y contemplativo, y el poeta una vez mas

insistira en mantener los brazos abiertos, en dejar ese amor ingravido flotar en el aire, si, pero en al aire visible:”en el aire de los ojos” :

^Conservar un'aiiior entre nnos brazos?' ?'o. En el aire de los ojos, entre el vivir y el recuerdo, suelto, flotando, se tiene mejor guardado- Aves de vuelo se vuelan, tarde o temprano. Los ojos son los seguro^j de alii no se van los pajaros. (305)

Salinas prefiere ahora la impreston de luz al pajaro hui- dizo, e insiste en la repeticion del acto de amor: 75

El rairar no tiene fin: si ojos hoy se,me cerraron cuando te rapto la,noche, manana se me abriran, cuando el al£a te rescate, otros ojos mas amantes para seguir rairando. (306)

Como antes la presencia y ausencia de la amada, ahora la * aurora inicia la repeticion del acto de amor. Lentamente, y

a fuerza de repetirse, eljpoeta quiere llegar a las clari-

dades ultimas. Pero ya no busca iluminaciones imprevistas, * subitos arrebatos. Hasta el ritmo del verso, especialmente

de la variacion VI que citamos a continuacion, es lento, die-

/ f tado por endecasilabos y heptasilabos alternados con abun-

dancia de encabalgamiento de una estrofa a la otra: * iQue claridades se h^llan por la prisa? La breve del relampago.

Tarda noches la noche en ser auroras, la luz se hace despacio.

Y en impolutas laminas, la espuma sin prisa, rasgo a rasgo,

el pensamiento aquel nacido oscuro, lo pone todo en claro.

La luz traduce incognitas lejanas a gozos inmediatos. (307)

Salinas permanece arrobado en sts contemplacion solo por poco tiempo. En 1S49, cuando todo el mundo despierta al ho­ rror de la destruccion atomica, el poeta publica su libro

Todo mas claro, que es un ansia extendida en poema hacia la la luz de la salvacion, y una elegia por los fracasos humanos 76

en encontrarla. El raismo autor, en el prologo a la primera

edicion de este libro que publicara la editorial Sudameri-

cana en Buenos Aires^, dice:

Para resguardarrae de l a fpresentida extrane- za del lector ante el titulo.INo parace in yerecunda insolencia o insonsciente mente- catez el afirmar^rotundamente qlaridades a eqte tranco de anos en que lo unico claro, mas claro a cada tictac del £eloj y vuelta del laberinto, es ^a inmersioq del hombre en las tupidas caligenes que el mismo, sin' dar paz a la mano, a la maquina o la mente, s§ fabrica con admirable perseverancia?. Es lastima que un gran supuesto, protagonista a menudo de pgemas y consejqs, luzca— no obstante,ser el el gran lucifugo— el dicta- do de principe de ^as tiniqblas; porque de estarfvacante podria endosarselo (aunque con- vendna ponerlo en diminutivo, el Mprinci- pillo", para que no se le suba el humo a la cab^za) el ciydadano civilizado de nues- tros dias; muy meritamente, ya que siendo , heredero directo del siglo de las luqes e inventor de la electrieidad, usa aquellas para en^enebrecerse todos los camiqos de salvacibn,'y se dispone a emplear eeta para transittir, facilisimamente, qon una leve presion digital, sobre un boton, y como el que no quiere la cosa, el impulso que haga trizas a todo Cristo y a todos los cristia- nos; con los infieles, por supuesto de pro- pina.

En los poemas que componen esta nueva obra, Salinas se en- cuentra perdido en las tinieblas, tratando de descifrar ese misterio insondable que es el hombre, y solo lo mantiene en p / pie el afan, pues sabe que todas sus preguntas se pueden con- testar con un aabiguo y mezquino "quiza*1. Dice en el poeiaa"8n ansias inflamada”:

I finiebias, mas ^inieblasl Solo claro el afan. 77

No hay mas luz que la luz que se quierq; el final. Lo azul, allijrad^ante, estaba, ya no esta. Se marqho de los ojos, vive solo en fe , de un azul que hay detras. Avanzar en tinieblas, claridades byscar, a ciegas.IQue difici^I Pero ql hallazgq, asi, valdpia much ommas; iSery hoy, manana, nunca? iSere yo el que la qncuentre, 0 ella me encontrara? os buscamos, o busca solo mi soledad? Bstumban las preguntas y losecos contestan: "Azar, azar, azar.® IT ya no hay,arredrarse: ya es donacion la vida, es entrega total a la busca del signo que la flor ni la piedra nos qu^eren entregarl TTension del ser completol 1 To talidadI Igual al gran amor en colmo buscan^o claridad a traves del misterio nunca bastante clarqi por desnudo que este, de la carne mortal. (341)

Salinas vuelve a buscar el signo, la esencia, ese azul que

esta detras. Pero aunque la busqueda sea casi la misma, la in- * / tencion es muy distinta a la de su anterior afan intelectual

de infinito y esencias. El poeta, ha sido sacudido en su * fibra humana, y si antes preguntaba ique eres?, ahora inte- rroga al hombre--carne mortal— ipor que eres asi?. El sufri- * miento es lo unico que orienta al poeta en las tinieblas, y por eso nunca mejor elegido el frontispicio del libro:"Hacia 78 * una luz mis penas se consumen" de Jorge Guillen.

Queremos terminar este breve estudio del tema de la luz

Olyalinas, con palabras del propio poeta:

...la poesia es siempre obra de caridad y de claridad. De amor, aunque gotee an- gustia§ y se busque la solitaria deses- peracion. De esclarecimiento, aunque ne- cesite los arrebozos de lo obscuro y se nos nos presente como bulto indiscernible, a primeras. Eche po£ donde eche, via de San Francisco o viade Baudelaire, Fiore- tti o Fleurs du mal, todo poema d^gno a- caBa en ilu^inaciones. Hasta la mas en- redaga poesia suelta enigmas. En lengua espanola resplandeceii, sobre todo, esos poco§ poemas en gonde se encuentra al clarisimo a traves de las tinieblas. Y al,fin, y ial cabo, cjjando Mallarme sin- tio que necesitaba anadir un poco cje os- curidad a cierto,poema es que queria po- ner algo mucho mas en claro. (336) CAPITULO V

"No hay nadie fuera que me ponga linde"

Como hemos vis to en el capitulo anterior, Salinas rechaza

la luz porque ella trae consigo los limites de la materia*

Nuestro poeta quiere superar todos los linderos que el raundo

le impone: espaciales y temporales. Ya hemos tratado de pun-

f / tualizar brevemente en el primer capitulo, como se vale de la

repeticion para superar los limites temporales, finalmente, * * hemos destacado en que forma este afan lo lleva al anhelo de * inmobilidad perfecta. En el campo sspacial, Salinas tambien

desea superar los limites aunque comienza por utilizarlos co-

f * mo trampolm desde los cuales se proyecta el salto al "mas

alia*. Recordemos los versos iniciales del poema segundo de

Presagios:

Suelo. Nada mas. Suelo. Nada menos y que te baste con eso. (15)

Desde este suelo, con el torso extendido hacia arriba,

sostener la idea pura. Bien puede ser este el retrato es-

piritual del poeta en su primera epoca. Apoyado en esta ba-

se concreta, trata de escudrinar el "mas alia", y muy espe- cialraente, de encontrar las sendas que lo conduzcan hacia el

alma de la amada, vaga como su duena y como el mundo en que

ex is te:

iEn donde empe^aba? iAcabab^, en donde? Me quede por siempre 80

sentado en las vagas lindes de tu alma. (24) / Observemos como el poeta se apoya firmemente en linderos

"vagos". Ya la firmeza del suelo ha sido transformada en

f * limite oorroso, pues el alma es infini ta, pero aun sirve de solida aunque iraprecisa base.

Los unicos linderos que se alzan al alma, son no los del mundo concreto, sino los limites interferes que ella misma se levanta--y se destruye, si quiere— cada dia. Puede por eso decir el poeta:

Ho hay nada fuera que me ponlinde: ni camino que incita ni montana que dulce trasponer al alma sea.

La vida al interior panal se rinde„ y libre al £in de la atadura extrana dentro de si sus horizontes crea. (32) / * En estas estrofa, en las que podriamos advertir ecos de

Pray Luis*> hay una insistente ansia de arsonia. El linde rom-

• * ** pe, es mterrupcion de lo continuo y terso. La montana es igual- mente una barrera, un obstaculb exterior, La vida en su afan de armonia se vierte hacia adentro, hacia la dulzura, al "in­ terior panal". Se rinde, y al rendirse, le libera, puesto que en el mundo del poeta, interiorizarse es ensancharse. Libre de ataduras externas, el alma crea sus propios horizontes, que como hemos vis to, son vagos, susceptibles de cambio.

A medida que crea limites interiores vagos, el poeta rei- tera la irrefutable inutilidad de los liaites estrictos que faace evidente en este poema: 81

Murallas intactas derrochan enhiestas vigilias de piedra ©nf rente de campos desiertos. (iY los enemigos?) De las atalayas, se ven los caminos que acarrean lentos ganados huaildes. (IY los enemigos?) Puertq inexpugnable de transito §irve a recuas monotonas --vino, aeeite, trigo— (£Y los enemigos?) Plantadas en giedras de degtinos belicos, cigyenas amantes hacian sus paces en lecho de vientos. (iY los enemigos?) Ciudad torreada, buena veladora de siglos y tierras: ly tus enemigos? (33)

Hurallas inutiles defendiendose de pacifica y lentas recuas de aniaales de carga y sobre el hueco de piedra, en vez de balles­ ta, un nido. Toda la ironia de la descripcion se resume en el estribillo convertido en verso finalfEY tus enemigos?".

El poeta asume una actitud similar frente al Escorial. La contemplacion de su estructura rigida en piedra, sin posibi- / 0 + lidades de expansion, "de querer" anula un posible "mas alia". * Exacto en su clara dimension gris, vive, como dice, el poeta / 0> * "en el paradisiaco mas aca de su proyecto": * Esta hecho. , No es un afan por el aire, camino del telegrama. No es un billete al salir el £ren del primer viaje. Esta hecho. 82

Se puede medir, exacto, mayor que el ansia^y que el vuelo. V^ve eg el paradisiaco mas aca de su proyecto. f Tres siglos tiene, tendria veinte, ciento. Porque no es de tinta ni de alas: es un edific^o de granito. Sin traduccion se le entiende: ya le tienen traducido las distancias y los tiempos a todo: al color de rosa; a la lucha, a la silueta, al recuerdo en el insom!j*io. De estar tan tyecho ya se le acabo el querer. Lo que guiso es ahora piedra, dimension,,forma, Y da miedo de que este ya mas arriba del vivir, al otro lado. Porque no le falta nada: esta hecho. (Ill)

Nos encontramos entonces frente a un ente coapleto, per- fecto, acabado. Esta tan hecho que se han abolido en el no solo las posxbilidades de creacion, sino las de interpreta- cion:"sin traduccion se le entiende”. Observemos por otra parte el tono dogmatico con que el poeta define el edificio: * "Esta hecho”, vale decir: no pued'e inventarte, Sus medidas son exactas, el material inconfundible (e indestructible) granito, en una palabra: es inequxvoco y eterno mensaje de granito. Surge en el poeta el miedo. Abolidas las posibili- dades de creacion, ipara que sirve el, creador de mundo y es- clarecedor de incognitas?. Salinas vuelve sus ojos de lo aca­ bado hacia ese otro mundo "tembloroso de sera o de no sera” donde tiene tanto por crear y ordenar; donde aun exis te la posibilidad de una "vida segunda", expresion que da txtulo al 83 siguiente poema: / / / Si, tu naciste al borrarseme tu f orma. , Mieqtras yo te recorde, IQue muerta estabas! tan terraiqada en tus lindes. Se te podia seguir como en un mapa, clansima, al norte la voz seca, boreal, tibia, , al sur, eg literal, la sonrisa. Tu vivias, suficiente, en tu color, en tus gestos, encerrada entre medidas. (110)

La amada esta tan completa, tan acabada en el recuerdo como si estuviera muerta ("IQue muerta estabasl"). Tan definida y conocida como el mapa: la voz al norte, la sonrisa al sur, no ofrece posibilidades de cambio. Notemos la insistente idea de limite que encierra el mapa y la certeza absoluta de su u- bicacion que se evidencia al colocar voz y sonrisa en puntos cardinales. IQue lejos estamos de la anhelante pregunta:niEn donde estas?" y de esos versos en los que el poeta le dice:

No te buqco porque se que es impoqible encontrarte asi, buscandote.

Dejarte. Te dejare como olvidada y pensando en otras cosas para no p^nsar en ti, pero pensandote a ti, en ellasj disimulada.

Y entonces , „ de prontc--ipor cual sera?— de los pun1 9 s cardinales?-- te engregaras, disfrazada de sorpresa... (98) 84

Sin embargo, en la siguiente estrofa del poema "Vi­ da segunda " que citararaos anteriormente, el poeta descubre el verdadero camino: abolir las fronteras:

0 Pero un dia de novierabre dejaste en bianco tus atlas, se abolieron tus fronteras, te escapaste del recuerdo. Estabas ya, sin tus limites, perdida en la desmemoria. Y te tuve que inveijtar — era el segundo dia— nueva, con tu voz o sin tu voz, con tu carne o sin tu carne. Daba lo mismo. Eras ya de mi, incanaz de vivirte ya sin mi, A mis,medidas de dentro te fui inventando, Afrodita, perfecta de entre el olvido, virgen y nueva, surgida del olvido de tu forma. (Ill)

Como ya vieramos, el olvido es el gran acto de amor que permi- te la recreacion del objeto amado. Lo que nos interesa notar / ahora, es que la nueva e inmaculada amada se ha creado segun las medidas "del panal interior" del poeta, esto es, en armo- nia con su intimidad. Es ya objeto propio, no extrano al al- / / ma de su creador, "Eras ya de mi" es exactamente la antipoda

0 del verso del poema al Escorial:"Esta ya hecho®,

Notemos la carga de olvido consciente que se implica en

0 0 el vocablo "desmemoria" y la total reduccion al minimo de la materia, expresada en los versos:

con tu voz o sin tu voz, con tu carne o sin tu carne. Daba lo mismo. (110) 85

No se trata ya de hacer abstraccion, de desbrozar las co- berturas concretas. El poeta puede incluso aceptarlas en su p nueva creacion, pues ellas ya no cuentan en "sus medidas de a- dentro”,

Este que hemos llamado olvido-conciente, es el que perrni-

/ / / te la recreacion de lo que ya esta hecho. Por esta razon po- demos aceptar el concepto encerrado en los siguientes versos^, que aparentemente contradicen el poema "Escorial":

Te hicieron. Hiciste tu que te dejabas,hacer. , Aho^a, intencion, ya estas hecha. Aquira los pj.es de lo hecho, tan solemne y tan seguro, , ya no sirvesj olfidada estas, salvada, virgen impetu primero de todo y nunca de nada...... Ique lejos de lo acabadol tan solo de estar queriendo vivir, diciendo siampre que no a las formas y a los tiempos. (127)

Observemos de que manera con un juego de frases muy espa- nol, el poeta proclama la total independencia de la obra con respecto al creador que trata de imponerle su sello. La eria- tura hace como que se deja hacer, para escapar a su destinoi lo acabado. Esa docilidad aparente es la salvacion, el pasaje hacia un futuro. La amada, carne mortal, puede olvidarse, por eso puede quedar ignorada, pero el Escorial es simbolo de lo eterno y limitado:"Tres siglos tiene, tendria vebte, ciento".

Y es precisamente lo perennemente limitado lo que aterra al 86 poeta.

it otemos como* en el poema "Jardin * * de los frailes", Salinas / / 0 encuentra, al con templar el placido rincon que ha permanecido 0 f t* i identico a si mismo durante anos, una musitada posibilidad de cambio: su teaploroso reflejo en el agua:

Del aire te defendiste, el tiempo nunca te pudo, per9 te rindes al agua. IQye seguro de ti mismo, que distante (Je tu alma, entre cuatro angulos rectos estabas, rigidoj Enorme deber de la piedra gris. Pero el agua --ipor quq te fuiste a mirar? — te baatizo de temblor> de curvas, de tentacion. Se te quebraron las rectas, los pianos se te arqueabah par§ vivir, como el pecho. IQue latido en ansias verdes, azties, en ond^s, contra los siglos rec^ilineqs! iQue recien hallada, nueva, flotando sobre lo verde, tu querenqia de escapar a geometria y sinoi Tu alma, tan insospqchada, suelta yq, de sy cadaver, que segttia alii mismo — monumento nacional— en su sitio, para siempre.

0 El agua te saco el alma. (114)

El reflejo es el agua que se nos presenta en este poema, no es la imagen fria y definida que nos revela un espejo; si- no un quebrarse en curva, un temblor de ondas. Las rectas y los pianos comieszan a vivir, a latir en curva. El encuadra-

0 do rincon visluatsra un revivir futuro, libre de la recta de 87 * / piedra. Por el agua, se le salvo el alma. En Razon de Amor el peeta reiterara su fe en el agua con los siguientes versos:

Mundo de lo prometido agua. Todo es posible en el agua.

La montana, cuerpo de rosa desnuda, dura de siglos, s§ me enternece en lo verde liquido, rompe cadenas, se escapa, , dejando atras su esqueleto, ella fluyente,en el agu$. Los troncos rectos del arbol entregan su rectitud, ya cansada, a las curvas tentaciones de su reflejoen las ondas. Y a las ramas, en enero, — rebrillos de sol y espuma— les nacen hojas de agua. (246)

Hasta el "agua del adios" tiene posibilidades de creacion. Y naturalmente, ya que como viframos en un capitulo anterior, la separacion es union eterna en el olvido. Por eso dice el poeta:

Apoyados estamos en la baranda, sobre § 1 agua del adio^. Mo esta turbia, ni vacia. ' Tiene nubes, hojas, vuelos, dentro, que van y vienen, que pasan sin hacer ruido.

La flotan numeros, letras, por encima, sueltas; no cuentan nada, no dicen nada. Cifras eliseas, ^etras vestid§s de parai§oj asuncion y vacacion, disponibles a otra vida. (123)

El agua del adios es anuncio de paraiso desde el cual se 88

/ 0 iniciara nueva vida, cuya historia se contara con esas letras y esos numeros que no dicen nada; que esperan que el creador les de conciencia se su ser. Notemos que los elementos de f * * * ese liquido paraiso son abstractos: cifras, numeros; o si bien de naturaleza concreta, extremadamente huidizos: nubes hojas, vuelos. Estos elementos paradisiacos gozan de movimien- to sin fin: van y vienen, flotan. El agua asi llena de prome­ sa de futuro es "asuncion” y "vacacion": alta y ausente. No- / . / temos por otra parte, la doble alusion del vocablo "vacacion": las cifras y las letras estan en disponibilidad, no dicen nada,

0 f / estan de vacaciones; pero tambien esta agua llena de numeros, f 0 hojas y vuelos, es un "vacio espleendido" listo para ser lle- nado por nueva vida, de acuerdo a la constante paradoja del universo poetico de Salinas.

