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ESTUDIO GEOLÓGICO E HIDROGEOLÓGICO DEL ENTORNO DE LA SIERRA DE LOS MERINOS – RONDA Y (MÁLAGA)

Junio de 2009

Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

El presente informe ha sido realizado a petición de la Plataforma Cueveña en Defensa del Agua, Silvema Serranía de Ronda-Ecologistas en Acción, Plataforma Arriateña en Defensa del Agua y Grupo de Trabajo Valle del Genal. En su elaboración han participado Eduardo Menéndez Casares y Beatriz González Fernández, doctores en Geología de la Universidad de Oviedo y Javier Martínez Gil, catedrático de Hidrogeología de la Universidad de Zaragoza.

Oviedo, 25 de Junio de 2009

Fdo.: Eduardo Menéndez Casares Fdo.: Beatriz González Fernández

Fdo.: Fco. Javier Martínez Gil

2 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN...... 4 2. SITUACIÓN GEOGRÁFICA...... 5 3. GEOLOGÍA ...... 7 3.1. Estratigrafía...... 8 3.1.5. Formaciones Postectónicas...... 13 3.2. Estructura...... 14 3.3. Evolución geodinámica del Paleomargen Subibérico ...... 19 3.4. Geomorfología...... 23 4. HIDROGEOLOGÍA...... 24 4.1. Masas de agua subterránea...... 26 4.1.1. Hidalga-Merinos-Blanquilla...... 26 4.1.2. Setenil- y Depresión meridional de Ronda ...... 27 4.2. Definición de acuíferos. Hidroestratigrafía...... 31 4.2.1. Acuífero carbonatado ...... 33 4.2.2. Acuífero terrígeno...... 34 4.2.3. Acuicludos...... 35 4.3. Inventario de puntos de agua...... 35 4.3.1. Acuífero carbonatado ...... 35 4.3.2. Acuífero terrígeno...... 36 4.4. Funcionamiento hidrogeológico...... 36 4.4.1. Acuífero carbonatado ...... 36 4.4.2. Acuífero terrígeno...... 40 4.5. Recursos hídricos de los acuíferos estudiados...... 40 4.5.1. Acuífero carbonatado ...... 40 4.5.2. Acuífero terrígeno...... 41 4.6. Geoquímica...... 41 4.7. Vulnerabilidad de los acuíferos. Riesgos para las masas de agua por la instalación de campos de golf...... 41 4.7.1. Poblaciones afectadas...... 46 4.7.2. Perímetros de protección ...... 47 4.7.3. Cambio Climático...... 51 4.7.4. Espacios Naturales...... 51 5. RESUMEN ...... 52 6. CONCLUSIONES...... 56 BIBLIOGRAFÍA...... 59 ANEXOS...... 60

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1. INTRODUCCIÓN

Dentro de la zona de estudio del presente informe se han realizado o se proyectan los siguientes complejos urbanísticos:

Merinos Norte, proyecto urbanístico en parte realizado pero actualmente parado, que pretende la construcción de 786 viviendas unifamiliares, dos campos de golf de 18 hoyos y uno de 9 hoyos con un total de 137 ha, un hotel, un centro comercial, etc. Ocupará una superficie de 786 ha de la denominada Finca Majaco, al sureste del kilómetro 43 de la carretera A-367 que une las localidades malagueñas de Ronda y Cuevas del Becerro. Geológicamente estaría ubicado sobre materiales calcáreos de edad jurásica fuertemente karstificados y también sobre materiales terrígenos de la depresión de Ronda que ocupan la parte sur de la finca. Ésta está situada, además, dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera de la .

Parchite, en proyecto. Ocuparía 330 ha, para una urbanización de 330 viviendas, campo de golf, 2 hoteles, centro de ocio, etc. El substrato geológico sobre el que situaría está formado por los materiales terrígenos de la depresión de Ronda.

Carrasco, aprobado inicialmente por el Ayuntamiento de Ronda, ocuparía 500 ha para 15 hoteles de 250 habitaciones cada uno (3750 plazas), campo de tiro, hípica, campo de fútbol, etc. Se dispondría sobre calizas y dolomía jurásicas muy karstificadas.

Circuito Ascari, ya construido, ocupa 189 ha para un circuito privado de Fórmula 1, de 5400 metros de recorrido por 12 metros de ancho, todo asfaltado. Talleres y gasolinera privada ya construidas. Prevista la construcción de un gran hotel. En la actualidad, los residuos procedentes de todo este complejo, con materiales tóxicos y peligrosos (pastillas de freno, carburantes, aceites, neumáticos, productos de lavado de coches, etc) se están vertiendo directamente al acuífero terrígeno sobre el que se asientan.

Tanto los materiales calcáreos como los terrígenos constituyen sendos acuíferos, que están comunicados entre sí, y son el objeto de estudio de este trabajo el cual se inicia con un apartado dedicado a explicar los aspectos geológicos de mayor relevancia, para abordar, a continuación, los aspectos hidrogeológicos. La explicación geológica incluye la definición de las distintas formaciones geológicas que están representadas en la zona, así como las estructuras geológicas presentes (pliegues, fallas) que permiten entender mejor las relaciones existentes entre las diferentes formaciones. Se describe, asimismo, la historia geológica de la zona que explica los sucesivos eventos geológicos que han dado como resultado la existencia, distribución y estructura de los diversos tipos de rocas que integran la serie estratigráfica, la cual está formada, en gran medida, por materiales alóctonos que fueron empujados hacia el oeste por el impulso de la placa Mesomediterránea sobre la placa Ibérica. A continuación, el trabajo aborda el estudio hidrogeológico propiamente dicho que consiste en la caracterización hidrogeológica de los diferentes materiales que constituyen el subsuelo de la zona, diferenciando entre los que forman acuíferos y aquellos otros que, por el contrario, poseen muy baja permeabilidad y se pueden clasificar como acuicludos o impermeables.

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El objetivo final de este informe es demostrar que los proyectos urbanísticos anteriormente mencionados pueden representar un riesgo para el estado de las masas de agua sobre las que se asienten, riesgo que se puede concretar en un empeoramiento tanto cualitativo como cuantitativo. Tanto la extracción de agua como la entrada en el acuífero de los sobrantes del riego de urbanizaciones y campos de golf o de residuos tóxicos, representan un gran peligro para el estado de las masas de aguas subterráneas y para las masas de agua superficial a la que están asociadas. Además de los impactos sobre el medio hídrico, es necesario mencionar la alteración pasajística que supondría la urbanización de un espacio situado en plena Serranía de Ronda que, por sus características naturales, ha sido declarado Reserva de la Biosfera en el año 1995.

2. SITUACIÓN GEOGRÁFICA

Los distintos proyectos contemplados se sitúan al NE de Ronda, en los límites municipales con Cuevas del Becerro, en las sierras de Merinos y Carrasco (Figs.1 y 2).

Figura 1.- Situación geográfica de la zona de estudio (fuente: SIGPAC)

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Parchite

Figura 2.- Localización detallada de los proyectos urbanísticos

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3. GEOLOGÍA La zona de estudio se encuentra dentro de la denominada cordillera Bética que es la gran unidad orográfica y geológica del S y SE de la Península Ibérica; en ella se diferencian tres grupos de unidades geológicas de rango mayor (Fig. 3): las Zonas Internas Béticas, el Complejo del Campo de Gibraltar (Turbiditas del Surco de Gibraltar) y las Zonas Externas Béticas. Todos estos grupos de unidades geológicas están constituidos por complejos de unidades tectónicas alóctonas, esto es, formadas por terrenos desplazados, en mayor o menor medida, de su lugar de origen y cuyo grado de aloctonía disminuye hacia las áreas tectónicamente más externas, las cercanas al Macizo Ibérico (Vera, 2004). A escala de detalle, el área donde está previsto llevar a cabo los proyectos urbanísticos se sitúa dentro de las Zonas Externas y por ello son éstas las que se describen a continuación.

Zona de estudio

Figura 3.- Mapa geológico del segmento occidental del Orógeno Alpino Perimediterráneo. (Vera, 2004)

Las Zonas Externas Béticas afloran extensamente al S y SE del Macizo Ibérico y del Valle del Guadalquivir, desde el golfo de Cádiz hasta la provincia de Alicante y se dividen en dos grandes dominios tectonosedimentarios: el Prebético y el Subbético (Fig. 4). Ambos están formados por sucesiones de rocas sedimentarias cuya edad abarca desde el Triásico hasta el Mioceno, fuertemente deformadas pero poco o nada afectadas por metamorfismo alpino porque, en ellas, la deformación tuvo lugar esencialmente en los niveles superficiales de la corteza. Todos estos sedimentos constituyen una cobertera, deformada y despegada, de un zócalo varisco que es la continuación hacia el sur del Macizo Ibérico. Éste, junto con su cobertera tabular de sedimentos meso- cenozoicos no plegados, constituye el antepaís bético, esto es, la zona estable y autóctona, no deformada durante la Orogenia Alpina y hacia la que fueron desplazadas las unidades tectónicas del orógeno (Vera, 2004). La falla Cádiz-Alicante (Crevillente) coincide localmente con el contacto entre las Zonas Internas y Externas (Sanz de Galdeano, 2008).

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Figura 4.- Mapa geológico de la Cordillera Bética en el que se muestra la extensión de los afloramientos de cada una de las unidades diferenciadas y la falla Cádiz-Alicante (Crevillente). (Meléndez Hevia, 2004)

3.1. Estratigrafía. En este apartado se describirán las características de los materiales que componen el Subbético por ser éste el dominio en el que está emplazada la zona de estudio del presente trabajo. El Subbético es la unidad de rango mayor más meridional de las Zonas Externas Béticas. Está constituido por rocas sedimentarias del Triásico al Mioceno Medio y en menor medida, por rocas volcánicas y subvolcánicas. Para la descripción de sus rasgos se divide en tres sectores (Fig. 5), que de E a O son: a) el oriental, al este de la falla de Tíscar; b) el central, entre la falla de Tíscar y (Málaga); c) el occidental, al O de Antequera. A su vez, dentro del sector central y occidental se diferenciaron tres grandes subdominios alargados según dirección Suroeste-Noreste, que fueron denominados: Subbético Externo, Subbético Medio y Subbético Interno. El subbético del sector occidental se caracteriza por el predominio de áreas con estructura interna caótica (Vera, 2004).

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Figura 5.- Mapa geológico de las Zonas Externas Béticas donde se observan los diferentes dominios que las componen. a.- Límites entre las unidades morfoestructurales delimitadas en el Prebético y límite entre dominios paleogeográficos del Subbético, cuando no coincida con un límite tectónico. b.- Frente norte del Complejo Olistostrómico del Guadalquivir detectado en el subsuelo. c.- Macizo Ibérico. d.- Cobertera Tabular. e.- Cordillera Ibérica. f.- Complejo del Campo de Gibraltar. g.- Zonas Internas Béticas. h.- Cuencas Neógenas postorogénicas (v.- rocas volcánicas neógenas). i-p: Zonas Externas Béticas. i.- Prebético (1.- Prebético de Onteniense-Denia. 2.- Prebético de Aspe-Jijona-Alicante. 3.- Prebético de Hellín-Almansa. 4.- Prebético de Jumilla-Yecla. 5.- Prebético de las Sierras de Cazorla y Alcaraz. 6.- Prebético de la Sierra de Segura. 7.- Prebético de Jaén). j.- Afloramientos del Complejo Olistostrómico del Guadalquivir. k.- Complejos Caóticos Subbéticos (Subbético con estructura interna caótica). l.- Dominio Intermedio. m.- Subbético Externo. n.- Subbético Medio (asteriscos: principales afloramientos de rocas volcánicas jurásicas). o.- Subbético Interno (p.- Penibético). Abreviaturas de estructuras geológicas: FC.- Falla de Crevillente. FS.- Falla de Socovos. FT.- Falla de Tíscar. FV.- Falla del Vinalopó. (Vera, 2004)

El Penibético (donde se encuadra el área de Los Merinos), o Subbético Interno Occidental, se caracteriza por presentar una potente secuencia jurásica, enteramente caliza, que da lugar a la casi totalidad de los fuertes relieves de la zona como Colorado, llanos del Carrasco, etc y un Cretácico-Paleógeno margo-calizo muy característico (capas rojas) que ocupa grandes extensiones en las zonas deprimidas. El conjunto está constituido por tres grupos de unidades litoestratigráficas (Fig. 6), Hidalga, Líbar y Espartina, que en su conjunto forman una ventana tectónica bajo el Complejo del Campo de Gibraltar. Estos tres grupos de unidades litoestratigráficas presentan rasgos estratigráficos claramente diferenciables del resto del Subbético Interno, como son: a) presencia de materiales triásicos desorganizados (Grupo Hidalga); presencia de un Jurásico Superior-Neocomiense constituido por calizas pelágicas poco profundas (Fm. Torcal); c) existencia de una laguna estratigráfica que afecta a gran parte del Cretácico Inferior (Vera, 2004; Martín-Algarra, 1987).

3.1.1. Grupo Hidalga. Unidad litoestratigráfica de composición dominantemente calizo–margosa y arcillosa que engloba esencialmente al Trías del Penibético. Está constituido por materiales triásicos distinguiéndose un Trías calcáreo de facies Muschelkalk que corresponde a la Fm Meleguetín (Triásico medio) con potencias superiores a 250 metros, y un Trías arcilloso-yesífero y dolomítico de facies Keuper que comprende las formaciones Capas del Peñón Verde (Carniense), Dolomías del Lirio (Noriense) y Capas de Lifa (Retiense).

