Historia De Las Misiones En La Amazonia Ecuatoriana
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HISTORIA DE LAS MISIONES EN LA AMAZONIA ECUATORIANA Lorenzo García O.C.D. HISTORIA DE LAS MISIONES EN LA AMAZONIA ECUATORIANA Segunda Edición Ampliada Ediciones Abya-Yala 1999 HISTORIA DE LAS MISIONES EN LA AMAZONIA ECUATORIANA Lorenzo García O.C.D. 1ra. Edición: Ediciones Abya-Yala Quito-Ecuador 2da. Edición: Ediciones Abya-Yala Av. 12 de Octubre 14-30 y Wilson Casilla 17-12-719 Telf.: 562-633 / 506-247 Fax: 506-255 / 506-267 E-mail: [email protected] [email protected] enlace@abyayala. org Quito-Ecuador ISBN: 9978-04-511-2 Impresión: Producciones digitales UPS Quito-Ecuador Impreso en Quito-Ecuador, Marzo 1999 SUPERIOR PROVINCIAL - PADRES CARMELITAS DESCALZOS Provincia San Juan de la Cruz Apartado 19 BURGOS - ESPAÑA Quito, 14 de octubre de 1984 R.P. LORENZO GARCIA, C.D. CIUDAD. Mi querido P. Lorenzo: Con verdadero agrado he ocupado mis últimos momentos dispo- nibles durante esta Visita Pastoral, en ir leyendo distintos pasajes de su interesante obra: “Historia de las Misiones en la Amazonía Ecuatoriana”. Una mi enhorabuena a las que ya le han expresado en forma tan explícita y abundante el Sr. Embajador Dr. D. Alfredo Luna Tobar, el Sub- secretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, y nuestro anterior P. Pro- vincial, R.P. Ciro García, cd. Yo le felicito además porque se ha decidi- do a completar este estudio con unos últimos capítulos que resumen la obra misionera de las órdenes o congregaciones religiosas que, como la nuestra, han llegado al Oriente ecuatoriano en tiempos relativamente próximos. Busque, P. Lorenzo, cualquier tipo de mecenazgo. Elija entre los diversos métodos de impresión que hoy existen para este estilo de te- mas. No desmaye hasta ver publicados sus folios. Dios, los amantes de la historia, sus hermanos en religión y, en su nombre, quien esto escribe, estamos con V.R. Todos reconocemos su la- bor, y El se la recompensará. Suyo affmo., P. Fernando Domingo, cd. PRESENTACION Este Resumen Histórico de la Iglesia Católica en la Región Ama- zónica del Ecuador, es el fruto de largas y variadas lecturas en bibliote- cas y archivos, a fin de hacer una obra de divulgación orientalista. Nos movió a ello, el hecho de que en el reparto del Apostolado Misionero, nos correspondió trabajar en una parcela de ese inmenso y rico territorio, que guarda las reservas de la Nación Ecuatoriana. En contacto con la jungla amazónica por algunos años en la Re- gión Nor-Oriental del Ecuador, nos interesó conocer la Geografía y la Historia del Oriente, y la Obra Misionera de la Iglesia, iniciada desde el siglo XVI. Esta obrita, que en sus principios fue humilde, porque no se pen- saba en su publicación, pues se escribía para instrucción personal, ha sido notablemente ampliada posteriormente, y es ésta la segunda redac- ción, por recomendación de religiosos que merecen nuestro aprecio, quienes han querido la divulgación de estos capítulos, para conocimien- to de los misioneros, religiosos y seglares, de la Misión Carmelita, cuan- do celebraban los 50 años de su presencia nunca interrumpida, en la Prefectura Apostólica de San Miguel de Sucumbíos, que ha sido eleva- da al rango de Vicariato Apostólico, el 2 de julio de 1984. Luego, sus páginas fueron leídas por otras personas amigas, a quienes interesaba su publicación, y recomendaron se presentara la obra a la revisión de la Cancilleria Ecuatoriana. Dejamos constancia de nuestro reconocimiento al Ministerio de Relaciones Exteriores por su INFORME sobre esta Obra y sus recomen- daciones para su publicación. Nos satisface que la presente Síntesis Histórica contribuya a un mejor conocimiento del Oriente Ecuatoriano. Nuestro Estudio se concreta a las misiones religiosas que han he- cho labor de promoción social y de evangelización en el territorio de la Amazonía. 8 / Lorenzo García, O.C.D. Encontramos una oportunidad para la publicación de este estudio monográfico, en la circunstancia de que se está celebrando una novena de años, en preparación de las Fiestas Conmemorativas del V. Centena- rio de la Evangelización de la América Latina. El tema del novenario para el año 1985, señalado por el CELAM, es: “Respuesta de América a Cristo”. Esta verdad queda demostrada en los capítulos siguientes, cuan- do vemos la correspondencia de los pueblos de la Amazonía a la Evan- gelización de los Misioneros. A los 500 años de iniciada la Evangelización de América, todavía encontramos a la Iglesia en la misma labor en la región inmensa del Río Amazonas. Cerramos la Historia Religiosa del Oriente Ecuatoriano en el año 1983, porque el progreso de sus misiones, con un aumento notable de misioneros que han cubierto todo su territorio, es ya conocido en todos los ambientes. Solo queremos dejar constancia de nuestro aprecio y admiración a aquellas comunidades religiosas que, a costa de muchos sacrificios económicos y de personal, mantienen sus puestos misionales, haciendo