Pdf Revista Instituto De Estudios Alicantinos. Época II, Núm. 12
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instituto de estudios ancanítnos INSTITUTO DE ESTUDIOS ALICANTINOS « REVISTA INSTITUTO DE ESTUDIOS ALICANTINOS EXCMA. DIPUTACION PROVINCIAL DE ALICANTE Patronato José M.° Quadrado del C. S. I. C. N.°12 II Epoca Mayo 1974 DIRECTOR! JUAN ORTS SERRANO SUB-DIRECTOR Rafael Azuar CONSEJO ASESOR: Juan Mateo Box José A. Cía Enrique Llobregat Manuel Martínez Blasco P. Francisco Espinosa Cañizares PORTADA: José A. Cía □EPOSITO LEGAL: A. 51 -1969 IMPRESA EN: Gráficas DIAZ · Vial de los Cipreses, 19 - Alicante SUMARIO ESTUDIOS Y ARTICULOS Notas para una biografía del pintor Lorenzo Pericás Ferrer Adrián Espí Valdés.................................... 7 El mundo poético de Alfredo Gómez Gil Francisco Carenas......................................... 27 La obra en Córdoba del ilicitano Don Marcelino Siuri, Obis po y escritor José María Ortiz Juárez.............................. 43 El poeta Carlos Fenoll..................... Vicente Ramos .......................... 63 Excavaciones en el cementerio de un poblado morisco Federico Rubio Gomis............................... 77 TEXTOS Cuento.— Cita en el sol Concepción Rodríguez Conca. .... 87 Poesía.— Siete poemas Consuelo Jiménez de Cisneros..................... 99 NOTICIERO Noticias y Actividades......................................................... 107 ESTUDIOS Y ARTICULOS Adrián Espí Valdés NOTAS PARA UNA BIOGRAFIA DEL PINTOR LORENZO PERICAS FERRER La muerte, en Alicante, de Lorenzo Casanova y Ruiz, ocurrida la mañana del 23 de marzo de 1900 en su casa-estudio de la calle del doctor Gadea (1), deja en el más grande dolor y el más sensible desamparo a la grey artística alicantina, a un nutrido grupo de pintores y escultores que se han formado bajo la égida del ilustre alcoyano. Allí, en el obrador, ha acudido todos los días, y desde 1885, fecha en que el maestro se establece en la capital (2) un ilusionado alumnado, un grupo de jóvenes ansiosos, inquietos, deseosos de crear arte y enfrentarse con los problemas de la creación plástica. Allí está Vicente Bañuls, pintor y escultor, autor de bellas obras (3), Adelardo Parrilla y Candela, nacido, circuns tancialmente, en Cartagena, alumno predilecto de Casanova, gran bodegonista y pintor de paisajes (4); en cierta manera también Heliodoro Guillén Pedemonti —toda una institución en Alicante- debe parte de su formación a las enseñanzas recibidas en el taller del pintor alcoyano. Alumnos son, igualmente, Sebastián Cortés Sevilla, José López Tomás, Mariano Orts Masiá, Rafael Hernán dez López, Andrés Buforn Aragonés y, finalmente, y entre otros más que dejamos en la presente ocasión de reseñar aquí, un paisano suyo, nacido en Alcoy, humilde y bondadoso, vocacio- nalmente artista y pintor, llamado, como el maestro, Lorenzo, empujado a ser al desaparecer Casanova, durante cierto tiempo, el continuador de aquella "Academia de Bellas Artes" en la que tanto entusiasmo depositara el gran pintor. "Aquel estudio ha ESPI: Notas para una biografía... cambiado de dueño, la placa en forma de paleta clavada en la puerta de la casa, lo anuncia. En ella se lee el nombre de Lorenzo Pericás: es decir, otro Lorenzo, otro alcoyano, otro pintor... Uno de sus discípulos predilectos ha venido a ocuparlo, y allí continúa imperando el arte y rindiéndose tributo de admiración al maestro... ¿Quién mejor podía suceder al llorado maestro?" (6). Pero, ¿quién fue Lorenzo Pericás?, preguntamos nosotros. ¿Cómo y cuándo vino a Alicante? ¿Qué representa en la pintura alicantina contemporánea? Intentemos ya, ante esta triple interro gante, trazar el perfil de su vida y de parte de su obra plástica. La partida de nacimiento de Lorenzo Pericás no la hemos podido hallar en las parroquias de Alcoy, las dos existentes en la fecha de su natalicio —Santa María y San Mauro y San Francisco—, pero su viuda ha sido quien nos ha facilitado la data, asegurán donos que fue el año de 1863 el de su nacimiento, puesto que su muerte se produjo cuando el artista tenía cuarenta y nueve, y el óbito en cuestión acaeció en Alicante en 1912. Nacido, pues, en Alcoy ya doblado el siglo XIX, hijo de una modesta familia compuesta por Lorenzo Pericás, hojalatero de oficio, y Dolores Ferrer de profesión sus labores, el progenitor lo coge como aprendiz en su pequeño taller, pero bien temprana mente el pequeño Lorenzo se inclina por el dibujo garabateando sobre papeles de "barba" y cuadernos escolares que caen en sus manos. Ésta predisposición innata hace reflexionar al padre que decide, a pesar suyo, trasladarle a Valencia —cuna de artistas en la creencia de la familia— para que estudie dibujo. En la Escuela Superior de San Carlos no hemos encontrado la documentación —matrícula y calificaciones posteriores— del presunto pintor, por lo que nos inclinamos a pensar que Pericás ingresa en la Escuela de Artes y Oficios, y que aquí desarrolla su inteligencia innata y fomenta sus cualidades artísticas. El traslado a Alicante lo fijamos en torno a 1885, y a conse