A veces halla el poeta una forma de abolir los limites, en3a quietud misma, en la inverosimil\ quietud momentanea de un paisaje: 0 La tierrg yerma, sin arbol ni,montana, el cielo,seco, huerfano de nube o pajaro; tan quietos los dos, tan solos; frente a frente tierra y cielo, paralelismo de espejos, que ahora no hay lejos ni cerca, alto o bajo, mucho o poco, en el universo. IDu"[,ce muerte de medidas, guino de infinitol (34)

Sin embargo, los limites naturales del paisaje; los que impo-

/ 0 0 nen "dulce trasponer", estan ausentes: ni arbol, ni monta­ 89

na, ni nube, ni pajaro que produzcan este temblor de ondas que

interrumpe la linea recta, Mar y cielo estan tan identicos, que se mueren las distancias en el reflejo de uno y otro ("muerte

de medidas”). Henos aqui frente a un proceso exactamente opuesto al que analizaramos anteriormente. En el agua, el poeta veia

la derrota de la recta por la curva, por el temblor de la on-

da liquida. En este ultimo ejesplo, se trata de derrotar la recta, en este caso la ininterroapida linea del horizonte,

/ a fuerza de identica recta: de espejismo.

En ambos casos, el efecto es el mismo: abolir distancias, / * * superacion del linde; y el objetivo es tambien unico: alcan-

0tt zar aunque se por un minuto, ese "guino de infinito” . Por eso el poeta, ante la tentacion de contemplar, de que- darse en un paisaje ”tierno, sobre colinas muelles", donde el amor esta "en vacaciones" y "toda la vida en curvas”, raira al puente negro y recto que interrumpe, que limita el valle y se recuerda:"marchar, seguirf; que equivale a decir: sigue * tu busqueda de mundos sin acabar.

No es solamente el paisaje blando el que lo tienta, a * veces pequenos objetos, como ana mcneda: dura, exacta, invio­ lable, le atrae, Esta, con su seguridad metallca^.le hace ex- clamar como justificandose:

Sera quiza porque bay niebla por lo que yo te acaricio. Porque hay niebla, masas disueltas, precises resultados abolidos, y to$o sq va a otro v^go no se que sin dimension. 90

Te acaricio a ti, moneda. Anochece^ de diciembre , y tu aqui en mi raano* tu, contorno estrieto, tu dura existencia resistente, tu cuerpo de fina plata. Moneda , con un numero invencible por la duda o por la niebla y un rostro , , que no dudara jamas, , de reina antigua, mirandome. (107)

En el momento de duda, desde la niebla, el poeta aprieta

en su puno cerrado este "contorno estricto". Es este un fu-

gaz instante de desesperanza, durante el cual Salinas busca

apoyo en un objeto humilde, casi vulgar, en su manoseo diario,

pero "invencible por la duda o por la niebla".

A veces le asalta la duda mas cruel aun: de

que no bay nada del otro lado del limite. Solo entonces pre-

fiere quedarse en "su propio mas aca", sin avanzar, haciendo- ^ / * se la llusion de que si lo pidiera, se le darian inacabables

infinitos que yacen en el"mas alia" que no ve. Se explica asi

en el poema imcial de Fabula y Signo, que con algo de resig- * nacion titula "La orilla":

Basta, no hay que pedir mas, luz, amor, treinta de abril. Hay que fingir quq ya tienes bastante, que estas saciado, que te sobra lo que queda de abyil despues del treinta de abril. Dejarlo cqmo si,,pudiera darte mas y tu go lo qgisiergs. Porque asi te iras creido que bo se acababa nunca lo que se estaba muriendo. 91

Te iras sin ,sospechar que es^uviste alii al borde de lo ultimo. Porque aqugllo, fecha, beso — cuandoftu te despediste te pareqia lo eterno— era ^o ultimo. Detras, el fin sin remedio, el fondo duro y seco de la nada,,' lo que hubieses vis'fo tu, si llegas a pedir mas abril, al treinta de abril. (94)

Ya habiamos vis to a Salinas "sentado en las vagas lindes” sin temor, los ojos vueltos hacia el mas alia. Pero la sospe- cha de que ese linde sea lo ultimo, de que sea el fin, sella sus labios por un momento, cuando esta al borde de pedir mas.

Pero el momento de desaliento pasa--aunque aun exista la duda-- y el poeta vuelve a pedir mas, en su afan de infinito:

¥ 0 , no me basta, no. Si. ese azul en (jelirio ,c§leste sobre mi, cuspide de lo azyl. Hi esa reiteracion' cantante de la ola, eqpuma qfirmando sies, sies, sin fin. Hi tantos irisados pr^mores de las nubes — opalo, bianco y rosa— tan cansadas de cielo que duermen en las conchas. Ho, no me baqtan, no. Colmo, tension extrema, suaa de la belleza , el mun^o, ya no es mas. Y,yo mas. Has azuV 9L«e el azul alto; Has afirmar amor, querer, que el si y el si y el si. f La tarde, ya en el limite 92

de dar, de ser, agota sus reservas: gozos, colores, triunfos, me descubre los fondos de mares y de glorias, se estira,,vibra, tiembla, no pqede mas. Lo se, se va a romper si yo le grito esto que ya le estoy gritando irremisibleraente a golpes: , , "Tu, ya no mas; yo mas”. (118) * La duda es la certeza ya, el mundo "ya no es mas". Pero quedan los limites interiores, por eso puede el poeta decir:"yo, mas”.

El mundo interior tiene azules mas altos que el azul del cie- lo, fondo mas profdndo que el mar y la gloria. Una vez agota- dos los recursos de lo concreto, Salinas se vuelve hacia los de su interioridad; pero notemos que en el camino, ha destrui- * do ("Lo se, se va a romper") este mundo concreto. Su paso no * ha sido facil; la realidad, y el poeta que se apoyaba en ella, se han extendido, han vibrado, se han estirado— notemos la in- sis tencia del esfuerzo que trasuntan los vocablos: agotar, es- tirar, romperse, colmo, tension extrema— hasta el limite del

"no mas”, para salvarlo y poder llegar al "yo mas". Reitera- mos con este ejemplo, nuestra idea de que el poeta se afinca / / en el mundo concreto pnmero,y desde el, en tension hacia lo alto y profundo, vislumbra su masdLla, al que llega una vez que ha agotado los limites "de aca". 93

No es solamente porque anulan las posibilidades de carabio

por lo que Salinas trata de abolir los lindes. Existe una ra- / / zon igualmente poderosa para evitarlos. Como habiaraos dicho * / . * en el capitulo III, el universo poetico de Salmas es arabi- * to donde todo se da y donde lo imposible se confirma. Alii

el poeta cobija las antipodas: mar y cielo se acercan superando

las distancias, la paradoja reina ahuyentando a la logica y las

/ / / f masas ingravidas se rien descaradas de la fisica."Mundo al re-

ves", lo hemos llamado, en el el poeta se permite incluir

todo: lo hecho y lo por hacer; lo conocido y lo ignorado.

Asi en el Salinas no elige, prefiere la vaguedad de la indeci-

/ / sion al deslinde de la eleccion:

Estates la orilla. De piedra. Geometrica. Ni egloga, ni remanso. De pie, quieto, el hombre tiembla. fiembla de nada: , no le pasa nada mas que eso, que estar en la orilla. Pero ihay, Senor, para el hombre angustia, trance mayor que eso, que sen^irse al borde, al borde de...que? Es igual, faace tembla^ cualquier linde; pasarle sera salirse de algunaparte, deja£... (iSalirse, dejar?*Quien sabe? Tanto salir como entrar.) El borde e§ siempre temblor porque esta eqtre dos. iEntre dos que?. Da lo mismo. Playa, adolescencia, iguMi (357)

El hombre de la orilla se enfrenta con la disyuntiva, con la fatal 0 : 94

A muchos les ha tocado esta hora atroz, la del hombre de la orilla: verse enfrente de la 0 .

iq^ien %q salvana? Ahi esta: la que nos vuelve ,imposib],es las nupcias que mas querriamos: la de la luna y el sol, la de lo uno y lo otro la de la cruz con su cara. No. Ha de ser aquello o esto, ha de ser nieve o ardor. Ella es, ella, la qu§ ordena al amor que los queria a los dos, , , que si le dice si al si, al n^le diga que no. Y asi, llega, sin remedio, el momento de la orillaj el trance de desjuntars^ el de la 0 , ysube y sube el temblor.

No hay escape. Tan solo por una muerte tiene salida la 0 . (361)

0 Debemos aclarar que ha ocurrido entre el ejemplo citado y los poemas anteriores, ya que se evidencia una profunda desa-

0 0 0 zon en los versos mas tardios, que estaba ausente en su obra mas temprana. Bntre Fabula y Signo (1931) y Todo ma$6 laro (1949) hay dieciocho anos de creacion poetica. Salinas publica sus obras mas exquisitas: La voz a ti debida yl933) y Razon de A- mor (1936) y su poema al mar de Puerto Rico: El Contemplado

(1946), A traves de estas obras, y en especial al final de

La voz a ti debida y Razon de Amor el poeta evidencia la cer- tidumbre de que no puede vivir de sombras vagas: 95

iLas oyes como piden realidades, ellas, desmelenadas, fieras, ellas, las sombras que los dos forjamos ea este inmenso lecho de distancias? (205)

Y su afanoso sueno , de sombras, otra vez, sera el retorno a esta corporeidad mortal y rosa donde el amor inventa su infini to. (206)

El poeta vislumbra la posibilidad de tener que elegir lo mor­

tal, lo perecedero— "Tan solo por una muerte tiene salida la * 0 "— para llegar al deseado infinito tan solo a traves de la / # propia destruccion, como lo hiciera antes a traves de la des-

truccion del mundo.

En el ultimo poema de Razon de Amor, Salinas vislumbra / / de ese modo la solucion a la disyuntiva. En esta poesia, que

tiene el ambicioso titulo de "Felicidad Inminente", el poeta

dice refirieendose a la diosa felicidad:

En mi temblor se siente su temblor* ' su gran dolor de la unidad que suena, imposible unidad, la que buscamos, ella en mi, §n ella yo. Porque la dicha quiere tambien su'dicha. Desgarrada en dos, llega con el miedo de su virginidad inconquistable, anhelante de verse conquisfada* lie necesita para ser dichosa, lo mismo que a ella yo; Lucha entre darse y no, partida alma; su lidiar lo sufrimos nosotros al tenerla. Yiene toda di, amiga porque soy necesario a su gran ansia de ser, algo mas que la idea de su vida; como la rosa, vagabunda rosa necesita pos^rse en un rosal, y hacerle asi feliz al florecerse. 96

Pero a su latlo, inseparable doble, una ciiosa huraillada se retuerce, toda enemiga de la carne esa en que viene a buscar mortal apoyo. Lucha consigo. Los elegido§ para ser felices somos tan solo carne donde la dicha libra sus combates. Quiere quedarse e irse, se desgarra, por sus heridas nuestra sangre brota, ella, inmortal, ^.se muere en nuestras vida:*, y somos los cadaveres que deja. (290)

Temblor al borde del deslinde, y afan de unidad de con- ✓ trarios, que solo se da en un instante; como dice el poeta: * "por un minuto, fugacisima". Hasta lo inmortal se muere, se desgarra como el mundo concreto y se hace carne de cadaver...

Recordemos, sin embargo, que la destruccion no es necesaria- mente un final, ya que a menudo significa la vispera del

/ / recomenzar del poeta. Quiza como en el poema que citaramos al principio del presente capitulo, vendra el agua, y el po- * eta podra decir nuevamente:

Tu alma, tan insospeqhada, suelta, ya de §u cadaver, que seguia alii mismo — raonumento nacionai — en su sitio, para siempre.

El agua te saco el alma. (114)

Y el agua llegara en El Contemplado, a ofrecer la salvacion en la mirada:

fOue ella, la f idelisima, con temple tu perdurar, oh Contempiado eternoi 97

Por venir a niirarla, dia a dia, embeleso a embeleso, tal vez tu eternidad vuelta luz, por los ojos se nos entre. Y de tanto mirarte, nos salvemos. (329) CAPITULO VI

nTu, mi dulce cuerpo pensado"

En el presente capitulo trataremos de analizar dos obras * de Salinas, que consideramos los ejemplos mas acabados de su plenitud poetica. Nos referimos a La voz a ti debida y Razon / / de amor. En ambas el poeta logra una concentracion tematica rara vez alcanzada: en un tema unico, el del amor, hace caber

todo su mundo poetico. A la luz de este tema, trataremos de ver como Salinas sintetiza las constantes que ya hemos anali- * zado y restringe sus tanteos anteriores a la busqueda de la amada esencial y ultima. El poeta cine todos los temas ante­ riores a este gran tema central, como si las otras obras hubie- sen sido un ejercicio espiritual y poetico para alcanzar el absoluto "tema vital", como el lo llama. Damos por supuesto, entonces, que los sub temas, como el los llama, sean "como # apartes del gran monologoS Trataremos de estudiar el desarro- / / llo del tema de la amada y de la relacion realidad-vida in-

tima del poeta, problema que el poeta mismo considera como * central de toda poesia verdaaera. * La busqueda de la amada, como hemos dicho, es el motivo * que impulsa al poeta; la busqueda de la amada esencial, ab- / / soluta, ultima, es su principal mision. Con Salinas iremos en

busca de esa amada a quien el poeta se dirige mientras trata, * como ya hemos vis to en capitulos anteriores, de encontrar la

98 99 esencia del mundo, del ser, de las cosas, de todo lo ajeno y, siempre, de la amada misma.

En las dos obras que analizaremos en detalle, Salinas e- ✓ labora una teoria de la realidad en la que la amada real,

e* / concreta, es desechada por enganosa; por ser no solo del / / poeta, sino tambien ajena a si misma, un pocc de todos, del tiempo, de la materia, de la circunstancia. Para poseerla to- / / talmente, para que llegue a ser unicamente suya, tendra que desligarla de todo lo que no sea el. Tendra que desligar al amor de lo que no sea ellos. Tan imperioso es el deseo del poeta de conseguir la amada "intacta", desligada, esencial, que, ante la duda que se le presenta en forma de carne y hue- so, rechaza a la amada concreta y prefiere inwentarse una "a 2 " sus medidas”. Como Machado , se la suena, una vez olVidada, en esa desmemoria que hace posible todas las creaciones. La * posesion del objeto amado* por otra parte, se puede realizar totalmente tan solo en ausencia, como un acto de voluntad y de amor elevades a un piano absoluto e ideal.

En La voz a ti debida Salinas comienza la busqueda de la amada ideal negando la realidad del mundo que lo rodea y de * la amada que esta a su lado, porque pertenece a ese mundo enganoso. Trataremos de estudiar los aspectos particulares de esta busqueda segun la realiza el poeta: * Hegacion del mundo real

Desde el primer poema Salinas se preocupa por **tu y yoM 100 y "por los prodigios que nos rodean". iComo es la amada?

icomo es el mundo? son los interrogantes que acosan al poeta; pero ya deja entrever que la amada tiene las respuestas, por- / que ella es la que ha "vuelto los misterios del reves". La amada es la clave que revela lo incognoscible y por eso pue- de decir el poeta mas adelante que los enigmas "son cosas claras" y los misterios "son prodigios descifrados ya" por ✓ ella. Pero hay algo que la amada nunca entendera:

son esas cosas tan claras la arena donde te t^endes, la marcha de tu relo y el tierno cuerpo sonrosado que te,encuentras en tu espejo cada dia al despertar y es el tuyo. (132)

Los prodigios, los enigmas, han sido descifrados ya, pero las cosas claras, tangibles, las que pertenecen al mundo con- creto, eso es lo que no entiende la amada, corno no lo compren- de tampoco el poeta. Sin embargo, en el \erso siguiente, Sa­ linas proclama irrefutablemente la exactitud del juicio de la .amada— que es su creacion— y en consecuencia, la suya pro- pia:

Y nunca te equivocaste pero cuando e^-la se deja atraer por lo aparente, surge el f equivoco. Y al "nunca te equivocaste" sxgue: * mas que una vez, ,una noche que tq encapricho una sombra — la unica que t§ ha gustado— una sombra parecia y la quisiste abrazar y era yo. (132) 101

Establece asi Salinas la dualidad del ser, que es el origen de su constante duda: seres que parecen sombras; sombras que / parecen cuerpos: confusion imnimente. Para evitarla, el poe- * ta debe rechazar todos los simbolos de la realidad tangible:

Enter^are los nombres, los rotulos, la fyistoria... y vuelto ja al anonimo eterno del desnudo, de la piedra, del mundo... (147)

El mundo en ’’desnudo” es una region sin nombre, sin tiem- po, poblada tan solo por lo amorfo (la piedra) lo no clasi- * ficado aun. Pero este mundo "prenatal” como lo llama Salinas en otra parte, esta hecho con elementos del mundo real, a los * cuales los lamantes daran las relaciones que les imponga su * sentir. Gozan los dos en su acto de re-creacion, como gozara el poeta antes en su mundo "indeciso, tembloroso de sera o de no sera". Vemos asi al amante y a la amada asomados a un mun­ do por nacer, en el cual todo esta en informe anomimidad, flotando como en caos, pleno de futuro y de presagio, espe- * rando que "ella” le de nombre, conciencia de su ser, con su fuerza creadora: / / IQue ggan visperael mundo. No habia nada iEchq, ni materia, ni numeros, ni astros, ni siglos, nada.

Hada era nada aun.

Un gran viento soplaba hacia nosotros minas, ,continentes,,motor$s.

de cobre, de amapolas. Las ciudades, los puertos flotaban sobre ^1 raundo, sin sitio todav^a; esperaban que tuf les dijeses:wAqui" para ^anzar los barcos, lqs raaquinas, las fiestas. Haquinas impacien^es de sin des^ino, aun; porq^e harian luz si tu se lo mandabag, o las nocheg de 9 'tono si las querias tu. Los verbos, indecisos, te miraban los ojos coijo los perros fieles, tremulos. Tu mandato iba a marcarles ya sus rumbos, sus acetones. iSubir? §e estremecia su eqergia ignorante. iSeria ir hacia arrib^ ”su^irn?6E ir hacia donde seria ^descender”?f Con mensajes a antipodas, a luceros, tu orden i^a a darles conciencia subita de su ser, de volar o arrastyarse. El gran mundo vacio, sin empleo, delante de ti est^ba: §u impulso se lo darias'tu. Y junto ati, vacante, por nacer, anheloso, con los ojos cerrados, preparado ya el cuerpo ' para el dolor y el beso, ' con la sangre en su sitio, yo, esperando — ay, si no me rairabas— a que tu me quisles es y me di jeras: wyaw. (146)

La dualidad del ser desaparece en esta gran vispera de la creacios, todo esta vacio, sin funcion ni rumba. El verdadero ser de cada cosa nacera a la orden de "ella*1, genial creado- ra. La idea de que este es un mundo en el que las cosas estan 103 desligadas de la tierra, etereas, sin rumbo, esta reiterada en los siguientes versos, en los verbos "flotar" y "navegar”

(este ultimo insinuado solamente):

Las ciudades, los puertos flotaban sobre §1 mundo, sin sitio todavia... (145)

Un |ran viento soplaba hacia nosotros minas, continentes, motores. (146)

Notemos que el poeta--y a traves de el su creacion maxima: * la amada— no se encuentran frente a un paramo. Por el contra-

/■ rio, este mundo prenatal esta ;ahito de cosas semihechas, o si se quiere en potencia. La materia esta lista todo esta pronto para el primer vagido; lo que les fata es esa ”conciencia de su ser" que tan solo la amada puede darles. Son todo presagio y solamente ella puede convertirlos en ”seguro azar". Bn es­ te mundo anhelante, por nacer, los objetos mas dispares se codean en una "enumeracion caotica” (como la llama Spitzer^) que results bivalente: reagrupa el mundo destruyendo su fi sica y crea un nuevo orden por medio del pensamiento,y muy especialmente de la voluntad del creador. Notemos la insis- tencia sobre la sumision de la materia reflejada en las expre- siones:"aguardaban nuestro primer deseo”, Mflotaban...sin si- tio todavia", "maquinas sin destino”, verbos indecisos,,.como perros fieles". Se revela en la amada un poder que aumenta progresivamente; el poeta nos dice primero de sus deseos, lue- go de su ’'mandate” y finalmente de la ”orden"; que se sinteti- za en las dos imicas citas textuales del poema:"aqui" y Hyan. 104

Lugar y ttempo que fija la amada porque asi lo quiere, no * porque se los impone una realidad ajena a si misma. El poeta * ** puede asi rechazar lo que existe, segun se le presenta a su alrededor en la realidad sensible. Su forma de rechazo es un desmenuzar, un desmembrar las partes del todo para presentar- * * las como accidentales, esparciendolas, diseminandolas. En su- ma, "desliga" los elementos y les da nuevas relaciones. * Pero este mundo etereo que como hemos vis to se construye * con piezas concretas, partira de lo vago, de lo flotante, de esas minas y continentes que van a la deriva hasta que el creador-ordenador los fija, los torna precisos con un "aqui" y ”ya"; con la frase cargada de elementos definidores: (minas) de cobre, de amapolas. El poeta va a aplicar sus propias le- / / yes de precision a las creaciones de su interioridad. Ira / / / mas lejos aun, las aplicara incluso a las experiencias in- * * * teriores j aun cuando va en busca de lo absoluto, mas alia / / de la realidad empirica, su meta esta firmememte localizada, cenida por conceptos. Asi dice dirigiendose a la amada:

Si, por detras de las gentes te busco. No en tu nombre si lo dicen, no eg tu imagen, §i la gintan, detras, $etras, mas alia. Por detras de ti te busco, no en tu espejo, no en tu letra ni eij tu qlraa. , Detras, mas alia. (134) / * f El motivo "detras" permanece a traves de toda ia poesia de

Salinas4. En su poesia amorosa, pareciera que los objetos de- * » tras de los cuales el poeta busca al *tu® ideal van retroce- diendo, hasta que llegamos a ese ”mas alia” que limita con el infinito. Observemos que este poema coraienza con ”si, de- tras” y luego se suceden los ”no" negando lo que el mundo convencional acepta de la amada, lo que ya esta hecho. No es el nombre ni la imagen lo que el poeta rechaza, sino el nombre dicho, y la imagen pintada por otros. Notemos que en la segun- da estrofa rechaza otro tipo de creaciones: una imagen y un nombre distintos del de la primera estrofa; la imagen refle- jada en el espejo, sin intermediaries, y el nombre escrito de puno y letra de la amada. El poeta ha dado un paso "mas alia”.