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Figura 6.- El Subbético Interno occidental (Penibético) A.- Mapa de situación. B.- Cartografía geológica de una parte del sector occidental del Subbético y de las unidades geológicas adyacentes. C.- Panel de correlación entre las diferentes unidades, litoestratigráficas y cronoestratigráficas, en el Penibético. Leyenda: 1.- Calizas tableadas. 2.- Calizas masivas. 3.- Calizas y dolomías, con intercalaciones arcillosas y margosas. 4.- Dolomías. 5.- Arcillas, areniscas y yesos. 6.- Dolomías masivas. 7.- Calizas oolíticas de tipo bahamiano. 8.- Calizas nodulosas pelágicas (facies ammonítico rosso). 9.- Calizas pelágicas (con ooides pelágicos). 10.- Costras estromatolíticas fosfatadas y relleno de diques neptúnicos. 11.- Margas blancas (Fm. Capas Blancas). 12.- Calizas con sílex (Fm. Capas Blancas). 13.- Calizas margosas rojas (capas rojas calcáreas). 14.- Margocalizas y margas rosadas (capas rojas margosas). 15.- Margas y arcillas verdes (miembro inferior de la Fm. Fuente del Chiquero). 16.- Areniscas y margas (miembro superior de la Fm. Fuente del Chiquero). (Vera, 2004)

3.1.2. Grupo Líbar. Unidad litoestratigráfica calcáreo-dolomítica que constituye los principales relieves penibéticos. Desde el punto de vista estratigráfico el Grupo Líbar está compuesto principalmente por tres conjuntos carbonatados que son el inferior o unidad informal, la Fm. Endrinal (Jurásico inferior y medio) y la Fm. Torcal (Oxfordiense-Valanginiense inferior), éstos dos últimos separados por una discontinuidad estratigráfica de edad fundamentalmente Calloviense-Oxfordiense inferior. La extensión e importancia regional de las dolomías del Grupo Líbar justifican su separación como una unidad litológica independiente. El techo del Grupo Líbar lo marca una superficie de discontinuidad debida a una interrupción sedimentaria de gran importancia regional, que ha determinado la no sedimentación de una gran parte del Cretácico inferior o incluso la erosión de una parte importante del propio Grupo Líbar. En la zona de estudio la potencia de todo el conjunto es de unos 400 metros aproximadamente. Unidad inferior: está constituida por dolomías brechoides y dolomías micríticas que reemplazan a las calizas jurásicas de diferente edad de las dos formaciones suprayacentes. Su espesor es del orden de 100 m.

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Fm. Endrinal: Unidad litoestratigráfica ampliamente representada por todo el Penibético. Está constituida principalmente por calizas que suelen sobrepasar los 300 m de potencia. Se distinguen cinco miembros, que de muro a techo son: 1) Calizas Tableadas de Sierra Blanquilla (calizas tableadas en estratos decimetricos, a veces ligeramente margosas de colores grises, amarillentos o crema); 2) Oolitas del Endrinal (calizas oolíticas de color muy claro, generalmente blanco, y de aspecto masivo); 3) Calizas del Coral de Villaluenga (destacan por la abundancia de corales incluidas en facies biocalcirrudíticas y biocalcareníticas); 4) Calizas con Sílex de Benaocaz (se caracterizan por presentar nódulos de sílex probablemente ligado a espículas de esponjas); 5) Calizas del Puntal de la Raya (calizas de color pardo-crema de textura micrítica). Todo este conjunto calcáreo fue depositado en distintos medios de una plataforma carbonatada marina somera especialmente favorable al desarrollo de las facies oolíticas que son las más abundantes. En otras transversales del Subbético los materiales de esta formación son equivalentes en facies y edad a los de la Fm Camarena. Fm. Torcal: Unidad litoestratigráfica compuesta por calizas pelágicas. En esta formación carbonática se diferencian dos miembros: uno inferior de calizas nodulosas y brechas, y otro superior formado principalmente por calizas con ooides pelágicos. El miembro inferior corresponde a calizas micríticas de color gris, amarillento, verdoso, pardo o rojizo bien estratificadas, con estructura nodulosa brechoide. Estas calizas muestran todos los términos de transición a calizas pelágicas condensadas, frecuentemente fosilíferas, por disminución del carácter noduloso, y a brechas o conglomerados de aspecto noduloso por individualización de los nódulos como clastos a consecuencia de un flujo sindeposicional. El miembro superior forma volumétricamente la masa principal de la Fm. Torcal y está compuesto por calizas compactas bien estratificadas de color gris a blanco, a veces rosado, amarillento, crema pálido o ligeramente verdoso, que esporádicamente presentan intercalaciones de calizas nodulosas lateralmente discontinuas, análogas a la del miembro inferior. Texturalmente, las calizas de este miembro superior son packstone y grainstone con predominio de ooides pelágicos micríticos. Los fósiles y las facies indican claramente que la Fm. Torcal se depositó en un ambiente marino francamente pelágico, por tanto abierto y muy alejado de las influencias y aportes terrígenos procedentes de zonas continentales emergidas. Este ambiente pelágico sería muy somero, es decir un alto submarino, aislado del mar abierto, con condiciones ecológicas de tipo nerítico, dentro de la zona fótica, con aguas bien oxigenadas y altamente productoras de nutrientes. Esta formación disminuye de potencia desde el Sureste hacia el Noroeste, donde alcanza unos 200 m hasta llegar a desaparecer.

3.1.3. Grupo Espartina: Unidad litoestratigráfica esencialmente margosa y margocaliza, que engloba a la mayor parte de los terrenos Cretácico-Terciarios del Penibético. En la base existen una serie de unidades litoestratigráficas de edad Valanginiense superior-Turoniense inferior que no están presentes en la zona, cuya distribución está controlada por la presencia y magnitud de diversas discontinuidades estratigráficas que afectaron al Penibético a lo largo del Cretácico (Martín-Algarra, 1987). Dos de estas unidades tienen rango de formación (Fm. de Brechas del Dornajo y Fm. Capas Blancas) y otras son unidades informales de espesor muy reducido, compuestas por uno o varios estratos discontinuos, costras y/o rellenos de diques neptúnicos (Niveles de La Manga-Grazalema, Crinoiditas del Cortijo de Líbar, Capas de , Crinoiditas de la Fuenfría, Nivel de los Canutos y Nivel del Cortijo de Líbar). Por encima de estas unidades se dispone la formación más extensa de este grupo, la Fm. Capas Rojas (fundamentalmente Senoniense-Eoceno) que incluye margocalizas,

11 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) calizas margosas y margas dominantemente de colores asalmonados. Sobre ellas reposan las litofacies margoareniscosas de tipo “flysch” de la Fm. Fuente del Chiquero (Oligoceno-Mioceno inferior). En la zona la potencia media de todo el grupo es de unos 100 metros.

3.1.4. Complejo Campo de Gibraltar. El Complejo Campo de Gibraltar (CCG) aflora principalmente en las provincias de Cádiz y Málaga pero sus afloramientos, muy tectonizados, pueden seguirse hacia el este hasta las proximidades de Murcia, a lo largo del contacto entre las Zonas Externas y las Zonas Internas. Las unidades de este complejo están formadas por coberteras sedimentarias meso-cenozoicas, despegadas de su sustrato original y no afectadas por metamorfismo alpino, por lo que algunos autores tienden a incluirlas en las Zonas Externas. Sin embargo, en este caso, ese sustrato estuvo probablemente constituido por corteza oceánica generada durante el Mesozoico entre las Zonas Internas y las Zonas Externas y que desapareció por subducción. Desde el Jurásico medio-superior al Mioceno inferior (Aquitaniense superior) sobre el sustrato de corteza oceánica se depositaron sedimentos de facies marinas muy profundas: arcillas y margas sobre todo, durante el Cretácico Inferior y, en el Oligoceno superior-Mioceno inferior, turbiditas (facies Flysch), principalmente siliciclásticas. El conjunto de materiales que forman el complejo se encuentran divididos en dos unidades tectónicas, denominadas Mauritánico y Numídico constituidas mayoritariamente por potentes sucesiones areniscosas del Oligoceno superior y sobre todo del Mioceno inferior, y también por una base de sedimentos Paleógenos e incluso Cretácicos. Ambas unidades aparecen bien representadas en la Serranía de Ronda.

Las unidades Mauritánicas ocuparon una posición interna en el surco de los Flysch y sus sedimentos detríticos-clásticos proceden de la erosión de dominios más internos situados en la Placa Mesomediterránea. La estratigrafía de este conjunto está constituida por tres unidades: 1) Unidad de Nogales: consta de dos formaciones, la inferior está formada por unos 100 m. de margocalizas y arcillas grises y verdosas con areniscas y microbrechas de edad Valanginiense-Hauteriviense. La superior y más característica está formada por unos 200 metros de areniscas pardo amarillentas de grano fino con secuencias de Bouma truncadas por la base y en estratos decimétricos a métricos alternando con margas y arcillas verdes, su edad es Hauteriviense superior a Barremiense. 2) Unidad del Flysch del Corredor del Boyar: Posee margas y microbrechas coronadas por areniscas. No obstante, su posición muy externa, la edad algo más moderna (Aptiense-Albiense), las facies más distales de sus areniscas y la presencia de margas y margocalizas blancas y verdosas con microbrechas carbonatadas del Campaniense-Maastrichtiense, son rasgos que la aproximan al Cretácico inferior subyacente al Numídico de áreas cercanas. 3) Unidad tipo : se encuentra sistemáticamente despegada de su Cretácico inferior y también aflora en posiciones internas. Su serie se inicia en el Cretácico terminal con margas y margocalizas coloreadas, areniscas finas y microbrechas carbonatadas. Estas turbiditas carbonatadas se concentran en el Eoceno medio-superior y el Oligoceno Inferior. La sucesión pasa gradualmente a una serie pelito-arenosa coloreada finamente estratificada, que es un depósito de llanura submarina adyacente a un gran sistema turbidítico del Oligoceno superior - Aquitaniense superior, formado por areniscas inmaduras dominantemente de grano medio a fino, derivadas de la erosión de terrenos internos, esencialmente Maláguides.

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Este flysch margoareniscoso-micáceo es la formación más característica de las unidades tipo Algeciras. En la Serranía de Ronda el espesor de la sucesión es menor que en otras zonas aunque a título orientativo se le atribuye un espesor superior a los 500 metros.

Las unidades Numídicas se depositaron en la parte externa del Surco de los Flyschs y los aportes de sus areniscas terciarias proceden del continente Africano. En cuanto a su estratigrafía se puede decir que sus unidades son las más extensas del Complejo Campo de Gibraltar y afloran sobre todo en posiciones externas formando un gran manto de corrimiento, el Manto de Aljibe, que está formado por areniscas y es la formación principal y más característica de esta unidad. Se trata de cuarcitas muy puras de grano medio a grueso, bien redondeado, de edad Aquitaniense y que supera los 1000 metros de espesor. Por debajo de las areniscas del Aljibe se localiza la “serie base”, arcillas subnumídicas coloreadas, de facies oceánicas y edades comprendidas entre el Cretácico terminal y el Oligoceno superior-Aquitaniense superior. Estas arcillas incluyen turbiditas carbonatadas. En la Serranía de Ronda las facies son equivalentes pero la sucesión es menos potente e incluye facies proximales de una zona canalizada. La potencia del conjunto de la secuencia en la zona, alcanza al menos los 400 metros aunque otros autores le atribuyen potencias mucho más altas.

3.1.5. Formaciones Postectónicas Se trata de materiales, del Mioceno superior y también cuaternarios, no afectados por la tectónica y que apenas presentan deformación. La serie se caracteriza por la presencia de areniscas calcáreas, conglomerados, margas y ocasionalmente margas yesíferas. Se diferencia un tramo basal formado por margas con intercalaciones de areniscas calcáreas bioclásticas y, en algunos puntos, conglomerados; este tramo sólo aflora en los encajonamientos profundos de los ríos. Sobre el anterior tramo se dispone otro en el que predominan netamente bancos de areniscas calcáreas bioclásticas con frecuentes laminaciones cruzadas y de aspecto tableado. El espesor total de los materiales miocenos puede ser del orden de 1.000 m. Discordantes sobre todas las formaciones geológicas anteriores hay depósitos de edad cuaternaria: sedimentos aluviales, de poco espesor, y, localmente, depósitos de ladera y formaciones travertínicas. En la figura 7 se muestra una columna estratigráfica sintética de los materiales descritos.

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Figura 7. Columna estratigráfica (elaboración propia)

3.2. Estructura La estructura interna está formada por pliegues de dirección NE-SO, con una ligera inmersión hacia el NE, los pliegues pueden ser complejos en detalle, aunque a escala regional, constituyen anticlinales en cofre de calizas jurásicas (el Grupo Líbar), con bóvedas anticlinales subhorizontales y flancos subverticales, y sinclinales estrechos ocupados por el Grupo Espartina con pliegues disarmónicos. El subbético Medio retrocabalga sobre el penibético y el Complejo del Campo de Gibraltar. A su vez, dentro del Complejo del Campo de Gibraltar, el Manto de Aljibe se superpone a la Unidad de Algeciras en la mayoría de los puntos donde es visible el contacto entre ambas unidades siendo este contacto un retrocabalgamiento del primero hacia el interior de la cadena, como puede observarse en la figura 8.B. Desde el punto de vista tectónico, el Prebético, situado más al norte, está formado por materiales parautóctonos o moderadamente alóctonos, mientras que el Subbético está,

14 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) en conjunto, mucho más deformado y considerado, sin dudas, como alóctono (Vera, 2004).

Figura 8.-Subdivisión y relaciones tectónicas del Complejo del Campo de Gibraltar en el sector occidental de la Cordillera Bética. A.-Esquema tectónico. B.-Corte geológico en la zona de Ronda donde se aprecia el retrocabalgameinto del Subbético Medio sobre el Penibético. (Modificado de Vera, 2004)

La cartografía geológica de detalle de la zona, elaborada a partir de las hojas geológicas 1037 () y 1051 (Ronda) del IGME, en se puede ver en la Fig. 9; en ella se puede apreciar cómo la zona central esta ocupada por bandas de dirección NE-SO de materiales del Jurásico (Dolomías del Lías, Formación Endrinal y Formación Torcal del Grupo Líbar), sobre ellos se apoyan discordantes los materiales del Cretácico (el Grupo Espartina), del Neógeno y del Cuaternario. Al Norte y Noreste aparecen los materiales del Complejo del Campo de Gibraltar (CCG) que están cabalgando al resto de materiales cretácicos, jurásicos y triásicos. Los materiales de este complejo están organizados en varios conjuntos que se superponen unos sobre otros de Este a Oeste con algunos cuerpos de Brechas Olistostrómicas sobre los materiales anteriores. Al Suroeste, el Complejo del Campo de Gibraltar está poco representado, apenas tres manchas en contacto con los materiales jurásicos y triásicos y donde no aparecen materiales de edad Cretácica ya que estos han sido erosionados antes del depósito de los materiales de la cuenca de Ronda.

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Es en esta zona únicamente donde aparecen materiales postectónicos de la Cuenca de Ronda que se sitúan discordantes tanto sobre materiales jurásicos y permo-triásicos como sobre el Complejo de Campo de Gibraltar.

Figura 9.-Mapa geológico de la zona estudiada (basado en las hojas geológicas de Teba y Ronda del IGME)

En la localidad de Cuevas del Becerro y también al Noreste, entre esta última localidad y la de , se encuentran depósitos cuaternarios de travertinos, asociados a surgencias de agua bicarbonatada. Siguiendo el cauce de los ríos existen también depósitos cuaternarios aluviales.

