Caso De Estudio
Caso de Estudio Ferrari F1 Una cultura de campeones Domingo, 13 de octubre de 2002. Suzuka, Japón La decimoséptima y última prueba de la temporada 2002 de F1 es el Gran Premio de Japón. Para rematar la excepcional temporada de Ferrari, Michael Schumacher sale en primer lugar, logra la vuelta rápida y se proclama campeón. Ha hecho podio en cada prueba del campeonato, terminando primero o segundo y con solo un tercer puesto en Malasia. Con un total de 144 puntos, Schumacher es campeón del mundo con una ventaja récord de 67 puntos sobre su inmediato seguidor, su propio compañero de equipo, Rubens Barrichello. De hecho, Schumacher se había asegurado el título en el Gran Premio de Francia, a falta de seis carreras por disputar aún. Habiendo conseguido quince de las diecisiete victorias posibles y hecho veintisiete podios, Ferrari ganó el campeonato de constructores por un margen todavía mayor, 221 puntos, más que todos los otros equipos juntos. El absoluto y categórico dominio de Ferrari en la temporada 2002 de F1 hizo que muchos aficionados afirmaran que el deporte había perdido su magia competitiva, con la habitual toma y daca de las carreras, sustituido por las predecibles victorias de la escudería italiana. Pero tal dominio no se consiguió fácilmente ni fue predecible. Surgió de una visión audaz y un plan maestro para crear un dream team, que costó conseguir una década de infatigable esfuerzo. Siendo el equipo más antiguo de la F1, ha estado compitiendo en todos los Campeonatos del Mundo desde el primero en 1950, Ferrari ha cimentado su reputación en el deporte de motor, fabricando grandes coches y produciendo pilotos igual de grandes, como Alberto Ascari en la década de 1950, Juan Manuel Fangio en 1956 y Niki Lauda en los setenta.
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