Ha trascendido ya la esfera de lo ”ya" hecho en el mundo, y sobrepasa tambien la creacion de la amada misma; que ante- riormente fuera aceptable, Este eterno trascender de un cir- * * * 0* culo a otro mas intimo, cada vez mas cenido y restringido den- tro de los limites de su interioridad, es lo que Leo Spitzer5 llama el "trascendentalismo” de Salinas.

Al ”mas alia” del poeta se llega no solo traspasando lo temporal y circunstancial, como habiamos visto en capitulos anteriores, sino multiplicando lo concreto hasta cifras astro- nomicas; destruyendolo entonces, al sobrepasar las dimensiones de lo real; * iSi, todo con exceso: La luz, la vida, el mar! Plural, todo plural, luces, vidas y mares. A subir, a ascender de descenas a cientos, de cientos a miliar, en una jubilosa repeticion sin fin de tu amor, unidad.

Hay que cansar los numeros. Que cuenten sin parar, quo se ombr L'traien con tan do, y que no sepan ya, , cuaj de ellos sera el ultimo: Ique vivir sin final! (153)

La multiplicacion nos lleva al infini to, el poeta nos

lleva, por medio de cifras (lo exacto) hacia el pais ideal

/ / que se esta forjando. De lo mas exacto y concreto partimos hr * hacia lo sonado, subjetivo y abstracto. Notese nuevamente,

que los motivos de estos versos estan anclados en lo tangi- * ble: luz, vida, mar; pero la busqueda es totalmente ideal y

nos lleva hacia lo abstracto y esencial. Las cifras ofrecen

al poeta un ejemplo exacto de pluralidad dentro de una uni- * * dad; y de repeticion macabable. Tienen asi el \alor de lo plural y unico que tanto obsesiona al poeta y le ofrecen un

esquema perfecto de la identidad de lo repetido (o multipli-

cado) y la absoluta unicidad de cada eslabon de esta repeti-

, / / cion sin final. Recordemos como en uno de sus tempranos poe- t * * mas de Presagios habia dicho refiriendose a las repetidas fra-

ses de amor:

no,son nunca las mismas, Identico sonido tienen todas, oero una vida anima a cada una. (41)

Volvamos nuevamente al poema mas tardiio, para observar

como el poeta lo comienza con un enfatico:aSin para inmedia-

tamente establecer la anormalidad de esta pluralidad desbor- 107 dante:"todo con exceso". Los cuatro primeros versos son como ' * ' dos enunciados de propositos a los que sigue la explicacxon, * t * * redactada en terminos similares a los de una guxa, mas aun, de instrucciones para ejercicios espirituales» Hay enfasis de empuje, de impulso casi imperativo en las construcciones:

"A subir”, "a ascender”,"a multiplicar”.£Que se logra por me­ dio cfe este ejercicio?, de este arrollador ”con exceso”?: el amor ”sin final”. El poeta puede darnos luego, en el mismo / poema, una vision de entrega total, de sublime rendimiento a lo ”penultimo”:

Y al/otro lado ya de computos, de sinos, entregarnos a /cl«E§®s — iexceso, que penultimoj— a un gran fondo azaroso que,irres^stiblemente eqta cantandonos a gritos fulgidos de futuroj "Eso no es nada, auq. Buscaos bien, hay mas". (153)

Observemos que en el fragmento citado previamente, el poeta acelera el ritmo por medio de una insistente acumulacion de oraciones coordinadas con "que" hasta llegar a la "cima"del

"sin final" que se resume en la expresion admirativa, reve- ladora de triunfo:"que vivir sin finalJ". En los versos sub- siguientes, una vez que ha arribado "al otro lado de computos", el ritmo se vuelve mas lento, surgen los encahalgamientos, las 0 * expresiones parenteticas. La idea de reposo, o aejor diriamos de tregua o pausa en el repetirse, se intensifica con la ima­ gen de "entregarse" "a ciegas" "a un graqfondo*. Si bien los 108 / f dos ultimos versos termxnan en la promesa de "hay mas", no se

trata de ascender a sumas de millares ya, sino de sumirse en su propio fondo, de bucear adentro sabiendo que se anhela hallar. No se trata de "a buscar",sino de "buscaos bien".

Superacion del tiempo y rechazo de la luz

Al empmarse sobre este mundo por nacer ("IQue gran vxs- pera el mundo...") los amantes contemplan su futuro, su / ^ / "mas". El pasado, eso que no es mas, no les interesa. Esta * hecho de rotulos y de nombres, de cosas concretas que es impo- # * sible alterar: esta "ya" hecho. Este pasado es leyenda comun, historia que pertenece a todos y en la cual no cabe el sueno ni el invento. Salinas rechaza lo que es de todos, pues no cabe en "este raundo de dos". (En Razon de Amor hablara de la

"luz de todos" que no es suficiente para iluminar a dos). Los amantes proceden entonces a rechazar el pasado real y a in- ventar un pasado ."de dos" en el cual ya los dos e:-:istian. Se trata c’e 1c que podriaraos llamar, utilizando una paradoja ya comprensible para nosotros, de un pasado "presentido" en esta vispera del mundo: + IQue iqocencia creer que fue el pasado de otros y en otro tiempo, ya irrevocable, siemprej No, el^pasado era nuestro: no |enia ni nombre. Podiamos llamarlo a nues|ro gusto: estrella, colibri, teo^ema, en vez de asi,"pasado"; 109

quitarle . (145)

Este pasado sin nombre, se ha convertido en un devenir, en un futuro acontecer pleno de promesa para los amantes, ha * * perdido realmente su veneno, su irrevocable nfue”; el tarn-

/ / / bien espera anhelante cle 11 sera o de no sera11 el imptlso y el nombre que le den sus creadores.

No es solamente el pasado del mundo el que rechaza Sa­ linas; muy especialmente, hace a un lado el pasado de la a- mada, por no pertenecerle a el, por serle completamente inu­ til para el invento, porque, como en elcaso delpasado co- mun, no cabe en el mundo ”de dos1': * * Ir siguiendQte hacia atras en lo que has hecho, antes, sjjmar accion con sonr;sa, anos con,nombres, sera ir perdiqndote, Yo no. Te conoci, repentina, en ese desgarramiento brutal de tiniebla y luz, donde se revelafel fondo que escapa al dia y a la noche. (144) * ’•Conocerse es el relampago” ha dicho antes el poeta, ella,"la" repentina puede solo conocerse en un instante, pero en un ins- * tante de intensidad profundisima que aiiquila luz y sombra * # con su impetu arrollador. Despues de este ®desgarramiento brutal” todo es claro y simple:

Te vi, me has vistq, y ahora, desnuda ya del'equivoco, d§ la historia, del pasado, tu, amazona en la qentella, palpitante de recien 110

llegada sin esperagte, eres tan antigua mia, te conozco tan de tiempo, que en tu amor cierro los ojos, y camino sin errar, a ciegas, sin pedir nada a esa luz lenta y segura con que se conocen las letras y formas y se echan cuentas y se cree qufse ve quien eres tu, mi invisible. (144)

La amada ya ha existido en el sueno del poeta, en ese pasa- * do inventado, por eso aunque recien llegada es "antigua” su- A ya. Ella es ese relampago desgarrador que trae la calma al poeta, que hace posible el caminar con rumbo cierto (sin errar) guiado solamente por esa luz interior con la que se puede ver a la "invisible”.

El poeta conoce a la amada y se encamina hacia ella «a ciegas”. So necesita la luz porque ha visto, ha co- nocido, por un instante, lo invisible, y esta a salvo de e- ✓ quivocos.

El pasado y todas las cosas olvidadas no se pierden to- talmente. Si pueden ser integrados en ese pasado de dos"recons- / / truido” por los amantes, puede salvarse. Y asi puede procla- mar jubilosamente Salinas: * IAyI, cuantas cosas perdidas que no se perdieron nqnca. Todas las guardabas tu.

Kenudos grans de £iempo, que un dia se llevo elaire. Alfabeto§ de la espuma, que un dia se llevo el mar. "o por perdidos los daba. Ill

Y por perdidas las nubes que yo qulse sujetar en e^ cielo clavandolas ,con miradas. Y las alegrias altas del querer,y las angustias de estar aun queriendo poco, y las ansias , de querer, quererte mas. Todo por perdido, todo en el haber sido antes, en el no ser nunca, ya,

Y entonces viniste tu de lo oscuro, iluminada : de joven paciencia honda, ligera, sin que pesara sobre tu cintura fina, sobre tus hombros,desnudos, e^'pasado que•traias tu, tan joven* para mi, C^ando te mire,a los besos virgenes que tu me diste,' }.os tiempos y las espumas, las nube§ y los amores que per^i estaban salvados. Si de,mi se escaparon, no fue para ir a morirse en la nada* En ti seguian viviendo. Lo que,yo llamaba olvido eras tu. (142)

Observemos que en las tres primeras estrofas, el poeta describe sus inutiles esfuerzos de fijar ese pasado en un constante "estar” ("en el haber sido antes, en el noser nun- ca, ya"). Este mundo que se le ha perdido, es el que dice "no" a su anhelante "mas". Pero con la llegada de la amada arriba el "pasado joven"...para el. Ella llega flotando, con ese in- gravido pasado a cuestas. Es que el pasado "salvado"no pesa, * f * sino que flota, gozoso el tambien de vispera inminente. El 112 poeta esta sonandose ahora su propio pasado. Observemos / / / en los dos ultimos versos la paradoja "olvido-tu", despues

/ / que el poeta ha sugerido en los priraeros versos "tu-salvacion del olvido". Esto se explica, porque el olvido es ahora pasa­ do inventado— lo mismo que la amada— por la mente del poeta.

Salinas puede decir que el pasado lo "guardaba" ella; ya que la palafara "olvido” ha perdido todo sentido negativo; no es mas lo que se perdio, sino lo que se salvo. La paradoja "tu salvacion del olvido" se invierte en "tu-olvido(salvado)".

Ya el poeta no necesita ignorar el pasado, pues al inventar- se uno exclusivamente "suyo" puede repetirlo a su gusto. Ha- # * / bra creacion, si, novedad, en este invento de pasado; pero ✓ estara todo hecho con "ruinas" de pasado real, con esas "co­ sas perdidas" de que ya nos ha hablado el poeta. Recordemos que por un proceso similar, el mundo ideal esta hecho con ele- mentos del mundo real que los amantes han destruido con la fuerza de su nueva creacion:

lAtras y siempre ^trasJ fRetrocesos, en vertigo* por dentro, hacia el mananaI I Que caiga todoI ya lo siento apenas. Vamos, a fuerza de besar, inventahdo las ruinas dfl mundo, de la mano tu y yo por entre el gran fracaso de la flor y del orden. Y ya siento entre tactos, entre abrazos, tu piel, que me entrega el retorno al palpitar primero, sin luz, antes del mundo, 113

total, sin forma, caos. (151)

"Vivir era echarse a andar hacia atras” nos ha dicho Sa­ linas en Seguro Azar. Este ir hacia atras es el procesqfle la rdesi:iemorian. Fo se trata de recordsr, sino de echar a andar retrospectivamente, no para traer el pasado al presente, si­ no para dejar el presente a nuestras espaldas; mirando como seta ese pasado convertido en futuro promisorio. Ese es el retorno ”al palpi tar primero” , la razon de ser le la parade-

IHetroceso; en vertigo,w por dentro, hacia el mananai

Es esta una de las escasisimas aventuras de Salinas hacia ”a- tras”; pero si consideramos que es alii donde se imcia el pleno futuro, nos encontramos nuevamente con una expresion que, igual que Holvido” en el poema anterior, ha perdido su carga nagativa. Vemos en esta insistencia de Salinas, en ese / * *salvar” de terminos negativos por una transposicion de va- lores, no una mera predileccion por la paradoja o por un con- ceptismo negativo, sino un franco anhelo de convertir todo: el olvido : la memoria, el recuerdo, el detras, el mas alia, * el adelante, y el retroceso, en un tembloroso mas. Notemos que Salinas no acepta ni incluye todos los conceptos tal co- f * mo se le presentan, como haria un Guillen, que no los aniqui- la t»talmente, como Neruda o Aleixandre, sino que los salva6 primero de su mezquino destino concrete, los eleva a un pia­ no conceptual de poesia y los asimila entonces a su mundo 114

/ / / poblado por "liberados0, Solo alii se verificara la transfor- * * * raacion del pasado comun ( lo no-yo) en una recreacion exclu- * * siva: lo yo~tu; que sera perfecta, ”sin pecado". Esto es: sin

tiempo ni conciencia:

iQue dia sin pecadoJ La espuma, hora tras hora, in£atigablemente, fue blanca, blanca, blanca. Inocentes materias, los cuerpos y las rocas — desdq cenit total mediodia absoluto— esta ban viviendo de la luz, y,por la luz y §n ella. Aun no se conocian la conciencia y la sombra. Se tendia la mano ' a coger una piedra; una nube, una flor, un ala. Y se las alcanzaba a todas, porque era antes de las dis^ancias. El tiempo no tenip sospechas de ser el. Venia a nuestpo lado, sometido y elastico. Para vivir despaqio, de prisa, le deciamos: "Para”, o "Echa a correr”. Para ■^±v±r> vivir , sin mas, tu le decias: ’’Vete”. Y en^oncesnos dejaba ingravidos, flotantes en el puro,vivir sin sucesion, salvatjos de motivos, de origenes, de albas. Ni volver la cabeza ni mirap a lo lejos aquel dia supimos , tu y yo. No nos haqia falta. Besarnos, si, Pero con unos labios tan lejos de su causa, que lo estrenaban todo; beso, amor, al besarse, sin £ener que pedir perdon a nadie, a nada. (151)

El cenit es el momento "retondo", sin desdobles en sora-

br*a. En este instante el poeta nos presenta a los amantes"sal vados" del tiempo, de las distancias, de la cadena de motives y comienzos. Todo el poema aparece como un himno a la total independencia de los amantes que flotan en un element© de lo infinito-posible. Hay un eco de edenica inocencia en la des-

/ f cripcion:"mocentes materias”, "no tenia sospechas", "no se co nocian", "Hi..supimos". Toda esta inocencia se resume en el

/ / / verso micial:"Que dia sin pecadol". Notemos que esta vision

0 j» paradisiaca es jc®trospectiva, pertenece a ese pasado sonado por el poeta; es ; el unico instante en que el tiempo les obedece sumiso (como los verbos en la "vispera del mundo"). El poeta imprime un sello de nostalgica anoran-

0 za a esta evocacion en las expresiones: "era antes de las distancias","aun no se conocxan la conciencia y la sombra".

Solamente en este instante puede el poeta contentarse con

"el puro vivir sin sucesion", y con un "vivir sin mas". Sa­ linas, el poeta de la eterna. repeticion, del mas, se imagina en un mundo tan ilimitado y perfecto, tan sin pecado (tiempo, espacio, conciencia) que la palabra "mas" no tendria sentido, asi como el perdon ("sin tener que pedir perdon a nadie, a nada") seria una palabra vacia en el dia sin pecado. Este

t * * 0 paraiso recxen estrenado no tiene siquiera los limites de 116 su reciente origen. Salinas ha omitido el uso de vocablos que acentuen finalidad, y ha borrado los lindes iniciales, los motivos, los origenes, las causas, las albas.

Este paraiso esta lejos de la "vispera del roundo”, de e~ se caos prenatal en el cual todo esta listo para el "ya", naquiw. En esta confusion la amada permanece ajena a su propia * 'T creacion., aparte de este mundo que crea. Era aquella una vi-

/ * sion prenatal, sin duda, pero no edenica. La amada misma 1 - ba a introducir el pecado del tiempo (MYaw) y del espacio

("Aqua**), iba a dar a las cosas conciencia de su ser. Pero en la vision que acabamos de entrever en el poema citado ultimamente, no hay division entre los creadores y lo creado.

Todos son criaturas hermanadas por esa inocencia, por esa fal- ta de conciencia y de pecado que los salva hasta de sus mis- mos origenes. En ese momento de absoluto cenit, de "gracia" total, se amaron felices e ignorantes de lo que no fuera "es­ trone”, presente absoluto:

Ni vdrer la cabuza ni miras^ a lo lejos aquel dia supimos tu y yo. (151)

En el mundo esencial a que pertenecen, los amantes encuentran * la posibilidad de la infinita repeticion del acto de amor, que terminara siendo— como la posesion de la amada— amor por au- sencia: 117 He ire, rae ire con ella a amarnos, a vivir temblando de futuro; a sentirla de prisa, segundos, siempre^, nadas; Y la querre tanto, que cuando llegue alguien , — y no se le vera, no se le han de §entir los pasos--a pedirmela (es su dueno, era suya), e^la, cuando la lleven, docil,,a su destino, vol^era la cabezq mirandorae. Y vere, ' que ahora si es mia, ya. (140) * Observeraos en este ejemplo como la raarcha hacia lo ideal es­

ta reforzada por los adverbios"siempre" y "nada"; pero estos

han sido sustantivados y colocados junto a un sustantivo con- * * creto:"segundos", en la misma categoria. Este rasgo estilis-

tico es rau^ frecuente en Salinas, quien sustantiva adjetivos / / q enriqueciendd la formacion nominal (como Becquer) . Da, de

este modo, una realidad nueva (nominal) a lo abstracto, rea­

lidad que en su mundo ideal, suplanta a la verdadera o "de

todos". / / El poeta podra mirar hacia adelante, podra incluso acep-

tar la separacion, porque hasta ese destino adverso esta

transformado en algo positivo, transforma un presente,"tern- * * blando de futuro" en un "mia, ya". Observemos como el ritmo

reiterativo y acelerado de los cuatro primeros versos Se des- / / lie en la enumeracion lenta del tiempo:"segundos, siempres,

nadas". Gambia luego el tono y a la profesion de amor sigue * t * * la revelacion m t i m a , la explicacion parentetica y luego la 118 continuacion del monologo en ritmo mas lento: seguro bl po­

eta de ese devenir, sin el aleteo inquietante del presagio, se apoya en inserciones brevisimas, alternadas, como si el rnismo tratara de explicarse estos actos en su biValencia de

ser y parecer:

e^la, cuando la lleven, docil, ,a. su destino, volyera la cabeza mirandome... 0 para finalmente elucidar esta ambivalencia con un enfatico:

...Y vere , que ahora si es mia, ya.