cuencia de las epidemias coléricas. Pericás puede decirse que huye de Valencia, también de Alcoy, donde el cólera morbo hace estragos, viniendo a avecindarse a la ciudad-puerto de mar, capital de la provincia. Coincide, pues, con el establecimiento también en Alicante de Casanova, y esta circunstancia, creemos, juntamente con el denominador común del origen de ambos, les va a unir en lazos de estrecha amistad, sin que la diferencia de a edad —Casanova tenía cuarenta y un años, y veintidós Pericás— supusiera nunca diferencia de mentalidad y credo estético. Según la viuda e hija del pintor, Pericás después de ingresar en la Academia de Casanova estuvo pensionado un año en Madrid. La pensión no vino de parte de la Diputación Provincial, puesto que no figura el pintor entre los nombres de quienes alcanzaron tal gracia (7) y sí, sin embargo, de parte de un particular, como aclarará Pérez Bueno: "Merced a una pensión que le concedió el Sr. Penalva, pudo salir de Alicante, y la primera escapada fue a Madrid para ver nuestro museo —El Prado— y estudiar sus obras maestras. Allí permaneció hasta que se acabó la pensión, que fue como acabarse el seguro del sustento diario, y vuelto a Alicante con el recuerdo de la pintura de Velázquez, su más intensa impresión" (8). La formación, la madurez plástica de Lorenzo Pericás debe atribuirse, en definitiva, a su esfuerzo, a su vocación hondamente sentida y honestamente servida, y a la especial tutela que Casanova ejerció sobre él. En ocasiones, hasta el mismo modelo del maestro era aprovechado por el alumno que le seguía en todo. Ambos, a la vez, trabajaban sobre idéntico tema, y de ello tenemos pruebas suficientes en obras firmadas por Casanova y en óleos signados por Pericás. Baste recordar esa "Gitana" casa- novista de la colección Miguel Gisbert de Alcoy, y esa otra "Gitana" firmada en el ángulo inferior izquierdo por el alumno Pericás Ferrer, dedicada al "Excmo. Sr. D. Rafael Beltrán", y que recientemente ha ingresado en nuestra Diputación Provincial/con todo el valioso legado de este patricio alicantino. Nos dice el poeta Carmelo Calvo, que lo conoció desempe ñando un modesto cargo en la Escuela de Artes y Oficios patrocinada y sostenida por la antañona sociedad de Amigos del País, de cuya entidad el propio Calvo era secretario: "Pericás con el esfuerzo supremo de una voluntad indomable" tuvo que luchar para abrirse camino, para crearse un nombre en "los círculos artísticos y en los mercados donde se cotizan las firmas que se estampan en los cuadros". Un poco antes, Pérez Bueno se había ocupado de él, pues le había merecido la suficiente confianza como para incluirlo en sus "Artistas levantinos": "Su constitu ción robusta parece dispuesta para reñir desde la infancia la batalla de la vida. Luchador tenaz, a su propio esfuerzo debe su to ESPI: Notas para una biografía... estimación en el arte. La mirada inteligente y brillante, acusa los destellos de un cerebro que sabe pensar ¡deas que son traducidas en el lienzo en bellas notas de color” (9). Tal y como Casanova propagaba, el estudio intenso, el repetir una y otra vez cada forma, el ejercitarse en el dibujo, el "trabajar el natural" habían de valerle a Pericás el dominar pronto y sabiamente el oficio, el poseer una técnica depurada y sólida. "...Hay que verlo en su estudio delante del caballete, nervioso, excitado... Antes de dar una pincelada estudia, analiza y razona lo que va a hacer. Y sea apunte o cuadro, se ha de distinguir por le vprdad que respira, por la frescura del color". 1894 marca para el Alicante artístico —lo hemos señalado en otras ocasiones (10)— un importantísimo hito. Lorenzo Casanova preside el jurado de la gran y transcendental exposición de Bellas Artes que se abre al público el lunes 11 de junio en el Teatro Principal. La ¡dea de la magna exhibición, en la parte plástica, es totalmente del maestro Casanova. Da la impresión cuando se coteja la prensa contemporánea de la efemérides —"El Alicanti no" o 'El Liberal"— que quiso el pintor de Alcoy que el nombre de Alicante tuviera resonancia nacional demostrando a España entera que el supuesto "apartamiento" en orden a las artes plásticas, en que parecía vivir la capital no era tal, que Alicante, su provincia, había dado —y estaba dando— a las bellas artes nacionales nombres y hombres preclaros, y que se sentía con capacidad suficiente como para montar una exposición general. Tampoco se le escapa al estudioso del tema la implícita intención de Lorenzo Casanova de presentar en público a sus alumnos, esos alumnos que él y sólo él había formado en su "Academia" o centro artístico, y para cuya labor años antes había solicitado el apoyo económico de la Diputación Provincial, contando entonces —1890— con un incipiente alumnado en el que figuraban Pericás, Rafael Hernández, López Tomás y Vicente Bañuls (11). En el catálogo de la exposición encontramos a pintores de prestigio, y con Sorolla, Salvador Abril, Pinazo o Cecilio Pía —todos valencianos— aparecen Agrasot, Cabrera Cantó, Plácido Francés y otíos muchos dé nuestra propia provincia.