16 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Los cortes geológicos de dirección SO-NE y NO-SE (Fig. 10) permiten interpretar tridimensionalmente la estructura de los materiales depositados y posteriormente deformados. En el corte geológico 1, de dirección NO-SE, perpendicular a las estructuras, se puede apreciar la disposición en anticlinales (en cofre) y sinclinales; en el núcleo de los anticlinales afloran los materiales jurásicos y sobre los sinclinales, en muchos casos, aún perduran los materiales del Grupo Espartina del Cretácico. Al Sureste del corte 1 se puede ver cómo los materiales jurásicos despegan por medio de fallas inversas aprovechando los materiales poco competentes de las facies Keuper del Triásico para colocarse sobre los materiales del Cretácico (Grupo Espartina). En general se puede decir que esta es la disposición que encontramos en toda la zona con pliegues cuyos ejes se hunden al noreste y fallas inversas de dirección NE-SO que despegan por las arcillas de facies Keuper. Numerosas fallas directas de dirección NO- SE y sus conjugadas NE-SO retocan la disposición del conjunto de materiales. En el extremo NO del corte 1 se puede observar cómo los materiales postorogénicos de la cuenca de Ronda se disponen discordantes sobre los materiales de edad Jurásica. También se puede ver en el corte 1 un fragmento del Complejo de Campo de Gibraltar cabalgante sobre los materiales del Grupo Espartina. En los cortes 2 y 3, de dirección SO-NE, se encuentran, sobre las calizas del Jurásico, materiales del Complejo del Campo de Gibraltar que se dispusieron allí por medio de cabalgamientos; más tarde, los materiales del Mioceno superior (Cuenca de Ronda) se depositaron tanto sobre las calizas jurásicas como sobre el Complejo Campo de Gibraltar. En el extremo NE del corte 2, en Cuevas del Becerro, los depósitos de travertinos ocultan los materiales del CCG que también aquí cabalgan sobre materiales preservados del cretácico (Grupo Espartina). Al noreste del corte 3 (cerca de la localidad de Serrato) se pueden ver tres pequeñas superficies cabalgantes del CCG sobre el Grupo Espartina del Cretácico.

17 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Figura 10.-Cortes geológicos realizados sobre el mapa de la figura 9(elaboración propia).

18 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

3.3. Evolución geodinámica del Paleomargen Subibérico

En el conjunto del registro de las Zonas Externas Béticas se han diferenciado 7 ciclos sedimentarios mayores entre el inicio del Triásico y el Mioceno superior. Un ciclo adicional y sucesivo (ciclo VIII) incluye materiales que usualmente han sido considerados como postorogénicos [son ciclos de segundo orden con duraciones muy diversas desde algo más de 45 m.a. (ciclo I) hasta 8 m.a. (ciclo VII)]. Desde el punto de vista geodinámico se diferencian los siguientes episodios evolutivos a los que corresponde una sedimentación caracterizada por distintos ciclos (Figs 11.1 a 11.7) (Vera, 2004): 1) Episodio inicial de fracturación intracontinental (rifting). Ciclo I.- Corresponde a la fase inicial de la distensión que afectó al Macizo Ibérico (Placa Ibérica) que se desarrollo durante el Triásico-Carixiense y que comprende el depósito de los materiales del Triásico y Liásico infra-Domeriense.

Figura 11.1.- Evolución del Paleomargen subibérico durante el Triásico-Carixiense

2) Episodio principal de fracturación intracontinental (rifting). Ciclo II.- Se desarrolló durante el Domeriense-Bathoniense. En el Subbético muestra notables variaciones de facies y espesores de unos subdominios paleogeográficos a otros, pero en todos los casos al inicio del ciclo comenzó la sedimentación pelágica, aunque a lo largo del ciclo en algunos sectores se desarrollaron secuencias de somerización de gran escala que terminaron de nuevo con calizas de plataformas someras.

Figura 11.2.- Evolución del Paleomargen subibérico durante el Domeriense-Bathoniense

3) Episodio expansivo. Ciclo III.- Se inició cuando se formó la primera corteza oceánica entre la Placa Ibérica y la Placa Mesomediterránea o Placa de Alborán. Comenzó entre el Bathoniense-Calloviense y finalizó en el Berriasiense superior. Durante este episodio ya se puede hablar propiamente de un margen continental sudibérico relativamente diversificado y evolucionado. En la mayor parte del Prebético hubo una clara diferenciación con respecto a otras áreas adyacentes al Macizo Ibérico al alcanzarse valores mayores de subsidencia. En el Subbético hubo una neta diferenciación entre surcos subsidentes y umbrales menos subsidentes.

19 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Figura 11.3.- Evolución del Paleomargen subibérico durante el Bathoniense-Calloviense - Berriasiense superior

4) Episodio de fracturación del borde del margen. Ciclo IV.-Se produjo desde el Berriasiense superior al Albiense superior. Se puede hablar propiamente de una etapa de rifting que afecta simultáneamente al Paleomargen Sudibérico y a los otros márgenes continentales que rodean el Macizo Ibérico. En el Subbético la parte superior de este ciclo (Barremiense-Albiense) se reconoce especialmente bien en el Dominio Intermedio por el máximo desarrollo de los depósitos turbidíticos. En el otro extremo del Subbético, en gran parte del Penibético, el ciclo IV no está representado, ya que durante este intervalo de tiempo no se preservó la sedimentación de manera que los sedimentos de este ciclo se encuentran tan solo en los rellenos de diques neptúnicos.

Figura 11.4.- Evolución del Paleomargen subibérico durante el Berriasiense superior al Albiense superior

5) Episodio post-fracturación (post-rift). Ciclo V.- Se caracteriza por la progresiva desaparición de la subsidencia tectónica y la existencia de una lenta pero persistente subsidencia térmica. Este episodio se inició en el Albiense superior y terminó cerca del límite Cretácico-Terciario y durante el mismo tuvo lugar una homogenización de las facies en amplios sectores del Paleomargen Sudibérico.

Figura 11.5.- Evolución del Paleomargen subibérico durante el Albiense superior - límite Cretácico- Terciario

6) Episodio convergente. Ciclo VI.- El paso de un margen pasivo a otro convergente ocurrió cerca del límite Cretácico-Terciario. Durante ese episodio se depositó el ciclo VI que comprende los sedimentos del Paleoceno-Burdigaliense inferior. El final de este periodo coincide con el inicio de la colisión continental, durante el Burdigaliense, entre el Dominio de Alborán y el paleomargen sudibérico (Placa Ibérica).

Figura 11.6.- Evolución del Paleomargen subibérico durante el Paleoceno-Burdigaliense inferior

20 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

7) Episodio de colisión. Ciclo VII.- Entre el Burdigaliense (Mioceno Inferior) y el inicio del Mioceno superior se completó el desplazamiento del Dominio de Alborán hacia el Oeste y se bloqueó la colisión con el paleomargen Sudibérico de la Placa Ibérica. El “Paroxismo Burdigaliense” coincidió con la deformación principal del paleomargen, lo que marcó una verdadera revolución paleogeográgfica al elevar los terrenos de su parte más meridional y determinar la individualización de una cuenca subsidente localizada en el frente de deformación. También durante este intervalo de tiempo (Burdigaliense superior-Tortoniense inferior) ocurrió una notable extensión en el mar de Alborán, simultanea a un acortamiento notable de la cobertera sedimentaria del Paleomargen Sudibérico desde el inicio de la colisión hasta la fase de deformación tectónica intra-Tortoniense.

Figura 11.7.- Evolución del Paleomargen subibérico durante el Burdigaliense superior-Tortoniense inferior

Dado que durante este periodo tuvo lugar la estructuración de las Zonas Externas Béticas, los materiales depositados en el mismo pueden ser considerados como sinorogénicos. El área de mayor profundidad y mayor subsidencia, en la mitad occidental, se ubica en el frente norte de la deformación de las Zonas Externas Béticas que avanzaba poco a poco hacia el norte y en ella se depositaron grandes masas de olistostromos (Complejo Olistrotómico del Guadalquivir). Igualmente durante este episodio ocurrió la deformación que produjo la pérdida de coherencia interna de una parte notable del Subbético y la consiguiente formación de los Complejos Caóticos Subbéticos (Fig. 12).

Figura 12.-Corte esquemático del Orógeno Bético. (Meléndez Hevia 2004),

8) Episodio post-colisión. Ciclo VIII.- Al final de la orogenia, durante el Tortoniense superior-Messiniense-Plioceno y asociado a la red de fallas, se forman cuencas postorogénicas en el seno de los relieves levantados, son las “Cuencas Neógenas Postorogénicas” en las cuales tuvo lugar, preferentemente, la sedimentación. Se trataba de áreas subsidentes diferenciadas, una de ellas, la más extensa, al norte de la cordillera (Cuenca del Guadalquivir) y las otras en el interior de la misma (cuencas intramontañosas) como la Cuenca de Ronda (Fig.13).

21 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Figura 13.- Distribución de las “Cuencas Neógenas Postorogénicas” (Meléndez Hevia 2004)

Los movimientos postcolisionales causaron el levantamiento del conjunto de la cadena, lo que se justifica al encontrarse, en la actualidad, sedimentos marinos subhorizontales del Mioceno superior a más de 1500 m de altitud. El eustatismo se manifiesta por una subida del nivel del mar en el Tortoniense que causa una transgresión regional y la inauguración de una sedimentación marina en cuencas que son fuertemente subsidentes. En la mitad occidental de la cadena, las formaciones neógeno-cuaternarias de la Cuenca del Guadalquivir recubren bien el Macizo Ibérico, bien la Cobertera Tabular, o bien el borde septentrional de las Zonas Externas, constituyendo la cuenca de antepaís bética. Ésta se generó entre el final del Mioceno inferior y el Mioceno superior como consecuencia de la flexión del antepaís en respuesta a los esfuerzos provenientes del orógeno en curso de formación. Los materiales postorogénicos están, en general, poco deformados, no obstante, hay algunas estructuras plegadas suaves de gran radio y un núcleo anticlinal de orientación NE-SO, coincidente con las Sierras de Salinas y de la Sanguijuela, cuyo origen está relacionado con la actividad halocinética de las arcillas con evaporitas del Trías subbético. El relleno de la cuenca suele tener un buzamiento predominante hacia el oeste y está afectado por fallas normales. El relleno de las cuencas postorogénicas puede dividirse en seis unidades aloestratigráficas (I a VI) limitadas por discontinuidades mayores reconocidas a escala de toda la Cordillera Bética. Las tres primeras unidades son de edad Tortoniense y la cuarta es de edad Tortoniense terminal y Messiniense no estando representadas la V y la VI en la cuenca postorogénica de Ronda la cual está rellena por materiales del Mioceno Superior. En el borde sur y este, afloran los conglomerados y calcarenitas en los que se excava el Tajo de Ronda. Los depósitos detríticos de borde pasan, lateralmente hacia el centro de la cuenca, a margas azules grisáceas con algunas intercalaciones arenosas o calcareníticas. En el borde Noroeste existe otra formación de arenas y conglomerados (Fig.14).

22 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Figura 14.- Evolución de la Cuenca del Guadalquivir entre el Mioceno Superior y el Plioceno (Meléndez Hevia, 2004).

El encajamiento de la red fluvial actual ocurrió mayoritariamente a partir del Pleistoceno medio. Todos los datos indican que la región es tectónicamente activa y que se sigue levantando en la actualidad.

3.4. Geomorfología

Desde el punto de vista geomorfológico los elementos de mayor interés que existen en la zona son las hoces y cañones, los lapiaces ricos en formas, las torcas y dolinas, y las barreras travertínicas y edificios tobáceos asociados a surgencias kársticas, así como cavidades naturales que incluyen sus espeleotemas. El karst superficial es el resultado de una combinación de clima, litología y estructura geológica. Las últimas épocas frías cuaternarias favorecieron una disponibilidad de agua y dieron lugar a unos fenómenos periglaciares, como la crioclastia, de gran trascendencia. Asimismo, los agentes externos actuaron sobre las calizas del macizo (disolución, gelivación y, quizá acción eólica) las cuales, dispuestas en estratos, de características alternantes con distintas texturas y contenido en carbonato, fueron sometidas a una acción diferencial La estructura general del karst, un pliegue tipo "champiñón", da lugar a una amplia meseta donde se desarrollan las formas kársticas en un régimen prácticamente endorreico. Al mismo tiempo, todas esas formas, están configuradas o ligadas al enorme número de diaclasas y fallas de la sierra. La abundancia de pequeñas cavidades, la existencia de una red subterránea poco jerarquizada, el bajo desarrollo de los espeleotemas y de las formas de disolución, el

23 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) cavernamiento en fisuras, la presencia de pocas surgencias, etc, son aspectos que sugieren una rápida evolución del karst, cuyo mayor desarrollo, puede atribuirse a tiempos relativamente recientes (el Würm) dentro de la última glaciación cuaternaria, (Burillo, 1998).

4. HIDROGEOLOGÍA La caracterización hidrogeológica de una zona ha de comenzar con la clasificación, desde el punto de vista del comportamiento hidrogeológico, de las rocas existentes en esa zona; según este criterio las rocas pueden clasificarse en:

Acuíferos, rocas que almacenan y transmiten agua en cantidades significativas. Acuitardos, rocas que almacenan agua y la transmiten lentamente. Acuicludos, rocas que poseen cierta capacidad de almacenamiento pero no la transmiten. Acuífugos, rocas que ni almacenan ni transmiten agua.

