Los Orígenes Del Islam
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E L A C A N T I L A D O • 50 JUAN VERNET LOS ORÍGENES DEL ISLAM B A R C E L O N A 2 O O I f E L .\ C A N T 11 A D O PRIMERA EDICJÓN EN EL ACANTILADO noviembre de 2oor Publicado por: T A B L A EL ACANTILADO Quaderns Crema, S.A., Sociedad Unipersonal Muntaner, 462 - 08006 Barcelona Tel.:934 144 906 - Fax:934 147 ro7 Prólogo, 7 [email protected] www.elacantilado.com 1. Los árabes, IO © 2 o o r by Juan Vernet Ginés u. Los árabes según sus fuentes antiguas, 33 © de esta edición: 2 o o r by Quaderns Crema, S.A. 111. Mahoma, 5 5 Derechos exclusivos de edíción: IV. Quaderns Crema, S.A. El nacimiento de un estado, 7 5 v. Evolución temática en el Corán, 9 3 ISBN: 84-95359-62-6 DEPÓSITO LEGAL: B. 46.242 - 200I vi. El texto actual del Corán, 1n VII. En la cubierta, tres líneas en las que se contiene, Así hicimos de vosotros una comunidad entre otras palabras, el texto que dice: «Hoy os he completado moderada, 129 vuestra religión y he terminado de daros mi bien. v 1 I I. La política interna de los dos umares, 14 5 Yo os he escogido el Islam por religión.» ( Contenido en la azora 5 [La Mesa], versículo 3.) 1x. Utmán b. Affán, 167 MERITXELL ANTON Producción editorial X. Alíb. Abi Tálib, 196 E o r GE s TI ó ?reimpresión ROMANYA-VALLS Impresión y encuadernación Textos y documentos, 217 Bibliografía, 2 51 Bajo las sanciones establecidas por las leyes, Nota bibliográfica a la presente edición, 260 quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización por escrito de los titulares del copyright, la reproducción toral o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento mecánico o electrónico, actual o futuro-incluyendo las fotocopias y la difusión a través de Internet-y la distribución de ejemplares de esra edición mediante ~lquiler o préstamo públicos. PRÓLOGO La historia del nacimiento del islam sólo posee unas cuantas fuentes coetáneas: los testimonios escritos (el Corán), algunos papiros y las referencias de autores no musulmanes-pocos-escritas en lenguas distintas del árabe (griego, armenio, pahlevi o persa medio ... ). Como el período del que aquí tratamos (aproximadamente has ta el 661 d.C.) está narrado con cierto detalle, el lector ha de suponer que éste ha sido extraído de las crónicas de los historiadores árabes que escribieron un par de siglos después de los hechos relatados, basándose en la tradi ción oral que había ido pasando desde los coetáneos de los acontecimientos a sus hijos o discípulos, y de éstos a los suyos correspondientes, durante tres o cuatro gene raciones y, tal vez, de algún breve texto escrito. Por eso, lo que en el gran historiador al-Tabarí (m. 3ro/923) nos parece falta de sentido histórico, quizá no lo sea. Todo lo contrarío: es rigor histórico. En sus Anales recoge para un determinado hecho todas las versiones-aunque sean contradictorias-, una detrás de otra, que han llegado hasta él y, siempre que puede, tiene cuidado en anotar la cadena o sucesión de transmisores del mismo. Nos da, pues, el material en bruto, tal como le ha llegado. Un ejemplo bastará: por su crónica y por las bizanti nas sabemos que tuvo lugar una gran batalla naval en que los árabes, en fecha indeterminada, pero alrededor del 7 6 50, vencieron a la flota de Constantinopla. El hecho, en incluido a título de inventario y por hacer referencia a la sí, es indiscutible. En cambio, los detalles no. Los testi Península Ibérica. monios reunidos por Tabarí y otros autores árabes no Otra observación que hay que tener presente es la de concuerdan y el relato de los mismos dependerá del cré las citas cronológicas que, a partir del momento de la hé dito que cada uno de ellos merezca al historiador (ya no gira se han expresado, siempre que ha sido posible, en cronista ni analista) de turno: se enfrenta ante un proble la forma: año hégira/año cristiano. Para las discordancias ma cuya solución conoce, pero cuyos precedentes pue que pueden encontrarse con respecto a la fecha de un den ser muy distintos, al igual que sus consecuencias. En acontecimiento determinado puede verse en el texto, al la citada batalla, la flota árabe pudo estar integrada por tratar de Umar b. al-Jattab, lo que escribimos sobre el ori naves sirias, egipcias o de ambas regiones; el jefe de las gen de la era de la hégira. Igualmente, en este tipo de do mismas pudo ser uno cualquiera de los gobernadores de ble fecha se puede encontrar para un mismo año de la esas regiones o los dos conjuntamente. No cabe duda primera dos años distintos de la segunda (año musulmán, de que los árabes vencieron. En cambio, sí puede discu sana, lunar, de 