Rechazo de los nombres

Salinas nos habla de la vispera del mundo, cuando las co- 0 / sas no tenian nombre; pero mas adelante le dice a la amada que

no la busca en su nombre— que rechaza junto con el pasado— por

ser de todos y estar puestos ya. En este nuevo extreme ya no

tiene nombres, sino pronombres, que son la abstraccion, la

esencia del nombre§:

Para vivir no quiero is^as, pa^aciqs, torres, Que alegria mas alta: vivir en los pronombresJ

Quitatg ya los trajes, las senas,los retr^tos; yo no te quiero asi, disfrazada de otra, hija siempre de algo.' Te quiero pura, ,libre, irreduc tible: tu. (147)

Y no son tampoco todos los pronombres los que usara. En n o un mundo de do^ solo necesitara "tu" y "yo", porque dice lue- co:

Se que cuando te llame entre todas las gentes d§l muijdo, , , solo tu seras tu. Y qpando me preguntes quien es el que te llama, el que tq quiere suyaj enterpare los nombres, lo§ rotulos, la historia. Ire rompiendo todo lo que .encima me echaron desde antes de naqer, Y vuelto va *1 anonimo eterno del desnudo, de la piedra, del mundo, te dire: ", soy yo". (147)

Un puro "tu" y un desnudo "yo" pueblan el mundo sin historia.

Notemos que Salinas rechaza el nombre ya hecho, pero que le / / obsesiona el nomfarar--que es, como vieramos en el capitulo

II una forma de poseer— Pero el poeta da "su"nombre, que ya ha madurado en su mente y "que se (le) deseendio a los labios", como dira* mas * tarde en El Contemplado 10 . A lo que agrega refl- riendose al mar:

Desde que te llamo asi, por mi nombre, ya nunca'me eres extrano.

Si te nombro, soy,tu amo de un segundo.IQue milagrol (301) * El nombre inventado es sello de intimidad, de relacion es- trecha y de entendimiento entre los que se nombran. Pero aque- lias cosas que estan fuera de la intimidad de los amantes, que formas un derredor vago y difuso, esas conservaran sus nombres, 120

pero su significado cambiara, o perdera sentido, permitlendo

a los amantes asociarlas nuevamente, darles funciones y rela-

clones extranas:

Universo en equivocos: rainerales en flor, bogando por el cielo, sirenas y corales en las nieves perpetuas, y en el fondo del mar, constelaciones ya, fatigadas, las tran§fugas de la gran noche huerfana, donde mueren los buzos. (154)

No es esta la inversion que hemos vis to en el mundo "al re-

ves" de que hablaramos en el capitulo III. En ese mundo las

relaciones y las cualidades ordinarias se invierten: la luz / A no alumbra, las manos no alcanzan jamas su objetivo, solo el

pensamiento llega a aprehender; las palabras no dicen nada,

pero los silencios gozan de absoluta e^ocuencia. Si bien es­

te es un mundo "al reves", rige en el un sistema tan riguro-

so como cualquier sistema imperante en el mundo cotidiano. El

poeta guarda una celosa exactitud de acuerdo con sus propios

conceptos, y rechaza los elementos que no pueden integrarse

dentro de su sistema. Si bien la vaguedad del mundo esencial

que crea puede parecernos una tendencia a la imprecision, no

es asi. Salinas rechaza los limites, la luz, el tiempo, el

espacio, todo lo que sea linde "exterior#, ajeno a su inti­

mi dad j pero se crea un sistema propio tanto o mas estrie to

que el que ha rechazadc- ("a mis medidas de adentro te inven- * to"). Y debemos observar tambien, que aunque mira siempre ha- 121 cia un tmas” , negandose a aceptar lo que tiene como ”lo ulti­ mo”, no es por un mero afan de cantidad, de exceso. Lo crea- do por el esta bien medido y delineado, pero el poeta rehusa aceptar la caducidad, el fin, como destino ineludible. Para el destino es posibilidad. Posibilidad pensada, anticipada y elaborada en su intimidad, aunque sea en sueno.

Volvamos al poema anteriormente citado, entonces, para re- conocer en el un caos verdadero, el de los amantes que buscan su destino, vale decir, su mundo esencial, sus posibilidades, t * yendo de equivoco en equivoco, seguros del acierto final: / / lAmarl JQue confusion sin parJICuantos erroresj Besa^ rostros en vez de mascaras amadas• f Los dos.IQue descarrioj Estq camino, el otro, aquel? Los mapas, falsos; transtornando los gumbos jue'gan a nuestra perdida, entre,ries$os sin faro. Los dias y los besos andan equivocados: no aeaban donde dicen. Pero para querer hay que embarcarse en todos los proyectos que pasan , sin preguntarles nada, llenos de fe , en la equivocacion m de ayer, de hoy, de aanana, que no puede faltar. (154)

Los amantes y el mundo andan buscando su medio natural,isera el mar, la montana, el cielo, la noche quiza?/ , las piedras, los corales, todo se equivoca, con ellos. Esta es taabien una vision % i n pecado", como la que vieramos an- 122

teriornente; y el poeta dice por eso:

tremulos de victoria, sin ganag de gqnar. Con el jubilo unico de ir viviendo una vida inocente entre errores. (155)

Entre errores los amantes van buscandose su destino "por en-

cima de triunfos y derrotasn .

Para finalizar el estudio de este subtema, el rechazo de los nombres, debemos citar un fragmento de un poema que nos ' / 0 parece resumir no : solo la aversion del poeta-mtelecutal contra un concepto que considera absurdo, sino muy especial- mente el dolor del poeta-hombre que quiere ser dueno eterno, de siempre y por siempre, del objeto amado:

Si tu no,tuvieras nombre, todo seria primero, inici^l, todo inventado por mi, , intacto hasta el beso mio. Gozo, amor: delicia lenta de gozar, de amar, sin nombre. 0 9* Nomore, ique punal claYado en mediq de un pecho candido que seria nuestro siempre si no fuese por su nombre! (141)

El puro invento

Lo acontecido, los hechos, los sucesos pasados, no son reales, pues, como hemos vis to, son propiedad de todos. Por eso el lugar, la fecha, las circunstancias de la cita que ya se realize no son -verdaderos, y el poeta puede asi decir: 123

Ea,sido, ocyrrio,,es verdad. Fee en un dia, fue una fecha qo.§ le marca tiempo al tiempo. Poe en un lugar que yo veo, sus pies pisaban el suelo ese que todos pisamos. S- tra je f se parecia a esos otros cce*ll§van otras mujeres. Six relQ destejia calendarios, sin olvidarse una ho^a: como cuentan los demas. T s^quello que ella me dijo ice en uij idioma del mundo, con gramaticae historia. fan de verdad, cie parecia mentira. (136)

Observemos como el poeta acusa una progresion desde lo mas re- * moto e indefinido hasta lo presente:"Ha sido, ocurrio, es ver- dad", para limi tar ese segmento de tiempo: una fecha. El poe­ ta gradualmerte deslinda lo esencial, de lo circunstancial: es asi que en el tdrcer verso:"que le marca tiempo al tiempo", el primer vccablo"tiempo" se refiere al tiempo medido, con- vencional, j el segundo "tiempo" se refiere a un absoluto.

"Sus pies", *3u traje", "su relo" y "aquello que ella me dijo", son entes esenciales por pertenecerle a "ella", pero no son tambien parse de esa realidad concreta f'en un lugar que yo veo") que es "tan de verdad" que el poeta desconfia de ella, y la rechaza con un rotundo:

Jo. fengo que vivirlo dentro, me lo tengo que'sonar* 5*aitar el color, el nomero, el aliento todo,fuego, con que me quemo al decirmelo. 124

Convertir todo ejj^acaso, en azar puro, sonandolo. (136)

El poeta se descubre su eros, y lo rechaza; por eso la re­ alidad del primer suceso:"ha sido, ocurrio, es verdad" se des- vanece al final en la nada del sueno, que es la realidad su­ perior del poeta. Lo que fue, lo que es, ya no3e importan, se preocupa por lo que podra ser, por el "acaso". Observemos tam- / / bien que debe vivirlo "dentro" (en si mismo).MDentro,, tiene / / asi el mismo valor que el poeta da a "detras", vale decir, no a la vista, no para todos, sino dentro de si mismo. El

"me" indica un absolute ensimismamiento del sujeto, que se siente dominado por la vivencia que experiananta.

Al conv«i*tLr todo en acaso, en azarnpuroV convierte el poema a la amada "pura" y absoluta, en la amada "ideal", sin nombre ni cuerpo, abstracta. Por eso rechaza a la que tiene en sus brazos— rechazando asi su propio eros— para poder as- / / p^r'r a la "otra". Salinas no solo rechazara los nombres, si­ no la voz, esa que todos oyen. Porque la verdadera vendrai

...No se de dondei. Desde el prqdigio, sierapre Porque si tu me llamqs — !§i me llamaras, si, si me llamaras ser^ desde un milagro, incognito, sin verlo.

Nunca desde los labios que te beso, nunca desde la voz que dice:"No te vayas”. (135)

Este deseo expresado a "Tu, que no eres mi amor", parte de la intima certeza de que el llamado anhelado es un imposi- 125 * ble. Si se realizara en el future, seria, corao dice el poeta * “un milagro". Notemos como el poeta se enajena, y disocia * tambien a la amada de sus labios por medio de la estructura del verso:

Nunca desde los labios que te beso no son "sus” labios, ni tan siquiera "los labios que beso", / / / alternativa que estrecharia el vinculo entre la accion del verbo y el antecedente "los labios". El verso tal como lo ex- presa Salinas, implica una separacion . entre los labios y el pronombre "te", hasta el punto que no pertenecen a una misma persona, a un mismo "tu". Puncionan los labios .como inter- / / sediarios, mas aun como "imitaciones", como interfierencias entre el poeta y la amada, en forma que podramos parafrasear el verso como :nunca desde esos labios que beso en ti. STote- aos por otra parte, que los "nunca" niegan el dato inmediato, que pertenece a la realidad tangible. Esa voz que le habla a

Salinas, no es la "pura" y "ultima", es parte del engano de la realidad, por pertenecer a la amada que lo besa y que es- ta a su lado. Esto nos llevara a analizar en detalle otro sub- * tema de la poesia amorosa de Salinas.

Rechazo de la amada real

La presencia de la amada no solo no supone posesion, como hemos vis to en el caso anteriormente citado, sino que la im- pide. Con sus besos distrae al poeta en su busqueda de lo ab- * soluto. Por eso dice refiriendose a la amada concreta: 126

Conmigo esta, me arrastra. Me arragca del dudar. Se sonrie, posible; toma forma de beso§, de brazos, hac^a mi; pone cara de mia. (139)

/ / Esta con el la amada suya y de todos, la "posible". Fer©

el poeta busca, como Becquer, la imposible, que es para el

la verdadera. Salinas utiliza la palabra " f o r m a e n su senti-

do de apariencia, de opuesto a lo que realmente es: ni forma

de beso ni de abrazo. La idea de engano (de lo real) esta acen- / / tuada en el verso "pone cara de mia"* El poeta safae que esta

que parece suya, no lo es, pero puede serlo. Es "posible" des­

de ella crear la otra, la "suya". Notemos la falta de genuino

entendimiento amoroso que se vislumbra en las expresiones:"me arrastra", "me arranca del dudar", en las cuales la amada es verdaderamenie agente activo de la$4cciones pero en la expre- siom "se sonrie", cargada de sentido amoroso, el "me” esta ausente, invalidando la sonrisaj , al tiempo que el vocablo

"forma" vela los besos con negatividad, culminando en el ver- * so anteriormente citado:"pone cara de mial". Aparece la trage- dia en la poesia de Salmas; tragedia por unir ese dual "tu" que lo acosa, haciendole pasar del cuerpo de uno a la vision * # del otro, en constante vaiven; buscando entre "equivocos", sin la certeza de encontrar la amada ultima. Dice por eso:

Te tengo, a la de hoy; ya la conozco, enjro por laberintos, faciles , a tu mano. 127 / / Y mios,ahora, si. Pero 1u ere§ , tu oropio mas alia... (136)

Estos ultimos dos versos ya establecen netamente un desdo- blamiento de ese "tu", que esta lleno de posibilidades, de futuro. Puede por eso Salinas reiterar:

Es que quiero saqar de ti tu mejor tu. Ese que no te viste y que yo ye0> nadador por tu fondo, preciosisimo. Y cogerlo y t§nerlo yo en qlto como tiene el arbol la luz ultima que le ha encontrado al sol. (176) y finalmente proclama la ascencion de la amada "de ti a ti misma". Con ■;una figura audaz:"nadador por tu fondo", el poe­ ta acentua la idea de busqueda intensa, profunda e intricada, / / para buscar el sedimento mas puro:”el mejor tu11. Pero el te- soro guardado y finalmente hallado, no permanecera en el fon- / / do, sino que sera elevado como caliz, ofrenda para la amada misma. En la imagen del arbol podemos intuir la. sugerencia de ofrenda ("del arbol en su copa") que se eleva por sobre las sombras que lo inundan todo. ✓ / Este doble "tu" del que hablamos, esta conce'oido sin em­ bargo como unidad dentro de la identidad del mismo pronombre * I I / "tu" . Del mismo concepto estan impregnados esxos versos:

Se te esta viendo la otra. Se parece a ti. ((185)

Y nuevamente entre en juego el verbo "parecer" con toda su 128

carga negativa (se parece a ti-no es tu). Tragedia de no en-

contrar lo que busca y de tener que quedarse con simulacio-

nes o inventos. Para llegar a esa otra amada que ahnela, no

necesitara el poeta los sentidos que usa en el mundo real,

ni la luz. Asi como al mundo ideal se llega de noche, con

los ojos cerrados, a resguardo de la tirania del color y la

forma,a la amada se llega por los caminos que ella traza, en

los cuales no sirven los sentidos ordinarios:

...Me sobran los ojos y los labios, en este mundo tuyo. Para sentirte a ti no sirven ic;: los sentidos de siempre, usados con los otros.

Hay que esperar los nuevos. Se anda a tu lado sordamente, en lo oscuro, trop§zando en aca§9 s, en visperas; hundiendose hacia arriba con un gran peso de alas. (164)

En este mundo donde hundirse es una accion whacia arriba” y

donde las alas ”tienenH un gran peso, los sentidos ordinarios

t 0 0 no tienen funcion alguna que desempenar. Es evidente, en es­

te poema, como en el anteriormente citado, y en varies ejem-

* plos de los capitulos anteriores, la preferencia de Salinas - * * . . + * por las imagenes de txpo longitudinal, que podrian resumirse en dos calificativos: profundo y altisimo. Observemos tambien que estas antipodas se compenetran, anulando la distancia con­ ceptual que las separa:"hundiendose hacia arriba” ,"peso de a- las". Esto permite a Salinas abolir los dos grandes limites 129

cie arriba y aba jo, de mar y cielo, "paralelismo de espejos” que

tanto lo oprime, aaular la distancia espacial y quedarse flo-

/ tando "salvado de motivos” y de "origenes". Por otra parte,

la esencia generalmente se identifica con lo concentrado,

con lo que queda en el fondo, una vez transpuesto el bulto

de la mateiia; y ese sedimento debe ser elevado, al despren- * derlo de la masa inerte en el que se encuentra diluido.

_ . ' Posesion en sueno

El poeta ha llegado a la posesion del objeto amado en el sueno al que llama "larga despedida de ti”. Veremos en Razon 12 de Amor --y ya habiamos visto en Presagios— que el adios es lo unico seguro. En l»a voz a ti debida Salinas establece ya la transicion: sueno— despedida de lo seguro. La manana que / # «.rae la separacion ,fcon su precisian de rayos y de risas” es el error. El amante vuelve a la realidad del cuerpo y de las caricias, las cosas exactas y falsas:

Te abrazo por vez ultima: eso es abrir los ojos. (162)

Y al abrazo-despedida-despertar sigue la huida de la amada hacia las tinieblas, hacia su horizonte en el "mas dLla":

Te siento huir liegqra de la aurora, exactisima, hacia arriba, buscando

la que no se ve es trella, el desorcjen celeste, que es solo donde cabes. (162) 130

Veraos en el empleo del superlative ("exactisima”) muy frecuen-

/ te en Salinas, otro sintoma de esencialidad. La forma super-

lativa supone el grado mas "alto”. Lo calificado esta ya * pronto a mostrar su esencia, ha llegado al ultimo grado de

calificacion. La alegria de Salinas es ”altisimafl; el palpi-

tar es "cerquisima”. ITotemos tambien que la amada no sera un concepto vago, sino bien preciso, exacto, aunque en el sueno.

Amada huidiza de la luz, pero estricta en sus medidas, busca / su sitio en ese "desorden celeste” que tambien tiene un sis-

tema, como se insinua en el verbo “cabe*1. Hientras la nexac- tisima”huye, la otra permanece al lado del poeta que le dice:

Luego, cuando despierto, no te conozco, casi, cuando a mi lado, Jiendes los brazos h^cia^mi diciendo:flQue §onaste?” ' Y te contestaria;"No se, se me ha olvidado®, si no estuviera ya tu cue^po limpio, exacto, ofreciendome en labios el gran error del dia. (162)

Observemos la relacion existente entre los calificati- vos que modifican una y otra amada, y la diferencia que los separa. "Limpieza" es pureza material, mientras que lo puro, es lo "esencialmente" linpio, y si bien la amada concreta ss positivamente exacta, la otra lo es de modo superlative. La preferencia del poeta es por la ausente, sin duda alguna, pe­ ro ese ncuerpo limpio, exacto” que le acompana es lo que sal- va al sueno magnifico que ha compartido con su ideal; es la 131 unica prueba--negativa, por cierto, pero prueba al fin— de que existe "la otra” o de que al raenos, es posible. El poe-

iw / ta quiere escapar por el sueno con ese puro "tu" y por eso, * P a la manera de Becquer, tambien quiere a la amada con los o- / / jos cerrados, unico ins tante en que esta ausnete del mundo real13:

Cuandq cierras los ojos tus parpados son aire. He arrebatan; me voy contigo, adentro.

Ho se ve nada, no se oye nada. (165)

Notamos en estos versos el deseo de penetrar, de traspasar todo, expresado en la palabra "adentro" (contrario a afue- ra, forma, apariencia). Ese "adentro" que habiamos ya mencio- nado es para Salinas, interioridad, mundo subjetivo, esencial, mas alia del frente concreto; donde en efecto,"no se ve nada, no se oye nada" aas que lo que los amantes se invented o mas concretamente, lo que Salinas invente. Esto nos lleva a ana- lizar otra constante del tema amoroso en Salinas.