A su vez, los materiales acuíferos pueden comportarse como acuíferos libres, confinados o semiconfinados. Un acuífero libre se caracteriza porque el agua que almacena está en contacto directo con la atmósfera a través de sus poros y/o fisuras, por lo tanto el límite superior de la superficie saturada de agua se encuentra a presión atmosférica. Por el contrario, en un acuífero confinado, el agua está aislada de la atmósfera debido a que sobre las rocas acuíferas se encuentran materiales impermeables (confinantes); esto implica que los acuíferos confinados siempre están saturados de agua y éste se encuentra a una presión superior a la atmosférica de modo que cuando el acuífero es atravesado por un sondeo, el agua asciende hasta una determinada cota por encima del techo del acuífero, a esta cota se la denomina nivel piezométrico. Cuando los materiales confinantes tienen cierta permeabilidad de manera que se produce un flujo vertical desde o hacia el acuífero, se habla de acuífero semiconfinado. La base de la caracterización hidrogeológica son los estudios geológicos previos: la identificación de los diferentes acuíferos así como la determinación de su condición de libre, confinado o semiconfinado se realiza a partir del conocimiento de las litologías y de la posición estratigráfica de las formaciones geológicas, mientras que la definición de los límites y la extensión superficial de los acuíferos, acuicludos, etc se establece en función de la cartografía geológica, la cual a su vez, permitirá elaborar la correspondiente cartografía hidrogeológica. Otro aspecto importante en el conocimiento hidrogeológico es la localización de los puntos a través de los cuales se produce el drenaje del acuífero o acuíferos (inventario de puntos de agua). Cada uno de los acuíferos descarga a través de diferentes puntos de agua; la descarga natural tiene lugar a través de los manantiales y de los aportes del acuífero a los cursos fluviales con los que esta conectado, mientras que la descarga artificial se produce mediante la extracción por bombeo de un determinado caudal. El valor de la descarga natural es preciso conocerlo ya que la suma de todos sus caudales a lo largo del año junto con las transferencias (pérdidas o ganancias) entre acuíferos vecinos, constituyen los recursos del acuífero estudiado. El estudio de los hidrogramas de algunos manantiales que proceden del acuífero kárstico permiten predecir las consecuencias que una extracción por bombeo del acuífero, sobre todo en las épocas de estiaje, produciría sobre los caudales de algunos importantes manantiales como pueden ser El Nacimiento (El Carrizal), en la localidad de Cuevas del Becerro, o El Cañamero, en Serrato.

24 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Una vez definidos los acuíferos y situados los puntos de descarga, se debe establecer el modelo conceptual de flujo mediante el cual se describe el funcionamiento hidrogeológico de los diferentes acuíferos y que, de forma muy sintética, consiste en representar el sentido del flujo desde las zonas de recarga hacia las de descarga. El modelo conceptual de flujo se explica mediante: a) La cartografía hidrogeológica, que permite delimitar la superficie de recarga de un determinado acuífero así como las interrelaciones entre aguas subterráneas y superficiales; si además se dispone de las cotas de niveles freáticos en varios puntos se puede estimar el volumen de roca saturada. b) Los cortes hidrogeológicos transversales (O-E) y longitudinales (N-S) a las estructuras (anticlinales y sinclinales), que muestran el sentido del flujo y la relación del acuífero con un determinado manantial. Para conocer la calidad química de las aguas de los diferentes acuíferos, se realizaron análisis químicos en los principales manantiales, estos análisis aparecen recogidos y comentados en el apartado de geoquímica.

El último capítulo está dedicado específicamente a la problemática causada por los campos de golf señalando los riesgos existentes, tanto cuantitativos como cualitativos, procedentes de saneamientos, vertidos, usos de pesticidas, etc., para las diferentes masas de agua, en especial para aquellas que cumplen una función relevante en cuanto a la satisfacción de las necesidades de abastecimiento de la zona.

A lo largo de todo el informe se tendrán muy presentes los planteamientos de la Directiva Marco del Agua1 que se puede considerar como una de las medidas más importantes, si no la más, en lo que se refiere a la gestión de las aguas y ecosistemas hídricos en los países de la Unión Europea (Brufao, 2006). Esta directiva supone una radical transformación en la manera de concebir la política y la gestión del agua en Europa, definiendo nuevas prioridades (protección de los ecosistemas y de la calidad del agua) y nuevos métodos (gestión integrada, análisis económico y recuperación de costes). La Directiva Marco del Agua, aprobada por el Consejo y Parlamento de la Unión Europea en el año 2000, introduce un nuevo marco para la protección de las aguas superficiales continentales, las aguas de transición, las aguas costeras y las aguas subterráneas, También promueve un uso sostenible del agua basado en la protección a

1 La DMA dice en su artículo 1:

“El objeto de la presente Directiva es establecer un marco para la protección de las aguas superficiales continentales, las aguas de transición, las aguas costeras y las aguas subterráneas que: a) Prevenga todo deterioro adicional y proteja y mejore el estado de los ecosistemas acuáticos y, con respecto a sus necesidades de agua, de los ecosistemas terrestres y humedales directamente dependientes de los ecosistemas acuáticos. b) Promueva un uso sostenible del agua basado en la protección a largo plazo de los recursos hídricos disponibles. c) Tenga por objeto una mayor protección y mejora del medio acuático, entre otras formas mediante medidas específicas de reducción progresiva de los vertidos, las emisiones y las pérdidas de sustancias prioritarias, y mediante la interrupción o la supresión gradual de los vertidos, las emisiones y las pérdidas de sustancias peligrosas prioritarias. d) Garantice la reducción progresiva de la contaminación del agua subterránea y evite nuevas contaminaciones”.

25 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) largo plazo de los recursos hídricos disponibles y su objetivo es alcanzar el buen estado de todas las masas de agua en el año 2015. Según esta directiva las aguas se clasifican en unidades homogéneas llamadas masas de agua; en el caso de las aguas subterráneas una masa de agua subterránea es un volumen claramente diferenciado de aguas subterráneas en un acuífero o acuíferos. Una misma masa de agua puede contener varios acuíferos y un mismo acuífero puede tener partes pertenecientes a diferentes masas de agua. Los Estados Miembros deben realizar una caracterización inicial de todas las masas de agua subterráneas para valorar sus usos y el nivel de riesgo de cada una de ellas de no poder cumplir los objetivos medioambientales establecidos por la Directiva. La DMA establece, en el artículo 5 y anexo II.2.1, los siguientes aspectos a considerar para una caracterización inicial de las masas de agua subterráneas: localización y límites, presiones (extracciones, contaminación puntual y difusa, recarga artificial), caracterización de los estratos suprayacentes en la zona de captación a partir de la cual recibe su alimentación la masa de agua subterránea, y finalmente, la dependencia de ecosistemas de aguas superficiales o terrestres. En este informe se describirán en primer lugar las masas de agua y a continuación los diferentes acuíferos que las componen.

4.1. Masas de agua subterránea. En la provincia de Málaga se delimitaron 34 masas de agua subterránea (Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007) de las cuales cuatro se sitúan en la cuenca del Guadalquivir y el resto en la cuenca Mediterránea Andaluza (Fig. 15). Las fincas sobre las que está previsto construir los diferentes complejos urbanísticos se ubican sobre rocas que tienen capacidad para almacenar y transmitir agua y constituyen dos importantes acuíferos: un acuífero carbonatado y un acuífero terrígeno. Según la clasificación establecida por la Directiva Marco del Agua estos materiales pertenecen a las masas de agua Hidalga-Merinos-Blanquilla (060.043), Setenil-Montecorto (050.062) y Depresión Meridional de Ronda (060.042).

4.1.1. Hidalga-Merinos-Blanquilla Esta masa de agua se encuentra en las estribaciones nororientales de la Serranía de Ronda, donde quedan incluidas las Sierras Blanquilla, Merinos, Colorado o Juan Durán, Carrasco, Hidalga, Ortegícar y Matagayar (Fig. 16). En el sector occidental de la masa de agua se encuentra la divisoria hidrográfica entre las cuencas vertientes a los Ríos Guadalhorce, al este, y Guadiaro, al oeste. Los vértices de Sierra Hidalga (1.504 m) y Viento (1.430 m), este último en Sierra Blanquilla, constituyen los puntos culminantes de dicha divisoria, que hacia el norte continúa en las Sierras de los Merinos (Merinos, 1.117 m) y de Carrasco. La mayor parte de estas sierras presentan una forma alargada en la dirección NE-SO. Los valores de precipitación y temperatura en este sector de la Serranía de Ronda son propios de un régimen climático continental-mediterráneo, pero con una clara influencia de los frentes atlánticos. La precipitación media anual en el área es de 650 mm y la temperatura media es de 15 ºC. La masa de agua subterránea de las Sierras Hidalga-Merinos-Blanquilla está formada por las dolomías y calizas jurásicas, que son permeables por fisuración y karstificación y constituyen el acuífero carbonatado. Esta masa de agua está limitada a muro y a techo por materiales de baja permeabilidad. En la base se sitúan las arcillas del Triásico y a techo se encuentran las margas y margocalizas cretácicas, y, localmente, las arcillas del Flysch.

26 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

La red hidrográfica está poco desarrollada en las calizas y dolomías, a diferencia de lo que ocurre sobre las margas y margocalizas, en las que hay numerosos barrancos y arroyos tributarios del Río Guadalteba (Río de las Cuevas, Barranco de Palomeras y Arroyo del Cerezo). Las características geológicas de la masa de agua (estructura geológica, fracturación) y las cotas de surgencia, o niveles piezométricos en su caso, permiten diferenciar varios compartimentos hidrogeológicos: Llanos de Carrasco, Sierras de Colorado-Merinos, Sierra Blanquilla, Sierra Hidalga y Sierras de Ortegícar-Matagayar. Los dos primeros están conectados entre sí mientras que del resto no se puede descartar una potencial conexión hidrogeológica bajo determinadas condiciones hidrodinámicas. Las zonas de mayor interés para este trabajo, por ser los lugares donde se situarían los proyectos urbanísticos, son la de Llanos de Carrasco y sierras de Colorado-Merinos.

4.1.2. Setenil-Montecorto y Depresión meridional de Ronda

Se extienden entre las localidades de Ronda, Cañete la Real y , en la provincia de Málaga, y los municipios de Alcalá del Valle, y Torre Alháquime, en la provincia de Cádiz (Fig. 17). Las dos masas de agua se consideran conjuntamente por razones de afinidad fisiográfica, climática, geológica e hidrogeológica. Desde el punto de vista fisiográfico ambas masas de agua están integradas en una depresión intramontañosa, individualizada entre las Serranías de Ronda-Cañete, al este, y de Grazalema-Líbar, al oeste. La depresión se caracteriza por presentar un relieve de suaves lomas y hondonadas y una altitud variable entre 500 y 800 m. Las cotas más elevadas son las de las Sierras de Salinas y de la Sanguijuela que constituyen la divisoria hidrográfica atlántico-mediterránea. En la depresión de Ronda, el clima es de tipo mediterráneo subtropical, con una temperatura media anual de 15,5 ºC y valores de precipitación media anual de 700 mm y hasta 745 mm en los relieves del noreste. La red hidrográfica está formada por la cuenca alta del Río Guadalete (Cuenca Atlántica Andaluza), del cual es tributario el Río Trejo, que recoge parte de la escorrentía de la depresión de Ronda. El resto de la depresión es drenada por numerosos arroyos de la cabecera del Río Guadiaro (Cuenca Mediterránea Andaluza o Cuenca Hidrográfica del Sur). La escorrentía del sector suroeste de la Sierra de Cañete se descarga hacia el Río Corbones, afluente del Guadalquivir (Figs. 15 y 17). Desde el punto de vista geológico, las dos masas de agua están formadas, fundamentalmente, por el relleno postorogénico de la cuenca sedimentaria de Ronda, conglomerados, calcarenitas y margas del Mioceno Superior que se disponen sobre las margas y margocalizas del Cretácico, las calizas y dolomías del Jurásico y, en algunas zonas, sobre las arcillas rojas y verdes del Flysch del Campo de Gibraltar. Por tanto, existen dos conjuntos de materiales acuíferos en estas dos masas de agua: las rocas carbonatadas jurásicas, que forman la Sierra de Cañete y constituyen el acuífero carbonatado (el mismo que forma la masa de agua Hidalga-Merinos-Blanquilla) y los depósitos detrítico-carbonatados de la cuenca de Ronda que forman el acuífero terrígeno. Las margas y margocalizas cretácicas así como las arcillas del Campo de Gibraltar son materiales de muy baja permeabilidad o acuicludos.

27 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Setenil-Montecorto

Hidalga-Merinos- Blanquilla

Depresión Meridional de Ronda

Localización de los proyectos urbanísticos

Figura 15.- Mapa de las masas de agua subterránea de la provincia de Málaga y su relación con las unidades hidrogeológicas modificadas. (Modificado del Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007)

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Figura. 16.- Masa de agua subterránea Hidalga-Merinos-Blanquilla (060.043). (Modificado del Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007)

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Manantial de La Ventilla

Manantial de La Mina

Figura. 17.- Masas de agua subterránea Setenil-Montecorto (050.062) y Depresión meridional de Ronda (060.042). (Modificado del Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007)

30 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

4.2. Definición de acuíferos. Hidroestratigrafía.

En la serie estratigráfica descrita en el apartado 3.1 se diferencian, desde el punto de vista hidrogeológico, tres tipos de materiales que aparecen representados en la columna hidroestratigráfica de la figura 18: un acuífero carbonatado, un acuífero terrígeno y dos acuicludos. Asimismo la distribución espacial de estos materiales en el entorno de la Sierra de los Merinos se muestra en el mapa hidrogeológico de la figura 19.

Figura 18. Columna hidroestratigráfica de la zona de estudio (elaboración propia).

31 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Figura 19. Mapa hidrogeológico de la zona estudiada (basado en las hojas geológicas de Teba y Ronda del IGME)

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4.2.1. Acuífero carbonatado Es el acuífero más importante de la zona y presenta una intensa karstificación. Como se observa en las figuras 16 y 17, pertenece, en su mayor parte, 87 km2 de afloramiento, a la masa de agua subterránea 060.043 denominada Hidalga-Merinos-Blanquilla y otra parte menor, 30 km2 aflorantes, a la masa nº 050.062 Setenil-Montecorto. Estratigráficamente está formado por el Grupo Líbar que a su vez está dividido en tres unidades litoestratigráficas que de muro a techo son: 1) Dolomías brechoides y dolomías micríticas amarillentas que apenas cuenta con afloramientos en la zona. 2) La Fm Endrinal, que aflora en una gran extensión de la zona, de calizas oolíticas y bioclásticas. 3) La Fm Torcal, que está constituida por calizas pelágicas, con potencias muy variables que van desde los 200 metros al SE hasta su desaparición local hacia el NO; y en ella se diferencian dos miembros, uno inferior de calizas nodulosas y otro superior más potente de calizas compactas con ooides pelágicos. Estos materiales carbonatados (Fig. 20) son permeables por fisuración y karstificación y en la mayor parte de los afloramientos existe un gran desarrollo del modelado kárstico (lapiaces, dolinas y uvalas), con excelentes formas de absorción preferencial del agua de lluvia. Cabe señalar también, la presencia de varios afloramientos travertínicos que demuestran la continuidad temporal de la descarga de los pocos manantiales importantes que existen y de los procesos kársticos implicados así como de la evolución del relieve asociada al encajamiento de la red fluvial. Todo el conjunto carbonatado y kárstico tiene, en la zona, una potencia aproximada de unos 400 metros.

Figura. 20.- Calizas y dolomías que forman el acuífero carbonatado sobre el que se asienta la finca Mojaco.

