LA ERA ISINBAYEVA Historia de 28 récords mundiales Por: Ángel Cruz Edición y Diseño by @deporcuba Email:
[email protected] PRÓLOGO Por: Lilian Cid Escalona (@lizz19861) A los 15 años, la vida suele a dar muchas vueltas; por ello, ni siquiera Natalia Petrovna logró intuir que su primogénita, nacida el tres de junio de 1982 en la heroica ciudad rusa de Volgogrado, estaba destinada a ser alguien especial para el mundo. Lo recalco porque para las madres, los hijos son siempre especiales… Pero Yelena, al parecer, sabía que con esfuerzo podría llegar a cumplir aquella promesa: “Voy a ser la mejor del mundo y campeona olímpica”, le había dicho a su madre en una tarde de juegos en casa, años atrás. Su palabra, desde luego, peligró cuando con 15 años se quedó sin el sueño gimnástico por ser demasiado alta (1.74 metros). Entonces, Alexandr Lisovói (su instructor de gimnasia) tuvo la claridad de presentarle la chica a su amigo y entrenador de salto con pértiga, Evgeny Trofimov. Allí le hablaron por primera vez sobre Bubka, y contestó: “¿Y esa quién es?”… Pero de la mano de Trofimov, la talentosa discípula encontró en la “vara” una amiga y utilizó cada una de las bondades heredadas de sus 10 años inmersa en acrobacias gimnásticas para dominar su cuerpo en el aire, y volar. Seis meses después de aquel encuentro, la primogénita de Natalia y Gadzhi Gadzhiyevich Isinbayev, ganó su primer título en Moscú en los Juegos Internacionales Juveniles de 1998. Desde ese día, el éxito se convirtió en su palabra de orden y “Lena” resonó en el mundo mientras el salto con pértiga florecía gracias a su empeño.