Alto y adentro El camino hacia el ser amado esta escalonado con toda nitidez: el poeta se reprocha el buscar el ser ultimo:"tu mejor tu", al fondo de la persona de la amada ("tu fondo preciosisimo"). El poeta quiere asir ese fondo y:

...teaerlo yo en alto. (175) 132 / / / Salinas eleva el nejor "tu" de la real "tu", haciendola a- poyarse en el pasado con la "punta de los pies*’. Recordemos 14 t * el ejemplo de Presagios que haoiaraos analizado en el capi- tulo I. El tronco hineado en el suelo, el cuerpo todo en ten­ sion hacia \o alto, y en la curabre (la frente) la idea, lista para el salto. El pasado de la amada, como el suelo, como la base de esa columna "hecha de alma" sirve de punto de apoyo para que un ser vaya en busca de su esencial ser ("tu eres tu propio mas alia"). Observemos que la amada se apoya en el suelo (ambos partes de lo real y concreto) y la columna * "hecha de alma” se apoya en el corazon. En estos tres casos se trata de una ascencion, como en el caso de la amada:"de ti a ti misma"— observemos que los dos pronombres "ti" se refieren a entes distintos, pero como dijeramos, coexistentes en unidad— Jose Manuel Blecua en un estudio sobre la poesia amorosa de Salinas habla de figuras poeticas de "tipo aseen- cionista" y las atribuye a la influencia de los misticosl6:

Y entonces tu , en su busca vepdrias, a lo alto. Para llegar a el subida sobre ti,,como te quiero, toeando ya tan solo a :tu pasado con las puntas rosadas de•tus pies, en tension todo el cuerpo, ya ascendiendo de ti a ti misma. (176)

El uso de expresiones wa lo alto*,"subidaH,“ascendiendoten refuerzan la idea de elevacion hacia lo ideal o absoluto. Ob- * * # servemos que en la poesia "Que gran vispera el mundo" el poe- 133

ta ya esta preocupado por el ascender. Ilabla de los verbos

"indecisos" que esparan el mandato de "ella" para convertir-

se en accion; los dos verbos son "subir" y "descender":

iSubir? §e estremecia su epergia ignorante. iSeria ir hacia arriba "sulpir"? E ir hacia donde seria "descender"?. (145)

Pero observemos que el poeta utiliza en el ejemplo ante- * i t * rior a este, el condicional "vendrias" ("Tu en su busca ven-

drias") porque "ella" no viene, y el poeta vive mientras con

imitaciones del "mejor tu":

Y para^consolarme me envias sombras, copias, retratos, simulacros, todos tan pareci^os como si fueses tu. Entre figuraciones vivode ti, sin ti.

Me dicen: "No sqmos ella, pero isi tu vieras que iguales!".

En los ultimos versos Salinas revela nuevamente el poder ten-

tador de esas figuraciones; recordemos ademas el ejemjto que

citaramos unas paginas atras:" me arranca del dudar/se san-

rle posible".

Busqueda entre sombras

Los simulacros de amada no enganan al poeta con su aparen

te similitud:"si vieras que iguales". Prosigue entonces la

busqueda ansiosa en compania de las "imitaciones de ella"; 134

He quieren, me acompanan. Hos vamos por los claustros del agua, por los hielos flotantes, por,la pampa, o a cines minusculos y hondos. Siempre ha blando cle t:L. (384)

En estos versos aparecen asociadios los lugares de na- * turaleza mas diversa: el agua, los hielos, la pampa, los ci- / nes, sugiriendo la falta de orientacion, la ceguera que aque- / / / ja al amante en su busqueda. Este extravio esta acentuado por ✓ la vastedad o lo recondito de los lugares mencionados. El ci­ ne, por otra parte, atrajo siempre a Salinas. Ya habiaraos no- tado como la "tela blanca", donde toda clase de creaciones

/ se hacen posible, le fascmaba. Ese mundo de ficcion que npa- rece* realidad

El poeta se encuentra ahora solo entre las sombras, ro- deado de criaturas falasas con las cuales no se comunica, otro detalle que recuerda a Becquer^?:

... yo vivo de sombras, entre sombras de carne tibia, bella, con tus ojosy tu cuerpo, tus besos, si, qon todo lo tuyo menos tu. Con criaturas falsas, di.'inas, interpuestas para que ese gran beso 35

que no podemos dargos me lo den, se lo de. (197)

En el ultimo verso, Salinas ya insinua que la amada

/ real y concreta es el medio a traves del cual pueden besar-

se ("amarse") ‘'el*1 y "ella". A veces, el poeta cree es tar

cerca de la amada "ultima", a punto de alcanzarla, pero los

signos corporales de ese "tu” lo detienen y se queda en los

labios, sin ir mas alia: ✓ Entre tu verdad mas honda y yo me pones siempre tus besos. La presiento, cerca, ya, la deseo, no Iq alcanzo: Cuando estoy mas cerqa de ella me cierras el paso tu, te me ofreces,en lo§ labios. Y ya no voy mas alia. Triunfas. Olvido, besando, tu secreto, encast^Uado. Y me truecaf el afan de seguir mas hacia ti, en deseo de que no me dejes ir y me beses. (188) * Los labios se rinden al beso, no buscan la verdad ultima.

La amada le ofrece en ellos substitutos de la verdad que en- / / cierra en si, y el poeta sabe que la revelacion nunca ven- / / dra desde esos labios que besa, porque "el ser ultimo" que / / busca esta detras de la frente, en el pensamiento: es la

idea:

La frente es mas segura. Los labios ceden, rinden su forma al otro labio que los viene a besar. 136

Nos cre^mos que alii se aprieta el mundo que se cierran el final y el principio: engananan sin querer. Pero la frente es dura; por,detsas de la carne esta, rigida, eterna? la re^puestas inflexible, monosilaba, el hueso. (188)

En el poema que citabamos anteriormente, el poeta haola ^ * de "la verdad mas honda”, siguiendo con su afan de profundi- dad. Ahora nos habla de la rverdad que esta en la frente, eso es: "detras de la carne”; mas alia del cuerpo. Esta verdad es eterna, rigida, no cambia de forma como los labios y los bra- zos (lo real-lo mudable). Es inflexible e inmobil. Esta de tras de la frente, es la "irreductible tu”:

...Pero cuando todo tu frente con rai frente, te siento la aijjad^ mas distante, la mas ultima, esa que ha de durar, secreta, cuando pasen los labios, sus l^esos. Salvacion --fria, dura en la tierra-- del gran contacto ardiente que esta noche consume. (189) / * El contacto de frente con frente es el unico vinculo du- / radero>, comunicacion pura, esencial con esa amada eterna que se salva de ser "consumida" por la pasion. Pero aveces el po * eta se confiesa a si mismo su debilidad, su miedo de vivir con la verdad, esto es, con la ausencia de la amada (con la amada distante): 137

No preguntarte me salva.

• • • > • . seria cambiar la duda donde vives, donde vivo como en un gran mqndo a oscuras, por una moneda fria y clara: I9 que es verdad. Te marchaipaa', entonces. Donde esta tu cuerpo ahora, vacilante, todo tremul9 de besarae 0 no, estaria la certidua'ore, tu auseqcia sin labios. Y donde esta ahora la angns tia, el tormento, cielos negrof, estrel^ados de pued$ sep, de quizas, no ljabria mas que ella sola. Hi unica amante ya siempre, y yo a tu lado, sin ti. Yo solo con la verdad. (190)

Hay un nuevo giro en la actitud de Salinas, frente a la duda que se le ofrece en cuarpo, y la verdad que le promete tan * solo un vacio inmenso, prefiere la duda. Trata el poeta de * explicarse este fenomeno. Al enunciado del primer verso, si- A / gue la necesaria aclaracion. Esta exposicion ordenada, que a * * * veces parece casi matematica, da un aspecto de estructura lo - gica--casi teoreraica--al verso. Evidencia el deseo de expli-

/ / cacion, de justificar una posicion que elige en contra de la 1 R actitud sostenida hasra ahora.

Presencia de ausencia * La desazon que se traduce en el poema anteriormen te ana- lizado, es pasajera. La constante de Salinas, es, hasta ahora, la ausencia, que es la presencia •pura® de la amada. Esta de- be convertirse en un "cuerpo pensado”, sin ojos, sin voz, sin 138

sin abrazos, hasta que el poeta pueda decir;

Te arranco el color,,el bulto. Te mato el paso. Venias derecha a mi...

• . mi amor esta libre, suelto, con tu sombra descarnada, y puedo vivir en ti , sin temora lo que yo mas deseo, a tu beso, a tus abrazos. (191)

La expresion ”descarnada” nos recuerda que esta es la amada

posible, de su poema anterior, que ha sido privada de su car-

ne. Este es el "solo cuerpo posible” para el poeta. Notemos

sin embargo, que aun desea lo carnal, los besos, y los abra­

zos; pero el intelecto hace que la presencia real de la amada / / sea no solo inutil, sino como se ha vis to, un obstaculo para

la ultima posesion del ser amado:

Tu a mi lado; en tu qarne, en tu cuerpo, erps solo el gran dese^ inutil de estar aqui a mi lado en tu cuerpo, en tu carne. En todo lo que haces, verdadero, visible; no se consuma'nada, ni se realiza, no. (191)

* * * ' IV En cambio,ique llena esta la ausencia, como acompanaJt * IQue paseo de noche con tu ausencia a mi ladoj (178) pero la angustia de quedarse solo con su invento lo sobrecoge, y la necesidad de bulto existe a pesar del intelecto que quie­ re superaria; 139

, ...yo llevo estrechada, calida, viva, tierna, la forma de una maijo palpitando en la mia. (178)

La ausencia ya puede acompanarle porque la tornado forma, peso, es materia "viva" como la forma de la mano, es materia

f hecha de vacios y suenos:

El mundo material nace cuando te marchas. (179)

Si tu nunca, tu nunca; tu memoria es materia. (180)

Paralelo con su intento de dar bulto a lo intangible, va su esfuerzo por "idealizar lo ideal”, y llega Salinasa hablar de la idea de una idea:

Hoy estoy besando ; estoy solo con mis labios. Los pongo no en,tu boca, no, ya no — iadonde se me ha escapado?— Los pongo en el beso que te di ayer, en las bocas juntas del beso que se be§aron. Y dura este beso mas, que el silencio, que la luz.

Te estoy besando mas lejos. (171)

/ El poeta besa un beso que fue, no besa labios. Nuevamente se desliga el agente, las bocas, de su oficio: el besar, en esos versos que en sintaxis ordinaria dirian: bocas juntas del beso que se besaron. Lo que importa no es la boca, ni el ac to de besar, sino el hecho aislado, suelto, vuelto ideal: 140 el beso. El poeta ve no el lugar adonde ella uira, sino "el puro acto” de rairar:

Yo no miro adonde rairas; yo te estoj’’ viendo mirar. (172) / Observemos tambien que existe en los versos una especie de desapego por el resultado de los actos de la amada, que no sean esenciales ("en todo lo que haces...no se consuma nada") / / Ha llegado al ultimo extremo de su negacion el poeta, ya no * ✓ se detiene en lo que pasa, ya ni actua por si sino que se ai- ra en los actos de la aaante:

En lo que no ha de pasar me quedo, en el pu^o acto de tu deseo, queriendote. Y,no quiero ya otra cosa mas que verte a ti querer. (170)

El "puro" acto es lo que busca (ver querer, no queriendote) y cuando lo captura, es como resultado de un esfuerzo mental, y el poder cognocitivo del poeta es lo mas importante (ver mirar, ver querer). El ser concrete de la amada viene a dis- traer al poeta, es un impedimento ("lo que eres— me distrae de lo que dices"). Pero "lo que eres" es lo que el poeta pien * sa de ella. De ahi que la esencia de ese ser se identifique con la mente del poetq., hast a tal grado, que el puede perder conciencia de su propio ser y vivir "en ella".

Vivirse en ella El poeta exclama jubilosoi

I Que qlegria vivir sintiendose vividoj 141

Rendirse a la cer1 idumbre, obscuram^nte, de que^otro ser, fuera demi, muy lejos, me esta viviendo. (155)

Ya no se trata de ”besarse lejos” sino de que me vivan lejos s * (que viva por mi). En la poesia de Salinas abundan los verbos

usados reflexivamente, rasgo estilistico que le da una inten- sidad personal y ahonda el contenido afectivo. Pero la cons-

truccion:"me viveM tiene un valor distinto. Al hacer reflexi- vo un verbo que por su naturaleza no puede serlo, traza el po­ eta alrededor de si y de la amada una especie de circulo por el cual echan a andar las acciones. Parten de uno de los a- mantes, traspasan al otro y vuelven al autor. &ay en Salinas una preferencia por lo que se ha llamado "estilo circular” se- / IQ meiante al erapT eado por los misticos . Casi todo se origina en la amada, y vuelve a ella. El poeta nos ha dicho que ella ✓ es mas bien amante que amada; porque es ella la que proyecta su amor sobre las cosas. El am~r del poeta, no es mas que el amo~ de "ella” que vuelve a ella misma; el poeta es tan solo un medio por el que pasa este amor: * De que un dia entre todos llegaste a tu amor . (168)

A veces hay una nota de ansiedad en el verso, porque la union no se realiza, es tan solo deseada. El poeta quiere a- * demas de "ignorancia de lo que son mis acto?, que ella hace” permanecer totalmente inerte para poder llegar mas facilmen- te a ella: 142 * Como quisiera ser eso que yo te doy y no quien te lo da, (100) ✓ Y maa tarde reitei*a:

Pedirte que me quieras es oeclir para ti... (167)

Pruebas del amor * Aunque la union se haya consumado, el poeta necesita

/ pruebas de ello. Sin pruebas, no hay jubilo total en el aman- te, una vez que esta solo. Aparece una nota de tristeza, a ve- / / ces de verdadera angustia, de que la union no durara eternamen-

/ Pm te como el ha sonado; de que ^undo y amada esencial son un mero invento: proyeccion de su intelecto:

Posesion tu,me daba§ deipi, al darteme tu., V^vi, vivo. iHas^a cuando? Se que te volveras atras. Cqando te vayas retornare a ese sordo mundo, sin diferencias, del gramo,'de la gota, en el auga, en el peso. (197)

/ El mundo ns m diferencias” esta pareado con el gramo de peso, la gota de agua, que son diferencias arbitrarias . .no de esen- cia, ya que el gramo es peso, y la gota agua, se trata tan so lo de una disparidad aparente, pero no real. Vale decir que el poeta retornara a un mundo monotono, sin sutileza: sordo.

Teme entonces quebarse solo con ausencias, y pide al amor pruebas de que ha existido. El, que rechazaba todas las prue- bas por falsas, en su afan de recuerdo, de asidero, pide

' ' 20 lagrimas, o aunque sea dolor, otra vez como Becquer :

No quiepo que te vayas, dolor, ultima foraa de amarl Me estoy sintiendo vivir cuando me dueles.

Tu verdad mq asegura que nada fue mentira. (198) iZi 1 dolor dara a Salinas, coso da a Unamuno, conciencia del * / vivir. Pero el dolor de Salinas no solo sera prueba de una vida "en que no le dolia", sino tambien la prueba:

de que existio, qu^ixiste, de que mq quiso, si, de que aun la estoy queriendo. (199)

El poeta duda de la realidad de su invento. Lo intangible del mundo que los amantes se ban creado, es la causa de que falten pruebas de su existencia:

islas limpias, desiertas, sin fibres y sin carne...

por eso nuestra vida no parece vivida: desliz, resbaladora, ni eslela> ni pisadas dejo detras. (200)

Vuelve el poeta a su idea de re-encuentro, que sera "un

/ v / minuto, manana, siglo, por vesir, jamas” en cualquier momen

to en cualquier lugar, pero se producira: * ...en algo si y en alguien se tiene que cusplir este amor que inventamos sin tierra ni sin feclia. (200) 144

El amor sin tierra ni fecha debe cumplirse en algo y al- guien, la necesidai de bulto, de lo concreto, se hace cada * vez mas imperiosa.

Cuerpos para cumplir el amor

Este "amor en viio" como lo ha llamado el poeta, indicando que se halla suspendido, en alto, tiene ansias de "posarse ahora". El amante busca cuerpos en donde posarlo y pregunta angustiado: * * iQuien se puebla el mundo esta noche de agosto? (203) y se contesta:

Ni carries ni almas. (203)

Porque ambas(carnes y almas) comienzan a confundirse. La pu­ re za llega a ser el vacio, y los vacios no tienen "senal de de almas” ni "huellas de carne”; unas toman los atributos de las otras: * iOue cuerpos leves, sutiles, hay sin color, tan vagos como las sombras. (203) * Y que sombras tan morenas hay, tan duras , que ,s’a os euro marmo^ f rio jamas s§ nos rendira de pasion entre los brazos!

IY que trajin, ir, venir, con el amor en volandas, de los cuerpos a las sombras, de lo imposible a los labios, sin parar, sin saber nunca si es alma de carne o sombra de cuerpo lo que besamos, si es a l g o „ i Temblando de dar carino a la nadaj (204)

Los cuerpos se vuelven etereos y las alraas corporeas, en for-

/ / ma tan equivoca, que el poeta desconfia ahora hasta de las sombras que lo rodean y acompanan. Se pregunta aterrado:iha- bra dado su amor a nada?, porque:

IY si no fueran las sombras sombrasFiSi las sombras fueran — yo las estrecho, las beso, me palpi tan encendidas entre los brazos— cuerpos fines y delgados todos miedosos de carne?. (204)

La sospecha de que ha estado estrechando cuerpos vivos, rea-

/ lidades, le acosa. Duda ultima y trascendente es la del poe­ ta. Nostalgia de lo cierto que no quiere perderse. Al cerrar el poema hace un llamamiento fervoroso a la amada para que le ayude a dar realidad material y viva a esas sombras que ellos habian creado:

iLas oves como piden realidades, ellas; desmelenadas, fieras, ellas, las sombras que los dos forjamos en este inmenso lecho de distancias?

Acude, ven conmigo. , Tiende tus saao^, tiendeles tu cuerpo. Los dos les buscaremos un color, una fecha, uq pqcho, un sol. Que descansen en ti, se tu &u carne

Y su afanoso sueno , de sombras, otra vez, sera el retorno a esta corporaidad mortal y rosa donde el amor inventa su infinite. 146 * Cobra la poesia de Salinas con este final, un calor hu- * / mano que ee intensificara en el siguiente libro:Razon de Amor.

En La voz a ti debida el poeta ha tratado de destruir la rea­ lidad y de crearse un universo ideal hecho de asencias, el * cual compartiria con la amada. Ha tratado de esencializar y de descarnar ese ideal que araa. Pero esta amada conceptual no puede satisfacer su nostalgia de bulto, de cuerpo que le ha- ce ver carne (esa que el desea pero que quiere superar) hasta / / en las sombras. Le acosa--y este sea quiza el raotivo de su nostalgia--el temor de que su amor se pierda en la nada, en ese ir y venir de lo ideal "a los labios" y nade entonces su deseo de corporeidad, de pruebas, aunque sean negatovas como

ft / el dolor, o la posesion real, aqui y ahora, como unica salva- cion de ese amor que se consumo mas alia, "detras de todo". CAPITULO vii

"Vivir desde el prlncipio es separarse"

/ La duda de quedarse solo con sombras y el dolor del paso

del tiempo, son los temas centrales de Razon de Amor (136). ✓ Como lo no .a Angel del Rio, esta nueva obra significa un des-

censo de la tension poetica que acusa La voz a ti debida-'-; pe

ro era casi iaposible mantener el ardor del libro anterior, / / ese prodigioso ’’elan’1 como lo llama del Rio. El poeta man-

tiene la reiteracion de temas, y el tono del dialogo amante-

amada. El libro anterior es obra de prodigio, de pasmo, y ya

nos lo indiea el frontispicio:"Thou Wonder, and thou Beauty

and thou Terror" de Shelley. El poeta se ha rendido al jubi-

lo, al tembloroso presagio y a las inminencias. Es, en una ✓ palabra, obra. de fe, de confianza absoluta. Pero en Razon de

Amor, Salinas se detiene un momento, trata de calmar su ardor / / / y de aclarar la mente; es esta, despues de todo una "razon".