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4.2.2. Acuífero terrígeno Está formado por los depósitos detrítico-carbonatados, de la cuenca de Ronda, de edad Mioceno superior y Cuaternario. Se extiende a lo largo de una superficie de 200 Km2 y pertenece a dos masas de agua, la de Setenil-Montecorto (050.062) y la Depresión meridional de Ronda (060.042). El límite entre estas dos masas lo constituye la divisoria hidrogeológica situada bajo la alineación montañosa de las Sierras de Salinas y La Sanguijuela, que define la divisoria hidrográfica atlántico-mediterránea. Esta divisoria hidrogeológica está relacionada con la elevación del sustrato triásico (como se puede observar en el corte 1-1’ de la figura 17). La serie estratigráfica que constituye este acuífero presenta un tramo basal formado por margas con intercalaciones de areniscas calcáreas bioclásticas y en algunos puntos conglomerados; sobre este tramo se dispone un tramo de areniscas calcáreas bioclásticas con frecuentes laminaciones cruzadas y de aspecto tableado. El espesor total de los materiales miocenos puede ser del orden de 1.000 m. Estos materiales miocenos (Fig. 21) son permeables por porosidad intergranular, pero también por fisuración y karstificación cuando están cementados (areniscas calcáreas bioclásticas). Sobre las formaciones miocenas se depositaron discordantemente depósitos de edad cuaternaria constituidos por sedimentos aluviales, de poco espesor, relacionados con la red fluvial y, localmente, depósitos de ladera.

Figura. 21.- Aspecto de los materiales que constituyen el acuífero terrígeno y que afloran ampliamente en el Tajo de Ronda

34 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

4.2.3. Acuicludos Corresponden a las facies Keuper del Grupo Hidalga, a las formaciones Capas Rojas y Fuente Chiquero del Grupo Espartina y al Complejo Campo de Gibraltar. Las facies Keuper, que se disponen a muro del acuífero carbonatado, se caracterizan por el predominio de arcillas abigarradas, con frecuentes intercalaciones de areniscas y yesos. El espesor no se conoce en la zona ya que solamente afloran unos 10 metros. Por encima del acuífero carbonatado se sitúa la Fm. Capas Rojas (Senoniense-Eoceno) constituida por margas y margocalizas y sobre ellas reposan las litofacies margoareniscosas de tipo “flysch” de la Fm. Fuente del Chiquero (Oligoceno- Mioceno inferior). El conjunto presenta un espesor de unos 100 metros

El Complejo de Campo de Gibraltar se dispone, en unas zonas sobre el acuífero carbonatado y, en otras, sobre el Grupo Espartina constituyendo, en los bordes norte, sur y oeste de la depresión de Ronda, el substrato impermeable preservado de la erosión antes del depósito de los materiales postorogénicos. Este complejo está constituido por una potente sucesión de unos 900 metros de materiales depositados en ambientes marinos muy profundos: arcillas, margas, margocalizas y turbiditas (facies Flysch), carbonatadas y, principalmente, siliciclásticas.

4.3. Inventario de puntos de agua.

4.3.1. Acuífero carbonatado

Como ya se indicó anteriormente, la zona de mayor interés, por ser donde se pretende ubicar los proyectos urbanísticos, corresponde a los denominados compartimentos Llanos de Carrasco y Sierras de Colorado y Merinos, ambos pertenecientes a la masa de agua Hidalga-Merinos-Blanquilla. En estas zonas los manantiales más importantes de este acuífero son: o Compartimento de Llanos de Carrasco El Nacimiento (Carrizal): situado a cota 736 m s.n.m. y con un caudal medio de 60 l/seg. En ocasiones llega a máximos que superan los 100 l/s y mínimos por debajo de los 15 l/s. Este manantial surge en el contacto de las calizas jurásicas de la Fm. Torcal con un afloramiento de travertino. Fuentezuela: situado a cota 740 m s.n.m. con 5 l/s de caudal medio. Los caudales máximos son cercanos a 30 l/s y puede llegar a secarse durante determinados periodos estivales. o Compartimento de Sierras de Colorado y Merinos Cañamero: situado a cota 540 m s.n.m., tiene un régimen de descarga muy irregular con un caudal medio de 330 l/s, picos máximos superiores a los 1000 l/s y épocas en las que el manantial está prácticamente seco. En las proximidades de este punto de descarga existen tres afloramientos de travertinos a diferentes cotas (700, 640, 540 m s.n.m.) relacionados con distintos emplazamientos del mismo, conforme se ha ido produciendo el encajamiento de la red fluvial. El manantial aparece sobre margocalizas cretácicas, estando las calizas jurásicas a 20-30 metros de profundidad, según se constató mediante sondeos en los cuales el nivel piezométrico ascendió hasta los tres metros de profundidad, lo cual indica que el acuífero está parcialmente confinado bajo los materiales del Cretácico. La situación del manantial sobre los materiales confinantes podría estar relacionada con la presencia de una falla o una zona de elevada

35 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) permeabilidad que permita la circulación ascendente desde las calizas jurásicas hasta la superficie. El Barranco de Palomeras: surge a 560 m s.n.m. con un caudal medio de 30 l/s, emerge en un pequeño afloramiento de calizas jurásicas aislado, en medio de margocalizas cretácicas, continuación de la Sierra de los Merinos. El caudal de este manantial sugiere una superficie de recarga muy superior a la del propio afloramiento y que parece corresponder a las calizas jurásicas de la Sierra de Ortegícar situada varios kilómetros al noreste del manantial Otros drenajes de este acuífero fuera ya de la zona de estudio, aunque en sus cercanías, son los correspondientes al drenaje de la Sierra Blanquilla, de Sierra Hidalga y de las Sierras de Ortegícar y Matagayar. La Sierra Blanquilla descarga a través de los manantiales de y Hierbabuena que abastecen a la localidad de El Burgo, y del manantial Hidalga. La Sierra Hidalga descarga directamente a los ríos Grande o Guadalevín y a través del manantial de la Fuensanta.

4.3.2. Acuífero terrígeno Los manantiales de mayor caudal por los que descarga este acuífero están situados en la masa de agua Depresión Meridional de Ronda y son:

La Ventilla: nace a cota 730 m s.n.m., tiene un caudal medio de 34 l/s y muestra un hidrograma con menores variaciones que los del acuífero carbonatado jurásico del que también recibe alimentación.

La Mina: surge a cota 655 m s.n.m. en el cauce del Río Guadalevín, al pie del Tajo de Ronda. No existe un registro de los caudales del manantial, aunque diferentes documentos de la empresa de abastecimiento de agua a Ronda recogen caudales punta de varios centenares de l/s. Aunque nace en los materiales detrítico-carbonatados miocenos de la cuenca de Ronda, gran parte de su alimentación procede del acuífero carbonatado del Triásico (calizas y dolomías del Muschelkalk) que pertenece a la masa de agua 060.048, Dolomías de Ronda. También recibe alimentación del acuífero carbonatado jurásico.

La situación de los puntos de agua descritos se puede ver en las figuras 16 y 17 correspondientes a las masas de agua subterránea y en el mapa hidrogeológico de la figura 19.

4.4. Funcionamiento hidrogeológico

4.4.1. Acuífero carbonatado Se trata de un acuífero kárstico que presenta, además, permeabilidad por fisuración. La recarga proviene del agua de lluvia que se infiltra sobre la superficie permeable constituida por los afloramientos de rocas carbonatadas muy karstificadas (87 km²). El flujo subterráneo general se dirige hacia el NE en el mismo sentido que se inclinan las directrices estructurales. En el borde nororiental se encuentran los principales puntos de descarga, en lugares de cota baja del contacto entre los afloramientos carbonatados y los materiales de baja permeabilidad. No obstante, también hay descarga en la parte occidental, hacia la depresión de Ronda donde se encuentra el manantial de La Ventilla

36 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) que recibe parte de su alimentación de este acuífero (Fig. 22). En cualquier caso, la descarga se produce de manera natural sin influencia de bombeos. Este acuífero funciona en gran parte de la zona estudiada, como acuífero libre mientras que allí donde está oculto bajo la cobertera cretácica y/o cenozoica se comporta como acuífero confinado.

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Figura. 22.- Cortes hidrogeológicos en los que se observa la relación entre los dos acuíferos .En 1 y 2 se muestran algunos de los principales puntos de descarga de ambos acuíferos en la zona de estudio. En el corte 3 se representa la posición aproximada del nivel piezométrico en una dirección perpendicular a la del flujo principal (elaboración propia).

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Los hidrogramas de los manantiales Cañamero o El Barranco (Fig. 23) muestran la existencia de picos de caudales muy altos intercalados con fuertes bajadas de caudal que en algunas ocasiones apenas sobrepasan unos pocos litros por segundo. En el manantial Cañamero el caudal superó en algún momento los 1000 litros por segundo, llegando incluso a los 1700 durante el periodo 1988-1989, mientras que los caudales mínimos pueden ser inferiores a 20 l/s (en los años 1984, 1985, 1986 y 1994 se midieron caudales que apenas llegaron a 10 l/s). En el manantial El Barranco durante el año 1996 se midieron caudales de unos 1000 l/s mientras que en los años 1998 y 1999 apenas llegaron a los 10 l/s. Para el manantial El Nacimiento o El Carrizal, se puede suponer que su comportamiento es parecido al de los dos anteriores ya que procede del mismo acuífero; presentará, por lo tanto, etapas con altos caudales en respuesta a las épocas de lluvia seguidos por periodos de caudales muy bajos en las épocas de estiaje. Una medida puntual realizada en este manantial dio un valor de 48 l/s. Este comportamiento es típico de los acuíferos kársticos y ha de ser tenido en cuenta a la hora de diseñar planes de explotación de este acuífero.

Figura 23: Hidrogramas de los manantiales Cañamero y El Barranco de Palomeras (modificado del Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007)

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4.4.2. Acuífero terrígeno Constituye un acuífero multicapa, complejo, heterogéneo y anisótropo, de carácter libre en la mayor parte de su extensión. Su alimentación se produce, mayoritariamente, por infiltración directa del agua de lluvia sobre los afloramientos permeables y, en menor medida, por el flujo subterráneo procedente del acuífero carbonatado de la masa de agua subterránea Hidalga-Merinos-Blanquilla, y también del procedente de la Sierra de Cañete y de la masa de agua Dolomías de Ronda, con las que está en contacto. El valor de la recarga directa de agua de lluvia sobre la superficie permeable, unos 200 km2, de la depresión de Ronda es del orden de 10,5 hm3/año, considerando una lluvia útil media de 250 mm/año, y un coeficiente de infiltración del 20%. La recarga subterránea procedente del acuífero Jurásico de la masa Hidalga-Merinos-Blanquilla se estima en 8 hm3/año; de las Dolomías de Ronda, que forman un acuífero de edad triásica (Formación Meleguetin), no se conoce con precisión la aportación subterránea, aunque puede ser de varios hm3/año. Por lo que respecta a la aportación desde la Sierra de Cañete ésta debe ser de baja magnitud en la situación de explotación actual. Las isopiezas dibujadas sobre el mapa de la figura 17 muestran que en la masa de agua subterránea de la Depresión Meridional de Ronda el sentido del flujo subterráneo es hacia el suroeste, hacia el Río Guadiaro, (Cuenca Mediterránea Andaluza) mientras que en la de Setenil-Montecorto es hacia el noroeste, hacia el Río Trejo (Cuenca Atlántica Andaluza). La superficie piezométrica se sitúa a cotas comprendidas entre 500 m s.n.m. al oeste de Ronda y 800 m s.n.m. en las Sierras de Salinas y de la Sanguijuela, y se adapta, relativamente bien, a la superficie topográfica. De hecho la divisoria hidrográfica o de aguas superficiales prácticamente coincide con la divisoria hidrogeológica o de aguas subterráneas. En los cortes de la figura 22 se puede observar la conexión hidráulica existente entre este acuífero y el carbonatado, del que recibe alimentación.

4.5. Recursos hídricos de los acuíferos estudiados

4.5.1. Acuífero carbonatado Los recursos medios anuales de la parte de este acuífero perteneciente a la masa de agua subterránea Hidalga-Merinos-Blanquilla son del orden de 30 hm3/año y proceden, exclusivamente, de la infiltración de parte de las precipitaciones caídas sobre el acuífero. Las descargas controladas históricamente ascienden a 22 hm3/año y corresponden a descargas naturales, dada la escasa o nula explotación mediante bombeos. Esto supone que hacia la depresión de Ronda meridional, se puede producir una descarga subterránea estimada en 8 hm3/año. En la masa de agua Setenil-Montecorto (050.062) la superficie de materiales acuíferos carbonatados incluidos es de unos 30 km2 siendo los recursos hídricos medios de 8 hm3/año. Por tanto los recursos medios anuales del acuífero carbonatado ascienden a 38 hm3 (Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007). Los recursos de este acuífero se aprovechan para el abastecimiento urbano de las poblaciones de Arriate, Cuevas del Becerro, El Burgo, Serrato, Ronda, los pantanos que abastecen a la ciudad de Málaga y los regadíos del Plan Coordinado del Guadalhorce. Otra parte de los recursos excedentes circulan hacia el Río Guadiaro en la vertiente occidental.

40 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

4.5.2. Acuífero terrígeno Se han calculado, para este acuífero, unos recursos medios anuales de 12 hm3 (Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007) procedentes de las dos masas de agua a las que pertenece, Depresión Meridional de Ronda y Setenil-Montecorto. Estos recursos son destinados a regadío y a abastecimiento

4.6. Geoquímica

Acuífero carbonatado Las aguas de este acuífero son, en general duras y de naturaleza bicarbonatada cálcica, resultado de su circulación a través de las calizas y dolomías jurásicas. Presentan mineralización ligera con conductividades eléctricas inferiores a 500 μS/cm. Son de excelente calidad química para cualquier uso, tanto para abastecimiento urbano como para regadío.

Acuífero terrígeno La heterogeneidad que presentan los materiales que constituyen este acuífero dan lugar a una variedad de facies hidroquímicas. Entre los aniones, aunque predomina la facies bicarbonatada, son también frecuentes las facies mixtas bicarbonatadas-sulfatadas, sulfatadas e incluso cloruradas-sulfatadas. Las facies catiónicas son más homogéneas, dominando las de tipo cálcico-magnésicas. En cuanto a la mineralización del agua, ésta varía entre débil y fuerte donde la influencia de los materiales triásicos es más evidente, aunque la mayor parte de los puntos controlados se sitúan en la banda de conductividad eléctrica entre 400 y 900 μS/cm estando los extremos en 277 y 4000 μS/cm; el valor medio obtenido es de 700 μS/cm para el sector septentrional y de 550 μS/cm para el meridional. Otro parámetro como es el contenido en nitratos presenta un valor medio entre 15 y 25 mg/l. Un caso concreto es el manantial de La Ventilla que para el periodo comprendido entre marzo de 2007 y noviembre de 2008, presenta unos valores de conductividad eléctrica de 482 a 546 μS/cm y contenidos en nitratos inferiores a 12,5 mg/l. Por tanto se puede afirmar que estas aguas presentan una buena calidad química y son aptas para consumo humano, pues no superan los límites de potabilidad establecidos por la legislación vigente en ninguno de los parámetros analizados. En el anexo I se recogen los análisis químicos de algunos manantiales de ambos acuíferos.