3 54 días/ año cristiano, am, solar, de 3 6 5 tirse por qué no explotaron su victoria, si fue por causas días), lo cual motiva la progresiva retrogradación del mes políticas, religiosas o económicas. de ramadán, por ejemplo, a lo largo de las distintas esta Cada autor es libre de escoger, dentro de la masa de ciones del año. El uso indiscriminado por los cronistas noticias, aquellas que le parezcan que explican mejor la árabes de ambos calendarios para fechar acontecimien concatenación de los hechos reales que conoce con segu tos parece haber durado aún en la época de Muawiya. ridad, aunque a veces tenga que recurrir a manejar deta En los primeros capítulos citamos las azoras del Co lles procedentes de distintos transmisores. Este cruce de rán con una doble numeración, la tradicional, seguida hadices, sumamente criticable y poco riguroso, es el que del número de los versículos aludidos, y luego, tras el sig se ha seguido en las páginas siguientes: era el único siste no= (igual), el número de la misma según el orden crono ma para dar al lector una idea de qué fue el islam en sus lógico dentro de la Revelación. Así, por ejemplo, la cita 9 6, inicios y cómo consiguió una expansión tan rápida. 1/i-5/5 = 1 índica que nos referimos a la azora 96 conside Al escribirlas hemos pensado con frecuencia en fenó• rada por Blachere y Noldeke como la primera revelada. menos paralelos que ocurrieron a los españoles que, hace Hay casos en que sólo damos una parte del versículo, la quinientos años, descubrieron e iniciaron la conquista de que interesa al contexto. Entonces los puntos suspensi América, y éstos, a su vez, recuerdan la conquista de la vos(. .. ) indican esta omisión y vienen a equivaler al ila-l Península Ibérica por los caudillos árabes en el siglo vm. aya (y el resto) de los textos árabes y de los hafizes. En otros casos las noticias puestas por escrito dos si glos después y que sólo nos constan por un solo autor, y son probablemente falsas (primera flota árabe ante las costas de España en tiempos de Utmán b. Affán), se han 8 9 mente se ha observado-y refiriéndonos siempre al si I glo 1/vn-que los ejércitos árabes quedaron detenidos ante las grandes cordilleras, como el Taurus o el Cáucaso, LOS ÁRABES con que tropezaron en su avance. Sin embargo, y como ocurre a veces en este tipo de afirmaciones, ninguna de ellas, por sí sola, explica el que alrededor del 13 2/7 5o la expansión del islam perdiera fuerza y que los avances posteriores, por importantes que fueran, se realizaran a El islam es hoy una religión que, como el cristianismo, se un ritmo menor. En todo caso parece claro que la prime extiende por toda la superficie de la Tierra sin distinción ra «explosión» árabe llevó a individuos de esta etnia, en de razas ni naciones. Pero, a diferencia de otros credos mavor o menor cantidad, hasta las regiones antes men su expansión fue muy rápida y, un siglo después de 1~ cio~adas y que éstos, verdaderos misioneros, difundie muerte de su Profeta, Mahoma, sus fíeles se encontraban ron el islam como religión y su lengua, la árabe, la misma ya en gran parte del Antiguo Continente, desde el Sáhara en que está escrito su libro revelado el Corán, por los te ~ los Pirineos hasta las planicies del Asia Central y el rritorios que ocuparon: por eso hoy unos veinte Estados Indico. Hasta estos territorios tan distantes del hogar en la tienen como lengua oficial y ésa es la lengua en que se que nació-las ciudades de La Meca y Medina-la lleva escriben sus periódicos y en que se emiten sus programas ron los ejércitos de sus primeros prosélitos, los árabes. de radio y televisión. Después del primer siglo de existencia, la nueva reli Pero ¿quiénes eran los árabes antes de Mahoma? Tres gión continuó avanzando con más lentitud y con otros tipos de fuentes distintas nos dan noticia de ellos: 1) los misioneros, pero siempre de manera firme y segura, hasta textos de los pueblos de la antigüedad cuyo dominio se el punto de que los estados que actualmente tienen ma extendió a lo largo de las fronteras de la Península Ará yor número de musulmanes (Indonesia, Pakistán) sólo fue biga (Asiria, Persia, Grecia, Roma, Egipto ... ) y tuvieron ron rozados por la «explosión» árabe del siglo I de la hé relaciones incluso con Abisinia; 2) los hallazgos arqueo gíra/vn d.C. Los lugares alcanzados por la marea de esta lógicos-ruinas, inscripciones epigráficas-en la misma religión-con excepción de España, la Palestina de los Península, y 3) los datos históricos que se encuentran en Cruzados y, tal vez, el actual Israel-jamás han conocido textos árabes, posteriores al islam, y que con frecuencia el reflujo.