El poeta ha perdido la fe en el mundo esencial que se habia

inventado, la duda lo acosa, y lo encontramos perdido despues del vendabal de alegria que representa su libro anterior. Tra

ta entonces de encontrarse y de explicarse la sinrazon de sus razones, miertras sigue buscando a la amada. Como lo ha nuta- * do del Rio, la conciencia de lo fugaz, aparece con perfiles nuevos. En La voz a ti debida, el poeta tiende hacia lo e-

terno, hacia la repeticion interminable del amarse. Contem- plaba Salinas el aspecto cambiante 3* enganoso del mundo, pero se eneontrain seguro en su inmutable interioridad. La eterni- dad que anhelaba el poeta, era un absolute en el pasado, pre- 147 148 sente y future; una total abolicion de liraites temporales. En este absolute, la creacion de un mundo esencial sin liaderos concretos era posible. Pero en Razon de Amor la conciencia del

tiempo nana de otro origen: lo humano, la certeza de que el a- mor, vale decir el estado de felicidad, no dura debido a su naturaleza hunana. El rechazo inicial del tiempo era de origen

/ / conceptual, ya que anulaba la creacion eterna y ultima; pero el dolor fraacamente humano frente a la fugacidad del aconte- ✓ cer, aparece irrefutable en Razon de Amor desde el primer po- / / ema:"Ya esta la ventana abierta”. Despues de la noche de amor ha venido el alba que epperaban los amantes. Pero la alegria de encontrar el cielo azul, se nubia en seguida por la reflexion de que la luzBlleva el dia por los mundos a su fin”. Los a- mantes n se buscan su claridad”:

Al encontrarla amanece, ya no es suya, ya es del mundo, y sin saber lo que hicieron, los amantes eefaan a andar pgr sg obra, que parece un dia mas. (249)

Recordemos el segundo poeraa de La voz a ti deblda en que * tambien los amantes abren su ventana en espera anhelante de ese !,vendaval de amor”. No hay en el poeraa posterior el tono / / de jubilo que tiene un buen presagio. El paraiso que se in­ vent ar on durante la noche, con "islas color de eden”, es una especie de reflejo idealizado del mundo en que viven los dos amantes; es ana esencia, de este mundo, unor'oe perfecto, que se desvanece o se puebla de luz y realidades, y por esodeja 149

f / cle pertenecerles, cuando llega el dia, "el gran error del dia"

de La voz a ti debida; con su claridad que ilumina todo y en-

trega todo. La intiraidad termina para los amantes y su mundo, ✓ que todos ven, y a todos pertence. Cabe aqui recordar la re-

/ f t

lar fenomeno que lo hace exclamar:

Despertar* , Retauracion por vertigo.

Despertar, ser, estar, Otra vez el ajuste prodigioso.

* / El dia es lo jus to, la restauracion de la realidad de las

cosas para Guillen; es error para Salinas.

En el segundo poema de Razon de Amor, Salinas nos confir-

ma su estado de angustia en el verso:

Yivir desde el principio, es separarse. (211)

El poeta ya se habia referido a la separacion a ese adios

que significaba estar juntos para siempre. Pero ahora la se- . / / paracion no xmpone posesion en ausencia. El amor ya no consi-

gue abolir los limites temporales, tan solo re tarda el paso

del tiempo:

Amor es,el retraso milagroso de su terinino mismo: , es prolongar el hecho magico de que uno y uno sean dos, en contra de la primer condena de la vida. (201)

La angustia casi romantica de lo fugaz da un nuevo tono a la

f / poesia de S a l m a s , cuya pena ante el pasar del tiempo habia 150 f * sido hasta ahora casi exclusivamente ractafisica. La unica po- / * sesion se realiza sin embargo, siempre a traves del pensamien-

to:

Pensar en ti esta noche no e^a pensarte con mi pensamiento yo solo, desde mi. Te iba pensando conmico extensamente, el ancho mundo. (232)

El poeta se concentre en el pensar a su amada con tal in-

tensidacl, que el mundo exterior parece detenerse todoy acom-

panarle en su pensa-xento como dandose una tregua en su con-

tinuo mudar:

Una cqnformidad de mundo y ser, de afan y tiempq\ inverosimil tregua, se entraba en m^.,como la dicha entra cuando llega sin >prisa, beso a beso. (232)

Debemos observar en que forma ha impregnado la angustia tem­ poral la lirica de Salinas. Si en La voz a tiudebida la liri-

ca vuela, corre tras la huidiza amada y percibimos el tono

de alegria espasmodica a que se refiere Spitzer3, en Razon de Amor todo se desarrolla "sin prisa, beso a beso".

Siguidndo con su manera reiterativa, Salinas expresa y de­ fine la idea de fugacidad de rail maneras distintas, desembo- cando en el ansia de lo eterno:

A su fugacidad, con el alma del alma la llanancs lo eterno. (237)

Como salvacion unxca ante este correr ineludible del tiempo, se refugia el poeta en su antiguo deseo de inmobilidad: 151

Per9 de^pas de sus flancos esta sonandose un suenc de no ser ya movimiqnto, de acabar este vaiven; este ir yvenir, de cielos a abisipos, de hallar pof fin la inmobil flor sin otono de un quererse quieto, quieto. (244) * Sigue el poeta la busqueda de lo esencial, aunque acosado

por nuevas angustias. Tiende, y quiere Ilegar a lo absoluto ✓ de las cosas, a lo ultimo:

eres hoy solo huella de tu huella (219)

Y hasta en lo mas esento de corporeidad: el alma, supone (a

Iq^anera ce Unamuno) un ambito ultimo:

como un alma del alma. (221)

Reitera Salinas au deseo de volver a un "palpitar prime- / ro", que repetidas veces expresara en La voz a ti debida. La . 0 ^ * creacxon del orbe periecto que ya mencionaramos, es un ejem-

plo, alii los amantes podran vivir a solas, sin nadie, ig-

norantes de su pasado y calmar su sed de infinitud, en este

paraiso abstracto los amantes:

...abren al mundo su puerta virgen y 'lo estrenan todo y si oyen otra voz, solo es su eco. (230)

31 verbo "estrenar" trae eco ’e usc pri-iiro, ob.ie-

/ to recien uecho que los amantes van a usar en su retorno al palpi tar primero, que para Salinas as anterior al mundo mis- mo (e igualmente caotico e informe". uabla el poeta entonces 152

del “prenatal obscuro paraiso” y se dice:

Qu§ el vivir hasta ahora ha sido solo tremulo p^esentirse ju'oiloso , — antes aim que las almas y su sequito-- pura promesa orenatal. *(273)

Salinas tiene predileccion por los derieados del verbo

"nacer ■' que nos llevan a los primeros albores de vida. Dice

del mundo:

/ recien,nacido otra vez, primogenito del gozo. (261)

Y en La voz a ti debida ya habia dicho: * luego reciennaciendose con el alba, asoaoroso de novedad, de ansia. (175)

En la mente preocupada por las esencias, se supone una / / capacidad de aprehension extraordinaria, Si el poeta decia

“nombrar es tener” ahora puede decir a la amada indiferente:

Pensar en ti es tenerte (232) Y exclamar mas tarde:

S^ento como te das a mi aemoria como te rindes al pensar ardiente. (233)" y este abandono al pensar ardiente es la obra sola de el, de su querer, que tiene tanto impetu que puede hacer que:

Lo que queremos nos quiere aunque no auiera querernos. (225)

a fuerza de estar queriendo / aunque no nos de su cuerpo, la amada, ni su presencia, aunque se finja otro amor un estar en otra parte, este fervor infinito contra el,no querer querer la rendira, bese o no. (22G)

* y llegara a tener:

la evi^encia de ser,ya de aquel que la esta querienao. (226)

El recuerdo, que juega tan importante papel en La voz a * ti debida, es un elemento primordial en Razon de Amor, pero su naturaleza ha variado. Kientras en La voz a ti debida es pasado. historia, leyenda comun que pertenece a todos y por lo tanto no es personal, y debe ser destruido (anecdotas, fe chas, nombres); en Razon de Amor el poeta ya es capaz de evo car "su" propio recuerd, su experiencia personal y exclusiva

Ha llegado el poeta al logro maximo del inventor a recordar lo que ha sonado para si. Huy especialmente, puede recordar a la amada, pues le dice:

En el alma te encierro. (242)

/ / Ella, contmua presidiendo el mundo t!al reves". Es ahora una pastora "de milagros", en un poena que tiene otras alu- * * * siones msticas: figuras ascencionales y etereas, superacion del dolor por nedio del amor de ella4

...Tu le quitas • , ' al trabajo, al afan, su gran dolor de pena, (213) 154 La repeticion de vocablos que expresan ascencion (alto,

elevas, cimas, '^c^ncion, subir, cuesta arriba) termina en ✓ una maravillosa figura poetica en la que la idea de ascenso

"sin pena" se expresa con una paradoja con reminiscencias mis-

ticas:

Y en descenso§ al^gres, se sube, si tu guias, la inmensa cuesta arriba del mundo. (215 )

Los poderes prodigiosos de la amada afectan al amado hacien-

dole exclamar con la incredulidad del que vive un milagro:

Que a veces se me olvida que vivo de milagro el amor fabuloso que 3 I cargar sobre ti ingravido se torna. (215)

Este amor "ingravido" es la "alegria alta" de La voz a ti

debida, que ha tornado un sentido mas personal, ha dejado de

ser un sentir cosmico. Pero la amada sigue ej^rciendo su po-

/ der no solo sobre el amado, sino sobre el orbe entero:

Lo imprevisto se quita, al verte, su antifaz de noche 0 de misterio, (113)

Debemos recorday, que a Salinas no le gusta lo imprevisto,

En su mundo ideal todo es presentido, esperado, intuido; y muy

especialmente pensado, y porque ya tiene una vida conceptual

en la mente del poeta, este va en su busqueda.Por eso puede dirigirse a la amada y decir:

Estabas pero no se te vela 155

aqui en la luz terrestre, en nuestra luz de todos. Tu realidad vivia entre nosotros indiscernible y cierta. (217) 0 No puede versela en la "luz de todos", porque como ya nos ha dicho en el primer poema de Razon de Amor, los amantes se encuentran en la luz de "dos" solamente. En La voz a ti debi­ da nos dice "de tus ojos sale la luz que te guia" y sigue in- sis liendo con la figura de "haz de luz" que dirige al objeto

/ f / / amado, que ^uede ser tambien otra forr.ia extraida de la poesia mistica.

Observemos en el fragmento de poema citado anteriormente 0 coso la "y" une un adjetivo frascamente negativo^indiscerni­ ble ** y otro rotundamente afirmativo"cierta". Un "si" y un "no" para modificar "realidad"; que para Salinas representa, en e~ fecto, ser y no ser.

La amada, que como vieramos en La voz a ti debida, es tambien la que es y la que no es, ya no torturey&l poeta con su dualidad y le hace exclamar:

ICuahto tiempo fuiste dosj

iQue vaiven entre una y otra J (230)

/ / Pero la fusion se ha realizado, la anada "se ha hecho a si

0 Por fin te llamas tu.

te lias inf undido tu, y a ti te has hecho TT. •«•«•••*•••• de tu propia criatura ori^en. (215) 158

Ella se ha creado, en la misma forma que el amor se crea a si mismo. Este es quiza el milagro mayor que realiza, su propia creacion y va hacia su destino, esa cima donde se ci- tan los que aman:

con las alas y JLos pies que de su entrana le nazcan. (216)

Aparecen nuevament© juntos lo espiritual: alas; con lo corporeo: pies. Eos hablara mas tarde el poeta de esa cima don-

ft / / de suben los amantes y la llamara "torre”, dandole asi senti- / / do mas material y humano, haciendola menos inalcanzable; y

/ / despues de descubrirnos que alii se consuman los amores, nos * / revela que alii se realizan tambien:”las solitarias citas de la carne y las alas".

Hay en Razon de Amor una preocupacion por las diferencias; * por lo que, como vieramos en La voz a ti debida. se repite pe­ ro nunca es igual. Es de esperar una predileccion por lo di- ferente en un poeta tan sutil como Salinas. Su juego amoroso ✓ esta basado en diferencias que le permiten definir, deslin- dar, elegir. Son las diferencias por otra parte, las que hacen que "lo unico" sea posible• Y Salinas, que va en pos de la u- nidad de dos diferencias: amada-amante; esencia y apariencia, exclama:

IGloria,a las diferencias entre tu y yo que Haitian nuestro amor a la alerta, cara a cara, a probarsel ...... IQue facil unidad de los que son igual e s .'

• ••#•*•**>#*«■»** 157

Y al final, el hallazgo, el contaqto, la nueva separ^cion vencida, la union pura bijotando de lo que desunia. (211) y maa adelante reitera:

iQue gozo que no sean nunca iguales las cosas que son las,mismasI Toda la vida es unica. (240)

Estas diferencias hacen posible que el acto repetido sea siempre distinto y gracias a ellas los amantes pueden "estre- nar* sus abrazos y sus besos.

Salinas llega a reconocer, sin embargo, su error: su vano intento de reemplazar el mundo real por uno de su invencion, o de trascender los limites espaciales y temporales, de esen- cializar y eternizar un amor que es efimero como la carne que lo sustenta. 1*1ega al final de Razon de Amor a reconocer que estos limites que ha tratado de trascender son necesarios:

Al nacer nuestro amor se nos nacio su otro lado terrible, necesario, la luz, la oscuridad. (251)

Salinas se entrega a la realidad que lo ha vencido, no con resignacion, sino con reflexion, pleno de conciencia en su error. El poeta, que se nos presentara como el vate del jubilo amoroso, compone un poema al dolor. No se trata ya de * * una pena que sera prueoa de un amor que existio, de una epoca en cue "no le dolia". Sera un lamento sentido por el triste destine de lo joven y fresco: el sufrir y el acabarse: 158 * No. Ya se que le gus^an cuerpos recientes, jovenes, que le resisten M e n y no se resisten pronto. Busca carnes rosadas, dientes fi^mes, ardientes, ojos que aun no recuerdan. (273)

Salinas no desespera del vivir ,lo acepta con todas sus limitaciones, y al igual que en La voz a ti debida, pide cuer­ pos para dar bulto a su amor, carne que, a la manera de Unamu­ no, es vida y muerte: / / Afan, afan de cuerpo. Querer vivir es anhelar la carne donde se vive y por la que se muere. (274) pero este cuerpo, que en La voz a:ti debida servia a las som- bras para salvarse “del morir, que es la nada"; servira ahora a los amantes para encontrarse despues de la muerte; que co- bra un sentido mistico en los ultimos poemas:

...a dos sere§ les si^vio esta carne — por eso esta-tan treraula de dicha— ' para encontrar, al cabo,,al otro lado, su cuerpo, el del amor, ultimo y cierto. Ese que inutilmente esperaran las tumbas. (270)

A veces hay una nota de dolor por la lucha que sostienen las diferencias, lucha que solo cesa al encontrar lo igual, y por eso el poeta desea el poder nivelador, casi eonciliador del agua, en la que "todo se junta y se aplana" y se advierte la queja del amante desalentado en las linezsI

Todo lo niega la tierra, pero todo se me da en el agua. (246)

Pero la zozobra pasa pronto y la Megria de ser unices se so- 159 brepone al cansancio de los amantes que viven:

sin miedo a repetirse

seguro a no acabarse

toca techo de eternidad. (254)

el poeta asocia la abstraccion: eternidad, con lo concre- to: techo; y observemos el efecto de seguridad que produce la / / expresion: toca techo, que nos recuerda la expresion cotidia- na: toca fondo; v como sabemos, Salinas transpone alto y pro- * fundo constantemente; y en este caso, la transposicion se re­ al iza con sus equivalentes concretos: techo y fondo. A la sen-

/ / / sacion fisica que evoca el verbo tocar, se une la omision de * todo articulo precediendo a "techo”. De esta manera se in­ tensifies la idea de vastedad, idea que es reafirmada por la * adjetivaeion siguiente: de eternidad.

Debemos tambien detenernos en la idea de la muerte, una faz de lo mudable, que por primera vez aparece en Salinas en * * termmos humanos. En uno de los poemas finales de Razon de A - mor "Yerdad de dosB, habla el poeta de la "inexorable declina- cion del sol hacia su muerte”. Mas adelante, en el mismo poe- * ma, habla en los mismos terminos angustiados:

nos hemes entre^ado,,al entregarnos, error y error, la tragica verdad llaaada mundo, tierra, amor, destine... (280)

Sin embargo, el tono de dolor frente a la muerte se tor- na francamente jubiloso en el poema "Suicidio hacia arriba", en el que el poeta ve a la muerte— el suicidio, nada menos— 160 / / / como la ultima expresion del amor, como una ascencion al para-

iso amoroso que ha buscado. Los amantes se convierten en "sui- * cidas alegres hacia arriba" y su ultimo acto es:

el final acierto , de nuestra creacion, que es nuestra muerte. (284)

/ / IQue vueico de las jubilosas paginas de La voz a ti debida,

/ / en que si bier* se buscaba una huida, una ascension hacia lo + * esencial, era sienpre por subliraacion de lo real, jamas a

/ / / traves de la destruccion de si misrao.’ Esta realidad termina ✓ por imponerse tan inevitable, tan llena de terminos, que el poeta la tiene que aceptar primero y con ella sus limites que

llega a hacer tan suyos que suplanta la muerte no deseada por

el suicidio alegre.

/ / En el ultimo poema de Razon de Amor, titulado:"Felicidad

inminente", hay un constante juego entre muerte y vida-con-la felicidad, cuya fugacidad los amantes terminan por aceptar.

Hablando de la felicidad, el poeta llega a iraponerle limites humanos:

ella, inmbrtal, es muerte en nuestras vidas,

viva, ser viva, en algo humano quiere, eadarnarse, entregada; pero al fondo ss indgmable altivez de diosa pura en el ultimo don niega la ent^ega, si no es por un minuto, fugacisima. (287)

Y termina en una nota humilde, frente a la diosa felicidad, en la que el poeta-hombre espera su parte de ella, aqux en la tierra, ahora: 161

Y,ella, divino ser, logra su dicha solo cuando nosotros la logramos en la tierra. (287) ✓ Cono hanos ya anotado, Razon de Amor es un poema en el que el anor es analizado, pensado (el titulo mismo es signi- ficativo) porque ha desaparecido la fe que sustentaba el ar­ dor y la exaltacion de La voz a ti debida. La duda comienza, ya al final de La voz a 11 debida, como si el poeta se en- contrara prisionero de su propio juego de ausencias, de te- * ner sin poseer. En Razon de Amor, el temor a los enemigos del amor: la luz y el tiempo, se agudizan, y el poeta traia de superarlos apropiandose de sus propias armas• carne amante y muerte. f 5 ^ Como lo ha anotado Angel del gio , un rasgo estilistico / perceptible en este ultimo libro, es la abundancia de poemas que comienzan con formas interrogativas y dubitativas, en contraste con las admirativas caracteristicas de la poesia anterior, todavia dominantes en La voz a ti debida. Hay en el libro posterior, una mayor abundancia de vocablos de signifi- cado sentimental: sentir, acordarse, encontrarse, acompanarse.

/ / Las oracxones negativas son mas escasas en Razon de Amor y tienen un sentido diferente de las de La voz a ti debida. Es- tas son de negacion metafisica, aquellas, de negacion vital.