4.7. Vulnerabilidad de los acuíferos. Riesgos para las masas de agua por la instalación de campos de golf Los problemas ambientales relacionados con las aguas subterráneas se pueden concretar fundamentalmente en dos aspectos: la escasez física y la frecuencia y dimensión que alcanzan los procesos contaminantes generados por determinadas actividades antrópicas desarrolladas en el entorno de materiales acuíferos. Entre los diferentes tipos de acuíferos, los kársticos son especialmente sensibles a cualquier cambio en las condiciones naturales y sus respuestas ante las alteraciones son rápidas y, a menudo, drásticas; por ello los acuíferos kársticos deberían estar sometidos a estrictas protecciones frente a la contaminación.

41 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

Un concepto muy ligado a la problemática de la contaminación de acuíferos es el de vulnerabilidad. La vulnerabilidad de un acuífero se puede definir como la facilidad que éste presenta a ser contaminado como resultado tanto de procesos naturales como de las actividades humanas. La magnitud que los problemas de escasez y contaminación han adquirido en algunas zonas del mundo, ha llevado a que diversos organismos estén trabajando en la protección de los recursos hídricos, no sólo desde el punto de vista de la cantidad, sino también y muy especialmente de la calidad. En el caso concreto de Europa, dada la importancia de los recursos hídricos subterráneos que almacenan los acuíferos kársticos, la Unión Europea ha financiando, dentro del Programa de Acciones COST (European COoperation in the field of Scientific and Technical Research-Cooperación Europea en el Campo de la Investigación Científica y Técnica), la Acción COST 620 “Vulnerability mapping on carbonate (karst) aquifers” (Cartografía de vulnerabilidad en acuíferos kársticos). Esta Acción se ha desarrollado entre los años 1997 y 2003, con la finalidad de crear conciencia en todos los estados de la UE de la necesidad de elaborar mapas de vulnerabilidad para la protección de las aguas subterráneas y, al mismo tiempo, desarrollar metodologías aplicables en los acuíferos kársticos europeos (Andreo, B., 2004). Una de las áreas piloto dentro de la Acción COST 620 ha sido el acuífero de la Sierra de Líbar localizado a unos 80 km al Oeste de la ciudad de Málaga, en el sector occidental de la Serranía de Ronda. Desde el punto de vista geológico, la Sierra de Líbar está constituida por tres conjuntos litológicos: dolomías negras del Triásico Medio y arcillas con evaporitas del Triásico Superior, dolomías y calizas del Jurásico, y margas y margocalizas del Cretácico. Los materiales acuíferos son las dolomías y calizas del Jurásico, englobados dentro del Grupo Líbar, es decir el acuífero de la Sierra de Líbar está constituido por los mismos materiales que forman el acuífero carbonatado del entorno de la sierra de Los Merinos-Ronda y Cuevas del Becerro. Los mapas de vulnerabilidad obtenidos en la investigación, por diferentes métodos, muestran que la mayoría de los afloramientos del acuífero carbonatado presentan vulnerabilidad de grado Alto-Muy Alto debido al elevado desarrollo del epikarst (la zona de mayor karstificación, porosidad y permeabilidad y que se sitúa en zonas superficiales del terreno). Se deduce también, a partir de la cartografía, que todos los campos de lapiaz (cavidades superficiales) están conectados en profundidad con grandes conductos kársticos que implican una baja capacidad protectora de la zona no saturada, independientemente de su espesor (Andreo Navarro, 2004). Para validar los mapas de vulnerabilidad se ha llevó a cabo un ensayo de trazadores (uranina, eosina y sulforodamina) que demostró “la existencia de velocidades de flujo elevadas, lo cual corrobora la alta vulnerabilidad a la contaminación del agua subterránea (vulnerabilidad del recurso) debido a la existencia de sumideros kársticos (puntos de inyección de los trazadores). Si en lugar de un trazador se tratara de una sustancia contaminante se puede estimar, de forma aproximada, que desde los sumideros tardaría entre 3 y 5 días en alcanzar los puntos de descarga; previamente, el contaminante habría alcanzado la zona saturada del acuífero y, desde entonces, el agua allí almacenada estaría contaminándose” (Andreo Navarro, Op.cit.). Estos resultados se pueden hacer extensibles al acuífero carbonatado jurásico sobre el que se pretende edificar las urbanizaciones Merinos Norte (actualmente Ronda Golf) con su campo de golf y Carrasco; al igual que el acuífero de la Sierra de Líbar presenta un importante desarrollo de la karstificación y su grado de vulnerabilidad frente a la contaminación es Alto-Muy alto.

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El significado práctico de las clases de vulnerabilidad a la contaminación de los acuíferos se recoge en la tabla 1.

Tabla 1: Significado práctico de las clases relativas de vulnerabilidad a la contaminación de los acuíferos (Moreno Merino y Martínez Navarrete,1991).

Tal como se reconoce en el Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, (2007) “la existencia de vías rápidas de infiltración del agua de lluvia que pueda favorecer la conexión entre la superficie y la zona saturada y el importante desarrollo de la karstificación de las rocas carbonatadas que constituyen la masa de agua conlleva un elevado grado de vulnerabilidad frente a la contaminación”. En este sentido, los macroproyectos urbanísticos que incluyen campos de golf y urbanizaciones suponen, no sólo un potencial peligro de deterioro de la buena calidad natural del agua, sino que además, probablemente conllevarían afecciones a los manantiales lo que debería limitar el eventual emplazamiento de actividades potencialmente contaminantes. Asimismo, en un informe hidrogeológico sobre el manantial de Cuevas del Becerro (Jiménez Navarro, 1992) se concluye que “la construcción de un campo de golf en la finca Majaco podría generar una serie de alteraciones o afecciones sobre el manantial El Nacimiento de Cuevas del Becerro tanto en lo referente a su caudal como a la calidad natural de sus aguas”. En cuanto al acuífero terrígeno, si bien sus características litológicas, con frecuentes e importantes cambios de facies, le confieren una vulnerabilidad a la contaminación baja- media, las actividades antrópicas relacionadas con el uso de fertilizantes y plaguicidas representan un claro peligro de contaminación hasta el punto de que en algunas zonas, fuera de la zona de estudio, como las inmediaciones de Alcalá del Valle (Cádiz), se han alcanzado concentraciones de nitratos superiores al máximo admisible (50 mg/L), provocando el abandono temporal de algunas captaciones destinadas al abastecimiento urbano (Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007 ).

De todo lo expuesto anteriormente se puede concluir que los proyectos urbanísticos que se pretenden desarrollar en el entorno de la Sierra de Los Merinos-Ronda y Cuevas del Becerro (Fig. 24 y anexo II) representan un peligro potencial de alteración de los acuíferos desde dos puntos de vista: - Cuantitativo: debido a los importantes volúmenes de agua requeridos para el regadío y el mantenimiento de las instalaciones del campo de golf y para el propio abastecimiento de las viviendas. - Cualitativo: generado por los impactos que pueden causar los excedentes del regadío del campo de golf, cargados en fertilizantes y plaguicidas, al

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infiltrarse al acuífero. Otro peligro potencial está en la posible infiltración de las aguas residuales procedentes de las viviendas y demás instalaciones.

Figura 24: Ubicación de los proyectos urbanísticos sobre el mapa hidrogeológico de la zona (elaboración propia).

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Aspectos cuantitativos La instalación de campos de golf supone un aumento de la demanda de agua muchas veces a expensas de unos recursos ya contemplados para cubrir otras necesidades y, además, puede conllevar afecciones a los manantiales. El consumo de agua de un campo de golf es de unos 10.000 m3 por hectárea y año (1500 a 2000 m3/día en los meses de máxima irrigación), lo que supone que un campo estándar de 18 hoyos y 45 hectáreas, precisa un volumen de 500.000 m3 anuales. Este volumen de agua equivale al consumo anual de una población de unas 7000 personas. Junto con los importantes volúmenes de agua necesarios para su conservación, se añaden las pérdidas por evaporación y evapotranspiración producidas principalmente durante los períodos de máximas temperaturas. En zonas donde la evapotranspiración es muy alta, como el caso de la provincia de Málaga, alcanzan los 240.000 m3/año aproximadamente (la evapotranspiración alcanza valores de 400 l/m2).

Aspectos cualitativos Para mantener el césped de los campos en condiciones óptimas durante todo el año, se requiere la aplicación intensiva de herbicidas cuya función es impedir la invasión de otras especias vegetales; además para evitar la proliferación de insectos y hongos es necesario tratar el césped y el suelo con insecticidas y fungicidas. Todos ellos son compuestos químicos, englobados bajo el nombre genérico de biocidas o plaguicidas que, además de provocar la pérdida de biodiversidad, son tóxicos para las personas (se sabe que tienden a acumularse en los tejidos adiposos). Estas sustancias son arrastradas por las aguas de riego y por las lluvias y si alcanzan los acuíferos contaminan las aguas subterráneas (Fig. 25). Además al ser tóxicos, persistentes, bioacumulativos y poco selectivos, no atacan sólo a las especies consideradas "no deseadas", sino que también afectan a las personas expuestas y pueden dañar y matar aves y otras especies silvestres que vivan en los hábitats próximos.

Figura 25: Esquema explicativo del proceso de contaminación de un acuífero situado bajo un campo de golf (modificado del Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007).

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En el caso de los proyectos urbanísticos Merinos Norte y Carrasco, al estar ubicados directamente sobre el acuífero carbonatado, cualquier vertido (aguas residuales, excedentes de riego, etc...) que se produzca sobre el terreno se infiltrará hasta alcanzar las aguas subterráneas del acuífero (Fig. 26 y anexo III) y debido a la conexión hidráulica que existe entre los acuíferos carbonatado y terrígeno, este también puede verse afectado y consecuentemente manantiales como el de La Ventilla, que recibe alimentación de ambos acuíferos, podrían ser contaminados. En aquellas zonas donde el acuífero carbonatado esté cubierto por el terrígeno y éste tenga poco espesor, la contaminación del primero puede afectar a este último.

Figura 26: Cortes hidrogeológicos en los que se muestra la circulación del agua subterránea en el acuífero carbonatado contaminada por vertidos procedentes de las urbanizaciones (elaboración propia).

4.7.1. Poblaciones afectadas Las dos masas de agua subterránea que son susceptibles de alteración cuantitativa y cualitativa por el desarrollo de los proyectos urbanísticos Merinos Norte, Carrasco y Parchite y por el circuito Ascari abastecen a varias localidades que se verían afectadas ante un posible deterioro de los acuíferos.

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La masa de agua Sierra Hidalga-Merinos-Blanquilla de 87 km2 de extensión, abastece directamente, mediante un pozo y 3 manantiales, a las localidades de El Burgo, Cuevas del Becerro, Serrato y Setenil de las Bodegas, además de proporcionar caudales a los embalses de Guadalhorce, Conde de Guadalhorce y Guadalteba que abastecen a la capital malagueña. - Cuevas del Becerro con unos 1850 habitantes tiene un consumo de 460 m3/día equivalentes a unos 250 litros por habitante y día. El abastecimiento procede del manantial El Nacimiento que drena el acuífero carbonatado. Existe un proyecto para el establecimiento de un perímetro de protección para este manantial pendiente de aprobación por parte de la Cuenca Mediterránea Andaluza. - Serrato tiene una población de 570 habitantes, utiliza para su abastecimiento el manantial Cañamero. - El Burgo, cuenta con una población de unos 2100 habitantes, se abastece del manantial del río Turón mediante dos captaciones en el manantial y a través de dos conducciones procedentes de la misma surgencia. - Setenil de las Bodegas, cuenta con una población de 3225 habitantes y tiene un consumo aproximado de 230 litros por habitante y día. Parte importante de su abastecimiento lo toma del acuífero Sierra de Colorado-Merinos. - Embalses de Guadalhorce, Conde de Guadalhorce y Guadalteba Son tres de los embalses que abastecen a la ciudad de Málaga y al ser alimentados en parte por el acuífero carbonatado cualquier alteración, sobre todo de la calidad de éste repercutirá en la calidad del agua de los embalses.

La masa de agua Depresión meridional de Ronda, de 200 km2 de extensión y que recibe una parte de su recarga de la anterior, abastece a las localidades de Arriate y Ronda con seis pozos y 5 manantiales. - Arriate cuenta con 4220 habitantes cuyo consumo anual de agua es de 197667 m3 (130 litros por persona y día). El abastecimiento se realiza a partir de dos manantiales y seis sondeos pertenecientes a la masa de agua subterránea de la Depresión meridional de Ronda. - Ronda tiene una población de 35440 habitantes que consumen una media anual de 3,5 hm3 de agua provenientes, en su mayor parte, de un pozo de la Cañada de la Puya, en las proximidades de Sierra Hidalga.