patria y formando comunidades cristianas. P. LORENZO GARCIA, O. C. D. En Quito, Iglesia de Santa Teresita –PP. Carmelitas– NOTA PRELIMINAR Agotada la primera edición que se hizo en Octubre de 1985, del presente Estudio Histórico, qué solo alcanzaba al año 1980, sale ahora la segunda, aumentada con nuevas noticias, queriendo actualizar la Ac- ción Misionera que han realizado las Circunscripciones Eclesiásticas en su campo misional del Oriente Ecuatoriano. A lo que conocíamos, se agregan nuevas actividades, nuevos Pre- lados, aumento del personal misionero, sucesos importantes; todo lo cual significa avances y progreso en la promoción de aquellas gentes y su evangelización religiosa. Esta segunda edición cobra actualidad, cuando nos acercamos a celebrar el V Centenario de la Evangelización de Latinoamérica. Vemos que ha habido respuesta de las gentes a su cristianización, lo cual da un sentido religioso a la Conquista Española del Continente Americano. A estas fechas, la Región Amazónica que corresponde a la Na- ción Ecuatoriana, está ya abierta y conocida, y está reconocido el domi- nio del Estado Ecuatoriano en toda la extensión del Territorio, a la par que la Iglesia Ecuatoriana se ha hecho presente en todas las poblacio- nes y comunidades indígenas, respetando sus culturas, idiomas y cos- tumbres no paganas. Es mucho lo que pudiéramos añadir a estos capítulos; pero debe- mos evitar que el presente volumen exceda en páginas al de la 1ra. Edi- ción, que ha sido bien recibida y aceptada por el público. En Quito, 12 de Febrero de 1989 El autor Capítulo I LA CONQUISTA DEL ORIENTE ECUATORIANO Los vecinos de la apenas naciente Villa de San Francisco de Qui- to, mirando el muro gigantesco de la cordillera que se levanta hacia el Oriente, pensaban en un rico imperio que suponían había de existir en aquellas regiones. Los indígenas hablaban de ellas como de comarcas inmensas y bien pobladas, y referían cosas singulares; allí crecían los árboles de la aromática canela —las especies que enriquecían a la China— y allí es- taba la Corte del Rey Dorado, que solía cubrirse con oro en polvo, com- pitiendo en brillo con el rey de los astros. Era también la época en que la imaginación de los castellanos se apacentaba con las ficciones maravillosas de los libros de caballería. Pa- ra ellos, eran estímulo que les espoleaba el ánimo a emprender nuevas conquistas, anexando, a la vez, provincias desconocidas y ricos territo- rios a la Gobernación de Quito, el descubrir lo desconocido, luchar con las dificultades, vencer obstáculos, enriquecerse y adquirir renombre. En busca de El Dorado, como dieron en llamar al misterioso Oriente, salió el Capitán Pedro de Añasco, dándole Benalcázar cuaren- ta hombres de a caballo y otros tantos infantes; los cuales, llevando a un indio por guía, partieron de Quito y caminaron doce días sin detenerse, porque aquél les había dicho que no distaba sino la puesta de doce so- les; pero al fin, cansados y desalentados, hubieron de volverse, porque no encontraron las ciudades y tesoros que se imaginaban. Poco antes, había recorrido las Provincias del Norte el Cap. Die- go de Tapia, llegando hasta el río Angasmayo, y tal vez, alcanzó a ver al- go del territorio oriental, porque al señalar, en junio de 1535 los linde- ros de la nueva Gobernación de Quito, puso como término de uno de sus lados el Atun-Quijo, o sea, la gran región de Los Quijos de nuestro Oriente. Fue la primera inclusión del Oriente en el territorio ecuatoria- no. 12 / Lorenzo García, O.C.D. En realidad, el primero que acometió la empresa de ir a explorar la Región Oriental con una expedición formalmente organizada, fue el Cap. Gonzalo Díaz de Pineda, quien había sido Escribano Público des- de la fundación española de San Francisco de Quito, y había perteneci- do al Cabildo civil de dicha Villa como Alcalde y quien desde mayo de 1538 era Teniente de Gobernador, porque para esta fecha, Don Sebas- tián de Benalcázar había logrado ya del Monarca español el título de Adelantado y la Gobernación de Popayán. En septiembre de 1538, salió Díaz de Pineda al frente de la expe- dición exploradora de las comarcas orientales trasandinas, compuesta de 130 españoles y muchos indios de servicio. Bien equipados todos, en lo cual gastaron ocho mil pesos, toma- ron el camino por Cumbayá y Tumbaco, transmontando la cordillera por Guamaní, y descendieron a Papallacta; cuando comenzaron a internar- se en los bosques del Atunquijos, los naturales los disputaban el paso; pero venciendo esta dificultad como otras que les ofrecía la misma na- turaleza con lo enmarañado del bosque, la fragosidad de los caminos, los torrentes de los ríos innumerables, lograron establecer su campa- mento en el valle que forman el Cozanga y el Masfa, antes de juntarse para constituir el caudaloso Coca. Desde aquí, siguió el Capitán con algunos de sus compañeros en busca del país de la canela, hasta llegar al pie del volcán Sumaco que se le vanta casi aislado de la cordillera principal.