Los primeros ttnoMniegan existencia a lo concreto y real, a la circunstancia,* los segundos van dirigidos al poeta mismo, y niegan precisamente, la posibilidad de trascender ese mundo rechazado. 162

/ Salinas no rechaza totalraente la busqueda; pero la con ti-

/ f * * nua, con la certeza, ya, de que la union sera fugacisima, i- rreraedicibleraente perecedera. ^inC embargo, el afan ' de la espe- / /> ra sigue constituyendo su razon de existir poetico, esa espe- ranza de que lo ideal puede corporeizarse, aunque sea tan so-

/ lo por un instante. Bn su ultimo poema "Felicidad inminente"

Salinas se muestra en actitud de espera, presto a gozar ese

/ minuto que quiza llegue;

Un minuto solo, pacto se la siente total y dicha nuestra. (288)

Salinas entonces no se resigna totalmente a aceptar la nocion, cada vez mas apremiante, de que su mundo ideal, es

/ f una creacion nacida de su ansia metafisica, y que no puede re- emplazar al mundo de la realidad inmediata. Aparece en el poe­ ta, la conciencia del tiempo, del devenir no en terminos pu- ramente conceptuales, sino como fin, como muerte de las co- sas y del hombre. Su desilusion no esta realmente cargada de pesimismo aun, es tan solo el desengano que sucede a la fies-

-ta de amor, transformada en posssion ideal. Pero en Error d» ^ . * calculo (1938), la separacion es el tema constante, sin te- / / ner jamas la esperanza de una union, aunque fugaz. Su mismo / / titulo smtetiza la amargura de los amantes: ese equivoco los lleva a la destruccion, no al amor, a "una alcoba,en la cos ta de la muerte". XOTAS ✓ Introduccion

^ Germanic Review, 1933, VIII, 219-233.

- Alonso, 'Damaso, Poetas Espanoles Contemporaneos, Ed. Gredos (, 1952) piT'tf'T. Q * Machado, Antonio, Soledades, Galerias y otros Poemas (Madrid, 1919) prefacio.

4 Darmamgeat, Pierre, Pedro Salinas et La voz a ti debida (Pa­ ris, 1955) p.11.

5 Del Rio, Angel, Pedro Salinas: Yida y Obra, RHM, 194o, VII ^ •

Capitulo I 1 * * x Salinas, Pedro, Poesxas Completas, edicion preparada por Juan Marie ha},, Ed. Aguilar (Jfadgici, 1055) p.lll.(Todas las citas de poesia de Salinas,incluidas en este trabajo han sido co- piqdas de esta edicion. Onritiremos entonces la nota biblio- grafica de ahora en qdelante).En un poema que analizamos en detalle en el Qapitulo V, Salinas dice:"A mis me aidas de adentro/ te fui inventando, Afrodita”. 2 En un poema de La voz a ti debida Salmas dice: £ / Si, por detras de las gentes te busco. Mo en tu noiabrej si lo dicen, no ei) tu imagen, §i la pintan. Detras, detras, mas alia. (134)

3 En Seguro Azar Salinas se refiere a la region ideal como "al oito lado de todo”. A * * En un gran nugero de poemas de Presagios ej poeta utiliza lo que llamariamos ”figura longitudinal", arbol, cuerpo hu- mano o columna firmemente afincado, pero extendido hacia arriba.

° Podemos'ya mencioaar una caracteristica de la actitud de Salinas, que ha sido auj bien vista por Leo Spitzer en su ensayo El conceptisno interior de Pedro S a l i n a s 1943, p . 35: "Lo primero que m§ ha impresionadlo es la actitad ,ne- gativa, de no aceptacion, siempre presente en la poesia de Salinas”. 163 1G4 G En el capitulo V nos dedicarenos a esj;udiar exclusivamen- te el tema de los linderos en la poesia de Salinas.

Capitulo II

^ Cf. el poema de Presagios analizado anteriormente (p.17).

^ En Todo mas claro define ,1a disyuntiva como a la "tragedia de la ()'u y agrega:

Ha de ser aquello o esto, ha de ser nieve o ardor. Ella es, ella, la qu$ cfdena al amor que los queria a los dos, , que si le dice si al si, al no le diga que no. (359) q / El tqno de es^e poema nos recuerda la rima de Becquer ” JQue es poesia...?”. A * * 1 Observemos la totalqjente' opues ta reaccion de Jorge Guillen f^ente al mismo fenomeno,'en el poema que citamos en la pagina 149 de este ensayo. 5 Nos referimos a la rima XI, cuya tercera estrofa dice:

— Yo soy un sueno, un imposible, Vano fanta§ma de nieola y luz; Soy incorporea, soy intangible; / No puedo amarte— iOh, ven; ven tui 6 El tema de este poema es similar al del poema citado en la pagina 9 de este ensayo. 7 La esencia que busca, es, naturalmente, quieta y profunda como el agua que contempla.

^ Cf. el verso “mano de ciega no es ciega” , p.16.

9 Adentro; profundo y altisimo son constantes en la poesia d Salinas, y evidencian su aviaez de esencialidad.

C , Capitulo III

1 Observemos la actitud antitetica de Guillen en 0«tttico,Ed. Sudamericana (Buenos Aires, 1950):

Siga, siga mi rumbo Por la gran realidad. 165

Y. , .inn ha fore do el«;gir Yo; istiendo y ganar? , (Muchas gracias, adios)

* iGran ~fc*»ccdi A traves ,De si niebl^ columbro La perfeccion. En pie Sigue un mundo absolute, (Luz diferida)

~9 El pqisaje • namedo* puede ser un mero cuadro idea},, o una vision sugerida por el paisaje andaluz, que habia llenado los ojos de Salinas en 1918, cuando' era profesor cje la Universidad,de Sevilla. Sin embargo, la descripcion parece ajustarse mas al pais vasco o gallego, y sabemos, por car­ tas publicadas §n Buenos Aires Lftteraria, XIII, 1953,p.17, que Salinas habia visitado el" pais vasco en 1923.

En Razon de Amor dice el poeta a la amada:

Lo imorevisto se quita, al verte, su antifaz de noche o de misterio, s§ rinde: , tu ya lo conocias.

Tu le quitas ' , ' al trafoajo, al afan, su gran dolor de pena.' Y en aescenso§ al^gres, se sube, si tu guias, la insensa cuesta arri cuesta arriba del mundo.

^ Recordemos los versos de Machado:

De toda la memoria, solo vale el don nreclaiio'i de evocar los suenos. '" v;.::|x x ix )

5. En un poema de La voz a ti debida el poeta dice a la amada:

Lo nue eres me disrrae de lo que dices. (169)

^ Nos referimos a la rima LXXV que dice:

iYo ae.se si ese mundo de visiones Vive fijera o va dentro de nosotros; Pero se cue conozco a muchas gentes .4 quienes no conozcoj 1G C

Capitulo IV 1 ' r* < x Asi lo verifica Luis '-ernuda en un articulo sobpe Salinas, aparecicjo en la Revista de Occidente en 1929, ano de la pu­ blic aci on de Seguro Azar, 2 ^ ' En su articulo titulado "El trasmundo de la obra poetica de Pedro Salinas", aparecido en RUM, XXII, 195G, Judith Feldbaum disqurre sobre este tema que Etancionamos en el presente capitulo. 3 ' En la "Poetica" que enviara a Gerardo Diego para incluir- ia en su Antologia 191^-1931 (Madrid, 1,932), Salinas dice: "Muchas veces una poesia §e revela a sq misma, se descu- bre de pronto dentro de si una intencion no sospechada. I- lurainacion, todo iluminaciones. Que no es lo mismo que cla- ridac), esa claridad que desean tantos honrados lectores de poesias". 4 * S linas, Pedro, Todo mas claro y otros poemas (Buenos Ai­ res, 1949).

Capitulo V

1 Nos recuerda el tono de la Oda a la Vida Retirada, y muy especialmente la estrofa que comienza:

Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas, sin testigo, / ^ Angel,del Rio, en el estudio que mqncionaramos anteriormente, tambien encuentre reminiscencias misticqs en este peema, que considera, por otra parte, uno de los mas bellos de Salinas. 9 « La aipada sonada y espiritualizada de Machado aparece en la poesia siguiente: / / Sone que tu se llevabas por una blanca vereda, en niedio del caapo verde, hacia el azul de las sierras, hacia Jos montes azules, una banana serena. , Senti tu mano en^la mia, tu mano de cgapanera, , tu voz de nina en mi oido como una campana nueva, como una campana virgen de un alba de priraavera. lEran %u voz y tu mano, en suenos, tan verdaderasI... 167 Vive, esperanza, Jquien sabe lo que se traga la tierral (CXXII)

En el articulo anteriormente qiatado, Spitzer dice:"Pero , hay todavia yna nqgatividad mas disimulada, que yo llamaria la enameracion caotica de los objetos, de las cosas del mundo, cosas contingentes cuyo desorden se expresa con una especie de desprecio". / / Spitzer condidera a este "detras” como " a la negacion de este mundo, de lo que esta 'delante de nosotros', es deci£, que el poeta busca la realidad en lo que otros considerarian como irreal".

Cf. Spitzer, Leo, El conceptismo interior de Pedro Salinas

Noteaos3a vision desintegradora de mundo que reraansa en el siguiente fragmento del poema No hay olvido de Pablo Neruda:

/ / Si me preguntais en donde te estado debo decir "Sucede". Debo dejado atras, o mi herm^na llgrando. Por que tantas regiones, po£ que un dia se junta con un dia? Por que yna negra noche se acumula en la boca? por que muertos?.

Arn^do Alonso ha destacado este aspeqto negativo del mundo, poetico de Neruda en el primer capitulo de su libro Poesia y Bstilo de Pablo Neruda, Ed. Sudamericana (Buenos Aires

El siguiente fragmento de un poema de La destruccion o ql amor de , nos parece ilustrar su vision destructora del mundo (que cambia,en obras posteriores, es­ pecialmente en Historia del Corazon):

Ven, ven, muerte, amor, ven pronto, te destruyo; ven, que quiero matar o aaar o morir o darte todo. ("Ven siempre, ven")

En un poema de Seguro Azar, Salinas nos da una vision c^ara del total enajenamiento del creador y su obra, separacion que, finalmente, es origen de tragedia cuando se trata de crear la amada:

"Voy a hacer" (iQue mio es lo que yoy a hacer.' ) "Estoy l;aciendo". (iQue mioJ ) "Ya esta hecho. Jliralo". iCuidadoi El hacer, enajenar, quedarse solo, de hacer. Salta, vuela, ya no es tuyo. Solo. , Solo sin lo ijjio hecho. Solo de lo rnio de eso , que hice yo, que me invente para no estar solo. Forma de mis soledades, 2/0 me la estaba labrando. Bscapada.

La hice con ansias, con alas de aqsias. Se va detras de otras ansias,suyas, poblando los cielos, suyos. Y ,entre todo lo que hice, mig, ya ajeno,fya lejos, que solo estana hoy sin eso,'enorme, infjnito, de nadie, que ^compana: lo que aun est^ por hacer, lo que yo podria hacer.

.JY mientras lo hiciera, mlo! (Soledades de la obra,p.72) 0 Este enriquecimiento nominal, es otra evidencia de esencia- lidad. 9 * * "Vivir en los nombres" seria quedarse aqui. Salinas quiere "vivir en los pronombres", vale decir entre las esencias entre las substancias nobles. Los pronombres han superddo al "Tforter und Sachen”.

Eeferimos al lector a un ensayo de Eugenio Frutos titulado: Ser y decir en Iq poesia de Salinas, Insula, 1949, 15 de marzo <^e 1949, num.39., en el cual el autor hace un brillqn- te analisis del valor cambiante de los nombres en la poesia de Salinas. 11 * 1 xj^oteijos que Salinas utilizs unicamegte los pronombres "yo" y "tu", pronombres "concretos"; los unicos en rigor, que pueden "vivirse".

1 “En el poema final de Presagios dice Salinas:

Te llamare manana, cuando al no verte ya, me imagine que sigues aqui cerca, a mi lado, y que basta hoy la voz qug ayer no quiee dar > Wan^na.,., cuando estes al^a detras de una fragil pared de vientos, de cielos y de anos. (45)

^3 Becquer iambien le dice a su amada en la rima XXVII:

Despierta, tiemblo al mirarte; Dormida, me atrevo a verte; Por eso, afcia de mi,alma, To velo mientras tu duermes.

Dormida, en el murmullo de tu aliento. Acompasado y tenue, Escucho yo un poema que mi alma Enamorada entiende... --IDuermel

1 4 Cf. Presagios

Porque en el suelo los pies hincados, en los pies torso derecho, en el,torso la testa firme, y alia, al socaire de la frente, la idga pura, y en la idea pura el manana, la Have --manana— de lo eterno. (16)

1 5 Cf. Presagios

Iso de cantera nacida, ni de piedra, ni de hierro, no trabajada por rnanos, hecha del,alma, columna mia; (25)

"El amor en la poesia de Pedro Salinas® (Xoia para un estudio) de Jose Tfanuel Blecua. Hispania, 1952, mayo, XXXV f numepo 2, p. 134: "Cualquier lector de Pedr9 Sa linas hapra notado inmediatamente una serie de image- nes, metafqras y palabras de tipo ascancionis ta, luai nosas' y etereas, Todo tiende hacia pna huxla de la rea lidad, incluso el estilo, con sus tipicos encaoalga- mientos y su prisa".

^ Cf. Rimas

i Esta ha en un desiertoj Aunque a mi oiclo 170

De las tui;bas llegaba el ronco hervir. Yo era huerfano y,pobre...IE1 mundo estaba Desierto...para miJ (LXV) 18 ' Bravo Villasante, Carmen, "La poesia de Pedro Salinas". Clavileno, ano IV, raayo-junio, numero 21 (Madrid, 1953).

-*-9 Spitzer, Leo, MLR, 1940, p!12.

Capitulo VII

1 Del Rio, Angel, "Pedro Salinas: Vida y obra", RUM, 1941, VII, p.25.

2 Guillen, Jorge, Cantico, Ed. Sudamericana (Buenos Aires, 1930)

^ Spitzer, Leo, "El conceptismo interior de Pedro Salinas".

4 Cuando ,habla.mos de recursos poeticos extraidos de los po- qtas misticos, nos referimos especialmeqte a "formas" po- eticas, y en segundo lugar a alguna§ practicas asceticas: rechazo de^la luz, deseo de ascenciog, etc. Pero Salinas no es un mistico— en el sentido espanol— ya que su deseo de trascender la realidad inoediata se/oasa en la duda, nq en la fe. Sin embargo, posee en comuq con los poetas misticos el arranque espiritual y el afan de absoiuto.

0 Del Rio, Angel, "Pedro Salinas1 Vida y obra". APEMDICE I Salinas y la tooria fenonenologica del amor de Max Scheler

Es includable que Salinas habia leido a Max Scheler antes

/ / / de 1948, fecha en que se publico su obra critica La poesia de

Ruben Dario, pues en ella, a proposito del tema del amor en

el poeta americano, menciona al filosofo. iSio sabemos si Sa-

/ / linas leyo a Scheler con anterioridad a la elaboracion de sus

clos obras de poesia amorosa: La voz a ti debida y Razon de A - mor, pero en 1934 la Revista de ^ccidente habia publicado una

traduccion de Ordo Amoris, de Scheler v la editorial Losada de

/ / Buenos Aires, habia ofrecido una traduccion de su Esencia y

/ / / / formas de la simpatia. Iso sabemos a traves de que version lle- go el poeta 'al filosofo; pero nos interesa demostrar solamente los puntos comunes entre ambos, no el probable influjo del fi- losofo sobre el poeta. Trataremos entonces de destacar algu- nos temas afines entre la fenomenologia del amor de Scheler y la teoria amorosa latente en la poesia de Salinas. Hareraos pues, la cuestion de las Hinfluencias" a un lado, ya que bien pudo tratarse de una afinidad circunstancial, descuoierta por

el poeta "aposteriori" durante su lectura del filosofo citado. * Julieta Gomez Paz ha tratado de ilustrar, en un penetran- te ensayo sobre Salinas aparecido en Buenos Aires Literaria, la identidad entre poeta y filosofo. Rosotros trataremos a- / / A qui no de buscar ejemplos poeticos para la cita filosofica, sino de abstraer, de los capitulos dedicados al estudio del

* amor como fenomeno, las citas que nos parezcan referirse muy 171 172

directamente a los temas poeticos previamente analizados. Co-

menzareraos con la actitud de Scheler de reducir el amor a una * base fenomenologica:

...vital love, for example, with its domain of values— "nobility and baseness” (or bad­ ness)— is a genuine essence, and not merely an act of loving as such. For ”life” is it­ self an essence, and not merely a concept abstracted from empirically existent orga­ nisms. The establishment of biology on a phenomenological basis may well confirm that hot, only such basic biological concepts as those of living form and movement, but also those of ”birth”, death, growth, heredity and many others, are concepts having a specifically phenomenological basis which owes nothing to o’bs erva ti on of ferre's- tial organisms or to induction from these observations. The same applies to vital love which consists of nothing but a movement tending to the enhancement of value from the base to the noble. But the way in which this movement is effected in actual organisms of any given kind, the nature 'of its accompany­ ing circumstances, and the manner of its causal realization, are matters which lie altogether beyond the scope of ohenomenology. (181) Esta actitud filosofica esta muy vecina a la actitud de

Salinas de total ignorancia del mundo .concreto, de su abstrac- / / cion total de la observacion de la realidad inmediata. Recor-

demos ademas que para Salinas la amada es una "pastora de ; f . " milagros” que "vuelve los misterios del reves”; y que el

mismo sabe que esta viviendo "el milagro fabuloso” de quererla.

El poeta considers el amor "un prodigio" y el acto de amar se

realiza siempre "lejos de sus causes", "salvado" de sus moti­ ves . 173

La adjudicacion de valores al objeto amado, y mas aun, el

deseo de elevar el objeto araado a valores absolutos, es otro

punto comun entre filosofoyy poeta. Dice sobre este punto el

primero:

...love is a movement, passing from a lower value to a higher one, in which the higher value of the object of person suddenly flashes upon us; whereas'hatred moves in the opposite direction. Love,(on the other hand) looks to the establishment of higher possi­ bilities of value (which itself has a pos­ itive value) and to the maintenance of these, besides seeking to remove the possibility of lower value (which itself has a positive moral value)...This higher or lower quality of values is something inherently given, re­ quiring no such comparison of values as is always involved in preference, for example. Preference is not choice, nor is it in any sense, a conative act, but an act of emotion­ al cognition '1 (153)

No podemos dejar de pensar en los versos de Salinas que dicen

lo mismo, elevado a un piano poetico: / / / Perdoname por ir asi buscandote tan torpemente, dentro de 4 . Perdoname el dolor, alguna vez. Es que quiero saqar ; de ti tu mejor tu. (175)

El tu "preferido" es el "como te quiero":

Ese que no te viste y qpe yo veo.

Si pensamos en el ansia de elevacion deSalinas, en las figuras ascensionales que lo revelan, en esa constante ten- . * * * * sion hacia ur. "altisimo" mas al'la, no podemos raenos de citar

nuevamente a Scheler: 174

Those who treat love as a merely con­ sequential reaction to a value already feIt, have failed to recognize its nature as a movement, of which Plato was already so shrewdly aware...Love only occurs when, upon the values already acknowledged as real there supervenes a movement, an intention, towards potential values still higher than those already given and presented.