4.7.2. Perímetros de protección La importancia que las aguas subterráneas tienen, no sólo desde el punto de vista ambiental sino en lo que se refiere al abastecimiento de la provincia de Málaga, así como la necesidad de establecer mecanismos de protección de los acuíferos, está reconocida por la propia Administración y viene recogida en el Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, (2007) donde se dice que “los acuíferos carbonatados de la provincia contienen las aguas de mejor calidad, por lo que deberían reservarse para satisfacer las demandas de consumo humano. Son también los más vulnerables a la contaminación, lo que hace imprescindible arbitrar medidas para preservarlos, mediante la creación de perímetros de protección y un control estricto de los vertidos”. La forma más segura de proteger contra la contaminación a un acuífero y a las captaciones que en él existan (sondeos, manantiales, etc), sería impedir todo tipo de actividad potencialmente contaminante sobre el área de recarga del acuífero. Como no siempre es posible llevar a cabo esta medida, la alternativa que se plantea es la definición de perímetros de protección mediante el establecimiento de un sistema de

47 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) zonas en el entorno de la captación que se quiere proteger, en el interior de las cuales se restringen o prohíben de forma gradual (en función de la proximidad a la misma) las actividades susceptibles de modificar la calidad del agua subterránea. El perímetro de protección debe garantizar que la calidad del agua no se verá afectada, y no sobrepasará en ningún caso los límites establecidos en su composición por la vigente legislación (Moreno Merino y Martínez Navarrete, 1991). El sistema más frecuentemente empleado consiste en dividir el perímetro en diversas zonas alrededor de la captación, graduadas de mayor a menor importancia en cuanto a las restricciones de actividad impuesta sobre ellas. Entre los criterios utilizados para delimitar estas zonas el considerado más importante es el del tiempo de tránsito que se define como el tiempo que transcurre entre la entrada de una sustancia en el seno de un acuífero y su llegada a la captación que se pretende proteger. Las zonas incluidas dentro de un perímetro de protección son:

- Zona inmediata o de restricciones absolutas. Es la más próxima a la captación, y tiene como objetivo primordial proteger a ésta, y sus instalaciones contra las inclemencias climatológicas, animales y otro tipo de alteraciones; asimismo, impide los vertidos e infiltraciones directas sobre la misma. El criterio de delimitación suele ser un tiempo de tránsito de 24 horas o un área fijada de forma arbitraria de pequeña extensión (100-400 m2). Las restricciones sobre esta superficie serán absolutas impidiéndose cualquier tipo de actividad. - Zona próxima o de restricciones máximas. Representa el cuerpo principal del perímetro. Comprende un área de extensión variable pero suficiente para proteger el agua de la contaminación, ya sea asegurando la degradación, eliminación o dilución del contaminante, ya sea permitiendo una alerta a tiempo para tomar las medidas adecuadas antes de que la sustancia extraña llegue a la captación. El dimensionado de la zona próxima se hace generalmente en función de un criterio de tiempo de tránsito (50-60 días) pretendiendo con ello proteger totalmente contra la contaminación microbiológica y lo más posible contra la química. - Zona alejada o de restricciones moderadas. Debe proteger la captación frente a contaminantes de larga persistencia, básicamente contaminación química no degradable o difícilmente degradable, metales pesados, hidrocarburos, compuestos orgánicos, etc.). Los criterios de protección en esta área se basarán, por tanto, en los procesos de dilución o de alarma, además de en los de degradación. Lo expuesto anteriormente es aplicable a los acuíferos constituidos por materiales granulares (terrígenos). Para determinar los perímetros de protección de los acuíferos kársticos y fisurados se requiere una metodología específica que tenga en cuenta su diferente comportamiento debido a la heterogeneidad que los caracteriza, con un flujo preferente a través de conductos y discontinuidades estructurales, y a que el poder autodepurador de estos materiales es mucho menor que el de otros medios. En estos casos se debe contemplar la posibilidad de establecer, además de las anteriores zonas de restricción, otras zonas de protección especial o zonas satélite de protección que delimitan superficies alejadas de la captación y situadas fuera del sistema de protección del perímetro anteriormente descrito, pero que presentan una conexión hidráulica directa o preferente a través de conductos o fisuras con el punto de captación del agua. En estas nuevas zonas se establecerán restricciones o condicionamientos específicos a las actividades que pudieran llevarse a cabo (Moreno Merino y Martínez Navarrete, 1991).

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En la zona donde se pretende construir las urbanizaciones Merinos Norte y Carrasco, los terrenos están formados por materiales calcáreos y dolomíticos con fuerte karstificación y fracturación, con apenas cubierta vegetal lo que disminuye la evapotranspiración haciendo que una parte importante del agua de lluvia se infiltre pasando a formar parte de las aguas subterráneas del acuífero; cualquier vertido en esta zona seguiría el mismo curso que las aguas de lluvia. Ante la ausencia de estudios específicos que permitan conocer los parámetros necesarios (tiempos de tránsito, etc) para delimitar los perímetros de protección de los manantiales y otras captaciones que existen en el acuífero, y dado que el grado de vulnerabilidad a la contaminación que tiene el acuífero es Alto-Muy Alto, toda la superficie de afloramiento de las calizas jurásicas (acuífero carbonatado) deberían de formar parte del perímetro de protección dentro del cual habrían de estar restringidas todas las actividades y usos susceptibles de contaminar tales como urbanizaciones, campos de golf, etc.

En el acuífero terrígeno, sobre el que está ubicado el circuito Ascari y el proyectado Parchite, la delimitación del perímetro de protección frente a la contaminación debe tener en cuenta que aunque su vulnerabilidad es baja-media, en algunas zonas la contaminación por nitratos ha provocado el abandono de algunas captaciones (Atlas hidrogeológico de la provincia de Málaga, 2007). Además, el hecho de que exista comunicación hidráulica entre ambos acuíferos implica que un vertido contaminante sobre el acuífero terrígeno en una zona donde éste alcance poco espesor puede afectar al acuífero carbonatado. Este sería el caso del proyecto Parchite que estaría ubicado sobre el acuífero terrígeno en contacto directo con el carbonatado (ver corte 4 de la figura 26) y a poco más de dos kilómetros del manantial de La Ventilla cuyo caudal procede de ambos acuíferos. Por esta razón y ante la inexistencia de datos que demuestren la no afección del manantial de La Ventilla ante un posible vertido en su entorno deberían impedirse en un radio amplio todas aquellas actividades susceptibles de provocar la contaminación de los acuíferos que lo alimentan.

Pero la protección de un acuífero no debe limitarse a evitar su contaminación sino que es preciso, además, establecer una serie de restricciones a la explotación para evitar que se produzcan depresiones del nivel freático o piezométrico que puedan afectar al abastecimiento, delimitando, si es necesaria, una zona en la cual se limiten las extracciones (Moreno Merino y Martínez Navarrete, 1991). En el caso de los acuíferos estudiados en este trabajo es evidente el incremento de extracciones que la instalación de los proyectados complejos urbanísticos supondría. Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones se propone, para la zona estudiada, un perímetro de protección preliminar de los principales manantiales (Fig.27 y anexo IV) en el que no se puede permitir la ubicación de instalaciones que puedan suponer una afección tanto a la calidad como a la cantidad de recursos de los acuíferos.

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Figura 27: Delimitación del perímetro de protección de los principales manantiales con las diferentes zonas de restricción.

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4.7.3. Cambio Climático

Según el Instituto Nacional de Meteorología, en la mitad Sur de la Península Ibérica y para el periodo 2071-2100 se prevé una reducción de las precipitaciones del orden del 40% respecto al periodo 1961-1990. En cuanto a las temperaturas, se calcula que éstas se incrementarán entre 4 y 8 ºC en las regiones interiores, siendo algo menor el incremento en las zonas costeras. Estas variaciones tendrán impactos en los ecosistemas hídricos en general y, de forma particular, en las aguas subterráneas que, en el caso de la provincia de Málaga y más específicamente en las zonas interiores, como la Serranía de Ronda, se concretan en:

- Se producirá una disminución de los recursos subterráneos, debido a la probable disminución de precipitaciones y al aumento de temperaturas (datos obtenidos de los modelos climáticos). Esto implicará modificaciones a la baja en el valor de la recarga natural de los acuíferos, y en consecuencia en el volumen de aportaciones.

- Alteraciones en el régimen de las crecidas y en la regulación de los ríos debido al incremento de la irregularidad temporal de las precipitaciones.

- Podría acentuarse la tendencia a un empeoramiento de la calidad química de las aguas subterráneas como consecuencia del descenso de los niveles piezométricos.

- Disminución de los caudales de estiaje debido a la suma de los efectos producidos por el descenso de la pluviosidad y el aumento de la evapotranspiración, provocada a su vez por el incremento de las temperaturas que será más acusado en épocas de verano.

4.7.4. Espacios Naturales Dos de los espacios que forman parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (RENPA) se encuentran dentro del área objeto de estudio en este trabajo. Se trata de la Reserva de la Biosfera de la Sierra de Las Nieves y del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) del río Corbones.

La Sierra de las Nieves fue declarada Reserva de la Biosfera en junio de 1995. Su superficie son 93.930 has. y acoge un Parque Natural con una superficie de 20.163 has. La figura de Reserva de la Biosfera se otorga a espacios que cuentan con una riqueza natural y cultural representativa de los distintos ecosistemas presentes en la Tierra; son mucho más que simples zonas protegidas ya que son designadas para promover y demostrar una relación equilibrada entre las poblaciones y la naturaleza. Este galardón lo concede la UNESCO a las zonas de ecosistemas terrestres o marinos, o una combinación de los mismos, reconocidas en el plano internacional como tales (http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente). El desarrollo de los proyectos urbanísticos contemplados para esta zona alteraría claramente el equilibrio entre población y naturaleza que en la actualidad posee este paraje.

El río Corbones fue catalogado como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) por la Directiva 92/43/CEE (Directiva Hábitats). Esta directiva, relacionada con la conservación de hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres, identifica los tipos de hábitats naturales y especies de interés para la salvaguardia y conservación del

51 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) patrimonio natural comunitario. . Los LIC son espacios que forman parte de la red ecológica europea “Natura 2000”. Este río recibe su principal alimentación del acuífero Setenil-Montecorto (Fig 17) y por tanto cualquier descenso de caudal o contaminación de dicho acuífero afectaría tanto a la fauna piscícola como a la vegetación de ribera (tarajales, adelfares, fresnedas...) por las que precisamente el río fue declarado LIC. 5. RESUMEN La cordillera Bética es la gran unidad orográfica y geológica del S y SE de la Península Ibérica; en ella se diferencian tres grupos de unidades geológicas de rango mayor que son las Zonas Internas Béticas, el Complejo del Campo de Gibraltar y las Zonas Externas Béticas. Todos estos grupos de unidades geológicas están constituidos por complejos de unidades tectónicas alóctonas, es decir, conjuntos de rocas que se han originado lejos de su posición actual y hasta la que han sido transportados distancias, en general, grandes. La zona de estudio se encuentra dentro de las zonas Externas Béticas las cuales se dividen en dos grandes dominios tectonosedimentarios: el Prebético y el Subbético. El Subbético, unidad de rango mayor más meridional, está constituido por rocas sedimentarias del Triásico al Mioceno medio y en menor medida, por rocas volcánicas y subvolcánicas; a su vez, se divide en tres sectores, el oriental, el central, y el occidental. Dentro de los sectores central y occidental se diferenciaron tres grandes subdominios alargados según dirección Suroeste-Noreste, que fueron denominados: Subbético Externo, Subbético Medio y Subbético Interno. El área donde está previsto llevar a cabo el proyecto urbanístico Merinos Norte se ubica dentro del denominado Subbético Interno Occidental o Penibético y está constituido por tres grupos de unidades litoestratigráficas (Hidalga, Líbar y Espartina) que, en su conjunto, forman una ventana tectónica (afloramiento de materiales autóctonos rodeado por alóctonos, formado por la erosión de éstos últimos) bajo el Complejo del Campo de Gibraltar; sobre todas estas unidades se depositaron materiales del Mioceno Superior (postectónicos). El Grupo Hidalga, con un espesor superior a los 250 m y de edad Triásico, es de composición dominantemente calizo-margosa y arcillosa, el Grupo Líbar, cuyo espesor es del orden de 400 m y su edad Jurásico a Cretácico inferior, es de naturaleza calcáreo- dolomítica (da lugar a los principales relieves penibéticos) y presenta una intensa karstificación y el Grupo Espartina, con un espesor de unos 100 m y edad Cretácico a Neógeno, es esencialmente margoso y margocalcáreo. Sobre todos estos materiales se dispone, por medio de cabalgamientos, el Complejo Campo de Gibraltar dentro del cual se distinguen dos conjuntos de unidades tectónicas, denominadas Mauritánico y Numídico. El Numídico es una potente formación, de al menos 400 metros, de areniscas cuarzosas (Manto de Aljibe) a la que se atribuye una edad que va desde el Oligoceno al Aquitaniense y que se superpone sobre el Mauritánico (Unidad de Algeciras) constituido por turbiditas carbonatadas que pasan gradualmente a areniscas de grano medio a fino cuya edad abarca desde el Eoceno, hasta el Mioceno Inferior (Aquitaniense) y el espesor es superior a los 500 metros. Las Formaciones Postectónicas, es decir aquellas que se depositaron con posterioridad al choque entre las placas Ibérica y Mesomediterránea que tuvo lugar dentro de la denominada Orogenia Alpina, están constituidas por materiales del Mioceno superior y también del Cuaternario, y al no estar afectados por la tectónica apenas presentan deformación. La serie se caracteriza por la presencia de areniscas

52 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) calcáreas, conglomerados, margas y ocasionalmente margas yesíferas. El espesor total de los materiales miocenos puede ser del orden de 1.000 m.

En cuanto a la estructura, se puede decir que, en general, consiste en pliegues cuyos ejes se hunden al noreste y fallas inversas de dirección NE-SO que despegan por las arcillas de facies Keuper y sitúan las rocas jurasicas sobre los materiales del Cretácico (Grupo Espartina). En el núcleo de los pliegues anticlinales afloran los materiales jurásicos, y en el de los sinclinales, en muchos casos aún perduran los materiales cretácicos del Grupo Espartina. Al SO, los materiales postorogénicos de la cuenca de Ronda se disponen discordantes sobre los materiales del Jurásico.

Desde el punto de vista hidrogeológico la zona donde está previsto desarrollar los proyectos urbanísticos Merinos Norte (actualmente Ronda Golf), Carrasco y Parchite se ubica sobre rocas que tienen capacidad para almacenar y transmitir agua y constituyen dos importantes acuíferos: un acuífero carbonatado y un acuífero terrígeno. Ambos acuíferos están limitados por dos acuicludos. Según la clasificación establecida por la Directiva Marco del Agua la zona de estudio está situada sobre tres masas de agua subterránea: Hidalga-Merinos-Blanquilla (060.043), Setenil-Montecorto (050.062) y Depresión meridional de Ronda (060.042).. Dentro de la masa de agua Hidalga-Merinos-Blanquilla se encuentra parte del acuífero carbonatado mientras que en las masas de agua Setenil-Montecorto y Depresión meridional de Ronda se pueden diferenciar los dos acuíferos, el carbonatado y el terrígeno. El acuífero carbonatado es el acuífero más importante de la zona y presenta una intensa karstificación (un tipo de porosidad producida por la acción de las aguas sobre determinados tipos de rocas que las disuelve y genera un entramado de huecos que confiere a los macizos calcáreos una elevada permeabilidad y cuya estructura se conoce con el nombre de karst).Está formado por el Grupo Líbar que son materiales carbonatados permeables por fisuración y karstificación. Es destacable, también, la presencia de varios afloramientos travertínicos que demuestran la continuidad temporal de la descarga de los pocos manantiales importantes que existen y de los procesos kársticos implicados, así como de la evolución del relieve asociada al encajamiento de la red fluvial. Todo el conjunto carbonatado y kárstico tiene, en la zona, una potencia aproximada de unos 400 metros. Los manantiales más importantes de este acuífero son El Nacimiento (Carrizal), Fuentezuela, Cañamero y el Barranco de Palomeras. Se recarga mediante la infiltración del agua de lluvia que cae sobre la superficie permeable de rocas carbonatadas muy karstificadas El flujo subterráneo general del acuífero se dirige hacia el NE aunque también hay descarga en la parte occidental, hacia la depresión de Ronda. Los hidrogramas de los manantiales Cañamero o El Barranco muestran un comportamiento típico de los acuíferos kársticos con picos de caudales muy altos intercalados con fuertes bajadas de caudal. Las aguas de este acuífero son, en general, duras y de naturaleza bicarbonatada cálcica, presentan mineralización ligera, con conductividades eléctricas inferiores a 500 μS/cm, y son de excelente calidad química para cualquier uso. Los recursos del acuífero se aprovechan para el abastecimiento urbano de las poblaciones de Arriate, Cuevas del Becerro, El Burgo Serrato, Ronda, los pantanos que abastecen a la ciudad de Málaga y los regadíos del Plan Coordinado del Guadalhorce.