^t is essentially as Movement tending to the enhancement of value that love acquires its significance (already explicit in Plato) values as a creative force...it is love that within these spheres of experience brings utterly new and superior values into exis­ tence; as it also does for the whole field of will, choice and action to which refer­ ence gives rise. Love, in short, is crea­ tive of existence, relative to these spheres. (154)

La esencia dinarnica del amor, el poder creador de la amada y el constante buscar de un "mas alia", "donde el amor se in- venta su infinito" es la ascencion de valor a valor en el inacabable 'feursum cordd1 a que se refiere 2iax Scheler. ✓ Bn su capitulo sobre amor y personalidad, Scheler se re- fiere a la asociacion de cualidades abstractas, y el objeto que las representa, y dice al respecto:

The love which has moral value is not that which pays loving regard to a person for having such and such qualities, pursuing such and such actitities, or for possessing talents, beauty or virtue; it is that love which incorporates these qualities, activi­ ties and gifts into its object, because they belong to that individual person. And it is therefore the nniy love that is ab­ solute, since it is unaffected by the pos- ' sibility that these qualities and activi- , ties may chancre. (166) 175

Esto nos recuerda la busqueda anhelante de Salinas en pos

del oojeto amado en que puedan caber todas las cualidades que / el ya le ha asignado. Nos trae, la cita de Scheler, a la me- moria, muy especialmente, la expresion del poeta, una vez verificada la identificacion de cualidad y objeto:”Estabas pe ro no se te veiaM.

La trascendencia de valores, en oposicion a la transfe- rencia de los mismos, de un objeto amado, al otro, la postula

Scheler en estos terminos:

It is thus an essential characteristic of love that its object, as phenomenologically aprehended in the act, always exceeds the values which the lover actually feels at the time, ^ence there is no need of the mechanics whereby love is transferred from one thing to another...we can love what we have never experienced as something encountered through its actual presence and effect upon our senses. (192)

Ya sabemos que el amor para Salinas es namarse con exce- so", que la aniada tiene un poder tal, que el amor del poeta, es en realidad, amor de ella que lo traspasa y vuelve a su origen:

El amor que te sobra se lo reparteq seres y cosqs que tu miras, que tu tocas, que nunca tuvieron amor antes.

Amante, amada no, (168)

rara tersunar con este apendic e, quereaos hacer no tar la identidad de las posiciones de Salinas y Scheler en lo que con 17G cierne a la llaraacla ceguera de amor, la satisfaccion deri- vada del acto en si (no del hallazgo) de la busqueda de valo­ res. Dice Scheler al respecto:

For in love there is 110 attempting to fix an objective, no deliberate shaping of purpose, aimed at the higher value and its realization; love itself, in the course of its own movement, is what brings about the continuous emergence of ever-higher value in the object...It can certainly be said that true love opens our spiritual eyes to ever higher values in the object loved. It enables them to see and does not blind them (as is suggested in a most foolish proverb, which obviously thinks of love in terms of a mere impulse of sensual passion). (158)

Recordemos que Salinas quiere quedarse en el Hpuro querer” que los amantes gozan en su Hbuscarn "entre errores’1. La ra- * zon de existir de los amantes es precisamente el estar al borde de algo, a la vispera del gozo, sin saber si vendra 0 no. Extraviados tal vez, pero "alertas” los amantes jamas * estan clegos. Su amor les proporciona, si no la luz, la clari- dad” de conciencia que necesitan para *buscarse mas”.

2-sOta: Las citas de Max Scheler incluidas en este capitulo han sido sacadas de la version inglesa The Nature of Sympathy, tra­ duce ion de Peter heath para Routledge & Kegan Paul Ltd, London hecha en 1954. APENDICE II

Ya que hemos dedicado la mayor parte de nuestro ensgyo a

estudiar en detalle el tema del amor en Salinas, por conside-

0 rarlo esencial en su poesia, queremos tratar de situar al po-

eta en la tradicion de poesia amorosa espanola. Por su acen-

drada espiritualidad, Salinas tiene pocos paralelos en ella,

0 con excepcion de las Eglogas de Garcilaso, bajo cuya inspira-

cion escribe La voz a ti debida; y con ciertas reservas, po-

/ 0 / driamos tambien incluir el Cantico Espiritual de San Juan de

la Cruz. Nos detuvimos para mencionar ya a Becquer, con quien

0 encnntramos muchos puntos en comun, especialmente en cuanto

0 son las Rimas la exposicion detallada y cuidadosa de un ci- clo amoroso completo.

Sin embargo, hemos omitido mencionar una tradicion amoro­ sa profundamente arraigada en las letras espanolas, y que Sa-

0 linas habia asimilado profundamente*- nos referimos a la poe- f 0 sia cortesana. Si hasta ahora no habiamos hecho referenda a

0 0 m 0 0 esre genero poetic9 ,fue porque ho era nuestra intencion es-

tudiar las ^fuentes*1 de la lirica de Salinas, sino su temati- ca. Sin embargo, nos parece necesario referirnos brevemente a la tradicion del amor cortes, tomando como punto de parti- da, precisanente, el estudio que hiciera Salinas de la tradi- cion cortesana, en su libro Jorge Hannque o Tradicion y ori- ginalidad. / Refiriendose al Frauendienst imperante en la sociedad pro-

177 17

venzal, Salinas explica: * ...en el se han de usar sin tasa las virtu- des de'la obediencia, la riraeza, la cons- iancia, la absolute! sumicion.

El servidor, como en todo servicio, debia es tax'’ pres to a

iodo trabajo y sacrificio, en iorraa tal que el estado de amor

era "un placer en el que hay dolor":

El es£ado de anunte, es una de las invencio- nes mas ricas en consecuencias para la vida afectivg de los hombres, y para la his to m de la,lirica. Porque Ig que se grea es la ficcion de una situacion psicologica donde la inquietud, el desasosiego, se estabilizan y pasan, de excepcionales, a normales. A eso se llega por,el camino del servicio: servir con desinteres desemboca en no pedir nada sino seguir sirviendo,'en no alcanzar, sino en continuar ^spirando, anhelando: ese esta­ do tiene en si mismo su mejor premio. + * * * Recordeiaos que proximo esta este concepto al "afan59 de Sa­ linas, al "puro querer" sin alcanzar jamas. El verso de Man- rique "siempre amar y amor servir" describe la autofinalidad

del amor en terminos que pueden aplicarse a Salinas, ya que

el amar, v no el amor es 1 a meta y el origen de su lirica.

El estado de desdicha en que el amor puede sumir al amante, ✓ "estan sumidos en una realidad superior de la que nacen: el

estado de amor”, dice Salinas; solo un concepto de esta in­

dole puede permitir al poeta los sacrificios de vivir "sin e-

1 1 a", en carne y hueso, para poder tenerla,solo en un Bestado

de amor" puede el poeta pensar en "suicidios alepres hacia a-

, / / Refiriendose a la poesia amorosa de llanrique, Salinas co menta; Basada esya poesia est^listicamente en la reit^racion de la pari^cula privativa sin, podria preguntarse ique le que da al ,po"eTa despojado de Dios, de su dama y de el mis­ mo?. Al poeta le queda el quedarse con el Amor. / / / La poesia de Salinas, es tamoien poesia de "sin". La araa- da es sin voz, sin nombre, sin pasado, sin cuerpo, sin luz, lo que significa, con esencia, con eternidad, con pureza. Los

"sin" indican la existencia de un "con" que los anula.

El amor cortes, se traduce, finalmente, en un estado ago- nico, en una querencie entre el ser y el no ser, que se evi- dencia, en la mayoria de los poetas, en un constante vaivwn entre la vida y la muerte ("muerte de juego" como la llama Sa linas) tal como se revela en la copla de Aianrique:

No tardes lluerte, que muero; ven porque viva contigo.

Salinas ha desechado la muerte como final (metafisico--ya que el aspecto vital no le interesa) pero mantiene su ansia suppendida entre el ser y el no ser, o mejor dicho entre el

"parece y es", con la misma desazon que el enamorado medieval

El tema de la muerte llega, sin embargo, pero tiene un valor distinto al de la muerte del cortesano Manrique: para este muerte es salvac ion del sufrir; para Salinas, en "Suicidio hacia arriba" significa posibilidad de eternidad, de "reen- cuentro" para los amantes, en suma, de "mas".

En cuanto a la paradoja r^inante en la poesia de Salinas, tambien la encontramos en la poesia cortesana. Otis Green, en su es tudi o titulado Courtly Love in Quevedo (U. pf Colorado 180

Press, February 1952) dice al respecto:

Courtly love is a love of paradox and conflict. Beauty is truth, truth beauty, and beauty is the cause of love. It would thus appear to be free from all the en­ tanglements of the "paradoxe amoureux" and to be the child of the highest faculty of the human soul, reason...But love is also "delectable", and the paradox returns.

Como ejemplo podemos ci tar los versos de Garcilaso:

Corrime gravemente que uqa cosa tan sin razon hubiese asi pasado.

Pros:*gue Otis Green analizando la cualidad de ” engs.no" quo existe en el amor:"Love is thus a tissue of contradictions", dice. Nos recuerda esto el dilema de Salinas al final de La * voz a ti debida y de Razon de Amor, su irremediable ansia de bulto. Benedetto Croce en su "Trattati d'amore del Cinque- cento" en Poeti e scrittori del pieno e del tardo Rinasci- ruento, vol. I (Bari, 1945) describe la cualidad de auto en- gano del amor platonico, en terminos que son aplicables a

Salinas:

/ ...e un volere illudere e ingannare se mede=-. sirai: volonta d ’illusione che puo determinare certi esteriori comportamenti; ma non mai ve- ramente ingannare la coscienza, che ingannare non si lascia, e protesta e mormora contro Kaltro se medesimo che s ’infinge e mente.

Pinalraente nos referirenos a la posesion del ser amado, que f / en la poesia cortesana jamas se realiza— o por lo menos no a los ojos de la sociedae--porque hubiera implicado adulterio por parte de la amada. Green dice al respecto:

The rule of courtly love did not allow 181

passion to result in the full possession of the lady.Implicit in courtly love in its purest form is the thwarting of pas­ sion, the parting and tormenting of the lovers. * hste concepto de amor sin posesion, nos recuerda los ver­ sos de Salinas:

como te voy a querer amor

cuando te vuelvas recuerdo sombra esquiva entre los brazos. (81)

Sin trazar paralelos, hemos querido demostrar brevemente como esta tradicion cortesana aparece reflejada en algunas de las actltuaes del poeta amoroso contemporaneo. iilBLi 0GRAF1A

Reproducimos a continuacion el material oibliografico re- cogido y ordenado por Horacio,Jorge Becco para Buenos Aires Literaria, octubre de 1953 , num. 12, al que hemos agragacfo- las nuevas publicaciones aparecidas desde enponces, que han llegado a nuestro conocimiento.La bibliografia antes menc^o- nada, ha tenido,en cuenta otras aparecidas en Letras de Mexico en Revista Hispanica Moderna, en insula y en Haspania.

Por razones de espacio, hemos reducido a las siguientes siglas, algunos nombres myy repe^idos como:BA, Buenos Aires; CR, Costa Rica; M, Madrid; Me, Mexico; Mon, Montevideo y PR, Puerto Rico.

OBRAS DE PEDRO DSALINAS Poesia / / Prdsagios ♦ Madrid, Talleres Poligraf icos, Cglecci9n Indice, '1925. Palabras preliminares de Juan Ramon Jimenez.

Seguro Azar. Madrid, Revista de Occidente, 1929.

Fabula y signo. Madrid, Editorial Plutarco, 1931.

Amor en vilo. Madrid, Signo, Edicion de la Tentativa Poetica. TMT. ---

La voz a ti debida. Madrid, Signo. Ediciones de MLos cuatro VienTos* ,' 'ISSS — (^oema), Buenos Aires, Editorial Losada, Col.Bibl.Contem- poranea, 1940.

Razon de amgr. Madrid, Cruz y Raya; 1936. — (foesia, 1936), Buenos Aires, Editorial Losada, Biol. Contemporanea, 1952

Error de cqlculo. Mexico, Pabula, 1938. (Incluido luego en Y ogo 'mas cTaro ).

Poesia junta. Buenos Aires, Editorial,Losada, 1942 (Este tomo xncluye ‘Presagiqs, Seguro azar, Pabula y signo, La voa a ti deoida y Razon de amor.

El contemolado (mar, poema). Mexico, Editorial Stylo, Co. ‘ “Mu'eVa^ ‘Fl ores ta, 194 S’.

Todo mas claro y otros poemas. Buenos Aires, Editorial Suda- meric ana, ly'49Y

182 183 mericana, 1949.

Poemas escogidos. Bueqos Aires, Editorial Espasa-Calpe Argen- Tit)a , lyo’T.”"Edict or. prologada y dispues ta por Jorge Gui­ llen. f * Poesias completas. Madrid, Editorial Aguilar, 1955. Edict on prepara "da y ''cfir.igida por Juan Maijichal. (Este tomo in- cluye: Presagips, Se~uro•Azar, Fabula y Signo, voz a ti deoidaY 'Razon d-3 amor, '£flr~~co n t enipTaao7 TocIo nias cl'aro y 'ddn'FTanzcil '

Prosa

Bnsayos y estudios literarios:

En busca de Juana de Asbaje (E#tr: Memoria del Segundo Congre so Internactonal ''de "Cafe dradi toe de Literatura iberoameri cana) Los Angeles, 1940.

Reality and the poet in . Baltimore, The John liopkins 'Un'iVersify Press,' '1940. Tversion inglesa por E- dith Pishtine Helman, de una serie de conferencias pro- nunciadas en la ^niversidad de John ^opkins)

Literatura'espanola, siglo XX. Mexico, Editorial Seneca, Col. Lucero,' 1941.'

Aprecio y defensa del lenguaje (Discurso pronunciado en la Univ.' Ue Puerto Sico, 24 de mayo, 1944) ^unta Editora de la Univ. de Puerto Rico, 1944.

El Cantar de Hio Cid: Poema de la honra. Separata del nume- ro 4 '

* Jorge Hanrique o Tradicion y originalidad. Buenos Aires, Edi­ torial Losada," Mi olio tecs de Sstudi'os Literarios, 1948.

/ / > La poesia de Ruben Dario'(Ensayos sobre el'tema y los temas del 'poetaj'. Buen'os Aires, "Editorial' Losada, Bibli'dt'e'ca de esfudios literarios, 1948

El defensor (cinco ensayos). Bogota, Universidad A’acional de Col on dia’,”T9T8 ---

Ficcion

Vispera del gozo (novels). Madrid, Revista de Occidente, Col. rfKfoVa' Mo vor'um®, 1921 .. 184 La bomba increible (Fabulacion). Buenos Aires, Editorial Su- '"'™ ‘~‘d‘amoricVna^ 1950'

El desnudo imnecable y otras narraciones. Mexico, Editorial ' T lezoritTe,

Teatro

Teatro: La cabeza de Medusa. La•estratoesfera. La isla del 'fe'sbroT’la'dri'd," E'dTc'i'one's 'Xrisula, l'9'oin

Teatro Completo. Madrid, Ediciones Insula, 1956.

Ediciones

/ / / / / Juan Melendez^Valdez, Poesias. Edicion, prologo y notas. Ma­ drid, "Clasico's" de La lectura, 1925.

Poema de Mio Cid. Puesto en romance vulgar y lenguaje mode^no Madrid,' 'Kevi'sta de Occidente, 1926-1934; segynda edicion Buenos A^res, Editorial Losada, 1938, con prologo de Pe­ dro Henriquez Urena.

San Juan de la Cru2 , Poesias comp^etas:,Versos comentados, a- vi'sos y senten'c'i'as, cartas.' Edjcion s proTo'go""y no'tas'. .Madrid-" STgnb,' 193d; segunde; edicion, Mexico, Editorial Seneca, 1942; tercera edicion, Santiago de Chile, Editorial Cruz del Sur, 1947.

Fray Luis de Granada, Maravillas del mundo. Seleccjon, prolo- go y rib fa's* Madrid, Signo, L198'6';r se'gurida edicion, Mexido Editorial Seneca, 1940.

Luis Carrillo de Sotomayor, Poesias. Mexico Editorial Taller, T3T07------

Traducciones

Alfred de Musset, Los caprichos de Mariana y otras cosedias. Madrid, 1920.

Marcel Proust, A la sombra de las muchachas en flor. Madrid 1922. ------^ ~------; El mundo de Guermantes, 2-Iadrid, 1931. Marcel Proust, En busca del tiempo perdido:I Por el casino de Swann; II A la' s'o'sb'ra de las muchachas en’"7T6rj i'll El mun- rg?r-iM5'icfo de los * ------Guermantes. Buenos Aires, Santiago Rueda editor. 185 Enrique Diez-Canedo, La poesia francesa del romanticismo al superrealismo. Buenos 'Aires, ’Editorial Losada, 194b. * / Melville, Cronometros y relojes. Traduccion de la parte III del Llfc>co"'Xt"V c{e Pierre or the ambiguities, en Asomante, 1945, num.4.

ESTUDIOS SOBRE PEDRO SALINAS

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I lan'ira™" — Bibliografla de P.S. Letras de Mexico, 1938, num.32. — BibliogratXa y obra de P.S. en Enciclopedia Universal I lustra da,’ BIl bao v Espasa-Calpe, To mo" ’ ‘ IX,' 1933. — — ~ Blanco, T-'-ilo'menaje postuino, El Diario PR, ,1952, 18 de enero. — Sstanqia 'en ia isla. Aomante, 1952 Num.2 . Blecua, dose iianuel— o’na charla^con P.S. Insula, 1951, num.70. — Bn la muerte de P.S. Neraldo de Aragon. 1951, 17 de die. — ^ ag°r"Tn~Ta poesia de P.S. (Nota para un estudio). Hisp 19o2, XlkXY, nuip.2 . ’ Bowra, C.M.— La poesie en Europe de 1900 a 1952A Diogene,,1953. Bravo-Villasante , d . -r’La poesia de P TS. Calvileno, %9i>3 ,num. 21. Cabrel.Oliva ,G. — Parlanf avec P.S. M r a d o r , 1933 , num. 255. Cabrera de Ibarra, Palmira--P.S. Una voz. Escuela PR,1952,enero f* f 186 Campana, Antonio— Amor human0 en la poesia de P.S.Cccidente, Chile 1952, cliciemore. Canito, Eqrique--P.S. profesor en Sqvilla, Insula, 1952,num.75. Cano, Jose I,uis — jiLa I'ueTrTe' ‘del’ 'Arcanqel'0', de P.S. Insula, 1 1952, num. 75. Capote, ^iginio— Memoria de P.S.Estudios Americanos, Sevilla, 1952,IV. Cassou, Jean--La nouvejle poesie. La .jeune poesie espagnole, Les -'ouvelles l.i t t era ires , Pa r’] "s', 1’9' 29', * J u n i o 1~ --Lettres espagnoles, Mercure, 1926 , Octubre 1. — Jd'

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Rota: Debemps ag^egar a esta lista dos obras mas que n

cuela 27ormal 27 1 en mi pais y recibi el titulo de Maestra

Normal en 1947. Inmediatamente ingrese la Instituto del

/ f Profesorado Secundario, del cual egrese en 1951 con el ti­

tulo de licenciada en letras.

A fines de 1952 obtuve una beca del Departamento de

Estado de los Estados unidos para cursar estudios en este / / / pais. Ingrese en Ohio State University y obtuve el titulo

de Master of Arts en literatura y lengua inglesas en 1954.

Fui nombrada entonces asistente en el Departamento de Len- guas Romances de la misma universidad, y ensene cursos e- lementales de espanol durante tres anos. En 1955 obtuve el

titulo de Master of Arts en literatura y lengua espanolas

/ / y en 1956, despues de aprobar mis examenes generales de doctorado, fui nombrada Instructora en el mismo deparla­ ment o, cargo que aun desempeno.

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