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Otra parte de los recursos excedentes circulan hacia el Río Guadiaro en la vertiente occidental. El acuífero terrígeno está formado por los depósitos detrítico-carbonatados, de la cuenca de Ronda, de edad Mioceno superior y Cuaternario. El espesor total de los materiales miocenos puede ser del orden de 1.000 m. Estos materiales miocenos son permeables por porosidad intergranular, pero también por fisuración y karstificación cuando están cementados (areniscas calcáreas bioclásticas). Sobre las formaciones miocenas se depositaron discordantemente depósitos de edad cuaternaria constituidos por sedimentos aluviales, de poco espesor, relacionados con la red fluvial y, localmente, depósitos de ladera. Del acuífero terrígeno destacan el manantial de La Ventilla y el de La Mina. Su alimentación se produce, mayoritariamente, por infiltración directa del agua de lluvia y, en menor medida, por el flujo subterráneo procedente del acuífero carbonatado. En la masa de agua subterránea de la Depresión Meridional de Ronda el sentido del flujo subterráneo es hacia el suroeste, hacia el Río Guadiaro (Cuenca Mediterránea Andaluza) mientras que en la de Setenil-Montecorto es hacia el noroeste, hacia el Río Trejo (Cuenca Atlántica Andaluza). En cuanto a la composición química de las aguas, éstas presentan variedad de facies hidroquímicas, y aunque entre los aniones predomina la facies bicarbonatada, son también frecuentes las facies mixtas bicarbonatadas-sulfatadas, sulfatadas e incluso cloruradas-sulfatadas. Las facies catiónicas son más homogéneas, dominando las de tipo cálcico-magnésicas. La mineralización del agua varía entre débil y fuerte, aunque la mayor parte de los puntos controlados se sitúan en la banda de conductividad eléctrica entre 400 y 900 μS/cm. Se trata de aguas con una buena calidad química y aptas para consumo humano. Parte de los recursos de este acuífero se destinan al abastecimiento de Arriate y Ronda y otra parte circula hacia los cauces de los ríos. Los acuicludos o impermeables están formados por materiales de las facies Keuper del Grupo Hidalga (arcillas abigarradas, con frecuentes intercalaciones de areniscas y yesos), por el Grupo Espartina (unos 100 m de margas y margocalizas) y por el Complejo Campo de Gibraltar (arcillas, margas, margocalizas y turbiditas, carbonatadas y, principalmente, siliciclásticas) con un espesor que puede alcanzar los 900 m.

En relación con los riesgos que para las masas de agua supone el desarrollo de los proyectos urbanísticos Merinos Norte (actualmente Ronda Golf) y Carrasco hay que tener en cuenta que el acuífero carbonatado jurásico sobre el que se pretende edificar las urbanizaciones y campos de golf asociados, presenta un importante desarrollo de la karstificación y su grado de vulnerabilidad frente a la contaminación es Alto-Muy Alto, por esta razón toda la superficie de afloramiento de las calizas jurásicas deberían de formar parte del perímetro de protección dentro del cual habrían de estar restringidas todas las actividades y usos susceptibles de contaminar tales como urbanizaciones, campos de golf, etc. En el acuífero terrígeno, sobre el que está ubicado el circuito Ascari y el proyectado Parchite, la delimitación del perímetro de protección frente a la contaminación debe tener en cuenta que aunque su vulnerabilidad es baja-media, en algunas zonas la contaminación por nitratos ha provocado el abandono de algunas captaciones. Además, el hecho de que exista comunicación hidráulica entre ambos acuíferos implica que un vertido contaminante sobre el acuífero terrígeno en una zona donde éste alcance poco espesor puede afectar al acuífero carbonatado. Este sería el caso del proyecto Parchite que estaría ubicado sobre el acuífero terrígeno en contacto directo con el carbonatado y

54 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) a poco más de dos kilómetros del manantial de La Ventilla cuyo caudal procede de ambos acuíferos. Por esta razón y ante la inexistencia de datos que demuestren la no afección del manantial de La Ventilla ante un posible vertido en su entorno deberían impedirse en un radio amplio todas aquellas actividades susceptibles de provocar la contaminación de los acuíferos que lo alimentan.

Los mencionados proyectos urbanísticos representan un peligro potencial de alteración del acuífero desde dos puntos de vista: - Cuantitativo: debido a los importantes volúmenes de agua requeridos para el regadío y el mantenimiento de las instalaciones del campo de golf y para el propio abastecimiento de las viviendas. - Cualitativo: generado por los impactos que pueden causar los excedentes del regadío del campo de golf, cargados en fertilizantes y plaguicidas, al infiltrarse al acuífero. Otro peligro potencial está en la posible infiltración de las aguas residuales procedentes de las viviendas y demás instalaciones.

A estos peligros potenciales hay que añadir los efectos del Cambio Climático que en el caso de la provincia de Málaga y más específicamente en las zonas interiores, como la Serranía de Ronda, se concretan en:

- Se producirá una disminución de los recursos subterráneos, debido a la probable disminución de precipitaciones y al aumento de temperaturas (datos obtenidos de los modelos climáticos). Esto implicará modificaciones a la baja en el valor de la recarga natural de los acuíferos, y en consecuencia en el volumen de aportaciones.

- Alteraciones en el régimen de las crecidas y en la regulación de los ríos debido al incremento de la irregularidad temporal de las precipitaciones.

- Podría acentuarse la tendencia a un empeoramiento de la calidad química de las aguas subterráneas como consecuencia del descenso de los niveles piezométricos.

- Disminución de los caudales de estiaje debido a la suma de los efectos producidos por el descenso de la pluviosidad y el aumento de la evapotranspiración, provocada a su vez por el incremento de las temperaturas que será más acusado en épocas de verano.

Existen en la zona de estudio dos espacios naturales que por su gran interés pertenecen a la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (RENPA): la Sierra de Las Nieves declarada Reserva de la Biosfera y el río Corbones catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). La figura de Reserva de la Biosfera lo concede la UNESCO a espacios que cuentan con una riqueza natural y cultural representativa de los distintos ecosistemas presentes en la Tierra; son mucho más que simples zonas protegidas ya que son designadas para promover y demostrar una relación equilibrada entre las poblaciones y la naturaleza. El desarrollo de los proyectos urbanísticos contemplados para esta zona alteraría claramente el equilibrio entre población y naturaleza que en la actualidad posee este paraje.

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El río Corbones fue catalogado como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria, que forman parte de la red ecológica europea “Natura 2000”) por la Directiva 92/43/CEE debido a la presencia de hábitats naturales de fauna y flora silvestres considerados de interés para la salvaguardia y conservación del patrimonio natural comunitario. Este río recibe su principal alimentación del acuífero Setenil-Montecorto y por tanto cualquier descenso de caudal o contaminación de dicho acuífero afectaría tanto a la fauna piscícola como a la vegetación de ribera (tarajales, adelfares, fresnedas...) por las que precisamente el río fue declarado LIC.

6. CONCLUSIONES

1) Las diferentes rocas sobre las que se pretende desarrollar los proyectos urbanísticos Merinos Norte (actualmente Ronda Golf), Carrasco, Parchite y sobre las que se emplaza el actual circuito Ascari, constituyen dos acuíferos, el carbonatado, compuesto por calizas y dolomías permeables por fisuración y karstificación, y el terrígeno, formado por conglomerados y areniscas con algún nivel calcáreo. El acuífero carbonatado se alimenta de las aguas de lluvia y drena principalmente por los manantiales: El Cañamero, El Barranco de Palomeras y El Nacimiento (Carrizal). También se extrae, mediante un sondeo, un cierto caudal para abastecimiento humano. El acuífero terrígeno, además del agua de lluvia, recibe recarga del acuífero carbonatado y de otros acuíferos vecinos. Su drenaje principal se produce por los manantiales de La Ventilla y La Mina además de proporcionar agua por medio de sondeos a la localidad de Arriate.

2) Al presentar un importante desarrollo de la karstificación, el acuífero carbonatado sobre el que se pretende edificar las urbanizaciones Merinos Norte y Carrasco, presenta un grado de vulnerabilidad frente a la contaminación Alto-Muy Alto por lo cual debería estar sometido a una protección estricta mediante la creación de perímetros de protección de los manantiales y un control estricto de los vertidos. Toda la superficie de afloramiento de las calizas jurásicas (acuífero carbonatado) deberían de formar parte del perímetro de protección dentro del cual habrían de estar restringidas todas las actividades y usos susceptibles de contaminar tales como urbanizaciones, campos de golf, etc…. Hay que tener en cuenta, además, que debido a la conexión hidráulica existente entre ambos acuíferos cualquier perturbación en el carbonatado podría afectar también al terrígeno.

3) La extracción de agua del acuífero carbonatado (prevista mediante sondeos en la urbanización proyectada) produciría una disminución del

56 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) caudal de drenaje de dicho acuífero así como, indirectamente, del acuífero terrígeno que recibe de él una parte de su recarga. Eso significa que los manantiales de El Cañamero, El Barranco de Palomeras, El Nacimiento, La Ventilla, y La Mina sufrirán disminución en sus caudales.

4) Los excedentes de riego de los campos de golf previstos, al contener elevadas concentraciones de fertilizantes y plaguicidas destinadas al mantenimiento del césped, así como otros posibles vertidos que se puedan producir sobre el acuífero, tendrán un impacto negativo sobre la calidad de las aguas de los acuíferos que se trasmitirá a la zona de descarga produciéndose un empeoramiento de la calidad de las aguas tanto de los manantiales de drenaje como de los sondeos de explotación.

5) El acuífero terrígeno, a pesar de que su vulnerabilidad es baja-media, está contaminado por nitratos en algunas zonas y esto ha provocado el abandono de algunas captaciones. Por otra parte, al estar comunicado con el acuífero carbonatado, puede ocurrir que un vertido contaminante sobre el acuífero terrígeno puede afectar al carbonatado. Esto podría suceder si se lleva a cabo el proyecto Parchite, ubicado sobre el acuífero terrígeno y a poco más de dos kilómetros del manantial de La Ventilla cuyo caudal procede de ambos acuíferos. Por esta razón y ante la inexistencia de datos que demuestren la no afección del manantial de La Ventilla ante un posible vertido en su entorno deberían impedirse en un radio amplio todas aquellas actividades susceptibles de provocar la contaminación de los acuíferos que lo alimentan.

6) Al ser una zona donde existe una disminución muy acusada de los caudales de los manantiales en las etapas de estiaje y teniendo en cuenta que esa es la época en la que tanto las urbanizaciones como los campos de golf precisarán más agua del acuífero, las localidades que se nutren de esos manantiales pueden sufrir problemas de abastecimiento en esos periodos.

7) A los impactos ocasionados por la actividad humana hay que sumar los efectos que el Cambio Climático tendrá en los ecosistemas hídricos y que se manifestarán en una disminución de los recursos subterráneos, especialmente en las épocas de estiaje, y en un incremento de la tendencia al deterioro de la calidad química de las aguas subterráneas.

8) La geología de la zona está formada por materiales diversos de entre los cuales las formaciones calcáreas y dolomíticas, que afloran en las zonas más elevadas topográficamente, conforman un paisaje en el que se

57 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga) combinan elementos geológicos y geomorfológicos representativos de procesos geológicos singulares como es el llamativo karst superficial que es el resultado de una combinación de clima, litología y estructura geológica cuyas formas poseen un especial interés científico o didáctico. Algunos de los elementos geológicos o geomorfológicos de interés especial que existen en la zona son las hoces, los cañones, los lapiaces, las torcas y dolinas y las barreras travertínicas y edificios tobáceos asociados a surgencias kársticas, así como diversas cavidades naturales con sus espeleotemas. Todos estos elementos han contribuido a que esta zona de la Serranía de Ronda forme parte de la Reserva de la Biosfera de la Sierra de las Nieves. Por todo ello es preciso establecer una protección especial que impida la realización de obras y explanaciones que urbanicen este territorio y atenten contra la supervivencia de su rico patrimonio natural.

9) El hecho de que la Sierra de las Nieves haya sido declarada Reserva de la Biosfera y que el Río Corbones esté catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) supone el reconocimiento de la riqueza natural y cultural de estas zonas e implica la necesidad de una rigurosa protección de sus hábitats. El desarrollo de los proyectos urbanísticos contemplados para esta zona entrañaría un grave peligro de alteración de los ecosistemas. En la Sierra de Las Nieves se alteraría visiblemente el equilibrio entre población y naturaleza que en la actualidad posee este paraje. El río Corbones, que recibe su principal alimentación del acuífero Setenil- Montecorto, quedaría expuesto a un claro riesgo de disminución de caudal o de contaminación en el caso de que el acuífero se viera afectado por extracción de caudales o por vertidos y, consecuentemente, tanto la fauna piscícola como la vegetación de ribera, por las que el río fue declarado LIC, sufrirían serias alteraciones.

58 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

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59 Estudio geológico e hidrogeológico del entorno de la Sierra de los Merinos–Ronda y Cuevas del Becerro (Málaga)

ANEXOS

I: Análisis químicos de algunos manantiales

II: Ubicación de los proyectos urbanísticos sobre el mapa hidrogeológico de la zona

III: Cortes hidrogeológicos.

IV: Delimitación del perímetro de protección de los principales manantiales.

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